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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 66, de 09/10/1996
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1996 VI Legislatura Núm. 66



ASUNTOS EXTERIORES



PRESIDENTE: DON FRANCISCO JAVIER RUPEREZ RUBIO



Sesión núm. 5



celebrada el miércoles, 9 de octubre de 1996



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia del señor Ministro de Asuntos Exteriores (Matutes Juan)
para:



--Explicar la posición del Gobierno en relación a Africa del Sur. A
solicitud del Grupo Socialista del Congreso. (Número de expediente
213/000065) (Página 1413)



--Explicar la posición del Gobierno en relación al proceso de paz en
Oriente Próximo. A petición del mismo Grupo Parlamentario. (Número de
expediente 213/000066) (Página 1417)



--Informar sobre la preocupante situación creada en la zona tras la
incursión de tropas del Régimen de Sadam Husein al norte del Paralelo 36
y la correspondiente acción de castigo de Estados Unidos. A petición del
mismo Grupo Parlamentario. (Número de expediente 213/000085) (Página 1424)



Preguntas:



--Aspectos del Derecho Internacional en los que fundamenta el Gobierno
español su actitud de apoyo a los ataques de Estados Unidos contra Irak
los días 3 y 4 de septiembre de 1996. Formulada por el señor Rodríguez
Sánchez, del Grupo Mixto. (Número de expediente 181/000116) (Página 1424)



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--Información recibida por el Gobierno sobre la crisis kurdo-irakí, así
como posición y actuación respecto a la misma. Formulada por el señor
Puig i Olivé, del Grupo P. Socialista. (Número de expediente 181/000168)
(Página 1424)



--Medidas para defender las inversiones y garantizar las indemnizaciones
que corresponden a los ciudadanos españoles cuyos bienes fueron
expropiados por la dictadura militar chilena. Formulada por el señor
Estrella Pedrola, del Grupo Socialista. (Número de expediente 181/000149)
(Página 1431)



--Reelección del señor Butros Ghali para un segundo mandato como
Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Formulada
por el señor Estrella Pedrola, del Grupo Socialista. (Número de
expediente 181/000164) (Página 1433)



--Desaire a la Delegación española que se desplazó a Londres en el mes de
septiembre de 1996 para tratar sobre el asunto de Gibraltar. Formulada
por el señor Yáñez-Barnuevo García, del Grupo Socialista. (Número de
expediente 181/000195) (Página 1434)



--Reacción diplomática ante el hecho de que la Delegación española que se
desplazó a Londres en el mes de septiembre de 1996 para tratar del asunto
de Gibraltar no fuese recibida. Formulada por el mismo señor Diputado.

(Número de expediente 181/000196) (Página 1434)



--Coste del desplazamiento de la Delegación española a Londres para
tratar el asunto de Gibraltar en el mes de septiembre de 1996. Formulada
por el mismo señor Diputado. (Número de expediente 181/000197) (Página 1434)



--Personas que componían la Delegación española que se desplazó a Londres
para tratar el asunto de Gibraltar en el mes de septiembre de 1996.

Formulada por el mismo señor Diputado. (Número de expediente 181/000198)
(Página 1434)



--Motivos por los que no fue recibida la Delegación española que se
desplazó a Londres para tratar del asunto de Gibraltar en el mes de
septiembre de 1996. Formulada por el mismo señor Diputado. (Número de
expediente 181/000199) (Página 1434)



Dictamen sobre:



--Canje de Cartas, de 7 de febrero y 4 de marzo de 1996, constitutivo de
Acuerdo entre España y la UNESCO relativo al Coloquio sobre los efectos
de la comunicación electrónica multimedia (autopistas de la información)
en materia de protección de derechos de autor y otros titulares de
derechos y sus consecuencias en el desarrollo económico y cultural.

(Madrid, 11-14 de marzo de 1996.) (Número de expediente 110/000017)
(Página 1438)



--Convenio entre el Reino de España y la República Francesa a fin de
evitar la doble imposición y prevenir la evasión y el fraude fiscal en
materia de Impuestos sobre la Renta y sobre el Patrimonio y Protocolo
anexo, firmado en Madrid el 10 de octubre de 1995. (Número de expediente
110/000021) (Página 1439)



--Convenio para la Cooperación en el marco de la Conferencia
Iberoamericana, firmado en la V Cumbre de la Conferencia Iberoamericana,
en la ciudad de San Carlos de Bariloche, Argentina, el 15-10-95. (Número
de expediente 110/000024) (Página 1441)



--Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones entre
el Reino de España y los Estados Unidos Mexicanos, firmado «ad
referendum» en México el 23-6-95. (Número de expediente 110/000025)
(Página 1441)



--Convenio entre el Reino de España y la República de Indonesia para
evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de
Impuestos sobre la Renta y sobre el Patrimonio, hecho en Yakarta el
30-5-95. (Número de expediente 110/000026) (Página 1443)



--Acuerdo entre el Reino de España y la República de Bulgaria sobre el
régimen jurídico y las condiciones para la actividad de los centros
culturales, firmado en Sofía el 5-9-95. (Número de expediente 110/000027)
(Página 1444)



--Acuerdo para la Promoción y Protección recíproca de Inversiones entre
el Reino de España y la República de Venezuela, firmado en Caracas el
2-11-95. (Número de expediente 110/000028) (Página 1444)



--Protocolo modificatorio del Convenio de doble nacionalidad entre el
Reino de España y la República de Indonesia, hecho en Yakarta el 30-5-95.

(Número de expediente 110/000030) (Página 1445)



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--Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones entre el
Reino de España y la República de Indonesia, hecho en Yakarta el 30-5-95.

(Número de expediente 110/000030) (Página 1446)



--Acuerdo de Asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados
miembros, por una parte y la República de Lituania, por otra, firmado en
Luxemburgo el 12-6-95. (Número de expediente 110/000031) (Página 1447)



--Acuerdo de Asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados
miembros, por una parte, y la República de Estonia, por otra, firmado en
Luxemburgo el 12-6-95. (Número de expediente 110/000033) (Página 1447)



--Acuerdo de Colaboración y Cooperación entre las Comunidades Europeas y
sus Estados miembros, por una parte, y la República de Moldova, por otra,
firmado en Bruselas el 28-11-94. (Número de expediente 110/000032)
(Página 1448)



Proposiciones no de ley:



--Por la que se manifiesta el propósito de que por parte de la Mesa de la
Cámara se acuerde enviar a mIrak una Delegación Parlamentaria integrada
por Diputados de los Grupos Parlamentarios con presencia en la Cámara,
con el objetivo de analizar la situación humanitaria en el país.

Presentada por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya. (Número de expediente 161/000165) (Página 1449)



Se abre la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos.




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, se abre la sesión de
esta Comisión de Asuntos Exteriores, que se celebrará de acuerdo con el
orden del día que todos ustedes conocen y previamente establecido por la
Mesa y portavoces de esta Comisión.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO EXTERIORES PARA:



--EXPLICAR LA POSICION DEL GOBIERNO EN RELACION A AFRICA DEL SUR. A
SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO. (Número de expediente
213/000065.)



El señor PRESIDENTE: Quiero decirles que, como está reflejado en el orden
del día, tendrán lugar, en primer lugar, la comparecencia del señor
ministro de Asuntos Exteriores. Tengo que decirles también que, con su
beneplácito, en el momento en que solventemos la comparecencia relativa
al número tres, pedida por el Grupo Socialista del Congreso solicitando
información sobre la preocupante situación en la zona tras la incursión
de las tropas de Sadam Husein, acumularemos, porque me parece de buen
orden para la Comisión, las preguntas números 5 y 8, de manera que los
autores de dichas preguntas intervengan inmediatamente después del
peticionario de la comparecencia.

Tengo que informarles también que el Secretario de Estado para la
Cooperación Internacional, que debería comparecer para solventar la
solicitud que figura con el número 4, posiblemente tenga impedimentos de
última hora, debidos a un acto, al que también tenía que asistir el señor
Ministro de Asuntos Exteriores, relacionado con el Instituto Cervantes.

Inmediatamente después de las comparecencias del señor Ministro,
procederemos a solventar la situación de esa comparecencia.

Quiero agradecer de nuevo la presencia del Ministro de Asuntos Exteriores
en esta Comisión y, sin más preámbulos, le doy la palabra para que
exponga la información que le ha sido solicitada por el Grupo Socialista
del Congreso sobre la posición del Gobierno en relación a Africa del Sur.

Señor Ministro, tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Señorías, en
relación con Africa del Sur, la distancia geográfica, la ausencia de
lazos históricos y culturales comunes, la propia carencia de una colonia
española numerosa, dieron lugar a que, históricamente, las relaciones
bilaterales entre España y Sudáfrica fueran limitadas y generalmente
mucho menos activas que las que tienen otros países europeos. El
aislamiento que posteriormente impuso a Africa del Sur la comunidad
internacional como medida de presión para erradicar el sistema del
apartheid no hizo más que acentuar, si cabe, la escasez de contactos
entre Madrid y Pretoria. Desde que el Gobierno sudafricano iniciara la
reforma política hacia la abolición del apartheid y la construcción en
Sudáfrica de un sistema democrático y no racial, España, al igual que el
resto de los países de la Comunidad, inició una política de aproximación,
de flexibilización de posturas y de diálogo abierto. Como consecuencia de
las decisiones adoptadas en el ámbito de la cooperación política europea,
apoyadas activamente por España y por otra parte, el Gobierno español
suprimió la aplicación de algunas sanciones que habían sido impuestas por
la Comunidad a Sudáfrica en 1985 y 1986.




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Concretamente, se abolió el embargo petrolífero de abril de 1992, así
como las sanciones en el terreno de los contactos científicos, culturales
y deportivos, y algunas relativas a materia de seguridad.

Al igual que el resto de los países de la Unión Europea, España envió un
número de observadores, veinticinco en concreto, a las elecciones del 27
de abril de 1994. Asimismo, con motivo de los actos de toma de posesión
del Presidente Mandela tras la celebración de estas elecciones, acudió a
Pretoria una delegación española de alto nivel, presidida por el Príncipe
de Asturias, a quien acompañaba el entonces Ministro de Asuntos
Exteriores, don Javier Solana. Desde entonces, se produjeron varias
visitas y, tras las recientes elecciones celebradas en España el pasado 3
de marzo, se produjo la visita oficial de trabajo del Vicepresidente de
Sudáfrica, señor Mbeki, que tuvo lugar los días 20 y 21 de junio pasado.

Conviene señalar que esta visita oficial resultaba algo tardía, ya que
reiteradas veces las autoridades españolas le habían invitado sin que tal
visita hubiera cristalizado, por lo que vino a colmar un cierto déficit
de diálogo a alto nivel entre España y Sudáfrica.

El Vicepresidente Mbeki solicitó a España el apoyo para las negociaciones
actualmente en curso entre la Unión Europea y el Sadcc, adhesión al
Protocolo de Lomé IV y acuerdo bilateral de libre comercio Unión
Europea-Sudáfrica. Solicitó asimismo un incremento en nuestras relaciones
bilaterales dentro del plan de diversificación y también presentó la
solicitud de un cierto apoyo financiero para un programa de
reorganización del sistema docente en su país, que tiende especialmente
al reciclaje del personal educativo. Sobre este tema el Presidente
Mandela incluso ha dirigido últimamente una carta a S. M. el Rey y ha
mantenido una conversación telefónica con el Presidente Aznar. Ha
recibido por ambas partes contestaciones muy amables de apoyo en
principio, sin concretar todavía la adopción de una actitud concreta
basada en nuestra preferencia de que este tema sea estudiado más
detenidamente en el seno de las reuniones de la UE y por considerar que
una posición uniforme y concertada de la Unión Europea sería más útil.

En resumen, esta visita ha sido de gran interés para proseguir y relanzar
el acercamiento entre España y Sudáfrica, que pueda servir para que
avancen nuestras relaciones bilaterales, que son satisfactorias en el
ámbito político pero no han alcanzado niveles satisfactorios en aspectos
de inversiones y de comercio, habida cuenta del amplio potencial de
crecimiento y diversificación.

Se hace necesario actualmente un esfuerzo resuelto para multiplicar los
intercambios de todo orden y explorar en beneficio de ambas partes todas
las posibilidades de cooperación. Al respecto existe también a nivel del
empresariado español un interés creciente por Sudáfrica que el Estado y
las comunidades autónomas se esfuerzan por apoyar y canalizar.




El señor PRESIDENTE: En nombre del grupo que ha pedido la comparecencia,
el señor Estrella tiene la palabra.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Esta petición de comparecencia del ministro
responde al deseo del Grupo Socialista de ir abordando a lo largo de
distintas comparecencias la posición del Gobierno sobre la situación en
distintos espacios geográficos. Como el ministro ha recordado, esta
petición se produce precisamente al hilo de la visita del Vicepresidente
Mbeki a Madrid, que no solamente es vicepresidente, sino que, según todos
los indicios, podría estar llamado a ser el próximo Presidente de
Sudáfrica.

Por otra parte, está el hecho de que Sudáfrica, por el proceso que ha
vivido a lo largo de los últimos años y que ha recordado también el señor
Ministro, sale de una historia de absoluta demencia con un régimen donde
a la segregación racial se unía también la violencia de las luchas
interétnicas, de la segregación étnica o tribal promovida desde el
Gobierno sudafricano a través del sistema de bantustanes. Sudáfrica sale
de ese pasado y entra en un proceso de normalización democrática.

Sudáfrica es importante como símbolo de lo que muchos demócratas en todo
el mundo han estado luchando por erradicar: el sistema de apartheid. Pero
Sudáfrica es también un país que, precisamente por la trascendencia de
ese proceso y por el interés que ha focalizado a lo largo de los años,
sirve de referente para lo que pueda ser el futuro de países de su
entorno en Africa Austral, países que se encuentran evidentemente en un
nivel económico y de desarrollo, incluso de capacidad tecnológica,
inferior al de Sudáfrica, pero que miran al proceso de democratización en
Sudáfrica con esperanza, con interés, y que están viviendo sus propios
procesos internos cargados a veces también de contradicciones. Sudáfrica
es importante porque nada permite asegurar que el proceso de
transformación y de normalización se va a producir de forma tranquila,
porque han sido muy profundas las heridas que se han producido en este
país y porque es muy difícil la situación económica con que el nuevo
Gobierno acomete esta andadura. Sudáfrica también es importante porque
por su propio potencial económico podría muy bien jugar un papel
dinamizador en esa región tan maltratada de Africa Austral.

Por todas esas razones consideramos importante estimular la reflexión del
Gobierno. Entendemos que se ha producido así. El ministro ha recordado la
etapa de las sanciones en que se produjo en la práctica un corte de las
relaciones comerciales. Coincidimos con el ministro en que la
recuperación se está produciendo de una manera excesivamente lenta. Nos
permitiríamos hacer una sugerencia al Gobierno para este caso y con
carácter general: que trate de salirse de ese enfrentar las relaciones
con otros países desde un punto de vista meramente inercial de no nos
llevamos mal, vamos a ver si podemos hacer algunas cosas. Yo creo que la
propia interrelación entre Sudáfrica y la Unión Europea nos hace también
partícipes de unos intereses y de unas contribuciones a las políticas de
desarrollo de la Unión Europea, donde España está no sólo plenamente
legitimada, sino obligada a realizar un esfuerzo en el ámbito bilateral
para tener una presencia en Sudáfrica.

Nos parecería importante conocer si hay avances, por ejemplo, en el
ámbito del sector pesquero; si la cooperación en algunos aspectos de la
industria militar, que creo recordar fue suspendida en el año 1982,
concretamente el



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proyecto de adquisición de algunos submarinos por parte de Sudáfrica, y
que fue cancelado por el Gobierno socialista, tiene ahora algunas nuevas
perspectivas. También querría conocer en qué situación se encuentra la
negociación para el establecimiento de una zona de libre comercio y
cuáles serían los plazos previsibles. Querría también conocer la opinión
del Ministro sobre en qué medida la creciente presión demográfica de los
países del entorno de Africa del Sur puede convertirse en un factor
desestabilizador y si eso se está abordando en el ámbito de la Unión
Europea.

Finalmente, señor ministro, yo estoy seguro de que el recién nombrado
embajador de España en Sudáfrica, aunque sólo lleva unas semanas, hacia
final de año estará ya enviando telegramas en los que pida la presencia
de altos responsables del Gobierno, donde pida la presencia de misiones
comerciales, donde pida la presencia de altos representantes del Estado.

No en balde el premio Carlo Magno fue compartido en una de sus ediciones
por Nelson Mandela y por el Rey de España. Yo le pediría, señor ministro,
que no echara en saco roto, cuando lleguen, esas peticiones de nuestro
embajador en Sudáfrica.




El señor PRESIDENTE: ¿Qué otros grupos parlamentarios desearían tomar la
palabra en este momento? (Pausa.)
El señor Mardones tiene la palabra.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Ministro de Asuntos Exteriores,
tradicionalmente Canarias ha sido una especie de plataforma intermedia en
relaciones comerciales con la República Sudafricana, sobre todo porque,
incluso en épocas en las que no se mantenían relaciones diplomáticas
entre España y Sudáfrica, empresas sudafricanas del sector de la
alimentación y las bebidas, algunas radicadas en Londres, tomaron fuertes
participaciones en empresas ubicadas en las islas Canarias, o incluso con
compras absolutas en el sector cervecero, que ha pasado a propiedad de
estas empresas sudafricanas que tenían sedes operativas en el Reino
Unido.

La primera pregunta, señor Ministro, es si estas relaciones comerciales
van a ser potenciadas en la estructura de la embajada de España en
Pretoria. Me gustaría que el señor ministro dijera qué estructura va a
tener esta embajada en cuanto a componentes y agregados, junto, por
supuesto, al señor embajador y los cargos inmediatos de la estructura del
servicio exterior que acompañan a toda embajada. Entendemos que la
presencia de un agregado comercial, de un agregado agrario y de un
agregado militar --ya lo ha apuntado el portavoz socialista-- sería
importante. Aunque el portavoz socialista se ha referido a una operación
frustrada por el Gobierno socialista en el año 1982, fue en 1983 cuando,
en razón de la política de la segregación racial practicada por el
Gobierno de Pretoria, el Gobierno socialista canceló unos posibles
contratos de modernización de submarinos de Sudáfrica en astilleros
españoles, incluso en una época en que en los astilleros españoles había
crisis. ¿Existe posibilidad, señor Ministro, de volver a recuperar esas
líneas de cooperación técnica, comercial, etcétera, dado que en épocas en
que se estaba autorizando el comercio, incluso por operaciones
triangulares, la República Sudafricana ha sido un cliente notable del
mercado de armamento y munición de España, sobre todo en arma corta, en
arma media y en munición?
La segunda cuestión que le planteo, señor Ministro, es si existe la
posibilidad de que por parte del departamento de Asuntos Exteriores se
potencien las relaciones comerciales entre España y Pretoria mediante el
transporte aéreo, porque si Iberia no recibe la encomienda del Gobierno y
las facilidades en los acuerdos internacionales de tráfico aéreo es muy
difícil establecer para los hombres de negocios otros los puentes de
comunicación que no sean los de la vía aérea. Cuando Iberia ha tenido
interés en este mercado los vuelos han debido ser hechos a través de la
plataforma canaria, es decir, vuelos de intermediación, no vuelos
directos, pero los trayectos desde Canarias a Sudáfrica, saliendo bien
desde Barcelona-Madrid-Canarias-Sudáfrica, son imposibles si no hay un
acuerdo bilateral. Queríamos llevar al ánimo del señor ministro nada más
que la necesidad de impulsar lo que el señor ministro ha calificado
acertadamente de relaciones políticas satisfactorias en este momento en
el ámbito diplomático, aunque no lo son tanto, por supuesto, las
relaciones de cooperación técnica, comercial, etcétera. Pero, sin enlaces
aéreos, señor ministro, es imposible potenciar la actividad comercial tan
interesante en este momento.

Con esto termino, dando las gracias, señor Presidente, señor ministro.




El señor PRESIDENTE: El señor Recoder tiene la palabra.




El señor RECODER I MIRALLES: Brevemente. Quiero manifestar al señor
ministro el apoyo de nuestro grupo parlamentario a todo aquello que
suponga un estrechamiento de las relaciones entre España y Sudáfrica. En
primer lugar, porque estas relaciones tienen un punto de partida muy
deteriorado, como es el compromiso moral de la Unión Europea con el fin
del régimen del apartheid. Yo creo que el mismo compromiso moral que
mantuvimos en su momento para que finalizara ese régimen intolerable nos
obliga moralmente en la actualidad a comprometernos con todo aquello que
suponga la estabilidad del régimen de Sudáfrica. Por tanto, entendemos
que debe haber un estrechamiento de las relaciones políticas pero
también, y muy especialmente, un estrechamiento de las relaciones
económicas entre la Unión Europea y muy especialmente entre España y
Sudáfrica.

Sudáfrica es uno de los países africanos con un mayor PIB, por tanto es
un mercado importante, y tiene abundancia de determinadas materias
primas, lo que obviamente es interesante para nuestra economía. Por
último, porque entendemos que la estabilidad de Sudáfrica supone una
estabilidad para la zona. Es clara la influencia de Sudáfrica como factor
de desestabilización en determinados conflictos de dicho ámbito, como
puede ser el de Namibia o Angola y, por ello, pensamos que la estabilidad
de Sudáfrica no sólo es un factor de estabilidad interna del propio país



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sino que ha de tener repercusiones positivas en la resolución de algunos
de los conflictos que todavía perduran.




El señor PRESIDENTE: El señor Robles tiene la palabra.




El señor ROBLES FRAGA: Gracias en nombre de mi grupo, señor ministro, por
su presencia aquí.

También intervendré con brevedad, en primer lugar, para felicitar al
Grupo Socialista por esta solicitud de comparecencia que, sin duda,
significa una reflexión común sobre un importante país y una importante
zona de acción para nuestra política exterior.

En esta Comisión hemos de ocuparnos de buscar la manera de que se
escuchen mejor cuáles son los verdaderos intereses de España, partiendo
siempre de esa interpretación básica y de ese recordatorio elemental que
son las líneas de consenso y también de continuidad de los gobiernos
democráticos, por qué negarlo, que existen en la acción exterior de
España.

Desde luego, España tuvo una posición activa dentro de la Unión Europea
como país que apoyó el tránsito de la situación intolerable de apartheid
a su eliminación y liquidación definitiva, a través de distintos
programas y distintas acciones, pero es verdad, señor ministro, que no
hemos tenido el nivel que nos corresponde como país y potencia europea ni
tampoco el nivel de presencia no sólo empresarial o política sino
cultural e incluso humana en la importante nación sudafricana.

Parece evidente, a la luz de sus palabras, que existen dos línea de
actuación en nuestra acción exterior hacia Sudáfrica, por una parte, la
continuidad del apoyo al cambio político y a la reconstrucción nacional,
a través de distintos programas como contribución no solamente a la
estabilidad del país sino también a la estabilidad de la zona, y como
apuesta por el futuro papel que jugará la República Sudafricana en Africa
Austral, muy especialmente, y también en otras zonas de cooperación
internacional en que el creciente papel de Sudáfrica se irá haciendo
notar poco a poco; y, por otra, en la línea de acción exterior de España
es evidente la necesidad de aumentar nuestra presencia española en las
relaciones de todo tipo: comerciales, culturales y de cooperación
política, educativa, etcétera.

Dentro de este ámbito existe una cuestión que el Ministro ha planteado
que es, sin duda, la de conjugar, por una parte, nuestra potencialidad
como miembro de la Unión Europea y, por otra, defender los intereses que
consideramos legítimos en el curso de las distintas negociaciones que se
vienen desarrollando entre la Unión Europea y la República Sudafricana.

Naturalmente, estoy seguro de que en esa conjugación de intereses existe
una voluntad del Gobierno, del señor ministro, de dar impulso, de hacer
el máximo esfuerzo posible para que nuestro país tenga no solamente el
nivel de presencia y de desarrollo en estas relaciones que le corresponde
sino que pueda utilizar esta presencia para mayor éxito y promoción no
sólo de nuestros intereses propios sino también del papel que España debe
jugar en una zona del mundo de la que tradicionalmente ha estado más bien
alejada.




El señor PRESIDENTE: El señor ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Señor Presidente,
señorías, gracias, en primer lugar, a todos los portavoces por sus
aportaciones, muy constructivas, a este debate sobre el que,
afortunadamente, hay unidad, por no decir consenso.

Como muy bien ha afirmado el señor Estrella y también los demás, el caso
de Sudáfrica tiene trascendencia, porque es un símbolo y, al propio
tiempo, un caso piloto de lo que sería deseable conseguir en nuestras
relaciones, tanto bilaterales como desde la Unión Europea, con otros
países de Africa. Precisamente, en el caso de Sudáfrica se conjugan una
democratización a unos niveles muy superiores a los que son habituales en
Africa, la integración racial y, finalmente, una tercera condición, sin
la cual las otras dos serían difícilmente realizables en la práctica, que
es una dinamización económica, que es la que permite alimentar los
procesos de democratización y de integración racial.

Además, agradezco mucho la sugerencia que me ha formulado el señor
Estrella en el sentido de que no nos limitemos a marcar una cierta
inercia que siga las actuaciones de anteriores gobiernos. Al respecto,
quiero recordar que he hablado de nuevo impulso, justamente para dejar
sentado que intentamos edificar sobre lo ya construido. Si hubiera sido
mucho más expeditivo en ese aspecto, se me podría acusar, quizá, o de
voluntarismo o de despreciar lo ya hecho, que no es en modo alguno
despreciable, y por eso he querido utilizar una expresión que, marcando
nuestra voluntad positiva de potenciar y de mejorar esas relaciones, al
propio tiempo enlazara lo que pensamos hacer con lo ya hecho.

Efectivamente, en el contexto de la Unión Europea, España está impulsando
una política de acuerdos pesqueros; no obstante, hay que recordar la
iniciativa formal corresponde a la Comisión Europea, a la que, repito,
estamos animando en ese contexto. En el plano bilateral, ciertamente nos
estamos esforzando por recuperar una cooperación militar, que tiene
perspectivas, aunque no en los pedidos de fragatas del año 1982, que ya
fueron construidos por otros países.

En relación con la posibilidad de establecer una zona de libre comercio
entre la Unión Europea y Sudáfrica, quiero señalar que es una de las
líneas de acción que se están barajando, aunque tenemos la impresión de
que en estos momentos más interesa a Sudáfrica su plena integración en
Lomé IV que un acuerdo de libre cambio, que realmente es mucho más
exigente en relación con las obligaciones de Sudáfrica, puesto que es un
régimen mucho más abierto y mucho menos protegido. Como ustedes saben muy
bien, los acuerdos de Lomé establecen un libre comercio para los países
que forman parte del convenio, sin que ese libre comercio sea de ida y
vuelta, y sin que, por lo tanto, la Comunidad tenga los mismos derechos,
como sería en el caso del libre comercio. En todo caso, es una idea que
nosotros continuamos estudiando porque, entre otras cosas, no es fácil la
plena adhesión al convenio de Lomé, ya que, al exigir un cierto esfuerzo
financiero por parte de los ya miembros, no siempre se consigue. Hay que
recordar que ya nos costó un



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esfuerzo muy grande integrar en dicho acuerdo de Lomé, en su día, a
países mucho más pobres y mucho más pequeños, como eran la República
Dominicana y Haití. Desde luego, confío en que la presencia del nuevo
embajador, joven y muy activo, nos permitirá materializar esa política de
impulso a la que me refería, dentro de la que hay que enmarcar visitas de
alto nivel, por parte española, a Sudáfrica.

Quiero agradecer su apoyo a los demás portavoces, al señor Mardones en
particular, y, desde luego, manifestar mi acuerdo respecto del papel
estratégico que Canarias debe jugar, cada más en el futuro, como gran
plataforma de España, para intensificar sus relaciones no sólo con
Sudáfrica sino con todo el continente. Ciertamente, esas relaciones van a
ser potenciadas por la embajada, desde el punto de vista comercial y
militar, sin descartar ninguno de los demás. Coincido, igualmente, con el
portavoz de Convergència i Unió en relación con la importancia de
Sudáfrica, así como en los objetivos y en los medios a los que él se ha
referido, y comparto totalmente las observaciones del portavoz popular.

