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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 130, de 18/12/1996
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1996 VI Legislatura Núm. 130



ASUNTOS EXTERIORES



PRESIDENTE: DON FRANCISCO JAVIER RUPEREZ RUBIO



Sesión núm. 10



celebrada el miércoles, 18 de diciembre de 1996



ORDEN DEL DIA:



Declaraciones institucionales (Página 3566)



Comparecencia del señor Ministro de Asuntos Exteriores (Matutes Juan)
para explicar la política del Gobierno en relación con Guinea Ecuatorial.

A solicitud del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente
213/000154) (Página 3567)



Comparecencia urgente del señor Ministro de Asuntos Exteriores (Matutes
Juan) para informar sobre la reunión del Consejo Atlántico que tuvo lugar
los días 10 y 11 de diciembre, y sobre la Cumbre de la Organización de
Seguridad y Cooperación en Europa, celebrada en Lisboa los días 2 y 3 de
diciembre. A petición propia. (Número de expediente 214/000029) (Página 3572)



Preguntas:



--De don Rafael Estrella Pedrola, del Grupo Parlamentario Socialista,
sobre información sobre el supuesto envío de armas desde España a Ruanda.

(Número de expediente 181/000251) (Página 3581)



Página 3566




Dictámenes sobre Convenios Internacionales:



--Tratados de Amistad y Cooperación entre España y Ucrania, firmado en
Madrid el 8 de octubre de 1996. (Número de expediente 110/000061) (Página 3582)



--Acuerdo sobre transporte aéreo entre el Gobierno de España y el
Gobierno de Ucrania y Anejo, firmado en Madrid el 7 de octubre de 1996.

(Número de expediente 110/000062) (Página 3582)



--Convenio sobre los efectos transfronterizos de los accidentes
industriales, hecho en Helsinki el 17 de marzo de 1992. (Número de
expediente 110/000063) (Página 3583)



--Acuerdo sobre transporte aéreo entre el Reino de España y la República
Islámica del Irán y Anexo, firmado en Teherán el 24 de junio de 1996.

(Número de expediente 110/000064) (Página 3585)



--Acuerdo entre el Reino de España y la República Federal de Alemania
relativo al intercambio y salvaguarda recíproca de información
clasificada y Protocolo, hecho en Madrid el 14 de octubre de 1996.

(Número de expediente 110/000065) (Página 3586)



--Acuerdo marco interregional de Cooperación entre la Comunidad Europea y
sus Estados miembros, por una parte, y el Mercado Común del Sur y sus
Estados parte, por otra, firmado en Madrid el 15 de diciembre de 1995.

Declaración conjunta, el Acta de la firma y Declaración Aneja. (Número de
expediente 110/000066) (Página 3587)



--Acuerdo de colaboración y cooperación por el que se establece una
colaboración entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por
una parte, y la República de Uzbekistán, por otra, y Acta final, firmados
en Florencia el 21 de junio de 1996. (Número de expediente 110/000067)
(Página 3588)



Se abre la sesión a las diez y cuarenta minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, da comienzo esta sesión
de la Comisión de Asuntos Exteriores de acuerdo con el orden del día que
ustedes tienen en sus manos y sobre el cual cabe hacer algunos
comentarios. Primero, el señor Rodríguez Sánchez ha solicitado a esta
Presidencia que fuera aplazado el trámite de sus preguntas por diversas
obligaciones parlamentarias que tiene en este momento. De manera que las
preguntas que figuran en el orden del día con los números 4 y 5 son
aplazadas, no serán vistas en esta Comisión, pendientes de que el propio
señor Diputado las reformule en tiempo debido. En segundo lugar, quiero
recordarles que tenemos las dos comparecencias del señor Ministro de
Asuntos Exteriores, la pregunta número 3, del señor Estrella Pedrola, y
los dictámenes sobre convenios internacionales que figuran con los
números 6 a 12 del orden del día.




--DECLARACIONES INSTITUCIONALES.




El señor PRESIDENTE: Antes de comenzar con las comparecencias del señor
Ministro de Asuntos Exteriores, quería someter a la consideración de la
Comisión, después de haberlo hecho previamente con los portavoces de los
grupos parlamentarios, dos declaraciones institucionales, que de no
recibir objeción figurarían como tales, reflejando el sentir de esta
Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados.

La primera dice: La Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los
Diputados condena el acto terrorista y el secuestro que todavía ahora se
prolonga en la Embajada del Japón en Lima, entre cuyas víctimas inocentes
se encuentra retenido el encargado de negocios de España, don Estanislao
de Grandes; desea que la liberación de los rehenes se realice de la forma
más rápida y pacífica posible y traslada a los familiares de los rehenes
y de las víctimas su solidaridad y su esperanza en una próxima liberación
de los rehenes; y al mismo tiempo transmite al Servicio Exterior de
España su respeto y admiración por la tarea que en representación de
nuestro país desempeñan y en la que asumen riesgos nunca debidamente
reconocidos.

¿Esta declaración institucional encuentra el asenso de los señores
Diputados de la Comisión de Asuntos Exteriores? (Asentimiento.) Muchas
gracias.

Queríamos también presentar a la consideración de la Comisión una segunda
declaración institucional sobre el brutal ataque que se ha producido
recientemente en un hospital de Chechenia. Tiene la palabra el señor
Guardans para dar lectura a la misma.




El señor GUARDANS I CAMBO: Señor Presidente, en principio, quedaría
redactada en los siguientes términos: La Comisión de Asuntos Exteriores
condena el brutal asesinato de seis personas, de seis miembros de Cruz
Roja Internacional, en Chechenia, entre las que se encuentra la enfermera
española Fernanda Calado. Se trata de un acto



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premeditado que supone un acto de desprecio a las instituciones
humanitarias, que como tal deberá ser castigado, y que parece destinado a
castigar a quienes se encuentran realizando misiones humanitarias
internacionales.

Si le parece, señor Presidente, la redacción se puede perfeccionar antes
de que sea sometida a la aprobación de la Comisión.




El señor PRESIDENTE: Muy bien. Si a los señores comisionados les parece,
en esos términos o parecidos quedaría reflejado también el parecer de
esta Comisión en la declaración institucional correspondiente.

(Asentimiento.) Así queda recogido.

Gracias, señoras y señores Diputados.




--COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (MATUTES JUAN)
PARA EXPLICAR LA POLITICA DEL GOBIERNO EN RELACION CON GUINEA ECUATORIAL.

A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente
213/000154.)



El señor PRESIDENTE: A continuación entramos a debatir el orden del día,
empezando por la comparecencia del señor Ministro de Asuntos Exteriores,
señor Matutes Juan, para explicar la política del Gobierno en relación
con Guinea Ecuatorial, a solicitud del Grupo Parlamentario Socialista.

Señor Ministro, tiene usted la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Señorías,
comparezco con mucho gusto ante esta Comisión para informar sobre el
estado de las relaciones de España con Guinea Ecuatorial. Intentaré ser
breve porque SS. SS. ya conocen la información básica sobre Guinea, la
intervención del Director General de Política Exterior para Africa, Asia
y Pacífico, señor Alabart, que compareció ante esta Comisión el pasado 12
de noviembre, y desde entonces no se han producido acontecimientos
importantes que hayan incidido en nuestra política.

Nuestros objetivos son mantener unas relaciones diplomáticas correctas
con el Gobierno ecuatoguineano, lo que implica necesariamente un diálogo
fluido, continuar impulsando el proceso de transición a la democracia y,
por último, velar por el respeto a los derechos humanos. Nuestra
valoración sobre la situación interna en Guinea es que, aunque de un modo
muy tímido, se está iniciando un proceso de reformas hacia la democracia;
por tanto, estamos en una primera y tímida fase. Las próximas elecciones
legislativas previstas para 1998 constituirán una prueba para efectuar
una evaluación más firme sobre la evolución, y si ésta va por buen
camino. Nosotros estamos dispuestos a colaborar para que estos comicios
se realicen con la mayor transparencia y con las debidas garantías.

Las relaciones bilaterales se han caracterizado en los últimos meses por
la realización de diversos contactos de alto nivel, tras una fase en la
que la celebración de esos contactos se había interrumpido. Los
encuentros culminaron el pasado 16 de noviembre, en Roma, con la
entrevista que mantuvieron el Presidente Aznar y el Presidente Obiang en
el marco de la cumbre de la FAO, reunión en la que el Presidente Aznar
volvió a transmitir al Presidente Obiang la importancia que el Gobierno
español concede, por una parte, a la normalización de nuestras
relaciones, así como el interés que en España despierta este proceso de
reformas en Guinea y nuestra intención de ir incrementando la cooperación
a medida que esas reformas vayan avanzando. Nuestra idea es continuar con
esa comunicación fluida y que ello sirva, efectivamente, tanto para
mejorar los lazos y la situación de Guinea Ecuatorial y de su pueblo, así
como para la progresiva democratización del país.

Nuestras relaciones también tienen otro componente íntimamente vinculado
a la transición. Al tiempo que se ha mantenido esta relación con Malabo,
el Gobierno y este Ministerio viene asegurando contactos con todas las
fuerzas políticas guineanas de la oposición. Por todo ello, cabe valorar
nuestras relaciones con Guinea Ecuatorial, en este momento, como escasas
pero correctas y con expectativas de mejorar en la medida que se cumplan
estas promesas del Gobierno. No obstante, al Gobierno no le basta la
ausencia de incidentes bilaterales, sino que queremos cooperar en un
marco de confianza mutua y ayudar a Guinea en su desarrollo tanto
económico y social como político.

Al evaluar el estado de estas relaciones, también es obligado referirse a
nuestra cooperación. Obran ya en el «Diario de Sesiones» los principales
datos aportados por el Director General señor Alabart, y lo cierto es que
el pueblo español ha sido generoso con el guineano. Como SS. SS. saben,
Guinea es el mayor receptor de nuestra cooperación en términos relativos.

Quiero recordar que el presupuesto de ejecución directa para el año que
finaliza ha sido similar al del año anterior y al del próximo año, en
torno a los 1.000 millones de pesetas. A esas cantidades deben sumarse
las otorgadas a las organizaciones no gubernamentales operantes en la
zona. Nuestra cooperación está y seguirá centrada en los programas de
carácter humanitario y asistencial, principalmente en los sectores
sanitario, educativo y cultural. Es, por tanto, una cooperación
directísimamente orientada a favorecer a la población guineana.

Hace unos momentos les hablaba de las peculiaridades de Guinea, que
existen no sólo en relación con nosotros, los españoles, sino también en
relación con sus vecinos del Africa subsahariana. Por ello estoy
convencido de que una visita de una comisión parlamentaria, con la ayuda
de los servicios de nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores y con la
colaboración del Gobierno guineano, podría ser de gran interés. Sus
señorías conocerían así, de primera mano, la realidad del Estado y el
pueblo guineano y lo que España está haciendo en este campo. Creo que
esta visita contribuiría a fortalecer el actual consenso de nuestra
política y, además, podría aportar nuevas ideas para la actuación del
Gobierno y de la propia Cámara.

Estoy seguro de que en los próximos meses seguiremos debatiendo sobre
Guinea Ecuatorial, ya que el pueblo español



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y las instituciones que lo representan entienden que ambos países están
llamados a desarrollar unas relaciones más estrechas, basadas en nuestra
pertenencia a una historia y a una cultura común. Guinea Ecuatorial tiene
una muy especial y antigua relación con España y su progreso en todos los
órdenes nos interesa a todos. Las sugerencias del Parlamento español
serán bienvenidas por el Gobierno, que entiende que debe seguirse también
en este campo una política del Estado por el bien de ambos países y sus
poblaciones.

Quedo a disposición de SS. SS. para las preguntas o aclaraciones que
estimen pertinentes.




El señor PRESIDENTE: En nombre del grupo que ha solicitado su
comparecencia, tiene la palabra el señor Yáñez-Barnuevo.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Señor Presidente, habíamos pedido la
comparecencia del Ministro por dos razones. En primer lugar, porque
creemos que el tema de Guinea Ecuatorial es lo suficientemente importante
en nuestra política exterior, lo suficientemente trascendente para las
posiciones que nuestro país mantenga con esa su antigua colonia, como
para que sea el propio Ministro el que responda periódicamente sobre la
política del Gobierno en relación a Guinea Ecuatorial y no sea
habitualmente, sin que ello excluya que pueda hacerlo, el director
general correspondiente el que la explique ante esta Comisión.

La segunda razón es porque, señor Ministro --y ahí hay una pequeña
discrepancia--, sí se han producido acontecimientos importantes desde el
día 2 de noviembre, cuando compareció el señor Alabart. No sé si cada uno
tenemos una diferente vara de medir la importancia o trascendencia de las
cosas que ocurren. Una de ellas la ha citado usted: la entrevista del
Presidente del Gobierno, señor Aznar, con el Presidente de Guinea
Ecuatorial, señor Obiang, en el marco de la FAO, en Roma, que fue
posterior. Querríamos saber el contenido, los términos y los posibles
acuerdos, ojalá acercamientos que pudieron hacerse en esa reunión, más
allá de las brevísimas palabras a que usted ha hecho referencia, porque
supongo que la primera entrevista del Presidente Aznar con el Presidente
Obiang merecería un mayor análisis, una mayor extensión, porque es de
esperar --de no ser así sería muy negativo-- que en ello se sentaran las
bases de la política que el nuevo Gobierno español inaugura con relación
nada más y nada menos que con Guinea Ecuatorial. Por otra parte, se ha
producido un recrudecimiento de la represión y de la violación de los
derechos humanos en Guinea Ecuatorial justamente en el último mes, es
decir, desde que estuvo aquí el señor Alabart, obviamente sí que haya una
relación de causa-efecto entre ambos, digo, en cuanto a justificar su
presencia aquí.

Yo y mi grupo no hemos detectado, desgraciadamente, ese tímido proceso de
reforma hacia la democracia en los últimos tiempos. Más bien al
contrario, creemos que hay un proceso de encerrarse sobre sí mismo y de
fortalecer los caracteres autoritarios y dictatoriales del propio
sistema. Por citar sólo algunos casos, ha habido el asalto brutal y
violento a la sede del CPDS (el partido más importante de los
democráticos de Guinea Ecuatorial, quizá por esa razón asaltado) y han
sido detenidos, vejados y golpeados bastantes de sus militantes que se
encontraban en la sede, uno de ellos el representante de Amnistía
Internacional en Guinea Ecuatorial. En segundo lugar, ha sido vejado,
humillado en la frontera el Presidente del CPDS, Plácido Micó --uno de
los más conocidos líderes democráticos de Guinea Ecuatorial--, que volvía
a su país después de asistir al congreso de la Internacional Socialista
en Nueva York, y que fue desnudado, golpeado y producto de humillaciones
y de risas por parte de los gorilas del señor Obiang en el mismo
aeropuerto, por cierto, con sustracción de todos los libros, papeles,
grabadoras y cualquier material que llevaba consigo él y los que le
acompañaban. El último y más importante ha sido la detención del
Secretario de Relaciones Internacionales del CPDS, Celestino Bakale, que,
como sabe el señor Ministro --porque seguro que desde la Dirección
General de Africa y de Asuntos Consulares le habrán informado
puntualmente--, que después de unas peripecias que no voy a relatar
porque haría muy larga mi intervención: asalto y destrucción de gran
parte de su vivienda, lo que provocó el aborto de su mujer que estaba
embarazada, en definitiva, después de una detención dantesca tuvo que
huir a Yaundé, donde pidió al Consulado español un visado que, por
instrucciones de su ministerio, probablemente de usted mismo, se le ha
concedido --me parece que fue ayer mismo-- y viajará pronto a España.

El conjunto de la oposición ecuatoguineana, en estas últimas semanas, ha
pedido una mayor presión del Gobierno español sobre Guinea Ecuatorial.

Nosotros pensamos que desde luego algo hay que hacer. No se nos ocultan
--porque hemos sido responsables de la política de España con Guinea
Ecuatorial durante muchos años-- las dificultades enormes que tiene el
mantenimiento de una relación que ha de combinar el ser prudente y medida
--como toda relación bilateral, pero mucho más con un país de raigambre
española y que fue hasta hace 25 ó 30 años una colonia española-- con la
necesaria exigencia, presión, como se le quiera llamar, para una
definitiva, decisiva y siempre aplazada transición hacia una democracia
en el país y, sobre todo --antes que la propia democracia plena o
durante--, el respeto de los derechos humanos, el respeto a las
libertades, el respeto a la vida y el respeto a la integridad de las
personas. Ello sin duda ha suscitado --insisto-- enormes dificultades a
lo largo de los años. Pero el que sea difícil no significa que de la
misma manera que cuando estábamos en el Gobierno la oposición nos exigía
con razón mayor dedicación, mayores resultados y mayor eficacia en este
tema, ahora nosotros tengamos la obligación, lógicamente, de pedir al
Gobierno una dedicación creciente y una voluntad clara y decidida de
resolver los problemas.

