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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 154, de 26/02/1997
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 154



DEFENSA



PRESIDENTE: DON ALEJANDRO MUÑOZ-ALONSO Y LEDO



Sesión núm. 8



celebrada el miércoles, 26 de febrero de 1997



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia del señor Ministro de Defensa (Serra Rexach) para:



--Informar sobre las previsiones del Gobierno en relación con el futuro
de la presencia de tropas españolas en Bosnia. A solicitud del Grupo
Parlamentario Socialista. (Número de expediente 213/000102) (Página 4218)



--Dar cuenta de los planes previstos en relación con las bases de
utilización conjunta hispano-norteamericanas, así como de las posibles
negociaciones con los Estados Unidos de Norteamérica para reforzar la
presencia de tropas norteamericanas en otras bases. A solicitud del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

(Número de expediente 213/000149) (Página 4223)



--Informar sobre las noticias publicadas en los medios de comunicación,
relacionadas con las bases de Zaragoza y Torrejón de Ardoz (Madrid), así
como de su posible reutilización en el futuro por parte de los Estados
Unidos de Norteamérica . A solicitud del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió). (Número de expediente 213/000153) (Página 4223)



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Se abre la sesión a las 10 de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA (SERRA REXACH) PARA:



--INFORMAR SOBRE LAS PREVISIONES DEL GOBIERNO EN RELACION CON EL FUTURO
DE LA PRESENCIA DE TROPAS ESPAÑOLAS EN BOSNIA. A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente 213/000102.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, vamos a dar comienzo a esta sesión de la
Comisión de Defensa que tiene como objeto tres comparecencias, dos de
ellas acumulables, del Ministro de Defensa, a quien damos la bienvenida,
especialmente en una mañana como la de hoy que sabemos que es, entre
Senado y Congreso, realmente agitada.

Advierto a los señores portavoces que, precisamente por la agenda del
ministro, tenemos que levantar la sesión irremediablemente a las 11,30,
porque tiene que marcharse al Senado a responder a una interpelación, con
lo cual yo ruego a los portavoces que sean lo más precisos posible en sus
intervenciones.

Sin más, pasamos al punto número 1 del orden del día, que es:
Comparecencia de don Eduardo Serra Rexach ante la Comisión de Defensa
para informar sobre las previsiones del Gobierno en relación con el
futuro de la presencia de tropas españolas en Bosnia. Es una
comparecencia solicitada por el Grupo Socialista del Congreso.

El señor Ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Buenos días, señorías.

Creo que a todos les consta que las obligaciones del Ministro que le
impiden estar todo el tiempo necesario, como es su deseo, son
obligaciones de índole parlamentaria.

Sin más dilación, Presidente, doy comienzo a la exposición sobre las
previsiones del Gobierno en relación con el futuro de la presencia de
tropas españolas en Bosnia.

Haciendo un resumen de la historia de la participación española para
solucionar el conflicto de la ex Yugoslavia, hay que decir, en primer
lugar, que España ha participado desde su inicio en todas las iniciativas
de la Comunidad internacional encaminadas a ese fin. Con referencia y al
ámbito exclusivamente militar, el Consejo de Ministros, en sesiones de 17
de julio y 28 de agosto de 1992, acordó respectivamente la participación
de una fuerza naval y de una fuerza terrestre que colaborarían en hacer
cumplir las resoluciones dictadas por el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas sobre el embargo a Yugoslavia. Eran las resoluciones 713, de
septiembre de 1991, y 757, de mayo de 1992, y sobre la creación y
posterior ampliación de la fuerza de protección de las Naciones Unidas en
Yugoslavia (Unprofor), resolución 743, de febrero de 1992, y 776, de
septiembre de ese mismo año. Posteriormente, al decidir el Consejo de
Seguridad en la resolución 781, de octubre de 1992, establecer una zona
de prohibición de vuelos militares sobre Bosnia-Herzegovina, en junio del
siguiente año el Gobierno español, mediante acuerdo de Consejo de
Ministros, aprobó la participación de nuestro Ejército del Aire en la
operación Deny Flight, establecida para hacer efectiva dicha prohibición.

Así pues, señorías, España ha mantenido desde el principio una importante
contribución militar al esfuerzo internacional de pacificación de la ex
Yugoslavia, participación que, como SS. SS. conocen sobradamente,
continuó tras el fin de las hostilidades. En efecto, una vez firmados los
acuerdos de paz de Dayton, las unidades españolas continuaron
participando en la fuerza de aplicación del plan de paz, Ifor, que, en
aplicación de la resolución 1.031, de diciembre de 1995, del Consejo de
Seguridad, creó la Alianza Atlántica para asegurar la puesta en práctica
de los aspectos militares contenidos en dicho plan de paz y que sustituyó
el 20 de diciembre de 1995 a la fuerza de Naciones Unidas Unprofor.

A pesar de los avances notables registrados a lo largo de 1996 en la
aplicación de los acuerdos contenidos en el citado plan de paz, y muy
especialmente en los aspectos militares, responsabilidad de Ifor, lo
cierto es que a finales de 1996 todavía quedaba por materializarse una
importante parte de los objetivos previstos en los acuerdos. Por ello,
las conferencias de implementación de paz celebradas en París y Londres
el año pasado determinaron la necesidad de mantener una presencia militar
internacional que hiciera posible que la mayor parte de los objetivos
pretendidos en los mencionados acuerdos de Dayton fueran alcanzados, si
no totalmente, sí en su mayor parte. Así se consideró que sería necesario
mantener dicha presencia militar un período adicional de 18 meses a
partir del 20 de diciembre, fecha en que finalizaba el mandato de Ifor.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en la resolución 1.088, de
diciembre pasado, aprobó la continuación del despliegue de fuerzas de la
Alianza Atlántica durante el plazo que he indicado. De acuerdo con dicha
resolución, la Alianza Atlántica ha creado la fuerza de estabilización,
Sfor, cuya finalidad fundamental es contribuir a mantener el ambiente de
seguridad necesario para la consolidación de la paz en
Bosnia-Herzegovina. Está previsto que el desarrollo de esta operación
comprenda cuatro fases. La primera es el despliegue de las unidades
participantes y la simultánea retirada de los contingentes de Ifor que no
se transfieren a la fuerza de estabilización. Esta fase, señorías, está
prácticamente finalizada.

La segunda es una fase de estabilización que debería finalizar el próximo
otoño. Sería la consolidación de los logros contenidos hasta la fecha.

La tercera es una fase de disuasión que se prolongaría hasta la primavera
de 1998 y en la que se prevé una reducción gradual de fuerzas
paralelamente a una progresiva transferencia de responsabilidad, esta vez
de la Sfor a organizaciones civiles. Y una fase final en la que se
procedería a la retirada de los efectivos de Sfor, que deberá concluir a
finales del mes de junio de 1998 y, por tanto, los 18 meses a partir del
20 de diciembre a que antes me he referido.




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También, señorías, España contribuye significativamente a este esfuerzo
internacional en pro de la paz en esa región de Europa que ha sufrido en
sus propias carnes los efectos del desgarro de una guerra civil.

Por acuerdo del Consejo de Ministros de 22 de noviembre de 1996 se
autorizó la participación de las fuerzas españolas en la fuerza de
estabilización por un período de 18 meses y se determinó además que los
niveles del contingente español se revisarían cada seis meses en función
de la evaluación de la situación. En consecuencia, si se cumplen las
previsiones, la presencia internacional de unidades militares en la zona,
y, por consiguiente, de las fuerzas españolas, deberá desaparecer a
partir del 20 de junio de 1998. Esta es también la fecha límite que se
contiene en el citado acuerdo del Consejo de Ministros, en el que no
obstante figura que si, llegada a esta fecha, la operación no hubiese
finalizado, la autorización concedida podría prorrogarse previa adopción
de un nuevo acuerdo.

