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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 112, de 27/11/1996
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1996 VI Legislatura Núm. 112



ASUNTOS EXTERIORES



PRESIDENTE: DON RAFAEL ESTRELLA PEDROLA,



VICEPRESIDENTE PRIMERO



Sesión núm. 8



celebrada el miércoles, 27 de noviembre de 1996



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia del señor Secretario de Estado para la Cooperación
Internacional y para Iberoamérica (Villalonga Campos), para, una vez
finalizada la VI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno,
que se celebró en Chile los días 10 y 11 de noviembre de 1996, informar
sobre los resultados de la misma. A petición propia. (Número de
expediente 212/000380) (Página 3024)



Preguntas:



--Sobre la retirada del estatuto honorífico de Cónsul al señor Hamadi. De
la señora Fernández Sanz (Grupo Socialista). (Número de expediente
181/000202) (Página 3045)



Proposiciones no de ley:



--Sobre la creación de una oficina permanente en Colombia por el Alto
Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas. Presentada por
el Grupo Parlamentario Federal Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

(Número de expediente 161/000228) (Página 3046)



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--Sobre el proceso de paz en Guatemala. Presentada por el Grupo
Socialista del Congreso. (Número de expediente 161/000231) (Página 3050)



Dictamen sobre:



--Acuerdo por el que el Gobierno del Reino de Marruecos pone a
disposición del Gobierno del Reino de España un edificio destinado a
centro escolar, firmado «ad referendum» en Rabat el 6-2-96. (Número de
expediente 110/000053) (Página 3052)



--Acuerdo euro-mediterráneo por el que se crea una Asociación entre las
Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y el Estado
de Israel, por otra, firmado en Bruselas el 20-11-95. (Número de
expediente 110/000054) (Página 3052)



--Acuerdo para la creación de una Conferencia de Servicios Nacionales de
Meteorología en Europa (EUMETNET), firmado «ad referendum» en Reading
(Reino Unido), el 4-12-95. (Número de expediente 110/000055) (Página 3055)



--Acuerdo entre el Reino de España y la República de Letonia para la
Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, firmado en Madrid el
26-10-95. (Número de expediente 110/000056) (Página 3056)



--Acuerdo entre el Reino de España y la República Libanesa para la
Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, firmado «ad referendum»
en Madrid el 22-2-96. (Número de expediente 110/000057) (Página 3056)



--Tratado entre el Reino de España y la República de Guatemala sobe el
traslado de personas condenadas, firmado «ad referendum» en Madrid el
26-3-96. (Número de expediente 110/000058) (Página 3057)



--Acta de Revisión del Artículo 63 del Convenio de la Patente Europea de
17-12-91. (Número de expediente 110/000059) (Página 3058)



--Acuerdo por el que se autoriza la retirada de la reserva formulada por
España al Capítulo II del Tratado de Cooperación en materia de patentes,
elaborado en Washington en 1970. (Número de expediente 110/000060)
(Página 3059)



Se abre la sesión a las nueve y diez minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION
INTERNACIONAL Y PARA IBEROAMERICA (VILLALONGA CAMPOS), PARA UNA VEZ
FINALIZADA LA VI CUMBRE IBEROAMERICANA DE JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO,
QUE SE CELEBRO EN CHILE LOS DIAS 10 Y 11 DE NOVIEMBRE DE 1996, INFORMAR
SOBRE LOS RESULTADOS DE LA MISMA. A PETICION PROPIA. (Número de
expediente 212/000380.)



El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Buenos días, señorías.

Comenzamos con el punto primero del orden del día: Comparecencia del
Secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para
Iberoamérica para una vez finalizada la VI Cumbre Iberoamericana de Jefes
de Estado y de Gobierno, que se celebró en Chile los días 10 y 11 de este
mes, informar sobre los resultados de la misma.

Tiene la palabra el señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Muchas gracias, señor Presidente.

Cuando hace ya más de siete años surgió la idea de llevar a cabo, con
periodicidad anual, las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno de
Iberoamérica, el proyecto parecía más bien una fantasía de difícil puesta
en práctica y con resultados bien poco previsibles. Sin embargo, hoy día,
celebradas ya seis cumbres y previstas otras posteriores hasta el año
2002, podemos afirmar, sin miedo a exageraciones, que los resultados de
este proyecto exceden con mucho las expectativas que se habían depositado
en él. Como ya he dicho, se han celebrado hasta la fecha seis cumbres: en
Guadalajara, en el año 1991; en Madrid, en 1992; en Salvador de Bahía, en
1993; en Cartagena de Indias, en 1994; en San Carlos de Bariloche, en
1995, y en Santiago de Chile, en 1996.

Desde la tercera, celebrada en Salvador de Bahía, cada una de las cumbres
se ha dedicado a analizar un asunto temático de gran trascendencia para
la comunidad iberoamericana. Desarrollo, en Salvador de Bahía; comercio e
integración, en Cartagena; educación, en Bariloche, y gobernabilidad, en
Santiago de Chile. Se han decidido ya las



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sedes de las cumbres de los próximos años: Venezuela, en 1997; Portugal,
en 1998; Cuba, en 1999; Panamá, en el año 2000; Perú, en el 2001, y la
República Dominicana, en el 2002.

Con seis cumbres ya celebradas, podemos analizar, aunque sea brevemente,
varios aspectos inherentes a las mismas y que son una prueba fehaciente
de su importancia. En primer lugar, las cumbres son un foro político al
más alto nivel. El hecho de que cada año se reúnan todos los jefes de
Estado y de Gobierno de la comunidad iberoamericana, incluso de países
que no tienen relaciones diplomáticas entre sí o cuyos regímenes
políticos son diferentes, y que lo hagan a puerta cerrada para discutir
sobre temas de interés común, otorga una importancia de primer orden a
estos encuentros. Este hecho, además, nos permite aumentar nuestra
relación privilegiada con los países iberoamericanos y nuestra capacidad
de influencia en Europa, como país puente o bisagra entre los dos
continentes. Fruto de estos encuentros institucionales ha sido la
progresiva consolidación de ideales como la Comunidad iberoamericana de
naciones, concebida como espacio político sinónimo de un tejido económico
y social hondamente vinculado. Esta consolidación tiene ya efectos
prácticos en foros internacionales y se ha conseguido consensuar
candidaturas iberoamericanas de organismos internacionales.

En segundo lugar, las cumbres han elaborado un auténtico código de
conducta, que reafirma el compromiso con la democracia, con el respeto al
Estado de Derecho, a los derechos humanos y libertades fundamentales,
como pilares esenciales de nuestra comunidad. Así, este mecanismo, creado
en la cumbre de Madrid, ha servido para condenar cuantas tentativas de
golpe de Estado se han producido en estos años. El caso más reciente ha
sido el intento desestabilizador en Paraguay, a finales de abril pasado.

La Secretaría pro tempore, como ustedes conocen y expliqué ante esta
Comisión, aplicando el artículo 14 de las conclusiones de la cumbre de
Madrid, reaccionó con toda rapidez y contundencia, en menos de
veinticuatro horas, condenando sin paliativos dicho intento, aun antes de
que lo hiciera la propia Unión Europea.

En tercer lugar, las cumbres no se han limitado a ser un mero foro
político sin contenido práctico, sino que, por el contrario, se han
convertido, además, en un instrumento básico de la cooperación entre las
veintiuna naciones que forman la comunidad iberoamericana. Como dije
antes, desde la cumbre de Salvador de Bahía, cada reunión ha abordado
unos temas específicos de gran importancia para la comunidad. De esta
forma, en Bariloche, a iniciativa española, se aprobó un ambicioso
convenio de cooperación que supone un paso adelante en la
institucionalización de la cooperación, al establecerse los mecanismos,
el marco y la financiación para futuros proyectos, que deben ser
aprobados por al menos tres países, cubriendo un compromiso financiero
avalado por otros siete países. En la reciente Cumbre, de Santiago, se ha
constatado el muy avanzado estado de ratificación de este convenio, que
previsiblemente podrá entrar en vigor en el mes de diciembre. Las Cortes
Españolas tienen casi ultimada su ratificación, y es de esperar que
España pueda comunicar en breve la culminación de dicho proceso y su
incorporación al número de países que son parte del convenio de
Bariloche. El mecanismo de las cumbres desarrollado hasta ahora ha
producido seis programas que ya están en fase de ejecución: la televisión
educativa iberoamericana; el programa Mutis, de cooperación en el
desarrollo de programas de doctorado y en la dirección de tesis
doctorales; el programa de alfabetización y educación básica de adultos;
el programa Cyted, de cooperación científica y tecnológica; el programa
Cideu y el Fondo Indígena. En la VI Cumbre se han incorporado otros tres
programas a esta lista de programas en ejecución: el programa de
cooperación para el desarrollo de sistemas nacionales de evaluación de la
calidad educativa; el programa iberoamericano de cooperación para el
diseño común de la formación profesional, más conocido como Iberfop; el
programa iberoamericano de movilización de administradores de la
educación, conocido como Ibermade. De éstos, el primero fue a iniciativa
de Argentina y los otros dos, de España.

Pero los aspectos prácticos de las cumbres no se limitan únicamente al
capítulo, tan importante, de la cooperación, sino que se van extendiendo
también, progresivamente, a otros niveles más amplios y complejos. Se ha
reforzado la importancia del español y del portugués como idiomas de
comunicación. También existe el proyecto de crear una red informática
iberoamericana que establezca un correo electrónico directo entre los
coordinadores durante el tiempo que media entre cumbres, y una base de
datos mixta, con una parte accesible a todo el público y otra,
confidencial. En la V Cumbre, de Bariloche, se sentaron las bases de un
código iberoamericano de la seguridad social. En resumen, como podrán SS.

SS. comprobar, con el paso de los años el mecanismo de las cumbres ha ido
adquiriendo una vasta complejidad que excede los objetivos y propósitos
del proyecto inicial.

No quisiera terminar estas generalidades sobre las cumbres sin referirme
al papel protagónico que España ha mantenido desde el comienzo de esta
experiencia y sigue prestando en su desarrollo posterior. Por ejemplo, de
los nueve proyectos de cooperación en ejecución ya mencionados siete han
sido propuestos y costeados en gran parte por nuestro país. Sin embargo,
el protagonismo de España no es en sí mismo un objetivo, sino que es
consecuencia de nuestra mayor iniciativa; es deseable, y así se va
produciendo, una paulatina incorporación de otros países a esta actitud
más activa.

A lo largo de las sucesivas cumbres celebradas, y de manera muy especial
en esta VI Cumbre, ha ido quedando cada vez más claro que la
especificidad y complejidad de los asuntos de la cooperación van a
requerir una atención especial en el futuro. En efecto, se trata del
espacio iberoamericano, de coordinar múltiples y a veces heterogéneas
voluntades y enfoques, y por ello España, con el afán de contribuir a
clarificar qué métodos y objetivos habrá de tener en el futuro la
cooperación fruto de las cumbres, se propone albergar una reunión de los
responsables de cooperación de los veintiún países. Para ello brindará el
centro dependiente de la Agencia sito en Cartagena de Indias.




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En definitiva, el fenómeno de las cumbres iberoamericanas se ha
consolidado de tal manera que hoy constituye un marco esencial y
prioritario en nuestras relaciones con Iberoamérica. Se han convertido
además en un instrumento de análisis y de reflexión en el proceso de
modernización de las sociedades que forman la comunidad iberoamericana y
en un sistema de cooperación avanzado cuyas prioridades contemplan las
necesidades básicas de nuestros pueblos.

Igualmente hay que resaltar el contenido, coherencia y homogeneidad
conseguidos en los seis documentos de conclusiones emanados sucesivamente
al final de cada reunión, incluso a pesar de que durante estos cinco años
han cambiado los titulares de numerosas primeras magistraturas de los
países iberoamericanos. Existe, pues, un eje central ético, cultural,
jurídico, humanista y de fundamento político y económico, cuya influencia
se deja sentir cada vez más en los aspectos esenciales de la política
democrática en los países iberoamericanos.

La última cumbre iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno tuvo
lugar hace dos semanas, entre los días 9 y 11 de noviembre, en las
ciudades chilenas de Santiago y Viña del Mar. El tema central de esta
cumbre, escogido por Chile en su calidad de secretaría pro tempore de la
Conferencia, ha sido la «gobernabilidad para una democracia eficiente y
participativa». La tesis fundamental se basa en el convencimiento de que
a las jóvenes democracias de ambos lados del Atlántico no les basta
únicamente la legitimidad democrática y el respeto al Estado de Derecho,
sino que deben ser además eficaces, con objeto de enfrentarse a los retos
modernos derivados de la globalización, de la corrupción, de las drogas y
el terrorismo, y además sentar las bases y reforzar el sistema
democrático de nuestros países.

Aun cuando en términos generales se han hecho grandes progresos en
Iberoamérica si comparamos la actual década de los noventa con la de los
setenta y la de los ochenta, especialmente en lo relativo a la
desaparición de las dictaduras, el nuevo papel de las fuerzas armadas y
un mayor respeto de los derechos humanos, siguen existiendo problemas
prioritarios y preocupantes. En varias naciones las economías son
extraordinariamente frágiles y vulnerables, las estructuras sociales
permanecen muy anticuadas, con grandes sectores de la población en
situación de extrema pobreza y ajenas al curso de la vida nacional,
sociedades dominadas por oligarquías, en definitiva situaciones políticas
basadas en regímenes democráticos formales pero muy debilitados por los
factores ya apuntados y que pueden representar a largo plazo un grave
peligro en muchos casos para la propia pervivencia de estas democracias.

Entrando a valorar los resultados concretos de la VI Cumbre, creo que se
puede considerar a ésta ante todo como un éxito de participación. A
diferencia de ocasiones anteriores, en que alguno de los mandatarios
iberoamericanos no pudo estar presente, a Chile han acudido todos sin
excepción, poniendo así de manifiesto el alto valor que conceden a estos
encuentros. Asimismo, invitados por la secretaría pro tempore chilena,
asistieron diversos invitados especiales, entre los que quisiera destacar
al Secretario General de la Organización de Estados Americanos, el señor
Gaviria, y el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, señor
Iglesias. España estuvo representada por Su Majestad el Rey y por el
Presidente del Gobierno, quien participaba por primera vez en una reunión
de este tipo.

La actividad española, tanto durante la cumbre como en los trabajos
previos a la misma, ha sido muy intensa, realizando nuestra delegación
numerosas aportaciones de fondo y forma que serían finalmente incluidas
en la declaración final de Viña del Mar. En todo momento España potenció
el espíritu de consenso como pilar básico de la construcción de la
comunidad iberoamericana.

En reconocimiento a la importante labor que desempeña España en la
consolidación de la comunidad iberoamericana, al igual que ocurriera en
los encuentros precedentes, la secretaría pro tempore chilena tuvo la
deferencia de conceder a Su Majestad el Rey la oportunidad de agradecer,
en nombre de todos los mandatarios iberoamericanos, las palabras de
bienvenida del Presidente Frei en la cena que ofreció en su honor.

Paralelamente a los actos propiamente de la cumbre --sesiones plenarias y
encuentros multilaterales--, tanto Su Majestad el Rey como el señor
Presidente del Gobierno mantuvieron una intensa agenda de contactos y
entrevistas bilaterales con la práctica totalidad de los jefes de Estado
y de Gobierno iberoamericanos asistentes. Estoy convencido de que estos
encuentros bilaterales demuestran la importancia de las cumbres como foro
de concertación política, permiten el establecimiento de contactos
personales de gran importancia entre los participantes, asimismo ofrecen
la posibilidad de mantener, al menos una vez al año, un diálogo político
directo y franco al más alto nivel, incluso entre países, repito, que
bien no tienen relaciones diplomáticas o bien poseen regímenes políticos
muy diferentes.

Como SS. SS. conocen, la VI Cumbre Iberoamericana concluyó con la firma,
por parte de todos los mandatarios, del documento con las conclusiones de
la Cumbre, que se denominó la declaración de Viña del Mar. El haber
procedido a su firma otorga una mayor solemnidad al documento, pero sobre
todo pone de manifiesto el espíritu de consenso que presidió la VI
Cumbre. En otras ocasiones el texto final fue simplemente adoptado, dado
que las modificaciones introducidas por los jefes de Estado y de Gobierno
durante los plenarios impidieron a la secretaría pro tempore de turno
disponer de la versión final en el momento de clausura de la conferencia.

Permítanme SS. SS. que me detenga a continuación en un breve análisis de
esta declaración de Viña del Mar. La declaración está dividida en tres
partes diferenciadas pero también imbricadas entre sí: una primera
titulada gobernabilidad para una democracia eficiente y participativa, de
contenido eminentemente político; una segunda dedicada a la cooperación y
una tercera parte que recoge los asuntos de especial interés, entre
comillas.

La primera parte del documento, que lleva el mismo nombre que el tema
central de la cumbre, cuenta con un preámbulo eminentemente declarativo y
está estructurada



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en siete capítulos donde se aborda la gobernabilidad en sus dimensiones
de cooperación política, contexto internacional, condiciones políticas y
socioeconómicas, y en particular hace especial referencia al
fortalecimiento de las instituciones políticas, la reforma de la
administración pública y la descentralización del Estado.

De las numerosas ideas que en ella aparecen creo que merece destacarse el
compromiso de los mandatarios con la democracia, el Estado de Derecho, el
pluralismo político, el respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales.

En la declaración se subraya como elementos esenciales de la democracia
la independencia de poderes, su mutuo control, las libertades de
expresión y reunión y las elecciones libres y periódicas. Se señala
igualmente que la necesidad de consolidar la democracia es una tarea
permanente en la que cada pueblo, de acuerdo con su tradición política,
debe avanzar resueltamente.

Como señalé anteriormente, España ha desempeñado un activo papel en la
redacción de este documento de conclusiones, prácticamente todas sus
propuestas han ido quedando recogidas en el mismo. Entre las aportaciones
españolas a esta primera parte me interesaría destacar los siguientes
apartados: La confirmación de los principios adoptados en las cumbres
anteriores, que consolidan con fuerza la comunidad iberoamericana como
espacio de concertación y de cooperación con características propias. La
corrupción, el terrorismo, el narcotráfico, el lavado de dinero y otras
formas de delincuencia organizada internacional suponen retos para la
democracia que hacen imperativa la cooperación política iberoamericana,
en particular mediante el intercambio de información sobre actividades
delictivas, la coordinación entre autoridades judiciales y policiales, el
cumplimiento de penas y la extradición.

En lo que se refiere a la segunda parte del documento, relativa a la
cooperación derivada de las cumbres iberoamericanas, ya he hecho mención
antes a los tres nuevos programas incluidos en esta cumbre. Por otra
parte, también en este campo fue destacada la aportación española.

Destacaría el primer párrafo de la misma, que promueve el desarrollo de
estructuras y la movilización de los necesarios medios humanos y
financieros para que la ejecución de los programas de cooperación sea
eficaz y tenga resultados palpables. Se trata de una idea clave para
avanzar en el desarrollo de la cooperación realmente iberoamericana, y no
sólo de España, hacia cada uno de los países de América Latina.

Ha sido objetivo concreto español a lo largo de los trabajos de esta VI
Cumbre conseguir una participación más activa por parte de todos los
países iberoamericanos en los programas de cooperación. Este afán va
teniendo resultados y hemos comprobado cómo varios países se han
incorporado a programas ya en ejecución con compromisos concretos de
contribución financiera y humana. Asimismo, como ejemplo de las cumbres
iberoamericanas y de cómo éstas estimulan no sólo la cooperación en
general en todo el área iberoamericana sino también la de carácter
regional, el documento final aprobado en la VI Cumbre recoge un párrafo,
también propuesto por España, que estimula la rápida puesta en marcha de
un sistema de interconexión eléctrica entre los países de Centroamérica.

A lo largo de las sucesivas cumbres celebradas, y de manera muy especial
en esta VI Cumbre, ha ido quedando cada vez más claro que la
especificidad y complejidad de los asuntos de cooperación van a requerir
una atención especial en el futuro en el seno de las cumbres. Se trata en
el espacio iberoamericano de coordinar múltiples y a veces heterogéneas
voluntades y enfoques. Por ello España, con el afán de contribuir a
clarificar qué métodos y objetivos habrá de tener en el futuro la
cooperación fruto de las cumbres, se propone albergar, como enuncié
anteriormente, una reunión en Cartagena de Indias de los responsables de
cooperación de los veintiún países.

Finalmente, en lo que respecta a la tercera parte del documento, bajo el
título asuntos de especial interés, se reitera en alguna medida el
contenido de la primera, aunque con un carácter más pragmático que
aquélla. Se hacen así menciones concretas al proceso de pacificación en
Guatemala. Fue durante la ceremonia de clausura de la cumbre cuando el
presidente Arzú anunció que la firma del acuerdo para una paz firme y
duradera en Guatemala tendría lugar el próximo 29 de diciembre.

Se hace mención a las elecciones en Nicaragua, a temas como el desarrollo
sostenible, la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, cuestiones
de desarme y seguridad hemisférica, aniversarios varios y otros asuntos y
convocatorias de la más diversa índole, según el interés mostrado por los
distintos países de la Conferencia.

En línea con lo recogido en los documentos de las últimas cumbres,
aparece en la declaración una referencia indirecta al embargo
estadounidense a Cuba enmarcado en el contexto de la defensa del libre
intercambio y de la práctica transparente del comercio internacional y se
rechaza la aplicación de medidas coercitivas unilaterales. Por otra
parte, de forma expresa y enérgica, en la declaración se rechaza la ley
Helms-Burton, se exhorta al Gobierno de los Estados Unidos para que
reconsidere su puesta en práctica, que según consta en el documento
atenta contra los principios que rigen la convivencia internacional.

Subrayaría el general consenso que se produjo sobre este punto en las
reuniones preparatorias de los coordinadores nacionales. De hecho, no se
modificó ulteriormente por los cancilleres ni por los jefes de Estado y
de Gobierno.

También quisiera destacar en esta tercera parte como principales
aportaciones españolas la mención a la contribución al proceso de paz en
Guatemala por parte de Naciones Unidas y del Grupo de amigos, y en línea
con la política de promoción de derechos humanos en la región y
atendiendo a una petición del Defensor del Pueblo se hace una referencia
a la declaración de Antigua (Guatemala) sobre los ombudsman de los países
iberoamericanos que tengan esta figura. Probablemente fue el compromiso
para llevar adelante iniciativas que conduzcan a una visión compartida de
la historia iberoamericana y de su proyección en los textos escolares,
asunto este de especial relevancia. Se incluye también la voluntad de
asegurar la más amplia difusión y enseñanza del castellano y del
portugués y el más decidido apoyo de los mandatarios al I Congreso



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Internacional de la Lengua Española que tendrá lugar en Zacatecas
(Méjico), en el mes de abril de 1997.

Por otra parte, paralelamente a la cumbre en sí misma, Chile ha
organizado a lo largo del año una serie de reuniones sectoriales de gran
relevancia. En abril pasado se celebró un foro iberoamericano de la
vivienda y del desarrollo urbano. A principios del mes de julio tuvo
lugar una reunión subregional de viceministros de educación del Cono Sur
y la Península Ibérica. En agosto y septiembre, respectivamente, un foro
iberoamericano de la agricultura y otro de desarrollo social; en
septiembre, la VI Conferencia Iberoamericana de la Educación y en
octubre, la de Ciencia y Tecnología. También en octubre tuvo lugar el V
Congreso de la Asociación Iberoamericana de Academias de la Historia.

Estos datos dan también una idea de la compleja trama que rodea al
fenómeno de las cumbres y que tiene repercusiones en muy diversos
aspectos fundamentales de la comunidad iberoamericana.

La Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica
ha contribuido por su parte a la financiación del encuentro
gubernabilidad y eficacia democrática, organizado por el Centro
Iberoamericano para las relaciones con Europa --el Celare--, que se
celebró en Santiago en el mes de septiembre con objeto de colaborar en la
creación de un clima propicio en Chile para la realización de la cumbre.

Asimismo contribuyó financieramente en el Seminario de la comunicación y
gobernabilidad, organizado por la Asociación de periodistas europeos y el
Centro Iberoamericano de comunicaciones y estudios sociales, que se
reunió en Santiago de Chile entre el 4 y el 6 de noviembre y que reunía a
periodistas españoles e iberoamericanos para debatir el tema central de
la VI Cumbre iberoamericana.

Quiero concluir expresándoles mi convencimiento de que la reunión de
Chile ha supuesto un paso adelante en el proceso de madurez de las
cumbres que configuran su eficacia como foro de concertación política,
como ámbito de cooperación multilateral y como vía esencial de
construcción de la Comunidad iberoamericana de naciones. La política del
Gobierno seguirá siendo de apoyo incondicional al esfuerzo de los países
iberoamericanos por construir y consolidar todos juntos y de forma
consensuada una comunidad y por mejorar el nivel y la calidad de vida de
sus pueblos. En este sentido, se ha comenzado ya a trabajar en la
preparación de la VII Cumbre, que tendrá lugar el año que viene en
Venezuela.




El señor VICEPRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que desean intervenir?
(Pausa.)
Por el Grupo de Coalición Canaria tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Comienzo mi intervención agradeciendo al señor
Secretario de Estado la amplia y detallada información que nos ha
facilitado sobre esta VI Cumbre iberoamericana de jefes de Estado y de
Gobierno recientemente celebrada en la nación chilena.

Señor secretario de Estado, sabe usted con qué atención todos los temas
de Centroamérica y Sudamérica se vienen percibiendo en el archipiélago
canario, dado que la declaración de la política del Gobierno autónomo de
Canarias sistemáticamente, sea de la formación política que haya sido, se
ha situado en una órbita permanente de cooperación, de utilización
incluso de la plataforma canaria como vehículo de intermediación entre la
Unión Europea y los países iberoamericanos. Por tanto, existe ahí una
alta sensibilidad no digo ya con países como Venezuela, donde existen
relaciones con la propia colonia española de origen canario que se
encuentra allí, sino con otros países, de lo que no es ajeno tampoco, en
este caso, Chile. Por tanto, nosotros nos congratulamos, en segundo
lugar, del mantenimiento del ritmo de las conferencias y de las cumbres
iberoamericanas. Hay un hecho ya de valor positivo, que se mantenga esta
VI conferencia y se haya entrado ya en la preparación de la VII. Sobre
este último aspecto se ha referido el señor secretario de Estado, si bien
hay una observación crítica por parte de Coalición Canaria.

