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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 162, de 20/02/1997
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 162



INFRAESTRUCTURAS



PRESIDENTE: DON JESUS POSADA MORENO



Sesión núm. 17



celebrada el jueves, 20 de febrero de 1997



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia del señor Presidente del Ente Público Puertos del Estado
(Osorio Páramo) para informar de los resultados económicos del citado
Ente en el año 1995, de la previsión para el año 1996, así como de las
líneas directrices de la política de transferencias a Comunidades
Autónomas anunciada por el Gobierno. A petición del Grupo Parlamentario
Socialista. (Número de expediente 212/000388) (Página 4460)



COMPARECENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA COMPAÑIA TELEFONICA DE ESPAÑA,
S. A. (VILLALONGA NAVARRO), PARA:



--DAR CUENTA DE LA VERACIDAD O NO DE LAS NOTICIAS RELATIVAS A UNA POSIBLE
VENTA DE LA EMPRESA SINTEL, FILIAL DE TELEFONICA DE ESPAÑA, AL GRUPO MAS
TEC, PROPIEDAD DEL CONOCIDO ANTICASTRISTA JORGE MAS CANOSA, ASI COMO DE
LOS CRITERIOS SEGUIDOS PARA LA REALIZACION DE LA VENTA EN SU CASO. A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER
CATALUNYA. (Número de expediente 212/000001) (Página 4475)



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--EXPLICAR LOS MOTIVOS PARA LA VENTA DE SINTEL A MAS TEC INC., ESTANDO EL
GOBIERNO EN FUNCIONES, ASI COMO PERSPECTIVAS DE FUTURO DE LA EMPRESA E
INCIDENCIA ESTRATEGICA PARA LAS TELECOMUNICACIONES EN EL ESTADO ESPAÑOL.

A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO. (Número de expediente
212/000002) (Página 4475)



--INFORMAR DE LA POLITICA GENERAL DE DICHA COMPAÑIA EN EL NUEVO ESCENARIO
DE LIBERALIZACION Y PRIVATIZACION DEFINIDO POR EL GOBIERNO, ASI COMO DE
LAS PREVISIONES DE PARTICIPACION EN LA DENOMINADA PLATAFORMA DIGITAL, EN
EL DESARROLLO DE LAS INVERSIONES ASOCIADAS A LAS REDES DE CABLE, EN LA
PROFUNDIZACION DE LA DIMENSION INTERNACIONAL DE TISA Y DE LA POLITICA
TARIFARIA PARA EL AÑO 1997. A PETICION DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA. (Número de expediente 212/000384) (Página 4475)



Se abre la sesión a las cuatro y diez minutos de la tarde.




--COMPARECENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DEL ENTE PUBLICO PUERTOS DEL ESTADO
(OSORIO PARAMO) PARA INFORMAR DE LOS RESULTADOS ECONOMICOS DEL CITADO
ENTE EN EL AÑO 1995, DE LA PREVISION PARA EL AÑO 1996, ASI COMO DE LAS
LINEAS DIRECTRICES DE LA POLITICA DE TRANSFERENCIAS A COMUNIDADES
AUTONOMAS ANUNCIADA POR EL GOBIERNO. A PETICION DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA. (Número de expediente 212/000388.)



El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, vamos a empezar la Comisión de
Infraestructuras, que tiene como primer punto del orden del día la
comparecencia del Presidente del Ente Público Puertos del Estado, don
Fernando Javier Osorio Páramo, a quien damos la bienvenida. Esta
comparecencia ha sido pedida por el Grupo Socialista.

Tiene la palabra el señor Osorio.




El señor PRESIDENTE DEL ENTE PUBLICO PUERTOS DEL ESTADO (Osorio Páramo):
El motivo de la comparecencia era informar de los resultados económicos
del Ente Público Puertos del Estado en el año 1995, de la previsión para
el 96, así como de las líneas directrices de la política de
transferencias a las comunidades autónomas anunciada por el Gobierno.

Como ha pasado tiempo, más que hablar de las previsiones del 96, vamos a
hablar del cierre de dicho año en relación con el 95 y luego pasaremos al
siguiente punto.

En relación al cierre de 1996, en primer lugar voy a hacer una breve
referencia a cuál ha sido la evolución del tráfico portuario durante el
ejercicio. El movimiento portuario total durante el año 96, una vez
cerrado y según datos ya definitivos, ha sido de 279,7 millones de
toneladas, lo que representa un descenso respecto al año 95 del 3,78 por
ciento; en el año 95 el tráfico había sido de 290,7 millones de
toneladas. Si descontamos el transporte de agua potable entre los puertos
de Huelva, Cádiz, Ceuta, etcétera, que afortunadamente no ha sido
necesario llevar a cabo en el 96 y que alcanzaba una cifra de
aproximadamente 6 millones de toneladas, vemos que prácticamente los
resultados del tráfico han sido muy similares en un año en que, en
general, en Europa además ha habido un descenso en casi todos los puertos
y, como referencia, el puerto de Rotterdam ha tenido un descenso del
tráfico superior al 4 por ciento. Por distintos tipos de tráfico, los
graneles líquidos descendieron un 3,69 por ciento; los graneles sólidos
descendieron un 7,25 por ciento; la mercancía general creció un 1,56 por
ciento; el tráfico de contenedores, el número de TU, creció el 7,44 por
ciento; la pesca fresca creció el 9,85 por ciento; el avituallamiento
creció el 1,18 por ciento, y el tráfico local descendió en un 41,86 por
ciento. Esta cifra, que puede sorprender, se debe al tráfico de la ría en
Bilbao que con el cierre de Altos Hornos cubría gran parte de este
tráfico.

En el año 1996, de las 26 autoridades portuarias pertenecientes al
sistema portuario de titularidad estatal, 23 superaron los 2 millones de
toneladas, abarcando en su conjunto el 99,1 por ciento del tráfico total.

De estas 23 autoridades portuarias, 16 superaron los 5 millones de
toneladas, representando el 90,4 del tráfico total, y solamente 12
superan los 10 millones de toneladas, con un porcentaje sobre el tráfico
total del 75,3 por ciento. En cifras absolutas los puertos con mayor
tráfico total han sido el de la bahía de Algeciras, con un 36,36 millones
de toneladas; Tarragona, con 30,85; Barcelona, con 24,07; y Bilbao, con
22,35.

Los incrementos porcentuales más notorios entre los de mayor tráfico se
han producido en Baleares, con un 20,63 por ciento, y en Tarragona, con
un 7,47 por ciento, aun cuando el incremento producido en estos dos ha
sido debido fundamentalmente al tráfico de agua potable, que sí se ha
mantenido durante el año 96. Por contra, el descenso más acusado es el de
Bilbao, en un 19,50 por ciento, debido



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--como decía antes-- al cierre de Altos Hornos, por una parte, y a los
problemas habidos en Petronor, por otra. Entre los puertos con menos
volumen de tráfico hay que mencionar el aumento producido en el puerto de
Castellón, en un 9,84 por ciento; en el de Villagarcía, en un 8,17 por
ciento; en el de Alicante, en un 8,06 por ciento; en Melilla, con un 6,91
por ciento; y en Sevilla, con un 5,54 por ciento. Estos son los datos
principales en cuanto al tráfico portuario.

Pasando a los datos económicos del cierre del ejercicio de 1996, éste ha
estado marcado por el fuerte impacto que las sucesivas reducciones
tarifarias introducidas por las órdenes ministeriales de 19 de abril del
1995 y 30 de enero de 1996 han producido sobre los ingresos por servicios
portuarios. Especialmente significativo ha sido el efecto sobre la tarifa
T3, la de mercancía general, que es la más importante, con una reducción
de ingresos de 11.345 millones de pesetas. Veremos que esta cantidad de
los 11.345 millones es la que se viene trasladando, por esta reducción de
la tarifa T3, a todos los resultados que mencionaremos a continuación. En
su conjunto, el importe neto de la cifra de negocios ha sufrido una
disminución ligeramente superior a los 11.500 millones de pesetas, como
ya anunciaba, a pesar del fuerte incremento experimentado por los
ingresos por carnes, que ha aumentado un 12,2 por ciento.

Por lo que respecta a los gastos de explotación, se ha producido una
reducción del 1 por ciento respecto al ejercicio de 1995, destacando la
importante disminución, cercana al 5 por ciento, en el capítulo de gastos
de personal, como consecuencia de la ejecución del plan de jubilaciones
anticipadas iniciado en el año 95. Los resultados financieros han
experimentado un incremento del 56 por ciento, originados
fundamentalmente por la reducción de gastos derivada de las medidas de
saneamiento financiero y cancelación anticipada de endeudamiento
aplicadas en el ejercicio anterior. Está favorable evolución de los
resultados financieros y de los gastos de explotación ha amortiguado
ligeramente el efecto de la caída de los ingresos por causa de la tarifa
T3, por lo que la disminución de los resultados de las actividades
ordinarias se ha situado en 9.500 millones de pesetas. El resultado de
las operaciones se sitúa finalmente en 13.384 millones de pesetas.

Por último, los recursos generados por las operaciones cash flow han
alcanzado los 45.362 millones de pesetas, unos 10.000 millones inferiores
a 1995, como consecuencia de la reducción de ingresos por la tarifa T3.

Por lo que respecta a las aplicaciones de recursos, las inversiones
ascendieron a 55.408 millones de pesetas, con un incremento del 10 por
ciento respecto a 1995 y con un grado de ejecución presupuestaria del
99,4 por ciento. Entrando en más detalle, los ingresos de explotación
ascendieron a la cifra de 84.679,1 millones. Comparativamente, en la
tarifa T3, mercancías, estos ingresos de explotación en el año 95 fueron
47.874,9 millones y en el año 96, como consecuencia de la bajada de
tarifas, 36.530,4 millones.

Los gastos de explotación se han reducido en el año 96 respecto al 95,
siendo en el 96 de 70.845,5 millones y en el 95 71.546,2. Esto da unos
resultados de explotación de 13.833,6 millones. Si tenemos en cuenta los
resultados financieros, de 2.221,3 millones, nos conducen a un resultado
de las actividades ordinarias de 16.054,9 millones, y con un resultado de
las operaciones, de 13.384,1 millones que había citado anteriormente.

Por último, en cuanto a la evolución de las inversiones durante el año
96, les puedo indicar que el sistema portuario español viene realizando
un considerable esfuerzo inversor con objeto de adecuar la oferta
portuaria a la demanda previsible, lo que puede expresarse en los
siguientes términos: mantener la capacidad de la oferta ante la demanda
de tráfico constante, tanto en volumen como en estructura; adaptar la
oferta portuaria a la evolución previsible del tráfico respecto a la
situación anterior; potenciar la posición de los puertos como nodos
estratégicos de transporte donde confluye una diversidad de modos, tanto
de transporte marítimo como terrestre; fomentar la intermodalidad y el
cabotaje europeo --el short sea shipping--; facilitar la mejor de la
calidad de los servicios portuarios en su sentido más amplio; promover el
desarrollo de la logística y el intercambio electrónico de datos
(sistemas EDI); impulsar el desarrollo de las zonas de actividades
logísticas (ZAL); y desarrollar todas las actuaciones necesarias con el
máximo respeto al medio ambiente terrestre y marítimo, de acuerdo con la
legislación vigente.

Para conseguir estos objetivos se han desarrollado los siguientes tipos
de actuaciones: crear nuevas superficies de agua mediante la construcción
de costosas infraestructuras de abrigo y acceso marítimo; instalar y
mantener las ayudas necesarias a la navegación a lo largo de todo el
litoral y, asimismo, el balizamiento específico interior de los puertos;
reducir o eliminar los distintos cuellos de botella dentro del puerto
como sistema y establecer los enlaces que falten; crear nuevas terminales
modernas de alta productividad y calidad de servicio para tráficos
específicos donde la demanda lo requiera, contenedores, automóviles,
polivalentes, pasajeros; mejorar la conexión de los puertos con sus
hinterlands mediante los adecuados accesos terrestres, carreteras,
ferrocarriles, tuberías, etcétera, independizados del tráfico y del
entorno urbano; incorporación de suelo por vía de compra de terrenos
ganándolos al mar donde sea necesario y posible.

En grandes cifras, se puede decir que el 60 por ciento de las inversiones
realizadas tienen por objeto mantener estrictamente la capacidad de la
oferta del sistema portuario a fin de atender una demanda de tráfico
constante, tanto en volumen como en estructura, dedicándose el resto a
atender el crecimiento del mismo. Este esfuerzo inversor se ha venido
concentrando en los principales puertos importadores-exportadores de
mercancía general, que dan así respuesta a una demanda de servicios
portuarios básicamente en relación con el tráfico de mercancía general, y
en particular de contenedores, tanto de un mercado potencial de
mercancías que actualmente se descargan en el norte de Europa y entran
por carretera o ferrocarril a España, como de un mercado de distribución
de contenedores hacia el Mediterráneo y en el futuro hacia Europa y
Africa, con origen en el lejano Oriente y en la costa este de Estados
Unidos.




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Es evidente, por otra parte, que los incrementos generales de tráfico que
se están produciendo exigen la dedicación de importantes recursos
financieros que permitan, vía inversión, continuar ampliando la oferta
del sistema. Por otra parte, la importancia de las inversiones privadas
en los puertos, tanto en términos absolutos como relativos, ha ido
creciendo a lo largo del período. En la actualidad, las empresas privadas
participan cada vez más en la gestión indirecta de los servicios
portuarios y en la adquisición de equipos de carga y descarga de buques,
tinglados y almacenes, habilitación de terminales, suministros de agua y
electricidad, etcétera. Esencialmente, esta inversión pública se orienta
hacia las grandes infraestructuras, como he indicado anteriormente, como
son las de abrigo, canales de acceso marítimo y ayudas a la navegación,
obras de atraque de uso público, acceso terrestre, etcétera.

Con esto he terminado de resumir la primera parte de la intervención.

En cuanto a la segunda parte, que se refiere a directrices de la política
de transferencias a las comunidades autónomas anunciada por el Gobierno,
puedo indicar lo siguiente.

En estos momentos, el Ministerio de Fomento está trabajando en un
proyecto de ley de modificación de la Ley de Puertos y de la Marina
Mercante del año 92, a partir de un borrador de anteproyecto que recibió
la conformidad de Gobierno el pasado mes de noviembre. El proyecto de ley
en que se está trabajando y que el Gobierno presentará en breve plazo
ante el Parlamento cumple por una parte con los compromisos asumidos por
el Ejecutivo en materia portuaria y supone un avance decisivo en los
siguientes aspectos fundamentales.

Se incrementa de forma notable la autonomía funcional y de gestión de las
autoridades portuarias para que desarrollen su actividad con criterios
empresariales, poniendo como referencia, por ejemplo, los cuatro puertos
autónomos que existían antes de la Ley de puertos de 1992 --Barcelona,
Bilbao, Valencia, Huelva; los niveles de autonomía con que se va a dotar
a las autoridades portuarias son superiores a los que tenían los puertos
autónomos en ese momento--, por entender que éste es el modelo que
garantiza los mayores niveles de eficacia y eficiencia.

Por otra parte, se regula la participación de las comunidades autónomas
en la gestión de los puertos de interés general a través de la
designación de los órganos de gobierno de las autoridades portuarias
(presidente y consejo de administración) por las comunidades autónomas;
el consejo de administración se formará a propuesta de las
administraciones, cámaras de comercio, organizaciones empresariales,
sindicales, etcétera, de forma que las comunidades autónomas puedan
incorporar a la gestión portuaria sus legítimos intereses territoriales e
incardinarlos con los generales del Estado.

Se favorece la profesionalización de la gestión de cada puerto y se
potencia la presencia del sector privado en las operaciones portuarias.

Se garantiza de hecho la libertad tarifaria sin más límites que los que
se deducen del objetivo de autofinanciación del sistema y los que
resultan del mantenimiento de un marco de libre y leal competencia,
evitando prácticas abusivas en relación a tráficos cautivos, así como
actuaciones discriminatorias u otras análogas.

Se da una nueva configuración al fondo de contribución, eliminando
cualquier discrecionalidad en su distribución, ya que ésta se realizará
por un comité en el que estarán representadas todas las autoridades
portuarias.

Se configura Puertos del Estado como órgano encargado de la ejecución de
la política portuaria del Gobierno y de la coordinación y control de
eficiencia del sistema portuario de titularidad estatal, ejerciendo
además funciones consultivas y de asesoramiento, así como otras comunes
al conjunto de puertos que lo integran.




El señor PRESIDENTE: Vamos a comenzar la intervención de los grupos.

Tiene en primer lugar la palabra el autor de la petición de la
comparecencia, el Grupo Socialista, y su portavoz, don Jenaro
García-Arreciado.




El señor GARCIA-ARRECIADO BATANERO: Le damos las gracias al señor
Presidente de la holding Puertos del Estado por su comparecencia en esta
Comisión y por la información, breve pero sustanciosa, que nos ha
ofrecido y que podemos diseccionar en dos contenidos básicos,
consecuencia de los motivos por los que se pidió su comparecencia, y a mi
criterio contradictorios.

La primera parte de su intervención la ha dedicado a realizar una breve
información, que supongo que ampliará en su momento. Cuando se
confeccione la memoria de gestión de los puertos supongo que la remitirán
a esta Cámara y tendremos más elementos de estudio para poder fundamentar
nuestras opiniones, pero de lo que hemos escuchado se deducen algunas
conclusiones que me interesa resaltar.

Exceptuando la situación de excepcionalidad que se produjo hace un año
con motivo de los tráficos de agua como consecuencia de la sequía que
afectó a zonas importantes del país, el conjunto del sistema portuario
español, que en su segunda intervención --a mi criterio-- pretende
desmontar por completo, arroja un resultado satisfactorio para los
objetivos que debe cumplir la política portuaria de un Gobierno y para la
defensa de los intereses generales. Se trata de una holding que se creó
cuando el tráfico total de los puertos no llegaba a los 250 millones de
toneladas/año y que en los cinco o seis años en los que ha venido
funcionando lo sitúa y lo mantiene en el entorno de 280 millones o un
poco más. Mantiene unos resultados económicos que permiten la
autofinanciación de todas las infraestructuras portuarias. Los datos que
nos ofrece indican claramente que hay un núcleo de puertos de interés
general, 16, que concitan el 90 por ciento de las actividades portuarias
del país, o más reducido, de 12, en los cuales se concentra el 75 por
ciento del movimiento de mercancías, lo cual es importante si
consideramos que a través de los puertos se produce más del 85 por ciento
de las importaciones y de las exportaciones de este país.

Esa holding de Puertos del Estado ofrece unos resultados operativos que
son satisfactorios, mantiene un nivel de inversiones importantes, que en
pesetas constantes prácticamente duplica el que había el año de la
constitución de la



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holding Puertos del Estado, y como consecuencia de la introducción de una
horquilla en la posibilidad de aplicación de algunas tarifas, como la T3
en concreto, que supone la práctica totalidad de los ingresos de casi
todos los puertos, se produce una disminución importante en los ingresos
por tarifas, pero el conjunto de la holding Puertos del Estado ni es
gravoso para los españoles, se autofinancia, ni se puede decir que su
gestión no haya respondido a los criterios de establecimiento de un
sistema portuario nacional que dieron origen a su creación. Los
resultados, por lo tanto, del año que nos ha anticipado el señor Osorio,
como los que tenemos de los años anteriores, como digo, subrayan el hecho
de que parece que fue acertada la decisión de crear este holding, cuyos
resultados en conjunto sirven a los intereses de la economía en general y
los sirven desde una gestión cuyos criterios fundamentales responden a
los criterios de política económica del Gobierno.

La segunda parte de la intervención que ha hecho el señor Osorio nos
llena de inquietud y digo esto partiendo del convencimiento absoluto de
que son posibles modificaciones de la actual Ley de puertos y de que hay
suficiente espacio de coincidencia, al menos con mi grupo parlamentario,
para introducir modificaciones en dicha ley, muchas de ellas en el
sentido de las que ha venido a indicar el señor Osorio.

El aumento de la autonomía funcional y de gestión de las autoridades
portuarias y el incremento de la capacidad de gestión que tienen esos
organismos me parece interesante. Es un terreno en el que es posible que
se pueda avanzar conjuntamente, porque las consecuencias que se pueden
derivar de esas modificaciones pueden ser beneficiosas no solamente para
las autoridades portuarias sino para el conjunto de Puertos del Estado.

Tengo una grave dificultad en entender, salvo que se quite la
consideración de interés general de algunos puertos del Estado, cómo es
posible mantener la titularidad de algunos puertos, los que se definan en
una nueva calificación, que estoy dispuesto a aceptar como necesaria,
como puertos de interés. En aquellos que mantengan esa definición de
interés general, cuya titularidad corresponde además constitucionalmente
al Estado, se me hace difícil entender cómo el nombramiento del consejo
de administración de la autoridad portuaria queda prácticamente fuera de
las competencias del Estado, que, hasta donde se extienden mis pocos
conocimientos en la materia, es el único organismo o institución, como
queramos llamarle, que tiene encomendada la defensa de los intereses
generales. Los intereses generales del Estado están residenciados, en
cuanto a su gestión y a su defensa, en el Gobierno del Estado. Por lo
tanto, nos llena de inquietud que la participación de las comunidades
autónomas en esa política de aumento de sus competencias llegue hasta el
extremo de nombrar al consejo de administración y al presidente de las
autoridades portuarias, porque es insólito que quien tiene la titularidad
de un bien vacíe de contenido esa titularidad hasta el extremo de no
poder tener la mayoría en el consejo de administración correspondiente.

Es algo así como si el consejo de administración de El Corte Inglés, ya
que estamos tan en el discurso de la autonomía de las empresas privadas y
de la gestión, no fuera controlado por quienes tienen la titularidad de
la mayoría de las acciones, del capital. Algo de eso se ha hecho con
Telefónica --luego tendremos la oportunidad de demostrarlo--, pero me
parece, en primer lugar, que esto no es consecuencia de los compromisos
electorales del partido que apoya al Gobierno, sino consecuencia --como
ha indicado muy bien el señor Osorio-- de los compromisos de Gobierno,
que son distintos, en este caso radicalmente distintos.

Nos preocupa la libertad tarifaria. Si una situación no de libertad
tarifaria pero sí de una amplia horquilla ha producido un descenso de
13.000 millones en las tarifas T3, que son el componente básico de los
ingresos por tarifas de los puertos, nos preocupa, tal como aquí se ha
anunciado, la práctica introducción de la libertad tarifaria entre los
puertos. Se ha encargado muy bien el señor Osorio en introducir el
concepto, desde mi punto de vista insostenible luego en la aplicación
práctica, en la gestión diaria de los puertos, de que eso se compensará
con ciertas cautelas respecto a las tarifas que se apliquen a los
tráficos cautivos. A mí se me hace difícil cómo cualquier gerente de una
autoridad portuaria, y más si va a disfrutar de esta absoluta autonomía
de gestión y de esta desvinculación de la política del Gobierno
--Gobierno que, subrayo, no es el nuestro, pero es el Gobierno del Reino
de España--, va a poder resistir la tentación de cargar los tráficos
cautivos. Por poner un ejemplo, en los casos de Huelva y Tarragona, que
tienen los tráficos de las correspondientes refinerías cautivos en esos
puertos, no pueden entrar ni salir por otro sitio que no sea ése, me
parece difícil cómo se va a resistir la tendencia de no cargar o de no
trasladar a esos tráficos cautivos ninguno de los supuestos beneficios de
esta práctica de libertad en las tarifas y, para aumentar la
competividad, desde mi punto de vista hasta grados desaforados, hacer una
política de hundimiento de las tarifas de los tráficos competitivos, de
aquellos que pueden entrar por cualquiera de los puertos y que van a
entrar por aquel que ofrezca unas tarifas inferiores.

