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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 53, de 04/11/1994
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DIARIO DE SESIONES DE LAS
CORTES GENERALES
COMISIONES MIXTAS
Año 1994 V Legislatura Núm. 53
PARA LAS RELACIONES CON EL DEFENSOR
DEL PUEBLO
PRESIDENTE: DON ALFONSO LAZO DIAZ
Sesión núm. 7
celebrada el viernes, 4 de noviembre de 1994,
en el Palacio del Congreso de los Diputados



ORDEN DEL DIA:
Propuestas de candidatura a Defensor del Pueblo. (Número de expediente
Congreso 262/000003 y número de expediente Senado 728/000001.)



Se abre la sesión a las doce y cinco minutos del mediodía.




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores parlamentarios, se inicia la
sesión.

El señor Letrado pasará lista al objeto de que si hay alguna sustitución
se nos comunique en el momento en que se nombre a la persona que falta.

(Por el señor Letrado se procede a pasar lista de los miembros de la
Comisión.)
Existiendo quórum, vamos a proceder al desarrollo del orden del día.

Se ha recibido en esta Mesa un documento firmado por los grupos
parlamentarios Socialista, Popular, Federal de Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya, Catalán



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(Convergència i Unió), Vasco y Coalición Canaria, en el que se propone
para Defensor del Pueblo a don Fernando Alvarez de Miranda y Torres. La
sesión se desarrollará de la siguiente manera. En primer lugar
intervendrán los portavoces de los distintos grupos parlamentarios e
inmediatamente después procederemos a la votación. Si no hay objeción por
parte de ningún grupo, esta votación se hará a mano alzada. Pasamos, por
tanto, a la intervención de los distintos grupos.

No estando presente ningún representante del Grupo Mixto en este momento,
tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario de Coalición
Canaria, señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Presidente, en primer lugar queremos
congratularnos de que a la tercera va la vencida y de que exista consenso
o unanimidad en encontrar la demorada figura para personalizar la
candidatura de Defensor del Pueblo después de los meses de sede vacante.

Como digo, Coalición Canaria se congratula por haber encontrado el
consenso sobre una persona de los méritos personales, políticos y de todo
orden que adornan la figura de don Fernando Alvarez de Miranda, que no es
un desconocido en esta Casa, en las Cortes. También nos congratulamos
porque trae unos avales de garantía, precisamente en la defensa de
valores democráticos, sufriendo incluso en el régimen dictatorial del
general Franco las persecuciones y el destierro que honran hoy día su
hoja de servicios democráticos.

En mi experiencia personal, por los contactos que he tenido, avala
también la personalidad de don Fernando Alvarez de Miranda su probada
europeidad. Como hombre clave en España para el movimiento europeo, ha
sabido impulsar en este foro precisamente la defensa de los derechos
humanos. Yo creo que su mejor aval para ser candidato a Defensor del
Pueblo es su intachable conducta, su transparencia total y absoluta de
pensamiento, de obra y de todo escrito y discurso que ha hecho en el
movimiento europeo y anteriormente en defensa de los derechos humanos, lo
que le honra. Por eso nosotros apoyaremos con nuestro voto su designación
en esta Comisión.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco tiene la palabra el
señor Sanz.




El señor SANZ CEBRIAN: Señor Presidente, señorías, al igual que se ha
hecho por quien nos ha precedido en el uso de la palabra, tenemos que
manifestar nuestra satisfacción, particularmente como representantes del
Partido Nacionalista Vasco, por la propuesta en favor de don Fernando
Alvarez de Miranda --y anunciamos ya nuestro voto favorable a su
candidatura-- y esto por varios motivos. En primer lugar, se trata de una
persona de profundas convicciones democráticas, como demuestra su
dilatada y fecunda trayectoria política que le llevó incluso, como ahora
mismo aquí se acaba de recordar, a pasar por el destierro por su
oposición activa al régimen previgente. Asimismo, señorías, se trata de
un político de notoria sensibilidad social y humana, forjado en el seno
de la Democracia Cristiana, ideología que --no lo oculto sino que para mí
es un orgullo decirlo-- sentimos y compartimos. Pero si lo anteriormente
expuesto fuera o pareciese escaso, estamos además en presencia de una
auténtica personalidad política, fruto de su enorme experiencia al
servicio de las instituciones democráticas, por lo que no dudamos de que
su actuación encarnando la institución del Defensor del Pueblo
contribuirá a aumentar aún más, si cabe, el prestigio de tan notable
cargo como servidor público.