Hasta aquí, Presidente, es la descripción de los hechos. La evolución es
difícil de prever. La evaluación actual de este momento es un cierto
recrudecimiento de la situación, que exige una atención constante por
parte de la Sfor; todos tenemos que estar pendientes de cómo vaya
evolucionando la situación interna, hoy especialmente tensa. Estos días,
tanto en la ciudad de Mostar, donde, como saben SS. SS., está la parte
española del contingente internacional, como en una zona fuera de nuestra
área de influencia, en la ciudad de Brsko, en el corredor de la Posavina,
se tenía que haber producido el 14 de febrero un arbitraje internacional,
y todavía no se sabe los efectos que producirá en un futuro inmediato.

Por tanto, hay que distinguir dos aspectos: uno claro, que es al que me
he referido, el de las resoluciones internacionales y los acuerdos del
Consejo de Ministros, y una situación puramente fáctica y, como digo,
difícil de prever.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, el solicitante de la
comparecencia, tiene la palabra el señor Moya.




El señor MOYA MILANES: Señor Ministro, gracias por su información.

El Grupo Socialista se ha interesado por esta comparecencia
fundamentalmente desde el punto de vista de la naturaleza informativa,
para obtener información sobre cuál es la situación en este momento de
las tropas españolas situadas en Bosnia y para saber cuáles son sus
planes próximos y futuros.

Quiero, por otra parte, aprovechar la ocasión para expresar el
reconocimiento del Grupo Socialista hacia la labor que, de manera
continuada y ya lejana en el tiempo, vienen manteniendo las tropas
españolas, la presencia de España, que es reconocida internacionalmente
por los organismos presentes en la zona y por las autoridades políticas y
militares y que ha superado claramente cualquier tipo de incidencia
esporádica, como la que tuvo lugar hace escasos días en relación con unas
declaraciones no afortunadas por parte de algún representante de otro
país, declaraciones que afortunadamente han quedado absolutamente
disipadas por el desmentido rotundo y el reconocimiento que las
autoridades en la zona tienen de la labor de las tropas españolas.

Querría al hilo de su intervención, hacer algún comentario y solicitar
más información. Usted ha reconocido que en los últimos tiempos se está
produciendo un cierto recrudecimiento de la tensión, que en algunos casos
afecta de una manera más particular a la zona de influencia de
operaciones donde se encuentran las tropas españolas, y concretamente
tensión en Mostar.

Tengo conocimiento muy reciente de algunas personas que han trabajado en
organizaciones no gubernamentales durante bastante tiempo y que hace tan
sólo dos días han llegado de Mostar con información de primera mano sobre
cuál es la situación en este momento. Me decían ayer que el problema en
relación con la recepción de los refugiados es cada vez más agudo; que en
una población como Mostar, de unos 110.000 habitantes aproximadamente en
este momento, un 40 por ciento son ya refugiados, desplazados, lo cual
está creando tensiones, incluso ya hasta de localización o de reubicación
en el espacio físico de Mostar, concretamente de Mostar-este. Esto obliga
a muchos refugiados a una cierta diáspora al mismo tiempo que a una
pérdida de facto de muchos de los derechos de la ciudadanía, en la medida
en que la vuelta de los países europeos a la zona se produce en muchas
ocasiones a zonas o a lugares de donde no son ellos originarios y donde
se encuentran con derechos civiles en cierta medida mermados, desde el
punto de vista administrativo y civil.

Es verdad que el problema de la recepción de los refugiados, una vez que
la distensión se ha producido con carácter más generalizado, es algo que,
con el tiempo, parece obligado, pero a la vez requiere todas las cautelas
para evitar que esa recepción de refugiados sea caótica y produzca
simultáneamente tensiones dentro de la zona entre las propias
comunidades, como, al parecer, se está produciendo en Mostar, en relación
con ese porcentaje elevado de desplazados que existe en este momento.

Tenía también información reciente sobre que los incidentes que se han
producido y que se están produciendo en estos días entre las comunidades
croatas y musulmanas en Mostar habían llegado en los últimos días a la
utilización de morteros, cosa que había desaparecido del conflicto desde
hacía tiempo.

En todo caso, se habían dado algunas escaramuzas de menor entidad, desde
el punto de vista del enfrentamiento, pero me comentaban --no sé si la
información es del todo fiable-- y me aseguraban que los incidentes en
algunos casos habían adquirido mayor gravedad.

El papel de las tropas españolas sigue siendo reconocido; es verdad que
intervienen una vez que son requeridos, dada la naturaleza de la misión
que tienen que realizar, pero es verdad también que el problema y la
tensión entre las dos comunidades y los problemas de libertad de paso
entre las dos zonas de Mostar, este y oeste, está creando graves
problemas.

Usted mencionó hace unos días, al responder a una pregunta del Pleno del
Congreso, algunas preocupaciones en



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relación con la zona de Brecko y del corredor Posavina. También parecen
existir de manera seria la zona de Stolac.

En cualquier caso, lo único que yo quería es poner sobre la mesa que se
está produciendo una cierta escalada en la tensión como consecuencia del
problema de los refugiados, conocer sobre ello su opinión y cuál es la
impresión que las tropas españolas y su mando transmiten al ministerio en
relación con el clima de enfrentamiento que puedan estar viviendo, así
como la reacción que las tropas españolas están llevando a cabo.

Por último, desearía solicitar información, aunque sé que es muy lejana
todavía en la medida en que hasta junio o julio de 1998 no se producirá
el final del mandato, porque se empieza a especular en algunas
cancillerías europeas con la posibilidad de irse replanteando la
necesidad de no abandonar totalmente la zona todos los países. En días
pasados, en una reunión de embajadores de la Unión Europea occidental, se
planteaba la cuestión y había voces que empezaban a reflexionar en voz
alta sobre la necesidad de que debería mantenerse algún tipo de
estructura una vez pasada esa fecha, sin precisar de qué tipo sería. En
ese sentido, querría saber cuál es la previsión que España considera, a
la vista de la evolución de los acontecimientos, en relación con esa
futura posibilidad de presencia en la zona, una vez que el mandato
hubiera terminado.

Simplemente quería trasladarle estas preocupaciones e interrogantes y
agradecerle su comparecencia.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir en el debate?
Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el señor Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADES: Nuestro grupo parlamentario quiere
aprovechar la comparecencia solicitada por el Grupo Socialista para hacer
algunas consideraciones.

En primer lugar y como el señor Moya decía al inicio de su intervención,
creo que es importante que la Comisión de Defensa y los diversos grupos
expresemos nuestro apoyo al despliegue de las Fuerzas Armadas españolas
en el marco de esta operación multinacional. Es evidente que continúa
siendo necesaria esta presencia de fuerzas multinacionales para
garantizar la paz en los territorios de la antigua Yugoslavia.

También queremos aprovechar esta comparecencia para expresar temores,
inquietudes y voluntades. Está claro que, a pesar del esfuerzo de la
comunidad internacional, la situación hoy en Bosnia-Herzegovina continúa
siendo profundamente delicada. Los incidentes que fueron noticia hace
cuestión de unas semanas en la zona de Moscar son el mayor ejemplo de
esta preocupación y ayer mismo se hacía público un informe de un experto
de Naciones Unidas, el señor Nowak, que criticaba el insuficiente apoyo
político, logístico, financiero y militar internacional a los esfuerzos
humanitarios desplegados para encontrar a las personas desaparecidas y
solicitaba a la comunidad mundial que preste mayor atención a este
problema.

El señor PRESIDENTE: Señor Campuzano, por favor aproxímese al micrófono,
porque no le oímos bien.




El señor CAMPUZANO I CANADES: Muy bien, señor Presidente.

Repito que un informe de Naciones Unidas, del experto Nowak, criticaba el
insuficiente apoyo político, logístico, financiero y militar
internacional a los esfuerzos humanitarios desplegados para encontrar a
las personas desaparecidas y solicitaba a la comunidad mundial que
prestase mayor atención a ese problema. También afirmaba que, desde un
punto de vista militar, las fuerzas para la aplicación de los acuerdos de
paz en Bosnia disponían de un mandato y de medios que les permitían
proteger y hacer respetar la libertad de circulación, de expresión y de
reunión, así como detener a los criminales de guerra.