Yo creo que ésa es una cautela que introduce el Gobierno, consciente de
la extraordinaria incertidumbre, del tenebroso futuro que espera a muchos
puertos españoles como consecuencia de esa libertad de las tarifas,
porque la hay o no la hay. Y supuesto que se introdujeran esas cautelas,
dado el curso de los acontecimientos en este país, no nos cabe la menor
duda de que en un plazo de tiempo relativamente corto y breve esas
cautelas serían desbordadas por los gestores de los puertos y por
intereses absolutamente legítimos, porque las comunidades autónomas
forman parte del Estado y sus intereses, por tanto, deben de estar
integrados en el Estado, pero mucho me temo que esa situación conduzca a
una competencia en la que algunos puertos tengan opciones de futuro y
otros no las tengan. ¿Hay que mantener los puertos que no tienen opciones
de futuro? Ese es otro debate y ésa es otra cuestión, pero, desde luego,
es necesaria la persistencia de un fondo de cohesión, que a nuestro
criterio debe de dotar de eficacia el conjunto del sistema portuario
español. A mí no me interesa, ni como español, ni como contribuyente, ni
como político, que los puertos, uno a uno, sean o no competitivos



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en mayor o menor grado, sean eficientes ni en mayor ni en menor grado. Me
interesa, como español, como contribuyente y como político, que el
conjunto de los puertos que se defina como sistema portuario nacional y
que por lo tanto tenga que cumplir objetivos de interés general sea
competitivo y sirva a los intereses económicos del país. Y todo esto sólo
es posible con el mantenimiento de un cierto nivel de decisión, de
competencias ejecutivas, en la holding Puertos del Estado, que por lo que
hemos escuchado aquí se limitará a ser un órgano consultivo, coordinador,
asesor. Esas son las palabras que yo he creído escuchar o al menos las
que me hadadotiempoasubrayar y que producen --como he dicho-- inquietud.

Somos partidarios de una modificación de la Ley de Puertos del Estado.

Creemos, señor Presidente de la holding Puertos del Estado, que hay
suficientes márgenes para poder acordar unos términos razonables de mayor
participación de las comunidades autónomas, de mayor participación de los
intereses de los particulares, que también deben ser integrados en los
intereses del Estado. Creemos que es posible una nueva definición de los
puertos de interés general más concreta que la actualmente existente en
la ley, como consecuencia de la cual algunos de los puertos que hoy
tienen esa consideración y permanecen como competencia exclusiva del
Estado en su momento pudieran ser transferidos a las comunidades
autónomas, pero como resultado de esa nueva definición de puertos de
interés general del Estado, aquellos sobre los que siga recayendo esa
consideración creemos, señor Presidente, que deben de seguir siendo
competencia del órgano, en este caso el Gobierno de España, que tiene
encomendado el interés general.

Esperemos a ver los resultados, que parece que van a ser inmediatos, de
los acuerdos políticos que han dado lugar al anteproyecto de ley o al
proyecto de ley que actualmente se maneje, pero en los términos en los
que nos ha sido presentado en estos momentos, nos parece una decisión
estrictamente política, de interés coyuntural, que no tiene absolutamente
nada que ver ni con la eficacia del sistema portuario en su conjunto ni
con el funcionamiento de la holding Puertos del Estado y del conjunto de
los puertos, por lo demás --como acabamos de escuchar-- absolutamente
bueno para el país y para los intereses generales, y por lo tanto
consecuencia de una política pasajera que puede llevar, también en este
terreno, a dar algunos pasos que conduzcan a situaciones de muy difícil
reparación en el futuro y que creen más daños que beneficios.

Nosotros seguimos creyendo en el Estado, señor Presidente, seguimos
creyendo en la representación del Estado, en la gestión que corresponde
al Gobierno, insisto, aunque el Gobierno ahora mismo lo ostente otro
partido político que no es el nuestro, y asistimos perplejos a un avance
continuo día a día en desposeer al Estado de instrumentos de gestión
absolutamente fundamentales para la defensa de los intereses generales, y
éste es el caso de Puertos. A mí no se me alcanza a entender ninguna
razón por la que tengamos que introducir una competencia que va a ser
feroz entre los puertos de los diferentes territorios españoles si el
conjunto de esos puertos funciona satisfactoriamente. Si usted me dijera
que como consecuencia de la política portuaria y de la existencia de
Puertos del Estado y de los controles de gestión establecidos por el
órgano central que los controla y que dirige sus pautas de actuación,
España estuviera perdiendo tráfico, estuviéramos produciendo
estrangulamientos, cuellos de botellas, impedimentos al desarrollo
económico español, yo estaría dispuesto a aceptar ese debate, pero como
toda razón se me anuncia aquí en nombre del Gobierno que como
consecuencia de los compromisos de éste se decide cambiar una realidad
que funciona bien, que es útil al conjunto de los españoles, sobre la que
nadie puede aportar ningún elemento de crítica con el calor suficiente
como para producir la transformación profunda que se pretende, y por lo
tanto me parece que es --decía algún periodista-- un palo más de ciego,
con el problema añadido que el que tiene el palo en las manos
verdaderamente está ciego.

Nos vamos desilusionados, señor Osorio. Ya sé que usted en este acto no
es nada más que el portavoz de autoridades de rango superior a la suya
que han tomado esta decisión. A ellos también se lo diremos. Nos vamos
desilusionados porque sin razón económica ninguna, sin razón de mal
funcionamiento ninguno, sin quejas, al menos manifestadas, por el
funcionamiento ni de las autoridades portuarias, ni del conjunto de ellas
ni de la holding Puertos del Estado, simplemente por decisiones políticas
coyunturales que son consecuencia de un pacto de Gobierno concreto, se
puedan introducir modificaciones, algunas de las cuales me sospecho que
tengan que ir por ley orgánica de rango de delegación de competencias. Yo
no soy experto en la materia, pero si se mantiene el concepto de puertos
de interés sobre alguno, eso no puede ser gestionado ni puede estar en
manos mayoritarias de ninguna Administración que no sea el Gobierno del
Estado, salvo que se utilice el mecanismo constitucional, que está
previsto, de delegación de competencias. Y quien utilice ese argumento, a
nuestro criterio, está abriendo una posibilidad constitucional
extraordinariamente peligrosa en estos momentos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, tiene la palabra don Pedro Antonio Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: Agradezco en nombre de mi grupo la explicación
que nos ha dado el señor Osorio. A mí me hubiese gustado haber tenido
parte de los datos o de la argumentación previamente; en todo caso, lo
que no se ha solventado al principio no tiene por qué no solventarse a
partir de ahora, y pediría que a través de la Presidencia nos hiciera
llegar datos que, dicho de pasada y con valoración comentada, no han sido
suficientes para tener una idea global sobre lo que ha sido el movimiento
de los distintos puertos españoles y la gestión, tanto de los ingresos,
como de los gastos, como de las perspectivas de actuación y de
desarrollo, puesto que ha planteado --y yo creo que es verdad-- que es un
agente de fuerte capacidad inversora y de una agilidad de gestión
superior a la que tiene alguna Administración, que es un poquitín más
lenta a la hora de actuar. Por eso mismo sería bueno poder tener un mayor



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dominio de los datos. En todo caso, me va a permitir que le haga unas
preguntas. Voy a dejar para el final la última parte, la previsión sobre
ese anteproyecto que usted ha anunciado, que ha sido el centro de la
intervención del señor García-Arreciado y sobre la que también me quiero
manifestar, pero voy a intentar, sobre la primera parte de su
intervención, hacer algunas preguntas.

Usted ha venido a explicarnos que la gestión del año 96 sobre el año 95
ha tenido unos menores ingresos, una menor evolución por tarifas,
fundamentalmente por las medidas tarifarias y la tarifa 3, que es verdad
que tiene una evolución importante.Me va a permitir que le haga alguna
pregunta, porque según los datos de los que yo dispongo --ustedes han
respondido a una pregunta y hacían esa distribución--, no se puede
generalizar. Hay otras tarifas, por ejemplo, la T6, la T7, la 8 y la 9,
que también han decrecido, no solamente la T3; hay otras que han crecido,
por mejor gestión sobre el 95, están mejor gestionadas o han tenido más
ejecución. Inclusive sobre los puertos, hay algunos que más o menos
tienen una ejecución similar en cuanto a la gestión y recaudación de sus
tarifas, pero a mí me han chocado sobre todo dos puertos, el puerto de
Barcelona, que tiene una variación de casi 2.000 millones de pesetas
menos (de 9.500 pasa a 7.700) en el año 96 sobre el 95, y el puerto de
Gijón. Es verdad que en el año 95 ustedes unen en la información Gijón a
Avilés y en éste nada más que ponen Gijón, no sé si es que no irá
incorporado Avilés, me imagino que sí, aunque no esté ahí puesto. Aquí
también hay una diferencia importante, hay una reducción en cuanto a la
gestión, de 5.400 millones de pesetas en el año 95, de recaudación de
todas las tarifas, a una recaudación aproximada de 2.900, una diferencia
también importante. Es verdad que los volúmenes son totalmente distintos
en un lado u otro. En suma, lo que vengo a intentar con esta pregunta es
demandar por qué ha evolucionado de esta manera tan descompensada en unos
lados y en otros; de qué manera ha actuado esa libertad tarifaria, a la
que en cierto modo se ha referido también el Grupo Socialista y sobre la
que yo creo que debería de haber un marco común, ahora que está tan en
boga esto de la financiación y de los recursos, para evitar esas
diferencias. Yo sé que hay determinados puertos que tienen que hacer la
competencia a Marsella y a Génova y que entonces tienen que competir de
una manera más aguerrida; y otros tienen un rÖle distinto que jugar en el
concierto del Estado. Todos los puertos no son iguales. Hay cuatro
puertos que pudiéramos decir que son el esqueleto de la estructura
portuaria y luego otros que siendo importantes juegan un papel más
complementario, no son puertos tan básicos. En todo caso, en función de
esta evolución, me imagino que a esta liquidación o previsión de los
ingresos también irán unidos los gastos, y por eso la otra pregunta que
le quería hacer es sobre el tema del endeudamiento.

Usted ha pasado, no digo yo por encima, lo que es la capacidad que pueda
tener de acudir al déficit, a la deuda. Claro, el organismo en su
conjunto es uno, pero aquí hay una unidad y una autonomía de gestión,
también hay una autonomía o capacidad de decisión en cada punto con su
propia gestión. Por eso a mí me gustaría conocer de qué modo ha incidido
en los ingresos, también en los gastos de manera similar, o si hay una
divergencia, no vaya a ser que un puerto que haya ingresado equis miles
de millones menos, sin embargo, haya podido poner en marcha iniciativas
de inversión superior, que podía ser, pues es cuestión de capacidad de
endeudamiento en función de las previsiones que uno tenga encima de la
mesa. A mí me gustaría, si es posible, que usted nos dijera cuál es la
situación del déficit que se haya podido producir en el año 96 y el
volumen que supone el conjunto de la deuda. El déficit se produce en un
año nada más, la deuda será todo lo que pueda ser, porque así conoceremos
la capacidad de actuación.

Como elemento de comparación no esta pregunta, cuando discutimos el PDI
--que, por cierto, alguna vez hablaremos de cómo va a quedar esa cosa que
aprobamos aquí en su día con todas aquellas consideraciones--, Puertos
del Estado iba a invertir un billón de pesetas de financiación
extrapresupuestaria. De las pocas cosas que había claras en el PDI sobre
financiación extrapresupuestaria, una de ellas era ésta, Puertos del
Estado sabíamos que iba a tener un esfuerzo inversor de ese volumen.

Y por último, en cuanto a la vertiente de lo que es la evolución de la
gestión, usted ha dicho que ha habido una buena gestión del capítulo 1 e
incluso también ha hecho una referencia a la buena gestión de gastos
financieros. Todo eso puede ser coyuntural o puede ser saneamiento
definitivo, si préstamos de este año están evolucionando o créditos a
corto los están cambiando a largo. Yo no quiero entrar en la evolución de
la gestión financiera, pero me gustaría conocer el comportamiento de lo
que pudiéramos llamar ya estabilización de los gastos corrientes de
funcionamiento de todo el volumen del organismo, porque en la medida de
eso podríamos estar menos angustiados de que las evoluciones supongan un
proceso de privatización de servicios o de puesta a disposición de
gestión privada de servicios que signifique que ese proceso de jubilación
anticipada se vea estimulado no ya solamente a la jubilación anticipada.

Quisiera conocer de qué manera está consolidándose la gestión financiera
o está cumpliendo con un proceso de consolidación.

Por último, voy a pasar a las inversiones. Usted ha hecho una referencia
solamente de pasada al gran volumen de inversiones. Es verdad que son muy
diferentes según se trate de un puerto u otro. El puerto de Cartagena
juega un papel y tiene una inversión; el puerto de Algeciras tiene otra
evolución y tiene otra previsión de inversiones en función de incrementar
el hinterland; a lo mejor el puerto de Algeciras puede incrementar en
mayor volumen el hinterland que otros puertos, porque ahora mismo tiene
un porcentaje muy chiquitito, apenas del 10 por ciento, y entonces es
como un puente, cargan y descargan y salen hacia otro lado. Sin entrar en
la distribución de las inversiones, sobre las que también me gustaría que
nos facilitara los datos, quisiera preguntarle de qué manera se ha
gestionado en este año, sin sumar otros, qué gastos se han decidido y qué
inversiones se han hecho en este año 96, porque así podremos ver en qué
condiciones pueden verse para el año que viene, pero no era ése el centro
de mi pregunta.




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Usted ha hecho una afirmación que ojalá fuese así: indudablemente
cumpliendo toda la legislación medioambiental. Puertos tiene una fuerte
influencia en el medio ambiente y en un litoral que puede tener una
situación complicada. Yo le voy a sacar un ejemplo, aunque también
podíamos utilizar otro, el puerto de Ibiza. Hay un estudio y valoración
de impacto ambiental sobre el plan especial del puerto de Ibiza, hay un
posicionamiento y a mí me gustaría conocer cómo va a evolucionar la
reacción de Puertos sobre ese plan especial en cuanto al impacto que se
propone, si se va a retirar o se va a adecuar. La pregunta específica ni
siquiera sería ésa, aunque también me gustaría conocer la específica. A
la hora de hacer el proyecto de inversiones ¿ustedes actúan de acuerdo
con la evaluación de impacto ambiental en cada caso? Y si es así, ¿de qué
manera se van a producir las grandes inversiones? En Cartagena se
anuncian inversiones importantes para incrementar la capacidad de
asentamiento portuario. Me gustaría conocer de qué manera se producirán y
si van ligadas. Hay obras en el Estado que van ligadas y en el mismo
proyecto se exige que tengan su evaluación, y se presenta o bien por la
empresa o la hace el propio Estado, o por lo menos debía de ser un
compromiso europeo para poder actuar.

En todo caso, en cuanto a la previsión de inversiones quisiera conocer el
tipo de tráficos. Se ha hablado aquí de forma colateral de esa
competencia que podía existir dentro de los distintos puertos del Estado
a la hora de una atomización mayor o una cesión de capacidades, de no ir
a tráficos cualitativamente diferentes. En ese sentido me gustaría saber
de qué manera el organismo, el holding o la estructura de Puertos del
Estado va a actuar, porque podría ser peligroso que nos acostumbráramos a
que en determinados puertos tuviéramos un tráfico que pudiéramos llamar
limpio o poco gravoso e ir a concentrar actuaciones de carga más
complicada desde el punto de vista medioambiental en otros puertos. No es
lo mismo un tipo de carga y descarga con una calidad o un impacto
ambiental, tanto de contaminación atmosférica como de contaminación
acuática, que como otro tipo de actuación. Es decir, hay que jugar un
rÖle diferente según las características de la mercancía a transportar,
del tipo de producto a asentar, para no ir a puertos de segunda calidad,
no ya de clase segunda, que sería en función de los volúmenes que
facturasen o del tipo de producción que pudiéramos tener.

Finalmente me va a permitir que le haga otra serie de preguntas que sería
bueno responder. Yo creo que estaría mal unir lo que es capacidad de
gestión con autonomía, ceder la gestión, la ejecución en una determinada
estructura, cuanto más cercana mejor, con lo que puede ser una actuación
más armonizada o más conjunta de toda la oferta. Sería conveniente que en
relación con ese anteproyecto que ustedes han puesto en circulación y que
me imagino que estarán estudiando pudiéramos conocer cuál es la propuesta
originaria del Gobierno, cuál es la factura o compensación que se va
haciendo en función de la evolución del debate; está en fase de
anteproyecto, pero no porque lo esté discutiendo el subsecretario de
Economía, de Infraestructuras o de otro departamento, no; está en esa
fase en función del debate político, del contenido político que le
queramos dar al anteproyecto. Por eso yo creo que no es buena la
incertidumbre excesiva que se está produciendo en esta discusión
competencial. Nosotros no nos oponemos a buscar fórmulas de transferencia
de las competencias de puertos, de ninguna de las maneras, pero sería
bueno definir, por ejemplo, cuál sería el papel del organismo en su
conjunto --ahora mismo creo que hay 26 ó 27 autoridades portuarias, pero
da lo mismo cuál sera la evolución con posterioridad--, cómo sería la
composición de los consejos de administración y los dirigentes en cada
uno de ellos, porque aquí se ha hablado de si hay 16, de si hay 12. Sería
conveniente conocer cuál va ser el esqueleto de lo que se entiende como
estructura básica del Estado, porque a lo mejor no se transfiere la
competencia para tomar decisiones, pero sí se puede transferir la
gestión. Hoy en día se gestiona hasta un hospital en un sitio de manera
descentralizada. ¿Cuál puede ser la evolución de la negociación colectiva
en una realidad que ahora mismo es conjunta? Hoy en día se negocia para
un conjunto, después se tendería que ir a otro tipo de negociación en
función de una organización diferente. En suma, cuál es la dimensión que
Puertos del Estado puede tener, cuál es la visión de quien hoy gobierna,
no los condicionantes que pone un grupo como puede ser Convergència i
Unió, el Partido Socialista o Izquierda Unida para poder entrar en la
discusión. No sería bueno, con independencia de que sea legítimo, que en
la evolución de la discusión de estas actuaciones entráramos en un vicio,
y es que el socio contratante de la primera parte sea el que más
condiciona. Es verdad que un equilibrio de gobierno es un equilibrio de
gobierno, pero los triángulos funcionan para todos los lados, es decir,
Algeciras está abajo, Barcelona está a un lado, La Coruña y Gijón están
en otro sitio, así como Bilbao, con el que hay un esfuerzo inversor
importante a nivel de actuaciones del propio Estado, pero todos son
puertos del Estado, no solamente es una parte la que debe tener peso. Por
eso sería bueno quitarle, por decirlo así, lo oscuro, lo que pueda estar
oculto, y sacar a la luz, destapar, aclarar con total nitidez lo que es
la discusión de este proceso, del proceso de transferencias, para no
encontrarnos ante el hecho de que son lentejas, si las quieres las tomas
y, si no, las dejas, porque como grupo parlamentario nos gusta influir y
nos gusta influir con propuestas, con iniciativas, pero no ya con un
pacto cerrado que se tramita, sí o no y, si no, ya ve cómo se puede
sumar. Eso no sería positivo. Estamos hablando de una actuación económica
que yo creo que ha sido rentable, que ha funcionado, que es mejorable,
que está en vías de tener una evolución incluso más positiva, pero que
debe de huir de algo que está siendo una lacra hoy en nuestro país, y es
la confrontación de intereses, de obtener dividendos, de beneficios de
unos frente a otros, porque construir un Estado bajo el concepto de que
unos tienen más beneficios que otros o bajo el concepto victimista de que
yo pierdo porque el otro se lleva no va a dar una estructura más
conjuntada, más armónica de lo que es hoy el concierto del Estado. Por
eso me gustaría, si es posible, que nos hiciesen conocedores y partícipes
de la realidad del debate que se está produciendo ahora mismo y
tranquilizar a quien hoy vive de esta realidad, porque todo el



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mundo está intranquilo, desde los que están trabajando, los que lo están
viviendo hasta los que están utilizando los servicios que prestan hoy los
distintos puertos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán tiene la palabra don Salvador
Sedó.




El señor SEDO I MARSAL: En primer lugar, señor Osorio, queremos saludarle
cordialmente de parte de nuestro Grupo de Convergència i Unió. En una
intervención breve, quisiera en primer lugar agradecerle la información
numérica que nos ha facilitado sobre la cual voy a fundamentar una
intervención, que, como le decía, va a ser muy breve.

Usted en realidad nos ha venido a decir que los resultados demuestran la
importancia que tiene la actividad a través de los puertos para la
economía del país, de lo cual nos congratulamos, y que incluso en el
último año, con la bajada de tarifas, ha habido un incremento de
resultados económicos. Por lo tanto, ello podría despejar cualquier duda
que pudiese haber sobre el hecho de que en un futuro proyecto, en un
futuro status de los puertos del Estado, hubiese una variación en todo el
esquema tarifario. El resultado económico ha sido positivo, pero algo que
funciona no quiere decir de que no pueda ser mejorado, o sea, algo que
funciona también puede mejorarse, incluso debe tenerse siempre la
preocupación de ir hacia delante, mejorando lo que tengamos.

Creemos que una amplia autonomía en la capacidad de gestión de las
autoridades portuarias, en su ámbito de movimiento, permitirá obtener una
eficacia más alta, porque el puerto se va a incardinar mucho más en la
realidad económica territorial que le envuelve o que influye en sus
actividades, aunque no sea casi una envoltura, sino que pueda incluso
venir de más lejos, como ya en muchos puertos sucede. La competencia
entre puertos, creemos que puede ser positiva, muy positiva, porque será
un incentivo, por decirlo de alguna manera. No tendrán que estar de una
forma u otra porque, si no, no llegan; estarán igualmente. Por lo tanto,
que la gente esté por su verdadero valor y por su verdadero trabajo.

Creemos que puede ser positiva la autonomía de cada uno de los puertos de
todo el ámbito y que actualmente están como puertos de interés. Hay que
esperar la redacción definitiva del proyecto y, como nuestro grupo ha
solicitado variaciones en el actual status del sistema portuario, en todo
el tema legal portuario, creemos que cuando el proyecto venga a esta
Cámara y se estudie con el verdadero interés que siempre hemos
demostrado, quedarán despejadas muchas de las dudas que algún
interviniente ha puesto de manifiesto.

Como final y un poco quizás a vueltas con lo que se decía, quisiera
indicar que el Estado constitucionalmente es un Estado de las autonomías
y que parte de su desarrollo puede estar en que pueda haber esta nueva
normativa de ampliación de la capacidad de gestión de las autoridades
portuarias, con intervención de las comunidades autónomas. En cuanto a
sus funciones, y no usted, sino algunos de los intervinientes han
expuesto sus dudas respecto a nombramientos, ya fuesen de consejos de
administración o de directores, etcétera, he de recordar que, dentro de
este esquema del Estado de las autonomías, las comunidades autónomas
también son del Estado.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Mixto, tiene la palabra don Francisco
Rodríguez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: En primer lugar, quiero celebrar la presencia
del señor Presidente del Puertos del Estado.

Empiezo por decir, en nombre del Bloque Nacionalista Galego, que su
exposición, aunque normalmente muy objetiva, nos parece que adolece,
aunque su cargo sea más técnico que estrictamente político, de dar unos
datos tremendamente economicistas, que no conllevan una valoración de
cuál es la dialéctica real de los puertos del Estado español hoy en día.

Ha sido excesivamente parco y poco preciso a la hora de informar sobre
las perspectivas políticas que hay en relación con este problema de los
puertos del Estado y con la concesión de mayor autonomía. Y, en tercer
lugar, yo creo que convendría que en esta institución hubiese por parte
de las autoridades de gobierno un cierto espíritu crítico o autocrítico;
pienso que en un tema como el que nos ocupa sería muy importante.

Realmente no sabemos lo que puede ser el modelo del futuro, pero el
modelo, tal como funcionó hasta hoy, por lo menos para algunas partes del
sistema, yo creo que en general, pero de forma más aguda para algunas
partes del sistema portuario del Estado español, adoleció de una falta de
integración brutal en su realidad y en su contexto social, económico y
político. Se puede decir que el sistema portuario, por lo menos en
ciertas partes del Estado español, en la fachada atlántica y más
concretamente en Galicia, fue como una isla dentro de unas sociedades que
no tuvieron derecho ni a opinar, ni a controlar, ni a contradecir nada de
lo que hacían.

Y aún hoy en día, por lo menos para un gallego de un puerto de mar, es
llamativo llegar a Madrid y ver el imponente edificio de la autoridad
portuaria y el escaso reflejo o por lo menos el sentido tan tremendamente
agresivo que uno siente con el puerto que tiene al lado. Parece que hay
una relación no precisamente positiva.