Pero, señorías, no debo ocultar que en este preciso momento sentimos,
junto a la satisfacción antedicha, un cierto regusto amargo por dos
razones. En primer término, por lo que consideramos una injustificable
demora producida en la provisión definitiva de tan notable vacante
institucional, imputable en general al Parlamento, y por tanto a este
Grupo que está hablando, entre otros, pero muy en particular --y lo
decimos como un toque de atención, como una advertencia para que si es
posible no vuelva a ocurrir-- a los grupos mayoritarios. Esta actuación
general y particular creemos que ha podido cuestionar la credibilidad del
Defensor del Pueblo ante nuestros conciudadanos, lo que es sumamente
grave. Y en segundo lugar, el regusto amargo al que aludía anteriormente
viene motivado por no haberse propuesto para el cargo a quien, a nuestro
entender, ha desempeñado interinamente su labor con tanta dignidad como
eficacia. Vaya por tanto, y una vez más, nuestro reconocimiento hacia la
persona de doña Margarita Retuerto y a todo el equipo adscrito al
Defensor del Pueblo, quienes han sido llamados en esta ocasión --y
subrayo en esta ocasión-- a entregar el testigo de una gran labor
realizada a don Fernando Alvarez de Miranda, devolviendo con ese proceder
la tranquilidad y el sosiego a todos aquellos que añorábamos el normal
desenvolvimiento institucional del Defensor del Pueblo.

Señorías, quiero expresar nuestro ferviente deseo de que el próximo
Defensor del Pueblo mantenga su entrañable colaboración con sus homónimos
autonómicos y de que no vacile en denunciar ante el Parlamento, del que
--recuérdese-- es un inmediato comisionado, su longa manus, cuantas
irregularidades, infracciones o delitos se puedan cometer en el ámbito de
la Administración pública, sin distinción de lugar, de personas ni de
fechas.

Por todo lo expuesto --y con esto acabo-- damos las gracias, no como una
palabra manida, no como una palabra gastada sino como sincero
reconocimiento, a quien ha cubierto ya una fructífera etapa y a quien,
sin duda, iniciará con eficacia una nueva fase en la vida y desarrollo de
esta institución que es el Defensor del Pueblo.




El señor PRESIDENTE: El señor López Garrido tiene la palabra por el Grupo
Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.




El señor LOPEZ GARRIDO: Señor Presidente, con el nombramiento del
candidato a Defensor del Pueblo en la votación que se va a desarrollar en
esta sala, esta mañana, se acaba afortunadamente un ciclo en el que ha
estado en cuestión durante muchos meses, más de un año, la provisión de
vacantes en órganos de relevancia constitucional,



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órganos de la importancia del Consejo General del Poder Judicial, del
Consejo de Radiotelevisión o del Defensor del Pueblo. Ayer el Pleno del
Congreso designó las vacantes que quedaban por proveer de los dos
primeros citados y hoy nos corresponde proponer al candidato a Defensor
del Pueblo. Así acaba, como digo, un ciclo que se ha llamado de impulso
democrático. Al final ha acabado por reducirse este término tan manido a
casi el cumplimiento de una normativa constitucional.

