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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 150, de 20/02/1997
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 150



SANIDAD Y CONSUMO



PRESIDENTE: DON FELICIANO BLAZQUEZ SANCHEZ



Sesión núm. 7



celebrada el jueves, 20 de febrero de 1997



ORDEN DEL DIA:



Elección de Secretario segundo de la Comisión (Página 4112)



Comparecencia del señor Ministro de Sanidad y Consumo (Romay Beccaría)
para:



--Informar de la incidencia de la meningitis en todo el territorio
español. A solicitud del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de
expediente 213/000219) (Página 4112)



--Informar en relación con los casos de meningitis y las medidas que se
han adoptado al respecto. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular.

(Número de expediente 213/000220) (Página 4112)



--Dar a conocer el número de casos de meningitis detectado en los últimos
meses, así como las medidas adoptadas y a adoptar por las autoridades
sanitarias para atajar este brote de meningitis. A solicitud del Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

(Número de expediente 213/000221) (Página 4112)



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Se abre la sesión a las cuatro y treinta y cinco minutos de la tarde.




--ELECCION DEL SECRETARIO SEGUNDO DE LA COMISION.




El señor PRESIDENTE: Señorías, buenas tardes.

Antes de proceder a la comparecencia del señor Ministro de Sanidad y
Consumo, someto a la consideración de la Comisión la renovación de la
vacante producida en la Secretaría Segunda por parte de doña Rosario
García Linares. El Grupo Parlamentario Socialista propone que dicha
vacante sea cubierta por doña Blanca García Manzanares. ¿Lo aprueba la
Comisión? (Asentimiento.)
Ruego a doña Blanca García Manzanares que ocupe su puesto como Secretaria
Segunda de la Mesa.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría)
PARA:



--INFORMAR DE LA INCIDENCIA DE LA MENINGITIS EN TODO EL TERRITORIO
ESPAÑOL. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de
expediente 213/000219.)



--INFORMAR EN RELACION CON LOS CASOS DE MENINGITIS Y LAS MEDIDAS QUE SE
HAN ADOPTADO AL RESPECTO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR.

(Número de expediente 213/000220.)



--DAR A CONOCER EL NUMERO DE CASOS DE MENINGITIS DETECTADO EN LOS ULTIMOS
MESES, ASI COMO LAS MEDIDAS ADOPTADAS Y A ADOPTAR POR LAS AUTORIDADES
SANITARIAS PARA ATAJAR ESTE BROTE DE MENINGITIS. A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA.

(Número de expediente 213/000221.)



El señor PRESIDENTE: A continuación, damos la bienvenida a don José
Manuel Romay Beccaría, Ministro de Sanidad y Consumo, que comparece ante
esta Comisión, a petición del Grupo Parlamentario Socialista, del Grupo
Parlamentario Popular y del Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya. No veo a la portavoz de Izquierda Unida,
pero confío en que a lo largo de la sesión comparecerá.

Las tres solicitudes de comparecencia ante esta Comisión son para
informar de la incidencia de la meningitis en todo el territorio español.

Como las tres están redactadas en los mismos términos, huelga que hagamos
su lectura pormenorizada.

Sin más preámbulos, le doy la palabra al Ministro de Sanidad y Consumo,
señor Romay Beccaría.

El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Gracias, señor
Presidente.

Señoras y señores Diputados, comparezco con mucho gusto ante esta
Comisión del Congreso, representación genuina de la soberanía nacional,
para informar de un tema de evidente actualidad en estos momentos. Estoy
seguro que SS. SS. no esperan que mi intervención incorpore un análisis
prolijo de las características de las meningitis meningocócicas.

Se trata de una enfermedad bacteriana aguda, que puede cursar con
síntomas locales de poca gravedad o, en ocasiones, de forma invasiva, con
cuadros severos, aunque en la mayoría de los casos responde
favorablemente al tratamiento médico. Por otra parte, es trascendente que
se trata de una enfermedad cuya mayor incidencia se produce en niños y en
jóvenes menores de veinte años, y en España presenta una clara
distribución estacional, siendo el período del año en el que nos
encontramos actualmente aquel en que se registra mayor número de casos.

Por su carácter infeccioso, es una enfermedad de declaración obligatoria
sometida a un estrecho seguimiento desde el punto de vista de la
vigilancia epidemiológica. Por esta razón, contamos con registros
razonables que nos permiten conocer la evolución de la enfermedad en
nuestro país desde principios de los años cuarenta y que sitúan en el
pasado más o menos reciente dos ondas epidémicas claras: a principios de
los años setenta y al final de esa década y principios de los ochenta. En
el primer caso, se alcanzaron tasas de incidencia de más de 10 casos por
100.000 habitantes y en 1979 se llegó a tasas cercanas a los 20 casos al
año por cada 100.000 habitantes. Desde 1983 la tasa de incidencia en
España, aunque con variaciones territoriales, ha seguido una línea de
gradual descenso hasta alcanzar el mínimo en 1995.

La evolución de la enfermedad en los últimos tres años ha sido la
siguiente: en 1994, 915 casos declarados, con una tasa de incidencia de
2,33 por 100.000 habitantes. En 1995, 914 casos declarados, con una tasa
de incidencia de 2,33 por 100.000 habitantes. Y en 1996, 1.383 casos
declarados, con una tasa de incidencia de 3,52 por 100.000 habitantes.

Son tasas situadas en el entorno europeo, que varían en un segmento de
entre 0,19 y 11,32 casos por 100.000 habitantes. En Escocia la tasa es
del 6,84; en Irlanda, del 5,9; en Dinamarca, de 4,5; y en Holanda, de
2,75 casos por 100.000 habitantes.

Con todo, lo más significativo que pudo observarse en 1996 no fue tanto
el incremento en el número de casos como la paulatina modificación en el
patrón de la enfermedad. Tradicionalmente en España el serotipo
predominante ha sido el B, con una escasa participación de los serotipos
A y C. Sin embargo, a partir de 1994 esa tendencia empieza a quebrarse y
de clasificarse como del grupo C el 30,9 por ciento de las cepas
remitidas al laboratorio de referencia en ese año, se pasa al 41,9 por
ciento en 1995 y al 58,9 por ciento en 1996. Ello ocurre,
fundamentalmente, a expensas de Galicia y La Rioja, que dan porcentajes
del grupo C del 89,5 y 93,7, respectivamente.

Esta circunstancia resulta especialmente relevante puesto que mientras
que frente al meningococo del grupo



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B no existe vacuna alguna para prevenir la meningitis, para los
serogrupos A y C existe una vacuna capaz de generar una respuesta de una
duración variable según la edad de la persona a la que se aplica, que se
sitúa alrededor de los dos o tres años.

La evolución de la situación hizo que la Comisión de Salud Pública del
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que, como saben
ustedes, reúne a los responsables de salud pública de todas las
comunidades autónomas, tomase en consideración el problema varias veces a
lo largo de 1996. Finalmente, se convocó una reunión científica, que se
desarrolló en noviembre de ese mismo año 1996, para analizar las medidas
a adoptar. A esa conferencia asistieron expertos de Canadá, Gran Bretaña
y la República Checa, únicos países del mundo en los que se ha procedido
a una vacunación sistemática de toda la población en algunas áreas
concretas. Ningún país del mundo ha procedido a una vacunación
sistemática de toda la población. La conclusión a la que se llegó en esa
reunión fue que la decisión a adoptar dependía de las circunstancias
concretas de cada comunidad autónoma. Y a estos efectos, se consideró que
la vacunación masiva sólo resultaba aconsejable si el número de casos se
situaba en el entorno de 10 por 100.000 habitantes, siempre y cuando,
además, se registrase una elevada participación del grupo C.

