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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 404, de 27/12/1994
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1994 V Legislatura Núm. 404
NO PERMANENTE SOBRE LA FINANCIACION
DE LOS PARTIDOS POLITICOS
PRESIDENTE: DON LUIS MARDONES SEVILLA
Sesión núm. 16
celebrada el martes, 27 de diciembre de 1994



ORDEN DEL DIA:
Escritos recibidos.




Se abre la sesión a las cinco y cuarenta minutos de la tarde.




El señor PRESIDENTE: Esta Comisión ha sido convocada con carácter
extraordinario, a petición de varios grupos integrantes de la misma, para
dar conocimiento de los escritos que han tenido entrada en esta Comisión
en las últimas fechas y horas.

En primer lugar, ha tenido entrada un escrito de don Ramón Gómez Redondo,
justificando su incomparecencia ante la Comisión mediante la aportación,
con las garantías suficientes, del certificado médico oficial que se le
solicitó y que obra en poder de la Mesa de esta Comisión a disposición de
los señores comisionados que pudieran solicitarlo. (El señor González de
Txabarri Miranda pide la palabra.)
¿Sí, señor González de Txabarri?



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El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Señor Presidente, ¿nos podría
ilustrar algo más en relación con el escrito de ese compareciente?



El señor PRESIDENTE: El certificado médico oficial que se le solicitó fue
en relación con una comparecencia
--cree esta Presidencia recordar-- relativa al caso Filesa, en la que
aportó un documento del Instituto Nacional de la Seguridad Social que
esta Presidencia interpretó, de acuerdo con el letrado, como un dictamen
clínico pero no como un certificado médico oficial.

En segundo lugar, se ha recibido un escrito del Presidente del Tribunal
Supremo dirigido al Presidente del Congreso de los Diputados, relativo a
la autorización por parte del Juzgado de Instrucción número 1 de
Barcelona para que don Javier de la Rosa Martí pueda comparecer ante esta
Comisión del Congreso de los Diputados. A su vez, a las 10,45 de esta
mañana, ha tenido entrada un telegrama dirigido al Presidente del
Congreso de los Diputados, del que SS. SS. tienen conocimiento, que dice
lo siguiente: Teniendo conocimiento de una posible convocatoria para
comparecer ante la Comisión de Estudio e Investigación de la Financiación
de los Partidos Políticos quiero significar que, en acatamiento de esta
decisión, y de ser autorizado para ello, asistiré a la misma, pero debo
adelantarle que me acogeré a mi derecho constitucional a no prestar
declaración, para no interferir en las investigaciones judiciales. Con
todo respeto, Javier de la Rosa Martí.

Dirigido al Excelentísimo señor Presidente del Congreso de los Diputados
en esta plaza y lugar.

A la vista de las solicitudes que habían hecho a esta Presidencia
diversos comisionados de la misma y en aplicación del Reglamento de la
Cámara, en su apartado relativo a las solicitudes de reuniones urgentes
de Comisiones, se ha procedido a esta convocatoria, a los efectos de que
SS. SS. planteen las propuestas correspondientes, a la vista del
mencionado telegrama.

Esta Presidencia había recibido, por parte de diversos comisionados, la
sugerencia de que se celebrase y se mantuviese la convocatoria en todos
sus términos, pese a la declaración anticipada de no querer declarar;
otros comisionados han hecho propuestas de comparecencia y de discutir el
turno de si la Comisión es a puerta abierta o a puerta cerrada y otros
comisionados han comunicado a la Presidencia su parecer de que se
debatiera en Comisión si es procedente la comparecencia de cualquier
citado que proclama su derecho constitucional a no declarar, teniendo en
cuenta la circunstancia especial que concurre en este caso, ya que hay
que comunicarlo a Instituciones Penitenciarias al tratarse de una persona
detenida y dependiente de un juez de Instrucción, que tiene que venir con
la custodia y medidas policiales de seguridad hasta este Congreso de
Diputados.

La Presidencia quiere escuchar el parecer de todos los señores
comisionados y, de acuerdo con el Reglamento para estos casos generales,
propondría la aplicación del mismo para escuchar a los portavoces de los
grupos parlamentarios, comenzando de menor a mayor. (El señor González de
Txabarri Miranda pide la palabra.)
Tiene la palabra el señor González de Txabarri.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: El Grupo Parlamentario Vasco
quisiera escuchar las razones de aquellos grupos que están en contra de
la comparecencia. Más que abrir un turno de intervenciones, creo que
debería de existir una explicación de voto previa o una fijación de
posición para los grupos que, en principio, no tenemos una postura
predeterminada de cara a esta comparecencia. Nosotros entendemos que
existe la solicitud de una comparecencia, que ésta ha sido formalmente
convocada, y, en principio, los grupos que se oponen o que entienden que
existen una serie de razones, deberían ser los primeros en comunicar a
esta Comisión qué razones operan para convocar esta reunión. Nuestro
Grupo no ha solicitado la reunión de esta Comisión esta tarde y
qusiéramos escuchar a los que sí lo han hecho, por lo menos para poder
atender, en su caso, las razones que asisten a los grupos que han forzado
esta reunión extraordinaria. (El señor Alcaraz Masats pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor Presidente, he creído entender que se
convoca esta reunión a petición, como dice el Reglamento, de dos grupos.

Por tanto, supongo que esa petición estará hecha y registrada en tiempo y
forma, pero quisiéramos conocerla puesto que nos parece una reunión
extemporánea y sin justificación previa.

En segundo lugar, según el orden del día que acabamos de recibir, nos
reunimos aquí para analizar los escritos recibidos. Creemos que no
tendría sentido procedimental
--ya que no hay ningún escrito recibido para que no comparezca el señor
De la Rosa-- que analizáramos un telegrama como escrito recibido y en
función de ello, viva voz, pedir la no comparecencia del señor De la
Rosa. Esto en cuanto al procedimiento. Después entraríamos en un problema
de contenido, en función de salvaguardar el prestigio mismo de esta
Cámara. Como cuestión de procedimiento, si hay dos grupos que han pedido
esta reunión, tendrá que haber los escritos correspondientes.

En tercer lugar, si se van a analizar en esta Comisión los escritos
recibidos, serán los escritos recibidos por parte de los grupos que hayan
pedido algo y que, por tanto conste en el Registro lo que aparece
recogido en ellos, según el orden del día que yo tengo aquí delante. El
telegrama del señor De la Rosa no es ningún escrito recibido, ni hay
petición alguna que pueda aquí tener amparo. (La señora Rahola i Martínez
pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Rahola.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: En los mismos términos, quería preguntar de
acuerdo con qué punto del Reglamento se ha convocado esta reunión, a
través de qué



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conducto, quiénes son los grupos que han solicitado esta reunión
extraordinaria y qué escritos son a los que hace referencia el orden del
día.

También quería plantear el problema de indefensión de esta Diputada
puesto que, al no conocer los escritos recibidos, no puede saber sobre
qué debatimos en este momento en esta reunión. Más allá de la valoración
política que hagamos en su momento, me encuentro en una situación de
indefensión reglamentaria porque ni entiendo el carácter de esta reunión,
ni sé por qué se convoca y, sobre todo, no sé a qué se refiere el orden
del día.




El señor PRESIDENTE: Señora Rahola, los escritos recibidos que ha citado
este Presidente eran dos de pura información ante la Comisión, sobre los
que no se toma resolución alguna, y el escrito fundamental es el
telegrama recibido por el Presidente de la Cámara...




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Ese no es un escrito de un grupo político,
ni tampoco de esta Cámara; sencillamente es un telegrama de un señor que
ha de comparecer, como si mañana o pasado mañana quiere enviar una carta.

No entiendo que ése sea un documento que se pueda debatir en esta
Comisión. (El señor Del Burgo Tajadura pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Del Burgo.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Presidente, estoy revisando el
Reglamento en este momento y supongo que serán de aplicación las normas
relativas al Presidente del Congreso en cuanto al Presidente de la
Comisión, teniendo en cuenta que en esta Comisión no existe Mesa y que,
por consiguiente, las decisiones tienen que ser adoptadas por el
Presidente. Entiendo, por tanto, que la convocatoria de una sesión
extraordinaria como la que nos ocupa ha sido realizada por el Presidente,
en uso de sus facultades, y no necesita que haya sido precedida de ningún
escrito de los grupos parlamentarios. Bastaba con que algún grupo
parlamentario le hubiera manifestado al Presidente la conveniencia de
celebrar esa convocatoria para que éste lo hubiese hecho. Creo que ésa es
una de las facultades del Presidente.

En cuanto al documento que en este momento estamos debatiendo, creo
entender que es un escrito del Presidente del Tribunal Supremo dirigido
al Presidente del Congreso, que a su vez lo transmite a la Comisión. Yo
creo que éste es un hecho evidentemente importante y trascendente para la
comparecencia prevista para el día 29 y que, lógicamente, ha hecho muy
bien el Presidente en convocar a la Comisión para que ésta pueda tomar
las decisiones correspondientes. Hubiera hecho muy mal el Presidente si
no hubiese convocado la reunión de esta Comisión para debatir sobre lo
que debe hacer la Comisión, a la vista de la respuesta que el señor De la
Rosa ha realizado al requerimiento de comparecencia. Por tanto, apoyo la
decisión del Presidente de convocar esta sesión extraordinaria. Creo que
es una sesión convocada con todos los requisitos legales. Estamos todos
los miembros de la Comisión, por lo que ningún miembro de la misma puede
alegar indefensión. Se trata de debatir sobre un acontecimiento que ya
aparecía reflejado en los medios de comunicación que podía ocurrir.

El hecho de que la Comisión tome posición al respecto parece que es algo
razonable. En consecuencia, las cuestiones de carácter formal que aquí se
están alegando no deben impedir que entremos a valorar lo que debe hacer
la Comisión. Además, entiendo que el pronunciamiento de cada miembro de
la misma debe hacerse cumpliendo el Reglamento, de menor a mayor, para
que cada uno exprese cuál es su criterio, que en este caso es bien claro:
que, a pesar de lo que diga el señor De la Rosa, comparezca; o que, en
función de lo que dice, que no venga el señor De la Rosa. Eso es algo
sobre lo que cualquier comisionado puede perfectamente pronunciarse y
entiendo que debe cumplirse el Reglamento en cuanto a las intervenciones.




El señor PRESIDENTE: Sobre el primer aspecto, les manifiesto que esta
Presidencia, de acuerdo con el letrado de esta Comisión, ha hecho la
convocatoria en razón de causa extraordinaria por el escrito del
Presidente del Tribunal Supremo al Presidente del Congreso de los
Diputados y del telegrama recibido por el encausado y citado a
comparecer, don Javier de la Rosa. A ese respecto, la Presidencia ha
cumplido con el Reglamento.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor Presidente, aquí no hay aspectos formales
objetivos. En democracia nunca los hay. Hay que convocar las reuniones en
tiempo y forma, si no la democracia está lesionada.

El señor Del Burgo, por lo visto, le está asesorando a usted y dice que
esta reunión se convoca en función de la iniciativa del señor Presidente.

Sin embargo, el escrito que yo tengo dice que es por iniciativa de
diversos grupos parlamentarios. Pues bien, este Diputado quiere conocer
los escritos de los diversos grupos parlamentarios que acaban de
solicitar esta reunión.




El señor PRESIDENTE: Señor Alcaraz, le manifiesto que la petición ha sido
formulada a raíz de la recepción de este telegrama y ha sido verbalmente
presentada ante esta Presidencia por los comisionados. (Rumores.)
Tiene la palabra el señor López de Lerma.




El señor LOPEZ DE LERMA I LOPEZ: Señor Presidente, en el escrito de
convocatoria no se alude a la presentación de escrito alguno, sino a la
iniciativa de diversos grupos. Por tanto, que no se quiera confundir a
nadie, y menos a quienes no disponen de esta convocatoria.

Segundo punto. El telegrama, si no recuerdo mal, ha llegado a las 10,45
de la mañana a esta Cámara y a los pocos minutos --creo recordar que no
más allá de media hora-- ha sido convenientemente repartido a los
distintos miembros de la Comisión, hasta el punto de que algún



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miembro de la misma se ha permitido el lujo de hacer manifestaciones a
los medios de comunicación en base a este telegrama. No se puede aducir
ignorancia o indefensión si se han hecho declaraciones públicas a los
medios de comunicación basándose en la sola existencia de un telegrama,
que para esas declaraciones sí que eran un documento y que para esta
convocatoria parece que no lo es.

Tercer punto. Qué más documento --si se quiere utilizar este sustantivo--
que un telegrama recibido en la propia sede parlamentaria, a través del
organismo autónomo de Correos y Telégrafos, y dirigido al señor
Presidente de la Comisión; no encuentro otro sustantivo para sustituir al
de documento. Este es un documento parlamentario que obedece a una
convocatoria hecha en regla por acuerdo unánime de esta Comisión, y es en
contestación a esta convocatoria por lo que se dirige ese telegrama al
señor Presidente de la Cámara; telegrama que supongo estará registrado,
pero que si no lo está, lo que sí es seguro es que estará registrado en
la sede del organismo autónomo de Correos y Telégrafos existente en la
propia Cámara. Por tanto, éste es un documento oficial, lo que pasa es
que estamos hablando de documentos para hacer declaraciones a la prensa y
de no documentos para tratar un tema en la Comisión.

Cuarto punto. Es cierto que en la convocatoria hay un error. No es por el
artículo 69 por el que se convoca una Comisión, es por el artículo 42,
que es el que faculta a un Presidente de Comisión a convocar una reunión
de la misma. No podemos hacer de este error, que puede ser simplemente
mecanográfico, una cuestión para decir aquí si es pertinente o no una
convocatoria que ha realizado el señor Presidente, porque como mínimo
quien firma la convocatoria por orden del Presidente es el señor letrado.

El error en todo caso sería mecanográfico de los servicios de la Cámara,
pero no del Presidente de esta Comisión.

Quinto punto. De esto hemos estado hablando esta mañana todos, todos (El
señor Alcaraz Masats hace signos negativos con la cabeza), todos, y no
podemos aportar aquí hipocresías que pueden ser convenientes desde el
punto de vista político esta tarde, pero que no son de recibo, hasta el
punto de que íbamos a celebrar una reunión informal para tratar esta
cuestión, para decidir si formalizábamos la conveniencia de celebrar una
Comisión. No ha sido posible esa reunión informal, y el porqué no lo voy
a explicar pero es suficientemente conocido por los comisionados. Se iba
a celebrar en mi propio despacho.

Hemos convenido, a las dos y cuarto de la tarde, que parecía que esta
reunión informal no era conveniente, necesaria, oportuna, urgente, el
adjetivo que se quiera poner, y hemos decidido facultar al Presidente
para convertir en formal lo que inicialmente iba a ser informal. En todo
caso, autorizando al Presidente, como dice el señor Del Burgo muy
acertadamente, a hacer uso legítimo de su derecho a una convocatoria.

En eso estamos, señorías. Por tanto, nuestro apoyo a esta convocatoria
obedece como mínimo a la lógica y a la postura mantenida esta mañana en
coherencia y congruencia con este planteamiento.

Señor Presidente, nada más.




El señor PRESIDENTE: Señor López de Lerma, en relación con su primera
cuestión, informo que a las diez y cuarenta y cinco este Presidente fue
citado por el señor Presidente de la Cámara para darle inmediata cuenta
de la recepción, a través del gabinete telegráfico, del telegrama cursado
en Barcelona dirigido por don Javier de la Rosa. Inmediatamente ese
telegrama pasó a registro de la Secretaría General del Registro General
del Congreso de los
Diputados y está sellado con registro de entrada, en fecha de hoy, con el
número 30.073.

