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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 291, de 30/09/1994
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1994 V Legislatura Núm. 291
PRESUPUESTOS
PRESIDENTE: DON RODOLFO MARTIN VILLA
Sesión núm. 14
celebrada el viernes, 30 de septiembre de 1994



MORDEN DEL DIA:
Comparecencias:
--Del señor Subsecretario del Ministerio de Sanidad y Consumo (Temes
Montes), para dar cuenta de la ejecución del Presupuesto a 30 de junio de
1994, previa remisión de informe. A solicitud del Grupo Parlamentario
Popular. (Número de expediente 212/000883) (Página 8502)
--Del señor Subsecretario del Ministerio de Economía y Hacienda
(Blanco-Magadán y Amutio), para dar cuenta:
--De la ejecución del Presupuesto a 30 de junio de 1994, previa remisión
de informe. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de
expediente 212/000875) (Página 8515)
--De la ejecución del Presupuesto, Sección 31, Gastos diversos
Ministerios, a 30 de junio de 1994, previa remisión de informe. A
solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de expediente
212/000888) (Página 8515)
--Del señor Subsecretario del Ministerio de Justicia e Interior (Herrero
Juan), para dar cuenta de la ejecución del Presupuesto a 30 de junio de
1994, previa remisión de un informe. A solicitud del Grupo Parlamentario
Popular. (Número de expediente 212/000873) (Página 8529)



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--Del señor Subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores (Ezquerra
Calvo), para dar cuenta de la ejecución del Presupuesto a 30 de junio de
1994, previa remisión de informe. A solicitud del Grupo Parlamentario
Popular. (Número de expediente 212/000872) (Página 8541)
--Del señor Director General del Tesoro y Política Financiera (Conthe
Gutiérrez), para dar cuenta de la ejecución del Presupuesto, Sección 6,
Deuda Pública, a 30 de junio de 1994, previa remisión de informe. A
solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de expediente
212/000870) (Página 8553)
--Del señor Secretario General para la Seguridad Social (Jiménez
Fernández), para dar cuenta de la ejecución del Presupuesto, Sección 60,
Seguridad Social, a 30 de junio de 1994, previa remisión de informe. A
solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de expediente
212/000889) (Página 8564)



Se abre la sesión a las nueve y treinta minutos de la mañana.




El señor VICEPRESIDENTE (García Ronda): Se abre la sesión.




COMPARECENCIAS:



--DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO, TEMES
MONTES, PARA DAR CUENTA DE LA EJECUCION DEL PRESUPUESTO A 30/6/94, PREVIA
REMISION DE INFORME. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número
de expediente 212/000883.)



El señor VICEPRESIDENTE (García Ronda): Empezamos con el orden del día:
comparecencia del ilustrísimo señor Subsecretario del Ministerio de
Sanidad y Consumo, Temes Montes, para dar cuenta, como en estas sesiones
últimas, de la ejecución del presupuesto del año 1994.

Tiene la palabra el señor Temes.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO (Temes
Montes): Señorías, ante todo quiero expresar mi satisfacción por la
oportunidad de comparecer hoy ante ustedes para informarles sobre la
ejecución de los presupuestos del Ministerio de Sanidad y Consumo a 30 de
junio de 1994.

En mi intervención haré referencia a la ejecución del presupuesto del
Departamento y de sus organismos autónomos: el Instituto Nacional de
Consumo, el Instituto de Salud Carlos III y la Escuela Nacional de
Sanidad, haciendo un breve análisis de su distribución económica.

No entraré a considerar la ejecución del presupuesto del Instituto
Nacional de la Salud, puesto que ha sido expuesto ya por su Directora
General.

Como ya ha señalado la señora Ministra de Sanidad, la sanidad es una
prioridad política del Gobierno. Sus señorías seguramente conocen que
España tiene una baja mortalidad infantil y una alta esperanza de vida en
relación con los países industrializados. Al igual que en esos países, la
mortalidad por enfermedades cardiovasculares sigue una tendencia
descendente y la mortalidad por cáncer, ascendente, si bien la magnitud
de ambas es de las más bajas. Nuestro país presenta una de las
frecuencias más altas de casos de sida, la prevalencia de tabaquismo está
disminuyendo, al igual que el consumo de alcohol, aunque en este último
caso el descenso es menor.

