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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 126, de 17/12/1996
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1996 VI Legislatura Núm. 126



ECONOMIA, COMERCIO Y HACIENDA



PRESIDENTE: DON FERNANDO FERNANDEZ DE TROCONIZ MARCOS



Sesión núm. 12



celebrada el martes, 17 de diciembre de 1996



ORDEN DEL DIA:



Ratificación de la Ponencia encargada de informar el proyecto de Ley por
la que se autoriza la participación de España en el Fondo para el Medio
Ambiente Mundial reestructurado y la contribución correspondiente a la
Primera Reposición de Recursos. (Número de expediente 121/000013.)



Dictaminar, a la vista del informe emitido por la Ponencia, el proyecto
de ley por la que se autoriza la participación de España en el Fondo para
el Medio Ambiente Mundial reestructurado y la contribución
correspondiente a la Primera Reposición de recursos. (Número de
expediente 121/000013.)



Comparecencia del señor Gobernador del Banco de España (Rojo Duque) para
informar de la política monetaria que se desarrolla, así como de la
evolución de sus principales magnitudes, previa remisión del informe
correspondiente. (Número de expediente 212/000420.)



Comparecencia del señor Director General del Patrimonio del Estado (Isla
Alvarez de Tejera), para:



--Informar del grado de cumplimiento de los acuerdos suscritos por su
Dirección General para dar viabilidad a la empresa MTT (ex Hytasa). A
petición del Grupo Parlamentario Federal Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. (Número de expediente 212/000024.)



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--Informar del proceso de traspaso de los activos de la antigua
Intelhorce a la nueva sociedad, impulsada por los antiguos trabajadores
de la fábrica. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya. (Número de expediente 212/000067.)



Comparecencia del señor Presidente de Tabacalera Española, S. A., para
informar sobre las repercusiones que para la viabilidad económica de
dicha empresa puede suponer el incremento positivo acordado por el
Gobierno para las labores del tabaco. A solicitud del Grupo Parlamentario
Federal Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. (Número de expediente
212/000066.)



Comparecencia del señor Secretario de Estado de Hacienda (Costa Climent),
para informar sobre el desarrollo reglamentario de la Ley 19/1994, con
especial hincapié en el de la zona especial (ZEC). A solicitud del Grupo
Parlamentario Socialista. (Número de expediente 212/000013.)



Se abre la sesión a las diez y quince minutos de la mañana.




--RATIFICACION DE LA PONENCIA ENCARGADA DE INFORMAR EL PROYECTO DE LEY
POR LA QUE SE AUTORIZA LA PARTICIPACION DE ESPAÑA EN EL FONDO PARA EL
MEDIO AMBIENTE MUNDIAL REESTRUCTURADO Y LA CONTRIBUCION CORRESPONDIENTE A
LA PRIMERA REPOSICION DE RECURSOS. (Número de expediente 121/000013.)



El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, dado lo avanzado de la
hora y lo complejo del orden del día, si les parece, podemos iniciar la
sesión con el primer punto, que es la ratificación de la ponencia
encargada de informar el proyecto de ley por la que se autoriza la
participación de España en el Fondo para el Medio Ambiente Mundial
reestructurado y la contribución correspondiente a la primera reposición
de recursos.

¿Se ratifica la ponencia? (Asentimiento.) Queda ratificada la ponencia.




--DICTAMINAR, A LA VISTA DEL INFORME EMITIDO POR LA PONENCIA, EL PROYECTO
DE LEY POR LA QUE SE AUTORIZA LA PARTICIPACION DE ESPAÑA EN EL FONDO PARA
EL MEDIO AMBIENTE MUNDIAL REESTRUCTURADO Y LA CONTRIBUCION
CORRESPONDIENTE A LA PRIMERA REPOSICION DE RECURSOS. (Número de
expediente 121/000013.)



El señor PRESIDENTE: A continuación, vamos a examinar el dictamen del
informe emitido por la ponencia del proyecto de ley antes indicado.

Quiero decir a las señoras y señores Diputados que no se han presentado
enmiendas a este proyecto de ley.

¿Algún grupo desea fijar su posición en relación con la votación
posterior? (Pausa.) Ningún grupo desea fijar su posición.

¿Les parece a ustedes que procedamos a votar a continuación o fijamos una
hora, a lo largo de la mañana, para proceder a la votación? (Pausa.)
Vamos a proceder a la votación.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 41.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad este proyecto de ley.

No podemos proceder a examinar el siguiente punto del orden del día,
porque la ponencia está aún reunida.

Vamos a suspender esta sesión hasta las diez y media. Si los miembros que
componen ponencia compareciesen antes de las diez y media, hora en que el
Gobernador del Banco de España tiene prevista su comparecencia ante esta
Comisión, procederíamos a examinar este punto del orden del día. Si no
pudiéramos hacerlo antes de la comparecencia, lo haríamos a lo largo de
esta mañana, si hubiese tiempo, al final del examen del resto de los
puntos, si SS. SS. tienen a bien que procedamos a la alteración del orden
del día. En el supuesto de que no hubiera tiempo o se provocase alguna
cuestión de tipo formal --que antes me sugirió el señor Eguiagaray--,
dejaríamos el examen de esta proposición de ley para una próxima reunión
de esta Comisión.

En consecuencia, suspendemos la sesión hasta las diez y media, hora en
que procederemos a la comparecencia del señor Gobernador del Banco de
España.




Se suspende la sesión.




Se reanuda la sesión.




--COMPARECENCIA DEL SEÑOR GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (ROJO DUQUE)
PARA INFORMAR DE LA POLITICA MONETARIA QUE SE DESARROLLA, ASI COMO DE LA
EVOLUCION DE SUS PRINCIPALES MAGNITUDES, PREVIA REMISION DEL INFORME
CORRESPONDIENTE. (Número de expediente 212/000420.)



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El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión.

Vamos a celebrar la comparecencia del excelentísimo señor Gobernador del
Banco de España para informar de la política monetaria que se desarrolla,
así como de la evolución de sus principales magnitudes, previa remisión
del informe correspondiente, que ya ha sido distribuido a las señoras y
señores Diputados, de acuerdo con la proposición no de ley que en su día
fue aprobada por esta Comisión en relación a sus comparecencias
cuatrimestrales.

Sin más, tiene la palabra don Luis Angel Rojo, Gobernador del Banco de
España.




El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (Rojo Duque): Señorías, quisiera
comenzar agradeciendo la oportunidad que se me brinda de presentar ante
la Comisión de Economía del Congreso --y, a través de ella, ante el
país-- los objetivos de política monetaria para 1997. Se consolida así
una práctica que cuenta ya tres años de antigüedad. El Consejo de
Gobierno del Banco de España ha aprobado recientemente, de acuerdo con lo
establecido en la Ley de Autonomía, el documento que se ha distribuida a
SS. SS. y en el que se expresan dichos objetivos. No obstante, antes de
ahondar en su contenido, comentaré de forma sucinta la evolución de la
inflación y daré cuenta de la política monetaria ejecutada durante el año
1996.

Como SS. SS. saben, la política monetaria del Banco de España tiene como
objetivo primordial alcanzar y preservar la estabilidad de los precios,
colaborando con la política económica general del Gobierno, siempre que
ello no ponga en peligro el cumplimiento de su cometido básico. Cuando
hace dos años y medio la Ley de Autonomía encomendó al Banco de España
esta misión, los niveles de inflación distaban mucho de aquellos que
pueden considerarse compatibles con una situación de estabilidad. Al
amparo del nuevo marco legal, a finales del año 1994 tuve la oportunidad
de comparecer ante esta Comisión y anunciar, por primera vez, unos
objetivos directamente orientados a la reducción de la inflación, que se
concretaban en el propósito de situar de forma estable la tasa de
variación del índice de precios de consumo por debajo del 3 por ciento a
lo largo del año 1997. Esta formulación de los objetivos respondía a la
necesidad de asumir una perspectiva a medio plazo de contención gradual
de las alzas de precios y de propiciar una reconducción de las
expectativas inflacionistas hacia niveles sensiblemente más bajos que los
entonces existentes. Al mismo tiempo, se juzgó que, para aproximarse a
esa meta, era necesario que la tasa de inflación se situara entre el 3,5
y el 4 por ciento en los primeros meses del año 1996.

Aquellos objetivos pudieron parecer entonces muy ambiciosos --y,
efectivamente, lo eran--. Sin embargo, durante los dos años transcurridos
con la instrumentación del nuevo esquema de política monetaria basado en
el empleo de objetivos directos de inflación, se han obtenido avances muy
considerables en la reducción del ritmo de crecimiento de los precios.

Con información referida al pasado mes de noviembre, la inflación en
España, medida por la tasa del crecimiento interanual del IPC, se ha
situado en el 3,2 por ciento. Para apreciar el significado de esta cifra
baste recordar que, en 1995, durante los primeros meses de vigencia de la
nueva estrategia de política monetaria, la inflación llegó a situarse en
el 5,2 por ciento y que, cuando hace aproximadamente un año comparecí
ante SS. SS. para presentar los objetivos correspondientes a 1996, el
ritmo de avance de los precios de consumo se cifraba en el 4,4 por
ciento. En los primeros meses de este año, una vez absorbido el impacto
sobre la tasa de inflación anual de la elevación en enero de 1995 del IVA
y otros impuestos especiales, el IPC experimentó una desaceleración
significativa que le permitió situarse en el límite inferior --3,5 por
ciento-- del intervalo de referencia establecido para los primeros meses
de 1996. El ligero repunte de las alzas de precios en los meses centrales
del año respondió básicamente, como se esperaba, a factores de carácter
coyuntural, de tal forma que, a partir del mes de agosto, la inflación
retomó con firmeza su trayectoria descendente. En la actualidad, parece
altamente probable que la tasa de inflación pueda situarse en torno al 3
por ciento en los primeros meses de 1997.

La reducción de la tasa de inflación en algo más de un punto a lo largo
de 1996 adquiere mayor relevancia cuando se examina la evolución
desagregada del índice de precios de consumo. Si se excluyen del índice
general sus componentes más volátiles --los precios de la energía y de
los alimentos no elaborados--, el conjunto de precios resultante
--comúnmente denominado inflación subyacente-- ha experimentado en los
últimos doce meses una desaceleración cercana a los dos puntos
porcentuales, llegando a situarse su crecimiento interanual en el 3,1 por
ciento en el pasado mes de noviembre. Por otra parte, el moderado
crecimiento de los precios de los servicios durante el presente año
merece ser reseñado de forma particular, ya que este componente, que
representa el 30 por ciento del total del IPC, refleja el comportamiento
de un sector menos expuesto a la competencia que ha venido mostrando,
tradicionalmente, una especial resistencia a moderar sus incrementos de
precios. Así, hace tres años, la inflación en el sector de servicios
rondaba el 7 por ciento, dos puntos por encima de la correspondiente al
conjunto del IPC, mientras que actualmente el crecimiento de los precios
en el sector servicios se sitúa en tasas similares a las del índice
general.

El proceso de desaceleración de los precios en 1996 ha sido el resultado
de la confluencia de un conjunto de factores que fueron configurándose a
lo largo de 1995 y que han tenido continuidad en el presente ejercicio.

Por un lado, la actuación de la política monetaria permitió atajar el
episodio de aceleración de los precios y reconducir las expectativas
inflacionistas durante el pasado año y contribuir a que el tipo de cambio
de la peseta mantuviese un comportamiento estable durante 1996. Por otro
lado, la desaceleración de los precios registrada a partir de la segunda
parte del año pasado se vio facilitada por la desaceleración de la
actividad económica que se produjo en la generalidad de los países
europeos a mediados de 1995 y por una favorable composición de la
expansión de la demanda final, basada en el crecimiento de la inversión
productiva y de las exportaciones. El comportamiento general de los
precios



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en los mercados internacionales también ha contribuido a este proceso, si
bien durante los últimos meses el fuerte crecimiento del precio del
petróleo ha sido un elemento de inquietud que no ha acabado aún de
disiparse.

En el ámbito de los indicadores monetarios y financieros, tanto la
evolución de los activos líquidos en manos del público (ALP) como la del
tipo de cambio de la peseta han contribuido favorablemente a la
moderación de los precios. Así, el ritmo de crecimiento de los ALP se ha
ido ajustando en el transcurso del año a la reducción operada en la tasa
de inflación y al menor ritmo de crecimiento de la actividad económica,
de manera que su tasa de crecimiento interanual se situaba en noviembre
de 1996 en alrededor del 6 por ciento, aunque esta cifra está
parcialmente infravalorada por los fuertes desplazamientos que se han
producido a lo largo de 1996 desde los activos líquidos hacia
participaciones en los fondos de inversión que no están incluidas en la
definición del agregado ALP. Por su parte, el tipo de cambio de la peseta
ha registrado una suave apreciación respecto al marco a lo largo de 1996,
aunque su simultánea depreciación frente al dólar ha moderado la
apreciación de la cotización de la peseta frente al conjunto de monedas
de los países desarrollados.

La mejora de las perspectivas de inflación a lo largo de 1996 ha
permitido al Banco de España reducir gradualmente su tipo de interés de
intervención en una magnitud de tres puntos porcentuales a lo largo de
los últimos doce meses, hasta situarlo actualmente en el 6,25 por ciento.

Con esta actuación se ha alcanzado un nivel del tipo de intervención
inferior en más de un punto al que existía con anterioridad al
endurecimiento de las condiciones monetarias que hubo que introducir
durante la primera mitad de 1995 para atajar la consolidación de las
tensiones inflacionistas que entonces se percibían. A su vez, esta
suavización de las condiciones monetarias en los plazos más cortos de los
mercados interbancarios en los que opera el Banco de España se ha visto
acompañada por un movimiento equivalente de los precios negociados en los
distintos mercados financieros, así como de los tipos de interés que las
entidades de crédito aplican a sus operaciones con la clientela.

Las reducciones de tipos de interés de mayor magnitud se han venido
registrando en los instrumentos negociados en los plazos más largos
--entre tres y diez años--, donde el descenso ha superado los tres puntos
porcentuales. El hecho de que los descensos de los tipos a largo plazo
hayan sido superiores a los inducidos por el Banco de España en los
mercados a más corto plazo constituye un indicador relevante de la mejora
de las expectativas de inflación a medio y largo plazo de la economía
española; de un modo más general expresa, por una parte, las menores
dudas de los mercados respecto de la constitución de la Unión Monetaria
en las fechas previstas con los países que satisfagan los criterios de
convergencia establecidos en el Tratado de Maastricht, y, por otra, la
mayor probabilidad que los mercados financieros asignan hoy a la
posibilidad de que la política económica permita a España situarse en el
grupo de países que se integren en la Unión Monetaria el 1 de enero de
1999.

Dadas la complejidad y las características de los factores que actúan
sobre los tipos de interés a medio y largo plazo, el comportamiento de
éstos es notablemente más volátil que el de los tipos de interés a corto
plazo sobre los que los bancos centrales pueden ejercer un control más
directo. No hay que esperar, por tanto, que el tipo básico de
intervención del Banco de España se mueva en un paralelismo estricto con
los tipos de interés a plazos más largos ni que en un período como el
actual, caracterizado por fuertes descensos de estos últimos, las
reducciones de los tipos a largo plazo tengan que verse seguidas por
recortes, más o menos inmediatos del tipo básico de intervención. El
Banco de España tiene la responsabilidad de administrar con prudencia el
margen de descenso de su tipo de interés que vaya derivándose de las
mejoras de las expectativas inflacionistas, de forma que dichos descensos
puedan ser compatibles con una evolución ordenada de los mercados
monetarios y cambiarios. De no hacerlo así, una premura excesiva a la
hora de suavizar las condiciones monetarias podría conducir a episodios
de inestabilidad financiera que cuestionasen seriamente la sostenibilidad
de la medida adoptada y a una revisión de las expectativas mantenidas por
los mercados sobre el proceso de desinflación que acabaría afectando muy
negativamente al comportamiento de los tipos a largo plazo. Es difícil
pensar que el éxito del proceso de convergencia nominal de la economía
española con los países más estables de la Unión Europea pueda alcanzarse
sin el mantenimiento de unas condiciones monetarias relativamente
estrictas por parte del Banco de España a lo largo de los dos próximos
años. Este enfoque ha impregnado las decisiones de política monetaria a
lo largo del último año y también está presente en el documento de
objetivos monetarios para 1997 aprobado por el Consejo de Gobierno del
Banco de España, cuyo contenido paso a comentar brevemente.

El objetivo básico de alcanzar y mantener la estabilidad de los precios
que la ley ha encomendado al Banco de España tiene un carácter
permanente. Ahora bien, a medida que nos acercamos a la fecha de
evaluación de las condiciones de convergencia, en la primavera de 1998,
la atención general ha de polarizarse en torno a la decisión del Consejo
Europeo sobre la composición del núcleo de países inicialmente
integrantes de la Unión Monetaria. El esfuerzo por cumplir el criterio de
inflación en las fechas previstas ha de modular, por consiguiente, la
política monetaria propuesta para el próximo futuro.

En la formulación de los objetivos monetarios para 1997, el Banco de
España ha tenido muy presente este condicionante. Ello le ha llevado a
plantear un nuevo objetivo para los dos próximos años, que imponga un
avance adicional en la reducción de la inflación, a la vez que se define
con más precisión la senda necesaria para maximizar las posibilidades de
cumplir este criterio de convergencia. Dicho objetivo se ha concretado en
situar la tasa interanual de crecimiento de los precios, medida por el
índice de precios al consumo, cerca del 2 por ciento en el transcurso de
1998. Para alcanzar esta meta, se ha considerado que la tasa interanual
de inflación debería estar, a finales de 1997, próxima al 2,5 por ciento,
de forma que sea posible ir convergiendo



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con posterioridad hacia el objetivo a medio plazo establecido.

No se les oculta, sin duda, a SS. SS. la dificultad que entraña tratar de
alcanzar estos objetivos; pero hay que tener presente que el entorno en
que nos desenvolvemos es extraordinariamente exigente, como lo revela el
hecho de que, en la actualidad, un número elevado de países
pertenecientes a la Unión Europea presentan tasas de inflación
comprendidas entre el 1 y el 2 por ciento y comparten, a su vez, la
aspiración de mantenerse en el futuro en torno a esos niveles. De ahí que
si bien resulta muy difícil anticipar en estos momentos el umbral de
inflación que permitirá satisfacer el criterio de convergencia, puede
otorgarse una probabilidad considerable a que dicho umbral se sitúe
finalmente por debajo del 3 por ciento en términos de la media de los
doce meses anteriores al examen.

En la definición de los objetivos de política monetaria plasmados en el
documento que se ha distribuido ha pesado también, junto a las
consideraciones relativas al grado de certidumbre en el cumplimiento del
criterio de inflación, la pretensión de guiar las expectativas de
inflación y el proceso de formación de rentas durante los próximos dos
años hacia unos niveles que permitan una integración armoniosa de la
economía española en un área en la que va a prevalecer, sin lugar a
dudas, un grado muy elevado de estabilidad de los precios. Resultaría muy
arriesgado para la competitividad de las empresas españolas y el
crecimiento económico y la generación de empleo acceder a la Unión
Monetaria con una tasa de inflación que no estuviera suficientemente
alineada con el nivel medio del área o que la convergencia en inflación
fuese, en buena medida, el resultado de la concurrencia de factores de
carácter coyuntural o pasajero.

Al igual que en estos últimos dos años, la estabilidad del tipo de cambio
de la peseta, en línea con los compromisos que conlleva la pertenencia al
mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo y con la voluntad de
contribuir al cumplimiento de los criterios de convergencia establecidos
en el Tratado de la Unión Europea, seguirá siendo una referencia muy
importante para la conducción de la política monetaria. Ahora bien, la
estabilidad cambiaria, para que sea duradera, debe descansar
necesariamente en la mejora de la inflación y de las condiciones
macroeconómicas, pues sólo de esta forma se puede evitar la
vulnerabilidad frente a posibles cambios en las expectativas de los
mercados en torno a la formación de la Unión Monetaria.

El panorama que presenta la economía española a finales de 1996 resulta,
en principio, favorable para alcanzar nuevos descensos de la inflación.

Así, junto a un entorno internacional caracterizado por la ausencia de
presiones inflacionistas significativas, se espera que en nuestro país
tenga lugar, durante el próximo año, una aceleración progresiva, aunque
modesta, del ritmo de actividad económica, de tal forma que el
crecimiento del PIB pueda quedar situado entre el 2,8 y el 3 por ciento
para el conjunto del año. Este avance de la producción descansa, por otra
parte, en un patrón de expansión moderada de la demanda, con una
composición favorable para la contención de los precios, al estar basada,
principalmente, en el avance de las exportaciones y de la inversión, si
bien parece razonable esperar que se registre también una cierta mejoría
del consumo privado. La mayor austeridad del sector público se reflejará,
inevitablemente, en una moderación del consumo público y de la inversión
en construcción, que tendrá una influencia favorable en la formación de
precios y rentas. Respecto al comportamiento de estas últimas, resulta
imprescindible que los salarios evolucionen de manera coherente con la
desaceleración prevista de los precios y que la fijación de los márgenes
empresariales no aproveche la mejoría de las condiciones económicas para,
al abrigo de situaciones poco competitivas, ampliarlos mediante aumentos
de los precios.

El Banco de España se propone buscar la consecución de los objetivos
establecidos mediante una política monetaria elaborada a partir de la
información proveniente de un conjunto amplio de indicadores económicos.

Permítanme SS. SS. que exponga algunas consideraciones respecto de
algunos de estos indicadores.

La información sobre los precios negociados en los mercados financieros,
entre la que destaca la configuración de la curva de rendimientos y la
evolución de los diferenciales de tipos de interés frente al exterior,
proporciona indicaciones valiosas respecto a la percepción que los
mercados financieros tienen sobre el curso futuro de la economía española
y ha de ser, por tanto, objeto de evaluación cuidadosa y continuada por
parte del Banco de España. Sin embargo, sería un error pensar que el
examen de la evolución de estas variables puede proporcionar una guía
sólida para las decisiones de política monetaria. Como se ha puesto de
relieve con frecuencia, los mercados financieros tienen una cierta
propensión a sobrerreaccionar ante determinadas noticias y a confirmar a
corto plazo las expectativas sobre las que se sustentan las decisiones
que mueven los propios mercados. Estos comportamientos generan con
frecuencia un elevado grado de erraticidad en los precios negociados, lo
que dificulta la extracción de señales inequívocas sobre el estado de las
expectativas de inflación.

Por lo que respecta a la evolución de la cantidad de dinero, el Banco de
España seguirá prestando particular atención al ritmo de expansión de los
activos líquidos en manos del público, que constituye un indicador
destacado de la influencia de la política monetaria sobre los precios a
medio y largo plazo. En este sentido, se considera que ritmos de
crecimientos de los ALP no superiores al 7 por ciento, en una perspectiva
a medio plazo, resultan plenamente coherentes con la senda prevista de
reducción de la inflación en un marco de crecimiento estable de la
economía española. Esta evolución de los ALP sería compatible a su vez,
el próximo año, con una recuperación del crédito interno a empresas y
familias desde el 8 por ciento de crecimiento esperado en 1996 hasta
tasas en torno al 9 por ciento en 1997. Paralelamente, el Banco de España
seguirá con atención el comportamiento del tipo de cambio con objeto de
identificar aquellos movimientos persistentes que pudieran propiciar una
desviación de la inflación respecto de los objetivos establecidos.




