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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 139, de 29/01/1997
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 139



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PRESIDENTE: DON JESUS POSADA MORENO



Sesión núm. 14 (extraordinaria)



celebrada el miércoles, 29 de enero de 1997



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia, a petición del Gobierno, del señor Subsecretario del
Ministerio de Fomento (Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín), para informar de los
daños provocados por el reciente temporal en las infraestructuras de la
Comunidad Autónoma de Andalucía. (Número de expediente 212/000450.)



Se abre la sesión a las cuatro y cuarenta minutos de la tarde.




El señor PRESIDENTE: Buenas tardes.

Vamos a comenzar esta reunión de la Comisión de Infraestructuras, que
tiene como punto único del orden del día la comparecencia, a petición del
Gobierno, del señor Subsecretario del Ministerio de Fomento, don Víctor
Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín, a quien damos la bienvenida, para informar
con detalle de los daños causados por el reciente temporal en las
infraestructuras de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Quiero decir que esta comparecencia tiene su origen en una petición que
se hizo por los grupos de Izquierda Unida y Mixto para que hubiera una
comparecencia del Ministro de Fomento en la Comisión de Infraestructuras
y de la Ministra



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de Agricultura en la Comisión correspondiente. Hubo una reunión de la
Diputación Permanente y allí se defendió esa petición de comparecencia de
los ministros. Previamente, el Gobierno, el día anterior, había pedido la
comparecencia de los subsecretarios correspondientes en las Comisiones de
Infraestructuras y de Agricultura y, tras un debate en la citada
Diputación Permanente, se retiró esa petición, que quedó sustituida por
la presencia de los subsecretarios. Digo esto para enmarcar el campo en
el que se tiene que desarrollar esta comparecencia, en un período
extraordinario, en un momento en que no está reunido el Congreso de los
Diputados.

Sin más preámbulos, doy la palabra a don Víctor Calvo-Sotelo.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE FOMENTO (Calvo-Sotelo
Ibáñez-Martín): Señorías, esta comparecencia tiene el propósito de
ofrecer a la Comisión de Infraestructuras del Congreso un informe de
urgencia sobre la situación actual de las carreteras y ferrocarriles
después del temporal de lluvias que ha azotado a la Comunidad Autónoma de
Andalucía en las últimas semanas. He de anticiparles --y espero que los
miembros de la Comisión lo comprendan-- que este informe de urgencia está
marcado por la provisionalidad, ya que en estos momentos no es posible
hacer una valoración detallada de los daños que finalmente resultarán de
las lluvias pasadas y tampoco sabemos en qué pueden afectar todavía las
posibles lluvias, el temporal, si es que continúa. También he de señalar
las grandes dificultades para evaluar los daños, algunas de ellas
derivadas del estado impracticable de las vías de acceso a algunas zonas
y comarcas. A pesar de estas limitaciones prácticas, puedo facilitarles
una panorámica de la situación con los datos disponibles al día de hoy,
sin perjuicio de las evaluaciones que hayan de hacerse posteriormente,
una vez que las condiciones se normalicen, evaluaciones que se siguen
realizando día a día por los servicios de este ministerio.

Quiero destacar que este informe que se presenta ante la Comisión es el
fruto de un trabajo conjunto del ministerio a través de sus
demarcaciones, de sus direcciones provinciales y de Renfe. Renfe ha
realizado sus actuaciones por sus propios medios y también en
colaboración con la Junta de Andalucía, a través de los convenios que
tiene suscritos con ella, y con la intervención de otras entidades y
autoridades locales. Asimismo, quiero resaltar que este trabajo conjunto
es una garantía de que las medidas que se adopten solidariamente para
paliar los daños ocasionados por los temporales de lluvias han de
resultar eficaces, efectivas y oportunas, objetivo que nos guía en todas
nuestras actuaciones. Como presentación de este informe, voy a dar unas
cifras indicativas de las infraestructuras que tiene el Estado en
Andalucía en carreteras y ferrocarriles. En carreteras, en total, el
Estado cuenta con 3.055 kilómetros, entre carreteras de una calzada, de
doble calzada, autovías y autopistas de peaje. En ferrocarriles, de la
red convencional hay un total de 1.982 kilómetros, y en alta velocidad
hay 423 kilómetros de vía.

Se ha elaborado una estadística sobre los datos meteorológicos, donde se
recogen los valores de las precipitaciones registradas en los
observatorios de las diferentes capitales andaluzas durante los meses de
noviembre y diciembre de 1966 y hasta el 19 de enero de 1997. Como
cantidades de referencia, de comparación en este estudio, se han tomado
las medidas registradas en los mismos meses en el período 1961-1990, que
se juzga suficientemente largo para hacer posible una comparación
reveladora. Para la provincia de Cádiz no se disponía aún de las cifras
relativas al mes de enero de 1997, pero sí para el resto de las
provincias de Andalucía. Los datos aportados en esta pequeña reseña
meteorológica ponen de manifiesto que las cantidades de agua recogidas en
el transcurso de los dos últimos meses de 1996 y los días transcurridos
hasta el 19 de enero de 1997 son en todas las capitales superiores a las
medias del período 1961-1990, principalmente en Granada, con un 161 por
ciento de incremento; en Córdoba, con un 152 por ciento; en Huelva, con
un 125 por ciento; en Cádiz, con un 118 por ciento, y en Málaga, con un
110 por ciento de incremento. Sin embargo, lo verdaderamente llamativo se
encuentra en las cifras correspondientes al mes de diciembre de 1996,
durante el cual las lluvias han resultado espectaculares en todas las
provincias. En efecto, dentro de los incrementos, se puede apreciar que
los relativos a este mes de diciembre superan en todos los casos un
incremento del 200 por ciento, destacando por orden de magnitud la
provincia de Huelva, con un 365 por ciento, y la de Córdoba, con un 322
por ciento. Menores cifras se dieron en Jaén, con un 213 por ciento, y en
Sevilla, con un 238 por ciento sobre los datos medios de diciembre del
período 1961-1990. Aunque en el informe que se presenta no se ha
recopilado la información diaria, es decir, las lluvias registradas
durante cada uno de los días, es fácil adivinar que algunos días se han
alcanzado cantidades muy importantes, con lo cual la escorrentía se ha
iniciado con antelación a las fechas normales y sus valores se han
multiplicado en proporciones similares a la intensidad de las
precipitaciones. Con esta breve reseña sobre los datos de pluviometría
queríamos señalar lo excepcional de los temporales que han azotado a
Andalucía en los meses pasados.

Antes de entrar en los detalles sobre las obras de ingeniería, voy a
hacer unas breves consideraciones. Conviene precisar que cualquier obra
de ingeniería civil se hace con arreglo a unos determinados parámetros:
con los coeficientes de seguridad necesarios y, en lo referente a las
lluvias, con unas avenidas de proyecto de un período de retorno adecuado
para que se pueda dar el servicio a la sociedad a un coste asumible. Por
tanto, cuando la realidad se aleja de los parámetros normales de
dimensionamiento o, en el caso de las lluvias, si éstas se producen en
avenidas superiores a las determinadas según los períodos de retorno
científicamente aceptados, se producirán daños que, ya se sabe, deben
asumirse y corregirse. Proyectar una obra asegurando que nunca va a tener
problemas es una solución que, salvo en el caso de riesgo para personas,
no se puede considerar técnicamente por el excesivo encarecimiento que
supondrían las obras.




