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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 546, de 18/07/1995
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1995 V Legislatura Núm. 546
EDUCACION Y CULTURA
PRESIDENTE: DON JOSE LUIS MARTINEZ BLASCO
Sesión núm. 45 (Extraordinaria)
celebrada el martes, 18 de julio de 1995



ORDEN DEL DIA:
Comparecencia del señor Ministro de Educación y Ciencia (Saavedra
Acevedo) para informar sobre las líneas generales de la política de su
Departamento. A petición del Gobierno. (Número de expediente 214/000114.)



Se abre la sesión a las cuatro y cinco minutos de la tarde.




El señor PRESIDENTE: Señorías, buenas tardes.

Comenzamos la sesión de hoy, que tiene un solo punto en el orden del día,
con la comparecencia del señor Ministro de Educación y Ciencia para
informar sobre las líneas generales de la política de su departamento.

Esta sesión extraordinaria ha sido solicitada por el propio Gobierno.

En primer lugar, quiero, en nombre propio, de la Mesa y de toda la
Comisión, saludar al nuevo Ministro del Departamento de Educación y
Ciencia, que ya era conocido en esta casa en otro departamento, pero
nuevo en esta Comisión.

Para exponer las líneas generales de la política de su departamento,
tiene la palabra don Jerónimo Saavedra.




El señor MINISTRO DE EDUCACION Y CIENCIA (Saavedra Acevedo): Gracias,
señor Presidente, por sus amables palabras.




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Señoras y señores Diputados, antes de entrar en la exposición, creo que
esta Comisión no puede ser ajena al dolor que ha experimentado en los
últimos días la familia universitaria por el fallecimiento de un grupo de
estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de
Barcelona. Quisiera dedicar un recuerdo a todos ellos, especialmente a
sus familias, con lo que creo expresar el parecer de todos los aquí
presentes.

Al comparecer por vez primera ante esta Comisión de Educación y Cultura
del Congreso de los Diputados para exponer lo que van a ser las líneas
generales de actuación del Departamento de Educación y Ciencia durante lo
que resta de legislatura, deseo que mis palabras sean para transmitirles
mi disposición personal al diálogo y la colaboración con todos los grupos
parlamentarios aquí representados en lo que considero un objetivo que nos
es común a todos: la ingente labor de promover y ordenar la educación, la
investigación y la práctica deportiva en todos sus niveles.

El principio básico que considera la educación como uno de los bienes
prioritarios e ineludibles de la sociedad orientará en todo momento las
directrices del Departamento de Educación y Ciencia. En ese sentido
primordial, la educación constituye uno de los instrumentos de cualquier
política en su acepción más profunda. La política educativa es
inextricable del conjunto de las políticas sociales y, bajo esta
orientación, debe contribuir, entre otros objetivos, al desarrollo
integral de los jóvenes, fomentándoles el espíritu crítico y ayudándoles
a la consecución de una vida más plena en todos los ámbitos. Debe también
contribuir, a través de una educación básica y de una formación
especializada de las personas, al progreso económico y social del país;
hacer accesible a los ciudadanos una educación permanente, capaz de
sensibilizarlos y adecuarlos a los cambios históricos y sociales y con el
propósito de atender a sus propias demandas de una educación posterior;
en definitiva, contribuir con todo ello a elevar el nivel cultural de
nuestra sociedad.

Un aspecto crucial de la tarea que nos aguarda está ya prefijado en la
Logse, en su calendario de aplicación y desarrollo. Es clave, al
respecto, el objetivo final que la propia Logse se ha propuesto, junto
con la ampliación de la enseñanza obligatoria y gratuita, y con una nueva
ordenación del sistema. Se trata de potenciar una enseñanza de calidad
que quede garantizada por los recursos del profesorado, infraestructura y
dotación de los centros, servicios de apoyo y otros medios. Y todo ello
se encauzará a través del principio que enuncié al comienzo de mi
intervención: que la política educativa constituya un elemento esencial
de la política social. No es un principio exclusivamente retórico, sino
que incide de forma muy inmediata en el necesario impulso que ha de
recibir la política educativa. Más aún cuando concierne a aquellos
aspectos que de forma más sensible afectan a la política social, como es
la formación profesional, que, al facilitar a los jóvenes la transición a
la vida activa y a los adultos su adaptación a las nuevas demandas del
mercado de trabajo, se vinculan con toda política de empleo.

Sin embargo, aunque la Logse establece ya algunas de las principales
líneas de actuación, partiendo de ese mismo texto normativo, es preciso
adelantar la propuesta de políticas educativas innovadoras, factibles y
eficaces, que sean capaces de provocar el apoyo de la comunidad
educativa. Pero el simple diseño de una política innovadora no resulta,
en absoluto, suficiente. Es cierto que hay que hallar fórmulas creativas;
pero además, es preciso debatir a fondo esas fórmulas para ver si son
susceptibles de llevarse a cabo.

La presentación que voy a hacer a continuación constituye una relación de
objetivos, algunos de los cuales responden a imperativos legales o a
líneas programáticas del Gobierno. Sin embargo, deseo someter
próximamente a un debate público algunas de estas metas antes de
discernir cuál es la forma más adecuada de conseguir su realización.

Paso, sin más dilación, a exponerles los objetivos que pretendo alcanzar
y los ejes fundamentales de lo que va a ser la actuación del Ministerio
de Educación y Ciencia. Para ello, ordenaré mi exposición en torno a lo
que constituyen las cuatro grandes áreas del Departamento: la educación
en los niveles infantil, primaria y secundaria, así como la formación
profesional; la enseñanza universitaria; la investigación y la política
deportiva. También haré una obligada referencia a lo que va a constituir
nuestra actuación durante la presidencia española de la Unión Europea.

Antes de entrar a desarrollar estas áreas quiero dejar expresa constancia
de que voy a mantener en todas ellas los mismos objetivos y ejes de
actuación que se han venido impulsando por parte de mis antecesores.

Será, por tanto, una política continuista en lo esencial, ya que está
basada en los mismos criterios políticos y de Gobierno que la
desarrollada durante estos últimos trece años.

La educación ha sido siempre un objetivo político prioritario para los
gobiernos socialistas, en el convencimiento de que el futuro de un país
depende principalmente de la capacidad del sistema educativo para
transformar la sociedad, permitiendo a sus ciudadanos una formación
crítica que asegure respuestas adecuadas a las demandas de una sociedad
en permanente cambio. Para los socialistas el sistema educativo debe
contar con unas características básicas: garantizar el derecho a la
educación a todos en condiciones auténticas de igualdad; posibilitar la
participación activa de la sociedad en las decisiones educativas y
propiciar a través de la educación una formación integral de los
ciudadanos que asegure el libre desarrollo de la personalidad.

Estos objetivos han sido contemplados y desarrollados en las dos normas
básicas que definen el sistema educativo español: la Lode y la Logse. Ha
sido una profunda transformación que ha hecho posible que la educación en
España haya evolucionado de manera notable y rápida en los últimos años,
aproximándose nuestro sistema educativo al de los países de nuestro
entorno, como ponen de relieve los indicadores internacionales elaborados
por instituciones tales como la OCDE o la Unión Europea.

En ésta mi primera intervención ante SS. SS. como Ministro de Educación y
Ciencia voy a tratar de destacar los objetivos más importantes que se
plantea el Ministerio para la educación en los niveles anteriores a la
universidad.




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Esos objetivos, a los que voy a dedicar de modo prioritario mis
esfuerzos, son los cinco que enumero a continuación.

En primer lugar, vamos a continuar de modo decidido las actuaciones
emprendidas en favor de la mejora permanente de la calidad de la
enseñanza, que se ha convertido en preocupación preferente de nuestro
Gobierno y del de los países de nuestro entorno.

En segundo lugar, impulsaremos todas las medidas que contribuyan a
facilitar las condiciones de trabajo del profesorado, a mejorar su
preparación y a elevar, en correspondencia con el esfuerzo que la reforma
educativa les exige, la valoración social de su labor.

En tercer lugar, es necesario continuar con el desarrollo de la reforma
educativa y prestar atención especial a su implantación.

En cuarto lugar, dedicaremos una especial atención a la regulación y
puesta en marcha de la nueva formación profesional.

Estas líneas de actuación preferente se completan, por último, con una
decidida apuesta por la igualdad de oportunidades para todos los
ciudadanos, de forma que la educación contribuya de modo inequívoco a la
construcción de una sociedad democrática, participativa y plural.

En relación con el objetivo de mejorar la calidad de la enseñanza, el
proyecto de ley de participación, evaluación y gobierno de los centros
docentes, que se encuentra en tramitación en esta Cámara, es, a juicio
del Gobierno, un instrumento fundamental, que completará el marco
legislativo constituido por la Lode y la Logse. Con la mejora de la
calidad de la enseñanza nos proponemos conseguir unos centros educativos
cada día mejores, en los que nuestros alumnos puedan estudiar en las
condiciones más apropiadas para alcanzar con éxito los objetivos
planteados. Este es un propósito permanente de toda reforma educativa y
los esfuerzos realizados en los últimos años se han dirigido en ese
sentido. Confío en que, una vez que ha sido aprobado este proyecto de ley
por la Comisión, culmine con éxito su tramitación parlamentaria el
próximo otoño, lo que obligará a poner en marcha un conjunto de
actuaciones.

El proyecto, como sus señorías conocen, incide en aspectos tan relevantes
como la dirección y la autonomía de los centros, la evaluación y la
inspección educativas. A este respecto y en primer lugar, todos los
estudios sobre la calidad de la enseñanza resaltan la importancia de la
dirección. Una mejor organización de los centros escolares es fundamental
para su buen funcionamiento y depende, en buena medida, de la preparación
y la competencia profesional del director. Así se reconoce en el proyecto
de ley, que establece un equilibrio entre el necesario refuerzo de la
función directiva y un funcionamiento democrático que garantice la máxima
participación de la comunidad educativa en la vida de los centros.

Es necesario que a finales del próximo curso puedan acceder a la
dirección los profesores mejor preparados, que tengan la experiencia
necesaria y que gocen del mayor prestigio profesional entre sus
compañeros. La formación y valoración de los candidatos a director, así
como la consideración de los otros requisitos previstos, deben permitir
que dispongamos de un número suficiente de profesores acreditados para el
ejercicio de la dirección antes de la celebración de las próximas
elecciones a director, a finales del curso próximo.

Además, arbitraremos las medidas concretas de apoyo por parte de la
Administración educativa a la dirección de los centros, que entrarán en
vigor a lo largo del próximo curso, y que permitirán mejorar la actuación
de los equipos directivos en relación con la gestión de los recursos
humanos y materiales. Al mismo tiempo, deberán establecerse
compensaciones económicas y profesionales para los cargos directivos
previstas por el proyecto de ley. Estas medidas tienen como objetivo
hacer más atractivo el ejercicio de la función directiva, especialmente
desde el punto de vista profesional. Si se consigue que haya un mayor
número de directores elegidos por su consejos escolares, habiendo
garantizado que todos los candidatos están bien preparados, se habrá
cumplido una parte de los objetivos que el texto normativo plantea.

Por otra parte, una vez que se resuelva la convocatoria para puestos de
administrador en los institutos de educación secundaria, actualmente en
marcha, se podrán incorporar a los centros, durante el próximo curso, los
primeros administradores preparados específicamente para desempeñar este
puesto, que contribuirán a facilitar la tarea de los equipos directivos.

En segundo lugar, otro aspecto clave del proyecto de ley es la autonomía
de los centros para definir el modelo de gestión organizativa y
pedagógica, que deberá concretarse, en cada caso, mediante los
correspondientes proyectos educativos. En consecuencia, los centros
elaborarán un proyecto educativo en el que se fijarán los objetivos, las
prioridades y los procedimientos de actuación, partiendo de las
características del entorno escolar y de las necesidades educativas
específicas de los alumnos. Corresponde a las administraciones educativas
establecer el modo en que los centros deben hacer público su proyecto
educativo, así como aquellos otros aspectos que puedan facilitar
información sobre los centros y orientación a los alumnos, sus padres o
tutores, y favorecer, de esta forma, una mayor implicación del conjunto
de la comunidad educativa. El Ministerio de Educación y Ciencia pondrá,
por tanto, los medios para que los centros puedan hacer público su
proyecto educativo a lo largo del curso 1995/96 y pueda ser éste tenido
en cuenta en el momento de solicitar la admisión en el próximo curso.

Por otra parte, precisaremos las competencias de los órganos de gobierno
de los centros públicos en lo referente a la gestión de los recursos
económicos y materiales, y regularemos el procedimiento que permita a los
centros docentes públicos obtener ingresos complementarios, previa
aprobación del Consejo Escolar. En cualquier caso, el Ministerio prestará
especial apoyo a aquellos centros que escolaricen alumnos con necesidades
educativas especiales o estén situados en zonas social o culturalmente
desfavorecidas, tal como se establece en el proyecto de ley a fin de
evitar desigualdades por razones económicas o de otro tipo.

En tercer lugar, la mejora de la calidad de la enseñanza exige igualmente
ampliar los límites de la evaluación, para



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que pueda ser aplicada de modo efectivo al conjunto del sistema educativo
en sus enseñanzas, centros y profesores. La evaluación, que deberá
orientarse a la permanente adecuación del sistema educativo a las
necesidades y a las demandas sociales, tendrá siempre un carácter
formativo y orientador del trabajo realizado y del funcionamiento de los
centros. La evaluación general del sistema educativo y de sus enseñanzas
ha sido encomendada al Instituto Nacional de Calidad y Evaluación, que ha
comenzado ya sus trabajos. En el próximo curso 1995/96 presentaremos los
resultados del primer estudio de evaluación de la implantación de la
nueva educación primaria y una primera versión de los principales
indicadores del sistema educativo español, los cuales contribuirán sin
duda a orientar la toma de decisiones. Asimismo, se pondrán en marcha un
estudio sobre la nueva formación profesional y otro para la evaluación de
las nuevas enseñanzas correspondientes a la educación secundaria
obligatoria. Desde el Ministerio, haremos públicos los criterios y
procedimientos que serán utilizados para la evaluación de los centros,
con el fin de garantizar la mayor transparencia, así como las
conclusiones de interés general que en dichas evaluaciones se obtengan.

De acuerdo con lo establecido en el proyecto de ley, la evaluación de los
centros deberá tener en cuenta el contexto socioeconómico de los mismos y
los recursos de que disponen, y se efectuará sobre los procesos y sobre
los resultados obtenidos, tanto en lo relativo a organización, gestión y
funcionamiento, como al conjunto de actividades de enseñanza y
aprendizaje. El Ministerio colaborará con los centros para resolver los
problemas que hubieran sido detectados en la evaluación realizada.

Asimismo, a fin de mejorar el trabajo de los profesores, se elaborarán
planes para la valoración de la función pública docente, en la cual
colaborarán los miembros de la comunidad educativa y participarán los
profesores. Además, desarrollaremos un plan de evaluación de la función
directiva, que valorará la actuación de los órganos unipersonales de
gobierno de los centros sostenidos con fondos públicos.

En cuarto lugar, la función inspectora, a la cual se accederá mediante un
concurso-oposición riguroso que permita seleccionar a los profesores más
cualificados, recibe un importante papel en el proyecto de ley. Se
pretende conseguir que se incorporen a la inspección profesores con
amplios conocimientos del sistema educativo y larga trayectoria
profesional, con experiencia en la coordinación pedagógica y dirección de
centros, y con evaluación positiva en las tareas desempeñadas.

La reforma educativa y las medidas en favor de la calidad de la
enseñanza, que conceden mayor autonomía a los centros y refuerzan la
función directiva, demandan inspectores con la mejor preparación, que
puedan abordar con garantías de éxito las delicadas tareas de
coordinación y supervisión pedagógicas de los centros, los equipos de
profesores y los propios docentes, así como las ineludibles y urgentes
tareas de evaluación de centros, cargos directivos y profesores. En
consecuencia, pretendo potenciar una presencia frecuente de los
inspectores en los centros, como la mejor garantía de un apoyo externo
eficaz a las nuevas tareas encomendadas a centros y profesores, relativas
a la coordinación docente, a los proyectos educativos y al funcionamiento
de los equipos de profesores y de los departamentos. Además de las tareas
de apoyo, los inspectores deberán supervisar el correcto ejercicio de la
autonomía de los centros, la gestión del equipo directivo y el
cumplimiento de las responsabilidades encomendadas a los profesores.

Paso a continuación a referirme al profesorado, el segundo de los
objetivos prioritarios que les anuncié al principio. Una vez regulado el
proceso de formación inicial de los maestros, es preciso continuar con el
de los profesores de secundaria, para poner a punto el título de
especialización didáctica que exige la Logse, que se obtendrá después de
una formación teórica y práctica de al menos un curso de duración.

Estamos ultimando la regulación de las condiciones para la obtención de
este título, cuyas enseñanzas serán encomendadas normalmente a las
universidades, que las impartirán en colaboración con los propios centros
de secundaria.

Por otra parte, impulsaré la formación permanente del profesorado,
potenciando la actual red de centros de profesores y de recursos y
renovando la oferta de formación, ajustándola a las necesidades derivadas
de la implantación de las nuevas enseñanzas y a las demandas de los
profesores. Me propongo concretar vías de desarrollo profesional para los
profesores, vinculadas principalmente a la buena práctica profesional,
que permitan mejorar las condiciones en que el profesorado realiza su
trabajo, así como estimular una creciente consideración y el
reconocimiento social de la función docente.

Amén de estimular una mayor implicación de la universidad en la formación
permanente, me propongo continuar e impulsar la concesión de ayudas a los
proyectos de colaboración entre departamentos universitarios y
departamentos de institutos de secundaria, ya que la experiencia de este
curso en ese sentido ha sido positiva.

Paso a informarles, a continuación, del tercero de los objetivos
prioritarios mencionados, es decir, el grado de implantación de las
nuevas enseñanzas establecidas por la Logse y las previsiones para el
futuro inmediato, en el territorio de gestión del Ministerio de Educación
y Ciencia.

Hemos alcanzado la plena escolarización de los niños de cuatro y cinco
años. En el curso 1995/96 tendremos a casi el 70% de los niños de tres
años incorporados a este ciclo de la educación infantil y serán atendidos
por maestros especialistas en esta etapa. Seguiremos trabajando
decididamente para poder cubrir en los dos próximos cursos casi en su
totalidad la demanda potencial de puestos escolares para los niños de
tres años.

A partir del próximo curso se impartirá en todos los colegios el sexto
curso de educación primaria, lo que significa que todos los niños
españoles entre tres y once años estarán cursando las nuevas enseñanza y,
con ello, habrán quedado definitivamente implantadas estas dos etapas
educativas, con profesores especialistas y con el número de alumnos por
aula establecido en la normativa.

La educación secundaria obligatoria es la etapa más novedosa y
seguramente la más delicada de la reforma. Esto



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es así debido a los cambios que se producen en la organización de las
enseñanzas, que pasan a ser impartidas en los institutos por maestros y
por profesores de educación secundaria. Es una etapa delicada también por
la edad de los alumnos, entre doce y dieciséis años, que inician la
adolescencia al tiempo que se enfrentan a una mayor complejidad y
especialización de las enseñanzas, a un mayor número de áreas y de
profesores que las imparten y a un incremento de materias optativas.

Para esta etapa están especialmente previstas las medidas de atención a
la diversidad de los alumnos. El éxito de las nuevas enseñanzas
consistirá en que todos los alumnos que deben cursar estas enseñanzas
hasta los dieciséis años alcancen los objetivos previstos y hayan
desarrollado sus capacidades y su nivel de aprendizaje de manera óptima.

Hace falta que los profesores acierten en esta difícil tarea para la que
me comprometo a dedicar desde el Ministerio todo el esfuerzo necesario:
en las adaptaciones que precisen las instalaciones y los centros, en la
dotación de profesores y en el apoyo a los que impartan estas enseñanzas,
tanto en lo relativo a asesoramiento, como en formación o en el
desarrollo de la normativa necesaria.

En el próximo otoño dictaré una orden ministerial sobre la implantación
del primer curso de la educación secundaria obligatoria y sobre la
continuación de la anticipación del resto de los cursos de estas
enseñanzas y del bachillerato, con el fin de que se conozcan todos los
detalles con la suficiente antelación y se facilite así su puesta en
marcha a partir del curso 1996-1997.

No quisiera concluir este apartado dedicado a la implantación de la
reforma sin manifestar a SS. SS. que desarrollaremos y daremos puntual
cumplimiento a los acuerdos sobre la implantación de la educación
secundaria firmados en junio de 1995 con los sindicatos de la enseñanza
pública, así como con los sindicatos y alguna de las patronales de la
enseñanza concertada.

Considero necesario dedicar un capítulo específico a la formación
profesional por su importancia, no sólo dentro del sistema educativo,
sino por su enorme trascendencia en el futuro económico y social del
país, que exige una estrecha coordinación entre distintas
administraciones. El Ministerio de Educación y Ciencia ha venido
trabajando en la implantación de la nueva formación profesional a un
ritmo creciente en los últimos años y es mi propósito continuar este
trabajo, de modo que durante el curso 1995-1996 dispongamos de una
formación profesional ya totalmente regulada y puesta en funcionamiento.

Vamos a continuar el proceso de implantación progresiva de los ciclos
formativos ya regulados y aumentaremos la oferta de nuevos ciclos, al
mismo tiempo que se anticipa la educación secundaria obligatoria y el
bachillerato.

En consecuencia, en el curso 1996-1997 estarán regulados y serán
ofrecidos a los alumnos todos los nuevos ciclos formativos. Ahora bien,
es necesario tomar también las decisiones pertinentes para una adecuada
distribución territorial de la oferta de enseñanzas de formación
profesional. Me comprometo a impulsar esta tarea, en colaboración con las
administraciones que todavía no han asumido las competencias en
educación. Como SS. SS. recordarán, el Ministerio de Educación y Ciencia
presentó en el curso 1994-1995 una propuesta sobre la red de centros, que
incluía la distribución de la oferta de formación profesional, y abrió un
período de reflexión sobre la misma. Por tanto, a lo largo del próximo
curso, y una vez recibidas las aportaciones oportunas, podrá quedar
definitivamente trazado el mapa correspondiente a la distribución
territorial de la oferta de formación profesional.