Así las cosas, y en el marco de ese acuerdo, se decidió proceder a una
vacunación sistemática de la población comprendida entre los 18 meses y
los 19 años, primero en Galicia y luego en La Rioja. Bien recientemente,
y por la misma razón de alcanzar ese umbral en torno a los 10 casos por
100.000 habitantes, se sumó a la decisión Cantabria. Como quiera que en
el resto de las comunidades autónomas se está, afortunadamente, lejos de
esas tasas, las autoridades competentes, con el respaldo del Ministerio
de Sanidad, mantienen la pauta recomendada por los expertos y recogida,
por ejemplo, en el manual de vacunaciones de la Sociedad Española de
Pediatría, es decir, vacunación de inmunodeprimidos y quimioprofilaxis y
vacunación de aquellos individuos que hayan tenido contacto estrecho con
algún afectado. Téngase en cuenta que a la hora de adoptar esta decisión
los expertos valoran características de la vacuna como las siguientes: no
es eficaz en menores de 18 meses; la duración de la protección no supera
los 2 ó 3 años; existen dudas respecto de cuáles puedan ser las
respuestas que se consigan con las revacunaciones, y la protección
obtenida depende de la edad de la persona a la que se aplica la vacuna.

Durante el inicio de 1997 las comunidades autónomas vienen registrando un
incremento moderado en el número de casos declarados de meningitis
meningocócica. Al finalizar la séptima semana se han declarado 402 casos,
mientras que en el mismo período de 1996 las declaraciones que finalmente
se confirmaron fueron 252. Valórense estos datos teniendo en cuenta que
seguramente muchos de los casos que durante este año se han declarado
como sospechosos finalmente no se confirmarán y que, además, como
consecuencia de la alerta social producida, estamos prácticamente en un
régimen de búsqueda activa de casos por parte de los servicios de
vigilancia epidemiológica. El incremento en el número de casos, como es
natural, no es homogéneo. Mientras que en alguna comunidad autónoma es
más relevante, en otras lo es menos. Por otra parte, conviene señalar que
otros países europeos están registrando también un ligero incremento en
el número de casos durante estas primeras semanas de 1997.

El pasado día 17, el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema
Nacional de Salud, con la presencia de todos los consejeros de sanidad de
todas las comunidades autónomas, adoptó por unanimidad un acuerdo en el
que se constata: primero, que globalmente se está registrando este
incremento en el número de casos de meningitis a que me acabo de referir
y que acabo de reseñar; segundo, que independientemente de lo anterior,
la situación no presenta características homogéneas, y frente a
comunidades autónomas que registran ese claro incremento en otras se
mantienen los niveles de años recientes; tercero, que el protocolo de
actuación que ha venido manteniéndose frente a los casos registrados
sigue considerándose como el más adecuado a la situación existente;
cuarto, que las principales sociedades científicas relacionadas con el
problema consideran que no nos encontramos ante una situación alarmante
ni de especial gravedad. Ante esta situación, el pleno del Consejo
Interterritorial del Sistema de Salud, con la misma unanimidad, reitera
ante la sociedad la necesidad de mantener la tranquilidad y seguir
escrupulosamente las indicaciones de las autoridades sanitarias y de los
médicos; decide también mantener una estrecha vigilancia de la evolución
epidemiológica de la enfermedad, con una continuada valoración de la
idoneidad de las medidas que han venido adoptándose y acuerda desarrollar
una estrategia global de profilaxis basada fundamentalmente en la
quimioprofilaxis e inmunización de los entornos de los casos registrados.

Asimismo, encomienda a la Comisión de Salud Pública que coordine las
actuaciones de todas las autoridades sanitarias, que mantenga una
estricta vigilancia de la situación y que informe constantemente al pleno
del propio consejo interterritorial. La Comisión de Salud Pública, dando
cumplimiento a ese mandato, mantiene esa estricta vigilancia; así lo
viene haciendo y está realizando reuniones semanales que van a mantener
una permanente monitorización del problema.

El Ministerio de Sanidad y Consumo, ante la situación creada, tiene
efectuada una reserva de 2.400.000 dosis de vacuna, de las cuales un
millón está ya disponible de forma efectiva por si fuera necesaria su
utilización por las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas.

En definitiva, señorías, y con esto concluyo, me gustaría resumir mi
intervención con las siguientes conclusiones. Las autoridades sanitarias
de las comunidades autónomas vienen adoptando sus decisiones en
seguimiento estricto de las recomendaciones técnicas de las autoridades
académicas y científicas más solventes. Para ello tienen, obviamente, el
respaldo del Ministerio de Sanidad y Consumo. Fruto de esas
recomendaciones es que en tres comunidades autónomas se ha optado por una
vacunación sistemática de toda la población y, siguiendo la misma
recomendación, en el resto se opta por la vacunación de los entornos de
los casos y por el tratamiento quimioprofiláctico,



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por ser lo aconsejable en las circunstancias epidemiológicas que se dan
en los demás casos. Se mantiene esa estrecha vigilancia de la situación,
de forma que cualquier variación pueda ser detectada inmediatamente y las
decisiones se puedan acomodar a los posibles cambios de las
circunstancias.

El Ministerio de Sanidad y Consumo viene garantizando, y sigue
haciéndolo, que las actuaciones se desarrollen coordinadamente entre las
comunidades autónomas y que la información fluya correctamente.

Se mantiene una actitud de absoluta transparencia y de información a la
población. El Ministerio de Sanidad y Consumo ha adoptado las medidas
necesarias para garantizar que en cada momento se pueda atender la
demanda de vacunas que se produzca.

Por último, se sigue reiterando a la población la necesidad de que se
respeten las indicaciones de las autoridades sanitarias y de los médicos
en general.




El señor PRESIDENTE: En primer lugar, tiene la palabra la portavoz del
Grupo Parlamentario Socialista, doña Angeles Amador.




La señora AMADOR MILLAN: Señor Ministro, muchas gracias por su
comparecencia y por haber atendido la petición del Grupo Parlamentario
Socialista con la rapidez con que lo ha hecho.

En primer lugar, quiero decirle que, para nuestro grupo parlamentario,
esta comparecencia no lo es de control del Gobierno. No pretendemos en
modo alguno hacer un debate político hoy aquí. Hemos solicitado la
comparecencia del Ministro para propiciar que, desde esta Cámara, desde
este foro, tenga oportunidad de dar una información completa, más
exhaustiva de la que hasta ahora se ha producido, con la finalidad
exclusiva, señor Ministro, de proporcionar a la sociedad el instrumento
que en este momento nos parece esencial, el de la información.

Quiero decirle que la intención de mi grupo es atender con el mayor
interés y la mayor atención la información que nos acaba de facilitar, y
alguna complementaria que en su caso pueda proporcionarnos, porque lo que
pretendemos, señor Ministro, es hacernos portavoces de la información que
usted nos dé. La información que usted dé hoy aquí es la información que
nosotros vamos a transmitir a la sociedad, en un momento en el que, por
diversas circunstancias que tendremos ocasión de analizar, la alarma
social creada no se corresponde con los datos que S. S. acaba de exponer.

Lo cierto es, señor Ministro, que se ha producido una preocupación
generalizada, una situación de angustia, de alarma, a la que creo que
tenemos obligación de responder cada uno en la medida de nuestras
responsabilidades. Por eso, le agradezco la información, tomamos buena
nota de ella y vamos a tratar de colaborar en su difusión y, en su caso,
completarla.

