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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 405, de 28/12/1994
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1994 V Legislatura Núm. 405
NO PERMANENTE SOBRE LA FINANCIACION
DE LOS PARTIDOS POLITICOS
PRESIDENTE: DON LUIS MARDONES SEVILLA
Sesión núm. 17
celebrada el miércoles, 28 de diciembre de 1994



ORDEN DEL DIA:
Comparecencias:
--De don Francisco Javier Domínguez Rodrigo, acordada por la Comisión no
Permanente para el estudio de la financiación de los partidos políticos y
las transformaciones precisas para su adecuación a la necesaria
transparencia que demanda la opinión pública, puesta en cuestión por los
casos como Filesa, Naseiro, etcétera, para informar sobre temas objeto de
la misma. (Número de expediente 219/000707) (Página 12458)
--De don Juan Latorre Matute, acordada por la Comisión no Permanente para
el estudio de la financiación de los partidos políticos y las
transformaciones precisas para su adecuación a la necesaria transparencia
que demanda la opinión pública, puesta en cuestión por los casos como
Filesa, Naseiro, etcétera, para informar sobre temas objeto de la misma.

(Número de expediente 219/000708) (Página 12483)



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Se abre la sesión a las diez y cinco minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Vamos a comenzar la sesión.

Señorías, se abre la sesión.

Para el día de hoy estaban citadas tres personas. Quiero indicar a los
señores comisionados que no ha sido posible la localización por los
servicios de la Cámara de la tercera persona, don Luis Romero, según
figura tanto en la convocatoria como en las citaciones que se han hecho.

Las gestiones efectuadas por la Policía en la búsqueda de don Luis Romero
han sido totalmente infructuosas, y en las diligencias aparece como en
paradero desconocido. Por estas razones, la Cámara seguirá con sus
comparecencias y, dado que en una de las sesiones de esta Comisión se han
presentado fotocopias de documentos por algunos señores Diputados donde
aparecía la firma de don Luis Romero, nos hemos dirigido a esas entidades
comerciales, donde ignoran la existencia y el paradero del firmante de
esos impresos, don Luis Romero.




CELEBRACION DE LAS SIGUIENTES COMPARECENCIAS:



--DE DON FRANCISCO JAVIER DOMINGUEZ RODRIGO, ACORDADA POR LA COMISION NO
PERMANENTE PARA EL ESTUDIO DE LA FINANCIACION DE LOS PARTIDOS POLITICOS Y
LAS TRANSFORMACIONES PRECISAS PARA SU ADECUACION A LA NECESARIA
TRANSPARENCIA QUE DEMANDA LA OPINION PUBLICA, PUESTA EN CUESTION POR LOS
CASOS COMO FILESA, NASEIRO, ETCETERA, PARA INFORMAR SOBRE TEMAS OBJETO DE
LA MISMA. (Número de expediente 219/000707.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la comparecencia de don Francisco Javier
Domínguez Rodríguez, a quien doy los buenos días y la bienvenida a esta
Comisión, agradeciéndole su presencia.

Por el escrito de citación del señor Presidente del Congreso de los
Diputados conoce las condiciones legales de su comparecencia tanto de la
obligatoriedad ante esta Comisión de Investigación como de su derecho a
no contestar a aquellas preguntas de los señores comisionados que le
pudieran ser formuladas por estimarlas contrarias a sus derechos.

Don Francisco Javier Domínguez Rodríguez anuncia a los señores
comisionados que, a tenor de la disposición existente en la Ley que rige
estas comisiones, viene acompañado por un letrado asesor presente en la
sala para cualquier incidencia que se estimase.

La normativa de funcionamiento que señalo al señor Domínguez Rodríguez
que dispone usted, si lo desea, de un primer tiempo de intervención.




El señor DOMINGUEZ RODRIGUEZ: Si no le importa, le corrijo mi nombre.




El señor PRESIDENTE: Por favor, para constancia en el acta.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Mi nombre es Francisco Javier Domínguez
Rodrigo.




El señor PRESIDENTE: Francisco Javier Domínguez Rodrigo.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Me pueden llamar Paco o Francisco Javier,
pero mi nombre habitual es Javier.




El señor PRESIDENTE: Don Francisco Javier Domínguez Rodrigo, para que se
corrija tanto en los escritos y actas de citación como a los efectos
oportunos en el «Diario de Sesiones». Por supuesto, esta Presidencia le
pide disculpas, señor Domínguez Rodrigo, por la transcripción que se
había hecho en los escritos de citación.

Sin más, tiene usted la palabra, por si quiere hacer uso de ella en una
primera intervención. Después pasaríamos al turno de palabra de los
señores comisionados, de acuerdo con el orden habitual en el Parlamento
de menor a mayor, comenzando también la intervención por el grupo
proponente, que es el Grupo Parlamentario Socialista, y terminando con el
Grupo Parlamentario Popular.

Tiene la palabra.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Supongo que esta Comisión tiene perfecto
conocimiento de toda la documentación que yo aporté a la Sala Segunda del
Tribunal Supremo y que se me ha citado para que aclare esa documentación.




El señor PRESIDENTE: Entonces, tiene la palabra el comisionado por el
Grupo Parlamentario Socialista, don Fernando Gimeno.




El señor GIMENO MARIN: Agradecer la comparecencia al señor Domínguez
Rodrigo, en primer lugar, pero le tengo que decir que yo no conozco la
documentación del Tribunal Supremo. En cualquier caso, le formularé una
serie de preguntas, intentando que sirvan a los objetivos que tiene esta
Comisión en relación con lo que se denominó en su día el caso Naseiro.

La primera pregunta que le voy a hacer, al hilo de las afirmaciones que
ha hecho el señor Presidente, es la siguiente: ¿Conoce usted al señor
Romero, que no hemos conseguido localizar para que comparezca hoy?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No tengo ni idea. Yo soy arquitecto, ¿es
arquitecto también?



El señor GIMENO MARIN: Lo desconocemos todavía. Le iba a preguntar por su
actividad profesional, pero acaba de decir usted que es arquitecto.




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En el año 1989-1990, en la época en la que se conoció, a través de los
medios de comunicación, lo que se denominó caso Naseiro, en la que
supongo que usted también era arquitecto, ¿trabajaba para alguna
Administración?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lamento que
S. S. no tenga conocimiento de la documentación. Puesto que tuve
conocimiento del caso Naseiro básicamente por los medios de comunicación,
intenté, en primer lugar, comparecer ante el juez instructor, que era el
juez Manglano, nieto del barón de Cárcer, en Valencia, y no pudiendo
hacerlo, lo que hice fue intentar mi personación en la Sala Segunda del
Tribunal Supremo. Si usted tuviera esa documentación a la vista, no me
haría la pregunta que me hace, que los medios de comunicación se han
cansado de repetir, haciéndome funcionario del Ayuntamiento de Cullera
cuando no lo era. He traído parte de esa documentación, entre ella mi
cese en el Ayuntamiento de Cullera. Le voy a decir las fechas porque son
muy significativas. El 15 de junio de 1988, si no me equivoco, año y
medio antes de que estalle en Valencia el caso Naseiro, renuncio a mi
cargo de arquitecto municipal del Ayuntamiento de Cullera. Accedí a ese
cargo siete meses antes por la fórmula del concurso. Yo soy funcionario
en la actualidad, soy profesor titular de universidad en la Politécnica
de Valencia. Sus señorías conocen el régimen tan severo de
incompatibilidades que hay en España y, por otro lado, si la
Administración es compleja, la local, a mi juicio, es inaguantable.

Entonces he preferido ejercer mi actividad liberal --doy gracias a Dios
de poder tener un despacho-- y no tener nada que ver con las
administraciones locales, donde las presiones son muy grandes y el
trabajo, personalmente, me gusta mucho menos.

Como veo que me va a preguntar por Cullera, le doy una serie de fechas
que son inequívocas. Mi actuación para el Ayuntamiento de Cullera es la
de un profesional liberal y precisamente un 28 de diciembre, una fecha
como hoy, del año 1988 se me encargó la revisión del Plan General de
Ordenación Urbana del municipio. El caso Naseiro, si no me equivoco,
estalló en abril de 1990. Entregué al Ayuntamiento de Cullera mi Plan
General acabado el 6 de julio de 1989, el 13 de julio a la Dirección
General de Arquitectura y Urbanismo de la Comunidad Valenciana y mis
informes a las delegaciones comunicando al ayuntamiento la conclusión de
mi encargo profesional, por supuesto pidiendo la devolución del aval
pertinente y reclamando los honorarios oportunos en el Colegio Oficial de
Arquitectos de la Comunidad Valenciana, el 27 de diciembre de 1989. Eso
motivó que, cuando me dirigí a la Sala Segunda del Tribunal Supremo,
entre otros extremos, afirmara: del texto publicado por medios de
comunicación de unas supuestas conversaciones telefónicas intervenidas
entre don Angel Sanchís y don Salvador Palop, de las que aparecen como
declaraciones de este último en el sumario de referencia en igual forma,
parece haber existido un concierto entre ambos o quienes suplantasen, en
su caso, su personalidad para reclamar cantidades económicas a terceros
como comisión de pretendidos favores al Partido Popular. De resultar ello
así, se estaría utilizando el nombre de mi mandante --se refiere a mi
persona--, haciéndole aparecer como cooperador a la comisión de hechos
posiblemente delictivos y particularmente haciéndole aparecer falsa y
maliciosamente como el técnico municipal de Cullera, cuyo informe fuera
decisivo para la actuación urbanística en La Vega, Cullera, descrita en
el documento número 1. Adjunto dos expedientes del ayuntamiento donde,
con dos años de anterioridad, hay informes míos totalmente contrarios a
lo que parecían referirse en esas conversaciones.

Ello constituye, por tanto, una falsa imputación porque Javier Domínguez
dejó de ser funcionario y arquitecto municipal de Cullera en 1988;
segundo, igualmente, y habiendo sido contratado en arrendamiento de
servicios para redacción del Plan General, procedió a su entrega el 6 de
julio de 1989, concluyendo toda relación profesional con la corporación
el 27 de diciembre.

Pero lo que es más grave, el Ayuntamiento de Cullera pierde su
competencia al subrogarse la Generalitat Valenciana en la formulación del
Plan General de Ordenación Urbana por acuerdo de 26 de septiembre de
1989, documento que se acompaña y que tendría mucho gusto en exhibirle si
usted lo desea. Basta reclamar de la corporación el indicado expediente
para verificar que la competencia del informe es ejercida por técnico
diferente y funcionario municipal, cualidad que no tiene mi mandante y
que, por el contrario, los informes emitidos por mi mandante en período
de tiempo muy anterior a estos hechos pusieron de manifiesto serias
objeciones que merecen documentación, por lo cual aporté al Supremo todo
el expediente.

Resulta, pues, falso e imposible haber podido intervenir mi mandante,
como maliciosamente parece imputarse, para una actuación urbanística a
través de informes que no le correspondía emitir y por un instrumento, el
Plan General de Ordenación Urbana, ya redactado muy anteriormente y fuera
de la competencia municipal; precisamente, además, cuanto que había sido
mi mandante quien con mucha anterioridad expuso por escrito las
dificultades legales que se suscitaban al respecto.




El señor GIMENO MARIN: Le agradezco mucho sus aclaraciones porque,
además, se anticipan a algunas de las preguntas que le iba a formular.

De lo que usted está diciendo voy a incidir en una cosa. Cuando dice que
las presiones en los ayuntamientos son grandes, podemos hasta
compartirlo, ¿qué quiere decir usted? ¿Por qué ha dicho usted eso?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo soy hijo de funcionarios, de una familia
de clase media. Recuerdo que cuando estaba en la universidad sabía que mi
único futuro dependía del valor que yo pudiera tener. Mis padres me
incitaban a hacer oposiciones, pero los cambios que ha sufrido la función
pública hacen que realmente la tarea del funcionario no sea, en muchos
casos, agradable.




El señor GIMENO MARIN: Se lo pregunto de forma más concreta. Cuando habla
usted de eso --quizá me lo estoy imaginando y no quiere decir eso--,
quiere decir que a nivel de políticos o a nivel de empresas hay
presiones; no



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estoy hablando ni siquiera de actuaciones ilícitas, no me malinterprete,
estoy hablando de una persona que tiene una profesión muy concreta, que
es la de arquitecto, que tiene que ver con el urbanismo, en este caso no
como funcionario, recogiendo toda su declaración, en una ciudad como
Cullera, que urbanísticamente --quizá como todas-- tiene una gran
relevancia, me parece que tiene 21.000 habitantes, pero en verano puede
llegar a desorbitar las cifras multiplicándolas incluso por diez. Lo que
le quiero preguntar es si usted está planteando que a nivel de políticos
o de empresas, quizá de propietarios de suelo, a veces se encuentran
ustedes los profesionales con la situación de que lógicamente alguien
para querer conseguir lo que puede ser razonable --no quiere decir que
luego pueda hacerse--, les somete a muchas presiones de ese tipo. ¿Es eso
lo que quería decir usted?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo que más me preocupa como profesional es la
competencia desleal que genera la corrupción o las corruptelas que se
producen. La corrupción --estoy cansado de escribirlo en los medios de
comunicación-- muchas veces se produce por lo inadecuado de las leyes. De
hecho, si un alcalde no tuviera tantas facultades y si en el
planteamiento se fuera más riguroso, muchas de las cosas que han sucedido
no sucederían. Le pongo un ejemplo muy concreto. El Ayuntamiento de
Valencia redactó su Plan General en mucho tiempo; normativa y globalmente
es una copia del de Madrid. Un Plan General que costó a la corporación
más de 1.000 millones de pesetas, presenta una planimetría donde algo tan
elemental como las profundidades edificables no se marcan. ¿Qué significa
esto? Que en una determinada manzana, si el proyecto --evidentemente todo
son suposiciones-- lo redacta fulanito o da la casualidad de que el
promotor es amigo de menganito, puede tener 20 metros de profundidad
edificable y si no, a lo mejor, se convierten en 12. Eso es lo que me
preocupa como profesional...




El señor GIMENO MARIN: Sí, si yo le comprendo.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: La seguridad jurídica con el planeamiento
cuando el planeamiento está para dar seguridad jurídica. Y le digo que,
concretamente en el caso del Ayuntamiento de Cullera, la situación que se
produce es muy clara. La Ley del Suelo, que es una ley
--la vigente en aquellos momentos-- del año 1975, es la última ley
franquista importante que se aprobó, tenía unos problemas de adaptación.

Se fueron haciendo sucesivos decretos, ya que muchos municipios
españoles, sobre todo donde hay intereses evidentes, como son los
costeros, habían sobrepasado los plazos que tenían para adaptar la Ley.

Sin embargo, en esa adaptación, de hacerla a no hacerla, había muchísimos
millones en juego. (El señor Gimeno Marín: Sí, sí.)
¿Quién es el máximo responsable? Para mí las competencias en el Real
Decreto son muy claras y, de hecho, en Cullera se produjeron, antes de
que yo redactara el Plan General, las sucesivas amenazas de subrogación
por parte de la Dirección General de Urbanismo, a cuyo frente estaba
entonces María Blanca Blanquer.

Le digo que hay un Decreto, que es el 16/1981, de 16 de octubre, que daba
un plazo para la revisión del planeamiento, que tenía una incidencia
salvaje en pesetas en los municipios en que se aplicara, ya que las
clases de suelo que distinguía la nueva Ley eran: suelo urbano,
urbanizable, programado o no programado, y el no urbanizable.

Voy a decir unos números muy sencillos, porque otro de los temas que
salió en el caso Naseiro, en esas conversaciones (no sé si presuntas
reales, las que fueran, o si no han existido nunca, pero por lo menos los
medios de comunicación han transcrito determinadas cintas), es el del PAU
de la Avenida de Francia en Valencia, que es otro de los negocios que se
ha hecho en este país en todas las ciudades importantes.




El señor GIMENO MARIN: Estamos hablando fundamentalmente de Cullera.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: En el caso de Cullera, fíjese la importancia
que tiene un suelo de ser urbano a ser urbanizable. La Ley, que es una de
las últimas leyes franquistas, es una ley concebida todavía desde el
desarrollismo y no distingue el suelo urbanizable como debería haberlo
distinguido para facilitar que la presión en las grandes urbes, sobre su
entorno, fuera menor. Y resulta que pone una limitación que son 75
viviendas por hectárea, y eso da igual que sea en la meseta --es decir,
en La Mancha--, en el extrarradio de Albacete o en el extrarradio de
Madrid. Y obviamente, el suelo no vale lo mismo en La Mancha que en
Madrid, lo cual significa que al aplicar ese Decreto se abre una puerta,
ya que en el artículo 3.º, para considerar el suelo urbano, con relación
al planeamiento aprobado anterior, se habla de terrenos consolidados en
dos tercios. Estoy convencido de que los que establecieron esa ambigüedad
estaban dejando una puerta abierta para poder hacer muchas cosas.




El señor GIMENO MARIN: Le preguntaba, por decirlo más en concreto...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Cullera es un municipio como Marbella o como
cualquier municipio de nuestra costa que sufrió en los años sesenta un
desarrollo salvaje y caótico.




El señor GIMENO MARIN: Esa es la cuestión.

Esta Comisión, como usted sabe, se dedica, fundamentalmente, a investigar
el tema de la financiación de los partidos políticos. Usted me decía que
las presiones son grandes --le entiendo perfectamente--, pero, en
definitiva, querría preguntarle si se le había efectuado a usted algún
tipo de presión o se le había planteado alguna otra cuestión, bien por
parte de empresas o bien por parte de partidos políticos. Eso es lo que
le quería preguntar concretamente, por ir avanzando...




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El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Si usted quiere, le voy a dar otro ejemplo
del municipio de Cullera.




El señor GIMENO MARIN: Yo casi preferiría, como vamos a ir hablando,
entrar en las cosas concretas que le estoy planteando para ver si podemos
llegar a alguna conclusión.

Deduzco de lo que usted me ha dicho, hasta ahora, que sí se le encargó
profesionalmente, no como funcionario municipal, la redacción de un
proyecto de lo que era un Plan de Ordenación Urbana de Cullera; creo que
es eso lo que ha dicho. He querido deducir también que, lógicamente, ese
proyecto es el propio municipio el que tendría que informarlo
técnicamente, en su día, para aprobarlo o no aprobarlo, sin perjuicio de
que las competencias definitivas no estaban en el propio municipio. Como
usted ha dicho, esas competencias fueron recuperadas por la Generalitat
Valenciana que es la que tomó o no tomó la decisión al respecto sobre ese
proyecto. Es decir ¿se informó ese proyecto por los técnicos municipales,
forzosamente? El proyecto que usted elaboró y que presentaría lógicamente
al Ayuntamiento.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sí. Además de que los técnicos municipales
colaboraron activamente en dicho proyecto.




El señor GIMENO MARIN: O sea que fue un proyecto con colaboración de los
técnicos municipales. Perfectamente.

Tengo aquí la composición política del Ayuntamiento en aquellos momentos
y se la voy a recordar, aunque quizá usted ya la recuerda. Creo que había
cinco concejales de Unión Valenciana, tres del Partido Popular, dos del
CDS, uno de Esquerra Unida, nueve del PSOE y uno de Unitá del Pueblo
Valenciano. Más o menos creo que era así.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Supongo que sí.




El señor GIMENO MARIN: Y creo que el Alcalde era de Unión Valenciana
--son los datos que yo he podido contrastar-- y que había una coalición
de gobierno formada por los cuatro partidos que he dicho al principio, es
decir, Unión Valenciana, Partido Popular, CDS y Esquerra Unida.

¿Conocía usted a don Salvador Palop, concejal del Ayuntamiento de
Valencia y Presidente de la Intermunicipal de los concejales del Partido
Popular?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sí, lo conocía.




El señor GIMENO MARIN: ¿De qué conocía usted al señor Palop, de sus
actividades profesionales?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Uno de mis clientes, que es una familia muy
adinerada de la costa alicantina, tenía unos hijos que son de mi edad
--yo tengo 37 años-- que empezaban a hacerse cargo de sociedades
familiares. Uno era compañero de colegio de Salvador Palop y pensaban
montar algún negocio de construcción. Ese es el motivo por el que a mí se
me presentó como un posible cliente.




El señor GIMENO MARIN: Como cliente ¿no para montar conjuntamente ningún
tipo de actividad empresarial de construcción?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No, a mí no me invitaron a participar en
proyecto empresarial alguno.




