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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 394, de 20/12/1994
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1994 V Legislatura Núm. 394
SANIDAD Y CONSUMO
PRESIDENTA: DOÑA BLANCA GARCIA MANZANARES
Sesión núm. 17
celebrada el martes, 20 de diciembre de 1994



ORDEN DEL DIA:
Comparecencia de la señora Ministra de Sanidad y Consumo (Amador Millán),
para:
--Informar de los problemas sanitarios suscitados por los movimientos
migratorios estacionales. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular.

(Número de expediente 213/000297) (Página 12168)
--Informar del diagnóstico y control de las enfermedades de tratamiento
obligatorio. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de
expediente 213/000298) (Página 12175)
Preguntas:
--Del señor Villalón Rico (Grupo Parlamentario Popular), sobre opinión
del Ministerio de Sanidad y Consumo acerca de los objetivos sanitarios y
presupuestarios del año 1993 previstos en el Contrato-programa para la
atención primaria. (BOCG serie D, número 154. Número de expediente
181/001085) (Págian 12181)
--Del mismo señor Diputado, sobre opinión del Ministerio de Sanidad y
Consumo acerca de los objetivos sanitarios y presupuestarios del año 1993
previstos en el Contrato-programa para la atención especializada. (BOCG
serie D, número 154. Número de expediente 181/001086) (Página 12181)



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--Del mismo señor Diputado, sobre objetivos que se pretenden alcanzar con
el Contrato-programa de atención primaria para el año 1995. (BOCG serie
D, número 154. Número de expediente 181/001087) (Página 12186)
--Del mismo señor Diputado, sobre objetivos que se pretenden alcanzar con
el Contrato-programa de atención especializada para el año 1995. (BOCG
serie D, número 154. Número de expediente 181/001088) (Página 12186)



Se abre la sesión a las diez y diez minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DE LA SEÑORA MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (AMADOR MILLAN)
PARA:



--INFORMAR DE LOS PROBLEMAS SANITARIOS SUSCITADOS POR LOS MOVIMIENTOS
MIGRATORIOS ESTACIONALES. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR.

(Número de expediente 213/000297.)



La señora PRESIDENTA: Buenos días, señorías. Bienvenidos a esta última
sesión del año 1994, inaugurando sala y equipo de megafonía sobre el que
ahora mismo, según me sugieren, les voy a trasladar una única
instrucción, que es la que de momento sabemos. Señorías, para hablar
deberán darle a la tecla verde que pone micro, exclusivamente. El
micrófono es direccional. Las demás instrucciones nos las estudiaremos
más despacio otro día.

Vamos a iniciar la sesión de la Comisión con el orden del día que tienen
en su poder: la comparecencia de la señora Ministra de Sanidad y Consumo
y la contestación a preguntas. En las dos primeras comparecencias vamos a
intentar ser lo más breves posibles. De manera rigurosa aplicaré el
Reglamento en la utilización de los tiempos, puesto que me ha solicitado
la señora Ministra terminar a su hora por reuniones y compromisos que
tiene ya adquiridos en el Ministerio. Por tanto, dedicará a las
comparecencias todo el tiempo necesario y que el Reglamento permita, pero
sepan que esta Presidencia no va a hacer uso de la generosidad que le
caracteriza habitualmente.

Damos la bienvenida a la señora Ministra de Sanidad y Consumo a esta
Comisión, a la que viene para informar sobre la primera comparecencia:
los problemas sanitarios suscitados por los movimientos migratorios
estacionales. Esta comparecencia ha sido formulada por el Grupo
Parlamentario Popular. ¿Desea este Grupo intervenir previamente para
explicar a qué se refiere la comparecencia o la señora Ministra entra
directamente en ella?



La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Querría aclarar simplemente que se
refiere a los problemas sanitarios que hay todos los años en las
fronteras con Marruecos, ocasionados por el paso de gran número de
emigrantes que vienen desde Europa cruzando España entera, y que son
aproximadamente un millón y pico según unos datos, según otros 800.000, y
según otros datos hasta cerca de dos millones; en algunos días claves se
contabilizan en las fronteras españolas más de 40.000 personas que pasan
en un solo día. Querríamos que nos hablara sobre esta cuestión y los
problemas que suscita, que se han visto agravados en estos últimos días
con algunos problemas en las fronteras españolas.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la señora Ministra de Sanidad y
Consumo.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Amador Millán): Señorías,
celebro tener la oportunidad de comparecer en la última sesión de la
Comisión en este período de sesiones, así como de compartir con ustedes
la satisfacción de estrenar una nueva sala, en la que deseo a SS. SS.,
que seguro que la utilizan más que yo, un trabajo fructífero.

Como su petición de comparecencia, señora Fernández de Capel, estaba
formulada en términos más amplios, yo había preparado una información más
general, una información sobre la asistencia sanitaria y los problemas
que suscita no sólo el movimiento del paso del Estrecho, sino los
movimientos de población debidos a razones vacacionales, razones que en
España son de una cierta trascendencia habida cuenta del número de
visitantes que recibimos todos los años. Pero como quiera que en este
momento S. S. concreta el contenido de la comparecencia, voy a referirme
a las operaciones del paso del Estrecho, por las que S. S. se interesa,
obviando el resto de la información, que, como digo, se refiere al resto
de medidas sanitarias, ordinarias o extraordinarias, que el Ministerio
adopta con ocasión de movimientos de población y que, en todo caso, pongo
a disposición de S. S. por si es de su interés.

Efectivamente, dentro de los movimientos estacionales, que, como digo,
constituyen uno de los elementos a la hora de planificar la asistencia
sanitaria, uno de los más importantes es el de los ciudadanos magrebíes
que cada año atraviesan el territorio español con destino a sus países de
origen o de vuelta de ellos. Las características de estos desplazamientos
han hecho necesario coordinar las actuaciones de todos los organismos
implicados en las llamadas operaciones Paso del Estrecho, que son
organizadas por la Dirección de Protección Civil del Ministerio de
Justicia e Interior. En ellas participan diversos ministerios, las
comunidades



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autónomas y las entidades dedicadas al transporte marítimo, como, por
ejemplo, la compañía Trasmediterránea. La actividad de todos ellos se
articula a través de un plan director, que se elabora para cada
operación, en el que se establecen los objetivos, la estructura orgánica,
la estructura operativa, las fases y las actuaciones a realizar por los
organismos que participan. Aparte de que en este período se intensifican
los controles habituales que se realizan por los servicios de sanidad
exterior en todo el año en las fronteras, la actuación de las
administraciones sanitarias se concreta en prestar la atención urgente
que requieran los transeúntes extranjeros, fundamentalmente en los
puertos de Algeciras, Málaga, Almería, Ceuta y Melilla. Esta atención se
presta en las instalaciones existentes en los propios puertos, que son
habilitadas por las juntas de obras, y en los casos necesarios se
traslada al enfermo al centro hospitalario correspondiente. La
información que se desprende de las sucesivas operaciones indica que en
la mayoría de los casos se atienden patologías de poca importancia. Los
recursos materiales y humanos necesarios para dispensar esta atención son
aportados por el Insalud y por el Servicio Andaluz de Salud.

Como ya conocen SS. SS., concluida la operación, la Dirección General de
Protección Civil realiza un informe que incluye datos estadísticos y la
valoración de las actuaciones en la operación cada año. Aunque ése es el
organismo responsable de la operación en su conjunto, de la coordinación
de todas las intervenciones, voy a facilitar a S. S. algunos datos
significativos de la operación Paso del Estrecho 1994, última de la que
disponemos información.

Comenzó oficialmente el 15 de junio y acabó oficialmente el 15 de agosto
la operación de ida y el 15 de septiembre la de retorno. La tónica
general ha sido la ausencia de incidentes de relevancia porque la
experiencia de anteriores años ha permitido mejorar la organización, la
operatividad y la eficacia de los servicios afectados. El número total de
vehículos que han atravesado el Estrecho en sus fases de salida y de
regreso ha sido de 340.667 y el de pasajeros 1.608.550. En el caso
concreto de la atención sanitaria, la prestación ha estado garantizada a
través de cinco médicos asistenciales instalados en los puertos de
Melilla, Ceuta, Málaga, Algeciras y Almería. Para ello se contrataron 22
médicos y 22 ayudantes técnico-sanitarios, de los cuales el Ministerio de
Sanidad y Consumo contrató 10 médicos y 11 ayudantes técnico-sanitarios
en los casos de Ceuta y Melilla y el Servicio Andaluz de Salud fue quien
contrató en los otros puertos. Además de este primer escalón de atención,
que ha resultado de gran efectividad, se estableció un dispositivo de
transporte a centros hospitalarios para los casos necesarios cubierto con
ambulancias de la Cruz Roja. El funcionamiento de este segundo nivel de
atención no ha alterado en ningún momento la actividad normal de los
servicios de urgencia de los hospitales y, por otra parte, el Ministerio
de Sanidad y Consumo ha aportado todo el material sanitario necesario
durante los tres meses de la operación. El número total de asistencias
sanitarias realizadas en los cinco puertos ha sido de 7.142, lo que
representa 297 más que en 1993, y los puertos de Algeciras y Málaga han
sido los que han experimentado incrementos frente al retroceso en los
restantes puertos. En general, las patologías de mayor relevancia que se
han atendido han sido las traumalógicas, oculares, gástricas, cutáneas y
las cefaleas.

Esta es, señorías, la información que puedo facilitarles en este momento
sobre la operación concreta del Paso del Estrecho. En todo caso, reitero
que están a su disposición todos los datos pormenorizados que se derivan
del informe que se elabora por la Dirección General de Protección Civil y
que resume todas y cada una de las incidencias producidas en la operación
de cada año.




La señora PRESIDENTA: Además del Grupo solicitante de la comparecencia,
¿qué grupos desean intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo Popular, la señora Fernández de Capel tiene la palabra.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: En primer lugar, querría hacer una
aclaración, que los movimientos vacacionales no pueden ser considerados
movimientos migratorios estacionales porque los movimientos migratorios,
por definición geográfica, son la emigración y la inmigración, teniendo
como causa unas estancias prolongadas a un lado y a otro del viaje. El
caso que nos ocupa entra, por tanto, de lleno en este concepto de
migratorio estacional.

En segundo lugar, agradezco a la señora Ministra que haya hablado de las
responsabilidades del Ministerio, en este caso, porque a veces se nos ha
hecho llegar la idea de que no era responsabilidad suya sino solamente de
las comunidades autónomas; aparte de que en una serie de artículos,
incluido el propio punto de definición de la constitución de la Carta de
la Organización Mundial de la Salud, Ceuta y Melilla son territorios
Insalud. Además, estos movimientos no llegan a Andalucía por vuelo
directo, como las aves, sino cruzando toda España y originando a su paso
algunos problemas de tipo sanitario que se acumulan de forma más palpable
en los puertos, por la dificultad del embarque, a pesar de que las
compañías intentan paliarlos en todo momento aumentando el tráfico de
buques.

El Grupo de Sanidad Exterior, directamente, según el informe que nos ha
enviado el Gobierno, nombra un director comisionado del Ministerio de
Sanidad y hay un inspector médico de Sanidad Exterior también nombrado
por este Ministerio, que a través de la Dirección General de Alta
Inspección y Relaciones Institucionales forma parte todos los años de
este operativo para facilitar esta migración. En primer lugar, señora
Ministra, quiero decirle que no tengo los datos de 1994, porque la
operación ha terminado en septiembre y todavía no nos han sido
facilitados, pero tengo los de todos los años anteriores --unos
facilitados por el Gobierno y otros que he conseguido directamente a
través de las oficinas implicadas en este asunto--, y lo primero que hay
que tener en cuenta es que a veces las fechas que nos facilita el
Gobierno no coinciden con las fechas en que se hace llegar a los
responsables --y esto ya se le dije, señora Ministra, en un Pleno-- los
preparativos de la operación. Y en segundo lugar quería decirle que uno
de los más



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graves problemas con que se encuentran los puertos y las autoridades
sanitarias, a las que se implica directamente en esta operación, es la
falta de previsión a la hora de advertirles. En el año 1993 les han
llegado con menos de una semana las órdenes precisas por parte del SAS y
del Ministerio. Todos los años tenemos el mismo problema, que llegan
tarde e imprecisas. Le puedo decir que bochornosamente algunos años son
copia exacta de las órdenes del año anterior, casi la fotocopia de la
misma orden, en el mismo formato y hasta en la misma página; no se ha
modificado en ninguno de sus aspectos.

Señora Ministra, cuando se habla de estos movimientos siempre nos
centramos en Algeciras, Málaga y Almería, pero son muchos otros puertos
españoles los que se ven implicados en esta operación, aunque no de una
manera tan masiva como la que produce la afluencia de emigrantes que
llegan de Europa. Por ejemplo, este año se dio el caso de que por la
situación fronteriza con Argelia --que no es ahora el momento oportuno de
explicar-- el puerto de Alicante se vio sorprendido con una avalancha de
gente y la atención ha tenido enormes deficiencias. Pero es que hay otros
puertos desde los que se embarca a Marruecos --algunos diariamente y
otros periódicamente, dos o tres veces semanales-- y le quiero recordar
solamente los ferries de Benalmádena, Tarifa, Barcelona y Valencia,
puertos españoles donde embarcan también emigrantes que proceden de la
Comunidad Europea.

Por otro lado, señora Ministra, con todo el respeto que me merece su
informe, cuando se dice que se dota con 24 médicos estamos hablando de
cifras absolutamente globales, porque en las medidas sanitarias que fija
el SAS dicen siempre: facultativos, médicos y ATS, en turnos de 24 horas;
no se detalla casi nunca cuántos son estos facultativos y cómo son. Pero
yo se lo voy a explicar. Son un médico y un ATS en turnos de 24 horas
--de forma que entran en servicio cada cuatro días-- que algunos días
tienen que atender a una población que aparte de ser de riesgo porque
viajan muchos niños y muchos ancianos (no olvidemos las características
familiares y socioculturales de los emigrantes que utilizan estos
servicios, la situación de los puertos, el calor, los problemas de agua
que a veces por mucho que desde los ayuntamientos se intenta paliar no se
consigue, la venta ambulante de alimentos) presenta una serie de
problemas que no aparecen resueltos, sobre todo en algunos puertos, y
esta situación se hace dramática en los de Algeciras y Almería, que son
los que yo conozco más directamente porque lo he vivido, lo he visto y la
verdad es que la situación se torna algunas veces alarmante. Este médico
y este ATS son el primer nivel asistencial del puerto. El segundo nivel
son los hospitales: en Algeciras el Hospital de Punta Europa
(posteriormente se ha incorporado el de la Cruz Roja), en Málaga el
Carlos Haya y el Torrecárdenas en Almería. Ahora les hablaré de lo que
pasa con ese segundo nivel asistencial donde se da paso a lo que ya no se
puede atender en el puerto. En los hospitales se ha establecido una
especie de picaresca. En el informe sobre el embarque y la asistencia en
el segundo nivel, si se estudian los datos, con toda sorpresa se ve que
son atendidos en un alto porcentaje, muy por encima de los demás
porcentajes de riesgo, los hombres. Lo lógico sería que a ese segundo
nivel llegaran las poblaciones más susceptibles de enfermar, niños y
ancianos, pero llegan hombres entre 28 y 49 años, en un altísimo
porcentaje, casi el 90 por ciento. ¿Y por qué sucede esto? Porque las
personas que son atendidas en segundo nivel son inmediatamente
embarcadas, ellas y toda su familia, por lo que, como digo, se ha
establecido la picaresca de que cualquier varón conductor de una de esas
furgonetas múltiples --que ya están causando un problema no sólo de
sanidad sino de tráfico-- después de pasar el primer nivel pasa al
segundo, y el hospital Punta Europa se ve bloqueado en sus urgencias
mientras dura la operación retorno casi al 100 por cien. Igualmente pasa
en Torrecárdenas, así como en el hospital de Málaga. Además, estos
hospitales ven saturada su asistencia también por el período vacacional,
que supone una mayor población de tránsito, con lo cual el servicio se
agrava. Pero el servicio se agrava mientras que los profesionales son los
mismos y a veces, por vacaciones, son menos de los que prestan asistencia
durante el período invernal, con lo cual el problema en algunas urgencias
llega a ser dramático.