Para poner en práctica las nuevas enseñanzas será necesario continuar el
esfuerzo de adaptación de los centros que lo requieran, tarea que se ha
venido realizando mediante planes de actuación, que incluyen las mejoras
de los centros necesarias para impartir las nuevas enseñanzas de la
educación secundaria. Un esfuerzo no inferior habrá que dedicar a la
formación y actualización de los profesores que van a tener a su cargo la
impartición de los nuevos ciclos formativos. Durante el curso 1995-1996
será presentado el Real Decreto que regule las nuevas especialidades e
incrementaremos la convocatoria de cursos de formación, así como la
creación de centros de formación, innovación y desarrollo de la formación
profesional como los ya existentes.

Para finalizar este breve repaso de la formación profesional quiero
dedicar unas palabras a las prácticas en las empresas y a la colaboración
con otras instituciones u organismos. Es importante conseguir la
implicación del mundo empresarial en la formación de los futuros
titulados de formación profesional. Es necesario además que las mejores
empresas, las más innovadoras, las que utilizan técnicas e instrumentos
más modernos, colaboren con nosotros en esta tarea.

Paso a hablarles, señorías, sobre uno de los temas que considero más
relevantes en este momento del desarrollo de nuestro sistema educativo y
que ha venido siendo una seña de identidad de los sucesivos gobiernos
socialistas: garantizar una igualdad efectiva de oportunidades en la
educación a todos los jóvenes. Ofrecer a todos los alumnos iguales
oportunidades requiere, en primer lugar, que la enseñanza básica común
llegue a todos, y en especial que aquellos que tienen más dificultades
reciban una atención diversificada que permita adaptar las enseñanzas a
sus circunstancias, a sus ritmos de aprendizaje. El Real Decreto de 1984,
de regulación de la educación compensatoria, y el de 1985, de la
educación especial, constituyen dos ejemplos claros de la presencia
continuada de esta preocupación en el Ministerio de Educación y Ciencia.

No obstante, es necesario actualizar esta normativa a la nueva estructura
y objetivos de la Logse. En este momento contamos con un nuevo Real
Decreto, 696/1995, que regula la educación de los alumnos con necesidades
educativas especiales, publicado en el mes de junio, y me comprometo a
redactar un nuevo real decreto de compensación de las desigualdades que
incluya la respuesta a los restantes colectivos desfavorecidos y que
adapte la normativa anterior.

En esta misma línea, y en previsión de lo contenido en la Ley Orgánica de
Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes, me
comprometo a que el Ministerio de Educación y Ciencia garantice de modo
firme y decidido la escolarización de alumnos con necesidades



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educativas especiales en todos los centros docentes sostenidos con
fondos públicos, manteniendo en todo caso una distribución equilibrada de
los alumnos, para lo cual se establecerán los límites correspondientes.

Velaremos para que los alumnos se repartan de modo equitativo por las
unidades de los centros docentes de la zona de que se trate. Para atender
adecuadamente a estos alumnos, dotaremos a los centros de los recursos
necesarios.

Por otra parte, dentro de esta política de igualdad de oportunidades,
continuaremos el programa de becas y ayudas a los estudiantes, de forma
que los jóvenes, una vez concluida la enseñanza obligatoria, puedan
continuar los estudios o la formación de su preferencia sin otra
limitación que la derivada de su dedicación y su rendimiento académico.

Además, proporcionaremos a todos los centros los recursos suficientes
para hacer efectiva esta igualdad de oportunidades, y tenemos intención
de discriminar positivamente a los que se encuentran en peores
condiciones o atienden a un número más elevado de alumnos que necesitan
esta acción compensatoria.

Es necesario continuar ampliando los programas de garantía social, de
modo que podamos incorporar al sistema a todos los alumnos que no hayan
concluido una formación que les permita una adecuada inserción en la vida
laboral, o a los que por cualquier razón se hayan visto abocados a
abandonar sus estudios.

Finalmente, por lo que se refiere a las enseñanzas anteriores a la
universidad, querría referirme a dos iniciativas que considero de
especial relevancia por su carácter de respuesta a importantes demandas
sociales: el programa de apertura de los centros y la televisión
educativa.

Durante el presente curso 1994-1995, el Ministerio de Educación y Ciencia
ha puesto en marcha, como saben SS. SS., un programa de apertura de los
centros más allá del horario lectivo con el fin de ofrecer actividades
extraescolares de carácter educativo a los alumnos, rentabilizando con
ello las instalaciones al servicio del conjunto de la comunidad. Este
programa tiene un gran valor para el departamento que dirijo y constituye
por ello uno de sus objetivos prioritarios. Durante este curso alrededor
de novecientos centros se han incorporado a la experiencia, y su
valoración, tras un año de actividad, es muy positiva. Mi compromiso, por
lo que a este programa se refiere, es que en dos años la totalidad de los
centros del ámbito de gestión del Ministerio de Educación y Ciencia
permanezcan abiertos todas las tardes y los sábados.

La segunda iniciativa a la que quiero hacer mención se refiere al impulso
de la televisión educativa como un instrumento sumamente útil para
determinados objetivos de la reforma. Es de todos conocido que uno de los
retos de los sistemas educativos actuales es su capacidad para garantizar
vías de educación permanente a lo largo de la vida de las personas. La
ampliación de los años de estudio, la rapidez con que se generan nuevos
conocimientos y la creciente movilidad del mercado laboral reclaman una
actualización continua. La respuesta a esta demanda social supone contar
con sistemas de educación a distancia que, sin excluir lógicamente la
enseñanza presencial, constituyen una alternativa especialmente adecuada
para el objetivo señalado. La televisión educativa ofrece grandes
posibilidades en el ámbito de la educación a distancia y para ello está
siendo utilizada en la mayoría de los países de nuestro entorno. En
España, hasta este momento, se ha hecho un uso muy reducido de este medio
potencialmente educativo mediante los programas «La aventura del saber» y
«That's English», que se emiten por la segunda cadena de Televisión
Española, por referirme exclusivamente a las emisiones de ámbito
nacional. El proyecto que el Ministerio de Educación y Ciencia está
preparando en colaboración con la Televisión Española, y que confío en
tener ultimado para finales de este año, consiste en poner en
funcionamiento una programación educativa amplia y de carácter
fundamentalmente reglado e inserta en uno de los canales temáticos de
Televisión Española.

El contenido nuclear de esta nueva programación educativa estaría
dedicado a un curso para la obtención del nuevo título de Graduado de
Educación Secundaria Obligatoria, a la enseñanza del inglés y el francés,
y a la emisión de determinados ciclos de formación profesional específica
que, con el apoyo como en el caso anterior de material complementario y
un sistema de tutorías, permitirían obtener los correspondientes títulos.

Por lo que a la enseñanza superior se refiere, quiero subrayar que el
Ministerio va a renovar su apuesta por la calidad. Los centros de
enseñanza universitaria deben situarse en la vanguardia de la sociedad
ofreciendo respuestas y soluciones a la diversidad de problemas en un
mundo de constante transformación. Asimismo, deben situarse en los
primeros puestos de la actividad investigadora como factor de desarrollo
estratégico que permita la competencia e integración con el conjunto de
las sociedades más avanzadas.

La última década ha estado caracterizada por la extensión de las
enseñanzas universitarias. Una vez conseguida la presencia de centros
universitarios en todas las provincias españolas y alcanzada la igualdad
de oportunidades dentro de este marco, el reto de la calidad de la
enseñanza está siendo abordado con la firme voluntad de conseguir una
mejora en las instituciones universitarias que aseguren que los
conocimientos que se transmiten a nuestros estudiantes son acordes con
las exigencias que la sociedad plurinacional a la que nos dirigimos va a
plantearle en el futuro.

Manifiesto mi compromiso con una universidad de calidad. En este contexto
deben situarse nuestras actuaciones sobre evaluación. En 1994 informamos
sobre el programa experimental de evaluación de la calidad del sistema
universitario, que dirigió el Consejo de Universidades, y en el que
participaron voluntariamente 16 universidades públicas. La excelente
acogida de este programa es buena muestra del interés existente por
mejorar la calidad de todas las actividades universitarias: docencia,
investigaciones y otros servicios.

Durante el último curso cuatro universidades españolas han participado en
los proyectos piloto de evaluación de la calidad de la enseñanza
superior, junto con otras 42 instituciones europeas. Con estos proyectos
se está experimentando una metodología común para todos los países, y se



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trata de consolidar la cultura de la evaluación en el mundo de la
educación superior en Europa.

Durante la presidencia española de la Unión Europea se celebrará en
Madrid la conferencia final de presentación del informe europeo sobre
estos proyectos de evaluación.

Entre los planes de la presidencia del Consejo de Universidades que, como
SS. SS. saben, ostento, ocupa un lugar destacado para el próximo año el
objetivo de iniciar la evaluación de diez universidades españolas,
continuando en años sucesivos con las restantes.

En mi opinión, las administraciones públicas deben colaborar para que
todas las universidades puedan llevar a cabo sus actividades con
garantías de calidad, pero también debemos incentivar a las que aspiran a
mayores cotas de prestigio. Se debe primar a aquellos grupos que
destaquen por su calidad docente e investigadora, ofreciéndoles
financiación adicional a través de programas competitivos de
investigación, doctorado, evaluación docente e innovación educativa.

En el último curso académico hemos introducido ya una convocatoria
competitiva para financiar programas de doctorado que destacan por su
calidad. Es nuestra intención continuar esta actividad en el futuro para
consolidar programas de tercer ciclo que permitan formar los profesores e
investigadores que necesitan nuestro sistema universitario y el sistema
de ciencia y tecnología españoles. Asimismo, introducimos convocatorias
competitivas que financien proyectos de innovación educativa en la
enseñanza superior, especialmente en relación con las necesidades
planteadas por los nuevos planes de estudios y la extensión de la
formación práctica.

Otra actividad que recibirá atención destacada será la evaluación docente
que las universidades deben llevar a cabo regularmente.

Otro campo en el que se va a seguir actuando es en el de las
transferencias universitarias, al que durante el último año se ha dado un
importante impulso. El Gobierno continuará promoviendo el proceso
negociador de las transferencias universitarias, interrumpido por las
elecciones autonómicas y la subsiguiente constitución de nuevos
gobiernos.

Antes de la cita electoral del pasado mes de mayo se firmaron los
acuerdos de traspasos de sus universidades a las Comunidades Autónomas de
Extremadura, Asturias, Madrid, Castilla-León y Murcia. Ello supuso el
traspaso del 70 por ciento de las universidades implicadas en el proceso
y el 82 por ciento de los alumnos universitarios, quedando pendientes
actualmente Baleares, Castilla-La Mancha, Aragón, Cantabria y La Rioja.

En los próximos días se reanudarán los contactos con dichas comunidades
autónomas con el objeto de completar el mapa de competencias autonómicas
por lo que al ámbito universitario se refiere.

Haré también referencia al proyecto de ley de actualización de la ley de
Reforma Universitaria en materia de profesorado, que, como SS. SS. saben,
se encuentra en fase de discusión parlamentaria. Es deseo del Ministerio
que este proyecto, cumplidos los trámites pertinentes, llegue a
convertirse en ley y cumpla los objetivos que se propone de ajustar
nuestro sistema universitario a la nueva realidad que el proceso de
expansión y de transformación, propiciado por la entrada en vigor de la
Ley de Reforma Universitaria de 1983, nos presenta la universidad
española de hoy.

Finalmente, en el seno del Consejo de Universidades se han constituido
diferentes grupos de trabajo que están abordando cuestiones de tanta
relevancia para nuestro sistema universitario como la elaboración de
criterios de programación general de la oferta de estudios
universitarios, el análisis de la normativa de acceso a la universidad
teniendo en cuenta la reforma educativa, las modificaciones en los planes
de estudio y la generalización de los distritos únicos por autonomías, o
las normas de permanencia de los estudiantes en las distintas
universidades.

Cumpliendo el compromiso adquirido el pasado año y con el objetivo de
elevar la competitividad del sistema universitario y facilitar el
ejercicio del derecho de elección en el Consejo de Universidades se ha
acordado para el próximo año una ampliación de plazas disponibles por
distrito compartido. Creemos que a medio plazo estas reformas redundarán
en una mejora de la eficiencia de nuestro sistema universitario y en la
oferta de un servicio público de mayor calidad.

Por otro lado, como ya saben ustedes de sobra, el instrumento jurídico y
político de que el Gobierno dispone para actuar en el terreno de la
investigación científica y el desarrollo tecnológico es la Comisión
Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT), que me honro en
presidir, cuya función principal es la elaboración y posterior
seguimiento del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo
Tecnológico, creado por la Ley 13/1986 de Fomento y Coordinación General
de la Investigación Científica y Técnica.

El Plan Nacional de I+D inicia su andadura en el cuatrienio 1988-1991 y
su segunda fase en el siguiente 1992-1995. En enero de 1996 dará comienzo
el III Plan, que se prolongará hasta diciembre de 1999, abriendo así las
puertas del nuevo siglo. Los logros de los dos primeros planes son
evidentes y SS. SS. conocen los datos que han reflejado el importante
crecimiento de la investigación en España.

Es un crecimiento equilibrado, y como tal el mejor y casi me atrevería a
decir que el único posible. Llamo su atención sobre la forma de crecer en
materia de investigación como un proceso complejo y concatenado, en el
que la consecución de un mayor número de investigadores tiene que
discurrir paralelamente a la creación de infraestructuras y ambas al
total de la inversión. De la misma forma, tampoco es posible un
desarrollo tecnológico sin un substrato sólido de investigación básica.

Estas han sido las ideas y las cautelas que han presidido las actuaciones
de esta última década. Por ello, el III Plan no es una mera continuación
de los anteriores, sino que introduce una apreciable inflexión en cuanto
a objetivos e instrumentos. En fecha inmediata lo trasladaré al Consejo
de Ministros para su aprobación y posterior remisión a las Cortes
Generales.

El sistema español de ciencia y tecnología es hoy de mayor dimensión y
más productivo que antes del comienzo de los planes nacionales. Estos han
cumplido,



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pues, su objetivo de fomento de la I+D y han sentado las bases para un
crecimiento equilibrado que debe continuar. El golpe de timón del III
Plan es ahora poner un mayor énfasis en la coordinación y articulación
del sistema de ciencia y tecnología.

Además, este nuevo Plan impulsará la investigación básica (fundamental
para la capitalización de un país desarrollado y soporte imprescindible
para los futuros desarrollos tecnológicos) y su actuación será
indispensable para llevar a cabo con éxito todas las políticas
prioritarias por el Gobierno, como salud, clima, recursos hídricos o
medio ambiente. Así pues, el III Plan Nacional acercará la ciencia a los
ciudadanos y dará respuesta a los principales problemas que tiene
planteados nuestra sociedad y movilizará la innovación tecnológica (base
estratégica para generar empleo) a través del nuevo Programa PACTI, al
que más adelante me referiré.

En este sentido el III Plan incorpora un mayor número de programas
sectoriales procedentes de otros departamentos ministeriales y programas
nacionales elaborados conjuntamente y financiados de manera compartida
entre la Secretaría General del Plan y los respectivos ministerios. A
ello hay que sumar los programas sectoriales del Ministerio de Educación
y Ciencia (de formación y de promoción general del conocimiento) que
garantizan la investigación básica como elemento estratégico de
capitalización del país, que tradicionalmente han venido integrados en el
Plan Nacional, y la gestión de los proyectos concertados que realiza el
CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) del Ministerio de
Industria y Energía para el Plan Nacional.

No se agota con esta relación la labor de coordinación de la I+D española
que el III Plan va a propiciar porque existen otros departamentos con los
que están en marcha trabajos que desembocarán en programas conjuntos y,
además, existe una creciente y satisfactoria labor al respecto con las
comunidades autónomas, especialmente en la política de dotación de
infraestructuras.

El segundo aspecto en el que el III Plan va a poner un mayor énfasis es
en el de la articulación del sistema de I+D. Pretendemos con ello que
exista una más estrecha relación entre el entorno científico
(universidades y organismos públicos de investigación) y el entorno
productivo (las empresas), de forma que los conocimientos generados por
la investigación científica puedan ser utilizados para resolver los
problemas socioeconómicos que el país tiene planteados.

Este objetivo político de una mayor articulación del sistema de
ciencia-tecnología-industria se concreta en un programa nacional, de
carácter horizontal, que incide en casi todos los demás programas
nacionales. Se trata del llamado PACTI (Programa de fomento de la
articulación del Sistema de Ciencia-Tecnología-Industria). He querido
singularizar al PACTI porque, sin duda, es el programa más característico
y que mejor resume el carácter más finalista y más orientado del III Plan
en comparación con los anteriores. La ejecución del III Plan
corresponderá a las universidades y organismos públicos de investigación.

Como SS. SS. muy bien saben, el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) es el mayor organismo público de investigación de
España y su carácter multidisciplinar, que abarca la casi totalidad de
las ramas de saber y de la investigación aplicada, le convierte en piedra
angular del sistema español de I+D. Con tan sólo un 6 por ciento del
personal español dedicado a la investigación científico-técnica, el
Consejo produce el 20 por ciento del total de la producción científica
española, cosa lógica si se tiene en cuenta que su dedicación, a
diferencia de las universidades que han de impartir docencia, es de
carácter exclusivo a las tareas científicas.

Me propongo continuar con la labor de reforzamiento de las funciones y la
presencia del Consejo en la investigación española con la política de
cooperación de esta institución con las universidades, a través de la
creación y constitución de nuevos institutos, como es el caso de
Instituto de Agricultura Sostenible, de Córdoba, y el Centro Mixto, de la
Isla de la Cartuja de Sevilla, que son los últimos logros de la política
del Consejo.

Paso a referirme ahora, señorías, al área de la política deportiva, en la
que pretendo mantener las mismas líneas generales de actuación y los
mismos objetivos sobre los que se viene trabajando. La concepción del
deporte como una actividad social generalizada, corrector de
desequilibrios y elemento favorecedor de hábitos sociales que posibiliten
la igualdad y la solidaridad, hace que su engarce con el sistema
educativo represente un objetivo prioritario para el Gobierno.

En esta línea, y en coordinación con las comunidades autónomas, vamos a
intensificar aquellos programas que permitan incrementar el número de
instalaciones deportivas en los centros escolares, así como los que están
ligados a las competiciones nacionales e internacionales de deporte
escolar. Continuaremos también, en el marco del Programa 2000, de
detección de talentos deportivos, con los programas de iniciación y
perfeccionamiento técnico, que garanticen a nuestros jóvenes valores una
formación deportiva adecuada a sus características.

Respecto al Plan de extensión de la educación física en los centros
escolares, considero que ha sido un ejemplo de colaboración entre las
diferentes administraciones, que ha posibilitado el incremento de las
instalaciones deportivas, así como la dotación en todos los centros
educativos, de, al menos, un profesor de educación física. Vamos a
continuar --con la segura colaboración del resto de las
administraciones-- con este programa, fijándonos como meta que todos los
centros educativos puedan poseer las instalaciones adecuadas para la
impartición de educación física y la práctica deportiva.

También proseguiremos la labor de fomento del deporte universitario,
mediante el apoyo a los trabajos del Comité Español de Deporte
Universitario, el mantenimiento de los programas nacionales de
competición y promoción y del Plan de Instalaciones Universitarias, así
como la promoción de las escuelas deportivas y los equipos federados
universitarios.

En lo referente al deporte de competición y de alto nivel, la política
del departamento viene marcada por el gran



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acontecimiento de 1996, los Juegos Olímpicos de Atlanta. La continuación
del programa ADO (Asociación de Deportes Olímpicos), junto al desarrollo
de programas especiales confeccionados de forma individualizada, la
participación de nuestros equipos en las futuras sedes olímpicas y el
apoyo biomédico y tecnológico que a estos deportistas se está aportando a
través del Centro Nacional de Investigación y Ciencia del Deporte, nos
permite ser optimistas en cuanto a su nivel de preparación.

Vamos a proseguir también con la labor de apoyo a las federaciones
deportivas españolas, tanto en la mejora de su gestión económica como en
la intensificación de los programas de colaboración para la elaboración,
seguimiento y evaluación de sus planes y programas deportivos.

Respecto a los centros de alto rendimiento, continuaremos impulsando
programas de mejora y ampliación de los mismos, en colaboración con las
comunidades autónomas.

Finalmente, en los próximos meses pretendemos concluir el conjunto
normativo que desarrolle la Ley del Deporte en lo que atañe al control
del dopaje y adquisición de la condición de deportista de alto nivel.

Como SS. SS. ya saben, España ostenta la presidencia del Consejo de la
Unión Europea durante este segundo semestre de 1995. Dentro de las
competencias del Ministerio de Educación y Ciencia que inciden sobre el
acervo comunitario, podemos distinguir dos bloques: el ámbito educativo y
el área de investigación científica y desarrollo tecnológico.

En cuanto al ámbito educativo, tras la adopción de los programas
plurianuales Sócrates y Leonardo, en los que se agrupa el conjunto de las
iniciativas internas que venía desarrollando la Unión Europea en materia
educativa y de formación profesional, la presidencia española va a
centrar las actividades del Consejo en las cuestiones que paso a detallar
a continuación.

Primero, queremos impulsar la participación social como factor de calidad
en los niveles educativos anteriores a la universidad. Nuestro objetivo
consistirá en fomentar un debate sobre la calidad de la enseñanza. Este
aspecto cobra cada día mayor relevancia, tanto en el marco de las
acciones que realiza la Unión Europea en materia de educación, formación
profesional y juventud, como en el contexto de la contribución de estos
sectores al desarrollo de la estrategia del Libro Blanco para fomentar y
mejorar el crecimiento económico, la competitividad y la creación de
empleo.