Creo que en estos momentos, al margen del impulso que desde la Unión
Europea se está dando, en el plano multilateral, a las relaciones con
Sudáfrica, país con el que varios de los países miembros tienen una
antigua y fructífera tradición de relación política y también comercial,
lo que no es el caso de España, esto nos exige a nosotros concentrarnos
lo más posible en ese impulso en el plano bilateral al que el señor
Robles se ha referido.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.




--EXPLICAR LA POSICION DEL GOBIERNO EN RELACION AL PROCESO DE PAZ EN
ORIENTE PROXIMO. A PETICION DEL MISMO GRUPO PARLAMENTARIO. (Número de
expediente 213/000066.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto segundo del orden del día, la
comparecencia del señor Ministro de Asuntos Exteriores, solicitada por el
Grupo Socialista del Congreso, para explicar la posición del Gobierno en
relación al proceso de paz en el Oriente Medio.

Quería constatar que hemos sido capaces de solventar el primer punto del
orden del día en poco más de treinta minutos. Si todos nos atuviéramos a
una cierta austeridad explicativa --como todos han hecho en este
momento--, podríamos cumplir los plazos previstos.

Señor Ministro, tiene usted la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Señor Presidente,
le agradezco esa llamada a la concisión, en la medida en que sea
compatible con la importancia de los temas, por cuanto, como muy bien ha
dicho el señor Presidente, no es sólo que tengamos un almuerzo de
compromiso sino que este almuerzo, en el marco del Patronato del
Instituto Cervantes, es bajo la presidencia de SS. MM. los Reyes y, desde
luego, sería mi deseo terminar sobre las doce y media para poder cumplir
este importante compromiso.

En relación con el proceso de paz de Oriente Medio, por su importancia,
quisiera hacer un esbozo de los principios que reflejan la posición del
Gobierno español al respecto. En primer lugar, quisiera reiterar el
compromiso de la Unión y del Gobierno español con el proceso de paz, como
único instrumento válido para conseguir la paz y la seguridad para
Israel, el pueblo palestino y todos los Estados de la región. En ese
sentido, puedo asegurarles que España, en coordinación con sus socios
europeos, no ahorrará esfuerzos para contribuir a superar, de un modo
irreversible, la fase de confrontación y de violencia que prevaleció en
el pasado y que en estos momentos ha tenido algunos rebrotes muy
preocupantes. Además, estamos convencidos de que España y sus socios
pueden desarrollar un papel altamente constructivo en el proceso, que no
se limite a un mero apoyo económico. Es sabido que la Unión ha canalizado
hacia la región grandes cantidades de recursos económicos, además de ser
el principal socio comercial en la región, y muy especialmente de Israel.

España contribuye activamente a la identificación y ejecución de todas
aquellas iniciativas tendentes, precisamente, a fortalecer el aspecto
político de la participación europea. En segundo lugar, estamos alentando
a todas las partes implicadas a aplicar plenamente el contenido de los
acuerdos ya alcanzados y a reanudar las negociaciones, de un modo eficaz
y continuado, sobre la base de los principios recogidos en la Conferencia
de Madrid y en los acuerdos de Oslo. Es en estos momentos de cierta
desconfianza y estancamiento cuando conviene reiterar con más fuerza que
nunca los principios sobre los que se basa la solución que a juicio de la
comunidad internacional, toda entera, debe prevalecer. Está claro que
ésta no es otra que la establecida en las Resoluciones 242 y 338 del
Consejo de Seguridad, que en última instancia consagran la fórmula de paz
por territorios, consagrada a su vez en la Conferencia de Madrid.

El pleno cumplimiento del acuerdo interino, firmado en Washington, en
septiembre del año pasado, no es sino la continuación de un proceso
lógico, cuyo objetivo no es otro que el de poner fin a una confrontación
que obstaculiza gravemente el progreso político y social de la región,
sin perder la perspectiva de cualquier solución debe dar al propio tiempo
respuesta, no sólo al díptico paz-territorios, sino al tríptico
paz-territorios-seguridad. Con esto España acepta, cómo no, la
importancia del factor seguridad en ese planteamiento y condena con toda
la comunidad internacional todos los actos de terrorismo.

Es evidente que el desarrollo económico y las mejoras en las condiciones
de vida de la población contribuyen de un modo esencial y son a su vez un
factor necesario para la estabilidad y la propia seguridad de la región.

El cierre de los territorios palestinos con sus perniciosos efectos, no
sólo políticos, sino también económicos y humanos, como SS. SS. conocen,
son una fuente de permanente preocupación para el Gobierno español y de
permanente frustración, inestabilidad y falta de seguridad consiguientes
en la zona.

Quisiera referirme brevemente a los aspectos sirio y libanés del proceso
de paz. En la Declaración de Florencia, la Unión Europea reitera su firme
apoyo en favor de la



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pronta reanudación de los contactos entre Israel y Siria, en la esperanza
de que dichas negociaciones favorezcan a su vez el ulterior inicio de
encuentros entre autoridades de Israel y el Líbano. En relación al primer
aspecto, los contactos entre Tel Aviv y Damasco, orquestados por Estados
Unidos, fueron interrumpidos a raíz de los atentados terroristas que se
produjeron a finales de febrero y principios de marzo de este año. Lo
mismo cabe decir de las relaciones entre Israel y Líbano, que son
igualmente complicadas, habiendo experimentado un claro deterioro tras la
tragedia que tuvo lugar el pasado mes de abril en la base de Naciones
Unidas de Qafar Qaná, al sur del Líbano, tragedia que movilizó a la
comunidad internacional y con ella a la Unión Europea, cuya troika se
trasladó a la región al objeto de mantener contactos al más alto nivel
con los dirigentes regionales.

Después de muchos esfuerzos, los acuerdos del 26 de abril establecieron
un alto al fuego, fijaron la creación de un grupo de vigilancia, de un
grupo consultivo también, cuyos objetivos son evitar la repetición de
tales actos y asegurar la contribución internacional para la
reconstrucción económica del Líbano. España ha apoyado la participación
de la Unión Europea en el Grupo de Amigos del Líbano, cuyo objetivo
prioritario se basa en la asistencia económica y financiera para la
reconstrucción del país, grupo consultivo que se reunirá en Washington
próximamente.

Me gustaría hacer hincapié en algo que no por obvio es menos necesario
reiterar. El Gobierno español está firmemente comprometido con la
independencia, integridad territorial y soberanía del Líbano, base de la
Resolución 425, como ustedes saben. Considera que esos acuerdos del
pasado 26 de abril no pueden sustituir al verdadero arreglo definitivo de
dicha cuestión, que sólo puede llegar de la mano de las negociaciones
bilaterales entre las autoridades israelíes y libanesas.

Quisiera centrar ahora mi atención en la cuestión palestina que, como
ustedes saben, es el corazón del conflicto árabe-israelí. El primer
ministro israelí, Netanyahu, ha declarado públicamente en múltiples
ocasiones el compromiso de su gobierno con el proceso de paz y su firme
intención de cumplir los acuerdos firmados. Estas declaraciones han sido
seguidas por una política de gestos, cuyo exponente fue el encuentro
mantenido a principios del pasado mes de septiembre con el presidente
Arafat. Cuando se produjo este encuentro, el Gobierno español no ocultó
su satisfacción por tal entrevista como importante en sí misma, pero
señaló al propio tiempo la necesidad de que esa política de gestos se
viera seguida por avances concretos y tangibles que fortalezcan la
credibilidad del proceso de paz.

Durante los contactos que he mantenido con mi homólogo israelí he
aprovechado la oportunidad para transmitirle este mensaje, unido a la
preocupación española por cuestiones como el redespliegue del ejército
israelí en la ciudad de Hebrón y las graves consecuencias económicas del
prolongado cierre de los territorios palestinos.

La reciente decisión israelí de proceder a la apertura del túnel
arqueológico próximo a la explanada de las mezquitas ha sido el detonante
de una ola de violencia, cuya repercusión más grave sea quizá la pérdida
del clima de confianza que había sido creado lentamente y que es, y
huelga decirlo, condición indispensable para avanzar en todo proceso
negociador. Puedo asegurarles que el Gobierno español ha seguido con
preocupación y con la máxima atención la evolución de los
acontecimientos, especialmente en las últimas semanas. Asimismo, la
reacción de la Unión Europea ha quedado plasmada en ese comunicado,
porque es cierto que España tuvo un papel relevante en la declaración que
expresamos los quince ministros de Asuntos Exteriores el pasado martes,
día 1 de octubre, en Luxemburgo. Sus señorías conocen el contenido de
esta declaración. Se trata del mensaje más claro y firme que la Unión
Europea ha dirigido hasta ahora a las partes implicadas en el proceso, y
muy en particular a una de ellas.

Permítanme reiterar alguno de los elementos contenidos en esta
declaración: La Unión reconoce que los recientes acontecimientos se han
producido como consecuencia de la frustración e indignación ante la
ausencia de auténticos avances en el proceso de paz. La Unión insta al
gobierno de Israel a cumplir con las obligaciones contraídas y a dar
pruebas fehacientes de su declarado compromiso con este proceso.

Asimismo, expresa su creencia de que el regreso a la situación
originaria, es decir la previa a la construcción del túnel, ayudaría a
restaurar este clima de confianza y finalmente reafirma expresamente la
política de la Unión sobre el Estatuto de Jerusalén, subrayando la
inadmisibilidad de la adquisición de ese territorio por la fuerza y
señalando que el Este de Jerusalén, la ciudad ocupada, no está bajo la
soberanía de Israel. Por otra parte, como SS. SS. recordarán, la troika
se entrevistó con el Presidente Arafat antes de su viaje a Washington y
apoyó la iniciativa de la diplomacia norteamericana de reunir al primer
ministro israelí y al Presidente Arafat. Además, aunque los encuentros en
Washington no han arrojado resultados concretos, han tenido la virtud de,
por lo menos, mantener abiertos los canales de comunicación al máximo
nivel, en un momento de grave estancamiento del proceso de paz y
prioritariamente de la banda palestina, que es el nudo gordiano en dicho
proceso.

Está claro que la multiplicación de asentamientos israelíes en el curso
de los últimos años, no sólo en el perímetro de Jerusalén, sino también
algunos enclaves de Cisjordania, son desarrollos que no favorecen una
negociación dinámica y fluida entre las partes, sencillamente porque
crean después una situación difícilmente reversible a la hora de poner en
práctica la fórmula de paz por territorios. La cuestión de los refugiados
tiene, además de repercusiones políticas y económicas evidentes, un
componente humano y social, y por lo tanto, innegable porque afecta
directamente a la reunificación de familias enteras que se vieron
separadas en razón de las guerras entre árabes e israelíes.

El Gobierno español viene contribuyendo económicamente, y lo seguirá
haciendo en la medida de sus posibilidades, a las labores desplegadas por
las Naciones Unidas en ese aspecto, participando activamente en los
programas humanitarios que éstas ejecutan, a fin de elevar las
condiciones de vida de los refugiados palestinos. Viene igualmente



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participando en las reuniones del grupo multilateral dedicado
precisamente a la cuestión de los refugiados.

Por último Jerusalén, sin duda la cuestión más espinosa de todas. La
posición es clara y basada en el Derecho internacional. España no
reconoce la anexión de la parte Este de Jerusalén, efectuada por Israel
en 1967. Por ello, y tal como se recoge en la Declaración de Florencia,
la solución del problema de Jerusalén no es materia exclusiva de
israelíes y palestinos, sino una cuestión en la que la comunidad
internacional tiene algo que decir y que debe ser tenido en cuenta.

No se trata sólo de dar una solución adecuada al problema religioso,
garantizando el libre acceso a los santos lugares de las tres grandes
religiones monoteístas, sino también de cerciorarse de que la dimensión
política responde igualmente a los criterios del Derecho internacional
acuñados en esa cuestión. En todo caso, es claro que la solución al
problema de Jerusalén debería dar también cabida a las aspiraciones
legítimas del pueblo palestino.

En conclusión, me gustaría reiterar la voluntad del Gobierno español para
seguir contribuyendo a impulsar la causa de la paz y el progreso en una
región que ha sufrido ya demasiado, que afecta a nuestros intereses y
que, por ello mismo, merece nuestra permanente atención, solidaridad y
nuestro más serio compromiso de trabajo.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo que ha pedido la comparecencia,
tiene la palabra el señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Quien fuera portavoz del Grupo Popular en la
Comisión de Exteriores del Senado en la legislatura de 1982, al iniciar
este turno que yo empiezo ahora de réplica a la intervención del ministro
--él era un diplomático, un liberal y una excelente y respetada
persona--, solía comenzar su intervención, tras la del ministro de
entonces, que era el señor Morán, diciendo: Poco puedo yo añadir después
de la brillante intervención del ministro.

Yo quisiera hacer mías esas palabras, al menos respecto a algunos
aspectos de su intervención. El ministro ha hecho un relato de los
hechos, nos ha trasladado las posiciones adoptadas en el ámbito de la
Unión Europea, y poco puedo yo añadir después de eso. Podríamos
extendernos diciendo quizá que donde la Unión Europea habla de falta de
avances, sería más verídico decir retrocesos también, porque ha habido
acuerdos que se tenían que haber implementado y no se ha hecho, como, por
ejemplo, la retirada de Hebrón o el redespliegue, o ha habido retrocesos
en cuanto a los intentos de alterar el status de Jerusalén, o ha habido
retrocesos también debido al aumento de la violencia, etcétera.

No me voy a extender excesivamente. Esta Comisión ha abordado distintos
aspectos de estas cuestiones a lo largo de los últimos meses; en el mes
de mayo o junio lo hicimos con el tema del cierre de los territorios y
hace escasamente dos semanas la Comisión se pronunciaba ante la situación
que se estaba produciendo en Palestina.

Pero si el relato de los hechos que ha hecho el Ministro es perfectamente
aceptable y asumible por nuestro Grupo, quizás habría que reflejar que no
parece que haya sido ésa la posición que el Gobierno ha mantenido desde
el primer momento en que estallaron los incidentes. Da la sensación de
que las primeras declaraciones que pudimos escuchar del Gobierno no
reflejaban la filosofía tan clara y contundente que se manifiesta en la
declaración adoptada por la Unión Europea en la reunión de Luxemburgo. El
propio ministro, desde Nueva York, donde estaba en la Asamblea de
Naciones Unidas, hacía referencias que parecían situarse en el fiel de la
balanza. Hablaba de llamada a las partes para que no recurran a la
violencia y hablaba de que quizá fuera una buena señal cerrar el túnel,
aunque quizá como una sugerencia, sin hacer un pronunciamiento tan neto
como el que luego haría la Unión Europea. En definitiva, daba la
sensación de que el Gobierno de España adoptaba una posición ecléctica,
digamos de no mojarse y de quedar bien. La verdad es que esto es algo a
lo que nos estamos acostumbrando ya. Yo no sé si es una estrategia del
Gobierno, pero estamos percibiendo que nuestra política exterior está
teniendo en los últimos meses un perfil bajo, cuando no plano, y, en todo
caso, con bastante frecuencia, equívoco.

La verdad es que nos preocupa, porque con el esfuerzo de todos y con el
consenso de todos España había sabido defender sus intereses y defender
sus posiciones, así como definir claramente cuáles serán esas posiciones
y esos intereses, trasladándolos a escenarios mucho más amplios que los
meros intereses bilaterales y convirtiéndose en motor de transformación,
especialmente en el ámbito del Mediterráneo. Da la sensación de que el
Gobierno adopta una posición pragmática y cuando ve las cosas moverse
pasa de lo pragmático a lo hiperbólico, que diría Don Mendo; pasa de la
complacencia a encabezar la manifestación, y lo hace, además, acuñando
epigramas, el Ministro hacía uno de ellos: la pelota está en el tejado de
los israelíes, sólo equiparable a aquel tan famoso y tan conocido ya de:
si tú estás tranquilo, yo estoy tranquilo.

La verdad es que lo que ha hecho el Gobierno desde las primeras
declaraciones del Ministro hasta las que se producen ya en el ámbito de
la reunión de Luxemburgo es poner primero la pelota en el centro para
después pasarla al tejado de los israelíes. Algo parecido a lo que hemos
estado viendo en la evolución de la actitud del Gobierno respecto de la
Ley Helms-Burton, en la que también se mueve a remolque de la Unión
Europea; algo equívoco, como hemos visto también en esas declaraciones no
al chismoso The Sun, sino al más serio Financial Times, o hasta en el
propio comportamiento de la OID que, sorprendentemente, no sólo hace
labor de información, sino que últimamente hace labor de
autorrectificación.

Es cierto --y queremos reconocerlo-- que a partir del momento en que hay
un pronunciamiento claro por parte de la Unión Europea, el Gobierno lo
hace cuyo y, además, apuesta mucho más alto, y que es el Ministro quien
hace una definición en el sentido de que precisamente la ausencia y la
marginación de la Unión Europea en el proceso negociador puede ser uno de
los factores que haya contribuido en los últimos años al estancamiento de
ese proceso. Está ausente la Unión Europea y ha estado ausente en el
último intento negociador un país vital como Egipto, que hay



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que recordar que fue el primero en establecer un acuerdo de paz con
Israel.

Nos preocupa esa inacción anterior y nos preocupa que ahora, en esta
nueva etapa que comienza, nos encontremos también con una nueva fase
donde la ausencia de un proyecto lleve al Gobierno a esperar a ver qué
pasa y a ver qué deciden los demás. Naturalmente, cabría la posibilidad
de que el Gobierno nos sorprenda sacando un as de la manga como al
parecer ha ocurrido días pasados con la decisión del Gobierno
norteamericano de no aplicar la Ley Helms-Burton a algunas empresas
españolas. Pero en este caso concreto nos sorprendería.

Por tanto, nuestra reflexión iría en dos aspectos: en primer lugar, qué
puede pasar, cómo puede evolucionar la situación y, en segundo lugar, qué
se puede hacer desde el papel de España, y desde el papel de España en la
Unión Europea. Lo que puede pasar es evidente. El ministro ha hecho
algunas reflexiones sobre ello. El aumento de la tensión ya existente, si
no se alcanzan acuerdos reales, efectivos, visibles, tangibles, en los
próximos días, como mucho en las próximas semanas; el bloqueo absoluto
que se viene produciendo ya desde las últimas elecciones en las
relaciones con Siria y Líbano, que como el ministro ha señalado son dos
piezas esenciales del puzzle de Oriente Medio; había unas negociaciones
muy avanzadas con Siria, y el Gobierno actual ha hecho una declaración
expresa de que no tiene intención de devolver el Golán; es evidente que
el Gobierno actual también puede cambiar su programa y su plataforma, y
de eso creo que el Gobierno español podría darle explicaciones de cómo se
hace cuando uno no tiene respaldo interno o externo suficiente para
aplicar sus plataformas electorales; el deterioro de las relaciones con
Egipto y el propio debilitamiento de gobiernos que son, en definitiva,
frágiles, como puede ocurrir en el caso de Egipto o en el de Jordania; el
bloqueo --y me gustaría conocer la visión del Ministro-- de la política
mediterránea que se puso en marcha dentro de poco hará un año; y qué se
puede hacer en el ámbito de la Unión Europea.

No sé si en la Cumbre de Dublín, más allá de encargar al Ministro de
Asuntos Exteriores de Irlanda una presencia, que ha tenido en días
pasados, se abordó algún otro tipo de medidas concretas para incrementar
la acción mediadora, y no sólo mediadora sino impulsora de la Unión
Europea. No sé --algo hemos oído y nos gustaría conocer la información
directamente del ministro-- si se llegó a plantear en los momentos
previos a esa cumbre o en la misma cumbre la posibilidad de designar un
enviado especial, un alto representante para Oriente Medio, a imagen y
semejanza de la función que tiene el señor Bildt como representante de la
Unión Europea pero, en cualquier caso, parece evidente que, a partir del
momento de la declaración, la Unión Europea está obligada a adoptar una
política activa. A nosotros nos gustaría que el Gobierno estuviese en el
frente de esa política activa, como se ha situado en los últimos días;
una política activa que, como el ministro ha comentado en alguna ocasión,
no puede disociarse de la labor y de la acción que desempeñan los Estados
Unidos de América; evidentemente, no puede disociarse, pero tampoco puede
estar condicionada.

Me permitiría hacer al ministro una reflexión, que es la siguiente. En
Bosnia hemos estado estancados durante dos años con dos modelos distintos
de actuación y solución: uno, que se defendía desde el Congreso americano
y desde algunos sectores de la Administración americana; y, otro, que se
defendía desde los países europeos. Al final, los Acuerdos de Dayton son
una mediación unilateral americana de la solución que propugnaban los
europeos. Creo que aquí hay carga suficiente como para que la Unión
Europea juegue un papel mucho más activo. En cuanto a los principios,
coincido totalmente con el ministro: aplicación de los principios de paz
por territorios, evidentemente, con el componente de seguridad, pero no
la seguridad entendida como un concepto unilateral, en absoluto.

Nos gustaría conocer también si, dentro de esas medidas que puede ejercer
la Unión Europea (y el ministro ha recordado el peso que tiene la Unión
Europea en sus relaciones comerciales con Israel y su esfuerzo de
cooperación en la región), si el ministro sería partidario de realizar
políticas de vinculación; vincular el avance o el bloqueo de los
programas mediterráneos con Israel al avance o el bloqueo del proceso de
paz en Oriente Medio.

Finalmente, quiero terminar haciendo una reflexión. La Conferencia de
Barcelona fue posible hace un año porque había un clima favorable al
diálogo y al entendimiento. La Conferencia de Madrid, de la que dentro de
pocos días se cumplirán cinco años y quizá convendría conmemorarlo de
alguna manera, fue posible porque también había una necesidad de iniciar
un entendimiento. La situación actual haría imposible la convocatoria de
la Conferencia de Barcelona, haría imposible la puesta en marcha de una
política mediterránea de la Unión Europea como la que propugnó, impulsó,
se acordó y aplicó durante la presidencia española. Creo que éste es
argumento suficiente como para que desde el Gobierno se haga una
reflexión y se adopten medidas, políticas, diseños que impulsen la acción
española y comunitaria.




El señor PRESIDENTE: ¿Desean tomar la palabra otros grupos? (Pausa.)
Tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Voy a ser muy breve.

Señor Ministro, he escuchado atentamente sus palabras y no tengo más que
expresarle la identificación total de Coalición Canaria con las mismas,
está en nuestra línea.

El testimonio que da usted a la política exterior española en este
espinoso asunto --asunto grave, que todos deseamos termine lo antes
posible y se culmine el proceso de paz en Oriente Próximo--, la postura
del Gobierno español, es plenamente secundada por nosotros en cuanto está
dirigida al mantenimiento de todas las resoluciones de Naciones Unidas y
en el marco de la paz. Nosotros insistimos, señor ministro --nos consta
su posición en ese punto estratégico de la política--, en que, junto a
los buenos oficios de la política exterior unilateral de España, tanto
hacia Palestina, representada hoy día en la persona del señor Arafat,
como hacia el Gobierno israelí, es fundamental el mantenimiento



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del marco de la representación de la política exterior de la Unión
Europea. Ese marco de mayor fuerza nos permitirá no digo neutralizar, que
nunca será ésa nuestra intención, sino equilibrar la preponderancia de la
política exterior norteamericana sobre este territorio. Ya decíamos hace
pocas fechas, en su comparecencia ante la Comisión de la Unión Europea,
que la foto de Washington era una foto sólo tripartita, o cuatripartita
con el Rey de Jordania, y que allí faltaban los dos grandes
representantes, el de Naciones Unidas --deseamos que la crisis del
Secretariado de Naciones Unidas se resuelva cuanto antes para bien y
prestigio de todas las naciones-- y el representante de la Unión Europea.

Nuestro marco debe ser el Tratado de la Unión Europea en la política
exterior y de defensa común. Ahí tiene usted todo nuestro apoyo, señor
ministro; reiteramos que la fuerza para imponer los criterios de paz por
parte española tienen que enmarcarse en la política exterior de la Unión
Europea. Ahí está toda nuestra fuerza, ahí el punto de convergencia en la
estrategia y, como digo, ahí tiene usted todo el apoyo y el aliento que,
en mi modesta palabra, le puede dar la coalición que represento.

Nada más. Muchas gracias, señor ministro.




El señor PRESIDENTE: El señor Recoder tiene la palabra.




El señor RECODER I MIRALLES: Ciertamente, estamos en un momento delicado
en cuanto al avance del proceso de paz en el área. Creo que todos
estaremos de acuerdo en que los peores augurios que parecían asomarse
tras la posible victoria de Netanyahu como líder del Likud se han
confirmado. De un proceso de paz encarrilado por Rabin y Simon Peres, que
hizo abrir grandes esperanzas de paz en el área, donde los avances
positivos que se habían producido en su momento hacían creer que estos
mismos avances ya estaban consolidados y las grandes dudas que existían
eran sobre si iba a ser posible y cuándo dar nuevos pasos para avanzar en
dicho proceso de paz, como las conversaciones con Siria para hablar del
futuro del Golan o en relación al tema del Líbano, hemos entrado en un
momento en que se está cuestionando todo lo anterior, y un botón de
muestra es la política de asentamientos del nuevo gobierno de Israel.

Nosotros pensamos, y creo que los hechos lo confirman claramente, que el
nuevo gobierno del Likud ha emprendido una política en la que está dando
pasos muy peligrosos, precisamente en una tierra en que los pequeños
gestos a veces son acontecimientos y donde cualquier mínimo error puede
desencadenar una tragedia, como ha sucedido con lo que en otras partes
del globo terráqueo sería una simple anécdota: la apertura del túnel de
los hasmoneos.

Por todo ello, por las nubes que se ciernen sobre el proceso de paz,
nosotros pensamos que va a ser muy importante la intermediación de la
comunidad internacional de cara al futuro. En este sentido, señor
ministro, queremos formularle una pregunta. Usted nos decía que la Unión
europea es el principal socio comercial de la zona; que la Unión Europea
es uno de los principales contribuyentes en la zona y que, en cambio, la
Unión Europea no goza de suficiente autoridad para poder ejercer de
intermediario en las conversaciones de paz, a pesar de las protestas que
recientemente se han manifestado. Nosotros tenemos respuestas al
problema, pero quisiera que usted nos diera su punto de vista al
respecto.

Por último, señor ministro, quisiera hacerle una pregunta y una petición.

El anterior Gobierno español, especialmente en la última época, adoptó un
compromiso muy decidido en la resolución del conflicto de Oriente
Próximo. Un momento crucial fue la Conferencia de Paz de Madrid, pero la
propia Conferencia Euromediterránea de Barcelona reafirmó el compromiso
de la Unión Europea así como el compromiso del Gobierno español en la
resolución del conflicto.

Es obvio que en Oriente Próximo nuestros intereses económicos y
comerciales no van a jugar un papel preponderante que nos obligue a
inmiscuirnos como protagonistas en la resolución del conflicto --ni
nosotros ni la Unión Europea--, pero para este grupo parlamentario
también es obvio que existe un compromiso moral y, si se quiere,
estratégico que nos obliga a esa implicación directísima. Nosotros
quisiéramos tener claro --sería una conclusión altamente positiva para
este grupo parlamentario-- que pudiéramos salir de esta Comisión y de
este debate con la sensación y el compromiso de que el nivel de
implicación y el interés que la actual Administración española tiene en
la resolución del conflicto es, cuando menos, la misma que tuvo la última
Administración.




El señor PRESIDENTE: Señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Buenos días, señor ministro, y gracias por su
comparecencia.

En primer lugar, decirle que conozco la resolución que los ministros de
Asuntos Exteriores de la Unión Europea elaboraron con fecha 1.º de
octubre y quiero manifestarle que mi grupo parlamentario comparte y se
congratula de los contenidos y las formas con que tal resolución se ha
llevado a cabo, que, por otra parte, era urgentemente necesaria, dada la
gravedad de los acontecimientos producidos en fechas recientes en
Palestina.

Mi grupo parlamentario valora que la apertura del llamado túnel de los
hasmoneos no sólo es una provocación desde el punto de vista religioso
sino que viola flagrantemente resoluciones de Naciones Unidas relativas
al estatuto arqueológico de Jerusalén y es la gota que colma un vaso que
ha crecido gravemente durante muchos años.

