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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 445, de 07/03/1995
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1995 V Legislatura Núm. 445
INFRAESTRUCTURAS Y MEDIO AMBIENTE
PRESIDENTE: DON LEOPOLDO ORTIZ CLIMENT
Sesión núm. 36
celebrada el martes, 7 de marzo de 1995



ORDEN DEL DIA:
Comparecencia del señor Presidente de Telefónica de España, S. A.

(Velázquez-Gaztelu Ruiz), para:
--Analizar la gestión de la Asociación Telefónica de Asistencia al
Minusválido (ATAM) y las actuaciones al respecto del Delegado del
Gobierno en Telefónica. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular.

(Número de expediente 212/000671). (Página 13605)
--Informar sobre la situación actual y las perspectivas futuras de la
empresa Sistemas e Instalaciones de Telecomunicaciones, S. A. (SINTEL). A
solicitud del Grupo Parlamentario Federal IU_IC. (Número de expediente
212/000812). (Página 13608)
--Explicar su opinión sobre el informe de la Junta de Andalucía que
describe importantes defectos en las instalaciones de la citada Compañía
cuando la central de dicha Junta quedó inutilizada en el año 1993 por la
caída de un rayo. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal IU-IC.

(Número de expediente 212/000947). (Página 13615)



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--Informar sobre las razones y condiciones de la incorporación de la
citada Compañía en UNISOURCE NV, del contenido y del alcance de los
acuerdos establecidos con dicho consorcio de operadores europeos, así
como de las repercusiones para España de los compromisos adquiridos con
dicho motivo. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de
expediente 212/001221). (Página 13618)
--Informar sobre las razones que han conducido a establecer un acuerdo
con la empresa pública Indra Sistemas para asumir el control de una de
sus empresas suministradoras (AMPER). A solicitud del Grupo Parlamentario
Popular. (Número de expediente 212/001254). (Página 13622)



Se abre la sesión a las diez y cincuenta y cinco minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Buenos días, señoras y señores diputados. Buenos
días y bienvenido, señor Presidente de Telefónica. Lamento el retraso
prácticamente de veinticinco minutos respecto a la hora prevista de
inicio de esta sesión. No ha sido por motivos de lo que alguien pueda
pensar que en estos momentos pueda atraer más la atención del trabajo
parlamentario en las Cortes Generales, ni mucho menos; esto demuestra que
nuestra Comisión tiene que seguir trabajando porque los ciudadanos así lo
merecen, pues cada problema se resuelve afortunadamente en una Comisión
apropiada, de la forma más clara y más transparente y nuestra obligación
es seguir trabajando aunque la opinión pública esté pendiente de
determinados eventos que en estos momentos se están produciendo en este
Parlamento. No obstante, muchos ciudadanos con calma, con serenidad
también están esperando frutos importantes de la reunión que vamos a
tener hoy con la comparecencia nada más y nada menos que del Presidente
de Telefónica. En consecuencia, nosotros, cumpliendo este mandato que
tenemos establecido de responsabilidad con referencia a todos los
ciudadanos españoles, con normalidad, con la mayor tranquilidad y con el
máximo sentido del rigor y de la responsabilidad como diputados y como
compareciente de un ente público tan importante como Telefónica, seguimos
nuestros trabajos. Lamento el retraso por mi parte debido a problemas de
traslado desde el aeropuerto, esta vez la causa no ha sido Iberia sino el
tráfico en Madrid; hora y media para venir del aeropuerto a esta sede.

Después de estas excusas y sin más dilación, porque ya llevamos casi
media hora de retraso, iniciamos la sesión teniendo en cuenta que esta
comparecencia es especialmente importante pero, a su vez, revierte en
unas peculiaridades que, a petición del propio Presidente de Telefónica y
habiendo considerado la Mesa y portavoces la citada petición, dicha Mesa
y portavoces han elaborado conjuntamente un acuerdo que voy a leer
íntegramente para que las señoras y señores diputados presentes en esta
sala sepan en qué términos se va a realizar ésta y futuras
comparecencias. La nota acordada dice así: La Mesa de la Comisión de
Infraestructuras y Medio Ambiente, con el parecer favorable de los
portavoces de los grupos parlamentarios de la misma, en su reunión de 23
de febrero de 1995, acordó encomendar a esta Presidencia que, sin
perjuicio de lo dispuesto, repito, sin perjuicio de lo dispuesto, en el
artículo 44 del Reglamento de la Cámara y del derecho de los señores
diputados a preguntar lo que estimen conveniente durante las
comparecencias, se diera lectura de la carta que el señor don Cándido
Velázquez-Gaztelu Ruiz, Presidente del Consejo de Administración de
Telefónica del Estado, S. A., dirige a esta Comisión y en la que
manifiesta lo siguiente respecto a las solicitudes de comparecencia
formuladas por los grupos parlamentarios. Ahora leo literalmente dos
párrafos del contenido de esa carta. En un momento determinado en la
carta hay un párrafo que sigue como a continuación leo: respecto a
determinadas solicitudes considero mi obligación poner de relieve que
pueden existir especiales circunstancias que, a mi entender, y sin que
ello suponga menoscabo alguno a la labor de control ejercida por el
Parlamento, podrían limitar por mi parte el tratamiento y la explicación
de algunas materias por cuanto, de no ser así, propiciaría que se diese
una publicidad inconveniente y perturbadora sobre aspectos estratégicos
de Telefónica en parcelas de actividad liberalizadas y que se están
desarrollando, cada vez más, en un escenario de fuerte competencia.

Otro párrafo de la carta del señor Velázquez dice así: Comprendo que
puede resultar difícil romper con la inercia que automáticamente
identifica a Telefónica con monopolio como empresa pública sometida a
múltiples controles, incluido el parlamentario, para todos los ámbitos de
su actuación, pero, respetuosamente, creo que si somos coherentes con la
situación derivada de la orientación liberalizadora proveniente de la
Unión Europea e impulsada por el Gobierno español, debería ser
considerada alguna limitación que pudiese situar el control a Telefónica
en los términos razonables que afectan al contenido del contrato de
prestación de servicios suscrito con el Estado.

Este es el texto, concreto y preciso, acordado por la Mesa y portavoces
y, en esos términos, especialmente teniendo en cuenta las señoras y
señores diputados el énfasis que he procurado poner en la palabra, sin
perjuicio de la reglamentación de la Cámara y, a su vez, dejando claro
las palabras escritas por el Presidente de Telefónica cuando en el último
párrafo habla de «sin limitaciones», en ese contexto, las señoras y
señores diputados tienen la palabra ahora para poder exponer los aspectos
motivo de la comparecencia en el día de hoy.




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COMPARECENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DE TELEFONICA (VELAZQUEZ-GAZTELU RUIZ)
PARA:



--ANALIZAR LA GESTION DE LA ASOCIACION TELEFONICA DE ASISTENCIA AL
MINUSVALIDO (ATAM) Y LAS ACTUACIONES AL RESPECTO DEL DELEGADO DEL
GOBIERNO EN TELEFONICA. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL
CONGRESO. (Número de expediente 212/000671.)



El señor PRESIDENTE: Empezamos con el punto primero del orden del día
que, a petición del Grupo Parlamentario Popular, dice así: Solicita la
comparecencia del señor Presidente de Telefónica ante la Comisión de
Infraestructuras y Medio Ambiente, para analizar la gestión de la
Asociación Telefónica de Asistencia al Minusválido (ATAM) y las
actuaciones al respecto del Delegado del Gobierno en Telefónica.

Para plantear los motivos de esta comparecencia, tiene la palabra el
diputado señor Camisón.




El señor CAMISON ASENSIO: Señor Presidente de Telefónica, desde el Grupo
Parlamentario Popular le saludamos con toda la cortesía parlamentaria
posible y, después de tantas tramitaciones parlamentarias conjuntas,
incluso yo diría que con todo afecto.

Entrando en la cuestión motivo de la comparecencia, debemos decir que la
Asociación Telefónica de Asistencia a Minusválidos está regida por una
junta general integrada por 49 miembros, 25 nombrados por la dirección de
Telefónica entre sus directivos y los 24 restantes representan a los
socios de ATAM; por tanto, su funcionamiento está realmente controlado
por un órgano rector que está influenciado sobre todo por la dirección de
Telefónica, por esa proporción de 25 frente a 24. En este entorno,
nosotros queremos saber por qué se dan hechos como los siguientes. ¿Por
qué se ha propiciado la supresión, desde el año 1989, del boletín de
noticias para información de los asociados? ¿Por qué la supresión del
reparto de los informes anuales o Memoria de los ejercicios desde el año
1989? ¿Por qué no se distribuyen los últimos estatutos vigentes?
Se da también la circunstancia de que existe una ausencia de mecanismos
específicos de participación de los asociados de ATAM en los órganos de
la Asociación, ya que las últimas elecciones directas a vocales de la
junta nacional o a las últimas elecciones directas a vocales de la junta
nacional o a las comisiones de zona --me refiero nacionales-- fueron
antes de 1982. Además, se están dando desproporciones sobre la magnitud
de determinadas inversiones, lo que hace pensar en cierto descontrol, lo
mismo que en cuanto a reconocimiento de prestaciones, que van creando un
entorno que, desde nuestro grupo, estimamos puede llevar a la asociación
a una determinada situación de déficit.

Desde el año 1983 ha habido cinco presidentes de esta asociación,
incluido el actual Nos parecen muchos cinco presidentes y le preguntamos:
¿Por qué fueron cesados los cuatro anteriores en tan poco espacio de
tiempo? En relación con el tercero, me refiero al señor Jurado, llegamos
al año 1994, que tenía la presidencia no sólo de ATAM sino de «Playa de
Madrid», cuando se le despidió, juntamente con su despido de Telefónica
y, según se ha expuesto públicamente, mediante una indemnización
importante. Nos gustaría conocer las razones de este cese y el importe de
esa indemnización, por el cual fue cesado como presidente de la
asociación y despedido de Telefónica.

En relación con la evolución económica, nosotros hemos analizado el
devenir del inmovilizado material del activo y nos extrañan algunas
cuestiones. Por ejemplo, en relación al concepto «Edificios y otras
construcciones», en 1988, arrancamos en ese inmovilizado de mil
trescientos y pico millones de pesetas, hasta el año 1991 ha ido subiendo
prácticamente en 1.500 millones y, de pronto, en el año 1993 se va a
2.900 millones, casi 3.000 millones de pesetas; da un salto espectacular
en tan sólo dos años. Esta comparación en el período 1988-91 y más
intensamente entre los años 1991-93, en «Edificios y otras
construcciones», entendemos pone de manifiesto cierto interés --yo le
llamaría una fiebre constructora-- que nos gustaría conocer a qué se debe
y si no le preocupa al Presidente de Telefónica que este hecho pueda
amenazar las prestaciones y viabilidad futura de la asociación, porque
hay hechos que nos están recordando un poco lo que vino ocurriendo con la
institución previsora de Telefónica. Esto va unido a la evolución de las
pérdidas y ganancias y vemos que los ingresos, efectivamente, llevan un
ritmo, pero los gastos se desbocan. En 1988, los gastos rozan la cantidad
de 1.000 millones y en 1993, último año del que disponemos datos, se
disparan a más de 2.000 millones, es decir, se duplica. Además, esto se
repite incluso en los datos no publicados, por lo menos no constan
todavía en la Memoria correspondiente al año 1994, donde se observa que
el incremento en presupuesto de gastos de 1994 sobre el año 1993 supone
casi el 16 por ciento, cuando en ingresos es solamente del 7 por ciento;
y el incremento de gastos del año 1994 respecto a 1991 se va al 77 por
ciento. Todo esto, como decía al principio, llevado en una gestión de
ATAM, que desde 1991, se caracteriza por cierta opacidad, lo que puede
dar lugar a noticias sobre la política de inversiones que pueden ser
preocupantes. Nosotros entendemos que hay cierto perfil de una, por lo
menos, sospecha de despilfarro o de gasto caliente, que creemos apunta a
la futura viabilidad de la asociación y por eso hoy llamamos la atención
sobre esta cuestión.

Termino mi actuación formulando las siguientes preguntas concretas.

Primero: razones que han aconsejado el cese fulminante del presidente
ejecutivo de ATAM. Segundo: causas por las que el incremento en los
gastos de la asociación, en el período 1991-93, ha sido espectacular, por
encima de los indicadores económicos más frecuentes. Tercero: qué
justifica que a los empleados de Telefónica, asociados de ATAM, no se les
entreguen los nuevos estatutos de la asociación ni las memorias de los
últimos ejercicios. Cuarto: por qué no hay elecciones en ATAM conforme a
las normas establecidas, cuando las últimas elecciones se celebraron con
participación directa de la asociación.




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Habría una serie de cuestiones más que, por razones de tiempo, en este
momento no me refiero a ellas.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Presidente de Telefónica.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Antes de
nada, permítanme agradecer esta oportunidad de comparecer nuevamente ante
esta Comisión de Infraestructuras y Medio Ambiente, y así poder responder
a todas las cuestiones planteadas por los diversos grupos parlamentarios,
que son a mi entender un claro exponente de su interés por las
actividades de la compañía Telefónica, que yo sinceramente les agradezco.

Además, tengo que agradecer a todos los miembros de esta Comisión haber
aceptado esa, entiendo, compleja situación de que nosotros siendo
tradicionalmente una sociedad anónima de capital mayoritariamente
privado, pero que era identificada y asimilada a una empresa pública por
explotar los servicios en régimen de monopolio, y como tal sometida a
múltiples controles, entre ellos el parlamentario. Agradezco mucho la
resolución tomada y haré honor a mi propuesta de informar sin límite de
todo aquello que corresponda a los elementos del servicio relacionado con
nuestro contrato con el Estado y a todos los temas en donde nosotros no
podamos incurrir en el riesgo de dar una información que pueda ser
utilizada en nuestra contra por la competencia.

Dicho esto entro directamente a contestar la pregunta del Partido
Popular, tras la introducción de su portavoz agradeciéndome la presencia
aquí. Yo también le agradezco su pregunta, que denota interés sobre
nuestro problema.

Debo advertirle que en esta primera pregunta que se refiere a la
institución ATAM, lo primero que tengo que poner de manifiesto es que
Telefónica y ATAM son dos entidades absolutamente independientes, con
personalidad jurídica propia y nuestra relación con ella viene marcada,
en primer lugar, por nuestra aportación económica que la empresa efectúa
a ATAM desde el año 1974 --quiero recordar que fue su Fundación-- por
acuerdo con la representación de los trabajadores, es decir, por un
convenio colectivo; y, segundo, es verdad que participan empleados de la
compañía en los órganos rectores, tal y como muy bien ha expuesto S. S.,
según los estatutos, como apoyo a la gestión de esta institución.

Esta independencia ni siquiera es equiparable a una empresa filial, por
ejemplo, que, como es lógico, entra en la consolidación de nuestras
cuentas, sino que el grupo ATAM no consolida su cuenta con Telefónica y,
además, tiene una vida absolutamente independiente, es verdad que con
participación de empleados de la compañía en el consejo rector, en sus
órganos rectores en general, pero la otra parte son representantes
lógicamente de los trabajadores de la compañía que tienen sus sistemas de
elección; es una institución llevada por ambas partes pero con absoluta
independencia de las mismas.

Dadas estas circunstancias he llegado a pensar, incluso me atrevo a
manifestar que no parece que el Presidente de la Telefónica sea la
persona más adecuada para contestar. Además, tengo que reconocer que en
este momento estoy bastante menos informado que S. S. de estos aspectos
que ha tocado, pero le voy a contestar todo lo que sé sobre estas
cuestiones que usted ha planteado. Quizá hubiera sido mejor que
compareciera una persona más cercana a la gestión de esta institución que
seguro tendrá mucho mejor conocimiento que yo, aunque voy a manifestar
ahora el que yo tengo.

ATAM, como todos ustedes saben, es una institución que se creó
aproximadamente en 1973 ó 1974, cuyo fruto ha sido un acuerdo, entiendo
que solidario, entre los trabajadores y la empresa para atender a los
discapacitados, asesora en acciones preventivas las minusvalías, promueve
la protección, asistencia, rehabilitación y demás actividades que
posibilitan la integración social y laboral de los hijos de los
trabajadores que están afectados.

Ultimamente, según mi conocimiento, esta institución, ATAM, ha ido
ampliando este campo de actuación a los propios trabajadores e incluso a
los pensionistas de la Telefónica de España, y también a otro tipo de
discapacidades o problemas distintos a las discapacidades sobrevenidas en
el trabajo y a problemas diferentes a lo que era el objeto social inicial
--aunque indudablemente cabían dentro de él--, que eran las acciones de
prevención, protección y asistencia de las minusvalías, especialmente las
psíquicas y físicas.

Es verdad, tal como ha dicho S. S., que ATAM se rige por unos estatutos
cuya última redacción fue aprobada en abril del año 1991, y figura
inscrita en el correspondiente registro del Ministerio del Interior.

Nuestra asociación tiene ámbito estatal; fue declarada de utilidad
pública, y la pertenencia a ATAM --eso sí lo quiero dejar claro-- es, por
parte de los trabajadores, absolutamente voluntaria. En este momento
tiene 82.000 socios, que es más o menos el 90 por ciento de los
trabajadores más los jubilados. Creo que esto evidencia que es una
institución apreciada y, por supuesto, los trabajadores tienen su
representación en los órganos rectores y controlan el funcionamiento y la
transparencia de esta institución.