Podríamos preguntar a determinados tipos de sectores económicos que
tienen que utilizar los puertos, qué opinan, por ejemplo, de las tarifas
comercializadoras de productos muy importantes, como puede ser el
pescado, en un puerto como A Coruña. Se podrían poner muchísimos más
ejemplos para que se vea a favor de quién funciona la autoridad portuaria
en este momento.

Como usted habló sobre la cuestión del impacto medioambiental y se hizo
otro tipo de alusiones, yo creo que la autoridad portuaria en muchos
sitios fue un modelo de insensibilidad y de agresión medioambiental. Ya
se sabe que no es igual ocupar mar, haciendo rellenos en un mar abierto,
que no tener en cuenta las características geomorfológicas del
ecosistema, por ejemplo, de algo tan peculiar --y es inevitable citarlo--
como las rías de Galicia, y más particularmente algunas de ellas. Es
impresionante comprobar



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cómo hasta la autoridad portuaria pudo actuar en contra de la mayoría de
la opinión pública y en contra de todas las instituciones democráticas,
llámese ayuntamiento, llámese Parlamento de Galicia, llevando a cabo
proyectos, algunos de ellos disparatados incluso, porque son proyectos de
ocio y de placer que no tienen nada que ver con la mejora del puerto. Y,
además, se permiten y se toleran diciendo que no se necesitan informes de
impacto ambiental, o si se necesitan y salen negativos, se hace el
proyecto por partes, para que no se entere uno de nada. Esto indica que
algo hay que cambiar, forzosamente algo hay que cambiar en la manera de
actuar de las autoridades portuarias.

Y de cara al futuro, si se miran los datos económicos que usted dio, si
usted los analizase, comprendería que algunos puertos, y, en concreto,
los gallegos, que hasta ahora, como sistema, fueron puertos que tenían
una capacidad de autofinanciación muy grande, sobre todo teniendo en
cuenta lo mal usados y lo gravemente perjudicados que están, si es que
valoramos el transporte de mercancías en todo su conjunto, si valoramos
su integración en la realidad de Galicia y el papel que pudieran cumplir
de cara a toda la fachada este de Estados Unidos, a toda Latinoamérica y
a la Europa del norte, están muy vinculados a empresas de enclave. El
gran dinero de Coruña es Repsol y el carbón de importación para Meirama;
el gran dinero de Ferrol es el carbón de importación para Endesa. Y
podíamos seguir poniendo ejemplos. Curiosamente, el que está en un estado
más crítico es aquel que era un puerto puntero en la cuestión de la
pesca, Vigo.

¿Y qué va a pasar en el futuro si alguna de estas empresas de enclave
desaparece? Por ejemplo, Endesa; es previsible que en el año 2010, si
continúa, será todo con carbón de importación, pero puede no continuar.

No ir pensando en la diversificación del transporte de mercancías de
todos estos puertos yo creo que es gravísimo: no integrarlos en el medio
y en todo el hinterland, mucho más grave todavía. Hasta ahora esto no se
está haciendo como se debe.

Usted habló de la integración intermodal. En este sentido, está claro que
el sistema actual está totalmente descompensado, por motivos obvios de
carácter económico y político cara a Levante, hacia toda la fachada este
de la península Ibérica. Y es curioso que los enlaces ferroviarios se
abandonasen, en el caso de algunos puertos, y se empiecen a recuperar
ahora tímidamente. Le puedo citar, por ejemplo, un puerto con un tráfico
tan importante en términos relativos como Ferrol; se mantuvo veintiocho
años abandonada la relación intermodal y empieza a recuperarse ahora
porque el negocio es suculento, incluso para Renfe, si lo utilizase. O el
abandono o la falta de relación con el puerto de Marín y la estación de
Pontevedra, que es una asignatura pendiente. O el retroceso que tuvo esta
relación intermodal en su caso como el puerto de Vigo. Y la falta de
contenedores para el transporte y la vinculación con el transporte
marítimo, que se da prácticamente en todos los puertos gallegos; a pesar
de que la demanda exigiría más que el que hoy se puede contemplar en el
caso de Vigo, tendría que existir en todo el resto de los puertos de
Galicia.

Incluso se hecha en falta, y no sé si esto va a ser superable en el
futuro, una descoordinación total con el resto de la Administración del
Estado, que lleva a que se hagan obras de despilfarro, abandonos de
espacios que no se utilizan debidamente y gastos públicos yo creo que muy
onerosos y que solamente se pueden explicar en función de negocios de no
se sabe muy bien quién.

En este sentido, quiero expresarle la preocupación, porque hay una
tendencia económica a, en los puertos que prevén que van a tener
dificultades en el futuro, empezar a vender o a colocar áreas comerciales
de grandes empresas en sus terrenos, cosa que sería terrible incluso para
esas ciudades, porque las iba a hacer entrar en una crisis aún más grave,
de tipo mercantil, para el pequeño y mediano comercio. El caso de Coruña,
por ejemplo, es indicativo; andan con unos planes que son prácticamente
rechazados por toda la gente que tiene pequeño y mediano comercio, que
tiene que aguantar las grandes áreas comerciales y ahora resulta que van
a poner, en nombre de no se sabe qué transatlánticos, toda una serie de
operaciones mercantiles en un lugar privilegiado que no estaba destinado
a eso.

En sentido crítico de lo que pasó hasta ahora, he de decirle que también
se echa en falta, por lo menos en el caso de Galicia, que la autoridad
portuaria tuviese una sensibilidad mayor en relación con algo que es
legal, que es el uso de todos los topónimos del país. Yo creo que hay un
mapa precioso, del Ministerio de las Administraciones Públicas, que tiene
plena legalidad, que ha sido enviado a la Administración del Estado e
incluso a las comunidades autónomas y no costaba ningún trabajo que las
autoridades portuarias reflejasen el nombre de los puertos y de los
lugares que utilizan en sus mapas correctamente, aunque sea sólo por
respeto al medio cultural donde están.

Con todo esto ¿qué queremos decir? Lo que pasó hasta ahora, por lo menos
en el caso gallego, está claro: es de desastre, aunque no sea desastre
económico y, por supuesto, a la autoridad portuaria le fuera muy bien.

Para el país, fatal.

El modelo futuro yo creo que puede ser positivo, dependiendo de quién
controle y qué política se haga con estos puertos autónomos. Y eso va a
depender mucho de cada comunidad autónoma, desgraciadamente también. En
ese sentido, hay que hacer votos para que todos nos movamos positivamente
en relación con los intereses económicos de cada comunidad autónoma. Y
habría que hacer la integración global de sistema también en cada
comunidad autónoma. Lo que sería terrible es que siguiésemos funcionando
unilateralmente cada uno de los puertos de la fachada atlántica, que la
única conexión fuese a través de Madrid y que, en todo caso, ni siquiera
pudiésemos aclararnos en relación con cosas tan próximas como puede ser
un puerto como Porto, que condiciona muchísimo, por ejemplo, todo lo que
es el sistema portuario español atlántico; o que no nos pusiésemos en una
coordinación más eficaz en relación con toda la Europa industrializada de
lo que puede ser la cornisa cantábrica.

Y ya para acabar, le expreso el rechazo total de lo que fue el
comportamiento hasta ahora, no en términos economicistas, no en términos
del interés del Estado, y esperemos



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que, entre las potencialidades de esa nueva ley y espabilando un poco la
sociedad gallega, haya cosas que funcionen de manera más positiva para
nuestro país.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra don Angel
Mario Carreño.




El señor CARREÑO RODRIGUEZ-MARIBONA: Muchas gracias, señor Osorio, por la
exposición hecha de los resultados balance de 1996, previsiones para 1997
y previsiones del traspaso o delegación de competencias.

Y, para empezar, quisiera decir que, como decía el señor Sedó, creemos en
el Estado de las Autonomías y creemos que la Administración del Estado no
es sólo la Administración central, son las administraciones autonómicas,
sin olvidarnos de las corporaciones locales. Y en un Estado de las
autonomías está clara también la autonomía de Puertos del Estado. La
experiencia piloto se inició hace ya bastantes años con cuatro puertos y
los resultados positivos de esa experiencia piloto permitieron
extrapolarlos hoy a 27 puertos del Estado. En unos momentos de debilidad
económica, de resultados económicos de balances negativos casi
generalizados en todos los ámbitos de la Administración y de sus
organismos, nos ha dicho que, a pesar de unas tarifas competitivas, a
pesar de una rebaja de tarifas en los años 1995 y 1996, nada menos que el
33 por ciento, hay un equilibrio financiero.

Yo creo que eso es importante. Cuando existía la comisión administrativa
del grupo de puertos había temor; estaba esa comisión y esa dirección
general en Madrid. Se traspasó a las comunidades autónomas y el balance,
el resultado de esa descentralización, estimo que es harto positivo, en
cuanto a funcionamiento.

Quiero además resaltar que en el programa, en el compromiso, en la
explicación de la política del departamento del Ministro Arias-Salgado
hecha por el señor Osorio en la presentación del proyecto de presupuestos
del ente Puertos del Estado, y en su exposición ahora, ha ratificado el
respeto a compromisos, no sólo del programa electoral del Partido
Popular, sino de los acuerdos con los grupos políticos que permiten
mantener la estabilidad parlamentaria y, como consecuencia de ello, la
estabilidad política. Ha ratificado también el compromiso y la necesidad
de una reforma de la Ley de Puertos con algo que yo creo que es
fundamental, que es la garantía de la autofinanciación del sistema
portuario español.

Quizá ha hablado de forma muy rápida, pero a lo mejor una frase muy corta
es suficientemente elocuente; yo así lo he entendido. La transferencia de
las competencias, o la delegación de competencias. En eso es rotunda la
Constitución española, en cuanto a quién tiene las competencias
exclusivas en los puertos de interés general. Podrá entrarse a decir si
hay 27 puertos de interés general o hay 7, pero clarísimamente los
puertos en los que desde las comunidades autónomas se quiera la
transferencia de las competencias, sea por delegación, mejor por
titularidad, son y serán de interés general, aunque se haga una criba.

Por tanto, con la Constitución española, sin cambiarla, no hay más
remedio que estudiar una fórmula que haga compatible la transferencia, el
ejercicio de las competencias, sea en el puerto de Bilbao, en el de
Barcelona, en el de Tarragona, en el puerto de La Coruña, para no
olvidarse ni de La Coruña, ni de Ferrol, ni de San Ciprián, ni de Vigo o
Marín-Pontevedra. Repito que hay que estudiar una fórmula acorde con la
Constitución española.

Este es un tema que preocupa no sólo a las 27 autoridades portuarias, no
sólo a Ceuta y Melilla, sino a 10 comunidades autónomas que tienen
puertos de interés general. Preocupa a Galicia. Yo quiero decir que hay
puertos de interés general que son absolutamente uniespecializados,
superespecializados. Y pongo el ejemplo, sin salir de Galicia, de
Alúmina-Aluminio, en San Ciprián, o del Ferrol, con Endesa-As Pontes de
García Rodríguez. Ya se podrán estudiar otros temas, pero el puerto de
San Ciprián es y será para Alúmina-Aluminio. La Coruña, en cambio, tiene
clarísimamente pesca y graneles líquidos. Hay que tener el ejemplo de
quien rige los mayores y los mejores puertos del mundo, que a lo mejor no
es ni un ayuntamiento, que a lo mejor no es ni una administración
regional, que a lo mejor no es un Estado. Hay experiencias para todos los
gustos con resultados positivos de distintas formas de administrar los
puertos.

Aquí está clarísimo un compromiso electoral, está clarísimo unos acuerdos
con los grupos políticos que mantienen la estabilidad parlamentaria, y yo
estoy seguro que, con lo que amplíe la información, nos va a aclarar el
señor Osorio los objetivos a corto plazo, en cuanto al cumplimiento de
los compromisos.




El señor PRESIDENTE: Para responder a las intervenciones habidas, tiene
la palabra el señor Osorio.




El señor PRESIDENTE DEL ENTE PUBLICO PUERTOS DEL ESTADO (Osorio Páramo):
Por el Grupo Socialista, contesto primero al señor García-Arreciado. Me
pedía la Memoria de gestión y, evidentemente, en cuanto se elabore y esté
terminada se la mandaremos a los distintos grupos de la Cámara.

Me congratulo con el señor García-Arreciado de que se participe de que
los resultados de la gestión del sistema portuario a lo largo de este
ejercicio hayan sido positivos; por lo tanto, las líneas generales con
que funciona ese sistema son las adecuadas. Yo diría que los cambios
legales que se pretende introducir no van a ir, efectivamente, en ningún
caso, a desmontar ese sistema. Irán a buscar mecanismos para que el
sistema funcione mejor.

¿Y cómo funciona el sistema mejor? En primer lugar, dotando, como he
dicho, a cada una de las autoridades portuarias de una mayor autonomía
funcional y de gestión. Es una experiencia absolutamente comprobada que,
sea cual sea, digamos, el sistema de gestión de los puertos --estatal, de
los Länder, municipal, privados, etcétera--, cuanta mayor autonomía
funcional y de gestión tengan las autoridades portuarias, funcionarán
mejor y conseguirán mejores resultados. Por lo tanto, apostamos por un
sistema de puertos enormemente autónomos.

¿Quiere eso decir que se van a desvincular entre sí de un sistema? No. Lo
que se va a hacer es que una serie de



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facultades, que estaban en estos momentos en un órgano central y que no
tiene mayor sentido que estén, podrán ser ejercidas por las autoridades
portuarias. Pero ese órgano central no va a ser únicamente un órgano
consultivo; en principio, en el texto en el que se está trabajando, texto
que en todo caso serán las Cortes Generales, en su momento, las que
tengan que definirlo definitivamente, al ente Puertos del Estado se le
despoja de una serie de competencias que no tenía por qué ejercer, porque
las pueden ejercer las autoridades portuarias, pero mantiene aquellas
competencias mínimas que garanticen el control y la coordinación del
sistema.

Por ejemplo, yo creo que el elemento fundamental que define al conjunto
del sistema es la programación de inversiones del sistema, teniendo en
cuenta que, desde una visión amplia, se tiene el concepto de cuál es la
financiación del sistema. Para mantener esa autofinanciación que
pretendemos mantener, hay que estudiar el sistema. Para ello, se acuerda,
en principio --ya digo que en su momento serán las Cortes Generales las
que tengan que establecerlo--, un sistema a través de la discusión con
las autoridades portuarias de los planes de empresa de cada auto-ridad
portuaria, planes de empresa que comprenden sus objetivos de gestión y su
programa de inversiones. Esos planes de empresa, que tendrán que ser
acordados con Puertos del Estado y que servirán en su momento para hacer
los planes de actuación y financiación de las autoridades portuarias, y
sus presupuestos de capital y de explotación, que tendrán que ser
remitidos al Ministerio de Fomento para su consolidación en los
presupuestos generales del Estado. Yo creo que con ese sistema queda
perfectamente garantizado que no se va a producir ninguna
desracionalización del sistema. Otras materias que, en cambio, sí pueden
ser ejercidas por las autoridades portuarias se descentralizan.

Sistema de puertos de interés general y su definición. En estos momentos
no se está trabajando en principio en desclasificar puertos de interés
general, puesto que los que hay cumplen las definiciones existentes.

Evidentemente, dependerá de si hay algún retoque o no en las
definiciones, retoque que en estos momentos no está previsto, que algún
puerto se pueda desclasificar. Pero, en principio, como digo, no hay esa
voluntad política.

El Grupo Socialista puede estar tranquilo porque no se va a desmontar el
sistema y, como no va a desmontarse, espero que se pueda llegar a un
consenso en esta sede sobre el resultado del proyecto de ley.

Me congratulo de su opinión de que los resultados operativos están siendo
satisfactorios y también de lo que ha manifestado sobre la importancia
del mantenimiento de Puertos del Estado como elemento, digamos, de
coordinación del sistema. Como he indicado, esto va a ser así, y por lo
tanto toda preocupación en ese sentido es innecesaria.

Decía S. S. que cuando se vean las modificaciones se podrá ver
efectivamente si hay un posible punto de encuentro. Por lo que estoy
diciendo, no creo que sea difícil el punto de encuentro en su momento;
así lo espero.

Sobre la participación de las comunidades autónomas, que parece que es lo
que genera mayor inquietud, no olvidemos que las autoridades portuarias
seguirán siendo entes estatales y que, por lo tanto, de eso se derivan
unas determinadas obligaciones. La participación de las comunidades
autónomas, en un Estado de las autonomías, parece absolutamente necesaria
para que incorporen sus inquietudes territoriales, sus intereses
territoriales, a los intereses globales del Estado, de tal forma que la
gestión del puerto pueda coordinar los intereses, tanto generales como
territoriales.

En cuanto a las mayorías en el consejo de administración, será el texto
del proyecto de ley el que lo defina. En estos momentos, lo que está
previsto es que en el consejo de administración estén representadas todas
las administraciones, la Administración del Estado, la Administración
autonómica y las administraciones locales, sean municipios, cabildos,
etcétera, y que estén representadas las cámaras de Comercio, Industria y
Navegación, los sectores empresariales y sindicales más representativos y
aquellos otros profesionales, etcétera, que tengan incidencia en la vida
portuaria.

Respecto a la libertad tarifaria, evidentemente yo participo de sus
inquietudes de que en España y en el sistema portuario español podemos
decir que aproximadamente el 84 por ciento de los tráficos son tráficos
cautivos, y queda un 16 por ciento en la mercancía general, que es el
teóricamente tráfico volátil. Fundamentalmente en contenedores es donde
mayor, por lo tanto, competitividad puede haber. Cuando hablamos de
libertad tarifaria, de lo que hablamos es de un avance hacia una mayor
libertad tarifaria. La propia regulación jurídica de las tarifas obliga
necesariamente a que se cumpla una serie de requisitos. Y se garantizará
en el proyecto de ley que no se produzcan esas disfunciones de las que
habla, sin que eso sea óbice para que las autoridades portuarias tengan
un amplio marco, en el que puedan desarrollar su gestión con criterios
empresariales.

Fondo de cohesión, que realmente es el fondo de contribución. La idea es
que se va a mantener en el proyecto de ley y que se va a limitar, eso sí,
la cantidad tope que puede distribuirse desde el fondo de contribución,
y, en lugar de hacer la distribución como se hacía en estos momentos por
Puertos del Estado, la distribución se hará por un comité, si el proyecto
de ley se convierte en ley, tal como se plantea, comité que estará
presidido por el presidente de Puertos del Estado y del que formarán
parte los presidentes de todas las autoridades portuarias.

El destino del fondo de contribución será fundamentalmente para aquellos
proyectos que, digamos, por su rentabilidad social, que no económica,
serían difíciles de acometer por los puertos. Ese objetivo será el que se
deberá cumplir con la distribución del fondo de contribución.

Por lo tanto, yo resumiría que se va a mantener el sistema, se van a
mantener los controles y la coordinación necesaria, se va a dar una
participación a las comunidades autónomas en la gestión de los puertos y
se va a mantener un órgano central de coordinación y control. Esos
serían, digamos, los puntos básicos del proyecto. Su desarrollo lo
presentará el Gobierno y se discutirá en esta Cámara.

Paso a contestar a don Pedro Antonio Ríos, del Grupo de Izquierda
Unida-Iniciativa por Cataluña.




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En principio, pedía una documentación; si me da por escrito exactamente
lo que requiere, yo se lo mando por escrito a través de la Presidencia de
esta Comisión.

Me hablaba de que tenía algunos datos que no coincidían, y citaba los
casos concretos de Barcelona y de Gijón. Yo le doy los datos de cierre de
las tarifas en Barcelona y Gijón. En el caso de Barcelona, el ingreso
total por tarifas, al final de año, es de 8.154 millones; y el de
cánones, por si le interesa, que es el otro elemento de ingresos de
explotación, 2.596 millones. Por lo tanto, los ingresos de explotación
del puerto de Barcelona son 10.750 millones.

En el caso de Gijón-Avilés, puesto que hasta el día 1 de enero de 1997 no
se produjo la separación y los datos son de Gijón-Avilés, tenemos un
ingreso por tarifas de 4.314,4 millones y un ingreso por cánones de
1.137,6 millones; así tenemos unos ingresos totales de explotación de
5.452 millones.

Me hablaba de endeudamiento, y lo que he dicho es que se ha reducido, que
los resultados financieros, que han experimentado un gran incremento este
año, de hasta un 56 por ciento, han sido debidos precisamente a la
reducción de gastos financieros derivados de las medidas de saneamiento
financiero y cancelación anticipada de endeudamiento aplicadas en el
ejercicio anterior. Se ha reducido, repito, grandemente el nivel de
endeudamiento. En cualquier caso, las operaciones de endeudamiento en
estos momentos tienen que ser autorizadas por Puertos del Estado y yo le
puedo decir que el nivel de endeudamiento, en general, de las autoridades
portuarias es muy bajo, y en muchos casos ni existe.

Hablaba del PDI. Yo lo que sí le puedo decir es que el sistema portuario,
de acuerdo con los planes de empresa que se han discutido a lo largo del
1996 y que son vinculantes para 1997, tiene una proyección a cinco años
más. A cinco años hay prevista una inversión cercana a los 240.000
millones de pesetas, inversión prevista con autofinanciación y en todo
caso con fondos europeos, sin que haya ninguna aportación de presupuestos
generales del Estado en esos planes de empresa.

Me hablaba de los gastos. Precisamente ésa es una de las preocupaciones
importantes y he dado el dato de que se ha conseguido reducir en el año
1996 los gastos de explotación en un uno por ciento respecto al ejercicio
anterior. Evidentemente, si se estudia por puertos, habrá variaciones,
pero en el conjunto del sistema ha habido una reducción del uno por
ciento.

Se ha referido luego a la preocupación medioambiental. Yo participo de
esa preocupación medioambiental y le puedo asegurar que si posiblemente
el mundo portuario, por su especificidad, años atrás no se caracterizaba
precisamente por su preocupación medioambiental, en estos momentos la
tiene, y además existe una legislación que hay que cumplir. Los proyectos
que están obligados a someterse a procedimiento de impacto se están
sometiendo y desde luego se van a extremar las medidas en el futuro.

Mencionaba, por ejemplo, anecdóticamente, Ibiza y su posible
problemática. Le puedo responder en concreto. En el caso de Ibiza, se
había planteado hace dos años, por la autoridad portuaria, un proyecto y,
para eliminar la agitación que existe dentro del puerto desde que se
construyó la marina deportiva de Botafoch y aprovechar esa operación para
ampliar el puerto, se habla de un dique de gran importancia y la creación
de unos nuevos muelles. Yo, últimamente, me he reunido con el Alcalde de
Ibiza y con la consejería correspondiente del Gobierno balear y hemos
llegado al acuerdo de paralizar ese proyecto y encargar al laboratorio de
Puertos y Costas que se hagan unos estudios para ver si se puede resolver
el problema con soluciones menos agresivas. Y si es así, cosa que podría
ser, lo vamos a llevar a cabo. Para otro de los motivos de hacer ese
dique, que era sacar hacia fuera la carga de combustible, de carburantes,
que está en estos momentos en el puerto, creo que hay otras soluciones
que también se van a estudiar, como hacer algún otro elemento en el
exterior y por tubería conectar con el puerto. Así, evidentemente, habría
otra medida positiva. Incluso se ha paralizado de momento la instalación
de una grúa, que causaba en principio problemas, hasta ver cómo queda la
solución definitiva del puerto de Ibiza, de tal forma que se dé una
solución integral a todos los problemas.

Mencionaba el caso de Cartagena, y ahí hay un hecho evidente de la
preocupación medioambiental que tiene Puertos del Estado. En estos
momentos, la autoridad portuaria de Cartagena, apoyada por Puertos del
Estado, y en contacto con el Ministerio de Medio Ambiente y la Dirección
General de Costas, está planteando un proyecto integral de regeneración
de la bahía de Portman, que era una actuación que estaba prevista. De
esta forma, aquella inversión de regeneración de esa bahía, que iba a
hacer el Ministerio de Medio Ambiente, se hará en una actuación conjunta
con la autoridad portuaria, y los rellenos extraídos de la bahía de
Portman, previo los estudios adecuados, en lugar de echarse al mar, como
estaba previsto en la solución, se aprovecharán para rellenar la
ampliación de la dársena de Escombreras. Eso permitirá, por una parte,
reducir coste en la propia ampliación de la dársena de Escombreras,
adelantarla en el tiempo y resolver medioambientalmente, por una parte,
la regeneración de la bahía de Portman y, por otra, la mejora en
Escombreras.