Si bien es verdad que el talante y las decisiones concretas del Gobierno
Likud en Israel han contribuido a exasperar a la población palestina, mi
grupo parlamentario entiende que sería una visión estrecha de la
realidad, simplista cuando menos, decir que la llegada del Partido Likud
al Gobierno de Israel es lo que ha echado a rodar un proceso de paz que
venía produciéndose en unas condiciones de frustración creciente, desde
muchos puntos de vista para la población palestina y que, con matices,
los diferentes gobiernos de Israel, a lo largo de la historia que se
inicia con la ocupación de Palestina, en 1948, han ido caminando



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(es verdad que por diferentes medios unas veces militares y otras veces
medios más sutiles, como los que enumeraré a continuación) hacia el
objetivo de que en tierra palestina haya un Estado de Israel y unos
ciudadanos de tercera o cuarta categoría, con una limitadísima capacidad
de autogobierno.

No hay que olvidar que el proceso de paz, que se inicia con la
Conferencia de Madrid en 1991, es una declaración de voluntad de paz, de
diálogo, por parte de los representantes de la población palestina,
teniendo en cuenta que el marco de la Conferencia de Madrid no son ya las
resoluciones de Naciones Unidas--las numerosísimas resoluciones de
Naciones Unidas-- ante el conflicto palestino o árabe-israelí, sino un
nuevo marco que todos sabemos está por debajo de esas resoluciones de
Naciones Unidas.

Gobiernos anteriores y el actual Gobierno de Israel han continuado una
política que va dirigida clarísimamente hacia la alteración del marco
demográfico en Jerusalén Este y la creación de nuevos asentamientos en
territorios ocupados; evidentemente, dado el nivel de violencia con que
se producen las relaciones en esa zona del mundo, la política de creación
de nuevos asentamientos es, en sí misma, el mayor problema de seguridad
para los israelíes.

La población palestina es muy difícil que olvide, señor ministro, que el
60 por ciento de la misma está fuera de Palestina, que está exiliada
fuera de su propio país. Es muy difícil que olvide los miles de presos
políticos palestinos en cárceles israelíes, tratados como terroristas,
cuando los aviadores israelíes que bombardean aldeas de refugiados
palestinos son reconocidos como héroes de la patria o, en cualquier caso,
cumpliendo con sus obligaciones de defensa.

El señor ministro ha reconocido --y evidentemente es cierto-- que la
situación social y económica palestina es terrible y que se ha agravado
por el cierre de los territorios ocupados, pero yo quería recordar en
esta Comisión que la Guerra del Golfo también tuvo unas repercusiones
gravísimas para la población palestina en la medida que los trabajadores
palestinos que estaban trabajando en los países del Golfo fueron
expulsados y, evidentemente, esa población engrosó las cifras de paro en
Palestina, en Gaza y Cisjordania, que superan al 70 por ciento de la
población.

Supongo que diferentes portavoces de grupos parlamentarios han tenido la
misma oportunidad que yo de leer la información ofrecida por la oficina
de la OLP relativa a 35 violaciones expresas del proceso de paz por parte
del Gobierno de Israel. Esta situación global, compleja, que abarca
muchísimos aspectos y que se refiere a un pueblo que ha demostrado en
repetidas ocasiones su voluntad y su capacidad de lucha por sus derechos
nacionales, por el derecho a la autodeterminación, por el derecho a la
creación de un Estado palestino independiente, con capital en Jerusalén,
ha venido llenando ese vaso con cuya gota se ha colmado recientemente.

Desde mi punto de vista, las valoraciones que se han hecho en repetidas
ocasiones acerca del papel del integrismo en Palestina hacen un flaco
favor a la comprensión global del conflicto, porque no es el problema de
Hamas o de otros grupos integristas palestinos sino que, en este momento,
son las cifras crecientemente mayoritarias de población palestina que
expresan su descontento y su frustración por el proceso de paz.

Evidentemente el proceso de paz hay que reconducirlo. No son suficientes
apretones de manos y sonrisas entre los líderes palestino e israelí; no
es suficiente que se retomen las conversaciones. Como el propio señor
ministro dijo, y desde luego mi grupo parlamentario comparte, son
necesarios hechos, son necesarios hechos concretos, para que el clima de
confianza se restablezca, para que avance un más que devaluado proceso de
paz.

Quiero finalizar con una pregunta que va en el mismo sentido de la
preocupación del portavoz del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió). ¿Tiene el Ministro de Asuntos Exteriores intención de desarrollar
algún tipo de iniciativa encaminada a condicionar las relaciones
privilegiadas de la Unión Europea con el Gobierno de Israel al avance
manifiesto y concreto del Gobierno de Israel en el proceso de paz?



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Robles.




El señor ROBLES FRAGA: Señor ministro, conocemos en esta Comisión la
complejidad del asunto que nos ocupa hoy, complejidad que yo no
contribuiré a hacer mayor haciendo digresiones sobre otras zonas del
planeta o sobre otras cuestiones aquí mencionadas por otros portavoces y
que poco o nada tienen que ver con lo que hoy nos ocupa.

El señor ministro ha reiterado cuál es el objetivo de España, que
naturalmente es contribuir a una paz durable, justa y global en la zona,
y también cuáles son las tradicionales posiciones que España ha venido
manteniendo sobre la ya larga situación, sin hacer mención de los cinco
conflictos armados y el medio centenar de planes de paz que se han
producido en la zona. El señor Ministro ha recordado también que no se
trata sólo de una cuestión de conflicto político a la antigua usanza,
sino que se trata de un grave problema que tiene dimensiones
humanitarias, sociales, personales y humanas que afectan a muchos
centenares de miles de seres humanos. En esa posición tradicional de
España ha recordado los principios y las posiciones generales y
específicas que España ha venido manteniendo con un notable grado de
coherencia, no solamente consigo misma, sino también con las posiciones
mantenidas dentro de la Unión Europea.

Es verdad que España no es ni ha sido nunca indiferente al destino del
pueblo palestino o al destino del pueblo israelí, y es verdad que España
ha jugado y juega un papel importante. Yo diría que la presente crisis,
con toda su violencia y toda la carga de preocupación que conlleva, ha
demostrado que ya no es posible pensar que la paz en la zona dependa
exclusivamente de la situación o la opinión pública de una de las partes
ni de la intervención de una sola potencia, miembro importante de la
comunidad internacional; al contrario, ha resaltado la necesidad de
contar con la Unión Europea y con el resto de la comunidad internacional,
por cuanto se trata de problemas que escapan no solamente



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al juego de las partes, sino también a la posible acción de una sola
potencia internacional. La Unión Europea ha hecho muy bien recordando no
solamente su contribución de todo tipo --desde luego muy importante desde
el punto de vista económico, pero también desde el punto de vista
político--, sino la necesidad de tener en cuenta los puntos de vista y
las valoraciones de la Unión Europea, que ha sido especialmente clara y
rotunda, yo diría que de una forma no solamente decidida, sino también
muy oportuna.

Por consiguiente, yo que no entro ni puedo entrar (además me parece que
sea este un discurso coherente desde ningún grupo de esta Cámara) en el
juego de juicios de intenciones que aquí hemos escuchado, creo que el
Gobierno, tanto en la declaración de 26 de septiembre como en su
participación en la elaboración de la declaración de la Unión Europea de
1.º de octubre, ha mantenido una actitud coherente y de oportunidad
destacable.

Es evidente que el proceso de paz, señor ministro, se empieza a romper
mucho antes de algunos acontecimientos aquí citados, y ya tuve ocasión de
expresar en esta Cámara la preocupación de mi grupo por la ruptura de ese
triángulo que nosotros siempre hemos considerado importante para el éxito
del proceso de paz, que es el triángulo entre la paz, los territorios y
la seguridad, y en nada contribuyeron tanto a la continuación del proceso
de paz, como a la tranquilidad de la opinión pública en la zona como al
buen desarrollo de los procesos electorales celebrados no solamente en
Israel, sino también en Palestina, los brutales, criminales y desde luego
oportunamente condenados por mi grupo, atentados terroristas de febrero y
marzo.

El señor ministro ha explicado, yo creo que con suficiente claridad,
cuáles son los principios que nosotros deseamos ver respetados, que el
Gobierno de España desea ver respetados en la zona. Se ha referido a la
voluntad de España de escuchar y de hacer respetar la libre determinación
de los palestinos, lo que consideramos sobre Jerusalén y, por tanto, la
voluntad del Gobierno de declarar su compromiso y escuchar también el
compromiso de las partes con el proceso de paz, a la necesidad de aplicar
los acuerdos ya alcanzados y naturalmente ver que existen pruebas
fehacientes por las partes, especialmente por una de ellas, especialmente
por parte israelí en este momento, de que está dispuesta a cumplir --y
que cumple-- compromisos y obligaciones internacionales no solamente
reconocidas ante la otra parte sino muy especialmente ante el resto de la
comunidad internacional y, por tanto, ante la propia Unión Europea, que
se considera comprometida con ese proceso de paz y que considera de
fundamental prioridad estratégica para Europa la estabilidad y la paz en
la zona.

España ha hecho y seguirá haciendo un importante esfuerzo de cooperación
en la zona, no solamente con los anteriores Gobiernos, y tengo que
recordar que ese esfuerzo de cooperación fue apoyado por el Grupo Popular
en la oposición y fue reiterado con ocasión de la visita del Presidente
del Partido Popular, José María Aznar, el año pasado a Israel y a los
territorios palestinos. Estoy seguro de que el ministro reiterará la
voluntad del Gobierno de seguir desarrollando ese esfuerzo y que ésa es
la mejor prueba --obras son amores y no buenas razones en este caso-- de
que no existen intenciones que se han podido achacar al Gobierno en esta
comparecencia y que, desde luego, el Gobierno ha sabido mantener y
mantendrá dentro de la Unión Europea y también fuera de ella una posición
clara, coherente, oportuna políticamente y capaz de contribuir de nuevo a
la reanudación del proceso de paz y a su culminación final con éxito.

La cuestión del estatuto permanente que el señor ministro ha desarrollado
en sus distintos aspectos es para nosotros de fundamental importancia,
tiene enorme complejidad, enorme dificultad, y se refiere finalmente al
núcleo duro de las dificultades que plantea la resolución final del
conflicto en Oriente Medio.




El señor PRESIDENTE: El señor ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Quisiera dejar
muy claro, porque no es un tema menor y no conviene jugar con fuego, que
la posición del Gobierno de España ha sido siempre la misma en relación a
sus principios de actuación en el proceso de paz de Oriente Medio; la
misma del anterior Gobierno, la misma de los miembros de la Unión Europea
y naturalmente coherente consigo misma: Llamada a las partes para evitar
no sólo las acciones de violencia sino las situaciones de crispación que
podrían llevar a las mismas.

Efectivamente, eso es lo que dije en Nueva York: continuar el proceso de
paz, cumplir con los acuerdos de paz ya hechos, en el respeto a los
principios de los acuerdos de Madrid y en el cumplimiento de acuerdos de
Estado a Estado que ya se habían logrado en Oslo. Sin atribuir culpas
expresamente, dejé muy claro, y el propio señor Estrella lo ha
reconocido, que la pelota estaba en el campo israelí, exactamente lo
mismo que ha hecho la Unión Europea y que materializa, unos días después,
en Luxemburgo.

Repito, los principios permanecen invariables y los matices de las
declaraciones, naturalmente, en aplicación de esos principios a unas
situaciones cambiables. Además, España ha liderado en este tema la
posición de la Unión Europea, y no es un secreto. En la declaración de
Luxemburgo, la participación activa del director político español fue
brillante, eficaz y de liderazgo desde el primer momento, en permanente
contacto con el ministro y siguiendo las instrucciones del ministro.

Quiero reiterar simplemente que ese director político, señor Dezcallar,
es el mismo del Gobierno anterior; espero que no se rompan consensos en
temas tan importantes porque se esté en el Gobierno o la oposición. Por
cierto, esa declaración molestó enormemente a Israel. La Unión Europea
llegó hasta donde tenía que llegar en aplicación de esos principios y, al
propio tiempo, intentando no perder la necesaria objetividad que siempre
tiene que tener un posible mediador.

No ha habido cambios de posición en ningún tema de política exterior.

Empezando por la Ley Helms-Burton, desafío al señor Estrella a que me dé
una sola prueba de ello y, desde luego, lamento que esté tan mal
informado al respecto. La oposición tiene que criticar, ésa es su
función, pero se tiene que ir con un poco más cuidado cuando se



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trata de la política exterior y, sobre todo, cuando estamos hablando de
temas tan serios.

Como una muestra más de esta supuesta inacción del Gobierno, se refiere a
que Israel ha dicho que no devolvería el Golán y pregunta: ¿Qué hará el
Gobierno? Israel ha dicho que no devolvería el Golán en los últimos
quince años, y a ver qué ha hecho el Gobierno anterior. ¿Es que vamos a
declarar la guerra por esta razón? No, ése no es el camino, hay que ir
con cuidado, hay que criticar las posiciones irreconciliables y duras
cuando se producen y, al propio tiempo, hay que manejar argumentos
suficientemente constructivos, repito, para no poner a España en
situación delicada y para no perder la capacidad de mediación. No se
manejó en Dublín ninguna posibilidad ni se contempló en ningún momento la
nominación de un mister Pesc, a que se ha referido el señor Estrella.

Respecto a la pregunta de si está España dispuesta a vincular los
acuerdos mediterráneos a la progresiva ejecución por Israel de los
acuerdos de paz y al progresivo avance en los mismos, quiero recordar que
justamente, esa pregunta me ha sido formulada por la señora Maestro y por
otros portavoces porque es muy pertinente, y yo mismo, en calidad de
comisario encargado de esa política exterior, negocié en su momento unos
acuerdos generosos con Israel en paralelo a los avances del entonces
proceso de paz. En efecto, se tuvieron en cuenta esos paralelismos y,
ahora, está pendiente de ratificarse por este Parlamento el acuerdo de
asociación euro-israelí. Merece recordarse que es un acuerdo de la Unión
Europea y sus Estados miembros con Israel, por tanto tiene que ser
ratificado no sólo por el Parlamento Europeo sino por los parlamentos de
los Estados miembros. A ese respecto, el Parlamento tiene la palabra.

Gracias a las intervenciones del señor Mardones, del señor Guardans y del
señor Robles. En efecto, creo que es necesaria la presencia de la Unión
Europea en la zona; es necesaria para el proceso de paz, es
imprescindible para nosotros mismos, para proteger nuestros intereses.

Son nuestros intereses los que están en juego en la zona. Cada vez que
ese conflicto ha brotado con violencia, quienes ha pagado
fundamentalmente las consecuencias económicas entre todos los vecinos de
la comunidad internacional han sido los países europeos en forma de
incremento de los precios del petróleo --es nuestra principal zona de
suministro--, en forma de incremento de las acciones terroristas, en
forma de desembolsos adicionales, como el que acabamos de realizar a los
territorios ocupados. El pasado martes día 1.º de octubre, la Unión
Europea aprobó una ayuda financiera adicional de 20 millones de ecus a la
autoridad palestina, justamente para compensar los perjuicios económicos,
que se valoran entre 3 y 4 millones de dólares diarios, según nos contó
Arafat, como consecuencia del cierre al que están sometidos. Por tanto,
está claro que en esta zona somos los principales suministradores de
fondos, pagamos las consecuencias de los errores que se producen en las
negociaciones y, desde luego, es lamentable que por lo menos no seamos
una de las partes directamente implicadas como mediadores en el conflicto
porque después, cuando se producen estos errores, quienes los pagamos,
repito, somos nosotros. Somos el principal socio comercial de Israel de
largo. Aproximadamente, el 60 por cien del comercio exterior de Israel es
con los países de la Unión Europea, en términos muy preferenciales, como
ha dicho la señora Maestro. Todo eso no sólo justifica sino que exige esa
presencia de la Unión Europea.

Comparto las reflexiones de la señora Maestro, muy acertadas, sobre la
situación de los palestinos y su afirmación, hecha por mí y ratificada
ahora, de que no basta que se retomen las conversaciones de paz sino que
son necesarios hechos concretos y tangibles, naturalmente en el bien de
todos y muy especialmente de los israelíes y palestinos porque todos
queremos la paz allí. Incluso los Estados Unidos y la Unión Europea no
tienen su presencia justificada allá para competir sino justamente para
complementarse, para ayudar uno y otro a que el proceso de paz no
descarrile y pueda consolidarse en el más breve plazo posible.




--INFORMAR SOBRE LA PREOCUPANTE SITUACION CREADA EN LA ZONA TRAS LA
INCURSION DE TROPAS DEL REGIMEN DE SADAM HUSEIN AL NORTE DEL PARALELO 36
Y LA CORRESPONDIENTE ACCION DE CASTIGO DE ESTADOS UNIDOS. A PETICION DEL
MISMO GRUPO PARLAMENTARIO. (Número de expediente 213/000085.)



PREGUNTAS:



--ASPECTOS DE DERECHO INTERNACIONAL EN LOS QUE FUNDAMENTO EL GOBIERNO
ESPAÑOL SU ACTITUD DE APOYO A LOS ATAQUES DE ESTADOS UNIDOS CONTRA IRAK
LOS DIAS 3 Y 4 DE SEPTIEMBRE DE 1996. FORMULADA POR EL SEÑOR RODRIGUEZ
SANCHEZ, DEL GRUPO MIXTO. (Número de expediente 181/000116.)



--INFORMACION RECIBIDA POR EL GOBIERNO SOBRE LA CRISIS KURDO-ISRAELI, ASI
COMO POSICION Y ACTUACION RESPECTO A LA MISMA, FORMULADA POR EL SEÑOR DE
PUIG I OLIVE, DEL GRUPO SOCIALISTA. (Número de expediente 181/000168.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la consideración del punto número 3 del
orden del día: comparecencia del señor Ministro de Asuntos Exteriores
para informar sobre la preocupante situación creada en la zona tras la
incursión de tropas del régimen de Sadam Husein al norte del paralelo 36
y la correspondiente acción de castigo de Estados Unidos.

Sobre el mismo tema existen dos preguntas, dirigidas al Gobierno. La
número 5, formulada por el señor Rodríguez Sánchez, del Grupo Mixto:
aspectos del Derecho Internacional en los que fundamenta el Gobierno
español su actitud



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de apoyo a los ataques de Estados Unidos. También la número 8, formulada
por el señor Luis María del Puig i Olivé: información recibida por el
Gobierno sobre la crisis kurdo-iraquí.

Siendo evidentemente el mismo tema, vamos a proceder de la siguiente
manera. Primero, el señor Ministro solventará su comparecencia, después
daré la palabra al representante del grupo que ha pedido la comparecencia
e, inmediatamente después, a los dos señores Diputados que han formulado
sus preguntas; a continuación pasaré la palabra al señor Ministro y, sólo
posteriormente, daré la palabra a los restantes grupos que quieran hacer
uso de la misma.

De manera que, con ese orden, tiene la palabra el señor Ministro de
Asuntos Exteriores.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Me parece una
magnífica solución integrar las dos preguntas y la comparecencia, por
cuanto permitirán clarificar la posición del Gobierno en torno a unos
hechos que, como es obligado, fueron seguidos con la máxima atención y
preocupación. Supongo a SS. SS. conocedoras del comunicado que el
Gobierno español hizo público el día 3 de septiembre, tras la operación
militar norteamericana, donde se reflejan las líneas del Gobierno que voy
a intentar desbrozar, haciendo al mismo tiempo un análisis de la
situación en la zona.

Primera cuestión. Alusión a la intervención militar iraquí en el norte
del país, por encima del paralelo 36. Es evidente que fue éste
precisamente el detonante de la crisis que estalló a primeros de
septiembre, sin que hasta el momento hayamos podido conseguir averiguar
las razones que llevaron a Sadam Husein a proceder de tal manera, quizá
infravalorando la capacidad de reacción norteamericana o quizá
sobrevalorando la existencia de un clima más positivo en favor de Irak en
la comunidad internacional, a pesar de las dificultades con las que de
ven en cuando se topa la comisión especial de Naciones Unidas, dirigida
por el Embajador Rolf Ekeus, en el ejercicio de sus funciones, en Irak.

Es cierto que el hecho de que el ejército iraquí traspasase el paralelo
36 no suponía la quiebra de una resolución del Consejo de Seguridad, como
también es cierto que tal decisión tenía su base en una decisión militar
tomada por la coalición internacional al término del conflicto. Incluso
ésta se limitaba a establecer una zona de exclusión aérea, un flight
down, sin hacer mención alguna a las fuerzas terrestres. Es ésta una
consideración que he visto, incluso, en declaraciones públicas de algún
funcionario norteamericano, que reconoce estos hechos, lo cual no quiere
decir que debamos ser víctimas de cierta ingenuidad. Es difícil creer que
haya sido la preocupación por los intereses de una de las facciones
kurdas, que están luchando desde hace mucho tiempo en el norte de Irak,
la que haya motivado la decisión última de Irak de sobrepasar el paralelo
36 e intervenir directamente en el conflicto.

Segunda cuestión. El acento que se pone en el comunicado, por parte del
Gobierno español, es el riesgo de desestabilización de la zona. Lo que se
deplora en el comunicado no es la quiebra de la legalidad internacional
--que no ha existido desde el punto de vista literal, como les acabo de
decir, por parte de Irak--, sino la transgresión de un statu quo que, a
pesar de algunas deficiencias, garantizaba en aquel momento, de hecho, un
grado aceptable de estabilidad en la región. Permítanme señalarles que el
compromiso del Gobierno con la estabilidad y la seguridad de la región,
así como con la integridad territorial de Irak, es firme e inalterable,
como hemos dicho en muchas ocasiones y en ese propio comunicado. En ese
contexto, por tanto, debe ser interpretada la referencia al hecho de que
la operación militar norteamericana, de carácter selectivo y sobre
objetivos militares exclusivamente, tenía por objeto que Irak respetase
el statu quo anterior. En todo caso, varias intervenciones que efectué en
los medios de comunicación tenían la misma orientación y subrayando que
hubiera sido deseo del Gobierno español que no se llegara a una situación
en que la fuerza militar se había producido, siempre solicitando que se
agotaran los medios de presión diplomática antes de que se hubiera
producido esta intervención. La protección de la población civil figura
de manera clara en el comunicado oficial, que dice, textualmente: Debe
evitarse cualquier tipo de acción que pueda ocasionar el sufrimiento de
la población civil iraquí y asegurar el respeto a los derechos de la
población kurda. En nuestro ánimo han estado siempre presentes los
padecimientos del pueblo iraquí y, desde esta perspectiva, España sigue
manteniendo los programas bilaterales de carácter humanitario destinados
a la población civil. El Gobierno español, y la propia Unión Europea,
seguirá apoyando sin reservas la pronta entrada en vigor de la resolución
986, de alimentos a cambio de petróleo.

Al margen de cuanto antecede, quisiera subrayar los esfuerzos, que tanto
a nivel nacional como en los foros internacionales, ha realizado este
Gobierno para impulsar la normalización internacional de Irak. España,
como SS. SS. saben, no rompió relaciones diplomáticas con Bagdad durante
ni al término del conflicto y todavía hoy mantiene la embajada abierta.

Estos son, pues, los intereses en los que el Gobierno justifica su
posición: la estabilidad, la seguridad de la región, la protección de la
población civil iraquí, la integridad territorial de Irak, el
mantenimiento de las condiciones políticas necesarias que hagan posible
la ejecución de los programas humanitarios y, sobre todo, la necesidad de
hacer comprender a Sadam Husein que sólo un comportamiento político
constructivo y de total cumplimiento de sus obligaciones puede
desbloquear la situación. Por eso, España lamentaba que se hubiera
actuado militarmente. Decía que se debiera haber agotado la vía
diplomática, y que una vez acaecida esta intervención militar la
comprendía y apoyaba los objetivos de la misma, a los que me he referido.

Esa misma posición fue explicada por mí, personalmente, al Ministro de
Exteriores de Irak hace ahora once días, en nuestra entrevista bilateral
al margen de la Asamblea de Naciones Unidas.

En relación con la información que recibe el Gobierno sobre la crisis
kurdo-iraquí, y la posición y actuación del Gobierno --así, además de la
comparecencia, evacuamos la segunda pregunta--, en virtud de esa decisión
de zona de exclusión aérea, quiero señalar que, con el tiempo, esa



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decisión creó un caldo de cultivo que hasta cierto punto propició el
enfrentamiento armado entre las dos facciones kurdas en el norte del
país, como ustedes saben, la Unión Patriótica del Kurdistán y el Partido
Democrático del Kurdistán, que lucharon desde entonces para imponerse, la
una sobre la otra, como fuerza política exclusiva de la región, a pesar
de que se habían celebrado elecciones que fueron contestadas. Desde
entonces, se han realizado numerosos choques entre los contendientes; las
mediaciones y los esfuerzos efectuados por la comunidad internacional,
por los Estados Unidos, los diferentes alto el fuego acordados --que en
la mayoría de los casos duraban unas horas-- no han permitido que
remitieran las hostilidades. El Gobierno español siguió con especial
atención la reunión que tuvo lugar en Drogheda, Irlanda, entre las dos
facciones kurdo-iraquíes, y se llegó a diseñar un plan de paz, de acuerdo
con los Estados Unidos, que tenía como eje la desmilitarización de la
ciudad de Arbil. Desgraciadamente, como en todas las ocasiones
anteriores, este principio de acuerdo se vio superado por los
acontecimientos. A finales de agosto se produce la gran ofensiva militar
del PDK, auxiliado por el ejército iraquí, que concluye con el control de
la región Arbil-Sanandaj-Suleimaniya por parte de las fuerzas lideradas
por Masud Barzani, con ayuda de Sadam Husein.

En cualquier caso, permítanme reiterar el sólido compromiso del Gobierno
español con la resolución 688, a la que me he referido, que establece la
necesidad de respetar plenamente los derechos de la población kurda.

Desde esta misma perspectiva, España se ha manifestado sin reservas en
favor de la aplicación de la resolución 986, comida o alimentos por
petróleo, que permitirá, en cuanto se pueda, la puesta en marcha de un
amplio programa humanitario, cuyos efectos benéficos afectarán al
conjunto de la población civil de Irak, incluyendo muy especialmente a la
comunidad kurda. Tras los acontecimientos de finales de agosto se produjo
la intervención militar a la que nos hemos referido, con el objetivo de
restablecer la situación preexistente. Ustedes ya tienen noticias de cuál
fue la posición del Gobierno, que yo mismo emití en el comunicado
oficial, y deseo enfatizar que, a pesar de todo ello, no hay ninguna
incompatibilidad con el apoyo a esa integridad territorial de Irak, así
como al proceso de normalización internacional de este país, que desde el
primer día España está propugnando. No me gustaría concluir sin destacar
que España tiene intereses en la región. Por ello, su objetivo de
contribuir a la estabilidad y seguridad en la misma, a la protección de
la población civil iraquí frente a los vaivenes de la política
internacional y también a la necesidad de hacer comprender al régimen
iraquí que sólo este comportamiento responsable, carente sobre todo de
cualquier gesto de provocación, va a ayudarle a acelerar su reinserción
en el seno de la comunidad internacional.

Muchas gracias, es cuanto tenía que decirles.




El señor PRESIDENTE: Por el orden previsto, en nombre del Grupo
Socialista, peticionario de la comparecencia y para solventar la pregunta
que tenía formulada, tiene la palabra el señor De Puig.




El señor DE PUIG I OLIVE: Precisamente iba a decirle, señor Presidente,
que vamos a acumular en una sola intervención lo que es la comparecencia
y la pregunta, habida cuenta que soy yo el autor de la misma.

Señor Ministro, no le veo en este momento, pero muchas gracias por la
intervención.




El señor PRESIDENTE: Por favor, señor Robles, siéntese porque está
quitando la visibilidad al señor De Puig.




El señor DE PUIG I OLIVE: Se habla mejor viéndose las caras.

Señor ministro, muchas gracias por su intervención. Lo que nos acaba de
decir ahora mismo lo podemos suscribir total y plenamente. Nosotros hemos
apoyado públicamente la actitud del Gobierno respecto al comunicado que
facilitó. En este sentido no hay la menor reticencia.

Hemos tenido en este caso dos preocupaciones. La primera es la de fondo
sobre lo que nos acaba de hablar, es decir el problema concreto de la
iniciativa de Sadam Husein, la iniciativa americana y la respuesta de la
comunidad internacional. En este sentido apoyamos al Gobierno y los
argumentos que nos acaba de dar en la medida que el propio comunicado
oficial decía que se trataba de una operación militar de carácter
selectivo para hacer entrar en razón a Sadam Husein y para evitar una
escalada que ya se veía que iba a ser terrible, con la complicación de
una guerra civil entre kurdos, etcétera. Estamos preocupados pero, al
mismo tiempo, comprendiendo la justificación de la acción americana.