Tengo la impresión, señor Ministro, de que no ha sido desde el mes de
mayo --llevan ustedes ocho meses en el Gobierno-- un tema prioritario, un
tema que esté entre los primeros de la agenda. Se esperaba que hubiese un
impulso diferente, precisamente por la dinámica que crea la llegada de un
partido distinto, de un gobierno nuevo. A veces



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en política exterior eso cuenta y es bueno que sea así, aunque sea el
partido adversario u opuesto al nuestro. Pero la verdad es que no se ha
producido o no percibimos y no ha percibido la oposición democrática de
Guinea Ecuatorial ese nuevo impulso a la evolución de Guinea Ecuatorial
que todos deseamos, porque de lo contrario se va a cristalizar de manera
crónica, de manera permanente, un estado policiaco que como pescadilla
que se muerde la cola da vueltas, hace promesas que nunca cumple, se le
da una cooperación que utiliza de mala manera y terminamos en la misma
situación --insisto--, con periódicas represiones, detenciones, torturas
y exilios que no son de desear. En estos temas como en otros, señor
Ministro, como oposición no vamos a poner en dificultades a nuestro
propio Gobierno. Queremos ayudarle a que pueda acertar en esa presión, en
esa política de disuasión con relación a Guinea Ecuatorial para avanzar
en objetivos que todos deseamos: el de la democracia plena y el del
bienestar del pueblo ecuatoguineano.




El señor PRESIDENTE: Señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Después de la
comparecencia del señor Alabart, que fue no el 2 sino el 12 de noviembre,
tuvo lugar la entrevista entre los dos presidentes, Obiang y Aznar, el
16, en la que el Presidente Aznar insistió en las tesis de reformas
progresivas necesarias para este incremento de cooperación que todos
deseamos y el Presidente Obiang confirmó esos compromisos para las
reformas. Después de los acontecimientos represivos, a los que se ha
referido el señor Diputado, España ha hecho llegar al Gobierno guineano
su disgusto y ha seguido y seguirá reclamando una actuación más
respetuosa respecto de la disidencia, así como un mayor respeto a los
derechos humanos; seguirá reclamando, como ha pedido S. S., con firmeza y
energía, por una parte, y con prudencia, por otra. Quiero destacar que
ése ha sido un tema permanente en las actuaciones del Ministerio. Yo
mismo he tenido conversaciones telefónicas con el Presidente Obiang en el
mismo sentido. Hace aproximadamente un mes y medio recibí al propio
Ministro de Asuntos Exteriores señor Oyono, y le insistí en este mismo
mensaje.

Por tanto, agradezco la ayuda que S. S. ofrece. Creo que efectivamente la
línea que marca es la que debemos seguir y la que desde luego en todo
momento ha seguido el Gobierno. No esperemos milagros en el curso de unos
meses. Marcando esta posición hay unos compromisos, sobre todo de
reformas legislativas. Estamos exigiendo que en sus comportamientos
diarios se traduzca ya un cambio que refleje esa voluntad de reformas, y
seguiremos insistiendo en ello.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desearían hacer uso de la palabra en
este trámite?
Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor Chiquillo.




El señor CHIQUILLO BARBER: Quiero agradecer la comparecencia y la
información facilitada por el Ministro de Asuntos Exteriores respecto a
una cuestión que está ahí como un quiste desde hace muchos años y que se
ha suscitado reiteradas veces en esta Comisión y en muchos debates: la
cuestión de Guinea Ecuatorial.

No quiero ser muy extenso en mi intervención. Creo que algunos de los
argumentos y planteamientos que mantiene el nuevo Gobierno español al
respecto son acertados, pero se echa en falta cierta garra, un mayor
interés para poner las cosas en el camino recto, la transición
democrática que Guinea Ecuatorial, el pueblo guineano, reclama y se
merece. Se ha puesto de manifiesto por el portavoz del Grupo Socialista
que las reiteradas vulneraciones de los derechos humanos y la represión
siguen vigentes, como en el primer día de actuaciones tiranas del actual
Gobierno, y creo que es el momento de dar un nuevo impulso. España tiene
que jugar ese papel mediador, ese papel impulsor, con unos objetivos
claros. El primer objetivo es, desde ya, exigir al Gobierno guineano por
todos los conductos, tanto bilaterales como de la propia Unión Europea,
el respeto escrupuloso de los derechos humanos, los derechos
fundamentales de las personas, que son reiteradamente vulnerados por el
actual cuerpo policial al servicio del Gobierno. Creo que el Gobierno
español tiene que tomar como objetivo prioritario de su política exterior
a aquellos países con los que ha habido una estrecha y directa
vinculación, incluso con lazos de sangre de por medio, culturales,
etcétera, como es el caso de Guinea. El segundo de los planteamientos,
básico y paralelo, que tiene que ir con la misma intensidad y con la
máxima premura de tiempo que la exigencia del respeto a los derechos
humanos es exigir al Gobierno guineano que ponga las bases para que esta
transición democrática sea una realidad antes de final de siglo, porque
estamos hablando del año que viene y de los próximos años y creo que
muchos ciudadanos de Guinea se darían por satisfechos con que hubiera una
democracia en toda regla con el nuevo siglo, una democracia plenamente
establecida, que es anhelada y deseada por los ciudadanos de Guinea.

Por tanto, quiero transmitir al Gobierno de la nación la opinión de que
el objetivo prioritario de su ministerio debería ser impulsar estos
planteamientos con el máximo rigor y el máximo interés, porque creo que
los ciudadanos de Guinea nos lo agradecerían eternamente; es más, lo
están reclamando. Creo que todos tenemos relaciones con grupos que
residen en España, en la Comunidad Valenciana reside un grupo muy amplio
de ciudadanos de Guinea, exiliados en nuestro Estado, que esperan mucho
de la comunidad internacional, pero siempre esperan un poco más de
España. Por tanto, esperemos que entre las prioridades de su Gobierno
esté el asunto de Guinea Ecuatorial, asignatura pendiente de España, para
conseguir la plena democratización y normalización en un país hermano
como Guinea.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), tiene la palabra el señor Burballa.




El señor BURBALLA I CAMPABADAL: Señor Ministro, brevemente quiero
compartir, en primer lugar, los



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lazos que nos unen con Guinea Ecuatorial, por tanto la voluntad de
nuestro grupo de que esos lazos se mantengan y de que tanto cultural como
histórica y económicamente profundicemos en la cooperación; en segundo
lugar, con el objetivo común, creemos que compartido con todas las
fuerzas políticas, de ayudar a la democratización del régimen político
que en este momento tiene Guinea Ecuatorial.

Simplemente quiero hacer unos apuntes sobre cinco temas, el de la
coherencia de la línea política del Gobierno, el de refuerzo de la
democracia en Guinea Ecuatorial, el de diálogo, sobre todo con la
oposición, el de la cooperación, específicamente en el campo de la
cooperación institucional, que se apunta como uno de los factores
novedosos en la actual política del Gobierno, y el de las etnias, para
sumarnos finalmente al consenso.

Señor Ministro, nuestro grupo entiende que el Gobierno debería mantener
con Guinea Ecuatorial una línea de coherencia política que esté alejada
de los vaivenes a los que pueda someterle la actitud del dictador que en
estos momentos lleva las riendas del Gobierno del país ecuatogui-neano.

En este sentido, nuestro grupo le va a prestar todo su apoyo para
mantener esta línea de coherencia que ha de tener el objetivo fundamental
de avanzar en el proceso de democratización, evidentemente teniendo en
cuenta las dificultades que ello comporta, sobre todo las derivadas de la
situación económica, de la renta per cápita de los ciudadanos de Guinea
Ecuatorial.

Nuestro grupo entiende que el refuerzo de la democracia tiene que basarse
fundamentalmente en aspectos como los que se han citado aquí en las
intervenciones que me han precedido, en el respeto al tratamiento de los
derechos humanos. Nosotros efectuamos una valoración sobre Guinea
Ecuatorial que no se puede juzgar como positiva desde ninguna
perspectiva, a pesar de la tímida evolución democrática que se ha
producido en los últimos años. Es evidente que existe un déficit de
derechos humanos, que se ha puesto de manifiesto en repetidas ocasiones
--se acaba de decir--, hasta el manifiesto del Relator especial de las
Naciones Unidas en el informe que elaboró en 1992, y que se reafirma cada
día. Por tanto, debemos avanzar en el sentido de emitir este tipo de
mensajes al Gobierno de Guinea para que profundice en el respeto más
escrupuloso a los derechos humanos.

El campo político que se abre con las elecciones municipales de noviembre
de 1995, que incorpora al gobierno de nueve de las ciudades de Guinea,
sobre todo la capital, Malabo, un cambio de dirección política, en este
caso en manos de partidos de la oposición, y el hecho de que a estas
elecciones se tengan que presentar agrupados todos los partidos de la
oposición, sin que sea posible tener una perspectiva exacta de la
representación que cada uno de ellos pueda llegar a tener en el futuro en
unas elecciones libres, nos hacen ser especialmente insistentes en la
solicitud de diálogo evidentemente con el PDG, pero también con la
oposición.

En el ámbito de la cooperación, que esa cooperación institucional que se
cita en la perspectiva del Gobierno no se haga simplemente con aquellas
fuerzas políticas que puedan tener alguna relación o similitud con las
fuerzas políticas mayoritarias en este momento en España, sino que se
haga valorando la prospección de futuras incidencias electorales, en
definitiva, que se haga de una forma amplia y que se tenga en cuenta en
el momento de establecer esta cooperación de tipo institucional. En
definitiva, ayudando a los instrumentos de profundización democrática,
que se tenga en cuenta en todo caso, señor Ministro, este amplio abanico
de partidos y de organizaciones políticas que pueden contribuir
eficazmente al futuro democrático de Guinea Ecuatorial.

Quiero hacer una referencia también muy breve a que nuestro grupo está
convencido de que en la evolución futura de Guinea Ecuatorial hay que
tener en cuenta el tema étnico. En Guinea Ecuatorial no existe sólo la
etnia bubi, que es la segunda de Guinea Ecuatorial, siendo la principal
la fang, que es la etnia mayoritaria y la que, siguiendo un esquema muy
propio en el Africa subsahariana, detenta en la práctica en exclusiva el
poder a nivel del Estado, que es el único sitio donde prácticamente
existe poder en Guinea Ecuatorial, descartada la capacidad de incidencia
desde las administraciones locales. Nuestro grupo piensa que en cualquier
evolución futura, como he dicho, éste es un problema que no se puede
obviar de ninguna forma. Hemos dicho que, al hacer valoraciones, el
problema étnico es una de aquellas cuestiones que con mayor profundidad
nos separan a los europeos de los africanos y, por tanto, no podemos
tratar el problema de Guinea Ecuatorial desde una perspectiva uniforme,
como se puede hacer en los problemas del mundo occidental. En este
sentido, creo que cualquier política que se construya obviando
--insistimos mucho en ello, señor Ministro-- el problema étnico en Guinea
Ecuatorial estaría condenada al fracaso. No hace falta tampoco que
profundice más, ya que los gravísimos problemas que se producen en otras
partes del Africa subsahariana, como es la región de los Grandes Lagos,
no hace más que poner de manifiesto la importancia de este factor dentro
del continente africano, donde Guinea Ecuatorial no es una excepción.

Señor Ministro, creemos que debemos intentar encontrar, dentro del
espectro político español, el mayor consenso posible. Voy a finalizar
diciendo que no nos debemos conformar con consensos que seguramente,
sumando votos parlamentarios, por muy amplios que sean, pero en cualquier
caso no consensos con la amplitud deseable, tienen paralelo en los que se
producen en otros asuntos en esta Cámara. Nos interesa el tema de Guinea
Ecuatorial, buena prueba de ello es la multitud de iniciativas que
plantea este grupo parlamentario y, por tanto, nos queremos sumar a ese
consenso. Por eso queremos también ofrecer nuestra colaboración y dejar
expresa referencia de ello.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra
el señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUAREZ: El Grupo Parlamentario Popular quiere
agradecer la presencia del señor Ministro en esta Comisión por este tema
en concreto, por dos razones: primero, porque es verdad que desde la
comparecencia



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el 12 de noviembre del Director General de Africa, Asia y Pacífico, el
señor Alabart, no se han producido acontecimientos de especial relevancia
en las relaciones de España con Guinea y, en segundo lugar, porque
sabemos con claridad que esta noche, como tantas en su departamento, ha
sido especialmente difícil por los acontecimientos que se han producido.

Compartimos, como no podía ser de otra manera, los objetivos de la
política española con Guinea; unos objetivos muy claros y meridianos que
son, además, o deben ser compartidos por todos los grupos parlamentarios,
unos objetivos basados en unas relaciones diplomáticas correctas,
inspiradas en el diálogo y en la confianza. Desde nuestro grupo
parlamentario creemos también necesario que el objetivo fundamental sea
el de impulsar el proceso democrático en Guinea, como el señor Ministro
ha manifestado, y que España esté velando permanentemente por el respeto
de los derechos humanos, y coincidimos en su valoración sobre la
situación interna actual de Guinea, que supone un tímido proceso de
apertura democrática en el que España debe mantener una posición de
expectación, como usted ha dicho.

Las relaciones bilaterales de España con Guinea en los últimos meses,
basadas en esos contactos de alto nivel, no solamente con las autoridades
guineanas sino, como se ha apuntado aquí también, con la gran amplitud de
fuerzas de la oposición, indican de alguna manera una posición quizá
novedosa por parte del Gobierno español y determinan una posición en el
futuro alejada de aquellas tentaciones, que todos hemos conocido en este
Parlamento en la legislatura pasada, quizá de abandonar Guinea.

Como el señor Ministro ha manifestado, la cooperación con Guinea es muy
importante, y queremos hacer especial incidencia en una frase que el
Ministro de Asuntos Exteriores de España ha dicho hoy aquí: El pueblo
español ha sido y es especialmente generoso con el pueblo de Guinea.

Guinea es el país principal receptor, en términos absolutos y relativos,
de la cooperación española. ¿Por qué nos ha llamado la atención la
cuestión de que el pueblo español es especialmente generoso con Guinea?
Porque el Gobierno entiende, el Grupo Parlamentario Popular entiende,
señorías, que la cooperación de España con Guinea y con tantos países
está basada en la generosidad del pueblo español, y el pueblo español en
ese aspecto no tiene ideologías ni motivaciones partidistas. Apuntamos
como importante la novedad que se nos ha comunicado de que en el futuro
se van a intentar, si las autoridades de Guinea son receptivas a ello,
programas institucionales orientados hacia la apertura democrática, lo
cual indica claramente la naturaleza de nuestras relaciones con Guinea y
la intención del actual Gobierno, que es profundizar en el sistema
democrático.

Cómo no, señor Ministro, recogemos con ilusión y con agradecimiento la
propuesta que hoy ha lanzado aquí de crear una delegación parlamentaria
que visite Guinea, integrada por todos los grupos parlamentarios, que
apoye, ayude y colabore en las tareas de la política exterior de España.

No es una novedad en el Parlamento que se haga esto, pero quizá sí sea
una novedad que las delegaciones parlamentarias sean impulsadas por el
Ministerio de Asuntos Exteriores, y esto indica con toda claridad la
voluntad del Gobierno de que nuestra política exterior sea de consenso y
esté basada en un principio fundamental, que es el de la unidad de la
política exterior, en el que la política exterior no es una política de
partido sino de Estado.

Diciendo esto y por comentar algunas de las cosas que se han dicho,
nosotros hubiéramos agradecido el tono de la intervención del portavoz
del Grupo Socialista en debates pasados, por ejemplo, con el tema de
Cuba. Tenemos que decir con toda claridad desde el Grupo Parlamentario
Popular que la política exterior de España es una política de Estado y
que para ser eficaz tiene que ser apoyada por todos los grupos
parlamentarios. Creo, señorías, que es importante recordar que
constitucionalmente quien tiene la obligación de dirigir la política
exterior es el Gobierno y constitucionalmente también, por lo menos en el
espíritu de nuestra Constitución --y es una gran novedad de nuestra
democracia y de la Constitución de 1978-- no debemos convertir las
cuestiones de la política exterior en cuestiones de política interna,
gran error de finales del siglo pasado y gran error de principios del
presente. Por tanto, señorías, señor Ministro, cómo no, aceptamos esa
propuesta, y yo estoy completamente convencido de que la Mesa y el
Presidente de nuestra Comisión tramitarán su iniciativa.

Yo creo, por terminar, que no falta garra ni interés en la política del
ministerio con Guinea, sino que por fin y definitivamente hay una
posición clara de futuro basada en la confianza y en el diálogo y, por
repetir algo que he dicho y terminar, señor Presidente, basada en la idea
de no abandonar Guinea desde el punto de vista político e institucional,
sino seguir con paso firme su proceso de apertura a la democracia.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muy brevemente
quiero agradecer las aportaciones positivas que se han formulado por los
distintos portavoces.

Comparto el objetivo al que se ha referido el señor Chiquillo. Su
intención es ver si podemos acelerar un poco el ritmo y que esa
democratización ya pueda manifestarse, en buena medida al menos, con
motivo de las elecciones generales de 1998, es decir, incluso antes de
fin de siglo.