Da la sensación, señor secretario de Estado, que estas cumbres entran en
una especie de rutina protocolaria, cosa que desde luego tenemos que
evitar entre todos los países miembros. Que la preparación de sus agendas
de trabajo, de sus principios programáticos, de puntos de trabajo
concretos no se queden solamente en enunciados retóricos, en hacer un
discurso, en hacer una comunicación como la declaración final que se ha
hecho de Viña del Mar, que se ha quedado en eso, en pura retórica y en
una declaración de intenciones que parece más unos juegos florales que un
compromiso de los gobiernos de toda Iberoamérica, de España y de Portugal
para resolver problemas de todo tipo, sean económicos, sean políticos en
el sentido estricto, relacionados con la democracia o con los derechos
humanos o con la libertad de pensamiento, de expresión, de reunión,
etcétera, condicionados en determinadas situaciones.

Da la sensación de que el país al que se le encomienda la Secretaría pro
tempore al final improvisa, pero con una especie de complicidad por parte
de los restantes países. Incluso lo vemos aquí en nuestras comisiones
parlamentarias (esta de Asuntos Exteriores o la Mixta Congreso-Senado
para la Unión Europea), en las que tenemos una especial sensibilidad a la
hora de preparar las cumbres semestrales de jefes de Estado y de Gobierno
de la Unión Europea o las conferencias intergubernamentales solicitando
informaciones exhaustivas ante ambas comisiones a las autoridades de
nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores --ahí está el «Diario de
Sesiones» como testimonio-- y, sin embargo, señor secretario de Estado,
no está ocurriendo lo mismo con estas cumbres iberoamericanas. Nosotros
le damos un gran valor y me gustaría que el señor secretario de Estado me
dijera si hay alguna intención por parte del Ministerio de Asuntos
Exteriores de reforzar los trabajos previos colaborando el departamento
con esta Comisión parlamentaria. Desde esta Comisión podríamos sugerir
temas al Ministerio de Asuntos Exteriores con reuniones previas, no
informaciones a toro pasado, sino con tiempo suficiente, para que haya
sugerencias. Yo creo que esto sería muy bueno para que el Gobierno
español , en la figura de su Presidente, cuando se



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siente en las reuniones de trabajo de la próxima cumbre iberoamericana,
la de Venezuela, pueda invocar que el Congreso de los Diputados tiene una
implicación en denunciar y pedir la resolución, vía agenda de trabajo, de
determinados problemas de todo el tipo. Además de las cuestiones
relacionadas con los derechos humanos, que serán siempre valores
permanentes, está por ejemplo qué pronunciamiento podemos tener en el
asunto de Mercosur, que en este momento afecta solamente a cuatro o cinco
países (Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y, en su caso, Chile y
España está implicada a través de la Unión Europea); si Mercosur puede
extenderse; si pueden entrar otros países del Cono Sur; qué relaciones de
tipo comercial, de tipo financiero o político puede implicar este asunto
y que se tomen las decisiones pertinentes. Esta es una cuestión que a
nosotros nos gustaría que se corrigiera en el futuro, que se participara
con sugerencias parlamentarias y que la agenda de trabajo estuviera más
preelaborada para entrar en materia, ya que verdaderamente necesitan
acuerdos de resolución y no meros enunciados retóricos o puramente
protocolarios.

La segunda cuestión que ha destacado el señor secretario de Estado, a
nuestro juicio interesante, es el ambiente que ha habido en Viña del Mar
y la declaración que allí se ha elaborado para manifestar implícita y
explícitamente el rechazo a la ley Helms-Burton. Preguntaría al señor
secretario de Estado, sin entrar en más disquisiciones, si cuando la
declaración de Viña del Mar pronuncia el rechazo a la ley Helms-Burton se
queda solamente en eso, en una declaración, o los países iberoamericanos
pueden adoptar otra serie de medidas no solamente para recomendar a la
administración norteamericana que no aplique la ley Helms-Burton, que la
deje en el cajón, sino otras medidas complementarias para que, a nivel de
la Organización de Estados Iberoamericanos o de cualquiera de los países
que han ratificado con su firma la declaración de Viña del Mar, se
presione de manera más directa, no solamente enunciativa, a la
administración norteamericana para que no aplique la ley Helms-Burton, en
Cuba, o cualquiera otra similar.

Finalmente y termino con esto, señor Presidente, preguntarle si con los
resultados de la cumbre y la declaración de Viña del Mar se puede deducir
que España podrá concretar a través de su política exterior acuerdos
bilaterales, por supuesto siempre existentes, que vayan a marcos
superiores, algo que está en la mente de todos, es decir, estrechar lazos
por vía de instituciones culturales propiamente españolas (el Instituto
Cervantes, por ejemplo), o llevar a cabo actuaciones de mercado exterior
que supongan garantía a las actividades españolas que no tengan relación
con la Unión Europea, sino que sean propiamente de la política bilateral
española. Querría que me dijera si encuentran ustedes un ambiente que le
sea útil a España, gracias a su presencia y al peso que usted ha señalado
que reiteradamente tiene en todas las cumbres, ya que la delegación
española ha estado presidida por Su Majestad el Rey y por el Presidente
del Gobierno a la sazón; si creen ustedes que España puede sacar un
resultado positivo en todas su relaciones económicas, comerciales,
financieras, políticas y culturales, fundamentalmente a través de
instituciones como las que he relacionado.

Nada más.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió),
tiene la palabra el señor Guardans.




El señor GUARDANS I CAMBO: Ante todo quiero agradecer la exhaustiva
información que nos ha proporcionado el secretario de Estado.

Es cierto que, por un lado, la evolución de las cumbres iberoamericanas
da cierta sensación de que han sorprendido a la propia empresa, es decir,
que cuando comenzaron nadie esperaba que aquello llegara mucho más allá
de una reunión de la que nunca nadie pudiera esperar nada. Lo que ocurre
es que, a medida que han ido evolucionando, las expectativas son siempre
mayores de lo que se está obteniendo. En ese sentido querría subrayar lo
que decía el portavoz de Coalición Canaria. Dado que la evolución de las
cumbres iberoamericanas parece que puede dar un resultado mayor que la
simple sucesión de declaraciones políticas de buena intención y en las
que proclamamos nuestra fe conjunta en la democracia, en el Estado de
Derecho, todo eso exige, y así lo demuestra la experiencia mundial, un
mayor esfuerzo de secretaría, un mayor esfuerzo de preparación de las
cumbres. En este sentido me uniría a ese comentario-pregunta, es decir,
¿hasta qué punto está previsto el perfeccionamiento del mecanismo
alrededor de las cumbres, la preparación de su orden del día y la
elaboración de su trabajo previo? Me ha parecido muy interesante lo que
el secretario de Estado ha denominado el entramado alrededor de las
cumbres, al que efectivamente quizá no se le da suficiente publicidad, es
decir, el hecho de que se pueda llegar a acuerdos o a reflexión en temas
como la alfabetización, la televisión, la educación, etcétera, cosas que
a lo mejor tienen menos publicidad que las declaraciones solemnes, pero
que bien sabe el secretario de Estado no tendrán cierta continuidad sin
un cierto aparato administrativo. Ahí está la discusión sobre la
auténtica creación de algún tipo de organismo o la simple secretaría pro
tempore, pero en todo caso ha de haber una mayor continuidad.

Como único pequeño inciso crítico o pequeña queja, que quizá compartirán
los demás portavoces, he de señalar que hubiéramos querido recibir el
texto de la declaración de Viña del Mar. Que yo sepa, este portavoz ni su
grupo han tenido constancia más allá de la prensa de la literalidad de la
declaración de Viña del Mar y hubiéramos querido recibirla en esta
Comisión.

Querría hacer dos preguntas más. Una, ¿cuál es la percepción del
secretario de Estado de la visión que puedan tener Estados Unidos de la
evolución de estas cumbres? Recientemente uno tiene la sensación, por la
información que ha ido llegando, de que, por ejemplo, Estados Unidos está
empezando a poner algunos bastones en las ruedas de Mercosur y, en la
medida que puede hacerlo y dentro de la delicadeza con que se hacen estas
cosas, está empezando a mostrar cierto desagrado con lo que es la
evolución



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de Mercosur. En un ámbito mucho más reducido y más importante si cabe por
la mayor intensidad de la integración, parece que tener un peso fuerte
económico y quién sabe si en un futuro remoto pero posible una mayor
integración política en esa zona podría perjudicar los intereses de
Estados Unidos, en la medida que le quitaría protagonismo. Respecto a la
evolución de las cumbres iberoamericanas, la posibilidad de que empiecen
a pronunciarse por sí mismas y el hecho de que eso coincida con una
crítica a una medida norteamericana como es la ley Helms-Burton, hasta
qué punto cree usted que puede estar empezando a provocar, secretario de
Estado, que puede dar lugar a cierta suspicacia por parte de la política
exterior norteamericana acerca de la evolución de las cumbres y de que
pasen a ser algo más que la simple proclamación de que todos queremos
democracia y derechos humanos. No se puede estar veinte años diciendo que
todos queremos democracia y derechos humanos; a medida que se consoliden
las democracias iberoamericanas, habrá que ir más allá.

Por último, no puedo dejar de mencionar el tema en boga en el día de hoy
que se pone muy en relación con lo que fue la cumbre; me refiero al tema
cubano. No es el objetivo de esta comparecencia entrar en el detalle de
lo que es noticia hoy --no sé si lo hará algún otro portavoz, pero no es
mi intención--, aunque sí querría que el secretario de Estado se
pronunciara sobre por qué una entrevista con el líder cubano era un
obstáculo tan difícil de salvar, cuando otras experiencias de otros jefes
de Estado de gran autoridad moral, teóricamente de menor peso político,
como pueda ser el Jefe del Estado Vaticano, por ponerlo en términos
absolutamente laicos y políticos en esta sede, no ha tenido ningún
inconveniente en recibir durante media hora al líder cubano.

No acabamos de entender --y lo sabe bien el secretario de Estado--
independientemente de que en las entrevistas se marcara muy claramente
todas las discrepancias, una detrás de otra, si el hecho de huir de la
fotografía de la entrevista es que eso provocaba algún tipo de
dificultad, puesto que las entrevistas en sí mismas --uno puede llegar a
entrevistarse hasta con el diablo, si hace falta--, son para que siempre
se diga después lo que uno piensa. Por tanto, quería que el secretario de
Estado se pronunciara directamente sobre qué dificultades había, por qué
era tan difícil que el jefe del Gobierno español mantuviera una
entrevista, por breve que fuera, con todas las cautelas y a lo mejor con
un tono distinto de las anteriores, de las que hubiera tenido el jefe del
Gobierno español en ocasiones anteriores. Reducir el intercambio político
a un intercambio de prendas de vestir me parece que no era lo más
correcto, aparte de la simbología que a eso se le podía dar y sabiendo
que en otras ocasiones también hubo intercambio de prendas de vestir,
cosa que el Grupo Socialista a veces no ha dicho con suficiente claridad.

Nada más.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, tiene la palabra el señor Saura.




El señor SAURA LAPORTA: Quiero agradecer la presencia del Secretario de
Estado, pues creo que ha hecho una valoración de los principales puntos
políticos. Estoy de acuerdo con lo que ha dicho el portavoz del Grupo
Catalán, ya que hubiera sido conveniente tener la declaración de Viña del
Mar y la hemos tenido que leer por la prensa.

Desearía centrar mi intervención de alguna manera en uno de los temas
políticos más importantes desde el punto de vista del desarrollo de esta
VI Cumbre, por lo que hace referencia a las relaciones de España y Cuba y
que hoy son noticia. Quiero empezar diciendo una cosa que es obvia, pero
que a veces se olvida: la bondad de una política se mide por si se
consiguen los objetivos que persigue esa política. Si ése es el gran
principio de la política, pienso que la política que ha llevado y lleva
el Gobierno del Partido Popular en relación a Cuba-España y al objetivo
final de que en Cuba se dé un proceso que garantice la democracia en ese
país, es obvio decir que esa política del Gobierno del Partido Popular ha
sido un fracaso estrepitoso. Por otro lado, ha demostrado una gran
torpeza y un gran desconocimiento de lo que significa la diplomacia. Digo
esto en base a que la situación que tenemos hoy es la contraria de la que
dice perseguir la política exterior del Partido Popular. De hecho, la
situación hoy está en una retirada del placet de Cuba, decisión ésta del
Gobierno cubano condenable, es decir, no hay ninguna justificación a
nuestro entender, que legitime la decisión del Gobierno cubano, pero esto
no exime de las responsabilidades que el propio Gobierno español ha
tenido en este proceso.

Estamos en una situación donde los máximos responsables del Gobierno
parece que ayer decían que ahora todo es posible. ¿Cuál es la situación?
Todo es posible. Bonita situación ésta en la que todo es posible. En todo
caso me gustaría ir a la raíz de lo que nuestro grupo considera que son
los dos grandes errores de la política del Gobierno español en este tema.

El primer error es --y lo quiero decir con toda cortesía-- una política
basada en la suma entre cierta ingenuidad --insisto, lo digo sin ánimo de
ofender-- y cierta fanfarronería en el sentido de decir: esto lo
arreglamos nosotros; llegamos y lo arreglamos porque aquí lo que ha
pasado es que antes no se ha querido arreglar, pero esto se arregla
fácil. Es aquella actitud de un niño o una niña con mucha falta de
experiencia y desde la ingenuidad, pero al tiempo desde el
desconocimiento de los problemas, dice: esto lo arreglamos en dos
momentos.

Pienso que el señor Aznar en muchos momentos de la VI Cumbre y
posteriormente dio cierta sensación que creo rozó el ridículo en el
sentido de no saber valorar exactamente la complejidad de lo que se está
hablando. En determinados momentos, como ciudadano español, sentí cierto
ridículo de ver que el Presidente del Estado español venía a decir: esto
lo arreglo yo y si antes no se ha arreglado es porque antes no ha habido
un Presidente del Gobierno como yo. Este es el primer elemento político
que el Gobierno, y en especial el señor Aznar, ha de rectificar.

El segundo elemento político de fondo es un error de bulto que, además,
parece mentira que en este error de bulto haya caído el presidente de un
país que se llama España



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que tiene, por desgracia, un paso reciente de la dictadura a la
democracia --digo desgracia por haber estado en la dictadura, no por el
paso a la democracia-- y es que los procesos democráticos en los países
dictatoriales avanzan desde el interior del país y cualquier tipo de
injerencia externa, incluso cuando se da con los mejores objetivos,
produce efectos contrarios.

Hoy o estos días ha aparecido en los medios de comunicación --y no voy a
recordarlo aquí-- qué ocurrió o qué podemos saber de la experiencia
histórica de España en estos momentos, qué ocurría en los momentos de
mayor aislamiento económico y político de la dictadura y qué ocurría en
los momentos de no aislamiento del Estado español, pero la gran idea
política es que en este país la democracia se consiguió desde dentro.

En definitiva, la política que el Gobierno del Partido Popular ha
impulsado en este campo es la política de que vamos a cambiar desde
fuera, vamos a lograr la democracia en Cuba. Este es otro segundo error
de bulto. Por tanto, nuestro grupo entiende que es necesario reconsiderar
estos dos problemas de fondo, pero además que ustedes hagan un balance de
a quién han beneficiado y a quién han perjudicado. ¿Ustedes creen de
verdad que su política ha significado mejorar la situación interna de
Cuba para conseguir la democracia? ¿Creen que ustedes han conseguido
esto? ¿Creen que en este período han beneficiado los intereses
importantes económicos españoles en Cuba o los han perjudicado? ¿Creen de
verdad que han estado haciendo no ha sido sino beneficiar a los sectores
más recalcitrantes del exilio cubano? No quiero insistir o desarrollar
todo lo que podría decir Mas Canosa. Ayer y hoy, pero especialmente hoy,
hemos conocido el nivel de alarma, de desconcierto y de preocupación de
empresas españolas con intereses en Cuba, que durante mucho tiempo han
labrado allí una relación económica importante, que están diciendo a
gritos que la política del Gobierno popular puede significar la ruptura,
un punto de inflexión negativo en el trabajo de muchos hombres y mujeres
en Cuba durante mucho tiempo representando intereses económicos
españoles, cuando al tiempo nos están diciendo que precisamente en esos
últimos meses han aparecido intereses económicos, no de España sino de
otros países, que están presentando una gran batalla por quedarse con ese
mercado.

Por lo tanto, quería decirle al secretario de Estado que creo que el
Gobierno del Partido Popular se encuentra ante la necesidad de reconducir
su política sobre la base de una política exterior española autónoma, no
supeditada, no calcada de los intereses y de la estrategia de Estados
Unidos, sobre la base de una política exterior autónoma, sobre la base de
una política exterior que en el caso de Cuba entienda que la democracia
la van a conseguir los cubanos y las cubanas; sobre la base de una
política que entienda que si una cosa es la política exterior, es que no
es simple, es muy compleja, y no se puede hacer política exterior desde
la simplicidad, y ustedes han hecho política exterior desde la
simplicidad. Por lo tanto, a la vista de estos tres elementos les pedimos
que reconduzcan su política exterior, de tal manera --insisto-- que se
profundice en las relaciones entre Cuba y España y que se mejoren y de
tal manera que también desde esos principios de política exterior que yo
le he enumerado hagamos una contribución en positivo al necesario proceso
de democratización de Cuba.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor Yáñez.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Yo me sumo a la bienvenida del Secretario
de Estado de Cooperación por su comparecencia a petición propia ante esta
Comisión para explicar la VI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y
de Gobierno y agradezco la información que nos ha suministrado. También
me sumo a lo que han dicho los dos Diputados que me han precedido en el
uso de la palabra en cuanto a que, oficialmente, no tenemos el documento
de Chile, y sería necesario que se enviara a las Cámaras, a los Diputados
y a los Senadores por supuesto, a la Comisión de Asuntos Exteriores del
Congreso y, en el caso del Senado, a la Comisión de Asuntos
Iberoamericanos, pero que se enviara inmediatamente después de estar
editado por la propia cumbre, porque, si no, se produce la circunstancia
curiosa de que uno encuentra ese documento en los sitios más insólitos,
pero no en el casillero o en el despacho parlamentario, y debería
tenerse, como digo, enseguida, cada vez que hay un acontecimiento de este
tipo.

Creo que la información que usted ha dado en esta sesión sin duda es
valiosa, pero probablemente incompleta, porque la imagen que ha producido
la cumbre, lamentablemente, ha sido más en relación con acontecimientos
ajenos al relato, sin duda verídico, que usted ha hecho; esa imagen ha
tenido más que ver con una sucesión de acontecimientos anecdóticos que
han hecho que a una cumbre seria e importante y yo creo que además con
resultados se la haya caricaturizado como la cumbre de la corbata, cosa
que ni favorece a nuestro país ni favorece al resto de nuestros veinte
socios y amigos de la comunidad iberoamericana.

Hace usted bien en recordar la importancia histórica de las cumbres y
cómo, según ha dicho algún interviniente, había un gran escepticismo
teñido de pesimismo incluso en cuanto a lo que podían dar de sí. Yo
recuerdo --no voy a caer en falsa modestia-- que estuve en la génesis de
la cumbre desde mediados de los ochenta, para conseguir, cosa
tremendamente complicada, como he dicho alguna vez en esta Comisión, que
los Jefes de Estado y de Gobierno de los países iberoamericanos se
reunieran por primera vez, y mucho más que lo hicieran de manera
periódica e institucionalizada. Bien, se consiguió, pero aun cuando se
consiguió, seguía el escepticismo, muy típico por cierto en este país,
sobre el futuro de las mismas, y ya van por seis, pero, además, hay otras
seis u ocho, como el secretario de Estado ha relatado, que están ya
comprometidas en el futuro. Sin embargo, no solamente hay que resaltar el
hecho de sus reuniones, sino los resultados, el avance, el
perfeccionamiento, la mayor madurez que han ido consiguiendo las cumbres
iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno, que cada año superan en
importancia al anterior, ya que no es el tópico lugar común de la
retórica o de la simple sucesión de discursos, sino que cumplen unos
objetivos de enorme importancia. A veces los



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propios españoles no nos damos cuenta de la gran oportunidad que tenemos
en política exterior con formar parte de esta comunidad de naciones, que
nos concede una ventaja comparativa en relación a muchos países, incluso
desde el punto de vista demográfico o económico más importantes que el
nuestro, pero que no tienen este conjunto de amigos, de aliados, casi de
cómplices, diría yo, en muchos aspectos de la política internacional en
todo el sistema de Naciones Unidas para conseguir determinados objetivos,
de candidaturas personales, de exposiciones universales o de juegos
olímpicos, lo que supone tener permanentemente esta relación casi de
familia.

Sin embargo, no puedo dejar de decir, señor secretario de Estado, que
esta cumbre, como acabo de decir, aun teniendo magníficos resultados,
haya resaltado por la confrontación que se ha dado, lo que ha sucedido
además por primera vez en estas cumbres. Yo creo que no era bueno, no era
deseable traer a un foro multilateral una confrontación; en este caso ha
sido con Cuba, pero cualquier confrontación bilateral entre dos países no
debe llevarse, por el bien de las propias futuras cumbres, al seno de las
mismas. Hay que tener en cuenta, el Secretario de Estado para la
Cooperación Internacional y para Iberoamérica no lo ignora, que hay
contenciosos importantes entre los países iberoamericanos, entre sí, que
han podido en el pasado y pueden en el futuro llegar a las cumbres, y
tenemos que evitar que eso se produzca, porque no son el foro, desde el
punto de vista institucional y multilateral, para solucionar esos
contenciosos; en todo caso, pueden servir para mediar, pero no creo que
fuera el objetivo de España en esta cumbre que otros mediaran entre Cuba
y España. Por ejemplo, conflictos entre Chile y Argentina, la
confrontación interna en Centroamérica o el conflicto entre Perú y
Ecuador han podido suscitar y de hecho han suscitado que los demás ayuden
a la solución de esos conflictos, pero no que se lleve esa confrontación
al seno de una reunión al máximo nivel de una cumbre iberoamericana, como
ha ocurrido en este caso con relación al Gobierno español y al Gobierno
cubano, mucho más cuando hay, como lo ha habido desde hace veinte años,
un exquisito cuidado por parte de los gobiernos españoles, de no
involucrarse en presencia de la Corona en cualquier tema que por su
delicadeza no deba ser ni siquiera de lejos relacionado con la presencia
del titular de la Corona, de S. M. el Rey.

Siguiendo con el tema de la cumbre que nos ocupa, en la cooperación, en
nuestra opinión, al menos que la explicación posterior del secretario de
Estado nos saque de nuestra ignorancia, ha habido algunos programas que
eran de enorme interés y de los que al menos por los medios de
comunicación y por el documento final no hemos visto ningún rastro; por
ejemplo, programas que se habían aprobado en la cumbre de Bariloche, en
la cumbre anterior de Argentina, como los de cooperación universitaria,
Mistral e Ibercampus, han desaparecido, y fueron aprobados por
unanimidad. Además, posteriormente, trescientos rectores y vicerrectores
de Iberoamérica contribuyeron a precisar su desarrollo técnico en la
reunión de Cartagena de Indias, a finales de abril de este año. Yo creo
que la comunidad universitaria en general, española e iberoamericana ha
apoyado estos programas, conscientes de que los temas educativos están en
la base del desarrollo y también de la cooperación entre los distintos
países que conforman la comunidad iberoamericana. Además, han sido
programas consensuados por los Veintiuno, e, insisto, hemos intentado
seguir el rastro y no hemos sabido por qué, si es que ha sido así, han
desaparecido del marco. Ha hablado de algunos programas de educación como
el de evaluación educativa, Iberfop e Ibermade --España promociona estos
dos últimos-- y usted me explicará ahora si tienen relación con los que
acabo de citar o son absolutamente nuevos. Si lo son, ¿qué ha ocurrido
con los anteriores? A veces uno de los defectos de la cooperación
iberoamericana es la falta de continuidad y de tenacidad. Los programas
tienen éxito por dos causas: una, porque estén bien concebidos, respondan
a una necesidad y estén bien montados, y, dos, porque tengan continuidad
en el tiempo para que den los resultados apetecibles. En los temas de
programas de movilidad universitaria sabemos que en Europa han tenido un
gran éxito el Erasmus o los programas que hace la Commonwealth o la
francofonía también en el terreno de la educación.

También quisiera preguntarle al señor secretario de Estado qué fondos
piensa destinar la propia secretaría de Estado y la agencia a los
programas de estas cumbres. En el año 1995 se habilitó una línea
presupuestaria especial para los programas derivados de las cumbres, que
completaba el esfuerzo de otras líneas presupuestarias; en el año 1996 se
trabajaba sobre un esquema de crédito ampliable, que no llegó a aprobar
el Gobierno anterior, y no sabemos qué ha ocurrido con ese expediente,
porque, si no, no entendemos con qué fondos económicos se van a
desarrollar los programas de la VI Cumbre Iberoamericana, pero espero que
el señor secretario de Estado me lo explique.

También desearía que me contestara a la pregunta de qué porcentaje de la
ayuda oficial al desarrollo piensa destinar el Gobierno en 1997 a la
cooperación derivada de las cumbres iberoamericanas y cuánto se ha
destinado en 1996.