Señor Ministro, yo ya he tenido ocasión de decir que creo que el Gobierno
no tiene responsabilidad de que exista meningitis, ni el Gobierno central
ni los gobiernos autónomos, pero sí tienen la responsabilidad de ser
capaces de facilitar a la población la información necesaria para que no
se añada al riesgo de la enfermedad la angustia, la desorientación, la
incertidumbre y la sensación de que no estamos haciendo todo lo que
debemos a la hora de decidir sobre si hay que vacunar o no. Por tanto,
señor Ministro, mi exposición va dirigida a tratar de completar esa
información y a tratar de transmitirle la preocupación y las preguntas
que hemos tenido ocasión de escuchar a muchos ciudadanos en estos días.

Lo cierto es que en la Comunidad de Madrid se ha producido una situación
de desconcierto, de preocupación, que creo que tenemos obligación de
paliar en la medida en que el problema sea de información, tal como se
deduce de su exposición, y no estemos ante una situación que justifique
la alarma y la calificación de epidemia.

Por tanto, para poder analizar la evolución de la información, señor
Ministro, me gustaría que nos precisara algunos datos para analizar en
profundidad esa información y poder extraer las consecuencias que nos
permita esa toma de decisiones. Señor Ministro, me gustaría conocer, si
es posible, de todos los casos que se han producido de meningitis, a qué
grupos de edad afectan. También me gustaría saber, del total de casos que
nos ha dicho, en cuántos se ha confirmado que son por meningococo y, de
ésos, cuántos son por tipo C. También me gustaría que nos diera los datos
de mortalidad y, de la mortalidad total que se ha producido, cuántos
casos son atribuibles al tipo C. También me parece importante, señor
Ministro, a la hora de clarificar y poder desactivar esa alarma, conocer
la evolución de la enfermedad en los últimos dos meses, cuál ha sido la
evolución en enero y en febrero del aumento de casos, para ver la
progresión.

Nos acaba de decir, señor Ministro, que en el mes de noviembre los
responsables de salud pública se reunieron y adoptaron las decisiones en
relación con Galicia. En ese caso, señor Ministro, nos gustaría saber por
qué se ha publicado esta sensación, o realidad, de desabastecimiento de
vacunas en la Comunidad de Madrid. ¿Hay o no problema de
desabastecimiento en Madrid? Ya sé que no es su competencia, pero si no
lo hay, como máximo responsable, a través suyo, nos gustaría que la
Comunidad de Madrid se planteara una forma más ágil y más eficaz de
distribución que nos evite ese penoso espectáculo de las colas al que
hemos asistido estos días, que producen crispación, que producen una
imagen que en nada contribuye a esa tranquilización que pretendemos.

En los últimos días, casi en las últimas horas, señor Ministro, se
produce una proliferación de informaciones, en algunos casos
contradictorias, en algunos casos inevitables, pero que quizá podríamos
tratar de ordenar. Desde el día en que se ha celebrado el consejo
interterritorial hasta hoy, ¿la evolución modifica algo las conclusiones
o, por el contrario, las conclusiones del consejo siguen siendo
igualmente válidas hoy?
¿Qué significado tienen, señor Ministro, y a qué responden las
declaraciones de un grupo de epidemiólogos en Madrid, del doctor Bouza,
por ejemplo? ¿Significan algún cambio en relación con esta situación, o
son una opinión profesional que se suma a las que están proliferando
estos días?



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¿Cuáles son los grupos de riesgo, señor Ministro, además de la referencia
que ha hecho, que se pueden considerar más vulnerables para la vacunación
y qué pautas de conducta podemos transmitir a las familias españolas en
este momento? ¿Qué es lo que una familia puede hacer en esta situación
expectante en la que no está justificada la vacunación masiva, según nos
acaba de decir, pero en la que parece necesario mantener una actitud
especialmente vigilante? ¿Cuáles son las pautas de comportamiento que
podemos transmitir con carácter general a las familias? ¿Qué medidas de
precaución se pueden adoptar en el ámbito doméstico --no estoy hablando
del ámbito científico médico, porque es evidente que lo que hay que hacer
es ir al médico--, en el comportamiento diario, señor Ministro, qué es lo
que hay que observar con especial cuidado en estos días, qué pautas de
conducta hay que modificar en relación a la vida normal, qué se debe
eludir, a qué sitios se debe evitar concurrir con los niños en estos
días, qué tipo de instrucciones se pueden dar a los maestros,
especialmente de los niños más pequeños, que requieren una mayor
observación porque no hacen explícitos los síntomas? Es decir, en nuestro
comportamiento cotidiano, ¿cuáles son las medidas precautorias o de
vigilancia que podemos adoptar que nos permitan tener la tranquilidad de
que estamos haciendo todo lo que podemos desde el ámbito de la
responsabilidad familiar? Estoy hablando del paso previo a acudir al
médico, porque creo que también tenemos que evitar acudir al médico si no
es necesario, pero en el comportamiento diario ¿cuáles son esas pautas de
comportamiento que debemos transmitir?
Respecto a la vacuna, señor Ministro, me gustaría que hiciera alguna
precisión o alguna reiteración sobre lo que ha dicho. ¿La vacuna está
disponible o no? Ya sabemos que no lo ha estado hasta el día de hoy
porque ha habido dificultades con las colas en Madrid, pero a partir de
ahora, ¿podemos tener la tranquilidad de que todo el que necesite la
vacuna la va a tener? ¿El sistema sanitario tiene capacidad para poder
responder a una demanda masiva? ¿Es previsible que evolucione la epidemia
declarada en Galicia? ¿Cuál sería la previsión en el supuesto de que
evolucionara?
Estoy segura, pero es más importante que lo diga usted, de que el sistema
sanitario público español está en condiciones de garantizar que puede
hacer frente a una situación más extensa de la epidemia. Me gustaría que
insistiera en por qué --si no es necesaria la vacunación masiva, que no
lo es, según acaba de decir-- no hay que ceder a la tentación de poner la
vacuna para resolver el problema, porque es evidente que nos enfrentamos
a decisiones contradictorias en el sentido de que mientras se hacen esas
recomendaciones con carácter general, como usted conoce, en las consultas
del caso concreto se producen opiniones diferentes, como no podía ser de
otra manera. Los médicos no funcionan por estándares oficiales ni por
indicaciones oficiales, de manera que, ante el hecho cierto de que ante
la misma consulta distintos especialistas reaccionan y contestan de
distinta manera, se sume a la población en la confusión y a esa
confusión, señor Ministro, se le dan distintas respuestas que producen
mucha perturbación.

Quisiera oírle que no hay razones económicas en la restricción de las
vacunas, como preocupa a algunas personas. En relación con la vacuna le
ruego alguna aclaración adicional, por qué ante la duda no es bueno que
se vacune todo el mundo, que es una afirmación que se sostiene. Si hay
duda, ¿por qué no se vacuna todo el mundo y nos quitamos el problema?
Desearía que hiciera hincapié en los argumentos que avalan con el
exclusivo afán de dar una explicación verosímil a la preocupación de
tantas familias.

Esas son las preguntas iniciales, señor Ministro, a las que le ruego
respuesta.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Villalón.