España ha apostado fuerte por establecer y asentar esta calidad de la
enseñanza, encontrándose actualmente en fase de debate un proyecto de ley
de calidad de la educación. Son muchos los factores que influyen en la
consecución de la calidad, una gran parte de los cuales son objeto de
tratamiento y estímulo dentro del programa Sócrates. Uno de tales
factores, que nuestro país considera como fundamental y sobre el que
puede aportar amplia experiencia, es el de la participación social en la
gestión y toma de decisiones en el propio centro de enseñanza. Sin
embargo, este aspecto no forma parte del acervo comunitario. Proponemos
su estudio como un punto del orden del día del Consejo de Ministros de
Educación.

En segundo lugar, nos parece necesario estrechar la cooperación europea
en materia de estudios de doctorado. Esta cuestión, ya tratada bajo la
presidencia francesa, será desarrollada durante este semestre y
constituirá un punto del orden del día del Consejo de Ministros.

En tercer lugar, resulta primordial ofrecer una respuesta de los sistemas
educativos europeos a los problemas del racismo y la xenofobia. La
presidencia española tiene un interés prioritario en alentar a los
Estados miembros para que incluyan en sus respectivos programas escolares
contenidos educativos que fomenten una cultura basada en la tolerancia,
el respeto y la integración de las minorías étnicas.

En cuarto lugar, creemos que es importante la cooperación con los países
asociados de Europa central y oriental. La presidencia española
presentará en el Consejo de Ministros la definición de las modalidades de
participación de este grupo de países (los 6 Pecos, países de Europa
Central y Oriental, los 3 Bálticos y Eslovenia) en las acciones del
programa Sócrates. La extensión del programa Sócrates a estos países
estará en función de las disponibilidades financieras y de los intereses
tanto de los Estados miembros como de los países beneficiarios.

En quinto lugar, para Europa en general, y España en particular, es
obligada y fundamental la cooperación con los países mediterráneos en el
campo de la educación y la formación.

España pretende impulsar la cooperación con los países terceros de la
Cuenca del Mediterráneo en la Conferencia Euromediterránea, que se
celebrará en Barcelona los días 27 y 28 de noviembre, uno de cuyos puntos
más relevantes se va a referir a la educación y la formación.

Por último, la Comisión presentará, entre otras cuestiones, una
Comunicación sobre la educación y las necesidades tecnológicas del siglo
XXI. La Comisión elaborará un documento informativo sobre esta materia,
debatiendo el futuro de la educación y de la formación en el contexto de
la sociedad de la información, que está llamada a introducir una gran
revolución en los métodos de enseñanza y acceso a la información en estos
dos sectores, proporcionando posibilidades hasta ahora inéditas. La
presidencia española prestará su colaboración para impulsar el debate en
esta línea.

En cuanto al segundo bloque de materias, es decir, la investigación y
desarrollo (I+D), las iniciativas de la presidencia española se van a
desarrollar como sigue: por un lado, la próxima Conferencia
Euromediterránea de Barcelona pretende contribuir al esquema general de
cooperación con los países del Mediterráneo mediante la inclusión de un
ámbito de actuación en infraestructuras y la creación de las condiciones
óptimas del entorno para fomentar la investigación y el desarrollo
tecnológico.

En segundo lugar, por lo que concierne a la investigación, tecnología y
empleo, se celebrará a primeros de diciembre un seminario de expertos de
diferentes países europeos, que analizará las relaciones entre la
investigación y el desarrollo tecnológico y su potencial impacto en la
creación de empleo. A pesar de que estos procesos no son lineales,
existen áreas especialmente prometedoras



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para el desarrollo de nuevos mercados, nuevas actividades sociales y
nuevos puestos de trabajo.

En tercer lugar, la presidencia española organizará una reunión conjunta
entre los máximos responsables en I+D de los países iberoamericanos, que
se reúnen en Madrid con motivo de la Asamblea General del Programa
Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED), con
los responsables de la cooperación con terceros países en materia de I+D
de la Comisión Europea.

Por último, la presidencia española pretende impulsar una serie de
medidas tendentes a promover un mejor conocimiento de la I+D entre la
opinión pública europea. La realización de la Conferencia
Euromediterránea en Barcelona proporcionará una oportunidad para
presentar en paralelo algunos aspectos del sistema de ciencia y
tecnología español.

Concluyo, señorías, no sin antes reafirmarme en dos ideas que considero
básicas en un programa de gobierno socialista en materia de educación. En
primer lugar, quiero recordar que durante todos y cada uno de estos años
transcurridos desde que por primera vez en esta nueva etapa democrática
accedimos al Gobierno, hemos defendido, diseñado y potenciado un sistema
público de enseñanza, de calidad y universalización progresivos.

En segundo lugar, debo recalcar nuevamente la prioridad que damos al
gasto educativo, al considerarlo como un gasto social avanzado y como una
inversión claramente productiva con fuerte incidencia en los procesos de
reactivación económica.

Señor Presidente, señorías, nada más.




El señor PRESIDENTE: Concluida la intervención del señor Ministro,
¿grupos que desean intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Voy a hacer una intervención breve,
entendiendo que la tan reciente incorporación de don Jerónimo Saavedra al
Ministerio de Educación y Ciencia tendrá que permitir que en los próximos
meses (y empiezo con la primera reflexión, con lo último que ha dicho
relativo al gasto educativo), cuando tengamos ocasión de debatir el
presupuesto correspondiente al Ministerio, podamos ver el reflejo de los
programas que, siendo todavía competencia del Ministerio de Educación y
Ciencia, se tengan que ver amparados por ese presupuesto, sin perjuicio
de aquellos otros que pertenezcan a la competencia de las comunidades
autónomas hoy fuera del territorio del Ministerio de Educación y Ciencia.

Comienzo, desde la cortesía y la naturalidad del paisanaje, deseándole a
don Jerónimo Saavedra una fecunda andadura en bien de un interés de
Estado, como es la educación y la ciencia, en el cual nuestra fuerza
política quiere aportar todo sentimiento de cooperación por este bien
común. Le agradecemos su intervención y la información que hoy nos da
aquí, dentro del gran ramalazo de la pintura genérica de una competencia
tan abierta y esperamos hacer el seguimiento de ese programa enunciado.

Me voy a fijar en primer lugar, señor Presidente, señor Ministro, en la
formación profesional. Usted sabe, señor Saavedra, que en muchas
comunidades autónomas, sobre todo en las que hay problemas de empleo y de
adecuación, como es el caso de la Comunidad Autónoma de Canarias, que
usted tan bien conoce por las responsabilidades de gobierno que tuvo en
su momento en el Gobierno autónomo canario, es una demanda permanente que
tanto con relación a planes de empleo, como de educación para resolver el
problema de los sectores productivos canarios, la formación profesional
ocupa un lugar importantísimo.

Usted se ha referido en su intervención a los problemas de coordinación
con otras administraciones. Yo le haría la primera pregunta referida a
Canarias; ¿qué nuevos ciclos, sobre todo para el bienio 1996-1997, en
formación profesional se pueden instrumentalizar con la problemática
específica de la Comunidad Autónoma de Canarias y en qué línea puede
estar su departamento para ofertar esta colaboración?
En segundo lugar, cuando usted se ha referido a los planes de evaluación
europeos de las universidades ha dicho que esta primera fase va a
referirse a diez universidades. Me gustaría saber si dentro de esas diez
universidades están o no las dos canarias y con qué criterio se hace esa
selección de universidades para los planes de evaluación. Como son planes
de evaluación dentro de normas europeas, quisiéramos saber si en este
semestre de la presidencia española de la Unión Europea, el Gobierno
español, la presidencia española, cree que es necesario introducir en
esos planes de evaluación alguna peculiaridad.

Usted sabe, señor Ministro, que hemos tenido recientemente
conflictividad, aunque no le ha afectado tanto a su departamento, con
respecto a los planes de los estudios de medicina. Ha sido otro el
departamento del Gobierno, el de Sanidad y Consumo, quien ha tenido que
hacer frente y prever los problemas que se planteaban con la enseñanza de
la medicina en España A este respecto nos gustaría saber si hay alguna
labor de coordinación o de reorientación, dado que usted se ha referido a
los planes de estudio --esto puede estar más en el marco del Consejo de
Universidades, pero usted es su presidente--, sobre la que usted nos
pueda informar al respecto.

Ya que hablamos del Consejo de Universidades, señor Ministro, uno de los
temas que usted ha citado en la agenda de trabajo que tiene actualmente
en desarrollo y que nos preocupa, sobre todo desde la lejanía del
archipiélago canario (usted conoce bien este asunto, creo que el Gobierno
español está obligado por la disposición número 26 del Tratado de
Maastricht que considera a Canarias como la única región ultraperiférica
del Estado español), es el de la atención que habrá que tener con los
estudiantes canarios con respecto al distrito único para tener en cuenta
las dificultades de desplazamiento hacia la península, etcétera.

Su antecesor en el cargo, el señor Suárez Pertierra, ya había hablado en
alguna intervención parlamentaria del problema del distrito único. Usted
ha introducido aquí la expresión: distrito único por autonomías. Y lo he
tomado literalmente: «Generalizar el distrito único por autonomías».

Querría que me explicara esto porque no sé qué



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significa. Yo conocía el distrito único de todo el Estado. No sé si ahora
la autonomía de un territorio muy grande, como puede ser Andalucía con
varias universidades en su seno, puede ser un distrito único. Yo le
planteo la pregunta como distrito único total y absoluto dentro del
Estado español, para ver qué cupos de estudiantes se van a poder mover
por estas latitudes procedentes del archipiélago canario.

Finalmente, por lo que se refiere a investigación, a I+D, usted ha dicho
que en 1996 va a entrar en funcionamiento el III Plan. El pasado día 13
de junio compareció su antecesor, señor Suárez Pertierra, no ante esta
Comisión, sino ante la Comisión Mixta Congreso-Senado de Investigación
Científica y Desarrollo Tecnológico, precisamente para presentar la
memoria, tanto del Plan Nacional de I+D de 1993, como para informar sobre
las orientaciones futuras de dicho Plan, es decir, todo lo que va a
entrar ya en 1996. Señor Ministro, ¿hay alguna previsión de cambio de la
que se puedan deducir las orientaciones que la Unión Europea pueda
introducir en grandes líneas sobre investigación y desarrollo?
El señor Suárez Pertierra puso énfasis en su intervención (leo
textualmente el «Diario de Sesiones») en el campo de la transformación de
alimentos, en todo el sector agroalimentario, cuando en España tenemos
instalaciones de primera cualificación internacional y mundial. Usted y
yo conocemos esto perfectamente cuando nos referimos al Instituto de
Astrofísica de Canarias. Me gustaría saber si todo eso puede ser
enmarcado en I+D, en investigación y desarrollo, dado que algunos de los
proyectos que se contemplan, tanto en el Plan de 1993, como el previsto
para 1996, hay algunas comunidades autónomas que han obtenido
sustanciosos beneficios de investigaciones y proyectos cuantificados y
dotados económicamente, por ejemplo, en el área nuclear de aceleradores
de partículas, etcétera. Sin embargo, no aparecen instituciones en el
campo de la astrofísica con ubicaciones, tanto en Canarias, como en
Almería o en cualquier otra parte del territorio español.

A eso hacía referencia para que el señor Ministro pudiera contemplar la
potenciación de I+D en instalaciones como el Instituto Astrofísico de
Canarias, que en este momento gozan del máximo prestigio internacional,
tratándose de un consorcio en el que usted, como Ministro del ramo, tiene
las competencias precisas de las que no esperamos sino continuar el apoyo
y la protección en todos los órdenes que precisa una institución de esta
categoría, haciendo incluso la captación, porque en los últimos tiempos
algún país miembro de la Unión Europea pensó, en ubicar sus instalaciones
del Instituto de Astrofísica de Canarias en áreas de la esfera
norteamericana, como las instalaciones de Hawai. Al final Italia optó,
afortunadamente, por ubicarse en la isla de La Palma, en el Instituto de
Astrofísica.

Señor Ministro, le vuelvo a reiterar los deseos de que con una política
de consenso, las fuerzas políticas parlamentarias podamos seguir
avanzando en algo tan importante para definir una política de Estado, y
más en estos momentos, dentro del marco europeo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el señor López de Lerma.




El señor LOPEZ DE LERMA I LOPEZ: Señor Ministro, en primer lugar, quiero
agradecer su comparecencia, la información que nos ha facilitado respecto
de la política que piensa seguir su departamento en los próximos meses y
el recuerdo expresado hacia los alumnos de la Facultad de Psicología de
la Universidad Autónoma de Barcelona, fallecidos recientemente.

También quiero manifestar el acuerdo de nuestro Grupo Parlamentario,
señor Ministro, respecto de los macroobjetivos que piensa alcanzar su
departamento, siguiendo, como ha subrayado, el trabajo realizado por sus
predecesores al frente del Ministerio de Educación y Ciencia; objetivos
que son, quisiera recordar, la mejora de la calidad de la enseñanza, la
mejora del entorno profesional, la implantación innovadora de la
formación profesional, la orientación de toda la educación hacia el
fortalecimiento o la preparación integral de los ciudadanos en
democracia, que es, creo yo, muy importante, etcétera. Nosotros estamos
absolutamente de acuerdo con esos objetivos. Manifestamos asimismo
nuestro apoyo respecto de la reforma educativa, que ya está en marcha a
partir de la Logse, y del calendario de aplicación.

Ha avanzado algunos aspectos puntuales, pero no por ello intrascendentes
--todo lo contrario--, respecto de esta reforma educativa hacia los
próximos cursos escolares. Estamos de acuerdo con los objetivos
señalados, pero debemos hacer un punto y aparte respecto de algo que
usted no ha explicitado a lo largo de su intervención, supongo que por
prudencia y por necesidad. En todo caso, nuestra obligación está en
citarle los presupuestos.

No hay una reforma educativa sin el dinero correspondiente que la impulse
y que la haga posible. Su colega, el señor Solbes, y algunos de sus
colaboradores de manera mucho más reiterativa, han anunciado ciertos
objetivos presupuestarios con los que nosotros podemos estar de acuerdo
desde la perspectiva teórica, pero que pueden implicar recortes en el
gasto público, relativos a lo que se denomina Estado del bienestar,
concretamente en materia educativa o sanitaria. Sepa, señor Ministro, que
nosotros no estamos por la labor.

Usted lo ha expresado muy bien. La educación es un gasto social avanzado.

Estamos de acuerdo con este concepto. En aplicación de ese acuerdo,
estamos por la labor de que los presupuestos de su Ministerio aumenten,
siguiendo unos objetivos con los que podemos estar teóricamente de
acuerdo, como los expresados por el señor Solbes respecto del déficit
público --lo digo públicamente--, pero no vamos a estar de acuerdo en que
la rebaja del déficit público, objetivo que es absolutamente necesario
para nuestro país, se haga con cargo a presupuestos tan importantes como
el del Ministerio de Educación y Ciencia que debieran hacer posible,
entre otras cosas, la aplicación de la reforma educativa aprobada por las
Cortes Generales.

Respecto del proyecto de ley de participación, de evaluación y gestión de
los centros docentes, que usted ha



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mencionado reiteradamente y que, como ha dicho, está en trámite en esta
Cámara, ya dictaminado por la Comisión, nosotros manifestamos nuevamente
nuestro apoyo total, absoluto y firme a este proyecto de ley enviado por
su predecesor y que usted, en las palabras que ha pronunciado, hace suyo.

Estamos de acuerdo en que es un proyecto que va a incidir en la calidad
de la enseñanza de manera positiva. Tiene una orientación acertada
respecto de la estructuración de los centros docentes, los públicos y
también los privados concertados, de cara a un nuevo impulso por la
participación de la comunidad educativa en todas aquellas tareas que le
atañen. Por lo tanto, señor Ministro, le manifestamos que nuestro Grupo
Parlamentario va a dar apoyo en el futuro a este proyecto de ley en
tramitación en estos momentos en el Congreso de los Diputados.

Respecto a la formación profesional, nuestro Grupo manifiesta su total
acuerdo con las pautas que ha marcado esta tarde de revisión de una
formación profesional absolutamente necesaria para el futuro del país,
con los nuevos enfoques que ha expuesto y con el incremento de la oferta
educativa y de nuevos ciclos, que también ha anunciado como algo
relativamente fácil de conseguir en los próximos cursos académicos.

Nos ha llamado la atención --lo subrayo porque es algo que nuestro Grupo
Parlamentario viene señalando como una necesidad para el país-- el hecho
de impulsar las prácticas en las empresas. Este ha sido un país que ha
dado muchos tumbos con relación a la formación profesional, y
posiblemente los ha dado en dirección contraria a la realidad laboral del
país y a la necesidad vigente, como usted ha puesto de manifiesto, de
atar si se me permite la expresión, la formación profesional con las
empresas. Creemos que es absolutamente necesaria la adaptación a la
realidad laboral, la práctica en las empresas y, sobre todo, la revisión
del concepto de formación profesional con nuevos enfoques y con una
oferta educativa más plural y un incremento de los nuevos ciclos. También
en este tema, señor Ministro, estamos absolutamente de acuerdo con el
planteamiento y puede usted contar con nuestro apoyo.

Respecto de la universidad he de manifestar nuestro acuerdo en relación a
las pautas de innovación que ha señalado acertadamente, según nuestro
criterio, y también con el impulso definitivo de las transferencias de
las universidades a las comunidades autónomas, en línea con las
previsiones del pacto autonómico suscrito entre el PSOE y el Partido
Popular.

Hay un tema sobre el que usted ha pasado de puntillas y en el que quiero
manifestarle nuestro frontal desacuerdo, que es el proyecto de ley de
actualización de la reforma universitaria. Señor Ministro, lo siento, con
nuestro Grupo no puede contar, no va a contar. Y difícil lo va a tener si
se manifiesta en esta Comisión lo que ya se manifestó en el Pleno: el
desacuerdo de todos los grupos de oposición respecto del texto enviado
por el Gobierno. En ese pasar de puntillas por este proyecto de ley,
simplemente citándolo, desearía observar una predisposición a revisarlo.

Nuestro Grupo está de acuerdo en que 10 años de aplicación de la Ley de
Reforma Universitaria son más que suficientes para revisarla, pero lo que
no acabamos de entender es que esa revisión deba ser necesariamente
parcial, como hace el proyecto de ley de actualización de la reforma
universitaria. No entendemos una revisión de una ley hecha por partes, y
además con los años por delante, es decir, sin saber hacia dónde vamos
desde una visión global y sí sabiéndolo en una visión muy parcial, muy
localizada de la Ley de Reforma Universitaria.

Ahí están nuestras enmiendas, que implican, lógicamente, un desacuerdo
total, absoluto con el planteamiento de la ley, que hasta hoy se ha
manifestado de una manera muy gráfica, metiéndola en un cajón de esta
Comisión, en el que lleva --si el Presidente no me rectifica--
aproximadamente un año. Nuestro deseo es que cuando reanudemos las
sesiones ordinarias del Parlamento nuestro Grupo esté de acuerdo en sacar
del cajón esta ley y someterla a debate en la Comisión, para ver quién es
quién en su apoyo. Por eso, señor Ministro, lo que le sugerimos es que
revise el texto, y quizá lo retire antes de que el Parlamento lo
devuelva, de hecho, al Gobierno.

Nosotros estamos de acuerdo, señor Ministro, en aspectos, no por
puntuales menos importantes, relativos a la universidad, como es la
revisión de los conceptos de acceso a la misma, y en estos mismos días
vemos el drama de alumnos que desean ir a la universidad pero que
difícilmente van a acceder a la carrera a la que desean optar. No estamos
de acuerdo con algo que el Consejo de Universidades --según mis noticias
y de manera sorpresiva porque no estaba en el orden del día-- ha aprobado
respecto del incremento de plazas del distrito compartido. No estamos en
absoluto de acuerdo ni en el cómo se hizo ni en el qué se aprobó;
queremos manifestarlo de manera pública y notoria en esta Comisión y se
lo queremos manifestar a usted, ya que, de hecho, ninguna responsabilidad
ha tenido sobre ello.

Respecto a la investigación, que quizá sea algo que deberá concretar más
y mejor en la Comisión Mixta de Investigación y Tecnología, voy a
reconocer el esfuerzo sostenido que el país, el Gobierno central y los
gobiernos autonómicos, así como la iniciativa privada, vienen realizando
en los últimos tiempos. Este es un país que de no investigar ha pasado a
investigar, aunque no, lógicamente, con el volumen y la intensidad que
todos desearíamos, pero sí de acuerdo, y creo que en justa
correspondencia, con nuestras posibilidades reales. Todos quisiéramos más
pero no es posible hacerlo si tenemos en cuenta de dónde venimos. Lo
importante es saber hacia dónde vamos, que es lo que yo quisiera subrayar
de su positivo discurso en este punto de la investigación y de la
tecnología.

Voy a hacer sólo dos apuntes a título de sugerencias. Nuestro Grupo
entiende, señor Ministro, que la investigación debería orientarse más y
mejor a las necesidades reales del país, lo cual no es óbice para
señalar, subrayar o aceptar que en buena parte así se hace. Pero es
igualmente cierto que un segmento de nuestra investigación se deja llevar
por modas y por competencias inútiles, en lugar de estar al acecho de lo
que realmente necesita el país. Usted ya me comprende y seguro que me va
a comprender mejor en el futuro, cuando tome las riendas del departamento
con más seguridad, lógicamente, que en las semanas que lleva al frente
del mismo.




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Otra cuestión puntual --y ya se lo sugerimos vía Presupuestos Generales
del Estado en noviembre o diciembre últimos-- es que nuestro Grupo
Parlamentario está a favor de la ampliación de la edad de jubilación
forzosa de los investigadores. Nos parece un contrasentido haber ampliado
la edad de jubilación de los catedráticos y no hacerlo en el campo de los
investigadores. Si tenemos pocos y poco experimentados deberíamos
aprovecharlos más y no ver dentro de unos años lo que hemos tenido que
contemplar recientemente, que es desde la «expulsión» --entre comillas--
a la «recuperación» --también entre comillas-- de profesores que nunca
debían haber abandonado la universidad. Está ocurriendo lo mismo en el
campo de la investigación, señor Ministro, y aunque lógicamente ésta no
es una competencia propia de su departamento, sí que lo es en cuanto
usted forma parte de un Gobierno, es decir, de un colectivo que gobierna
en su totalidad el país.