Por otro lado, quisiera hablarle, señora Ministra, de ese informe del
SAS. Como profesional de la sanidad, el informe que presenta el SAS sería
para reír si no fuera lamentable, si no fuera dramático que en un país de
la Unión Europea se hagan unos informes con unos diagnósticos que dicen:
garganta, ojos, cefaleas y, sin embargo, en el gasto de material se
especifican hasta cuatro tetinas de biberón, 29 rollos de esparadrapo y
también el tipo, 20 cajas de aspirina y bicarbonato, aunque éste de una
manera muy extraña. Se dice: Bicarbonato, tres. ¿Tres kilos, tres
toneladas, tres cucharadas? No lo sabemos. Ya que se ha descendido a
estos niveles en gastos y atención, a nosotros nos gustaría que el
diagnóstico (comprendemos todos los problemas que en este momento tienen
nuestros compañeros de la sanidad para poder hacer un informe
medianamente presentable) contuviera algunos detalles más, sobre todo
porque estamos hablando de una población que se mueve en unas zonas de
alto riesgo epidémico, por la cantidad de enfermedades endémicas que se
producen a uno y otro lado de la frontera con España.

Yo quisiera, señora Ministra, que en la medida de lo posible estas
cuestiones se investigaran, que se intentara ver de forma más realista, y
que se intentara acabar con esa picaresca reforzando la atención del
primer nivel, porque decir que hay veintitantos médicos y luego sólo
exista un médico y un ATS en los puertos de Algeciras o Málaga es como
para abocarlos casi al suicidio; algunos días, con 40 grados y 100
personas gritando, solicitando y exigiendo asistencia, si no al suicidio,
a una depresión crónica o por lo menos estacional sí que los estamos
abocando.




La señora PRESIDENTA: Señora Fernández de Capel, ha concluido su tiempo y
le ruego vaya terminando.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Un segundo, señora Presidenta, con su
benevolencia, porque acabo enseguida.




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Pero hay otros niveles en los que también la sanidad deja mucho que
desear. No le voy a decir nada de la venta ambulante de alimentos, de
bebidas, de la situación de las letrinas, de la suciedad que se produce
al paso de toda esta gente, a pesar de las áreas que se establecen en Los
Barrios y en las cercanías de Tarifa; concretamente la de Los barrios ha
experimentado una mejora en los últimos años, pero, por ejemplo, la
situación sanitaria del barco, señora Ministra, sobrepasa ya todos los
niveles. En estos días, los barcos (nosotros somos médicos y podemos
decirlo sin cierta repugnancia) son auténticamente intransitables porque
uno va pisando vómitos, restos de comida, heces de niño, etcétera. Pero
el problema de esta operación se complica, señora Ministra, con el
regreso. Usted sabe que en la operación de regreso no hay ningún tipo de
control sanitario. Están deseando las autoridades españolas que pasen (y
en cierto modo hay que darse cuenta del problema que suscita), pero bajan
del barco ya en el coche y nadie revisa esos coches. Yo le puedo decir,
porque tengo conocimiento, y el Ministerio me parece que también lo
tiene, que entran perros, gatos, niños sin vacunar; estamos hablando de
una zona, Ceuta y Melilla, en la que la rabia urbana está sin erradicar,
según datos de la Organización Mundial de la Salud y, según esos mismos
datos tampoco lo está en la zona de Marruecos; no es la rabia vulpina,
salvaje, que tenemos a 300 kilómetros de la frontera norte, sino la rabia
que tenemos en Marruecos, que está sin erradicar, y enfermedades
transmisibles de todo tipo, incluido el tracoma, que en España hace
muchísimos años que fue erradicado. En las calles de Ceuta y de Melilla,
señora Ministra, usted sabe que todavía se ve el tracoma y que pasa
nuestra frontera, que no está perfectamente protegida desde el punto de
vista sanitario.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Vasco, PNV, tiene la
palabra el señor Gatzagaetxebarría.




El señor GATZAGAETXEBARRIA BASTIDA: Queríamos plantear a la señora
Ministra de Sanidad y Consumo una serie de consideraciones de orden
general respecto a los movimientos migratorios, no solamente de los
ciudadanos norteafricanos sino de los ciudadanos que disponen de la
condición de miembros de la Unión política y económica europea y de los
terceros países no pertenecientes a la Unión política y económica
europea. También querríamos conocer cómo se articula la cobertura de la
asistencia sanitaria respecto a los ciudadanos de la Unión y también a
los que no pertenecen a ella y que tiene la cobertura del Sistema
Nacional de Salud con ocasión de su estancia en España durante el verano,
en el ejercicio de la actividad turística, y los flujos que ello origina.

Tenemos información de que hay regímenes diferenciados con algunos países
donde hay un acuerdo expreso, un convenio específico para la cobertura e
incluso para el establecimiento de los flujos financieros que han de
cubrir la asistencia en el Sistema Nacional de Salud. Hay otros casos en
los que, como el tratado de la Unión política europea reconoce el derecho
a la asistencia ésta se presta pero es facturada por el Estado que lo
presta a cada miembro de la Unión. Así ocurre, por ejemplo, en Francia,
que factura por la asistencia que presta a otro nacional de la Unión
Europea. Y existen países como Italia (y nos gustaría conocer la
información más rigurosa y más exacta del Ministerio que otorgan una
asistencia que en ningún caso luego es compensada por los
correspondientes flujos con el Estado español. En tercer lugar existen,
como decía al principio, países como Noruega que dispone de un convenio
que supone, al final de año, que haya un flujo financiero entre el
Gobierno central y el Gobierno noruego. Por ello queríamos conocer cómo
se opera en estos casos, dentro del ámbito de protección de la Unión,
puesto que el Tratado de Maastricht viene a reconocer la prestación y la
cobertura sanitaria a los miembros de la Unión política, así como con
terceros países: qué criteriología se utiliza por parte del Sistema
Nacional de Salud para dar cobertura a ciudadanos miembros de terceros
países ajenos a la Unión política europea.

El Grupo Popular ha planteado esta cuestión en relación a los ciudadanos
norteafricanos. tal como está solicitada la comparecencia, nuestro Grupo
Parlamentario también había enfocado la problemática que se suscita con
los movimientos que se producen dentro del territorio español entre
comunidades autónomas. es un problema complejo para el que en este
momento está pendiente de buscarse una solución, tanto económica como
política. entendemos que es difícil abordarlo porque --y nos gustaría
saber si es así-- no existe una información detallada, exacta, del flujo
económico entre comunidades autónomas y el flujo de personas que se
produce para la asistencia sanitaria. Yo creo que la tendencia es ir
hacia los sistemas protectores de salud efectivos, muy consolidados y muy
garantistas, como puede ser el Insalud de madrid, el Servicio Catalán de
Asistencia Sanitaria en Barcelona, o en menor medida la Comunidad
Valenciana o el País Vasco. Querríamos conocer también cómo ve el
Ministerio este tema, que reconocemos es complejo y de difícil solución,
y que requiere de un análisis, de una participación y de un puesta en
común de experiencias en un foro como el Consejo Interterritorial. Nos
gustaría conocer, al menos en un avance, la opinión política del Gobierno
sobre esta cuestión.




La señora PRESIDENTA: Por el grupo Parlamentario Socialista tiene la
palabra la señora Sánchez López.




La señora SANCHEZ LOPEZ: Agradezco la información de la señora Ministra,
incluso la aclaración de la verdadera intención del Grupo solicitante de
la comparecencia, ya que tengo que confesar que la primera lectura de su
solicitud animó mi imaginación y llegué a encontrar hasta cuatro temas a
los que podría referirse la misma. Incluso se me ocurrió que alguno de
ellos podía ser el de las enfermedades que se podían derivar de los
movimientos migratorios de aves entre Africa y Europa, que proporcionan,
como todo el mundo sabe, una importante riqueza ecológica y un importante
movimiento de defensa de su hábitat en nuestro país. Creo que también ha
animado la imaginación de los demás grupos a la vista de la intervención
del representante del Grupo Vasco, que se ha referido fundamentalmente a
temas muy distintos de los que pretendía la



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petición de comparecencia. He visto con asombro que no ha sido sólo mi
imaginación la que ha funcionado, sino que me ha superado en ello la
interviniente del Grupo Popular, ya que los datos a los que se ha
referido y que ha dado forman parte, yo creo, de la imaginación sobre lo
que podría ser la situación de los ciudadanos de origen magrebí que
atraviesan nuestras fronteras, más que resultado del conocimiento de la
realidad. Ha dado datos increíbles y yo, no por informes del SAS sino por
conocimiento directo (vivo en Málaga, muy cerca del puerto), quiero decir
a la señora diputada que la fotografía que nos traslada no tiene
absolutamente nada que ver con la realidad actual. Yo creo que está
hablando de un pasado felizmente superado en nuestro país.

Respecto al tema que realmente nos ocupa, me gustaría decir algunas
cosas. Sobre la operación Paso del Estrecho hay que aclarar, en
principio, que está coordinada (como ha dicho la señora Ministra) por la
Dirección General de Protección Civil del Ministerio del Interior, y no
lo está por casualidad sino porque ha ocasionado y podría ocasionar, si
no se tratara adecuadamente, muchos problemas y muy variados a los cuales
se tiene que responder desde diversas instancias administrativas, todas
ellas coordinadas por esta Dirección General y no son precisamente
problemas sanitarios los más importantes que ha habido que solucionar en
este caso. Quizá por ello la interviniente del Grupo Popular ha tenido
que hacer funcionar su imaginación y, desde mi punto de vista, inventarse
muchos de los problemas que nos traslada.

Los problemas fundamentales que teníamos con la operación Paso del
Estrecho eran de tráfico, que se han solucionado yo creo que felizmente,
habilitando áreas de descanso en las carreteras y con una adecuada
señalización de todas las carreteras que van desde la frontera del norte
hasta los puertos del sur y viceversa. Otro de los problemas, yo creo que
también felizmente resuelto, era el de la espera excesiva que tenían que
sufrir estos visitantes de origen magrebí por la falta de transporte.

También está solucionado ya fundamentalmente por las compañías navieras,
y ahora el tiempo de espera se ha reducido tremendamente. Por tanto, las
aglomeraciones que se producían en los puertos de Málaga, Algeciras y
Almería no son tales. Se han solucionado también los problemas de
infraestructura que existían en estos puertos, adecuando áreas especiales
para la espera de estos ciudadanos y de sus vehículos. Los problemas
sanitarios que se producen creo que están perfectamente resueltos con la
atención que se presta fundamentalmente por parte de Cruz Roja, a través
de un convenio con el Ministerio de Sanidad, que proporciona los
medicamentos. Están perfectamente cubiertos con la red de asistencia
primaria del Servicio Andaluz de Salud y con la red de asistencia
hospitalaria.

Vuelvo a decir que no tiene ninguna relación con la realidad la situación
dramática que nos ha pintado la portavoz del Grupo Popular. Tengo
perfecto conocimiento de que en la Residencia Sanitaria Carlos Haya, de
Málaga, y en el resto de los hospitales no ha existido ningún problema en
las dos últimas operaciones de Paso del Estrecho y que se tratan
perfectamente en los servicios de urgencia los casos que llegan de
visitantes magrebíes. Además, tengo que decir una cosa, me he puesto en
contacto tanto con el Parlamento andaluz como con el SAS (Servicio
Andaluz de Salud) y curiosamente para esta comparecencia, que tendría que
producirse más adecuadamente en el Parlamento andaluz, no ha existido
petición de ningún grupo parlamentario, salvo una pregunta del grupo
Parlamentario de Izquierda Unida que se retiró antes de poder ser
contestada. Por tanto, teniendo en cuenta que el Partido Popular existe
también en la Comunidad Autónoma andaluza y que tiene unos cuantos
representantes en el Parlamento andaluz, lo lógico sería que esta
petición de información se hiciera precisamente en ese ámbito, puesto que
la compareciente ha hablado del Servicio Andaluz de Salud mucho más que
las responsabilidades ministeriales.

Para terminar sólo tengo que decir que ninguno tenemos demasiado tiempo,
yo creo que la Ministra menos que los demás (el señor Fernández-Miranda y
Lozano: Nosotros sí, todo el que haga falta), por lo que habría que
enfocar correctamente el esfuerzo de esta Cámara y del Ministerio para
aprovecharlo sobre todo en función de nuestros representados. (La señora
Fernández de Capel Baños pide la palabra.)



La señora PRESIDENTA: Señora Fernández de Capel, como sabe, corresponde
ahora a la señora Ministra dar respuesta a todas las intervenciones. Su
señoría me ha solicitado antes la palabra, supongo que para contestar a
algunas alusiones. La tendrá luego, pero continuamos el procedimiento
habitual.

Tiene la palabra la señora Ministra.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Amador Millán): Muchas gracias
por la consideración. Yo lo único que he pedido ha sido si podíamos
cumplir el horario, pero naturalmente que estoy a disposición de esta
Comisión el tiempo que sea preciso.

Señora Fernández de Capel, las informaciones que tengo son consecuencia
del informe que hace --como le he dicho--, todos los años, la unidad
responsable, la Dirección General de Protección Civil. Tengo los datos de
1994, la descripción que contiene el informe respecto al ámbito sanitario
verdaderamente no coincide con la descripción de preocupación que S. S.

ha expuesto y que yo voy a revisar cuidadosamente por si hay algún ámbito
de actuación y de competencia del Ministerio de Sanidad y Consumo en el
que no estemos llevando a cabo nuestra función con la suficiente
diligencia. Sin embargo, señoría, los datos, que son bastante específicos
y concretos, lo que dicen es que se ha caracterizado la operación Paso
del Estrecho del año 1994 por la normalidad.

Además de los datos que he dado en mi primera exposición, y que no voy a
reiterar, me parece que no he hecho referencia antes a las inspecciones
higiénico-sanitarias en las zonas destinadas a aparcamiento y zonas de
espera dispuestas para la operación que se han realizado. Su señoría
habla de la revisión de los coches de los inmigrantes. No estoy en
condiciones de asegurar que se hayan revisado todos, pero sí que se han
hecho zona de inspección, como



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digo, higiénico-sanitarias en las zonas destinadas a aparcamiento y en
las zonas de espera.

El nivel de efectividad, señoría, en el escalón de atención sanitaria ha
sido del 98,5 por ciento. En los restantes puertos los porcentajes son
similares. Se constata el normal funcionamiento de los servicios de
urgencia en los citados hospitales. Las asistencias sanitarias de la
operación salida han sido 5.482 (tenemos el detalle de los casos que las
han originado y su resolución) y en la operación retorno han sido 1.660.

Cuando S. S. habla de situación fraudulenta, no sé si se refiere a este
aumento notable de asistencias en la operación salida. En todo caso, que
demanden asistencia las personas que entran en el territorio creo que se
puede calificar como se quiera, pero nuestra obligación es tratar de
darla en la mejores condiciones posibles. Me parece que eso no es
discutible.

He dicho antes en qué han consistido las causas por las que se ha
requerido atención. Sobre la terminología, que a S. S. no le parece la
correcta en el informe del SAS, que no estoy manejando, no tengo que
hacer ningún comentario, salvo uno, y es que ese cuadro que ha descrito
de repugnancia no hace falta ser médico para que sorprenda para los
demás, aunque no seamos médicos, es chocante el cuadro que S. S. ha
descrito y que no se corresponde con la información que yo tengo.

Tengo a su disposición, señoría, todas y cada una de las asistencias
sanitarias generadas con motivo de la operación Paso del Estrecho; el
desglose entre las causas bucales, cardiovasculares, cefaleas, cutáneas,
que para no hacer más premiosa esta comparecencia le facilito. Desde
luego sí tengo que resaltar, como ha hecho la portavoz del Grupo
Socialista, que no se corresponde, en absoluto, el informe emitido a
posteriori de la realización de la operación con todos los datos, con la
constatación de que han funcionado los servicios, con la constatación de
que la urgencia ha funcionado bien, que el transporte sanitario ha
funcionado bien, que el número de pacientes asistidos no ha presentado
ninguna complicación. Repito que no coincide (y éste es un informe basado
en la realidad de cómo se ha producido la operación) con el cuadro
verdaderamente dramático que S. S. ha presentado.

Por tanto, éste es el informe que yo conozco, éstos son los datos de que
dispongo. Me gustaría tranquilizar a S. S. sobre el hecho de que ha
funcionado bien y que hemos adquirido una notable experiencia en la
organización de estas operaciones anuales y cada vez funcionan mejor. De
hecho, comparando los datos con los de años anteriores, se ve que han
disminuido las incidencias. El informe empieza valorando cómo se ha
producido la asistencia sanitaria hablando de absoluta normalidad. La
prueba, señoría, es que con todas esas enfermedades a las que S. S. hace
referencia --y es cierto-- en España en el año 1993 no se ha notificado
ningún caso de fiebre amarilla o de peste, y sólo han existido tres casos
de cólera notificados y 170 de paludismo, todos ellos importados. Con el
cuadro que S. S. ha descrito la consecuencia lógica sería que tuviéramos
otras cifras y fuera otra la trascendencia del problema sanitario. No es
así. Por tanto, independientemente de cuáles hayan podido ser sus
percepciones en algún momento, en general el servicio ha funcionado de
manera muy satisfactoria porque ha sido capaz de resolver todas las
incidencias.