Creo que es el momento de hacer unas breves reflexiones, muy breves, con
objeto de sacar alguna conclusión para el futuro después de este período
de tiempo, que yo juzgaría, desde el punto de vista político, lamentable
y de deterioro evidente de las instituciones, en el que los grupos
políticos, señaladamente --como decía el representante del Grupo
Nacionalista Vasco-- los grupos mayoritarios, Socialista y Popular, han
sido incapaces de presentar candidatos en tiempo y forma a estas vacantes
para órganos de importancia constitucional que han visto deteriorada su
posición y su funcionamiento. Hemos de decir que probablemente sea el
Defensor del Pueblo quien menos lo ha sufrido, ya que, como señalaba el
interviniente que me precedió en el uso de la palabra, esta función ha
sido desempeñada muy dignamente por doña Margarita Retuerto.

Ha sido una negociación presidida por la confrontación y por su
utilización por los grupos mayoritarios puramente como fórmula de
desgaste mutuo, impidiendo que se desarrollase normal, adecuada y
constitucionalmente la provisión de estas vacantes. Con vetos mutuos del
Partido Socialista y del Partido Popular, expresados de una forma
espectacular en votaciones celebradas en esta Comisión, vetos mutuos a
candidatos presentados que nadie era capaz de considerar inadecuados, se
ha mostrado uno de los elementos más negativos de nuestro desarrollo
democrático: la incapacidad de algunos grupos políticos de evitar que la
confrontación partidista, legítima, sea trasladada a las instituciones,
con el daño que ello produce a las mismas. En democracia es importante
saber delimitar los campos y no trasladar abusivamente esta confrontación
partidista al centro de las instituciones, que sufren sin culpa esta
confrontación. La prueba es que en el momento en que estos grupos se
vieron en la necesidad imperiosa --todo el mundo sabe las razones-- de
proceder a un acuerdo sobre un candidato a Defensor del Pueblo, se logró
prácticamente en minutos, cuando habían pasado muchos meses, más de un
año, sin haberse conseguido este acuerdo para Defensor del Pueblo. Esto
ha producido un evidente deterioro institucional. Todo el mundo tiene su
parte de responsabilidad; en esto también hay una parte de autocrítica,
pero creemos que es importante señalar dónde están las fundamentales
responsabilidades en esta cuestión.

El Parlamento también ha sufrido en este proceso. La presencia del
Gobierno en esta negociación, que tendría que haberse desarrollado en el
interior del Parlamento, probablemente ha sido desmesurada. No es de
extrañar que a ello haya contribuido que algunas de las encuestas,
recientemente llevadas a cabo por el Centro de Investigaciones
Sociológicas, denoten una pérdida importante de aprecio de la opinión
pública sobre la forma en que está funcionando este Parlamento. En
diciembre del año pasado, aproximadamente un 42 por ciento de personas
encuestadas consideraban satisfactorio el funcionamiento del Parlamento y
otro tanto lo consideraba insatisfactorio. Sin embargo, en mayo de este
año ha bajado a un 28 por ciento los satisfechos y ha subido a un 59 por
ciento los insatisfechos con el funcionamiento del Parlamento. Esto es
algo que nos debe preocupar a todos; todos tenemos nuestra parte de
responsabilidad en ello, por supuesto. Creemos que el tipo de negociación
que se ha llevado sobre estos órganos constitucionales, entre ellos el
Defensor del Pueblo, no ha ayudado nada a que mejore la imagen de estas
Cámaras, que por otra parte es apreciada, sin duda, en cuanto institución
democrática por la ciudadanía española. Creemos que el procedimiento
debería --esto es algo que reiteradamente hemos solicitado y está en
nuestro programa electoral-- abrir más al Parlamento el nombramiento de
estas vacantes, con comparecencias ante las comisiones correspondientes,
para que haya un debate auténticamente parlamentario y no pueda acusarse
de ocultismo, de secretismo o de desconocimiento por los parlamentarios
de este tipo de acuerdos sobre la provisión de órganos constitucionales.