En el campo del deporte nada tenemos que añadir a lo que ha expuesto
usted como líneas maestras. En este campo hay una relación muy positiva
entre su departamento y los responsables deportivos de las comunidades
autónomas, que todas ellas tienen competencia en esta materia. Estamos
seguros de que va a seguir en ese camino, y aún más conociendo el talante
y el origen del señor Ministro de Educación y Ciencia.

Finalmente, respecto de la Unión Europea queremos manifestar nuestro
acuerdo con los objetivos que ha señalado aquí. Le consta que nosotros
deseamos que la presidencia española dé sus frutos para este país y para
el conjunto de la Unión Europea. Necesitamos de alguna manera fortalecer
nuestro prestigio exterior con esta presidencia --y creo que al señor
Ministro esto no se le escapa, como miembro del Gobierno--, pero todos
esos objetivos, señor Ministro, deberían fijarse --quizá el señor
Ministro ya lo tiene previsto y en ese caso disculpe mi ignorancia-- de
acuerdo con las comunidades autónomas.

Es una vieja reivindicación de nuestro Grupo la presencia de los
gobiernos autonómicos en las decisiones de la Unión Europea relativas a
competencias asumidas, de acuerdo con la Constitución y con los
respectivos estatutos, por los gobiernos autonómicos, y en la materia de
la que usted es responsable político --y por tanto en este semestre
presidente de la pertinente comisión-- no puede el Ministerio erigirse en
portavoz de gobiernos autonómicos con competencias exclusivas o propias
que inciden en algo que usted va a decidir con sus colegas europeos.

Desde nuestra perspectiva, lo mejor sería que usted fuera acompañado,
pero parece que ése no es el pensamiento del Gobierno en estos momentos.

Podríamos buscar una fórmula, la de que su voz fuera la voz de la
pluralidad de nacionalidades, regiones, culturas, lenguas y también
competencias que existen en España.

Sobre esto, señor Ministro, le pedimos que muestre una sensibilidad
especial; seguro que la tiene, pero debido al contenido del Ministerio de
Educación y Ciencia y a la existencia de competencias que van a ser
objeto de tratamiento muy distribuidas y ejercidas por comunidades
autónomas, desde la formación profesional hasta la investigación,
etcétera, desearíamos que esa política española al frente de la Unión
Europea en este semestre fuera compartida.

Nada más, señor Ministro, que desearle el mayor de los éxitos al frente
de su departamento.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Federal de Izquierda Unida, tiene la
palabra el señor Cruz.




El señor CRUZ ORIVE: Señoras y señores Diputados, señor Ministro, en
nombre de mi Grupo, en primer lugar, le agradezco su comparecencia,
dejando también sentado que, después de escuchar su extensa intervención,
coincidimos en bastantes de las formulaciones generales que ha expuesto.

Empiezo por donde terminaba el señor López de Lerma, esperando que tenga
éxitos en su gestión, porque siempre digo que de la buena gestión y de
los aciertos de los administradores nos beneficiamos todos los
administrados; eso es evidente.

No querría repetir lo que se dijo en la Comisión del 1 de junio, cuando
el anterior Ministro, a la hora de evaluar la aplicación de la reforma, y
también en una extensa intervención, fue contestado pormenorizadamente.

Eso consta en el boletín de la Comisión y seguro que usted conoce, o sus
asesores le habrán puesto en su conocimiento, las preocupaciones de los
grupos que estamos aquí, pero tampoco nos podemos quedar en formulaciones
generales y tendremos que descender al terreno de lo concreto. En este
sentido, querría señalar las preocupaciones prioritarias de la gestión
del Ministerio en los meses que tengamos por delante, pues estamos
viviendo una etapa política que coloca a la Comisión, como me imagino que
al conjunto del Parlamento, en una situación coyuntural. Es evidente que
las líneas maestras y los objetivos que se han marcado necesitan dos
premisas, tiempo y dinero. Desgraciadamente, puede que estemos escasos de
las dos.

Antes de fijar los objetivos usted ha hablado del clima que quería
impregnar a todo su mandato de diálogo y colaboración. Me ha preocupado
que, refiriéndose a la mejora de la calidad de la enseñanza haya hecho
repetidas alusiones a la ley Pertierra, la que acabamos de discutir aquí
en Comisión --la denomino así porque es como se la conoce popularmente y
tenemos que acercar el Parlamento a la calle; igual ahora la llamamos la
ley Saavedra--, y que es la ley de participación, evaluación y gestión de
centros, como si fuera una especie de purga de Benito que cura todos los
males. Quería poner énfasis en que no ha sido consensuada; ha sido
confrontada con el estamento docente, con la comunidad educativa.

Por su posición de diálogo, de consenso, de situar públicamente los
debates sobre la mejora de la enseñanza, creo que todavía estamos a
tiempo en relación a este proyecto que acaba de pasar por esta Comisión.

En este sentido, parece ser que hay una oferta a las fuerzas sociales y a
los sindicatos de seguir discutiéndolo. ¿Siguen manteniendo la oferta de
discusión? ¿Es posible todavía establecer modificaciones a este proyecto
de ley? ¿Podemos las fuerzas políticas apurar la mejora de dicho proyecto
de ley o ya está todo el pescado vendido, como se dice vulgarmente? ¿O es
que, dada la precipitación con la que se llevó



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el debate en esta Comisión para sacarlo adelante inmediatamente, no hay
posibilidad de modificarlo?
Aunque el título de la ley es muy pomposo --de la participación y de la
evaluación--, respecto a la participación hay siete artículos en los que
se dice muy poco y sobre la evaluación se dicen cuatro generalidades en
el título III y tampoco innova nada. Es una ley que tiene muchos
artículos dedicados a la acreditación del cuerpo de dirección. A lo mejor
es una caricatura negativa la que voy a hacer, pero desde nuestro punto
de vista se trata de una burocratización de los directores y no de una
mejora de su gestión y de su función, y de la creación del cuerpo de
inspectores de la función docente separándoles también de dicha función.

Nosotros estábamos de acuerdo con la fórmula actual, que fueran
reciclables, que los inspectores siguieran vinculados a la función
educativa. En definitiva, no creemos que con medidas de control y de
burocratización se mejore la calidad de la enseñanza, si no es, como
digo, con la participación de toda la comunidad educativa, comunidad que
está bastante de uñas con esta ley.

Por seguir hablando de otra serie de temas que creo que son interesantes,
también duerme aquí la reforma de la Ley de Reforma --valga la
redundancia-- Universitaria, y una ley de iniciativa popular, con 500.000
firmas, cuya recogida fue promocionada por un sindicato de enseñanza,
creo que el de Comisiones Obreras, y es la ley de la enseñanza pública.

Nos gustaría que nos diera su opinión, si la ve importante, si la piensa
sacar adelante el Gobierno. Desde luego, recoger 500.000 firmas en la
sociedad española, con lo alejada que está la sociedad de lo político y
con su falta de participación, representa un esfuerzo tremendo y quiere
decir que eso preocupa a cantidad de personas que están pendientes de la
iniciativa que puedan tomar el Gobierno, el Parlamento y esta Comisión en
este sentido.

¿Qué perspectivas tiene su departamento o el Gobierno? ¿Con qué dinero se
va a aplicar la reforma? ¿Qué previsiones tiene para los próximos
Presupuestos Generales del Estado? A la hora de asumir una
responsabilidad tan importante me imagino que usted habrá visto las
posibilidades de actuación que tiene, cómo se puede situar en esos
presupuestos restrictivos que se han anunciado, reduciendo un billón, con
«b», el déficit público. A nosotros nos preocupan sustancialmente estas
afirmaciones porque, como sabe, en la comparecencia del 1 de junio del
anterior Ministro, según la memoria económica de la Logse, de 1990 a 1994
el cumplimiento de realizaciones concretas sólo fue del 67,36 por ciento,
es decir había ya un desfase de 106.442 millones, desfase que ha ido
aumentando.

No me quiero referir a cifras de gasto educativo respecto al producto
interior bruto porque, quizás con buen criterio, el representante del
PNV, que me parece que no está aquí, cuestionó esa relación de cifras
respecto al producto interior bruto; a lo mejor, no se consideraba el
esfuerzo que se hacía desde diferentes comunidades, o sea, está más
descentralizado el gasto. Sin embargo, sí podemos hablar del peso del
gasto educativo en el conjunto de los Presupuestos Generales. Ahí se
observaba una reducción con un ligero punto de inflexión este año 1995,
pero habíamos estado bajando hasta el 3,5 por ciento de gasto educativo
en el conjunto del presupuesto. Creo que este año rondaba el 3,7, es
decir, había mejorado en dos décimas. ¿Qué previsiones tiene para el
próximo ejercicio? ¿Cómo está el gasto educativo en el debate de
presupuestos?
De ahí que antes de mencionar cifras concretas me haya referido a esa ley
de financiación de la enseñanza pública, porque sería el instrumento
fundamental para aplicar la reforma. Si no queremos tener esa ley de
financiación de la enseñanza pública es evidente que se nos quedará todo
en grandes titulares; hablaremos de la educación como una parte
fundamental de la política social, pero nada más. Yo estoy de acuerdo con
todas las definiciones que usted ha dado. Creo que son unas definiciones
progresistas y que han sido acertadas, pero se quedan en el frontispicio
de las grandes palabras y luego la aplicación de esas grandes palabras,
de esos grandes conceptos, deja mucho que desear.

Voy a referirme a otro orden de cosas. La última modificación del
calendario de aplicación de la reforma, que yo sepa, es el Real Decreto
1.487/1994, de 1 de julio. ¿Tiene prevista alguna otra modificación? ¿En
qué centros se implantará el primer ciclo de educación secundaria
obligatoria? Usted decía que lo iba a clarificar dentro de unos meses,
pero quizá no tengamos tiempo. ¿No podría avanzar algo más? ¿Se sabe si
va a ser en los actuales centros de primaria o en los institutos? ¿Qué
profesorado va a impartir ese primer ciclo de enseñanza secundaria
obligatoria? Estas son las grandes preocupaciones --tal vez seamos más
prosaicos a la hora de las intervenciones-- de la comunidad educativa, de
los docentes, el saber por dónde pasa la aplicación de esa reforma.

Tampoco se refiere generalmente ningún ministro del ramo al desarrollo
del título V de la Logse sobre compensación de desigualdades. Existen
grandes desigualdades en las diferentes comunidades, en el conjunto del
Estado e incluso dentro de una comunidad entre zonas deterioradas
urbanas, zonas rurales o zonas industriales. ¿Qué mecanismos, qué
instrumentos de compensación se prevén?
Yo tenía aquí una pregunta que en cierto modo ha sido contestada, pero me
gustaría que me la matizara, a ser posible. Usted tiene la libertad de
contestar o no, porque algunas quizá sean muy concretas y tal vez no está
en disposición de responderlas. Lo entendería perfectamente.

Mi pregunta se refiere al primer ciclo de la educación infantil, que es
una cuestión muy importante. Qué duda cabe que es uno de los baremos a
los que se está atento a la hora de enjuiciar la aplicación de la
reforma, entre otras cosas porque, hablando de políticas de compensación,
para la mujer trabajadora, y sobre todo para la de las capas más humildes
de la sociedad, el que haya una oferta pública de plazas escolares de
cero a tres años le facilita el acceso al trabajo. Además, curiosamente
se están desarrollando plazas escolares justo en las zonas menos
deterioradas, porque las más deterioradas tienen mayor crecimiento
demográfico, hay más niños y, por tanto, hay menos reciclaje de aulas
abandonadas que se pueden destinar a este ciclo.

Usted habla de un 80 por ciento, me parece, ¿pero es de oferta pública?
Para matizar y para saber de qué estamos



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discutiendo creo que en el año 1993 ó 1994 había sólo 47.000 plazas
públicas creadas de niños de tres años. En los niños de cuatro años se
estaba llegando ya a unos porcentajes muy importantes en cuanto a
universalizar la escolarización, pero en niños de tres años, insisto,
había poquísima oferta pública. Imagino que este 80 por ciento será
contando con el sector privado. Nosotros pretendemos que el aumento en
este primer ciclo esté en el sector público, que es la forma, como digo,
de establecer medidas compensatorias en lo social para estas zonas
urbanas deterioradas, zonas con necesidades sociales.

También se ha referido usted, y me alegro, a la educación especial. No ha
hablado de cifras, pero sí de objetivos generales, de lograr un mayor
equilibrio, etcétera. Partimos de unas cifras sangrantes. Es decir, los
centros concertados, por ejemplo, siendo más de un tercio del total, sólo
escolarizan al 10 por ciento de los alumnos de integración. No sé qué
calendario o qué plazos se habrá previsto para poder resolver este tema,
que es importante y sangrante.

Otra de las cosas que también me preocupa es los medios técnicos.

Efectivamente, creo que los medios técnicos hay que utilizarlos, y ha
hablado de la televisión, pero porque sale barato, porque es económico.

¿No se estará potenciando en demasía la enseñanza a distancia? En algunos
aspectos y algunos sectores puede ser fundamental, pero puede ir en
detrimento de la enseñanza presencial, que como en el caso de las
escuelas oficiales de idiomas, de la enseñanza de idiomas es muy
importante. ¿No se estará cambiando, insisto, la educación presencial por
la educación a distancia? Ya le digo que una de las reivindicaciones de
la educación de adultos es que se está deteriorando gravemente con la
educación a distancia.

Ya que he hecho hincapié en las escuelas oficiales de idiomas vuelvo a
manifestar el sentimiento que existe entre el profesorado de estas
escuelas oficiales de idiomas de que tienden a desaparecer, de que no
tienen lugar, de que no están bien ubicadas. Al profesorado se le está
haciendo asistir a cursillos en empresas, «in situ», a realizar
desplazamientos, etcétera. Y por otro lado, como digo, el espacio que
está comiendo ahí la enseñanza a distancia está produciendo, por ejemplo,
que no haya oferta de empleo en las escuelas oficiales de idiomas, que se
esté deteriorando su funcionamiento, que no cuenten con recursos,
etcétera. Este es uno de los temas candentes, y el colectivo está muy
preocupado por su futuro.

En cuanto a las enseñanzas musicales, solamente quiero decir que con que
acabáramos con las listas de espera sería suficiente. Ahí también hay que
ser ofensivos. Es un auténtico problema el de las enseñanzas musicales.

No ha hecho ninguna mención a esto y creo que sería necesario que lo
hiciera.

Voy a referirme también a la formación profesional. Ya ha hablado el
señor López de Lerma, que me ha precedido en el uso de la palabra, de la
necesidad de las prácticas en las empresas, tema en el que estamos
absolutamente de acuerdo. Tiene que haber una simbiosis mayor, una
cercanía total entre la educación y la práctica profesional en empresas,
con conocimiento del medio laboral, etcétera. Creo recordar que en el año
1994 sólo había 25.000 alumnos en prácticas, es decir, que no se llegaba
ni al 20 por ciento de los que podían practicar. Después de la evaluación
no sólo hay que quedarse en ver las estadísticas frías, sino que al
empezar un nuevo curso hay que poner mecanismos para transformarlo en
realidades, que se puede hacer con más trabajo, con más innovación, y
además quizá no sean medidas costosas, ya que hablamos de carencia de
recursos.

En definitiva, yo quería manifestar al señor Ministro que desde nuestro
punto de vista en estos momentos la reforma necesita un gran impulso.

Como dije en la comparecencia del anterior Ministro, el Grupo al que
pertenezco va a apoyar la implantación de la reforma, pero creemos que
está pasando una situación muy delicada, incluso con claros visos de
contrarreforma en parte de las normas y de las leyes que el Grupo
Socialista está promocionando. Por lo menos ésa es nuestra visión y ojalá
nos equivocáramos.

Yo desearía que no se situara en la lógica de la gestión de recursos
escasos, que es en lo que muchas veces nos situamos cuando tenemos
debilidades económicas, y que den una ofensiva también ideológica y
política por la aplicación de la reforma, ya que estamos perdiendo la
partida, porque a las dificultades de su aplicación se están uniendo las
posiciones de los que estaban en contra de la reforma y los que están
viendo que la reforma no está trayendo logros importantes desde el punto
de vista educativo; por tanto, es un momento crucial para cambiar el
rumbo y el ritmo de esta reforma.

Refiriéndome ya muy brevemente a las preocupaciones respecto a la
universidad, nosotros queríamos saber si en el calendario legislativo
entra dentro de sus prioridades el sacar adelante el proyecto de
actualización de la Ley de Reforma Universitaria. Es evidente también que
ahí tenemos diferentes posiciones. Yo creo que todos partimos de que ya
han pasado doce años desde la promulgación de la Ley de Reforma
Universitaria, aunque no sé cómo podríamos adjetivar o definir la
situación. Existen datos positivos, y es que hay muchos más estudiantes
en la universidad, que es importante en una sociedad, pero esto también
ha traído una masificación, una pérdida de calidad en la enseñanza y unos
graves problemas en la misma. Estadísticamente, en once años se ha más
que duplicado el número de estudiantes, porque en el año 1982
aproximadamente era de 600.000 y en 1993 eran 1.300.000. Pero nos
encontramos con que, por ejemplo, en la universidad complutense hay un
alumno por cada medio metro cuadrado de habitabilidad, o que hay una
media de 150 alumnos por aula. Estas universidades podrán expedir
títulos, pero no son títulos que vengan para algo el día de mañana.

En definitiva, ¿cuál es nuestra preocupación? Que esto tiende a
privatizarse, desgraciadamente; que estamos perdiendo la batalla los que
planteamos una enseñanza pública de calidad, porque en estos momentos se
está tendiendo a universidades privadas, elitistas, aunque también a
alguna pública con calidad, con medios, con infraestructuras. Por otra
parte, esos títulos tienen un valor social, van a ser compensados con
puestos de trabajo y van a tener prestigio profesional, académico y
social. Luego estarán



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las universidades donde los estudiantes tendrán títulos, pero que no
tendrán la misma capacidad de transacción por puesto de trabajo y con
poca validez académica, profesional y social.

Todo esto va unido a otro de los grandes problemas, el de la
masificación. En relación con la masificación, también hablaría de la
precarización del profesorado, que más del cincuenta por ciento tiene
contratos eventuales, por lo cual es imposible estabilizar equipos
docentes. También habría que hincar el diente con energía en este
problema, reflexionando, viendo qué vías hay de solución para resolverlo.

Nosotros habíamos propuesto una ley de financiación de las universidades
públicas, fundamentalmente para acercarnos en gasto público a los países
de nuestro entorno, de los que andamos bastante alejados.

Junto a la resolución de estos problemas haría falta potenciar la
investigación universitaria, que, como se ha dicho, creo que sería el
tercer eje de nuestras prioridades en materia universitaria.

Creemos que habría que resolver también el déficit democrático en los
órganos de gobierno. Esto se podría resolver con voluntad política,
porque en ese sentido andamos retrasados.

Igualmente tendríamos que fortalecer el asociacionismo estudiantil y
sindical, y replantear la función docente en la universidad, dotando de
mayor relevancia a los aspectos pedagógicos, que es un tema quizás
bastante desatendido históricamente.

Estas podrían ser, a «grosso modo», sin querer ser exhaustivos y sin dar
un repaso --que, como digo, en otras comparecencias lo hemos hecho-- a
todo lo que tienen que ser las prioridades, porque en muchos de los
aspectos que usted ha reseñado, en las líneas que ha aportado, qué duda
cabe que estamos de acuerdo, y lo que esperamos es que se puedan cumplir
en esta difícil coyuntura, o, por lo menos, que sentemos las bases para
que se puedan ir aplicando.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Ollero.




El señor OLLERO TASSARA: Ante todo, dar la cordial bienvenida, en nombre
del Grupo Popular, al nuevo Ministro, don Jerónimo Saavedra, que quizá
por su poco conocimiento de la práctica de esta Comisión hoy nos dice
preside, y que ha venido a plantear lo que deberían ser los objetivos de
su misión.

La verdad, señor Ministro, es que, inicialmente, siento la tentación de
darle la enhorabuena, porque usted y yo, que hemos estudiado Derecho, la
carrera de las salidas, vemos que este Ministerio de Educación se ha
convertido en el ministerio de las salidas. El señor Solana, tras cuatro
años de brega, se fue al Ministerio de Asuntos Exteriores, que puesto a
irse no está mal. El señor Pérez Rubalcaba, como es más precoz, solamente
en un año se fue al de Presidencia, que tampoco está mal. Al señor Suárez
Pertierra le ha costado dos años volver al de Defensa, y usted, que ya
está familiarizado, porque los ha tenido enfrente hasta ahora en el banco
azul, ve que están todos en la cabecera de ese banco azul. Ya sólo
faltaría que a usted le nombraran Ministro de Justicia en el futuro para
que se pudiera componer una foto de familia de ex ministros de Educación,
que se han convertido aquí, políticamente, en algo venturoso. Por tanto,
enhorabuena inicial. Lástima que, como usted ha llegado al final, en la
última etapa y no va a ver futuro gobierno socialista, no va a poder
componer la foto de familia de Alcalá 34 en el banco azul, pero
reconózcame que no está mal esto del Ministerio de Educación últimamente
para los ministros. Otra cosa es para la educación, que es un asunto
bastante distinto.

Merece toda nuestra simpatía su disponibilidad, y no sólo política,
porque usted, aunque tangencialmente, por lo que dice su currículum --el
que han ido publicando--, ha tenido algún contacto con la enseñanza y con
la universidad. Por cierto, no le oculto que entre sus colegas hay una
cierta curiosidad, porque los currículum a veces son un poco elípticos,
y, curiosamente, un currículum que no es breve no llega a decir a qué
cuerpo, por ejemplo, pertenece usted y por qué vía ha accedido a él. A
veces, los más informados dicen que es usted profesor titular de
universidad y que accedió por idoneidad, lo cual no está nada mal, porque
aquí ministros idóneos, según la oposición, no ha habido muchos. Ahora,
idóneos ministros sería el segundo, lo cual no es mala marca tampoco para
tener en cuenta que la fórmula es reciente. Luego me lo podría confirmar
el Secretario simplemente por transmitírselo a los compañeros que tienen
cierta curiosidad.