El señor GIMENO MARIN: Sólo una pregunta. ¿Usted era accionista de la
empresa Futuro Financiero?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo suscribí en Valencia dos millones de
pesetas de esa sociedad, y la razón es muy sencilla. Mi hermano, que es
el abogado que ha venido acompañándome, era el secretario de esa
sociedad. Esa sociedad se hace con dos grupos de personas, entre las que
desgraciadamente hay un grupo de políticos --que sirvió para que
estallara el asunto y les fuera muy mal--, pero la suscripción de mis
acciones en esa sociedad se debe a que en ese momento mi hermano estaba
en trámite de divorcio, yo adquirí las acciones para dárselas a sus hijos
y esperé la inscripción. Además, siendo mi hermano me daba igual hacerlo
hoy que mañana que pasado mañana. Pero no he estado en ninguna junta de
Futuro Financiero y la primera noticia que tuve de la sociedad creo que
fue porque la publicó la revista «Tribuna».




El señor GIMENO MARIN: ¿Usted no sabía que participaban en esa empresa
--veo que sí lo sabía-- determinados responsables políticos, del Partido
Popular concretamente en este caso?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sí, sabía que Salvador Palop era socio, que
dos Diputados, Miguel Angel Cortés y José María Michavila, también lo
eran.




El señor GIMENO MARIN: ¿Usted conocía a don Arturo Moreno?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sí conocía a Arturo Moreno.




El señor GIMENO MARIN: ¿Cómo lo conoció, a través de Salvador Palop?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Muy sencillo. Su mujer, que es María Beltrán,
tiene ascendencia valenciana y tiene un primo que es arquitecto, que era
compañero mío de colegio.




El señor GIMENO MARIN: Es decir, lo conocía a través de relaciones
personales, al margen de todos estos casos y de toda esta situación.

¿Conocía con anterioridad a don Arturo Moreno?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sí.




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El señor GIMENO MARIN: ¿Mantuvo usted (ahora se lo planteo más en
directo, aunque creo que ya me ha dado una parte de la contestación, pero
me parecen importantes algunas de las cuestiones) conversaciones con el
señor Palop en las que plantearon, usted o él, la posibilidad de
recalificación de terrenos --añado que parece ser que lo decía el señor
Palop-- a cambio de lo cual podría percibirse algún donativo para el
Partido Popular?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Eso me parece una barbaridad. Es decir,
Salvador Palop en el Ayuntamiento de Valencia no pintaba nada porque
había una mayoría del Partido Socialista.




El señor GIMENO MARIN: Pero no absoluta, como sabe usted.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sí, gobernaba con el CDS y de hecho el área
de disciplina urbanística se la dieron a un concejal que ha pasado a la
historia como el que más derribos ha autorizado.




El señor GIMENO MARIN: Como le gusta mucho hablar del Ayuntamiento de
Valencia supongo que sabe usted que el señor Palop era el Presidente de
la Comisión de compras. ¿Lo sabía o no lo sabía?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: ¿Era Presidente de la ComisiónÉ?



El señor GIMENO MARIN: ¿Presidente de alguna comisión del Ayuntamiento de
Valencia? Yo se lo pregunto. ¿Y sabía usted que el señor Palop era
Presidente de la Intermunicipal de los concejales del Partido Popular de
la Comunidad Valenciana?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No conozco el currículum del señor Palop.




El señor GIMENO MARIN: Pero sí sabe usted que en el Ayuntamiento de
Cullera el Alcalde era de Unión Valenciana y gobernaba en Coalición con
el Partido Popular.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: En el Ayuntamiento de Cullera el Alcalde era
de Unión Valenciana, gobernaba en coalición con el Partido PopularÉ



El señor GIMENO MARIN: Lo digo porque estamos hablando de Cullera, no de
Valencia, señor Domínguez.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero yo le voy a dar otro dato para que usted
distinga.




El señor GIMENO MARIN: No, no, si yo ya distingo bien. Entre Valencia y
Cullera distingo perfectamente.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No, para que sea consciente de qué pocas
cosas se le pueden pedir a un profesional en este país.




El señor GIMENO MARIN: Me va a permitir, yo le voy a seguir haciendo
preguntas.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero me dejará que conteste.




El señor GIMENO MARIN: Sí, a las que le haga, sí.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero me dejará contestar, supongo, ¿no?



El señor GIMENO MARIN: Señor Domínguez, a las que le haga yo le pido que
me conteste sí o no.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Mire, para que no tenga dudas sobre queÉ



El señor GIMENO MARIN: Es que usted ha estado haciendo insinuaciones
sobre el ayuntamiento de Valencia. Por eso le decía estas cosas.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No hago insinuaciones. En los medios de
comunicación los acuso públicamente.




El señor GIMENO MARIN: Casi preferiría que me siguiera usted contestando
a las preguntas. Usted me ha dicho a la pregunta que le he hecho que le
parece una barbaridad lo que le he dicho.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sí, pero le voy a aclarar para que vea la
imposibilidad de que yo le pudiera hacer ningún favor al señor Palop



El señor GIMENO MARIN: Pero si yo le creo.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: El 16 de marzo de 1989, que es un año antes
de que estalle el «caso Naseiro», pido al ayuntamiento de Cullera que
suspenda el otorgamiento de licencias de obras, porque aprobándose
inicialmente el plan general, como se preveía aprobar en el mes de junio,
pero habiéndose preparado el avance, lo lógico era proteger la legalidad
con ese acuerdo. Informó una comisión de seguimiento del plan, integrada
por la totalidad de los grupos políticos. Uno de los letrados que
interviene en la redacción del plan facilita el texto que se podría
adoptar en el acuerdo. Ningún grupo político presentó una moción pidiendo
la suspensión.

Respecto a la redacción del plan general, la consellería había remitido,
cuando a mí se me encarga, cuatro oficios al ayuntamiento dándole un
ultimátum para que procediera a su redacción. Precisamente, por ese
ultimátum yo lo hice en seis meses, lo cual considero que es un tiempo
récord, y como profesional me preocupé de que sobre todos los cambios que
se introducían, que no obedecían a criterios técnicos sino políticos, se
pronunciara la Comisión de seguimiento del plan y me los ordenaran por
escrito.




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El señor GIMENO MARIN: Primero, yo no tengo ninguna duda de lo que usted
me está diciendo. Eso se lo digo y se lo dejo bien claramente, pero, en
cualquier caso, incluso lo que usted plantea, en mi opinión, tiene muy
poco que ver con la falta de conocimiento que lógicamente tienen que
tener los políticos que toman decisiones sobre si se han ofertado o no se
han ofertado comisiones. No lo digo respecto a usted.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Disiento, porque los constructores tienen una
extraña vocación por ser concejales de urbanismo.




El señor GIMENO MARIN: Sí, si eso ya me consta. Eso es lo que estamos
deduciendo de este caso, del «caso Naseiro», que tienen una extraña
vocación algunas empresas en ello.

Fíjese usted lo que dice, y por eso incidía y estaba incidiendo. ¿Por
qué? Por lo que decía usted antes, no sólo por lo que ha dicho ahora,
porque, sin ninguna duda, usted conoció o conoce las declaraciones que
hizo ante el juez el señor Palop, no sólo lo que apareció en los medios
de comunicación, que sin ninguna duda, como usted dice, aparecieron cosas
muy gordas, digo en los medios de comunicación.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Le voy a decir mi entrevista con el señor
Manglano.




El señor GIMENO MARIN: Permita que le pregunte, le estaba preguntando. Le
estoy dando a conocer esta cuestión por lo que me ha dicho usted. El
señor Palop le dijo ante el juez lo siguiente en relación con el tema de
Cullera sobre unas conversaciones hipotéticas que hubo entre el señor
Sanchís y el señor Palop y que soy consciente de que el Tribunal Supremo
las ha declarado ilegales y, como consecuencia, no tienen ningún efecto a
nivel judicial. Decía el señor Palop al juez: el arquitecto Javier
Domínguez, que trabajaba por entonces para el ayuntamiento de Cullera
--usted ya ha aclarado perfectamente esas situaciones-- le puso en
conocimiento de la existencia de un solar en dicho término municipal que
por sentencia se había declarado urbano por el Tribunal Supremo y que el
alcalde de Cullera, perteneciente al Partido de Unión Valenciana, había
concedido un nivel de edificabilidad muy bajo, lo que perjudicaba en
grado sumo a una inmobiliaria cuyo nombre no recuerda, decía el señor
Palop, por supuesto. La propuesta de Javier Domínguez, que era un mero
portavoz de la inmobiliaria, era que el Partido Popular evitara que se
cercenaran los derechos de la inmobiliaria y a cambio de los votos, que
en aquella época eran tres los concejales del PP, y sin fijar un plan
concreto, ayudarían con los votos tanto en el ayuntamiento como en el
conseill, que Javier Domínguez no era un mero portavoz, sino un conocedor
de la realidad; a cambio cabría la posibilidad de que ayudarían
económicamente al partido. Esta conversación fue puesta en conocimiento
de Angel Sanchís, manteniéndose al respecto la conversación que consta,
etcétera, etcétera.

Esto es lo que decía el señor Palop ante el juez, que usted niega
rotundamente.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo que dijera el señor Palop es su
responsabilidad.




El señor GIMENO MARIN: Por supuesto. Soy consciente de eso. Lo que estoy
intentando es clarificar este tipo de cuestiones. Usted conocía esta
declaración y por eso las declaraciones que hizo usted ante el Supremo y
toda la documentación que aportó.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Y por eso aporté toda la documentación.




El señor GIMENO MARIN: Esto es lo que quería decir.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Hay una circular, que no recuerdo de qué
partido es, pero que la llevo por ahí, que recomienda enterarse, si puede
ser antes, de lo que va a pasar, para poder vender determinados favores.




El señor GIMENO MARIN: Señor Domínguez, no se preocupe usted de lo que le
pase ni al Partido Socialista ni a ningún partido. A mí no me preocupa en
absoluto. Estamos investigando, esta Comisión está investigando la
financiación de los partidos políticos. Yo no tengo la culpa de que usted
apareciera relacionado en el caso Naseiro y que algún concejal de un
partido le implicara a usted. Así que venga usted a contestar sobre esas
cuestiones no se preocupe de las otras que esta Comisión también
investiga. No se preocupe usted. No vea en mí que soy del Partido
Socialista, que tengo tanto interés o más que usted, posiblemente mucho
más, en que se clarifique la financiación de los partidos políticos,
también del Partido Socialista.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo me dedico a la enseñanza y a la
arquitectura. No tengo nada que ver con la función pública.




El señor GIMENO MARIN: Lo digo porque está usted haciendo referencias y
le estoy intentando situar en el contexto del que está preguntándole, que
es un comisionado Diputado de esta Comisión que hacemos el trabajo como
creemos que tenemos que hacerlo. Eso es lo único que le estoy intentando
decir.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Una Comisión un poco tardía.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Gimeno. Señor Domínguez Rodrigo, está
usted aquí para responder a las preguntas de los señores comisionados y
yo le rogaría, por favor, en primer lugar, ateniéndome al mínimo de
cortesía parlamentaria, al ser usted persona ajena a esta Casa y a una
estructura política, que los juicios de valor no los evoque aquí. Los
señores comisionados y el funcionamiento de estas comisiones están
amparados por el Reglamento de



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la Cámara para hacer las valoraciones políticas pertinentes. Usted tiene
el derecho a no responder, a acogerse al silencio en defensa de sus
intereses que le garantiza la Constitución y las leyes concordantes. Los
juicios de valor son reservados al Parlamento en su valoración política
de si esta Comisión es tardía o no es tardía o si es prematura o no es
prematura. Por tanto, está fuera de la cuestión esa respuesta y le llamo
al orden a los efectos de que responda o no responda a las preguntas en
cuestión que le plantean los señores comisionados nada más. Le ruego
también, a los efectos del acta taquigráfica, del trabajo de los señores
taquígrafos, que las preguntas y respuestas mantengan una separación de
disciplina a los efectos de comprensión por los servicios de la Cámara.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo creo que se me ha entendido mal. Yo deseo
que esta Comisión tenga un resultado lo más positivo posible y que mis
hijos tengan un país mejor que el que me ha tocado vivir a mí.




El señor PRESIDENTE: Lo deseamos todos. Continúe con el uso de la
palabra, señor Gimeno.




El señor GIMENO MARIN: Muchas gracias, señor Presidente.

Señor Domínguez, coincidimos todos en eso último que ha dicho usted.

¿A usted el Ayuntamiento de Cullera le encargaba normalmente más
proyectos aparte del plan general de ordenación urbana?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Realicé diferentes proyectos para el
Ayuntamiento. Concretamente, la urbanización de una plaza --se llamaba
del Oasis, ahora creo que es de la Constitución--, varios planes
parciales y un pabellón polideportivo cubierto, muy bonito. (Risas.)



El señor GIMENO MARIN: ¿De un coste aproximado de 400 millones?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Casi 500.




El señor GIMENO MARIN: En este caso, ¿la contratación de este
polideportivo con usted fue por la alcaldía, fue por el Ayuntamiento o
intervinieron otras personas?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: El encargo profesional supongo que sería por
acuerdo del Pleno, pero no lo recuerdo.




El señor GIMENO MARIN: ¿En este caso no intervino el señor Palop? ¿No
habló con usted el señor Palop de este polideportivo?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Del pabellón polideportivo yo lamento que S.

S. no tenga la documentación del Supremo. Hubo una periodista que sacó un
reportaje en la revista «Interviú», donde hablaba de un negocio tremendo
en torno a ese polideportivo. Luego la prensa se refirió a él como otro
que había en Valencia, en Doctor Lluch, que tenía algunos problemas con
el Ayuntamiento y que parece ser que el señor Palop había intervenido en
algo.

Con relación al polideportivo de Cullera, que yo tuve que tragarme que se
dijera que había cobrado dinero y que habían ido al Colegio de
Arquitectos y lo habían comprobado, evidentemente el Ayuntamiento me
había pagado los honorarios por un proyecto básico y un proyecto de
ejecución, que, al ser una obra para la Administración, llevaba una
deducción del 20 por ciento de honorarios.

Otra de las cosas que aporté al Supremo fue documentación que acredita
que redacté el proyecto, que, por supuesto, cobré los honorarios en su
momento, pero que, en el momento en que estalla el «Caso Naseiro», en
este supuesto ordinario del Ayuntamiento de Cullera no existía ninguna
partida presupuestaria para la adjudicación de esa obra y que, además, no
era el funcionario municipal que hubiera informado el expediente de
contratación. Luego quedó claro que era polideportivo. Yo digo que es
peligrosísimo hacer proyectos.




El señor GIMENO MARIN: No lo crea. Esta Comisión también sirve para
aclarar cuestiones en lo que respecta a estos casos y yo creo que usted
está aclarando cuestiones que a nosotros nos parecen relevantes a efectos
de lo que nosotros tengamos que informar después.

¿Habló usted con el señor Palop en alguna ocasión en relación a la
instalación de posibles centros comerciales en Alicante o en Valencia?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Recuerdo que él tenía interés en buscar
superficies para centros comerciales y yo le remití a varios clientes
míos en Alicante, con los que estuvo en conversaciones.




El señor GIMENO MARIN: ¿Recuerda usted si en alguna de esas
conversaciones el señor Palop le hizo manifestaciones sobre que se habían
dirigido a él, al señor Palop, para la búsqueda de un espacio de 30.000 o
32.000 metros cuadrados de superficie en Alicante?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sí, lo recuerdo. Lo que no recuerdo es qué
empresas eran, pero recuerdo que di papeles.




El señor GIMENO MARIN: O sea, ¿el señor Palop le hizo consultas a usted a
nivel profesional sobre si era posible o no algún centro de esas
características en Alicante y no sé si en Valencia? No sé si es difícil o
no llevar a cabo un centro de esas características. Desconozco la
realidad urbanística de las zonas, pero, en cualquier caso, parece que un
proyecto de 30.000 metros cuadrados es algo muy importante. ¿O no lo es?
Lo desconozco.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Hemos vivido la época de la implantación de
las grandes superficies comerciales.




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El señor GIMENO MARIN: ¿Se refería a alguna gran superficie en concreto?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Era una gran superficie.




El señor GIMENO MARIN: ¿Recuerda usted cuál?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No era de las más conocidas.




El señor GIMENO MARIN: A lo mejor las conocemos.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Si miro mi archivo seguro que se lo podría
facilitar.




El señor GIMENO MARIN: ¿La Sociedad de Centros Comerciales de España le
suena como una posible intermediaria respecto a esta cuestión?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: ¿Esos son los de la Vaguada?



El señor GIMENO MARIN: Sí.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Es posible que fueran ellos.




El señor GIMENO MARIN: Pues por ahí, señor Presidente, aparece el señor
Romero. Lo digo para sus clarificaciones respecto a las personas.

En esa propuesta, cuando habló el señor Palop con usted, ¿le manifestó
que de ahí se podía sacar una «animalada» de dinero? Lo digo porque han
aparecido por distintas fuentes estas declaraciones, que yo sepa.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: La verdad es que no lo recuerdo. Además, las
veces que yo traté a Palop era una persona discreta que no presumía de
medios económicos. No llevaba un coche despampanante. Yo creo que llevaba
una vida normal.




El señor GIMENO MARIN: No lo dudo. Le hemos conocido en esta Comisión y
le puedo asegurar que tenemos nuestra propia opinión al respecto.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Eso es un juicio de valor que afecta a
personas ajenas y fuera de la Comisión.




El señor GIMENO MARIN: No he dicho nada, señor Del Burgo. Sólo he dicho
que en esta Comisión tenemos un juicio directo del señor Palop.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Es suficiente con eso, señor Presidente.




El señor GIMENO MARIN: Respecto a ese tema, el señor Palop declaró ante
el juez lo siguiente: Que era una posibilidad de negocio que en su día,
si se estudiase por parte del arquitecto en cuestión --se refería a
usted, Javier Domínguez, y supongo que a nivel profesional--, que
jurídicamente habría que intentar ponerlo en contacto con los
propietarios del suelo y llegar a un acuerdo y asesorar a las partes y
percibir honorarios, supongo que profesionales, puesto que no existía
ninguna ilegalidad, ni incompatibilidad ni se pretendía ninguna
recalificación.

Eso es lo que dice el señor Palop. ¿Está usted de acuerdo con estas
declaraciones o las matizaría?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sobre esos centros comerciales, yo no sé las
gestiones que él haría. Le puedo decir que yo le presenté a unos clientes
míos, con los que he seguido trabajando, que llevaban uno de los PAU más
importantes en Alicante en el que había una superficie importante para el
centro comercial. No sé nada más.




El señor GIMENO MARIN: Yo estoy totalmente convencido, aunque usted pueda
pensar que no, que su actuación es profesional. No sé cuál es el resto de
la actuación. La suya es la profesional y puede haber otra parte en la
actuación que en estos momentos no estoy valorando. Lo que pretendo es
ver hasta qué punto puede haber otro tipo de actuaciones que no sean las
suyas en este tipo de cuestiones.

¿Le había informado el señor Palop que le ofrecían un tres por ciento de
comisión por las gestiones en relación con un centro comercial?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Supongo que si él realizaba el trabajo sería
porque percibía honorarios.




El señor GIMENO MARIN: De eso estoy convencido. Le pregunto si le informó
a usted.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No.




El señor GIMENO MARIN: ¿No le extraña que siendo concejal de un
ayuntamiento se refiriera a estas cuestiones hablando incluso del
Ayuntamiento de Valencia y del Ayuntamiento de Alicante? Quizá en el
Ayuntamiento de Valencia estaría más justificado, pero en el Ayuntamiento
de Valencia a lo mejor podría ser --no me atrevo a calificar
jurídicamente la situación-- un poco extraño, siendo concejal de un
ayuntamiento.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo no sé si él estaba con dedicación
exclusiva o no.




El señor GIMENO MARIN: Yo en este momento tampoco lo sé. El señor Del
Burgo Tajadura: No estaba.) Aun así ¿no le parece un poco extraño que,
siendo concejal de un ayuntamiento que toma decisiones sobre cuestiones
que afectan a temas urbanísticos o de instalación de centros comerciales,
pueda intervenir como intermediario ofreciendo gestiones de servicio? No
estoy hablando de si



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es ilegal o no, cosa que desconozco en este momento. ¿Le parece normal o
le parece extraño?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: ¿Que hablara de negocios?



El señor GIMENO MARIN: Que hablara de negocios que tienen que ver con
decisiones municipales.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Es que ese centro comercial no creo que
tuviera que ver con decisiones municipales. Comprar unos terrenos no veo
yo...