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Otra consideración a tener en cuenta es que, una vez producidos los
daños, inmediatamente se destacan grupos de trabajo que estudian caso por
caso, analizando las causas y, sobre todo, proponiendo las soluciones
necesarias. Estas medidas correctoras que se proponen son de dos tipos:
unas primeras, de urgencia, tendentes a reponer el servicio lo antes
posible; otras, de carácter final, son las que se realizan una vez
terminados los estudios que determinan las causas de los fallos en las
infraestructuras. En este momento sólo podemos dar cuenta de las primeras
--las medidas de urgencia que estamos adoptando tendentes a reponer el
servicio lo antes posible-- y quedo emplazado, si así lo quieren SS. SS.,
a remitir a la Comisión el correspondiente informe, donde se relacione
obra por obra, y con suficiente detalle, las causas de los daños y las
medidas adoptadas de carácter final cuando los estudios que estamos
actualmente realizando así nos lo permitan.

En cuanto a la tipología de los daños que se producen, los ocasionados
por los temporales de lluvia en Andalucía han afectado tanto a las
calzadas y arcenes en los firmes, a las plataformas de las vías y
estructuras, como a los márgenes en cuanto al drenaje y a la estabilidad
de los taludes y muros. Los daños de mayor envergadura se deben a
deslizamientos debidos, en algunos casos, a movimientos del terreno sobre
el que se asienta la carretera o la vía y, en otros, a las filtraciones
de agua que han desestabilizado los terraplenes. A su vez, también se han
producido socavaciones en pilas y estribos como consecuencia de las
riadas, y los firmes y vías se han visto afectados con fisuras y
hundimientos, generándose en otros tramos socavones por los arrastres en
las cunetas. En algunos desmontes en tierra se han producido
deslizamiento del talud, ocupando incluso el arcén y parte de un carril
de la calzada, o explanaciones de las vías, rebasando e incluso rompiendo
algunos muros de engabiones y originando cárcavas en las márgenes. En los
desmontes en roca los problemas se han generado por el deslizamiento de
unos estratos sobre otros, llegando los desprendimientos en algunos casos
a afectar las infraestructuras.

El drenaje longitudinal de las vías se ha visto muy afectado,
ocasionándose aterramientos de cunetas, socavándolas en otros casos y
levantando en algunas revestidas el hormigón. El drenaje transversal ha
sufrido los arrastres, disminuyendo como consecuencia su sección
hidráulica. En otros tramos se han ocasionado roturas de muros de
hormigón y se han afectado distintos servicios, como tuberías de
distribución y centros de transformación. En los caminos de servicio, en
general de zahorra, además de la aparición de numerosos baches, se han
producido mordientes que en algunos casos han supuesto el corte del
camino. En otros puntos este corte se ha originado por la incapacidad de
las obras de fábrica para drenar el agua procedente de los cauces y
fincas colindantes, que a su vez llevaba arrastres de tierra.

Los daños ocasionados en las infraestructuras de carreteras y
ferrocarriles han sido cuantiosos, valorándose en estos momentos en un
total de 17.000 millones de pesetas, de los que unos 13.500 millones
corresponderían a carreteras y 3.500 millones a ferrocarriles.

En cuanto a los daños en infraestructuras de carreteras, el resumen por
provincias de la evaluación que se tiene hasta el momento, sin que se
pueda descartar que se produzcan nuevos daños, sería el siguiente. En
Cádiz se estima un coste de 2.784 millones; el número de actuaciones en
las que está interviniendo el Ministerio y que suman este coste total es
de 14. En Córdoba, con 22 actuaciones de emergencia, se estima un coste
de 1.207 millones. En Huelva, 17 actuaciones y 551 millones. En Sevilla,
48 actuaciones y 244 millones. En Málaga, 34 actuaciones y 1.674
millones. En Granada, 37 actuaciones y 5.333 millones. En Almería, 28
actuaciones y 149 millones. En Jaén, 16 actuaciones y 1.545 millones.

Como se puede deducir de la muy diversa magnitud de los daños, el plazo
de las reparaciones y actuaciones necesarias es también variable. Muchas
de ellas ya han sido realizadas, ya que inmediatamente, al producirse los
hechos, se iniciaron con toda urgencia los trabajos para restablecer las
condiciones de viabilidad y de seguridad, mientras que las actuaciones
definitivas en algunos casos no se terminarán hasta pasados algunos
meses, ya que es necesario realizar previamente los correspondientes
estudios geotécnicos, estructurales e hidráulicos. Dichos estudios ya se
han iniciado en todos los casos y en ellos se están contemplando no sólo
las soluciones a los problemas planteados, sino, a la vista de la
experiencia, las medidas que eviten en lo posible su repetición en el
futuro.

Las medidas correctoras que se están tomando en carreteras en estos
momentos suman 216 actuaciones, que se están llevando a cabo para reparar
los daños y mantener un nivel de servicio adecuado en las carreteras.

Estas medidas, por tipo de actuaciones, se podrían clasificar de la
siguiente manera. Hay 30 actuaciones por la retirada de desprendimientos
en calzadas, arcenes y márgenes, 25 actuaciones de limpieza de drenajes
longitudinales y transversales en obras de fábrica y cunetas, 63
actuaciones de reparación de muros de gabiones y construcción de cunetas
de guarda en los desmontes, 41 actuaciones de construcción de muros de
escolleras, sustituyendo desmontes de tierra en algunos tramos y en otros
para su estabilización; 10 actuaciones de construcción de cunetas
revestidas y bajantes, 6 actuaciones para el aumento de la capacidad de
drenajes en obras de fábrica, 13 actuaciones para la restitución de
servicios afectados: tuberías, centros de transformación y distribución,
y 28 actuaciones para el tratamiento de caminos de servicio con zahorra.

Para el mantenimiento del servicio ha sido necesario, además, la
construcción de desvíos provisionales como consecuencia, en algunos
casos, del corte de las carreteras convencionales o de una calzada en las
autovías. En otros casos se ha realizado como previsión de posibles
derrumbamientos de piedras o tierra desde los desmontes o por
deslizamientos de los terraplenes. También se ha procedido a achicar las
acumulaciones de agua en las márgenes y a colocar mallas de protección.

En su momento, si así lo estimaran oportuno los miembros de esta
Comisión, se les podría facilitar un documento, en el que se detallaran
cada una de las actuaciones, con la información de que dispusiera



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el Ministerio de Fomento en cuanto a los plazos y a los presupuestos
estimados de dichas actuaciones.

En cuanto a ferrocarriles, Renfe ha remitido al ministerio una relación y
valoración de los daños producidos en su infraestructura ferroviaria por
los temporales acaecidos entre el 11 de noviembre y el 8 de enero de
1997. La relación desagrega las cifras de los daños producidos en
Andalucía y, dentro de esta comunidad, dividiéndolas, entre la red
convencional, la línea de alta velocidad, los ramales y la red convenida
con la Junta de Andalucía. En esta última red Renfe no es compensada por
el Estado por los trabajos de mantenimiento de la infraestructura, pues
se trata de líneas en las que se suspendió la explotación por cuenta del
Estado por acuerdo del Consejo de Ministros de 30 de septiembre de 1984.