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En el terreno de la instrumentación de la política monetaria, el Banco de
España tiene previsto --tal como se comenta en el documento que se ha
distribuido-- introducir algunas modificaciones para avanzar en la
adaptación al modelo previsto para la Unión Monetaria. La preparación de
una política monetaria única capaz de actuar eficazmente en un grupo de
países relativamente heterogéneos y con sistemas financieros altamente
sofisticados es un asunto de la máxima complejidad, que requiere
esfuerzos de adaptación por parte de todos los agentes económicos. Los
bancos centrales europeos hace ya tiempo que iniciaron los trabajos
preparatorios y se han realizado numerosas reuniones informativas y
consultas con los representantes de los sectores financieros nacionales.

Las actividades del Banco de España que se verán más afectadas por este
proceso son las relacionadas con el ámbito de actuación del Sistema
Europeo de Bancos Centrales. En este terreno, los trabajos preparatorios
en marcha se están encaminando a definir un modelo de instrumentación de
la política monetaria básicamente descentralizado, en aplicación del
principio de subsidiariedad consagrado en el Tratado de Maastricht. Las
decisiones fundamentales se adoptarán de forma centralizada e indivisible
por el Banco Central Europeo, pero las funciones operativas serán
desempeñadas esencialmente por los bancos centrales nacionales.

Las áreas de actuación en las que necesariamente el Banco de España
tendrá que modificar sus procedimientos para adaptarlos a los patrones
comunes de funcionamiento que se acuerden para el Sistema Europeo de
Bancos Centrales son la política monetaria, la política cambiaria,
algunos aspectos del funcionamiento de los sistemas de pagos y la emisión
de billetes. Si bien las decisiones definitivas en estas áreas se tomarán
cuando se cree el Banco Central Europeo, no es posible esperar al
comienzo de la tercera fase de la Unión Monetaria para poner en marcha
todos los preparativos necesarios, especialmente en ciertas parcelas que
requieren períodos largos de planificación, cambios normativos
sustantivos, modificaciones de los sistemas informáticos existentes y, en
ocasiones, el diseño y desarrollo de nuevos sistemas. A este respecto, la
adaptación que entre las previstas exige un mayor esfuerzo preparatorio
en nuestro caso es la utilización de valores privados de alta calidad y
liquidez en la realización de las operaciones de política monetaria, por
lo que el Banco de España se propone avanzar en este terreno a lo largo
de 1997. Aunque el volumen de transacciones sustentadas en estos
instrumentos sea, en principio, limitado, con ello se pretende ir
adaptando las prácticas presentes a las del futuro Sistema Europeo de
Bancos Centrales y obtener una experiencia que será muy valiosa cuando
comience a instrumentarse la política monetaria europea, tanto para el
Banco de España como para las entidades que con él operen, así como para
los mercados en los que se negocian estos valores.

Me gustaría terminar esta presentación de los objetivos de política
monetaria para 1997 transmitiendo un mensaje que, siendo globalmente
favorable por lo que respecta a la situación económica y al curso de la
inflación, evite la complacencia y subraye lo mucho que todavía queda por
realizar para que la estabilidad de precios constituya un elemento
suficientemente arriesgado en el funcionamiento cotidiano de la economía
española.

De mi exposición de los rasgos básicos de la evolución de la economía
española se desprende que durante 1996 se han realizado avances
sustanciales en el proceso hacia una mayor estabilidad macroeconómica en
España, con un marco de mayor equilibrio entre la política monetaria y la
política presupuestaria, y se ha progresado en la eliminación de los
obstáculos que impiden un comportamiento más competitivo de nuestros
mercados. El Banco de España ha valorado de forma positiva estos avances
y ha obrado en consecuencia suavizando de forma progresiva las
condiciones monetarias de la economía. Sin embargo, la distancia que nos
separa de la consecución de la estabilidad de precios es todavía
apreciable. De otra parte, desde la perspectiva del cumplimiento de los
criterios de convergencia, el diferencial de inflación respecto a los
países europeos con crecimientos de los precios más reducidos sigue
siendo elevado y, lo que es más importante, se ha estrechado poco durante
1996. No resulta exagerado afirmar, en consecuencia, que queda pendiente
todavía la tarea más difícil para la culminación de este proceso: la
consolidación de unas pautas de comportamiento por parte de los diversos
agentes económicos que contemplen, como elemento consustancial a los
procesos de toma de decisiones, la existencia de un grado elevado de
estabilidad nominal y el reconocimiento de los beneficios que de ésta
derivan.

En el proceso de acercamiento a la estabilidad de precios, debe vigilarse
que la consecución de determinadas metas y objetivos no descanse
fundamentalmente en factores internos de carácter coyuntural o en un
entorno internacional especialmente propicio. En efecto, según pone
claramente de relieve la experiencia española durante las dos últimas
décadas, los progresos así obtenidos resultan no ya efímeros sino incluso
desestabilizadores una vez que revierten las condiciones favorables sobre
las que se asientan. De ahí que lo verdaderamente importante sea crear
las condiciones que permitan afianzar, de forma estable y perdurable,
tasas de inflación próximas a la estabilidad de precios y que la economía
sea capaz de funcionar permanentemente bajo un régimen de inflación
reducida, más allá de la posición cíclica en la que se encuentre o de la
aparición de perturbaciones que puedan afectar de forma transitoria a los
precios.

Si se examina el proceso inflacionista en nuestro país desde esta
perspectiva, se deducen con claridad los peligros que entrañaría adoptar
una actitud complaciente o conformista con la situación actual. En
efecto, persisten aún en la economía elementos muy arraigados en los
mecanismos de formación de rentas en determinados mercados que tienden a
alimentar procesos inflacionistas. Esta reflexión, que resulta válida en
cualquier circunstancia, adquiere especial relevancia ante la aspiración
de que, en un plazo de algo más de un año, España se encuentre entre el
grupo de países que integren desde el principio la Unión Monetaria
Europea. Es, por tanto, necesario continuar el camino ya emprendido en
los ámbitos del saneamiento duradero de nuestras finanzas públicas, de la
mejora del grado de competencia en el funcionamiento de



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nuestros mercados de bienes y servicios y de la introducción de pautas
que permitan mejorar la eficacia del mercado de trabajo. Sólo así será
posible consolidar una situación de crecimiento económico sostenido en un
marco europeo de estabilidad de precios.

Muchas gracias, señorías, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Gobernador.

¿Grupos que deseen realizar comentarios, formular aclaraciones o demandar
concreciones? (Pausa.)
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Eguiagaray.




El señor EGUIAGARAY UCELAY: Buenos días, señor Gobernador del Banco de
España, gracias por sus palabras, palabras que quiero valorar muy
positivamente, especialmente por el tono, ya habitual en usted, de tratar
los hechos con rigor y, al mismo tiempo, uniendo la valoración positiva
de aquellas cosas que la merecen con las correspondientes advertencias
que nos eviten los triunfalismos a los que a veces en la vida política
podemos ser especialmente dados.

Quiero saludar la serenidad de su informe también con algún alborozo.

Efectivamente, estamos en un momento en el que los hechos que se han
puesto de manifiesto recientemente, la semana pasada, han producido una
satisfacción que creo que es compartida por todos los grupos de la
Cámara, especialmente porque la reducción de la inflación en los meses
transcurridos del año 1996 se está produciendo incluso por encima de las
expectativas más optimistas que se podían abrigar hace solamente algunos
meses. Por tanto, ésta es una buena razón para tener algún nivel de
satisfacción colectiva y también una mayor confianza en que podremos
alcanzar objetivos que colectivamente también estamos compartiendo en
términos de convergencia con los demás países de la Unión Europea.

En segundo lugar, esta buena noticia ha sido acompañada por una decisión
de la institución que usted representa, del Banco de España, de rebajar
su tipo de intervención en 50 puntos básicos adicionalmente, lo cual
implica naturalmente un efecto especialmente positivo, no solamente para
hacer posibles mayores tasas de crecimiento de nuestra economía, sino
también para aligerar tanto el servicio de la deuda del propio sector
público, en la medida en que los tipos de interés a corto acaben por
transmitirse también a los tipos de interés a medio y a largo plazo, como
el servicio de la deuda de los propios ciudadanos, empresas, etcétera,
que tienen naturalmente concertados créditos con diferentes
instituciones.

Son, por tanto, dos buenas noticias las recientes, que nos permiten
contemplar el futuro con mayor serenidad, con mayor confianza, en el
sentido de que una parte de los esfuerzos colectivos de la sociedad
española, que vienen de tiempo atrás, están empezando a fructificar en
alguna medida. Sin embargo --y creo que eso es lo que está recogido
fundamentalmente en su intervención y es la parte sobre la cual quisiera
poner algún énfasis--, creo que sería un pésimo análisis pensar que
porque la tasa de inflación interanual está situada en este momento en el
3,2 tengamos en este momento siquiera la seguridad de que se puedan
cumplir los objetivos de convergencia en materia de inflación, más aún
cuando estamos viendo que otros países europeos están teniendo un
comportamiento muy antiinflacionista, una reducción sensible de sus tasas
de inflación y que a la vez que nosotros mejoramos sobre lo que han sido
nuestros récords históricos de una forma sinceramente notable, se nos
esté moviendo permanentemente el objetivo que tenemos que alcanzar en una
comparación que bien se parece a la de Aquiles y la tortuga. Estamos, por
tanto, moviéndonos en un escenario que es móvil y en el que cuanto más
corremos pareciera que tuviéramos más dificultades para alcanzar nuestro
objetivo, a pesar de que estamos avanzando seriamente en esa dirección.

Esto tiene especialmente importancia cuando algunos de los países
europeos que en este momento figuran como elemento de referencia para
establecer cuál es el nivel de cumplimiento de los objetivos de
convergencia o hasta qué punto nuestro país puede efectivamente superar
los umbrales que se establezcan en el momento de hacer la evaluación
están viendo reducir su inflación e incluso teniendo en algunos de los
meses pasados crecimientos negativos. Por ello, el objetivo se hace
especialmente difícil. Como usted, señor Gobernador, ha puesto de
manifiesto, lo relevante no es solamente el nivel absoluto, que lo es,
sino el hecho de que nuestro diferencial con los países europeos,
lamentablemente, se ha estrechado poco durante el año 1996, aun cuando
para los registros históricos de la inflación española estos datos sean
bastante espectaculares.

La consideración adicional que en este sentido quiero señalar --eso liga
también con lo que usted, señor Gobernador, ha establecido-- es que,
durante el año 1997 parece razonable --como dice textualmente su
informe-- que tasas de inflación que se sitúen en la frontera del 3 por
ciento en términos interanuales pueden ser insuficientes para alcanzar
los objetivos de convergencia. De ahí que, desde hace tiempo, el Banco de
España como institución, y usted mismo, hayan señalado que en los
primeros meses de 1997 tendríamos que estar situados por debajo del 3 por
ciento si queremos tener una probabilidad razonable de alcanzar esos
objetivos de convergencia.

Esto significa que más que hacer una valoración triunfalista de lo que
estamos viviendo en este momento, tenemos que ser especialmente cautos
sobre un conjunto de cosas que todavía --me parece-- pueden aquejar a
nuestros registros. Sí me gustaría mencionar algunas de estas cosas, cuya
importancia es discutible, como, por ejemplo, la elevación de los
impuestos indirectos, como el del tabaco, que no ha tenido repercusión
sobre los precios de buena parte de las labores del tabaco y, por tanto,
no ha sido reflejada en el IPC, fundamentalmente porque Tabacalera no los
ha repercutido en precios. Por tanto, antes o después tendrán que
aparecer en el registro del IPC; probablemente, a partir de este mes,
puesto que bien recientemente el «Boletín Oficial del Estado» recogió la
elevación de los precios de las labores del tabaco derivada de la
elevación de impuestos indirectos, que no se había repercutido hasta
ahora.




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Algo parecido puede ocurrir con una preocupación que el Banco de España
siempre ha expresado y que hoy también estaba presente en el informe: el
comportamiento de los precios de la energía. De hecho, el decalage en la
estimación de los precios que todavía son precios administrados, como los
de las gasolinas, que implica unos 15 ó 20 días respecto del registro de
los precios internacionales, ha hecho que el IPC del mes de noviembre no
haya recogido, por ejemplo, la elevación de precios que se había
producido anteriormente y solamente en los últimos días se está
trasladando esto a los precios que sufren los consumidores, precisamente
en el momento en que se está produciendo una reducción de los precios
internacionales. Por tanto, con algún retraso, tendremos alguna
repercusión de estos precios en nuestro IPC.

También quiero señalar --lo he dicho en más de una ocasión-- la
importancia que tiene el que en precios administrados se siga haciendo no
sólo aquello que, en términos absolutos, es razonable hacer, sino lo que
es posible hacer, y me refiero, por ejemplo, a un debate hoy público,
como es el debate sobre los precios de las tarifas eléctricas, que tienen
una enorme repercusión sobre los costes de producción y sobre el índice
de precios al consumo, que para 1997 pueden situarse en niveles bastante
mejores de los que en este momento están siendo considerados por el
Gobierno y, al parecer, también por parte de las empresas eléctricas. Ese
es un objetivo que debiéramos mantener con algo más de ambición,
precisamente para hacer posible la reducción de la inflación.

Asimismo, quisiera decir alguna cosa sobre otros elementos que, a mi
juicio, generan algún problema. Si el objetivo de crecimiento, si el
objetivo de inflación en la senda que la autoridad monetaria se ha
trazado, lo que nos informa que un crecimiento del 2 por ciento
interanual a lo largo de 1998 podría ser un objetivo compatible con la
ambición de reducir nuestra inflación a niveles más coherentes, esto es,
llegar a finales de 1997 a un 2,5 por ciento interanual, lo cual podría
permitir un 2 por ciento en 1998, me parece que, efectivamente, estamos
ante objetivos ambiciosos que mi grupo comparte y que le gustaría ver
traducidos en la realidad como expresión de nuestra capacidad para hacer
algo que lleva años hacer: reducir la inflación histórica de nuestro país
a niveles razonables y compatibles con lo que ha de ser nuestra presencia
en la Unión Económica y Monetaria.

De todas formas, creo que hay algunos elementos que en este momento
merecen alguna valoración. Usted, señor Gobernador, decía que los
mercados suelen tener comportamientos en los cuales se produce una
sobrerreación a corto plazo que lo mismo que en un momento determinado
puede ser positiva, en otros momentos puede ser especialmente negativa.

Lo hemos vivido; la economía española lo ha vivido y lo ha sufrido en
momentos anteriores. En este momento estamos en una de esas fases en las
que hay una cierta burbuja positiva, que a veces no casa del todo con la
evolución real de nuestra economía o con la evolución de algunas de
nuestras magnitudes. Sin duda alguna --he empezado por decirlo--, se han
producido hechos positivos en términos del comportamiento de algunos de
nuestros desequilibrios básicos, pero no es menos cierto que, en una
perspectiva de medio plazo, resulta harto difícil de justificar que,
manteniéndose los diferenciales de inflación de nuestro país con Alemania
en los niveles en los cuales están, se puedan producir reducciones de la
prima de riesgo de nuestro país respecto de Alemania que hagan que los
tipos de interés reales españoles se conviertan en tipos de interés
reales inferiores a los alemanes, lo cual está lejos de cualquier posible
explicación lógica, al menos en el medio plazo. Sin duda alguna, en el
corto plazo, el comportamiento de los mercados y su apuesta por una mayor
probabilidad de que España forme parte de la Unión Europea lleva consigo
una reducción de los tipos de interés, y esta reducción de tipos de
interés, acompañada por adecuados comportamientos de la inflación,
impulsa registros de esa naturaleza. De todos modos, a mí me parece que
todos los grupos parlamentarios debiéramos ser suficientemente sensatos
para no convertir las buenas noticias en propaganda ni las malas noticias
también en propaganda, esta vez contra el Gobierno; no debiéramos
contribuir a crear burbujas que pudieran tener efectos especialmente
negativos en el futuro. Dicho de otra forma: si en los próximos meses se
produce algún accidente de recorrido, y alguno es probable que ocurra,
uno no quisiera tener que estar soportando tensiones, como algunas de las
que se pueden producir, porque los mercados también sobrerreaccionen a
comportamientos negativos para la economía española, introduciendo
adicionales primas de riesgo o poniendo en cuestión los objetivos de
convergencia y la posibilidad de nuestro país de alcanzar esos objetivos.

En esa dirección, vale la pena no solamente referirse a lo que puede
ocurrir en el año 1997, sino a lo que ya sabemos que está ocurriendo en
1996. El último informe del Banco de España, referido al tercer trimestre
de 1996, pone de manifiesto que, frente a lo que se ha venido diciendo,
la economía española, en el tercer trimestre, no habrá crecido más de lo
que ha crecido en los dos trimestres anteriores; esto es, aunque no sea
cuestión de discutir aquí la décima o el cuarto de décima, con los datos
de que disponemos no parece razonable pensar que para el tercer trimestre
se puedan hacer estimaciones de crecimiento de la economía por encima del
2 ó 2,1 por ciento. Tasas del 2,4 por ciento no parecen compatibles con
el nivel de conocimiento de las variables económicas de que hoy
disponemos. Si esto es así, y como tampoco es razonable en este momento
pensar que el último trimestre de 1996 termine con tasas de crecimiento,
como alguien ha dicho de una manera especialmente triunfalista y falta de
rigor, del 2,8 por ciento, sin duda alguna las previsiones del Gobierno
sobre el crecimiento de nuestra economía en el entorno del 2,3 no se van
a cumplir y hoy parece más probable pensar, salvo revisiones del
Instituto Nacional de Estadística, que nos moveremos en crecimientos
medios de nuestra economía de alrededor del 2,1 por ciento, como media
del período 1996 en relación con 1995.

Esto también afecta a otros objetivos que influyen en la evolución
monetaria y en la percepción del comportamiento de nuestro país, como es
el déficit público. Y en materia de déficit público, con independencia de
la confusión



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en la que, a mi juicio, se encuentra en este momento la opinión pública,
generada por la suma de las previsiones derivadas de la prórroga del
presupuesto, junto con otras decisiones adoptadas por el Gobierno que
tienen que ver con su peculiar interpretación sobre lo que ocurrió en
períodos anteriores, se llega a que en este momento las cifras de déficit
sean difícilmente comparables. Pero, en la medida en que son comparables,
sí podemos poner de manifiesto que las previsiones de liquidación del
presupuesto del Estado para 1996, que el Gobierno hizo cuando presentó
los presupuestos para 1997, no se están cumpliendo. Y no se están
cumpliendo porque se ha producido una importante caída de ingresos y
porque, al mismo tiempo, la evolución de los gastos no está siendo la que
era previsible. De hecho, con los últimos datos, de los que hoy mismo
aparece un resumen en los medios de comunicación, más allá del registro
un tanto misterioso, por el momento, en contabilidad nacional, se deduce
que el déficit de caja no financiero habría crecido en un 6,1 por ciento
hasta el mes de noviembre en relación con lo acumulado hasta ese mismo
mes el año anterior. Incluso si se hace el esfuerzo de diseccionar los
componentes del déficit para tratar de eliminar --lo cual es discutible,
en este momento yo no entraría en esa discusión-- qué parte tiene que ver
con ajustes presupuestarios derivados de medidas que adoptó el Gobierno,
sin duda alguna surge un aumento del déficit sobre lo que eran ya
previsiones de liquidación del déficit de caja, del déficit de ejecución
presupuestaria durante el año 1996, que realizó el Gobierno hace sólo dos
meses.

¿Qué quiere decir esto? Quiere decir --como el propio Banco de España ha
puesto de manifiesto-- que se han caído los ingresos en materia de IRPF,
que se han caído o que están teniendo un comportamiento menos positivo
del que anteriormente se preveía los impuestos indirectos provenientes de
sociedades, y que algunos otros impuestos, incluidos los indirectos,
están teniendo un comportamiento, a pesar de que el IVA lo ha tenido algo
mejor, menos positivo del que se había vaticinado anteriormente.

Naturalmente, el resultado de esto es un problema que suscita alguna
preocupación y que incluso si fuera compatible con un cumplimiento, así
lo espero, del déficit en términos de contabilidad nacional durante el
año 1996, me parece que arroja bastantes dudas --algunas al menos-- sobre
los esfuerzos que todavía son necesarios en materia de déficit y en
materia de credibilidad de la política económica para alcanzar objetivos
de inflación y evolución de los tipos de interés adecuados, etcétera,
como trataba de poner de manifiesto.

Por tanto estamos ante un menor crecimiento del previsto de nuestra
economía, estamos ante un problema de déficit algo más grave del que se
había anunciado, o por lo menos ante un mayor esfuerzo, y ante algunas
decisiones que se han tomado perfectamente incompatibles, simplemente,
con estos objetivos de reducción del déficit. Incluso --y naturalmente no
quiero, ni muchísimo menos, introducir contradicciones entre autoridades
públicas, ya sea la autoridad monetaria o la autoridad presupuestaria--
es bastante evidente que decisiones que han tenido lugar en materia de
ingresos públicos han generado reducciones del ritmo de crecimiento de
los ingresos públicos, como el propio informe del Banco de España del mes
de octubre pone de manifiesto en relación con algunos de los ingresos
tributarios más importantes.

Todo esto es un elemento de preocupación y haríamos mal --me parece-- si
obviáramos el análisis que implique no sólo el reconocimiento de las
cosas que van razonablemente bien, o incluso de las que nos tenemos que
alegrar, sino el de que tenemos otros problemas que no están en absoluto
conjurados y que incluso pueden rebrotar --y ojalá que no-- de una forma
especialmente histérica desde los mercados que sobrerreaccionen a
noticias inadecuadas en los próximos meses.

Por tanto, estamos todavía en una situación de alguna distancia respecto
de los objetivos que tenemos que cumplir. Creo que los objetivos que
plantea el Banco de España en materia monetaria desde luego son
ambiciosos, pero ciertamente también coherentes con lo que es la propia
ambición de este país en materia de reducción de nuestros desequilibrios
básicos y objetivos de convergencia en la Unión Económica y Monetaria y
me parece que entre todos tenemos que hacer un esfuerzo fundamentalmente
de información al público. Estas batallas no se ganan nunca de una vez y
para siempre y creo que la experiencia de los muchos años en los que
hemos tenido noticias positivas, que se entreveran con noticias
negativas, debiera hacernos mantener una actitud, colectivamente
hablando, en una cuestión que nos afecta a todos especialmente sensata y
prudente.

El año 1997 tiene que estar basado --espero-- en un crecimiento de la
economía algo mayor. Creo que el señor Gobernador se ha curado en salud
en relación con las previsiones del propio Gobierno, señalando una senda
de evolución prudente entre el 2,8 y el 3 por ciento de las previsiones
oficiales en este momento. Ojalá pudiéramos llegar al 3 por ciento y
ojalá no nos quedemos por debajo. En todo caso, esto tiene que provenir
de un crecimiento algo más expansivo que el que hasta ahora se ha
expresado por parte del consumo y ciertamente de la continuidad del
proceso de inversión que lleva tiempo iniciado. Sin perjuicio de eso, es
obvio que algunos elementos de preocupación hay, como son los que se
derivan de la caída en la inversión en construcción, una caída
especialmente notable, y los que se derivan de que los fenómenos de
inseguridad están afectando también al comportamiento del consumo en los
mercados, haciendo, por tanto, que la contribución del consumo al
crecimiento económico sea todavía bastante modesta, aun cuando tampoco
desdeñable para el ritmo de crecimiento que está teniendo la economía no
sólo española sino la de los demás países europeos. Este no es un
fenómeno específicamente español, es un fenómeno bastante general en el
resto de los países europeos.

Termino, señor Gobernador, expresándole la satisfacción de mi grupo
parlamentario por las decisiones que la autoridad monetaria ha tomado.

Habrá apreciado que, alegrándonos de que los tipos de interés bajen, no
somos de los que estamos todos los días presionando a la autoridad
monetaria para que adopte decisiones diferentes de las que, de acuerdo
con su responsabilidad, quiera adoptar.