A continuación, el señor Presidente del Congreso dio la orden a la
Secretaría General de trasladárselo formalmente al Presidente de esta
Comisión. El Presidente de esta Comisión solicitó autorización del señor
Presidente de la Cámara para, sin perjuicio de la recepción formal,
adelantarles a todos los señores comisionados fotocopia del telegrama con
los sellos de registro de entrada en el Registro General, y así se ha
cumplimentado.

Esta Presidencia, una vez producido el fallido intento de tener una
reunión informal, precisamente en el despacho de S. S., establecida en
principio para la una de la tarde, en el deseo manifestado por otros
comisionados de que estuvieran presentes todos y cada uno de los miembros
de la Comisión, y estando ausente el señor Diputado don Jaime Ignacio del
Burgo, esta Presidencia se puso en contacto con el portavoz a los efectos
de que fuera localizado en Madrid y reclamada urgentemente su presencia
en esta Comisión del Congreso de los Diputados. En tercer lugar, quiero
señalar a SS. SS. que esta Presidencia de acuerdo con el letrado, se
redactó la convocatoria urgente invocando en el borrador los artículos
42, 67 y 69, concordantes.

Quiero significar a SS. SS. que gracias al celo del señor letrado hemos
podido realizar hasta las malas fotocopias del primer telegrama, hecho
que motivó la queja de algún comisionado, y los escritos, porque esta
Comisión está en este momento sin Secretaría. La Comisión de Justicia e
Interior, donde reside la Secretaría de esta Comisión, está en traslado
físico dentro de esta Casa. Sus despachos han sido en estos días
evacuados y está todo el material en traslado de ubicación a nuevas
dependencias.

Esta Presidencia ha puesto el máximo celo y la máxima diligencia --y
acepta todas las críticas de deficiencia-- para que SS. SS. tuvieran la
fotocopia de los escritos, pero contra los elementos físicos le resulta
imposible luchar. Es la explicación que merecen SS. SS. y que esta
Presidencia quería dar.

El señor Gimeno tiene la palabra.




El señor GIMENO MARIN: Estamos discutiendo, en principio, unas cuestiones
de forma a las que me refiero fundamentalmente y la justificación
--aparte de la forma, que creo que es importante y por eso hablo sobre
ella-- tiene que ver también con el fondo. En cuanto al fondo, si
avanzamos en que la convocatoria ha sido correcta, podremos discutir y
dar la opinión los distintos grupos, que es lo importante. En eso es en
lo que estoy yo más interesado, aunque soy consciente de que las formas
en un Parlamento y en esta Comisión son de enorme importancia.




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Quiero indicar una cuestión. mi opinión respecto a las formas es que el
Presidente de esta Comisión es competente para convocarla. Yo creo que lo
ha hecho de acuerdo con las posibilidades que ofrece el Reglamento.

quiero indicar también que el Presidente lo hace conociendo la posición
de los distintos grupos sobre un tema de fondo: que, sin ninguna duda,
esta comisión tiene que pronunciarse sobre si se da por válida la
convocatoria de la misma.

Yo creo que no se deben discutir los problemas de forma porque el
Presidente tiene competencia para convocar la Comisión y para interpretar
el Reglamento. No hay Mesa en esta Comisión, hay una Presidencia. Puedo
decir que me consta que ha entrado en contacto con los distintos grupos
para ir conociendo la opinión sobre problemas de fondo de la comisión,
que pudieran justificar o no la convocatoria de la misma. A mí eso me da
la justificación política suficiente para que el Presidente, utilizando
las facultades que le confiere el Reglamento, la haya convocado. Yo creo
que el Presidente puede convocar esta Comisión. No sólo puede sino que
está facultado para interpretar el Reglamento en la misma Comisión.

A mí me gustaría que pasáramos de los problemas de forma a los de fondo
para que todos nos pronunciemos, defendamos nuestras posiciones y, si
hiciera falta se tome una posición por esta Comisión.




El señor PRESIDENTE: El señor González De Txabarri tiene la palabra.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Estoy de acuerdo básicamente con
los señores Gimeno, del Burgo y López de Lerma con la exposición que han
realizado en cuanto a los problemas de forma. Entendemos que la
convocatoria es correcta, que al Presidente le asiste razón reglamentaria
suficiente para convocarla y tampoco se puede hablar de indefensión en
relación con estos temas.

En la primera intervención que ha realizado este Diputado ha indicado
que, dado que en la convocatoria se cita que se realiza por iniciativa de
diversos grupos parlamentarios, procedería escuchar las razones que
tienen esos grupos parlamentarios y no haber un turno de menor a mayor
que nos haga tomar posición. A nosotros lo que nos interesa saber es qué
grupos parlamentarios han reaccionado tan espontáneamente ante este
telegrama que se ha recibido esta mañana en la Cámara, qué razones les
asiste para poder atenderlas debidamente y entender qué razones tienen
para poder tomar postura como grupo parlamentario.

Si se abre un turno de menor a mayor sin saber expresamente qué grupos
han adoptado esta iniciativa, lo entenderíamos bastante irracional. ¿Voy
a tener que realizar una intervención sobre qué pienso sobre este
telegrama? Entenderá, señor Presidente, que es un tanto chusco. Yo creo
que el turno de intervención debe de atenerse a la convocatoria que se
nos ha remitido donde se dice que por iniciativa de distintos grupos
parlamentarios, entre los cuales no se encuentra el Grupo Vasco, se ha
convocado esta Comisión.

Como suele ser normal en cualquier otro proceder en Pleno o en
Comisiones, aquellos grupos que han tenido una iniciativa deben
defenderla en primer lugar. Creo que eso es lo razonable para que los
demás podamos saber a qué atenernos.




El señor PRESIDENTE: ¿El señor González Txabarri incluye también la
conversación que he tenido esta mañana con el Presidente de la iniciativa
de comparecencia con definir el carácter de la Comisión: si abierto o
secreto? (Asentimiento.)
Lo digo porque yo he hablado con todos y cada uno de los comisionados, he
ido escuchando pareceres y esta Presidencia, que tiene capacidad de
coordinación y de aplicación del Reglamento, no tiene unas capacidades
ejecutivas, digamos hasta antidemocráticas, si las quiere ejercer y por
eso he ido consultando. Su Señoría me ha expresado su parecer en esta
Comisión de que comparezca el interesado y se discuta y se vote si es a
puerta cerrada o a puerta abierta, dadas las características y
peculiaridades legales y legítimas de tratarse de persona detenida, en
disposición judicial y que tiene que ser conducida en furgón celular ante
la sede de este Parlamento, y todo lo que eso conlleva, para que se
escuche esta medida.

La Comisión, igual que había recibido de otros comisionados distintas
sugerencias o propuestas, debe decidir desde dejar en suspenso la
convocatoria, a la vista de las circunstancias, o convocar y realizar la
comparecencia sabiendo de antemano que este señor dice ya que no piensa
declarar y acogerse, por tanto, al derecho constitucional de no declarar.

El señor González Txabarri tiene la palabra.




El señor GONZALEZ TXABARRI MIRANDA: Ha expresado correctamente, señor
Presidente, lo que este comisionado le ha dicho esta mañana en el Pleno.

Dado que hay grupos que han mantenido esta iniciativa a partir de la cual
usted se ha dirigido a otros comisionados que parece que no están por dar
las razones por las cuales han tomado esta iniciativa, quizás podría ser
un procedimiento que la propia Presidencia explicara...




El señor PRESIDENTE: Había pedido la palabra para intervenir.




El señor GONZALEZ TXABARRI MIRANDA: Usted ha explicado correctamente, y
creo que de forma lógica, cuál es la postura que este comisionado le ha
expresado en el Pleno y comprenderá que sigo igual que al principio;
quiero saber las razones que sostienen la postura que han mantenido, por
lo visto, diversos grupos parlamentarios.




El señor PRESIDENTE: La señora Rahola había pedido la palabra.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Sí, señor Presidente, quiero hacer mención a
diversos temas.

Primero, evidentemente el telegrama lo conocíamos todos. Nadie ha dicho
en esta Comisión que no conociera el contenido del telegrama, puesto que
la Presidencia de esta



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Comisión en cuanto ha podido nos ha enviado el telegrama a cada uno de
los comisionados. Es por ello por lo que, lógicamente, hemos hecho
declaraciones políticas sobre un telegrama del señor De la Rosa, como las
haríamos de unas declaraciones del señor De la Rosa o de cualquier cosa
que tuviera que ver con esta Comisión.

Lo que yo decía cuando hablaba de indefensión es que me encuentro con un
orden del día que habla de escritos recibidos y yo no sé a qué escritos
se refiere. ¿Se refiere al telegrama? ¿Se refiere a algún escrito de
algún grupo parlamentario? ¿Cómo puedo preparar yo un debate en esta
Comisión si no sé qué voy a debatir? Primer punto. Hay indefensión en
este sentido. Por ejemplo, acabo de descubrir que vamos a debatir hoy si
va a ser a puerta abierta o a puerta cerrada la Comisión, en el caso de
que venga el señor De la Rosa. No lo sabía. Cuando hablo de indefensión
me refiero a que me encuentro con un orden del día absolutamente
arbitrario, porque no conozco los contenidos del mismo y tengo que
preparar una intervención en esta Comisión, en sede parlamentaria, sin
conocer previamente a qué se va a referir.

Me parece que el debate formal es importante, señor Gimeno, porque
entiendo que estamos en la consecuencia última de una auténtica chapuza,
si me permiten decirlo así. Primero, nos encontramos con un telegrama,
que se reparte entre los comisionados. Después, nos viene deprisa y
corriendo el señor Presidente de esta Comisión y nos dice que sería bueno
hacer una reunión. Algunos comisionados, entre los que me encuentro, aún
no sabíamos --hemos tardado bastante en entender-- por qué hacía falta
hoy una reunión si todo estaba ya decidido, si se había votado por
unanimidad una comparecencia. El hecho de que el compareciente dijera que
se acogería al derecho constitucional a no hablar no tenía que ser óbice
para que no viniera, puesto que ha ocurrido con otros comparecientes. En
todo caso, hay comisionados que no quieren perder el derecho a hacer las
preguntas pertinentes.

Además, después de hablarnos de una reunión informal, que si la hacíamos
en el bar del hemiciclo, que si la hacíamos en el despacho del señor
Josep López de Lerma, que no encontrábamos al señor Jaime del BurgoÉ
Todos buscando por el Pleno al señor Jaime del Burgo. Ya me dirán ustedes
si no ha sido una auténtica chapuza todo esto. Al mediodía descubrimos
que, finalmente, el señor Jaime del Burgo ha aparecido. Entonces
descubrimos que estaba hablando con el señor Rato y era complicado poder
decidir cuándo nos veíamos. Finalmente, hemos acordado, mejor dicho, se
nos ha informado --yo no he acordado nada-- que tendríamos una reunión,
pero no informal, parece ser que entonces era formal, ateniéndonos a un
papelito que se nos daría. El papelito se nos ha dado, pone: artículo 69.

Leemos el artículo 69: «Ningún debate podrá comenzar sin la previa
distribución, a todos los Diputados con derecho a participar en el Pleno
o en la Comisión, en su caso, al menos con cuarenta y ocho horas de
antelaciónÉ»
Resulta que el papelito está equivocado y que deberían figurar otros
artículos del Reglamento, pero no figuran. Resulta también que diversos
grupos parlamentarios lo han pedido pero no hay ningún papel de los
grupos parlamentarios. Señorías, por favor, ¿a qué estamos jugando? Claro
que el debate formal es importante porque estamos ante la presencia de
una auténtica chapuza; porque ha habido determinados grupos que tenían
interés en decir: donde dije digo, digo Diego y que cuando votaron la
comparecencia de Javier de la Rosa ahora quieren repensárselo. Entonces,
deprisa y corriendo nos montan una Comisión fantasma para poder cambiar
su voto, el voto que dieron en su momento, cuando hubo una decisión
unánime. No me digan ustedes que el debate formal no es importante,
porque tal como ha ido la película de los hechos hoy, estamos ante un
debate formal antes que un debate político.




El señor PRESIDENTE: Señora Rahola, me informa el señor letrado que con
respecto a la invocación que usted ha hecho del artículo 69, usted ha
leído la primera parte, porque la segunda parte dice: «É salvo acuerdo en
contrario de la Mesa del Congreso o de la Comisión, debidamente
justificado». Dado que esta Comisión no tiene Mesa sino una sola
Presidencia, unipersonal, asistida por un letrado, se ha hecho la
convalidación correspondiente en relación con el artículo 42.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Usted lo ha decidido todo.




El señor PRESIDENTE: El señor Gimeno tiene la palabra.




El señor GIMENO MARIN: Señor Presidente, sólo quiero decir que las
cuestiones de forma están suficientemente discutidas. No entiendo que
haya habido ningún tipo de chapuza. El Presidente ha convocado una
Comisión, es el que interpreta el Reglamento. Se han escuchado las
opiniones de los distintos miembros; a mí me gustaría que resueltos los
problemas formales, pasemos a los de fondo.

Como cuestión de orden, entiendo la intervención del señor González de
Txabarri y me parece que siguiendo el mismo orden que se ha planteado,
que intervengan los grupos que quieren hablar, escucharemos sus
argumentos
--yo también daré los míos, como es lógico-- y luego los demás grupos
definirán sus posiciones al respecto a favor o en contra. Es evidente que
políticamente hay un tema que es de interés para esta Comisión. El hecho
mismo del debate que estamos produciendo nos hace creer que el tema sí es
de interés político, por lo que yo pediría a la Presidencia que
avanzáramos en la solución de los problemas formales para pasar a los de
fondo.




El señor PRESIDENTE: Doy un último turno de intervención al señor Alcaraz
para pasar después a que los grupos que quieran se expresen. Si no,
empezaré un turno de menor a mayor al respecto y la Presidencia someterá
entonces a la Comisión lo procedente.

El señor Alcaraz tiene la palabra.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor Presidente, aquí la forma y el tiempo --y
subrayo esta última palabra--



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tienen mucha importancia, porque o se desconvoca ahora la comparecencia
del señor De la Rosa o ya no puede hacerse. Por tanto, los apaños hay que
hacerlos bien, y las comidas a quien se despide del Congreso hay que
hacerlas con tranquilidad y no hablando de otros temas, porque hemos
recibido esto después del mediodía. Hasta entonces sabíamos que nos
íbamos a reunir informalmente y que, al ser una reunión informal no
podíamos acordar nada; era un simple intercambio de opiniones acerca de
un telegrama, por eso era la reunión informal. Pero de pronto nos
encontramos, a la hora de la votación, con la convocatoria formal, por el
artículo 69. Señor Presidente, la elegancia parlamentaria, junto a la
cortesía y el respeto a las formas, son normas que deben guardarse como
principio fundamental de todo Estado de derecho y democrático, porque si
aquí pone el artículo 69, no pone otro; ése es el problema de fondo. Con
perdón del número, es el 69. (Risas.) Señor Presidente, dice el citado
artículo al final: «É salvo acuerdo en contrario de la Mesa del
CongresoÉ». ¿Existe ese acuerdo de la Mesa del Congreso? ¿Se ha reunido
la Mesa del Congreso?



El señor PRESIDENTE: La Mesa de la Comisión, señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Dice Mesa del Congreso o de la Comisión. ¿Existe
ese acuerdo convalidando el artículo 69 por el 42?



El señor PRESIDENTE: Exactamente, señor Alcaraz, he dicho que esta
Presidencia ostenta la representación de la Mesa de la Comisión.