Hay una clamorosa ausencia, prácticamente total, de mujeres en estas
candidaturas; una clamorosa ausencia que no favorece la imagen que se
puede dar como consecuencia de estas negociaciones para la provisión de
vacantes. Seguramente no va a compensar que en el nombramiento de
adjuntos al Defensor del Pueblo haya una presencia adecuada, como
corresponde, de las mujeres, pero desde nuestro punto de vista sería muy
importante que los dos puestos de adjuntos al Defensor del Pueblo fueran
ocupados por mujeres, colectivo, por cierto, necesitado también del
Defensor del Pueblo, ya que no es precisamente de lo que están en mejor
situación en cuanto al goce de derechos fundamentales. En nuestro país
hay mucho que hacer todavía por la igualdad de la mujer y del hombre.

Sirva esto como reflexión y como conclusiones de nuestro punto de vista
respecto del desarrollo de estas negociaciones, de esta decisión. Hacemos
nuestras las manifestaciones de los grupos parlamentarios que nos han
precedido en el uso de la palabra en cuanto al apoyo y a lo que significa
la persona de Fernando Alvarez de Miranda. Consideramos que es una
persona idónea, un demócrata de reconocida trayectoria y seguro que va a
mantener a la institución del Defensor del Pueblo en el lugar elevado en
el que la han situado los anteriores ocupantes de este cargo. Este es
momento, como también se ha dicho, para hacer un reconocimiento especial
a doña Margarita Retuerto, que nos ha hecho olvidar --si se puede decir
así-- que haya habido una Defensora de Pueblo en funciones. Ha sido una
verdadera Defensora del Pueblo en toda la extensión de la palabra. Su
última actuación señalada, planteando un recurso de inconstitucionalidad
contra la ley de asilo, manifiesta su posición de defensa de los derechos
fundamentales y su posición de independencia. Por eso también es el
momento ahora, en la sesión de hoy, de hacer un tributo a su figura.




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El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán tiene la palabra el señor
Casas.




El señor CASAS I BEDOS: El Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), celebra que por fin los dos grupos mayoritarios de la Cámara, el
Socialista y el Popular, hayan podido llegar al consenso al que los
demás, y concretamente el Grupo Catalán, con mucho gusto se han sumado
por muchas razones que luego explicaré. Con la sesión de hoy ponemos fin,
por tanto, a una lamentable actuación yo creo que del conjunto del
Congreso de los Diputados, que no hemos sabido en su momento dar
respuesta a una exigencia constitucional como la de cubrir vacantes de
instituciones tan importantes, en este caso la del Defensor del Pueblo.

Creo que no es un buen ejemplo y debemos tomar nota para que nunca más
vuelva a ocurrir. Coincido con lo que decía el portavoz del Grupo de
Izquierda Unida de que esto no es impulso democrático; ésta era nuestra
obligación en su día, no hoy precisamente. Pero celebramos que por fin
hayamos llegado a este consenso y esperemos que esto no vuelva a suceder.

El candidato, don Fernando Alvarez de Miranda, es una persona de la que
ya se ha hablado mucho y no voy a descubrir nada en este momento. Es una
persona que para muchos ha sido punto de referencia en nuestro
aprendizaje ideológico en el campo de la democracia cristiana, donde nos
hemos encontrado en más de una ocasión y también ha sido maestro de
persona que ha estado siempre al servicio de la democracia y de la
justicia social. Creo que es una persona de profundas convicciones, lo
cual siempre, sean cuales sean las convicciones, es una garantía de
fidelidad, una garantía de profesionalidad y una garantía, en definitiva,
de ejercer los cargos públicos con dignidad. Por tanto, a nosotros este
consenso nos es especialmente agradable, pues es un gran candidato al que
vamos a votar con mucha satisfacción.

