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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 378, de 13/12/1994
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1994 V Legislatura Núm. 378
DE ESTUDIO SOBRE LA INTERVENCION
DEL BANCO ESPAÑOL DE CREDITO
PRESIDENTE: DON JUAN MUÑOZ GARCIA
Sesión núm. 24
celebrada el martes, 13 de diciembre de 1994



ORDEN DEL DIA:
Dictamen, a la vista del Informe emitido por la Ponencia, de la Comisión
no Permanente sobre la intervención del Banco Español de Crédito.




Se abre la sesión a la nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Señorías, comienza la sesión.

Punto único del orden del día: Dictamen del informe de la Ponencia de la
Comisión no permanente sobre la Intervención del Banco Español de
Crédito.

Las intervenciones de los distintos grupos tendrán lugar de mayor a
menor, siendo la última en intervenir la portavoz del Grupo Socialista.

En primer lugar, por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Fernández de Troconiz.




El señor FERNANDEZ DE TROCONIZ MARCOS: Concluimos hoy esta Comisión
especial para el estudio de



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la Intervención del Banco Español de Crédito. Nos hemos reunido en 25
ocasiones, señor Presidente, y quiero agradecer, en nombre del Grupo
Popular, tanto a los servicios de la Cámara como a la Presidencia y a los
demás compañeros de los distintos Grupos políticos, el ambiente de seria
y franca camaradería que ha existido entre nosotros así como la
colaboración mutua que en todo momento ha habido --al menos así lo hemos
sentido los Diputados del Grupo Popular-- por parte de los servicios de
la Cámara y por parte de los demás comisionados pertenecientes a otros
grupos políticos.

Tras este capítulo de agradecimiento, señor Presidente, tras hacer notar,
además, el carácter de la Presidencia, siempre conciliadora y siempre
intentando que se llegase a acuerdos y que el consenso se hiciera patente
en la Comisión, debo decir que eso realmente ha fructificado ahora, como
creo que hoy será, con la aprobación por unanimidad del dictamen de la
Comisión por los diferentes parlamentarios, por los diferentes
comisionados que la integran. Así, el voto en esta Comisión por parte del
Grupo Popular va a ser a favor del dictamen de la Comisión.

Hemos de hacer constar, sin embargo, que el dictamen no nos satisface
plenamente, como imagino que ocurrirá a los demás comisionados que
integran esta Comisión. Pero una cosa es que no nos satisfaga plenamente
y otra cosa es que hayamos cedido, una veces dando, otras veces tomando,
recortando, transaccionando, a los efectos de que el dictamen pudieran
ser aprobado por unanimidad.

Sin perjuicio de los motivos que nos han llevado en muchas ocasiones a
mover nuestra voluntad, a mover nuestro criterio, en aras de esta
unanimidad, que explicaremos cumplidamente en el Pleno pasado mañana,
cuando presentemos ante la Cámara el trabajo de esta Comisión, he de
adelantar, señor Presidente, señoras y señores Diputados, compañeros de
esta Comisión, que hemos entendido, por el carácter especialísimo de la
intervención del Banco Español de Crédito, por el carácter especialísimo
de esta quiebra en esta entidad financiera, que pudo haber ocasionado
gravísimos perjuicios en el sistema financiero español, por mor, además,
de llevar a efecto una oposición netamente constructiva, que era bueno y
deseable para el sistema financiero español que existiera unanimidad de
todos los grupos políticos en el conocimiento veraz, acertado y adecuado
de la intervención del Banco Español de Crédito por parte del Banco de
España.

No obstante, y a eso me refería con anterioridad, esta unanimidad no
significa asentimiento absoluto; significa simplemente que estamos de
acuerdo con el dictamen y que entendemos que es importante que el mismo
no tenga ningún tipo de fisuras en su presentación a la Cámara y a la
opinión pública, sin perjuicio de que, paralelamente a nuestro voto
afirmativo, a nuestra aportación a esta unanimidad, no podamos dejar,
señor Presidente, de manifestar que en todo aquello en lo que no estamos
de acuerdo en el dictamen, presentaremos las correspondientes iniciativas
parlamentarias y que ya nos ocuparemos cumplidamente de desgranar en el
Pleno pasado mañana, cuando sea aprobado, me imagino, por unanimidad,
este dictamen de la Comisión.

Por todo esto, señor Presidente, quiero anunciar nuestro voto favorable
hoy, ahora, al dictamen de la Comisión; ya lo explicaremos más
cumplidamente, con mayor extensión, en el Pleno de la Cámara. Que sea
nuestro voto un sí, pero, pero que el «pero» no empece en absoluto al sí;
el «pero» se puede dejar para otra ocasión porque lo que importa
realmente ahora aquí, señor Presidente, señoras y señores Diputados, es
un sí y rotundo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, tiene la palabra el señor Espasa.




