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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 93, de 30/10/1996
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1996 VI Legislatura Núm. 93



INDUSTRIA, ENERGIA Y TURISMO



PRESIDENTE: DON FRANCESC HOMS Y FERRET



Sesión núm. 7



celebrada el miércoles, 30 de octubre de 1996



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia del señor Ministro de Industria y Energía (Piqué i Camps)
para informar sobre:



--La oferta pública de adquisición (OPA) de la Empresa Nacional de
Electricidad, S. A. (ENDESA), sobre FECSA y Sevillana de Electricidad. A
petición propia. (Número de expediente 214/000023) (Página 2304)



--Las líneas generales del plan sectorial que en materia de energía está
realizando el Gobierno. A solicitud del Grupo Socialista. (Número de
expediente 213/000100) (Página 2304)



--La nueva configuración del Sistema Eléctrico Nacional. A solicitud del
Grupo Socialista. (Número de expediente 213/000134) (Página 2304)



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Se abre la sesión a las diez y treinta minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Vamos a iniciar la sesión.

Buenos días, señor ministro, bienvenido a la Comisión de Industria otra
vez.

Señorías, el orden del día de hoy está centrado en la comparecencia del
excelentísimo señor Ministro de Industria y Energía para informar, a
petición del propio Gobierno, sobre la oferta pública de adquisición de
la Empresa Nacional de Electricidad sobre Fecsa y Sevillana de
Electricidad. También sobre las líneas generales del plan sectorial que,
en materia de energía, está realizando el Gobierno, a petición del Grupo
Socialista, y también para informar sobre la nueva configuración del
Sistema Eléctrico Nacional.

De acuerdo con los portavoces de los distintos grupos, hemos convenido
ordenar el debate de la siguiente forma. Vamos a conceder un tuno inicial
de exposición al ministro; a continuación, abriremos las distintas
intervenciones de los grupos parlamentarios, comenzando por los grupos
proponentes y, después, de mayor a menor, los restantes portavoces de los
grupos parlamentarios. A continuación, habrá una réplica del ministro y
es voluntad de esta Presidencia, comentando también con los portavoces,
no abrir un segundo turno de réplica de los distintos grupos
parlamentarios, a no ser que sea absolutamente necesario o lo soliciten
por una razón obvia en función de cómo hayan ido las distintas
intervenciones.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (PIQUE I CAMPS)
PARA INFORMAR SOBRE:



--LA OFERTA PUBLICA DE ADQUISICION (OPA) DE LA EMPRESA NACIONAL DE
ELECTRICIDAD, S. A. (ENDESA), SOBRE FECSA Y SEVILLANA DE ELECTRICIDAD. A
PETICION PROPIA. (Número de expediente 214/000023.)



--LAS LINEAS GENERALES DEL PLAN SECTORIAL QUE EN MATERIA DE ENERGIA ESTA
REALIZANDO EL GOBIERNO. A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA. (Número de
expediente 213/000100.)



--LA NUEVA CONFIGURACION DEL SISTEMA ELECTRICO NACIONAL. A SOLICITUD DEL
GRUPO SOCIALISTA. (Número de expediente 213/000134.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro para su primera
intervención.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Piqué i Camps): Señorías, en mi
intervención del mes de junio pasado, cuando acudí a esta Comisión para
explicar la política del Ministerio de Industria y Energía, por tanto
para presentar las líneas prioritarias de la política de mi Departamento,
ponía énfasis en que el objetivo básico en el ámbito energético era
mejorar la competitividad de la industria española y hacerlo
fundamentalmente a través de la reducción de los costes energéticos para
nuestra industria.

Este objetivo, decía entonces, tenía que realizarse en conjunción con las
siguientes premisas. Primero, se debía enmarcar dentro de una política de
desregulación y liberalización de los mercados energéticos; segundo, la
política de desregulación debía ser previa a la privatización de los
intereses del Estado en esos sectores, en concreto el sector eléctrico
dentro de los energéticos; tercero, debía realizarse dentro de una
política de diversificación y de liberalización de las fuentes
energéticas primarias; cuarto, eso debía hacerse prestando una especial
atención a la evolución de los estados financieros de las empresas
energéticas y, finalmente, aunque no menos importante, debía hacerse con
una atención escrupulosa al medio ambiente y a su respeto.

En mi intervención, expresaba que la búsqueda del objetivo básico de
reducción de los costes energéticos y su compatibilidad con los
condicionantes que he descrito, se efectuaría siempre en el marco de un
diálogo permanente con todos los interlocutores que tuvieran algo que
decir en esos ámbitos y, por tanto, con la máxima voluntad de consenso.

Esta consecución del objetivo básico supone la adopción de una serie de
medidas a corto plazo, que iré describiendo por subsectores energéticos,
para, posteriormente, ir avanzando hacia la desregularización y la
liberalización sectorial.

Esta búsqueda de la competitividad va desde la progresiva liberalización
de precios energéticos y la posibilidad del acceso de terceros a las
redes de transporte, tanto de productos petrolíferos como de gas, hasta
la liberalización del sector eléctrico y la adaptación del sector del
carbón a las directrices comunitarias expresadas en la Decisión 3632/93
de la CECA del año 1993. Por ello, deseo comentar brevemente lo realizado
para cada uno de los subsectores energéticos y las actuaciones previstas
en el futuro.

De acuerdo con lo que ya ha manifestado el Presidente, dejaré, dentro de
los subsectores, el sector eléctrico para el final, para hacer una
referencia a la configuración del mapa eléctrico y, en ese contexto, dar
la opinión del Gobierno en relación a la bondad de la decisión de
autorizar a Endesa para proceder a una oferta pública de adquisición de
acciones, hasta el 75 por ciento del capital, de la Compañía Sevillana de
Electricidad y de Fuerzas Eléctricas de Cataluña.

Empezaré refiriéndome al sector del carbón. Creo que es importante
empezar diciendo que nuestro máximo interés es hacer partícipe a ese
sector del deseo de liberalización de los mercados y del deseo de
competitividad, que queremos extender al conjunto de los subsectores
energéticos. Este sector --no lo debemos olvidar-- se ha visto
mediatizado por objetivos de lograr una autosuficiencia energética, yo
diría que a cualquier precio social o económico. Es verdad que el consumo
del carbón en España es importante dentro de la estructura de energía
primaria, puesto que representa un 18 por ciento aproximadamente



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del total en el año 1995, correspondiendo más del 80 por ciento del
consumo total del carbón a las centrales térmicas de producción de
energía eléctrica.

Dada esta importancia en el sector de la generación y en nuestra política
económica y social, quiero expresar el interés del Gobierno en lograr una
modernización y liberalización del sector, no sólo para cumplir con los
requisitos planteados por las comisiones de las Comunidades Europeas en
aplicación de la Decisión de la CECA que antes he mencionado, que fija el
límite para las ayudas estatales en el año 2002, sino también para ser
fieles a nuestros principios de competitividad y de transparencia de
costes, por tanto de contribución a la competitividad de nuestro tejido
productivo.

La producción actual de carbón nacional puede cuantificarse en unos 18
millones de toneladas, de los que 5 millones se extraen a cielo abierto;
más del 95 por ciento del carbón se destina a generación eléctrica. Los
costes de este carbón varían extraordinariamente según procedan de una u
otra cuenca, van desde costes superiores a las 35.000 pesetas por
tonelada hasta las 8.000 pesetas. La ayuda del Estado en este contexto
supone, como media, alrededor del 50 por ciento de los costes de
extracción. Esta situación se mantiene, como todos ustedes saben, casi
exclusivamente por razones económicas y sociales de las cuencas, pues
aunque un cierto grado de autoabastecimiento energético nos parece a
todos saludable, no se justifica el actual debido a su elevado
extracoste.

Tanto la normativa comunitaria, la ya señalada Decisión de la CECA de 28
de diciembre de 1993, como la próxima apertura al mercado competitivo de
la generación eléctrica, que después explicaré, obligan a establecer una
reducción paulatina del nivel de ayudas, compatible con la ya citada
problemática social y económica de las cuencas mineras. Por lo tanto, hay
que buscar un equilibrio entre ambos costes, el de las ayudas, por una
parte, y el que se deriva de las razones sociales, por otra. Ello
obligará a establecer un programa temporal de reducción de ayudas que,
como consecuencia, establecerá también, como en todos los países del
mundo, una reducción de capacidad.

La apertura en el mercado de generación eléctrica obligará a abrir la
competencia entre empresas mineras para suministrar su carbón, de modo
que a medio plazo se beneficien, como parece lógico y deseable, las menos
costosas o, mejor dicho, las que menos ayudas necesiten para su
supervivencia. Este esquema se llevará con una transparencia absoluta,
para lo cual en 1997 las ayudas se financiarán desde la tarifa eléctrica,
pero constando el porcentaje de la tarifa que se destina a ese objetivo
en la Ley de Presupuestos de 1997, como se recoge ya en el proyecto. Por
consiguiente, eso garantiza, para 1997 y en adelante, la transparencia
absoluta del sistema.

Es nuestro objetivo que la reducción de la actividad minera ligada a ese
proceso vaya asociada con un ambicioso plan de reconversión económica de
las cuencas; plan que estará basado en cuatro líneas de actuación. A
saber, robustecimiento de la infraestructura de comunicaciones, mejora
del hábitat de las cuencas mineras mediante planes de urbanismo pactados
con mancomunidades de municipios, formación intensiva a todos los niveles
del personal y de sus hijos, creando un potente capital humano en las
cuencas y, por último, ayudas a la reindustrialización de las citadas
cuencas, primando el desarrollo de servicios como mayor fuente de
creación de empleo.

En lo que hace referencia a las importaciones de carbón, desde enero de
1995, como ustedes saben, ya no existen aranceles. El valor del arancel
para el carbón importando es nulo y únicamente está sometida la
importación al régimen llamado de notificación previa. Desde enero de
1997, la importación será totalmente libre, por lo que no se precisará
notificación.

No me queda más que señalarles que todas estas acciones están destinadas
a lograr la mayor transparencia y la mayor competitividad de nuestro
carbón y, por tanto, los mayores beneficios para un sector que ha sido,
es y, según todas las perspectivas económicas y energéticas, seguirá
siendo un importante combustible energético que, dada la importancia de
los recursos existentes, es previsible que mantenga su estabilidad de
precios en el futuro. Como es lógico, respecto a este plan se está
empezando ya a dialogar con los gobiernos autónomos principalmente
afectados y se ha empezado a anticipar también a las organizaciones
sindicales.

En lo que se refiere al sector del petróleo, la entrada de España a las
Comunidades Europeas inició hace tiempo la senda de desregulación que se
está llevando a cabo en los mercados internacionales. En este sentido, la
Ley de ordenación del sector petrolero de 1992 permitió sentar las bases
para asegurar la libre competencia en ese sector y, en ese camino de
desregulación y liberalización, vamos a ir avanzando progresivamente en
todos los subsectores energéticos, con el fin de asegurar un mercado
competitivo.

En este contexto y dentro de las medidas liberalizadoras aprobadas por el
Gobierno, se aprobó el pasado 7 de junio el Real Decreto 7/1996 que
establece las condiciones de acceso de terceros a las instalaciones fijas
de recepción y almacenamiento de Gases Licuados de Petróleo, propiedad de
la Compañía Logística de Hidrocarburos, antigua Campsa, Repsol Butano y
Distribuidora Industrial (DISA), compañía comercializadora de las Islas
Canarias. Todas estas redes podrán ser utilizadas por terceros.

En materia de precios las condiciones cambiantes de los mercados han
determinado que en los últimos años el ámbito de los precios autorizados
y comunicados se haya reducido significativamente en nuestro país. De los
escasos precios aún sometidos a autorización en el ámbito nacional
algunos están en disposición de ser liberalizados gracias a la creciente
competencia que hay en determinados sectores; otros, por contra, han de
continuar, por el momento, sujetos a la aprobación del Gobierno.

Así, la competencia existente en estos momentos en los gasóleos, puesta
de manifiesto tanto en el análisis de la oferta como en la propia
evolución de los precios, nos ha llevado a aprobar el pasado 10 de junio
una orden ministerial que suprime el régimen de establecimiento de
precios máximos de dicho producto. Asimismo, entendemos que en un futuro
próximo será posible, en función de la evolución



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del mercado, proceder a la supresión de los precios máximos también en
las gasolinas.

Quisiera recordar en este punto que en España tanto el precio de las
gasolinas como el de los gasóleos de automoción se encuentran por debajo
de la media de los países de la Unión Europea. El precio de venta al
público de las gasolinas súper y sin plomo se situaba en España en la
última semana en 120 y 113 pesetas litros respectivamente, mientras que
los correspondientes a la media de la Unión Europea se situaban en 138 y
136,5 pesetas/litro respectivamente. Lo mismo cabe decir en relación al
gasóleo de automoción, que en el mismo período se situaba en 98 pesetas
en España frente a las 112 pesetas/litro de la media de los países de la
Unión Europea.

En lo que se refiere al sector del gas, como ustedes conocen, los
objetivos del Plan Energético Nacional de 1991 al 2000 prevén duplicar la
contribución del gas natural en el balance de energía primaria, pasando
de un 5,6 por ciento, que había en 1991, a algo más del doble, superar el
12 por ciento en el año 2000. Ya en 1995 la contribución del gas en el
balance de energía primaria ascendía aproximadamente al 7,5 por ciento.

Estos datos quedan aún bastante lejos de la contribución media del gas en
los balances de energía primaria de la OCDE, que alcanzó un 20 por ciento
en 1994 y de la propia Unión Europea, que tuvo prácticamente el mismo
porcentaje, algo inferior, el 19,4 por ciento en ese mismo año.

Para lograr los objetivos previstos es importante la política de
aprovisionamiento de gas y, por ello, con el objeto de promover la
diversificación del suministro gasístico se ha ido potenciando la
evolución de la red nacional de gasoductos que permitirá, en breve plazo,
el suministro de gas natural a todas las comunidades autónomas del
territorio. Dentro de esta política merece destacarse la construcción del
gasoducto Magreb-Europa, que prácticamente ya está entrando en
funcionamiento y que permitirá iniciar el abastecimiento de este
combustible en una cantidad cercana a los 60.000 millones de termias por
año.

Asimismo, y como complemento a este proyecto, se va a desarrollar la red
por el oeste peninsular, el gasoducto denominado de la Ruta de la Plata,
que servirá para extender la utilización del gas a zonas que hasta ahora
no habían tenido acceso a este combustible, potenciar la seguridad de
suministro al norte de España, porque cierra el anillo con el gasoducto
que recorre Portugal de sur a norte y que, por lo tanto, permitirá la
entrada en España por Tuy.

Con el fin de lograr un aumento de la utilización del gas a través de un
mercado más competitivo, estamos avanzando en el marco de la
liberalización de ese subsector. De nuevo, el Real Decreto 2.033/1996, de
6 de septiembre, debe ser contemplado como una importante apertura dentro
de la Unión Europea en el marco del objetivo de un mercado interno de la
energía e incluso como una apertura pionera en el marco legislativo de
los diferentes países miembros. Como ustedes recordarán, este Real
Decreto regula la utilización de la red nacional de gasoductos y de las
plantas de regasificación por terceros que no sean concesionarios y que
cumplan con los requisitos correspondientes.

Permítanme referirme ahora a la política de residuos radiactivos en
España. Como ustedes conocen, se establecen los sucesivos planes
generales de residuos radiactivos que el Gobierno aprueba, de acuerdo con
el Real Decreto que en su día constituyó Enresa, la Empresa Nacional de
Residuos. Actualmente, el Ministerio de Industria y Energía está
estudiando una nueva revisión del Plan General de Residuos Radiactivos,
que, una vez aprobada por el Gobierno, constituirá el quinto y
actualizará la estrategia de la gestión de los residuos radiactivos
teniendo en cuenta los cambios habidos en el entorno desde que se aprobó
el cuarto, en diciembre de 1994. Sin embargo, antes de plantear las
líneas en torno a las cuales el Ministerio de Industria y Energía
abordará este quinto plan, considero conveniente hacer explícito en qué
punto nos encontramos y cómo la situación actual nos permite acometer las
futuras actividades desde una posición consolidada.

Enresa que, como ustedes saben, es la empresa pública creada para dar
cumplimiento a las previsiones del PEN de 1983, aprobado por el
Parlamento para gestionar los residuos radiactivos, ha ido acumulando en
el curso de estos últimos años capacidad técnica y de gestión dotándose
de los recursos precisos que, como ustedes recordarán, provienen de un
porcentaje de la tarifa eléctrica. Se han conseguido avances entre los
cuales me gustaría citar los siguientes.

Se ha establecido un sistema de gestión integrada para los residuos
radiactivos de baja y media actividad que incluye su recogida, su
transporte, su acondicionamiento, la caracterización y la verificación de
la calidad en los mismos. Enresa se hace cargo de todos los residuos de
baja y media actividad que se generan en España, no sólo los generados
por las centrales nucleares, aunque eso supone un 95 por ciento del total
que se gestiona, sino también los procedentes de centros médicos,
industriales, de investigación, con los que Enresa ha ido firmando los
correspondientes acuerdos o convenios específicos.

Como ustedes saben, se dispone de un único centro de almacenamiento
centralizado de residuos radiactivos de baja y media actividad en El
Cabril, en Sierra Albarrana, en la provincia de Córdoba, que consta de
dos tipos de instalaciones: unas nuevas estructuras de almacenamiento,
puestas en marcha en el año 1992, con un edificio de tratamiento,
laboratorio de caracterización y otras instalaciones auxiliares. Hoy, de
un total de 28 grandes celdas de las que dispone este centro, cuatro se
encuentran llenas y selladas, con un total de 1.400 contenedores de
hormigón almacenados en su interior, lo que viene a representar un total
de 28.000 bultos. Además de esas nuevas estructuras puestas en marcha en
1992 había unos módulos existentes anteriormente a esa fecha en donde se
almacenan aquellos residuos de media y baja actividad procedentes en su
mayor parte de instalaciones radiactivas de usos médicos, de
investigación o industriales que por sus especiales características no
pueden estar en las nuevas instalaciones. Estos módulos constituyen un
eslabón fundamental en el sistema integrado de residuos radiactivos que
se lleva a cabo en España y permiten reducir el número de instalaciones
donde se manipulan residuos radiactivos, reducir el número de



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personas expuestas a las radiaciones, una mejor segregación,
caracterización y acondicionamiento de los residuos que redunda en la
optimización del proceso, aplicar el mejor estado del arte en esa materia
y reducir las posibilidades de extravío, hurto, robo, etcétera, de las
fuentes radiactivas.

Por lo que se refiere a los residuos radiactivos de alta actividad se han
puesto en marcha soluciones válidas para aumentar la capacidad de
almacenamiento temporal. En primer lugar, hay que citar el cambio de
bastidores llevado a cabo en las piscinas de las centrales nucleares.

Como SS. SS. conocen, ello no implica ampliación del volumen de las
piscinas sino un mejor aprovechamiento de la capacidad útil de las
mismas. Estos trabajos se iniciaron en el año 1989 para Almaraz y Ascó,
estando previsto para diciembre de 1997 que se completen para el resto de
las centrales.

En paralelo se siguen desarrollando otras actividades en el campo de los
residuos de alta actividad, de las que me limitaré, brevemente, a citar
las siguientes. En primer lugar, hay un plan de búsqueda de
emplazamientos susceptibles de albergar, eventualmente, un posible
almacenamiento geológico profundo de residuos de alta actividad, que se
inició en 1986, que ha consistido en identificar, evaluar y comparar
superficies del territorio nacional con detalle creciente a medida que
ese proceso avanza. También se han realizado diseños conceptuales e
instalaciones de superficies subterráneas en relación con ese
almacenamiento definitivo y se han seguido nuevos desarrollos de
tecnologías para la gestión final de los residuos de alta actividad. Por
último, se han desarrollado actividades de desmantelamiento de aquellas
grandes instalaciones que han llegado al final de su vida útil y, como
ejemplo, se han completado ya las operaciones correspondientes al
desmantelamiento de la Antigua Fábrica de Uranio de Andújar y se ha
elaborado el plan de desmantelamiento y clausura de la central de
Vandellós I. Este último está pendiente de la declaración de impacto
ambiental y del informe del Consejo de Seguridad Nuclear, previos a la
aprobación final por parte del Ministerio de Industria y Energía, lo que
se espera que suceda en los primeros meses del próximo año.

Por lo que se refiere a las líneas de futuro, ya he dicho que actualmente
se encuentra en estudio la revisión del plan general de residuos
radiactivos, que será dada a conocer a las Cortes una vez sea, como es
natural, aprobado por el Gobierno. Este quinto plan general de residuos
radiactivos en líneas generales, sobre la base de la estrategia marcada
en planes anteriores, revisará aquellos aspectos que las nuevas
circunstancias, tanto técnicas como económicas, así lo aconsejen, por
ejemplo, la reducción de la producción de residuos de baja y media
actividad por parte de los productores, referencias internacionales,
etcétera.

Me gustaría adelantar que, dada la trascendencia de la gestión de los
residuos radiactivos y en particular la elección de emplazamientos para
albergar instalaciones en relación con los mismos, este ministerio
celebra especialmente la iniciativa de propiciar una ponencia en el seno
de la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Senado, que fue
aprobada por unanimidad de todos los grupos de la Cámara, que permita un
debate sereno sobre tal cuestión, cuestión muy seria, con el
asesoramiento del Consejo de Seguridad Nuclear, que depende de las
propias Cámaras, y, como es natural, con el apoyo técnico del Ministerio
de Industria y Energía, con la idea de conseguir un consenso lo más
amplio y profundo posible sobre la problemática de los residuos
radiactivos y las estrategias a seguir, y particularmente para intentar
sentar las bases de una ley de emplazamientos de residuos radiactivos de
alta actividad.

Por último, antes de entrar en el tema eléctrico, quisiera hacer una
breve referencia a la política en relación con las energías renovables y
el uso racional de la energía. Quisiera reiterar el apoyo y la
importancia que estamos dando y que mantendremos, incluso con mayor
énfasis si cabe, a la potenciación de la eficiencia energética y el
desarrollo de las energías renovables. La contribución a la eficiencia
energética y por tanto al mejor uso de la energía contribuyen a reforzar
nuestro tejido productivo, y de hecho todos sabemos que los países más
desarrollados, que son los que más energía consumen, también son los que
consumen energía de una manera más eficiente.