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Creo que seguir una senda en esta dirección, compatible con la reducción
de la inflación, es su responsabilidad . Ojalá la pueda seguir ejerciendo
con prudencia en el próximo año y ojalá se den las condiciones para que
se puedan reducir los tipos de interés o los tipos de intervención del
Banco de España en términos compatibles con la inflación
Unicamente nos gustaría que la información sobre la evolución de la
economía sea capaz de combinar esa dosis de esperanza y de razonable o de
creciente seguridad o de creciente probabilidad de que nuestra economía
podrá formar parte de la Unión Económica y Monetaria, con mensajes que
incluso puedan contrapesar algunos triunfalismos derivados principalmente
del rigor en el análisis de lo que está ocurriendo. Creo que la
propaganda es muy mala. Que a veces los políticos tienen que hacer
propaganda es una cosa conocida; el que se pueda utilizar a la autoridad
monetaria para arrimar el ascua a la propia sardina me parece
peligrosísimo y usted líbrese de esto, por favor, señor Gobernador, tanto
por parte de la oposición como por parte del Gobierno. Ojalá pueda hacer
esta tarea con el rigor y la sensatez a la que nos tiene acostumbrados.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor Gobernador del Banco de España, le
agradecemos su comparecencia, en un momento bastante interesante de la
evolución económica española.

De todas formas, de su intervención se desprende que no está usted
conforme --estoy hablando, en primer lugar, de las consecuencias que se
derivan de esa intervención-- con el ajuste que actualmente se está
operando e instrumentando. Realmente, usted aquí, hoy, con palabras muy
sutiles, acaba de dar un tirón, un demarraje tremendo, tipo Indurain en
sus mejores tiempos, que sin duda va a tener consecuencias en la política
de ajuste que se deriva del pacto de estabilidad y de la situación
económica en el marco europeo de cara a principios de 1999. Usted anuncia
unos objetivos a medio plazo para alcanzar el 2 por ciento en la
inflación en el transcurso de 1998 y se refiere, muy sutilmente pero
alude a ellas, a las consecuencias que va a haber de cara a conseguir una
política de cambio adecuada en 1999, supongo que para la peseta y para la
estabilidad en general. Sutilmente, ha dicho al paso que hay que tener en
cuenta las pautas para mejorar la eficacia del mercado de trabajo entre
otros elementos.

Por tanto, a mi juicio, en esta intervención, usted ha dado un tirón
fortísimo, que va a traer consecuencias de mayor ajuste, es decir, que va
a aumentar los perfiles que actualmente está teniendo el ajuste de cara a
las previsiones de los criterios de convergencia. Sin embargo, lo ha
hecho de manera tan elegante y tan equilibrada que apenas ha traslucido
de sus palabras, pero ahí está su análisis, poniendo el acento, sin
decirlo, sobre lo que piensa que es una situación relativamente
consolidada, sin decir que efectivamente la política diseñada de cara a
1999 --así se desprende de su intervención-- va bien, se está
consolidando; si no, usted no podría haber anunciado esos objetivos a
medio plazo de conseguir el 2 por ciento a lo largo de 1998.

Desde nuestra óptica, que no es la misma que la que se ha utilizado
anteriormente, el problema es conectar la economía con la vida real, con
la vida social, tal como está sucediendo cotidianamente; una realidad
cotidiana que está sufriendo tensiones muy fuertes que se traducen, usted
lo sabe, en movilizaciones más o menos fuertes. Yo supongo que nadie
partirá de la base de que las movilizaciones son algo frívolo o son
simplemente algaradas sino que en todo caso --y a eso me voy a referir
ahora-- son instrumentos para medir las consecuencias de cualquier
política económica, el impacto que tiene con respecto a la sociedad y a
la situación social. Porque el diseño que ustedes hacen, que por cierto
va paralelo al anuncio de una nueva reforma del mercado laboral, tiene
consecuencias sobre la estructura social, que también van a ser duraderas
y permanentes. Le voy a dar algunos datos que contrastan --tiene que ser
así, lo que pasa es que no siempre se dice, pero desde una óptica de
izquierdas hay que decirlo-- con la bondad, con la consolidación, con la
buena marcha de las cifras macroeconómicas. Ustedes están operando
constantemente sobre ellas, porque indudablemente la convergencia que ha
dibujado Maastricht es nominal y fundamentalmente monetarista, pero ahí
van los datos.

Los salarios han perdido poder adquisitivo en 1994, en 1995 y por
descontado lo van a perder en 1996, y usted, ahora de manera más moderada
que la vez anterior, como corresponde con la política que sintoniza con
los objetivos que se ha marcado, está pidiendo una moderación salarial
muy importante, que va a ser mucho más importante a partir de los
objetivos que usted acaba de señalar, el 2 por ciento en 1998. Por tanto,
la moderación salarial, que usted no se ha atrevido a pedir hoy aquí, es
de gran calado y naturalmente implica un cambio en la propia lógica del
mercado de trabajo, ya muy desregularizado y flexibilizado. Los salarios
han perdido poder adquisitivo, lo están perdiendo ahora y, de forma
paralela, la recuperación del beneficio empresarial ha sido contundente y
empieza a serlo ahora otra vez. Hay una recuperación rápida del beneficio
empresarial y, sin embargo, ustedes sólo hacen referencia a la inflación
que producen los salarios y nunca a la inflación de los beneficios que,
como usted sabe, es superior en su repercusión a la de los salarios.

Tres millones de asalariados consiguen empleos de tan corta duración que
sus ingresos anuales resultan inferiores al salario mínimo
interprofesional de un año. Las mujeres reciben salarios un 30 por ciento
inferiores a los de los hombres y los trabajadores eventuales, salarios
un 44 por ciento inferiores a los de los trabajadores fijos. Como media
en estos últimos años, tan sólo la mitad de los parados inscritos en el
INEM tienen derecho a prestaciones económicas. La tasa de cobertura sigue
descendiendo; por ejemplo, en 1995 descendió 7,5 puntos, y
aproximadamente, señor Rojo Duque, el 70 por ciento de las pensiones se
encuentra por debajo del salario mínimo interprofesional.




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Por tanto, esas cifras macroeconómicas van bien, esa política
macroeconómica va bien, puede ir mejor ajustando todavía más la economía
--eso es lo que usted ha pedido hoy aquí, ha lanzado esos objetivos--,
pero da la impresión de que son cifras macroeconómicas que sólo
concordarían con un país donde hubiera tres millones menos de
trabajadores, parece como si sobraran tres millones de trabajadores en
este país o que esos tres millones de trabajadores no caben en esas
previsiones macroeconómicas, no caben en esa política económica, pero se
hace en interés de España, en interés de la convergencia nominal, en
interés de la Unión Europea.

Paso a la segunda parte de su intervención porque el marco general de los
objetivos y la matriz de fondo de lo que usted ha defendido hoy aquí es,
naturalmente, la Unión Europea, la convergencia que se ha diseñado. Creo
que usted nunca ha ocultado las consecuencias de esta forma de diseñar la
Unión Europea, por ejemplo en conferencias que dio usted en 1989. Yo
tengo aquí una conferencia sobre el Sistema Monetario Europeo, en el
Instituto de España, en mayo de 1989, donde ya anunció lo que significaba
la convergencia que se estaba diseñando. Habló de la pérdida de
soberanía, de que la política monetaria no iba a aceptar modulaciones
regionales y de que, en ese sentido, habría un sistema centralizado que
establecería una política de cambio bastante fija. Ultimamente, se viene
hablando de los estabilizadores automáticos de cambios, que confirman
todo lo que usted ya dijo en 1989, si usted quiere con ciertas
matizaciones respecto a esas funciones que ha asignado a las políticas
regionales con respecto a algunas modulaciones en la intervención de hoy.

Efectivamente, cuando esos problemas regionales aparezcan --usted lo dijo
en 1989--, por ejemplo cuando una región de la Unión pierda
competitividad por razones internas o externas, el Estado del país
correspondiente no contará con una política monetaria propia ni con la
posibilidad de recurrir a ajustes del tipo de cambio ni con sus
posibilidades de actuación a través de la política fiscal nacional, que
será también limitada. Añadió que los ajustes en términos de desempleo
pueden ser, por tanto, costosos y largos.

Precisamente ahora estamos en el momento que usted anunció en la
conferencia que acabo de citar, en mayo de 1989. Se acaban de aprobar los
límites generales, las reglas de juego generales del pacto de
estabilidad, se acaba de entregar una gran soberanía en el tema de las
políticas presupuestarias, consecuentemente una gran soberanía en el
funcionamiento interno y cotidiano de los parlamentos nacionales, y
aparece una política presupuestaria tremendamente ajustada, que tiene que
requerir este ajuste permanente que va a ser duradero incluso a partir de
1999.

A partir de ahí, se produce el problema de una política de cambio, que se
nos anuncia durísima. En esta política, el cambio que se le asigne a
España va a ser muy fosilizado y está ahora en juego qué tipo de cambio
se va a asignar a la peseta. Yo creo que el otro día The Economist
empezaba la batalla de lo que va a ser el resultado final de esta
política cambiaria como meta fundamental de todos los objetivos a medio
plazo que usted acaba de señalar hoy, en el sentido de que posiblemente
no cumplamos los criterios formales de convergencia --hablaba de algunos
de ellos al paso--, pero que por razones políticas se aceptará nuestra
inclusión en el grupo de cabeza de los países que entren en la Unión
Monetaria a partir del 1 de enero de 1999. ¿Eso va a suponer, señor Rojo,
un tipo de cambio especial, no neutral, para la peseta? ¿Va a suponer eso
o qué va a suponer exactamente? Porque en este tema es cuando sí nos
jugamos de verdad la competitividad y todo tipo de cuestiones que usted
ha citado aquí como fundamentales a la hora de hablar del crecimiento
económico, tales como las exportaciones o la inversión productiva.

Incluso ha hablado muy tímidamente de la posible recuperación del
consumo. Ha dicho que en este marco se puede prever quizá --los términos
que ha utilizado han sido bastante suaves-- una recuperación del consumo
privado.

En todo caso, señor Rojo Duque, yo creo que las consecuencias de lo que
usted ha anunciado aquí, cambiando o ajustando objetivos,
fundamentalmente de inflación a lo largo de 1998, suponen un sacrificio
muy serio en los salarios públicos, un sacrificio muy serio en los
salarios de los trabajadores de la empresa privada y un sacrificio muy
serio también en la calidad del empleo y en el empleo mismo. De hecho
--le repito--, sincrónicamente, se viene hablando de la necesidad de
regular de nuevo el mercado de trabajo.

¿Cuál es el objetivo que se nos plantea de cara a que la sociedad se
sienta cohesionada e ilusionada? Porque ustedes han manifestado --no
tanto usted hoy aquí, como bien ha dicho el portavoz del Grupo
Socialista, cuanto otros portavoces del Gobierno-- un gran impulso, una
gran alegría en función de los últimos indicadores macroeconómicos. Pero
yo le repito, en el hiato que hay entre el discurso de las cifras
macroeconómicas y la vida real, que esa alegría no está llegando, no se
traduce sino en movilizaciones, en una convergencia de planteamientos
hostiles a la política económica. Consecuentemente, el marco ideal que
usted pone sobre la mesa, y que se sigue poniendo desde hace un tiempo a
esta parte, Maastricht no está llegando, de ninguna manera está llegando.

En relación a ese objetivo de una política cambiaria estable, usted no ha
hablado de qué tipo de cambio va a obtener la peseta y qué condiciones se
han aprobado en el pacto de estabilidad, a través de los estabilizadores
automáticos del cambio. Eso no va a ilusionar a este país cuando se
traduzca en situaciones sociales, económicas y de empleo mucho más
precarias.

Usted sabe, como yo --voy terminando, señor Presidente--, que Maastricht,
en sus objetivos fundamentales e incluso en sus propios contenidos, no
está llegando, no está siendo aceptado por la gente y todas las últimas
encuestas así lo manifiestan. El 50 por ciento no quiere este tipo de
entrada en la Unión Europea y el otro 50 por ciento sí quiere, pero no
sabe por qué. En la última encuesta del Centro de Investigaciones
Sociológicas se decía que el 59 por ciento aceptaría la entrada en la
convergencia europea tal como se ha diseñado, siempre que no suponga
costes económicos altos y fuertes. Por eso yo le digo que lo que usted
acaba de anunciar hoy aquí supone un coste en la política económica
laboral, en la política económica diaria,



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incluso con respecto a todos los parámetros de la vida social, un ajuste
muy fuerte, muy duro. El otro día, un tratadista, a la hora de referirse
a la separación que se produce entre las cifras macroeconómicas y la vida
real hablaba --perdóneme usted el término-- de la pornoeconomía, del
pornoeconomicismo. Porque, mientras las cifras macroeconómicas se
estabilizan, avanzan de cara a los objetivos de convergencia, la
situación de ajuste respecto al futuro productivo de nuestro país
--industrial, agrario, etcétera-- disminuye, pierde posibilidades, pierde
gas. Por lo tanto, nos estamos abocando a un futuro que no tiene las
coordenadas claras y que hoy aquí sufre, a nuestro juicio, un ajuste
mucho más duro.

Señor Gobernador, entendemos que los objetivos que se marcan --termino,
señor Presidente-- no son socialmente entendidos, mucho menos
comprendidos, no son objetivos asumidos y si ahora se van ajustando
todavía más, si ahora se avanza en los objetivos que se marcan
--fundamentalmente, hoy aquí, el de inflación--, los ajustes consecuentes
van a ser mucho menos compartidos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), tiene la palabra el señor Homs.




El señor HOMS I FERRET: Muchas gracias, señor Gobernador, por su
información. Mi grupo parlamentario valora positivamente su informe, y lo
hacemos así porque en él se ha constatado la buena evolución que está
teniendo la economía en los últimos meses y porque nos ha transmitido un
mensaje también positivo sobre las perspectivas que van a seguir los
próximos meses, a lo largo del año 1997. No obstante, su exposición ha
sido comedida, prudente --como siempre--, rigurosa pero positiva. Yo creo
que, de ese primer informe que nos trae usted antes del año 1997, hay que
extraer la consecuencia de que se constata ya, de una forma estable, que
la inflación se está reduciendo, que el déficit público se está
reduciendo, que con ello que se está pudiendo operar en el mercado
monetario y que el tipo de intervención del Banco de España se ha situado
ya en el 6,25, lo que es muy buena noticia. Según su intervención, todo
apunta a que esta evolución continuará en los próximos meses y, por lo
tanto, las perspectivas son positivas. En consecuencia, mi grupo constata
y valora positivamente su informe, y lo comparte.

Usted nos ha expuesto los objetivos de la política monetaria para el año
1997. Compartimos los elementos de su exposición, que diseñan las
principales características de la política monetaria a desarrollar para
el año 97, en su rigor y en su prudencia, lo compartimos. En ese sentido,
quisiera transmitirle lo que yo creo que corresponde transmitirle a un
Gobernador del Banco de España cuando comparece en el Congreso de los
Diputados. Mi grupo parlamentario tiene unos compromisos políticos, y es
bueno que en estas sesiones de comparecencia lo ratifiquemos ante usted
para que tome nota de ellos. Mi grupo parlamentario está comprometido
definitivamente a incorporar la economía española a la Unión Económica y
Monetaria en 1999. Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para
garantizar este objetivo. Políticamente, mi grupo político va a tomar
todas aquellas medidas, en materia económica, necesarias para que este
objetivo sea una realidad y que a mediados de 1998 estemos en condiciones
de evaluar los cuatro requisitos previos para incorporarnos, a primeros
de 1999, a la Unión Económica y Monetaria, de forma satisfactoria. No
tenga usted ni un resquicio de duda respecto a que, por nuestra parte, no
vayamos a ser contundentes en conducir la política económica para
garantizar este objetivo. Vamos a actuar en la reducción del déficit
público a lo largo de 1997, vamos a ser rigurosos en cumplir los
presupuestos que están a punto de ver terminada su tramitación en esta
Cámara, vamos a afrontar las reformas estructurales necesarias para que
el déficit público estructural pueda ir eliminándose y, en consecuencia,
vamos a garantizar la estabilidad de precios que, desde nuestra óptica de
influir en la política económica, podemos desarrollar a lo largo de los
próximos meses.

Señor Gobernador, quiero también ratificarme, en nombre de mi grupo, en
nuestro propósito, a lo largo de los próximos meses, de adoptar, junto
con el Gobierno y con el Partido Popular, las medidas necesarias para
poder continuar garantizando un proceso descendiente de la inflación y de
los tipos de interés. Bien es cierto que no depende de nosotros
estrictamente, pero sí depende de nosotros tomar las decisiones
necesarias para dar la garantía y el marco de estabilidad necesarios para
que el mercado pueda operar en esa dirección y el Banco de España, si
procede, pueda también intervenir en el proceso de reducción de los tipos
de interés.

El anuncio de una inflación en torno al 2,5 para 1997 y el del 2 por
ciento para 1998 son premisas importantes que ya prejuzgan una tendencia
de la orientación de la inflación en los próximos meses, que nos permite
transmitirle que valoramos positivamente esta expectativa y que vamos a
tomar todas aquellas decisiones que nos permitan, junto con esta
expectativa de reducción de la inflación, garantizar la progresiva
reducción de los tipos de interés en los próximos meses.

Por eso, si en las primeras semanas de 1997 se produce una ratificación
de que el interanual de la inflación del año 1996 se reduce y se cumplen
los objetivos, y es más, si vamos más allá de los objetivos previstos y
la inflación está por debajo de la previsión inicial, nuestro grupo cree
que ya en las primeras semanas de 1997 debería hacerse un esfuerzo por
continuar reduciendo los tipos de interés, en la medida, repito, en que
se vaya constatando la progresiva reducción de la inflación.

En ese sentido estamos con el Gobernador y con el Banco de España en las
valoraciones prudentes, no excesivamente optimistas, pero, a la vez que
prudentes, reales en el sentido de que, a la vez que se constate la
continuada reducción de la inflación, se adopten también, si el mercado
lo permite, las continuadas reducciones del tipo de interés.

En tercer lugar, quiero transmitirle que por parte de mi grupo político
vamos a continuar garantizando este crecimiento moderado de nuestra
economía. Optamos por garantizar moderadamente el crecimiento, pero este
crecimiento moderado debe ser establemente sostenido en el



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tiempo y basado en el incremento de la inversión y de las exportaciones.

Para ello la economía debe ser competitiva, y para que la economía sea
competitiva se han de adoptar decisiones y medidas en ámbitos de
naturaleza fiscal, laboral, estructural y energética que permitan un
desarrollo competitivo de la economía para que puedan crecer la inversión
y la exportación. Este es nuestro compromiso. No hay que dejar de
insistir en la conveniencia de que la economía crezca de forma moderada,
pero sobre la base de un crecimiento real de la inversión y de una mayor
internacionalización de la economía.

En cuarto lugar, quiero adherirme a su recomendación, que es cautelosa,
pero muy prudente y real, en el sentido de orientar la política de rentas
en el año 1997: Que los salarios evolucionen coherentemente con la
evolución de los precios es una muy prudente, lógica y razonable
recomendación del Banco de España.

Creo que este mensaje de evolución coherente con la reducción de la
inflación de los salarios en España va a garantizar una seguridad de
mantenimiento o recuperación del poder adquisitivo de las rentas
salariales. Cuando la inflación baja, señorías, y lo he dicho en varias
ocasiones, cuando la inflación se reduce a los límites en los que estamos
ya en estos momentos y cuando consecuentemente bajan los tipos de
interés, es cuando más recuperan poder adquisitivo las rentas salariales
más modestas.

Por tanto, mi grupo está por una mayor recuperación del poder adquisitivo
de las rentas salariales. Por ello defendemos inflaciones y tipos de
interés bajo, porque con un tipo de interés y una inflación baja es
cuando las rentas salariales más recuperan su capacidad de mejorar su
poder adquisitivo.

En quinto lugar, quiero, señor Gobernador, transmitirle también la
voluntad de nuestro grupo de continuar impulsando, junto con el Grupo
Popular y el Gobierno, las reformas estructurales en nuestro país y
también las reformas estructurales en el ámbito de las Administraciones
públicas, en el ámbito de los sectores económicos punta, en el ámbito de
las infraestructuras y en los ámbitos laborales.

En estas cinco direcciones defino la posición de mi grupo parlamentario,
valorando positivamente el informe que usted ha hecho, señor Gobernador,
y diciéndole que vamos a continuar, a lo largo de 1997, trabajando e
incidiendo en la orientación que está teniendo en estos momentos la
economía, que es buena, que nos da unas buenas perspectivas para poder
presentar al país un balance a corto plazo de reducción del principal
objetivo que nos proponemos, que es el de presentar una reducción real de
la cifra de paro en España.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco (PNV), tiene la
palabra el señor Zabalía.




El señor ZABALIA LEZAMIZ: También quiero agradecer la presencia del señor
Gobernador del Banco de España y las respectivas aclaraciones a su
informe que, como siempre, es riguroso, y yo creo que ajustado y
prudente.

Yo no quisiera medir el éxito o fracaso de la política monetaria por el
grado de cumplimiento del objetivo principal del Banco de España, que es
el control de la inflación, porque todos sabemos que la evolución de esta
magnitud y de otras magnitudes macroeconómicas no sólo dependen de la
política monetaria, sino también de la marcha de la economía en general,
tanto de la marcha interior, como exterior.

En cualquier caso, desde nuestro grupo parlamentario estamos
prudentemente satisfechos con la situación actual. Digo prudentemente
porque es indudable que hoy, y de acuerdo con los datos que tenemos,
tendríamos que estar muy satisfechos; pero esa satisfacción queda marcada
por la prudencia y por las expectativas que en el futuro se pueda dar a
esa tendencia de los datos macroeconómicos.

Desde luego, el buen comportamiento de la tasa de inflación en noviembre
es para estar muy optimistas por el cero por ciento de incremento, que
sitúa la tasa de los once meses en el 2,9 y la interanual en el 3,2, lo
que hace ser optimistas en el grado de cumplimiento de las previsiones
del Gobierno para el año 1996, que se cifra en el 3,5 por ciento. Creo
que hemos roto una barrera que hasta ahora era difícil de romper, como
era la del 4 por ciento de inflación. Con la consideración, además, de
que la evolución de la inflación ha propiciado el hecho de que la
inflación subyacente se ha reducido en 0,1 décimas, lo que, a mi modo de
ver, da una mayor estabilidad al previsible comportamiento futuro del
índice de precios al consumo. Esto nos permite, en principio, ser
optimistas con respecto al cumplimiento de las previsiones de inflación
para el año 1997, que se cifran en el 2,5 y, por tanto, para el
cumplimiento de uno de los requisitos para el acceso a la Unión
Monetaria.

Entre otras consecuencias positivas de este hecho figura, como lo estamos
apreciando, la posibilidad de abaratamiento del dinero, como así ha
ocurrido, dado que el Banco de España redujo inmediatamente el precio del
dinero, fijándolo en el 6,25 por ciento en la subasta decenal. En este
aspecto tenemos que reconocer que el Banco de España está tomando las
medidas necesarias y oportunas en las bajadas de los tipos de interés,
también en el momento que debe de hacerse. Desde nuestro grupo
parlamentario, en ningún momento, nos hemos dirigido, ni pública ni
privadamente, al Banco de España para presionar sobre la toma de
decisiones con respecto al abaratamiento del dinero, porque, desde
nuestro punto de vista, lo estaba haciendo de una forma correcta y
puntual.

Por tanto, en este aspecto hay que decir que el Banco de España está
cumpliendo con las expectativas que nuestro grupo parlamentario
estableció en su momento y nos ratifica en la confianza que dimos, y
estamos dando siempre, a la política del Banco de España.