ATAM, como ustedes saben, se financia en este momento en un 60,5 por
ciento aproximadamente con cuotas de los socios, es decir, de los
trabajadores y pensionistas de Telefónica que aportan el dos mil por
ciento de sus retribuciones salariales y la Compañía que aporta el cuatro
mil por ciento de las retribuciones satisfechas al conjunto de sus
trabajadores. Esta es la financiación que tiene.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Presidente, por claridad para todos,
¿podría repetir otra vez la financiación?



El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Los socios,
pensionistas y trabajadores de Telefónica aportan el dos por mil de sus
retribuciones salariales o de sus pensiones, y la empresa el cuatro por
mil de las retribuciones satisfechas al conjunto de sus trabajadores.




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También es verdad que esta institución, ATAM, ha recibido subvenciones
del Estado que le han supuesto el 6,27 por ciento de sus ingresos, con
motivo de la subvención a los centros especiales de trabajo, como
cualquier otra institución que se dedica a este menester. El 24,84 por
ciento de sus ingresos se obtienen fundamentalmente del rendimiento
financiero de los capitales acumulados y de los excedentes de ejercicios
anteriores, porque ésta es una institución que tiene excedentes todos los
años como diferencia entre ingresos y gastos.

Es verdad que de las propias actividades que hacen los centros de ATAM de
carácter económico, que tienen pequeñas empresas donde trabajan
afectados, obtienen unos ingresos que suponen el 8,17 por ciento del
total. Los recursos financieros que tuvieron en el último ejercicio, es
decir, los ingresos totales que tuvo ATAM, ascendieron a 2.953 millones y
los gastos a 2.314; es decir, hubo superávit.

Tiene centros de asistencia directa en Pozuelo de Alarcón, de Madrid;
Valdorrey, en Barcelona; Torrent, en Valencia; Mairena de Alarcón, en
Sevilla; y en Tenerife, en El Tablero. Hay también un centro especial de
empleo en Boadilla del Monte, al que seguramente se referirá la nueva
inversión inmobiliaria que antes citaba.

Finalmente, los recursos humanos que tiene esta institución son 185
trabajadores en los centros asistenciales y, por otro lado, en los
centros especiales de empleo trabajan 155 personas, de las cuales 137 son
minusválidos. Tiene 2.111 censados, y no sólo se dedica a atender
directamente a las personas en centros propios asistenciales o a
integrarlos en centros de trabajo, sino que también da prestaciones
económicas a todos los que están censados para que puedan ser atendidos
en otros centros, porque lógicamente no se trata de concentrar en unos
cuantos centros a todas las personas que están viviendo en toda España.

Los grupos de personas afectadas, hasta donde llega mi conocimiento de
este tema, se dividen en cuatro: en primer lugar, hay un grupo que ya
hemos logrado integrar en Telefónica, sus filiales o en otras empresas
como trabajadores normales y corrientes; hay un segundo grupo que están
trabajando en empresas especialmente creadas para ellos, de jardinería,
de explotación agrícola, almacenaje de productos telefónicos, etcétera;
un tercer grupo está trabajando directamente en talleres protegidos,
porque no tienen capacidad para poder hacerlo en otras empresas; y hay un
cuarto grupo, muy importante, que es el de los exclusivamente
asistenciales, es decir, aquellos que no tienen capacidad para trabajar.

Usted me preguntaba por las actuaciones del Delegado del Gobierno y tengo
que aclararle que no interviene en este tipo de actividades de la
institución, porque están lejos de sus funciones, a mi juicio. Además,
ellos mismos declaran por escrito que no tienen ninguna relación ni
conocimiento de estos temas. Por tanto, es problema de un órgano
administrativo dependiente del Ministerio de Obras Públicas, Transportes
y Medio Ambiente y digo lo que ellos manifiestan en un escrito.

Me voy a referir ahora a preguntas muy puntuales sobre este tema y sobre
las cuales he pedido información precisamente para comparecer aquí,
porque antes no tenía la menor idea de estos temas.

Desconozco todo lo relativo a la supresión del boletín de noticias.

Supongo que las memorias se publicarán y se repartirán a todos los
afectados. Hay unos estatutos relativamente recientes, del año 1991.

No sé a qué se refiere al hablar de la ausencia de vocales, porque no
tengo idea. Sé que nuestra representación está en los estatutos; la
compañía propone una serie de nombres para que puedan cooperar, están en
la junta general, en el consejo rector e incluso se les ayuda con
personal administrativo de la propia empresa. Los representantes de la
parte social, que yo sepa, son nombrados por los sindicatos y se renuevan
cuando hay elecciones sindicales. Tengo entendido que es así como se hace
su renovación. La verdad es que tampoco puedo estar absolutamente seguro,
porque, como digo, se trata de una institución independiente que tiene
sus estatutos y que funciona de esta manera.

Afirma que puede haber descontrol en la administración en cuanto hayan
crecido los gastos y aumentado la inversión. Le puedo decir que los
gastos siguen siendo inferiores a los ingresos y que van acumulando un
capital que, colocado a un tipo de interés, supone un ingreso importante
para el funcionamiento. Es verdad que el número de personas atendidas se
ha ampliado últimamente muchísimo, porque antes, por ejemplo, no
atendíamos problema de la drogadicción y en este momento sí se hace
dentro de la institución, lo que nos supone un gasto importante.

En principio y por los conocimientos que tengo, entiendo que es un gasto
conveniente y necesario en una ampliación de la actividad directa y que
hoy los problemas que aquejan al colectivo son mucho mayores, son
distintos, se han ampliado o están cambiando respecto a los que afectaban
hace unos años, cuando se fundó esta institución.

Hay que tener en cuenta, además, que esta institución se fundó en una
época que había una carencia importante de centros asistenciales para ese
tipo de personas y las empresas grandes como Telefónica, crearon en su
momento este tipo de centros.

Voy a hacer una afirmación muy rotunda. Si yo hubiera presidido
Telefónica en el año 1973 la habría creado también; hoy no se me hubiera
ocurrido en absoluto de ninguna manera tener centros directos, porque hoy
día la sociedad tiene suficientes centros de atención para todas estas
personas. Por supuesto, hubiera propugnado la creación de una institución
como ATAM para dar prestaciones a los trabajadores que tienen este
problema en sus familias; pero, desde luego, no habría creado centros
directos, porque hoy día no serían necesarios. Hay que entender el
entorno en que se movían los responsables de Telefónica en aquel momento.

De esta manera nos habríamos ahorrado tener que hablar de este tema que,
perdóneme, señoría, es un tema marginal --lo digo con todo el respeto y
entre comillas-- en la actividad de la compañía Telefónica y que, además,
tiene sus órganos rectores independientes.

Me pregunta concretamente por qué ha habido tantos cambios de presidente.

Ha habido distintos motivos. El



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primero que yo recuerde es que quien estaba presidiendo ATAM fue a un
puesto de directivo de Telefónica, siendo sustituido por este señor que
usted cita, el señor Jurado que, a su vez, fue cesado por el consejo
rector de ATAM. Era persona que nosotros habíamos cedido y cuando iba a
volver a Telefónica yo personalmente tomé la decisión de llevar su cese
el Consejo y despedirle de la compañía, porque sino había contado con la
confianza de los rectores de ATAM, tampoco de la compañía Telefónica. Le
voy a decir más, automáticamente ordenamos que se hiciera una auditoría.

Conste una cosa, que llegue a mi conocimiento, no hay ninguna prueba de
que cometiese delito, sino sencillamente que no cumplía las instrucciones
del consejo rector, que es el que manda. Por eso, automáticamente también
pierde nuestra confianza. Esto es lo que yo sé.

A continuación tuvimos la desgracia de que nombramos una presidenta que
era una profesional extraordinariamente buena, pero que cuando llevaba
seis meses en la presidencia tuvo un accidente de automóvil y se mató.

Ahora hay nombramiento de un nuevo presidente, que es lo que
probablemente --probablemente, no lo afirmo, señoría-- ha dado lugar a
que en este bache haya habido, desgraciadamente, una menor información a
las partes y a los vocales. Pero yo me pregunto sinceramente por qué una
institución de este tipo iba a tener problemas de transparencia en la
información. Creo que no tiene ningún sentido. Yo sí conozco la Memoria,
me la he leído, y no me ha llamado la atención.

Sé que el incremento de inversión a que usted se refiere se produce
cuando se crearon los centros especiales de trabajo, que es el
almacenamiento de terminales telefónicos, una lavandería, un centro de
jardinería, una explotación semiagrícola o ganadera, muy modestita, para
dar empleo a ese grupo de discapacitados que no pueden integrarse en una
empresa normal pero que tampoco necesitan el taller protegido, que
también lo tenemos en el centro de Pozuelo de Alarcón. Hay un número de
personas que está en esa situación intermedia; pueden desarrollar una
actividad empresarial, pero muy controlada. Por eso hay, monitores que
dirigen este tipo de trabajo y tienen hasta sus modestísimos ingresos,
pero, por supuesto, no es una empresa rentable, como ustedes se pueden
imaginar.

Esto es lo que puedo decirles, señoría, sobre ATAM.




El señor PRESIDENTE: Señor Camisón, ¿desea hacer alguna aclaración
adicional?



El señor CAMISON ASENSIO: Solamente señor Presidente, haré un comentario
al hilo de la información que nos da el señor Presidente de Telefónica.

Agradecemos la información que nos da, pero sobre todo la valoramos, una
vez más, desde al ángulo de que hemos asistido otra vez a una portentosa
demostración de su gran habilidad dialéctica para explicarnos una
situación que yo he enfocado desde un ángulo crítico y, por supuesto, con
aspectos que yo he corregido previamente de la inquietud de las personas
que están en ese entorno; que realmente están ahí.

No debiera extrañarnos esta habilidad. Por tanto, me limito
exclusivamente al reconocimiento de esa habilidad suya para no haber
entrado con profundidad en los temas.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Presidente de la
Telefónica, si considera oportuno hacer alguna matización respecto a las
últimas palabras del señor Camisón.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Señoría, no
puedo por menos que agradecer sus palabras, un poco exageradas, porque,
de verdad, créame, no es habilidad dialéctica. He contado lo que sé y
como lo sé. Como siempre, les repito que las puertas de la Compañía
Telefónica están abiertas para que cualquiera de SS. SS. pueda visitarnos
y pedirnos la información que necesite.




--INFORMAR SOBRE LA SITUACION ACTUAL Y LAS PREGUNTAS FUTURAS DE LA
EMPRESA SISTEMAS E INSTALACIONES DE TELECOMUNICACIONES, S. A. (SINTEL). A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER
CATALUNYA. (Número de expediente 212/000812.)



El señor PRESIDENTE: A continuación pasamos al punto 2 del orden del día,
solicitud formulada por el Grupo Federal Izquierda Unida, que pide la
comparecencia del Presidente de Telefónica de España, S. A, ante la
Comisión de Infraestructuras y Medio Ambiente para informar sobre la
situación actual y las perspectivas futuras de la empresa Sistemas e
Instalaciones de Telecomunicaciones, S. A (Sintel, S. A.).

Para formular el motivo de la comparecencia, tiene la palabra el señor
Andreu.




El señor ANDREU ANDREU: El motivo de esta comparecencia que solicita el
Grupo Federal Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya es
fundamentalmente para conocer cuáles son las perspectivas de futuro que
tiene Telefónica con respecto a la empresa Sintel, empresa participada en
un cien por cien por parte de Telefónica, lo que la convierte en el único
accionista y por tanto en el único propietario del futuro de la misma,
junto con los trabajadores, naturalmente. Y ese futuro es un futuro que
preocupa seriamente a mi Grupo Parlamentario, porque notamos que existe
una actuación continuada de Telefónica en el sentido de ir reduciendo
plantilla, lo que plantea serias incógnitas sobre el futuro de Sintel, o
por lo menos nosotros lo entendemos así.

A nuestro Grupo le llaman la atención esas incógnitas porque pensamos que
Sintel es una empresa que ha prestado importantes servicios a Telefónica,
a pesar de que el propio señor Velázquez-Gaztelu, en alguna comparecencia
reciente, manifestó que Sintel era una empresa que nunca había sido
rentable para Telefónica, y creo que los días 3, 4, y 5 de enero también
se dirigió a los trabajadores en esos



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términos. Nosotros querríamos que nos explicase cuál es la visión de la
trayectoria de Sintel y cómo estima que ha sido o ha dejado de ser
rentable para Telefónica, porque no hay que olvidar, que es una empresa
que ha regulado en gran parte los precios de las empresas auxiliares que
han trabajado para Telefónica, entre otras, Dragados y Construcciones,
Abengoa, etcétera, que no han podido establecer los precios que
consideraban oportunos a Telefónica, porque esta última contaba con la
empresa Sintel que le aplicaba precios que rebajaban sustancialmente el
mercado.

Pero aparte de todo esto y de esa continuada y obstinada labor por parte
de Telefónica de ir reduciendo los puestos de trabajo al considerar que
gran parte de los problemas de competitividad de Sintel provienen de un
exceso de plantilla --elemento que resulta cuestionado con algunos datos
de las últimas actuaciones empresariales de Sintel-- nosotros quisiéramos
que el señor Velázquez-Gaztelu nos explicara algunas cosas. Por ejemplo,
quisiéramos que nos dijese qué pasó con la venta del 25 por ciento de la
participación en Sintelar por 10 millones de pesetas, en noviembre de
1992, a Telefónica Internacional, cuando obtuvo inmediatamente un
beneficio de 1.394 millones de pesetas, según aparece en el balance de
1993. Quisiéramos que nos explicase si no es una actuación empresarial
que redunda negativamente en la situación actual de Sintel, como también
quisiéramos que nos explicara cómo Sintelar, con el consentimiento de
Telefónica, repartió 1.100 millones de beneficios en el año 1994, cuando
le debía 2.700 millones de pesetas a Sintel.

También quisiéramos que nos dijese el señor Velázquez-Gaztelu cuáles son
los mecanismos de pago de Telefónica a Sintel, porque Telefónica tarda en
pagar a Sintel una media de 210 días, mientras que Sintel tiene que pagar
a sus proveedores en menos de cuatro meses, lo cual significa importantes
gastos financieros para Sintel; gastos financieros que suponen una
importante carga para esta empresa y que, de alguna manera, la propia
Telefónica le echa en cara, cuando --si estos datos son reales--
Telefónica, que es el principalísimo cliente de Sintel, es la principal
causante de los importantísimos gastos financieros que Sintel tiene.

Nosotros creemos que todas estas actuaciones influyen de forma importante
en la delicada situación de Sintel, delicada situación si tenemos en
cuenta lo que Telefónica dice en una carta dirigida a los trabajadores de
Sintel, en la que les comunica que es una aproximación a la situación de
suspensión de pagos y/o quiebra, lo cual nos parece una exageración
tremenda, porque consideramos que, a la vista de los datos, Sintel ha
tenido pérdidas en los últimos ejercicios pero, desde luego, no se
encuentra ni siquiera próxima a la quiebra.

Nos preocupa también el hecho de que Telefónica admita y de alguna manera
presuma --o por lo menos entiendo yo que presume-- que contrata otras
contratas, valga la redundancia, más baratas, dejando en una actividad
bajísima a la empresa Sintel. Es decir, la empresa Sintel puede
encontrarse en una situación de brazos caídos en lo que se refiere a un
importante contingente de trabajadores, mientras que Telefónica lleva a
cabo unas subcontratas que, permítame que le diga, en muchísimos casos,
son subcontratas que encubren situaciones no regulares laboralmente.

Nosotros quisiéramos saber si tienen ustedes en cuenta este tipo de
situaciones, si les preocupa que las contratas que hacen lo sean con
empresas que tengan regularizada su situación laboral y qué controles
realizan ustedes sobre ello, es decir, si llevan a cabo controles para
impedir que se produzcan situaciones de esa naturaleza. Nosotros pensamos
que la situación de Sintel es delicada, pero de ninguna manera próxima a
la suspensión de pagos o a la quiebra, como afirma Telefónica, o como
afirma la dirección de Sintel, para ser un poco rigurosos, aunque
difícilmente creo que la dirección de Sintel sea algo distinto a
Telefónica al estar el cien por cien de la empresa participada por esta
última.

Visto todo esto, preocupa que, a pesar de que los trabajadores hayan
hecho un esfuerzo importante, habiendo consentido una reducción de 750
trabajadores, pasando la plantilla de 3.750 a 3.000, la empresa Sintel no
clarifique cuál es el tope a que está dispuesta a llegar en cuanto a
reducción de empleo y de estructuración de la empresa. Esto es lo que
nosotros quisiéramos que nos aclarara hoy aquí para así poder controlar
la actuación de esta empresa tan importantemente participada por
Telefónica.




El señor PRESIDENTE: Para contestar a las preguntas formuladas, tiene la
palabra el Presidente de Telefónica.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): En primer
lugar, tengo que afirmar que, efectivamente, Sintel es una compañía al
cien por cien de la Compañía Telefónica, que consolida con nuestro grupo
y que es de la más absoluta responsabilidad de la Compañía Telefónica. En
segundo lugar, yo no he podido afirmar nunca que esta compañía no era
rentable en un sentido general. Lo que sí he podido afirmar es que en el
año 1994 perdió 2.166 millones de pesetas, eso sí lo he dicho, pero eso
no quiere decir que no sea rentable históricamente, puesto que ha habido
muchos años (1990, 1991 y 1992) en los que obtuvo beneficios. Una vez
hecha claramente esta matización, quisiera entrar en lo que significa
esta compañía, cómo funciona y cuál es su futuro. Sintel se encuentra
encuadrada dentro de la industria siderometalúrgica, teniendo por objeto
social la instalación de equipos de telecomunicación y de electrónica
profesional, tendido de líneas, redes interiores, transporte de energía
eléctrica, de telecomunicación, de radio, así como la comercialización,
instalación y mantenimiento de sistemas de seguridad.