El señor ESPASA OLIVER: Es obligado comenzar también por parte de nuestro
Grupo un breve, pero no por ello menos sincero, capítulo de
agradecimientos al resto de los representantes de los grupos
parlamentarios que han trabajado en esta Comisión, a la Presidencia de
esta Comisión, a los servicios de la Comisión de Economía, Hacienda y
Comercio de esta Cámara, y, en general, a los servicios de la Cámara por
el ingente trabajo que han desarrollado junto con los comisionados en
esta Comisión no permanente de seguimiento sobre la Intervención del
Banco Español de Crédito.

Yo quisiera resaltar en esta breve exposición, puesto que nos reservamos
también para el Pleno una exposición más detallada, no de los
desacuerdos, ya empiezo por ahí, sino de los aspectos que nuestro Grupo
hubiese querido enfatizar más, en los que nuestro Grupo hará propuestas e
iniciativas legislativas, para, en el camino de lo que ha sido esta
Comisión, profundizar más aún la necesaria colaboración entre los
organismos de supervisión bancaria, el Banco de España, y el propio
Parlamento, y ya se verán en su momento las iniciativas que nuestro Grupo
hará en esta dirección, quisiera subrayar --repito-- en esta primera
intervención la bondad de esta Comisión. La bondad por el hecho de que ha
sido una Comisión abierta, ha sido una Comisión pública y, precisamente
porque ha sido abierta y pública, ha sido una Comisión eficaz,
transparente y no morbosa, y hemos tenido una capacidad muy alta de
indagar la verdad, de llegar, no diré a toda la verdad --además, la
verdad siempre es un concepto aproximativo, como saben SS. SS.-- pero sí
a un alto grado de certeza sobre lo que pasó en la gestión de Banesto y
sobre lo que sucedió en la intervención y en el período que va desde la
intervención hasta la adjudicación de la entidad a través de una subasta
que fue adecuadamente supervisada por esta propia Comisión.

Por lo tanto, primer punto, desde nuestro Grupo parlamentario, a
subrayar: las comisiones abiertas, sean o no de investigación, públicas,
son más eficaces, son más transparentes y son menos morbosas. Nos parece
que éste es un elemento a retener por parte de los distintos grupos
parlamentarios para otras posibles actuaciones en este mismo sentido.

La Comisión Banesto ha tenido una gran capacidad de indagación, de llegar
muy cerca, y, en algunos casos, creo que hemos llegado al núcleo de la
verdad y, en cambio, no hemos tenido que recurrir en ningún momento, ni
al secreto



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ni a las sesiones cerradas. Este es un elemento que debe subrayarse.

¿Qué hemos hallado? Básicamente, como se ha repetido a lo largo de los
trabajos de la Comisión, tres elementos. En primer lugar, un grave error
estratégico que cometen los antiguos gestores, la expansión crediticia en
un momento de recesión económica en un Banco que además tiene adjunto un
gran grupo industrial. En segundo lugar, negligencias e incumplimientos
de toda normativa vigente, graves incumplimientos de toda normativa
vigente --no voy a recordar ahora a los señores comisionados qué leyes,
qué normas fueron repetidamente infringidas por los antiguos gestores de
Banesto--, y, en tercer lugar, la comisión de posibles delitos. No
compete a esta Comisión dilucidar si fueron o no, si llegaron a ser
delitos, puesto que en nuestro Estado de Derecho otros organismos tienen
esta competencia, pero la Comisión, o al menos este comisionado que les
habla, ha tenido la impresión de que hemos descrito lo que en otros
libros, es decir, en el Código Penal, se describen como delitos; nosotros
lo describimos como resultado de las investigaciones de esta Comisión.

Para nosotros éstos son los elementos más importantes del trabajo de la
Comisión, acercarnos a la verdad, una verdad siempre aproximativa, una
verdad que hemos construido entre todos los grupos. Y éste es el elemento
fundamental para nosotros, la unanimidad que parece que va a existir en
la aprobación de este dictamen, unanimidad que representa que todo el
arco parlamentario ha llegado a unas conclusiones parecidas y similares
sobre el juicio que les ha merecido la gestión de los antiguos
administradores del Banco Español de Crédito.

Pienso que éste es un elemento de una enorme importancia por el valor que
va a tener como signo de respuesta de la sociedad civil, del auténtico
sistema de convivencia de que nos hemos dotado los españoles, el sistema
democrático, con unos representantes de la soberanía popular; que estos
representantes de la soberanía popular lleguen a un acuerdo, como parece
que va a ser, unánime, sobre un tema tan controvertido como éste, para
nuestro Grupo es de una enorme importancia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán de Convergència i Unió, tiene
la palabra el señor Sánchez i Llibre.