Además, en esta ocasión también hay que tener en cuenta que la gran banca
ha reaccionado, quizá con más rapidez que la vez anterior, y ha bajado
también los tipos preferenciales, con lo cual se está trasladando a la
economía doméstica los beneficios de esta reducción. Creo que es
importante ver que otros agentes se están implicando también, de una
forma importante, en la marcha de la economía. Esto se ha producido en un
momento que es especialmente importante y hay que tenerlo en cuenta,
después de la firma del pacto de estabilidad. Me imagino que el



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que al final se haya podido lograr este pacto de estabilidad también ha
debido de influir positivamente en la decisión del Banco de España para
adelantar la bajada del precio del dinero en esta semana sin esperar a la
subasta decenal del día 24.

Ante las expectativas que produce esta situación, creo que cada vez somos
más los que estamos convencidos de que el Estado español será admitido en
la primera fase de la Unión Monetaria. Creo que también los mercados así
lo están percibiendo y son de la misma opinión, y no hay más que ver las
reacciones al alza que están teniendo. Sin embargo, y a pesar de estas
expectativas, o precisamente por ellas, no debemos relajarnos ni bajar la
guardia, porque los retos que tenemos todavía son muy grandes y creo que
el camino a recorrer también; de ahí la prudencia a que me refería antes
al analizar la situación económica. Hay que continuar, desde nuestro
punto de vista, e intensificar las reformas estructurales, involucrando
en las mismas a los agentes sociales y a las fuerzas políticas.

Como era lógico, y éste es el objeto del pacto de estabilidad, era
necesario preparar la economía no sólo para alcanzar los requisitos de
convergencia --y aquí está el quid de la cuestión--, sino para mantener
en el futuro los parámetros que nos permitan mantenernos dentro del
sistema monetario, es decir, que la Unión Monetaria no es la meta sino,
por el símil ciclista, una meta. La estabilidad vendrá como consecuencia
de un rigor estricto de las cuentas públicas y la consolidación
presupuestaria. La estabilidad vendrá como consecuencia de una política
económica que procure el mantenimiento de la inflación con tendencia a la
estabilidad entre el 1 y el 2 por ciento, que es donde van a estar los
países de la primera línea de la Unión Monetaria, y que además van a ser
y son nuestros competidores naturales. Por eso digo que no podemos bajar
la guardia y es necesario seguir profundizando en las reformas
estructurales de la economía. Es necesario intensificar la liberalización
de los sectores productivos y de servicios. Es necesario continuar con
las reformas del mercado laboral. En este aspecto me quiero detener,
porque del informe del Banco de España y de las declaraciones que
habitualmente aparecen desde el Banco de España, se desprenden dos
cuestiones muy importantes: Una, que es imprescindible, como dice el
informe, es que los salarios evolucionen de forma coherente con la
desaceleración prevista de la inflación y, otra, es que también ha hecho
referencia al riesgo en un aumento fuerte y sostenido de los precios de
la energía.

Aquí hay dos aspectos que el Banco de España reiteradamente está
señalando: el peligro del aumento de los salarios por encima de lo que
puede ser coherente con la desaceleración de la inflación y lo que puede
ser la evolución de los precios energéticos. Aquí tenemos dos aspectos
que a nosotros nos inciden de una forma considerable. Por una parte, los
salarios, que están dentro de lo que tiene que ser en el futuro el
sistema de negociaciones colectivas. Indudablemente, esto es una parte de
un sistema laboral en el que, al margen de las medidas que el Gobierno
tome y debe tomar, está también el hecho de que si no se involucra en
esta reforma laboral a los agentes sociales, difícilmente se podrán
alcanzar las cotas de reforma necesarias, y un ejemplo lo tenemos en el
pacto reciente entre Gobierno y sindicatos con respecto a la reforma de
la Seguridad Social. Estos sistemas de negociación de reformas son sin
duda prudentes y quizá sea la forma de realizarlo de una manera
sostenida, pero no podemos quedarnos ahí, porque desde nuestro punto de
vista no son suficientes y hay que profundizar mucho más en ello. Ya
veremos cuál es el camino a seguir, pero desde luego si no se involucran
los agentes sociales en esta reforma laboral, difícilmente se podrán
conseguir en profundidad las cotas necesarias para dar esa estabilidad a
uno de los aspectos o componentes más importantes que tiene en este caso
el peligro futuro de la inflación, como son los costos laborales. De
hecho, también en este sentido hemos oído hace poco las declaraciones del
director general del Banco de España, que decía, después de estudiar las
cuentas de las empresas a través de la central de balances del Banco de
España, que el crecimiento de los gastos de personal amenaza el beneficio
empresarial. Por tanto, y sin ánimo de que nadie en este aspecto tenga
que hacer demagogia, éste es un hecho que está ahí y que tendremos que
abordar, indudablemente, siempre con el objetivo de que sea lo menos
perjudicial posible para los menos beneficiados. La reforma del mercado
laboral está ahí, yo creo que el Gobierno en estos momentos es consciente
de ello y supongo que está tomando las medidas necesarias. Por otra
parte, la liberalización de la economía, uno de cuyos aspectos
importantes encaja en lo que antes también estaba denunciando el informe
del Banco de España, ya que el aumento fuerte y sostenido de los precios
de la energía puede ser un problema de futuro. Ahí indudablemente influye
tanto lo que es la energía procedente del petróleo, como también la
evolución de los precios de la energía del sector eléctrico, y con ello
nos presentamos ante el protocolo eléctrico, firmado en días pasados por
el Gobierno. En este aspecto, tenemos nuestras dudas de que este
protocolo eléctrico consiga que verdaderamente sea posible el hecho de
que los precios de la energía vayan a los límites que desde luego
necesita la reducción de los costos energéticos de las empresas. Por
tanto, aquí quedan todavía incertidumbres que son las que a nosotros nos
hacen ser prudentemente optimistas en este momento. Al margen de todo
esto, quedan todavía muchas cosas por hacer, como la reforma del sistema
tributario. Creemos que la presión fiscal de las rentas directas es
todavía muy alta. Queda todavía por hacer la reforma de la Administración
Pública. Queda todavía por consolidar las cuentas públicas y el
presupuesto. En estos momentos estamos en vías de aprobar un presupuesto,
yo siempre he dicho que lo que al final me preocupa del presupuesto es no
tanto su aprobación al 1 de enero como su cumplimiento al 31 de
diciembre, y aquí verdaderamente tendremos que hacer un esfuerzo por
evitar las desviaciones que permanentemente han existido en los
presupuestos.

En definitiva, queda mucho por hacer y restan muchas incertidumbres,
tantas como las que ha manifestado en un informe hace unos días el Banco
Bilbao-Vizcaya, en donde expresaba su opinión sobre el hecho de que la
entrada en el euro puede propiciar o puede hacer necesarias mayores
fusiones bancarias. Yo no sé si en este aspecto el Banco de



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España comparte esta opinión, pero indudablemente éste es un hecho que
también tiene importancia y sobre el que yo aquí, ahora, en este momento,
reclamaría del resto de los grupos parlamentarios que aceleremos la
puesta en marcha de la subcomisión que se ha creado en el Parlamento para
el estudio del impacto de la entrada en la Unión Monetaria. Creo que en
estos momentos es necesario ir despejando estas dudas que,
indudablemente, tenemos todos y que son necesarias si queremos seguir
manteniendo esta buena trayectoria de la economía. Si queremos alcanzar
los niveles de los países más adelantados en Europa tanto en riqueza como
en bienestar y, en definitiva, si queremos crear empleo, porque al final
es por lo que tenemos que optar, desde luego tenemos que realizar un gran
esfuerzo y continuado, un esfuerzo en el que tenemos que ser conscientes
de que para el futuro esta forma de actuación tiene que ser permanente.

La situación que se nos presenta desde luego es propicia. Yo creo que es
el momento oportuno para poder hacer todas estas reformas y cambios y
tenemos que aprovecharlo. En este sentido creo que el Banco de España
hace bien --y yo le animo a que siga haciéndolo-- el papel no sólo de
controlar la inflación, sino también de dar pautas o criterios, de hacer
comentarios sobre la política económica y monetaria, de dar incluso más
que opiniones. Porque indudablemente desde su atalaya y desde su óptica
son un instrumento muy válido para el Gobierno, son un instrumento muy
válido para la economía en general los pronunciamientos y los criterios
del Banco de España. En este sentido le animo a que siga por este camino,
con la independencia que tiene además el Banco de España, dentro de las
posibilidades que tiene de hacerlo, a que siga dando las opiniones que
crea necesarias para continuar en la buena línea que parece que en estos
momentos se está marcando.

Yo no quiero hacer un análisis sobre por qué se está produciendo esta
situación de la economía. Indudablemente son muchas las variables que
influyen, tanto políticas hechas en etapas anteriores como las que se
están haciendo en estos momentos, e indudablemente también está
influyendo la marcha de la economía en general. Pero la situación es ésta
y yo creo que es en lo que nos tenemos que centrar: en la situación
actual y en las medidas que habrá que tomar para que en el futuro esto
sea una trayectoria ya permanente y no esporádica. Desde mi punto de
vista creo que ése es el análisis que podemos hacer sobre la situación y
las previsiones de política monetaria para el año 1997.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular tiene la palabra el señor
Aguirre.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Bienvenido, señor Gobernador, a esta
Comisión. Sin ningún género de dudas este portavoz y sus compañeros se
suman al turno de agradecimientos que otros grupos han realizado por la
actitud que guarda usted ante esta Comisión en cuanto al tono que utiliza
y en cuanto al rigor que practica en sus informes. Y éste no es un
agradecimiento para cumplir con una formalidad, sino un reconocimiento de
esa actitud.

Entrando en materia, tendría que mostrar mi satisfacción y también
mostrar una lamentación. Mi satisfacción porque los indicadores de IPC,
los tipos de interés están evolucionando favorablemente; y la lamentación
tiene que ser, sin ningún género de dudas, porque los beneficios que se
podrían derivar de la bajada de tipos de interés no están llegando a
todos los receptores de los mismos o a todos los potenciales receptores
de los mismos de la manera tan inmediata que debería de producirse. Pero
también tengo que decir que en el inicio de esta intervención este grupo
no va a pedir ni disculpas ni perdón porque algunos datos vayan bien. Va
a mostrar desde luego su satisfacción, una satisfacción que está alejada
de cualquier complacencia y una satisfacción que está alejada de
cualquier conformismo, pero, sin ningún género de dudas, hay datos en la
economía que son altamente positivos y hay datos en la economía que son
muy buenos.

Pero al lado de la satisfacción, señor Gobernador, mi grupo tiene que
felicitar al Banco de España por el acierto de su política monetaria y
por lo adecuado de sus previsiones si podemos y hacemos el ejercicio de
comparar cuál fue su intervención a finales de 1995 y cuál es hoy el
resultado en 1996. Esa comparación nos lleva a decir sin ninguna
exageración que la política monetaria ha cumplido su función y por esa
razón mi grupo expresa la felicitación.

Sin ningún género de dudas, el hecho de que durante 1996 hayan
desaparecido la mayoría de los signos de inestabilidad política que
conmocionaban la vida política española en tiempos pasados ha contribuido
a que la política monetaria haya cumplido su función y, sin ningún género
de dudas, la desaparición de esta inestabilidad se ha transformado en la
aparición y garantía de una estabilidad política que ampara una buena
marcha de la economía. Al lado de esta desaparición de inestabilidades
políticas en nuestra nación, hay que tener presente la evolución y el
clima de las economías de los países de nuestro entorno. Pero es
importante el dato --y con esto salgo al paso de alguna afirmación que no
me parece muy acorde con la realidad-- que nos está transmitiendo el
comportamiento del diferencial de tipos de interés a largo plazo.

Yo no sé qué pensarán SS. SS., pero por lo menos este portavoz considera
que el hecho de que al inicio del año este diferencial estuviera situado
en 360 puntos básicos y al cerrar el año estemos en el entorno de los 110
puntos básicos en una evolución francamente favorable y, como SS. SS.

conocen, éste es el auténtico indicador de confianza de los mercados en
la economía española. No sé por qué alguien se puede atrever a expresar y
a utilizar el término desconfianza cuando este indicador ha tenido una
evolución en este año, que también debe de producir una satisfacción
controlada, pero, sin ningún género de dudas, es un indicador de la
confianza de los mercados en nuestra economía.

Decía que la política monetaria ha cumplido fielmente con las previsiones
y ha cumplido con la función que tiene encomendada. Esto nos lleva a
plantearnos en voz alta que cumplida la función por parte de la autoridad
monetaria, ahora correspondería a otros agentes y al Gobierno cumplir
otras políticas económicas que socorrieran, auxiliaran



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el buen comportamiento de esa política monetaria. Estoy pensando
clarísimamente en que ahora le toca al Gobierno elaborar, como ya lo ha
hecho, unos presupuestos acordes con la situación y con las exigencias de
nuestras aspiraciones en la Unión Económica y Monetaria, pero lo que es
más importante, ahora le toca al Gobierno realizar una ejecución de ese
presupuesto ajustado, que no sea una ejecución permisiva y
permanentemente protagonizada por las desviaciones. Por lo tanto, también
le toca al Gobierno, además del cumplimiento ortodoxo de esa ejecución
presupuestaria, abordar el conjunto de reformas estructurales que doten a
la economía española de la competitividad necesaria para hacer frente
precisamente a esta aspiración que compartimos yo creo que la práctica
totalidad --no sé si algún grupo no-- de los grupos parlamentarios de
encontrarnos en el furgón de cabecera de la Unión Económica y Monetaria.

No cabe ningún género de dudas que no sólo al Gobierno le toca hacer
políticas económicas que vengan en auxilio y como complemento de la
política monetaria, sino que también los agentes tienen que participar de
este compromiso de escoltar a la política monetaria. Estoy pensando
clarísimamente en el compromiso que los agentes tienen en todo lo
relativo a la formación de precios, en todo lo relativo a la formación de
rentas salariales y, por qué no decirlo, en un capítulo importante que
parece que se descubre inclusive en el propio informe que nos ha
facilitado el Gobernador --hace mucho hincapié en varios de los párrafos
como una de las posibles tensiones más importantes--, como es el
comportamiento de los precios energéticos.

En este sentido quiero recordar --porque ha habido en un momento
determinado también alguna referencia-- que en los últimos años por mucho
que busco no encuentro cifras que nos construyan una serie histórica
descendente en los precios energéticos. Vamos a ver si el compromiso de
mi Gobierno logra quebrar lo que en su día ha sido una serie histórica
siempre del crecimiento de los precios energéticos. Por lo tanto, es
bueno estar también ahí, prudentes, en cuáles son los riesgos, qué
subyacen en el cumplimiento de las aspiraciones en materia de inflación.

No podemos por menos, señor Gobernador, que compartir cuáles han sido los
riesgos que anuncia en su intervención y los que contiene el informe, que
están, de alguna manera, en relación directa con los aquí anunciados
sobre el grado de cumplimiento de la ejecución presupuestaria, sobre las
necesarias reformas estructurales, sobre el compromiso de los agentes en
formación de precios y de rentas salariales y sobre el comportamiento de
los precios energéticos. Pero también estamos de acuerdo en que el propio
informe en su último párrafo llega a calificar de que éste es un informe
continuista. Tiene que ser continuista porque si la función ha sido bien
cumplida con las políticas en años anteriores relativas a la materia de
inflación y a la política monetaria, ¿por qué vamos a cambiar? No es
necesario cambiar y tiene que ser necesariamente continuistas.

Estamos también de acuerdo en la coincidencia que nos parece haber
detectado entre la valoración y los objetivos de crecimiento económico
que ha hecho el señor Gobernador, pero estamos todavía mucho más de
acuerdo en la exposición expresa que ha hecho respecto al patrón de
crecimiento que se avecina para el año 1997. No podemos por más que
satisfacernos de que sigamos con objetivos ambiciosos en materia de
inflación. En este punto de los objetivos tenemos que hacer una especial
referencia a la movilidad que tiene el criterio de inflación dentro del
Tratado de Maastricht, y probablemente en fechas posteriores se deberá
comenzar a pensar con cierta prudencia sobre si esa movilidad no tiene
también dos elementos que de alguna manera la tensionan y podrían
endurecerla innecesariamente, que sería aquello de qué países se toman
como referencia para fijar el criterio de inflación y qué países cumplen
realmente con una composición del cálculo de la inflación con criterios
normalizados. Pero eso probablemente será un debate que vendrá más
adelante.

Para ir terminando, señor Presidente, este grupo tiene que constatar que
las previsiones de crecimiento para este año van a cumplirse en torno a
la revisión que se vio obligado a hacer el Gobierno. Como saben SS. SS.,
las previsiones para 1996, con un presupuesto prorrogado del anterior
Gobierno, eran previsiones bastante más optimistas. Si no recuerdo mal,
en aquella ocasión el anterior Gobierno situó el umbral del crecimiento
para 1996 aproximadamente en el 2,8. Es cierto que, tomadas las riendas
del Gobierno por parte del Partido Popular, una de las primeras
declaraciones que se hizo fue revisar el umbral de crecimiento económico
para 1996. Nosotros creemos que aquella revisión está francamente atinada
y que al cierre de este año será más cercano el crecimiento a la revisión
hecha por el Gobierno del Partido Popular que a aquella previsión
optimista realizada por el Gobierno anterior.

Igualmente, consideramos que las cifras de déficit, el objetivo en
términos de contabilidad nacional para 1996, van a cerrar dentro de lo
previsto, fundamentalmente porque estamos observando que no se produce
una caída de los ingresos sino que se está produciendo una aceleración de
las devoluciones, y considero que a finales de 1996 se va a producir el
cumplimiento de ese objetivo. No obstante, existen algunas tensiones, sin
ningún género de dudas, en la relación entre ingresos y pagos pero que
están resididas fundamentalmente en que el Gobierno está atendiendo los
desfases presupuestarios a los que ha tenido que hacer frente
provinientes del ejercicio de 1995, y aceptado de esta manera por la
propia Comisión Europea.

En definitiva, señor Gobernador, señor Presidente, mi grupo coincide
prácticamente al cien por cien con el informe que hoy aquí nos ha
expresado porque coincidimos en los objetivos que ha planteado,
coincidimos en los criterios que le mueven a plantear esos objetivos y
coincidimos también en las cautelas. Los buenos datos que se pueden estar
produciendo en la economía --no así en el elemento más lacerante de
nuestra economía, que es la evolución del paro, pero en otros indicadores
sí se está produciendo unos buenos datos-- nos llevan, como digo, a
expresar nuevamente nuestra satisfacción alejada de cualquier tentación a
la complacencia y de cualquier tentación al conformismo, sabiendo que hay
mucha tarea por delante que cumplir si queremos estar en las condiciones
óptimas,



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como así deseamos y aspiramos todos los grupos, para la entrada en la
Unión Económica y Monetaria.




El señor PRESIDENTE. Tiene la palabra el señor Gobernador del Banco de
España, para contestar las aclaraciones que han sido recabadas por
diferentes grupos parlamentarios.




El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (Rojo Duque): Quiero agradecer a
SS. SS. sus amables palabras y también sus críticas, cuando las ha
habido.

Voy a tratar de responder a todas las observaciones que se me han hecho,
procurando agruparlas puesto que algunas de ellas son muy coincidentes.

En primer lugar, voy a referirme al tema central de los precios y de las
expectativas de precios. A muy corto plazo, ¿qué es lo que tenemos por
delante? Tenemos por delante un mes de diciembre, en el que vamos a tener
los efectos de las alzas de precio de algunos tabacos, y, por otra parte,
la subida reciente del precio de la gasolina, con un desfase respecto a
la evolución de los mercados internacionales. No me atrevo a decir qué es
lo que va a suceder, si se va a repetir la cifra del mes de noviembre en
el mes de diciembre, si, por el contrario, vamos a mejorar una décima o
vamos a empeorar una décima, pero por ahí vamos a estar, y, además, tengo
que decir que me parece que esto no es muy importante.

Desde el punto de vista de las expectativas del Banco, sí creemos que en
el próximo trimestre cruzaremos el umbral del 3 por ciento. Creemos que
hay posibilidades razonables de conseguir este objetivo. Yo trato de dar
esta información, mostrando los hechos que son optimistas, favorables,
etcétera, pero tratando también de calmar de algún modo los optimismos
excesivos de los mercados, porque me parece que esos optimismos del
mercado sólo generan a la larga problemas.

He de decir que, como aquí se ha señalado y como yo he indicado también
en mi exposición, a pesar de que hemos conseguido resultados muy
favorables en el tema de la inflación a lo largo del año 1996, es también
cierto que todavía tenemos un problema de distancia respecto del
cumplimiento de los criterios de Maastricht, porque, como recordarán
ustedes, el criterio de Maastricht exige que no haya, tomando un período
de doce meses anterior al examen que lleva a calificar o descalificar los
países para su entrada inicial en la Unión Monetaria, una diferencia
superior a un punto y medio respecto de la inflación promedia de los tres
países con mejor comportamiento de precios en el área de la Unión
Europea.

Lo que ha sucedido en este último año y medio es que, como también se ha
indicado aquí, los precios de algunas de estas economías han bajado
incluso más de lo que sus propias autoridades deseaban. Por consiguiente
creo que estamos en una posición en la cual cabe esperar, y las
autoridades de esos países esperan, que se produzca una cierta reacción
de los precios a lo largo del año próximo.

Todavía no tengo las cifras correspondientes a noviembre porque no están
publicados todos los índices de precios, ni la Comisión de Bruselas, que
es la que se encarga de estos cálculos, ha tenido tiempo de realizarlos
para el mes de noviembre. Pero, refiriéndome a octubre, diré que los tres
países con más baja inflación eran Finlandia, Holanda y Alemania, y que
el promedio de las tasas de inflación de esos países era, en el mes de
octubre, del 1,2 por ciento. Esto quiere decir que en el mes de octubre
el límite superior del cumplimiento estricto del criterio de inflación
era del 2,7 por ciento, mientras que nosotros estábamos un punto por
encima. Probablemente ese punto se ha reducido en una décima en el mes de
noviembre. De modo que seguramente estamos a una distancia del 0,9. Como
digo, nosotros tenemos que conseguir que baje más la inflación y, al
mismo tiempo, hay que confiar en que la media de los países con más baja
inflación tienda a subir un poco a lo largo de 1997. Naturalmente, la
cifra puede parecer modesta, nueve décimas, pero, como es bien sabido, en
este tema de los precios cuanto más se baja más cuesta continuar bajando
y, por consiguiente, absorber ese 0,9 es muy difícil. De todas maneras,
si cumpliéramos nuestros objetivos para el año próximo, sí conseguiríamos
situar la tasa de inflación en promedio de esos 12 meses en torno al 2,8
y estaríamos --confiamos-- dentro de este cumplimiento de los criterios.

Seguramente en el criterio de inflación no se considerarán los 12 meses
correspondientes al año 1997, sino los 12 meses inmediatamente
anteriores, digamos hasta el mes de febrero de 1998, puesto que éste es
un tipo de información estadística del que se dispone con rapidez en
todos los países. Nosotros esperamos que todavía en los primeros meses
del año 1998 seamos capaces de bajar algunas décimas más respecto de la
posición de finales del año.

Estas son nuestras expectativas. Creo que son muy optimistas, pero, por
otra parte, no ocultan los grados de dificultad que tenemos por delante y
espero que, efectivamente, podamos realizar nuestros objetivos y cumplir
el criterio de inflación.

Como a lo largo de mi larga vida de economista he hecho de todo, en un
tiempo participé en la elaboración de la primera contabilidad nacional
que se hizo en España y, por consiguiente, esto me ha llevado, desde muy
joven, a negarme a discutir los problemas de crecimiento en términos de
décimas, porque generalmente hablamos de unas magnitudes que son
inferiores a los márgenes de error y, por tanto, yo no soy capaz de saber
si la economía ha crecido en el tercer trimestre el 2,1, el 2,2 o el 2,3.