Pasado el tiempo estamos más sólidamente en esa posición, porque creemos
que la intervención sirvió para que ahora haya una situación hacia la
normalización que no sería la que es si no se hubiera producido la
intervención. El tiempo nos ha dado la razón a quienes apoyamos o
comprendimos la actuación americana, incluido nuestro Gobierno. Esta fue
nuestra primera preocupación. Respecto a la acción del Gobierno en este
sentido no habría dudas porque estamos de acuerdo en el fondo.

Nuestra segunda preocupación es en relación a la acción del Gobierno.

Nosotros creemos que en estos días y en esta cuestión se produjeron
algunas actuaciones del Gobierno que nos parecen criticables. No venimos
aquí a utilizar calibre grueso ni a intentar aprovechar el viaje, pero sí
a llamar la atención al Gobierno, porque tratándose de un tema delicado
en el que nuestros aliados nos miran, ven nuestra posición, si nuestra
actitud es la que debe ser y si nuestro Gobierno resuelve rápidamente y
con seriedad las consultas que se le hacen y marca una posición, nosotros
creemos que en este aspecto hubo fallos. ¿Qué tipo de fallos?
Estoy seguro que el señor Matutes nos ha dicho la verdad, pero quizá no
nos ha dicho toda la verdad. Nos podría haber dicho otras cosas, y
algunas se las voy a recordar. Nos dice: hubiéramos preferido que estos
acontecimientos no hubieran tenido lugar, que no hubiera necesidad de la
actuación americana. Eso lo podríamos decir de todas las crisis. Siempre
podríamos empezar diciendo que hubiera sido mejor que no hubiéramos
llegado; pero no me parece una manera de hacer política internacional.

Uno puede comentarlo,



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pero no puede ser nunca una posición política. La posición política es si
estamos o no a favor. Ahí hubo incoherencia, señor ministro, porque hubo
declaraciones diciendo no sólo que era una pena que hubiera sucedido,
sino que hubiera sido mejor un aplazamiento y el autor de estas
declaraciones es usted mismo, señor ministro. Hubo una incoherencia
respecto al Ministro de Defensa que avaló rápidamente el apoyo del
Gobierno español a la iniciativa, dando lugar a lo que apareció
públicamente como una contradicción que en el fondo no existía; pero
tenemos que cuidar no sólo lo que pensamos y la actitud de fondo, sino
también lo que decimos y lo que aparece ante la opinión pública.

Respecto al fondo de la cuestión hubo, como mínimo, una política
comunicativa errónea y no deseable. Nuestros amigos americanos y la
comunidad internacional espera actitudes rápidas, sólidas, tajantes, sin
titubeos y sin contradicciones. Aquí quizá no estuvimos a la altura del
momento.

En segundo lugar, se produjo la confusión de si se nos pide el paso de
aviones americanos y parece que no damos la conformidad. Según algunos
portavoces del ministerio, los americanos no lo habían pedido por la vía
reglamentaria adecuada; según otros, porque como no estaba localizable el
Ministro de Defensa --eso se dijo públicamente-- no se pudo contestar
rápidamente a tal solicitud. Finalmente hemos sabido que en el momento
que parece ilocalizable el señor Ministro de Defensa, estaba en El Pardo
con el Comité Militar de la OTAN y con el Jefe de Estado Mayor de la
OTAN. No parece que estuviera muy ilocalizable y tampoco parece que sea
correcto que aparezca en la prensa y que haya declaraciones de
responsables del ministerio contradiciéndose respecto a si se dice si o
no a los americanos.

No es una discrepancia de fondo como ve señor ministro, pero creemos que
es suficientemente importante como para llamar la atención al Gobierno,
pedirle una explicación más seria y recordarle que no se trata tanto de
si teníamos que decir sí o no al paso de los aviones. Si España dice no,
los americanos tienen otras posibilidades. Tienen Gibraltar, tienen el
sur de Italia, pueden tomar otra decisión; no es un problema logístico y
estratégico de gran importancia. Lo importante para los americanos es
saber si el Gobierno de España está en situación de apoyo real, leal,
rápido y eficaz. Con esas confusiones, con esas contradicciones, con esas
dilaciones nos parece que hemos dado un espectáculo poco serio, cuando
hemos hecho todos muchos esfuerzos para que España sea tomada en serio,
para que sus gobiernos sean tomados en serio, sean gobiernos que
aparezcan ante nuestros socios como políticos con rigor y con capacidad
de dar respuesta a los retos que se nos presentan.

No quería decir más que esto, señor ministro. He evitado toda
descalificación de calibre grueso, pero sería importante, primero, que
reconozcan que no se estuvo lo bien que hubiéramos querido y, en segundo
lugar, que no vuelva a suceder.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Rodríguez, para realizar
su pregunta y las consideraciones anejas que considere convenientes.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Señoras y señores Diputados, nuestra posición
respecto del conflicto que acabamos de vivir en relación con Irak y en
concreto los ataques de Estados Unidos, plantea una serie de cuestiones y
no nos asombra que el Gobierno español estuviese sumido en cierto tipo de
contradicciones. A diferencia del portavoz del Partido Socialista Obrero
Español, pensamos que aún queda un margen de racionalidad, en la medida
en que se dan este tipo de contradicciones. Nos explicamos.

Cuando el 4 de septiembre de 1996 apareció en los medios de comunicación
una frase brutal puesta en boca del Presidente de los Estados Unidos, el
señor Clinton, y decía que el ataque se había producido los días 3 y 4
por los últimos actos de brutalidad contra los kurdos cometidos por el
régimen de Sadam Husein, o bien por los ataques y agresiones que comete
continuamente el dictador contra su pueblo, realmente no tuvimos más
remedio que pensar que en política vale todo y que la fraseología cínica
es una característica de la política exterior de Estados Unidos.

Nos asombró que en esta ocasión el Estado español se acabase convirtiendo
en un discípulo fiel y de forma explícita de una política exterior de
Estados Unidos que nos parece tremendamente agresiva y, además, que fuera
uno de los acompañantes aventajados, juntamente con el Reino Unido e
Israel. De todas maneras, en estas contradicciones fue una especie de
remanso saber que el señor Ministro de Asuntos Exteriores había expresado
su opinión, por lo menos anterior, de que no valía la pena llevar a cabo
acciones armadas, mucho más si tenemos en cuenta que estas acciones
armadas resulta que llevaron consigo un aumento de la zona de exclusión
aérea por el sur, prácticamente hasta Bagdad, y que realmente la acción
terrestre iraquí se realizó precisamente en el norte.

No cabe duda, y esto puede gustar o no --desde luego a nosotros no nos
gusta y no porque seamos proclives al régimen de Sadam Husein--, que
estamos bajo la vigilancia de una gran potencia que se proclama a sí
misma líderes del mundo --somos los líderes del mundo, dicen--, y que
indudablemente es capaz de recurrir a este tipo de actuaciones para dar
un fuerte empujón a una campaña electoral. Si añadimos a esto que el
Pentágono y las espectaculares imágenes que ofreció a los medios de
comunicación de Estados Unidos fueron una vez más visionados por millones
de espectadores norteamericanos, cabe, cuando menos, el repudio moral y
el repudio ético, si no es el repudio político.

Pero hay que considerar también que la intromisión, en este caso en los
asuntos internos de otro Estado, no se hizo con la cobertura jurídica
necesaria, ni siquiera de aquello que teóricamente en el orden
internacional actual es garante, que es la ONU; se actuó de forma
unilateral y sin bases jurídicas internacionales suficientes. Desde
luego, la resolución 688, que dejaba clara la exclusión aérea al norte
del paralelo 36, no hablaba para nada de que Irak no tuviese derecho a
defender su integridad territorial, amenazada en este caso, al margen de
que, en concreto, quien les habla no tenga simpatía porque una nación
como la kurda esté dividida entre tres grandes estados, cosa que sí
parece agradar, cuando menos, a esa gran potencia que se presenta



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como líder del mundo y que en la política internacional no hace nada
precisamente para la reunificación del Kurdistán, no precisamente por
favorecer a Irak, sino más bien por favorecer a Turquía.

Tome esta intervención en el sentido de que una cosa es la propaganda y
otra es la verdad; es grave que se someta la política internacional a los
procesos electorales de grandes potencias y mucho más al cinismo de
justificar una acción intolerable contra un Estado soberano en nombre de
la integridad territorial precisamente de una nación martirizada, como
son los kurdos.

En definitiva, señor ministro, pensamos que el distanciamiento, siquiera
sea verbal, de la política de Estados Unidos en este momento creo que
significa un aliento o un hálito esperanzador para todos los que
aspiramos a que cuando menos la humanidad pueda ser más libre y más
respetuosa entre todos nosotros, porque no creemos que se puedan arreglar
las cuestiones internacionales con un gran gendarme internacional.

Solamente advertirle que si en algún momento de su respuesta ve que me
tengo que ausentar, no piense que lo hago por una acción de carácter
peyorativo respecto de su respuesta, sino porque desgraciadamente a las
doce en punto debo estar en otra Comisión, no esperan por mí, y entre el
conflicto en política internacional y tener trabajo para una parte del
Estado español, está claro que, hoy por hoy, hay que optar por lo
segundo.




El señor PRESIDENTE: Estoy seguro de que el señor ministro tiene tiempo
para contestar cumplidamente.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Con mucho gusto,
y con la brevedad requerida por la comparecencia a que se ha referido el
señor Diputado.

En primer lugar, quiero agradecer al señor De Puig i Olivé su
intervención y apoyo y muy especialmente el tono de la misma. Comparto
sus dos preocupaciones y no comparto las conclusiones a que llega. Dice
que está de acuerdo con la reacción del Gobierno, a los tres minutos
exactamente de producirse la intervención. Ese es un aspecto a
considerar, y como verán ustedes no ha habido ninguna variación ni ningún
cambio. La intervención se produce exactamente a las ocho y cinco de la
mañana; a las ocho y diez ya estaba interviniendo en una entrevista en
directo en una emisora de radio, porque era el día que salía acompañando
al Presidente del Gobierno en su primer viaje a Iberoamérica, y tres
minutos antes exactamente nos dieron la noticia de que se había producido
esta intervención, ¿cuál es la reacción del Gobierno? Dije exactamente lo
que ustedes ya conocen: Hubiéramos deseado que se agotara la presión
diplomática antes de que se produjera la intervención militar; una vez
que ésta se ha producido la entendemos y apoyamos sus objetivos. Esa fue
literalmente mi contestación que después, como he explicado, despiezando
frase por frase del comunicado de la Oficina de Información Diplomática,
he ampliado y he justificado.

Por eso no comparto esa crítica constructiva, moderada y ejemplar, a mi
juicio, que ha hecho a la actuación del Gobierno, esa afirmación de que
hubo fallos. No hubo fallos, y se lo voy a explicar. No hubo fallos ni
hubo incoherencia, y mucho menos en la intervención que hizo el Ministro
de Defensa en Estados Unidos, que antes de hablar llamó al ministerio,
hablamos los dos, tuve oportunidad de ponerle al corriente de cuál era
nuestra posición, y me dijo: ¿En esas condiciones puedo decir que se
apoya? Efectivamente, en esas condiciones no hace falta repetir todo cada
vez, puedes decir, porque es la posición oficial del Gobierno, que se
apoya. Ya hemos dicho en qué condiciones; pero incluso tuvo la
sensibilidad de llamar antes al Ministro de Exteriores justamente para
aunar posiciones.

El tema es claro. Hubo tres posiciones de los aliados de los
norteamericanos, especialmente los europeos, en relación con ese
conflicto. Hubo una primera actitud de no apoyo, que representó sobre
todo Francia. No apoyó; en su comunicado que salió después, a primera
hora de la tarde, no apoyó. Luego, hubo una gran mayoría de países que
apoyaban pero con matices, más bien en la línea que mantuvo España
porque, además, la prudencia siempre aconseja en estos casos mirar un
poco los acontecimientos e informarse, pero como, además, habíamos tenido
que fijar nuestra posición sobre la marcha, pues fue la actitud de la
mayoría de los países: Italia, Bélgica y, en general, los aliados. Es
público y notorio, entre otras cosas, que no se ha producido una segunda
intervención porque Estados Unidos no ha contado con el apoyo
incondicional de sus aliados. Hubo, finalmente, un tercer país, que yo
sepa el único, que apoyó incondicionalmente, y fue el Reino Unido, que
pocos minutos más tarde de que yo expusiera mi reacción hizo conocer su
apoyo incondicional, lo que no es nuevo. Por tanto, no hubo incoherencia
alguna. Había tres posiciones que se fueron decantando. La nuestra,
además, forzada un poco por las circunstancias, fue la segunda
mayoritariamente por los aliados de Estados Unidos, por el mundo
occidental.

Lo que me dice el señor De Puig, que además es totalmente respetable, si
le he entendido bien, es que él está con la posición británica, justa,
legítima y tan respetable como cualquier otra, como es respetable
exactamente la contraria, que es la del señor Rodríguez Sánchez y que,
desde luego, no fue la del Gobierno español; pero, repito, no hubo
incoherencia en la posición del Gobierno español, como les acabo de
explicar.

Al propio tiempo, agradezco la oportunidad que me da de explicar mejor
esa supuesta no localización del Ministro de Defensa. Tampoco ahí hubo
ningún fallo, sino pura y simplemente el estricto cumplimiento de los
acuerdos que nos ligan con Estados Unidos en la utilización de las bases
en territorio español. De acuerdo con estos convenios, cuando una
aeronave americana tiene que sobrevolar territorio español, como era el
caso, es suficiente la simple notificación verbal, sin necesidad de que
España dé acuerdo por escrito; Estados Unidos se limita a notificar que
más o menos a tal hora tantas aeronaves sobrevolarán territorio nacional
español y España se da por enterada. Ese es el marco jurídico de los
acuerdos. Si en un momento determinado Estados Unidos quiere aterrizar en
territorio



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español para repostar o por cualquier otra razón, el convenio establece
la necesidad de que solicite la autorización por escrito, con tiempo
suficiente para recibirla también por escrito.

En este caso el Gobierno norteamericano había notificado el sobrevuelo,
llegando las aeronaves a territorio español, cambiaron de idea, y
entonces, solicitaron fuera de plazo, por escrito, la autorización para
aterrizar. Como he dicho, necesitaban la autorización también por escrito
y, en ese momento, el funcionario encargado de las instalaciones contactó
con el director general responsable del Ministerio de Defensa, el cual,
no teniendo en aquel momento facilidad inmediata de comunicar con el
ministro, que se encontraba en una cena con los generales de la OTAN --es
decir, que estaba localizable--, consideró que era mejor no interrumpir y
puesto que el convenio establecía claramente que había unos plazos
previos que se habían incumplido, el mismo director general en cuestión
simplemente aplicó los acuerdos escritos y en vigor y decidió, en esas
condiciones, no autorizar. Si en aquel momento, y a pesar de todo, el
director general hubiera querido contactar con el ministro y el ministro
hubiera decidido que, aunque no se cumplía este requisito, se podía
autorizar, probablemente se hubiera autorizado, pero, como digo, lo que
se hizo fue pura y simplemente cumplir los acuerdos, y no es malo
cumplirlos.

Después, a las once de la noche, el embajador estadounidense llamó al
ministro. Lo tuvo al teléfono en seguida y le dijo: señor ministro, en
principio queríamos utilizar estas bases, pero, puesto que no ha habido
tiempo de formular correctamente la petición, hemos adoptado otra
alternativa y ya no es necesario. Esa es toda la explicación, que, como
usted ve, excluye cualquier negligencia; al contrario, demuestra una gran
diligencia por parte de los funcionarios del Estado en el cumplimiento de
los acuerdos que nos obligan y me parece que con esto queda
suficientemente explicado el tema.

En cuanto al señor Rodríguez Sánchez, le agradezco el tono de su
intervención y espero entienda, después de la explicación, que no ha
habido contradicciones y que el Estado español, y mucho menos el
Gobierno, no se ha convertido en un discípulo de Estados Unidos ni de
nadie, como ha quedado claro. Tuvimos una posición de apoyo matizado,
como otros muchos países que se alinearon con nuestra posición, y se lo
digo desde el respeto a la posición que el señor Rodríguez Sánchez ha
defendido. (El señor De Puig i Olivé pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Medio minuto, señor De Puig.




El señor DE PUIG I OLIVE: Gracias, señor ministro, por su exposición,
pero quiero aclarar alguna cosa, porque quizá no me he explicado bien.

Cuando nosotros hemos apoyado al Gobierno, hemos apoyado fundamentalmente
a nuestro Gobierno, no a la posición inglesa, ni siquiera a la posición
americana. Lo que nosotros hemos dicho, y usted lo sabe por las
declaraciones del secretario general del partido, es que nuestro
Gobierno, en situaciones delicadas como ésta, tenía nuestro apoyo, sin
entrar a valorar jurídica ni políticamente todos los extremos del asunto.

Por tanto, no nos cuelgue ahora el muerto de que estamos en la posición
inglesa, porque, si no fuéramos tan leales a nuestro Gobierno en política
exterior, posiblemente hubiéramos discutido mucho más el asunto y
estaríamos intentando crear problemas o buscar legítimas diferencias, que
las puede haber, porque usted comprenderá que el asunto es más que
opinable y discutible.

En segundo lugar, quiero decirle que cuando he hablado de incoherencia no
he hablado de incoherencia respecto al fondo y a las posiciones europeas,
sino de incoherencia respecto a la política de comunicación del Gobierno;
incoherencia puesto que ha habido declaraciones que se han cruzado; hemos
visto que las declaraciones del Ministro de Defensa aludían a sus propias
declaraciones como contradictorias o, digamos, matizantes de ciertas
cosas. En ese sentido, sí ha habido incoherencia comunicativa, lo mismo
que cuando ahora usted nos cuenta el desarrollo de la historia de la
autorización. Yo le puedo decir que, incluso escuchándole a usted, uno
tenía la sensación de que cierto lío se había producido. En un tema tan
delicado como una autorización, yo me pregunto si debe ser un director
general o un funcionario quien tome la decisión porque no tiene a mano al
ministro. A mí me parece que lo que habría que hacer es, con toda
urgencia, comunicar con el ministro y establecer la posición del Gobierno
inmediatamente; eso, por lo que usted nos ha explicado, no se hizo
inmediatamente. Pasaron unas horas y luego se arregló, pero no se hizo
inmediatamente, y, en ese sentido, tenía que haberse estado en el asunto
con más rigor, seriedad y rapidez.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Voy a ser muy
breve, señor Presidente.

Quiero agradecer su apoyo al señor De Puig, me congratulo y, como digo,
se lo agradezco. Simplemente voy a insistir en el hecho de que el
director general estaba perfectamente habilitado para tomar la decisión
que tomó. Si hubiera querido contactar con el ministro hubiera podido
hacerlo en pocos minutos, pero, en todo caso, tomó la decisión correcta,
que era aplicar la legislación vigente. Creo que eso habrá quedado claro.




El señor PRESIDENTE: ¿Portavoces que desean tomar la palabra en esta
comparecencia, espero con la máxima brevedad? (Pausa.)
Observo con cierta preocupación que hay más de uno, de forma que ruego de
nuevo la máxima brevedad.

La señora Maestro tiene la palabra.




La señora MAESTRO MARTIN: Gracias, señor ministro, por sus explicaciones,
sus valoraciones y por los principios que ha expresado, en función de los
cuales actúa, ha actuado y piensa actual el Gobierno español, en un
asunto que es de la máxima gravedad.




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Hay aspectos que compartimos con usted y otros que claramente no
compartimos; sin embargo, no quiero dejar pasar mi intervención sin
manifestar mi estupor ante el integrismo belicista manifestado por el
señor De Puig i Olivé, que supongo ha actuado como portavoz del Grupo
Parlamentario Socialista, y que me preocupa gravemente.

Estamos hablando de una zona del mundo especialmente compleja, convulsa y
explosiva. Como decía el señor Rodríguez, del Bloque Nacionalista
Gallego, una cosa es la propaganda y otra son los hechos. La intervención
en la Guerra del Golfo, es verdad que auspiciada por el Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas, pero que, a juicio de mi grupo
parlamentario, violaba principios fundamentales del Derecho
internacional, y el embargo, el bloqueo total mantenido desde hace seis
años sobre la población iraquí, que está teniendo terribles consecuencias
no para el régimen de Sadam Husein, sino para la población iraquí,
evidencia una doble moral en las relaciones internacionales, que supone
un menoscabo grave para la legitimidad de las reglas del juego en las
relaciones entre países. Después de la Guerra del Golfo el Kurdistán
iraquí está sometido a una situación de exclusión mantenida no por
Naciones Unidas, sino por tres potencias: Estados Unidos, Inglaterra y
Francia. El Kurdistán iraquí, ajeno absolutamente a cualquier
intervención de la Administración iraquí, está sufriendo desde el final
de la Guerra del Golfo una situación de guerra civil abierta entre
facciones kurdas financiadas por la CIA.

Hay datos más que evidentes de los propios responsables de la CIA en
Estados Unidos que hablan de 100 millones de dólares empleados a través
directamente de agentes de la CIA y de financiación tanto del PDK,
Partido Democrático del Kurdistán, como de la Unión Patriótica del
Kurdistán, en un escenario en el que, además --SS. SS. lo saben porque
está desgraciadamente presente, con frecuencia en los medios
informativos--, esta situación permite la intervención militar del
Ejército turco contra el PKK en territorio iraquí, favorecido por alguna
de las dos fuerzas kurdas en cuestión. Es decir, el derecho del pueblo
kurdo a contar con un territorio propio integrado está atravesando por
gravísimos enfrentamientos internos, y quien los ha sufrido directamente
hasta ahora han sido las milicias del PKK.

Por tanto había, hay desde el año 1992 cuando menos, una intervención
económica y militar soterrada de Estados Unidos en la zona. La
intervención, el apoyo a una de las dos fuerzas kurdas que operan en el
Kurdistán iraquí, el Partido Democrático del Kurdistán, por parte del
Gobierno iraquí, se hace evidentemente a petición de una de las dos
partes y en defensa de la integridad de su territorio.

Insisto, estamos en una zona del mundo especialmente explosiva; estamos
ante una situación de la población iraquí sin esperanza, que ha llevado a
organizaciones de Naciones Unidas como la FAO y la Organización Mundial
de la Salud a señalar que desde el comienzo del bloqueo prácticamente ha
habido un millón de niños muertos directamente a consecuencia del
embargo, aparte del que sufren otras capas de la población, en una
situación asfixiante y sin salida. En este escenario se producen, al
mejor estilo del far west, unas declaraciones del Presidente de Estados
Unidos en plena campaña electoral, atribuyéndose el liderazgo del mundo,
el papel de gendarme internacional, y, sin consultar con quienes se dicen
sus aliados y mucho menos con Naciones Unidas, se permite una
intervención directa sobre el territorio de un país soberano.

Nosotros creemos que este planteamiento, que para mi grupo parlamentario
lejos de ser aislado está configurando un tipo de relaciones
internacionales que vulnera gravemente la soberanía nacional de los
países, es un elemento de gravísima preocupación. Por tanto, no
compartimos, señor Matutes, el apoyo, la comprensión del Gobierno español
ante la intervención militar de Estados Unidos. Sin embargo, déjeme
decirle, aunque sólo sea en un intento de contrapesar la intervención del
portavoz socialista, que comprendemos y apreciamos los matices que en
relación con el asunto se han podido señalar por parte del Gobierno
español en defensa de la soberanía nacional e impidiendo que se utilice
nuestro país como patio trasero de Estados Unidos. En ese sentido, los
matices que se han introducido, aunque no compartimos el fondo del apoyo,
son valorados positivamente por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya.




El señor PRESIDENTE: Señor Robles. ¿Hace falta que le recomiende la
necesidad de brevedad?



El señor ROBLES FRAGA: Señor Presidente, seré de una extrema brevedad,
atendiendo, como siempre, sus ruegos e indicaciones.

No será el Grupo Popular quien se sumerja en el lodazal de los grupos
kurdos y muy especialmente de algunos aquí mencionados, como el PKK, que
son responsables de gravísimos atentados terroristas también en
territorio de la Unión Europea. Nos parece que la responsabilidad de los
males aquí citados y de las desgracias del pueblo iraquí recae, sobre
todo, en el comportamiento irresponsable del Gobierno de Irak, ese
comportamiento o actuación cíclica y espasmódica que lleva a minusvalorar
la voluntad no sólo de Estados Unidos sino también de la comunidad
internacional, en la que naturalmente está España, de contribuir, junto a
la propia integridad de Irak, a la paz y a la estabilidad en la zona, que
han sido comprometidas en este gravísimo episodio, con la intervención
militar iraquí al norte del paralelo 36 y la respuesta norteamericana.

Nosotros, naturalmente, apoyamos y comprendemos esa intervención; la
consideramos, además, dentro de la lógica de la actuación española en la
zona, en el pasado y en el presente, y sólo nos queda expresar el deseo
de normalización de la situación en Irak, quizá la aspiración un poco
utópica de que el Gobierno de Bagdad comprenda la necesidad de tener
comportamientos responsables en sus actuaciones en la zona y,
naturalmente, la obligatoriedad moral para todos de evitar sufrimientos a
la población y de hacer que se respeten sus derechos más fundamentales.




El señor PRESIDENTE: Señor ministro.




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El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): No tengo nada que
añadir sino agradecer, una vez más, las intervenciones y el tono en que
se han producido.




El señor PRESIDENTE: Mucha gracias, señor ministro.

Señoras y señores Diputados, en el punto cuarto del orden del día,
teníamos prevista la comparecencia del Secretario de Estado para la
Cooperación Internacional, solicitada por el Grupo Parlamentario Federal
de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. Ayer, el Secretario de
Estado de Relaciones con las Cortes dirigió al Presidente del Congreso de
los Diputados el siguiente escrito: La comisión de Asuntos Exteriores del
Congreso de los Diputados tiene convocada sesión para mañana, día 9 de
octubre, con la comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores y del
Secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para
Iberoamérica.

Ese día, a la hora prevista para su comparecencia, el citado Secretario
de Estado deberá acudir a una reunión del Patronato del Instituto
Cervantes, en representación del Ministro de Asuntos Exteriores que, como
se ha señalado anteriormente, ha sido convocado a la misma sesión de la
mencionada Comisión, por lo que ruego a V. E. tenga a bien disponer lo
necesario para que la comparecencia del secretario de Estado pueda
trasladarse a otra fecha.

Me dirijo directamente a la señora Maestro, explicándole la situación.

Desgraciadamente, no tengo capacidad taumatúrgica para producir un
secretario de Estado en estos momentos y le sugeriría, si le parece
oportuno a la portavoz del Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, que consideráramos el mantenimiento de la
comparecencia y su fijación para una fecha posterior.

En cualquier caso, le doy la palabra, señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Evidentemente, acepto su sugerencia, señor
Presidente. No obstante, quisiera manifestar, en nombre de mi grupo
parlamentario, e invito a hacerlo, si lo estiman oportuno, en nombre de
otros grupos parlamentarios, el disgusto de esta Comisión de Asuntos
Exteriores ante la falta de cumplimiento de sus obligaciones para con el
Parlamento de un secretario de Estado por una obligación que no es de
primer orden, no es de las que en la vida parlamentaria se consideran
justificadas. Por tanto, creo que el señor Secretario de Estado,
anteponiendo sus obligaciones ante el Patronato del Instituto Cervantes a
su comparecencia en esta Comisión, no ha actuado --por no utilizar
palabras duras-- con la cortesía necesaria, entiendo que no ante mi grupo
parlamentario --por tanto, no lo considero una situación particular--,
sino ante el conjunto de los grupos parlamentarios y de la Comisión de
Asuntos Exteriores del Congreso.

No sé si conviene o no, pero yo desearía que esta propuesta, si es que la
valoración es compartida por más grupos, no fuera expresada como
propuesta particular de Izquierda Unida, porque me parece que la vida
parlamentaria, si este tipo de situaciones se suceden, podría verse
menoscabada.




El señor PRESIDENTE: Antes de dar la palabra al señor Yáñez quiero dejar
muy claro ante toda la Comisión que yo ciertamente me convertiré en el
primer portavoz de sus planteamientos. No voy en este momento a exculpar
o a inculpar, pero me parece que es obligación del Presidente hacer
llegar al señor Secretario de Estado, en este caso, las manifestaciones
de la señora Maestro, y desde luego esta comparecencia queda pendiente y
será incluida en la primera ocasión en que se reúna la Comisión.