Es necesario también hoy --y yo quiero hacerlo con mucho énfasis--
agradecer a doña Margarita Retuerto lo que ha hecho durante más de un año
al frente de la institución del Defensor del Pueblo; y digo con especial
énfasis porque a raíz de su intervención en el Pleno, presentando el
último informe del Defensor del Pueblo, hubo unos desafortunados
comentarios, hechos por persona que no los debía haber hecho, que podían
cuestionar de alguna forma la labor de doña Margarita Retuerto al frente
de la institución. Creo que la interinidad y, por tanto, el desprestigio
al que nuestra incompetencia podía haber sometido a la institución del
Defensor del Pueblo no ha sido así gracias a la profesionalidad y a la
dignidad personal con la que doña Margarita Retuerto ha estado al frente
de la institución durante más de un año. En consecuencia, nuestro Grupo
le agradece el haber suplido --que lo ha hecho con creces-- nuestra falta
de consenso y nuestra falta de responsabilidad. Tenía especial interés en
hacer pública esta declaración de agradecimiento y de gratitud de nuestro
Grupo, insisto, por unos muy desafortunados comentarios que a nosotros
nos dolieron profundamente.

Por consiguiente, señor Presidente, creo que hoy esta Cámara, y esta
Comisión en particular, que es la que ha llevado directamente a la
relación con el Defensor del Pueblo, tiene un deber de gratitud con doña
Margarita Retuerto; gratitud que creo que va a ser compartida
unánimemente. Y el consenso alcanzado con don Fernando Alvarez de Miranda
hace presumir que la institución de Defensor del Pueblo seguirá en manos
de una persona con talante, con capacidad y con experiencia suficientes
para que la institución siga teniendo el prestigio que tiene entre la
ciudadanía española.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular tiene la palabra el señor
Bados.




El señor BADOS ARTIZ: Señor Presidente, nos satisface que después de
tanto tiempo y avatares acontecidos se haya llegado a proponer como
candidato al Defensor del Pueblo a don Fernando Alvarez de Miranda. Todos
hemos aprendido, creo, la lección. A este portavoz se le hace difícil,
siempre se le ha hecho difícil entrar en la crítica de los
acontecimientos pasados y también, cómo no --como todos hemos sido
responsables y culpables--, en la crítica no solamente de los grupos
parlamentarios mayoritarios sino también de los minoritarios. No ha sido
nunca mi costumbre y menos públicamente. Siempre me ha gustado el
optimismo y el posibilismo.

Se nos presenta el curriculum vitae de don Fernando Alvarez de Miranda,
que en gran parte ya era conocido por todos nosotros, y no tenemos que
volver a insistir en su larga vida democrática. Creemos que el conocido
curriculum vitae de don Fernando Alvarez de Miranda es extraordinario y
nos parece muy ajustado para el cargo de Defensor del Pueblo. Queremos
expresar nuestros más entusiastas deseos de que su labor sea exigente en
cuanto al mandato constitucional del diálogo y el encuentro ante las
quejas que se le puedan presentar y sus soluciones. También quiero
agradecer profundamente a doña Margarita Retuerto su labor, que ha sido
encomiable, y desea que sea aprovechada, así como sus consejos.

El Grupo Parlamentario Popular votará afirmativamente, votará sí a esta
propuesta de don Fernando Alvarez de Miranda.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, el señor
Valls tiene la palabra.




El señor VALLS GARCIA: Señores comisionados, en nombre del Grupo
Socialista debo manifestar en esta Comisión Mixta, en el día de hoy, una
doble satisfacción. Satisfacción, en primer lugar, por conseguir un
acuerdo, un consenso entre todos los grupos que componemos esta Comisión.

En mi penúltima intervención en esta Comisión yo decía a ver si podíamos
conseguir ese consenso en una semana; no ha sido en una semana, ha tenido
que pasar un mes, pero ha valido la pena y por eso mostramos nuestra
satisfacción, no sólo por el consenso, sino por la persona que vamos a
proponer hoy al Congreso de los Diputados y al Senado como candidato a
Defensor del Pueblo.