Hay buena voluntad de la comunidad internacional para resolver esos
problemas, pero lo que es cierto hoy es que muchos de los criminales de
guerra, prácticamente todos ellos, continúan campando tranquilamente por
estos territorios. De alguna manera eso también es responsabilidad del
conjunto de Estados implicados en el restablecimiento de la paz en Bosnia
y hoy continúa habiendo problemas de derechos humanos, especialmente en
ese derecho a la libre circulación.

Nos han llegado algunas manifestaciones de determinadas organizaciones no
gubernamentales, no haciendo referencia explícita al papel de las Fuerzas
Armadas españolas, sino al conjunto de la fuerza multinacional desplegada
en Bosnia-Herzegovina, sobre una excesiva neutralidad cuando se producen
situaciones de conflicto. Supongo que en el terreno debe ser difícil
poder resolver muchos de estos problemas; hoy aparece en la prensa que,
por ejemplo, en la zona de Mostar, quienes habían mantenido una posición
de agresividad y de ataque habían sido unidades militares o paramilitares
vinculadas a la comunidad croata.

Creo que al menos desde el Parlamento debemos pedir al Gobierno que, en
la dimensión que corresponda, se analice si esta situación de excesiva
neutralidad hoy continúa siendo necesaria. Si hoy en Bosnia-Herzegovina
continúa habiendo víctimas o no. Esta es la primera cuestión que le
quería plantear al señor ministro.

En segundo lugar, y a pesar de que en anteriores comparecencias se habrá
tenido ocasión de preguntárselo, nos gustaría saber qué tipo de
entrenamiento reciben por parte de quien corresponda en el Ministerio de
Defensa las tropas que se van incorporando a ese despliegue, si existe
algún tipo de formación específica, no tanto a nivel de oficiales o
suboficiales, sino a nivel de la tropa. ¿Existe además algún tipo de
información o conocimiento determinado de los idiomas que se hablan en
ese territorio? En definitiva, estamos hablando de un despliegue
específico en una zona específica y querríamos conocer qué tipo de
entrenamiento reciben estas unidades.

Para terminar, quiero poner de manifiesto la necesidad, a pesar de que en
el espacio temporal se sitúe cuando corresponda, de que, mientras en
Bosnia-Herzegovina se dé una situación de inestabilidad, el conjunto de
la comunidad internacional mantenga allí una presencia; hoy por



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hoy, a pesar de estos claroscuros que puede haber en ese despliegue, es
evidente que si no hay guerra en Bosnia-Herzegovina es entre otras cosas
porque existe un despliegue internacional que impide que se reproduzcan
situaciones de violencia como se habían producido anteriormente.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Federal de Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya, tiene la palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Gracias, señor Ministro, por su comparecencia para
informarnos sobre nuestra presencia en Bosnia.

Voy a hacer algunas consideraciones al hilo de las anteriores
intervenciones. La primera es que todos los que hemos estado en
Bosnia-Herzegovina hemos podido comprobar cómo el reparto de Dayton en
relación con esta república podría tener a medio plazo consecuencias de
cierta complicación. Es un reparto entre musulmanes y croatas difícil,
difícil por el tema de los refugiados, por el tema de los
desplazamientos, por el de un desarme todavía no conseguido totalmente, y
el lanzamiento de una granada anticarro contra un vehículo blindado
español en Mostar, en los últimos días, así lo confirma. No están
suficientemente desarmados y, por lo tanto, habría que pasar por un
período, en primer lugar, de intentar ilusionar a los bosniacos en su
reconstrucción. Es una de las primeras reflexiones que quería plantear,
en qué medida desde el Estado español se está contribuyendo en una acción
interministerial, no tanto del Ministerio de Defensa sino
interministerial, que abarque al conjunto de los ministerios, para
colaborar en la reconstrucción en las zonas donde nuestra presencia es
habitual. Creo que es un dato muy importante, porque en estos momentos la
cierta tranquilidad que hay que dar a esa zona se tiene que dar
principalmente sobre la base de ese ánimo en la reconstrucción del país;
hay que ilusionar tanto a los croatas como a los musulmanes en esa
reconstrucción. El primer plano para llevar tranquilidad a esa zona debe
centrarse fundamentalmente en esa acción internacional de ayuda a la
reconstrucción. En este sentido, la Administración española debería
intentar jugar el papel, en la zona que le ha correspondido y que le
sigue correspondiendo, de llevar tranquilidad y neutralizar posibles
conflictos, ayudar a introducir en esas zonas acciones de empresas
españolas, ayuda humanitaria, solidaridad, que el primer plano de la
actualidad fuera esa acción coordinada de reconstrucción.

Lógicamente, los plazos están ahí, usted los ha citado, pero es
previsible que lo que ha sido estas semanas una tensión no muy
importante, de cara a las municipales se pueda incrementar. A mí me
gustaría saber qué operativo tienen previsto en el marco de las
elecciones municipales de la república de Bosnia-Herzegovina, porque lo
que puede ser una pequeña tormenta, si no somos capaces, con esa acción
internacional, de ir llevando tranquilidad, de avanzar más en el tema del
desarme, en el control del armamento, en ese marco se puede convertir en
una tensión un poco más grave.

Creo que los plazos están bien señalados, que en junio de 1998, si se da
todo tal como se tiene previsto por parte de los planes de pacificación,
se pueden convertir las tropas extranjeras ya en tropas civiles, más de
labor policial que estrictamente militar, pero, de aquí a entonces, y
termino por donde empecé, lo fundamental es animar a la reconstrucción de
ese país. Si los musulmanes y croatas están entretenidos --entre
comillas-- en su reconstrucción, con esa ayuda internacional y el papel
que debíamos jugar los españoles, yo creo que parte del camino de la
pacificación está resuelto. Ahora, si no somos capaces de ayudar en la
reconstrucción, el dedo en el gatillo va a ser una cosa habitual.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Fernández de Mesa.




El señor FERNANDEZ DE MESA DIAZ DEL RIO: Gracias, señor Ministro, por sus
explicaciones esta mañana ante la Comisión de Defensa del Congreso de los
Diputados y por el esfuerzo de presencia permanente, en el Senado, ya
sabemos que viene de allí, en el Congreso, para volver al Senado esta
misma mañana, presencia permanente del Gobierno en estas Cámaras para dar
cuenta de todo aquello que se solicita en el momento adecuado.

El Grupo Parlamentario Popular quiere empezar por decir que, después de
tanto tiempo presentes ya en la antigua Yugoslavia, nosotros queremos
hablar no sólo del apoyo al despliegue, que también, sino, por supuesto,
de respaldo y apoyo moral del Grupo Parlamentario Popular y, estoy
seguro, de toda la Comisión de Defensa a las fuerzas españolas, con
nuestro reconocimiento más importante a la labor que allí están
desplegando. Sabemos de su exquisita formación, sabemos de su exquisito
adiestramiento, todo ello demostrado a lo largo de estos años en las
misiones que se les ha encomendado, en una misión no policial sino en una
misión de control del cumplimiento de los acuerdos de Dayton.

En este sentido, señor Ministro, el Grupo Parlamentario Popular no quiere
más que mostrar su acuerdo con la política que sigue el Gobierno de
España de acuerdo con el resto de los países que intervienen en la zona y
precisamente resaltar esa neutralidad que se está manteniendo en aquella
zona, porque quizás ello sea lo que haga posible el mantenimiento de unas
fuerzas durante un tiempo tan prolongado y sobre todo el crédito que
tienen para poder seguir manteniendo su misión en la zona de ex
Yugoslavia. Ese equilibrio impecable es el que está ayudando a que estas
fuerzas consigan los objetivos que se han trazado durante estos últimos
años.