Señor Yáñez, tiene la palabra.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Las palabras del Presidente me ahorraban
mi intervención, pero como la señora Maestro invitaba al resto de los
grupos a manifestarse, yo estoy totalmente de acuerdo, como portavoz del
Grupo Socialista, con ese criterio, que hemos reiterado mucho en esta
Comisión, en esta y en anteriores legislaturas. Es decir, la obligación
de los altos cargos del Gobierno, en este caso del Ministerio de Asuntos
Exteriores, de tener como prioridad en su agenda la comparecencia ante la
Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, porque de lo contrario con
muchísima frecuencia se tratan asuntos que han dejado de tener actualidad
porque han pasado meses desde que la iniciativa se presentó en la Cámara.

En la medida de lo posible, entre todos, debemos hacer que se acerquen
esas iniciativas y las propuestas de comparecencia a la comparecencia
misma de los altos cargos. Por tanto, no añadiré nada a lo que ya han
dicho la señora Maestro y el señor Presidente de la Comisión.




El señor PRESIDENTE: Es notorio que yo mismo, cuando era portavoz de mi
grupo, en repetidas ocasiones me hice eco de esa exacta preocupación.

Sabe el señor ministro que ésa es nuestra preocupación, y tengo que decir
también que el señor ministro está aquí presente precisamente
respondiendo a un adecuado orden de prioridades, que él tiene muy claro y
que seguramente todos los funcionarios a su servicio y a sus órdenes
tendrán también muy claro.

Con todo ello, repito que la comparecencia pedida queda pendiente de la
consideración de la Comisión para la próxima ocasión, la primera de las
ocasiones que tengamos.




--MEDIDAS PARA DEFENDER LAS INVERSIONES Y GARANTIZAR LAS INDEMNIZACIONES
QUE CORRESPONDEN A LOS CIUDADANOS ESPAÑOLES CUYOS BIENES FUERON
EXPROPIADOS POR LA DICTADURA MILITAR CHILENA. FORMULADA POR EL SEÑOR
ESTRELLA PEDROLA, DEL GRUPO SOCIALISTA. (Número de expediente
181/000149.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a los puntos relativos las preguntas.




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La primera sería la que figura con el número 6, cuyo autor es el señor
Estrella Pedrola, don Rafael, del Grupo Parlamentario Socialista.

El señor Estrella tiene la palabra para formular la pregunta.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Las consecuencias de la dictadura chilena son
de todos conocidas. Algunas de esas consecuencias no tienen ya
posibilidades de reparación, más que la reparación moral; sin embargo,
hay otras que produjeron efectos que podrían abordarse en la búsqueda de
reparaciones de otro tipo. Me refiero, por ejemplo, al caso concreto de
la incautación del periódico Clarín y de otros bienes de ciudadanos
españoles. El periódico Clarín era uno de los símbolos de la democracia
en Chile, tenía una tirada en torno a los 270.000 ejemplares, lo que
trasladado a la población de nuestro país supondría un diario con una
tirada de cerca de un millón de ejemplares, y fue expropiado, siendo sus
locales destinados, sarcásticamente, a sede de los temidos tribunales
militares. Tras el restablecimiento de la democracia, el Gobierno chileno
remitió al Parlamento un proyecto de ley de anulación del decreto de
confiscación, pero la coerción de los militares, ejercida a través de los
Senadores designados por el General Augusto Pinochet, ha bloqueado la
tramitación de la ley, por lo que no se ha podido producir la anulación
de las confiscaciones. De este modo, el diario Clarín, símbolo de la
democracia y de las libertades en Chile, sigue hoy, tras el fin de la
dictadura, sin poder aparecer al mantenerse la incautación de bienes.

Sin embargo, existe un convenio de protección y fomento recíproco de
inversiones entre el Reino de España y la República de Chile de 1991 que
prevé la posibilidad de que se protejan, en el territorio de cada una de
las partes, las inversiones efectuadas, siempre y cuando se den
determinadas condiciones, que, a nuestro juicio y también a juicio del
Grupo Catalán, que ha presentado una iniciativa en los mismos términos,
se dan en el caso del diario Clarín y de las propiedades de su titular,
el señor Pey.

Por tanto, queremos preguntar al Gobierno cuál es su posición al
respecto, recordando también al ministro, y con esto acabo, que está
pendiente de tramitación en el Parlamento Europeo y en los parlamentos
nacionales el acuerdo entre la Unión Europea y Chile, cuyo artículo 1.º
establece como esencial el respeto a las libertades de prensa e
información, cosa que parece dudoso que se pueda respetar cuando un
diario, en Chile, permanece aún confiscado.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Como muy bien se
deduce de las palabras del señor Estrella, una de las funciones del
Estado es la de velar por los intereses de sus ciudadanos en el
extranjero, instando a las autoridades de otros países a cumplir la
legalidad internacional. Por ello, la pregunta que formula debe abordarse
desde una perspectiva jurídica y a partir de las opciones que ofrece el
Derecho internacional y el acuerdo de protección de inversiones que el
propio señor Diputado ha mencionado.

En efecto, los ciudadanos españoles que hayan sido objeto de expropiación
por parte de las autoridades militares chilenas tienen varias
posibilidades para lograr el reconocimiento de su derecho, y la primera
vía, la más directa, es la aplicación de este Acuerdo de protección
recíproca de inversiones, firmado por la anterior Administración y que
está en vigor desde marzo de 1994. Sin embargo, debido a sus numerosas
imprecisiones, ese tratado ha tenido que ser objeto de varios dictámenes
de la asesoría jurídica de nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores, en
un esfuerzo por esclarecer si efectivamente es posible su aplicación a
inversiones que tuvieron lugar antes de su entrada en vigor. Es el caso
de la pregunta del señor Diputado, que se refiere a inversiones que se
efectuaron antes de su entrada en vigor y que en su día fueron objeto de
expropiación por el régimen militar chileno. Ello exige un análisis más
jurídico que político de las disposiciones de esta acuerdo.

Quisiera dejar sentado, de entrada, que el Gobierno naturalmente es
partidario de una interpretación del articulado del acuerdo favorable
siempre a los intereses de los inversores españoles. En su artículo 5.º
ese acuerdo recoge el principio clásico de Derecho internacional según el
cual la nacionalización puede realizarse por causa de utilidad pública o
interés nacional, añade además que en ningún caso esta medida será
discriminatoria, y otros dos principios recogidos en el mismo artículo
son la obligación de indemnizar al titular de los bienes expropiados y el
derecho que le asiste de acudir a los tribunales ordinarios si se
considera dañado.

Ahora bien, ese Acuerdo, en su artículo 2.º 2, parte del principio
general que establece la irretroactividad de las normas que incorpora,
por lo que en principio también cabe temerse que se aplicaría sólo a las
inversiones realizadas a partir de la entrada en vigor del mismo. Esa no
es la interpretación del Gobierno español, ya que el mismo artículo
después establece una excepción a ese principio de no retroactividad y
dice que el acuerdo beneficia a las inversiones realizadas con
anterioridad a su vigencia y que según la legislación tuvieren calidad de
inversión extranjera. Por tanto, puede argumentarse que siempre que
tengan carácter de inversión extranjera esas inversiones están
protegidas, aunque sean retroactivas. Aun así ese artículo va más allá en
ese principio de no retroactividad, y excluye de su ámbito a las
controversias o reclamaciones surgidas o resueltas con anterioridad a la
entrada en vigor de este convenio, con lo cual, en cuanto al punto de las
inversiones efectuadas por ciudadanos españoles antes de la entrada en
vigor del acuerdo, es contradictorio con el anterior. Sin embargo,
precisa que en el caso de que haya habido ya reclamaciones resueltas en
un sentido o en otro con anterioridad a la entrada en vigor de ese
Acuerdo, en ese caso no es retroactivo y no pueden acogerse a esa
fórmula.

Yo ya he recalcado la voluntad del Gobierno de interpretar siempre el
Acuerdo en favor de los inversores españoles. Como cabe que, sometida la
cuestión a alguno de los órganos que se prevén en el propio acuerdo para
la solución de conflictos, este órgano discrepe de la posición



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del Gobierno español, favorable a los inversores españoles; de ser eso
así, todavía cabe una segunda vía, que esos supuestos inversores
españoles, si ya tenían resoluciones en contra y el órgano que tiene que
resolver los conflictos de interpretación del acuerdo no acogiera sus
demandas como dignas de indemnización, todavía tendrían la oportunidad de
acudir a la legislación chilena interna. En este caso, como es lógico, el
Ministerio de Asuntos Exteriores, como hizo en el caso del Colegio
Stanford, también propiedad de ciudadanos españoles e igualmente
expropiado por los militares chilenos, podría dirigirse a esas
autoridades chilenas manifestando su interés en que se haga justicia al
igual que se hizo en el caso del mencionado Colegio, siempre
naturalmente, como acabo de decirle, contando con el apoyo incondicional
del Gobierno español incluso para esas reclamaciones internas en Chile.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Por cortesía, para dar las gracias al ministro
por su detallada respuesta y para aclararle que en ningún momento se ha
suscitado controversia ni se ha producido reclamación anteriormente, lo
cual encaja perfectamente dentro del acuerdo bilateral.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): En este caso,
parece que tenemos abierta la vía del órgano dirimente de conflictos en
el marco del acuerdo, y ahí el Gobierno español estará defendiendo los
intereses de sus ciudadanos.




--REELECCION DEL SEÑOR BUTROS GHALI PARA UN SEGUNDO MANDATO COMO
SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE NACIONES UNIDAS (ONU). FORMULADA
POR EL SEÑOR ESTRELLA PEDROLA, DEL GRUPO SOCIALISTA. (Número de
expediente 181/000164.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la pregunta número 7, también formulada
por don Rafael Estrella Pedrola, sobre la reelección del señor Butros
Ghali como Secretario General de las Naciones Unidas.

El señor Estrella tiene la palabra.




El señor ESTRELLA PEDROLA: En un debate anterior, el ministro señalaba
que tal vez este Diputado no estaba suficientemente informado y yo creo
que puede tener razón en algunos casos. Concretamente, no conozco su
discurso en la Asamblea de Naciones Unidas. Estoy seguro de que se puede
subsanar, y desearía que se subsanase en el futuro, para poder conocer
determinadas intervenciones importantes del ministro.

Sé, por informaciones de medios de comunicación, que el ministro habló en
su intervención de Gibraltar, de la situación en Oriente Medio, pero no
aparece reflejado en ningún sitio si el ministro suscitó la controversia
de la Ley Helms-Burton y me gustaría saberlo. Sé que habló de la
candidatura de Murcia para la sede de un organismo internacional y sé
que, al parecer, hizo una valoración de la labor del señor Butros Ghali
al frente de la Secretaría General de Naciones Unidas elogiando su
constancia, su inteligencia y sus esfuerzos en defensa de las causas
justas de la Organización.

Sin embargo, estamos en un momento en que se ha suscitado una
controversia porque un miembro del Consejo de Seguridad, que además de
serlo reúne también la condición de ser el principal deudor de la
Organización, ha planteado, a través de su embajadora, un veto a la
reelección del señor Butros Ghali como Secretario General. Por ello que
querríamos conocer directamente cuál es la posición del Gobierno español
respecto de la reelección del señor Butros Ghali como Secretario General
de Naciones Unidas.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Con mucho gusto
voy a responder a la interesante cuestión que plantea el Diputado señor
Estrella y, además, le haré llegar el texto completo de mi intervención
ante las Naciones Unidas, que ciertamente comprendía todos los aspectos a
los que se ha referido, Helms-Burton, y los demás. Como S. S. sabe por su
experiencia en los temas internacionales, no es bueno que los discursos
en el seno de las Naciones Unidas sobrepasen la media hora. No obstante
como es bueno que estén presentes todos los temas en los que conviene que
el Gobierno fije posición, uno se ve obligado después a recortar un poco
el discurso, en este caso a la mitad aproximadamente porque era un
discurso largo y completo, cuyo contenido íntegro le haré llegar.

A su vez, quiero decirle que, en esa reducción, procuré concentrarme en
los temas bilaterales de interés específico para España que nadie
defiende en otro marco. Sobre otros temas que ya se habían planteado en
el marco multilateral, como cuando nuestro Presidente de la Unión Europea
habló en su nombre y en el de Irlanda, me referí a los mismos diciendo
que suscribíamos todas sus manifestaciones, lo que me permitió facilitar
mi intervención, a pesar de lo cual también abordé el tema relativo a la
reelección del señor Butros Ghali mostrándome a favor de apoyar su
gestión y su continuación al frente de la Secretaría General. Justamente
porque su labor ha sido buena, justamente porque, por una ley no escrita,
corresponde a Africa repetir mandato y el señor Butros Ghali está casi
unánimemente apoyado por todos los países africanos, y, porque no
habiendo unanimidad, o casi unanimidad, acerca de un nuevo candidato que
pudiera colmar todas las aspiraciones de reforma, era lo más prudente
incluso para aquellos que sostienen que su intervención ha sido más
discutible. Una última razón, que me parece muy importante, es el hecho
de que tenemos por delante una reforma muy importante en



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las Naciones Unidas, con unos nuevos cometidos que depara el nuevo
escenario internacional, cargado de retos, y en tiempo de crisis no
conviene hacer mudanzas. Por todas estas razones, el Gobierno español
consideró que era oportuno apoyar la reelección del señor Butros Ghali.

En ese contexto --ya se lo digo aquí porque no da tiempo a efectuar esas
matizaciones--, respecto a la comparecencia ante la Asamblea General, es
sabido que hay una amenaza de veto de un miembro del Consejo de
Seguridad, que nosotros no compartimos, y también una amenaza de veto de
otro miembro del Consejo de Seguridad que ha dicho que vetaría al
candidato alternativo que propusiera ese otro miembro, con lo cual
podríamos llegar a una situación de bloqueo que no conviene nada en este
momento a la Organización ni al clima de paz, cooperación y estabilidad
que queremos que presida la configuración del nuevo orden. Parece ser que
el señor Butros Ghali había tenido algunas ofertas de prorrogar por un
tiempo muy corto su mandato, que no fueron aceptadas por él, por lo que
tampoco descartamos que, si en un momento determinado se encontrara una
solución de compromiso aceptable para el propio señor Butros Ghali,
España y creo que la propia Unión Europea toda entera estarían dispuestas
a apoyar esa solución de compromiso. Mientras ésta, que tendría que
contar con el acuerdo del señor Butros Ghali, no llegue, seguiremos
apoyando la candidatura del actual Secretario General.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Para agradecer sus palabras al ministro porque
son esclarecedoras. En las últimas semanas, hemos escuchado salutaciones
a la labor del señor Butros Ghali, pero uno no sabía si era una
valoración o un epitafio, si se hablaba desde la aquiescencia o desde la
impotencia. Entiendo que el señor Ministro considera, como el Grupo
Socialista, que la no reelección del señor Butros Ghali, a la vista de la
labor que ha desempeñado, sería injusta.

Al hilo de esto, querría suscitar --lo ha hecho el ministro-- nuestra
preocupación por que se llegue a una situación de bloqueo institucional
dentro de la Organización como consecuencia de la multiplicidad de vetos
y también por el intento de imponer en la Secretaría General de Naciones
Unidas un modelo de secretario general que, al parecer, debiera responder
a un perfil de alto funcionario, no de una persona con una trayectoria
política, como la han tenido los últimos secretarios generales, que pueda
ejercer, en estos momentos en que lo necesita la Organización, el papel
de impulsor de la labor de la Organización, el papel de llevar
iniciativas al Consejo de Seguridad.

No sé si usted conoce que, en la legislatura pasada, esta Comisión
elaboró y aprobó un informe sobre la reforma institucional de Naciones
Unidas y sobre el papel de la Organización en las operaciones de paz. Si
no lo conoce, está a su disposición porque entiendo que contiene
reflexiones que pueden ser útiles para la labor del Gobierno y, en todo
caso, contiene recomendaciones que el Gobierno tendrá que ejecutar en los
próximos meses.




El señor PRESIDENTE: Señor Ministro, tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Conozco el
informe y, efectivamente, contiene reflexiones muy útiles para esa
necesaria reforma. Comparto las observaciones del señor Estrella respecto
de la personalidad del señor Butros Ghali --en la entrevista bilateral
que sostuvimos tuvo ocasión de agradecerme el apoyo que le había
brindado--, pero, finalmente, quien decide las reformas son los propios
Estados miembros y no el Secretario General, que, en todo caso, tiene
buenas cualidades de gestor, además de sus evidentes condiciones
políticas. Por todo ello, espero que, finalmente, esa situación se
desbloquee --me parece que las votaciones empiezan a partir del 4 de
noviembre-- y nos encontremos ante una coyuntura ya más despejada.

Esperemos que no se produzca esa crisis de bloqueo que todos deseamos
evitar.




--DESAIRE A LA DELEGACION ESPAÑOLA QUE SE DESPLAZO A LONDRES EN EL MES DE
SEPTIEMBRE DE 1996 PARA TRATAR SOBRE EL ASUNTO DE GIBRALTAR. FORMULADA
POR EL SEÑOR YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA, DEL GRUPO SOCIALISTA. (Número de
expediente 181/000195.)



--REACCION DIPLOMATICA ANTE EL HECHO DE QUE LA DELEGACION ESPAÑOLA QUE SE
DESPLAZO A LONDRES EN EL MES DE SEPTIEMBRE DE 1996 PARA TRATAR DEL ASUNTO
DE GIBRALTAR NO FUESE RECIBIDA. FORMULADA POR EL MISMO SEÑOR DIPUTADO.

(Número de expediente 181/000196.)



--COSTE DEL DESPLAZAMIENTO DE LA DELEGACION ESPAÑOLA A LONDRES PARA
TRATAR EL ASUNTO DE GIBRALTAR EN EL MES DE SEPTIEMBRE DE 1996. FORMULADA
POR EL MISMO SEÑOR DIPUTADO. (Número de expediente 181/000197.)



--PERSONAS QUE COMPONIAN LA DELEGACION ESPAÑOLA QUE SE DESPLAZO A LONDRES
PARA TRATAR EL ASUNTO DE GIBRALTAR EN EL MES DE SEPTIEMBRE DE 1996.

FORMULADA POR EL MISMO SEÑOR DIPUTADO. (Número de expediente 181/000198.)



--MOTIVOS POR LOS QUE NO FUE RECIBIDA LA DELEGACION ESPAÑOLA QUE SE
DESPLAZO A LONDRES PARA TRATAR DEL ASUNTO DE GIBRALTAR EN EL MES DE
SEPTIEMBRE DE 1996. FORMULADA POR EL MISMO SEÑOR DIPUTADO. (Número de
expediente 181/000199.)



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El señor PRESIDENTE: Entramos en lo que entiendo es el último bloque de
preguntas. Son las números 9, 10, 11, 12 y 13, todas ellas formuladas por
don Luis Yáñez-Barnuevo y referidas al mismo supuesto. Imagino que serán
agrupadas y le doy la palabra al Diputado señor Yáñez para su
formulación.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Señor ministro, en primer lugar, quiero
agradecer su presencia en esta Comisión, una vez más.

Debo señalar que presenté estas preguntas, más que por el hecho mismo,
por lo que significan como síntoma, y probablemente no el único síntoma,
sino el conjunto de otros que voy a citar muy brevemente. Es conocido que
una delegación española va a Londres a negociar determinados aspectos
relacionados con Gibraltar, de la que forman parte el Gobernador Civil de
Cádiz, funcionarios diplomáticos y no diplomáticos, y, sorprendentemente
--porque eso no suele ocurrir; no digo que sea la primera vez--, no es
recibida; o, mejor dicho, llega a estar en el Foreign Office y se queda
sentada tres horas, esperando que alguien le dé alguna explicación. Al
final, la única explicación es que se pueden volver a España porque nadie
los recibe. Sé --me adelanto un poco a una parte de su respuesta-- que la
no recepción se debe a divisiones internas dentro de la propia delegación
británico-gibraltareña, pero el hecho es que este síntoma, unido a otros,
da una sensación de sucesión de errores, o eso es lo que percibe la
opinión pública, en sólo cuatro o cinco meses de ejecución de una
política exterior que nos interesa, porque es consensuada y porque es la
que le conviene a los intereses españoles, que tenga éxito y que se
desarrolle con brillantez y consiguiendo objetivos. No voy a hacer una
relación exhaustiva de situaciones que se han producido en los últimos
cuatro o cinco meses y que pueden, me temo, seguir produciéndose --¡ojalá
me equivoque!--, pero pondré algunos ejemplos: Las declaraciones del
Presidente con relación a la entrevista con el señor Prodi, Primer
Ministro italiano, en Valencia, con interpretaciones diferentes, que, en
cualquier caso, dejan un poso de malestar; la cumbre con la República
Federal Alemana, todavía por celebrar pero que, si no se corrige el tiro
--y deseamos que se corrija--, va a ser una minicumbre o una cumbre
reducida a la mínima expresión, siendo la primera que se celebra entre
Alemania y España con este Gobierno, quizá con el antecedente de que el
Presidente del Gobierno español no recibiera al ministro de Defensa
alemán; las suspicacias de Portugal con relación a la OTAN, etcétera.

Esto ha sucedido con un grupo de países muy cercanos a España, en el
marco de la Unión Europea, pero también se han producido incidentes con
la comunidad iberoamericana. Por ejemplo, la no recepción de Samper por
el Presidente del Gobierno; las declaraciones en relación a Fidel Castro;
también, que tenga que mediar Méjico para que el Ministro de Asuntos
Exteriores español vea a su colega cubano en el marco de Naciones Unidas.

Es decir, un conjunto de situaciones que un editorial de un importante
periódico español titula Perder amigos. Me parece que perder amigos en
sólo cuatro o cinco meses es demasiado rápido. Sé que el señor ministro
tendrá explicaciones para cada uno de estos casos, pero tendrá que
coincidir conmigo que, en conjunto, crean una situación incómoda, que no
nos gustaría tener que señalar; que van produciendo un clima de pérdida
de peso de la política exterior española, de pérdida de peso de España en
las comunidades que más nos interesan, europea e iberoamericana; que dan
la sensación de que esa política exterior ha perdido claridad y
efectividad. En suma, que en el mundo internacional tenemos menos
prestigio, menos credibilidad que hace cinco o seis meses.

Recuerde, señor Ministro, que, en su primera comparecencia, este portavoz
le apoyó prácticamente en toda su política, con la excepción de los
primeros pinitos --quizás de bisoñez-- con relación a Cuba, de los cuales
el titular del Ministerio no era el principal interesado y el principal
agitador sino, más bien, lo contrario. Salvo esa excepción, en lo demás
se había acordado una política consensuada. Es decir, no estamos
discutiendo el diseño de esa política, sino algunos aspectos de su
ejecución. Pensamos que eso tiene que responder a algunos motivos y voy a
señalar algunos que, combinadamente, pueden estar apuntando en esa
dirección. Primero: un organigrama del Ministerio de Asuntos Exteriores
hecho por este Gobierno, que en varios aspectos es disparatado. Estoy
absolutamente convencido de que ustedes lo corregirán en pocos meses y
explicarán el porqué de la dirección de política exterior o de esas
macrodirecciones que llevan cada una de San Francisco a Vladivostok.

Tendrán que corregirlo porque eso crea disfunciones evidentes. Segundo:
la arbitraria política de nombramientos, que algunos altos cargos del
Ministerio, en círculos internos, llaman la homogeneización --es decir,
un poco como la limpieza étnica--, que ha creado un malestar muy
generalizado entre los profesionales diplomáticos, y los no diplomáticos,
del Ministerio de Asuntos Exteriores. Tercero: el menor nivel del actual
equipo del Ministerio en relación con el anterior. Es verdad que el
anterior era un equipo sobresaliente, muy brillante, y que el actual no
está todavía suficientemente rodado. Quizá el cuarto motivo sería que no
tiene el impulso motivador por parte de la presidencia del Gobierno, por
parte de La Moncloa, como sí se tenía desde Adolfo Suárez hasta Felipe
González. Como ve, no le hago preguntas concretas sino una reflexión, a
la luz del incidente de la delegación española en Londres, adonde fue
para tratar el tema de Gibraltar.

Señor ministro, creo que debería imponer su autoridad como ministro en el
ámbito de la política exterior, y contará con el apoyo de este grupo y de
este portavoz en esa dirección. El punto de vista que le expreso, no con
satisfacción sino con pesar, no es sólo la opinión de este grupo
parlamentario. Es una opinión generalizada en las cancillerías, en el
mundo diplomático, entre las embajadas acreditadas en Madrid, entre los
editorialistas que se ocupan de la política exterior en diversos medios
de comunicación. Por tanto, no lo vea como la típica función de la
oposición, que es oponerse, sino como una reflexión que debe llevar al
ánimo del Gobierno, y especialmente de usted como titular de la cartera
de Exteriores, a corregir el rumbo o el tiro en esa sucesión de
situaciones en la parte que tenga de



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corregible; en otros aspectos que no se pueden corregir, y en los que
intervienen los factores humanos, difícilmente podemos restablecer el
nivel de brillantez que caracterizó la política exterior española durante
muchos años.




El señor PRESIDENTE: Señor Ministro, tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Agradezco mucho
al señor Yáñez el apoyo que me brindó --tendremos ocasión de profundizar
en él, y espero que continúe-- y el tono de su intervención. Estoy seguro
de que estará tan satisfecho como el ministro de poder atender una
explicación que le servirá para comprobar que esos supuestos síntomas a
los que se ha referido no responden a una situación objetiva, sino que
son frutos de la mala información. Ya he tenido ocasión de aclarar hoy
algunos de estos supuestos. El caso de Irak, el caso de la Ley
Helms-Burton e iremos aclarando cuantos hagan falta. Hoy aclararemos los
que el señor Yáñez ha suscitado.

En el caso de Portugal era clarísima mi intervención en la rueda de
prensa conjunta con el señor Solana. Me preguntan si Gibraltar entraría
en el mando español, y mi intervención clara fue que no sólo Gibraltar
sino que España quiere el mando sobre las islas Canarias, las Baleares y
sobre el territorio peninsular. Naturalmente se entiende sobre el
territorio peninsular español para no afectar a Portugal. Fin de la cita.

Eso en la transcripción que el Ministerio hace de todas las
intervenciones del Ministro figura clarísimamente. Se le aclaró al
periodista en cuestión que había esa mala información, a pesar de lo cual
se limitó a subrayar la primera frase como si hubiera sido un intento de
coger competencias que actualmente desempeña Portugal y no señaló la
segunda, muy a pesar del ministerio. Si el señor Yáñez, que tiene muy
buenos contactos, habla con sus colegas socialistas portugueses y muy en
particular con el señor Jaime Gama, Ministro de Exteriores, con el que yo
hablé y me dijo: Abel, no hacía falta que me diera esta explicación,
estoy al corriente desde el primer día y está perfectamente claro. Por lo
tanto, lo que hubo fue una mala información, espero que de buena fe, del
periodista en cuestión.

Lo mismo ocurre respecto a la cumbre hispano-alemana que se va a
celebrar. Precisamente si se pospone es para que sea con participación de
todos los ministros, porque el de Exteriores alemán y yo mismo no
podíamos en esa fecha. Va a celebrarse un gran encuentro personal, de
todo el día. El señor Kohl llevará al Presidente Aznar en helicóptero
desde Frankfurt a varios sitios, Heidelberg, etcétera, para que tenga
lugar el encuentro. La cumbre se celebrará posteriormente, precisamente
para dar la señal de que esas relaciones no sólo continúan al máximo
nivel, sino que si es posible, y no quisiera con ello ofender a nadie,
cobrarán un mayor impulso.

Finalmente quisiera decirle, como última cuestión previa, que yo siempre
me he brindado a recibir a los portavoces socialistas y a cualesquiera
otros y aclararles cualquier mala interpretación o malentendido. Sería
bueno hacer esas consultas previas, porque en ese supuesto se daría
cuenta que, más que corregir nosotros el tiro, lo que convendría es que
algunos portavoces se informen mejor. Ese es el caso de la pregunta
concreta que el señor Yáñez me plantea hoy. Repito que ello me lleva a
informar de que no ha sido bien informado, y ello no es bueno para
aquellos temas que por su trascendencia deben ser abordados desde la
óptica de una política de Estado.