Esta es una compañía que creó la Compañía Telefónica en 1975 para cubrir
las carencias de suministro de Telefónica que existían en aquel momento;
o sea que esto tiene una motivación histórica. Y vuelvo a decir, si hoy
tuviera que crearla, ni se me ocurriría crear una compañía de
instalaciones, porque en España hay tantas compañías de instalaciones
como las que puedan existir en cualquier otro país del mundo. Es decir,
hubiera sido absurdo crear en este momento una empresa como Sintel. Eso
lo afirmo rotundamente para que no haya la menor duda. Se creó en un



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momento histórico donde sí se necesitaba. En la actualidad, estas
dificultades de suministro, como ustedes conocen, están absolutamente
superadas, siendo las actividades que desarrolla Sintel, en su mayor
parte, complementarias y de reducido contenido --por no decir nulo--
estratégico para Telefónica en un mercado competitivo, y, además, no
incorpora ningún valor añadido. Usted ha utilizado una expresión que es
verdad que dijeron los fundadores de esta compañía, que iba dirigida a
regular el mercado para controlar. El mejor control es sacar a subasta y
a concurso los precios y, efectivamente, eso no lo niego, nosotros
estamos para bajar los precios, y si hay compañías que lo hacen más
barato, no se lo voy a dar a Sintel. Hasta ahí podríamos llegar.

Dentro de la actual organización de Telefónica, por tanto, Sintel se
encuentra recogida dentro del área corporativa de la compañía, es decir,
la que hace las contratas y suministros. Actualmente, las actividades que
desarrolla Sintel se pueden agrupar en dos bloques. Hay una primera
actividad de redes de comunicación, que comprende las actividades de
instalación de fibra óptica, de cables coaxiales, líneas, cables,
asistencia técnica, canalización, fax, etcétera, y luego tiene otro grupo
de equipos y sistemas de telecomunicaciones que comprende actividades de
energía, de infraestructuras, de televisión y de radio.

¿Cómo funcionan las relaciones entre Telefónica y su filial Sintel,
aunque sea al cien por cien? Muy fácil, se instrumenta desde dos
perspectivas distintas. En primer lugar, desde el punto de vista de la
relación matriz-filial, es política de Telefónica con respecto a todas
sus filiales y, por tanto, también a Sintel no subvencionar actividades
no rentables que encarezcan los costes de la matriz y que, por tanto,
obliguen a trasladarlo a los clientes vía precios. Regla absolutamente
sagrada. Segundo punto, las relaciones como cliente suministrador. Existe
una altísima relación entre Telefónica y Sintel, dado el tipo de
actividad que desarrolla esta sociedad mediante la adjudicación de obras.

No obstante, cabe señalar que Telefónica es transparente en su política
de asignación de obras mediante la realización de los concursos
ajustándose a la oferta más ventajosa, aunque le suponga a Sintel una
pérdida de cuota de mercado. En este sentido, Telefónica contará con
Sintel siempre y cuando sea competitiva.

Otro aspecto a considerar es la proyección de Sintel en el exterior. Me
ha citado el ejemplo de Sintelar, etcétera. Con el posicionamiento de
Telefónica en el mercado latinoamericano, le hemos abierto las puertas a
todas las compañías españolas, incluida Sintel, no sólo a Sintel. Están
trabajando, afortunadamente; todas las compañías grandes de instalación
que contratan con Telefónica en España han sido invitadas a estar en
Perú, en Argentina y en Chile, y es lo que ha producido que el año
pasado, desde nuestras operadoras establecidas en Latinoamérica, se hayan
comprado en España más de 1.200 millones de dólares entre mercancías y
servicios, lógico proceso en el que Sintel, lo mismo que otras compañías,
también ha participado, en algún caso con bastante rendimiento. Pero
Sintel trabaja en el exterior con compañías filiales también, con socios
locales.

Le voy a resumir la situación actual de Sintel para que sea muy clara. En
primer lugar, sus ventas están en descenso. En segundo lugar, los
resultados de explotación son insuficientes o son negativos. En tercer
lugar, tiene unos activos netos de explotación excesivos. Tiene unos
capitales propios en descenso. No está en situación de quiebra, como
usted ha dicho (El señor Andreu Andreu: Yo no lo he dicho.), pero las
pérdidas van acumulándose y disminuyendo los fondos propios. Tiene un
aumento importante del endeudamiento, que en parte es debido, es verdad,
a los sistemas de pago, pero le voy a decir una cosa y ya le contesto a
esa pregunta. Pagamos a los 210 días a Sintel, y a todos. Es nuestra
buena costumbre. No hacemos ningún distingo ni pagamos peor a Sintel que
a otro. Pagamos exactamente igual a todos, y éste es un período conocido.

Sin llegar a esa situación de quiebra, se está aproximando a una
situación de suspensión de pagos, porque tiene rentabilidades negativas.

Esta es la situación de hoy, ésta es la situación de la que partimos y
por lo que se ha hecho un plan de futuro, que ahora voy a explicar,
también, pues forma parte de su pregunta. Pero las perspectivas del
futuro pasan por dos condiciones sine qua non. La primera es ser una
empresa competitiva y la segunda ser una empresa rentable. Si no lo
consigue, no tiene futuro.

¿Cuáles son las acciones estratégicas que se están implantando en Sintel
para que sea una empresa competitiva y rentable? Tiene que aumentar las
ventas y su producción y tiene que reducir sus costes de estructura. En
primer lugar, reducción de costes de servicios exteriores, de
arrendamiento, informática, suministros. Ha cambiado de edificio para
ahorrarse un importe en alquileres realmente impresionante. Segundo,
tiene que reducir los gastos de personal --y estoy hablando de los costes
de estructura--; tiene que reestructurar sus puestos directivos, como
ahora diré --han salido muchos directivos que no eran necesarios en
nuestra actividad--, y tiene que reducir en 250 personas la estructura de
su plantilla. En cuanto a los costes directos, es decir, los costes
variables, la reducción de servicios exteriores variables, combustible,
alquiler de vehículos, etcétera, hay un plan de ahorro en todos los
sentido y hay una necesidad importantísima de aumento de la productividad
para poder ser competitivos y seguir ganando los concursos de obras, en
Telefónica y en cualquier otra empresa que saque a concurso instalaciones
que estén dentro de la función de esta compañía. Hay que reducir los
conceptos salariales variables, de incentivos, de dietas de viaje, que
comparativamente eran superiores a cualquier otro. Hay que congelar los
salarios este año y hay un excedente de 350 personas. Total, 350 más 250,
desgraciadamente, hay un excedente de 600 personas. Hay que reducir la
existencia de obras en curso. Tienen un activo circulante muy alto. Hay
que reducir los períodos de cobros a clientes, es decir, incluso hay que
intentar que Telefónica les pague antes de los 210 días, pero Telefónica
y todos los demás que le contratan obras. Tiene que aumentar el período
medio de pago a proveedores y a subcontratistas y tiene que reducir sus
activos fijos, maquinaria, equipo e informática.




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Este es el plan de futuro de la compañía Sintel, que en este momento,
además, se está negociando con los trabajadores. Están reunidos y están
tranquilamente haciendo sus estudios, y tienen lugar conversaciones y una
negociación. Este año ya se han producido 72 bajas, incluidas 8 que ya
estaban acordadas; 20 personas del personal directivo ya no pertenecen a
la compañía. Están teniendo lugar conversaciones entre la dirección de
Sintel y los trabajadores, y si no se llega a un acuerdo, habrá que hacer
un expediente de regulación de empleo --en esto no quiero andar con
eufemismos, sino hablar claramente de la situación real--, pero estas
medidas que están contempladas en la negociación estamos intentando que
sean bajas indemnizadas, prejubilaciones, complementos de pensiones por
invalidez, etcétera, todas las medidas posibles antes de llegar a otras
soluciones un poco más traumáticas. Indudablemente, ésta es la situación
de nuestra compañía. Hay mucha competencia y se ofertan precios más
competitivos que los que ha podido ofertar Sintel, porque tiene una carga
pesada de estructura fija, y los gastos variables son también,
comparativamente, más elevados.

En cuanto a la actividad internacional ¿que si ha obtenido beneficios en
Argentina? Claro que los ha obtenido; afortunadamente, gracias a esas
actividades beneficiosas creemos que la compañía puede tener futuro, si
se cumplen esas condiciones que la dirección de Sintel está negociando
con la representación de los trabajadores. ¿Que repartió beneficios
debiéndole a Sintel? Sí, pero también le digo una cosa, que hubo un
defecto de facturación y de retraso en la facturación a Sintel, que
después se arregló y que está ajustado. Ese es el conocimiento que yo
tengo de esta empresa filial de la compañía, que, repito, está en una
situación crítica, tiene que ajustarse a las condiciones del mercado
competitivo y que tiene que volver a ser rentable, que es la única
condición para que una empresa pueda sobrevivir.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Andreu, para el turno de
réplica.




El señor ANDREU ANDREU: En primer lugar, señor Velázquez-Gaztelu, el
problema no creo que sea que usted creara la empresa Sintel ahora o no la
creara, el problema es que usted la tiene ahí --bueno, la tiene
Telefónica-- y creo que es responsabilidad, ante un activo empresarial de
esta naturaleza, darle el mejor futuro posible. También creo que sería un
fracaso para Telefónica y para su propia gestión el que un activo
empresarial de esta naturaleza terminara desapareciendo o quedando en una
situación... Yo lo entiendo así, señor Velázquez-Gaztelu, aunque usted
haga gestos de que no está de acuerdo. Evidentemente, debemos tener
criterios bastante diferentes de cuáles deben ser los objetivos de la
empresa, que yo considero que no sólo son la obtención de beneficios,
aunque evidentemente también deben serlo. Que a usted le digan, como le
decían este fin de semana, que Telefónica ha tenido un incremento de
beneficios impresionante en el último año me parece bien, y creo que eso
le debe alegrar, que nos debe alegrar a todos, pero si los incrementos de
beneficios de Telefónica van acompañados de que tanto Telefónica como el
conjunto de sus empresas filiales tiene reducciones importantísimas de
empleo, yo relativizo mucho ese éxito, porque creo que socialmente
estaríamos en una situación --a mi juicio y al de mi Grupo
Parlamentario-- bastante grave. Es decir, creo que está bien que la
empresa genere beneficios, y estamos porque haya empresas competitivas y
que haya empresas con beneficios pero también nos parece que una forma de
repartir socialmente esos beneficios es que produzcan empleo.

Por tanto le explico --puesto que usted hacía gestos en sentido
contrario-- por qué consideraríamos un fracaso empresarial que las
empresas filiales de Telefónica terminaran desapareciendo, y
desapareciendo así un importante número de empleos. Es una empresa que
usted tiene ahí --volviendo al principio de mi discurso-- y, por lo
pronto, me alegra y me congratula pensar que usted no está de acuerdo con
esta afirmación que hace la dirección de Sintel, en una nota informativa
que se manda a los trabajadores, de que la empresa está próxima a la
quiebra. Me alegra que usted no esté de acuerdo con esta afirmación,
porque podremos entrar en un terreno más razonable de discusión, podremos
entrar en el terreno --si se quiere más opinable-- de que está en una
situación de prolongado período de pérdidas, aunque las causas de ese
prolongado período de pérdidas son bastante repartibles, creo yo. Cuando
usted ha explicado el tema de Sintelar ha citado la existencia de un
defecto de facturación. Yo le rogaría que se extendiera usted más en este
aspecto, en qué significa ese defecto de facturación, porque es un
concepto que ha dejado caer y que nos interesaría conocer con mayor
certeza.

Consideramos que si realmente con la reducción de esos 600 puestos de
trabajo la situación queda clara y consolidada, podríamos hablar de un
marco de diálogo. El problema es que no sabemos si después del sacrificio
que se hizo, que afectó a 750 trabajadores; después del sacrificio que
hicieron los trabajadores no incrementando sus salarios en la medida en
que lo estaban haciendo en otras empresas; no incrementando las dietas,
etcétera; habiéndose producido todo esto y encontrándonos con que ahora
hace falta un nuevo sacrificio de otros 600 trabajadores, no sabemos con
lo que nos podemos encontrar en 1996, no lo sabemos. Usted mismo, en su
contestación, ha reconocido la existencia de determinados gastos,
importantísimos, en la empresa, que no eran achacables de ninguna manera
a los trabajadores, por ejemplo, lo que usted ha planteado del régimen de
alquileres es extraordinariamente lesivo para Sintel, u otras actividades
que nosotros consideramos que nada tienen que ver con ello.

Por tanto, la preocupación fundamental que nosotros tenemos es ésa. Con
la reducción en 600 trabajadores, ¿acaba el cúmulo de sacrificios que
tienen que realizar los trabajadores de Sintel? ¿Acaba aquí? Porque si
aquí acaba, podríamos tener una plataforma de entendimiento. Pero si no
hay garantías de que aquí acaban los sacrificios de los trabajadores,
podremos pensar que estamos ante un proceso planificado de desaparición
de la empresa Sintel y, por tanto, en coherencia con lo que le decía al
principio de



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mi intervención, con un proceso de fracaso del aspecto social de la
empresa.




El señor PRESIDENTE: A continuación, para el turno de dúplica, tiene la
palabra el Presidente de Telefónica.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Muchas
gracias, señoría, por estas puntuaciones. Creo que puedo aclararle muchas
de las preocupaciones expuestas por S. S. en este sentido.

En primer lugar, le voy a concretar una expresión que quizá na haya sido
suficientemente contundente por mi parte. El problema que tuvimos con
Argentina, según la información que me han dado los directivos de Sintel,
es que cuando se llegó a Argentina la actividad fue tan grande que lo que
tuvieron fue un retraso en la presentación de facturas y nada más, y
punto. No he querido decir otra cosa.

Vamos al problema de fondo. En primer lugar, le diré que no es ningún
fracaso en la gestión de una compañía iniciar un proceso de ajuste
precisamente para que esa empresa pueda ser viable. Esto no es ningún
fracaso. Fracaso es si dejamos a la compañía sin tomar medidas, sin hacer
nada, y dejando que nos desborden los acontecimientos. Había que poner
pie en pared, y una de las razones por las que ha cambiado la dirección
de la compañía es porque no me gustaba cómo se estaba gestionando. ¿Y por
qué no me gustaba? Porque, como he explicado antes, ha entrado en
pérdidas, y en la Compañía Telefónica no puede haber ninguna empresa en
pérdidas. Y usted me quiere arrancar afirmaciones en el sentido de que si
fuera sólo esta medida y ya de ahí en adelante no hubiera más... Pero es
que eso ningún gestor responsable puede contestarlo, porque la
competitividad no es un bien absoluto, es un bien relativo. Si las demás
empresas instaladoras que cumplen la misma función de la compañía Sintel
son todavía más productivas, Sintel tendrá que ajustarse a la
productividad de una manera permanente. La competitividad no es concepto
fijo, es un concepto móvil, y depende del entorno, depende de las demás
empresas que trabajan en ese mismo sector. Esto es así --esto es así en
el entorno económico en el que vivimos; yo otros entornos económicos no
los conozco, digo en el que yo vivo--, la competitividad es relativa.

Sin embargo, y para no producir ninguna intranquilidad, yo diría que con
el programa que hemos propuesto a los representantes de los trabajadores
creemos que se puede conseguir una productividad competitiva y, por
supuesto, seguiremos trabajando no sólo en el ámbito de lo que son los
costes de personal --que es absolutamente necesario poderlos reducir,
porque no eran competitivos-- sino también en el ahorro de otros gastos
que, efectivamente, nada tiene que ver con la plantilla de la compañía.

Nosotros no hacemos paradigma de la reducción del empleo. La reducción
del empleo es una condición necesaria, desgraciadamente, en
circunstancias como ésta. Nosotros somos la compañía que más empleo ha
generado en los últimos diez años en España; lo digo, por si no lo
sabían, para que lo sepan. Lo que pasa es que nosotros estamos
absolutamente seguros de que seguiremos generando empleo, en España y
fuera de España, siempre y cuando la compañía sea competitiva y rentable.

Punto, nada más que eso. En estas circunstancias, ha llegado un punto en
el que esa compañía ha dejado de ser rentable y competitiva, y para que
esa compañía tenga futuro, necesariamente tiene que ajustarse a unas
condiciones distintas, del mejor modo posible: negociado, pactado, como
es nuestro estilo y es la forma que nosotros tenemos de trabajar y de
administrar los recursos humanos.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que quieran fijar su posición
con respecto a esta comparecencia? Anuncio que también pueden hacerlo
respecto a la anterior comparecencia sobre el tema ATAM, si es que lo
desean. (Pausa.)
Por parte del Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor
Camisón.