Captación de tráficos. Como he explicado al señor García-Arreciado, en
España los tráficos cautivos son un gran porcentaje. Por lo tanto, el
juego está sobre los tráficos volátiles, tráficos volátiles que son
fundamentalmente el tráfico de contenedores. Ahí es donde se producirá la
competencia entre puertos.

Tráficos limpios y sucios. Va a ser muy difícil que cambien. Lo que habrá
que mejorar son las condiciones en que están, porque, como digo, al ser
tráficos cautivos, la mayoría de los puertos están ligados a un
determinado tráfico. No podemos hablar del puerto de La Coruña sin tener
en cuenta la refinería; no podemos hablar del puerto de Gijón sin tener
en cuenta que es la CSI el cliente principal; no podemos hablar de
Cartagena, en la zona de Escombreras, de las distintas industrias que
están instaladas allí, y las que se puedan instalar. Evidentemente. Pero
ahí ya se está produciendo una separación de tráficos. Precisamente en
Cartagena, en la remodelación de los muelles de la dársena de Cartagena,
se están manteniendo y se van a destinar a tráficos



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limpios; en cambio, los tráficos sucios son los que van a ir o están en
la dársena de Escombreras.

Sobre el proyecto de ley, no creo que tenga ya que decir nada más, puesto
que en la contestación al portavoz del Grupo Socialista he explicado por
dónde va. De todos modos, insisto en que serán las Cámaras, las Cortes,
las que decidirán el texto definitivamente.

Paso a contestar ahora al portavoz de CiU, don Salvador Sedó.

El resultado de los puertos versus esquema tarifario. Que está
respondiendo de forma adecuada es un hecho evidente. Participo de lo que
dice y, evidentemente, lo que habrá que asegurar en la nueva regulación
legal es que ese esquema tarifario no sólo tenga las garantías
suficientes para mantener, digamos, la autosuficiencia financiera del
sistema, sino que el propio sistema genere toda la financiación necesaria
para todos aquellos grandes proyectos de inversiones que muchos puertos
tienen pendientes.

Pienso como él que toda gestión puede mejorarse y creo que la autonomía
de gestión, como he indicado anteriormente, va en esa línea. La autonomía
de gestión va a facilitar que los puertos puedan mejorar su gestión y, en
todo caso, va a hacer mucho más responsables a los gestores de los
puertos, en el sentido de que tendrán que responder con su propio
nombramiento de los resultados de esa gestión. Responsabilizar a la gente
siempre es muy positivo.

Participo también de lo que ha comentado de la competencia entre puertos
y que estamos en el Estado de las autonomías y, por lo tanto, la
presencia de las autonomías en la gestión de los puertos, en la forma que
finalmente se establezca, es absolutamente necesaria y debe redundar en
su mejora.

El portavoz del Grupo Mixto, don Francisco Rodríguez, me habla de las
perspectivas políticas y de que los puertos en cierta medida son islas en
el territorio. Yo hasta cierto punto coincido con ello, que en su origen
y hasta hace unos años los puertos, evidentemente, eran una ciudad dentro
de una ciudad. Pienso que en los últimos años, y eso ya desde hace
bastantes años, se está avanzando en la integración de los puertos en la
ciudad, sin que eso suponga, o por lo menos no debe suponer, que se
resienta lo que es el objetivo principal de los puertos, su actividad
comercial. Pero evidentemente las remodelaciones portuarias que se han
emprendido en algunos casos, trasladando determinados tipos de tráficos a
zonas más apartadas de la ciudad o las remodelaciones que están
previstas, que se están planificando, van en la línea de evitar que se
conviertan en esas islas.

Ya he dicho antes que el contenido medioambiental no ha sido, en la
historia de los puertos, como en ninguna otra materia de
infraestructuras, hasta hace unos años, una componente esencial de los
proyectos, pero, como pasa y está pasando en el conjunto de las
infraestructuras, los puertos se están haciendo sensibles. Y no sólo
esto, sino que además tienen que cumplir la normativa medioambiental que
hay establecida. Por lo tanto, esa situación debe irse corrigiendo. No se
podrá evitar que determinados tráficos, que están en unos lugares
determinados y mientras no haya alternativas, sigan produciendo algunos
problemas, pero se tomarán las medidas correctoras que sea posible.

Que puertos gallegos están ligados a empresas clave, etcétera. Es
evidente. Si no existiera Alúmina-Aluminio, no existiría el puerto de San
Ciprián, evidentemente. Si no existiera la refinería en La Coruña, los
ingresos del puerto de La Coruña serían enormemente menores de lo que
son. Así sucesivamente. Eso existe, lo que pasa es que algunos de esos
puertos están buscando diversificar los tráficos, de tal forma que
puedan, si en cualquier momento fallan esos tráficos, buscar otras
alternativas.

El puerto de Ferrol, que citaba, por ejemplo, va a empezar a estudiar la
posibilidad de hacer un puerto exterior, en Prioriño, que, por una parte,
liberaría, digamos, de esos tráficos sucios el interior de Ferrol, y, por
otra, permitiría no sólo atender esos tráficos sino buscar nuevas
alternativas. En Coruña, también se plantea el puerto exterior, para
evitar los problemas medioambientales en el interior de Coruña. Es decir
que hay planes, hay estudios, para mejorar todas esas situaciones.

Estoy de acuerdo totalmente con lo que dice sobre las conexiones
intermodales. Yo creo que una de las principales deficiencias que tiene
el sistema portuario español en su gran mayoría es la conexión intermodal
en los puertos. Tanto los accesos por ferrocarril como por carretera, en
la mayoría de los puertos, ha sido una asignatura abandonada
históricamente y que yo creo que es necesario corregir. Desgraciadamente
no depende de Puertos del Estado. En lo que de mí depende, estoy
trasladando al Ministerio de Fomento esa preocupación y me parece que
debe tenerse muy en cuenta por todas las administraciones con
competencias en la materia que las conexiones intermodales son un
elemento fundamental para el desarrollo futuro de los puertos y, en
aquellos puertos específicos y en los que sean necesarias, el de zonas de
actividades logísticas. Esos problemas intermodales se dan en los
puertos, efectivamente. En Ferrol, se está mejorando el acceso en estos
momentos por carretera. Por otra parte, en el puerto de Marín estamos ya
tratando de promocionar que ese ferrocarril cuyo trazado se había
iniciado a principios de siglo y que quedó paralizado hace muchísimos
años, en los años cuarenta, se pueda hacer y que se complete. Y otras
medidas de ese tipo se están tomando.

El interés por otros tipos de tráfico, contenedores, etcétera. Evidente.

Todos los puertos gallegos están planificando su futuro, tratando también
de abrirse al tráfico de contenedores. Dependerá de la política comercial
que lleven a cabo que esos esfuerzos en infraestructuras que se hagan
tengan mayor o menor éxito.

La introducción de áreas de negocio en los puertos debemos considerarlo
un elemento, digamos, subsidiario. En algún caso, se ha producido. No es,
efectivamente, lo que se pretende para el futuro. Lo que sí, en cambio,
es un objetivo de futuro es la integración puerto-ciudad. Las actuaciones
de integración puerto-ciudad son importantes, pero no lo es introducir
otras áreas de negocio que no sean las propiamente portuarias. Citaba el
caso específico del plan especial de Coruña. El plan especial en Coruña,
que afecta a la zona de la dársena de Parrote, etcétera, no es en estos



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momentos ya un problema. Cuando se empezó a elaborar por la autoridad
portuaria de Coruña hubo polémica, se ha discutido con las
administraciones territoriales, tanto con la Xunta como con el
Ayuntamiento de Coruña, y en estos momentos, según mis noticias, tiene un
consenso por parte de todas las administraciones, y por lo tanto no va a
haber ningún problema en su ejecución. Se han corregido aquellos aspectos
que han pedido otras administraciones y, es más, ligadas a ese plan
especial se van a llevar actuaciones tan importantes como recuperación de
las murallas de Coruña en determinados tramos, lo que permitirá una gran
integración de la ciudad con el puerto.

El uso de topónimos. Yo participo con su señoría en el sentido de que en
aquellos sitios en los que existan esos topónimos debieran incorporarse,
y desde luego procuraremos hacerlo.

En cuanto al modelo de futuro, como ya hemos hablado suficientemente
contestando a las restantes intervenciones, creo que no tengo más que
añadir.

Y, por último, el portavoz del Grupo Popular, Angel Mario Carreño, ha
dicho que la reforma de la Ley de Puertos y los puntos que comprende es
un compromiso electoral, y así es. Que evidentemente, como ya hemos
indicado, el desarrollo del Estado de las autonomías exige una
participación de las autonomías en aquellas infraestructuras, en aquellas
empresas o en aquellas otras actividades que se desarrollen en su ámbito;
lo que hay que regular es cómo es esa participación. Que el equilibrio
financiero de los puertos ha costado un gran esfuerzo y desde luego hay
que mantenerlo en el futuro, para lo cual hay que mantener no sólo la
regulación necesaria, sino los esfuerzos de gestión que lo permitan. Que
los puertos de interés general son de titularidad estatal por la
Constitución, y así seguirán siendo inevitablemente. Y, en su
contestación al señor Rodríguez, del Grupo Mixto, ya habló de los puertos
especializados, y yo he vuelto a contestar.

Por lo tanto, señor Presidente, yo creo que he cerrado el ciclo de
respuestas. (Varios señores Diputados piden la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Este turno va a ser cortísimo y, como digo siempre,
para fijar posiciones o por alguna alusión, pero no para reabrir el
debate.

Señor García-Arreciado.




El señor GARCIA-ARRECIADO BATANERO: Señor Presidente, no tengo intención
de reabrir el debate; solamente quiero referirme a algunas de las
cuestiones políticas, que son las que me interesan de todo lo que se ha
dicho en el debate.

Yo pienso que todos creemos en el Estado de las autonomías. Creer o no en
el Estado de las autonomías no tiene absolutamente nada que ver con este
debate. En el Estado de las autonomías hay que creer cuando se tienen 156
Diputados y cuando se tienen 176, también. Y creyendo en el Estado de las
autonomías nosotros hemos estado una serie de años gobernando en
relaciones plenamente fructíferas y eficaces con quienes ahora son socios
del Gobierno. Por lo tanto, nadie está cuestionando el Estado de las
autonomías, nadie tiene, al menos desde mi grupo --por supuesto, en
nombre de otros grupos no me atrevo a hablar--, ninguna duda sobre el
desarrollo del Estado de las autonomías. Pero el Estado de las autonomías
que está en la Constitución tiene una distribución competencial y la fe
en el Estado de las autonomías no puede hacernos superar los topes
constitucionales establecidos sobre las competencias. Las competencias
están, por ser dominio público marítimo terrestre, en el 149.1.20, que
dice taxativamente lo que dice. En eso se introduce un segundo elemento
de discusión política, es lo que yo he creído entender antes, en la
intervención del señor Carreño, algo distinto a lo que el señor Osorio ha
entendido.

Yo he entendido al señor Carreño que hay que buscar algún tipo de
solución, sea vía transferencia o delegación de competencias, al problema
de las competencias sobre los puertos de interés general. Eso es lo que
he creído entenderle. Y ahí es donde me planto en nombre del Grupo
Socialista diciendo que eso tiene una única salida constitucional: la
delegación de competencias del artículo 150. Si el Grupo Popular se
manifiesta dispuesto a abrir todo lo que hay detrás del artículo 150 de
la Constitución, que lo diga. Desde luego, en ese terreno, difícilmente
podría contar el Gobierno con nuestro apoyo.

Lo que más me interesa es destruir un sofisma que da lugar a un silogismo
de conclusiones falsas: la autonomía de gestión es mejor. Como valor
absoluto, tengo mis dudas. Y en estructuras de redes, desde luego
radicalmente falso. En la autonomía de gestión, en el concepto de
mundialización de las economías en el que estamos introducido, no cree ya
ni la empresa privada. ¿Hay autonomía de gestión --por volver al ejemplo
de antes-- en los centros regionales de «El Corte Inglés»? ¡Hasta ahí
podemos llegar! Tendrán toda la autonomía que se pueda derivar de
establecer sus estrategias locales completas, pero las decisiones de
todas las empresas que tienen estructuras en red, incluso en el sector
privado, están jerarquizadas. A mí me parece que esa afirmación que se
está poniendo de moda de que la autonomía de gestión es mejor... ¿Porque
de quién se es autónomo? ¿Es que cuando dejen de ser dependientes de la
autoridad del Gobierno de España van a dejar de ser autónomos de otras
administraciones o de otras personas que les nombren? ¿Estamos
defendiendo, por tanto, la autonomía de gestión en relación con el
Gobierno de España y no en relación con otros órganos de la
Administración?
Sector público. ¿Pero cuándo el sector público puede tener la autonomía
de gestión que aquí se nos plantea? ¿Es eso predicable de la sanidad, de
la educación, de la política monetaria, etcétera? Esa es la discusión
política que subyace debajo de todo esto.

Y se pone como ejemplo o paradigma de la autonomía de gestión el criterio
de gestión empresarial. Naturalmente, como usted lo está haciendo, señor
Osorio, y como lo están haciendo los presidentes de autoridades
portuarias, que antes eran de un grupo político y ahora son de otro.

Están aplicando criterios de gestión empresarial. ¿Con qué límites? Con
los límites que tiene el sector público;



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la autonomía se termina en el punto en el que empiezan intereses
generales y, por tanto, políticas generales.

Libertad en las tarifas. ¿Alguien se puede creer que, si se mantiene
libertad en las tarifas, dentro de tres o cuatro años se podrá mantener
el volumen de inversiones de Puertos del Estado o de puertos en concreto?
¿Alguien puede sostener eso? Yo creo que ésa es la discusión política que
hay en el fondo. ¿Quién garantiza eso? Eso lo garantiza el titular del
bien. ¿Y el titular del bien quién es? El que es, y no se puede discutir.

¿Y cómo se puede tener una titularidad o una competencia vacía de
contenidos? De eso hasta hay sentencias del Tribunal Constitucional. Una
competencia no puede estar vacía de contenido.

Y lo que usted nos propone, señor Osorio, está vacío de contenidos
reales. Digo más, dentro de un año usted no podrá venir a esta Cámara a
defender la gestión de Puertos del Estado, porque usted, es decir, el
Gobierno de España, no será responsable de esa gestión. Claro. Si no
tiene los consejos de administración, no tiene la mayoría en los consejos
de administración, no nombra las autoridades portuarias, hay libertad
tarifaria, usted, o quien esté en su cargo dentro de un año, que espero
que sea usted, no puede venir a esta Cámara a defender la gestión del
sistema portuario español, porque no será usted el responsable. Será, si
acaso, corresponsable, y en grado menor, de la gestión de esos puertos.

A eso es a lo que nos oponemos. Y no estamos en el Gobierno, señor
Osorio, porque no tiene mérito defender lo que yo estoy diciendo cuando
se está en él. Cuando no se está tiene más mérito. Y cuando además se
pertenece a una comunidad autónoma que podría tener las transferencias de
sus grandes puertos, entre ellos el de mi ciudad, más mérito todavía.

Porque lo sustancial en política --no se lo digo a usted, señor Osorio,
se lo digo al Gobierno al que usted representa-- es, en los aspectos
sustanciales, mantener lo mismo cuando se sienta uno en la izquierda de
los escaños del Congreso o cuando se sienta en la derecha; cuando tiene
uno 156 diputados o cuando tiene 176. ¿O nos creemos que lo que está
haciendo el Gobierno lo está haciendo con satisfacción? ¿O tenemos que
contar la historia borrascosa en la que se está gestando el proyecto de
ley que vamos a ver dentro de una semana o de dos?



El señor PRESIDENTE: Señor García-Arreciado, le he dicho que no es un
turno de réplica. Le ruego que termine.




El señor GARCIA-ARRECIADO BATANERO: Esos eran los elementos políticos que
me interesaba poner de manifiesto.

Que no hay voluntad política, dice el señor Osorio, de reducir los
puertos de interés general. ¿Para qué? ¿Para qué se van a meter ustedes
en ese lío si se los van a dar todos? No tiene ningún sentido mantener
esa política.

Mayor participación de las comunidades autónomas. Sin duda. Ese es uno de
los elementos en los que podemos llegar a estar de acuerdo. ¿Con qué
límite? Pues, ya que estamos todos tan enamorados de la empresa privada,
con los límites de la empresa privada. ¿Quién manda? Quien tiene la
titularidad del bien. Y quien tiene la titularidad del bien, ya digo,
salvo que alguien quiera abrir el artículo 150 de la Constitución, es el
que la tiene. Lo demás son cuestiones técnicas.

Además, si hay más ingresos, si hay más tráfico, si hay menos gastos de
explotación, si se reduce la deuda, si el sistema se autofinancia, si se
invierten 50.000 millones, si nadie duda --aquí, por lo menos-- del
funcionamiento eficaz del sistema tal como está concebido, ¿por qué
revolucionarlo? No por qué cambiarlo. Cambiarlo, se puede cambiar. Y
mejorarlo, sin duda. Pero lo que he escuchado yo aquí, lo que se filtra y
los conocimientos que uno tiene, no se trata de una mejora del sistema;
se trata de una revolución del sistema para apostar por una hipotética
mejora del sistema, que es muy distinto.

En estos términos, señor Osorio, transmita usted al Gobierno la plena
disconformidad del Grupo Parlamentario Socialista y nuestra voluntad para
llegar a acuerdos en los terrenos que ahora se suelen llamar en este
Ministerio periféricos de la cuestión importante, que son los que le
citaba.




El señor PRESIDENTE: Señor Sedó.




El señor SEDO I MARSAL: No tema, señor Presidente. Simplemente, señor
Osorio, quiero agradecer su información y decirle que nosotros seguimos
creyendo, con todas las dificultades que ha habido, en el texto que
esperamos que venga muy pronto. Como habrá podido observar, el debate que
se abrirá en la Cámara será muy interesante.

Hoy hemos venido para debatir sobre lo que usted nos informara en su
comparecencia y por lo tanto no voy a entrar en una discusión que podría
ser muy larga con el portavoz del Grupo Socialista, el compañero
García-Arreciado, porque además, y muy categóricamente, dice que de esto
no se puede discutir. Pues no lo vamos a discutir.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Sedó, por su intervención tan
breve.

Señor Rodríguez, con la misma brevedad.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Tampoco vamos a entrar en la cuestión
política de fondo, porque ya se sabe que nosotros discrepamos
abiertamente del comportamiento del Estado, en relación por lo menos con
los puertos gallegos. Pero, como usted, señor Osorio, teóricamente, aún
manda como autoridad del Estado, y como habló de que tenían una
sensibilidad, un contenido medioambiental diferente al de la
Administración pasada, yo le agradecería que se diese una vuelta por el
puerto de Ferrol y a ver si usted de allí saca la conclusión de que los
ciudadanos que viven en aquella comarca pueden aceptar con resignación el
nivel de agresión medioambiental que tiene aquella ría, el nivel de
destrucción caprichosa y autoritaria que está sufriendo. Solamente se
puede explicar por un proceso de colonización brutal, de desánimo brutal
o de que, a pesar de la oposición, no tenemos unos representantes
institucionales como debiéramos y por lo tanto nos espera



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también un futuro negro, aunque se descentralice la gestión del puerto.

En todo caso, yo le agradecería que lo viese, porque es todo un síntoma
de cómo, pudiendo hacer las cosas de otra manera, se recurre al
despilfarro, al abuso, a la destrucción. Incluso se perjudican cuestiones
económicas, como puede ser la pesca y el marisqueo, en nombre del surf, y
no creo que vayan muchos surfistas, precisamente a una ría que tiene al
lado cantidad de costa con unas olas muy fuertes.




El señor PRESIDENTE: Señor Carreño.




El señor CARREÑO RODRIGUEZ-MARIBONA: La Constitución habla de
competencias exclusivas, sin salir del Ministerio de Fomento, en
urbanismo, y en este momento están pendientes en el Tribunal
Constitucional recursos de cinco comunidades autónomas sobre el texto
refundido de la Ley del Suelo de 1992. Es decir, serán competencias
exclusivas que se atribuyen a las comunidades autónomas, pero no debe ser
tan clara esa exclusividad cuando hay un litigio pendiente de resolver y
que permite fórmulas que hagan compatible la gestión más eficaz y, como
consecuencia, el cumplimiento de los proyectos del Gobierno que pronto
tendremos en el Parlamento.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Osorio, para contestar,
brevemente también, por favor.




El señor PRESIDENTE DEL ENTE PUBLICO PUERTOS DEL ESTADO (Osorio Páramo):
En primer lugar, al señor García-Arreciado únicamente le diré que cuando
hablamos de autonomía de gestión hay muchas maneras de entenderla. Lo que
no es lógico es que cada puesto que se cree en el organigrama de personal
del puerto de Ferrol tenga que aprobarlo Puertos del Estado, por ejemplo.

Evidentemente hay muchos ejemplos que sí pueden ser competencia de la
autoridad portuaria y que redundarán no sólo en una mejor gestión sino en
una menor burocratización. En la propia Ley de puertos de 1992, en la
exposición de motivos, como principal objetivo de la propia ley se habla
de desburocratización de los procedimientos y de dotar de mayor autonomía
a las autoridades portuarias.

En cuanto a la participación de las comunidades autónomas, se ha debatido
ya bastante. A mí me gustaría, efectivamente, que se produzca esa
posibilidad de acuerdo que S. S. brinda durante la tramitación
parlamentaria. Además, en principio, el Gobierno no está planteando una
transferencia o delegación vía artículo 150.2, es decir, se habla de
transferencia o traspaso cuando hay un traslado de competencia. La
competencia de los puertos es de titularidad estatal y sigue siendo de
titularidad estatal. Lo que hay es un distinto sistema de gestión de los
puertos, con una mayor participación de las comunidades autónomas en la
gestión, en principio. Por lo tanto, de todos modos será el propio
proyecto de ley y la tramitación los que lo establezcan.

En cuanto al Diputado señor Sedó, participo totalmente de lo que ha
dicho.

El señor Rodríguez ha vuelto a insistir en los problemas medioambientales
y ha puesto de ejemplo el puerto de Ferrol. Yo precisamente al referirme
antes al puerto de Ferrol he aludido a los estudios que se han iniciado
precisamente para retirar todos esos tráficos y, si hay posibilidad,
hacer un puerto exterior al que llevarlos. Y, por ejemplo, se paralizó
por el puerto de Ferrol en su momento el cierre que estaba previsto de la
ensenada de A Malata, y por lo tanto ese proyecto que había originado
bastante, digamos, presión negativa por parte de mariscadores y demás no
se va a llevar a cabo, es un proyecto que ha quedado archivado.

Y en cuanto a lo que ha manifestado el Diputado señor Carreño, es incidir
ya sobre los puntos hablados; por lo tanto no tengo nada que decir.




El señor PRESIDENTE: Aquí termina la comparecencia del señor Osorio.

Interrumpimos un minuto la sesión para recibir al Presidente de
Telefónica y reanudamos inmediatamente.




Se suspende la sesión.




Se reanuda la sesión.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA COMPAÑIA TELEFONICA DE ESPAÑA,
S. A. (VILLALONGA NAVARRO), PARA:



--DAR CUENTA DE LA VERACIDAD O NO DE LAS NOTICIAS RELATIVAS A UNA POSIBLE
VENTA DE LA EMPRESA SINTEL, FILIAL DE TELEFONICA DE ESPAÑA, AL GRUPO MAS
TEC, PROPIEDAD DEL CONOCIDO ANTICASTRISTA JORGE MAS CANOSA, ASI COMO DE
LOS CRITERIOS SEGUIDOS PARA LA REALIZACION DE LA VENTA EN SU CASO. A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER
CATALUNYA. (Número de expediente 212/000001.)



--EXPLICAR LOS MOTIVOS PARA LA VENTA DE SINTEL A MAS TEC INC., ESTANDO EL
GOBIERNO EN FUNCIONES, ASI COMO PERSPECTIVAS DE FUTURO DE LA EMPRESA E
INCIDENCIA ESTRATEGICA PARA LAS TELECOMUNICACIONES EN EL ESTADO ESPAÑOL.