El señor ALCARAZ MASATS: Se ha convalidado sobre la marcha el artículo 69
por el 42, me está diciendo.




El señor PRESIDENTE: No, señor Alcaraz. En razón del artículo 69, que
autoriza a la Mesa de la Comisión. Por homologación, los servicios
jurídicos le han dicho a este Presidente que, dado que esta Comisión
carece de Mesa, por su carácter específico, es la Presidencia quien
ostenta y asume las facultades de una Mesa de una Comisión.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Usted lo ha convalidado antes de que se haya
dado cuenta el señor López de Lerma o después? Porque no conocemos esa
convalidación. (Risas.)



El señor PRESIDENTE: Señor Alcaraz, cuando se constituyó esta Comisión se
acordó que no hubiera más que un Presidente. La propia Comisión
soberanamente, como órgano colegiado, decidió, dada la representatividad
de un Diputado por Grupo Parlamentario --el voto ponderado resuelve las
votaciones--, que tuviera nada más que un presidente, asistido por un
letrado, pero que no tuviera Mesa. Así como otras comisiones tienen
presidentes, dos vicepresidentes o un secretario, esta Presidencia
incluso se encuentra en dificultades hasta para ausentarse físicamente o
plantear cuestiones puramente de índole fisiológica o sanitaria; aquí me
tienen ustedes, señorías, llevando adelante esta Comisión. (Rumores.)
Por tanto, si tienen ustedes que hacer cualquier escrito al respecto
diríjanse al Presidente de la Cámara, que resolverá procedentemente.




El señor ALCARAZ MASATS: El problema, señor Presidente, es que como el
citado artículo 69 termina con la frase «debidamente justificado», es lo
primero que había que haber hecho: decir que era una convalidación
realizada por S. S., y ahora vendría la justificación de esta urgencia
que no conocemos todavía. La única urgencia que veo, señor Presidente, es
que distintos grupos --puesto que esta comparecencia se votó por
unanimidad-- hayan cambiado de opinión. Efectivamente, si no se
desconvoca hoy ya no se puede desconvocar, pero no está debidamente
justificada la convocatoria que se ha hecho hasta ahora, señor
Presidente.




El señor PRESIDENTE: Voy a dar la palabra a los grupos parlamentarios
para que se expresen al respecto y, si no, abro un turno de menor a
mayor.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: No, justifíquelo debidamente.




El señor PRESIDENTE: El señor González de Txabarri tiene la palabra.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Señor Presidente, he entendido que
el señor Gimeno generosamente ha apoyado la propuesta que ha realizado
este comisionado diciendo que los grupos que han tenido la iniciativa
tendrían que ser los que expresaran en primer lugar las razones que les
asisten. Si no, entonces sí que será una indefensión. Me decía ahora el
señor Del Burgo que él o el Grupo Popular no ha solicitado, es decir, que
no se encuentra entre los de la iniciativa. Veo que en los bancos
cercanos a mí mismo tampoco. Entonces, empiezo por exclusión. Le he oído
antes al señor Gimeno que en principio él tampoco. En consecuencia, me
está llamando la atención esto del plural de los grupos.




El señor PRESIDENTE: El señor López de Lerma tiene la palabra.




El señor LOPEZ DE LERMA I LOPEZ: Señor Presidente, yo creo que estamos
perdiendo el tiempo innecesariamente o miserablemente. Es posible que en
lo que es la redacción exacta de la convocatoria se observen deficiencias
--no seré yo quien las niegue--, pero es igualmente cierto que cualquier
Diputado de los 350 tiene no sólo el derecho sino el deber de conocer el
Reglamento, y eso les obliga a conocer que la convocatoria de cualquier
Comisión se hace por el artículo 42, y que la apelación al artículo 69 en
la convocatoria es un puro error mecanográfico. Simplemente nos recuerda
que debía haber un reparto de documentación, que es algo a lo que se
puede apelar una



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vez convocada la Comisión, pero no antes de la convocatoria de una
Comisión. Por ello creo que estamos en disposición, como dice el señor
Gimeno, de entrar en el fondo de la cuestión. La convocatoria se ha hecho
correctamente. La puede hacer el Presidente porque así lo cree
conveniente. No se trata de una chapuza, se trata de la aplicación del
Reglamento. El Presidente puede hacer la convocatoria por propia
iniciativa, dice el artículo 42, o a expensas o a petición de dos grupos
parlamentarios. La ha hecho el señor Presidente porque, no nos engañemos,
hemos sido oídos, si se quiere decir o no, pero hemos sido oídos en esa
convocatoria, y la ha hecho en razón no de la urgencia sino de la novedad
en la historia de las comisiones de investigación de esta Casa de un
telegrama que dice: yo quiero venir, pero les anuncio que no voy a
hablar. Entonces, el señor Presidente, en conversaciones informales,
porque no ha habido la formalidad de una reunión con los miembros de esta
Comisión, ha decidido la convocatoria formal de esta Comisión para tratar
de ver si es necesaria o no mantener la convocatoria del día 29 sabiendo
que de la presencia del señor De la Rosa nada en claro vamos a sacar
porque el señor De la Rosa ya nos dice que no piensa hablar.

Por tanto, yo creo que debemos entrar en el fondo de la cuestión y
dejarnos de las formas, porque según las formas, quiérase o no, se debe
entender que un Presidente de una Comisión tiene facultad para convocar
la misma cuando lo crea necesario, porque así lo dice el artículo 42 del
Reglamento, artículo que deberíamos conocer de carrerilla, y no debemos
utilizar un error mecanográfico para impugnar, entre comillas, la
existencia de un artículo que es «ut» de ley, que es el artículo 42 del
Reglamento.

Por tanto, señor Presidente, me uno a lo que dice el señor Gimeno y
vayamos al fondo de la cuestión.




El señor PRESIDENTE: Le agradezco esta intervención, pero al respecto le
tengo que decir que el señor Letrado, que es quien ha firmado la
convocatoria, me pide un turno de intervención en esta Comisión de
Investigación. En otras comisiones, que incluso han sido celebradas a
puerta secreta, los señores letrados han dado su parecer ante la misma en
cualquier consulta que el Presidente lo ha estimado.

Si lo estiman así SS. SS., yo le doy un turno de intervención escueto al
señor Letrado para que aclare la referencia que se ha hecho a un artículo
del Reglamento.




El señor LETRADO: Muchas gracias, señor Presidente.

De ninguna manera pretendo intervenir en el debate, no es mi misión, sino
sólo en el asunto concreto en que el señor Presidente me ha pedido
asesoramiento. Evidentemente, aquí se podía citar desde la Constitución y
su artículo 75, que crea la posibilidad de existencia de comisiones en el
Congreso de los Diputados, hasta muy numerosos artículos del Reglamento.

Se entiende que la mención al artículo 69 se hacía en función de lo que
parece que era lo que podía preocupar más a los miembros de la Comisión
respecto del no reparto en tiempo y forma de los documentos recibidos.

Por eso, la mención única va al artículo 69. Sostengo que no es errónea,
sin perjuicio de que cada cual pueda entender lo que naturalmente quiera,
pueda y sepa ver, pero la referencia al artículo 69 era exclusivamente
por este motivo. Y, efectivamente, yo he sacado el artículo 69 porque me
lo ha pedido el señor Presidente.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Respecto a la segunda parte de su intervención,
efectivamente, esta Presidencia ha ido oyendo a todos y a cada uno de los
comisionados en sus distintos pareceres y, a la vista de las exigencias
que esta comparecencia plantea para los servicios de instituciones
penitenciarias, para los servicios de policía, para los servicios del
Congreso, en donde, por causa de las obras, se ha denunciado ya por la
policía que el furgón celular no puede bajar a los sótanos, y de la
información recibida en el sentido de que hay una declaración voluntaria
de que no piensa declarar, lo sometía al parecer de SS. SS. así de
natural y de normal. Si SS. SS. estiman la ratificación de que debe de
comparecer para guardar silencio aquí, hágase así, pero si SS. SS.

estiman que, a la vista de que no piensa declarar absolutamente nada y no
se sacará nada en claro, por tanto, de su comparecencia, debemos
ahorrarnos este trámite procesal, se hace esto. Este es el tema que esta
Presidencia, que no tiene facultades para resolverlo, remite a la
Comisión para que se pronuncie. (La señora Rahola pide la palabra.)
Señora Rahola, ésta era la última intervención que había decidido. Ahora
intervendrán todos los grupos, si quieren los proponentes, el señor
Gimeno había pedido la palabra.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Señor Presidente, yo quiero conocer los
proponentes. Yo quiero conocer qué partidos políticos o grupos políticos,
qué grupos parlamentarios han pedido esta reunión, y bajo qué punto del
orden del día, bajo qué tema, o ha sido una iniciativaÉ Porque aquí hay
un papel que habla de un artículo por iniciativa de diversos grupos
parlamentarios. Bien, empecemos por ahí: ¿qué grupos parlamentarios han
pedido esta reunión urgente?



El señor PRESIDENTE: Esta Presidencia asume, señora Rahola, una primeraÉ



La señora RAHOLA I MARTINEZ: ¿Cómo que asume?



El señor PRESIDENTE: Esta Presidencia, señora Rahola, asume una petición
de señores comisionados para que esto se discuta aquí y, por tanto, vamos
a escuchar ahora al señor Gimeno que había pedido la palabra.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: ¿Qué grupos?



El señor PRESIDENTE: El Presidente somete a esta consideración de la
Comisión lo que es una cuestión que se ha debatido y discutido esta
mañana.




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La señora RAHOLA I MARTINEZ: Pero tengo derecho a conocer qué grupos
parlamentarios lo han pedido, lo pone el papel ¿o tendré que impugnarlo,
señor Presidente? ¿Qué grupos lo han pedido? ¿No puede responderme a
esto? ¿Es que es secreto?



El señor PRESIDENTE: No es secreto.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Entonces, dígame usted qué grupos.




El señor PRESIDENTE: La Presidencia acaba de decir que hay dos extremos.




El señor GIMENO MARIN: Señor Presidente, lamentablemente seguimos
planteando cuestiones de forma. No sé por qué tiene problemas algún grupo
de esta Comisión en que se discuta el tema del fondo, me empieza a
preocupar. (La señora Rahola i Martínez: Al contrario.) Vale. Eso es lo
que querría, señor Presidente, y es obvio que en las intervenciones que
se han producido ha habido al parecer tres grupos que mantienen la
posición de que les parece muy positiva la convocatoria de esta Comisión,
y parece que hay otros grupos a los que no les parece tan positiva. (La
señora Rahola i Martínez: Pero ¿se ha convocado o no?) Es evidente que se
ha convocado, señora Rahola. Lo doy por supuesto porque lo ha convocado
el Presidente de una Comisión y debería saber que cuando un Presidente de
Comisión convoca una Comisión lo hace de acuerdo con el Reglamento, y él
es el que interpreta, y si hay algún grupo que no está de acuerdo con ese
planteamiento, que utilice la vía reglamentaria correspondiente para
decir que no está de acuerdo con la convocatoria de la Comisión, pero lo
que me gustaría sería poder entrar en los problemas de fondo.

Es obvio, por las intervenciones que ha habido, que como mínimo hay tres
grupos a los que les parece correcta la convocatoria de la Comisión;
parece. Yo lo que pediría, señor Presidente, es que, siguiendo los
criterios generales del Reglamento de intervención de menor a mayor, si
hace falta, los grupos intervinientes, una vez resueltos los problemas de
forma, y los grupos que en principio estaban de acuerdo con mantener esta
convocatoria intervinieran sobre el problema de fondo. Ese es el criterio
que plantearía. Luego, los otros grupos, por supuesto, tendrán la
posibilidad de opinar lo que consideren conveniente.




El señor PRESIDENTE: Señor Gimeno, esta Presidencia, de acuerdo con el
Letrado, opina que para las cuestiones de forma SS. SS. tienen la vía de
cualquier recurso ante el Presidente de la Cámara. Esta Presidencia
decide pasar ahora a la cuestión de fondo y que, de menor a mayor, se
expresen los grupos sobre si la Comisión (y esta vez la Presidencia hace
una propuesta clara), ante un preanuncio de comparecer para cumplir con
la Ley pero no declarar, entiende que ese trámite procedimental es
oportuno o no, en aras tanto de economía procesal como de evitar
situaciones escenificadas por esta Comisión que no dirían nada a favor
del prestigio de esta Cámara y de esta Comisión; ésa es la cuestión de
fondo. La cuestión de fondo, sencillamente, es si evitamos un trámite
procesal inútil, dado que no habrá ninguna declaración al respecto, y
esperamos a otro momento o que la Cámara en Pleno tome el acuerdo de
abrir una investigación específica sobre el caso denominado De la Rosa.

Estas son las distintas ideas que esta Presidencia aporta a la Comisión.




El señor ALCARAZ MASATS: Quisiera hacer una pregunta.




El señor PRESIDENTE: Voy a abrir un turno de menor a mayor, para que se
pronuncien sobre esta iniciativa: o dejar en suspenso la convocatoria, a
la vista de la declaración previa, o mantenerla sencillamente.




El señor ALCARAZ MASATS: ¿Su señoría se ha pronunciado como Presidente o
como Coalición Canaria?



El señor PRESIDENTE: He recogido las opiniones que se me han dado esta
mañana y ahora cedo la palabra, por si algún Grupo Parlamentario de los
que no han manifestado la opinión del señor Alcaraz, señora Rahola y
señor González de Txabarri quieren hacer alguna aportación al respecto.

Si no, doy un turno inmediatamente.




El señor ALCARAZ MASATS: Me queda una pregunta, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Señor Alcaraz, esta Presidencia concede la palabra
para un turno de menor a mayor, de acuerdo con el Reglamento, para que
cada uno se exprese respecto al contenido.

Tiene la palabra, por parte del Grupo Mixto, la señora Rahola.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: ¿Para hablar de qué, señor Presidente? ¿Qué
grupo convoca esta reunión? Tengo derecho a saber qué Grupo Parlamentario
convoca esta reunión. A partir de ese momento, podré debatir sobre lo que
diga el Grupo Parlamentario. Esto es como una proposición. Si no conozco
previamente quién es el proponente que la plantea, ¿cómo voy a debatir,
señor Presidente? ¿Usted resume el ambiente, la metafísica de cada uno de
nosotros, hace una síntesis y debatimos sobre lo que usted dice? ¿Estamos
en esa tesitura? Hay un papel que nos convoca por iniciativa de diversos
grupos parlamentarios. Pido --y me parece legítimo-- que se me diga qué
grupos parlamentarios han solicitado esta reunión extraordinaria. Primer
punto. Segundo, pido que esos grupos que nos convocan, legítimamente, nos
expliquen por qué nos convocan y entonces podré pronunciarme, señor
Presidente. No me haga la síntesis. Que me expliquen los grupos
convocantes por qué me convocan.




El señor PRESIDENTE: Señora Rahola, esos grupos se han dirigido al
Presidente y le han pedido la convocatoria de una reunión formal.




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La señora RAHOLA I MARTINEZ: ¿Qué grupos?



El señor PRESIDENTE: El señor López de Lerma tiene la palabra.