Los tráficos y el mantenimiento de estas líneas están acordados por Renfe
con la Junta de Andalucía por medio de convenios, por lo que en la
relación figuran como líneas convenidas. El total de gastos previstos es
de 491 millones de pesetas en recursos aplicados a las primeras
intervenciones --son aquellas intervenciones de urgencia destinadas a
restablecer el servicio en la vía-- y de 3.000 millones de pesetas en
obras de restitución de la infraestructura a sus condiciones originales;
3.000 millones de pesetas en obras que están en estos momentos en trámite
de adjudicación urgente. El total es de unos 3.500 millones de pesetas.

De estos 3.500 millones de pesetas, a las líneas convenidas con la Junta
de Andalucía corresponden 366 millones de pesetas. Es de destacar que
durante este período el ferrocarril ha estado dando un servicio continuo
con mínimas interrupciones durante todo el período de temporales,
habiéndole afectado éstos en mucha menor cuantía que a las comunicaciones
por carretera.

En cuanto a los plazos de ejecución de las medidas previstas, se puede
afirmar que los servicios ya están restablecidos y las obras de
restitución de la infraestructura a sus condiciones previas están
actualmente en proyecto, previéndose su adjudicación inmediata con
carácter urgente. No están previstas, en principio, en las obras hasta
ahora estudiadas medidas de cambio de diseño de las infraestructuras ya
que los daños que hayan podido aparecer durante estos temporales no se
consideran imputables a defectos de diseño en las infraestructuras.

La situación actual al día de hoy es que el transporte por ferrocarril
está garantizado en su totalidad manteniéndose el tráfico de una forma
normal.

En cuanto a las carreteras, existen dos tramos cortados. El más
significativo es el de la N-323, entre Granada y Motril, entre los puntos
kilométricos 170 al 184, dándose el servicio entre estos dos puntos a
través de dos carreteras de la red estatal, que al ser su trazado de
mucha pendiente y sinuoso no es recomendable para el tráfico pesado,
dando como solución alternativa más adecuada el llegar a Motril por
Málaga. El presupuesto estimado para la reparación de estos tramos es
superior a 2.000 millones de pesetas y están en estos momentos en estudio
los proyectos de mayor detalle para evaluar el riesgo de deslizamiento de
la ladera, lo que hace que no se pueda prever todavía la fecha de puesta
en servicio de este tramo. El otro tramo cortado se encuentra situado en
la N-340 a su paso por Almuñécar, realizándose el desvío por una antigua
infraestructura de la red estatal y por los viales del municipio.

En otras obras se está manteniendo el servicio en estos momentos, aunque
no de una manera normal, dado que en alguna de estas obras hay algún
carril o calzada afectados por desprendimientos y todavía no está en
servicio. Estas infraestructuras en las que se está manteniendo un
servicio limitado son las siguientes: La N-340, ronda este de Málaga,
entre los puntos kilométricos 242 y 246, en los que está cortada la
calzada derecha habilitándose la calzada izquierda para la circulación en
ambos sentidos y se prevé que el plazo necesario para restaurar el
servicio de esta ronda en sus condiciones completas será de un mes; la
variante de Marbella en el punto kilométrico 180, donde también se
circula únicamente por una calzada y hay un plazo estimado de dos meses
para recuperar el servicio; la carretera de Antequera a Málaga, en el
punto kilométrico 137, que también tiene un plazo de puesta en servicio
completo de un mes; la carretera de Bailén a Granada, en el punto
kilométrico 56, donde está afectada una calzada no pudiéndose empezarse
su restauración hasta finalizadas las lluvias por problemas de
desprendimientos de la ladera; en la carretera Motril-Adra desde el punto
kilométrico 356 al 358 el tráfico se ha desviado por una explanada de
obra, estando prevista su restauración al tráfico normal en un plazo de
dos meses. En todas estas obras se encuentra ya personal de la Dirección
General de Carreteras y de las demarcaciones dedicadas a poner en
servicio completo a la mayor brevedad dichas obras.

En cuanto a las actuaciones realizadas por Renfe, como hemos dicho, el
servicio es completo en toda la región. Habría que añadir que Renfe tiene
suscrito un seguro con el consorcio de seguros que cubre daños por
riesgos catastróficos en el material rodante o en la infraestructura y en
la superestructura por daños superiores a 100 millones de pesetas, por lo
que gran parte de la financiación de las reparaciones se realizará con
cargo a este seguro. Del resto y de las actuaciones en carreteras al
tratarse de actuaciones por emergencia, se prevé su financiación dentro
del real decreto-ley que en estos momentos se está elaborando por el
Ministerio de Interior, por el que se adoptan medidas de urgencia para
reparar los daños causados por las recientes inundaciones y temporales.

Como ya anunció ayer también el subsecretario de Agricultura, los
ministerios estamos involucrados en la redacción de este real
decreto-ley, que esperamos que en el plazo de unas semanas, de un mes,
pueda publicarse, por el que el Ministerio de Economía y Hacienda apruebe
un crédito extraordinario que cubra los daños producidos en las
infraestructuras y en general en la comunidad autónoma andaluza por el
temporal de lluvias.

Querría finalizar mi intervención diciendo que las cifras que les hemos
ofrecido son la mejor evaluación de que dispone el Ministerio de Fomento
al día de hoy; que en los próximos días y semanas iremos precisando estas
cifras; que estamos trabajando coordinadamente con el resto de
instituciones en la resolución urgente de los problemas causados por el
temporal; que la actitud del ministerio es la de una cooperación con
todas las instituciones para llegar



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a restablecer las condiciones de tráfico en todas las carreteras de la
red de interés del Estado en el menor plazo posible y que estamos
trabajando en la comisión interministerial, que desarrolla el real
decreto de medidas urgentes, para que también a la mayor brevedad este
real decreto pueda ver la luz y se puedan financiar las actuaciones que
ya están en curso.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Subsecretario, por su detallado
informe.

Vamos a proceder ahora a la intervención de los grupos.

Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor García-Arreciado.




El señor GARCIA-ARRECIADO BATANERO: Muchas gracias, señor Calvo-Sotelo,
por su comparecencia en esta Comisión a petición del Gobierno, en
consonancia con las peticiones formuladas también por otros grupos
parlamentarios.

Hace apenas una semana, el día 21 pasado, se debatió ya en esta Cámara la
necesidad de la urgente comparecencia de los responsables de una serie de
ministerios sectoriales para ofrecer un primer cálculo, una primera
valoración de los daños causados y fundamentalmente para explicar las
medidas y la urgencia con las que se pretendían poner en marcha esas
medidas que reparen en lo posible el daño que se ha causado en varias
comunidades pero especialmente en Andalucía. La reacción de la Cámara fue
rápida. Yo creo que la Cámara esta vez ha reaccionado con prontitud.

Ojalá siempre fuésemos capaces de hacer eso, actuar con rapidez, para
ofrecer soluciones o por lo menos para plantear los debates de las
demandas más acuciantes de los ciudadanos. Yo, en nombre de los andaluces
o, por decirlo con más precisión, en nombre del importante número de
andaluces que votan a nuestro partido, quiero dar las gracias a todos los
grupos parlamentarios por la rapidez con que se ha actuado en este caso y
tengo la seguridad de que los numerosos ciudadanos andaluces afectados
ese día sentirían al menos la proximidad de sus Diputados, y de la Cámara
que los representa, con sus problemas.

También tengo que felicitar al ministerio y a este Gobierno por la
velocidad con que se han materializado las comparecencias de los diversos
responsables sectoriales para informar --como hemos tenido ocasión de
escuchar en esta intervención-- de los daños causados y, en un breve
esbozo con algunos apuntes de inquietud, de las medidas que se piensan
poner en marcha y sobre todo del tiempo que esas medidas van a tardar en
ponerse en funcionamiento realmente.