En cuanto a la relación entre la Unión Europea y la Cumbre Iberoamericana
--esta cuestión es muy importante--, hasta ahora España presentaba en
dicha cumbre iniciativas de la Unión Europea en la medida en que los
consensos en el interior de la misma estaban ya logrados o, dicho de otra
manera, presentaba ya cosas que estaban respaldadas por los Quince antes
de que España o Portugal, o ambos, presentaran esos temas ante la Cumbre
Iberoamericana. Sin embargo, en esta cumbre de Chile el Presidente del
Gobierno anunció --así apareció en la prensa-- al Presidente cubano un
cambio de la posición de la Unión Europea respecto a Cuba que
personalmente me sorprendió, porque yo no sabía en ese momento, fue la
primera noticia que tuvimos, que habían un cambio de la Unión Europea en
relación con Cuba. Luego supimos que el Gobierno español iba a presentar
--creo que en ese momento todavía no lo había hecho físicamente-- un
documento nuevo, pero, en cualquier caso, aún no estaba presentado, por
lo menos no era conocido en este Parlamento. En segundo lugar, no había
sido todavía aprobado por la Unión Europea



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como para servir de instrumento dialéctico ante un interlocutor para
decirle cuál iba a ser la política de la Unión Europea en relación a ese
país, y eso es sorprendente. Lo es mucho más cuando, después, hemos visto
la evolución de ese documento en el seno de la Unión Europea.

En primer lugar, España no presenta uno sino tres documentos en la Unión
Europea, cada uno sustituyendo al anterior, yo creo que el primero hecho
por Moncloa y por su entorno y el tercero, más próximo a las posiciones
del Ministro Matutes y realizado por los equipos profesionales del
Ministerio de Asuntos Exteriores. Pero es que, además, dentro de la Unión
Europea sufre diversas modificaciones --lo que se llama en la prensa
dulcificaciones-- y mejoras, reconocidas incluso por el propio Ministro
de Asuntos Exteriores, no sólo de la Presidencia irlandesa, digo, sino
también de otros países como Francia, Italia y los países nórdicos, que
no estaban por la labor de lo que se ha llamado también en términos
periodísticos endurecimiento en la posición en relación con Cuba. El
resultado final es que el documento aprobado no va a tener nada que ver,
tiene muy poco que ver o está muy alejado del documento primitivo que fue
presentado a principios de noviembre por el Gobierno español en Bruselas.

¿Cómo se explica entonces que el Ministro de Asuntos Exteriores diga que
se siente enormemente satisfecho por el documento final que se ha
aprobado? Por la sencilla razón de que se parece mucho más a sus propias
ideas y a los papeles que le han hecho en el Ministerio de Asuntos
Exteriores que el que había presentado el Gobierno en un primer momento,
hecho por los equipos ajenos al Ministerio de Asuntos Exteriores. Esas
cosas han ocurrido también en otras épocas, con otros gobiernos y son
algo que conozco bien, pero no deja de llamar la atención que se intente
endosar a la Unión Europea lo que es una política realizada en función de
sus propias competencias por el Gobierno, si así lo cree más conveniente,
pero no tratando de forzar o de violentar las posiciones, que no son
suyas, de muchos países de la Unión Europea y de la Comisión misma en
relación con este tema. El documento final sobre Cuba de la Unión Europea
se parece mucho más --y así se cita explícitamente-- al que apareció en
la cumbre de Madrid de finales de 1995, incluso en la de Florencia
también, que al documento primitivo que había presentado el Gobierno
español. Ahora bien, si después eso se quiere presentar como un éxito de
la diplomacia española, si como diplomacia se entiende la acción exterior
de España, desde luego, no; si como diplomacia se entiende el buen hacer
de algunos profesionales que han tratado de poner orden donde quizás un
excesivo ideologicismo habría llevado a posiciones muy radicales en un
comienzo, entonces sí. El hecho es que la cumbre y los acontecimientos
posteriores han llevado a lo que también por otra parte es lamentable, a
oscurecer sus propios resultados con el famoso tema de Cuba y del
enfrentamiento con el Gobierno cubano. Yo, al igual que algunos
intervinientes, no voy a hacer del tema Cuba un tema central de esta
intervención y de este debate. Este asunto de Cuba ha llegado tan lejos
con los acontecimientos de hace sólo veinticuatro horas que lo que
debemos desear todos es que haya calma al abordar la cuestión, se pueda
restablecer un clima de diálogo, de convivencia y de relaciones entre
ambos países que no lleve a una espiral de confrontación y de
descalificaciones, pero el hecho es que no se puede dejar de analizar a
veces cuáles son los orígenes de esta situación. Ayer, en cuanto lo supe,
me desmarqué personalmente --y lo hizo también el Presidente de mi grupo
parlamentario y Secretario General del PSOE-- de la decisión del Gobierno
cubano, estuvimos en desacuerdo con esa decisión de retirar el plácet al
embajador Coderch, entre otras razones porque es un magnífico
profesional, pero, en todo caso, quien le había enviado era el Gobierno
español y no había razones ni de peso ni de menos peso para negarle el
plácet a dicho diplomático. Añadimos que era bueno no atizar más el fuego
por parte del Gobierno y tengo que decir que la rueda de prensa de ayer
del Ministro Matutes contribuyó a eso, a no atizar sino a suavizar y a
calmar. Es posible que la reacción que a uno le pueda salir del cuerpo es
devolver con las mismas armas un gesto inamistoso como es ése, pero en
ocasiones, sobre todo en política exterior, hay que tragarse el amor
propio y actuar con más frialdad y racionalidad de lo que el cuerpo le
pide a uno, y en ese sentido hago un público elogio del Ministro Matutes
y del Gobierno que le ha apoyado en el acto de ayer. Por cierto, y me va
a perdonar el señor secretario de Estado que haga referencia a ello,
espero que no fuera causa o no tuviera relación con las confrontaciones
sucesivas, con frases verdaderamente increíbles para los hábitos
diplomáticos en Chile, el hecho de que no estuviera el Ministro de
Asuntos Exteriores, señor Matutes, en la cumbre y que la representación
del Gobierno, además del propio Presidente, señor Aznar, la ejercitara en
el aspecto negociador y de reuniones el propio secretario de Estado. Me
sorprende, si no encuentro otra explicación, que el señor Villalonga se
prestara a una especie de juego de enfrentamiento dialéctico con el señor
Robaina, como ha aparecido en los medios de comunicación, siendo como es
un profesional de carrera que sabe o debe saber las consecuencias que eso
tiene.

Termino con un comentario muy sencillo sobre la curiosa coincidencia
entre estos rifirrafes y la sucesión de disparates y enfrentamientos que
vienen sucediéndose con Cuba durante los últimos meses, sobre todo desde
la cumbre hasta hoy, en contraposición con el buen hacer del Vaticano,
quizá por su experiencia de 2000 años de diplomacia, que, sin mover ni
dejar de mover ficha y sin utilizar ese tipo de expresiones --que si
alguna vez las utilizó quedaron descartadas hace siglos--, con una
política mucho más inteligente y sofisticada, está logrando objetivos
mucho mejores que el propio Gobierno con su política más burda, más
simple, más obvia, más evidente. Creo que si el Gobierno pretende, como
creo que lo hace, ayudar al proceso de transición pacífica y democrática
en Cuba, no está utilizando los métodos adecuados; solamente logra
satisfacer a algunos de sus sectores de opinión, no a todos, a algunos de
sus sectores electorales más radicalizados, a los más extremistas del
exilio cubano, a gente especialmente sensible al tema en el sentido
visceral, pero no logra los objetivos. Incluso, a veces se puede ser más
efectivo y también más duro sin decir tanto y sin hacer tantas
declaraciones



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que haciéndolas, lo que dificulta justamente el objetivo que se pretende
conseguir.

Espero que el debate de hoy sirva, aunque sea modestamente, por los que
participamos en él, para cerrar ese capítulo, que no siga estando en la
agenda de prioridades ni de la política exterior ni de la política
nacional, porque es más un tema interior que de política exterior, y que
podamos introducir entre todos, insisto, frialdad y racionalidad en una
relación que tiene fuertes raíces históricas, familiares y culturales
entre dos países que tienen mucho que decirse y mucho que hacer, que lo
hacen con sinceridad, pero hagámoslo también con más cabeza, no sea que
discutiendo si son galgos o podencos resulte que Italia, Francia o Canadá
nos sustituyan en el mercado cubano, que es a lo que aspiran ellos, como
aspiran más a fondo los propios norteamericanos.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Robles.




El señor ROBLES FRAGA: En primer lugar, quisiera agradecer la presencia
del Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica
y felicitarle por el éxito de la VI Cumbre Iberoamericana celebrada en
Santiago y en Viña del Mar. No solamente deseo que se remita a esta
Cámara y a los grupos representados en ella el documento final, la
declaración de Viña del Mar, sino que se informe con regularidad mediante
el envío oportuno de cuantos documentos sean necesarios y de cuantas
iniciativas sean importantes.

También me gustaría insistir, y creo que ése es uno de los resultados que
podemos recoger de la Cumbre Iberoamericana, en que los parlamentos,
especialmente el Parlamento español, desean participar con más ímpetu y
con mayor presencia en ese proceso de consolidación y desarrollo de la
comunidad iberoamericana de naciones. Entendemos que la declaración de
Viña del Mar, en la que se reafirma el compromiso de los países
iberoamericanos con la democracia, el Estado de Derecho, el pluralismo
político, el respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales, es un marco más que adecuado para consolidar la
democracia, el pluralismo y la libertad en una comunidad que se basa no
solamente en razones históricas, no solamente en vínculos políticos y
económicos, sino también en valores y en principios profundamente
arraigados en nuestro país y, desde luego, creo que, por fin, también
profundamente arraigados en el resto de Iberoamérica. Sin duda, es una
cumbre en la que se ha reforzado este mecanismo específico creado en el
año 1991 como instrumento de análisis y reflexión, como sistema avanzado
de cooperación, sin precedentes en nuestra historia, y como foro de
concertación política. Sin duda, es un mecanismo en el que este Gobierno
y este grupo al que represento desean participar con el mayor entusiasmo
y con la mayor energía posible.

Antes de tratar algún asunto más puntual, me gustaría hacer algunas
preguntas al señor secretario de Estado, porque nosotros también tenemos
la obligación de solicitar información sobre algunas cuestiones. Me
gustaría conocer su opinión sobre el avance en los procesos de
concertación de los países iberoamericanos en el seno de organizaciones
internacionales. Me gustaría escuchar lo que tenga que decir sobre la
mejora de los mecanismos de seguimiento de las cumbres, sobre el futuro
de éstas y sobre los países en los que se celebrarán en los próximos
años, así como los temas a tratar, y también me gustaría ser informado
sobre las entrevistas que mantuvieron Su Majestad el Rey y el señor
Presidente del Gobierno con mandatarios y con presidentes
iberoamericanos.

Naturalmente, ésta es una cumbre en la que, como siempre --y ése es un
problema estructural que ha heredado este Gobierno--, se reafirman
principios básicos de libertad, de democracia, de respeto a los derechos
humanos y de pluralismo y, sin embargo, a esa cumbre asiste un país que
no es democrático y un presidente que no solamente no ha sido elegido en
elecciones libres, sino que, además, no ha convocado elección libre
alguna, ni está dispuesto a hacerlo de momento y, a pesar de su teórico
compromiso con la declaración de Viña del Mar, no reconoce otro sistema
que el de partido único; incluso llega a afirmar, en algún documento
previo o preparatorio en el que se fijaba la posición de Cuba respecto de
la cumbre, las cualidades y las excelencias de la ausencia de inestables
vaivenes en su política, porque Cuba dispone de un solo programa político
nacional, respaldado por los más amplios sectores de su sociedad, y
reitera las excelencias y las bondades de la ausencia de libertad en
Cuba.

Señor secretario de Estado, aquí se han dicho muchas cosas y a mí me
gustaría decir otras distintas de las que aquí se han dicho. Recojo, y lo
hemos hecho ya en esta Cámara, en sede parlamentaria, la voluntad del
Grupo Popular de que impere el sentido común en este debate y de que se
vuelva a poner en práctica el consenso que existió en el año 1995, cuando
esta misma Comisión aprobó una proposición no de ley en la que se decía
que el objetivo de la política española era el tránsito pacífico a la
democracia en Cuba. Miren ustedes qué casualidad, ésa es una de las
razones que da el Gobierno cubano para retirar el plácet, ya otorgado, al
embajador de España, señor Coderch, y manifestar su escándalo porque el
Ministro de Asuntos Exteriores diga lo que ya dijimos todos los grupos
juntos en esta Cámara, que queremos que en Cuba haya una transición
pacífica a la democracia.

Creo que en la oposición, señor secretario de Estado, señor Presidente,
no solamente existe el deber y la obligación de controlar, de criticar y
de buscar las contradicciones en la acción de Gobierno, también existe
una cierta responsabilidad, sobre todo en los asuntos que se refieren a
la política exterior. Nosotros estábamos en la oposición cuando el señor
Castro, el mismo que se atreve a intentar descalificar al Presidente
democrático de España llamándole caballerito, llamaba tipejo fascistoide
al Presidente de la Cámara, el socialista señor Pons, y reaccionamos no
solamente con firmeza y rapidez sino también con indignación, cosa que no
he escuchado a ninguno de los grupos parlamentarios en esta sesión.

Nosotros también apoyamos al Gobierno socialista español del señor
González cuando del año 1990 a 1991 se produjo una crisis muchísimo más



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grave que el pequeño incidente diplomático que causa tanto escándalo en
las filas de la oposición, la llamada crisis de las embajadas, cuando
centenares de individuos asaltaron la Embajada de España buscando asilo
político, alguno de los cuales fue sacado a punta de pistola del recinto
diplomático por la policía política cubana. Allí estaba el Grupo Popular
apoyando al Gobierno, allí estuvimos reafirmando la dignidad del Gobierno
de España y la superioridad de la legitimidad democrática que tiene un
Gobierno como el español, frente a gobiernos que no son elegidos en
elecciones libres.

Me gustaría saber también cómo puede haber en este momento líderes
socialistas, como el señor Borrell y el señor Atienza, que acaban de
volver de Cuba de un seminario organizado por una fundación del Partido
Socialista, la Fundación Españoles en el Mundo, seminario en el que no se
les ha escuchado --desde luego no ha tenido trascendencia pública
alguna-- declaración alguna sobre la situación política de la isla, la
falta de libertades, el hostigamiento de la oposición y la presencia de
centenares de prisioneros políticos en la cárcel, entre ellos el muy
moderado señor Leonel Morejón, delegado nacional de Concilio Cubano, que
es una organización perfectamente representable del interior de la isla,
y a la vuelta de ese viaje, el señor Borrell da la razón al Gobierno de
Cuba diciendo que según las declaraciones del embajador Coderch, tan
alabado por otros responsables socialistas --y tengo que decir que me
sumo a esos elogios de la trayectoria personal, política y profesional
del señor Coderch--, el Gobierno cubano tiene todos los motivos para
retirar un plácet ya concedido.

Es cierto que en España ha habido un cambio en la política hacia Cuba,
pero ese cambio tiene dos características. En primer lugar, se cambia una
actitud de complacencia, que no es sino la plasmación de un distinto
orden de prioridades. Frente a una voluntad declarada anteriormente de
contribuir al tránsito pacífico a la democracia, no se hizo nada para que
eso tuviera un reflejo en el estilo, en la actitud, en los modos, en el
tratamiento, en la consideración y en el juicio político que se hacía
sobre el régimen que hay en Cuba. También la nueva política de España
tiene una característica fundamental, que es la coherencia y la
continuidad con algunos esfuerzos anteriores, especialmente en el seno de
la Unión Europea. Si el señor Yáñez dice que existe similitud entre el
actual documento de la Unión Europea y el documento aprobado en el año
1995, es que la hay. La Unión Europea intenta llegar a un acuerdo de
cooperación con Cuba y establece las bases y los cambios que deben
producirse en Cuba para que ese acuerdo sea posible. Tengo que recordar a
SS. SS., y ninguno de los portavoces de la oposición, socialista y
comunista, lo ha hecho, que ese proceso no fue posible por el derribo,
contrario a todas las normas de derecho internacional, de tres avionetas
civiles por parte de la aviación militar cubana. Fue imposible llegar a
un acuerdo de cooperación con Cuba porque el Gobierno cubano encarceló,
persiguió e impidió que se reuniera el Concilio Cubano, a pesar de las
peticiones de la Unión Europea para que se permitiera ese nuevo espacio
de concertación democrática dentro de la isla.

Aquí se ha dicho muchas veces, el señor Saura lo ha dicho, que la
solución política tiene que estar dentro de la isla. Naturalmente que
tiene que estar dentro de la isla, pero dentro están también los
centenares de presos políticos, los grupos de derechos humanos, los
grupos disidentes, los grupos de oposición, que piden que la comunidad
internacional, igual que lo pedían los grupos de oposición al régimen
franquista, se ocupe, promueva y le diga al Gobierno de Cuba que nosotros
queremos que en Cuba haya un sistema distinto, un sistema mejor, en
definitiva un sistema de libertad y de dignidad y respecto a los derechos
fundamentales de la persona.

Después de todos esos calificativos (fracaso, torpeza, desconocimiento,
burdo, simple, evidente), el señor Yáñez llega a la conclusión de que la
política española es evidente. ¡Naturalmente que es evidente! La que no
era evidente era la política anterior y tampoco era eficaz, porque no se
puede mezclar, y eso lo saben muy bien SS. SS., una actitud política por
parte de un país europeo y de un país como España, que sabe muy bien lo
que es una dictadura y lo doloroso y difícil que es vivirla y salir de
ella, no se puede mezclar una declaración a favor de la democracia futura
e hipotética en Cuba con actitudes de complacencia, con actitudes de
simpatía, con actitudes de comprensión, con actitudes de justificación.

Me sorprende mucho que Izquierda Unida sea el vocero, como dicen en
Iberoamérica, de las empresas españolas. Debiera saber mejor el portavoz
de Izquierda Unida y probablemente debiéramos saber todos que la
verdadera oportunidad para las empresas españolas, como se demuestra en
Argentina, en Brasil, en Chile, en Puerto Rico, en Santo Domingo, en
Méjico y en tantos otros países, es en un sistema abierto, libre, en el
que de verdad nuestras empresas pueden utilizar sus ventajas culturales,
sus ventajas técnicas, sus ventajas tecnológicas, sus ventajas históricas
para conquistar importantes cuotas de mercado, que se deben basar en el
progreso y en la prosperidad de los pueblos de esos países y no en su
opresión, en su miseria o en su postración, que es lo que está pasando
ahora. No se pueden basar cuotas de mercado serias e importantes para
España en otra cosa que en la libertad, en la consolidación de esos
procesos de libertad, de democracia participativa que han sido el objeto
de la cumbre.

Se dice mucho, señor secretario de Estado, que no se discuten los fines
--no se insiste mucho--, pero se discrepa sobre los métodos y se habla
mucho de los gestos. Señorías, tengo que decir que en el pasado ha habido
gestos muy lamentables por parte de gobernantes españoles en relación con
el gobernante uno, con el líder máximo, con el comandante en jefe
«Ordene», como algunos todavía lo llaman en Cuba, y no comparables a lo
que estamos tratando ahora. Me gustaría que ofrecieran ustedes una
alternativa distinta a establecer una propuesta española y una propuesta
europea coherente con las actuaciones, con los objetivos, con los
principios y los métodos de la Unión Europea. Dígame qué otra actuación,
qué otro método puede seguir un gobierno como el español si no es enviar
un documento, después de una elaboración interna muy seria y muy
concienzuda a la Unión Europea, hacer que la Unión Europea se



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ocupe de ese asunto, después de la paralización de las negociaciones de
la Unión Europea y Cuba, porque, como dijo el comisario Marín, no se dan
las condiciones para ello y se produce una paralización de esos contactos
y esa cooperación, para que la Unión Europea adopte una posición común.

Díganme ustedes qué otro método hay que no sea salirnos de la Unión
Europea e inventarnos de nuevo volver a los tiempos de Franco, que, al
parecer, al señor Castro y a algunos de sus politicastros en España tanto
les gustan. Quisiera que se me dijera qué otro método puede seguir un
gobierno europeo si no es tratar de que la Unión Europea se ponga de
acuerdo, cosa que ya ha hecho este Gobierno en tres temas, primero, en la
posición establecida hace dos días, seis horas antes por cierto, de la
retirada del plácet al señor Coderch, en el Comité de Cooperación
Política de la Unión Europea; este Gobierno ha conseguido que la Unión
Europea vote por fin conjuntamente en Naciones Unidas contra el embargo
norteamericano, cosa que ningún socialista consiguió con los métodos al
parecer muy exitosos y muy estupendos que se practicaban anteriormente;
también hemos conseguido que la Unión Europea adopte una posición común
respecto a la Ley Helms-Burton, posición, por cierto, reiterada y votada
en esta Cámara por amplia mayoría de la misma.

Termino, señor Presidente. En este debate existe una necesidad imperiosa,
que es recordar a los grupos de oposición que cuando un dictador ataca,
intenta atacar o intenta insultar a los gobernantes democráticos de
España, lo primero que hay que hacer es salir en defensa del Gobierno
democrático de España, y lo segundo es manifestarle su solidaridad y su
apoyo en términos mucho más explícitos de los que se han escuchado el día
de hoy y el día de ayer. Así serviremos todos mucho mejor los objetivos y
los fines de la política exterior de España, que en el caso de Cuba no
pueden ser más que la promoción del tránsito pacífico a una democracia
plena con respeto a las libertades y derechos humanos fundamentales.




El señor VICEPRESIDENTE: Para responder a las intervenciones de los
grupos parlamentarios, tiene la palabra el señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Muchas cosas se han dicho aquí sobre
temas diversos. Voy a intentar contestar uno por uno a los portavoces de
los grupos buscando responder de forma unánime a aquellas observaciones
que están relacionadas.

En primer lugar, me comprometo desde ya --y pido disculpas si no lo he
hecho antes-- a remitir a todos los grupos parlamentarios una copia de la
declaración de Viña del Mar, declaración que pese a lo que se ha dicho
aquí de que es retórica, de que son compromisos retóricos y que no son
más que palabras, creo que es importante destacar que tiene una gran
trascendencia política: es la primera gran declaración política hecha por
los jefes de Estado y de Gobierno de los países iberoamericanos y tiene
contenidos muy importantes. Además, se firmó el documento resultado de la
cumbre de Madrid y esto tiene una gran trascendencia, porque lo firmaron
absolutamente todos, aunque unas firmas tengan mucho más valor que otras,
y ahora les explicaré por qué cuando me remita al tema de Cuba.

El documento de Viña del Mar habla de democracia, de gobernabilidad, de
eficiencia, y hablar de democracia en América no es baladí, es un
continente que ha pasado en muy poco tiempo de estar gobernado por
dictaduras militares; todavía no ha terminado el proceso de paz en uno de
los países, Guatemala, está a punto de firmarse una paz parcial, aquí en
Madrid, el próximo día 12 de diciembre, la de reinserción de la ORNG, de
los guerrilleros, y definitivamente se firmará el 29 de diciembre en
Guatemala la paz definitiva; es decir, la democracia es todavía
inestable, es frágil en América y que los líderes, los jefes de Estado y
de Gobierno de los países iberoamericanos hagan un compromiso tan
directo, tan claro, tan específico, tan detallado con los valores
democráticos y que lo firmen es algo muy importante y así ha sido
valorado por todos los jefes de Estado y de Gobierno, de manera que lo
que se ha hecho especialmente en esta cumbre de Viña del Mar y Santiago
de Chile ha tenido una grandísima trascendencia política.

Recuerdo simplemente el párrafo segundo de esta declaración de Viña del
Mar, que dice: Reafirmamos nuestro compromiso con la democracia, el
pluralismo político, el respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales, el imperio del derecho internacional y de los principios
consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y en especial los
principios de soberanía y no intervención, así como el derecho de cada
pueblo a construir libremente en paz, etcétera. Se habla de la separación
de poderes. Se dice: en Iberoamérica existe la convicción de que la
independencia de poderes, su mutuo control, la adecuada representación y
participación de las mayorías y de las minorías, la libertad de
expresión, las elecciones libres, periódicas y transparentes de los
gobernantes constituyen elementos esenciales de la democracia. Hoy somos
más conscientes de que la consolidación de la democracia es una tarea
permanente. Se habla de los desafíos de las democracias, de los
económicos, de los administrativos; se habla de la corrupción. En
definitiva, son reflexiones que pueden parecer retóricas aquí, en España,
con veinte años de consolidación de la democracia, pueden parecer
retóricas en Europa, pero que en un contexto iberoamericano son
completamente fundamentales y esenciales, y esta declaración de Viña del
Mar es efectivamente trascendental.

Sobre las consideraciones de la preparación de las cumbres tengo que
decir que muchas veces depende de la secretaría pro tempore la
preparación de estas cumbres, que España ha tenido un activísimo papel y
pese a lo que pueda parecer, la elaboración de un documento de cumbre con
tres apartados, uno de carácter político dedicado al tema elegido por la
cumbre, el segundo, el capítulo dedicado a la cooperación y el tercero a
asuntos varios, requiere cuantiosas reuniones y viajes interoceánicos al
objeto de prepararlas, de negociarlas y supone la reunión de los
responsables de cooperación y de los coordinadores políticos de las
cumbres al menos cinco veces al año.




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Es cierto que ante nosotros las cumbres, que ya se han consolidado como
foro de debate, de intercambio, de cooperación, tienen ciertos retos de
carácter teórico de cara al futuro. Si bien está asegurada la continuidad
de las cumbres hasta el año 2002, todos los países nos hacemos una serie
de preguntas que creo que es importante resolver. No las hemos puesto
encima de la mesa porque considerábamos que no era el momento, que el
calendario está cerrado hasta el 2002, pero todos nos preguntamos sobre
la institucionalización de las cumbres. Se da la gran paradoja de que los
programas de cooperación derivados de cumbres están institucionalizados,
tienen unos aparatos administrativos, como el Fondo Indígena, como el
Cyted, como la televisión educativa iberoamericana, con su aparato
administrativo detrás, y resulta que las cumbres, el elemento más
importante del que emanan estos programas de cooperación, no tienen
ninguna institucionalización o aparato administrativo detrás. Es algo que
todos los países iberoamericanos nos tendremos que plantear; si bien en
un principio pensamos que se le quería dar un carácter ágil a las
secretarías pro tempore y, por tanto, no hacía falta, creo que ahora es
absolutamente necesario que todos nos planteemos alguna
institucionalización de las cumbres iberoamericanas.