Para terminar, señor Ministro, entendemos como una cuestión fundamental,
quizá como el inicio del fin, la disposición de esa fuerza de
estabilización, con esas misiones tan claras de despliegue de las nuevas
unidades y retiradas de las de Ifor, que ya no participarán en las Sfor,
la fase de estabilización que ha dicho el Ministro a finales de otoño, la
de disuasión en primavera de 1988, con la reducción de las fuerzas, y la
fase final de retirada de efectivos de Sfor, esperamos que con la misión
cumplida, que es lo que todos



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los países participantes en aquella zona y por supuesto España estamos
deseando.




El señor PRESIDENTE: Señor Ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Señorías, quiero, en primer
lugar, agradecer las palabras prácticamente de todos los grupos de la
Comisión de Defensa por la actuación de nuestras tropas allí,
especialmente en unos momentos en que, como ahora intentaré explicar, han
sido objeto de una campaña contraria.

Yo he visitado más de una vez a nuestras tropas, nuestras tropas son el
pueblo español. Es un asombro la eficacia, como ya ha señalado el
portavoz del Grupo Popular, la neutralidad, el equilibrio, muchas veces
la raíz de los ataques, la capacidad de diálogo; nunca se subrayará lo
suficiente la capacidad del diálogo y la respuesta que tiene por parte de
la población la actuación de las tropas españolas.

Yo quiero, Presidente, agradecer muy sinceramente, y haré que se lo
transmitan a nuestro contingente allí, esas palabras de apoyo, que seguro
que serán el mejor estímulo para la continuidad de nuestras tropas.

Yo creo que SS. SS. han planteado un ramillete de temas, todos
importantes y algunos de ellos graves. Espero que momentáneamente, se ha
producido un recrudecimiento de la tensión. Y hay algo que nos debería
servir de lección a todos y es que, cuando alguien no quiere llegar a la
paz, es extraordinariamente difícil imponerla. Conforme se ve que se
acerca el final, las distintas etnias que configuran la población de
Bosnia-Herzegovina están empezando a vivir, a previvir, si se me permite
la palabra, el final y no se resignan. El mejor ejemplo ha sido el
arbitraje medio resuelto en el corredor de la Posavina, pero también la
situación en Bosnia, y el goteo, con esas dificultades, del retorno de
los refugiados.

Les decía, señorías, que ha habido tensiones. Han explotado algunas
granadas, ha habido disparos contra vehículos españoles. Por fortuna, no
ha habido que lamentar ninguna desgracia personal, también contra el
contingente italiano. La impresión personal del ministro que les habla es
que esto es momentáneo, pero no quiere decir que no pueda agravarse en un
futuro. En previsión de ello, la fuerza internacional Sfor tiene previsto
una fuerza de reserva, en la que participarán, en concreto, aviones
españoles.

Desde el punto de vista militar, si algo se está viendo claro en la
antigua Yugoslavia es que es extraordinariamente difícil imponer o
asegurar la paz cuando la voluntad de las partes es más que dudoso que
quiera ser alcanzarla. Desde el punto de vista civil, se han dicho unas
cosas muy importantes con las que coincido plenamente. La única manera de
poder hacer olvidar el pasado es un futuro ilusionante, animarles a la
reconstrucción. La comunidad internacional ha puesto una cantidad
importante de dinero para que la reconstrucción pueda llevarse a efecto.

España está haciendo mucho. Desde los organismos de mayor decisión se ha
animado para que los empresarios españoles colaboren en la reconstrucción
de Bosnia-Herzegovina. El Ministerio de Defensa ha organizado cuatro
viajes de empresarios. Allí hay algún ejemplo de empresario pequeño, que
algo está haciendo. También hay que entender que el empresario, para
actuar fuera, necesita unas condiciones de seguridad y de certeza a medio
y largo plazo que difícilmente se dan en Bosnia-Herzegovina. Ayer mismo
estuve en una video-conferencia y en el gabinete de crisis hay
representación de distintos ministerios. El Ministerio de Industria, la
Secretaría de Estado de Comercio y el Ministerio de Defensa estamos
animando e impulsando constantemente que haya participación española.

Primero, porque internacionalmente consideramos que es la mejor garantía
para no repetir situaciones pasadas. Segundo, y esto es importante
saberlo, es una de las primeras actuaciones o por lo menos la primera de
gran duración de las tropas españolas que desde hace muchos años fuera de
nuestro territorio, aquí también va a haber competencia internacional
para ver qué empresas se llevan los grandes contratos. De eso pueden
formar parte, y no tenemos que ser ingenuos, las campañas de prensa más o
menos orquestadas. De manera que hay que ser conscientes de en qué
situación nos encontramos y saber cuál es el papel que le corresponde a
la Administración. La Administración española está haciendo esfuerzos
para garantizar, en la medida de sus fuerzas, la paz en la zona y
estimular a los empresarios que vayan, pero es la propia sociedad civil,
el sector empresarial, el que tiene que tomar las iniciativas y a la
Administración le cabe poco más que animar y facilitar esa actuación.

El señor Campuzano dice que tiene temores e inquietudes. Señoría, los
tenemos todos. Temores e inquietudes. El deseo es que al final de los 18
meses la situación pueda estar definitivamente resuelta. Se empezó por
una actuación puramente militar. Hay ya una transferencia a una fuerza
internacional de policía, la IPTF, y al final deberían ser las
autoridades civiles las que controlaran la situación. El supuesto sobre
el que se está actuando es que en los 18 meses que faltan hasta junio de
1998 será tiempo suficiente para la asunción plena de responsabilidades
por parte de las autoridades civiles.

El futuro no está escrito y es imposible saberlo, esto es algo de lo que
se han ocupado diversos portavoces, pero el presupuesto fáctico sobre el
que se está actuando es sobre ése. En previsión de la escalada de la
tensión está constituida esa fuerza de reserva. A finales de enero he
estado en el cuartel general desde el que se dirigen las operaciones y la
esperanza es que ese tiempo sea suficiente para la pacificación total.

Excesiva neutralidad. Hay que distinguir dos cosas. Se está haciendo un
extraordinario esfuerzo. El Parlamento español ha aprobado un crédito
ampliable de hasta 20.000 millones. No se es neutral cuando se gastan
esas cantidades en los períodos de austeridad como el que estamos
atravesando para que la pacificación sea una realidad en
Bosnia-Herzegovina. Sin embargo, hay un segundo plano en el que sí
pretendemos mantener la más exquisita neutralidad. Los acontecimientos de
Mostar han sido consecuencia de que al final del Ramadán algunos miembros
de la colonia musulmana han ido a visitar cementerios en la zona croata y
ahí se han producido incidentes, incidentes



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en los que tiene que intervenir la fuerza policial. Sólo a requerimiento
de esta fuerza internacional de policía, puede intervenir el contingente
de Sfor y en concreto la brigada española. Ahí sí se ha pretendido ser
neutral y hay que decir, señoría, que a las partes contendientes, por no
llamarles beligerantes, la neutralidad muchas veces no les gusta y ahí
también hay otro foco de nacimiento de críticas.

Entrenamiento. Las tropas españolas que están relevándose unas a otras
están perfectamente adiestradas. Antes de su incorporación se les dota de
información sobre cuál es la situación, pero la verdad es que en estos
relevos sucesivos que se están produciendo no se ha notado una baja de
efectividad por adiestramiento, sino una especie de bache de efectividad
por los relevos. Se ha cambiado la periodicidad y el modo de hacerlos
para que se produzca un solape perfecto y no baje la efectividad de las
tropas.

Creo, y con esto termino, señor Presidente, que estamos pasando una fase
de tensión, que puede ser momentánea y diluirse o que puede agravarse, en
cuyo caso tendríamos que utilizar la fuerza de reserva. Si, como
esperamos, estos incidentes son pasajeros, lo que habría que hacer en los
próximos meses es acelerar la transferencia de las competencias hacia las
fuerzas internacionales de policía, y después hacia las propias
autoridades civiles, en la medida en que éstas pudieran ir legitimándose,
no sólo con la legitimidad de origen que dan las elecciones, sino con la
legitimidad de ejercicio que diera el que puedan ir asegurando
progresivamente la paz. Repito que el presupuesto único sobre el que se
está actuando es que en 18 meses la tarea estará terminada. Esto estará
sometido a revisión en la medida en que la experiencia lo aconsejara.