Tengo que decir que quizá por la técnica que hemos introducido entre
todos de realizar un debate sectorializado se pudiera tener una falsa
impresión de lo que ha ocurrido en Andalucía. Si los daños causados
fuesen 17.000 millones, no estaríamos aquí, porque ésa es una cifra a la
que se podría hacer frente con los recursos de la propia comunidad y de
los municipios. En la citada reunión del día 21, se informó con amplitud,
por varios de los intervinientes, de la dimensión de los daños causados.

Yo quiero, para que conste en el «Diario de Sesiones» de esta reunión,
trazar un breve esbozo de las dimensiones del problema que debe afrontar
el Gobierno; y me refiero al Gobierno en su conjunto, no en concreto a
este ministerio, cuya valoración de los daños, según nos ha sido
comunicado, coincide sustancialmente con la información que tenemos de la
Junta de Andalucía.

En Andalucía cayeron 25.000 hectómetros cúbicos de agua, 25 kilómetros
cúbicos de agua, en 35 días. La mitad de la escorrentía media nacional a
lo largo de los doce meses de un buen año de agua cayó en Andalucía,
25.000 millones de toneladas actuaron sobre el terreno y produjeron una
serie de daños que hemos de poner de manifiesto en esta Comisión para su
consideración, insisto, no por desconocimiento de la Cámara, que ya tiene
información por reuniones anteriores, pero sí para ilustrar brevemente
los argumentos. Para que nos hagamos una idea, esta cantidad de agua era
suficiente para extender, por los 80.000 kilómetros cuadrados de
Andalucía, una capa de más de 35 centímetros de altura. Eso es lo que
pasó, no sólo daños en Renfe por valor de 3.500 millones y en carreteras
por los millones que sea, aunque insisto en que el balance sectorial de
su ministerio está bien hecho.

El Gobierno debe de tomar las medidas necesarias --y éste es el momento
de decirlo-- para afrontar unos daños de una magnitud muy superior de la
que se podría deducir tras escuchar como han sido descritos en esta
Comisión. Los daños totales --a los que debe hacer frente el conjunto de
las administraciones públicas-- están situados, en una primera
valoración, en el entorno de los 110.000 millones de pesetas. Solamente
en cosechas se han perdido más de 30.000 millones; los daños en
infraestructuras han sido de más de 50.000 millones; en carreteras,
27.000 millones de pesetas, de los que 13.000 millones corresponden a la
Administración central y otros 14.000 millones a la red de la comunidad
autónoma. El 60 por ciento de los municipios --410 de ellos-- están
gravemente afectados, muchos de ellos, como los de la costa de Granada,
aislados prácticamente, a pesar de que, como bien ha indicado el señor
Calvo-Sotelo, se mantiene el tráfico por una calzada. Un total de 100
carreteras han estado cortadas, 600 kilómetros de ellas han quedado
prácticamente destruidos y 350 tramos conflictivos, y se han perdido más
de 5.000 millones de pesetas en enseres de gente muy, muy humilde; sin
olvidar, por supuesto, el daño irreparable de los andaluces que han
pagado con su vida esta desmesura que ha ocurrido en este mes y medio.

En este escenario, señor Calvo-Sotelo, sólo es posible actuar desde una
solidaridad extrema entre las administraciones. En estos momentos, ocho
millones de andaluces --como los habitantes que padecieron daños
similares en otros años, porque estas catástrofes se reproducen
cíclicamente en nuestro país, a pesar de los esfuerzos de inversión en
infraestructuras que palien estos daños--, es decir, el conjunto de
Andalucía, especialmente los más afectados, necesitan la ayuda y el
socorro, que hasta ahora ha tenido el apoyo de los grupos parlamentarios,
por lo que yo he manifestado mi agradecimiento.

No se trata, por tanto, señor Calvo-Sotelo, de que el Gobierno calcule
sus daños y los repare --que bien está; debe



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de hacerlo y estoy seguro de que lo hará, aunque quisiera una mayor
precisión respecto a la velocidad con la que se va a producir--, sino que
se trata de que, incluso en aquellas competencias que no residen
estrictamente en la Administración central del Estado, el Gobierno debe
de hacer un esfuerzo importante por ayudar a unas administraciones cuyos
recursos económicos quedan muy por debajo del nivel mínimo de exigencia
del coste de reposición de los bienes y de los servicios que han sido
dañados y, en muchos casos, destruidos. Tengo que decir que estoy seguro
de que eso se va a producir así y, al mismo tiempo, tengo que decir que
algunas faltas de coordinación entre algunos organismos de cuenca --que
no pertenecen ya a este ministerio, como todos sabemos-- y la
Administración local andaluza tuvieron como consecuencia que los
municipios situados aguas abajo de las avenidas que los pantanos no
podían laminar no pudieran ser informados con el tiempo suficiente para
que el daño producido hubiera sido siquiera algo menor.

Me interesa subrayar la absoluta necesidad de acuerdo con las
administraciones afectadas, autonómica y local, y el convencimiento de
que éste es un asunto que debe ser tratado, como lo ha sido siempre, en
esta Cámara, puesto que, como digo, el régimen irregular de lluvias de
este país nos sitúa cada cierto tiempo ante dramas de magnitud similar al
que hoy consideramos, que éste no es el momento de los planteamientos
políticos partidistas. Aquí estamos ante un drama importante. Yo confío
plenamente en que el Gobierno va a hacer el esfuerzo que siempre se ha
hecho por ayudar a las comunidades que han estado en esta situación.

Unicamente tengo que citar, como ejemplo --que espero que sea anecdótico
y que no se vuelva a repetir--, que esas pequeñas disfunciones en la
colaboración entre las administraciones no se deben producir en el
futuro.

El Gobierno --si se me permite, aunque pueda parecer un poco cínico--
tiene fácil el procedimiento de actuación. Comentaba antes con el señor
Ortiz --que fue ministro de Obras Públicas hace muchos años-- que ya
desde su época se viene perfeccionando un formato de real decreto-ley que
sistemáticamente tiene que ser utilizado por esta Cámara para
enfrentarnos con estos problemas. Usted ha citado un plazo de un mes. No
le he entendido bien, no sé si es para la elaboración del real decreto.

Si el plazo de un mes que usted ha dado es para la elaboración del real
decreto, creo sinceramente que, con la base documental que tiene el
Gobierno de actuaciones en los años 1989, 1994 y 1995, ese plazo se
podría reducir sensiblemente, salvo
--esto me inquieta y se lo tengo que decir-- que haya que esperar,
como usted ha dicho, a que el Ministerio de Economía y Hacienda evalúe
los daños para dar un crédito. Tengo que decir que no ha sido ése el
procedimiento seguido anteriormente, sino que se promulgaba un real
decreto con un crédito ampliable, con una cantidad con cargo al
correspondiente programa de la sección 32, para catástrofes y daños
especiales, etcétera, porque algunos de los daños producidos son de
cierta complejidad y no se puede esperar a su valoración. En muchos
casos, para acceder a sitios cuyos daños hay que evaluar, las obras van a
tardar mucho tiempo.