Comparto plenamente también las observaciones efectuadas por el señor
Burballa en tantos campos. Si el Gobierno mantiene una línea política
coherente y al propio tiempo prudente, quizá podamos evitar los vaivenes
a los que nos tiene acostumbrados en su línea de acción el Gobierno
guineano. Esta es una cuestión que tiene mucha relevancia, así como sus
observaciones respecto al refuerzo de la democracia en el campo político
y muy especialmente el problema étnico al que se ha referido. En buena
parte el gran problema en muchos países de esta área, al que Guinea
Ecuatorial no es ajeno, es precisamente el étnico. Lo que se nota en
muchas ocasiones es la ausencia de un sentido no ya del Estado, sino
sentido nacional. Todavía



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prima en muchos casos la solidaridad entre las tribus, en el seno de cada
una de las tribus, y el mejor ejemplo, como muy bien ha dicho el señor
Burballa, es el de los Grandes Lagos. De ahí que toda la política que
llevemos de refuerzo institucional puede contribuir por lo menos a
suavizar ese gran problema.

Quiero agradecer también muy especialmente las observaciones del señor
Izquierdo, así como su buena acogida a la sugerencia de constituir una
delegación parlamentaria que puede permitir un seguimiento más cercano y
contribuir a esa identidad de puntos de vista tan importante, no sólo
para mejorar la situación del pueblo guineano, sino también en orden a
una mejor y más inteligente defensa de los intereses españoles en la
región.




--COMPARECENCIA URGENTE DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (MATUTES JUAN)
PARA INFORMAR SOBRE LA REUNION DEL CONSEJO ATLANTICO QUE TUVO LUGAR LOS
DIAS 10 Y 11 DE DICIEMBRE, Y SOBRE LA CUMBRE DE LA ORGANIZACION DE
SEGURIDAD Y COOPERACION EN EUROPA, CELEBRADA EN LISBOA LOS DIAS 2 Y 3 DE
DICIEMBRE. A PETICION PROPIA. (Número de expediente 214/000029.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al segundo punto del orden del día, la
comparecencia urgente, pedida por el Gobierno, para que el Ministro de
Asuntos Exteriores informe sobre la reunión del Consejo Atlántico que
tuvo lugar los días 10 y 11 de diciembre y sobre la cumbre de la
Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, que tuvo lugar
en Lisboa los días 2 y 3 de diciembre.

Tiene la palabra el señor Ministro de Asuntos Exteriores.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Señorías, he
solicitado comparecer ante la Comisión para informar de esas dos
importantes reuniones a las que se ha referido el Presidente. Me
referiré, en primer lugar, a la reunión del Consejo Atlántico que, como
saben SS. SS., fue seguida de una reunión con el Ministro ruso de Asuntos
Exteriores, señor Primakov, así como de una reunión del Consejo de
Cooperación del Atlántico Norte. En la primera de las reuniones, la del
Consejo Atlántico, se evaluaron los trabajos realizados desde la
importante reunión ministerial de Berlín, el pasado 3 de junio,y se
adoptaron importantes decisiones que servirán de base a los trabajos de
la Alianza en el próximo futuro. En ese aspecto, quiero destacar la
relevancia que tiene la decisión adoptada por el Consejo de Ministros
para celebrar la próxima cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la
Alianza en Madrid, cumbre muy importante, histórica, por la relevancia de
los temas que deben tratarse en la misma. Primero, la adaptación interna
de la Alianza --en lo que profundizaremos--, la adaptación externa, en
segundo lugar, con la ampliación a nuevos miembros, así como el
establecimiento de unas relaciones especiales con Rusia.

Por lo que se refiere a la adaptación interna, las cuestiones más
relevantes se refieren a las nuevas estructuras internas de la Alianza,
la nueva estructura de mandos y la puesta en práctica del Combined Joint
Task Force, las fuerzas conjuntas combinadas, así como la configuración
de la identidad europea de seguridad y defensa dentro de la Alianza. La
reforma externa va a centrarse especialmente en el proceso de ampliación,
con la invitación a los primeros candidatos de las nuevas democracias de
Europa Central y Oriental que han solicitado su incorporación a la
organización, que empezará con aquellas que estén más preparadas para
acometer este reto, siendo el tercer tema el reforzamiento de las
relaciones con los socios y la iniciativa americana, en la que tendremos
que concentrarnos en los próximos meses --esperemos que pueda estar lista
para la cumbre de Madrid--, consistente básicamente en la fusión del
actual Consejo de Cooperación de la Alianza y de la Asociación para la
Paz, que en este caso confluirían en la creación de un consejo de
asociación atlántica que debería enmarcar, de un modo esperamos que más
eficaz y más rápido, todo el esquema de seguridad panaeuropea frente a
los desafíos que se nos plantean de cara al próximo siglo.

En cuanto a Rusia, el Consejo expresó su satisfacción por las primeras
acciones de cooperación que habían tenido lugar en actuación conjunta con
Rusia, en particular en el marco de IFOR en Bosnia-Herzegovina, y expresó
su deseo de llegar a un acuerdo que permita profundizar y ampliar esa
relación en un contexto de verdadero diálogo y de cooperación con Rusia.

He de decir que en mi intervención abordé una idea que me parece
fundamental. La Alianza Atlántica no puede aceptar vetos de terceras
personas en cuanto a la decisión libremente adoptada por las nuevas
democracias de Europa Central y Oriental de incorporarse a la Alianza.

Siendo ello así, al propio tiempo ha de tener muy en cuenta que lo que
busca la Alianza es la seguridad y la estabilidad y que en ese contexto
es fundamental que Rusia se sienta segura. Partiendo de la idea de que
Rusia nada tiene que temer por su flanco oeste, entiende el Gobierno
español que la Alianza será tanto más segura cuanto más segura se sienta
Rusia, y que lo mismo debe ocurrir en el caso ruso, que tanto más segura
estará y podrá sentirse en la medida en que los miembros de la Alianza se
sientan seguros. Eso es lo que permite generar una auténtica relación de
estabilidad que pueda ser fructífera en ese diálogo y en esa cooperación,
no sólo en materia de seguridad sino en acciones concretas de defensa a
las que se refirió el Ministro Primakov en una intervención muy
constructiva y muy positiva en la que esbozó una posible serie de
iniciativas que me parecieron muy constructivas y esperanzadoras.

Expresamos ese mismo deseo de desarrollar una especial adopción con
Ucrania, que también se encuentra en una posición en la que no es
previsible su incorporación a la Alianza Atlántica y tiene una verdadera
preocupación por su seguridad.

Quiero centrarme en un tema que me parece fundamental, que es la
adaptación de las estructuras y procedimientos internos de la Alianza. El
Consejo tomó nota del estado de los trabajos sobre el desarrollo de esa
estructura de mandos, tema en el que hasta ahora se ha avanzado
satisfactoriamente,



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pero a un ritmo más bien lento. En cambio, se produjeron avances
importantes en ese nuevo concepto de las operaciones combinadas conjuntas
y encomendó al consejo permanente que continuara los trabajos en esta
área.

En lo que se refiere al desarrollo de la identidad europea de seguridad y
defensa, son de destacar los progresos realizados en cuanto a las
directrices políticas para el desarrollo de una estructura de mando
europea dentro de la OTAN y la identificación de activos y capacidades de
la OTAN que podrán, en su momento, ser puestas a disposición para
operaciones conducidas por la UEO, por ejemplo, de tal modo que se sigue
elaborando el concepto de mando único, una estructura unida, no separada,
pero separable eventualmente para determinadas misiones de paz
regionales, misiones Petersberg u otras del mismo tenor.

Quiero destacar la calurosa acogida que tuvo la resolución adoptada por
esta Cámara, el pasado 14 de noviembre, sobre la participación de España
en esa nueva estructura de mandos de la Alianza, cuestión que quedó
reflejada en el comunicado, en el que se destaca que dicha participación
va a reforzar la cohesión y la efectividad militar de la Alianza, va a
robustecer el vínculo transatlántico y va a permitir contribuir al
desarrollo de esa identidad europea de seguridad y defensa dentro de la
misma. Por último, en declaración separada, los ministros nos referimos a
la operación realizada por IFOR en Bosnia y aprobamos provisionalmente el
plan de operaciones a llevar a cabo por una nueva fuerza de
estabilización, la SFOR, que contará con unos efectivos sensiblemente
reducidos, al 50 por ciento, cuyo mandato será de 18 meses y cuya misión
no será tanto la imposición de la paz y el mantenimiento de la misma,
cuanto la disuasión, la estabilización y el apoyo a las instituciones y
actividades civiles, incluyendo la celebración de elecciones municipales.

Paso ahora a referirme, señorías, a la cumbre de jefes de Estado y
Gobierno de la OSCE, celebrada la semana anterior, los días 2 y 3 de
diciembre. Creo que también ésta ha sido una buena cumbre; y si de cara a
la opinión pública los logros no contienen aspectos que pudiéramos
calificar de espectaculares, es porque ello va en la propia dinámica de
la organización que funciona por consenso y que por ende no puede sino
avanzar lentamente en la solución de los graves problemas a los que se
enfrenta parte de nuestro continente. Las cumbres de París, en 1990, de
Helsinki, en 1992, supusieron un gran salto adelante en el organigrama y
en la institucionalización y funcionamiento de la organización. Por ello,
podría decirse que la cumbre de Lisboa ha sido de transición en el
proceso de redefinición de esta organización, que se inició con la Carta
de París de 1990.

No me voy a extender en el contenido de la declaración, que supongo es
bien conocida de SS. SS., pero sí me interesa subrayar que la aprobación
de la declaración estuvo pendiente hasta el último momento del acuerdo de
las partes implicadas en el conflicto sobre Nagorno-Karabaj, de tal modo
que una u otra parte vetaban cualquier referencia, y al final la solución
fue precisamente no hacer mención a la misma. Lo digo a título
exclusivamente ejemplarizador de hasta qué punto mientras vamos
construyendo esa gran estructura de seguridad y defensa paneuropea para
el próximo siglo, en la que la OSCE tiene que jugar un papel
importantísimo, en esos momentos el elemento clave y básico para la
estabilidad y la seguridad en nuestro continente es la continuidad de esa
nueva OTAN renovada, que es distinta, pero que seguirá constituyendo
elemento esencial y activo que permite justamente ir resolviendo los
problemas que de otro modo se perderían en la dispersión de mínimos
conflictos regionales, minorías étnicas y de otro tipo y que, por tanto,
dejarían los esquemas de seguridad y de defensa por resolver.

Un capítulo importante en la cumbre de Lisboa fue precisamente el
referido al modelo de seguridad. La cumbre de Budapest de 1994 decidió
promover la elaboración de un modelo común y comprensivo de seguridad
para la Europa del siglo XXI. La cumbre de Lisboa debía pues realizar la
primera valoración de los trabajos emprendidos en este tema. La idea del
modelo se remonta a una propuesta rusa, que para algunos estaba pensada
inicialmente como un medio para frenar la ampliación de la OTAN; y aunque
la posición de Rusia ha evolucionado, todavía se perciben algunas
tendencias, como hacer aparecer la ampliación de la Alianza como algo
incompatible con el espacio de seguridad común, libre de líneas
divisorias, que se propone alcanzar el modelo. En todo caso, el modelo
representa ya un paso relevante en este ejercicio conceptual, que tardará
años en definirse --sigo insistiendo, por tanto, en la importancia de la
Alianza Atlántica-- hasta que logremos esa nueva arquitectura europea de
seguridad y el papel de la OSCE en esa nueva estructura quede bien
definido.

A Lisboa llegaron diversas propuestas, todas ellas basadas
fundamentalmente en la plataforma de seguridad cooperativa desarrollada
por la Unión Europea. Y aunque no fue posible incluir como anejo en la
declaración esa plataforma de seguridad cooperativa, la UE sí consiguió
que en la declaración sobre el modelo se incluyera, en los trabajos
futuros, la definición de esa plataforma en cuestión.

Uno de los resultados más importantes, también alcanzado en el contexto
de la cumbre, ha sido la adopción del documento sobre alcance y
parámetros del proceso de adaptación del Tratado sobre fuerzas
convencionales en Europa; es decir, el Tratado FACE. Con la adopción de
este documento se da cumplimiento al mandato de la primera conferencia de
revisión del Tratado, concluida en mayo de este año, de iniciar un
proceso para la mejora del funcionamiento del Tratado, adaptándolo a las
nuevas realidades y conservando su papel clave en la arquitectura de
seguridad europea. No hay que olvidar que ese Tratado de armas
convencionales ha quedado totalmente trastocado con la disolución de la
Unión Soviética y la desaparición del Pacto de Varsovia. El documento
aprobado recoge el alcance del proceso de negociación, los parámetros de
las líneas maestras por las que debe transcurrir la misma en el futuro.

Subyace la idea de que durante la compleja negociación, que comenzará a
partir de enero próximo en Viena, deberá mantenerse en su integridad la
aplicación del Tratado, evitando que el proceso de adaptación se traduzca
en la desaparición de alguno de los aspectos fundamentales sobre los que
se asienta el propio Tratado.




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Las negociaciones, de una gran complejidad, habrán de conciliar intereses
políticos y estratégicos muy dispares: desde el interés de la Federación
Rusa por imponer a los países de la OTAN algunos límites que puedan
paliar los efectos de la ampliación de la Alianza, pasando por el interés
de la Alianza de preservar su capacidad de maniobra, sobre todo a la hora
de traspasar equipos de unos aliados a otros.

Por último, en el marco de la cumbre se tomó la decisión de prorrogar
durante cinco meses la aplicación provisional de ese acuerdo FACE sobre
los flancos, adoptado en la conferencia de revisión del Tratado FACE del
pasado mes de mayo a la que antes aludía. Dicho acuerdo será sometido
próximamente a la consideración de SS. SS. para su ratificación.

Señor Presidente, señorías, como ya he apuntado, la cumbre de Lisboa debe
considerarse como una cumbre de transición, con logros significativos en
materia de desarme, en particular la puesta en marcha del proceso de
modernización de ese tratado FACE. Por lo que atañe al modelo de
seguridad, creo que la cumbre puede decirse que todavía tuvo lugar un
poco antes de tiempo; hubiera sido deseable que hubiera tenido lugar
después de la cumbre de la OTAN en Madrid, cuando el programa de la
estructura de seguridad en el continente pueda estar más despejado, o la
posible elaboración de una carta de seguridad europea. A pesar de ello,
la cumbre hizo un llamamiento genérico; constituye quizá el elemento más
novedoso de esta cumbre, y aunque está por definir, no cabe duda de que
de ahora en adelante uno de los temas recurrentes será la elaboración de
ese modelo de seguridad para el siglo XXI.

Por otra parte, las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno de la OSCE
constituyen una buena ocasión para establecer contactos con los nuevos
Estados surgidos en la Europa central y oriental en los últimos años.

España está intentando ampliar, en la medida de lo posible, su presencia
en esta parte del continente, sus contactos. Cumbres como la de Lisboa
son una excelente ocasión para entablar contactos bilaterales. Así, el
Presidente del Gobierno tuvo ocasión de entrevistarse, entre otros, con
los presidentes de los tres países bálticos, el de Kazajstán, el nuevo
presidente rumano, el primer ministro ruso, etcétera. Por mi lado,
acompañé al Presidente del Gobierno en estas conversaciones y también
tuve otras reuniones bilaterales complementando el arco geográfico.

Finalmente, entiendo que la Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa es una organización al alza, cuyos resultados se
verán en el medio y largo plazo, que por lo mismo no debemos precipitar,
y que constituye en la actualidad el único foro de diálogo paneuropeo y
atlántico con vocación de diplomacia preventiva y gestión de conflictos.

Al mismo tiempo, su estructura flexible, dinámica, está permitiendo
responder adecuadamente a los nuevos retos a los que se enfrenta nuestro
continente.

En definitiva, en los últimos diez días, y para marcar una visión de
conjunto más amplia, se han producido tres acontecimientos que van a
marcar no sólo el próximo año de un modo muy particular, sino diría yo
que el próximo siglo, que son esos dos eventos a los que me he referido,
así como la cumbre europea del pasado fin de semana, que también se
caracterizó por sus avances y sus excelentes resultados, muy
especialmente en lo que hace referencia a las prioridades y demandas
presentadas por España, como ya tendremos ocasión de debatir esta tarde y
en próximas ocasiones.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ministro.

¿Grupos que desean hacer uso de la palabra? (Pausa.)
Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra el señor
Guardans.




El señor GUARDANS I CAMBO: Voy a ser muy breve en la intervención, porque
aquí no se trata de plantear todo lo que son aspectos que pueda haber
sobre la mesa relativos a la OTAN o a la OSCE en absoluta ebullición,
sino básicamente de recibir la información y, como tal, se lo agradezco.

Ante todo, quería felicitarle expresamente, además a título personal. A
veces, se felicita al Gobierno en su persona, pero creo que en este caso
es a su persona a la que hay que felicitar por el logro que supone que la
próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN se celebre en
Madrid. Es una de esas maniobras diplomáticas hábiles hecha en el momento
oportuno, en el lugar oportuno, entiendo que de forma oportuna --no sé
hasta qué punto es correcta la información que ha transmitido la prensa
sobre la letra pequeña de cómo se llegó a esa decisión-- pero, en lo que
tiene de simbólico el hecho de que la nueva OTAN nazca en Madrid, me
parece que es un acontecimiento importante que se debe sin duda alguna a
la intervención de nuestro actual Ministro de Asuntos Exteriores, y, en
cuanto tal, le felicito.

Sobre la cumbre de la OTAN poco más querría decir; sí sobre la OSCE. A mí
me sorprende su optimismo. Querría simplemente dejar constancia de ello.