Igualmente es importante el esfuerzo tecnológico y empresarial para
lograr la competitividad de las energías renovables. Los esfuerzos de la
Unión Europea van dirigidos a lograr una mayor participación de ese tipo
de energías en el balance de energía primaria, y les aseguro que mi
ministerio está en esa misma línea. Para ello el plan de ahorro y
eficiencia energética concreta una serie de programas y actuaciones
dirigidas tanto a estimular el ahorro y la sustitución energética en los
usos finales de cada sector, como a incentivar determinadas opciones de
producción energética con dificultades para su penetración en el mercado
en virtud de sus costes.

Deseo informarles de la apertura que pretendemos realizar para la
participación de las comunidades autónomas en ese plan a través del
Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), con el
fin de lograr una mejor coordinación y eficiencia de las actuaciones en
los diversos programas y proyectos de la Administración central y de las
comunidades autónomas. Es importante para el objetivo buscado la
aprobación del presupuesto para 1997, en el que se consigna una partida
de 3.700 millones de pesetas que está destinada a la promoción e
introducción de tecnologías de uso racional de la energía y al desarrollo
de energías renovables, y que ha de contribuir al avance y difusión de
las tecnologías de eficiencia energética en las diversas comunidades
autónomas y a ir incrementando el grado de madurez de las energías
renovables.

Por último, en este repaso general de la política energética del
Gobierno, de acuerdo con la petición del Grupo Socialista para explicar
las líneas generales del plan sectorial en materia de energía que tiene
el Gobierno, me quiero referir al sector eléctrico.

Por lo que respecta al sector eléctrico español, el Ministerio de
Industria y Energía está diseñando un nuevo modelo de funcionamiento del
sistema eléctrico nacional que permita su evolución hacia un escenario de
liberalización caracterizado por la implantación de competencias en
generación y la garantía de elección --que se irá ampliando
progresivamente en el tiempo-- de suministrador para los



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distribuidores y de momento grandes consumidores, para ir ampliando
después eso a consumidores de tamaño medio, asegurando el libre acceso de
esos clientes a las redes de transporte y distribución de energía
eléctrica.

Asimismo se contempla una adecuación de la retribución de las actividades
de transporte y distribución, que tienen características de lo que se ha
dado en llamar monopolio natural, que sea compatible con una mejora de la
calidad del suministro y con la determinación de un sistema de peajes por
la utilización de dichas redes que haga realmente operativo el acceso de
los clientes a las mismas y garantizando así la posibilidad de elegir
libremente el suministrador de energía.

Los principales elementos de introducción de competencia que se
incorporarán al sistema eléctrico nacional consisten en el
establecimiento de un mercado mayorista de electricidad mediante un
sistema de ofertas que hará cada generador, del cual debe derivarse la
formación de un precio único basado en el principio del coste marginal, y
ello sin perjuicio de ofertas a mayor plazo que pudieran establecerse
entre cliente y suministrador por seguridad del suministro y por
disminución de incertidumbre en cuanto a la evolución de los costes
energéticos para las empresas. Con esta finalidad se introduce asimismo
el principio de la libertad de instalación de nuevas centrales y el
acceso sin restricciones a las diversas fuentes de energía primaria
necesarias para la generación eléctrica, y en ese contexto quisiera
recordar las palabras que he dedicado al sector del carbón.

Con este objetivo será necesaria la modificación del actual sistema de
retribución a la energía, lo que se conoce como marco legal y estable,
procedente de las instalaciones en régimen especial, que deben basarse en
los precios resultantes de las ofertas competitivas en generación
teniendo en cuenta las particularidades que se derivan de determinadas
producciones como las de energías renovables y aquellas que contribuyen a
la reducción del impacto medioambiental y que por tanto incorporan
externalidades positivas que no se recogen en el precio de mercado. Esta
modificación, que afectará a autogeneradores y a cogeneradores, deberá
implementarse, por supuesto, respetando los derechos establecidos en la
actual regulación para las instalaciones que ya existen o que están en
marcha, lo que requiere que este proceso de adaptación se haga a partir
de 1999.

La compañía que actualmente tiene como misión realizar el transporte de
alta tensión, Red Eléctrica de España (Redesa), actuará como operador del
mercado, seleccionando las ofertas de los generadores y adaptando en todo
momento a la demanda dichas ofertas, de forma que se garantice la
seguridad del suministro. En consecuencia, calculará el valor integrado
de la energía, que partirá de ese coste marginal como coste inmediato de
generación y que deberá incrementarse en todas aquellas externalidades
que permanezcan en el tiempo con carácter temporal. Calculará en
consecuencia dicho valor integrado y será la entidad encargada de la
gestión de la liquidación en el ámbito de la generación.

La energía eléctrica, por tanto, podrá ser adquirida por todos los
distribuidores y clientes con capacidad de elección, en un ritmo que
ahora describiré, los cuales podrán contratar el suministro a precio
mayorista o a precio libre pactado, liquidando dichos contratos a los
generadores por diferencia con el citado precio mayorista. El precio
pactado constituirá en todo caso un compromiso firme de compra.

En una primera etapa la capacidad de elección del suministrador será
otorgada a todos los distribuidores --yo quisiera recordar que hay 900
empresas distribuidoras de electricidad en España-- y a aquellos
consumidores cuyo consumo anual sea superior a 40 gigawatios hora/año, lo
que supone un 20 por ciento del mercado actual. Esta cifra irá variando,
empezará esta capacidad de elección a partir del 1 de enero de 1998 e irá
variando para, a partir del 1 de enero del año 2000, ampliarse a todos
aquellos consumidores cuyo consumo anual supere los 9 gigawatios
hora/año, lo que supone un 40 por ciento de la actual demanda, para que
el 1 de enero del año 2002 se rebaje ese consumo a los 5 gigawatios y por
consiguiente estemos hablando ya de que el 60 por ciento de la demanda de
energía eléctrica tenga capacidad de elegir el suministrador de energía
eléctrica que le ofrezca unos precios de la energía más competitivos.

Quisiera decir que este calendario se adapta a lo que es la filosofía de
la Unión Europea en ese contexto, pero se anticipa al mismo, supone un
avance mayor y, por tanto, supone una más rápida aplicación de la
directiva comunitaria sobre lo que se llama el mercado interior de la
electricidad. Los pequeños consumidores, las familias, que suponen en
torno al 40 por ciento del mercado en términos de consumo, se mantendrán
a medio plazo en un régimen de tarifas máximas y únicas para todo el
territorio, garantizando la igualdad de todos los ciudadanos españoles y
la adecuación de las tarifas al proceso de reducción de las mismas que
queremos implementar a partir ya del 1 de enero de 1997.

Las características de las actividades de transporte y distribución hacen
necesario que su retribución siga produciéndose en régimen de regulación
de costes, acorde con los costes, mediante un procedimiento que tengan en
cuenta las diferentes características de los mercados y con mecanismos
que contemplen determinados aspectos, como puede ser la reducción de las
pérdidas en redes, así como la calidad de los servicios prestados a los
clientes. Será, por consiguiente, necesaria una revisión del sistema de
tarifas que pueda tomar en consideración la estructura de precios
resultantes del valor integrado de la energía, y por tanto ya no fijados
directamente por la Administración, y que tenga en cuenta también los
costes de transporte y distribución, eliminando en lo posible la
existencia de subsidios cruzados como los que ahora existen entre las
actividades de generación, transporte y distribución de energía
eléctrica.

Como ven ustedes, se trata de un esquema liberalizador, que modifica
sustancialmente el denominado marco legal y estable que está vigente en
la actualidad y que parte de la consideración, de la fijación y de la
aceptación por parte de la Administración de costes estándares en la
generación de energía eléctrica para cada una de las centrales,
orientados



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a la recuperación de inversiones hechas en el pasado. Al mismo tiempo, la
Administración fija el orden de entrada de las centrales de generación en
el sistema a través de instrucciones de Red Eléctrica y de Ofico en lo
que se refiere al acceso a energías primarias. Finalmente, como ustedes
saben también, la Administración fija el sistema de tarifas que no sólo
incorpora los costes asociados a la producción, transporte y distribución
de la energía eléctrica, de acuerdo con esos costes estándares orientados
a la recuperación de las inversiones, sino que se incluye también lo que
se denomina en el sector las externalidades, que sirven para subvencionar
la demanda de carbón nacional, el tratamiento de los residuos
radiactivos, el mantenimiento de stock básicos de materias primas
importantes como el uranio, los costes financieros derivados de la
decisión de moratoria nuclear, determinados proyectos de investigación de
las compañías eléctricas, etcétera. Se trata de un nuevo esquema que se
está negociando con las empresas del sector. Es voluntad del Gobierno que
se plasme en la firma de un protocolo entre el Ministerio de Industria y
Energía y las compañías eléctricas a lo largo del próximo mes de
noviembre y que contendrá los principios básicos de esa nueva regulación,
así como el esquema tarifario eléctrico para el año 1997. Ese esquema
tarifario, como ya ha sido reiteradamente dicho, busca como objetivo una
reducción de los costes energéticos para el conjunto del país y se
concreta en una reducción en promedio de las tarifas en pesetas
corrientes del tres por ciento, lo que significa una reducción cercana al
seis por ciento en términos reales.

Es voluntad del Gobierno que esa reducción promedio del tres por ciento
repercuta, más que proporcionalmente, de forma favorable para las
pequeñas y medianas empresas, para la industria y algo también para los
consumidores finales, dejando a los grandes consumidores, a las grandes
compañías muy intensivas en energía, que son las que utilizan lo que se
denomina la tarifa G4 --están ahí sectores de electrolisis de metales no
férreos, la siderurgia integral o la producción básica de aluminio-- y
que van a quedar con incrementos cero de la tarifa correspondiente.

Además de ese planteamiento tarifario, va a existir en ese protocolo la
formulación de los principios generales de la reforma del actual marco
legal y estable en los términos que he descrito. Sobre esta base se prevé
la creación de una serie de grupos de trabajo que permitan que el
Ministerio de Industria tenga los elementos suficientes para ir
procediendo al correspondiente desarrollo legislativo de la reforma, que
será presentada a las Cortes para su desarrollo legislativo en la primera
mitad del año 1997, para que pueda ser, primero, probado y ensayado en la
segunda mitad de dicho año, y, segundo, que permita su puesta en práctica
definitiva a partir del 1 de enero de 1998.

En este contexto nos estamos abriendo de forma evidente a un escenario de
actuación completamente distinto de nuestro sector eléctrico y de las
compañías que están en el mismo. Se pasará de un régimen absolutamente
intervenido, fijado yo diría que hasta la obsesión por la Administración,
a un sistema basado en la competencia, basado en la introducción de
mecanismos de mercado, que busca, mediante el libre acceso a la
generación y mediante el libre acceso a las fuentes de energía primaria,
la progresiva reducción de los costes energéticos en España. Reducción
necesaria porque, como ustedes saben, nuestros costes energéticos en
términos generales son superiores a los de los países de nuestro entorno
y, por lo tanto, constituyen un freno importante para la competitividad
de nuestras empresas. Ese nuevo escenario obliga a un replanteamiento de
las estrategias vigentes en las compañías eléctricas que están presentes
en el sector y justifican algunas de las iniciativas que ha adoptado el
Gobierno recientemente y para las cuales había pedido la comparecencia
ante esta Comisión de Industria del Congreso de los Diputados. También se
pide la comparecencia del ministro para informar sobre la configuración
del sistema eléctrico nacional y lo que se ha dado en denominar el mapa
eléctrico.

Si me permiten, quisiera hacer un pequeño recordatorio de cuál es la
situación actual en términos generales, plantear en ese contexto la
decisión que ha tomado el Gobierno de aprobar las ofertas públicas de
adquisición de acciones de Endesa para llegar al 75 por ciento del
capital social de la Compañía Sevillana de Electricidad y de Fuerzas
Eléctricas de Cataluña, ver cómo queda el mapa con posterioridad y
terminar con algunas reflexiones respecto a lo que nosotros entendemos
que es la bondad de este proceso.

En estos momentos el mapa eléctrico está constituido por una serie de
compañías, las más importantes de las cuales son Endesa, Iberdrola, Unión
Fenosa, Sevillana, Fecsa e Hidrocantábrico. Desde el punto de vista de la
producción, Endesa representa hoy en torno al 35 por ciento del total;
Iberdrola está cerca del 30 por ciento; Unión Fenosa está en torno al 14
por ciento; Sevillana, el 8 por ciento; Fecsa el 7 por ciento, e
Hidrocantábrico, el 6 por ciento.

Si analizamos el tema desde el punto de vista de la demanda, por lo tanto
de los clientes, los porcentajes son ligeramente distintos. En este
sentido Iberdrola, con un 30 por ciento de producción, tiene
aproximadamente el 40 por ciento del mercado; Endesa, que recordemos que
tenía el 35 por ciento de la producción, se mueve en torno al 15 por
ciento del mercado. De la misma manera Sevillana y Fecsa, que tenían en
torno al 7 y 8 por ciento de la producción, en el caso de Sevilla tiene
un mercado que está entre el 15 y el 18 por ciento, según se mire el
mercado o el número de abonados, y Fecsa que se mueve alrededor del 10
por ciento. Por lo tanto, estamos viendo que hay un claro desequilibrio
entre producción y distribución, que deriva de la consolidación y
cristalización dentro del marco legal y estable de una determinada
configuración del sector, pero que deja en particular a Endesa
especialmente desequilibrada desde el punto de vista de lo que es
generación y distribución.

Habida cuenta de la decisión del Gobierno de introducir de forma
inmediata competencia en generación y de permitir el libre acceso a esa
actividad y, al mismo tiempo, de permitir también el libre acceso a las
fuentes de energía primaria, Endesa ha planteado al Gobierno la
conveniencia de reforzar su proyecto empresarial por la vía de conseguir
un mayor equilibrio entre las actividades de generación y distribución.

Atendiendo a esa demanda, el Consejo de



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Ministros del día 18, si no recuerdo mal, tomó el acuerdo de autorizar a
Endesa a poner en marcha unas ofertas públicas de adquisición de acciones
que permitieran incrementar su participación en Fecsa y en Sevillana
desde los actuales porcentajes, hasta un máximo del 75 por ciento del
capital. Quisiera recordar que los porcentajes actuales son en el caso de
Sevillana de Electricidad del 39 por ciento, prácticamente el 40 por
ciento, y que en el caso de Fecsa ese porcentaje asciende ya al 49 por
ciento. Por lo tanto, se permite superar en ambos casos el 51 por ciento,
pero se cristaliza una situación de hecho en cuanto que Endesa venía
siendo ya el accionista claramente de referencia de las dos compañías.

Después de esta operación que tiene ya esta primera justificación, además
de alguna otra adicional que también daré, el mapa queda con una
configuración distinta desde el punto de vista de la producción y la
distribución. De forma que Endesa, con la incorporación a su grupo de
Sevillana y de Fecsa, aumenta su capacidad de producción hasta
aproximadamente el 50 por ciento (recordemos que Iberdrola tiene el 30,
Unión Fenosa el 14 e Hidrocantábrico el seis) y desde el punto de vista
del mercado, por lo tanto, en cuanto al peso en distribución, en número
de abonados y en cuota de mercado, el grupo Iberdrola y el grupo Endesa
prácticamente suponen un 40 por ciento del mercado cada una, quedando
Unión Fenosa con un 15 e Hidrocantábrico con unos porcentajes que van
entre el 2,5 en número de abonados y el 4,5 en cuota de mercado.

La política que ha diseñado el Gobierno en el área del Ministerio de
Industria y Energía, como ya he venido repitiendo de forma reiterada,
implica la asunción de tres responsabilidades fundamentales. Por una
parte, la reducción de los costes energéticos, buscando esa mayor
competitividad de nuestro tejido productivo y de nuestra industria.

Creemos que eso se consigue básicamente mediante la liberalización de los
sectores, en particular el sector eléctrico, y la introducción de
competencia.

También forma parte de la política del Ministerio de Industria, de la
política industrial del Gobierno, la promoción de proyectos industriales
rentables, sólidos y de futuro, equilibrados, que sean capaces de
competir internacionalmente, que, por tanto, aseguren una presencia
internacional de España en otras áreas geográficas y que generen lo que
podríamos denominar multinacionales españolas. Además, la responsabilidad
del Gobierno, en tanto que sea accionista de empresas, es, como es
natural, la de maximizar su valor patrimonial.

En este sentido, las OPAS amistosas --quisiera resaltar el hecho de que
son amistosas-- de Endesa sobre la Compañía Sevillana de Electricidad y
Fecsa cumplen escrupulosamente desde nuestra perspectiva los tres
requisitos señalados, puesto que previo a la privatización anunciada en
la empresa en los próximos tres años, y que ahora concretaré, se crea un
grupo eléctrico que será el cuarto de Europa en cuanto a generación y el
quinto en cuanto a distribución de energía eléctrica. Es un grupo que se
logra mediante la consolidación de tres empresas, que por separado tenían
un futuro incierto, cada una con sus propias características, ante la
próxima liberalización del sector eléctrico, en el que las empresas
tendrán que competir sobre la base de costes reales y no sobre la base de
los costes estándares reconocidos y negociados previamente con la
Administración. Debe tenerse en cuenta, como ya se ha dicho, que Endesa
por sí sola es deficitaria en distribución, puesto que sólo distribuye a
través de filiales y muy excedentaria en generación, sobre todo a base de
carbón nacional que, en virtud de lo que ya se ha dicho, se verá
penalizado a largo plazo por la liberalización de dicho sector. Por otra
parte, Sevillana y Fecsa son deficitarias en producción, es decir, que el
mercado que controlan no puede ser abastecido con lo que generan por sí
mismas.

Por todo ello, la unión de las tres en un solo grupo, manteniendo la
autonomía operativa y salvaguardando en cada momento la necesaria
competencia en beneficio de los consumidores, reporta indudables ventajas
de cara a consolidar un grupo competitivo en el marco del mercado europeo
de energía eléctrica que, como ustedes saben porque se ha dicho ya, se
abre a Europa a partir de la previsible aprobación en diciembre próximo
de la directiva que regula este mercado.

En este proceso ha sido voluntad del Gobierno prestar atención a lo que
es el legítimo desarrollo de los proyectos empresariales en presencia y,
por tanto, el legítimo desarrollo del proyecto empresarial de Endesa ante
el nuevo marco que se avecina, pero también ha querido hacerlo el
Gobierno sobre la base de un planteamiento dialogado y consensuado; por
tanto, pidió en su momento a Endesa que iniciara conversaciones con las
dos compañías afectadas, con las dos compañías objeto de la oferta
pública de adquisición de acciones par que quedara claro el carácter
amistoso de la operación.

En el momento en que el Gobierno tiene constancia de ese carácter
amistoso y, por tanto, de la aceptación por parte de los consejos de
administración de Sevillana, de Fecsa, de la propia Endesa y del
principal accionista de Endesa --de la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales-- de la conveniencia y la legitimidad de la
operación, el Ministerio de Industria pide la correspondiente
autorización al Consejo de Ministros, por otra parte estrictamente
necesaria, porque se trata de que una compañía pública tome la mayoría
del capital social de dos empresas hasta ahora pertenecientes al ámbito
privado.

Esta operación puede parecer, de entrada, contradictoria con otro gran
principio de la política industrial y económica del Gobierno en relación
con la modernización del sector público y, por tanto, con la voluntad de
privatizaciones de las empresas industriales y con la voluntad, de
desaparición del Estado en el capital social de algunas de las empresas
que están compitiendo en un determinado sector con otras empresas
privadas. Es precisamente en ese contexto en el que hay que situar la
decisión. Por una parte, la liberalización del sector; por otra, la
voluntad de privatizar y la clara determinación del Gobierno de
privatizar Endesa a lo largo del período entre 1997 y 1999. Es previsión
del Gobierno que el 67 por ciento que la sociedad Estatal de
Participaciones Industriales mantiene en el capital social de Endesa sea
puesto en el mercado de valores a través de ofertas públicas de ventas en
tres partes: la primera en



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1977, la segunda en 1998 y la tercera y definitiva en 1999. Por tanto, se
trata de un esquema de reforzamiento de un proyecto empresarial que
permitirá que ese proyecto sea viable y competitivo en un nuevo marco de
regulación del sector eléctrico, muchísimo más liberalizado y muchísimo
más competitivo, que permitirá sostener ese proyecto empresarial como
plataforma para la presencia internacional de empresas españolas en el
exterior y que, por tanto, desde nuestro punto de vista, confirma y
legitima la decisión adoptada, porque creemos que es buena para el sector
eléctrico, que es buena para Endesa, es buena para Sevillana, para Fecsa,
para la competitividad de nuestra economía, como he dicho, y, por tanto,
es buena para el futuro de nuestro país.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.

Vamos a comenzar el turno de intervenciones de los distintos portavoces
de los grupos parlamentarios. Empezaremos por el grupo parlamentario
proponente de la comparecencia. Al ser el único el Grupo Socialista
intervendrá en primer lugar y, a continuación, de mayor a menor, los
restantes grupos, cerrando el turno el Grupo Parlamentario Popular.

Tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, señor
Hernández Moltó.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Muchas gracias, señor Presidente.

Buenos días, señor ministro, y muchas gracias por su comparecencia ante
la Comisión. A petición del Grupo Parlamentario Socialista ha asistido
hoy aquí, espero, a explicarnos en la próxima intervención el motivo
fundamental por el que nosotros habíamos solicitado su presencia.

Coincidirá conmigo cualquier espectador de esta Comisión en que el
transcurso de la misma se asemeja más a lo que es la declaración del
Gobierno y del propio ministerio de lo que iba a ser un programa de
actuaciones a lo largo de la legislatura que a lo que es la necesidad de
responder a una situación por la que en este momento está pasando el país
y que tiene que ver también con lo que ya son seis meses de Gobierno y de
responsabilidad del propio ministro en el área correspondiente.

Digo esto porque parecería, a tenor de la intervención, que aquí no ha
pasado nada en las últimas semanas y que todo esto es un debate
intelectual entre profesionales que quieren hallar un mejor horizonte
para el sector energético industrial de este país. Tengo que recordar en
esta Comisión que los últimos días y las últimas semanas se han
caracterizado en el país fundamentalmente por un intenso debate soterrado
en relación a una de las actividades económicas más sensibles de un país:
el sector energético y, concretamente, el sector eléctrico. Convendrá que
desde el propio Gobierno se debe acusar la gravedad del problema no
intentando quitar hierro a algo que si lo hiciésemos no estaríamos
cumpliendo con nuestra responsabilidad.