A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO. (Número de expediente
212/000002.)



--INFORMAR DE LA POLITICA GENERAL DE DICHA COMPAÑIA EN EL NUEVO ESCENARIO
DE LIBERALIZACION Y PRIVATIZACION DEFINIDO POR EL GOBIERNO, ASI COMO DE
LAS PREVISIONES DE PARTICIPACION EN LA DENOMINADA PLATAFORMA DIGITAL, EN
EL DESARROLLO DE LAS INVERSIONES ASOCIADAS A LAS REDES DE CABLE, EN LA



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PROFUNDIZACION DE LA DIMENSION INTERNACIONAL DE TISA Y DE LA POLITICA
TARIFARIA PARA EL AÑO 1997. A PETICION DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA. (Número de expediente 212/000384.)



El señor PRESIDENTE: Vamos a reanudar la sesión de la Comisión de
Infraestructuras con la segunda comparecencia, la del Presidente de la
Compañía Telefónica de España, don Juan Villalonga, a quien damos la
bienvenida.

Vamos a integrar en una sola comparecencia las tres que han sido
tramitadas por la Mesa y portavoces y que se debatirán conjuntamente.

Debo señalar para conocimiento de SS. SS. que las dos primeras
solicitudes son de abril-mayo de 1996. Esto lo digo para que quede claro
que ha habido un desplazamiento de actuaciones de esta Comisión y no han
podido tratarse hasta ahora.

Como son tres los grupos que han pedido la comparecencia, seguiremos como
siempre el orden de mayor a menor y luego intervendrán los grupos que no
la han solicitado, terminando el Grupo Popular. Por ello, para hacer la
exposición inicial, tiene la palabra don Juan Villalonga.




El señor PRESIDENTE DE LA COMPAÑIA TELEFONICA DE ESPAÑA, S. A.

(Villalonga Navarro): Señor Presidente, señorías, para mí es hoy un honor
venir a esta casa, donde está representada la soberanía nacional, para
responder a las cuestiones que han dado lugar a esta comparecencia.

Siento, y quiero expresarlo públicamente ante sus señorías, no haber
podido acudir a la primera solicitud de comparecencia por las razones que
ustedes conocen bien. Nos encontrábamos en pleno proceso de la oferta
pública de venta de un paquete muy importante de acciones de la compañía,
lo que nos ha obligado a una gira internacional, prefijada hace un par de
meses, con presencia ineludible del equipo gestor de la compañía.

Siempre a las órdenes del Presidente de la Comisión, me pongo a
disposición de SS. SS. para cuantas cuestiones y aclaraciones crean
pertinentes plantearme.

Sobre las cuestiones contenidas en las dos primeras solicitudes,
relativas a la empresa Sintel, antigua filial de Telefónica, como ha
dicho el Presidente de la Comisión, voy a unir las respuestas, si a SS.

SS. les parece bien, porque se refieren a una única cuestión.

Antes de nada, me gustaría recordarles que dicha operación se aprobó el
29 de marzo de 1996 por el consejo de administración de Telefónica de
España, es decir, más de dos meses antes de mi llegada a la presidencia
de Telefónica. Las razones que motivaron la enajenación de esta empresa
fueron fundamentalmente dos, el carácter no estratégico de la misma y la
baja productividad, el escaso valor añadido y las cuantiosas pérdidas de
la compañía. Durante 1993, 1994 y 1995 las pérdidas de Sintel fueron de
3.370, 2.214 y 2.666 millones respectivamente.

¿Cuáles fueron las principales condiciones acordadas para la venta?
Primero, el precio de compra fue de 4.900 millones de pesetas, 650
millones al contado, 650 millones a finales de 1996, 1.800 millones a
finales de 1997 y los últimos 1.800 millones a ser cobrados en 31 de
diciembre de 1998. Y los dos últimos pagos devengan un tipo de interés
del 7,875 por ciento anual. Por otra parte, había un compromiso de
Telefónica de capitalizar y aportar liquidez a Sintel antes de la
formalización de compraventa, que se concretó en los siguientes puntos:
primero, reembolso del crédito fiscal de 581 millones de pesetas por
tributación consolidada; segundo, compra de activos inmobiliarios por
1.500 millones de pesetas y, tercero, una ampliación de capital de 3.000
millones de pesetas totalmente suscrita y desembolsada por Telefónica. Y
estos fondos, según se explicitaba en el acuerdo de intenciones firmado
el 22 de febrero pasado entre Telefónica y Mas Tec, se destinarán a la
amortización parcial de la deuda con Telfisa. En aquellos momentos Sintel
tenía dispuesta prácticamente en su totalidad la póliza de crédito con
Telfisa, que contaba con un límite de crédito de hasta 11.000 millones de
pesetas. Y por último, existía el compromiso por parte del grupo
Telefónica de contratar un volumen de compra por importe de 75.000
millones durante el trienio 1996 a 1998. Este compromiso se situó en
niveles inferiores respecto de las compras anuales de los últimos años,
ya que la venta media anual de Sintel a Telefónica en el cuatrienio
1992-1995 fue de 28.581 millones de pesetas.

En resumen, parece que fue una buena operación para Telefónica desde el
punto de vista económico y financiero. Se han eliminado pérdidas, se han
adquirido activos físivos por 1.500 millones de pesetas, se rebaja la
deuda con una filial cien por cien de Telefónica --no lo olvidemos-- por
3.000 millones de pesetas y a partir de 1998 Telefónica tendrá la
libertad completa de acudir a cualquier suministrador.

Pasamos ahora a la tercera solicitud de comparecencia, que tiene varios
apartados. El primero de todos es respecto a la política general de la
compañía en un marco de liberalización y de privatización de la misma.

Especialmente en el día de hoy, todos los españoles pueden sentirse
orgullosos, independientemente de que sean o no accionistas de la
compañía, de tener una empresa que ha demostrado en los difíciles
mercados internacionales el prestigio en razón de la eficacia de sus
planteamientos y resultados, todo esto sin detrimento de cumplir la
función social en la prestación del servicio en las comunicaciones en
aquellas áreas del territorio nacional donde su explotación no genere
resultados positivos.

¿Qué es hoy Telefónica? El punto de partida de Telefónic es muy sólido.

Somos la compañía con mayor capitalización bursátil y la que tiene un
mayor beneficio neto de todas las compañías españolas. Telefónica es la
operadora de telecomunicaciones de Europa que los últimos dos años ha
crecido más, y los ingresos y los resultados han crecido por encima del
15 por ciento anual. Y en un mundo cada vez más global, lo que es más
importante es que Telefónica es hoy el líder indiscutible en el mundo de
habla hispana. Contamos con más de 26 millones de clientes y servimos a
una población de más de 140 millones de habitantes y, además, la
clientela de Telefónica dice estar muy satisfecha con el nivel de
servicios que hoy en día presta la compañía. Este es nuestro punto de
partida.




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¿Cuáles serían, muy brevemente, las principales líneas de actuación en
cada una de las áreas de negocio? Empecemos primero con el mercado
doméstico y separemos lo que es el negocio residencial del negocio de las
empresas.

El gran reto que tiene Telefónica hoy en día es aumentar la utilización
de sus líneas. Como bien saben sus señorías, en Telefónica las líneas se
utilizan diariamente, de media, 9,9 minutos, y nuestro objetivo es llegar
a 13,6 minutos de media en el año 2000. Hoy en día, la utilización media
de las líneas en Europa se sitúa entre 14 y 15 minutos. Por otra parte,
tenemos 40 líneas por cada 100 habitantes y creemos que en el año 2000
será fácil alcanzar entre 48 y 50 líneas por cada 100 habitantes, que es
la media europea. Este es el gran reto que tiene la compañía, aumentar la
capacidad de utilización de sus líneas.

¿Y cómo lo vamos a hacer? Lo vamos a hacer fundamentalmente con la
introducción de nuevos servicios. Me gustaría recordarles a SS. SS. que
el gran éxito durante 1996 ha sido el lanzamiento del producto Infovía.

En Infovía, que es el producto que facilita el acceso a Internet,
contamos hoy en día con más de 220.000 clientes, y estos 220.000 clientes
han consumido, en diciembre de 1996, más de 135 millones de minutos.

Me gustaría darles un ejemplo sobre otro objetivo de la compañía. En
contestadores automáticos incorporados a la red existen solamente 60.000
clientes, y es nuestro objetivo potenciar este servicio ofreciéndolo de
forma gratuita y masiva a todos nuestros clientes. Hoy en día, en la
Compañía Telefónica se están perdiendo cerca del 45 por ciento de las
llamadas, y creemos que con este producto aumentaremos sustancialmente el
nivel de utilización de nuestras líneas.

Tenemos cerca de 260.000 clientes empresas y aquí, a diferencia del
segmento residencial, la clave está en la gestión individualizada de cada
uno de los clientes y ofrecerles tarifas distintas para cada uno y
respuestas flexibles que se adecuen a las necesidades.

Yo acabaría lo que puede ser nuestra actuación en el mercado doméstico
con el siguiente resumen. Vamos a perder cuota de mercado, es inevitable.

Vamos a tener más competencia. No solamente tenemos ya la competencia del
segundo operador en el móvil, sino que vendrá el tercer operador, y
vendrá el segundo operador en la telefonía básica, el tercero y el
cuarto. La bajada de cuota la esperamos compensar con la elasticidad de
la demanda, que es el punto 7 y el punto 6 en el negocio internacional y
en el negocio doméstico, respectivamente, y la vamos a compensar también
con el crecimiento del mercado, como he expuesto antes, que vendrá dado
por el crecimiento de nuevas líneas, fundamentalmente el crecimiento de
las segundas líneas y por la mayor utilización por parte de nuestros
clientes de nuestras redes.

Dos palabras para el negocio del móvil. En el móvil actualmente en España
hay 2,8 millones de clientes y esperamos que en el año 2000 pasemos a más
de 8 millones. Telefónica tiene actualmente 2,3 millones de clientes, lo
cual significa que tenemos el 82 por ciento de cuota de mercado. Y
esperamos continuar satisfaciendo las necesidades de nuestros clientes y
aprovechando las grandes oportunidades de crecimiento que nos ofrece este
mercado.

Por último, me gustaría decir unas palabras sobre nuestro negocio
internacional. Somos, como he dicho antes, el líder indiscutible en el
mundo de habla hispana. Y aquí nuestras prioridades, después de haber
conseguido el éxito de entrar en el Estado de Río Grande do Sul, en
Brasil, es concentrarnos fundamentalmente en los países donde estamos ya
operando, que son Perú, Chile, Argentina y ahora Brasil. Y estos mercados
nos ofrecen iguales oportunidades de crecimiento que el mercado
doméstico, pero además las oportunidades de crecimiento son mayores,
porque la penetración de las telecomunicaciones en estos países son
inferiores. Como saben sus señorías, en Perú sólo existen 6 teléfonos por
cada 100 habitantes, en Chile existen solamente 14 teléfonos por cada 100
habitantes y en Argentina, 20 teléfonos por cada 100 habitantes, y
nosotros de aquí al año 2000 esperamos que en Perú se pase de 6 a 11, en
Chile, de 14 a 21, y en Argentina, de 20 a 28.

Me gustaría darles otro ejemplo. Tenemos también en Latinoamérica más de
un millón de clientes de televisión por cable. La televisión por cable no
es un negocio ajeno a Telefónica. Y tenemos casi también un millón de
clientes de móviles. En los mercados donde estamos operando, la
penetración del móvil es del 1 por ciento y va a pasar en tres años a ser
del 3 por ciento; es decir, esperamos multiplicar por 3 nuestra actividad
en la telefonía móvil en los países donde operamos en Latinoamérica.

Plataforma digital. Antes de nada, ¿qué es lo digital? Es una tecnología
que permite transmitir la voz, la imagen y los datos con una gran
eficiencia. Permite comprimir la información y utilizar de una manera
eficiente los medios de transmisión. Con la digitalización se permite
unir la transmisión simultánea de señales de voz, datos, texto e
imágenes. Antes, y ahora, en una línea analógica, podemos enviar una
conversación telefónica o un fax o una comunicación de ordenadores a baja
velocidad. En cambio, por una línea digital podemos enviar voz, datos e
imágenes simultáneamente. Además, las señales digitales pueden ser
procesadas antes de ser transmitidas, lo que permite comprimir la
información y enviar un mayor volumen. Antes, para cada servicio era
necesaria una red especializada, por ejemplo, la red telegráfica, la red
telefónica, las redes de datos, las redes de televisión por cable, y con
la digitalización todas las señales se pueden transmitir por la misma
red. La tecnología digital puede aplicarse tanto a transmisiones por vía
cable como por vía radioeléctrica en general y al satélite en particular.

Como ustedes saben, señorías, Telefónica lleva explotando comercialmente
las redes de satélite desde hace más de veinticinco años y Telefónica
está ya utilizando el satélite para las conexiones de voz, datos e
imágenes. Hoy en los satélites están presentes y entrando de nuevo otro
tipo de compañías, como por ejemplo las de televisión. Entonces, ante el
hecho cierto de que las redes digitales de satélites y cable permitan
llegar a todos los hogares, transmitiendo a la vez voz, datos e imágenes,
Telefónica tiene que estar presente porque es su actividad natural.




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¿Cuál ha sido en este contexto la propuesta de Telefónica? Telefónica ha
intentado integrar en un solo proyecto a todos aquellos que quisieran
participar en la utilización de nuestras redes de transmisión, ya que
nuestra voluntad es ser transmisores de tráfico y permanecer ajenos a los
contenidos. Todos los expertos avalan que desde el punto de vista
económico es mucho más eficiente la existencia de una única plataforma,
entendida ésta como el soporte de transmisión para acceder a cualquier
tipo de contenidos. Sería como tener dos autopistas de peaje entre dos
ciudades sin que el tráfico lo justificara. Y en caso de existir varias
plataformas, sería aconsejable la compatibilidad de los descodificadores.

Muy ligada a la cuestión de la plataforma digital está el cable. Y para
nuestra compañía, para Telefónica, las redes de cable y de satélite son
lo mismo. Por ello pretendemos completar nuestra infraestructura de
cable, para poder ofertar los servicios multimedia a nuestros clientes y
además poder integrar la voz, los datos y la imagen en una única red. Lo
único que nos falta es extender el cable desde la esquina de la manzana
hasta el cuarto de estar de cada uno de los hogares. Las inversiones
prácticamente las tenemos hechas. Telefónica tiene la voluntad de estar
presente de forma generalizada en el cable y hasta la fecha Telefónica ha
respondido afirmativamente a todas las demandas realizadas desde las
Administraciones públicas.

El último apartado de la tercera pregunta era el relativo a la política
tarifaria. Hoy en día todavía la política tarifaria del servicio
telefónico básico la marca el Ministerio, por lo tanto quien debe
resolver esta cuestión es el propio Ministerio de Fomento. No obstante,
hemos propuesto al Ministerio de Fomento la disminución de las tarifas
interprovinciales en un 10 por ciento, en dos tramos: un 5 por ciento
ahora y un 5 por ciento en los próximos meses; y las del servicio
internacional, en un 15,2 por ciento: un 8,8 por ciento ahora y un 6,4
por ciento en los próximos meses.




El señor PRESIDENTE: Vamos a comenzar las intervenciones de los grupos.

Tiene la palabra el portavoz del Grupo Socialista, señor
García-Arreciado.




El señor GARCIA-ARRECIADO BATANERO: Muchas, señor Villalonga, por estar
hoy con nosotros. Nosotros entendimos perfectamente las razones por las
que no pudo estar presente en esta Comisión y fuimos informados también
de la dificultad que tenía para estar nosotros, porque nos decían que hoy
mismo volvía usted de viaje. Si ha sido así, tiene doble mérito y hay que
reconocer el esfuerzo que hace por estar con nosotros, una de las
personas cuya comparecencia históricamente ha sido más solicitada en esta
Comisión y que, por desgracia, se produce hoy por primera y,
posiblemente, por última vez. Hoy estamos ante una última voluntad, en
una Comisión que es prácticamente el testamento final de una compañía que
hasta ahora, sin ser pública porque nunca lo ha sido (hace muchos años
que estaba en minoría en el capital privado), por lo que era, por lo que
es, por lo que representa y quiero creer que por lo que seguirá
representando, concita el interés de los españoles y, por tanto, el de
esta Cámara.

Hoy la realidad es que muere una compañía creada en 1924 y es sustituida
por otra. El excelente bagaje que se transmite como herencia de una
compañía a otra es el resultado de un modelo de gestión que ha sido
positivo en este país y del que, como primera aproximación, tenemos que
decir que todos sus responsables han desaparecido de los órganos de
dirección de la Compañía Telefónica y han sido sustituidos por personas
competentes, no me cabe la menor duda, pero no vinculadas excesivamente
ni a Telefónica ni al conjunto del sector de las telecomunicaciones.

Decía usted, parodiando las palabras de una persona especialmente
querida, que qué importa el color del gato, que sea blanco o que sea
negro, lo importante es que cace ratones. Esto que en política es
relativamente cierto, cuando se manejan dos billones de pesetas de
inversión y hay inversiones importantes de fondos institucionales, hay
que ponerlo más en cuarentena.

A lo largo de estos meses no ha sido posible su comparecencia, no por
culpa suya ni del Gobierno, por culpa de nadie. El agobio de trabajo de
esta Cámara ha impedido algo que hubiera sido sumamente útil, que es
poder haber tenido una información de primera mano del vertiginoso ritmo
al que se han producido acontecimientos importantes, no sólo en la
compañía, como digo, sino en el sector del que es bandera. No hemos
podido tener esa información, y hoy es casi irrelevante la información
que tengamos. Dentro de unos días, usted decía con satisfacción que uno
de cada diez hogares españoles va a ser accionista de la compañía. Hoy
todavía todos los hogares españoles, diez de cada diez hogares españoles,
seguimos siendo accionistas de la compañía a través de los intereses del
Estado en la misma.

Desde el punto de vista del grupo que yo represento, hemos dado un paso
atrás, no en los escenarios comerciales que tiene la empresa, que son
espléndidos; usted lo ha dicho y yo lo comparto. Sobre alguno de esos
escenarios voy a manifestar cierta disconformidad, pero es cierto que es
relevante para el sector el valor estratégico de la compañía, la
colaboración que tiene que prestar el desarrollo del país en un mundo en
el cual las infraestructuras físicas empiezan a ser menos importantes que
las lógicas. La verdad es que los cuarenta millones de españoles que
éramos accionistas de la compañía hemos sido sustituidos por un millón,
cifra no pequeña pero sí menor de la que había.

Tengo que advertir que al no ser empresa pública ni antes ni ahora, todo
lo que quiera decir aquí debe ser únicamente producto de su buena
voluntad, y de lo que quiera contestarnos, pues no tiene ninguna
obligación de responder. Lo mantenía antes y lo mantengo ahora porque
comprendo que los datos estratégicos de una compañía tan importante como
ésta no pueden estar ni en el «Diario de Sesiones» ni, mucho menos, en la
prensa. Pero nosotros quisiéramos conocer su opinión sobre algunas
cuestiones importantes. En los últimos meses se ha producido una
acumulación de información relativa a una cierta debilidad en el sector
internacional de la compañía, que era una política mantenida con mucho
esfuerzo, con mucho mimo, por la



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dirección anterior. Como digo --no hago un juicio de valor, me refiero a
algo que es constatable en los medios de información--, hay síntomas de
una cierta debilidad en los posicionamientos internacionales de su
empresa, algunos inquietantes.

La aparición de Concert, y fundamentalmente su implantación en Portugal,
induce a un cierto cerco en el mercado de la compañía en España. La
respuesta posible es Unisource-ATT. Esa misma información apuntaba a la
existencia de dificultades, incluso a la posible retirada o menor
voluntad de Telefónica de participar en ese concierto que vendría a dar
fuerza a la dimensión internacional de la empresa en América. Se dice que
son, si no lo son tienen condiciones suficientes para serlo, líderes en
el mercado de habla hispana. La verdad es que hemos perdido la mayoría en
Telefónica de Argentina, que pasa a ser del Citibank. No sé si eso es
consecuencia de una estrategia o de una posición de debilidad en esos
mercados. Si es consecuencia de una estrategia y tiene a bien
contárnoslo, quisiera saber cuál es la nueva. Y si es consecuencia de una
postura de debilidad en los sectores de habla hispana, quisiera saber
cómo afectan a la implantación de la compañía en mercados como Chile,
Perú, Venezuela, etcétera, a los que usted se ha referido con la
pretensión de aumentar considerablemente, tanto el consumo en
telecomunicaciones como las líneas disponibles por cien habitantes.

A ello deberíamos de añadir el abandono de las posiciones en México que
se produjo. Se pretenden recuperar ahora con un pacto extraño con
Televisa. Le rogaría que nos informase sobre las razones de ese pacto y
del cambio que usted introdujo sobre alianzas estratégicas con operadoras
en los Estados Unidos, especialmente con la GTE. Nos interesaría también
saber, señor Villalonga, la política de coordinación que piensa mantener
entre las filiales internacionales y de qué manera esa economía de escala
se puede poner al servicio de la economía española al fomentar la
importación por las filiales internacionales de la compañía de bienes y
de servicios producidos en España.

En el terreno nacional hay dos cuestiones que nos han preocupado mucho y
que nos siguen preocupando. Ahora hace usted una apuesta por el cable y
yo tengo que creerle. Lo cierto es que la apuesta que la empresa hizo
hace seis meses fue la contraria: quitó las inversiones en cable, las
abandonó, se llegó a cifrar incluso en 60.000 millones de pesetas las
inversiones previstas en cable que se habían paralizado y que hubieran
sido importantes para tener avanzado un terreno en la competencia que se
va a introducir en el cable. La red troncal es excelente, la red de
distribución también. Es algo exagerado afirmar que sólo falta desde cada
esquina el bucle de abonados hasta el cliente, pero la verdad es que la
posición de la compañía es muy importante en el sector, posición que
hemos defendido con más empeño que el Gobierno, que ha paralizado durante
dos años una oportunidad de negocio importante para la compañía y de
oportunidad de acceso de los españoles a estos servicios que usted
describía de banda ancha, por cable.

Nos preocupa también que este furor que ha entrado por lo digital --que
nunca debió salir de las páginas pares de los periódicos económicos pero
que, por decisión del Gobierno, se ha convertido en objetivo prioritario
de este país-- pudiera producir un desequilibrio de las inversiones de la
compañía hacia el satélite y plataforma digital correspondiente en
detrimento del cable. Aunque usted ha dicho que no se va a producir eso,
me gustaría que me lo ratificara.

A mí me parece también que tiene que haber una plataforma digital. Acto
seguido tengo que añadir que tiene que ser una no a capón, sino porque el
mercado imponga esa realidad. Lo cierto es que en la aventura en la que
se ha metido la compañía como socia del Gobierno nadie pone nada salvo
Telefónica. Yo dudo que Televisión pueda invertir los 27.000 millones
comprometidos en la plataforma digital de tan azaroso nacimiento. Tan
azaroso que tengo que decirle que por casualidad he estado almorzando con
quien fue durante 48 horas presidente de esa plataforma digital y por no
sé qué maldad a las 48 horas dejó de serlo. Hay un grupo de empresas;
están todas en su conjunto; hay un 1 por ciento; dicen Televisión y el
Gobierno que van a invertir 27.000 millones; Televisa no se sabe muy bien
qué es lo que aporta. Me da la impresión de que, al final, va a resultar
pagana Telefónica.

Usted dice hoy, y yo lo comparto, que tiene que estar en el negocio de lo
digital. El negocio de lo digital puede tener como soporte la televisión,
pero también le he escuchado a usted que el negocio de lo digital era
marginal. Para Telefónica parece ser que lo era hasta el 24 de diciembre,
a partir de entonces ha dejado de ser marginal para Telefónica.