Lo importante no es lo que haya pasado en el tercer trimestre, sino cuál
es la tendencia. La tendencia es a un mayor crecimiento, se va hacia un
mayor crecimiento en casi toda Europa, no en toda Europa, en casi toda
Europa. Naturalmente, el centro es Alemania, que es el país que va a
actuar como bomba de impulsión, en su caso, del proceso. Las dificultades
son, como saben ustedes, que las cifras alemanas están variando mucho de
un mes a otro y de un trimestre a otro. Por ejemplo, en el tercer
trimestre dio unas cifras muy buenas; las cifras de octubre fueron menos
buenas y parece que las de noviembre tampoco son demasiado buenas. El
Bundesbank, que suele ser muy pesimista respecto a las cifras de la
propia Alemania, considera, sin embargo, que van a tener



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una tasa de crecimiento relativamente superior al 2 por ciento frente a
un 1,6 aproximadamente este año, que no van a estar lejos del 2,5 por
ciento de crecimiento en el año próximo. Y teniendo en cuenta, como digo,
la prudencia con la que el Bundesbank maneja estas cifras, yo tiendo a
pensar que tienen razones de base para considerar que estos
debilitamientos que acaban de tener en la cartera de pedidos de
exportaciones o en la cartera de pedidos de inversión deben considerarse
pasajeros. Ahora bien, eso va a ser fundamental para el ritmo de
crecimiento que pueda obtener la economía española, puesto que nosotros
tenemos una parte muy importante de nuestro comercio orientada a la
Comunidad y, por consiguiente, esto nos va a afectar, además de que el
clima general de crecimiento de inversión en Europa afecta al clima de
expectativas, de optimismo y, por tanto, de inversión en España. Yo creo
que vamos a avanzar considerablemente en tasas de crecimiento dentro de
unos límites relativamente modestos puesto que tasas del 2,8 o del 3 por
ciento son tasas de crecimiento todavía modestas.

Sobre este marco de referencia está montado en este momento lo que es un
gran optimismo en los mercados. En el mundo hay mucha liquidez en este
momento, hay mucho ahorro, bastante líquido, y un encauzamiento
fundamental de ese ahorro a través de vías institucionales con carteras
de activos muy diversificadas a través de los países. Por tanto, estamos
en una situación en la que los mercados reaccionan con fuerza ante
determinadas noticias o cambios en sus previsiones. Evidentemente, ha
habido un cambio en las previsiones respecto a la probabilidad de que la
Unión Monetaria vaya a constituirse en las fechas previstas, y esto, en
general, ha determinado una actitud más favorable de los mercados hacia
los bonos, especialmente hacia los bonos a largo plazo de los países
afectados, excepto de Alemania, ya que cuando esa situación mejora los
bonos alemanes tienden a empeorar un poco.

Por otra parte, parece que, efectivamente, hay una mayor probabilidad de
que los criterios vayan a ser cumplidos por un número relativamente alto
de países. Como saben ustedes, la probabilidad que se viene asignando por
los mercados en los últimos meses a que España esté entre ese grupo de
países que pueden incorporarse a la Unión Monetaria desde un primer
momento se ha elevado notablemente. Yo no creo que los números asignados
a esas probabilidades tengan mucha relevancia, porque es sabido que
también cambian frecuentemente porque, a su vez, están basados en lo que
está pasando en los mercados, que a su vez está basado en esas
expectativas a las que se atribuyen unas probabilidades, etcétera. Saben
ustedes que en las últimas semanas la probabilidad atribuida por algunos
grandes centros de análisis de banca internacional a que España entre en
ese grupo de países está situada entre el sesenta y tantos y el ochenta y
tantos por ciento. Esto está afectando también a los mercados y es algo
que está haciendo bajar los tipos de interés.

Por otra parte, en la medida en la que España está siguiendo una política
económica de estabilidad y hay probabilidades crecientes de que España se
incorpore a la Unión Monetaria, es claro que estamos ante un proceso de
baja gradual de tipos de interés, ciertamente, en la deuda pública y
también de tipos de interés practicados por los bancos.

Por consiguiente, hay una cierta tendencia por parte del público, por
parte de las entidades bancarias, incluso españolas, a cubrirse frente a
ese riesgo de tipos de interés adoptando posiciones en bonos, y esto
también está dando un gran dinamismo a los mercados.

Se han producido bajas verdaderamente espectaculares en nuestros tipos de
interés, especialmente a medio y a largo plazo, y se ha llegado a una
situación en la que una parte de las bajadas razonables está en buena
medida agotada, si uno tiende a pensar lo que puede ser el tipo de
interés de los bonos alemanes de aquí a ocho o diez años, lo que puede
ser la situación de los bonos españoles si entramos en la Unión Monetaria
y lo que pueden ser las tasas de inflación en uno u otro país.

El señor Eguiagaray ha subrayado el hecho aparente de que los tipos de
interés reales españoles sobre bonos a diez años en este momento son más
bajos que los tipos de interés reales correspondientes a Alemania. Esto
de los tipos de interés reales es una cosa muy peculiar, porque
normalmente los calculamos deduciendo del tipo de interés nominal a diez
años la tasa de inflación actual; pero, en realidad, lo que tendríamos
que deducir es la tasa esperada de inflación al plazo correspondiente.

Voy a hacer un ejercicio que sirve para señalar cuáles son los problemas
de ese tipo de cálculos. En este momento la tasa de interés nominal sobre
bonos a diez años alemanes es el 5,80 por ciento. La tasa de inflación
alemana está en el 1,4; seguramente va a ser un poco más alta, supongamos
que en el horizonte razonable que estamos contemplando pueda ser del
orden del 1,5 ó 1,6, y voy a apuntar los cálculos para no equivocarme.

(Risas.) En este caso de Alemania el tipo de interés real sería el 4,2.

El tipo de interés nominal a diez años en España esta mañana era el 7 por
ciento. ¿Qué tipo de inflación le ponemos a España de aquí a ocho o diez
años? ¿El 2 por ciento? El tipo de interés real implícito es el 5 por
ciento, 0,8 puntos superior al alemán. Es decir, que si tenemos en cuenta
cuál es la tasa de inflación esperada, todavía estaríamos con tipos de
interés reales superiores a los alemanes. Por otra parte, en este momento
el tipo de interés alemán a largo plazo está en un mínimo histórico, de
modo que hay que suponer que de aquí a equis años, con Unión Monetaria o
sin ella, pero seguro que con ella, estará un poco más alto de lo que va
a estar ahora. Va a estar por encima del 5,8 por ciento; se habrá
introducido ya en la zona del 6 por ciento.

Por otra parte, se tenderá a producir un alineamiento general de los
tipos de interés, pero así como los tipos de interés a corto se van a
alinear dentro de los países de la Unión Monetaria de un modo total, los
tipos de interés a largo plazo se alinearán mucho, pero durante mucho
tiempo habrá algunos diferenciales, quizá pequeños, supongamos que de
medio punto o del 0,3 entre Alemania y España para la deuda pública. Eso
quiere decir que estamos en una zona en la cual los inversores tienen que
tener en cuenta que ya no tienen mucho margen para que los mercados sigan
en esta fase de evolución tan optimista. Yo



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creo que los mercados van a tender a calmarse poco a poco. Evidentemente,
en los próximos meses cualquier razón de índole exterior, más que de
índole interna, que ponga en cuestión los plazos de la Unión Monetaria,
la aplicación de los criterios, etcétera, puede dar lugar a saltos en las
expectativas y previsiones de los mercados; y ésta es una de las razones
por las cuales el Banco de España tiene que tener mucho cuidado con la
evolución de sus tipos de interés, no los puede bajar demasiado para
mantener siempre un margen de prudencia que no aumente la incertidumbre
potencial de los mercados.

Yo creo que estamos en una situación algo difícil en todo el mundo, pero
las cosas pueden ir bien. ¿Quién puede decir lo que va a pasar con la
bolsa americana en los próximos meses y, por tanto, con las bolsas
europeas? Están a unos niveles considerablemente altos. ¿Pueden persistir
esos niveles? Sí pueden persistir, aunque no creo que les quede mucho
recorrido hacia arriba. Estamos en una situación complicada, muy
sensible, pero yo espero que no tengamos serios disgustos a lo largo del
año 1997 si se mantiene un clima de prudencia.

Sólo puedo felicitarme de que el señor Aguirre, el señor Homs y el señor
Zabalía insistan en su convicción de que hay una tarea importante por
delante, en primer lugar, en el ámbito fiscal. La ejecución del nuevo
presupuesto es absolutamente fundamental. Lo que llamamos las reformas
estructurales, que es otra forma de hablar simplemente de la necesidad de
introducir mayores ámbitos de competencia en la economía española, es
también un problema básico y muy importante para la lucha contra la
inflación. Por supuesto, yo sigo diciendo lo que siempre he dicho:
cumplir los criterios de Maastricht en el mes de marzo o abril es muy
importante, pero lo verdaderamente importante es que el país desarrolle
una política sana que sea coherente con el mantenimiento de un
crecimiento y una creación de empleo estables a largo plazo. Eso es lo
verdaderamente importante. Si, simultáneamente, con el desarrollo de esa
política económica conseguimos ingresar en la Unión Monetaria desde el
primer momento y además crear unas condiciones que hagan normal y
razonable el mantenimiento de España en la Unión Monetaria, lograremos lo
que debe ser --me parece a mí-- el objetivo del país. En ese sentido, yo
creo que la persistencia en las políticas económicas, el alargamiento del
horizonte hacia el futuro para cualesquiera de estas políticas (de
saneamiento fiscal, de reforma estructural, de mantenimiento de políticas
monetarias, de estabilidad de precios) es absolutamente básico, porque
esto es bueno para el país y bueno para que el país entre en la Unión
Monetaria y para que se mantenga sin problemas en la Unión Monetaria.

Esto me lleva a las observaciones que me ha hecho el señor Alcaraz. Yo
agradezco muchísimo al señor Alcaraz que desempolve cuatro conferencias
mías que di en el Instituto de España en el año 1989, que aunque son ya
muy antiguas, reconocerá que tienen un mérito: son una defensa del
ingreso de España en la Unión Monetaria y demuestran que mis ideas han
cambiado poco desde el año 1989. Ha dado la impresión de que yo había
registrado grandes cambios, pero me parece que ese librito es una prueba
de coherencia de mis ideas, no de cambio en mis ideas.

Yo acepto, por supuesto, las posiciones críticas del señor Alcaraz. El
señor Alcaraz no está de acuerdo con la política relacionada con la Unión
Monetaria, Maastricht, etcétera, y, por consiguiente, no estamos de
acuerdo en ese punto. ¡Qué le vamos a hacer! Pero no me gusta tanto que
me diga que yo no conecto con la vida real; no me gusta nada que me diga
que yo opino que sobran tres millones de trabajadores. No. Yo opino que
tengo una visión bastante clara de la vida real de este país y me da
igual cómo se refleje la vida real de este país en términos de tasa de
paro, si con el 22 por ciento, con el 18 por ciento, con el 14 por ciento
o con el 16 por ciento. Tenemos unas tasas de paro altísimas. Por otra
parte, yo no sólo no creo que sobren tres millones de trabajadores. Lo
que yo creo es que estamos obligados a encontrar trabajo a esos tres
millones de trabajadores. Lo que sucede es que, seguramente, usted piensa
de modo distinto a mí respecto a cómo podemos dar trabajo a esos tres
millones de trabajadores, o a ese 45 por ciento de chicos jóvenes que
están parados, o a los que están trabajando en condiciones absolutamente
precarias y a cómo podemos resolver los problemas de nuestro mercado de
trabajo. Lo que yo creo que es imposible, ante la situación de paro de
este país, es pensar que el mercado de trabajo español funciona bien,
porque evidentemente no funciona bien y, por tanto, hay que reformarlo.

Esto me parece claro. No me pida usted que le diga cómo hay que
reformarlo, porque esto no es cuestión del Banco de España, y aunque yo
tengo mis ideas particulares, jamás serán ideas que yo exponga como ideas
del Banco de España, porque el Banco de España no puede ofrecer fórmulas
de solución a problemas que no son de su competencia. A mí me parece que
realmente está claro que el mercado de trabajo español está clamando por
reformas. Son reformas políticamente duras para quienes están en el
Gobierno, para los sindicatos y también para los partidos que no están en
el Gobierno. Son reformas difíciles de aceptar, pero son reformas de las
que depende especialmente el empleo de la juventud, a la que tanto
maltratamos en este país. Yo creo que todos debemos pensar seriamente que
el problema del paro en España no es simplemente un problema de demanda,
como supongo que es lo que usted implícitamente quiere decir. No es un
problema de demanda y no lo es en general en Europa, como prueba el hecho
de que aumentan las tasas de crecimiento en la mayor parte de los países
europeos y no se reduce la tasa de paro, sino que aumenta. ¿Por qué
sucede eso? Este es el problema europeo en general que, en el caso
español, está acentuado y realmente hay que esperar a que no tengamos
tanta rutina en nuestras cabezas como para pensar que no hay que reformar
las cosas. Yo creo que hay que reformarlas. El mundo de hoy tiene poco
que ver con lo que era el mundo cuando yo di esas conferencias en el año
1989; pero todavía tiene menos que ver con lo que era el mundo en el año
1981. Se puede decir que ese mundo globalizado, ese mundo de mayor
competencia, etcétera, es un mundo aberrante y que tiene muchos
problemas, pero es el mundo en que vivimos y como nos empeñemos en pensar
que es controlable, que no



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lo es, y que no tenemos que reformarnos para ser capaces de vivir, crecer
y tener empleo en ese mundo, estamos bastante perdidos. Esto es lo que yo
le puedo decir.

Me ha citado los artículos de The economist de este fin de semana.

Dejamos por alto al señor en la vespa con la chica con mantilla, que
representa la España de los años 50, pero, en fin, ahí está. Me lo cita
usted, pero no me cita lo que dicen los artículos, que no digo que estén
bien o mal, pero los artículos plantean unos problemas de reforma muy
grandes, vistos desde fuera, que en unos tendrán razón y en otros no,
pero que indican que The economist, con la autoridad que uno le quiera
dar, admite también que hay unos problemas de reforma a abordar en el
país que son problemas de reforma importantes.

De modo que no es que no me haya atrevido a pedir moderación salarial,
que, por cierto la he pedido, pero pido una moderación salarial que no
suponga reducción de salarios reales. He dicho simplemente que si vamos a
bajar la inflación en el año, yo espero que los salarios nominales se
moderen, porque, si no, aparte de que será muchísimo más difícil bajar la
inflación, lo que sucederá es que se dañará el empleo; porque otra cosa
que tenemos que quitarnos de la cabeza es que el precio no tiene nada que
ver con el funcionamiento del mercado de trabajo. Como en todos los
mercados, el precio afecta a las cantidades, cosa que me parece
absolutamente básica y elemental. Yo quiero constatar que no estamos de
acuerdo, pero, al mismo tiempo, constatar que sí estamos de acuerdo en lo
que queremos, lo que pasa es que pensamos de diferente modo respecto de
cómo se pueden conseguir esos objetivos; eso es todo.

Se ha señalado por parte del señor Aguirre, y voy a aprovechar este
último momento para decir algo que me parece que tiene algún interés
señalarlo, que es una pena que las caídas de los tipos de interés del
Banco de España no se manifiesten inmediatamente en tipos de interés de
la banca. Yo debo decir y no es porque, siendo el Banco de España
supervisor de la banca, haya sufrido el contagio de los supervisores y se
vea obligado a defender a la banca, pero sí tengo que señalar que tiene
que haber una inercia en el movimiento de los tipos bancarios, porque los
precios que practican los bancos son precios administrados, no son
precios como los de los mercados abiertos, y tienen una cierta inercia.

La verdad es que, en el último año, los precios de la banca se han
ajustado notablemente bien. Yo tengo aquí las cifras y se las puedo
enseñar a ustedes, si tienen alguna curiosidad por el tema: han sido
caídas de tipos de interés muy importantes, desde luego cercanas al 3 por
ciento en la mayor parte de las líneas de crédito. Por ejemplo, en los
tipos hipotecarios: hay hipotecas a tipos fijos e hipotecas a tipos
variables. Las hipotecas a tipos variables están ligadas, generalmente, a
algunos índices o indicadores y están previstas unas fechas de ajuste. Es
obvio que los tipos de las hipotecas tienen que moverse con un cierto
retraso. Tengo aquí las cifras hasta octubre, pero no hasta noviembre.

Por ejemplo, los préstamos hipotecarios de vivienda habían bajado hasta
octubre un 2,42 por ciento en lo que llevamos de año, pero habrán bajado
más en noviembre; es decir, que se han comportado bastante bien, aunque
registrarán un salto en enero, que es cuando la mayor parte de los bancos
ajustan los indicadores. Yo comprendo el deseo de que los tipos de
interés más bajos lleguen a la población, pero sí llegan; insisto en que
llegan con algún retraso y que debemos aceptar las cosas así y verlo con
una cierta tranquilidad, porque no está funcionando mal la transmisión de
tipos de interés. Los tipos pasivos están bajando menos que los activos,
lo cual quiere decir que el margen de intermediación de la banca se está
reduciendo, y tenemos que aceptar, por otra parte, que la banca tiene por
delante un período de tipos de interés a la baja, de reducciones de los
márgenes de intermediación y de último ajuste a un nivel más bajo de
tipos de interés que les va a plantear muchos problemas y que, por
consiguiente, tenemos que estar seguros de que funcionan bien, pero
también darles un cierto margen de confianza y de tranquilidad. Con ello
no es que esté defendiendo a la banca, no es mi papel, pero sí quiero
señalar que las cosas no van mal en ese aspecto.

He respondido, señor Presidente, a todas las preguntas. Si me hubiera
dejado alguna, indíquenmelo ustedes.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Gobernador.

Procedemos a suspender la sesión durante el tiempo que se tarde en salir
un compareciente y que venga el siguiente.

Quiero agradecer al señor Gobernador del Banco de España, como siempre,
su comparecencia ante esta Comisión y hasta dentro de cuatro meses
(Pausa.)



COMPARECENCIA DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DEL PATRIMONIO DEL ESTADO (ISLA
ALVAREZ DE TEJERA) PARA:



--INFORMAR DEL GRADO DE CUMPLIMIENTO DE LOS ACUERDOS SUSCRITOS POR SU
DIRECCION GENERAL PARA DAR VIABILIDAD A LA EMPRESA MTT (EX HYTASA). A
PETICION DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA
PER CATALUNYA. (Número de expediente 212/000024.)



El señor PRESIDENTE: Reanudamos la sesión con la comparecencia del
Director General del Patrimonio del Estado, don Pablo Isla, solicitada
por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya.

Para concretar el tema de la comparecencia primera, en relación a
informar del grado de cumplimiento de los acuerdos suscritos por la
Dirección General del Patrimonio del Estado para dar viabilidad a la
Empresa MTT (ex HYTASA), tiene la palabra, por el grupo solicitante, el
señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Nosotros querríamos preguntarle muy en concreto
por la situación actual; cómo se van a ir solventando y anudando las
distintas proposiciones



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de cara a la pervivencia de esta empresa, como sociedad anónima laboral,
con la tutela correspondiente, pensamos, tanto de la Junta de Andalucía,
a través de la elaboración de este plan de viabilidad que está todavía en
el aire, según parece, y también de la tutela de ustedes en cuanto
representantes a cierto nivel del Gobierno de la nación.

Por tanto, le solicitamos la máxima claridad, la máxima sinceridad, para
que todo el mundo, incluidos los trabajadores, podamos tener una idea
exacta de por dónde vamos y cuáles son los compromisos reales de cara a
la perviviencia de esta empresa emblemática para Sevilla y para
Andalucía, de un sector que no podemos perder en Andalucía, a pesar del
impacto en el mercado general en contra de los intereses de Andalucía,
como es el sector textil. Nuestro interés es enorme, usted lo sabe bien.

A lo largo de todo el devenir de esta empresa los debates han sido
constantes, tanto aquí como en el Parlamento de Andalucía y, por tanto,
le rogamos un esfuerzo de concreción. No venimos aquí a debatir sobre
argumentos que ya hemos cruzado muchísimas veces, sino que lo que pedimos
es un esfuerzo de concreción para saber por dónde van las cosas, hasta
dónde van a llegar los compromisos y cuál es la valoración que hacen del
futuro de Hytasa en función de los problemas que se han ido solucionando
hasta ahora.




El señor PRESIDENTE: Le agradezco enormemente su brevedad, señor Alcaraz.

Para contestarle, tiene la palabra el señor Director General del
Patrimonio del Estado, don Pablo Isla.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL PATRIMONIO DEL ESTADO (Isla Alvarez de
Tejera): En relación con esta primera pregunta y haciendo un poco
historia, aunque sea historia reciente, el 27 de febrero de este año
representantes del comité de empresa, centrales sindicales, Junta de
Andalucía y de la Dirección General del Patrimonio, firmaron un documento
titulado Hytasa, esquema de actuaciones, que tenía 6 puntos concretos: la
situación patrimonial y financiación subsidiaria; la liquidación de MTT;
la negociación y constitución de una sociedad anónima laboral; un
apartado relativo a plan de viabilidad; otro a excedente de plantilla, y
otro relativo a la creación de una comisión técnica.

En la exposición de motivos del citado documento, firmado en febrero de
1996, se señala que tal documento diseña un esquema global de actuaciones
encaminadas a abordar la problemática de MTT/Hytasa, con vistas a generar
una alternativa industrial viable, sustentada en los activos necesarios
de MTT y en un contexto de continuidad de la actividad productiva, todo
ello en términos de legalidad mercantil comunitaria.

Constituido el Gobierno del Partido Popular, éste manifestó su intención
de asumir y cumplir los compromisos que para él se derivasen del acuerdo
en los términos previstos en el mismo, siempre que también se cumplieran
todas las condiciones que, a su vez, el acuerdo establecía.

De esta postura dejó constancia expresa en esta Comisión el Subsecretario
de Economía y Hacienda el pasado 22 de octubre, contestando a una
pregunta formulada por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya.

Los trabajos se están desarrollando, y en gran medida ya han concluido
--por lo menos en la parte a la que ahora me referiré--, en el seno de la
comisión técnica prevista en los acuerdos, con algunos incidentes, como
fue en su momento la retención por los trabajadores del presidente de
Improasa, ya conocidos por esta Comisión y en los que, por ello, no es
preciso detenernos.

Lo que sí es muy relevante señalar es que el 29 de noviembre el
presidente de Improasa firmó con el comité de empresa un acuerdo en el
que se recoge --y cito textualmente-- que, dentro del respeto a la
normativa nacional y comunitaria, Improasa está dispuesta, una vez reciba
los fondos necesarios de su accionista, tras concluir la tramitación
presupuestaria y mercantil precisa, cuya iniciación se solicitará a la
mayor urgencia tras la firma del presente acuerdo --se reflejaba en dicho
acuerdo--, a conceder a MTT, Sociedad Anónima, un préstamo único, máximo
y finalista para pagar las indemnizaciones que correspondan a todo el
colectivo de trabajadores vinculados por relación laboral y las
retenciones a cuenta del IRPF que resulten de la aprobación de un
expediente de regulación de empleo en dicha sociedad, en su totalidad o
en la parte proporcional correspondiente si el monto total de los
créditos superase el importe del préstamo de hasta 4.425 millones de
pesetas.

Este es un acuerdo firmado el 29 de noviembre entre el presidente de
Improasa y el comité de empresa de Hytasa.