En ese sentido, quería darle traslado de lo que es una evidente
preocupación del Grupo Parlamentario Socialista por lo que está
sucediendo. Ya nos preocupa, créame, señor ministro, que cada
comparecencia suya tenga que venir precedida de alguna tormenta
informativa. Estoy seguro de que S. S. no lo persigue y que probablemente
es producto del azar; pero sí aconsejaría que afinaran más en la política
informativa del Ministerio de Industria, porque en temas tan importantes,
probablemente con buena voluntad, no se está consiguiendo el objetivo.

Porque uno de los objetivos fundamentales en estas áreas es intentar
hacer un trabajo eficaz y discreto, más que ruidoso y demasiado
informativo.

Digo esto, porque evidentemente todo esto surge por una tempestad, que yo
creo que no es en un vaso de agua, que se produce en unas semanas que,
permítame que se lo diga, no han sido las más apropiadas. Quizá el mal
pensado --otros dirían, el bien informado-- llegue a la conclusión de que
este debate en relación al sistema eléctrico, esta aceleración en las
negociaciones, estas precipitadas operaciones financieras, se producen en
el mes de octubre para intentar pasar desapercibido, porque es un mes que
se caracteriza fundamentalmente por el debate presupuestario. Ya son
suficientemente complejas estas operaciones para que, además, tengamos
que añadir sospechas de este tipo, en las que ante la bruma de un debate
macroeconómico soterradamente se puedan estar tomando unas decisiones
irreversibles que, repito, nos están preocupando seriamente.

El señor ministro hoy nos ha informado muy someramente, y espero que
pueda atender a las preguntas que vamos a hacerle en este momento, sobre
algo tan importante como es la modificación del mercado legal que en este
momento está teniendo el país en el sistema eléctrico. Nosotros queremos
hacerle una pregunta, sobre todo para que los inversores, los ciudadanos,
los consumidores, conozcan claramente la respuesta. ¿En este momento
estamos hablando de una situación en el sistema eléctrico que respeta la
ley que rige el sistema eléctrico de este país? Es decir, ¿es la Losen un
marco de referencia que sigue vivo y estable para el Gobierno actual o
no? La respuesta a esta pregunta me parece importante porque si es así,
cuanto antes lo sepamos mejor, y si no es así, deberíamos eliminar todas
las sospechas que apuntan a que muchas de las decisiones del Gobierno
están intentando sortear el actual marco jurídico, la actual Ley de
Ordenamiento del Sistema Eléctrico Nacional. Porque, desde mi punto de
vista, algunas de las decisiones que se están produciendo están
incumpliendo uno de los principios fundamentales que la Losen
incorporaba: el principio de transparencia. Estamos asistiendo a lo que
pensábamos que ya estaba desterrado en los debates tan sensibles sobre
los sectores claves de este país, a la falta de transparencia y a la
opacidad en las negociaciones; estamos asistiendo incluso al recurso, que
ya pensábamos superado, de la autorregulación del sector, en la que el
ministerio, recogiendo las sugerencias de las empresas más importantes,
está pensando en la posibilidad de modificar el marco legal que tenemos
en este momento. Es precisamente por estas dudas que expresamos por lo
que en el día de hoy queremos hacerle algunas preguntas y algunas
reflexiones.




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Nos preocupa lo que nos está llegando por los medios de información, y al
hacer esta apreciación hago también una reflexión en voz alta: señor
ministro, yo creo que es bueno añadir a todo este debate sobre el sistema
eléctrico una voluntad de entendimiento por parte del Gobierno y, si
existe, hoy es un buen día para que se plasme en esta Comisión, porque
convendrá conmigo en que el tipo de decisiones que se está generando, el
tipo de riesgos que se está asumiendo, el volumen y la dimensión de las
operaciones de las que estamos hablando, o encuentran un marco de
diálogo, de consenso, de entendimiento, o muy probablemente va a ser muy
difícil que se cumpla el objetivo que se persiga. Tenemos que aprovechar
una oportunidad como ésta para hacer una reflexión en voz alta dirigida
no sólo al señor ministro y al propio Gobierno, sino al propio sector:
que utilice sus capacidades de persuasión para convencerle --si es que
acaso no estuviera convencido, que yo, señor ministro, estoy convencido
de que sí-- de que o esta reforma, este nuevo protocolo se hace en un
marco de consenso y de entendimiento o no tiene sentido iniciarlo, porque
el medio plazo en el que nos estaríamos situando estaría plagado de
riesgos añadidos que probablemente dificultarían la toma de decisión de
los inversores, porque habrá que decir en voz alta --y lo intentaremos
decir hoy-- algunas de las cosas que se están intentando modificar en las
conversaciones íntimas y opacas del propio Gobierno y que el Grupo
Parlamentario Socialista no está de acuerdo con esas informaciones que
llegan y que, caso de que tuviera la oportunidad de modificarlas en el
corto plazo, desde responsabilidades distintas a las de la oposición, las
modificaría. Por tanto, cuanto antes se aclaren esos conceptos, mucho
mejor.

Queremos decirle, señor ministro, que lo que nos llega --son
informaciones del último borrador, que probablemente ya no es el que está
encima de la mesa-- está plagado de discrepancias. Por ejemplo, queremos
saber si es verdad o no que en el protocolo que el Gobierno está
negociando con las eléctricas se establece una restricción de lo que es
la utilización de la política energética en este país, y política
energética quiere decir las restricciones o las limitaciones que el
sector eléctrico pueda tener a futuro, dejándolo exclusivamente en manos
del mercado. Desaparecen conceptos, principios que están consagrados en
la Losen de planificación, de política energética a medio plazo, y nos
parecería preocupante si no estuvieran contenidos en el protocolo. La
ausencia de estas restricciones en materia energética y, por tanto, en
términos de planificación, ya sabemos que trae malas consecuencias, como,
por ejemplo, el riesgo de que haya unas sobrecapacidades de generación
que puedan encarecer innecesariamente el propio coste de la tarifa.

¿Es verdad o no, señor ministro, que en las conversaciones y en los
borradores del protocolo que se está iniciando se quiere introducir
términos exclusivamente de competencia en un sector que va dirigido al
duopolio? ¿Hay una voluntad en ese diseño del sector eléctrico a medio
plazo de duopolizar? Porque ya comprenderá que si esta operación de
Endesa va en esa dirección puede ser contradictoria con el objetivo de
liberalizar y de disminuir la tarifa a medio plazo, por lo que, sin duda,
supondrá una vuelta atrás en lo que es la propia situación del sector.

Estamos absolutamente convencidos, señor ministro, y nos gustaría
coincidir con usted, de la necesidad de hacer compatibles tres fenómenos
que, desde nuestro punto de vista, deben darse simultáneamente. Se está
corriendo el riesgo de que se vea claramente afectado el coste del
producto que queremos disminuir y, por tanto, de que se vea afectado el
consumidor. Tenemos serias dudas de que conjugar simultáneamente el
procedimiento de desregulación, el procedimiento de privatización y el
procedimiento de concentración vaya a suponer una ventaja para los
consumidores a medio plazo. Para nosotros, señor ministro, es necesario
garantizar la coherencia entre el modelo regulatorio, el tamaño del
sector y el nivel de la concentración; eso debe quedar explícito y claro.

Usted ha hecho mención de pasada a Red Eléctrica y el papel que va a
jugar en el futuro. Nos gustaría saber las intenciones del propio
Gobierno en relación a Red Eléctrica. ¿Hay intención de separar las
propias unidades de gestión de Red Eléctrica? ¿Permanecerán conjuntamente
o explotación y transporte van a ir por separado? Digo esto porque
pensamos que el papel del Red Eléctrica, que ha sido una de las
indiscutibles mejoras del sector eléctrico en los últimos años, debe
seguir en los términos en que está planteado, y si ha surgido alguna duda
por las informaciones que nos llegan, probablemente ésta es una buena
ocasión para aclararla.

Como decía hace un momento, para nosotros es complejo y rechazable el
procedimiento que se esté usando, bordeando lo que ha sido el órgano de
debate, la institución de debate y de negociación que introdujo el nuevo
marco eléctrico. Convendría que la Comisión del Sistema Eléctrico
Nacional jugara un papel más claro en la negociaciones que se están
produciendo. El que sean exclusivamente las empresas y la Administración
las que estén discutiendo conlleva riesgos de asimetría en la información
que se está manejando y en el resultado de las informaciones.

Hay cuestiones que usted no ha querido traer hoy aquí, pero que están en
el debate y esperamos que puedan clarificarse. Una de ellas, la que más
nos preocupa, tiene que ver con planes energéticos que, al estar
considerados como subsistemas del propio sistema eléctrico, están
afectando y preocupando seriamente a nuestro grupo y a muchas zonas.

Nosotros pediremos hoy o mañana la comparecencia del alto cargo
correspondiente del Ministerio de Industria para que nos informe sobre el
plan del carbón. Nos parece que la inquietud, la preocupación que se está
generando en muchas zonas del país debería disiparse si es posible o
debería tener un escenario mucho más cierto del que tiene en este
momento, aunque sí es verdad que estamos debatiendo este problema en un
día feliz para el propio ministerio, porque, como sin duda S. S.

conocerá, ayer mismo el propio Parlamento tomó por unanimidad una
decisión que tiene que ver con algunas de las cuestiones que usted ha
planteado hoy aquí, y que aclara el plan de reactivación para las zonas
productoras de carbón, con arreglo a la orden que se produjo en febrero
de 1996. Por tanto, será una



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buena oportunidad para que el Gobierno hoy diga si va a cumplir fielmente
el acuerdo que ayer se produjo en la Cámara en ese sentido, y desde
luego, hoy será una buena ocasión para que S. S. despeje algunas de las
dudas que se están produciendo en el sector eléctrico.

En cualquier caso, la urgencia fundamental de la petición de su
comparecencia hoy aquí por mi grupo parlamentario tiene que ver con lo
que ha sido quizás una de las iniciativas que más espacio informativo ha
ocupado en los últimos días, que es la OPA amistosa que Endesa realizó
hacia Fecsa y Sevillana, una OPA y una operación en cuya estrategia
empresarial, créame, no vamos a discrepar. El problema es que muchas
veces la forma de realizar determinado tipo de operaciones no sólo
condiciona el fondo, sino que incluso impiden que se cumpla el objetivo.

Nosotros queremos decirle, señor ministro, que lamentamos profundamente
el procedimiento que se ha seguido en relación a esta operación
financiera, porque ha sido un procedimiento que ha inundado el sector de
dudas, de recelos y de suspicacias y ha puesto si no en riesgo sí en
evidencia a varias instituciones, instituciones que han sido diseñadas
precisamente para velar por el buen orden y buen funcionamiento tanto del
sistema eléctrico como --nada menos-- del tráfico mercantil de este país,
como es la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Además, ha puesto
también en evidencia y ha supuesto agresiones, desde nuestro punto de
vista innecesarias, de cara a instituciones políticas como la propia
Junta de Andalucía, y nos parece rechazable la falta de consideración, de
diálogo, de entendimiento y de coordinación que se ha producido por parte
del propio ministerio.

Sinceramente, señor ministro, después de haber seguido detenidamente todo
el proceso de esta operación financiera, seguimos teniendo dudas que
estoy convencido de que usted hoy podrá resolver. Nuestra duda
fundamental es por qué y para qué se hace esta operación, en este
momento. La teórica ya la sabemos, pero coincidirá conmigo el señor
ministro en que para llegar a una posición de fortalecimiento de mercado,
estando en una situación en la que había convenios entre Endesa y
Sevillana, fundamentalmente en centrales de cogeneración desde hace mucho
tiempo, teniendo una posición del 40 por ciento en una de las compañías y
del 50 por ciento en la otra --del 39 y del 49, para ser exactos--, el
resultado de la operación me lleva a pensar aquello de que para este
viaje no se necesitaba ninguna alforja, porque parece que un 39 y un 49
por ciento le bastan a una compañía para gozar de una cierta posición de
dominio y de influencia en el resto. Sin embargo, hacemos una OPA para
llegar al 75 por ciento, para asumir libremente la renuncia de todas las
nuevas facultades de poder de control que se producirán en Endesa a
partir de estas compañías. Se produce una situación tan paradójica como
es aquella resultante de que tras el desembolso de los ciento y pico mil
millones correspondientes de Endesa para hacer frente a la toma de
paquetes de esas dos empresas, para situarse en el 75 por ciento, Endesa
es una empresa menos influyente en dichas dos empresas del ramo que el
día anterior a producirse esa decisión. Reconozca, señor ministro, que al
menos es paradójico el resultado de esta operación. A no ser que el coste
de la negligencia de esta operación haya impedido que el objetivo
previsto inicialmente, que Endesa tuviera esa posición de dominio, haya
tenido que retroceder para atender a la legislación del Tribunal de
Defensa de la Competencia y al requerimiento de la Comisión del Sistema
Eléctrico Nacional, que, viéndose sorprendidos en su buena fe y en su
función por la precipitación, repito, negligencia e imprudencia del
propio ministerio hayan tenido que hacer, posteriormente --si se me
permite el término--, una chapuza financiera para no dejar en evidencia
la decisión del Gobierno. Yo creo que eso tiene más que ver con esta
operación que cualquier cosa, porque, sinceramente, si no, es una
posición realmente incomprensible.

En cualquier caso, señor ministro, esto lo que ha puesto de manifiesto es
la necesidad de que haya más coordinación en el Gobierno en materia
energética de la que hay en este momento, porque es posible que la falta
de coordinación haya incluso hecho que se produzca un acto ilegal, que se
haya producido una situación de falta de cumplimiento de la ley. Si no es
así, ¿cómo es posible que una semana antes de que se comunicara a la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, que tiene entre sus funciones
regular la estructura del sector, el Consejo de Ministros hubiera
decidido una OPA que cambiaba sustancialmente la estructura del sector,
sin habérsela comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores?
Estamos hablando de cuestiones graves, estamos hablando de cuestiones que
no añaden tranquilidad al sector, estamos hablando de cuestiones que sin
duda alguna están inundando de dudas no sólo el ambiente del sector
eléctrico sino el ambiente general, con la perspectiva puesta en el
conjunto de privatizaciones, no sólo del sector eléctrico, que, desde
luego, no creo que esté mirando con mucha tranquilidad el ritmo y la
falta de profesionalidad, incluso, en algún caso, de determinado tipo de
decisiones.

Le veo los gestos que me hace, señor Presidente, y voy terminando.

En cualquier caso, nosotros queríamos hacer esta reflexión y, sobre todo,
intentar que el señor ministro, al margen de la reflexión teórica que ha
hecho sobre la toma de posición de Endesa en las dos compañías, para
equilibrio entre su función generadora y su función de distribución y de
transporte, nos vuelva a reiterar su punto de vista sobre el resultado
definitivo de esta situación y nos diga qué opina, además, sobre el
incumplimiento de Endesa porque en el día de hoy nos llega la noticia de
que no parece acatar el compromiso establecido con el propio ministerio
respecto a sus dos empresas, no reflejando en el folleto divulgativo de
la OPA las condiciones de autonomía operativa, en lo que --créame-- es
también un concepto imaginativo, creativo, porque, una de dos, o se están
engañando las empresas o se están engañando los consumidores o nos
estamos engañando nosotros mismos, pero, desde luego, que el resultado de
esta operación haya sido el que es permítame, señor ministro, que lo
califiquemos como de pequeño desastre que no anuncia muchas bonanzas en
el proceso privatizador.




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Algunas preguntas y algunas reflexiones han quedado en el aire. Créame,
señor ministro, que nos hubiera gustado no añadir tensión a todo este
debate, pero los acontecimientos que ustedes mismos han generado con su
comportamiento nos obligaban a pedir su comparecencia en el día de hoy.




El señor PRESIDENTE: Recuerdo a SS. SS. que el tiempo de su intervención
no debiera sobrepasar los diez minutos.

Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya,
tiene la palabra doña Presentación Urán González.




La señora URAN GONZALEZ: Intentaré hacer caso a su llamamiento para
sujetarme a los diez minutos. De todas formas, el tema es lo
suficientemente importante como para pedir la flexibilidad de la
Presidencia.

Creo, señor ministro, que hoy tendríamos que hablar fundamentalmente de
la reestructuración del sector eléctrico y de la OPA que ha aprobado el
Consejo de Ministros, porque creemos que en estos momentos es el tema más
importante, al menos para nuestro grupo, por el perjuicio que puede
causar a los diferentes sectores que avalan el sector eléctrico de
nuestro Estado.

En primer lugar, nos gustaría plantear el hecho de que el sector
eléctrico es un sector estratégico. Nosotros estamos en contra --y eso lo
sabe usted por diferentes intervenciones nuestras en esta Cámara-- de su
posible privatización y, por supuesto, de su desregulación. Consideramos
que es lo suficientemente estratégico e importante para los intereses
estatales y de nuestra economía como para que el Estado siga regulándolo.

Por lo tanto, consideramos imprescindible que exista un sector público
importante, fuerte; además, como hasta ahora ha venido demostrándose, ha
sido bien gestionado por la empresa pública Endesa.

El hecho es que precisamente esta empresa pública, a raíz de las
políticas que se desarrollaron entre los años setenta y ochenta, tuvo que
hacerse cargo de aquellas empresas cuyos costes de generación eran más
altos y que no interesaban a los sectores privados. En estos momentos, la
preocupación que tiene nuestro grupo por la línea que se está siguiendo
desde el Ministerio de Industria es que podamos volver a aquellas
políticas de los años setenta y ochenta. Usted mismo ha apuntado en su
intervención que el nuevo marco regulador dejaba libres las manos al
sector para poder hacer las instalaciones nuevas de generación eléctrica
que el mercado pudiera demandar. Quiero recordarle como una pequeña
anécdota, por decirlo de alguna manera, que precisamente en aquella época
las empresas eléctricas privadas solicitaron la instalación de centrales
nucleares, que después nos llevaron a la moratoria nuclear, porque había
un exceso de oferta previsible, según las empresas privadas, que no tenía
nada que ver con la realidad; moratoria de cuyos costes después se han
tenido que hacer cargo tanto el Estado como los propios consumidores. Por
eso mostramos nuestra preocupación por la forma en que se está dibujando
el sector eléctrico.

Nos vamos a permitir casi asegurar, aunque podamos incurrir en el error,
que esa política está llevando a una duopolización del mercado, con dos
grandes empresas, una de las cuales es pública en estos momentos, pero a
la que se tiende a privatizar --y según sus propias palabras se pretende
tenerla privatizada en 1999--, quedándose después todo el sector en manos
privadas, pudiendo darse aquella misma experiencia. Por lo tanto, nos
parece lo suficientemente preocupante porque, de aquí a unos años,
podemos prever, aun a riesgo de equivocarnos, que podríamos encontrarnos
en la misma situación en que estuvimos durante los años setenta y
ochenta, teniendo que volver a hacerse cargo el Estado de aquellas
empresas privadas que no van a poder dar satisfacción a la demanda del
sector eléctrico o del consumo de los usuarios. Que esa preocupación vaya
por delante. Nos parece que fundamentalmente para la banca, que ya está
introducida con un peso suficientemente específico en las empresas
eléctricas, de aquí a unos años pueden dejar de ser su mayor preocupación
o su mayor interés y, por lo tanto, llevarnos a una situación no deseada
para un sector tan estratégico como el eléctrico.

Usted mismo apuntaba que nos puede parecer contradictoria la política que
se está siguiendo en estos momentos de compra de empresas privadas,
cuando su meta es la liberalización y la desregulación del sector y, por
lo tanto, la libre competencia entre las empresas privadas. Desde luego,
a nosotros, señor ministro, sí nos parece totalmente contradictorio y no
nos satisface en absoluto la explicación que nos ha dado respecto a este
tema. Entenderíamos que se pudiera hacer así si el objetivo del
ministerio no fuera la privatización de Endesa, y hasta cierto punto
podríamos compartirlo, pero como el objetivo es la privatización, no nos
satisface en absoluto su explicación.

Ustedes hablaban de la libre competencia entre las empresas del sector
eléctrico. A nosotros no nos parece coherente que se hable de libre
competencia cuando, si nuestra información es exacta y verífica, en el
borrador en que se está trabajando, la generación de energía eléctrica a
través de la energía nuclear queda excluida de este marco regulador como
mínimo hasta el mes de enero del 2003. Difícilmente se puede establecer
la libre competencia cuando se les puede estar aplicando el actual marco
legal estable. Esas son las noticias que tenemos. Desde luego, nos
gustaría que nos explicara si es así y, si no es así, que nos diera las
razones.

Ustedes, bajo la apariencia de la introducción de la competencia, según
la nueva regulación que pretenden introducir, están cargando la
generación en los bajos costes. En estos momentos, señoría, los costes
más bajos están en la producción por centrales hidroeléctricas, donde van
a crear una gran tensión, puesto que se estaba regulando de una manera
determinada, con una cierta producción, respetando el resto de usos que
puede tener un recurso tan escaso como es el agua. Al introducir este
barómetro del más bajo coste, si tenemos en cuenta las modificaciones que
introduce la ley de acompañamiento a las competencias de las
confederaciones hidrográficas, a las cuencas, lo que van a hacer es
introducir tensión en un mercado que ya es



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bastante tenso a consecuencia de ser un recurso escaso. Por lo tanto,
señoría, consideramos que no es el marco más adecuado, cuando también hay
que tener en cuenta que la reducción de la tarifa, sin tener en cuenta el
coste de generación, va a perjudicar fundamentalmente a aquellos sectores
que nosotros consideramos que son más importantes y que tendrían que
potenciarse, como son los autogeneradores y las energías alternativas,
que ya el año que viene, si se firma el nuevo marco, se pueden ver
perjudicados en la inversión que tienen que realizar para poder ir
expandiéndose, lo que va a beneficiar a aquellas generaciones eléctricas
que pueden ser mucho más contaminantes hacia el medio ambiente o que
pueden tener un coste mucho más alto.