El señor SANCHEZ I LLIBRE: También desde nuestro Grupo de Convergència i
Unió, antes de hacer el posicionamiento respecto al dictamen, quisiéramos
agradecer a los servicios de la Cámara, al letrado, que nos ha asistido
en todas las reuniones de esta Comisión durante sus diez meses de
trabajo, así como a la Presidencia, su colaboración, juntamente con los
demás grupos parlamentarios; han conseguido que, finalmente, este
dictamen se apruebe por unanimidad sin ningún tipo de fisuras.

Quisiera asimismo exponer la metodología de trabajo de la Comisión: diez
meses de trabajo, veinte sesiones de reuniones de Mesa y portavoces,
veinticinco reuniones en el Pleno de la Comisión, cuarenta y cuatro
comparecencias y noventa y cuatro horas de presencia efectiva de los
miembros de la Comisión, aparte de las horas de trabajo que todos los
grupos parlamentarios hemos dedicado a prepararnos para dichas
intervenciones. Pienso que éste es un buen resumen de lo que ha de ser
una comisión de seguimiento y no de investigación. También resaltaríamos
desde nuestro Grupo que a través de esta Comisión ha quedado demostrado
que las comisiones públicas, las comisiones abiertas --en los debates y
reuniones de Mesa y portavoces los diferentes grupos parlamentarios
teníamos nuestras dudas--, han tenido efectividad y que han dado unos
resultados óptimos; ello nos llevará a un voto unánime de dicho dictamen.

Desde Convergència i Unió pensamos que hemos cubierto satisfactoriamente
los dos objetivos que habían marcado la creación de esta Comisión, que
eran el seguimiento de las actuaciones de los organismos e instituciones
públicas en relación a la intervención del Banco Español de Crédito a
través del Banco de España así como la posterior puesta en marcha del
plan de saneamiento. Por descontado, hemos llegado asimismo a sugerencias
importantes sobre cuáles han sido las causas por las que la gestión de
Banesto llevó a la quiebra técnica de dicha entidad, así como también las
valoraciones que seguramente llevarán a modificar algunos aspectos
importantes de la legislación mercantil y del Código Penal que
actualmente rigen en España.

También Convergència i Unió va a explicar y a detallar en el Pleno de
esta semana los acuerdos más importantes del dictamen. No vamos a
presentar desacuerdos respecto al mismo, ya que entendemos que el trabajo
y los resultados han sido óptimos. Para nuestro Grupo lo fundamental es
sacar conclusiones importantes de lo que ha pasado en Banesto y, por
descontado, que a través de estas conclusiones, de estas valoraciones y
de estas sugerencias, intentemos por todos los mecanismos, tanto de
control del Banco de España como los mecanismos parlamentarios
correspondientes, que una situación como la de Banesto no se vuelva a
producir en el sistema financiero español. Pensamos que el peligro que
supuso que cuatro millones de depositantes perdieran dichos depósitos
afectó profundamente a la credibilidad del sistema financiero español y
no nos podemos permitir el lujo de que este problema se vuelva a repetir.

Lo más importante, desde nuestro punto de vista, del trabajo de la
Comisión es que un problema tan grave como el de Banesto nos sirva de
ejemplo para que no se vuelva a producir en el sistema financiero
español. Nuestro Grupo de Convergència i Unió valora positivamente que en
una crisis tan importante como la de Banesto, nuestras instituciones, en
este caso el Banco de España, interviniera a tiempo para que no se
perdieran los depósitos de los cuatro millones de depositantes en ese
momento del Banco Español de Crédito y, por descontado, celebramos la
celeridad y agilidad de las entidades privadas de nuestro país que
pudieron optar a la subasta de Banesto con unos precios que paliaron los
recursos públicos que en un principio tenían que estar destinados al
agujero que se produjo en estas circunstancias.

También quiero hacer constar que Convergència i Unió ha calificado la
gestión de los anteriores gestores de Banesto



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como temeraria, imprudente y peligrosa. Hemos introducido recomendaciones
en el dictamen final que detallaremos en nuestra intervención del próximo
jueves en el Pleno del Congreso de los Diputados.

Antes de acabar mi intervención, quiero volver a felicitar a todos los
grupos parlamentarios por su colaboración, que ha facilitado que,
finalmente, podamos aprobar este dictamen por unanimidad.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Vasco (PNV), tiene la palabra el señor
Zabalía.




El señor ZABALIA LEZAMIZ: Desde el Grupo Parlamentario Vasco queremos
manifestar la satisfacción por el trabajo ya finalizado de la Comisión.

Creo que se ha cumplido el objetivo para el que fue creada, es decir, el
seguimiento de las actuaciones de los organismos e instituciones que
tuvieron participación en la intervención del Banco Español de Crédito.