El señor VILLALON RICO: Señoras y señores Diputados, señor Ministro,
quiero agradecerle su comparecencia, en nombre del Grupo Popular, ante la
Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados. También
quiero poner de manifiesto que aunque el Presidente al iniciar la sesión
ha dicho que la comparecencia del Ministro era a solicitud de tres grupos
parlamentarios, Grupo Socialista, Grupo Popular y Grupo de Izquierda
Unida, bien es verdad que ya en estos días el Ministerio había
transmitido a este portavoz la necesidad de que el Ministro compareciera
cuanto antes en la Comisión de Sanidad y Consumo para explicar los
aspectos políticos y dar tranquilidad a los ciudadanos a través de los
Diputados sobre la situación de esta cierta alarma o alerta social que se
ha creado en nuestro país, y fundamentalmente en la ciudad de Madrid.

Haciendo una relación de los hechos que se han producido a lo largo de
esta semana, que se iniciaron el lunes desde el ministerio con la reunión
del consejo interterritorial, continuando con las comparecencias que
tanto el Ministro como otros altos cargos han mantenido con diferentes
medios de comunicación y terminando con la sesión de hoy, creemos que el
ministerio, y el Ministro en particular, ha cumplido con lo que se le
pide desde la sociedad en momentos de cierta crisis como es la situación
actual.

También es verdad que aunque éste sea un foro político, en algunos
momentos hay que hacer referencia a cuestiones técnicas o científicas,
como ocurre en el caso de la meningitis que ahora nos ocupa. Una gran
parte de los Diputados de esta Comisión son médicos y saben que la
meningitis que se daba en nuestro país era del grupo B, y ahora parece
ser que ha habido una trasposición hacia el grupo C. El Ministro ha dicho
que en los años setenta y ochenta hubo una situación similar, incluso
creo que más grave, pero en aquel momento no se generó ni la expectación
ni la preocupación ni --si me permiten-- la alarma social que ha habido a
lo largo de estos días.

Hay que hacer referencia a diferentes medios de comunicación que, incluso
dando una información acertada, ponían de manifiesto, y sin saber por
qué, esa situación de alarma que se había creado entre los ciudadanos.

Todos nos preguntamos por qué, porque el ministerio ha cumplido con su
obligación, pero no sólo eso sino que ha seguido las indicaciones, por
ejemplo, de la Sociedad Española



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de Pediatría. El ministerio, el Gobierno, han seguido los comportamientos
de los países de nuestro ámbito, de la Unión Europea, cuando se han dado
situaciones parecidas a la que ha sucedido en nuestro país.

Ha habido un aumento en la incidencia de meningitis del grupo C que no se
puede considerar brote, que no se puede considerar epidemia, y lo ha
dicho la Diputada del Partido Socialista. Contra este tipo de meningitis
hay unas vacunas y, en un momento dado, los pediatras, los especialistas,
establecen que no está indicada la vacunación. Pero todos conocemos
personas allegadas que han solicitado la vacuna, sin tener en cuenta los
criterios de los profesionales.

El Ministro ha hecho referencia a la reunión que se celebró este otoño en
Santiago de Compostela. Se reunieron todos los responsables de salud
pública de las diferentes comunidades autónomas para estudiar la
evolución de los indicadores de esta enfermedad y para adoptar las
políticas coordinadas de actuación. En Galicia se emprendió la vacunación
general y posteriormente en La Rioja. Parece ser que también se va a
comenzar en Cantabria porque los indicadores así lo muestran, dado que se
ha rebasado la tasa de 10 enfermos por 100.000 habitantes que los
profesionales dicen que es cuando se puede considerar el inicio de una
epidemia.

La valoración política, señor Ministro, desde el punto de vista del Grupo
Popular, desde el punto de vista de la calle en general y de los
Diputados de la Cámara es que el ministerio ha actuado diligentemente,
según entendía que debía hacerlo. Nos han llamado la atención, en cambio,
algunas de las preguntas que se le han formulado, que creo que son más
propias de otros foros que de una Comisión del Congreso de los Diputados.

Creemos que los criterios estrictamente científicos que se plantean han
sido contestados en diferentes ocasiones. Pensamos que la información que
se ha solicitado ya se ha dado anteriormente. La sociedad ha estado bien
informada desde el punto de vista de lo que son los medios de
comunicación y del Parlamento, en este caso el Congreso de los Diputados.

En resumidas cuentas, señor Ministro, creemos que no hay motivo de
preocupación, pero también que el comportamiento de las autoridades
públicas, de los responsables de comunidades autónomas ha sido conforme a
lo que se prevé en estos casos. Por eso, nosotros le decimos al señor
Ministro que siga con esa línea porque realmente, sobre todo en estas
últimas 24, 48 horas, ha descendido esa sensación de alerta social que
antes se ponía de manifiesto.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Muchas gracias, señor Ministro, por su
comparecencia que desde mi punto de vista, aparte de tener la amabilidad
de responder a las preguntas de los grupos parlamentarios, tiene una
función genérica y primordial de educación para la salud de la población.

Evidentemente, la situación en nuestro país ha cambiado en relación con
la enfermedad meningocócica. Como se ha dicho, a finales de los años
setenta hubo unas tasas de incidencia sensiblemente más altas de las que
tenemos ahora. Es decir, la más alta, según mis datos, fue la del año
1979 en la que se dieron 17, 18 casos por 100.000 habitantes,
reduciéndose sensiblemente en años posteriores y verificándose un aumento
de la incidencia a partir del año 1994 con una modificación sustancial, y
es el cambio del tipo de cepa, que conlleva varias características. En
primer lugar, que existe una vacunación, ya que, a pesar de las altas
tasas de incidencia de años anteriores, no había un instrumento adecuado.

Afortunadamente, en nuestro país la vacunación goza de mucha
credibilidad, hecho que hay que seguir potenciando. Se produjo entonces
un aumento del número de casos. En 1995 hubo un crecimiento proporcional
de casos del meningococo tipo C, verificándose además en años posteriores
que en aquellos lugares de nuestro territorio en los que la proporción de
las cepas tipo C era más alta existía un aumento de la incidencia de esta
enfermedad. Es decir, el meningococo tipo C tiene mayor grado de contagio
y, en su caso, un grado de virulencia superior --y sobre ello querría
hacerle una pregunta-- en cuanto a su capacidad letal, en cuanto a su
capacidad para enfermar.

Yo pienso que la pautas están claras y que hasta este momento su
ministerio ha actuado en consecuencia y según los criterios científicos
de la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, querría poner de
manifiesto algunas cosas. Pienso que no hay mal que por bien no venga,
como dice ese refrán tan dialéctico y que, afortunadamente, este tipo de
situaciones puede permitir corregir errores, y no es mi intención, ni
mucho menos, señalar culpabilidades, pero sí este tipo de situaciones de
alerta social en las que existe homogeneización de la información por
parte de los servicios sanitarios y donde, en consecuencia, las
actuaciones son especialmente importantes.

Pienso que las enfermedades infecciosas son el principio de la salud
pública, el principio de la alerta acerca de la intervención global,
colectiva de la enfermedad y, por lo tanto, hay la necesidad de mantener
alerta los sistemas de vigilancia epidemiológica. No solamente eso sino
la vinculación estrechísima entre esos sistemas de información sanitaria,
la información de los profesionales sanitarios y --en ello querría
centrar mi intervención-- la educación para la salud de la población.

Yo no creo que la población pierda los nervios por razones telúricas. Son
enfermedades que inciden en niños, en jóvenes y que tienen un alto grado
de letalidad. Por lo tanto, en ausencia de criterios bien claros, fiables
y respaldados por los profesionales sanitarios, se desencadena una alarma
que muchas veces tiende a buscar resultados que no son los que mejor se
corresponden con la solución del problema.