En este acuerdo del 29 de noviembre, y eso sí que es especialmente
relevante, se recoge, en su párrafo final, que, con el cumplimiento de
los anteriores acuerdos --es decir, con el cumplimiento del contenido del
mismo--, entienden los interesados que habrán de darse por concluidos y
resueltos los compromisos contenidos en el documento de 27 de febrero en
cuanto a la Administración del Estado se refiere.

Es decir, que por acuerdo entre el comité de empresa de Hytasa y el
presidente de Improasa, actuando en representación de la Administración
del Estado, se especifican cuáles son las obligaciones derivadas para la
Administración del Estado del acuerdo de febrero, que son las que se
reflejan en el citado documento.

Esa sería la contestación a la pregunta.




El señor PRESIDENTE: El señor Alcaraz tiene la palabra.




El señor ALCARAZ MASATS: En primer lugar, ustedes dan por concluido el
compromiso en función del documento de 27 de febrero, suscrito antes de
la campaña electoral, a través de un crédito de 4.425 millones de
pesetas.

Yo lo que le preguntaría, en este primer tramo de mi argumentación, es si
ese compromiso se ha cumplido, si ese crédito se ha establecido ya,
puesto que ya se ha declarado el expediente de regulación de empleo y me
parece que todavía el dinero no ha llegado al objetivo que se marcó, a
través de la firma, de la extinción de este compromiso.




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Yo lo primero que le ruego aquí es que este crédito se haga efectivo ya,
cuanto antes. Es la primera reivindicación que a mí me plantean los
trabajadores, y que yo se la traslado a usted, porque realmente el
compromiso no queda totalmente evacuado mientras no obre este crédito en
poder de los trabajadores, en función del acuerdo que se ha realizado el
29 de noviembre.

Por otro lado, yo creo que también tienen ustedes otros compromiso,
aparte del que tienen con los trabajadores, que es político en cuanto
Gobierno de la nación, en cuanto Patrimonio y usted singularmente como
Director General del Patrimonio, y es estar pendientes y colaborar, en
función de su responsabilidad política, con el plan de viabilidad y con
los compromisos asumidos por el Consejo de Gobierno de Andalucía.

Dirán ustedes que eso es cosa de ellos, pero a mí me parece que ustedes
también tienen aquí una cierta responsabilidad, una cierta tutela
política en función de ese plan de viabilidad, con respecto al cual
también le preguntamos: ¿qué opinión tienen del proceso que lleva este
plan de viabilidad y de sus contenidos? Ese sería un segundo compromiso
al que aludo y con respecto al cual le pido una opinión, porque no se
trataría tanto de que ahora se las arregle la Junta de Andalucía, sino de
que ustedes también de alguna forma aparezcan imbricados en este plan de
viabilidad en el marco de los límites marcados por la Comisión Europea y
la legalidad vigente. También su tutela, su --permítame la palabra--
vigilancia puede servir para que este plan de viabilidad no sea un
brindis al sol, sino que se adecue a la realidad que usted ha marcado
aquí: la necesidad del mantenimiento de este sector en Andalucía y
concretamente de la antigua Hytasa.

Finalmente, yo creo que también tienen ustedes otro compromiso político y
moral, en el sentido de que, una vez se solvente el tema del crédito,
4.425 millones de pesetas, una vez que el plan de viabilidad se redacte,
no sólo eso, sino que aparezca ya sintetizado en función de todas las
opiniones y todos los compromisos pendientes (trabajadores, Gobierno
andaluz, Gobierno del Estado), se trataría de ver cómo empieza a funciona
esta fábrica, si se constituye como sociedad anónima laboral, no dejando
a los trabajadores que circulen libremente en función de sus intereses,
sino que habrá que tutelar esta auténtica aventura de cara a la
pervivencia de esta empresa, no terminando, por tanto, los compromisos.

Yo sé que ustedes han cumplido con esa firma --falta el crédito--, pero
yo lo que aquí le recabo es ese compromiso político y moral con respecto
al plan de viabilidad y al futuro de esa empresa, una vez la cojan en sus
manos los trabajadores. Yo creo que todos tenemos que estar pendientes de
esa nueva situación que se puede producir. Por tanto, le ruego que tenga
a bien contestarme si esto es así, si se va a seguir con este compromiso,
con esta atención a la empresa si se constituye como sociedad anónima
laboral en manos de los trabajadores, de cara a su pervivencia, tal como
usted ha anunciado aquí al principio.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean formular algún tipo de
aclaraciones? (Pausa.) Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUAREZ: Quiero agradecer la oportunidad y la
comparecencia del Director General de Patrimonio, por primera vez en esta
Comisión. Quiero decirle al señor Alcaraz que no entendemos muy bien el
fondo de sus planteamientos. Hoy, aquí, el Director General de Patrimonio
del Estado ha expresado con toda claridad que el Gobierno ha cumplido sus
compromisos --bueno, vamos a dejar entre paréntesis lo de sus
compromisos--, los compromisos de gobiernos anteriores con los
trabajadores de Hytasa.




El señor PRESIDENTE: Señor Izquierdo, le ruego que se limite a formular
algún tipo de aclaración a lo que ha dicho el Director General de
Patrimonio y no conteste a lo que ha dicho el señor Alcaraz, porque aquí
no se trata de replicar a nadie, sino simplemente de formular alguna
pregunta o aclaración, porque quien hace la comparecencia es el Director
General de Patrimonio y los grupos no fijan posiciones en relación a los
demás grupos.




El señor IZQUIERDO JUAREZ: Perfectamente entendida su sugerencia. En ese
caso, me voy a limitar a resaltar, si me lo permite la Presidencia, lo
que ha dicho el Director General de Patrimonio y que interesa mucho
resaltar a nuestro grupo, por si el Director General de Patrimonio tiene
la intención de abundar en esos planteamientos.

En mayo se constituyó un nuevo Gobierno y en apenas seis meses, consta
desde nuestro grupo parlamentario, trabajando incluso durante los meses
de verano, se ha sacado adelante un tema que estaba enquistado desde
hacía años. El compromiso político del Gobierno está perfectamente
cumplido, y el futuro determinará, por supuesto, la viabilidad de dicha
empresa. El futuro de los trabajadores de la nueva empresa de Hytasa será
el que todos apoyemos que sea. Me interesa resaltar eso y también el que
eso no es una cuestión de estrategia política; es una cuestión que estaba
enquistada, que se dejó para un nuevo Gobierno; es una cuestión que
muchos agoreros dijeron que no se iba a resolver y que se ha resuelto
felizmente. Por tanto, señor Director General, lo único que podemos
hacer, en nombre del grupo mayoritario que apoya al Gobierno, es
felicitarle efusivamente por sus gestiones. Yo creo que hoy, con el
anuncio que usted ha hecho aquí, están de enhorabuena los trabajadores de
Hytasa y están de enhorabuena en Sevilla y en Andalucía.




El señor PRESIDENTE: Para cerrar la comparecencia y contestar a las
aclaraciones que le han sido formuladas, tiene la palabra el señor
Director General de Patrimonio.




El señor DIRECTOR GENERAL DE PATRIMONIO DEL ESTADO (Isla Alvarez de
Tejera): Simplemente quiero señalar que no es que nosotros demos por
concluido el compromiso con los trabajadores de Hytasa, sino que lo dan
por concluido, una vez que se pueda ejecutar el acuerdo, los propios
representantes de los trabajadores, como así se pone de manifiesto en el
documento.

En cuanto a los requisitos para proceder al pago, son los previstos en el
propio documento suscrito y que los trabajadores



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conocen perfectamente. En ellos se está trabajando y avanzando, y son el
respeto a la normativa nacional comunitaria, la adecuada tramitación
presupuestaria y la tramitación de un expediente de regulación de empleo
con extinción de las relaciones laborales; requisitos que los
trabajadores son perfectamente conscientes de que se deben cumplir antes
de que se pueda proceder al pago, y en los cuales se está avanzando
convenientemente.




--INFORMAR DEL PROCESO DE TRASPASO DE LOS ACTIVOS DE LA ANTIGUA
INTELHORCE A LA NUEVA SOCIEDAD, IMPULSADA POR LOS ANTIGUOS TRABAJADORES
DE LA FABRICA. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA
UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA. (Número de expediente 212/000067.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la siguiente comparecencia, también
formulada por el mismo Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, a los efectos de que el señor Director
General de Patrimonio del Estado informe del proceso de traspaso de los
activos de la antigua Intelhorce a la nueva sociedad impulsada por los
antiguos trabajadores de la fábrica.

Para concretar y explicitar los términos de la comparecencia, tiene la
palabra el señor Centella.




El señor CENTELLA GOMEZ: Nosotros formulamos esta solicitud de
comparecencia en momentos en los que todavía no estaba determinado, no
estaba claro el traspaso o venta de los activos, cuestión que al parecer
hoy es ya una realidad, porque coincide que esta misma tarde se firma la
venta. Por tanto, nos gustaría conocer los términos de ese traspaso, de
esa venta, pero también ver cómo valora el Gobierno el futuro de la
empresa, puesto que aunque deja de formar parte de Patrimonio, no podemos
olvidar que algo tiene que ver la Administración central y, que, por
tanto, ésta no puede ser ajena al futuro de esta empresa.




El señor PRESIDENTE: Para contestarle, tiene la palabra el señor Director
General de Patrimonio del Estado.




El señor DIRECTOR GENERAL DE PATRIMONIO DEL ESTADO (Isla Alvarez de
Tejera): Quizá, referirnos ahora a todo el proceso seguido por la
comisión liquidadora para la enajenación de los activos no tenga mayor
sentido, especialmente teniendo en cuenta que, como muy bien dice usted,
hoy está previsto el otorgamiento de la escritura pública de enajenación
de los activos a la sociedad constituida, la sociedad Itemasa, en la cual
participan antiguos trabajadores de GTE, sociedad anónima, el Instituto
de Fomento de Andalucía y la Sociedad Municipal Pro Málaga, esta última
con un dos por ciento del capital. El acuerdo al que ha llegado la
comisión liquidadora, compuesta por representantes de la Seguridad
Social, de Hacienda y de Improasa, con esta sociedad es el de la venta a
la misma del complejo industrial de GTE por un importe de 485 millones de
pesetas. Después de llegado a ese acuerdo y en cumplimiento de lo
previsto en el mismo para respetar el principio de concurrencia entre
cualesquiera ofertas que se pudieran presentar para la adquisición de
estos activos, se condicionó la efectividad del acuerdo a la publicación
de un anuncio en la prensa nacional y local, dando a conocer su contenido
al objeto de que cualquier interesado en mejorar la oferta pudiera
hacerlo. Este anuncio se efectuó el 30 de septiembre, sin que se haya
formalizado ninguna oferta, y una vez que se ha depurado y regularizado
la situación jurídica de los activos objeto del acuerdo, ya se ha
concretado absolutamente, previa consulta a la Comisión de las
Comunidades Europeas sobre su opinión acerca de la adjudicación de estos
activos a la sociedad Itemasa, y como conclusión de todo este proceso
está previsto --y yo creo que eso sí es una buena noticia, y el hecho de
que coincida con la comparecencia es una casualidad, pero en este caso
una casualidad feliz-- el otorgamiento de la escritura pública en el día
de hoy.

En cuanto a su pregunta relativa a la viabilidad de esta nueva sociedad
constituida, Itemasa, yo no puedo sino decirle que en la medida en que ni
Patrimonio ni ninguna sociedad de Patrimonio forma parte del accionariado
de esta sociedad, no me encuentro en condiciones de opinar sobre su
viabilidad, su futura actividad, etcétera.




El señor PRESIDENTE: El señor Centella tiene la palabra.




El señor CENTELLA GOMEZ: Muy brevemente, porque evidentemente la
respuesta ha sido también muy breve, solamente para felicitarnos porque
hoy es un día importante en la lucha de los trabajadores por mantener la
empresa antigua Intelhorce, actual Itemasa. Yo creo que es un momento en
el que tendríamos que felicitar a estos trabajadores que son los que más
han confiado en el futuro de la empresa, son los que han apostado su
dinero y en cierto modo su porvenir a la viabilidad de la empresa y, por
tanto, el que hoy se culmine un proceso debe ser reconocido desde todas
las instancias.

También quiero decir que a partir de ahora la responsabilidad está en el
terreno de la Junta de Andalucía, y esperemos que igual que se ha
cumplido este proceso, también la Junta de Andalucía cumpla sus
compromisos con la empresa. Además también quiero insistir en que aunque
Patrimonio evidentemente no tiene ninguna responsabilidad directa, la
Administración, el Gobierno en su totalidad --no digo ya Patrimonio-- no
puede mirar para otro lado, porque tiene una responsabilidad no solamente
general de que la economía vaya bien y que, por tanto, Itemasa se
beneficie de esa mejora económica, sino una responsabilidad porque la
situación final de Itemasa es consecuencia fundamentalmente de una mala
gestión de la Administración.

Quiero dejar constancia de eso y volver a felicitar a los trabajadores,
que han sido capaces con su trabajo, con su confianza y con su ilusión,
de solventar las no pocas dificultades que ha habido.




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El señor PRESIDENTE: ¿Algún grupo parlamentario desea formular
aclaraciones? (Pausa.)
Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUAREZ: Quisiera resaltar, en primer lugar, una
cuestión, si se me permite: la clamorosa ausencia, en esta comparecencia
del Director General del Patrimonio del Estado, del grupo principal de la
oposición, del Grupo Socialista, que ni siquiera se ha dignado asistir a
esta Comisión importante, por el tema anterior, por Hytasa e importante
por Intelhorce.

Lo que hoy ha anunciado el Director General del Patrimonio del Estado es
importante, y en el caso de Intelhorce especialmente importante. Hoy se
firma una escritura que supone el que nazca una actividad industrial
productiva; hoy se firma una escritura que supone el que quinientas
familias puedan albergar la esperanza de tener un trabajo; hoy se firma,
en definitiva, ilusión, esperanza, futuro. ¿Y se da carpetazo? Creo que
no; es un punto y seguido a un problema enquistado, a un problema difícil
de solucionar, en relación al cual SS. SS. saben que el Grupo Popular ha
estado y está especialmente sensibilizado. En este Parlamento tuvo lugar,
a mi juicio, una importante comisión de investigación sobre el escándalo
Intelhorce, se disolvieron las Cortes, no terminó sus trabajos, hubo
muchas personas que dijeron y que dicen todavía que el Gobierno del
Partido Popular sería incapaz de resolver el tema de Intelhorce. Como en
el caso anterior, se ha trabajado contra reloj y durante los meses de
verano para resolver esta cuestión. Por tanto, hay que felicitar a los
trabajadores, cómo no, porque han tenido la bandera de la defensa de su
puesto de trabajo, pero también hay que felicitar al Gobierno y a la
Dirección General del Patrimonio del Estado, que ha llevado estas
negociaciones.

El futuro de Intelhorce será el que todos queramos que sea, como es
lógico, pero las bases están puestas para que la actividad industrial
pueda ser provechosa y para que estos trabajadores puedan mantener su
puesto de trabajo.

Me interesa resaltar, por último, señor Presidente, señorías, que en este
caso no se trata de política, no se trata de estrategias; vamos a dejar
las estrategias. ¿Está la responsabilidad política de la viabilidad de
Hytasa y de Intelhorce en la Junta de Andalucía? Naturalmente que sí,
porque no en vano la Junta de Andalucía es mayoritaria en el accionariado
de ambas empresas o lo va a ser. Naturalmente que sí. Creo que hoy lo
justo y legítimo sería decir eso con toda claridad: el Gobierno ha
cumplido y está cumpliendo sus compromisos, como no podía ser de otra
manera. Y ahora toca a otras partes cumplir sus compromisos. Por
supuesto, señorías, van a tener el apoyo de todos, pero toca a otros
cumplir sus compromisos y dejar de lado tantas declaraciones, tanta
estrategia y, como han hecho el Gobierno y la Dirección General del
Patrimonio del Estado, dar paso a un trabajo más eficaz y más sereno,
como el que aquí se ha producido.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor
Amarillo.




El señor AMARILLO DOBLADO: Simplemente, señor Presidente, para hacer una
aclaración a la alusión del portavoz del Grupo Popular.

Es un comentario que entendemos totalmente gratuito y absolutamente
injusto. Primero, como es obvio, hay representantes en la Comisión por
parte del Grupo Socialista; después, nuestro portavoz ha estado durante
todo el tiempo en la Comisión. El hecho de que por causas de fuerza
mayor, momentáneamente, haya tenido que abandonar la sala no da lugar a
que se pueda hacer un comentario tan infortunado como el que ha hecho el
portavoz del Grupo Popular.




El señor PRESIDENTE: Para contestar a las aclaraciones solicitadas o
simplemente para cerrar la comparecencia, tiene la palabra el Director
General del Patrimonio del Estado.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL PATRIMONIO DEL ESTADO (Isla Alvarez de
Tejera): Entiendo que no hay especiales aclaraciones que hacer.

Simplemente congratularnos de que finalmente se pueda firmar la
adjudicación de los activos que, como decíamos al principio, está
prevista en el día de hoy.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Director General del
Patrimonio.

Queda cerrada esta comparecencia. Antes de pasar a la siguiente,
suspendemos brevemente la sesión de la Comisión. (Pausa.)



--COMPARECENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DE TABACALERA ESPAÑOLA, S. A., PARA
INFORMAR SOBRE LAS REPERCUSIONES QUE PARA LA VIABILIDAD ECONOMICA DE
DICHA EMPRESA PUEDE SUPONER EL INCREMENTO IMPOSITIVO ACORDADO POR EL
GOBIERNO PARA LAS LABORES DEL TABACO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA. (Número de
expediente 212/000066.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos, a continuación, a celebrar la tercera de
las comparecencias previstas para el día de hoy. Comparecencia del señor
Presidente de Tabacalera, S. A., solicitada por el Grupo Parlamentario de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, a los efectos de informar sobre
las repercusiones que para la viabilidad económica de dicha empresa puede
suponer el incremento impositivo acordado por el Gobierno para las
labores del tabaco.

Para concretar los términos de la comparecencia, tiene la palabra, por el
Grupo proponente, el señor Santiso.




El señor SANTISO DEL VALLE: Quiero decir, como inicio, que esta
comparecencia llega cuando una parte del



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problema se ha paliado, es decir, cuando ya las multinacionales parece
que tienen un acuerdo y de hecho lo han trasladado a los precios,
produciendo una mejor situación para Tabacalera después de varios meses
en los que ha tenido que soportar en sus costes la subida de impuestos.

Por ello, además de la petición expresa de la comparecencia, me gustaría
que el señor Presidente de Tabacalera aprovechara también esta
comparecencia para darnos al menos una visión global de los planes de la
compañía, especialmente en cuatro o cinco cosas que enunciaré simplemente
para luego, en todo caso, en la segunda intervención, matizarlas. Nos
gustaría que nos hablara de cómo va el proceso con Tabaqueira en
Portugal, proyecto en el que parecen haber depositado todas sus
esperanzas; cómo va también el proyecto a medio plazo de concentración de
actividad productiva; cómo va el proyecto de privatización; cómo van
también las consecuencias de la pérdida de diversificación en lo que hace
referencia, por ejemplo, al empleo, y especialmente a las oficinas
centrales.




El señor PRESIDENTE: Señor Santiso, perdone un momento. Le llamo a la
cuestión en el sentido de que ésta es muy clara en relación a la
comparecencia formulada. Efectivamente, a veces sucede que se tarda mucho
tiempo desde que se solicita una comparecencia hasta que la personalidad,
la autoridad, el compareciente acude a la Cámara. Pero tenga usted en
cuenta que las reglas del juego significan que ha de hacerse de acuerdo
con los términos estrictos de la comparecencia en cuanto a su objeto,
porque si no el compareciente posiblemente no tenga elementos de juicio
para contestarle y, además, los otros grupos parlamentarios tampoco
tendrán elementos de juicio para, a su vez, formular su criterio en
relación a las demás cuestiones que añade a la comparecencia que usted
inicialmente prevé.




El señor SANTISO DEL VALLE: Le agradezco la reconvención.

Decirle que si el Parlamento a veces fuera más sensible a que las
peticiones se cumplieran en tiempo real, no nos encontraríamos en esta
situación.

Lo único que le pido al señor Presidente de Tabacalera es que nos diga
qué va a hacer con su empresa, cosa que estoy seguro que conoce
perfectamente.




El señor PRESIDENTE: Para contestar, tiene la palabra el señor Presidente
de Tabacalera, don César Alierta.




El señor PRESIDENTE DE TABACALERA ESPAÑOLA, S. A. (Alierta Izuel): Soy el
Presidente de la empresa, pero ésta no es mía; la empresa tiene un 52 por
ciento que pertenece al Estado y un 48 por ciento formado por muchísimos
accionistas.

Respecto a la pregunta inicial, le diría que después de la subida de los
impuestos España está situada justo en el medio de la Unión Europea, por
lo que respecta a la fiscalidad. La fiscalidad actual del tabaco en
España es del 75,1 por ciento; eso nos sitúa en la séptima posición en el
Mercado Común, es decir, justo en el medio, es decir, pasamos a ser un
país normal.

¿La rentabilidad de la empresa es independiente de la fiscalidad? Como es
evidente hay muchos países que tienen fiscalidades muy superiores a la
nuestra y tienen empresas más rentables y otros países que tienen
fiscalidad inferior a la nuestra y tienen empresas menos rentables. Al
final la rentabilidad de la empresa es un problema de gestión y la
gestión pasa, en el caso específico de Tabacalera, por fijar un precio
después de impuestos y comisiones de la expendeduría.

¿Cuál es la situación de la empresa? En los primeros nueve meses tenemos
los mismos beneficios netos que tuvo la empresa a nivel consolidado el
año pasado. Estos datos se obtienen excluyendo a Lesa, que, como saben
los señores Diputados, se vendió a finales del año pasado, porque si se
hiciera la comparación con Lesa el resultado para el ejercicio de 1996
sería mucho más favorable para Tabacalera, comparando ejercicio con
ejercicio. Prácticamente la diferencia de beneficios en los últimos nueve
meses es de cuatro millones de pesetas. Es verdad que la subida del
precio del tabaco se ha efectuado en dos tramos. Un tramo, el primero que
hizo Tabacalera, que fue el del tabaco negro. Como saben ustedes
Tabacalera es la única, junto con compañía Canarias, donde también
Tabacalera es accionista, tiene el 50 por ciento y es el único productor
de tabaco negro y Tabacalera decidió incrementar los precios del tabaco
negro en el mes de agosto.

La segunda decisión fundamental en la gestión de estos últimos cuatro
meses ha sido la viabilidad de la empresa a medio y largo plazo. La
preocupación de la gerencia de Tabacalera tiene que ser el corto, medio y
largo plazo. El medio y largo plazo pasaba por una estrategia que
consistía en mantener la cuota de mercado que tiene Tabacalera en el
tabaco rubio. Fundamentalmente Tabacalera --no le estoy revelando a usted
ningún secreto-- aparte de los puros y distribución, tiene dos marcas
líderes, una Fortuna en el tabaco rubio y la otra es Ducados en tabaco
negro. Tabacalera pretendía mantener la cuota de mercado de tabaco rubio,
y lo ha conseguido, además, hemos incrementado en medio punto la cuota de
tabaco rubio en los once meses --es la primera vez que ocurre--, según
los datos que tenemos de finales de noviembre y es muy difícil calcular
cuánto puede significar esto. Las estimaciones internas que tenemos en
Tabacalera es que un punto de cuota de mercado de tabaco rubio puede
valorarse entre 6.000 y 8.000 millones de pesetas, que si se pierden son
irrecuperables a nivel patrimonial de lo que vale la sociedad y la
defensa de los accionistas y restantes personas que es lo que nos tiene
que preocupar.