El señor GIMENO MARIN: ¿En su opinión, el señor Palop desarrollaba
actividades empresariales al margen de las suyas?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Tenía un despacho de abogado.




El señor GIMENO MARIN: Como despacho de abogado, ¿cree que actuaba?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo no me he dedicado a expiar al señor Palop.

Usted me pregunta por hechos acaecidos hace ahora casi cinco años, y yo
trato con 300 ó 400 personas al año y tengo conversaciones cortas. Es muy
difícil que pueda acordarme.




El señor GIMENO MARIN: Entiendo incluso que pueda no acordarse, lo que
digo es que, si el señor Palop se relaciona con usted, pueda ser de dos
formas: porque es concejal o porque desarrolla actividades profesionales.

Las dos son posibles, puesto que era concejal y parece que tiene abierto
un despacho de abogado. Lo que estaba intentando saber es cómo estaba
actuando en este caso, si lo hacía como despacho profesional o como
concejal. Pero ese es el problema de la Comisión o el mío cuando le estoy
haciendo las preguntas.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo con Salvador Palop tuve diferentes
conversaciones. Sé que él llevaba determinados asuntos, como el de los
centros comerciales. Obviamente, es igual que si nosotros nos fuéramos a
tomar café; le hablaría de mis problemas y usted de los de esta Cámara,
supongo. Pues él me contaba los problemas que había en el mundo político,
que es en el que él se movía. Es como si yo le cuento las guerras del
rectorado en la Universidad de Valencia.




El señor GIMENO MARIN: No es lo mismo, señor Domínguez. Lo digo porque
usted conoce, sin ninguna duda, y ha dicho que no está de acuerdo con
ellas, declaraciones en las cuales, al referirse a estos temas, que no se
los voy a leer, pero que están publicados, decía el señor Palop que se
podría sacar de las dos partes. Yo no sé a qué se refería cuando hablaba
de que se podría sacar de las dos partes; quiero entender que era a la
empresa que quería instalar un centro comercial y supongo que a quien
quisiera ceder o no quisiera ceder el suelo. Son declaraciones que a
veces sorprenden por ser un concejal, no porque sea una actividad
profesional o no, la cual no quiero juzgar.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Le voy a dar un dato con relación al caso,
que es muy curioso y que no ha salido. He tenido la fortuna, no porque
tenga nada contra ellos, sino porque supongo que si no tendría que haber
dado más explicaciones, de no conocer personalmente ni al señor Sanchís
ni al señor Naseiro. Pero respecto a una de las personas a las que el
juez Manglano detuvo, que supongo que ya habrá comparecido ante esta
Comisión, que es el señor Janini, que entonces era delegado de Dragados y
Construcciones, un ingeniero de caminos que trabajaba, del que
prácticamente soy vecino, al que no conocía, se da una casualidad
importantísima, y es que un hijo de Janini y mi hermano pequeño eran
compañeros de clase en quinto de caminos. Y usted me dice: Usted tenía
que conocer al señor Janini. Pues, no.




El señor GIMENO MARIN: Yo no le he dicho eso.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Vivimos en la misma ciudad, somos casi
vecinos...




El señor GIMENO MARIN: Yo no le he dicho tal. Si usted está citado es
porque había declaraciones del señor Palop que le implicaban a usted, no
por otra cuestión. Por lo menos, en las propuestas que se hicieron en su
día eso tenía que ver. Parece que a usted le implicaban mucho más y, sin
embargo, el señor Palop al señor Janini le implicaba mucho menos. No sé
por qué, no tengo ni idea.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo tampoco.




El señor GIMENO MARIN: En cualquier caso, éste no es un problema en estos
momentos.

O sea, usted desconoce si el señor Palop desarrollaba su actividad como
concejal o como actividad profesional o empresarial, ¿no recuerda?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo no sé ni lo que hacía en política.




El señor GIMENO MARIN: ¡Hombre, sí que sabía que era concejal!



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sé que era concejal, pero no sé si en Madrid
tenía algún cargo en el partido, si no lo tenía, cuáles eran sus
relaciones con Génova...




El señor GIMENO MARIN: Señor Domínguez, ¿conoce usted el informe que hizo
el Partido Popular sobre estas cuestiones del caso Naseiro?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo único que he visto son las referencias que
ha habido en los medios de comunicación.




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El señor GIMENO MARIN: Supongo que son más o menos idénticas, y sabe
usted que en el informe del Partido Popular se vuelve a plantear, supongo
que recogiendo las declaraciones del señor Palop, que usted le proponía
obtener una rectificación del ayuntamiento en torno a las condiciones
urbanísticas del citado solar mediante los votos favorables del Partido
Popular en este Ayuntamiento...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: ¿De qué fecha es ese informe?



El señor GIMENO MARIN: Este informe se hizo unos días después de que
saltara el caso Naseiro, en abril de 1990.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: ¿Y eso lo dice ese informe?



El señor GIMENO MARIN: Sí. Si quiere, luego le puedo dar una copia para
que usted lo conozca.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Me sorprendería muchísimo que eso lo dijera
ese informe.




El señor GIMENO MARIN: Igual no tengo la fuente original, pero le puedo
asegurar que aquí tengo un papel en el que se dice eso. Si quiere se lo
paso luego.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Me sorprendería muchísimo porque en la
documentación que yo aporte al Tribunal Supremo...




El señor GIMENO MARIN: Pero esto es antes del Tribunal Supremo.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Ya; pero yo preparé esa documentación con la
intención de facilitársela al juez Manglano.




El señor GIMENO MARIN: Sí, sí.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Con el juez Manglano tuve la desgracia de que
no quiso saber nada de mí; al haber personas aforadas...




El señor GIMENO MARIN: Lo que pasa es que no le extrañe porque esto es...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo que le quiero decir es que uno de los
redactores que hizo el informe del Partido Popular es un Diputado, que es
José María Michavila.




El señor GIMENO MARIN: No lo sé. Yo creo que el responsable era un
senador y fue aprobado por la dirección del Partido Popular; del senador
se ha hablado mucho en esta Comisión.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero uno de los redactores del informe, que
entonces no era diputado, que es letrado del Consejo de Estado, es
compañero de mi hermano y tuvo acceso a esa documentación.




El señor GIMENO MARIN: No se lo voy a leer otra vez, pero si quiere le
puedo describir el tema Cullera, redactado en el informe del Partido
Popular. Si quiere, después le doy una copia o, si prefiere, lo leo. No
tengo ningún inconveniente. Seguro que le citan a usted; yo no digo nada
más. Estoy convencido que no es porque le hayan oído a usted, sino que se
basaban en lo que ellos conocieron, bien vía directa o bien vía...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo le puedo asegurar que ningún miembro del
Partido Popular me ha pedido mi opinión en nada con relación a ese caso.




El señor GIMENO MARIN: Eso ya lo sabemos; vamos, lo intuimos, sin que
usted nos lo diga.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero ni ahora, ni hace cuatro años ni nunca.




El señor GIMENO MARIN: A lo mejor, tampoco es extraño porque usted no es
del Partido Popular, que yo sepa. ¿O es del Partido Popular?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No he pertenecido nunca al Partido Popular.




El señor GIMENO MARIN: Entonces es difícil, posiblemente, que el Partido
Popular se dirija a usted...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Ni a Alianza Popular ni a ninguna versión
anterior.




El señor GIMENO MARIN: ¿De ningún otro partido?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Cuando acabé la carrera --yo he seguido con
mi misma línea--, en Valencia había un problema, que es un problema
autóctono, por lo valenciano. En una asociación que se llamaba Valencia
2000, que era una asociación de empresarios, había varios profesores míos
y en la que yo participé, se gestó la formación de un partido político,
que era Unión Valenciana, y yo fui uno de los socios fundadores de ese
partido. Lo que pasa es que a mí la política nunca me ha atraído...




El señor GIMENO MARIN: ¿Era de Unión Valenciana, pues, en aquellos
momentos?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No, porque le estoy hablando de hace diez
años, que fue cuando se constituyó. Estuve prácticamente un año. Por
supuesto, no tuve ninguna actividad con ellos, porque lo único que
contribuí con mi firma es a que se pudiera gestar, pero la política no me
ha atraído nunca. Lo único que he hecho con muchos de los que hoy todavía
están en política es facilitarles documentación



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sobre determinados temas, y le puedo decir que, por ejemplo, uno de los
que en la prensa he intervenido mucho, como es el Teatro Romano de
Sagunto, se lo facilité a varios miembros de ese partido y no lo vieron
interesante entonces.




El señor GIMENO MARIN: Posiblemente sea una pena que no lo vieran
interesante.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: A mí no me ha interesado en absoluto.




El señor GIMENO MARIN: Vale. Era sólo por clarificar en función de...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Eso no quiere decir que no tenga curiosidad
por ello.




El señor GIMENO MARIN: Bien. De cualquier modo, por concluir, señor
Presidente, yo deduzco, señor Domínguez, que usted, respecto a las
declaraciones que conoció, bien vía medios de comunicación o bien vía de
procedimiento judicial, tanto las que hicieron los señores Palop o
Sanchiz, en que de alguna manera directa o indirecta le relacionaban,
incluido la transcripción que luego se planteó en el informe del Partido
Popular, usted, que las conocía, manifiesta que esas declaraciones que a
usted le imputaban no son verdad.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No es que no sean verdad, es que comparecí en
el Supremo para decir que si esas personas hacían esas manifestaciones,
eran hechos imposibles, y, por tanto, se estaba utilizando mi nombre para
obtener favores y lo único que podía hacer era ir a los tribunales.




El señor GIMENO MARIN: Perfectamente.




El señor PRESIDENTE: Tiene turno el comisionado por el Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya don
Luis Felipe Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Gracias, señor Domínguez, por comparecer y,
sobre todo, por intentar aclarar extremos a través de la conversación del
debate, del diálogo o como quiera llamarlo.

Yo le voy a hacer pocas preguntas, puesto que la intervención del señor
Gimeno ha sido exhaustiva.

Según los hechos, como nosotros los hemos analizado, el señor Palop entra
en contacto con usted cuando ya no prestaba servicio en el Ayuntamiento
de Cullera; había dejado de prestar servicio, pero seguía recibiendo
algunos encargos profesionales de esta corporación. En este momento,
cuando el señor...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Usted fíjese. Desde que a un arquitecto un
cliente le hace un encargo hasta que lo concluye, normalmente pasa un
tiempo, no sólo porque tardemos en confeccionar las cosas, sino porque
una obra tiene su dinámica y normalmente no se acaba inmediatamente.




El señor ALCARAZ MASATS: Bueno, eso lo entiendo en el caso, por ejemplo,
de planes parciales, pero no en el caso de informes técnicos que también
le encargan a usted en esta etapa en que ya deja de prestar servicio de
manera permanente.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: En el Ayuntamiento de Cullera yo acabé mi
misión, y el Ayuntamiento, que había tenido un problema con un
funcionario anterior, que fue expedientado por el Ayuntamiento y
sancionado por el Colegio de Arquitectos, decidió contratar a una nueva
persona. Esa otra persona --supongo que también estará aquí citado-- es
el señor Latorre. Cuando el señor Latorre entró en el Ayuntamiento --la
Alcaldía era de Unión Valenciana--, un Diputado de Unión Valenciana, que
fue decano del Colegio, había tenido de secretario al señor Latorre, y el
señor Latorre entra en el Ayuntamiento y él tenía más vocación que yo por
la Administración local y se hizo funcionario enseguida.




El señor ALCARAZ MASATS: Es decir, ¿usted recibía, incluso teniendo el
Ayuntamiento su propio arquitecto, el encargo de informes técnicos?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Si el señor Latorre estaba en el Ayuntamiento
con dedicación exclusiva, sólo podía redactar los trabajos que pudiera
hacer en ese momento. Entonces, en un ayuntamiento grande, eso no suele
tener mayor problema porque hay muchos técnicos; en uno pequeño, si un
técnico cobra lo mismo haga proyectos o no los haga y encima sabe
calcular estructuras sin ordenador porque no tiene, no tiene programas de
cálculo y no tiene medios, pues comprenderá que ya son muy pocos los que
tienen interés por redactar los proyectos.

Tampoco fui el único arquitecto que realizara ese trabajo para el
Ayuntamiento. El mayor volumen de contratación fue de obras de
ingeniería; creo que eso sí que dependía del Partido Popular, y no
recuerdo el nombre del ingeniero de caminos, que era el que más
honorarios percibía.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿El acuerdo del señor Palop con usted partía de
la base de que usted tenía que redactar el informe técnico favorable para
un cambio de niveles de edificación?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo no tenía absolutamente ningún acuerdo con
el señor Palop. En la documentación que yo aporté al Tribunal Supremo
figura este expediente administrativo, en el que consta el informe que yo
redacté en relación a esos terrenos en el poco tiempo que estuve como
arquitecto municipal en el ayuntamiento, informe que recogía una cantidad
de irregularidades tremenda. ¿Por qué? Se lo voy a decir de una forma muy
sencilla. Era un expediente del año 1977, en que los propietarios
presentaron el proyecto, obtuvieron los informes técnicos, el dictamen de
la Comisión de Urbanismo y



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el acuerdo de la de Gobierno en el mismo día. Esa celeridad tan grande no
tenía por qué significar nada, pero en este caso sí tenía una
trascendencia enorme, ya que lo que se había hecho era que el estudio de
detalle, que la ley dice claramente que sólo sirve para reordenar
alineaciones, rasantes y volúmenes, y por consiguiente no puede contener
normas urbanísticas, ni cambiar sistemas generales, y ya no digamos
cambiar zonas verdes, era una joya que contenía todas esas cosas. Por
supuesto, mi informe fue el único posible.

Antes se me ha olvidado comentarle otra cosa a S. S. Cuando yo llegué al
Ayuntamiento de Cullera hice una serie de informes que es verdad que
merecieron el reproche político porque consideraron que eran
excesivamente duros. Y lo resolvieron de una forma muy sencilla: estos
expedientes los informa el aparejador municipal y éstos el ingeniero
municipal. Y no me llegaban. Es una forma fácil de acabar con un
problema.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Se refiere usted, por ejemplo, al retranqueo de
los edificios a construir en las parcelas C, D y E del estudio de detalle
Zona de San Antonio de la Vega?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sí. ¿Quiere que le lea mi informe?



El señor ALCARAZ MASATS: No. Por eso decía que podía haber un acuerdo
entre usted y el señor Palop, porque fue promovido por los señores Gimeno
--no don Fernando--, Fernández y Palop. Usted --yo tengo aquí algunas de
sus instancias-- realiza gestiones en función de una promoción hecha,
entre otros, por el señor Palop; luego tenía que haber un acuerdo previo.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: ¿Pero qué gestiones hacía yo?



El señor ALCARAZ MASATS: Aquí hace una instancia, supongo que al
ayuntamiento, donde habla del retranqueo de estos edificios y dice que la
configuración urbanística condicionaría notablemente el desarrollo de la
conocida zona de La Vega, con una incidencia negativa en el mismo al
tratarse de verdaderas murallas pantallas. Es decir, que usted realiza
trabajos, gestiones...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pienso que S. S. se está equivocando.




El señor ALCARAZ MASATS: Por eso le pregunto si se refiere concretamente
a este asunto cuando habla de los temas de Cullera, cuando usted ya no
era arquitecto municipal.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo que yo le quiero significar es que, de ser
ciertas esas supuestas conversaciones telefónicas, si tenemos una
conversación en la que, igual que el señor Palop me podía contar los
chismes de un pleno del ayuntamiento yo le podía contar --como él a veces
me preguntó-- cuáles eran las cosas más llamativas en el Ayuntamiento de
Cullera o de los concejales del Partido Popular, cosas de ese tipo, que
esos comentarios dieran lugar a estrategias de ese tipo lo único que
puedo decir es que me parece totalmente reprochable.

En relación a ese estudio de detalles, yo lo informé no en el plan
general. Cuando se producen esas supuestas conversaciones del señor Palop
con el señor Sanchís, no es que yo hubiera acabado el plan, es que había
acabado el informe a mis alegaciones. Como doña Blanca Blanquer
--si quiere, le enseño la carta que remitió al Ayuntamiento--, que era la
directora general de Urbanismo, se había subrogado en las competencias,
porque el ayuntamiento no quiso transcribir unos acuerdos de la Comisión
Territorial, lo que hice fue decir: He acabado. Devolvedme el aval. Y
esas conversaciones son posteriores.

A partir de ese momento, si el ayuntamiento hubiera querido hacer un
cambio, uno, lo podía haber hecho con otro técnico, y, dos, si me lo
hubieran encargado a mí, entonces, hubiera tenido algo que ver. Si no, es
imposible.




El señor ALCARAZ MASATS: Yo le hablo de instancias, escritos firmados por
usted de agosto de 1988.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Perdone. Me habla de informes.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, de instancias al ayuntamiento.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: ¿Instancias mías? ¿Me las quiere mostrar, por
favor? (El señor Alcaraz Masats muestra un escrito.) Así no lo veo.




El señor ALCARAZ MASATS: Yo se las mostraré después. Son las que figuran
en la causa que usted conoce.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Es que lo único que figuran son informes
míos. No sé qué voy a decir al ayuntamiento. Lo que le constará y si S.

S. quiere se lo voy a leer...




El señor ALCARAZ MASATS: Le he dicho uno de los temas que usted toca, el
de La Vega y, luego, todo lo demás. Yo creo, en función de esta
documentación, no hablo de...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Le voy a decir el informe que yo emití en
relación a ese expediente en el año 1988, del que debe ser la fotocopia
que usted tiene, una fotocopia por lo que se ve incompleta. Digo:
Primero, que el estudio de detalle fue aprobado por el Ayuntamiento de
Cullera en diciembre de 1977, en cumplimiento de lo dispuesto en el
artículo 40 y concordantes de la vigente Ley del Suelo, sin que exista
constancia en el expediente administrativo obrante en el Ayuntamiento de
que se pronunciara la Comisión Territorial de Urbanismo. Segundo,
examinada la documentación planimétrica y escrita contenida en el estudio
de detalle, observamos una clara irregularidad



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urbanística en la delimitación del área de actuación que grafíamos en el
plano que se adjunta para su mejor comprensión...




El señor ALCARAZ MASATS: Yo hablo de informes --usted los llama informes,
bien-- que nos dan a nosotros...




El señor DEL BURGO TAJADURA: No es lo mismo informe que instancia.




El señor ALCARAZ MASATS: Bien. Le hablo de informes que nos dan a
nosotros la convicción, no sólo la convicción sino la prueba de que había
una relación entre usted y el señor Palop para esta serie de temas, en un
momento en que usted ya no trabajaba para el Ayuntamiento de Cullera. Eso
es lo que le estoy diciendo.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo lamento que usted tenga esa convicción.




El señor ALCARAZ MASATS: La tengo documentalmente avalada.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lamento que de esos documentos, donde, si
quiere, le leo el auto de la Sala Segunda del Tribunal Supremo...




El señor ALCARAZ MASATS: Y yo le leo la acusación del Ministerio Fiscal,
donde también, en función de estos documentos, dice que, por último --se
refiere al señor Palop--, mantiene conversaciones con el arquitecto, don
Francisco Javier Domínguez Rodrigo, que había efectuado el Plan de
ordenación urbana del Ayuntamiento de Cullera, a fin de obtener un mayor
volumen de edificabilidad de un determinado solar, a cambio de una
cantidad de dinero, entre veinte y treinta millones de pesetas.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo que le quiero significar es que sí hago un
plan general, que en realidad es la adaptación a la Ley del Suelo. Hay
una Comisión de seguimiento integrada por todos los grupos políticos,
donde se ve cualquier cambio importante que se introduzca por los
promotores, porque en la redacción hablaban conmigo los compañeros y me
decían ¿qué mayoría hay en el ayuntamiento? ¿Para qué? Para que sus
clientes supieran quiénes tenían capacidad de introducir un cambio. No me
lo van a pedir a mí.




El señor ALCARAZ MASATS: El problema no son los resultados, señor
Domínguez. El problema es que usted tenía una relación con el señor
Palop, que le llevó a un estudio para cambiar el volumen de
edificabilidad...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Eso es absolutamente falso.