Al señor portavoz del Grupo Vasco (PNV) le diré que efectivamente
comparto --y me he excusado al principio porque yo había orientado la
comparecencia a todos los movimientos-- que es opinable si las
migraciones pueden referirse sólo a los inmigrantes o a otro tipo de
movimientos de población. En todo caso, yo había enfocado esta
comparecencia pensando también en que podía interesar a SS. SS. esos
movimientos de población que se producen en España de manera muy
sustancial. De modo que si a S. S. le interesa puedo darle algún dato
sobre los movimientos de población que se producen en España sobre todo
en las épocas de verano, con motivo del período estival. Hasta tal punto
es así la previsión de grandes aglomeraciones turísticas o vacacionales
en zonas muy concretas que en el acuerdo entre la Administración
Sanitaria, el Insalud, y los sindicatos está expresamente previsto en su
marco general el reforzamiento de servicios con motivo de la
concentración de personas en períodos vacacionales.

Voy a dar algún dato a S. S. Desde el punto de vista asistencial hay
lugares muy concretos en los que la modificación que se produce en verano
es muy importante como son: Mallorca, Santander y Cartagena,
concretamente la Manga del Mar Menor y Mazarrón. Por comunidades
autónomas tenemos bastante precisadas ya las provisiones de planificación
para hacer frente a la atención sanitaria en esos períodos vacacionales.

De manera que si a S. S. le interesa tengo los porcentajes de aumento que
se producen por comunidades atónomas. Sabemos, por ejemplo, que en
Baleares en atención especializada se produce un 20 por ciento de aumento
en las urgencias, y naturalmente tenemos las previsiones para reforzar
esos servicios. Sabemos, por ejemplo, que en Cantabria el incremento de
las urgencias en julio y agosto produce un pico máximo en agosto de un 29
por ciento sobre la media anual de asistencias, y ello se traduce en la
contratación de dos médicos para el servicio de urgencias del Marqués de
Valdecilla en ese período en que ya sabemos que todos los años se produce
ese pico. En Torrelavega también hay refuerzos. En Murcia, por ejemplo,
en el mes de agosto se produce el crecimiento máximo, con un 12 por
ciento respecto a la media anual. A eso se corresponden las previsiones
que hacemos de contrataciones concentradas en esas fechas: número de
médicos, número de ayudantes técnico-sanitarios, número de unidades de
cuidados intensivos móvil y vehículos de desplazamiento rápido. Por
tanto, sí tenemos clasificados los dispositivos extraordinarios que
prevemos con una cierta aproximación y que venimos constatando a lo largo
de los años en función de los movimientos de población, que, como digo,
son muy importantes.

Su señoría se interesa también por otra de las facetas importantísimas a
la hora de hablar de variaciones, y es el régimen de protección que
tienen los ciudadanos que transitan o que residen en nuestro país. Los
ciudadanos de la Unión Europea, los residentes, tienen el mismo
tratamiento de reciprocidad en virtud de un convenio. Incluso tienen la
posibilidad de ser atendidos en un país miembro de la Unión cuando en el
suyo de origen no sea posible. El



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objetivo es el tratamiento en las mismas condiciones que el nacional de
origen. Ese es el tratamiento de los ciudadanos de la Unión.

Respecto a los de terceros países, como sabe S. S., la Ley General de
Sanidad reconoce el derecho a la asistencia sanitaria de los residentes.

De manera que respecto a los residentes en nuestro país procedentes de
terceros países, cuya situación está legalizada, que trabajan y cotizan a
la Seguridad Social, no hay ninguna duda sobre su derecho a la asistencia
sanitaria en las mismas condiciones que un nacional. Naturalmente no
todos los casos son tan claros, pero puedo decir a SS. SS. que toda
persona que necesita asistencia sanitaria es objeto de atención en
nuestro país, cualquiera que sea su condición. Es decir, la sanidad y los
responsables sanitarios no estamos para controlar la situación
administrativa de nadie, sino para dar asistencia sobre todo en los casos
que se producen de urgencia. En grandes ciudades como Madrid con notable
frecuencia hay personas procedentes de otros países que requieren
asistencia urgente y se les atiende naturalmente, sin ninguna duda, en
los centros asistenciales. De manera que la situación de facto es ésa. En
cuanto a terceros países me he referido a los fenómenos de inmigración
que en España están adquiriendo, como S. S. sabe, una importancia enorme.

Con la Unión Europea hay convenios de reciprocidad para la asistencia
sanitaria. De manera que en convenios bilaterales, de los que España
tiene suscritos muchos, se reconoce al originario de otro país el mismo
tratamiento que tienen los nacionales en virtud de la reciprocidad. En
España reciben el mismo tratamiento y en el país de origen, en virtud de
ese convenio, hay reciprocidad en la asistencia sanitaria de los sistemas
de Seguridad Social. He repasado el fenómeno de la inmigración en
situación legal o en situación alegal. Me parece que con esto tenemos el
panorama de cuál es la situación de la asistencia sanitaria respecto a
personas que circulan, que transitan, de paso o que llegan a nuestro país
por diferentes causas.

Agradezco a la portavoz del Grupo Socialista, por su conocimiento y
proximidad al terreno, la clarificación de algunas de las afirmaciones
que aquí se han producido. (La señora Fernández de Capel Baños pide la
palabra.)



La señora PRESIDENTA: Señora Fernández de Capel, ¿necesito preguntarle
para qué quiere intervenir?



La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Por alusiones y por algunos datos
que...




La señora PRESIDENTA: Sabe S. S. que solamente puede tener la palabra por
alusiones. Por tanto, le ruego no reabra el debate, por favor.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: No reabro el debate, señora
Presidenta.

El tema ya había sido tratado y clarificado por la señora Ministra en
Pleno, y la señora Ministra tiene bastante centrado el tema. Yo lamento
que la señora representante del Grupo Socialista haya seguido estos
trabajos parlamentarios y no sepa que...




La señora PRESIDENTA: Señora Fernández de Capel, las alusiones son las
alusiones. No tienen nada que ver con lo que S. S. está diciendo todavía.

Céntrese en las alusiones.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Me centro en las alusiones.

Agradezco que se valore tanto mi capacidad de imaginación por parte de la
señora representante del Grupo Socialista y comprendo su ardor repito, no
profesional, en materia sanitaria. Yo también soy de la zona y comprendo
la situación, pero tengo que decir a la señora Presidenta y a la señora
Ministra que todos los datos que se nos han dado hasta el 30 de mayo de
1994, incluidos los de 1990, 1991, 1992 y 1993, han sido suministrados
por la Junta de Andalucía, por el Servicio Andaluz de Salud, y por el
Ministerio de la Presidencia. Hubiéramos deseado que los datos de 1994,
puesto que esta comparecencia lleva muchísimo tiempo pedida, hubieran
sido suministrados con tiempo a esta Diputada, pero ya que no ha sido
así, tenemos que atenernos a los datos que tenemos y que pongo a
disposición de la señora Presidenta y de la señora Ministra para que
estudien, si les parece, lo que esta Diputada ha dicho y si en algo se
aparta de la verdad. Lo que no puedo admitir --y la señora Presidenta
tendrá que darme la razón-- es que se diga que los datos son producto de
mi imaginación. Me niego a ello como profesional de la sanidad, como
representante del pueblo y como representante del Grupo que en este
momento tiene la palabra. (La señora Sánchez López pide la palabra.)



La señora PRESIDENTA: Señora Sánchez López, no parece que haya habido
alusiones personales a S. S. Efectivamente, han efectuado SS. SS. una
distinta descripción y diferentes valoraciones de los hechos. ¿Para qué
quiere la palabra?



La señora SANCHEZ LOPEZ: Para contestar a una alusión concreta, a que me
ha llamado neófita. Muy brevemente.




La señora PRESIDENTA: No, señora Sánchez López. No tiene la palabra.

¿Desea responder la señora Ministra?



La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Amador Millán): Unicamente
quiero decir que está pedida mi comparecencia pero no se me ha solicitado
ningún documento. En todo caso, están a su disposición todos los datos de
los que el Ministerio dispone.




La señora PRESIDENTA: Quiero decir a la señora Fernández de Capel que si
no han llegado los datos de la última campaña, conociendo que existen, a
través de esta Presidencia se solicitarán y los haremos llegar a SS. SS.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Muchas gracias, señora Presidenta.




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--INFORMAR DEL DIAGNOSTICO Y CONTROL DE LAS ENFERMEDADES DE TRATAMIENTO
OBLIGATORIO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de
expediente 213/0000298.)



La señora PRESIDENTA: Concluida esta primera comparecencia, damos paso a
la segunda, también de la señora Ministra de Sanidad y Consumo. Espero
que tras la aclaración de SS. SS. se constate que debe haber algún error
en la transcripción de la solicitud, porque dice textualmente algo que
parece obvio: Informar del diagnóstico y control de las enfermedades de
tratamiento obligatorio. Esta comparecencia ha sido solicitada por el
Grupo Parlamentario Popular, a quien damos la palabra.




El señor FERNANDEZ-MIRANDA Y LOZANA: Quiero informar a esta Comisión que
se aclararon los términos de la comparecencia con el Secretario General
Técnico del Ministerio de la Presidencia hace cuatro o cinco días. Por
tanto, aclaro a la ponente que, efectivamente, existe un error de
transcripción.




La señora PRESIDENTA: ¿El Grupo Parlamentario Popular desea una breve
intervención antes?



La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Simplemente quería aclarar que se
había intentado subsanar el error de interpretación.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra, para cumplimentar esta solicitud
de comparecencia, la señora Ministra de Sanidad y Consumo.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Amador Millán): Efectivamente,
en primer lugar debo aclarar que en España no existe ninguna enfermedad o
proceso morboso que sea de tratamiento obligatorio, tal como se ha
aclarado.

La Ley General de Sanidad, aprobada el 25 de abril de 1986, determina
claramente en su artículo 10 que todos los usuarios del sistema sanitario
público tienen derecho a la libre elección entre las opciones que les
presente el responsable médico de su caso, siendo preciso el previo
consentimiento escrito del usuario para la realización de cualquier
intervención. También tienen derecho a negarse al tratamiento, excepto
cuando suponga un riesgo para la salud pública, cuando no se esté
capacitado para tomar decisiones o cuando la urgencia no permita demoras
por poderse ocasionar lesiones irreversibles o existir peligro de
fallecimiento. Este es el marco de la Ley de Sanidad.

Por su parte, la Ley Orgánica de medidas especiales en materia de salud
pública, del año 1986, dice que las autoridades sanitarias competentes
podrán adoptar medidas de reconocimiento, tratamiento, hospitalización o
control cuando se aprecien indicios racionales que permitan suponer la
existencia de peligro para la salud de la población debido a la situación
sanitaria concreta de una persona o de un grupo de personas o por las
condiciones sanitarias en que se desarrolle una actividad.

Por tanto, sólo es legalmente posible aplicar un tratamiento sin mediar
el consentimiento del paciente en estas tres situaciones, es decir, en
caso de riesgo para la salud pública, incapacidad del paciente o urgencia
grave.

No existe un listado exhaustivo y sistemático que englobe todas estas
posibilidades y por ello son los profesionales y las autoridades
sanitarias los que en cada caso deben determinar la aplicación de esta
normativa. Es lógico pensar que este tipo de medidas podrían resultar
necesarias, sobre todo en caso de enfermedades infecciosas, para las que
en la actualidad se dispone de tratamientos eficaces que consiguen
eliminar el riesgo de infección en un período razonable de tiempo.

Un caso particular es el de las enfermedades que se pueden prevenir por
vacunación. Actualmente, en nuestro país los ciudadanos no están
obligados a recibir ningún tipo de vacuna. Sin embargo, la legislación,
en concreto la Ley de 24 de abril de 1980, por la que se modifica la base
cuarta de la Ley de bases para la sanidad nacional, sí prevé que la
autoridad sanitaria pueda establecer la obligatoriedad para una o varias
vacunas en todo el territorio o en parte del mismo atendiendo a las
circunstancias epidemiológicas que en algún caso pudieran producirse,
como son los brotes epidémicos, la aparición de casos de enfermedades ya
eliminadas, etcétera.

A la vista de la formulación de esta comparecencia, creo que el Grupo
Parlamentario Popular quizá desea conocer en la realidad cuáles son los
mecanismos de diagnóstico y control de las denominadas enfermedades de
declaración obligatoria, más conocidas por las siglas EDO. (El señor
Fernández-Miranda y Lozana: ¡Claro!) Si es así, lo celebro, señoría. (El
señor Fernández-Miranda y Lozana: Lo sabía el Secretario General Técnico
del Ministerio de la Presidencia hace cinco días. Léalo.--Rumores.)
En todo caso, señor Fernández-Miranda, la introducción no me parece que
sobre.




La señora PRESIDENTA: Continuamos la comparecencia y la información de la
señora Ministra.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Amador Millán): Toda información
de sanidad, señoría, es útil.

Las EDO son un conjunto de enfermedades que por su potencial capacidad de
ser transmisibles y frecuente gravedad clínica deben ser declaradas a las
autoridades sanitarias autonómicas responsables del control y la
vigilancia epidemiológicos.

La decisión acerca de la clasificación de una enfermedad como de
declaración obligatoria se toma por las autoridades sanitarias
competentes. En el caso de las que han de declararse con carácter
nacional es el Ministerio de Sanidad y Consumo quien toma la decisión, en
coordinación con las comunidades autónomas.

Para determinar este carácter se siguen las orientaciones de la
Organización Mundial de la Salud, en particular



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cuando se trata de enfermedades objeto de vigilancia especial o de las
sometidas al reglamento sanitario internacional.

En la actualidad en España el número de enfermedades de declaración
obligatoria es de 41, aunque algunas comunidades autónomas, en virtud de
sus competencias, han añadido alguna otra por existir en su propio
territorio razones sanitarias que así lo aconsejan. Por ejemplo, el País
Vasco tienen declaradas 45 y Madrid, 43. Entre estas enfermedades se
encuentran, por mencionar sólo algunas, la fiebre amarilla, el cólera, la
peste, la rabia, la poliomelitis, el paludismo o la hidatidosis.

El sistema de vigilancia de las enfermedades de declaración obligatoria
es el más tradicional en España. Sus antecedentes se remontan a 1901, año
en que se establece la primera lista de enfermedades a declarar. Sus
características son las propias de un sistema de vigilancia
epidemiológica universal al tratar de incluir todos los casos producidos
de las enfermedades relacionadas en la lista de declaración. Destaca
entre ellas que se trata de un sistema continuo de observación de los
fenómenos, por lo que tiene capacidad para detectar tempranamente brotes
y, en consecuencia, para adoptar las medidas oportunas al respecto.

El sistema de vigilancia de estas enfermedades de declaración obligatoria
constituye el núcleo central de la red de vigilancia epidemiológica
existente en España, en la que se integran también el sistema de
información microbiológica, el registro de sida, el registro de lepra y
otros. Algunas comunidades autónomas llevan a cabo programas especiales
denominados «médicos centinelas», que complementan a las enfermedades de
declaración obligatoria o recogen información de otros problemas de
salud.

Todos los médicos están obligados a notificar cada caso nuevo de las
patologías sometidas a declaración que diagnostiquen o aquellos casos en
los que tengan fundadas sospechas de su existencia, dispongan o no de
datos de confirmación de laboratorio.

Las notificaciones se hacen a los servicios de epidemiología,
directamente o a través de las direcciones de los centros de salud,
ambulatorios u hospitales. Puesto que las comunidades autónomas tienen
competencia plena en materia de salud pública, las notificaciones de cada
comunidad son recogidas por su propia Dirección General de Salud, quien
comunica los datos a la Dirección General de Salud Pública del Ministerio
de Sanidad y Consumo.

La totalidad de casos nuevos detectados de enfermedades de declaración
obligatoria se recogen en una notificación semanal que finaliza en todo
el territorio nacional a las 24 horas de cada sábado. El período de
notificación está fijado en la semana porque se considera el tiempo
mínimo en que se desarrolla la incubación de la mayoría de las
enfermedades transmisibles y de este modo se puede impedir la aparición
de casos secundarios.

Dentro del sistema de vigilancia epidemiológica, la Dirección General de
Salud Pública edita desde el año 1963 un boletín epidemiológico en el que
se relacionan todos los nuevos casos detectados de enfermedades de
declaración obligatoria. El boletín se distribuye a las autoridades
sanitarias de todas las administraciones públicas para que establezcan
las medidas de control que estimen convenientes u oportunas.