Su señoría desempeñó una alta responsabilidad en el Ministerio de Asuntos
Exteriores y sabe que el contencioso de Gibraltar es precisamente una de
esas cuestiones que requieren el consenso entre las principales fuerzas
políticas del arco parlamentario. Aprovecho la ocasión para renovar ese
ofrecimiento permanente de construir esa política de Estado.

La delegación que se desplazó a Londres la última semana de septiembre no
lo hizo para tratar el asunto de Gibraltar, como dice S. S., ya que el
asunto de Gibraltar se trata en el proceso negociador de Bruselas,
iniciado tras la declaración conjunta de los ministros de Asuntos
Exteriores, señores Morán y Geoffrey Howe. En esa ocasión el encuentro
tuvo su origen en el comunicado conjunto de Londres, del 20 de diciembre
de 1994, en el que tras reconocer que la colonia británica tenía un
problema de tráficos ilícitos, en particular drogas, se estableció un
mecanismo efectivo que incluía a las autoridades locales competentes para
mejorar las consultas y la cooperación sobre este tema. El tema de
Gibraltar lo seguimos tratando el señor Rifkind y yo al margen de esas
reuniones. Que quede muy claro y no lo mezclemos.

De este mecanismo del que estamos hablando sobre ilícitos, que se inicia
en 1994, se celebró una primera reunión en Sevilla en enero de 1995 y una
segunda en Londres en abril de 1995. La tercera, convocada para el 23 de
noviembre del año pasado en Sevilla, no llegó a celebrarse debido a las
inaceptables pretensiones gibraltareñas de figurar como parte
independiente. El anterior gobierno, que tenía especial relación,
consideró inaceptable esta pretensión.

Por lo que a la cuarta reunión se refiere, que es de la que estamos
hablando, le confirmo, saliendo al paso de su pregunta sobre si la
delegación fue recibida o no, que la delegación fue recibida y saludada
muy cordialmente, y no podía ser de otro modo. Desgraciadamente, la
delegación británica no fue capaz de resolver problemas internos para
sentarse a discutir sobre tráficos ilícitos.

Para comprender lo sucedido en Londres conviene que insistamos, para que
no haya malas interpretaciones de nuevo, que en Sevilla en noviembre de
1995, los miembros gibraltareños de la delegación pretendieron realizar
una declaración política previa de carácter totalmente ajeno al
contenido, que es técnico y operativo, de este tipo de reuniones y que no
resultaba aceptable para España. Pretendieron que se trataba de una
reunión de tres delegaciones, de tres administraciones distintas, que
representaban a tres jurisdicciones distintas y que el Reino Unido no
estaba habilitado para comprometer a Gibraltar en acuerdo alguno. Huelga
decir, señoría, que este planteamiento es desde su primera premisa
totalmente inaceptable para España y que el entonces Gobierno español
actuó correctísimamente, no celebrando la reunión, como ha actuado ahora
éste.




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Como acaba de mencionar en esta ocasión, la delegación española fue
recibida y saludada por el jefe de la delegación británica, el
representante del Foreign Office, y posteriormente por el Subgobernador
de la colonia. El representante del Foreign Office informó a la
delegación española al llegar, y a intervalos regulares, que el comienzo
de la reunión se retrasaba por problemas internos. Tras casi tres horas
de gestiones diversas en el seno de la delegación británica, la
delegación española se vio presionada a aceptar que los responsables
locales de Gibraltar figurarían con su propia voz, es decir parte
separada del Reino Unido. Su señoría sabe que, al igual que ocurrió en
Sevilla, el Gobierno no podía admitir esta pretensión. Por tanto, nuestra
delegación actuó correctamente y le agradecería que fuera felicitada por
toda la Comisión por ello. El jefe de la delegación británica pidió
disculpas por lo ocurrido, y el jefe de la delegación española, el
Gobernador Civil de Cádiz, manifestó en todo momento la disposición de la
delegación que presidía a sentarse a discutir sobre la manera de mejorar
las consultas y la cooperación para erradicar los tráficos ilícitos. En
consecuencia, la delegación fue recibida y no hubo desaire o incorrección
alguna, y hay que decirlo en honor a la parte británica. Es más, repito,
actuó correctísimamente.

Por último, me va a permitir S. S. hacer una consideración sobre la poco
afortunada valoración que hace del equipo de funcionarios del Ministerio
de Asuntos Exteriores, que S. S. conoce bien de su etapa como alto cargo
en el mismo, y muy especialmente del responsable de los temas de
Gibraltar que fue nombrado por el anterior gobierno y que éste decidió
mantener, a la vista de la eficaz labor realizada y que continúa
realizando. Se trata del director general, don José Rodríguez Espiteri.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Yáñez-Barnuevo.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Señor ministro, con el papel que le
preparan los diplomáticos, a los que conozco muy bien porque he sido
cocinero antes que fraile, usted parece desmentir lo que yo pregunto, que
no afirmo, pero luego lo confirma. Mis preguntas iban dirigidas a que la
reunión no se produjo, y usted me lo acepta. Yo no he dicho que no
saludaran cortésmente el funcionario del Foreign Office o el
subgobernador de la Roca a la delegación española. Lo que he dicho es que
no hubo reunión. Incluso ha dado las horas que estuvieron esperando a que
esa reunión se produjera.

Segundo. Como usted sabe muy bien, una reunión internacional con un país
tercero se organiza con antelación entre ambas cancillerías. Una
delegación no se desplaza a la capital de otro país si esa reunión no va
a tener lugar, porque eso se puede hacer a través de las embajadas, y si
no son aceptables las condiciones en que esa reunión se va a producir, la
embajada recomienda que no se desplacen ocho o diez personas desde España
para sufrir, reafirmo, un desarie en la propia sede del Foreign Office.

No estoy justificando la posición británica, que me parece muy
criticable. En eso siempre hemos tenido una posición común en el fondo.

Me estoy refiriendo a la forma, a falta de atención o de preparación, en
este caso de una reunión, por cierto, relacionada con Gibraltar. Usted me
ha hablado de tráfico ilícito, pero en el entorno de Gibraltar. ¿A qué
iba a ir el Gobernador Civil de Cádiz a Londres si no es a tratar de algo
relacionado con Gibraltar? ¿Que los temas fundamentales relacionados con
la soberanía con el aeropuerto o con el istmo se traten de ministro a
ministro y con los altos cargos? Por supuesto. Pero era una reunión
relacionada con Gibraltar no con Ceuta, Melilla o Frankfurt.

Señor Ministro, mi interés no es perdernos en detalles o en pormenorizar
en aspectos sobre los que usted puede decir que estamos mal informados.

Deberá aceptar que es un problema de comunicación, porque no es el Grupo
Socialista el que parece mal informado. Por lo visto está mal informado
todo el mundo, los periódicos, los medios de comunicación, los medios
diplomáticos, las embajadas, los propios funcionarios del Ministerio de
Asuntos Exteriores, sobre una sucesión de hechos que cada uno de forma
aislada a lo mejor no tiene demasiada importancia, pero que unidos y por
su repetición sí la va teniendo. Le ruego, señor Ministro, que no se lo
tome usted a la ligera. Nosotros tampoco nos tomaremos a la ligera su
recomendación de que estemos más informados, y para eso estamos en el
Parlamento, para pedir información y también, en una relación directa con
el ministro, para que esa situación si es por falta de información se
solucione y si es por falta de preparación o por fallos en la
organización del ministerio, también se solucione.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Agradezco, una
vez más, al señor Yáñez sus buenos deseos de informarse. Efectivamente,
el papel es el papel, pero de lo que yo hablo es de los hechos. Usted
pregunta, señor Yáñez, pero al propio tiempo afirma en su pregunta que
nunca con anterioridad se había producido un desaire entre socios y
aliados de la Unión Europea, como el ocurrido con la delegación española.

La reunión no se produjo, como no se produjo la reunión de Sevilla.

Repito que aunque ambas reuniones no se hayan producido --sobre ese tema
S. S. no se ha pronunciado-- creo que las delegaciones de España en ambos
casos merecen la felicitación de los portavoces de esta Cámara. La
delegación española fue correcta en su actuación, repito, y merece la
felicitación de todos. Es cuanto tengo que decir.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.

Con ello, llegamos al final de las comparecencias y preguntas que
requerían la presencia de los representantes de la Administración, en
este caso del ministro. Quería agradecer al señor ministro su presencia,
su participación, sus detalladas explicaciones y el hecho, como antes
puso de relieve, de que, efectivamente, en el calendario de sus
prioridades esté la comparecencia ante el órgano correspondiente de la
soberanía popular, en este caso, la Comisión



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de Asuntos Exteriores, antes que ningún otro tipo de obligación.

Señor ministro, muchas gracias. Tendremos ocasión de seguir escuchándole
en fecha próxima.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Muchas gracias,
señor Presidente. Muchas gracias a todas sus señorías por sus
constructivas aportaciones.




El señor PRESIDENTE: Se suspende la sesión durante un minuto, para
despedir adecuadamente al señor ministro. (Pausa.)



El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, se reanuda la sesión de
esta Comisión de Asuntos Exteriores y deberíamos de pasar, sin más
preámbulo, al debate y votación, en su caso, de la proposición no de ley
que está recogida en el punto número 14, presentada por el Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya y cuya
portavoz debería encontrarse entre nosotros en este momento, pero
desgraciadamente no es así. Como presumo que la señora portavoz tiene
interés en que esto se mantenga, lo que vamos a hacer es pasar a la
consideración de los acuerdos y tratados internacionales y luego veremos
si la señora portavoz aparece; si no fuera así, decaería.




DICTAMEN SOBRE:



--CANJE DE CARTAS, DE 7 DE FEBRERO Y 4 DE MARZO DE 1996, CONSTITUTIVO DE
ACUERDO ENTRE ESPAÑA Y LA UNESCO RELATIVO AL COLOQUIO SOBRE LOS EFECTOS
DE LA COMUNICACION ELECTRONICA MULTIMEDIA (AUTOPISTAS DE LA INFORMACION)
EN MATERIA DE PROTECCION DE DERECHOS DE AUTOR Y OTROS TITULARES DE
DERECHOS Y SUS CONSECUENCIAS EN EL DESARROLLO ECONOMICO Y CULTURAL
(MADRID, 11-14 DE MARZO DE 1996). (Número de expediente 110/000017.)



El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, dictámenes sobre
acuerdos y tratados internacionales.

Número 15, Canje de Cartas, de 7 de febrero y de 4 de marzo de 1996,
constitutivo de Acuerdo entre España y la Unesco relativo al Coloquio
sobre los efectos de la comunicación electrónica multimedia en materia de
protección de derechos de autor y otros titulares de derechos y sus
consecuencias en el desarrollo económico y cultural.

¿Grupos parlamentarios que desean tomar la palabra? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor
Muñoz-Alonso.




El señor MUÑOZ-ALONSO Y LEDO: Con toda brevedad.

Se trata, como se señala en el enunciado, de un Canje de cartas entre
España y la Unesco para la celebración de un coloquio que ya tuvo lugar,
concretamente entre el 11 y el 14 de marzo. Era un coloquio con Unesco en
el que participaba por parte española la Telefónica, como ya he señalado,
para estudiar un problema que sin duda es muy importante, que es la
situación de los derechos de autor en las autopistas de la información,
lo que popularmente se suele denominar Internet, que verdaderamente
plantea unos problemas muy complejos que no están en absoluto claros. Sin
ninguna duda, vale la pena apoyar ese tipo de iniciativas.

Para que este coloquio pudiera celebrarse era necesario firmar un
acuerdo, mediante un Canje de cartas, entre España y la Unesco. Dado el
breve plazo de tiempo de que se disponía se incluyó en el texto de las
cartas objeto del Canje un apartado de aplicación provisional del mismo.

Debe señalarse que el acuerdo no ha implicado obligaciones financieras
para la Hacienda pública. Al mismo tiempo, también se debe señalar que se
estima que la vigencia excederá a los estrictos límites temporales de la
celebración del coloquio para prolongarse, según se señala en una de sus
cláusulas, hasta que todos los asuntos referidos a la reunión sean
finiquitados. Es un trámite que llega aquí un tanto tarde, seguramente
por las circunstancias derivadas del cambio de Gobierno, etcétera, pero
que, sin ninguna duda, vale la pena apoyar y nuestro grupo apoyará la
aprobación de este Canje de cartas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra
el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Nosotros vamos a apoyar esto, aunque sea agua
pasada. Supongo que ha habido una imposibilidad para hacerlo antes. Esto
ha ocurrido en pasadas legislaturas. No es la primera vez que en esta
Comisión de Asuntos Exteriores se aprueban cosas como ésta, cuyo lugar y
fecha de reunión fue en Madrid, del 11 al 14 de marzo de 1996; a lo
mejor, en esas fechas los grupos políticos no estábamos atentos a estas
cosas porque estábamos en campaña electoral.

Sí quiero hacer una salvedad, señor Presidente, al menos para que quede
constancia en el «Diario de Sesiones», aunque nada más se trata de un
coloquio, y dado que se hizo en locales de la Compañía Telefónica
Nacional de España bajo el auspicio de la Unesco, me gustaría que se
entienda que, con la dinámica del mundo de las telecomunicaciones, con
los proyectos de liberalización de las telecomunicaciones no solamente a
nivel de las directivas de la Unión Europea, sino de España, y que va a
haber más de un operador, en lo sucesivo hay que cuidar que, junto al
país anfitrión, que es España, el anfitrión técnico, vamos a llamarle
así, salvaguarde los mejores derechos de terceros que van a entrar como
empresas concesionarias o de licencias en la liberalización de las
telecomunicaciones. Telefónica no va a ser la única compañía, sobre todo
cuando ya aquí, en el Congreso de los Diputados, estamos tratando
proyectos de ley que miran en este sentido de apertura.




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Por lo demás, no tenemos que hacer ninguna otra salvedad, señor
Presidente.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor
Solé Tura.




El señor SOLE TURA: Evidentemente, el Grupo Socialista va apoyar la
autorización de Canje de cartas. De todas maneras, tengo que decirle,
señor Presidente, que personalmente tengo dudas de que sea necesario
autorizar dicho canje por parte de esta Comisión y del Congreso de los
Diputados no sólo por el desfase entre el momento en que lo estamos
autorizando y la fecha en que se celebró el coloquio, sino porque no veo
en qué se ampara, a no ser que se utilice el artículo 94.1.d) de la
Constitución, referido a tratados y convenios que impliquen coberturas
financieras o riesgos financieros para la Hacienda pública. No obstante,
a pesar de estas dudas, vamos a apoyarlo.




El señor PRESIDENTE: No habiendo más intervenciones al respecto, vamos a
pasar a la votación.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad el Canje de cartas
constitutivo de acuerdo entre España y la Unesco.




--CONVENIO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA FRANCESA A FIN DE
EVITAR LA DOBLE IMPOSICION Y PREVENIR LA EVASION Y EL FRAUDE FISCAL EN
MATERIA DE IMPUESTOS SOBRE LA RENTA Y SOBRE EL PATRIMONIO, Y PROTOCOLO
ANEXO, FIRMADO EN MADRID EL 10 DE OCTUBRE DE 1995. (Número de expediente
110/000021.)



El señor PRESIDENTE: Punto número 16 del orden del día. Convenio entre el
Reino de España y la República Francesa a fin de evitar la doble
imposición y prevenir la evasión y el fraude fiscal en materia de
Impuestos sobre la Renta y sobre el Patrimonio y Protocolo anexo.

¿Grupos que desean tomar la palabra?
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra la señora Balletbó.




La señora BALLETBO I PUIG: El Convenio entre el Reino de España y la
República Francesa es un convenio que sustituye a otro anterior referente
a la doble imposición, y su objetivo es la prevención de la evasión y el
fraude fiscal.

España y Francia tenían ya un Convenio que se había firmado en 1973, pero
las actuales circunstancias habían recomendado la aprobación de uno
nuevo. Estas circunstancias eran, por una parte, la incorporación de
España como miembro de la Unión Europea y, por otra parte, el hecho de
que desde el año 1973 hasta ahora dentro de la OCDE se han desarrollado
nuevos modelos y perfiles tributarios internacionales que recomendaban un
cambio y una mejora de este texto. En definitiva, se trata de un Convenio
que hace referencia a los impuestos que se exigen por retención en la
fuente y a las rentas cuyo pago pueda exigirse con posterioridad a la
entrada en vigor de dicho Convenio.

Otra de las disposiciones de este Convenio hace referencia a los
impuestos sobre la renta, a las rentas correspondientes al año natural
siguiente al de la entrada en vigor del Convenio y al ejercicio fiscal.

Finalmente, hace referencia a los restantes impuestos y a los gravámenes
cuyo hecho imponible se produzca a partir del 1 de enero del año
siguiente a la entrada en vigor de dicho Convenio.

El Convenio es extenso, de treinta y tantos artículos, y, por descontado,
contempla los impuestos, tanto en Francia como en España, que quedan
sujetos al mismo. En este sentido, nuestro grupo parlamentario entiende
que es procedente la aprobación de dicho Convenio, ya que el del año
1973, como he dicho con anterioridad, tiene que ser sustituido debido a
los cambios que se han producido en las relaciones entre España y
Francia, los nuevos modelos y los nuevos perfiles tributarios que se han
incorporado a la OCDE y al hecho de que, al formar España parte de la
Unión Europea, el Convenio vigente desde 1973 ha quedado absolutamente
desfasado.

Como he dicho, este Convenio tiene 33 artículos, pero, dada la hora en
que nos encontramos, no creo que sea el momento de entrar en el detalle
de los artículos. En todo caso, mi grupo parlamentario sí recomienda la
aprobación de dicho Convenio.




El señor PRESIDENTE: En nombre de Coalición Canaria, tiene la palabra el
señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Coalición Canaria va a votar favorablemente
este importante Convenio.

Como bien ha señalado la portavoz del Grupo Socialista, doña Anna
Balletbó, nos estábamos rigiendo por una norma de 1973 que se había
quedado obsoleta. Los contenciosos económico-fiscales, dada la balanza
comercial hispano-francesa, dada la balanza de pagos hispano-francesa,
dada la cantidad de empresas, en actuación de vasos comunicantes, de
tecnología, de capitales, de impuestos de sociedades, etcétera, entre
ambos países, son de una gran importancia, de una gran trascendencia, y
hacen que este Convenio venga a solucionar una serie de disparidades, ya
que los ministerios de Hacienda francés y español, ante el devengo de
impuestos, estaban llegando a una maraña interpretativa que ha conducido
a querellas judiciales, contenciosos y reclamaciones de ambos países,
incluso ante instancias internacionales. (El señor Vicepresidente,
Estrella Pedrola, ocupa la Presidencia.)
Fundamentalmente, esto va a afectar al Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas, al Impuesto sobre Sociedades, al Impuesto sobre el
Patrimonio y a los impuestos locales sobre la renta y el patrimonio.

Posiblemente, esta pieza jurídica, que llega a la Cámara con un año de
diferencia --no digo de retraso-- desde que se firmó --el 10 de octubre
del año pasado-- entre los ministros francés y español de



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Asuntos Exteriores, ha necesitado un análisis minucioso y cuidadoso por
parte de los respectivos departamentos de Economía y Hacienda de ambos
países. Hay que tener en cuenta que el asunto es tan complicado que este
convenio viene acompañado de un Protocolo anejo y me temo que en el
futuro regímenes fiscales especiales en España, como se producen en el
País Vasco o en la Comunidad Autónoma de Canarias, con una zona especial
canaria de fiscalidad distinta, también tengan que ser contemplados al
amparo de protocolos y anexos a este importante Convenio.

En cualquier caso, se produce un avance en el ordenamiento de los
derechos fiscales, dado que la Unión Europea no ha sido capaz de crear un
espacio fiscal único europeo por las reticencias de gobiernos, como, por
ejemplo, el de Luxemburgo. Por tanto, se hace imprescindible que se
produzcan convenios a nivel bilateral, como ocurre en este caso de hoy
entre el Reino de España y la República Francesa para cualquier persona
física sometida al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que
siendo nacional de uno de los dos Estados trabaje en el otro y obtenga
allí sus ganancias personales, pero también era fundamental establecerlo
en el ámbito de las sociedades mercantiles, empresariales e industriales.

Creemos que el artículo 7.º de este convenio, al hablar de los beneficios
empresariales, los define y los sitúa claramente en el régimen de
transparencia fiscal que se tiene que exigir.

El artículo 13 viene a complementar fundamentalmente este régimen de
transparencia, porque hace una enumeración muy detallada de las ganancias
de capital que se pueden obtener en la enajenación (un tema de conflicto
permanente entre España y Francia por el volumen, la intensidad e
importancia, afortunadamente, de las relaciones entre ambos países, de
los sectores empresariales, comerciales e industriales) de bienes
inmuebles, de acciones, de participación en acciones y de bienes muebles.

Sobre todo el conflicto de litigio de imposición, en enajenación de
bienes muebles y bienes inmuebles, estaba a la orden del día en los
contenciosos que se han planteado.

El artículo 23 también viene a dar régimen de transparencia a la
constitución del patrimonio tributable y, sobre todo, el artículo 24
viene a consagrar el gran principio que aquí se trata de resolver, que es
la eliminación de la doble imposición. Empresas españolas ubicadas en
Francia y francesas ubicadas en España que se veían muchas veces
sometidas a una tensión y una presión, a todas luces indeseable en el
ambiente de buenas relaciones comerciales, por la doble imposición.

Creemos que es importante que el artículo 24 diga, en su letra a), que el
impuesto español no es deducible de estas rentas, pero que el
beneficiario tiene derecho a un crédito fiscal imputable sobre el
impuesto francés. Creo que esto es un gran logro, sobre todo para el
sector de empresas españolas, para las rentas que provienen de España y
que están ubicadas en Francia, para evitar, a veces, los excesos que el
fisco francés venía produciendo, lo que era desalentador para estas
empresas españolas.

El principio consagrado en el artículo 25 de la no discriminación de las
personas por razón de su nacionalidad, en cualquiera de las dos áreas
geográficas, francesa-española o española-francesa, en que intervengan,
permite también avanzar para corregir otra falta de claridad y de
concreción que daba origen a una inseguridad jurídica tremenda.

El artículo 28 viene a consagrar el principio práctico y pragmático de
asistencia a la recaudación. La aplicación de esta asistencia a la
recaudación, que creemos es importante, posiblemente puede producir en
España la necesidad de un protocolo anexo, dado que hay comunidades
autónomas, como las del País Vasco y Navarra, que por sus especiales
características legales recaudatorias tendrán que adaptar sus modos
operacionales, incluso su normativa legal, al sistema de asistencia a la
recaudación fijado en el artículo 28. Por tratarse, además, de dos
comunidades autónomas fronterizas con Francia es de imaginar que empresas
francesas o de capital francés, ubicadas en territorio español, dentro de
estas dos comunidades autónomas del País Vasco y Navarra, han de tener
una necesaria clarificación.

Por todo lo demás, y dada la importancia de esta pieza, señor Presidente,
vamos a dar nuestro voto afirmativo en la línea contundente que hemos
trazado.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Por el Grupo Popular tiene la
palabra el señor Milián.




El señor MILIAN MESTRE: Después de la brillante exposición de mis
colegas, sobre todo del señor Mardones, sólo me queda por decir que nemo
dat quod non habet. No tengo mucho más que añadir. (Risas.)
Consecuentemente, en mor del tiempo, simplemente quiero hacer un
subrayado a tres aspectos que entiendo son de una sustanciosa composición
en este convenio.

El primero es que el reajuste del tratado anterior era inevitable por las
razones que ha expuesto muy brillantemente Anna Balletbó. El segundo, que
la obsolescencia de este tratado llevaba a una necesaria revisión del
mismo en función de ese crecimiento espectacular que en la economía se
observa, particularmente entre España y Francia, aunque no menos
acompañado por otros países como Italia, Alemania e Inglaterra, que
suponen prácticamente el 60 por ciento de nuestras relaciones comerciales
en este momento. Consecuentemente, Francia, lugar limítrofe, nos llevaba,
especialmente en algunas zonas de España --concretamente Cataluña en ese
sentido ha sido un sujeto muy activo--, a una interrelación mercantil que
ha pasado de lo mercantil a la inversión directa industrial, por lo que
las inversiones llevan consigo una serie de derivaciones fiscales que han
compuesto un escenario que ha explicado brillantemente el señor Mardones,
por lo que no voy a añadir nada. Sin embargo, es un hecho cierto que ese
escenario nuevo estaba gravando peligrosamente a muchos empresarios
españoles. En tercer lugar, quiero señalar que éste es un instrumento
decisivo para la normalización sistemática fiscal, dentro de lo que es el
mercado a que propendemos, y que, en definitiva, en poco tiempo suponemos
que va a quedar superado por la nueva realidad de Maastricht.

En consecuencia, creemos que éste es un paso importante que, aunque quizá
en la temporalidad sea corto, será imprescindible ante los hechos
connotados. Por todo ello, vamos a votar a favor.




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El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Vamos a pasar a la votación.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Queda aprobado por
unanimidad.




--CONVENIO PARA LA COOPERACION EN EL MARCO DE LA CONFERENCIA
IBEROAMERICANA, FIRMADO EN LA V CUMBRE DE LA CONFERENCIA IBEROAMERICANA,
EN LA CIUDAD DE SAN CARLOS DE BARILOCHE, ARGENTINA, EL 15 DE OCTUBRE DE
1995. (Número de expediente 110/000024.)



El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Para la simple información de
SS. SS., les recuerdo que quedan 10 convenios y una proposición no de ley
por tramitar. Los textos de los convenios obran a disposición de todas
SS. SS. y espero que los hayan podido leer.

Pasamos al número 17: Convenio para la cooperación en el marco de la
Conferencia Iberoamericana, firmado en la V Cumbre de la Conferencia
Iberoamericana, en la ciudad de San Carlos de Bariloche, Argentina, el
día 15 de octubre de 1995.

Por el Grupo Popular tiene la palabra el señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUAREZ: Señorías, la V Cumbre Iberoamericana,
celebrada en San Carlos de Bariloche, Argentina, en octubre del año
pasado, supuso --qué duda cabe-- un salto cualitativo muy importante en
la dinámica de las cumbres iberoamericanas al aprobar un convenio de
cooperación que permite clarificar los procedimientos y mecanismos para
la articulación de una cooperación iberoamericana y establece, además,
los objetivos que se habrán de perseguir en los programas y proyectos
aprobados en el marco de la Confederación Iberoamericana. Este convenio,
señorías, regula el procedimiento para la presentación de iniciativas y
su aprobación y establece unos mecanismos para el seguimiento de las
sanciones puestas en marcha, fijando sus procedimientos de entrada en
vigor. Finalmente, señorías, quiero decir que el entramado administrativo
que el convenio crea es de extraordinaria importancia, puesto que da
continuidad a las cumbres iberoamericanas de cooperación y hace que se
alberguen esperanzas muy positivas de que estas cumbres cumplan, y puedan
hacerlo en el futuro, sus objetivos de consolidación de la identidad
iberoamericana.

Por todo ello, nuestro grupo, como no podía ser de otra manera, aprobará
el citado convenio.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Por el Grupo Socialista tiene
la palabra el señor Yáñez.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Poco tengo que añadir, señor Presidente,
sino una reflexión sobre lo que supone el salto cualitativo definitivo en
las cumbres que se crearon al abrigo de la conmemoración del V
Centenario, por iniciativa de la Conferencia de Comisiones Nacionales del
V Centenario del Descubrimiento de América, que han dado después un juego
de máximo órgano de coordinación política y de concertación de las
políticas económicas y de cooperación de los países --me refiero a las
cumbres--, que con este convenio articula y da forma a la cooperación
multilateral en el seno de la comunidad iberoamericana, porque con
anterioridad se trabajaba un poco desordenadamente, sin criterios básicos
y al establecer, aquí, los criterios básicos de tres países proponentes y
cuatro más que los apoyen, se da ya un carácter de mayor rigor y de mayor
permanencia a los programas multilaterales de cooperación en el seno de
la comunidad iberoamericana. (El señor Presidente ocupa la Presidencia.)
Sólo quiero anunciar el voto a favor del Grupo Socialista.




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la votación.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO PARA LA PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA DE INVERSIONES ENTRE
EL REINO DE ESPAÑA Y LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, FIRMADO AD REFERENDUM
EN MEXICO, EL 23 DE JUNIO DE 1995. (Número de expediente 110/000025.)