¿Cuál es la situación de Tabacalera? La misma rentabilidad y los mismos
beneficios que el año pasado, habiendo mantenido la cuota de tabaco rubio
en un contexto de incremento de la fiscalidad. Creo que esto lo hemos
conseguido a través de una gestión de todos los parámetros en los que
tiene capacidad de actuación la gerencia de la compañía. Esto por lo que
respecta a la situación.

Las perspectivas de la empresa estima la presidencia de la compañía que
son bastante favorables. La compañía cotiza



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en Bolsa y, por lo tanto, cualquier información sobre previsiones futuras
de beneficios tiene que hacerse de una manera consistente y a nivel
global para que todo el mundo esté en igualdad de condiciones y no haya
situaciones de información privilegiada, tal y como marca nuestra
legislación.

Creo que con esto he contestado a la pregunta. (El señor Santiso del
Valle pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Santiso, ¿desea solicitar algún tipo de
aclaraciones respecto a esta comparecencia, antes de ausentarse? (Pausa.)
Tiene S. S. la palabra.




El señor SANTISO DEL VALLE: En cuanto al tema concreto de la
comparecencia quiero decirle que, en nuestra opinión, por primera vez se
han subido los impuestos sin un acuerdo previo con el sector y que, por
tanto, ello supuso una pérdida de ingresos para Tabacalera. Este era el
motivo fundamental de la comparecencia. En nuestra opinión hubo una
precipitación, no atribuible a Tabacalera sino a la decisión que toma el
Ministerio de Economía, puesto que al no haber acuerdo con las
multinacionales, supuso un período transitorio que, además, se reflejó en
la evolución de Tabacalera en Bolsa, que luego recupera, en nuestra
opinión, por la venta de atípicos y otro tipo de cosas, pero supuso un
duro golpe en la cuenta de resultados de estos productos,
fundamentalmente del Fortuna, puesto que Ducados sí trasladó el precio de
la subida de impuestos. Por cajetilla de Fortuna, aproximadamente, según
nuestras estimaciones, supuso una pérdida de diez pesetas en el mercado.

Y hay algunos datos que apuntan a que, por ejemplo, Marlboro creció en
ese período un 28 por ciento, LM un 36 por ciento y Fortuna creció sólo
el 5,8 por ciento. Por tanto, sí creemos que hubo una merma patrimonial
en este caso al no haberse producido lo que históricamente se hacía, es
decir, una negociación con el resto de muchos nacionales,
fundamentalmente Philip Morris y Reynolds que produjese una subida
concertada de los precios y no este tipo de situaciones que, entre otras
cosas, ha producido que se haya disparado el contrabando de tabaco, con
los efectos perversos que tiene para el propio sector y, al mismo tiempo,
creemos que ha situado mal durante este período a Tabacalera, en un
proceso anunciado de posibles privatizaciones, con repercusiones también
a futuro entre los trabajadores. Por tanto, creemos que ha sido una
medida inadecuada por la forma en que se ha tomado y que sólo el tiempo
ha permitido situarnos mejor. Insisto, en que para nuestro grupo se ha
hecho mal y ha producido un tremendo daño que ha sido paliado, primero,
con la venta de otras participaciones de Tabacalera en lo que era la
diversificación ahora que ustedes han optado por otra línea totalmente
diferente, reduciéndose a su propio negocio, que tiene más de 300 años de
existencia. Segundo, también preocupa --insisto-- que tampoco se hayan
despejado las perspectivas de futuro respecto a Tabaqueira en Portugal,
que parece que es un proyecto estrella. Nos preocupa, en definitiva, que
se abran una serie de incertidumbres importantes que solamente pueden
paliarse este año en lo visible, que es la cuenta de resultados, gracias
a la venta de atípicos, pero produciéndose un deterioro importante y,
como usted decía muy bien, ha habido un punto de pérdida de participación
del producto estrella que es Fortuna y una repercusión importante también
en la evolución de Tabacalera. Y el año que viene no habrá atípicos, por
lo tanto, creemos que es muy complicada esta decisión y sabiendo que no
es de Tabacalera la responsabilidad última, sino en su caso, del
Ministerio de Economía que parece, además --y si no acláremelo--, que es
quien ha negociado en esta última fase directamente con las
multinacionales y no la propia empresa, como se decía anteriormente.

Dejo para otra comparecencia otra serie de preguntas, ya que el señor
Presidente parece que no ha querido entrar a explicarnos más en
profundidad cuál es el futuro de Tabacalera.




El señor PRESIDENTE: Señor Santiso, he de decirle que sí ha sido
solicitada otra comparecencia del señor Presidente de Tabacalera que no
se ha podido acumular a ésta, y que ya tendremos ocasión de celebrar me
imagino que en el mes de febrero.

¿Algún grupo desea utilizar un turno de aclaraciones o sugerencias?
Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra el señor Amarillo.




El señor AMARILLO DOBLADO: Es cierto que hay una comparecencia pendiente,
pero independientemente de ello, la evolución de los acontecimientos es
tan rápida que sería bueno --porque estoy seguro de que el señor
Presidente de Tabacalera lo conoce-- que algunas de las incógnitas que en
estos momentos hay sobre lo que puede ocurrir en Tabacalera y en el
mercado del tabaco, pudieran ser despejadas o se adelante alguna
respuesta, sobre todo algún criterio o algún posicionamiento del
Presidente de Tabacalera.

Parece ser que estamos en puertas de medidas legislativas de un calado
importante, entre ellas estaría la desaparición de la propia delegación
del Gobierno en Tabacalera y la creación de una comisión nacional del
mercado de tabacos. Nos gustaría saber qué conoce el señor Presidente de
Tabacalera respecto a esta cuestión.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, le vuelvo a decir lo que antes he
dicho al señor Santiso. La comparecencia tiene un sentido muy concreto,
que es analizar la repercusión que para la cuenta de explotación de
Tabacalera ha tenido el incremento de los impuestos especiales que gravan
el consumo de tabaco habidos durante el pasado verano. Por consiguiente,
le ruego que se ciñan a la comparecencia que expresamente estamos
celebrando, porque ya ha sido objeto de nueva petición de comparecencia
del Presidente de Tabacalera, Sociedad Anónima, en relación precisamente
con la explicitación de cuáles son los planes de futuro por parte de
Tabacalera. En este momento no recuerdo si ha sido solicitada por el
Grupo Socialista o por el Grupo de Izquierda Unida, pero está pendiente
de celebración esta comparecencia. Por consiguiente, le ruego que en



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el día de hoy nos ciñamos a la comparecencia que expresamente estábamos
celebrando.




El señor AMARILLO DOBLADO: A veces, es difícil separarlo. Vamos a
enlazarlo desde un punto de vista formal de la siguiente manera: los
cambios impositivos en el mundo del tabaco producen una variación
importante en el consumo. La variación importante que tiene en el consumo
se tiene que traducir en una estrategia y en una logística distinta del
abastecimiento de materias primas, y la materia prima fundamental que
tiene es el tabaco. Entonces, enlazándolo de esta manera, desde el punto
de vista del abastecimiento del tabaco, Tabacalera tiene en estos
momentos una estrategia establecida, compra tabaco, tanto nacional como
de fuera. Dentro del tabaco nacional se compra a través de Cetarsa, que
es una empresa de la que Tabacalera tiene el 20 por ciento y el otro 80
por ciento lo tiene Patrimonio. En este nuevo marco, nos gustaría saber
si Tabacalera va a seguir con su misma política de abastecimiento de
tabacos, dentro del mercado nacional, o si las nuevas circunstancias,
tanto de naturaleza impositivas como otras circunstancias, van a pesar de
tal manera que se pueda producir una retirada de Tabacalera de Cetarsa, y
ese 20 por ciento, por ejemplo, ya no le resulte interesante, o bien va a
continuar perteneciendo a ella.

Dado que hay un plan conjunto entre Tabacalera y Cetarsa, que es el que
marca de manera cuatrienal cuál es la política de abastecimiento,
quisiera saber si este plan cuatrienal se va a mantener o no.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Amarillo, y sus curiosas
ilaciones intelectuales, pero no entro en ese tema.

Por parte del Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor
Pascual.




El señor PASCUAL MONZO: En primer lugar, quiero dar la bienvenida en su
primera intervención en esta Cámara al señor Presidente de Tabacalera, y,
en segundo lugar, y para que sirva de precedente, voy a ceñirme a lo que
era el motivo de la comparecencia solicitada al Presidente de Tabacalera,
S. A.

Yo quería preguntar sobre el rumor que se ha producido con respecto a
Tabacalera por el aumento de la fiscalidad que tiene el tabaco. Como muy
bien ha dicho el Presidente de Tabacalera, después de la subida efectuada
de este año en los impuestos del tabaco, vemos cómo la presión fiscal
española en el tabaco no es alta, ni mucho menos, sino todo lo contrario,
está en un término medio equiparable a la media del resto de países de la
Unión Europea pues mientras la fiscalidad española es del 75,13 por
ciento del precio de venta al público del tabaco, teniendo en cuenta ya
el aumento realizado ya este año, tanto en cigarrillos negros como en
cigarrillos rubios, la media de la Unión Europea es del 74,5 por ciento.

Por lo tanto, estamos en un término más que aceptable, y esto, por
supuesto, referido a las labores más vendidas, más usuales tanto de
cigarrillos rubios como de cigarrillos negros.

Es más, señorías, para la viabilidad económica de la empresa, lo que se
ha hecho en este año ha sido lo mismo que en iniciativas de gobiernos
anteriores, y no por eso la viabilidad de la empresa se ha visto
comprometida. (El señor Vicepresidente, Martínez Sanjuán, ocupa la
Presidencia.) Viendo una rápida evolución de la recaudación impositiva
sobre el tabaco durante esta década desde el año 1990, vemos cómo en el
año 1990 la recaudación fue de 243.925 millones de pesetas; el año 1991
aumentó a 268.770 millones de pesetas, es decir, un aumento del 10,2 por
ciento; en 1992 aumentó un 19,3 por ciento sobre el año anterior; al año
siguiente, 1993, aumentó el 11,1 por ciento sobre el año anterior; en
1994, se produce el mayor aumento sobre el año anterior de un 30 por
ciento, alcanzándose ya la recaudación de 462.937 millones de pesetas; y
en 1995, con otro aumento sobre el año anterior del 6 por ciento, hace
que en el año 1995 se recaude el doble que cinco años antes, el año 1990,
pasando de 243.925 millones en el año 1990 a 490.488 en el año 1995. Para
este año 1996, incluyendo el aumento tributario o de fiscalidad sobre el
año 1995, la recaudación va a aumentar en el 11,7 por ciento; por lo
tanto, estamos en un aumento que se puede considerar moderado comparado
con aumentos anteriores.

Por lo tanto, señorías, creo que el temor, un tanto infundado, de que se
iba a poner en entredicho la viabilidad económica de la empresa por este
aumento impositivo no tiene razones ni argumentos de peso. Es más, el
Presidente ha hecho referencia a la cuenta de resultados; también ha
hecho referencia a que en los cigarrillos, sobre todo rubios, ha
aumentado el consumo este año, y estoy de acuerdo con la afirmación del
Presidente en que el aumento de la fiscalidad no va en relación directa a
la rentabilidad sino que va en relación directa a la gestión, que desde
que está el nuevo equipo directivo se está modificando sustancialmente en
bien de la empresa y del holding Tabacalera, S. A.

Por lo tanto, señorías, concluyo mi intervención diciendo que no es
bueno, como se ha dicho aquí, que en un 48 por ciento cotice en Bolsa, y
tampoco es bueno que se infundan temores sobre una empresa cuya
viabilidad económica de momento está asegurada.




El señor VICEPRESIDENTE (Martínez Sanjuán): Para contestar a todos los
grupos parlamentarios, tiene la palabra el señor Presidente de
Tabacalera.




El señor PRESIDENTE DE TABACALERA ESPAÑOLA, S. A. (Alierta Izuel):
Respecto a la cuenta de resultados, me gustaría hacer una serie de
precisiones.

El margen operativo en los primeros nueve meses ha subido un 7 por ciento
y el cash-flow operativo ha subido un 6 por ciento, es decir, lo que es
el negocio intrínseco en sí del tabaco, la rentabilidad obtenida por la
compañía en los primeros nueve meses es superior a la que obtuvo la
compañía en los nueve meses del año 1995. Si incluimos LESA la
rentabilidad de la compañía en los primeros nueve meses del año 1996 es
significativamente superior a la que se obtuvo en la misma época del año
pasado sobre un incremento de impuesto en el intermedio.




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La razón por la que los resultados de los beneficios netos son
prácticamente similares cuando los beneficios operativos son superiores,
es porque la compañía ha procedido a una política de saneamiento
intensivo, que es justamente lo contrario de acudir a los recurrentes, es
más, los extraordinarios de los primeros nueve meses negativos son
superiores a los resultados extraordinarios negativos de los primeros
nueve meses del año 1995, y hay que decir que ha sido porque la compañía
ha utilizado más recursos en las indemnizaciones del plan de jubilación
voluntaria en el año 1996 que lo que hizo en el año 1995. (El señor
Presidente ocupa la Presidencia.) Es decir, la realidad económica de la
empresa es que en los primeros nueve meses el tema operativo ha mejorado
y se ha aprovechado este saneamiento del tema operativo para sanear la
empresa, para aumentar las previsiones de amortizaciones y, en general,
tener una compañía más sana dentro de que, como es sabido por los señores
Diputados, el nivel de saneamiento de Tabacalera es de los más altos que
existen en el sector a nivel internacional. Eso por lo que respecta a la
cuenta de resultados.

Tabacalera no tiene en Tabaqueira el proyecto estrella. Tabacalera se
presentó a Tabaqueira porque el 25 de septiembre se cerraban las plicas
del concurso, y el calendario no lo marca Tabacalera sino que lo marcan
los factores exteriores. Pero el plan de expansión de Tabacalera no se
acaba en Tabaqueira si afortunadamente Tabacalera consigue comprar
Tabaqueira --una decisión ajena a Tabacalera--; si no, tiene un plan de
expansión porque el plan de expansión de la compañía es hacer de
Tabacalera una compañía multinacional. El objetivo de esta Presidencia es
hacer compañías españolas multinacionales, y por lo tanto, en esa línea,
el primer paso después de dos meses de mandato era acercarnos al tema de
Portugal, nuestro vecino, ya que creemos que las grandes sinergias son
muy provechosas, tanto para Portugal como para Tabacalera.

Independientemente de eso, no se va a acabar el plan de expansión.

Tabacalera no tiene un tamaño adecuado para ser una multinacional, pero
lógicamente nosotros tenemos nuestros objetivos de cuál debe ser el
tamaño a nivel internacional de Tabacalera que garantice plenamente la
viabilidad de la compañía española, que no sólo debe depender del mercado
de tabaco español sino de otros mercados. Y en esa línea de
reestructuración interna de la compañía importante, apostamos no sólo por
la línea de expansión de cigarrillos sino por la línea de expansión de
cigarros. Como muy bien saben los señores Diputados, la historia de los
cigarros en España tiene más de 400 años y piensa la presidencia de la
compañía que tenemos que ocupar un lugar prioritario a nivel
internacional en un mercado al que no se estaba afín.

Se ha abordado el tema del contrabando, que a la presidencia de
Tabacalera le preocupa más desde el punto de vista nacional y desde el
punto de vista de viabilidad de la industria que desde el punto de vista
de los resultados. Sin embargo, la estimación del año 1996 es que el
contrabando en dicho año, que nosotros calculamos a través de encuestas
que hacemos, va a estar en torno a los 420 millones de cajetillas de
tabaco rubio, que va a ser inferior a la del año 1995 y, desde luego, muy
inferior, según los datos, al año 1993 que fue de 600 millones de
cajetillas aproximadamente, y la tendencia es hacia abajo. Sin embargo,
sí quiero resaltar el daño que produce a la economía nacional una pérdida
de impuestos que calculamos en más de 90.000 millones de pesetas y creo
que una de las labores de Tabacalera es ayudar a concienciar respecto al
grave problema que se crea. Sólo la producción de tabaco de importación
supondría dos fábricas más y puestos de trabajo en este país, y ése es un
tema que yo comentaba claramente con los sindicatos. A nivel de
resultados de Tabacalera, el impacto sería muchísimo menor, porque
nosotros lo calculamos entre un 8 y un 10 por ciento de los beneficios
netos de un año normal, en el tema del tabaco.

Por lo que respecta al suministro de tabaco, Tabacalera, que tiene el 20
por ciento de Cetarsa, es el mayor consumidor de tabaco nacional y
estaría encantada de consumir más tabaco. Es decir, la estrategia de la
compañía es, a través de Cetarsa, de apoyo total a los agricultores
españoles. Las cuotas de producción de tabaco, desgraciadamente, no las
fija la presidencia de Tabacalera, sino que es un tema político en el
Mercado Común, pero nosotros apoyamos totalmente a Cetarsa y me gustaría
decir que creo que si le preguntaran a la presidencia de Cetarsa diría
que el mejor cliente y con mejores condiciones que tiene Cetarsa es
Tabacalera. Mientras yo siga siendo Presidente de Tabacalera me voy a
encargar de que esto siga siendo así, porque, repito, para nosotros es
algo vital el apoyar a los agricultores españoles en el tema del tabaco.

Respecto a la regulación, como comprenderá, es una cuestión que me es
totalmente ajena. Yo soy presidente de una compañía y el tema de cómo se
regule el sector es algo que compete a esta Casa y soy totalmente ajeno a
lo que se regule en ese nivel. Lo que procuraré es gestionar lo mejor que
pueda la compañía para que la cuenta de resultados y el conjunto de
elementos que la constituyen tengan la mejor viabilidad a medio y largo
plazo.

Creo que esto es un resumen de la actividad. La compañía ha hecho una
reestructuración y empieza a incrementar tremendamente la prioridad de
las ventas, porque pensamos que la prioridad de las ventas, que es la
línea superior de la cuenta de resultados, es lo que asegura la
supervivencia de todos los demás factores que vienen después en la
función de producción. Por eso, tal vez el mayor giro que bajo mi
presidencia se va a dar es el de intensificar la expansión, el
crecimiento y la política comercial de la compañía para interrumpir esa
bajada sistemática de cuota de mercado que estaba sufriendo la compañía.

Queremos interrumpirla y pensamos que se le puede dar la vuelta hacia
otra dirección, una dirección positiva que asegure la viabilidad de la
compañía y de todos los que la componen. (El señor Amarillo Doblado pide
la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Presidente de Tabacalera.

Lo siento, señor Amarillo, pero el turno ya ha concluido. Precisamente la
razón de ser de lo que le decía respecto de introducir elementos
diferentes al objeto de la



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comparecencia es que da lugar a este tipo de circunstancias, pero no le
quepa la menor duda de que pueden celebrarse todas las comparecencias que
ustedes tengan por conveniente para preguntarle al señor Presidente de
Tabacalera todo lo que consideren oportuno.

Muchas gracias, señor Alierta, y por supuesto yo transmitiré
personalmente al señor Hernández-Sito el futuro que tiene Tabacalera en
relación a Cetarsa.




--COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (COSTA
CLIMENT), PARA INFORMAR SOBRE EL DESARROLLO REGLAMENTARIO DE LA LEY
19/1994, CON ESPECIAL HINCAPIE EN EL DE LA ZONA ESPECIAL (ZEC). A
SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA. (Número de expediente 212/000013.)



El señor PRESIDENTE: Comparecencia del señor Secretario de Estado de
Hacienda, don Juan Costa, solicitada por el Grupo Socialista, a los
efectos de que informe sobre el desarrollo reglamentario de la Ley
19/1994 --faltan el día y el mes--, con especial hincapié en el de la
zona especial canaria (ZEC).

Para explicitar los términos de la comparecencia, tiene la palabra el
profesor Segura.




El señor SEGURA CLAVELL: Señor Secretario de Estado, hace unos meses
solicitamos su comparecencia, que no pudo producirse, pero en modo alguno
esto es una recriminación porque las circunstancias del trabajo de los
miembros del Gobierno y el trabajo parlamentario lo justifican. Sin
embargo, en los últimos días, una serie de declaraciones públicas que se
han producido en la prensa de la comunidad canaria han reforzado, en su
temporalidad, la justificación de la petición que nosotros hicimos.

En los últimos días en la prensa han aparecido declaraciones públicas del
Consejero de Economía y Hacienda --me estoy refiriendo obviamente a la
prensa en Canarias-- en las que manifiesta que en las negociaciones que,
junto con la Secretaría de Estado de Hacienda se van a tener ante la
Comisión Europea, el Gobierno de Canarias primará el REF sobre la zona
especial en las negociaciones ante Europa.

Asimismo, en la prensa nacional especializada en temas de materia
económica, que tanta atención viene prestando en los últimos años a la
singular fiscalidad canaria derivada de la Ley 19/1994, de régimen
económico fiscal canario, y a la singularidad del contenido de la zona
especial, se refleja alguna que otra información previsiblemente derivada
de personas del staff de la Secretaría de Estado de Hacienda,
manifestando la preocupación por algún que otro documento procedente de
las direcciones generales correspondientes, en los que se pone en
entredicho los contenidos de las ayudas del Estado, la aplicabilidad de
las mismas y las líneas directrices por las que deberá evolucionar la
marcha económica de la prácticamente aún nonata ZEC, zona especial
canaria.

Señor Secretario de Estado, son muchas las reflexiones que hemos hecho,
que incluso he documentado de manera escrita a efectos de justificar esta
petición de comparecencia, pero creemos que el momento es delicado en la
Comisión Europea. Esta es una ley alrededor de la cual los diferentes
grupos parlamentarios debemos apiñarnos, y, qué duda cabe, aquellos que
representamos en los distintos grupos las dos circunscripciones
electorales de la comunidad canaria. Entienda usted que esta petición de
comparecencia está esencialmente impulsada por motivaciones informativas,
como se solicita en el texto que al señor Secretario de Estado le ha
llegado, no de recriminación, sobre cúal es el contenido del reglamento
de la ZEC, que desde hace tiempo debía haber sido aprobado y que debido a
los condicionantes comunitarios condujo a que no se aprobase en la V
Legislatura. Ya llevamos unos ochos meses de esta VI Legislatura y aún no
se está en condiciones de producir su aprobación definitiva. Entienda,
señor Secretario de Estado, que ésta es una petición esencialmente de
información, habida cuenta que incluso un proyecto de reglamento ha sido
publicado hace tres o cuatro meses, consecuencia de una filtración
producida por quien fuere, en la prensa canaria y ha generado
determinadas preocupaciones.

Así pues, señor Secretario de Estado, esencialmente nuestra petición de
información se centraría, en primer lugar, en que usted nos dé a conocer
aquellas dificultades más relevantes que se están detectando por parte de
la Comisión Europea, esencialmente en lo que son ayudas de Estado y en
alguna otra en la que este interviniente del Grupo Parlamentario
Socialista no haya tenido la posibilidad de acceder a dicha información;
y, en segundo lugar, el estado en el que se encuentra la elaboración del
reglamento de la ZEC, así como el seguimiento que obligatoriamente la
Secretaría de Estado estará haciendo del trabajo del consejo rector de la
misma, que lleva unos siete u ocho meses en el ejercicio de sus
responsabilidades. En función del contenido --con ello termino, señor
Presidente-- y de las modificaciones que experimenta la Ley 19/1994, de 6
de julio, dentro de la ley coloquialmente conocida como de acompañamiento
a los Presupuestos Generales del Estado, queremos saber si con todo ese
conjunto en el primer cuatrimestre de 1997 se podrá ya afirmar ante los
sectores financieros y económicos de la propia Unión Europea, y
particularmente españoles, que, en efecto, la primera zona offshore
española está en condiciones de competir con las restantes zonas de los
distintos países comunitarios.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Segura, por facilitar el día y el mes
de la ley reguladora.