El señor ALCARAZ MASATS: Eso es lo que quería que me dijera. Si era
verdad o no, porque, según las pruebas que yo tengo no es falso.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero fíjese, yo, cuando hice el Plan general
tenía muy claro que tenía que tener el plan general aprobado en muy poco
tiempo por varias razones: una, porque la mayoría que había en Cullera se
cogía con alfileres, porque ese pacto a la griega con el CDS, que luego
se escindió, Izquierda Unida, Unitá del Poble Valenciá, el PP y Unión
Valenciana, eso no tengo yo que decirles las dificultades que tendría una
corporación con ese tipo de mayoría. Pero había para mí algo mucho más
grave y es que la Consellería se había subrogado ¿Qué sucedió con el Plan
General? Pues algo muy sencillo, que en Valencia estalló el caso Blasco y
se cargaron a la cúpula de la Dirección General de Urbanismo y los
acuerdos tomados.




El señor ALCARAZ MASATS: Sólo le hago una pregunta: ¿Hay una sentencia
con respecto al solar de marras?
Hay estudios y gestiones para modificar los niveles aprobados por el
Ayuntamiento de Cullera. ¿Usted interviene de alguna manera para
modificar esos niveles de edificabilidad?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: En absoluto. La documentación que aporto al
Tribunal Supremo es: uno, los informes que emití cuando fui arquitecto
municipal, en el año 1988, donde, entre otras cosas, advierto a la
corporación de que el estudio de detalle aprobado es nulo.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿A qué terreno exactamente se refiere el llamado
caso Cullera, en el que recae una sentencia del Tribunal Supremo sobre
reclasificación de unos terrenos?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: La documentación correspondía a diversos
expedientes administrativos. Ese estudio de detalle del que informé, en
el que se pedía una licencia de obras, tenía ya dos edificios
construidos, tenía 300 viviendas construidas.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Nos quiere dar la denominación de estos
terrenos? ¿Con qué nombre se conocía?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Según mi informe, creo que San Antonio Vega.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted no hizo ninguna gestión sobre estos
terrenos? Porque tengo aquí un informe en el que se dice que sí:
Francisco Javier Domínguez, arquitecto, visto el expediente 1.544/1988,
sobre solicitud de retranqueo de los edificios a construir y de las
parcelas, repito, C, D, E, del estudio de detalle de la zona de San
Antonio de la Vega... ¿Son estos terrenos?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Usted se refiere a informes que emití...




El señor ALCARAZ MASATS: En agosto de 1988.




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El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Exactamente, en agosto de 1988, porque los
particulares solicitaron en aquel momento que se les fijaran líneas y que
se dieran licencias.




El señor ALCARAZ MASATS: Promovido por los señores Gimeno, Fernández y
Palop.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: En mi informe, muy extenso, concluyo al
ayuntamiento que, con el estudio de detalle aprobado: uno, se habían
modificado zonas verdes, lo cual, como usted bien sabe, necesita un
dictamen favorable que, por supuesto, no se había hecho.




El señor ALCARAZ MASATS: Lo único que me interesa es establecer esta
relación entre usted y el señor Palop de cara a estos terrenos. Creo que
queda establecida con esta documentación.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Si el señor Palop hizo alguna gestión en esos
terrenos, desde luego, a mí no me la comunicó. Además, no necesitaba
comunicármela, porque si realmente tenía un interés en esos terrenos, su
gestión sólo podía ser política.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero usted también hizo alguna gestión técnica,
algún informe técnico.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: En mi vida he hecho cientos de informes
técnicos.




El señor ALCARAZ MASATS: Pero sobre estos terrenos.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Por supuesto informé como arquitecto
municipal y, como le digo, mi informe fue totalmente negativo. No sé para
qué me iban a pedir otro informe ni en base a qué concepto.

Otra de las cosas que dije a la corporación es que se había aprobado la
Ley de Costas y presentaron entonces un plano cuya delimitación de la
línea marítimo-terrestre era línea de las mareas, porque no quisieron
poner que era Ibiza y hubieran tenido más volumen.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Cuándo se pone en contacto con usted el señor
Palop?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero, ¿para qué se pone en contacto conmigo?



El señor ALCARAZ MASATS: Por descontado, para el tema de Futuro
Financiero, pero me refiero a otros temas.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: El señor Palop es socio de Futuro Financiero
porque pertenece al grupo de políticos que están en esa sociedad porque
hay una persona, que es Arturo Moreno, que entonces era una persona
importante en el PP.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Cuando se funda, no.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Era una persona con más peso en el Partido
Popular. En esa sociedad el importante no era el señor Moreno; la
importante era su mujer, que procedía de una familia con mucho dinero.




El señor ALCARAZ MASATS: Usted ha hablado antes de ciertos socios, como
el señor Cortés, el señor Michavila, don Arturo Moreno. También hay que
añadir a don Javier Tallada, a don Juan Francisco García y a usted.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No, hay muchos socios: Antonio Magranet, que
es notario de Benidorm, la familia de su mujer que es de Alicante y es
riquísima.




El señor ALCARAZ MASATS: En esta empresa, Futuro Financiero, sociedad
anónima, ¿revertía un beneficio y consecuencias políticas de las
actuaciones de los señores Palop, Sanchís y Naseiro?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Le repito que suscribí unas acciones desde
Valencia. Mi hermano me mandó un fax en el que me decía que tenía que ir
a una notaría en la que tenía que suscribir unas acciones. Suscribí dos
millones de pesetas en acciones de esa sociedad con la intención, como
luego formalicé, de dárselas a sus hijos, como ya le he dicho antes, ya
que estaba en trámites de divorcio. Da la casualidad de que en esa
sociedad mi hermano era el secretario del consejo de administración, si
usted quiere saber algo sobre el funcionamiento de esa sociedad,
pregúnteselo a él. No he ido a ninguna reunión. Le puedo decir que María
Beltrán, la mujer de Arturo Moreno, era persona encantadora, pero nada
más; que había estudiado en Londres y que conocía muy bien la Bolsa.




El señor ALCARAZ MASATS: Yo establezco una relación en función de
escritos, la misma que establece el señor fiscal para su acusación, de la
que le he leído un párrafo.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Perdone, pero a mí el fiscal nunca me ha
acusado.




El señor ALCARAZ MASATS: No, digo que establece una consecuencia.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: En el Tribunal Supremo, de no haberse
producido el sobreseimiento o la declaración de nulidad que se produjo,
mi presencia era ofreciéndome yo al Ministerio Fiscal como testigo,
porque tenía interés en que nadie utilizara mi nombre.




El señor ALCARAZ MASATS: Lo que le digo es que el señor fiscal llega a la
misma conclusión a la que yo estoy llegando por los mismos medios, y es
que, a fin de obtener un mayor volumen de edificabilidad, usted
interviene



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por encargo del señor Palop, y hay documentos que lo prueban.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Su señoría se extralimita en sus
conclusiones.




El señor ALCARAZ MASATS: Me podré equivocar, pero entonces habrá que
releer el documento desde otra óptica, porque textualmente no lo concibo.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Señoría, los hechos son los hechos y no
admiten dobles o triples lecturas.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, pero el señor fiscal y yo hemos llegado a la
misma conclusión; y no estoy hablando de acusaciones.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: El fiscal con el que yo hablé no llegó a esa
conclusión.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, se la he leído. El señor Palop mantiene con
usted conversaciones para el cambio de edificabilidad y a partir de ahí
se habla de que la empresa daría un estipendio, o como usted quiera
llamarlo, entre 20 y 30 millones de pesetas. Esta es la conclusión del
señor fiscal.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: El señor Palop tenía tres concejales del
Partido Popular en el Ayuntamiento de Cullera; si quería algo no tenía
más que coger el teléfono y llamar, no me iba a informar a mí.




El señor ALCARAZ MASATS: Yo estoy hablando de hechos en función no de
sensaciones, sino de documentación.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Le digo que en la relación que tuve con el
señor Palop le reproché muchas veces la pasividad que tenían en la
defensa de los intereses ciudadanos en el ayuntamiento.Usted sabe que el
Ayuntamiento de Valencia ha cambiado de color político.




El señor ALCARAZ MASATS: Le voy a citar otro investigador, otro ponente,
que ha llegado a la misma conclusión que yo. Don Alberto Ruiz Gallardón
en su informe dice que efectivamente esto sucedió así, como se lo he
leído.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No me lo puedo creer.




El señor ALCARAZ MASATS: Termino esta argumentación. Dice casi
exactamente lo que yo le he leído del señor fiscal; es lo que recoge el
texto del señor Ruiz Gallardón.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo que le quiero decir es que del informe del
Partido Popular uno de sus redactores era el Diputado don José María
Michavila, que tenía relación profesional con mi hermano, ya que eran
compañeros en el Consejo de Estado, y tenía esa información. No puedo
creer que en un informe interno del Partido Popular se me puedan decir
esas cosas.




El señor ALCARAZ MASATS: Una anécdota al paso, señor Domínguez. Todos los
socios políticos, como usted dice, de Futuros Financieros, Sociedad
Anónima, tienen una carrera política próspera: el señor Michavila, el
señor Cortés, etcétera, mientras que, efectivamente, se ha desviado la
atención a otros territorios. Repito que lo digo simplemente como
anécdota al paso.

Lo que quiero decirle es que ésta es la segunda relación de usted con el
señor Palop, que también es socio de Futuros Financieros, que es la
empresa que le estoy citando repetidamente, Futuros Financieros, Sociedad
Anónima.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No he tenido nada que ver con la empresa,
¿pero usted cree que si alguien pretende hacer algo turbio pone su nombre
y sus apellidos ante un notario?



El señor ALCARAZ MASATS: Habrá que registrar la empresa.

¿Usted conoce Torneo Sociedad Anónima?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Torneo era una sociedad de Palop. Yo no he
comprobado ese extremo, no sé ni cuántas acciones tenía ni si era
administrador único. Tenía una pequeña constructora y hacía algunas
chapuzas. De todas formas, profesionalmente no la he tenido como cliente.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Nunca?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Que yo recuerde, no.




El señor ALCARAZ MASATS: En el sentido de que se dedicaba a comprar
solares y terrenos en los que se pudieran construir centros comerciales.

Anteriormente usted ha hablado de centros comerciales, respondiendo a
preguntas del señor Gimeno. ¿No estaba este centro comercial del que se
ha hablado inscrito en la actuación de Torneo Sociedad Anónima?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Cuando uno habla con un abogado, si tiene
muchas sociedades, no le va a preguntar cada cinco minutos, y ahora ¿en
nombre de quién estás hablando? ¿No?



El señor ALCARAZ MASATS: Señor Domínguez, a usted nadie le ha acusado de
nada. El señor don Jaime Ignacio del Burgo, que me ha cogido la acusación
del fiscal (Risas.), que yo se la voy a prestar de inmediato, para que
vea que he leído, textualmente, lo que acabo de decir ante esta Comisión,
le introduce a usted en esta relación a la hora de demostrar presuntos
cohechos de cara a otros responsables. Pero esta relación sí se establece
de manera



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firme. Simplemente yo intentaba consolidar la firmeza de esta relación.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lógicamente, le he de disculpar, porque si
hay un juez que realiza una instrucción tremendamente sectaria y que,
según publican medios periodísticos, para citarme pretende practicar una
detención, ¿dónde está el Estado de Derecho?



El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted fue detenido?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No. No he sido detenido ni por no pagar
multas de tráfico.

Lo que le quiero decir es que me citó el Juez Manglano, tuve un accidente
de tráfico y, desgraciadamente, tuve que hacer un acta notarial,
enseñando mi coche, para que la gente se lo creyera.

Cuando mi hermano compareció ante el juez le dijo: Si tienes algo que
reclamar de mi hermano, mañana está aquí. El juez que tenía una
instrucción supongo que con otro orden, me cita el lunes y cuando llego,
en lugar de darme una explicación, cuando se había dedicado a dar ruedas
de prensa en un sumario declarado secreto, me dice: No, yo contra usted
no tengo nada. Se puede usted ir a las Bahamas. Me dice textualmente: De
los hechos investigados se desprenden responsabilidades de personas
aforadas como son: el señor Fraga, el señor Aznar y el señor Sanchís, he
tenido que remitir la causa a la Sala Segunda del Tribunal Supremo.




El señor ALCARAZ MASATS: Entonces, se preguntará usted qué hace aquí.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No. Creo que a la vida hay que sacarle
provecho y lecciones positivas de todo lo que sucede. Me gusta escribir y
estoy haciendo una novela.




El señor ALCARAZ MASATS: Espero que nos saque usted bien.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el comisionado por el Grupo Catalán
de Convergència i Unió, don Josep López de Lerma.




El señor LOPEZ DE LERMA I LOPEZ: Muchas gracias, señor Presidente, pero
no voy a hacer ninguna pregunta. Creo que son suficientes las
manifestaciones que ha expresado el señor Domínguez Rodrigo.




El señor PRESIDENTE: Finalmente, tiene la palabra, por el Grupo
Parlamentario Popular, don Jaime Ignacio del Burgo, señalando, para
constancia, que el Diputado comisionado por el Grupo Parlamentario Vasco,
PNV, ha excusado a esta Presidencia su asistencia al tener que abandonar,
hace unos minutos, la Comisión, por asuntos propios.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Gracias, señor Domíguez por sus
explicaciones y aclaraciones.

Quería puntualizar algunas cosas. En primer lugar, empezando por algo que
acaba de suceder en la Comisión, que es el representante de Izquierda
Unida ha hecho unas manifestaciones en torno al escrito de acusación del
fiscal; creo que es importante que dejemos en su estricto sentido lo que
dice el señor fiscal. El señor fiscal no dice que el señor Domínguez se
hubiera puesto de acuerdo con el señor Palop. Lo que dice es,
imputándoselo al señor Palop, no al señor Domínguez, que hubo
conversaciones con el arquitecto don Francisco Javier Domínguez, que
había efectuado el Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento de
Cullera, a fin de obtener un mayor volumen de edificabilidad de un
determinado solar a cambio de una cantidad de dinero, entre veinte y
treinta millones de pesetas. Dice que el señor Palop mantiene
conversaciones con el señor Domínguez. Eso es lo que dice el fiscal.

Lo que no dice el fiscal es que el señor Domínguez y el señor Palop se
hubieran puesto de acuerdo para...




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, eso he dicho, he leído eso.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Eso lo has dicho tú, eso no lo dice el
fiscal. El fiscal lo que dice exactamente es que ha habido unas
conversaciones. Yo quería centrarme en esas conversaciones, precisamente.

¿Existieron esas conversaciones, señor Domínguez, en las que el señor
Palop le dice que si usted consigue la modificación de la edificabilidad
de ese controvertido solar, a cambio de eso --si el Partido Popular vota
a favor--, le requiere para que la empresa a la que supuestamente usted
representaba --según esas conversaciones-- le diera 20 ó 30 millones de
pesetas de comisión?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Voy a contestar con mucha claridad. Si una
gran empresa española, cualquiera, tiene un problema, sus sedes están en
Madrid. Es decir, tenían capacidad para hablar, si tenían que pactar algo
con alguien, directamente en Madrid. No creo que ninguna empresa tuviera
necesidad de pactar nada con el señor Palop.

En cualquier caso, lo que sí le puedo decir es que a mí--obviamente
porque yo no tenía posibilidad alguna material de hacer favores a nadie--
nunca me pidió nada.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Bien, vayamos por partes.

¿Es falso que el señor Palop le pidiera a usted su colaboración o su
intervención profesional para conseguir la modificación de la
edificabilidad de ese solar, a cambio de lo cual le requería una comisión
de 20 ó 30 millones de pesetas, si el Partido Popular conseguía esa
recalificación?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Jamás me han ofrecido nada.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Pero es falso que eso hubiera ocurrido?



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El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Eso es falso.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Bien. Vamos a analizar un poco lo que el
señor Palop declara ante el Juez Manglano, en relación con unas
conversaciones que han sido declaradas nulas pero que todo el mundo tuvo
oportunidad de conocer a través de los medios de comunicación. El
arquitecto Javier Domínguez --dice esa declaración-- que trabajaba por
entonces para el Ayuntamiento de Cullera --primera inexactitud por lo que
acabamos de ver, porque en ese momento ya no trabajaba usted para el
Ayuntamiento de Cullera-- le puso en conocimiento de la existencia de un
solar en dicho término municipal. ¿Es cierto que le puso en conocimiento
de la existencia de ese solar, en el término municipal de Cullera?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No, no es cierto.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ...que por sentencia se había declarado
urbano por el Tribunal Supremo. Eso no sé si es o no exacto. ¿Había
sentencia del Tribunal Supremo sobre ese solar?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Si el señor Palop tenía algo que ver en ese
asunto podía obtener información por muchos conductos, entre otros porque
había concejales del Partido Popular en el ayuntamiento. En los temas
--digamos-- más espinosos del plan general, había una comisión de
políticos que se reunían directamente con los interesados. A los técnicos
nos pedían informes pero rara vez estábamos en una comida ni en una
reunión. Yo recuerdo que una de las primeras veces que me llamaron, por
parte del Ayuntamiento, para explicar un plan parcial a unos
propietarios, cuando empecé a hablar explicándoles lo que era el
aprovechamiento medio y que la Corporación debería participar de las
plusvalías urbanísticas, me insultaron.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿De esa comisión de políticos formaban parte
todos los grupos políticos representados en el ayuntamiento?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No era de los partidos que estaban gobernando
y el Partido Socialista estaba excluido. Había una comisión de
seguimiento en la que se les daba cuenta, pero cualquier promotor que
quisiera introducir modificaciones, como se introdujeron muchas, hablaba
con el Partido Popular, con el CDS, con Izquierda Unida o con Unión
Valenciana.




El señor DEL BURGO TAJADURA: De manera que tendría que hablar con un
amplio espectro de partidos; de acuerdo.

Sigamos leyendo. Decía el señor Palop en su declaración, que el Alcalde
de Cullera --se refería al solar en cuestión, perteneciente al partido de
Unión Valenciana-- había concedido un nivel de edificabilidad muy bajo.

Me temo que el Alcalde de Cullera no podía conceder nivel alguno de
edificabilidad. Supongo que no tendría facultades para hacerlo, porque
los acuerdos son del Pleno.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero el alcalde tenía mayoría y podían
cambiar la edificabilidad de cualquier solar.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Pero el alcalde no, se supone que sería el
Ayuntamiento.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Tenía que haber un acuerdo entre los grupos
políticos que estaban mandando.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Acuerdos que lógicamente deben ser
motivados, supongo. ¿O no?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No necesariamente.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Forma parte de la discrecionalidad del
Ayuntamiento?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Desgraciadamente, si muchas de las cosas que
suceden, suceden, es porque se deja demasiada discrecionalidad que, a mi
juicio, no se debería dejar.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Y todo esto perjudicaba en grado sumo a una
inmobiliaria cuyo nombre no recuerda. ¿Recuerda usted la inmobiliaria?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: La inmobiliaria era Espacio, creo, si no me
equivoco.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Espacio. Esa es una empresa domiciliada...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: De ámbito nacional.




El señor DEL BURGO TAJADURA: De ámbito nacional. Se dedica a temas
inmobiliarios, supongo, pero tiene gran volumen y gran importancia.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Es un grupo importante. Su Presidente creo
que fue Ministro...




El señor DEL BURGO TAJADURA: Concretamente, ¿quién fue?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Con Franco, ¿no? Villar Mir, creo.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Villar Mir. La propuesta de Javier
Domínguez, que era un mero portavoz --continúa diciendo la declaración
del señor Palop...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Si no le importa, creo que cuando me dirigí
al Tribunal Supremo dejé muy claro que si realmente esa conversación era
cierta y tanto el señor Sanchís como el señor Palop afirmaban que la
habían



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tenido, habían estado utilizando inadecuadamente mi nombre y, por
consiguiente, su actuación lo que merecía era un reproche jurídico-penal.

Que a mí me utilicen para pedir comisiones me parece vergonzoso. La
excusa del señor Palop o de quien fuera, si realmente era para cobrar una
comisión, era un montaje muy malo.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Era un montaje muy malo. De acuerdo.

La propuesta de Javier Domínguez, que era un mero portavoz de la
inmobiliaria... ¿Usted era portavoz de la inmobiliaria?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No, ni tengo ningún poder de ninguna
constructora.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Y ha tenido alguna relación profesional con
la inmobiliaria? ¿Con Espacio o como se denomine la sociedad? Ninguna.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Vamos, yo he tenido relación profesional con
muchísimas empresas. Si ahora usted me quiere decir: ¿conoce usted a
Dragados? Pues sí, hice una cimentación en Alicante con Dragados. ¿Tenía
interés en el...?