Además, si tenemos en cuenta --usted mismo lo ha dicho en su
intervención-- que la reconversión del sector minero va a perjudicar
socialmente a muchísimos trabajadores de la mina, si tenemos en cuenta
que ya se empiezan a reducir las subvenciones y que las primeras
afectadas, en cuanto a lo que implica el sector eléctrico, van a ser las
centrales térmicas de As Pontes y de Andorra-Teruel, que tienen un
montante de 4.000 trabajadores entre las dos, y que los planes de
reindustrialización de las cuencas afectadas no están tan claros
--tendríamos que remitirnos al debate que hubo ayer en la Cámara en el
que, cuando se planteó que los ayuntamientos afectados pudieran tener
capacidad para decidir, el grupo que sustenta al Gobierno se negó a
admitirlo y no fue aprobado--, nosotros tenemos serias dudas de que las
cuencas mineras afectadas, tanto por la generación de energía eléctrica
como por la energía general, el carbón, vayan a contar, además de con
buenas palabras, con una actuación seria que pueda revitalizarlas y hacer
posible dejar de trabajar en la mina y, al mismo tiempo, no quedarse sin
puestos de trabajo. Por lo tanto, señoría, tenemos muchísimas dudas, y
además no estamos a favor de la política energética que están llevando su
Gobierno y su ministerio.

Nos gustaría, señor Ministro, que nos contestara dos preguntas muy
concretas. ¿Tienen realmente intenciones de privatizar el transporte de
Red Eléctrica? ¿Tienen ustedes intenciones de privatizar Enresa? Según
los medios de comunicación, parece que hay intereses por parte de alguna
empresa en adquirir una parte importante del capital de Enresa. Nos
gustaría que, como Ministro de Industria, nos aclarara si realmente hay
intención de privatizar Enresa, la empresa de residuos radiactivos.

También nos gustaría que nos aclarase, señor ministro, dados su criterio
y la filosofía del ministerio y del Gobierno de que no hay que
inmiscuirse en la toma de decisiones empresariales, incluso de las
empresas privadas, qué es lo que está sucediendo con la decisión del
Gobierno de que Endesa venda parte de Viesgo y la negativa de Endesa,
puesto que no es rentable empresarialmente, a hacerlo. Nos gustaría que
usted nos lo pudiera aclarar.

En definitiva, señor Ministro, nos parece que ustedes están haciéndole un
flaco favor a este sector eléctrico, que es estratégico para los
intereses de la economía nacional. Además, con las filtraciones que se
han producido en los medios de comunicación tenemos nuestras serias dudas
de que con esta OPA que ustedes han autorizado no se haya producido una
especulación anterior, precisamente por indiscreciones en los medios de
comunicación.

Nos preocupa seriamente, ya se lo ha dicho el anterior portavoz, que la
política comunicativa del Gobierno y del Ministerio de Industria y
Energía no sea lo suficientemente buena como para no generar tensiones en
la sociedad y preocupaciones muy serias no sólo en la sociedad sino
también en los grupos que la representamos en esta Cámara.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), tiene la palabra el señor Sánchez Llibre.




El señor SANCHEZ I LLIBRE: En primer lugar, quiero agradecer la
comparecencia del señor ministro en esta Comisión de Industria.

Nuestra intervención va a ir en dos direcciones básicamente. En primer
lugar, explicaré a la Comisión cuál es la posición de nuestro grupo
parlamentario respecto a la operación financiera de la OPA de Endesa
hacia Sevillana y hacia Fecsa y, en segundo lugar, le plantearé al señor
ministro una serie de consideraciones y de preguntas respecto a la
situación del nuevo marco del sector eléctrico español.

En cuanto a cuál es la posición de nuestro grupo parlamentario acerca de
esta operación, quisiéramos manifestar, en primer lugar, que si el
objetivo final de la OPA de Endesa sobre Sevillana y Fecsa es reforzarla
para abordar con más facilidad la reordenación y la reforma del sector
eléctrico para su posterior privatización, que comportaría la
modernización y la competitividad de nuestro sector productivo y que se
viera beneficiada consecuentemente la mayoría de usuarios, domésticos e
industriales, españoles para poder conseguir un precio adecuado y similar
al de su entorno europeo, en el fondo estaríamos de acuerdo con ella y la
apoyaríamos lógicamente con nuestra actuación parlamentaria.

Lamentablemente, también hemos de añadir a continuación que,
independientemente de que en el fondo podamos estar de acuerdo, hay
aspectos importantes en cuanto a la forma y a la estética que,
desgraciadamente, nos indican que quizás esta operación no se ha hecho
bien y podría empañar, enmascarar o no esclarecer los buenos objetivos
que, seguramente, su ministerio persigue con ella.

Es cierto, y esto lo hemos podido constatar a través de los diferentes
medios de comunicación, que han existido demasiadas filtraciones de
información respecto a esta operación. Quizás estas filtraciones y estas
informaciones mediáticas que han aparecido puedan llegar a demostrar que
ni el procedimiento ni los objetivos finales están suficientemente claros
y, como consecuencia de esto, es posible que se pueda llegar a crear en
la opinión pública una cierta desconfianza acerca de dicha operación, con
la que en el fondo, repito, nosotros estamos de acuerdo. Si además ha
existido quizás una falta de sensibilidad hacia las instituciones que han
de velar por la transparencia de dichas operaciones, ello comportaría que
el objetivo final pueda quedar enmascarado. Lógicamente, me estoy
refiriendo



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a instituciones tan importantes como la Comisión Nacional del Mercado de
Valores y la Comisión del Sistema Eléctrico Nacional. Si a esto le
añadimos, señor ministro, que han existido quizás usos de información
privilegiada, que han propiciado plusvalías importantes desde el día 10,
cuando empezaron a aparecer estas informaciones, hasta el día 18 de
octubre, cuando el Consejo de Ministros aprobó dicha operación, dicha
OPA, con unas plusvalías importantes que oscilan entre el 400 y el 450
por ciento de rentabilidad anual en 8 días, en función de si son acciones
de Fecsa o de Sevillana, se nos plantean ciertos interrogantes, y pienso
que hoy es el momento oportuno para que usted, señor ministro, pueda
aclararlo perfectamente y podamos explicar a la opinión pública y a todos
los ciudadanos en general la bondad de dicha operación. De entrada, ya se
nos plantean, repito, ciertos interrogantes que deseamos manifestar en
esta comparecencia. En primer lugar, ¿por qué no se dio información a la
Comisión Nacional del Mercado de Valores el día 10 de octubre, cuando el
presidente de dicho organismo, don Juan Fernández Armesto, se dirigió a
Endesa para solicitar, si eran verdad las informaciones que circulaban la
suspensión de la cotización de dichas acciones? ¿Por qué se firmó un
convenio entre Endesa, Fecsa y Sevillana dos días antes de que se
aprobara por el Consejo de Ministros, concretamente el día 16? Esto
querría decir que si se aprobó el día 18 y el 16 se firmó un convenio,
existían negociaciones, con lo cual se tenía que haber dado información a
la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

A continuación, surge otra duda. ¿Por qué no se pide información para que
se pueda dar transparencia a dicha operación a la Comisión del Sistema
Eléctrico Nacional? Ya que aprobamos la Losen, entendemos que es
preceptivo un informe de dicha comisión para que pueda fijar las
condiciones y bendecir esta operación. ¿Por qué no figuran en las
condiciones de la OPA las observaciones que en su momento, a partir del
día 21, estableció la Comisión Nacional del Sistema Eléctrico Nacional?
Estimamos, señor ministro, que éstas son consideraciones importantes de
forma y de estética, no de fondo, porque repito que nuestro grupo está
totalmente de acuerdo con dicha operación, pero creemos que esta
explicación es necesaria para que se puedan conseguir los objetivos
finales que se persiguen con ella.

Resumiendo, nuestra valoración, desde una perspectiva global y de acuerdo
con las advertencias del Tribunal de Competencia y de las condiciones de
la Comisión del Sector Eléctrico Nacional, es que estamos de acuerdo en
que hay que primar, hace falta desregular el sistema eléctrico nacional
para después privatizarlo sin perder de vista que el último objetivo es
el incremento de la competencia y el reforzamiento de las empresas del
sector eléctrico.

Las consideraciones y a las preguntas que le interesaría plantear a
nuestro grupo parlamentario para que usted nos las pueda aclarar son las
siguientes. En primer lugar, respecto a la rebaja de las tarifas
eléctricas para 1997, usted ha anunciado que será de un 3 por ciento. Si
a esto le añadimos la consideración de que no se producirá el incremento
de la inflación, los usuarios, tanto domésticos como industriales, se van
a ver beneficiados de un descenso del 6 por ciento que estimamos
realmente interesante, pero, al mismo tiempo, nos preocupa que ésta fuera
una operación de imagen de cara a conseguir los importantes objetivos de
Maastricht para 1997. Teniendo en cuenta que dicha rebaja de las tarifas
está pensada básicamente para reducir los márgenes de las compañías
eléctricas, nos gustaría saber qué reformas estructurales tiene previstas
su ministerio para que dichas reducciones en los precios eléctricos se
puedan mantener en los años 1998 y 1999. Nosotros somos conscientes de
que existen compromisos reguladores que quizá podrían imposibilitar
dichas rebajas, que podrían ir en detrimento de la solvencia y de los
márgenes comerciales de las compañías generadoras de electricidad. Por lo
tanto, creemos que sería interesante saber cuáles son las reformas
estructurales que van a poder mantener la rebaja de los precios de
consumo eléctrico para 1998 y 1999.

También nos gustaría saber en Convergència i Unió cómo piensan
estructurar la fase transitoria que va desde la situación actual,
intervenida en precios y costes, al momento final de un sector que va a
ser liberalizado y en competencia, sin que ello suponga beneficios
importantes para unas compañías y graves perjuicios para otras. En
definitiva, quisiéramos saber cómo piensan establecer el marco de libre
competencia en el sector eléctrico sin perjudicar a ninguna de las
compañías eléctricas que hoy están en una situación de monopolio o de
oligopolio. ¿Cómo piensa su ministerio retribuir los diferentes activos
de generación, tanto hidráulicos como hidroeléctricos, así como nucleares
y térmicos?
Respecto a la política de la producción del carbón nacional, usted ya la
ha indicado en su intervención, pero es cierto que va a haber un
detrimento de la producción del carbón nacional en función de una
política de competitividad energética en cuanto a la reducción de los
costes del kilovatio/hora, en cuanto a las posibilidades medias
producidas. Nos interesaría saber también cómo piensa mantener su
ministerio dicho equilibrio de cara a los próximos años.

Por último, querríamos saber si también va a existir un período especial
transitorio dentro del sector integral de producción de régimen especial
básicamente orientado a los cogeneradores, que son un sector
importantísimo, con una gran rentabilidad en cuanto a la producción
eléctrica que está muy por encima de la media global.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco (PNV), tiene la
palabra el señor González de Txabarri.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Agradezco en nombre del Grupo
Parlamentario Vasco la comparecencia del señor ministro y las
informaciones que ha suministrado en su primera intervención e intentaré
centrar la postura del Grupo Parlamentario Vasco en relación a los temas
que más actualidad tienen y que entiendo que son el objetivo fundamental
de la comparecencia solicitada, como son el tema del protocolo eléctrico
y el tema de las opas que nos ocupan.




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Nosotros discrepamos en principio, no sólo estéticamente, porque creo que
hay aquí cuestiones éticas y de fondo, en relación a los temas que nos
ocupan y quisiera manifestarle que estamos seriamente preocupados por la
estética, por hilar con la intervención anterior, por cómo está
encaminando el ministerio toda la reordenación de este sector. Quizás
esperaba hoy de la intervención del portavoz socialista, interpelante en
esta materia, que pudiese hablar de un «carajal» eléctrico, dado que lo
de los «carajales» se ha puesto de moda, pero me ha parecido bastante
suave su intervención. Nosotros pensamos que el tema es más de fondo que
estético, creo que estamos asistiendo --por parafrasear al señor
Borrell-- a algo más que un «carajal» eléctrico. ¿Por qué? Pues porque el
propio ministerio en las negociaciones que está llevando está actuando
por una parte con prepotencia, intentando hacer ver al sector eléctrico
que todo es posible, saliéndose de la propia legislación aprobada por
esta Cámara, y aun pudiendo compartir en la lejanía los planteamientos o
los objetivos que el ministerio puede pretender, tendrá que convenir
conmigo, señor ministro, que el camino es fundamental, que el ministerio
no está autorizado para plantear cualquier tema, para avanzar desde dicha
perspectiva, y que tendrá que contar con la actual legislación, con la
Losen, que se tramitó no hace tanto tiempo en esta Cámara, y con el apoyo
de los grupos parlamentarios que sostienen al Gobierno en este momento, y
lamento decirle, señor ministro, que usted mismo, en la anterior
comparecencia ante esta Comisión, se comprometió con el Grupo
Parlamentario Vasco a mantener a los grupos parlamentarios informados de
cómo iban las distintas negociaciones, en qué sentido se iba avanzando, y
lamentamos constatar que no es así, que el ministerio va avanzando, desde
nuestro punto de vista en exceso, sin tener en cuenta las consideraciones
legales que están en vigor en este momento y los apoyos con que el
Gobierno cuenta para llevar los mismos a efecto.

Desde el Grupo Parlamentario Vasco entendemos, señor ministro, que el
borrador de protocolo eléctrico que circula por ahí excede con mucho de
un carácter de precontrato entre las partes intervinientes y que, en
definitiva, desde su propia lectura se puede concluir que nos encontramos
ante una reglamentación del sistema eléctrico. Entendemos que un
protocolo eléctrico no puede ser una especie de lectio brevis a través de
la cual se superpone a la actual legislación. No se trata de establecer,
en nuestra opinión, una legislación menor del sistema eléctrico
utilizando para ello un instrumento, como puede ser el acuerdo entre
partes, que nosotros por lo menos no compartimos. En el borrador de
protocolo del que este grupo parlamentario, bajo la mesa, señor ministro,
dispone nos encontramos que en la parte final se indica que el Ministerio
de Industria y Energía se compromete a proponer al Gobierno las
modificaciones necesarias de la normativa existente sobre el sector
eléctrico que se deriven del contenido del presente protocolo y de las
conclusiones de los grupos. ¡Faltaría más!
No compartimos el método, las formas ni tampoco el fondo en algunas
cuestiones, señor ministro, y pasaría ya a esta segunda parte de fondo.

En relación al régimen especial, manifestamos la preocupación del Grupo
Parlamentario Vasco, que conoce sin duda, por el tratamiento de futuro,
muy discutible en nuestra opinión bajo la actual legislación, la Losen,
que el protocolo otorga a esta producción en régimen especial. Sabe usted
que sobre este régimen especial algunas comunidades autónomas mantienen
una serie de competencias y quisiéramos saber si el ministerio está
actuando también en nombre de los titulares de estas competencias cuando
está negociando este protocolo o qué relaciones mantiene con las
comunidades autónomas competentes en estas materias. Nosotros entendemos
que el tratamiento que se da a este régimen especial en los contenidos
del protocolo que conocemos puede suponer una discriminación negativa de
los autoproductores, ya que por muy eficientes que éstos sean
difícilmente podrán competir con los otros grupos de generación que
conocen una posición privilegiada en el protocolo. Evidentemente con
ellos se está negociando y no podría ser de otra manera. Hoy mismo en la
prensa especializada hemos podido observar alguna nota en este sentido de
las empresas cogeneradoras, que difícilmente entienden lo que está
pasando. Entendemos que no puede existir discriminación en cuanto a trato
desde los productores y quisiéramos saber cuál es la opinión del
ministerio en relación a este tema.

En cuanto a los mercados de generación como segundo tema de fondo, nos
parece importante la creación de un mercado de contratos a corto plazo,
lo que se conoce en el argot eléctrico como mercado spot, aunque nos
parezca que los contenidos que están ya recogidos sean insuficientes.

Consideramos muy necesaria, por múltiples razones de eficacia
competitiva, la creación de un mercado de contratos bilaterales físicos y
no únicamente un mercado de contratos por diferencias. Creemos que esta
estructura del mercado eléctrico es otro tema de fondo que en nuestra
opinión habría que abordar para que dicho mercado de contratos
bilaterales físicos sea en base a diseños más avanzados. Conoce que
nosotros estamos mirando desde otra perspectiva a diseños de nuevos
sistemas eléctricos como el de California o el de Noruega.

Ha hecho usted en su intervención una referencia a los consumidores
elegibles. Creo que aquí, además de un problema de parámetros, existe un
problema de calendario también. La capacidad de elección de suministros
de energía eléctrica es indudablemente uno de los aspectos claves para el
desarrollo de la competencia en cualquier mercado, y nosotros entendemos
que habría que fijarse objetivos más ambiciosos que los que usted ha
manifestado en su intervención. Creemos que también el calendario debiera
conocer fechas más próximas en el tiempo que las que usted ha
manifestado.

Sabe el señor ministro que compartimos en el Grupo Parlamentario Vasco
las políticas de privatización, así lo hemos sostenido en esta misma
Comisión, y por ello nos han sorprendido las actuaciones que con las opas
amistosas, como ha dicho usted, se han producido en los últimos tiempos.

Ha indicado en su intervención que puede parecer una contradicción. Si
eso no es una contradicción, que venga alguien y lo explique. Nosotros
entendemos que ahí se produce una sustanciación pertinente de lo que



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son los elementos que rigen el mercado y desde ese punto de vista no es
sólo que exista contradicción, sino que los términos son contrarios a lo
que se intentaba, aunque al final se llegue a la situación que se
preveía. Entonces, señor ministro, solicitamos mayor información, porque
puede ser que usted tenga razón y lo que no tenemos es información. Desde
dicha perspectiva, lo que sí le queremos indicar es que el método y el
camino en estos procesos suele ser también fundamental, como son
fundamentales las formas.

En cuanto a Red Eléctrica, debe existir una diferenciación entre las
funciones que realiza esta empresa, que no debe seguir ejerciendo el
monopolio de los intercambios internacionales y se debe dar una
separación corporativa de las dos funciones, la del operador del mercado
y la del operador del sistema eléctrico.

Para finalizar, señor Presidente, dado que parece que me urge, aunque no
he consumido todavía los diez minutos, quisiera recordar que existe un
problema de fondo en relación con los compromisos reguladores. Desde esa
perspectiva, debe mantenerse el trato de no discriminación con las
empresas que están adheridas al régimen especial. Se deben reconocer de
forma similar que con las empresas eléctricas los compromisos reguladores
para aquellas instalaciones que fueron autorizadas al amparo del Real
Decreto 2366/1994, de 9 de diciembre. No vemos que esos compromisos estén
reconocidos y con ello, señor ministro, se estarían rompiendo pactos y
formalizaciones entre el Gobierno central y el Gobierno vasco, en este
caso, y pactos suscritos en esta misma Cámara entre los grupos
parlamentarios en las negociaciones de la Losen.

Como último punto manifestamos nuestra preocupación en cuanto a la
concentración empresarial que en este sector energético eléctrico se
puede producir con las opas y con el dibujo que el señor ministro ha
presentado. Hay que analizarlo porque tenemos una ligera sospecha de que,
a todas luces, se está produciendo una concentración excesiva que dará
lugar a que la futura compañía ejerza un importante poder de mercado,
seguramente mayor que aquel que una supuesta liberalización o unos
supuestos objetivos en los que decimos que estamos de acuerdo pudieran
hacer deseable de cara al futuro. Desde esa perspectiva y como última
pregunta, señor ministro, sí quisiera solicitar la información de que
dispone el ministerio de las distintas empresas eléctricas en relación a
estas opas, y si son favorables o qué matices tienen en relación al tema.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Canario, tiene la palabra
el señor Mauricio.




El señor MAURICIO RODRIGUEZ: Voy a ser muy breve. Quiero agradecer al
señor Ministro de Industria su comparecencia y manifestarle la primera
cuestión que preocupa al grupo de Coalición Canaria.

El ministro ha seguido hoy la línea informativa que ha venido manteniendo
en esta Comisión. Se ha hablado repetidas veces de la necesidad de
transparencia en este proceso de desregulación, de privatización y
liberalización de la economía española. En el sector eléctrico, un
sistema que ha calificado, con razón, de altamente intervenido, es
necesario introducir elementos de competencia para mejorar y reducir los
costes energéticos y, al mismo tiempo, para promover proyectos
industriales equilibrados y sólidos, lo que ha llamado multinacionales
españolas, que está en la línea del interés estratégico de España.

Como han expresado otros grupos, estamos de acuerdo con esa línea
general. Otro problema es la estrategia concreta que se sigue, de la que
no tenemos información detallada, y sobre la que alguien ha hablado ya de
tormentas informativas. La coincidencia con el debate presupuestario ha
podido reducir o apaciguar esas tormentas informativas, ha dicho el
portavoz del Grupo Socialista. Las tormentas eléctricas se irán
incrementando progresivamente en la medida en que el proceso de
desregulación y liberalización del sector vaya avanzando. Estamos todavía
en la fase inicial del protocolo, en las medidas de regulación del nuevo
sistema eléctrico, y el proceso de privatización será después. Sería
altamente sorprendente que no se produjeran grandes luchas de lobbies, de
grandes grupos de presión, porque estamos liberalizando no sólo el sector
eléctrico sino, al mismo tiempo, un segundo operador de
telecomunicaciones, es decir, sectores estratégicos de la vida económica
del país.

Este país se caracteriza porque cada vez que hay un proceso de ese tipo,
donde se juegan poder e importantes márgenes económicos y comerciales, se
producen grandes batallas políticas a veces subterráneas y otras que
llegan a la superficie. Cuando recientemente, el año pasado, se produjo
la reestructuración del sector financiero de este país, afectó hasta a
los servicios de inteligencia. Por tanto, no me sorprendería en absoluto
que tuviéramos grandes guerras comerciales y financieras en la creación
de eso que llamamos corrientes de opinión, que a veces pueden ser
tormentosas.

A mi grupo no le impresiona ese tipo de campaña, ni la línea de
editoriales vinculadas muchas veces a sectores financieros, que sin duda
van a estar en la batalla del sector de las telecomunicaciones y del
sector eléctrico. Lo que sí nos preocupa es que el interés general, el
interés estratégico sea el elemento clave de este proceso liberalizador.

En esa línea quiero señalar que es necesario que se tenga muy en cuenta
lo que ha dicho el señor ministro de creación de proyectos industriales
equilibrados y sólidos, y no la creación de duopolios. Yo preguntaría si
en este proceso hay algún tipo de mecanismo, sobre el que se haya
reflexionado en otros momentos, que permita que el control estratégico
del interés general no se pierda definitivamente en un sector básico para
la economía y para la política española.