Otro de los grandes temas que nos planteamos es el objetivo de las
cumbres. Como ustedes saben, todos los años se elige un tema que el país
que tiene la secretaría pro tempore considera trascendental, como fue la
educación, ha sido el desarrollo económico y social, ahora ha sido la
democracia, en Venezuela continuaremos con aspectos más específicos de la
gobernabilidad, concretamente nos centraremos más sobre el Poder
Judicial, sobre los medios de comunicación, que creemos que es un
elemento muy importante de las democracias, y nos planteamos también que
los temas pueden agotarse y para no reincidir sobre ellos quizá convenga
--y ésta es una reflexión simplemente, no es una toma de postura por
parte del Gobierno español-- plantear las agendas de forma abierta y no
tanto elegir un determinado tema y que el foro sea de concertación
política sobre la realidad nacional e internacional de los países
participantes y no tanto la elección de un tema concreto.

Otro de los asuntos que se plantean es la periodicidad de estas cumbres.

Quiero decir que a nosotros nos parece esencial que la periodicidad sea
anual. Otros países consideran que a lo mejor las apretadas agendas
internacionales de los mandatarios obligarían a una periodicidad bianual
de las cumbres. De todas maneras éste no es un tema tampoco de urgente
resolución, dado que tenemos compromisos hasta el año 2002 y que
República Dominicana ha hecho su oferta y es posible --y así tengo
noticias-- que otros países ofrezcan también sus candidaturas como sedes.

Todos estos aspectos institucionales están sobrevolando el planteamiento
general de las cumbres. Creo que es necesario un ejercicio de reflexión
por parte de los altos responsables de los ministerios de Asuntos
Exteriores sobre el futuro de estas cumbres y es un ejercicio que haremos
o intentaremos hacer durante este año antes de la próxima cumbre de
Venezuela en isla Margarita.

Sobre la participación de otras instituciones españolas, por supuesto que
las cumbres son mucho más de lo que he dicho aquí. Concitan en su entorno
a numerosas instituciones. Este año ha habido una cumbre de
telecomunicaciones en Santiago; ha habido una reunión de responsables
artísticos; incluso el Instituto Cervantes ha sido el animador de un
proyecto que se ha presentado en esta cumbre, que es la creación de un
ISBN, es decir, de un gran catálogo del libro en español y portugués; las
cámaras de comercio también han tenido una reunión en Santiago de Chile
los días previos a la cumbre, de manera que este foro concita mucho más
que la reunión de jefes de Estado y de Gobierno y reúnen a toda la
sociedad civil en asuntos que son de especial transcendencia. En ellas no
sólo se tratan los aspectos temáticos de turno elegidos por la secretaría
pro tempore, sino que también en las conversaciones bilaterales se puede
llegar a una cierta concertación internacional, como la que ha tenido
lugar en Santiago de Chile en materia de la interconexión eléctrica de
Centroamérica a instancias del Presidente Aznar, con una declaración de
los jefes de Estado centroamericanos respecto a este programa de
interconexión eléctrica, en el que participará Endesa y que será
financiado parcialmente también por el Banco Interamericano de
Desarrollo. O sea que el alcance y la conexión con la sociedad civil es
tremendamente grande.

Respecto a las medidas prácticas que me plantea el señor Mardones
vinculadas al rechazo de la Ley Helms-Burton, he de decirle que tenemos
que tener muy presente la limitación que deriva de la propia naturaleza
de estas cumbres. En ellas hay procesos de integración de carácter
político y económico que impiden la adopción de decisiones prácticas o
toma de posiciones más prácticas en la medida en que éstas se pueden
tomar en el seno de la Unión Europea en el caso de España y Portugal o en
el caso de Mercosur. De todas formas, la adopción de medidas contra la
legislación unilateral norteamericana, ya sea la de D'Amato-Kennedy y la
Helms-Burton, que afecta directamente a América Latina, es un asunto de
derecho interno, pero siempre se comparan las legislaciones y las medidas
que los países han adoptado, en el caso de Méjico, en el caso de la Unión
Europea, por supuesto se intercambia información y eso también sirve para
dar cierto contenido de practicidad a las cumbres iberoamericanas.

En cuanto al portavoz del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), creo haber contestado a sus dos primeras preguntas, respecto al
perfeccionamiento institucional y al texto de la declaración de Viña del
Mar. Sobre lo que piensan los Estados Unidos, debo decirle que yo no sé
lo que piensan los Estados Unidos ni si son suspicaces o no. Lo que sí
quiero decirle es que nosotros no tenemos que ser suspicaces respecto a
los Estados Unidos. Es decir, no creo que a los Estados Unidos, como creo
que a ningún Estado demócrata, le suponga un inconveniente especial que
los procesos de integración aporten mayor riqueza, mayor desarrollo,
mejores relaciones entre países vecinos, como en el caso de Mercosur, que
sin duda mejoran la realidad económica internacional y el comercio
internacional, y, por supuesto, la coherencia y la estabilidad de un
continente. Por lo que se refiere a la postura de los Estados Unidos,



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lógicamente, lo interesante de estas cumbres es que unifican a países de
una misma cultura. A diferencia de otros foros interamericanos, la no
participación de los Estados Unidos también dota de un carácter especial
a estas cumbres, que yo creo que es importante conservar. Lo que se habla
en estas cumbres, la elección de los temas y el intercambio de los
mandatarios es bastante impensable en cumbres hemisféricas. Quiero
informarle de que España, por primera vez, ha sido invitada a la próxima
cumbre hemisférica, que tendrá lugar a principios de diciembre, en
Bolivia, y en ella participarán los Estados Unidos. Este es un foro de
naturaleza completamente distinta, en el que la no presencia de los
Estados Unidos y de Canadá permite hablar, digamos, en familia y tratar
una serie de temas, que no son los que se tratan en las cumbres
hemisféricas, y yo creo que eso es importante preservarlo.

Respecto a las afirmaciones que ha hecho en relación a Cuba --ha dicho
que se ha huido de la fotografía, de la entrevista--, yo le garantizo a
S. S. que España ha hecho todo lo posible porque hubiese un encuentro
entre el Presidente Aznar y Fidel Castro. Si este encuentro no se ha
producido, es porque Castro no ha querido. Así de sencillo. Y ése es uno
de los elementos que creo que han podido afectar a las relaciones entre
el régimen de Castro y el Gobierno español, y de España. Nos hemos
manifestado siempre dispuestos, en todo momento, no sólo durante la
cumbre sino previamente a ella --éste es un tema que se prepara con mucha
antelación--, a mantener ese encuentro. Ese encuentro no se pudo producir
porque no quisieron los cubanos. Así de sencillo. No decían que no,
tampoco decían que sí y, finalmente, no dieron respuesta a nuestra
demanda. Después, el encuentro se produjo, y se produjo en términos
normales. Yo creo que hubo un diálogo franco y sincero. El Presidente del
Gobierno dijo lo que tenía que decir y el presidente Castro dijo lo que
tenía que decir. El tema de la corbata ya es una anécdota periodística
que da un poco de color. El tema de la corbata sí pudo distender un poco
un clima y un lenguaje que fue duro, franco y directo. Yo les aseguro a
todos ustedes que esto no fue el tema central de la cumbre. Si repasan la
prensa internacional, la prensa europea y la prensa latinoamericana,
verán cómo el tratamiento es de naturaleza completamente distinta al que
se le dio en España. Es lógico que la prensa nacional se haga eco de una
parte de la cumbre, que es la que afecta a España, fundamentalmente,
pero, globalmente, creemos que la presencia de España en esta cumbre, su
papel activo, fue recogido con grandísimas alabanzas en toda la prensa
iberoamericana y en toda la prensa internacional; también en la prensa de
los Estados Unidos, por supuesto. De manera que la actuación española no
fue ensombrecida, como se ha dicho aquí, por el tema de la corbata, por
el rifirrafe con Castro.

He de decir, también a este respecto, que el discurso que pronunció S. M.

el Rey, con palabras muy claras acerca de la democracia, como elemento
que hacía crecer en dignidad, en autoestima y también en respeto
internacional a la comunidad iberoamericana, así como el discurso del
Presidente del Gobierno, estaban en perfecta sintonía con los discursos
que hicieron los mandatarios en Santiago de Chile y en Viña del Mar.

Quiero recordar la especial dureza que tuvo el Presidente del Uruguay,
Sanguinetti, para con las palabras de Fidel Castro, que nuevamente hizo
un discurso catastrofista, señalando lo que había traído la democracia:
el hambre, las miserias, etcétera. Y quiero señalar también, al respecto,
la dureza del discurso del Primer Ministro portugués, el señor Guterres,
del Presidente Menem y de absolutamente todos los mandatarios. De manera
que no fue sólo España la que hizo una referencia directa, clara a la
democracia pluralista, a la necesidad de extender los valores
democráticos a todo el continente, sino que en el mismo sentido se
pronunciaron absolutamente todos los mandatarios que participaron en la
cumbre.

Respondiendo al señor Saura y también al señor Yáñez, sobre la política
exterior española, sobre ese error de bulto del que ustedes hablan, sobre
que los procesos democráticos avanzan desde dentro, les puedo decir que
yo estoy completamente de acuerdo con que los procesos democráticos
avanzan desde dentro y el Gobierno español está completamente de acuerdo
en eso. De hecho, mantenemos un diálogo fluido con la oposición interna
cubana, como también queremos mantenerlo con el Gobierno de Cuba. Sé
también que hay una discrepancia básica. Con relación al tema de Cuba, yo
vuelvo a reiterar el análisis que hice en Bruselas, en el último consejo,
ante los medios de comunicación. Cuba despierta pasiones en España, las
despierta desde el siglo pasado, no es un tema nuevo, y estas pasiones
nos hacen perder muchas veces la objetividad y, también, se puede
producir su instrumentalización a efectos de política interior. Estamos
en la Comisión de Asuntos Exteriores y yo pediría a todos los grupos un
ejercicio de responsabilidad a la hora afrontar el tema de la posición
española respecto al régimen de Castro, es decir, no confundamos: Castro
no es Cuba, y es importante señalarlo. Cuando hablamos en términos de
dureza de democracia, de exigencia de avances en el camino democrático
del régimen de Castro lo hacemos con el mayor respeto que tiene el pueblo
español hacia el pueblo cubano y con el deseo sincero de que avance la
democracia y de que haya bienestar en el pueblo cubano. Eso es lo que
mueve al Gobierno español. Quiero recordarles a todos ustedes, desde esta
Cámara, con calefacción, todos bien trajeados, debatiendo entre grupos
políticos con diversas ideas, lo que es una dictadura, lo que significa
vivir bajo el miedo, lo que son miles de presos políticos en las
cárceles, lo que es la policía política... (Rumores.) --sé que muchos de
ustedes lo saben, pero simplemente quiero recordarlo aquí--, lo que es la
policía política entrando en las casas por el simple hecho de escribir un
artículo literario en una revista. Esto es Cuba. No nos olvidemos de esta
realidad cuando hablamos de la política exterior española sobre Cuba.

Como ha dicho el Ministro Matutes, la política exterior española sobre
Cuba es una política que tiene una base de legitimidad, es decir, un
compromiso activo, fuerte, con los valores democráticos, el respeto a los
derechos humanos y lo que constituye el concepto occidental de democracia
pluralista. Es una política autónoma. Pese a lo que se ha dicho aquí, y
pese a lo que intenta vender el régimen de Castro, no es



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una política seguidista con los Estados Unidos. Hemos logrado y hemos
propiciado desde la Unión Europea la aprobación de una legislación contra
la Ley Helms-Burton y contra la Ley D'Amatto-Kennedy. Hemos llevado a los
Estados Unidos a la Organización Mundial de Comercio, donde tendrá que
enfrentarse con un panel. Hemos logrado, por primera vez en la historia
de la Unión Europea, que los Quince votásemos de forma unánime en
Naciones Unidas contra el embargo. Por lo tanto, es una política
autónoma.

Quiero decir también que es una política eficaz. A lo mejor provoca
alguna sonrisa, pero yo estoy completamente convencido de que la apertura
del Gobierno cubano a la Iglesia es, entre otras cosas, producto de la
posición española y de la posición de la Unión Europea. Estoy convencido
--y éste es el mecanismo normal de regímenes anormales-- de que cuando se
sienten en lo político acorralados escogen la vía que sea. No tiene el
Gobierno cubano ningún pudor en firmar la declaración de Viña del Mar,
con todos estos contenidos que les he dicho, con tal de estar presente en
una conferencia internacional y ser protagonista en todos los medios de
comunicación. Damos la bienvenida a este acercamiento a la Iglesia. La
libertad religiosa es una libertad para nosotros importante, para el
pueblo cubano importante, y no creo que quepa el paralelismo entre una
posición española que, como he dicho, es coherente, es autónoma y es
eficaz con la posición de la Iglesia. Podemos ver --siempre se puede
ver-- en el factor religioso un factor político. La Iglesia siempre es un
buen colchón para la transición, lo ha sido en Europa del Este, lo puede
ser en Cuba, pero el objetivo de la Iglesia, fundamentalmente, es de
carácter religioso y no de carácter político. ¿Que esto puede tener otras
consecuencias? El tiempo lo dirá y ojalá así sea. ¿Que esto puede servir
como un buen colchón para la transición? Ojalá así sea, pero los
objetivos de la Iglesia son fundamentalmente religiosos. Y la Iglesia en
Cuba, si bien no ha sufrido las persecuciones como la de Europa del Este,
está bajo mínimos: mínimos sacerdotes, la Conferencia Episcopal no puede
editar documentos, hay un control y una vigilancia de los sermones en las
iglesias, no hay comunidades de base, etcétera. Todo lo que se avance en
ese sentido bienvenido sea.

Dicho esto, quiero constatar también, y lo hago apelando a ese profundo
sentido democrático de todos los grupos aquí presentes, que a la hora de
hablar del exilio cubano y de la oposición cubana nos acordemos de las
épocas del franquismo. Se puede criticar a Méjico por acoger al exilio
español. Se puede condenar el contubernio de Munich. Ustedes mismos han
recibido con aplausos y con homenajes, en nombre de la libertad, a las
Brigadas Internacionales. (El señor García-Santesmases Martín-Tesorero:
Nosotros, esta parte.--El señor Robles Fraga: Nosotros, también.) Es
decir, estamos hablando de valores importantes que todos deberíamos, en
un ejercicio de responsabilidad, apoyar. Lo que sí se puede constatar es
que el endurecimiento del régimen cubano no se ha producido por la
postura del Gobierno español. La involución interna cubana es de tiempo
atrás. Han vuelto a aparecer los actos de repudio en la isla. (El señor
Robles Fraga: Tuvimos uno el otro día.) Algunos de los programas de
cooperación financiados por la Agencia Española, como, por ejemplo, el de
la reforma fiscal, en lugar de servir para crear ese libre empresariado
--lo que en Cuba se llama el cuentapropista, el que arregla las
bicicletas o el pequeño titular de un paladar--, ha servido para
estigmatizarlos públicamente; se ha endurecido el discurso público contra
los cuentapropistas, se les ha breado a impuestos. Para eso ha servido
ese conocimiento, ese know how que hemos transmitido en materia
impositiva; ha servido para que a través del sistema impositivo se
ahogasen esas pequeñas libertades que se habían establecido. Como eso ha
ocurrido así, ahora aparecen los puertos francos o las zonas francas,
pero les aseguro que las mínimas libertades económicas --y quien haya
viajado a Cuba lo conocerá-- han sido ahogadas también por un régimen
que, a nuestro juicio, lo único que quiere es sobrevivir. A pesar de
esto, la postura del Gobierno español es clara y es abierta. Yo estoy
seguro, no me cabe la menor duda de que el anterior Gobierno hizo
gestiones también en pro de los derechos humanos, por supuesto que sí.

Estoy completamente convencido de que en sus entrevistas con el
Comandante el anterior Presidente del Gobierno hizo votos por la
democracia, por la apertura, pero no ha tenido ningún resultado. Mientras
la gestualidad era excesiva, mientras se mantenía un intercambio político
intenso, las cárceles continuaban igual que estaban, si no peor, y lo que
es más grave, el régimen se afianzaba. Su política no ha tenido ninguna
consecuencia práctica a efectos de derechos humanos, a efectos de
evolución interna, a efectos de pasos hacia la democracia. Y eso es una
constatación que hizo el Gobierno español. ¿Cuál es la política ahora? La
política ahora es una defensa activa de esos principios en el
convencimiento de que el Derecho internacional clásico, que habla de
soberanía, de no injerencia, etcétera, no se aplica a esa serie de
valores, que son universales, como el pluralismo político, la democracia
y fundamentalmente el respeto a todos los derechos humanos: de
asociación, de expresión, etcétera. Vamos a mantener el mismo discurso en
público y en privado, y vamos a hablar con sinceridad con las autoridades
cubanas, diálogo que, por otra parte, nunca se ha roto, y espero que eso
tenga más resultados que no la anterior política.

Con relación al rifirrafe que el señor Yáñez sugiere que yo tuve con el
señor Robaina, no fue tal rifirrafe; soy consciente, porque ésa es mi
profesión, de los métodos diplomáticos y de la negociación multilateral.

Simplemente planteé en una reunión a puerta cerrada, ante los cancilleres
de los países iberoamericanos, la contradicción, incluso la provocación
que suponía en un foro como el iberoamericano, donde los principios que
rigen las relaciones entre la comunidad son diferentes a otros foros como
en el que están presentes los Estados Unidos y el Canadá, y que hacen que
Cuba esté allí a pesar de todos los principios que se aprobaron aquí en
Madrid y en Viña del Mar, a pesar de que Cuba no es ninguna democracia ni
respeta todo ese código de conductas que establecen los países
iberoamericanos y de que Cuba firma --nos pareció, efectivamente, una
provocación-- una nota verbal dirigida al Ministerio de



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Asuntos Exteriores por la Embajada cubana que recogía una declaración
hecha por la dirección de divulgación e información del Ministerio de
Asuntos Exteriores cubano, que no sólo se envió a España sino a todas las
embajadas iberoamericanas en Madrid, como comunicado de prensa bajo el
título «Cuba ante el tema de la VI Cumbre». Ese documento dice cuál es el
concepto cubano de democracia; dice que la democracia no se acredita sólo
mediante ilusiones de mecanismos formales o como partidos; reclama la
legitimidad del sistema de partido único; rechaza las libertades
individuales y hace un canto a lo que es un Estado totalitario. (El señor
Soriano Benítez de Lugo: Igual que Franco.) Este documento no era
conocido por el propio Robaina, y nosotros lo consideramos una verdadera
provocación. Acudir a una cumbre iberoamericana en la que se acoge a Cuba
como un miembro más de la comunidad, en la que tenemos oportunidad de
decir lo que pensamos respecto a Cuba y Cuba dice lo que piensa con
respecto a los demás, que se dé a un Estado miembro y a todos los Estados
participantes un documento como éste, que pongo a su disposición, no es
de recibo. El canciller cubano manifestó desconocer este documento,
incluso hizo una retirada formal del mismo. Dijo que no lo suscribía y
que el documento que suscribía era el de Viña del Mar. Esto terminó ahí,
con la alegría de la delegación española, por supuesto, y de todas las
delegaciones iberoamericanas. Fue motivo también de parte del discurso
del Presidente Frei, que dijo que no cabían reservas mentales respecto al
documento de Viña del Mar y que democracia pluralista es democracia
pluralista y no democracia orgánica. Esta es la explicación de lo que
ocurrió en esa reunión a puerta cerrada entre los cancilleres
iberoamericanos.

Quiero decirles, además, que se presta a un flaco favor a la democracia,
a la política exterior española, intentando devaluar la posición común.

Usted, señor Yáñez, ha hablado de un anterior texto. No existía un
anterior texto, no había una posición común de la Unión Europea respecto
a Cuba. Hubo una ruptura unilateral por parte del comisario Marín de
negociaciones, pero no una toma de posición de los Quince en relación con
la cooperación Unión Europea-Cuba. Ese texto ha sido aportado por España.

He participado activamente en la elaboración de los textos y quiero
decirle --usted lo conoce muy bien y precisamente porque lo conoce bien
me extrañan más sus afirmaciones-- que el funcionamiento de la PESC es el
que es. Ya me dirá qué texto, durante el anterior Gobierno, fue propuesto
por España que no sufriese las mejoras y las modificaciones del resto de
los miembros. El texto lo propone un determinado país, a través del
sistema de Coveus, y recibe las aportaciones de todos los miembros que la
presidencia va coordinando. Unas son aceptables y otras no. Me parece que
plantear el texto en términos de más dureza o menos dureza es falsear la
realidad. El texto español ha sido siempre constructivo; habla de diálogo
crítico, rechaza medidas coercitivas, no incluye medidas de carácter
económico --a diferencia de lo que he escuchado hoy a un miembro de su
partido por la radio--, no incluye medidas de carácter económico
propuestas por el embajador Eizenstat, no incluye el conjunto de medidas
que se puede conocer como el código de conducta de un empresariado, al
que nos opusimos desde el principio por considerar que un código de
conducta del empresariado occidental en Cuba, que no nos parece
moralmente malo, sí que nos parecía que aplicarlo a Cuba y no al Sudeste
Asiático o a otros países africanos era mantener una doble moral y nos
opusimos. Todo eso no lo incluye este documento. El documento aprobado
por el Copo, que es un gran éxito de la política exterior española,
aprobado en un tiempo récord, contiene absolutamente todos los elementos
de la posición española ab initio. Lo que se ha producido aquí, a través
del filtrado de diferentes documentos o posiciones de un país a otro, es
lo normal en el seno de la PESC, de la cooperación política europea. Es
lo normal. Yo le animo a que me diga un texto que haya salido del
Ministerio de Asuntos Exteriores de España, de Francia, de Holanda, del
Reino Unido, que haya sido aprobado automáticamente por todos los
miembros sin ninguna modificación. Y hablar de términos de más dureza o
de menos dureza es falsear la realidad porque el texto ha sido mejorado,
en un sentido o en otro; se han cambiado unas expresiones, en un sentido
o en otro. Nosotros hablamos de democracia; un socio habló de democracia
pluralista. Los italianos presentaron un texto bastante más duro. No me
gustaría bajar al detalle y desvelar cuáles son las posiciones de los
países en la elaboración de ese texto. Lo que sí es cierto es que el
texto que aprobará el Consejo de Asuntos Generales el día 6 será la
posición común, aprobado por consenso y suscrito por todos los países de
la Unión Europea. Y esto es un gran éxito para la política exterior
española. Le aseguro yo que si España no presenta un texto como el que
hemos presentado, que fue aceptado, y bien aceptado desde el principio,
desde el primer Copo, por todos los países de la Unión, lo hubiese
presentado bien Gran Bretaña, bien Portugal. Ya había textos en ese
sentido y le aseguro que no eran del tono español. ¿Qué habría dicho la
oposición, en el caso de que un tercer país presentase un texto de ese
tipo? (El señor Robles Fraga: Que no tenemos liderazgo.) Que no había un
liderazgo en política exterior española y que no había liderazgo respecto
a Iberoamérica.

El texto español, repito, bien acogido desde el principio, recoge todos
los elementos. Puede ser que algún elemento falle, el funcionario de las
embajadas. Un país hace la consideración de que poner en este texto que
las embajadas europeas en La Habana remitirán periódicamente un informe
sobre el estado de los derechos humanos o que un funcionario en concreto
se encargará directamente del seguimiento del estado de los derechos
humanos en Cuba, ponía en grave riesgo o al funcionario o a esas
embajadas, o podía someterlos a una fuerte presión política por un
régimen que no es normal. No es de extrañar medidas como las que ha
adoptado el Gobierno cubano negándole el plácet a un gran embajador de
España, a un hombre dialogante que tuvo participación activa en la
transición española; no es de extrañar una actitud como ésta. Como no es
de extrañar que cuando --recuerdan ustedes-- Perú recibió petición de
asilo de unos cuantos cubanos en su embajada, al día siguiente la
embajada se inundase y estuviese



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llena hasta los tejados. Quiero recordarles aquellas imágenes. Estos son
mecanismos de un Estado que no es homologable; esto pertenece al pasado.

Y con medidas que adopta un Estado que pertenece al pasado no se puede
responder con la misma moneda. Esa es la posición española actualmente:
de moderación, de un deseo de diálogo, como lo hemos manifestado siempre,
crítico, constructivo, con Cuba, ante la constatación de que la anterior
política no funcionó y que no mejoraron los derechos humanos en Cuba, que
no ha habido la más mínima evolución del régimen cubano y que, muy al
contrario, se ha producido una involución.

Sin querer hacer de Cuba el tema central de esa comparecencia, sí que
pido cierta responsabilidad a algunos miembros de la oposición. No es a
usted concretamente. Cuando se viaja a Cuba en un momento como el actual,
y cuando importantes y destacados líderes de la oposición mantienen
entrevistas con altos mandatarios cubanos, incluso responsables del
Ministerio de Asuntos Exteriores cubano, lo mínimo es que se nos informe
de cuál ha sido el contacto, cuál ha sido el contenido de las
conversaciones y cuál ha sido el resultado. Y esto no se ha producido.

Sinceramente tengo que decirle, como responsable del Ministerio de
Asuntos Exteriores, que lamento que un destacado miembro del anterior
Gobierno, que acaba de estar en Cuba recientemente, que ha tenido estos
contactos, lamento que no haya informado al Ejecutivo ni al Ministerio de
Asuntos Exteriores de cuáles han sido los contactos, el contenido de la
conversación y cuáles han sido los resultados.