El señor LOPEZ DE LERMA I LOPEZ: Señor Presidente, yo creo que estamos
perdiendo el tiempo, lo reitero. Reconozco, y no me duelen prendas ni se
me va a caer ningún anillo, que yo estaba por la labor de la convocatoria
de esta Comisión, porque entendía, y sigo entendiendo, que el telegrama
que hemos recibido, y que ahora ya es un documento --se cuestionaba que
fuera un documento y ahora ya lo es--, introduce un elemento cualitativo
suficientemente importante como para realizarse la convocatoria de esta
Comisión, que lógicamente la hace el señor Presidente, pero el señor
Presidente no lo ha hecho a iniciativa propia, el señor Presidente nos ha
trasladado esta mañana, junto con el telegrama, la preocupación que
subyace o parte o nace con ese telegrama. A partir de las conversaciones
habidas en múltiples direcciones --y no siempre de miembros de esta
Comisión, señor Presidente, no siempre de miembros de esta Comisión, no
siempre de miembros de esta Comisión, y lo repito por tercera vez--, a
raíz de esas conversaciones, se ha hecho esta convocatoria. Donde dice
por iniciativa debía decir por impulso, porque así se ha convenido, o no
sé qué. Nuestro Grupo era y es favorable a la realización de esta
convocatoria de esta Comisión para tratar en profundidad ese tema, y
dejémonos de formalismos, que son puerilmente expuestos, porque no hay
ninguna razón que avale una convocatoria errónea. No. La convocatoria
está bien hecha.




El señor PRESIDENTE: El señor Gimeno tiene la palabra.




El señor GIMENO MARIN: Mi Grupo no tiene ningún inconveniente en decir
que le parece positivo que se haya convocado esta reunión de esta
Comisión.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Los grupos que la proponen, que se
expliquen.




El señor PRESIDENTE: El señor Del Burgo tiene la palabra.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Presidente, he sido el último en
llegar y me he encontrado con que había un ambiente propicio a la
celebración de una reunión extraordinaria de la Comisión, a la vista del
telegrama del señor De la Rosa, y manifiesto mi plena conformidad con esa
decisión --ya lo he dicho desde el principio--, pero entiendo que aquí no
hay grupos proponentes. Aquí lo único que hay es que unos grupos
parlamentarios se han dirigido al Presidente y el Presidente, a propuesta
de esos grupos o a petición de esos grupos, ha decidido convocar la
Comisión, haciendo uso de sus facultades reglamentarias. Por tanto, el
que la propuesta o decisión del Presidente haya sido adoptada porque unos
grupos parlamentarios se han dirigido al Presidente es absolutamente
adjetiva, no tiene absolutamente nada que ver. Aquí no hay ninguna
propuesta sobre la mesa que debatir. Lo que únicamente tenemos sobre la
mesa es el telegrama del señor De la Rosa. Y lo único que tenemos que
hacer es pronunciarnos sobre si el telegrama del señor De la Rosa altera
o no la comparecencia prevista para el próximo día 29 del señor De la
Rosa. Eso es todo. Por consiguiente, no hay ninguna propuesta, señor
Presidente. Lo único que tenemos que hacer es reflexionar sobre eso y
para reflesionar sobre eso cualquier grupo parlamentario puede o no
intervenir. Yo entiendo que debe cumplirse el Reglamento y conceder la
palabra de menor a mayor. Cada Grupo Parlamentario puede exponer
perfectamente cuál es su posición al respecto; el que no tenga formada
una posición puede perfectamente no hacer uso de la palabra hasta que se
hayan pronunciado otros portavoces y, finalmente, tomar una decisión.

Pero aquí no hay una propuesta, ningún grupo ha traído una propuesta
sobre la mesa para debatirse, sino que simplemente hay un hecho nuevo
sobre el que conviene reflexionar y sobre el que puede o no adoptarse
algún tipo de acuerdo: o mantener las cosas como estaban o rectificar.

Eso es todo. Luego cada grupo puede pronunciarse sobre una cosa tan
sencilla y simple como ésta: ¿Este telegrama altera o no lo previsto para
el día 29? Sobre eso cualquier Grupo Parlamentario puede tener un
criterio definido y si no lo tiene esperar a que los demás se definan.




El señor PRESIDENTE: El señor Letrado me pasa una comunicación en el
sentido de que se tuvo cuidado, en la medida en que el léxico nos lo
permite. No se habló de propuesta, sino de iniciativa, porque no había
propuesta formal. Son iniciativas o indicaciones para tener esta reunión;
iniciativas, indicaciones. He incluido a representantes de las fuerzas
políticas que siguen con atención este tema. Por tanto, la cuestión de
fondo es precisamente lo que se ha hablado con SS. SS. esta mañana por
esta Presidencia: si el telegrama altera o no las condiciones de
formalización de las comparecencias, dado que, por una economía procesal
que entendió la Presidencia, traer una persona aquí --no por el coste que
eso supone para los servicios oficiales, que lo tendrá, pero que no es
nuestra misión valorar los costes que suponga trasladar un detenido desde
Barcelona hasta Madrid y sus circunstancias-- sino si esto alteraba o no
las circunstancias de la convocatoria de las personas que haciendo uso de
su derecho constitucional se niegan a declarar. Esta era la cuestión de
fondo y la cuestión que está vigente: que a iniciativa, no propuesta, de
fuerzas políticas parlamentarias, esta Presidencia ha convocado la
Comisión.

El señor González de Txabarri tiene la palabra.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Yo tenía intención de fijar
posición; no sé si lo ha hecho la señora Rahola en el turno anterior.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: No, yo no lo he hecho. Aún no sé dónde
estamos. (Risas.)



El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Señor Presidente, entonces pienso
opinar.




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El señor PRESIDENTE: No, señor González de Txabarri. Si me lo permite,
entonces comenzaremos el turno de menor a mayor y cuando le corresponda a
su grupo lo hace y entra en la opinión.




Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra la señora Rahola al
respecto.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: En fin, señor Presidente, entiendo que hay
una actitud sesgada en esta Comisión. Quiero expresar mi sensación de
indefensión, tanto por parte de la Presidencia como por parte de lo que
ha venido ocurriendo a lo largo del día de hoy. La última disquisición
filológica entre propuesta e iniciativa me ha parecido extraordinaria,
merece un punto en cualquier cátedra lingüística. En todo caso, me parece
evidente que si hay una iniciativa de grupos parlamentarios, sean los
grupos parlamentarios --señor Letrado, no nos haga tantos favores-- los
que finalmente nos expliquen qué iniciativa tienen.

Continúo entendiendo que se tendría que saber quiénes proponen esta
reunión, que empieza a ser fantasma (Risas.), puesto que nadie la ha
propuesto, parece ser; quiénes proponen esta reunión extraordinaria con
carácter tan urgente que no tiene ni autor (es una Comisión sin autor) y
que nos explicaran por qué tanta urgencia, por qué hay que plantear de
nuevo este debate, en fin, qué está ocurriendo. Yo entiendo que toda la
película de los hechos del día de hoy es la película de una chapuza, es
la película de un pacto fuera de esta comisión entre terceros, que hoy no
están en la Comisión, pero en cuyo nombre hablarán otros comisionados,
supongo. En todo caso, lo que se está intentando en esta Comisión a
través de las chapuzas que nos han llevado a este momento --yo tengo
sensación de ridículo, señor Presidente-- es, sencillamente, revocar una
decisión ya tomada.

El problema de fondo está en que el señor De la Rosa es incómodo; el
problema de fondo está en que aunque nos ha enviado un telegrama, no se
sabe qué puede ocurrir el jueves; el problema de fondo está en que,
curiosamente, son los tres partidos que pueden estar implicados en el
caso Javier de la Rosa --así lo entiende esta comisionada-- los que
precisamente ahora necesitan replantear el asunto; el problema de fondo
está en que nos hacen una convocatoria referente a unos escritos
recibidos que no sabemos cuáles son, por iniciativa de unos grupos que
nos sabemos qué grupos son, que tendrían que explicarnos su iniciativa
pero no quieren hacerlo --supongo que quieren ser los últimos en hablar--
y, sobre todo, intentando revocar una decisión ya tomada en comisión.

Entrando en el fondo, que es lo que se exige a esta comisionada --y digo
se exige porque continúo pensando que a mí no me tocaba hablar hoy la
primera--, tengo que decir, como primer punto, que la comparecencia del
señor De la Rosa fue ampliamente justificada, por, como mínimo, los dos
grupos proponentes en esta Comisión. Esta Diputada planteó un mínimo de
cuarenta preguntas necesarias a hacer al señor De la Rosa, reservándose
las preguntas claves para cuando este señor viniera a la Comisión. El
hecho de que su comparecencia fue ampliamente justificada lo confirma el
que todos los grupos de la Cámara votaron a favor de que se produjera,
con lo cual entiendo que realmente no era en principio arbitrario ni
frívolo que el señor De la Rosa viniera aquí; había causa para esta
comparecencia.

Acordamos también, con mucha madurez y con mucho sentido común, que
cualquier otro planteamiento sobre Javier de la Rosa se haría después de
oírlo. No entiendo qué ha cambiado para cambiar ahora de actitud, y no lo
entiendo porque no creo que la causa sea un telegrama del señor De la
Rosa, que, por cierto, es un señor que cambia bastante de opinión, que
hace tres días decía que no quería venir, hoy dice que sí, anteayer decía
que quería tirar de la manta, hoy dice que va a callar. ¿Cuándo creemos
al señor De la Rosa? ¿Y si dentro de media hora nos envía otro telegrama?
¿Y si lo envía mañana? Me parece el súmmum del ridículo que ahora nos
acojamos a su última palabra para decir: Pues que no venga el chico; como
no tiene ganas de hablar... A lo mejor tiene ganas de hablar mañana,
señor Presidente, y en todo caso yo no quiero perderme la ocasión de
tenerlo delante para formularle las preguntas que entiendo que son
necesarias.

Por tanto, primer punto y fundamental, el señor De la Rosa ha sido
llamado a una comisión parlamentaria fruto de la unanimidad de todos los
grupos políticos. No ha habido ningún cambio en lo que es fundamental
respecto a los argumentos que se uitlizaron en esta comisisón para
justificar su comparecencia para que ahora se cambie de actitud como no
sean pactos fuera de esta Comisión entre los partidos que puedan estar
preocupados por esta comparecencia. En lo que son los hechos objetivos no
ha habido ningún cambio.

Segundo punto. Esta Diputada guardó parte fundamental del asunto Javier
de la Rosa y de las preguntas pertinentes para cuando este señor viniera
a la Comisión. Desde luego, se menoscabarían mis derechos si ahora este
señor no viene a la Comisión, porque entiendo que parte importante del
debate está aún por hacer y, con independencia de que el señor De la Rosa
no responda, que ello está por ver, en todo caso sí tendrá oídos para oír
y, sobre todo, a efecto de taquígrafos y de esta sala algunos Diputados
podremos plantear la cuestión en toda su integridad, puesto que,
evidentemente, en el debate previo lo que hicimos fue fundamentalmente
justificar la necesidad de la comparecencia, pero, como es lógico,
algunos elementos importantes los dejamos para cuando el señor De la Rosa
viniera aquí. En consecuencia, puede que no hable, pero es capaz de
escuchar y, sobre todo, son capaces de escuchar los taquígrafos, esta
Comisión y, por supuesto, todos los ciudadanos. Por tanto, y como segundo
punto, entiendo que se lesionarían gravemente los derechos, como mínimo,
de esta comisionada si ahora se revocara un acuerdo de la Comisión y se
decidiera que el señor De la Rosa no viniera.

Tercer punto, que también me parece importante: si a partir de ahora
enviando un telegrama y diciendo: «pues ahora me parece que no voy a
hablar» resulta que no llamamos a un compareciente, podemos encontrarnos
con que aquí no va a venir nadie. Carlos Navarro tampoco quería



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hablar y en cambio su comparecencia fue importante, aunque sólo fuera
para remitirnos al Estatuto del Diputado. No sabemos a qué nos va a
remitir el señor De la Rosa, no tenemos elementos para saber ahora si
esta Comisión va a dar sus frutos o no va a darlos. ¿Quién puede
realmente justificar y asegurar que no va a ser útil la comparecencia del
señor De la Rosa en función de las preguntas que se le hagan, en función
de las respuestas que dé, aunque diga que no quiere responder? Porque
siempre hay matices, señor Presidente, y muy a menudo los matices también
tienen valor político. Por tanto, y como tercer punto, si empezamos ahora
con la teoría de que el primer telegrama que llegue de alguien quejándose
es motivo suficiente para no llamarlo a la convocatoria, ya puede irse a
casa esta Comisión; ésta y cualquiera, porque si aceptamos cosas de esta
naturaleza, hoy las enterramos. Ha habido precedentes; en la Comisión
Roldán también hubo comparecientes que se negaron a hablar y ello no es
óbice para pensar que no fueron importantes en la Comisión. En esta
propia Comisión ha habido comparecientes que no han hablado, pero ha sido
importante lo que ha ocurrido en la Comisión. No me digan ahora que
porque este señor amenace con no hablar --previamente también ha
amenazado con hablar-- vamos a decir: Pues que no venga el señor De la
Rosa, porque como el chico no va a querer decir ni mu, mejor lo dejamos
en su casa.

Cuarto punto también importante: ¿Sobre qué Javier de la Rosa debatimos
en estos momentos? ¿Sobre el que dice a los medios de comunicación que
tiene mucho que explicar? ¿Sobre el que hace tres días dijo que no quería
venir a esta Comisión pero sí al Parlamento de Cataluña y envió un
telegrama al Presidente del Parlamento Catalán, señor Xicoy? ¿Sobre el
que ahora nos ha enviado un telegrama? Francamente, me parece poco serio
que hagamos un debate político sobre el último papel que el señor De la
Rosa ha tenido a bien enviarnos. En todo caso, repito, atendiendo al
hecho de que este señor es bastante variable, puede que mañana tenga
ganas de explicarnos alguna cosa. Vaya usted a saber si esta Comisión se
pierde la comparecencia más importante que ha tenido hasta el momento. En
todo caso, a mí nadie me puede garantizar en esta Comisión que no estemos
a punto de perder la sesión más importante; hasta que no tengamos a
Javier de la Rosa sentado aquí no sabremos si es útil o no su
comparecencia. Ahora estamos debatiendo sobre especulaciones, sobre
hipótesis, estamos valorando un poco sobre el vacío, sobre la última
palabra que ha dado este señor, que, como digo, va cambiando según el
día, pero hasta que no esté aquí no sabremos si la comparecencia sirve o
no sirve para la investigación; por tanto, es importante que venga.

Quinto punto que también me parece importante. Resulta que esta Comisión
es capaz de superar todas las trabas que parecía que se darían en este
caso. Se decía que no iba a ser posible, que el juez no lo iba a
permitir, que iban a declarar secreto del sumario, etcétera. Se levantan
todos los obstáculos y ahora resulta que la Comisión se lo piensa. ¿Vamos
más lejos que el juez? ¿Ponemos más obstáculos que el juez, que el
secreto sumarial o qué ocurre? ¿Ocurre que alguien se pensaba que el juez
no lo dejaría venir y así salvaba un poco la cara? ¿Ocurre que pensaban
que declararían secreto del sumario y que, por tanto, no vendría y no
pasaría nada y así también lavaban un poco la cara? Pero resulta que sí,
que viene, que no hay secreto sumarial, y todo el mundo se pone nervioso
y vivimos el espectáculo que hemos vivido hoy, corriendo detrás de todos
a ver si hacemos urgentemente una superreunión porque hay urgencias
inevitables. Yo no entiendo que haya ninguna urgencia, señor Presidente.

Lo que entiendo es que teníamos un acuerdo de Comisión, votado por
unanimidad, plenamente justificado, y por eso fue votado, y que no ha
habido ningún cambio que justifique el sentido contrario en la votación.

Además, repito, no tenemos ninguna garantía de que no nos estemos
perdiendo la comparecencia más importante si no viene, como es posible
que no, que el señor De la Rosa realmente venga aquí y, sencillamente, no
abra la boca; también ello es posible, pero entonces quizá sea importante
y tenga valor político lo que se diga en este lado y no en aquél, quizá
es importante lo que se diga delante de ese señor, quizá sean importantes
las respuestas, aunque sea por los no. Repito que en política también son
importantes los matices.