El objetivo está cumplido, repito.

También queremos mostrar nuestra satisfacción por el modo en que se han
desarrollado los trabajos de la Comisión. Creo que se ha hecho una labor
seria y eficiente por parte de los comisionados. Ha habido una dedicación
muy intensa en todo este período. Me quiero unir asimismo al
agradecimiento hacia los servicios de la Comisión, especialmente al señor
letrado, resaltar el trabajo realizado por el señor Presidente de la
Comisión y manifestar la satisfacción por el consenso y unanimidad en la
elaboración del informe, consenso y unanimidad que han sido resaltados
por todos los grupos representados en esta Comisión. Es destacable este
gran nivel de unanimidad que ha existido desde un principio. Existió
unanimidad en la valoración de la gravedad de los hechos cuando se
produjeron, ha existido unanimidad en las prioridades de la Comisión para
dar solución al problema de Banesto, preservando los intereses de los
clientes, los depositantes, el personal, los accionistas y los
acreedores. Ha habido también unanimidad en el desarrollo de los trabajos
de la Comisión y unanimidad en la valoración y sugerencias, si bien es
cierto que con los matices manifestados por algún grupo parlamentario.

Este es un aspecto para mí, para mi Grupo Parlamentario, de los más
destacables.

De todo el trabajo de estudio y análisis de la Comisión, quisiera
destacar, desde la perspectiva del Grupo Parlamentario Vasco (PNV), la
correcta actuación, según se desprende del informe, de los organismos
públicos que han estado involucrados en este caso: el Ministerio de
Economía y Hacienda, el Banco de España y la Comisión Nacional del
Mercado de Valores. Tengo que destacar también la eficaz labor del equipo
gestor que se hizo cargo interinamente del Banco, elaborando un plan de
saneamiento del que tuvo puntual conocimiento esta Comisión. Destaco este
trabajo porque ha dado una solución rápida y adecuada a los intereses de
los clientes, de los accionistas, de los trabajadores y, en general, de
todo el sistema financiero.

Hay que destacar en otro orden de cosas, la conclusión, también unánime,
de la responsabilidad del antiguo equipo gestor, con el señor don Mario
Conde a la cabeza, del deterioro patrimonial del Banco que desemboca en
su intervención por el Banco de España y de la sustitución del Consejo de
Administración. Creo que estos aspectos, que también eran claves en la
labor de investigación de la Comisión, han quedado suficientemente
aclarados, como se refleja en el informe.

No voy a entrar en otras consideraciones ni valoraciones políticas en
este momento porque vamos a aplazarlo hasta que se presente el informe en
el Pleno del Congreso del próximo jueves.

Para finalizar, quiero destacar el contenido del apartado de valoraciones
y sugerencias, en donde se recogen, creo que de forma acertada, los
aspectos que hacen referencia a las posibles reformas legislativas, tanto
en materia mercantil como personal, y que pueden contribuir, a nuestro
entender, a evitar o por lo menos a controlar actuaciones similares en la
administración de entidades financieras.

Por nuestra parte, no queda más que felicitarnos por la labor realizada,
que pienso que puede servir de ejemplo en otras situaciones similares por
la eficacia y por la importancia de la labor que ha realizado esta
Comisión.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra
el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Coalición Canaria se congratula y se felicita
del trabajo que, colegiada y colectivamente, esta Comisión ha realizado.

Creo que es bueno, como han destacado otros compañeros que me han
precedido en el uso de la palabra, el carácter abierto, y no secreto, que
ha tenido esta Comisión, por su propia naturaleza, se definió como de
estudio y no de investigación; siendo de estudio ha estado abierta a los
medios informativos, porque creemos que es muy importante la valoración
política que nosotros hacemos y que nos mueve a dar nuestro apoyo con
nuestra firma a este consenso, a la unanimidad en este informe. Como
digo, es importante no ya que sea bueno para el sistema financiero
español, considerado como una institución privada profesional --que bueno
es también que sepa toda la banca española que el Congreso se preocupa,
trata estas materias con sus Comisiones y da unas garantías
constitucionales de seguimiento de estos problemas--, sino que también
sea importante para el usuario español, para el impositor del sistema
financiero. Esto también nos mueve a apoyar por unanimidad este informe.

Una vez que los medios de información social transmitan a la opinión
pública española el conocimiento de las premisas y de las conclusiones de
este informe, se verá que el usuario, el ciudadano y el impositor, en
este caso concreto, también tienen unas garantías en la defensa de sus
intereses legítimos, legales y constitucionales en el Parlamento.