De manera que, más allá del anecdotario y sin querer dejarme cegar por la
pasión que como todo español siento por Cuba, sí pido un ejercicio de
responsabilidad. Quiero reiterar el deseo del Gobierno de mantener unas
relaciones normales con Cuba, fluidas, sinceras y verdaderas, y con el
resto de la oposición cubana; reiterar el firme deseo del Gobierno
español de que la transición política en Cuba, que vendrá sí o sí, se
haga en paz y se haga gradualmente. (El señor Saura Laporta pide la
palabra.)



El señor VICEPRESIDENTE: Señor Saura, ¿para qué desea pedir la palabra?



El señor SAURA LAPORTA: Para replicar al señor secretario de Estado.




El señor VICEPRESIDENTE: El problema es el siguiente. La comparecencia
del secretario de Estado era para hablar de la VI Cumbre Iberoamericana.

Sus señorías en el curso de las intervenciones han incorporado
referencias obvias a cuestiones de actualidad, y el secretario de Estado
ha respondido a las mismas prolijamente. Pero no quiero que esto se
convierta ahora en un debate sobre las cuestiones de actualidad que no
eran el tema central de la comparecencia. No obstante, tiene usted la
palabra por dos minutos.




El señor SAURA LAPORTA: Gracias, señor Presidente.

Yo creo que desde el punto de vista de España, y los medios de
comunicación nos lo trasladaron cuando se celebró la VI Cumbre, la
noticia, el tema político más importante eran las relaciones de Cuba y
España. Simplemente hay que ver la prensa de aquellos días. En todo caso,
quiero insistir en lo siguiente. Primero, pedirle al Gobierno coherencia.

El señor secretario de Estado nos decía: Viajen ustedes a Cuba. Y yo le
diría al señor secretario de Estado: Viaje usted a Marruecos. Yo he
viajado a Marruecos hace muy poco tiempo para visitar en la cárcel a un
dirigente sindical que por el solo hecho de haber concedido una
entrevista a un periódico del Estado español ha estado dos años en la
cárcel torturado, y ayer en el Congreso de los Diputados aprobamos 60.000
millones de créditos FAD a Marruecos. Señor secretario de Estado, vaya
usted a Marruecos. No sé si ha ido, pero viaje a Marruecos, hable con la
oposición, vaya a las cárceles, porque en todo caso usted, con lo que
está diciendo, tiene dos raseros distintos para la política.

Pero dejando esta primera petición de coherencia, paso a la segunda
puntualización: No cierren ustedes los ojos. Al comienzo de mi
intervención les decía que la bondad de la política se mide por si se
consiguen los objetivos que esa política dice perseguir. Y le voy a decir
tres cosas que ustedes han conseguido. Primero, el señor Aznar dijo que
el señor Castro mueva ficha. Pues la ha movido, pero en un sentido
contrario al que parecía que la debía mover. Segundo, las relaciones con
Cuba están hoy de tal manera, según los altos responsables del
ministerio, que puede pasar de todo, están prácticamente rotas. Y en
tercer lugar, sólo hay que leer los medios de comunicación para ver la
indignación, el desconcierto y la preocupación de los empresarios
españoles, que no voy a leer porque no tengo tiempo. Por tanto, ¿de qué
éxitos hablan ustedes? A no ser que ustedes utilicen una frase que hace
tiempo en Cataluña empleó un dirigente del PSU que dijo: Vayan de éxito
en éxito hasta el fracaso total. Pero, por lo menos, si ustedes en este
tema quieren cerrar los ojos, no nos pidan a los demás que los cerremos.

Si ustedes continúan con los ojos cerrados se darán trompazos. Abran los
ojos.

Usted nos pedía responsabilidad. Yo le respondo con tres propuestas de
responsabilidad en el marco de que ustedes deben reorientar la política
de relaciones con Cuba. ¿En qué sentido? Primero, el Gobierno español, el
Estado español ha de tener una política exterior autónoma, y usted podrá
decir lo que quiera pero las propuestas que ustedes han llevado han sido
un calco de la política de Estados Unidos, y en algunos momentos la
política exterior de España en relación con Cuba ha sido de alguna manera
una política muy relacionada con los sectores del exilio anticastrista
más recalcitrantes, primer elemento. Por tanto, política exterior propia.

Segundo elemento, nosotros creemos --lo hemos dicho repetidamente-- que
en Cuba se debe producir un proceso democrático que garantice el total de
derechos y libertades democráticas en Cuba. Lo hemos dicho siempre. Por
cierto, señor Robles, nosotros no nos atrevemos a dar lecciones de
democracia, pero usted no intente darlas. Se lo podría decir por muchas
razones, pero como mínimo una, por prudencia. No dé usted lecciones



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de democracia en esta Cámara a nadie. Nosotros no las damos, pero usted
no las dé. Por tanto, el segundo elemento es un proceso democrático desde
el interior de Cuba. Y en tercer lugar, la política exterior de un
gobierno he dicho antes y quiero repetir que ha de ser compleja y
humilde, y ustedes han hecho una política exterior con Cuba simplista y
con una cierta digo fanfarronería porque no tengo el sinónimo pero no
quiero ser despectivo: Ahora vamos a llegar nosotros y esto lo vamos a
arreglar. En algunas intervenciones el señor Aznar y hoy mismo el señor
Robles me han recordado una especie de cruzada, un lenguaje de cruzada.

Les pido que no hagan una cruzada de esto, que hagan política exterior
cuando estén en el Gobierno. Si quieren, hagan ustedes política de
cruzada desde el partido, pero desde el Gobierno realicen una política
exterior compleja y humilde, y con el mismo rasero para todos los países.




El señor VICEPRESIDENTE: También por dos minutos tiene la palabra el
señor Yáñez.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Señor Presidente, lamento que con una
referencia tan amplia del secretario de Estado a mi intervención me tenga
que limitar a dos minutos. En consecuencia, voy a contestar por lo menos
por cortesía a algunas de las muchas referencias que ha hecho.

Yo creo, señor secretario de Estado, que usted con una pasión fría no ha
resuelto la mayor parte de los problemas que se han creado en los últimos
meses. Ustedes y sobre todo el Presidente Aznar han creado un problema
que no existía. Estamos metidos en ese jardín y en ese berenjenal y a ver
cómo salimos, y salimos todos, España como tal, porque a quien primero
hay que pedir responsabilidad es al propio Gobierno y a su Presidente,
que han actuado frívolamente, torpemente, precipitadamente,
irreflexivamente en una cuestión donde se juegan muchos intereses
nacionales y, al final, para no obtener el menor resultado. Porque cuando
hablan de que la gestión del PSOE no ha obtenido ningún resultado yo he
de responderle que, en primer lugar, nosotros jamás nos planteamos --y
ustedes por lo visto sí-- derribar a Fidel Castro, pero no nos lo
planteamos porque no está en nuestra mano, porque en un país que es
independiente hace cien años nosotros no somos capaces de derribar a
Fidel Castro. A ver si lo son ustedes. Estados Unidos, su potencia
vecina, mucho más grande y con muchos más medios que España, lleva
treinta y seis años bloqueando, asfixiando y coaccionando a ese régimen,
y no han logrado doblegarlo. Por desgracia, probablemente, pero no lo han
logrado. Ustedes ahora llegan y el señor Aznar dice: Aquí el PSOE no ha
logrado en trece años lo que yo voy a lograr en seis. Y no lo consigue.

Entonces, cuando pasen seis meses, un año o dos años y desgraciadamente
la democracia no llegue a Cuba, ¿tendremos que echarle la culpa al señor
Aznar? Yo creo que no, que las cosas son de otra manera, que no es ése el
silogismo que hay que hacer.

Yo creo, señor secretario de Estado, que es mala política sostenerla y no
enmendarla. Le han expresado por múltiples fuentes que ustedes estaban
equivocados: lo dice la Iglesia católica, lo dice la inmensa mayoría de
los medios de comunicación, lo dice la opinión pública, hoy lo dicen
hasta la mayoría de los diputados del Partido Popular: lo dice el señor
Fraga Iribarne, lo dice Fernando Suárez. Eso es lo que aparece. Yo le voy
a decir una cosa que usted no sabrá y que se puede creer o no: la
Conferencia Episcopal cubana entró en contacto con nosotros para que
mediáramos ante el Gobierno porque estaban alarmados por la bisoñez y la
falta de sofisticación con que estaba llevando el tema de Cuba con
perjuicio para el propio pueblo cubano. Ese no es el camino. Pero le voy
a reconocer una cosa. Sí han avanzado ustedes en algo. En su intervención
--y tengo que decir que tampoco en la del señor Robles-- no nos han
llamado ya ni complacientes ni cómplices ni apuntaladores de Fidel
Castro. (Rumores.) Algo hemos avanzado. Yo no lo he oído. A lo mejor es
porque estoy deseando no oírlo. Aquí hay una especie de maniqueísmo
absoluto. Yo tampoco he dicho --no lo he dicho hoy-- que estén ustedes en
manos de Mas Canosa o de los norteamericanos en esta política. Yo, que he
estado muchas veces en Cuba, señor secretario de Estado (y usted no ha
estado nunca, creo), conozco algo aquello. He estado entre otras cosas
para gestionar la liberación del periodista Rafael Solano, y algunos lo
saben. Hemos conseguido la libertad de mucha gente: de Gutiérrez Menoyo,
de Hubert Martos, de decenas de presos políticos que llevaban 15 y 20
años en la cárcel. Es verdad que siguen deteniendo a más gente, pero ¿qué
culpa tenemos nosotros? La tendrán ellos. Pero el que está en libertad,
en libertad está. Gutiérrez Menoyo, Hubert Martos o Rafael Solano
disfrutan hoy de libertad. Ojalá podamos conseguir la libertad de más
personas en aquel país.

No me parece bien que se haga referencia a personas que no están
presentes, señor Presidente, y que no pueden contestar. Tanto al portavoz
del Grupo Popular como el secretario de Estado han hecho referencia a los
señores Borrell y Atienza de lo que han hecho allí, de lo que han
declarado o no han declarado. Ellos son los que tienen que responder a
eso. Y por cortesía, lo lógico es que se diga cuando están presentes. Es
curioso que el señor Robles jamás haga referencia a las declaraciones de
su tío carnal don Manuel Fraga Iribarne. (Risas.) Solamente hace
referencia a Borrell, a Atienza. Pero si el señor Fraga dice cosas mucho
más claras.




El señor VICEPRESIDENTE: Señor Yáñez, le ruego que vaya terminando.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Lo cual no quiere decir que yo esté de
acuerdo con lo que él diga, pero lo dice.

Termino, señor Presidente. Yo se lo he dicho en mi intervención, señor
secretario de Estado: si no es tan difícil, si no es tan complicado, si
lo ha hecho simultáneamente Su Santidad el Papa y se lo ha puesto a
ustedes en bandeja. ¿Es que el Papa tiene mejor opinión del Fidel Castro
de la que tiene don José María Aznar? No lo creo. ¿Por qué, en cambio,
aparece sonriente en televisión? ¿Eso significa



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apuntalarlo, apoyarlo? No. Lo que hará será decirle luego en privado, y
sobre todo cuando vaya a Cuba, lo que piensa realmente del futuro de la
isla. Se hace con mucha más habilidad, con mucha más mano izquierda, y no
queriéndose autorregalar ante un sector del electorado o un sector de la
militancia, no sé con qué objetivo, pero desde luego con el de perjudicar
los intereses españoles allí.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Solamente quiero dejar constancia en el
«Diario de Sesiones» de un punto de vista de Coalición Canaria. Si el
orden de intervención de los portavoces hubiera sido al revés, señor
Presidente, yo no hubiese hecho el discurso que he hecho. Porque la
edulcorada declaración final de Viña del Mar aquí no ha durado ni
siquiera el tiempo de la mitad del debate. Por tanto, tal como se ha
llevado aquí el tema de Cuba, de haber empezado al revés la intervención
de los portavoces, a esta pasión vehemente, como ha dicho acertadamente
el señor secretario de Estado, que Cuba despierta en España, en Canarias
hasta la ponemos música a esa pasión, de un lado o de otro. (Risas.)
Como yo no he hecho el discurso sobre el tema cubano, sino sobre la
declaración final de Viña del Mar, y lo que figuraba en el temario de la
asignatura, quiero dejar aclarado aquí, por una referencia que ha hecho
el señor Robles Fraga a que no ha escuchado a ninguno de los portavoces
rechazar las acusaciones (como ha hablado en plural me doy por aludido),
que Coalición Canaria, cuando el señor Castro hizo un exabrupto contra el
entonces Presidente de los Diputados, señor Pons, y ahora sobre el señor
Presidente del Gobierno español, nosotros, haciéndonos solidarios de un
principio de dignidad española, lo hemos rechazado siempre. Como yo no he
hablado aquí del tema de Cuba, en nombre de Coalición Canaria me veo
obligado a solicitar una comparecencia del señor Ministro de Asuntos
Exteriores en esta Comisión para hablar y debatir sobre la situación de
las relaciones diplomáticas hispano-cubanas que existen en este momento.

Quería que quedara constancia en el «Diario de Sesiones» esta aclaración
para que quien lo lea no se piense que el portavoz de Coalición Canaria
tenía el orden del día de otra Comisión.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Robles.




El señor ROBLES FRAGA: Me imagino que, como he sido aludido por todos los
portavoces, tengo el turno por muy numerosas alusiones.

Señor Saura, usted me pide prudencia a la hora de dar lecciones de
democracia. Mire usted, yo creo que los demócratas tenemos que ser, en
primer lugar, capaces de recibir lecciones en los foros públicos de la
vida democrática. Yo estoy dispuesto a recibir cuantas lecciones me
quiera usted dar sobre la democracia en España, en Cuba o en cualquier
sitio del mundo; creo que es el deber, ese deber humilde que usted
reclama de recibir lecciones. Si por lo de la prudencia se refiere usted
a mi trayectoria personal, tengo que decirle que en ese sentido no tengo
demasiados problemas. Yo ya estaba en la oposición a la dictadura
española cuando estudiaba en la universidad; ya estaba en la oposición a
la dictadura cuando estaba en el Partido Socialista Obrero Español; ya
estaba en la oposición y en la lucha por las libertades en mi trabajo
como funcionario diplomático, y desde luego sigo estándolo en mi
importante y relevante tarea de representar a mis votantes y como
portavoz del Grupo Popular en esta Comisión. A mí me gustaría que usted
fuera capaz también de recibir alguna lección en un tema en el que creo
que su grupo se equivoca. Y le voy a decir por qué creo que se equivoca.

Cuando usted le pide al Gobierno que reconsidere su política hacia Cuba,
el día después de que el Gobierno de Cuba en una nota verbal retira el
plácet a un embajador de España, usted no está haciendo su deber
político, sino que está haciendo de vocero del régimen que retira el
plácet a un embajador de España. (Rumores.) En los mismos términos y
entrecomillado se lo pongo. Usted no puede pensar que el día después no
puede decir, sin que yo lo diga públicamente, que hay una gran
coincidencia entre su petición de reconsideración al Gobierno español y
la acción inamistosa e injustificada del Gobierno de Cuba.

Señor Yáñez, yo no he escuchado en los últimos días, y creo que ha habido
muchas declaraciones del presidente de la Xunta de Galicia, nada que
contradiga lo que yo he dicho hoy, ni lo que ha dicho mi grupo, ni lo que
ha dicho mi Gobierno. Al contrario, lo que sí he escuchado por parte del
presidente de la Xunta es un llamamiento a todos los grupos políticos,
que por cierto había reiterado en sede parlamentaria, al sentido común y
a la sensatez, cosa que es perfectamente razonable, incluso diría
ejemplar. Yo no pongo en duda, señor Yáñez, que el Gobierno del señor
González tuviera otro objetivo que la transición pacífica a la
democracia. Lo único que le digo es que en este momento ustedes tienen
como principal grupo de la oposición una responsabilidad muy importante,
que es defender correctamente los intereses de España desde la oposición
y defender correctamente, y diría que intensamente, la dignidad del
Gobierno democrático de España y, por tanto, la dignidad de la política
exterior española, que es ya una política europea. Por tanto, si ustedes
hasta el 6 de diciembre siguen criticando los métodos de la política
española, allá ustedes; pero a partir del 6 de diciembre corren el serio
riesgo de quedarse fuera del consenso de los quince países de la Unión
Europea, cosa que es una oposición no solamente poco razonable sino,
además, incómoda para ustedes en el seno de la Unión Europea.

Al señor Mardones, que en este momento no está, quiero decirle para que
conste en el «Diario de Sesiones», que cuando me refería a los portavoces
de los grupos lo hacía, y creo que lo he hecho notar en mi intervención,
a los portavoces de los grupos Socialista y de Izquierda Unida-Iniciativa
por Cataluña. Por tanto, no queda usted incluido en ese grupo. En
cualquier caso, le agradezco su protesta por las descalificaciones
emitidas por el señor Castro respecto del Presidente del Gobierno
democrático de España, don José María Aznar.




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Señor Presidente, termino, porque se me acaba el tiempo, diciendo que mi
grupo siempre ha estado dispuesto a debatir en esta Cámara la política
española hacia Cuba. Nosotros apoyamos en el pasado iniciativas que
reiteraban lo que ahora ha hecho el Gobierno español, que es que el
objetivo de España es contribuir al tránsito pacífico de la democracia.

Lo seguiremos haciendo en el futuro y lo seguiremos haciendo con la misma
pasión fría y con la misma consideración hacia cuáles son los objetivos
permanentes de España como hemos hecho en el pasado. (El señor Saura
Laporta pide la palabra.)



El señor VICEPRESIDENTE: Señor Saura, no le concedo la palabra porque
entonces el señor Robles querrá volver a replicar. Se lo aclaran ustedes
privadamente.




El señor SAURA LAPORTA: Es por una contradicción.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra por medio minuto.




El señor SAURA LAPORTA: El señor Robles ha dicho que nuestro grupo
bendecía y estaba de acuerdo con la decisión de Fidel Castro y del
Gobierno cubano. Yo he dicho en mi primera intervención que nuestro grupo
parlamentario no estaba de acuerdo con eso. Por tanto, le ruego al señor
Robles que retire esto porque no es verdad.




El señor VICEPRESIDENTE: Así constará en el «Diario de Sesiones».

Tiene la palabra el señor Secretario de Estado, al que le ruego también
la misma brevedad en la respuesta a las últimas intervenciones.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Vilallonga Campos): Señor Presidente, voy a hacer unas
consideraciones particulares y después una consideración global.

Señor Mardones, yo escuché a don Julio Anguita el domingo, en una
magnífica intervención de radio, que hablando de comunismo y libertad
decía que él sólo entendía el comunismo desde la libertad. Esa posición
que yo alabo, esa posición constructiva durante la transición española,
esa posición constructiva hacia la democracia de su grupo y también del
Partido Comunista como integrante de su coalición, es la que me gustaría
que tuviesen ustedes también respecto a Cuba y respecto a cualquier otro
país. Y en esto los apoyaremos fervientemente. Creo que el doble rasero
lo mantienen ustedes. Es decir, tienen una posición interna coherente,
pero tienen un lastre del pasado. Ustedes contemplan todavía a los
regímenes comunistas que quedan en el mundo como restos de la utopía, y
los contemplan con cierta satisfacción. (El señor Saura Laporta: Me va a
obligar a volver a pedir la palabra.--Rumores.--La señora Fernández Sanz:
Todos tenemos padres.) Yo les pido, por favor, que hagan un ejercicio de
responsabilidad. Yo entiendo muy bien que todos tengamos padre, pero que
no nos ciegue el amor de hijos y veamos la realidad tal cual es. Por otro
lado, lo del doble rasero del que usted habla creo que no es un buen
planteamiento y pienso que los ejemplos que usted ha traído aquí no son,
en absoluto, comparables con el caso de Cuba. Sé, como se comentó cuando
lo dijo el Ministro Matutes muy acertadamente, que no es políticamente
correcto decirlo, pero ya quisiera el Gobierno español que las libertades
que se dan en Marruecos, que son muy amplias en el terreno económico, en
el político, en el del libre debate, en el de la libre asociación, se
diesen en Cuba. Firmábamos ya, aunque sea políticamente incorrecto
decirlo.

Respecto a las afirmaciones del señor Yáñez diciendo que hemos creado un
problema que no existía, creo que es un enfoque que confunde. El problema
existe y se llama Castro y se llama el régimen comunista de Cuba. El
problema existe y existe allí, y la reacción de este tipo de regímenes es
la normal que se produce en estos regímenes no homologados cuando
cuestionas en público y en privado, de forma constructiva. No queremos
acorralar al régimen cubano. Queremos establecer un diálogo constructivo.

Queremos facilitar las cosas. Ponemos todos los medios económicos y
políticos y todas las instancias internacionales en las que España tiene
algo que decir al servicio de la evolución pacífica hacia la democracia
en Cuba, por amor a Cuba y a los propios cubanos. La reacción no es a las
declaraciones del embajador Coderch, que se produjeron mes y medio atrás,
es una reacción ante la posición común, por mucho que el régimen de Cuba
pretenda bilateralizar el problema, de la Unión Europea ante Cuba. El
problema no lo ha creado España. El problema está ahí y hay que tomarlo
por los cuernos y con un diálogo, con esos elementos que le digo yo,
constructivo y crítico se está desarrollando esta política que ni es
frívola, ni es simple, ni pretende derribar a Castro; pretende que se
inicien las reformas desde dentro del sistema, y así se lo hemos
manifestado a las autoridades cubanas pública y privadamente.

Creo que la política exterior española en Cuba y en el resto del mundo,
más concretamente en este caso, ha ganado en coherencia, en autonomía, en
efectividad; vuelvo a repetir que no es casual la apertura del régimen
cubano hacia la Iglesia católica. Ha ganado en todos esos elementos, pero
sobre todo ha ganado en altura moral. Ha ganado en altura moral ante el
mundo y ante la oposición cubana dentro y fuera. Y no me valen sus
palabras de que la oposición en el exterior es recalcitrante, o que
España o el Gobierno se ha acercado hacia la oposición más recalcitrante;
no me vale porque eso no es cierto, y usted lo sabe. La Fundación
hispano-cubana responde al derecho libre de asociación en España. Recoge
a elementos socialdemócratas, demócrata-cristianos, liberales y al señor
Mas Canosa; al señor Mas Canosa que, por cierto, ustedes le vendieron
Sintel. Los negocios los hicieron ustedes con el señor Mas Canosa y no el
Gobierno del Partido Popular. Y fueron ustedes los que recibieron al
señor Mas Canosa de tapadillo. (El señor Yáñez-Barnuevo García: Pero no
le dimos la razón.) Nosotros lo hacemos de forma abierta y con luz y
taquígrafos, y nos reunimos con toda la oposición, de dentro y de fuera.

Eso es lo que hace el Gobierno español, y



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eso es lo que hace cualquier embajador en el mundo. Vuelvo a repetir que
la política española ha ganado en coherencia, ha ganado en autonomía, ha
ganado en eficacia y sobre todo ha ganado en altura moral.




PREGUNTAS:



--SOBRE LA RETIRADA DEL ESTATUTO HONORIFICO DE CONSUL AL SEÑOR HAMADI. DE
LA SEÑORA FERNANDEZ SANZ (GRUPO SOCIALISTA). (Número de expediente
181/000202.)



El señor VICEPRESIDENTE: Pasamos al punto número 2 del orden del día,
contestación a la pregunta de doña Matilde Fernández Sanz, sobre retirada
del estatuto honorífico de cónsul al señor Hamadi. Entiendo que contesta
el Secretario de Estado en nombre del Gobierno.

Tiene la palabra la señora Fernández Sanz.




La señora FERNANDEZ SANZ: Señor secretario de Estado, hemos presentado
una pregunta en esta Comisión en torno al nombramiento del cónsul
honorario de España en Guinea Bissau, en Bissau, a propuesta del
embajador responsable, que estima esta Diputada que es el de Senegal,
embajador que el Ministerio de Asuntos Exteriores recientemente ha
sustituido supongo que porque estaba nombrado desde 1992 y cada equis
tiempo se producen los cambios, pero en todo caso le pregunto si tiene
alguna relación con este tema. Le preguntamos también por la valoración
que el Gobierno, en concreto el Ministerio de Asuntos Exteriores, hace
del trabajo que este cónsul ha realizado recientemente, a raíz del
traslado a Guinea Bissau de algunos nigerianos, cameruneses, guineanos de
Guinea Conakry, ciudadanos de Togo y de la República Centroafricana que
fueron expulsados desde Melilla a este país y a esta ciudad. A través de
informaciones en los medios de comunicación hemos conocido que, parece
ser, no ha tenido una actitud muy responsable a la hora de informar al
embajador y a la hora de informar al Gobierno español, concretamente al
Ministerio del Interior, acerca de la situación de estas personas, porque
el Ministro del Interior en esta Cámara nos trasladó la información de
que se habían facilitado, por una delegación mixta de Interior y de
Exteriores, unos recursos a dos gobiernos, de Guinea Bissau y de Mali,
para rápidamente resolver la documentación de estas personas y ser
devueltas a sus países, incluso hay respuestas a diferentes
parlamentarios de distintos grupos acerca de que estas personas ya habían
sido devueltas, y luego nos encontramos con que ninguna de ellas lo había
sido, seguían en una situación de semiprisión, y después vinieron los
acontecimientos que todos conocemos por los medios de comunicación.

