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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 109, de 24/11/1994
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
PLENO Y DIPUTACION PERMANENTE
Año 1994 Núm. 109 V Legislatura
PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FELIX PONS IRAZAZABAL
Sesión Plenaria núm. 108
celebrada el jueves, 24 de noviembre de 1994



Página



ORDEN DEL DIA:



Dictámenes de Comisiones sobre iniciativas legislativas:



--Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para
1995 (número de expediente 121/000067) (Final) (Página 5776)



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SUMARIO



Se abre la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.




Secciones 19 y 60 (Página 5776)



El señor Ministro de Trabajo y Seguridad Social (Griñán
Martínez) presenta el presupuesto de estas secciones,
manifestando que, a través de las mismas, se persiguen
idénticos objetivos a los del año anterior, es decir,
consolidación presupuestaria e incentivación de la inversión
productiva, mantenimiento de la protección social y, al mismo
tiempo, continuar el propósito de impulsar la recuperación
económica y traducir la misma en crecimiento de empleo. Dentro
de estos propósitos generales, al Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social le corresponde impulsar una política que
proteja el empleo procurando su promoción, asegurar a los
ciudadanos la consolidación de nuestro modelo de protección
social y apostar decididamente por la formación profesional
como elementos estratégicos de desarrollo y de competitividad.

Alude a la comúnmente conocida como reforma laboral, aprobada
en 1994 a iniciativa del Gobierno, y aunque ha sido todavía
poco el tiempo transcurrido desde su aprobación cree que es
posible realizar alguna reflexión provisional. En este sentido
menciona la senda iniciada de crecimiento del empleo, en
volumen aún insuficiente, pero que en todo caso representa una
ruptura de la anterior tendencia, lo que lleva a la
conclusión, primero, de que el paro sigue siendo el primer
problema de la sociedad española y, segundo, que estamos en el
camino más adecuado para resolverlo. Afirma que la economía
española será capaz de crear en 1995 alrededor de unos 200.000
empleos netos gracias a estas reformas laborales y a la
adopción de medidas de fomento del empleo y de estímulo de la
inversión empresarial.

Añade el señor Ministro que las políticas públicas de gasto
social crecen en los presupuestos para 1995 el 5,7 por ciento,
por encima del crecimiento medio del gasto total, alcanzando
una cifra superior a los quince billones de pesetas, lo que
permite asegurar un volumen de recursos suficientes para
garantizar el mantenimiento de los niveles de protección
alcanzados en nuestro país en los últimos años.

Explica en detalle el presupuesto, tanto del Ministerio como
especialmente de la Seguridad Social, con mención de las
cifras más destacadas y la evolución de las mismas, y termina
el señor Ministro afirmando que, con voluntad política y con
responsabilidad, van a conseguir un incremento del empleo y,
con él, la consolidación de nuestro sistema de protección
social para así abordar los desafíos del futuro sin merma de
las conquistas del pasado. El señor Aparicio Pérez defiende
las enmiendas del Grupo Popular. Expone que no van a apoyar
las Secciones 19 y 60 del presupuesto. No se van a oponer a
aquellos aspectos en los que ha sido posible un relativo grado
de consenso y de diálogo con los agentes sociales, aunque
consideran pobre el balance que se les presenta dada la enorme
trascendencia que el Grupo Socialista daba a lo que el
Presidente del Gobierno llamaba el gran acuerdo social.

Como principal novedad que observan menciona la reducción de
un punto en las cotizaciones a la Seguridad Social, que,
planteado en la forma que se hace, representa una medida
aislada, insuficiente y meramente simbólica. A su Grupo le
agradaríamucho que los esfuerzos lingüísticos y semánticos que
se hacen cuando se habla del empleo fueran esfuerzos reales en
la lucha contra el paro. Señala que, tomando como base de
cálculo o comparación para hablar de crecimiento neto del
empleo las cifras de 1993, cree que ello no tiene otro valor
que no sea el de recordar que el año 1993 fue un año horrible
y bien distinto a lo que entonces señalaban las propias
predicciones del Gobierno. Seguimos anclados en tasas de paro
de más del doble de la media de la Unión Europea y sólo cuando
el número de puestos de trabajo creados sean capaces de
absorber las incorporaciones de la nueva población activa
podrá hablarse de empleo neto y, en consecuencia, de reducir
el número de parados. Tampoco se puede olvidar que desde 1991
se han destruido 927.000 puestos de trabajo.

Basa también su rechazo de los presupuestos en la falta de
rigor presupuestario que preside sus actuaciones en los
últimos años, con grandes desviaciones en organismos como el
Inem, a lo que se añade las fuertes desviaciones del gasto
sanitario aplazadas y ni siquiera aclaradas en su total
cuantía. Por otro lado, tienen planteamientos diferentes en
materia de protección social, que es algo más que una simple
manifestación de voluntad política. Critica el uso electoral
de las pensiones, llegando a crear miedo o inseguridad tanto
en los mayores como en los más jóvenes, donde sobran los
sectarismos y las visiones partidistas. Asimismo discrepan de
un concepto pasivo y estático de la protección social. El
Grupo Popular entiende la protección social como creación de
empleo y un elemento redistribuidor de la riqueza.

Seguidamente expone los aspectos más destacados de las
enmiendas de su Grupo a estas secciones, expresando su
creencia de que tales enmiendas han



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sido rechazadas básicamente por provenir del Grupo Popular. El
señor Peralta Ortega defiende las enmiendas del Grupo
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. Comienza
reconociendo una diferencia importante en relación con los
presupuestos del año anterior y es que mientras aquéllos
traían unas partidas presupuestarias carentes de acuerdo con
los agentes sociales, acompañadas de unas medidas de recorte
de la prestación de desempleo y de una reforma laboral que
contaba con la oposición de los sindicatos y trabajadores, en
cambio, en la tramitación parlamentaria de los Presupuestos
para 1995 se encuentran con una partida presupuestaria en una
parte importante, la referente a la problemática de la
revalorización de las pensiones y del incremento de sueldos de
los funcionarios, que cuenta con el acuerdo de dichos agentes
sociales. Se trata de una diferencia que Izquierda Unida
valora positivamente y apoya. Queda patente de esta forma que
los acuerdos con los sindicatos son perfectamente posibles y
compatibles con políticas relacionadas con el déficit público,
y basta para acreditarlo examinar los Presupuestos para 1995.

Establecida la anterior premisa, pregunta al señor Ministro
qué razones existen para que no se puedan alcanzar acuerdos en
otras materias cuya incidencia, desde el punto de vista del
déficit público y presupuestario, es notablemente inferior. Se
refiere concretamente a la ley de previsión de riesgos
laborales, que sigue pendiente.

En cuanto a los efectos de la reforma laboral, que el señor
Ministro calificaba de positivos, recuerda simplemente que al
día de hoy parece que en nuestro país no hay empleos
indefinidos, puesto que sólo el 2 por ciento de las
contrataciones tienen ese carácter. Otro efecto negativo de
esa reforma laboral es la caída espectacular en las tasas de
cobertura de desempleo. En materia de Seguridad Social, cree
que sería bueno que, respetando la autonomía de la ponencia
que está trabajando sobre el tema, se iniciara un diálogo con
los sindicatos que no se limitase simplemente al asunto de la
revalorización de las pensiones, por importante que sea, sino
que se abordara toda la problemática de la Seguridad Social.

Termina recordando la ley de huelga, que sigue pendiente y
sobre la que su Grupo está dispuesto a colaborar para que
salga adelante definitivamente. El señor Mauricio Rodríguez
defiende las enmiendas del Grupo de Coalición Canaria números
459 a 466. Coincide con el señor Ministro en la línea de lo
importante que es en este momento, con el altísimo índice de
desempleo que hay en la sociedad española, avanzar hacia
políticas activas de empleo para la corrección de
desigualdades sociales y hacia la inversión, fundamentalmente
en el área de formación y educación como factor estratégico de
progreso económico y social. En ese marco se sitúan las
enmiendas de Coalición Canaria, sin olvidar la situación
general del país, y entendiendo siempre que en el Estado
español las políticas de solidaridad entre las comunidades
autónomas y los sectores sociales son la clave fundamental
para resolver o compensar las desigualdades sociales. En esta
dirección van las enmiendas de Coalición Canaria, atendiendo
especialmente a la situación específica y particular en que se
encuentra la sociedad canaria.

El señor Chiquillo Barber, del Grupo Mixto, da por defendidas
sus enmiendas a esta sección, así como las de la señora
Rahola.

En turno en contra de las enmiendas relativas a la Sección 19
interviene, en nombre del Grupo Socialista, el señor Moragues
Gomila. Comienza expresando el apoyo del Grupo Socialista al
presupuesto que presenta el Ministerio y, por tanto, su
postura contraria a la enmienda 1.471 del Grupo Popular, que
solicita la devolución de la sección al Gobierno. Señala que
apoyan tal petición de devolución en los mismos argumentos
empleados el año anterior por la señora Villalobos, eliminando
simplemente algunos razonamientos que obviamente no pueden
sostener, como la necesidad de la reforma del mercado de
trabajo o la destrucción de empleo, y sin introducir ninguna
razón nueva, todo lo cual no justifica en modo alguno la
devolución del presupuesto al Gobierno. Se refiere, a
continuación, a la evolución del mercado laboral en los
últimos años, con exposición de diversas cifras. Aunque todos
están de acuerdo en que no es suficiente con lo conseguido,
cree que están en la buena dirección, en ella trabaja el Grupo
Socialista y les gustaría contar con el apoyo de los demás
grupos de la Cámara.

Alude también al Instituto Nacional de Empleo, manifestando
que el año 1994 ha sido el de la reforma del Instituto,
configurándolo de forma sustancialmente distinta a como estaba
hasta ahora. En este momento entiende que el Instituto está en
proceso de reforma, que les parece ajustado y serio, que lo
dejará en mejores condiciones para seguir siendo un
instrumento fundamental en la política de solidaridad de este
país.

Concluye el señor Moragues fijando la posición del Grupo
Socialista respecto a las restantes enmiendas a la Sección 19.




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El señor Cercas Alonso, del Grupo Socialista, contesta a las
enmiendas presentadas a la Sección 60 de los presupuestos.

Refiriéndose, en primer término, al representante de Izquierda
Unida, le manifiesta que en su intervención ha encontrado más
que coincidencias de fondo sobre posiciones que, respecto al
sistema de protección social, ya han tenido ocasión de
confrontar en diversas ocasiones. Observa que tanto Izquierda
Unida como el Grupo Socialista están en una opción de
compromiso serio y sólido con el sistema público de pensiones
y que en esta ley asumen los esfuerzos que ha realizado el
Gobierno al comprometer la actualización de los mecanismos de
protección con arreglo a las previsiones contenidas en los
acuerdos firmados con las centrales sindicales. Garantiza al
representante de Izquierda Unida que este afán de colaboración
y entendimiento entre ambos Grupos en estos temas va a tener
continuación, si así lo desean, en la política que estudia la
reforma de la Seguridad Social, por ser del máximo interés
conseguir el más amplio consenso en las reformas encaminadas a
mejorar el actual sistema y no a destruirlo.

No puede expresar igual sentimiento de concordancia con
respecto a la posición del Grupo Popular. Dado que ha tenido
con el señor Aparicio un debate más amplio y sosegado en
Comisión, espera que el mismo supla cualquier laguna en su
intervención, necesariamente breve en este momento. En todo
caso, quiere poner de manifiesto que el señor Aparicio ha
subido a la tribuna no tanto para hacer una defensa de sus
posiciones, que siguen siendo desconocidas para el Grupo
Socialista, sino más bien para volver a suscitar ante la
opinión pública una imagen que creen dañada por las
afirmaciones del Secretario General del Partido Socialista en
la campaña electoral expresando con claridad que el Grupo
Popular representa un peligro cierto y real para el sistema
público de pensiones. Agrega que el compromiso con la actual
generación de pensionistas y, sobre todo, con las siguientes
generaciones no se sustancia con palabras grandiolocuentes
sino que lo relevante son los hechos y, desgraciadamente, en
esta ley esos hechos no mantienen la coherencia con las
auténticas posibilidades reales del sistema de pensiones. En
la mañana de hoy se encuentran, además, con que a un primer
agravio de no atender a las poblaciones más necesitadas de
amparo acompañan otra agresión mayor, como es negar a la
Seguridad Social los recursos suficientes para que pueda
continuar su andadura en los próximos años y generaciones.

Replican los señores Aparicio Pérez, Peralta Ortega y Mauricio
Rodríguez, duplicando el señor Cercas Alonso.




Sección 26 e Insalud (Página 5794)



La señora Ministra de Sanidad y Consumo (Amador Millán)
presenta los presupuestos de la Sección 26 y del Insalud,
manifestando que los mismos marcan un hito en la consolidación
de nuestro sistema sanitario público, sistema que tiene como
objetivo garantizar que, ante un problema de salud, todos
tengamos las mismas oportunidades y que éstas sean las mejores
que la ciencia pone hoy a nuestro alcance. Afirma que los
presupuestos presentados para 1995 vuelven a ser unos
presupuestos rigurosos, porque responden al objetivo del
Gobierno de contención en el crecimiento del gasto público que
preside nuestra política económica, pero al mismo tiempo son
unos presupuestos suficientes que reflejan la voluntad del
Gobierno de dotar a la asistencia sanitaria de los recursos
necesarios para responder a las demandas de los ciudadanos en
materia de salud. Incluyen créditos por valor de tres billones
331.000 millones, con un aumento respecto del ejercicio
anterior de un 7,3 por ciento en términos relativos, que, si
se tiene en cuenta los 140.000 millones de 1994 destinados a
cubrir el saneamiento de la deuda, el incremento real de los
recursos se eleva al 12,4 por ciento.

Expone también la señora Ministra que la aportación directa
del Estado a la financiación de esta asistencia se incrementa
en un 24,69 por ciento sobre el ejercicio anterior, alcanzando
el 77,28 por ciento del total de la financiación. Por el
contrario, la aportación de la Seguridad Social procedente de
cotizaciones decrece un 13,08, situándose en un 20,80 del
total. En síntesis, estos presupuestos reflejan tres
decisiones políticas trascendentes para la sanidad, como son:
primera, la suficiencia
financiera, que se traduce en el importante incremento antes
citado; segunda, la modificación del sistema de financiación,
que consolida su funcionamiento y le dota de la estabilidad
imprescindible y, tercera, el aumento de la financiación
procedente de las aportaciones del Estado y la disminución de
la que tiene su origen en las cuotas de la Seguridad Social.

Finalmente expone las principales magnitudes del presupuesto
del Insalud, con mención de numerosas cifras que, a su juicio,
sirven para demostrar que la sanidad es una prioridad política
del Gobierno, que además nos va a permitir avanzar en la
protección sanitaria para todos los ciudadanos y alcanzar
mejores niveles de salud, objetivo que constituye la principal
misión del sistema. La señora Maestro Martín defiende las
enmiendas del Grupo Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.

Comienza reiterando lo ya dicho en anteriores ocasiones



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sobre la imposibilidad de analizar, ni desde el punto de vista
económico ni desde el punto de vista de la gestión, los
planteamientos de política sanitaria sin inscribirlos en el
marco más general de la política económica global. Afirma que
desde siempre, pero especialmente en los últimos años, la
política sanitaria no se define desde el Ministerio de
Sanidad, sino desde el Ministerio de Economía y Hacienda.

Añade que la señora Ministra, al presentar los presupuestos de
su Departamento, esconde una vez más, a través de la
incorporación de la asunción de la deuda generada por
incumplimientos presupuestarios anteriores, un aumento en los
gastos sanitarios públicos que no es cierto. Frente a las
palabras de la señora Ministra sobre la estabilidad del
sistema sanitario alude a recientes declaraciones de la
Directora General del Insalud, según la cual la crisis
económica y financiera permitía hablar de peligro en el
sistema público de atención sanitaria, lo que les ha llevado a
pedir la comparecencia urgente en la Cámara de dicha Directora
General.

Señala después que los presupuestos del Ministerio de Sanidad
se incriben dentro del plan de convergencia global del
Gobierno, que plantea una reducción acelerada del déficit
público, siendo una de las razones que han llevado a su Grupo
a enmendarlos a la totalidad la modificación de su sistema de
financiación, sustituyendo cotizaciones de la Seguridad Social
por un incremento del IVA, es decir, por el aumento de la
imposición indirecta, cuando entienden que un Gobierno que
dice tener ideología socialdemócrata debería tener unos
planteamientos fiscales progresivos y que la financiación del
sistema sanitario garantizara sus aspectos redistributivos.

Afirma, una vez más, que la política sanitaria que se está
llevando a cabo por el Gobierno del PSOE se adapta
estrictamente a los criterios ideológicos y de política
socioeconómica global definidos por el Banco Mundial y el
Fondo Monetario Internacional, que se centran fundamentalmente
en las privatizaciones, y es posible que la privatización
general del sistema público no la realice el Gobierno del
PSOE, pero con él se habrán dado los pasos estructurales
esenciales para que todo esté preparado para esta decisión
final. En esta línea expresa su gran preocupación con el paso
dado de transferir por primera vez la gestión de las
prestaciones económicas por enfermedad a las mutuas
patronales, dando un paso de gigante en el modelo de gestión
privada en los recursos públicos. El señor Fernández-Miranda y
Lozana defiende las enmiendas del Grupo Popular. En primer
lugar, agradece a la señora Ministra el esfuerzo que ha
realizado para venir personalmente a presentar los
presupuestos a la Cámara, a la vez que lamenta que no pueda
asistir al resto del debate, porque entiende que hay cosas que
es mejor decirlas personalmente, y la primera de ellas es que
el Grupo Popular empieza por dudar, lisa y llanamente, de la
credibilidad de la propia Ministra. Considera que difícilmente
se puede venir a esta Cámara a pedir por parte de un miembro
del Gobierno el apoyo y la creencia en las grandes cifras que
van a hacer posible la asistencia sanitaria pública cuando el
propio Presidente del Gobierno y el Ministro de Economía y
Hacienda, a través de una disposición adicional decimosexta,
le retiran la tutela formal de los fondos públicos que va a
manejar.

Respecto a financiación de la sanidad pública que se les
anuncia, comenzando por el reparto que se va a producir entre
las comunidades autónomas, manifiesta que dicho nuevo reparto,
exclusivamente en función de la población protegida, lo
consideran profundamente insolidario y produce, además, un
efecto nada deseable sobre diez de las diecisiete comunidades
autónomas, precisamente sobre aquellas que no tienen
competencias transferidas en sanidad, que van a perder en los
próximos cuatro años 36.000 millones de pesetas que, si se
suman a la deuda histórica que ha ido generando el Insalud
desde hace dos años, les hace pensar en la imposibilidad de
transferir a medio plazo las competencias de sanidad a dichas
comunidades.

Por otro lado, el saneamiento formal de la deuda no se produce
y, un año más, vuelven a tapar agujeros y no a sanear.

Califican de magnífico esfuerzo propagandístico la lectura de
las cifras que ha realizado la señora Ministra, cuando la
realidad es que estamos ante una sanidad que en este momento
no es financiable, es insuficiente y es insolidaria.

En turno en contra de las enmiendas interviene el señor
Palacios Alonso, en nombre del Grupo Socialista. Manifiesta
que en realidad se ha realizado un debate de totalidad, por lo
que se considera totalmente liberado de cualquier referencia a
las enmiendas al articulado. Afirma que hay en los
presupuestos presentados algunos elementos que son síntesis
del trabajo de muchos años, unos presupuestos que se asientan
en un marco legal y que hoy alcanzan los 3,3 billones de
pesetas, con un crecimiento continuado gracias a quienes han
apoyado un proceso de consolidación de un sistema sanitario
público, en el que los socialistas creen y el Grupo Popular
menos, aunque tenga planteamientos teóricos que pretenden de
alguna manera empañar o simular las verdaderas intenciones.

Frente a la actitud del señor Fernández-Miranda y el Grupor
Popular en relación con el Sistema Nacional de Salud, para el
que no han tenido un solo



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estímulo, un solo ánimo, sino que lo han machacado
permanentemente a lo largo de estos años, los progresistas van
a seguir apoyado el sistema sanitario público, pese a quien
pese. En este sentido, está completamente seguro de que la
señora Maestro, a pesar de su discurso, coincide plenamente
con esta postura. Replican la señora Maestro Martín y el señor
Fernández-Miranda y Lozana, duplicando el señor Palacios
Alonso.




Sección 27 (Página 5808)



La señora Ministra de Asuntos Sociales (Alberdi Alonso)
presenta el presupuesto de la sección. Comienza señalando el
compromiso que han asumido con los ciudadanos en la búsqueda
de una mayor cohesión social y económica para España, según
establece la Constitución del 78, y éste es el sentido
principal de la propia existencia y funciones del Ministerio
de Asuntos Sociales. Expone que los tres grandes objetivos que
su Ministerio se ha marcado para la presente legislatura y que
animan este proyecto de presupuestos se enmarcan en el
cumplimiento de los principios y los valores constitucionales.

En primer lugar, la realización del principio de igualdad con
las políticas integrales dirigidas a los colectivos sociales
más desprotegidos; en segundo lugar, desarrollo de políticas
de protección e integración sociales dirigidas a los grupos
sociales afectados por carencias económicas o socio-culturales
y, en tercer lugar, incrementar la participación social en la
ejecución de las políticas públicas de carácter social.

Para la consecución de estos grandes objetivos, el Ministerio
y sus organismos autónomos disponen de un presupuesto
consolidado de 445.000 millones de pesetas, con un aumento del
6,8 por ciento respecto al presupuesto de 1994. Menciona la
señora Ministra los principales planes o programas a
desarrollar por su Ministerio a lo largo del próximo año, así
como las partidas para realizar dichos programas, afirmando en
conclusión que el presupuesto del Ministerio para 1995 es de
continuismo, aumentando ligeramente, pero les va a permitir
proseguir en el camino iniciado y poder seguir avanzando en la
realización de los objetivos propuestos.

El señor Olabarría Muñoz, en nombre del Grupo Vasco (PNV),
señala que, habiendo sido ya argumentadas sus enmiendas en
Comisión de forma prolija y suficiente, las dan por defendidas
en sus propios términos.

La señora Urán González defiende la enmienda de Izquierda
Unida-Iniciativa que Catalunya en relación con unos
presupuestos que califica de escasos para el cumplimiento de
los objetivos que comportan. Dado que los Presupuestos de 1994
eran prácticamente iguales a los de 1993, resulta que, por
segunda vez consecutiva, los presupuestos del Ministerio de
Asuntos Sociales pierden capacidad ejecutiva en pesetas
constantes para poder desarrollar sus programas. Considera muy
difícil que con tal escasez de recursos, a pesar del empeño
que pongan los profesionales, pueda llegarse a la consecución
de una mayor igualdad entre las capas sociales, que es uno de
los objetivos fundamentales del Ministerio. Reconoce, por otro
lado, la existencia de aumentos en muchas partidas de la
sección, pero llama la atención sobre el hecho de que el único
organismo autónomo del Ministerio que tiene una reducción
presupuestaria sea el Instituto de la Mujer.

La señora Sainz García defiende las enmiendas del Grupo
Popular. Comienza pidiendo la devolución de la sección al
Gobierno porque reiteradas veces han dicho que no era eficaz
mantener todo un aparato burocrático ministerial cuando la
inmensa mayoría de las competencias estaban transferidas, lo
cual resulta aún más evidente si se tiene en cuenta que a
partir del primero de enero de 1995 se produce la
transferencia del Inserso, si el Gobierno y la señora Ministra
cumplen su palabra.

Añade que el Gobierno es incapaz de adecuar la Administración
al nuevo Estado de las autonomías y las competencias que éstas
han asumido y están asumiendo, lo que requeriría algo tan
importante como modernizar la Administración al servicio de
los ciudadanos, lo que el Gobierno es incapaz de hacer o no
tiene voluntad de hacerlo.

Concluye la señora Sainz García explicando el contenido de
alguna de sus enmiendas parciales en relación con determinadas
partidas y programas de la sección.

El señor Mauricio Rodríguez da por defendidas las dos
enmiendas que mantienen a esta Sección y espera que sean
apoyadas por los demás grupos parlamentarios. En turno en
contra de las enmiendas a la Sección 27 interviene el señor
Trujillo Oramas, en nombre del Grupo Socialista. Comienza
fijando la posición de su Grupo respecto a las enmiendas
parciales del PNV y Coalición Canaria, y respecto a las
enmiendas de totalidad de Izquierda Unida afirma que este
Grupo ha sido coherente con toda su actitud a lo largo del
debate de los Presupuestos pidiendo un incremento del gasto en
todas y cada una de las secciones, entre otras cuestiones
porque la reducción del déficit público no lo consideran un
objetivo prioritario. Es evidente que el Grupo Socialista no



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está de acuerdo con tal posición y de ahí que tengan que
rechazar esta enmienda a la totalidad. Cree que no se deslizan
más a la izquierda por pedir más gasto si no se garantiza
primero el lógico equilibrio financiero del sistema. Respecto
al Grupo Popular, señala que la señora Sainz ha vuelto a
repetir argumentos expuestos en Comisión y, frente a la
postura de la enmendante, cree que difícilmente puede
sostenerse de manera firme que éste sea un presupuesto con
escasa sensibilidad social. Menciona algunas de las
actuaciones en favor de los colectivos más desfavorecidos, que
califica como política de solidaridad realizada por los
socialistas en todas y cada una de las partidas del
presupuesto, dentro de las posibilidades reales de España, no
considerando necesario extenderse más en la contestación
habida cuenta de que los elementos presupuestarios están
suficientemente claros.

Replican las señoras Urán González y Sainz García, duplicando
el señor Trujillo Oramas.

Se procede a las votaciones de las enmiendas debatidas durante
la sesión de la mañana, así como a la del texto del dictamen
correspondiente a la Sección 31, que es aprobada por 167 votos
a favor, 137 en contra y 24 abstenciones; Sección 34, por 324
a favor, uno en contra y cuatro abstenciones; Ente
Radiotelevisión Española, por 168 votos a favor, 138 en contra
y 20 abstenciones; Secciones 19 y 60 y sus organismos
autónomos, por 168 votos a favor, 136 en contra y 24
abstenciones; Sección 26 e Insalud, por 170 votos a favor, 153
en contra y seis abstenciones, y Sección 27, por 173 votos a
favor, 156 en contra y una abstención.

Se suspende la sesión a las dos y cinco minutos de la tarde.

Se reanuda la sesión a las cuatro de la tarde.




Sección 25 (Página 5821)



El señor Ministro de la Presidencia (Pérez Rubalcaba) presenta
los proyectos de la sección manifestando que su Ministerio,
lógicamente, no debe tener un impacto presupuestario
relevante, como no podría ser de otra manera dado su carácter
institucional y las características instrumentales que posee.

Desea resaltar, sin embargo, las finalidades políticas del
Ministerio, para las que la Cámara estaría dando, al aprobar
la sección, el correspondiente soporte presupuestario. Expone
que el objetivo del Ministerio es asegurar la comunicación
entre el Gobierno y las Cortes, ejerciendo funciones de
coordinación y asistencia en las relaciones de aquél con el
Congreso y el Senado, tanto en lo referente a las de carácter
legislativo como a las del control del Gobierno. Para hacer
posible esos objetivos, solicita la aprobación de las partidas
presupuestarias, que desglosa a continuación, y cuyas
características fundamentales son: primero la austeridad de
los gastos programados; segundo, el rigor, que pretende
mejorar las técnicas de presupuestación y control del gasto y,
tercero, el realismo con el que quiere actuar para cubrir las
funciones y objetivos de los distintos organismos incluidos en
la sección. Se trata de un presupuesto que considera
insuficiente, en buena parte porque un año más se incrementa
la autofinanciación del conjunto de los organismos autónomos
que dependen de la sección. El señor Cisneros Laborda defiende
las enmiendas del Grupo Popular. Agradece al señor Ministro el
voluntarioso ejercicio de explicación y persuasión al que
acaban de asistir, en una intervención que ha sido
relativamente breve, aureolada de la apariencia de veracidad y
en la que no ha suministrado a la Cámara ni una sola
información de la que sus miembros no dispusieran ya
previamente.

Señala a continuación que la Sección 25, como decía el propio
señor Ministro, es una sección carente de una mínima
relevancia presupuestaria o macroeconómica, pero su propia
irrelevancia económica sirve para subrayar más claramente su
altísimo valor político de ejemplo para valorar lo edificante
o no de la voluntad política del Gobierno.

Hace gracia de una defensa pormenorizada de las enmiendas
parciales a la sección, aludiendo sólo a la de totalidad, con
idéntica justificación de filosofía y principios que la que
motivó iniciativa análoga en ejercicios precedentes. Recuerda,
no obstante, sus peticiones reiteradas de información
pormenorizada desde el año 1989 sobre el proyecto de
ordenación del recinto de La Moncloa, peticiones siempre
precedidas de la salvedad de que se renuncia de antemano a
cualquier información o detalle que pudieran resultar lesivos
para la seguridad interior o exterior del Estado y sin que se
facilitase a la Cámara tal información hasta hace dos días,
cuando existía habilitación reglamentaria para hacerlo desde
el año 1986. Su inquietud en este momento la provoca la
utilidad que pueda tener aquella instalación, sobre la que el
Gobierno no ha sido capaz de mantener un mínimo sigilo, y no
precisamente por falta de responsabilidad del Parlamento, al
que tan cicateramente se le ha negado cualquier información.

El señor López Garrido defiende la enmienda del Grupo de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya referida
concretamente al llamado Patrimonio



Página 5774




Nacional. Previamente, desea dejar constancia del carácter
atípico del Ministerio de la Presidencia, donde se reúnen como
en una especie de cajón de sastre cosas que nada tienen que
ver unas con otras. Por otra parte, la presentación del
presupuesto de este Ministerio incurre en el mismo error e
insuficiencia de los demás Ministerios y es que no existe
ninguna evaluación de la eficiencia del gasto producido el año
anterior. Consiguientemente, la falta de credibilidad de un
presupuesto no proviene sólo de la falta de credibilidad
política que pueda tener quien lo presenta sino del hecho de
que no se conozca cuál es el resultado y la rentabilidad de
gasto efectuado. Refiriéndose concretamente a su enmienda a la
Sección 25, se trata de una reiteración de la presentada el
año anterior pidiendo un aumento de 900 millones de pesetas en
las inversiones destinadas al Patrimonio Nacional. Destaca el
descenso vertiginoso de estas inversiones en los últimos años,
lo que sin duda contribuye a la degradación ostensible que se
aprecia en algunos palacios del Patrimonio, monumentos o
bosques, por la absoluta insuficiencia de dinero para mantener
siquiera los gastos de reposición de estos bienes de enorme
importancia, algunos de los cuales cita.

En turno en contra de las enmiendas a la Sección 25
interviene, en nombre del Grupo Socialista, el señor Pérez
González. Comienza expresando su sorpresa por la intervención
del señor Cisneros que, sumándose al clima peculiar del Grupo
Popular, ha leído un discurso que traía escrito, muy bien
preparado, pero que a él personalmente le da poco pie para
realizar un debate sobre un presupuesto cifrado, quizás porque
ya en Comisión tuvieron ocasión de realizarlo en profundidad.

Sin perjuicio de una serie de afirmaciones que, en su opinión,
corresponde contestar al señor Ministro, se han hecho
alusiones al célebre centro de seguridad, insinuando que
oculta información presupuestaria sobre el mismo, lo cual
tiene que desmentir, y prueba de ello tienen estos días en los
que los portavoces de los grupos parlamentarios acceden a toda
la información que permite la Ley, y el portavoz del Grupo
Popular en primer término. Por otro lado, el hecho de que la
Ley declare secretas las obras y las empresas que las realizan
no ofrece ningún rasgo diferencial con lo que ocurre en el
Derecho comparado. En cuanto al importe de partida
presupuestaria, en virtud de la declaración de secretos
acordada por el Consejo de Ministros, sólo puede decir al
señor Cisneros que es muy inferior a lo publicado en algunos
medios de información.

Respecto a la enmienda defendida por el señor López Garrido,
entiende que existen algunos fundamentos para la misma. La
propia existencia de numerosos proyectos en el ente público
Patrimonio Nacional justifican tales incrementos
presupuestarios, sobre todo en inversiones nuevas, que se
consideran la prioridad de este año y para las que hay un
aumento de casi 400 millones de pesetas.

Replican los señores Cisneros Laborda y López Garrido,
duplicado el señor Pérez González.




Sección 21 (Página 5832)



El señor Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación
(Atienza Serna) presenta el presupuesto de la sección.

Previamente expone las principales macromagnitudes del sector
que sirven, a su juicio, para destacar el hecho de que, como
corresponde a un país que va modernizando su sector
agroalimentario, la industria ha superado ya en importancia a
los sectores agrario y pesquero en su contribución al producto
interior bruto, siguiendo las tendencias de otros países
desarrollados. Aun así, considera significativa la cifra, que
expresa la participación relativa de la actividad agrícola en
la economía del país y en la inversión nacional.

Respecto al presupuesto del Ministerio lo califica como
equilibrado en sus objetivos al contener el crecimiento de
determinadas partidas de gastos, como sucede con los gastos de
personal y en el capítulo de gastos corrientes de bienes y
servicios, contribuyendo así a los objetivos de contención de
la inflación y reducción del déficit público. La contrapartida
positiva está en la creciente importancia de las
transferencias corrientes derivadas de la aplicación de la
nueva política agraria común que en su segundo año de reforma
afecta de manera considerable a las ayudas o subvenciones que
nuestros agricultores y ganaderos deben percibir. También
crece de manera importante el capítulo de inversiones reales y
el de transferencias de capital, capítulos que van a
contribuir de manera importante al cumplimiento de los
objetivos de conservación de la naturaleza y desarrollo rural.

Como objetivos principales del Ministerio para 1995 menciona,
en primer lugar, el continuar e intensificar la política de
mejora de las rentas del sector agrario y pesquero; en segundo
lugar, reforzar la competitividad del sector pesquero y
agroalimentario para conseguir una mayor penetración en los
mercados internacionales y, por último, conservar y restaurar
la cubierta vegetal. Expone las principales cifras destinadas
a conseguir los objetivos señalados y termina expresando su
confianza en que estos presupuestos deben permitir el
incremento de las rentas de los agricultores y la mejora de
sus condiciones de vida, continuando



Página 5775




un proceso iniciado en 1982 e intensificado como consecuencia
de nuestra entrada en la Unión Europea.

El señor Gatzagaetxebarría Bastida, del Grupo Vasco (PNV),
defiende las enmiendas números 357 a 361, a las que atribuye
carácter político y considera fundamentadas en la potestad que
tienen las comunidades autónomas para la gestión de los fondos
provenientes de la Unión Europea. En base a tales
competencias, discrepa del proyecto presentado por el
Gobierno. Seguidamente explica el contenido concreto de dichas
enmiendas.

El señor Mardones Sevilla solicita que se den por defendidas
las enmiendas del señor Chiquillo Barber a esta sección.

La señora Rivadulla Gracia defiende la enmienda de devolución
presentada por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, por entender que los presupuestos de la Sección 21
no se corresponden con el nivel de autosatisfacción expresada
por el señor Ministro en relación con las rentas percibidas
por los agricultores. El señor Ministro ha explicado la
distribución de las grandes partidas del presupuesto y, al
igual que el año anterior, tiene que decirle que no lo pueden
considerar como un presupuesto del Estado español sino que nos
viene dado por la Unión Europea y depende de muchas variables,
como la evolución de los mercados, la fluctuación de la
peseta, la situación del ecu, etcétera. La protección real del
Estado español al sector de la ganadería y pesca es de 199.000
millones de pesetas y pide al señor Ministro que madure sus
declaraciones, ya que distorsionan mucho la visión del sector
y piensa que no reflejan la situación real del mismo.

Justifica su oposición a este presupuesto por las carencias
que expondrá al defender las enmiendas parciales en
actuaciones que el Ministerio está llevando a cabo últimamente
y que tampoco optan por apoyar fundamentalmente a la
explotación familiar agraria. Termina señalando que este
presupuesto, al igual que el del año anterior, no se
corresponde con los retos que tenemos planteados.

El señor Ramírez González defiende las enmiendas del Grupo
Popular, manifestando que si tenían alguna duda respecto a la
necesidad de presentar una enmienda de totalidad al
presupuesto del Ministerio de Agricultura, el señor Ministro
la ha despejado con la presentación que ha realizado del
mismo. El señor Ministro ha hablado de 1995, de la
agricultura, de la ganadería, la pesca, la industria
agroalimentaria que se va a desarrollar en ese año, pero no ha
citado los grandes acontecimientos que se van a producir,
ignorando que para 1995 entran en vigor los acuerdos agrarios
del GATT, que se producirán grandes reformas de cultivos en
España, como el vino, la remolacha, el arroz, la
hortofruticultura y posiblemente otras. También ha ignorado
que se intensificarán extraordinariamente las relaciones
agroindustriales con el Este de Europa y con el Norte de
Africa, ignorando consiguientemente el señor Ministro las
consecuencias que estos acontecimientos van a producir en el
presupuesto de 1995. Por tanto, ni el presupuesto ni la
intervención del señor Ministro ni su directriz política
contemplan respuestas a estas cuestiones. Afirma que los
agentes sociales --los agricultores, ganaderos y pescadores--
están envejecidos, descapitalizados, faltos de renovación y
modernización, desilusionados y desmotivados para afrontar el
mayor esfuerzo de competitividad que se va a producir el año
próximo, sin que el señor Ministro aporte nada frente a tales
inquietudes, limitándose a reproducir la intervención del
señor Subsecretario en Comisión. El señor Ministro se ha
limitado a darse por satisfecho porque vamos a tener más
dinero comunitario, lo que, a su juicio, no sirve para
afrontar los retos del sector a que antes aludía,
independientemente de que, debido a las incapacidades
socialistas, estamos recibiendo sólo las migajas del gran
presupuesto agrario que se reparte a otras agriculturas
comunitarias.

Expone, por último, que el señor Ministro ha duplicado los
altos cargos y los organismos autónomos, desprecia a las
comunidades autónomas, no transfiere organismos y mantiene, en
definitiva, una superestructura política que más parece de
acogida de altos cargos, ya que es incapaz de enfrentarse a la
nueva realidad.

El señor Olarte Cullen, por el Grupo de Coalición Canaria,
solicita que sus enmiendas se sometan directamente a votación.

En turno en contra de las enmiendas a la Sección 21
interviene, en nombre del Grupo Socialista, el señor Torres
Sahuquillo, manifestaNdo que la intervención del señor
Ministro le ahorra el tener que contestar a las enmiendas de
totalidad de los grupos parlamentarios al explicar
pormenorizadamente cuáles son los objetivos del presupuesto
del Ministerio y las partidas que se allegan para cumplir esos
objetivos. Unicamente tiene que decir a los grupos que las han
presentado que, con el bagaje que han demostrado desde esta
tribuna, a la única conclusión que pueden llegar es a que no
existe alternativa de verdad al presupuesto de esta sección.

En caso de que las tuvieran, les rogaría que las explicaran a
la Cámara.

Concluye el señor Torres Sahuquillo fijando la posición del
Grupo Socialista respecto a las enmiendas



Página 5776




parciales presentadas a la sección por distintos grupos de la
Cámara. Replica la señora Rivadulla y los señores Ramírez
González y Mardones Sevilla, duplicando el señor Torres
Sahuquillo.




Sección 20 (Página 5844)



El señor Ministro de Industria y Energía (Eguiagaray Ucelay)
presenta los presupuestos de la sección. Expone que, una vez
más, tiene que declarar sin ambajes que están ante un área
importante de cara a la consolidación de la economía
productiva, el crecimiento del empleo y el mantenimiento de
unos objetivos de competitividad, en un contexto de creciente
internacionalización y globalización. Afirma, de otro lado,
que el Ministerio de Industria y Energía no es un
compartimento estanco sino que es solidario con el conjunto de
prioridades presupuestarias expuestas aquí por el Ministro de
Economía y Hacienda en relación con la inexcusable reducción
del gasto público recogida en el programa de convergencia.

Reconoce que el presupuesto crece muy moderadamente respecto
al del ejercicio anterior, pero no es menos cierto que este
mismo nivel de dotaciones presupuestarias ha permitido en 1994
que se lleven a cabo las políticas activas previstas, haciendo
posible que la industria fuese el motor de la recuperación.

Concluye el señor Ministro explicando los principales
programas y partidas de la sección y las novedades que se
incorporan a los mismos.

El señor García Fonseca defiende las enmiendas de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, manifestando que con estos
presupuestos no es posible hacer ninguna política industrial
activa porque la política que rige es la de siempre, la que el
Gobierno se empecina en llevar adelante y la competitividad se
entiende como un ajuste duro de salarios y de las condiciones
laborales. El señor Gámir Casares defiende las enmiendas del
Grupo Popular, pidiendo la devolución de la sección al
Gobierno, así como las enmiendas parciales a diversos
programas y partidas de la sección.

El señor Albistur Marín explica el contenido de las enmiendas
presentadas conjuntamente con el Grupo Vasco (PNV), para las
que pide el apoyo de la Cámara. El señor Mardones Sevilla, en
nombre del Grupo de Coalición Canaria, defiende las enmiendas
467 a 470, todas ellas con la misma justificación, basadas en
el principio de solidaridad en relación con el archipiélago
canario. El señor Sáenz Lorenzo, en nombre del Grupo
Socialista, apoya los presupuestos de la sección y los
objetivos por ella perseguidos, ya expuestos con amplitud por
el señor Ministro, y fija la posición del Grupo Socialista en
relación con las enmiendas presentadas a la Sección.

Replican los señores García Fonseca y Gámir Casares,
duplicando el señor Sáenz Lorenzo.




Artículos 1 y 2 (Página 5855)



Para la defensa de las enmiendas presentadas a estos artículos
intervienen los señores Montoro Romero, del Grupo Popular, y
Ríos Martínez, del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, contestándoles en turno en contra el señor
Hernández Moltó, en nombre del Grupo Socialista.

Se procede a las votaciones de las enmiendas debatidas, así
como del texto del dictamen correspondiente a la Sección 25,
que es aprobada por 162 votos a favor, 135 en contra y 12
abstenciones; Sección 21 y organismos autónomos, por 163 votos
a favor, 146 en contra y una abstención: Sección 20 y
organismos autónomos, por 164 a favor, 143 en contra y tres
abstenciones, y artículos 1 y 2 por 166 votos a favor, 143 en
contra y una abstención.

Se levanta la sesión a las nueve de la noche.




Se abre la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.




--PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO.

(Continuación)



El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión.

Pasamos al debate de las secciones 19 y 60, Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social.




¡¡¡OJO!!! LADILLO



Secciones
19 y 60



Para la presentación del presupuesto de estas secciones, tiene
la palabra el señor Ministro de Trabajo.




El señor MINISTRO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL (Griñán
Martínez): Señor Presidente, señoras y señores Diputados, los
presupuestos para 1995, hablando en términos generales,
pretenden, como ha señalado el Ministro de Economía y
Hacienda, hacer compatible el fomento de la economía
productiva, el crecimiento del empleo y la protección social
con un control simultáneo del déficit público. En este
sentido, el presupuesto para 1995 se formula en términos
similares, muy parecidos, a aquellos que sirvieron para
presentar el de este año. Y también, como ha ocurrido en 1994,
esperamos que la realidad convierta en conservadoras



Página 5777




nuestras previsiones macroeconómicas para 1995.

Recordarán ustedes que en el debate en esta Cámara sobre el
proyecto de ley de presupuestos para 1994 se pretendió por
algunos descalificarlo argumentando que partía de bases
irreales y contenía previsiones voluntaristas. Cifras, se
decía, que literalmente parecían cuadradas a martillazos. A
estas alturas del ejercicio, podemos ya afirmar que, si de
algo pecaban aquellas previsiones, era precisamente de
pesimismo, puesto que, frente a un crecimiento previsto del
1,3 por ciento, podemos constatar hoy que nuestra economía
está creciendo en la segunda parte del año a un ritmo superior
al 2 por ciento y puede terminar todo el ejercicio con una
tasa media de crecimiento muy próxima, por no decir el 2 por
ciento.

Frente a la previsión de destrucción también de 130.000
empleos para 1994, probablemente vamos a concluir el año con
un crecimiento neto de empleo que ya ha tenido su primera
manifestación en este octubre pasado. Por tanto, creo que no
cabe sino constatar en este caso que la realidad ha mejorado
las previsiones del Gobierno y también ha dejado en evidencia
algunas previsiones cuyos augurios constan en el «Diario de
Sesiones». Precisamente por ello, les diré que los
presupuestos para 1995 persiguen los mismos objetivos de
consolidación presupuestaria e incentivación de la inversión
productiva, de mantenimiento de la protección social y, al
mismo tiempo, contienen el propósito de impulsar la
recuperación económica y traducir esta recuperación económica,
el crecimiento económico, en crecimiento del empleo. Dentro de
este propósito general, al Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social le corresponde impulsar una política que acompañe, que
proteja el empleo, procurando su promoción, su mantenimiento;
le corresponde asegurar a los ciudadanos la consolidación de
nuestro modelo de protección social, y le corresponde apostar
decididamente por la formación profesional, como elemento
estratégico de desarrollo y de competitividad. En grandes
líneas, éstos serían los objetivos fundamentales: empleo,
protección social, formación profesional. Un triángulo cuyos
lados, por otra parte, se funden y confunden. Durante 1994, a
iniciativa del Gobierno, se discutieron y aprobaron en esta
Cámara los textos que constituyen lo que comúnmente se conoce
como la reforma laboral, cuya filosofía puede resumirse en la
mejora de los mecanismos de ingreso en el mercado, la propia
reforma de las instituciones básicas de empleo, el
reforzamiento de un modelo basado en la negociación colectiva,
como fuente fundamental del derecho al trabajo. Desde luego,
ha sido poco todavía el tiempo transcurrido desde que se
aprobaron aquellos textos --seis meses apenas desde que
entraron en vigor los últimos--, pero es posible ya hacer
alguna reflexión provisional. En octubre --el mes que acaba de
concluir--, el número de parados registrados en las oficinas
del Inem era inferior en casi 38.000 personas a los inscritos
en iguales fechas del año anterior. Al cabo de dos años de
crecimiento interanual, el paro ha comenzado a reducirse. Una
reducción del paro registrado que tiene clara correspondencia
también con lo que podríamos llamar la explosión de
crecimiento de las colocaciones que se han venido efectuando a
todo lo largo del año, que han experimentado un incremento del
17 por ciento y que suponen, al mismo tiempo, las que llevamos
en 1994, una cifra que supone un récord histórico de los
últimos quince años. Hemos iniciado, por consiguiente, la
senda del crecimiento, pero no cualquiera, sino precisamente,
como era nuestro deseo, aquella que permite crear empleo con
incrementos del PIB inferiores al 3 por ciento, cuando en
nuestra historia más reciente, en España y en Europa, no era
posible hacerlo por debajo de ese límite. Y es todavía,
señorías, un volumen insuficiente, es todavía un crecimiento
del empleo bien pequeño, pero es un crecimiento y es una
ruptura de tendencia, lo cual nos permite concluir dos cosas:
la primera, que el paro sigue siendo el primer problema de la
sociedad española; la segunda, que estamos en el camino más
adecuado para resolverlo. La creación de empleo es, y va a
seguir siendo mientras persista esa fractura social entre
quienes tienen empleo y quienes lo buscan sin encontrarlo, el
principal objetivo de la política económica y,
consiguientemente, también de la política fiscal. La economía
española será capaz de crear en 1995 entre 180.000/200.000
puestos de trabajo, 200.000 empleos netos, gracias a reformas
estructurales que he comentado y a la adopción de medidas de
fomento del empleo y de estímulo de la inversión empresarial.

Ese es nuestro objetivo, que es un objetivo, a la luz de los
resultados ya obtenidos este año, bastante fácil de alcanzar y
que va a permitir una base muy sólida de sostenimiento de
nuestro sistema de protección social.

Las políticas públicas de gasto social crecen en los
Presupuestos Generales del Estado para 1995 el 5,7 por ciento,
por encima del crecimiento medio del gasto total, que lo hace
en un 3,4 y representan casi el 52 por ciento del gasto total,
financiero y no financiero, del Estado, alcanzando una cifra
superior a los 15 billones de pesetas. Ello permite asegurar
un volumen de recursos suficiente para garantizar el
mantenimiento de los niveles de protección alcanzados en
nuestro país en los últimos años. Pues bien, en este contexto
es donde se incorporan los objetivos del presupuesto del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para 1995, que son,
como les decía antes, los de promoción y mantenimiento del
empleo, el de reforzamiento del sistema de protección social,
el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones y el
fortalecimiento de la formación



Página 5778




profesional. Para ello, manteniendo los niveles de protección
de desempleo, se prioriza también el crecimiento en políticas
activas de empleo. En el presupuesto del Inem para 1995, las
políticas pasivas tienen, con relación a 1994, un crecimiento
del 2,1 por ciento, mientras que las activas crecen en un 9,1
por ciento. En esta línea de crecimiento, podemos conseguir
que el sistema de empleo cumpla su prioridad, que es
precisamente la de facilitar el empleo. Queremos conseguir un
mercado de trabajo más dinámico y un estímulo a la colocación
de las personas más desfavorecidas. Globalmente, el
presupuesto del Inem crece un poquito más del 3 por ciento y
se sitúa en 2 billones 376.000 millones de pesetas. Esta cifra
representa el 3,5 por ciento del producto interior bruto o, si
se prefieren otras comparaciones, el 8 por ciento del total de
gastos del Estado o el 15,5 por ciento del gasto social. Este
presupuesto se financia en un 63,3 por ciento por cotizaciones
sociales, que supone, aproximadamente, un billón y medio de
pesetas; en un 34 por ciento, es decir, en algo más de 800.000
millones de pesetas, por aportaciones del Estado; en un 0,12
por ciento por ingresos propios, y en un 2,6 por ciento por
aportaciones del fondo social europeo.

Podrán observar SS.SS. que, respecto de 1994, se han
incrementado las cotizaciones y ha descendido la aportación
del Estado. Se explica ello porque, con un año de crecimiento
como el previsto para 1995, las cuotas van a ser suficientes
para, ellas solas, financiar en exclusiva el gasto de la
prestación contributiva. Por su parte, la minoración de las
aportaciones del Estado lo es sólo para prestaciones, pues en
políticas activas la aportación del Estado crece, como les
había dicho antes. En este sentido, refiriéndonos
exclusivamente a la aportación del Estado, crece más del 61
por ciento.

La vertiente del gasto en prestaciones se dota con una
cantidad que supera los dos billones 20.000 millones de
pesetas, lo que supone, respecto de 1994, un incremento del
2,1 por ciento. De la cantidad citada, se destinan 984.000
millones de pesetas para el pago de las prestaciones por
desempleo contributivas, 427.000 millones para el pago de
subsidios y 487.000 millones de pesetas para el pago de
cotizaciones a la Seguridad Social en los beneficiarios de
desempleo.

Esperamos, por otra parte, que mantengan un buen
comportamiento los programas de fomento de empleo, ya
previstos en la Ley 10/1994, y que para 1995 se prorrogan a
expensas del dictamen que hagan SS.SS., Congreso y Senado, de
la Ley de Medidas de Acompañamiento de los Presupuestos
Generales del Estado. Las políticas activas se consolidan en
este presupuesto como prioritarias, incrementándose, en un
conjunto de programas, en una cuantía cercana a los 30.000
millones de pesetas. Su dotación para 1995 asciende a algo más
de 356.000 millones de pesetas. Las transferencias, que
constituyen, en un principio y siendo estrictos, el gasto de
políticas activas, se acercan a la cifra de 290.000 millones
de pesetas, 292.000 millones de pesetas, que suponen un
crecimiento aproximado del 9,1 por ciento. De esta cifra, más
de 127.000 millones corresponden a programas de fomento de
empleo, 120.000 millones de acciones en formación profesional
y aproximadamente 45.000 millones a escuelas-taller y casas de
oficio.

Los convenios con administraciones territoriales experimentan
también un crecimiento del 35% por ciento, con una dotación de
30.509 millones de pesetas. Se pretende, además, concentrar
los recursos en aquellos proyectos que ofrezcan una mayor
garantía para la reinserción de los beneficiarios de las
prestaciones en el mercado de trabajo.

Las bonificaciones de cuotas empresariales a la Seguridad
Social serán de 48.000 millones de pesetas, lo que supone un
incremento aproximado del 23 por ciento, incremento que está
previsto para atender a los programas de fomento del empleo, a
los que me acabo de referir.

Por otra parte, la formación, como les decía, es la pieza
clave en una sociedad en fase de transformación, por
consiguiente, una apuesta estratégica para mejorar nuestros
niveles de competitividad y para superar las dificultades que
en la actualidad pueden presentarse y abordar los profundos
cambios que comportará el nuevo modelo de desarrollo.

Precisamente el objetivo de formar para trabajar y formar para
el trabajo se orienta en las actuaciones del presupuesto para
1995 en cooperación con corporaciones, con Comunidades
Autónomas y con agentes sociales. Para ello, para programas
formativos, incluidos el de escuelas-taller, se dotan en torno
a los 187.000 millones de pesetas, que suponen un incremento
del 9,1 por ciento respecto al presupuesto de 1994.

Les decía, señorías, que hacer crecer el empleo es condición
necesaria para el mantenimiento y ampliación del sistema de
protección social, y los presupuestos de Seguridad Social,
señoras y señores Diputados, son la expresión contable de la
solidaridad nacional. Hablamos de gasto social, que no es sino
la parte del gasto público que permite día a día hacer
efectiva la igualdad de oportunidades, de un gasto que algunos
califican de gasto corriente o de improductivo, pero que, en
mi opinión, resume, y además de forma muy gráfica, la
redistribución entre quienes obtienen recursos de la economía
productiva y aquellos otros que no pueden hacerlo por razones
ajenas a su voluntad. De esta forma, la estatura moral de una
sociedad acostumbra a medirse por cómo trata a aquellas
personas que se van quedando en el camino.

El Presupuesto de la Seguridad Social para 1995 reafirma la
prioridad que el Gobierno atribuye a la política social, y lo
hace desde hace más de una década; prioridad que significa en
los momentos actuales un



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compromiso y una firme apuesta por el reforzamiento del
sistema público de protección social frente a determinadas
propuestas que últimamente se vienen planteando bajo aspectos
pretendidamente científicos, pero que no son sino propuestas
interesadas y, desde luego, significativas en lo ideológico.

El sistema debe continuar actuando como compensador de las
desigualdades sociales y, al mismo tiempo, debe hacer que la
libertad que el individuo debe seguir consiguiendo no sea tan
sólo una declaración de derechos, sino algo real y efectivo,
como señala nuestra Constitución. En este sentido, el
Presupuesto de la Seguridad Social, sin perjuicio de los
criterios generales de austeridad que preside el conjunto del
gasto público y que se refleja, además, en la contención de
gastos de gestión, se dirige al mantenimiento de los niveles
de protección, destinando para ello recursos que se elevan a
10,85 billones de pesetas, un 8,8 por ciento más que en 1994.

Además de ello, los presupuestos para 1995 definen una vez más
el modelo de protección social pública que propugna y viene
manteniendo el Gobierno; un modelo de reparto que se basa en
la solidaridad de quienes hoy trabajan con quienes ya no
pueden hacerlo; un modelo que hace efectivos los derechos
constitucionales a la protección de la salud, la incapacidad,
la vejez y el desempleo; un modelo público que puede convivir
con regímenes libres de aseguramiento privado por
capitalización, pero que entiende también que corresponde a
éstos jugar un papel complementario y no sustitutivo; un
modelo de protección social de naturaleza fundamentalmente
profesional, por ende contributiva, compatible con un nivel
asistencial para proteger a quienes no alcanzaron a cubrir los
mínimos contributivos y carecen de rentas y, al mismo tiempo,
otro nivel complementario que trata de canalizar el ahorro en
estas formas que antes les decía de previsión complementaria y
libre; un modelo, en suma, que nos permite avanzar hacia una
sociedad más integrada, justa y solidaria, que comparta
riesgos y seguridades y que equilibre la libertad con la
protección de la necesidad.

El mantenimiento del poder adquisitivo de todas las pensiones,
contributivas y no contributivas, objetivo que, como conocen
SS.SS., ha sido consensuado con representantes de los
pensionistas, es, sin duda, el primer extremo a resaltar.

Todas las pensiones van a incrementarse durante el próximo año
en un 3,5 por ciento, que es la inflación prevista; incremento
que se aplicará una vez revisadas y pagadas las desviaciones
que se hayan producido entre la inflación prevista y la real
de 1994 y que a su vez podría ser objeto de revisión el
próximo año, de producirse durante 1995 un crecimiento del IPC
que fuera superior a la revalorización inicialmente aplicada.

Se garantiza, pues, de una manera efectiva el poder
adquisitivo de las pensiones, como expresamente han reconocido
las organizaciones firmantes de los acuerdos suscritos entre
la Unión General de Trabajadores, Comisiones Obreras, UDP y el
Ministerio de Trabajo y que extienden también esta fórmula a
sucesivos ejercicios de la presente legislatura.

Se avanza, por otra parte, en la consolidación del equilibrio
financiero del sistema en la línea marcada por la Ley de
Presupuestos del Estado de 1989, por lo que se refiere a la
estructura de financiación de la Seguridad Social. Las
prestaciones contributivas se financian a través de
cotizaciones sociales y las no contributivas de carácter
universal, cada vez en mayor proporción, mediante aportaciones
del Estado al Presupuesto de la Seguridad Social. En este
ámbito se debe enmarcar la rebaja de un punto de las
cotizaciones para favorecer la creación de empleo, que, sin
afectar al equilibrio financiero del sistema, constituye un
paso más en la progresiva clarificación de las fuentes de
financiación del sistema. La disminución de ingresos que ello
supone se compensa con una mayor aportación del Estado para la
financiación de la asistencia sanitaria.

Los objetivos generales a los que he hecho referencia se
plasman en unos Presupuestos que, en cifras, ascienden, como
antes les decía, a 10,85 billones de pesetas, que supone una
participación en el producto interior bruto próxima al 16 por
ciento y un incremento sobre el Presupuesto de 1994 del 8,8
por ciento, que es superior al crecimiento previsto para el
PIB en dicho año. Por grandes áreas, el gasto presupuestado
para prestaciones económicas asciende a 7,1 billones de
pesetas, que supone el 65,5, aproximadamente, del gasto total
y una variación absoluta de 451.000 millones, el 6,78 por
ciento con respecto a 1994.

A asistencia sanitaria se destinan 3,3 billones de pesetas;
esto supone una participación del 30,5 por ciento sobre el
total, y en servicios sociales 250.751 millones, el 2,3 por
ciento del presupuesto total. El presupuesto de gastos destina
6,18 billones de pesetas a pensiones contributivas, 480.000
millones más que en el actual ejercicio. Se debe el aumento,
sin duda, al crecimiento de las pensiones, el 1,9 por ciento,
al crecimiento del número de pensionistas, así como al
incremento de las cuantías de las pensiones nuevas, lo que
llamamos efecto de sustitución de las pensiones nuevas sobre
las anteriores, y a la mejora y revalorización de las
pensiones. A las pensiones no contributivas se destina un
importe de 178.000 millones de pesetas, que es, en términos
relativos, un 22 por ciento más que en 1994. A incapacidad
temporal se asignan 533.675 millones, crédito que responde a
las medidas de reordenación de la acción protectora del
sistema que se contienen en el proyecto de ley de medidas
fiscales, administrativas y del orden social tendentes a
racionalizar esta protección, como ustedes ya conocen --así
les ha sido presentado en esta Cámara--, unificando la ILT y
la invalidez provisional



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en una única prestación de una duración mucho más acorde con
la naturaleza temporal de la misma y que reduce la dilatada
situación de provisionalidad e indefinición en la que hasta
ahora se encontraban tanto el trabajador como el empresario en
esta situación.

En este mismo contexto, la maternidad se configura como una
prestación independiente separada de enfermedad e incapacidad
laboral transitoria, tanto presupuestaria como jurídicamente,
elevando su porcentaje de cobertura del 75 al ciento por
ciento. Para este año se consignan 11.364 millones de pesetas,
cumpliendo así otro de los objetivos que estaba fijado en
nuestro programa electoral, así como en el segundo plan de
igualdad para la mujer. Finalmente, a prestaciones familiares
se destinan 98.000 millones de pesetas, de los que 37.507 se
dirigen a personas discapacitadas.

Como les decía, este volumen de gasto se financia avanzando un
paso más en la reforma de la estructura financiera que se
inicia en 1989, en la línea de que las prestaciones se
financien según su naturaleza: las contributivas, con
cotizaciones sociales; las no contributivas, con aportaciones
del Estado. De este modo las cotizaciones sociales, que en
1994 financiaron el Insalud en un 27 por ciento, lo harán en
el próximo ejercicio en algo menos del 21 por ciento,
corriendo a cargo del presupuesto del Estado las desviaciones
que pudieran producirse sobre el presupuesto inicial, como
ocurre desde 1989. Asimismo, la cobertura financiera del
presupuesto se lleva a efecto reduciendo las cargas sociales
sobre empresarios y trabajadores del régimen general, mediante
la reducción de un punto del tipo de cotización por
contingencias comunes, que se compensa con esa mayor
aportación del presupuesto del Estado a la cobertura del gasto
en asistencia sanitaria. De acuerdo con ello y manteniendo la
evolución de las bases máximas de cotización conforme a la
inflación prevista, es decir, el 3,5 por ciento, las
cotizaciones sociales se situarán, aproximadamente, en 7,2
billones de pesetas, un 4,23 por ciento más que el año
anterior, disminuyendo su porcentaje de participación en el
presupuesto de ingresos en casi tres puntos, en paralelo con
la mayor aportación del Estado, situándose las cuotas en el
66,4 por ciento del mismo. A su vez, la aportación del Estado
alcanza un poco más de 3 billones de pesetas, con un
incremento respecto de 1994 de 526.183 millones, lo que supone
el 20,5 por ciento, incluyendo el efecto de la sustitución de
un punto de cotizaciones sociales, por importe de 204.000
millones de pesetas, destinado a financiación de la sanidad, a
la que antes me he referido.

De este modo, el presupuesto de la Seguridad Social para 1995,
al sustituir un punto de cotizaciones sociales por
aportaciones del Estado, contribuye también al fomento del
empleo. Sin embargo, quisiera hacer notar, señorías, que esta
línea de actuación tiene su límite. El margen de una posible
reducción de los ingresos por cuotas es, en estos momentos,
muy estrecho y cualquier paso más que pudiera darse en este
sentido tiene que ser muy meditado, a menos que se plantee en
paralelo una reducción de la protección, que en ningún caso
contempla este Gobierno. Así, desde esta perspectiva, si
consideramos la naturaleza de los gastos e ingresos del
presupuesto de la Seguridad Social, las prestaciones
contributivas quedarían en 1995, me refiero a siete billones
100.000 millones de pesetas, cubiertas por ingresos igualmente
contributivos, recursos previstos por cotizaciones sociales y
otros ingresos propios, que ascenderían a siete billones
338.113 millones de pesetas, presentando, por consiguiente, un
ligero superávit que se destina a la financiación de
prestaciones no contributivas, pero que escasamente lo ven
ustedes supera los 200.000 millones de pesetas, mientras que
el resto de los gastos de la Seguridad Social, es decir,
aquellos que corresponden a prestaciones universales no
contributivas, asciende a tres billones 750.000 millones de
pesetas, que se financian, esencialmente, con recursos
procedentes del Estado, entre los que se incluye un préstamo
sin intereses de 401.500 millones de pesetas para completar la
cobertura de las obligaciones previstas en 1995; al mismo
tiempo, también se financian con ese excedente de cotizaciones
sociales al que me acabo de referir, no mucho más de 200.000
millones de pesetas.