El señor DEL BURGO TAJADURA: Un momento, por favor, señor Domínguez. Yo
le he preguntado si ha tenido alguna relación profesional con Espacio,
nada más.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo no he tenido relación profesional con
ellos.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Y tenía algún mandato, encargo o incluso
sugerencia en relación con esa parcela?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: El mandato lo tendrían los delegados de la
empresa, desde luego.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Pero ¿usted tenía alguna relación de la
empresa respecto a esa parcela?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Nunca.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Es decir, que usted, por consiguiente, no
tenía nada que ver con la situación de esa parcela, nada absolutamente.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Ni para bien ni para mal.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Ni para bien ni para mal.

Alguien dijo que el señor Palop tenía mucha fantasía, pero,
evidentemente, según la declaración del señor Manglano demuestra que para
que aquí haya la posibilidad de que la acusación del fiscal tuviera algún
fundamento evidentemente la presencia del señor Domínguez era
determinante; es decir, lo determinante de la acusación del señor fiscal
--y era uno de los elementos clave en todo el tema Naseiro o Manglano--
era que, efectivamente, se habían mantenido conversaciones con el señor
Domínguez porque el señor Domínguez podía, y estaba en su facultad
profesional, por la relación que mantenía con el Ayuntamiento de Cullera,
actuar sobre una parcela o sobre un solar en el que una empresa
constructora tenía intereses, y que en función de esa mediación entre el
señor Domínguez y el señor Palop esa constructora o inmobiliaria estaba
dispuesta o podía dar dinero para que el Partido Popular, con tres
concejales en el ayuntamiento de Cullera, cambiara o apoyara la
propuesta.

Por cierto, y éste es un comentario que hago, bastante caro le iba a
resultar a la constructora, porque si por tres concejales tenía que dar
30 millones de pesetas, como la Unión Valenciana tenía cinco, el CDS dos
e Izquierda Unida tenía uno, y eso formaba parte del gobierno municipal,
a los demás tendría que darles la cuota-parte, porque, evidentemente,
solamente con dar 30 millones al Partido Popular no resolvía la cuestión.

La cuestión se resolvía dándole a todo el ayuntamiento, por lo menos a
todo el grupo municipal del ayuntamiento.

Por tanto, lo que quiero decir, señor Presidente, es que esta acusación
del fiscal, tal y como se desprende, además, de las manifestaciones del
señor Palop en sus declaraciones ante el juez, verdaderamente carece de
sentido. Es decir, estamos aquí ante un delito manifiestamente imposible.

Alguien estaba engañando no sé a quién, probablemente el señor Palop al
señor Sanchís. En el curso de las declaraciones --hay que leerlo todo--,
el señor Palop viene a decir: yo le estaba dando carrete al señor
Sanchís. Pues es posible. Aquí estamos viendo la prueba más clara de que,
efectivamente, alguien estaba dando carrete a alguien, porque nos
encontramos ante una situación manifiestamente ridícula. Yo no sé cómo el
fiscal del Tribunal Supremo hubiera podido argumentar su acusación,
porque para cometer un delito hace falta que, efectivamente, haya un
objetivo claro, es decir, qué es lo que vamos a conseguir. 30 millones de
pesetas. ¿Cómo lo conseguimos? Pues mediante el pago de una comisión. ¿A
quién se la pedimos? A la sociedad inmobiliaria. Y para que esto se
consiga ¿qué tenemos qué hacer? Pues que el Partido Popular vote. Pero el
Partido Popular no es determinante de ninguna votación. Mal asunto. Y
además, tenemos que convencer al arquitecto municipal, que resulta que no
era arquitecto municipal, pero a lo mejor le podían encargar un informe
sobre el asunto. Entonces, establecemos contacto con el arquitecto
municipal...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Usted perdone, pero son...




El señor DEL BURGO TAJADURA: Perdón, estoy en el uso de la palabra, no me
interrumpa.

... para ver si efectivamente todo eso fuera posible; y además, el señor
arquitecto municipal, que no es arquitecto municipal, resulta que tampoco
es portavoz ni representante de la sociedad inmobiliaria. Por tanto, que



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me cuenten a mí dónde está el presunto delito en este asunto. Pero como
realmente se anularon las pruebas y no hubo posibilidad de entrar en el
fondo, pues no hay ningún tribunal que haya podido decir: en este caso
absolvemos a los señores implicados, porque evidentemente, para cometer
un delito, insisto, se tienen que dar todos esos requisitos que
obviamente en este caso no se cumplían.

Pero yo le voy a hacer más preguntas al señor Domínguez para que queden
claras algunas cuestiones.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo quisiera matizar.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Si quiere decir algo, yo estoy encantado de
oírle en este momento.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: En lo que yo quisiera insistirle es en el
hecho de que los informes técnicos no son vinculantes. Concretamente,
respecto a mis informes, cuando llegué al ayuntamiento se iba a proceder
a la demolición de un edificio y no había un catálogo aprobado. Después
de explicar cómo se podía hacer una declaración inmediata de bien de
interés cultural, lo único que conseguí es que esa tarde se firmara una
licencia de derribo, con lo cual quiero decir que difícilmente un técnico
pinta algo en cuanto a las decisiones importantes.

En cuanto a las recalificaciones que se nombran, yo recuerdo --al
Diputado de Izquierda Unida supongo que le hará gracia--, cuando estudié
en una universidad de izquierdas en este país, recuerdo en urbanismo
estudiar a Lefebvre, que decía que la ciudad era el escenario que mejor
reflejaba la lucha de clases. Uno de los ejemplos que a mí me llamaron la
atención, porque en Valencia era palpable, era como la exclaustración,
sirvió no para que esos magníficos espacios conventuales se convirtieran
en equipamientos para la ciudad, sino para que una burguesía valenciana
--que es de origen agrario y ojalá tuviera la categoría que tiene la
burguesía catalana-- se dedicara a hacer negocios y hacerse rica. Es el
principio de lo que ha pasado en este país, y yo he venido paseando por
la Castellana y veo la Torre Picasso y supongo que SS. SS. conocen la
historia, es decir, hay que traer a un americano a firmar eso porque así
llamamos menos la atención, y resucitan a un muerto, como Philip Johnson
para que venga a firmar la torre... ¡Hombre, por favor! Y les podría
citar ejemplos de cualquier ciudad española.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Nos encantaría oírle a usted en una
conferencia sobre urbanismo, pero en estos momentos estamos a lo que
estamos, que es ver si conseguimos llegar a conclusiones sobre su
relación con el señor Palop.

Se dice que el señor Palop --o usted lo ha dicho-- le habló sobre la
sociedad de centros comerciales, de la posibilidad de encontrar algún
terreno sobre el que establecer una superficie comercial. Eso lo ha dicho
usted antes o lo he entendido yo así.

El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo tenía conocimiento de las actividades del
señor Palop, obviamente de política eran pocas cosas. Yo recuerdo que le
facilité en varias ocasiones cosas que me llamaron la atención en el
Ayuntamiento de Valencia, de las que él no hizo uso. Supongo que sus
razones tendría para no hacer uso de esa información. Y de temas
profesionales básicamente yo hablé con él de dos cosas: una, de esa
constructora que quería crear, vinculada a estos clientes míos de
Alicante, una empresa constructora importante --yo ignoro el patrimonio
que tuviera el señor Palop, si contaba con más socios o lo que fuera--, y
luego, algunas cosas que le llegarían a su despacho de abogados, supongo,
como era lo de los centros comerciales. También recuerdo que otra de las
cosas de las que hablé en muchas ocasiones con él fue del PAU de la
Avenida de Francia, en Valencia.




El señor DEL BURGO TAJADURA: De eso hablaremos luego.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Y le expliqué con todo detalle cómo con un
programa de actuación urbanística había mucho dinero en juego y qué
significaban los distintos términos que se barajaban. Pero no estuve en
ninguna reunión, que parece ser que tuvieron, ni con el señor Naseiro, al
que no tengo el gusto de conocer, ni con el señor Janini, al que sigo sin
tener el gusto de conocer.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Lo que yo estaba preguntándole es si el
señor Palop, en nombre de la Sociedad de Centros Comerciales, le pidió a
usted alguna actuación o si simplemente le pidió alguna información.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo tuve alguna conversación con él. Recuerdo
que en la Generalitat se estaba tramitando la Ley del suelo no
urbanizable, que podía tener una incidencia respecto a la ubicación, y le
puse en contacto con estos clientes míos de Alicante que promovían el PAU
de la Playa de San Juan, con el fin de ver si les podía encajar. Por
supuesto esperaba que si hubieran acertado, me encargaran a mí el
proyecto, el cual hubiera hecho encantado.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Domínguez, en ese momento el señor
Palop estaba haciendo una actividad puramente profesional. El se
identificó: soy concejal de Valencia y como concejal de la ciudad de
Valencia le pido ayuda para realizar un centro comercial en el
Ayuntamiento de Alicante.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No necesitaba identificarse porque le
conocía. Era compañero de colegio --si no es necesario no doy el nombre,
porque como todo esto tiene repercusiones en la prensa, no tengo ganas de
que mareen a nadie-- de unos conocidos míos. Era conocido de ellos y
sabía que era concejal en el ayuntamiento, pero, vamos, del Ayuntamiento
de Valencia conocía a la mitad de la corporación.




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El señor DEL BURGO TAJADURA: Pero, insisto, en el momento en que le dice
a usted que si conoce algún lugar...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo no conozco...




El señor DEL BURGO TAJADURA: Perdone un momento y hágame caso a las
preguntas que le formulo. Tenga un poco de paciencia.

Yo le estoy preguntando que cuando el señor Palop le habla, si es que le
habla, de la Sociedad de Centros Comerciales, primero, ¿cuándo se produce
esa conversación? ¿Recuerda usted más o menos cuándo tienen esa
conversación?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Supongo que por octubre de 1990.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Octubre de 1990? ¿Después del asunto
Naseiro?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: O de 1989. ¿El caso Naseiro fue en 1990?



El señor DEL BURGO TAJADURA: En octubre de 1989.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Entonces en 1989. Después no creo que nadie
le encargue una gestión.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Esa conversación se produce en octubre de
1989 y la carta que tenemos todos en nuestro poder del señor don Luis
Romero --el ausente señor Romero-- es de 19 de enero de 1990, es decir,
bastante después de esa conversación que acaba de relatarnos el señor
Domínguez. Quiero dejar constancia de que eso es así. (El señor Gimeno
Marín: Un poco después.)
En segundo lugar, quiero dejar constancia de que ésa es una relación
estrictamente profesional del señor Palop sobre la que se puede tener
opinión al respecto. Es decir, si es desde un punto de vista legal,
parece que no, pero si es desde otro punto de vista, se puede aceptar que
el señor Palop, siendo concejal del Ayuntamiento de Valencia y teniendo
un cargo, como le gusta decir al señor Gimeno, tan relevante como ser
presidente de la intermunicipal popular --me gustaría saber cuántas veces
se reunió durante todo ese tiempo-- pudiera establecer contacto con la
Sociedad Centros Comerciales de España y hacer gestiones para que, por
ejemplo, en Alicante, donde el señor Palop no es concejal, lleve a cabo
gestiones en orden a realizar una actividad privada como es la de un
centro comercial. Se puede tener una opinión al respecto, cada cual puede
tener la suya, pero lo que sí quiero afirmar es que eso no tiene nada que
ver con el objeto de esta Comisión, que es determinar si efectivamente ha
habido alguna financiación irregular del Partido Popular como
consecuencia de las actividades del señor Palop en este caso. De manera
que eso es lo que constituye la esencia de la cuestión. Es decir, hemos
visto que el señor Domínguez, por su actuación en el ayuntamiento, estaba
imposibilitado para conseguir que en Cullera se hiciera la modificación
que supuestamente se pretendía. Por cierto, cuando aquí decimos que las
competencias urbanísticas de Cullera estaban subrogadas en la Comunidad
valenciana, tendremos que aclarar qué significa eso. Significa que el
ayuntamiento carece de competencias urbanísticas al respecto y que las
competencias se ejercen por la Generalidad de Valencia, que las ejerce a
través de la Consejería de, no sé cómo se llama, Ordenación del
Territorio, Medio Ambiente o como se llame, y que, además, esa Consejería
es del Partido Socialista. Por consiguiente, cuando yo hablaba antes de
que encima el delito es imposible por todo lo que he dicho, todavía
insisto más, es más imposible todavía si se tiene en cuenta que la
decisión última en todo este tema tenía que corresponder al Partido
Socialista. Por tanto, carísimo le iba a resultar a la empresa Espacio la
posibilidad de dar comisiones en este asunto porque no sólo tenía que
dárselas a los partidos que ya he citado (PP, CDS, Unión Valenciana e
Izquierda Unida) sino también al Partido Socialista, que, en definitiva,
era el que tenía la última palabra. Por consiguiente, cuando hemos pedido
en esta Comisión que comparezcan otras personas que son del Partido
Socialista y que tienen responsabilidades en urbanismo, es para hacer la
misma pregunta: ¿ustedes recibieron de Espacio la oferta correspondiente
para modificar ese plan? Por cierto, señor Domínguez, ¿sabe qué ha sido
de esa parcela? En este momento, ¿cuál es su situación urbanística? ¿La
conoce? ¿Consiguió la modificación propuesta?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sé que están construyendo los edificios. Yo
no he visto la documentación.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Pero construyen en los términos que la
empresa comenzó en su día?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo ignoro.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Usted no sabe más.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No he tenido la curiosidad, pero es un
registro público y se podría averiguar.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Sería interesante saber en qué terminó esta
historia. Tengo gran curiosidad de saber si, al final, alguien tomó
alguna decisión, y me gustaría saber quién la tomó, y por lo que aquí se
dice, si ha habido una actuación sobre ese solar, la última decisión la
tuvo que tomar el Partido Socialista en la Consejería de Urbanismo de la
Generalidad de Cataluña...




El señor LOPEZ DE LERMA I LOPEZ: ¿De Cataluña?



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El señor DEL BURGO TAJADURA: Perdón, de la Generalidad valenciana. (El
señor López de Lerma i López pronuncia palabras que no se perciben.) La
«longa manus» sólo se proyecta sobre el Gobierno de Felipe González, pero
no sobre la Generalidad valenciana. La «longa manus» de la Generalidad de
Cataluña, quiero decir.

Hay otra cosa que quería dejar también suficientemente clara porque a lo
largo de todas estas comparecencias...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Señor Del Burgo, no hay que irse tan lejos.

El Plan General de Valencia no lleva aprobado cinco años. En Valencia ha
habido una corporación socialista en coalición con el CDS, y hoy gobierna
el Partido Popular. Los errores materiales del plan que se han corregido
son de libro. Es mucho más laborioso hacer una modificación del
planeamiento que decir que me equivoqué, y donde pone dos, pongo ocho. Yo
ignoro si eso tiene contrapartidas, pero como profesional considero que
cuando han pasado años de la aprobación de un plan, que se sigan poniendo
errores materiales es impresentable.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Es impresentable porque haya que corregir
el plan o porque el plan estuvo mal hecho?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Porque al hacerlo como error material se
están eliminando los mecanismos de control de legalidad que el legislador
impuso con la exposición al público...




El señor DEL BURGO TAJADURA: No llego a entenderle bien, señor Domínguez.

Me gustaría que nos lo aclarara un poco más. Si usted está haciendo
imputaciones a la gestión urbanística del ayuntamiento, aunque no sea
objeto de la Comisión, hágalas.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: ¿Quiere que las haga?



El señor DEL BURGO TAJADURA: Sí, no tengo ningún inconveniente.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo que le quiero explicar es que como
profesional yo veo los cambios. Evidentemente la trastienda no la veo. La
mayoría de los técnicos en este país tampoco sabemos lo que sucede en la
cocina. Podemos estar en el restaurante, pero desde luego en la cocina,
viendo cómo se guisan los platos, difícilmente. Las decisiones
urbanísticas conllevan normalmente la posibilidad de ganar mucho o de
perder mucho.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Eso lo sabemos, señor Domínguez.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: ¿Qué sucede con el planeamiento? Que se
establece para dar seguridad jurídica a los particulares, y lo que no
puede ser es que en un plan se ponga que un edificio tiene tres plantas y
que como error material, años después, se corrija y pase a tener ocho,
por ejemplo. O que un edificio que está protegido deje de estar protegido
porque uno entiende que se equivocó al poner la trama. Que eso no se haga
como una modificación sólo tiene un objetivo, para mí, que es evitar que
haya un control por los demás.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Entonces, quiere usted decir que esas
actuaciones urbanísticas pudieran estar viciadas como consecuencia de
intereses espurios, lógicamente.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo que yo le digo es que me sorprende que las
tramas cambien, que las alturas cambien y que no se hagan las
modificaciones de planeamiento conforme a nuestra legislación
urbanística.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Sin embargo, a usted le sorprende que el
señor Palop dijera que había hablado con usted sobre la parcela de
Cullera. Piense usted que si efectivamente puede haber intereses espurios
en unas modificaciones de la legalidad urbanística en el Ayuntamiento de
Valencia, cualquiera puede pensar que también las pudo haber en el
Ayuntamiento de Cullera, de cuyo Plan general de ordenación urbana usted
es redactor.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Le he citado el ejemplo de Lefebvre por
atención a S. S. de Izquierda Unida (El señor Alcaraz Masats: Se lo
agradezco), pero de nuestra legislación urbanística, entre las primeras
leyes de ensanche, la famosa Ley Posada no consiguió llegar a la
práctica, y entre los planes de ensanche propiamente dichos, el catalán
es un modelo, aunque también le voy a decir una anécdota. Ildefonso
Cerdá, que fue el padre del urbanismo conservador moderno y que hizo un
plan magnífico en Barcelona --yo creo que es la ciudad mejor planificada
de España, con mucho--, sin embargo, creó una gran oposición por parte de
la burguesía catalana en su momento, porque los arquitectos municipales
de entonces, miembros de familias importantes, como el señor Rovira, se
opusieron tajantemente a que fuera un ingeniero de Caminos --lo cual yo
comparto-- y no un arquitecto el que firmara ese plan.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Celebro que un arquitecto conservador haya
hecho algo tan bueno como la ordenación urbanística de Barcelona. (El
señor Alcaraz Masats: Era nacionalista.)



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: El señor Cerdá murió en Santander, en unas
condiciones económicas que revelan claramente que el redactar el
planteamiento no es un negocio.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Efectivamente. Por tanto, no presupongamos
que cualquier modificación de los planeamientos es un negocio, por lo
menos para los que tienen la facultad de aprobar, porque si no tendríamos



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bajo sospecha todas las operaciones urbanísticas que se han hecho en
España en los últimos quince años.

Sigamos con el asunto. Usted habla con el señor Palop, lógicamente, según
se desprende de las conversaciones grabadas; aunque sean nulas, las
conversaciones existieron.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Aparte de que tenía conversaciones de
carácter profesional, era concejal de su Partido en el Ayuntamiento de
Valencia, y en ese momento yo creo que era un concejal más.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Usted era o es amigo del señor Palop?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo tengo relación con él. Usted sabe que, en
la vida, amigos, desgraciadamente, uno tiene pocos. Vamos, yo no he ido
al colegio con el señor Palop, ni he ido a la universidad con él y hemos
hecho carreras distintas...




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Es un conocido o más que conocido?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Mi opinión, hasta que luego ha salido todo lo
que ha salido del señor Palop, en ese momento era una opinión buena, es
decir, un político más. Yo tampoco tenía un excesivo conocimiento de lo
que era la política y no me podía imaginar que hubiera tantas cosas.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Usted sabe, señor Domínguez, que al señor
Palop se le imputa que estuviera haciendo, todas las horas del día,
gestiones para financiar al Partido Popular de forma irregular, pidiendo
comisiones a todo el mundo, etcétera; esto es más o menos lo que se ha
dicho o lo que se pretende demostrar. Yo quisiera preguntarle: ¿A usted
le hablaba de la financiación del Partido Popular en las conversaciones
que mantuvo con usted a lo largo de ese tiempo?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: En alguna ocasión, sí que me comentó algo
sobre las finanzas del Partido, que las arcas estaban vacías, que había
otros partidos, como el Partido Socialista, que recibían muchas más
ayudas... Pero si me va a preguntar sobre la financiación de los
partidos, yo no milito en ninguno...




El señor DEL BURGO TAJADURA: No, le pregunto si le habló de las finanzas
del Partido.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sé que reciben cerca de 30.000 millones de
los Presupuestos Generales del Estado, no sé cómo se lo reparten...