Es una satisfacción ver el optimismo con el que afronta las tareas de la
OSCE el Ministro de Asuntos Exteriores español y que pueda hablar de
organización al alza. No acaba de tener uno esa percepción, aún
reconociendo que --y ya sería bastante para justificar su existencia--
cualquier foro de diálogo es bueno. El hecho de que sea el único foro de
diálogo, como ha dicho muy bien, no sólo transatlántico sino donde
auténticamente estén representados todos los estados europeos, con
independencia de sus sistemas económicos, fuera del planteamiento de
organizaciones económicas y que sea el único foro donde auténticamente un
cierto diálogo se pueda producir, ya de por sí sería algo positivo y algo
que justificaría su existencia.

Creo que deberá reconocer el señor Ministro que la OSCE está lejos de lo
que de ella se esperaba en el momento que se fundó. Por lo tanto, podemos
ser optimistas, quizá, pero, en todo caso, es la botella medio llena,
medio vacía. Algunos tenemos la sensación no sólo de que está medio vacía
sino de que estuvo llena o por lo menos pareció que estaba llena y se ha
ido vaciando, y lo que a algunos nos da miedo es que se vacíe del todo.

En eso tiene un papel muy claro Estados Unidos, que parece ser que no



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tiene especial interés en que la OSCE pase a ser mucho más que un club de
debate cualificado y de especial trascendencia.

Eso es lo que yo querría que detallara un poco más: dónde ve el señor
Ministro esos signos de optimismo, insisto, que vayan más allá de tener
un foro de debate para poder hablar auténticamente de una organización al
alza, porque más allá de algunas misiones de observación electorales
resueltas mayoritariamente con éxito pero no en todos los casos --me
refiero desde el punto de vista de la influencia de sus decisiones acerca
de la limpieza o no limpieza de los contenciosos electorales-- me parce
que la OSCE en este momento no está teniendo el papel que de ella se
esperaba.

Con esto terminaría, deseando saber de dónde saca el optimismo el señor
Ministro su optimismo.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Gracias, señor Ministro por esta comparecencia.

Yo creo en la valoración que nos merece a Izquierda Unida la cumbre de
Lisboa. Es una valoración positiva. Estamos en un proceso que se
caracteriza porque cada paso que se da en política internacional en este
contexto paneuropeo es un balance que cada vez arroja más OSCE y menos
OTAN, por lo que nos parece positivo. La propia reflexión de la cumbre de
Lisboa abunda en lo que planteamos, porque es un paso más en la
definición de lo que es el terreno OSCE. Se han dado pasos importantes,
el primero es en la necesidad de avanzar la carta jurídica de la OSCE ,
que la convierta realmente en la organización internacional.

La declaración del punto 7 del modelo de seguridad para la Europa del
siglo XXI, que plantea que en la región OSCE ningún Estado, ninguna
organización tenga mayor responsabilidad en la paz y en la estabilidad de
la región OSCE que no sea la propia OSCE, nos parece un paso muy
importante para que organización a la que se le encomiende la paz y la
estabilidad sea la propia OSCE y ninguna otra organización internacional
por encima de ella. Por lo tanto, son pasos lentos, sin duda, pero pasos
importantes en la dirección que creo que es la acertada, es decir,
avanzar hacia un modelo de seguridad compartida paeuropea, desde
Vancouver a Vladivostok, que supere la actual situación ambigua, que
alguna vez se tendrá que resolver, como es la permanencia de la OTAN, con
parte de los Estados de la OSCE , no con todos, y con una región OSCE que
indudablemente va mucho más allá que la propia OTAN. Por lo tanto nos
parece interesante e importante.

Sin duda, nuestro grupo va a intentar que en la asamblea parlamentaria de
la OSCE a celebrar en Varsovia el próximo año se den todavía pasos mucho
más audaces, mucho más firmes en la configuración de esta gran
organización, que tarde o temprano estará encomendada en la seguridad
compartida del conjunto de la región, no de una parte de ella, sino del
conjunto de la organización; por lo tanto nos parece importante y creo
que se va por buen camino.

En relación con la OTAN, nuestro grupo diría que ya estamos en una
estructura militar, y la Administración española debería intentar llevar,
desde nuestro punto de vista, la preocupación de los temas fundamentales
de lo que es en estos momentos todo lo que es la seguridad y la defensa.

En primer lugar, nosotros entendemos que la Administración debería llevar
una posición clara sobre la desnuclearización y la destrucción de
armamento bioquímico, en el conjunto de Europa, desde la propia OTAN,
porque este es el debate que en estos momentos se está dando en la región
OSCE, es decir, cómo hacer posible que no exista ningún arma nuclear en
el continente, que se destruya y se destruya de forma limpia el armamento
nuclear y el armamento bioquímico, aportando los medios y la tecnología
suficientes para esa destrucción, y también que la Administración
española se preocupe, aliente el paso que ya se ha dado en la OSCE , como
es la reducción de los armamentos convencionales.

También en el próximo año se pone en vigor el tratado de limitación y
reducción de armamento bioquímico. Hay dos Estados que siguen sin firmar
este tratado, que son Rusia y Estados Unidos. Yo creo que la
Administración española debería insistir en la necesidad de que este
tratado se ponga en vigor el próximo año, y por tanto, que, dentro de lo
que es la OTAN, la Administración española debería llevar una posición
inequívoca hacia el objetivo de la desnuclearización, la destrucción de
armamento bioquímico; una posición progresiva, avanzada, en el sentido de
la reducción de armamento convencional y, como en la propia reflexión de
la OTAN ya se empieza a teorizar, en la necesidad de contemplar la OTAN
más que como una gran alianza militar como una especie de policía
encargada de la seguridad de la parte que le corresponde a la OTAN.

Hay una serie de preguntas que me gustaría hacerle para que usted nos
contestara, que nos preocupan. Me gustaría que usted concretara el que se
encomiende a España, dentro de la estructura OTAN, la solución de
posibles conflictos del norte de Africa, y si esto es así o no es así, es
decir, si al mando subregional, al mando suroeste se le va a encomendar
este objetivo de asistencia a posibles conflictos del norte de Africa; si
las fuerzas operativas combinadas conjuntas que se reclaman para el mando
subregional van a tener fundamentalmente este cometido --es decir, la
asistencia a posibles conflictos del norte de Africa--; si el mando
subregional, el mando sudoeste --es decir, el español-- va a mandar a
nuestra Armada y a la fuerza aérea española en su conjunto o si, por el
contrario, parte de la Armada española y de la fuerza aérea va a estar
bajo mando italiano, etcétera. Lo fundamental es saber cuál es en estos
momentos la realidad concreta en relación con el mando subregional y el
mando español. Son cuestiones que no quedan claras y que interesaría
conocer con detalle para ver cómo está en estos momentos toda la
estructura subregional y el debate de las estructuras subregionales de la
OTAN.

Nada más.




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El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Quería en primer lugar agradecer la presencia
del Ministro en la Comisión para, en un plazo de tiempo muy breve,
informarnos sobre la reunión ministerial de la Alianza Atlántica y la
cumbre de la OSCE.

Quiero empezar haciendo un par de comentarios sobre la OSCE, sumándome a
algunas otras reflexiones que ya se han hecho. Pensamos que la OSCE sigue
progresando por la vía correcta, que la decisión de definir un modelo de
seguridad común y global, comprensivo para la Europa del siglo XXI, es un
paso más. Nos parece importante destacar que los temas que forman parte
de la comparecencia del Ministro hoy --Alianza Atlántica, OSCE, junto con
la Conferencia Intergubernamental en su dimensión de política de
seguridad y defensa-- conforman un todo integrado, forman el conjunto de
la arquitectura de seguridad europea. Y eso es quizá lo que da relevancia
a la cumbre de la OSCE en Lisboa --coincidimos con el señor Ministro en
que probablemente hubiera tenido más lógica que hubiese ido detrás en el
calendario, pero bienvenida sea en el momento en que se ha producido-- y
también a la próxima cumbre de la Alianza Atlántica que se celebrará en
Madrid.

Nos parece importante --porque además era una obviedad pero no estaba aún
resuelta-- la decisión de proceder a una revisión del tratado de fuerzas
convencionales en Europa. Era un tratado entre dos bloques --uno de los
cuales ha dejado de existir-- y, como consecuencia de la aplicación de
los parámetros de bloques se habían producido una serie de distorsiones,
que es preciso corregir. Eso va a ayudar también a un clima de mayor
entendimiento, por ejemplo, entre Rusia y los países de la Alianza
Atlántica y va a permitir también corregir algunas distorsiones que se
han producido. Hay un caso muy claro que recordaba en la conferencia de
Lisboa el Presidente de Bielorrusia. Bielorrusia ha eliminado más
armamento convencional de Europa que Estados Unidos, Francia y el Reino
Unido juntos. Es decir, es preciso que esa conferencia que va a comenzar
en enero establezca un nuevo régimen que profundice además en el desarme
en Europa. De hecho, en algunos casos ha ido más allá de los límites
establecidos por el acuerdo de fuerzas convencionales en Europa.

Al hilo de esta reflexión sobre la OSCE queríamos hacer quizá desde el
Grupo Socialista un reproche al Gobierno. Hace un par de días conocíamos
que la presidencia suiza de la OSCE había pedido al ex presidente del
Gobierno y Secretario General del Partido Socialista, Felipe González,
que asumiera la función de representante de la OSCE para hacer un
dictamen sobre las recientes elecciones serbias. Esta información que,
evidentemente, se produce y que, por razones de elemental cortesía y
también de relaciones políticas, se comunica al Gobierno, la encontramos
como una noticia de urgencia, producida desde el propio Gobierno, el
mismo día en que se produce en un medio de comunicación que depende de la
autoridad del Gobierno, en Televisión Española. Y se presenta no como una
noticia en sí, sino como que el Gobierno ha dado el visto bueno a este
encargo, cosa que entendemos no se ha producido. Nos sorprendió que ni
siquiera a lo largo de esa jornada el Gobierno se molestase en clarificar
cuáles eran los términos en que se había producido. Quede ahí
simplemente, porque consideramos que este tipo de conductas denota una
cierta mezquindad que no es conveniente en las relaciones políticas.

Centrándome en la reunión ministerial de la Alianza, el Ministro ha hecho
una referencia a los cambios en lo relativo a la adaptación interna, a la
adaptación externa. Ha hecho una descripción del panorama. Algunos otros
portavoces han introducido temas que no han sido abordados directamente
por el Gobierno. Yo querría decir que para esta Comisión y para este
Congreso de los Diputados el referente de nuestro código de conducta y de
nuestros objetivos con relación a esta reunión ministerial y a futuras
reuniones, arranca del acuerdo parlamentario que se produce como
consecuencia de la comunicación del Gobierno en las resoluciones que
aprueba el Congreso de los Diputados; que en esa cumbre de la OTAN de
Madrid, que tendrá lugar en julio --hecho por el que todos nos
felicitamos y consideramos que es muy importante que, igual que esa
cumbre que va a tener una gran trascendencia, se produzca en Madrid--,
España no puede limitarse a ser simplemente anfitrión. Parece que eso le
da también una mayor responsabilidad desde el punto de vista de la
necesidad de avanzar sus propias posiciones e intentar amoldar y
conformar los términos de las decisiones, porque hay algunos ámbitos a
los que se ha referido el Ministro que aún permanecen bastante abiertos.

Me gustaría, si es posible, ir avanzando en alguno de ellos.

Hablaba hace un momento de las resoluciones del Congreso, donde se
expresaba un inequívoco apoyo o respaldo a la decisión expresada en la
comunicación del Gobierno de dar los pasos necesarios para que España
participe en la nueva estructura. (En contra de lo que se ha dicho hace
un momento, España no está en la estructura integrada. España se plantea
estar en la futura estructura militar.) Ese respaldo era cualificado en
temas que afectan, por una parte, a las características de la nueva
estructura, de la que se decía que debía ser única, más reducida y
flexible; al papel de España en esa estructura, donde se decía que el
Gobierno debiera buscar que se atribuyesen a España responsabilidades de
mando y operativas acordes con nuestra contribución militar y peso
político, especialmente en la zona de nuestro interés estratégico en el
Atlántico y en el Mediterráneo, y se decía también que debía reflejar en
la estructura de mandos de la Alianza Atlántica, de manera visible, la
identidad europea de seguridad y defensa, además de tomar en
consideración los intereses de seguridad de los países de Europa central
y oriental.

La verdad, señor Ministro, es que, viendo lo que se va filtrando en todos
estos ámbitos, no parece que se hayan producido grandes progresos en la
línea que acordamos por consenso la inmensa de los grupos parlamentarios
y de los Diputados en este Congreso.

La estructura que se va configurando aparece como más reducida en la
parte de abajo, desaparece el cuarto nivel de



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mandos, pero no se reduce, según parece, en el segundo nivel de mandos,
en los mandos regionales. Se mantienen en el nivel superior los dos
mandos estratégicos y se ha decidido recientemente mantener también una
serie de mandos regionales. Y esta sería la primera reflexión que
querríamos compartir. Nos gustaría escuchar la opinión del Ministro sobre
la decisión de mantener dos mandos regionales en el Atlántico,
mantenimiento que parece evidente que no responde a un interés
estratégico y de seguridad hoy del Atlántico. (En el Atlántico ya no hay
submarinos, el Atlántico ya no es un escenario de crisis potenciales, más
allá de los conflictos de la pesca.) Parece que esa decisión tiene unas
motivaciones más bien de interés político de los países que han sido
beneficiados por el mantenimiento de esos mandos, de que no los perdieran
sencillamente.

Naturalmente, un país que recibe un mando regional de inmediato quiere
tener también un espacio territorial que se corresponda con ese mando
regional y que sea lo más amplio posible. Hemos visto cómo se han
producido algunas discrepancias en torno a cuál puede ser el ámbito
territorial, por una parte, del mando con sede en Portugal, en Oeiras, y,
por otra, del futuro mando de tercer nivel, del mando subregional con
sede en España.

Da la sensación, incluso algunos elementos y datos lo confirman, de que
el Gobierno, en una primera etapa, no fue consciente de la importancia
política de lo que estaba en juego y quizá se enviaron algunos mensajes
erróneos al Gobierno del país vecino. Junto con la simpatía natural por
sus legítimas aspiraciones a mantener un prestigio, incluso unas
inversiones en infraestructuras, quizá hubo una interpretación por parte
de nuestros vecinos en el sentido de que nuestro Gobierno no iba a hacer
casus belli del mantenimiento dentro de un mismo mando de todo el
territorio de soberanía nacional, de todo lo que es el territorio de
interés estratégico para España. Parece que eso se ha corregido después,
pero nos preocupa que se siga manteniendo cualquier duda y querría
transmitir al Ministro, desde el Grupo Socialista, que para nosotros ésa
es una cuestión en la que no cabe la menor duda, desde el punto de vista
político; es una cuestión de interés político. Apáñeselas el Gobierno
como pueda, pero mantenga esa cohesión, entre otras cosas porque esa
coherencia entre ámbito de interés estratégico y ámbito de
responsabilidad en la seguridad y defensa existe al día de hoy, cuando
España está fuera de la estructura integrada, cuando España, a través de
los acuerdos de coordinación, se está coordinando con la Alianza
Atlántica. España asume esas responsabilidades y no tendría sentido que
eso se distorsionase o se sesgase. Simplemente quería hacer esa reflexión
y transmitir al Gobierno esa opinión del Grupo Socialista.

También queda la duda, señor Ministro, sobre si esta reforma de la
estructura de mandos va a reflejar realmente lo que puede ser la nueva
Alianza Atlántica y las misiones que va a asumir. Da la sensación de que
se está avanzando hacia una estructura basada en el territorio --concepto
tradicional-- cuando las nuevas misiones no requieren acciones en el
territorio de la Alianza sino más allá, por ejemplo Bosnia-Herzegovina,
donde se requieren operaciones combinadas y conjuntas. Da la sensación de
que va a haber cierta contradicción entre el diseño de estructura de
mando que se está planteando y lo que pueda resultar.

También me gustaría conocer la opinión del Ministro sobre algo que se ha
planteado y que también estaba en las resoluciones del Congreso de los
Diputados. Me refiero a la visibilidad de la identidad europea de
seguridad y defensa. Tampoco parece que se haya avanzado mucho por ahí
últimamente. Se produjo un gran avance en la cumbre de Bruselas; se
produjo un avance importante, desde el punto de vista instrumental, con
la reunión ministerial de Berlín y la aprobación del concepto de CJTF,
fuerza operativa conjunta combinada, pero no parece que en la nueva
estructura de mandos vaya a haber una visibilidad de esa identidad. Todos
conocemos la polémica que ha suscitado la reivindicación francesa, quizá
excesivamente concreta. Nos preguntamos, por otra parte, cuál puede ser
la salida a esa reivindicación francesa para atender el fondo de esa
reivindicación, que es esa mayor visibilidad, haciendo también una
reflexión. En el pasado, en momentos álgidos de la guerra fría, los
alemanes han tenido mandos de la OTAN en el escenario de Europa central.

La VI Flota, que parece ser el elemento que impide un acuerdo, en caso de
las misiones que tiene asignadas en las zonas de intereses de seguridad
norteamericanos, en Oriente Medio, en la zona del Golfo, no está mandada
desde Bruselas, no está mandada desde Nápoles, está mandada desde
Washington. Desde esta perspectiva, quizá cabría encontrar alguna
solución, alguna fórmula, y me gustaría saber cómo ve el Ministro estas
posibilidades.