Resumiendo --no me quiero alargar, señor Presidente--, no entiendo por
qué nos hemos reunido. Entiendo que ha sido una chapuza y lo ha sido
también reglamentariamente; entiendo que lo que hay son prisas porque
ahora descubren que el señor De la Rosa está a punto de sentarse allí
delante y alguien se pone nervioso; entiendo que ha habido pactos en
pasillos o en despachos fuera de esta Comisión; entiendo que la reunión
de esta Comisión es el fruto de estos pactos, de pasillo o de despacho, y
entiendo que lo que se intenta aquí es revocar una decisión unánime
porque a alguien ahora le preocupa políticamente. Por tanto, con
independencia de salvar los aspectos antiestéticos de la venida del señor
Javier de la Rosa a esta Comisión, que nadie quiere que sean
estruendosos, nadie quiere que llegue con furgón, etcétera; yo espero que
esto se resuelva. Debe haber algún antecedente y si no ya se creará. Si
el juez considera que es posible, si los encargados del caso consideran
que es posible, que no ocurre nada, que puede venir este señor porque
políticamente es relevante y así lo ha pedido el Congreso de los
Diputados, ¿qué estamos debatiendo aquí en estos momentos? ¿Es una forma
de revocar una decisión y que no se note? ¿Están ustedes pactando de
nuevo la votación? ¿Quién ha pactado esta votación?
Señor Presidente, no encuentro ningún argumento para que no venga. Desde
luego, tampoco encuentro ningún argumento para hacer esta reunión
urgente.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Vasco (PNV), el señor González de
Txabarri tiene la palabra.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: En primer lugar, quisiera
manifestar que en alguna intervención de otro comisionado se ha citado
que algunos grupos entienden oportuna la convocatoria de esta comisión y
otros no. En el Grupo Vasco la entendemos oportuna, la entendemos
ajustada al Reglamento, y entendemos las razones



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que han llevado al Presidente a convocarla; lo digo para que los dígitos
computen debidamente.

Tras manifestar esto, yo quisiera entrar en el tema de fondo, que en
opinión del Grupo Vasco se suscita con la recepción de ese telegrama. En
nuestra opinión (y por eso he insistido desde el principio que los grupos
que han tomado la iniciativa nos expongan sus razones) aquí algunos
grupos parlamentarios quieren pasar de rositas sobre este tema, como si
no hubiesen cometido ninguna fechoría. El día de los Santos Inocentes,
señor Presidente, es mañana; hoy es sólo la víspera de los Santos
Inocentes.

Es verdad que el señor Del Burgo ha estado ausente toda la mañana, aunque
su grupo parlamentario había lanzado una orden de búsqueda y captura; se
ve que todavía los Reyes no le han regalado el teléfono inalámbrico.

Cualquier diputado que haya estado atento a los movimientos que se han
producido en el Pleno esta mañana habrá sido muy consciente de las idas y
venidas de la señora De Palacio y de don Rodrigo Rato, que estaban
sumamente nerviosos por la recepción de ese telegrama.

Cada cosa tiene su nombre, señor Del Burgo. Aquí es muy fácil hablar de
transparencia de los demás, de acusar a los demás, de meterse con los
demás, de exigir a los demás, pero hay que predicar con el ejemplo. Luego
pasa lo que pasa. Pasa, como decía la señora Rahola, que aquí había
grupos muy convencidos de que el señor juez no iba a dar la autorización
para que el señor De la Rosa viniera a esta Comisión y evidentemente,
como la ha dado, hay gente que se pone nerviosísima; se ponen nerviosos
los que se ponen nerviosos. En el caso que nos ocupa algunos tenemos las
huertas bien cuidadas y decimos: ¡Bueno, como a mí no me afecta! No
queremos utilizar la táctica que otros grupos utilizan en casos
contrarios; queremos ser respetuosos con las decisiones de los demás y
atender las razones que estos puedan explicar.

Entiendo, señor Presidente que ha sido usted muy generoso a lo largo de
todo el día; que ha asumido las presiones derivadas de ejercer el cargo
de Presidente, en nuestra opinión con exceso y le felicitamos porque lo
haya hecho así, porque habla bien de usted, pero habla muy mal de otros
grupos parlamentarios.

En el Grupo Vasco la única razón que estamos dispuestos a escuchar o
atender en relación a este telegrama, es que en la Cámara no existan
condiciones suficientes para poder atender unas circunstancias como las
que se pueden derivar de una persona detenida, una persona que viene
custodiada y una persona que levanta alarma social de cara a su propia
comparecencia. Nos merecen mucho respeto las razones expuestas por el
Presidente del Congreso en este sentido, que sabemos a usted mismo le
constan y sabemos que a usted como Presidente de esta Comisión le
preocupan muy mucho.

Existen precedentes en la Cámara, en la comisión Renfe, a la que asistió
un compareciente en unas circunstancias parecidas, en una Comisión que en
aquel caso era secreta y con menos alarma social, y entendemos que
podrían existir otras fórmulas distintas a la de que el señor De la Rosa
no compareciera. Podrían existir comparecencias en otro lugar físico, en
otra ubicación e incluso con la naturaleza secreta de la Comisión, a
efectos de que la comparecencia se pudiera llevar a cabo con mayor
tranquilidad. Esas son las razones que a lo largo de la mañana he
intentado manifestarle en las distintas consultas que se han venido
realizando por parte del señor Presidente. En todo caso, estamos a la
espera de escuchar las razones de los distintos grupos, sigo sin entender
por qué éste es el turno de intervención, e insisto en que si esa
Presidencia informa a esta Comisión de que existen serias razones de
intendencia como para que esta comparecencia no se pueda producir con
garantías suficientes y en dignidad, en caso de que la Presidencia
exponga estas razones, este grupo parlamentario votará en contra de la
comparecencia del señor De la Rosa.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), tiene la palabra el señor López de Lerma.




El señor LOPEZ DE LERMA I LOPEZ: Como aquí se han vertido críticas
argumentadas hacia la convocatoria hecha por el Presidente, quiero
manifestar nuestro apoyo a esta convocatoria por entenderla no sólo
reglamentaria sino conveniente.

En segundo lugar, nuestro grupo, como sabe todo el mundo, saben estos
comisionados, no impulsó en ningún momento la comparecencia del señor De
la Rosa. Diré más, en su momento expusimos la no conveniencia de ir
sumando vagones a un tren que no sabíamos hacia dónde iba ni quién lo
dirigía, por quién y para quién. En fin, la Comisión acordó la
comparecencia entre otras razones porque nuestro grupo no se opuso a la
misma por una única razón que no se les escapó ni se les escapa en estos
momentos. Aquí se hicieron imputaciones, a nuestro juicio no
fundamentadas, que hoy siguen sin estar fundamentadas, pero que podían
crear interrogantes en la opinión pública, sobre la honorabilidad de
nuestro grupo político o de nuestros partidos, Convergència y Unió
Democrática.

Sólo por esa razón, para que todo el mundo viera aquello que nosotros
vemos claro, y es que no hay ninguna relación entre el señor De la Rosa y
una presunta financiación irregular de nuestros partidos, es por lo que
nos sumamos a la petición que hicieron en su momento los grupos
parlamentarios de Izquierda Unida y Mixto, en uso, lógicamente, de sus
legítimos derechos reglamentarios.

¿Qué ocurre hoy? Ocurre que hay una novedad sustantiva e importante, que
es la existencia de un telegrama mediante el cual el señor De la Rosa
dice que gustosamente va a comparecer, es decir, que acata la decisión de
la Cámara, como no podía ser de otra manera, pero ya anuncia que va a
hacer uso de un derecho constitucional (no un derecho reglamentario
transitorio, sino un derecho constitucional), como es el de no declarar
ante una Comisión, en este caso de investigación parlamentaria.

Ese telegrama es el que nos trae esta reunión, como finalmente se ha
puesto en evidencia y todo el mundo ha aceptado y ese telegrama, quiérase
o no, adórnese o no con calificativos o con descalificativos, nos aboca a
un trámite procesal absolutamente inútil. Posiblemente, aquí al menos



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se ha recordado, otros que hemos tenido, esto es cierto; pero usando y
abusando de mi turno, yo querría hacer una pequeña síntesis de lo que ha
venido sucediendo en esta Comisión en su aspecto investigador. Quienes
están en pleno proceso judicial (proceso en el sentido más amplio del
término, procedimiento abreviado que dura años), se sienten imputados y
ven peligrar su situación --permítaseme también esta expresión--, vienen
y nos dicen que nada quieren decir; quienes están también en este
proceso, pero que no ven tanto peligro sino, en todo caso, la necesidad
de ser exculpados rápidamente, vienen y nos cuentan su película; y
quienes han sido llevados a otro proceso judicial ya cerrado,
lógicamente, se amparan en una sentencia firme del Supremo, amparada
también por el propio Constitucional, incluso para decir que aquello que
firmaron ante el juez, ante el fiscal y ante sus propios abogados, nunca
ha existido. Por tanto, estamos ante una Comisión que, desde el punto de
vista investigador, sus tropiezos ha tenido y sus dificultades va a tener
para elaborar un dictamen con el mayor de los sentidos comunes, porque a
estas alturas --no sé qué opinarán SS. SS.; en todo caso no es el
momento-- esta señoría que les habla tendrá dificultades objetivas para
hilvanar unas líneas en un folio, a la luz de cuantas informaciones han
aparecido aquí o cuantas negaciones de información se han dado aquí.

Estamos, repito, ante un telegrama que, creo yo, es importante, es
sustantivo, porque nos puede abocar --nos aboca-- a una comparecencia
absolutamente inútil desde el punto de vista del resultado. Otra cosa --y
a eso sí que nuestro grupo no se suma-- es el espectáculo que se va a
organizar, que quizás a algunos les interese observar de cerca, con un
señor que está en la cárcel, que debe ser trasladado de Barcelona a
Madrid, de donde sea a este Congreso y por los medios que sea, ante una
comisión de investigación que ahora ya no es secreta, para dar un
resultado absolutamente igual a cero en cuanto a información, que es la
finalidad por la cual, supongo, todos trabajamos en esta comisión: para
saber, para conocer, para documentarnos, para informarnos y luego poder
elevar un dictamen sustantivo al Pleno de esta Cámara, que es quien nos
ha facultado a nosotros en esa labor de investigación y también de
estudio. Nuestro grupo no está en el espectáculo por el espectáculo ni en
la expectación por la expectación; nuestro grupo está por el trabajo bien
hecho y, como no es posible elaborar ese trabajo bien hecho a partir de
la no declaración, no nos parece pertinente mantener esta comparecencia.

Lo más racional, señor Presidente, habida cuenta del telegrama, cuanto
nos dice y habida cuenta la experiencia que tienen todos los miembros de
esta comisión de comparecencias para leer un texto preparado por el
abogado en el que pone: Lo que yo les voy a decir es que no voy a decir
nada, nos parece que lo más racional y lo más barato, en términos
económicos, señor Presidente, es dejar sin efecto la comparecencia
acordada.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor Presidente, voy a empezar no aceptando la
forma, la oportunidad y todo tipo de circunstancias y condiciones que se
han dado en torno a la convocatoria urgente de esta reunión de la
Comisión sobre financiación y endeudamiento de los partidos. Desde luego,
en el preámbulo se han dado argumentos de antología, señor Presidente,
como, por ejemplo, que era un error mecanográfico la consignación del
artículo 69 y, al hilo de este supuesto error mecanográfico, el señor
Presidente dijo que ya lo había convalidado por el 42, cosa que no ha
tenido lugar porque inmediatamente el señor letrado dijo que no había
sido un error mecanográfico, sino que había sido consignado
conscientemente porque era lo que correspondía en esta circunstancia. De
otra parte, uno de los argumentos que ha dado el señor Presidente es que
el error posiblemente se debe a que, como le han quitado a él el
despacho, esto también ha podido influir en la forma de convocar esta
comparecencia. Al mismo tiempo, se ha aludido también --entrando quizá en
cuestiones de fondo-- a que no hay condiciones de seguridad, parece ser,
en este Congreso para que venga el señor De la Rosa. Entonces, el señor
Presidente del Gobierno y todos los que estamos aquí, nos hallamos en una
situación de inseguridad flagrante. En todo caso, habría que proponer
sobre la marcha que viniera el señor De la Rosa disfrazado de Papá Noel,
o algo por el estilo, para que no hubiera problemas de ningún tipo. Y
luego ocurre también otro hecho en el sentido de que los grupos que han
solicitado esta comparecencia, se dice textualmente «por iniciativa de
diversos grupos parlamentarios», pues tampoco existe. No tema, señor
Presidente, que no voy a pedir un control «antidoping» de esta comisión,
pero me han extrañado sobremanera todas las argumentaciones y todas las
consecuencias y condiciones que se han dado para llegar, señor
Presidente, no ya a una posposición de la comparecencia, sino que se
acaba de decir que lo que se pide es que no comparezca ya el señor De la
Rosa. Al parecer éste es el acuerdo previo al que se ha llegado.

Señor Presidente, yo no comparto el fondo, la forma ni las
circunstancias, el compadreo ni el apaño que, a mi juicio, se ha
realizado para esta convocatoria. Nosotros pedimos la comparecencia del
señor De la Rosa en defensa del prestigio de este Parlamento y,
naturalmente, desde este Parlamento, y desde esta comisión de
investigación singularmente, protagonizar también el fin de la cultura
del pelotazo y el fin de uno de los chantajes que estaban esgrimiendo
estos señores, primero el señor Roldán y después el señor De la Rosa.

Concretamente, el señor De la Rosa anunció la posibilidad de tirar de la
manta, habló de consecuencias políticas en función de su detención, que
cada cual asumiera sus responsabilidades políticas. Es un señor que había
dicho anteriormente que va barato el kilo de político, en el contexto de
lo que estoy diciendo actualmente, y que posteriormente, puesto que
parece ser que no soporta bien la cárcel, ha mandado varios telegramas a
responsables políticos muy importantes de este país con una leyenda que
sintoniza totalmente con el tema de tirar de la manta; la leyenda es:
Todavía estoy en prisión. Cuatro palabras. Cuando lo manda a determinados
señores de partidos



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políticos, la consecuencia es la misma que yo decía anteriormente. Este
señor ha hablado de tirar de la manta; el señor juez nos acaba de decir
que puede comparecer porque lo que se va a tratar aquí no tiene nada que
ver con el proceso judicial; y, es más, el señor De la Rosa en su
telegrama, supongo que lo habrá emitido libremente (la primera pregunta
que yo le iba a hacer a él era: ¿Usted ha firmado este telegrama con
total libertad o ha sido presionado en algún sentido?), dice: para no
interferir a las investigaciones judiciales. Por tanto, se le puede
preguntar todo aquello que no suponga una injerencia en las
investigaciones judiciales. Yo no le iba a hacer ninguna pregunta
respecto a los temas que han supuesto la incoación de procedimientos que
conocemos. Por tanto, me parece que esto estaba salvado en función del
texto mismo que nos ha enviado el señor De la Rosa.

Una de las consecuencias lógicas que se extraen de la situación que
actualmente estamos atravesando en esta comisión, es que si nació con
problemas de identidad, actualmente se le está desmoronando la identidad.

Empiezo a creer las afirmaciones que se están haciendo en ciertos medios
sobre pactos, sobre una especie de tenaza, una pinza; más que una pinza,
una cizalla entre el Partido Popular y el PSOE para evitar que esta
comisión de investigación llegue a la conclusión en función de la cual
fue creada.