Quisiera que me despejara estas dudas. Si realmente cree usted que se va
a tardar un mes para promulgar este real decreto, me parece excesivo,
porque este real decreto es el que conduce e impulsa y en torno al cual
se nuclean todas las ayudas complementarias que se puedan ofrecer desde
los municipios y desde la Junta de Andalucía. Hasta que el real decreto
no diga el porcentaje con el que la Administración del Estado financia
los costes de reposición de obras y servicios de los municipios que hayan
sido afectados; hasta que el real decreto no diga los municipios que se
declaran zona catastrófica; hasta que el real decreto no diga las ayudas,
las deducciones, las subvenciones que se pueden articular, las otras
comunidades, que en esto son subsidiarias, están sin poder poner en
plenitud de esfuerzo sus capacidades, aunque éstas sean limitadas. Por
tanto desde nuestro grupo le hacemos el ruego de que el real decreto se
promulgue antes, porque se puede hacer, en primer lugar por la urgencia y
la gravedad de los daños ocurridos y en segundo lugar por el background
desgraciado que ya existe en el conocimiento de la Administración pública
de cómo actuar en estos supuestos.

Lo segundo que le quisiéramos solicitar es que el crédito tenga la
condición de ampliable, porque la propia naturaleza del objeto del real
decreto creo que lo exige, con lo cual bien es verdad que habrá que
esperar un cierto tiempo para que Hacienda diseñe el escenario numérico
de la cantidad que se puede poner al principio en el real decreto, pero
no tener que esperar hasta la precisión completa para poner esa cantidad.

Por último, con el reconocimiento del Grupo Parlamentario Socialista,
insisto, a todos los grupos de la Cámara y al ministerio por la rapidez y
por la diligencia con la que han actuado, le ruego también que nos remita
a la mayor brevedad posible, cuando esté confeccionado, el documento de
actuaciones, de plazos y costes, al que ha hecho referencia en su
intervención.

Nada más, señor Calvo-Sotelo, muchas gracias por su comparecencia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra el señor Centella.




El señor CENTELLA GOMEZ: Quisiera empezar, en nombre de mi grupo,
lamentando la pérdida de vidas humanas que se ha producido y expresando
en nombre de mi grupo, y creo que en nombre de toda la Cámara, el pésame
a las familias que se han visto afectadas de este modo por los
temporales.

Dicho esto, junto con el agradecimiento por su comparecencia, empezaré
mostrando mi decepción por la poca profundidad de sus explicaciones. En
primer lugar, se nota que usted tenía la misma chuleta que le dieron ayer
al subsecretario de Agricultura en cuanto a la cantidad de lluvia, y en
ese sentido nosotros queremos señalar también que el clima de Andalucía
es un clima caracterizado --y esto está en los libros de primaria, lo
saben los niños de primaria-- por períodos de sequía junto con períodos
cortos de grandes lluvias. Por tanto, no es cuestión de hablar de medias,



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sino de saber que hay, como ocurrió ya en el año 1989 y en épocas
anteriores, cortos períodos de tiempo en los que se producen esta serie
de lluvias intensas. Por consiguiente, no tenemos que estar preparados
para la media, sino fundamentalmente para la lluvia fuerte, y no basta
solamente con hablar de la media.

Es otra evidencia que las lluvias, que han sido fuertes, no han sido la
única causa de los desastres, de las desgracias ocurridas en Andalucía.

Por desgracia, también la gestión de las confederaciones hidrográficas,
la dejación de funciones de las administraciones en cuanto a limpieza de
cauces y al drenaje de los arroyos, han contribuido a producir esas
inundaciones. La falta de previsión a la hora de buscar salida a las
aguas ha convertido muchas veces carreteras o infraestructuras en
verdaderos diques que han facilitado también la inundación y que se
produjesen situaciones de desastre. Como se ha dicho antes, que se hayan
producido desembalses sin previo aviso ha impedido también que los daños
causados fuesen menores. Por tanto, no basta solamente con decir que la
lluvia ha sido la única causante, porque partiendo de ahí tendríamos que
confiar solamente en la naturaleza para que no lloviese más. Nosotros lo
hemos venido denunciando hace tiempo, lo que ocurre es que parece que
sólo se nos puede prestar atención cuando ocurren desgracias, y no era
capricho de ecologistas, sino que era prevención para evitar situaciones
desastrosas como las que aquí se han producido.

Por otro lado, el temporal también ha puesto de manifiesto la
vulnerabilidad de Andalucía, ha puesto de manifiesto que nuestra
comunidad es frágil en sus infraestructuras, es una comunidad que se ha
merecido tener una mejor infraestructura que hubiese hecho posible hacer
frente a la situación de temporal que hemos vivido. Se buscó
desgraciadamente el electoralismo a la hora de realizar determinadas
construcciones, se buscaba hacer el mayor número de kilómetros de
carretera aunque fuesen de menor calidad. Así lo ha reconocido el propio
consejero de la Junta de Andalucía, que ha situado a los andaluces ante
la disyuntiva de tener muchas carreteras y tenerlas de peor calidad. Yo
creo que no cabe mayor cinismo político que situarnos ante esa
disyuntiva, porque repito que lo que Andalucía se merece son
infraestructuras de la máxima calidad y por supuesto adecuadas al clima
que tenemos.

Ahora, después de haber hecho mal las autovías, de haber hecho mal las
carreteras, tendremos que pagar más caro su mantenimiento. Por tanto, al
final, lo que fue ahorro, lo que fue electoralismo, lo tendrán que pagar
todos los andaluces y andaluzas. La realidad que se ha vivido estos días
en Andalucía es que los ciudadanos no hemos entendido muchas cosas. No
hemos entendido cómo se vienen abajo carreteras de reciente construcción
sin mucha explicación. Hay un dicho por la tierra, y es que las
carreteras romanas aguantan mejor que las últimas que se han construido,
y parecer ser que vamos a tener que buscar en la contratación de los
romanos para ver cómo se hacían sus vías de comunicación. Pero la
realidad es que hemos pagado los socavones más caros de la historia,
fundamentalmente en la ronda este de Málaga, donde se han pagado
socavones a 1.000 millones de pesetas.

Los andaluces no entendemos tampoco cómo se han podido contratar esas
obras, y yo esperaba sinceramente, porque así lo habían anunciado
Diputados y Diputadas de su grupo en Andalucía, que usted asumiera aquí
un compromiso de llegar hasta el fondo a la hora de delimitar
responsabilidades. Usted simplemente ha achacado todo al temporal, y en
ese sentido nosotros queremos proponer que una comisión investigue la
forma de contratación, la forma de adjudicación, los controles de
calidad, cómo se ha vigilado, en definitiva, la inversión del dinero de
todos los ciudadanos, porque solamente de esa forma podríamos devolver la
confianza que hoy, con toda sinceridad, los ciudadanos no tienen en
quienes han administrado su dinero.

También habría que incluir --y no se suele hacer con frecuencia--, a la
hora de valorar, el daño que se produce a la imagen. Estamos celebrando
precisamente en estos momentos una feria internacional de turismo en la
que Andalucía intenta vender su principal industria, que es el turismo.

Se da el hecho anecdótico, pero significativo, de que una de las fotos
que se exhiben como promoción de Andalucía es de alguna de las autovías
que, tres páginas después, en el periódico, aparecen destruidas. Por
tanto, se está produciendo ese daño, daño en nuestras playas, que habrá
que valorar de alguna manera. Dicho esto --sinceramente esperaba que el
Gobierno hubiese tenido mucho más interés en explicar o delimitar--, lo
importante en estos momentos es ver cómo se afronta la situación.