Insisto en que por contacto con organizaciones no gubernamentales y de
forma especial con la Liga Internacional de Derechos Humanos en ese país,
por contacto con medios de comunicación profesionales que fueron enviados
de forma especial a seguir estos acontecimientos y por algunos
funcionarios de departamentos, esta Diputada conoce que fue trasladada
una información no correcta al embajador del que dependía y al Gobierno,
lo que llevó a una situación difícil al Gobierno, ya que le supuso
contestar inexactamente en esta Cámara. Por eso le hacíamos estas
preguntas, para contrastar esta información y ver qué problema existía
con el nombramiento de este cónsul honorario.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra, en nombre del Gobierno, el
señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Vilallonga Campos): Señora Diputada, yo le voy a dar la
información que poseo al respecto sobre el cónsul don Ahmed Emhamed
Yamaa, cuyo apodo es Hamadi. Fue nombrado vicecónsul honorario de España
en Guinea Bissau el 6 de febrero de 1996. Se realizaron todos los
trámites para su nombramiento, incluido lo que es preceptivo, que es la
propuesta por parte del embajador de España en Senegal, que está
acreditado también en Guinea Bissau, en este caso don Juan Serrat
Cuenca-Romero, una vez realizada una selección previa de candidatos. ¿Por
qué se le nombró? Se nombró un cónsul porque se estimó que se mejoraba la
red consular honoraria de España en toda la zona, dado que hasta ese
momento nuestro país carecía de oficina consultar en Guinea Bissau. Según
los informes que han llegado al Ministerio de Asuntos Exteriores, el
señor Hamadi parece que ha cumplido sus labores consulares a plena
satisfacción de la embajada de España, demostrando además que goza de
credibilidad y de autoridad frente a las autoridades de Guinea Bissau a
alto nivel. Es decir, no hemos recibido ninguna queja de la actuación del
señor Hamadi como vicecónsul honorario de España. Si existe alguna, yo le
ruego que nos la transmita mediante un escrito al ministerio, haremos las
averiguaciones oportunas y le facilitaremos la información que usted
desee. Sí le puedo decir que, con ocasión de las gestiones que ante
autoridades locales desarrollaron funcionarios del Ministerio de
Interior, se supo que el cónsul honorario de España en Guinea Bissau
realizó tareas de acompañamiento, de apoyo logístico, de mediación, y se
puso siempre a plena disposición de los enviados del Gobierno español
durante todo el tiempo que fue necesario. Esa es la información con que
contamos en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Si hay otra información
o cualquier tipo de queja en concreto, yo le ruego que nos la traslade,
la estudiaremos y le remitiremos la contestación una vez contrastados los
hechos que usted nos quiera remitir.




El señor VICEPRESIDENTE: ¿La señora Fernández Sanz quiere replicar?



La señora FERNANDEZ SANZ: Señor secretario de Estado, le puedo remitir
las conversaciones que yo he tenido. Mi pregunta era muy abierta, entre
otras cosas porque uno no puede hacer juicios de valor en base sólo a
informaciones verbales. A veces se necesitan datos para poder ir un poco
más lejos. Ustedes, igual que nosotros,



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han seguido a través de los medios de comunicación crónicas e informes de
diferentes periodistas, más de uno, tanto para prensa escrita como para
televisión y radio, en las que la única diferencia que yo he encontrado
ha sido que unos situaban al cónsul honorario como libanés y otros como
saharaui. En todo lo demás decían que puestos en contacto con él
reconocía que ya no había personas allí, que habían sido llevados en
camiones a las fronteras. Información similar nos llega por faz y por
conversaciones telefónicas con las ONG de allí y somos más de una ONG
--usted se relaciona con ellas-- de las que trabajamos en cooperación las
que hemos recibido esta información de colegas de este país. Esta es la
información que tiene esta Diputada y ustedes lo tienen recogido de los
medios de comunicación. Supongo que habrán hecho sus pesquisas para ver
qué fundamento, qué base real tenía esta información que se trasladaba.

Puedo facilitarle toda la información con datos concretos, con los fax de
las ONG, etcétera, pero insisto en que usted tiene también la de los
medios de comunicación, igual que la Diputada que le habla.

Dicho esto, yo quisiera plantearle --ya sé que sería competencia del
subsecretario, pero le agradecería que usted se lo trasladase-- que tal
vez ha llegado el momento de estudiar en el Ministerio de Asuntos
Exteriores un procedimiento, aunque sea liviano, para establecer la
elección de estos cónsules honorarios. Viendo la documentación del
ministerio he llegado a contar 106 en este momento; puede que sean más
porque la documentación que yo he manejado tiene dos o tres años de
antigüedad, puede que ya haya más de este centenar de cónsules
honorarios. Hay algunos otros acontecimientos que ya iremos tratando.

Pienso, señor secretario de Estado, que tal vez ha llegado el momento de
buscar una fórmula de regularlo para que esta Cámara pueda dialogar,
seguir y vigilar con ustedes las funciones de representación y de
confianza que tienen de nuestro Gobierno y del país donde están. Es una
función importante de un país tan importante como el nuestro, y tal vez
haya llegado el momento de hacer una mínima regulación de estas personas
que representan a España.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor secretario de Estado,
si lo desea.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Villalonga Campos): Señora Diputada, nosotros normalmente
contrastamos las informaciones periodística con nuestras representaciones
diplomáticas. En este caso no hay ningún reproche sino todo lo contrario,
alabanzas a la actuación del señor cónsul por parte de nuestro embajador
en Senegal. Yo le vuelvo a repetir que si hay alguna reclamación en
concreto por parte de una organización no gubernamental o alguna queja
específica respecto a la actuación de nuestro cónsul honorario, le ruego
que nos la traslade, contrastaremos también esa información y se la
haremos llegar pública o privadamente, como usted desee.

Estoy completamente de acuerdo con usted en que la fórmula del cónsul
honorario que recoge el Convenio de Viena tiene una regulación antigua,
cuya normativa quizá convenga actualizar a efectos internos. Sí que hay
una serie de requisitos mínimos que establece el Ministerio de Asuntos
Exteriores para la elección de los cónsules honorarios. Lo que ocurre es
que la diversidad de presencia española en el mundo hace que los
criterios de selección varíen de un país a otro. No es lo mismo un cónsul
honorario en Africa que en Iberoamérica. Es decir, algunas veces se busca
la conexión especial por ser un hombre relevante con la colonia y en
otros casos se busca una persona que, sin tener demasiadas vinculaciones
con España, sea alguien influyente en el medio político, bien introducido
y que facilite la labor consular de España en el exterior, en aquellos
países donde no tenemos representación diplomática, de manera que los
criterios muchas veces varían de un país a otro. En este caso existía una
cierta vinculación con España y era una persona que gozaba de
credibilidad en la sociedad y con las autoridades. Este fue el motivo por
el cual se le nombró. De todas maneras coincido con usted en que sería
bueno desarrollar una legislación en materia de cónsules honorarios,
porque le aseguro que aunque ser cónsul honorario puede traer cierto
elemento de prestigio en algunos sitios, en otros, sin embargo, no es
ningún chollo. Muchas veces los cónsules honorarios aportan fondos y
dinero de su bolsillo para mantener las oficinas consulares. Le aseguro
que muchas veces su labor se realiza muy en precario, sobre todo en
aquellos países en donde España no tiene una presencia histórica muy
destacada, sin el reconocimiento necesario ni por parte del Gobierno ni
de la sociedad española de una labor que es diaria, que es constante y
que se prolonga en el tiempo, con problemas muy graves como los que están
ocurriendo en Africa en estos momentos.




El señor VICEPRESIDENTE: Interrumpimos por un minuto la sesión para
despedir al secretario de Estado y continuar después con el orden del
día. (Pausa.)



PROPOSICIONES NO DE LEY:



--SOBRE LA CREACION DE UN OFICINA PERMANENTE EN COLOMBIA POR EL ALTO
COMISIONADO PARA LOS DERECHOS HUMANOS DE NACIONES UNIDAS. PRESENTADA POR
EL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER
CATALUNYA. (Número de expediente 161/000228.)



El señor VICEPRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, vamos a continuar
la sesión.

Era intención de esta Presidencia, a la vista del orden del día, que
pudiéramos haber terminado a la una de la tarde. La extensión del punto
uno hace que tenga ya dudas sobre ese objetivo, pero vamos a intentar
alcanzarlo.

Pasamos al punto número 3, proposición no de ley del Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya sobre la creación de
una oficina permanente en Colombia por el Alto Comisionado para los
Derechos Humanos de Naciones Unidas.




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Para la defensa de esta proposición, tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Como SS. SS. recordarán, hace casi un año una
proposición no de ley del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, que no
contó con el apoyo del resto de los grupos parlamentarios, planteaba en
esta Comisión la gravísima situación de los derechos humanos en Colombia.

Se expusieron argumentos, datos y referencias de organizaciones para
avalar el hecho que hoy traemos de nuevo a esta Comisión ante la
evidencia de que la situación no solamente no ha mejorado, sino que
continúa agravándose.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de
Naciones Unidas califica de genocidio la situación que se vive en
Colombia. Colombia es el país con la tasa de homicidios más alta del
mundo, y la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, atendiendo a
la gravedad de estos hechos, solicitó el 23 de abril de 1996 que el Alto
Comisionado para los Derechos Humanos estableciera a la mayor brevedad
posible... (Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE: Perdón, señora Maestro. Por favor, señorías,
guarden silencio y mantengan sus conversaciones fuera de la sala de la
Comisión.

Puede continuar, señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Decía que se solicitó que el Alto Comisionado
para los Derechos Humanos estableciera, a la mayor brevedad posible, una
oficina permanente en Colombia con el objetivo de proteger los derechos
humanos y observar sus violaciones.

Contemplamos con satisfacción que esa iniciativa de Izquierda Unida, que
solamente contó con el voto de los Diputados de este grupo parlamentario,
tuviera mejor acogida en el seno de Naciones Unidas y que se planteara la
creación de esa oficina permanente, que, evidentemente, a nuestro juicio,
cumple los mismos objetivos, e incluso diría yo que los amplía, del
nombramiento de ese relator especial que planteábamos.

La situación, como decía, señorías, no ha hecho más que agravarse.

Evidentemente, tiene que ver con la actuación de la guerrilla, pero sobre
todo, y por encima de todo, con la actuación de agentes estatales, de
grupos paramilitares y escuadrones de la muerte. La situación de
enfrentamiento armado, de existencia de guerrillas en Colombia es muy
antigua. Se dieron pasos hacia la transformación de algunos de ellos en
fuerzas políticas, renunciando a la actividad armada. Quiero señalar con
eso la gravedad de que uno de esos grupos, transformado en fuerza
política y renunciando a la lucha armada --la Unión Patriótica--, haya
visto exterminados 2.500 de sus militantes, entre ellos candidatos a
presidente de gobierno, senadores, diputados, concejales, junto con un
sinnúmero de activistas de derechos humanos.

Quiero recordarles, señorías, a una persona que presidía el Comité Cívico
por los Derechos Humanos del Departamento del META en Colombia, que
estuvo en nuestro país en febrero de este mismo año participando en el
primer seminario contra la impunidad celebrado en Madrid y patrocinado
por el Parlamento Europeo, que ha sido asesinado en fechas recientes.

Esta persona era juez, militante de Unión Patriótica y, según todos los
indicios, fue asesinado por la actividad de un grupo paramilitar llamado
Serpiente negra que, como voy a argumentar a continuación, actúa en
connivencia evidente con las fuerzas armadas en esa zona y están
asociadas a las actuaciones del señor Víctor Carranza Niño, conocido
negociante de esmeraldas y señalado recientemente como narcotraficante
por diferentes autoridades.

Los anales del Congreso --una especie de «Diario de Sesiones» en
Colombia-- publica cómo en las fincas de esta persona se han descubierto
escuelas paramilitares y fosas comunes, y cómo ante los jueces, personas
acusadas de asesinato han confesado hacerlo por cuenta de Víctor Carranza
y con apoyos de miembros del Batallón Vargas y de la VII Brigada
instaladas en el Departamento del META. Esto no ha sido óbice para que
esta persona, conocido comerciante de esmeraldas, fuera recibido por las
primeras autoridades del país, viendo apoyada fervientemente su
iniciativa de crear una bolsa mundial de esmeraldas en Bogotá.

Señorías, conozco las actuaciones del Gobierno español decididas a apoyar
la creación de esta oficina permanente de Naciones Unidas en Bogotá. La
iniciativa, cuando se aprobó en la Comisión de Derechos Humanos, tenía
carácter de urgencia avalada por la situación en Colombia; sin embargo,
hasta la fecha no se han dado los pasos necesarios para la instalación de
esta oficina en Bogotá. Por tanto, y conociendo esa actitud positiva del
Gobierno español, creemos que es pertinente la proposición no de ley,
porque los propósitos de la creación de dicha oficina no han sido
cumplidos. Además, coinciden las organizaciones de derechos humanos, la
Organización de Estados Americanos y diferentes organizaciones de
juristas en que Colombia no va a salir de la terrible espiral de
violencia en que se encuentra si no es con una decidida presión
internacional para desatar esos lazos de sangre que están llevando al
genocidio a su pueblo.

Señorías, hemos estado hablando de Cuba, un país muy cercano a Colombia;
no estamos hablando de cárceles para dirigentes políticos, estamos
hablando de exterminio, estamos hablando de acción impune del ejército,
de bandas paramilitares y de una violencia que encuentra también su
respuesta en la guerrilla. La mínima coherencia exigible para la
credibilidad en las relaciones internacionales exige en estos momentos un
pronunciamiento claro y rotundo de esta Comisión de Asuntos Exteriores
del Congreso de los Diputados para que inste al Gobierno a apoyar la
acción destinada a la definitiva instalación de esta oficina permanente
para la observación y protección de los derechos humanos en Colombia. Y,
asimismo, para manifestar al Gobierno colombiano su malestar, su
preocupación por la situación de los derechos humanos en Colombia debido
a la violación de los mismos, de lo cual el Gobierno colombiano es, al
menos por omisión, corresponsable.

Nada más.




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El señor VICEPRESIDENTE: A esta proposición no de ley se ha presentado
una enmienda del Grupo Parlamentario Socialista.

Para la defensa de la misma y fijación de posición, tiene la palabra el
señor García-Santesmases.




El señor GARCIA-SANTESMASES MARTIN-TESORERO: La enmienda que presentamos
coincide sustancialmente con la proposición no de ley que presenta el
Grupo de Izquierda Unida, pero creemos que en algún punto la mejora.

Quizás se podría llegar a una redacción que consensuara los dos textos. Y
creemos que la mejora porque en el primer punto coincide plenamente en
que se realicen las gestiones para propiciar el inicio de las actividades
del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en
Bogotá, pero en el segundo plantea --haciéndonos eco de lo que ha dicho
la señora Maestro sobre los problemas vinculados a los derechos humanos y
todo lo que ha ocurrido con los dirigentes políticos-- dos cosas que creo
que pueden ser de interés para la redacción final. Uno es cómo en las
relaciones bilaterales con Colombia, y ante la Unión Europea, la agenda
política con las medidas necesarias debía contemplar, precisamente para
hacer más efectiva esa lucha por los derechos humanos, el campo de la
lucha contra la violencia endémica, el narcotráfico y el desarrollo
económico.

El que conozca un poco la situación de Colombia sabe que el tema del
narcotráfico hoy ha penetrado también en la vida política colombiana, ha
penetrado en las campañas electorales, ha creado una crisis institucional
terrible en aquel país, sabe que está en las poblaciones, sabe que las
esperanzas que hubo de que se terminara el problema de la guerra hoy
desgraciadamente no se han visto confirmadas y sabe que hay todo ese tipo
de violencia paramilitar. Nos parece que sería mejor tener en cuenta
estos desafíos y llamar a que esa posición del Gobierno español se
estableciera no sólo en la relación bilateral, sino también en la
relación ante la Unión Europea.

Esta es la enmienda de sustitución que presentamos, con la esperanza de
que podamos llegar a un texto que recoja las dos posiciones y que pueda
ser apoyado por toda la Comisión.




El señor VICEPRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Milián.




El señor MILIAN MESTRE: En el espíritu constructivo que propone la
enmienda --entendemos que puede ser transaccionada en la redacción
final--, quisiéramos hacer algunas observaciones.

En primer lugar, estamos de acuerdo en manifestar el interés que se tiene
por la causa que está defendiendo en este caso la proponente. El Gobierno
español en ningún momento ha hecho oídos sordos a una cuestión de tal
naturaleza por todos conocida y que evidentemente requiere una
observación muy detenida, puesto que los acontecimientos que se están
produciendo en este momento en Colombia, al igual que en otros países del
hemisferio americano, son de alta preocupación.

Están muy confusos, digo, los factores que inciden en este problema, por
cuanto que la naturaleza del mismo provoca situaciones muy extrañas en
una parte y en la otra: en los represores, en los grupos armados de
guerrilla y en los narcotraficantes. Tanto es así que alguien ya ha hecho
alusión a las confusiones o equívocos existentes entre los elementos
narcotraficantes o los intereses del narcotráfico y la política, pero no
es menos cierto que la existencia de estos grupos avala muchas veces
acciones revolucionarias o de guerrilla. Yo me retrotraigo mentalmente a
un recuerdo del año 1982, en el que en un tribunal de Florida se
sentenció a un individuo colombiano llamado Guillot porque estaba
avalando personalmente con sus negocios al movimiento guerrillero, que
tenía vinculaciones claras con el narcotráfico. Pero esto ocurre en otros
países adláteres, como es, por ejemplo, el caso mejicano, donde todavía
está por aclarar el asesinato del cardenal Posada, supuestamente
confundido en el aeropuerto de Guadalajara, hace tres años, por
narcotraficante. Verdaderamente, situaciones tan extrañas mueven el
interés primario por aclarar el escenario y, secundariamente, a buscar
soluciones que remedien ese problema.

En consecuencia, el Gobierno, juntamente con nuestro grupo, está de
acuerdo en esta visión analítica. Hay graves provocaciones y graves
violaciones de los derechos humanos que requieren una política ad hoc y
que, por supuesto, tenga una presencia no sólo oficial sino efectiva en
la oficina que se propone. Ante todo hay que salvaguardar --y en eso sí
que estamos de acuerdo con la filosofía de la proponente-- el derecho a
la vida de la población y de los dirigentes políticos y sociales, que
tantas veces han demostrado, con la palmaria evidencia de sus asesinatos,
los riesgos que comporta el ejercer un derecho como es simplemente la
defensa de los conciudadanos.

En segundo lugar, quisiéramos aclarar que ésta es una proposición
reincidente, puesto que en la V Legislatura ya apareció. Curiosamente, en
aquella ocasión fue rechazada por el Grupo Socialista y por el Grupo
Popular. Ahora bien, si analizamos el objeto y contenido de la misma,
encontraremos claramente dos puntos en esta iniciativa que instan al
Gobierno a adoptar todas las medidas necesarias para, en primer lugar,
manifestar el interés del Gobierno español en que se establezca una
oficina permanente en Colombia, con carácter de urgencia, en el Alto
Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas. Y, en segundo
lugar, trasladar al Gobierno colombiano su intensa preocupación por las
graves violaciones de los derechos humanos que se producen en Colombia,
instando la adopción de cuantas medidas estén a su alcance para
salvaguardar el derecho a la vida de la población y dirigentes políticos
y sociales.

En consecuencia, hecha esta distinción, nos permitiremos hacer alguna
aclaración; aclaración que es necesaria, entendemos, por cuanto que en
otros casos ya se intentó. Por ejemplo, verbi gratia, en el LII período
de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos, no siendo España miembro
titular de la misma, el Gobierno español tuvo una



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destacadísima intervención en este mismo sentido. Por tanto, hay una
coherencia en los comportamientos que ha llevado al extremo de que en
este mismo momento el Gobierno haya acelerado los trámites para obtener
el remedio de parte de esos males que la proponente está buscando. Por
eso hacía la distinción de los dos planos.

En consecuencia, el primer punto de la proposición no de ley no lo vamos
a aceptar. En cambio, sí el segundo, si se transacciona debidamente, por
una razón muy simple. Porque el Gobierno español, tomando un papel
protagonista en la LII sesión de derechos humanos, ya asumió las
consecuencias que se derivaban de su comportamiento, al punto de que al
día de hoy el Gobierno ya ha hecho real la aportación de 21 millones de
pesetas para financiar esa oficina, ergo la conclusión está muy clara: el
Gobierno español ha hecho todo lo que podía hacer. Igualmente, el
Gobierno español no solamente no se ha conformado con la aportación del
dinero, sino que diplomáticamente está estableciendo un orden de
prioridades en cuanto al nombramiento de la persona que debe regir esa
oficina, que en este caso tiene muchas probabilidades de que sea un
funcionario español; por tanto, hay un segundo paso dado. Y, en tercer
lugar, entendemos que la conclusión del pertinente acuerdo entre el Alto
Comisionado y el Gobierno colombiano para el establecimiento de una
oficina se encuentra en su fase final de aprobación y pendiente
simplemente de resolver los temas puramente técnicos.

Insisto en que el primer punto de la proposición nos parece improcedente
e innecesario, puesto que ya se ha hecho todo lo posible por parte del
Gobierno español, y el segundo, de más fuste filosófico, de mayor
trascendencia y, sobre todo, de urgente necesidad de clarificar los
conceptos del escenario donde se mueven estos grupos, que están muy
diversificados, sí que entendemos que es buena la aportación de la
proponente en el sentido de que, transaccionados sus términos,
probablemente podremos votar a su favor. Quería simplemente que nos
propusieran, en este sentido, la transaccional correspondiente, para ver
si podemos aceptarla y votarla favorablemente.

Para terminar, quiero decir que el tema está tan confuso que, hoy, el
diario «El País», en su página 10, informa a cinco columnas de una
conversación con José Bonet, general inspector del Ejército colombiano,
en la que se dice que la guerrilla colombiana tiene grupos de presión en
España y en Alemania con dinero del narcotráfico. Es decir, la confusión
es total. ¿Tienen razón los militares? Probablemente no la tienen.

¿Tienen razón los narcotraficantes? Ninguna. ¿Tienen razón los grupos
guerrilleros? Probablemente están mistificados o mediatizados. En
consecuencia, creo que es bueno que se tome mucho interés por clarificar
este escenario y es bueno que la Unión Europea participe activamente en
esta petición que se está formulando en la proposición no de ley para que
se adopten las medidas necesarias y convenientes para aclarar los puntos
en los que la violación constante de los derechos humanos es un hecho
innegable.




El señor VICEPRESIDENTE: A los solos efectos de pronunciarse sobre la
aceptación o no de la enmienda, tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Tengo que pronunciarme sobre lo que S. S. dice
y hacer una propuesta de transacción, tal y como se ha anunciado.

Respecto al primer punto, mi grupo acepta la enmienda del Grupo
Parlamentario Socialista y aprecia la voluntad del Gobierno en esa misma
dirección, pero entiende que, hoy por hoy, todavía no se han cumplido los
objetivos. Creemos que es necesario que el Gobierno, dando por bueno lo
hecho, no considere el tema cerrado y siga insistiendo en adoptar esas
medidas. Por tanto, aceptaríamos el primer punto que creemos que coincide
con el espíritu del nuestro en aras de encontrar un mayor consenso.

En el segundo punto, la propuesta de transacción, cuyo texto pasaré a la
Mesa por escrito, sería la siguiente: 2. Trasladar al Gobierno colombiano
su intensa preocupación por las graves violaciones de los derechos
humanos que en Colombia se producen y promover, en las relaciones
bilaterales con Colombia y ante la Unión Europea, la adopción de las
medidas necesarias y el nivel de cooperación adecuado para hacer frente a
los desafíos que el país tiene en su lucha contra el narcotráfico, la
violencia endémica, el respeto a los derechos humanos y el desarrollo
económico.




El señor VICEPRESIDENTE: Gracias, señora Maestro. ¿Necesitan SS. SS. que
se repita el texto leído por la señora Maestro? (Denegaciones.) ¿Podemos
pasar a votación la proposición no de ley enmendada por el Grupo
Parlamentario Socialista con la transacción introducida por la señora
Maestro? (Pausa.)
Tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Habría que hacer votación separada. (El señor
Milián Mestre: Es lo que iba a pedir yo. Por favor, señor Presidente,
votación separada de los dos puntos.)



El señor VICEPRESIDENTE: ¿La proponente lo acepta? (Asentimiento.) En
consecuencia, sometemos a votación el punto 1 de la proposición no de
ley.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 11; en
contra, 11.




El señor VICEPRESIDENTE: Por tanto, no prospera el punto 1 de la
proposición no de ley, entiende esta Presidencia, salvo que quien nos
asiste nos asesore. Señorías, no podemos repetir la votación. Ha habido
un resultado.




La señora MAESTRO MARTIN: Y eso ¿qué quiere decir?



El señor VICEPRESIDENTE: Eso quiere decir que no ha prosperado, entiendo.

Pero me dicen que se puede volver a votar, según el artículo 88 del
Reglamento, que dice: «1. Cuando ocurriere empate en alguna votación, se
realizará» --hay que conocer bien el Reglamento-- «una segunda y, si
persistiere aquél, se suspenderá la votación durante el plazo que estime
razonable la Presidencia.»



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Por tanto, sometemos a votación nuevamente el punto 1 de la proposición
no de ley.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 12; en
contra, 11; abstenciones, una.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado el punto 1 de la proposición no
de ley.

Pasamos al punto 2, enmendado por el Grupo Socialista y modificado por el
texto leído por la señora Maestro.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--SOBRE EL PROCESO DE PAZ EN GUATEMALA. PRESENTADA POR EL GRUPO
SOCIALISTA DEL CONGRESO. (Número de expediente 161/000231.)



El señor VICEPRESIDENTE: Pasamos al punto cuatro del orden del día,
proposición no de ley sobre el proceso de paz en Guatemala, del Grupo
Socialista del Congreso.

Para la defensa de la proposición no de ley, tiene la palabra el señor
Yáñez.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Señor Presidente, intervengo brevemente
para resaltar con esta proposición no de ley los acontecimientos de
avance hacia la paz duradera... (Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE: Un momento, señor Yáñez. Por favor, señorías,
guarden silencio.

Continúe, señor Yáñez.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Decía que esta proposición no de ley
tiene como objetivo resaltar desde el Parlamento, en apoyo al Gobierno,
los avances que parecen definitivos en el proceso de paz en Guatemala.