El señor CAMISON ASENSIO: Señor Presidente, voy a consumir un turno para
fijar la posición del Grupo Parlamentario Popular en la cuestión
planteada en esta comparecencia sobre la filial de Telefónica Sintel. En
ciertos aspectos estamos de acuerdo con lo que se ha dicho esta mañana,
pero en otros, no tanto. Sintel tiene problemas serios y muchos de ellos,
efectivamente, son consecuencia de una coyuntura económica especial,
sobre todo los referidos a esa mitad de inversiones que Telefónica está
haciendo actualmente en comparación con épocas no muy lejanas. Pero
también es cierto que hay síntomas de mala gestión de esta empresa, y
sobre todo se contrasta que esta empresa pública no se ha atenido a los
planes funcionales en muchos aspectos. Por ejemplo, en planta exterior,
en cuanto a construcción de cables e infraestructura, que precisa mano de
obra en un 75 por ciento, de unas inversiones medias del orden de 80.000
millones, llegando en períodos punta hasta 120.000 millones, se ha bajado
a una cifra de 40.000 millones de pesetas; eso está ahí. Y en cuanto a
planta interior, tenemos el hecho de que, en cuanto a centrales de
conmutación analógica, se está pasando a las digitales, que son más
modulares y por tanto requieren mucha menos mano de obra. Pero también es
cierto que la planta de clientes, que está, como es sabido, liberalizada,
esta empresa cada vez tiene más difícil acceso en ese mercado
competitivo. Un ejemplo es el fracaso, que yo entiendo bastante
estrepitoso, de su entrada en ele mercado de la VSAT doméstica, donde
prácticamente ha sido barrida del mercado por las compañías instaladoras,
con lo cual se aprecia que, en cuanto a competitividad, esta empresa no
ha respondido a lo que se esperaba de ella. Se aprecia también un exceso
de cargos directivos, que ya es consustancial en empresas de este tipo, y
hay esas idas y vueltas de directivos de cierta afinidad, desde
Telefónica a Sintel y viceversa, y otros aspectos que van en la dirección
contraria a lo que sería de desear.

El señor Presidente ha hablado de que no ha habido pérdidas en Sintel en
sus aventuras internacionales, pero nuestras noticias no concuerdan con
sus manifestaciones, porque, según nuestras noticias, en sus actuaciones
en Argentina ha tenido problemas de resultados económicos. Por ejemplo,
ahí está una cierta megalomanía, no de su



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etapa, señor Presidente, sino de una etapa anterior a la suya, pero cuyos
efectos se recogen ahora, cuando se hizo público lo del famoso yate
anclado en Venezuela. El resultado de todo esto, debido a las
circunstancias actuales pero también por esos efectos, es que, de acuerdo
con los informes a los que hemos podido tener acceso, referidos a los
ejercicios 1991, 1992 y 1993 de Telefónica, la evolución de los
resultados de esta filial han pasado de 1.504 millones positivos en el
año 1990, a 1.466 millones, en el 91; baja a 344 millones en el 92 y en
el 93 ya va a un negativo de 2.272 millones de pesetas. Esta es la
realidad.

Por otra lado, como apreciamos que el 46 y el 40 por ciento de su cartera
de pedidos, en los años 1991 y 92, respectivamente, se subcontrata,
entendemos, como ya ha dicho aquí otro portavoz, que sería interesante
--y quizás alguna iniciativa nuestra venga en esta dirección-- conocer a
qué empresas se ha desviado esa actividad socio-económica que no ha hecho
Sintel. Además, llegamos a la conclusión de que, de acuerdo con la
actividad actual, está sobredimensionada y yo estimo que la pregunta
fundamental que debemos plantear aquí esta mañana es si la causa de ese
sobredimensionamiento está en que Sintel está subcontratando y no
ejecuta, con lo cual se habría estado desviando de su objetivo.

En esa situación, llegamos al anuncio de que hay 600 empleos en el alero.

En este sentido le tengo que hacer una pregunta que yo entiendo que es
fundamental. Usted ha hecho público muy recientemente, el día 20 de
febrero pasado, que el proyecto inmediato de Telefónica es una reducción
de plantilla, en su conjunto, del orden de 12.600 empleados en cinco
años, a través de ajuste de personal, del 17 por ciento, que responderá a
bajas naturales y prejubilaciones, lo cual me parece bien porque va en
una dirección no traumática, pero también con traspaso a filiales. Si
esto es cierto, nosotros vemos aquí una contradicción, ya que, por una
parte, está cómo se vería afectada Sintel con esa situación de
sobredimensionamiento y, por otra, un proyecto genérico de Telefónica de
hacer traspaso a filiales. Nos gustaría que se nos aclarase la situación.

En resumen, nosotros queremos que quede claro que si efectivamente hay un
sobredimensionamiento, es consecuencia también de unos defectos
importantes de gestión y sobre todo de este porcentaje alto de
subcontratación, que no era el objetivo primero de la compañía. Por lo
tanto, hay que analizar con mucho cuidado el efecto social que pueda
tener sobre esos 600 trabajadores que tienen su puesto en el alero, y
lógicamente las postura del Grupo Popular es que todo esto se haga de la
forma menos traumática posible.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Presidente de Telefónica,
para contestar a las preguntas que ha formulado el señor Camisón.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Señoría, debo
decirle --también en relación con una pregunta que me hacía antes el
señor Andreu-- que uno de los problemas que tratamos de evitar haciendo
un ajuste en la empresa Sintel para que pueda ser competitiva y rentable
es disminuir el número de subcontrataciones que venía realizando.

Evidentemente, la subcontrata es muchas veces necesaria, pero en lo que
no se puede basar la cuenta de resultados de una compañía es en un
sistema de subcontratación. Desde luego, en eso comparto la idea de S. S.

y nosotros de ninguna manera estimulamos la subcontratación. Otra cosa es
que nosotros no somos inspectores de Trabajo ni tenemos que ejercer una
inspección sobre el funcionamiento, porque yo creo que las subcontratas
trabajan de manera absolutamente correcta de acuerdo con el Derecho
laboral; no tienen ningún problema. Lo que pasa es que son empresas con
menos gastos de estructura y normalmente ofrecen servicios mucho más
baratos en determinadas circunstancias y ocasiones, pero eso tiene que
tener una medida justa. Por tanto, no será en ningún caso la
subcontratación de Sintel, como decía el señor Camisón, un pretexto para
desviar la actividad de la matriz principal hacia la subcontrata. Que
esto quede claro, subcontrata en la medida en que sea absolutamente
necesario, pero en ningún caso para desviar actividad. Es verdad que en
ocasiones el uso excesivo de la subcontrata era para obtener beneficios,
porque la subcontrata era mucho más competitiva que hacer la contratación
directamente. Esto es justo lo que trata de evitar el programa de
salvación de esta empresa Sintel.

En cuanto a ida y vuelta de directivos, señoría, en el grupo de
Telefónica, que es un grupo complejo, con muchas filiales, lógicamente
siempre hay movimiento de directivos que pasan de unas compañías a otras,
pero en el caso este --ya lo he dicho antes-- sencillamente cambiamos al
máximo responsable. El que hay tiene toda nuestra confianza y está
haciendo un trabajo de planteamiento para resolver todos los problemas y
que la compañía sea viable en el futuro, aunque, vuelvo a repetir, la
viabilidad de una compañía es su competitividad, y la competitividad no
es un valor absoluto porque depende de las circunstancias. Muchas de las
razones que han llevado a esta empresa a esta situación actual es que ha
cambiado mucho el entorno, el tipo de instalaciones es diferente, a veces
son menos rentables que las que se hacían antiguamente. Yo creo que hay
un buen planteamiento de futuro, hay un buen planteamiento de negociación
con los trabajadores, y ojalá acertemos en este proceso unos y otros.

Hay un tema que ha planteado S. S. que es distinto y que no tiene nada
que ver con el tema de Sintel, pérdoneme que se lo diga así, porque
Sintel es una compañía, es una empresa filial, que está en el área
corporativa y que no tiene ningún interés estratégico en relación con la
actividad fundamental de Telefónica. Efectivamente hubo un medio de
comunicación que publicó unas declaraciones que yo en ningún caso he
hecho, pero que no eran inciertas, y las voy a matizar. Yo no he dicho
que en la Compañía Telefónica de España sobren 12.500 personas. Digo que
si no se toman medidas, dentro de cinco años nos van a sobrar, que es
distinto. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque la productividad media que tiene
la Compañía Telefónica en este momento son 210 líneas por empleado, que
es la mejor productividad de Europa. Por ejemplo, si la Telefónica de
Alemania quisiera tener la productividad de nuestra



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Compañía Telefónica, le sobran 120.000 personas. Es verdad que no se han
atrevido a hacer este expediente de regulación, solamente se han atrevido
a un expediente de regulación de 60.000, como han publicado los medios de
comunicación hace aproximadamente un mes. Pero en ningún caso, por lo que
decía de la movilidad de la competitividad, esa productividad nos puede
garantizar el futuro, porque la competencia va en una tendencia de
mejora. Nosotros nos hemos propuesto sencillamente conseguir dentro de
cinco años 275 líneas por empleado, y para eso hace falta aumentar el
numerador y disminuir el denominador. La disminución del denominador, sin
ningún problema, porque la oferta que se les ha hecho es a base de
prejubilaciones, todo con carácter voluntario, y se está negociando con
los trabajadores y esperamos que no haya ningún problema. El año pasado
ya tuvimos una disminución de 1.900 personas, que fue absolutamente
voluntaria. Por tanto, no vamos a causar ningún problema, pero sí vamos a
mantener una altísima productividad para conseguir ser competitivos. Pero
si lo que hiciéramos fuera solamente un aumento de la eficacia y de la
eficiencia a través de un incremento de la productividad, y no tuviéramos
paralelamente un mandato de crecimiento, no tendría ningún sentido, pero
existen ambas cosas y, por tanto, para su tranquilidad le diré que no hay
ningún problema.

Hay una parte de estas 12.000 personas, no solamente por la prejubilación
voluntaria y por las bajas naturales, que tiene que pasar a compañías
filiales que se han segregado de la matriz, pero esta segregación no
tiene nada que ver, porque son filiales que son estratégicamente muy
importantes para nuestra compañía, como es la compañía de servicios
móviles o el negocio de transmisión de datos que se incorpora a
Unisource, pero como esto pertenece a otra de las preguntas, después lo
explicaré con más detalle. No nos plantea ningún problema este proceso
más que el llevarlo a cabo anticipándonos a los acontecimientos. Es
decir, en este momento en Telefónica no sobra nadie, pero hay métodos y
procedimientos de ajuste para aumentar la eficiencia y que nunca vayamos
a tener el problema que pueden tener otras compañías si no lo abordan con
tiempo suficiente como para resolverlo sin traumas.




El señor PRESIDENTE: Señor Camisón, ¿alguna pregunta adicional?



El señor CAMISON ASENSIO: No, muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Socialista tiene la palabra el
señor Martinón para preguntar lo que crea oportuno en relación con esta
comparecencia y, si procede y lo desea, cuando haya terminado, tiene
perfecto derecho a formular cualquier pregunta sobre la comparecencia
anterior, y le doy las gracias por su benevolencia al aceptar la falta de
orden que ha habido por mi parte a este respecto.




El señor MARTINON CEJAS: Si le da igual lo hago al revés, primero hablo
un segundo de ATAM y luego hablamos de Sintel.

En primer lugar, quiero agradecerle esta comparecencia al señor
Presidente de Telefónica en nombre del Grupo Parlamentario Socialista.

Nos han parecido razonables las explicaciones que ha dado acerca de la
Asociación Telefónica de Asistencia al Minusválido (ATAM), que es, como
él muy bien ha explicado, una asociación acogida a la ley de asociaciones
y, por tanto, sus explicaciones no pasan de ser unas explicaciones que, a
nuestro juicio, ha tenido el detalle y la cortesía de darnos.

El tema de Sintel sin duda plantea un asunto de más calado, como se ha
puesto de manifiesto en las intervenciones que aquí ha habido. Ya
llevamos algún tiempo asistiendo al fin de los monopolios en el sector de
las telecomunicaciones y eso inevitablemente exige una readaptación de
las empresas que operan en el sector.

Parece ser que de forma también casi inevitable siempre que se habla de
readaptación de empresas a una nueva situación lleva aparejado una
reducción en el empleo y se pone, por tanto, encima de la mesa el
espinoso, delicado y a veces trágico asunto (trágico sin duda para
aquellos ciudadanos y ciudadanas a los que les afecta directamente el
problema) de si es inevitable esa reducción de empleo o, dicho de otra
forma, si el mantenimiento a medio y largo plazo de la actividad
empresarial exige la reducción de empleo. Posiblemente esto es así en
buena parte de los casos y desde luego nuestra posición es que es
necesario que las empresas sean competitivas si queremos que el empleo
sea real y no mantenido artificialmente, lo que a medio y casi siempre a
corto plazo acaba siendo peor.

Yo creo que sea razonable que le exijamos a Telefónica ni a ninguna otra
empresa donde participa el sector público con un paquete de acciones que
se mantengan empresas que no son competitivas, que no son rentables en
una palabra. No es a través de este tipo de empresas, que actúan como
cualquier otra empresa, aunque tengan capital público, la forma de que en
España generemos empleo si esas empresas no tienen beneficios, si no son,
insisto, empresas competitivas. Esto podrá resultar duro, pero desde
luego parece que la única forma eficaz de mantener empleo es que las
empresas, insisto, sean competitivas. Por eso nos alegramos de que
Telefónica y Sintel estén hablando de un plan estratégico que garantice
la viabilidad de esa empresa.

Si alguna cuestión hubiera que reprocharle a Telefónica o al Presidente
de Telefónica o a los directivos de la empresa, es si este plan
estratégico no se estará abordando con algo de retraso y si, por el
contrario, no se debió haber iniciado con antelación. Yo no soy un
experto en empresas, pero la impresión que voy teniendo es que cuanto más
tarde se plantea este tipo de actuaciones, cuanto más tarde se plantea la
necesidad de un plan estratégico, mayor suele ser el coste en empleo.

Por tanto, obsesionados, como al parecer también están otros grupos, con
la necesidad del mantenimiento del máximo empleo posible en todos los
sectores, nos surge la duda de si un replanteamiento de la empresa Sintel
hace algún tiempo hubiera hecho que en lugar de sobrar 600 trabajadores,
hubieran sobrado menos, en esta empresa concreta. Yo quiero pensar que al
final no van a sobrar trabajadores



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en el sector. Es un sector en crecimiento, con unas potencialidades
impresionantes. Todos parecen coincidir en que el de las
telecomunicaciones posiblemente sea el sector con mayor crecimiento en
los próximos años, y, por tanto, no estamos hablando en términos globales
de una disminución sino, por el contrario, de un aumento del empleo.

De nuevo, señor Presidente, le agradezco en nombre del Grupo
Parlamentario Socialista su presencia y sus muy detalladas explicaciones.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Presidente de Telefónica.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Voy a
contestar a la última parte. Es verdad que uno de los problemas que a
veces se plantea en las empresas es no abordar en el momento oportuno la
resolución de los problemas, porque a veces el éxito es adormecedor. Hubo
un tiempo en que el número de instalaciones en España fue tan grande que
este tipo de compañías, aun no teniendo la productividad que debieran
haber tenido en aquel momento, fueron muy rentables, y eso a veces es
adormecedor. Probablemente no se supo abordar a tiempo el ajuste. De
todas maneras, yo creo que estamos en un momento muy oportuno para
poderlo hacer en el caso de Sintel y tener una compañía competitiva como
cualquier otra, ni más ni menos, como cualquier otra.

Es verdad que no somos partidarios de la verticalización en este proceso.

Preferimos trabajar en un sentido horizontal en lo que es propio de una
compañía operadora. Cuando se ha desatado el proceso liberalizador se
tienen que producir ajustes. Yo comparto que en el sector no está
disminuyendo el empleo; está creciendo en unos sitios y disminuyendo en
otros, así de sencillo. En un mercado liberalizado, aparecen nuevas
empresas, nuevas compañías que van a competir con Telefónica y que
también están generando empleo. Muy bien. Para la sociedad en general me
parece extraordinario que se vaya generando empleo, pero nosotros, que
también estamos generando empleo en otras actividades nuevas, en las
nuevas oportunidades, sin embargo, en ese tipo de actividades verticales,
que no son, vuelvo a repetir, estratégicas para nuestra compañía,
desgraciadamente tenemos que hacer ese tipo de ajuste.

Esto es lo que puedo contestar, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Señor Martinón, ¿alguna pregunta adicional?
(Denegaciones.)



--EXPLICAR SU OPINION SOBRE EL INFORME DE LA JUNTA DE ANDALUCIA QUE
DESCRIBE IMPORTANTES DEFECTOS EN LAS INSTALACIONES DE LA CITADA COMPAÑIA
CUANDO LA CENTRAL DE DICHA JUNTA QUEDO INUTILIZADA EN EL AÑO 1993 POR LA
CAIDA DE UN RAYO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL IZQUIERDA
UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA. (Número de expediente 212/000947.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al siguiente punto del orden del día, que
es, a petición del Grupo Parlamentario Federal Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya, la comparecencia del Presidente de Telefónica, S. A., ante
esta Comisión para que explique su opinión sobre el informe de la Junta
de Andalucía que describe importantes defectos en las instalaciones de la
citada compañía cuando la central de dicha Junta quedó inutilizada en el
año 1993 por la caída de un rayo.

Tiene la palabra el señor Andreu.




El señor ANDREU ANDREU: En la ciudad de Cádiz. (Risas.) El señor
PRESIDENTE: Perdón por la clarificación, pero en la petición de
comparecencias no figura la ciudad de Cádiz.




El señor ANDREU ANDREU: Yo no me he expresado en términos de corregir al
señor Presidente, ni muchísimo menos; simplemente a efectos de que quien
tenga la oportunidad de leer este «Diario de Sesiones» entienda que es en
la ciudad de Cádiz.

Efectivamente, el día 28 de abril de 1993, en medio de una tormenta en la
ciudad de Cádiz, un rayo, al parecer, dañó seriamente las instalaciones
de Telefónica y dejó a más de 12.000 abonados de esa ciudad no solamente
sin el servicio telefónico convencional, de telefonía vocal, sino sin
todos los servicios comerciales que van anejos al telefónico. Como
comprenderán SS. SS., esto supuso importantes complicaciones en la
situación productiva de la ciudad durante las fechas que siguieron a esta
avería e importantes pérdidas en comercios, en actividades de
profesionales, etcétera.