Pero hoy ése es el único supuesto que se contempla como base de la
actuación del contingente internacional y de las fases que se han
expuesto hoy en esta mesa repetidamente.




--DAR CUENTA DE LOS PLANES PREVISTOS EN RELACION CON LAS BASES DE
UTILIZACION CONJUNTA HISPANO-NORTEAMERICANAS, ASI COMO DE LAS POSIBLES
NEGOCIACIONES CON LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA PARA REFORZAR LA
PRESENCIA DE TROPAS NORTEAMERICANAS EN OTRAS BASES. A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA.

(Número de expediente 213/000149.)



--INFORMAR SOBRE LAS NOTICIAS PUBLICADAS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION,
RELACIONADAS CON LAS BASES DE ZARAGOZA Y TORREJON DE ARDOZ (MADRID), ASI
COMO DE SU POSIBLE REUTILIZACION EN EL FUTURO POR PARTE DE LOS ESTADOS
UNIDOS DE NORTEAMERICA. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO CATALAN
(CONVERGéNCIA I UNIO). (Número de expediente 213/000153.)



El señor PRESIDENTE: Tenemos, a continuación, dos puntos en el orden del
día sobre el mismo tema; son dos peticiones de comparecencia del Ministro
de Defensa. La primera de ellas es del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, para dar cuenta de los planes
previstos en relación con las bases de utilización conjunta
hispano-norteamericanas, así como de las posibles negociaciones con los
Estados Unidos de Norteamérica para reforzar la presencia de tropas
norteamericanas en otras bases. Y la segunda es del Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió), para informar sobre las noticias
publicadas en los medios de comunicación, relacionadas con las bases de
Zaragoza y Torrejón de Ardoz, así como de su posible reutilización en el
futuro por parte de los Estados Unidos de Norteamérica.

Si la Comisión no tiene inconveniente, las vamos a agrupar en su
desarrollo, como ha estimado también la Mesa oportunamente.

El señor Ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Señorías, partimos de la
base de que todas las bases militares existentes en España son bases
españolas y bajo mando español, y así se contempla en el vigente convenio
de cooperación para la defensa entre España y Estados Unidos de 1989. Lo
único que el Gobierno español concede al de los Estados Unidos es el uso
de determinadas instalaciones de apoyo dentro de algunas bases para
objetivos concretos, dentro del ámbito bilateral o multilateral recogidos
en el convenio de cooperación. El convenio especifica con total claridad
cuáles son las bases en las que los Estados Unidos tienen autorizado el
mantenimiento de instalaciones de apoyo, así como el nivel de fuerzas
autorizado a mantener en cada una de ellas, finalidad de la instalación,
personal militar, personal civil y número de aeronaves autorizado. En el
canje de notas anejo al convenio entre el Ministerio de Asuntos
Exteriores español y la Embajada norteamericana en Madrid, se convino una
reducción muy significativa del nivel de fuerzas e instalaciones
autorizadas a los norteamericanos. El actual convenio tiene un período
inicial de vigencia de ocho años, que finaliza el 4 de mayo del presente
año. Por otra parte, el convenio contiene una cláusula que especifica que
éste quedará prorrogado por períodos de un año, salvo que algunas de las
partes notifique por escrito a la otra su voluntad en contrario al menos
con seis meses de antelación respecto a la fecha de su expiración. Dado
que con anterioridad al 4 de noviembre de 1996 ninguna de las partes ha
expresado su voluntad en contra de la prórroga del convenio, éste ha
quedado inicialmente prorrogado por un período de un año por voluntad
tácita de ambos gobiernos. Por tanto, en el presente año no habrá
variaciones en los niveles de fuerzas autorizados, y los planes previstos
en relación a las bases no sufrirán alteración respecto a lo acordado en
el citado convenio.

Debo resaltar ante SS. SS. que las Fuerzas Armadas norteamericanas han
respetado escrupulosamente los niveles de fuerzas autorizados por el
convenio de cooperación firmado con España y que desde su entrada en
vigor han disminuido muy significativamente las fuerzas norteamericanas



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presentes en las bases españolas, hasta unos niveles muy por debajo de
los autorizados por el convenio. En este período se han desocupado para
el uso exclusivo de las Fuerzas Armadas españolas las instalaciones de la
Base aérea de Torrejón --a excepción de un pequeño destacamento compuesto
por 25 militares y 50 civiles--, la base aérea de Estartit, la estación
meteorológica y sismológica de Sonseca, el depósito de municiones y
petróleo de Cartagena y las estaciones de comunicaciones de Estaca de
Bares, Guardamar, Humosa, Hinojes, Menorca y Sóller. Los niveles de
ocupación de instalaciones en las únicas bases en las que actualmente
tienen autorización las Fuerzas Armadas norteamericanas están muy por
debajo de lo autorizado, a un 58 por ciento de los niveles autorizados en
el convenio, que a su vez suponían una notabilísima disminución respecto
a la situación anterior.

Por último, señorías, se sabe que los Estados Unidos están actualmente
analizando la situación de infraestructura en Europa. Y con ello paso a
hablar, señor Presidente, de la situación en concreto en las bases de
Zaragoza y Torrejón. La presencia norteamericana en Europa ha disminuido
sustancialmente y a ello se añade la nueva situación estratégica que
arranca de la caída del muro de Berlín y la desaparición del Pacto de
Varsovia. Por tanto, ahora los Estados Unidos están analizando cuál debe
ser el próximo despliegue de sus fuerzas en Europa, tanto en cantidad,
donde se supone que habrá una nueva reducción, como en ubicación. La base
aérea de Zaragoza era una de las alternativas que podrían estudiar para
ver si alteraban sus planes respecto del futuro y en junio pasado
solicitaron una visita de un equipo de ingenieros y de expertos. En el
caso de que la Base de Zaragoza fuera una de las elegidas, no podría
tomarse esa decisión sin conocer el costo de adaptación de la actual
situación de la base a la nueva situación. Después de conocer el costo
presupuestario que tuviera la, en su caso, necesaria adaptación, decía el
escrito de la petición norteamericana que harían una petición formal al
Gobierno español y que, por tanto, sería al final el Gobierno español el
que podría acceder o no a esta petición que, repito, señorías, era una
petición previa a cualquier petición formal para analizar unos técnicos
el coste que en su caso tendría realizar las adaptaciones necesarias de
la Base de Torrejón. Así se solicitó por la sección norteamericana del
Comité permanente el pasado 26 de julio. Solicitaban, para hacerla, el
día 29 de julio, una visita in situ de una serie de instalaciones en la
base. En aquel momento la visita fue autorizada haciendo constar de forma
expresa --y cito literalmente--: No obstante, debe quedar claro que esta
autorización no presupone en modo alguno una aprobación española a ningún
apoyo futuro a un mando aéreo móvil de aviones cisterna o de operaciones
aéreas de transporte. La visita, señorías, no llegó a realizarse, aunque
después, el 5 de noviembre, reiteraron la solicitud para hacer la visita
los días 18 a 22 de noviembre. Esta vez explicaban con algo más de
claridad, con más detalle, lo que pretendían inspeccionar por parte de la
Air Movility Command, el AMC, y de las Fuerzas Aéreas en Europa, de la
Usafe. Se contestó el mismo día 6 de noviembre que no existía
inconveniente en autorizar la visita al equipo de reconocimiento, pero
que, como se indicaba en el anterior mensaje de 26 de julio, debía quedar
claro que esta autorización no presuponía en modo alguno una aprobación
española, etcétera. La autorización fue comunicada el día 8 de noviembre,
pero inmediatamente, el día 9, fue suspendida como consecuencia de
algunas informaciones aparecidas en prensa que causaron cierta alarma.