He sentido también decepción al ver cómo todavía el decreto sigue siendo
un secreto o sigue siendo materia de estudio. Ayer el subsecretario de
Agricultura y hoy usted no pueden más que ofrecernos buena voluntad y la
intención de que el Gobierno va a intentar resolver los problemas, pero
habría sido interesante que aquí se hubiesen esbozado las líneas más
importantes de ese decreto.

Otra cosa que nos preocupa es que ustedes van a tener que valorar de
dónde sale el dinero con el que se va a afrontar la resolución de los
problemas y de dónde se va a quitar. Ustedes nos presentaron unos
presupuestos que chocaban contra ese muro de Maastricht que impedía
inversiones necesarias, y ahora nos tememos que de nuevo ustedes no sepan
de dónde sacar el dinero que va a hacer falta para actuaciones de
emergencia. Sabemos que ustedes anteponen esos criterios de convergencia
incluso a los propios intereses que en estos momentos tenemos los
andaluces de que se resuelvan las situaciones de emergencia. Repito que
sería muy importante que ustedes dijesen de dónde van a sacar el dinero
que van a emplear, porque lo que no sería de recibo es que para resolver
estos problemas dejasen sin hacer otras inversiones que nuestra tierra
también necesita de forma urgente.

Por último, quiero mostrar nuestra preocupación por una circunstancia que
nosotros creemos que deteriora la calidad, y es la forma de contratación
que consideramos que se hace con unas bajas excesivas, en muchos casos, a
la hora de adjudicar la obra. En ese sentido quiero mostrar nuestra
preocupación por una autovía que se está empezando a construir, la de la
Axarquía malagueña, que ha tenido una baja superior al 30 por ciento.

Nosotros no queremos



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pensar que esa baja vaya en detrimento de la calidad. Por eso hemos
pedido al gobernador civil de Málaga y a otras autoridades que se
controle la calidad, pues nos tememos que esas bajas tan grandes pueden
ir, repito, en detrimento de la calidad.

Termino planteando una realidad, y es que ustedes no pueden seguir dando
la imagen de pelearse con la Junta de Andalucía por ver quién paga menos.

En este momento lo que menos se puede dar al ciudadano es la imagen de
que las dos administraciones, la central y la autonómica, tienen más
interés en ver quién paga menos que en resolver los problemas concretos y
urgentes que tenemos. En este sentido no se debe olvidar que los
eslabones más débiles de la cadena son los ayuntamientos y las
diputaciones. Yo espero, con toda sinceridad, que los ayuntamientos y las
diputaciones sean los que menos tengan que poner y los más ayudados
porque son los más débiles y los que de verdad no tienen posibilidades de
afrontar los daños causados. Por tanto, la Administración central y la
autonómica son las que deben asumir la mayor responsabilidad. Creo que si
ustedes se comprometen a poner en marcha esa comisión, si ustedes no se
quedan solamente en reparar los daños urgentes, que no van a tener más
remedio que hacerlo por la presión ciudadana, y delimitan
responsabilidades y toman conciencia de que Andalucía no puede seguir
siendo tan vulnerable, junto con las desgracias que ya son irreparables,
habremos conseguido, de una vez por todas, que se aprenda la lección por
las administraciones, que parece ser que en otras inundaciones y
temporales no se ha aprendido.




El señor PRESIDENTE: Señor Centella, recojo sus palabras iniciales y como
Presidente de la Comisión y en nombre de todos los grupos damos nuestro
pésame a los familiares de las víctimas de este temporal de lluvias.

Por el Grupo Popular tiene la palabra la señora Martínez.




La señora MARTINEZ SAIZ: Señorías, quiero empezar mi intervención
agradeciendo al señor Calvo-Sotelo su presencia en esta Comisión y
lamentando, como lo hicimos ayer en la Comisión de Agricultura, las
pérdidas de vidas humanas que han tenido lugar durante los últimos
temporales en Andalucía y en toda España.

Quisiera poner de manifiesto que el espectáculo al que por desgracia
hemos asistido los andaluces en los dos últimos meses, para los que
tenemos cierta edad, no es nuevo, y aunque es muy conveniente tener datos
técnicos y económicos de lo que han supuesto otros temporales en
distintas épocas de los últimos 20 ó 25 años, hay situaciones que se han
repetido y otras que en esta ocasión eran nuevas. Hemos visto cómo
infraestructuras recientemente construidas, en los últimos cuatro o cinco
años, se han desmoronado en algunas de sus zonas con corrimientos de
terraplenes, de taludes, con ondulaciones en los firmes; hemos visto cómo
algunos entronques con puentes se venían abajo o se deslizaban; hemos
visto cómo estas infraestructuras, de reciente construcción, hacían de
muro de contención de la cantidad de agua que ha caído --como decía el
señor García-Arreciado, esos 25 millones de hectómetros cúbicos-- y cómo
se embalsaban en determinadas zonas de Andalucía; y hemos visto también
cómo, por los embalses producidos por el trazado de esas
infraestructuras, explotaciones agrícolas y construcciones rurales han
estado aisladas y algunas lo siguen estando. Y en una provincia como la
de Cádiz hemos visto cómo el llenado de un embalse, el de Barbate, ha
dejado aislado un núcleo rural cercano a Algar, porque, según parece, no
se había calculado que en el caso de su máxima ocupación el agua iba a
dejar aislado a ese núcleo rural de la provincia de Cádiz.

Por tanto, desde el Grupo Popular queremos transmitir al Gobierno,
primero, que de los daños que se nos han enumerado, que se pueden dividir
en dos grupos: en las infraestructuras de ferrocarriles y de carreteras,
se reparen lo antes posible y en las infraestructuras de carreteras los
socavones, los desperfectos en calzadas y las aceras, y que se aprovechen
los programas de mantenimiento. Yo le puedo decir, por conocimiento
físico de algunas de esas situaciones, que estos daños se han producido
principalmente donde en los últimos años no se ha aplicado el programa de
reparaciones y mantenimiento de las calzadas. Se han profundizado los
defectos porque no se ha aplicado ese programa; concretamente en la
provincia de Cádiz, el tramo de Cádiz a Algeciras, donde el programa de
reparación y mantenimiento no ha sido aplicado en los últimos siete años
en sus 120 kilómetros. Hay tramos que están muy mal y se han agudizado
los problemas porque no se han hecho reparaciones en los últimos siete
años.

En cuanto a las obras nuevas que hay que realizar por deslizamiento de
terraplenes, la reparación de taludes, corrimiento de calzadas,
asentamiento de terraplenes, reparación de muros de defensa, ondulaciones
y asientos en el firme, nosotros pediríamos que además de repararlos
corrigieran los defectos de construcción por los cuales se han producido,
en la mayoría de los casos por haber taponado cauces de arroyos y algunas
otras zonas húmedas en las que se acumulan aguas que han actuado sobre
los terraplenes y los firmes de una forma que no se había calculado. Esto
no ha ocurrido sólo en la red de carreteras del Estado sino también en la
de la Comunidad Autónoma. Por ejemplo, en la provincia de Cádiz, por las
lluvias de 1995-1996 hubo corrimientos en la carretera
Algodonales-Olvera. Como la carretera estaba hecha encima de arroyos, sin
haber previsto las soluciones técnicas adecuadas, cuando han llegado las
lluvias esta vez ha vuelto a haber corrimientos de tierras y de
infraestructuras en los mismos lugares en que se había producido en el
invierno de 1995-1996. Por tanto, nosotros pedimos al Gobierno que además
de corregir esto lo antes posible, se revisen los proyectos pendientes de
adjudicar en Andalucía, o recientemente adjudicados, para garantizar que
se salven adecuadamente cauces pequeños, arroyos o zonas húmedas, que los
taludes y terraplenes estén correctamente diseñados y protegidos,
teniendo en cuenta lo que indican los estudios de reposición y de respeto
del medio ambiente, y que se tenga en cuenta la foto que tenemos
actualmente la mayoría de los andaluces, sobre todo los técnicos, de cómo
se han comportado las lluvias que han caído en los últimos meses para
corregir



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los daños de posibles situaciones que se produzcan cíclicamente en los
próximos años.