Mi pregunta y, si me lo permite, mi sugerencia es que en estos casos los
medios de comunicación, por sus características, sin penalizar a nadie,
difícilmente pueden ser vehículos adecuados de educación para la salud,
porque tienen que dar la noticia y ésta son los muertos, y ello
desencadenan



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angustia. Además, la proporción de personas a la que llegan los medios de
comunicación probablemente no se corresponda con los sectores de
población más vulnerables o necesitados de este tipo de información.

La educación para la salud por parte de los profesionales de atención
primaria, de personal médico, de personal de enfermería es vital. La
educación para la salud debe realizarse desde la propia consulta y
colectivamente. Se debe dar la información disponible --todos conocemos
que el saber es transmisible, afortunadamente; no es una esfera accesible
solamente a los profesionales de la salud--, sobre todo cuando se trata
de una enfermedad como ésta, meningocócica, que tiene unas
características bien concretas, con unos rasgos bien diferenciables por
cualquier padre o madre con una mínima indicación, teniendo en cuenta que
la mayor o menor letalidad depende del diagnóstico y del tratamiento
precoz de la enfermedad. En este caso, mucho más importante que la
vacunación es que la población tenga los datos fundamentales para
reconocer la asepsis de la enfermedad meningocócica cuando todavía es
vulnerable, cuando todavía es útil el tratamiento, perfectamente conocido
y disponible en el conjunto de los hospitales.

Por eso mi insistencia es que esa alerta, que no es de angustia sino que
pretende poner en funcionamiento los mecanismos de información, se dé por
quien tiene la capacidad y la responsabilidad de ofrecerla, que son los
servicios sanitarios públicos.

Yo quería hacerle algunas preguntas. Conozco perfectamente que la
vacunación es recomendable a partir de una tasa de incidencia determinada
y que por debajo de ella es una irresponsabilidad proponerla desde el
punto de vista de la salud pública. No obstante, se plantean
interrogantes, porque hay comunidades autónomas, como se ha dicho aquí,
con una población baja, sobre todo las de Cantabria y La Rioja,
comunidades autónomas uniprovinciales que están procediendo a la
vacunación masiva cuando han alcanzado unas tasas de incidencia en torno
a los 10 por 100.000 habitantes, con una población pequeña, insisto. En
comunidades autónomas, como la catalana o como la madrileña, donde se dan
núcleos de población muy importantes, donde se están dando en algunos
casos tasas de incidencia cercanas a la citada (por ejemplo, el distrito
de Coslada, en Madrid, está alcanzando esa tasa de incidencia) y donde se
dan densidades de población altas y, por tanto, factores de riesgo
sobreañadidos desde el punto de vista del contagio, ¿es la comunidad
autónoma la unidad administrativa? ¿Es correcto eso, cuando las
comunidades autónomas en nuestro país ofrecen volúmenes de población muy
dispares? ¿Se está teniendo una capacidad de intervención suficientemente
específica y pormenorizada para no valorar homogéneamente lo que es
desigual y para que en distritos determinados, insisto, densamente
poblados, que pueden estar cercanos a la población de una comunidad
autónoma, pueda recomendarse esa vacunación masiva?
Insisto, yo creo que el saber es transmisible y que la población es
sensible a la información que se da con normalidad, que no intenta
ocultar el riesgo de una determinada enfermedad, pero cuando se ponen a
su disposición los mecanismos de información, que al mismo tiempo son de
seguridad, porque la información da un determinado nivel de seguridad e
impide actuaciones fuera de lo razonable, como puedan darse por parte de
aquellas familias que hacen cola durante toda la noche para llegar a una
vacunación.

Por otro lado, decir que evidentemente nadie, ni el más experto
epidemiólogo del mundo, puede diferenciar en el tiempo cuál es el momento
en el que se pasa de una endemia alta a un brote epidémico. Eso nos lo
dirá la evolución de los acontecimientos. Yo confío plenamente en que el
sistema de vigilancia epidemiológica, especialmente puesto a punto por
estas situaciones, sea capaz de tomar las decisiones oportunas cuando
esto se produzca, porque esto se puede producir. Nadie lo sabe, y supongo
que el Ministro de Sanidad, aunque cuente con muchos más datos que yo, no
está en condiciones de decir si dentro de una semana van a producirse
situaciones que exijan cambios en la actuación de las autoridades
sanitarias correspondientes, si se tienen nuevos datos que en este
momento no somos capaces de prever.

Una última pregunta, que hago con perspectiva, porque supongo que
probablemente no se esté en condiciones de responderla, pero sí me parece
que es importante dar los pasos necesarios como para determinar cuáles
pueden haber sido las condiciones de este cambio en el mapa
epidemiológico de la meningitis en nuestro país, sobre todo para saber en
qué medida la situación es comparable a la de otras zonas del mundo donde
la endemia por meningococo tipo C se da y, en su caso, adoptar las
medidas de salud pública correspondientes.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco (PNV), tiene la
palabra la señora Aguirre.




La señora AGUIRRE URIBE: En primer lugar, en nombre de mi Grupo y
personalmente quiero agradecer al señor Ministro su comparecencia ante
esta Comisión y también toda la información que nos ha dado, que sirve
fundamentalmente para tranquilizar a la población. Además tiene una
virtud importante, desde mi punto de vista, porque la información
sustituye al rumor y, por tanto, la tranquiliza. Después de oír su
información a mí me gustaría plantearle tres cuestiones. Quizá el
portavoz del Grupo Popular diga que no es el foro adecuado para
formularlas, pero a mí me parece que sí.

Yo le pregunto, ¿qué opinión tiene el señor Ministro sobre la eficacia de
la vacuna?
Usted nos ha indicado que no conviene recurrir a una vacunación masiva.

¿Hay riesgos para la población con una vacunación masiva?
Por otra parte, para la población de más alto riesgo, desde mi punto de
vista, para los niños entre dos y nueve años, ¿qué grado de protección
confiere la vacuna?



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria,
tiene la palabra el señor Gómez.




El señor GOMEZ RODRIGUEZ: Muchas gracias, señor Ministro, por su
comparecencia, por sus palabras llenas



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de sabiduría y que nos han llenado de tranquilidad, y también agradecerle
las medidas que está adoptando desde su departamento en esto que sólo es
un brote, señorías, y no una epidemia. No incrementemos la alarma social.

Seamos realistas. Es verdad que todas las medidas son pocas, pero medidas
de prevención y educación sanitaria.

Yo pediría que todos nos quitásemos el ropaje político y pensáramos ahora
exclusivamente, como ciudadanos españoles y ciudadnos del mundo, en todas
las medidas educacionales y de prevención, y que el ministerio
continuase, en colaboración con los organismos científicos nacionales e
internacionales, en esa actitud, vigilando sobre éste que por ahora es un
solo brote. En Canarias hay solamente dos casos, son dos niñas: una en la
Isla de Lanzarote y otra en Tenerife. Está muy por debajo de esa cuota de
100 casos por 10.000, afortunadamente, y gracias a Dios.

No hago ninguna pregunta. Estamos tranquilos de la actitud vigilante del
ministerio.




El señor PRESIDENTE: Para contestar a los Grupos Parlamentarios tiene la
palabra el señor Ministro de Sanidad y Consumo.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Yo quiero
empezar agradeciendo a todos su extraordinario espíritu de colaboración.