Para contestarle, tiene la palabra el señor Secretario de Estado de
Hacienda.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (Costa Climent): Muchas
gracias, señor Presidente, y muchas gracias en primer lugar al señor
Segura por la exposición y el planteamiento que ha hecho. Le agradezco,
además, el apoyo que ofrece desde su grupo parlamentario a las
iniciativas que el Gobierno pueda adoptar con el objetivo de sacar
adelante, de la forma más



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rápida posible, el desarrollo reglamentario, en concreto de la zona
especial canaria.

Creo que es necesario considerar de alguna manera un poco la génesis de
los acontecimientos para analizar la situación en la que nos encontramos
y valorar, por tanto, políticamente las iniciativas que puede estar
adoptando el Gobierno en estos momentos con el objetivo de aprobar y
proceder al desarrollo reglamentario de la zona especial canaria.

Todos ustedes saben --usted sabe perfectamente-- que la Ley de 6 de julio
de 1994, que modifica el régimen económico y fiscal de Canarias, fue
notificada a la Comisión Europea a lo largo de su fase de tramitación
parlamentaria. Tras diversos contactos y negociaciones con la Comisión,
éstos culminan con una carta del presidente del grupo interservicios, que
de alguna manera es el encargado de coordinar todo aquello que afecta a
zonas ultraperiféricas, en la que plantea una serie de modificaciones que
en opinión de la Comisión debían incorporarse a la ley de 6 de julio de
1994 para adecuarse al marco comunitario.

Para dar respuesta, en parte, a esas inquietudes de la Comisión, se
aprueba un decreto ley el 26 de enero de 1996 que incorpora algunas
variaciones a la ley de modificación del régimen económico y fiscal de
Canarias, con el objetivo de adecuarla a esas inquietudes y, por tanto,
al marco comunitario. No obstante, tras la notificación de ese
decreto-ley, como usted muy bien sabe, la Comisión realiza nuevas
observaciones y exige información adicional sobre una serie de extremos,
como cuál es el régimen económico y fiscal aplicable en Canarias. Y
quedan pendientes de contestar, a plena satisfacción de la Comisión, esas
inquietudes y esas solicitudes de información que se vienen de manera
periódica y paulatina exigiendo al Gobierno, prácticamente desde la
aprobación de la ley de reforma del régimen económico y fiscal de
Canarias, y clarificar una serie de extremos con relación a la zona
especial canaria, a los que voy a hacer referencia.

Usted sabe perfectamente que para ponerse en marcha la zona especial
canaria exige del desarrollo reglamentario. Por tanto, es labor del
Gobierno acometer ese desarrollo reglamentario para poder activar el
funcionamiento de la zona especial canaria. Teniendo en cuenta esa
situación, ¿qué es lo que hizo y lo que está haciendo el Gobierno? En
primer lugar, el Gobierno negoció, debatió, discutió y diseñó un
desarrollo reglamentario de la zona especial canaria, en contacto con
todas las instituciones afectadas y con los agentes económicos en su
conjunto, para que pudiera tener el mayor consenso político y social
posible, teniendo en cuenta el interés que tiene el desarrollo
reglamentario de la zona especial canaria.

Considerando que era una prioridad para este Gobierno, y además así se
manifestó en el Consejo de Ministros que se celebró en Canarias hace
aproximadamente cuatro semanas, si no recuerdo mal, se decidió continuar
los contactos con la Comisión, después de haber comunicado oficiosamente
ese desarrollo reglamentario que debatió el Gobierno con las
instituciones afectadas. De hecho, el pasado 3 de diciembre yo mismo
mantuve una reunión en Bruselas con el comisario encargado de competencia
y el comisario encargado de fiscalidad, para intentar clarificar
cualquier tipo de inquietud que pudiera tener la Comisión sobre el
desarrollo reglamentario de la zona especial canaria.

Creo que fundamentalmente hay tres inquietudes con relación a ese
desarrollo reglamentario, que son la delimitación geográfica de la zona
especial canaria, la limitación temporal, y luego algunos aspectos
relacionados con el nivel de ayudas que supone poner en marcha la zona
especial canaria. En cualquier caso, el Gobierno ha actuado con la mayor
celeridad posible, teniendo en cuenta que una cuestión importante para el
Gobierno es poder desarrollar reglamentariamente la zona especial canaria
y poder poner en marcha, por tanto, esa zona offshore a la que usted se
ha referido en el planteamiento de su intervención. Por ello ha mantenido
esos contactos a lo largo de estos meses de manera oficiosa con los
responsables de la Comisión, para intentar hacer las cosas de mutuo
acuerdo y no tener problemas a la hora de notificar un texto
reglamentario aprobado que nos permita desarrollar y poner en marcha de
manera efectiva el desarrollo de la zona especial canaria.

Es cierto también que se introducen algunas modificaciones en la ley de
acompañamiento con relación al régimen económico y fiscal de Canarias.

Son modificaciones que pretenden dar una nueva redacción a los artículos
30, 31, 34, 35, 40, 41, 44, 46, 55, 66 y 70, que tienen también como
objetivo responder en mayor medida, a la vista de las nuevas inquietudes
manifestadas por la Comisión cuando se notificó el decreto-ley de reforma
del régimen económico y fiscal de Canarias, a las inquietudes planteadas
por la Comisión. Como usted sabe perfectamente, tienen una doble
finalidad. En primer lugar, delimitar mejor el ámbito objetivo de la ZEC;
y en segundo lugar, permitir que puedan constituirse como entidades ZEC
sucursales permanentes establecidas en la zona especial, aunque
correspondan a entidades que no tienen la consideración de ZEC, además de
algunas otras mejoras de carácter técnico.

La realidad es que el Gobierno está pendiente de que la Comisión fije su
posición con relación a estos tres extremos para poder aprobar
definitivamente el desarrollo reglamentario y comunicárselo a la
Comisión. Creo que, de alguna forma, esto responde a las inquietudes que
usted me ha reflejado en su petición de comparecencia. Por supuesto, si
quiere alguna aclaración adicional con relación a alguno de los extremos
a los que ha hecho referencia, me encuentro a su disposición para
proceder a facilitársela.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Segura.




El señor SEGURA CLAVELL: Señor Secretario de Estado, sabemos que nos
encontramos en la última fase de una larga tramitación, por cuanto esta
ley surge como iniciativa del Parlamento canario en el año 1993, por una
proposición de ley, que luego experimenta una serie de transformaciones
en su tramitación en ambas Cámaras y se aprueba a mediados de 1994. La
Comisión Europea plantea ciertas dificultades y, obviamente, el Gobierno
tiene la responsabilidad de ser cauto en una ley absolutamente crucial,



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que retrotrae a la Comunidad Autónoma canaria, dentro de la modernidad
política española, a una tradición de puerto franco que tuvo a lo largo
de su historia.

No obstante, a sabiendas de esa prudencia que tiene que tener el
responsable gubernamental, a mí me gustaría que procurase adelantar, un
poco orientativamente, una fecha en la que crea pueda ser publicado como
decreto lo que es aún un proyecto non nato de reglamento, porque sin él,
como es obvio, es imposible posibilitar, valga la redundancia, el
desarrollo de cualquier actividad económica en la ZEC. En segundo lugar,
¿cree S. S, que estas próximas sesiones de trabajo con la Comisión
Europea y con las distintas direcciones generales requerirán de
modificación en los artículos, en los contenidos de la ley y,
consiguientemente, informe preceptivo del Parlamento de Canarias? Son dos
preguntas que le formulo.




El señor PRESIDENTE: ¿Otros grupos que deseen formular aclaraciones o
fijar posiciones? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra don
Jesús Gómez.




El señor GOMEZ RODRIGUEZ: Muchas gracias, don Juan Costa, por su
presencia e intervención.

Voy a referirme a diversas cuestiones, pero previamente quiero felicitar
al Grupo Socialista por la petición de esta interesante comparecencia,
por lo menos desde la órbita canaria. También me adhiero a la petición
del señor Segura para hacer un frente conjunto y armónico con el Gobierno
central a los efectos de conseguir lo máximo ante la Comisión Europea.

Permítanme que haga una especie de introito a mi intervención en dos
temas que pueden afectar al reglamento de la ZEC. En primer lugar, quiero
resaltar la consecución en Dublín del estatuto permanente y específico
para Canarias, que ha sido un acierto del Gobierno español y que ha
producido satisfacción en el Gobierno de Canarias, en todos los grupos
políticos y especialmente en el nuestro de Coalición Canaria. Este es un
importante avance porque el estatuto específico y permanente de Canarias
viene cargado con una serie de beneficios fiscales y comerciales que
pueden tener incidencia en la consideración del reglamento non nato, como
le llama el señor Segura, de esta zona especial de Canarias.

También, aunque sea una cuestión formal y parece que sólo es de
maquillaje, por la situación de las islas Canarias, y en cuanto a la
entrada en vigor el primero de enero del año 2002 de los nuevos billetes
euro, lamentamos que por parte del Instituto Monetario Europeo se haya
excluido del mapa de Europa a las islas Baleares, Ceuta, Melilla y la
frontera meridional de Europa, que son las islas Canarias. Es lamentable
porque en ese instituto hay representantes del Gobierno central y porque
afecta al reconocimiento de que Canarias está dentro de Europa a todos
los efectos. El estatuto permanente, conseguido ahora acertadamente por
el Gobierno del señor Aznar, lo reconoce y lo defiende por la situación
de las islas Canarias y por la fragmentación de su territorio.

En cuanto al reglamento son muchas cuestiones las que nos preocupan.

Usted ha señalado una de ellas, el plazo de vida de la ZEC. En la
modificación del REF que hubo en 1996, en el artículo 28 se señala que
hasta el año 2024. Aunque eso sea susceptible de prórroga, parece que la
Comisión Europea no considera acertado ese plazo y quiere reducirlo. Yo
me pongo a pensar que si se redujera a diez años, una empresa comercial
que se instale en cualquiera de las islas (Tenerife, Lanzarote, Gran
Canaria, la que fuera de cualquiera en las que se divide geográficamente
la ZEC) tiene tiempo suficiente de recuperar su inversión, pero una
industria no tendría tiempo de recuperar la inversión en diez años, por
lo que no se animaría a hacer la misma en el archipiélago canario.

Aprovechando que hay un beneficio fiscal para la ZEC, aunque no se
concrete, y aprovechando también eso del Pisuerga, yo me atrevería a
sugerir al señor Secretario de Estado que vea la posibilidad de
ampliación del plazo de bonificación del Impuesto de Sociedades que acaba
el 31 de diciembre de 1996, dado que el reglamento no se ha promulgado.

¿Cómo pueden presentarse las empresas si desde el año 1994 estamos
esperando el reglamento y el plazo se acaba en 1996? Solicito que se
considere ampliar el plazo para que haya una posibilidad de utilizar una
norma de segundo rango.

Los detalles de la modificación del reglamento serían muy largos, porque
tiene un contenido muy denso, pero a vuela pluma podría decirles que
espero que se haya tenido en cuenta que el área geográfica ocupada por
empresas que cumplan los requisitos necesarios para garantizar la
efectividad de la normativa de zonas y depósitos francos y vinieran
operando como tales se considere también como ZEC. En el ámbito subjetivo
habría que aclarar muy bien qué son entidades de servicios. En el ámbito
objetivo, en la adquisición de bienes activos nuevos o usados deberían
incluirse también las adquisiciones de software, derechos de traspasos, y
por eso creemos que se debe sustituir por toda clase de bienes o derechos
activos fijos nuevos o usados.

En cuanto a la naturaleza del consorcio no quiero entrar en pleitos
insulares, porque pienso que cada isla tiene su economía y su derecho,
pero la isla de Gran Canaria y su capital, Las Palmas de Gran Canaria, es
la sede del delegado del Gobierno, es la sede del máximo representante
del Ministerio de Economía y Hacienda, del que va a depender esta ZEC. Es
la ciudad que tiene más tráfico comercial, la que tiene más tráfico
portuario, y ahí debería establecerse, respetando otras cosas para las
demás islas, abriendo oficinas en las otras islas, pero que la sede del
consorcio estuviese en Las Palmas de Gran Canaria, donde recientemente se
ha celebrado también un ilusionante Consejo de Ministros.

Podría hablar de muchas cosas más, del tema de la naturaleza del
consorcio, del tema de los plazos de resolución y recursos. Se habla de
un silencio administrativo negativo cuando debería ser un silencio
administrativo positivo en las solicitudes que se hagan de instalación en
la ZEC. En cuanto al procedimiento de autorización, pienso que es justo
que se solicite un aval previo en el momento de la primera autorización,
que sería definitivo si consigue la segunda.




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También es importante la valoración de las operaciones entre entidades de
la ZEC y sus establecimientos permanentes o sucursales en España y la
retención de ingresos sobre rentas satisfechas por las entidades de la
ZEC. En el proyecto de reglamento se habla de algo que no está en una ley
de rango superior, como son las retenciones por las actividades
profesionales.

Sería muy largo comentar todo, pero quiero terminar pidiendo que no se
espere a que se monten las empresas para la creación de una Bolsa de
valores, sino que sea simultánea a la instalación en la ZEC de estas
sociedades.

Podría seguir hablando de varios temas, pero la información que usted nos
ha ofrecido es suficiente, creemos que se ha contestado a los reparos
formulados por la Comisión respecto de las medidas REF (incentivos a la
inversión, incentivos a la producción, reserva para inversiones). Nos
gustaría conocer, como decía el señor Segura, por lo menos las fechas
aproximadas de la promulgación de este reglamento para que pueda nacer la
ZEC. Se está haciendo una difusión generalizada, pero muchas personas nos
llaman para saber cuándo se inicia el desarrollo de la ZEC. Hemos de
responder que tenemos la ley pero no tenemos el reglamento. Yo sé que
hace falta una armonía entre Bruselas y Madrid. Haremos un frente
conjunto con Madrid para conseguir algo que sea importante para la
economía de Canarias.

Por último, me gustaría preguntarle si están previstas nuevas actuaciones
de altos cargos de la Administración estatal, del señor Secretario de
Estado, aquí presente, o del señor Ministro o de quien fuera, ante la
Comisión para dar celeridad a la promulgación de este reglamento.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Martínez-Pujalte.




El señor MARTINEZ-PUJALTE LOPEZ: Señor Presidente, seré muy breve
atendiendo la hora y además al espíritu de serenidad, de tranquilidad que
ha reinado en esta petición de comparecencia.

Quiero hacer algunas precisiones en nombre de mi grupo, en el sentido de
que estamos absolutamente decididos a potenciar y desarrollar, como es el
espíritu del Gobierno, la zona especial de Canarias y el régimen especial
de Canarias. Ha sido además una voluntad manifestada con obras, tanto en
las incorporaciones que se han hecho a la ley de acompañamiento como con
las enmiendas que se han introducido en el trámite parlamentario.

Agradecemos además el tono que ha mantenido el portavoz del Grupo
Socialista en este tema, porque somos conscientes de las dificultades
derivadas de la tramitación en la Comisión Europea. Somos conscientes
también de que había unas dificultades derivadas del propio texto de la
ley, que se han corregido en parte por la voluntad del Gobierno y con las
enmiendas a la ley de acompañamiento que se han tramitado en la Comisión
y que han contado con un acuerdo global de todos los grupos.

Yo creo que es justo decir, y con esto acabo porque quiero ser muy breve,
que en este tema por el impulso del Grupo Parlamentario Popular y también
por el de Coalición Canaria se ha avanzado decisivamente en cuanto a la
Zona Especial de Canarias, que ha contado con el apoyo de todos los
grupos de la Cámara.




El señor PRESIDENTE: Para concluir esta comparecencia y contestar a los
señores Diputados que han formulado precisiones, el señor Secretario de
Estado de Hacienda tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (Costa Climent): Señor
Presidente, en primer lugar, querría hacer una consideración de carácter
general. Desde luego, para el Gobierno es extraordinariamente importante
aprobar el desarrollo reglamentario de la zona especial de Canarias y de
todo el régimen económico y fiscal de Canarias. Quisiera informar a los
señores Diputados de que ya desde el propio mes de julio representantes
de la Secretaría de Estado de Hacienda empezaron a mantener contactos
oficiales con la Comisión para desbloquear esta cuestión e intentar
responder y dar satisfacción a las inquietudes de la Comisión respecto a
esta materia.

En mi intervención inicial, he hecho mención a los principales extremos
que, en opinión de la Comisión, hay que clarificar para obtener la
preceptiva autorización y poder aprobar el desarrollo reglamentario de la
zona especial canaria. Uno de ellos es la limitación temporal. Como todos
ustedes saben, el Real Decreto-ley que modifica la Ley de Régimen
Económico y Fiscal de Canarias, de julio de 1994, establece un plazo de
duración de la zona especial canaria que expira el 31 de diciembre del
año 2024. La Comisión opina que este plazo es extraordinariamente amplio
y utiliza los precedentes de otras zonas offshore, de otras zonas de baja
tributación, como pueden ser las de Madeira, Irlanda o Trieste, que es la
última que ha sido objeto de aprobación y que tiene una duración de cinco
años. Desde luego, el Gobierno le manifestó a la Comisión su oposición
tajante a una limitación temporal de estas características, entre otras
circunstancias, por la tradición de Canarias --como muy bien ha dicho el
representante del Grupo Socialista-- como puerto franco y zona de
librecambio y por el carácter ultraperiférico, la situación de
insularidad y el propio contexto económico y social en el que se pueden
encontrar las islas Canarias. Desde esa perspectiva, cualquier plazo de
referencia tendría que ser, en su caso, como el de Madeira, que es una
zona offshore con unas características económicas y sociales más
similares en cualquier caso a las de Canarias que las de Trieste. Habrá
que buscar una aproximación, como es obvio, teniendo en cuenta la
importancia que tiene que el plazo sea lo más amplio posible --pudiendo
ser siempre objeto de prórroga-- para dotar de certidumbre las decisiones
de los inversores que decidan instalarse en las zonas que se delimiten
como ZEC.

La otra cuestión es la de la limitación geográfica. Desde luego, el
Gobierno preferiría no tener que delimitar geográficamente todos y cada
uno de los puntos que reciban la consideración de ZEC donde puedan
establecerse las empresa. La realidad es que yo creo que habrá que ir a
una situación en la que exista una autorización para operar o para
constituir una ZEC, en las zonas portuarias y aeroportuarias



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de Canarias y en determinados polígonos industriales de las islas
mayores, y solicitar de la Comisión que, si se decide ampliar el ámbito
de la ZEC a algunas de las islas menores, contando con las autorizaciones
preceptivas de Bruselas, eso se pueda hacer en el futuro. Creo que ésta
es otra solución paccionada que nos puede permitir desbloquear la
autorización de Bruselas para llevar adelante el desarrollo de la ZEC.

La última cuestión se refiere a la valoración económica de las ayudas
concedidas. El Gobierno cree que es extraordinariamente difícil --no
podía ser de otra forma-- valorar las ayudas fiscales o cuál es el nivel
de ayuda que supone este régimen especial de tributación, aunque puede
aceptar algún control periódico de la Comisión para conocer cuál es la
situación y cómo se está desarrollando el funcionamiento de la zona
especial canaria.

Creo que éstos son los principales temas sobre los que el Gobierno ha
manifestado cuál es su posición de una forma tajante, acompañado y
apoyado por el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Canarias. Lo que
hemos rogado a la Comisión es que nos explicite, a la mayor brevedad
posible, cuál es su postura definitiva sobre esas cuestiones y si acepta
soluciones como las que ha planteado el Gobierno. ¿Por qué? Porque parece
obvio que, antes de notificar un desarrollo reglamentario y, por lo
tanto, todo el marco de funcionamiento de la ZEC, es importante contar
con el apoyo y con la autorización de Bruselas para poder poner en marcha
la zona especial canaria. El Gobierno, en estos momentos, ha contestado,
ha mantenido esas reuniones periódicas y esos contactos con los
comisarios de Competencia y de Fiscalidad; les ha notificado oficialmente
su posición sobre esta cuestión a través de un escrito que yo mismo
dirigí la pasada semana y estamos a la espera de ver qué es lo que nos
responde oficialmente la Comisión sobre esas cuestiones. Como es obvio,
el Gobierno va a intentar requerir a la Comisión para que responda con la
mayor brevedad y urgencia posibles y, además, en los términos que plantea
el Gobierno español, pero yo no puedo asumir un compromiso de un plazo
por parte de la Comisión, como es obvio. Por tanto, la pelota, como se
dice vulgarmente, está en el tejado de la Comisión, y el Gobierno poco
puede hacer, al margen de requerir a la Comisión para que conteste a esta
cuestión.

Creo que es importante también tener en cuenta que es necesario
desarrollar el resto de la Ley de Modificación del Régimen Económico y
Fiscal de Canarias, y el Gobierno está trabajando en esa línea con el
objetivo de tener un texto de desarrollo reglamentario a lo largo del
primer trimestre de 1997, pero todos ustedes saben que las ayudas
económicas, en términos generales, que establece el régimen económico y
fiscal de Canarias son ayudas que involucran a muchos departamentos y a
muchas administraciones y, en consecuencia, es necesario contar con la
valoración y con los informes preceptivos de todos esos departamentos
ministeriales. El Gobierno, desde luego, cuando tomó posesión, en mayo
pasado, no contaba con esa valoración ni con esos informes preceptivos y,
por tanto, no ha podido impulsar con mayor rapidez y con mayor celo ese
desarrollo reglamentario.

Creo que muchas de las cuestiones que ha planteado el representante de
Coalición Canaria van a tener una cumplida satisfacción en el desarrollo
reglamentario de la ley. Por consiguiente, creo que para ver cuáles son
las inquietudes que finalmente puedan quedar al representante de
Coalición Canaria, yo le rogaría que esperáramos a la aprobación
definitiva o al texto reglamentario definitivo, porque pienso que,
prácticamente, a todas las cuestiones que usted ha planteado se da
cumplida satisfacción en ese desarrollo reglamentario. De alguna manera,
con esto respondo a las cuestiones que me han expuesto; pienso que les he
informado cumplidamente de la situación en estos momentos y de las
últimas iniciativas que ha presentado el Gobierno. Por supuesto, el
Gobierno está a su disposición para continuar informándoles
periódicamente sobre cualquier cuestión que pueda plantear el desarrollo
del régimen económico y fiscal de Canarias.




El señor SEGURA CLAVELL: Señor Presidente, si es tan amable, le
agradecería no un turno de intervención, no, sino que quería rogarle, al
Secretario de Estado, al hilo de la última frase pronunciada por él, que
dado que este es un tema que consideramos de política de Estado y en el
que creemos que tenemos que participar todos, para no tener que solicitar
nuevas comparecencias o formular preguntas, nos tenga lo suficientemente
informados a los diferentes grupos de la Cámara, y específicamente al
Grupo Parlamentario Socialista, en la oposición, sobre el proyecto de
reglamento que circula profusamente en la Comunidad Autónoma de Canarias
y sobre cualquier otro documento. No tenga la más mínima duda que tendrá
siempre, para terminar de consolidar ese proyecto de modernidad en
Canarias, la cooperación razonada y razonable de mi grupo parlamentario.

Con el ruego de que nos haga llegar la información, quería agradecer la
presencia del señor Secretario de Estado y sus explicaciones.




El señor PRESIDENTE: Señor Segura, usted no tiene la palabra. Se la
retiro. (Risas.)
Concluida la comparecencia del señor Secretario de Estado de Hacienda,
agradeciéndole su asistencia, como siempre, a esta Comisión y esperando
que vuelva en el mes de febrero, porque es un trámite reglamentario, se
levanta la sesión.




Eran las dos y veinticinco minutos de la tarde.