Quiero destacar el punto número 1, relativo al seguimiento de las
actuaciones de organismos e instituciones públicos en relación con la
intervención de Banesto. Hubiéramos hecho un flaco servicio a la
naturaleza de la Comisión y a su cometido fundamental, que era la
intervención



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de Banesto por el Banco de España, si no hubiéramos analizado el
comportamiento de esas instituciones --caso del Banco de España o de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, etcétera-- y, como lo ha hecho
la Comisión, que nosotros lo destacamos positivamente, sin hacer en este
número 1, seguimiento de las actuaciones, juicios de valor. El Parlamento
tiene como misión fundamental, entre otras, por la Constitución y por su
Reglamento, el control del Ejecutivo y de aquellas instituciones
oficiales que forman parte del entramado institucional del Estado
español, entre ellas el Banco de España. Este capítulo honra a esta
Comisión y la garantiza un prestigio.

El capítulo 2 puede ser un capítulo de apreciación subjetiva:
conocimiento de la situación provocada por la gestión de Banesto, el
riesgo crediticio, etcétera, pero creemos que los juicios políticos y de
valor que se hacen están basados en la objetividad de los datos aportados
por cuantas personas han comparecido en esta Comisión.

Finalmente, queremos destacar que, cumpliendo la finalidad de estudio de
esta Comisión, el punto tercero de este informe recoge en las
valoraciones y sugerencias algo muy importante.

Si se han observado todas esas deficiencias, atribuibles a quienes tengan
las responsabilidades, políticas, mercantiles, judiciales, penales,
etcétera, y, en este caso, ante el análisis y estudio que ha hecho esta
Comisión, no podía faltar la propuesta de considerar reformas
legislativas. Aquí está el trabajo más importante de Parlamento. Las
responsabilidades que cualquiera de los encartados en este informe puedan
tener ante otras instancias, tanto de la Administración del Estado como
de otros órganos jurisdiccionales, será una historia a enjuiciar por esas
otras instancias, con las responsabilidades que hubieren lugar. Pero creo
que lo importante es que aquellas deficiencias legislativas, aquellos
huecos por donde conductas como las que se han estudiado en este informe
se han podido colar, quedan suficientemente atendidas con las propuestas
de reformas legislativas en las relaciones del consejo de administración,
accionistas, auditorías, por poner tres ejemplos fundamentales. Tanto el
Gobierno como cualquiera de las fuerzas políticas que tienen iniciativa
parlamentaria para proponer modificaciones legales pueden hacer uso de
este informe y pueden ir por esa línea en la propuesta correctora. Es el
mejor beneficio que podemos dar a todo el sistema financiero español, a
los impositores, a los usuarios y, sobre todo, al prestigio del
Parlamento.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor
Albistur.




El señor ALBISTUR MARIN: Voy a centrarme fundamentalmente en aquellos
aspectos que quizás no son los noticiables, pero que, a mi modo de
entender, han constituido el nudo central de esta Comisión.

En primer lugar, no suele ser habitual sumarse a posiciones de otros
grupos en esta Cámara, pero me tengo que sumar necesariamente a las
opiniones que se han vertido en torno al trabajo de la Comisión y al
contenido del informe conclusivo de la misma. Este es un aspecto
fundamental a destacar, porque, por primera vez, y después de casi un
centenar de horas de trabajo y de otras muchas horas revolviendo la
innumerable información de la que hemos dispuesto, podemos llegar a esta
conclusión. Creo que precisamente aquí reside el valor del trabajo de
esta Comisión y del valor de esta Cámara, porque no corren tiempos para
reconocimientos de unanimidades ni de consensos, pero si alguien puede
estar satisfecho es aquel por quien y en nombre de quien esta Comisión ha
trabajado, que es fundamentalmente el accionista del sistema financiero
en general y de Banesto en particular. El pequeño accionista puede
sentirse, no diría que satisfecho, pero menos preocupado, tanto por la
actuación judicial que se está llevando a cabo como por las conclusiones
que esta Comisión ha extraído. Creo que la Cámara ha cumplido el papel
que le fue asignado, ha cumplido más que digna y rigurosamente llevar
adelante una comisión de investigación y una metodología de la que no
había historia en esta Cámara para trabajar en una Comisión de
investigación y sacar las conclusiones pertinentes que después puedan ser
utilizadas por las instancias que corresponde, que en este caso es la
Justicia.

Esta Comisión ha tenido dos partes: primero, la parte relativa al proceso
de intervención, y creo que habría que decir un bien por el Banco de
España y un bien por el equipo gestor. Si de alguna forma tuvo que tener
un eco internacional el escándalo que llevó a la intervención, también
tiene que tener otro eco internacional todo el proceso de intervención.