Dentro del conjunto de enfermedades de declaración obligatoria hay una
serie de ellas que, además, están sujetas a declaración urgente, de forma
telegráfica e individualizada, tan pronto como se sospecha la existencia
de algún caso.

En cuanto al diagnóstico y control de estas enfermedades, es la «lex
artis» la que marca los criterios y actuaciones que deben seguirse en
cada caso, sin perjuicio de las normas de vigilancia y control
epidemiológico suscritas incluso con ámbito internacional.

Todas estas previsiones están recogidas en el Real Decreto de 30 de julio
de 1982, que regula las normas complementarias sobre enfermedades de
declaración obligatoria, que actualizó el Reglamento del año 1945, de
lucha contra las enfermedades infecciosas.

En estos momentos estamos estudiando una posible modificación del sistema
de seguimiento y control de las enfermedades de declaración obligatoria y
este asunto está siendo tratado específicamente por la Comisión de Salud
Pública del Consejo Interterritorial. Este proceso de reforma tiene como
objetivo modificar o revisar la lista de enfermedades y establecer
diferentes clasificaciones según el tipo de enfermedad en función de sus
especificidades. Además dentro de la Red de Vigilancia Epidemiológica
Nacional se elaborarán protocolos o guías para cada una de las
enfermedades de declaración obligatoria.

Dada la amplitud y la diversidad del tema, no me gustaría cansar más a
SS. SS. con una relación pormenorizada de la situación actual de las
enfermedades. En todo caso, pongo a disposición de SS. SS. toda la
información de que dispone el Ministerio, por si es de su interés.




La señora PRESIDENTA: Además del grupo solicitante de la comparecencia,
¿qué grupos desean intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la señora Fernández
de Capel.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Señora Ministra, la Secretaría
General Técnica tenía conocimiento de la aclaración que se había hecho y
antes, cuando vimos el error mecanográfico de esta petición de
comparecencia, también se había hecho una modificación.

Yo agradezco a la señora Ministra, porque nunca acaba uno de tener sus
conocimientos a punto, el recuerdo que nos ha hecho de lo que son las
EDO. Dicho esto, que casi deja media comparecencia fuera, le diré que
sólo me voy a centrar en algunas EDO que en este momento pueden causar
problemas en España. Una de ellas es de declaración internacional, ya
que, como la señora Ministra sabe, todas las EDO no tienen la misma
categoría, ya que las hay locales, provinciales, regionales, nacionales e
internacionales.

Hace unos días se han suscitado ciertos problemas en España,
concretamente en territorio del Insalud, con el cólera. A nivel
internacional se han suscitado problemas de vigilancia especial de
enfermedades transmisibles, que la



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señora Ministra podría haber encuadrado en el grupo de las relacionadas
con vacunaciones, y a nivel nacional también tenemos como enfermedades de
declaración obligatoria la rabia animal humana, que, como la señora
Ministra sabe, aparece como no erradicada en el territorio Insalud, en
Ceuta y Melilla, en ese «Boletín Epidemiológico y Microbiológico» que se
edita, así como algunas zoonosis, que durante muchos años han estado en
España agrupadas en un solo epígrafe, como es la fiebre recurrente por
garrapatas. Las enfermedades de tipo endémico y las de tipo epidémico
estuvieron juntas hasta el año 1981, en que se separaron, mostrando un
alza de declaración en los ocho años posteriores a 1982, hasta que en
1992 se declararon 118 casos, en un 95 por ciento en zonas como
Andalucía, Extremadura, Madrid, Castilla y León y Melilla.

Refiriéndonos al «Boletín Epidemiológico y Microbiológico», quería
hacerle, señora Ministra, la consideración de que el último, en el que
figuran acumulados los datos de los años 1992 y 1993 --ahora le diré qué
pasa con este Boletín-- no coinciden las semanas con los datos que se dan
en las distintas comunidades y, por más que uno intenta hacer estudios
estadísticos, ni sumando, que no sería claro porque algunos son datos
acumulados, coincide. Supone un auténtico acertijo poner de acuerdo los
datos del primero y el segundo punto del sumario que figura en este
«Boletín Epidemiológico y Microbiológico» facilitado por el Ministerio de
Sanidad y Consumo. El Boletín comprende desde el 29 de mayo hasta el 19
de junio, y está impreso el 8 de marzo de 1994. Le digo esto porque este
Boletín tiene un «handicap» enorme para los profesionales de la
microbiología y para los epidemiólogos, que sale en 1994 con datos de
1992 y 1993; estos datos tardan en llegar a los profesionales más de un
año, mientras que el «Morbidity and mortality weekly report» --y la
señora Ministra sabe la importancia de este boletín porque es el que
informa mundialmente a todos los profesionales de la epidemiología y la
microbiología-- sale el 13 de mayo con datos del 7 de mayo del mismo año
y tarda en llegar a España, a los profesionales de nuestra salud, una
semana. Señora Ministra, el Ministerio tendría que plantearse que las
autoridades y los profesionales que tienen que poner remedio a las
enfermedades, cuanto antes tengan en la mano los datos, antes podrán
hacerlo.

Por agilizar un poco la comparecencia, como ha pedido la señora
Presidenta, quiero dejar claro, sobre todo en cuanto a enfermedades
transmisibles --que también son EDO--, que en las Segundas Jornadas
Internacionales de Actualización de Vacunas, que se celebraron en
octubre, hace unos meses, se puso de manifiesto el problema de que, a
pesar de que la situación epidemiológica de la Comunidad Europea es
similar a la nuestra, los calendarios vacunales son diferentes en la
Comunidad Europea, lo suficiente como para desorientar a todas las
familias que se trasladan de un país a otro, y esto casi podría tener
alguna justificación, pero lo que no la tiene es que en el territorio
español existan diferencias en los calendarios vacunales entre las
distintas comunidades autónomas. Este hecho es menos comprensible, ya que
resulta de difícil explicación que nuestras comunidades no sean capaces
de confeccionar, bajo la tutela del Ministerio, un calendario común,
porque esa diversidad de calendarios en nuestros país constituye un grave
problema, origen de muchas preocupaciones e incomodidades innecesarias
para los ciudadanos españoles, para los propios profesionales, para el
Ministerio en su función y, en algunos casos, ocasiona un gasto extra.

Simplemente con trasladarse de una comunidad autónoma a otra ya hay un
problema con las tablas sobre calendarios vacunales que están tomadas de
la Asociación Europea de Especialistas en Pediatría. No quiero entrar en
las tablas de la Comunidad Europea, pero sí incidir en las diferencias
que existen, por ejemplo, entre la vacuna de polio intramuscular y las
vacunas de polio oral que se administran en España. Son diferentes en
fechas, en países, etcétera, como ocurre con las del sarampión, rubeola y
parotiditis. Con respecto, por ejemplo, a nuestras comunidades autónomas,
las principales diferencias se establecen con el País Vasco, donde se
administra vacuna de polio oral desde el segundo mes, cuando en otras
comunidades no se administra hasta más tarde; allí, en el País Vasco, en
el cuarto mes se administra la tercera dosis de la polio oral y la DTP.

Las diferencias más grandes son respecto a las vacunas del sarampión,
rubeola y parotiditis, y afectan sobre todo a las comunidades de últimas
transferencias, por ejemplo, Canarias y Andalucía, donde se administran
en este momento no solamente el sarampión, la rubeola y la parotiditis a
los quince meses, sino también la DTP y la polio oral, mientras que en
Cataluña a esa edad solamente se administran las del sarampión, rubeola y
polio. Los calendarios varían muchísimo, y donde se establece una
diferencia que de alguna manera habría que subsanar atendiendo a ciertos
artículos de la Constitución, como son el 148, el 149 y el 151, creo
recordar, sería en cuanto a la hepatitis B, que estamos viendo que en
algunas comunidades autónomas, como en La Rioja, Castilla y León y
Extremadura, se está administrando ya y en Baleares también tiene una
amplia cobertura.

La primera de estas enfermedades de declaración obligatoria
internacional, y que nos ha dado un susto en días pasados, ha sido el
cólera. Nosotros sufrimos todos los años tres o cuatro casos de cólera
como media, coincidiendo con el verano y coincidiendo con algunos
movimientos de población que se producen en la frontera sur, y sin
necesidad de estos movimientos también se producen a veces en las
regiones de Ceuta y Melilla, que son territorio del Insalud. Desde luego,
señora Ministra, nosotros pedimos una comparecencia el mismo día que
surgió el problema, y aunque el ministerio marroquí, por razones de
turismo, negó estos datos, luego se han visto confirmados. Desde luego,
la situación en territorios como Ceuta ha sido verdaderamente alarmante.

El miércoles 10 de agosto el Director Provincial del Insalud alarmaba y
decía que se dispondría de un operativo para impedir la introducción de
cólera de Marruecos coincidiendo con la vuelta de la operación Paso del
Estrecho de 1994 y se alegraba y decía que, afortunadamente, de los casos
de 1993, que fueron tres, ninguno entró por la frontera de El Tarajal. El
2 de septiembre, en relación con esas medidas contra la hipotética
importación, decía que no había cólera en Marruecos ni en



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Ceuta y, evidentemente, en Ceuta no había. El 27 de octubre, esas medidas
cautelares en El Tarajal se hicieron un poco más duras ante el brote
epidémico y Ceuta quedó desabastecida de un vehículo de transmisión de
enfermedades que le llega diariamente no sólo por el paso fronterizo,
porque, como la señora Ministra sabe, las fronteras con Marruecos casi no
existen: medio metro de alambrada rota en los alrededores del Cuartel de
la Legión, por donde cruzan los marroquíes con sus productos perecederos.

Ceuta quedó desabastecida, por ejemplo, de pescado, porque el pescado no
se suministra por los españoles, sino que entra en pequeñas cestas a
través de la frontera de El Tarajal, a través de la playa y a través del
campo, dado que se puede acceder perfectamente a la ciudad sin pasar por
la frontera. (Un señor Diputado: ¡Qué barbaridad!) Qué barbaridad, no,
qué realidad, y en Melilla más.




La señora PRESIDENTA: Señora Fernández de Capel, le ruego concluya, su
tiempo ha transcurrido.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Un momento, señora Presidenta, por
mor de la importancia del tema.




La señora PRESIDENTA: Sí, pero el Reglamento indudablemente plantea que
todos los temas son importantes, también el ajustarse a los 10 minutos
reglamentarios. Su señoría lleva 12 minutos de intervención y le concedo
hasta 15. Concluya por favor.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Gracias por su generosidad, señora
Presidenta.

Después se confirmó el 29 de octubre y se quitaron todos los controles el
30 de octubre. En Cádiz, Sanidad exterior levantó esas medidas en el paso
de camiones, que, como la señora Ministra sabe, no proceden de esa zona.

El miércoles 2 de noviembre se normaliza la situación en El Tarajal, y ya
le digo que todavía en El Tarajal tienen alguna garantía higiénica en los
pasos de productos perecederos, que son los que se consumen en Ceuta y
Melilla, que quedan desabastecidas si no entran por ahí y hay que
llevarlos en avión vía Almería, vía Málaga o vía Cádiz.

Repito, estas medidas se suavizan el 2 de noviembre, se quitan, y se
entra en la normalidad, pero desde luego hay constancia --y así lo han
publicado las autoridades sanitarias de la zona-- de tres muertos en
Tetuán y dos en Castillejos, aunque en España en este momento no los
hayamos tenido. Pero todos hemos visto cómo en el Punta Europa se han
atendido casos en los últimos años, concretamente en 1993, teniendo
algunos problemas como el del caso del muchacho levantino que salió del
hospital sin el alta y que tuvo que detenerle la Guardia Civil, porque
fue contaminando todas las gasolineras. Evidentemente, en el Punta Europa
existe un servicio bacteriológico de gran categoría y muy experimentado
en la detección del vibrión, pero no pasa así en Ceuta y Melilla,
desgraciadamente. Y la Guardia Civil es la que tiene que intervenir en
estos casos, aunque no es su oficio ni su misión, pero a veces los
sanitarios tenemos que recurrir a ella en amparo de nuestro propio
ejercicio profesional.

Sin embargo, existe otro problema que no es solamente el de la frontera.

Desde Tarifa, desde Algeciras, se va en el ferry a Tánger, a comprar el
pescaíto, la fruta, el cordero y la carne troceada, que no pasan control
sanitario alguno. Es como el que va a Hipercor o el que va a Galerías
Preciados --a Galerías Preciados ya no--. Desde el puerto deportivo de La
Duquesa, en Estepona, se va a comprar, porque se trata de buques de gran
calado que no tienen control alguno. Desde Sotogrande, barcos de gran
envergadura entran alimentos perecederos. Y no digamos nada de los barcos
de almería a Nador, que ni siquiera pasan directamente por Melilla. En
Benalmádena y Puerto Banús también entran mercancías de este estilo. Y en
Ceuta y Melilla, señora Ministra, no le estoy diciendo que los casos de
tracoma aparezcan en la población española, porque no hay ningún caso
registrado en el «Boletín Epidemiológico», al que, a pesar de todas mis
críticas, me remito y le tengo cierto respeto, pero que entra y sale
población con tracoma no hay más que pasearse por las calles de Ceuta y
Melilla para verlo. Y que hay polio y que hay sarampión. Y sobre todo,
señora Ministra, entran y salen por nuestra frontera --porque no está
perfectamente protegida y en algunos sitios ni siquiera delimitada,
repito, en esas zonas de las playas-- perros y otros animales, están
entrando roedores y esto hace que la Organización Mundial de la Salud, en
estas zonas que son territorio del Insalud, que son casos de sanidad
nacional y son EDOs clarísimas, dispare la alarma. Esta parlamentaria
sólo pretende hacer llegar a la señora Ministra un problema de unas
ciudades como Ceuta y Melilla donde la situación hospitalaria, por
ejemplo, de la Cruz Roja o del Hospital Militar, que han estado con todos
sus dispositivos humanosÉ



La señora PRESIDENTA: Señora Fernández de Capel, le ruego concluya.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Concluyo, señora Presidenta.

É y escasamente materiales en una disposición bastante en alarma ante
estas situaciones.

Muchas gracias, señora Presidenta.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Vasco (PNV), tiene la
palabra el señor Gatzagaetxebarría.




El señor GATZAGAETXEBARRIA BASTIDA: Voy a hacer unas consideraciones de
orden general.

El Grupo Parlamentario Popular plantea disfunciones en una materia como
la de salud pública donde, como se ha dicho en la primera intervención,
hay una compartición competencial. Evidentemente, se han puesto ejemplos
concretos que lo que reflejan es la pluralidad política existente en el
Estado y que cada uno tiene su responsabilidad en el ámbito de la
prestación de la asistencia sanitaria y en el ámbito de la gestión de la
materia de salud pública.

Por tanto, creo que hay que clarificar el ámbito de responsabilidad
política de cada responsable político, de cada



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administración pública, y creo que al Ministerio le corresponde en
materia de salud pública una labor de coordinación general y el
establecimiento de la regulación básica, pero la gestión ordinaria
política es de quien realiza y tiene la competencia en materia de salud
pública, que son las comunidades autónomas, en unos casos complementaria
con la potestad de asistencia sanitaria y en otros únicamente con la
potestad de salud pública, sin la complementación de la asistencia de
sanidad. Por tanto, creo que hay que tener un horizonte y un marco
general claros de responsabilidades políticas compartidas en materia de
salud pública.

Sí coincidimos con la señora Ministra en que deberíamos diferenciar, por
un lado, la existencia de un régimen de comunicación de enfermedades que
son obligatorias. lo obligatorio es la comunicación. Se estaría sujeto a
un régimen general administrativo de que terminados agentes sociales,
económicos o administrativos tienen la obligación de poner en
conocimiento de los poderes públicos políticos competentes en materia de
salud pública la existencia de determinadas enfermedades que son de
declaración obligatoria, pero no de tratamiento.

Yo únicamente añadiría a los supuestos de intervención que ha señalado la
señora Ministra, la intervención en los supuestos de incapacidad o en
aquellos supuestos de grave urgencia para la salud pública y de urgencia
grave personal, las posibilidades de intervención que añade al Poder
Judicial la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En los supuestos de peligro
para la vida de las personas el poder judicial dispone de la posibilidad
de adoptar medidas para la protección de la vida y de la integridad de
las personas y, evidentemente, todos conocemos casos en los que se ha
producido la asistencia sanitaria en base a una resolución judicial
obligatoria solicitada por las autoridades sanitarias.