Por último y por lo que se refiere a la gestión del sistema, y
aun contando con los nuevos programas de mejora de la gestión
y de la lucha contra el fraude, se prevé un esfuerzo
importante en la moderación de los gastos de gestión de las
prestaciones económicas, recaudación, informática y otros
servicios comunes como la gestión de pagos y patrimonio que se
sitúa en un 1,80 por ciento del total de gastos para 1995. Ven
ustedes que los gastos de gestión son muy reducidos, en
conjunto, en términos relativos, y, sin embargo, los
resultados últimamente están siendo muy positivos, enormemente
positivos.

Señorías, en los últimos diez años hemos pasado de gastar,
aproximadamente, un 12,5 por ciento del PIB en Seguridad
Social a gastar un 16 por ciento. Es, sin duda, un crecimiento
relevante e igual ha pasado con el gasto en pensiones de la
Seguridad Social que pasó del 7,5 en 1984, al 9,3 por ciento
del PIB, para este año que viene. Y aun así, aun con este
esfuerzo sostenido, continuamos todavía por debajo de la media
de los países de la Unión Europea. Continuamos por debajo en
términos medios y nuestras pensiones siguen siendo, en
términos generales, todavía bajas, porque partíamos --hay que
decirlo-- de una situación de absoluta debilidad e
insuficiencia.

En los últimos diez años la sociedad española ha gastado más
de once billones de pesetas en elevar, solamente



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en elevar, las cuantías mínimas de las pensiones, que eran
radicalmente insuficientes. Se han gastado también muchos
billones en mantener el poder adquisitivo del conjunto de las
pensiones y eso nos lleva a que la actualización y regulación
de las pensiones es ya, en nuestro país, una práctica
consolidada año tras año. Y lo que es fundamental, se ha hecho
equilibrando financieramente el modelo. Hemos aumentado los
niveles de protección, la estructura de financiación de la
Seguridad Social y todo ello ganando en los últimos diez años
más de dos millones de afiliados ocupados. Hemos pasado de
escasamente diez millones de afiliados ocupados en 1984 a más
de doce en 1994. Quisiera añadir también, señorías, que el
gasto social, el sistema de protección social, debe ser capaz
de crear un nivel de responsabilidad de todos hacia el mismo.

Responsabilidad en la medida en que tenemos que saber que la
solidaridad puede llegar sólo hasta donde estemos dispuestos a
hacernos cargo de la factura. El sistema de protección social
no debe caer en la situación de déficit, porque nada sería más
insolidario que un crecimiento sin respaldo de los ingresos,
el gasto por encima de las posibilidades económicas es siempre
contraproducente y si hablamos del gasto en prestaciones
económicas, mucho más. Por eso, les decía que el remanente de
cotizaciones sobre el gasto en prestaciones es hoy solamente
de 200.000 millones de pesetas. El avance tiene que ser
gradual y, al mismo tiempo, consolidable. Hay que avanzar
siempre con la ambición del mismo avance, pero con el realismo
de saber que no podemos dar pasos más largos de los que nos
permiten nuestras propias piernas.

De esta forma, señorías, con voluntad política y con
responsabilidad, sin duda, vamos a conseguir un incremento del
empleo y con él vamos a conseguir también la consolidación de
nuestro sistema de protección social, para así abordar los
desafíos del futuro, sin merma de las conquistas del pasado.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ministro.

Enmiendas del Grupo Popular.

Tiene la palabra el señor Aparicio.




El señor APARICIO PEREZ: Gracias, señor Presidente.

El Grupo Popular no va a apoyar este proyecto de ley en lo que
se refiere a estas secciones, las secciones 19 y 60, Trabajo y
Seguridad Social. No vamos a oponernos a aquellos aspectos en
los que ha sido posible un relativo grado de consenso o de
diálogo con los agentes sociales, aunque, tal vez, sea bueno
recordar la enorme trascendencia que daba el Grupo Socialista
a lo que el Presidente del Gobierno llamaba el gran acuerdo
social. Pobre balance el que ahora se nos presenta, sobre
todo, si lo comparamos con la frecuencia con la que el
Gobierno ha hecho inviable el diálogo con los agentes
sociales. La principal novedad en esta materia, si atendemos
las explicaciones del Ministro, es la reducción de un punto de
las cotizaciones a la Seguridad Social. Pues bien, permítanos
que afirmemos que, así planteada, es una medida aislada,
insuficiente y meramente simbólica. Aislada, porque no se
inscribe en un programa o en un proyecto de futuro ni avanza
realmente y de forma sustancial en las líneas de separación
financiera de las prestaciones universales, de las
prestaciones contributivas. Insuficiente, por su propia
dimensión. Desde nuestro Grupo creemos que no alcanzará, tan
siquiera, su propia cifra de referencia y más aún, porque se
acompaña de incrementos netos de la presión fiscal y de
riesgos inflacionarios. También es simbólica, meramente
simbólica, doblemente simbólica. De un lado es símbolo del
quiero y no puedo. Y le voy a decir también que es simbólica
de la falta de fe en sus propios planteamientos, ya que se
produce la sensación de que no se creen que el número de
cotizaciones y la base global de cotización vaya a crecer de
una manera sensible y superior a ese mismo punto.

A mi Grupo le agradaría mucho que los esfuerzos lingüísticos y
semánticos que algunos de los miembros de estos departamentos
hacen cuando hablan de empleo fueran esfuerzos de eficacia
real en la lucha contra el paro. Seguir tomando como base de
cálculo o comparación para denominar como crecimiento neto del
empleo las cifras de 1993, creo que no tiene otro valor que no
sea el de recordar que 1993 fue un año sencillamente horrible
y bien distinto a lo que entonces señalaban sus propias
predicciones. Llueve menos, pero llueve mucho. Seguimos
anclados en tasas de paro de más del doble de la media de la
Unión Europea, y se lo digo sin ninguna satisfacción. Admítame
que podremos empezar a hablar de empleo neto cuando y sólo
cuando el número de puestos de trabajo creados sean capaces de
absorber las incorporaciones de la nueva población activa y,
en consecuencia, de reducir el número de parados. Hasta
entonces y si es que ustedes siguen gobernando podrán hablar
de menor aumento, de menores velocidades, de estacionalidad
destructiva o de cualquier otro hallazgo lingüístico con que
tengan a bien obsequiarnos. No se puede olvidar que desde 1991
se han destruido 927.000 puestos de trabajo.

También basaremos nuestro rechazo en la falta de rigor
presupuestario que preside sus actuaciones en estos últimos
años. Al bochornoso espectáculo de afloramiento de las
billonarias desviaciones de organismos como el Inem, que
presenciamos en 1992 y en 1993, se añade ahora el
embalsamiento y aplazamiento de las fortísimas desviaciones
del gasto sanitario, que ni siquiera están aclaradas y
precisadas en su total cuantía. No le parece aceptable al
Grupo Popular que, a finales de 1995, podamos encontrarnos con
un billón



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300.000 millones de pesetas presupuestados como préstamos del
Ministerio de Trabajo al sistema de Seguridad Social, con la
particularidad de que se comenzarían a devolver en 1996 y en
plazos de diez años.

Todos los comparecientes en las rondas presupuestarias se han
desentendido de este problema y no han sido capaces, o no han
querido serlo, de detallar cómo y cuándo se van a gestionar
esta cantidad, insisto, de más de un billón 300.000 millones.

Sin una explicación convincente sólo cabe pensar en un
traslado de responsabilidades a futuros gobiernos o en un
intento desesperado de ocultar la verdadera dimensión del
déficit público. Espero recibir esa explicación que hasta
ahora se nos ha negado.

Es cierto que tenemos planteamientos diferentes también en
materia de protección social. Por ejemplo, creemos que la
protección social es algo más que una simple manifestación de
voluntad política, y lo digo desde una convicción firme de mi
Grupo. Hace falta voluntad, mucha voluntad, pero también hay
que poner los medios necesarios. Tenemos una buena definición
constitucional, creo que asumida por todos los grupos.

¿Dónde estarían, pues, las grandes diferencias? En primer
lugar, en el uso electoral de las pensiones, llegando a poner
en nuestra boca lo que nunca hemos dicho o a crear miedo o
inseguridad, tanto en los mayores como en los más jóvenes.

Y hablando de uso electoralista, ¿les parece normal que el
señor González diga en París (el que hable sólo en el
extranjero de algunos temas importantes sí que me parece
normal) que lo que diferencia al PSOE del Partido Popular son
las pensiones y, a continuación, venga a pedir consenso en
cualquier posible reforma?
La protección social que se contiene en el artículo 41 de la
Constitución debe ser una referencia de encuentro entre las
diferentes fuerzas políticas y no debe de ser un aprovechado
campo de Agramante. España y Europa tienen entre sus señas
básicas de identidad un sistema construido con materiales
ideológicos y jurídicos heterogéneos a lo largo de la
historia, también aquí, al que sólo le sobran los sectarismos
y las visiones partidistas.

En segundo lugar, también discrepamos de un concepto pasivo y
estático de la protección social. Para mi Grupo también es
protección social la creación de empleo como elemento
redistribuidor de la riqueza.

Claro que la atención a los mayores, a los parados y a los
grupos con mayores dificultades es protección social, pero no
puede acabarse ahí, sobre todo porque la única garantía real
de un funcionamiento financiero correcto es una economía
fuerte y saneada.

Entrando en la concreción de las enmiendas, pedimos que deje
de disimularse el déficit acumulado por el descontrol del
gasto sanitario y que efectivamente se priorice su tratamiento
en el conjunto de obligaciones del Estado. Pedimos que se
traiga cuanto antes un programa de desvinculación financiera
de las prestaciones universales, de aquellas que son
contributivas, para que desaparezcan las amenazas reales sobre
el ámbito de las pensiones. Pedimos que la reducción de
cotizaciones sea apreciable, para poder ser eficaz como
estímulo a la creación de empleo. Pedimos que se intensifiquen
las acciones en la lucha contra las situaciones irrregulares y
fraudulentas, para obtener los fondos que permitirían llevar a
mínimos de dignidad pensiones como las de viudedad, que no nos
parecen presentables. Por cierto, está en su programa
electoral, y en el nuestro, acabar con esta situación en esta
legislatura.

A mi Grupo le parece bien que se hayan corregido algunos
olvidos tan significativos como el de la cotización de los
autónomos, que ya, en su día, pusimos de manifiesto, aunque
sea de manera insuficiente. También nos parece correcto que se
admitiese en la lucha contra el fraude la vinculación de
prestaciones por desempleo al no rechazo de ofertas de empleo
adecuado de acciones informáticas.

Son medidas correctas, creemos que insuficientes, o mal
definidas en otros casos, como en el de la conversión de las
situaciones de incapacidad laboral transitoria e invalidez
provisional en la nueva figura de incapacidad temporal, pero
¿a cuánto asciende lo que se ha podido defraudar desde que
venimos llamando la atención del Gobierno sobre estos asuntos?
Como ya habrán comprobado, no basta con trasladar los
problemas. Hay que solucionarlos. Sirva como ejemplo el de la
incapacidad laboral transitoria. No ha sido suficiente su
endoso a las empresas ni es de recibo que el Secretario
General de la Seguridad Social se limite a decir que en
Sevilla y en Barcelona se disparan los índices de invalidez
profesional y de la incapacidad laboral transitoria, como si
de unas extrañas secuelas de los gastos de 1992 se tratase.

Hay que actuar desde las propias responsabilidades.

Estas observaciones guardan relación con los que parecen ser
sus planteamientos frente a las mutuas de accidentes de
trabajo, que hasta ahora se han demostrado como una
herramienta útil y cuya colaboración puede y debe ser mejorada
desde el diálogo y no desde las imposiciones unilaterales.

Permítame la Presidencia que exceda ligeramente el tiempo
fijado para estos turnos, pero tal vez le mueva a la
indulgencia saber que en el cálculo inicial sale unos 18.000
millones el segundo.

Desde mi Grupo somos conscientes de que casi todas las
propuestas que hemos presentado han sido rechazadas y
suponemos que básicamente por esa causa, por ser de nuestro
Grupo. Voy a exponer un caso que lo demuestra. Desde esta
misma tribuna, un prestigioso parlamentario trataba el asunto
de la reducción de cotizaciones --era para el año 1987-- y
decía: Yo ya le propongo una solución concreta, que ustedes
han aceptado, al menos en los papeles que nos son conocidos,



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¿por qué no reducimos cinco puntos para 1987 la cuota
empresarial de la Seguridad Social? Daba por supuesto que
ustedes lo habían aceptado. No tienen dificultades para ello,
decía. Le voy a concretar las recaudaciones en el campo del
IVA --el propio Secretario de Estado de Hacienda ha reconocido
hasta qué punto esta recaudación era muy superior a la
prevista--, y la desinducción de los costes energéticos --en
aquel momento y ahora también nos facilitaría esto--. Y este
Diputado recordaba: Pero es que, nos guste o no, señor
Ministro, si no hacemos esta reducción --cinco puntos en un
año--, una de dos, o vamos a exportar mucho menos o vamos a
cerrar los ojos ante el incremento de la economía sumergida.

Aquí acertó en la profecía. Y decía después: Reducir en cinco
puntos --que es lo que he visto escrito; podíamos pedir mucho
más-- sería una medida estimulante y, en todo caso,
demostraría una sensibilidad en el mercado de trabajo.

Esta propuesta fue calificada por el entonces Ministro, señor
Solchaga, como digna de consideración y de estudio, pues, no
en vano, se la formulaba el señor Roca. Se perdió aquella
ocasión y mucho nos tememos que ahora se volverá a perder,
entonces por falta de capacidad o de voluntad y ahora por
intereses partidarios y/o desde la descalificación global
hacia quienes formulamos alternativas.

De aquel mismo debate surgió un informe elaborado por técnicos
y catedráticos hacia quienes el Gobierno reconocía plena
autoridad moral y académica. Se titulaba: El paro, magnitud,
causas y remedios. En este informe se decía: Para que el
proceso de crecimiento sea sostenido es necesario mantener los
equilibrios básicos en términos de estabilidad de la
inflación, estabilidad cambiaria y equilibrio de la balanza de
pagos. Conviene dar un giro a la política monetaria y fiscal
para que no recaiga tanto peso sobre la política monetaria a
la hora de luchar contra la inflación y se puedan mantener
tipos moderados de interés en términos reales. Añadía este
informe: Este giro requiere la resolución del déficit público
y la reestructuración de los impuestos y de los gastos. En
esta reestructuración, y por su infuencia sobre el empleo,
tiene especial importancia el cambio del sistema de
financiación de la Seguridad Social, reduciendo las cuotas
empresariales. El IVA está abocado en aumentar a consecuencia
de la homologación con los demás países de la CEE. Y añadía
también este mismo informe elaborado por técnicos
seleccionados por el propio Gobierno: Sería conveniente
reducir la presión fiscal media del Impuesto sobre la Renta de
las Personas Físicas.

Poco o muy poco se ha hecho en la dirección que entonces se
señalaba. Por eso, porque mantenemos unos criterios, entonces
y ahora, coincidentes con las opiniones de quienes ustedes
sabían que tenían razón, personas que, además, son exquisitas
y han vuelto a acudir a la Cámara este año a la ponencia de la
reforma de la Seguridad Social a decirles exactamente lo
mismo. Son las mismas personas. Fíjense si no son personas
correctas y educadas. Saben que entonces no fueron entendidas
y, sin embargo, han vuelto a decir lo mismo. Pediremos la
devolución de estas secciones desde una visión yo creo que más
global y más integrada de las necesidades de la sociedad
española. Y les aseguro una cosa, señor Ministro, al margen de
las posiciones electoralistas. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Aparicio.

Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Tiene la palabra el señor Peralta.




El señor PERALTA ORTEGA: Gracias, señor Presidente.

Señorías, señor Ministro de Trabajo, si recordamos, hace un
año exactamente, cuando debatíamos la Ley de Presupuestos para
este año 1994 y comparamos la actuación y la tramitación
parlamentaria de esta Sección 19 en los presupuestos del año
1995, tendremos que constatar que se ha producido un notable
cambio. La Ley de Presupuestos de 1994 traía unas partidas
presupuestarias, en el Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social, carentes de acuerdo con los agentes sociales,
acompañadas de unas medidas de recorte de la prestación de
desempleo, en la que conocemos como Ley de Acompañamiento, y,
aún mucho más significativo, acompañada de una reforma laboral
que contaba con la oposición clara de los sindicatos y de los
trabajadores, como tuvimos ocasión de comprobar en enero de
este año.

De esa tramitación parlamentaria a la del próximo año 1995, en
que nos encontramos con unas partidas presupuestarias en una
parte importante, la que se refiere a la problemática de
revalorización de pensiones, la que se refiere a los
incrementos de sueldos de los funcionarios y la que se refiere
a la reforma de una serie de mecanismos protectores o
institucionales de la Seguridad Social, caso de la nueva
incapacidad temporal, caso de la maternidad o caso de las
mutuas de la Seguridad Social, qué duda cabe de que hay una
diferencia importante. Una diferencia que nosotros, como Grupo
Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya,
señor Ministro, valoramos. Nos parece que, efectivamente --y
hemos tenido ocasión de dejarlo claro a lo largo de la
tramitación de estos presupuestos--, esos acuerdos son
puntuales en el conjunto de los presupuestos generales del
Estado, incluso son puntuales, aunque muy importantes, en el
conjunto de las políticas del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social. Pero nos parece importante, señor Ministro,
en el contexto del debate global de los presupuestos, poner de
manifiesto este cambio, porque lo valoramos muy positivamente.




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Nosotros, señor Ministro, acabamos de oír decir que
determinado grupo parlamentario no va a dar su apoyo a estas
secciones, y manifestaba más literalmente: No nos vamos a
oponer a los acuerdos concretos. Señor Ministro, yo le quiero
decir muy claramente que nosotros apoyamos esos acuerdos;
apoyamos esos acuerdos, claramente. Nos parece que es un
cambio muy importante el que se produce de unas partidas
presupuestarias del año 1994 a unas partidas presupuestarias
del año 1995.

Qué duda cabe, señor Ministro, que podríamos, en esta
intervención, poner de manifiesto las consecuencias,
apreciables en la realidad, de esa política aplicada en 1994 y
diseñada sin el acuerdo o contra la voluntad de los sindicatos
y de los trabajadores. Podríamos hacer hincapié en aspectos,
en nuestra opinión, muy negativos que presenta la realidad
social, pero precisamente porque creemos, señor Ministro,
señorías, que esos aspectos muy negativos son consecuencia de
ese método de aplicar políticas en el terreno social, es por
lo que al día de hoy, señor Ministro, tenemos que saludar el
cambio que apreciamos en esos métodos, porque estamos seguros
de que esos cambios van a producir mejoras en esas realidades
que, en nuestra opinión, las requieren con urgencia.

Por tanto, señor Ministro, hecha esta primera valoración, nos
parece importante insistir en la misma antes de pasar a un
análisis más pormenorizado. En la misma línea, señor Ministro,
le quisiera decir que en años anteriores, en concreto en los
Presupuestos de 1994, se pretendía justificar el no acuerdo,
la ruptura de negociaciones con los agentes sociales en base a
criterios de que las posiciones de los mismos tenían un fuerte
impacto económico, que eran incompatibles con el conjunto
global de política económica del Gobierno. Se decía que
posiciones de los sindicatos no eran asumibles desde políticas
de control del déficit público. Hoy, señor Ministro,
contemplamos cómo se produce un acuerdo con los sindicatos en
la materia de Seguridad Social, que es precisamente donde más
se nota el impacto en relación con el déficit público. Y este
año, señor Ministro, los presupuestos de la Seguridad Social
incorporan un acuerdo en materia de revalorización de
pensiones, conforme a la previsión inicial y con una cláusula
de garantía de las mismas, que quiero recordarle, señor
Ministro, que este año se incorpora en la ley de presupuestos.

Años anteriores se decía que no era posible. En el año 1994,
esa cláusula de garantía no aparecía. Se decía que no era
posible porque hace referencia a no sabemos qué argumento.

Hoy, en el proyecto de ley de presupuestos de 1995, esa
cláusula de garantía está incorporada.

Hay también acuerdo, señor Ministro, en materia de incremento
de retribuciones de funcionarios, otra partida importante,
cuando en años anteriores hemos asistido a políticas de
incremento cero o de incremento muy por debajo de las
previsiones de inflación.

Queda claro, señor Ministro, señorías, que los acuerdos con
los sindicatos son perfectamente compatibles con políticas de
déficit público y aquí está el proyecto de ley de presupuestos
de 1995 para acreditarlo. Establecida esta premisa, quiero
preguntarle con claridad que, si ha sido posible el acuerdo en
unos temas tan espinosos o con tanta trascendencia económica
como la revalorización de pensiones, como el incremento de
retribuciones, ¿qué razones hay, señor Ministro, para que no
se puedan alcanzar acuerdos en otras materias cuya incidencia
presupuestaria, desde el punto de vista del déficit público,
es notoriamente inferior, si es que cabe apreciar alguna?
Quiero decirle, en concreto, señor Ministro, que tenemos
pendiente, y me gustaría que, en su contestación, si se
produce, diera respuesta la ley de prevención de riesgos
laborales. Nos gustaría recibir la garantía de que al día de
hoy ya es acuerdo del Consejo de Ministros remitirla a la
Cámara. ¿Qué problema sustancial hay para cerrar un acuerdo en
esa ley, máxime cuando en anteriores legislaturas se consiguió
cerrar un acuerdo sobre la misma? ¿Qué problema real hay para
alcanzar un acuerdo en esta materia? Materia, señor Ministro,
en la que no hay, en principio, razón para pensar que va a
haber una incidencia presupuestaria negativa; por el
contrario, hay razones más que fundadas para pensar en una
adecuada normativa trasladando el conjunto de directivas
comunitarias, consiguiendo una normativa eficaz y una
participación activa de los agentes sociales en algo tan
fundamental para ellos como es la salud. Acuerdo que diera
lugar a unas repercusiones positivas, reduciendo el coste
económico --que no es el más importante en esta materia pero
que tiene también su importancia-- de la elevada
siniestralidad laboral en nuestro país. ¿Qué problemas hay,
señor Ministro, para que se pueda avanzar en un análisis
conjunto con los sindicatos sobre los efectos que está
produciendo la reforma laboral?
Ha dicho usted, señor Ministro, que esa reforma laboral ha
conseguido que en este año se produzcan unos resultados de
empleo mejores de los previstos. Sinceramente, señor Ministro,
se están produciendo resultados mejores de los previstos en el
crecimiento económico, y esa es la verdadera explicación de la
tendencia del empleo. ¿Cree, en todo caso, señor Ministro, que
la diferencia en el tema de empleo viene por la reforma
laboral y esa diferencia, que, en nuestra opinión, es pequeña,
es explicable o atribuible a una reforma laboral que está
produciendo algunos efectos como los que le voy a decir a
continuación? En primer lugar, y venía como titular en un
medio de comunicación hace días, los contratos indefinidos han
caído del 5 al 2 por ciento desde la reforma laboral. Al día
de hoy, señorías, parece que en nuestro país no hay empleos
indefinidos.




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Sólo un 2 por ciento de las contrataciones tienen carácter
indefinido, lo cual es algo ciertamente sorprendente. ¿Qué ha
pasado en este país para que cuando se jubilan trabajadores,
se declaran invalideces a los trabajadores o abandonan
voluntariamente el empleo, esos empleos, que eran indefinidos,
desaparezcan? Sólo hay un 2 por ciento. Hay datos. La encuesta
de población activa, por citar un dato oficial, entre los
meses de enero y junio de este año, constata la destrucción de
94.000 empleos fijos y la creación de 84.000 empleos
temporales, por lo que se refiere al primer semestre de este
año. En el semestre de 1993 se perdieron 190.000 empleos fijos
y aumentaron 100.000 los empleos temporales. Si ya
denunciábamos, señorías, desde hace años, la precarización del
mercado laboral, en estos momentos esa precarización del
mercado laboral reviste caracteres que preocupan a los altos
cargos del Ministerio, según la propia información a la que
hacemos referencia.




El señor PRESIDENTE: Señor Peralta, le ruego concluya.




El señor PERALTA ORTEGA: Termino brevemente. Gracias, señor
Presidente. Ciertamente a nosotros, y ahí están nuestras
intervenciones reiteradas, nos preocupa desde hace mucho
tiempo.

Segundo efecto de la reforma laboral: una caída espectacular
en las tasas de cobertura de desempleo. Atendiendo las
indicaciones del Presidente, me voy a permitir citarles
simplemente un dato proporcionado por el Banco de España. En
junio de 1993 la tasa de cobertura original bruta de paro en
nuestro país era del 68 por ciento. En junio de 1994 la tasa
de cobertura original bruta ha pasado a ser del 55 por ciento.

En doce meses ha caído más de 13 puntos, más de un punto por
mes. ¿Hay alguna razón para pensar que, en la evolución que se
está produciendo este año, esa tendencia sufre alguna
modificación? Porque estoy hablando, señorías, no de
protección en cuanto al número de beneficiarios. Estoy
hablando de tasas sobre el número de parados. Cae el
porcentaje de esa tasa y cae a una velocidad ciertamente
preocupante. Señor Ministro, señorías, yo creo que sería bueno
que el Gobierno abriera, con los agentes sociales, un núcleo
de seguimiento de los efectos de esa reforma laboral, para que
pudiéramos contrastar realmente los datos y los resultados de
esa reforma laboral. ¿Qué decirle, señor Ministro, del tema de
Seguridad Social? Se ha referido usted a la importancia que
tiene para el Gobierno ese tema; para nosotros también, sin
lugar a dudas. Yo creo, señor Ministro, que en el tema de la
Seguridad Social sí que hay diferencias entre los distintos
sectores políticos de esta Cámara. Estoy convencido, señor
Ministro, de que hay diferencias entre la izquierda y la
derecha y hay diferencias entre los distintos grupos que
integran esta Cámara. Precisamente porque hay diferencias, es
coherente pedir consenso, porque se parte de que hay
diferencias.

Hemos tenido ocasión de contemplarlas ahora mismo. Por
ejemplo, se nos ha dicho, por parte del Ministro, que la
tendencia de reducción de cuotas tiene límites y, a
continuación, se ha intervenido y se ha dicho que era
simbólica, aislada e insuficiente, y que cinco puntos era poco
y ya se hablaba de ocho. Siempre hay un pozo, que no sabemos
dónde está, de donde se sacan fondos suficientes para cubrir
las actuales prestaciones y mejorarlas, aumentarlas y hacer
verdaderamente milagros.




El señor PRESIDENTE: Señor Peralta, le ruego concluya.




El señor PERALTA ORTEGA: Termino, ya, señor Presidente.

Sin embargo, todos sabemos que los milagros no existen en este
mundo, no existen, y tenemos que jugar con realidades. Y
cuando las realidades afectan a millones de personas, tenemos
que ser muy cuidadosos.

Por tanto, señor Ministro, yo creo que sería bueno que el
Gobierno también en esa materia de la Seguridad Social,
respetando la autonomía de esa ponencia que está trabajando,
iniciara un diálogo con los sindicatos sobre este tema; que no
se limite solamente al asunto de revalorización, con lo
importante que es, sino que aborde toda la problemática.

Sólo me falta en este orden de cosas, señor Ministro, señor
Presidente, recordarle la ley de huelga. Quiero decirle que en
esa termática también nosotros estamos dispuestos a colaborar
y que sobre la misma se alcanzó un acuerdo en la anterior
legislatura, que el propio Presidente del Gobierno se
comprometió a presentar esa ley. Nosotros, señor Ministro,
estamos dispuestos a apoyar esa ley.

Como resumen final, señor Ministro, apreciamos aspectos
positivos en estas partidas presupuestarias de las Secciones
19 y 60. Creemos que los acuerdos alcanzados con los agentes
sociales son la base de esos aspectos positivos y pensamos que
esa es la dirección en la que hay que avanzar. En esa línea de
avance, señor Ministro, puede contar con el apoyo de nuestro
Grupo. Gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Peralta.

Enmiendas del Grupo de Coalición Canaria. Tiene la palabra el
señor Mauricio.




El señor MAURICIO RODRIGUEZ: Señor Presidente, señorías, el
Grupo de Coalición Canaria sube a la tribuna para defender las
enmiendas 459 a 466. Coincidiendo con la intervención que ha
hecho el Ministro



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esta mañana en la línea de que lo importante en este momento,
dentro del índice altísimo de desempleo que tiene hoy la
sociedad española, es avanzar hacia políticas activas de
empleo para la corrección de desigualdades sociales y a la
inversión fundamentalmente en el área de formación y educación
como factor estratégico de progreso económico y social, en
este sentido las enmiendas de Coalición Canaria, sin olvidar
el marco general del país y entendiendo siempre que en el
Estado español las políticas de solidaridad entre todas las
comunidades autónomas y entre todos los sectores sociales son
la clave fundamental, justamente en un afán de compensación de
las desigualdades sociales, van en la dirección de corregir
una situación específica y particular que se da en la sociedad
canaria.

Hace muy poco tiempo, en julio de este año, se aprobó la Ley
de Régimen Económico Fiscal, que en su artículo 21 habla de
que el Gobierno del Estado y el Gobierno de Canarias, con el
objetivo de promocionar al máximo el empleo, coordinarán sus
esfuerzos y recursos fijando las correspondientes actuaciones
en el marco del plan económico regional de Canarias 1994-1999.

¿Por qué se aprueba esta ley y este artículo específico?
Porque la situación canaria tiene una particular gravedad,
como la tienen algunas otras comunidades autónomas, porque
tenemos el triste récord de estar entre las comunidades que
tienen un índice de desempleo más alto y, sobre todo, un
índice de desempleo juvenil, yo supongo que el más alto de
España.

Esta situación procede fundamentalmente del crecimiento
demográfico en la sociedad canaria pero también de un dato muy
importante. En la sociedad canaria, de cara a ser
competitivos, tenemos un nivel de formación bajísimo por
planteamientos que ya tratamos en la Sección de Educación en
la sesión de ayer. Este nivel de formación tan bajo hace que
cuando una sociedad como la canaria, por razones de la buena
coyuntura turística, esté generando empleo, tengamos las tasas
inmigratorias más altas; es decir, generamos empleo,
necesitamos trabajadores cualificados e importamos
trabajadores, muchas veces extranjeros, para el área
turística, otras de la península para sectores como
construcción y otros. Un porcentaje de desempleo juvenil del
57 por ciento como hay en Canarias crea una situación que yo
calificaría de explosiva, con una enorme carga de tensión
social, de una falta de expectativas y de frustración que a
nadie conviene.

Por estas razones, Coalición Canaria propone que, igual que
existe el Plan de Empleo Rural para Andalucía y Extremadura,
dado el altísimo índice de desempleo rural que existe en estas
comunidades; igual que existen programas de reconversión muy
importantes en zonas como Asturias, etcétera, que son
precisamente aquellas comunidades que tienen índices de
desempleo por encima del 20 por ciento, nosotros, que según la
encuesta de población activa tenemos un índice de desempleo
del 27 o 28 por ciento, necesitamos un programa de empleo
especial. Y al decir especial no es que tenga ninguna
connotación de carácter insolidario; por el contrario,
nosotros somos solidarios, apoyamos y entendemos como
necesarios y positivos todos estos programas específicos para
comunidades en que se dan situaciones de desempleo graves,
pero en el caso de Canarias aspiramos a que estas nuevas
líneas que marca el Ministerio en políticas activas de empleo,
en la relación entre educación, formación y empleo, etcétera,
se apliquen en concreto a Canarias, y de aquí que hagamos
mención al artículo 21 y a la disposición transitoria sexta,
que tratan concretamente de este tema. En esa línea, las
enmiendas que hemos presentado no van tanto a buscar la
aprobación concreta de la enmienda tal o cual, con la cantidad
específica que se señale en esa enmienda, sino que buscamos
saber cuál es exactamente la voluntad del Ministerio, la
voluntad del Gobierno de cumplir lo que ha aprobado el REF y
lo que luego el Senado, en el debate sobre el estado de las
autonomías, que tuvo lugar en octubre, aprobó por unanimidad
de todos los grupos políticos, que es instar al Gobierno al
cumplimiento del REF e instar al Gobierno para la creación del
plan de empleo en Canarias.

Nosotros entendemos que es necesario ese plan especial de
empleo, que no voy a explicar a SS.SS., pero que es muy fácil
de entender en sus líneas fundamentales: la coordinación de
todas las administraciones, la creación de un marco especial,
el esfuerzo en formación, etcétera, y, sobre todo, y aunque lo
he repetido varias veces, poner más el acento en políticas
activas y no tanto buscar políticas asistenciales y de seguro
de desempleo, es decir, que hay que ir trasladando recurso de
uno a otro lado precisamente en función de la creación de
empleo.

Por estas razones, nuestras enmiendas buscan saber cuál es la
voluntad del Gobierno. Ayer, en las enmiendas presentadas por
Coalición Canaria a diferentes secciones, Comercio y Turismo,
Educación, etcétera, hemos observado una actitud en la mayoría
de los grupos de esta Cámara mucho más favorable a negociar
con el Gobierno de Canarias y, por tanto, a dar cumplimiento
al espíritu de la ley especial para Canarias, del REF, a dar
cumplimiento a sus artículos y a sus normas, voluntad
negociadora que celebramos. Nosotros incluso estamos abiertos
a cualquier enmienda transaccional que no busque solamente
colocar una partida para los presupuestos de 1995, sino que,
en último término, exprese, que es lo que nos importa, la
voluntad de que en el plan de desarrollo de Canarias --PDCAN--
, en lo que son las líneas estratégicas que marca del PDCAN,
las políticas de empleo, las políticas de formación, exista
una coordinación entre el Gobierno de la nación y el Gobierno
de Canarias, y que esa coordinación se exprese en una
negociación, en programas específicos que tengan una
aplicación inmediata, para que los canarios podamos



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estar tranquilos al ver que hay solidaridad para con nosotros.

Nosotros no estamos pidiendo sólo solidaridad con una
Comunidad débil, frágil, con formación baja y desempleo
altísimo. Nosotros consideramos que hemos sido solidarios con
el resto de las comunidades españolas, porque una región con
esos índices de pobreza y de desempleo ha sido al mismo tiempo
una contribuyente neta en el Sistema de la Seguridad Social.

Mientras que comunidades españolas --lo cual nosotros
celebramos-- reciben centenares de miles de millones de
pesetas, como resultado de la diferencia entre lo que cotizan
y lo que reciben en prestaciones, por ejemplo, Andalucía,
Asturias o Extremadura, con las cuales nosotros expresamos
nuestra solidaridad y queremos mantener ese sistema, la
Comunidad Autónoma canaria contribuye en cotizaciones con
mucho más de lo que recibe en prestaciones, lo cual parece
absolutamente injusto e insolidario. Solidaridad sí,
solidaridad en la que nosotros queremos ser pieza clave de
todas las políticas de este Ministerio, pero también
solidaridad con los que lo necesitan, porque se trata, como
acaba de decir el Ministro, de compensar situaciones de
marginación y desigualdades sociales, y en ese espíritu van
las enmiendas de Coalición Canaria.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mauricio.

Enmiendas del Grupo Mixto del señor Chiquillo.

Tiene la palabra el señor Chiquillo.




El señor CHIQUILLO BARBER: Gracias, señor Presidente.

Intervengo muy brevemente para dar por defendidas en sus
propios términos las enmiendas a la Sección 19, tanto la
número 92, de Unión Valenciana, como la 269 y la 270, de la
Diputada señora Rahola.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Chiquillo.

Para turno en contra, por el Grupo Socialista tiene la palabra
el señor Moragues.




El señor MORAGUES GOMILA: Señor Presidente, quiero anunciar
que en la intervención del Grupo Socialista sobre las
Secciones 19 y 60 que ahora debatimos vamos a dividir el
tiempo entre este Diputado y el señor Cercas. Entrando ya en
materia, señorías, nuestras primeras palabras serán, como no
podía ser de otra manera, de apoyo al presupuesto que presenta
el Ministerio y, por tanto, en contra de la enmienda 1.471 del
Grupo Popular, que solicita su devolución al Gobierno. El
Portavoz del Grupo Popular justifica la petición de su
devolución en una supuesta, por necesaria, redistribución de
los créditos presupuestarios entre los programas para lograr
así los objetivos señalados como prioritarios. El pasado año
la portavoz del Grupo Popular, la señora Villalobos, defendía
también la necesidad de devolver los presupuestos y basaba su
intervención en cinco grandes argumentos que vienen a ser los
mismos que utilizan este año. En primer lugar, destrucción de
empleo, muy por encima de las previsiones presupuestarias, que
llegaron a cifrar en unos 400.000 puestos de trabajo, con todo
el desajuste que conllevaría esta falta de previsión y el
impacto que ello implicaría para el sistema financiero de la
protección social. En segundo lugar, desacuerdo sobre las
partidas que el presupuesto dedicaba a las políticas pasivas
en relación con las políticas activas. En tercer lugar,
necesidad de impulsar las políticas de formación profesional y
de evaluar su eficacia y rendimiento. En cuarto lugar,
impulsar la reforma del Inem en cuanto a aumentar su capacidad
de intermediación en el mercado de trabajo. Y, en último
lugar, la constatación de la urgente necesidad de plantearnos
una reforma del mercado de trabajo.

El Grupo Popular ha continuado insistiendo en este conjunto de
temas a lo largo de todo este año, año que --deberíamos
reconocerlo, señorías-- ha sido de intenso trabajo para los
componentes de la Comisión de Política Social y Empleo;
trabajo intenso pero fructífero con el que hemos logrado
importantes avances para conseguir objetivos que, con las
diferencias lógicas, compartimos los distintos grupos de la
Cámara. El Grupo Popular insiste hoy otra vez en la devolución
de los presupuestos con argumentos de corte semejante a los
utilizados en anteriores ejercicios eliminando de ellos los
que no puede sostener, obviamente; por ejemplo, la necesidad
de la reforma del mercado de trabajo o el relativo a la
destrucción de empleo, pero no introduciendo ninguna nueva
razón o con razones de muy poco peso que por sí mismas no
justificarían en modo alguno la devolución del texto
presupuestario.

Repasemos someramente, señorías, cómo se ha comportado nuestro
país en el último año en materia laboral. En cuanto a empleo,
a finales de este año pueden haberse creado entre 50.000 y
70.000 puestos de trabajo, cuando veníamos de un año, el 1993,
que registró una destrucción de 345.000 empleos. Es decir, que
de mano de la recuperación económica se ha invertido la
tendencia y de la destrucción de empleo prevista vamos a pasar
a una situación de creación de empleo este mismo año. ¿Que
ello no es suficiente? Estamos todos de acuerdo. Créame que lo
tenemos muy en cuenta en los bancos del Grupo Socialista,
pues, como muy bien nos decía el Ministro en su comparecencia
ante la Comisión del 27 de septiembre, el empleo seguirá
siendo un problema ahora y en los años sucesivos, y vendremos
obligados a encontrar soluciones que tal vez ahora no
atisbamos. Porque esto es así conviene partir de una serie de
premisas. La primera es recordar que el empleo es algo más que
un derecho laboral; es un derecho político y quizás el único
que permite a hombres y mujeres participar en un proyecto
social. Y añadía:



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nos queda, por tanto, mucho camino por recorrer, pero la meta
siempre será la misma: que cada ciudadano que quiera trabajar
pueda hacerlo. Esta es la dirección en la que trabaja y quiere
trabajar el Grupo Socialista y en la que nos gustaría
encontrar a los demás grupos políticos. Le recomiendo al señor
Aparicio que esté atento al dato que hoy se hará público sobre
la encuesta de población activa. Posiblemente, su discurso de
mañana sobre la ocupación en este país habrá perdido gas, como
lo perdió en su momento el discurso de la anterior portavoz de
su Grupo.

Políticas pasivas-políticas activas. En los presupuestos para
el año 1995 se continúa modificando el peso específico de lo
que entendemos por políticas pasivas y activas. Las políticas
pasivas sufren un ligero descenso, como sufren un ligero
aumento las políticas activas, en la confianza de que,
conforme se pueda ir moderando el gasto en protección por
desempleo, exista un lógico incremento en las políticas
activas, sobre todo en las formativas. Tenemos claro el
horizonte de las políticas activas, pero, señorías, no somos
partidarios de avanzar a trompicones; vamos a ir modificando
el peso de las políticas pasivas, que son básicamente las
expresiones de solidaridad para los casos de desempleo, tanto
en su versión contributiva como en su versión asistencial, a
medida que las condiciones de nuestra economía vayan cambiando
y, por tanto, del mercado laboral. Pero primero debemos
garantizar un nivel de vida lo más digno posible para quien se
encuentre en dificultades, y luego y paralelamente hemos de
ocuparnos de reintegrarlo al mercado de trabajo. Si algún
grupo político de esta Cámara cree que puede hacerse de forma
distinta, que lo exponga; estamos dispuestos a estudiar
cualquier propuesta positiva que sirva para mejorar la
situación. No compartimos, empero, posturas que exijan a la
vez aumentos de protección, como nos reclamaba el portavoz del
Grupo Popular (revisión de pensiones, pensiones de viudedad,
etcétera) y recortes de cotizaciones --5 puntos se piden desde
los bancos conservadores de la Cámara--, porque esto es
imposible, inviable y además, a mi entender, es demagógico. La
formación profesional es, sin duda alguna, otra de las
actuaciones prioritarias del Ministerio que se mantiene para
el próximo ejercicio con un aumento muy cercano al 10 por
ciento. Tenemos muy presente, señorías, la estrecha relación
existente entre formación y empleo y, por ello, el Gobierno ha
ido definiendo un sistema de formación profesional que
configura un modelo integrado, descentralizado y flexible que
pueda dar respuesta eficaz a la formación de jóvenes, la
reconversión del personal excedente y el reforzamiento de la
competitividad de las empresas. Esta política se plasmó en su
momento en el programa nacional de formación profesional y en
el presupuesto de 1995 se da cumplimiento a todos los
compromisos plasmados en él. Como decía, el presupuesto de
continuidad a lo previsto en el programa nacional, y para
modificar esta política, señoras y señores Diputados, deberían
convencernos, a nosotros y al resto de organizaciones
comprometidas en ello, de que las líneas políticas o su
ejecución son erróneas y que ustedes tienen una política
distinta y plasmada en un documento. Pero hasta que no
conozcamos este último extremo mantendremos nuestra posición
original.

En cuanto al otro gran pilar de la actuación del Ministerio,
que es el Instituto Nacional de Empleo, hemos de decir que el
año 1994 ha sido el año de su reforma. Se ha configurado ya un
Instituto sustancialmente distinto del que hemos tenido hasta
ahora, dedicado a tres funciones básicas: prestaciones,
formación, intermediación. Pues bien, la formación se ha
descentralizado hacia las comunidades autónomas, proceso que
finalizará, como todos ustedes saben, a lo largo de 1995, en
cumplimiento de los acuerdos autonómicos, y hacia los agentes
sociales, con lo que se habrá logrado un real acercamiento de
las políticas formativas a los beneficiarios últimos.

En la intermediación, también es distinta la realidad del
Inem, puesto que ahora comparte su función con las empresas de
trabajo temporal y con agencias privadas de colocación sin
ánimo de lucro, y si bien el porcentaje de intermediación no
es todo lo bueno que podríamos desear, habría que añadir a
continuación que estamos en unas cifras bastante comparables a
las de los países europeos. En cuanto a prestaciones,
gestionadas con un alto grado de satisfacción para los
usuarios, hay que decir que son fuentes de conocimiento básico
para realizar la política de empleo del Inem, y por ello nos
parece adecuado que el Inem siga gestionando las prestaciones
de desempleo, prestaciones cuya tasa de cobertura ha crecido
de forma espectacular en el último decenio, pasando de un 32,5
por ciento en el año 1984, al 62 por ciento en 1994, y que en
el próximo ejercicio rondarán el 65 por ciento y más de
1.900.000 beneficiarios. No vale, a mi entender, comparar
magnitudes en un corto espacio de tiempo, como ha hecho el
portavoz de Izquierda Unida, pues yo creo que hemos de hablar
de tendencias. En resumen, señorías, y como decía al
principio, el Inem está en un proceso de reforma que nos
parece ajustado y riguroso y que lo dejará en mejores
condiciones para seguir siendo un instrumento fundamental en
la política de solidaridad de este país.

De la reforma del mercado laboral no voy a hablar, pues seguro
que está fresca en la memoria de todos ustedes. Pero sí quiero
dejar claro que es un proceso iniciado por el que queremos
seguir avanzando para consolidar un modelo de relaciones
laborales y un mercado de empleo que contemple unas
condiciones de entrada al mercado laboral y unas instituciones
básicas



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que se asienten sobre el reconocimiento de la autonomía de las
partes y una mayor y mejor adaptabilidad de las relaciones
laborales a las circunstancias de una economía mucho más
abierta y cambiante.

Por todo ello, señorías, vamos a votar negativamente a la
solicitud de devolución que nos ha planteado el Grupo Popular
y a favor del texto presentado por el Gobierno, porque la
credibilidad de este texto no viene dada por la frialdad de
las cifras en las encuestas, sino por los resultados de una
gestión, por la capacidad de enfrentarse en tiempos de
dificultad a situaciones económicas difíciles e incluso de
injusticia social. Eso da, señoras y señores Diputados, la
credibilidad a los presupuestos y a la actuación política.

Para acabar, señor Presidente, y muy brevemente, voy a fijar
la posición de nuestro Grupo sobre las enmiendas que se
mantienen a la Sección 19...




El señor PRESIDENTE: Señor Moragues, le ruego concluya y lo
haga con extrema brevedad, habida cuenta de que ha anunciado
que iba a intervenir también el señor Cercas.




El señor MORAGUES GOMILA: Señor Presidente, en la réplica voy
a fijar la posición de nuestro Grupo sobre las enmiendas
presentadas. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Señor Moragues, si tiene que hacerlo,
hágalo ahora, porque, si no, se produce una distorsión que
impide al Grupo afectado contestar posteriormente.




El señor MORAGUES GOMILA: Sí, señor Presidente. Muy
brevemente, como le decía. Vamos a votar negativamente las
enmiendas que ha presentado el Grupo Popular. Vamos a votar
también negativamente las enmiendas que ha presentado el Grupo
de Coalición Canaria. Entendemos que sus enmiendas, que
persiguen la constitución de un plan de empleo para Canarias,
según lo contempla la disposición transitoria sexta de la Ley
19/1994, no tienen posibilidad de crear este plan de empleo,
puesto que no se adecuan, a nuestro entender, con el propio
contenido de dicha disposición. Nosotros somos partidarios de
caminar en la vía establecida por la ley, y sólo cuando se
demuestre que es insuficiente, analizaríamos la posibilidad de
incrementar su contenido. Por tanto, estamos dispuestos a
considerar el paquete de actuaciones en el contexto de la
propia ley que ha mencionado el portavoz de Coalición Canaria.

Tampoco aceptaremos las enmiendas del Grupo Mixto, presentadas
por Unión Valenciana, por entender que afectan a temas de
carácter regional, que son competencia, además, de las
instituciones autonómicas.

Creo, señor Presidente, que he fijado nuestra posición en
cuanto a todas las enmiendas presentadas.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Moragues.

Señor Cercas.




El señor CERCAS ALONSO: Señor Presidente, señoras y señores
Diputados, habida cuenta de la imperiosa necesidad que tiene
la Cámara de terminar el dictamen a lo largo del día de hoy,
voy a contestar brevísimamente a las posiciones mantenidas en
la tribuna por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida y por
el Grupo Parlamentario Popular referidas a la Sección 60 y al
Título VIII del proyecto de ley de Presupuestos Generales del
Estado que estamos considerando. Empezaré por decirle al señor
representante de Izquierda Unida que en su parlamento no veo
más que coincidencias de fondo sobre posiciones que, respecto
al sistema de protección social, ya hemos tenido oportunidad
de confrontar en diversas ocasiones. Observo que, tanto
ustedes como nosotros, estamos en una opción de compromiso
serio y sólido con el sistema público de pensiones y que en
esta ley en concreto asumen, como no podía ser menos y como lo
han hecho las fuerzas sociales, el esfuerzo que realiza el
Gobierno al comprometer la revalorización, la actualización de
los mecanismos de protección con arreglo a las previsiones
contenidas en los acuerdos firmados con las centrales
sindicales. Aprovecho para garantizarle que este afán de
colaboración y de entendimiento entre mi Grupo y el suyo en
estos temas de protección social pueden y van a tener
continuación, si así es su deseo, en la ponencia que estudia
la reforma de la Seguridad Social. Efectivamente, es del
máximo interés, desde nuestro punto de vista, adquirir el más
amplio consenso en las posibles reformas puntuales, todas
ellas tendentes a mejorar el actual sistema y no a destruirlo,
y en esta labor de buscar acuerdos estratégicos estará el
Grupo Parlamentario de Izquierda Unida y habrá también, cómo
no, un diálogo amplio y extenso que se está desarrollando con
las centrales sindicales de clase de nuestro país. En este
sentido, le tengo que expresar que es voluntad del Gobierno
socialista, más allá de grandes declaraciones o de grandes
formalizaciones de estos acuerdos, ir avanzando con paso
firme, pisando terreno sólido, como creo que ya se ha hecho a
lo largo de estos dos últimos meses, y que, igual que hemos
visto alumbrar casi media docena de importantes acuerdos con
las centrales sindicales, esperamos que también podamos
avanzar por ese camino en el tema de pensiones.

No son estos mismos sentimientos de concordancia los que puedo
expresar en este momento respecto a la posición del Grupo
Popular. Como el tiempo apremia,



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me perdonará el señor Aparicio si tengo que responderle casi
telegráficamente. Todo ello me llevará quizá a traicionar
algunos matices que me gustaría incorporar a mis respuestas,
pero como hemos tenido, entre él y yo, un debate más sosegado
y más extenso en la Comisión de Presupuestos, espero que supla
cualquier laguna con explicaciones más amplias que se
produjeron en aquel trámite. En todo caso, señor Aparicio,
usted ha subido a la tribuna no tanto para hacer una defensa
de sus posiciones, que siguen siendo ignotas para nosotros,
sino más bien, quizá, para intentar en este trámite volver a
suscitar o tratar de recuperar ante la opinión pública una
imagen que ustedes creen dañada por afirmaciones que ha hecho
el Secretario General de nuestro Partido en la campaña
electoral y que yo tendré que volver a hacer hoy aquí, otra
vez, con rigor, con respeto, pero expresando con claridad a la
opinión pública que ustedes representan un peligro cierto y un
peligro real para el sistema público de pensiones. En su
turno, usted se ha referido única y exclusivamente a esto y ha
barajado una serie de conceptos, de palabras grandilocuentes,
de frases, de protestas de lealtad. Pero, señor Aparicio, el
compromiso con la actual generación de pensionistas en España,
y sobre todo el compromiso con las siguientes generaciones de
pensionistas, no se sustancia con el recurso fácil a la
retórica de expresar con términos verbalistas el compromiso o
la falta de compromiso con el sistema. Lo relevante son los
hechos y, desgraciadamente, en esta ley de Presupuestos --y a
ello me atendré en esta primera parte de mi intervención--,
sus hechos son absolutamente irresponsables, sus hechos no
mantienen la coherencia con las auténticas posibilidades y
realidades del sistema de pensiones y, por supuesto, sus
propias palabras no mantienen la coherencia con las del
Secretario General de su Grupo, en las que establecía límites
al crecimiento de los gastos. Cuando hemos llegado al Título
IV de la ley, ustedes han incorporado obligaciones adicionales
al sistema, han pretendido incrementar las cargas de un
sistema que coyunturalmente está pasando por un momento de
agobio financiero, pero ustedes no tiemblan ante ninguna de
las amenazas a la estabilidad del sistema. Cuando llegamos al
debate de la mañana de hoy, nos encontramos, como no podía ser
menos, con que, a ese primer agravio en la demanda excesiva,
inconexa, incoherente y desde luego poco proporcionada, porque
ni siquiera atienden a las poblaciones más necesitadas de
amparo, le acompañan con una agresión mayor, que es negar a la
Seguridad Social los recursos suficientes para que pueda
continuar su andadura en los próximos años y en las próximas
generaciones.




El señor PRESIDENTE: Señor Cercas, le ruego concluya.




El señor CERCAS ALONSO: Señor Aparicio, tengo que concluir,
como me pide el señor Presidente, diciendo que sus hechos
demuestran hasta qué punto el Partido Popular es en este
momento un peligro para la estabilidad del sistema público de
pensiones. Si ustedes creen en este sistema, tienen que cesar
en este tipo de iniciativas parlamentarias, y si no creen, si
están a favor de un sistema liberal privatista, que tantos
elogios cosechó en Chile en la reciente visita de don José
María Aznar, si están por ese sistema, defiéndanlo con
coherencia. Si quieren venir con nosotros y con otros grupos
de la Cámara a una actitud constructiva, dotando al sistema de
continuidad para las siguientes generaciones, deberían haber
obviado este conjunto de enmiendas a las que antes me he
referido.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Cercas.

Tiene la palabra el señor Aparicio.




El señor APARICIO PEREZ: Gracias, señor Presidente.

Evidentemente, me va a resultar difícil, dada la amplitud de
las intervenciones (espero que no haya desproporción de
tiempo, aunque está garantizada la brevedad por mi parte),
responder tanto al señor Moragues como al señor Cercas. Decía
en su intervención el portavoz socialista, que, a veces, el
Partido Popular puede aparecer como causa de desasosiego o de
intranquilidad. Le traería a colación a su Secretario General,
el señor González. Me han tranquilizado mucho unas
declaraciones del señor González que he leído esta mañana
sobre su posible previsión de hacer Ministro al señor Roldán,
pero no de Seguridad Social y Trabajo. Esa es la parte que me
ha tranquilizado.




Ya está bien de intentar situar al Partido Popular fuera del
marco que, insisto, es incluso el marco constitucional; ya
está bien de poner en nuestra boca lo que no hemos dicho. Ya
sé que la única forma de satisfacer al señor Cercas y al señor
Griñán sería, muy probablemente, que dijésemos aquello que
ustedes quieren que digamos, pero que jamás hemos dicho. Dicho
de otra manera, ustedes quieren la legitimidad de alguna
mentira electoral suya, y tenga la certeza de que jamás se va
a producir la confirmación de imputaciones electorales suyas
desde esta tribuna. A ustedes les puede causar auténtica
desesperación que no lo digamos, pero no lo hemos dicho nunca
ni lo vamos a decir ahora. Estamos donde estamos, en el marco
de la Constitución, también en materia de Seguridad Social, en
ese artículo 41, inequívoco, de garantía pública del sistema
de pensiones, le guste o no a usted. A mí me gusta la
Constitución Española.

Le decía con toda claridad que si quieren hablar de verdad de
Seguridad Social, hablemos de Seguridad Social, pero ¿saben
cómo se destruye ese diálogo? Primero, como lo hace su
Secretario General, haciendo



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afirmaciones tan rotundas y tan extemporáneas como que lo que
nos diferencia son las pensiones. Segundo, se destruye
haciendo lo que ha hecho usted esta mañana, intentar situar al
adversario político fuera del marco más elemental, del marco
mínimo de diálogo como es la propia Constitución Española. No
se vaya a Chile o váyase si quiere, pero por favor, aquí, el
marco de referencia no es la Constitución chilena, aquí es la
Constitución Española. Ya sé que eso no le va a producir nunca
satisfacción.

Señor Ministro, de verdad, me empienza a cansar ya este
lenguaje tan barroco --sé que usted tiene una oratoria
magnífica--, de hablar de empleo neto simplemente porque las
cifras son mejores que las del año 1993. Usted ha utilizado
aquí el término de que hay crecimiento neto de empleo porque
hay unos pocos parados menos que en el año 1993. Eso no es
empleo neto. Lo sabe el señor Ministro y lo sé yo. Empleo neto
será cuando, y sólo cuando, podamos incorporar a esa población
activa que quiere incorporarse al mercado de trabajo y reducir
simultáneamente la lista de paro. Hasta entonces, podremos
hacer afirmaciones de que ha habido menos parados que en el
año 1993. De acuerdo, pero no creen ficciones.

Con esto concluyo. ¿Sabe cuál es el principal problema? Lo
poco creíble de algunos discursos. En España ya ha habido otro
momento en que, desde esta tribuna, el señor Solchaga dijo:
Tenemos resuelto el problema de la reforma laboral. Y añadió:
Además, España no necesita ninguna reforma laboral, España ya
tiene márgenes de flexibilidad. Tenemos ya resuelta una
bonanza económica. No sé si es que intuía que podría haber una
bonanza económica. También dijo: ¿Qué tenemos además? Un
sólido Gobierno. No se preocupen que España va a cobrar una
solidez impresionante en estos próximos años de bonanza
económica, y tuvo una bonanza económica de 1989 a 1992. Sin
embargo, hoy tenemos que volver a hablar de que nuestra
Seguridad Social no está suficientemente estabilizada --voy a
utilizar términos que no den pie a ninguna barbaridad--, nos
encontramos con que parece que son insuficientes otra vez
aquellas medidas que también se dieron como máximas. Por
cierto, también las reformas laborales de los años 1984 y 1985
se dieron como máximas.

El problema que estamos tratando es de credibilidad. Si no
supieron aprovechar aquella bonanza, si las afirmaciones de
que todo estaba resuelto para muchos años se ha demostrado que
no eran ciertas, ¿por qué ahora nos tenemos que creer que sí
que va en serio y que van a ser capaces de hacerlo? ¿Por qué
nos vamos a creer que van a ser capaces de hacer ahora lo que
no hicieron entonces? Esa es nuestra opinión y la que creo que
tienen ya muchos españoles. Por cierto, ¿por qué no se hace
alguien responsable de todos los errores cometidos hasta hoy?
Aquí ha habido sobrerrecaudaciones tremendas en distintos
impuestos. ¿Se han dedicado a solucionar esos problemas de
déficit estructurales, etcétera, o a qué se han dedicado?
Cuanto más se recaudaba, más se gastaba. Con los márgenes de
los que ustedes han dispuesto, ¿no podía estar, como se dice
coloquialmente, impecable, el sistema de Seguridad Social
español? ¿Es qué no han tenido exceso recaudatorio de hasta 2
billones y medio por ejercicio, cuando ahora parece que la
inmensa batalla es por 200.000 millones, que representa un
punto, o menos, 180.000 millones, en nuestra opinión? Han
tenido a su disposición, insisto, sobrerrecaudados hasta 2
billones de pesetas ¿Por qué me voy a creer que ahora van a
hacer bien lo que no han sido capaces de hacer cuando ya se
han dado otras circunstancias que, por cierto, ustedes mismos
calificaban de idénticas? Ese es el problema y no que el
Partido Popular no sepa aceptar el juego democrático, las
normas democráticas, los resultados y, por supuesto, las
conclusiones que tenga a bien adoptar esta Cámara, en uso de
las legítimas mayorías. Por ahí no va a venir el problema, se
lo garantizo. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Aparicio.

Tiene la palabra el señor Peralta.

El señor PERALTA ORTEGA: Gracias, señor Presidente.

Brevemente, señorías, voy a responder a los alegatos
formulados por los representantes socialistas en relación con
la intervención de mi Grupo en defensa de las enmiendas
presentadas.

En primer lugar, el señor Moragues hacía referencia a la
evolución de la tasa de cobertura de desempleo en nuestro
país. Decía que había que hacer una comparación con períodos
amplios, y utilizaba diez años. Decía que del 34 por ciento en
1984 habíamos pasado al 64 por ciento en 1994. Creo, señorías,
que podemos utilizar muchos argumentos dialécticos, puede ser
elemento de comparación una década o incluso, si lo considera
oportuno el señor Moragues, tres décadas y entonces el
crecimiento es más espectacular todavía --no existía el seguro
de paro en nuesto país en aquellas fechas--, pero creo que es
bueno no utilizar en esta materia recursos dialécticos y
centrarnos en los datos de la realidad y en los datos más
recientes.

Si es verdad que a finales del año pasado la tasa de
cobertura, como decía el señor Moragues, era del 64 por ciento
al cierre de 1993, no es menos cierto que en junio de este año
1994 la tasa de cobertura ha caído al 55 por ciento, nueve
puntos en seis meses. Si utilizamos los 12 meses últimos de
los que conozco datos, junio de 1993 a junio de 1994, la tasa
de cobertura ha caído 13 puntos. En cualquier caso, más de un
punto por mes y, además, a una velocidad creciente. Le
preguntaba si hay alguna razón para creer que esta caída de la
tasa de cobertura va a aminorarse en los próximos



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meses o, por el contrario, va a continuar con esa velocidad y
podríamos alcanzar --no lo desea nuestro Grupo de ninguna
manera-- aquellos niveles de baja tasa de cobertura que
mantenía la UCD y que fueron tan criticados por el Partido
Socialista cuando estaba en la oposición y que en sus primeras
medidas intentó corregir. Creo que es hora de reflexionar
sobre este tema y de intentar trabajar en su solución. Desde
luego, nosotros estamos dispuesto a hacerlo. En relación con
la problemática de Seguridad Social, ha dicho el representante
socialista que en el fondo constataba coincidencia de su Grupo
con el nuestro. Quiero creer que es efectivamente así; quiero
creerlo y desde luego coincido con él en que nuestro Grupo
está comprometido a fondo con un sistema público, con un
sistema universal, con un sistema de reparto, con un sistema
que es compatible con niveles no contributivos, pero que se
basa fundamentalmente en el nivel contributivo. Creo que en
relación con ese modelo, definido en el fondo con estos
rasgos, hay coincidencias fundamentales. También creo que hay
discrepancias concretas. Nosotros, con la reforma laboral que
se ha hecho, aparte de la discrepancia global, tenemos una
discrepancia explícita en cómo se ha modificado el cómputo de
cotizaciones de los trabajadores a tiempo parcial. Nos parece
que esa medida es muy negativa. Pero desde luego con lo que
hay discrepancias también es con los grupos de derecha.

Podemos aceptar que estos grupos se mueven en el marco
constitucional, pero el marco constitucional admite
discrepancias, y muchas discrepancias, y estas discrepancias
en materia de Seguridad Social afectan a millones de personas.

Por eso es bueno que alcancemos un consenso en este tema.

Tenemos que hacer un esfuerzo por alcanzarlo. Pero el consenso
debe girar, fundamentalmente, en torno a la eficacia de ese
mecanismo para cubrir y corregir los graves desequilibrios
sociales que tiene nuestro país. Esa es nuestra posición en
relación con la ponencia de la reforma de la Seguridad Social.

En ese punto concreto desearíamos coincidir con todos los
grupos de la Cámara. Desde luego, nosotros estamos dispuestos
a trabajar con todos aquellos que estén en esa misma línea.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Peralta.