Por parte de nuestro Grupo, nuestro deseo de suerte, y por supuesto
cuente con esos cien días de confianza, que es hábito ya establecido el
ofrecer a quien asume un cargo, aunque yo no sé, y usted está más
informado que yo, si el Presidente de su Gobierno le ha dado esos cien
días de confianza, porque debe ser duro ser Ministro de Educación recién
nombrado y ver todos los días en el periódico al Presidente del propio
Gobierno no se sabe si informando o amenazando a un grupo de la Cámara de
que en octubre podría haber elecciones, con lo cual realmente usted no
cuenta ni con cien días de confianza por parte de su propio Presidente.

De todas maneras, por aquello del recorte del gasto público se ha
moderado en el papel con membrete, aunque parece que con esto no va a
haber para mucho.

Educación --eso sí está claro--, para el Presidente del Gobierno se ha
convertido en ministerio fungible. Tal como está hoy en día el ambiente
en la educación, ya se ha aludido a ello, la gente contaba con que habría
un nuevo Ministro de Educación, porque el señor Suárez Pertierra lo que
podía hacer ya parecía que lo había hecho, que no era mucho, y se
esperaba un nuevo impulso, un ministro con nuevos planes, con nuevas
ilusiones, y ahora se dan cuenta de que para el Presidente del Gobierno
educación es un comodín para sus descartes políticos, con lo cual poco se
puede sacar de aquí.

Usted ha sido realista, hay que alabárselo, y no nos ha anunciado nada;
simplemente nos ha demostrado que en los veinte días que lleva --la
quinta parte de ese período de gracia-- usted cuenta ya con un
memorándum, que es lo que ha traído aquí, donde le han contado por dónde
va esto. Por ejemplo --la verdad es que no ha dejado de ser curioso--,



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usted nos ha informado con todo lujo de detalles de lo que dice la Lopeg,
o ley Pertierra, a la que hemos presentado trescientas cincuenta
enmiendas y hemos debatido en la Comisión a un ritmo tan frenético que
tendremos que volverla a debatir en septiembre, porque la Ponencia, que
fue una cosa para olvidar, dejó sin precisar qué artículos tenían
carácter orgánico, y a la hora de la verdad parece que eran más de los
que se presumía. En fin, usted nos ha explicado con todo lujo de detalles
esa ley como si no la conociéramos, lo cual no deja de mostrar su buena
voluntad.

Realmente es difícil su situación, señor Ministro, porque ¿qué
credibilidad pueden tener sus planes y sus objetivos cuando usted mismo
no sabe si los debe cumplir en tres meses, según los más pesimistas, o en
nueve meses, según los más optimistas, que tampoco se puede decir que sea
mucho? En esas circunstancias poco va a poder usted hacer.

La verdad es que las quinielas iban por otro lado, y por ese otro lado
todavía se podía esperar que desde dentro de la casa se le diera a esto
un poquito de más ritmo, sin salirse de lo mismo. Por de pronto ya
llevamos veinte días y lo único que se ha hecho es darle a usted el
memorándum, pero las cosas se hacen así y los cambios de Gobierno, por lo
visto, también son así.

Ante esta situación, señor ministro, yo había pensado que, puesto que
media España está preocupada por aquello de que siempre hay en la familia
alguien afectado por los exámenes de selectividad, que son exámenes de
acceso a la Universidad, si para acceder a la Universidad es obligado que
le hagan un examen, para ser ministro, que es más, creo que tampoco
vendría mal hacer un examen. Me voy a permitir hacer un pequeño y fácil
examen de acceso al ministerio, a ver qué me contesta usted.

Para empezar le diré que las preguntas, lógicamente, las traía
preparadas, como hace todo examinador que se precie, pero ya que ha
hablado tanto de evaluación, vamos a hacer una evaluación al señor
ministro. Las preguntas coinciden con lo que ha sido su posición: un
alarde de sistemática. Se ve que es jurista. Ha sido perfecto. Ha ido
repasando todos los aspectos de sus competencias. Voy a hacer exactamente
eso mismo y le planteo la primera pregunta. ¿No considera usted, señor
ministro, que la gratuidad de la enseñanza es especialmente decisiva a la
hora de acceder al sistema educativo? A continuación le pregunto: ¿Sabe
usted --no sé si se habrá enterado en estos veinte días-- si se ha dado
orden de eliminar las becas para niños de tres años? Usted nos ha dicho
que la escolarización actual de niños de tres años es casi del 70 por
ciento, lo cual, para un buen entendedor, significa que más del 30 por
ciento está sin escolarizar. ¿Le parece a usted lógico que en una
circunstancia así se quiten las becas para niños de tres años? Estoy
seguro de que usted no lo sabe porque, si lo supiera, no hubiera
permitido que se realizara.

Ya le preguntaría qué otras medidas piensa adoptar para luchar en su raíz
contra la desigualdad en el acceso a la educación. Usted ha hablado de
igualdad hasta tres veces, incluso en el deporte, que ya vemos que el
señor Indurain se encarga de recordar que sí, somos iguales, pero unos
más que otros según las circunstancias; pero ya que usted parece que está
por la igualdad, le pregunto: ¿Qué pasa con la igualdad a la hora de
acceder a la educación?
Segunda cuestión. Como usted sabe --seguro que le han informado--, el
calendario de aplicación de la Logse se ha visto repetidamente retrasado
por falta de financiación, porque el Gobierno no ha dado la dotación
presupuestaria imprescindible. ¿Sabe usted, señor ministro, que en esas
condiciones se está implantando anticipadamente la secundaria, pese a la
oposición de los profesores y de los padres de los alumnos?¿Sabe usted,
señor ministro, algunas de las razones por las que los profesores y los
padres de los alumnos se oponen a esa anticipación? Yo le voy a dar una.

El informe del Consejo General del Estado dice que en 2.º de BUP los
alumnos aprobados en todas las asignaturas eran el 55 por ciento; según
una respuesta que he recibido del Gobierno en el equivalente de la
secundaria, que sería el 4.º curso, solamente 70 de cada 150 alumnos, lo
cual supone el 46,66 por ciento, han superado ese curso, y le hago notar
que hasta con dos suspensos se llega a dar el título de Graduado Escolar
al que se refiere esta cifra; o sea que hasta con dos suspensos se queda
en el 46,66 por ciento. A usted no le extrañará que cualquier padre de
familia medianamente informado huya de la Logse despavoridamente y se
pregunte cómo es posible que en un momento en el que algo no se pone en
marcha porque no hay dinero sí se ponga en marcha a pesar de que no hay
dinero, y con estos resultados que sufren los ciudadanos españoles. No es
un problema de políticos de aquí o de allá. ¿Piensa usted continuar esa
política lesiva para la calidad de enseñanza? Ha hablado de calidad de la
enseñanza con muy buen tono, como correspondía sin duda a sus ideas; otra
cosa son las posibilidades que tenga de llevarlo a la práctica.

Tercer asunto. Sabe perfectamente, porque es de dominio público, que se
ha generalizado una protesta contra la postergación de las humanidades en
nuestro raquítico bachillerato. Ya que estamos presidiendo la Unión
Europea, ¿sabe, señor ministro, de algún otro país europeo que tenga un
bachillerato de dos años? ¿Qué medidas piensa tomar para subsanar una
situación que coloca a nuestro sistema educativo en clara desventaja
respecto a los de su contexto más inmediato?
Me llamó la atención que sus primeras palabras, nada más tomar posesión,
fueran prometedoras sobre la formación profesional. Aquí se ve que cuando
uno llega a Alcalá 34 y pregunta qué hay que hacer enseguida le dicen:
Usted hable de formación profesional. Así no se equivoca nadie, ¿no?
Importancia de la formación profesional, hay que enlazar con la empresa,
etcétera. Aquí hemos oído discursos de esos que ni se los cuento. Bien es
verdad que con discursos no se arregla esa cuestión. Por ejemplo, señor
ministro, usted sabe que se llaman familias a los conjuntos de los
módulos profesionales, ¿sabe cuántas familias de módulos profesionales
que deberían haberse hecho públicas en junio de 1993, hace más de dos
años, quedan todavía por hacerse públicas? Es un dato. Usted ha hablado
de que se van a poner en marcha en septiembre todos los ciclos; no sé a
qué se refiere. A lo mejor se debe a que no sabe



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cuántas familias de módulos profesionales quedan por publicar y el tiempo
que se tarda desde la publicación de una familia de módulos profesionales
hasta que se puede de verdad impartir un ciclo. No sé si usted sabe que
eso lleva su tiempo, que no es un huevo que se echa a freír.

Otra pregunta concreta, para ver si lo de la formación profesional va más
allá de los discursos. ¿Sabe, señor ministro, cuántos alumnos tendrán
acceso en septiembre próximo, dentro de dos meses, a la nueva formación
profesional de grado medio? Si desconoce ese dato, creo que no podemos
hablar en serio de formación profesional.

Otro punto. La subida de las tasas puede generar graves injusticias si no
se ve acompañada de un sistema de becas generoso en el número y en el
importe, y que tenga una ágil gestión. Señor ministro, ¿sabe usted
cuántas de las becas presupuestadas para 1995 han sido realmente
adjudicadas? Creo que ésa es una cifra que conviene que sepa para ver por
dónde va esto de las becas, sobre todo si usted, como no dudo, está
preocupado por la desigualdad. ¿Y sabe qué porcentaje de becarios había
cobrado en diciembre las becas de este curso? La gente que pide becas es
porque no tiene dinero, por tanto, lo lógico es que se le dé. Quizá nos
pueda informar. Yo he hecho una pregunta sobre esto --porque hago
preguntas por escrito--, pregunta cuyo plazo para contestarla terminó el
29 de junio, y el ministerio, siguiendo una mala costumbre que tiene de
falta de respeto a esta Cámara --usted no es responsable, acaba de
llegar, pero se lo digo para que no incurra en ello--, no ha pedido, como
exige el Reglamento, prórroga para contestar. Estamos a 18 de julio y la
respuesta, hoy que he preguntado, no ha llegado todavía al Registro de
esta Cámara. Usted oralmente seguro que me podrá decir cuántos becarios
habían cobrado en diciembre, porque es una pregunta creo que pertinente
respecto a la desigualdad, y qué medidas piensa adoptar para que de
verdad los becarios no sean tratados como ciudadanos que están pidiendo
una propina para dedicarla a gastos de bolsillo, porque realmente no lo
necesitan de manera imperiosa, o a los que habría que obligar a pedirlo
prestado mientras que les paga el Ministerio, lo cual es una manera muy
original realmente de solucionar la desigualdad.

Sexta cuestión, señor ministro. A pesar de que la selectividad pretende
controlar la capacidad para acceder a la Universidad, como usted muy bien
sabe, y no pretende en modo alguno evaluar los resultados de los estudios
secundarios (no es ésa su finalidad, prueba de ello es que no todos los
que hacen estudios secundarios hacen la selectividad), sin embargo, su
Gobierno ha establecido un examen especial para los que han cursado el
bachiller de la Logse. Le pregunto, señor ministro, ¿sabe usted qué
porcentaje de fracaso escolar se ha registrado entre los que cursaron el
COU anterior a la reforma? Esto es también interesante. Después de hacer
un examen específico para los de la Logse, que se supone no será más
difícil, resulta que los porcentajes son muy expresivos, como usted ahora
nos dará ocasión de comprobar al contestar a esa pregunta. Y ¿qué
consecuencias deriva usted de esa realidad?
Séptima cuestión, a la que ya se ha aludido aquí al final. Su Gobierno ha
presentado ya dos proyectos de reforma de la LRU, el primero de ellos se
quedó sin aprobar porque se disolvieron las Cortes una semana antes de
que se concluyera su trámite aprobando en esta Cámara las enmiendas del
Senado. El segundo, como se ha recordado, lleva un año abandonado en fase
de Ponencia. Señor ministro, creo que ante una situación así, aparte de
que para mi grupo es claramente reconfortante haber escuchado hoy aquí
por algún portavoz que ya ha cogido el puente aéreo... (Rumores.) ¿Ha
salido? Bueno, parece que está de acuerdo con lo que las dos enmiendas a
la totalidad defendieron en su día, y es que la reforma de la LRU no
fuera parcial. Bien es verdad que él votó en contra de las dos enmiendas
a la totalidad; pero, en fin, más vale tarde que nunca. Señor ministro,
¿piensa usted retirar el proyecto de reforma de la LRU o dejará que una
nueva disolución de las Cortes, a tres meses vista o a nueve meses vista
--porque esto es como las letras-- le dé su merecido al citado proyecto?
Por un mínimo de dignidad de un Gobierno no se puede tener un proyecto un
año parado en la Cámara. Es una manera, aunque sólo sea por prescripción
extintiva, de que el señor ministro entienda que esta Cámara, a su forma,
dados los curiosos usos de la precaria mayoría parlamentaria aquí
confeccionada, le está diciendo que se lleve usted esto de una vez. Quizá
sería bueno que se lo planteara.

Vinculado a esto, señor ministro, usted sabe que después de las famosas
idoneidades --y no le recuerdo por qué fueron famosas-- existe una rara
unanimidad en que la llamada endogamia en la selección del profesorado
está deteriorando gravísimamente la calidad de la docencia universitaria.

Seguro que usted sabe también que esos dos proyectos a los que me he
referido contemplaban de manera distinta el problema de la endogamia. El
primer proyecto, que no se aprobó por una semana, pretendía que en las
comisiones hubiera cuatro miembros por sorteo y sólo uno señalado por la
Universidad; el segundo (que ahora por lo visto es inaceptable para
determinado grupo que apoya o no apoya, nunca se sabe donde estamos en
este aspecto, pero, en fin, por aquí andamos), volvió al sistema anterior
de tres por sorteo y dos señalados por la Universidad. ¿Por cuál de los
dos modelos se define usted, señor ministro? Ya que es ministro,
aproveche y diga qué piensa sobre el particular. A lo mejor piensa en
repescar ideas que en su día antecesores suyos por algún tiempo hicieron
propias después de ser sugeridas desde la oposición, por ejemplo, la
habilitación. ¿Qué piensa usted al respecto? Yo creo que sobre este tema
tiene que contestar, porque aunque el examen está siendo facilito algo
tiene que decir aquí ya que están los medios de comunicación y tampoco es
cuestión de que se vaya usted de aquí diciendo que hay que mejorar la
calidad de la enseñanza y hay que acercar la ciencia a los ciudadanos,
los ministros a los diputados, y adiós muy buenas, ¿y qué hacemos aquí el
18 de julio? Diga usted algo sobre esto.

Usted nos ha hablado con gran generosidad de evaluación, y la gente
empieza a sospechar que como no hay dinero para hacer nada aquí se va a
evaluar todo, que es más barato. Sería interesante que usted definiera
algo de lo que hay que hacer.

Otro asunto sobre la universidad. Usted sabe, ya que ha hablado de la
Presidencia europea, que la movilidad estudiantil



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es un objetivo europeo, hay un programa dedicado a eso, y ya que España
está ejerciendo la Presidencia de la Unión Europea --ya lo ha dicho
usted, y además se le ve contento por ello y es lógico-- yo le pregunto,
señor ministro, ¿por qué se limita a 20 el número de plazas de primer
curso por cada titulación accesible para todo universitario sin verse
discriminado por su procedencia geográfica? Se hablaba antes de los
canarios, por ejemplo, pero se puede hablar de cualquier otro.

Usted dijo al principio, con cierto tono triunfal --de los pocos momentos
que ha tenido en su intervención--, que han conseguido que haya una
universidad en cada provincia. La verdad es que aún no han conseguido ese
disparate pero, en fin, estamos en ello; ahora bien lo que no ha dicho es
que no han conseguido que no salga nadie de su provincia, eso no lo ha
dicho. El distrito único a algunos les extrañaba, otros sí sabemos lo que
es, y es que se pueda salir por lo menos a la provincia de al lado. Usted
aquí ¿a qué va? ¿A una federación de distritos únicos, o de verdad, como
su antecesor dijo un día que estaba optimista, va a que en el año 2000
haya distrito compartido al cien por cien? Yo le pregunto, señor
ministro, lo siguiente: ¿Sabe usted qué porcentaje real de las plazas de
Madrid, Cataluña y Sevilla se han ofrecido a distrito compartido estos
días? Si me da usted ese dato quizá pueda entender a qué estamos jugando,
de lo contrario me temo que no llegue a entenderlo. Usted ha hablado de
que ha habido un aumento de la oferta. Sí, sobre los papeles todo se
puede dibujar, pero yo le pido cifras concretas.

Por otra parte, desde hace tiempo se viene insistiendo en que para que de
verdad haya acceso a los estudios universitarios de primera opción --y
volvemos a la desigualdad, señor ministro-- hace falta un nuevo tipo de
becas de movilidad que no está contemplado. ¿Sabe usted en qué número,
con qué modalidad y por qué importe se han previsto para el curso 1995/96
becas de movilidad? De lo contrario el distrito compartido seguirá siendo
absurdo, ya que después de que nos quejamos de que entran pocas plazas y
el secretario de Estado, que cuando le interesa dice que en el Consejo de
Universidades él es un buzo --no sabe de qué va aquello-- e implora la
ayuda de todos los presentes porque dice que en el Parlamento nos metemos
con él porque hay poco distrito compartido, luego, a la hora de la
verdad, resulta que no todas las plazas se llegan a dar, entre otras
cosas porque hay quien no tiene dinero. Señor ministro, ¿usted ha
contemplado algo sobre el particular, o simplemente se encanta ante la
posibilidad de que hayan aumentado las plazas teóricas aunque en la
práctica se vayan a quedar sin cubrir porque hay personas que no pueden
moverse de un sitio a otro?
Voy terminando, y entro en el I+D, antes de que en el turno graciable,
con la benevolencia del señor Presidente, se pueda hablar del deporte,
que hoy vive un día especial.

Señor ministro, las medias de evaluación de la actividad científica del
profesorado han tenido un efecto claramente positivo en lo que se refiere
a publicación de trabajos en el extranjero. Ahí los expertos en
contabilidad bibliométrica están felices y, además, son los que han
organizado el asunto, como usted sabe, lo pasan en grande contando cómo
subimos en el «ranking» de publicaciones en el extranjero. Ahora bien,
señor ministro, usted sabe si este sistema, tal como está funcionando
(que por cierto funciona con una clandestinidad absolutamente intolerable
en un sistema de Función Pública, porque éstas son unas retribuciones de
Función Pública, y usted, que ahora viene de ese campo, podrá
entenderme), está teniendo alguna repercusión negativa en la docencia.

Usted antes ha dicho, de pasada, que en el Consejo Superior, como no hay
docencia, se investiga mucho. ¿Usted no sabe que en la Universidad ahora
mismo, como resulta que por investigar dan más dinero que por dar clases,
porque el complemento docente es café para todos que reparte la
Universidad dé uno las clases que dé, se están produciendo unas
situaciones un poco complicadas? ¿Tiene usted alguna noticia de ello?
¿Sabe usted, señor ministro, si todo este sistema de evaluación de la
actividad científica ha contribuido paralelamente a incrementar la
capacidad de innovación tecnológica en nuestro país, o sólo ha servido
para publicar más en revistas extranjeras? Ese es un dato interesante
para ver por dónde vamos, aunque creo que en cierto aspecto --nuestro
grupo siempre lo ha defendido-- vamos bien, pero quizá habría que contar
con datos que sin duda usted tiene y habría que tomar algunas medidas,
aunque sea en tres meses o en nueve. ¿Qué medidas piensa adoptar para
acabar con la falta de garantías de los evaluados y corregir esos
posibles desfases? ¿Qué va a hacer para que de verdad la evaluación sea
algo público, como es todo complemento de productividad en la Función
Pública y para corregir desfases respecto a la docencia e innovación
tecnológica?
Por último, señor ministro, a nuestro sistema de I+D se le achaca una
escasa capacidad para vincular la investigación al sector empresarial.

Usted ha hablado de acercar la ciencia a los ciudadanos, pues a ver si la
acercamos a los empresarios para empezar. ¿Sabe usted qué porcentaje de
recursos de ese sistema de I+D proviene del sector empresarial y sabe
usted cuál es la media europea al respecto? Eso nos podría dar alguna
pista de por dónde hay que ir en esa línea. ¿Qué medidas piensa adoptar
para subsanar el posible desfase negativo que se observa?
Esto es todo lo que tenía que decir antes de dar paso a los aspectos del
deporte, y para facilitarle la tarea, aunque sin duda usted ha tomado
nota con mucho cuidado, voy a tener la oportunidad de invitar al
Presidente a que le entregue el texto de las preguntas, porque así no
habrá problema y el examen será más fácil.




El señor PRESIDENTE: Señor Ollero, si da S. S. las preguntas por escrito,
también sería lógico que el señor ministro contestase por escrito.




El señor OLLERO TASSARA: No, no, es para que no pueda olvidarse de alguna
de ellas.




El señor PRESIDENTE: Señor Ollero, ha dicho S. S. que una parte de la
intervención de su grupo será sobre deporte, y es preferible que se
produzca en este momento para que pueda ser objeto de contestación por
parte del señor



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ministro. Por tanto, tienen la palabra el señor Carreño, a quien ruego
sea austero en la administración del tiempo porque su grupo lleva muchos
minutos.




El señor CARREÑO RODRIGUEZ-MARIBONA: Señor Presidente, voy a ser
aproximadamente tan austero como lo ha sido el ministro en su
comparecencia al hablar del deporte, por tanto, está garantizada esa
sobriedad en el tiempo.

Señor Saavedra, le deseo éxito en su gestión en política deportiva
porque, naturalmente, ello redundará en beneficio del deporte y de los
deportistas en general. En ese sentido, le voy a hacer algunas
sugerencias al mismo tiempo que naturalmente críticas a algunas
actuaciones en política deportiva del Gobierno.