En conclusión, lo único que se había autorizado era una visita técnica,
repito, para que un equipo norteamericano evaluara las capacidades de las
instalaciones actuales de la Base de Zaragoza. El Gobierno español no ha
autorizado, por tanto, ninguna utilización presente ni futura de las
bases aéreas de Zaragoza y Torrejón fuera de los límites establecidos en
el convenio. El Gobierno de Estados Unidos no ha presentado ninguna
petición formal en este sentido. Por tanto, no existe ningún tipo de
negociación. No existe tampoco ningún documento en ningún organismo, en
ninguna dependencia del Ministerio de Defensa ni en el comité permanente
conjunto hispano-norteamericano, ningún documento, digo, ni ningún
contrato referido a este tema. Lo único que hay es una petición de un
aliado. Ha habido otras peticiones de otros aliados para otras bases
españolas, y normalmente se han concedido estas autorizaciones, para
conocer el estado de esas bases, para ver si pueden ser en algún caso, en
alguna emergencia, de utilización. De ahí, señorías, no se ha pasado.

Esa es la situación al día de hoy; he dicho cuál es el estado legal de la
cuestión y cuál es el estado fáctico de inexistencia, repito, de
negociación alguna.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.

Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, que es el solicitante de la primera comparecencia, tiene la
palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Señor Ministro, Izquierda Unida parte de la
votación del referéndum de 1986 en relación con este asunto. Nueve
millones de españoles votaban un sí condicionado a la permanencia de
España en la OTAN, y entre las condiciones figuraba la de reducir
progresivamente la presencia de las tropas de Estados Unidos en España.

La progresión, como usted sabe, llega a un punto cero. Esto fue en 1986.

Partiendo de este dato cierto del referéndum, creo que hay que optar por
dos vías para gestionar esa voluntad popular: ponerse de espaldas a ella
o gestionar. Para gestionar bien esa voluntad, añadiendo además la
novedad de que el Pacto de Varsovia se disuelve, hay que ponerse en el
punto cero, es decir, que no exista ninguna presencia permanente de una
tropa extranjera en nuestro territorio porque no ha lugar a ello, ya que
no tiene nada que ver con la nueva realidad de buscar un marco de
seguridad compartida en Europa, tanto en el marco de la Unión Europea
como en el continente europeo. Esa es la primera consideración de fondo.

En estos momentos la presencia permanente de tropas de Estados Unidos en
nuestras bases está de más, sobra. A partir de ahí, esa noticia del
pretendido estudio por parte de



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Estados Unidos, autorizado por la Administración, sobre la Base de
Zaragoza causa alarma porque lo que se quiere, desde nuestro punto de
vista, es situarse en otra perspectiva, no pretender ampliar o aumentar
más la presencia norteamericana en las bases. En su momento la tuvieron,
pero ahora no tiene ningún sentido que se sigan utilizando, como es el
caso de Zaragoza. Esa noticia ha causado alarma porque va en dirección
contraria. De lo que se trata es de plantear la denuncia del tratado
bilateral y si es verdad que todos estamos teorizando que estamos ante la
posibilidad de conseguir el marco continental de seguridad compartido,
creo que ninguna tropa extranjera debía estar en nuestro territorio con
carácter permanente. Ninguna.

A nosotros nos causó en su momento perplejidad la posibilidad de que se
esté estudiando la reutilización de Zaragoza y Torrejón, porque va en el
camino contrario de la voluntad popular. Sencillamente por eso. El pueblo
español habló, gustará o no lo que dijo en su momento, pero hay un
compromiso de reducción progresiva. De 1986 a 1996 hay diez años. Es
verdad que se ha reducido, pero hay que gestionar ese voto popular hacia
el punto cero, de no presencia ya de ninguna tropa con carácter
permanente en nuestras bases. No hay nada que, en este momento, a nivel
internacional, justifique que una tropa extranjera esté utilizando
permanentemente bases españolas. Esa es nuestra posición.

Me gustaría que nos aclarara el señor ministro cuál es la previsión real
por parte de la Administración española. Por los comunicados que ha dado
y por las peticiones de autorización para ver la posibilidad de
reutilización de bases, parece que la administración norteamericana va
por ese camino, pero yo querría saber cuál es la previsión de la
Administración española en relación con las bases de utilización
conjunta, si va hacia el punto cero, si tiene la posición clara de
avanzar y gestionar esa progresiva reducción en relación con Morón, con
Rota, con todas las bases. Me gustaría saber con claridad si hay un
horizonte para que el pueblo español pueda tener claro que habrá un día,
un año, en que finalmente nuestro territorio y las bases militares
estarán con nuestro ejército, nada más, y abierto a la colaboración de
cualquier otro ejército en misiones de paz. Llegará un momento en que
habrá que plantear este asunto y querría saber, insisto, cuál es la
posición del Gobierno en relación con ese día en que, finalmente, por
fortuna, no haya ninguna tropa extranjera con carácter permanente en
nuestro territorio.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió),
solicitante de la segunda comparecencia, tiene la palabra el señor Nadal.




El señor NADAL I MALE: Gracias, señor Ministro, por sus manifestaciones.

La solicitud de comparecencia suya, señor Ministro, por parte de nuestro
grupo se refiere a Zaragoza y Torrejón, pero más bien intentando que ésta
fuera la excusa para hacer un planteamiento genérico de todo lo que
significaba mayo de 1997 como fecha final de un tratado. Está, por
supuesto, alejada de lo manifestado por mi compañero de Izquierda Unida.

Nuestro objetivo era exponerle lo siguiente: A partir del 4 de noviembre
de 1996 se produce la prórroga tácita. Y a partir de esa fecha,
lógicamente, tanto el Estado español como el ejército americano en este
caso que desee utilizar las bases quedará limitado a un año. Las
prórrogas serán tácitas de año en año. Esta no es una solución agradable
ni es una solución que nos quite problemas, que nos quite dinámicas de
enfrentamiento o, dentro del Congreso, del país, dinámicas de
replanteamientos de hechos pasados. Sería lógico, señor Ministro, que, a
partir de esa situación de interinidad que se produce desde el 4 de mayo
de 1997 al 4 de mayo de 1998, con esta prórroga tácita, y antes de que se
produzca la nueva situación de noviembre de 1997, con la eventualidad de
una prórroga tácita por otro año, usted planteara al Congreso una
decisión de futuro mucho más amplia. Sería conveniente establecer dentro
del Congreso de los Diputados, o dentro del mismo Ministerio de Defensa,
que a lo mejor no lo tiene planteado, cuál va a ser el trato que se va a
dar a este tratado, cuál es la opción de futuro que se tiene. Si la
opción de futuro es a cinco años, si simplemente nos vamos a conformar
con las prórrogas anuales o bien vamos a analizar un convenio a más largo
plazo.

Tenga en cuenta, señor Ministro, que cada noviembre de cada año,
solamente por el hecho de que unos expertos del ejército americano
insistan en visitar una base, se va a crear una dinámica dentro de
nuestro país que va a provocar comparecencias suyas aquí o exposiciones
conflictivas. Por esto, señor Ministro, le invito a que, aprovechando que
hay una prórroga de un año que acabará en mayo de 1998 y que hasta
noviembre de 1997 no se tiene que tomar la decisión de la prórroga tácita
o la cancelación del convenio, traiga al Parlamento las posibilidades que
usted estime convenientes de futuro para el tratado.




El señor PRESIDENTE: Grupos que desean intervenir.

Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: El portavoz de Izquierda Unida ha hecho un
análisis semántico. Donde nosotros consideramos que es poco cuestionable
el desarrollo del término progresivo, a él le lleva a la conclusión de
que lo progresivo termina en cero. El problema es que lo que no se ajusta
a la realidad es la descripción o la reproducción que ha hecho de los
términos del referéndum. Ahí está el engaño.