El señor Mauricio tiene la palabra.




El señor MAURICIO RODRIGUEZ: Gracias, señor Presidente, muy
brevemente. Primero, para dejar constancia también de la
voluntad del Grupo de Coalición Canaria de trabajar en esta
reforma de la Seguridad Social precisamente en la línea que
acaba de expresar el señor Peralta, que creo que es también la
que ha expresado el Ministro, de garantizar el sistema de
Seguridad Social que establece la Constitución Española y cuyo
eje fundamental es la conciencia de la solidaridad.

Pero sólo quería referirme, después de oír la intervención del
portavoz del Grupo Socialista, a que nuestras enmiendas, ya lo
dije en mi primera intervención, sólo tenían la voluntad de
saber si realmente hay una actitud negociadora, de
cumplimiento por parte del Gobierno, de la Administración
central, de negociación con Administración Canaria a efectos
de poner en marcha el plan de empleo. Nos ha dicho que
nuestras enmiendas no son las adecuadas para poner en marcha
ese plan de empleo específico. En principio creemos que sí,
pero, en cualquier caso, estamos dispuestos a que esa
negociación se celebre, se realice con carácter urgente y que
de alguna manera se concreten las partidas necesarias, si hace
falta complementarlas, para que el programa de empleo, de
acuerdo con los apoyos del Estado, de la propia comunidad
autónoma y de lo establecido por los marcos comunitarios
europeos, sea un instrumento eficaz para combatir el nivel
altísimo de desempleo que se produce en las Islas Canarias. Me
ha parecido en parte satisfactoria esa propuesta o esa
voluntad de negociación y, por tanto, queremos ratificar
también la voluntad de Coalición Canaria de avanzar lo antes
posible en esa línea para concretar soluciones, sin hacer de
nuestras enmiendas ninguna cuestión cerrada o dogmática, sino
abierta a una negociación que dé resultado. En cualquier caso,
esperábamos como gesto alguna enmienda transaccional que
indicara, de alguna manera, la voluntad del Gobierno de
avanzar en esa dirección. Si esto no se produce mantendremos
las enmiendas que hemos presentado.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mauricio.

El señor Cercas tiene la palabra.




El señor CERCAS ALONSO: Gracias, señor Presidente.

Consumo este último turno dirigiéndome exclusivamente al señor
Aparicio, con el que tengo que constatar una vez más que sus
palabras no solamente no aclaran ninguna de nuestras dudas,
sino que reafirman todas y cada una de ellas. Si usted ha
recibido en los debates de Comisión y Pleno un requerimiento
concreto para que cese en sus ambigüedades, no pretenderá
usted que con la exposición que nos ha hecho, afirmando su
lealtad a la Constitución, termine todo el conjunto de
elementos que quedan aún en la sombra, en la indefinición del
Grupo Parlamentario Popular. Se lo acaba de decir muy bien el
señor Peralta. La Constitución tiene muchas interpretaciones
en ese artículo 41. Ustedes mismos, ahora que llega la señora
Ministra de Sanidad, están haciendo un desarrollo, sin duda
respetuoso con la Constitución, pero un desarrollo de lo que
puede ser una política



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sanitaria de su grupo (ahí sí se están empezando a descubrir
sus auténticas intenciones), un desarrollo ultraliberal, un
desarrollo, como le decía antes, absolutamente de
chilenización del país, de dualización social, de dualización
de sistemas, de generar simplemente una respuesta mínima por
parte del Estado, dejando que sea la iniciativa privada quien
dé los estándares de calidad para quien pueda comprarlo con su
propio pecunio. Y están ustedes en la Constitución, pero están
ustedes en la chilenización de la sanidad. Algo parecido pasa
con la educación.

¿Qué harán ustedes mañana en el sistema de pensiones? No lo
sabemos, señor Aparicio. Me gustaría saberlo y me gustaría que
fuese en una lectura progresista, pero dudo mucho que la voz
de su amo les deje tener una lectura progresista en el tema de
las pensiones. Lo dudo mucho al leer toda la literatura que se
está produciendo en España, la que viene de los sectores
sociales que les apoyan a ustedes y que produce el propio
Presidente de su Partido, cuando, en la vista a Chile, hizo
loas al sistema de previsión chileno, del que puede usted ver
las dramáticas consecuencias sociales, aunque haya tenido
algunos éxitos económicos de momento, mientras madura. Ustedes
tienen una vis compulsiva de caminar hacia un modelo liberal
que me gustaría, no que usted me lo reafirmara en la tribuna,
señor Aparicio, sino que me lo negara con hechos, no con
palabras, porque sus palabras siguen siendo ambiguas. (El
señor Aparicio Pérez pide la palabra.) Este fin de semana haré
el enorme sacrificio de leerme ese opúsculo que acaba de
escribir otra vez don José María Aznar, sin ninguna esperanza,
por supuesto, de encontrar una respuesta sensata, rigurosa,
porque simplemente se trata de dejar las manos libres para,
después, cuando llegue el momento de la verdad, dar la
auténtica dimensión de sus intenciones, porque --y es lo más
congruente y de lo que en concreto podíamos hablar en esta ley
de presupuestos-- les hemos pedido a ustedes, señor Aparicio,
que dejen de hacer las agresiones que están haciendo al
sistema de Seguridad Social. Su actitud es absolutamente
irresponsable. Cuando un grupo político como el suyo, no en
1987, sino en las últimas elecciones generales, habla de
rebajar ocho puntos la cotización a la Seguridad Social y
habla, al mismo tiempo, de que no va a haber mayores ingresos
fiscales en la Seguridad Social, irremediablemente deben
recortar las pensiones, puesto que el presupuesto de la
Seguridad Social tiene forzosamente, por ley, que ser
equilibrado. Ustedes no nos han explicado nunca esa cuadratura
del círculo y vuelven, un año más, a pedir más obligaciones al
sistema y vuelven a ofrecer menos recursos al sistema. Y eso,
señor Aparicio, se llama, pura y exclusivamente, hacer
inviable el sistema público. Por eso, lamentádolo, tengo que
decirle a usted, para que lo reflexione, que en este momento
al menos, son una amenaza y un peligro real para la
estabilidad de los actuales y de los futuros pensionistas de
este país. (El señor Hinojosa i Lucena pide la palabra.)
Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Cercas.

Señor Hinojosa, tiene la palabra.




El señor HINOJOSA I LUCENA: Quería pedirle el consumo de un
brevísimo turno para presentar una enmienda transaccional al
Grupo Canario, si S.S. me lo permite.




El señor PRESIDENTE: Reglamentariamente, señor Hinojosa, está
prevista la presentación de enmiendas transaccionales, no el
consumir turnos a favor de ellas. Por tanto, haga la
presentación en los términos más breves posibles.




El señor HINOJOSA I LUCENA: Me he expresado mal, señor
Presidente. Muchas gracias por concederme la palabra.

Trataba de presentar una transaccional a la enmienda número
460 del Grupo de Coalición Canaria, con la pretensión de
incrementar en la Sección 19, en el programa 322 A, una
partida de 190 millones de pesetas para promoción de empleo
autónomo. No se les ocultará a SS.SS. la importancia que tiene
el intento de favorecer la propia iniciativa individual para
incrementar el empleo individual y el empleo autónomo en una
situación en la que el paro en nuestro país está, como SS.SS.

han debatido ya a lo largo de la mañana y como todos los
ciudadanos saben, en unos niveles que cualquier esfuerzo que
se pueda hacer para minorarlos ha de estar bien visto por la
Cámara. Espero que los distintos grupos se percaten de la
importancia de esta enmienda y, en su momento, la voten
favorablemente.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Hinojosa.

Señor Mauricio.




El señor MAURICIO RODRIGUEZ: Solamente 30 segundos, señor
Presidente, para aceptar la propuesta de enmienda
transaccional en el sentido de que ésta era la línea que
marcaba una de nuestras enmiendas, aunque en ella se pedía una
dotación superior. En cualquier caso, siempre seguiremos
aspirando a que se vaya logrando esa dotación superior, pero
por lo menos se abre la posibilidad de que se concrete un
programa de empleo autónomo que nos parece muy importante. Por
todo ello, aceptamos la iniciativa del Grupo Catalán y
votaremos a favor de esta enmienda transaccional.

Muchas gracias.




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El señor PRESIDENTE: Entiendo, por tanto, señor Mauricio, que
retira la enmienda 460 (Asentimiento.)
Gracias, señor Mauricio.




¡¡¡OJO!!! LADILLO



Sección 26
e Insalud



Concluido el debate relativo a las secciones 19 y 60, pasamos
al debate de la Sección 26, Ministerio de Sanidad,
conjuntamente con el debate relativo al presupuesto del
Insalud.

Para la presentación de los presupuestos del Ministerio de
Sanidad y del Insalud, tiene la palabra la señora Ministra de
Sanidad.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Amador Millán):
Muchas gracias, señor Presidente.

(El señor Vicepresidente, Beviá Pastor, ocupa la Presidencia.)
Señorías, los presupuestos que hoy presentamos marcan un hito
en la consolidación de nuestro sistema sanitario público. Un
sistema, señorías, que tiene como objetivo garantizar que,
ante un problema de salud, todos tengamos las mismas
oportunidades y que éstas sean las mejores que la ciencia pone
hoy a nuestro alcance. Este es, señorías, el programa
sanitario del Gobierno Socialista y en su cumplimiento
avanzamos con decisiones políticas, como las que se plasman en
el proyecto de ley de Presupuestos para 1995 que vengo a
presentar a esta Cámara.

Estos, señorías, vuelven a ser unos presupuestos rigurosos,
porque responden al objetivo del Gobierno de contención en el
crecimiento del gasto público que preside nuestra política
económica. Pero, al mismo tiempo, son unos presupuestos
suficientes que reflejan la voluntad del Gobierno de dotar a
la asistencia sanitaria de los recursos necesarios para
responder a las demandas de los ciudadanos en materia de
salud.

Los presupuestos para 1995 incluyen en la función sanidad,
créditos por valor de 3 billones 331.000 millones de pesetas,
lo que supone un aumento, respecto al presupuesto inicial del
ejercicio anterior, de 228.000 millones de pesetas en términos
absolutos, y un 7,3 por ciento en términos relativos. Si
deducimos del presupuesto del año 1994 los 140.000 millones de
pesetas destinados a cubrir el saneamiento de la deuda, el
incremento real de los recursos destinados a financiar la
función de sanidad es de un 12,4 por ciento, en relación al
ejercicio precedente, y esta cifra representa el 11,2 por
ciento del total del gasto público consolidado.

La asistencia sanitaria del sistema de Seguridad Social
concentra la mayor parte de estos recursos con un presupuesto
que en 1995 alcanza los 3 billones 224.000 millones de
pesetas, es decir, un crecimiento del 13,96 por ciento en
relación con el presupuesto inicial de 1994.

La aportación directa del Estado a la financiación de esta
asistencia se incrementa en un 24,69 por ciento sobre el
anterior ejercicio, alcanzando el 77,28 por ciento del total
de la financiación. Por el contrario, la aportación de la
Seguridad Social, procedente de cotizaciones, decrece un 13,08
por ciento, respecto a 1994, situándose en un 20,80 por ciento
del total. En síntesis, señorías, los presupuestos reflejan
tres decisiones políticas transcendentes para la sanidad: La
primera, la suficiencia financiera que se traduce en el
importantísimo incremento que he citado; la segunda, la
modificación del sistema de financiación, que consolida su
funcionamiento y le dota de la estabilidad imprescindible; la
tercera, el aumento de la financiación procedente de la
aportación del Estado y la disminución de la que tiene su
origen en cuotas de Seguridad Social.

Voy a referirme, señorías, al nuevo modelo de financiación,
que refleja el cumplimiento de un compromiso adquirido por el
Gobierno, al que hice referencia en mi comparecencia ante la
Comisión de Sanidad de esta Cámara en el mes de septiembre del
año 1993. Su contenido fundamental es el siguiente: En primer
lugar, la suficiencia y la estabilidad financiera. En segundo
lugar, la homogeneidad en los sistemas de coeficientes para el
cálculo de la financiación correspondiente a cada comunidad
autónoma, con arreglo al criterio de población protegida. En
tercer lugar, el establecimiento de horizontes presupuestarios
definidos para cada servicio de salud. En cuarto lugar, la
supresión de los créditos ampliables. En quinto, el
saneamiento de la deuda de los ejercicios anteriores, de 1992
y 1993. Y, finalmente, la normalización de la información
sobre el gasto sanitario público, además de la fijación de un
sistema de compensación financiera para la atención sanitaria
de los pacientes desplazados. Este sistema se va a aplicar con
efecto 1 de enero de 1994, partiendo, para conseguir una
dotación financiera realista, del gasto efectivo del sistema
sanitario en el ejercicio de 1993.

Los presupuestos de cada ejercicio se elaborarán aplicando al
gasto efectivo del año precedente el crecimiento previsto del
PIB nominal, ajustándolo al PIB real en el primer trimestre
del ejercicio siguiente, lo que va a contribuir a dotarle de
la estabilidad necesaria.

El nuevo modelo toma como referencia para el cálculo de los
coeficientes de población protegida la población de derecho
del censo de marzo del año 1991 del Instituto Nacional de
Estadística. La adaptación a este nuevo marco se va a hacer de
la siguiente manera: el coeficiente del Insalud va a disminuir
del 38,86 por ciento al 38,46, que es el que resulta del censo
que he citado, y la adaptación se va a producir de manera
progresiva en el período 1994/1997. El País Vasco y Navarra no
van a ver modificada su situación actual, puesto que se sigue
ajustando a lo dispuesto en sus respectivos Estatutos de
Autonomía. Andalucía mantiene el coeficiente del 17,72
alcanzado en el año 1993. Canarias va a seguir con el proceso
de



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transferencias recientemente acordado. A Cataluña se le va a
aplicar, en el año 1994, el coeficiente de población protegida
del 15,99, puesto que ha transcurrido con exceso el período de
diez años recogido en su Real Decreto de transferencias.

Valencia tiene que alcanzar el coeficiente final por
aplicación del nuevo criterio, que es el 10,03 por ciento, y
la adaptación se va a realizar en el período 1994/1997,
comenzando en 1994 con un coeficiente del 10,11 por ciento. En
el caso de Galicia, señorías, el ajuste del coeficiente de
población protegida, que actualmente es el 6,38 por ciento,
debería realizarse progresivamente hasta el año 2000 para
alcanzar el 7,03 por ciento de conformidad con su acuerdo de
transferencia. Sin embargo, para lograr un equilibrio de sus
recursos financieros y de sus necesidades sanitarias actuales,
este período se reduce, en virtud del acuerdo, en tres años.

Esto va a suponer para la Comunidad Autónoma de Galicia unos
recursos adicionales cifrados en 25.485 millones de pesetas.

Por último y para lograr el pleno saneamiento del sistema, se
incorporan al escenario presupuestario 1994-1997 las
dotaciones necesarias para atender la liquidación definitiva
de los ejercicios 1992 y 1993, la llamada deuda, que se ha
cuantificado en 290.665 millones de pesetas y que va a ser
saldada de la siguiente manera: en el año 1994, 149.893
millones de pesetas; 57.886, en 1995; y 82.886 en 1996.

En resumen, señorías, la suficiencia financiera y el
saneamiento de la deuda cumplen el compromiso de este Gobierno
de consolidar financieramente el Sistema Nacional de Salud,
manteniendo sus principios irrenunciables. Por lo que se
refiere, señorías, al análisis somero del presupuesto del
Insalud, merecen ser destacados los siguientes aspectos: el
programa de atención primaria recibe 439.706 millones de
pesetas, lo que representa el 35,14 por ciento del total del
presupuesto. Crece este programa, señorías, un 18,21 por
ciento sobre el presupuesto inicial del año 1994, debido
fundamentalmente a la cobertura de la implantación de nuevos
equipos de atención primaria hasta completar el 80 por ciento,
que es el objetivo fijado para el año 1995.

El programa de atención especializada está dotado con 745.893
millones de pesetas. Significa un 59,60 por ciento del
presupuesto de la entidad, y crece un 8,72 por ciento respecto
a 1994.

El programa de investigación sanitaria tiene un presupuesto de
4.904 millones de pesetas, un 10,15 por ciento más que el
inicial de 1994.

El presupuesto asignado a la formación de personal sanitario
asciende a 27.338 millones de pesetas, con un aumento del 9,03
por ciento frente al ejercicio anterior, incremento que
obedece fundamentalmente al crecimiento del número de
especialistas en formación que hemos previsto para el año
1995. Por capítulos concretos podemos destacar el
correspondiente a gastos de personal, dotado con 492.132
millones de pesetas, que se incrementa en un 6,75 por ciento,
destinado a la cobertura de los nuevos equipos de atención
primaria y hospitales y a sufragar la revisión salarial
prevista para el próximo año, que es del 3,5 por ciento.

El capítulo de inversiones crece un 16,44 por ciento respecto
al año anterior, con un total de 35.414 millones de pesetas.

Este crecimiento va a permitir, no sólo consolidar la actual
actividad, sino incrementarla significativamente con la nueva
expansión de los cuatro nuevos centros hospitalarios que han
entrado en funcionamiento en 1994 y con la finalización de las
reformas ya emprendidas en 19 hospitales. Además, se van a
poner en funcionamiento 26 nuevos centros de salud.

El capítulo de gastos de farmacia está dotado en este
presupuesto con 248.932 millones de pesetas, lo que supone un
incremento de siete por ciento, del que deducido el aumento
imputable al IVA, que es el uno por ciento, sitúa el
crecimiento efectivo en un seis por ciento. Quiero recordar en
este punto, señorías, que asegurando los niveles de cobertura
de la prestación farmacéutica, manteniendo la gratuidad para
los colectivos más necesitados de protección y promoviendo el
uso responsable por parte de los profesionales y de los
usuarios de los medicamentos, en los diez primeros meses de
este año el incremento del gasto en farmacia del Insalud ha
sido de un 3,49 por ciento, mientras que en el mismo período
del año pasado este crecimiento fue del 8,94 por ciento. Hasta
aquí, señorías, las principales magnitudes del presupuesto del
Insalud para 1995.

Por lo que se refiere a la dotación para el Ministerio de
Sanidad y Consumo, las actuaciones responden a los objetivos
básicos de la autoridad sanitaria, el desarrollo de una
estrategia global de promoción de la salud y prevención de la
enfermedad y la contribución a la consolidación y mejora del
sistema. Me gustaría destacar algunos programas. El de sanidad
exterior, dotado con 1.714 millones. El de oferta y uso
racional de medicamentos, con 1.206 millones. Las acciones de
lucha contra el sida, que van a contar con una dotación de 796
millones de pesetas, de los cuales 150 se destinan a
subvencionar programas de prevención y control desarrollados
por organizaciones no gubernamentales, y 95 a la aplicación
del convenio suscrito con los Ministerios de Educación y
Ciencia y Asuntos Sociales para la formación del profesorado y
del alumnado. Para las actividades de cooperación sanitaria
internacional destinamos un crédito de 148 millones de
pesetas, dirigido prioritariamente a la formación de
profesionales, al asesoramiento de técnicas de planificación y
gestión de los servicios de salud y a actividades de
cooperación científica y técnica en este ámbito. Además, el
Ministerio participa en la ayuda sanitaria a los países del
Tercer Mundo a través de la Agencia Española



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de Cooperación que dispone para este fin este año de un
presupuesto de 2.500 millones de pesetas.

El presupuesto del Instituto Nacional del Consumo asciende a
1.772 millones de pesetas, que suponen un aumento del 3,8 por
ciento en relación con el presupuesto de 1994. Las actuaciones
financiadas con estos recursos se dirigen al desarrollo y
ejecución de los objetivos establecidos en el plan estratégico
de protección al consumidor acordado en la Conferencia
Sectorial de Consumo, celebrada en marzo de este año, entre
las que destacó las campañas de información para potenciar el
sistema arbitral de consumo, la utilización del Centro de
Información y Documentación de Consumo y la cooperación
institucional con todas las administraciones.

El presupuesto del Instituto Carlos III asciende a 8.381
millones de pesetas, y experimenta un crecimiento del 4,5 por
ciento, frente al ejercicio anterior. A la investigación
sanitaria se destinan 7.547 millones, con los que se
mantendrán los siete centros nacionales integrados en el
Instituto y la Agencia de Evaluación de las Tecnologías
Sanitarias. El Fondo de Investigaciones Sanitarias podrá
financiar a lo largo de 1995, 1.700 proyectos de
investigación, 120 ayudas de infraestructura, y 2.500 meses de
becas para ampliación de estudios, entre otras actividades. La
formación continuada y especializada del personal al servicio
de las administraciones sanitarias del Estado se dota a través
del Instituto con 834 millones de pesetas, un 2,9 por ciento
más que en el presupuesto precedente, que van a permitir,
entre otras actuaciones, mejorar la oferta docente de la
Escuela Nacional de Sanidad.

Hasta aquí, señorías, las principales magnitudes
presupuestarias del Ministerio de Sanidad y Consumo para el
año 1995, que demuestran que la sanidad ha sido, es y seguirá
siendo una prioridad política de este Gobierno, que, además,
nos van a permitir avanzar en la protección sanitaria para
todos los ciudadanos y alcanzar mejores niveles de salud,
objetivo que constituye la principal misión del sistema
sanitario que defendemos.

Si me lo permite la Presidencia, quisiera excusar mi ausencia
del hemiciclo por razones facultativas que me impiden
permanecer aquí para seguir el debate. Por ello, pido excusas
a SS.SS. y a la Presidencia.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señora
Ministra. Para la defensa de las enmiendas presentadas a esta
Sección 26, Ministerio de Sanidad e Insalud, por parte de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra la
señora Maestro.




La señora MAESTRO MARTIN: Gracias, señor Presidente.

Señorías, señora Ministra, subo a la tribuna para argumentar
la presentación de la enmienda a la totalidad, de devolución,
que Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya ha presentado en
relación con los presupuestos de la Sección 26, Ministerio de
Sanidad y Consumo e Insalud.

Como es tradicional en los planteamientos de Izquierda Unida-
Iniciativa per Catalunya, en primer lugar quiero hacer una
afirmación genérica. Es imposible analizar, ni desde el punto
de vista económico ni desde el punto de vista de la gestión,
los planteamientos de política sanitaria sin inscribirlos en
el marco más general de la política económica global. Desde
siempre, pero especialmente en los últimos años, la política
sanitaria no se define desde el Ministerio de Sanidad, sino
desde el Ministerio de Economía y Hacienda. Se muestran las
grandes cifras del gasto sanitario público y, lo que es más
importante, los principios políticos e incluso ideológicos que
rigen la ordenación del sistema sanitario público y el papel
que juega el sistema sanitario público en la atención de la
salud.

Una vez más, en la presentación que la Ministra de Sanidad ha
hecho de los presupuestos de su Departamento afirma que a
través de la incorporación de la deuda generada por
incumplimientos presupuestarios anteriores, se produce un
incremento del gasto sanitario público, lo cual no es cierto.

Afirma también que el nivel de gasto sanitario público de los
presupuestos del Ministerio de Sanidad permite contemplar la
estabilidad del propio sistema sanitario. A este respecto,
quiero decir que Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya ha
pedido la comparecencia urgente de la Directora General del
Insalud ante la Comisión de Sanidad y Consumo a raíz de unas
declaraciones suyas, según las cuales la crisis económica, la
crisis financiera, permitía hablar de peligro en el sistema
público de atención sanitaria. Hablaba de la participación del
usuario (desde luego no la participación democrática del
usuario en la gestión del sistema sanitario público, sino la
participación económica) y de la laboralización del personal
sanitario como medidas a tomar. En este sentido, los
presupuestos del Ministerio de Sanidad se inscriben dentro del
plan de convergencia global del Gobierno. Hay que recordar que
se mantiene una reducción acelerada del déficit público desde
el 7,5 por ciento del producto interior bruto al 3 por ciento,
en el año 1997. Es decir, dentro de este programa de reducción
del déficit público, lo que en este año han sido unas décimas
van a ser, en años venideros, reducciones mucho más
importantes. Y no es posible ocultar que el relativo
mantenimiento del gasto sanitario público, dentro de unos
niveles absolutamente precarios para el año 1995, tiene una
relación con circunstancias políticas electorales.

Uno de los planteamientos que ha guiado a Izquierda Unida a la
hora de presentar la enmienda a la totalidad



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es la modificación del sistema de financiación del presupuesto
de Sanidad. Se mantiene como aspecto positivo la disminución
de la parte presupuestaria procedente de cotizaciones a la
Seguridad Social y el incremento de la aportación financiera
del Estado desde el 70,6 por ciento el año pasado, hasta un
77,3 por ciento el actual.

Se propone sustituir la disminución de las cotizaciones de la
Seguridad Social en un punto, el 0,8 por ciento en la cuota
patronal y un 0,2 por ciento en la cuota obrera con un
incremento de un punto de los tres tipos de IVA; es decir, se
sustituyen cotizaciones sociales por incrementos en la
imposición indirecta. Es muy interesante analizar estos datos
por cuanto desde posiciones progresistas en relación con la
política sanitaria se ha afirmado y se ha tenido como bandera
el que deberíamos acercanos al cien por cien en la aportación
financiera del Estado, en la financiación de la sanidad
pública, dando por supuesto que un gobierno que dice tener
ideología socialdemocrática
debería conllevar unos planteamientos fiscales progresivos que
garantizaran la financiación del sistema sanitario en sus
aspectos redistributivos. Muy por el contrario, la disminución
de las aportaciones de la Seguridad Social se hace por
impuestos indirectos y, por lo tanto, incrementando el
carácter regresivo del sistema fiscal y la injusticia, desde
el punto de vista de las clases populares, en la financiación
del sistema sanitario público.

Yo he afirmado en repetidas ocasiones desde esta tribuna que
la política sanitaria que está llevando el gobierno del PSOE
se adapta estrictamente a los criterios ideológicos y de
política socioeconómica global definidos por el Banco Mundial
y por el Fondo Monetario Internacional, que se centran
fundamentalmente en una política de privatizaciones, de
disminución de gasto público y de precarización de las
relaciones laborales. En lo que se refiere al sistema
sanitario público, los dos primeros aspectos están llevándose
a cabo con una sistematización digna de mejor causa, de tal
manera que la privatización --es decir, la toma final de
decisiones por parte del Ministerio de Sanidad y Consumo--
probablemente no la lleve a cabo el gobierno del PSOE, pero
desde el gobierno del PSOE se habrán dado los pasos
estructurales, los pasos esenciales desde el punto de la
financiación y de la ordenación del sistema sanitario para que
todo esté preparado para la toma de decisiones final. A este
respecto, quiero señalar la preocupación y la indignación de
Izquierda Unida ante una situación para los trabajadores y las
clases populares consistente en una disminución de ingresos y
una precariedad de las condiciones de vida derivadas de la
existencia de un 24 por ciento de desempleo, que no se espera
modificar a lo largo del ejercicio de 1995, un 34 por ciento
de empleo en precario, un 43,5 por ciento de los desempleados
sin prestación y, de aquellos que perciben prestación, un 54
por ciento reciben cantidades del tipo de las 45.000 pesetas
mensuales. Estas condiciones económicas, que objetivamente
determinan la existencia de mayores niveles de necesidades en
materia de salud, se contraponen con la decisión inédita con
respecto a ejercicios presupuestarios anteriores por las
cuales el tiempo de percepción de prestación económica por
enfermedad se limita a dos años y medio y solamente en
circunstancias excepcionales, cuando el sistema anterior
permitía llegar hasta los seis años. Yo denuncio desde esta
tribuna todos aquellos discursos que en lugar de dirigirse a
la lucha contra el fraude fiscal, auténtico cáncer (ya que
estamos hablando de Sanidad) de un sistema que, como afirma
nuestra Constitución, está basado en un Estado social y
democrático de Derecho, por cuanto el fraude fiscal es fraude
fiscal del capital y nunca es fraude fiscal de los asalariados
y en estos momentos, según afirmaciones oficiales, asciende a
una cantidad equivalente al monto total del presupuesto del
sistema sanitario público; digo que denuncio los discursos por
los cuales uno de los problemas de la crisis fiscal del Estado
vendría determinado por la existencia de fraude en las
prestaciones por enfermedad, etcétera.

Otro de los aspectos que preocupa especialmente al Grupo de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya es el paso que se ha
atrevido a dar el Gobierno en estos Presupuestos Generales del
Estado y al que se había resistido en ejercicios anteriores, a
pesar de las enormes presiones del Grupo Parlamentario
Catalán. Me refiero a transferir, por primera vez, la gestión
de las prestaciones económicas por enfermedad a las mutuas
patronales, avanzando, dando un paso de gigante en el modelo
de gestión privada de recursos públicos. A juicio del Grupo
Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, es
imposible no relacionar esta decisión con una de las
reivindicaciones y propuestas esenciales del Informe Abril
Martorell, que planteaba la necesidad de transferir la
atención sanitaria de los trabajadores y sus familias a las
mutuas patronales que, en definitiva, es un paso más en la
privatización del sistema sanitario público.

Tengo que referirme a unas declaraciones de la señora Ministra
y siento que no esté presente, aunque tengo que decir que
entiendo perfectamente las razones por las cuales no me puede
oír. Desgraciadamente para ella, en este caso el «Diario de
Sesiones» permite recordar declaraciones realizadas en esta
Cámara hace exactamente un año. A la hora de justificar el
raquitismo de un presupuesto de inversiones en un sistema
sanitario público, en el que el compromiso de finalizar la
reforma de la atención primaria con la cobertura del cien por
cien de la población se hizo en el año 1992, y cuando, según
los datos actuales, apenas sobrepasa el 60 por ciento, la
señora Ministra justificaba un 2,6 por



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ciento en las inversiones del sistema sanitario público
diciendo lo siguiente: No significa que renunciemos a mantener
la inversión total prevista en el plan cuatrienal, porque
prevemos la recuperación inversora para 1995 con la
incorporación de los fondos de la Comunidad Europea.

Señorías, en mi intervención correspondiente a los
Presupuestos de 1994, yo tuve ocasión de decir a la señora
Ministra que mal íbamos si esperábamos ayudas de este tipo a
la hora de cumplir objetivos y necesidades históricas del
sistema sanitario público.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señora Maestro, vaya
concluyendo.




La señora MAESTRO MARTIN: Termino, señor Presidente.

Pues bien, hay que decir que este año el porcentaje del
Presupuesto destinado a inversiones alcanza la cifra
escalofriante de un 2,7 por ciento, permaneciendo en los
niveles más bajos desde la llegada del sistema democrático a
nuestro país.

En este sentido, quiero terminar señalando lo siguiente. No es
aceptable, desde el punto de vista de la solidaridad y de la
equidad, que se siga manteniendo como objetivo la reducción o
la congelación del gasto sanitario público cuando --insisto--
las necesidades de salud no hacen más que dispararse dadas las
condiciones de crisis económica para los trabajadores, de
crecimiento del desempleo y de precarización del mercado de
trabajo.

Finalmente, quiero decir que me ha asombrado escuchar que la
señora Ministra se enorgullece cuando la sociedad española
está reclamando, desde todos los sectores, la dotación del 0,7
por ciento de los Presupuestos Generales del Estado para ayuda
a los países empobrecidos, por un sistema económico que
determina una transferencia neta de recursos desde los países
subdesarrollados hacia el centro. Me asombra que la señora
Ministra se enorgullezca de que el porcentaje del presupuesto
de Sanidad destinado a cooperación al desarrollo sea de un
0,0004 por ciento, es decir, 148 millones de pesetas, cuando,
evidentemente, el Ministerio de Sanidad tendría que ser uno de
los Ministerios clave a la hora de generar este tipo de
políticas de cooperación en el desarrollo y en la salud de los
países empobrecidos.

Nada más y muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señora
Maestro. Para la defensa de las enmiendas del Grupo Popular,
tiene la palabra el señor Fernández-Miranda.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Gracias, señor
Presidente. Señorías, en primer lugar quiero agradecerle a la
Ministra el esfuerzo que ha realizado, dada la pequeña lesión
que tiene, por venir a presentar personalmente a esta Cámara
los presupuestos de su Ministerio; queremos agradecérselo y
reconocer, por tanto, su fortaleza de ánimo para hacerlo
cumpliendo con su obligación.

Lamentamos, por otro lado, que no haya podido asistir al resto
del debate, sobre todo, porque las cosas que el Grupo
Parlamentario Popular tiene que decirle como titular de esta
cartera es mejor decirlas personalmente para después seguir
debatiendo y dialogando sobre ellas.

Centrándonos en las enmiendas y en las afirmaciones ya
conocidas por intervenciones anteriores de la señora Ministra,
tanto aquí como en el Senado, el Grupo Parlamentario Popular
empieza por dudar, lisa y llanamente, de la credibilidad de la
propia Ministra. Difícilmente se puede venir a esta Cámara a
pedir, por parte de un miembro del Gobierno, que todos los
grupos parlamentarios y, por lo tanto el Grupo Parlamentario
Popular al cual represento, apoyemos y creamos en las grandes
cifras que van a hacer posible la asistencia sanitaria
pública, la sanidad en su concepción más amplia en este país.

Difícilmente podemos creer en ello cuando su propio Gobierno,
cuando el Presidente del Gobierno, cuando el Ministro de
Economía y Hacienda a través de la disposición adicional
decimosexta le retiran la tutela formal de los fondos públicos
que va a manejar. Una disposición adicional que transforma
literalmente a la Ministra de Sanidad y Consumo en un cero a
la izquierda en el Consejo de Ministros y le concede al
Ministro Solbes la cartera de Sanidad también para este año.

Ya que se sonríen deduzco que no se han leído la disposición
adicional decimosexta por lo que, señores del Grupo
Socialista, se la leo textualmente --tiene rango de ley--: «Se
autoriza al Ministro de Economía y Hacienda»-- al Ministro no
al Ministerio --«a dictar las normas necesarias para la
gestión, modificación y seguimiento de los créditos del
Instituto Nacional de la Salud». Si esta disposición adicional
no es retirar la tutela formal del manejo de unos fondos
públicos que teóricamente van a hacer posible la sanidad en
nuestro país, explíquemelo porque, desde luego, nuestra
sensación es ésa. Tenemos que referirnos, por lo menos a lo
largo de este año (ya que hemos presentado una enmienda dando
por bueno este planteamiento, estamos totalmente de acuerdo
con que la Ministra de Sanidad no es capaz de gestionar estos
fondos públicos), a una enmienda para que esto se cambie
cuando las razones que han inducido a la disposición adicional
desaparezcan, que sin duda alguna será cambiar a las personas
responsables del Ministerio de Sanidad y Consumo. La señora
Ministra, en una comparecencia el 7 de noviembre de este año,
de forma un poco más amplia de lo que hoy lo ha hecho --e
insisto en el agradecimiento



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por el hecho de que se haya subido a esta tribuna--, habló de
una serie de premisas imprescindibles para una financiación
estable de la sanidad pública. Dijo que, en primer lugar,
estas premisas eran la suficiencia y la estabilidad
financiera, lo que sin duda, por lo que después veremos, no
pasa de ser la declaración de un deseo. Habló de la supresión
de los créditos ampliables, que no son ciertos para Sanidad.

Mal está que le hagan los presupuestos a la Ministra de
Sanidad y Consumo, pero ya me parece excesivo que ni siquiera
se los lea, y lo veremos a continuación. Habló de la
actualización de los coeficientes de participación en el gasto
sanitario por las comunidades autónomas con arreglo al
criterio de población protegida, lo que sin duda demuestra un
planteamiento con una importantísima carga de insolidaridad
interterritorial. Y por último habló del compromiso para
definir un sistema de compensación por desplazados y el
saneamiento de la deuda de ejercicios anteriores. «El
compromiso para definir»; la frase preferida de la Ministra,
«estamos trabajando en»; en definitiva, promesas sin
concreción una vez más.

En cuanto a esa financiabilidad de la sanidad pública que nos
anuncian, si comenzamos por el reparto que se va a producir
entre las comunidades autónomas, hay que decir en esta Cámara
que este nuevo reparto exclusivamente en función de un
criterio, el número de población protegida, sin considerar la
edad de los ciudadanos ni la extensión de las comunidades
autónomas, ni la realidad insular, ni las dificultades
orográficas, ni la realidad sanitaria de cada una de las
comunidades autónomas con más o menos infraestructuras, con
más o menos tecnología, con más o menos personal sanitario,
basándose exclusivamente en el componente numérico de los
ciudadanos a proteger, nos parece profundamente insolidario y
además produce un efecto nada deseable sobre diez de las
diecisiete comunidades autónomas, sobre las comunidades
autónomas que no tienen competencias transferidas en sanidad,
las cuales van a perder a lo largo de los próximos cuatro años
36.000 millones de pesetas. Si sumamos esos 36.000 millones de
pesetas a la deuda histórica que ha ido generando el Insalud
año tras año, desde hace doce, en el territorio que ha
gestionado directamente, podemos afirmar que es imposible
pensar siquiera en transferir a medio plazo las competencias
de sanidad a estas comunidades. Tendrán que olvidarse por
ahora de una reclamación absolutamente justa, reclamación que
hemos apoyado en todas y cada una de las comunidades autónomas
que en este momento no tienen esas competencias. Flaco favor
se está haciendo para completar ese mapa de transferencias en
sanidad, del cual tan necesitados estamos. El saneamiento
formal de la deuda no se produce. Un año más vuelven a tapar
agujeros, no a sanear. Identifican, afloran, pero no
consolidan en el gasto del próximo año esas desviaciones que
están absolutamente convencidos de que se van a producir año
tras año. En 1992 son 280.000 los millones desviados; en 1993,
278.000; en 1994, 345.000; no entendemos la microcifra de
295.000 millones de que habla la Ministra, sobre todo porque
resulta que en el artículo 12 de la Ley General Presupuestaria
se arbitra un préstamo de 401.000 millones de pesetas a pagar
en diez años --lo cual quiere decir que puede pagarse en el
décimo año--, que el Secretario General de la Seguridad
Social, en su comparecencia del 18 de octubre en esta Cámara,
reconoce que son fondos que se van a aplicar en exclusiva a
tapar agujeros de la sanidad publica. Es decir, que el billón
de pesetas de que hablamos, el millón de millones que la
sanidad pública debe en este momento, se va a ver incrementado
por 401.000 millones de pesetas. Nos estamos gastando ya, nos
gastaremos en 1995 el dinero que nos va a hacer falta para
pagar la sanidad pública en el año 2005; nos estamos comiendo
ya esos fondos públicos como consecuencia de una pésima
gestión de los recursos sanitarios.

El señor Solbes, en su intervención respecto a la enmienda de
totalidad, le reprochaba al señor Aznar que habláramos de que
serían necesarios 300.000 millones más para este saneamiento
formal, porque el saneamiento consiste en reconocer, aflorar y
consolidar para no generar deuda en el próximo año, como viene
pasando desde hace doce en nuestro país. Le parecía un
disparate que hubiésemos hablado de 300.000 millones. Pues
bien, el crédito de la Seguridad Social que se consagra en el
artículo 12 es nada menos que de 401.000 millones de pesetas,
rompiendo la dinámica general de saneamiento de las
administraciones públicas, ya que en el artículo 11 se dice
que se suprimirán los créditos ampliables para el manejo de
los fondos públicos, los créditos que se conceden sin dar
cuentas a nadie, salvo, según se recoge en el Anexo II, punto
1.12.b) y punto 4.4, para la financiación del Insalud, para
pagar las liquidaciones de 1993 y 1994. Incluso en ese punto
4.4 del Anexo II se dice que haciendo esta excepción
exclusivamente para la sanidad pública, para los gastos que
sean necesarios. ¡Allá vamos! No solamente no sabemos lo que
nos hemos gastado de más, sino que en ley aparece que para los
gastos que sean necesarios, y así estamos en este momento en
la sanidad pública.

Estamos en un proceso en el cual a esta insolvencia financiera
hemos de sumar la insuficiencia de los Presupuestos Generales
del Estado, que son de nuevo unos presupuestos ficticios,
falsos, en donde se pone menos dinero del que conscientemente
se sabe que se va a gastar en el año 1995, porque las
necesidades sanitarias son las que son, las conocen y no las
presupuestan. Oímos decir a la Ministra que se han
incrementado los gastos de sanidad en un 27 por ciento, en un
13 por ciento, en un 6,2 por ciento, en un 7,3 por ciento...

Nos ha mareado con doce cifras, en unos planteamientos
propagandísticos perfectos, con un espléndido gabinete de



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prensa arropándola, para que al final no se llegue a lo que
auténticamente hay que decir. ¿Saben SS.SS. cuál es el
esfuerzo real en pesetas corrientes, en pesetas constantes,
que ha hecho el Gobierno en gastos de sanidad con respecto a
1994 y referido al producto interior bruto? Tres céntimos más
que en 1994. En 1994, sobre 64 billones se gastaron 3,1
billones; el 4,84 por ciento del producto interior bruto. En
1995, sobre 68 billones se van a gastar 3,3 billones de
pesetas, el 4,87; es decir, 0,03 por ciento de incremento
formal, de pesetas nuevas, que van a llegar a la sanidad
pública.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señor Fernández-
Miranda, vaya concluyendo.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Termino, señor
Presidente. La sanidad pública, señorías, a pesar de los
esfuerzos por adornarnos y envolvernos en preciosos papeles de
colores la realidad sanitaria, en este momento es
infinanciable, es insuficiente y es insolidaria. Y esta es su
responsabilidad; la responsabilidad de doce años de
presupuestos, de leyes, de gobierno, de administración y
gestión cotidiana. La realidad que estamos administrando en
este momento, la herencia que nos vamos a encontrar es una
sanidad pública, un ministerio de sanidad, un gobierno del
señor González que de lo único que ha sido capaz es de
recortar formalmente la sanidad pública. Hay 750 medicinas
fuera de la gratuidad en el último año. Los enfermos están
obligados a anticipar el pago de los collarines, de los
bastones, de las sillas de ruedas. Hay familias que no pueden
asumir ese desembolso previo. Hay listas de espera que
mantienen a 50.000 españoles esperando saber qué enfermedad
tienen y a 145.000 esperando a operarse. Y el gran anuncio
para 1995, lo que convertirá a 1995 en el año de gran recorte
sanitario: un catálogo de prestaciones que dejará fuera una
serie de actos asistenciales, una serie de actos sanitarios
que el español tendrá que pagarse de su bolsillo si lo
necesita. Esto es lo que el socialismo ha conseguido. Pero
nosotros pensamos que esto sí tiene arreglo y simplemente
consistiría en que ustedes leyesen a la Organización Mundial
de la Salud, con el mismo entusiasmo que llevan leyendo sus
primeros papeles de Alma Ata, que en 1993, junto con el Banco
Mundial, dice a todos los países y a todos los servicios
sanitarios del mundo: Inicien un proceso de desregulación y
liberalización de sus sistemas porque, si no, a corto plazo
todos ellos serán infinanciables. Es imprescindible introducir
un cambio en el modelo de asistencia sanitaria. Es
imprescindible que sea pagado con fondos públicos desde el
aseguramiento público que supone la seguridad social, por
fiscalidad y no por cuotas, por fiscalidad porque la
asistencia sanitaria es un derecho de todos los españoles.

Antes nos lo decía el Ministro de Trabajo: Es una prestación
no contributiva.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Termine, señor
Fernández-Miranda, por favor.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Termino, señor
Presidente.

Este cambio de modelo se lo hemos concretado al Gobierno y al
Grupo Socialista en una serie de enmiendas ejemplo para que
vean que es cierto que se puede hacer, que es cierto el hecho
de poder salvar a la sanidad pública que, como ustedes sigan
así, van a transformarla en una mala beneficencia. (Un señor
Diputado: Con salvadores como tú...).

Miren ustedes, para compensar el daño social que están
haciendo con el «medicamentazo», que está afectando
precisamente a las personas de la tercera edad, a los sectores
sociales más desfavorecidos, nosotros les proponemos a modo de
ejemplo, insisto, que ustedes prescindan de 217 altos cargos
del Insalud, que tiene 1.507 en este momento, recuperen 1.095
millones y no le den a la lavandería de Mejorada del Campo los
1.030 millones que le van a dar porque hay un estudio que
demuestra que tiene una actividad ociosa del 50 por ciento.

Con esos 217 altos cargos del Insalud trabajando en su puesto
asistencial o simplemente en su casa, y mil millones más, con
esos 2.125 millones de pesetas bien aplicados compensarían
muchas necesidades de antigripales, de anticatarrales, de
antirreumáticos, de laxantes, de complejos vitamínicos,
necesidades de personas mayores que no pueden pagar más allá
de su corta estancia en muchas residencias.

Termino, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Creía que había
terminado ya.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: No, no había terminado
aún, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Termine rápidamente,
señor Fernández-Miranda.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Termino --es un anuncio
formal-- diciendo al Grupo Socialista que no es justo que para
1995 nos anuncien que vamos a pagar más impuestos. (El señor
Curiel Alonso: En 1999.) No sé lo que dice el señor Curiel
porque al hablar se tapa la boca con el pañuelo. (El señor
Martínez Sanjuán: ¿Más impuestos en qué?) En el IVA, por
ejemplo. (El señor Martínez Sanjuán: Y menos en renta.) Y
menos en sanidad. Ese es su drama, porque lo que ustedes dan
con una mano sabiamente lo quitan con otra mano. (Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): No entre en diálogo
con el señor Curiel ni con nadie, señor Fernández-Miranda.

Silencio, señorías.




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Señor Fernández Miranda, termine por favor. (Rumores.)



El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: El catálogo, el
«medicamentazo», el quitar de la gratuidad las prótesis es
recortar sanidad pública, y eso don Felipe González no lo
anunció en la última campaña electoral.

Gracias, señor Presidente. (Aplausos.--Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): ¿Turno en contra?
(Pausa.) El señor Palacios tiene la palabra.




El señor PALACIOS ALONSO: Señor Presidente, señorías, en
primer lugar quisiera decir que no es, en absoluto, mi
intención repetir ni una sola de las concretas palabras que ha
expresado aquí la señora Ministra de Sanidad y Consumo sobre
los contenidos de los presupuestos, a la par que me sumo al
deseo de todos de la pronta curación de su dolencia
accidental.

Señor Presidente, en realidad se ha hecho un debate de
totalidad y, por tanto, me considero absolutamente liberado de
cualquier referencia a las enmiendas al articulado que hayan
podido presentar ambos grupos, por deseo expreso de ellos.

Quisiera empezar por orden inverso a las intervenciones,
mostrando una parte de una enmienda del Grupo Popular a la
totalidad que dice así: Y se tomen las medidas precisas para
que la sanidad siga siendo universal, gratuita y solidaria. Es
decir, en esta enmienda a la totalidad el Grupo Popular
reconoce expresamente que nuestra sanidad es universal,
gratuita y solidaria, puesto que es la única forma de que siga
siéndolo; si no, se pediría para que llegara a serlo. En
consecuencia, dicho esto y mostrando también la satisfacción
porque de alguna forma, y por razones que el señor ponente de
vez en cuando insinúa, se ha cambiado el estilo de debate de
ir al cuello pero sin entrar en el meollo, voy a procurar
hacer un pequeño debate político sobre la sanidad en función
de estos presupuestos y de lo que el señor Fernández-Miranda
nos plantea. Señor Presidente, hay en estos presupuestos
algunos elementos que son síntesis del trabajo de muchos años.

Son unos presupuestos que se asientan en un marco legal,
aquel, señor Fernández-Miranda, que allá por el año 1982
martilleaban ustedes: ¡A ver cuándo viene la ley! La ley está
ahí. (El señor Fernández-Miranda y Lozana hace gestos de
extrañeza.) (Es igual; usted o los que estaban por usted ahí).

La ley está ahí, ha sido el marco legal para que se asiente
toda la reforma sanitaria y se vaya consolidando el Sistema
Nacional de Salud.

Ha habido un planteamiento constante de consensos, señor
Fernández-Miranda. Yo he dicho en muchas ocasiones que
prefiero el consenso con las Comunidades Autónomas, el proceso
de los interlocutores, al criterio que ustedes puedan
manifestarme en función de sus justas ambiciones, que espero
que tarden mucho en colmar. Pero verá usted. Desde el año 1993
se iniciaron una serie de consensos y de acuerdos que son los
que van fomentando la estructura y los modos de funcionamiento
de este sistema sanitario; acuerdos que se remontan años más
atrás con Farmaindustria respecto de los proseremes, acuerdos
que en el año 1990 hacen referencia a la medicina rural y a
los centros de salud con los sindicatos, en 1992 a la
confección del mapa sanitario nacional y a la prórroga de
construcción de centros de salud y dotación de equipos de
atención primaria, así como acuerdos de colaboración con
colegios médicos. No dejo de lado, por supuesto, el pacto
autonómico de 1992 que hemos realizado con su Grupo, señor
Fernández-Miranda, en el cual se incluyen aquellos aspectos
relativos a la sanidad que usted parece no querer recordar o
reconocer bajo ningún aspecto. En el año 1993 se llegó a
acuerdos con Farmaindustria sobre la reducción del 3 por
ciento en el precio del producto farmacéutico y la reducción
de los márgenes comerciales en farmacia que ahora son del 28
por ciento. En el año 1994 se llegó a acuerdos en el Consejo
de Política Económica y Fiscal con las Comunidades Autónomas
sobre el proceso de financiación de la sanidad en el futuro.

Yo le ruego, señor Fernández-Miranda, que cuando usted ponga
reservas a los planteamientos sobre el modo de asignación de
los coeficientes a cada Comunidad Autónoma, como resultado de
este consenso con las comunidades, se pase por Galicia y
pregunte a ver si están satisfechos y si han sido ellos
quienes, de buena voluntad y de común acuerdo con las demás
Comunidades Autónomas, han aceptado por dónde deben ir los
derroteros de la financiación en los próximos tiempos.

Por otra parte, el señor Fernández-Miranda nos dice que
realmente no está de acuerdo con el modelo financiero. ¡Es que
no lo ha estado nunca! Nosotros hemos oído aquí, en esta
tribuna, señor Fernández-Miranda, cómo ustedes decían: Los
presupuestos son escasos, hay una deuda, no se paga. Se paga
la deuda y no les gusta. Usted viene machacando desde hace un
mes y medio un discurso que, tendrá que reconocerlo, es el
discurso de la prensa. Todo lo que dice usted, ya lo hemos
leído en la prensa. Es el martilleo sobre números de los que
en su día ustedes decían que no estaban satisfechos y cuando
se dan no les satisface. Es un acuerdo, señor Fernández-
Miranda, con un horizonte hasta el año 1997 que ha sido
alcanzado por las instituciones que rigen regionalmente, y en
las Comunidades Autónomas, los asuntos y las gestiones de la
sanidad. Realmente, con muchos de los planteamientos que usted
ha hecho, en principio con cierta suavidad, se llega a una
serie de conclusiones que usted, cuando la luz roja le
anunciaba que debía retirarse, dejó perfectamente claras. Bajo
la cita de lo que son las pretensiones del Banco Mundial,
usted ha hecho una apología de la privatización de la sanidad.

Esa es la realidad: usted ha hecho una apología de la
privatización de la sanidad.




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Ha preguntado usted cuánto ha crecido el presupuesto en
relación con el del año pasado y yo le digo, señor Fernández-
Miranda, que en el año 1984 los Presupuestos Generales del
Estado de este país dedicaban a sanidad 690.000 millones de
pesetas y este año son 3,3 billones de pesetas. Ese es el
crecimiento continuado de quienes han apoyado un proceso de
consolidación de un sistema sanitario público en el cual
nosotros creemos, y ustedes menos, aunque tengan
planteamientos teóricos que pretendan, de alguna manera,
empañar o simular las verdaderas intenciones.

Usted dice que no se han tomado ningunas decisiones para
consolidar este sistema. Vayamos a las inversiones, señor
Fenández-Miranda. España --ya le dije esto en la Comisión a su
compañero de intervención-- es el tercer país del mundo que
más dinero ha invertido en la sanidad después de Estados
Unidos e Islandia, señor Fernández-Miranda. La intención del
Gobierno no se puede poner en duda. Y las inversiones en este
país fundamentalmente para capitalizar el sistema, para
modernizar las estructuras, para llevar a los centros de
atención primaria elementos estructurales y equipamientos
básicos, como son la radiografía, la electrografía, la
analítica clínica, o llevar a los hospitales los TAC o la
resonancia magnética o metodologías de moderna aceptación,
señor Fernández-Miranda, ponen de manifiesto que este
Gobierno, y el partido que lo sustenta, está absolutamente de
acuerdo con proteger al sistema sanitario público de salud, lo
que ha llevado, en estos años, a una inversión que ronda los
660.000 millones de pesetas. Usted quiere machacarnos al
exterior con las cifras. Permítanme que, sin esa misma
intención, yo le exponga aquí las cifras objetivas. Las cosas
no son ni van a ser en mucho tiempo como usted quiere que
sean. Son como son. Tenemos un sistema público bastante
aceptable, un sistema público bastante bien reconocido por la
ciudadanía, un sistema sanitario público que tiene,
naturalmente, deficiencias y carencias que es nuestra
intención ir mejorando y corrigiendo. Pero no podemos dejar de
señalar que la sanidad es un mundo complejo. En España, el
personal sanitario son 350.000 personas. Fíjense ustedes que
es la mayor industria nacional, tiene su complejidad y tiene
su problemática. Evidentemente, aquí y allá, en función de la
actualización de determinados problemas o de la convergencia
con la Unión Europea, pueden ir surgiendo situaciones que hay
que ir cuidando, y en eso estamos. Desde luego, lo que no
vamos a permitir, de ninguna de las maneras, es que persista
su tesis de que este sistema sanitario público es una
beneficencia. Personalmente, señor Fenández-Miranda --tengo
que decírselo con todo el respeto--, creo que un parlamentario
no ha de venir aquí a decir una falacia como ésa. Decir que el
sistema sanitario público es una beneficencia es algo que no
dice nada a su favor. (El señor Fernández-Miranda y Lozana: Lo
será.) No siga usted con esa tesis. Este es un sistema
sanitario que tiene muy buena asistencia en el ámbito
hospitalario, muy buena asistencia en el ámbito primario y que
ha ido pasando a una estructuración de apoyo a la asistencia
primaria. Usted hacía una referencia a la Organización Mundial
de la Salud. Céntrase usted ahí si quiere. La OMS pide que se
aporte el 33 por ciento de la prestación sanitaria total a la
asistencia primaria, y la señora Ministra le recordó a usted
que en nuestro país aportamos el 35 por ciento,
aproximadamente, señor Fernández-Miranda. Cuando usted nos
dice que los presupuestos iniciales y los finales no se
concilian --a pesar de que en estos presupuestos se está
haciendo el esfuerzo para que así sea y esperamos lograrlo--,
yo le ruego que vuelva usted a las conclusiones de su último
congreso, donde ustedes planteaban el hecho de que, en el caso
de que los presupuestos fueran insuficientes, se acudiera a
créditos extraordinarios. ¿Lo dicen o no lo dicen? ¿Es así o
no es así? (El señor Fernández-Miranda y Lozana: No es así.)
Léaselo. Es que si no se ha leído su propio programa,
estaríamos arreglados; esto estaría bien, ¿eh? Léaselo.

Ustedes mismos en su congreso aceptan que, en el caso de que
se desfase el gasto, ustedes, como Partido gobernante,
recurrirían a los créditos extraordinarios. Esta es la
realidad. Usted me preguntará entonces por qué razón nosotros
pensamos que ustedes tienen esa intención aviesa con el
Sistema Nacional de Salud. Vuelva a su programa. ¿También es
incierto, señor Fenández-Miranda, que con este categorismo --
dicen ustedes-- los centros de salud habrán de desaparecer
inmediatamente? ¿Es o no cierto eso? ¡Por favor! ¿No es cierto
también que eso ha producido un debate intensísimo entre
sectores de su Partido que se oponían
rotundamente? ¿Qué significa acabar con los centros de salud?
Significa acabar con el fundamento y el pilar esencial del
sistema sanitario público, que basa en la asistencia primaria
sus principales esencias, señor Fernández-Miranda. (Aplausos.-
-El señor Isasi Gómez: ¡Y se lo creen!)
Por lo tanto, señor Fernández-Miranda, le tengo que decir lo
siguiente. Personalmente, estoy seguro de que ustedes tienen
otro modelo de sanidad. Usted lo ha puesto de manifiesto aquí
y a mí me parece muy bien, pero que cada cual aguante aquí el
tipo y su vela, porque eso es así.

He estado leyendo con toda la paciencia del mundo sus
intervenciones a lo largo de todos estos años en el «Diario de
Sesiones», que ya es duro, no se lo deseo a casi nadie
(Risas.), y he visto que ustedes en ningún momento han tenido,
incluso cuando era una pequeña criatura en crecimiento este
Sistema Nacional de Salud, un solo estímulo, un solo aliento,
un solo ánimo. Han machacado permanentemente al sistema
sanitario público a lo largo de todos estos años. No hay ni
una sola palabra de bondad para el sistema. Nosotros, todos
los



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progresistas de este país, que no hablamos aquí en este
Parlamento ni en el exterior de la salud pública sino que la
hacemos, señor Fernández-Miranda, vamos a seguir apoyando el
sistema sanitario público pese a quien pese. En este sentido
estoy completamente seguro de que, a pesar del discurso de la
señora Maestro, también ella coindice en lo mismo. No dudo en
absoluto de que usted está por el sistema sanitario público;
no lo dudo en absoluto. Además, su discurso me ha puesto de
manifiesto que no ha querido entrar en otras cuestiones como
en años anteriores, cuando sus preocupaciones parecían ser
mayores. En lo que concierne a la elevación de un punto en el
IVA, sobre ese asunto hay mucho papel escrito, señora Maestro,
y usted sabe perfectamente que los criterios no concuerdan
siempre. A nosotros nos parece que no es un elemento que frene
ni la creación de empleo ni otras cuestiones que ha planteado
aquí. Por tanto, no nos preocupa. Muy al contrario, entendemos
que el proceso de carga hasta casi un 80 por ciento de la
participación fiscal de los presupuestos del Estado en el
conjunto de los créditos de Sanidad es un buena medida. En
cuanto al planteamiento del sistema financiero nuevo, tengo
que decir lo mismo. ¿Quiénes somos nosotros para decidirlo?
Hombre, podemos decir muchas cosas, pero si todas las
comunidades autónomas están de acuerdo, señora Maestro, ¿no le
parece que sería mejor dejarles que tengan una cierta
autonomía para decidir cuáles son los mecanismos gestores y
financieros en su propia comunidad? A mí me parece que cuando
menos tendríamos que dejárselo a beneficio de inventario.

Por supuesto que estamos tendiendo, con las actuaciones en
materia financiera en el ámbito de la salud, a algo que no se
debe entender como perverso. Es decir, la contención del
gasto, señora Maestro, no significa acabar con el gasto y es
una falacia decir que la ordenación de las prestaciones
sanitarias va contra las prestaciones sanitarias. No es eso.

Una buena sanidad no es la que tiene 20.000 productos
farmacéticos, señora Maestro. Usted sabe que nosotros tenemos
alrededor de 8.000 prestaciones sanitarias y, redondeando,
somos 40 millones de habitantes; Estados Unidos, que casi nos
sextuplica en población, sólo tiene 6.000 especialidades
farmacéuticas; Alemania, con 60 millones de habitantes, anda
por las 5.000. El problema no está ahí. Usted se lo puede
decir a otros en la radio, pero a mí no me cuenta eso porque
la cuestión es otra. La cuestión es si nosotros tenemos los
medicamentos suficientes para atender, en términos de bondad y
suficiencia, a todos nuestros ciudadanos. Podemos decir
categóricamente que eso es así y que nuestros ciudadanos no
tienen que preocuparse en absoluto. Por supuesto que con usted
no voy a tener una confrontación porque estoy completamente
seguro de que, al margen de la dialéctica que cada uno emplee,
creemos en lo mismo: en el sistema sanitario público.

Muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos.)



El señor VICEPRESIDENTE (Bebiá Pastor): Gracias, señor
Palacios. Para un turno de réplica tiene la palabra la señora
Maestro. La señora MAESTRO MARTIN: Gracias, señor Presidente.

Señor Palacios, me puede gratificar más o menos, a título
personal, que creamos en lo mismo. En cualquier caso, de lo
que se trata aquí y lo que interesa a los ciudadanos es si
actuamos en consecuencia. Ese es el problema. El problema,
señor Palacios, señores del Grupo Parlamentario Socialista, es
que desde los bancos de la derecha les han ganado el discurso
ideológico, les han ganado la táctica política. El problema es
que lo que ustedes hacen de una manera vergonzante, el señor
Fernández-Miranda y el Grupo Popular lo proclaman a voz en
grito. Evidentemente, ustedes han aceptado, desde el
planteamiento del Tratado de la Unión Europea, desde el Plan
de Convergencia, que las líneas generales de la política
económica de este país --y tiene una traducción directa porque
es inevitable y porque es cierto en el sistema sanitario
público-- pasa por una política de reducción del gasto
público. Insisto, si no se ha reducido más el Presupuesto de
Sanidad para este año es por motivos electorales. ¿Cómo puede
explicarme si no, señor Palacios, que de los 47 centros de
salud que se planea iniciar la construcción en el año 1995, 41
tengan una dotación presupuestaria inferior a los 30 millones
de pesetas? ¿Cómo puede calificarse eso de otra manera que no
con planteamientos electorales? Le decía que está planteándose
una política económica, señor Palacios, desde el Ministerio de
Economía y Hacienda y desde la responsabilidad colegiada de
todos los Ministros, atentatoria contra las rentas del
trabajo, de disminución de ingresos y de prestaciones directas
e indirectas en función de unos beneficios, en base a una
posible reinversión en creación de empleo que no se produce ni
tiene visos de producirse, según las propias expectativas
macroeconómicas de los Presupuestos Generales del Estado.

Señor Palacios, me indigno como usted cuando escucho al señor
Fernández-Miranda que, por un lado, habla de que no hay dinero
para pagar prestaciones sanitarias, como las gafas, los
collarines, etcétera, y después plantea que lo que es
necesario es privatizar el sistema sanitario público, es
decir, de volver a la lógica del mercado de «tanto tienes,
tanto vales» un servicio tan esencial como el sistema
sanitario público. Pregúntele, señor Palacios, cuáles son los
motivos por los cuales



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la Directora General del Insalud, en unas jornadas frente a
aseguradoras privadas, afirma que está en peligro el sistema
sanitario, que están en peligro las prestaciones sanitarias
públicas, que hay que hablar, como incluso dijo el señor
Almunia no hace mucho tiempo, de participación económica, no
de participación democrática, del usuario en las prestaciones
sanitarias y de la laboralización del personal sanitario.