Como sabe el señor ministro, desde octubre de 1990, el marco jurídico
para la política deportiva del Gobierno ha sido la Ley del Deporte; pero
esta Ley del Deporte se ha desarrollado de forma enormemente incompleta,
en algunos casos insuficiente, como así lo ha acreditado la corrección de
algunos decretos que estaban en vigor y han tenido que corregirse, y
algunos otros que es necesario corregir inmediatamente.

Aspectos fundamentales que no se han desarrollado y que le sugiero, ya
que, además, no requieren gasto público más que en un solo caso para
desarrollo de esta Ley del Deporte son, por ejemplo, la coordinación del
deporte universitario, garantizando la autonomía de la universidad. Así
lo dice la Ley del Deporte, y usted, en su exposición, señor ministro,
dice que van a seguir utilizando el Comité Español del Deporte
Universitario, que se ampara en un decreto anterior a la ley, del año
1988 o de 1989.

Está pendiente de desarrollo un aspecto fundamental como son las
titulaciones deportivas. El Ministerio de Educación y Ciencia ha asumido
competencias que antes eran de las federaciones deportivas españolas y
aún no ha resuelto el desarrollo de las mismas. Por ejemplo, en formación
profesional --ya lo ha indicado el señor Ollero--, no aprobando las
familias de actividades físico-deportivas; por ejemplo, han generado
alarma y protesta en los estudiantes de los INEF; por ejemplo, a pesar de
que la Ley del Deporte dice que no es así, que es competencia del
Ministerio de Educación, siguen manteniendo la expedición de algunos
títulos deportivos bajo la competencia de ministerios, voy a llamar
exóticos, como es el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y,
además, por un decreto del año 1969 todavía en vigor; por ejemplo, por
una circular del Consejo Superior de Deportes, hace tres o cuatro meses
que han devuelto a las federaciones deportivas españolas las competencias
que han asumido por la Ley del Deporte para expedir titulaciones
deportivas, porque para dichas titulaciones deportivas se planteaba un
vacío legal aún no resuelto.

Ya nos dice usted, señor ministro, que la regulación del deporte de alto
nivel, de la que depende la tranquilidad, estabilidad y futuro de
nuestros mejores deportistas, se va a desarrollar en el plazo de seis
meses. Esperemos que sea así.

También tiene que ocuparse, y es muy importante desde el punto de vista
del control de la violencia, del reglamento de policía de los
espectáculos públicos y las normas técnicas a cumplir por las
instalaciones deportivas. Evidentemente, el desarrollo, la puesta en
práctica en estos dos aspectos de la Ley del Deporte tendrá consecuencias
en el gasto público, pero son ejemplos en modo alguno exhaustivos.

Dentro de pocos días se conocerán los resultados económicos anuales de
las sociedades anónimas deportivas y clubes profesionales.

Desgraciadamente, se podrá comprobar que la situación de muchas de esas
sociedades y de los clubes no ha mejorado con la Ley del Deporte. Aún hay
más, el Consejo Superior de Deportes sigue ignorando legalmente la
existencia de otros deportes profesionales distintos del baloncesto y el
fútbol, que sí reconoce en cambio el Ministerio de Economía y Hacienda al
establecer el IVA que deben pagar y reconocer como actividades
profesionales algunos deportes que también reconocen diversas
federaciones internacionales. Si quiere, señor ministro, tiene por
delante una intensa y bonita tarea aún pendiente y, por ello, urgente.

En su exposición ha comentado el programa aireado durante algunos años
--breves-- como estrella de su Gobierno: el plan de extensión de las
instalaciones deportivas en los centros educativos. No es objetivo que
marque ahora en su programa de política deportiva, señor ministro; ya en
1988 era objetivo que todos y cada uno de los centros educativos
dispusieran de instalación deportiva aneja al colegio o próxima al mismo.

Este plan debió concluir en 1992, pero ya era incompleto, no resolvía la
carencia en muchos ayuntamientos --el de Madrid, por ejemplo-- y continúa
calladamente; nunca se ha hecho balance triunfalista de él, lo cual,
evidentemente, demuestra el poco éxito que ha tenido desde el punto de
vista del juicio que ha hecho el Gobierno, los ministros de Educación y
Ciencia, los presidentes del Consejo Superior de Deportes y su lento
avance, con sus cada vez menores dotaciones económicas.

Dentro de los programas incluidos en sus presupuestos para el deporte se
incluye uno, el de enseñanzas deportivas. Pues, señor ministro, éste se
limita a un solo INEF, el de Madrid, y ello a pesar de que las
competencias en deporte hace años que están transferidas a la Comunidad
Autónoma de Madrid y, recientemente, están transferidas las de la
universidad. ¿Para cuándo va a ser la transferencia del caso excepcional
del INEF de Madrid a la Comunidad Autónoma?
Le puedo comentar algo más, señor ministro, de la política deportiva de
su Gobierno y del ahora ya su departamento. En su programa y presupuestos
se incluyen transferencias a corporaciones locales y a la pregunta que he
formulado al Gobierno éste me ha contestado recientemente
--concretamente, el pasado 26 de junio-- con una larga y enormemente
elocuente lista. De estas actividades de transferencia para financiar
instalaciones deportivas en ayuntamientos, el Gobierno socialista --hasta
el 26 de junio, fecha de la respuesta-- ha subvencionado a tres
ayuntamientos por un importe pequeño, 74 millones de pesetas, y los tres
ayuntamientos, hasta el 28 de mayo, eran del PSOE; a 51 ayuntamientos, y
dentro de un presupuesto global de 8.042 millones de pesetas, se les
subvencionará



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por el Consejo Superior de Deportes con 680 millones de pesetas, si, como
digo, el Gobierno cumple con la previsión que me ha manifestado el 26 de
junio, lo que supondrá tan sólo el 8 por ciento del presupuesto total
que, en nuestra opinión, supone entorpecer y retrasar tanto los
expedientes administrativos como la construcción, la realización de las
obras, al incorporarse una administración más a los ya complejos
expedientes administrativos. Eso sí, aquí hay política deportiva: 42 de
aquellos 51 ayuntamientos eran del PSOE; cinco del PP, y cuatro de otros
partidos. Afortunadamente, hoy, después del 28 de mayo, ya son 21 del PP,
mientras que los del PSOE se han quedado en 26. No parece que la
clientelista política deportiva les haya dado resultado.

No quiero dejar de referirme, señor ministro --usted no la ha citado--, a
la Ley de Fundaciones e Incentivos Fiscales a la iniciativa privada, ya
que su desarrollo es fundamental, por ejemplo, para que los clubes y
asociaciones deportivas puedan ser declarados entidades de utilidad
pública y, como consecuencia de ello, tanto esos clubes y asociaciones
como las federaciones deportivas españolas y territoriales se acojan a
los beneficios que dicha ley permite, pero, como digo, previamente se
requiere ese desarrollo reglamentario de la ley.

Señor ministro, todas estas ideas y sugerencias las hago como crítica,
pero constructiva, en bien de la sociedad, en bien del deporte.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, en primer lugar tiene la
palabra el señor Nieto.




El señor NIETO GONZALEZ: En primer lugar, quiero agradecer su presencia,
señor ministro, en esta Comisión para explicarnos lo que va a ser su
programa de actuación al frente del ministerio y, al mismo tiempo, en
nombre propio y en nombre del Grupo Parlamentario Socialista quiero
felicitarle por su nombramiento como Ministro de Educación y Ciencia y
desearle éxito al frente de esta cartera ministerial. No me cabe la menor
duda de que así será.

No tenía intención de decir nada en relación con los portavoces que me
han precedido en el uso de la palabra, pero hay intervenciones, y no
quiero entrar en ellas, señor Presidente...




El señor PRESIDENTE: Señor Nieto, resista la tentación, porque el
compareciente es el señor ministro; el señor Ollero, por ahora, no
comparece. (Risas.)



El señor NIETO GONZALEZ: Señor ministro, voy a procurar que mi discurso
no sea errático, como el del señor Ollero, que parece más propio de una
charla de café de colegio mayor, al que tan acostumbrado debe de estar,
que debate en sede parlamentaria, que es donde estamos. Además, mi
discurso, señor ministro, señor Presidente, no va a ser un discurso
intolerante, sectario e insultante, como el discurso del portavoz del PP,
a lo que, por cierto, nos tiene muy acostumbrados en esta Comisión. Quizá
hoy ha estado especialmente motivado teniendo en cuenta la fecha, pero
ésta es una duda que me queda. No obstante, sí he aprendido algo del
discurso del portavoz, porque aquí hemos hablado muchas veces de la
carrera docente, de la carrera administrativa, de la carrera militar,
incluso de la carrera artística, pero lo que no sabía es que el portavoz
del Grupo Popular estuviese tan preocupado por la carrera ministerial.

Está preocupadísimo; no sabe si se accede a ella mediante
concurso-oposición --él lleva muchos años haciendo oposición a la
misma--, no sabe si es por concurso de méritos, etcétera. Yo sí quisiera
recordarle al señor portavoz del PP que no sé cómo se accede a una
cartera ministerial, pero sí que debe saber cómo se accede a una cartera
de consejero en alguna comunidad autónoma.




El señor PRESIDENTE: Señor Nieto, le ruego que resista la tentación. Su
señoría está provocando, como efectivamente se está haciendo, la petición
de palabra, y, como también suele ser habitual en esta Comisión, se
empezará a hacer un turno de peloteo entre los diferentes grupos y el
ausente será el señor ministro. Yo creo que esto va en contra del
procedimiento establecido en la Comisión. El que comparece es el señor
ministro, por tanto, ruego a S. S. que se refiera a la comparecencia del
mismo.




El señor NIETO GONZALEZ: Termino el razonamiento y paso al fondo de la
cuestión.

Decía que la carrera de consejero en la comunidad de Madrid es no ser del
PP, ser Rector de Universidad y posiblemente reunir algún requisito más.

Si eso le sirve, vaya encaminando sus pasos en esa dirección.

Señor Presidente, dicho esto y le pido disculpas por haberme extendido
quizá demasiado en lo que debía haber sido una anécdota, pero creo que la
intervención que me ha precedido lo merecía, quisiera manifestar, en
nombre propio y en el del Grupo Parlamentario Socialista, mi coincidencia
con las afirmaciones del ministro en relación con tres cuestiones que yo
considero esenciales. En primer lugar, que el diálogo y la colaboración
del Gobierno con los grupos parlamentarios que forman esta Comisión, son
esenciales, desde mi punto de vista, para la buena marcha de nuestro
sistema educativo, de la misma forma que también lo es la colaboración,
el diálogo con los agentes sociales, bien sean los sindicatos, las
patronales de la enseñanza privada y, en general, con todos los miembros
de la comunidad educativa.

En segundo lugar, quisiera también manifestar que la política educativa,
a la que ha hecho referencia el ministro, siempre fue, es y será una
política prioritaria de los gobiernos socialistas. En este sentido, el
Presupuesto General del Estado para 1996, estoy seguro, recogerá esta
prioridad en un presupuesto que será suficiente; por tanto, un
presupuesto suficiente y bien administrado puede hacer posible llevar a
cabo una política educativa marcada por el signo de la prioridad.

En tercer lugar, las señas de identidad de las políticas educativas
socialistas, como decía el ministro, y en eso coincidimos desde el Grupo
Socialista, pasan por garantizar el derecho de todos a la educación en
condiciones crecientes de igualdad; pasan por favorecer la participación



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de la comunidad escolar en la toma de decisiones; pasan por ser
instrumento para la transformación social, para el desarrollo económico y
para la lucha contra las desigualdades; pasan por hacer posible la
formación integral de los alumnos; pasan por favorecer la igualdad de
oportunidades de todos los ciudadanos, y pasan, en definitiva, por
consolidar un servicio educativo público de calidad creciente.

En ese sentido las propuestas de actuación expuestas por el ministro para
las cuatro áreas de su departamento, educación en los niveles previos a
la universidad, universidad, investigación y deporte, desde nuestro punto
de vista persiguen todas ellas un gran objetivo, con el que estamos de
acuerdo, que es mejorar la eficacia y la calidad de nuestro sistema
educativo; mejorar la eficacia y la calidad de nuestras universidades, de
nuestro Plan nacional de I+D y de nuestro deporte.

Mejorar la eficacia y calidad de nuestro sistema educativo que, por otro
lado, ha crecido de forma tremenda en los últimos diez-doce años, se ha
transformado y se ha modernizado profundamente. En este crecimiento,
transformación y modernización han sido piezas claves las dos grandes
leyes elaboradas por los gobiernos socialistas y aprobadas en esta
Cámara, la LODE y la LOGSE, que han creado un sistema educativo
participativo, con una financiación pública adecuada, tanto para la red
de centros públicos, como para la red de centros privados concertados;
que han incrementado la edad de la enseñanza obligatoria en dos años,
pasando de 14 a 16 años, que han dotado a nuestro sistema educativo de
una nueva organización escolar que haga posible mejorar la calidad de
nuestra enseñanza; que han puesto en marcha una nueva formación
profesional y que, en definitiva, han puesto también en marcha una serie
de programas destinados a la compensación de desigualdades que, desde
nuestro punto de vista, siempre han sido, son y deben seguir siendo,
señas de identidad de la política educativa de los socialistas.

Mejorar también la eficacia y calidad de una universidad dotada de plena
autonomía, más extensa, con nuevos planes de estudios, con nuevas
titulaciones y con muchos más recursos de los que tenía hace diez o doce
años. A nadie se le escapa que la Ley de Reforma Universitaria, que se
aprobó en esta Cámara con el apoyo del Grupo Socialista y de otros grupos
y por impulso del Gobierno socialista ha contribuido a esto que estoy
diciendo.

Mejorar también la eficacia y la calidad de nuestra investigación al
aplicar al tercer plan nacional de I+D, plan que abarcará los años 1996 a
1999, que no se va a aplicar en el vacío, sino que vendrá a aplicarse
sobre los resultados del primero y segundo plan nacional de investigación
que, desde nuestro punto de vista, han fomentado de forma importante la
investigación en nuestro país.

Finalmente, mejorar la eficacia y calidad de nuestro deporte. Sin lugar a
duda, ha contribuido a ello la Ley del Deporte que se aprobó en su
momento y las políticas deportivas que se han implementado a lo largo de
estos años desde el Ministerio de Educación.

En este sentido, en opinión del Grupo Socialista, van las propuestas
enumeradas por el ministro y que nuestro grupo considera que son
adecuadas; por tanto, va a tener el apoyo de este grupo para llevarlas
adelante. Quisiera referirme solamente a alguna de ellas, con las que
coincidimos plenamente.

En lo que se refiere a la educación en la etapa anterior a la
universidad, el ministro marcaba cinco grandes objetivos que el Grupo
Socialista comparte: Mejora de la calidad de la enseñanza, en la que una
pieza clave será la futura ley de participación, que está en fase de
tramitación parlamentaria y esperamos esté aprobada en el próximo período
de sesiones, que va a contribuir, de forma importante, a dotar de una
mejor dirección a los centros escolares, para lograr de esta forma un
mejor funcionamiento de los mismos; va a dotar también a los centros
escolares de una autonomía que va a posibilitar que estos centros
elaboren un proyecto educativo propio a través del cual tengan un modelo
organizativo y pedagógico que puedan ofrecer de forma pública a los
padres para que elijan entre unos u otros; que va a dotar a estos centros
de autonomía económica y que, por tanto, va a contribuir, junto con la
anterior a mejorar la dirección de los centros, a que la calidad de la
enseñanza de nuestro sistema educativo mejore de forma sustancial, por no
hacer referencia a la evaluación que se contempla en este proyecto de ley
o a la nueva inspección que también se contempla en el mismo que,
cumpliendo con funciones de supervisión, asesoramiento y apoyo a los
centros escolares, desde el punto de vista del Grupo Socialista
contribuirá a mejorar también la calidad de los centros escolares.

La segunda medida a que hacía referencia el ministro, mejorar las
condiciones de trabajo del profesorado; la tercera, desarrollo y seguir
adelante con la reforma; la implantación de los ciclos formativos de la
nueva FP, desarrollar el principio de igualdad de oportunidades a través
del incremento de becas y ayudas al estudio, mediante la ampliación de
los programas de garantía social, son los objetivos que el ministro ha
indicado en su exposición que creemos son los adecuados para conseguir
ese gran objetivo que es mejorar la eficacia y la calidad de nuestro
sistema educativo.

En lo que se refiere a la universidad el objetivo es el mismo: mejorar la
calidad. Yo creo que estamos en fase de superar la etapa de una enorme
expansión de la universidad española; por tanto, todos los programas que
se implementen desde el Ministerio de Educación tienen que tener por
norte, no la extensión, aunque en algunos casos sí habrá que seguir en
esa dirección, sino fundamentalmente la mejora de la calidad de nuestros
estudios universitarios. En ese sentido el ministro decía que desde el
ministerio se va a poner especial atención a los programas de evaluación
de la calidad del sistema universitario y la evaluación docente que
tienen que conducir necesariamente a primar, a incentivar aquellas
universidades que aspiren a mayores cotas de prestigio y calidad,
primando por tanto la mejora de la calidad en el sistema universitario
español.

Desde nuestro punto de vista creemos que se debe seguir adelante, y
coincidimos plenamente con el ministro, con la discusión en el interior
del Consejo de Universidades, o fuera del mismo, en esta Comisión, por
qué no, y en la propia sociedad, alrededor de una serie de cuestiones



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muy importantes que afectan a los estudios universitarios, que el
ministro ha enumerado, y que se refieren al total de ofertas de estudios
universitarios, al sistema de acceso a la universidad, al distrito único
por comunidades autónomas, o al distrito único general como horizonte que
hay que tener siempre presente en lo que se refiere a la oferta de plazas
en las diversas universidades; la modificación de los planes de estudios,
las nuevas titulaciones y también lo que se refiere a la permanencia de
los estudiantes en las universidades. En ese sentido, estas propuestas
que nos ha presentado el ministro como programas de actuación de su
ministerio, son plenamente coincidentes con lo que el Grupo Socialista
piensa en relación a la política universitaria.

En cuanto a la investigación, el III Plan Nacional de I+D tiene un
objetivo que, desde nuestro punto de vista, no podía ser otro después de
haber existido ya dos planes de I+D, que es el de coordinar y articular
el sistema de ciencia y tecnología en base a los buenos resultados que
han ido dando estos dos planes, el segundo de los cuales está a punto de
concluir en estos momentos.

Es muy importante, señor ministro, que se coordinen las políticas de I+D
con las comunidades autónomas. En ese sentido, la política del ministerio
anunciada en su intervención nos parece muy adecuada, de la misma forma
que nos parece muy adecuada la coordinación que debe existir entre el
sistema de ciencia y tecnología con el mundo industrial.

Finalmente, también creemos que debe trabajarse en esa dirección,
potenciando el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y
favoreciendo fundamentalmente la cooperación del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas y las universidades.

Para terminar --no voy a hacer referencia al deporte al que se referirá
mi compañero-- quiero decir que la presidencia española de la Unión
Europea debe servir para impulsar esas propuestas a las que hacía
referencia el Ministro. Estos seis meses en los que vamos a presidir la
Unión Europea deben servir para poner en marcha e impulsar una serie de
propuestas que deben mejorar la calidad de la educación, no sólo en
España, sino en el conjunto de los países que conforman la Unión Europea.

Dicho esto, le ofrecemos el apoyo del Grupo Parlamentario Socialista en
esta política que acaba de plasmar en su intervención y ofrecemos al
resto de los grupos parlamentarios, como es habitual en el Grupo
Socialista, diálogo en todo lo que se refiere a la tramitación de
proyectos de ley en esta Comisión y en cualquier iniciativa que pueda
llevarse a cabo en la misma. Diálogo, cooperación con otros grupos y
apoyo a la política que acaba de presentarnos como política del
Ministerio de Educación.




El señor PRESIDENTE: Para complementar la intervención del Grupo
Socialista, tiene la palabra el señor Martín del Burgo.




El señor MARTIN DEL BURGO SIMARRO: Señor ministro, le han felicitado
todos los Diputados intervinientes, éste que habla también, pero
intentando ser algo más original, quiero pedirle que, a su vez, felicite
a un tercero, que es Miguel Indurain, cuando sin duda el señor ministro,
representando a la primera autoridad deportiva española, le dé un abrazo
y comparta con él la maravilla de obtener el quinto «tour» consecutivo y
pasar a la leyenda del deporte español e internacional.

Señor ministro, he observado en su intervención atinente al deporte un
común denominador: la continuidad y la voluntad de culminar las
previsiones apuntadas por su antecesor. El Grupo Parlamentario Socialista
quiere hacer una somera valoración en esta dirección respecto de la
evolución del deporte español. Queremos constatar el impulso deportivo
experimentado en nuestro país, una situación más que notable de nuestro
deporte, a saber una mejora sustancial de las infraestructuras deportivas
con la administración socialista, un incremento considerable del número
de practicantes, un tratamiento adecuado de la educación física en el
sistema educativo, una potenciación evidente del tejido asociativo, un
mejor funcionamiento de las federaciones deportivas, y como correlato de
todo ello podemos manifestar con satisfacción que los deportistas
españoles, señor ministro, forman parte de la élite del deporte
internacional.

Respecto de las políticas de su departamento, compartimos con el ministro
los objetivos y programas que se propone ejecutar y optimizar para la
política deportiva. El plan de extensión de la educación física, que
trata de dotar a los centros escolares españoles de la infraestructura
deportiva, de las instalaciones mínimas de calidad para una práctica
digna de esta disciplina; el programa 2000 para la detección de talentos
deportivos; las actividades del deporte universitario o las actividades y
las programaciones, que ha esbozado el señor ministro, dirigidas a los
juegos de 1996, como continuación del programa ADO y la preparación de
nuestros deportistas olímpicos.

Permítame, señor ministro, manifestarle nuestro apoyo para cerrar el
necesario y conveniente desarrollo normativo de la Ley del Deporte, tema
que nos consta ocupa a los representantes y responsables del Consejo
Superior de Deportes.

Esta es la valoración atinente a su intervención sobre la política
deportiva del Grupo Parlamentario Socialista.




El señor PRESIDENTE: Para responder a las diferentes cuestiones,
preguntas y sugerencias de los diferentes grupos, tiene la palabra el
señor ministro.