El señor PRESIDENTE: Punto número 18. Acuerdo para la promoción y
protección recíproca de inversiones entre el Reino de España y los
Estados Unidos Mexicanos, firmado en México el 23 de junio de 1995.

En nombre del Grupo Socialista tiene la palabra el señor
García-Santesmases.




El señor GARCIA-SANTESMASES MARTIN-TESORERO: El objeto de este acuerdo de
promoción y protección recíproca de inversiones entre España y los
Estados Unidos Mexicanos es fomentar la cooperación y favorecer los
intercambios comerciales, creando unas condiciones favorables para las
inversiones de una cualquiera de las partes en el territorio de la otra
parte contratante. En el preámbulo del acuerdo se expresa el deseo de
España y México de intensificar la cooperación económica y de crear las
condiciones favorables para las inversiones recíprocas. España posee, por
lo demás, acuerdos similares de promoción y protección de las inversiones
con otros países, y el modelo que se nos presenta está elaborado de
acuerdo también con el modelo de la OCDE.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Vamos a apoyar con nuestro voto este acuerdo.

Es importante ir buscando la



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transparencia en las relaciones comerciales y empresariales entre España
y México. La magnífica relación diplomática y las relaciones políticas
entre ambos Estados necesitan unas piezas pragmáticas que garanticen,
sobre todo dentro de lo que es la compleja legislación mexicana, la
tendencia de los empresarios españoles a invertir en México, a situar
empresas y actividades industriales en aquel país, y recíprocamente, por
supuesto, la iniciativa mexicana en España, en este momento centrada
especialmente en el sector cementero, en el sector petrolífero, mercado
que tanto interesa a España en México, e igualmente en un sector que
viene tomando una fuerza muy notable en los últimos tiempos, como es el
de las telecomunicaciones. Los grandes grupos inversores mexicanos en
estos tres sectores al menos --de telecomunicaciones y televisión,
cementero y petrolífero-- en España aconsejan tener este acuerdo de
protección y promoción recíproca de inversiones, sobre todo la promoción,
que necesita unas garantías jurídicas.

Para dar cuenta a SS. SS. de la complejidad de estas relaciones en la
tipología mexicana y el derecho especial que tienen, en diferencia con el
español y el europeo, vemos que ha sido necesario un apéndice para poner
en claro las controversias entre las partes contratantes y un inversor de
la otra parte. Aquí es donde ha estado generalmente el meollo de los
contenciosos empresariales entre iniciativas mexicanas en España o
españolas en México, sobre todo la inseguridad jurídica con que muchas
veces los empresarios españoles se tenían que mover en la República
mexicana para poder realizar en un régimen de legalidad, vamos a llamarlo
así, sus actuaciones. Creemos que estas controversias, que se definen en
el título I, en el título II para su solución se aporta una clarificación
necesaria que va a garantizar, a dar solidez y seguridad y va a
promocionar, que es en el fondo lo que pretendemos con este acuerdo, al
mismo tiempo que proteger las inversiones recíprocas entre ambos Estados.

Por esa razón daremos nuestro voto afirmativo.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Quiero manifestar la preocupación de Izquierda
Unida porque, más allá de la voluntad política que se manifiesta en el
acuerdo acerca de las condiciones para la promoción y protección de
inversiones recíprocas entre España y la República mexicana, hay una
situación que a mi grupo le preocupa, que ha sido objeto de propuesta en
esta Comisión, y es la situación de violencia, de violación flagrante de
los derechos humanos que se está viviendo en México. Datos recientes
hablan del asesinato de representantes del Poder Judicial y de la grave
penetración del narcotráfico en crecientes estructuras de la sociedad
mexicana. Por tanto, el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya estima que, en tanto no se produzcan avances importantes en
el respeto a los derechos humanos en México, cualquier tipo de trato
preferencial por nuestro país obviaría una situación de violencia, de
militarización del país, que está afectando gravemente a la población
mexicana.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra
el señor Melián.




El señor MELIAN MESTRE: Nosotros entendemos que éste es un tratado de
verdadera importancia, y en todo caso deberíamos observar que quizá sería
un tanto tardío puesto que, como siempre, ha ido antes el hecho que la
norma, y los hechos son muy significativos. En pocos países del mundo
tiene España tantos intereses acumulados como en México, intereses que
vienen no solamente de la historia --y nos podríamos referir al
patrimonio histórico, cultural y artístico--, sino directamente de la
acumulación de bienes que hicieron los españoles a lo largo de los
siglos, de modo que en este momento los poseedores del capital mexicano
en buena parte son españoles, especialmente grupos muy determinados:
vascos, asturianos, gallegos, etcétera. Esto quiere decir que es un
problema planteado de hecho hace muchos años y que no se había resuelto
de derecho. Por eso digo que sería tardía en todo caso la fecha de su
rúbrica el año 1995.

En segundo lugar, quería significar que España ha hecho importantes
inversiones en los últimos veinte años, pero sólo en el año 1996 ha
invertido mucho más que en los otros diecinueve años, lo cual quiere
decir que la acumulación de riesgos en estos momentos está siendo muy
alta, dada la naturaleza de la crisis interna mexicana, no solamente de
orden político sino específicamente de orden económico.

En tercer lugar, México tiene con España muchos intereses yo diría que in
crescendo, puesto que a lo que ha dicho el señor Mardones habría que
añadir que la realidad en este momento es que la penetración en nuestra
economía de los intereses estratégicos mexicanos es muy alta. El lo ha
significado, por ejemplo, en el terreno de las telecomunicaciones, donde
se han barajado hipótesis muy recientes en concursos muy determinados,
por ejemplo la compra de los derechos del fútbol de la Liga española por
parte mexicana por centenares de miles de millones de pesetas sólo en ese
capítulo. Cuánto más será lo que se está estableciendo en este momento
con el cable y otros intereses. En segundo lugar, dentro de este orden,
yo quisiera significar que no solamente está el cemento, donde los
mexicanos están controlando ya el 27 por ciento del mercado nacional de
cementos en España, sino que en el petróleo están incidiendo de una forma
muy importante y en la propia banca hay capítulos accionariales muy
significativos en algunos bancos españoles que son del segundo o tercer
orden del conjunto del capital. Es decir, hay una interacción tan
evidente, yo diría que hay una correspondencia incluso con España de
aquellos españoles que no han nacido en la tierra patria, sino en México,
que se sienten españoles y que apartan sus recursos como una reserva o
como fondos de inversión en Europa. Por tanto, el riesgo es muy serio.

En cuarto lugar, todo esto impone, ciertamente, una serie de garantías
muy firmes por cuanto que supone un riesgo determinado en España o en
Europa, pero mucho más riesgo en lo correspondiente a México. Por tanto,
ese mucho más nos incumbe directamente a los ciudadanos españoles



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en este momento de crecimiento comercial tan significado con aquel país.

Pero hay que hacer una observación. Son recientes todavía los tiempos en
los que un presidente --creo que fue López Portillo--, al final de su
mandato, acabó con una nacionalización. Ese es otro de los puntos que
afectan seriamente a los intereses españoles que, no buscando
especulación sino inversión real por mucho tiempo y duradera, se pueden
ver arriesgados, incluso en alguno de los capítulos de mayor riesgo, como
fue el de las finanzas y la banca, que en este momento tiene una
presencia española muy considerable en la economía mexicana. Por tanto,
este acuerdo lo que hace de facto es cubrir también las emergencias de
expropiación o de nacionalización.

Por último, yo creo que la presencia de este documento es importante a la
vista de los tiempos que corren. La penetración en los mercados del
norte, lo que se llama TLC, el Tratado de Libre Comercio, está
conllevando una serie de dificultades desde Europa que son perfectamente
superables desde México, donde se ubican las empresas para penetrar en
ese gran mercado de consumo de más de 300 millones de personas. Lo mismo
cabría decir respecto a la estrategia de futuro, que las empresas
europeas tienen que dirigirse hacia el Pacífico y que obviamente no están
en nuestras costas, sino que hay que buscar las costas más próximas, cual
es el caso, por ejemplo, de Venezuela y México.

Estas son, por tanto, razones muy serias que aconsejan, quizá ya con una
moratoria, la firma de este documento, puesto que en definitiva están
aportando instrumentos jurídicos muy serios para apoyar y respaldar una
acción económica de gran envergadura por parte de España y de México.




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la votación del acuerdo para la promoción
y protección recíproca de inversiones entre el Reino de España y los
Estados Unidos Mexicanos.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 24;
abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el Acuerdo para la promoción y
protección recíproca de inversiones entre España y México.




--CONVENIO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DE INDONESIA PARA
EVITAR LA DOBLE IMPOSICION Y PREVENIR LA EVASION FISCAL EN MATERIA DE
IMPUESTOS SOBRE LA RENTA Y SOBRE EL PATRIMONIO, HECHO EN YAKARTA EL 30 DE
MAYO DE 1995. (Número de expediente 120/000026.)



El señor PRESIDENTE: Punto número 19 del orden del día: Convenio entre el
Reino de España y la República de Indonesia para evitar la doble
imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de impuestos sobre la
renta y sobre el patrimonio, hecho en Yakarta el 30 de mayo de 1995.

¿Señores Diputados que desean tomar la palabra? (Pausa.)
¿También sabe sobre Indonesia el señor Milián? Espero que no nos cuente
todo lo que sabe sobre Indonesia. (Risas.) En nombre del Grupo Popular
tiene la palabra el señor Milián.




El señor MILIAN MESTRE: Señor Presidente, no voy a tener esa osadía
puesto que de Indonesia sé bastante menos que de México, por la gracia de
Dios.

Dicho lo cual, se trata simplemente de un convenio normal, cuya
referencia podría ser paralela, aunque cambia completamente el escenario
jurídico y político, al francés antes aludido. En definitiva, lo que
busca es subsanar estos problemas que se producen siempre en el roce
fiscal entre inversiones y operantes en segundos países por parte de los
españoles.

Creo sinceramente que el comercio con Indonesia, que está siendo muy
fuerte aunque no de la magnitud de los comentados anteriormente, supone
para nosotros la necesidad de prever las consecuencias que del mismo se
pueden derivar. En consecuencia, este convenio lo que hace es impedir la
discriminación entre los contribuyentes y ofrecer un elemento de
seguridad jurídica y fiscal para favorecer dichos intercambios
comerciales entre ambos países y facilitar la cooperación. (El señor
Vicepresidente, Estrella Pedrola, ocupa la Presidencia.)
No voy a entrar a desmenuzar los treinta artículos y el protocolo
correspondiente, simplemente a significar que hay aspectos muy
importantes incluidos en este tema, como son navegación marítima y aérea,
y otros de menor cuantía, como pueden ser los movimientos de profesores,
estudiantes e investigadores por la diferencia existente entre aquella
cultura y la nuestra. Ahora bien, sí existen otros intereses muy
determinados, cual es por ejemplo el de las industrias tabaqueras que
operan en España, especialmente Tabacos de Filipinas, y el de Tabacalera
que tiene una gran presencia en estos mercados tanto en la compra como en
la distribución. En consecuencia, no es un tema a humo de pajas, pero
tampoco adquiere la cuantía significada en los anteriores casos.

Por tanto, vista la situación y creyendo que es muy positivo en este
caso, nosotros vamos a votar favorablemente.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Tiene la palabra el señor
Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: También vamos a votar favorablemente este
convenio y adelanto, señor Presidente, que doy por consumido un turno
sobre el punto 23, íntimamente relacionado con esta materia, que es el
Acuerdo de promoción y protección recíproca de inversiones entre el Reino
de España y la República de Indonesia, porque se hacen en Yakarta en la
misma fecha, el 30 de mayo de 1995, y están correlacionados de una manera
inteligente,



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aunque en el orden secuencial hubiera sido preferible hablar primero del
Convenio para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal
porque es consecuencia del Acuerdo de promoción y protección recíproca de
inversiones entre España e Indonesia.

Efectivamente, España tuvo una iniciativa feliz, hace años, a través del
convenio digamos técnico, no diplomático, entre la empresa Construcciones
Aeronáuticas, Sociedad Anónima, y la empresa de aviación Nurtanio en
Indonesia. Fruto de esa cooperación técnica fue el avión CASA-Nurtanio,
que se emplea en las líneas de tercer nivel en España, la compañía
Binter, en Canarias. Sin embargo, se observó una preocupación por que
empresas subsidiarias o subcontratistas de tecnología del CASA-Nurtanio,
que podían haberse ubicado en Indonesia por iniciativa española, no lo
han podido llevar a efecto. El proyecto ha languidecido. Ello obedecía
fundamentalmente a la carencia, en primer lugar, de un acuerdo de
promoción y protección recíproca de estas inversiones, sobre todo
españolas en Indonesia, y después caso de que estén instaladas allí, del
convenio para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en
materia de impuestos. ¿Qué ocurría? Que técnicos españoles que fueron
allí al amparo de la tecnología de Construcciones Aeronáuticas, Sociedad
Anónima, se veían sometidos a tributaciones, por carecer de una
protección jurídica internacional o bilateral adecuada. Con esta pieza
jurídica que veremos más adelante, en el punto 23, al que damos también
nuestro voto favorable, se elimina la doble imposición. Los técnicos
españoles allí situados se veían obligados a tributar en España y en
Indonesia por la misma actividad profesional que estaban realizando. Este
absurdo era verdaderamente contrario a los intereses legítimos de
técnicos, empresarios y comerciantes españoles en el área del sudeste
asiático, tan interesante actualmente, donde Indonesia está tomando un
papel cada vez más destacado y relevante.

Por estas razones, y aplicándolo también al punto 23, daremos nuestro
voto a favor, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Tiene la palabra el señor
García-Santesmases.




El señor GARCIA-SANTESMASES MARTIN-TESORERO: Quiero expresar el voto
favorable del Grupo Socialista, por las razones que han explicado muy
bien los dos portavoces que me han precedido en el uso de la palabra, y
manifestar, como ha dicho muy bien el señor Mardones, que el objetivo del
convenio es impedir la discriminación entre los contribuyentes y ofrecer
ese elemento de seguridad jurídica y fiscal que favorezca los
intercambios.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Pasamos a la votación.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Queda aprobado por
unanimidad.




--ACUERDO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DE BULGARIA SOBRE EL
REGIMEN JURIDICO Y LAS CONDICIONES PARA LA ACTIVIDAD DE LOS CENTROS
CULTURALES, FIRMADO EN SOFIA EL 5 DE SEPTIEMBRE DE 1995. (Número de
expediente 110/000027.)



El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Pasamos al número 20: Acuerdo
entre el Reino de España y la República de Bulgaria sobre el régimen
jurídico y las condiciones para la actividad de los centros culturales,
firmado en Sofía el 5 de septiembre de 1995.

Tiene la palabra la señora Balletbó.




La señora BALLETBO I PUIG: Señor Presidente, este acuerdo se hizo en el
año 1995, pero en realidad el Consejo de Ministros lo había aprobado en
el año 1992; lo que pasa es que se intentaba que el acuerdo definitivo
coincidiera con una visita oficial del Presidente del Gobierno, que se
tuvo que posponer en diferentes ocasiones. Finalmente, el 5 de septiembre
de 1995 se firmó en Sofía.

El acuerdo consta de dieciséis artículos, que no les voy a leer, y una
disposición transitoria, que tampoco les voy a leer, pero en conjunto
recogen, con carácter específico, las actividades que tendrían estos
centros culturales (un centro cultural búlgaro en España y un centro
español en Bulgaria), cómo funcionarían, que dependerían de las
respectivas embajadas, etcétera. En cuanto al centro cultural español en
Bulgaria, se trataría de conseguir que se tuvieran las conversaciones
pertinentes para incorporarlo a la red del Instituto Cervantes.

Así pues, se trata de que el Reino de España establezca un centro
cultural español en Bulgaria y la República Búlgara establezca uno en
España, que esos centros tengan actividades culturales, conferencias,
representaciones teatrales, exposiciones y una biblioteca, que ambas
partes garanticen el funcionamiento regular de dichos centros y el libre
acceso del público, que dichos centros dependan de la embajada de cada
uno de los países, que los directores respectivos tengan estatuto
diplomático y, como he dicho anteriormente, en el caso del centro
español, que se acabe incorporando al Instituto Cervantes.

Por tanto, mi grupo pide el voto favorable para este acuerdo.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): No habiendo más peticiones de
palabra, pasamos a votación.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Queda aprobado por
unanimidad.




--ACUERDO PARA LA PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA DE INVERSIONES ENTRE
EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DE VENEZUELA, FIRMADO EN CARACAS EL 2
DE NOVIEMBRE DE 1995. (Número de expediente 110/000028.)



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El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Pasamos al número 21: Acuerdo
para la promoción y protección recíproca de inversiones entre el Reino de
España y la República de Venezuela, firmado en Caracas el 2 de noviembre
de 1995.

Tiene la palabra, por el Grupo Popular, la señora Castro.




La señora CASTRO MASAVEU: Ya en enero de 1991 se había abierto una
primera ronda de negociaciones para la firma de este acuerdo. Sin
embargo, hasta 1994 no se llegó a esa segunda ronda que originó el que
pudiese firmarse en Caracas en noviembre de 1995.

Este acuerdo estaba en tramitación de las Cámaras cuando fueron
disueltas. Este es el motivo de que hoy se vuelva a remitir y estemos
tratándolo en esta Comisión. Su objeto es intensificar la cooperación
económica en beneficio recíproco de ambos países, así como crear las
condiciones favorables para las inversiones por inversores de cada una de
las partes contratantes en el territorio de la otra. Hay que destacar del
articulado de este acuerdo que se entiende como inversores no solamente a
las personas físicas de ambos países, sino también a aquellas personas
jurídicas que estén debidamente constituidas según el Derecho de las
partes contratantes.

Se recogen también en él una serie de medidas de protección de las
inversiones. Y quiero destacar cómo queda regulado el hecho de las
posibles controversias que pudiesen surgir, remitiéndose a los tribunales
de arbitraje para aquellos casos en los que no se les pudiese dar una
solución amistosa. En definitiva, este acuerdo sigue el modelo elaborado
por la OCDE.

Sólo me resta referirme a su vigencia, que será de diez años a partir de
la fecha en la que las partes contratantes se notifiquen recíprocamente
que se han cumplido las formalidades constitucionales requeridas para
estos casos. La renovación será por tácita reconducción por períodos
consecutivos de dos años.

Quiero manifestar el apoyo de mi grupo a este acuerdo.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Tiene la palabra el señor
Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Quiero anunciar también nuestro voto
favorable, que, dicho desde el grupo que represento, Coalición Canaria,
tiene un componente de identificación con lo que es potenciar una
realidad política, social y económica existente entre Canarias y
Venezuela. Eso no obsta para que resalte otra vez aquí que existen unos
300.000 ciudadanos españoles, canarios, de procedencia canaria, en la
República de Venezuela que realizan allí prácticamente toda su vida
económica y familiar.

Esto conlleva que en los últimos tiempos se haya producido, dada la buena
relación diplomática entre ambos países, una acción, sobre todo de
empresarios españoles en el sector del turismo, de amplia incidencia en
Venezuela, concretamente, por ejemplo, en Isla Margarita, donde los
sectores de promoción hotelera de origen balear, catalán y canario han
hecho unas fuertes inversiones en el sector turístico y necesitan,
fundamentalmente, protegerlas por las peculiaridades existentes en la
legislación venezolana. Pero, junto a esta protección de inversiones, es
necesario también hacer una promoción de aquellas actividades afines que
van con todo este sector hotelero, el sector de promoción industrial, el
sector de tecnología, de equipamientos, del que está muy necesitado el
territorio de Venezuela en estos momentos y las actividades que allí se
vienen realizando.

La realidad actual es que en movimientos de capitales, incluso algunos
con flujos hacia España desde Venezuela, ha cuajado el que recientemente
se haya autorizado por el Banco de España, y ha sido objeto de la visita
que el Presidente Caldera, de Venezuela, acaba de realizar al
archipiélago canario, la instalación de entidades financieras mixtas, el
denominado Banco Canario-Venezolano. Una de las denuncias planteadas en
esta actividad comercial es la carencia de protección recíproca de las
inversiones entre ambos países, y ésta es la necesidad que viene a
atender este acuerdo.

Sea, pues, bienvenido este acuerdo, y no le faltará el énfasis de nuestro
voto de apoyo positivo.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor García-Santesmases.




El señor GARCIA-SANTESMASES MARTIN-TESORERO: Con escaso énfasis y gran
rapidez, para mostrar el voto favorable del Grupo Socialista por las
razones aducidas por los portavoces anteriores.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Muchas gracias por la
economía del lenguaje. Pasamos a la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Queda aprobado por
unanimidad.




--PROTOCOLO MODIFICATORIO DEL CONVENIO DE DOBLE NACIONALIDAD ENTRE EL
REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DEL ECUADOR, FIRMADO EN QUITO EL
25-8-1995. (Número de expediente 110/000029.)



El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Punto 22. Protocolo
modificatorio del Convenio de doble nacionalidad entre el Reino de España
y la República del Ecuador, firmado en Quito el 23-8-1995.

¿Señores Diputados que desean tomar la palabra? (Pausa.)
El señor García-Santesmases tiene la palabra.




El señor GARCIA-SANTESMASES MARTIN-TESORERO: Con economía de lenguaje,
pero un poco más de énfasis, quiero decir que, efectivamente, este
Convenio de doble nacionalidad viene impuesto fundamentalmente por



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dos razones: la primera, por el hecho de que desde el Convenio de doble
nacionalidad vigente, de 4 de marzo de 1967, han pasado más de 30 años y,
en segundo lugar, sobre todo, porque la normativa Schengen nos obliga a
revisar ese tipo de acuerdos bilaterales o de convenios de doble
nacionalidad. En ese sentido, el acuerdo que se nos presenta en este
momento, ante la situación de la creciente inmigración en España y la
entrada en vigor de la normativa europea que permite el libre tránsito de
ciudadanos comunitarios, así como en lo relativo a su trabajo y
establecimiento, nos genera esta necesidad normativa que viene a cubrir
este convenio. Concretamente, su artículo 8.º es contrario a la
legislación en vigor en materia de establecimiento. (El señor
Vicepresidente, Milián Mestre, ocupa la Presidencia.)
Por tanto, la posición favorable de nuestro grupo viene dada por estas
razones y por el tiempo transcurrido.




El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): Tiene la palabra el señor
Castillo.




El señor CASTILLO JAEN: Por mi parte voy a añadir poco. Solamente deseo
incidir, además de en las razones del paso de 33 años, en la importancia
de la creciente inmigración en España y también en que la normativa
vigente sobre nacionalidad y visado progresivamente ha sido adaptada en
el tiempo en nuestro país.

De entrar en vigor como está previsto en el párrafo final de este
protocolo, es decir, tras la notificación respectiva del cumplimiento de
los requisitos internos, el Convenio de doble nacionalidad quedará
actualizado y adaptado a las nuevas circunstancias de España y Ecuador y
seguirá siendo un instrumento positivo para mantener las buenas
relaciones bilaterales entre los dos países y preservar los legítimos
intereses de la colonia española en Ecuador y ecuatoriana en España,
respectivamente.

Por estas razones, nuestro grupo adoptará una posición favorable respecto
a este protocolo.




El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): Vamos a votar. (Pausa.)



Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO DE PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA DE INVERSIONES ENTRE EL
REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA INDONESIA, HECHO EN YAKARTA EL 30-5-1995.

(Número de expediente 110/000030.)



El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): Punto 23 del orden del día.

Acuerdo de promoción y protección recíproca de inversiones entre el Reino
de España y la República de Indonesia, hecho en Yakarta el 30-5-1995.

¿Quiénes desean hacer uso de la palabra. (Pausa.)
La señora Castro tiene la palabra.




La señora CASTRO MASAVEU: Este acuerdo, que se firmó en Yakarta en mayo
de 1995, tenía prevista su firma con anterioridad en el año 1994, pero
sufrió diversos aplazamientos.

El objeto del presente acuerdo es fomentar la cooperación económica y
favorecer los intercambios comerciales, creando unas condiciones que sean
más favorables para las inversiones de una parte en el territorio de la
otra parte contratante. Este acuerdo es semejante a los firmados por
España con Nigeria, Paraguay y Rumania, y tanto en este caso como en los
anteriores se sigue el modelo elaborado por la OCDE.

Quiero destacar de su articulado el que cada parte contratante
garantizará a los inversores de la otra un tratamiento no menos favorable
que el otorgado a los inversores de un tercer país.

Se recoge también el hecho de que la parte que expropie inversiones
pagará al inversor una indemnización adecuada en moneda convertible y sin
demora injustificada. Las controversias también quedan reguladas en el
texto del articulado disponiéndose un tribunal de arbitraje ad hoc.

También para aquellos casos en los que las controversias se refieran a la
interpretación de este acuerdo y no puedan solucionarse por conducto
diplomático se acudirá a un tribunal de arbitraje. Queda recogido en el
texto del acuerdo la composición, constitución y atribuciones referentes
al tema de los tribunales de arbitraje.

Sólo me resta referirme a que la vigencia será de diez años, cuando las
partes contratantes se notifiquen que han cumplido todos los requisitos
necesarios, y que la renovación será por tácita reconducción por períodos
consecutivos de diez años también.

Por todo ello, el Grupo Popular manifiesta su apoyo al presente acuerdo.




El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): Tiene la palabra el señor
Martínez.




El señor MARTINEZ MARTINEZ: Brevísimamente, y sin entrar en los detalles,
manifestaré que el Grupo Socialista va a votar a favor, pero sí quiero
resaltar la importancia que tiene este acuerdo y felicitarnos porque
parece que coincide con un impulso que se dio ya en los últimos años del
Gobierno anterior y que parece retomar el Gobierno actual con el mayor
interés, que es la mayor presencia comercial y de intereses económicos de
nuestro país en Asia.

No hay que olvidar que Indonesia se está convirtiendo en uno de los
gigantes del continente asiático, dejando a Japón al margen. Indonesia
está en la vía de China y de la India, y quizá con crecimientos
superiores a los de la India. El convenio anterior, al que se ha referido
la señora portavoz del Partido Popular, tenía la característica de que
fundamentalmente lo que preveía era la posibilidad de inversiones
españolas en Indonesia, porque Indonesia parecía un terreno propicio,
pero no parecía, sin embargo, un probable inversor en España. Este es uno
de los cambios fundamentales que se ha producido. Indonesia es un
interlocutor importante en este momento. Queremos recordar



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operaciones muy destacadas, como aquella de la joint venture con CASA,
para la fabricación del Aviocar y de otros aparatos de patente española,
y propiciar una protección a las inversiones de nuestro país en Indonesia
y las probables inversiones de Indonesia en España se convierte en una de
las prioridades de la acción comercial española. Yo creo que Asia es un
continente --coincidimos en eso con varias afirmaciones del ministro-- de
posibilidades inmensas, e Indonesia está en la primera fila de esas
posibilidades. Por tanto, tenemos que felicitarnos por este convenio que
vamos a ratificar con el mayor interés.




El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): Vamos a proceder a la votación.




Efectuada la votación, dijo:



El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO DE ASOCIACION ENTRE LAS COMUNIDADES EUROPEAS Y SUS ESTADOS
MIEMBROS, POR UNA PARTE, Y LA REPUBLICA DE LITUANIA, POR OTRA. FIRMADO EN
LUXEMBURGO EL 12-6-1995. (Número de expediente 110/000031.)



--ACUERDO DE ASOCIACION ENTRE LAS COMUNIDADES EUROPEAS Y SUS ESTADOS
MIEMBROS, POR UNA PARTE, Y LA REPUBLICA DE ESTONIA, POR OTRA. FIRMADO EN
LUXEMBURGO EL 12-6-1995. (Número de expediente 110/000033.)



El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): Puntos 24 y 26 del orden del
día, tratados conjuntamente: Acuerdo de asociación entre las Comunidades
Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y la República de
Lituania, por otra, firmado en Luxemburgo el 12-6-1995 y Acuerdo de
asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una
parte, y la República de Estonia, por otra, firmado en Luxemburgo el
12-6-1995.

Tiene la palabra el señor Martínez.