Ya me gustaría a mí --se lo digo muy sinceramente, señor
Palacios-- que desde los bancos del Partido Socialista, además
de «creer» --entre comillas-- en el sistema sanitario
público --y no ya desde los bancos del Partido Socialista,
sino desde el banco azul, desde el Ministerio de Sanidad--,
además de buenas palabras en defensa del sistema sanitario
público, se actuara con otros criterios distintos a aquellos
con los que se está actuando en este momento. Hay cosas que
compartimos. ¡Claro que sí! Compartimos unos planteamientos
generales en cuanto a política de farmacia, que han permitido
algunos avances en la reducción del gasto, como ha podido ser
el acceder a la compra de determinadas prestaciones, de
determinados productos a través de concurso público, en lugar
de comprarlos exactamente igual que si se comprara el material
uno a uno en una farmacia. Pero, claro, señor Palacios, como
hace algún tiempo que el debate sobre la farmacia no lo
tenemos presente, ha confundido de plano los planteamientos
más importantes de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya en
el tema de la farmacia. Uno de los elementos centrales de
confusión, de mala calidad de la prestación farmacéutica en
España, además del aumento del gasto, es lo que nos diferencia
de Noruega, señor Palacios --y claro que estoy de acuerdo con
usted--, que es el hecho de que en Noruega hay 1.800
especialidades farmacéuticas, mientras aquí hay 8.000. ¿Y sabe
por qué? Porque tienen una cláusula de necesidad a la hora de
introducir un nuevo medicamento en el registro; cláusula de
necesidad que defendió Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya como uno de los elementos fundamentales de la Ley
del Medicamento y que ustedes, en contra de toda lógica
económica y, mucho más importante, de toda lógica de salud,
votaron en contra en función de intereses de la industria
farmacéutica.

Es decir, compartimos los mismos objetivos, señor Palacios,
una prestación farmacéutica clara, restringida, centrada en
los medicamentos esenciales y no una prestación farmacéutica
como la que tenemos en estos momentos,...




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señora Maestro,
concluya, por favor.




La señora MAESTRO MARTIN: ...en los que a una existencia de
gasto desproporcionada se suma una mala calidad de la
prestación farmacéutica en función de la confusión de la
existencia de una multiplicidad de productos iguales para el
mismo planteamiento.

Para finalizar, señor Palacios, ¿qué opina usted de que en
este momento, en la Ley General de Presupuestos Generales del
Estado, se adjudique a las mutuas patronales la gestión
económica de la prestación por enfermedad? ¿Qué opina del
hecho de que su Grupo Parlamentario haya accedido a las
presiones de Convergència i Unió, que tiene como eje central
desde hace mucho tiempo la potenciación de las mutuas
patronales y piensa usted o no que es un primer paso o un paso
importante en la privatización de la atención sanitaria para
los trabajadores y sus familias, insisto, tal como planteaba
el informe Abril Martorell?



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señora
Maestro. Tiene la palabra el señor Fernández-Miranda.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Gracias, señor
Presidente. Señorías, señor Palacios, con todo respeto hacia
su habitual rigor y seriedad, ¿cómo deja que le obliguen a
decir las cosas que ha dicho usted esta mañana? ¿Cómo podemos
escuchar esos lugares comunes, reiterados hasta el hastío
desde el socialismo? A mí me ha satisfecho una cosa: oírle
decir que me lee con frecuencia en los periódicos, lo cual
demuestra que algo tenemos que decir y que, incluso, ha leído
nuestro programa, a pesar de que el señor Presidente del
Gobierno haya dicho ayer mismo en un medio de comunicación que
no tenemos alternativa. No sé si es que entonces sus papeles
no se los pasan al señor González y le están haciendo que
caiga realmente en el ridículo con la coletilla eterna de que
no somos alternativa. (Varios señores Diputados: ¡Muy bien!)
Me parece bien que haya leído las dos cosas, el periódico y el
programa, pero, que intente usted escribir nuestro programa
electoral, es ya excesivo. No han entendido nada de las casas
de salud... (La señora De Palacio del Valle Lersundi: Porque
no quieren.) de los centros de salud, porque, al no haber
tenido ustedes el coraje histórico de volver a abrir las casas
del pueblo, han querido transformar los centros de salud en
esas casas del pueblo que el Partido Socialista tenía antes.

(Rumores.)
En los centros de salud, señorías, se hace de todo: asistencia
sanitaria, que no es la suficiente, educación sexual para los
niños y para los ancianos, viajes Ceres, actividad cultural,
todo, menos sanidad y salud pública auténticamente con la
intensidad que es necesaria, sobre todo para nuestras zonas
rurales; se hace de todo. Por tanto, hay que llevar a su justa
medida, además de resucitar la secundaria especializada, que
han volado ustedes por los aires... (Rumores.), a los centros
de salud.




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El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Silencio, señorías.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Precisamente usted ha
utilizado la semántica en su vertiente negativa, es decir, no
entendiendo lo que quieren decir las palabras, para que siga
siendo una realidad, porque está dejando de serlo, la sanidad
pública española, que es infinanciable, que es insuficiente
porque ya han sacado ustedes medicinas, prestaciones, prótesis
de la gratuidad y que, como consecuencia de eso, está siendo
insolidaria, profundamente insolidaria porque los más débiles
son los que no pueden hacer ese esfuerzo desde su bolsillo.

La Ley General de Sanidad llegó, señor Palacios, pero es mala
y está siendo, en este momento, el peor enemigo de la sanidad
pública; el peor enemigo para afrontar un proceso de reforma y
de cambio que le dé una flexibilidad, una versatilidad, que le
resultan imprescindibles; y el corsé socialista, su propia
ideología y la Ley General de Sanidad están haciendo eso
absolutamente imposible. Porque mi ambición --que usted antes
medio me espetaba hacia mi escaño-- es que no recorten sanidad
pública, que dejen de recortar prestaciones, farmacia,
prótesis, porque los españoles pagan cada vez más impuestos,
porque tienen derecho --y lo dice la Constitución-- a que el
Estado proteja su salud en la concepción más amplia y
genérica. Y lo único que han sabido hacer en 1994 --y 1995 va
a ser el gran año del socialismo-- es recortar sanidad
pública. (La señora Figueras i Siñol: Eso es demagogia.) Eso
es constatar los hechos, mi querida diputada.

En 1992, cuando usted dice que a través del pacto autonómico
hicimos cosas en sanidad, señor Palacios, parece mentira, no
hicimos nada en sanidad. ¿Sabe usted por qué? Porque no había
ninguna comunidad autónoma sin competencias que se atreviese a
insinuar que estaba dispuesta a asumir las deudas que dejaba
el Insalud, en esas comunidades autónomas. Daba igual que
fuesen del Partido Popular, del Partido Socialista,
nacionalistas las comunidades que no tuviesen las
transferencias. Nadie se atrevió, desde los gobiernos
autonómicos, a insinuar que estaban dispuestos a asumir esa
deuda porque tenían que dejar de hacer escuelas y centros
sociales y carreteras, porque la sanidad pública es
insostenible, desde el punto de vista financiero. Estamos al
borde de la quiebra financiera del sistema.

En cuanto al Consejo Económico y Social, usted me preguntaba
que si el señor Romay estaba satisfecho. Obviamente, encuentra
beneficio para los gallegos, para todos, de un anticipo de
tres años. Pregúntele usted al señor García de Arbole ya cómo
estaba de contento, a su Consejero de Andalucía, pregúntele,
que llegó tarde y se marchó antes de terminar; pregúntele la
gracia que le hace que, en función de un solo parámetro,
población protegida, le recorten fondos públicos para la
sanidad. O pregunte al resto de los consejeros o presidentes
de comunidades autónomas que no tienen competencias, que ya
saben que pueden despedirse de ellas a medio plazo, perdiendo
36.000 millones de pesetas, porque no consideran ustedes
ninguna otra variable para compensar, para hacer una política
interterritorial solidaria. Señor Palacios, se han olvidado
ustedes, a base de hacer favores a algunos y de buscar
coartadas con otros...




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Termine, señor
Fernández-Miranda.




El señor FERN'ANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Termino, señor
Presidente. En cuanto a la apología de la privatización, señor
Palacios, y también para la diputada de Izquierda Unida, ¿es
justo que haya camas vacías en hospitales privados y listas de
espera en hospitales públicos? ¿Es justo que tengan que
esperar los españoles que solamente pueden acceder a la
sanidad pública mientras hay equipos de rayos, de
laboratorios, de profesionales (La señora Maestro Martín:
Pocos.) con un grado de ociosidad que podría ser contratado en
favor de la sanidad pública, en favor de los ciudadanos para
que no hubiese listas de espera? ¿Qué justicia invoca? ¿Qué
justicia ideológica le puede hacer afirmar a usted y al Grupo
de Izquierda Unida que es injusto que nadie se enriquezca
protegiendo la salud de los españoles? ¿Qué opinan los
españoles que están en lista de espera, por tanto, fuera del
sistema?
El Partido Popular no va a privatizar la sanidad pública, está
angustiado con la sanidad pública (Un señor Diputado: ¡Falso!)
¡Léannos, no nos interpreten, que están ustedes de prejuicios
hasta aquí! (Llevándose las manos a la cabeza.) ¡Así les va!
¡Léanos y escuche! Porque quiero decir algo que probablemente
usted no quiere escuchar (La señora Palacio del Valle-
Lersundi: ¡Muy bien!) pero yo digo lo que digo y soy
responsable de mis palabras. (El señor Isasi Gómez: ¡Muy
bien!).




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Termine, señor
Fernández-Miranda.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Termino, señor
Presidente. Miren, señores socialistas, señores del Gobierno,
representado en este momento por la Ministra de Asuntos
Sociales, por cortesía, por mucho dinero que ustedes pongan en
la sanidad pública, aunque entrasen a espuertas los millones
de pesetas, serían insuficientes con su modelo, con su forma
de hacer realidad la sanidad pública. (El señor Hernández-Sito
García-Blanco: La vamos a palmar todos como siga así.) Ese
conformismo tan suyo, es decir: Somos el país que somos,
tenemos los recursos que tenemos, guárdenselo para ustedes y
para sus publicaciones, que tienen algunas bien recientes para
poder hablar de ello ahí.




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Yo no estoy dispuesto a que los ciudadanos españoles no
encuentren ningún partido político, y aquí está el Partido
Popular, que diga: Esto sí tiene arreglo. Hay que cambiarlo.

(Risas y Rumores.) Y les doy una cifra para esas carcajadas
porque, sin duda ninguna, en temas tan técnicos, la ignorancia
es la madre del atrevimiento (Rumores.) Miren ustedes,
solamente con que abriesen los quirófanos por las tardes en
los hospitales públicos, o las salas de rayos, o las salas de
laboratorio; solamente con que a los Mir que tienen de huelga
en la calle, o a los especialistas sin título que tienen
también de huelga en la calle, porque parece que la Sanidad va
con una rosa y tenemos a miles de profesionales, junto con los
taxistas el otro día, los mineros del Bierzo manifestándose en
contra del Gobierno Socialista. (Protestas.--Aplausos.--El
señor Hernández-Sito García-Blanco: Se cabrean y es peor.)



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Termine, señor
Fernández-Miranda.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Con eso se ahorraría un
20 por ciento del despilfarro que están ustedes introduciendo
(Protestas.--El señor Hernández-Sito García-Blanco:
¡Cabréalos!) y podrían acabar con ese recorte formal. Mire,
señor Palacios, dentro de su planteamiento final ha tenido el
arrojo de decir que el partido Socialista ha hecho la Sanidad
en este país. Señor Palacios, el Partido Socialista está
deshaciendo la Sanidad pública en este país. Las 750 medicinas
fuera de la gratuidad, el catálogo de prestaciones...

(Rumores.) Vayan ustedes a preguntarles a las personas mayores
de 70 o 75 años que están en las residencias de la tercera
edad qué tienen que hacer para pagar sus vitaminas, sus
anticatarrales, antigripales o sus laxantes. Pues,
prácticamente, tienen que pedir limosna para hacerlo.

(Protestas.)



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señor Fernández-
Miranda, termine, por favor.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Termino ya, señor
Presidente. Están ustedes haciendo un daño social del cual me
temo que, por su terquedad ideológica, ni siquiera se están
dando cuenta.

Gracias, señor Presidente. (Aplausos y protestas.)



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Tiene la palabra el
señor Palacios.




El señor PALACIOS ALONSO: Señor Presidente, señorías, señora
Maestro, a la primera pregunta de si estamos actuando en
consecuencia y que la derecha nos ha ganado no sé qué, ya le
ha dado respuesta el señor Fernández-Miranda. (Risas.) Alguien
me ha dicho que no merecía usted mis buenas palabras, porque
luego estuvo muy agresiva; pero yo no lo entiendo así. Yo creo
que sí merece mis buenas palabras, porque en alguna de las
cosas que ha dicho está profundamente equivocada. ¿Y cómo voy
a ser duro con quien se equivoca? Ya sabe que hemos hablado de
esas cosas en muchas ocasiones.

Mire, señora Maestro, los programas de Gobierno en materia de
salud no se hacen en conferencias ni en simposios, los hace el
Gobierno reunido «ad hoc» para eso. Por tanto, no dé usted
tanto pábulo a determinados comentarios que no van más allá de
la individualización.

Si usted trae como argumento a este hemiciclo que Noruega
tiene 1.800 especialidades farmacéuticas, dígame, por favor --
y ahora ya pasó todo eso--, ¿por qué satanizó tanto al decreto
de reactualización de las prestaciones farmacéuticas? ¡Pero si
nos quedan todavía ocho mil y pico! Y hay de todo para todo el
mundo, señora Maestro. Entonces, ¿en qué quedamos, señora
Maestro? ¿Es que a usted le comunicó alguien que le faltaba
algo? Si es así, venga a decirlo aquí. (Rumores.) Diga aquí
quién es, cómo se llama y dónde está. ¡Hombre, por Dios! No
hagamos esa demagogia. Ya pasó. Ya nos hemos visto en la
radio, en la tele y en todos los sitios. Eso ya pasó. Usted
sabe que eso no es así y que en España hay medicamentos
suficientes de todos los tipos para quien los necesite y que
aquí nadie, ni recurriendo a esa demagogia del anciano y del
no sé qué se ha quedado sin la prestación farmacéutica que
necesita, señor Fernández-Miranda. Porque no es cierto que el
control del gasto no sea progresista. Es muy progresista el
control del gasto, señor Fernández-Miranda, ¡claro que lo es!
En lo relativo a la ILT --y termino ya con la intervención de
la señora Maestro--, yo creo que este planteamiento que usted
hace en absoluto debe de llevarle al temor de que nosotros
estamos contribuyendo a que se privatice la sanidad. Como ve
usted, las espadas siguen aquí bastante en alto en defensa de
todo lo contrario.

Señor Fernández-Miranda, yo personalmente creo que con su
propia intervención a lo mejor yo no tenía ni que haber subido
aquí, porque ha perdido los papeles, total y absolutamente. Ha
entrado con churras y con merinas, mezclando aquí de todo. Hay
mucha gente joven; ha sacado hasta los taxistas. Usted ha
traído aquí la demagogia más populista y barata, por favor.

(Rumores.--Aplausos.) Estamos hablando de sanidad, señor
Fernández-Miranda (Rumores.) estamos hablando de sanidad, ¡por
Dios!
Empieza diciendo una cosa que, esa sí --porque unas las
subrayo en rojo, otras en verde --permítame que les subraye a
ustedes también en rojo en aguna ocasión en los «Diarios de
Sesiones», y este asunto de que me obliga mi partido a decir
eso, me parece que lo tengo detectado como unas quince veces.

Es un latiguillo que tiene usted ahí, que no sé quién le habrá
podido soplar,



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que usted también podía hacerme el favor de decírmelo para
tirarle de las orejas. Pero como me parece que no hay a nadie
a quien tirar de las orejas, sino que es una pura entelequia
de su invención, vamos a dejarlo, aunque le pido que no vaya
usted por este camino por más tiempo.

Claro que leo lo que dice usted en los periódicos. Es que la
mejor manera de defenderse del peligro es conocerlo, señor
Fernández-Miranda. La mejor manera de conocer el peligro es
saber dónde está, y sus manifestaciones tienen contenidos de
peligro evidentes. ¿Es que voy a pasar yo por alto esas cosas?
¿Yo voy a permitir que usted vaya a mi tierra o a otro lugar y
diga que esta Sanidad es una beneficencia? ¿No voy a creer más
a los ciudadanos que, sobre 7 puntos, en encuestas masivas
hechas por profesionales neutrales, han dado a la asistencia
primaria una valoración del 5,7 y a la asistencia hospitalaria
del 5,4? ¿O es que tengo que creerle a usted y a su Grupo, al
señor Sito y compañía? (Rumores.) ¡Hagan ustedes el favor! Yo
voy a creer a los ciudadanos, señor Fernández-Miranda. Eso es
así, en primer lugar.

¿Ven ustedes cómo es necesario empezar desde el principio? Y
yo no tengo en absoluto ninguna intención pedagógica, pero no
existen casas de salud, son centros de salud, que es lo que
ustedes quieren tirar. Y desde luego, esa elucubración,
absolutamente fuera de todos los quicios y de todas las
fronteras imaginables, de que hemos convertido las casas del
pueblo en centros de salud, merece estar en el «guinness» como
ejemplo de lo que no tiene cabeza. Tres cuestiones que usted
ha planteado aquí: la sanidad socialista es infinanciable,
pero ustedes dicen que los presupuestos son escasos. Dicen que
es insolidaria. Vamos a ver: ¿no lo sería más, señor
Fernández-Miranda, si entraran a formar parte de la misma
determinadas instituciones que no han aportado nada a la
creación de infraestructuras, equipamientos, inversiones,
formación de profesionales en este país y que, con sus cuotas,
a lo mejor a esos ancianitos, minusválidos y lisiados que
usted dice les impedirían acceder a las primas específicas?
(Rumores.) ¿No será cuestión de analizar eso? Al dedillo,
señor Fernández-Miranda. ¿No será que el Banco Mundial va por
ese lado, con todos los señores que han sido invitados a venir
aquí a decir lo que querían ustedes oír? ¿No es eso? (Algunos
señores Diputados del Grupo Socialista: ¡Muy bien! ¡Muy bien!-
-Rumores.) Vamos a ser serios. De insolidaria, nada, señor
Fernández-Miranda. (El señor Hernández-Sito García-Blanco
pronuncia palabras que no se perciben.) De insolidaria, nada.

Usted decía (y esto, por favor, le ruego que no me lo tome a
mal), aunque sólo sea porque somos paisanos, convecinos, del
mismo lugar), usted ha dicho, permítame que se lo diga con
todo el cariño --no vea la menor intención de maldad en esto--
que la Ley General de Sanidad es el peor enemigo de la
Sanidad. Yo creo que no, yo creo que el peor enemigo es usted
y sus compañeros de Grupo. (Rumores.--Aplausos.) El peor
enemigo de la sanidad pública son ustedes. Por tanto, la
sanidad estará en segundo lugar, como mínimo. Pónganse ustedes
delante. (Un señor Diputado del Grupo Popular: ¡Gracioso!) Me
dice que pregunte a los ciudadanos cómo está el asunto de las
listas de espera. Estuve en Galicia hace poco y pregunté.

Pregunte usted también; pregunte en Galicia a ver cómo están
las listas de espera. En todos los sitios cuecen habas...

No se olvide, señor Fernández-Miranda, que el concepto lista
de espera no existía en este país hasta que el Grupo
Parlamentario Socialista y el Gobierno al que apoya sacaron a
conocimiento de los ciudadanos... (El señor Fernández-Miranda
y Lozana: Las creó; no las diseñó.) No, señor. El señor
VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señor Fernández-Miranda, no es
cuestión de diálogo.




El señor PALACIOS ALONSO: No le vale el modelo, y en eso
estamos absolutamente de acuerdo.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Por favor termine,
señor Palacios.




El señor PALACIOS ALONSO: Ya termino, señor Presidente,
contando con su gentileza.

No le vale el modelo; ya lo sabemos, Pero diga de verdad cuál
es el suyo. Si hasta la Constitución dice que la libertad de
empresa es protegible. No tengan problema en decir que ustedes
quieren un modelo de salud que tiene un marchamo de este
estilo.

Pero volvemos otra vez a lo mismo. A mí me preocupa bastante
más lo que diga la OMS que lo que diga usted. Y la OMS ha
dicho en reiteradas ocasiones que uno de los países que más
han avanzado en materia sanitaria es el español. Diga la
verdad. ¿A que es cierto que lo ha dicho la OMS? Y
recientemente en Lisboa y en Barcelona.

Esto de que pregunte a las personas mayores sobre cómo va la
cuestión de la sanidad, ya le he dicho que ya lo he hecho. En
cualquier caso, se pone de manifiesto en algo que, a no ser
que pensemos en una necedad o en un movimiento de ofuscación
colectivo, se traduce en números, que son tan fríos como los
que usted plantea.

El aumento de actividad del sistema sanitario público... Ya sé
que usted siempre se echa las manos a la cabeza y dice: ¡No me
lo miente! Pues se lo voy a mentar otra vez, para cerrar. El
aumento de la actividad de solicitud de demanda del sistema
sanitario público fue el año pasado del 10 por ciento sobre el
año anterior en intervenciones quirúrgicas; del dos por
ciento, en



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consultas externas; del 5,2 por ciento, en urgencias, y del
cuatro por ciento en ingresos hospitalarios. Hubo 1.700.000
intervenciones, nueve millones de urgencias, 46 millones de
consultas hospitalarias y 225 millones de atención primaria.

¿Qué le parece? Es decir, los ciudadanos, a pesar de que usted
dice que nuestro sistema sanitario público es un bodrio,
siguen yendo al Sistema Nacional de Salud. (Rumores y
protestas en los escaños del Grupo Popular.)



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Termine, señor
Palacios.




El señor PALACIOS ALONSO: Serenen sus tormentas. Cada vez más
y más a gusto. Esa es la realidad. (Grandes y prolongadas
protestas en los escaños del Grupo Popular.) Y permítame que
le diga que esto a mí, a los que creemos en el sistema
sanitario público, nos da mucha más confianza, una confianza
contenida. El quid ¿sabe dónde está? --y termino
definitivamente, señor Presidente.-- En que ustedes ven la
maldad absoluta del sistema y nosotros sólo vemos aquellos
fallos que todavía tiene y que vamos a corregir --es una gran
diferencia-- porque queremos cuidarlos y ustedes no. (Aplausos
en los escaños del Grupo Socialista.--Grandes protestas en los
escaños del Grupo Popular.--El señor Hernández-Sito García-
Blanco pronuncia palabras que no se perciben.)



¡¡¡OJO!!! LADILLO



Sección 27



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señor Hernández-Sito,
silencio por favor. No obligue a la Presidencia a llamarle al
orden.

Finalizado el debate de la Sección 26, correspondiente a las
enmiendas referidas al Ministerio de Sanidad y Consumo y al
Insalud, vamos a pasar al debate de las enmiendas presentadas
a la Sección 27, correspondiente al Ministerio de Asuntos
Sociales.

Para la presentación del proyecto de presupuesto que
corresponde a este Departamento, tiene la palabra la señora
Ministra de Asuntos Sociales. (El señor Presidente ocupa la
Presidencia.)



La señora MINISTRA DE ASUNTOS SOCIALES (Alberdi Alonso):
Señorías, comparezco ante esta Cámara para presentarles el
proyecto de presupuesto del Ministerio de Asuntos Sociales
para 1995.

Quiero comenzar esta comparecencia señalando el compromiso que
hemos asumido con nuestros ciudadanos en la búsqueda de una
mayor cohesión social y económica para España. Este es un
compromiso político que, como desmuestran muchas coincidencias
de los programas electorales de los partidos, ha recibido un
gran consenso, fruto del cumplimiento de todos los principios
consagrados en nuestra Constitución. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, ruego guarden silencio.

La señora MINISTRA DE ASUNTOS SOCIALES (Alberdi Alonso):
España se constituye, con la Constitución de 1978, en un
Estado social y democrático de Derecho, y quiero significar
especialmente lo social como elemento redistributivo, por
tanto, imperativo constitucional. Ese es el significado
principal de la propia existencia y funciones del Ministerio
de Asuntos Sociales. Los tres grandes objetivos que el
Ministerio de Asuntos Sociales se ha marcado para la presente
legislatura y que animan este proyecto de presupuesto se
enmarcan en el cumplimiento de los principios y de los valores
constitucionales. En primer lugar, la realización del
principio de igualdad, con políticas integrales dirigidas a
los colectivos sociales más desprotegidos: la infancia, los
jóvenes, las mujeres, las personas mayores o las personas con
discapacidad. Otro objetivo es desarrollar políticas de
protección e integración social dirigidas a los grupos
sociales afectados por carencias económicas o socio-
culturales, como son los inmigrantes, las minorías étnicas o
las personas con riesgo de exclusión social.

También queremos incrementar la participación social en la
ejecución de las políticas públicas de carácter social.

Planteamos, pues, actuaciones que dinamicen el papel de la
sociedad civil y la participación de las organizaciones no
gubernamentales para contribuir al fortalecimiento de un
tejido asociativo, democrático, eficaz y de progreso, que sea
capaz de corresponsabilizarse en la construcción de una
sociedad solidaria.

Para la consecución de estos tres grandes objetivos, el
Ministerio de Asuntos Sociales, incluyendo los organismos
autónomos adscritos, Instituto de la Mujer, Instituto de la
Juventud y también el Inserso, dispone de un presupuesto
consolidado de 445.450 millones de pesetas, lo que representa
un incremento de un 6,8 por ciento con respecto al presupuesto
inicial de 1994. Nuestro presupuesto contiene los créditos
correspondientes para el funcionamiento de una serie de
instrumentos que actúan en la consecución de los tres grandes
objetivos que he expuesto. Entre ellos están los planes
integrales, dirigidos a la mejora de la calidad de vida y el
bienestar de las personas mayores, de los jóvenes, de la
infancia, de las personas con discapacidad, los inmigrantes o
los planes de igualdad de oportunidades para las mujeres.

También la consolidación de mecanismos de coordinación que
posibilitan el consenso y la concertación como un medio
privilegiado para avanzar en la corresponsabilidad de todas
las administraciones públicas y la sociedad civil en la
articulación de las políticas sociales, y el desarrollo de
experiencias piloto y de acciones positivas que tienen como
fin políticas compensatorias para grupos y colectivos



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que se encuentran en situación de mayor desventaja social,
garantizando así unos niveles mínimos para toda la población.

Partiendo de estas premisas, el proyecto de presupuesto del
Ministerio de Asuntos Sociales cuenta, además de con el
presupuesto del departamento propiamente dicho, con los
presupuestos de los dos organismos autónomos, Instituto de la
Mujer, Instituto de la Juventud, y el del Inserso. El
departamento tiene la cifra de 52.809 millones de pesetas, lo
que representa un incremento del 5,6 por ciento con respecto
al inicial de 1994. El Instituto de la Mujer tiene 2.306
millones de pesetas y el Instituto de la Juventud, 3.427
millones de pesetas. Este representa un 8,8 por ciento de
incremento. Finalmente, el Inserso tiene 417.726 millones, lo
que supone un incremento del 7 por ciento.

Las grandes líneas de actuación y los programas que vamos a
desarrollar van en el sentido, por un lado, de dirigir la
prevención y la atención a los colectivos o grupos sociales,
como he dicho, en situación de marginación, minorías étnicas o
el colectivo de refugiados, para lo cual pondremos en práctica
esas políticas compensatorias para luchar contra el peligro de
marginación económica, social y cultural de determinados
colectivos de la población, impulsando su integración. Uno de
los más destacados en esta línea es el plan concertado de
prestaciones básicas de servicios sociales, al que hemos
destinado 10.513 millones de pesetas, que representa una
subida, con respecto a 1994, del 22,1 por ciento. Esta subida
está motivada básicamente por la ampliación del ámbito
objetivo del plan concertado, en el que vamos a incluir la
cobertura no sólo de los servicios sociales generales, sino
todo lo que pueda llevarse a cabo dentro de las corporaciones
locales y que pueda estar comprendido en ese nivel de atención
desde los ayuntamientos. Incluye centros sociales de estancia
diurna, comedores sociales, residencias, pisos tutelados y una
serie de actividades en relación con las personas mayores, el
apoyo a las personas mayores. Merece ser destacado también el
plan gitano, con una dotación, igual a la del año pasado, de
520 millones de pesetas, para llevar a cabo su desarrollo, con
el objetivo de la integración de esta comunidad en todos los
niveles sociales posibles.

El programa de refugiados también cuenta con 2.000 millones de
pesetas y aquí hay programas que gestionamos con la Cruz Roja,
con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y también otros
gestionados directamente a través del Inserso.

Una segunda línea de actuación se refiere a la gestión de
programas orientados fundamentalmente al incremento de la
participación y la dinamización de la sociedad civil, que son
los derivados de la asignación tributaria del Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas para otros fines de interés
social; el conocido como 0,5 de la cuota del IRPF.

Además de ese fomento del tejido asociativo, en este programa,
que cuenta este año con 8.989 millones de pesetas --pero, como
se sabe, es un crédito ampliable pues dependerá el total de la
efectiva recaudación del mencionado impuesto--, tenemos
atención a colectivos como menor y familia, jóvenes, mujeres,
discapacitados, personas mayores, inmigrantes, refugiados,
también minoría étnica gitana y colectivos como reclusos,
drogodependientes y Sida.

Otra línea de actuación es la atención a las necesidades
específicas de las personas mayores de 65 años, de acuerdo con
las competencias asignadas al Inserso. Aquí desarrollamos
programas que favorezcan la participación y la presencia
activa de las personas mayores en la sociedad y, sobre todo,
el plan gerontológico, en cuanto a la mejora de nuestros
mayores en el ámbito del bienestar físico, psíquico y social y
el desarrollo de una red de servicios sociales, individuales y
colectivos, que posibiliten la permanencia de los mayores en
su propio entorno y que se favorezca una presencia más activa
de los mismos en la sociedad.

En esta línea, los programas más destacados son, por un lado,
las pensiones no contributivas --este año 203.565 millones de
pesetas--, el plan gerontológico, con convenios de las
comunidades autónomas, 4.000 millones; la atención en hogares
y clubes, 9.159 millones; la atención en centros
residenciales, 29.324 millones; la ayuda a domicilio, 4.342
millones; turismo social y termalismo social, 7.594 millones -
-ha subido mil y pico millones con respecto a 1994-- y al 0,5
destinamos 2.410. El total es una cifra muy importante,
165.000 millones de pesetas.

En cuarto lugar figura el desarrollo de acciones dirigidas a
la protección y al control de la población migrante en su
triple consideración de: emigración --todavía tenemos una
población emigrante de casi dos millones de personas en
España--, la inmigración y las migraciones interiores.

Los objetivos principales de estas acciones son: en primer
lugar, garantizar a los emigrantes españoles carentes de
recursos unos niveles mínimos de protección a través de las
pensiones asistenciales por ancianidad; también, garantizar,
en la política inmigratoria, los flujos migratorios, mediante
la prevención de las necesidades de mano de obra extranjera y,
por último, en las migraciones interiores, llevar a cabo
acciones de promoción y de integración de la población
migrante.

Las pensiones asistenciales para emigrantes han subido para
este año un 48,4 por ciento, suponiendo 4.700 millones de
pesetas. Esto da cuenta del compromiso del Gobierno con
nuestros mayores que tuvieron que emigrar en tiempos de
dificultad y que hoy viven fuera de España. También las
pensiones asistenciales por ancianidad para emigrantes
retornados tienen por primera vez este año la cuantía de 265
millones de pesetas.

En lo que concierne a la atención de las necesidades



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específicas de las personas con discapacidad o minusvalía,
prestamos atención prioritaria a la prevención de las
deficiencias, al incremento de la oferta de plazas en centros,
al desarrollo de acciones tendentes a facilitar la autonomía y
la movilidad, implantando ayudas técnicas y eliminando
barreras arquitectónicas.

En esta línea los programas son de extraordinaria importancia
y la cantidad de que disponemos alcanza a 175.406 millones de
pesetas, en los que están los subsidios de la Ley de
Integración Social del Minusválido, las pensiones no
contributivas de invalidez, pero también la atención en
centros residenciales, servicios de atención básica, ayuda a
domicilio, al igual que con los mayores, y el 0,5.

En la atención a la infancia y el apoyo a la familia, los
objetivos son posibilitar el cuidado de los más pequeños en
sus primeros años, brindándoles el mayor número de
posibilidades para el desarrollo de todas sus potencialidades
y, sobre todo, corregir la situación de los grupos que están
en mayor dificultad y prevenir y corregir la mendicidad, así
como promover el acogimiento familiar y la adopción frente a
situaciones de abandono infantil. El total es de 1.988
millones de pesetas, con atención a primera infancia,
guarderías infantiles laborales y programas experimentales
para infancia maltratada. Otra línea de actuación de gran
importancia del Ministerio de Asuntos Sociales es toda la
actuación que posibilite la igualdad social real entre ambos
sexos y la participación de la mujer en la vida política,
cultural, económica y social. Para ello contamos con una
dotación de 2.306 millones que fundamentalmente es una
actuación dirigida a desarrollar el segundo plan de igualdad
de oportunidades de la mujer, fomentando el ámbito del empleo,
mantenimiento del empleo de la mujer, cambio de imagen pública
de la mujer, lucha contra la utilización de los estereotipos
en los medios de comunicación y en la publicidad y acceso de
las mujeres a puestos de responsabilidad.

También trabajamos activamente en el campo internacional y
precisamente para el año 1995 preparamos la IV conferencia
mundial de la mujer, que se celebrará en septiembre de 1995,
en Pekín.

Finalmente, terminando ya, señor Presidente, me referiré a la
promoción de la igualdad de oportunidades entre los jóvenes y
su plena inserción social. Como aspecto más destacado del
presupuesto de este organismo, que, como he dicho, sube un 8,8
por ciento y tiene 3.427 millones de pesetas, figura todo lo
que va a ser aprobar y poner en marcha el segundo plan de
juventud, pero quiero destacar que, dentro de las actuaciones
que promuevan la tolerancia entre la juventud, tenemos la
campaña europea de la juventud contra el racismo, la
xenofobia, el antisemitismo y la intolerancia, aprobada por la
Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Consejo de Europa,
de octubre de 1993, celebrada en Viena, y al que destinamos
300 millones de pesetas.

Se van a realizar asimismo actuaciones en prevención de
riesgos para la salud, como el alcoholismo, las
drogodependencias, los accidentes, etcétera. Para la ejecución
de todas estas actuaciones que hemos descrito, las unidades y
organismos dependientes del Ministerio de Asuntos Sociales
vamos a establecer, en colaboración con otros departamentos
ministeriales, todo el trabajo de coordinación preciso para
ejecutar estas políticas.

En conclusión, el proyecto del presupuesto del Ministerio de
Asuntos Sociales para 1995 es un presupuesto de continuidad
que sube ligeramente, con un incremento del 6,8, como he dicho
con respecto al ejercicio anterior, que nos va a permitir
proseguir en el camino iniciado y poder ir avanzando, a lo
largo de la legislatura, en la realización de los objetivos
propuestos. Muchas gracias, señor Presidente.

Gracias, señorías.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Ministra.

Enmiendas del Grupo Vasco (PNV).

Señor Olabarría.




El señor OLABARRIA MUÑOZ: Señor Presidente, habiendo sido ya
argumentadas estas enmiendas en Comisión, de forma prolija y
suficiente, mi Grupo las da por defendidas en sus propios
términos.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Olabarría.

Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Tiene la palabra la señora Urán.




La señora URAN GONZALEZ: Gracias, señor Presidente.

Señorías, en nombre del Grupo Federal de Izquierda Unida-
Iniciativa per Catalunya voy a defender la enmienda de
devolución del presupuesto del Ministerio de Asuntos Sociales,
porque, tal y como decimos en la argumentación de la propia
enmienda, nos parece un presupuesto escaso para los objetivos
que, como bien decía la señora Ministra, compartimos,
consideramos que precisamente este Ministerio, para conseguir
ese principio de corresponsabilidad y de igualdad entre toda
la sociedad, tendría que ser uno de los que tuviera mayores
recursos de nuestros presupuestos.

El año pasado, señorías, el presupuesto para este Ministerio
quedaba prácticamente igual que en 1993, con lo cual el
presupuesto de 1994 ya tenía una pérdida, digamos, de poder
adquisitivo de cara a los programas y a los objetivos, puesto
que no se tenía en cuenta la inflación del IPC. Los
presupuestos para 1995 aumentan un 5,6 pero hay que tener en
cuenta que de ese 5,6 ya hay un 3,5 que se lo lleva la subida
de los salarios



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de los funcionarios y que la previsión de inflación del
Gobierno es de ese 3,5 por ciento, con lo cual ya los
presupuestos se quedarían por debajo incluso de esas dos
sumas.

Esto significa que, por segundo año consecutivo, por lo menos
para esta portavoz, para la que es su primera legislatura, el
presupuesto del Ministerio de Asuntos Sociales pierde
capacidad ejecutiva en pesetas constantes a la hora de llevar
a cabo sus programas.

Es cierto que se pueden rentabilizar recursos, que esto hay
que sumarlo a las inversiones y programas de las comunidades
autónomas, pero lo que también es cierto es que, a pesar de
esto, tal y como está la situación en nuestra sociedad, cuando
se recortan cada vez más las prestaciones de los desempleados,
cuando, además, tenemos un número importantísimo de personas
en el umbral de la pobreza, cuando tenemos programas de
integración del pueblo gitano que por segundo año consecutivo
se mantiene en la misma cuantía, cuando tenemos cada vez más
población inmigrada que necesita recursos para la integración
y la vida normalizada dentro de esta sociedad, nuestros
presupuestos se van quedando estancados. Esto, señorías,
redunda en que no se cumplan los objetivos. Es difícil que con
escasos recursos, a pesar del empeño que puedan poner los
profesionales, se llegue al principio de igualdad.

Precisamente este Ministerio tiene un gran elemento
redistributivo, pero con estos recursos de que se le dota no
lo puede conseguir.

Difícilmente, con estos presupuestos, cuando hay dotaciones
bastante escasas para la lucha contra la pobreza, se va a
conseguir que no haya exclusión social, porque ya se da esa
exclusión social. Habría que dotar mayores recursos para
prevenir la exclusión social pero, además, para ir integrando
a los que ya están excluidos de esta sociedad.

Habla la señora Ministra, y seguimos compartiendo el objetivo
y el criterio, de la dinamización de la sociedad civil: por
supuesto. Este año, señora Ministra, en los presupuestos
generales precisamente, las mayores reducciones se hacen en
gasto corriente a entidades y a personas físicas sin ánimo de
lucrco y después en el gasto, en las transferencias de
capital, no se compensa esa reducción. Por lo tanto, hay ahí
una pérdida para esa corresponsabilidad con la sociedad civil.

Es cierto que después vendrá la cuantía del 0,5, pero ahí
nunca tenemos una cantidad fija para poder empezar a repartir
y poner programas en marcha. Desde los presupuestos del
Ministerio es desde donde se tenían que asegurar los proyectos
y programas de las organizaciones no gubernamentales, para que
sea real el objetivo de la corresponsabilidad de la sociedad
civil, y después si del 0,5 podemos sacar más programas,
mejor, porque nunca llegaremos a cubrir las necesidades
reales, por mucha dotación que demos al presupuesto. En muchas
partidas es verdad que se han producido aumentos, la señora
Ministra lo ha reflejado, pero es curioso que precisamente el
único organismo autónomo que no tiene este año aumento --tiene
reducción-- sea el Instituto de la Mujer. Señora Ministra, el
año pasado mi Grupo no presentó enmiendas a este organismo
autónomo en la confianza de que la sensibilidad que la señora
Ministra demostraba se viera reflejada en los presupuestos de
este año. Nos ha sorprendido desagradablemente que en un año,
1995, en que estamos celebrando las conferencias regionales,
de cara a la Conferencia de Pekín, en las que se hace patente
ya que hay un retroceso ideológico hacia los avances
producidos por las mujeres, precisamente el Instituto de la
Mujer sea el que vea reducido, casi en un punto, sus recursos.

Señora Ministra, nosotros somos conscientes de las
dificultades económicas que puede tener este Gobierno a la
hora de plantear unos presupuestos, pero, para poder hacer
realidad estos objetivos tan sumamente bonitos y que todos
compartimos, hace falta que se presupueste en mayor cuantía y
nosotros, con nuestras enmiendas parciales, hemos apuntado
hacia donde creíamos que deberían ir estos presupuestos.

En cuanto a menores, el año pasado les criticábamos que habían
hecho desaparecer un programa, el de los programas piloto para
prevenir los malos tratos; este año lo recuperan ustedes en
los presupuestos, pero con la misma cuantía que tenía en 1993.

Si tenemos una sociedad agresiva, que refleja esa agresividad
hacia sus menores, no podemos recuperar un programa que
perdimos en 1994, porque estábamos en una coyuntura económica
difícil, con la misma cuantía que tenía en 1993, señora
Ministra. ¿Hasta dónde vamos a llegar y qué objetivo, al
final, vamos a cubrir? No nos vamos a quedar a la mitad del
camino, sino que ni siquiera vamos a cubrir la primera etapa.

Para terminar, quiero decirle que en su exposición no ha
hablado de las transferencias del Inserso a las comunidades
autónomas. Nosotros tenemos una enmienda general, precisamente
para dotar al Inserso de 2.000 millones de pesetas más, que es
en lo que valoramos ese traspaso a las comunidades autónomas
de las residencias de tercera edad, de minusválidos, de
centros de día, dotados de personal, medios y recursos, para
poder empezar al día siguiente de su traspaso, sencillamente
porque consideramos que transferir a las comunidades autónomas
los edificios o las residencias a mitad de funcionamiento,
porque no se han cubierto las plantillas como era menester, no
es cubrir el objetivo que se persigue de una mejor gestión y
rentabilización de recursos, sino facilitar un mayor
endeudamiento ya, desde esas propias transferencias, a las
comunidades autónomas. Transfiramos, pero transfiramos en
buenas condiciones y con los recursos adecuados.

Nada más. Muchas gracias.




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El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Urán.

Enmiendas del Grupo Popular.

Tiene la palabra la señora Sainz.




La señora SAINZ GARCIA: Gracias, señor Presidente.

Señorías, subo a la tribuna para hacer la defensa de la
enmienda a la totalidad de la Sección 27, de las enmiendas
parciales a dicha Sección y de las relativas al Inserso que ha
presentado nuestro grupo.

Comenzando por la enmienda a la totalidad, pedimos, una vez
más, la devolución de la Sección 27. Si reiteradas veces hemos
dicho que no era eficaz mantener todo un aparato burocrático
ministerial cuando la inmensa mayoría de las competencias
estaban ya transferidas, ello resulta ahora mucho más
evidente, porque si el Gobierno, señora Ministra, cumple con
su palabra, se tiene que producir la transferencia del Inserso
a todas las comunidades autónomas el día 1 de enero de 1995,
precisamente cuando estos presupuestos tienen que entrar en
vigor. Creemos que tenemos razón cuando decimos que el
mantenimiento de toda esta estructura no tiene sentido.

Por otro lado, es un Ministerio que se caracteriza por un
trasiego constante, de su Sección 27 al Inserso, del Inserso a
las comunidades autónomas. A nuestro juicio, señora Ministra,
esta estructura no encaja con el diseño de las competencias
hoy transferidas y a punto de ser asumidas, en el momento en
que entre en funcionamiento este presupuesto.

Por otra parte, revela --y nuestro Grupo reiteradamente se lo
ha venido diciendo-- que ustedes son incapaces de adecuar la
Administración al nuevo Estado de las autonomías y a las
competencias que éstas han asumido y están asumiendo.

Adecuarlo sería, entre otras cosas, algo tan importante como
modernizar la Administración al servicio de los ciudadanos,
pero está claro que ustedes son incapaces de hacerlo o no
tienen ninguna voluntad política de hacerlo.

Se transfiere --repito-- prácticamente todo menos --hay que
decirlo y sabe que nuestro Grupo reiteradas veces se lo ha
achacado-- la gestión de los 7.400 millones de los viajes de
la tercera edad y del termalismo. Esos 7.400 millones que
usted quiere seguir manejando no justifican el mantenimiento
de tanto aparato burocrático, de tanto gasto improductivo en
detrimento de las ayudas directas que podían ir a tantas
personas necesitadas de una prestación social como en este
país existen.

Señora Ministra, nuestro Grupo considera reprobable
políticamente la obsesión por dirigir, por controlar los
programas de la tercera edad. No es admisible que con las
competencias transferidas, cuando no es cierto que se haya
firmado ningún pacto que diga que ese programa no se tiene que
transferir, como usted hace poco me dijo en una comparecencia
en Comisión, siga negándose a transferir esos programas. Esto
es, señora Ministra, y ya se lo he dicho varias veces,
aferrarse a un voto cautivo. Lo cautivaron ustedes y fue un
clamor popular en las últimas elecciones generales con la
mentira, con el engaño de la rebaja de las 8.000 pesetas de la
pensión. Ahora pretenden continuar en esa dinámica de
agarrarse a ese voto al concebir los presupuestos, que ustedes
quieren seguir manejando, como una maquinaria electoral, aun a
costa de no actuar lealmente con las comunidades autónomas.

Por ello, nuestro Grupo presenta la enmienda 1.816 en la que
solicita que la gestión de los viajes de la tercera edad y de
termalismo sea realizada por las comunidades autónomas. Ellas,
además de tener la competencia, conocen mejor las necesidades
de las personas mayores de su entorno, las tienen más
próximas. Está justificado y habla de eficacia, porque cuando
la administración se acerca al administrado conoce sus deseos,
sus intereses y, como usted sabe muy bien, incluso sus
problemas de salud, que pueden tener hechos diferenciales.

Nuestro Grupo considera que tampoco es admisible que ustedes
se sigan aferrando a controlar y, por lo tanto, a centralizar,
la distribución del 0,52 por ciento, cuando todas las
comunidades autónomas le piden que se lo transfieran y además
se lo piden comunidades autónomas --usted lo sabe muy bien--
incluso gobernadas por el Partido Socialista. Sus señorías
tienen que saber además que el sistema que utilizan para la
distribución de ese 0,52 por ciento es pernicioso en cuanto a
la distribución territorial y a los necesarios equilibrios
sociales, que deberían ser el móvil. Y usted dice de palabra
que lo es, pero la realidad es que no es así. La realidad es
que ustedes han dejado sin cumplir programas importantes que
las Comunidades Autónomas pedían, programas para viudas,
programas de infancia para niños maltratados, etcétera,
destinándolo a asociaciones cuyos fines y utilidad nuestro
Grupo cuestiona claramente. Su Ministerio es uno de los que
más cuesta sostener y, por las razones que hemos dicho, de los
más inútiles. Y, por si fuera poco, ustedes justifican el
mantenimiento de su Ministerio, uno de sus objetivos, en el
tutelaje de algunas instituciones, como de la Cruz Roja. ¡Pues
sabemos muy bien cómo la tutelan ustedes! Sabemos del
escándalo en que está envuelta la Cruz Roja --por cierto,
usted, señora Ministra, aún no ha comparecido en esta Cámara
para hablar de responsabilidades--, escándalo que no sabemos
si obedece a corrupción, a pelotazo o a incompetencia. Ustedes
apostaron claramente por la Presidenta, pero después ella ha
tenido que marcharse con la cabeza baja.

Todo eso de entrada. Ahora veamos realmente el presupuesto del
Ministerio de Asuntos Sociales.

Estos presupuestos, a juicio del Grupo Popular, no responden a
las necesidades sociales y, desde luego, señora



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Ministra, no coinciden con nuestras prioridades. Es imposible
que coincidan. ¿Por qué? Porque, en primer lugar, estos
presupuestos, que están prácticamente congelados, pierden
capacidad adquisitiva, como aquí se acaba de decir, aunque
usted habló de los porcentajes pequeños de subida, habló de
todo menos de la disminución del porcentaje del Instituto de
la Mujer. Eso olvidó decirlo, naturalmente porque es bastante
escandaloso que baje el presupuesto para el Instituto de la
Mujer, un instituto donde, por cierto, lo que sí se dispara en
términos realmente inadmisibles son los gastos corrientes: en
un 39 por ciento.

Se produce un incremento de un 7,2 por ciento en todo el
Ministerio en el capítulo 1. Le voy a decir una cosa. Nuestro
Grupo y el Diputado señor Núñez han venido diciendo reiteradas
veces que sobran altos cargos. Acabamos de decir que se va a
transferir prácticamente todo desde el 1 de enero. Pues, mire,
está claro que el Grupo Socialista, y el Gobierno de manera
particular, tienen adicción a los altos cargos, porque en
estos presupuestos la novedad que se nos presenta es la
creación de un nuevo alto cargo. Dividen la Dirección General
Técnica y de Servicios en una Secretaría General Técnica y en
una Dirección General de Servicios. Esto es impresentable,
desde luego, señora Ministra. Es una importante novedad que
ahonda en una plantilla de altos cargos claramente
sobredimensionada. Si eso es así, en cambio, tenemos que decir
que disminuye el capítulo 6, inversiones, dirigidas a las
comunidades autónomas; el capítulo 7 en un 36 por ciento, que
iba destinado precisamente a instituciones sin fines de lucro.

Por lo tanto, se recortan las ayudas a las organizaciones no
gubernamentales con las que usted, cuando llegó aquí, dijo que
iba contar, que se las iba a potenciar.

¿En dónde está ese objetivo de la corresponsabilidad social
que hace un minuto en esta tribuna acaba de decir que era una
de las prioridades? No nos engañe, señora Ministra. Sabemos
leer los presupuestos y sabemos que los han recortado
drásticamente. Por lo tanto, los presupuestos no le dan a su
palabra, señora Ministra, ninguna credibilidad; no solamente
por eso, sino porque además, señora Ministra, no sirven para
que España se acerque a los niveles de prestación de bienestar
de los países de nuestro entorno. Para el Grupo Popular ése es
un objetivo. Naturalmente hay que cambiar muchas cosas en los
conceptos de elaboración de los presupuestos, y si no son
sociales, en cambio, estos presupuestos de la Sección 27 son
un buen ejemplo de que no van ayudar a la recuperación
económica.

¿Por qué digo esto? Pues mire, porque los gastos no
justificados siguen aumentando. Como le decía, el capítulo 2
se dispara en el Instituto de la Mujer, también en el de la
Juventud, y en todo el Ministerio ignoran cualquier política
de austeridad. La austeridad del gasto corriente, premisa
fundamental para reducir el gasto público, lo ignora
totalmente el capítulo 2 de su Ministerio, lleno de gastos
ambiguos, lleno de gastos superfluos e innecesarios, que no
van a ser eficaces y que no son prioritarios en el marco de
unos raquíticos presupuestos. El descontrol de ese gasto
público es evidente, y erradicarlo es un objetivo del Grupo
Popular; requiere una voluntad política importante y está
claro que este Gobierno no la tiene, señora Ministra. Pero el
Grupo Popular sí que la tiene y ahí está una alternativa, un
proyecto distinto. Cuántas veces se oye, y hoy se decía en
esta tribuna, que el Grupo Popular no tiene alternativa. La
tiene, ¡vaya si la tiene!, lo que pasa es que a ustedes no les
interesa escucharla; requiere un verdadero cambio de estilo y
de gestión y nuevas prioridades que no son las de ustedes.

Presentamos, así, señor Presidente, señorías, una serie de
enmiendas de recorte del gasto, de gastos burocráticos...




El señor PRESIDENTE: Señora Sainz, le ruego concluya.




La señora SAINZ GARCIA: Voy concluyendo, señor Presidente. ...

gastos de publicaciones de lujo, no informativas, gastos de
trabajos encargados fuera de la Administración, que tanto les
gustan, inútiles, superfluos y que la mayoría de las veces
quedan en los cajones.




Nuestra filosofía es clara: atención a las necesidades básicas
con el mejor espíritu de solidaridad, y el ahorro obtenido
mediante estos recortes se destina en nuestras enmiendas
íntegramente a los objetivos finalistas. ¿A quiénes? A la
atención de menores en guarderías, 245 millones; a las
instituciones sin fines de lucro, dedicadas a menores con
dificultades familiares, que es un grave problema que tenemos
en la sociedad; becas de asistencia a minusválidos; acciones
en favor de migrantes que se trasladan de residencia dentro
del país; y una que nos parece muy importante, de 803
millones, para fomentar el empleo local de agricultores
jóvenes y mejora de las explotaciones agrarias. Estos
presupuestos, tal como ustedes los conciben, no reflejan
realmente el avance que la política social de España está
necesitando. Se han elaborado bajo el síndrome de agarrarse al
poder, mientras siguen siendo en cambio muy duros para los
débiles, para las mujeres separadas y divorciadas, para la
tercera edad, para los minusválidos. Ignoran que es un país en
donde el porcentaje de paro juvenil es extraordinario, en el
que el porcentaje de paro femenino es enorme, el mayor de los
países de la Comunidad, y no hay nada que ayude a erradicar
este mal. Poca coherencia muestran cuando el programa de
viviendas para la juventud lo eliminan este año drásticamente
de los presupuestos. Son unos presupuestos en los que los
programas dirigidos a la tercera edad tienen una novedad, la
de tener como objetivo el reducir el coste de las plazas, pero
no el de



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incrementar la oferta, a pesar de que la demanda que ustedes
están atendiendo es bajísima, porque hay muchas listas de
espera, no sólo en sanidad sino en plazas para residencias de
la tercera edad, que ustedes no piensan cubrir, entre otras
cosas porque ya no quieren construir más residencias, porque
han recortado las inversiones que iban dirigidas a eso, porque
hablan de atención en casa y no es verdad, porque tampoco hay
recursos para eso.

Son unos presupuestos, señor Presidente, y termino, que
tampoco rompen esa dinámica seguida por este Gobierno de
castigo a la familia. Las ayudas que se prestan en estos
presupuestos a la familia se quedan ¿en qué? En que les
costarán más los libros, les costará más la vivienda, les
costará más la comida a las familias. Sólo se ha incluido un
curioso texto sobre la ampliación del concepto de familia
numerosa para la que tenga tres hijos. Y digo curioso porque
en el punto 1.º así lo establecen, pero en el punto 2.º
emplean la técnica jurídica que lo inutiliza, y lo remiten a
un futuro incierto. Confiemos que en el trámite del Senado
nuestra enmienda presentada se retome y podamos por tanto dar
respuesta a esta situación que es, en definitiva, un clamor
popular.




El señor PRESIDENTE: Señora Sainz, le ruego concluya.




La señora SAINZ GARCIA: Concluyo, señor Presidente.

Es un presupuesto en el que se sigue notando que no hay
política de integración a los minusválidos, y el Partido
Popular quiere con sus enmiendas ampliar la cobertura de las
plazas de residencias, las plazas para los minusválidos, dar
solución al problema de las mujeres más débiles, con la
creación del fondo de garantía de pensiones, y recuerde,
señora Ministra, que hace unos días la Presidenta de la
Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas pedía por
favor, y decía que ya estaba bien, y clamaba pidiendo
solidaridad a SS.SS. para que se creara ese fondo de
solidaridad.

Concluyo la defensa de nuestra enmienda a la totalidad y de
las enmiendas parciales. Consideramos que sería positivo que
se aceptasen. ¿Por qué? Porque se apoyan en los criterios
inspiradores de una buena política social: dedicar recursos
económicos a las personas necesitadas. ¿Por qué? Simplemente
por una cosa, señor Presidente, señorías: porque queremos que
las cosas mejoren. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Sainz.

Enmiendas del Grupo de Coalición Canaria.

Tiene la palabra el señor Mauricio.




El señor MAURICIO RODRIGUEZ: Gracias, señor Presidente.

Voy a hablar desde el escaño. Seguro que SS.SS. me agradecerán
la brevedad de mi intervención, y al mismo tiempo se lo
agradeceríamos nosotros a los otros portavoces.

Ya hemos utilizado a lo largo de la mañana, sobre todo en lo
referente a los temas de trabajo, los mismos argumentos que
exponemos ahora sobre lo que planteamos como programas de
lucha contra la pobreza. Hemos presentado dos enmiendas que
damos por defendidas y mantenemos para su votación. En
cualquier caso, si todo el argumento es que ese dinero existe
y que esos programas se pueden realizar, pero que no se deben
transferir o fragmentar, estaríamos de acuerdo, pero pedimos
que haya la voluntad explícita de que esos programas se puedan
aplicar en las zonas más necesitadas, y sin duda alguna la
Comunidad Autónoma de Canarias es una de ellas, porque tiene
uno de los indicadores de pobreza más altos de este país, como
ya he expuesto en otra de mis intervenciones.

Doy por defendidas las dos enmiendas y, esperando que sean
entendidas por los otros grupos parlamentarios, termino mi
intervención.

Muchísimas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mauricio. Entiendo que da
por defendidas las enmiendas que tiene su Grupo a la Sección
27 y a los organismos autónomos. (Asentimiento.)
Gracias, señor Mauricio.

Turno en contra. Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Trujillo.




El señor TRUJILLO ORAMAS: Gracias, señor Presidente.

Señorías, subo a esta tribuna para consumir un turno en contra
de las enmiendas a la totalidad presentadas, que han sido dos,
una del Grupo Popular y otra del Grupo de Izquierda Unida-
Iniciativa per Catalunya, así como del resto de las enmiendas
parciales presentadas por los diferentes grupos. Siguiendo un
poco el orden de los intervinientes, respecto a la enmienda
del Grupo Vasco (PNV), que pretende incrementar la dotación
para el Proyecto Hombre, ya le dijimos en la Comisión que
considerábamos que no era factible singularizar ningún
proyecto en un programa general y, por lo tanto, tendrá que
presentar la correspondiente solicitud para ese proyecto a la
ayuda global.

Las enmiendas de Coalición Canaria también proponen algo
similar, puesto que, dentro de lo que son las partidas
globales del propio Ministerio de Asuntos Sociales para
realizar programas con las corporaciones locales, pretenden
singularizar una serie de elementos para localizarlos en el
territorio canario. Con independencia de que los indicadores
de Canarias hagan que una región como ésa pueda ser
susceptible de estar en



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una situación de mayor o menor prioridad a la hora de aplicar
estos conceptos, entendemos que tampoco conviene, a priori,
territorializar estos programas por la vía que Coalición
Canaria plantea. En cualquier caso, les remito al propio plan
concertado, donde existe la comisión de seguimiento de los
objetivos marcados y es el foro adecuado para el desarrollo de
la red básica de servicios sociales que estamos desarrollando.

Izquierda Unida ha presentado una enmienda a la totalidad y
varias enmiendas parciales. Respecto a la enmienda a la
totalidad, ya lo dijimos en el debate de Comisión, Izquierda
Unida es coherente con el planteamiento que ha seguido a lo
largo del debate de los presupuestos. ¿Por qué decimos esto?
Porque Izquierda Unida ha mantenido una posición de expansión
del gasto en todas y cada una de las secciones, argumentando,
entre otras cuestiones, que la reducción del déficit público
no es un objetivo prioritario. Evidentemente, nosotros no
estamos de acuerdo. Nos hemos marcado el objetivo claro,
dentro de un presupuesto que no es expansivo, del
mantenimiento de la cobertura social, pero si en cada una de
las políticas públicas expandimos el gasto de la manera que
plantea Izquierda Unida, desde luego estaríamos haciéndole un
flaco favor al sistema, puesto que no haríamos sino romper el
equilibrio financiero, tan necesario para el sostenimiento del
mismo. De ahí que tengamos que rechazar su enmienda a la
totalidad. Además, la ha defendido con argumentos que son un
tanto singulares, como el de querer deslizar el presupuesto
más a la izquierda. Desde luego, no lo desliza más a la
izquierda pidiendo más gasto, si no se garantiza, repito, el
lógico equilibrio financiero del sistema.

Pasando a sus enmiendas parciales, he de decirle que plantea
una serie de enmiendas que nosotros no hemos visto mal en su
articulación concreta, pero, como tratan de incrementar los
recursos destinados al Instituto de la Mujer, sí le puedo
adelantar a S.S. que nuestro Grupo tiene intención de aumentar
la dotación para dicho Instituto en el trámite del Senado.

Con respecto a dos enmiendas concretas, donde pretenden que a
través del Inserso se establezca una serie de inversiones,
quiero señalarle que, en los casos del hogar de Castro
Urdiales y del hogar de Lorca, si bien no vamos a aceptar sus
enmiendas, conviene que S.S. sepa que, en el primero de los
casos, se tiene previsto un crédito de 10 millones de pesetas
para la contratación del proyecto que va a hacer posible en un
futuro ese hogar, evidentemente supeditado al lógico proceso
de transferencias. Con respecto al hogar de Lorca, la cantidad
es de 41 millones de pesetas, por lo que, con independencia de
no aceptar en sus propios términos su enmienda, al menos creo
que damos cierta satisfacción a esa lógica aspiración que
planteaba el Grupo de Izquierda Unida con relación a esos
centros.

Paso a contestar las enmiendas del Partido Popular que, como
decía, ha presentado una enmienda a la totalidad y varias
enmiendas parciales. Señora Sainz, usted ha vuelto a repetir
los argumentos del debate de Comisión, como no podía ser de
otra manera, por lo que yo también tendré que repetirme. Le
señalaba que usted partía a priori de una clara
«descontextualización». Incluso se atrevió a afirmar en la
Comisión que éste es un presupuesto que se olvidaba de los
asuntos sociales, que tenía escasísima sensibilidad social. De
cada cien pesetas de este presupuesto, más de cincuenta van a
las políticas sociales. Por lo tanto, difícilmente se puede
sostener de una manera firme que éste es un presupuesto que
tenga escasa sensibilidad social.

Además, dentro de esa «descontextualización», se olvida del
conjunto de medidas que no tienen repercusión numérica en el
presupuesto. Ha puesto usted el ejemplo de la familia. Mire,
señora Sainz, las familias, simplemente por el incremento de
las pensiones de este año, van a recibir unas transferencias
superiores a 400.000 millones de pesetas en el presupuesto;
las familias van a ver deflactadas las tarifas este año en el
Impuesto sobre la Renta; las familias van a tener este año un
incremento de deducciones en el Impuesto sobre la Renta a
partir del tercer hijo, y las familias se van a considerar
este año familias numerosas a partir del tercer hijo, como
S.S. bien señalaba, con independencia de que haya un
desarrollo reglamentario, que es lógico y obvio. Por lo tanto,
usted no puede decir que éste es un presupuesto que se olvida
de las familias, que solamente se toma una medida. Los demás
elementos que están claramente en el presupuesto los olvida,
creo que no por desconocimiento sino precisamente por quererlo
olvidar.

Su señoría conoce perfectamente el discurso del portavoz de su
Grupo en esta misma tribuna con ocasión del debate de
totalidad de los presupuestos y solamente afirmó que
mantendrían en cualquier caso las pensiones con respecto al
gasto social. Eso está escrito en el «Diario de Sesiones». Esa
no es la política que desarrollamos los socialistas. Por lo
tanto, no venga, en una curiosa articulación de su discurso
que entroncaría con los argumentos de Izquierda Unida, a
pasarnos por la izquierda en cuanto al gasto pidiendo más.

Incluso se ha atrevido a afirmar que nuestro esfuerzo es
escaso. Su señoría conoce perfectamente, me consta, que todos
los informes señalan que España es el país que mayor esfuerzo
ha hecho en gasto social en menor tiempo. No podemos olvidar
la situación de partida con la que nos encontramos el año
1982, incluso con relación a políticas concretas que tiene el
presupuesto de esta Sección, como pueden ser las pensiones
asistenciales por ancianidad para los emigrantes. Simplemente
recuerdo a SS.SS. que vamos a pasar el año próximo de 18.000 a
25.000 beneficiarios. También tiene otras medidas que no son
presupuestarias, como el acuerdo del Consejo



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de Ministros del 28 de octubre, donde se modifica el Código
Penal para facilitar la recuperación de nacionalidad a los
emigrantes.