Lo que se deriva de todo esto, señor Presidente, es pánico a que este
señor tire de la manta --es la conclusión a la que yo puedo llegar--,
pánico a que este señor vea cómo se han regado ciertos huertos. Hay gente
que se ha agarrado fuertemente a la manta y aparece el pacto de la manta.

No entendemos la situación si no es desde este punto de vista, señor
Presidente.

Señor Presidente, se está diciendo, y reiterando, que estamos llegando al
fin de la etapa del pelotazo en función de la situación actual del señor
Conde y del señor De la Rosa. Siempre han coincidido la cultura del
pelotazo y un desprecio a la democracia y a los políticos. En este caso,
cuando conseguimos que este señor venga aquí a tirar de la manta, a
ejercer su chantaje, venga a enfrentarse con los que estamos
representando, de una manera o de otra, a nivel parcial o como
corresponda, la soberanía popular, comos nosotros, el Parlamento, quienes
renunciamos a que venga cuando lo ha autorizado el juez. Somos nosotros,
quienes lo hemos pedido, los que vamos a poner barreras para que este
señor comparezca y pueda hablar de aquellos temas que no interfieran en
el proceso judicial; somos nosotros. Esto no es inteligible; esto no
puede entenderlo nadie. No puede entenderlo nadie, excepto si se están
produciendo treguas. Habría que preguntarle al señor Aznar qué tipo de
tregua está concediendo al señor González. Qué tipo de tregua política y
por qué para no llegar al fondo de cuestiones, a interrogatorios de este
tipo aquí en la comisión de investigación, que afectan al señor De la
Rosa. ¿Qué tipo de tregua se ha pactado, en función de qué contenidos y
qué está pasando en esta Comisión en sus aledaños y, fundamentalmente, en
el seno de este Congreso? Ya no entendemos nada. Desde que reaparece el
tema GAL y otros temas aquí aparecen treguas, aparecen pinzas, tenazas y
cizallas que no son precisamente de las que se vienen hablando
reiteradamente en ciertos medios de comunicación o por ciertos
responsables políticos.

Por tanto, señor Presidente, cuando todos aquellos financieros de la
ingeniería, todos aquellos teóricos del modernismo, que sacaron de la
bodeguilla a don Felipe González bajo palio y lo han puesto a las puertas
del desastre económico-financiero y del ridículo político, ahora tenemos
que conceder treguas no sé en función de qué lógica y de qué legitimidad
democrática. Eso se ha votado. En función de esta comparecencia que
solicitó el Grupo de Izquierda Unida, junto a otros, se pidió que se
investigaran otros casos que estamos totalmente dispuestos a que se
investiguen. Por tanto, no entendemos este tipo de esguince, este tipo de
quiebros que no tienen ningún sentido, excepto el que se pueda derivar en
los próximos días de las actuaciones en el próximo período, que están
acabando, señor Presidente, con la credibilidad, con la legitimidad y con
la identidad de esta comisión parlamentaria, teniendo en cuenta cómo se
ha procedido para la convocatoria de esta reunión.

Señor Presidente, las consecuencias sociales, populares, a mi juicio, son
graves. Ya se sabe que uno de los aspectos más criticables por los
ciudadanos es el tema de la financiación de los partidos, que ya ha
salido publicado últimamente en encuestas. Quizá se partía, en este
período del pelotazo y de la supuesta modernidad de que el pueblo español
tenía corruptelas sociales, era corrupto socialmente, e iba a terminar
entendiendo lo de la corrupción política. Se subestimaba al pueblo
español, pero el pueblo español al final ha dicho: no vale la corrupción.

Eso figura como uno de los puntos esenciales a la hora de criticar a
ciertos partidos políticos, a la situación política en general, o a temas
democráticos de gran calado.

Por tanto, señor Presidente, estamos afectando a la credibilidad del
sistema democrático en función de decisiones que aquí se han tomado por
unanimidad; y si iba a ocurrir un espectáculo, también lo votamos por
unanimidad. No se puede aducir que el espectáculo puede suceder; ya se
sabía que podía suceder. La democracia tiene mucho de espectáculo, claro.

La imagen del fin de la era del pelotazo puede ser, y tiene que ser,
señores esposados, ¿por qué no? El pueblo no es menor de edad; por tanto,
no es un espectáculo que venga aquí el señor De la Rosa. Tarde o temprano
el señor De la Rosa tendrá que comparecer a juicio. ¿Allí no es
espectáculo y aquí sí? ¿En el Poder Judicial no es espectáculo y aquí, en
el Poder Legislativo, sí lo es? El Poder judicial nos autoriza a
interrogar o a preguntar a este señor, porque los aspectos que le vamos a
preguntar no están sometidos a régimen judicial. No están «sub iudice»
los aspectos de la presunta financiación irregular de los partidos y
nosotros nos negamos a este interrogatorio. Por tanto, señor Presidente,
no estamos haciendo un favor a la democracia en este momento. Hasta
últimamente se dicen cosas absolutamente sorprendentes que no parecen
sorprender porque el lenguaje se utiliza de una manera que
subprepticimamente --subliminalmente, se dice ahora-- va creando opinión.

Se acaba de decir que el señor De la Rosa no es un delincuente; eso sí,
puede cometer delitos, pero no es un delincuente.




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No sé si me explico. Así se ha dicho. Estamos llegando a una situación de
inseguridad semántica, señor Presidente, y yo me explico que este
Parlamento esté habitado últimamente por políticos que exhiben tal grado
de nervios incontrolados que dudo mucho salgamos con bien de esta
situación si no se serenan los ánimos y cumplimos cosas que se han votado
de manera rigurosa y consecuente en esta Comisión como fue el tema de la
comparecencia de don Javier de la Rosa.

Nosotros, señor Presidente, vamos a mantener la convocatoria que se hizo
por unanimidad. No entendemos que se retire ahora este tema, máxime
cuando no interfiere al procedimiento judicial y, desde luego, derivan
consecuencias políticas serias en el sentido, repito, de una tregua del
señor Aznar que no entendemos en función de qué se realiza, y una pinza,
una tenaza, una cizalla nueva que corta posibilidades de investigación a
este Parlamento.

Por consiguiente, señor Presidente, siento mucho esta reunión que estamos
teniendo porque posiblemente ha golpeado la línea de flotación de esta
Comisión. Eramos varios personajes en busca de autor (cuatro lingüistas,
dos letrados y un veterinario) y me parece que no vamos a encontrar el
autor, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra por el Grupo Parlamentario Popular,
don Jaime Ignacio del Burgo.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Presidente, hace no muchos días, antes
de Navidad, en esta Comisión, cuando un compareciente se negó a declarar,
acogiéndose a su derecho constitucional, algunos comisionados o
comisionadas se rasgaron las vestiduras y abandonaron la Comisión (La
señora Rahola i Martínez: No; no fue así.) abandonaron la sesión e
incluso renunciaron a su derecho a preguntar, derecho que tenían
lógicamente con arreglo al Reglamento de la Cámara y que hubieran
recibido la respuesta, puesto que el compareciente solamente tenía
intención de abstenerse de contestar a un grupo político concreto y por
las razones que él mismo expuso en su momento.

En aquellos momentos nadie pensó en si esta Comisión hacía o no el
ridículo ante la opinión pública. Yo pienso que lo hizo ciertamente;
pero, en fin, cada cual es muy libre de sus actos y, en consecuencia, en
un momento determinado, alguien pensó que el prestigio de la Cámara
suponía ausentarse de la Comisión; además supuso cierta falta de respeto
a un comisionado que se quedaba en ella para cumplir con su obligación.

(Rumores.) Ya sé que estas palabras no gustan, pero cuando alguien se
dirige a mí, yo soporto estoicamente cualquier tipo de afirmación que se
quiera hacer.

Por ejemplo, señor González de Txabarri, comprendo que al final usted ha
dicho que tal vez esté dispuesto a que el señor De la Rosa no comparezca
porque no existan garantías suficientes para que venga en condiciones de
dignidad, etcétera, con lo cual anuncia la posibilidad de que no venga el
señor De la Rosa. A mí me parece muy bien esa posición, yo la respeto
total y absolutamente; lo que no admito es que para llegar a esa
conclusión, previamente, se busque un chivo expiatorio, que es el señor
Del Burgo y el Partido Popular. (Risas.), porque no ve ninguna relación
entre una cosa y otra. Yo le diría al señor González de Txabarri que nada
tiene que reprochar al Partido Popular, ni al señor Del Burgo hasta el
día que no venga a esta Comisión y no diga: señores comisionados, hemos
reflexionado y queremos que se investigue el caso tragaperras. A partir
de ahí, toda la legitimidad del mundo para echar el Himalaya encima del
señor Del Burgo pero, hasta entonces, nada. Quede claro.

Chapuzas, pactos, indefensión, señora Rahola, se ha defendido francamente
bien. De indefensión nada. Si le dejamos más tiempo para su intervención,
no sé qué hubiera sido. (La señora Rahola i Martínez pronuncia palabras
que no se perciben.)
Aquí lo que tenemos que plantearnos es si debemos o no dar un espectáculo
al pueblo español. Esa es la cuestión. Comprendo que, a lo mejor alguien
tiene mucho interés en ver sentado aquí al señor De la Rosa en situación
de mudo, que es lo que nos anuncia, porque cuando el señor De la Rosa
dice no voy a prestar declaración, habrá que hacerle caso, de la misma
forma que utilizamos los argumentos expuestos en otros momentos por el
señor De la Rosa para fundamentar posiciones políticas. Luego habrá que
fundamentarlas en todos los casos. El señor De la Rosa nos dice en un
telegrama, del que yo no tengo que dudar, que no va a contestar. A mí me
parece fuera de lugar, que se pueda decir que este señor haya podido ser
presionado para mandar ese telegrama; me parece una cosa tremenda.

Además, el texto del telegrama demuestra que el señor De la Rosa sabe
perfectamente a qué comparece, a la Comisión de Estudio e Investigación
de la Financiación de los Partidos Políticos, y es precisamente en
relación con esa convocatoria con la que él dice: Asistiré a la misma,
pero debo adelantarle que me acogeré a mi derecho constitucional a no
prestar declaración.

Por tanto, tendríamos que reflexionar si es conveniente que, con todo lo
que le rodea, comparezca el señor De la Rosa. Alguien lo ha puesto de
manifiesto, hasta el punto de que el señor González de Txabarri llega a
preguntarle al Presidente si estamos en condiciones o no de garantizar
que esa comparecencia se realice con dignidad, incluso ha llegado a
hablar de la posibilidad de que fuera secreta, de que fuera en otro
lugar. Es decir, el señor González de Txabarri, en mi opinión, está
dándose cuenta de que, efectivamente, ésta no es una comparecencia normal
de un señor que llega tranquilamente de la calle, se sienta ahí dice lo
que le parece y se marcha. Esta es una comparecencia que tiene un morbo
especial, no nos engañemos; es la de un señor que está en la cárcel, que
viene aquí, que lo traen en un furgón, que tiene la expectación de los
medios de comunicación. Y todo ese montaje, ¿para qué? Para que él nos
reitere su derecho constitucional a no prestar declaración. Por
consiguiente, cuando salgamos de aquí, es posible que la señora Rahola
haya podido lanzar una batería de preguntas muy brillantes, ciertamente,
está en su derecho, pero, al final, resultado positivo, ninguno, puesto
que él dice acogerse a su derecho constitucional a no declarar.

Conclusión: tanto montaje, tanta espectacularidad para absolutamente
ningún resultado.




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mente hubNo sé si eso es lo más eficaz desde el punto de vista de esta
Comisión y del Congreso de los Diputados, no sé si eso prestigia o no
prestigia al Parlamento. Pretender decir que se pueden hacer preguntas
claves y en función de esas preguntas la ausencia de respuestas puede
lanzar a la opinión la idea de que puede haber cuestiones sobre las que
si no se declara es porque no se quiere declarar, porque si se declara
naturalmente se iría en la dirección de la pregunta, y eso es lo que no
interesa, es un arma que se puede volver en contra, porque yo puedo hacer
preguntas en relación a la financiación del partido político al que
representa la señora Rahola, dejarlas en el aire, el señor De la Rosa no
contesta, pero yo ya he lanzado la sospecha sobre la financiación de la
campaña electoral de la señora Rahola. Por consiguiente, no parece que
ése sea el procedimiento más eficaz para prestigiar a esta Comisión.

En este caso no existe absolutamente nada, no hay un sumario abierto, no
hay más que unas manifestaciones hechas en una radio diciendo: ¡Ay, si
tiro de la manta, qué va a pasar aquí! Eso es todo lo que tenemos en este
tema, no hay otra cosa. Por tanto, creo que desde el punto de vista de la
eficacia de la comparecencia, desde el punto de vista del prestigio de
este Parlamento (incluso hasta por razones humanitarias, porque un
traslado en estas condiciones no creo que sea plato de gusto para nadie,
sobre todo si el resultado va a ser el que anuncia en su telegrama),
habría razones para, si la mayoría de la Cámara aquí representada lo
entiende, aceptar la no comparecencia el día 29 del señor De la Rosa,
mientras no manifieste otra actitud más positiva de colaboración con la
Comisión.

Finalmente, quiero decir que esta postura del Grupo Popular nada tiene
que ver --esté tranquilo el señor Alcaraz-- ni con treguas ni con
armisticios ni con nada que se le parezca. El Partido Popular no está
para tapar nada, el Partido Popular no está para amparar nada. Además, lo
está demostrando día a día con su acción parlamentaria.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, finalmente, por el Grupo
Parlamentario Socialista, el comisionado don Fernando Gimeno.




El señor GIMENO MARIN: Algunas de las declaraciones de los portavoces no
me extrañan, entre otras razones porque las vengo oyendo a lo largo de
muchas comisiones. He oído, después de la comparecencia de distintos
señores, afirmaciones de que esta Comisión no sirve para nada. Yo soy de
los que piensan que sirve. Y no sólo soy de los que piensan que sirven,
sino que coincido con otros comisionados en que esta Comisión afecta a
asociaciones privadas con relevancia constitucional, que son los partidos
políticos, y por eso tiene una significación distinta que otras
comisiones de investigación que algunos comisionados siempre citan y que
creo que no tienen nada que ver con ésta.

A mi Grupo no le preocupa en absoluto que el señor De la Rosa venga aquí
y tire de la manta. Lo digo porque tengo la impresión de que es más fácil
que tire de la manta fuera del Parlamento que en el Parlamento. Lo digo
porque estoy convencido. De hecho, ayer mismo salían afirmaciones en
algunos medios de comunicación diciendo cosas tan sorprendentes como que
se le atribuye incluso al señor De la Rosa haber prestado dinero a
Esquerra Republicana de Cataluña. (La señora Rahola i Martínez: Tráelo.)
No, si no tengo ningún interés a ese nivel. No me preocupa esa afirmación
en un medio de comunicación. Ha habido tantas afirmaciones en medios de
comunicación, no sólo del señor De la Rosa, sino de empresarios, de
personas incluso relevantes que han hablado del tema de la financiación
de los partidos políticos, que creo que no todos esos elementos son
relevantes para los objetivos de esta Comisión. A mí lo que me preocupa
es si la comparecencia del señor De la Rosa (que se decidió por
unanimidad en esta Comisión, por supuesto también por mi Grupo, y que en
aquellos momentos se interpretó y se valoró que servía a los objetivos de
esta Comisión), en estos momentos y en las circunstancias actuales, sirve
o no sirve a los objetivos de esta Comisión o sirve o no sirve a los
objetivos del señor De la Rosa. A mí eso sí que me preocupa. Por eso
pongo en duda, señor Presidente, que el prestigio de esta Cámara tenga
algo que ver con que comparezca o no comparezca el señor De la Rosa. Yo
digo que afirmaciones tan tremendistas las he oído en distintas sesiones
de la Comisión cuando el que comparece no dice lo que algún comisionado
quiere escuchar. Y es evidente que cada compareciente que es citado por
esta Comisión dice lo que quiere decir. Puede no hablar en base a las
circunstancias y a los hechos en que cada uno está interviniendo.