Estoy seguro de que es un deseo de todos informar verazmente a la
población en el convencimiento de que esa información veraz es lo que
puede devolverle la tranquilidad y tratar, entre todos, de resolver el
problema de angustia que han podido vivir unas familias estos días,
afortunadamente --lo digo con toda sinceridad-- sin una base objetiva
porque los datos son los que se conocen, los que hemos comentado.

Es verdad que puede haber a lo mejor un municipio en donde se produzca
una incidencia superior, y eso seguro que tiene el tratamiento adecuado
por la comunidad autónoma correspondiente, que lo resolverá
adecuadamente, pero el conjunto del país está muy por debajo de esos
umbrales de incidencia que aconsejan vacunaciones masivas, y donde
aparecieron esos umbrales se hicieron las vacunaciones. Por tanto, tiene
que estar todo el mundo tranquilo de que no se da esa situación en la
inmensa mayoría del país y que si aparece en algún momento dado (que no
suelen aparecer repentinamente estas cosas, porque, como saben SS. SS.,
tienen una evolución y una cierta gradualidad) siempre se estaría a
tiempo de prepararse para esa vacunación masiva en el momento en que
fuera necesario y aconsejable en cualquier sitio.

Voy a tratar de ordenar un poco mi respuesta para dar satisfacción a
todos, en la medida de lo posible.

La señora Amador ha señalado que había una alarma. Realmente más que un
problema sanitario ha habido un problema de alarma social, y es verdad
que eso sólo se corrige con una buena información, que nosotros hemos
querido dar. Es posible que no hayamos acertado a transmitir ese mensaje
todo lo bien que sería deseable, pero lo cierto es que desde que apareció
la alarma en la comunidad de Madrid inmediatamente el propio ministerio
(con independencia de las cuestiones de competencia y de esas cosas, que
creo que no son relevantes cuando aparece un fenómeno de este tipo y
entre todos tenemos que tratar de resolver lo mejor que podamos) se hizo
presente en este tema. Tratamos de informar verazmente de la situación.

El lunes había un Pleno del Consejo Interterritorial de Salud. Estuvimos
en los medios de comunicación aquella mañana muchas personas relacionadas
con esta materia, del ministerio y consejeros de las comunidades
autónomas. Recuerdo que el consejero del País Vasco compareció ante los
medios de comunicación también aquella mañana. Intentamos, de verdad,
transmitir una información, con la autoridad que da además un acuerdo del
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, donde están todos
los consejeros de Sanidad de todas las comunidades autónomas, ideologías
aparte, todos unánimes, reafirmándonos en la valoración que de los hechos
se venía haciendo. No hay motivo de alarma, no hay motivo de
preocupación. Las pautas científicas que se nos han aconsejado son las
buenas: que se vacune sistemáticamente cuando se alcancen esos umbrales.

Así se ha hecho en Galicia, así se ha hecho en La Rioja. Si Cantabria
llega a ese nivel, que lo haga también. En los demás casos que no se haga
así porque las sociedades científicas, las sociedades técnicas y las OMS
desaconsejan la vacunación sistemática y masiva cuando no se alcancen
esos umbrales. Están las cosas bien enfocadas, se están haciendo
correctamente. Transmitamos a la sociedad confianza, porque estamos dando
una información veraz y se está haciendo lo que hay que hacer. Así lo
hicimos a través de los medios de comunicación, con muchas
comparecencias. Yo agradezco mucho la colaboración que me ofrecen el
Congreso de los Diputados en este momento y los grupos políticos, que
estoy seguro de que han pedido esta comparecencia para que entre todos
pudiéramos transmitir una vez más este mensaje. No estamos ante un
problema sanitario, estamos ante el problema de alarma y de angustia, y
entre todos tenemos que hacer lo posible para que desaparezca cuanto
antes y la población tenga confianza en las autoridades sanitarias de
todas las comunidades autónomas, que, responsablemente, si aparece un
problema, van a tomar las medidas adecuadas para resolverlo.

En las siete semanas transcurridas el número de casos fue el que dije,
402 este año, que es sensiblemente mayor que el del año pasado en el
mismo período, 252, con esta matización que también di: que los 252 casos
del año pasado son casos comprobados. De los casos correspondientes a
este año, si alguno se comprueba todavía es muy posible que no sea.

Además, por la situación de los últimos días, estamos en un estado de
vigilancia muy estricta y es posible que aparezcan este año el cien por
cien de los casos y en años anteriores no se contabilizaran rigurosamente
el cien por cien de los casos.

Con estas salvedades se pueden comparar las dos cifras --252 el año
pasado y 402 este año-- que, proyectadas hacia el conjunto del año,
darían unas medias nacionales de alrededor de 5 por 100.000, que está en
la mitad de los 10 por 100.000 que aconsejan las vacunaciones masivas.

Los 402 casos proyectados hacia el conjunto del año andarían



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en el entorno del 5 por 100.000, que es la mitad de la tasa que se señala
como la indicada para iniciar las vacunaciones masivas.

Las conclusiones del Consejo Interterritorial celebrado el lunes son
igualmente válidas para hoy, señora Amador. La Comisión de Sanidad
Pública ya tuvo una reunión. Ya hay una información fluida y permanente
sobre esto. Hay declaraciones de algunos profesionales que tenemos que
respetar todos, pero, en realidad, no creo que ninguna desvirtúe
seriamente los consejos de la Organización Mundial de la Salud, que
señala la primera de estas pautas. También quiero señalar, en España, la
Sociedad Española de Pediatría, con ocasión de una situación coyuntural,
cuando prepara su manual de vacunaciones del año --no lo hace ahora--,
establece estos criterios de carácter general, que las autoridades
sanitarias suelen tener muy en cuenta, como es natural, dado el prestigio
de las sociedades científicas y médicas y, para este caso concreto, de la
Sociedad de Pediatría.

¿Pautas de conducta que se pueden aconsejar a la población? Desde luego
hay una muy aconsejable en estos casos, que es el mayor cuidado posible
de la higiene y, por supuesto, a la menor duda, en cuanto tenga fiebre el
niño, que la familia lo lleve cuanto antes al médico porque serán los
servicios de atención primaria los que puedan hacer mejor la valoración
del caso. Afortunadamente, en la mayor parte de los casos será para
devolverle la confianza a la familia y decirle que no hay ningún
problema, y si existiera esta enfermedad, tratarla adecuadamente. Por
tanto, higiene y acudir al médico lo antes posible cuando aparezca un
cuadro que haga aconsejable esa decisión.

Seguro que los servicios de salud de las comunidades autónomas pueden
mejorar este tipo de consejos, atendiendo a las peculiaridades de cada
comunidad, y estoy seguro que lo están haciendo bien.

Vacuna disponible. Tenemos toda la necesaria y muchas más por razones de
elemental prudencia ante una situación de este tipo y, aunque sólo sea
para tranquilizar a la población, hemos pedido los cientos de miles y
millones de dosis que he anunciado antes. En la Comunidad Autónoma de
Madrid también se están suministrando monodosis, en concepto de
medicación extranjera, a esas familias que prefieren no acudir a los
servicios de salud de cada comunidad autónoma para atender los problemas
que se puedan presentar. Vacuna disponible, por lo tanto, toda la que sea
necesaria; garantía de vacunación absoluta si realmente se presenta una
necesidad.