El señor MINISTRO DE EDUCACION Y CIENCIA (Saavedra Acevedo): Por orden de
intervención, el señor Mardones ha planteado una serie de cuestiones que
paso a responder. Entre ellas me pregunta el número de ciclos nuevos en
la formación profesional y posibilidades de colaboración de la Comunidad
Autónoma de Canarias en relación con esos títulos pendientes. Le voy a
dar las cifras exactas de las titulaciones que están pendientes de
aprobación por el Consejo de Ministros. Habiéndose aprobado, como sabe S.

S., aquellas que tienen mayor incidencia en la estructura económica de la
Comunidad Autónoma de Canarias, como son Hostelería y Turismo,
Actividades



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Marítimo-pesqueras, Comercio y Marketing, etcétera, las que están
pendientes son Actividades Físicas y Deportivas, Información, Imagen y
Sonido, Mantenimiento y Servicios a la Producción, Servicios
Socioculturales, Industrias Alimentarias, Agricultura y Ganadería y
Artesanía. A la vista de esta enumeración, la posición del ministerio, en
virtud de la cooperación que quiere mantener con las comunidades
autónomas competentes plenamente en materia educativa, es de plena
apertura y, por consiguiente, está dispuesto a aceptar las sugerencias
que la Comunidad Autónoma de Canarias haga al respecto.

Las universidades que se están evaluando de entre las universidades
europeas, son cuatro junto con otras 42. No le puedo decir exactamente
cuáles son, pero con mucho gusto se lo indicaré por escrito.

En relación con el distrito, yo no he empleado el distrito universitario
por autonomía, he empleado el término distrito compartido, marchando
hacia el distrito único. Sí debo decirle que hay comunidades autónomas
con competencias en materia universitaria que todavía no han establecido,
dentro de su propio territorio autonómico, el distrito único para los
residentes en esa comunidad, teniendo varias universidades. En el caso de
la canaria, hace dos años fue cuando se estableció el distrito único a
nivel regional. Sirva de aclaración que estamos trabajando por el
distrito compartido, marchando hacia el objetivo del año 2000 de un
distrito único a nivel de todo el Estado. En estos momentos, como sabe,
se ha elevado, por decisión del Consejo de Universidades, al diez por
ciento el total de plazas que deben ser ofertadas en distrito compartido
de ámbito nacional.

En cuanto a su preocupación por la investigación y el desarrollo y papel
a desempeñar por el Instituto Astrofísico, quede claro que el Instituto
Astrofísico canario forma parte tanto del primero como del segundo plan
nacional de I+D, y que en los presupuestos del Gobierno en materia de
investigación seguirá contando con la partida derivada de su «status»
jurídico singular de consorcio formado por varias administraciones e
instituciones. No hay duda de que los proyectos de expansión que tiene en
este momento el Instituto Astrofísico canario se refieren a un proyecto
de alta dimensión económica y de importancia estratégica en los estudios
de la astronomía, como es el telescopio de ocho metros de diámetro, que
cuenta ya con una financiación en torno al 50 por ciento de procedencia
comunitaria y de los recursos que la propia comunidad canaria está
dispuesta a ofrecer.

Estamos manteniendo un diálogo con el director del IAC; hemos mantenido
una entrevista esta semana con él y en el mes de septiembre celebraremos
una reunión del Consejo del Instituto para seguir avanzando en los
contactos internacionales y también en los posibles apoyos financieros a
ese proyecto, que tardará seis u ocho años en ejecutarse.

Al señor López de Lerma, portavoz de Convergència i Unió, le agradezco
que comparta los macroobjetivos que he expuesto y el calendario de
aplicación de la Logse. También me satisface haber escuchado su
preocupación por el tema presupuestario. En este momento no hay más que
conversaciones previas, a nivel de Consejo de Ministros. Ni siquiera ha
habido una discusión de carácter general, y nuestro objetivo no puede ser
otro que el ya expresado de considerar el gasto educativo como un gasto
social. No creo que sólo sea social el gasto en pensiones, en desempleo o
sanitario sino que, sin ninguna duda, el gasto educativo tiene, por sus
repercusiones en cuanto a la inserción del joven en el mercado de
trabajo, que ya he expuesto, una dimensión social extraordinaria. En ese
sentido, me alegra saber que contaríamos con el apoyo de su Grupo para
que, dentro del objetivo general asumido por todos los miembros del
Gobierno de reducir el déficit público, sea prioritario el gasto en
educación e investigación.

En cuanto a los proyectos de ley que se encuentran en tramitación en esta
Cámara, respecto al de dirección, organización, inspección, evaluación,
etcétera, muestra su apoyo total y no así en relación con el proyecto de
modificación de la LRU. Y ha señalado que he pasado de puntillas sobre
ello. Creo que si he hablado de diálogo y de disposición a la negociación
es con el fin de superar los obstáculos que hay tanto para su Grupo, en
relación con esta ley, como para el portavoz del Grupo de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, que ha manifestado posiciones contrarias
a las expuestas por S. S. En ambos casos el proyecto de negociación está
abierto y después seré más detallado en la contestación al portavoz de
Izquierda Unida. Me parece que hay que hablar y, si hay posibilidad,
llegar a un acuerdo y sacar adelante una ley que tiene problemas que
afrontar. El que después de la aplicación de la LRU se demuestre que es
necesario corregir algo, el que sea suficientemente parcial o
suficientemente amplia la modificación, eso, será una valoración que
hagamos al final del proceso de negociación, que de aquí a septiembre
estoy dispuesto a llevar adelante, a través de mi Grupo y personalmente,
en lo que sea necesario.

En cuanto al aumento de plazas por el Consejo de Universidades en el
distrito compartido dice que no --valga la redundancia-- comparte el
criterio con que se hizo. Debo recordarle que la composición del propio
Consejo de Universidades es bastante plural. Las comunidades autónomas
con competencia educativa tienen una presencia importantísima y junto a
ellas el Gobierno tiene su representación, pero también hay otra de las
Cámaras que allí colaboran en la conformación de una voluntad
mayoritaria. En cuanto a la elevación del cinco al 10 por ciento me
parece que es un paso realista, posible de dar, y si ha habido problemas
en la comprensión o en el funcionamiento, como Presidente de ese Consejo,
cuando se reúna en septiembre, que creo que será la primera reunión del
Pleno, trataré de ser sensible a las quejas o las reservas que los
representantes de su Comunidad Autónoma quieran formular.

Efectivamente, la investigación hay que orientarla más a las necesidades
reales del país, totalmente de acuerdo. Precisamente ése es el sentido
del tercer plan nacional, sobre el que no he querido ser más explícito,
ni voy a serlo ahora, porque será conocido con detalle por la Comisión;
será aprobado la próxima semana, casi con toda seguridad, por el Consejo
de Ministros, y será presentado a la opinión pública. Sin embargo, he
hecho referencia al PACTI, que



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es un programa que busca la inserción de la investigación con la realidad
de la empresa y con las aplicaciones prácticas de los resultados de la
investigación.

Ha planteado la posibilidad de ampliar la edad de jubilación de los
investigadores. Este es un tema polémico entre los propios investigadores
y entre los que aspiran a serlo. Se está viendo la posibilidad de buscar
una denominación como investigador «ad honorem», algo similar al profesor
emérito en el caso del profesor universitario, que permita mantener en
activo a personas que son muy valiosas y que pueden contribuir a formar o
mantener el equipo o que, por sus años de investigación, han logrado
formar en torno suyo un equipo muy personalizado que no contiene la carga
negativa que a veces pueda derivarse del exceso de personalización en un
equipo de investigación. Los propios investigadores que están en una
situación de contrato no definitivo, al igual que los sindicatos, no son
favorables a la prolongación de la edad de jubilación con carácter
obligatorio hasta los 70 años. Repito que se está analizando la
posibilidad de encontrar una salida.

En relación con el semestre de la presidencia española de la Unión
Europea, ha planteado el tema de las conferencias de ministros tanto en
Educación como de Investigación, que van a tener lugar el próximo mes de
octubre, si no me equivoco. Y ha dicho que mi voz sea la voz plural
--empleo su frase--. Totalmente de acuerdo. Uno de los últimos actos que
presidí el 19 de junio en el Ministerio para las Administraciones
Públicas fue el de la Conferencia Sectorial para Asuntos Europeos. Allí
varios representantes de comunidades autónomas plantearon el mismo
problema que usted acaba de formular, y precisamente se tomó el acuerdo
de convocar conferencias sectoriales en este mes de julio para que los
distintos ministros expliquen los objetivos que en su área, en su sector,
quieren conseguir durante la presidencia española. A mí me corresponde el
área educativa y precisamente ayer he convocado la conferencia sectorial
para exponerles con detalle los objetivos de la presidencia española y de
ahí deducir, conforme también a una norma que se elaboró en esa
Conferencia de Asuntos Europeos y que fue aprobada el 30 de noviembre del
año pasado, cómo se configura la voluntad, la opinión del Estado en
materias en que las comunidades autónomas tienen competencia exclusiva o
compartida con la Administración General del Estado, etcétera. En
definitiva, aplicar esas normas de procedimiento que no teníamos con
anterioridad y que han supuesto, me parece, una institucionalización
importante del papel de las comunidades autónomas en la configuración de
la opinión española dentro de la Unión Europea. Es un primer paso, queda
el otro, que es un tema en el que, especialmente a partir de la ponencia
que en el Senado se constituyó como consecuencia del debate sobre el
Estado de las Autonomías el pasado mes de septiembre y a la vista de lo
que esa ponencia proponga, se irá avanzando por parte del actual Ministro
responsable del área, en cuanto a la posibilidad de la presencia física
de un representante --lo que no pueden ir son diecisiete, en eso estamos
todos de acuerdo-- en algunas de las distintas instancias comunitarias.

Al señor Cruz, portavoz de Izquierda Unida, le agradezco igualmente que
comparta los objetivos que he expuesto al inicio de esta sesión. Le
quiero repetir que estamos a tiempo de negociar. He convocado a los
sindicatos más representativos en el área educativa con el fin de conocer
sus posiciones y ver las posibilidades de acuerdo. Están presentes en un
congreso internacional y no ha podido ser la próxima semana; como todo el
mundo, menos los políticos, tienen derecho a vacaciones, tampoco ha
podido ser la fecha que les proponía y hemos decidido ya la primera
semana de septiembre, con el fin de intentar llegar a algún acuerdo sobre
las materias respecto a las que siguen manifestando su posición
contraria. Esta es la misma actitud que había expresado el Secretario de
Estado de Educación antes de mi llegada al Ministerio y creo que es
siempre importante agotar las últimas posibilidades de diálogo y acuerdo.

En cuanto a la iniciativa legislativa de financiación de la enseñanza
pública, no tengo conocimiento de la misma. Si se refiere a la
financiación de las universidades, haré referencia a ella porque algún
otro portavoz se ha referido a la misma, pero no conozco los términos de
esa iniciativa que, al parecer, ha sido llevada adelante por Comisiones
Obreras, según le he entendido. Supongo que en esa entrevista de los
primeros días del mes de septiembre, el sindicato de enseñanza de
Comisiones Obreras aprovechará para plantearla.

Respecto a su preocupación sobre la financiación, es decir, el dinero de
los presupuestos, la compartimos todos. Todos estamos ejerciendo la
máxima presión con el fin de, como he dicho anteriormente, mantener el
gasto educativo entre los prioritarios de los Presupuestos para el año
1996. No digo que esté todo conseguido, pero vamos a seguir batallando
para que eso sea considerado coherentemente por los Presupuestos en
virtud de su naturaleza social de gasto.

Efectivamente, ha hecho una referencia a la evolución del gasto público
en materia de enseñanza y lo importante es indicar que en el año 1995 se
produce un punto de inflexión, en el que, de nuevo, el porcentaje
dedicado en los Presupuestos del Estado al gasto educativo se incrementa
sensiblemente en relación con la tendencia de los años precedentes, A mí
me parece que, a pesar de las dificultades que impone la lucha contra el
déficit, es posible mantener una tendencia similar a la que se produjo en
los Presupuestos para el año 1995, incluso contando con los recortes
derivados del Acuerdo de Consejo de Ministros del mes de enero, en el que
se impuso a todos unas reducciones, pero el Ministerio de Educación y
Ciencia fue el cuarto en sufrir menos el recorte, sin que se hayan notado
sus efectos de manera sensible en el funcionamiento del Ministerio a lo
largo de estos meses.

No hay prevista ninguna nueva modificación del calendario de aplicación
de la Logse.

En cuanto a qué centros van a aplicar el primer curso de la enseñanza
secundaria obligatoria, he dicho que será en otoño cuando hagamos
públicos todos los objetivos, aplicaciones y los lugares para, de esta
manera, dar tranquilidad al sector y a todos los implicados en la
comunidad



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educativa y prever su aplicación a partir del curso que se iniciará en
septiembre del año 1996.

Sobre la educación infantil de tres años, dije que es el 70 por ciento.

Me parece que S. S. quería conocer los porcentajes de educación pública y
privada. Tenemos algunos cuadros y, aunque no sea la respuesta exacta,
puede servirle por aproximación. En el curso 1994-1995, en los centros
públicos en preescolar infantil había un 65,2 por ciento; en centros
privados había un 34,8. Obviamente, el 70 por ciento del presente curso
al que he hecho referencia, se está refiriendo al sector global del
territorio MEC, pero pondérelo con estos porcentajes del cuadro en cuanto
a pública y privada.

En cuanto a sus reservas sobre los modernos métodos o instrumentos
audiovisuales, no las comparto porque la educación presencial es
importantísima, pero también hay que hacer uso racional de lo que está al
alcance de la mano y la televisión o la educación a distancia tienen
experiencias negativas en algunos casos y positivas en otras. La radio ha
dado buenos ejemplos en algunas comunidades autónomas que conozco con
bastante detalle, y la televisión puede tener los mismos efectos. En
definitiva, todo depende de cómo se imparte el mensaje más que a través
de qué medios se imparte.

Estamos de acuerdo en que hace falta un nuevo impulso en la aplicación de
la reforma, totalmente de acuerdo, y tenga la seguridad de que yo no voy
a contrarreformar nada. Aquí he dicho que la política que quiero
desarrollar es continuista y que, por consiguiente, pocas novedades iba a
ofrecerles --algunas las mencioné en su momento--, pero despeje la
incógnita de cualquier trampa o cambio de dirección encubierto en la
reforma educativa. No lo va a haber.

En cuanto al proyecto de ley de la reforma de la Universidad, me alegra
saber que en este caso estamos en favor de alcanzar los objetivos que esa
ley recoge. La financiación de la Universidad se ha abordado por el
propio Consejo de Universidades y un equipo de trabajo ha elaborado un
documento que va a ser debatido a lo largo del próximo otoño y meses
siguientes por todos los miembros del Consejo de Universidades. Por
consiguiente, ya hay un documento base, lo que pone de relieve que hay
una preocupación compartida en cuanto a la financiación de las
universidades, pero también debemos combinarlo con el deseo que expuse de
contribuir a premiar, incentivar, a aquellas universidades, a aquellos
equipos de investigación que destacan por un mayor empeño, por una mayor
dedicación, por estar desarrollando ese trabajo con conciencia de que
tienen una función social, que muchas veces otros la borran de su
panorama, lo que luego repercute en la calidad de la enseñanza y de la
investigación. En ese sentido, creo que en la financiación no debería
aplicarse un sistema homogéneo, igual a todos, sino establecer algunos
factores correctores o discriminaciones en favor de premiar a aquellas
universidades, centros o departamentos que funcionan mejor.

Paso a responder al portavoz del Grupo Popular. Quería agradecerle el
alto sentido del humor y de inteligencia que había expresado al inicio de
su intervención, pero luego se desvió por completo. Yo no comparto la
manera que tiene de concebir estas comparecencias. No sé si éste es un
documento que debo dar por recibido; tendría que solicitarle su firma
porque me parece que no es propio de la dignidad de un profesor
universitario --hablo de la mía-- recibir un papel que dice: Examen de
acceso al Ministerio. Candidato, don Jerónimo Saavedra. Si eso es sentido
del humor, entre el humor y la payasada a veces hay poca diferencia y
conviene distinguir, no estar siempre en el filo de la navaja, porque los
efectos no son los deseados.

Al parecer, le interesa muchísimo mi biografía. Yo pertenezco al cuerpo
de titulares de universidad y accedí por idoneidad. El 1 de noviembre
tendré once trienios en la universidad. Yo era profesor no numerario y
los compañeros del sindicato al que pertenecí en época no democrática
pueden confirmar que siempre he luchado por que sean contratos laborales,
porque soy partidario de que el que sea malo en la universidad sea
despedido, pero como sé que esto es ir contra corriente, no iba a
desaprovechar la oportunidad. Por supuesto, también hice oposiciones y en
esas oposiciones, en el año 1970, explicar el tema de sorteo en el cuarto
ejercicio de la libertad sindical con arreglo a los principios que yo
entonces tenía y que sigo teniendo hoy, no debía ser muy simpático a los
tribunales de entonces, aunque ha habido muchas conversaciones
posteriormente para fortuna de todos. Esa es la razón por la que soy
titular universitario de Derecho del Trabajo por idoneidad. Así sacio su
curiosidad y la de sus amigos que querían saber cuál era mi currículum.

No tengo curiosidad sobre usted ni voy aquí a lamentar que como profesor
universitario me gustaría que usted hubiese accedido por concurso de
méritos a la cátedra de Filosofía del Derecho de la Universidad
Complutense, porque así tendría un lugar más próximo para compatibilizar,
sin cobrar obviamente, la enseñanza con sus tareas parlamentarias; ése es
el destino de los tribunales y de los concursos de méritos.

La situación personal de estar aquí unos meses, según sus previsiones, no
me debe impedir, si tengo un compromiso ideológico, como lo he tenido
toda mi vida, tomar esto como una situación de tránsito o rutinaria.

Estoy aquí para seguir desarrollando una política, como he dicho en mi
intervención, y tratar de hacerlo lo mejor posible, dialogando con todos
los que están implicados en la reforma del sistema educativo en nuestro
país; sindicatos, asociaciones de centros, padres de alumnos, educadores;
todos, en definitiva, porque me parece que deberíamos colocar a la
educación por encima de las trifulcas lógicas y justificadas entre
partidos políticos, dado que estamos configurando el futuro de las
generaciones que van a sucedernos y todos debemos coincidir en que la
enseñanza debe funcionar bien y en que aquí no hay intereses de ningún
tipo --diríamos bastardos-- que pretendan que salgan de nuestros centros
de educación jóvenes reformados. Eso sólo lo intentaron algunos sistemas
políticos, pero me parece que en la democracia en la que vivimos
afortunadamente nadie puede pretender, desde la cátedra desde un
instituto o desde la escuela, poner el sello a ciudadanos intolerantes o
antidemocráticos. Por eso, repito, que debe existir siempre un espíritu
no digo de Estado, pero sí de



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cooperación y de solidaridad en aquello que ponga en juego la formación
de los jóvenes, que serán los que dirijan la sociedad mañana.

Yo le contesto según las notas que tengo aquí, como buen estudiante que
hace resumen de las lecciones de clase. A lo mejor algún tema se me ha
quedado fuera, pero voy a contestar a aquello de lo que he tomado nota.

La gratuidad. Becas de los niños de tres años. Se convocarán en enero
becas para los alumnos de tres años con necesidades educativas
especiales, que cubran el cien por cien del coste de la enseñanza.

Segundo. El calendario. Se está aplicando anticipadamente con la
oposición de padres y profesores por el número elevado de suspensos a que
ha hecho referencia. El dato objetivo más importante que tenemos para
responder a esa inquietud de padres y de profesores es el relativo a la
selectividad, comparando los alumnos que han ido a la selectividad a
través de la Logse y los que han ido a través del sistema tradicional o
imperante. En junio de 1995, en las pruebas de acceso a la universidad
--datos hasta ahora provisionales en la medida en que puede corregirse
alguna décima-- aparece que de los alumnos de COU ha aprobado el 87,86
por ciento en junio de 1995, lo que supone un incremento del número de
aprobados del 0,56 por ciento sobre el año 1994. En cuanto a alumnos
Logse, la media nacional de aprobados en el año 1994 es del 84,18; año
1995, aprobados el 84,74. Hay un incremento igual que el anterior, del
0,56 por ciento.

Si lo analizamos por comunidades autónomas o por distintas universidades,
podemos encontrarnos con situaciones muy similares o incluso mejores que
el acceso de los procedentes del COU, porque hay algunas universidades
que están en el 97 por ciento y algunas comunidades, como La Rioja, que
están en el cien por cien. El número es pequeño y la muestra no es
representativa, por eso lo importante es el 84,74 comparado con el 87,86.

Me parece que estos tres puntos de diferencia no son tan dramáticos como
para descalificar la anticipación de la aplicación del calendario de la
Logse en algunos centros.

En cuanto a la postergación de las humanidades reduciendo el bachillerato
a sólo dos años, dice que es un caso único en Europa; frase textual que
ha pronunciado. Esto no es verdad. El otro día estuvo aquí el Ministro
italiano de Educación... El total de años y de ciclos con distintas
denominaciones puede llevar a que si no se conocen realmente los
distintos sistemas se saquen conclusiones equivocadas. Por ejemplo, en el
caso de Inglaterra el bachillerato es de dos años y los bachilleratos
internacionales son también de dos años. Además, debe tener en cuenta S.

S. que la reforma son seis años de secundaria --supongo que eso lo conoce
perfectamente--, cuatro obligatorios y dos posobligatorios.

En cuanto a las enseñanzas en el bachillerato, las materias comunes son
todas de humanidades. Lengua española, dos cursos; lengua extranjera, dos
cursos; historia, un curso; filosofía, un curso; educación física, un
curso.

Respecto a las familias de módulos profesionales pendientes, ya he hecho
referencia al tema en la respuesta al portavoz del Grupo Coalición
Canaria y no voy a repetirlo, pero diré que está previsto aprobarlos
todos en el presente curso 1995/96.