Sin duda va a haber mercados de diferente tipo, como mercados regionales,
va a haber grupos financieros; ahora que los márgenes financieros se
reducen, la avidez y la voracidad por invertir en sectores de alta
rentabilidad todavía van a ser un factor de estas guerras de lobbies y
comerciales que se van a producir. Frente eso un alto nivel de
transparencia, de claridad y de control parlamentario de este proceso de
las ofertas públicas de ventas es una de las condiciones básicas y
fundamentales para que estas batallas



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políticas y económicas no hagan perder lo que puede ser el interés
general del país.

Dicho eso, que es de carácter muy general y que iremos precisando a lo
largo de los próximos meses en las sucesivas comparecencias del señor
ministro, como ha prometido, y que nosotros de momento sólo nos vamos
orientando por los ecos de la historia y no por una información
privilegiada que puedan tener otros grupos parlamentarios sobre este
asunto, sí quiero preguntarle al señor ministro algo que al Grupo de
Coalición Canaria le preocupa. Es muy interesante introducir elementos de
competencia en este sector, reducir costes y liberalizar, pero cuando
estamos hablando de especialidades que la Ley de Ordenación del Sistema
Eléctrico Nacional llama especialidades extrapeninsulares, que son de
carácter insular, como es el caso de Canarias, la introducción de
elementos de competencia es prácticamente imposible, muy difícil o muy
limitada. Estamos hablando de una empresa que es líder, en este caso
Unelco, participada al cien por cien por Endesa, que es líder en el
sector agua, en el sector energía, lo va a ser en el sector de
telecomunicaciones y líder de lo que va a ser un proceso de modernización
industrial de la economía canaria. Nos preocupa, y creo que el ministro
tiene ya criterios estratégicos suficientes, que no se tenga en cuenta
ese carácter específico y muy particular que lo marca que somos un
sistema eléctrico no integrado al sistema peninsular, que somos un
sistema eléctrico insular, ya que incluso dentro de las islas no lo
tenemos ni siquiera integrado por los problemas de comunicación de las
redes eléctricas entre las islas. Eso exige, en mi opinión --no sé si lo
comparte el ministerio--, una actuación especial, una regulación
específica en el caso de Canarias, teniendo en cuenta esas especialidades
extrainsulares. En ese orden de cosas, quiero preguntar si ya se tiene
definida una estrategia. Creo que estamos todavía en una fase de tanteo
y, en ese caso, qué papel va a jugar Unelco dentro del proceso de
privatización de Endesa y en el caso específico de Canarias.

Estas son las preocupaciones que de alguna manera quiero expresar. En
resumen, le diré al señor Ministro simplemente que estamos atentos, muy
interesados en el tema, sabiendo que es un asunto de particular
importancia, de extraordinaria importancia para este país y que en las
sucesivas comparecencias iremos aportando nuestras opiniones para que
este asunto se resuelva de la mejor forma posible.




El señor PRESIDENTE: Vamos a suspender la sesión por unos brevísimos
momentos.




Se suspende la sesión.




Se reanuda la sesión.




El señor PRESIDENTE: Señorías, se reanuda la sesión.

Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra don Francisco
Rodríguez Sánchez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Hay unas cuantas cuestiones que desde la
perspectiva del Bloque Nacionalista Galego nos gustaría dejar claras como
posición de grupo y al mismo tiempo hacer los interrogantes consecuentes
al señor Ministro de Industria.

La primera cuestión es que no cabe la menor duda de que el
desenvolvimiento industrial y económico de muchos Estados de Europa fue
debido a que contaban con un sector eléctrico nacionalizado, que sirvió
de base y de impulso precisamente a ese desenvolvimiento. No es menos
cierto que contar con un sector estatalizado, como en el caso del Estado
español, y que las fuentes de energía no repercutan, al menos de forma
directa, en el lugar en el que se está produciendo energía eléctrica es
un factor muy negativo para las sociedades que deben soportar
precisamente esta producción de energía. El caso gallego es ilustrativo.

Mantuvo durante muchísimos años una situación privilegiada de producción,
sobre todo hidroeléctrica, que ayudó al desenvolvimiento del Estado
español, pero que no sirvió para que estas ventajas comparativas
coadyuvasen a promover lo que era la base económica del propio país. Esto
lo decimos para que quede claro que nosotros discrepamos profundamente
del marco eléctrico del Estado español tal como está establecido y
discrepamos mucho más del que se avecina. Pensamos, además, que desde el
punto de vista técnico no se nos va a convencer de que va a ser posible
que el transporte, la distribución, la privatización y la concentración
contribuyan a una mejora del suministro y, además, a una bajada de las
tarifas, tanto para fines industriales como domésticos. Creemos --y
queremos dejarlo claro, porque muchas veces no entendemos bien de lo que
se nos está hablando-- que se está utilizando esta ocasión para que haya
una reorganización del mercado de capitales, cosa legítima desde la
perspectiva de quien defiende el capitalismo en su etapa monopolista,
pero, desde luego, no lo consideramos legítimo desde el punto de vista de
los intereses mayoritarios de las naciones que hoy integramos el Estado
español.

En este sentido, por claridad, porque haya una transmisión a la sociedad
de lo que realmente se trata, nos gustaría preguntar al señor ministro lo
siguiente. En esta concentración oligopólica que va a haber después de la
OPA de Endesa está claro, y todas las informaciones coinciden, que hay
dos grandes grupos, Iberdrola y Endesa. En esos dos grandes grupos,
cuando menos, hay presencia financiera de la gran banca. En un futuro
inmediato, ¿a qué grupos bancarios van a beneficiar estas decisiones de
forma más notoria? A pesar de que dicen que el capital no tiene patria, y
evidentemente no la tiene, creo que sí hay unas decisiones que
benefician, desde el punto de vista de las concentraciones de poder
político, aunque sea compartido, a ciertas naciones del Estado. En ese
sentido, quisiera preguntar si estas concentraciones oligopólicas, aparte
de una cierta fluidez y coordinación de intereses entre los sectores más
beneficiados del capital que puedan tener un origen catalán y del capital
español, repito, aparte de esto, en concreto en el caso de Iberdrola, ¿a
qué espacios territoriales beneficiaría? Porque los sociales, por
supuesto, ya los conocemos.

En último término, desde el punto de vista de una sociedad como la
gallega, que ya tuvo que asistir a la dislocación



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no solamente de los beneficios de Fenosa, sino a la dislocación de su
sede central y, por tanto, de la cotización del Impuesto sobre
Sociedades, ¿cómo queda Unión Fenosa en el nuevo organigrama? Es difícil
pensar que con esta concentración oligopólica Unión Fenosa pueda
conservar un cierto grado de autonomía en sus decisiones, sobre todo
teniendo en cuenta que nuestro país, aunque tiene una presencia
importante de Unión Fenosa, también está prácticamente condicionado por
la presencia de Iberdrola, que es un gran grupo español, y por la
presencia de Endesa.

En relación a la dirección de Endesa, cómo va a condicionar toda la
planificación de la que el señor ministro habló respecto del sector
energético del carbón la posible separación de la mina de As Pontes de
García Rodríguez, que por cierto ya entró en números negativos, de la
central, y si existe o no realmente un plan de reconversión
económico-industrial de la zona. Es llamativo que allí, después de tantos
años de actuación salvaje, abiertamente colonial --hay que decirlo con
claridad--, que incluso se traduce en los términos del paisaje, si no se
lleva a cabo ese plan de reconversión económica e industrial nos vaya a
quedar una especie de paraje lunar y una desertización industrial que ni
siquiera llevó consigo que Endesa pagase unos millones de pesetas para el
transporte por carretera del carbón, ya no digamos por ferrocarril,
porque no hay red viaria más deteriorada que toda la que circunda As
Pontes y, en concreto, la vinculación de As Pontes con el puerto de
Ferrol, de donde llega el carbón de importación. Además, quisiera conocer
si existe algún plan para que, en caso de agotamiento de la mina, se
pueda reconvertir la central para usar gas y seguir produciendo energía
eléctrica.

Para terminar, sólo quiero decir al señor ministro que hago estas
preguntas en nombre de un grupo político que sabe que el proceso de
reorganización del mercado de capitales es muy agudo y está dejando a las
administraciones públicas en una situación precaria de cara al futuro en
sectores estratégicos tan importantes como el de la energía, el de las
telecomunicaciones e incluso en algunos servicios.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, y para finalizar
este turno, tiene la palabra el señor Peón Torre.




El señor PEON TORRE: En primer lugar, tengo que decir que nuestro grupo
agradece sinceramente al ministro su comparecencia hoy en la Comisión
para explicar los planteamientos del Gobierno sobre el Sistema Eléctrico
Nacional y los planes generales del Gobierno en estas cuestiones y, en
concreto, sobre la polémica suscitada en torno a la última operación de
Endesa con la OPA amistosa sobre Sevillana y Fecsa. Como digo, se trata
de un agradecimiento sincero, y no es una cláusula de estilo, porque nos
parece que aquí se está siendo bastante injusto en algunos calificativos
hacia el ministro. Se está tratando con bastante injusticia el
comportamiento del ministro hoy aquí presente en relación a cómo se está
comportando él con esta Cámara. Sinceramente, en la legislatura anterior
yo no tuve ocasión de ver un comportamiento similar en ningún miembro del
Gobierno en cuanto al respeto a esta Cámara y a sus funciones. Casi
comparece quincenalmente; estuvo en junio de este año para hablar de los
planes energéticos del Gobierno y seis meses después vuelve a ser llamado
para explicar de nuevo ese plan, y el ministro viene y lo hace.

Pero es que, además, también se produce la comparecencia a iniciativa
propia para explicar el caso concreto que ha suscitado la polémica en la
opinión pública. Nosotros entendemos que aguanta con estoicismo las
auténticas barbaridades que ha tenido que escuchar en la opinión pública
estas últimas semanas, porque se han dicho auténticas barbaridades. Por
eso, no nos extraña que hoy algún portavoz califique la intervención del
representante del Grupo Socialista como suave. Nos alegramos de que sea
una intervención suave, alejada de los planteamientos demagógicos que se
han lanzado en los días anteriores a este debate. Estamos seguros de que
por parte de representantes socialistas no se van a volver a producir
esos mensajes demagógicos.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Peón, pero usted sabe que éste es un
turno de fijación de posición, por lo que le ruego que, en la medida que
pueda, no conteste las intervenciones de otros grupos.




El señor PEON TORRE: Me voy a atener a lo que dice, señor Presidente, y
fijaré la posición de nuestro grupo en esta materia.

Esta reflexión inicial viene a cuento de las permanentes demandas de
información que hemos tenido que escuchar hoy en boca de algunos grupos
de la Cámara, y la reflexión es: ¿qué hacemos hoy aquí?, ¿qué hace el
ministro aquí? Todo el mundo está demandando información, cuando estamos
hablando de una operación que se ha cerrado prácticamente hace dos
semanas y ya está aquí el ministro; en dos semanas se ha dado curso al
trámite parlamentario de la comparecencia del ministro para explicar a la
Cámara los planteamientos del Gobierno, los objetivos que se persiguen
con esa operación. ¿Cómo se puede decir que no hay información?
Otra reflexión respecto a la injusticia con la que, entendemos, se está
tratando el esfuerzo del Gobierno y del Ministro de Industria por tener
permanentemente informada a esta Cámara. Se habla de prepotencia, de que
quizá el cauce no ha sido el adecuado, pero, al mismo tiempo, los
argumentos que se utilizan son absolutamente antagónicos; por un lado, se
dice que el proceso debería haber sido más transparente y, por otro lado,
otros portavoces alegan que se han producido demasiadas filtraciones. ¿En
qué quedamos? ¿Cuál es el término correcto a juicio de SS. SS. en cuanto
a la información precisa para que no se produzcan demasiadas filtraciones
y, al mismo tiempo, la Cámara esté suficientemente informada?
Tercera reflexión. Los grupos de la Cámara tienen que legislar y el
Gobierno, gobernar, pero no al revés; los grupos parlamentarios no
podemos constituirnos en una suerte de gobierno paralelo o en un
cogobierno que tenga



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que coparticipar permanentemente en cada una de las decisiones que adopta
este Gobierno, y si no se hace así se le acusa de falta de transparencia.

Nosotros creemos que ése no es un planteamiento acertado de cuál debe ser
el papel de esta Cámara y de los grupos parlamentarios. Es cierto que
aquellas reformas que el Gobierno sugiera como necesarias en cuanto al
marco legal existente en la actualidad deben contar con el apoyo
mayoritario de esta Cámara, por supuesto que sí, y la voluntad de nuestro
grupo va a ir encaminada a conseguir ese consenso; pero cada cosa a su
tiempo, cada trámite en su momento. Dejemos que el Gobierno gobierne, que
marque las directrices que entiende más adecuadas para conseguir los
objetivos que entiende beneficiosos para la economía de nuestro país y,
después, en esta Cámara, conociendo ya en concreto los planes del
Gobierno, no borradores, no filtraciones en prensa, sino los auténticos
planes del Gobierno, los documentos definitivos que rubrican esos planes
de gobierno, sometamos esos acuerdos al debate de esta Cámara para lograr
alcanzar el consenso de todos los grupos. De lo contrario, lo que puede
ocurrir es que se produzca aquello que se denuncia como riesgo: que haya
información privilegiada. Si lo que se pretende es que cada grupo, de
forma individualizada, vaya por los pasillos detrás del ministro o vaya a
llamar a la puerta de su despacho para obtener una información que no se
facilita a todos los grupos en esta Cámara, eso sí entendemos nosotros
que sería una forma de informar que no es la más conveniente para avanzar
en la transparencia y en el control que todos deseamos por parte de esta
Cámara a la acción del Gobierno.

Se ha dicho que se pretende hacer un debate intelectual. Efectivamente,
éste debe ser un debate intelectual. Aquí no podemos hacer
manifestaciones como las que se han escuchado estos días, por ejemplo, a
la Consejera de Economía de la Junta, que ha dicho que con estas
decisiones se está descapitalizando Andalucía, o al Partido Socialista,
que dice que la concentración del sector puede perjudicar la competencia,
o al Consejero andaluz Antonio Ortega, que dice que es una operación más
de la ocupación catalanista del Estado, o como también se dice, que el
retrato de Industria en lanzar la OPA ha costado 26.400 millones de
pesetas al Estado, o a la Consejera de Gobernación de la Junta, que ha
dicho que la operación estaba incluida en el pacto de gobierno PP-CiU.

Este tipo de declaraciones, que no se ajustan en absoluto a la realidad,
crean tormentas ficticias en la opinión pública, pero las tormentas las
crean quienes las crean, que son quienes hacen esas declaraciones que no
se ajustan a la realidad. Y, ¿cuál es la realidad? Pues que,
efectivamente, cuando se produce un debate intelectual, un debate
riguroso, es difícil hacer discursos fuertes, hay que hacerlos suaves,
porque por parte del Gobierno y por parte de otros existe la posibilidad
de contradecir aquellos argumentos que no se ajusten al rigor necesario.

Hoy se ha mantenido aquí como posición por parte de algún grupo que la
operación ha sido precipitada, porque se ha producido en breves días,
pero, por otra parte, eso viene a demostrar que no hay tal improvisación,
que no hay pactos ocultos, que no hay ningún tipo de riesgo en cuanto a
la competencia, sino que existe una planificación predeterminada por
parte del Gobierno, si no sería imposible haber desarrollado una
operación como la que se refiere a Endesa en tan escaso tiempo, pero es
que, al mismo tiempo, se le acusa de que se han «perdido» --entre
comillas-- 20.000 millones por el aumento de valor en Bolsa de las
acciones de Endesa en esos cuatro o cinco días que se ha tardado en
concretar la operación. ¿En qué quedamos? ¿Hace falta actuar rápidamente,
sin filtraciones, para no perjudicar la cotización bursátil de las
acciones de un grupo que es de titularidad pública y, por tanto, de todos
los españoles, o hay que entrar en un proceso de transparencia absoluta
y, por tanto, incumplir la Ley del Mercado de Valores que, en el artículo
82, determina la necesidad por parte del Gobierno de no hacer ningún tipo
de valoración que pueda dar lugar a una alteración en la cotización
bursátil de esas acciones? Porque hay una ley que hay que cumplir, se ha
dicho muchas veces, y, sobre aquellas empresas que cotizan en Bolsa, el
Gobierno no puede decir en todo momento aquello que considere esta Cámara
que quizá fuera bueno decir, sino que ha de atenerse a lo que puede decir
con arreglo a la propia Ley del Mercado de Valores.

Se ha dicho también por el Gobierno, y se ha anunciado así por el señor
ministro, que si efectivamente el protocolo sobre el que se está
negociando --y que hasta ahora es un borrador, que parece que ya tienen
varios grupos de la Cámara, pero que es un borrador-- llega a ser un
protocolo definitivo, quizá haya que modificar algunos aspectos parciales
del marco legal actual. ¿Y qué drama hay en eso? Habrá que esperar al
momento en que seamos capaces de determinar qué aspectos concretos hay
que modificar.

Lo que no se puede decir es que se está incumpliendo el actual marco
legal, porque el protocolo no es normativa, la normativa la tenemos que
aprobar aquí, entre todos los grupos parlamentarios. Lo que marca ese
protocolo son unos principios inspiradores y orientadores de cuáles van a
ser los planteamientos del Gobierno en esas materias.

Después, se ha hecho hincapié en que se está vulnerando el principio de
la transparencia, que hay opacidad en las negociaciones y que se está
produciendo una vuelta atrás. Vuelta atrás, ¿respecto a qué? ¿Se está
yendo hacia atrás en el objetivo, que parece ser compartido por todos,
incluso por el Grupo Socialista, de la liberalización del sector, del
favorecimiento de la competencia que redunde, en definitiva, en el
objetivo final del beneficio a los consumidores finales? Parece ser que
no. En eso no se está yendo hacia atrás, porque la situación de la que
veníamos antes no es precisamente mejor en ese aspecto a la que nos ha
explicado el ministro que se pretende alcanzar en base a los
planteamientos del Gobierno. Por lo visto, ahora hay que olvidar que
Endesa venía beneficiándose de una forma de remuneración de la generación
de la energía que ahora va a desaparecer.

Se ha dicho algo aquí que creo que obedece a que no se ha escuchado al
ministro en su intervención inicial. Se ha dicho que no se comprende la
participación de Endesa en Sevillana y Fecsa, cuando ya tenía un 40 por
ciento de participación, porque, al fin y al cabo, se está comprometiendo



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también el no con toda la gestión de esas empresas, y se ve como
contradictorio. Pero es que el ministro ha dicho claramente que la nueva
retribución que pretende el Gobierno se basa en dar más contenido al
papel que juega la distribución. En la Unión Europea se distribuye esa
remuneración en un 60 por ciento en cuanto a la generación y en un 40 por
ciento en cuanto a la distribución, mientras que en España, precisamente
para favorecer a Endesa, la retribución era de un 75 por ciento en
generación y de un 25 por ciento en distribución. Eso ahora se va a
reequilibrar, y ese reequilibrio hubiera supuesto un perjuicio para
Endesa, porque --como también se ha explicado por el ministro-- Endesa
produce proporcionalmente más energía que otros grupos. Con esta
operación de reequilibrio, lo que Endesa dejaba de percibir lo va a
obtener con la incorporación a su grupo de dos empresas, como Fecsa y
Sevillana, que sí tiene mayor presencia en la distribución.

Es decir, hay un sentido económico claro y coherente en esa operación.

Otra cosa es que algunos grupos no lo hayan entendido o no les guste,
pero evidentemente esa coherencia económica existe.

No podemos admitir que haya habido ningún tipo de negligencia. A nosotros
la explicación del ministro nos ha parecido absolutamente coherente.

Existe una planificación. Efectivamente, ha habido alguna dificultad en
cuanto a lo que ha aparecido ante la opinión pública y las
interpretaciones que se han dado por parte de diferentes agentes a lo que
iba apareciendo en la opinión pública, pero el resultado del proceso
entendemos que no permite cuestionamiento alguno; ahí están los
resultados: un tres por ciento menos en la tarifa de luz para el próximo
ejercicio. Si siguiéramos con la aplicación literal del sistema previsto
hasta ahora, el aumento en la tarifa eléctrica tendría que haber sido de
más del cuatro por ciento --de más del cuatro por ciento--, mientras que
con estas modificaciones estructurales que está acometiendo el Gobierno
se ha podido conseguir una reducción del tres por ciento. Son 120.000
millones de pesetas menos que van a tener que pagar los consumidores
españoles. Ahí están los resultados de la estrategia del Gobierno.

Señorías, vamos a quedarnos con lo que ha tenido de positivo este debate.

Y lo que ha tenido de positivo este debate es que existen un
planteamiento y una planificación claros, por parte del Gobierno, de
acometer reformas estructurales en nuestra economía. Reformas
estructurales que se ciñen a la necesidad de introducir competencia donde
no la hay; reducir costes de la energía, en el caso del mercado
energético, que permitan, por un lado, aumentar la capacidad adquisitiva
de los ciudadanos, y, por otro lado, una mejora de la competitividad de
las empresas españolas en el entorno europeo en que se tienen que
desenvolver.

Existe también una intención clara, ya expuesta por el Gobierno y por el
ministro hoy presente aquí, de favorecer la formación de grandes grupos
industriales españoles, y se ha dicho --y creemos que es importante
resaltarlo-- que con esta operación puesta en marcha Endesa se convierte
en el cuarto grupo europeo de generación de energía eléctrica y en el
quinto distribuidor. Creo que de eso tenemos que alegrarnos todos lo
grupos presentes en esta Cámara.

También se ha comprometido el Gobierno --y así lo ha expresado-- a
maximizar la valoración patrimonial de aquellas empresas públicas que van
a ser puestas en proceso de privatización, como es el caso de Endesa.

Para nuestro grupo, la voluntad del Gobierno de buscar, mediante estos
instrumentos, el fortalecimiento de la competencia, es el único camino
posible para hacer que la economía española sea más eficiente. Para
nuestro grupo también es evidente la voluntad política del Gobierno de
informar permanentemente a la Cámara y de alcanzar el máximo consenso
posible con otros grupos en cuanto a aquellas medidas que sean necesarias
para avanzar en esas reformas estructurales. Y nosotros, señor
Presidente, estamos convencidos de que va a ser posible ese consenso,
porque hoy no hemos escuchado grandes discrepancias, de fondo, incluso.

El principal partido de la oposición, el Partido Socialista, manifestaba
su acuerdo en cuanto a la estrategia de fondo y por ello creemos que está
ya garantizada una mayoría más que suficiente para cometer esas reformas
estructurales y para poner remedio a esa preocupación que expresaban en
los medios de comunicación algunos representantes socialistas sobre el
riesgo que, para la competencia, podía producir la operación de Endesa
respecto a Sevillana y Fecsa.