Los servicios sanitarios están perfectamente preparados para atender los
problemas sanitarios. La señora Amador lo sabe muy bien. Quizá no están
tan preparados para resolver la alarma social, porque eso es un problema
más de capacidad de comunicación que de gestión sanitaria. Pero yo creo
que los servicios sanitarios de todas las comunidades autónomas --por
supuesto, el Insalud también-- están preparados para atender cualquier
problema sanitario que se nos presente.

¿Por qué no se cede a la tentación de vacunar? Porque yo creo que tenemos
que ser serios, rigurosos y consecuentes, y si realmente las autoridades
científicas, de medicina, la representación de los pediatras españoles,
la OMS nos dicen que no es bueno vacunar sistemáticamente más que cuando
se alcance un nivel, debemos atender a ese consejo, porque estoy seguro
que quienes lo dan están pensando que es lo mejor para la población que
se trata de proteger. Sin embargo, cuando por razones muy serias --que
seguro que las tienen todas estas sociedades y la OMS cuando opinan de
esta manera-- consideran que si se pasa de ese umbral hay que vacunar,
creo que lo mejor que podemos hacer es atender el consejo o la indicación
de las autoridades científicas, de las autoridades académicas que pueden
opinar con fundamento sobre esta opción. Así lo ha entendido desde luego
el Pleno del Consejo Interterritorial que se reafirmó en la conveniencia
de seguir las pautas de actuación sanitaria que en este punto aconsejaba
la Sociedad Española de Pediatría en ese manual de vacunaciones y a lo
que responde la actuación que se viene teniendo en las distintas
comunidades autónomas de España.

Creo que ante la duda lo que hay que hacer en estos casos es consultar
con quienes tienen autoridad para decir lo que hay que hacer. Si estas
autoridades científicas aconsejan una actuación, creo que lo mejor que
debemos hacer todos es seguirla y no ceder a cualquier otra tentación.

Le quiero dar a la señora Amador algunos otros datos que me pedía
también. Se ha testado alrededor del 40 por ciento de los casos. Por lo
tanto, algunos de estos datos no responden al cien por cien de la
muestra, y han salido del tipo C más del 60 por ciento. En el año 1996
creo recordar que era el 59 por ciento y ahora pasa del 60 por ciento.

La mortalidad media durante 1997 es de un 7 por ciento. La evolución de
los últimos dos meses es la que he dicho --402 en el conjunto de España
frente a los 255 del año pasado--. Los grupos de riesgo son los
inmunodeprimidos y los contactos. Por tanto, éstos serán los que tengan
que tener una atención preferente.

Le agradezco al portavoz del Grupo Popular, como no podía ser de otra
manera, su apoyo, que resulta decisivo para cualquier acción de Gobierno,
y lo es también en este caso.

A la señora Maestro le quiero agradecer sus sugerencias y sus
aportaciones, que estimo en todo lo que valen. También comparto su
preocupación por la mejora de los servicios de información epidemiológica
y de información sanitaria, que realmente son un instrumento de trabajo
ineludible para la gestión de estos servicios y para poder afrontar con
fundamento situaciones como estas que vimos.

Creo que tenemos unos buenos servicios de información epidemiológica y me
consta que se trabaja continuamente por mejorarlos. Voy a hacer todo lo
posible en lo que dependa del ministerio, directamente, y en lo demás,
con una preocupación de todo el Sistema Nacional de Salud Español para
que eso siga del mejor modo posible. También comparto su confianza en lo
que representa la educación de la población y lo importante que es que
los profesionales de los servicios de salud asuman esta tarea como
absolutamente prioritaria. He podido ver con satisfacción que servicios
del Insalud desarrollaban algunas iniciativas de este tipo en estos
mismos días para informar



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a la población afectada. Todo lo que se pueda hacer por esa vía también
tenemos que intentarlo, pero es inevitable también intentar llegar a la
población a través de los medios de comunicación. Ya sé que para los
medios de comunicación es más noticia una cosa negativa que una normal o
positiva, y aunque no sea negativa, basta que sea excepcional para que
sea más noticia que algo absolutamente normal. Pero los medios de
comunicación nos tienen que ayudar mucho, y creo que han actuado
responsablemente, tratando de trasladar la información veraz y evitar la
alarma de la población, porque en este caso creo que estamos ante una
alarma injustificada.

También estoy de acuerdo con su análisis, que no permite hacer una
referencia global a comunidades autónomas si con eso se quiere decir que
no se pueden tratar parcialmente problemas que puedan aparecer en una
comunidad autónoma. Estoy de acuerdo con usted en que es posible que,
estando la tasa por debajo de esa media en el conjunto de las comunidades
autónomas, puede haber un área concreta en donde no sea así y esté
perfectamente justificado un tratamiento especial. Estoy seguro de que
los servicios de epidemiología de las comunidades autónomas trabajan con
ese criterio y que no ven sólo, globalmente, el problema de su comunidad
sino que saben hacer estas matizaciones, que están muy bien señaladas. Me
reitero en la importancia que todos debemos dar a los sistemas de
vigilancia epidemiológica, para poder seguir con finura la evolución de
estas cosas y tener la respuesta lo antes posible.

En cuanto al ámbito epidemiológico que se está produciendo en España, y
por lo que yo sé también en algunos países europeos, realmente no sé
contestar respecto a las causas que lo están generando.

La señora Aguirre nos recuerda, con mucha razón, que la información es la
que debe sustituir a los rumores y la que debe ayudar a desvanecerlos,
sobre todo cuando no tienen fundamento.

Creo que la vacuna es eficaz, y me parece que lo he dicho en el texto que
he leído: Existe una vacuna capaz de generar una respuesta de una
duración variable según la edad de la persona a la que se aplique, que se
sitúa alrededor de los dos o tres años.

También he leído que en ese análisis que hacen los expertos para alcanzar
sus conclusiones y que les ha motivado, en este caso, para formular esa
directriz de que por encima de 10 casos por cada 100.000 se vacune
sistemáticamente y por debajo de esa cifra no, seguro que tienen en
cuenta que la vacuna no es eficaz en menores de 18 meses, que la duración
de la protección no supera los dos o tres años, que existen dudas
respecto de cuáles puedan ser las respuestas que se consigan con las
revacunaciones y que la protección obtenida depende de la edad de la
persona a la que se aplica la vacuna. Y del balance de lo que son las
ventajas y los inconvenientes salen los consejos que dan las sociedades
científicas, que dan las autoridades internacionales en esta materia,
para señalar pautas de actuación global a las autoridades sanitarias de
los distintos países. Creo que con esto contesto también al porqué no de
la vacunación masiva y al tipo de protección que confiere la vacuna, que
ambas cosas están incluidas en el conjunto de esta problemática.

Por último, agradezco mucho al señor Gómez sus palabras de apoyo y la
convicción que ha expresado de que no estamos realmente ante un problema
grave, que no estamos ante una epidemia, que estamos ante un aumento del
número de casos que, afortunadamente, todavía se sitúa en unos umbrales
no graves, según el juicio unánime de las personas que con más autoridad
opinan sobre esta materia. También comparto con él su confianza en que
las medidas educacionales de toda la población son muy importantes en
todos los procesos sanitarios y en éste obviamente también.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Señora Amador.




La señora AMADOR MILLAN: Gracias, señor Ministro, por sus aclaraciones y
por sus respuestas. Si me lo permite, me gustaría insistir en algún punto
concreto.

A pesar de los datos numéricos, concretísimos, que ha tenido la atención
de facilitarme, sigo teniendo algunas dudas y le pido que nos remita una
información que se refiere a lo siguiente: De los 402 casos de que nos ha
hablado le preguntaba cuál es la evolución en enero y febrero y cómo se
ha producido el paulatino aumento. Nos parece un dato relevante que
comprendo no tenga aquí, por lo que le rogaría que nos lo facilitara.