Esa es la política de solidaridad que estamos realizando los
socialistas en todos y cada uno de los apartados del
presupuesto, dentro de las posibilidades reales que tiene un
país como España. Evidentemente, ojalá tuviésemos más para
poder distribuir y redistribuir más recursos.

Curiosamente, en su enmienda a la totalidad, plantean un
argumento bastante peregrino, el de la duplicidad de
competencias entre la Administración central y la
Administración autonómica. Mire, señoría, en primer lugar,
parece que ustedes desconocen la propia Carta Magna del Estado
español, de la nación española, la Constitución, que establece
claramente que España se configura como un Estado social y de
Derecho. Por lo tanto, alguien tendrá que articular --las
distintas administraciones responsables-- la política de
Estado redistributiva, a lo largo y ancho del mismo. En su
lógica, eso no se podría hacer. Por tanto, no parece muy
razonable, como digo, desde el propio punto de vista jurídico,
para poder ejercer esas políticas de responsabilidad, de
igualdad, de distribución y redistribución social que tiene
que hacer el propio Estado en sí, y el Estado no son las
Comunidades Autónomas, señoría.

Ahondando más incluso en el discurso que usted señala, esta
mañana el Presidente de su Partido afirmaba en «Los desayunos
de Radio Nacional» que España era el país que había hecho el
mayor proceso de descentralización del mundo. Por lo tanto, en
esta materia o en otra tendrán que tener coherencia entre los
discursos de los distintos miembros de su Partido y los
discursos de su propio líder. No sé qué quiere decir cuando
nos echa en cara que no estamos desarrollando adecuadamente
las políticas de transferencias a las Comunidades Autónomas.

Además, S.S. conoce perfectamente, como le decía, el
compromiso que la Ministra de Asuntos Sociales señaló en su
última comparecencia en el Congreso de los Diputados,
refiriéndose claramente a que, a partir del próximo año, en
las próximas fechas, pretendía tener concluido el proceso de
transferencias a las Comunidades Autónomas que faltaban, tal y
como conocimos en la propia Comisión. No voy a extenderme más,
señorías, porque creo que los elementos presupuestarios están
tremendamente claros. Entremos en su modelo alternativo, en
las propuestas concretas que articulan a través de las
enmiendas parciales. Plantean una serie de enmiendas a la
Sección 27 propiamente dicha, donde ha vuelto a hablar, creo
que sabiendo que estaba incurriendo en ese error, de que iba a
quitar gasto corriente para destinarlo a operaciones
finalistas. Se le ha explicado, y creo que S.S. lo sabe
perfectamente, que el capítulo 2 del Ministerio de Asuntos
Sociales y de los distintos organismos no es gasto corriente
puramente hablando. El 71 por ciento, por ejemplo, del
Instituto de la Juventud, del capítulo 2, son políticas
activas para los jóvenes. Parecido porcentaje tiene el propio
Instituto de la Mujer. Por lo tanto, cuando presentan
enmiendas que quitan dinero del capítulo 2, no están quitando
gastos corrientes no finalistas; se están cargando las
propuestas de política finalista de cada uno de esos
organismos, y S.S. lo sabe porque la propia Ministra lo
explicó claramente en la última reunión de la Comisión, en la
que tuvo oportunidad de intervenir. Formulan tres enmiendas al
propio Inserso. Una está relacionada con ese proceso de
transferencias, en el que usted entiende que tiene que vaciar
absolutamente al Estado de competencias en esta materia, lo
que no dice para nada la propia Ley 9/1992, como S.S. sabe. Se
ha hecho referencia a otra enmienda para dotar un programa de
800 millones para el empleo de los jóvenes y los jóvenes
agricultores. Cualquier persona ajena a este debate que
estuviera escuchándolo, podría pensar que en el presupuesto no
destinamos dinero para el empleo juvenil ni para la inserción
en el mercado de trabajo de los jóvenes o las mujeres. Su
señoría sabe perfectamente que destinamos decenas de miles de
millones al ampleo, que todas las políticas de empleo han
crecido, en un presupuesto que no es expansivo, un 8,2 por
ciento. Por lo tanto, en ese marco no nos va a pasar
presentando una simple enmiendita de 800 millones de pesetas,
porque no es nada razonable. Al final, incluso, su política
alternativa con respecto a la propia Sección mueve solamente
1.500 millones de pesetas ¿Ese es el modelo alternativo?



El señor PRESIDENTE: Señor Trujillo, le ruego concluya.




El señor TRUJILLO ORAMAS: Voy concluyendo, señor Presidente.

Está claro, señoría. Incluso el presupuesto adopta una serie
de medidas que claramente no son de traducción numérica, como
todas las medidas que modifican situaciones que van a permitir
claramente una mayor inserción de las mujeres en el mercado de
trabajo, como es toda la nueva modificación de la regulación
de la maternidad, que no voy a cansar a SS.SS. explicándosela
porque la conocen perfectamente, y el esfuerzo que ya hemos
hecho va a ser todavía mayor para permitir la incorporación de
las mujeres al mundo del trabajo. Termino, señor Presidente,
señalando lo que ha dicho al defender una enmienda muy
particular la señora Sainz y que, además, incide en otro
discurso propio del PP y que, desde luego, no se sostiene con
la propia filosofía del presupuesto, y es acusarnos a los
socialistas de hacer políticas sociales para tener votos
cautivos. Eso lo argumenta sobre la base de querer desinflar o



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quitar de las competencias del Gobierno de la nación el
programa de turismo social. El programa de turismo social, por
una simple cuestión de economía de escala, es mucho más eficaz
que lo realice el Estado, pero eso es de primero de Economía y
por tanto no es un tema que necesite mayor argumento. Señora
Sainz, un Gobierno que destina más de la mitad de su dinero a
políticas sociales, que ha ampliado más que nadie los derechos
subjetivos de los ciudadanos españoles para que sin ninguna
condición, sino por el hecho de ser españoles y los requisitos
que se pongan en la norma, perciban esos recursos sociales, no
puede ser acusado gratuitamente de tener votos cautivos. Por
tanto, señoría, no estamos para nada de acuerdo con su modelo.

Creemos que, además, nosotros estamos más que de sobra
garantizando la solidaridad y todas las políticas
redistributivas con aquellos sectores que tienen más
dificultades, y por todas estas razones, señorías, nos
oponemos a las enmiendas presentadas.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Trujillo.

La señora Urán tiene la palabra.




La señora URAN GONZALEZ: Gracias, señor Presidente.

Señor Trujillo, voy a empezar por lo que ha sido el final de
su intervención refiriéndose al Grupo Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya. En la enmienda que hemos
presentado para la puesta en funcionamiento del hogar de Lorca
nos hemos limitado a copiar lo que ustedes evaluaron para este
año en el anexo de inversiones de los presupuestos de 1994.

Usted nos acaba de decir que van a utilizar 41 millones de
pesetas para 1995. Eso significa que va a retrasarse durante
un año más la puesta en funcionamiento de ese hogar.

Sencillamente copiamos para 1995 lo que ustedes preveían en
los presupuestos de 1994.

Señor Trujillo, como es lógico, en teoría este Grupo y el
Grupo Socialista suelen coincidir bastante, pero después en la
práctica, cuando llegamos al momento de los números, es donde
surgen las discrepancias, que son serias. Por supuesto que
nuestros planteamientos presupuestarios son coherentes en
todas las secciones, porque tiene usted que recordar que en
una enmienda de totalidad al presupuesto en general no
hablábamos solamente de gastos sino de ingresos, y bajo los
presupuestos de los ingresos como nosotros los haríamos y los
gestionaríamos, planteamos las enmiendas de devolución a todas
las secciones y en concreto a la número 27, Ministerio de
Asuntos Sociales. Nosotros no pretendemos romper el equilibrio
financiero, señor Trujillo, lo que sí que queremos es que se
mejore la gestión de los ingresos y, por supuesto, que se
mejore la gestión y los recursos en los gastos, porque por ahí
vamos a conseguir dotar, sobre todo a este Ministerio, de unos
recursos capaces de cumplir los objetivos que se plantean, que
son precisamente eliminar las desigualdades y la exclusión
social.

Nada más. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Urán.

La señora Sainz tiene la palabra.

La señora SAINZ GARCIA: Gracias, señor Presidente.

Señor portavoz del Grupo Socialista, su discurso a estas
alturas, después de los años de desgobierno, realmente no
tiene credibilidad y no la tiene porque su estilo está ya
fracasado. Les sobró durante muchos años, la verdad, y así les
ha ido, demasiado desprecio a las propuestas claramente
positivas que nuestro Grupo iba aportando, algunas de las
cuales, después a remolque, después de muchos años, cuando ya
era tarde, fueron intentando incorporar, pero, repito, tarde,
mal y a rastras. ¿Qué ocurre ahora? Que les duele en lo más
profundo también que queramos, por una parte, controlar el
gasto superfluo que ustedes fueron montando y acumulando año
tras año y que durante los doce años de gestión socialista
fueron claramente multiplicando, y les duele que el Grupo
Popular lo quiera controlar y que les diga el Grupo Popular:
austeridad y destinen los recursos a paliar directamente las
necesidades. También está claro que les duele que el Grupo
Popular diga que hay que simplificar la Administración.

Naturalmente que conozco muy bien cuáles son los pactos
autonómicos y he estado, en parte, en algunas de las
negociaciones. Le voy a dar datos de esa multiplicación del
gasto de esa administración que ustedes fueron creando: por
ejemplo, el Inem, en 1985, tenía 7.738 funcionarios. En el año
1994, 15.893 para las mismas funciones. Por tanto, vaya si han
ido multiplicando y vaya si sabemos todos que ese es uno de
los cánceres que ahora tenemos ahí en la economía española.

En cuanto a la gestión de los servicios sociales en 1982, para
la gestión de los servicios sociales de todo el Estado había
una dirección general, la del Inserso, y de ahí sacaron
ustedes la misma dirección general, que siguen manteniendo,
del Inserso y todo el Ministerio de Asuntos Sociales y resulta
que todas la competencias han sido transferidas. Pero vamos a
ver, quiénes tienen credibilidad. ¿Es que no es natural y
lógico que les digamos: adapten ustedes la burocracia a las
competencias y al Estado de las autonomías que hemos ido
construyendo entre todos? Naturalmente que sí, que eso es
buscar eficacia, que eso es lealtad, que eso es cumplir los
acuerdos, entre otros, los autonómicos. Lamentamos que
ustedes, en cambio, lo único que quieran seguir haciendo sea
crear altos cargos, porque en estos presupuestos, sin más,
crean un nuevo alto cargo en el Ministerio de Asuntos
Sociales. Desde luego, el Grupo Popular tiene una alternativa
completamente diferente a eso. Lo tenemos muy claro. A ustedes
--repito-- no les conviene reconocerlo, pero, afortunadamente,



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creo que cada vez confían en nuestra alternativa más
ciudadanos. Y, desde luego, es una esperanza para los jóvenes.

Hace poco no dejaban a nuestro compañero de grupo hablar de
los jóvenes. Yo les voy a decir a los jóvenes que ustedes han
hecho la política más perniciosa para las aspiraciones de los
jóvenes: el paro.

Desprecian ustedes una enmienda de 800 millones de pesetas
para ayuda al empleo local de los jóvenes y eso me parece que
es no tener los pies en la tierra. Tendrán muchos recursos
destinados para el empleo de los jóvenes, pero fracasan; no
son eficaces porque el porcentaje de paro de los jovenes
españoles es el mayor de todos los países de la Comunidad
Europea: por tanto, no se jacten de lo que es realmente uno de
los problemas más graves de la sociedad (Aplausos en los
bancos de la derecha.) Eso ya es increíble.




El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.

Señora Sainz, continúe.




La señora SAINZ GARCIA: Y no se ha previsto nada en los
presupuestos para la formación de las mujeres. Tenemos a once
millones de mujeres sin una cualificación profesional.

Nosotros tenemos prioridades y decimos: destinemos recursos a
una formación adecuada, como pedimos también, en su momento,
una formación profesional que sigue todavía sin contar con el
sistema de las cualificaciones. Eso es lo prioritario en este
país, es lo que puede ayudar a que nuestros jóvenes encuentren
empleo y a que las mujeres se integren también en el mundo
laboral. Es nuestra prioridad, la de ustedes no. Yo se lo digo
y a ustedes les molesta. Lo entiendo también, pero ahí esta la
credibilidad de ustedes (Protestas.--Aplausos.) y nuestra
alternativa, aunque no lo quieran, señores, reconocer.




El señor PRESIDENTE: Señora Sainz, le ruego concluya.




La señora SAINZ GARCIA: Sí, señor Presidente.

Usted habla de una serie de planes integrales, de ayudas,
etcétera, pero, al final, el porcentaje de acogida a la
tercera edad que necesita ser asistida es de un 37 por ciento,
bajísimo; por tanto, estamos muy lejos. Nosotros somos
coherentes y decimos: eliminemos los gastos que no son tan
necesarios y aunque hoy sean pocos, al año siguiente serán
más, y hubieran sido muchos más si ustedes, con su gestión, no
hubieran llenado de despilfarros todos los presupuestos, año
tras año (Protestas.), y dediquémoslo a las ayudas directas, a
los menores, a las mujeres, a los minusválidos y a la tercera
edad. Por ello, señor Presidente, nuestro Grupo no puede
apoyar estos presupuestos. En definitiva, queremos que las
necesidades básicas sean atendidas y, después, los estudios y,
después, los viajes y, después las publicaciones si llega,
pero no hay recursos. En una palabra, queremos eficacia y
tenemos un deseo de una mejor gestión, por eso no apoyamos
estos presupuestos.




El señor PRESIDENTE: Señora Sainz, le ruego concluya.




La señora SAINZ GARCIA: Sí, señor Presidente, lo prometo, en
un segundo. No se sientan tan orgullosos y no olviden que en
esta Cámara hemos tenido, nada más y nada menos, que crear una
ponencia de la pobreza porque en España cada vez hay más
millones de personas que viven peor. (Protestas y aplausos.)
El señor PRESIDENTE: Señor Trujillo.

Señorías, les ruego guarden silencio.




El señor TRUJILLO ORAMAS: Gracias, señor Presidente.

Con respecto al esquema que ha planteado la portavoz de
Izquierda Unida quisiera decir, como ya les he señalado, que
en ese deseo de destinar más recursos a las políticas públicas
lo que hacen es ponerlas en peligro. Tal y como han
conceptuado los ingresos en su propuesta, según la mayoría de
los analistas, y ustedes lo saben, éstos no son realistas.

Ustedes hacen una política presupuestaria que no la practica
nadie en el mundo. Por tanto, nosotros desde ese ámbito que
parece que nos une de la sensibilidad social, no podemos estar
de acuerdo con ustedes porque podían echar por tierra las
políticas sociales que se están realizando.

Señora Sainz, nosotros nos sentimos orgullosos de lo que hemos
hecho. No nos sentimos muy contentos de los errores que
hayamos cometido --que sin lugar a dudas hemos cometido, y
cometemos-- pero hay números que cantan claramente. Usted no
puede decir con la más mínima seriedad que éste sea un país,
como dijo el otro día, donde cada vez se gasta menos en gastos
sociales y, como acaba de decir hoy, donde cada vez hay muchos
más pobres. El nivel de renta de los españoles ha cambiado de
una manera radical. Usted no puede decir que este es un país
que se empobrece. Nadie puede sostener una cosa de esa
naturaleza. Nosotros no estamos satisfechos con la situación
actual. Y, como le decía, donde haya un problema de un
marginado o de un colectivo que tenga dificultades de
inserción, allí van a encontrar a los socialistas. Yo no tengo
muy claro que vayamos a encontrarles a ustedes. De verdad. No
lo tengo muy claro. Pero tenga la seguridad que ahí sí que nos
van a encontrar a nosotros.

Ha hecho usted un discurso sobre el gasto superfluo de la
Administración sobre el que le voy a dar dos datos. Si tomamos
diez países de la Unión Europea, exceptuando Luxemburgo y la
Alemania unificada,



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España es el noveno, por la cola, que tiene menos
administración general. Por tanto, cómo se puede decir que
este es un país lleno de administración general pública, gasto
superfluo, etcétera. Ese dato lo conocen ustedes. No sé cómo
se empeñan en decir datos falsos.

Segundo ejemplo. Con respecto a la política social, España es
el país de la Unión Europea que menos gasto de funcionamiento
dedica para el tema de las pensiones, en definitiva para el
INSS, por tanto, somos en términos de gastos, el más eficaz.

¿Cómo nos puede decir que tenemos muchísimo gasto superfluo y
una Administración hiperinflada, si también conocen ustedes
ese dato? Lo que ocurre es que no son reales las cosas que
dice.

Le voy a rebatir con unos datos un par de ejemplos que ha
puesto. Dice que nuestro Inem ha crecido con las mismas
funciones. Lo que ocurre es que han crecido espectacularmente
los ciudadanos a los que presta servicio. Eso es evidente. Por
tanto, tendremos que tener los recursos para atenderlo.

Además, S.S. conoce que nuestro Instituto Nacional de Empleo,
con competencias similares, no es la tercera parte que su
homónimo alemán. ¿Cómo nos pueden acusar de despilfarro en la
gestión? Eso no es correcto. Eso no se sostiene. Pongamos el
ejemplo de esta Sección, que ha vuelto usted a repetirlo,
rayando en unos términos de demagogia brutal. El capítulo 2
del presupuesto de Asuntos Sociales, en más de sus tres
cuartas partes, está destinado a políticas activas finalistas.

¿Cómo va a ser eso gasto superfluo y ustedes lo van a destinar
a políticas finalistas? Pero es que, además, la alternativa
que ustedes proponen para Asuntos Sociales pasa por cambiar
1.500 millones de pesetas en un presupuesto de más de 22
billones; en este caso, en un presupuesto de 52.000 millones
en la Sección y 417.000 en el Inserso. Pero, ¿esa es la
alternativa que ustedes están planteando?
En términos globales le voy a plantear una cuestión, porque
nos oye mucha gente y es importante que se enteren. Ustedes,
sección tras sección, en los gastos sociales han estado
planteando mayores gastos que nosotros: si plantean 5,
nosotros 5,3; si plantean 6, nosotros 7. Eso de: y un huevo
duro más. Pero ustedes han planteado por otra parte, y es lo
que no se atreven a decir, toda una disminución brutal del
gasto. Le pongo un par de ejemplos: cinco puntos menos en las
cotizaciones sociales; un billón de pesetas menos a la
Seguridad Social. ¿Cómo pagan el huevo duro más? Pero no el
huevo duro más, ¿cómo pagan lo que pagamos? Planteaban además
una modificación para beneficiar teóricamente a los jóvenes
del país en contratos de relevo y en contratos en prácticas,
que costaba 150.000 millones de pesetas. ¿Cómo cubrimos luego
los gastos sociales que ustedes pretenden realizar?
Le voy a poner el ejemplo ya más significativo de lo que es la
política social de la solidaridad vista por la derecha.

Ustedes presentaron en esta Cámara --luego la retiraron-- una
proposición de ley sobre el voluntariado. Fíjense qué curiosa
interpretación tienen ustedes del voluntariado que para quien
fuera voluntario le establecían un 20 por cierto de
deducciones fiscales. Nosotros creemos en el voluntariado que
efectivamente quiere practicar la solidaridad, pero eso no es
ni voluntario ni nada que se le parezca. La pela es la pela.

Por tanto, yo creo que el modelo de ustedes con respecto a
nuestras políticas está claro, y yo creo que además todavía la
gran mayoría de los ciudadanos mayores y jóvenes tienen clara
la confianza en las políticas del Partido Socialista para que
este país siga por la senda del progreso y de la mejora de
todos sus ciudadanos. (Algunos señores Diputados del Grupo
Socialista: Muy bien, muy bien.--Aplausos.)
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Trujillo.

Concluido el debate, vamos a proceder a las votaciones de las
secciones debatidas.

Votaciones correspondientes a la Sección 31.

Enmiendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 325; a favor, 136; en contra, 167; abstenciones, 22.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Votación correspondiente al dictamen de la Sección 31.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 328; a favor, 167; en contra, 137; abstenciones, 24.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Dictamen de la Sección 34, a la que no hay enmiendas
mantenidas. Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 329; a favor, 324; en contra, uno; abstenciones,
cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Votaciones correspondientes al presupuesto del Ente Público
Radiotelevisión Española.

Enmiendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 328; a favor, 140; en contra, 186; abstenciones,
dos.




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El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Votación del texto del dictamen relativo al presupuesto del
Ente Público Radiotelevisión Española.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 326; a favor, 168; en contra, 138; abstenciones, 20.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Votaciones correspondientes a las secciones 19 y 60,
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y sus organismos
autónomos.

Enmienda del Grupo Popular número 1.816.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 328; a favor, 136; en contra, 169; abstenciones, 23.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Restantes enmiendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 327; a favor, 134; en contra, 170; abstenciones, 23.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 327; a favor, 23; en contra, 303; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo de Coalición Canaria, salvo la 460, que ha
sido retirada a efectos de facilitar la votación de la
transaccional presentada por el Grupo Catalán (Convergència i
Unió).

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 329; a favor, 11; en contra, 168; abstenciones, 150.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo Mixto, del señor Chiquillo.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 325; a favor, 12; en contra, 162; abstenciones, 151.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo Mixto, de la señora Rahola.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 328; a favor, dos; en contra, 173; abstenciones,
153.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmienda transaccional presentada por el Grupo Catalán
(Convergència i Unió), en relación con la enmienda 460 del
Grupo de Coalición Canaria. Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 329; a favor, 308; en contra, uno; abstenciones, 20.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada la enmienda.

Votación correspondiente al dictamen de las secciones 19 y 60
y sus organismos autónomos.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 328; a favor, 168; en contra, 136; abstenciones, 24.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Votaciones relativas a la Sección 26, Ministerio de Sanidad y
Consumo, y al presupuesto del Insalud.

Enmiendas del Grupo Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 330; a favor, 20; en contra, 171; abstenciones, 139.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo Popular.

Enmiendas números 1.778, 1.780 y 1.820.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 329; a favor, 160; en contra, 167; abstenciones,
dos.




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El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas números 1.818 y 1.819.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 328; a favor, 133; en contra, 190; abstenciones,
cinco.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Restantes enmiendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 329; a favor, 135; en contra, 172; abstenciones, 22.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Votación relativa al dictamen correspondiente a la Sección 26
y al presupuesto del Insalud.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 329; a favor, 170; en contra, 153; abstenciones,
seis.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Votaciones correspondientes a la Sección 27, Ministerio de
Asuntos Sociales y organismos autónomos.

Enmiendas del Grupo Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 329; a favor, 22; en contra, 171; abstenciones, 136.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo Popular.

Enmienda 1.781.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 327; a favor, 133; en contra, 171; abstenciones, 23.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Restantes enmiendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 330; a favor, 156; en contra, 172; abstenciones,
dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo Vasco (PNV).

Enmienda 384.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 329; a favor, 162; en contra, 166; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Enmiendas del Grupo de Coalición Canaria.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 330; a favor, 31; en contra, 167; abstenciones, 132.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Votación correspondiente al dictamen de la Sección 27,
Ministerio de Asuntos Sociales y organismos autónomos
correspondientes.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 330; a favor, 173; en contra, 156; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

La sesión de esta tarde se iniciará con el debate de la
Sección 25. Las votaciones tendrán lugar una vez concluido el
debate de lo que resta del dictamen.

El Pleno se reanudará a las cuatro de la tarde.

Se suspende la sesión.




Eran las dos y cinco minutos de la tarde.




Se reanuda la sesión a las cuatro de la tarde.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señorías, se reanuda
la sesión.




¡¡¡OJO!!! LADILLO



Sección 25



Pasamos a la discusión de las enmiendas correspondientes a la
Sección 25, Ministerio de la Presidencia y organismo autónomo
Patrimonio Nacional. Antes de pasar al debate de las citadas
enmiendas, el señor Ministro de la Presidencia va a proceder a
la presentación del proyecto de presupuestos para esta
sección.

Tiene la palabra el señor Ministro.




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El señor MINISTRO DE LA PRESIDENCIA (Pérez Rubalcaba): Señor
Presidente, señorías, me corresponde presentar el presupuesto
de gastos e ingresos correspondiente a la Sección 25
(Ministerio de la Presidencia), incluido en el proyecto de
Presupuestos Generales del Estado para 1995. La Sección
comprende, como SS.SS. conocen, los gastos correspondientes a
la Presidencia del Gobierno, a la Vicepresidencia y al
Ministerio de la Presidencia propiamente dicho, de conformidad
con la previsión legal vigente, en especial la Ley 10/1983, de
la Administración del Estado, y algunas normas reglamentarias
posteriores, entre las cuales debo destacar el Real Decreto
1483 del año 1993 que regula la estructura del Ministerio
citado.

Mi Departamento, señorías, no debe tener, lógicamente, un
impacto presupuestario relevante; no podría ser de otra manera
dado su carácter institucional y las características
instrumentales que posee. Quisiera resaltar, sin embargo, las
finalidades políticas del Ministerio de la Presidencia para
las que, en definitiva, las Cámaras estarían dando, al aprobar
los presupuestos, el correspondiente soporte presupuestario.

El Ministerio de la Presidencia, en efecto, tiene como
objetivo asegurar la comunicación entre el Gobierno y las
Cortes Generales, ejerciendo funciones de coordinación y
asistencia en las relaciones de aquél con el Congreso de los
Diputados y el Senado, tanto en lo que se refiere a las de
carácter legislativo como a las de control del Gobierno. Pero
quisiera reiterar aquí que, al mismo tiempo, es un instrumento
al servicio de SS.SS. Por ello vuelvo hoy de nuevo a ofrecer
mi plena disponibilidad a SS.SS., así como la del conjunto de
mi Departamento, para contribuir de la forma más eficaz
posible al desempeño de las misiones que los señores Diputados
tienen reconocidas, en especial las que se refieren a recabar
datos de la Administración (informes o documentos), así como a
obtener cumplida respuesta a sus iniciativas parlamentarias.

Para hacer posible estos objetivos solicito hoy a SS.SS. la
aprobación de las partidas presupuestarias que quiero ahora
glosar brevemente, no sin antes destacar tres características
fundamentales del presupuesto de esta Sección 25. En primer
lugar, en coherencia con uno de los objetivos fundamentales de
los Presupuestos Generales del Estado, debo resaltar la
austeridad de los gastos programados. Como segunda
característica, enfatizaré el rigor que pretende mejorar las
técnicas de presupuestación y de control de gasto y, en tercer
y último lugar, el realismo que quiere actuar sobre lo que
tenemos y conseguir la suficiencia para cubrir las funciones y
los objetivos de los distintos organismos incluidos en la
Sección 25. Funciones y objetivos que ya tuve ocasión de
exponer con detalle el pasado día 27 de octubre a aquellas de
SS.SS. que forman parte de la Comisión Constitucional de esta
Cámara. Esta austeridad se refleja, obviamente, de forma
cuantitativa en estos presupuestos. Así, si comparamos el
presupuesto de 1995 con el de 1994 --y esta comparación la
hacemos, naturalmente, en términos homogéneos-- veremos que el
incremento del presupuesto de la Sección es de 1.165 millones
de pesetas o, lo que es lo mismo, en términos porcentuales,
del 2,3 por ciento. Debido a que el IPC previsto para el
próximo año es de un 3,5 parece claro que el presupuesto de la
Sección 25, en términos reales, disminuye en algo más de un
uno por ciento.

Decía que, para llegar a esta cifra, hay que comparar los
presupuestos de forma homogénea, lo que exige descontar las
partidas no consolidables y solicitadas por una sola vez, como
son las distintas a los gastos de organización y coordinación
interministerial de la presidencia española del Consejo de la
Unión Europea, 1.970 millones, a restar de los 53.283 millones
del total de la sección; es decir, deberíamos comparar los
51.313 millones del presupuesto homogéneo del año 1995 con el
presupuesto inicial de 1994, 50.150 millones de pesetas.

Haciendo este sencillo, pero entiendo que riguroso análisis
contable, se pueden comparar de forma homogénea los
presupuestos de 1994 y de 1995 para llegar a la conclusión que
antes exponía. Estamos ante un presupuesto que en términos
reales se reduce, un presupuesto, por tanto, austero en
consonancia, repito, una vez más, con las características de
los Presupuestos Generales del Estado para 1995. Como les
decía, y SS.SS. conocen perfectamente, el segundo semestre del
año próximo nuestro país ostentará de nuevo la Presidencia de
la Unión Europea. Por ello, dentro de esta Sección 25, se
incluye, con un criterio riguroso, con la exigible austeridad,
pero también con una garantía de adecuada dignidad, el
presupuesto de los gastos precisos para la organización y
desarrollo de dicha presidencia. Se han presupuestado con
seriedad y con realismo y, comparativamente con el coste de
las recientes presidencias de nuestros socios europeos, nos
movemos en unas cifras que puedo calificar de modestas. Por
otro lado, quisiera destacar aquí el esfuerzo realizado en lo
que a contención del gasto corriente se refiere en el
presupuesto del Ministerio de la Presidencia. Si analizamos el
Capítulo II homogeneizado, excluyendo la Agencia Efe y los
gastos de la presidencia española de la Unión Europea,
constataremos un descenso nominal previsto para el próximo año
de un 5,2 por ciento, en el que destacan sin duda los
correspondientes al alquiler de oficina --más de un 59 por
ciento-- o el gasto telefónico, entre otros ajustes
significativos. Con todo, como decía al principio de esta
intervención, el presupuesto de la Sección 25 es un
presupuesto suficiente, en buena parte porque un año más se



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incrementa la autofinanciación del conjunto de los organismos
autónomos que dependen de la misma, tratando de que la
eficacia en el cumplimiento de sus funciones sirva, además,
para contribuir a la austeridad presupuestaria que se predica,
que es el caso del Patrimonio Nacional, cuyo presupuesto de
ingresos propios pasa de 1.975 a 2.114 millones de pesetas, un
increemento del 7 por ciento y, sobre todo, del «Boletín
Oficial del Estado» que, como SS.SS. conocen, autofinancia
totalmente sus gastos de explotación e ingresa, además, un
superávit al Tesoro público.

Para el ejercicio de 1995, el «Boletín Oficial del Estado»
prevé incrementar sus ingresos en un 25,7 por ciento, pasando
de los 7.622 millones presupuestados para 1994 a 9.583
millones que se presupuestan para 1995, lo que, esperamos,
conduciría a un superávit de 3.000 millones de pesetas, en
números redondos, para el próximo año.

Volviendo de nuevo a mi reciente comparecencia en la Comisión
Constitucional, me comprometí allí a estimular las líneas de
trabajo del Centro de Estudios Constitucionales, incrementando
su capacidad como foro permanente para el estudio y debate de
las aportaciones teóricas que sirvan para dar respuesta a los
principales retos que suponen para España la construcción de
la Unión Europea, la consolidación de nuestro Estado de las
autonomías y el perfeccionamiento de los cauces de
participación de los ciudadanos en las instituciones
democráticas. Este estímulo al papel del Cesco queda reflejado
en el incremento del 10,8 por ciento que sufre su presupuesto
de gastos para 1995. El contrato de prestaciones de servicios
que mantiene el Estado con la Agencia Efe sufre un incremento
del 8,9 por ciento, debido al mayor coste que soportan dichas
prestaciones. Este incremento significa un apoyo al proyecto
informativo que representa la Agencia, a su gestión eficaz y a
su funcionamiento, creo que unánimemente alabado en todos los
medios inmersos en el mundo de la comunicación. Es importante
señalar el papel cada vez más pequeño que el contrato con el
Estado representa en los ingresos totales de la Agencia, un 39
por ciento del total de los ingresos presupuestados para 1995.

Voy terminando ya destacando, una vez más, el carácter austero
de estos presupuestos, en consonancia, repito, con el que
tiene el conjunto de los presupuestos del Estado para 1995;
pero es a la vez, insisto, un presupuesto, el de la Sección
25, suficiente para alcanzar los objetivos que el Ministerio
de la Presidencia y sus distintos órganos, cuyos gastos se
reflejan en el mismo, tienen encomendados.

Nada más, señorías.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor
Ministro. Para la defensa de las enmiendas del Grupo Popular
presentadas a esta Sección, tiene la palabra el señor
Cisneros.




El señor CISNEROS LABORDA: Con su venia, señor Presidente.

Debo empezar por agradecer muy sinceramente a mi excelente
amigo, el señor Ministro de la Presidencia, el voluntarioso
ejercicio de explicación y persuasión a que acabamos de
asistir, porque en su intervención ha reunido las tres
virtudes que proverbialmente se reclaman de las
manifestaciones parlamentarias. Ha sido relativamente breve;
ha sido relativamente verdadera, o al menos aureolada de la
apariencia de veracidad, y no ha suministrado a la Cámara ni
una sola información de la que sus miembros no dispusieran ya
previamente.

De suerte que al combativo artífice del nuevo estilo político
e ingenioso diseñador del salón de otoño, el último esfuerzo
cosmético de la añeja imaginería del Gobierno, al laborioso
redactor de profusísimas notas oficiosas que nos han
recuperado para la vida pública española el género literario
para el que acreditó su problemático talento don Eduardo
Aunós, arrumbado desde las postrimerías de los años veinte en
tiempo de don Miguel Primo de Rivera, hay que reconocerle y
atribuirle --y yo quiero proclamarlo aquí, si SS.SS. me lo
permiten-- el mérito, no sé si hasta históricamente inédito,
del trabajo, fines de semana incluidos, madrugadas incluidas,
de unidades enteras de la Administración, de la propia
Presidencia del Gobierno, de la Intervención General e
intervenciones delegadas, de la Secretaría de Estado de la
Defensa, de la Dirección General de Tráfico, de la Secretaría
de la Administración Penitenciaria, del Ente Público
Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, de Renfe, de la
Sociedad Estatal de Promoción y Equipamiento del Suelo, de
Ferrocarriles de Vía Estrecha, de la Empresa Nacional de
Ingeniería y Tecnología; centenares de funcionarios y
empleados públicos consumiendo costosas horas extraordinarias
al único y personalísimo efecto de restañar una honorabilidad
presuntamente dañada por oblicuos indicios de tráfico de
influencias aireados por los medios informativos.

Señor Rubalcaba --como familiarmente denominamos todos a S.S.-
-, su correligionario e ilustre antecesor de don Félix Pons en
la Presidencia de esta Cámara, don Gregorio Peces-Barba,
citando a alguien que no recuerdo, gustaba repetir que el
empeño en los esfuerzos estériles concluye en la melancolía.

Señor Ministro, amparado por la amistad y por el maldito
privilegio de la mayor edad, que tan gustosamente le
cambiaría, permítame la mínima petulancia de un consejo: No
persista en el camino que conduce inexorablemente al puerto
depresivo de la melancolía. Tiene usted bien a su mano y a sus
órdenes al señor Arango, con todo su CIS, y pregúntele, si no
lo ha hecho ya, a quién creen



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los españoles. Me temo, señor Ministro --y, me crea o no, lo
digo sin el menor ápice de complacencia--, que con el crédito
público acontece los que arcaicamente se decía de la
virginidad: que una vez perdida su convincente restauración
desafiaba las mejores artes del zurcido y remiendo propias del
celestinaje.

Pregúntele al señor Arango; cuéntenos, por favor, lo que le
responde, que tenemos el mismo derecho que el Gobierno a
saberlo, y me atrevo a anticipar que si no estuviera su
Presidente mal predispuesto por el prejuicio de la
visceralidad o mal aconsejado por el enfeudamiento en la
soberbia, debiera ser el Gobierno y los señores Diputados de
la mayoría que lo sostiene (Rumores.) --no sé por qué tienen
el propósito de interrumpirme-- los más altamente interesados
en respaldar las iniciativas del Grupo Popular en la materia.

(Rumores.--Un señor Diputado pronuncia palabras que no se
perciben.) Eso es una competencia del señor Beviá.

Estamos, aunque algún oyente poco avisado quizá no lo haya
advertido aún, en la justificación de las enmiendas del Grupo
Popular a la Sección 25 de los Presupuestos Generales del
Estado. (Rumores.) Es decir, la sección de la Presidencia del
Gobierno y de su Ministerio; es decir, la sección de los
dineros públicos del Presidente del Gobierno, excelentísimo
señor don Felipe González. Es obvio, pues, como nos decía con
acierto el señor Rubalcaba, que es una sección carente de una
mínima relevancia presupuestaria o macroeconómica. Aquí no
hemos de movernos en los océanos mareantes de las cifras del
servicio de la deuda, las pensiones, la sanidad o las grandes
inversiones en infraestructuras. Esta es una sección de cuatro
perras, cuyos modestos ajustes no van a tener la virtud de
cortar la inflación, o cuyos eventuales excesos no pondrán en
peligro la recuperación por la que todos con tan ilusionada
alegría y firme esperanza apostamos, y que quizá el descrédito
gubernamental, por desgracia, pueda malbaratar; pero su propia
irrelevancia económica sirve para subrayar más diáfanamente su
altísimo valor político, su carácter de test, de ejemplo para
valorar lo edificante o desedificante de la voluntad política
de un gobierno. El Grupo Popular ha presentado un muy modesto
elenco de enmiendas a esta sección, de cuya defensa
pormenorizada y casuística voy a hacer gracia a sus señorías.

Una es a la totalidad de la sección, con idéntica
justificación de filosofía y principios que la que motivó
iniciativas análogas en ejercicios precedentes. El Grupo
Popular está persuadido de que el organigrama de la
Presidencia del Gobierno delata una concepción
presidencialista y no parlamentaria de la institución de la
cabeza del Ejecutivo. El Grupo Popular está persuadido de la
hipertrofia burocrática de la asistencia próxima al Presidente
del Gobierno. El Grupo Popular cree que la desaparición del
Ministerio de Relaciones con las Cortes y la pérdida del rango
ministerial de la portavocía del Gobierno y la restauración
del Ministerio de la Presidencia, que fue una buena medida,
aplaudida sin reservas por nuestro Grupo, no ha desenvuelto
todas sus prometedoras posibilidades, ni han traído consigo
las deseables consecuencias de estilización administrativa y
ahorro que cabía presumirles.

Mi Grupo, desde luego, asume el firme propósito de abordar en
su momento esa saludable cura de obesidad, y antes de que ese
momento llegue, en virtud de la confianza de los españoles, en
el mismo espíritu de nuestra rechazada proposición de ley del
Gobierno y de la Administración, anuncio una serie de
iniciativas parlamentarias concretas que, si SS.SS. no les
deparan un más fecundo destino, servirán, al menos, para
evidenciar que existe otro modelo organizativo de la
Presidencia del Gobierno, menos mayestático, menos orlado de
tanto atributo simbólico y efectivo de poder y más barato que
el que la mayoría y su Gobierno ha impulsado.

De las 22 enmiendas parciales a la sección, una de ellas es de
carácter estrictamente técnico-sistemático, tendente a
traspasar a otro epígrafe más adecuado del presupuesto una
dotación que creemos que sólo por razones inerciales se
mantiene en esta sección. Las otras veintiuna van encaminadas,
todas ellas, a recortar dotaciones; recortes modestos, nunca
arbitrarios, nunca cortados a capón lineal o porcentual, sino
aconsejados por una consideración cuidadosa de la memoria de
objetivos, los ejercicios anteriores, el gasto real y no el
presupuestado de años atrás, las incorporaciones y
modificaciones verificadas, las programaciones plurianuales
abandonadas e incumplidas, los incrementos generales
previstos. Porque con la única y relativa excepción, aquí
aludida por el señor Ministro, de la presidencia del semestre
del Consejo Europeo, no existe ninguna razón objetiva que
justifique determinados incrementos de gasto de la sección, y
convendrán que tampoco resulta del todo inteligible que esa
excepción reclame nuevas inversiones --subrayo, inversiones--,
no meros gastos asociados al funcionamiento operativo de los
servicios, en el recinto de La Moncloa.

Quiero agradecer públicamente a mi muy amable contradictor en
la Comisión de Presupuestos, señor Pérez González, su
explícito juicio acerca de la moderación y el rigor de
nuestras enmiendas y su reconocimiento del arduo trabajo que
subyacía tras ellas. Lástima que sus gentiles declaraciones no
se vieran rubricadas por la única cortesía eficaz del voto
favorable. Por vía de mero ejemplo, en el programa 126 A,
infraestructura para situaciones de crisis y comunicaciones
especiales, el Grupo Popular propone una baja de 60 millones
de pesetas sobre los 227 presupuestados; en el programa 112 C,
inversiones de reposición asociadas al funcionamiento
operativo de los servicios de La Moncloa, el Grupo Popular
propone una baja de 210 millones



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de pesetas sobre los 734 presupuestados. ¿Dispone, acaso, el
Grupo Popular de una mejor información que el Gobierno sobre
si han de ser 734 ó 524 los millones que deban gastarse en La
Moncloa? Le confieso paladinamente, señor Ministro, que es
evidente que no. El Gobierno dispone de una información y
evalúa unas necesidades que, obviamente, no está al alcance de
ningún Grupo Parlamentario el manejar. Pero que a nadie se le
ocurra concluir de este paladino reconocimiento que las
rebajas propuestas están dictadas por una cicatera voluntad de
obstrucción, ni muchísimo menos. Nuestras propuestas dimanan
directamente de las programaciones plurianuales facilitadas a
esta Cámara con ocasión de anteriores debates presupuestarios.

Es el Gobierno el que revisa sus criterios y de ninguna
memoria, de ninguna documentación complementaria que los
acompaña, de ninguna comparecencia de informaciones
facilitadas por las autoridades intervinientes ante la
Comisión, se deducen con claridad los motivos de tales
modificaciones. Si se nos apura, estas enmiendas, señor
Rubalcaba, serían casi un ejercicio de la coherencia con sus
propios proyectos, que al Gobierno parece faltarle.

Debo confesarles, señorías, que en este punto me asalta una
perplejidad de orden casi intelectual o moral más que
político; perplejidad que sube de punto cuando nos asalta el
temor de que el presupuesto ni siquiera pueda llegar a
contemplar, debidamente identificados e identificables, todos
los gastos del Estado en su universalidad.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señor Cisneros, vaya
terminando.




El señor CISNEROS LABORDA: Lo intentaré, señor Presidente.

Quiero extremar mi sentido de la responsabilidad y prudencia.

Desde el año 1989, ejercicio presupuestario tras ejercicio
presupuestario, este Diputado, en nombre de su Grupo, viene
pidiendo información pormenorizada, desglosada, concreta,
sobre el proyecto 922.599.19911, ordenación recinto de La
Moncloa, edificios de la Presidencia y seguridad,
correspondiente al Programa 112 A, Presidencia de Gobierno;
sobre el proyecto 902.500.211, ordenación recinto de La
Moncloa, edificios del departamento y seguridad del Programa
112, relaciones con las Cortes Generales y Secretaría del
Gobierno; sobre el Programa 126 A, infraestructura para
situaciones de crisis y comunicaciones especiales; sobre el
proyecto 893.100.325, ordenación recinto de La Moncloa,
Programa 612 F, gestión del patrimonio del Estado,
correspondiente a la Sección 31, gastos diversos ministerios.

Siempre, señor Ministro --subrayo, siempre--, y creo que usted
lo sabe, estas peticiones han ido precedidas de la salvedad de
que se renunciaba de antemano a cualquier información o
cualquier pormenorización o detalle que pudieran resultar
lesivos para la seguridad interior o exterior del Estado; y
ello por puro sentido de la responsabilidad, por razonable
instinto de Estado, aun sin haber sido notificado formalmente
el tenor literal y el alcance del acuerdo de Consejo de
Ministros de 4 de noviembre de 1988, del que esta Cámara sólo
tuvo conocimiento formal cuatro años más tarde, el 24 de
febrero de 1992, si la mejor información de SS.SS. no me
rectifica.

Pues bien, lejos de acogerse llanamente a este expediente
legal y legítimo, lejos de tomar un iniciativa que por fin
anteayer, y sólo anteayer, se tramitó en esta Cámara, cuando
existía habilitación reglamentaria para hacerlo desde 1986, la
explicación presupuestaria ha confudido y enrarecido un
información que, como ocurre con la concerniente a los fondos
reservados, no sólo no puede ser secreta, al menos en uno de
sus extremos --el importe global de la dotacióon afectada a
este fin en los departamentos en que disponen de ella--, sino
que su legalidad depende de la autorización de estas Cortes.

Así han podido aparecer partidas destinadas al centro de alta
seguridad para el seguimiento de las situaciones de crisis en
la sección 25, en la Sección 31, y con toda probabilidad y
verosimilitud, por razón de la naturaleza de la inversión (y
lo digo en estos términos por no formular una afirmación
dogmática, por fuerte que sea mi convicción), han tenido
también lógicamente que incluirse partidas para esta finalidad
en otras secciones como la de Defensa. Es este el primer año
(lo digo porque es justo en su homenaje y reconocimiento,
señor Pérez Rubalcaba) en que este Diputado ha recibido una
información no secreta, pero sí calificada de confidencial y
sujeta a advertencia sobre la improcedencia de su difusión.

Señor Ministro, ¿ha visto en los medios de comunicación algún
reflejo de esa información? ¿Ha advertido si cualquier miembro
del Grupo Popular o del Partido Popular ha hecho uso público o
parlamentario de ella, a pesar por cierto --y también se ha
dicho, señor Ministro-- de su relativa irrelevancia? Tengo que
manifestar con más pesadumbre que ira, repasando el «Diario de
Sesiones», que en alguna medida me siento lesionado en una de
las trescientas cincuenta partes de representación solidaria
de la soberanía nacional y, si me apura, personal e
íntimamente humillado al releer aquellos diarios. No tengo más
remedio que expresarle en público ese dolorido sentimiento que
privadamente le anticipé, porque al menos una de las
autoridades comparecientes hace cuatro años, don Roberto
Dorado, desfiguró los términos de la realidad ante la Comisión
de Presupuestos, y aún me siento más sigularmente defraudado
porque yo jamás pensé ni dije: Eso de los refugios atómicos es
una broma que, a mi juicio, le ha permitido



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hacer buenos negocios a quien ha tenido la idea, pues, de
aprovechar el terror atómico, que es uno de los grandes males
de la humanidad en este momento, pues, para hacer dinero. El
refugio atómico no sirve absolutamente para nada... Fin de la
cita.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Termine, por favor.




El señor CISNEROS LABORDA: Esto es una eximia botaratada. Y
que fuera pronunciada por quien se encontraba en trance
inminente de asumir la responsabilidad de gobierno en una
potencia occidental media, decía ciertamente poco en razón de
su prudencia, y creo que habremos de fecilitarnos como
españoles de tan espectacular y copernicana rectificación. No
comparto en absoluto la superfluidad de las instalaciones de
alta seguridad de La Moncloa. No comparto, pues, muchas
atolondradas ligerezas que sobre este tema se están divulgando
y quien las compartía, como se ha visto, era el señor
Presidente del Gobierno.

Mi inquietud, señor Ministro, señores de la mayoría, es otra.

¿Qué garantía puede dispensarnos el Gobierno sobre la
funcionalidad, suficiencia, eficacia y, en definitiva,
utilidad de aquella instalación si no ha sido capaz de
mantener un mínimo sigilo sobre ella y no ciertamente por
falta de responsabilidad del Parlamento, al que tan
cicateramente se le ha negado cualquier información, sino
porque desde el 5 de noviembre de 1990, si mis recortes no me
fallan, la prensa española («El Independiente», primero,
«Diario 16», «El País», «El Mundo», semanarios gráficos) ha
publicado copiosas informaciones, planos más o menos fiables,
cortes esquemáticos, abundantes referencias de hasta doce
empresas al menos participantes en las obras.

Es decir, si alguna falta de responsabilidad de Estado se ha
acreditado en este asunto ha sido por parte del Gobierno y su
majestuosa chapucería.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Termine, señor
Cisneros.




El señor CISNEROS LABORDA: Termino, señor Presidente.

Esto es lo realmente grave, con independencia de otras
posibles ingratas derivaciones. Yo pienso --y confío que el
señor ministro al menos comparta esta afirmación-- que ninguna
consideración de reserva, ninguna apelación al secreto puede
llegar a degenerar en la aberración de lo que el profesor
García Añoveros, a propósito de los fondos reservados, ha
llegado a calificar de delito blindado. En un Estado
democrático de derecho los poderes deben carecer de cualquier
margen, por mínimo que sea, para la discrecionalidad. Si sus
decisiones no están ni pueden estar reguladas por la
minuciosidad de la norma, deben estarlo en todo caso por su
cabal adecuación a los fines de interés general a que deben
servir. Sea en instancia judicial, sea en la instancia del
examen de la conveniencia y oportunidad política propias del
examen y discusión de este Parlamento, no puede haber ni una
sola esfera exenta, ni una sola esfera inmune de poder, aun
cuando excepcionalísimas razones de seguridad puedan
justificar la modulación de su control.

El desdichado propósito de los fondos reservados debería
aleccionarnos a todos. Unos recursos detraídos a los
contribuyentes justamente para garantizar mejor su libertad,
para garantizar mejor su integridad, no pueden acabar
alimentando la codicia de un golfo. A todos nos alcanza la
responsabilidad de intentar evitarlo.

Muchas gracias. (Aplausos en los bancos del Grupo Popular.)



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Para la defensa de la
enmienda presentada por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra el señor
López Garrido.




El señor LOPEZ GARRIDO: Señor Presidente, señorías, muy
brevemente, espero que no tanto como el señor ministro, pero
sí mucho más que quien me ha precedido en el uso de la
palabra, al que tendría que recriminar, de entrada, una
desafortunada alusión a la virginidad, de carácter un tanto
machista, que puede herir la sensibilidad de personas que
hayan escuchado lo que ha dicho al respecto. (Aplausos.)
Voy a referirme a la Sección 25, Ministerio de la Presidencia,
y en concreto a una muy humilde enmienda, pero que entendemos
tiene suma importancia cultural, referida al llamado
Patrimonio Nacional, quizá algo desconocido para quienes no
han visitado algunos de estos importantes monumentos, palacios
o también importantísimos enclaves ecológicos a que se refiere
este patrimonio nacional. Quisiera, de todas maneras, dedicar
una breve consideración sobre la estructura de este Ministerio
de la Presidencia y la forma en que se nos presenta su
presupuesto por programas y memoria de objetivos en este Libro
Rojo que tengo en mis manos, correspondiente al año 1995.

Es un ministerio ciertamente atípico, donde se reúnen, como en
una especie de cajón de sastre, cosas que no tienen nada que
ver unas con otras. Su mismo organigrama podría ponerse en
cuestión. En la estructura de funciones y programas de este
ministerio se habla de alta dirección del Estado y del
Gobierno y de administración general, que sería, seguramente
lo más propio, pero también se habla de protección y seguridad
nuclear como una función del Ministerio de la Presidencia, que
podría perfectamente estar incluido en el



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Ministerio de Industria; de promoción cultural --donde está
incluido, por cierto, el Patrimonio Nacional--, que podría
incluirse seguramente en el Ministerio de Cultura; o de
investigación científica, que podría incluirse en el
Ministerio de Educación y que, por alguna razón, están
incluidos en el Ministerio de la Presidencia.

Por otra parte, la presentación del presupuesto del ministerio
incurre yo creo que en el mismo error, en la misma
insuficiencia de otros ministerios, de la mayoría de ellos,
sin duda, y es que no hay ninguna evaluación de la eficiencia
del gasto, del sentido del gasto que se ha producido el año
anterior. La falta de credibilidad de un presupuesto no
proviene solamente de la falta de credibilidad política que
pueda tener quien lo presenta sino también del hecho de que no
se sepa cuál es el resultado, la eficiencia, la rentabilidad,
si se me permite esta expresión, aunque no sea la más
adecuada, del gasto a efectuar. No hay en nuestro país, por el
momento desgraciadamente, un mínimo y solvente estudio de la
rentabilidad o de la eficiencia del gasto presupuestario, y,
por tanto, de un año a otro discutimos las cifras
presupuestarias, aprobamos unos gastos para el año siguiente,
pero realmente no va a ser posible evaluar estos gastos en el
sentido de su eficiencia aplicado a la realidad de los gastos
efectuados, de las consecuencias de ellos y, desde luego, en
este libro no se nos indica absolutamente nada de ello. No
solamente eso, sino que si se compara la redacción, la
literatura, no los números, que, por supuesto cambian, algo
cambian, claro, pero la literatura en que se definen las
funciones, los objetivos, el contenido de las funciones que
desarrolla cada ministerio nos encontramos con que son
simplemente una fotocopia prácticamente del año anterior.

El Libro Rojo del año 1995 es idéntico al del año 1994 en
cuanto a su literatura en este ministerio y en otros,
cambiando algún párrafo y hablando de 1995 en vez de hablar de
1994 pero, si nos fijamos, es puramente la fotocopia de un año
respecto del otro. Seguramente es una gran insuficiencia a la
hora de presentar estos presupuestos, ya que seguramente han
pasado cosas en un año; han pasado muchas cosas y, sin
embargo, sigue siendo idéntica la forma de definición de los
objetivos de los programas que mantiene el presupuesto;
permanece la redacción, como digo, extraída del mismo
ordenador. Esto indica que no ha habido una reflexión profunda
no solamente sobre el pasado del gasto sino sobre el futuro
del mismo.

Para terminar, me voy a referir a la enmienda concreta que
presentamos a esta Sección 25 correspondiente al Ministerio de
la Presidencia. Reiteramos una enmienda que presentamos el año
anterior. Nosotros pedimos que haya un aumento de 900 millones
en la inversión real destinada al Patrimonio Nacional. Hay que
decir que los gastos de inversiones reales en Patrimonio
Nacional han tenido un descenso vertiginoso. Tuvieron un
descenso importante del año 1993 a 1994, ya que de 1.800
millones descendió a 1.200 millones, hubo un descenso del 33
por ciento, y seguramente a causa de la enmienda que
presentamos el año pasado, vamos a atribuirnos el mérito
nosotros, esas inversiones han subido de 1.200 a 1.600
millones, no con la entidad que nosotros hubiéramos querido.

Además se perdió haber aprobado nuestra propuesta del año
anterior, por lo que hemos reiterado ese aumento de 900
millones en inversiones reales. También hay que advertir que,
realmente, el aumeno de inversión está en la inversión nueva
en los presupuestos para el año 1995, no en los gastos e
inversiones de reposición asociados al funcionamiento
operativo de los servicios. Por tanto, la degradación
ostensible que se aprecia en algunos de estos palacios,
monumentos o bosques va a seguir produciéndose pues está claro
que ese dinero es absolutamente insuficiente para mantener
siquiera los gastos de reposición de estos bienes, que son de
una enorme importancia. Estamos hablando de un patrimonio
arquitéctonico de gran volumen, de entidad más que económica,
por supuesto, como el Palacio Real, el de la Zarzuela, el de
El Pardo, el de Aranjuez; de monasterios tan conocidos como El
Escorial, Las Descalzas Reales, la Encarnación, etcétera; y de
otros edificios muy conocidos también como La casita del
Príncipe o la de El Labrador, en Aranjuez. También el
Patrimonio Nacional encierra bosques de riqueza ecológica como
el monte de El Pardo, del que vamos a tener ocasión de
discutir aquí el martes que viene ya que la Asamblea de Madrid
defenderá la aprobación de una proposición de ley de esa
Asamblea por la cual se constituya dicho monte en parque
nacional; monte de El Pardo que pertenece al Patrimonio
Nacional en estos momentos. Además de esto existe un verdadero
catálogo de obras, bienes y muebles artísticos que en este
momento llegan casi a 130.000.

Sobre esos bienes, según nos indica este documento, referente
al año 1995 (diciendo exactamente lo mismo que decía el de
1994, desde luego), hay una cantidad de objetivos de
conservación, de preservación, de inversiones, que ocupan
varias páginas y que, con la cantidad claramente raquítica que
va destinada en estos presupuestos para esta partida, no van a
poder cumplirse, evidentemente; pero, claro, como no hay una
evaluación, no hay una presentación de los resultados
obtenidos por la inversión realizada el año anterior, tampoco
podremos ni siquiera criticar cuál es la forma en que se han
invertido las cifras aprobadas en los presupuestos del año
anterior.

Esta es nuestra enmienda a este presupuesto, una vez más, con
la esperanza de que sea atendida para que se conserve, se
preserve para el futuro (hay cosas que, o se hacen en un
momento determinado, o ya no tienen remedio) el Patrimonio
Nacional, que forma parte de



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nuestro amplio patrimonio cultural y artístico en nuestro
país.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor López
Garrido.

Para un turno en contra, tiene la palabra el señor
Pérez González.




El señor PEREZ GONZALEZ: Señor Presidente, señorías, con la
digestión todavía en fase intermedia, me he visto sorprendido.

En la Comisión, como decía el señor Cisneros, tuve un debate
bastante gentil; en la dialéctica parlamentaria nunca las
posiciones se extreman, sobre todo en lo que hace a las
condiciones amables; siempre hay alguna broma, alguna ironía,
algún sentido cáustico; pero he visto, ya digo, con sorpresa,
cómo el señor Cisneros se dirigía al señor ministro para
hacerle un excurso o una excursión sobre sus últimas
actividades. Yo no voy a tratar de suplantar al Ministro que,
como excelente parlamentario, tendrá en todo momento
oportunidad de hacer lo que crea oportuno y lo hará bien; por
tanto, me ahorra un trabajo el señor Ministro y yo se lo
agradezco desde aquí.

Globalmente, su intervención en la Comisión fue una
intervención cifrada, que tenía que ver con la cuestión; a mí
me parecía que la había trabajado él y sus servicios técnicos,
porque no se me ocurre pensar que las comas, decimales, y
todas las cuestiones cifradas las prepare él; lógicamente creo
que tendrá, como nuestro grupo, una buena asistencia y que le
hacen comparar los diferentes presupuestos. En esto reconozco
que alguna ventaja tiene sobre mí, como nuevo este año en esta
sección; parece que el señor Cisneros tiene una larga
experiencia, tanto en la gestión como en la defensa de la
sección y, por tanto, no voy a competir tampoco en la rebusca
de datos y argumentaciones que, muy posiblemente y de forma
prolija, habrá explicado otros años a mis compañeros.

Digo que no me ha gustado nada la contribución que ha hecho al clima
peculiar del Grupo Popular. En cierta forma tenía la ilusión
de que mantuviera su personalidad, pero para mí, y para mi
desagrado, ha hecho una incursión en ese terreno como un
elefante en una cacharrería, también con su estilo, que es un
estilo peculiar, al que yo siempre he respetado. Creo que ese
es un estilo que, por decirlo globalmente, en estos momentos
es el del Partido Popular, que lleva cualquier cuestión, más
ésta, por la que parece haber tomado interés desmedido, lo que
a mí me parece que es llevar las cosas más allá de los límites
razonables. Creo que en estos momentos el debate nacional está
dando cumplida cuenta, por boca de los líderes más conspicuos,
de los líderes principales, del grado de confrontación y la
cantidad de adjetivos que se utilizan; ni siquiera en campaña
electoral, donde parece que se permiten más cosas, yo recuerdo
que se haya utilizado este arsenal de adjetivos. Yo creo que
quien pone en marcha y desata todo este dispositivo es
precisamente el Partido Popular por el gusto que tiene a estas
cuestiones.

Me ha sorprendido también su tono doctrinario y barroco. El
señor Cisneros traía escrito su discurso, muy bien
reflexionado, muy bien preparado; es experto en estas
cuestiones. A mí me da poco pie, desde luego, al debate sobre
el presupuesto cifrado. Quizá es que en comisión tuvimos ya
una larga oportunidad. Dentro de ese tono doctrinario y
barroco, creo que en un tono ambiguo, critica veladamente el
secreto respecto de algunas obras, como dice él, el centro de
alta seguridad; hace diferentes afirmaciones sobre cómo se ha
imputado presupuestariamente en las diferentes secciones y
termina diciendo que, en lo que se refiere al año 1995, que es
el que debatimos aquí, se da por satisfecho respecto de las
explicaciones recibidas y por la información que consta en los
suplementos sobre ese centro, sobre las partidas, conceptos y
todo lo que el presupuesto permite detallar.

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid --también
pasa por mi pueblo--, dice que el Gobierno debiera estar
obligado a mantener el sigilo. El Gobierno lo mantiene; quien
no lo mantiene son los filtradores. Por tanto, si hay que
acusar a alguien en esta ocasión, será a quien filtra y a
quien publica, porque las leyes obligan sobremanera a que esas
condiciones se cumplan estrictamente dentro del ámbito legal.

También en alusiones que sobrevuelan el célebre centro de alta
seguridad, se insinúa que se oculta información
presupuestaria. Yo le digo que no. Hay sobradas muestras estos
días de cómo, por los cauces legales, en instalaciones
declaradas de seguridad, los portavoces acceden a toda la
información que permite la Ley, y el portavoz de su grupo en
primer término. Yo, que recojo de oído las informaciones de
prensa, he visto que el Ministro de la Presidencia pone
precisamente en su sede toda esa información para que los
portavoces, repito, puedan conocerla y explotarla
convenientemente. (El señor Cisneros Laborda pronuncia
palabras que no se perciben.) Tendrá usted un turno de
réplica, para aclarar aquello que yo no haya podido comprender
y yo uno de dúplica, para poder hacer también mis reflexiones.

La crítica al secreto, no sé si porque no se guarda
suficientemente o porque se lleva más allá de los límites,
creo que no se tiene en pie. Los gobiernos anteriores,
obviamente no sobre este centro, pero sí sobre las cuestiones
de seguridad y defensa, nunca tuvieron por parte de los
grupos, creo yo, ningún tipo de acoso ni de interpretaciones
torticeras, y esto es así porque en ningún país del mundo se
actúa abiertamente; se actúa con el secreto y la
confidencialidad que marcan el buen criterio y la norma de la
ley. Por otro lado, el hecho de que la ley declare secretas
las obras y las empresas no ofrece,



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tampoco en el Derecho comparado, ningún rasgo diferencial. Por
tanto, en esto, España no está siendo muy diferente. Los
países que están en los mismos mecanismos defensivos son
quienes tienen legislación análoga sobre los secretos y
quienes tienen una forma análoga de acceder a esa información.

Yo le reitero (creo que lo conocerá suficientemente, pero
quizá no lo conoce la Cámara) que se han hecho preguntas ya no
voy a decir «ad nauseam» porque no me gusta el término, pero
sí reiteradísimas veces respecto a las obras realizadas en el
complejo de La Moncloa referidas a lo que el señor Cisneros
planteaba, y se dice que son unas instalaciones protegidas,
que están declaradas de interés para la defensa y que fueron
declaradas secretas mediante acuerdo del Consejo de Ministros
de 4 de noviembre de 1988.