Estamos convencidos de que contamos con ese apoyo del principal partido
de la oposición, porque nuestras preocupaciones son las mismas, favorecer
la competencia y evitar todo aquello que la ponga en riesgo.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Señor Presidente, un segundo, sólo a efectos de
que, aunque creo que nos correspondería el turno de alusiones...




El señor PRESIDENTE: Creo señor Hernández Moltó, que comprendo la energía
de su protesta.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Pero si me deja acabar, además de comprenderla
se la puedo explicar.




El señor PRESIDENTE: Ya la intuyo y la comprendo. Si le parece, vamos a
dejar intervenir al señor ministro, que tal vez pueda aplacar sus
energías, y si quiere luego podrá usted tener un turno de intervención en
el que tendrá la posibilidad de contestar a algunas de las observaciones
que se han emitido ahora.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Perdón, señor Presidente, como no es un debate
con el ministro, quizá se desvirtuaría. Mi intervención era para pedir
amparo al señor Presidente, ad futurum, para que nos proteja de los
ardores juveniles de algunos parlamentarios, que tienden a sustituir el
debate, y proteja también al señor ministro para que nos pueda contestar
él a nosotros. Preferimos la respuesta del Gobierno y no malas
fotocopias. Simplemente pedimos ese amparo.




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El señor PRESIDENTE: Tomo nota de su solicitud de amparo ad futurum y lo
vamos a administrar. Ahora, si le parece, para no distraer el motivo de
la comparecencia, podíamos escuchar la réplica del señor ministro, que
creo que es el tema de interés de fondo.

El señor ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Piqué i Camps): Intentaré ir
respondiendo en el mismo orden en que se han producido las
intervenciones. Por tanto, quisiera pedir disculpas a priori a los que
han intervenido en los últimos lugares porque, lógicamente, ha habido
muchos temas recurrentes y, por tanto, muchos de ellos corresponden a la
mayoría de las intervenciones, pero los iré tratando en relación a las
primeras. No se trata, por favor, de descortesía alguna, sino,
simplemente, de una acumulación para buscar la eficiencia marginal de
todos.

En relación al señor Hernández Moltó, yo no comparto que su intervención
haya sido suave; ha sido suave en la forma, pero ha planteado temas de
fondo muy interesantes de debatir, en la línea de esa búsqueda de un
consenso de amplio alcance sobre un tema que es enormemente complejo.

Creo que a ningún grupo de la Cámara se le escapa la enorme complejidad
y, como hacía referencia el señor Mauricio, los enormes intereses
contradictorios en presencia que hacen que, ante una reforma de estas
características, se genere muchísimo ruido en el sistema. Todos sabemos
que no es un tema fácil, sabemos que no existen alternativas únicas, sino
que se trata de marcar bien la dirección y el ámbito de la filosofía
política que está detrás.

En mi intervención primera me he limitado a intentar marcar esa filosofía
por una razón: estábamos hablando de la acumulación de tres peticiones de
comparecencia y nos ha parecido bueno, desde el punto de vista
procedimental, seguir la línea habitual de empezar por lo más general y
dejar lo particular para el final. Había una petición de comparecencia
para hablar de la política energética del Gobierno. Eso puede parecer una
reiteración de lo que es la filosofía de actuación o la política
energética del Ministerio de Industria, pero intentaba responder
respetuosamente a lo que era la petición de comparecencia. Lo mismo cabe
decir respecto al mapa eléctrico y, finalmente y a petición de este
ministro, respecto a la comparecencia correspondiente a la explicación de
por qué el Consejo de Ministros había autorizado a Endesa la formulación
de una OPA sobre Fecsa y Sevillana. Es verdad que me hubiera podido
extender bastante más en el último punto que, después de las
intervenciones de todos los grupos, parece que era efectivamente el que
generaba mayor interés, pero habría necesitado muchísimo más tiempo y he
intentado también someterme disciplinadamente a las indicaciones del
Presidente de la Comisión.

En cualquier caso, sí me gustaría decir, porque parece que en algún
momento se ha podido olvidar, que yo pedí la comparecencia el lunes 21
por la mañana, y creo recordar que el acuerdo del Consejo de Ministros se
produce el viernes a mediodía. Me parece que no está mal en cuanto a la
celeridad; otra cosa es que se haya acumulado con otras peticiones, que
no respondían exactamente a eso, sino a una formulación de carácter más
general.

También ha salido reiteradamente alguna referencia al hecho de por qué
ahora y no en otro momento. La verdad es que se han hecho
interpretaciones sorprendentes para este ministro, porque nunca se me
habría ocurrido en los términos de que se intentaba diluir en el ámbito
de la discusión de los Presupuestos Generales del Estado. Como
interpretación es brillante, pero les aseguro que no responde a la
realidad de la mente de este ministro. ¿Por qué se ha planteado la
operación ahora? Porque estamos hablando de la inmediata conclusión de un
protocolo que definirá las nuevas líneas del marco eléctrico a
desarrollar legislativamente. Después hablaré de ese tema, pero creo que
el portavoz del Partido Popular ya ha sido suficientemente claro y
explícito sobre ese punto. Estamos hablando de la formulación de un nuevo
marco de actuación que, como es natural, tiene efectos inmediatos sobre
la consideración que los mercados de capitales y los accionistas hacen
sobre los respectivos futuros de cada una de las empresas. Por tanto, nos
parecía bueno, y nos lo sigue pareciendo, que se haya producido esa
coincidencia en el tiempo, de tal manera que los mercados puedan evaluar
conjuntamente lo que puedan ser las repercusiones de la modificación del
marco eléctrico y lo que puedan ser las repercusiones de una formulación
de estrategia empresarial que busca el refuerzo del proyecto empresarial.

Se plantea ahora y no en otro momento para que el mercado tenga una
visión global de --si me permiten una expresión coloquial, por tanto
agradecería las comillas-- «por dónde van los tiros».

Por otra parte, también se ha hecho referencia constante a si la Losen es
o no el marco de referencia adecuado y en qué medida el protocolo
modifica la Losen. Estamos hablando de un protocolo sobre un tema
suficientemente complejo, en el que, desde el punto de vista
procedimental, en mi opinión, antes de entrar en una negociación o
diálogo con los grupos parlamentarios, que anticipo que considero
imprescindible, y con las comunidades autónomas que tienen competencias
específicas, que anticipo que considero imprescindible, me parecía, y me
sigue pareciendo, que habría sido mal planteamiento no tener en cuenta
primero la opinión del sector, porque precisamente en el sector se
cristalizan todos los intereses en presencia, todas las dificultades,
todas las restricciones, todas las aspiraciones. Por tanto, dentro de esa
voluntad de diálogo y de consenso, y por razones procedimentales, nos
parecía adecuado, y nos lo sigue pareciendo, intentar llegar primero a
planteamientos comunes entre el Ejecutivo y el propio sector afectado.

Eso se contiene en un protocolo que ya define el propio procedimiento de
desarrollo, a través de grupos de trabajo específicos en los que se puede
dar entrada en cada momento a todos los intereses en presencia y que
tienen que posibilitar, aunque parezca una redundancia pero es así, que
el Ministerio de Industria pueda hacer los correspondientes desarrollos
legislativos y, por tanto, traerlo al Parlamento, si se trata de
modificaciones de ley, o desarrollarlo si no hace falta modificar la ley.

Creo que va a ser necesario hacer modificaciones legislativas, pero nadie
está



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hablando de que se esté modificando la ley desde el Ejecutivo, se está
planteando una negociación en sus elementos previos buscando el consenso
en general y, en particular, el consenso de los afectados.

La Losen es un marco de referencia; por supuesto. Quisiera recordar que
la Losen, entre otras muchas cosas, tiene dos principios que son
perfectamente asumibles en ese marco de futura competencia y de mayor
eficiencia que buscamos para el sector. El primero de ellos es que la
Losen quiere impulsar, y no se había hecho hasta ahora --la Losen tiene
aproximadamente dos años de vigencia--, el desarrollo de lo que se ha
dado en llamar el sistema independiente de generación. Esto no se ha
hecho y nosotros lo vamos a hacer --discúlpenme, lo queremos hacer--,
sobre la base de que todo el sistema de generación tenga la consideración
de ser un sistema de generación independiente, porque nos parece que eso
no es incompatible con la filosofía de la Losen, y es más eficiente que
la formulación, en paralelo en el tiempo, de un sistema integrado que
sigue respondiendo a unas decisiones de la Administración y un sistema
independiente que, teóricamente, tiene que comportarse de acuerdo con las
reglas del mercado. Nos parece mejor que todos los actores en presencia
en ese sector tengan las mismas reglas de juego y sepan a qué atenerse,
con alguna consideración específica de algunos que están en régimen
especial por una serie de razones, en particular externalidades, que
estamos contemplando, como no podía ser de otra forma.

El otro principio que incluye la Losen es muy complicado de desarrollar,
es eso que se llama la separación de actividades entre generación,
transporte y distribución. Es muy complicado de desarrollar --y anticipo
que estoy de acuerdo con ese principio-- porque tiene unas consecuencias
obvias inmediatamente contables, tiene que tener también unas
consecuencias jurídicas porque, si no, es muy difícil que se establezcan
contratos entre generadores y distribuidores con el ánimo de encontrar un
precio de referencia que esté ligado al mercado y no a una decisión
administrativa, que es lo que defendemos. Por tanto, tiene que procederse
a la separación jurídica, y hay sectores que creen que a esa separación
jurídica se le debe asociar también una separación accionarial, no sólo
societaria, y tienen que tener accionistas distintos. Incluso a través de
opiniones personales expresadas por el Presidente de la Comisión del
Sistema Eléctrico Nacional, como saben, se ha defendido no sólo esa
separación jurídica, sino incluso la conveniencia del troceamiento
--utilizo esta palabra porque es la habitual-- de algunas de las empresas
en presencia y en particular de Endesa.

Respecto a la separación jurídica, tengo que decir que me parece
imprescindible. Respecto a la separación accionarial, habrá que
reflexionar más, pero sí anticipo mi oposición a cualquier troceamiento
de las empresas en presencia, porque me parece que eso sería un retroceso
desde el punto de vista de una política industrial que no sólo busca,
aunque básicamente sí, la competencia y la eficiencia en el
funcionamiento de los mercados, por tanto el beneficio para los
consumidores, sino también la conformación de grupos empresariales
fuertes, potentes, que sigan con una política que por primera vez se está
dando en la historia de España desde hace un cierto tiempo, que es la que
se refleja en la presencia internacional de empresas nuestras en el
exterior. Nos parece que ése es un capital que no debemos desperdiciar en
estos momentos, sino potenciar y consolidar. Lógicamente, la
compatibilidad entre esos dos principios, que yo creo que es posible que
todos podamos entender conceptualmente, tiene después unas plasmaciones
plásticas que son criticables, pero es esa compatibilidad la que hemos
buscado en la autorización de la OPA de Endesa sobre Fecsa y Sevillana,
porque nos parece que no sólo son compatibles, sino que es bueno que
efectivamente lo sean.

Sobre la referencia a la Losen y a la petición de que se haga alusión al
marco legislativo vigente y un esfuerzo de transparencia, insisto en que
he pedido la comparecencia casi en tiempo real. Todos ustedes
comprenderán que, cuando alguna empresa está pensando en hacer una oferta
pública de adquisición de acciones, lo lógico es que lo exprese en el
último momento. No se trata de una voluntad de esconder información, sino
de ser coherentes con lo que toda empresa hace en cualquier país del
mundo cuando se trata de una circunstancia de éstas, y ya me referiré a
ello, ahí no ha habido suavidad, una cierta acusación de posible
ilegalidad de toda la operación en relación con la CSEN y con la Comisión
Nacional del Mercado de Valores. Yo les reto a todos ustedes, que son
expertos en este tema, a que pregunten si la opinión pública conoce cómo
funciona el marco legal y establece o cuáles son las bases de actuación
del sistema eléctrico. Yo tengo que reconocer que hasta hace muy poco no
lo sabía. Por lo tanto, esa opacidad, esa situación de desconocimiento
por parte de los ciudadanos españoles de cómo funciona el sistema
eléctrico es un desconocimiento general. A través de la reforma, creemos
que va a ser posible, de una vez por todas, que los ciudadanos sepan por
qué pagan el recibo que pagan y cómo funciona un sistema tan importante
como el eléctrico para la economía de un país.

Dicho esto, debo manifestar que ha habido una serie de peticiones de
diálogo y de consenso que yo no puedo hacer otra cosa que compartir. Pero
insisto en que, procedimentalmente, me ha parecido correcto, y me lo
sigue pareciendo, el procedimiento que hemos utilizado, porque sin el
consenso del sector y de los afectados es muy difícil después hacer
planteamientos legislativos, entre otras cosas porque estaríamos llevando
la confrontación sectorial al debate político, cosa que no me parece
saludable. La voluntad de diálogo tiene que ser, por supuesto, con todos
los grupos parlamentarios, tanto con los que dan apoyo general a la
política del Gobierno como con los de la oposición. De hecho, ya se ha
ido manifestando en algunos episodios.

He hecho mención a una iniciativa, a la que se ha dado poca importancia,
pero que para mí realmente la tiene y mucha, que es la iniciativa unánime
de todos los grupos de la Cámara a la hora de encontrar soluciones
conjuntamente, a través de una Ponencia, en el seno de la Comisión de
Industria del Senado, a un problema tan grave, y si la expresión no
estuviera tan gastada diría a un problema de



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Estado tan grave, como el que tenemos con los residuos radiactivos.

Se ha hecho referencia ayer a un debate en el Congreso en relación con el
tema de la reactivación de las cuencas mineras. Existe voluntad de
consenso y desde luego va a ser también necesaria, no sólo para este
tema, sino para otra cuestión, sobre la que me parece que no es
arriesgado por mi parte hacer la predicción de que va a ser conflictiva,
que es todo lo relativo a la liberalización del sector del carbón y a la
necesidad de reindustrializar y diversificar la base productiva de las
cuencas mineras afectadas.

Se ha hecho repetida referencia a la necesidad de que esa liberalización
del sector eléctrico no suponga el abandono de determinados aspectos
relacionados con restricciones o con la planificación de la política
energética a medio y a largo plazo, porque eso podría suponer una
sobrecapacidad de generación y podría traer algunos problemas si damos
acceso libre a cualquiera que pueda generar electricidad. A mí me parece
que esa libertad de acceso es imprescindible, si queremos efectivamente
dar credibilidad a la reforma y si queremos que las compañías en
presencia no sigan acomodándose a un statu quo garantizado por el Estado,
pero que después tiene como consecuencia que los consumidores pagamos más
cara la electricidad. Y cuando digo los consumidores no me refiero sólo a
los consumidores individuales, que también, sino sobre todo a nuestras
empresas y nuestras industrias. Esa es la consecuencia del actual marco.

Al modificarlo, lo que queremos es que se alteren esos esquemas de
protección del sistema eléctrico. La señora Urán estaba en contra de la
privatización y de la desregulación. ¿Está a favor de la electricidad
cara para nuestros consumidores? Porque lo que precisamente buscamos con
esa política es que esa protección del sistema eléctrico que ha habido
hasta ahora y con la que usted parece estar de acuerdo, o que en
cualquier caso quiere reforzar, no tiene unas consecuencias positivas
sobre el conjunto del tejido productivo del país.

Evidentemente, esa planificación energética sí se contempla en las
negociaciones para la firma del protocolo que está llevando a cabo el
Ministerio de Industria con el sector. Saben que, en la terminología del
sector, se habla de un concepto difícilmente entendible para un profano,
que es --lo voy a decir en inglés, perdónenme la petulancia-- los
stranded costs, que, en una mala traducción, quiere decir costes
hundidos, aunque los que saben inglés más que yo dicen que la traducción
más adecuada sería la de costes varados. Responden a los compromisos
regulatorios del pasado, a la existencia de centrales nucleares con
moratoria o a la existencia de centrales nucleares todavía no amortizadas
y que, como todo el mundo sabe, en un esquema de competencia, como no
están amortizadas y no pueden parar, seguirían ofreciendo su electricidad
a coste cero, con lo cual se distorsionaría el sistema. Por lo tanto,
tenemos que introducir ese tipo de consideraciones, que implican de nuevo
la presencia de intereses muy poderosos encima de la mesa por parte de
las diferentes empresas afectadas y que conciernen no sólo a la energía
nuclear, sino también muchas veces a la energía de origen térmico, tanto
de carbón como de fuel.

Respecto a la sobrecapacidad de generación, me gustaría dar un dato, para
que no nos llamemos a engaño. El promedio de la sobrecapacidad de
generación hoy es del 22 por ciento, respecto a la demanda promedio. Un
sector como el de la electricidad siempre ha de tener sobrecapacidad de
producción, porque la energía eléctrica no se almacena, sino que tiene
que responder en cada momento, y de manera flexible, a las fluctuaciones
de la demanda, fluctuaciones que se producen a lo largo del día, a lo
largo de la semana, del mes, y además tienen un componente estacional muy
importante. El sector eléctrico siempre deberá tener excedentes de
capacidad de producción. Lógicamente, cualquier reforma que se haga
deberá contemplar también una mínima retribución a la existencia de esos
excedentes de capacidad de producción, precisamente porque derivan de las
especificidades de un sector tan complejo como el eléctrico. No les voy a
cansar con cuestiones excesivamente técnicas, pero lo que sí quiero
transmitirles es que evidentemente no se trata sólo de que el protocolo
contenga las ideas generales de reforma que les he expuesto en mi primera
intervención, sino de que incorpore todas esas complejidades en la medida
de lo posible. En la medida de lo posible, además, muchas de ellas se van
a tener que desarrollar a través de los grupos de trabajo que el
protocolo prevé, para que todos acabemos afinando el lápiz y los números,
para hacer las cosas bien, y que no vaya en detrimento de la eficacia del
sector y del conjunto de nuestra economía. Esto, a pesar de la voluntad
del Gobierno de desarrollar esa reforma lo antes posible, porque creemos
que hace falta rebajar los costes energéticos a la mayor brevedad
posible, no se va a poner en marcha hasta el 1 de enero de 1998. Por lo
tanto, no estamos hablando de la introducción de una reforma por la
puerta trasera, de forma precipitada y cogiendo por sorpresa, sino que
estamos hablando de la voluntad de hacerlo rápido, pero también,
simultáneamente, de la voluntad de hacerlo bien. Y eso lleva tiempo, un
tiempo que nos parece razonable, porque estimamos que una reforma de este
calado y de estas características, que además seguramente deberá tener
plasmación legislativa, tiene que hacerse con un mínimo de sosiego. Como
se dice normalmente, sin prisas pero sin pausas.

Ha habido también referencia constante, prácticamente por parte de todos
los grupos, a eso que se llama el duopolio y cómo rige eso de la
competencia y el duopolio, la compatibilidad entre un proceso simultáneo,
un proceso de desregulación. Yo hablaría mejor de liberalización que de
desregulación, porque el sector eléctrico va a tener que seguir regulado.

Además, la Administración va a tener que seguir teniendo un papel muy
activo para garantizar precisamente que hay competencia y que se cumple
con una serie de principios, como son la calidad en el suministro, la
seguridad en el mismo, que llegue a todo el territorio nacional, que las
tarifas eléctricas para los consumidores finales no introduzcan
discriminaciones entre los ciudadanos, etcétera. Lo que sucede es que una
cosa es intervenir por la vía de utilizar la potestad regulatoria, en
beneficio del consumidor y de los ciudadanos y de las empresas, y otra es
que podamos pensar, como ha expresado la representante



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del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, que la mejor
manera de garantizar estas cosas es que el Estado participe parcialmente
en el capital de una de las empresas que compiten en ese mercado, junto
con otras empresas privadas. Yo no alcanzo a ver la lógica de esa
posición porque, cuando ya hay un mercado competitivo en el que hay
empresas de todas las características, no parece que tenga mucho sentido
que el Estado tenga intereses parciales en una de ellas. En cambio, lo
que debe tener el Estado --y seguro que usted está de acuerdo conmigo--
es la capacidad de regular y la potestad de intervenir en las actuaciones
de todas y cada una de esas empresas, para que se garanticen determinados
principios en los que todos estamos de acuerdo.

En cuanto a compatibilidad entre competencia y esa pretendida
duopolización --y que liga con alguna inquietud que expresaba el
representante del BNG en el Grupo Mixto respecto al futuro de Unión
Fenosa--, es verdad que va a haber dos grupos empresarialmente dominantes
en el mercado eléctrico, con un 40 por ciento, aproximadamente, de
presencia, cada uno, en la distribución, pero también es verdad que Unión
Fenosa tiene el 14 y que Hidrocantábrico puede seguir teniendo el 6, o el
que sea. Esto no es un duopolio. En todo caso, sería, en términos de
teoría económica, un duopolio imperfecto; pero es que además es muy
imperfecto. ¿Por qué? Antes he hecho mención, muy de pasada, a que en
España hay 900 empresas distribuidoras de electricidad, y conviene
recordar que uno de los principios orientadores de la reforma es que haya
libertad de acceso a la generación y que, al mismo tiempo, haya también
libertad de acceso a las fuentes primarias de generación de energía. Por
tanto, el mercado sigue abierto y hay una posición, en principio,
dominante. Es verdad. Pero, en la medida en que garanticemos el acceso a
las redes de transporte y distribución, que son las que en principio
configuran un monopolio natural, a cualquier cliente --después hablaré de
por qué el calendario que hemos establecido--, poder acceder a cualquier
generador, me parece que las perspectivas del duopolio no son tales o, en
cualquier caso, son muy matizables porque, entre otras cosas, a medida
que se vaya consolidando el mercado interior de la electricidad en
Europa, esa duopolización no habrá que plantearla en términos de mercado
español.

Tenemos que empezar a olvidarnos de ver el sector eléctrico estrictamente
circunscrito al mercado doméstico y tenemos que empezar a pensar en la
presencia de esas compañías en el ámbito de un mercado interior de la
electricidad que va a ser muchísimo más amplio, en el que va a tener que
competir buscando constantemente, de manera mucho más clara que hasta
ahora, la eficiencia, la reducción de costes y la satisfacción del
consumidor, la satisfacción del cliente. Por lo tanto, no me asusta en
absoluto esta perspectiva de pretendida duopolización, porque entiendo
que está inmediatamente matizada por la presencia de otras grandes
empresas, por la presencia de multiplicidad de empresas pequeñas y por la
garantía de acceso de terceros a la capacidad de generación. Y al mismo
tiempo también --de nuevo matizable--, porque el mercado de referencia,
poco a poco, va a dejar de seguir siendo el español y va a transformarse
en el mercado del conjunto de la Unión Europea.