Por tanto --y voy a terminar con ello, señora Presidenta--, sí es
necesario en materia de salud pública tener un horizonte claro de la
compartición competencial que hay en la materia y de que cada uno es
responsable de lo que le asigna el bloque de la constitucionalidad, y de
que si existen disfunciones habrá que corregirlas en el ámbito de la
coordinación, en el ámbito de las comisiones sectoriales que existen en
el Consejo Territorial de Salud, pero que existe, repito --y con ello
termino--, una responsabilidad política a cada uno asignada por el bloque
de la constitucionalidad, la Constitución, los estatutos de autonomía y
la Ley General de Sanidad, porque en materia de salud pública existe ese
orden competencial de comunidades autónomas que disponen de potestad de
actuación en esta materia, unas complementadas con la asistencia
sanitaria, que se encuentra transferida, y otras no.

Nada más.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra la señora Alberdi.




La señora ALBERDI ALONSO: Señorías, yo también soy una neófita, como la
anterior representante de mi Grupo, la señora Sánchez, y realmente cuando
leía el objeto de esta comparecencia --dado tal vez que no soy
profesional de la sanidad--, como usuaria de la sanidad me daba cuenta de
que --que yo supiera-- hasta el momento a nadie se le puede administrar
un tratamiento o realizar una intervención sin su consentimiento. Lo digo
como usuaria del Sistema Público de Salud. Y, efectivamente, también hice
mis maquinaciones y mis hipótesis, sobre el porqué. Y yo me decía que,
por lo poco que han hablado de su modelo de sanidad, se venía que querían
privatizarlo, pero a mí no me había alcanzado a que nos quisieran poner
tratamientos obligatorios, pero me quedaba la duda. (El señor
Fernández-Miranda y Lozana: ¡Qué bueno!) Ahora la señora Fernández de
Capel dice que ha habido un error de transcripción. A lo mejor es un
error de transcripción, pero a veces los errores, al escribir, todos
sabemos, incluso los neófitos, que tienen que ver con el inconsciente,
con lo que uno tiene en la cabeza, con una serie de cuestiones que yo en
esta Comisión no voy a discutir. En todo caso, me alegran las
explicaciones; a mi Grupo le resultan de gran interés las explicaciones
que, con una gran brevedad, ha dado la señora Ministra sobre las
informaciones de declaración obligatoria y la red de vigilancia
epidemiológica que existe en el país. Nos hemos enterado (al menos yo) de
cosas que se saben con carácter general, pero a lo mejor hay detalles que
se desconocen; siempre es interesante.

Pero, evidentemente, yo creo que si se quiere tener información sobre
ciertas enfermedades de declaración obligatoria, como hemos visto luego
por la intervención del Grupo que pedía la comparecencia, es mejor
hacerlo directamente. Yo, aparte de pertenecer a esta Comisión,
pertenezco también a la de Educación y sufrimos también allí a un
portavoz que nunca se sabe qué es lo que pregunta en sus comparecencias.

Y esto se presta a hipótesis de lo más aventurado, depende de cuál sea el
tema.

Yo creo que, para no perder tiempo, por economía de recursos, para
podernos dedicar al trabajo que realmente tenemos, sería mejor no desatar
estos casos (que yo pensaba que eran peculiares de la Comisión de
Educación) de preguntar lo que no se quiere preguntar preguntando otra
cosa. Esto es una pérdida de tiempo, claro está, porque la persona que
tiene que dar la información, que tiene que responder, como es lógico,
por parte del Gobierno, en este caso la Ministra, también tiene que decir
¿y qué querrán preguntar? Yo creo que es mejor preguntar directamente, y
si hay una transcripción errónea, subsanarla a la mayor brevedad posible.

Ahora bien, hay otra cosa que por parte de mi Grupo también quiero decir:
todos los casos que preocupan al Grupo Popular de enfermedades de
declaración obligatoria (yo no sé si es por mi condición de neófita) son
tres casos de cólera en 1993, que, afortunadamente para nuestro país, no
se extienden, no son, como ella dice, para que produzcan alarma. Si
ustedes quieren alarmar, ésta ya es otra cuestión muy diferente. Yo creo
que en la Sanidad, como en nada en la vida, es conveniente la alarma
innecesaria. Sí es conveniente, si realmente hay unos casos de
enfermedades de transmisión infecciosa, rápida, poner todos los medios
necesarios para cortarlo, para erradicarlo, pero nunca sembrar la alarma
y la confusión entre la población, puesto que estamos hablando de temas
que afectan directamente a



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la salud de las personas, no es cualquier cosa con la que se pueda jugar
o poner mecanismos de alarma. Yo pondría mecanismos de acción, si se
dieran los casos, que no parece que se dan hasta este momento.

Por otra parte, coincido con el portavoz del PNV en que la labor del
Ministerio de Sanidad, según la legislación, es más de coordinación y las
competencias son de las comunidades autónomas. Es evidente que hay una
Comisión Interterritorial donde se pueden hacer todos los análisis que
sean necesarios sobre la red de vigilancia epidemiológica que existe en
nuestro país, sobre las enfermedades de declaración obligatoria,
respetando las competencias de cada uno y, evidentemente, sabemos que las
enfermedades cambian, varían, porque varían las condiciones; unas veces
habrá que cambiar a lo mejor las enfermedades de declaración obligatoria,
ampliarlas, reducirlas; incluso, como decía la señora Ministra en su
explicación, hay determinadas zonas en nuestro país donde existen
enfermedades que son de declaración obligatoria en una zona y no lo son
en otra, porque en una zona sí se presentan algunos casos, y conviene
prevenir y tener el diagnóstico y ver cómo evolucionan, y entre otras
zonas del país no.

Yo termino diciendo que nuestro Grupo agradece, en todo caso, la
información que usted nos ha dado, pero que sería mucho más interesante,
para el buen trabajo y el desarrollo de las actividades de esta Comisión,
que cuando pidiéramos comparecencias e hiciéramos preguntas fuéramos lo
más claros posible, seamos neófitos o profesionales de la sanidad. (La
señora Fernández de Capel Baños pide la palabra.)



La señora PRESIDENTA: Señora Fernández de Capel, ¿para qué quiere la
palabra?



La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Por alusiones, señora Presidenta.




La señora PRESIDENTA: Señora Fernández de Capel, me permito recordarle
que alusiones no; S. S. ha sido citada, pero es inevitable que SS. SS. se
citen mutuamente. Sea breve, por favor; un minuto.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Muy breve, señora Presidenta.

En primer lugar, yo creo que la Mesa y esta parlamentaria no admiten
juicios de intenciones sobre cómo se plantean las preguntas. Se lo digo
con todo el respeto a la señora Alberdi. Yo no me he permitido hacer
ningún juicio de intenciones, jamás, en esta Comisión ni en ninguna otra,
sobre cómo y de qué manera se ha preguntado. Se ha subsanado un error dos
veces ante el Ministerio, y si, por algo, ha llegado hasta última hora el
conocimiento de ella, no es responsabilidad de esta parlamentaria. El
Grupo Socialista también sabe hasta qué punto fue jocoso alguno de los
errores de transcripción en algunas de sus preguntas.

En cuanto a que se produce alarma social, dígame si no son de tratamiento
obligatorio casos como el del cólera, cuando tiene que intervenir todo un
equipo de la Guardia Civil en persecución de una serie de señores en los
que se ha detectado un embrión colérico. No ha sido el Grupo
parlamentario de la oposición, sino el propio Gobierno, que no solamente
interviene en esto, sino que interviene en otros casos, cuando cumplimos
nuestra función, para la que estamos legítimamente respaldados, de
denunciar las deficiencias que vemos. Desde luego, tengo que decir que la
señora Ministra es razonable en este tema al entender que la situación de
Ceuta y Melilla presenta muchas deficiencias y así lo dicen sus propios
representantes del Insalud en esta materia, y no es el menor de ellos la
situación de nuestra frontera.




La señora PRESIDENTA: La señora Ministra tiene la palabra para responder
a los planteamientos que han hecho sus señorías.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Amador Millán): Efectivamente,
señoría, no era fácil deducir, tal como estaba planteada la petición de
comparecencia, que su interés se centraba en los casos de cólera
concretos y en la sucesión de episodios que S. S. ha relatado. No tengo
aquí los detalles de esos episodios de cólera. Sí tenía un resumen sobre
la situación de las enfermedades de declaración obligatoria en el año
1993, por si interesaba a SS. SS., y ya que abordamos este asunto,
enmarcarlo en las normas que dicen cómo son las enfermedades de
declaración obligatoria, que no de tratamiento obligatorio, y un breve
resumen sobre la situación de estas enfermedades en el año 1993, pero
hace referencia a los grandes epígrafes de estas enfermedades y no al
detalle de los casos de cólera, que es al final lo que a S. S. le
interesa.

De forma que, si les parece, le facilito a S. S. el detalle que obra en
mi poder sobre estas enfermedades del año 1993, en concreto sobre el
desarrollo de los episodios de cólera a los que S. S. se refiere, y, como
digo, este resumen que contiene, incluso, el de la fiebre por la
garrapata. Me parece que son todos los datos de los que disponemos, y
creo que es más caritativo con los miembros de esta Comisión que los
manejemos por escrito que no proceder a una lectura minuciosa de todo
esto.

Es verdad, señoría, que estamos hablando de unas competencias
transferidas; cuando s. S. se refiere al calendario de vacunaciones,
estamos hablando de una competencia de las comunidades autónomas. No es
fácil que desde el Ministerio consigamos que los calendarios se hagan con
arreglo a un solo criterio. En todo caso, me parece que lo importante es
resaltar que en España se hace y se cumple estrictamente el calendario de
vacunaciones y que lo cumplen escrupulosamente todas las comunidades
autónomas.

De todas formas, sí me parece que el unificar las fechas del calendario
es una idea, pero poner de acuerdo a las comunidades autónomas es más
complejo.

Coincido en que el boletín merece respeto, no disponemos de tantas
fuentes de información, y, naturalmente, acepto las críticas de que en
algún punto sea confuso, que los datos sean difíciles de entender; pero
me parece una fuente de información imprescindible cuando hablamos de
esta materia.




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Al portavoz del Grupo Parlamentario Vasco he de decirle que coincido
absolutamente con la exposición que ha hecho, y únicamente quiero decir
que también coincido en haber añadido la Ley de Enjuiciamiento Criminal a
ese marco legislativo que a algún Diputado le ha sorprendido.

Asimismo, coincido con la exposición de la representante del Grupo
Socialista, porque me parece que, ya que tenemos esta oportunidad de
abordar temas a fondo y dar explicaciones a fondo, sería bueno que
supiéramos de qué queremos de verdad hablar, porque no es fácil, si no,
disponer de los datos y, por tanto, del tiempo de SS. SS. y el interés
que evidentemente yo pongo en satisfacer esa demanda de conocimiento
podía ser más eficaz si tuviéramos una orientación más concreta de cuál
es el fondo del problema que suscita la comparecencia, como en este caso
ha quedado de manifiesto que era un episodio concreto en unas fechas
concretas.

De manera que yo no creo que sean apreciaciones de neófita, sino
percepción política de lo que aquí se está hablando.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Ministra.

Concluido este primer punto del orden del día, despedimos a la señora
Ministra, porque comunico a SS. SS. que el Ministerio dará respuesta al
segundo punto del orden del día a través del señor Subsecretario del
Ministerio de Sanidad y Consumo.

Se suspende la sesión por cinco minutos.




CONTESTACION A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:



--SOBRE OPINION DEL MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO ACERCA DE LOS
OBJETIVOS SANITARIOS Y PRESUPUESTARIOS DEL AÑO 1993 PREVISTOS EN EL
CONTRATO-PROGRAMA PARA LA ATENCION PRIMARIA. FORMULADA POR EL SR.

VILLALON RICO (GP). (Número de expediente 181/001085.)



--SOBRE OPINION DEL MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO ACERCA DE LOS
OBJETIVOS SANITARIOS Y PRESUPUESTARIOS DEL AÑO 1993 PREVISTOS EN EL
CONTRATO-PROGRAMA PARA LA ATENCION ESPECIALIZADA. FORMULADA POR EL SR.

VILLALON RICO (GP). (Número de expediente 181/001086.)



La señora PRESIDENTA: Señorías, reanudamos la sesión con el punto segundo
del orden del día: contestación a preguntas. Debo informar a SS. SS. que
la señora Maestro ha retirado su pregunta en el día de hoy. Las cuatro
preguntas siguientes, formuladas por el Grupo Popular, en concreto por el
señor Villalón, que son bastante parecidas en su contenido, se van a
agrupar, las dos primeras en una pregunta y las dos siguientes en otra.

Las dos primeras se refieren al año 1993 y las dos siguientes a 1995,
sobre el mismo tema.

Pregunta sobre el Ministerio de Sanidad y Consumo acerca de los objetivos
sanitarios y presupuestarios del año 1993 previstos en el
contrato-programa para la atención primaria y pregunta sobre la opinión
del Ministerio de Sanidad y Consumo acerca de los objetivos sanitarios y
presupuestarios del año 1993 previstos en el contrato-programa para la
atención especializada. Ambas las formula de manera conjunta el señor
Villalón rico, del Grupo Parlamentario Popular.




El señor VILLALON RICO: Como muy bien ha dicho usted, señora Presidenta,
voy a formular las cuatro preguntas en dos bloques de dos y dos: las
referidas al contrato-programa del año 1993 y al contrato-programa del
año 1995.

En primer lugar, quiero saludar al Subsecretario del Ministerio de
Sanidad, el señor Temes, que hacía ya algún tiempo que no acudía por esta
Comisión, y, por supuesto, prestarle toda mi consideración y toda mi
atención con respecto a la sanidad pública, con la que todos estamos
comprometidos y con la que queremos que los ciudadanos españoles sean
bien atendidos.

Ha habido antes una intervención de una diputada socialista con respecto
a alguno de los órdenes del día anteriores. Decía que había que atenerse
un poco al tiempo, a las circunstancias y al interés de algunas
cuestiones.

Me parece que en el día de hoy es obligado referirse a un triste suceso
que ha ocurrido en el Hospital de San Jorge, de Huesca, centro del
Insalud de la provincia de la que yo soy diputado, donde han fallecido
dos enfermos allí ingresados por lo que nosotros consideramos negligencia
en la actuación de la dirección hospitalaria, tanto del gerente como del
director médico como, por supuesto, del Director Provincial del Insalud.

En una nota de prensa que hemos dado a los representantes de los medios
de prensa que acuden a esta Comisión, como ayer a los de la provincia de
Huesca, solicitamos la dimisión de estas tres personas a las que antes me
refería.




La señora PRESIDENTA: Señor Villalón, perdone un momento. Efectivamente,
puede usted hacer referencia al tema, pero le recuerdo que existen
procedimientos reglamentarios para formular la iniciativa que considera
más oportuna. En el trámite en el que estamos son las preguntas concretas
a estos temas. Aunque S. S. haga referencia, le ruego que no vaya más
allá, puesto que existen procedimientos suficientes para que S. S.

formule la iniciativa que considere pertinente.




El señor VILLALON RICO: Haría un llamamiento a la Presidenta. Conociendo
el Reglamento y conociendo que el Reglamento estipula que hay que
atenerse al orden del día de la Comisión, en previsión de las fechas en
que estamos, en previsión de que se está a punto de terminar el período
de sesiones y de la suma importancia y trascendencia de los hechos que
antes refería, tenía que hacer una manifestación pública, no solamente
como miembro del



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Partido Popular, sino, como decía antes, comprometido con la buena
gestión de la sanidad pública, que, además, nos remite a algunas
afirmaciones que hemos hecho a lo largo de los meses y años anteriores.

Creemos que los gestores de la sanidad pública, fundamentalmente
directores de hospital y directores provinciales del Insalud, no están
capacitados para llevar esa alta responsabilidad que se les encomienda.

Podría decir cosas mucho más profundas, entrar en el detalle de lo que
podríamos denominar gravísimo accidente con respecto a la responsabilidad
de estas personas. Pero teniendo en cuenta la benevolencia de la
Presidencia, me voy a remitir, lógicamente, al texto de las preguntas que
estamos tratando en el día de hoy.

Al señor Subsecretario, señor Temes, le tengo que decir que en el mes de
marzo de este año el Diputado que está ahora en el uso de la palabra
formuló unas preguntas conjuntamente con otros diputados del mismo Grupo
referidas al grado de cumplimiento de los contratos-programa de atención
primaria y atención especializada a lo largo del año 1993. Nosotros
consideramos en el mes de marzo que ya había transcurrido un plazo para
poder hacer una valoración o un balance de lo que había sido el
contrato-programa que en el año 1993 se había firmado por primera vez.

Nos parecía oportuno que el Gobierno nos remitiera el grado de
cumplimiento. En esto tengo que hacer una pequeña corrección que no sé si
es a la Presidencia o al sistema de la Cámara, porque no es en concreto
la opinión lo que yo pregunto, sino si considera satisfactorio el grado
de cumplimiento de los contratos-programa del año 1993, tanto referidos a
atención primaria como a atención especializada.