En un país en el que todos estamos acostumbrados a manifestar o a
reconocer que es habitual la chapuza, en este caso no ha existido nada
parecido a una chapuza, sino todo lo contrario: una actuación rigurosa,
rápida, que ha puesto en buen recaudo los recursos de los accionistas y
de los depositantes en el Banco y que ha contribuido a garantizar el buen
nombre del sistema financiero del Estado.

También hay que alabar en este sentido, por esta vez, el buen trabajo y
la actuación rápida y rigurosa del Banco de España, siempre trabajando y
dejando trabajar al equipo gestor de Banesto.

La segunda parte se ha caracterizado fundamentalmente por continuar en la
línea de las consecuencias de la intervención y tratar de sacar algunas
conclusiones sobre la actuación anterior de la gestión en Banesto. No se
han buscado cabezas de turco, que quizás hubiera sido lo más fácil, y que
podía haber sido la tentación, como en alguna otra Comisión que ha
existido en esta Cámara. Las personas que hemos trabajado en esta
Comisión yo creo que hemos iniciado un proceso de apertura, estábamos
sometidos desde el exterior a todo un proceso de imagen que hubiera
condicionado y que pretendió condicionar los trabajos de esta Comisión,
pero la sensatez y el buen hacer han hecho que este proceso abierto y de
comparecencias en la Comisión haya aclarado por sí mismo y haya permitido
que se aclarara por sí mismo cuál era el contenido de ese proceso de
lavado de cara o de imagen que se estaba realizando desde el exterior y
ha dejado a los protagonistas con la figura que tenían, por muchos trajes
preciosos que se hubieran puesto. Cabría decir una frase muy clara, un
dicho popular,



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pero, como todos nos la imaginamos, la dejo en las cabezas de cada uno.

Finalmente quisiera, como aportación a esta Comisión, que alguien --no sé
si corresponde a su Secretaría-- hiciera un resumen de la metodología de
trabajo llevada. Después de haber participado, tanto en la Comisión de
Mariano Rubio como en ésta, dada la juventud de las Comisiones de
Investigación en este Parlamento, merece la pena que se haga una
reflexión sobre la metodología de trabajo, fundamentalmente porque ahí
reside la garantía de la imparcialidad y de la defensa de los derechos de
los ciudadanos. En ambos casos, en ambas comisiones ha salido garante
este Parlamento de la defensa de derechos y libertades de ciudadanos que
son fundamentales y, sobre todo, de enjuiciar conductas que, amparadas en
la democracia, únicamente persiguen el lucro personal. En ese sentido, me
satisface que esta Comisión haya mantenido un párrafo, en su número tres,
donde define el pecado capital de lo que en Banesto ha sucedido. Dice el
párrafo: Cobra una especialísima importancia en el caso de las entidades
de crédito la falta de transparencia y control en la administración de
las sociedades en las que el interés afectado por una eventual crisis
trasciende del propio círculo de la empresa en cuestión para afectar, en
primer lugar, a todos los depositantes e inversores que han confiado sus
fondos en la misma, así como al eficaz y correcto funcionamiento del
sistema financiero en su conjunto. Y todo ello --se dice-- porque se
destaca muy especialmente la estructura de gestión concentrada de la
entidad, apoyada en un reducidísimo número de personas que ejercían la
efectiva dirección de la misma sin contrapunto ni control adecuados por
parte del órgano al que la Ley atribuye precisamente dichas competencias
como parte integrante de la Administración de la entidad.

En medio de toda esa concentración de poder y de obscurantismo o falta de
transparencia que ha existido, esta Comisión --como también la Comisión
sobre Mariano Rubio-- ha sido capaz de poner a cada uno en su sitio. Eso
es algo que creo que debe quedar en los anales de esta Cámara y que debe
quedar recogido para trabajos futuros.




El señor PRESIDENTE: Creo que no tiene ningún problema, porque la parte
del método está recogida, aunque sí sucintamente, en la introducción del
informe de la Ponencia.

Tiene la palabra, por el Grupo Socialista, la señora Aroz.




La señora AROZ IBAÑEZ: Señorías, el Pleno de la Cámara acordó el 24 de
febrero del presente año la creación de esta Comisión no permanente sobre
la intervención del Banco Español de Crédito que se había producido el 28
de diciembre de 1993 y ello atendiendo a la magnitud de esta crisis
bancaria que requería clarificar todos los extremos y cumpliendo la
función del Parlamento en relación con la sociedad.

La Comisión ha cumplido con ese mandato y hoy podemos presentar a la
Cámara y a la sociedad española un dictamen con la unanimidad de todos
los comisionados, un dictamen que ha sido elaborado con la máxima
objetividad y contrastadamente y que permite establecer y valorar la
situación del Banco Español de Crédito en el momento de su intervención,
valorar esa intervención por parte del Banco de España y establecer las
causas que condujeron a la crisis.