También querría referirme al tema de la ampliación. Ha hablado el
Ministro de que se producirá en Madrid una invitación a aquellos países
que cumplan los requisitos del informe que hizo en su día la Alianza
sobre la ampliación. Yo querría preguntar al Ministro si esos requisitos
los cumplen una serie de países, si va a haber alguno que no los va a
cumplir; si es partidario el Gobierno, atendiendo a esos criterios, de
impulsar, apadrinar --utilícese el término que se quiera-- que esa
ampliación no solamente se produzca en el norte de Europa central, sino
que también esté equilibrada hacia el sur de Europa central. Estoy
hablando de Eslovenia o de Rumania, por ejemplo.

Segunda cuestión: la propia naturaleza de la ampliación. Ha habido algo
que el Ministro no ha dicho, y es que en la reciente reunión ministerial
se ha producido una declaración que no puedo por menos de leer a SS. SS.

Dice: Los países de la Alianza no tienen intención ni planes ni razones
para desplegar armas nucleares en el territorio de los nuevos miembros ni
ninguna necesidad de cambiar cualquier aspecto de la postura nuclear de
la OTAN o de la política nuclear, y no vemos ninguna necesidad futura de
hacerlo.

Eso, en la práctica, señor Ministro, es la creación de una zona libre de
armas nucleares en el centro de Europa, que es importante. Entiendo que
es un gesto de definición de cómo va a ser la nueva Alianza y cuál es la
noción de la ampliación. Es una noción, fundamentalmente, de proyectar
estabilidad y seguridad hacia el este, pero da la sensación de que eso no
está totalmente implícito en algunas de las formulaciones que se hacen,
cuando se habla de la necesidad



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de que estos países se pongan también al nivel de los países de la OTAN
en cuanto a su capacidad militar, etcétera. Nos parecería importante que
hubiese una clarificación del objetivo; no se trata de extender hacia el
este una llamada defensa avanzada, que ya no existe conceptualmente en la
OTAN, sino de responder a demandas de países que, además, quieren estar
también en la Unión Europea en el futuro. Nos gustaría oír la opinión del
Ministro. También nos gustaría saber qué solución puede haber para los
países bálticos en este escenario.

Finalmente, señor Ministro, quisiera añadir algo más sobre la identidad
europea de seguridad y defensa. Esta tarde, entre la cantidad de cosas
que escucharemos sobre la cumbre de Dublín, probablemente no oiremos nada
sobre política de seguridad. Nos gustaría conocer qué perspectivas hay y
qué posición tiene el Gobierno sobre la posibilidad de que se incluya en
el Tratado de la Unión Europea, revisado al fin, de la Conferencia
Intergubernamental, una dimensión de política de seguridad y defensa,
vinculada tal vez a las llamadas tareas de Petersberg, todo aquello que
no es seguridad colectiva, que no es defensa colectiva, que tiene que ver
con operaciones de ayuda humanitaria, etcétera.

Por último quiero recordar al Ministro que sería deseable que, cuando el
año que viene empecemos los trabajos, se produjera una comparecencia, tal
vez conjunta, de los dos ministros para conocer en profundidad cuál es la
evaluación de la IFOR y cuáles van a ser las características, mandatos y
objetivos por parte del Gobierno respecto de la SFOR. Simplemente espero
conocer la respuesta del Ministro.




El señor PRESIDENTE: Me voy a permitir declarar un breve receso, que
dirían los clásicos, de cinco minutos para que SS. SS. puedan digerir la
profundísima disertación del Diputado Estrella, tomarse un café y darse
un paseo. Cinco minutos.

Queda suspendida la sesión.




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, se reanuda la sesión.

Tiene en este momento la palabra el portavoz del Grupo Popular, señor
Robles Fraga.




El señor ROBLES FRAGA: Después de habernos recuperado los asistentes del
demoledor efecto físico y psíquico de las palabras del Diputado señor
Estrella, procederé con la mayor ligereza y liviandad posible a expresar
la opinión del Grupo Popular. (Risas.)
Señor Ministro, gracias por su pronta comparecencia; en el día de hoy
tendremos, además de su presencia en esta Comisión, la presencia del
Presidente del Gobierno para informar del Consejo Europeo, con lo cual
creo que esta Cámara puede encontrarse satisfecha por la celeridad y la
exactitud de los compromisos del Gobierno a la hora de informar a esta
Cámara.

Quiero felicitarle, naturalmente, por el éxito de obtener la celebración
de la cumbre de la Alianza Atlántica en Madrid del 8 al 9 de julio de
este año que viene. Me parece importante señalar que esta cumbre será un
hito fundamental de la evolución de la seguridad europea, un hito
fundamental de la Alianza, en la que convergerán sus vertientes internas
y externas, en la que se proyectará la Organización del Tratado del
Atlántico Norte hacia el siglo XXI y podrá consolidarse un esquema de
seguridad cooperativa que tiene en estos momentos en la Alianza Atlántica
el pilar fundamental para garantizar la estabilidad, la seguridad y la
cooperación en Europa.

Me parecen importantes las palabras del señor Ministro en relación con
Rusia. Creo que, negando a éste o a cualquier otro país derecho de veto
alguno sobre las decisiones soberanas que deberán tomar las naciones que
desean integrarse en la Alianza, es necesario destacar que una Europa
estable y segura es la mejor garantía para Rusia, con la que deseamos
establecer relaciones fructíferas, estables y de intensa cooperación
política, en el convencimiento de que Rusia debe comprender que el
acelerado cambio en el panorama internacional exige el fortalecimiento y
el refuerzo de la eficacia, así como la ampliación de las estructuras de
la Alianza nacida en el Tratado de Washington.

Quiero reiterarle, señor Ministro, el convencimiento del Grupo Popular de
la importancia de la resolución adoptada por el Congreso, con amplio
acuerdo de la mayoría de los grupos, a excepción, lamentablemente, de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, el pasado 14 de noviembre.

Entendemos que sobre ese consenso se puede construir una posición
negociadora y una acción exterior del Gobierno, guiada por el Gobierno,
en la que encontrarán sin duda cumplida satisfacción las observaciones y
los contenidos de esa resolución de la Cámara, resultado, por cierto, de
una comunicación del Gobierno en la que se establecía un marco genérico y
político para que España pueda enfrentarse con pleno conocimiento y con
plena responsabilidad a los retos que plantean el futuro y el presente de
la seguridad en Europa.

Me parece importante --y aquí se ha hecho-- hablar de la OSCE, y no
solamente porque el Presidente de esta Comisión sea el Presidente de la
asamblea parlamentaria de esa organización. Hay que resaltar el
importante número de españoles que destacan en organizaciones
internacionales, y recientemente tuvimos la ocasión --y es bueno
recordarlo aquí-- de elegir a otro Diputado presidente de otra asamblea
parlamentaria importante, también vinculada a este esquema de seguridad,
como es la Unión Europea Occidental. Es evidente que la Organización de
Seguridad y Cooperación Europea tiene un papel importante, es un
instrumento primordial en la solución de conflictos y en la prevención de
los conflictos; es un marco especialmente cualificado para la negociación
en materia de control de armamentos y forma parte de ese esquema de
seguridad operativa en Europa basado en principios de no jerarquía, de
cooperación y de transparencia, que deben llevarnos a una seguridad en
Europa y en este ámbito euroatlántico global e indivisible.

El señor Ministro ha hecho referencia a los avances producidos en materia
de control de armamentos, especialmente a la adaptación del tratado de
fuerzas armadas convencionales en Europa, y a la posición española. Yo
creo



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que conviene también hacer referencia a la voluntad, expresada por la
Unión Europea y por España en la cumbre de Lisboa, de realizar avances en
el reforzamiento institucional de esta organización, que encuentra más
dificultades de las sin duda deseables por la misma naturaleza de esta
organización, en la que participan todos los países europeos --el último
en entrar, si no recuerdo mal, es Andorra, un país muy cercano y
vinculado a España-- y en la que funciona la regla básica del consenso,
lo que sin duda plantea la necesidad de tomar una decisión entre aquellos
que desean reforzar las instituciones de la OSCE como mecanismo
primordial de contribución a esas misiones de prevención y solución de
conflictos y aquellos que desean mantener el papel fundamental del
Consejo de la OSCE sin encontrar instituciones que puedan ejercer un
derecho de observación, de opinión, de intervención política en las
cuestiones fundamentales que subyacen en la idea de la seguridad europea.

El Presidente del Gobierno en su discurso en Lisboa señalaba que la
seguridad cooperativa, global e indivisible tiene su fundamento en
valores comunes de respeto a los derechos humanos, a las instituciones
democráticas, al Estado de Derecho, a la economía de mercado y a los
principios fundamentales del Derecho internacional. En esta idea
compartida, en esta creencia, también señalada por el Presidente de la
Asamblea en su discurso, el Diputado español Javier Rupérez, está la base
del éxito y el optimismo que el Ministro destacaba en su discurso sobre
el futuro de la OSCE, que se encuentra, es cierto, en un momento crucial,
pero que se afirma cada vez más como una organización paneuropea y
atlántica, capaz de contribuir de modo decisivo y decidido al
establecimiento de condiciones para una seguridad cooperativa, global e
indivisible en Europa.

El Presidente de la Asamblea destacaba que el credo de la OSCE ha sido
insistir en determinadas ideas fundamentales, especialmente aquella de
que la seguridad depende del respeto a los principios básicos de la vida
internacional, entre ellos, y sobre todo, el respeto a los derechos
fundamentales de la persona, la restricción del uso de la fuerza y el
reconocimiento de la integridad de los Estados. Esta es una idea
fundamental que forma parte del consenso nacido de la caída del muro de
Berlín y de los cambios vividos en Europa desde 1990. Esta idea, este
consenso y esta nueva legitimidad sobre la que debe basarse la seguridad
europea es la que nos permite ser optimistas.

Señor Ministro, muchas gracias por su presencia. Le animo, en nombre de
mi grupo, a seguir contribuyendo desde el Gobierno de España al
fortalecimiento de la seguridad y la cooperación en Europa.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muchas gracias,
señor Presidente, en primer lugar por el receso porque hay determinadas
misiones en cuya ejecución ni el Ministro ni nadie puede delegar. En
segundo lugar, gracias por las distintas observaciones y aportaciones que
se han hecho a mi intervención inicial, muy en particular al señor
Guardans por su amable felicitación a mi persona, aunque es un mérito de
todo el Gobierno, de nuestro eficaz y competente servicio diplomático y
yo diría que es fiel reflejo del prestigio de España en el mundo.

En cuanto a las observaciones efectuadas en relación con la OSCE, y con
ello contesto a la intervención del portavoz de Izquierda Unida, hemos de
ser realistas. No quisiera que mi intervención fuera calificada de
puramente voluntarista. Es verdad que refleja cierto optimismo, pero no
es menos cierto que sin caer en la ilusión de que hoy la OSCE puede
sustituir, como ya he dicho, otros esquemas y otras organizaciones de
defensa, y muy en particular la OTAN, es evidente que plantea un marco en
el que determinados conflictos tienen mejor solución. Quiero recordar
que, al margen del papel esencial y fundamental jugado por la OTAN y
otros aliados en el caso de la ex Yugoslavia, la propia OSCE ha
propiciado el proceso electoral y ha evitado otros conflictos del mismo
tenor en la región europea. En este sentido, no hemos de hablar tanto de
un interés de los Estados Unidos en reducir el papel de la OSCE, cuando
de destacar las limitaciones que, hoy por hoy, tiene esa estructura,
limitaciones a las que se ha referido también el señor Guardans. Esa
línea de ser consciente de sus posibilidades, intentar potenciarlas y, al
propio tiempo, no ignorar sus limitaciones, sobre todo en el corto plazo,
es la buena línea. Esa es la que se marcó en los diferentes discursos de
las distintas intervenciones. Quiero destacar muy en particular la
intervención del Presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE y
Presidente de esta Comisión, señor Rupérez, especialmente constructiva. Y
quiero destacar como uno de sus grandes logros la revisión del tratado
sobre las fuerzas convencionales en Europa que debe constituir una gran
prioridad para todos.

El portavoz socialista, señor Estrella, ha efectuado en su intervención,
muy amistosamente, un cierto reproche al Gobierno --son sus propias
palabras-- en relación con la oferta efectuada a don Felipe González para
presidir la misión OSCE para verificar los conflictos sobre las recientes
elecciones en Yugoslavia. El papel jugado por las distintas partes en esa
decisión ha sido totalmente impecable. Le voy a informar para su
satisfacción y para que esté ilustrado.

La primera noticia que tengo de ello se produce el domingo sobre las
siete de la tarde, cuando recibo una llamada de nuestro embajador en la
OSCE en la que me informa de la posibilidad de que se ofrezca a don
Felipe González encabezar esta misión. Puesto que hay otros posibles
candidatos, y además me menciona concretamente a un importante político
de Europa del norte, me pregunta cómo vería el Gobierno esa intervención.

Naturalmente, mi respuesta, como no podía ser de otro modo, es que sería
una gran satisfacción y un honor para todos los españoles que se
encomiende a un español, como estuvimos orgullosos y potenciamos la
candidatura del embajador Moratinos como enviado especial de la Unión
Europea a Oriente Medio y como otras muchas gestiones en este sentido.

Inmediatamente le dije al embajador que confirmara esos extremos al
presidente en funciones de la OSCE, el



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ministro suizo de Asuntos Exteriores, señor Cotti, y que le informara de
mi deseo de manifestárselo personalmente a él y a ver si me podía llamar.

Acto seguido informé al Presidente del Gobierno. Desde el primer momento,
y no tenía ninguna duda al respecto, estuvo en la misma línea que yo,
como Ministro, ya había anticipado. A la mañana siguiente, sobre
mediodía, me llamó el Presidente del Gobierno para confirmarme que el
propio don Felipe González le había llamado haciéndole saber que había
recibido esta invitación y que el Presidente del Gobierno le había
manifestado su satisfacción y le había ofrecido todo el apoyo, con la
única condición de que el propio señor González tomara la decisión
definitiva. Me pidió el Presidente del Gobierno que yo mismo le llamara
para hacerle patente y concreta esa manifestación de apoyo y ayuda.

Previamente había recibido yo una llamada del Ministro, señor Cotti, para
informarme de eso. No habíamos podido contactar. Cuando le devolví la
llamada, el señor Cotti había ido a despachar con el Presidente de la
Confederación, y el señor Cotti me manifestó, sobre las cuatro de la
tarde, que me había llamado esa misma mañana, atendiendo a mis deseos,
para confirmarme este ofrecimiento. Entonces llamé al señor González, que
me dijo que, probablemente, no tenía otra alternativa que aceptar. Me
pidió esa ayuda concreta. Enseguida le puse a sus órdenes a nuestro
director político, señor Dezcallar, miembro del COPO, el cual empezó ya a
preparar todo el background sobre esa situación, en contacto con los
demás altos funcionarios del Ministerio, y le ofreció todo su apoyo, que
fue, como el propio señor González manifestó a la prensa, agradecido y
aceptado por el señor González, con el que después he tenido ocasión de
volver a hablar respecto del magnífico desarrollo de ese apoyo y de esa
información por parte del Gobierno español. No veo yo dónde puede estar,
por tanto, la actuación del Gobierno español, que ni siquiera
indirectamente pudiera merecer ningún reproche. Ese es un tema, como no
podía ser menos, del que nos alegramos todos.

En efecto, en la cumbre de la OTAN España, además de anfitrión, será un
miembro activo y procurará cumplir con todas las obligaciones propias de
un buen anfitrión, organizando y atendiendo a nuestros huéspedes, y
defender sus derechos y sus posiciones. ¿En qué términos? En los términos
que se contienen en el propio mandato otorgado por este Parlamento, tanto
en el papel de España en sus misiones y en su participación en la
estructura de mando, de un modo proporcionado a sus aportaciones, como en
cuanto a la importancia que damos a la configuración de una identidad
europea de seguridad y defensa en el seno de la OTAN.

En estos momentos la negociación está en marcha, con buenas perspectivas.

Desde luego, cuando se está produciendo una negociación de estas
características, la más elemental prudencia aconseja a un negociador no
desvelar públicamente sus cartas. Sí les puedo confirmar que en ese mando
subregional que se ofrece a España, de la misma naturaleza y categoría
del que tienen Alemania y otros socios importantes de la OTAN,
naturalmente entiende el Gobierno español --y así lo va a defender con
todas sus fuerzas-- que tienen que estar incluidas en el territorio
peninsular español todas sus islas, Canarias y Baleares, y que debe
comprender todas las fuerzas combinadas, el Ejército de Tierra, Mar y
Aire.

En cuanto a la identidad europea de defensa y la situación en que se
encuentra la posición francesa, este Gobierno, por boca de su titular de
Exteriores, ya ha dado a conocer a la opinión pública, al propio Gobierno
americano y a su Secretario de Estado Warren Christopher, el interés y la
simpatía con que mira la demanda francesa; posición que, hay que decirlo
claramente, no está siendo compartida por todos los miembros de la OTAN,
ni por altos funcionarios de la misma que en estos momentos pueden hacer
una importante labor. Quiero destacar aquí que el papel de España como
anfitrión puede reforzar su posición, al igual que lo puede hacer el
hecho de que el más alto funcionario de la OTAN sea un español, que
naturalmente está en pleno contacto con nuestro Gobierno en todo momento.