España, en la última década, ha desarrollado una política activa e
innovadora de impulso a los procesos de paz, de reconciliación y de
democratización de varios países centroamericanos, países que habían
sufrido y sufrían en esos años enfrentamientos y guerras civiles de larga
duración, con altísimo coste de vidas humanas, de heridos, huérfanos,
refugiados y desplazados. España, en estrecha colaboración con las
Naciones Unidas y otros países amigos --España entiendo como nuestro
Servicio Exterior, nuestros diplomáticos, las Fuerzas Armadas y de
Seguridad, las organizaciones no gubernamentales y el Gobierno--, llevó a
cabo una brillante y eficaz labor reconocida internacionalmente, y que,
además, no tenía precedente en nuestro país. Nuestro país había sido, en
esto como en tantos temas, un país aislado internacionalmente, un país
desinteresado por la comunidad internacional y por la solidaridad y la
paz del mundo. Se incorpora en esos años fuertemente, tanto en medios
materiales como en medios económicos y en personal humano, a los procesos
de defensa y mantenimiento de la paz. (El señor Vicepresidente, Milián
Mestre, ocupa la Presidencia.)
Consecuencia de todo ese largo trabajo hoy existen sistemas democráticos
en todos los países de Centroamérica y, concretamente, en El Salvador y
en Nicaragua los procesos de pacificación y reconciliación cumplieron sus
objetivos ampliamente con la cooperación eficiente de España en su
implementación.

En Guatemala, objeto de esta proposición no de ley, tras 35 años de
guerra civil se avanza bajo los auspicios de las Naciones Unidas hacia
una paz definitiva tras la firma en Méjico el pasado 12 de septiembre del
acuerdo de paz «para el fortalecimiento del poder civil» --entre
comillas--, que se completará antes de fin de año con la firma del alto
el fuego y la desmovilización y reinserción de los guerrilleros. Esta
firma ha sido anunciada por el Presidente de Guatemala con motivo de la
Cumbre Iberoamericana de Chile de jefes de Estado y de Gobierno. Es una
noticia de enorme importancia para un país como España, fraternalmente
unido a Guatemala, porque este enfrentamiento guatemalteco entre la
guerrilla, el ejército y los paramilitares ha dejado un saldo de 200.000
muertos, un millón de desplazados y más de medio millón de huérfanos.

Ahora, tras casi diez años del comienzo de los primeros contactos entre
guerrilla, partidos políticos y distintos mediadores, con avances y
retrocesos a lo largo de esa década, las negociaciones van llegando a su
resultado final satisfactorio, en cuyo proceso ha jugado un papel
relevante España y su Gobierno o sus gobiernos a través de la Misión de
las Naciones Unidas para la Verificación de los Derechos Humanos, Minoua,
que se constituyó en marzo de 1994. De los cinco pilares en que está
constituido Minoua, la asesoría militar, policial, legal, asuntos
indígenas y derechos humanos, España dirige tres: el pilar militar, el
policial y el legal, y, en su nombre, tres jefes y oficiales de nuestras
Fuerzas Armadas y de Seguridad.

Por todo ello, y dado que estamos en el momento crítico de conseguir la
paz definitiva, es por lo que presentamos esta proposición no de ley con
el ánimo de llevar al nuevo Gobierno y al nuevo equipo de Asuntos
Exteriores el espíritu, la voluntad y la decisión que guió en la última
década los esfuerzos sostenidos de los gobiernos españoles en colaborar
con los pueblos y repúblicas de América Central en la búsqueda de un
futuro de paz, de bienestar, de desarrollo y de democracia.

La proposición, en su parte dispositiva, cuenta con dos puntos, ambos
instando el Gobierno, el primero a que garantice con su apoyo, acogida y
organización, como así está siendo, la firma --ponía el texto-- a finales
de noviembre; en realidad hay una rectificación, señor Presidente, sería
en diciembre, porque ya no va a ser el 29 como estaba previsto, sino,
según ha anunciado el secretario de Estado en esta misma sesión, va a ser
el 12 de diciembre. Por consiguiente, donde pone finales de noviembre
habría que poner la firma en diciembre en Madrid del acuerdo sobre la
desmovilización y reinserción de los guerrilleros entre



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el Gobierno guatemalteco y la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca,
URNG.

El segundo punto es garantizar, en los programas de cooperación
españoles, los fondos necesarios para hacer realidad en la práctica la
reinserción de los guerrilleros guatemaltecos después de la firma de la
paz.

Por tanto, señor Presidente, espero que contemos con el respaldo, con el
apoyo de todos los grupos parlamentarios en esta proposición no de ley.




El señor VICEPRESIDENTE: (Milián Mestre): ¿Hay alguna enmienda?
(Denegaciones.) En ese caso, ¿qué grupos quieren tomar la palabra, por
favor? (Pausa.) Tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Con gran brevedad, señor Presidente.

Quiero decir que en las conversaciones que se mantuvieron en el seno de
la Unión Europea, cuando se estructuró la OCM del plátano, que tanto
afectaba a Canarias, se trazó una política de entendimiento con el
gobierno guatemalteco, y se acordó que todo proceso que tuviera una línea
de pacificación en la lucha interna entre las autoridades gubernamentales
y la guerrilla guatemalteca tuviese siempre el apoyo en cualquier
planteamiento, de tipo económico o comercial, como era este caso, porque
la estabilidad política y la paz, en todos los órdenes en la nación
guatemalteca, era importante para que los foros negociadores se
mantuvieran dentro de criterios de estabilidad y de sensatez.

Por tanto, Coalición Canaria va a apoyar con su voto esta iniciativa que
trae el Grupo Parlamentario Socialista, dado que está en la línea
tradicional de la política exterior española y es la que mantiene, a
nuestro entender, en este momento el Gobierno español, de apoyar, incluso
con el sentido moral que pueda tener aquí nuestra posición, el proceso de
paz que el propio Presidente guatemalteco anunció, como bien ha recordado
el portavoz socialista, señor Yáñez, en la Comisión de la Cumbre
Iberoamericana celebrada en Chile, que mereció el aplauso de todos los
presentes, de llegar a la meta de este proceso de pacificación en el
enfrentamiento armado, tan sangriento, que ha costado la vida a tantos
ciudadanos guatemaltecos.

Por estas razones, y en concordancia con nuestra política hacia
Iberoamérica, Coalición Canaria dará su voto favorable a esta iniciativa.




El señor VICEPRESIDENTE: (Milián Mestre): Por el Grupo de Izquierda
Unida, tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Con toda brevedad también para manifestar el
apoyo del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya
a la proposición no de ley del Grupo Socialista.

Creemos que lo hecho hasta ahora debe continuarse. La experiencia de
otros procesos de paz indica que es necesario mantener la vigilancia y la
cooperación internacional para que ese deseado fin de la violencia, en
enfrentamientos armados directos, no sea sustituido por otro tipo de
violencia soterrada que, en definitiva, puede llevar a cauces que no se
desean por ninguna de las dos partes.

Por tanto, el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya dará su voto favorable a la proposición no de ley del Grupo
Parlamentario Socialista.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Cáceres.




El señor CACERES BLANCO: La motivación de esta proposición no de ley hace
un repaso de las fases de las negociaciones de paz en Guatemala, tan
esperada después de una guerra civil de 35 años. Todos sabemos que en
este proceso de paz España ha tenido, tiene y tendrá un papel destacado
como miembro del Grupo de Amigos de Guatemala, que ha de culminar en el
próximo encuentro entre el Gobierno y la Oposición guatemalteca.

Diversos Diputados han mostrado su interés por este proceso en reiteradas
proposiciones y preguntas, entre ellas la de este mismo Diputado, a la
que el señor Ministro de Asuntos Exteriores respondió cumplidamente,
mostrándose particularmente satisfecho, dijo, de la marcha de estas
negociaciones. (El señor Vicepresidente, Estrella Pedrola, ocupa la
Presidencia.)
La exposición de motivos de esa proposición no de ley se presenta, dice,
con el ánimo de llevar al nuevo Gobierno y al nuevo equipo de Asuntos
Exteriores el espíritu, la voluntad y la decisión que guió en la última
década los esfuerzos sostenidos, etcétera. Aparte de que si, como dijo el
filósofo, todo fluye y nadie se baña dos veces en el mismo río, el
espíritu, la voluntad y la decisión son distintos y mejores en nuestro
caso, no cabe duda del empeño, por parte del Gobierno, de contribuir a
llevar a buen fin estas negociaciones, según reiteró José María Aznar en
la última Cumbre Iberoamericana, como acabamos de oír al propio
secretario de Estado.

Estas negociaciones tienen pendientes ahora mismo un acuerdo decisivo,
como es el relativo a la función de las Fuerzas Armadas en una sociedad
democrática y la firma de una paz firme y duradera en palabras del
Presidente de Guatemala, cuya actitud dialogante para llevar a buen fin
las conversaciones el próximo día son realmente claves.

En resumen, entendemos que esta proposición no de ley es un caso de nom
bis in idem, dicho en términos procesales, sobre el proceso de paz
guatemalteco y, aunque estamos totalmente de acuerdo en el fondo, no
vemos su necesidad y, por tanto, vamos a votar en contra.




El señor VICEPRESIDENTE: Pasamos a la votación de la proposición no de
ley del Grupo Parlamentario Socialista.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 13; en
contra, 19.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda rechazada.

Ruego a los grupos parlamentarios que, en lo sucesivo, hicieran llegar a
la Mesa, al comienzo de la sesión, las sustituciones



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de los miembros de sus grupos, al objeto de poder contabilizar estas
votaciones adecuadamente.




DICTAMEN SOBRE:



--ACUERDO POR EL QUE EL GOBIERNO DEL REINO DE MARRUECOS PONE A
DISPOSICION DEL GOBIERNO DEL REINO DE ESPAÑA UN EDIFICIO DESTINADO A
CENTRO ESCOLAR, FIRMADO AD REFERENDUM EN RABAT EL 6-2-96. (Número de
expediente 110/000053.)



El señor VICEPRESIDENTE: Pasamos al punto 5, con el que iniciamos los
dictámenes sobre convenios internacionales.

En primer lugar, Acuerdo por el que el Gobierno del Reino de Marruecos
pone a disposición del Gobierno del Reino de España un edificio destinado
a centro escolar, firmado ad referendum en Rabat el 6 de febrero de 1996.

¿Grupos Parlamentarios que desean intervenir? (Pausa.)
Tiene la palabra el señor Fuentes.




El señor FUENTES GALLARDO: Muy brevemente voy a expresar la posición del
Grupo Parlamentario Socialista sobre este acuerdo, que no es más que la
aplicación de uno de los aspectos del convenio de cooperación cultural
con Marruecos.

Este es un convenio que, frente a otros firmados con este u otros países
que vamos a ver hoy en el orden del día, tiene poca importancia desde el
punto de vista de la cuantía o de los recursos que a él se destinan, pero
que, desde el punto de vista político y de la difusión de la lengua y la
cultura española en el ámbito de Marruecos, tiene mucha importancia. Es
algo tan sencillo como un edificio que pone el Reino de Marruecos a
disposición del Reino de España para que se construya un centro escolar
para difundir la lengua y la cultura española. Lo único que desearíamos
es que llegasen los fondos del Gobierno cuanto antes, para que esta
construcción pueda empezar a funcionar en el menor plazo posible.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Gil Melgarejo.




El señor GIL MELGAREJO: Uno de los principales objetivos de la política
exterior española es, sin duda, la dimensión de España en Europa en lo
que es nuestro escenario natural, el Mediterráneo. Y dentro de este área
han sido y son objeto de especial atención las relaciones bilaterales con
Túnez, Argelia y Marruecos. Así lo entiende y lleva a la práctica el
actual Gobierno con medidas como el Acuerdo en materia de permiso de
residencia entre Marruecos y España del 6 de septiembre de este año, la
primera visita oficial del Presidente del Gobierno a Marruecos y la
concesión, que se ha mencionado anteriormente aquí, de un crédito por
valor de 3,5 millones de dólares a Marruecos con cargo al Fondo de Ayuda
al Desarrollo.

Hoy vamos a dictaminar favorablemente, por parte del Grupo Parlamentario
Popular, el Acuerdo por el que el Gobierno del Reino de Marruecos, como
se ha dicho, pone a disposición del Reino de España un edificio destinado
a centro escolar. Este acuerdo tiene el marco referencial en la
aplicación del convenio de cooperación cultural entre ambos estados, e
incrementa las relaciones bilaterales en sus aspectos educativos y
culturales, tiene unos precedentes que se iniciaron en febrero de 1996 y
ha sido aprobado ad referendum en Consejo de Ministros del 2 de agosto
del mismo año.

En cuanto al contenido, diremos que se trata de un inmueble de 1.204
metros cuadrados, con un edificio y dos pabellones, y tiene un único
objeto, y es que el Ministerio de Educación y Cultura español lo utilice
para garantizar, como se ha dicho ya, estudios del sistema educativo
español, así como los servicios pedagógicos y administrativos implicados.




El señor VICEPRESIDENTE: Pasamos a la votación.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO EURO-MEDITERRANEO POR EL QUE SE CREA UNA ASOCIACION ENTRE LAS
COMUNIDADES EUROPEAS Y SUS ESTADOS MIEMBROS, POR UNA PARTE, Y EL ESTADO
DE ISRAEL, POR OTRA, FIRMADO EN BRUSELAS EL 20 DE NOVIEMBRE DE 1995.

(Número de expediente 110/000054.)



El señor VICEPRESIDENTE: Acuerdo Euro-mediterráneo por el que se crea una
asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una
parte, y el Estado de Israel, por otra, firmado en Bruselas el 20 de
noviembre de 1995.

¿Señoras o señores Diputados que desean intervenir? (Pausa.) Por el Grupo
Parlamentario Popular tiene la palabra el señor Ricomá.




El señor RICOMA DE CASTELLARNAU: El presente Acuerdo euro-mediterráneo de
asociación significa la prolongación y el desarrollo natural de unas
estrechas relaciones que unen desde hace tiempo a Israel con la Unión
Europea, así como a sus Estados miembros, institucionalizadas en el año
1975 mediante la firma de un acuerdo de cooperación, reafirmadas
posteriormente mediante los correspondientes protocolos de adaptación
hasta el 20 de noviembre de 1995, en que el originario acuerdo de
cooperación se ve sustituido por el que hoy se somete a la consideración
de esta Comisión; acuerdo que pretende fortalecer esos tradicionales
lazos de unión, establecer unas relaciones duraderas basadas en la
reciprocidad y la



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colaboración, y fomentar una mayor integración de la economía de Israel
en la Comunidad Europea, sobre la base de la importancia que ambas partes
conceden al principio de libertad económica y a los principios de la
Carta de Naciones Unidas, en particular al respeto a los derechos humanos
y a la democracia. De este acuerdo, de 85 artículos, cabe resaltar el
establecimiento de un diálogo político mediante contactos entre el
Parlamento Europeo y la Knesset, con el particular objetivo de la paz, la
seguridad y la cooperación regional, contribuyendo a la estabilidad y
prosperidad de la región mediterránea y favoreciendo un clima de
comprensión y tolerancia entre culturas y religiones. Cabe también
destacar el establecimiento progresivo de una zona de librecambio, de
conformidad con las reglas del GATT. Por ejemplo, ampliando, mediante
incrementos en las concesiones existentes o mediante la introducción de
concesiones nuevas, los regímenes preferenciales para productos
agrícolas, o el compromiso de negociar un régimen preferencial a más
largo plazo para el caso de los servicios. También contempla otras
disposiciones importantes de carácter económico en relación a la libre
circulación de capitales entre las dos partes, competencia, ayudas de
Estado y protección de los derechos de propiedad intelectual, industrial
y comercial; acuerdo que define un marco institucional mediante la
creación de un consejo de asociación que se reunirá anualmente a nivel
ministerial y, además, la creación de un comité de asociación encargado
de la puesta en marcha del presente acuerdo.

En definitiva, consideramos que se trata de un acuerdo de gran
importancia para todas las partes, para la Unión Europea y también para
España, ya no sólo por su contenido sino por el significado de
contribución a Israel por sus esfuerzos de paz en Oriente Medio y por las
vías que a través de este acuerdo se abren para garantizar, tutelar y
reconducir, en su caso, y siempre desde el respeto a la soberanía, la
continuidad de esos esfuerzos de pacificación que, pese a los
irracionales pero tristemente presentes intentos de desestabilización,
han alcanzado niveles difícilmente imaginables no mucho tiempo atrás. Qué
duda cabe que un acuerdo en el que se introduce con carácter regular el
diálogo político a alto nivel, tanto técnico como parlamentario,
propiciará conversaciones también regulares --hay que tener en cuenta que
la constancia es básica para el desarrollo de todo proceso-- sobre
cuestiones vinculadas al devenir de la paz en la zona. Qué duda cabe
también que un acuerdo que persigue la cooperación entre Israel, de una
parte, y los otros países de la región y los territorios ocupados, de
otra, colaborará a establecer las bases requeridas para desplegar dicha
cooperación, traduciéndola en hechos que solidifiquen la estabilidad en
la zona. Constituye éste también el primer acuerdo euro-mediterráneo de
asociación, firmado por un país del Mediterráneo oriental, en el contexto
de los nuevos acuerdos que reflejan la también nueva política derivada de
la Conferencia Euro-mediterránea de Barcelona de la Unión Europea. Por
todo ello nuestro voto no puede ser sino favorable a la firma ad
referendum de dicho acuerdo, con la misma intensidad que nuestro deseo y
voluntad de colaborar, a través de él, al establecimiento de la paz en la
zona, en Oriente Medio.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Maestro, por el Grupo
de Izquierda Unida.




La señora MAESTRO MARTIN: Voy a argumentar el voto en contra del Grupo
Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya al acuerdo de
asociación que se propone entre la Unión Europea y sus Estados miembros y
el Estado de Israel. El voto no se manifiesta en contra del contenido, de
la esencia del acuerdo, sino de la oportunidad política de ratificarlo en
este momentos. Nosotros entendemos que la grave situación reconocida por
analistas, por expertos y por políticos, en la que se encuentra el
proceso de paz entre Palestina e Israel, haría necesario, a nuestro
juicio, utilizar esa importantísima arma económica que suponen las
relaciones entre Israel y la Unión Europea para promover, para incentivar
la actitud del Gobierno de Israel hacia el cumplimiento de los acuerdos
Oslo I y Oslo II, firmados entre Israel y la OLP. La situación no
solamente se ha agravado en los hechos sangrientos, la gravísima
represión que sufrió la población palestina en el mes de septiembre por
parte de las fuerzas israelíes, sino que se están dando pasos
sistemáticos por parte del Estado de Israel que caminan hacia un
empeoramiento de la situación.

Voy a recordarles algunos datos. Desde la firma de Oslo I, el equivalente
al 5 por ciento del territorio de Cisjordania ha sido confiscado por el
Estado de Israel para la construcción de asentamientos de colonos judíos,
para la creación de carreteras vinculadas a la red estatal israelí, o son
mantenidas estratégicamente por el Estado de Israel sin especificar su
futura utilidad. Las últimas confiscaciones se han producido en el área
de Ramala el día 23 de noviembre de este mismo año. La situación continúa
en la construcción de redes de carreteras, de nuevos asentamientos que
configuran un modelo de bantustanización de Palestina, reproduciéndose de
esta manera una situación de control del ejército israelí de los
territorios ocupados impidiendo el tránsito para la población palestina.

Desde septiembre de 1993 se han efectuado 173 demoliciones de viviendas
palestinas y se han arrancado 32.495 olivos en tierras palestinas. La
situación de la represión considero innecesario argumentarla porque ha
sido objeto de debate en esta Comisión recientemente. Quiero recordarles
simplemente que la liberación de los presos políticos palestinos,
contemplada en los acuerdos de Oslo II, no se ha producido. En estos
momentos hay 4.000 presos palestinos en las cárceles. Les recuerdo la
legislación israelí que contempla la aplicación de una tortura moderada
para la obtención de información, la vigencia en Israel de la situación
de detenido administrativo, es decir, de personas que están detenidas sin
juicio ni cargo, y la presencia dentro de ellos de 37 mujeres en las
cárceles en contra de los acuerdos de Oslo II.

El Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya cree,
en coherencia con la voluntad de la Unión Europea --que compartimos-- de
tener un papel protagonista, un papel más intenso en el desarrollo del
proceso de paz árabe-israelí, que la suspensión, el retraso en la firma
de este acuerdo podría ser un elemento de presión importante y no hay
muchos a utilizar en la situación actual,



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tal y como se suceden los acontecimientos. Finalmente, quiero recordar
que las ayudas de la Unión Europea proyectadas para los territorios
ocupados y para las áreas controladas por la autoridad palestina llegan
con mucha dificultad, y que cuando lo hacen son canalizadas por Israel,
lo que significa prolongados períodos de retenciones y, en el caso de ser
ayudas económicas, es el banco nacional de Israel el organismo que las
vincula, lo que implica, además de los retrasos, que Israel se beneficie
de los intereses que generan dichos retrasos. Por tanto, votaremos en
contra, como ya he anunciado, en el sentido indicado. No es en contra del
contenido del acuerdo, sino de la oportunidad política de firmarlo en
este momento.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo de Coalición Canaria tiene la
palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Coalición Canaria va a votar afirmativamente
la ratificación en esta Comisión de este acuerdo, el cual calificamos de
importante y muy trascendente. No se trata solamente de un mero acuerdo
comercial para la libre circulación de mercancías y favorecer las
relaciones de comercio entre la Unión Europea e Israel. Se trata de algo
más, del valor político que tiene en sí este acuerdo.

Los propios considerandos ya son importantes. La Unión Europea ha puesto
en este acuerdo como frontispicio el título I. Es decir, condicionar todo
un desarrollo de relaciones económico comerciales a un diálogo político.

Consagrar este acuerdo en este momento, sin hacer una referencia a la
carta de las Naciones Unidas, sin hacer una referencia a los derechos
humanos, a la participación democrática como auténtica base del tratado,
debido a la situación que existe en la zona de Israel con los países
limítrofes, con Palestina, sería estarlo vaciando de su intencionalidad
política. De aquí que nosotros resaltemos el título I, el diálogo
político, y en concreto su artículo 3, donde se habla, al final, de
estimular la seguridad y la estabilidad de la región. Por tanto, hacemos
esta primera lectura positiva de la necesidad y la conveniencia de este
acuerdo, sobre todo por parte española. El artículo 4 del mismo
documento, que vamos a someter a votación, pone énfasis en tres objetivos
comunes para la Unión Europea, en los que debe participar el Gobierno de
Israel porque firma también este documento: la paz, la seguridad y la
democracia.

Una vez dicho todo esto en cuanto a los aspectos políticos, pasemos al
análisis del pragmatismo comercial, que es parte fundamental de la
realidad de este acuerdo. La conflictividad con España y con los países
productores mediterráneos puede venir fundamentalmente por los productos
agrarios. En los temas de producciones industriales, los mismos intereses
que pudiera tener España, aunque acrecentados, tendrán que ser defendidos
por países de fuerte tecnología como pueden ser Alemania, Reino Unido,
Francia, Italia u Holanda, por poner algunos ejemplos, aparte de los
países del norte de Europa, como Suecia. El capítulo 3 de este título II
es el que se refiere a los productos agrícolas. La Unión Europea no
renuncia a la cláusula preferencial de los mismos. Creemos que en el
documento, en el capítulo 4, disposiciones comunes, se han reflejado muy
bien por la Unión Europea y ha sido plenamente aceptadas por el Gobierno
y por el negociador del estado de Israel cuestiones como las que regula
el artículo 20 en cuanto a productos agrícolas que pueden resultar
conflictivos con las producciones españolas, y me refiero
fundamentalmente a los productos hortofrutícolas, naranjas y flor
cortada, sobre lo que diré algunas palabras por lo que afecta a la
Comunidad Autónoma de Canarias. Creemos que está muy acertado el artículo
22, que regula las cláusulas contra el dumping, que no lo hace Europa
sino que puede producir Israel, y sobre todo el artículo 23, que ofrece
unas claúsulas de seguridad pertinentes para las producciones españolas,
aplicando estas disposiciones comunes a los productos agrícolas sobre
todo. El artículo 23 de este acuerdo entre la Unión Europea y el Estado
de Israel señala perfectamente en qué momentos pueden entrar cláusulas de
seguridad cuando la importación de productos israelíes en el marco de la
Unión Europea entrañen dificultades económicas para la región. Creemos
que, desde el punto de vista español, que el negociador de la Unión
Europea haya introducido aquí la frase «dificultades que puedan producir
un deterioro grave de la situación económica en una región» define el
marco en que se puede encontrar cualquier región o comunidad autónoma
española en sus producciones, tanto industriales como sobre todo
agrícolas. Nos remitimos a lo dicho en el artículo 25 de este tratado.

Finalmente, quiero resaltar que este acuerdo merece nuestro voto de apoyo
porque, además, al final del documento se constituye un canje de notas
para garantizar lo dicho en la Ronda Uruguay con respecto a la producción
de naranja y el contingente que aquí se establece, producto sensible en
las exportaciones y producciones cítricas del Levante español; y el canje
de notas entre la Comunidad e Israel sobre el protocolo relativo a las
importaciones en la Unión Europea en lo que afecta al sector productivo
agrícola de la Comunidad Autónoma de Canarias, los derivados de las
flores como flor cortada y los productos florales.

Se consigna en el documento el compromiso de Israel a respetar los
niveles de precio, cómo se tienen que calcular estos niveles de precios
comunitarios teniendo en cuenta que se reinstaurará, porque no se
renuncia a ella, la preferencia arancelaria comunitaria, cuando existan
los puntos testigos para calcular el valor de entrada y de precios para
los contingentes arancelarios en la Unión Europea de las producciones
israelíes que tanto en el sector de la naranja como en el de la flor
cortada preocupan a nuestras comunidades autónomas.

Creemos que es un gran documento, creemos que es de una necesidad
política imprescindible, y no retrasaremos ni un minuto nuestro voto de
apoyo a la ratificación del mismo.




El señor VICEPRESIDENTE: Finalmente, por el Grupo Parlamentario
Socialista, tiene la palabra el señor Múgica.