En este contexto, el papel de Redesa --al que también se ha hecho
constante referencia-- es un papel clave, que nosotros contemplamos en
una doble perspectiva, y creo que ahí puede haber también algunas
coincidencias básicas con la mayoría de los grupos. Por una parte, Red
Eléctrica tiene que seguir garantizando el transporte, que la red de alta
tensión esté a disposición del conjunto de los generadores, del conjunto
de los distribuidores y del conjunto de los clientes. Es bueno que siga
siendo así, y esa función tiene hoy una determinada configuración
accionarial, aunque la propia Losen prevé su modificación en el sentido
de que acabe siendo de mayoría de titularidad pública. Pero nosotros
vemos que Redesa tiene que tener también otro papel --y no tiene que ser
necesariamente con el mismo esquema jurídico, puede ser a través de una
filial; ése es un tema que todavía no hemos acabado de precisar--, que es
el de servir de punto de encuentro entre ofertas y demandas para la
fijación de ese precio de referencia que hemos definido como el coste
marginal del sistema. Si me permiten la petulancia derivada de mi
carácter de economista, Redesa tendría que jugar el papel de un
subastador walrasiano, dentro del esquema de equilibrio general que
confronta ofertas y demandas y, al final, fija el precio de equilibrio.

¿Cuál es el precio de equilibrio? El coste marginal, asociado a la última
oferta que entra en el sistema, con lo cual, como ese precio después se
aplica a la totalidad, lo que estamos haciendo es premiar todas aquellas
ofertas que se han hecho a coste inferior y, por consiguiente, premiando
a las centrales más eficientes, cosa que nos parece de estricta salud.

También ha habido muchas referencias al carbón y yo quisiera que, por
favor, se fijaran en la transcripción de mi intervención, en el sentido
de que, como en la solicitud de comparecencia se pedía la opinión del
Gobierno respecto al desarrollo de la política energética de los
diferentes sectores, se viera eso como la expresión de unas ideas sobre
las cuales se está trabajando y que yo, por primera vez, de forma oficial
expreso ante esta Comisión de Industria. Son unas ideas que, simplemente,
son la base para un trabajo y, por lo tanto, para una negociación con
todas las partes afectadas, pero que tratan de dar una respuesta a unas
necesidades que son evidentes. Ustedes saben que el sector del carbón
nacional es un sector por lo menos tan intervenido como el sector
eléctrico. Es un sector en el que la Administración fija las cantidades y
fija los precios; además, es un sector en el que nuestra pertenencia a la
Unión Europea exige que acaben las ayudas en un plazo determinado; y es
un sector que ustedes saben que tiene enormes ineficiencias desde el
punto de vista de la producción y desde el punto de vista de la propia
calidad del producto; también tiene consecuencias medioambientales muy
graves. Es verdad que es un sector que tiene unas especificidades, desde
el punto de vista social y territorial, que cualquier Gobierno tiene la
obligación de tomar en consideración. Por eso, vamos a hacer un
planteamiento complejo que recoja la voluntad de compatibilizar todas
estas necesidades en presencia, por lo tanto liberalizar el sector del
carbón;



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hacer un planteamiento de reducción progresiva, hasta su terminación, de
las actuales ayudas públicas; proponer un esquema de reactivación de las
cuencas mineras, que permita que se siga salvaguardando la cohesión
social. Y ya les anticipo que, si lo que estamos tratando hoy es
complicado, hablamos de nuevo de un tema muy complejo. Es verdad que
forma parte de nuestra responsabilidad y, desde luego, de la
responsabilidad de este Ministro, abordarlo lo antes posible, no sea que
se nos ocurra abordarlo cuando ya sea demasiado tarde y nos veamos
obligados a dejar de subvencionar sectores que no son subvencionables en
virtud de nuestra pertenencia a la Unión Económica y Monetaria Europea.

Me gustaría recordarles sólo algunos números. Insisto en que no está en
mi ánimo, porque además yo creo que no corresponde a la sesión de hoy,
debatir este tema, pero como se ha aludido a que iban disminuyendo las
subvenciones, etcétera, quisiera referirme a tres o cuatro cuestiones,
simplemente, para la reflexión futura. En España, el sector del carbón
ocupa a 24.000 personas y las subvenciones, directas e indirectas, que
prevé el presupuesto de 1997 para el sector del carbón ascienden a
225.000 millones de pesetas. El carbón de importación, puesto a pie de
central térmica, cuesta entre 6.000 y 7.000 pesetas. Antes he hecho
referencia a los costes del carbón extraído en mina española y he dicho
que la Administración fija cantidades y fija precios, pero es que además
fija precios distintos para un mismo producto, en función de si es un
carbón de cielo abierto o es un carbón de interior, o en función de si es
un carbón nacional o es un carbón de importación. Eso genera --cómo diría
yo-- disfunciones en el sistema; ustedes ya me entienden. Por lo tanto,
éste es un tema serio, en el que no quiero frivolizar en absoluto, porque
detrás hay grandes colectivos humanos. No quiero frivolizar, digo, pero,
desde luego, sería un ejercicio de frivolidad que no lo afrontáramos con
seriedad y con rigor y no lo pusiéramos encima de la mesa de debate lo
antes posible.

Ha habido también constantes referencias al procedimiento, y creo que ha
habido casi unanimidad en relación a que a buena parte de los grupos de
la Cámara no les ha parecido bien el procedimiento y se han considerado
poco informados respecto a cómo iba evolucionando una negociación que,
insisto, de momento es entre el Ministerio de Industria y el sector.

Incluso celebro que algunos grupos que normalmente dan apoyo al Gobierno
esta vez hayan sido un poquito más críticos, porque yo creo que eso
también despeja alguna de las cosas que se han venido diciendo en las
últimas semanas. La verdad es que no era un resultado buscado, pero en
cualquier caso quisiera dejar constancia de que efectivamente es así.

El portavoz del Grupo Mixto hacía referencia a hipotéticos beneficios
sobre determinadas naciones del Estado, según su terminología, que yo
puedo compartir y que no sé por dónde pueden salir. Eso se tiene que
explicar, no basta lanzar la piedra, decir que aquí no se beneficia no se
sabe quién, hay que decirlo.

Ligo esto con otro de los comentarios que se han hecho, con una
referencia a la Junta de Andalucía. Yo quisiera recordar que el respeto
institucional tiene que ser mutuo, y lo que no se puede hacer es
planteamientos inaceptables que incluso rayan en el insulto y a
continuación pedir negociación. La negociación y el consenso se tienen
que plantear desde el respeto institucional mutuo, y ha habido
precipitación e imprudencias verbales. Esta es una cuestión que se puede
resolver, en cualquier caso este Ministro no va a hacer cuestión de temas
de estas características, va a hacer lo que cree que debe hacer, porque
tiene una responsabilidad institucional que está por encima de este tipo
de cuestiones. Pero ha habido constantes referencias a cómo se ha ido
desarrollando la operación en relación a la Comisión Nacional del Mercado
de Valores y con la Comisión del Sistema Eléctrico Nacional, y ahí si que
tengo unas cuantas cosas que decir, porque yo puedo entender la inquietud
que manifestaba el portavoz socialista respecto a la operación de fondo,
y quiero ser ahora muy rotundo. El Gobierno, cuando ha aprobado las opas
de Endesa, no tenía ni tiene en su ánimo que eso suponga inversiones
estrictamente financieras. Estamos hablando de configuraciones de grupos
industriales, configuración que es perfectamente compatible con la
defensa de la competencia y de los derechos de los consumidores y de los
clientes. Pero si a estas alturas impedimos a una empresa de contenido
industrial que haga inversiones estratégicas y sólo puede hacer
inversiones de carácter financiero, me parece que nos estamos situando en
un terreno análogo al que se deriva, por ejemplo, de una posición
defensora de la necesidad de trocear determinadas realidades
empresariales.

Creo sinceramente que, en lo que se refiere a la posición de la Comisión
del Sistema Eléctrico Nacional, hay una clara coincidencia respecto a la
voluntad liberalizadora del Gobierno en relación al sistema eléctrico.

Creo incluso que en algunos planteamientos se ha ido más deprisa de lo
que propiamente planteaba la Comisión, cuya misión es, entre otras, velar
por la existencia de competencia en el sector, pero tengo que decir
también que, desde el punto de vista del Gobierno, creemos que hay
razones jurídicas suficientes como para que, en una operación como la que
se ha planteado, que es el incremento en las posiciones accionariales de
una empresa que está en el sistema integrado respecto a otras empresas
que también están en el sistema integrado, no fuera necesaria la
aprobación, ni tan siquiera el informe, de la Comisión del Sistema
Eléctrico Nacional. A pesar de eso, se ha pedido, porque puede haber
dudas jurídicas al respecto y por esa voluntad de transparencia y de
hacer las cosas acordes con todas las posiciones en presencia, y la
Comisión del Sistema Eléctrico Nacional, con buen criterio, yo creo que
ha querido poner énfasis en la necesidad de que de esa operación no se
deriven perjuicios hacia los consumidores ni hacia los clientes, que se
garantice la competencia y que se cumpla la ley de la competencia. Al
mismo tiempo, plantea que, como conoce la existencia --que ahora
explicaré-- de protocolos de Endesa y las compañías Sevillana y Fecsa,
que son dos protocolos ligeramente distintos, si fuere necesario se haga
la correspondiente adaptación de esos protocolos a esa exigencia de
defensa de la competencia.

Según mi información, eso ha sido transmitido por parte de la Comisión
del Sistema Eléctrico Nacional, a la



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Comisión Nacional del Mercado de Valores, tal y como hacía referencia la
noticia a la que aludía el portavoz del Grupo Socialista, y la Comisión
Nacional del Mercado de Valores ha considerado que la información que
estaba a disposición del mercado era suficiente. Ahora yo añado aquí una
interpretación personal en el sentido de que no se puede entrar a
discutir la bondad de un protocolo respecto a si afecta o no a la libre
competencia, sino que lo que se debe hacer es entrar a discutir la
ejecución eventual de ese protocolo en términos que puedan ser
contradictorios con la libre competencia; sólo en ese momento se verá si
esto es así, y en ese momento todas las partes implicadas, incluido el
Tribunal de Defensa de la Competencia, se deberán pronunciar.

En relación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se ha hecho
repetida referencia a una filtración. hay una investigación abierta por
parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores en relación a de
dónde sale la noticia, y yo ya he dicho en alguna otra ocasión pero lo
reitero que espero con interés el resultado de esa investigación. Tengo
que decir también que algunas de las cosas que se han dicho aquí no
responden a la realidad, no de los hechos, sino de la lógica conceptual.

A la Comisión Nacional del Mercado de Valores no hay que informarla de la
existencia de negociaciones, porque si la Comisión Nacional del Mercado
de Valores fuera informada de todas las negociaciones que están llevando
a cabo en todos los momentos todas la empresas que están en el mercado de
valores, ustedes y yo comprenderemos de inmediato que estaría
permanentemente colapsada. Sólo se informa de hechos relevantes que están
perfectamente definidos en la Ley del Mercado de Valores, y los hechos
relevantes se producen cuando hay acuerdos concretos, y sólo hay acuerdos
concretos cuando han sido aprobados por los órganos pertinentes. Entonces
es cuando hay que informar, pero de la existencia de negociaciones, no.

Hechos relevantes. Y los hechos relevantes se producen en este caso a
partir del momento en que el Gobierno tiene conocimiento de que
efectivamente una de las condiciones que había puesto para prestar su
autorización a la opa se ha producido, que es el hecho del carácter
amistoso y por tanto la aceptación amistosa de las compañías que son
objeto de la oferta pública de adquisición de acciones en relación a la
compañía que lo plantea.

Por consiguiente, en el momento en que el Gobierno tiene conocimiento de
que eso se produce, que es el jueves anterior a viernes en que el Consejo
de Ministros toma la decisión, lo pone inmediatamente en comunicación de
la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que toma la decisión el
mismo viernes, y por tanto antes de que se acuerde por el Consejo de
Ministros, de suspender las cotizaciones de las empresas afectadas a la
espera de los resultados finales de ese hecho relevante que, sí, se
produce a partir del momento en que se toma conocimiento de que existen
unas voluntades recíprocas de llevar adelante unas operaciones de oferta
pública de adquisición de acciones. Los acuerdos entre empresas son
posiciones que se toman a nivel de presidentes, que explícitamente
condicionan su validez a la ratificación de los mismos por los consejos
de administración respectivos, y los consejos de administración
respectivos se reúnen a primera hora del viernes a ratificar todas y cada
una de esas operaciones, e inmediatamente es informado el Ministro en el
seno del Consejo de Ministros y el Ministro plantea la aprobación del
acuerdo al Consejo de Ministros, que así lo adopta.

El calendario es el que es. Inmediatamente de nuevo comunica a la
Comisión Nacional del Mercado de Valores esa circunstancia, y lo que hace
ésta es levantar la suspensión de la cotización. Después vuelve a
plantear la suspensión. ¿Por qué? Porque una vez aceptada la opa y una
vez recibidos los folletos correspondientes por parte, en este caso, de
Endesa, ustedes saben que cualquier compañía que haga una operación de
estas características después se somete a una serie de obligaciones
derivadas de que no puede adquirir acciones con posterioridad durante un
período de tiempo determinado, que en este caso son seis meses, y hasta
que no se recibe este compromiso no se vuelve a reanudar la cotización.

Por tanto, desde mi punto de vista, hablar de ilegalidades es excesivo.

Yo pienso que hay que utilizar los términos con un poquito más de
precisión. Sé que puede haber comentarios, como los ha habido, respecto a
si desde el momento en que se produce la filtración --pero, insisto, es
un momento en el que no sólo no hay ninguna decisión tomada, sino que no
se están cumpliendo requisitos básicos para que la operación se pueda
hacer, porque en aquellos momentos no se está planteando todavía si las
opas van a poder ser amistosas o no--, durante esos cinco días que
transcurren hasta la aprobación por el Consejo de Ministros, ha habido
comportamientos especulativos en el mercado de valores. La Comisión
Nacional del Mercado de Valores ha abierto una investigación y si además
ha habido alguna información privilegiada, insisto, yo tengo enorme
interés en conocer los resultados de esta investigación, pero seguro que
también ustedes pensarán que muchas veces, cuando se trata de operaciones
en las que intervienen intereses en presencia tan serios como los que
estamos mencionando, probablemente haya colectivos, personas o grupos
interesados en que el proceso que está previsto no se desarrolle de
acuerdo con las previsiones.

La señora Urán, representante del Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, que ha hecho un canto al carácter público
de una de las empresas que intervienen en el sector y a la necesidad de
que éste siga siendo intervenido, en cambio también ha criticado la
duopolización, pero si lo comparamos con la situación real, es que hoy
hay un monopolio. Dice que hay varias compañías, es verdad, pero desde el
punto de vista del consumidor, del cliente y de la empresa, cada uno de
nosotros sólo puede acceder a una sola compañía. Vamos avanzando en todo
caso. Vamos de una situación monopolística a una situación de duopolio
imperfecto que, en cualquier caso, seguro que es mejor para la
competencia que la actual.

Insisto, de la misma manera que yo he dicho al principio de mi
intervención inicial y después he reiterado a la hora de hablar de la
complejidad del tema que hace falta tener en cuenta los equilibrios
financieros y la evolución financiera de las empresas en presencia, que
le aseguro que nos preocupan enormemente y que por eso queremos que



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se produzcan decisiones estratégicas que refuercen los proyectos
empresariales, de la misma manera también nos deben preocupar los costes
energéticos del conjunto de las empresas que desde el punto de vista de
la competitividad global probablemente estén por encima.

Sobre la contradicción entre privatizar y nacionalizar, que también ha
ido saliendo, yo creo que he intentado justificar el porqué, pero si me
permite la señora Urán una pequeña licencia, utilizando una cita de
alguien que en su grupo tiene una especial autoridad, ¿usted recuerda una
obra de Lenin que se llamaba «Un paso adelante y dos atrás»? Ese es el
sentido de la operación. (La señora Fernández Sanz: ¿El ministro la ha
leído?) El Ministro se la ha leído efectivamente, pero hace ya bastantes
años. (Risas.)
Respecto a si se pueden conseguir costes más bajos en ese contexto,
claro. Hablaba de una tensión en la hidraulicidad, que puede ser
adicional respecto a la existente. Yo creo que la gran apuesta
estratégica de este Gobierno, que, en definitiva, es la continuidad de la
apuesta estratégica de los Gobiernos anteriores en relación a las fuentes
de energía primaria básicas, es la apuesta por el gas natural. Por tanto,
esa referencia que usted hacía respecto a errores de las compañías en
relación a desarrollar en un momento determinado la energía nuclear,
errores que yo en cierta medida incluso puedo compartir que son tales, el
futuro está en las centrales de gas de ciclo combinado. ¿Por qué? Porque
es una fuente de energía limpia, porque es una fuente de energía barata
en términos relativos y porque es la que permite unas barreras de entrada
más bajas que las actuales para que entre cualquier generador importante
en el sistema. En consecuencia, es por esta vía como poco a poco se irán
generando costes más bajos, porque la fuente de energía es muchísimo más
eficiente que las que estamos utilizando actualmente.

También ha habido referencias constantes prácticamente de todos los
intervinientes respecto a la consideración que merecen los
autogeneradores y las energías renovables o energías alternativas, los
cogeneradores. Alguien ha hecho referencia incluso a que era una cosa muy
buena esto de la cogeneración, porque era enormemente rentable y se
recuperaba en poquísimo tiempo. Pues precisamente por eso hay que pensar
en qué tenemos que hacer, porque esa gran rentabilidad y esa recuperación
tan rápida de estas inversiones ustedes saben que tiene un perjudicado:
el coste del recibo. Es verdad que hay que hacer una consideración
específica y, por tanto, le anticipo que el Gobierno es y va a ser muy
sensible a este tema, porque la cogeneración, los autogeneradores y las
energías renovables tienen unas externalidades clarísimas en términos,
unos, de eficiencia energética y, otros, de eficiencia medioambiental.

Pero la cogeneración tiene que hacerse sobre estas bases y no sobre la
base de un grandísimo negocio asociado a la venta de los grandes
excedentes que se derivan del proceso de la red a un precio
artificialmente alto. Esto lo tenemos que ir resolviendo, y creo que
todos somos conscientes de que aquí hay un problema real que debemos
afrontar con seriedad y, en cualquier caso, con respeto a los que han
tomado decisiones de inversión en base a un marco que ahora se les puede
modificar. Por eso yo le anticipaba que va a haber un período transitorio
que por lo menos dure hasta el año 1999, de tal forma que nadie se pueda
sentir perjudicado de manera retroactiva, lo que nos parecería, en
cualquier caso y sin duda, injusto.

No hay ninguna previsión respecto a una privatización de Endesa ni a
corto ni a medio plazo. Por tanto, si eso preocupaba a la representante
del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya creo que la puedo
tranquilizar.

Creo que muchos de los temas que ha tratado el representante del Grupo de
Convergència i Unió ya han sido comentados por parte de quien les está
hablando.

Efectivamente vamos a bajar las tarifas para 1997. Ya sé que sería
terrible que al final no se bajaran, porque lo hemos dicho hasta la
saciedad. Se van a bajar; lo que no está decidido todavía es la
distribución exacta entre empresas y consumidores, pero las previsiones
que hemos ido haciendo yo creo que hoy estoy en condiciones de afirmar
que se van a cumplir.

Es verdad también que eso no puede ser sólo, como decía usted, una
operación de imagen para sacar adelante el tema de la inflación de cara a
1997 para cumplir con los requisitos de convergencia definidos en el
Tratado de Maastricht, para integrarnos en la Unión Monetaria, sino que
tiene que ser el inicio de una política que le anticipo que estamos
tratando de introducir incluso en el propio protocolo para dotar de un
marco de mayor certidumbre a los consumidores.

Hacía referencia a la compatibilidad entre el marco liberalizador y las
finanzas de las empresas. Abro sólo un pequeño paréntesis en relación a
una reflexión sobre la bondad o no de la incorporación de Fecsa al grupo
integrado Endesa en ese marco de liberalización, que me parece que es un
tema que puede ser importante. Ha habido una expresión que me permitirá
que se la corrija. Pregunta que cómo va a retribuir el ministerio los
activos de generación. El Ministerio no va a retribuir nada. Hasta ahora
había un marco que retribuía y que respondía a una distribución de la
totalidad de la tarifa entre las actividades de generación y de
distribución, de acuerdo con un orden preestablecido y con unos costes
estándares reconocidos. Lo que sí quiere el Gobierno es no sólo no
retribuir, que eso ya está claro, sino dejar de ser quien fija cómo se
retribuye una actividad de generación de energía y que quien fije cómo se
retribuye sea el mercado. Eso es lo que quiere el Gobierno.

Acabo, señor Presidente, que sé que me estoy alargando en exceso. Tampoco
los temas que estamos tratando se pueden resolver muy rápidamente.

Además, yo creo que prácticamente ya los hemos ido tocado casi todos.

El señor González Txabarri, en una intervención que probablemente en la
forma ha sido de las de mayor dureza, porque hablaba no sólo de una
discrepancia estética, sino también de una discrepancia de fondo, acusa
de prepotencia al Ministerio de Industria. Yo creo que he intentado
explicar por qué estamos utilizando este procedimiento y no otro.

Probablemente a veces todos podemos tener una cierta falta de
sensibilidad en nuestra actuación cotidiana. Estamos muy presionados por
la realidad, pero desde



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luego no es la voluntad de este ministro ni de este ministerio en
absoluto ser prepotentes. Sí es la voluntad de llevar adelante la
reforma, y eso en algunas ocasiones significa pisar fuerte, pero no hay
voluntad de ser prepotentes.

En los contratos bilaterales hace referencia a diseños más avanzados al
caso de California y al caso del noruego. Esas son experiencias que
estamos incorporando a nuestra propia reflexión y a nuestro propio
proceso de negociación. Por ello, insisto, la puesta en marcha la
prevemos a partir del 1 de enero de 1998, porque creemos que hay muchas
experiencias que nos pueden ser de enorme utilidad para no tener más
problemas de los estrictamente necesarios.