Esto no pasaría de ser una anécdota desdichada si no fuera por el hecho
de que al principio los responsables de Telefónica en la provincia, y
concretamente su director, don Francisco Payán, negaron cualquier tipo de
responsabilidad por parte de Telefónica en este hecho, y al negarla
evidentemente, afirmaban que las instalaciones de Telefónica cumplían
todos los requisitos legales pertinentes, etcétera, y consideraban que
era mala fortuna el hecho de que un rayo hubiera averiado las
instalaciones de Telefónica. No transcribo literalmente, sino sólo el
espíritu de sus declaraciones en aquellos días.

Toda esta argumentación por parte de los directivos de Telefónica en la
ciudad de Cádiz quedó seriamente dañada cuando la Junta de Andalucía
elaboró un informe que se dio a conocer en septiembre de 1994, informe en
el cual se manifestaba que las instalaciones de Telefónica en la ciudad
de Cádiz, y más concretamente las que tiene en la calle Ancha, en el
casco antiguo, que fueron el objeto de las iras del rayo, no tenían toma
a tierra, es decir, una precaución absolutamente elemental y mínima en la
protección contra rayos y otro tipo de fenómenos atmosféricos, que es la
puesta a tierra de las instalaciones, no la tenía la Compañía Telefónica.

Nosotros entendemos que eso significa una responsabilidad importante por
parte de la Compañía Telefónica, responsabilidad



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que no me atrevo a cuantificar en lo económico ni es mi pretensión porque
es un problema en el que no entramos; aunque algunos grupos políticos,
concretamente el Grupo Popular del Ayuntamiento de Cádiz, la evaluaba en
500 millones de pesetas. Y la Cámara de Comercio también planteaba
reclamaciones en ese sentido. Repito que no es el interés de mi Grupo
Parlamentario hablar de ese tema, pero consideramos que hay una
responsabilidad importante por parte de los directivos de Telefónica en
esa provincia, que negaron en el primer momento la existencia de
deficiencia alguna por parte de Telefónica, cuando luego se ha comprobado
que existían deficiencias importantes. Le cito la más importante, pero el
informe de la Junta de Andalucía habla de otras además de la falta de
toma a tierra.

Por tanto, pregunto al señor Velázquez-Gaztelu si teniendo conocimiento
de este informe de la Junta de Andalucía la Compañía Telefónica tomó
medidas que nosotros consideramos elementales, como es el cese del
responsable de Telefónica en la provincia de Cádiz, el señor Payán, y
otras medidas de tipo gerencial que consideramos pudieran ayudar a dar
una mejor imagen de Telefónica en esa provincia.




El señor PRESIDENTE: Para contestar las preguntas del señor Andreu, tiene
la palabra el señor Presidente de Telefónica.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Señoría, no
he tomado esa medida porque comparto todo lo que dijo el señor director
de la Compañía Telefónica en Cádiz, porque lo que dijo era exactamente lo
que nosotros consideramos, que no tenemos ninguna responsabilidad en el
accidente que se produjo en Cádiz en abril de 1993.

Al principio al señor Presidente le ha extrañado porque se omitía que la
solicitud de comparecencia se refería a Cádiz. Es verdad que en una
compañía como la nuestra se reciben cientos y cientos de informes
técnicos de distintos órganos de la Administración pública. Además se
trataba de Cádiz, al representante de Telefónica, en este caso yo, le
sobraba que se dijera o no el lugar porque soy gaditano y sabía a qué se
refería, sobre todo cuando se habla de la calle Ancha.

Efectivamente, se produjo ese incidente en Cádiz y lo primero que tengo
que decir, ateniéndome a como está redactada su pregunta, es que, como
Presidente de Telefónica, no me corresponde tener opinión sobre un
problema de esta naturaleza, sobre un informe emitido por un órgano
administrativo de carácter técnico, como es el caso del departamento de
la Junta de Andalucía a que se hace referencia. Sí tengo el análisis que
han realizado los técnicos de Telefónica, que es lo que voy a comentar a
continuación, en el cual se pone de manifiesto que no compartimos en toda
su extensión la opinión de ese órgano de la Administración.

También quiero aclarar una cosa: no se ha producido reclamación de nadie
en relación con este incidente. Nosotros lo primero que tenemos que hacer
es lamentar el perjuicio que se produjo a nuestros clientes y también el
que se produjo a la Compañía Telefónica por cuanto estuvimos cerca de
tres días sin poder facturar. Por tanto, resultaron lamentables para
ambos los hechos que acaecieron.

El informe a que se refiere, emitido por la Junta de Andalucía, es el
resultado de una inspección ocular que se hizo a las instalaciones de la
calle Ancha, el 28 de mayo de 1993, motivada por la solicitud formulada
creo que por la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cádiz y
también por el Ayuntamiento. El origen de todo esto está en que el 28 de
abril, como muy bien citaba S. S., sobre las cuatro horas, se produjo una
tormenta con rayos, cayendo uno de ellos en el transformador que tiene la
empresa municipal que suministra en Cádiz la electricidad, transformador
ubicado dentro de nuestras instalaciones en la calle Ancha, lo que
ocasionó una avería en nuestra central telefónica que interrumpió
temporalmente el servicio y que también ocasionó problemas a otros
usuarios de la misma red eléctrica. Concretamente, las averías
ocasionadas afectaron a un volumen importante de nuestros clientes en
Cádiz, sulucionándose esa interrupción del servicio en torno a las 21,30
horas del día 30 de abril.

En cuanto al informe de la Junta de Andalucía, he de decir que, en lo que
se refiere a la legislación aplicable, el informe es coincidente con la
opinión de los técnicos de la Compañía Telefónica, y quiero pedir
disculpas de antemano por la necesaria utilización de algunos términos de
carácter técnico que voy a exponer a continuación, términos que, por la
propia característica de la materia, no tengo más remedio que utilizar.

Después de la inspección ocular realizada, el informe de la Junta
considera que el centro de transformación cumplía con la legislación
vigente en lo relativo a los accesos al local, tanto de persona como de
maquinaria, celdas de tipo abierto, pasillo entre celdas, alimentación de
alta tensión, protección contra las sobreintensidades, protección contra
los cortocircuitos, cuadro de distribución en baja tensión, elemento de
protección personal (pértiga, taburete, etcétera) y extinción de
incendios. En sentido contrario, es decir, lo que el centro de
transformación no cumplía a juicio de la Junta, era la ventilación del
local que resultaba insuficiente, que carecía de foso general
apagafuegos, que no es visible la puesta a tierra de los neutros de
transformadores en potencia --lo digo por la referencia que ha hecho
usted antes a la falta de la toma de tierra-- y que no es visible el
corte de interruptor-seccionador en carga del transformador de
Telefónica, incumpliendo lo establecido en la Ordenanza general de
Seguridad e Higiene en el Trabajo.

Sobre estas observaciones, los técnicos de la compañía han formulado su
opinión, coincidente en algunos casos y discrepante en otros.

En cuanto a la insuficiente ventilación del local se dice que dicho local
disponía de ventilación forzada, como reconoce el propio informe de la
Junta; los técnicos de Telefónica consideraron correcta la ventilación
del centro de transformación; no obstante hemos mejorado y potenciado ese
sistema con posterioridad al siniestro. Con respecto al foso general,
apagafuegos, que era el otro elemento negativo,



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ciertamente, y de acuerdo con los informes técnicos, el foso para la
recogida de aceite no disponía de una profundidad superior a 0,50 metros
en toda su longitud sino que, en alguna parte de ella había 0,45
centímetros, dada la inclinación del suelo, deficiencia que ya ha sido
subsanada. Por lo que se refiere a la visibilidad de la puesta a tierra
de los neutros, los cuatro terminales que salen del secundario del
transformador de potencia no estaban al descubierto de forma visible en
sentido de la pica, por lo que pudieron pasar desapercibidos a la
inspección ocular, pero existir, existían. Finalmente, en lo relativo a
la visibilidad del corte del interruptor seccionado, los técnicos de
Telefónica entienden que el artículo 63 de la Ordenanza general que se
cita por la Junta de Andalucía se refiere exclusivamente a los trabajos y
maniobras en alta tensión, por lo que no es aplicable al centro de
transformación de la calle Ancha, que es de baja tensión.

En cuanto a las recomendaciones, prácticamente las hemos cumplido todas,
excepto la que decía teníamos que desmontar y trasladar el centro de
transformación que, entre otras cosas, vuelvo a decir es propiedad de la
empresa municipal de suministro eléctrico.

En resumen, cae un rayo sobre un centro de transformación que es de la
compañía de electricidad, pasa a nuestras instalaciones y nos produce una
enorme avería, ocasionando un perjuicio a nuestros clientes y a nosotros
mismos. El señor Director de la Compañía Telefónica en Cádiz dijo
sencillamente que nos había causado un gran perjuicio también a nosotros
y que lamentábamos --cómo no vamos a lamentarlo-- que nuestros clientes
estuvieran prácticamente tres días sin servicio en esta zona de Cádiz al
depender todos ellos de la central de la calle Ancha, que es la central
ubicada en el centro de la ciudad. Lógicamente lamentamos que se
produjese esa situación, y nuestros técnicos, con todos los respetos al
informe de la Junta de Andalucía, han hecho sus observaciones, contrarias
en algunos extremos al mismo.

Esa es la opinión de la Compañía Telefónica, no la mía personal, como le
decía al principio, porque yo, realmente, no soy técnico, ni puedo tener
opinión en un caso de esta naturaleza. Afortunadamente, pusimos todos los
medios a nuestro alcance para resolver un problema gravísimo, que afectó
a miles de líneas, y en tres días pudimos restablecer el servicio a todos
los ciudadanos afectados por esta avería.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Andreu para preguntas
adicionales.




El señor ANDREU ANDREU: Señor Velázquez-Gaztelu, agradezco su respuesta,
aunque de la misma deduzco igualmente responsabilidades por parte de la
Compañía Telefónica. Si usted me dice que existía un transformador que
era del ayuntamiento y que estaba en el propio edificio de Telefónica,
creemos que también es responsabilidad de Telefónica, como consecuencia
de ese concierto que tienen ustedes con el ayuntamiento que permite
tengan allí un transformador. Cuando menos, es compartida la
responsabilidad de la seguridad de ese transformador, y si ese
transformador puede sufrir cualquier tipo de percance que afecte al
conjunto de las líneas entiendo que la responsabilidad es de quien da
cobijo al mismo, que es la Compañía Telefónica. Por tanto, considero y no
lo considero yo sólo sino también el conjunto de los grupos políticos
municipales que existen en Cádiz, excepto el Grupo Socialista, que existe
una responsabilidad por parte de Telefónica.

Como usted ha manifestado, sé que hubo pérdidas para la Compañía
Telefónica que se cuantifican, según las noticias publicadas en la prensa
--me imagino que con fundamento en las noticias procedentes de la
dirección provincial-- en 206 millones de pesetas. De acuerdo, hubo
pérdidas, pero la pérdida que sufre el conjunto de la población es
extraordinariamente importante.

Sin embargo, más allá de las pérdidas materiales, yo creo que queda
dañada la posición de la empresa como tal, sobre todo porque, en un
principio, no reconoce la existencia de deficiencias, ya sean
estrictamente achacables a ella misma, ya sean como consecuencia del
concierto que tiene con el Ayuntamiento de Cádiz que le obliga a tener en
sus instalaciones ese transformador. En cualquier caso, hay deficiencias
no reconocidas por parte de Telefónica y eso es lo que a nosotros nos
parece más grave, aparte de que por un rayo se queden sin servicio
muchísimos ciudadanos representa una mala imagen de la competitividad de
Telefónica. Aparte de eso, me preocupa, sobre todo, el no reconocimiento.

En ese sentido, a pesar de que agradezco sus explicaciones, sigo
considerando que hay importantes responsabilidades en la dirección
provincial de Cádiz y pienso que sería bueno para la empresa que esas
responsabilidades quedaran sustanciadas por parte de la dirección, que es
usted y le llamo como Presidente de Telefónica, no como persona
particular, evidentemente, para que usted sepa que mi grupo considera que
esas responsabilidades deberían ser sustanciadas.




El señor PRESIDENTE: Señor Presidente de Telefónica.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Siento
disentir en cuanto a las responsabilidades, porque la responsabilidad de
la Compañía Telefónica es, única y exclusivamente, cumplir los
reglamentos técnicos y éstos están cumplidos. Yo no he dicho que la
central es del Ayuntamiento, he dicho que es de una compañía municipal
que existe en Cádiz que suministra electricidad y servicios varios a la
ciudad y que el transformador es de su propiedad; es decir, que ni el
rayo era nuestro, ni la central, tampoco. (Risas.)
¿En qué podría consistir nuestra responsabilidad frente a un fenómeno
atmosférico, que no se domina, o a una instalación que es de la compañía
de electricidad? Vamos a ver si hemos cumplido los reglamentos. Viene la
institución administrativa que corresponde, hace un informe y, entre
otras cosas, señala, señoría, lo que usted ha dicho antes: que no había
toma de tierra. Nosotros decimos: no, que no había; no la vio, que es
distinto. Entonces los técnicos nuestros han dicho: la toma de tierra
está aquí y cuatro no una. Entonces. Toman nota y se ve que los
reglamentos se



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cumplen. No tenemos ninguna responsabilidad y prueba de ello es que no ha
habido ninguna reclamación.

Sí agradezco, de verdad, su intención, al desear que la Compañía
Telefónica sea una compañía competitiva. El que ocurran incidentes de
esta naturaleza no nos favorece, y a nosotros mucho menos, porque la
falta de facturación durante tres días nos costó doscientos y pico de
millones, que es lo que más lamento. Pero, entiéndame, vuelvo a decirle
que no nos sentimos responsables en cuanto que hemos cumplido los
reglamentos técnicos que están, en este momento, en la legislación
vigente.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que desean formular preguntas
sobre esta comparecencia? (Pausa.)
Por el Grupo Popular, el señor Camisón tiene la palabra.




El señor CAMISON ASENSIO: Para plantear un matiz muy puntual y con la
mayor brevedad.

Esta comparecencia pedida por el Grupo de Izquierda Unida y contestada
por el señor Presidente de la Compañía Telefónica se refiere a un hecho
muy concreto que es el caso del rayo que hemos oído, ocurrido en abril de
1993. Se da la circunstancia, además, de que anteriormente a esa fecha se
produjeron otros accidentes de tipo similar, varios incendios en
instalaciones telefónicas en la misma provincia, estoy seguro de que le
suena al señor Presidente, y los conoce puesto que fueron muy comentados
en toda la prensa gaditana, su provincia, y motivaron dos iniciativas del
Grupo Parlamentario Popular.

Mi pregunta concreta es ¿por qué este tipo de incendios más o menos
intencionados ocurren siempre y, sobre todo, en la provincia de Cádiz?



El señor PRESIDENTE: Señor Velázquez-Gaztelu.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA: Velázquez-Gaztelu Ruiz): Yo también me
hago esa misma pregunta, señoría.

A los diez días de tomar posesión del cargo de Presidente de la Compañía
Telefónica se incendió la central que está en Jerez, frente a la casa
donde yo nací, para más datos, y fue mi primer viaje; es decir, el primer
problema que me encontré fue ir a la ciudad de Jerez porque se acababa de
incendiar una central que era del año 1927, aproximadamente, me refiero
al edificio, no a la central. Nunca me quedé conforme con la idea de que
había sido fortuito, como tampoco estoy conforme y por eso le pido
encarecidamente a las autoridades correspondientes que sigan investigando
porque no me puedo conformar. Después, hubo otro incendio en El Puerto de
Santa María, como conoce S. S. Por tanto, la investigación sobre estos
incendios está en manos de las autoridades competentes y, vuelvo a
repetir, no estoy convencido de que fueran fortuitos; el caso del rayo,
sí, pero estos dos incendios, no. Así que comparto su inquietud. Estamos
insistiendo permanentemente a las autoridades para que continúen la
investigación porque no nos damos por satisfechos, en ninguno de los dos
casos, ni en aquel que hace ya seis años se produjo en Jerez de la
Frontera ni en el otro que se produjo en El Puerto de Santa María.

No puedo decir más porque no conozco más.




--INFORMAR SOBRE LAS RAZONES Y CONDICIONES DE LA INCORPORACION DE LA
CITADA COMPAÑIA EN UNISOURCE NV, DEL CONTENIDO Y DEL ALCANCE DE LOS
ACUERDOS ESTABLECIDOS CON DICHO CONSORCIO DE OPERADORES EUROPEOS, ASI
COMO DE LAS REPERCUSIONES PARA ESPAÑA DE LOS COMPROMISOS ADQUIRIDOS CON
DICHO MOTIVO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO.

(Número de expediente 212/001221.)



El señor PRESIDENTE: A continuación, pasamos al punto cuarto del orden
del día. El Grupo Parlamentario Popular, pide la comparecencia del
Presidente de Telefónica para informar sobre las razones y condiciones de
la incorporación de la citada compañía en Unisource NV, del contenido y
del alcance de los acuerdos establecidos en dicho consorcio de operadores
europeos, así como de las repercusiones para España de los compromisos
adquiridos con dicho motivo.

Tiene la palabra el señor Camisón, en nombre del Grupo Popular.