El señor MUGICA HERZOG: Voy a utilizar pocas palabras porque aquí se ha
dicho prácticamente todo desde el punto de vista de los principios, desde
el punto de vista



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de las relaciones económicas y también desde el punto de vista de la
habitual retórica permanente y contraria al Estado de Israel.

Yo quiero señalar simplemente unas cuestiones. Parece que este nuevo
acuerdo se hace, entre otras cosas, no sólo por las coyunturas que llevan
a ello, sino también porque se refleja una visión común de la sociedad
fundada sobre los mismos valores de democracia, pluralismo, Estado de
Derecho, respeto a los derechos fundamentales y a los principios de la
economía de mercado, es decir, de coincidencia plena entre estos valores
de la Unión Europea y los valores que hacen que Israel sea una espléndida
singularidad en el Oriente Medio. Por otra parte, este acuerdo significa
un apoyo a los esfuerzos de paz de Israel. Hay que tener en cuenta que
este acuerdo se realizó siendo Israel gobernada por un Gobierno laborista
y por un hombre como el general Isaac Rabin, asesinado por ser el
impulsor decidido de la paz.

Por tanto, en estos momentos, desde este punto de vista, hay que señalar
que con independencia de las coyunturas a las que la retórica habitual
nos tiene acostumbrados, la aprobación de este acuerdo significa un apoyo
decidido a las fuerzas de la paz mayoritarias de Israel que van a obrar
en el sentido que la Unión Europea pretende. Por otra parte, la Unión
Europea, como un buen criterio, teniendo en cuenta la preferencia que
tiene España en sus relaciones con el mundo judío y con Israel, ha
decidido que un magnífico diplomático como el señor Moratinos sea el
representante en el problema del desarrollo de la paz en Oriente Medio. Y
también hay que recordar como españoles que eso responde a que en nuestro
país, como dice el profesor Américo Castro, la contribución judía al ser
y a la cultura de España ha sido poderosa y estimulante, con lo cual
Sefarad se convirtió en la edad de oro de la civilización diaspórica. Es
por ello también por lo que en la actualidad los países aliados con
nosotros, comunes con nosotros en la Unión Europea, han designado al
señor Moratinos, haciéndonos a todos los españoles un alto honor.




El señor VICEPRESIDENTE: Pasamos a votar el Acuerdo euromediterráneo por
el que se crea una asociación entre las comunidades europeas y sus
Estados miembros, por una parte, y el Estado de Israel, por otra, firmado
en Bruselas el 20 de noviembre de 1995.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 21; en
contra, uno.




El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado.




--ACUERDO PARA LA CREACION DE UNA CONFERENCIA DE SERVICIOS NACIONALES DE
METEOROLOGIA EN EUROPA (EUMETNET), FIRMADO «AD REFERENDUM» EN READING
(REINO UNIDO) EL 4 DE DICIEMBRE DE 1995. (Número de expediente
110/000055.)



El señor VICEPRESIDENTE: Acuerdo para la creación de una conferencia de
servicios nacionales de meteorología en Europa (Eumetnet) firmado ad
referendum en Reading (Reino Unido) el 4 de diciembre de 1995.

Tiene la palabra, por el Grupo Socialista, el señor Rodríguez Bolaños.




El señor RODRIGUEZ BOLAÑOS: Señor Presidente, señorías, voy a ser muy
breve. Se trata, como dice el epígrafe, de crear una conferencia europea
de los servicios nacionales de meteorología, cuya finalidad no es otra
que organizar la cooperación de sus miembros --se prevé que sean 17
países los firmantes-- para facilitar fundamentalmente conocimientos en
materia de meteorología, medio ambiente, cambios climáticos, etcétera,
así como aportar apoyo técnico a la comunidad científica y datos y
productos de calidad en esta materia. Hay un informe, de fecha 3 de
noviembre de 1995, del Director General del Instituto Nacional de
Meteorología, que considera muy importante tanto la creación de Eumetnet
como la participación de España en dicha conferencia. España es uno de
los países firmantes del acuerdo firmado el 4 de diciembre de 1995 junto
con otros 13. Hay otros países como Italia, Bélgica, Irlanda y Suiza que
han comprometido su firma durante el presente año y, por tanto, este
acuerdo entrará en vigor, pues estaba previsto, una vez que fueran al
menos ocho los miembros signatarios del mismo. Por último, las
obligaciones económicas que pueden derivarse de la puesta en práctica de
dicho acuerdo serán satisfechas íntegramente con cargo al presupuesto
actual del Instituto Nacional de Meteorología y no se requiere, por
tanto, incremento del mismo y no comporta aumento de los presupuestos
generales del Estado. Por tanto, estamos de acuerdo y nuestro grupo va a
votar favorablemente.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra, por el Grupo Popular, el señor
Castillo.




El señor CASTILLO JAEN: Señor Presidente, poco hay que añadir a lo que el
señor Rodríguez Bolaños nos ha explicado de esta conferencia. Solamente
quiero recalcar que la actualidad de esta firma viene dada por la
creciente importancia que los servicios nacionales de meteorología
europeos han adquirido en los últimos tiempos en relación con la gestión
del medio ambiente y en el seguimiento de la evolución climática, y
también quiero resaltar que las últimas palabras del señor Rodríguez
Bolaños van en concordancia con el compromiso de austeridad de nuestro
Gobierno en el sentido de no incrementar gastos en el presupuesto.

Nuestro grupo manifiesta su apoyo a esta conferencia.




El señor VICEPRESIDENTE: Pasamos a votar el Acuerdo relativo a la
creación de una conferencia de servicios nacionales de meteorología.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




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--ACUERDO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DE LETONIA PARA LA
PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA DE INVERSIONES, FIRMADO EN MADRID EL 26
DE OCTUBRE DE 1995. (Número de expediente 110/000056.)



El señor VICEPRESIDENTE: Acuerdo entre el Reino de España y la República
de Letonia para la promoción y protección recíproca de inversiones,
firmado en Madrid el 26 de octubre de 1995.

Tiene la palabra el señor Milián, por el Grupo Popular.




El señor MILIAN MESTRE: Este acuerdo forma parte del conjunto de acuerdos
que, de alguna manera, revitalizan el sistema de economía de mercado en
aquellos países que pasaron de un sistema socialista al occidental. Por
tanto, es una primera aportación importante, y digo primera porque el
acuerdo con Letonia andaba retrasado por una serie de dificultades que se
sucedieron en cuanto a visitas de altas personalidades del Gobierno letón
a España; al suspenderse las mismas se fue retrasando este acuerdo de
importancia significativa. En febrero de 1994 se inicia la negociación
por vía diplomática de este acuerdo entre ambos países. El embajador de
España en Letonia, con residencia en Estocolmo, ha sido el que ha tratado
de acomodar el texto, puesto que ha sido su borrador el que finalmente ha
sido estimado como base de la negociación. Precisamente lo importante en
el acuerdo ha sido la no aceptación de la propuesta letona para modificar
el artículo 12 en el sentido de admitir la posibilidad de denunciar el
acuerdo en cualquier momento, incluso en un período inicial, por posible
inseguridad que pueda suponer para los inversores.

Haciendo un resumen del acuerdo, viéndose, por tanto, la dimensión del
mismo, me gustaría simplemente fijar algunos puntos de especial interés.

El acuerdo tiene como objetivo, en primer lugar, crear condiciones
favorables a las inversiones en ambos países, ofreciendo un marco
jurídico de protección a las mismas. El tipo de inversiones --se verá que
es un acuerdo básico-- incluidas en este acuerdo, aunque no de forma
exclusiva, son las siguientes: primero, acciones y otras formas de
participación en sociedades; segundo, derechos derivados de toda clase de
aportaciones realizadas con el fin de crear un valor económico, incluido
cualquier préstamo con esta finalidad, haya sido o no capitalizado;
tercero, bienes muebles y bienes inmuebles, así como derechos reales
tales como hipotecas, gravámenes y derechos de prenda, cualesquiera
derechos, además, en el campo de la propiedad intelectual, incluyéndose
en ello las patentes, las marcas comerciales, así como otras licencias de
fabricación, conocimientos técnicos --know how-- y fondo de comercio y,
finalmente, derechos para desarrollar actividades económicas y
comerciales otorgados por la ley o en virtud de un contrato incluido en
los derechos para la prospección, cultivo, extracción o explotación de
recursos naturales.

Como se verá es un acuerdo, como digo, de base, en el inicio de una nueva
economía, y que tiene un especial interés para esos países que están
tratando de privatizar las empresas públicas y que, en cualquier caso,
necesitan el know how de Occidente para poder enriquecer sus economías y
favorecer su desarrollo. Consecuentemente, nosotros entendemos que esto
tiene mucho interés y en el artículo 7.º, dedicado a transferencias, se
garantiza a los inversores el acceso al mercado de divisas en forma no
discriminada, y en el párrafo tercero del mismo artículo se asegura que
las transferencias se realizarán en divisas libremente convertibles. En
consecuencia, está muy claro cuál es la visión de fondo y cuál es el
interés específico que para el crecimiento y desarrollo de aquella
comunidad letona nuestro acuerdo puede tener.

Por tanto, nosotros nos sentimos muy honrados por la culminación de este
proceso inicial y vamos a votar a su favor.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la
palabra la señora Fernández Ramiro.




La señora FERNANDEZ RAMIRO: Voy a ser muy breve, señor Presidente, porque
la intervención del portavoz del Grupo Popular hace innecesario volver a
repetir similares argumentos.

Solamente quiero decir que mi grupo va a votar favorablemente este
acuerdo, dado que tiene similar filosofía a la de otros acuerdos que han
sido ya aprobados en esta Cámara. Plantea un tratamiento no
discriminatorio de las inversiones recíprocas; limita el riesgo político
a que se ve sometida una inversión, habida cuenta de que a veces hay
cambios políticos importantes que pueden afectar a la estabilidad de las
inversiones; garantiza los principios generales de libre disponibilidad
de la rentabilidad de las inversiones y establece un sistema de arbitraje
en el caso de controversia. En resumen, ofrece un marco jurídico, como ha
dicho el portavoz del Partido Popular, de protección de las inversiones
que se dirijan a Letonia y nos parece, en definitiva, un buen instrumento
para ayudar al desarrollo de este país.




El señor VICEPRESIDENTE: Pasamos a votar el Acuerdo entre el Reino de
España y la República de Letonia para la promoción y protección recíproca
de inversiones.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA LIBANESA PARA LA
PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA DE INVERSIONES, FIRMADO «AD REFERENDUM»
EN MADRID EL 22 DE FEBRERO DE 1996. (Número de expediente 110/000057.)



El señor VICEPRESIDENTE: Acuerdo entre el Reino de España y la República
Libanesa para la promoción



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y protección recíproca de inversiones, firmado ad referéndum en Madrid el
22 de febrero de 1996.

Tiene la palabra la señora Balletbó.




La señora BALLETBO I PUIG: Señor Presidente, este acuerdo se inscribe
dentro de la aprobación de otros que se han remitido a esta Cámara en
relación con la protección de las inversiones entre países, en este caso
entre España y la República del Líbano.

El acuerdo tiene por objeto fomentar la cooperación económica y favorecer
los intercambios comerciales, creando unas condiciones favorables para
las inversiones de una y otra parte contratante. Como parece obvio, el
interés de España en este acuerdo no puede ser mayor por cuanto en la
reconstrucción de una ciudad como Beirut están en juego intereses
económicos españoles. En ese sentido, hay una comisión de trabajo,
formada por arquitectos-empresarios, creada a raíz de la Conferencia
Euromediterránea de Barcelona. Como es lógico, uno de los intereses es,
aparte de la reconstrucción de Beirut, la inversión en este país de los
empresarios dedicados, entre otras actividades, al turismo. Hay que
esperar y desear que estos empresarios no pasen ningún susto, como parece
que en algún otro país están pasando. En este caso, se trata de una
política muy directa en relación con el Mashrek. Como es sabido, uno de
los elementos más importantes para la estabilización de las políticas y
uno de los elementos más importantes para garantizar la seguridad en el
Mediterráneo es, obviamente, la ayuda al desarrollo económico de esos
países ribereños. En el caso del Líbano queda claro y fuera de duda.

Quiero señalar que el acuerdo de promoción y protección recíproca de
inversiones se ha hecho tomando como base el modelo elaborado por la
OCDE. También quiero comentar a SS. SS. que se debió haber firmado en el
año 1995, concretamente en el mes de abril, como resultado de las
gestiones y de la visita hecha por el entonces Ministro de Asuntos
Exteriores Javier Solana al Líbano, pero compromisos del Ministerio de
Comercio y Turismo recomendaron el aplazamiento. Quiero señalar en este
momento que ese aplazamiento vino motivado por esos problemas, pero
también porque había ciertas reticencias, por parte del Ministerio de
Economía y Hacienda, que pensaba que tal vez el Líbano podía acabar
convirtiéndose en un paraíso fiscal de capitales europeos y de españoles.

Es cierto que otros países iniciaron contactos, firmaron convenios como
el que hoy estamos tratando, concretamente Alemania y Francia, con lo
cual parecía recomendable que no perdiéramos ese tren, sobre todo en un
país en el que la presencia española es bien acogida.

El acuerdo consta de 12 artículos. El primero define las condiciones
generales y los términos del inversor; el segundo se refiere a la
promoción de las inversiones; el tercero a la protección de dichas
inversiones y los sucesivos a cómo se van a tratar, a nivel nacional, las
cláusulas de nación favorecida; en caso de nacionalización y
expropiación, qué es lo que puede suceder; qué compensaciones y pérdidas
podrían establecerse en esos supuestos; cómo se puede hacer la
transferencia de las rentas de la inversión a los países que han aportado
el capital, qué condiciones más favorables y acordadas no se verán
afectadas por el presente acuerdo, es decir, complementar las ventajas y
no sustituirlas; cómo se puede producir la subrogación; controversias
entre las partes contratantes y la entrada en vigor, prórroga y denuncia.

En definitiva, se trata de un acuerdo clásico para el que pido, en nombre
del Grupo Parlamentario Socialista, el voto favorable.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Castillo por el Grupo
Popular.




El señor CASTILLO JAEN: Señor Presidente, sólo quiero añadir algo de
historia a la completa información que nos ha dado la representante del
Grupo Socialista. Las primeras conversaciones sobre el acuerdo de
referencia tuvieron lugar en abril de 1994, en el transcurso de la visita
del entonces Ministro de Asuntos Exteriores señor Solana al Líbano,
mostrándose muy interesadas las autoridades de aquel país en iniciar las
negociaciones para lograr un acuerdo de protección recíproca de
inversiones. Debido a compromisos anteriores de negociación con otros
países, el Ministerio de Comercio y Turismo no pudo ofrecer fechas para
la negociación del acuerdo. Había, además, ciertas reticencias debido a
la consideración del Líbano, por parte del Ministerio de Economía y
Hacienda, como un paraíso fiscal, como ya se ha indicado. Por otra parte,
en noviembre de 1995, el embajador de España en Beirut informó que
Alemania y Francia estaban negociando con el Líbano un acuerdo de
protección recíproca de inversiones. A lo largo de 1995 hubo un cruce de
borradores, propuestas y contrapropuestas entre ambas partes, dando
lugar, finalmente, a este texto consensuado al que este grupo manifiesta
su apoyo.




El señor VICEPRESIDENTE: Pasamos a la votación del texto del Acuerdo
entre el Reino de España y la República Libanesa para la promoción y
protección recíproca de inversiones.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--TRATADO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DE GUATEMALA SOBRE EL
TRASLADO DE PERSONAS CONDENADAS, FIRMADO «AD REFERENDUM» EN MADRID EL 26
DE MARZO DE 1996. (Número de expediente 110/000058.)



El señor VICEPRESIDENTE: Tratado entre el Reino de España y la República
de Guatemala sobre el traslado de personas condenadas, firmado ad
referéndum en Madrid el 26 de marzo de 1996.

La señora Pulgar tiene la palabra por el Grupo Popular.




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La señora PULGAR FRAILE: Señor Presidente, el tratado de personas
condenadas entre la República de Guatemala y el Reino de España fue
acordado por canje de notas verbales en 1996, con el objetivo de mejorar
las posibilidades de rehabilitación social de las personas condenadas,
sean éstas de nacionalidad española o guatemalteca. Fue firmado ad
referéndum el 26 de marzo del presente año, en Madrid, por los Ministros
de Relaciones Exteriores de ambos países.

No hay que olvidar que la intensificación de las relaciones económicas y
culturales, el turismo, los viajes y el aumento de la delincuencia
internacional organizada, narcotráfico, redes de prostitución, etcétera,
han hecho crecer notablemente el número de detenciones y de delitos
cometidos por españoles en el extranjero. Según los últimos datos
disponibles, hay tres españoles en cárceles guatemaltecas y cuatro
guatemaltecos detenidos en España. Pero estas cifras tienden,
desgraciadamente, a incrementarse por la cada vez mayor intensidad del
tráfico ilegal de estupefacientes.

Para la redacción del articulado de este tratado con Guatemala se
tuvieron en cuenta, como es habitual, los textos bilaterales anteriores,
particularmente el hispano-argentino del año 1991, adaptado lógicamente a
las peculiaridades de los sistemas judiciales y penitenciarios de España
y Guatemala. Este tratado por parte española se inscribe dentro de la
práctica de los últimos años de concluir acuerdos en la materia con el
mayor número de países iberoamericanos y de otras áreas del mundo con las
que haya volumen de tráfico importante que permitan la protección de
españoles que resulten detenidos en esos Estados. Finalmente cabe decir
que el artículo 18 establece que el tratado estará sujeto a ratificación,
que debe efectuarse en la ciudad de Guatemala, y entrará en vigor 30 días
después de la fecha del intercambio de los instrumentos respectivos.

Mi grupo votará favorablemente este tratado.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra, por el Grupo Socialista, el
señor Múgica.




El señor MUGICA HERZOG: Pocas palabras voy a pronunciar. Simplemente
quiero subrayar el carácter humanista del tratado, dado que, en la
actualidad, el sistema penitenciario español adquiere cotas importantes
en el tratamiento de los reclusos que le hacen parangonable con los
mejores e incluso es de los mejores de Europa. El hecho de que los presos
españoles condenados en Guatemala por los tribunales de aquel país puedan
ser trasladados a cumplir sus penas en España significa el carácter
humanista y benévolo de este tratado. Distinto sería lo contrario.




El señor VICEPRESIDENTE: Pasamos entonces a la votación del Tratado entre
el Reino de España y la República de Guatemala sobre el traslado de
personas condenadas, firmado ad referéndum en Madrid el 26 de marzo de
1996.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACTA DE REVISION DEL ARTICULO 63 DEL CONVENIO DE LA PATENTE EUROPEA DE
17 DE DICIEMBRE DE 1991. (Número de expediente 110/000059.)



El señor VICEPRESIDENTE: Acta de revisión del artículo 63 del Convenio de
la Patente Europea de 17 de diciembre de 1991. ¿Señoras o señores
Diputados que desean intervenir? (Pausa.)
Tiene la palabra el señor De Puig.




El señor DE PUIG I OLIVE: Se trata de la revisión del artículo 63 del
Convenio de la Patente Europea, convenio que se aprobó en Munich en 1973
y que ahora ha sido revisado en este artículo, porque había ciertos
productos cuya vida útil se veía recortada por los procesos
administrativos o por las prohibiciones y, al final, estos productos se
encontraban en una situación de agravio comparativo con respecto a otros;
es decir, al haber procedimientos administrativos de autorización que
eran necesarios como, por ejemplo, para productos farmacéuticos, o al
existir determinadas prohibiciones, todo ello hacía que algunos productos
se encontraran en una situación de desigualdad. La nueva redacción del
artículo 63 corrige esto, lo corrige a favor de conceder veinte años de
vida útil a estos productos, lo hace en coherencia con lo que es el
régimen nacional y, además, debemos hacerlo rápidamente, porque esta
rectificación exige que haya sido ratificada antes del 4 de julio de
1997, puesto que los países que no se hayan adherido al Convenio de la
Patente Europea quedarían excluidos, y nuestra pertenencia a este
convenio es obligatoria como consecuencia del acta de adhesión a la
Comunidad Europea. Por lo demás, hay un español que actualmente es el
Director de la Oficina Española de Patentes y Marcas, que en este momento
ostenta la presidencia del consejo de administración de la Organización
Europea de Patentes, y es más que oportuno que adoptemos esta revisión
que, por lo demás, nos parece correcta.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la
palabra el señor Ricomá.




El señor RICOMA DE CASTELLARNAU: Tengo poco que añadir a lo que ha dicho
el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, que se ha centrado en
analizar las cuestiones más técnicas de esta revisión, y en todo caso
deseo añadir un argumento más a considerar, un argumento que podríamos
definir como de lógica normativa. Se entenderá esta expresión si tenemos
en cuenta que la pertenencia al Convenio de la Patente Europea es para
España una obligación impuesta por el protocolo número 8 del acta de
adhesión a la Comunidad Europea y que la no ratificación del acta de
revisión antes del próximo 4 de julio de 1997 provocaría que España
dejara de ser parte en el Convenio de la Patente y, por tanto,
incumpliría el protocolo señalado del acta de adhesión a la Comunidad
Europea. Si a ello añadimos los deseos de que se tomen en consideración
las modificaciones de la legislación de algunos Estados contratantes, la
promoción de su progreso técnico



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y su desarrollo económico y el considerando de que los productos sujetos
a autorización administrativa son en muchos casos resultado de
investigaciones largas y costosas que los Estados contratantes deben
estimular, no hacemos sino reforzar el asentimiento y, por tanto, el voto
positivo del Grupo Popular a la rectificación de la revisión del artículo
63 del Convenio de la Patente Europea.




El señor VICEPRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ricomá, y mis excusas
porque la práctica de no acentuar las mayúsculas en esta casa me ha
llevado a pronunciar inadecuadamente su apellido.

Pasamos a votación el acta de revisión del artículo 63 del Convenio de la
Patente Europea.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO POR EL QUE SE AUTORIZA LA RETIRADA DE LA RESERVA FORMULADA POR
ESPAÑA AL CAPITULO II DEL TRATADO DE COOPERACION EN MATERIA DE PATENTES,
ELABORADO EN WASHINGTON EN 1970. (Número de expediente 110/000060.)



El señor VICEPRESIDENTE: Finalmente, entramos en el punto número 12 del
orden del día, acuerdo por el que se autoriza la retirada de la reserva
formulada por España al capítulo II del Tratado de cooperación en materia
de patentes, elaborado en Washington en 1970.

¿Señoras o señores Diputados que desean intervenir? (Pausa.)
Le corresponde la palabra al señor Ricomá en este turno alternativo.




El señor RICOMA DE CASTELLARNAU: Gracias, señor Presidente, y gracias,
también, por la correcta, ahora sí, pronunciación de mi apellido, que ya
adelanto que es norma habitual hacerlo mal en esta Cámara.

El pasado 22 de septiembre de 1993 la Oficina Española de Patentes y
Marcas fue nombrada administración de búsqueda internacional, lo que a su
vez conlleva la condición de administración de examen preliminar
internacional. Precisamente la reserva que España tiene formulada al
capítulo II del Tratado de cooperación en materia de patentes, al que se
adhirió el 13 de julio de 1989, casi veinte años después de su creación,
afecta íntegramente al citado examen preliminar internacional. Por ello,
y al objeto de que la Oficina Española de Patentes y Marcas se constituya
con toda propiedad en administración de búsqueda internacional, es
obligado y necesario el levantamiento de la citada reserva.

Paralelamente a ello, el hecho de retirar dicha reserva no comporta
ningún efecto económico sobre el presupuesto de gastos de la oficina
española, no afectando, en consecuencia, a los Presupuestos Generales del
Estado. Por contra y en el lado positivo, sí conllevaría una serie de
ventajas para España. Concretamente resultaría beneficioso para el
colectivo de solicitantes españoles en el Tratado de cooperación en
materia de patentes, para los competidores españoles de los solicitantes
extranjeros de ese tratado, para la Oficina Española de Patentes y
Marcas, en tanto que es oficina afectada, y para los agentes de patentes
españolas.

Por todo lo dicho y en aras de la brevedad, dado el interés que supone
para la Oficina Española de Patentes y Marcas que se constituya con toda
propiedad en administración de búsqueda internacional y también por el
beneficio, como he comentado, que supone para España o, mejor dicho, por
la suma de las dos circunstancias, el Grupo Parlamentario Popular votaría
favorablemente el levantamiento de la reserva formulada al capítulo II
del Tratado de cooperación en materia de patentes.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Rodríguez Bolaños por
el Grupo Socialista.




El señor RODRIGUEZ BOLAÑOS: Señor Presidente, intervengo brevemente para
corroborar los argumentos que el señor representante del Grupo Popular ha
manifestado y para señalar que si bien es cierto que en su momento tenía
sentido la reserva formulada por España para proteger los intereses de
nuestro país, hoy no lo tiene, ya que la condición de administración de
búsqueda internacional por la que ha sido designada la Oficina Española
de Patentes y Marcas y que, además, tiene que simultanear con la de
examen preliminar internacional garantiza perfectamente dichos intereses,
y es lógico que se retire dicha reserva.

Por tanto, el Grupo Socialista votará a favor de la retirada de dicha
reserva.




El señor VICEPRESIDENTE: En consecuencia, sometemos a votación el acuerdo
por el que se autoriza la retirada de la reserva formulada por España al
capítulo II del Tratado de cooperación en materia de patentes elaborado
en Washington en 1970.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.

Pediría a los miembros de la Mesa y a los portavoces que se quedaran dos
minutos porque tenemos que tratar una cuestión. Les informo que la
próxima reunión de la Comisión está prevista para el día 4 de diciembre a
las 9 de la mañana. El orden del día es comparecencia del señor ministro
para distintos temas que están solicitados y para unas preguntas. Se
trata de una actividad de control; no hay votaciones.

Se levanta la sesión.




Era la una y treinta minutos de la tarde.