Los términos del referéndum eran exactamente una reducción sustancial,
cosa que se ha producido. Dejando eso al margen, y es importante
aclararlo porque si no podría tener razón el portavoz de Izquierda Unida,
nosotros entendemos que el problema que se está produciendo en su
ministerio es que, por una parte, falta quizá mayor transparencia, dentro
de los márgenes posibles y, por otra, señor Ministro, sobran
filtraciones. Nos estamos encontrando con que de su ministerio están
saliendo filtraciones, sin duda intencionadas, no sabemos a cambio de qué
favores. En un momento aparece un documento OTAN, que no



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tiene mayor relevancia porque se refiere a unas maniobras de carácter
rutinario; en un margen de tiempo relativamente corto aparece esta
información que, separada de su contexto o de los propios términos que ha
fijado el Ministerio de Defensa para que esa visita se realice, parece
que se encamina a un incremento de la presencia norteamericana en España.

Mucho más grave, señor Ministro. Recientemente vemos publicado, con gran
asombro, la estrategia negociadora de España de cara al proceso de
reforma de la Alianza Atlántica y a la futura estructura de mandos. Ese
es el problema que quizá tendría que abordar el ministerio. Es un
problema que lo tiene que resolver usted, no lo podemos resolver
nosotros.

Se ha utilizado la expresión «base de utilización conjunta». Usted ha
aclarado que se trata de bases españolas. Nosotros lo que queremos
reiterar es que son bases españolas y en las que no existen
contraprestaciones. La gran diferencia del convenio bilateral actual con
los convenios anteriores era que España percibía unas ayudas a cambio de
ceder no solamente su territorio sino también el mando sobre espacio de
su territorio. Y eso sí que eran bases de utilización conjunta. Nuestra
situación ahora es que se conceden autorizaciones de uso a unas bases que
son estrictamente españolas.

A mí me gustaría saber, señor Ministro, dejando claro que nuestro grupo
considera lógica la prórroga, si una eventual renegociación del convenio
nos podría situar en un contexto distinto o si realmente usted considera
desde su punto de vista personal que los términos actuales del convenio
son válidos. Me gustaría saber si como consecuencia del proceso de
reforma de la estructura de mandos de la Alianza Atlántica la eventual
ubicación de un mando OTAN en España, presumiblemente conjunto combinado,
podría tener incidencia sobre las tropas americanas que están
establecidas en España; es decir, si ese mando combinado conjunto podría
también acoger bajo sus alas, por así decirlo, a parte de esas fuerzas
norteamericanas o a todas.

Por nuestra parte, nada más. Se ha sobredimensionado este tema, que no
tenía mayor relevancia pero, insisto, hay una necesidad de transparencia
y también una necesidad de discreción.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Cárceles.




El señor CARCELES NIETO: Gracias, señor Ministro, por la información que
ofrece a la Comisión, por otra parte conocida, como no podía ser de otra
manera, no requerida sobre ninguna novedad especial o alguna otra
circunstancia que pudiera ser de interés sobre este particular.

Yo tengo que decir que me produce cierto asombro esta comparecencia
porque queremos confundir los intereses de clase o de grupo con los
intereses de la nación; queremos superponer intereses de una determinada
dirección con los que realmente afectan a las obligaciones y compromisos
que tiene España. Se ha dicho ya por el señor Estrella --y yo coincido
plenamente con él-- que no se puede confundir un referéndum en un
determinado marco, en una determinada circunstancia. Cada vez que
legislamos hay un apartado, que es la exposición de motivos de la ley,
que, en definitiva, preside el espíritu para la correcta interpretación.

No cabe ninguna duda que todos los preámbulos de discusión sobre cómo fue
aquel referéndum y qué resultado obtuvo también han tenido un reflejo en
la sociedad española. Incluso aquellos que la protagonizaron confesaron
aquella iniciativa de craso error.

Pero también lleva razón el señor Meyer cuando dice que hay un resultado
y es el que es. Sin embargo, el señor Meyer no recuerda que ha habido un
acuerdo del Parlamento español, que origina una nueva situación, nuevas
obligaciones y nuevas circunstancias que no ha querido ni siquiera
mencionar, y que, naturalmente, obligan a la nación española a tener unos
compromisos de funcionamiento sobre los que, por otra parte, el señor
Ministro ha informado a la Cámara con absoluta claridad. Hay un convenio,
hay una autorización de ese convenio a la baja. Sencillamente hay mandos
españoles en bases españolas, no hay mando conjunto, no hay bases
conjuntas y tan sólo hay unos determinados usos para apoyo logístico en
bases de mando español. Pero ¿qué quiere decir? ¿Que tenemos que llegar a
una reducción cero en ese avance progresivo? Pues no, señor Meyer. No se
deduce del referéndum, sino, todo lo contrario, se deduce en cualquier
momento incidental, no de carácter permanente, con el nuevo acuerdo del
Parlamento español en la integración militar de la NATO.

De manera que venir a esta Comisión y como resultado final de la
comparecencia tener la inquietud de requerir información al señor
Ministro para que diga que causa alarma en España la visita de unos
mandos a una base, sencillamente, señorías, me parece completamente
ridículo. Me parece completamente ridículo el discurso relativo a que
España quiera tener una presencia y un compromiso internacional en todos
los ámbitos y direcciones y provocar --no sé si por la inquietud de no
tener nada que decir y decir algo-- una comparecencia del señor Ministro
para discutir lo obvio o sencillamente para decir que causa alarma y
produce una situación de inquietud y de falta de transparencia la visita
de un mando a una base española. Yo creo que es perder el norte y la
orientación más elemental y seria de los compromisos que España tiene hoy
interiormente y que todos estamos celebrando, teniendo España
progresivamente mayor crédito.

Poco más puedo añadir, porque me parece carente de significación política
o de profundidad la comparecencia, en la que estamos hablando por hablar,
para sencillamente oírnos nosotros mismos y emitir juicios de valor o de
opinión según nos convenga.

Señor Ministro, termino agradeciendo su presencia y, naturalmente,
apoyando la política de defensa que hace el Gobierno de la nación
española.




El señor PRESIDENTE: Señor Ministro.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): Sus señorías son libres de
tener asombro o consternación. Este Ministro está encantado de
proporcionar toda la información que el Parlamento estime necesario.




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Al señor Meyer le iba a decir algo que le ha dicho después el señor
Estrella. Cuando se dice reducción, no se dice supresión. Esa era la
condición literal del referéndum: reducción progresiva de las tropas de
los Estados Unidos en España. Me parece que ya se ha dicho
suficientemente cómo se ha reducido más que sustancialmente la presencia
de las tropas norteamericanas en España. Eran cercanas a los 10.000
hombres en los años sesenta; ahora estamos en un total autorizado de
6.800 hombres; en un total presente que no llega a 4.000 hombres. Es
decir, que es una reducción más que sustancial. Pero, a mi juicio, hay
algo más de fondo que me sorprende viniendo de alguien de tradicional
formación internacionalista.

Yo creo que ha pasado el tiempo de los nacionalismos cerrados. El pueblo
español, representado en esta Cámara, ha aprobado por un 90 por ciento
que quiere la plena participación en la Alianza. Estamos negociando para
tener en España un mando subregional combinado conjunto. Combinado quiere
decir multinacional; estamos trabajando para eso, para las tropas
españolas que hoy dirigen Euroforce, que hoy están en Euromarforce, que
hoy están en Eurocuerpo y para que también pueda haber tropas de otros
países de la Alianza. Al Gobierno nos parece que se ha superado la etapa
de las rígidas barreras y de los ejércitos puramente nacionales y estamos
integrándonos cada vez más en fuerzas internacionales de todo tipo. Hay
que decir que esas fuerzas multinacionales, como acabamos de ver en la
intervención anterior, se están dirigiendo a misiones humanitarias o de
implementación o mantenimiento de la paz. Al Gobierno no le parece mal
esa posición, señor Meyer.

En esa línea de mayor operatividad con otras fuerzas de la Alianza
Atlántica es en la que se están moviendo las negociaciones para nuestra
plena participación.