El señor CAMISON ASENSIO: El señor Presidente de Telefónica conoce que
las operadoras mundiales y, por supuesto, las europeas, están o han
estado procurando asociaciones para dar servicios. Una de estas
asociaciones, muy conocida, fue el proyecto Atlas, en la que
intervinieron France Telecom y la alemana Deustche Bundespot-Telekom que
luego llegaron a un acuerdo con Sprint, la operadora americana, para dar
también servicios en los Estados Unidos.

Otro, siguiente, fue el célebre proyecto Concert, en el cual British
Telecom se asoció con la operadora americana MCI y se dijo entonces,
también, con Telecom Italia y Telecom Portugal. Se especuló que
Telefónica estaba en este proyecto, sobre todo porque British Telecom
tenía mucho interés en llegar a las conexiones iberoamericanas a través
de los intereses que Telefónica española tenía en aquel continente.

Parece ser que aquello no cuajó porque nuestra operadora estaba
intentando un proyecto a una solución más compensada.

Luego, surgió el tercer proyecto que es el consorcio ya puesto en marcha
de Unisource, integrado por Suiza, Suecia, Holanda y la integración de
Telefónica en este consorcio.

Preguntamos si eso ya está consumado, si ya es un hecho y no tiene vuelta
atrás, porque nos preocupa, habida cuenta de que parece ser que el socio
americano de Unisource va a ser o es ya ATT, si se iba buscando una
solución más consorciada estando ATT, ese protagonismo nos tememos que se
lo va a llevar la potencia tremenda en el mundo de esta operadora
americana. Esa es una cuestión.




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Otra cuestión es que nos gustaría que el señor Presidente de Telefónica
eliminara nuestros temores de si en estas negociaciones se han tenido en
cuenta o no los intereses reales de la industria española, ya que se van
a tomar decisiones que afectan mucho a todas las telecomunicaciones
españolas y justamente por el hecho de la presencia holandesa se van a
tomar desde Holanda.

Nos gustaría saber la opinión del Presidente por el hecho de que esta
alianza, que puede ser estratégica como otra cualquiera, se vio o se está
viendo dificultada por la Unión Europea, ya que no deja de ser una
asociación híbrida desde el momento que en su origen había ya un país que
no era comunitario, como era el caso de Suiza.

Después, repito, vino la unión de Unisource con ATT, crearon Uniworld y
ya están actuando a nivel europeo. Al empezar a movernos en estas
condiciones, con el mercado europeo dividido en estas tres grandes
asociaciones y habida cuenta de la introducción de ATT en Unisource, nos
gustaría conocer realmente cuál va a ser la relación de fuerzas
resultante y cuál va a ser el vector que corresponde a nuestra operadora
española, ya que entendemos que todo esto se ha llevado con bastante
oscurantismo, y aunque quizá sea necesario por motivos de estrategia
empresarial, realmente, cuando hay oscurantismo hay opiniones para todos
los gustos. Teniendo en cuenta que existían varias soluciones entendemos
que hubiera sido bueno acertar y asociarse con aquellas que nos pueden
dar prestigio y no con aquellas que pueden aportar menos tecnología o
menos mercados.

Hay también otro aspecto interesante, señor Presidente, y es que una
decisión de este tipo aporta riesgos, puesto que incluso el modelo
empresarial de Telefónica se va a ver afectado por una decisión de tamaña
importancia, y nosotros somos partidarios del célebre dicho de que lo que
es malo para Telefónica no puede ser bueno para España. Nuestra
preocupación es si realmente esta asociación está ya hecha o no, y si se
ha hecho o se va a hacer una justa valoración de los activos que aporte
finalmente nuestra operadora, en estos negocios que lleva adelante
Unisource, para que no se produzcan decisiones equivocadas, como ha
ocurrido --y no lo vamos a repetir-- en alguna experiencia americana a la
hora de fijar precios pagados desproporcionados que ya hemos tratado en
esta Comisión.

Finalmente, queremos marcar el énfasis --como decía al principio-- de que
en todo esto tendrá que haber no sé si cierta subordinación pero al menos
no olvidarse de los intereses de la industria nacional en estas
decisiones, que si se toman en Holanda van a tener riesgo, entendemos
nosotros.

Resumiendo, nuestras preguntas concretas son las siguientes: ¿No había
otras alternativas posibles o trabajadas a Unisource? ¿Se hizo todo lo
posible hasta agotar la negociación con los otros dos consorcios citados,
potencialmente más atractivos e interesantes para Telefónica? ¿Por qué se
eligió el consorcio de operadoras más pequeño y «a priori» más débil?
No debemos olvidar que Telefónica tiene que hacer valer sus activos y su
potencial actual, porque hay que resaltar que ahora es posible que se
transfieran a Unisource servicios de transmisión de datos, y los USAT que
hasta ahora estaban reservados a los tres operadores públicos:
Telefónica, en mayor proporción, pero también Retevisión y Telégrafos.

Por tanto, estamos en la siguiente contradicción, que esta reserva del
Estado de servicios claves, para después entregárselos, en una gran
proporción a un consorcio de mayoría extranjera, puede crear una
situación de cierta inquietud, ya que no se puede ignorar que también en
el mercado español operan otras compañías, como puede ser Megared,
integrada por la British Telecom y la banca privada, con el 50 por ciento
de participación española, o como IGR que es capital 100 por cien
español.

Si esto se ha solucionado, nos gustaría conocer la información que nos
pueda dar al respecto el señor Presidente de Telefónica, dentro de la
estrategia empresarial que sea posible, dado que es un tema que preocupa
a amplios sectores de la economía española.




El señor PRESIDENTE: Para contestar a las preguntas, tiene la palabra el
señor Presidente de Telefónica.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Señoría, no
se debe aplicar la calificación de oscurantismo al hecho de que no hemos
ido dando la información que todo el mundo desearía tener; deseamos que
esa información la tenga en su tiempo, pero no antes de tiempo, porque en
este tipo de acuerdos, de alianzas, hay una parte de acuerdos de
confidencialidad que hay que respetar. Por tanto, diría que se ha hecho
con prudencia pero no con oscurantismo, puesto que ahora voy a dar
cuenta, con toda transparencia, en esta Cámara, de lo que ya ha sucedido.

Señorías, primero hay que aceptar que este proceso de alianzas es
consecuencia de un cambio radical del entorno, que se ha producido en el
sector de las telecomunicaciones. Es decir, los factores que desencadenan
este cambio radical del sector de las telecomunicaciones son la causa de
que se produzca este tipo de procesos de alianzas internacionales. ¿Y
cuáles son estos factores? Son muy conocidos por SS. SS. pero me voy a
permitir repetirlos, porque es importante para poder explicar por qué
hacemos este proceso de alianzas en Unisource, que es por lo que se me
pregunta.

El primero es que la innovación rápida de la tecnología rompe muchos
esquemas que han sido tradicionales en la explotación del negocio
telefónico.

En segundo lugar, están los cambios regulatorios en cuanto han producido
un proceso de liberalización y hemos pasado de unos mercados reservados
en exclusiva, en monopolio, en cada uno de estos países a ser un mercado
muy competitivo, donde participan muchos agentes. También es verdad que
junto con esta innovación tecnológica tan rápida que se ha producido en
el mundo de las telecomunicaciones y a este marco regulatorio
absolutamente liberal que se ha impuesto y que se está imponiendo,
paralelamente la economía mundial se ha internacionalizado o se ha
globalizado, de tal manera que se han producido grandes áreas de libre
cambio, se han producido también clientes



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con implantación multinacional y con necesidades multinacionales que han
hecho que el espacio de la telecomunicación ya no pueda ser para muchos
servicios un espacio limitado por las fronteras de cada uno de estos
países. Nuestra propia pertenencia a la Unión Europea, a ese gran
espacio, hace que las empresas competidoras de nuestra compañía
tradicional, de la Compañía Telefónica de España, no son empresas que
surgen en España sino empresas que surgen en el ámbito de la Unión
Europea y que son de una dimensión mucho mayor. Esta aparición de
competencias mucho más grandes es lo que hace despertar el proceso
asociativo para competir unos consorcios con otros; es decir, la
competencia va a ser cada vez mayor pero también cada vez va a ser
realizada por agentes más grandes, agentes asociados que proceden de
antiguas empresas que han tenido una connotación muy nacional, en el caso
nuestro muy española, y que ahora, en este proceso de futuro, se tienen
que internacionalizar.

Frente a este cambio radical del entorno, Telefónica tuvo que analizarlo
con mucha atención, pero sobre todo, tuvo que distinguir y separar lo que
podía ser controlable de lo que es incontrolable. Es decir, estos
factores que han contribuido al entorno radical no han sido generados por
las empresas de telecomunicación sino porque las autoridades, este
Parlamento en el ejercicio de su soberanía, van decidiendo que el mercado
de las telecomunicaciones se va a liberalizar. Esto es un hecho y,
además, es ajeno o no controlado por una empresa como la nuestra o por
ninguna operadora del ámbito de la Unión Europea.

Pues bien ante esta nueva situación, lógicamente, ante un cambio radical,
se necesita automáticamente responder con una estrategia en este sentido
y a este cambio Telefónica, como hemos puesto de manifiesto esta mañana,
está respondiendo con una estrategia. En primer lugar, una estrategia de
mejora de la gestión y de incremento de la eficiencia; una estrategia
competitiva que tiene dos aspectos. Uno de ellos es un mandato de
crecimiento; es decir, hay que vender más de lo mismo, pero sobre todo
vender más de nuevas cosas. El crecimiento y el mandato competitivo
tienen que estar orientados a las nuevas necesidades de los clientes. El
cliente se configura como centro de toda la atención en este futuro y
también, lógicamente, con una estrategia internacional, dado que el
ámbito en el que nos vemos obligados a movernos es un ámbito mucho mayor
de lo que han sido nuestros límites de las fronteras españolas.

En este ámbito y en este cambio radical, la Compañía Telefónica ha hecho
una estrategia internacional en la que podemos distinguir dos partes. Una
de ellas ha sido una política de crecimiento, de expansión, ubicándonos
en un área donde teníamos mejor ventaja competitiva, que era el área
hispanoamericana. Por cierto, con mucho gusto le diré que la inversión en
Perú, a la que se refería antes S. S., va mejorando sustancialmente y
espero que no muy tarde le podré dar una información mucho más completa
para su tranquilidad, en el sentido de que ahí se ha realizado una buena
inversión.

En conjunto, nuestra posición actual en Argentina, en Chile, en Perú, en
Colombia, en Venezuela y en Puerto Rico nos ha dado, digamos, un tamaño
un poco mayor que el que hubiéramos tenido si solamente nos hubiéramos
quedado en España, de tal forma que en este momento ya gestionamos, de
una manera indirecta a través de estas empresas, aproximadamente 8,5
millones de líneas mientras que en España tenemos 15, y esperamos que al
final del siglo se equilibren y haya incluso más líneas fuera que dentro.

Este es un primer paso, con independencia de otros fines, que eran
ampliar el negocio, ganar más y, por supuesto, compensar la pérdida de
mercado doméstico que podamos tener con la introducción de estas nuevas
empresas competitivas; pero, sobre todo, el objeto de este crecimiento
era el conseguir alianzas internacionales en mucho mejor posición. Las
alianzas que amplían el espacio competitivo tienen muy en cuenta que las
empresas no sólo ofrezcan un mercado español con una gran experiencia,
sino también un espacio mucho mayor, como es el que Telefónica tiene en
este momento.

Dicho esto, las familias o los consorcios de operadoras que se están
conformando en Europa son exactamente las que ha mencionado S. S. Es
decir, un grupo es el que está alrededor de British Telecom, pero todos
estos consorcios, a su vez, siempre tienen una proyección de alianza con
el inmenso mercado de los Estados Unidos, cuya conexión y cuya
importancia de tráfico entre ambos escenarios es realmente importante.

Todos hacen más o menos lo mismo: tienen un consorcio en Europa y una
alianza con Estados Unidos. Nosotros no nos hemos limitado a eso, también
tenemos unas alianzas que abarcan algo más que este espacio, que es al
que pueden aspirar las compañías europeas puesto que ellas no están en
América como nosotros; además, nosotros hemos incluido también el espacio
del Oriente lejano, que ahora le explicaré.

Yo comparto la preocupación de S. S., porque la hemos tenido siempre.

¿Hemos acertado y hemos elegido la mejor de las alianzas posibles?
Afortunadamente, hemos tenido varias alternativas y hemos podido elegir.

Pues bien, señoría, eso solamente el tiempo lo dirá, porque yo no podría
afirmar rotundamente que hemos acertado. Espero y deseo que hayamos
acertado, puesto que hemos elegido de la manera más objetiva posible por
qué este consorcio nos interesaba. Por matizar algunas de sus
expresiones, quisiera aclarar una cuestión. Parece ser que los otros
consorcios son técnicamente superiores y no es verdad. La mejor operadora
del mundo, por su desarrollo, por su penetración y por su tecnología, es
la telefónica de Suecia, que es uno de los socios componentes del grupo
Unisource; pero dudar de la tecnología de ATT --que es el socio que, a su
vez, Unisource tiene para negocios que ahora concretaré-- tampoco es
lógico, porque nadie duda que es la primera compañía del mundo y con un
desarrollo tecnológico muy avanzado. Quiero decir que, al menos, nuestro
grupo es comparable a cualquier otro. Efectivamente, el otro grupo lo
forman las dos grandes empresas europeas, la telefónica de Alemania y la
telefónica de Francia, que se han unido en ese grupo que ahora se llama
Atlas y que antes se llamaba Unetcom, y que a su vez han hecho una
conexión con la tercera compañía de larga distancia de Estados Unidos,



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que es Sprint. British Telecom tiene una asociación con la número dos, y
el grupo Unisource tiene la conexión con la número uno, que es ATT.

¿En qué consiste este proceso, porque Unisource es una sociedad que se
crea, a partes iguales, entre la telefónica de Holanda, de Suiza, de
Suecia y de España? Dado que hemos sido prudentes en la información que
hemos dado, quiero decirle que el grupo Unisource se empezó a negociar en
el año 1992, es decir, que tampoco ha sido fácil llegar a acuerdos porque
todas las operadoras nos enfrentamos a un mundo nuevo, a un mundo
diferente, que se sale de nuestras fronteras.

Perdóneme, pero le voy a confesar una cosa. Yo a veces añoro el que nos
hubiéramos quedado dentro de las fronteras de España. Hubiera sido mucho
más cómodo, porque todo esto lo que le supone a una compañía es un
esfuerzo de trabajo muy grande para no quedarse entre las cuatro paredes
de España. Necesariamente, hemos tenido que salir fuera en este proceso,
y yo espero que haya sido una buena decisión.

Pues bien, estamos con el grupo Unisource, frente a otras posibles
alternativas que hemos tenido. ¿Cómo se ha desencadenado este proceso?
Iniciamos la negociación en el año 1992; en el año 1993 se firmó una
carta de intención expresando el deseo de convertirse en accionista de
Unisource; el 1 de julio de 1994 se firmó un documento en el que se
ratificaba este acuerdo de intenciones de formar parte del grupo
Unisource; el 27 de octubre del año pasado ya hicimos el acuerdo de
alianza; previamente habíamos realizado el proceso de valoración, del que
también hablaremos ahora. Entre tanto, como surge la necesidad de tener
el socio adecuado en Estados Unidos, se llega a un acuerdo de intenciones
--que creo que se firmó el 12 de diciembre-- para que el grupo Unisource
constituyera una empresa filial, Uniworld, que es la compañía a la que se
va a incorporar ATT, que es un negocio dedicado exclusivamente a las
comunicaciones de empresa, a la transmisión de datos, que es uno de los
negocios que Unisource tiene. En esta compañía, que va a desarrollar la
transmisión de datos en Europa, Unisource tendrá un 60 por ciento y ATT
un 40 por ciento de participación. Por supuesto, cada uno de nosotros
aporta su negocio local, pero automáticamente estamos tomando posiciones
en todos los países de la Unión Europea, y una de las cosas que aporta
ATT es su negocio en el Reino Unido. Este es el proceso normal. Es decir,
necesitamos un consorcio importante para poder competir en Europa con el
resto de los consorcios que antes hemos citado, y así es como está
constituido.

Además, automáticamente Unisource adquirió el 20 por ciento de
WorldParterns, que es una compañía a la que antes pertenecía sólo la
operadora de Australia, la KDD, y la Singapur Telecom, y ahora también se
ha incorporado la NTT japonesa, que, como saben todos ustedes, es la
compañía operadora local más grande del mundo por el número de líneas.

Digamos que tenemos la familia WorldParterns, la familia Unisource y,
además, tenemos el 60 por ciento del negocio de Uniworld.

Este es el proceso público, no he tenido que desvelar nada que sea
confidencial. En este momento, con independencia de llevar este negocio
de transmisión de datos, estamos trabajando con Unisource, con nuestros
colegas y con nuestro socio, en el desarrollo de otros servicios de
futuro. Me gustaría tranquilizar a SS. SS. en el sentido de que el hecho
de que nosotros estemos perteneciendo a una familia europea, entre otras
cosas porque pertenecemos a la Unión Europea y parece lo lógico, y el
hecho de que en este momento la cabecera de Unisource esté en Holanda, no
significa que las decisiones las tomen los holandeses. Las tomamos todos
en común, porque tenemos igualdad de participaciones, pero también
nosotros tenemos un vicepresidente en la compañía, que es español, y
ahora estamos mandando 47 personas a la compañía Unisource en Europa,
porque vamos a tener muchas sedes y seguro que en cualquier momento uno
de estos negocios tendrá su sede en España. Haremos un reparto equitativo
entre todas las actividades que vamos a llevar a cabo en el futuro.