Por lo que se refiere a las tasas me pregunta cuántas han sido
adjudicadas para 1995 y cuántas han cobrado en diciembre. Dice que
presentó una pregunta escrita y que acabó el plazo el 30 de junio. Quiero
decirle que no sólo soy cortés sino que soy respetuoso con las normas y
el reglamento. Por consiguiente, salvo que sea una pregunta que requiere
la consulta a fuentes muy complejas, de comunidades autónomas combinadas
con las nacionales, habrá que pedir prórroga del plazo para la respuesta
escrita. Como Ministro para las Administraciones Públicas sus compañeros
me han hecho preguntas diversas y por nuestra parte nunca ha habido
incumplimiento de los plazos reglamentarios para responder. En
consecuencia, si esto me lo hubiese formulado por escrito se lo habría
contestado con detalle.

En cuanto a la modificación de la LRU, insisto en que si hay apoyos
parlamentarios y acuerdos para perfeccionar o modificar el proyecto de
ley, se sacará adelante. No está en mi mente retirar dicho proyecto.

En cuanto a la pregunta que formula sobre la endogamia, si cuatro
miembros del tribunal por sorteo y uno propuesto por la universidad donde
está la plaza vacante, o la fórmula vigente de tres más dos, mi opinión
personal, que es la que me ha pedido, es, sin ninguna duda, cuatro-uno.

Si incluso pudiese establecerse alguna fórmula, como la que practican en
Alemania, de prohibir la contratación de un doctor, por la propia
universidad donde ha obtenido el grado de doctor, también estaría
dispuesto a defenderla, pero vamos a ir paso a paso porque sabe S. S. que
hay mucho corporativismo e intereses contrapuestos en relación con todo
esto, y que en la endogamia, efectivamente, los malos entendidos valores
locales se han impuesto muchas veces sobre valores objetivos. Esta es una
de las razones fundamentales del proyecto de ley que quería modificar, y
yo estoy, repito, a favor del cuatro-uno.

En relación con el distrito compartido, pregunta por el número máximo de
plazas a otorgar. Tengo que contestarle que el sistema por el que el
Consejo de Universidades ha llegado a la cifra de veinte es una fórmula
bastante compleja. Como es una pregunta muy detallada, si el señor
Presidente me da un minuto, la contestaré. (Pausa.)



El señor PRESIDENTE: No hay problemas, señor Ministro.

En todo caso, yo sugeriría que, ante un ejercicio tan complejo, se
hiciera una encerrona, como se hace también en las oposiciones, de cuatro
horas, y que se contestase, como sabe el señor Ministro, por escrito a
todas aquellas preguntas que en estos momentos no esté en condición de
dar respuesta.




El señor MINISTRO DE EDUCACION Y CIENCIA (Saavedra Acevedo): Gracias,
señor Presidente. Tomo nota de su sugerencia.

En cuanto a la investigación de I+D, sobre qué porcentaje viene del
sector empresarial, la previsión del III Plan es alcanzar que el
porcentaje del PIB financiado por las



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empresas privadas sea el nivel medio de la Unión Europea, si pasar del 45
por ciento, año 1994, que está en ese porcentaje del sector privado, al
53 por ciento, en el año 1999. Comprenderá S. S. que el que las empresas
privadas desarrollen la investigación o que, por el contrario, la
investigación sea desarrollada por funcionarios en su mayor parte, no
depende sólo del Gobierno, sino que depende de las pautas y de los
valores predominantes en los distintos sectores del empresariado español
que prefiere pagar (lo estamos leyendo desde los años 60 en el libro de
Tamames) la investigación a otros países, con aquella historia de que
investiguen otros, dejarlo en manos en este caso de las instituciones
públicas y no asumir la inversión correspondiente. Si esto avanza unos
puntos será muy positivo para todos.

En relación con la evaluación de los investigadores, le oí una vez que
estaba en la sesión de control parlamentario de un tema que parece que a
S. S. le preocupa y hoy ha vuelto a hablar de la clandestinidad
intolerable en la Función Pública en cuanto a las comisiones de
investigación. Es pública tanto la composición de la comisión nacional
evaluadora de la actividad investigadora, resolución de 21 de febrero de
1995 (BOE 23 de febrero), compuesta por representantes del Ministerio de
Educación y Ciencia y representantes de las comunidades autónomas con
competencia en materia de enseñanza superior, bajo la presidencia del
director general de Investigación Científica y Técnica, como la
composición de los diferentes comités encargados de asesorar a la
comisión nacional evaluadora.

Aquí tengo nueve preguntas, no sé si serán más, a las que he tratado de
contestar. Creo que ha hecho una referencia un poco despectiva --que
supongo que muchos investigadores no compartirán, como tampoco yo la
comparto-- acerca de las publicaciones en el extranjero, como si eso se
valorase un poco paletamente más que las publicaciones o revistas del
interior. A mí me parece que no se puede tener esa actitud escéptica ante
la investigación experimental. No creo que un investigador social pueda
caer en ese defecto. Debemos valorar lo que ha supuesto la multiplicación
de la investigación de recursos --son datos tremendos los que ha habido
en cuanto al incremento del número de investigadores y de la producción
científica-- y si luego no se ha volcado en la empresa a través de
tecnología aplicada, son defectos que, como ya he dicho, se tratan de
corregir en el III Plan Nacional del I+D. Pero no miremos con ese
complejo de superioridad como propio de facultades de ciencias sociales
porque publican en el extranjero porque algunas se publican en revistas
extranjeras y otras tienen más dificultades, dado que estos comentarios
de normas sólo son válidos en un determinado sistema jurídico y no en
otro. Hay razones muy diversas para comprender que en las publicaciones
en revistas extranjeras sea mayor el número de investigadores
experimentales que en el caso de investigación social. Esta es una
opinión personal, pero lo que quería expresarle es mi preocupación por
cierto escepticismo que deduje yo de su intervención.

En cuanto a la intervención del portavoz, señor Carreño, en materia de
deporte, sobre el desarrollo reglamentario que está pendiente de la Ley
del Deporte, estoy totalmente de acuerdo en que hay que completarlo y
desarrollarlo. Ya he hecho referencia a alguno de los decretos para los
próximos meses y habrá otros con los que trataremos de completarlos
cuanto antes.

Ha hecho referencia también a diversas cuestiones en cuanto a la alarma
de la FP, sobre la nueva titulación entre los alumnos del INEF, pero yo
creo que todo es cuestión de comprender y explicar cuál es el segmento
del trabajo al que unos deben ir y al que deben ir otros, porque, si no,
estaremos siempre en la posición maximalista de que si no se es titulado
superior no se puede cubrir con satisfacción determinadas necesidades de
polideportivos que tienen algunos municipios, o de enseñanza que tienen
diversos centros, y que se pueden cubrir perfectamente con una titulación
de formación profesional sin necesidad de recurrir a una titulación
universitaria.

En el tema de las subvenciones o transferencias a los ayuntamientos en
materia de instalaciones deportivas, el cambio derivado de las elecciones
últimas parece que le quitan todo dramatismo y carga crítica a la
intervención de S. S., pero sí quiero decirle que en estos años en el
Ministerio para las Administraciones Públicas me ha tocado distribuir a
todos los ayuntamientos de España los programas de cooperación económica
local, y nunca ha habido ninguna protesta o queja. Exactamente una, en
relación con una acción especial en la provincia de Zamora, de su
compañero, señor Núñez. En el resto, la Federación Española de Municipios
y Provincias, en la que su partido está presente en importantes cargos
directivos, ha dado siempre la conformidad a las distribuciones de
recursos que al frente del MAP he hecho en los dos años en que he sido
responsable.

Al portavoz del Grupo Socialista, mi tocayo, señor Nieto, le agradezco
sus buenos deseos, y ¡cómo no!, vamos a compartir objetivos y apoyos. En
cuanto a su recuerdo acerca de la cooperación con las comunidades
autónomas en materia de investigación, es una de las líneas o programas
más importantes que han contribuido a incrementar el gasto público en la
investigación en los últimos años, porque a través de una aportación del
Ministerio de Educación y Ciencia en materia de infraestructuras en unas
comunidades autónomas, se ha atraído cantidades muy superiores de
recursos para poner en funcionamiento esos institutos que se han
localizado ahí o se han desarrollado nuevos programas de investigación.

En consecuencia, las comunidades autónomas siempre deben ser
interlocutoras y cooperadoras en la tarea de la investigación, no dejarlo
exclusivamente en manos del Estado.

Al portavoz de deportes quiero desearle que sus buenos deseos (no sabemos
cuál ha sido el resultado de la etapa de hoy, pero parece que estaba
enterado, y desde esta posición no teníamos datos al respecto) se
cumplan. Me gustaría, efectivamente, poder felicitar al navarro por su
constante buen ejemplo de la capacidad deportiva y el esfuerzo personal
que realiza, que sirve de ejemplo para todos los jóvenes de nuestro país.

Ha habido un impulso más que notable en el desarrollo deportivo en estos
últimos años, y lo que falta es eso que acabo de recordar al portavoz del
Grupo Popular en materia de deportes, que es el desarrollo



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normativo de la Ley de Deportes. Por eso, vamos a dedicarnos a ello con
mayor detenimiento.

Gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ministro. (El señor Ollero Tassara
pide la palabra.)
Señor Ollero, ¿qué desea su señoría?



El señor OLLERO TASSARA: Quería consumir un brevísimo turno, porque
algunos datos han quedado confusos.




El señor PRESIDENTE: ¿Los demás grupos desean que se abra el turno
excepcional?



El señor CRUZ ORIVE: Un asunto concreto, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: En todo caso, les advierto a SS. SS. que no es un
turno de réplica, sino de aclaraciones. En ese sentido, esta Presidencia
va a ser muy estricta en cuanto a los tiempos.

Tiene la palabra el señor Cruz.




El señor CRUZ ORIVE: Sólo quiero recordar al señor Ministro que está
presentada en el Congreso una iniciativa legislativa popular, en
concreto, la ley marco reguladora de la financiación del sistema
educativo. Por tanto, es voluntad de los grupos presentes y del Gobierno
impulsarla, que se debata y sacarla adelante. Lo digo para que en su
conversación con los sindicatos tenga esta información para que sepan que
estamos al corriente los que estamos aquí presentes. Espero que no sólo
conteste a los sindicatos sino también a nosotros. En este caso, al que
le habla como portavoz de Izquierda Unida, puesto que estamos muy
interesados en el desarrollo del debate de esta ley.




El señor PRESIDENTE: Señor Ollero.




El señor OLLERO TASSARA: Permítame, ante todo, una cuestión de orden
puramente personal, señor Ministro, que es distinguir dos cosas. Una,
usted ha señalado con gran acierto que la ironía y el humor es un asunto
complicado porque, entre otras cosas, supone una relación mutua que sólo
el mutuo conocimiento permite graduar. En ese sentido, si algo de lo que
he dicho le ha molestado, téngalo por retirado. Pero esto me preocupa
menos. Ya nos iremos conociendo y tolerantemente nos conllevaremos
adecuadamente. No hay problema. Sí me preocuparía más que siquiera una de
mis afirmaciones la hubiera podido entender como una descalificación. En
ese caso sí le rogaría que me dijera cuál para, una vez identificada,
retirarla de inmediato. Asunto que no sé si el Grupo Socialista estará en
condiciones de hacer conmigo.

Paso a ocuparme de sus preguntas. En primer lugar, me alegra haber
planteado lo de a qué cuerpo pertenece usted, porque probablemente no es
culpa suya, es culpa de quien le ha hecho el «currículum» ocultar eso de
una manera forzada, porque usted, como ha demostrado, puede estar
orgulloso de haber dejado ese cuerpo así. Dar ocasión de exhibir
determinados «currículum» creo que es mucho más digno de estima que
inventarse «currículum» ajenos, como hacen otros.

Paso a las cuestiones concretas. Primero. En educación infantil usted ha
dicho que en enero habrá becas. Señor Ministro, un problema que le he
planteado es que las becas se cobran en enero. Si usted las convoca en
enero, reconozca que esto ya es lo que faltaba. Algo habrá pasado, pero
es una irresponsabilidad cambiar un sistema de becas de educación
infantil de manera que hasta enero no se convoquen. ¿Qué pasa? ¿Es que a
la gente le sobra el dinero? Reconózcame que eso se lo ha encontrado
usted hecho. No tiene la culpa, pero reconozca que es un asunto
manifiestamente mejorable. Por tanto, salvo su responsabilidad.

Segundo. Ha intentado usted utilizar unas cifras para justificar la
aplicación de la Logse que ignoran un elemento fundamental, sin duda sin
su voluntad. Y es que usted tiene que tener en cuenta que los porcentajes
hay que tenerlos sobre los alumnos matriculados, no sobre los que se
presentan. ¿Sabe usted cuántos alumnos de Bachillerato de la Logse no se
presentaron el año pasado ni en junio ni en septiembre? El 42 por ciento.

Usted me está hablando del 84 de los que se presentan. Cifras del año
pasado: no presentados ni en junio ni en septiembre, el 42 por ciento;
aprobados entre junio y septiembre, el 50 por ciento. Usted ha ignorado
involuntariamente un dato que es decisivo. Tenga usted en cuenta que el
problema del fracaso escolar está en los no presentados. Y los no
presentados en el sistema distinto, en el COU, eran 10 puntos por debajo
respecto de los de la Logse. Por tanto, se presenta un 10 por ciento más
de gente que ha hecho el COU que de la que ha hecho la Logse. Por
supuesto, aprobados nueve puntos más; y aprobados en total en junio y
septiembre, 11 puntos más. Se lo digo, señor Ministro, para que
identifique los problemas. Con el talante que ha demostrado hoy aquí
confío en que va a hacer lo posible para solucionarlo, pero por lo menos
no lo ignore. Los problemas están ahí y si alguien le dice que no
existen, no se lo crea. Existen. Están ahí.

Me ha dicho que Bachillerato de dos años hay en Inglaterra. Aquí tengo de
la OCDE toda Europa y, en efecto, Inglaterra es el único país con dos
años: mundo anglosajón que no tiene nada que ver con nuestra educación.

Italia de tres a cinco años. Usted ha hablado de Italia, pero se quedó en
amago.

Familias de módulos profesiones. Señor Ministro, según mis datos, quedan
por publicar diez de veintitrés, casi la mitad. Por tanto, no se crea que
esto está hecho. ¿Sabe cuántos alumnos hay presupuestados para la
formación profesional de grado medio para septiembre? Dieciséis mil. Si
tiene en cuenta que la proporción en Alemania es 60 por ciento 40 por
ciento entre FP y Universidad, piense que aquí entran en la Universidad
300.000. Fíjese dónde estamos. Vamos a acabar con los cantos a la FP y
vamos a hacer algo.

Becas. Se han presupuestado para este año 805.000, cuando en 1992, hace
tres años, eran 877.00. Hemos bajado un 10 por ciento las becas. No lo
entiendo. ¿Cuándo



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se cobran las becas? Estoy esperando los datos, y le agradezco que diga
que va a pedir prórroga en adelante cuando no conteste, pero el año
pasado habían cobrado en diciembre menos del 19 por ciento de los
becarios, y de los aprobados en junio, que habían hecho el papeleo muy a
tiempo, sólo el 40 por ciento.

La LRU. Me alegra enormemente decirle que está por el 4-1. Tenga en
cuenta que hay una enmienda del Grupo Popular en esos términos. Consiga
que el Grupo Parlamentario Socialista la apoye. Así de fácil. Está
presentada. Presentamos una enmienda que lo que proponía era la
habilitación, pero subsidiariamente, por si no se aceptaba, hemos
presentado otra que propone 4-1. Cuente con el apoyo de mi Partido para
sacar eso adelante.

Distrito compartido. Porcentaje real de plazas. Señor Ministro, es bueno
que sepa que la Universidad Complutense ha ofrecido el 5,8 por ciento de
las plazas, después de que en el acuerdo, que usted no ha encontrado --y
está en su perfecto derecho--, se había fijado un 10 por ciento. El tope
del 20 por ciento es absurdo. Si usted ha dicho en serio que va al 2000
al distrito único completo, usted no puede poner un tope del 20, porque
no tiene ningún sentido. El 5,8 por ciento en la Complutense; en todo
Madrid, el 6,3; en Cataluña, el 7,3, y la media de España, el 8,14. Esa
es la situación. Y usted dice que en el año 2000 va a llegar al distrito
compartido total. Nunca, sobre todo por un asunto que por lo visto ignora
también, y es lógico que lo ignore, pero se lo quiero decir para que
cuente con él.

El Consejo de Universidades ha cometido el absurdo de considerar las
plazas de distrito compartido como una adición a las que estaban
limitadas. Por eso pone el tope de 20, porque sólo estima aceptable 20
plazas imaginarias. Pero ¿cómo podemos incrementar hasta el cien por cien
el distrito compartido con plazas imaginarias, señor Ministro? Eso es
imposible. ¿Cómo vamos a establecer el distrito compartido si usted lo
que hace es decir: qué límite hay, 100, pues ahora yo pongo 110? Cuando
usted diga que el límite en vez de 20 es 50, ¿qué va a poner, 150 y luego
200? ¿Vamos a duplicar el sistema universitario? Así se ha hecho, señor
Ministro. Entérese y verá que así se ha hecho.

En cuanto a becas, no ha dicho nada de las becas de movilidad. Me temo
que no hay nada previsto y sin eso ese asunto no puede funcionar.

Permítame que le diga, sinceridad por sinceridad, que considero un juicio
de intenciones absolutamente inoportuno lo que ha dicho sobre mi alusión
a las publicaciones en el extranjero. Siento el placer de comunicarle que
mi última publicación, de hace unos días, ha sido en el extranjero y
estoy muy orgulloso de ello, se lo puedo asegurar.

No he dicho eso. He dicho que eso se ha conseguido, y nos parece muy
bien, pero hay que preocuparse ahora de qué ocurre con la huida de la
docencia que se está produciendo, y algo habrá que hacer, y podemos
hablar de qué hay que hacer.

Yo rogaría al señor Presidente que sobre todo evite alusiones a
cuestiones que son de conciencia personal. Francamente, no entiendo las
alusiones del señor portavoz del Grupo Socialista, que desde luego parece
que ha nacido el 18 de julio, pero vamos tal cual. Eso es algo que no es
de recibo. Creo que si el señor Ministro califica de payasada lo que dice
ese papel, no sé cómo habría que calificar ese tipo de alusiones; yo me
niego a calificarlas.

Quiero decirle que ha entendido mal, sin mala voluntad, pero ha entendido
muy mal: no es ésa la cuestión. La cuestión es que hemos montado un
sistema que permite que nos situemos en cabeza de los índices de
publicaciones en revistas extranjeras, lo cual está muy bien, siempre que
no se haga a costa de la docencia, de la que está huyendo el profesorado
--entérese, señor Ministro, porque se lo dirán todos--, ni de la
innovación tecnológica, que nadie se ocupa de ella puesto que no está
incentivada de una manera similar. Por tanto, ése es un desequilibrio que
usted debe corregir.

Por último, en cuanto a la participación de la empresa en I+D, veo que
sus datos son acertados y veo también que es consciente de lo muchísimo
que queda por hacer en ese aspecto.

Nada más. Sólo quiero decirle que le agradezco muchísimo el talante de su
intervención.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro. (El señor Nieto
González pide la palabra).

¿Señor Nieto?



El señor NIETO GONZALEZ: Señor Presidente, quería recordarle que había
pedido la palabra con anterioridad, pero no voy a intervenir porque no
merece la pena responder a ninguna de la alusiones que ha hecho el señor
portavoz del PP.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE EDUCACION Y CIENCIA (Saavedra Acevedo): Tomo nota de
la aclaración que me ha hecho el portavoz de Izquierda Unida, aunque más
o menos le había entendido.

En cuanto al señor Ollero, quiero agradecerle el buen tono de su
respuesta o puntualización. Efectivamente, yo había interpretado que
había una desconfianza por las publicaciones, pero si lo que le preocupa
es precisamente el abandono de las tareas docentes y de la vertiente
tecnológica más práctica, lo acepto y retiro el juicio de valor que hice
anteriormente.

En el tema de las familias profesionales he de decirle que hay 16
aprobadas y cuatro pendientes. No hay más. Le puedo decir cuáles son las
que han aparecido ya publicadas en el «Boletín Oficial del Estado».

Por lo que se refiere a las cifras de aprobados sobre presentados,
agradezco igualmente la aportación que usted ha hecho porque los datos
con que cuento en estos momentos son solamente de matriculados y
aprobados; no sé cuántos cursaron COU y cuántos cursaron el final del
sistema Logse, si bien tengo entendido que las caídas en COU son muy
altas y que por eso luego acuden pocos a la selectividad, porque el
filtro principal está en COU.

En cuanto a lo de mi molestia por lo que usted dijo en su intervención,
he de decirle que usted no se dio cuenta



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pero habló tres o cuatro veces de la idoneidad. Yo no sé si quería hacer
un juego de palabras idoneidad-Ministro, idoneidad-profesor, pero eso
efectivamente me molestó, porque como Ministro puede usted hacer todos
los juicios de valor que quiera, y lo respeto, pero como profesor la
verdad es que me molestó. Ese era el sentido de mi molestia en cuanto a
lo de la biografía a completar y demás. Nunca he ocultado cuál es mi
estatus profesional, en absoluto. Y por si quiere saberlo, puedo decirle
que en varias ocasiones me han ofrecido que me presentase para sacar
cátedra siendo Presidente del Gobierno canario, y ni de broma. No es un
problema de titulación el que me vincula a la Universidad y a la
docencia, sino que es un problema de vocación, y me siento muy a gusto
cualquiera que sea el cuerpo a que pertenezca.

Acepto que si, efectivamente, como ha dicho, las becas infantiles no se
han convocado con anterioridad, es un error, si es tal como usted señala.

En enero corregiremos ese error.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro, por su primera
presencia en esta Comisión, y suponemos que si los avatares políticos lo
permiten serán otras varias las comparecencias que le serán requeridas.

Gracias también a SS. SS. por su presencia en un 18 de julio a las cuatro
de la tarde en Madrid. Felices vacaciones a todos.

Se levanta la sesión.




Eran las siete y cincuenta minutos de la tarde.