En lo que hace a la segunda inquietud que tenía el señor
Cisneros por lo que corresponde a su importe y partida
presupuestaria, y en virtud de la declaración de secreto
acordada por el Consejo de Ministros, cabe tan sólo decir que
es muy inferior al publicado en algunos medios y que
corresponde a las partidas presupuestarias en las que se
garantiza su ejecución. Esto es lo que le tengo que decir al
señor Cisneros. Quizás, sobre los cinco minutos o menos que ha
utilizado en el debate general, el modelo organizativo, la
cura de obesidad, yo le diría que ardo en deseos de conocer
esas propuestas, porque verdaderamente nuestro Grupo y esta
Cámara están hartos de ver rectificaciones, cifras
desmesuradas sobre los ahorros que se iban a producir. Yo le
dije en comisión que quizás el hecho de no enmendar el
Capítulo 1, que es donde con cierta coherencia cabría realizar
las críticas en cifras sobre los recortes que se pueden
introducir y teniendo en esto, año tras año, probadas
informaciones sobre lo que podrían hacer, quizá sean los
deseos excesivos de llegar a ese centro de poder lo que les
impide una y otra vez no manifestar qué harían ustedes
respecto a los altos cargos, a los funcionarios, al
conjunto... Critican, pero no proponen; el día que propongan,
tendremos oportunidad de debatirlo. Como creo que el señor
López Garrido, portavoz de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, también se merece su tiempo, voy a responder a su
enmienda número 815. El señor López Garrido quizás también ha
aprovechado para hacer una crítica de los presupuestos y de la
repetición como fotocopias. Voy a ceñirme literalmente al
tenor de su enmienda. Dije también a su portavoz entonces que
me parecía de diferente sentido y que, en cierta forma,
compartía el espíritu. Creo que existen algunos fundamentos en
la profundidad de la enmienda; que existen numerosos proyectos
en el ente público Patrimonio Nacional que justifican
incrementos y, de hecho, en este mismo Capítulo 6, de
inversiones, sobre todo en inversiones nuevas que se considera
la prioridad del presente año, hay un incremento de casi 400
millones, lo que hace que la subida interanual sea del treinta
y tantos por ciento precisamente en este capítulo, no así en
el concepto que ustedes proponen, que son inversiones de
restauración y reposición. Creo que este año --y recalco lo de
este año-- son los criterios obligados de prioridad
presupuestaria, de suficiencia y de saneamiento presupuestario
constatando que existe un pequeño incremento --pienso que de
50 millones-- de un año sobre otro y estando por debajo de lo
que en años anteriores tuvo este concepto, nos llevan a no
poder admitir la enmienda en estos momentos, haciéndole la
salvedad de que en la programación plurianual, con la que
estoy de acuerdo en el superproyecto, figuran para 1996, 1997
y 1998 partidas que superan los 2.000 millones en este
concepto y hacen que la cifra global del superproyecto supere
los 8.000 millones de pesetas, cifra que en este debate parece
tener también otras dimensiones. Como creo que me he extendido
demasiado, muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor Pérez
González. Para un turno de réplica, el señor Cisneros tiene la
palabra.

El señor CISNEROS LABORDA: Con su venia, señor Presidente. De
verdad que lo lamento, señor Pérez, no acierto a entender de
qué términos ni de qué expresiones de mi intervención ha
podido deducir S.S. una supuesta falta de gentileza. Me
resulta muy difícil sintetizar la gavilla de referencias
elogiosas, de homenajes y de reconocimientos formulados al
señor Ministro de la Presidencia, señor Pérez Rubalcaba. Le ha
perdido a S.S. el fervor del converso, pero ha salido en
defensa del señor ministro con un énfasis que ciertamente creo
que dista de estar justificado no ya por la amabilidad, sino
por la admiración profunda que se transmitía de toda mi
intervención con relación a su gestión, justamente en el
excurso inicial, como le ha llamado S.S. que era poco más que
una eutrapelia. Lo lamento también profundamente porque el
barroquismo lo lleva uno puesto, no se lo puede quitar
circunstancialmente de encima; con él tendrá que padecer S.S.

siempre que nos tropecemos dialécticamente, pero lo que sí
tengo que rechazar es lo de la cacharrería y el elefante, que
me parece metáfora manifiestamente inadecuada para la ocasión
que nos ocupa. Lo que no puede ser una discusión del
presupuesto es una pura orgía contable. Un presupuesto es una
expresión de una voluntad política de un Gobierno o no es
nada. Para eso ya están los peritos mercantiles con todo
respeto, y los contadores. (Un señor Diputado del Grupo
Popular: ¡Muy bien!) Un presupuesto es la expresión traducida
en cifras de una voluntad política,



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y yo no tengo la culpa de que el centro de alta seguridad para
el seguimiento de las situaciones de crisis esté instalado en
el recinto de La Moncloa, que por cierto también algunos
expertos dicen que es una decisión probablemente bastante
infeliz, y veo con sorpresa que el señor Pérez Rubalcaba
asiente. (El señor Ministro de la Presidencia, Pérez
Rubalcaba, hace signos de negación.) Parecía asentir, perdón,
discúlpeme por la temeridad de la interpretación, señor
ministro. Pero es que da la casualidad de que está ahí y no
podemos incurrir en la hipocresía majestuosa de ignorar en un
debate presupuestario, que concierne a las inversiones del
recinto de La Moncloa, el tema que en la actualidad, a nuestro
gusto o no, a nuestro pesar o sin él, se ha puesto sobre la
mesa, y resulta --y de esto sí ha hecho S.S. absoluta
abstracción-- que yo he dicho que me parece justificada la
inversión del recinto, que me parece necesaria, y lo que sí he
hecho --me reconocerá--, con un recurso sarcásticamente
legítimo, es recordar los disparates que el señor Presidente
del Gobierno decía sobre esa materia el 28 de octubre de 1982;
nada más y nada menos que precisamente el 28 de octubre de
1982. Me he felicitado por la rectificación y me he felicitado
por el reconocimiento, de suerte que me siento absolutamente
agredido --quiero decirlo en términos de justicia-- por su
intervención ante la omisión de esas circunstancias.

Discreción no discreción; control no control. He construido
conceptualmente el paralelismo con los fondos reservados; es
decir, no puede haber esferas inmunes, no puede haber esferas
exentas, el control se modulará o se matizará en función de
esa naturaleza. El gesto negativo que le hacía es porque
entiendo que los portavoces que asistieron a esa reunión no
tienen derecho a explotar, como ha dicho S.S., la información
que hayan recibido en esa reunión, de suerte que lo que digo
es que reservas sí, control modulado por la peculiaridad de
las necesidades de seguridad también, exigencia de
responsabilidad a los funcionarios y a las autoridades que
hayan producido la falta de sigilo en su caso, porque
evidentemente quien no es culpable, en última instancia, es,
el medio que lo difunde; podrá ser enjuiciado a la luz de la
deontología, de la ética informativa o de lo que ustedes
quieran, pero evidentemente la responsabilidad de la falta de
eficacia en la custodia de esa materia reservada, de ese
elemento secreto, no puede serle atribuida al agente final que
la emite, y naturalmente ni el secreto, ni la reserva ni todas
esas modalidades singulares de control justifican, y es lo que
he denunciado, la desfiguración de la realidad, en los
términos en que yo creo haber sido objeto de tal desfiguración
en otros años, en este ejercicio presupuestario.

No es satisfactoria la respuesta de que, en todo caso, cuesta
mucho menos de lo que se dice que está costando. Por favor, es
que el importe global de las inversiones afectadas a esa
instalación, que no afecta a la naturaleza del secreto y no
pone en cuestión su funcionalidad, sí que es una competencia
indelegable e irrenunciable de esta Cámara.

Yo lamento haberle producido esa sorpresa que retóricamente
manifestaba y que estoy seguro que, en el fondo, no sentía;
pero creo también que me ha aplicado S.S. el «diskette» (el
«diskette polémico de las últimas semanas) y, más o menos, me
ha venido a decir que qué pena que he hablado como un miembro
del Partido Popular. Orgullosamente he hablado como un miembro
del Partido Popular. Pero, al margen de majezas --vamos a
dejar las majezas aparte--, señor Pérez, terminaba diciéndole
que el desdichado episodio de los fondos reservados debería
aleccionarnos a todos. Y me imputaba S.S. que la intervención
había sido una suerte --yo no lo entendía así, y le pido
perdón, en todo caso, humildemente, si ha sido entendido de
esa manera-- de contribución a la crispación. A la crispación
ha dicho S.S.

Ayer --no hay que remontarse en la memoria--, millones de
españoles que tuvieran conectada por la mañana determinada
emisora, pudieron oír «campañas», pudieron oír
«inquisiciones», pudieron oír «stalinismos». ¿Esos son
términos que contribuyen a la causa de la descrispación, señor
Pérez? (Varios señores Diputados pronuncian palabras que no se
perciben.) Las pruebas --no se me escandalice-- se sustancian
ante los tribunales. Los temores colectivos, las inquietudes
sociales, los recelos, más o menos justificados, se sustancian
con transparencia mediante la indagación parlamentaria. Y
ayer, el señor Presidente del Gobierno, tuvo la gallardía, que
yo quiero proclamar aquí, de reconocer públicamente el error
dramático --dijo-- de haberse confiado al responder por
Mariano Rubio, y el error dramático --dijo también-- de haber
estado a punto de nombrar Ministro a Luis Roldán.

Mire, señor Pérez, con sosiego, con lealtad institucional, con
extrema moderación, autoprohibiéndonos cualquier recurso a la
estridencia, a la insidia o la injuria, contribuyendo a
desalojar cualquier crispación, el Partido Popular viene
ejerciendo la función de oposición, a la que el pueblo
español, en legítimo ejercicio de su libertad, nos relegó en
junio de 1993. Insisto en que ayúdennos a ayudar al señor
Presidente del Gobierno para que no vuelva a incurrir en otros
errores dramáticos (Varios señores Diputados: ¡Muy bien!)
Rechacemos el presupuesto de la sección 25, siquiera sea como
testimonio, como prueba de buena fe, de la voluntad de
despejar oscuras polémicas, que, créame, señor Pérez, o no me
crea, todos deploramos y a ninguno beneficia, en el desarrollo
de la inversión en el Centro de Alta Seguridad para el
Seguimiento de Situaciones de Crisis, esa instalación que tan
desdeñoso y desafortunado juicio merecía al señor Presidente
del Gobierno el 28 de octubre de 1982.




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Querido Diego, no quiero cometer la descortesía de pasar por
alto, perdón, su alusión, señoría.

Me parece inadmisiblemente sexista su comentario. No puedo
entender que la virginidad sea atributo de un sexo o de otro.

(La señora Mendizábal Gorostiaga, pronuncia palabras que no se
perciben.) ¿Me permite, alborozada señoría? (Risas.) Comprendo
que su dedicación, de la que yo soy deboto, y tributo de
admiración como discente, como lector al Derecho
Constitucional le haya impedido reconocer en su literalidad
una cita de don Francisco de Rojas. La culpa no ha sido mía.

En todo caso, impútesela a él. Y he dicho que se trataba
deliberadamente de un arcaísmo.

Muchas gracias. (Aplausos.)
El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor
Cisneros. El señor López Garrido tiene la palabra.




El señor LOPEZ GARRIDO: Señor Presidente, señor Cisneros, el
que la cita la haya tomado de una persona o de otra no le
quita carácter sexista a la misma, y desde luego no a mi
intervención, que es justamente todo lo contrario. No quisiera
hablar en este caso ni de literatura española ni de esa
desafortunada expresión, que sigo considerando desafortunada,
sino de los presupuestos. Me gustaría que, al menos por
algunos minutos, se hablase de presupuestos.

La intervención del señor Pérez no ha contestado (y yo le
agradezco la parte de buena voluntad que denota en cuanto a la
enmienda que hemos presentado, cuyo espíritu, en su intención
y hasta en su volumen, me da la impresión de que considera
adecuada) a una crítica que he hecho a la forma de
presentación de este Presupuesto del Ministerio de la
Presidencia, que, naturalmente, no puede estar aplacada,
devaluada, por el hecho de que otros Ministerios han hecho lo
mismo, y es que en esta forma de presentación es tremendamente
difícil el poder evaluar, criticar, medir la eficiencia del
gasto que se nos propone que tenemos que aprobar.

Teniendo en cuenta que a los ciudadanos españoles se les exige
un importante esfuerzo fiscal, creo que es absolutamente
fundamental que en el futuro --desgraciadamente hasta ahora no
se ha hecho-- se pueda medir y, por tanto, el Parlamento no
carezca en ese sentido de una cierta indefensión, al poder
criticar y evaluar cuál ha sido la forma de llevar a cabo los
gastos aprobados en el ejercicio anterior y evaluar los que se
proponen para el ejercicio siguiente.

De una forma meramente nominal, este presupuesto, en concreto
la sección 25, Ministerio de la Presidencia, habla de unos
programas, de un presupuesto por programas, pero esta es una
cuestión puramente nominal. Hemos añadido a la clasificación
orgánica y a la clasificación económica una clasificación
funcional, una clasificación que simplemente describe, informa
funcionalmente el destino de ese dinero, pero no hay una
evaluación y una medición de ese esfuerzo de gasto en cuanto a
sus resultados; no la hay. En la sección 25 aparece, como
decía yo anteriormente, una repetición fotocopiada de lo que
decía este presupuesto el año anterior; hay unos números
simplemente, pero no hay una valoración política, que habría
que hacer, porque, en definitiva, es una evaluación política y
no solamente económica del gasto realizado. Había que explicar
qué mejoras se han observado por el gasto producido; si unos
servicios han funcionado bien o han funcionado mal, a juicio
del Gobierno, y podríamos entonces nosotros entrar a criticar
ese tipo de evaluación. No se ha hecho así. El presupuesto por
programas no es algo que deba ser nominal, sino que es una
filosofía del gasto, en última instancia una filosofía
política, y si no nos quedaremos en un mero debate sobre
incrementalismo, más o menos dinero que el año pasado, pero no
un debate político, porque no hay ningún tipo de indicador de
cumplimiento del gasto, algo que se viene haciendo en otros
países de nuestro entorno y que yo animo al Gobierno a que lo
haga a partir de ahora. Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor López
Garrido. El señor Pérez González tiene la palabra.




El señor PEREZ GONZALEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Quiero concluir este trámite con la dúplica al señor Cisneros
y al portavoz de Izquierda Unida. Me han sorprendido
nuevamente los argumentos del señor Cisneros, sobre todo por
la manera tan viva y directa como entraba a proclamar que mis
buenas alusiones al señor Ministro estaban proclamando el
fervor del converso. Quizá yo, en mi no muy larga antigüedad,
aunque también uno lleva su veteranía dentro, le puedo decir
que no me reconozco en esa figura. No he militado en otro
partido que el Socialista; lo hago desde antiguo, desde la
década de los 70, por supuesto, y tampoco en las corrientes
internas tengo ninguna particular observación respecto de una
línea recta castellana que suele ser una seña de identidad en
mi personalidad. Parece que en esos elogios he conseguido,
quizá, sacar un poco de quicio al señor Cisneros. Repito que
en todos los ataques que hace al señor Ministro y al
Presidente del Gobierno --y ahí ya no le reconozco autonomía,
como le dije en la Comisión cuando gentilmente me parecía que
había trabajado las enmiendas-- creo que sigue usted perfectas
consignas; dada su trayectoria no las esperaba. Y no retiro un
ápice de mis palabras de quien comienza la crispación
creyéndose los dueños de este país, no sé en función de qué
historias ni de qué primogenituras. Aquí el único derecho a
estar



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en el país, sin sentido patrimonial, lo dan las urnas, y
aunque, desagradablemente para ustedes se llevaran una
sorpresa mayúscula que tardan en digerir, y que creo que usted
con cierta doblez reconoce aquí su papel de oposición, no
quieren reconocer al Presidente su derecho a defenderse
dignamente, dando explicaciones en esta Cámara como nadie y
con la gallardía que tiene el señor Presidente y que en el
Grupo estimamos sobradamente. (Un señor Diputado del Grupo
Popular: ¡Olé!) Si alguien dice olé, España torera. Creo que
los costes, en esas indagaciones parlamentarias, se responden
suficientemente en el cifrado del presupuesto. Usted lo
reconoció anteriormente: en 1985 constan en los conceptos 629
y 630 de todos los programas, sean del complejo o de los
edificios de situaciones de crisis.

Por tanto, señor Cisneros, y sin tratar de romper la
cordialidad, que yo creo que no está reñida con la cortesía
parlamentaria, agradezco, en lo que tiene de retórica, la
ayuda que nos ofrecía; pero quizá también con un sentido
popular católico de algunas ayudas digo que me libre Dios.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor Pérez.

Finalizado el debate de la Sección 25, vamos a pasar a debatir
las enmiendas a la Sección 21, correspondiente al Ministerio
de Agricultura, Pesca y Alimentación. (Pausa.)
Para la presentación del proyecto de presupuestos del
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, tiene la
palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACION
(Atienza Serna): Gracias, señor Presidente.

Señorías, antes de iniciar la presentación de los presupuestos
del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, quisiera
hacer alguna pequeña referencia a las principales
macromagnitudes del sector, con objeto de centrar mi posterior
exposición del marco presupuestario de la Sección 21 de los
Presupuestos Generales del Estado para 1995.

En primer lugar, la contribución de la actividad
agroalimentaria al producto interior bruto español, según el
Instituto Nacional de Estadística, fue en 1993 del 7,7 por
ciento, aportando el 3,4 por ciento las ramas agraria y
pesquera y el 4,3 por ciento la industria de la
agroalimentación; estas magnitudes destacan el hecho de que,
como corresponde a un país que va modernizando su sector
agroalimentario, la industria ha superado ya en importancia a
los sectores agrario y pesquero en su contribución a nuestro
producto interior bruto, siguiendo la tendencia de otros
países desarrollados.

Por lo que respecta al empleo, y de acuerdo con la encuesta de
población activa, la tasa de población activa agraria en el
tercer trimestre, de acuerdo con los datos hechos públicos
esta mañana por el Instituto Nacional de Estadística, se sitúa
en el 8,7 por ciento de la población activa total, que se
eleva al 9,5 por ciento para el peso de los ocupados del
empleo agrario en el empleo total. (El señor Presidente ocupa
la Presidencia.)



Sección 21
El peso del comercio agrario y pesquero en 1985, dentro del
comercio exterior total español, era del 15,9 por ciento, y en
1993, la contribución de ambos sectores al valor de nuestros
intercambios se elevó al 17 por ciento; por tanto, estamos
ganando peso en el conjunto de nuestro sector exterior para
los productos agroalimentarios.

Son también significativas las cifras que expresan la
participación relativa de la actividad presupuestaria del
Ministerio en la economía del país y en la inversión nacional.

Así, la actividad económica del Ministerio de Agricultura
aumentará su participación en el producto interior bruto,
pasando del 1,02 por ciento del PIB en 1991 al 1,66 por ciento
en 1995. Si lo medimos en términos de participación a la
formación bruta de capital fijo, la contribución de los
Presupuestos del Ministerio a la inversión nacional, en este
mismo período, pasa del 1,2 por ciento en 1991 al 1,24 por
ciento en 1995.

He querido cuantificar estos datos con objeto de tener un
marco de referencia en el sentido del efecto que el
Presupuesto del Ministerio tiene en el conjunto de la economía
del país y posteriormente haré referencia a la evolución de la
renta agraria por ocupado y su relación con la evolución de
los Presupuestos del Ministerio en los últimos años,
fundamentalmente desde nuestra incorporación a la Unión
Europea.

Pasando ahora a las cifras del Presupuesto del Ministerio para
1995, hay que indicar que es equilibrado en sus objetivos
porque consigue contener el crecimiento de determinadas
partidas del gasto, como sucede en el de gastos de personal
(capítulo I), que crece un 0,1 por ciento, a pesar del 3,5 por
ciento previsto para el incremento del salario de los
funcionarios, y del capítulo de gastos corrientes de bienes y
servicios, que experimenta un descenso del 0,4 por ciento,
contribuyendo, por tanto, ambos capítulos a los objetivos de
contención de la inflación y de reducción del déficit público.

Por otra parte, este equilibrio en los objetivos tiene su
contrapartida positiva al presentar un crecimiento importante
de las transferencias corrientes de un 22 por ciento, dado que
las necesidades de gasto vienen derivadas de la aplicación de
la nueva política agraria común que, al entrar en su segundo
año de reforma, afecta de manera considerable a las ayudas o
subvenciones que nuestros agricultores y ganaderos deben
percibir.

Continuando con los capítulos que tendrán una importante
subida en 1995, el capítulo de inversiones reales



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crece un 15,8 por ciento y el de transferencias de capital un
22,5 por ciento. Las dotaciones de estos dos capítulos van a
contribuir de manera importante al cumplimiento de los
objetivos de conservación de la naturaleza y del desarrollo
rural, a través de una serie de programas a los que más
adelante me referiré.

Una vez llevada a cabo esta descripción, voy a pasar a
cuantificar algunos datos en relación con las grandes
magnitudes del Presupuesto para 1995. En efecto, el subsector
Estado crece un 24,7 por ciento, mientras que el proyecto de
Presupuestos consolidado del Ministerio para 1995 crece un
19,5 por ciento, alcanzando la cifra de un billón 114.000
millones de pesetas. La cifra presupuestada para pagos del
Feoga-Garantía en 1995 alcanzará un montante total de 851.000
millones de pesetas, con un crecimiento relativo del 21,5 por
ciento respecto de 1994.

Por lo que se refiere a las rentas del sector que he
mencionado anteriormente, las cantidades incluidas en el
Presupuesto del Feoga-Garantía son un fiel reflejo de la
importancia que el Presupuesto del Ministerio tiene en la
generación de rentas. Como SS.SS. saben, el crecimiento de la
renta agraria por ocupado, desde nuestro ingreso en la Unión
Europea, ha sido, en términos reales, del 49,5 por ciento,
esperando que en 1995, de acuerdo con nuestras estimaciones
provisionales, continúe esta tendencia, con un crecimiento de
la renta agraria por ocupado superior al 10 por ciento.

Realizadas las consideraciones anteriores, que entiendo tienen
gran importancia como referencia al destino de las grandes
magnitudes presupuestarias del Ministerio, resumiría los
objetivos básicos del Presupuesto para 1995 de la siguiente
forma: en primer lugar, continuar e intensificar la política
de mejora de las rentas del sector agrario y pesquero; en
segundo lugar, reforzar la competitividad del sector pesquero
y agroalimentario, con el fin de conseguir una mayor
penetración en los mercados internacionales, y en tercer
lugar, conservar y restaurar la cubierta vegetal.

Dentro de las líneas de trabajo tendentes a conseguir el
objetivo de intensificación de la política de mejora de
rentas, se encuentran los pagos derivados del Feoga-garantía,
con un crecimiento relativo del 20,1 por ciento respecto de
1994.

En relación con los cultivos herbáceos, cereales, oleaginosas
y proteaginosas, como dato indicativo de su importancia, es
preciso indicar que supondrán en 1995 el 33 por ciento del
gasto total en producciones agrícolas y ganaderas. El sector
del aceite de oliva percibirá 153.000 millones y el hortícola
77.000 millones.

En relación con las cantidades presupuestadas para hacer
frente a las OCM ganaderas, destacan los 139.000 millones
destinados a regular los mercados y financiar las ayudas a los
sectores de carne de vacuno, ovino y caprino. Para los planes
de reestructuración de producciones agrarias, la dotación
presupuestaria se incrementa en 1.175 millones, es decir, el
7,9 por ciento, destacando los programas de reestructuración
del sector del tomate y la reconversión varietal de frutos
secos. Sin embargo, las aportaciones para la reestructuración
del viñedo disminuyen al haberse ido cumpliendo algunos de los
objetivos marcados en este programa de actuación.

Dentro de la política de mantenimiento de rentas, querría
destacar el presupuesto destinado al Plan de Seguros Agrarios,
con un crecimiento del 14,6 por ciento, que recoge una serie
de modificaciones que permiten corregir algunas de las
deficiencias observadas en la aplicación de estos seguros. En
el objetivo de potenciación de la competitividad y de la
modernización del sector agroalimentario, destacaría el
importante incremento del programa de fomento de la
industrialización agroalimentaria que, con un crecimiento del
56,2 por ciento, alcanzará la cifra de 13.300 millones de
pesetas. La cifra nos da idea de la importancia que el
Ministerio da a la industria agroalimentaria y ello porque la
misma se ha consolidado en los últimos años como un sistema
económico que juega un papel irremplazable para la animación
económica en las áreas rurales directamente o a través del
incremento del valor añadido de los productos agrarios.

Dentro del objetivo de mejora de las rentas, el Ministerio
realizará un importante esfuerzo presupuestario en fomentar y
potenciar las organizaciones de productores, por la
importancia que tienen en las organizaciones comunes de
mercado, principalmente en frutas y hortalizas, frutos secos,
lúpulo, algodón y por la mayor importancia que estas
organizaciones deben adquirir en el futuro. Por todo lo
expuesto, el presupuesto para 1995 prácticamente duplica la
dotación económica destinada a estas organizaciones de
productores. El programa sectorial de I+D agrario y
alimentario del Ministerio tiene una dotación para 1995 de
3.373 millones de pesetas, que supone un crecimiento del 19,8
por ciento respecto a 1994.

En cuanto a la mejora de la estructura productiva y desarrollo
rural, la aportación del Estado es de 25.249 millones de
pesetas. No obstante, los recursos comunitarios que se generan
a través de las medidas de acompañamiento de la reforma de la
política agrícola común alcanzan los 40.000 millones de
pesetas en el año 1995, a partir de los 23.000 millones de
pesetas presupuestados.

Así, pues, el conjunto de las operaciones de capital,
Presupuestos del Estado y fondos comunitarios representa un
incremento del 35 por ciento. En relación con las políticas de
conservación y restauración de la cubierta vegetal que se
concretan en la defensa del medio ambiente y lucha contra la
erosión, desertificación y los incendios forestales, el
presupuesto



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para 1995 será de 23.449 millones de pesetas, con un
incremento del 26 por ciento.

El plan de protección de la cubierta vegetal, como SS.SS.

saben, tiene como objetivo reforestar 450.000 hectáreas de
zonas erosionadas, regenerar la cubierta vegetal de 400.000
hectáreas afectadas por el fuego y reforzar las medidas de
prevención de los incendios forestales.

Entre las restantes líneas de actuación dirigidas a la
conservación del medio ambiente destacan, en particular, los
recursos destinados a parques nacionales. En cuanto al
presupuesto para el sector pesquero, la entrada en vigor del
instrumento financiero de orientación de la pesca, el Infop,
va a suponer un incremento notable de los recursos que se
destinan a este objetivo. Del presupuesto en los capítulos VI
y VII, asignado en 1994 a la mejora de las estructuras
pesqueras y a la regulación y organización de mercados
pesqueros por valor de 16.618 millones de pesetas, pasamos en
el próximo ejercicio presupuestario a 41.000 millones de
pesetas, de los que 26.845 corresponden a aportaciones
comunitarias.

Por último, hay que destacar que en el proyecto de
presupuestos para 1995, en el subsector Estado existen algunas
partidas que experimentan un aumento considerable y que no
responden a ninguna de las grandes líneas de actuación del
Departamento que hemos venido analizando, sino que se trata de
aportaciones necesarias para corregir insuficiencias en las
asignaciones de algunos organismos autónomos o para hacer
frente a las obligaciones con la Unión Europea.

Expuestos los grandes cambios del presupuesto, sus objetivos y
el contenido de los distintos programas, me gustaría, de
manera esquemática, establecer una serie de comparaciones
entre las principales cifras de crecimiento porcentual del
presupuesto del Ministerio y de los Presupuestos Generales del
Estado. Así, en gastos de personal, crece un 0,1 por ciento,
frente a un cuatro por ciento de crecimiento global; en el
capítulo II, de gastos en bienes y servicios corrientes, el
presupuesto del Estado disminuye un 0,2 y el presupuesto del
Ministerio el 0,4 por ciento. Sin embargo, en las
transferencias corrientes el crecimiento de las que van
dirigidas, fundamentalmente, a compesar las rentas al sector
de producción, el incremento es del 21,7 por ciento, frente a
un crecimiento global de los presupuestos del 6,5 por ciento.

Y en lo que se refiere a las inversiones reales, los
presupuestos del Estado crecen un 2,3 por ciento y el del
Ministerio de Agricultura un 15,8 por ciento. En
transferencias de capital, los presupuestos del Estado crecen
un 16 por ciento y el del Ministerio de Agricultura un 22,5
por ciento.

Con esta referencia quiero insistir en dos afirmaciones
realizadas al iniciar mi presentación: el esfuerzo realizado
por el Ministerio para contener el incremento de los gastos de
personal y corrientes y el crecimiento de aquellos capítulos
que inciden en el mantenimiento de la renta de los
agricultores, en la dotación de infraestructuras a los medios
rural y pesquero y en aquellos que contribuyan a la formación
bruta de capital, a la modernización de nuestro sector
agroalimentario y pesquero.

Para cerrar mi intervención, quiero expresar mi firme
convicción de que con estos presupuestos se consigue el
incremento de las transferencias de renta al sector,
contribuyendo de esta forma al crecimiento del producto
interior bruto y al de las inversiones y transferencias de
capital, que deben permitir, en definitiva, el incremento de
las rentas de los agricultores y la mejora de sus condiciones
de vida, continuando con un proceso iniciado en 1982 e
intensificado como consecuencia de nuestra entrada en la Unión
Europea. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ministro.

Pasamos al debate de las enmiendas a esta sección.

Enmiendas del Grupo Vasco (PNV). Tiene la palabra el señor
Gatzagaetxebarría.




El señor GATZAGAETXEBARRIA BASTIDA: Gracias, señor Presidente.

Las enmiendas de nuestro Grupo Parlamentario números 357, 358,
359, 360 y 361 son de contenido político, de diferente
entendimiento entre lo que el Gobierno plantea en el proyecto
de presupuestos y lo que nuestro Grupo Parlamentario entiende
que debería ser su presupuestación en relación a los fondos
agrícolas provenientes de la Unión Europea.

Nosotros fundamentamos las enmiendas en la potestad que tienen
las comunidades autónomas para la gestión de los fondos
provenientes de la Unión Europea; en definitiva, en la
competencia que tienen en materia de agricultura y ganadería.

Por tanto, en base a esa competencia, nosotros discrepamos
respecto al proyecto que presenta el Gobierno, por lo que
hemos presentado estas enmiendas. Junto con ello, quiero
manifestar que recientemente, el día 20 del pasado mes de
octubre, en sesión plenaria del Senado, se aprobó una moción
por la cual se instaba al Gobierno a que habilitara y
autorizara frente a la Unión Europea a la realización de la
gestión y de los pagos de los fondos provenientes del Feoga.

Por ello, señor Presidente, no voy a ser más reiterativo,
porque tiene la misma argumentación, la misma fundamentación
político-material que las enmiendas que nosotros presentamos y
me remito al debate que en su día tuvimos en Comisión en
relación a la posición que el Grupo mayoritario tiene al
respecto. Con la enmienda 356 de nuestro Grupo parlamentario
pretendemos incluir dentro de las acciones a realizar en el
Programa 712.H y en lo concerniente al ajuste



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del esfuerzo pesquero cuando se habla de la paralización
temporal, adicionar entre las actividades a realizar por el
Ministerio la compensación de costes sociales que esta Cámara
aprobó por unanimidad el pasado mes de octubre en relación con
aquellos buques de la flota pesquera española que se ven
obligados a dejar de faenar de conformidad con lo establecido
en el Tratado de Adhesión de España a la Unión Europea y en
los convenios que la Unión Europea tiene con terceros países,
tanto para faenar en aguas de las 200 millas de estos países
como en aguas internacionales. Queremos adicionar a esos
objetivos lo que ya está recogido por unanimidad en la
Proposición no de Ley aprobada en la Comisión de Agricultura,
Ganadería y Pesca el pasado mes de octubre. Y, señor
Presidente, por otra consideración, y es que el instrumento
financiero para la orientación de la pesca, el IFOP, como
fondo estructural específico y propio para el ámbito pesquero,
no contempla acciones financieras en este ámbito. El IFOP está
estructurado y establecido para otro tipo de actuaciones en el
ámbito del esfuerzo, en el ámbito de la acuicultura, de las
instalaciones portuarias, pero no en el ámbito de la
compensación de los costes sociales. Entendemos que en este
sentido el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
debe ser consecuente con el mandato político que por
unanimidad esta Cámara otorgó al Gobierno.

Por último, señor Presidente, la enmienda número 355 del Grupo
Vasco contiene dos apartados. El primero va dirigido al
Programa 712.F; pretendemos que el programa no se denomine
sólo previsión de riesgos en el sector agrario y pesquero y
luego no contenga ninguna cobertura en cuanto a las
contingencias o en cuanto a los riesgos que se producen en el
sector primario y pesquero. Se llama el programa de cobertura
de riesgos en el sector agrario y pesquero y luego no contiene
ninguna acción de cobertura para el sector pesquero. Señor
Presidente, una de dos, o se le quita la denominación al
programa 712F o se incluye dentro de las acciones a realizar
en este programa la cobertura de los contingentes y los
riesgos que se producen en el sector primario y pesquero.

Dentro de esta misma enmienda, la siguiente modificación que
pedimos es en el Programa 715.A-2, cuando se habla del pago y
de la gestión de la indemnización compensatoria como mecanismo
establecido por la Unión Europea, mecanismo compensador cuando
se produce una gran liberalización en el mercado pesquero,
como ocurre con la sardina o con los túnidos, a diferencia de
lo que ocurre en relación con la industria transformadora, que
no tiene ni contingentes y tiene suspendidos los aranceles;
pretendemos otorgar el mismo régimen a la especie del bacalao,
el mismo régimen, consistente en que se pueda establecer un
mecanismo, el mecanismo europeo conocido como indemnización
compensatoria, para la especie del bacalao. Pedimos que entre
las acciones a realizar sea incluida la especie del bacalao.

Nada más. Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Gatzagaetxebarría.

Enmiendas del Grupo Mixto, del señor Chiquillo. (Pausa.)
Señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Presidente, el señor
Chiquillo, del Grupo Mixto por Unión Valenciana, nos ha pasado
al Grupo de Coalición Canaria una nota para solicitar a la
Presidencia que se den por defendidas sus enmiendas números
107, 78, 80, 93 y 101 para su posterior votación con una
aceptación de una propuesta de enmienda transaccional ofertada
por el Grupo Socialista en su momento a la enmienda número 78.

Nada más, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mardones.

Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Tiene la palabra la señora Rivadulla.




La señora RIVADULLA GRACIA: Señor Presidente, señor Ministro,
señorías, me corresponde en nombre del Grupo Federal de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya defender la enmienda
de devolución presentada a la Sección 21 de los presupuestos
generales del Estado para 1995.

Hemos presentado esta enmienda porque pensamos que no se
corresponde su nivel de autosatisfacción con las rentas
percibidas por los agricultores. Pensamos que tampoco se
corresponde esta realidad, que hoy se presenta en forma de
números, con la presentación que en su día hizo usted de los
mismos, como tuvimos ocasión de decirle en Comisión, en el
sentido de que el billón de pesetas que corresponde al
presupuesto total del Ministerio iba a implicar que cada
agricultor ocupado en el sector se iba a llevar un millón de
pesetas. Usted ha explicado aquí, señor Ministro, cómo se
reparten las dos grandes partidas del presupuesto, la que
corresponde al Feoga-Garantía, fondos de la Unión Europea, y
la que corresponde a la aportación estatal. Efectivamente,
sobre lo que corresponde al programa de regulación de
producciones y mercados, 851.339 millones de pesetas, hemos
manifestado, y lo manifestamos el año pasado con ocasión de
los Presupuestos para 1994, que no podemos considerarlo como
presupuesto del Estado español, que es presupuesto de la Unión
Europea, nos viene dado directamente; depende de muchas
variables, señor Ministro, de la evolución de los mercados, de
la fluctuación de la peseta, de la situación del ecu,
etcétera.




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En realidad, la aportación que hace el Estado español al
sector de la agricultura, la ganadería y la pesca es de
199.426 millones de pesetas. Esto, señor Ministro, no da para
que toque un millón por ocupado, entre otras cosas porque el
presupuesto global no va solamente a agricultura, va al sector
pesquero, a Icona, a la industria agroalimentaria, va para
pagar la multa de la supertasa de la cuota láctea, para lo que
tienen ustedes presupuestados 14.000 y pico millones de
pesetas, va para pagar un déficit del SENPA, que en su momento
tendremos ocasión de analizar. Como dijimos en Comisión,
pensamos que hay algunos aspectos no clarificados del tema
SENPA y ahora tenemos 9.000 millones de pesetas que van como
gasto en los presupuestos. También van los gastos de personal,
gastos corrientes, gastos financieros, partida que representa
solamente 60.000 millones de pesetas. Por tanto, todo eso no
va a la renta de los agricultores.

Por eso le pedimos, señor Ministro, que contenga un poco sus
declaraciones porque las que hace distorsionan mucho la visión
que se tiene del sector y pensamos que no reflejan la
situación real. Hay un reparto muy desigual e injusto de la
principal partida; 80 de cada 100 pesetas del presupuesto del
Ministerio de Agricultura, 80 de cada 100, están repartidas de
una forma absolutamente injusta y desigual, como después
explicaré. Sabe usted, señor Ministro, señorías, que en
algunas Comunidades Autónomas se ha demostrado que estas
ayudas se reparten fundamentalmente entre los grandes
productores, no van a los agricultores que viven de la
agricultura y se dedican a la agricultura, van a grandes
productores que, en la mayor parte de los casos, no tienen una
dedicación al sector agrícola. Esta proporción se situaría en
que el 20 por ciento de los propietarios, los productores, se
lleva el 80 por ciento de estas ayudas. El caso más
escandaloso, que a usted le ha parecido estupendo, es el de
los cultivos herbáceos, que se llevan 278.000 millones de
pesetas, con un incremento del setenta y pico por ciento. A
nosotros nos parece realmente escandaloso. ¿Cómo se ha
repartido las ayudas del año pasado en materia de cultivos
herbáceos? Ha sido de la siguiente manera, por lo menos según
datos que tenemos de la Comunidad Autónoma de Aragón; 17
propietarios recibieron la misma cantidad que entre los 12.000
pequeños y medianos agricultores dedicados a este cultivo. En
esta autonomía se ha dejado claro que la ayuda media que se
recibió por agricultor fue de 33 millones de pesetas, cuando
el agricultor a título principal solamente ha recibido 50.000
pesetas.

Esta es la estadística, pero nos podemos dar cuenta, si
solamente nos fijamos en los grandes parámetros y los datos
estadísticos, hasta qué punto puede ser falseada la realidad.

¿Por qué nos oponemos también a este presupuesto, señor
Ministro? Aparte de las carencias que explicaré en las
enmiendas parciales, es que su Ministerio está reflejando, a
través de actuaciones que se han llevado a cabo últimamente,
que tampoco están optando por apoyar fundamentalmente a la
explotación familiar agraria. Se lo dije en Comisión.

Ustedes, saltándose un poco a la torera nuestra normativa
vigente, la filosofía que pretenden poner en marcha a través
de la ley de modernización de las explotaciones agrícolas y la
normativa comunitaria, han sacado un proyecto de
reestructuración del sector productor de tomate para consumo
en fresco donde realmente no están primando a las
explotaciones familiares, es decir, aquellos --vuelvo a
repetir-- que viven de esto, que trabajan y viven directamente
de la agricultura.

En la propuesta que su Ministerio hace no se exige que esos
beneficiarios de las ayudas reúnan los requisitos que hasta
ahora nuestra legislación está diciendo, de renta máxima, de
capacitación y de dedicación a la explotación agraria. No,
todo lo contrario. Hay limitaciones graves a que las
explotaciones familiares puedan acceder a ese tipo de ayudas
para la reestructuración del sector del tomate, porque ustedes
dicen que se exige la presencia directa en los mercados de
consumo y usted sabe que desgraciadamente la mayor parte de
las explotaciones no tienen esa capacidad. Señor Ministro,
aparte del discurso, que el discurso está bien, vamos a los
hechos. Ustedes dicen que con su política pretenden que cada
vez más los agricultores tengan acceso a la mayor parte de
valor añadido que genera su actividad; usted sabe que esto se
hace a través de los procesos de transformación y de
industrialización. Bien, ¿por qué entonces a través del Real
Decreto 54/1994 han derogado ustedes la normativa que
priorizaba las entidades asociativas, como las cooperativas,
para acceder a las ayudas para planes de inversión de
industrialización de productos agrarios?
Realmente esa medida tiene poco que ver con lo que después
oímos a diario por parte de su Ministerio. Por eso, señor
Ministro, más allá de las cifras, consideramos que este tipo
de presupuestos, en que, por una parte, hay una aportación
estatal limitada y, por otra, no es el eje fundamental la
explotación familiar agraria, no es lo que le conviene a
nuestro sector en estos momentos. Es un presupuesto que, como
el año anterior, no se corresponde con los retos que tenemos
planteados. Pensamos que hay pocas ayudas a la
reestructuración de sectores importantísimos, como puede ser
el hortofrutícola y el sector de la remolacha. En un año que
ha sido catastrófico --hemos tenido incendios, riadas, de
todo-- resulta que ustedes disminuyen terriblemente la partida
que va para compensación por daños catastróficos. Ustedes
disminuyen la partida de las rentas para zonas desfavorecidas.

Ustedes disminuyen la partida de mejora del medio rural.

Hay otras partidas que se incrementan, la de forestación,



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la de cubierta vegetal. Pero aquéllas que van a la mejora de
la estructura productiva, por lo menos lo que se trasluce a
través del programa 712D, la mayor parte de ellas, señor
Ministro, han bajado. En cuanto a nuestras enmiendas
parciales, se dividen en tres grandes bloques. En el primero,
consideramos importantísimo que se dote mejor a los parques
nacionales. Su Ministerio ha anunciado que se van a ampliar
los parques nacionales estatales. Tenemos el parque de Doñana
con unos acuíferos que están hechos un desastre. Como tuve
ocasión de decir en la Comisión de Agricultura, van a llegar,
han llegado ya los ánsares del norte y resulta que se van a
encontrar con que los acuíferos están absolutamente secos. Me
gustaría que su Ministerio evaluara la mortandad que se ha
producido de estas aves. Y sabe usted, señor Ministro, que
esto ha sido denunciado por miembros destacados del Patronato
de Doñana. Exigiremos en su momento en Comisión que se haga
una evaluación de los daños que se han producido por esa
negligencia nuestra y la sobreexplotación de los acuíferos de
Doñana. También se pide una aportación especial para Santoña y
para la ampliación del Parque de Covadonga, que ha sido objeto
de una ponencia, para los Picos de Europa.

Por otra parte está todo lo que le he estado enumerando, todo
lo que hace referencia a la mejora de las estructuras
productivas y para el fomento asociativo, que nos parece
importantísimo. En este momento en que hay acuerdos GATT,
reformas de organizaciones comunes de mercado que afectan muy
directamente a nuestras producciones, necesitamos tener una
vertebración del sector lo suficientemente fuerte como para
que las organizaciones profesionales agrarias puedan ser
interlocutores, puedan ser responsables de colaborar con la
Administración en la mejor solución de los problemas y creo
que es una responsabilidad de todos fortalecer a las
organizaciones profesionales agrarias. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Rivadulla.

Enmiendas del Grupo Popular.

Tiene la palabra el señor Ramírez.

El señor RAMIREZ GONZALEZ: Señor Presidente, señorías, señor
Ministro, si teníamos alguna duda respecto a la necesidad de
presentar una enmienda a la totalidad del presupuesto del
Ministerio de Agricultura, usted la ha despejado con la
defensa y presentación que ha hecho del presupuesto en este
acto. Señor Ministro, ha hablado de 1995, ha hablado de la
agricultura, de la ganadería, de la pesca, de la industria
agroalimentaria que se va a desarrollar en ese año, pero no ha
citado, en absoluto, los grandes acontecimientos que se van a
producir en 1995. Vea el «Diario de Sesiones».

El señor Ministro ignora que entran en vigor los acuerdos
agrarios del GATT; el señor Ministro ignora que se producirán
las grandes reformas de grandes cultivos, de grandes productos
en España: el vino, la remolacha, el arroz, los productos
hortofrutícolas y posiblemente otros. El señor Ministro ha
ignorado que en el año 1995 se intensificarán
extraordinariamente las relaciones agroindustriales con el
Este de Europa y con el Norte de Africa. El señor Ministro,
por lo tanto, ignora las consecuencias que estos
acontecimientos van a producir en el presupuesto de 1995,
porque no los ha citado. La única cita que ha hecho ha sido
equivocada. Señor Ministro, 1995 no será el segundo año de la
reforma de los grandes cultivos herbáceos, será el tercero,
señor Ministro. Además, habrá una reflexión en junio y se
podrán introducir grandes reformas en lo ya acordado. Ni su
presupuesto ni su intervención ni su directriz política
contemplan respuestas a esas cuestiones. No ha hablado del
GATT. No ha hablado de las grandes reformas.

¿Cómo están los agentes sociales, los agricultores, los
ganaderos, los pescadores? ¿Cómo está la industria
agroalimentaria española en este momento, a la que se le
requiere, quizás, el mayor esfuerzo de competitividad que se
va a producir en 1995? Señor Ministro, envejecidos,
descapitalizados, faltos de renovación y modernización,
desilusionados y desmotivados. ¿Contesta su presupuesto a
estas inquietudes? Usted se ha limitado, señor Ministro, a
repetir lo que dijo el señor Subsecretario en la Comisión. No
ha aportado nada, ha copiado literalmente la intervención de
su Subsecretario. Como clásicamente se dice, para este viaje
no hacen falta alforjas.

Señor Ministro, ¿puede usted contestar con su presupuesto a
esta situación? ¿Puede garantizar que la modernización, el
rejuvenecimiento, la competitividad, la innovación tecnológica
en nuestra industria agroalimentaria se va a conseguir al
amparo de las previsiones presupuestarias? Señor Ministro,
usted se ha limitado a dar por satisfecho que vamos a tener
más dinero comunitario. Exclusivamente. Porque la aportación
del subsector Estado, los 200.000 millones de pesetas, los
39.000 millones de pesetas más que el año pasado, se consumen
--se ha dicho ya-- en el pago de parte de la multa de la leche
--14.300 millones de pesetas--, en las demandas financieras
del Senpa, en lo que debe su Ministerio a la agroindustria, en
dotar al IFA para que pueda seguir pagando a las cámaras
agrarias, y en una migaja que va a la cubierta vegetal. En eso
se consumen los 39.000 millones de pesetas famosos que aumenta
el subsector Estado. Con el mismo subsector Estado que en
1994, devaluado y empequeñecido en algunas partidas, señor
Ministro, dígame usted cómo va a afrontar los retos de
modernización, innovación, rejuvenecimiento y aplicación de la
política agraria. Se limita, repito, a darse por



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satisfecho porque nos va a venir más dinero de los fondos
comunitarios. Es porque se tienen que aplicar los reglamentos
comunitarios. Es la obligación presupuestaria de contemplar
que España tiene el 22 por ciento de la superficie agraria
útil de la Comunidad Económica Europea, que tenemos una gran
superficie cerealista, de vino, de aceite, etcétera. No
obtenemos más ni menos de lo que deberíamos obtener, al revés.

Fruto de la incapacidad socialista, estamos recibiendo migajas
del gran presupuesto agrario que se reparten otras
agriculturas comunitarias. Ya quisiéramos nosotros obtener los
tantos por ciento por hectárea o por activo agrario que
obtiene Francia, que obtiene Alemania, que obtiene Inglaterra,
en el gran reparto presupuestario comunitario. Somos los
últimos a la hora de evaluar esas cantidades, no de cantidad
total, sino por hectárea o por activo agrario. Hagamos esa
cuenta cuando quiera, señor Ministro. Le propongo que la
hagamos inmediatamente, ahora, al terminar mi intervención,
utilice usted esta tribuna, hagamos ese estudio por hectáreas
o por activos agrarios y verá cómo la cuenta no sale tan
fácilmente.

Señor Ministro, los grandes temas, la población más envejecida
de la Unión Europea, la situación de nuestras circunstancias
forestales, haber perdido la masa forestal que hemos perdido
durante el tiempo del Gobierno socialista, cuyo hito más
importante ha sido posiblemente el verano de 1994 con la
desaparición de más de 400.000 hectáreas; la incapacidad de
poner en funcionamiento las medidas de acompañamiento de la
política agraria común no es un título que yo pongo, es de los
medios de comunicación. No se jubila a la gente, no se adoptan
las medidas de jubilación anticipada porque las medidas
españolas no estimulan la utilización de esa gran vía
comunitaria; no se forestan tierras arables porque la medida
española, la norma española no incentiva que los agricultores
y ganaderos puedan ir a esa vía de utilización de fondos
comunitarios. Dice el señor Ministro: Estamos invirtiendo más.

Señor Ministro, inversiones nuevas en infraestructuras: en el
año 1993, 12.700 millones de pesetas, que eran insuficientes;
1994, 10.300 millones de pesetas; para el año que viene, 9.300
millones de pesetas. Ahí es donde se mide la capacidad que
tiene S.S. y su Ministerio para enfrentarse con retos como,
por ejemplo: Cómo vamos a regar mejor, utilizando mejor el
agua y ahorrando agua. Cómo vamos a incentivar que se cambien
las técnicas de regadíos obsoletos. La Cámara tiene que saber,
la opinión pública tiene que saber que estamos regando en
algunas partes de España tal como lo dejaron los romanos y los
árabes. Estamos perdiendo más del 30 por ciento del caudal que
sale de las presas hasta que llega a la tierra, porque la
infraestructura del reparto permite esas pérdidas y el
presupuesto del Ministerio de Agricultura dedica menos dinero
que el año pasado a esta partida. Y en estas circunstancias,
señor Ministro, quiere que nos enfrentemos a los retos de la
entrada en vigor del GATT, de la ampliación de la Unión
Europea, de mayor incremento de relaciones agroindustriales
con el este de Europa y con el norte de Africa. Por cierto, un
norte de Africa y un Marruecos cuyas exportaciones
hortofrutícolas son incentivadas por el propio Presidente del
Gobierno, que dice: Nos comprometeremos a que la exportación
de productos hortofrutícolas marroquíes aumente su capacidad
de penetración en los mercados europeos. Eso lo ha dicho el
señor Presidente del Gobierno o ustedes no han desmentido las
publicaciones que se hicieron eco de esas afirmaciones en
Casablanca del Presidente del Gobierno. Y, señor Ministro,
cada tonelada de producto hortofrutícola marroquí que llega a
los mercados comunitarios es una tonelada menos de producto
hortofrutícola español que llega a esos mercados comunitarios.

Y esas afirmaciones, a la alegría y al calor de una reunión,
por muy brillante que haya resultado esa reunión, no tiene
compensación en las circunstancias que concurren en nuestro
país.

La pesca, señor Ministro. Somos la mayor potencia pesquera de
la Unión Europea, en barcos, en hombres, en litoral, en
regiones que viven de la pesca, en la industria
agroalimentaria que, alrededor de ella, está establecida. En
expresión desgraciadamente feliz de mi compañero, portavoz
sobre la pesca del Grupo Parlamentario Popular, don Arsenio
Fernández de Mesa, ustedes hace tiempo que optaron por una
política del soplete, de destruir los barcos en vez de
construirlos. Ustedes optaron por reducir nuestra capacidad,
en vez de renovar y modernizar nuestra flota. Y ustedes están
manipulando incluso a la opinión pública, cuando en su día
promete acciones divergentes a la explotación directa de los
recursos marítimos, tipo acuicultura, y este año nos
encontramos con que su presupuesto tiene una dotación de menos
de la mitad en acuicultura que tenía el año pasado: 202
millones de pesetas, frente a 570 millones de pesetas del año
pasado. Así pretende usted animar a las comunidades autónomas
y animar a los pescadores a que haya otra alternativa
diferente a la explotación de los caladeros.

Señor Ministro, tiene usted una superestructura política en el
Ministerio incapaz de hacer frente a las circunstancias, a las
nuevas circunstancias de la realidad constitucional española.

Tiene usted más direcciones generales, más secretarías
generales, más altos cargos, más organismos públicos que
cuando el Ministerio de Agricultura tenía que protagonizar en
solitario toda la política agraria española sin Europa y sin
las comunidades autónomas. No me diga que no, señor Ministro.

¿Quiere que hagamos un análisis dirección general por
dirección general? ¿Quiere que veamos las secretarías
generales que tiene? Usted ha duplicado los altos cargos, los
organismos autónomos; usted desprecia a las comunidades
autónomas; usted no transfiere organismos,



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en absoluto; tiene una duplicidad. No ha transferido aún,
porque no ha querido, las cámaras agrarias; no ha transferido,
y no quiere, el Senpa; le dicen desde la Unión Europea que
transfiera los organismos ejecutores de la política agraria,
que transfiera los organismos del Feoga. Hay una sentencia el
Tribunal Constitucional que permite a las comunidades
autónomas aplicar directamente los fondos comunitarios. El
Ministerio de Agricultura no se entera. El Ministerio de
Agricultura mantiene la superestructura política, mantiene esa
alta dirección política que más parece circunstancia de paso y
de acogida de altos cargos, o de dignatarios del Partido
Socialista que otra cosa. Sí, señor Ministro, si quiere usted
llamarse al caso, usted tiene al antiguo presidente de Merco
en Moscú de representante de Mercasa, un hombre que hundió a
Merco; por ejemplo. Y si quiere, citamos algunos más; podemos
hacer la relación cuando quiera y como quiera.

En definitiva, señor Ministro, con esta estructura, usted es
incapaz de enfrentarse a la nueva realidad. ¿Se acuerda de que
dijo que iban a pagar las ayudas a los grandes cultivos un
lunes? Lo dijo en la Comisión: El domingo no, porque es
fiesta; el lunes vamos a pagar las ayudas. No han llegado las
ayudas, señor Ministro, no ha pagado. Ha pasado un mes desde
aquella promesa; ha pasado un mes y no ha pagado. Por tanto,
esa gran superestructura, que nos cuesta mucho dinero, que nos
cuesta perder el tiempo, que cuesta que las comunidades
autónomas no puedan participar directamente en la ejecución de
la política agraria, que impide que el Ministerio se centre en
lo que tiene que centrarse, un gran elaborador de una
estrategia agraria de defensa de nuestros intereses en las
instituciones europeas y de coordinación de la aplicación de
esa política agraria en las comunidades autónomas. Usted y
ustedes han establecido un cuerpo intermedio que, como dice el
refrán (nunca mejor dicho hortelano), como el perro del
hortelano, ni se come la hierba, ni deja que se la coman.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ramírez.

Enmiendas del Grupo de Coalición Canaria.

Señor Olarte.




El señor OLARTE CULLEN: Señor Presidente, voy a dar por
reproducido el contenido de la justificación de nuestras
enmiendas, solicitando que se pasen a votación. Muchas
gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Olarte.

Turno en contra. (Pausa.) Por el Grupo Socialista, tiene la
palabra el señor Torres Sahuquillo.




El señor TORRES SAHUQUILLO: Gracias, señor Presidente.

Señorías, la intervención del señor Ministro me ahorra,
afortunadamente para mí, el tener que contestar a las
enmiendas de totalidad de los grupos parlamentarios que las
han presentado explicando cuáles son los objetivos del
presupuesto del Ministerio y las dotaciones, los dineros que
se allegan para el cumplimiento de esos objetivos. Por tanto,
no repetiré, como es obvio, se lo ahorraré a SS.SS., la
intervención del señor Ministro, y únicamente tendré que decir
a los grupos que las presentan que, con el bagaje que nos han
demostrado desde esta tribuna, a la única conclusión que
podemos llegar es a que alternativas de verdad al presupuesto
de la Sección 21, no existen. Y yo espero que algunos tengan
hasta la vergüenza torera de salir aquí a decir que no las
tienen, porque si las tienen, no las explican, y si las
tuvieran, les rogaría que salieran aquí y las explicaran.

Entro a dirigirme a ustedes, señores del Grupo Popular. El año
pasado ustedes se enfadaron conmigo porque les dije que me
daba miedo que llegaran ustedes a gobernar; se enfadaron
conmigo porque probablemente yo fui poco afortunado en mi
expresión. Yo no hablaba de miedo o no quería yo hablar de
miedo. Yo no siento miedo, pero sí preocupación; preocupación,
sí. ¿Saben por qué? Entre otras cosas, porque, el año pasado,
su portavoz decía en la prensa --esa prensa que él cita, pero
no enseña, y yo, sí-- que iban a proponer la reestructuración
de 55.400 millones del presupuesto de Agricultura. Pero
realmente tampoco era cierto lo que decía, porque en realidad
reestructurar, reestructuraban unos 20.000 y el resto, hasta
casi 30.000, decían que los sacaban de la privatización de las
empresas públicas afectas al sector de la agricultura.

Vendiéndolas, de ahí sacaremos el dinero para allegar casi
30.000 millones de recursos al sector. ¿Y saben ustedes lo que
pasó en realidad? Que el portavoz de su Grupo Parlamentario
firmó, presentó y defendió aquí una enmienda, ese mismo año, a
la disposición adicional (nueva), la enmienda 409 del Grupo
Parlamentario Popular, donde decía que había que privatizar
las empresas públicas, pero que el dinero que se sacara no iba
a ir al sector agrario, iba a ir a financiar la deuda pública.

Esa es la realidad. Por tanto, el año pasado hicieron ustedes
un discurso que no conduce a nada y este año han vuelto a
repetirlo. Esto parece la política del loro: todos los años
oímos lo mismo. Y el señor Ramírez me dice a mí: y ustedes nos
contestan lo mismo. ¿Y qué quiere que les digamos si todos los
años hacen lo mismo? Nuestro problema es que no vemos una
alternativa y yo creo que el campo tampoco la ve, señor
Ramírez.

¿Usted sabe, señor Ramírez, lo que es el Sicop? Yo se lo
explico. Es el órgano de control presupuestario del Ministerio
de Hacienda, el cual, mes a mes, día a día, va controlando la
ejecución del presupuesto. Con todos los informes que hay del
Sicop --con todos; pida usted los que quiera--, se demuestra
que si hiciéramos



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caso a sus enmiendas, quitando partidas de capítulo 1 y
capítulo 2, lo que año tras año vengo diciéndole, y hoy no lo
reiteraré mucho, es cierto: no podríamos pagar a los
funcionarios a final de año. Eso lo demuestran los informes
del Sicop, que no es un órgano político --recuerde usted--,
son funcionarios competentes y serios del Ministerio de
Hacienda. No me voy a entretener más en el tema, pero fíjense
ustedes la alternativa del Partido Popular. Con su enmienda
1555 no se podría pagar al personal del barco oceanográfico
Cornide de Saavedra, por ejemplo, y si ha aumentado esta
partida es porque se ha metido en la Secretaría General de
Pesca Marítima, que no estaba. Si se estudiara el presupuesto
o al menos preguntaran ustedes en la Comisión, donde tienen la
preciada ventaja de preguntar lo que quieran a los altos
cargos del Ministerio, las cosas que no ven claras, lo
sabrían, pero no preguntan, no les interesa. (El señor
Hernández-Sito García-Blanco: ¡Que no mienta!--Rumores.) Por
ejemplo, con su enmienda 1563 no se podría pagar a los 25
nuevos inspectores de pesca; con la enmienda 1565 no se podría
comprar un barco para la vigilancia pesquera, cuya dotación
para este año, porque el pago es plurianual, son 530 millones
de pesetas; con la enmienda 1626, del Forppa... De ésta habló
usted en Comisión, pero hoy no ha dicho nada de esta enmienda,
porque la contestación que le di en Comisión no le gustó. (El
señor Hernández-Sito García-Blanco pronuncia palabras que no
se perciben.) ¡Ah! ¿Luego lo va a decir? Pues luego se lo voy
a volver a repetir. Decía S.S.: ¡Pero 318,2 millones de
pesetas en capítulo 2 en el Forppa, para 36 funcionarios --por
cierto, no es exacto ese número, es alguno más--: 10 millones
por funcionario! (Rumores.) Y resulta que usted no sabía, no
se enteró de que en esa partida hay 242 millones de pesetas
para pagar las ayudas al algodón. Si nosotros aceptáramos esa
enmienda suya, no habría ayudas al algodón en España.

(Rumores.--Protestas.--Varios señores Diputados pronuncian
palabras que no se perciben.)



El señor PRESIDENTE: Señor Torres Sahuquillo, un momento.

Silencio, señorías. (El señor Hernández-Sito García-Blanco
pronuncia palabras que no se perciben.)
¡Señor Hernández-Sito! (Pausa.)
Señor Torres, continúe.




El señor TORRES SAHUQUILLO: Gracias, señor Presidente.

Yo entiendo que les moleste. Pero no se enfaden conmigo,
enfádense con su portavoz, que hace estas propuestas. (Fuertes
protestas.) Conmigo no se enfaden ustedes, si yo les estoy
explicando por qué no las podemos aceptar. (Continúan las
protestas.--El señor Hernández-Sito García-Blanco pronuncia
palabras que no se perciben.)



El señor PRESIDENTE: Un momento, señor Torres.

Señor Hernández-Sito, S.S. no está en el debate, deje que...




El señor HERNANDEZ-SITO GARCIA-BLANCO: ¿Se dirige a mí? (Risas
y aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Señor Torres Sahuquillo, cuando quiera.




El señor TORRES SAHUQUILLO: Muchas gracias, señor Presidente.

Con su enmienda número 1627 no podríamos tampoco pagar las
compras de la PAC, porque ustedes se cargan 2.500 millones de
pesetas que paga el Forppa en intereses al Tesoro, de los
cuales 2.100 nos vuelven a revertir de la Unión Europea; no
solamente no podríamos pagar las ayudas de la PAC, es que
además perderíamos 2.100 millones de pesetas que nos revierten
de la Unión Europea, y es que ustedes juegan con las cosas de
comer, de verdad. (Risas y rumores.) Estudien ustedes un
poquito más el presupuesto, por favor; sólo les pido eso, y
desde luego salgan aquí a dar alternativas, que no las hemos
oído. (Un señor Diputado del Grupo Popular: ¡Y dale con la
alternativa!) Yo le ruego que salga quí, señor Ramírez, y nos
dé alguna alternativa. (El señor Gayarre Bermejo: Para que la
copies tú.)
Puestas así las cosas, como ustedes no aportan nada, yo no
tengo más remedio que decirles, señorías, que de la sequía ya
sabemos quiénes son responsables: son ustedes (Risas.); de la
sequía son responsable ustedes, porque de sequía se puede
calificar su alternativa (Rumores.), y en todo caso, de la
lluvia, que es el presupuesto, que es lo que va al sector,
será responsable el Gobierno y el Grupo Socialista: sequía por
lluvia. (Rumores.--El señor Núñez Pérez: Piove, porco
Governo.)
Señor Presidente, muy rápidamente paso a comentar las
enmiendas de los demás grupos. Lo primero que quiero decir es
que a la enmienda número 78, del señor Chiquillo, del Grupo
Mixto (Un señor Diputado: No está.), presentamos una enmienda
transaccional que destina 50 millones de pesetas, lo mismo que
él solicita en su enmienda, a una nueva línea para combatir la
tristeza del naranjo, siendo conscientes, como somos, de que
es una línea que recuperamos ahora y que, por recuperarla, es
una cantidad insuficiente. Somos conscientes de ello, no hace
falta que nos lo digan luego, ya lo decimos nosotros. Queremos
saber si el sector acepta de buen grado esta línea, si la ve
bien, si funciona bien; evidentemente nos preocuparemos de
dotarla, si así fuere, con más dinero. No podemos aceptar --y
lo lamento-- el resto de las enmiendas del señor Chiquillo. No
quiero ni puedo --seguramente no tengo tiempo-- extenderme más
sobre el asunto, y además él no está presente.