Quiero pedirle que transmita al Gobierno que ese real decreto que todos
estamos esperando, que ahora parece ser que el grupo que tenía la
responsabilidad de gobernar en años anteriores duda de cuál es el mejor,
si el de 1989 o el de 1995-1996 (nosotros no dudamos de la bondad de
ninguno de los dos porque pensamos que el Gobierno lo hizo de acuerdo con
las situaciones creadas en cada momento) solucione los problemas de este
momento, de esta situación y de estos temporales, mejorando el de 1989 o
el de 1996, sin decir que el de 1989 es mejor que el de 1996, porque si
el primero era mejor que el segundo, por qué el Gobierno anterior si ya
tenía referencia de un decreto anterior que era muy bueno, aprobó uno que
no era tan bueno para reparar los daños de situaciones parecidas, pues la
situación de 1989 fue muy parecida a la de 1995-1996. Además de pedirle
que se haga el mejor real decreto, queremos también pedirle, como le
decía anteriormente, que se reparen lo antes posible los daños y se
aprovechen los recursos económicos, sobre todo en el apartado de
reparaciones que son más superficiales, de socavones o defectos en las
calzadas, aceras o cunetas. Así se puede aprovechar perfectamente la
aplicación de los programas de mantenimiento o acondicionamiento que se
han aprobado en los Presupuestos de 1997 y será menos costoso. Ese dinero
se podrá aprovechar para aplicarlo en otras reparaciones o que esos
créditos se apliquen en otros ministerios.




El señor PRESIDENTE: Para contestar a las intervenciones de los grupos
tiene la palabra el señor Calvo-Sotelo.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE FOMENTO (Calvo-Sotelo
Ibáñez-Martín): Señor Presidente, querría empezar repitiendo que la
información que ofrecemos hoy aquí es una información de urgencia, ya que
hemos querido responder ante la Cámara a la mayor brevedad posible y
traer los datos de los que disponemos al día de hoy. Esto no quiere decir
que en los próximos días y semanas, según los vayamos completando, no
enviemos más información y podamos profundizar en distintos aspectos.

En cuanto a las cifras de la lluvia, efectivamente son las mismas que las
que dio el Subsecretario de Agricultura. Yo me hubiera preocupado más si
hubieran sido distintas. Creo que, aparte de ser las mismas que ha citado
el Subsecretario de Agricultura, son unas cifras importantes; es decir,
es claramente un temporal excepcional. Es cierto que España es un país de
una climatología difícil, difícil para la construcción y el diseño de
infraestructuras, y se tiene en cuenta a la hora de realizar los
proyectos. También es cierto que no podríamos tener las infraestructuras
que tenemos al día de hoy si se hicieran todas ellas a prueba de
cualquier eventualidad y de cualquier desastre atmosférico. No estoy
diciendo con esto que todas estén bien hechas y que todos los proyectos
estén bien hechos. No. Hay algunos proyectos que se hacen bien y otros
que pueden tener errores, pero es un hecho de la realidad y la profesión
del ingeniero es precisamente conseguir una solución razonable de los
problemas a los que se enfrenta.

Ha habido distintas manifestaciones de los diferentes grupos sobre la
calidad de los proyectos, los efectos barrera que se han podido producir,
el hecho de que infraestructuras de reciente inauguración hayan sufrido
daños importantes y la posibilidad de mejorar, no sólo restablecer las
condiciones sino de mejorar en aquellos casos en los que fuera necesario
el diseño de algunas infraestructuras. Todo esto estamos haciéndolo. No
es parte de las tareas de la primera fase. La primera fase de actuaciones
urgentes, que es la que yo he presentado hoy aquí y de la que he hecho
una relación, consiste en restablecer la vialidad en el menor plazo
posible, garantizando la seguridad del tráfico. En una segunda fase se
pasará a estudiar las raíces de los problemas, y en ese momento es cuando
se puede distinguir hasta qué punto los daños que se producen son por la
excepcionalidad de los efectos atmosféricos o por un error de diseño. Los
daños y los embalsamientos se analizarán en esta segunda fase. El
Ministerio sabe --y efectivamente lo ha dicho la prensa-- que ha habido
declaraciones con una cierta preocupación por el hecho de que
infraestructuras nuevas hayan tenido daños importantes con estas lluvias.

El hecho de que una infraestructura sea nueva no quiere decir que aguante
cualquier efecto meteorológico, pero repito que no estamos diciendo que
todas las infraestructuras estén bien hechas.

Respondiendo a la petición de distintos grupos, vamos a estudiar en todos
los casos cuáles han sido las causas, si ha habido defectos en el
proyecto o defectos en la construcción, y vamos a hacer un análisis de
todas esas causas en cada una de las obras.

Recojo también del Grupo Popular la preocupación por que en los proyectos
que hayan sido recientemente adjudicados o que estén en la fase última de
diseño se puedan recoger las enseñanzas que para el ministerio y para los
técnicos de la demarcación de carreteras de Andalucía se puedan extraer
del último temporal de lluvias, y así lo haremos. También se ha señalado
que defectos en el mantenimiento y en la conservación de las
infraestructuras podrían haber sido causa coadyuvante a acrecentar los
daños de las avenidas. Puede ser así. El ministerio ha sacado un plan de
choque en los últimos meses para el mantenimiento y conservación integral
de las carreteras. Creemos que se está avanzando en la línea de una mejor
gestión, de una gestión más directa sobre el mantenimiento de todas
ellas. Creemos que estamos trabajando en la dirección correcta.

Respecto a los datos presentados, repito, enviaremos en cuanto
dispongamos de ella una información más detallada. Hemos dado cuenta de
las actuaciones de urgencia. Quizá por ello alguno de los grupos esperaba
mayor precisión. No es posible. Todos los esfuerzos de la Administración
en estos momentos van dirigidos a las actuaciones de urgencia y, por
tanto, de algunas consideraciones que se han hecho aquí sobre valoración
de causas u otro tipo de cuestiones no nos hemos ocupado porque no
estamos en este momento ocupándonos de ellas, sino de restablecer de
manera inmediata las condiciones de vialidad.




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Respecto a la colaboración con otras administraciones públicas y con
otras instituciones en general, el ministerio, el Gobierno en general, y
en una situación como ésta especialmente, está volcado en buscar la
máxima cooperación con todas las instituciones. Esta misma tarde el
Ministro de Administraciones Públicas está reunido con los ocho
presidentes de las diputaciones andaluzas, previa una reunión con el
Secretario de Estado de Administración Territorial. Esta mañana ha habido
también una reunión en la Dirección General de Protección Civil
preparando los detalles del posible decreto de medidas urgentes. Creo que
hay una cooperación importante. Estamos en esa línea. Yo creo que no hay
ningún problema en la relación con la Comunidad Autónoma andaluza.

Estamos trabajando con ellos en estos temas de manera eficaz.