El señor MARTINEZ MARTINEZ: Señor Presidente, parece muy razonable
alterar el orden del día, porque ello nos permite, por lo menos a nuestro
grupo, en una única intervención tratar dos convenios que son paralelos,
mientras que el punto 25 es matizadamente distinto. (El señor Presidente
ocupa la Presidencia.)
Intervengo para manifestar nuestro apoyo a la ratificación de estos dos
acuerdos, teniendo en cuenta que son acuerdos que habían entrado en la
Cámara, entiendo, a finales del año pasado y que su tramitación quedó
paralizada por la disolución de las Cortes y por el proceso electoral;
está bien que se haya relanzado el debate y la aprobación de estos dos
convenios, porque estamos ante un tema muy significativo para nosotros,
pero, sobre todo, de trascendental importancia para los países y pueblos
directamente concernidos, es decir, para Lituania y para Estonia.

Para los españoles, y para los miembros de la Unión Europea que somos, es
importante aceptar la asociación, con las consecuencias y beneficios que
nos van a traer la aproximación de Lituania y Estonia, pero, sobre todo,
para Lituania y para Estonia es un paso absolutamente fundamental para su
estabilidad y su progreso económico y social, por una parte, y, sobre
todo, es un paso que ellos consideran como básico en sus aspiraciones más
prioritarias, que son las de irse integrando, lo más deprisa posible, en
todas las estructuras e instituciones que conforman la arquitectura
europea; en llegar a ser miembros de pleno derecho de todo lo que atañe
al proceso de construcción continental.

España tiene, entiendo yo, señor Presidente y queridos colegas, una
especial obligación de entender y de atender a esas aspiraciones y de
contribuir a su realización. Nuestro caminar, aun desde puntos bien
diferentes, tanto en la historia como en la geografía, ha sido, sin
embargo, coincidente. También nosotros, como hoy los lituanos y los
estonios, nos consideramos siempre europeos, pero vivimos durante largos
años la paradoja de, estando en Europa, no ser Europa; es decir, no vivir
como veíamos que vivían nuestros vecinos, nuestros compatriotas europeos.

También nosotros, hasta hace bien poco, como hoy los estonios y los
lituanos, cuando recuperamos la voz y la dignidad y pudimos expresarnos
libremente, fijamos como prioridad, y también como garantía, la
realización de los vectores de libertad, de estabilidad y de prosperidad,
identificando esos tres vectores con participar plenamente en la
construcción europea, en sus mecanismos políticos y económicos, en sus
mecanismos sociales y culturales y no menos en los mecanismos de
seguridad.

Lituania y Estonia recuperaron la independencia hace poco. Hasta eso,
hasta la independencia, se les negaba injustamente a estos pueblos.

Restauraron, en un proceso no siempre fácil, las instituciones
democráticas y pusieron rumbo a la integración europea, siguiendo las
mismas fases que nosotros. El Consejo de Europa, otra vez, fue su primer
objetivo: fue el mecanismo para homologar normas valores para consolidar
el Estado de Derecho, superando problemas a veces importantes, problemas
de trato de las minorías nacionales, fundamentalmente en Estonia. Yo debo
recordar en este momento que algunos de los que estamos aquí presentes
(están tres, cuatro o cinco de nuestras colegas) tuvimos la satisfacción
de recibir --a mí me tocó como Presidente de la Asamblea Parlamentaria--
a Lituania y a Estonia, darles la bienvenida en el Consejo de Europa, en
Estrasburgo. Luego, hemos vivido una experiencia importante de su
acercamiento a la Unión Europea Occidental y a la OTAN. Asimismo, allí
hemos respondido, creo yo, en la medida de lo posible, de manera
favorable a las aspiraciones de estos pueblos de recibir el mismo trato,
de asegurar su pervivencia, su estabilidad, su tranquilidad, dentro de
los mecanismos que nos hemos ido dando los europeos precisamente para
garantizar nuestra seguridad.

Para ellos, la asociación que hoy se plasma en los tratados cuya
ratificación vamos a votar en unos momentos, es,



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por una parte, una plataforma para conseguir mejoras esenciales, mejoras
económicas, comerciales, etcétera, pero, sobre todo, es un mecanismo de
trampolín que acorte el plazo de su afiliación a las instituciones
europeas y, fundamentalmente, a las Comunidades Europeas.

Desde España yo creo que hemos de darles la bienvenida y, desde la
distancia, pero también desde la coincidencia, decirles que vamos a
seguir apoyándoles en este trayecto, conscientes, por otra parte, de que
son países que no compiten, sino más bien que se complementan con
nosotros, no son países que entran en concurrencia o en competencia con
lo que nosotros representamos, sino que nos complementan y, desde luego,
países cuya presencia enriquece el proyecto común de construcción
continental.

Por ello, anunciamos nuestro voto favorable y el compromiso de seguirles
apoyando, a ellos y a los vecinos que les seguirán por el camino común
que ellos, al recuperar su autonomía y su dignidad, han podido elegir.

Que se sepa en Vilnius y en Tallin, por tanto, de la amistad de España y
del interés que tenemos en saber más, en conocernos mejor y, además, en
avanzar juntos, todo lo cual facilitará notablemente la entrada en vigor
de los tratados de asociación con las Comunidades Europeas, que nosotros
vamos a votar, desde luego, favorablemente dentro de un momento.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Popular, tiene la palabra el
señor Gil Melgarejo.




El señor GIL MELGAREJO: Señor Presidente, tomo la palabra brevemente para
comunicar nuestra posición favorable a la firma de este convenio y
comentar que nos sentimos orgullosos de haber participado en la
integración de estos dos países de la región báltica en el proceso de
construcción y de elaboración de la Europa actual. Nos sentimos
orgullosos de que tanto Lituania como Estonia sean miembros asociados de
la Unión Europea desde el año 1994 y que participen también en programas,
como el de asociación para la paz, el Tratado del Atlántico Norte. Y
también nos sentimos satisfechos de que estos acuerdos, entre otras
cuestiones, hablen de introducirse en el mercado y dan unos plazos
relativamente aceptables para que ese mercado sea único y se rija por las
leyes del GATT y de la OMC.




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la votación. Primero, votamos el Acuerdo
de asociación entre las Comunidades Europeas y la República de Lituania.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.

En segundo lugar, votamos el Acuerdo de asociación entre las Comunidades
Europeas y la República de Estonia.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




--ACUERDO DE COLABORACION Y COOPERACION ENTRE LAS COMUNIDADES EUROPEAS Y
SUS ESTADOS MIEMBROS, POR UNA PARTE, Y LA REPUBLICA DE MOLDOVA, POR OTRA,
FIRMADO EN BRUSELAS EL 28-11-1994. (Número de expediente 110/000032.)



El señor PRESIDENTE: El último punto relativo a los tratados y convenios
internacionales es el 25, Acuerdo de colaboración y cooperación entre las
Comunidades Europeas y sus Estados miembros, y la República de Moldova.

Tiene la palabra el señor Gil Melgarejo.




El señor GIL MELGAREJO: Anunciamos de manera anticipada nuestro voto
favorable a ese Acuerdo de colaboración y cooperación entre las
Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y la
República de Moldova, por otra.

Como la brevedad en este momento ya es una exigencia orgánica,
fisiológica y, si me apuran, mental, voy a ajustarme a estos requisitos.

Sólo quiero manifestar que las relaciones entre la extinta Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas y las Comunidades Europeas datan de
diciembre del año 1989 y se basan en un acuerdo sobre comercio y
cooperación comercial y económica. En el año 1992 ya se marcaron las
directrices entre la Comunidad Europea y la República de Moldova sobre un
acuerdo de colaboración y cooperación. Estos mandatos que impuso la
negociación se iniciaron, como ya hemos dicho, en octubre de 1992 y
concluyeron felizmente con la firma en noviembre de 1994 en Bruselas. La
conclusión fue en julio de 1994 en Luxemburgo.

Desearía describir tres puntos que considero importantes, como el decir
que no es un acuerdo preferencial, que reúne una cláusula condicional que
se basa en los derechos del hombre para que, en caso de que se hayan
vulnerado en algún momento estos derechos humanos, constitucionales, se
pueda denunciar dicha colaboración; y también quiero decir que, desde el
punto de vista del mercado, se prevé la creación evolutiva de una zona de
libre cambio que acercará a otro país de la extinta Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas a lo que es el futuro de la Unión Europea de este
siglo XXI que estamos a punto de comenzar.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor De Puig.




El señor DE PUIG I OLIVE: Tal como se ha dicho, este es un Acuerdo de
colaboración y cooperación del tipo de los que se han hecho con otras
repúblicas de la actual Comunidad de Estados Independientes, que tiene
las características que se han anunciado.

Desde el punto de vista de nuestro país, y ello nos interesa, las
negociaciones sobre la cooperación con Moldova se orientaron a lograr un
acuerdo que facilitara el intercambio con una cláusula de salvaguarda
eficaz, que permitiera la fluidez de los intercambios y evitara
actuaciones no deseadas. Puesto que esto se consiguió, para los intereses
españoles este acuerdo es positivo. Lo negoció el Gobierno



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anterior y lo hizo bastante bien. Por tanto, desde el punto de vista
español es satisfactorio.

Se trata de un acuerdo que va a intentar mejorar la delicada situación
económica de Moldova, cuestión necesaria para evitar repercusiones
políticas negativas de un país que ocupa un lugar delicado cerca de Rusia
y con litigios con algún país vecino. Su desarrollo y estabilidad es de
interés para la Unión Europea y está en la línea de la construcción
europea y de los trabajos que desde la Unión Europea se están realizando
con los países de Europa central y oriental. Por esas razones vamos a
votar favorablemente.




El señor PRESIDENTE: Pasamos a votar el punto 25.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.




PROPOSICIONES NO DE LEY.




--POR LA QUE SE MANIFIESTA EL PROPOSITO DE QUE POR PARTE DE LA MESA DE LA
CAMARA SE ACUERDE ENVIAR A IRAK UNA DELEGACION PARLAMENTARIA INTEGRADA
POR DIPUTADOS DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS CON PRESENCIA EN LA CAMARA,
CON EL OBJETIVO DE ANALIZAR LA SITUACION HUMANITARIA EN EL PAIS.

PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA
UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA. (Número de expediente 161/000165.)



El señor PRESIDENTE: Si tenemos un poco de paciencia y brevedad, podremos
acabar rápidamente el último punto del orden del día. Rogaría a los
miembros de la Mesa y portavoces que, después de acabar el último punto,
se quedaran un momento porque, como ya les comuniqué ayer, tendremos una
breve reunión.

Pasamos al punto relativo a la proposición no de ley del Grupo Federal de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, relativo al propósito de que,
por parte de la Cámara, se enviara una delegación parlamentaria a Irak.

No hace falta que le pida, señora Maestro, la máxima brevedad, porque
seguramente llegaremos a algún acuerdo razonable.

Tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Efectivamente, en aras de la brevedad SS. SS.

tienen en su poder la exposición de motivos que justifica la presentación
de esta proposición no de ley.

Simplemente quiero señalar que, entre los dramas humanitarios que se
viven en diferentes partes del mundo, es preciso destacar el que vive la
población iraquí, dado que no es fruto de catástrofes naturales o de
pobreza de recursos, sino que la comunidad internacional asiste al
hundimiento de una sociedad que hasta el año 1990 se encontraba entre las
más prósperas de su región y, en lo que afecta al objetivo de la
proposición no de ley, con indicadores de calidad de vida, de salud, de
nutrición que permiten integrar a Irak entre los países de un
mediano-alto nivel de desarrollo. Quiero recordar a SS. SS. que, según
observadores internacionales, el desastre humanitario de Irak no tiene
precedentes en el mundo.

El Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya
entiende que el bloqueo absoluto que se cierne sobre Irak sobre la
posibilidad de intercambio comercial de sus productos, así como la
congelación de los fondos iraquíes en el exterior, es producto de una
doble moral que nosotros creemos debe erradicarse de las relaciones
internacionales.

Otros países de la zona, y de otras zonas, han protagonizado en fechas
recientes sucesos como el que dio origen a la Guerra del Golfo y
anteriormente al embargo que se acordó por el Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas en agosto de 1990, y que justificaciones, desde el punto
de vista de los derechos humanos, del régimen que, evidentemente, mi
grupo parlamentario entiende que no es homologable desde el punto de
vista de las democracias parlamentarias, son difícilmente sostenibles si
se valoran las relaciones preferenciales y de cordial amistad que se
producen por parte de la comunidad internacional con otros países de la
zona, como son las conocidas como petromonarquías, que no aventajan a
Irak en el incumplimiento de los derechos humanos.

Estos más de seis años de bloqueo total han producido modificaciones
favorables en el seno de la comunidad internacional. Las unanimidades o
casi unanimidades que se produjeron en el seno del Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas se han roto y se aprecian por numerosos países
avances destinados a modificar esta situación y a favorecer el pleno
reintegro de Irak a la comunidad internacional.

Significativamente y en relación con lo que se pretende en la proposición
no de ley, tengo que decir que varios países de la Unión Europea han
llevado a cabo iniciativas como la que se propone en este momento por
parte de mi grupo parlamentario, en el sentido de evaluar sobre el
terreno la situación humanitaria de la población, el grado de
cumplimiento por Irak de resoluciones de Naciones Unidas y que en el caso
del Parlamento francés han llevado a proponer que el Gobierno francés se
pronuncie en el seno de Naciones Unidas a favor del levantamiento del
embargo y a la exclusión de Francia de entre los países que participaban
en la zona de exclusión aérea del sur del país.

Quiero decir, señorías, que estamos ante una situación de urgencia
gravísima desde el punto de vista humanitario. Voy a señalar un detalle
concreto y humano para acercar los rostros de la población iraquí, que
muchas veces se ocultan --aunque ya, afortunadamente, mucho menos-- de
los medios de comunicación habituales. Saben SS. SS. que gracias a una
serie de organizaciones, entre las que se encuentra Izquierda Unida, y
otros colectivos sociales y con el acuerdo del Gobierno español y de su
Ministerio de Sanidad están viniendo a Madrid niños para ser tratados de
malformaciones congénitas. Del primer grupo que vino, el



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primer niño murió porque llegó en condiciones que le hacían incapaz para
soportar la operación. Recientemente he tenido la noticia de que su madre
ha muerto en Bagdad, a consecuencia de un parto que, evidentemente, no ha
sido atendido con las condiciones sanitarias que existían en Irak antes
del bloqueo.

Por tanto, señorías, insto a los grupos parlamentarios de esta Comisión a
votar favorablemente esta proposición no de ley del Grupo Parlamentario
de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean hacer uso de la palabra? (Pausa.)
Por el Grupo Socialista, el señor Martínez tiene la palabra.




El señor MARTINEZ MARTINEZ: Señor Presidente, la propuesta nos parece
razonable y oportuna y además no sólo por razones humanitarias, como
fundamentalmente parece defender la proponente, sino también por razones
políticas. Por tanto, recibirá el voto favorable de nuestro Grupo, tanto
más si, como tengo entendido y hemos estado viendo los portavoces esta
mañana, se matiza de alguna manera, mejorando la oportunidad de la
propuesta.

Entendemos que una moción de esta naturaleza deberá ser de aproximación a
la realidad iraquí, de información, un fact finding mision, es decir,
información de la situación actual sobre las perspectivas que allí se
abren y desde luego también una misión de buena voluntad, en particular
hacia el pueblo de Irak.

Nos parece que desde España no deben escatimarse esfuerzos e iniciativas
que permitan a Irak irse reincorporando a la comunidad internacional.

Todo ello, naturalmente, sin olvidar y sobre todo sin callar de ninguna
manera las responsabilidades y los responsables de una situación que
nosotros lamentamos, pero que procede y es consecuencia de una
provocación y de una actuación absolutamente intolerable y peligrosa, no
sólo para la región sino para el conjunto de la humanidad, por parte de
determinado régimen en Irak, y cuyas consecuencias efectivamente las
pagan todos y las sufren probablemente más quienes menos culpa tienen de
lo que se produjo. Además, todo esto es algo que ha ocurrido dentro del
Derecho internacional y, sobre todo, dentro de lo establecido en la Carta
de Naciones, que estamos apoyando desde nuestro país, porque si no sí que
la comunidad internacional sería la jungla.

Hay algo que nos produce preocupación y una cierta irritación cuando se
habla permanentemente de doble moral, porque doble moral sería llamar a
los partidos kurdos de Turquía luchadores de la libertad y, en cambio, a
los kurdos que en Irak luchan por lo mismo que luchan los kurdos en
Turquía llamarles agentes de la CIA manipulados desde el exterior. No
puede ser. La doble moral es ésa. Lo que no es doble moral es juzgar las
situaciones donde quiera que se produzcan con los mismos criterios o
intentarlo por lo menos.

A lo largo de estos últimos años se han producido, creo, unas iniciativas
humanitarias significativas, propiciadas por las ONG, con un protagonismo
de gentes como la señora Maestro que a nosotros nos parecen absolutamente
encomiables, pero bien ha dicho ella misma que esas iniciativas han
podido realizarse porque las administraciones dirigidas por el Partido
Socialista o por el Partido Popular, indistintamente, han ofrecido
atención médica, generosa y solidariamente, a aquellos niños o aquellas
personas que lo necesitaban.

Muchas veces hemos estado en desacuerdo, y hoy también en algunas cosas,
con la señora Maestro, pero en esas iniciativas sólo cabe felicitarla y
acompañarla, diciendo además que esas iniciativas han tenido un eco
extraordinario dentro de la sociedad iraquí. Nosotros somos testigos de
excepción de cómo el nombre de España --y es importante eso-- no es el
nombre de la señora Maestro, ni el de Izquierda Unida, ni el de las
administraciones socialistas o populares que han apoyado a estos niños,
sino que es el nombre de España el que se bendice en Irak cada vez que ha
podido realizarse una de estas iniciativas.

Del mismo modo hay que decir que en estos últimos años venimos
manteniendo una relación correcta en el seno de la Unión
Interparlamentaria, cuya delegación dirige ahora nuestro colega el señor
Gortázar, respondiendo discretamente a peticiones de comprensión y de
visión de futuro, y creo que en ese sentido es evidente que los
parlamentarios iraquíes que se acercan a nosotros mantienen un gran
respeto y una gran esperanza. España inspira en aquella sociedad respeto
y esperanza. Me parece que no hay que defraudar, que hay que responder a
ese respeto y a esa esperanza y, sobre todo, creo que hay que preparar
posiciones con perspectivas de futuro. Irak va a ser un país con un gran
potencial y quiero decir más, creo que Irak no será ajeno al progreso
democrático, a la marea democrática que va ganando a las distintas
sociedades. También Irak llegará a una situación democrática que de
verdad permitirá que el progreso social y económico no sea una ficción
como efectivamente lo era en momentos anteriores a los que aquí otros se
han referido con gran encomio, porque cuando había una relativa
prosperidad se asesinaba en Irak por la discrepancia política o de
pensamiento en cualquier momento. Por tanto, esperemos que en el futuro
eso sea mejor.

Creo que se ha mejorado la propuesta --nos lo dirá, entiendo, el portavoz
del Grupo Popular-- dejando la decisión de que vaya una delegación, pero
ajustando el momento a que desde nuestra Administración o desde el propio
Gobierno se estime que se contribuye así mejor al propio progreso de
Irak, pero también a los intereses de España, y me parece que esa
delegación será importante.

Es verdad que ha habido algunas iniciativas de este tipo por parte de
países de nuestro entorno, aunque no muchas, pero a mí es lo que menos me
preocupa. Creo que nosotros tenemos vocación de pioneros y que está bien
así, que no tenemos por qué esperar a que nos encienda el semáforo alguno
de los países de nuestro entorno. Si somos nosotros los que abrimos el
semáforo para los demás, mejor que mejor.

Muchas gracias y desde luego hemos de felicitarnos de por esta
iniciativa, que creo que es generosa y bienintencionada, de la señora
Maestro, de Izquierda Unida, y hemos



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de felicitarnos también porque en las conversaciones que hemos mantenido
en estos días y esta mañana hayamos podido llegar, probablemente, a un
acuerdo que haga que la posición de nuestra Comisión sea unánime.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, en nombre del Grupo Popular, el
señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO: Señor Presidente, es verdad que países como Francia
han tomado la iniciativa, desde el Ejecutivo, de mandar delegaciones
parlamentarias a Irak y también es verdad, señorías, que existe un
interés inusitado por parte del actual Gobierno de Irak porque se
traslade allí una delegación parlamentaria española.

Dicho esto, para centrar la cuestión, diré que España ha mantenido una
posición equilibrada, como se ha dicho esta mañana aquí, en los foros
internacionales, apoyando tanto la necesidad de que Irak cumpla con todas
las resoluciones del Consejo de Seguridad, como el progresivo
levantamiento del régimen de sanciones conforme se fuese verificando el
cumplimiento por parte de Irak de sus obligaciones internacionales.

España, señorías --lo ha dejado el Ministro bien claro esta mañana--,
apoyó las negociaciones entre Naciones Unidas e Irak que condujeron el
pasado 20 de mayo al acuerdo que permitía en el marco de la Resolución
986 autorizar al Gobierno iraquí la venta de petróleo para adquirir
alimentos, medicinas y productos de primera necesidad destinados a
aliviar el sufrimiento de la población iraquí.

La imposición de sanciones a Irak, y, en concreto, la prohibición de
exportaciones a este país, excluyendo los suministros destinados
estrictamente a fines médicos y, en circunstancias humanitarias, los
alimentos, es el resultado de resoluciones adoptadas por el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas de conformidad, señorías, con el
capítulo 7 de la Carta de las Naciones Unidas, que es de obligado
cumplimiento para todos los países miembros, como nos ha recordado el
portavoz del Grupo Socialista.

Es preciso indicar en este momento con relación a estas resoluciones que
ni el Comité del Consejo de Seguridad ni la Comisión Especial creada al
efecto han apreciado hasta la fecha que se den las circunstancias que
permitan el levantamiento de las sanciones. Existe más bien una
insuficiente colaboración por parte iraquí para demostrar que se ha
procedido a la destrucción de las armas anteriormente referidas o que
renuncian a su fabricación. Habría más bien pruebas en contrario, incluso
las inspecciones que se realizan en circunstancias, señorías, difíciles y
requieren la intervención, sin lugar a dudas, de expertos. Por lo tanto,
y entrando a comentar el texto de la proposición del Grupo de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, no parece que el objetivo de recabar
información sobre el grado de cumplimiento por parte de Irak de las
resoluciones de Naciones Unidas pueda alcanzarse mediante el envío de una
misión parlamentaria a Irak.

Como se ha señalado más arriba, las inspecciones llevadas a cabo son
labor fundamental de expertos y para su utilidad requieren contar con
información suministrada por otras fuentes, ya que los datos facilitados
por las autoridades iraquíes son escasamente fiables.

Desde nuestro grupo valoramos muy positivamente, como no podía ser de
otra manera, la intención de enviar una delegación parlamentaria para
analizar la situación, sobre todo la humanitaria, en el país, pero
resulta obvio, señorías, que en las circunstancias actuales es preciso
actuar con cierta cautela, una cautela que aconsejaría aplazar o matizar
el envío por parte de España de dicha delegación a Irak. Por lo tanto,
nuestro grupo ofrece al grupo proponente una enmienda que sería del tenor
literal siguiente: El Congreso de los Diputados manifiesta el propósito
de que por parte de la Mesa de la Cámara se acuerde enviar a Irak una
delegación parlamentaria integrada por Diputados y Diputadas



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de los grupos parlamentarios con presencia en la Cámara, con el objetivo
de analizar la situación humanitaria en el país cuando la coyuntura
internacional y la situación interna de Irak lo permitan y en el momento
en que así lo indiquen las orientaciones y objetivos de la política
exterior de España en la zona.

Esa sería la enmienda que, de aceptarse, nuestro grupo votaría a favor.




El señor PRESIDENTE: Entiendo que la formulación de esa enmienda se
produce in voce. Desde luego es un procedimiento relativamente
antirreglamentario. De manera que lo primero que preguntaría a toda la
Comisión es si todos los miembros de la misma aquí presentes están de
acuerdo en que esa proposición se tramite. (Asentamiento.) Entiendo que
es así, porque no veo ninguna manifestación contraria.

Me dirijo a la señora Maestro para preguntarla si esa sustitución,
enmienda o adición, como se quiera entender, del Grupo Popular, recibiría
su acuerdo para ser tramitado.




La señora MAESTRO MARIN: En primer lugar, quiero plantear una cuestión
que creo es obligada. Pediría al representante del Grupo Popular que
mantuviera la primera parte del texto porque ha sido objeto por tres
veces de idas y venidas a la Mesa del Congreso de los Diputados con el
fin de encontrar la redacción adecuada entre las competencias de la Mesa
del Congreso con respecto al acuerdo sobre viajes parlamentarios. Por lo
tanto, no es una fórmula mía, es una fórmula del Secretario del Congreso
y pediría que se respetara para que no surjan otra vez los problemas que
ha padecido la proposición de ley antes de llegar a esta Comisión. Es
decir, que se mantenga «sin perjuicio de las competencias que al respecto
corresponden a la Mesa de la Cámara», porque ése es el texto obligado
para que esta proposición no de ley fuera tramitada correctamente. Hago
estas observaciones porque de la lectura he entendido una redacción
diferente.




El señor PRESIDENTE: Señora Maestro, el texto originario, que es el que
yo tengo aquí y el que ha respetado el señor Izquierdo, dice en sus
primeras cuatro líneas: El Congreso de los Diputados manifiesta el
propósito de que por parte de la Mesa de la Cámara se acuerde enviar a
Irak una delegación parlamentaria integrada por Diputadas y Diputados de
los grupos parlamentarios con presencia en la Cámara. Este texto se
publicó el 18 de septiembre de 1996.

Tiene la palabra la señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Probablemente tenga razón el señor Presidente.

En cualquier caso es una cuestión puramente formal.




El señor PRESIDENTE: Las cuestiones formales son importantes, señora
Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Es posible que el texto que yo tengo sobre la
mesa sea el precedente. ¿De qué fecha es el texto que usted tiene, señor
Presidente?



El señor PRESIDENTE: El correspondiente al «Boletín Oficial de las Cortes
Generales», Congreso de los Diputados, de 18 de septiembre de 1996,
número 44. Proposiciones no de ley en Comisión, número de expediente,
161/000165, página 3.




La señora MAESTRO MARTIN: Probablemente sea un error por mi parte. Ha
habido varias redacciones del mismo texto.




El señor PRESIDENTE: Estamos de acuerdo en que es el texto que ha leído
el señor Izquierdo. Por tanto, la primera parte queda de la forma
siguiente: El Congreso de los Diputados manifiesta el propósito de que
por parte de la Mesa de la Cámara se acuerde enviar a Irak una delegación
parlamentaria integrada por diputadas y diputados de los grupos
parlamentarios con presencia en la Cámara. A continuación seguiría el
texto que ha leído el señor Izquierdo, a quien rogaría que volviera a
leerlo a partir de: «... con presencia en la Cámara, ...» (?).

Tiene la palabra el señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUAREZ: «... con el objetivo de analizar la situación
humanitaria en el país, cuando la coyuntura internacional y la situación
interna en Irak lo permitan y en el momento en que así lo indiquen las
orientaciones y objetivos de la política exterior de España en la zona.»



El señor PRESIDENTE: Este es el texto. (La señora Maestro Martín pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Quería añadir una cosa. Es evidente que hay un
acuerdo para que la propuesta salga adelante y, en ese sentido, acepto la
enmienda del Grupo Popular.

Simplemente quiero señalar para que conste en el «Diario de Sesiones» que
aprecio las razones del Grupo Popular, pero entiendo que la buena
voluntad de todos debe llevar a que esta propuesta de viaje parlamentario
se produzca en el plazo más breve posible, teniendo en cuenta los
condicionantes que él señala y no se dilate indefinidamente, porque en un
país convulso y complicado la situación de calma total no va a producirse
nunca. Por tanto, deben arbitrarse esas medidas para que la voluntad
política expresada en la proposición no de ley efectivamente se realice.




El señor PRESIDENTE: Señora Maestro, sus manifestaciones las someteremos
a la consideración de la Mesa de la Cámara que es la que al final, según
el texto que acabo de leer, tomará o no las decisiones correspondientes.

El texto que someteremos a votación es el que se ha leído, fruto de la
excelente --y espero que también futura-- colaboración entre la señora
Maestro y el señor Izquierdo.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: El texto de la proposición no de ley, tal y como ha
sido enmendado, queda aprobado por unanimidad y, naturalmente, será
sometido a la consideración de la Mesa de la Cámara.

Solicito durante un brevísimo tiempo, inmediatamente después de levantar
esta sesión, la presencia de los portavoces y miembros de la Mesa.

Se levanta la sesión.




Eran las dos y veinticinco minutos de la tarde.