El señor DEL BURGO TAJADURA: Le estoy preguntando si el señor Palop le
dijo que se dedicaba a recaudar dinero para el Partido Popular en alguna
de sus conversaciones.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: ¡Hombre!, yo creo que en alguna campaña sí
que habló con algún cliente para pedir que apoyaran económicamente al
Partido.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Pero a usted le dijo que se dedicaba a la
financiación del Partido Popular, que ése era su objetivo y era su
cometido?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero, señor Del Burgo, si yo no sabía ni en
qué comisiones estaba en el ayuntamiento...




El señor DEL BURGO TAJADURA: Diga no, no me lo dijo.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No era su confesor.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Pues entonces, contésteme. Diga pues no, no
me dijo nunca que se dedicaba a financiar al Partido Popular. Dígamelo.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Es que yo no lo sé...




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Se dedicaba o no se dedicaba? ¿Se lo dijo o
no se lo dijo?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Usted sabrá, que es del Partido Popular, si
se dedicaba a financiar a su Partido o no. Yo no lo voy a saber.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Domínguez, le estoy preguntando única
y exclusivamente si el señor Palop le dijo a usted que estaba realizando
gestiones para financiar al Partido Popular a través de comisiones
ilegales, a través de comisiones a empresas.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Creo que si lo hiciera no me lo hubiera
dicho.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Pero contésteme sí o no. Dígame, por favor,
contéstemelo: sí o no. ¿Se lo dijo o no se lo dijo? No está bajo
juramento, señor Domínguez.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Aunque no esté bajo juramento, yo, por
respeto a esta Comisión, lo que quiero es informar y contribuir a
esclarecer la verdad. Pero creo que el papel del señor Palop en el
Partido Popular lo sabrá el Partido Popular, no yo.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Domínguez, le estamos preguntando
--insisto-- que me conteste simplemente a lo que yo le he preguntado.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Lo que le puedo decir es que lo normal en las
campañas es que los promotores...




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El señor DEL BURGO TAJADURA: No me interesa lo que es lo normal en las
campañas, señor Domínguez; no me interesa eso. Me interesa que me
conteste sí o no a si el señor Palop le dijo que se dedicaba a recaudar
dinero mediante comisiones a constructoras con pago de favores políticos.

Esas son las comisiones ilegales. ¿Le dijo alguna vez eso?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo no tenía conocimiento de las actividades
políticas del señor Palop.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Es decir, ¿no se le dijo?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No, no me lo dijo, claro.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Bueno, ¡menos mal!



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero es que a mí no me tenía que dar cuentas.




El señor DEL BURGO TAJADURA: No, no, por supuesto que no, pero eran
amigos y le podía contar las cosas que estuvieran haciendo, si eran
amigos.

Señor Domínguez, se pretende...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo le agradecería también... la prensa ha
publicado... yo tengo tres hijos..., desearía que mi sexualidad no
saliera a colación otra vez. (Rumores. Risas.)



El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Domínguez, no sé si...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Es la verdad. No me pregunte también si soy
amigo íntimo del señor Palop. Me parece grosero, de verdad.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Domínguez, yo no le he preguntado tal
cosa no se la pienso preguntar, y me parece absurdo que usted hable en
este momento de ello.

Yo lo único que le estoy diciendo y estoy intentando ver es qué
relaciones tenía usted con el señor Palop, porque, que sepa usted, señor
Domínguez, que lo que está en cuestión es precisamente eso: que dada su
amistad con el señor Palop, el señor Palop le requirió a usted para que
hiciera determinadas actuaciones profesionales que permitieran cobrar una
comisión ilegal para el Partido Popular. Eso es lo que se está diciendo,
lo que se ha dicho, lo que se ha imputado; y yo creo que usted tiene
interés, si efectivamente eso no fue así, de demostrar que no lo fue.

Aunque usted no fuera imputado en el juicio que se siguió contra los
señores Naseiro, Palop y Sanchis, eso es lo que ha quedado y eso es lo
que dice el informe del Partido Popular. Desgraciadamente, eso es lo que
dice en lo que se refiere a usted.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Le recomiendo que lea este libro. (El señor
Domínguez Rodrigo muestra un libro a los miembros de la Comisión.) y
tendrá otra opinión.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Lo conozco. Yo lo único que le digo, señor
Domínguez, es que del resultado de la lectura de las cintas
magnetofónicas grabadas
--que luego se demostró que habían sido ilegalmente grabadas y que, por
consiguiente, el Tribunal Supremo declaró nulas las pruebas-- en aquel
momento, se desprendía o se deducía esa conclusión a la que llega el
informe del Partido Popular: de que usted había mantenido conversaciones
con el señor Palop en orden a lo que tantas veces tantas preguntas le han
hecho los comisionados...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo, señor Del Burgo, le repito: del informe
del Partido Popular a mí el Partido Popular no me ha dado traslado. Si
realmente recoge imputaciones de esa índole, por supuesto actuaré
legalmente contra el Partido Popular.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Domínguez, usted me acaba de enseñar
ese libro. (Asentimiento.) y me ha recomendado su lectura, ¿no es así?
(Asentimiento.) ¿Usted sabe que en ese libro el apéndice final es
precisamente el informe del Partido Popular? Usted me ha recomendado que
lea un libro donde figura el informe del Partido Popular.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Donde figura una documentación...




El señor DEL BURGO TAJADURA: No, donde figura el informe del Partido
Popular, literalmente transcrito en sus últimas treinta páginas por lo
menos. Ese es el informe íntegro del Partido Popular, que usted me ha
recomendado que lea, y ahora dice que, si conociera tal o cual cosa,
entonces adoptaría acciones legales. ¿Ha adoptado usted esas acciones
legales?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Yo no tengo por qué consentir que ningún
partido político utilice y pretenda imputarme hechos que son falsos.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Domínguez, el llamado informe Ruiz
Gallardón...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No creo que...




El señor DEL BURGO TAJADURA: Por favor, ne me interrumpa cuando esté en
el uso de la palabra. Yo le doy a usted la posibilidad de responder, pero
por favor no me conteste antes de mis preguntas.

Yo le quiero aclarar que el informe del señor Ruiz Gallardón se basa
esencialmente en la transcripción literal de las cintas grabadas por el
juez, señor Manglano. A partir de ahí, se sacan una conclusiones que son
provisionales, porque todas ellas quedan supeditadas a lo que resulte
finalmente



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de las pruebas judiciales. Como las pruebas judiciales han sido...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Es el informe provisional.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Me quiere usted dejar terminar, por favor?
Es un informe provisional, efectivamente, que da lugar a la apertura de
un expediente disciplinario, que se dice queda pendiente de lo que
resulte de las pruebas judiciales. Eso es así. Señor Domínguez, quiero
decirle que, a pesar de que eso fuera así, como resulta que no ha habido
juicio final porque se han anulado las pruebas en las que se sustentaban
las afirmaciones provisionales, usted no ha tenido la oportunidad de ver
que un tribunal haya dicho: No es verdad lo que se decía en las cintas,
no es verdad lo que dice el fiscal en su acusación o lo que dicen las
acusaciones particulares, no es verdad en lo que se refiere al señor
Domínguez, porque no queda probado o por el motivo que sea. Como eso no
ha ocurrido porque lo que se ha declarado nulo son las cintas y, por
consiguiente, no ha habido oportunidad.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Nadie me ha imputado nunca ningún delito.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Como no ha habido posibilidad de entrar en
el fondo de la cuestión, en esta Comisión lo único que tratábamos de
saber era, en relación con el Partido Popular, si de las actuaciones del
señor Palop con usted se desprendía la posibilidad de alguna financiación
irregular para el Partido Popular. Eso es lo que yo estoy intentando
decirle, porque, aunque fuera provisionalmente, de las conclusiones del
informe Ruiz Gallardón, de la lectura de las cintas y del informe del
fiscal se desprendía --de eso, que naturalmente no tiene ni el valor de
cosa juzgada ni el valor de hecho probado-- que, efectivamente, esas
conversaciones habían existido y que, por consiguiente, usted podía haber
estado tramando con el señor Palop algún tipo de actuación que le
permitiera al Partido Popular financiarse ilegalmente. Eso es lo que
quiero decirle.

Las preguntas que yo le estoy haciendo están dirigidas única y
exclusivamente a demostrar, o por lo menos a aclarar, que eso no ocurrió.

Cuando yo he hecho la apelación de que se le estaba imputando al señor
Palop la comisión de un delito imposible, era porque su participación,
que era esencial para que el delito se consumara, no solamente no había
quedado probada, sino que además era imposible, porque usted no tenía
nada que ver con ese asunto ni hubiera podido hacer nada en favor de las
pretensiones supuestamente atribuidas al señor Palop. Eso es lo que yo le
quiero decir. Por tanto, las preguntas que le hecho son relacionadas con
eso.

Otra de las cosas que se ha suscitado en esta Comisión por los
comisionados es lo que se refiere a Futuro Financiero. Yo lamento que su
hermano, que le ha acompañado en su momento, se haya ausentado, porque yo
hubiera pedido, con permiso de la Presidencia y por supuesto con la
aceptación del interesado, que el propio señor Domínguez, secretario y
consejero de Futuro Financiero --ya que lo teníamos en la sala-- hubiera
podido contestar algunas preguntas clarificadoras sobre lo que representa
Futuro Financiero.




El señor PRESIDENTE: Señor Del Burgo, las comparecencias de la Comisión
tienen que ser aprobadas por la Comisión y sometidas al procedimiento
regular.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Nunca se me hubiera ocurrido si no hubiera
sido acuerdo de la Comisión. Lo que quiero decir es que hubiéramos tenido
la oportunidad de preguntarle. Yo creo que es muy importante, señor
Gimeno. Usted ha hecho, a lo largo de toda la comparecencia del llamado
caso Naseiro, para nosotros caso Manglano, abundantes referencias a
Futuro Financiero, lo mismo que el señor Alcaraz, que también ha hecho
alguna referencia, aunque no tantas. Me parece que es muy importante
dejar meridianamente claro algo que se desprende de la realidad, pero que
en cualquier caso está siendo puesto permanentemente en duda. Por el mero
hecho de que --don Arturo Moreno, cuya participación en Futuro Financiero
se deriva de la vinculación familiar con su esposa, María Beltrán, que es
a la que se le nombra consejero junto a su esposo, en atención a sus
conocimientos de Bolsa --además, creo que se ocupa de la gerencia de la
propia sociedad--, en función de que el padre de la esposa del señor
Moreno es uno de los principales accionistas de Futuro Financiero, y de
ahí se deriva la relación del señor Moreno con esa sociedad; que, a su
vez, esa relación se extiende a otros amigos suyos que da la casualidad
que en este momento son Diputados --por cierto, cuando se produce su
ingreso en Futuro Financiero como accionistas no lo eran, ahora lo son
algunos de ellos; se ha dicho el señor Michavila, entonces no era...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Pero el señor Cortés, sí.




El señor DEL BURGO TAJADURA: El señor Cortés era Diputado. Eran amigos
del señor Moreno, y me concederá el señor Domínguez que, de la misma
forma que él llega a Futuro Financiero porque su hermano le dice:
suscribe estas acciones, también habrá otros miembros de esa sociedad que
puedan ofrecer a sus amigos la posibilidad de adquirir y suscribir
acciones de Futuro Financiero, que es una sociedad que fundamentalmente
se iba a dedicar a inversiones en Bolsa y a la administración de
carteras, y nada tenía que ver con actividades empresariales de carácter
especulativo e inmobiliario, o que tuviera relación con la
Administración, sino simplemente administración de inversiones
bursátiles, que era de lo que sabía fundamentalmente la señora Beltrán.

Insistir en esta cuestión de Futuro Financiero es sembrar la duda
gratuitamente sobre personas como el señor Domínguez (don Luis), o como
don Alvaro Alonso del Castrillo, presidente de la sociedad, letrado del
Consejo de Estado, persona que tiene solvencia económica suficiente para
promover la constitución de una sociedad cuya finalidad



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no tenía nada que ver con la política ni necesitaba para nada de la
política, y da la casualidad de que en esa sociedad hay personas
vinculadas a la política. Pero de ahí a la siguiente imputación: que
Futuro Financiero, como el señor Moreno y los señores Michavila y Cortés
estaban dentro de la sociedad, era la tapadera del Partido Popular para
recaudar comisiones ilegales. Eso es lo que se desprende de las
manifestaciones, de las sugerencias, de las imputaciones, de la
insinuaciones maliciosas del señor Gimeno, con relación a Futuro
Financiero. A mí me gustaría entonces que en su turno de réplica el señor
Gimeno despejara de una vez por todas la cuestión de Futuro Financiero.

Si no, yo insisto, me parece que aquí está el señor Latorre... Yo con
permiso de la Comisión, le pediría al señor Latorre aunque fuera --no sé
si está--. No, el señor Latorre, no; el señor Domínguez...




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: No, mi hermano no está.




El señor DEL BURGO TAJADURA: No, lamentablemente no está.




El señor PRESIDENTE: Señor Del Burgo, el señor Latorre comparecerá, una
vez que acabe la comparecencia de don Javier Domínguez, que estaba citado
para las once y media.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Ha sido una equivocación, señor Presidente,
me he equivocado y he dicho Latorre en vez de Domínguez. Yo quería,
aunque fuera informalmente, que a esta Comisión nos ilustrara, de una vez
por todas, sobre el alcance y naturaleza de Futuro Financiero, que es
precisamente el otro eslabón. ¿Por qué al señor Domínguez (don Javier),
se le ha visto envuelto en el asunto llamado caso Naseiro? Por dos
razones, porque usted fue redactor del plan general de Cullera y, por
consiguiente, le cita a usted en conversaciones del señor Palop, y,
segundo, porque usted era también accionista de Futuro Financiero. Como
Futuro Financiero, según sospechas, era la tapadera del Partido Popular
para su financiación, entonces, usted está involucrado en el asunto
Naseiro.

Esta es la cuestión. Creo que ha quedado absolutamente demostrado que ni
usted tenía nada que ver con el Partido Popular, ni cuando es accionista
de Futuro Financiero lo hace para ninguna cuestión que tenga relación con
la actividad política, y por último, usted difícilmente podía dar
satisfacción a las supuesta pretensiones del señor Palop. Estimo, señor
Presidente, que esta comparecencia ha sido ilustrativa y por mi parte no
tengo nada más que decir.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún comisionado desea intervenir?
Tiene la palabra el señor Gimeno.




El señor GIMENO MARIN: Normalmente, las intervenciones del portavoz del
Grupo Popular producen la situación de reabrir las cuestiones, pero
quiero dejar bien claras algunas cosas en lo que se refiere al
compareciente y también respecto a la intervención del portavoz del Grupo
Popular. Señor Presidente, a mí me parecería un despropósito que una
persona que comparece acompañando al que está citado tuviera que declarar
en esta Comisión. Me parece una barbaridad.

Dicho eso --y lo digo por el propio funcionamiento de la Comisión--,
quiero dejar bien clara una cuestión. He llegado a un convencimiento en
esta Comisión, señor Domínguez, y es que usted no tiene nada que ver con
el tema.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Se lo agradezco mucho.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Me parece muy bien.




El señor GIMENO MARIN: Me da la sensación, por la intervención del
representante del Partido Popular, de que es al revés.

He llegado a la conclusión de que usted no tiene nada que ver con el tema
y que, en todo caso, lo que se ha hecho es utilizar su nombre, como ha
dejado bien claro no sólo en su comparecencia ante el Tribunal Supremo,
sino en esta Comisión. Incluso ha hablado de la posibilidad de dirigirse
contra quienes están utilizando su nombre en estos momentos o lo han
utilizado en su día.

Quiero dejar bien claro que así lo entiendo, pero también le quiero decir
algo. Me parece que en su comparecencia ha dicho cosas importantes e
interesantes para esta Comisión, porque ha entrado en un problema que es
real. Creo que en el tema urbanístico, a nivel municipal y con la
distribución actual de competencias --tengo la impresión de que el señor
don Jaime Ignacio del Burgo no lo entiende muy bien todavía-- sí que
intervienen los ayuntamientos. Otra cuestión es que la aprobación de un
plan general corresponda, en último término, a una instancia superior,
pero, por supuesto, intervienen los ayuntamientos en temas urbanísticos.

Usted ha dicho varias cuestiones muy importantes. Una, que es un problema
que subyace no sólo por lo que usted ha dicho al nivel al que podría
referirse hoy aquí, porque no puede decirlo de otra manera. Está presente
en la opinión pública, por declaraciones de empresarios, que todos hemos
oído y leído, en las que se plantea que los temas urbanísticos a veces
tienen que ver con corrupciones, pongámosles los calificativos que
tengan, porque ya sé que una cuestión es decirlo en general y otra
cuestión es decirlo en concreto. Creo que ese tema es muy importante,
pero también lo es cuando usted dice que un técnico lo que hace es un
informe, pero quien toma la decisión, por lo menos en nuestra
legislación, son los políticos. A mí me parecen muy importantes este tipo
de cuestiones porque esta Comisión tiene que hacer una información
global. No sé si podremos concretar qué nivel, pero podremos sacar una
información ya que, como experto profesional en estas materias, ha dicho
cosas de interés.

Para que el portavoz del Grupo Popular no tenga ningún problema, yo no
pregunto por el tema de Futuro Financiero intentando implicar a las
personas que no sean



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políticos. No tengo ninguna duda sobre ello. Pregunto precisamente para
dejar bien claro lo que creo que también ha dejado bien claro hoy el
compareciente: que había un grupo de políticos. Esa es la cuestión. Había
un grupo de políticos, algunos de ellos con responsabilidades políticas
importantes. No digo nada más. Lo que queda bien claro, en mi opinión, es
que el compareciente y otros, por supuesto, no tienen nada que ver con lo
que estemos discutiendo o no en esta Comisión, o con lo que se hable o no
se hable. A mí me parece muy importante que estas cuestiones las vayamos
poniendo en su sitio. En ese sentido, señor Domínguez, aunque es incómodo
que se le cite, a veces también sirve para dejar bien clara cuál es la
situación de cada uno en los distintos casos.

Le voy a hacer en estos momentos dos preguntas muy concretas, y con esto
termino. Ya le digo que mi visión de su intervención es la que le he
dicho, sin más. En cualquier caso, le quiero preguntar: ¿En alguna
campaña electoral se dirigió el señor Palop a alguno de sus clientes para
pedir dinero? No estoy hablando de comisiones, como pretende decir el
portavoz del Grupo Popular. No he hablado de eso. He preguntado si se
dirigió y no quiero que me diga ningún nombre. Sólo le pregunto de forma
genérica.




El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Sí.




El señor GIMENO MARIN: Otra pregunta: ¿Los promotores se han quejado de
que los partidos les piden dinero para las campañas?



El señor DOMINGUEZ RODRIGO: Naturalmente.




El señor GIMENO MARIN: Muchas gracias, señor Domínguez por su
comparecencia.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún comisionado desea hacer alguna pregunta?
(Pausa.)
Quiero darle las gracias a don Javier Domínguez Rodrigo por su
comparecencia y colaboración con esta Comisión.

Hacemos un breve receso para dar entrada al siguiente compareciente,
señor Latorre.




Se reanuda la sesión.




-- DE DON LUIS LATORRE MATUTE, ACORDADA POR LA COMISION NO PERMANENTE
PARA EL ESTUDIO DE LA FINANCIACION DE LOS PARTIDOS POLITICOS Y LAS
TRANSFORMACIONES PRECISAS PARA SU ADECUACION A LA NECESARIA TRANSPARENCIA
QUE DEMANDA LA OPINION PUBLICA, PUESTA EN CUESTION POR LOS CASOS COMO
FILESA, NASEIRO, ETCETERA, PARA INFORMAR SOBRE TEMAS OBJETO DE LA MISMA.

(Número de expediente 219/000708.)



El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión.

Damos el saludo a don Luis Latorre Matute, a quien agradezco, en nombre
de la Comisión, su comparecencia ante la misma.

Daré un primer turno de intervención, si quiere hacer alguna explicación
de su situación ante el denominado caso Naseiro, por el que comparece
ante esta Comisión que investiga la financiación de partidos políticos en
España y, después, intervendrán los señores comisionados en el orden
establecido por esta Comisión y a los cuales usted, una vez escuchadas
sus preguntas, tiene el derecho, si lo estima pertinente, en base
constitucional, a no responder y siempre en la respuesta que dé, en lo
positivo, a la indicación que le haga el señor comisionado.