Todos estos vaivenes en un pequeño supermercado o en una pequeña empresa
no tienen importancia, pero cuando se producen en una compañía que
gestiona 2 billones de pesetas, que tiene un cash flow de miles de
millones diarios, de la que es accionista tanta gente, son cambios de
estrategia que, en nuestra opinión --y no somos quien para decirlo,
porque, insisto, estamos en el escenario de una compañía privada--, no
dicen mucho de la capacidad de gestión del conjunto de gente que usted ha
instalado en Telefónica. Porque hay cosas extrañas. Por ejemplo, Servicom
es competidor de ustedes en Infovía y en Teleday. Resulta que el anterior
presidente de Servicom es ahora presidente de una fundación de Telefónica
y el nuevo presidente de Servicom es uno de los nueve españoles que, sin
saber por qué muy bien, ha sido nombrado consejero en representación --se
dice-- de los intereses de los pequeños accionistas. Que una compañía
meta en su consejo de administración a presidentes de empresas que son
sus competidoras, es llevar más allá del límite de lo razonable las
reglas de la competencia; yo diría que es darle facilidades al enemigo.

Ahora mismo, ¿qué tenemos en Telefónica aparte del background que usted
ha citado y que yo suscribo, y de las enormes expectativas de crecimiento
y de éxito económico de la compañía? Cosas extrañas. Hay un consejo de
administración en el que los verdaderos inversores, el llamado núcleo
duro, se queda en seis personas, el presidente y su equipo de gestión,
dos; y nueve personas en representación de los intereses de los
ciudadanos, de los cuarenta millones de antes y del millón que van a ser



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ahora. No me cuadra, señor Villalonga. En primer lugar, no me cuadra por
qué no han aumentado su participación los núcleos duros. Y, en segundo
lugar, no me cuadra un consejo de administración donde el que tiene
dinero no tiene fuerza y el que tiene fuerza no tiene dinero. Porque ahí,
al parecer, salvo usted, que ha confesado públicamente tener cien
millones --algunos medios dijeron que mil, usted luego dijo que no, que
eran cien--, la situación es la que yo le digo: el que tiene dinero no
manda y el que manda no tiene dinero. Y el que estaba antes para
garantizar una serie de intereses generales del Estado, los cinco
consejeros en representación del Estado --ésa no es su responsabilidad,
como es obvio, es una responsabilidad de esta Cámara que ha decidido con
nuestro voto en contra que no esté-- tampoco está.

A mí me parece, señor Villalonga, digan lo que digan los estatutos sobre
la duración de los mandatos de los consejeros de administración, que ésa
es una situación económicamente insostenible. Será un mes, dos meses,
tres meses, algún día el que pone el dinero romperá esa situación. Como
no la puede romper en el consejo de administración porque está en
minoría, lo hará en la junta general de accionistas. A mí me parece que
ése es un panorama malo. Quisiera comprenda --insisto que me extralimito
en las funciones y en las competencias que tiene un representante del
pueblo-- que usted me dijese cómo se puede formar así el consejo de
administración de una compañía que es nuestra primera multinacional, de
las compañías mejor gestionadas del mundo y que, como digo, factura más
de dos billones de pesetas al año.

Nos interesaría también saber la política industrial, el sector depende
de la política de compras de su compañía. Ahora mismo hay en crisis
empresas como Ericsson, cuando en un crecimiento explosivo de la TNA no
tiene sentido que Ericsson esté pasando por malos momentos; no en
plantilla, porque siguen manteniendo los compromisos que había. Nos
gustaría saber su política de compras, porque el sector en su conjunto
depende, yo diría que casi exclusivamente, de la política de compras de
ustedes.

También nos interesaría saber qué estrategias van a seguir. Creo que hay
pocas posibilidades de éxito, pero que el Tribunal Supremo haya admitido
el recurso de los sindicatos contra la OPV, es un factor de incertidumbre
en el futuro. Quisiera saber qué piensa usted al respecto y qué situación
se crearía si hubiese alguna decisión jurídica que pudiera cuestionar la
legalidad de la operación.

Respecto a las plantillas, también hemos escuchado mucho al respecto:
sobran diez, quince, cinco mil. Según las páginas de los diarios
económicos que uno lea, la cifra varía. Quisiera también su opinión al
respecto.

Como usted comprenderá, ésta es una comparecencia que había preparado
como mimo y he intervenido con la sensación, como digo, de estar en un
acto de última voluntad porque, a partir de ahora este país, el único en
la Unión Europea, salvo Inglaterra, habrá salido del sector público
completamente, de su primer operador y de su primera empresa. Yo creo que
ése es un error estratégico profundo que pagaremos. No es su culpa, es
culpa del Gobierno. Pero aquí, entre otras cosas, además de para atender
a su comparecencia, está uno para criticar al Gobierno y no puede perder
la ocasión de hacerlo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Gracias por su presencia, señor Villalonga.

Las cosas van muy deprisa, tan deprisa que su comparecencia no tenía el
mismo sentido el día 11 que hoy, diez días después. Usted tenía,
efectivamente, trabajos que realizar y nosotros teníamos una misión que
cumplir, desde eso que usted ha llamado y que efectivamente es la sede de
la soberanía popular. Me va a permitir S. S. que yo haga la misma
intervención que pensaba hacer el día 11. Supongamos que seguimos en el
día 11, en el momento en que el Estado seguía teniendo acciones en
Telefónica. Usted comprenderá que yo perdí esa oportunidad no por mi
culpa, sino porque efectivamente había un viaje que impidió, por diez
horas, hablar con usted en el momento en que nosotros teníamos, como
parte del Estado, acciones en esa compañía.

El tema de Sintel lo damos por respondido, ya que nuestras iniciativas,
tanto en Pleno como en Comisión, han sido respondidas por el señor
ministro del ramo. Y luego tenemos los temas de Telefónica, de cable y de
plataforma digital. Empezaré por el último.

Como usted sabe, dos proyectos no son viables, técnicamente no son
aconsejables y comercialmente son muy dudosos. Nosotros estamos apostando
desde el principio por un solo proyecto, porque se ha instalado la
demagogia en este país. Se dice que dos proyectos es más plural que uno
sólo, confundiendo monopolio con participación accionarial en el
proyecto. Un proyecto con una participación diversificada es,
naturalmente, pluralidad. Dos proyectos, si tienen una participación
específica, es un duopolio, o un monopolio en el caso de que uno tenga
una participación muy amplia de una sola empresa. Pero como la demagogia
se ha instalado en este país y la lucha del poder está ocultando el
verdadero debate, nos encontramos con una situación en la que dudamos de
que se esté luchando frente al monopolio desde una actitud
diversificadora y de pluralidad; más bien parece que son dos procesos de
constitución de monopolio o de duopolios. En este momento pensamos que se
están estableciendo tácticas de presión de cara a la negociación y al
reparto real del accionariado. Son tácticas de presión, tanto por parte
de las empresas integradas en el Canal Satélite como de las otras
empresas integradas en la distribuidora que usted representa aquí.

Desde ese punto de vista, tenemos noticia de que ya hay contactos muy
serios para la constitución de una sola plataforma digital, y nos
interesaría mucho que usted nos adelantara en qué dirección caminan estos
contactos. Porque todo cambió de un día para otro. Incluso esa ley que
podría romper la exclusividad de muchos contratos que afectan a la Liga
de Fútbol y otros partidos, podría no llegar siquiera al Consejo de
Ministros mañana. Hay unas tácticas directas de presión, desde nuestro
punto de vista, para constituir



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el accionariado de la plataforma digital, que puede racionalizar tanto el
proyecto técnico cuanto el proyecto comercial.

Nos ha llegado un rumor muy concreto, que circula por los pasillos y que
yo no dejo de exponer ante usted por si puede comentarlo. Se dice que
pueden estar funcionando las cosas de tal manera que el 40 por ciento
podría ostentarlo la parte de las empresas que hoy constituyen Canal
Satélite, fundamentalmente Sogicable. No sabemos exactamente cómo iría la
participación de Antena 3 en esta negociación previa que puede estar
realizándose; sabemos que ustedes mantendrían, como Telefónica,
aproximadamente el 35 por ciento; y no sabemos en qué grado (repito que
es un rumor) podría participar Radio Televisión Española y algunos otros
canales autonómicos. Incluso en el rumor se incluye a Televisa como muy
distanciada de la posibilidad de tener un paquete determinante. Es
posible --se dice-- que no tenga ningún paquete. Le preguntamos porque a
este rumor se le añade el del reparto de los partidos de fútbol, que
parece que está muy proporcionado, por cuanto una parte se llevaría la
codificación del domingo y cuatro partidos más, y la otra seis partidos.

Esto es lo que está sonando. Parece lógico en este proceso de
unificación, por razones técnicas y comerciales, en una sola plataforma.

Yo le pido que comente esta idea para tranquilizarnos a todos y para que
reinventemos la racionalidad en este negocio, que está poniendo
histéricas a muchas páginas impares de periódicos de este país, como
diría el señor García-Arreciado.

Con respecto a Telefónica vamos a discutir cuando ya se ha privatizado
totalmente; cuando aún no está establecido el marco regulador del sector
pues dentro de una semana brevísima va a entrar en este Congreso la nueva
Ley general de telecomunicaciones y no sabemos siquiera si se va a
mantener, lo cual chocaría frontalmente con nuestra posición, el servicio
público universal --una o las dos cosas: servicio público y servicio
universal-- que se contienen en esta Ley; y cuando se anuncia una
liberalización total que se ha adelantado un año --ahora diré por qué
razones, que le afectan a ustedes, que afectan a compromisos que ustedes
tenían con Unisource--, en un momento en que no va a haber control
democrático alguno por parte de este Parlamento ni por parte del Estado,
en un momento en que nuestra estrategia de telecomunicaciones puede estar
marcada por determinaciones de capital extranjero, lo cual nos preocupa
muchísimo, como usted comprenderá.

Paso a formular una serie de preguntas que le ruego, puesto que estamos
en el día 11 de febrero, que me conteste como presidente de la empresa
pública Telefónica, sociedad anónima. En relación al futuro de la
plantilla, en diversas comparecencias ante los medios de comunicación
usted ha hablado de 12.000, 15.000 e incluso de 20.000 puestos de trabajo
que habría que eliminar para el año 2001. Hace tres semanas --creo que
fue en Londres--, ante preguntas de medios financieros, usted confirmó
que aplicaría una política de reducción de costes laborales mediante
jubilaciones anticipadas. Es verdad que no concretó usted los puestos de
trabajo, pero si habló de trabajadores con más de 50 años en Telefónica
nosotros hemos sacado 20.000. Deducimos que puede haber una reducción de
20.000 personas en Telefónica, teniendo en cuenta las declaraciones que
usted hizo hace unas tres semanas en Londres. De otra parte, ¿podría
concretar si se piensa respetar el plan estratégico vigente que se pactó
con los sindicatos y que, eso sí, contemplaba de manera muy concreta una
reducción voluntaria de 11.000 personas de la plantilla de Telefónica en
cinco años, o, por el contrario, que sobran 20.000 que tienen más de
cincuenta años? El plan estratégico en vigor al que me he referido se
pactó con los sindicatos y contemplaba prejubilaciones voluntarias a
trabajadores y trabajadoras mayores de 57 años, con un recorte, repito,
de 11.000 puestos de trabajo hasta el año 2001. Nos interesaría que se
aclarara esto, porque queda en el aire el recorte, traumático o no en
función de que se acepte o no el plan estratégico anteriormente firmado.

Un segundo bloque de cuestiones, señor Villalonga. Hasta ahora su
actividad, breve pero tremendamente dinámica --nos cuesta trabajo
seguirla hasta por los medios de comunicación-- tiene un solo objetivo y
es cerrar con éxito la privatización de la compañía; fundamentalmente
esto. No ha realizado ningún posicionamiento público con respecto a la
estrategia a medio y largo plazo de la empresa.

La indefinición de esta estrategia tiene, por ejemplo, una base clara en
las alianzas internacionales. Tras congelar la presencia de Telefónica en
la alianza con Holanda, Suecia, Suiza, hay que recordar que el Gobierno
ha tenido que adelantar prácticamente un año, de finales de 1999 a
diciembre de 1998, la liberalización total de las telecomunicaciones, con
la carga negativa que esto tiene con respecto a Retevisión, segundo
operador, a la hora de fortalecerla de cara a la total liberalización del
mercado. Esto no se ha cumplido, pero sí se ha adelantado un año el
proceso de la liberalización, lo cual ha puesto todavía más nerviosos a
la gente de izquierda, a los sindicatos, pues tiene consecuencias serias,
o puede tenerlas.

En segundo lugar, la rectificación a la que le ha obligado el Gobierno de
cara a la privatización poco ortodoxa que se intentó con respecto al
23,7-23,8 por ciento que el Patrimonio mantenía en Telefónica
Internacional. El valor de esta compañía se situó entre 120 y 125.000
millones de pesetas cuando Telefónica acordó pagar a Patrimonio unos
106.000 millones de pesetas; una valoración muy por debajo de la que se
había hecho anteriormente. Nos interesaría su comentario al respecto,
pues este tema lo frustró clarísimamente el Ministerio de Economía en
función de estas valoraciones y de otras cuestiones a las que no voy a
aludir.

También, según usted ha declarado, la salida del Estado de Telefónica es
imparable dentro del proceso mundial de globalización, donde el poder
público, ha dicho, queda reducido al papel de regulador, dejando la
propiedad en manos privadas. Ante esta posición y sus prisas por
renegociar el contrato entre el Estado y Telefónica, contrato que abarca
el período 1991-2021, tenemos muchas preocupaciones, en relación
fundamentalmente a la prestación del servicio universal, al régimen de
tarifas y a las tasas de interconexión de otros operadores, Retevisión y
Compañía



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de Televisión por Cable, con respecto a la red de Telefónica.

Nosotros entendemos que la prestación del servicio universal puede estar
sometida a graves riesgos desde la poca rentabilidad de este servicio en
determinadas zonas geográficas. Incluso la nueva ley, todavía a nivel de
borrador, de anteproyecto general de telecomunicaciones, establece que
hay que tener en cuenta lo asequible de los precios de cara a establecer
el servicio universal. Queremos saber qué va a significar esto de cara al
mantenimiento, a la consolidación, teniendo en cuenta las nuevas
tecnologías que están por venir y la sustitución de todo lo analógico,
por ejemplo, en telefonía móvil, de cara al mantenimiento del servicio
universal. Creemos que hay peligro en la prestación de este servicio en
aras quizá de una eficiente empresa y al no existir a partir del 1 de
diciembre de 1998 ningún control, ni del Parlamento ni del Gobierno.

En esta renegociación del contrato entre el Estado y Telefónica, parece
que usted persigue el aumento gradual de las tarifas locales. Se le ha
pedido que congele estas tarifas hasta mediados de 1998 para cumplir los
criterios de Maastricht, sobre todo el que se relaciona con la inflación,
que va a ser uno de los fundamentales, sin duda, tal como van las cosas.

Con ello, nos tememos que, a partir de la liberalización total, el
aumento del 20 por ciento, ya que se orientan los precios a satisfacer
los costes, puede realizarse de forma brusca. Y nos gustaría que
comentara este aspecto, de enorme importancia.

Voy terminando, señor Presidente. Sus previsiones de cara a las ventas en
el extranjero. Lo estamos siguiendo de manera pormenorizada y usted ha
dicho que, en el plazo de dos o cuatro años, Telefónica conseguiría la
mitad de su volumen de ventas en el extranjero, han concedido una
especial importancia al mercado del Extremo Oriente, mercado para el que,
junto al del norte de Africa, se ha creado una nueva dirección general, y
han hecho unas previsiones que nos parecen tremendamente optimistas, que
no se corresponden con la realidad material, por lo menos la que nosotros
conocemos.

Telefónica puede sufrir ataques en su mercado de Iberoamérica por parte
de operadores norteamericanos, que pueden frustrar una parte de eso que
usted ha adelantado como mercado fundamental en razón de una dinámica que
nosotros, en principio, no compartimos. Por otra parte, los mercados de
Extremo Oriente, desde que en la década de los ochenta se inició la
presencia de las industrias españolas, ha sido muy difícil, tremendamente
difícil. Hay una enorme influencia del Japón, apoyada en potentísimos
créditos; influencia norteamericana, inglesa y australiana; y existen ya
operadores y alianzas con intereses muy fuertes en estos mercados. Por lo
tanto, creemos que hay un exceso de optimismo en lo que se está
anunciando.

Nosotros le volvemos a preguntar en qué va a consistir la estrategia.

Porque usted me va a permitir que, teniendo en cuenta la enorme
importancia de esta empresa, podamos decir de la primera multinacional
española, con 67.500 trabajadores, que, hasta ahora, más bien se está
operando como si fuese un banco de inversiones más que una empresa tan
importante, con determinación estratégica en el futuro de este país.

Y de cara a las compras, ya hay problemas serios en Ericsson y en alguna
otra empresa. Quisiéramos saber su política de compras, porque ya la
empresa matriz de Ericsson en Suecia está anunciando una externalización,
una operación que podría afectar prácticamente a la mitad de la plantilla
de esta empresa en poco tiempo, tal como se ha dicho; en foros exteriores
a España, pero se ha dicho, que nosotros conozcamos. Aunque aquí todavía
se mantiene en secreto, nos parece que puede afectar de lleno a una
empresa que tiene una enorme importancia, que ha invertido en España, que
tiene aquí una estructura de tres mil y pico trabajadores y que, sin
embargo, ve cómo se compra a otras empresas que no han invertido, que no
tienen plantas, y no sabemos por qué razones y en función de qué
intereses; por lo menos no adelantamos nuestra versión de los hechos
todavía.

Y finalmente el tema del cable, señor Villalonga, tema que nos interesa
mucho. Parece que el Plan Fotón ha metido ya una fibra óptica a lo largo
de unos setecientos mil kilómetros en este país, aunque todavía hay
problemas de desequilibrio territorial muy serios. Nos gustaría que usted
los comentara de cara al próximo futuro, no vayamos a establecer, en
función de la liberalización y de la privatización de la compañía, una
telecomunicación distinta para ricos que para el resto, para los menos
ricos. Hablo tanto de territorios como de zonas pobladas o no pobladas. Y
querríamos saber su política de cara a cómo van a utilizar y en qué
margen de tiempo el título habilitante que la ley les concede de manera
automática, porque éste es un tema de enorme importancia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor
Rodríguez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Empezaré por comentar las observaciones que
el señor Presidente de Telefónica ha hecho sobre la venta de Sintel.

Es curioso que el señor Presidente aludiese a que fue una venta realizada
antes de acceder al cargo que hoy ocupa, pero, al mismo tiempo, saca como
conclusión un aval pleno a este tipo de operación. Lo que quizá no
comentó es que en el manejo de cifras que hizo se evidencia un negocio
espectacular, de cumplirse las cláusulas de la venta, a través de un
volumen de compra por parte de Telefónica a Sintel que realmente no es
nada despreciable frente a ese reparto del dinero en anualidades para
comprar la compañía. Y lo que es más, no hizo ninguna alusión al hecho de
que la venta se realizase con cierta nocturnidad, en un momento político
que no era el más adecuado y, por supuesto, sin contar con la
participación o con la opinión de los trabajadores.

Esto habla muy a las claras de que posiblemente, en la actual
circunstancia internacional, estemos viviendo un momento en que los
partidos políticos son más bien instrumentos de grandes intereses
económicos; la política muchas veces puede variar en cuanto al partido
que esté en el poder, pero, en determinadas cuestiones sustanciales,
seguir



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siendo la misma o seguir siendo víctimas de los mismos grupos de presión.

Y empezamos con el tema de la Telefónica de España.

El canto que hizo a la Telefónica como una gran empresa de la que
debíamos sentirnos orgullosos no cabe duda de que responde a una
orientación muy propia de España, que consiste en mezclar una especie de
apariencia de patriotismo tradicional con cierta tendencia, al mismo
tiempo, a un entreguismo claro, siempre que se trate de cuestiones
internacionales. El patriotismo resalta cuando se habla, con poca
corrección yo creo, de que la compañía era líder en el mundo de habla
hispana. Pero sintomáticamente, porque se vincula además, no solamente a
un área geográfica, sino también a un área lingüística, el mundo de las
telecomunicaciones, lo cual sin duda tiene algo de lógica y algo de
intencionalidad que después intentaré comentar.

En todo caso, este gran orgullo patriótico de España, ese suculento
manjar, a partir de ahora está claro que no todos los ciudadanos
españoles van a sentirlo igual, en la medida en que no es una empresa
mayoritariamente pública o relevantemente pública, sino una empresa
privatizada, y privatizada no sólo a favor de grandes grupos
empresariales o financieros del interior del Estado, sino prácticamente
con vínculos internacionales muy poderosos. Por lo tanto, habría que
preguntarse ¿orgullo de quién?
En segundo lugar, el papel estratégico de los operadores y de las redes
de información quedó claro, aunque el Gobierno lo haga en nombre del
habla hispana, que yo creo que es un lapsus o una metonimia, porque
habría que hablar de las lenguas peninsulares, ya que el propio
presidente de la compañía habló del caso de Brasil con el portugués. El
mismo señor que está hablando, que es un ciudadano del Estado español,
desde luego no se identifica con el término habla hispana; en todo caso,
con el de lenguas peninsulares o hablas peninsulares. Pero es curioso que
todo esto contrasta, y quizá tenga mucho que ver con lo que está pasando,
con el hecho de que el señor presidente de la compañía habló de negocios
domésticos, en clara traducción del inglés y desde luego en uso muy poco
apropiado del español. Y no es por hacer corrección lingüística, sino
porque indica también que el proceso de internacionalización tiene sus
miserias, tiene sus dependencias y, por supuesto, desde la perspectiva de
un gallego, mucho más. Yo creo que ahora, yo hablando gallego, traduciré
también del señor presidente de la compañía y voy a hablar de vos
domésticos cuando me vaya a Santiago de Compostela, con lo cual la
jerarquía queda establecida; el origen está en un lado, España hace de
intermediario y los que estamos más abajo copiaremos.

Entonces ¿de qué se trata? De que, efectivamente, aparte del BBV, de
Argentaria, de la Caixa, la privatización de la compañía se está haciendo
con asesores y con agentes que no son neutrales; por supuesto, no son
ciudadanos de a pie, esos que van a comprar las célebres matildes
pensando que son propietarios, cuando realmente no van a controlar la
compañía. ¿Quiénes van a ser los núcleos duros de la futura Telefónica?
Porque hasta ahora sabíamos que, en términos relativos, en términos
relativos, era el Estado español, aunque estuviera después subordinado a
otros intereses prácticamente privados. Esto también es el problema de la
titularidad pública en este momento.

Preguntaría: ¿Quién va a salir más beneficiado de forma organizada? No me
refiero al número de acciones individualizadas, sino a quiénes van a ser
los más privilegiados en el proceso de privatización de ese 21 por ciento
del accionariado que tenía el Estado. Si la venta pública se hace previa
aceptación de ese plan estratégico que ya se había trazado antes
--1996-2000-- de la reducción de prácticamente 20.000 puestos de trabajo.

Y si la venta, la privatización se hace también previo un cambio
estructural, curiosamente, que lleva consigo la desorganización
territorial de la compañía dentro del Estado español; en concreto, un
país como Galicia desaparece del organigrama como tal, pasa a estar
descuartizada en unidades de negocios muchísimo más amplias. ¿No cree el
señor presidente que los clientes van a padecer, los servicios van a
padecer, las reparaciones van a padecer? Esto es así de claro incluso en
otras compañías donde se siguió un modelo similar. Si se analizase
detenidamente el caso de los ferrocarriles españoles en la actualidad,
muchos de los defectos que tenían antes hoy fueron agravados; lo que pasa
es que como es un problema puramente mercantil, o se traduce en esos
términos, no aparecen tan traducidos ante la opinión pública. E incluso
si esta falta de territorialización de la compañía y de sus servicios no
va a repercutir en la forma de repartir la carga de trabajo que quede
después de la privatización.

Por último, en relación con Galicia, cómo va a afectar esta privatización
a lo que usted sabe que fueron desembolsos muy importantes de la
comunidad autónoma en materia de subvenciones a la Compañía Telefónica
para que el mundo rural pudiese contar con telefonía celular; según
parece, en la estrategia del futuro va a desparecer, en concreto, a
partir del año 2007.