Seguramente es preciso hacer una breve indicación sobre lo que es el
contrato-programa que se estructura a finales del año 1991 o principios
de 1992, cuando desde el Ministerio de Sanidad consideramos que se
orquesta como novedad en la gestión el establecimiento de este
contrato-programa como elemento o herramienta de trabajo a la hora de
determinar los objetivos que se deberían alcanzar por parte de los
centros asistenciales.

Es conocido por todos que el Ministerio de Sanidad firma como proveedor
desde el punto de vista económico con el Insalud como gestor por
excelencia y que posteriormente los centros sanitarios son los que tienen
que cumplir los objetivos que se marcaban en ese contrato-programa. La
verdad es que hay que decir que la forma está bien y nosotros estamos de
acuerdo con ello. La forma de lo que se denomina contrato-programa nos
parece aceptable, pero creemos que, al final, el fondo no es el adecuado.

Nosotros vemos esto como una operación, si me apura usted, de
«marketing», de cara a la galería, e incluso, remontándonos a los años
60, como una labor tecnocrática desde el Ministerio, pero la Sanidad
Pública --entendiendo por Sanidad Pública lo que depende del Ministerio
de Sanidad y en concreto del Insalud-- no tiene en cuenta sus recursos
para los objetivos que se pretenden alcanzar.

Incluso nosotros creemos que se entra en una vía preocupante, como hemos
manifestado en otras ocasiones, como es la del aumento del gasto, porque
vemos que a lo largo de este tiempo ha aumentado el personal
administrativo de algunos centros de salud para vehiculizar lo que se
pretende alcanzar en esos contratos-programa, fundamentalmente la
atención primaria, y nos preocupa que realmente, aumentando el gasto, con
los mismos recursos que había previamente, se intenten alcanzar unos
objetivos que nosotros creemos que al final no se han alcanzado.

En resumidas cuentas, diría que nosotros recibimos lo que podríamos
denominar informaciones oficiosas --llamando oficioso a lo que no es
oficial, a lo que no proviene directamente del Ministerio o del
Gobierno-- que nos indican que el alcance de esos objetivos no ha sido
bueno e incluso se puede considerar un pequeño fracaso a la hora de
establecer esos objetivos que se habían previsto.

Por otra parte, nosotros consideramos que el Gobierno no informa bien ni
a este Diputado ni a sus compañeros a la hora de dar respuesta a las
preguntas que hacíamos y, para completar la cuestión, vemos que a través
de diferentes medios de prensa especializada en política sanitaria se dan
unas informaciones que no coinciden, por un lado, con las oficiosas que
teníamos nosotros, ni tampoco, por otro, con las respuestas que nos ha
dado el Gobierno a las preguntas por escrito. Por tanto, ahí hay tres
tipos de cifras que no son consecuencia de lo que en principio se preveía
a la hora de establecer ese gran marco que era el contrato-programa.

Ante la contradicción de estos datos, nosotros hacemos las preguntas que
en este momento paso a realizar textualmente y que son: ¿El Ministerio de
Sanidad considera satisfactorios los objetivos sanitarios y
presupuestarios del año 1993 previstos en el contrato-programa para la
atención primaria? Y lo mismo habría que decir para la atención
especializada.




La señora PRESIDENTA: Para responder a las preguntas del señor Villalón,
tiene la palabra el señor Subsecretario del Ministerio de Sanidad y
Consumo, señor Temes.




El señor SUBSECRETARIO DE SANIDAD Y CONSUMO (Temes Montes): Señor
Diputado, yo también me alegro mucho de volver a verle porque es cierto
que hacía algunos meses que no teníamos la oportunidad de coincidir.

Trataré de contestar a sus preguntas de la manera más detallada posible.

Como saben SS. SS., el objetivo del Ministerio de Sanidad y Consumo en la
presente legislatura, tal y como hemos manifestado en repetidas
ocasiones, es consolidar y mejorar el Sistema Nacional de Salud, que hoy
en día da una cobertura sanitaria de calidad a todos los ciudadanos
españoles sin distinción. En los últimos años hemos dado pasos
importantes en esta dirección y también para flexibilizar su
funcionamiento como servicio público. En ese sentido, quiero destacar la
separación de competencias de autoridad y aseguramiento de la función de
gestión de los servicios sanitarios llevada a cabo por el Departamento,
en línea con lo realizado en otros países de nuestro entorno.

En febrero del año 1993 el Ministerio de Sanidad y Consumo elaboró un
plan de gestión para el Insalud que



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comprendía una serie de objetivos asistenciales, tanto en cantidad como
en calidad, y el marco presupuestario preciso para alcanzar dichos
objetivos. También a partir del año 1993, el Insalud se relaciona con el
Ministerio a través del contrato-programa a que se ha referido el señor
Diputado, como instrumento para descentralizar la gestión y lograr la
participación de los profesionales. Mediante este contrato se fijan los
objetivos a alcanzar por el Instituto y se determina la financiación
necesaria para lograrlos. A su vez, el Insalud acuerda con cada uno de
sus centros la actividad asistencial que deben realizar y los recursos
precisos para llevarla a cabo. Cada gerencia negocia con cada servicio su
actividad, sus objetivos de calidad y su presupuesto. Esta negociación se
plasma en un documento de objetivos por servicio, que se integra con los
correspondientes a los demás servicios para constituir el llamado
contrato-programa del centro.

De acuerdo con los datos disponibles, en el año 1993 se ha frenado el
crecimiento del Insalud-Gestión directa en más de cinco puntos, lo que
indica que el proceso de contención del gasto en los centros de gestión
es una realidad. Con ello será posible encauzar la tendencia del gasto
del Instituto dentro de una senda acorde con la evolución de las
magnitudes macroeconómicas españolas. Igualmente se ha producido un
incremento notable de la actividad de los centros sanitarios y de la
cobertura del servicio de atención primaria, como expondré a continuación
en respuesta a su señoría.

En primer lugar, me preguntaba sobre el contrato-programa de atención
primaria. Durante el año 1993 la cobertura por equipos de atención
primaria pasó de un 56,6 a un 69,1 por ciento, lo que significa un
incremento de 11,5 puntos. En este año entraron en funcionamiento 71
centros de salud con una inversión total de 17.169 millones de pesetas.

También se adjudicaron 41 centros de salud con una inversión prevista de
8.167 millones de pesetas y se continuó con la construcción de 80 centros
de salud por un importe de 18.931 millones de pesetas.

Durante 1993 y a lo largo del presente año, el Instituto ha implantado el
programa de uso racional del medicamento, diseñado junto con la Dirección
General de Farmacia y Productos Sanitarios del Ministerio. Así, todas las
áreas de atención primaria cuentan con farmacéuticos consultores,
comisiones de uso racional conjuntas con los hospitales, sesiones
fármaco-terapéuticas regulares, listados de medicación de urgencia y
edición de boletines farmacéuticos trimestrales.

Esta política ha hecho posible que en el año 1993 el gasto farmacéutico
haya descendido más de cinco puntos con respecto al crecimiento
interanual medio durante la última década. La información disponible
confirma que esta tendencia se mantendrá en 1994, donde está previsto que
el gasto disminuya en torno a cinco o seis puntos respecto al año
anterior. Todo ello sin disminuir la calidad de la prestación
farmacéutica, ni incrementar la aportación de los usuarios.

Por fin, voy a referirme a dos actuaciones cuya finalidad es orientar los
servicios a las necesidades y demandas de los usuarios, como son la
tarjeta individual sanitaria y la libre elección de médico. Respecto a
las tarjetas, en diciembre del año 1992 se habían solicitado un 49,6 por
ciento. El objetivo previsto en el contrato-programa para el conjunto del
Insalud era del 73,87 por ciento, objetivo que fue alcanzado antes de
finalizar el año.

La libre elección de médico general y pediatra fue regulada por un real
decreto en 1993 y desarrollada por una circular, lo que permite a los
usuarios poder ejercer este derecho cuando lo soliciten. En el último
trimestre del año, 9,42 personas de cada mil habitantes lo habían hecho.

En cuanto a la segunda parte de la pregunta del señor Diputado --la
evaluación del contrato-programa en atención especializada-- el
Insalud-Gestión directa viene realizando un esfuerzo importante para
incrementar la actividad de los centros sanitarios con la finalidad de
atender los problemas de salud prioritarios de la población española. En
concreto, durante 1993, en los hospitales ingresaron 1.136.000 pacientes,
un 4 por ciento más, señoría, que en el año 1992. Se vieron 4.316.000
urgencias, un 5,2 por ciento más que en el año anterior. Se realizaron
casi 726.000 intervenciones quirúrgicas, lo que representa un 10 por
ciento de aumento sobre el año 1992 y se atendieron 21.500.000 consultas
externas, lo que viene a representar un 2 por ciento más que en el año
1992.

En 1993 se realizó un gran esfuerzo para introducir herramientas de
gestión modernas en los hospitales propios y concertados del Insalud,
entre las que destacaré la codificación de todas las altas mediante el
conjunto mínimo básico de datos y la introducción de sistemas de
contabilidad analítica. El primero de estos instrumentos sirve como
soporte para el estudio de los costes por proceso y para el conocimiento
de la actividad y calidad prestada en los centros hospitalarios.

Al cierre del contrato-programa de 1993, todos los hospitales gestionados
por el Insalud recogían el conjunto mínimo básico de datos al alta
hospitalaria. La introducción del sistema de contabilidad analítica tiene
como finalidad cuantificar los recursos utilizados en la actividad
asistencial para mejorar la toma de decisiones y la asignación de
recursos a los centros sanitarios.

A lo largo del año 1993 y durante el presente año se ha impulsado la
contabilidad analítica a través de lo que hemos denominado proyecto
Signo, que incorpora 44 hospitales gestionados por el Insalud. En
definitiva, la experiencia obtenida en 1993, en cuanto al grado de
cumplimiento de los objetivos establecidos en el contrato-programa, ha
sido, en mi opinión, satisfactorio y de gran utilidad para una mayor
definición de objetivos y cuantificación de necesidades para el año 1994.

En este año, como sabe S. S., las medidas de gestión adoptadas para
incrementar la eficiencia de los centros sanitarios tendrá su reflejo en
el cumplimiento estricto del presupuesto asignado en su doble vertiente
de actividad y gasto.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Villalón.




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El señor VILLALON RICO: Señor Temes, en primer lugar, permítame que le
diga que tengo que lamentar que en esta primera intervención no haya
hecho ni una sola referencia a la introducción que yo he hecho
anteriormente. ya sabemos que usted, como Subsecretario del Ministerio de
Sanidad, no tiene ahora competencias directas sobre lo que es el Insalud,
del cual depende el Hospital de San Jorge, pero usted ha sido Director
General del Insalud y puesto que conoce cómo funcionan los hospitales,
creo que una valoración por mínima que sea, sí que tendría que haber
realizado en esta Comisión, ya que no sólo este Diputado por la provincia
de Huesca sino la preocupación que anida en los ciudadanos de la ciudad
de Huesca y de su provincia en general merecen un mínimo comentario del
Subsecretario de Sanidad, es decir, de la segunda persona, en cuanto a
responsabilidad, del Ministerio de Sanidad. Tengo que lamentar
profundamente que no se haya referido a este hecho, al hecho conocido ya
en España como el caso San Jorge, por lo que es la negligencia y la falta
de capacidad de unos gestores.

Remitiéndome ya a la respuesta que ha dado a la pregunta que le he
formulado, he de decir que, al final, lo único que ha dicho usted es que
parece ser que habían alcanzado unos objetivos que encontraban
satisfactorios. Usted no ha contestado escuetamente a la pregunta, que yo
creo que era sencilla de contestar. Ha vuelto a dar unos datos sobre
ingresos y sobre intervenciones quirúrgicas que, si no recuerdo mal, es
la tercera o cuarta vez que se dan en esta Comisión. La Ministra, usted y
la Directora General del Insalud han dado esos datos que a mí me parece
que son válidos, dentro de lo que es toda una política sanitaria, a la
hora de conocer lo que son las prestaciones sanitarias de nuestros
ciudadanos, pero es que ése no era el motivo de nuestra pregunta. Además,
en algunas de las cosas que ha dicho usted, existen contradicciones con
lo dicho por otros responsables del Ministerio. Usted acaba de decir que
los objetivos previstos se habían alcanzado en un 85 por ciento; la
señora Directora General del insalud, en su comparecencia del 6 de
octubre de este año en la Comisión de Sanidad, dijo que se había
alcanzado en torno al 68 por ciento de los objetivos fijados; otros
datos, como decía anteriormente, ponen de manifiesto un porcentaje
inferior con respecto a profesionales de centros asistenciales, ya que
hablan del 34 e incluso del 35 por ciento. Lógicamente, también tengo que
hacer referencia a las contestaciones que me facilitó el Gobierno a
preguntas que le formulé por escrito y aquí tengo tres muestras de lo que
puede ser la contestación del Gobierno cuando los Diputados de esta
Cámara hacen preguntas. Son las relativas a la contestación a la pregunta
relacionada con el contrato-programa en primaria y en atención
especializada, referida a las provincias de Madrid, Zaragoza y Avila, que
podríamos establecer como tres grados diferentes de nivel de
especialización --dentro de la atención especializada-- y de nivel de
atención primaria, por las características socioeconómicas, demográficas
y de diferente tipo. Creo que ése fue el motivo fundamental de que yo
realizara estas preguntas para su respuesta oral en esta Comisión. Con
respecto a Madrid, en los centros de atención primaria, ustedes me
contestan que el porcentaje de realización del contrato-programa oscila
desde un mínimo del 95,05 por ciento en el área 2, a un máximo del 104,59
por ciento; es decir, según esto, han superado incluso los objetivos
previstos. A la hora de hablar de atención especializada por hospitales,
volvemos a lo mismo, el porcentaje menor está en el 97,14 por ciento,
referido al Hospital Virgen de la Torre, y el mayor está en torno al
103,15 por ciento; también ha superado los objetivos. Lo mismo le puedo
decir de la provincia de Zaragoza, puesto que está entre el 98 y el
ciento y pico por ciento. Con respecto a la provincia de Avila, en
atención primaria, aluden ustedes al 112,74 por ciento, y en el Hospital
Nuestra Señora de Sonsoles al 105 por ciento. Es decir, no coinciden las
respuestas por escrito con las manifestaciones que hace la Directora
General del Insalud y las que hace el Subsecretario, señor Temes. No
queremos decir que nos estén engañando, pero, seguramente, tienen datos
tan diferentes que les hacen equivocarse a ustedes mismos. Y no sólo
habría que hacer referencia a la contestación en sí y a la consecución de
estos objetivos sino también a los criterios respecto de los objetivos
que se pretenden alcanzar.

La Directora General del Insalud, en su comparecencia el pasado día 6 de
octubre, establecía algunas vías de consecución de objetivos dentro del
contrato-programa y decía textualmente que cada gerencia acuerda con
unidades asistenciales, verdaderos protagonistas de esta forma de hacer
gestión, de este proceso de ida y vuelta, a la actividad anual de cada
servicio. Sin embargo, eso se contradice con las manifestaciones que
hacen ustedes cuando presentan lo que se denomina la memoria del
contrato-programa, que parece ser --por lo que leo en la prensa-- que han
realizado hace unos días, memoria del año 1993 y memoria del cierre del
contrato-programa referido a los centros de atención primaria, a las
unidades ponderales de asistencia, pero dejan un vacío con respecto a lo
que pudiera ser, por ejemplo dentro de la asistencia sanitaria de
carácter primario, la atención bucodental o la atención domiciliaria. No
sabemos realmente en qué nivel está esa consecución de objetivos con
respecto a una buena asistencia sanitaria, dentro de lo que podría ser la
prevención y, por supuesto, el primer escalón de la atención sanitaria.

Por supuesto, no hacen ustedes referencia a la tarjeta individual
sanitaria y otros objetivos que en su momento plantearon.