Sin más, si quiere utilizar ese prime turno, don Luis Latorre, puede
hacer uso de la palabra.




El señor LATORRE MATUTE: Quiero agradecer al señor Presidente que me
conceda el uso de la palabra y deseo manifestar, a todos los miembros de
la Comisión, que estoy a su disposición para aclarar las cuestiones que
puedan ser de utilidad, en relación con la finalidad de la Comisión.

También querría explicarles brevemente cuál es mi situación en este
asunto. En primer lugar, quiero señalar que no tengo relación alguna con
la financiación de partidos políticos. No estoy afiliado a ningún partido
político, ni lo he estado antes. No conozco a ninguna de las personas que
fueron detenidas el 9 de abril, ni tampoco he trabajado para ninguna de
las empresas que aparecen vinculadas con el llamado caso Naseiro.

Mi detención y posterior incomunicación se deben a que yo ocupaba el
cargo de arquitecto municipal de Cullera, que sigo ocupando en este
momento, y como en las conversaciones que se habían grabado aparecían
referencias a un tema de Cullera, a un arquitecto de Cullera, el juez
Manglano, pide en un momento determinado a la policía que averigüe el
nombre y la identidad de la persona que ocupa el cargo de arquitecto
municipal, aparece mi nombre y, entonces, se dicta auto de detención.

No obstante, quiero dejar claro que en ninguna de las conversaciones que
se habían grabado, ni en sus transcripciones se hace mención a mi nombre,
es decir, no aparece el nombre de Luis Latorre ni del arquitecto
municipal de Cullera. Hay referencias al asunto de Cullera, al arquitecto
del Plan General de Cullera, pero nunca referencias directas a mi
persona. Entiendo que hubo un error, una precipitación, por parte del
juez, al no averiguar suficientemente a qué personas se referían cuando
hablaban de un arquitecto y así lo manifesté, posteriormente, en mi
comparecencia ante el juez y en otros escritos.

En ese sentido, quiero señalar que el propio Salvador Palop, en su
declaración, en el folio 433 del expediente, señala que las referencias
al arquitecto son, en todo caso, a Javier Domínguez, con lo cual queda
claro que no se refería a mí, ni había hablado nunca conmigo.

Más adelante, el propio Salvador Palop también señala que le merece todo
el respeto el señor Latorre al que no conoce, como es cierto que no
conozco --ya lo he dicho-- a ninguno de ellos.




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El propio juez Manglano, al iniciar mi declaración, me comentó que me
había llamado el primero, en aquella ocasión, porque yo era el eslabón
más débil de la cadena, a su entender. En realidad, yo no soy eslabón de
ninguna cadena, no tenía nada que ver con aquellos señores y --repito--
no tenía nada que ver con ningún partido político.

Por otro lado, tanto el ayuntamiento de Cullera, como el Colegio de
Arquitectos se pronunciaron inmediatamente en mi favor e hicieron
declaraciones públicas. Concretamente, el ayuntamiento de Cullera señala
que en ningún momento se ha dudado de la credibilidad de nuestro
funcionario don Luis Latorre, se muestra el apoyo de esta corporación a
un funcionario de la misma que, en tanto no se demuestre lo contrario,
suponemos persona honorable y merecedora de todo respeto.

En cuanto al Colegio de Arquitectos me voy a permitir leerles el acuerdo
que tomó la junta de gobierno, en el que se deja clara su postura
respecto a mis actuaciones. La junta de gobierno del Colegio, en sesión
de 21 de mayo de 1990, con relación a la detención ordenada por el señor
juez de instrucción del Juzgado N.º 2 de Valencia, del arquitecto Luis
Latorre Matute, adoptó por unanimidad, una vez levantado el secreto de
las diligencias previas 295/90, el siguiente acuerdo. Uno, mostrar su más
enérgico rechazo por la actuación judicial que dio lugar a la injusta
detención del arquitecto Luis Latorre Matute durante los días 9 y 10 de
abril pasados, actuación que puede considerarse precipitada y carente de
los suficientes indicios racionales como para disponer tan drásticas y
contundentes medidas que, al manifestarse como indebidamente adoptadas,
suponen clara vulneración de los derechos más elementales de la persona.

Para esta Junta de Gobierno, así como para el colectivo de arquitectos
que representa, nunca ha existido la más leve sospecha de la total
ajenidad del arquitecto, señor Latorre, a los hechos que se le imputaron,
no sólo por la presunción de inocencia que a todo ciudadano debe
acompañar sino por el conocimiento que del mismo se tiene, tanto en su
actividad profesional como en los diversos cargos colegiales que ha
desempeñado, en los que ha destacado por su ética e intachable
honestidad. Aunque los daños morales y materiales que se han causado con
su injusta detención y la propagación de la noticia en días sucesivos por
todos los medios de difusión local y nacional nunca podrán ser reparados
adecuadamente, este Colegio quiere expresar al arquitecto, señor Latorre,
de modo público y ostensible, su absoluto apoyo y respaldo en cuantas
acciones desee emprender en la difícil pero necesaria restitución de su
buen nombre y honorabilidad profesional.

Este acuerdo fue ratificado en la asamblea general del Colegio de
Arquitectos y fue difundido a través de la prensa nacional, con su texto
íntegro.

Por otro lado, en defensa de mis derechos presenté una petición
indemnizatoria al Consejo de Ministros, que fue desestimada en un primer
momento. Contra ese acuerdo presenté un recurso
contencioso-administrativo en el Tribunal Supremo. Posteriormente, el
Tribunal Supremo se ha declarado incompetente en el tema y ha trasladado
el asunto a la Audiencia Nacional, donde está en trámite.

Lo que yo les quiero señalar es que no pretendo con esta petición el
resarcirme económicamente ni el obtener un beneficio económico de este
asunto, lo que pretendo es que quede claro que ha habido un
funcionamiento anómalo de la Administración de Justicia y el
reconocimiento de que hubo un error y que nada tuve que ver en el tema.

En definitiva, lo que trato es de que se repare ese daño moral, social,
familiar y profesional que he sufrido y que haya un reconocimiento
público del error. Como digo, no es un beneficio económico el que
pretendo obtener. Lo que quiero es que a mi familia, a mi mujer y a mis
hijos, no le quede una sombra de duda de que yo me he estado aprovechando
de un cargo o que he estado intentado robar o beneficiarme con
actividades ilícitas. Yo trabajo como funcionario en el Ayuntamiento de
Cullera por las mañanas y como arquitecto en ejercicio libre por las
tardes, porque tengo declaración de compatibilidad, y pretendo llevar
adelante mi profesión con la máxima honradez, de la mejor manera posible
y con no poco esfuerzo, porque los tiempos son difíciles, pero sin
actuaciones ilícitas.

En definitiva, lo que quiero transmitirles es que a mí este tema sólo me
ha causado perjuicios de todo tipo y ningún beneficio, económico ni de
ninguna otra clase. Querría que les quedara claro y, si es posible, que
lo hicieran constar en sus conclusiones es que no tengo vinculación
alguna con la financiación de partidos políticos. Mi nombre ha salido ya
en la prensa, radio, televisión, en numerosos libros que se han escrito
sobre el tema y eso quedará ahí para la historia. También querría, si es
posible, que quedara claro que no estuve vinculado con el tema, que fue
un error que se cometió en su momento, y llevarles al convencimiento este
hecho, acción que ya pretendo a través de los tribunales, pero la
justicia es lenta.

Finalmente, quiero decirles que estoy a su disposición para responder a
las preguntas que me hagan y en lo que pueda aclararles sobre el tema,
con mucho gusto les atenderé.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señor Latorre.

En primer lugar, tiene el uso de la palabra el comisionado del Grupo
Parlamentario Socialista, don Fernando Gimeno.




El señor GIMENO MARIN: Muchas gracias, señor Latorre, por su
comparecencia en esta Comisión. Soy consciente de que incluso la
comparecencia en esta Comisión y la citación pueden ser, en parte,
molestas pero aspiro en esta ocasión a que esta Comisión también le sirva
a usted de compensación, posiblemente moral, de lo que usted ha dicho
hasta ahora. Si eso es así, supongo que usted estará no sólo satisfecho
de haber venido a esta Comisión sino doblemente satisfecho por haber
conseguido algo que todavía no ha conseguido de una forma pública. Yo le
puedo decir a nivel personal (desde luego, yo no soy quién para tomar la
posición de esta Comisión) que por todo lo que yo he estudiado del caso
Naseiro --que algunas horas



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he dedicado al mismo--, y lo digo públicamente en la medida en que pueda
servir, mi impresión personal es que usted no tiene nada que ver con lo
que fue el caso Naseiro. Se lo digo de entrada...




El señor LATORRE MATUTE: Se lo agradezco mucho que así se haga.




El señor GIMENO MARIN: Como posición personal. (El señor Del Burgo
Tajadura: No hubo caso.) No, señor Del Burgo, sí que hubo caso Naseiro, y
hay caso Naseiro que se está estudiando en esta Comisión de
Investigación. Lo que quiero dejar bien claro es que una cuestión es que
exista ese caso Naseiro, que yo creo que sí que existe, y otra cuestión
es que haya que reconocer las cosas, porque esta Comisión también puede
tener a veces alguna parte gratificante, gratificante para los que
estamos aquí y gratificante para los que comparecen. Se lo digo así de
entrada.

Dicho esto, creo que usted también puede ayudar a esta Comisión en
algunas cuestiones que nosotros vamos perfilando y, por su propia
experiencia profesional, le puedo asegurar que el anterior compareciente
algo ha contribuido también en esta misma línea, aunque entiendo que su
caso es totalmente distinto. Así se lo digo y así lo entiendo.

¿Desde cuándo está usted trabajando como funcionario en el Ayuntamiento
de Cullera?



El señor LATORRE MATUTE: Desde el 2 de enero de 1989 en que entré por
oposición, primero, como arquitecto interino; posteriormente hubo una
segunda oposición para convocar la plaza en propiedad, que fue el 14 de
noviembre de 1989. Desde ese momento tengo la plaza en propiedad. Ambas
oposiciones eran abiertas, libres, se presentaron varios compañeros más,
yo obtuve el número uno y tengo la plaza en propiedad desde ese momento.




El señor GIMENO MARIN: Con anterioridad a que usted estuviera desde enero
de 1989, ¿había otros arquitectos u otro arquitecto que desempeñara las
funciones que usted desempeñaba o cómo estaba la situación?



El señor LATORRE MATUTE: Sí, claro, anteriormente siempre había habido
arquitecto municipal en Cullera.




El señor GIMENO MARIN: ¿Recuerda usted quién era el anterior arquitecto?
Lo digo para situar exactamente, bueno, no le intento llevar a una
situación de...




El señor LATORRE MATUTE: No, no. El anterior era Javier Domínguez.




El señor GIMENO MARIN: Javier Domínguez. Es decir, usted fue contratado
interinamente porque Javier Domínguez dejó su puesto.




El señor LATORRE MATUTE: Exactamente, quedó vacante la plaza de
arquitecto. Había dos plazas de arquitecto, la otra ocupada por Andrés
Fernández, pero también estaba vacante porque estaba suspendido de empleo
y sueldo.




El señor GIMENO MARIN: Más o menos a finales de 1988 dejó la plaza el
señor Domínguez, supongo...




El señor LATORRE MATUTE: Exacto, y se convoca una oposición, además con
urgencia, para cubrir la plaza. Se convocó a principios de diciembre, se
celebró la oposición a final de diciembre y el 2 de enero empecé a
trabajar.




El señor GIMENO MARIN: La composición del Ayuntamiento de Cullera ya ha
quedado definida en la anterior comparecencia. Por simplificarla diré que
estaba el alcalde, que era de Unión Valenciana, estamos hablando de la
época de 1989, 1990. Lo que yo quiero es que usted nos ayude a comprender
la forma en que se tomaban las decisiones, no digo la mecánica jurídica,
que existe. Para simplificar la cuestión está el alcalde, la Comisión de
Gobierno, el Pleno. ¿Cómo se abordaban normalmente en el ayuntamiento, en
lo que usted recuerde o lo que usted conoce, todos los temas que se
referían a las obras o al urbanismo? Digo en general, no en concreto
todavía. ¿Se acuerda usted de la forma de proceder? ¿Cómo se actuaba? Es
decir, el alcalde decidía todas las obras o se reunía la Comisión de
Gobierno y decidía unas obras a partir de una cuantía de dinero, que
supongo que es lo más lógico o lo más normal. ¿Lo recuerda usted?



El señor LATORRE MATUTE: Igual que en todos los ayuntamientos, el
alcalde, según la cuantía del presupuesto, tiene competencia para
contratar de modo directo unas obras determinadas, y el resto ha de ser
por acuerdo de Pleno o de Comisión de Gobierno, si está delegada para
ello. Respecto a las decisiones en aquel momento, como ya les habrán
comentado, en el Ayuntamiento de Cullera el grupo de gobierno estaba
formado por varios partidos políticos, y entonces yo creo que lo normal
es que las decisiones se tomaran colegiadamente, es decir, por acuerdo
entre los diversos partidos que constituían la mayoría gobernante.




El señor GIMENO MARIN: Por decirlo de alguna manera, las obras públicas
de más de 50 millones pasaban por la Comisión de Gobierno, que tenía
delegadas por el Pleno muchas de las decisiones. ¿Era así o menos?



El señor LATORRE MATUTE: Creo que así era. De todos modos, yo no había
redactado ningún proyecto de más de 50 millones y no sé exactamente el
trámite que seguían.




El señor GIMENO MARIN: Vamos a ver, en la elaboración del plan general de
Cullera --nos lo acaban de decir y tenemos constancia de ello--, que fue
encargado al arquitecto Javier Domínguez, ¿ya no era funcionario en aquel
momento del ayuntamiento o sí lo era? ¿Cómo era la



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situación? ¿Se acuerda usted? Vamos a ver, le voy a decir fechas que yo
tengo aquí para no...




El señor LATORRE MATUTE: Creo que se le encargó con anterioridad a que yo
estuviera en el ayuntamiento, porque cuando yo llegué él estaba
redactando el plan general.




El señor GIMENO MARIN: O sea, que se le encargó...




El señor LATORRE MATUTE: En el año 1988, no sé exactamente la fecha.




El señor GIMENO MARIN: O sea, ¿el señor Domínguez lo más probable es que
tuviera, además de ser funcionario, compatibilidad para desempeñar
funciones como despacho? Pregunto.




El señor LATORRE MATUTE: Es posible. Yo de hecho la tengo, tengo
declaración de compatibilidad para desarrollar otros trabajos al margen
de los de funcionario.




El señor GIMENO MARIN: Se lo digo porque si dejó de trabajar como
funcionario en diciembre del año 1988 y usted empezó en enero, lo
lógico...




El señor LATORRE MATUTE: Pero el plan general se le puede encargar a
cualquier arquitecto, no necesariamente a un funcionario municipal.




El señor GIMENO MARIN: De eso soy consciente. Pero ha dicho que él
elaboró el proyecto de plan general de Cullera...




El señor LATORRE MATUTE: Sí, así fue.




El señor GIMENO MARIN: ...lo cual deduzco simplemente por los datos.

Ahora, cono lo que me está diciendo usted, se me está clarificando esa
cuestión de que cuando redactó ese plan, si se le encargó, tuvo que ser
antes de que estuviera usted. Antes de que estuviera usted él era
funcionario del ayuntamiento, por eso le estoy preguntando. Con lo cual,
yo no estoy diciendo nada.




El señor LATORRE MATUTE: Sí. En el año 1988 se le encargó el plan general
y cuando yo llegué lo estaba redactando y lo continuó redactando, por
supuesto.




El señor GIMENO MARIN: O sea, que se le encargó como profesional liberal
al señor Domínguez, supongo.




El señor LATORRE MATUTE: Si no recuerdo mal, se le hizo un contrato de un
encargo de trabajo que era redactar el plan general de ordenación urbana.




El señor GIMENO MARIN: De acuerdo. Cuando elaboró ese plan general, usted
o los funcionarios municipales, porque él nos dice que entregó el plan
general el 6 de julio de 1989, supongo que es más o menos así, y que fue
remitido o fueron subrogadas las competencias sobre el tema por la
Generalitat Valenciana, creo, hacia el 13 de julio de 1989, no sé si he
tomado mal las notas.




El señor LATORRE MATUTE: Yo creo que fue un poco más tarde, porque la
aprobación inicial fue el 31 de julio de 1989 y la subrogación de
competencias se produjo en septiembre de 1989, muy poco después de la
aprobación inicial.




El señor GIMENO MARIN: Era para situarnos en el planteamiento.

Cuando se redactó el plan general de Cullera, en la época en que usted ya
era arquitecto municipal, ¿usted participó como técnico municipal en esa
cuestión?



El señor LATORRE MATUTE: No, en la redacción no. Yo emití un informe
sobre el plan general antes de someterlo a consideración del Pleno, como
informo cualquier expediente que va al Pleno de los temas de mi
competencia.




El señor GIMENO MARIN: ¿En la elaboración de ese plan general
participaron los funcionarios del ayuntamiento aunque usted no
participara?



El señor LATORRE MATUTE: Sí, sí, participaron concretamente, creo, que
dos delineantes, técnicos no.




El señor GIMENO MARIN: O sea, fundamentalmente se elaboraba en los
despachos...




El señor LATORRE MATUTE: Se elaboraba en el despacho del señor Domínguez.

Se montó en el ayuntamiento la oficina del plan, en unas dependencias que
se habilitaron al efecto, para preparar allí el plan, y luego se terminó
en el despacho del señor Domínguez. Pero los técnicos municipales no
participamos en la redacción.




El señor GIMENO MARIN: Sólo antes de pasarlo a Pleno lógicamente tuvieron
que hacer un informe, que se aprobó por el Pleno.




El señor LATORRE MATUTE: Exacto. Se aprobó inicialmente por el Pleno el
31 de julio de 1989.




El señor GIMENO MARIN: En estos momentos --lo digo para situar algunas
dudas que se suscitan a veces en esta Comisión y usted es más experto que
nosotros--, la Generalitat tiene unas competencias urbanísticas y los
ayuntamientos tienen unas competencias urbanísticas; el Ayuntamiento de
Cullera sigue teniendo competencias urbanísticas para aplicar una norma,
por decirlo de alguna manera.




El señor LATORRE MATUTE: Sí, sí.




El señor GIMENO MARIN: Es decir, que se toman decisiones urbanísticas en
el Ayuntamiento de Cullera.




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El señor LATORRE MATUTE: Sí. Aquel plan general se aprobó inicialmente y
la Consellería de los proyectos de urbanismo se subrogó las competencias.

Entonces, redactó unas normas subsidiarias transitorias, que es un
documento de planeamiento para regular el planeamiento de una forma
provisional y transitoria, como su nombre indica, y devolvió las
competencias al Ayuntamiento de Cullera, es decir, dejó sin efecto la
subrogación. Posteriormente, el Ayuntamiento de Cullera ha encargado la
redacción del plan general a otro arquitecto, que no es funcionario
tampoco, un equipo dirigido por un arquitecto, y está en trámite ese plan
general.




El señor GIMENO MARIN: O sea, que el Ayuntamiento de Cullera sigue
tomando decisiones urbanísticas como tomó en su día. Lo digo para situar
y clarificar algunas de las cuestiones que se habían suscitado como duda
en la propia Comisión.




El señor LATORRE MATUTE: Por supuesto.




El señor GIMENO MARIN: Había proyectos más importantes y menos
importantes, parece ser.




El señor LATORRE MATUTE: Sí claro, de todo.




El señor GIMENO MARIN: Como en todos los sitios. Entonces, yo tiendo a
pensar que, en lo que afecta a obras públicas, los proyectos más
importantes normalmente no se desarrollaban por los funcionarios del
ayuntamiento.




El señor LATORRE MATUTE: No. Por lo que vi cuando llegué al ayuntamiento,
casi todos los proyectos los hacía Javier Domínguez, la mayoría. Yo he
redactado luego algunos como arquitecto municipal, no todos, porque si
nos dedicamos al trabajo de redactar proyectos no podemos elaborar
informes y no hay tiempo para todo, entonces se encargan también ahora
bastantes proyectos fuera.




El señor GIMENO MARIN: O sea, que la mayor parte de los proyectos los
hacía el arquitecto, señor Domínguez.




El señor LATORRE MATUTE: Sí, en aquel momento sí.