Respecto al Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per



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Catalunya, presentamos también una enmienda transaccional a la
número 803, a parques nacionales, dotando con un aumento de
150 millones de pesetas al superproyecto infraestructura y
ordenación de parques nacionales y otros espacios naturales
gestionados por el Icona. No haré más comentario sobre ella.

Espero que acepten las enmiendas transaccionales por
considerar --creo-- que es una mejora sobre lo que existe y,
por tanto, no hago más hincapié en ellas. Quiero decir al
Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, globalmente
hablando, porque casi no dispongo de tiempo, que no podemos
aceptar el resto de sus enmiendas porque cuando las ciñen a
parques naturales o parques nacionales concretos, pensamos que
están suficientemente bien dotados con los presupuestos del
organismo; porque cuando ustedes piden para zonas
catastróficas, debo decirles que no es necesario que figure en
presupuestos para zonas catastróficas concretas dinero alguno
porque las zonas catastróficas se declaran por decreto y se
allegan recursos excepcionales a esos decretos para atender
esas zonas; por tanto, no hace falta que figuren aquí, y que,
en concreto, ustedes nos llegan a pedir incluso que el MAPA
pague un informe de impacto ambiental sobre un puente de una
carretera regional, que es competencia de una comunidad
autónoma, y lo sentimos, pero que pague el estudio de impacto
ambiental la Administración competente, que es una comunidad
autónoma; no lo puede ser el Ministerio de Agricultura.

Respecto al Partido Nacionalista Vasco, aunque su portavoz,
por problemas personales ha tenido que ausentarse, quiero
decirle muy brevemente que estamos de acuerdo en la filosofía
que nos solicita de traspaso del instrumento pagador de las
ayudas del Feoga a las comunidades autónomas. El Ministerio,
como ya vimos en Comisión, está negociando con todas las
comunidades autónomas ese traspaso, que a lo largo de 1995
esperamos que se produzca y que no cree más problemas.

En cuanto a la inclusión del bacalao en la línea de
indemnización compensatoria que solicita, quiero decirle que
no lo podemos aceptar porque el bacalao no está incluido en
ninguna línea de ayuda comunitaria. Lo que en el presupuesto
figura son las ayudas a las líneas existentes en la Comunidad
Económica Europea --el bacalao no está-- y lo que no podemos
hacer, señorías, es crear nosotros una línea exclusivamente
nacional para el bacalao.

Respecto al resto de sus enmiendas, le diré que no podemos
aceptarlas, por cuanto las transferencias que solicita a las
comunidades autónomas van por otra vía distinta.

Respecto al Grupo de Coalición Canaria, yo entregué el otro
día al señor Mauricio un informe sobre lo programas operativos
que afectan a Canarias, informe hecho de común acuerdo entre
el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la
Consejería de Agricultura del Gobierno canario. Yo creo que en
cuanto a la preocupación que su Grupo tiene respecto al
tomate, al plátano y a las flores y plantas ornamentales
quedan, a mi juicio, suficientemente resguardadas, por cuanto
se solicitan ayudas cuantiosas para la reestructuración de
estos productos en esos programas operativos que están
pendientes de aprobación por la Comisión. Espero que esto
satisfaga a su Grupo y que vean que efectivamente el Grupo
Socialista, el Ministerio, el Gobierno, sí ha tenido
sensibilidad hacia esos productos y hacia Canarias y que, por
tanto, voten ustedes favorablemente la Sección 21.

Muchas gracias, señor Presidente. (Varios señores Diputados,
¡Muy bien! ¡Muy bien!)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Torres Sahuquillo.

Tiene la palabra la señora Rivadulla.




La señora RIVADULLA GRACIA: Señor Presidente, con toda la
simpatía y aprecio que sabe que me merece el señor Torres
Sahuquillo, querría decirle que ha hecho trampa, porque está
haciendo recaer sobre la oposición responsabilidad que de
entrada corresponde al Gobierno. El Gobierno presenta unos
presupuestos, nosotros hemos hecho una enmienda de devolución
y hemos argumentado políticamente por qué creemos que estos
presupuestos no se ajustan a las necesidades del sector, y en
este sentido después aportamos otras enmiendas parciales que
creemos que mejorarían el proyecto.

Hace trampa el señor Torres Sahuquillo, porque también
entiendo yo que el Ministerio viene haciendo durante años, por
lo menos desde que yo estoy, una política continuista, que va
repitiendo año tras año: unas partidas bajan y otras suben;
este año hay algunas que bajan bastante y en eso se han basado
nuestras enmiendas parciales. Es una política continuista en
la que hechamos en falta realmente una valoración política de
hacia dónde va el sector agrario y en qué medida los recursos
que aportamos cada año el conjunto de los ciudadanos están
sirviendo para la modernización efectiva del sector. En ese
sentido, nosotros pedimos, como ha dicho anteriormente mi
compañero de Grupo Parlamentario Diego López Garrido, que el
presupuesto, aparte de números, indique también una valoración
política de si el dinero, el gasto, se corresponde a las
necesidades de cada servicio, de cada sector y de cada
programa. Deberíamos hacer una evaluación de cómo se ha ido
modernizando el sector, cómo se ha ido rejuveneciendo, si es
que lo ha hecho, en qué medida --desde el punto de vista de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya esto es muy
importante-- la empresa cooperativa se ha fortalecido o si,
por el contrario, se ha venido abajo en los últimos años; en
qué medida el agricultor participa en el valor añadido,



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¿eso se ha incrementado o no? ¿El esfuerzo presupuestario que
hemos hecho se corresponde con el nivel de lo alcanzado? Eso
es lo que estamos pidiendo del Ministerio de Agricultura,
datos económicos, pero con una valoración política para que
sepamos, para que los ciudadanos sepan, adónde vamos. Termino
ya, En relación con la enmienda transaccional que presenta el
señor Torres Sahuquillo, referida a parques nacionales, como
no podía ser menos, la aceptamos. Está muy por debajo de lo
que habíamo solicitado. Son 150 millones de pesetas, que
bienvenidos sean y que sirvan para una mejor ordenación de los
parques nacionales, que falta nos hace.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Rivadulla.

Señor Ramírez.




El señor RAMIREZ GONZALEZ: Señor Presidente, señor Torres,
visto que su Ministro no ha querido participar en un segundo
debate, y a la vista del estricto papel que le han
confeccionado a usted en el Ministerio de Agricultura, que le
ha impedido entrar en el fondo de la cuestión, vamos incluso a
contestar a algunas cosas que usted ha dicho, porque no hay
peor ciego que el que no quiere ver ni peor sordo que el que
no quiere oír.

Señor Torres, 150 enmiendas del Grupo Parlamentario Popular
reducían los gastos superfluos del Ministerio de Agricultura
en 27.000 millones de pesetas, gastos que consideramos
absolutamente superfluos y no justificados, aunque usted haya
intentado justificar algunos, pero tengo que decirle que con
la información que le han dado, le han engañado.

Cuando yo critiqué el capítulo 2 del Forppa diciendo que era
una barbaridad y usted dijo que eso era para la subvención del
algodón, no es para la subvención del algodón, señor Torres.

Hay 240 millones de pesetas que son para la empresa que
contrata el Senpa, no el Forppa, con dinero del Forppa, para
fiscalizar la aplicación de la política agraria del algodón,
amén de 70 funcionarios del Senpa (El señor Torres Sahuquillo,
hace signos negativos.) Sí, señor Torres, busque usted ese
dato. Y mi Grupo Parlamentario lo que quiere es que, en vez de
contratar a una empresa, eso lo hagan los funcionarios del
Senpa, que están mano sobre mano en el territorio. Por tanto,
compruebe ese dato, 240 millones de pesetas de contratación.

Además, señor Torres, nosotros no queremos espectáculos como
el que se recoge, por ejemplo, en este Boletín de las
Comunidades Económicas Europeas del 11 de febrero de 1993,
lista de organismos encargados por cada Estado miembro para el
control de la calidad de frutas y hortalizas en fresco. Total
de la Comunidad: 96 organismos. Total de España: 69. Hay un
total de 69 organismos de un total de 96 señor Torres. ¿Quiere
que le lea la lista? Todo se duplica. Todos tenemos
organismos. Alemania, por ejemplo, que es un Estado federal,
tiene un solo organismo; Italia, un gran Estado exportador de
frutas y hortalizas, dos organismos; Inglaterra, con una
estructura federal, tres organismos. España, 69 organismos
haciendo lo mismo, señor Torres, Léaselo. Boletín de las
Comunidades Europeas, 11 de febrero de 1993. Se ilustrará.

Cuando decimos que hay gastos que no comprendemos, estudios y
encargos que no tienen justificación, encontramos en los
objetivos del Ministerio: realizar el catastro oleícola.

Preguntamos: ¿Qué es esto? ¿Por qué no vienen lo gastos y
vienen los objetivos? Y nos contestan con una perla
administrativa: Es dinero que se detrae a los agricultores
para hacer un catastro que tiene que tener carácter reservado,
no lo hemos sacado a concurso y se lo hemos entregado a la
empresa pública Tragsa, y es un gasto extrapresupuestario.

¿Qué es eso de un gasto extrapresupuestario? ¿Por qué le
entregan a Tragsa el oleícola y al señor Sarasola el
vitivinícola? ¿Es que no es reservado también el vitinícola,
señor Torres? El oleícola se lo encargan a una empresa pública
y el vitivinícola a una empresa privada, que, por cierto, no
lo ha terminado, y llevamos seis años haciendo el catastro
vitivinícola. El año que viene posiblemente puede haber una
reforma trascendental en España del sector vitivinícola y no
tenemos el catastro que está haciendo la empresa del señor
Sarasola hace seis años. ¿Ese no es privado? ¿Ese no es
reservado? ¿El oleícola sí que es reservado y, por tanto, lo
tiene que hacer una empresa pública?
Señor Torres, un presupuesto de 5.100 millones de pesetas para
estudio fuera del Ministerio ¿no le parece mucho estudio? ¿No
le parece mucho estudio para llegar a situaciones como, por
ejemplo, haberse presentado en su momento con unos datos de la
producción de leche absolutamente ajenos a la realidad
española, o haberse presentado en 1992 con una superficie de
grandes cultivos que no se corresponden con el potencial y la
realidad española y que ahora hay regiones que están pagando
las circunstancias como Castilla y León y que habrá que
revisar en 1995? ¿Para qué estamos estudiando? ¿Quién estudia?
¿Con qué objetivo? ¿Con qué fin? ¿De qué nos estamos lucrando
los agricultores españoles con los 5.100 millones de pesetas
que el Ministerio de Agricultura dedica a estudios fuera del
Ministerio, teniendo, como tiene este ministerio, una de las
mejores plantillas que se pueden encontar en la Administración
Pública española. Los cuerpos del Ministerio de Agricultura
español son históricamente uno de los mejores cuerpos con que
contaba la Administración española. Gastamos dinero, y no se
justifica. En nuestras alternativas, señor Torres, si se las
lee, decimos que los trabajos se hagan en el Ministerio, con
las plantillas del Ministerio, se hagan con la
confidencialidad que necesitan algunos trabajos. ¿Por qué es
más confidencial



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Tragsa que los empleados del Senpa y que los empleados de las
Cámaras Agrarias? ¿Qué garantía tenemos de que un laboral de
Tragsa no salga con esa información fuera de la empresa
pública? ¿Qué garantía tenemos de que el señor Sarasola no
filtre los datos del catastro vitivinícola?
Por tanto, señor Torres, estudie nuestras alternativas. Hay
30.000 millones de pesetas que destinamos a otras cuestiones:
modernizar, mejorar la infraestructura, aplicar la política
agraria, las medidas de acompañamiento, dotar a ENESA con
dinero. Nos dice el señor Ministro: es que llevamos 2.000
millones de pesetas más para ENESA, para política de seguros.

Señor Ministro, diga la verdad. ¿Cuánto debe Agroseguros?
¿Cuánto debe de primas, de siniestros que los agricultores han
sufrido y no han cobrado? Cerca de 9.000 millones de pesetas.

Por tanto, el aumento de este año, señor Torres, mínimamente
va a atender el 20 por ciento de lo que se le debe al sector
de siniestros sucedidos, de circunstancias que han destruido
la cosecha de los agricultores, y no han podido cobrar.




El señor PRESIDENTE: Señor Ramírez, le ruego concluya.




El señor RAMIREZ GONZALEZ: Voy a terminar, señor Presidente.

Nos dice el señor Ministro: apostamos por la agroindustria,
hacemos un presupuesto el 50 por ciento más alto que el del
año pasado. ¡Para pagar la deuda! ¿Cuándo tenemos que creerle,
señor Atienza, cuando dice usted ahora esto, o cuando el año
pasado el ya cesado Secretario General de Alimentación, Díaz
Yubero, decía a la Cámara --«Diario de Sesiones»
correspondiente al 15 de octubre de 1993-- textualmente: El
presupuesto del año próximo --por 1994-- nos va a permitir
solucionar totalmente los numerosos expedientes pendientes?
Eso lo decía el Secretario de Alimentación, porque entendía
que con 8.917 millones de pesetas iba a atender la deuda que
se había producido en el sector. Y nosotros este año, con
13.000 millones de pesetas, no nos creemos tampoco que se vaya
a rescindir la deuda con el sector. Por eso metemos más dinero
en el sector agroindustrial, porque no nos creemos las
falacias de la propaganda socialista. Por tanto, señor Torres,
dedique un tiempo a estudiar nuestras alternativas. No se fíe
de los papeles que le mandan del Ministerio de Agricultura,
porque le engañan, como en el caso del Forppa, y considere que
ese Ministerio no puede tener 10.000 millones de pesetas de
gastos superfluos: estudios, arrendamientos, mayores primas de
productividad; etcétera; 10.000 millones de pesetas que no
tienen ninguna justificación y que están necesitando los
agricultores y pescadores españoles. (Varios señores
Diputados: ¡Muy bien!). Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ramírez.

El señor Mardones tiene la palabra.




El señor MARDONES SEVILLA: Para agradecer, en nombre de
Coalición Canaria, la respuesta que ha dado el portavoz
socialista a nuestras tres enmiendas, la 471, 472 y 473.

Debo decir únicamente que, efectivamente, estoy de acuerdo con
la referencia que ha hecho al programa operativo para el
desarrollo rural hecho entre la Consejería de Agricultura del
Gobierno autónomo canario y el Ministerio de Agricultura del
Gobierno de la nación. No obstante, tengo que señalar que hay
un compromiso adquirido a través de la Ley 19/1994, la Ley de
Régimen Económico y Fiscal de Canarias, que hace imperativo
tratar de alcanzar un acuerdo entre ambos Gobiernos (el
autónomo y el Central) para la modernización de explotaciones
con vistas a la productividad, por cuya razón nosotros,
entendiendo que hay una vía de financiación por el Feoga a
través de los presupuestos con la Unión Europea, pensamos que
hay que mantener lo que dice la disposición adicional segunda
de la Ley de Regimen Económico Fiscal de Canarias, de
establecer entre ambas administraciones un plan de ayuda a las
estructuras productivas con vistas a la garantía de tener la
productividad asegurada en el campo de las producciones
hortofrutícolas canarias. Por esa razón y por este punto
testimonial, nosotros vamos a mantener para votación las tres
enmiendas presentadas por Coalición Canaria, pero con vistas a
encontrar la fórmula final de salida.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mardones.

El señor Torres Sahuquillo tiene la palabra. (Rumores.)



El señor TORRES SAHUQUILLO: Gracias, señor Presidente.

No se preocupen que no va a pasar nada.

Yo tengo aquí el «Diario de Sesiones» de la Comisión de
Presupuestos, y cuando el señor Ramírez pregunta sobre el
registro oleícola lo que dice es más o menos lo que dice hoy
aquí: «¿Sabe lo que nos contestan?: que se lo están detrayendo
a los agricultores de la ayuda que tienen a la producción de
aceite de oliva y que no figura en el presupuesto porque es un
gasto extrapresupuestario». Usted dice eso y no dice más. Y no
diciendo más, señor Ramírez, usted se está pareciendo a otro
señor Ramírez que yo conozco (Un señor Diputado: «Pedro J.»),
porque dice las cosas a medias. Usted ha leído un párrafo --lo
tengo aquí-- de la contestación que le dio el Ministerio, pero
ha leído usted la mitad sólo, señorías. Ahora les voy a leer
el párrafo entero: «Se trata, por tanto, de una actuación
nacional, de carácter extrapresupuestario, recogida en los
presupuestos de



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gastos del organismo pagador del Feoga-garantía, Senpa».

Señoría, aquí está. Recogida en el presupuesto de gastos del
Senpa no es un gasto extrapresupuestario. Yo puedo estar de
acuerdo con usted en que quien escribió lo de
extrapresupuestario no fue muy afortunado, puedo estar de
acuerdo en eso, pero usted lee las cosas a medias y en eso da
la sensación de que se parece a otro. Por tanto, aténgase a
las consecuencias de lo que dice. Sobre el Forppa. ¿Saben
ustedes lo que dijo del Forppa? ¿A que se acuerdan porque
algunos de ustedes estaban allí? «¡Qué barbaridad, 10 millones
de pesetas por funcionario!» No habló usted de empresas del
algodón, no. ¿Se apuesta algo? (Risas.) La tengo aquí y la leo
¿eh? No habló de eso: 10 millones de pesetas. Como no se lo
había estudiado y le demostré que no lo sabía, usted ha
pensado: ya no se lo puedo decir otra vez, porque ya me ha
cogido una. Ahora voy a ver como de doy la vuelta. Y así
estamos, y esto es un lenguaje estéril, señor Ramírez. Lo
único que le pido honradamente es que venga aquí y nos diga:
Nosotros proponemos para el sector todas estas cosas, y todas
estas cosas están en contraposición con las que proponen
ustedes. Porque las nuestras están muy claras, están escritas,
con dinero puesto, con objetivos. ¿Dónde están las suyas?
Se queja, y en esto enlazo con la intervención de la señora
Rivadulla, de que hago trampa cuando le pido una alternativa.

No, señora Rivadulla, no señor Ramírez, yo les exijo una
alternativa, no se la pido (Rumores.) yo les exijo una
alternativa. Claro, es que venir aquí y decir: que se devuelva
al Gobierno porque no me gusta... eso lo sabe hacer
cualquiera. Comprendo que el señor Chiquillo, con los medios
que tiene, porque es un Grupo muy reducido, no pueda presentar
una alternativa completa. A lo mejor Izquierda Unida tiene
algunas dificultades, porque tampoco es un Grupo muy grande, y
lo puedo aceptar de buen grado, pero si ustedes no son
capaces... olvídense, ¿eh?, si ustedes no son capaces, ¿qué
pintamos aquí? Si ustedes no son capaces..., lo siento.

(Rumores.) ¿Usted ha sumado las bajas y las altas que propone?
No las ha sumado, no, porque no lo ha dicho aquí. Yo sí se lo
voy a decir, porque las he sumado. Usted propone bajas por
43.369 millones de pesetas en el Ministerio y altas por 30.800
millones; es decir, hay 12.569 millones que no están, señor
Ramírez. (La señora De Palacio Valle-Lersundi: ¡La multa de la
leche!) Son 12.500 millones de pesetas que se pierden.

(Fuertes protestas.)



El señor PRESIDENTE: ¡Silencio Señorías!
¡Señora De Palacio!



El señor TORRES SAHUQUILLO: Pero, además --y con esto
terminaré--, como a usted le gustan tanto las perlas y los
papelitos, le voy a enseñar a usted dos papelitos más. Su
enmienda 1.066, a la disposición adicional (nueva) de estos
presupuestos de 1995, al articulado, no a la Sección, donde
vuelven ustedes a proponer que las empresas públicas del
sector se privaticen. ¡Tienen ustedes una fiebre privatizadora
que no veas! Ya no se ha atrevido a decirme este año que ese
dinero iría al sector, porque como el año pasado lo cogimos en
fuera de juego, este año hay que cambiar el discurso. Pero
siguen diciendo ustedes lo mismo que el año pasado; todos los
años igual.

Termino, señor Presidente. Su enmienda 1009, al anexo II del
articulado de los presupuestos para 1995, nada más y nada
menos que está pidiendo la supresión de un crédito ampliable
para Enesa, la entidad estatal de seguros agrarios, que parece
que tanto le preocupa a usted, crédito ampliable que si
hiciéramos caso a su enmienda --afortunadamente no se lo hemos
hecho-- no se podría pagar para compensación de seguros.

Esta, señoría, es la realidad de sus... propuestas... quiero
ser generoso y las voy a llamar así. Esta es la realidad, y
como es la realidad, lo siento mucho pero tengo que terminar
como lo hice antes: ustedes representan la sequía, señor
Ramírez; lo siento, ustedes representan la sequía. Nosotros,
otra cosa. (El señor Gayarre Bermejo: Vosotros, la
corrupción.)
Muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos y rumores.)
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Torres Sahuquillo.

(Rumores.) Silencio, señorías.

Concluido el debate de la Sección correspondiente al
Ministerio de Agricultura y sus organismos autónomos, pasamos
a debatir la Sección 20: Ministerio de Industria y Energía y
sus organismos autónomos.

Para la presentación del presupuesto de esta Sección, tiene la
palabra el señor Ministro de Industria y Energía.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Eguiagaray Ucelay):
Gracias, señor Presidente.

Señorías, voy a centrar la defensa de la Sección 20 de los
Presupuestos Generales del Estado para el año 1995 en torno a
dos ejes de razonamiento que me parece que son
complementarios. De un lado, he de declarar una vez más y sin
ambages que estamos ante un área importante, la de industria y
energía, de cara a la consolidación de la economía productiva,
el crecimiento del empleo y el mantenimiento de una senda de
competitividad, en un contexto de creciente
internacionalización y globalización. Sin duda alguna, ustedes
tienen y podrán tener muchísimas razones para criticar al
Gobierno y a este Ministro por muchas causas, pero, desde
luego, no por la tibieza en la propagación



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y en la defensa de este mensaje y en los esfuerzos
subsiguientes para convertirlo en realidad. De otro lado, el
Ministerio de Industria y Energía, no es un compartimento
estanco sino que, como no podía ser menos, es solidario con el
conjunto de las prioridades presupuestarias ya expuestas aquí
por el Ministro de Economía y Hacienda, así como con la
tendencia inexcusable de reducción del déficit público
recogido en el programa de convergencia.

En este sentido, si bien es cierto que el proyecto de
presupuesto consolidado del Ministerio de Industria y Energía
(esto es, Estado más organismos autónomos) crece muy
moderadamente (un 2,2 por ciento, en términos nominales,
respecto al ejercicio precedente), no es menos cierto que el
presupuesto de gastos en su conjunto lo hace sólo en un 3,6
por ciento, debiendo satisfacerse a la vez necesidades propias
e ineludibles del conjunto de la política económica que el
Gobierno quiere poner en marcha.

Asimismo, quiero poner énfasis en que este mismo nivel de
dotación presupuestaria es el que ha permitido que, en 1994,
se lleven a cabo las políticas activas previstas, haciendo
posible que la industria haya sido, desde el lado de la
oferta, como lo está siendo en este momento, el motor de la
recuperación. Aunque no es éste el momento, no puedo dejar de
apuntar la elocuencia de los principales indicadores de
coyuntura al respecto. El índice de producción industrial
señala un aumento del 6,3 por ciento en los ocho primeros
meses de este año respecto a igual período del año anterior,
la EPA y las altas en Seguridad Social indican una ruptura en
la destrucción del empleo industrial, mientras que el
indicador de clima industrial, que se elabora con la encuesta
de coyuntura industrial, ha subido 20 puntos, situándose en
los niveles que logró alcanzar en el año 1989.

Muy recientemente, concretamente el pasado 6 de octubre, tuve
ocasión de sostener, en la Comisión de Industria de esta
Cámara, un amplio debate sobre la política industrial, que
sirvió para actualizar y reexaminar, a la luz de la
experiencia de un año, los programas y medidas que lleva a
cabo mi Departamento en materia de política industrial a medio
plazo. Se trata ahora, por tanto, de caracterizar no todo el
conjunto de la política industrial en esta intervención que
forzosamente ha de ser breve, sino el presupuesto de la
Sección 20 cualitativamente; es decir, en qué medida
desarrolla dichas políticas. Muy sucintamente quiero recordar
que en aquella comparecencia a que he hecho referencia se
discutió el carácter activo de la política industrial, de
manera que favoreciera los factores de competitividad de la
empresa española dentro, claro está, del entramado
institucional de la Unión Europea. En el área de industria me
referí, principalmente, a determinados programas operativos
que, con carácter horizontal, deberían hacer posible la
implantación y desarrollo de dichos factores de
competitividad, entre los cuales cité y ahora repito el Plan
de Actuación Tecnológica Industrial (PATIII) para el período
1994-96, estructurado en varios subplanes de tecnologías de la
información y de las telecomunicaciones, tecnologías de la
producción, materiales, sector farmacéutico, biotecnología y
tecnologías químicas y plan de infraestructuras tecnológicas,
que todo él tiene por objeto la asimilación, por parte de la
industria, de las tecnologías avanzadas y del I+D en las
empresas, con toda una gama de instrumentos financieros y con
especial énfasis en la sustitución de las subvenciones, por la
vía del crédito, como mecanismo más eficiente. (El señor
Vicepresidente, Beviá Pastor, ocupa la Presidencia.)
En segundo lugar, el segundo Plan Nacional de Calidad 1994-97,
que mejora y desarrolla el plan anterior, sobre todo en lo que
se refiere al fortalecimiento y reconocimiento internacional
de la infraestructura de calidad; la implantación de sistemas
de gestión de la calidad y del medio ambiente en las empresas;
la promoción de la utilización de productos de calidad
demostrada y la potenciación de la formación e información en
calidad industrial. Se trata de una política alineada con las
nuevas directrices comunitarias de eliminación de barreras
técnicas, utilización de instrumentos de calidad, supresión de
reglamentos nacionales y normalización europea.

La política de seguridad industrial, diseñada en sus líneas
generales en la Ley de Industria e íntimamente ligada a la
anterior, está siendo también objeto de un importante
desarrollo, esta vez de acuerdo con las comunidades autónomas.

La política industrial medioambiental, cuya primera expresión
la ha constituido el Programa Industrial y Tecnológico
Medioambiental (PITMA I) para el período 1990-94, que ha
tenido una extraordinaria acogida y que va a ser continuado
con el nuevo PITMA II para el quinquenio 1995-99, destinado a
favorecer la modernización de la industria española desde el
punto de vista del medio ambiente, tomado éste como factor
estratégico y primando las acciones preventivas frente a las
de corrección y apoyando las actividades de I+D en el área
medioambiental.

Mencioné también el Plan de Promoción del Diseño Industrial
(PPDI), participado por el IPI, el Cedeti y el ICEX, a fin de
facilitar la incorporación de tecnologías de diseño al
conjunto de la industria, mejorar la capacidad de absorción e
innovación de las pymes en este campo y favorecer la difusión
y consolidación de un modelo diferenciado de diseño español.

Finalmente y no lo menos importante, la iniciativa pyme,
aprobada, como sin duda recuerdan, en la conferencia sectorial
de 3 de abril y por el Consejo de Ministros de 6 de mayo, que
plantea mejorar la organización y la coordinación de las
diferentes administraciones



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públicas en este campo, orientando las medidas de apoyo hacia
acciones más eficaces mediante programas y subprogramas de
coordinación empresarial, formación, apoyo al producto
industrial, apoyo a la financiación, y apoyo a las redes
territoriales financieras y tecnológicas.




Sección 20
Asimismo, me referí a otro tipo de actuaciones que se llevan a
cabo por mi Departamento, que son las relativas
específicamente a sectores como el sector siderúrgico,
mediante los planes de Sidenor y de la Corporación de la
Siderurgia Integral; el sector naval; el sector del automóvil,
mediante los diferentes planes Renove; el sector de vehículos
industriales, mediante el plan Renove industrial; el Plan de
investigación y desarrollo en el sector aeronáutico o el plan
de actuación en el sector textil, como consecuencia de la
iniciativa Retex, un plan de competitividad del sector textil
y de la confección de gran envergadura que contempla
actuaciones en los campos de gestión integrada, procesos,
nuevos materiales y productos, diagnosis, diseño y formación.

En el área de la energía, tuvimos también ocasión de debatir
diferentes cuestiones como la transparencia y el avance de los
mecanismos de competencia en el sector petrolero; la
consolidación de grupos empresariales fuertes y competitivos
en el mercado único, en los sectores eléctrico, del gas y del
petróleo; el futuro plan nacional de la minería del carbón,
derivado de las orientaciones comunitarias y los programas y
actuaciones derivados del Plan Energético Nacional destinados
a la mejora del servicio y al fomento de la eficiencia
energética, destacando el plan de ahorro y eficiencia
energética que se instrumenta a través de cuatro áreas de
actuación: ahorro, cogeneración, sustitución y energías
renovables.

Llegados a este punto, considero que es el momento de hacer un
análisis por capítulos y partidas que nos deje comprobar si
efectivamente este presupuesto nos va a permitir llevar a cabo
durante el ejercicio de 1995 los planes y actuaciones que, de
una manera esquemática acabo de reseñar y que componen una
buena parte de la política industrial activa, a medio plazo,
de mi Departamento. Por capítulos, las variaciones son poco
significativas, a excepción del capítulo 7, transferencias de
capital. Los decrementos, esto es las reducciones, en el
capítulo 1, de gastos de personal, y en el 2, gastos en bienes
y servicios, se deben a la consolidación, en el presupuesto de
1995, de las transferencias efectuadas en el año 1994 al
Ministerio de Comercio y Turismo y a las comunidades autónomas
de Castilla-La Mancha y Baleares. La primera, derivada de la
nueva organización administrativa ministerial y, la segunda,
derivada también de la asunción de competencias por estas
comunidades autónomas. La disminución en el capítulo 4, de
transferencias corrientes, por importe de 1.839, 6 millones de
pesetas se debe --quiero aclararlo-- a la desaparición de las
transferencias al ICO en cumplimiento de acuerdo FESA-Enfersa,
precisamente por importe de 1.900 millones de pesetas.

Por el contrario, y éstas son las principales novedades, se
produce un incremento significativo, que va en la línea de lo
que les acabo de describir, del capítulo 7, transferencias de
capital, que obedece al aumento de las consignaciones para el
Plan de Actuación Tecnológico Industrial, por un importe de
11.425 millones de pesetas más, incluyendo en él las
aportaciones previstas para el acuerdo con el sector de
automoción, las nuevas aportaciones dirigidas a hacer más
potente el PITMA en vigor, por importe de 2.612 millones de
pesetas; el plan Renove industrial, por 3.000 millones de
pesetas adicionales, y las transferencias de capital al
Instituto de la Mediana y Pequeña Industria (IMPI), por
importe de 3.699 millones de pesetas más, aumentos todos ellos
que se ven compensados con disminuciones en primas a la
construcción naval --dado que las estimaciones de la demanda
así lo permiten-- y los planes de reconversión y
reindustrialización, que lógicamente van perdiendo peso.

El análisis por programas del presupuesto refleja un
incremento sustancial de aquellos que acentúan los programas
activos del propio Departamento, fundamentalmente los
dirigidos a la investigación y desarrollo tecnológico, a la
competitividad de la empresa industrial, al apoyo a la pequeña
y mediana empresa y también en parte, a la formación de
personal en el ámbito organizativo e industrial, junto con los
nuevos desarrollos derivados de la intensificación de las
acciones en materia energética dirigidas a la cogeneración,
ahorro energético, eficiencia energética e investigación, de
nuevo, en este campo. Sin duda no me corresponde --puesto que
ustedes se lo han estudiado con detalle-- hacer una
pormenorización más importante. Quiero terminar esta brevísima
presentación diciéndoles que en el marco de la política
presupuestaria global, el presupuesto de esta Sección, junto
al esfuerzo de austeridad que reclama, es compatible con la
política activa en materia industrial que he venido
preconizando y que, repito, seguiremos preconizando desde el
Ministerio y, en general, desde el Gobierno.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Muchas gracias, señor
Ministro. Para la defensa de las enmiendas a la Sección 20, en
nombre del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya, tiene la palabra el señor García Fonseca.




El señor GARCIA FONSECA: Señor Presidente, señoras



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y señores Diputados, señor Ministro, a estas alturas del
debate presupuestario que, obviamente no ha comenzado y ni
siquiera termina hoy, hay que echarle moral o voluntad
política para salir aquí a defender cualquier tipo de
enmienda. Uno obligadamente tiene la sensación de estar
cumpliendo con un ritual sin ningún sentido práctico en la
medida en que ya está todo atado y bien atado incluso antes de
que comenzara este debate en el Congreso. Prácticamente se ha
elaborado todo este presupuesto previamente al debate
parlamentario. Repito, a estas alturas el debate podrá ser más
aburrido que de costumbre pero, en todo caso, mucho más inútil
que cualquier otro.

Con estos prolegómenos, que yo creo que denotan con claridad
el estado del espíritu no sólo de quien les habla sino de
todos ustedes, quiero decirle al señor Ministro que me
bastaría con remitirme a lo dicho hace un año en relación con
el presupuesto de industria y les ahorraría palabras, tiempo y
aburrimiento a sus señorías. Efectivamente --el señor Ministro
lo ha reconocido de alguna manera--, éste es un presupuesto
que en algunos casos es una fotocopia del del año pasado, en
la mayor parte de su contenido literario e incluso numérico es
una fotocopia en la que únicamente se cambian los tiempos de
los verbos y las cifras se alteran muy poco, ni tan siguiera
la distribución de las mismas. Señor Ministro, voy a
reconocerle que usted, efectivamente, quiere hacer una
política industrial activa, pero cada vez le va a resultar más
dificil, señor Ministro, convencer a mi Grupo, a este Diputado
de que usted pueda hacerla. Con estos Presupuestos usted no
puede hacer política industrial, ni activa ni pasiva. Estos
presupuestos se repiten año tras año, y si hay alguna
modificación es precisamente en sentido negativo, es decir, a
la baja. Voy a hacer unas referencias muy sucintas sobre los
números y concluiré mi intervención con unas consideraciones
finales.

Este presupuesto, en términos reales, baja en relación con el
del año pasado. La subida en pesetas nominales, en pesetas
corrientes, es del 2,18, ni siquiera llega al 2,2 que decía
usted. Si aplica el índice de inflación, baja, pero en
relación con el de 1993, baja en términos nominales y en
términos reales. En relación con 1992, todavía baja más tanto
en términos reales como incluso en términos nominales. Es
decir, en muchos casos es una fotocopia devaluada de los
Presupuestos de los años anteriores. Y con estos Presupuestos,
señor Ministro, tanto por su cantidad y contenido como por su
distribución, no es posible hacer una política industrial
seria en este país, lo cual justifica una vez más algo que es
bastante obvio: que la política industrial en este país es un
simple apéndice de la política general, de la macropolítica --
como se la quiera llamar--, y que el Ministerio que usted
dirige, sea cual sea la personalidad política que usted
tenga --no tengo ningún inconveniente en reconocerlo--, puede
ser muy fuerte, incluso dentro de su Grupo y de su Gobierno.

Usted ha cambiado de discurso, se lo he dicho en varias
ocasiones. El señor Solchaga cuando era Ministro de Industria
y, posteriormente, cuando era realmente el que hacía la
política general e industrial de este país decía aquello, tan
repetido, de que la mejor política industrial es la que no
existe. Usted dice que no, que hay que hacer política
industrial activa. El señor Aranzadi, su predecesor inmediato,
decía que eso de hacer políticas sectoriales era volver a la
época de López Rodó, y se lo repitió a este Diputado en unas
cuantas ocasiones. Usted ya no dice esas barbaridades, tampoco
lo contradice, busca una salida oblicua y dice que ni
políticas sólo sectoriales ni políticas sólo horizontales,
sino que hay que hacer políticas oblicuas.

Repito, señor Ministro, en la práctica, con estos presupuestos
no es posible hacer ninguna política industrial activa, porque
la política que la rige, que la marca, que está en el fondo,
sigue siendo la de antes, la de siempre, la que ustedes, una y
otra vez, se empecinan en llevar adelante. La competitividad,
el leitmotiv, el núcleo de su política, reside en que en los
sectores industriales maduros, etcétera, hay reconversión, que
consiste en reducir capacidad productiva y mano de obra,
empleo. En general, la competitividad la entienden ustedes
como un ajuste duro de salarios y de las condiciones
laborales, flexibilidad y toda esa monserga.

No me resisto, señor Ministro, señoras y señores Diputados, a
pesar del aburrimiento que yo mismo reconocía y anticipaba --
me refiero fundamentalmente a los señores del Grupo
Socialista--, a citarles una frase de alguien muy próximo a
sus filas, don José María Zufiaur quien, hablando de la
competitividad --la competitividad de ustedes--, dice: La
competitividad ha pasado de ser un concepto empresarial a
convertirse en una ideología, casi en una religión, que tiene
sus propios dogmas, liberalización, desregulación,
privatización, y pone en cuestión lo que aún queda de vínculos
no mercantiles entre las personas, lamina las solidaridades y
expulsa a las gentes del trabajo. Abundando no solamente en
los aspectos negativos sino en los contradictorios, casi
esperpénticos, sigue señalando: En la propia Unión Europea, la
competitividad llega al absurdo al ser los intercambios
comerciales mayoritariamente intracomunitarios y no haber
coordinación real de sus políticas. Cada país trata de ganar
parcelas de mercado en detrimento del empleo de sus vecinos.

Conforme aumenta la competitividad, disminuye el empleo.

Señor Ministro, algunos datos en este sentido, que completan
el panorama recién esbozado, al que usted se agarra, de una
cierta recuperación económica e industrial de nuestro país.

En primer lugar, nuestro déficit comercial sigue siendo el
mayor de la OCDE en términos relativos y el segundo en
términos absolutos, de tal forma que supuso



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el 50 por ciento del déficit de toda la Comunidad. Segundo
dato, la utilización de nuestra capacidad productiva
industrial, señor Ministro, está cuatro puntos porcentuales
por debajo de la media comunitaria. Respecto a la tasa de
inversión industrial, señor Ministro, únicamente están por
debajo de nosotros Francia y Portugal.

Señor Ministro, éstos son datos reales que van al meollo, a lo
profundo, de cuál es nuestro tejido productivo y nuestro
tejido industrial y cuál es el resultado, en última instancia,
de esa política de reconversión que, en vez de talar el árbol
para fortalecerlo, simplemente lo ha tronchado y cortado por
lo sano. Resulta que todos los sectores reconvertidos, todos
ellos, están hoy con las mismas problemáticas y necesidades de
nuevas reconversiones. Si cogemos el sector naval, si cogemos
la siderurgia, si cogemos la minería, los fertilizantes, el
sector textil, la propia industria del automóvil, todos ellos
son sectores que están necesitando de nuevas reconversiones.

Señor Ministro, señoras y señores Diputados, señores del Grupo
Socialista, ustedes han seguido aquella viejísima teoría de
que los sectores maduros hay que abandonarlos, cuando resulta
que ya entre sus filas hay teóricos muchos más clarividentes -
-cito, por ejemplo, al señor Castell, al señor Segura y a
otros muchos-- que les dicen que no hay sectores maduros o no
maduros, que lo que hay son empresas caducas o competitivas.

Los sectores que para ustedes han sido maduros y han dejado
prácticamente abandonados o, en todo caso, han seguido una
política de duro ajuste en la línea de reconversión y de
reducción, son precisamente los sectores que en los países más
industrializados y más avanzados siguen siendo potentes y
rentables. Aunque el tiempo está pasando (Un señor Diputado:
Se ha pasado ya.) y no tiene demasiado sentido abundar en un
debate que hemos mantenido en muchas ocasiones y que en este
caso no va a tener ninguna repercusión concreta, no quiero
dejar de aludir a dos aspectos muy brevemente.

Señor Ministro, el sector público. Por una parte, se oye entre
ustedes acusar a los señores de la derecha que su política se
basa fundamentalmente en privatizar. Los señores con los que
están ustedes hablando físicamente son los más privatizadores
de esta Cámara. Cuando hablan de privatizar, los señores de
Grupo Catalán (Convergència i Unió), sus aliados, su fiel
infantería en este caso, ¿qué es lo que quieren privatizar,
señor Ministro? Dicen que el sector público no es rentable,
que no es competitivo y claro. Uno deduciría que lo que
quieren privatizar son las empresas no rentables. Quieren
privatizar Hunosa, quieren privatizar el sector naval, quieren
privatizar las partes no rentables de Ensidesa, etcétera. ¿Es
eso señores de Convergència i Unió lo que ustedes quieren
privatizar? Porque ahí contarán con el voto de mi Grupo.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señor García Fonseca,
vaya terminando, por favor.




El señor GARCIA FONSECA: ¿O quieren privatizar Endesa,
Argentaria, Repsol, etcétera, precisamente las empresas más
rentables?
Señor Ministro, ustedes están haciendo esto. No sé si de buena
gana o empujados por sus socios, pero lo están haciendo. Y no
solamente hacen esto sino que, además, en las empresas donde
aun privatizando una parte ustedes siguen teniendo mayoría,
ponen de gestores, de presidentes, a los representantes de la
minoría privada. Si me pone cara de extrañeza, le voy a citar
solamente dos casos para no consumir más tiempo.

Ya le he hablado a usted en cantidad de ocasiones de uno de
los temas: Gas Natural-Enagas. ¿Quién es el presidente de una
empresa donde el sector público es claramente mayoritario?
Pues, precisamente, el señor Durán Farrell que algo tiene que
ver con los señores que le sustentan que tiene la minoría de
las acciones. Le pongo otro caso para que no se sientan
aludidos sólamente por un criterio geográfico: Endesa y
Sevilla. ¿Quién es el presidente de Sevillana, una empresa en
la cual Endesa tiene la inmensa mayoría de las acciones? El
Presidente es el señor Ybarra, ligado de alguna manera, que yo
sepa, con el Banco Bilbao Vizcaya, que tiene no más del seis
por ciento de las acciones. Y si pudiéramos seguir, que no voy
a continuar porque ahora ya es inútil... (Un señor Diputado:
¡Tiempo!)



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señor García Fonseca,
termine, por favor.




El señor GARCIA FONSECA: Si pudíeramos seguir creo que
quedarían más sobreabundantemente claras y explícitas las
razones y los motivos por los cuales mi Grupo, con toda razón,
dice que estos presupuesto no sirven para hacer una política
industrial en España y por eso piden su devolución.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor García
Fonseca. Para la defensa de las enmiendas del Grupo Popular,
tiene la palabra el señor Gamir.




El señor GAMIR CASARES: Señor Presidente, señorías, en nombre
del Grupo Parlamentario Popular voy a defender la enmienda de
devolución de los presupuestos en la Sección 20, las enmiendas
de devolución de programas, las enmiendas concretas, así como
las enmiendas a las disposiciones adicionales que forman parte
de la política presupuestaria industrial. Esta defensa va a
plantearse en cinco preguntas concretas, que me gustaría que
fueran contestadas una a una.

Como introducción a la primera pregunta, quiero destacar que
de cada 100 pesetas que se utilizan en la política



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presupuestaria industrial del presupuesto del próximo año
solamente 27 --y la cantidad es decreciente-- van al
Ministerio de Industria, «strictu sensu». Este Ministerio, que
es mas bien el de las empresas públicas industriales, dedica
la mayor parte de su presupuesto a la financiación de sus
déficit y de una manera muy especial, cada vez más de una
manera muy especial, a la subrogación o a la asunción de la
deuda de estas empresas. Se forma una especie de triángulo
maldito o de círculo vicioso continuo. Se les dice a las
empresas: Vamos a transferir más dinero, pero gestionarlo
meyor porque váis a tener menos dinero. Las empresas siguen
con déficit muy grandes y pasan a endeudarse de manera cada
vez más importante. El triángulo maldito o el círculo vicioso
se cierra haciéndose después el Gobierno cargo de la asunción
de la deuda. Les da igual. Es una manera de financiar a la
empresa pública, que es ineficiente, tiene déficit, etcétera.

Es una menera de que la manguera del Tesoro público llegue
hasta ella. No da igual. El Ministro ha dado instrucciones
para que disminuya el déficit. Precisamente así disminuye el
déficit, porque contablemente --y aquí hay un juego de manos--
y con esa forma y no con transferencias para subvencionar los
déficit, pasa directamente a deuda y no cuenta como déficit la
subrogación de la deuda pública.

Hago mi primera pregunta al señor Ministro o al señor portavoz
del Grupo Parlamentario Socialista. ¿Es o no cierto que con
esta manera de financiar las empresas públicas, con esta
especie de juego de manos contable se enmascara el déficit
total público?
Pasamos al segundo punto. En una de las enmiendas de adición
hemos propuesto un estatuto de la empresa pública que marcaría
los sectores, actividades, áreas, y que es necesario a la
empresa pública, que lo compartiría con el aluvión que tenemos
de empresas públicas y que de ahí saldría una política de
privatización y de mantenimiento del sector público, que la
privatización se haría por criterios de eficiencia y de
disminución, para que los resultados fueran a disminuir la
deuda pública.

Precisamente el señor Solbes declaró, no hace mucho, que había
habido una política de privatización importante por parte de
los gobiernos socialistas desde 1982 hasta la actualidad. Yo
presenté una pregunta diciendo que dijera cuántos, cuáles y,
sobre todo, qué se ha hecho con ese dinero. ¿Se ha «pulido»,
entre comillas, o ha pasado a la disminución de la deuda
pública? La semana que viene tendré que pedir amparo a la
Presidencia de la Cámara porque ha pasado ya el tiempo de
respuesta a la pregunta y no ha sido contestada. Pero no
quería referirme solo a esto. Quería profundizar en el tema
del estatuto de la empresa pública, para el que nuestra
enmienda plantea medidas de mejora de gestión, medidas de
control al respecto a parte de la política de privatización. Y
la pregunta es la siguiente: ¿Es o no cierto que existe una
contradicción entre la forma de votar el Grupo Parlamentario
Socialista sobre el estatuto de la empresa pública en unos y
otros momentos? Formulada más claramente, ¿es o no es cierto
que cuando el Grupo Parlamentario Socialista estaba en la
oposición, de manera contumaz y tenaz, votaba a favor de que
se elaborara un estatuto de la empresa pública. y desde que
está en el Gobierno el Grupo Parlamentario Socialista vota en
contra del estatuto de la empresa pública? ¿Por qué ese cambio
de decorado? ¿Por qué hoy no votan a favor del estatuto de la
empresa pública como hacían cuando estaban en la oposición?
Hay otras partidas que han crecido este año de manera muy
importante, que son las relacionadas con los organismos
autónomos. Respecto a las partidas relacionadas con los
organismos autónomos, hay una frase realmente interesante del
Subsecretario del Ministerio de Economía y Hacienda,
pronunciada en esta Cámara en una de sus comparecencias
recientes. Decía así: Cualquier gestor de la Administración
del Estado sabe que uno de los mecanismos más eficaces para la
reducción del gasto corriente es suprimir organismos
autónomos. Lenguaje de las palabras, Ministerio de Economía;
lenguaje de los hechos, Ministerio de Industria. Se han
incrementado de manera fortísima los presupuestos de los
organismos autónomos. Realmente es el Ministerio también de
los organismos autónomos, aparte del de los déficit de la
empresa pública. Esta pregunta me gustaría que fuera
contestada no de manera evasiva, no pasando a otro tema, sino
de manera concreta. ¿Es o no es cierto que existe una clara
contradicción entre esas declaraciones del Subsecretario de
Economía y Hacienda, en el lenguaje de las palabras, y la
política del Ministerio de Industria, en el lenguaje de los
hechos?
Pasemos al cuarto tema, el de la transparencia, del que
venimos hablando en repetidos Plenos en esta Cámara en
relación con la política industrial. Hay una partida en altos
cargos, en cuanto a cómo remunerarles, que se llama «otras
retribuciones». Nosotros hemos presentado una enmienda, y
hemos dicho: la retiramos. Lo hicimos igual el año pasado.

Pero, por favor, aclaren ustedes qué quieren decir con eso,
porque para altos cargos en el Ministerio de Industria la
remuneración básica es mínima, y prácticamente les pagan con
una partida que llaman «otras retribuciones».

¿Recuerdan ustedes un político importante, conocido en la
época de la UCD y en la época del Partido Socialista; se
llamaba Fernández Ordóñez? Cuando estaba al frente del
Ministerio de Hacienda decía que los presupuestos debían ser
de cristal, transparentes. ¿Es transparente esa partida por la
cual se pagan con «otras remuneraciones»; es la forma de pagar
a los altos cargos en la política industrial? Por favor, hagan
política



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transparente, digan lo que hay ahí y retiraremos nuestra
enmienda. La transparencia es un tema que tiene una resonancia
muy cercana en esta Cámara y sobre la que voy a hacer un toque
muy breve: hablamos de transparencia en la factura eléctrica y
el señor Ministro, como consta en el «Diario de Sesiones»,
declaró: Yo el primero, y nuestro Grupo el primero, en la
política de transparencia de las facturas eléctricas, que
cuente en ellas la moratoria nuclear, las ayudas a Hunosa,
etcétera. Se declaró así. A la hora de votar, hubo una nueva
contradicción entre las declaraciones, el lenguaje de las
palabras del señor Ministro, y el voto, en el lenguaje de los
hechos del Grupo Parlamentario Socialista, que votó en contra
de la transparencia.

Mi pregunta es, en todo caso: ¿Es o no cierto que esta forma
de remunerar a los altos cargos por parte del Ministerio de
Industria carece de transparencia, aparte de los otros
antecedentes?
Ultimas notas para la Escuela de Organización Industrial,
ustedes nos presentan cada año presupuestos más elevados.

Nosotros reconocemos toda la función que ha realizado y la que
está realizando, pero todos sabemos también que desde la
sociedad civil se han creado una serie de organizaciones que
también realizan aquí funciones importantes. Es posible que
haya funciones de educación, relacionadas con la parte de
economía industrial, que necesitan ser subvencionadas. ¿Por
qué no hacen ustedes lo siguiente; por qué no sacan ustedes a
concurso esos programas, y que la peseta del contribuyente
obtenga la máxima eficacia? Por eso hemos presentado una
enmienda a la totalidad de este programa, porque tenemos una
filosofía distinta en cuanto a la Escuela de Organización
Industrial.

Proponemos, por ejemplo, que cumplan ustedes lo que ha
aprobado esta Cámara sobre la construcción naval, sobre el
fondo de garantía que, por cierto, está en desacuerdo con un
voto de ustedes, pero que se apoye a la construcción naval. O
proponemos, por ejemplo, un plan de pequeñas y medianas
empresas que contiene medidas fiscales, financieras, medidas
relacionadas con la disminución del intervencionismo y con el
mundo de la información, formación e investigación. ¿Va a
votar en contra el Grupo Parlamentario Socialista del plan
para la pequeña y mediana empresa, o van a votar en contra del
mismo otros Grupos de esta Cámara que, muy a menudo, han
presentado planes de apoyo a la pequeña y mediana empresa?
Por hablar de otra disposición adicional, y con esto termino,
hemos planteado un plan Renove especial para el tema de las
motocicletas. Cuando se discutió aquí la renovación del plan
Renove, decíamos que convendría, dejando claro que no habría
aumento en las ayudas, una ley general del plan en la cual se
introdujera el problema de los tractores y del utillaje
agrario, así como el tema de las motocicletas y el de los
camiones. Dicho sea de paso, en el tema de las motocicletas
uno de los Grupos parlamentarios aquí presentes dijo que no lo
votaba en ese momento, pero que lo votaría cuando se
presentase de otra forma a la Cámara. Y, dentro de todo el
problema del plan Renove, la pregunta sería: ¿es o no cierto
que el plan Renove para camiones no está en absoluto
funcionando? Y finalizaría parafraseando libremente un poema
de Neruda que dice: Te callas porque estás como ausente. Yo le
pediría al portavoz del Grupo Parlamentario Socialista que no
callase, que hablase; que hable lo que quisiera, como es
lógico; pero que también hable contestando directamente a
estas cinco preguntas, sin evasiones. Callas porque no estás
ausente. Que no tenga ausencias en su expresión en la
respuesta a estas cinco preguntas. Por favor, señores
socialistas, el tema es muy claro. Pueden ustedes hablar y no
contestar a ninguna de estas preguntas: habrán hablado, pero
habrán callado. Pueden ustedes estar presentes y, estando
presentes, no contestar de manera directa, sino evadir estas
cinco preguntas: habrán estado presentes pero, de hecho,
habrán estado ausentes.

Nada más y muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor Gámir.

Para la defensa de las enmiendas presentadas conjuntamente por
el Grupo Vasco (PNV) y el señor Albistur, tiene la palabra el
señor Albistur.




El señor ALBISTUR MARIN: Gracias, señor Presidente.

A ver si en medio del ruido que me rodea, puedo hacerme oír.

Voy a intervenir brevemente --y me va a sobrar tiempo-- para
manifestar cuál es nuestra posición con el conjunto de
enmiendas que hemos planteado.

Las enmiendas tienen el espíritu que el señor Ministro decía
el 6 de octubre del año pasado, cuando presentó la política de
su Ministerio, queriendo destacar que el principal
protagonista y último responsable de la mejora de la
competitividad era la empresa industrial, que la pequeña y
mediana empresa será la principal destinataria de las nuevas
medidas dirigidas a las empresas que impulsará el Ministerio
de Industria y Energía, y los objetivos de la política
energética son la minimización de costes, la diversificación y
autoabastecimiento, la eficacia y la prevención del medio
ambiente. Estas son las mejores justificaciones, en palabras
del propio Ministro, que de alguna forma avalan las enmiendas
presentadas por nosotros.

Hemos presentado también dos enmiendas que no suponen un
incremento de gasto, sino la posibilidad de una mejor
utilización de los programas previstos y de las cantidades
previstas. Se trata de la inclusión de empresas o del acceso
de empresas a los programas o de evitar también las
limitaciones de acceso a los programas, tanto de investigación
y desarrollo en el sector



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aeronáutico como en la utilización de centros tutelados por
las comunidades autónomas. Esperamos que si verdaderamente los
objetivos del Ministerio son los que se proponen, sean
contemplados los incrementos correspondientes a la mejor
atención a la pequeña y mediana empresa, y precisamente a
estos dos títulos que acabo de enumerar, donde se pueda
acceder a dos programas importantes: el de investigación y
desarrollo en materia aeronáutica, creando y ampliando el eje
de empresas que participan en ellas, y el de los centros
tutelados, para un mejor aprovechamiento de las medidas
tomadas por el Ministerio. Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor
Albistur. Para la defensa de las enmiendas presentadas por
Coalición Canaria, tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Presidente, señorías,
Coalición Canaria presenta a esta Sección del Ministerio de
Industria y Energía cuatro enmiendas, números 467 a 470, que
paso a defender conjuntamente, dado que tienen la misma
justificación.

Señor Ministro, señores del Grupo Parlamentrio que me va a
contestar, fundamentalmente se trata de que haya una
correlación con lo que se señala en la Ley 19/1994, de
modificación del régimen económico y fiscal de Canarias, en la
que se reconoce un apoyo (que también el Senado, en el debate
del Estado de las autonomías, vino a ratificar con un acuerdo
para el empleo en Canarias) para potenciar lo que es la
estructura natural de la empresa en Canarias, que son las
pequeñas y medianas empresas. Si no hay un plan de apoyo a
este tipo de estructura empresarial para mejorar su capacidad
tecnológica, su competitividad, su capacidad de exportación y
de abastecimiento del mercado, en las condiciones de precios,
de situación, etcétera, que caracterizan y singularizan la
estructura empresarial e industrial en el archipiélago
canario, difícilmente podrán tener esta salida.

Nosotros entendemos que en la Ley que he citado, 19/1994, de
modificación del régimen económico y fiscal de Canarias, hay
el fundamento de compromiso para que el Gobierno tenga la
posibilidad de reflejar presupuestariamente lo que se pide en
nuestras enmiendas, ni más ni menos y con la misma naturalidad
y sencillez. Por ello nosotros pedimos a los demás Grupos de
la Cámara que, consecuentemente con esto que votamos por
unanimidad en este Parlamento, seamos también consecuentes con
lo que aquí se pide: nada más que corresponder con un
principio de solidaridad y de congruencia legal para que las
Pyme del archipiélago canario puedan entrar en estos conceptos
que se señalan en nuestras cuatro enmiendas, tanto en la
reconversión industrial, en la consolidación de las mismas, en
la modernización y en la competitividad que conduce al apoyo
de nuestras enmiendas. Nada más y muchas gracias, señor
Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor
Mardones. Para un turno en contra, tiene la palabra el señor
Sáenz Lorenzo.




El señor SAENZ LORENZO: Muchas gracias, señor Presidente.

(Rumores.) Señoras y señores Diputados,...




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Un momento, señor
Sáenz Lorenzo. Por favor, señorías, guarden silencio y ocupen
sus escaños. Cuando quiera, señor Sáenz Lorenzo.




El señor SAENZ LORENZO: Señoras y señores Diputados, voy a
consumir un turno a favor del dictamen de la Comisión de la
Sección 20, Ministerio de Industria y Energía, y en contra de
las enmiendas que han presentado y que se han defendido en
esta tribuna por los distintos Grupos Parlamentarios a esta
Sección. Comenzaré diciendo, señor García Fonseca, que
difícilmente podría S.S. repetir los argumentos del año
pasado, porque los argumentos del año pasado en el debate de
esta Sección estuvieron fundamentalmente basados en una
coyuntura industrial negativa. Entonces, la situación era de
decrecimiento de la producción industrial y hoy la coyuntura
económica de la industria, afortunadamente, es totalmente
distinta, por tanto, el debate tiene que ser distinto. En un
marco democrático, señor García Fonseca, este debate es de
posiciones políticas. Yo creo que en ningún Parlamento
democrático ha sido un debate para modificar sustancialmente
las posiciones de los presupuestos, sino para señalar cuáles
son las posiciones políticas. No se puede repetir como
fotocopia el debate del pasado año porque la situación de la
industria es --repito-- muy distinta. A lo largo de este año,
la producción industrial está creciendo al 6,3 por ciento en
los ocho primeros meses, y en el mes de agosto, un mes de
escasa actividad industrial, ha crecido más del 11 por ciento.

Por tanto, estamos en una situación distinta y tenemos que
afrontar este debate de forma diferenciada. Señor Gámir, en
los debates que hace S.S. es muy difícil establecer la
relación con lo que vamos a votar; no hemos hablado para nada
de lo que vamos a votar. Nos ha hablado de la subrogación de
deuda de la empresa pública, que la votamos y aprobamos hace
dos días; nos ha hablado de las enmiendas adicionales, que las
votamos también ayer, fueron rechazadas y, por tanto, no



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tienen posibilidad alguna de ser recuperadas en este trámite;
nos habla de la empresa pública; nos habla de la situación
económica, y yo creo que, sobre todo, confunde el trámite,
señor Gámir: éste no es un trámite de preguntas. Yo no le voy
a contestar a sus preguntas porque no es éste un trámite de
preguntas. Podría ser un trámite de preguntas, desde mi punto
de vista, si su Grupo fuera un grupo pequeño que quiere
empezar a hacer oposición y enterarse sobre cuál es la
situación de un Departamento o una situación económica. Pero
este trámite, si es un trámite presupuestario, tiene que ser
para un Grupo como el que usted representa: debería ser un
trámite de alternativas, no de preguntas; pero no hay
alternativa a la política industrial, no hemos hablado para
nada sobre cuál sería la política industrial que ustedes
harían.

Señor Gámir, si aceptamos todas las enmiendas de su Grupo a
esta Sección, no moverían más de 1.000 millones de pesetas; de
los 200.000 millones que tiene el Ministerio de Industria y
Energía --que son pocos, efectivamente--, no moveríamos más de
1.000 millones, lo cual demuestra que no tiene usted ninguna
política alternativa; aproximadamente, moverían ustedes el 0,5
por ciento si les aceptamos todas las enmiendas. Me parece que
no nos ha podido hablar sobre política industrial alternativa;
nos hacen preguntas... No le voy a preguntar, no voy a disipar
su curiosidad, señor Gámir; seguiremos en el debate político.

A mí me gustaría, una vez más, que plantearan alternativas a
la política industrial, que nos dijeran qué política
industrial quieren desarrollar si alguna vez llega al poder.

El año pasado, el señor Gámir decía que el Gobierno era
responsable, con su política y en particular con la política
industrial, de una coyuntura de crecimiento de la producción
industrial. Este año no se ha referido al tema; lo hizo en
Comisión, pero no aquí en el Pleno, y es un poco duro decir lo
que S.S. dijo en la Comisión, que ahora es al revés, que el
Gobierno no es responsable de que haya una situación de
crecimiento. Yo creo que se han caído por la base los
argumentos que se utilizaron en esta tribuna en el debate del
año pasado, esos argumentos catastrofistas una vez más, de la
desindustrialización de nuestro país. Hoy, afortunadamente, la
producción industrial está creciendo a un ritmo razonable,
está tirando no solamente el sector exterior, sino también la
propia demanda interna y, por tanto, yo creo que esa política,
que está presente en estos presupuestos, esa política de
favorecer la economía productiva mediante una política fiscal,
bajando los costes de las empresas y de la Seguridad Social,
con unos tipos de interés razonables, con una reforma del
mercado laboral, todos esos elementos, que están presentes en
los presupuestos del año pasado y que vuelven a estarlo en
éstos, están favoreciendo un crecimiento de la producción
industrial que echa abajo esa desindustrialización que se ha
sostenido por parte de la oposición y que se está demostrando
en estos momentos que no tenía ningún fundamento.

Efectivamente, el presupuesto crece un 2,2 por ciento; por
tanto es un presupuesto moderado, dentro de una política de
ajuste y de austeridad, y los organismos autónomos crecen más
que el Ministerio. Señor Gámir, no sea usted nominalista,
tendremos que mirar qué es lo que crece en esos organismos
autónomos, a dónde va ese crecimiento económico. Yo me he
entretenido en mirarlo, y resulta que los organismos autónomos
crecen en su gasto en 4.500 millones de pesetas; y el 80 por
ciento de esos 4.500 millones de pesetas, 3.800 millones de
pesetas, va justamente al Instituto de la Pequeña y Mediana
Empresa Industrial; es decir, a apoyar la iniciativa Pyme que
se aprueba y se pone en marcha por este Gobierno, buscando que
haya por primera vez la máxima cooperación entre el Gobierno y
las comunidades autónomas, buscando que las pequeñas y
medianas empresas, en una situación de despegue, de salida de
la crisis, tengan esos apoyos que necesitan.