Pensaba que era un día de felicitaciones y no para entrar en polémica.

Quiero hacer únicamente una breve referencia:



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tan oculta ha sido esta negociación y tan falta de mujeres se encuentran
las candidaturas que hemos propuesto, cuanto el Grupo Parlamentario de
Izquierda Unida ha participado en ellas o ha hecho propuestas de mujeres.

Sin ánimo de ser reiterativo, después de las opiniones de mis
preopinantes, debo decir que mi grupo quiere mostrar, una vez más, el
agradecimiento a la persona de doña Margarita Retuerto por los años que
ha dedicado a la institución del Defensor del Pueblo, primero como
adjunta y después como Defensora del Pueblo interina. Por tanto, señor
Presidente, señores comisionados, doy por reproducidas --y me reafirmo en
ellas-- todas las alabanzas y gratitudes que le he mostrado en sus
comparecencias en esta Comisión. Quiero subrayar, por último, que
precisamente esta fase final, en la que ha estado desempeñando el cargo
con interinidad, como dije antes, ha tenido para ella un plus de
dificultad. Por ello, debemos mostrar nuevamente nuestro agradecimiento a
ella y a todo efecto.

Respecto a la figura del candidato que se propone hoy, nuestro grupo
quiere hacer constar, como ya se ha hecho antes, que es un hombre de
ideología demócrata-cristiana, lo cual, viene a demostrar que el Grupo
Parlamentario Socialista no tenía ningún inconveniente, ningún interés en
proponer como candidato a Defensor del Pueblo a alguien próximo a su
ideología y tampoco tenía ningún inconveniente en aceptar a cualquier
persona que consensuada por todos, pudiera desempeñar con dignidad, como
creemos que lo va a hacer el señor Alvarez de Miranda, este cargo de
Defensor del Pueblo.

Dicho esto, debo referirme, como se ha hecho antes, a la trayectoria
impecable de demócrata del señor Alvarez de Miranda, luchador por la
libertades en tiempos difíciles, que le llevó inclusive --como también se
ha dicho-- a padecer la pena del destierro dos veces. Igualmente, el
señor Alvarez de Miranda se ha mostrado como un gran defensor de los
derechos humanos y como un europeísta de primera hora. Todo ello lo
pudimos, lo pudieron apreciar algunos, especialmente en su época de
Presidente del Congreso de los Diputados a partir de la Cortes
Constituyentes, tras las primeras elecciones democráticas.

Por ello, como decía al principio, mostramos también satisfacción por el
candidato propuesto. Creemos que los grupos hemos conseguido proponer una
figura que nos convence a todos y que puede realizar en el futuro esta
labor con gran dignidad. Estamos convencidos de que su talante
democrático, su preparación jurídica, su celo por las libertades, hará
que esta labor de alto comisionado de las Cortes Generales para la
defensa de los derechos reconocidos en nuestra Constitución, el señor
Alvarez de Miranda la podrá realizar con la dignidad y altura con que sus
predecesores la han realizado hasta ahora.

Por ello, señor Presidente y con esto termino, el Grupo Parlamentario
Socialista, desde este momento, si llega a buen puerto, como esperamos
que así sea su nominación, brinda al señor Alvarez de Miranda su apoyo y
toda la colaboración que estime necesaria el futuro Defensor del Pueblo.




El señor PRESIDENTE: Vamos a proceder, por tanto, a la votación de la
propuesta de don Fernando Alvarez de Miranda.

Se podrá votar sí, no o abstención.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Por unanimidad, es aceptada la propuesta de don
Fernando Alvarez de Miranda.

En consecuencia, de acuerdo con la Ley y el Reglamento, su nombre será
remitido a los Plenos del Congreso y del Senado.

Felicitándonos todos, se levanta la sesión.




Eran las doce y cuarenta minutos del mediodía.