El Grupo Socialista quiere manifestar que suscribe totalmente el
contenido del dictamen que presentamos a la Cámara y a la sociedad
española y quisiera utilizar este turno de fijación de posición no tanto
para valorar el trabajo de la Comisión, coincidiendo con las valoraciones
que han hecho los portavoces que me han precedido, sino para destacar muy
brevemente las conclusiones fundamentales contenidas en este dictamen.

La primera conclusión es que la intervención de Banesto estuvo plenamente
justificada, fue adecuada y oportuna, ajustada a Derecho y ratificada por
los accionistas, los legítimos propietarios del Banco, en la Junta
General del 26 de marzo de 1994. Estuvo justificada por la situación de
quiebra de la entidad, expresada en un quebranto patrimonial y unas
necesidades de saneamiento de 605.000 millones de pesetas frente a unos
recursos propios de 360.000 millones. Este hecho, como señala el
dictamen, resulta incuestionable ya que la cifra de saneamientos
necesarios era la resultante de aplicar las normas vigentes, las normas
contables y de solvencia establecidas para las entidades financieras.

La medida adoptada, la sustitución del órgano de gestión, fue adecuada y
acertada, teniendo presente, en primer lugar, que eran administradores
que habían llevado al Banco a la quiebra en un plazo récord, en cuatro
años, ya que el Banco estaba saneado al 31 de diciembre de 1989. Y en
esta apreciación coinciden tanto el Banco de España como los propios
gestores de Banesto, los gestores sustituidos por el Banco de España, ya
que el propio ex presidente de Banesto así lo confirmó en su
comparecencia en esta Cámara.

En segundo lugar, el plan aportado por los administradores el 21 de
diciembre de 1993, con un reconocimiento de la situación de quiebra, era
una muestra de la incapacidad de estos gestores para afrontar la
gravísima situación de Banesto. El plan era insuficiente, irreal y
carecía del respaldo efectivo, en dinero, de los inversores
internacionales; no reconocían todos los saneamientos necesarios,
pretendían una situación de excepcionalidad en el cumplimiento de las
normas vigentes para las entidades de crédito y preveían una
capitalización de la entidad apelando a los mercados desde esa situación
y después de que en los seis meses anteriores se había producido una
ampliación de capital que había sido totalmente consumida.

En tercer lugar, hay que destacar que, siendo necesaria una aportación
importantísima de recursos externos, unos recursos de gran magnitud,
hubiera sido una absoluta imprudencia confiarla, ponerla en manos de los
mismos gestores que habían llevado el Banco a la quiebra. La actuación
del Banco de España fue ajustada a Derecho y en aplicación estricta de lo
dispuesto en la Ley de Disciplina



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y Ordenación de las Entidades de Crédito que prevé esta actuación, la que
llevó a cabo el Banco de España, ante situaciones de excepcional
gravedad, como era la de Banesto, una situación de insolvencia que
afectaba a más de cuatro millones de depositantes y que de haber sido
conocida por los mercados hubiera tenido consecuencias dramáticas para
nuestro sistema financiero y de pagos y para la economía española,
teniendo presente las ramificaciones nacionales e internacionales de
Banesto.

En este capítulo de actuación de las instituciones, como se ha señalado
por otros portavoces, hay que destacar la absoluta transparencia con la
que actuaron todas las instituciones: el Banco de España, el Ministerio
de Economía, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, cuyos
responsables comparecieron de manera inmediata en esta Cámara, en la
Comisión de Economía, para dar cuenta de los hechos y, con posterioridad,
en los momentos en que fueron requeridos, para informar de las
actuaciones correspondientes sobre el plan de saneamiento y
recapitalización.

La segunda conclusión del dictamen es que las causas de la crisis son
exclusivamente imputables a la gestión de los administradores, los
administradores sustituidos por el Banco de España. No hubo herencia del
pasado, pues el Banco estaba saneado, como he dicho anteriormente y así
se dice en el dictamen, el 31 de diciembre de 1989 y no puede imputarse a
la crisis económica, que fue una situación que afectó por igual a toda la
banca y a la gran Banca, sin que ello conllevara situaciones como las que
se produjeron en Banesto.

En el dictamen han quedado establecidas claramente, como han dicho otros
intervinientes, las responsabilidades de los gestores en la gestación de
la crisis, consecuencia, fundamentalmente, de una concentración de poder
en el presidente de la entidad, que impuso una estrategia de crecimiento
a ultranza, carente de profesionalidad y transgrediendo las normas
contables y de solvencia para las entidades de crédito, todo ello
acompañado de la ocultación y de la obstrucción sistemática a las
entidades supervisoras. Este hecho impidió que se adoptaran las medidas
correctoras con anterioridad al momento en que se toman, antes de llegar
a poner en juego los ahorros de los depositantes y los recursos públicos.