Con Portugal no hay discrepancias ni las ha habido nunca. Es lógico que
el Gobierno portugués, dentro de su mando regional, deseara la
incorporación de las islas Canarias, pero no es menos lógico --y así lo
entendieron perfectamente las autoridades portuguesas-- que desde el
primer momento el Gobierno español haya hecho patente su decisión firme y
definitiva --desde el primer momento, repito-- de tener las islas
Canarias bajo mando español. Por tanto, no hay discrepancias, con
independencia de que nosotros respetamos el actual mando regional de
Portugal, y en ningún momento ha habido la tentación de pedirlo para
España, porque no hay ninguna necesidad.

En cuanto a la ampliación, es evidente que nosotros somos muy sensibles
al equilibrio hacia el Sur, y no sólo hablando ya de incorporaciones de
países situados en el flanco sur de la Alianza, Eslovenia y otros, sino
que va a ser una constante del Gobierno español, que ya tuve ocasión de
esbozar en el pasado Consejo y que el Presidente del Gobierno defenderá
en su intervención en la cumbre de Madrid, ir desarrollando una mayor
sensibilidad y una mayor cooperación con nuestros vecinos del sur del
Mediterráneo. En ningún caso debemos, porque no responde a la realidad,
configurar una OTAN que tenga alguna prevención hacia nuestros vecinos
del Sur. En este sentido nosotros debemos tomar la iniciativa --del mismo
modo que incrementamos el diálogo con nuestros vecinos del Este, en
particular Rusia y Ucrania-- de hacer lo mismo: incrementar el diálogo y
la cooperación con nuestros vecinos del sur del Mediterráneo. ¿Con qué
ritmo se van a producir estas incorporaciones de países como Eslovenia y
otros que se han citado? Un poco en función de su propia preparación para
cumplir los cometidos que de ellos se esperan en el seno de la Alianza, y
también teniendo muy presente que lo que quiere la Alianza es configurar
un marco de seguridad y de estabilidad en el que Rusia se sienta también
segura y estable. Por tanto, ese concepto que es nuestro objetivo último
debe tener en cuenta todos los elementos del problema y, naturalmente,
eso va a influir en los tiempos y en los ritmos con que se produzcan esas
incorporaciones. Por descontado, en el seno de la Conferencia
Intergubernamental somos



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varios los países que quisiéramos darle una dimensión más declarada y más
efectiva en el campo de la seguridad y la defensa. El problema en ese
triángulo, OTAN-Unión Europea Occidental-Unión Europea, está en que ni
son todos los que están, ni están todos los que son, lo cual no me
permite concluir que ya en esa primera reforma del Tratado de Maastricht
se vayan a conseguir pasos decisivos en esa dirección, pero sí creo que
vamos a seguir avanzando hacia ese objetivo final que todos compartimos.

En cuanto a la valoración de la SFOR, está muy claramente definido el
mandato. Ya no es tanto un mandato de establecimiento y mantenimiento de
la paz, cuanto un mandato de compadecer y complementar todo el proceso de
reconstrucción de las instituciones civiles y democráticas nacidas de las
últimas elecciones, continuar propiciando un marco de paz y de seguridad
que permita desarrollar los procesos electorales que faltan y proveer esa
ausencia de conflictos de cualquier tipo en esa región, durante los
dieciocho meses que va a durar este mandato, con esa reducción de fuerzas
de aproximadamente el 50 por ciento. No hay que ignorar que ése es un
período tanto o más delicado que el que acabamos de concluir, lleno de
riesgos. Los conflictos étnicos que tienen una historia de casi dos mil
años en la antigua Yugoslavia no terminan de apagar todos sus rescoldos
por un período de paz o de ausencia de conflicto de un año. De lo que se
trata ahora es de convertir esa ausencia de conflicto armado en una
verdadera paz en la que la convivencia sea plenamente aceptada por todas
las antiguas partes en conflicto. Ciertamente habrá que permanecer muy
vigilantes y esforzarnos para que ese mandato pueda cumplir plenamente
sus objetivos, porque si hay una cosa clara es la decisión de los países
integrados en la SFOR de no prorrogar en ningún caso ese último y
definitivo mandato de dieciocho meses, que será evaluado cada seis meses
en los próximos tiempos.

Finalmente, quiero agradecer al portavoz del Grupo Parlamentario Popular,
señor Robles Fraga, su positiva y esclarecedora intervención, con la que
me identifico plenamente, por lo que, en aras de la brevedad, no exige
que sea matizada ni comentada por mi parte.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ministro.




PREGUNTAS:



--DE DON RAFAEL ESTRELLA PEDROLA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE INFORMACION SOBRE EL SUPUESTO ENVIO DE ARMAS DESDE ESPAÑA A RUANDA.

(Número de expediente 181/000251.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto número 3 del orden del día:
Pregunta de don Rafael Estrella Pedrola sobre el supuesto envío de armas
desde España a Ruanda. El señor Estrella tiene la palabra.




El señor ESTRELLA PEDROLA: El Presidente ha enunciado los términos de la
pregunta: ¿qué información tiene el Gobierno sobre el supuesto envío de
armas desde España a Ruanda o, aclaro, a través de España hacia Ruanda?



El señor PRESIDENTE: Señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): El 22 de agosto
pasado el Presidente de la Comisión Internacional de Investigación de
Naciones Unidas para Ruanda se dirigió al Ministro que les habla
solicitando información sobre un Boeing nigeriano 707, matrícula 5N-OCL,
perteneciente a Overnight Cargo Limited, que el 24 de mayo de 1994 habría
despegado del aeropuerto de Barajas hacia Malta con una carga de 39
toneladas, supuestamente compuesta por armas y municiones, y destinada al
anterior Gobierno de Ruanda. Insisto en el supuestamente. El escrito de
Naciones Unidas no se refería a las fuentes de dicha información, sino
sólo a que tenía razones para pensar que dicha carga consistía en armas y
municiones. En septiembre de este año, hace unas pocas semanas, el
Ministerio de Asuntos Exteriores preguntó tanto al Cesid como a la
Guardia Civil si existía constancia de un tránsito de esas
características en esas fechas y la respuesta fue negativa. El ministerio
se puso en contacto, además, con la Dirección General de Aviación Civil y
con la compañía Iberia. Con la información obtenida se preparó la
respuesta que nuestra misión ante la ONU, en Nueva York, trasladó a la
Comisión Internacional de Investigación de Naciones Unidas para Ruanda.

Por tanto, paso a facilitar esa información a sus señorías.

El avión nigeriano fue alquilado por Iberia a través de la compañía
Cargosur, hoy sin actividad, a la compañía Overnight Cargo Limited. El
avión viajó en situación posicional (sin carga) desde Ostende hasta
Arrecife, en Lanzarote, donde cargó 31.167 kilos de atún fresco. La nave
se cargó de atún al máximo de su capacidad. Por falta de espacio se tuvo
que desarmar un palet y distribuir su contenido en los huecos restantes,
y en estas circunstancias parece imposible que se hubiera podido
introducir otra carga añadida. Por lo demás, el envío de la carga de atún
está debidamente documentado en todos sus pormenores. El avión salió el
24 de mayo de 1994 de Lanzarote, a las 17,20 horas con destino a
Madrid-Barajas, donde aterrizó a las 21,45 horas. La nave permaneció en
tierra una hora y cuarenta y cinco minutos. Durante este tiempo descargó
los 31.000 kilos de atún para Madrid y 948 kilos en tránsito para Japón.

El avión despegó de Barajas a las 23,29 horas con destino a Malta en un
vuelo posicional, punto éste de máxima importancia. Además, es importante
señalar que parece difícil que en el escaso espacio de tiempo --una hora
y tres cuartos-- que el avión permaneció en tierra se pudieran descargar
las más de 31 toneladas de atún y cargar las supuestas treinta y nueve
toneladas de armas y municiones indicadas por Naciones Unidas, y todo
ello burlando la vigilancia de la Guardia Civil y en plena terminal de
carga de Barajas.

En conclusión, puede afirmarse categóricamente lo siguiente: Primero, el
avión nigeriano fue alquilado por Iberia para realizar exclusivamente un
transporte urgente de



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atún. Segundo, el avión en cuestión abandonó el territorio español vacío,
con destino a Malta. Tercero, España ha respetado escrupulosamente el
embargo de armas impuesto por las Naciones Unidas a Ruanda. Ni se han
exportado armas españolas a Ruanda, ni se ha permitido el tránsito por
nuestro país de armas destinadas a Ruanda. Así se le comunicó a las
Naciones Unidas en el pasado mes de septiembre.




El señor PRESIDENTE: Señor Estrella



El señor ESTRELLA PEDROLA: Quiero dar las gracias al señor Ministro por
la precisión de sus informaciones y decir que, a la vista de
informaciones como ésta, nuestro grupo se reafirma cada vez más en la
posición que como partido político y como grupo parlamentario venimos
defendiendo y a la que nos gustaría que se sumasen las demás fuerzas
políticas --algunas ya lo han hecho--, en el sentido de favorecer un
régimen unilateral de transparencia en las transferencias de armas.

Creemos que ello contribuiría en gran medida a evitar situaciones de este
tipo, que en este caso se trata de un país sobre el que pesa un embargo
que hace absolutamente inviable cualquier autorización para la
transferencia de armas. Un régimen general de transparencia y la
declaración unilateral por parte de España contribuiría bastante a evitar
este tipo de situaciones.




El señor PRESIDENTE: Señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Estoy plenamente
de acuerdo con las observaciones del señor Estrella.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ministro. Con esto concluimos la
parte del orden del día que necesitaba de su presencia.

Quiero, como han hecho otros portavoces, sumarme a sus expresiones de
agradecimiento por su presencia, una vez más, en la Comisión de Asuntos
Exteriores y también por la prontitud con la que el Gobierno ha querido
dar noticia de dos importantes reuniones internacionales, cuales eran las
del Consejo Ministerial de la OTAN y la cumbre de la OSCE. Señor
Ministro, muchas gracias.

Vamos a hacer una interrupción de cinco minutos para despedir dignamente
al señor Ministro. (Pausa.)



DICTAMENES SOBRE CONVENIOS INTERNACIONALES:



--TRATADO DE AMISTAD Y COOPERACION ENTRE ESPAÑA Y UCRANIA, FIRMADO EN
MADRID EL 8 DE OCTUBRE DE 1996. (Número de expediente 110/000061.)



El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, vamos a continuar la
sesión de la Comisión de Asuntos Exteriores entrando en los dictámenes
sobre convenios internacionales. Punto 6 del orden del día: Tratado de
amistad y cooperación entre España y Ucrania.

Grupos parlamentarios que desean hacer uso de la palabra. (Pausa.) En
nombre del Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra la señora
Fernández.




La señora FERNANDEZ RAMIRO: Señor Presidente, este tratado que vamos a
ratificar es similar a otros aprobados en esta Cámara, con un espíritu y
una filosofía común que se traduce en la voluntad de ambos países de
establecer una nueva etapa en sus relaciones bilaterales. Ucrania, como
uno de los pueblos sucesores de la URSS, manifiesta a través de su
Gobierno la intención de propiciar aquel conjunto de medidas que permitan
superar la antigua división europea, propiciar igualmente un orden
internacional más justo, luchar por aquellos valores humanistas que
permitan un desarrollo de la sociedad en un marco de paz y democracia. En
España, que comparte estos valores y así lo manifiesta a través de su
Gobierno, estamos convencidos, sin duda, de que este tratado será un
instrumento eficaz que propiciará un marco adecuado para el
estrechamiento de las relaciones bilaterales y la intensificación de la
cooperación entre ambos países. Por todo ello, mi grupo votará
favorablemente.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Popular tiene la palabra el
señor Gil Melgarejo.




El señor GIL MELGAREJO: Señorías, poco me queda que añadir a lo ya
referido. Sí me gustaría resaltar dos aspectos concretos de este Tratado
de amistad y cooperación entre España y Ucrania. La motivación
fundamental se deriva, como bien se ha dicho ya, del acuerdo firmado en
febrero del año 1994 y, debido a los cambios internacionales acaecidos,
principalmente la conversión de la CSCE en la OSCE, se han introducido
ciertas modificaciones que han llevado a este nuevo convenio. También me
gustaría destacar el aspecto jurídico de las partes en este convenio, que
en su artículo 19 prevé una cooperación intensa en la lucha contra el
crimen organizado. En conclusión, el dictamen del Grupo Parlamentario
Popular es favorable a este convenio.




El señor PRESIDENTE: Vamos a proceder a la votación del Tratado sobre
amistad y cooperación entre España y Ucrania.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO SOBRE TRANSPORTE AEREO ENTRE EL GOBIERNO DE ESPAÑA Y EL
GOBIERNO DE UCRANIA Y ANEJO, FIRMADO EN MADRID EL 7 DE OCTUBRE DE 1996.

(Número de expediente 110/000062.)



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El señor PRESIDENTE: Punto 7 del orden del día: Acuerdo sobre transporte
aéreo entre el Gobierno de España y el Gobierno de Ucrania y Anejo,
firmado en Madrid el 7 de octubre de 1996.

¿Grupos parlamentarios que desean hacer uso de la palabra? (Pausa.) El
señor Gil Melgarejo tiene la palabra en nombre del Grupo Parlamentario
Popular.




El señor GIL MELGAREJO: Brevemente, señor Presidente, es un tratado
distinto pero forma parte de lo que es la cooperación de España con
Ucrania en su ámbito más amplio. Se establece también --antes hemos dicho
febrero, ahora decimos mayo de 1994-- un acuerdo sobre transporte aéreo
ente los dos Gobiernos, que sigue las fórmulas habituales en este tipo de
acuerdos, que consta de 21 artículos y un anexo, y en este último están
contempladas las rutas de las empresas que deben y pueden operar. Por
último, quiero señalar que, aunque este acuerdo está pendiente de este
dictamen para poder entrar en vigor, de forma provisional está
produciéndose esta cooperación ya desde finales de noviembre de 1994.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Socialista tiene
la palabra la señora Fernández.




La señora FERNANDEZ RAMIRO: Señor Presidente, este acuerdo consolida y da
formalidad a unas relaciones que se han establecido, en el transcurso de
los últimos años, en materia específica de transporte aéreo entre
compañías aéreas de los dos países. La formalización de las relaciones se
hace enmarcada en un planteamiento general que los Gobiernos de España,
en los últimos años, han venido consolidando de forma bilateral con otros
Gobiernos de otros países de diferentes áreas geográficas, y podríamos
considerar que este convenio es equivalente al que otros países de la
Unión Europea, a lo largo de los últimos años, vienen acordando con los
restantes países de Europa a efectos de vertebrar mecanismos de
cooperación que den continuidad a los amplios planteamientos que en
materia de transporte aéreo se han venido desarrollando en las sucesivas
conferencias de Ministros de Transportes de la Unión Europea y en la
organización especializada de aviación civil CEAC.

Las sucesivas políticas de liberalización del tráfico aéreo que a lo
largo de los últimos años, en el seno de la Unión Europea, han venido
vertebrando un mercado único desarrollado por más de 30 directivas
comunitarias que en España han ido siendo traspuestas al ordenamiento
jurídico y que han integrado los tres paquetes de liberalización de
tráfico aéreo, sus contenidos van siendo progresivamente asimilados por
países que si bien no forman parte de la Unión Europea, se sitúan en un
entorno económico cada vez más próximo. De ahí que en este acuerdo que
nos ocupa en este momento se recoja un número importante de contenidos e
ingredientes de esas políticas de liberalización que conducirán, a buen
seguro, en un plazo no muy alejado, a la vertebración de una política de
cielos abiertos en toda Europa.

La múltiple designación de empresas en este acuerdo bilateral es
precisamente una de las resoluciones aprobadas en el día de ayer, en el
Pleno de esta Cámara, en la moción de mi grupo, el Grupo Parlamentario
Socialista, sobre la adaptación de España a las políticas de
liberalización del espacio aéreo como recomendación al Gobierno español,
en el sentido de indicarle la conveniencia de la renegociación de
convenios bilaterales, ya notablemente obsoletos, que nos vinculan con
países iberoamericanos y que posibiliten la múltiple designación de
empresas aeronáuticas.

En el acuerdo, si bien es cierto que no es de aplicación plena una de las
directivas comunitarias acerca de la quinta libertad, también es cierto
que su aplicación queda abierta a las autoridades respectivas de los
Gobiernos de los dos países, así como a la cooperación con empresas de
otros países con los que se mantengan relaciones comerciales equivalentes
a los que se contienen en el acuerdo. Quisiéramos destacar también que
los mecanismos que se recogen en lo que a seguridad aeronáutica se
refiere, así como a la aceptación de las instrucciones de Eurocontrol,
constituyen indicadores de voluntad firme de cooperación y de adhesión
por parte de Ucracia a tal organización internacional. Por todo ello mi
grupo votará favorablemente este acuerdo.




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la votación del Acuerdo sobre transporte
aéreo entre el Gobierno de España y el Gobierno de Ucracia.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--CONVENIO SOBRE LOS EFECTOS TRANSFRONTERIZOS DE LOS ACCIDENTES
INDUSTRIALES, HECHO EN HELSINKI EL 17 DE MARZO DE 1992. (Número de
expediente 110/000063.)