Por ir directamente y a lo concreto, me parece, señor Presidente, que la
comparecencia del señor De la Rosa, en las circunstancias de encontrarse
en situación de detenido, de encontrarse ante unas manifestaciones que
hace formalmente a esta Cámara (ninguna otra manifestación hasta ahora
tenía un carácter formal; nos dirige un telegrama en el que dice que no
va a declarar en función de sus propios derechos), no aporta ningún
aspecto que sirva a los objetivos de esta Comisión. No aporta ningún
aspecto nuevo. Me parece que puede ser interesante para algún comisionado
que aparezca el señor De la Rosa y que nos podamos hacer fotos con él. Yo
personalmente no tengo ningún interés, ninguno, en que comparezca a esta
Comisión un personaje de la vida económica de este país, que ha tenido
una relevancia social, para servir a sus propios intereses. Si esta
Comisión tiene en estos momentos interés en que comparezca el señor De la
Rosa es para clarificar o profundizar más en lo que es la financiación de
los partidos políticos. Creo que las circunstancias que él plantea,
acogiéndose a sus propios derechos, no aporta ninguna situación nueva.

Además, se encuentra detenido, cosa que él no lo ha elegido, ni nosotros
tampoco en este Parlamento.

Creo que no se menoscaban los derechos de esta Comisión, en absoluto.

Cualquier Grupo de esta Comisión, en los múltiples debates que vamos a
tener --también se ha hablado de ello-- va a poder expresar perfectamente
las dudas o las deficiencias, no sólo en función de que haya comparecido
o no el señor De la Rosa , sino de que se hayan investigado más casos o
menos casos. No es la primera vez que debatimos sobre esa cuestión. Igual
que mi Grupo ha dicho desde el principio que posiblemente hubiera sido



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suficiente con estudiar el caso Naseiro y el caso Filesa. Pero mi Grupo
también ha votado que se estudien otros casos, aunque hemos pensado que a
lo mejor no eran tan relevantes para poder estudiar lo que era en
profundidad lo que es la financiación de los partidos políticos, porque
creíamos que no hacía falta. lo que pasa es que subyace permanentemente
en los debates que esto de la financiación de los partidos políticos
afecta a algunos partidos y no a los demás. Creo que afecta al conjunto
de los partidos políticos en un tema que es de relevante importancia en
el funcionamiento del sistema democrático. Cada Grupo va a poder decir lo
que considere conveniente, incluso las preguntas que le quisieran
formular al señor De la Rosa. Yo, señor Presidente, sólo le quería
formular dos y según lo que me hubiera contestado hubiera formulado más.

Quería preguntarle si había financiado a algún partido político y quería
preguntar al señor De la Rosa si había financiado alguna campaña
electoral. Según lo que me hubiera contestado le hubiera hecho muchas más
preguntas, pero sólo quería preguntarle eso, entre otras cosas, porque
antes, y ahora con matices distintos, creo que esta Comisión no debe
servir a los intereses del señor De la Rosa , sino a los intereses de la
propia Comisión y a los objetivos de la misma.

He dicho desde el principio --con lo cual me parece que no digo nada
nuevo-- que esta Comisión no es un desfile de modelos ni de personajes de
la vida económica, no tiene por qué serlo; tiene que ser de las personas
que se considere necesarias para contribuir al tema que están
planteándose esta Comisión como objetivo. Me parece que planteárselo como
comisión espectáculo no es bueno, creo que es malo y es malo también para
los ciudadanos y para los objetivos de la propia Comisión. En cualquier
caso, de lo que no tengo duda es de que la comparecencia o no del señor
De la Rosa tenga que ver ni con el prestigio de esta Cámara ni con la
credibilidad del sistema democrático, en absoluto. Creo que es una
decisión política que se toma, que se tiene que tomar en esta Comisión;
coincido con los planteamientos que se han hecho en las anteriores
propuestas del portavoz señor López de Lerma y de Jaime Ignacio del
Burgo. A mí lo que me preocupa es que a alguien le preocupe que lleguemos
a acuerdos en la Comisión, dentro o fuera de la Comisión. Le puedo
asegurar que no tengo claro que hubiera unos acuerdos totalmente
definidos fuera de la Comisión, pero a mí me gustaría. Y lo quiero decir
porque quiero dejarlo bien claro. A mí no me preocupa, en absoluto, que
en los debates y en las conversaciones que se deben tener entre todos los
Grupos de esta Cámara podamos llegar al mayor acuerdo posible para
afrontar un problema que es complicado, que es complejo, que es hablar
del pasado y hablar del futuro. Creo que ese ejercicio es bueno, y me
alegraría no sólo estar de acuerdo con el portavoz del Grupo Popular, en
los objetivos y en la definición política que tenga que hacer esta
Comisión cuando elabore un dictamen en su día, y no sólo con el Partido
Popular o con el portavoz de Convergència i Unió; creo que en temas de
esta Comisión estoy muy de acuerdo con el portavoz del Grupo Vasco, muy
de acuerdo con los objetivos de esta Comisión, pero me gustaría llegar a
un acuerdo sobre el tema de la financiación de los partidos políticos con
todos los Grupos, porque, sinceramente, señor Presidente, creo que es un
tema de relevancia constitucional que afecta a la estabilidad, a la
garantía y a la mejora del funcionamiento del sistema democrático.

En ese contexto quiero definirme a favor de las dos propuestas que he
escuchado, es decir, que en estas condiciones no parece lo más adecuado
la comparecencia del señor De la Rosa.




El señor PRESIDENTE: Habiendo propuestas concretas, si no solicitan los
señores comisionados la palabra, pasaríamos a la votación.

Habrá un segundo turno de intervención, al que pueden acogerse todos los
señores Diputados que lo deseen.

Tiene la palabra, en primer lugar, por el Grupo Mixto, la señora Rahola.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Si lo tenía claro antes de empezar, lo tengo
doblemente claro ahora, porque no ha habido ni un solo argumento más allá
de repetir los que se dieron cuando se justificó el sí a la
comparecencia, pero con matices distintos. No ha habido ni un solo
argumento nuevo que ahora justifique el «no».

Aquí estamos ante una reconversión por parte de algunos partidos y
comisionados de su propio voto y de su propia actitud. No hay ninguna
argumentación, ninguna justificación que justifique el «no» --valga la
redundancia-- donde antes se justificaba el «sí». Todos los argumentos
que brillantemente han dado diferentes comisionados sobre las
dificultades y sobre por qué no tiene que venir, se daban ya en el primer
debate y, a pesar de ello, se votó que sí. ¿Qué ha cambiado desde
entonces? Porque no ha habido ningún argumento referido al telegrama que
realmente haga necesario que no venga el señor De la Rosa ;
fundamentalmente los argumentos han sido --diría que previos al
telegrama-- los que se podían dar en el primer debate y que han salido en
el segundo. En fin, señor Presidente, hay diversas cosas.

Al señor Del Burgo quiero decirle que es verdad, que cabe la posibilidad
de que le formulemos unas cuantas preguntas al señor De la Rosa ante un
compareciente mudo. ¡Como hizo usted, que nos regaló con ciento y pico
preguntas, señor Del Burgo! Además, iba diciendo, con mucha solemnidad:
«Quien calla otorga...». ¿Lo recuerda usted, señor comisionado? (Risas.)
Le aseguro que esta comisionada no pensaba hacer ciento y pico preguntas,
a lo mejor no pensaba ni decir que quien calla otorga. A lo mejor
sencillamente pensaba plantear algunas preguntas clave y a lo mejor, vaya
usted a saber, como es un señor que cambia de opinión, el jueves el señor
De la Rosa estaba un poco más locuaz y nos respondía, porque nadie me ha
dicho en esta Comisión si realmente están ustedes seguros de que el señor
De la Rosa vaya a venir y vaya a callar. Por cierto, supongo que el
telegrama es suyo. ¿Están ustedes seguros de que el telegrama es del
señor De la Rosa? No viene de la cárcel de Can Brians, viene de
Barcelona. ¿Me lo pueden garantizar? Me imagino que este telegrama



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es del señor De la Rosa. ¿Está firmado? ¿Tiene unos orígenes claros?
¿Esta Presidencia me puede garantizar absolutamente que viene del señor
De la Rosa? No viene de la cárcel de Can Brians, señoría. Yo pido la
garantía de que estamos debatiendo las palabras del señor De la Rosa. Me
parece que es una garantía legítima. ¿Me lo puede garantizar, señor
Presidente? ¿Me lo puede garantizar algún comisionado?
No he acabado, señoría, pero le pregunto esto.




El señor PRESIDENTE: Señora Rahola, con respecto a esta cuestión le diré
que ustedes manejan la primera copia de este telegrama. Yo he anunciado
la que está pasada por el registro; la copia de este telegrama ha sido
hecha llegar, con sello de registro, como he dicho, 30.073, por el señor
Presidente del Congreso al Presidente de esta Comisión, que es el que ha
ordenado también que se remitiera a los señores comisionados y ha sido
recibido por el gabinete telegráfico de este Congreso de los Diputados.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Lo he entendido muy bien.




El señor PRESIDENTE: Este gabinete tiene unas normas y unas reglas de
comprobación de los documentos que se reciben. Son las normas que operan
en el servicio español de correos y telégrafos para la exigencia en los
documentos que se dirigen al Congreso de los Diputados y a ese reglamento
y en esa fe que dan los servicios oficiales del gabinete telegráfico del
Congreso de los Diputados es en la que están basadas las garantías, en
primera instancia, de que del gabinete telegráfico lo lleva al Presidente
del Congreso de los Diputados y que éste lo manda a esta Presidencia.

Por tanto, esta Presidencia no pone en tela de juicio la verosimilitud
del origen de este telegrama.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Señor Presidente, yo tampoco pongo en tela
de juicio la verosimilitud de que se haya recibido por los cauces
normales y de que la Cámara nos haya remitido un telegrama que se ha
recibido aquí. Yo le pregunto, ¿usted está en condiciones de afirmar
exactamente que no he enviado yo este telegrama?



El señor PRESIDENTE: Sí, señoría.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: ¿Cómo? ¿Tiene firma? ¿Tiene origen?



El señor PRESIDENTE: En cuanto a la aseveración de que puede haberlo
enviado usted, es usted quien tiene que responder a esa duda. Si lo ha
enviado su señoría al Presidente del Congreso, tenemos aquí el testigo de
cargo mejor informado.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Señor Presidente, evidentemente yo no he
enviado este telegrama, pero ni tan sólo tengo la garantía de que lo haya
enviado el señor De la Rosa, aunque sospecho que ciertamente ha sido él.

Pero mire usted si es frágil la convocatoria de esta reunión, mire si es
frágil, si está cogido este debate con pinzas, que ni siquiera sabemos
con seguridad si lo ha enviado el señor De la Rosa, si ha sido su abogado
o su mujer para que no se mueva de Barcelona o de Can Brians, porque,
pobrecito, así no tiene que ir en el furgón, o vaya usted a saber.

Lo que no es serio es que, con la excusa de este telegrama --qué bien les
ha venido a algunos comisionados--, estemos ante el espectáculo de la
reconversión de las propias actitudes.

El señor Gimeno, si no recuerdo mal, justificaba el hecho de que no
viniera el señor De la Rosa y casi parecía que si viniera aquí el señor
De la Rosa a lo mejor hablaba de Esquerra Republicana o de algún otro
partido. Señor Gimeno, son ustedes quienes van a evitar que venga el
señor De la Rosa; yo estoy encantada de que venga a aquí y de que podamos
formularle las preguntas. Si a usted le preocupaba lo que podía decir el
señor De la Rosa, ¿le preocupaba lo mismo cuando cuando votó a favor que
ahora que votan en contra? Porque, además, ¿de qué se preocupa si va a
ser mudo? No acabo de entenderlo. ¿Le preocupa lo que va a decir o le
preocupa que sea mudo? (El señor Gimeno Marín: Mudo, mudo.) Si es mudo,
¿de qué se preocupa usted? No se preocupe, señor Gimeno.

Por cierto, usted se está aficionando mucho a la prensa --yo me alegro
mucho, señor Gimeno--, y en lo que he
leído de un diario, creo que ha sido «El Mundo»... Por cierto, leyendo
«El Mundo», el «sindicato del crimen»; le van a reñir. (Risas.) En este
«sindicato del crimen» ponía que el candidato por el Partido Popular a
las elecciones de 1984 era Eduardo Bueno, a su vez socio de Javier de la
Rosa en el negocio Tierras de Almería. algunas fuentes --no habrá sido
usted, espero, señor Gimeno-- atribuyen incluso a De la Rosa haber
prestado dinero a Esquerra Republicana, Iniciativa per Catalunya y Unió
Democrática. ¡Es que faltaban estos tres! Pero no se preocupe, señor Del
Burgo, perdón, señor Gimeno --es que se parecen tanto últimamente que
hasta me confundo--, que si ustedes no impiden que venga el señor De la
Rosa hasta esto va a poder preguntarle usted. Porque, por cierto, usted
igual sólo le hace dos preguntas. Pero yo le preguntaré por los 30.000
millones que, según un semanario inglés, se dedicaron a sobornos a
políticos españoles; yo le preguntaré por Tierras de Almería; yo le
preguntaré por Eduardo Bueno y las siguientes elecciones en Cataluña del
Partido Popular. Y no voy a limitarme a una sola pregunta, si ustedes me
dan la posibilidad de que le pueda preguntar.

Esta Comisión que hoy tenemos es, si me permiten, un montaje para poder,
más o menos, justificar lo injustificable, pues ustedes votaron a favor
de la comparecencia pensando que el juez no la permitiría y se encuentran
con que el juez lo permite. Más progresista que ustedes, señor Gimeno. La
permite, con más voluntad de transparencia y con menos obstaculización;
que la permite, que no hay ningún problema y se encuentran con que pronto
van a tener



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aquí al señor De la Rosa y se asustan. De ahí los pasillos, las
negociaciones y las llamadas urgentes a don Jaime del Burgo. Diga al
Partido Popular que le regale un teléfono, porque han padecido mucho
buscándole a usted. El señor Rato se ha corrido el pasillo muchas veces.

Chapuza, montaje, para evitar lo que en su momento se aceptó, que fue que
el señor De la Rosa viniera a esta Comisión. Qué bien les ha ido este
telegrama, que yo no estoy del todo segura de que lo haya enviado el
propio Javier de la Rosa. Pero qué bien les ha ido para acogerse, como un
clavo ardiendo, a algún argumento e intentar justificar lo
injustificable, que es que a ustedes les preocupa y les da miedo que este
señor, que cuando tiene un micrófono es locuaz, a lo mejor diga alguna
cosa. En todo caso, si les preocupaba esto, ¿por qué votaron a favor al
principio? ¿Qué ocurrió, que entonces les pareció antiestético y ahora
les parece que tienen un argumento? Continúa siendo igualmente
antiestético; continúa siendo igualmente poco creíble, continúa siendo un
pacto de vergüenza que ustedes suscriben fuera de esta Comisión porque
este compareciente les preocupa a los tres partidos políticos, los tres
que precisamente están hoy suscribiendo que no venga.