En definitiva, en nombre del Bloque Nacionalista Galego, le diría que la
operación no pensamos que sea para sentirse orgullosos desde el punto de
vista de los colectivos o de las naciones que integramos el Estado
español y no es tampoco modélica desde el punto de vista legal, porque yo
creo que habría que respetar las leyes vigentes. Está claro que en este
tipo de cuestiones se está actuando demasiado frívolamente con leyes que
aún están vigentes, como la Ley del Patrimonio o la Ley de Organización
de las Telecomunicaciones.

Y ahora vamos a pasar a la plataforma digital. Yo agradezco su
explicación tan entusiasta, porque para mí fue clarificadora, ya que soy
bastante analfabeto en estas cuestiones de tipo tecnológico.

La lección que nosotros vemos en la crisis político-empresarial de la
plataforma digital es que sería mucho más útil tener una única. Pero ese
debate plantea entonces una cuestión más de fondo, que es por qué una en
un proceso donde todo se está privatizando, donde se dice que todo hay
que liberalizarlo, donde no se miden para nada los costes sociales de
ninguna operación; sin embargo, en esta ocasión sí hay que medirlos. Yo
soy muy favorable a una



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plataforma única, pero es que yo creo que lo que es la red debió ser
prioritariamente pública y después dejar que se operase a través de esa
red transmitiendo todo tipo de contenido a quien lo pagase, fuese
público, fuese privado o fuese lo que fuese, con tal de que hubiese una
reglas de juego mínimamente ecuánimes, transparentes y de recibo para
toda la sociedad.

El problema es que, aunque esto se pueda presentar mayoritariamente como
público, vemos que la Compañía Telefónica se privatiza en el momento en
que se presenta también la plataforma digital. Que Televisión Española no
es una empresa con capacidad, desde el punto de vista público, para hacer
frente a una inversión de tal calibre. Que Televisa es una empresa
privada y, por cierto, vinculada a un partido político de una amplia
tradición monopolística en México, como el PRI; o al revés, el PRI
víctima de la empresa Televisa.

Todo esto nos lleva a pensar que el Gobierno también actuó como si fuera
un agente de intereses privados, no para el servicio público. Porque está
claro que la otra plataforma digital tiene unas connotaciones económicas
e ideológicas fuera de toda duda. ¿Realmente va ser posible llegar a un
acuerdo?; ¿ese acuerdo va a tener algo fundamental, que es el criterio de
servicio público de lo que es la red, lo que es el operador básico, o va
a estar muy condicionado a intereses exclusivamente privados?; ¿es
posible este acuerdo cuando ya la otra plataforma está funcionando?; ¿es
posible, incluso, que esta otra funcione cuando la otra lleva cierto
adelanto evidente con un apoyo claro de lo que es la Unión Europea por la
vía de hechos? Esas televisiones digitales parece que están ahí y yo creo
que hay algunos ciudadanos que las están utilizando.

En definitiva, para que quede clara nuestra posición, ya que nos queda
como dato fundamental la palabra, en este conflicto, no porque no debamos
definirnos, que pensamos que hay que definirnos en todo, lo que está
claro es que una realidad o un conflicto en el que un país como Galicia
no pinta nada y una organización política como el Bloque Nacionalista
Galego, mucho menos. Y, sin saber los entresijos de la cuestión, lo más
prudente es una abstención, con el deseo de que efectivamente en el
Estado español las cosas vayan por un camino de transparencia
democrática, de libertad de expresión, y no de involución democrática, a
lo que realmente parece que nos encaminamos, al margen de esta cuestión
de la plataforma digital o de la guerra que se hace en ella, que yo creo
que es un capítulo interesante de un futuro que desde luego nosotros
preferíamos que fuese más plural, más diverso, precisamente para que
todos los pueblos del Estado español nos pudiésemos sentir orgullosos de
la política que se hace a nivel doméstico y para poder favorecer una
política internacional en un mundo de lenguas peninsulares, que, por los
datos que usted dio, son bastante alarmantes, unos datos que indican
también la miseria en que se está viviendo en el mundo, en la versión
internacional del mundo maravilloso en que vivimos.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Sedó, por Convergència i
Unió.

El señor SEDO I MARSAL: En primer lugar, señor Villalonga, le saludo en
representación de nuestro grupo, y agradezco su información, su muy
interesante información.

Simplemente a efectos de que conste en el «Diario de Sesiones», en la
primera comparecencia del Ministro nuestro grupo se interesó por el tema
Sintel; por otras vías ya sacamos información. No presentamos ninguna
iniciativa parlamentaria, pero hoy, como viene, lo hago constar.

En realidad, yo tenía preparada una serie de preguntas dentro de cuatro
capítulos; algunas de ellas prácticamente en su exposición ya me han
quedado resueltas, pero en todo caso algún matiz le voy a pedir.

El primer capítulo sería sobre la liberalización. Había una fecha, una
fecha tope para iniciar la liberalización, pero el Gobierno español había
hecho uso de una prórroga de cinco años. Posteriormente, esta prórroga se
ha rechazado; aunque no han sido cinco años, se le da un año
prácticamente. ¿Cuál es la opinión de Telefónica en relación a este nuevo
escenario de liberalización de las telecomunicaciones, la liberalización
de la telefonía básica a primeros de diciembre de 1998? ¿En este momento
cuál es el escenario que usted ve? Ya nos ha hablado usted de otros
operadores, tanto en móvil como en el otro sistema y nuestra pregunta es
¿qué escenario futuro prevé? Van a venir más operadores, ¿pero cuántos
operadores estatales puede haber? ¿Puede haber operadores regionales a
medio plazo? ¿Qué impacto va a tener para la compañía la apertura al
mercado de la telefonía básica con la liberalización?
En otro capítulo, que sería la interconexión, al haber otros operadores,
algunos de los cuales posiblemente circulen por su casa, para decirlo de
alguna manera, nos interesaría conocer su opinión respecto a la propuesta
recogida en la orden ministerial de 1 de febrero, que dice temporalmente,
y hasta diciembre de 1998, que las tarifas, esas tarifas de
interconexión, sean fijadas por el Ministerio de Fomento, en vez de que
lo sean por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.

Tercer capítulo: el cable. Usted nos ha dicho que no es un negocio ajeno
a Telefónica. También decía que prácticamente lo que les interesa es
entrar en la salita de estar de las viviendas. ¿Pero qué perspectivas
tiene Telefónica en cuanto a su participación en el cable? La importancia
que pueda tener esto. Y, en los concursos que se van a convocar, o puede
ya haber alguno convocado, ustedes tienen la posibilidad que les da la
ley de hacer uso de la licencia de habilitación. ¿Cómo va a responder,
han contestado ya que van a hacer uso de lo que les permite la ley en
estos concursos que se van a convocar?
En la plataforma digital, como cuarto punto, mi pregunta era si
Telefónica tiene un interés real, verdaderamente real, en entrar en el
negocio de la televisión digital. Usted nos ha dicho que a Telefónica le
intersa estar presente. Si esto ya responde al interés real, yo quisiera
que me lo ampliase un poco más. Usted nos ha dicho, y puede ser que en su
contestación me lo repita, que les interesa más el tráfico que el
contenido, pero insisto en la palabra real. ¿Esto es interés real o es
coyuntural, que le ha venido por circunstancias de otro tipo?



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Ha dicho que cree que sería interesante integrar un solo proyecto de
plataforma digital, que existiese un solo proyecto, y, aunque ya se lo
han preguntado otros grupos, muy concretamente el señor Alcaraz, ¿cómo
van las negociaciones sobre una posible entrada de la compañía en alguna
plataforma, sea ya la existente o la que se pueda crear con los
inconvenientes de la existencia de dos plataformas, sobre todo las
dificultades desde un punto de vista que nosotros también vemos
comercial?
Y esperando su respuesta quiero darle las gracias anticipadas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Carreño.




El señor CARREÑO RODRIGUEZ-MARIBONA: En primer lugar, gracias al
Presidente de Telefónica, señor Villalonga, porque prácticamente el
primer acto público después del proceso de oferta pública de acciones es
esta comparecencia en el Congreso de Diputados, gracias que debe
compartir con el presidente de la Comisión, que insistió además en su
presencia precisamente al tomar tierra en Madrid.

Hay un aspecto que quiero resaltar, que es la política del Gobierno en
dos hechos; uno, que se ha comentado ya, la liberalización de las
telecomunicaciones, el adelanto en dicho proceso y la fecha definitiva; y
otro, la decisión de la venta del cien por cien de participación del
Estado en la Compañía Telefónica. Esa fue una decisión y política del
Gobierno.

Y quiero dar la enhorabuena al Presidente, señor Villalonga, por el éxito
de esta campaña de privatización. Se pasa, y en este momento es un reto
importante, de unos ingresos, de unos resultados en estos últimos años
récord, comparativamente con otras empresas de telecomunicación europea,
de un régimen de monopolio a una liberalización de las
telecomunicaciones, a una competencia grande y a una política tarifaria
que va a influir enormemente en los resultados económicos de la Compañía
Telefónica. Se pasa, en Telefónica internacional, de países de habla
hispana a países iberoamericanos y a un ritmo vertiginoso en que la
velocidad del avance tecnológico es superior a la del avance legislativo.

Han hecho varias preguntas algunos compañeros de otros grupos políticos
sobre las previsiones de Telefónica a medio largo plazo. Hablar del año
2000 ó 2001 en este mundo de telecomunicaciones es casi a largo plazo.

Se ha interesado por el tema de la plataforma digital, y yo quiero
comentar sólo que el 11 de febrero era una empresa con participación
pública. Hoy prácticamente es una empresa privada y, dentro de la
estrategia de una empresa privada, puede haber estrategias secretas que a
lo mejor no inviten al señor Villalonga a explicar en este momento cuál
va a ser la estrategia de Telefónica, empresa privada.




El señor PRESIDENTE: En efecto, antes de darle la palabra al señor
Villalonga para que conteste, sí debo decir que yo, como Presidente de la
Comisión, desearía que contestara lo más ampliamente posible a todas las
preguntas de todos los grupos. Pero tengo que decir que la misma
advertencia que se ha hecho no cambia nada que sea el 20 de febrero o el
11 de febrero; lo mismo hacíamos el año pasado y hace dos años, pues
siendo la Compañía Telefónica una empresa con una gran participación
privada, decíamos entonces, ahora privada, puede haber alguna decisión
estratégica en que indudablemente no parezca conveniente hacer esa
explicación.

Tiene la palabra el señor Villalonga.




El señor PRESIDENTE DE LA COMPAÑIA TELEFONICA NACIONAL DE ESPAÑA, S. A.

(Villalonga Navarro): Señorías, antes de empezar a contestar a cada uno
de los señores Diputados que han intervenido, me gustaría hacer una
introducción hablando del tremendo éxito de la privatización de
Telefónica. Y no me refiero al éxito en el mercado doméstico, en el que
la demanda ha superado en más de siete veces a la oferta de acciones. Me
estoy refiriendo al tramo internacional, porque en el tramo internacional
durante las últimas tres semanas nos hemos reunido con más de 160
inversores en reuniones individuales, y hemos tenido más de doce
reuniones con grupos de inversores, que en cada reunión había más de 30
inversores. Y en los contactos con estos inversores han avalado el
proyecto de Telefónica y han confiado en el proyecto que el nuevo equipo
de gestión de Telefónica les ha planteado para el futuro.

Empezaremos con el primer bloque de preguntas.

Se ha dicho que el nuevo equipo gestor de Telefónica ha hecho
incorporaciones masivas y que ninguna de las personas tenía nada que ver
con el sector de las telecomunicaciones. A mí me gustaría compartir con
sus señorías que el anterior equipo gestor incorporó a más de 1.500
personas a Telefónica y el nuevo equipo que yo presido ha incorporado a
seis personas. Y la principal modificación en el organigrama de la
compañía ha sido la creación de unidades de negocio para estar más
cercanos a los clientes. Y estas unidades de negocio han sido la unidad
del mercado residencial, el mercado de grandes empresas, el negocio del
móvil, el negocio de internacional en Iberoamérica y el negocio de
internacional fuera de Iberoamérica.

A mí me gustaría decirles a SS. SS. que al frente del mercado de empresas
está don Guillermo Fernández Vidal con solamente 28 años de experiencia
en la Compañía Telefónica. Al frente del mercado residencial está don
Rafael Hernández, que entró de botones en la compañía a la edad de 14
años y que tiene más de 31 años de experiencia en Telefónica. El negocio
del móvil está gestionado por don Luis Lada, que tiene más de 28 años de
experiencia en Telefónica. Y el negocio de internacional fuera de
Latinoamérica está gestionado por don Francisco Mochón, con siete u ocho
años de experiencia en el sector de las telecomunicaciones. En el sector
de Iberoamérica hemos efectuado un cambio de estrategia en lugar de ir a
la conquista de nuevos mercados, porque antes las prioridades eran acudir
a los procesos de privatización de Ecuador, de Honduras, de El Salvador,
de Paraguay, de Nicaragua, de Panamá. La estrategia no es acudir a nuevos
mercados, la estrategia es gestionar mejor lo que tenemos ya hoy en día.

Y



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por eso hemos cambiado el perfil del gestor, que en lugar de ser un
perfil de ir a apertura de mercados, es un perfil de más gestión.

Quiero recordarles que las unidades de negocio de Telefónica hoy en día
están gestionadas por cinco personas cuya experiencia en el sector de las
Telecomunicaciones es de 95 años. Ninguna de las personas que han
abandonado el comité de dirección de Telefónica procedía del sector de
las telecomunicaciones y ninguna de ellas era ingeniero de
telecomunicaciones.

Se ha hablado de nuestra debilidad en el sector internacional. Me
gustaría compartir también con sus señorías el éxito tan importante que
ha tenido Telefónica entrando en el mercado de Brasil. Hemos entrado en
Río Grande do Sul, en la privatización de la compañía CRT, en la que ha
sido una subasta, y la subasta la ganaba el consorcio que ofreciera el
mejor precio. En la gestión de Telefónica estábamos preocupados, porque
si perdíamos habíamos perdido, y si ganábamos pero la segunda oferta era
un 25 o un 30 por ciento inferior a la nuestra se nos diría que éramos
malos gestores. Y así, mientras en la operación de Perú Telefónica pagó 2
millones de dólares por encima de la segunda mejor oferta, en la oferta
de Brasil, que ha sido de 658 millones de dólares, hemos ofertado
solamente 3 millones de dólares más que el segundo operador, que ha sido
los italianos de la Stet.

Se ha hablado de cuál va a ser nuestra estrategia con Portugal Telecom.

Estamos actualmente compitiendo en la privatización de Portugal Telecom a
través de Unisource y nuestros principales competidores son Concert y
Global One, y ahí estamos. Y la resolución de los portugueses la
esperamos para antes del mes de marzo.

Se ha hablado también de la pérdida de control de Telefónica en
Argentina. Esta fue una sorpresa con la que nos encontramos, que
Telefónica había perdido el control de Argentina. Y tengo que
comunicarles a sus señorías que la semana pasada en Nueva York firmamos
con Citibank la recuperación del control de tasa en Argentina.

Abandono de la posición en México. Evidentemente. En mi primera
comparecencia en el consejo de administración dije que nuestro máximo
objetivo era aumentar el valor de la compañía para los accionistas,
porque esto solamente lo podríamos hacer si servíamos mejor a nuestros
clientes y teníamos un compromiso total con todas las personas que
trabajan en Telefónica. Cuando vimos las proyecciones del negocio que se
nos ofrecía en México a través de la compañía Alestra, vimos que era una
operación que estaba a punto de ser firmada y que iba en contra de la
forma de trabajar de Telefónica en el pasado: se utilizaba la marca de
una operadora norteamericana, estaba gestionado por terceros, nuestra
participación era muy pequeña y las proyecciones financieras del negocio
no ofrecían suficiente retorno para nuestros accionistas. Después de un
cuidadoso análisis llegamos a la conclusión que lo mejor era abandonar el
proyecto de Alestra.

Hemos repetido en numerosas ocasiones que TISA no está a la venta, que
ningún operador de telecomunicaciones entrará en el capital de TISA, tal
y como estaba previsto. Cuando nosotros llegamos la duda estaba en qué
operador norteamericano tenía que entrar en el capital de TISA. Cuando
vimos el potencial que ofrecía Iberoamérica, lo que queríamos era
entregar a nuestros accionistas todo el valor que todavía estaba oculto
en TISA. Y por eso en lugar de iniciar el proceso de venta o de sacar a
Bolsa TISA, hicimos la operación contraria, que fue comunicarle al Estado
nuestro deseo y nuestro interés de adquirir el 24 por ciento que el
Patrimonio tenía en TISA.

¿Cómo vamos a hacer la coordinación de las operadoras internacionales? Yo
creo que ésta es otra cuestión importantísima, porque hasta la fecha las
compañías internacionales estaban gestionadas de forma independiente. ¿A
qué dedicaban el tiempo los gestores de Telefónica Internacional? A
acudir a nuevos procesos de privatización. Hoy en día lo están dedicando
a ayudar a los gestores de Chile, Argentina y Perú a conseguir el
crecimiento que hay en esos países y a mejorar la eficiencia en la
gestión. Y por ello estamos empezando a gestionar estas compañías como un
grupo integrado, aprovechándonos de las enormes sinergias que hay, tanto
en el lado de los ingresos como en el lado de las reducciones de coste.

Mercado doméstico: evidentemente. Si un juez paralizó las operaciones de
la compañía en cable, estábamos pendientes de unas resoluciones de
Bruselas y teníamos que tardar de 18 a 24 meses a empezar a operar desde
que empezase el competidor en cada una de las demarcaciones, sabiendo que
el cable será en el futuro una de nuestras ventajas competitivas, lo que
hicimos fue retrasar las inversiones.

Tecnología digital. Cuando hablamos de que para Telefónica es importante
estar ahí, me gustaría compartir con SS. SS. que a nuestros clientes no
les importa cómo van a efectuar la telecompra o cómo van a ver la
televisión a la carta o cómo van a poder acceder desde casa a los cuadros
del Museo del Prado; no les va a importar si la tecnología es digital vía
cable o digital vía satélite. Nosotros tenemos grandes incertidumbres
sobre cómo va a evolucionar la tecnología; lo que nosotros queremos es
estar cerca de nuestros clientes, y por eso decimos que hay que estar
para ver cómo va a evolucionar la tecnología. Cuando en algunas ocasiones
hemos hablado del concepto marginal, al igual que era una preocupación
para los inversores institucionales, nos referíamos a: ¿de qué estamos
hablando en volumen de inversión cuando entramos en la tecnología digital
por satélite? Estamos hablando de que en el plan de negocio nuestro el
valor actual neto de todas las inversiones que tiene que hacer Telefónica
oscila entre diez y quince mil millones de pesetas. Es decir, oscila,
como sabrán sus señorías, entre tres y cinco días de cash flow de
telefónica. El proyecto de televisión digital de Telefónica, el esfuerzo
inversor que representa para Telefónica va de tres a cinco días de cash
flow. A eso nos referimos cuando el riesgo económico es muy marginal.

Evidentemente que los inversores institucionales nos hubieran penalizado
si nuestro proyecto de televisión digital exigiera 200.000 millones de
inversión. Tengan por seguro que no hubiéramos tenido el éxito que ha
tenido Telefónica en la comercialización y en la venta de las acciones de
Patrimonio en los mercados.




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Creo que debe haber un malentendido en cuanto a la persona que desempeña
la presidencia de Servicom, porque si de algo podemos estar orgullosos
hoy en día también en Telefónica es del reglamento del nuevo consejo. Y
me gustaría aprovechar esta oportunidad para compartir con todas sus
señorías el hecho de que el reglamento de Telefónica hoy en día es un
modelo de funcionamiento de un consejo de administración y, como ha dicho
el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, es el
espejo en el que se deberían de mirar todas las grandes compañías
españolas que vayan a ser privatizadas en el futuro.

Han existido varios inversores institucionales que la pregunta que nos
hacían respecto a la participación de los bancos del núcleo estable, era
la contraria a la que aquí se ha planteado. Decían: ¿Por qué unos
accionistas muy importantes, propietarios del 15 por ciento del capital,
tienen el 33 por ciento de los puestos del consejo? Estoy recordando esta
pregunta hecha por el grupo inversor Prudential en Nueva York. La
respuesta es obvia. Los accionistas de referencia de Telefónica son muy
importantes, son los accionistas que juegan el papel institucional, son
los accionistas que le dan cara al accionariado y son unos accionistas
cuya participación puede oscilar entre el 7,5 por ciento y el 30 por
ciento. ¿Por qué el 30 por ciento es el máximo? Es el máximo por la
acción de oro; ningún accionista puede superar el 10 por ciento. Y lo que
no íbamos a estar es modificando la composición del consejo a medida que
unos accionistas muy importantes fueran comprando o vendiendo acciones.

Por eso nos colocamos, y eso lo hablamos con ellos, en la situación
extrema: cuál es el máximo de participación que pueden tener los
accionistas estables. Y el máximo que pueden tener, sin necesitar
autorización administrativa, es el 10 por ciento cada uno, o sea, el 30
por ciento. Y el 30 por ciento les daría el 30 por ciento de los puestos
en el consejo, y actualmente han aumentado su peso en el consejo, pasando
a tener el 33 por ciento.

¿Cuál va a ser la política de compras de Telefónica? Estamos aprovechando
las sinergias del grupo. En lugar de efectuar compras a nivel individual
por parte de cada una de las compañías estamos aprovechando que tenemos
más de 26 millones de clientes que tenemos casi 27 millones de líneas en
todo el mundo, y que concentrando la función de compras se pueden obtener
grandes economías y grandes ahorros. Y yo lo resumiría de una forma:
vamos a comprar lo más barato que podamos.

Respecto de la cuestión de la aceptación por parte del Supremo del
recurso planteado por los sindicatos, los gestores de la compañía no
somos los indicados para responder a esta pregunta y yo creo que esta
pregunta habría que hacérsela a los propietarios de las acciones recién
vendidas.

En algún medio ha aparecido que el Presidente de Telefónica había
afirmado que sobraban no sé cuántas personas. Es una excelente
oportunidad que se me brinda aquí en la tarde de hoy para volver a
repetir cuál es nuestra política de recursos humanos. Todas las personas
que trabajan en Telefónica tienen un puesto en nuestro proyecto, que es
un proyecto muy ambicioso. Y la Compañía Telefónica va a continuar con la
política iniciada desde hace un tiempo atrás de voluntariedad. ¿Y esto
qué significa? Significa que sólo dejarán la compañía aquellas personas
que así lo decidan libre y voluntariamente. Yo no sé cuántas personas van
a decidir dejar nuestro proyecto, lo que sí que puedo decirles es que
mensualmente estamos contratando 100 personas en nuestro negocio de
telefonía móvil, eso sí que lo sé. Sé que tenemos previsto contratar este
año más de 1.200 personas en nuestra filial de móviles. Y quiero expresar
aquí y transmitir nuevamente que todas las personas que estén ilusionadas
y que quieran continuar participando en nuestro proyecto pueden continuar
haciéndolo.

Pasamos a todas las preguntas formuladas por el señor Alcaraz.

Estamos plenamente de acuerdo en las afirmaciones hechas sobre la
plataforma digital. Lo relevante no es que estemos hablando de un
proyecto o dos proyectos, sino que lo realmente importante es que haya
pluralidad y que haya eficiencia económica. Vuelvo a repetir que la
propuesta de Telefónica ha sido integrar en un solo proyecto a todos
aquellos que quisieran participar en la utilización de nuestras redes, ya
que nuestra voluntad es ser transmisores de tráfico y permanecer ajenos a
los contenidos.

Yo pongo siempre también como ejemplo la red de cajeros automáticos:
tiene mucho más sentido que haya una sola red de cajeros y que los
distintos clientes de todos los bancos utilicen la misma red de cajeros.

¿Se imaginan ustedes que cada banco tuviese su red de cajeros?
¿Se imaginan ustedes que cada compañía tuviera su descodificador? Lo que
proponemos nosotros es que exista solamente un descodificador y que luego
los clientes decidan qué productos utilizar. En este caso, evidentemente,
yo decido Telefónica. Pero si hay un cliente competidor de Telefónica que
quiere utilizar el servicio de móvil distinto al de Telefónica, le sirve
este terminal y lo único que tiene que hacer es cambiar la tarjeta.

No existe ningún tipo de contactos ni de negociaciones respecto a las
posibles composiciones de la plataforma digital.