El señor GIMENO MARIN: Entre las obras más importantes que salieron a
relucir en el caso Naseiro, si mal no recuerdo, por un lado está la
redacción del plan de ordenación... ¿El presupuesto del ayuntamiento o lo
que supuso para el ayuntamiento el plan de ordenación urbana en términos
económicos lo sabe usted?



El señor LATORRE MATUTE: Creo que... (el señor Latorre Matute pronuncia
palabras que no se perciben) estaba contratada por 25 millones de
pesetas.




El señor GIMENO MARIN: Aparte de ese proyecto se ha citado también y ha
aparecido en medios de comunicación otro proyecto importante que era el
polideportivo, un proyecto de polideportivo que se elaboró también por el
señor Domínguez.




El señor LATORRE MATUTE: Sí.




El señor GIMENO MARIN: ¿Ese proyecto era más importante en términos
económicos?



El señor LATORRE MATUTE: Sí, del orden de 300 ó 400 millones.




El señor GIMENO MARIN: Sí, él también ha hablado de 400 ó 500 millones.




El señor Domínguez ha dicho que las presiones que reciben los arquitectos
en un ayuntamiento suelen ser fuertes. Eso ha dicho él. ¿Usted participa
de esa opinión? Cuando digo presiones no estoy diciendo nada especial. Yo
le he preguntado si se refería a presiones de los empresarios y de los
políticos, como es normal. ¿Usted tiene sensación de que se reciben
presiones de los políticos?



El señor LATORRE MATUTE: Los políticos lo que quieren es que se haga todo
muy rápido porque les interesa la eficacia, pero presiones en el sentido
de emitir informes en un sentido u otro o que me deba decantar por una
posición no las he recibido ni del anterior equipo de gobierno ni del
actual. Yo en cada momento he dicho lo que he considerado que debía
decir, y a los políticos les habrá parecido bien o mal, pero yo he dado
mi opinión.




El señor GIMENO MARIN: ¿Usted no conoce (por lo que ha dicho antes no le
conoce; se lo pregunto para ratificar algo que usted ha dicho) o no
conocía, supongo que de oídas sí le conocerá, al señor Palop?



El señor LATORRE MATUTE: Sólo de oídas. No le conozco de nada más.




El señor GIMENO MARIN: ¿Al señor Sanchís?



El señor LATORRE MATUTE: Tampoco.




El señor GIMENO MARIN: ¿Al señor Moreno?



El señor LATORRE MATUTE: Tampoco.




El señor GIMENO MARIN: ¿Al señor Naseiro?



El señor LATORRE MATUTE: Tampoco.




El señor GIMENO MARIN: Usted no conoce a nadie de los que han aparecido
relacionados con el caso Naseiro.




El señor LATORRE MATUTE: A ninguno.




El señor GIMENO MARIN: En aquellos tiempos en que era arquitecto
municipal, ¿usted tenía la impresión de que había presiones o peticiones
de empresas --no digo a



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usted, que evidentemente no-- en relación con modificaciones
urbanísticas? Se lo voy a decir rápidamente y para que me entienda. Usted
sabe que una de las cuestiones es que el Tribunal Supremo, como
consecuencia de una sentencia, se planteaba la posibilidad, según lo que
ha aparecido en medios de comunicación y en declaraciones ante el juez,
de la recalificación de algún terreno para poder incrementar la
edificabilidad. ¿Usted tiene conciencia de esa situación?



El señor LATORRE MATUTE: Yo no tengo conocimiento del tema. A mí nunca me
llegaron esas noticias.




El señor GIMENO MARIN: Señor Latorre, pocas cosas más le tengo que
preguntar. Con esto, a la única conclusión a la que llego es a cómo se
distribuían los trabajos en el Ayuntamiento de Cullera y que la mayoría
de los trabajos de alguna importancia los efectuaba el señor Domínguez.

Sólo deseo que esta Comisión le sirva a usted para restituir, en la
medida que se le haya perjudicado, su buen nombre, que esta Comisión
estima que lo tiene.




El señor LATORRE MATUTE: Se lo agradezco mucho.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el comisionado por el Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, don
Luis Felipe Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Quiero agradecer la presencia del señor Latorre
y hacer la misma consideración que el señor Gimeno en el sentido de que
no veo su implicación directa en los temas que hemos tratado
anteriormente. En todo caso, quiero agradecer que se haya prestado a
declarar con profusión en función de las preguntas que podamos hacerle
los comisionados que estamos realizando esta investigación.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), tiene la palabra don José López de Lerma.




El señor LOPEZ DE LERMA I LOPEZ: También quiero dar las gracias al señor
Latorre por su comparecencia y por la información que ha facilitado. Yo
también estoy convencido, como mis compañeros que me han precedido en el
uso de la palabra, de que fue un lamentable error, fruto, sin duda, de
una precipitada y nada entendible decisión del juez Manglano.

En tanto que Diputado a Cortes y aunque el ámbito parlamentario sea
distinto al judicial, le presento mis disculpas como representante del
pueblo.




El señor LATORRE MATUTE: Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Finalmente, tiene la palabra por el Grupo
Parlamentario Popular, su comisionado señor Del Burgo.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Latorre, usted fue detenido por el
juez Manglano.




El señor LATORRE MATUTE: Sí.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Estuvo cinco días incomunicado o cuánto
tiempo?



El señor LATORRE MATUTE: Cinco, no; un día. Me detuvieron sobre las diez
de la mañana en el Ayuntamiento de Cullera y el interrogatorio empezó al
día siguiente a las nueve de la mañana.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Cuando le detuvieron, ¿le dijeron por qué le
detenían?



El señor LATORRE MATUTE: No. El auto de detención es bastante ambiguo. Lo
tengo por aquí. Dice: Existiendo indicios racionales de la comisión de
hechos delictivos por parte de don Luis Latorre Matute... No se dice nada
más, con lo cual yo estaba totalmente desconcertado sobre el motivo de la
detención. No tenía ni idea de qué se trataba.




El señor DEL BURGO TAJADURA: De manera que el señor Manglano lo detiene a
usted porque hay indicios racionales, según él, para adoptar una decisión
tan drástica como es la detención e incomunicación.

Nos encontramos aquí ante una actuación más del señor Manglano que, si
hubiera que calificar, aunque ya el portavoz del Grupo Socialista dijo
que aquí no estábamos para juzgar al Juez Manglano, este comisionado
diría que su opinión sobre el juez Manglano es bastante negativa. En
cierta ocasión dije en esta Comisión que me parecía que la conducta y
actuación del señor Manglano rayaba en la prevaricación y que lamentaba
que el señor Fiscal General del Estado no hubiera actuado de oficio, a la
vista de los desmanes que cometió el señor Manglano. Aquí tenemos una
prueba manifiesta de ese tipo de desmanes que se produjeron como
consecuencia de la actuación del señor Manglano, que lo mejor que podría
hacer, además de vestirse de torero, cosa que no ha cumplido, es
abandonar la carrera judicial para prestigio de la magistratura.

Señor Latorre, quiero hacerle una pregunta. Usted es arquitecto municipal
de Cullera en este momento y desde que tomó el relevo o se hizo cargo.

Probablemente no existía plaza de arquitecto cuando convocaron la plaza,
porque la encomienda que se le hizo al señor Domínguez era a título de
profesional libre que se le contrata para hacer el plan general, por eso
deduzco que no había un arquitecto municipal en plantilla.




El señor LATORRE MATUTE: Como le ha dicho antes, había una plaza de
arquitecto municipal, pero el que la ocupaba, por un expediente
disciplinario, estaba suspendido de empleo y sueldo durante cuatro años,
y otra plaza que estaba vacante. Esa vacante es a la que accedí yo a
través de una oposición.




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El señor DEL BURGO TAJADURA: Quede claro que el señor Domínguez no era
funcionario del ayuntamiento, sino contratado para hacer el plan general.




El señor LATORRE MATUTE: El plan general es un encargo de trabajo
profesional como se le podía haber hecho a cualquier otro arquitecto.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿También le contrataban para realizar otros
proyectos concretos?



El señor LATORRE MATUTE: Le encargaban diversos proyectos. La mayoría de
los proyectos, como he dicho antes, por lo que yo vi, estaban redactados
por él.




El señor DEL BURGO TAJADURA: De lo que se desprende que el señor
Domínguez tenía la confianza del ayuntamiento, lógicamente.




El señor LATORRE MATUTE: Claro.




El señor DEL BURGO TAJADURA: En relación a la famosa parcela, que es la
que da lugar a que aparezca el señor Domínguez en las actuaciones
judiciales, parcela en la que parece que surge algún tipo de problema y a
la que el ayuntamiento no le reconocía el índice de edificabilidad que, a
juicio de los propietarios del terreno, debiera tener, ¿me puede contar
en este momento qué ha sido de ella? ¿Cuál es la situación urbanística de
la misma? ¿Consiguieron los propietarios que se modificara el volumen de
edificabilidad que reclamaban?



El señor LATORRE MATUTE: Son unos terrenos que están situados junto al
paseo marítimo, declarados suelo urbano por una sentencia del Tribunal
Supremo en unas circunstancias un poco irregulares, a mi entender, pero,
en fin, había una sentencia que lo declaraba suelo urbano --no entramos
en ello-- y les asignaban una determinada edificabilidad.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Quién asigna esa edificabilidad?



El señor LATORRE MATUTE: Un estudio de detalle, que es una figura
urbanística que se redacta para ordenar volúmenes y alineaciones en
desarrollo de un plan general. En Cullera el plan vigente era del año
1965, y se redacta un estudio de detalle sobre unos determinados terrenos
en los cuales se concreta la edificabilidad que hay sobre varias
parcelas.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Ese acuerdo cuándo se hizo?



El señor LATORRE MATUTE: El estudio data del año 1982/1983. Estamos
hablando de hace mucho tiempo.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Y la sentencia del Tribunal Supremo ¿qué
relación tiene? ¿Qué es lo que determina la sentencia?



El señor LATORRE MATUTE: Ese estudio de detalle estaba redactado sobre
una parte de suelo que no estaba claro que fuera suelo urbano, y sobre un
suelo que no es urbano no se pueden redactar estudios de detalle. Pero, a
través de la sentencia se declara que aquello sí que era suelo urbano y,
por lo tanto, puede llevarse adelante el estudio de detalle.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Pero, después de la sentencia del Tribunal
Supremo, ¿hubo algunos acuerdos municipales al respecto?



El señor LATORRE MATUTE: Yo lo ignoro. Sé que después se concedieron dos
licencias de obras para construir dos edificios, que ya están
construidos; el resto de los terrenos estaban sin edificar. No sé qué
criterios de edificabilidad se estaban siguiendo al redactar el plan
general, porque cuando se redacta un plan general se puede cambiar la
ordenación por completo, es decir, no hay obligación legal de respetar la
ordenación urbanística anterior. Cuando se revisa un plan, es una
regulación «ex novo» y se puede cambiar. Ignoro quiénes eran los
propietarios en aquel momento y cuáles eran sus pretensiones de
edificabilidad o de aprovechamiento de esas parcelas.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Pero después del estallido del caso
Manglano, que es de abril de 1990, ¿se ha producido alguna actuación
municipal al respecto, es decir, algunos acuerdos municipales sobre esa
parcela que hayan permitido edificaciones posteriores?



El señor LATORRE MATUTE: Sí, concretamente para esos terrenos, como he
dicho, se redactaron unas normas subsidirias transitorias por la
Consellería de Obras Públicas y Urbanismo en las que se les asignaba una
edificabilidad bastante inferior a la del anterior estudio de detalle y
plan general; fueron vendidos a otra promotora y se firmó un convenio
urbanístico entre el Ayuntamiento y los promotores que permitió llevar
adelante el tema. Se redactó un nuevo estudio de detalle para ordenar los
volúmenes allí y posteriormente se ha concedido una licencia de obras
para un edificio; falta construir otro edificio, para el cual no se ha
pedido licencia todavía.




El señor DEL BURGO TAJADURA: El edificio construido actualmente, ¿qué
edificabilidad tiene, qué alturas tiene?



El señor LATORRE MATUTE: No recuerdo los datos concretos de
edificabilidad, pero es un edificio de 22 plantas de altura.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Veintidós plantas de altura. Pero acaba de
decir que en las normas subsidiarias se redujo la edificabilidad...




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El señor LATORRE MATUTE: Quiero decir que se redujo la superficie total
edificable. Un edificio puede tener muchas plantas pero de reducidas
dimensiones, con lo cual la superficie total es pequeña. No quiere decir
que ocupe mucha superficie de terreno, sino que en poco terreno, con
muchas plantas, se puede llegar a la misma edificabilidad. Lo que sí
queda claro es que en las normas subsidiarias se reduce la edificabilidad
respecto al plan general anterior, y la licencia de este edificio se hace
con arreglo a las normas subsidiarias.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Lo que pasa es que antes del momento en que
se producen esos acuerdos municipales, ¿cuál era el conflicto que había
sobre esa parcela? ¿Qué conflicto existía para poder hacer lo que después
se ha hecho? O sea, ¿qué dificultades había, había alguna dificultad?



El señor LATORRE MATUTE: En esa parcela, aceptando que aquello era suelo
urbano porque había una sentencia judicial, faltaba redactar un documento
de gestión urbanística, que era un proyecto de compensación, y un
proyecto de urbanización.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Quién redactó esos proyectos? ¿El
Ayuntamiento o a propuesta del propietario?



El señor LATORRE MATUTE: Normalmente lo redactan los propietarios.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿Quién lo aprobó? ¿El Ayuntamiento?



El señor LATORRE MATUTE: La aprobación le corresponde al Ayuntamiento.




El señor DEL BURGO TAJADURA: ¿En aquellos momentos las competencias
estaban subrogadas por la Generalidad o solamente se referían a la
aprobación del plan?



El señor LATORRE MATUTE: Cuando se redactó este proyecto de urbanización,
el Ayuntamiento ya había recuperado las competencias urbanísticas.

Durante el tiempo en que las competencias están subrogadas, la
Consellería redacta las normas subsidiarias y en ese momento no se
tramita ningún documento, ni de planeamiento urbanístico ni de gestión
urbanística ni de urbanización.




El señor DEL BURGO TAJADURA: O sea que las decisiones han sido
posteriormente adoptadas por el Ayuntamiento, después de que la
Consellería de ordenación del territorio...




El señor LATORRE MATUTE: Cuando aprueba las normas subsidiarias, devuelve
las competencias al Ayuntamiento, y en las propias normas subsidiarias se
dice que en un plazo de dos años el Ayuntamiento redactará un plan
general, que es el que está ahora en trámite.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Y en esas normas subsidiarias se permitía la
edificabilidad...




El señor LATORRE MATUTE: Sí, se permitía una edificabilidad determinada
y, con arreglo a esas normas subsidiarias, se está construyendo un
edificio y está previsto construir otro.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Los acuerdos han sido adoptados por el
Ayuntamiento, ¿por unanimidad?



El señor LATORRE MATUTE: No recuerdo. Con la mayoría legal, por supuesto;
pero no recuerdo si hubo unanimidad o mayoría.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Yo no tengo nada más que preguntar, sino
agradecer al señor compareciente su presencia ante la Comisión y, desde
luego, sumarme a lo que han dicho otros comisionados respecto a que, por
lo menos, esta Comisión sirva para reparar en lo posible los daños que le
ha provocado al señor Latorre, sin duda, tanto morales como tal vez
económicos o desde su punto de vista de profesionalidad, la actuación
nefasta y lamentable del señor Manglano.




El señor LATORRE MATUTE: Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Solicita la palabra don Fernando Gimeno.




El señor GIMENO MARIN: Señor Presidente, creo que tengo la obligación de
intervenir, como casi siempre, no por la intervención del compareciente,
que se la agradezco, sino por la intervención del portavoz del Grupo
Popular.

No procede que en esta Comisión se hagan juicios como los que se están
haciendo sobre la actuación judicial. Podemos tener la opinión particular
que se quiera. Yo no comparto esa opinión, pero es más, estoy
absolutamente convencido de que si no hubieran hablado tanto algunas
personas como lo hicieron --algunas han sido citadas a esta Comisión, y
no me refiero a usted, señor Latorre-- haciendo tantas referencias a
arquitectos de ayuntamientos o al arquitecto del Ayuntamiento de Cullera,
yo creo que no hubiera ocurrido lo que ocurrió. Ver las responsabilidades
fuera de las que le corresponden a cada uno, no es bueno y, en este caso,
yo pienso que el juez posiblemente sí que tuvo indicios --luego se ha
probado que no eran verdaderos esos indicios-- y que esos indicios se
produjeron como consecuencia de conversaciones, que fueron conocidas
públicamente por la sociedad española, entre un concejal y un diputado en
aquellos momentos en las que se manifestaba o se aludía a la posibilidad
de cobro de comisiones en relación con un edificio en Cullera. Es por ahí
por donde vienen los hechos y los indicios que tuvo en su momento el
juez. Creo que no cabe hacer calificaciones en esta Comisión sobre la
actuación judicial. El juez actuó como creía que tenía que actuar, sin
perjuicio de la opinión que le merezca a cada uno.




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Señor Latorre, le vuelvo a pedir disculpas por los malos ratos que usted
pasó, pero espero que esta Comisión sirva para que públicamente --están
los medios de comunicación-- sepan que usted no tuvo que ver, ni con
destrucción de pruebas ni sin destrucción de pruebas posteriormente, ni
antes ni después, con comisiones en relación con temas urbanísticos en
Cullera.




El señor LATORRE MATUTE: Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: El señor Del Burgo tiene la palabra.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Presidente, para señalar que las
afirmaciones del señor Gimeno, si se tienen por válidas, harían imposible
que el señor Latorre percibiera ningún tipo de indemnización por los
daños causados por el anormal funcionamiento de la Administración de
Justicia, asunto que en este momento está pendiente de resolverse por la
Audiencia Nacional.

¿Por qué digo eso? Porque si efectivamente llegamos a la conclusión de
que el señor Manglano no tuvo absolutamente ningún error, sino
simplemente indicios suficientes para adoptar las decisiones que adoptó
en relación al señor Latorre, evidentemente no se habría producido ningún
funcionamiento anormal de la Administración de Justicia y, en ese caso,
la reparación solicitada por el señor Latorre estaría condenada al
fracaso.

Yo creo que, por el contrario, cuando se toma una decisión tan drástica e
importante como es la detención e incomunicación de cualquier persona,
naturalmente hay que tener un fundamento absolutamente claro. Y si el
señor Manglano hubiera leído con detenimiento las cintas grabadas
--aunque hubieran sido ilegalmente adquiridas, en aquel momento tenían la
presunción de legalidad--, evidentemente hubiera llegado a la conclusión
a la que nosotros hemos llegado con la mera lectura del sumario. Con la
lectura del sumario, el señor Gimeno ha llegado a la conclusión de que lo
que se hizo al señor Latorre fue un auténtico abuso y que, por
consiguiente, por lo menos, se le sometió a un procedimiento con el que
se le han producido perjuicios innegables. Me parece que eso es clave; es
decir, un juez --por mucho que se niegue el derecho a que podamos hacer
valoraciones--, cuando toma ese tipo de decisiones tan drásticas, debe
tomarlas de una forma fundamentada. Y de lo que no cabe duda es que de la
mera lectura de las cintas se desprende que el único arquitecto municipal
que podía existir supuestamente implicado en los hechos era el señor
Domínguez, que curiosamente no es objeto de atención ninguna; sin
embargo, es objeto de atención el arquitecto municipal de Cullera, que a
nada que el señor Manglano hubiera llamado al ayuntamiento para saber
desde cuándo prestaba sus servicios en el ayuntamiento el señor Latorre,
hubiera llegado a la conclusión de que ni de la cintas ni de las
conversaciones se podía desprender nada que afectara al señor Latorre.

Eso es lo que tuvo que hacer el señor Manglano antes de tomar esa
decisión tan drástica. No lo hizo y produjo, sobre una base absolutamente
falsa porque los indicios no existen por ningún lado, un daño y un
perjuicio al señor Latorre que yo deseo que la Administración de Justicia
algún día --y espero que sea cuanto antes-- se lo repare, porque lo que
se hizo con el señor Latorre es algo absolutamente intolerable.




El señor PRESIDENTE: Si no hay ninguna cuestión más por parte de los
señores comisionados, dándole las gracias a don Luis Latorre por su
comparecencia y por su información ante esta Comisión y sumándose esta
Presidencia a las apreciaciones que colectivamente han hecho todos y cada
uno de los miembros de la misma, procedo a levantar la sesión.




Era la una y cinco minutos de la tarde.