El señor PRESIDENTE: Punto número 8: Convenio sobre los efectos
transfronterizos de los accidentes industriales, hecho en Helsinki el 17
de marzo de 1992.

¿Grupos que desean tomar la palabra? (Pausa.) Por el Grupo de Coalición
Canaria, el señor Mardones tiene la palabra.




El señor MARDONES SEVILLA: El Grupo de Coalición Canaria, a través de
este portavoz, va a votar favorablemente --y pongo énfasis-- este
importantísimo convenio.

Respecto a toda la problemática derivada de accidentes que han tenido
amplio eco en la opinión pública a través de todos los medios, que
incluso han causado la muerte de seres humanos, aparte de los efectos
negativos, accidentes normalmente producidos en la industria química,
petroquímica, nuclear, etcétera, que tienen al menos un impacto
medioambiental que se produce en un



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contexto transfronterizo, se ha venido demostrando que acuerdos
bilaterales en muchos países no sólo no venían a cubrir el alcance y las
responsabilidades de todo orden, tanto el informativo como el jurídico
--las indemnizaciones, los medios de arbitraje, etcétera--, sino que a
veces la propia extensión de la nube contaminante o el producto vertido
en cauces naturales de ríos o sobre el terreno, etcétera, en cualquiera
difusión del agente pernicioso, desbordaba incluso el marco bilateral,
constituyendo un problema multilateral y de amplia transcendencia
internacional. Así lo entendieron muchas personas, a lo largo de los
debates de estos últimos años, como se ha venido evidenciando, a medida
que se ha ido tomando conciencia de la necesidad de un acuerdo
internacional que regulara todas estas situaciones, en las ponencias y
acuerdos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa, en
la Conferencia de Seguridad y Cooperación de Europa y como ha recogido el
programa de Naciones Unidas para el medio ambiente, respecto al que ha
habido una altísima sensibilidad, se han hecho intervenciones muy
importantes, existiendo la alarma de que esto era necesario tratarlo y
que ésta condujera a un sentido positivo práctico, es decir, cubrir al
menos algo por un tratado internacional, que si bien estaba en alguna
legislación interna de tipo ecológico --el delito ecológico, etcétera--
en legislaciones nacionales, no lo estaba a nivel internacional. Incluso
en los efectos laborales la Oficina Internacional del Trabajo recogió
también esta sensibilidad y esta casuística.

Estamos ante un convenio muy bien elaborado en su sistemática. Veremos
cuáles son las circunstancias y la problemática de su aplicación cuando
ocurra uno de estos accidentes de impacto medioambiental en contexto
transfronterizo, permitiendo demostrar que esta letra del tratado tiene
una eficacia a todos los efectos.

Quiero destacar fundamentalmente en su amplia sistemática el tema
referido a las soluciones de controversia, cuando se piden
indemnizaciones por el país que sufre la actuación contaminante del medio
producido por las razones que hayan sido, negligencia, puro accidente
natural o provocado sobre otro país. Creemos que es importante el efecto
que se ha hecho con los anexos. Por la memoria en la que nosotros hemos
consultado estos organismos anteriormente citados, por los comités de
expertos que han desfilado por muchas de esas comisiones, expertos del
máximo nivel de los organismos internacionales, con la inclusión de
determinados premios Nobel, sobre todo del sector de la medicina y de la
química, incluyendo también alguno de economía, que se haya podido hacer
en sus anexos, sobre todo en el número 1, toda una categoría de
sustancias y la designación de las mismas, sobre todo del sector químico
y del sector de productos biológicos, que se haya llegado para que los
tribunales de justicia y los órganos arbitrales puedan discriminar cuándo
la sustancia tóxica está en dosis o en concentraciones letales, así como
las concentraciones, que son problemas que, cuando ha ocurrido alguno de
estos accidentes, han motivado disparidades de criterio entre los países
afectados, por todo ello, creemos que es una gran pieza la que aquí se
trae, y sin ponerle más énfasis, señor Presidente, anuncio nuestro voto
de apoyo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor Fuentes.




El señor FUENTES GALLARDO: Muchos de ustedes habrán visto que este
convenio se firmó en 1992 y se preguntarán cómo es posible que llegue tan
tarde a la ratificación de la Cámara. Han de saber que se debe a que en
septiembre de 1993 la dirección general de política ambiental no había
considerado oportuno proceder a la ratificación de dicho convenio al
existir en el mismo temas pendientes de estudio en el Comité Seveso, de
la Unión Europea.

Posteriormente, el 17 de julio de este año, la secretaría general técnica
del Ministerio de Medio Ambiente manifestó que, una vez reformada la
normativa de Seveso, ya se podía traer a ratificación de las Cortes.

Poco más que añadir a la bondad y a la importancia de este convenio a lo
que ya ha dicho el señor Mardones. Unicamente quiero decir que tiene como
objetivo prevenir los accidentes industriales que puedan tener un efecto
transfronterizo, así como remediar de forma efectiva los efectos
desgraciados que tienen cuando se producen.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor De Cáceres.




El señor DE CACERES BLANCO: Señorías, el Consejo de Ministros en su
reunión del 25 de octubre de este año aprobó la propuesta del Ministro de
Asuntos Exteriores para autorizar la firma ad referendum y remitir a las
Cortes para su aprobación el convenio sobre los efectos transfronterizos
de los accidentes industriales, hecho en Helsinki el 17 de marzo de 1992.

Este convenio es el resultado de las recomendaciones de los Estados
participantes en la reunión de Sofía de 1989 en la Conferencia sobre
Seguridad y Cooperación de Europa y elaborado luego por la Comisión
Económica para Europa de la ONU. Este convenio a su vez no había sido
ratificado por existir temas pendientes de estudio por el Comité Seveso,
de la Unión Europea, comité que hace referencia a un famoso y gravísimo
accidente industrial en Italia.

El 17 de julio pasado la secretaría general técnica del Ministerio de
Medio Ambiente informó que, una vez adoptada la modificación de la
Directiva Seveso, el Departamento levantaba su anterior reserva.

Es un convenio largo, que consta de 32 artículos y 13 anejos precedidos
de un preámbulo a modo de exposición de motivos y que fundamentalmente
habla de la finalidad del convenio, que es proteger a los seres humanos y
al medio ambiente de los efectos de los accidentes industriales, teniendo
en cuenta que éstos pueden dejarse sentir más allá de las fronteras y
que, por tanto, requieren la cooperación de los Estados. Se refiere
concretamente, como precedente de este convenio, al Código de
comportamiento de la Comisión



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Económica para Europa antes citada, sobre contaminación accidental de las
aguas interiores transfronterizas.

El principio «el que contamina, paga» es muy importante, porque define un
poco el espíritu general del convenio, así como los habituales en
convenios internacionales, el de buena vecindad, el de reciprocidad, de
no discriminación y de buena fe.

Sin ánimo, naturalmente, y en gracia a la brevedad, de repasar el
convenio artículo por artículo, vemos sus aspectos más notables,
empezando quizá por el artículo 2, no por el 1, que determina el ámbito
de aplicación, precisando que no se aplicará a los accidentes nucleares
ni a los accidentes en instalaciones militares, ruptura de presas,
accidentes de transportes terrestres, liberación accidental de organismos
con modificaciones genéticas, accidentes provocados por actividades en el
medio marino, ni a los vertidos de hidrocarburos o de otras sustancias
nocivas en el mar. El artículo 1 define exactamente qué es accidente
industrial, y dice: El presente convenio se aplicará a la prevención de
los accidentes industriales que puedan tener efectos transfronterizos,
incluidos los efectos de accidentes de dicho tipo provocados por
desastres naturales, y a las medidas preparatorias y respuestas para
hacerles frente, así como a la cooperación internacional en materia de
asistencia mutua, investigación y desarrollo, intercambio de información
y de tecnología con fines de preparación y respuesta.

El resto del articulado, que, como digo, ni siquiera voy a enunciar, 32
artículos, expone todas las referencias a las necesidades de autoridades
competentes, conferencia de las partes, que exige una reunión regular de
los firmantes, la primera de las cuales se prevé dentro del año siguiente
a la entrada en vigor del convenio, derecho de voto, solución de
controversias, limitación de la comunicación de información por razones
personales, secreto industrial, secreto militar, etcétera.

Los anexos, en su mayoría muy técnicos, tampoco los voy a detallar, pero
creo que, en cambio, es interesante destacar del informe del Consejo de
Estado, preceptivo para esta aprobación, el párrafo que dice que, dada la
gran magnitud de las industrias a que se refiere el convenio, es al menos
concebible que alguna de las medidas de que se trata haya de tener rango
de ley, sobre todo considerando que tales medidas podrán afectar a
cuestiones de responsabilidad civil.

Todo esto es, por tanto, lo que configura, visto en rapidísimas líneas,
este convenio de gran interés, y por ello nuestro grupo va a votar
afirmativamente.




El señor PRESIDENTE: Vamos a pasar a la votación del convenio sobre los
efectos transfronterizos de los accidentes industriales.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO SOBRE TRANSPORTE AEREO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA
ISLAMICA DEL IRAN Y ANEXO, FIRMADO EN TEHERAN EL 24 DE JUNIO DE 1996.

(Número de expediente 110/000064.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto número 9, Acuerdo sobre transporte
aéreo entre el Reino de España y la República Islámica del Irán y el
anexo correspondiente, firmado en Teherán el 24 de junio de 1996.

¿Grupos que desean tomar la palabra? Por el Grupo Popular, tiene la
palabra el señor Ricomá.




El señor RICOMA DE CASTELLARNAU: Hay que empezar señalando que en el
último trimestre del año 1994 el Embajador de España en Teherán recibía,
previa autorización de las Cortes Generales, el encargo del Consejo de
Ministros, de 30 de septiembre de 1994, de firmar el acuerdo sobre
transporte aéreo entre España e Irán. Problemas relacionados con el
cumplimiento de sus requisitos constitucionales hicieron que la República
iraní no manifestara su disposición a la firma hasta el 24 de junio de
1996, con lo que prescribía el plazo de sesenta días que fija el
reglamento del Congreso de los Diputados en su artículo 115 para que se
adopten sus acuerdos en esta materia. Ello provoca que repitamos hoy el
trámite de autorización al Gobierno para firmar el acuerdo en cuestión,
acuerdo sobre transporte que podríamos definir como tipo o estándar desde
el momento en que va recogiendo en su articulado las cláusulas
administrativas que la organización internacional de Aviación Civil
recomienda incluir en los acuerdos bilaterales a sus Estados miembros.

En este sentido, el acuerdo permite a cada parte designar una empresa de
transporte aéreo con el fin de explotar los servicios convenidos en las
rutas especificadas, que para el caso de la compañía española podrá
operar desde puntos en España vía puntos intermedios a Teherán, y hacia
puntos más allá, y viceversa, siendo mediante acuerdo entre las
autoridades aeronáuticas la determinación de los puntos intermedios y de
los puntos más allá.

Las empresas aéreas designadas por cada parte gozarán de las cinco
libertades del aire contempladas en el Convenio de Chicago, de igualdad
de oportunidades en la operación de los servicios convenidos en las rutas
específicas, siempre, obviamente, considerando los intereses de la
empresa designada por la otra parte a fin de no afectar de forma indebida
los servicios que esta última realice. Gozarán también de reconocimiento
de las titulaciones y de los certificados de actitud de aeronavegabildad
validados por la otra parte y de fijación de tarifas en base a lo que
acuerden las autoridades aeronáuticas de ambas partes. Además, al margen
del contenido del acuerdo, hay que valorar el hecho de que, una vez
firmado, dará cobertura jurídica a los vuelos entre Teherán y Madrid que
operan mediante Iranair desde julio de 1995, que están actualmente
amparados mediante acuerdos alcanzados por las autoridades aeronáuticas
en junio de 1993 y que, por tanto, están a la espera de la entrada en
vigor del acuerdo sobre el transporte aéreo que ahora estamos analizando.




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En consecuencia, sólo nos queda reafirmar el voto favorable del Grupo
Parlamentario Popular a este acuerdo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor
Boix.




El señor BOIX PASTOR: Tras la detallada intervención del Diputado
popular, simplemente quiero expresar nuestra posición favorable a este
acuerdo sobre transporte aéreo entre el Reino de España y la República
Islámica del Irán y reiterar el carácter positivo que este acuerdo tiene
para el desarrollo de los transportes aéreos entre los dos países.




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la votación del acuerdo sobre transporte
aéreo entre el Reino de España y la República Islámica del Irán y el
anejo correspondiente.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA FEDERAL DE ALEMANIA
RELATIVO AL INTERCAMBIO Y SALVAGUARDA RECIPROCA DE INFORMACION
CLASIFICADA Y PROTOCOLO, HECHO EN MADRID EL 14 DE OCTUBRE DE 1996.

(Número de expediente 110/000065.)



El señor PRESIDENTE: Punto número 10 del orden del día: Acuerdo entre el
Reino de España y la República Federal de Alemania relativo al
intercambio y salvaguarda recíproca de información clasificada y el
protocolo correspondiente, hecho en Madrid el 14 de octubre de 1996.

¿Grupos que desean tomar la palabra?
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Múgica.




El señor MUGICA HERZOG: Señor Presidente, señorías, el tema es importante
porque se trata de la relación de España con países aliados y el rigor o
la falta de rigor con que se salvaguarde la información clasificada
siempre estará contemplado por los países aliados respecto a España como
una muestra de la seriedad o de la falta de seriedad de nuestro país.

En ese sentido, es importante tener en cuenta este tratado con Alemania,
que sigue a otros tratados en vigor sobre el mismo tema con países
aliados, como los firmados en 1982 con Italia, en 1986 con Noruega, en
1989 con Francia y en 1990 con Grecia, todos ellos países aliados
nuestros dentro de las estructuras de la OTAN.

Al mismo tiempo, este tratado significa una superación del que existía
con Alemania, suscrito entre el agregado militar español y las
autoridades alemanas en 1986. Teniendo en cuenta que abarca una materia
que afecta al artículo 94 de nuestra Constitución y parece dirigirse
esencialmente a la transmisión de información militar, pudiendo
entenderse que también afecta al párrafo 20 del mismo artículo, ello
connota la necesidad de que haya previo acuerdo de las Cortes antes de la
suscripción de este acuerdo por el Gobierno.

En virtud de todo ello, el Grupo Socialista es favorable al mismo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Seco.




El señor SECO GORDILLO: Comprendiendo la preocupación del portavoz del
Grupo Socialista por las informaciones clasificadas, poco me queda que
añadir a lo que ya ha señalado, salvo quizás referirme a dos aspectos
fundamentales del contenido, que no han sido puestos de manifiesto y que
para mí son de importancia; por una parte, los objetivos fundamentales
que persigue el acuerdo y, por otra, los principios básicos en que se
inspira.

El preámbulo del acuerdo establece que su propósito es garantizar la
seguridad de toda la información que haya sido clasificada por la
autoridad competente de uno de los Estados contratantes y transmitida al
otro a través de las autoridades u organismos facultados expresamente
para ello, ya sea para cubrir las necesidades de la Administración
pública o en el contexto de los contratos estatales concertados con
organismos públicos o privados de ambos países, como se expresa en el
preámbulo de este acuerdo.

Por lo que se refiere a los principios en que se basa, contenidos en el
artículo 8 del mismo, hay que señalar que son los siguientes: El primero
es el acceso limitado a la información clasificada a aquellas personas
que estén expresamente autorizadas para ello. En segundo lugar, la
asignación a la información recibida del mismo grado de clasificación que
tiene en el Estado remitente, según la tabla de equivalencias que figura
en el acuerdo. En tercer lugar, como no podía ser de otro modo, la
prohibición de comunicar esta información clasificada a terceros sin
autorización expresa del Estado remitente. En cuarto lugar, el uso
exclusivo de la información recibida para los fines establecidos en el
acuerdo, para los fines a que se refiere la transmisión de información
clasificada.

Para concluir, señal que el presente acuerdo está en consonancia con la
política de establecimiento de convenios bilaterales en el ámbito de la
defensa llevada a cabo por el Gobierno y que mejorará sustancialmente la
protección de los flujos de información clasificada entre España y
Alemania en interés de la defensa nacional. Al facilitar este acuerdo el
incremento de los intercambios de información, redundará también en
beneficio de la cooperación tecnológica e industrial entre ambos países.

Por todo ello, el Grupo Popular votará favorablemente el acuerdo.




El señor PRESIDENTE: El señor Mardones, por el Grupo Parlamentario de
Coalición Canaria, tiene la palabra.




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El señor MARDONES SEVILLA: Dada la trascendencia que tienen para la
seguridad de los Estados este tipo de acuerdos, como hemos dicho ya en
anteriores ocasiones, también mi grupo va a votar favorablemente el
mismo.

Dada la situación en que se encuentran los servicios de seguridad
estatal, tanto del Reino de España como de la República Federal de
Alemania, es importante destacar dos cosas respecto a lo que significa
votar este acuerdo. Este acuerdo viene a sustituir el que existía,
prácticamente en el ámbito de la información militar clasificada, entre
el Estado español --en 1966 todavía no era ni Reino-- y la entonces
República Federal de Alemania, existiendo en aquella época también la
República Democrática Alemana.