Se ha hablado del tema de la plantilla, que yo creo que ha quedado ya
respondido.

Se ha hablado también de la garantía del servicio universal y cómo vamos
a garantizar que la Compañía Telefónica, una vez privatizada, va a
asegurar el servicio a todos los españoles. A mí me gustaría transmitir a
sus señorías que dichas obligaciones están garantizadas transitoriamente
por el actual contrato de Telefónica con el Estado, de 29 de noviembre de
1991, donde se delimita el contenido del servicio universal y su
adaptación al Plan Nacional de Telecomunicaciones aprobado por el
Ministro de Fomento, y definitivamente por el borrador de la ley general
de telecomunicaciones, donde se definen las obligaciones de prestación de
servicios universales que son a cargo del operador dominante, que es
Telefónica, sin perjuicio de las obligaciones de los demás operadores en
la cofinanciación de dicho servicio.

Igualmente, el Real Decreto 8/1997, de 10 de enero, de aplicación del
régimen de autorización administrativa previa



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a Telefónica de España y a otras sociedades de su grupo, garantiza a
través del régimen de autorización administrativa previsto en el mismo la
continuidad del grupo Telefónica en atención al carácter estratégico de
sus actuaciones y a los desafíos que afronta en la configuración del
futuro mercado de las telecomunicaciones como instrumento necesario de
garantías de interés general.

¿Adelantar la liberalización del mercado? Nosotros hemos defendido
siempre la liberalización completa de las telecomunicaciones. Telefónica
ha defendido que no solamente tenía que venir el segundo operador, sino
que cuanto antes vinieran el segundo, el tercero y el cuarto. Y nosotros
hemos defendido esta tesis porque creíamos que era lo mejor para los
consumidores, es decir, para nuestros clientes; era lo mejor para mejorar
la eficiencia de la compañía y esto nos haría prepararnos para afrontar a
la competencia con garantías de éxito.

Respecto del 24 por ciento de Telefónica Internacional, quiero decirles
que nosotros hemos expresado repetidas veces nuestro deseo y nuestra
intención a Patrimonio en adquirir el 24 por ciento que Patrimonio tiene
en TISA. Las condiciones en que se produzca la venta y cuándo se produzca
la venta es un tema que no nos compete a nosotros.

Respecto a las alianzas internacionales tenemos que empezar diciendo que
hay operadoras muy importantes en el mundo que no pertenecen a ninguna
alianza. Hoy en día hay tres grandes alianzas en el mundo: está la
alianza de Concert, está la alianza de Global One y está Unisource. Y en
Telefónica tenemos la suerte y la satisfacción de pertenecer a una de
ellas, y gracias a pertenecer a una de estas grandes alianzas podemos
ofertar mejores servicios y precios a nuestros clientes más grandes y más
internacionales.

Y otra de las ventajas que tiene Unisource es su flexibilidad, y que
alcanzar un acuerdo dentro de Unisource no significa que tengamos que
alcanzar acuerdos con nuestros socios de Unisource en otras partes del
mundo. Y es por ello que en las próximas semanas anunciaremos cuál es el
socio norteamericano que hemos escogido, no para TISA, porque en TISA no
va a entrar ninguna operadora norteamericana, sino para ser socio nuestro
en el proyecto de red panamericana, que será el vehículo que nos permita
ofertar los servicios globales de telecomunicaciones a nuestros
principales clientes en Latinoamérica y que podamos darles el servicio y
facturarles desde un solo punto. Y el operador norteamericano que se
incorpore como socio nuestro a la red panamericana será también el socio
que nos ayude a entrar en el mundo hispánico en Estados Unidos.

En un mercado cada vez más global y en el que se están desregulando las
telecomunicaciones --y a cualquier país que vamos está en proceso de
privatización-- hay una tendencia a separar el papel del Estado como
regulador y como propietario. En este sentido, el papel de regulador
continúa siendo muy importante y estoy plenamente de acuerdo en que todas
las discusiones sobre tarifas y sobre interconexión son cuestiones de
carácter muy importante, y a partir de ahora las distintas compañías que
operen en el mercado tendrán que relacionarse con el regulador.

Se me ha preguntado también que cuál es el peso del negocio internacional
de Telefónica. Los ingresos de Telefónica Internacional no llegan todavía
al 50 por ciento. Estamos hablando que hoy en día, y sin tener en cuenta
ningún cambio en el accionariado de TISA, es decir, continuando con el 76
por ciento de participación, Telefónica Internacional representa el 15
por ciento de los ingresos del grupo y nuestras estimaciones son que pase
a ser aproximadamente el 20 por ciento en el año 2000.

No es que tengamos exceso de optimismo en nuestras actividades
internacionales. Me gustaría darles un ejemplo de lo ocurrido en Brasil.

Al día siguiente de haber ganado el concurso de la privatización de CRT,
de la Compañía de Río Grande do Sul, recibimos las llamadas de dos
operadores de telecomunicaciones y dos grandes inversores financieros que
querían incorporarse a nuestro consorcio. Y con la entrada en Brasil lo
que hemos hecho ha sido agrandar el espacio que había entre el líder, que
somos nosotros, y el segundo operador, que está a mucha distancia de
Telefónica.

Hoy en día, si hablamos de mercado doméstico, lo hacemos para no
confundir a los inversores, a nuestros clientes, a las personas que
trabajan en Telefónica. Otra de las grandes diferencias en nuestro
planteamiento estratégico que hemos hecho ante los inversores ha sido que
nuestro mercado doméstico ya no es solamente España. Cuando estamos
hablando de mercado doméstico nuestro mercado natural, nuestro mercado de
base es el mercado de habla hispana o el mercado iberoamericano en el que
incluimos a España, y los principales países donde concentraremos nuestra
actuación en los próximos años serán Perú, Chile, Argentina, Brasil y
España.

En el cable, gracias al plan Fotón y al tremendo esfuerzo inversor que ha
hecho Telefónica en los últimos años actualmente, prácticamente, hemos
cableado todas las poblaciones de más de 50.000 habitantes y, como he
dicho en mi primera intervención, solamente faltaría extender el cable
desde las esquinas de las manzanas hasta cada uno de los cuartos de estar
de los hogares españoles. Estamos hablando de inversiones importantes,
pero que nuevamente son marginales si las comparamos con la generación de
recursos de Telefónica. No sabemos cómo vamos a poder llegar de una
manera más eficiente y más económica a los hogares españoles, pero
probablemente tendremos que combinar el cable con la tecnología también
digital vía satélite, y en función de cómo vayan evolucionando las
tecnologías nos iremos decantando por unas o por otras en cada una de las
demarcaciones.

Don Francisco Rodríguez empezó con la pregunta de Sintel. Respecto de la
operación de Sintel no puedo aportar ningún dato más, porque no estaba al
frente de la compañía cuando se produjo la operación. Lo único que
reitero es que me parece que fue una operación buena, porque a partir del
año que viene seremos completamente libres de escoger nuestro
suministrador para esos 20, 22 ó 24.000 millones que estábamos
adquiriendo anualmente a la empresa Sintel y, por otra parte, hemos
eliminado de nuestra cuenta de pérdidas y ganancias los 2.666 millones
que creo que se produjeron de pérdida en el año 1995.




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Cuando hablamos de proyecto de apariencia de patriotismo nacional, como
gestor, yo creo que tenemos que descender un poco de conceptos y bajar a
la realidad. Cuando estamos hablando de un proyecto de las
características de Telefónica nos referimos a que en una sociedad, en un
negocio de servicios, porque al final Telefónica está metida en un
negocio de servicios, el objetivo, el ideal es que todos y cada uno de
nuestros clientes se pudieran convertir en accionistas de la compañía. En
este sentido estamos muy satisfechos de que hoy en día, si tenemos
aproximadamente entre doce millones y medio y trece de clientes, podamos
decir que uno de cada diez clientes nuestros es también accionista de la
compañía, y ante la eventual, más que eventual, ante la segura entrada de
todos los competidores, creemos que esto nos dará también una ventaja
competitiva, tratando de incrementar la fidelidad de nuestros clientes.

¿Quién va a salir beneficiado del proceso de privatización? Sinceramente,
éste es un juego en el que todos ganan. Yo muchas veces he dicho que hay
juegos, como puede ser la lotería, en los que para que unos ganen otros
tienen que perder. Estamos ante una situación en la que tenemos casi el
cien por cien de un mercado de 100 y vamos a pasar a otra situación en la
que vamos a tener el 80 por ciento de un mercado de 200, con lo cual
vamos a pasar de 100 a 160, y al final quienes van a ganar van a ser los
consumidores, nuestros clientes, van a ganar también las personas que
trabajan en nuestro proyecto y van a ganar también nuestros accionistas.

La cuestión sobre la plantilla yo creo que ha quedado ya respondida.

Galicia yo creo que es un claro ejemplo del compromiso que tiene
Telefónica con todas las zonas donde opera, independientemente de la
riqueza y de la renta per cápita o de la dispersión de su población. Me
gustaría recordarles que estamos hablando de que Telefónica, en los
últimos cinco años, ha podido invertir más de 200.000 millones en
Galicia. Y yo aquí me pregunto ¿cuántos miles de millones va a invertir
el segundo, el tercero y el cuarto operador en Galicia? Yo confío que
cuando vengan los competidores, muchos de los cuales ya están aquí, todos
nuestros clientes gallegos se acuerden del esfuerzo tan grande que ha
hecho Telefónica para mejorar el nivel y la calidad de las
telecomunicaciones en Galicia. Como he dicho al principio, en lugar de
estar organizados por áreas geográficas hemos empezado a organizarnos por
unidades de negocio. ¿Para qué? Para estar más cerca de nuestros
clientes, y, entonces, en el área geográfica concreta de Galicia, en
lugar de haber un responsable de todo el negocio que se producía en la
zona, lo que tenemos ahora es un responsable del negocio de móviles, otro
responsable del negocio residencial y otro responsable de las relaciones
con las empresas. Es muy importante preocuparse, prestar atención y
tratar de servir mejor a todo ese mercado residencial donde la Compañía
Telefónica tiene todavía un gran camino por recorrer.

Respecto a plataforma digital creo que ya he respondido. ¿Por qué una
plataforma? No es necesario que sea solamente una plataforma, pudieran
existir también dos compañías, pero en el caso de que existieran dos
compañías, lo que estamos defendiendo es que el descodificador sea
compatible, para no tener que tener dos autopistas o para no tener que
tener dos redes de cajeros o para no tener que tener, acuérdense SS. SS.,
dos sistemas de vídeo, el VHS y el Beta.

Pasamos al grupo de preguntas de S. S., señor Sedó.

La opinión de Telefónica sobre la liberalización, como hemos dicho antes,
era el acelerar el proceso. La liberalización es un proceso que es
imparable. Nosotros siempre proponíamos el 1 de enero de 1998; la
completa liberalización se va a producir el 1 de diciembre del mismo año,
y lo que va a haber, a lo que no le daríamos tampoco mucha importancia,
es un proceso transitorio en el cual va a existir una situación en la
telefonía básica de duopolio, pero a partir del 1 de diciembre del 1998
entrará el resto de operadores.

¿Cuál es el escenario futuro que nosotros vemos para la compañía en un
entorno de más competencia? Vamos a empezar con el móvil. Nosotros
creemos que el tercer operador del móvil entrará también a operar el 1 de
diciembre de 1998, por motivos prácticos será en el año 1999, y estimamos
que pudiéramos pasar del 82 por ciento de cuota de mercado a tener entre
un 65 y un 70 por ciento, pero tenemos que pensar que pasamos de un
mercado de 2,8 millones de clientes a más de 8 millones de usuarios en el
año 2000.

En el negocio de telefonía básica, donde se va a concentrar el segundo y
el tercer operador es en la larga distancia doméstica y en la larga
distancia internacional, y ahí vamos a perder más cuota de mercado que en
lo que llamamos el bucle local. ¿Y por qué en el bucle local va a ser más
difícil que perdamos cuota? Primero, aquí nuestros competidores van a ser
todas las empresas de cable, que van a actuar en cada una de las regiones
geográficas. Aquí la gran ventaja que tenemos es que las barreras de
entrada en el bucle local son muy grandes, porque, como he dicho antes,
las inversiones que ha realizado la compañía en los últimos cinco años
superan con creces los 20 millones de dólares, y entonces será muy
complicado, será más difícil que la compañía pierda cuota con todos los
servicios que ofrecemos a los más de doce millones y medio de clientes en
el bucle local. Y en la visión que tenemos creemos que la pérdida de
cuota será compensada, como he dicho antes, con los incrementos en los
volúmenes por la elasticidad de la demanda, que es alta en la larga
distancia nacional e internacional, y sobre todo será compensada por el
crecimiento en el número de líneas y también por el crecimiento en la
utilización de los servicios.

Simplemente deseo recordar, porque hay veces que es difícil caer en este
dato, que suponiendo que Telefónica no participase en el negocio del
móvil o en el negocio de la tecnología digital por satélite, la compañía
tiene ingresos. Telefónica va a tener y tiene muchos ingresos de Canal
Satélite. Primero, es un gran cliente, y, segundo, cuando ellos utilizan
sus servicios la señal va por el satélite, pero la devolución va vía
teléfono, lo cual supone más ingresos para la compañía. Entonces,
confiamos en que la explosión del Internet, la explosión de los servicios
de valor añadido y la



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explosión de los productos multimedia aumenten la utilización de nuestras
líneas.

La cuestión del cable yo creo que ha quedado también respondida.

Vuelvo a repetir que en la tecnología digital vía satélite nuestro
interés es real, porque desconocemos si es una tecnología que se va a
imponer, pero lo que no podemos permitir es que la red digital por
satélite, que ahora va a poder aglutinar voz, imagen y datos, pueda ser
utilizada por otro competidor y nos quite lo que es nuestra, diríamos,
participación o nuestra presencia en lo que consideramos nuestro negocio
natural. Debo decir también que en estos momentos no hay ningún tipo de
negociaciones.

Por último, quiero señalar que probablemente lo que sea el elemento
diferenciador de Telefónica respecto de otras operadoras de
telecomunicaciones europeas sea el fuerte potencial de crecimiento.

Telefónica tiene todavía mucho espacio para crecer, no solamente en
Iberoamérica y en nuestro negocio de móvil doméstico, sino también en
nuestro mercado tradicional de telefonía básica en España. Telefónica
tiene también una muy fuerte generación de cash flow, lo cual nos hace
tener ventajas competitivas respecto a otros grupos que sólo representan
un 2 o un 3 por ciento del valor total de Telefónica, para que si en
algún momento determinado tenemos que apostar fuerte por una tecnología o
por un proyecto, seamos prácticamente invencibles.

Hay otros dos factores que representan una ventaja competitiva respecto a
otras operadoras, en primer lugar, el tamaño de nuestro mercado natural.

Somos la compañía de telecomunicaciones europea que tiene un mercado
natural más grande, servimos a más de 140 millones de habitantes y
tenemos más de 26 millones de clientes y esperamos que en el año 2000
pasemos de 26 millones a cerca de 32 ó 33 millones. Por otra parte, el
enfoque constante y permanente de toda la gestión hacia aumentar el valor
para el accionista es un tema que puede parecer teórico, pero que tiene
grandes consecuencias prácticas, y al final es lo que se traduce en un
mejor servicio al cliente y en aumentar también constantemente nuestro
grado de compromiso con las personas que trabajan en Telefónica.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Villalonga, por su
contestación tan meticulosa en todos los puntos que han sido planteados.

Si algún portavoz quiere intervenir, desde luego por un tiempo máximo de
tres minutos.

Señor García-Arreciado.




El señor GARCIA-ARRECIADO BATANERO: Hombre, señor Presidente, serán tres
minutos parlamentarios, no tres minutos de reloj.




El señor PRESIDENTE: Pero nunca más de cinco reales.




El señor GARCIA-ARRECIADO BATANERO: Yo le agradezco muy sinceramente las
explicaciones que me ha dado. Si a su criterio no hay razón ninguna para
tener dudas sobre un cierto debilitamiento de los posicionamientos
internacionales de la compañía, es una buena noticia para mí, es una
buena noticia para la compañía, es una buena noticia para España. De
manera que, en ese sentido, yo le agradezco muy sinceramente, me
tranquiliza; usted, como es lógico, es responsable de las cosas que dice
y tendrá muchísimos más elementos de juicio que yo. Por lo tanto, me doy
por absolutamente satisfecho con sus respuestas con carácter general, al
margen de alguna desmesura, como que antes había 1.500 personas en el
equipo de dirección y ahora solamente hay seis. Al margen de esas
desmesuras, que tienen el valor que tienen en un debate parlamentario, la
verdad es que su intervención responde a algunas de mis inquietudes.

Cuestión distinta es que esas inquietudes sigan existiendo o no en el
mercado, eso ya lo iremos viendo con el tiempo.

Sin embargo, hay una cuestión en la que le tengo que responder. Lo de la
tarjetita, usted me perdona, señor Presidente, es como lo de un ministro
cuando lo de la colza, que dijo que era como un bichito muy débil que si
se caía de la mesa al suelo, se mataba. Mire usted, ya nos gustaría que
existiese una plataforma digital que admitiese cualquier tarjeta. Porque
el problema no está en el descodificador, señor Villalonga. Cualquier
descodificador en Europa que tenga el único algoritmo de codificación y
descodificación admitido por Europa descodifica cualquier señal digital,
venga por Astra, como viene una, o venga por Hispasat, como podía venir
otra. Ese no es el problema, y usted debe saberlo. El problema es el
sistema de acceso condicionado, y el conjunto de descodificador digital y
sistema de acceso condicionado que usted defiende aquí gráficamente con
lo de la tarjetita no existe, señor Villalonga. Usted tiene técnicos en
su casa que se lo podrán certificar. Ni existe ni nadie tiene interés en
que exista. ¿Por qué? Porque en los Estados Unidos cada plataforma
digital tiene su propio descodificador y sistema de acceso condicionado,
muchos de ellos ni siquiera sistemas de acceso condicionado, que además
valen 5.000 pesetas, dado el tamaño de mercado que tiene, y por lo tanto
no tienen interés ninguno en producir un conjunto descodificador-sistema
de acceso condicionado que funcione milagrosamente como los cajeros
automáticos.

En Europa tampoco existe, porque los países de Europa han llegado a una
solución de acuerdo que luego le voy a plantear. Si existiera o si
alguien estuviera en condiciones de producir ese sistema de
descodificación universal solamente para España, para un mercado pobre de
30 millones o poco más de habitantes, ya sería una locura financiera,
pero ¿sabe cuál sería el resultado? Que como sólo se utilizaría en
España, en España podrían entrar las señales de todos los países de
Europa, y la señal de España no podría entrar en ningún país europeo,
porque no tienen ese descodificador mágico que no existe. Por lo tanto,
ése es el problema.

Hay una solución, que es a la que se ha llegado en Alemania y en Francia.

Existen tecnologías informáticas que introduciendo un cierto flujo de
datos en una tarjeta única permiten que el contador, que es lo que aquí
cuenta, es decir,



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a quién le tengo que pagar por el pay per view que estoy viendo, corra a
favor de uno o de otro, lo que se llama transcontrol en cabecera. Esa
solución existe y es posible y es la que se ha establecido en Europa.

Pero entrar o pretender entrar en el negocio digital sosteniendo la
teoría del cajero automático, señor Villalonga, es una mala entrada,
porque es una realidad que --insisto-- ni existe ni hay el más mínimo
interés en investigar.

Además, ¿qué les aporta a ustedes la plataforma digital? Que conste que
es una decisión empresarial de ustedes, ustedes verán si se meten, si no
se meten. La realidad es que están en un cierto grado de indefinición
todavía. No saben ni el descodificador que van a utilizar, ni quién lo
homologa, ni han solicitado registro en la comisión, pero, al margen de
eso, ¿qué les aporta a ustedes? Usted dice que su voluntad es ser el
operador, la autopista por la que se circula. Pero si esto viene todo por
satélite. Hay una emisión ascendente digital a un satélite y otra
descendente, lo que usted sabe muy bien que se llama direct to house,
directo a la antena parabólica de la casa. Luego ni siquiera ahí hay
negocio para el operador Telefónica, ni siquiera ahí. ¿Dónde está su
negocio? En la interactividad, que es todavía bastante débil vía un
satélite y es más eficaz y más efectiva vía cable. ¡Pues pongan ustedes
cable, pero no se metan en la plataforma digital! Porque además sus
propios documentos dicen que es una ruinita. En uno de los tres
escenarios que ustedes manejan, en el de dos alternativas distintas, una
de ellas con fútbol, que ya lo tienen, otra de ellas sin fútbol, que no
lo tienen, su única posibilidad de rendimiento a partir del séptimo año
de la inversión es contratar inmediatamente con una major importante de
Hollywood contenidos de cine que puedan competir con el fútbol. Pero
ustedes no se meten en contenidos, y hacen muy bien. Y quien se mete ¿qué
ha hecho? Pues acabar de contratar un lote de películas españolas --con
todos mis respetos para doña Concha Piquer y para don Fernando Morán--
que no me parece que sea la alternativa del ocio que puede ofrecer quien
tenga los derechos del fútbol. De manera que para ustedes, nosotros, CiU,
para todo el mundo que entienda de esto, el único final posible es un
acuerdo y ese acuerdo se produce sobre un único descodificador y sobre un
único sistema de acceso, en el que tendrán ustedes que negociar, porque
la tarjetita es única, ya que no hay ningún descodificador, ningún
interfaz con tres ranuras, ni puede haber tres tarjetas diferentes. La
única vía es el acuerdo. Es la que se ha establecido en toda Europa, es
el camino que hemos debido iniciar aquí. No les ha preocupado a ustedes,
señor Villalonga, hasta el 24 de diciembre, hasta el 24 de diciembre.

El señor PRESIDENTE: Señor García-Arreciado, se está pasando del tiempo
fijado. Le ruego que termine inmediatamente.




El señor GARCIA-ARRECIADO BATANERO: Lo dicho, señor Villalonga, hay un
gran operador en este país, son ustedes. Hay un gran suministrador de
productos multimedia que tiene la experiencia demostrada de que hay un
millón y medio de españoles, no sé si puede haber más en el futuro, que
están dispuestos a pagar por ver televisión. A mí me parece que el
acuerdo es evidente. Se intentó hace un par de años, no fue posible, y
ésa es la solución, pero como sigan ustedes empeñados en enfrentarse a
este problema desde la teoría de la tarjetita multiuso, no es camino,
señor Villalonga.




El señor PRESIDENTE: Señor Villalonga, tiene la palabra para contestar a
esta última intervención.




El señor PRESIDENTE DE LA COMPAÑIA TELEFONICA NACIONAL DE ESPAÑA, S. A.

(Villalonga Navarro): A mí lo que me gustaría es resaltar que Telefónica
lleva trabajando muchos años en la tecnología digital, y todos, repito,
todos los que quieren entrar ahora mismo en la tecnología digital vía
satélite son nuevos en el negocio.

Segundo, afortunadamente podemos sentirnos orgullosos de que ya no vamos
por el mundo copiando, y las experiencias de Europa y de América en la
tecnología digital vía satélite no son el espejo en el que debemos de
mirarnos, sino que van a ser ellos los que van a observar y los que van a
ver cómo desarrollamos un proyecto de liderazgo y en el que vamos a
servir cada vez mejor a nuestros clientes. Y Telefónica, por tamaño, por
conocimientos y capacidades tecnológicas, puede desarrollar cualquier
proyecto de televisión digital vía satélite con sus medios propios, con
su tecnología y haciendo el juego que más le interese, sin necesidad de
vigilar o de ver cuál es el juego que hace el contrario. Yo creo que éste
es también uno de los motivos por los cuales hoy en día los españoles
cuando salen fuera de sus fronteras están orgullosos de su buque insignia
que es Telefónica.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Villalonga. Siento que al ser
ya Telefónica completamente privada, quizás esta comparecencia no pueda
repetirse, porque ha sido sumamente instructiva para todos.

Se levanta la sesión.




Eran las ocho y treinta y cinco minutos de la noche.




Nota.--El presente «Diario de Sesiones», de la Comisión de
Infraestructuras, del jueves, 20 de febrero de 1996, no guarda la
relación cronológica habitual, con el fin de no retrasar la publicación
de los «Diarios de Sesiones» ya elaborados.