No sea usted nominalista, no se quede en si es un organismo
autónomo o no, busque cuáles son los objetivos de la política
que se desarrolla, pues ese crecimiento en el gasto de los
organismos autónomos va justamente al programa de pequeña y
mediana empresa. Analice un poco los programas que tenemos
delante. ¿Cuáles son las prioridades de la política
industrial? Señor Gámir, son las de aquellos programas que
crecen por encima de los demás. Tenemos un presupuesto que
solamente crece un 2,2 por ciento. Pues bien, el Programa 542
E, de investigación y desarrollo tecnológico, crece el 24 por
ciento; el Programa 722 D, de competitividad de la empresa
industrial, crece el 55 por ciento; el Programa de apoyo a la
pequeña y mediana empresa industrial crece el 88 por ciento.

Esas son las prioridades de la política industrial, que usted
ni siquiera ha mencionado ni ha querido discutir.

La competitividad es indispensable, señor García Fonseca. Si
quiere aumentar la producción industrial y que los productos
industriales se sitúen en el mundo, es indispensable para que
haya crecimiento y para que haya bienestar y riqueza que se
sea competitivo, y en estos programas la competitividad nos
debe venir por la innovación tecnológica, a través de los
apoyos a la modernización de la empresa y de los apoyos a la
pequeña y mediana empresa. Los programas del Ministerio, el
PATI (plan de actuación tecnológica industrial) el PITMA
(programa industrial y tecnológico medioambiental) el programa
del sector textil, todos esos programas van dirigidos
fundamentalmente a las pequeñas y medianas empresas y a las
empresas privadas para que en estos momentos lleven a cabo
innovación, diseño industrial, se modernicen y puedan afrontar
los retos de la competitividad que tienen por delante. Esos
son los objetivos de la política industrial que pone en marcha
el Ministerio con una política activa, y el ejemplo



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de política activa --que negaba el señor García Fonseca su
posibilidad de existencia-- es el propio plan Renove. El plan
Renove no estaba en los presupuestos del Estado del año
pasado.

El sector de automoción, que es un sector muy importante en
nuestro país, que tiene una gran cantidad de puestos de
trabajo, que tiene una gran incidencia en la producción
industrial, estaba pasando una situación de crisis por la
escasez de venta de vehículos. Se pone en marcha un programa
Renove con un coste económico que, me atrevo a decir, es
modesto. Y ese plan Renove, que iba dirigido a disminuir los
costes tributarios de la compra de vehículos, ha supuesto un
relanzamiento del sector, ha traído unos beneficios económicos
y ha sido un auténtico éxito político. Eso es un ejemplo de
cómo se hace una política industrial con unos resultados muy
satisfactorios, que el sector los relaciona con la decisión
política de poner en marcha el plan, con unos buenos
rendimientos y escasos costes desde el punto de vista
presupuestario. El plan Renove está en los presupuestos, tanto
el industrial como el de automoción, y supone unos costes de
unos 10.000 millones de pesetas.

Señoras y señores Diputados, nos vamos a oponer a la enmienda
que presenta el señor Gámir, una vez más, de disminuir los
sueldos de 11 altos cargos en 38 millones; es decir, pretende
reducir tres millones por alto cargo. Yo no veo que falte
ninguna transparencia. Los sueldos en la Administración son
remuneraciones básicas y remuneraciones complementarias. La
misma transparencia hay en las remuneraciones complementarias
que en las básicas, señor Gámir. Si usted quiere quitar 38
millones a los altos cargos, es porque pensará que los
directores generales y los subsecretarios cobran
excesivamente. Después de la evolución de los salarios en la
Administración en los últimos años, esa afirmación me parece
disparatada, y su enmienda también. Vamos a votar en contra de
esa enmienda.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Vaya concluyendo,
señor Sáenz.




El señor SAENZ LORENZO: Termino, señor Presidente.

Como vamos a votar también en contra de las enmiendas que
proponen que determinados programas de política industrial se
desarrollen de una forma más acentuada en la región de Murcia,
en Canarias o en determinadas zonas del País Vasco.

Quiero hacer una referencia especial a la enmienda del Grupo
Vasco (PNV), número 353. Estamos de acuerdo en que
determinadas empresas puedan participar en el plan de
promoción tecnológica del sector aeronáutico, pero nos parece
que es una enmienda a la memoria, y creo que no se pueden
aceptar enmiendas a la memoria. Le ruego, por tanto, al
portavoz del Grupo Vasco (PNV) que retire esa enmienda, aunque
estamos de acuerdo en que esas empresas participen en la
renovación tecnológica del sector, porque no se puede aceptar
como enmienda a la memoria, puesto que no afecta a las
partidas presupuestarias que son las que estamos discutiendo.

Por todo ello, señoras y señores Diputados, les pido el voto
favorable para al dictamen de la Comisión y el voto contrario
a las enmiendas defendidas por los distintos grupos.

Nada más. Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Para un turno de
réplica, tiene la palabra el señor García Fonseca.




El señor GARCIA FONSECA: Gracias señor Presidente.

Muy brevemente porque, ni la ocasión, ni lo dicho por el
portavoz del Grupo Socialista, me mueven a dedicarle demasiado
tiempo.

En primer lugar, tengo que decir que yo no he cuestionado la
legitimidad de este debate, ni la legitimidad democrática
¡Faltaría más! Ese tipo de consideraciones son tan
impertinentes, tan fuera de lugar, que no necesitan ninguna
respuesta. Yo simplemente he cuestionado, y cuestiono, su
utilidad práctica, algo tan elemental como eso.

En segundo lugar, y me refiero a las respuestas que nos ha
dado el portavoz del Grupo Socialista, cuando me reprocha que
yo critique la competitividad, porque sin ella no hay
progreso, etcétera, quiero decirle que yo lo que he criticado
es que la competitividad que entienden ustedes está basada en
recortar salarios y empeorar las condiciones laborales en su
conjunto, desregulándolas, etcétera. Esa competitividad, señor
portavoz socialista, no solamente no genera progresos, a no
ser para algunos espabilados, sino que genera situaciones
sociales peores cada vez más generalizadas. Esa es una
cuestión que tampoco debiera ser objeto de debate, como no sea
para quien quiera rizar el rizo, marear la perdiz o quiera
justificar lo injustificable.

En cuanto a la política industrial activa, que usted no tenga
otro ejemplo que ponerme que el plan Renove para decir que
ustedes hacen una política industrial activa, vale; que este
«Diario de Sesiones» circule, se haga público y lo conozcan
los agentes sociales, tanto empresariales como sindicales,
como paradigma, según entiende el Gobierno, puesto que es el
ejemplo que poneel Grupo Socialista, de lo que es una política
industrial activa. Por mi parte no hace falta ningún
comentario.

Por último, y en cuanto al tema de investigación y desarrollo
tecnológico (uno de los factores fundamentales a los que quise
referirme antes y no tuve tiempo, y usted de alguna manera me
da ocasión en la réplica) decirle que en una variable tan
fundamental de la competitividad



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bien entendida, ustedes están muy mal. En relación al producto
interior bruto los europeos andan entre el 2,5 y el 3 por
ciento, y otros países llegan incluso al 4; aquí, por más que
ustedes digan una y otra vez, no hemos llegado al uno. Yo le
doy una cifra mucho más precisa que la de ustedes. A nivel de
gasto de Estado y Universidad, andamos en el 0,39 por ciento,
que está por debajo del porcentaje que teníamos en 1990, en
1989, en 1988; hay que remontarse a 1987 para llegar a una
cifra tan baja. Si habla usted del gasto total en I+D en
relación al PIB, no solamente no llegamos al uno por ciento,
sino que andamos en el 0,67 por ciento. No me diga usted que
llegamos o sobrepasamos el uno, porque la trampa estadística
que hacen ustedes es simplemente trasladar las previsiones
hechas en 1991 sobre el gasto no controlable ni fácilmente
contable, que es el del sector privado; trasladan ustedes las
previsiones de 1991 como si desde entonces para acá no hubiera
llovido, y además no hubieran llovido chuzos. Por tanto, si
usted me va a afirmar ahora que gastan el uno por ciento o más
del producto interior bruto en investigación y desarrollo en
España, por favor, dígame, en base a qué razonamientos, datos,
o criterios estadísticos. Si me dicen por fin que el Estado ha
crecido en el gasto en relación al PIB, le repito que también
en gasto de Estado y universidades estamos por debajo del
gasto del año 1990, y muy por debajo de lo que gastan otros
Estados; simplemente el gasto del Estado, y no de la nación
entera, sobrepasa el uno por ciento. Nada más y muchas
gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor García
Fonseca. El señor Gámir tiene la palabra.




El señor GAMIR CASARES: Señor Presidente, señorías, con
brevedad. Que se apunte el Gobierno la exportación industrial
es curioso. Creo que casi todos los análisis coinciden en que
la exportación industrial se debe a tres razones: la primera,
las tres devaluaciones, que es claro, y cualquier hemeroteca
lo confirma, que el Gobierno de entonces se declaraba en
contra de devaluar y fue obligado externamente a hacerlo.

Primera razón del crecimiento de la exportación industrial.

Segunda, el crecimiento de los países que nos compran.

¿Tenemos relación con ellos, con el crecimiento exterior, o es
al revés, que ellos tiran de nosotros porque su crisis fue
menor que la nuestra y están creciendo más rápidamente que
nosotros?
Tercera razón, el año pasado se produjo un fortísimo
movimiento dentro de las empresas de disminución de costes,
con un altísimo coste social. Eso no estaba en absoluto
previsto por el Gobierno, como se contrasta con las cifras de
paro reales y las previstas para el año pasado; a un tremendo
coste las ha hecho más competitivas.

Estas son las tres razones que todos los analistas dan para el
crecimiento de la exportación industrial. No creo que el
Gobierno se quiera apuntar esas tres razones.

Segundo punto. Señor portavoz, parece que usted, una vez más,
se contradice con el señor ministro. El señor ministro nos
habla a menudo de que la política presupuestaria industrial
tiene que estar en el marco del resto de la política
presupuestaria y en el marco del resto de la política
industrial; usted parece que no está de acuerdo. Además, ¿cómo
quiere usted que la causa sea la política del Gobierno, si me
dice que el presupuesto del Ministerio de Industria va
disminuyendo todos los años en términos reales? No será esa la
causa de que crezca la industria.

Señor portavoz, usted no ha entendido y lo siento. Cada una de
las cinco preguntas, implica una parte de programa
alternativo. Si usted no entiende el sistema medio irónico de
la expresión, ¿qué le voy a hacer? Cuando le planteo --
pregunta que usted no me ha contestado-- si es o no cierto que
ustedes enmascaran el déficit con su habilidad contable de
pasarlo directamente a deuda, nosotros creemos que ha de ir
por créditos extraordinarios y que debe haber mucha más
transparencia en el déficit real.

Si le estamos preguntando por qué votaron ustedes en contra
del estatuto de la empresa pública --votaron a favor cuando
estaban en la oposición y ahora votan en contra-- estamos
diciendo: proponemos un estatuto para la empresa pública y le
hemos detallado todo lo que implica la empresa pública. Como
es lógico no será por la gestión de la empresa pública, la
gestión de empresas como Iberia, por ejemplo, por lo que la
economía industrial de este país va mejor. Tampoco ha
contestado a los problemas de la transparencia en otras
remuneraciones. No se trata de que se pague de una manera o de
otra, es que la partida de remuneraciones básicas es mínima y
ustedes no aclaranlo que son otras remuneraciones. No les
gusta la política de transparencia, como no les gustó en la
LOSEN la política de transparencia relacionada con las tarifas
industriales, política alternativa que les propusimos y a la
que ustedes no hicieron caso. Usted no ha contestado al tema
de las PYME. Nosotros hemos votado sí al presupuesto, pero
hemos dicho: voten ustedes también a nuestro plan de apoyo a
las Pymes. Si ustedes hubieran votado bajar cinco puntos las
cuotas de la Seguridad Social; si ustedes hicieran otra
política presupuestaria y permitiera que nuestros tipos de
interés no estuvieran cuatro puntos por encima de los
alemanes, los grandes beneficiarios serían las Pymes. Eso es
mucho más importante que el incremento del presupuesto del
Ministerio de Industria, que hemos votado favorablemente.

Usted, y sobre todo su ministro, que a menudo habla de temas
marco, conoce perfectamente que lo que estoy diciendo es
cierto.




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Señor portavoz, no ha contestado prácticamente a ninguna de
las cinco preguntas que le he planteado y que implicaban
programas alternativos. Calla porque está ausente. Le rogaría
que cuando vuelva a subir a esta tribuna no esté ausente; que,
por favor, conteste uno por uno a esos cinco problemas --deje
la palabra pregunta-- a esos cinco temas en los cuales es
clara la postura de nuestro grupo. Deje clara la postura del
suyo.

Para finalizar, ha hablado del Plan Renove, yo también; pero
no me ha contestado por qué el Plan Renove, por ejemplo en
camiones no tiene éxito, ni ha hablado del plan Renove para
motos. Dado que ha hablado del plan Renove, recordará que
nosotros pedimos con insistencia un plan parecido al que
ustedes se declararon en contra, aunque después tuvieron la
inteligencia de cambiar de opinión y lo aprobaron.

Permítame una frase política para acabar. ¿No creen que va
haciendo falta realizar algo parecido, algo que ha venido
haciendo la oposición, y que esta sociedad está demandando,
que es un plan Renove del Gobierno de la nación? Nada más.

Muchas gracias. (Varios señores Diputados: ¡Muy bien!--
Rumores.--El señor Martínez Sanjuán: Están achatarrados.)



OJO TIENE LADILLO



El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Señor Sáenz Lorenzo.




El señor SAENZ LORENZO: Señor García Fonseca, en primer lugar,
la utilidad de este debate la ha puesto en cuestión S.S., y
creo que erróneamente. Estos debates en los parlamentos, por
lo menos en los parlamentos europeos, normalmente no pretenden
modificar sustancialmente los presupuestos del Gobierno. Decir
que el debate es inútil es no entender bien la función
parlamentaria, que fundamentalmente es señalar las posiciones
respecto a la política económica y presupuestaria de cada uno
de los grupo políticos de esta Cámara.

Usted nos habla de innovación tecnológica. Crece el programa
de innovación tecnológica el 24 por ciento, y eso me parece
importante. Es verdad que el porcentaje de PIB en estos años
de crisis ha detenido su crecimiento, no ha crecido como todos
hubiéramos deseado que creciera. Los datos que yo tengo no
coinciden con los suyos; los datos que tengo me dan que está
muy cerca del uno por ciento del PIB, lo que se gasta entre el
sector público y el sector privado en investigación y
desarrollo y en innovación tecnológica. Eso supone que,
efectivamente, nuestro crecimiento en porcentaje de PIB es
lento en estos últimos años y nos vamos acercando muy
lentamente a nuestros objetivos. Señor Gámir, creo que estos
presupuestos tienen como elemento subyacente una política de
apoyo a la economía productiva. Eso está presente en la
política fiscal, con el apoyo fiscal a la economía productiva,
con una moderación en los costes de las empresas, con una
serie de medidas que están teniendo un efecto positivo de
crecimiento de nuestra economía. No hay contradicción entre
las palabras del señor ministro y las de este portavoz, los
dos pensamos que, efectivamente, hay una fuerte correlación de
la política económica y la política industrial. Eso no lo
puede discutir nadie. Lo único que le discuto señor Gámir, es
que usted nunca habla sobre los temas que están encima de la
mesa. Encima de la mesa tenemos la votación sobre las partidas
presupuestarias de la Sección 20, y usted se empeña en hablar
de lo que votamos anteayer, de la subrogación de la empresa
pública, de un estatuto de la empresa pública; se empeña en
plantear temas que nada tienen que ver con lo que estamos
discutiendo en este trámite, que son las partidas
presupuestarias de la Sección 20. A mí me gustaría que por lo
menos este debate tuviera algo que ver con lo que formalmente
tiene que ver, que es con las partidas presupuestarias de
gasto que están previstas y que deben responder, y responden,
a la política industrial que quiere hace el Gobierno. Por eso
a mí me parece importante señalar cuáles son los programas que
crecen, cuáles son las prioridades y las señales que, a través
de los presupuestos, el Gobierno quiere enviar al sector
industrial y a los sectores productivos. Transparencia. Señor
Gámir, en el sector público hay unas remuneraciones básicas y
unas remuneraciones complementarias y tan transparentes son
las remuneraciones básicas como las remuneraciones
complementarias. Usted quiere quitar 38 millones a los altos
cargos del Ministerio de Industria; me parece que, en
absoluto, está justificado. Hay transparencia total en esas
partidas presupuestarias, y le digo una vez más que no está
absolutamente nada justificada la enmienda que plantean. Veo
que ha rectificado su posición respecto al crecimiento del
gasto en los organismos autónomos, porque, efectivamente, ahí
se sustenta un acento en la política de la pequeña y mediana
empresa, porque ese aumento de los gastos va al Instituto de
la pequeña y mediana empresa para poner en marcha el apoyo a
las PYME. Ha dicho que ustedes estaban a favor de eso;
entonces no pueden estar en contra de que aumente el
presupuesto de los organismos autónomos. Por mi parte nada
más. Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Beviá Pastor): Gracias, señor Sáenz
Lorenzo. Señorías, finalizado el debate de la Sección 20,
correspondiente al Ministerio de Industria y Energía, queda,
finalmente, un último debate que hace referencia a las
enmiendas presentadas a los artículos 1.º y 2.º del proyecto
de ley de presupuestos.

A estos artículos han presentado enmiendas el Grupo Popular y
el Grupo de Izquierda Unida.




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Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Montoro. (El
señor Presidente ocupa la Presidencia.)



Artículos
1.º y 2.º
El señor MONTORO ROMERO: Gracias, señor Presidente.

Señorías, quiero comenzar mi intervención con la cita del
Premio Nobel de Economía Teodoro W. Schultz, que no hace
muchos años, en un ensayo de madurez, describía que la
política económica como tal no existe; la política económica,
especialmente la política presupuestaria de un país no es sino
la manifestación de la política general, de la Política con
mayusculas, imperante en ese país. El debate de estos
Presupuestos Generales del Estado, los correspondientes a
1995, ha tenido lugar en un marco bien diferente del que fue
el año pasado, el otoño de 1993. El nuevo marco se
caracteriza, en primer lugar, por un ambiente político
distinto, un ambiente político que corresponde al final de un
ciclo político en España; y, en segundo lugar, por un cambio
de coyuntura económica que está enmarcando la valoración que
nos merecen los nuevos Presupuestos Generales del Estado. Ese
cambio es lo que se ha venido a denominar recuperación
económica.

En lo que se refiere al clima político que estamos viviendo,
nos encontramos ante el final de un ciclo político, el final
del dominio del socialismo en la sociedad española, el
agotamiento de una etapa, un agotamiento terriblemente lento,
que se está transformando realmente en una agonía, que está
siendo lo que genera incertidumbre y da lugar a un sentimiento
de desconfianza y de desazón en la sociedad española. Esa
incertidumbre, esas incoherencias y esa desconfianza se
perciben con claridad en la acción del Gobierno. Estamos ante
una auténtica descomposición del poder socialista, preso de
sus contradicciones (Rumores y protestas.--Aplausos.), en
línea con lo que está ocurriendo en todo el mundo occidental,
donde el socialismo ha perdido sus objetivos, ha perdido sus
referencias y se encuentra cada vez más desnaturalizado, cada
vez más desvirtuado, intentando convertirse en algo así como
el imposible gestor de una economía moderna. (Rumores.)
En este ambiente de desconfianza general y de incertidumbre
que sigue dominando la sociedad española, en este clima
social, los Presupuestos Generales del Estado para el año 1995
tenían ante sí una alta responsabilidad; tenían que devolver
la credibilidad a la política económica en nuestro país,
tenían que devolver nada menos que la confianza a una sociedad
que la ha perdido en buena medida.

A partir del conocimiento de estos Presupuestos Generales del
Estado, es un hecho que esa oportunidad que tenían delante la
han perdido, porque los Presupuestos Generales del Estado no
sirven para superar la pérdida de credibilidad que se había
derivado de los incumplimientos sistemáticos de los
presupuestos de los gobiernos socialistas. Son unos
presupuestos que insisten en el error de combinar políticas
económicas inconvenientes para la recuperación de nuestra
economía; combinan políticas presupuestarias expansivas con
políticas monetarias restrictivas. Esto es una contumacia en
el error. Son unos presupuestos que vuelven a pecar por
omisión, es decir, por falta de decisión a la hora de acometer
reformas estructurales, reformas importantes de modernización
de las estructuras económicas, de las estructuras productivas
en nuestro país.

Señor Presidente, señorías, los nuevos presupuestos
sencillamente no son creíbles, en primer lugar, porque siguen
en ellos abiertas las vías por donde se escapa el gasto
público, por donde se impide un efectivo control del gasto
público en nuestro país. En segundo lugar, los nuevos
presupuestos no son contractivos, puesto que no practican una
efectiva austeridad del gasto público; bien al contrario, lo
que hacen es recurrir a un incremento de impuestos que, en sí
mismo, como después comentaré, se va a convertir en un
problema económico, en un obstáculo para la recuperación
económica. En tercer lugar, los presupuestos para 1995, y ésta
ya frecuente ley de acompañamiento que viene con los
presupuestos, no contienen las reformas estructurales, los
cambios básicos que necesita nuestra sociedad para entrar en
un proceso de efectiva modernización; son unos presupuestos
que cabalgan sobre la inercia que, en definitiva, pertenecen a
un modelo reiteradamente fracasado en España y en otros
países. El balance que ofrece la liquidación de los
presupuestos de 1994 es indicativo de los problemas que
volverán a repetirse con toda seguridad en el año 1995. En
primer lugar, en el año 1994 ya se ha producido una importante
desviación del gasto público; ya se ha vuelto a incumplir la
Ley de Presupuestos de ese año, en el sentido de que no hay
una acomodación del gasto efectivamente realizado y ejecutado
a lo que en el documento presupuestario se contenía. En
segundo lugar, en el año 1994 se ha producido un importante
avance de la presión tributaria en nuestro país, es decir, de
la participación de los impuestos en el producto interior
bruto.

En tercer lugar, en el año 1994 se reduce el déficit público
de forma demasiado tímida y, además, se funda esa reducción en
definitiva en el mayor crecimiento del esperable del producto
interior bruto, no en una política de consolidación
presupuestaria.

En cuarto lugar, en el año 1994 también, señorías, el
incremento de deuda pública es estremecedor situándose la
nueva deuda pública en más de 40 billones de pesetas con un
avance de más de cinco billones de pesetas sobre el año
anterior.

No es raro que en el año 1994 se hayan producido problemas muy
severos en los mercados financieros; no es



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raro que en ese año se haya asistido a un rebrote importante
de los tipos de interés en esos mercados financieros, un
rebrote que amenaza con continuar el año próximo, y tampoco es
raro que en el año 1994, a partir de esa política
presupuestaria haya fracasado la consecución del objetivo de
inflación del Gobierno con lo que ello supone de asentar
expectativas inflacionistas en la sociedad española,
expectativas que conviene erradicar lo antes posible. Decía
que los nuevos presupuestos generales que se nos presentan a
estas Cortes, que se han sometido a votación de las Cortes,
son unos presupuestos que se enmarcan en un escenario
económico diferente desde el año pasado. El pasado año
vivíamos en una crisis económica muy profunda y ahora podemos
hablar de un cambio de coyuntura económica, podemos hablar de
una recuperación; pero tenemos que recordar que esa
recuperación económica proviene de la propia intensidad del
ajuste que hemos vivido, proviene por ejemplo, del efecto de
la devaluación de la peseta, proviene de factores
extraordinarios como son conflictos de diferente naturaleza en
nuestro entorno inmediato que ha favorecido la llegada de
turismo a nuestro país; proviene también, señorías, de la
propia intensidad de la reducción de plantillas, de los
ajustes de plantillas y de la previa caída de los tipos de
interés que han permitido mejorar los márgenes de explotación,
los beneficios de las empresas.

Tenemos que recordar lo que la crisis de los años noventa ha
dejado sobre nuestras espaldas una destrucción de empleo como
sencillamente no conocíamos, una destrucción de 850.000
puestos de trabajo en menos de tres años, elevando la tasa de
paro hasta el 24,3 por ciento de la población activa; ha
dejado una herida en el tejido empresarial español (más del 20
por ciento de empresas que literalmente han desaparecido) y,
por tanto, ha mermado nuestra capacidad de producción; han
dejado un déficit, una deuda pública, situado en cotas
históricas, con lo que ello significa de hipoteca para el
crecimiento futuro, y han dejado señorías, unos desequilibrios
básicos de nuestra economía; han dejado a los viejos fantasmas
de la economía española (la inflación y el déficit exterior)
situados en cotas, en niveles amenazantes. Además, señorías,
nos han dejado más lejos de Europa. Europa está todavía más
lejos de lo que estaba a comienzos de esta crisis, porque, en
definitiva, estamos con más problemática para la consecución y
logro del cumplimiento de convergencia establecidos en la
Unión Europea, en el Tratado de Maastricht.

Estamos ante ese cambio de coyuntura económica que nos exige
levantar la cabeza del plazo inmediato para pensar, para
diseñar políticas económicas a medio y largo plazo, y
encontramos que en esos presupuestos Generales del Estado para
el año próximo no existe ese planteamiento de medio y largo
plazo. No nos extraña realmente porque ya no existía ninguna
decisión, ninguna valentía a la hora de proponer un programa
de convergencia a esta Cámara, que es la manifestación máxima
de esa política económica a medio y largo plazo.

Decía anteriormente que los nuevos presupuestos del Estado no
son austeros, plantean un incremento de impuestos que va a
animar, va a echar leña al fuego de la inflación para el año
que viene y contienen una previsión de déficit público y un
incremento de la deuda pública demasiado serios, demasiado
importantes, como para evitar que dejen de presionar al alza
los tipos de interés que, en definitiva, pagamos todos los
españoles. Por eso tenemos que calificar estos presupuestos
como una amenaza para la recuperación económica, como un
diseño equivocado para procurar esa recuperación económica.

Por tanto, esa amenaza de la política económica, ese error que
se está cometiendo en la política económica se suma a la
amenaza que en sí misma supone este ambiente de crispación
política, este ambiente de desconfianza imperante en nuestra
sociedad.




El señor PRESIDENTE: Señor Montoro, le ruego concluya.




El señor MONTORO ROMERO: Acabo enseguida, señor Presidente.

Señorías, no podemos perder más tiempo en los ajustes de
nuestra economía; no podemos perder más tiempo en el
acercamiento a los criterios de Maastricht; no podemos perder
más tiempo en la integración de España en la Unión Económica y
Monetaria de Europa, puesto que la pérdida de ese tiempo lo
que hará será pasarnos una dura factura en el futuro.

No es extraño, pues, que estos presupuestos hayan sido
descalificados por la universidad española, por los centros de
estudio más acreditados, por los organismos internacionales,
por el propio Banco de España, en el estreno de su autonomía,
y hayan sido también criticados y censurados gravemente por
los mercados financieros internacionales, que han elevado los
tipos de interés que exigen para las compras de deuda pública
en nuestro país. Señorías, tenemos por delante un desafío, el
de consolidar la recuperación económica. Tenemos que evitar
que esta recuperación económica sea flor de un día; tenemos
que garantizar que en España haya un crecimiento de la
actividad económica, un incremento del producto interior bruto
sostenido y cada vez más intensivo en la creación de empleo.

Para eso tenemos que corregir la inflación, que es todo lo
contrario de lo que hacen estos presupuestos y tenemos que
reducir decididamente el déficit público y contener el avance
de la deuda pública, sin lo cual será imposible reducir los
tipos de interés. Señorías, señor Presidente, las enmiendas
que el Grupo



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Popular ha presentado a estos presupuestos del Estado,
enmiendas rechazadas en su práctica totalidad, han querido ser
la expresión de una política económica alternativa; han
querido decir a la sociedad española que se puede hacer otra
política presupuestaria, incluso desde las mismas bases de la
política socialista; que se puede reducir el déficit público a
través de la disminución de un gasto superfluo, de un gasto de
funcionamiento; que se debe renunciar a la elevación de los
impuestos, y que se pueden ganar amplios ámbitos en lo que es
la concreción de la certeza y de la seguridad jurídica en las
relaciones con el ciudadano. Sobre todo, que se puede evitar
que en España exista esa combinación inexacta e incorrecta de
políticas económicas que están perjudicando el crecimiento
económico y la creación de empleo.

Deseamos para nuestro país una combinación de políticas
económicas que asienten la recuperación y la creación de
empleo y también deseamos que eso se combine con una política
social de solidaridad, como hemos demostrado en nuestras
enmiendas, que puede dedicarse, a aquellos sectores sociales
que más lo merecen, que más desprotegidos están. (Grandes
rumores.)



El señor PRESIDENTE: ¡Silencio, señorías!
Señor Montoro, le ruego concluya.

El señor MONTORO ROMERO: Un minuto, señor Presidente.

La alternativa de política económica del Partido Popular
quiere transmitir una seguridad que en estos momentos falta a
la sociedad española; una sociedad desconcertada ante lo
errático de los planteamientos de la política económica
socialista.

Señorías, España tiene un gran potencial de crecimiento;
España tiene delante de sí un futuro prometedor; pero
presupuestos como los del año 1995 lo que hacen es enterrar
ese potencial de crecimiento. Estamosconvencidos, señorías, de
que sólo un cambio de política económica --recordando la
expresión del profesor Schultz--, un cambio de política
general de nuestro país es lo que asentará una recuperación
económica creadora de empleo en España.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos.--
Protestas.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Montoro.

Ruego silencio a SS.SS.

Por el Grupo de Izquierda Unida, tiene la palabra el señor
Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: Señor Presidente, señorías, a la hora
de cerrar el debate de los Presupuestos, puesto que vamos a
votar los artículos 1 y 2 con la cuantificación de ellos, el
portavoz que me ha precedido en el uso de la palabra, el
aspirante de la derecha, se ha situado en la lógica de que
quizá nos encontremos en los últimos Presupuestos de esta
legislatura, y prácticamente ha venido a pedir la eutanasia
del Gobierno para poder aplicar una alternativa. A este
diputado que ha planteado durante estos días 400 enmiendas
para intentar concretar qué haríamos si tuviéramos
responsabilidad de gobernar, la verdad es que se sitúa en una
doble lógica: una, la del Gobierno, que nos anuncia un año de
vacas gordas, un año de crecimiento, de riqueza. Nos propone
unos presupuestos para ese año de multiplicación de los panes
y los peces, y los aspirantes dicen: dejadme a mí que
distribuya los panes y los peces. ¿Cuál sería, desde nuestro
punto de vista, la conclusión de este debate presupuestario?
Primero, que a pesar de que las enmiendas que se han
transaccionado han mejorado los Presupuestos, no hemos logrado
unos presupuestos que mejoren en la forma de ejercer el poder,
en la transparencia, en el control la propuesta del Gobierno,
y tenemos unos Presupuestos que en su liquidación pueden no
parecerse a lo que aprobamos aquí hoy. Es verdad que esta
propuesta del Gobierno ha encontrado en la Cámara una mayoría
para ejecutarla, una mayoría política que creemos que
significa en los contenidos del Gobierno, en los contenidos,
no en la forma de ejercer el poder, unos tintes de un camino
que agudiza lo que pudiéramos llamar recortes sociales,
profundización de la contrarreforma laboral auspiciado,
potenciado y apoyado por Convergencia a la propuesta del
propio Gobierno.

Segunda conclusión, que es todavía más grave: a nivelde la
política de ingresos, estos Presupuestos significan un proceso
de una contrarreforma fiscal. Empezamos en un proceso de
crecimiento de los beneficios fiscales que significa que los
que más tienen no van a pagar más, sino que todos vamos a
pagar de una manera más generalizada al incrementarse los
impuestos indirectos. Señorías, termino. Nos hubieran gustado
unos presupuestos comprometidos en mayores ingresos, por una
figura impositiva directa y por la lucha contra el fraude, y
nos hubieran gustado unos presupuestos que abordaran la
realidad de este país, y estos presupuestos tienen una gran
laguna, señorías, la gran laguna de estos presupuestos es que
se olvidan del problema general que tiene esta sociedad, que
es el paro. Aceptan que al final del ejercicio creceremos
económicamente, tendremos una tasa de inflación, habremos
contenido el déficit público, pero el paro seguirá en los
mismos porcentajes. Se sitúa en la lógica de que el
crecimiento económico lo tienen que seguir pagando los que
viven del trabajo no teniendo ese propio trabajo. Por eso,
nosotros creemos que la gran renuncia que tienen estos
presupuestos es no abordar políticas activas, no crecer la
inversión para cumplir compromisos que, por ejemplo, el PDI
anunciaba, y, sobre todo, no apostar decididamente



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por nuestra capacidad productiva, por nuestro propio capital y
esperar a la venida o a la entrada de determinados capitales.

Por tanto, señorías, lamento que del total de las enmiendas
que hemos presentado solamente se hayan aceptado diez, pero
les puedo asegurar una cosa, señorías: todos los años, en los
debates parlamentarios de los presupuestos hay una propuesta
de debate inicial, y a lo largo del debate de los presupuestos
hay una «vedette» presupuestaria. Este año la «vedette»
presupuestaria ha pretendido ser el reconocimiento de la
familia numerosa a partir del tercer hijo, y les digo que ese
reconocimiento es la nada, ese reconocimiento significa que
habrá que desarrollarlo legislativamente para la vivienda, ya
veremos cómo se aplica para el transporte, y, sobre todo y más
importante, se aplaza para lo que significa la posibilidad de
acceso a la propia universidad, lo que significan las tasas
universitarias, pero, es más: se va a aplicar el beneficio a
todos los ciudadanos que tengan hijos, parte de la filosofía
natalista, y los que tienen tres hijos pueden tener miles de
millones o pueden no tener dinero. Por tanto, no compartimos
esto que debiera de ser desde la política de becas. En fin, lo
que abunda, como verán, no daña, no nos opusimos, pero no
esperamos nada de ella. Esperemos que estos presupuestos
sirvan para empezar un camino distinto. En todo caso, lo que
sí les garantizo a sus señorías --creo que algunos nos
conocemos hace poco tiempo, pero nos vamos a conocer durante
más tiempo--, lo que sí les puedo asegurar es que habrá un año
de fuerte control parlamentario para que se cumpla algo que en
democracia es muy importante: que lo que se diga se cumpla.

Vamos a actuar para controlar que los compromisos que aquí se
anuncian se cumplan en la liquidación de presupuestos. Por
tanto, al final, lo demandaremos, y si la multiplicación no
sale, haremos la resta. Nada más, señor Presidente. Nada más,
señorías.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ríos.

Para turno en contra, por el Grupo Socialista, tiene la
palabra el señor Henández Moltó.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Muchas gracias, señor Presidente.

Ciertamente, tendría que empezar esta intevención pidiendo
disculpas por haber tenido que consumir este turno
parlamentario, pero no ha sido el Grupo Socialista el que lo
ha forzado. Sé de las necesidades y de las urgencias de
algunos parlamentarios por concluir cuanto antes este debate,
por otra parte suficientemente agotado.

No obstante, no quisiera desaprovechar esta oportunidad para,
en nombre del Grupo Parlamentario Socialista y después de
estos cuatro días, sin duda alguna cuatro día intensos de
trabajo, agradecer al conjunto de los parlamentarios que han
intervenido con su esfuerzo, con su presencia y en algunos
casos también con su silencio, a este debate presupuestario.

Quiero unir este agradecimiento, sin duda alguna, también a
los funcionarios de esta Casa, que han hecho posible que,
hasta altas horas, en horas intempestivas, podamos haber
cumplido nuestro trabajo eficazmente.

No obstante, no era un capítulo sólo de agradecimiento, sino
de turno en contra de lo que era la posición global que he
creído entender en el Portavoz del Partido Popular a los
Presupuestos Generales para 1995. Ciertamente, le ha tocado un
mal papel y en un mal momento, un momento en el que, tan sólo
hace unas horas, han salido las nuevas cifras de la EPA; en el
que ayer mismo se reunía la Comisión Europea; en el que hace
tan sólo unas fechas, el Fondo Monetario Internacional
analizaba e informaba sobre los resultados de la economía
española; en el que hace tan sólo unos días, el Banco de
España enjuiciaba sobre la evolución de la economía en el
tercer trimestre de 1994. Ciertamente, señores del Grupo
Popular, señor Montoro, que difícil tarea la suya tener que
subir aquí a desacreditar y a contraponer toda la opinión
favorable del conjunto de los mercados, del conjunto del
pensamiento económico y, desde luego del conjunto del
pensamiento político.

Además, no sabe lo que he sentido que tuviera que ser
precisamente usted quien subiera a esta tribuna, porque
probablemente, a partir de ahora, el señor Martínez Sanjuán ya
no podrá citarle, con la ironía con que ayer lo hacía, el
deleite de las lecturas de sus pronósticos económicos,
simplemente por una cuestión: he podido releer --cosa que no
le aconsejo a usted, pero sí al resto de la Cámara-- lo que
fue la intervención del Grupo Parlamentario Popular el año
pasado por estas fechas. Intentaré leerlo lo más rápidamente
posible. Es ilustrativo lo que decía el Grupo Popular:
señorías, las perspectivas para 1994 son desalentadoras. El
año próximo no será el año de la recuperación económica.

Podemos --anticipar decía usted solemnemente-- que en 1994 el
producto interior bruto no va a crecer apenas e incluso es
posible que no crezca nada. Esto será así, en primer lugar,
como resultado de que la inversión privada no se va a
recuperar. No hay condiciones para que se reproduzca esa
reactivación. Tampoco parece lógico esperar que haya una
recuperación de las exportaciones --en el año en que se ha
conseguido la cifra récord para este país--, habida cuenta de
las dificultades de los países de nuestro entorno, que han
conseguido, todos en conjunto, recuperar la situación. Con un
nulo crecimiento de la economía española --decía-- para el año
que viene, vamos a asistir nuevamente a una destrucción de
empleo que estará por encima de los 200.000. La falta de
competitividad de nuestra economía nos hará registrar el
próximo año un déficit por cuenta corriente... (Aplausos.)



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No leo más por afecto, para no sonrojarle. Fundamentalmente
leía esto para una cosa. ¿En calidad de qué se suben ustedes a
esta tribuna? ¿A intentar animar a la economía española?
¿Ustedes? ¿Con qué avales? ¿Con qué garantías? Sus capacidades
de pronóstico y de predicción de la economía española
estuvieron realmente no sólo expresadas, sino,
desgraciadamente para ustedes, impresas. Y, ciertamente, el
Grupo parlamentario Socialista sube a esta tribuna a oponerse
a su enmienda a la exposición de motivos con mucha fuerza
moral, con la fuerza moral que da que el año pasado ustedes no
nos engañaron, que el año pasado no nos dejamos vencer por sus
cantos de sirena (Un señor diputado: ¡Se engañan solos!) y,
por suerte, poque había criterio propio y porque hubo grupos
parlamentarios sin complejos que permitieron que hubiera unos
presupuestos, se ha conseguido lo que quizá a ustedes no les
guste, pero que está sucediendo en la economía española: que
estamos creciendo muy por encima de las propias previsiones
del presupuesto para el año 1994, que estamos corrigiendo
seriamente el comportamiento del mercado de empleo, que esos
analistas que tanto les gusta citar, aunque algunos de ellos
les aseguro que son más mercenarios que analistas, (Aplausos.-
-Algunos señores diputados: ¡Muy bien!) evidentemente, están
opinando en este país que se están corrigiendo los
desequilibrios, que estamos en una situación en la que ustedes
que creen que son los empresarios de este país, que en el
segundo y tercer trimestre están consiguiendo tasas de
crecimiento, tasas de creación de puestos de trabajo, tasas de
cuotas de mercados exteriores que hace décadas que no se
conseguían, ¿qué creen que son? ¿Ingenuos? ¿O es que son gente
que apuesta por España a pesar de ustedes? Son gentes que han
puesto de manifiesto que confían en este país, que saben que
aquí hay grupos políticos, como el Grupo socialista, como el
Grupo Catalán (Convergència i Unió), como el Grupo Vasco
(PNV), como el Grupo de Coalición Canaria, como algunos
diputados de Izquierda Unida (Aplausos.--Risas.) que vienen
aquí, señoras y señores Diputados, a sacar unos presupuesto y
ustedes sólo vienen a ver si se anticipan las elecciones. Esa
es la diferencia fundamental, y ahí les conocen.

Por lo tanto, con esa fuerza moral que da que ustedes el año
pasado estuvieran en minoría, no nos engañaran y no nos
dejásemos vencer a sus cantos de sirena, este año, permítanme,
señor Montoro y señores del Grupo Popular, que hagamos caso a
fuentes más solventes que las suyas y que digamos aquí que en
estos presupuesto (que, por cierto, comparten esos compañeros
de viaje que usted tanto cita, parece que a veces sin leer),
unidos a todos estos grupos parlamentarios, estamos dispuestos
a una cosa: a no perder más el tiempo y a no hacérselo perder
a la opinión pública española, dándoles ustedes una cancha de
opiniones económicas que esconde sólo un legítimo, aunque no
sé si noble, interés partidario y electoral.

Y vamos a seguir, hasta que se agote esta legislatura, mal que
les pese (Rumores.) trabajando todos los días por solucionar
los problemas de este país, y para eso pediremos ayuda a la
gente que quiere solucionar también los problemas de España.

(Aplausos.--Risas.) Y, obviamente, no a ustedes. Y eso les
aseguro que cada día lo tienen más claro yo creo que hasta
ustedes mismos. De ahí su nerviosismo (Rumores.) de ahí las
caras. No han visto esta mañana al señor Aznar en televisión;
si no, no dirían eso. (La señora Martínez Saiz: Vemos a
González.) Y vamos a seguir trabajando.

Pero es más: hacemos lo mismo que hacía usted el año pasado y
les ofrecemos que rectifiquen. Les ofrecemos que intenten
hacer algo que mi Grupo y otros grupos están intentando hacer:
compatibilizar sus legítimos intereses electorales con la
solución de los problemas de España. (Algunos señores
Diputados: ¡Muy bien!) Rectifiquen, señores de la derecha. Y
rectifiquen algunos señores de la izquierda, que necesitan una
buena rectificación (Risas.) Muchas gracias, señor Presidente.

(Grandes aplausos en los bancos del Grupo Socialista.--
Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Hernández Moltó.

(Rumores.) Señor Montoro. (Fuertes rumores.)
¡Silencio, señorías! (Continúan los rumores.) ¡Silencio,
señorías! (Continúan los rumores.) ¡Señorías, ruego guarden
silencio! (Continúan los rumores.) Un momento, señor Montoro.

¡Señorías, ruego guarden silencio! (Pausa.) Cuando quiera,
señor Montoro.




El señor MONTORO ROMERO: Gracias, señor Presidente.

Señorías, palabras, palabras, palabras. (Fuertes
rumores.--Protestas.--Aplausos.) ¡Qué intervención ha hecho
usted aquí! ¡Magnífica! Ha hecho usted un canto a los
presupuestos del año 1995 y a sus efectos económicos. Ha
hablado sobre las consecuencias de la decisión de subir los
impuestos. Ha sido muy explícito a ese respecto. Ha hablado
sobre los riesgos de la inflación del año próximo. Ha sido muy
explícito a ese respecto también. Ha hablado sobre la
posibilidad de que suban los tipos de interés de nuestra
economía. También ha hecho una descripción minuciosa sobre
esos riesgos. Ha hablado sobre las posibilidades de que la
inflación el año próximo no se cumpla... (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: ¡Señorías, ruego guarden silencio!



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El señor MONTORO ROMERO: Decía que ha hablado de que la
inflación el año próximo no se cumpla, y de esa manera
volvamos a asistir a una nueva pérdida del poder adquisitivo
de millones y millones de españoles. Nos ha hablado de todo
eso. Nos ha dado esos argumentos, con esa habilidad
parlamentaria que le caracteriza, señor Hernández Moltó.

Ha hablado con un gran conocimiento de causa sobre la
evolución de nuestra economía, por qué se está creciendo, cuál
es el ciclo económico europeo que estamos viviendo, cuáles son
los desafíos que nos plantea ese ciclo económico a todos los
que estamos integrados en él. Ha descalificado la opinión de
los mejores economistas de nuestro país, de los centros de
estudio más prestigiosos. Ha descalificado la opinión de los
mercados financieros. Ha dicho que nos ven con gran esperanza,
con grandes posibilidades. Por eso pagamos la prima de riesgo
más alta, en estos momentos, de los países europeos, señor
Hernández Moltó. Por eso merecemos las páginas que nos dedica
la prensa internacional. Porque no existe el caso de Iberia,
porque no existen los casos de corrupción. (Fuertes
protestas.) Porque no existen los escándalos financieros.

Porque no existe nada de esto. (Un señor Diputado del Grupo
Socialista: El que no existe eres tú.) Todo esto, señorías, es
un invento del Grupo Parlamentario Popular. Señor Hernández
Moltó, estamos hablando en serio del futuro de España. Estamos
hablando en serio de lo que son las posibilidades de
crecimiento en ese marco europeo. Estamos hablando en serio
del contenido de los informes internacionales, que advierten
sobre la debilidad de una recuperación si no se apoya en
políticas económicas que corrijan los defectos de fondo de
nuestra economía. Estamos hablando en serio de la necesidad de
no ocultar las vergüenzas, las debilidades, ni de nuestra
economía ni de nuestra política, con las subidas de marea,
sino de afrontar esos problemas seriamente, de una vez por
todas. De eso estamos hablando, señor Hernández Moltó y no
saque usted palabrería, palabrería y palabrería, que es lo
típico de sus planteamientos. (Protestas.)
Háblenos de los efectos de esos presupuestos; háblenos, y que
nos hablen también sus compañeros de viaje, que tan
cómodamente les acompañan en ese incremento de impuestos, en
ese incremento de gasto público, en ese incremento de Deuda
Pública. Que nos hablen ellos también sobre las
características, las condiciones; que se pongan ellos la
medalla, brillante medalla, de esos presupuestos, como lo
saben hacer. Y háblenos de qué significa intentar mantener el
sistema de protección social de nuestro país a base de
incrementar la Deuda Pública, háblenos de eso. Háblenos de lo
que significa mantener todo este aparato de burocracia y de
despilfarro; háblenos de lo que significa, en definitiva,
quitarles a los españoles lo que intentan darles, por un lado,
a través de un gasto público insuficiente, por poco eficaz, no
por tamaño; a través de ese gasto público se lo quitan con un
incremento de impuestos, porque, señor Hernández Moltó,
ustedes no dudan un segundo en subir los impuestos a las
clases menos privilegiadas de nuestro país. (Protestas.)
En eso consiste el socialismo moderno, señorías. (Rumores.) Y
cuando hablan de recuperación, yo les preguntaría: ¿Ustedes
hablan con los ciudadanos de este país? (Varios señores
Diputados del Grupo Socialista: ¡No, no!) ¿Ustedes hablan con
los trabajadores que han perdido poder adquisitivo este año?
(Varios señores Diputados del Grupo Socialista: ¡Nooooo!)
¿Ustedes hablan con los trabajadores que han perdido poder
adquisitivo este año? (Varios señores Diputados de distintos
Grupos Parlamentarios: ¡Nooooo!) ¿Ustedes hablan con los
jóvenes que no encuentran empleo? (Varios señores Diputados de
todos los Grupos: ¡Nooooo!) ¿Ustedes hablan con ese ama de
casa a la que el sueldo no le llega a final de mes (Varios
señores Diputados de distintos Grupos Parlamentarios:
¡Noooo!), o ustedes siguen en ese planteamiento socialista de
más gasto, más impuestos y más déficit y más deuda pública,
para resolver los problemas? (Protestas.)



El señor PRESIDENTE: Señor Montoro, le ruego concluya.




El señor MONTORO ROMERO: Acabo en un momento, señor
Presidente. (Rumores y protestas.)



El señor PRESIDENTE: ¡Señorías, ruego guarden silencio!



El señor MONTORO ROMERO: Señor Hernández Moltó, estamos aquí
para despejar un futuro; un futuro del que dependemos todos,
del que depende nuestra nación. Y en ese futuro el Partido
Popular tiene una responsabilidad, y es el ejercicio de esa
oposición consistente, en primer lugar, en denunciar aquello
que advertimos que hace el Gobierno incorrectamente y, en
segundo lugar, en ofrecer un planteamiento de políticas en
general y políticas económicas alternativas, un planteamiento
que merezca la confianza de los ciudadanos. Estamos viviendo,
señor Hernández Moltó, en una crisis del socialismo moderno,
que es, como decía en mi anterior intervención, una crisis del
inmovilismo de ese socialismo que ustedes representan, que
está agarrotando a nuestro cuerpo social y está impidiendo, en
definitiva, que desarrolle sus potencialidades, sus auténticas
capacidades.

Señor Hernández Moltó, España necesita, después de la pasada
por la izquierda, una pasada por las libertades. (Aplausos.--
Risas.)



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El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Montoro.

Señor Ríos. (Protestas.) ¡Silencio, señorías! (Rumores.)
¡Silencio, señorías!



El señor RIOS MARTINEZ: Señor Presidente, señorías, la verdad
es que a esta hora de la noche cualquier cosa que se diga es
una pasada, pero también hay que decir que siempre, en
cualquier situación, la mejor defensa es un ataque y utilizar
o predicar con lo que uno no tiene en su totalidad.

Mire usted: rectificación significa modificar posiciones, y le
puedo asegurar una cosa: las posiciones del Grupo
Parlamentario de Izquierda Unida están avaladas por unanimidad
de sus miembros en las enmiendas y representan a todos sus
miembros. Eso sí, en la misma medida que usted puede
representar a todo su Grupo Parlamentario, con las mismas
contradicciones internas que usted pueda tener, como mínimo,
de partido, pero con debate y con transparencia, concretando
nuestras propuestas.

Habría que rectificar desde el Gobierno para conseguir que
este país, además de crecer, solucione el problema del paro.

¿Sabe usted por qué? Porque en el año 1989 este país creció,
no 2,7 puntos, sino casi 6 puntos y, a pesar de crecer, creció
el paro. Pero este país ha tenido crecimientos para unas
partes de la sociedad y hace falta que crezcamos todos los que
participan, que la multiplicación de los panes y los peces sea
para comérselos todos los miembros que componen la producción,
no que solamente se los coman unas minorías más selectivas.

Por tanto, lo que le pido, lo que me gustaría es que, al
aprobar estos Presupuestos, lo hicieran desde la voluntad de
rectificar, potenciar y modernizar lo que han pretendido
ustedes hacer para toda una política industrial activa con el
Plan Renove, que a lo mejor significa una buena
transformación. Señorías, ustedes han rechazado redistribuir
empleo; ustedes han rechazado una revisión salarial para la
función pública, con sus votos; ustedes han rechazado
modificar y mejorar las pensiones más desfavorecidas, con sus
votos; ustedes han rechazado apoyar y fortalecer, con
enmiendas concretas, la vida municipal y los entes
territoriales. En suma, ustedes, con esta política económica,
apoyada desde Convergència y Unió y, en algunos casos, por
otras formaciones políticas, han encaminado la economía sobre
parámetros para contener la inflación, que no la contienen (yo
no quiero ser oráculo; a final del año hablaremos de cómo
queda la inflación), pero sobre todo para dinamizar nuestra
capacidad productiva. Y eso, hasta ahora, ustedes no lo han
conseguido. Para augurar, para anunciar, ustedes son una joya.

Todavía no ha habido manera de cumplir algunos de los
parámetros; el último que no hemos cumplido ha sido el de la
inflación del año pasado. En todo caso, ojalá crezcamos, ojalá
redistribuyamos y ojalá se reduzca el desempleo. Le puedo
asegurar que, en el último año, la tarjeta de visita de
ustedes es 190.000 empleos fijos tranformados en temporales.

Nada más, señor Presidente. Nada más, señorías. (Aplausos.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ríos.

Señor Hernández Moltó.

El señor HERNANDEZ MOLTO: Muchas gracias, señor Presidente.

Voy a intervenir brevemente, por la cortesía de contestar las
intervenciones que ha habido; intervenciones entiendo que algo
forzadas algunas, por reconocer la evidencia y por verse
reflejado uno en la historia y en sus contradicciones, y ha
acusado a este Grupo de algo en lo que yo no me siento
fotografiado. Que no hemos hablado, ¿de qué? Por supuesto, de
nuestro reconocimiento y apoyo a estos Presupuestos. Está
nuestro absoluto interés y convicción de que vamos a conseguir
unos niveles de crecimiento económico en torno al 3 por
ciento, de que se van a conseguir más de 250.000 puestos de
trabajo (Rumores.), de que vamos a corregir, en la medida de
nuestras posibilidades, nuestro déficit público, de que vamos
a conseguir un nivel de inflación en el entorno del 3,5 por
ciento. Pero, ¿sabe qué pasa, señor Montoro? El problema es
que cuando, desde mi Grupo y desde el Gobierno, se analizan
los indicadores económicos, no nos parece que son una especie
de datos mecánicos inspirados por no sé qué laboratorio. No,
no. Estamos absolutamente convencidos de que este proyecto
presupuestario supone un compromiso con este país. ¿Es posible
bajar el déficit público? Sí. Y nosotros no queremos. ¿Sabe
usted por qué? Porque no queremos que se pague a costa ni de
los pensionistas de este país (Rumores.), ni de la educación
pública de este país (Fuertes rumores.), ni de la sanidad
pública de este país. (Fuertes y prolongadas protestas en el
Grupo Popular.) No. Ustedes lo rebajarían (Continúan las
protestas.), ustedes lo rebajarían, sin duda alguna. ¿A costa
de qué? Ya lo dijeron. Ustedes o su antigua empresa, la CEOE,
pedía la disminución del IVA en 6 puntos. Nosotros decimos que
no. Nosotros tenemos una ventaja y, al mismo tiempo, un
inconveniente respecto a ustedes: nos mojamos, gobernamos
(Fuertes protestas.), ustedes, no. Y probablemente por ese
camino... (Continúan las protestas.)



El señor PRESIDENTE: ¡Silencio, señorías! (Continúan las
protestas) ¡Silencio!



El señor HERNANDEZ MOLTO: Por ese camino, y con su compañero
de escaño a la derecha, que asusta a los niños --perdón, a la
izquierda, Manolo--, desde luego, van a gobernar muchos menos.

(El señor Núñez Pérez pide la palabra.) No, Núñez, no; es el
otro. (Fuertes y prolongados rumores.--Risas.) En cualquier
caso,



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lo que le decía, si me dejan... (Continúan los rumores.)...

hay que contestar a algunas...




El señor PRESIDENTE: Señor Hernández Moltó, le ruego se atenga
a la réplica al señor Montoro.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Sin duda alguna, Presidente.

(Rumores.) Le decía que por ese camino, ustedes van a tardar.

(Rumores.) Sinceramente voy a acabar. Usted ha dicho algo con
lo que yo estoy de acuerdo: Ustedes se preocupan por el futuro
de España; nosotros también, es verdad. Le voy a leer una
opinión que hoy da un conjunto de empresarios, de inversores
nacionales y extranjeros que ayer se reunían en Madrid.

Decían: No se puede insinuar a inversores nacionales y
extranjeros que es mejor no correr riesgos en España porque no
somos competitivos y que existen más facilidades en países
fronterizos a éste. Esto lo decía el líder de su Partido.

Desde mi punto de vista, si ésa es la opinión (Rumores y
protestas.) que ayer se versó, pregunten a las fuentes más que
la opinión, más que la opinión. (Fuertes rumores y protestas.-
-El señor Hernández-Sito García-Blanco: Eso es lo que dice
Solchaga.--Continúan los rumores y las protestas.)



El señor PRESIDENTE: ¡Silencio! Señor Hernández-Sito.

(Rumores.) ¡Silencio!
Le ruego concluya, señor Hernández Moltó. (Rumores.)
¡Silencio!



El señor HERNANDEZ MOLTO: Si esa es la opinión que ayer se
versó, más que la del líder de un Partido de la oposición
parece la de un enemigo de este país. (Protestas y rumores.)
Muchas gracias. (Fuertes rumores y protestas.--Aplausos.--El
señor Montoro Romero pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Hernández Moltó.

Señor Montoro, el debate ha concluido. Su señoría ha tenido
los turnos. (Rumores y protestas.)
¡Silencio!, señorías.




El señor MONTORO ROMERO: Ha habido una mención expresa a un
Diputado de mi Grupo, el Presidente de este Grupo
Parlamentario, que no está en la Cámara. (Fuertes rumores y
protestas.) Por tanto, reclamo el uso de la palabra para
desmentir las afirmaciones que ha hecho el señor Hernández
Moltó. (Protestas y rumores.)



El señor PRESIDENTE: ¡Silencio! señorías.

Señor Montoro, estamos en un debate en el que cada uno de los
intervinientes es muy libre de utilizar los argumentos y los
elementos de convicción y de persuasión que crea conducentes a
los fines del debate que tiene lugar. Cada Diputado tiene su
turno, utiliza los documentos y los argumentos (Rumores.) que
crea convenientes. (Un señor Diputado: ¡Sin faltar a la
verdad!--Rumores y protestas.--El señor Montoro Romero pide la
palabra.) En tanto en cuanto son argumentos coherentes con el
debate... (Continuán los rumores y protestas.) ¡Señorías, les
ruego silencio!
En tanto en cuanto son argumentos y elementos coherentes con
el debate y no externos o ajenos al debate mismo, no dan lugar
a ulteriores intervenciones. Señor Montoro, muchas gracias.




El señor MONTORO ROMERO: Señor Presidente, pero la alusión ha
existido y, por tanto...




El señor PRESIDENTE: Señor Montoro, le ruego acepte el
criterio de la Presidencia.




El señor MONTORO ROMERO: Tengo que insistir en el uso de la
palabra, señor Presidente. (Fuertes rumores y protestas en los
bancos socialistas.)



El señor PRESIDENTE: Señor Montoro, le ruego acepte el
criterio de la Presidencia. (Fuertes rumores y protestas.--Un
señor Diputado: ¡Esto es un Parlamento!)
Vamos a proceder a las votaciones. (Rumores y protestas.)
¡Silencio, señorías!
Votaciones relativas a la Sección 25, Ministerio de la
Presidencia y organismo autónomo Patrimonio Nacional.

Enmiendas del Grupo Popular.

Enmiendas 1.772 y 1.775.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 133; en contra, 174; abstenciones,
tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas 1.765, 1.770 y 1.776.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 309; a favor, 132; en contra, 165; abstenciones, 12.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.




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Restantes enmiendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 144; en contra, 163; abstenciones,
tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 13; en contra, 166; abstenciones, 131.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Votación relativa al texto del dictamen de la Sección 25 y
organismo autónomo Patrimonio Nacional.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 309; a favor, 162; en contra, 135; abstenciones, 12.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Votaciones correspondientes a la Sección 21, Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación, y sus organismos autónomos.

Enmiendas del Grupo Mixto del señor Chiquillo.

Enmienda 101.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 309; a favor, 134; en contra, 174; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Restantes enmiendas del señor Chiquillo, excepto la número 78,
a la que se ha presentado una enmienda transaccional por el
Grupo Socialista. Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 135; en contra, 165; abstenciones, 10.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Enmiendas 794 y 796.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 12; en contra, 295; abstenciones,
tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Restantes enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya, excepto la 803, afectada por una propuesta de
transacción presentada por el Grupo Socialista.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 309; a favor, 143; en contra, 164; abstenciones,
dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo Popular.

Enmiendas 1.520, 1.545, 1.550, 1.553, 1.559, 1.561, 1.566,
1.574, 1.580, 1.595, 1.609, 1.620, 1.622, 1.636, 1.638, 1.639,
1.650, 1.651 a 1.656, 1.658, 1.659, y 1.661 a 1.667.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 144; en contra, 164; abstenciones,
dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas 1.504 a 1.506, 1.510, 1.511, 1.513, 1.516, 1.524 a
1.526, 1.531, 1.537 a 1.541, 1.548, 1.551, 1.554, 1.555,
1.557, 1.558, 1.560, 1.563, 1.567, 1.569 a 1.572, 1.576,
1.582, 1.584, 1.588 a 1.590, 1.592, 1.600, 1.602 a 1.605,
1.611, 1.612, 1.613, 1.614, 1.618, 1.619, 1.625, 1.628, 1.629,
1.631 a 1.635, 1.637, 1.640 a 1.643 y 1.645 a 1.647.

Comienza la votación. (Pausa.)
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 134; en contra, 175; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Restantes enmiendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 135; en contra, 164; abstenciones, 11.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo Vasco (PNV).




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Enmiendas 360 y 361.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 135; en contra, 166; abstenciones,
nueve.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Restantes enmiendas del Grupo Vasco (PNV).

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 144; en contra, 165; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo de Coalición Canaria.

Enmienda 471.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 17; en contra, 165; abstenciones, 128.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Enmienda 472.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, seis; en contra, 174; abstenciones,
130.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Enmienda 473.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 307; a favor, 14; en contra, 165; abstenciones, 128.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Enmiendas transaccionales presentadas por el Grupo Socialista
en relación con la enmienda número 78 del señor Chiquillo y
con la número 803 del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 309; a favor, 305; en contra, tres; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobadas las enmiendas.

Votación relativa al dictamen de la Sección 21 y organismos
autónomos. Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 163; en contra, 146; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Votaciones relativas a la Sección 20, Ministerio de Industria
y Energía, y sus organismos autónomos.

Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Enmiendas 786 y 787.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 144; en contra, 163; abstenciones,
tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Restantes enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya. Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 308; a favor, 12; en contra, 161; abstenciones, 135.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo Popular.

Enmienda 1.492.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 309; a favor, 141; en contra, 165; abstenciones,
tres.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Restantes enimendas del Grupo Popular.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 133; en contra, 165; abstenciones, 12.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo Vasco (PNV), y del señor Albistur.




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Enmienda 342.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 135; en contra, 174; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Enmiendas 343 y 344.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 308; a favor, 134; en contra, 165; abstenciones,
nueve.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas 345, 346 y 348.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, siete; en contra, 302; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmienda 347.

Comienza la votación. (Pausa.)
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 308; a favor, 13; en contra, 293; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Enmiendas 352 y 353.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 145; en contra, 164; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Restantes enmiendas del Grupo Vasco, PNV.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, tres; en contra, 296; abstenciones,
11.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo de Coalición Canaria.

Enmienda número 470.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 12; en contra, 165; abstenciones, 133.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda.

Restantes enmiendas del Grupo de Coalición Canaria.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 13; en contra, 295; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Votación correspondiente al dictamen de la Sección 20,
Ministerio de Industria y Energía, y sus organismos autónomos.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 164; en contra, 143; abstenciones,
tres.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Enmiendas del Grupo Popular a los artículos 1 y 2.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 133; en contra, 174; abstenciones,
tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya a los artículos 1 y 2.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 11; en contra, 165; abstenciones, 134.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Se someten a votación, a continuación, los artículos 1 y 2 del
dictamen, con las variaciones que se hayan producido como
consecuencia de la aceptación de enmiendas en el curso del
debate, sin perjuicio de las mínimas correcciones técnicas que
puedan proceder en las cifras tras las pertinentes
comprobaciones y de acuerdo con la documentación que obra en
poder de los grupos parlamentarios.




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Dictamen de los artículos 1 y 2.

Comienza la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 310; a favor, 166; en contra, 143; abstenciones,
una.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el dictamen.

Se levanta la sesión.




Eran las nueve de la noche.