Yo creo que no debería de haber ninguna preocupación en el sentido
industrial. Digo esto porque nosotros siempre llevamos por delante la
defensa de la industria española. De hecho, una de las ventajas
indirectas que antes citaba en nuestra implantación en operadoras de
América ha sido el desarrollo de las exportaciones, cosa que, por otro
lado, también nos ha beneficiado, porque al vender más la industria
española también está consiguiendo mejores precios, que es de lo que se
trataba, por decirlo todo. Lo digo sin ningún desdoro. Nosotros no somos
el Ministerio de Comercio, sino una empresa que ha ido allí a ganar
dinero y, como consecuencia de ello, está tirando de productos españoles.

Eso lo seguiremos haciendo siempre y defenderemos los intereses de España
en cualquier lugar donde estemos.

No me preocupa que Suiza no sea un país comunitario, aunque a título
personal lo deseo, y supongo que todo el mundo también lo desea, porque
es un gran país. En este momento no pertenece a la Unión Europea, pero
está tan integrado en el proceso de telecomunicaciones de la Unión
Europea que puede ser un socio perfectamente bueno en este negocio de las
telecomunicaciones, aparte de que Suiza es uno de los países de mayor
volumen de telecomunicaciones por línea, como es natural, porque es uno
de los países con más renta «per cápita». En este sentido, no tengo la
menor preocupación.

No creo que el protagonismo sea excesivo por parte de nadie. Lo que hay
que tener siempre muy claro es nuestro tamaño. A mí me gustaría ser igual
de grande que la Telefónica de Alemania, pero no lo somos, porque nuestro
país es más pequeño. Nosotros tenemos que tener una pretensión
proporcionada a nuestro tamaño. En ese sentido, yo creo que nos hemos
ubicado proporcionalmente bastante bien. ¿Que había otras asociaciones
más atractivas? Todas tenían sus ventajas y sus inconvenientes, pero a
veces uno tiene que ser realista y analizar con frialdad el proceso. Yo
creo que en la familia en la que hemos entrado es realmente importante.

El proceso de integración de Unisource está previsto que se acabe en el
mes de abril. Por supuesto hay que acabarlo antes de la integración en
Uniworld de la compañía ATT, y lo que Telefónica hace es transferir su
negocio de



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datos a una empresa que se llama Uniworld España, ubicada en España, con
directores españoles, y con todos los que trabajan en esa compañía, y eso
es lo que realmente aporta. La valoración se hará de verdad defendiendo
los intereses de nuestra compañía al máximo.

Yo creo que es ventajoso el que hayamos llegado a esta situación, porque
de esta manera podemos acceder a mercados que han sido liberalizados
igual que el nuestro; podemos conseguir economías de escala; podemos
hacer inversiones y desarrollo de productos conjuntos. Yo creo que
Unisource es el consorcio que mejor complementa la experiencia y la
especialización de Telefónica. ¡Ojalá hayamos acertado! Eso el tiempo nos
lo dirá.

Creemos también que la asociación con esta compañía norteamericana es
buena, que va a ser una empresa rentable y, sobre todo, va a ser una
empresa que va a competir sin igualdad de condiciones con cualquiera otra
de los consorcios que S. S. citaba al principio.




El señor PRESIDENTE: Para preguntas adicionales, tiene la palabra el
señor Camisón.




El señor CAMISON ASENSIO: Solamente para valorar positivamente la
información que nos termina de suministrar el señor Presidente de
Telefónica.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos Parlamentarios que desean formular preguntas
con respecto a esta comparecencia? (Pausa.)
Por parte del Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Martinón.




El señor MARTINON CEJAS: Queremos felicitar a Telefónica por su
incorporación a este consorcio. Creo que éste es el camino ante mercados
más amplios. Parece indiscutible la necesidad de empresas más fuertes
capaces de afrontar ese más amplio mercado de una forma eficaz y
--lamento tener que repetir la palabrita-- competitiva, porque da la
impresión de que ya nos estamos pasando con tanta competitividad.

Aquí se ha hablado de oscurantismo, y yo coincido con el Presidente de
Telefónica. La confidencialidad y la prudencia no deben confundirse con
oscurantismo. Parece evidente que este tipo de empresas debe moverse en
sus negociaciones con otras empresas en un marco de prudencia y de
confidencialidad.

Se ha empleado una expresión que a mí al menos me ha resultado muy grata:
lo que es malo para Telefónica no es bueno para España. Quiero suscribir
esa afirmación. Esa debe ser una posición que deberíamos mantener todos
los grupos parlamentarios, no sólo en este asunto sino también en otros
que tienen que ver con las telecomunicaciones. Cuando estamos hablando de
los operadores en telefonía móvil pensemos que también el que Telefónica
tenga concedida una licencia en GSM es bueno para Telefónica. Dándole la
vuelta a la frase anterior, debe ser también bueno para España o, si se
convierte en un operador de telecomunicaciones por cable en todas las
demarcaciones que pueda haber en el país, eso que es bueno para
Telefónica sin duda también lo será para España.

Desde luego, me felicito de la noticia a medias que acaba de dar el
Presidente de Telefónica, relativa a que el negocio en Perú va bien y que
aquellas afirmaciones agoreras, que algunos en su día hicieron, puedan
ser pronto radicalmente desmentidas. Si nadie solicita la comparecencia
del Presidente de Telefónica para hablar de Perú, quizá sea el propio
Grupo Socialista el que acabe pidiéndolo para demostrar, con el paso del
tiempo como parece inevitable en este tipo de cosas, que aquélla fue una
decisión acertada de los directivos de Telefónica.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra el señor Presidente
de Telefónica para matizar las observaciones del señor Martinón.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Es inevitable
la utilización del término competitividad, porque si el ámbito en el que
nos vamos a mover es de competencia, creado por un proceso de
liberalización de nuestro sector, lógicamente la competencia es el factor
esencial para la supervivencia de una compañía.

Es verdad que nosotros hemos tratado de encontrar, como decía antes, la
mejor de las alternativas, pero también diré que nos vamos a estar bajo
un proceso de autocrítica permanente, porque lo peor que le puede pasar a
una compañía es la excesiva complacencia, porque si se complace uno en
exceso se puede morir de éxito, que es gravísimo. Por tanto, estaremos
continuamente autocriticándonos para que no nos vaya a pasar como en el
mito de Icaro: que quiso volar tan alto que se le fundieron las alas de
cera y se cayó al Mar Egeo. Nosotros trataremos de no caernos al Mar
Egeo, de cuidar mucho la excesiva complacencia haciéndonos autocríticas,
y de no creer que ya está todo hecho, porque en este proceso de alianzas
habrá todavía más movimientos en el futuro que habrá que observar con
mucho detenimiento, sobre todo, para poder, si es necesario, reconducir
el rumbo hacia donde creamos en cualquier momento que pueda ser
conveniente para nuestra compañía.




--INFORMAR SOBRE LAS RAZONES QUE HAN CONDUCIDO A ESTABLECER UN ACUERDO
CON LA EMPRESA PUBLICA INDRA SISTEMAS PARA ASUMIR EL CONTROL DE UNA DE
SUS EMPRESAS SUMINISTRADORAS (AMPER). A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
POPULAR EN EL CONGRESO. (Número de expediente 212/001254.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al último punto del orden del día motivo de
la comparecencia del Presidente de Telefónica, a petición del Grupo
Parlamentario Popular, para informar sobre las razones que han conducido
a establecer un acuerdo con la empresa pública Indra Sistemas



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para asumir el control de una de sus empresas suministradoras (Amper).

Tiene la palabra, para formular sus preguntas, el señor Camisón.




El señor CAMISON ASENSIO: Señor Velázquez, según nuestras noticias Amper
está participada por Indra, una empresa pública del INI, por Telefónica;
y el resto son accionistas extranjeros o privados. Ahora estamos ante un
fenómeno de concentración de activos, de forma que va a haber o ha habido
transferencias de activos de ambas a un nuevo grupo para mantener un
equilibrio de gestión entre todas las partes.

En definitiva, en esta comparecencia nos interesa analizar la asunción
del control --compartida, por supuesto, con Indra-- de Telefónica sobre
una de sus empresas suministradoras, Amper.

Para analizar este control es necesario revisar la historia última,
porque es fundamental, así como las perspectivas de futuro de una serie
de cuestiones que voy a ir recordando, para las cuales le pido su
criterio o alguna noticia que nos pudiera dar, porque efectivamente
nuestra estrategia parlamentaria se va a completar con pedir la
comparecencia del Presidente de la empresa pública Indra, de forma que
tengamos el abanico completo y podamos contrastar toda la información.

Efectivamente, la empresa Amper, participada de Telefónica y de Indra,
desde el año 1983 hasta 1990 coincidió con una época de salida en Bolsa
de sus acciones y con una emisión de 7.000 obligaciones. Estaba inmersa
en esos momentos en un aparente estado de estabilidad y, por supuesto, de
crecimiento. Pero fue entonces cuando su presidente, don Antonio López,
llegó a conformar la acción de favorecer a otro compañero, en este caso a
don Julián Sancristóbal, cuando se cerró la operación de «quitarle»
--entre comillas-- 659 trabajadores de la división de defensa de Marconi,
que fueron trasladados a Amper.

No olvidemos, señor Presidente, que al señor Sancristóbal se le adjudicó
la empresa Marconi por el precio simbólico de una peseta, concediéndole
además el Estado cuantiosas subvenciones, obteniendo como colofón de esta
curiosa operación una alta rentabilidad de la posterior venta --venta
importante-- de terrenos en la carretera de Andalucía.

Todos estos detalles fueron expuestos el 2 de febrero último, con base
documental, por el Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid y
yo hoy voy exclusivamente a intentar resumir un poco los aspectos
fundamentales.

Tampoco hay que olvidar que cuando a Amper se trasladan esos más de 600
trabajadores provenientes de la división de defensa de Marconi, en 1988,
dicha división tenía unas pérdidas anuales de unos 2.000 millones de
pesetas, que en toda esta actividad colaboró activamente el INEM en un
intento de solucionar el problema que había, y que en 1990 el todavía
presidente de Amper, don Antonio López, diseñó una operación de
ingeniería jurídica que luego se ha visto que era para detraer (no sé si
calificarlo así) o destruir puestos de trabajo en Amper. La operación se
diseñó creando una nueva empresa, que conoce usted, que es la denominada
Amper Telemática, que en principio se creó con la denominación de
Holantel, de la que casualmente el primer presidente fue el ex ministro
de Industria con Joan Majó, que también le sonará.

Respecto a esta operación de trasladar a la nueva Amper Telemática
aproximadamente 1.200 trabajadores de Amper, hay otros indicios de que se
trataba de una operación cuya única finalidad era el despido posterior de
trabajadores. Esto, desgraciadamente --no sé si desgraciadamente, pero
ése es el hecho y en muchos sectores así se afirma--, se ha ido
confirmando.

Al mismo tiempo, el presidente de Amper, don Antonio López, recientemente
destituido de su responsabilidad, crea la empresa Samp --Sociedad Anónima
de Mediación y Promoción--, a la que se trasladan todas o la gran mayoría
de las propiedades de Amper. Asimismo, Amper Telemática adquiere el cien
por cien de la empresa comercial de servicios electrónicos, Amper-Cosesa,
que tenía una deuda en aquellos momentos de otros 2.000 millones de
pesetas.

Resumiendo, en primer lugar, Amper Telemática asumía los 1.200
trabajadores de Amper, más los trabajadores de Amper-Cosesa, más las
deudas de esta última y, en segundo lugar, Samp asumía todos los activos
de Amper. Por todo lo señalado, estaba claro que era una situación
económica destinada al fracaso, por lo que no es de extrañar que en el
año 1993 tanto Amper Telemática, filial al cien por cien de Amper y
participada por Telefónica, como Amper-Cosesa, filial al cien por cien de
Amper Telemática, suspendieran pagos dejando en la calle a casi 1.000
trabajadores.

Este es el resultado. Hay una destrucción de estos puestos de trabajo y
quisiéramos preguntarle al señor Presidente de Telefónica qué ha pintado
Telefónica en esta triste operación.

También se perfila --así se ha expuesto en varios foros-- un trato de
favor que otra empresa pública, Tres Cantos, otorga a Amper; comenzando
operaciones en el año 1986 cuando se aprueba el planeamiento general de
Tres Cantos, antes Colmenar Viejo, respecto a la recalificación de la
célebre parcela de 7,31 hectáreas, con objeto de posibilitar la
instalación de una industria electrónica en el área norte de aquella
ciudad. Supuestamente, se iba a construir la fábrica de Amper Telemática.

Digo supuestamente porque, hoy por hoy, la fábrica no se ha construido
aún y lo único que puede observarse en la parcela, que hemos visitado
hace poco, es un terreno con un cartel anunciando su venta.

Hubo también una serie de subvenciones del Ministerio de Industria y de
alguna otra institución, por importe de 322 millones y en la memoria de
Amper figuran esos 322 millones como recibidos en las memorias de los
años 1990 a 1994. Asimismo, la empresa pública Tres Cantos vendió a
Amper, por contrato privado, en 1989, el terreno de Tres Cantos por 331
millones, que dieron lugar a una promoción que fue valorada al poco
tiempo desde 331 millones a 2.086 millones, según valoración formal que
se hizo de la empresa.




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Por otro lado, posteriormente Amper había hecho, como consecuencia de la
operación, una hipoteca a favor de la Mercantil Telefónica y Finanzas,
por importe de 1.314 millones. Hay que recordar aquí, señor Presidente,
que esta empresa, Telefonía y Finanzas, pertenece al Grupo de Telefónica.

No solamente se hipotecó el terreno de Tres Cantos sino creo que alguno
más. Por tanto, había ese presunto trato de favor puesto que se habían
valorado estos terrenos por un precio mayor y se había multiplicado
artificialmente el valor.

Otro aspecto curioso de este entramado es que Samp se había apoyado en
una empresa también fantasmal que estaba emplazada en la isla de Jersey y
al venir aquí cambió de nombre por la de Paneuropean-España 1.

Posteriormente se le dieron otros números 2 y 3.

Entonces ocurre que todos los consejeros de esta empresa cesan y entra
como socio justamente el presidente de Amper, don Antonio López. Lo
curioso es que todos los bienes inmuebles del grupo Amper están
vinculados a esa empresa radicada fiscalmente en la isla de Jersey y así
se trasladan los terrenos y edificios de Getafe, que se valoran en casi
4.000 millones; los terrenos de San Fernando, en 500 millones, y los
polémicos terrenos de Tres Cantos, que se valoran en 2.086 millones
aquellos que habían costado solamente 331. Luego, viene la suspensión de
pagos de Amper Telemática y de Amper-Cosesa y el despido mayoritario de
los trabajadores a lo que antes me referí.

Otro aspecto chocante de este asunto es que una empresa denominada
Iniciativas Tres Cantos, relacionada con la anterior, posteriormente se
transformó, también dentro de Samp, para la construcción de una serie de
irrigaciones, en colaboración con don Carlos Soto Pulido, en nombre de
IGS. Posteriormente traslada su domicilio a la calle Orense, número 16,
que es justamente el domicilio de IGS, luego muy conocido por los
afectados de la PSV.

Resumiendo, en todo este largo proceso que afecta tan de lleno a Amper,
quisiéramos saber si Telefónica ha conocido estos hechos, cómo ha
respondido, si tiene noticia de quién va a responder de esa pérdida de
casi 1.000 millones de pesetas y de esos más de 1.000 puestos de trabajo,
también su opinión sobre las responsabilidades que pudiera haber en todo
este proceso. Porque, al final de todo, lo que está ocurriendo es que hay
ahí una serie de supuestas irregularidades, algunas de las cuales he
contado. Lo que más nos extraña es que la investigación se centre en la
afloración de unas plusvalías inmobiliarias, cuando Amper se ha
organizado como holding, y que en estas plusvalías se incluya esa
valoración a que me he referido de esos terrenos de 2.086 millones de
pesetas para una factoría que no existe. Ese es el tema fundamental que
nosotros quisiéramos aclarar, por lo menos que Telefónica o su presidente
nos dijera qué noticia o qué intervención ha tenido en la operación de
esta fábrica, que es totalmente fantasma.

Resumo, señor Presidente, todos los datos que nos interesan de toda esta
larga historia. En cuanto a la fábrica de Getafe, a la que me referí al
principio, el 21 de junio del año 1993, Telefonía y Datos, filial de
Amper, compra por 150 millones de pesetas el terreno y la edificación,
que luego será la fábrica de Amper en Getafe. El 20 de enero de 1988,
Telefonía y Datos se la vende a Amper en 411 millones de pesetas,
operación que no se inscribe, y quisiéramos saber por qué, hasta el 7 de
enero de 1993. Se declara ahora nueva por un valor de 397 millones de
pesetas y el 28 de diciembre de 1990 Amper lo aporta como terrenos y
edificios a la sociedad Samp, por un valor de 3.974 millones de pesetas,
justificando este espectacular aumento con una valoración que salta de
808 millones de pesetas hasta 3.994 millones de pesetas. Eso respecto a
la fábrica de Getafe.

Respecto a la fábrica de Tres Cantos, el 17 de mayo de 1990 Amper compra
la parcela por 331 millones de pesetas y el 11 de diciembre de 1990 amper
la aporta a Samp por un valor de 2.086 millones, de acuerdo con esa
valoración citada, con otra vez el espectacular aumento desde 331
millones de pesetas hasta 2.086; tan sólo en un período de seis meses
multiplica su valor por siete, en una fábrica que además no existe, que
es totalmente fantasma.