Esto es grave e imputable a los anteriores gestores de Banesto. Estas
prácticas irregulares incluyeron también operaciones en beneficio de
empresas relacionadas con los consejeros y, en particular, con el ex
presidente de la entidad.

Por todo ello cabe afirmar que en la gestión de Banesto se subordinaron
los intereses de los accionistas, de los depositantes de los clientes y
de los trabajadores, es decir del Grupo Banesto, a los intereses de los
administradores y que esta gestión estuvo caracterizada por la falta de
profesionalidad, de honestidad y de integridad de los gestores
sustituidos por el Banco de España. Sin duda, éstas son las conclusiones
fundamentales del dictamen, que incluye también un capítulo de
recomendaciones, valoraciones y sugerencias.

A lo largo del análisis de esta crisis bancaria se han producido
reflexiones que, con carácter abierto, recoge el dictamen, reflexiones y
sugerencias en el objetivo --como se ha dicho también-- de mejorar la
prevención de la crisis, así como de establecer las responsabilidades de
los gestores.

Desde nuestro punto de vista, la reflexión más importante en este
capítulo, en la que han coincidido muchos comparecientes, es que la mala
gestión es básica en las crisis de las entidades bancarias y que por ello
los problemas de gestión deben ser regulados por los consejos y las
juntas de accionistas, lo que requiere, en primer lugar, una organización
y un funcionamiento que permitan evidenciar la gestión y, en segundo
lugar, asegurar que los miembros de los consejos reciben la información y
las recomendaciones que emanan de las autoridades supervisoras.

Debo señalar que en este capítulo es donde se ha realizado el mayor
esfuerzo de todos los grupos para hacer posible la unanimidad y quiero
agradecer a todos ellos su actitud y la aceptación de las propuestas
hechas por el Grupo Socialista que entendemos han sido recogidas en sus
aspectos sustanciales; pero, siendo abiertas estas reflexiones y
recomendaciones, el Grupo Socialista quiere señalar que, en lo relativo a
las propuestas que han emanado de su Grupo, promoverá las iniciativas
parlamentarias correspondientes para desarrollarlas.

Quisiera destacar que la unanimidad alcanzada en este dictamen es
fundamentalmente fruto de los hechos conocidos, de la rotundidad de los
hechos analizados y de las conclusiones que de ellos se desprenden.

Es importante decir que las conclusiones parlamentarias que presentamos a
la opinión pública, que presentamos en esta Cámara, corroboran las
actuaciones de otras instituciones, en concreto las actuaciones de
Banesto y del Banco de España, que en su momento iniciaron procedimientos
de expediente disciplinario o de acción social de responsabilidad y
corroboran también las actuaciones iniciadas en el ámbito judicial para
depurar las posibles responsabilidades penales de los anteriores gestores
de Banesto.

Finalmente y al dar cuenta del cumplimiento del mandato recibido y
finalizar los trabajos de la Comisión, quiero sumarme al capítulo de
agradecimientos realizado por todos los compañeros de la Comisión, por
todos los comisionados, y añadir algunos más. Agradezco la colaboración,
que ha sido inestimable para el trabajo de la Comisión, del Banco de
España y del Banco Español de Crédito, que nos han facilitado una
documentación absolutamente imprescindible para nuestra labor. Quiero
también reconocer las aportaciones que se han producido como consecuencia
de las diferentes comparecencias. Asimismo y especialmente, desde el
Grupo Socialista, tengo que agradecer a los profesionales de los medios
de comunicación que de manera continuada y eficaz hayan seguido nuestro
trabajo, lo que ha permitido su transmisión a todos los ciudadanos; con
ello han contribuido a acercar el Parlamento a la sociedad.




El señor PRESIDENTE: Con este capítulo de agradecimientos al que
evidentemente se suma la presidencia, en



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esta sesión final de la Comisión sólo le resta a la presidencia agradecer
a todos los miembros de la Comisión, en particular a sus portavoces, su
trabajo, su dedicación y --también hay que decirlo-- su excelente
disposición y buena voluntad para abordar un trabajo tan arduo, tan
difícil, yo diría casi inabarcable, para que lo que hemos podido hacer en
este plazo de tiempo se haya hecho con sumo rigor.

Por último, quiero agradecer su trabajo a los servicios de la Comisión,
que han realizado una labor creo que inestimable. En este momento de
levantar por última vez la sesión, de nuevo reitero las gracias.

Todo esto que acabo de decir responde a una consideración previa a la
votación.

Vamos a votar el informe de la Ponencia.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Se aprueba el informe de la Ponencia, por
unanimidad.

Señorías, se levanta la sesión.




Eran las diez y veinticinco minutos de la mañana.