Unificada la nación alemana en un solo Estado y con la existencia de un
nuevo régimen en España, hacía de todo punto aconsejable, por esta
cuestión formal y de adaptarse a la terminología de la situación
democrática, la adecuación y, por tanto, la desaparición ya del tratado
militar de seguridad y de información clasificada, de diciembre de 1966.

Sea en este aspecto bienvenida esta nueva pieza diplomática a través del
acuerdo.

Esto obliga --incentiva, creo yo, y desde aquí quiero hacerlo llegar
tanto al Gobierno como al grupo que lo sustenta-- a que dispongamos
pronto en España de una ley de secretos oficiales. Porque los artículos 2
y 3 de este acuerdo se remiten, en las cláusulas de seguridad, a la
legislación específica. El artículo 3 viene a decir que ambos Estados
--España y Alemania-- tomarán las medidas apropiadas, de conformidad con
su respectiva legislación nacional. Con todos los cerrojos de seguridad
que esta legislación exige, es imperativo que la vieja y obsoleta Ley de
Secretos Oficiales española, procedente del régimen anterior, con algunos
retoques de la etapa de la transición democrática, pero puramente
formales, necesita esta adecuación.

El artículo 2 lo tienen SS. SS. delante. Si los alemanes expresan su
satisfacción por la protección que los secretos oficiales tienen en este
momento en España, no sé qué traducción habrán leído, pero me congratulo
de que Santa Lucía les conserve la vista. Por lo demás, vamos a votar,
como digo, favorablemente este importante acuerdo.




El señor PRESIDENTE: Vamos a proceder a la votación del acuerdo entre el
Reino de España y la República Federal de Alemania relativo al
intercambio y salvaguarda recíproca de información clasificada.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO MARCO INTERREGIONAL DE COOPERACION ENTRE LA COMUNIDAD EUROPEA Y
SUS ESTADOS MIEMBROS, POR UNA PARTE, Y EL MERCADO COMUN DEL SUR Y SUS
ESTADOS PARTE, POR OTRA, FIRMADO EN MADRID EL 15 DE DICIEMBRE DE 1995,
DECLARACION CONJUNTA, EL ACTA DE LA FIRMA Y DECLARACION ANEJA. (Número de
expediente 110/000066.)



El señor PRESIDENTE: Punto número 11 y penúltimo del orden del día:
Acuerdo marco interregional de cooperación entre la Comunidad Europea y
sus Estados miembros, por una parte, y el Mercado Común del Sur y sus
Estados parte, por otra, firmado en Madrid el 15 de diciembre de 1995,
declaración conjunta, el acta de la firma y declaración aneja.

¿Grupos que desean intervenir?
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Soriano.




El señor SORIANO BENITEZ DE LUGO: El acuerdo que hoy nos convoca tiene
especial relevancia por ser la primera vez que la Unión Europea pone las
bases para el establecimiento de una relación contractual, de carácter
asociativo, con un grupo de países alejados de sus fronteras.

Mediante el presente acuerdo se otorga carta de naturaleza a un factor,
como es la identidad cultural y la comunidad de valores, que compensaría
el alejamiento geográfico.

Desde que se creó el Mercado Común del cono sur --Mercosur-- por el
Tratado de Asunción el 26 de abril de 1991 entre Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay, los más altos responsables de la Unión Europea han
venido dando sucesivos pasos para establecer relaciones con esta nueva
agrupación regional. Por sólo citar los hitos más importantes, me
referiré al Consejo Europeo de Corfú el 24 y el 25 de junio de 1994,
donde ya se pretende fortalecer las relaciones con el Mercosur y se insta
al Consejo y a la Comisión a que prosigan el examen de esta cuestión.

Posteriormente, el Consejo de Asuntos Generales, de 31 de octubre de
1994, que aprobó el documento de bases sobre la relación de la Unión
Europea con la América Latina y el Caribe. También, la comunicación de la
Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo para un fortalecimiento de
la política de la Unión Europea con respecto al Mercosur, de 19 de
octubre de 1994. El Consejo Europeo de Essen, en diciembre de 1994, que
sintetizó un informe del Consejo de asuntos generales en relación con la
citada comunicación de la Comisión, y encargó al Consejo y a la Comisión
que establecieran, de forma inminente, las bases para el inicio de la
negociación de un nuevo acuerdo con Mercosur.

En estas circunstancias, el 22 de diciembre de 1994, el Consejo de la
Unión Europea y la Comisión Europea, por una parte, y los países miembros
del Mercosur, por otra, firman una declaración solemne, conjunta, en la
que expresaban su interés por una estrategia cuyo objetivo final fuese
una asociación interregional de carácter político y económico.

Finalmente, tras la aprobación por el Consejo, bajo presidencia francesa
del mandato de negociación con Mercosur, se abrieron las negociaciones,
que culminan, bajo la



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presidencia española, con la firma del acuerdo-marco el 15 de diciembre
de 1995, y el Consejo de Ministros, en su reunión del 31 de octubre de
1996, acuerda su remisión a las Cortes Generales.

En líneas generales, como valoración de este acuerdo, hemos de decir que
está concebido como un acuerdo puente, transitorio, que tiene como
finalidad última preparar la asociación de carácter político y económico
de la Unión Europea con Mercosur. Sus objetivos son, en definitiva,
conseguir unas relaciones económicas y de todo tipo, aunque todos los
estados miembros saben que la asociación de carácter político y
económico, a la que se tiende, entraña como componente esencial una zona
de libre cambio, con la consecución de una liberalización progresiva y
recíproca de intercambio y teniendo en cuenta la sensibilidad de ciertos
productos, de conformidad con la Organización Mundial del Comercio.

Por todo ello, podemos decir, como he indicado con anterioridad, que es
la primera vez que se promueve a nivel subregional lo que hasta ahora
estaba incluido, a través de los acuerdos de tercera generación,
únicamente a nivel bilateral. El acuerdo se refiere a una serie de
contenidos que no vamos ahora a enumerar y explicita el cambio de
prioridad en la política exterior de la Unión Europea, convirtiéndose a
partir de ahora América Latina en el tercer lugar de prioridad, después
de los países del Este y los mediterráneos.

En consecuencia, el Grupo Parlamentario Popular anuncia ya su voto
favorable a la ratificación del acuerdo que hoy contemplamos en esta
Comisión.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), tiene la palabra el señor Guardans.




El señor GUARDANS I CAMBO: Señor Presidente, voy a intervenir brevemente
también, pero no quería dejar de subrayar la importancia política con la
que nosotros --supongo que todas las fuerzas políticas-- examinamos este
acuerdo porque, efectivamente, como se acaba de decir, es la primera vez
que se establece un marco jurídico serio, estable y con perspectivas de
futuro de cara a las relaciones entre los países del Mercosur, actuales y
futuros, puesto que evidentemente Mercosur no está cerrado, y los países
de la Unión Europea, que tampoco está cerrada. Nos parece que es un
acuerdo de una trascendencia política enorme y que no se puede dejar de
comentar y de destacar --no fuera que este convenio se perdiera entre
otros de carácter más técnico y más circunstancial-- que establece un
consejo de cooperación, a partir del cual se pretende relanzar un
auténtico diálogo político de carácter multilateral y no simplemente
bilateral, como bien se ha dicho. En este acuerdo se establecen las bases
de un diálogo comercial que puede tener consecuencias, no sé si decir
incalculables, porque quizá parecería exagerado, pero sí, en todo caso,
de gran importancia en el marco de la Organización Mundial de Comercio,
que a su vez, prevé la posibilidad de acuerdos en su propio seno entre
organizaciones más específicas, a las que se hace referencia en el
contenido del acuerdo cuyo dictamen vamos a aprobar. Se tratan temas muy
distintos, desde propiedad intelectual a energía, medio ambiente,
transporte, etcétera. Todo ello nos parece, insisto, de una gran
importancia y no quería dejar de ponerlo de relieve.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene
la palabra la señora Fernández.




La señora FERNANDEZ RAMIRO: Señor Presidente, casi nada hay que añadir a
lo ya expresado en relación a este acuerdo. Desde luego, en opinión de mi
grupo, debemos ratificarlo porque creemos que supone un considerable
avance en la deseada y deseable cooperación internacional, máxime cuando,
puestos en vigencia los acuerdos del GATT, la Organización Mundial de
Comercio intenta crear un marco de progresiva liberalización del comercio
internacional, que conduzca a una mayor generación de riqueza y empleo,
ambas, bases importantísimas para reforzar aquellos lazos de cooperación
que acercan las culturas y favorecen la paz mundial.

Estamos convencidos, en definitiva, de que este acuerdo interregional de
cooperación será, sin duda, un instrumento eficaz con vistas a preparar
el camino hacia la asociación de carácter político y económico, y por
ello daremos nuestro voto favorable.




El señor PRESIDENTE: Pasamos, pues, a la votación del acuerdo marco
interregional de cooperación entre la Comunidad Europea y sus Estados
miembros, por una parte, y el Mercosur, por otra, y sus Estados parte.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO DE COLABORACION Y COOPERACION POR EL QUE SE ESTABLECE UNA
COLABORACION ENTRE LAS COMUNIDADES EUROPEAS Y SUS ESTADOS MIEMBROS, POR
UNA PARTE, Y LA REPUBLICA DE UZBEKISTAN, POR OTRA, Y ACTA FINAL, FIRMADOS
EN FLORENCIA EL 21 DE JUNIO DE 1996. (Número de expediente 110/000067.)



El señor PRESIDENTE: Finalmente, el punto número 12 del orden del día,
acuerdo de colaboración y cooperación por el que se establece una
colaboración entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por
una parte, y la República de Uzbekistán, por otra, y acta final, firmados
en Florencia el 21 de junio de 1996.

¿Grupos que desean intervenir?
Tiene la palabra el señor Estrella, por el Grupo Socialista.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Hubiera preferido que fuese la prosa brillante
del señor Milián antes.




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El señor PRESIDENTE: Lo será, lo será en su momento, no se preocupe.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor Presidente, poco que añadir.

Este es uno de los acuerdos de nueva generación que la Unión Europea
viene estableciendo con los países que formaban parte de la antigua Unión
Soviética, en el marco de los acuerdos entre la Unión Europea y la URSS,
de diciembre de 1989. Es un acuerdo muy amplio. Contempla cuestiones
comerciales, cuestiones de diálogo político, cuestiones para vías de
inversiones, cooperación en el ámbito de la legislación, cooperación
económica. Incorpora la cláusula democrática, que aparece también como un
elemento que puede motivar la suspensión de los acuerdos. Es importante
señalar cómo se define como objetivos el apoyo a la independencia
política y económica de Uzbekistán al tiempo que la contribución de la
Unión Europea a la estabilidad de este país y a la estabilidad del
conjunto de la región.

Se trata de un acuerdo de cooperación no preferencial que tiene como
objetivo contribuir, en el caso de este importante país, con un gran
futuro, al esfuerzo de reconstrucción económica, al esfuerzo de
lanzamiento de su economía, de su industria, a través de un impulso al
desarrollo sostenible. Nos parece importante destacarlo.

Quiero señalar también que no es habitual que a esta Comisión vengan con
tal presteza los convenios. Fue firmado en junio del presente año, llega,
cosa tampoco usual, por trámite de urgencia, solicitado por el Gobierno.

Cuando uno intenta encontrar los motivos de la urgencia, no es fácil
encontrarlos y, al final, aparece en uno de los distintos textos que hay
en la comunicación del Gobierno, y parece ser que se trata de que entre
en vigor el 1 de enero de 1997, aunque, en el mismo texto, el propio
Gobierno dice que, de no estar ratificado por todos los Estados miembros
y por la Unión Europea en tal fecha, podrían entrar en vigor acuerdos de
carácter provisional. No obstante, bienvenida sea esa celeridad y, por
consiguiente, vamos a votar a favor.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Popular, tiene la palabra el
señor Milián.




El señor MILIAN MESTRE: Señor Presidente, quiero hacer una pequeña
consideración a lo dicho anteriormente por nuestro colega socialista.

Se trata en opinión de uno de los tratados que, de alguna manera,
reordenan el espacio político internacional, especialmente la zona
euroasiática, donde, a partir del año 1989, ocurrieron tantas cosas, como
el hundimiento de la URSS. Consecuencia derivada de ello, éste es,
justamente, uno de los tratados que armonizan y estructuran un poco el
interés colectivo, tanto de la agrupación de países que componen la Unión
Europea como de la naciente República de Uzbekistán. Esto viene a
sustituir el tratado de comercio y cooperación comercial y económica, que
se firmó el 18 de diciembre de 1989, con la Unión Soviética y, por tanto,
es una renovación, en cierto modo, de aspectos ya considerados,
contemplados en este instrumento anterior, pero que definen, después de
las aprobaciones correspondientes al Consejo Europeo de las directivas de
negociación, que tuvo lugar el 5 de octubre de 1992, un nuevo espacio y
un nuevo interés.

En este sentido, está claro que lo que aquí se está haciendo es reajustar
la realidad de los tratados a lo que es la realidad geopolítica. En este
caso, en naciones como Uzbekistán, con altísimos intereses específicos en
el campo de la energía y del petróleo y por su ubicación en el centro
asiático, supone, sin duda, un cúmulo de intereses de primer orden, que
es lo que contemplan en este caso el acuerdo, los cinco anexos, un
protocolo, ocho declaraciones conjuntas y finalmente una declaración
singularizada del Gobierno francés.

Todo ello viene de un carácter mixto que se dio en la reunión de
Florencia el 21 de julio de 1996, y son una serie de tratados de alta
conveniencia política exterior y comercial, tanto conjunta como
individual por parte de los países que componen la unidad europea. Está
claro que aquí se están siguiendo de alguna manera las pautas que marca
el Tratado de Maastricht en cuanto a la unificación de la política
exterior, incluso en este caso de los intereses comerciales y todo lo que
ello conlleva, y bien está lo que bien llega, puesto que en cierto modo
estamos verificando los pasos claros en esta política de intereses
conjuntos que suponen para la Comunidad Europea estos países nacientes en
el centro del cuerpo asiático, pero que en definitiva contienen altos
intereses estratégicos, como pueden ser la energía del gas o la energía
del petróleo.

En tercer lugar, estamos hablando de un acuerdo provisional, hasta que se
ratifique en los distintos parlamentos este importante instrumento, que
va a determinar muchas cosas a partir, probablemente, como ha dicho muy
bien Ricardo Estrella, del 1 de enero de 1997, si es ésa la fecha en la
que pueda arrancar una vez que todos los trámites correspondientes se
hayan celebrado, porque aquí entran ámbitos de cooperación regional
nuevos en Centroasia, y en este tratado se contemplan resoluciones a
conflictos posibles en ámbitos ya establecidos en las Naciones Unidas y
de la OSCE. Por tanto, estamos hablando ya de nuevas composiciones para
buscar soluciones a problemas que puedan surgir en nuevos países.

Aquí se trata de intensificar la ayuda y el apoyo a los sistemas
democráticos nacientes, con dificultades como las que estamos viendo en
Chechenia, etcétera, y por supuesto a la mejora de la condición de la
población de la región, y se trata de desarrollar un diálogo político y
regular sobre cuestiones bilaterales, regionales e internacionales de
interés mutuo por parte de la Comunidad y por parte de Uzbekistán.

Evidentemente estamos conociendo un nuevo clima de relación, un clima que
potencia problemas como el del medio ambiente, que antes salió en otro
tratado, que afectan gravísimamente a los países de la ex Unión
Soviética, donde cualquier consideración de límite o frontera no supone
ninguna garantía del restablecimiento de la normalidad



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después de los grandes desastres en medio ambiente conocidos por allí,
que pueden afectar a zonas limítrofes, también europeas.

Finalmente, se trata de una prevención y control de las inmigraciones
ilegales, puesto que éste es uno de los problemas graves que la Comunidad
Europea puede recibir de aquella zona. Esto es, en síntesis, el contenido
de este tratado, que creo sinceramente que es uno de los que mejor
perfilan los nuevos aspectos de relación entre la Comunidad Europea y los
componentes de la misma y por supuesto las nuevas naciones nacientes en
el este centroeuropeo.




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la votación del Acuerdo de colaboración y
cooperación por el que se establece una colaboración entre las
Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y la
República de Uzbekistán.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.

Señoras y señores Diputados, si me permiten dos segundos querría decir,
en primer lugar, que es obligación y satisfacción mía desearles a todos
ustedes y a todas sus familias lo mejor para estas fiestas navideñas.

En segundo lugar agradecerles a todos su colaboración y el trabajo
realizado durante estos meses. Estoy seguro de que en el futuro
seguiremos colaborando exactamente en el mismo ámbito de fraternidad y de
entendimiento. A todos muy felices fiestas.

Se levanta la sesión.




Era la una y treinta y cinco minutos de la tarde.




CORRECCION DE ERRORES



En el «Diario de Sesiones» de la Comisión de Asuntos Exteriores del día
12 de noviembre de 1996, número 105, figura en la página 2809 el señor
DIRECTOR GENERAL DE POLITICA EXTERIOR Y PARA LA UNION EUROPEA cuando debe
figurar el señor SECRETARIO GENERAL DE POLITICA EXTERIOR Y PARA LA UNION
EUROPEA.