En cuanto a los plazos del real decreto, las actuaciones que está
haciendo el Ministerio de Fomento no están esperando al real decreto.

Nosotros estamos acometiendo todas las labores de urgencia ya. Los plazos
de realización del real decreto se escapan de la competencia del
ministerio. Nosotros lo que estamos haciendo es presentar a la mayor
brevedad posible ante el Ministerio de Hacienda nuestra estimación de los
daños y, por tanto, de las cantidades que deberán dedicarse para
repararlos. En cuanto al origen de estos fondos, ya he indicado que en el
caso de Renfe fundamentalmente están cubiertos por seguros y, en el caso
del ministerio, para todas estas actuaciones de emergencia se aplicará un
crédito extraordinario que cubra esta contingencia. Ese crédito
extraordinario es el que se contemplará en el real decreto que se tiene
que desarrollar de manera conjunta con el resto de los ministerios; real
decreto que se ajustará a las características y a los daños específicos
que se han producido en esta situación y que --tomo nota-- intentaremos,
como es normal, que salga a la luz a la mayor brevedad posible.

Creo que con esto contesto, por lo menos en las notas que yo he tomado, a
todas las cuestiones que se han suscitado en este debate. En los próximos
días enviaremos a esta Comisión de Infraestructuras un documento con la
relación de las actuaciones que ya se han emprendido, los plazos en los
que estimamos que se podrán resolver y los presupuestos aproximados de
cada una de ellas.




El señor PRESIDENTE: Si hay alguna intervención para hacer alguna
matización, insisto, como siempre, en que sea brevísima. (Pausa.) Tiene
la palabra el señor García-Arreciado.




El señor GARCIA-ARRECIADO BATANERO: Estamos por la brevedad porque esta
mañana ya hemos consumido todo el tiempo.

Le reitero, señor Calvo-Sotelo, que le vamos a prestar más apoyo que su
propio grupo. No le voy a decir cómo se tienen que hacer las carreteras.

Sé que las hacen bien y las van a hacer bien. Sé además, y sería bueno
que lo supiéramos todos, que la ingeniería civil española es de las más
prestigiosas del mundo. Sé que esas obras las han hecho empresas
altísimamente cualificadas. Estoy seguro de que, como siempre, con los
fallos puntuales que pueda haber, las obras las van a hacer bien. Tengo
absoluta confianza en el director general, que era subdirector general
con nosotros, porque sabe y entiende de esto. A pesar de ser ingeniero,
yo no me atrevo a decir cómo tienen que ser los taludes, las curvas, los
peraltes, las densidades, los lechos asfálticos ni nada de eso. Voy a ser
más generoso que otros grupos parlamentarios, lo cual sin embargo me va a
dar derecho a exigir después, en nombre de mi grupo parlamentario, si las
cosas no van como tienen que ir. Pero ahora se va usted de aquí con más
apoyo de nuestro grupo parlamentario que del resto de los grupos, a tenor
de lo que he escuchado en esta Cámara. Sé que las actuaciones están en
marcha, y por eso le he felicitado, por la velocidad con la que han
trabajado, pero no quisiera que esas actuaciones fueran financiadas con
créditos de la sección 17, sino con un crédito ampliable que además sea
financiado con deuda pública, porque los presupuestos de inversiones de
este año del conjunto de los ministerios no están como para andar
rebañando más dinero. Estas son las únicas cuestiones que le he
planteado. Con el resto de los grupos parlamentarios, por la solemnidad
de los acontecimientos a los que nos estamos refiriendo, no quiero entrar
en polémica.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Centella.




El señor CENTELLA GOMEZ: También muy brevemente quiero exponer una cosa
que antes no dije, y es que me llevo de aquí el dato de que la ronda este
de Málaga va a estar reparada en el plazo de un mes. Digo esto porque los
técnicos no lo habían asegurado en Málaga en los últimos días; habían
dicho que en aquel momento no había forma de dar un plazo. Por tanto, me
llevo con satisfacción el dato de que en un mes la ronda este de Málaga
estará plenamente reparada. Quiero insistir en que vamos a tramitar una
iniciativa parlamentaria, cuando se reanude el período de sesiones
ordinario, para que una comisión investigue, pues su compromiso aquí ha
sido demasiado débil. Seguimos sin entender que sea incompatible que
ustedes estén viendo unas cosas y que se hagan las actuaciones de
urgencia. No es incompatible. Al final ustedes han sido débiles o poco
firmes a la hora de asumir ese compromiso. Por tanto, tramitaremos las
correspondientes iniciativas parlamentarias para asegurar que no quede
olvidado y sin investigar cómo se han construido determinadas obras en
Andalucía.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Martínez.




La señora MARTINEZ SAIZ: Señor Presidente, una pequeña intervención para
aclarar --aunque creo que el señor Subsecretario lo tendrá muy claro--
que este grupo parlamentario y esta Diputada durante los últimos años ha
trabajado sobre el tema de las infraestructuras en este Parlamento.

Quería dejar muy claro en mi intervención (y no es dejar de apoyar, como
el portavoz del Grupo Socialista ha querido dar a entender; y yo no
necesito intérpretes ni



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el Grupo Popular tampoco) que el Gobierno cuenta con nuestro apoyo, como
no podía ser menos. Pero he de decir aquí que cuando decíamos que se
adjudicaban las obras como se adjudicaban, pasa lo que ha pasado en la
ronda este de Málaga, pasa lo que ha pasado en San Roque y pasa lo que ha
pasado en Algeciras. Cuando usted tenga las valoraciones de la provincia
de Cádiz, verá que el montante más grande de esos dos mil y pico millones
se lo llevan actuaciones en San Roque y en Algeciras en terraplenes y
taludes que se han venido abajo como si fueran flanes. Resulta que nos
presentaban unos proyectos en los que estaba todo perfectamente hecho:
los estudios de impacto ambiental respetados, la contención de taludes,
etcétera; todo estaba perfecto. Todos tenemos aquí historia. Por tanto,
tienen ustedes todo el apoyo del Grupo Popular, pero lo que pedimos desde
este grupo es que a la hora de adjudicar y construir las infraestructuras
no cometan los mismos errores que se cometieron en el Gobierno anterior.




El señor PRESIDENTE: Para terminar esta comparecencia tiene la palabra el
señor Calvo-Sotelo.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE FOMENTO (Calvo-Sotelo
Ibáñez-Martín): Señor García-Arreciado, nosotros queremos aplicar todos
estos gastos a un crédito extraordinario, no a la sección 17 del
Ministerio.

Señor Centella, no sé si le ha parecido débil nuestra posición. Haremos
los estudios y las investigaciones con toda profundidad, el detalle y el
rigor necesarios. En eso puede estar tranquilo. Lo haremos a partir de
ahora y veremos si efectivamente puede haber otras causas.

En cuanto al Grupo Popular, por supuesto que contamos con su apoyo y lo
sabemos. El ministerio está replanteándose algunos problemas en cuanto a
los sistemas de adjudicación y las dificultades que pueden producir las
bajas o cómo pueden afectar en la calidad de las obras. Somos conscientes
de ello y estamos tomando decisiones para hacer las cosas de la manera
más eficaz y correcta y que garanticen una mayor calidad de las obras.

También querría que el Grupo Popular se quedara con la tranquilidad de
que no se cometerán los errores que hayan podido producirse en el pasado.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Calvo-Sotelo.

Se levanta la sesión.




Eran las seis de la tarde.