Ha habido una serie de expresiones en relación al futuro de Redesa, que
creo que ya he ido explicando.

Ha hablado del calendario tentativo para los clientes elegibles. Lleva
usted razón. Si podemos, lo vamos a anticipar. Por tanto, es un
planteamiento tentativo y en el propio protocolo se dice que si podemos,
lo vamos a anticipar, pero quisiera también recordar que, siendo un
calendario que a usted y a mí nos puede parecer poco ambicioso, en
cualquier caso es muchísimo más rápido y más ambicioso que el que
reconoce la propia directiva de la Unión Europea, que responde al
conjunto de intereses en presencia y, por tanto, también a los intereses
de otros países que están mucho más retrasados que nosotros en cuanto a
su proceso de liberalización eléctrica.

Ya que estoy hablando de eso, abro un pequeño paréntesis, si me permite
el Presidente, porque he leído en algunos medios de comunicación que la
Unión Europea va a observar con lupa el desarrollo de liberalización de
nuestro sistema eléctrico. Ojalá, y que empiece por los que están en
régimen de estricto monopolio y que tienen unos planteamientos de
liberalización que ni tan siquiera están planteados. Ojalá. Nosotros
estaremos encantados de que Redesa pierda ese carácter de monopolio para
conectar las redes de alta tensión entre países. Ojalá, porque eso
significará que habrá una reciprocidad y que los otros van en la misma
dirección que estamos oyendo nosotros con la misma voluntad y con la
misma velocidad. Ojalá.

El señor Mauricio ha hecho un planteamiento que yo puedo compartir
respecto a las tormentas informativas que se generan cuando se pone
encima de la mesa una reforma de estas características y de consecuencias
que a ninguno de los que estamos aquí se nos escapan. El decía que no nos
tenemos que dejar impresionar y yo solo tengo que agradecerle esa
expresión. Yo procuro no dejarme impresionar, aunque a veces realmente el
griterío es casi ensordecedor, pero procuro no dejarme impresionar. De lo
que se trata es de tener la dirección clara y que los árboles no nos
impidan ver el bosque y veamos cómo se garantiza la competencia y cómo
desde la potestad reguladora conseguimos que no haya acuerdos de precios
o comportamientos colusivos que perjudiquen a los consumidores. Ha hecho
una referencia específica a la salvaguardia de las especifidades
insulares. Tengo que decir con toda rotundidad que ya en el propio
protocolo se recoge el respeto a esas especifidades, tanto para las islas
Canarias como para las islas Baleares que, por sus características
obvias, están fuera del sistema integrado. Como usted sabe también, el
sistema eléctrico canario recibe compensaciones del conjunto del sistema
en base a esa especificidad insular, y yo entiendo como perfectamente
legítimo que preocupe la continuidad de ese tipo de compensaciones, que
yo le anticipo que en la medida en que se planteen en términos de la
misma voluntad de mejora de los costes de producción que pueda tener el
conjunto del sistema, se van a seguir manteniendo, entre otras cosas,
porque hay una obligación legal y, al mismo tiempo, una convicción moral
de que los ciudadanos canarios, en virtud de su especificidad insular, no
tienen por qué pagar la electricidad más cara que el resto de los
españoles. Y en ese contexto es donde conviene potenciar compañías como
Unelco, que nos parece que no sólo son garantía del suministro eléctrico
con calidad al conjunto de un sistema --que en este caso son seis
subsistemas aunque sean siete islas, porque en Lanzarote y Fuerteventura
es el mismo--, sino que al mismo tiempo pueden ser el núcleo de un
desarrollo de carácter industrial que vaya hacia otros subsectores
energéticos, por ejemplo el agua, o algún otro desarrollo de este tipo,
lo que nos parece que en una economía tan desequilibrada en favor de los
servicios como la economía canaria es siempre un elemento de política
industrial absolutamente aceptable. A partir de ahí quiero mostrar la
apertura del Gobierno y, por tanto, la transmisión de esa voluntad a
Endesa de que nos parece positivo que pudiera haber intereses ligados a
la sociedad y a la economía canaria en el capital de Unelco; intereses
que también reconocen los acuerdos entre Endesa y Sevillana y Endesa y
Fecsa respectivamente, en cuanto a que también contemplarán con simpatía
--simpatía que comparte este ministro-- la entrada de entidades
financieras ligadas a los respectivos territorios, y ése ha sido un
planteamiento a la Junta de Andalucía perfectamente explícito, ligadas a
los respectivos territorios en el capital de esas empresas. Pero quisiera
hacer --y aprovecho ahora aunque no siga exactamente mi hilo argumental--
otra consideración. Tanto Sevillana como Fecsa son compañías que están en
el mercado de valores, que está dentro de un contexto en el que hay
libertad de circulación de los capitales, y que tienen una capitalización
bursátil relativamente baja. Si alguien cree que la mejor manera de
garantizar el compromiso con Andalucía y el carácter español de Sevillana
es a través de la salida de Endesa y su sustitución por entidades
financieras que tienen unos recursos propios que todo el mundo puede
comprobar que son limitados, por favor que lo piense dos veces.

En cuanto al señor Rodríguez Sánchez, dice que hay una discrepancia total
con lo que hay y con lo que ha de venir. No he entendido muy bien si
había una alternativa. No sé si hay una alternativa, porque si no nos
gusta lo que hay, que es un sistema muy intervenido, pero tampoco lo que
ha de venir, que es un sistema basado en la competencia, en todo caso no
le puedo responder a ese planteamiento, porque me cierra las hipótesis y,
por tanto, no me puedo pronunciar.

Por otro lado, ha hecho referencia a los grupo bancarios beneficiados, a
los beneficios que puede haber para otros territorios del Estado. Yo creo
que eso ya lo he comentado. Ha preguntado qué pasaba con Unión Fenosa y
qué pasaba



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con As Pontes. Al hablar del sector del carbón yo he hecho referencia ya
a un tema que me parece imprescindible que vayamos incorporando a nuestro
futuro inmediato, y se puede discutir el calendario, y es la progresiva
desaparición de la potestad de la Administración a la hora de fijar los
llamados cupos. Usted sabe que la Administración dice ahora qué cantidad
de carbón cada mina concreta puede vender a cada central térmica
concreta. Este es un esquema absolutamente intervencionista y rígido, no
hace falta ser muy amplio ni muy extenso en esta argumentación, que cae
por su propio peso, y eso afectará a As Pontes y a todas las centrales
térmicas del país en la medida en que poco a poco ese grado de rigidez y
ese grado de asignación directa entre cantidades y precios vaya
desapareciendo, porque nos parece que es un camino irreversible.

Finalmente, quiero expresar mi conformidad con los planteamientos que ha
hecho el representante del Grupo Popular. Ha podido haber injusticia en
el trato, pero comprendo, respeto y debo decir que asumo, porque forma
parte del sueldo, y que si en alguna cosa estoy especialmente de acuerdo,
es en que el Gobierno gobierna, no legisla, legisla el parlamento, y que
el Gobierno gobierna quiere decir que toma decisiones, que va avanzando,
que lo hace a conciencia de que muchas veces tiene enfrente la
problemática de una sociedad compleja como la nuestra y que, por tanto,
hay un juego de intereses, todos ellos legítimos, pero que en muchos
casos se contraponen, pero si tiene los objetivos claros, que son en este
caso la modernización del país y la reducción de los costes energéticos
para nuestro tejido productivo, tiene que ir tomando las decisiones sin
que haya modificaciones sustanciales en esos ámbitos. (El señor Hernández
Moltó pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: ¿Señor Hernández Moltó?



El señor HERNANDEZ MOLTO: Como habíamos previsto al inicio de la sesión y
por cortesía a la esforzada intervención del señor ministro, yo creo...




El señor PRESIDENTE: Si es por cortesía, señor Hernández Moltó, creo que
debo atender su petición, aunque quiero recordarle que la comparecencia
es del señor ministro, no de otra ilustre autoridad. Tiene usted la
palabra por tres minutos.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Muchas gracias. Para corregir esas posibles
desviaciones es también para lo que pedía la palabra y en los términos de
cortesía, aunque ya no sé si seguir en esos términos, porque extrañan a
algunos de los señores Diputados los términos de este debate, y ya le
anticipo, señor Ministro --creo que usted se lo creará-- que correrán
estos términos de buena relación y de buen tono, aunque parece que
disguste a alguno de los Diputados. Pero como nosotros no hemos venido
aquí tampoco a sacar ningún certificado de seria discrepancia con usted
para rendir cuentas a ningún lobby empresarial ni financiero, tampoco
necesitamos hacer ningún ejercicio especial. Lo digo para algunas
sorpresas de algunos señores Diputados.

En cualquier caso, yo quería simplemente tomar como referencia una
cuestión. A mí me preocupa el nivel de satisfacción con el que le he
encontrado, porque ese nivel de satisfacción por lo bien hecho produce lo
que creo que usted tiene en este momento, una cierta sensación de ser
incomprendido, y esto tiene difícil solución, porque si usted se ha
fijado en el desarrollo del debate, usted se ha quedado solo, perdón, con
el vehemente apoyo de su propio grupo parlamentario, pero solo. Haría el
repaso: Convergència i Unió, PNV, Coalición Canaria, Izquierda Unida,
Grupo Mixto, Grupo Socialista. Digo esto porque algunos de esos apoyos
son necesarios para formar mayoría parlamentaria. Y por esa cuestión es
por la que vuelvo a reiterar una petición sincera --la nuestra es
sincera, es por intereses generales, no parciales-- de que algo tiene que
cambiar en el ministerio. Yo no sé qué es; le toca gobernar, le toca
tomar riesgo, tomar decisiones, pero algo tiene que cambiar, porque la
oferta de consenso, de diálogo no quiere ser sólo un ejercicio retórico,
tendrá que compadecerse después con otras cosas, y ya ve usted que si
mañana alguien sacara un titular que dijera que el proceso de reforma del
sistema eléctrico nacional está herido de muerte, no sería bueno. Usted
habrá podido percibir hoy que a lo mejor, porque la política del
ministerio es una incomprendida, está herida de muerte, porque no cuenta
con el apoyo de nadie, ni siquiera con el de aquellos que apoyan al
Gobierno.

Por tanto, tome usted nuestra oferta sincera --supongo que la de todos
los grupos parlamentarios-- de deseo de diálogo; con nuestras
discrepancias, no vaya a ser que alguien que sólo lea una parte de este
debate pueda dar crédito a lo que decía el portavoz del Grupo Popular de
que estamos de acuerdo. Estamos de acuerdo en algunas cosas y estamos en
serio desacuerdo, como usted sabe, en otras. En quince segundos soy capaz
de exponer lo que son nuestras diferencias para que conste también en el
«Diario de Sesiones». Ponga en marcha el cronómetro, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Ya han terminado los tres minutos, señor Hernández
Moltó.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Estamos convencidos absolutamente de que es
necesaria una regulación y de que es necesario un equilibrio entre la
política energética y el mercado; éstas son cosas que supongo que
tendremos ocasión de ir comentando con usted. Desde luego, hay una
cuestión básica en este momento, y es que vemos que el riesgo de algunas
de las políticas que se están realizando en las negociaciones, que son
opiniones que traslada el sector y pensamos que están dejando huella en
la opinión del ministerio, es que se está creando una política de corto
plazo, de intensificación de inversiones, de tecnología, de combustibles,
que tiene una gran rentabilidad a corto plazo y una capacidad de
amortización a largo plazo, pero pensamos que pone en serio riesgo el
largo plazo. Por eso es fundamental reforzar los criterios de política
energética.

Le daré sólo un último apunte. Estamos en profundo desacuerdo con el
sistema que han elegido para disimular



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--utilizaré un nuevo concepto, en esta riqueza de vocabulario que se
genera en la vida parlamentaria-- el precio de la tarifa para 1997. No es
verdad que se esté haciendo ningún esfuerzo estructural que lleve a una
bajada en las tarifas eléctricas de este país. Se está produciendo un
sistema similar al de la política presupuestaria, y es el adelantamiento
de la deuda. En ese sentido, pensamos que hay que hacer otros esfuerzos
distintos del de espaciar los períodos de amortización de las centrales o
de renegociar la deuda.

En cualquier caso, creo que me he excedido de la generosidad del
Presidente. Seguiremos hablando, créanos, y queremos agradecerle
sinceramente la información que nos ha proporcionado hoy.




El señor PRESIDENTE: Creo que por parte de algún otro grupo parlamentario
hay intención de intervenir. Daré la palabra por un minuto, señorías.

Tiene la palabra la señora Urán.




La señora URAN GONZALEZ: Señor Presidente, creo que voy a agotar menos de
un minuto.

En primer lugar, quiero que quede clara la posición del Grupo Federal de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, porque nosotros jamás hemos
defendido una electricidad cara. Probablemente el error venga de que los
planteamientos de nuestro grupo con respecto a la política energética son
totalmente diferentes de los que tienen en el Ministerio de Industria y
Energía. El ministerio no apuesta por la gestión de la demanda ni por los
proyectos de ahorro, que sí van a beneficiar mucho más que la bajada de
las tarifas a los usuarios y que sí lo van a notar a la hora de pagar el
recibo de la luz. Eso quiero que quede claro.

El señor ministro hacía referencia a la liberalización del sector y decía
que planteaba la intervención de la Administración y que no iban a
renunciar a ella y que, por supuesto, ahí podríamos estar de acuerdo.

Señor ministro, estamos de acuerdo, pero nosotros también creemos que es
necesario que siga existiendo una empresa pública fuerte, entre otras
cosas, porque la empresa pública tiene unos objetivos, y además de tener
beneficio empresarial también da prioridad a inversiones en otros sitios
que las empresas privadas no van a hacer por su carestía o por su
rentabilidad a más largo plazo. Por tanto, son dos cuestiones que a
nosotros nos parecen muy importantes precisamente para un sector como el
eléctrico.

Señor ministro, nos parece muy bien que se apueste por el gas natural, es
mucho más limpio, es rentable, pero hay que tener en cuenta también la
diversificación. Esperemos que los procesos que se producen en los países
que nos suministran el gas natural mejoren y nos lleven a unas
condiciones de estabilidad que nos permitan no tener dudas sobre ese
suministro, porque, desde luego, en estos momentos sí se tienen
suficientes dudas sobre que estos países no nos puedan cortar el
suministro en un momento determinado y que nos veamos abocados a una
situación extrema para nuestro país.

Para terminar, señor ministro, le diré que la cita que ha hecho,
posiblemente por los años que hace de su lectura, como usted mismo decía,
es equivocada. Son dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás, porque es
la única manera de avanzar. Si damos un paso hacia adelante y otro hacia
atrás, nos quedamos en el mismo sitio.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Urán, por sus precisiones
intelectuales que elevan sin duda el debate.

Señor González de Txábarri, tiene usted un minuto.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Gracias, señor Presidente. ¿Por
qué se empeña en marcarme a mí siempre el tiempo con esa precisión, señor
Presidente?



El señor PRESIDENTE: Para recordarle que tiene usted la palabra por un
minuto.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Señor Presidente, conoce bien las
habilidades dialécticas del portavoz socialista. Quisiera fijar la
posición del Grupo Vasco y decir al portavoz del Grupo Socialista que no
se empeñe en marcar la posición de los demás grupos. En mi primera
intervención he comenzado manifestando mi sorpresa por lo que yo esperaba
hoy, que es que hubiera el «carajal» eléctrico y que no se ha reflejado
en ninguna de las intervenciones del portavoz socialista. Nuestro estilo
es distinto, señor Presidente. Nosotros --y me estoy refiriendo a lo que
un portavoz puede representar aquí-- hemos estado callados respecto a los
temas que se han ido suscitando en estos días. Hemos intentado hacer
gestiones discretas ante el ministerio y las autoridades competentes y
como no hemos logrado la satisfacción que entendíamos se nos debía, hoy
hemos manifestado aquí nuestra postura. Ya veo que los estilos son
distintos, se levanta mucha hojarasca demagógica en el tiempo y después
la intervención no responde a eso que autorizados portavoces socialistas
han venido indicando durante los últimos tiempos. Quede ahí como
diferencia de estilo.

Respecto al resumen que ha realizado el señor Hernández Moltó, he de
indicar que el Grupo Parlamentario Vasco apoya al Gobierno en las
políticas generales sobre este tema y no quisiera que se malinterpretara
en ninguno de los casos; dado que se me ha incluido en el paquete
opositor, quede clara cuál es la posición del Grupo Nacionalista Vasco en
relación a este tema. Lo que hemos indicado con claridad, señor
Presidente, es que no compartimos el procedimiento de información del
ministerio --y el ministro se comprometió a mantener informados a los
grupos parlamentarios--, no siendo esa la situación de facto. Puede que
usted tenga razón cuando dice que ése es el procedimiento más adecuado
para desarrollar este tema. Nosotros no estamos de acuerdo y entendemos
que aunque usted pueda tener razón, nos podía haber informado de que ese
iba a ser el procedimiento que se iba a seguir, algo que no es muy
difícil y que no necesita mucho tiempo. Entiendo, señor ministro, que en
el ministerio usted o alguna otra persona deben dedicar más tiempo a
mantener relaciones con los grupos parlamentarios, y en eso coincido con
la intervención del señor Hernández Moltó.




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Quiero agradecerle, señor ministro, las consideraciones de fondo que ha
realizado en torno a las cuestiones que hemos suscitado, porque se ve que
es fácil llegar a acuerdos respecto de esos temas. La única diferencia
estaría en la temporalidad. Usted proyecta al futuro las cuestiones que
para nosotros son más actuales o que deberían tener una mayor
clarificación hoy, no después. Hoy el factor tiempo es fundamental, y las
cuestiones de fondo que le hemos planteado deben tener, por lo menos, una
clarificación conceptual. En su intervención ha despejado algunas de esas
dudas que se reflejan en el «Diario de Sesiones» y nosotros desde esa
perspectiva nos damos por satisfechos. Quizá haber considerado prepotente
la actuación de los últimos tiempos puede sonar duro, usted ha dicho que
pisa fuerte, las dos terminologías antónimas no son «pisar» y «fuerte»,
yo creo que es incluso más prepotente que prepotente; hasta en ese
estamos de acuerdo, señor ministro. (El señor Rodríguez Sánchez pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor
Rodríguez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Señor Presidente, intervengo por si puede
quedar alguna duda del carácter esotérico de esta representación, ya que
no estoy ni en el presente ni en el futuro. (Risas.) Y como no estoy ni
en el presente ni en el futuro quiero darle un tono de normalidad, por
una cuestión elemental.

El señor Piqué, que creo que ya visitó Galicia, puede comprobar que entre
la capacidad de producción de energía eléctrica de diverso origen y los
resultados prácticos de su incidencia en la mejora del país, hay un salto
tan fuerte que no podemos acreditar el modelo pasado, pero el modelo
futuro nos preocupa mucho. Solamente quiero decir esto.

No se trata de que seamos nacionalizadores gallegos en estricto sentido
con lo que son los sectores que pueden condicionar la vida económica de
un país, como puede ser la producción de energía eléctrica. Nosotros lo
que ponemos de relieve es que todas las grandes empresas están
deslocalizadas. El proceso de traslado de Fenosa, la fusión con Unión
Eléctrica, en Madrid, significó la pérdida de un interlocutor interno, lo
que cada vez está imposibilitando más que tengamos unas salidas, como no
sean las que van por el camino de la participación o del control de las
administraciones públicas sobre nuestras fuentes de riqueza, una de las
cuales y esencial, es la producción de energía eléctrica.

Tome la alusión al batallón catalano-español no como algo agresivo --yo
no formo parte de los que hacen ese tipo de campañas--, sino en el
sentido de que hay consecuencias de determinado tipo de política
económica que tienen trascendencia para unos territorios del Estado
español y otras para otros, pero no hay, en absoluto, un juicio de valor
peyorativo.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Peón.




El señor PEON TORRE: Por cortesía, quiero agradecer el buen tono empleado
por el portavoz socialista --ya expresamos el agradecimiento en nuestra
primera intervención-- y, al hilo de alguna calificación, como hojarasca
demagógica y otras incontinencias verbales que ese mismo portavoz ha
realizado fuera de esta Cámara, congratularnos sinceramente de que ahora,
su apaciguamiento senil en esta Comisión le permita calificar la
intervención del portavoz popular como contaminada por ardores juveniles.

Creo que al final, y al margen de los calificativos, en esta sesión, y
por parte de la mayoría de los grupos de la Cámara, ha habido más puntos
de encuentro con la posición que ha defendido el ministro que de
desencuentro. Lamento que su capacidad para interpretar esas posiciones,
después de escuchar expresamente a los grupos dar su opinión, no se
ajuste a la realidad, y sólo me queda volver a reiterar la posición del
Grupo Popular de que ese consenso, esa voluntad de alcanzar acuerdos y de
llevar adelante las reformas necesarias con la participación del mayor
número de grupos de la Cámara va a contar con el impulso y con la
promoción de nuestro grupo.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro, le ruego que concluya la
comparecencia.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Piqué i Camps): Quiero mostrar
mi admiración por el carácter expansivo que nuevamente tiene el portavoz
socialista, que incluso se ha permitido facilitar el trabajo intentando
dar titulares. No dé titulares que no corresponden a la propia reflexión
de los profesionales de la información porque no es verdad --yo no salgo
con esa impresión-- que la reforma esté herida de muerte y no es verdad
que no merezca el apoyo de muchos grupos de la Cámara.

El señor González de Txabarri ha hecho unas matizaciones y también una
crítica que yo comparto, y los portavoces de Convergència i Unió y de
Coalición Canaria ya no están presentes, pero creo que los dos han
mostrado su coincidencia en el fondo de la política, aunque también han
expresado críticas respecto al procedimiento. Yo he intentado explicar
por qué hemos seguido ese procedimiento. Asumo la crítica de que hubiera
debido explicar por qué utilizábamos ese procedimiento, pero no todo se
hace siempre bien. En cualquier caso, salgo con la tranquilidad de que,
desde luego, en un tema tan serio como éste es posible el consenso, de lo
cual me congratulo, pero además es posible el consenso no sólo con los
grupos que normalmente dan apoyo parlamentario al Gobierno, sino también
con el principal grupo de la oposición en muchos ámbitos de la reforma.

No tengo esa misma sensación respecto al Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida ni respecto al representante del Grupo Mixto, pero no se puede
contentar a todo el mundo al mismo tiempo.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.

Señorías, se levanta la sesión.




Eran las dos y cinco minutos de la tarde.