En esta operación hay unos préstamos de Telefónica y es que el 29 de
diciembre de 1992 Telefónica concede a Samp un préstamo de 3.000 millones
de pesetas, tomando como garantía los inmuebles antes mencionados y que
han sufrido las transformaciones que he referido.

De acuerdo con las últimas cuentas publicadas por Samp, las deudas
vencidas no han sido pagadas a Telefónica todavía. Por ser Telefónica
accionista de Amper, que a su vez lo es de Samp y participa en sus
órganos de administración, ¿cómo es posible haber prestado 3.000 millones
a una sociedad como Samp con sólo la garantía de unos inmuebles que
previamente han sido revaluados con unas sobrevaloraciones que en algún
caso han llegado a siete veces su valor en un corto período de tiempo,
tan sólo de seis meses?
Y ya termino, señor Presidente. ¿Qué medidas está tomando Telefónica para
asegurarse el cobro de estas importantísimas cantidades si en las últimas
cuentas publicadas por Samp declara no haber reintegrado a Telefónica
nada, ni siquiera los intereses, cuando además se conoce que dicha
sociedad Samp ha aportado parte de sus inmuebles a otra sociedad ITF en
asociación con IGS y cuya gestión comparte con don Carlos Soto y don
Paulino Barrabés?
En definitiva, queremos que esto se aclare por aquello de que lo que es
bueno para Telefónica es bueno para España. A ver si es posible hoy y
luego lo complementaremos con otra comparecencia.

Eso es todo de momento, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Presidente de Telefónica.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Lo primero
que voy a hacer es devolver el piropo al señor Camisón porque su
dialéctica es espléndida. Pero tengo que decir una cosa: quiero afirmar
mi agradecimiento para la información que me está dando y que yo
desconocía; segundo, tengo que agradecerle que haya otras comparecencias
que tengan algo que ver con esos problemas que usted muy bien ha
expuesto. Voy a decirle que voy a poner un muro entre lo que es
Telefónica de



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España y toda esta serie de problemas y Telefónica de España no va a
abrir más que dos ventanitas. La primera es para decirle que tenemos una
participación minoritaria en esa ilustre empresa. Segundo, que acabamos
de vender también una parte de ese 15 por ciento que teníamos para
ponernos sólo en un 12 y que estamos deseando vender el 11 --ahora
explico por qué--. Y tercero, que le hemos hecho un préstamo con
garantía, porque indudablemente a este suministrador --eso sí se lo puedo
garantizar-- le hemos venido ayudando históricamente adquiriendo muchos
de sus productos fabricados y le seguimos ayudando, si se entiende por
ayuda, porque lo tiene que hacer de manera competitiva, adquirir
productos que fabrica desde nuestras compañías filiales en
Hispanoamérica.

Telfisa, nuestra filial, prestó dinero a esta compañía con un aval de un
terreno cuyo valor real es muy superior a la cantidad que le prestamos,
cosa que me parece de una prudencia absoluta cuando se hace un préstamo
de ese tipo. Yo no entiendo que eso pueda estar mal. Segundo, nosotros
somos accionistas porque históricamente en el año 1983, según tengo
entendido, Amper estaba en unas condiciones muy malas, estaba a punto de
desaparecer. En aquel momento --y hay que ponerse en las circunstancias--
era una empresa pionera en microelectrónica --ahora sigue siendo una
buena industria que merece la pena gestionar bien-- y junto con una serie
de bancos llegó a tener Telefónica el cien por cien de esa compañía; el
año 1983. Luego, efectivamente, como muy bien ha explicado S. S., salió
en Bolsa y Telefónica se quedó con un 15 y en este momento está
desinvirtiendo. Pero ¿por qué está desinvirtiendo?
Yo tuve la oportunidad de comparecer aquí en el mes de mayo del año
pasado, del año 1994, para hablar de nuestra política industrial y dije
lo mismo que he afirmado ahora, que nosotros no somos partidarios de
tener una proyección vertical en el sector de las telecomunicaciones,
mucho más en un ámbito competitivo como el que estamos, pero mucho más si
se refiere a que esta política industrial está impuesta por nuestra
pertenencia a la Unión Europea desde el año 1986. Y esta normativa de la
Comunidad nos impide aumentar nuestra participación en el accionariado de
los proveedores y, sobre todo, nos recomienda incluso un proceso de
desinversión para evitar posiciones dominantes en este sector. Además,
para el año 1996, dentro de un año, entrará en vigor en España la
directiva sobre el mercado sometido a licitación pública, lo que va a
exigir no tener intereses accionariales de los suministradores. Entonces,
si por un lado estamos obligados por la normativa de la Unión Europea a
desprendernos de nuestras participaciones industriales, de nuestros
suministradores y, por otro lado, paralelamente, encontramos que
empresarialmente no nos conviene nada, estamos en ese proceso de
desinversión. Y usted conoce perfectamente, porque lo he expresado aquí,
cuáles han sido nuestra desinversiones; la última fue el año pasado, que
vendimos el 20 por ciento que teníamos todavía de Alcatel España. Y en
este momento lo único que nos queda es esta participación de Amper. Y
hemos vendido a Indra, porque está dentro de nuestra estrategia, que es
la de no participar en el accionariado de los suministradores.

Hace unos años Telefónica tomó de verdad la firme decisión de desinvertir
en grupos industriales que fuesen sus proveedores, para evitar
vinculaciones y, sobre todo, servidumbres que pudieran condicionar la
consecución de sus objetivos básicos, que es la mejora de la calidad y el
abaratamiento de los costes de servicio a sus clientes.

Esa política de desinversión en el accionariado de los suministradores ha
continuado y va a continuar hasta su práctica desaparición. Esta ha sido
la razón fundamental de Telefónica en su decisión de firmar un acuerdo
con Indra para intercambiar de alguna manera sus posiciones accionariales
y que sea la de Indra mucho mayor, algo lógico puesto que se trata de un
grupo industrial español que ofrece garantías para asegurar la viabilidad
del grupo Amper. Nosotros estamos encantados de transferirle, en su
momento, cuando sea posible, el resto de nuestras acciones porque no
tenemos ningún interés en permanecer como accionistas de Indra. Pero
también es verdad que, como empresa operadora, sí tenemos interés en
seguir siendo comprador en general de toda la industria española y en
particular de Amper y, de hecho, estamos comprando cantidades importantes
a esta industria para suministrarlas no sólo aquí sino, como he dicho
antes, en todas nuestras operadoras.

Esto es todo lo que puedo decirle. No puedo darle otras explicaciones
porque hay cuestiones que usted ha planteado y que yo desconozco en su
absoluta totalidad; además, no tengo ningún interés en saberlo porque es
una empresa en la que, vuelvo a repetir, tenemos el 11 por ciento de
participación en posición de salida.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Camisón para efectuar las
preguntas adicionales que estime convenientes.




El señor CAMISON ASENSIO: Muy rápidamente, para hacer dos o tres
matizaciones.

Se podrá discutir si la participación de Telefónica, vía Amper, es mayor
o menor, ése es siempre un tema de discusión, pero lo que está claro es
que ha habido una participación; también se podrá discutir si las
garantías que se han tomado son suficientes o no, eso el tiempo nos lo
dirá. El señor Presidente lo justifica diciendo que eran circunstancias
especiales muy distintas a las de ahora. Es posible que ésa sea la razón
por la que aquello se hizo. De todas formas, lo que está claro es que, de
toda esa apreciación, cuyo proyecto ahora es ir disminuyéndolo, y a lo
mejor es una buena medida empresarial, queda un fleco, y a ese fleco es
al que yo me he referido. Ya he dicho claramente que mi objetivo de hoy
en esta comparecencia era contrastar un poco los criterios de Telefónica
sobre ese fleco nada más, sobre todo habida cuenta que nuestra estrategia
va en la dirección de contrastarlo con otras comparecencias pendientes y
con otros estudios más profundos.

Entendemos que, quizá, se podría haber profundizado un poco más. El señor
Presidente ha preferido no hacerlo, pero ahí queda el tema y nosotros, a
la hora de efectuar ese contraste, veremos qué se aporta por otras
empresas públicas,



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qué se aporta por parte de Telefónica y qué nivel de transferencia ha
habido en un caso y en otro.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Presidente de Telefónica.




El señor PRESIDENTE DE TELEFONICA (Velázquez-Gaztelu Ruiz): Señoría, de
verdad que me hubiera gustado haber podido aclararle algunos extremos de
su exposición, pero vuelvo a repetirle que los desconozco y que no puedo
profundizar más al tratarse de una empresa industrial con una
participación pequeña, en este momento es todavía más pequeña, sobre todo
porque deseamos que sea ninguna, puesto que ésa es la estrategia de
nuestra compañía. Nosotros no tenemos ningún interés en gestionar esa
compañía ni en tener ninguna relación con ella, nada más que la de
comprador. Vuelvo a repetir que fabrica productos muy competitivos y de
una gran calidad, y yo creo que la compañía puede ser viable. ¿En qué
mejores manos podemos dejar esa compañía que en un grupo industrial como
es Indra, en el que hemos iniciado la venta de nuestra participación y
que esperamos que sea el comprador del resto? Más no puedo decirle,
porque tampoco sé más sobre este asunto.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que deseen preguntar al
compareciente sobre este tema?
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Martinón.




El señor MARTINON CEJAS: Mi intervención, más que para preguntar al señor
Presidente de Telefónica, que yo creo que ha expuesto con claridad la
posición de Telefónica y que viene a repetir algo ya dicho, cual es que
la estrategia de Telefónica, en relación con esta empresa, es la retirada
progresiva, es para manifestar mi asombro, aunque tampoco estoy seguro de
que el término exacto sea asombro, quizá sea perplejidad. Perplejidad
acerca de que en una comparecencia que se solicita para que el Presidente
de Telefónica explique las razones que han conducido al operador
principal a establecer un acuerdo con la empresa pública Indra para
asumir el control de unas empresas suministradoras, siendo este el tema
de la comparecencia, sin embargo, hemos tenido que oír una para mí casi
ininteligible sucesión de datos, fechas, pesetas, solares, empresas;
mucho más importante de lo que se ha dicho, a mi juicio, es lo que se ha
insinuado. Da la impresión, una vez más y en un nuevo escenario, de que
se insinúa que la perversa actuación de los socialistas en no sé bien qué
ha producido situaciones al menos lamentables. Y yo quiero, señor
Presidente, expresar mi disconformidad con que se aproveche una
comparecencia del señor Presidente de Telefónica, solicitada para un
asunto concreto, para exponer aquí otro tipo de asuntos, y no sólo oír lo
que se ha dicho, sino lo que se ha insinuado. Si el Grupo Popular o el
señor Camisón creen que hay irregularidades graves por parte de alguien,
no duden en denunciarlo de una forma más clara, más precisa y no sólo en
esta Comisión, sino en los juzgados. Si hay irregularidades que afectan
al interés público, deben ser denunciadas con toda contundencia por parte
de personas interesadas o de quien sea, no entro ahora en eso. Pero sí
debo manifestar mi asombro, mi perplejidad, mi no sé qué por esta
modificación del asunto de la comparecencia del señor Presidente de
Telefónica.




El señor PRESIDENTE: Esta Mesa tiene un criterio que, hasta la fecha, ha
sido homogéneo en cuanto a los planteamientos. También soy muy
respetuoso, como debo serlo como Presidente de esta Comisión, con la
estrategia que cada Diputado, en nombre de cada grupo parlamentario,
tenga a bien proceder en sus antecedentes o preludios antes de llegar a
las preguntas concretas y precisas. Qué duda cabe que cualquier Diputado,
en nombre de un grupo parlamentario, tiene perfecto derecho a plantear su
exposición, remontándose a hechos que considera adecuados y necesarios
para fundamentar su exposición. Igualmente, está en su pleno derecho
cualquier Diputado, individualmente o como grupo parlamentario, para
ejercer las correspondientes reclamaciones o intervenciones
parlamentarias, jurídicas o del tipo que crea oportuno --y ahí coincido
totalmente con el señor Martinón--, pero quiero dejar muy claro que esta
Mesa es la que, en un momento determinado, tiene la capacidad de adoptar,
con la apertura que siempre hemos demostrado en esta Comisión, Mesa y
portavoces, las pertinentes decisiones en cuanto al contexto o a la forma
de plantear las cuestiones en las comparecencias, en las proposiciones no
de ley o en cualquier tipo de iniciativa parlamentaria.

Ruego que cualquier sugerencia en ese aspecto sea transmitida por el
portavoz de cualquier grupo parlamentario que crea que no se están
llevando las cosas como sería de desear, en beneficio del funcionamiento
de la Comisión. En consecuencia, esta vía está abierta, pero creo que la
reunión de hoy se ha llevado en los términos apropiados y hemos terminado
nuestro orden del día. Simplemente, emplazo a todos los Diputados a que
sigan participando con su actividad en las próximas reuniones que tenemos
fijadas. Por cierto, tenemos un nuevo calendario que nos ha aportado el
letrado de esta Comisión, y que, con mucho gusto, se repartirá a todos
los Diputados. Damos las gracias... (El señor Camisón Asensio pide la
palabra.) Perdón, señor Camisón, ¿cuestión de orden?



El señor CAMISON ASENSIO: Llámelo de orden si prefiere, pero la
intervención del portavoz del Grupo Socialista no ha sido concretamente
por el objeto de la comparecencia, sino que ha sido directamente dirigida
a este portavoz y, por tanto, debo dejar las cosas mínimamente en su
sitio.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Camisón. Si quiere el señor
Camisón, puede aportar alguna matización alegando alusiones personales,
que así lo entiendo yo; personales porque usted ha dicho, señor Martinón,
que algún grupo político y alguna persona en concreto, y ha mencionado al
señor Camisón. Creo recordar que es así. En consecuencia, le doy un
minuto al señor Camisón para que pueda manifestarse, y con posterioridad,
tendrá la palabra



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el señor García-Arreciado, portavoz del Grupo Socialista.




El señor CAMISON ASENSIO: Señor Presidente, me sobra el minuto.

Tengo que reiterar por enésima vez en esta Comisión que la estrategia de
nuestras iniciativas parlamentarias, cualquiera que sean, las fija el
Grupo Parlamentario Popular y no van a estar forzadas por otros grupos;
la de hoy era en esta dirección, y así la he desarrollado por las razones
internas de mi Grupo. Yo me he limitado en esta comparecencia a pedir los
criterios del señor Presidente de Telefónica sobre supuestas
irregularidades de la empresa Amper, que está participada por Telefónica.

Cuando leemos despacio lo que aquí se ha escrito, lo que ha ocurrido es
que el señor Presidente de Telefónica ha preferido eludir la cuestión, lo
cual yo respeto, por lo mismo que pido que se me respete a mí la
estrategia y punto. Cuando se ha dirigido el señor portavoz del Grupo
Socialista a mi intervención calificándola de asombrosa y de otras cosas
más, ha dicho que esta cuestión donde debía plantearse era en los
juzgados; quizás ha debido ser un lapsus que ha sufrido o no conoce las
cuestiones que en estos momentos están desarrollándose en este país, pero
es que estas cuestiones están ya en el juzgado al que pertenece el señor
Moreiras, todas ellas. Luego es un tema en el que no tiene que
recomendarme, porque están en él. Quizás haya sido un lapsus que ha
tenido, pero debía quedar claro que el tema del juzgado está ya
sustanciándose en la sociedad española en estos momentos. Son temas que
aquí tienen un tratamiento reglamentario y allí judicial, pero no me
puede a mí recomendar algo de nuestra actuación judicial cuando resulta
que es un tema que la sociedad española lo está ya llevando adelante.

Eso es todo, muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor García-Arreciado, en
nombre del Grupo Socialista.




El señor GARCIA-ARRECIADO BATANERO: Sólo quiero decir que con razón
afirma el señor Camisón que la estrategia de su Grupo Parlamentario es
competencia exclusivamente de los miembros de ese Grupo Parlamentario,
verdad que es predicable no sólo del Grupo Popular, sino del Grupo
Parlamentario Socialista. En este sentido, la intervención de nuestro
portavoz no ha hecho ninguna alusión a la Mesa ni a ninguna falta de
seriedad en la Mesa en la ordenación de este debate ni en la elección del
orden del día, por lo que, lamentándolo mucho, tengo que considerar
improcedente la intervención de la presidencia, en la que hay un cierto
tono de recriminación al portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.




El señor PRESIDENTE: Ahora yo, por alusiones personales y directas, sí
que tengo que cerrar esta Comisión del día de hoy, rogando que se
interpreten adecuadamente mis palabras, que creo que no lo han sido
adecuadamente.

He dicho, e intentado transmitir a los miembros de esta Comisión, que
cualquier modificación en el funcionamiento de la Comisión, igual que se
ha comunicado hoy a la Comisión que acordamos en la última reunión de la
Mesa y de la Junta de Portavoces dar un trato específico para la reunión
de hoy y para las posibles comparecencias del Presidente de Telefónica
--eso fue negociado y acordado en la última reunión de la Mesa y Junta de
Portavoces-- si en algún momento se considera que hay que cambiar el
funcionamiento de la Comisión, será la Mesa la que tenga que tomar la
decisión. No he ido más allá de todo eso ni he querido recriminar, en
absoluto, ninguna postura del señor Martinón, del Grupo Socialista, ni de
ningún otro grupo parlamentario.

Muchas gracias a todos por su asistencia y su participación. Gracias al
señor Presidente de Telefónica por su paciencia en esta Comisión
monográfica.

Con esto levantamos la sesión.




Eran las dos de la tarde.