Decía el señor Nadal, a quien le agradezco su intervención, que, en
principio, un acuerdo no parece que tenga que estar sometido. Yo creo que
está sometido a dos clases de tensiones: la propia del convenio anual. No
parece lo más correcto, salvo que fuera tan permanente que se da la
posibilidad, si alguien quiere, de reconsiderarlo, pero, en principio,
ése es el acuerdo que vale para ambas partes, y así se estimó en
noviembre. Lo que sucede es que estamos en una situación muy mudable
porque nadie sabe cuál va a ser el resultado de la estructura interna de
la Alianza hasta la cumbre de Madrid, y si no se sabe, no se sabe
realmente en qué escenario estratégico nos estamos moviendo. De manera
que probablemente aconseje la decisión final sobre la estructura
replantear esta y muchas otras cuestiones que afecten a la defensa de
España, pero antes o en el ínterin no parece lo más prudente renegociar
ab initio, ex novo un convenio como es el de cooperación en materia de
defensa con los Estados Unidos de América. De manera que creo que el
Gobierno, a la vista de los resultados de la cumbre de Madrid, de cuál
sea la definitiva estructura militar de la Alianza Atlántica, analizará
si el convenio vale en sus actuales términos, que pudiera ser la
permanencia; por tanto, vale mientras una de las dos partes no diga lo
contrario. Si es bueno habría que renegociar desde el principio un nuevo
convenio.

Después de coincidir con el señor Estrella en muchas cosas, quiero hacer
una breve referencia a la transparencia y a las filtraciones. Creo que
tampoco podemos pecar de ingenuos, lo cual no quiere decir ser
irresponsables. El Ministerio de Defensa sabe que tiene unas
obligaciones, lo ha sabido siempre, en las que la reserva es esencial
para la eficacia de la acción; en todo lo demás procura la mayor
transparencia. Esa es la directriz que el Ministro tiene.

Respecto a las filtraciones, se han producido, por desgracia,
filtraciones de unos documentos que circulan por dieciséis países en
soporte informático, en soporte papel y que han sido publicados en
España. Creo que colegir que si han sido publicados en España,
obligatoriamente han sido filtrados en España, es cuando, menos, ingenuo
porque puede haber intereses distintos de los españoles a los que les
venga bien una filtración de ese tipo. Le podría contar a S. S. casos
concretos de documentos que han desaparecido fuera de las fronteras
españolas y que luego han aparecido publicados en España.

Ha habido algún otro caso en que el Ministro lo primero que ha hecho es
abrir una investigación sobre algunas filtraciones que han aparecido, no
en relación con la OTAN, de documentos que han estado en el Ministerio de
Defensa, que han estado por obligación legal fuera del mismo, pero desde
el primer momento se abrió una investigación para conocer en su caso y
evitar posibles ulteriores filtraciones.

Hay algunas a las que se refiere S. S. sobre las que creo que lo que hay
que hacer es felicitar a los medios de comunicación que consiguen
información que no proviene de filtraciones o por lo menos de
filtraciones documentales. Pienso que la transparencia debe ser la mayor,
siempre que el deber de secreto no nos obligue a lo contrario. Las
filtraciones se deben evitar, todas y cada una, pero no se debe
presuponer que siempre tenemos la culpa los españoles incluso de asuntos
que van en contra de nuestros intereses y que favorecen intereses de
otros países.

Tiene razón en la calificación de las bases, son bases españolas. Ya me
he referido al actual convenio y también a que muy probablemente tenga
alguna incidencia la ubicación de un mando subregional en España, que
tiene un carácter, tal y como está concebido en el estudio a largo plazo
de la OTAN, combinado conjunto y, por tanto, albergará fuerzas de otros
países de la Alianza Atlántica.

Agradezco al portavoz del Partido Popular la referencia al acuerdo que
esta Cámara tomó el 14 de noviembre, por una mayoría del 90 por ciento,
en cuanto a los términos en los que la soberanía popular entiende que
debe tener España en materia de defensa en relación con la Alianza
Atlántica. (El señor Meyer Pleite pide la palabra.) El señor PRESIDENTE:
Meyer, como S. S. sabe perfectamente, en este trámite parlamentario no
cabe la réplica. Cada grupo ha expuesto su posición y los solicitantes lo
han expuesto en primer lugar, pero en atención a que tenemos todavía
tiempo, y sin que sirva de precedente, le concedo dos minutos de tiempo.




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El señor MEYER PLEITE: Gracias, señor Presidente, por su benevolencia,
pero creo que es obligado aclarar el tema del referéndum de 1986. Se
podrá decir que se considera un error, pero no hay que alterar los
términos de la consulta popular, y los mismos se refieren a la reducción
progresiva, no sustancial.

No es un problema de semántica, pero voy a corregir. No voy a entrar en
la definición sobre si son bases de utilización conjunta o no. Son bases
españolas donde se permite izar bandera extranjera, de tropas extranjeras
--hasta cuatro mil hombres--, en un despliegue táctico y con carácter
permanente y ya que cada uno defina. ¿Eso no son bases de utilización
conjunta? También hay que dejar claro que lo que ha aprobado el
Parlamento español es la entrada en la estructura militar. Nada tiene que
ver con lo que estamos hablando.

Me ha sorprendido que el señor Ministro apele al internacionalismo para
justificar la presencia de las bases de Estados Unidos en España, porque
incluso desde la lógica de la estructura militar, si se avanza hacia un
mando conjunto, de mantenerse esta situación se podría dar la paradoja de
tener un mando conjunto con distintos países formando parte de él y una
situación privilegiada de Estados Unidos en España. Eso nada tiene que
ver con lo que se está teorizando del espacio común de la defensa
europea. Pienso que el internacionalismo tiene que ver con otras
cuestiones y para nada justifica la presencia de forma estable de tropas
extranjeras en un país.




El señor PRESIDENTE: Señor Ministro, tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE DEFENSA (Serra Rexach): El Ministro dice lo que dice
y no es dueño de lo que se interpreta. Yo he apelado al internacionalismo
para hablar de la presencia de fuerzas extranjeras en España, que es lo
que prevé toda la negociación de la Alianza Atlántica. Segundo, creo que
una reducción del 60 por ciento es sustancial; luego los términos del
referéndum han sido sobradamente cumplidos. Tercero, si lo que mañana hay
es una modificación porque los Estados Unidos quieren dejar de utilizar
la base de Torrejón porque hay demasiado tráfico aéreo sobre Madrid,
sería una petición a la que el Gobierno tendría que acceder. Cuando me
pregunta el señor Meyer si eso sería autorizado por el Gobierno,
probablemente sería autorizado si no quieren utilizar setenta y cinco
personas que hay en Torrejón.

Respecto a la presencia de los Estados Unidos. Me parece que es
ampliamente refrendado por la Cámara que España quiere estar en Europa,
quiere parecerse cada vez más a Europa y que la vocación europea de
España no es un descubrimiento de esta mañana. No ha sido en otro
continente, ha sido en Europa donde han estado y están las fuerzas
norteamericanas, y si están en Europa y si todos los esfuerzos de la
Alianza Atlántica están encaminados en una doble dirección hay que
incrementar la imagen de identidad europea de seguridad y defensa y
preservar y mantener el vínculo trasatlántico. Yo no sé si el señor Meyer
entiende por vínculo trasatlántico que el día de mañana haya cientos de
miles de tropas europeas en territorio norteamericano, pero normalmente
se entiende por vínculo trasatlántico el que haya un plus de protección
para la defensa de Europa por parte de recursos materiales y humanos que
salen de los Estados Unidos. Eso es lo que se entiende en Europa, eso es
lo que entiende el Gobierno y en esa línea se moverá en sus futuras
decisiones.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ministro.

Señorías, agradezco a todos, muy especialmente a los portavoces, y desde
luego al señor Ministro, que por su concisión y sin mengua de la
sustancia hayamos podido agotar el orden del día previsto.

Se levanta la sesión.




Eran las once y veinticinco minutos de la mañana.