Cuántos de los 402 casos son por meningococo C. Nos ha dicho que se ha
testado el 40.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Sí, y de ahí
sale el 60.




La señora AMADOR MILLAN: El 60. Respecto a la mortalidad le he pedido dos
datos, la mortalidad total y, sobre la total, cuánta se debe al
meningococo C, si se tiene el dato. Esto en cuanto a los datos concretos.

Señor Ministro, también me gustaría preguntarle si tiene previsto, al
menos mientras dure esta situación, algún tipo de información periódica
sistematizada. Es inevitable que, en el día a día, los medios de
comunicación, la circunstancia personal, el rumor, el titular, generen
una información continuada sobre este problema. A mí me parece que sería
útil que, además de esa información que facilitan los medios de
comunicación o generan los propios pacientes, etcétera, haya una
información sistemática del Ministerio de Sanidad y Consumo. Por tanto,
me permito sugerirle que establezca una pauta de información y que todo
el mundo sepa que mientras dure esta situación puede tener la certeza de
que, con la periodicidad más corta posible, a pesar de que se oiga una
opinión de profesional, de un particular o de quien sea, tendrá
referencia de contraste que es la información del Ministerio de Sanidad y
Consumo, y que se comprometa a seguir informando de la evolución del
problema con periodicidad.

También me gustaría obtener alguna información sobre el precio de la
vacuna; si tiene trascendencia el precio de la vacuna en el hecho de que
pueda ser necesaria una cantidad importante.




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También me gustaría saber si el ministerio está pensando en la próxima
campaña, cuando pase esta punta y vista la evolución del tipo de la
meningitis, para el futuro no es una información para hoy. Me gustaría
que nos facilitara cuáles son los planes, las previsiones, de la
autoridad sanitaria en salud pública respecto a cómo se traduce esto para
el próximo inmediato futuro en el plan de vacunaciones.

Finalmente, señor Ministro, le agradezco toda la información facilitada
por usted. Creo que es determinante que la información la dé usted, el
Ministro de Sanidad y Consumo. No tiene el mismo valor si lo dice usted
que si lo dice cualquier otra persona. Esa es la grandeza de ser el
máximo responsable de los temas sanitarios y por eso le insto a que sea
usted el que, con su autoridad, transmita esta información a la población
porque le aseguro que no tiene el mismo valor.

Esto me permite enlazar y decirle dos palabras al representante del Grupo
Popular. Yo creo que sí es éste el foro adecuado y que me gustaría que no
se confundiera el debate. Una cosa es que estemos hablando de la alarma
social --que seguramente es lo único que está a nuestro alcance intentar
paliar en este momento, porque, desde luego, no está a mi alcance ni al
de mi grupo paliar el problema sanitario, sí lo está intentar contribuir
a paliar la alarma social--, pero no desenfoquemos el problema. El
problema es la meningitis, no la alarma. La alarma es una consecuencia de
que exista meningitis y, además, tiene unas causas que yo ya he dicho al
empezar mi intervención que no iba a analizar aquí.

Pero si yo he empezado mi intervención explicando, para que no hubiera
ninguna duda, qué la ha motivado y cuál era nuestra intención, que era la
de ofrecer nuestro apoyo al Ministro de Sanidad para ayudar en esta
situación, y si la comparecencia no sirve para que la oposición critique
y controle al Gobierno, en esta circunstancia tampoco debe servir para
que el grupo que apoya al Gobierno extraiga de esta comparecencia la
conclusión de que todo se ha hecho muy bien y conteste a unas supuestas
críticas que desde luego yo no he formulado, ni una sola.

Una vez más, señor Ministro, le tengo que decir que a veces hay apoyos
que más vale no tener. Yo he tenido un extraordinario cuidado en no
pronunciar ni una sola manifestación que valorara la responsabilidad, ni
la actuación, ni la diligencia, ni nada de nada. Lo único que he hecho ha
sido un reconocimiento de su autoridad, en este momento y en este
problema que existe en el país, para decirle a continuación que lo que
usted dijera hoy aquí es lo que vamos a decir los integrantes de mi
grupo, y desde luego yo. La información que usted nos ha dado es la que
yo voy a transmitir a la sociedad. Y como lo he dicho con tanta claridad
me sorprende que, aunque usted sí me ha escuchado, su grupo, una vez más,
no. Le tengo que pedir al señor Villalón --y esto no va con usted, señor
Ministro, va con el Grupo Popular y con su portavoz-- que eche un momento
la vista atrás y busque qué hizo el Grupo Popular con un solo caso de
meningitis que se dio en La Línea, en la provincia de Cádiz, cuando
gobernaba el Partido Socialista. Que busque y lea lo que dijo el Grupo
Popular. Seguro que valora más la actuación de mi grupo y la de su
portavoz esta tarde.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE SANIDAD Y CONSUMO (Romay Beccaría): Señora Amador,
le haré llegar los datos de los que no dispongo ahora mismo para que
tenga toda la información con el convencimiento de que será exactamente
la que usted transmita con ese espíritu de colaboración y de ayuda que
agradezco de verdad en todo lo que vale. También tomo nota de su
sugerencia, que me parece muy atinada, sobre que se pueda periodificar
esta información para hacerla llegar a la opinión pública de la forma más
ordenada posible, en la seguridad de que eso generará confianza, y así lo
vamos a hacer.

El precio de la vacuna no es determinante de nada. Se pueden atender esas
necesidades. En estas situaciones, como sabe muy bien S. S., es
prioritario lo que haya que hacer en ese sentido. Estoy seguro que
comunidades autónomas y Ministerio, todos, están dispuestos a hacer lo
necesario para resolver los problemas. Habrá que dejar de gastar en otra
cosa, pero no se dejará de hacer lo que haya que hacer, repito, en este
campo.

En cuanto a la próxima campaña, no puedo anticiparla ahora mismo. Estoy
seguro que en esa encomienda que ha recibido la Comisión de Salud Pública
del Consejo Interterritorial, y contando con todas las comunidades para
trabajar en estos temas, se establecerán las pautas de trabajo conjunto,
en la seguridad de que se afrontará con toda la diligencia necesaria y
habrá el máximo de posibilidades de éxito.

Es verdad que la alarma no se produciría si no hubiera meningitis, pero
también creo que la meningitis que hay en algunos sitios no es ni
siquiera más que en campañas anteriores. Por ejemplo, en Madrid no hay
mucho más que otros años, sin embargo, la alarma puede aparecer aunque no
tenga una relación directa con el fenómeno que la produce. En este caso
creo que hemos estado ante una situación de este tipo en la que la alarma
no estaba justificada. Así lo entendió el pleno del Consejo
Interterritorial, y creo que es lo que va a salir de esta comparecencia
gracias a la postura conjunta de los distintos grupos políticos del arco
parlamentario del Congreso de los Diputados.




El señor PRESIDENTE: Agradecemos la comparecencia del señor Ministro y
las intervenciones de todos los grupos parlamentarios de la Cámara.

Estimo que con sus intervenciones, tanto la del Ministro como la de los
grupos, podemos y debemos llevar la tranquilidad a la sociedad en un
momento de cierta alarma social. Agradezco profundamente las
intervenciones, tanto de uno como de otros. Muchas gracias.

Se levanta la sesión.




Eran las cinco y cincuenta y cinco minutos de la tarde.