Dejen ustedes que venga don Javier de la Rosa y entonces sabremos,
primero, si envió o no el telegrama, que yo me quedaré más tranquila.

Segundo, si cuando dice «... no interferir las investigaciones
judiciales...» si no le preguntamos sobre Gran Tibidabo y sobre otras
cosas si quiere hablar o no, que a lo mejor no lo sabe, igual se piensa
que queremos hablar de Gran tibidabo. Yo quiero oír a este señor
diciéndome aquí: «No, no, es que, mire, sobre Eduardo Bueno tampoco
quiero hablar.» Pero ahora no lo sé. Igual Javier de la Rosa se piensa
que voy a preguntarle por Gran tibidabo, que eso sí que está bajo secreto
sumarial.

Sinceramente, no hay argumentos para que don Javier de la Rosa no venga;
no hay ningún argumento político; más allá de los equilibrios para
escaparse de su propia decisión, en su momento, para suscribir ese pacto
de vergüenzas y para escaparse de la incomodidad de que venga este señor.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco, el señor González
de Txabarri tiene la palabra, y al que tengo que informarle, según me
pasa el señor Letrado, que los servicios de la Cámara y la Comisaría de
Policía dan todas las garantías sobre cualquier norma de seguridad dentro
del Congreso de los Diputados. Lo que puede haberse informado sobre la
entrada física de un furgón determinado a un garaje es una cuestión
puramente circunstancial, pero, en cualquier comparecencia y en
cualquiera de sus condiciones, los servicios de la Cámara y de la
Comisaría de Policía del Congreso tienen todas las medidas cautelares
adoptadas.

Tiene la palabra el señor González de Txabarri.




El señor GONZALEZ TXABARRI MIRANDA: Gracias, señor Presidente, por la
información solicitada y ahora facilitada. (El señor Alcaraz Masats:
Todos los argumentos caen.) Esa impresión da, que todos los argumentos
van cayendo, pero es evidente que argumentos, existir, existen. Por lo
menos así lo entiende este comisionado.

Esta comparecencia es extraordinaria, es una comparecencia que se ve
revestida de una serie de circunstancias que a nadie se le ocultan y cada
uno es muy libre de colocarse en la posición política que entiende más
oportuna y que defiende los intereses de su propio Grupo, pero sin
equivocarse, señor Presidente, sin equivocarse, señor Del Burgo, porque
todo el mundo sabe (Risas.) que esta decisión viene de la famosa cena del
señor González con el señor Aznar. esto no es que sólo sea «vox populi»,
es que es un dato que está contrastado políticamente. Una cosa son las
razones que uno puede entender y el sentido del voto que puede emitir,
pero otra cosa es equivocarse uno mismo o querer hacerse trampas en el
solitario. ¡Hombre!, hasta los chavales saben que no se puede hacer
trampas en el solitario sin riesgo de meterse en túneles muy peligrosos.

Yo no busco chivos expiatorios, señor Del Burgo, pero lo que no quiero es
hacerme trampas en el solitario y engañarme a mí mismo. La Pascua de
Navidad pasó, la de Año Nuevo está preparada, la de Resurrección lejos y
la de Pentecostés más. No ofende quien quiere, señor Del Burgo. Usted es
muy libre de vivir obsesionado por el tema de las tragaperras. Yo le
deseo que el Año Nuevo le traiga más paciencia que al santo Job. Se lo
deseo de todo corazón, en el convencimiento de que esas máquinas
tragaperras no le van a a dar premio alguno, ni van a poder cantar bingo
en todo el 95.

Yo le veo, señor Del Burgo, entre Sísifo y Tántalo. (Risas.) Ahí, en esa
posición de los héroes griegos, porque algunos les bajan las piedras y
usted luego las tiene que subir. el Partido Popular le está obligando a
hacer a usted un papelón en esta Comisión. esta misma mañana hemos visto,
hemos oído y hemos participado en conversaciones directas donde se decía
lo que se decía y el señor Presidente ha sido muy prudente y ha explicado
lo que como Presidente puede explicar, pero, no nos vamos a engañar, aquí
hay gente que muy libre y democráticamente entiende que puede echar
tierra al vecino, puede aventar sospechas sobre el adversario político y
entiende que uno siempre tiene que quedar libre. Se hacen estos pactos,
estas pinzas. Reconozco al señor Alcaraz que no sé lo que es la cizalla
(El señor Alcaraz Masats: Un alicate muy grande que corta el hierro.)
¿Corta el hierro también? ¡Bueno! Nada más, señor Presidente. No me
quiero engañar a mí mismo. (Risas.)



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Convergència i Unió tiene
la palabra el señor López Lerma.




El señor LOPEZ DE LERMA I LOPEZ: Sólo un par de cosas. Yo no creo que
todo lo que aquí se está tratando sea un montaje; no lo creo. Al menos,
no veo los andamios del montaje, con toda sinceridad.

Yo creo que aquí hay unas propuestas de racionalizar la administración
parlamentaria de un acuerdo que ciertamente ya fue tomado. Se trata de
eso: de racionalizar la administración



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de ese acuerdo y hacerlo con el objeto de evitar o con la finalidad de
evitar una situación esperpéntica, como sería la derivada de una
comparecencia absolutamente inútil y que además vemos, setenta y dos
horas antes de la misma, que va a ser absolutamente inútil para los
trabajos de la Comisión.

Este es mi modo de pensar, señor Presidente.

Hay una segunda cuestión, que sería hacer una propuesta que ya he
depositado en la primera de mis intervenciones y que formulo ya
definitivamente y que es dejar sin efecto la comparecencia acordada.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Alcaraz, por el Grupo
parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.




El señor ALCARAZ MASATS: Muy breve y en plan «telegramático», como diría
el señor De la Rosa.




Se están dando otra vez argumentos que se desmontan solos y que suenan un
poco a broma. El de la seguridad acaba de ser contradicho por el señor
Letrado.

También se ha dado como argumento que supondría mucho gasto al
Parlamento, aunque en estas condiciones un viaje en coche del señor De la
Rosa a Madrid es un tema ya de piedad humana. Me parece que son
argumentaciones que no se sostienen y que son patéticas.

Por tanto, señor Presidente, para no agotar más la paciencia de S. S., yo
quería, eso sí, que quedara clara cuál es la propuesta, porque han salido
cuatro. Ha salido anulación, que es la que acaba de reiterar don Josep
López de Lerma; ha salido posposición, mientras no cambie de talante el
señor De la Rosa o hasta ver si sale algo en el procedimiento judicial.

Por tanto, no conocemos realmente la propuesta definitiva que hacen los
correspondientes comisionados.




El señor PRESIDENTE: Señor Alcaraz, quiero significarle que, según las
notas que ha tomado esta Presidencia y el señor letrado, al final de los
turnos de intervenciones la Presidencia concretará la propuesta. Estamos
esperando que consuman el segundo turno los señores Del Burgo y Gimeno.

Hasta ahora hay una propuesta concreta, razonada según los argumentos del
señor López de Lerma, que constan en el «Diario de Sesiones» de esta
Comisión, que, en síntesis, es dejar sin efecto la comparecencia del
señor De la Rosa; así lo ha anotado la Presidencia. (El señor Alcaraz
Masats pide la palabra.)
Tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Voy a hacer una brevísima pregunta que se me
olvidaba. Si se anula o se pospone --sobre todo si se anula-- la
comparecencia del señor De la Rosa, ¿se anula también el resto de las
comparecencias solicitadas por dos grupos parlamentarios: Convergència i
Unió y el Partido Popular? Puesto que se solicitaron sin la declaración
del señor De la Rosa, no se podrá aludir a que la solicitud era en
función de las declaraciones de este señor.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Del Burgo.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Presidente, lo último que uno esperaba
es que al hacer alusión al tema de las tragaperras fuera respondido con
lo que ocurrió en la cena del señor Aznar y el señor González, como si
allí hubiera estado presente el Grupo Nacionalista Vasco. Me parece que
es verdaderamente absurdo. Yo estoy dispuesto a aceptar que de esas
máquinas tragaperras no sale otra cosa que los premios legítimamente
obtenidos por el jugador. (Risas.) Pero precisamente eso es lo que el
señor González de Txabarri tendría que haber demostrado, porque eso es lo
que está en cuestión y en juego; ésa es la duda que existe en este
momento. Es una duda que está en los tribunales de justicia, por lo
tanto, es una duda que no nos la hemos inventado los miembros del Grupo
Popular.

Al margen de todo esto, quiero decir que nosotros no tenemos
absolutamente ninguna preocupación por lo que vaya a decir el señor De la
Rosa. Tan no tenemos ninguna preocupación que nuestro Grupo Parlamentario
en el Parlamento de Cataluña, concretamente por boca de su Presidente, el
señor Alejo Vidal-Quadras, ha manifestado su intención de apoyar la
comparecencia en el Parlamento de Cataluña del señor De la Rosa, en cuya
institución sí ha dicho que quiere hablar. (Rumores.) El señor De la Rosa
ha dicho que no quiere hablar en esta Comisión y, en cambio, ha dicho que
quiere hablar en el Parlamento de Cataluña. A nosotros no nos importa que
hable en el Parlamento de Cataluña si ésa es su decisión y su voluntad.

Nada más, señor Presidente. Nosotros apoyaremos la propuesta de
Convergència i Unió y a partir de ahí todo lo demás, lógicamente,
decaería. (El señor González de Txabarri Miranda pide la palabra.)
Tiene la palabra el señor González de Txabarri.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Pido la palabra para no darle
respiro al señor Del Burgo y para manifestarle, en una sola frase, la
incoherencia del planteamiento que acaba de realizar. Resulta que los
temas de las tragaperras y Casinos se deben investigar en esta Cámara,
pero el del señor De la Rosa se debe investigar en el Parlamento de
Cataluña.

Dígame, señor Presidente, qué coherencia hay en estos planteamientos.

Cuando conviene se investiga aquí y cuando conviene, allí. Señor
Presidente, yo no entiendo nada.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Del Burgo, por alusiones.




El señor DEL BURGO TAJADURA: Señor Presidente, voy a ver si soy capaz de
decirle al señor González de Txabarri que no existe absolutamente ninguna
incongruencia. Si hubiera estado atento a mis palabras --no sé si lo ha
estado-- lo hubiera entendido perfectamente.

El señor De la Rosa ha dicho: Voy a hablar y quiero hablar en el
Parlamento de Cataluña; no quiero hablar en el



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Parlamento de Madrid. Por consiguiente, nuestra posición es que hable en
el Parlamento de Cataluña y si no quiere hablar aquí, nadie va a perder
el tiempo. Esa es la cuestión. No hay ninguna incoherencia. Espero que
esta vez haya sabido explicarme mejor.




El señor PRESIDENTE: Señor González de Txabarri tiene la palabra, pero
sea muy breve para cerrar el debate, por favor.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Esta vez se ha explicado mucho
mejor. En este país una persona que está detenida puede elegir a qué
Parlamento informa y ante qué Parlamento declara. Se ha explicado muy
bien, señor Presidente. (Risas.)



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra don Fernando Gimeno.




El señor GIMENO MARIN: Con brevedad, porque no se aporta ningún argumento
nuevo.

Por las razones que hemos puesto de manifiesto, que las resumiría en que
en las circunstancias concretas de estar detenido, en las circunstancias
concretas de haber manifestado que no va a declarar ante esta Comisión y
por considerar que su comparecencia para no declarar no aporta ningún
aspecto nuevo a los objetivos de esta Comisión, mi Grupo está de acuerdo
con la propuesta formulada por el señor López de Lerma en el sentido de
dejar sin efecto la comparecencia del señor De la Rosa.




El señor PRESIDENTE: Esta Presidencia somete a la votación de esta
Comisión la propuesta que ha formulado el señor López de Lerma, del Grupo
Catalán (Convergència i Unió), que dice dejar sin efecto la comparecencia
del señor De la Rosa.

Tiene la palabra el señor González de Txabarri.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Señor Presidente, el Grupo Vasco
quisiera que existieran tres votaciones diferenciadas. La primera, que la
comparecencia sea secreta. La segunda, que se posponga; y la tercera, que
es la del señor López de Lerma, que no se realice; que se realicen las
tres votaciones.




El señor GIMENO MARIN: Señor Presidente, no sé si son excluyentes. Lo
digo simplemente por cuestión de forma y procedimiento.

Tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor Presidente, que se vote también que
comparezca pasado mañana. (Pausa.)



El señor PRESIDENTE: En primer lugar, esta Presidencia va a someter a
votación la propuesta del señor López de Lerma en los términos en los que
lo ha expuesto la Presidencia.

¿Se entiende por la Comisión que si se aprueba esta propuesta decaen las
demás o desean votación específica respecto de alguna de ellas porque no
proceden? (El señor Gimeno Marín pide la palabra.)
Tiene la palabra el señor Gimeno.




El señor GIMENO MARIN: Señor Presidente, la impresión que yo tengo es que
no están sometidas a votación y que están sobre la mesa. Yo no sé si
algún día alguien querrá proponer nuevamente algo, pero creo que eso lo
estamos sometiendo a votación en esta comisión.




El señor PRESIDENTE: Señor Gimeno, con las propuestas del señor López de
Lerma, la que ha hecho González de Txabarri, así como la que ha hecho el
señor Alcaraz, son cuatro las propuestas, según el orden en que se han
enunciado. En primer lugar, está la formulada por el señor López de Lerma
en el sentido de dejar sin efecto la comparecencia del señor De la Rosa;
en segundo lugar, la de posponerla; en tercer lugar, que sea secreta y,
en cuarto lugar, la que ha propuesto el señor Alcaraz de mantenerla en
los términos anteriores.

Tiene la palabra el señor González de Txabarri.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Entiendo, señor Presidente, que si
la primera votación que se realiza es la del señor López de Lerma, decaen
todas las demás.

Quisiera manifestar que el Grupo Vasco no desearía alterar el orden, pero
si así no puede ser porque la Presidencia no lo estima oportuno, el Grupo
Vasco desearía votar, en primer lugar, que la comparecencia fuese
secreta; en segundo lugar, que se posponga; y si las circunstancias son
las actuales, en tercer lugar, votaríamos a favor de que no se realizara,
pero dejando claro cuál es el sentido del voto del Grupo Vasco.




El señor PRESIDENTE: El señor López de Lerma tiene un derecho de
preferencia. Ha dicho que se vote en primer lugar su propuesta y esta
Presidencia así lo hace.

Se vota por el sistema, como saben SS. SS., del voto ponderado, que es la
norma dada por el Pleno del Parlamento a esta Comisión y por el
Reglamento. Esta Presidencia somete a votación, pues, la propuesta del
señor López de Lerma, del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), en el sentido de dejar sin efecto la comparecencia del señor De la
Rosa.




El señor LOPEZ DE LERMA I LOPEZ: La comparecencia acordada del señor De
la Rosa.




El señor PRESIDENTE: Sí la comparecencia acordada. Lo digo a los efectos
de que hay que notificar inmediatamente por los servicios de la Cámara a
Instituciones Penitenciarias y al señor juez que detengan la expedición
del señor De la Rosa (Risas.) por los medios celulares a Madrid.

Sometemos a votación la propuesta.




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Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Votos a favor de la propuesta del señor López de
Lerma: Grupos Parlamentarios Socialista, Popular, Catalán (Convergència i
Unión) y Vasco (PNV). Votos en contra: Grupos Parlamentarios de Izquierda
Unida y Mixto Esquerra Republicana.

Señorías, por tanto, la Presidencia aprueba la propuesta y los servicios
de la Cámara darán los traslados correspondientes.

Se levanta la sesión.




Eran las ocho de la noche.