Con respecto a lo que es la atención especializada, hay que decir que no
conocemos que esos objetivos se hayan fijado en negociación, podríamos
decir, o en íntima relación con quienes son los auténticos protagonistas,
si me permite esa expresión, que van a alcanzar esos objetivos, es decir,
los profesionales, ya sean médicos, ya sean los profesionales de la
enfermería, ya sean otros ciudadanos que participan en la atención
sanitaria. Ustedes hablan del Ministerio con el Insalud, el Insalud
parece ser que establece esos objetivos a alcanzar a través de los
directores provinciales, e incluso en el edificio de Alcalá, y de ahí no
salen, pero nosotros no tenemos conocimiento de que ustedes hayan
establecido una negociación con los servicios de las diferentes
especialidades que hay en los hospitales y, por tanto, no vemos que sea
factible alcanzar esos objetivos



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si no existe una labor de equipo, que es lo que, en principio, habría que
establecer a la hora de la consecución de esos objetivos. ¿Por qué? Con
permiso de la señora Presidenta, me tengo que remitir al hecho luctuoso
del que he hablado en repetidas ocasiones y con el que he comenzado mi
intervención. Me tengo que referir al hecho del Hospital San Jorge de
Huesca. ¿Por qué no hacen ustedes lo que se llama fijación de objetivos
en relación con todo el equipo? Porque los gestores, es decir, los
directores médicos, los gerentes de los hospitales, los directores
provinciales del Insalud no están capacitados para gestionar una empresa
pública de la categoría que tiene el Insalud.

Mire usted, yo le tengo que hacer una referencia a una de las cuestiones
que ayer lunes día 19 ha ocurrido en Huesca con este gravísimo hecho del
Hospital San Jorge. Sin tener conocimiento los gerentes ni los directores
médicos de los hospitales a los que han sido remitidos los enfermos (por
ejemplo, los hospitales de Zaragoza capital, el hospital comarcal de
Barbastro), se han remitido como si fuera un traslado normal. No se
habían previsto las posibles consecuencias de esas obras de remodelación,
no había habido una negociación entre los directores de los diferentes
hospitales de la comunidad autónoma, los directores provinciales del
Insalud no se habían reunido entre ellos para establecer un plan o una
estrategia a la hora de que pasara lo que ha pasado. Incidiendo un poco
en la anécdota le tengo que decir que cuando médicos del hospital
comarcal de Barbastro han acudido a la dirección de ese hospital,
curiosamente la dirección de ese hospital textualmente ha dicho que ellos
hacían lo que les decía el director provincial de salud.

Nosotros nos planteamos lo siguiente: si los directores de un hospital
comarcal, un hospital pequeño, donde hay un gerente y hay un director
médico se remiten a lo que les ha dicho el director provincial de salud
¿para qué están? Sobran en este momento. Esos dos señores sobran en lo
que es la administración del hospital, porque simplemente con poner un
delegado o una persona que curse las indicaciones que ha realizado el
director provincial del Insalud es suficiente.

A modo de resumen y ya para terminar, señora Presidenta, con respecto a
este tema, tenemos que decir dos cosas: en primer lugar, creemos que el
contrato-programa en el año 1993 no ha dado los resultados apetecibles,
los resultados que se preveían desde el Ministerio de Sanidad; y, en
segundo lugar, teniendo en cuenta lo que ha dicho el señor Subsecretario
respecto al recorte de gastos fundamentalmente, éste ha sido en relación,
creo recordar, a los capítulos 2 y 4, pero con respecto al capítulo 1 del
personal del Insalud. Por tanto, cuando yo hacía referencia al aumento de
administrativos en diferentes centros sanitarios, era así.

Como he señalado anteriormente, he de decir que a la oposición no se le
contesta con rigor y, además, se la intenta confundir a la hora de lo que
es un trámite parlamentario de obligado cumplimiento por el Gobierno.




La señora PRESIDENTA: Señor Villalón, me gustaría recordarle, aunque lo
he hecho al principio de una pregunta, que a propósito del lamentable
suceso ocurrido en recientes fechas en un hospital del Insalud de Huesca
estará conmigo, señoría, en que el orden del día de las comisiones no
puede ser modificado en función de hechos puntuales que pueden ocurrir y
que de hecho ocurren cada día.

En segundo lugar, efectivamente, esta Presidencia le ha concedido que S.

S. manifestara su valoración, su protesta por el hecho que ha ocurrido y
debe quedarse ahí, puesto que existen otros procedimientos, y usted lo
sabe, a través del registro de la Cámara para hacer la iniciativa que
corresponda.

Por tanto, el señor Subsecretario, quiero recordarles, únicamente está
obligado a responder al tema por el cual ha sido llamado. No obstante,
dejo a su criterio el que pueda dar algún tipo de explicación o de
satisfacción a su señoría.

Señor Temes, cuando quiera puede comenzar su intervención.




El señor SUBSECRETARIO DE SANIDAD Y CONSUMO (Temes Montes): Señoría, me
he limitado a tratar de responder a la pregunta que era objeto de orden
del día y creo que no es mi responsabilidad en este momento definirme
sobre unos hechos a los que usted se refiere y que yo tengo que decirle
que no conozco en profundidad porque, como sabe, desde hace unos cuantos
meses ya no soy el Director General del Insalud.

Yendo al objeto de la comparecencia que figura en el orden del día,
quiero decirle algunas cosas. En primer lugar, yo creo que no hay
contradicción en los datos que hemos dado. Cada vez que vengo aquí, usted
o los señores Diputados de su grupo se empeñan en lanzar el mensaje
permanentemente de que decimos cosas distintas la Ministra, la Directora
General del Insalud o yo, y yo creo que no es así. Usted dice que yo he
dicho cosas que yo no he dicho. Yo no sé de dónde obtiene la cifra del 85
por ciento del cumplimiento del contrato-programa del año 1993, pero,
desde luego, yo no lo he dicho, y no sé si quizá lo estará usted
confundiendo con la tarjeta individual sanitaria, que sí he hablado de
ella, aunque usted me dice que no. He hablado de la tarjeta individual
sanitaria, señoría, y he dado los datos de la tarjeta individual
sanitaria. La verdad, señor Villalón, es que a veces tengo la impresión
de que no me ha escuchado, porque he hablado de la tarjeta individual
sanitaria y yo no he dado esa cifra del 85 por ciento porque en mi
comparecencia no estaba.

Yo creo que es absolutamente razonable que si usted me pregunta por el
contrato-programa de atención especializada yo le dé los datos de
actividad asistencia, como no puede ser de otra manera, y si ustedes
formulan esa pregunta veinte veces, las veinte veces tendremos que decir
lo que hemos operado, las consultas externas que hemos atendido, las
urgencias que hemos visto, me parece que es una parte sustancial del
contrato-programa. Yo creo que usted sabe perfectamente que no es posible
extrapolar los datos aislados de una provincia a la generalidad. Que me
hable usted del área dos de Madrid, tratando de que eso sea un referente,
creo que sirve de poco.




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Señoría, el trabajo del contrato-programa es un trabajo útil, que se está
haciendo no sólo en España, no sólo en el Insalud, sino que es un método
de trabajo que también comunidades autónomas con competencias sanitarias
plenas lo utilizan, y muchos otros países utilizan este método de trabajo
que en líneas generales trata de adecuar los recursos presupuestarios a
la actividad que debemos desarrollar.

Me dice usted que el gasto se ha reducido fundamentalmente no a expensas
del capítulo 1. Claro, el número de personas que hay que pagar a través
del capítulo 1 en el año 1993 en el Insalud es el mismo que había en el
año 1992. Salvo que usted proponga que no les paguemos, es difícil que
podamos reducir el capítulo 1. Por tanto, sí se ha hecho un esfuerzo
presupuestario muy importante donde se podía hacer, que ha sido
fundamentalmente, y yo creo que con notable éxito --déjeme que lo diga
así--, en el capítulo de gasto farmacéutico, racionalizando el gasto, sin
ningún recorte, a pesar de que se insiste desde su grupo machaconamente
en los recortes, sin aumentar la aportación del usuario y manteniendo la
calidad. También se ha hecho un esfuerzo en tratar de regular algunos
aspectos de la política de personal como son las incapacidades laborales
transitorias. Es decir, yo creo que sí se ha hecho un esfuerzo notable en
tratar de ajustar el presupuesto contemplado en el contrato-programa con
la actividad pactada.

Ya hace muchos años, antes de que hubiese contratos-programa, cuando se
empezó por parte de esas personas que usted considera poco competentes,
que son los directores de hospitales (curiosamente sólo los del Insalud,
parece que su grupo sólo hace política para el 33 por ciento del sistema
sanitario), a hacer gestión hospitalaria se empezó con un sistema de
trabajo que era la dirección participativa por objetivos, que sin duda
usted conoce, y que ya marcaba la necesidad de fijar objetivos de abajo a
arriba, pactados y acordados con el mayor consenso posible, y ese trabajo
se viene haciendo desde los años 1984, 1986, y se ha seguido haciendo.

Por tanto, yo creo que ése es un buen método, que hemos dado un paso
adelante substancial con el contrato-programa y que no deberíamos
descalificarlo porque es una buena herramienta de gestión.




--SOBRE OBJETIVOS QUE SE PRETENDEN ALCANZAR CON EL CONTRATO-PROGRAMA DE
ATENCION PRIMARIA PARA EL AÑO 1995. FORMULADA POR EL SR. VILLALON RICO
(GP). (Número de expediente 181/001087.)



--SOBRE OBJETIVOS QUE SE PRETENDEN ALCANZAR CON EL CONTRATO-PROGRAMA DE
ATENCION ESPECIALIZADA PARA EL AÑO 1995. FORMULADA POR EL SR. VILLALON
RICO (GP). (Número de expediente 181/001088.)



La señora PRESIDENTA: Pasamos a las dos últimas preguntas sobre objetivos
que se pretenden alcanzar con el contrato-programa de atención primaria y
especializada para el año 1995. Formuladas ambas por el señor Villalón
rico del Grupo Parlamentario Popular. Cuando quiera, señor Villalón.




El señor VILLALON RICO: Las dos preguntas que quedan pendientes son
referidas al contrato-programa del año 1995 tanto en relación con la
atención primaria como con la atención especializada. Lógicamente, al
hilo de las preguntas anteriores, seguimos en el mismo debate. O sea, no
he tenido que solicitar a la Presidenta un segundo turno de réplica o de
contrarréplica porque voy a aprovechar la intervención respecto a estas
dos preguntas para matizar algunas cuestiones al señor Subsecretario.

Nosotros no estamos criticando el contrato-programa, primera aclaración;
nosotros estamos criticando que ustedes no han llegado a los objetivos
fijados previamente. Es decir, no estamos criticando lo que podía ser la
teoría, sino que estamos criticando la práctica de lo que han realizado
ustedes. En segundo lugar, nosotros nos referimos a territorio Insalud
porque es nuestra competencia, es la competencia de usted y es la
competencia que tenemos aquí. Si nos refiriéramos a otras comunidades
autónomas con competencias transferidas, lógicamente habría que hacerlo
en esos parlamentos autónomos. Pero nosotros estamos aquí para controlar,
entre otras cosas, al Gobierno respecto a lo que es de su competencia.

Por tanto, yo no puedo hablar en este momento de Galicia, de Cataluña ni
de Andalucía, eso que a ustedes tanto les gusta hacer referencia a otras
comunidades autónomas en relación a temas que aquí no estamos obligados a
tratar, sino que estamos obligados a tratar lo que es territorio Insalud,
que es su competencia, dentro de lo que es expresamente la gestión. Luego
ya hablaremos de otras cosas y en otros foros, como pueden ser debates
fuera del Congreso o a nivel del Consejo Interterritorial, pero aquí
solamente nos referimos a territorio Insalud. Yo creo que se trata de
intentar desviar algunas de las cuestiones.

La pregunta relativa a los contratos-programa del año 1995 iría un poco
en la línea de lo que yo decía antes respecto a aquellas preguntas
realizadas en el mes de marzo sobre la consecución de objetivos
alcanzados en el año 1993, que nosotros creemos no están expresamente
contestadas. Cuando nosotros hablamos de los objetivos fijados entre el
Ministerio y el Insalud para los centros asistenciales, nos gustaría que
nos dijeran exactamente los objetivos, uno a uno, en las diferentes
parcelas. Vuelvo a referirme a la contestación que nos daban ustedes
donde, en atención primaria decían objetivos alcanzados, el 109 por
ciento. Eso no es posible. A mí me parece que podían haber especificado
ustedes algunas cuestiones respecto a los objetivos alcanzados. Por eso
nosotros formulamos esta pregunta, de cara al año que viene, para que
cuando transcurra ese año podamos ver si se han alcanzado los objetivos y
no vengamos aquí con cifras dispares sino que, desde el punto de vista de
lo que se ha prefijado, se vea si se han alcanzado esos objetivos.

También nos gustaría saber, dentro de esos criterios establecidos, como
decía antes, si ustedes han entrado en negociación con los diferentes
protagonistas del sector, es decir, con médicos, enfermeras y con el
resto del personal



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sanitario del Insalud. Nos gustaría saber si han entrado en contacto
tanto con las diferentes sociedades españolas de atención primaria como
con las sociedades de atención especializada para establecer cuáles
pueden ser objetivos a alcanzar. Cuando usted me hablaba antes del número
de intervenciones quirúrgicas, del número de exploraciones
complementarias, de las urgencias, a mí me resulta difícil calcular el
número, por ejemplo, de intervenciones quirúrgicas que se van a realizar
a lo largo del año 1995. A mí me parece un ejercicio casi imposible de
realizar. Usted me dice el número, pero yo le pregunto: ¿Era eso lo que
habían previsto ustedes antes del año 1993? No estamos en contra del
contrato-programa, estamos en contra de cómo lo han gestionado. A ver si
me explico bien, porque me debo explicar muy mal para que usted no me
pueda entender.

Por todo ello --y me remito al texto de las preguntas--, nosotros
queremos conocer los objetivos que se pretenden alcanzar desde el
ministerio en la atención primaria y en la atención especializada, en el
contrato-programa para 1995.




La señora PRESIDENTA: Señor Subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE SANIDAD Y CONSUMO (Temes Montes): Señor
Villalón, en estos momentos yo soy el Subsecretario del Ministerio de
Sanidad y Consumo y, por tanto, creo que puedo referirme a algo más que
estrictamente al territorio Insalud. El Ministerio de Sanidad y Consumo,
como usted sabe, lo es de todo el territorio nacional. Creo que eso
debería quedar claro, porque si no estamos confundiendo. El Ministerio de
Sanidad y Consumo lo es de todo el territorio nacional y parece lógico
que así sea también. Por tanto, me considero absolutamente legitimado
para hablar de todo el territorio nacional como Subsecretario del
Ministerio de Sanidad y Consumo.

Aclarado eso, también le diré que se explica usted divinamente, siempre
lo ha hecho; lo que pasa es que a veces se empeña en explicar algunas
cosas que son imposibles de explicar, porque tienen poco que ver con la
realidad. Comprendo que es probablemente su obligación decir que todo
está muy mal, pero yo creo que cuando explicamos un cumplimiento de
contratos-programa donde cada vez presupuesto y actividad se ajusta más,
es difícil que yo lo pueda entender, insisto, no porque usted se explique
mal, porque usted se explica divinamente y aun a veces en cosas
imposibles.

Antes de entrar a exponer los objetivos que se pretenden alcanzar
mediante el contrato-programa que suscribirá el Ministerio de Sanidad y
Consumo y el Insalud para el próximo año, permítame S. S. que le exponga,
aunque sea brevemente, los objetivos que tiene establecidos el Instituto
para ese ejercicio. De esta forma creo que será más fácil comprender --y
estamos hablando de dificultades de comunicación-- el contexto global en
que se desenvuelve la actividad del Insalud y la relación entre los
objetivos de la atención primaria y de la atención especializada, sobre
los que me pregunta.

El objetivo del Insalud para el año 1995 continúa siendo contribuir a la
mejora de la salud de todos los ciudadanos a través de la prestación de
unos servicios sanitarios de calidad. Para ello dispone de un presupuesto
que asciende a un billón 276.270 millones de pesetas, en el que están
incluidos los cerca de 25.000 millones correspondientes a la anualidad
del saneamiento de la deuda. Este presupuesto supone un incremento del
12,16 por ciento con relación al inicial del año 1994. Para conseguir su
objetivo, el Insalud desarrollará los siguientes criterios y líneas de
actuación: corrección de desequilibrios territoriales, avanzando en la
distribución equitativa del gasto corriente e inversiones en función de
criterios de necesidad; orientación de los servicios a las necesidades de
salud de la población, continuando la adecuación de su actividad a las
nuevas demandas, incrementando la eficiencia en la prestación de
servicios y aumentando la cantidad y calidad de la cartera de servicios
en atención primaria y atención especializada; aumento de la calidad de
los servicios, potenciando las actuaciones iniciadas para incrementar la
fiabilidad de los procesos clínicos y sus registros; ampliar la
protocolización de procesos, las actuaciones de garantía y calidad y los
sistemas de información; mejora de la satisfacción de los usuarios,
aumentando su accesibilidad a los servicios sanitarios, manteniendo la
libre elección de médico y pediatra en atención primaria e introduciendo
la libre elección de especialistas, además de mejorar la accesibilidad
horaria en consultas y servicios diagnósticos; participación de los
profesionales en la gestión de la asistencia, avanzando en el proceso de
descentralización de la gestión, ya iniciado, como SS. SS. saben.

En resumen, estas medidas se basan en dos líneas fundamentales de
actuación: mejorar la satisfacción de los ciudadanos, ampliando su
capacidad de elección y reorientando los servicios hacia sus demandas, e
incrementar la legitimidad social y corporativa de los profesionales,
diseñando mecanismos de participación real y de corresponsabilidad en la
gestión de los recursos.

El contrato-programa que suscribirán el Ministerio de Sanidad y Consumo y
el Insalud para el año 1995 incluye los objetivos, en atención primaria y
especializada, que a continuación señalaré a SS. SS. En cuanto a atención
primaria, los objetivos del contrato-programa del Insalud, para el año
1995, son: mejorar la oferta de servicios asistenciales; mejorar la
accesibilidad de los usuarios; mantener y potenciar la política de uso
racional del medicamento y extender el proceso de descentralización
administrativa. Respecto al primero de los objetivos, las medidas a
desarrollar abarcan la extensión de la cobertura por equipos de atención
primaria al 80 por ciento de la población, alcanzando un total de 1.050
equipos funcionantes; además, se financiarán las obras de construcción de
26 centros de salud y se iniciarán o continuarán las de otros 65. Esto,
unido a los 3.000 millones de pesetas para equipamiento de centros de
salud, hace ascender la cifra de inversiones del Insalud en atención
primaria, para 1995, a 10.568 millones de pesetas.

Para mejorar la accesibilidad de los usuarios, se incrementará el tiempo
medio de consulta y se disminuirá el número de personas por consulta. En
este sentido, debe indicarse que en los últimos cuatro años se ha
incrementado el



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número de horas de consulta, tanto de facultativos como de personal de
enfermería, el 20, y que el tiempo medio de las consultas programadas ha
aumentado hasta 35 minutos por usuario.

Por último, dentro de este objetivo está previsto proseguir en la
extensión de la tarjeta individual sanitaria, facilitándola al 92 por
ciento de la población. A estas medidas, ligadas a la extensión del
modelo de atención primaria, hay que añadir nuevas líneas de trabajo
dirigidas al usuario, tales como la mejora de la información sobre los
servicios de atención especializada. Para ello, cada equipo de atención
primaria contará con especialistas de referencia, con lo que el médico
general podrá asesorar al usuario en la utilización de los servicios de
atención especializada de forma más directa y personalizada; continuar
con el desarrollo y proyectos ya implantados como la cita previa, la
citación por atención especializada, cita programada de gestoría, con lo
que se establece, además, uno de los procedimientos para consultas
burocráticas, lo que flexibilizará el horario a los usuarios y
posibilitará un incremento del tiempo medio de consulta clínica al
descender las de tipo administrativo.

Respecto a la política farmacéutica, el objetivo es mantener y potenciar
el programa de uso racional del medicamento, impulsando los análisis de
perfiles terapéuticos, la protocolización para patologías prevalentes,
incrementando la prescripción de genéricos. Por otra parte, está previsto
potenciar y extender el proceso de descentralización de la gestión al
total de las 57 gerencias de atención primaria; este año se ha iniciado
en 29 de ellas. Con esta medida se fomentará la participación de los
profesionales en la gestión, al hacerles partícipes de la toma de
decisiones, incorporando de esta forma los equipos en atención primaria
como centros de responsabilidad, tanto en la gestión de los recursos,
como en la calidad de los servicios. Además, se incluyen medidas para
mejorar la asignación de recursos a los equipos de atención primaria,
introduciendo nuevas variables como la capitación ponderada por
dispersión geográfica y edad o el nivel socioeconómico.

En cuanto a la atención especializada, el contrato-programa para 1995
incluye mejorar la equidad del sistema, desarrollar y potenciar los
servicios especializados en función de las necesidades de salud de cada
área sanitaria, incrementar la eficiencia de los centros sanitarios,
aumentar la calidad y satisfacción de los usuarios, continuar las mejoras
en la organización y gestión de los centros y servicios.

Dentro del objetivo de mejora de la equidad del sistema, se han previsto
actuaciones para incrementar la dotación de infraestructuras en aquellas
áreas o comunidades autónomas con menores recursos. Entre éstas se
incluyen las obras de construcción de los hospitales de Manacor, Palma-2,
Ciudad Real y Alcorcón. Además, se continuarán las reformas globales y
parciales de los hospitales antiguos; en definitiva, el Insalud destinará
a inversiones en atención especializada la cantidad de 28.462 millones de
pesetas, de los cuales 7.380 corresponden a equipamiento de hospitales.

Para el desarrollo de los servicios de salud, se prestará especial
énfasis en las necesidades de atención a las personas mayores, pacientes
VIH positivos y enfermos de sida, el diagnóstico precoz y tratamiento del
cáncer de mama y la asistencia a los pacientes diabéticos. Asimismo, se
seguirán potenciando aquellos objetivos específicos que favorezcan la
coordinación entre niveles y sectores. Así, para 1995 se incrementarán
las comisiones de coordinación socio-sanitaria de atención a las personas
mayores, constituidas al amparo del convenio-marco suscrito con el
Ministerio de Asuntos Sociales, perfeccionando su funcionamiento.

Igualmente se generalizarán los protocolos de actuación frente a
patologías como el sida, la diabetes o la hepatitis, de forma que se
refuerce la continuidad asistencial entre la atención primaria y la
atención especializada.

Las medidas planteadas para incrementar la eficiencia de los centros se
concretan en alcanzar una estancia media no superior a los 8,8 días,
manteniendo el porcentaje de ocupación actual alrededor del 80 por
ciento, mejorando el rendimiento quirúrgico, aumentando el número de
intervenciones quirófano/día a 4,2, y aumentando el número de consultas
totales, a expensas de las primeras visitas, hasta alcanzar una relación
de 1/2,05. También se consolidarán e impulsarán las unidades de cirugía
mayor ambulatoria y se potenciará el programa de trasplantes de órganos,
como se ha venido realizando hasta ahora.

Para aumentar la calidad de los servicios se han diseñado una serie de
actuaciones para seguir incrementando la fiabilidad de los procesos
clínicos y sus registros, ampliar la protocolización de las actividades e
implantar paulatinamente actividades de garantía de la calidad, al tiempo
que se mejoran los sistemas de información. Entre éstas se incluyen la
extensión del consentimiento informado al cien por cien de los actos
quirúrgicos y exploraciones de alto riesgo, la desaparición de la lista
de espera quirúrgica de pacientes de más de seis meses de demora y la
asignación de médico y enfermera responsable a todos los pacientes
ingresados.

Otra de las medidas esenciales a desarrollar, tal y y como ha anunciado
la señora ministra, es la libre elección de especialista con los que se
profundizará en la personalización de la asistencia, mejorando el grado
de satisfacción de los usuarios, al tiempo que se incentiva a los
profesionales sanitarios. Este asunto será expuesto con mayor detalle con
motivo de la contestación ante el Pleno del Congreso de mañana a la
pregunta oral del Partido Popular.

Por último, con el objeto de mejorar la organización y gestión, se
extenderán progresivamente los sistemas de coste por proceso y se
introducirán medidas para avanzar en la descentralización de la gestión,
a fin de que los propios profesionales adquieran cada vez un mayor
protagonismo y responsabilidad en estas tareas.




La señora PRESIDENTA: Señor Villalón.




El señor VILLALON RICO: Señor Temes, bien es verdad que en esta segunda
intervención, ha estado algo más concreto que en la primera. A pesar de
todo, tengo que decirle que podríamos hacer una división de su
intervención:



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Una primera parte que han sido generalidades y una segunda parte que ha
sido más concreta. Respecto a la segunda parte, donde ha manifestado,
entre otras cosas, que pretenden llegar al 80 por ciento de la población
con equipos de atención primaria, al 92 por ciento con la tarjeta
individual sanitaria y algunas otras cosas más que no he podido anotar,
le rogaría que nos lo diera por escrito para poder hacer un mejor control
posterior de todo lo que prevén y lo que terminarán realizando.

También quería referirme a la primera parte de su intervención. Han sido
generalidades, buenas intenciones. Esto me recuerda a un profesor que
había en la facultad que cuando le preguntaban en qué momento se debía
intervenir quirúrgicamente contestaba: en el momento oportuno, con la
técnica adecuada. Eso es lo que dice usted. Van a mejorar la salud,
etcétera. Por supuesto, pero eso no es el contrato-programa. No creemos
que desde el Ministerio pretendan lo contrario. Esas cosas se dan por
sabidas, pero nosotros queremos ceñirnos, como decía antes, a los equipos
de atención primaria, que sistemáticamente van retrasados; a la tarjeta
individual sanitaria; a las estancias medias, que pretenden sean de 8 a 9
días; a las intervenciones quirúrgicas, que dicen piensan alcanzar, me
parece haber entendido, cuatro intervenciones por día y a la
descentralización en la gestión. Con la estructura y los gestores que
tienen es imposible que hagan una descentralización correcta de la
gestión sanitaria. Se lo repetiré dentro de un año, si siguen en el
Gobierno, que al paso que van no creo que lleguen a durar ustedes un año
porque la situación parece más que calamitosa.

En cuanto al contrato-programa respecto a la atención especializada,
dice: libre elección de especialista. Eso queda muy bonito. El otro día
la Ministra, después de acusar de catastrofista al Partido Popular, decía
que está copiando sus ideas. Habría que decir que los primeros que han
hablado de libre elección de especialista y de centro sanitario hemos
sido nosotros. Pero yo les preguntaría ¿cómo van a hacer esa libre
elección de especialista? El otro día, en la sesión de control del
Congreso una compañera mía preguntaba a la señora Ministra si hay libre
elección de ginecólogo. No hay libre elección de ginecólogo en este
momento. No hay posibilidad de libre elección de especialista en el año
1995, entendida como tal libre elección. Lógicamente, si ustedes le dan a
elegir entre un especialista aquí y otro en un sitio muy distante, pues a
lo mejor, pero lo que es una libertad total de elección de especialista,
en este momento, con la estructura que tienen ustedes, es totalmente
imposible.

Por tanto, es preciso también hacer referencia --yo se lo he preguntado y
no me ha contestado-- a si ustedes han entrado en negociación con los
protagonistas, como decía antes. Parece ser que no, porque yo estoy
leyendo que las sociedades de primaria creen inviable el
contrato-programa. Me estoy refiriendo a la Sociedad Española de
Pediatría, a la Sociedad Española de Medicina General, de medicina
familiar y comunitaria y de medicina rural. Creen --dicen-- que los
objetivos del contrato-programa para 1995 son inviables por la falta de
medios en atención primaria. Esto me imagino que habrá que verlo, porque
seguramente usted tiene buenísimas intenciones, pero la realidad es muy
distinta de esas intenciones.

Respecto a la atención especializada, hay que volver a decir otra vez un
poco de lo mismo. Es decir, tenemos unos magníficos profesionales.

Nosotros les defendemos y se ha puesto de manifiesto el apoyo que ellos
dan al proyecto del Grupo Popular respecto a lo que han hecho ustedes en
estos años anteriores, y creemos que no se les saca --si se me permite la
expresión-- todo el jugo de su conocimiento, desde el punto de vista
sanitario. Creemos que ustedes no están en relación con las apetencias de
los diferentes profesionales sanitarios, y que la gestión --vuelve otra
vez a salir la famosa palabra gestión-- es incompetente para hacer
algunos de los proyectos que ustedes tienen a la hora de establecer este
contrato-programa de cara a la atención especializada del año 1995. Dice
usted que siempre estamos manifestando que está mal. No, siempre no
estamos diciendo que está mal. Nosotros lógicamente decimos que está mal
lo que está mal, porque si usted le parece que están bien las listas de
espera, si a usted le parece que está bien lo que ha pasado en el
Hospital «San Jorge», de Huesca; si a usted le parece que están bien
todos los conflictos que ha habido, por ejemplo, hace poco en el Hospital
«La Paz», de Madrid respecto a las basuras; si a usted le parece que todo
eso está bien... Nosotros decimos que eso esta mal, pero también decimos
que está bien cuando hacen bien algunas cosas, lo que pasa es que son tan
pocas, que nos resulta difícil decirlo.

Para terminar, a mi me gustaría --como decía anteriormente-- que, a la
hora de establecer los criterios, los parámetros o los objetivos a
alcanzar en el año 1995, sería bueno para el Grupo Popular que usted nos
lo diera por escrito y pudiéramos realizar un buen control y que luego,
no sea el debate de si usted ha dicho, yo he dicho o los demás han dicho,
sino que sean auténticas realidades.




La señora PRESIDENTA: Señor Subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE SANIDAD Y CONSUMO (Temes Montes): Señor
Diputado, lo que he dicho, no tengo ningún inconveniente en dárselo por
escrito, también estará en el «Diario de Sesiones» y, por tanto, yo creo
que es claro. La verdad es que le he visto en esta réplica muy mitinero;
o sea, le he visto haciendo mucha propaganda, lo cual esta bien. Yo creo
que en el contrato-programa para el año 1995 los objetivos deben ser,
como siempre en cualquier técnica para fijar objetivos, ambiciosos. Hemos
planteado objetivos ambiciosos, y esto puede servir fundamentalmente para
que las personas que tienen que conseguir estos objetivos hagan un
esfuerzo sabiendo que, a lo mejor, no en todos los casos es alcanzable al
cien por cien, pero ésa es la técnica para realizar un sistema de
objetivos desde hace muchísimo tiempo.

Usted me dice que vamos atrasados en atención primaria y en la tarjeta
sanitaria. Yo creo que el esfuerzo que se ha venido haciendo desde el año
1984 hasta aquí para pasar de un modelo tradicional de atención primaria
a un modelo distinto, ha sido un esfuerzo importante. Por tanto, me
parece que la crítica a todo es exagerada, y yo sí le recomendaría



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que hiciese caso a su profesor, tratase de no operar en un momento
inoportuno y, sobre todo, de no utilizar una técnica inadecuada. Yo creo
que esta bien.

Por lo que se refiere al año, pues ya lo veremos. Sabe usted que esto
fundamentalmente consiste en ganar las elecciones generales. Si ustedes
las ganan, tendrán mi felicitación, y si no, pues otra vez será, pero de
momento me permitirá que mientras no sea así cumpla, como es lógico, con
mis responsabilidades y con mi obligación. Yo creo que ya se ha dicho en
el Congreso, y sabe usted que no es ésa mi responsabilidad desde hace
unos meses, el planteamiento que se tiene sobre la libre elección de
especialista. Hay un compromiso para el año 1995 sobre una serie de
especialidades, y creo que el miércoles pasado lo ha expuesto la señora
ministra, por lo que no debo entrar en dar más información sobre ello,
porque creo que no es necesario.

Por otro lado, respecto a las sociedades de atención primaria estamos en
contacto permanente, con todas ellas, porque hay, como sabe, por lo menos
tres. Es cierto, como no puede ser de otra manera, que en algunos casos
hay mayor acuerdo y en otros menos, pero desde luego, le puedo asegurar
que por falta de diálogo con ellas, sin duda no queda. Eso no quiere
decir que hayan de participar en el pacto de objetivos concretos de los
contratos-programa, donde lo ha de hacer el Insalud con sus centros y
cada uno de sus centros con sus servicios o con sus equipos de atención
primaria, que yo creo que son cosas distintas.

En cuanto a la atención especializada, no tengo inconveniente en darle
algunos datos más concretos. Le agradezco que haya dicho que hacemos
alguna cosa bien, porque es una afirmación sorprendente, creo que no la
había oído nunca, y la verdad es que se la agradezco profundamente. Le
diré algunos datos de atención primaria que quizás sirvan para completar
lo que he expuesto.

Las previsiones que tenemos yo creo quedan expuestas claramente en los
números generales que hemos dado. Yo sé que usted me dice que no
significa nada que le hable de miles de intervenciones quirúrgicas pero
es la manera que tenemos de medir. Me comprometo, si usted lo desea, a
hacerle llegar los datos más concretos de cada una de esas actividades
para el año 1995, tratando de complementar así mi exposición que en su
primera parte usted decía que era excesivamente general.

Muchas gracias



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Subsecretario. Señorías
concluido el orden del día de esta última sesión de la Comisión de este
año, esta Presidencia desea a SS. SS., a los servicios técnicos de la
Cámara, a los miembros de la prensa y miembros del Gobierno que se
encuentren aquí presentes, unas felices fiestas y un sereno y saludable
Año Nuevo.

Se levanta la sesión



Era la una de la tarde.