El sistema sanitario está realizando un importante esfuerzo para atender
las necesidades de salud de los españoles con un coste bajo: 77.000
pesetas por habitante en 1993, y con unos resultados comparables a los de
los países más desarrollados y claramente satisfactorios para el conjunto
de los ciudadanos.

La comparación de nuestro gasto, prestaciones y actividad con los países
de nuestro entorno socioeconómico nos permiten afirmar que contamos con
un sistema sanitario eficiente y de alta calidad. A partir de esta
situación, nuestros objetivos principales son: seguir mejorando el estado
de salud de los españoles mediante el fomento de la prevención de las
enfermedades y promoción de la salud y consolidar y mejorar el Sistema
Nacional de Salud, con el horizonte de completar las transferencias de
los servicios sanitarios a todas las comunidades autónomas.

En este contexto, el programa que está desarrollando el Ministerio de
Sanidad y Consumo se enmarca de forma muy sucinta en torno a los
siguientes objetivos y medidas: respecto a la protección de la salud y
prevención de la enfermedad, continuamos potenciando los hábitos y estilo
de vida saludables, a fin de prevenir riesgos evitables asociados a los
mismos, lo que se lleva a cabo, en general, mediante convenios como los
firmados con el Ministerio de Educación y Ciencia y el de Asuntos
Sociales. También estamos concluyendo la tramitación de los reales
decretos sobre publicidad de tabaco y alcohol, mientras mantenemos las
actividades de educación para la salud en la escuela.

En relación con la lucha contra el sida, seguimos comprometidos con el
objetivo de perfilar las características epidémicas de la enfermedad, dar
a conocer las vías de transmisión, sobre todo a jóvenes, campañas
informativas, terminales informáticos, mantener la asistencia sanitaria
en las mejores condiciones y promover la solidaridad subvencionando a las
organizaciones no gubernamentales. No hay que dejar de mencionar, en este
apartado de



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solidaridad, las ayudas sociales a enfermos contaminados por el virus de
inmunodeficiencia humana por tratamiento con hemoderivados y
transfusiones sanguíneas.

En cuanto a la consideración y mejora del Sistema Nacional de Salud, he
de recordarles que es una de las instituciones básicas que promueven la
seguridad, el bienestar y la convivencia; es una conquista de toda la
sociedad española, una conquista que debemos cuidar, proteger, fortalecer
y mejorar. Garantizar la equidad, manteniendo la financiación pública de
los servicios sanitarios y la unidad en el aseguramiento, es un objetivo
irrenunciable de la política sanitaria del Gobierno. Con esta intención
estamos tramitando el real decreto de ordenación de las prestaciones
sanitarias del sistema y vamos a desarrollar el programa de trabajo de la
Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, igualmente creada.

Estamos avanzando en la consideración financiera del sistema mediante la
definición de un marco de financiación estable y suficiente y el
saneamiento de la deuda generada en ejercicios anteriores.

Uno de los activos más importantes con los que contamos en el Sistema son
los recursos humanos. Estamos trabajando en el establecimiento de un
necesario marco normativo que regule la ordenación de las profesiones
sanitarias y un estatuto marco de personal.

En este año se vienen adoptando medidas rigurosas para contener el gasto
farmacéutico público, mediante el mantenimiento de las condiciones
actuales de la prestación que resultan indispensables para su
salvaguarda. Además, estamos fomentando un programa de uso racional del
medicamento y la prescripción de fármacos genéricos.

El fomento y la ayuda a la investigación y la ciencia es uno de los
campos estratégicos que debemos cuidar. Cada año se financian unos 1.250
proyectos de investigación, tanto básica como aplicada, en el Sistema
Nacional de Salud, proyectos que abundan en aspectos biológicos, de medio
ambiente, de estilos de vida y de organización y funcionamiento de los
servicios. Seguimos manteniendo la financiación de los proyectos de
investigación y becas de ampliación de estudios a través del FIS y vamos
a potenciar la investigación propia en el sistema. El Instituto de Salud
Carlos III viene coordinando las cien unidades de investigación
distribuidas en todas las comunidades autónomas que constituyen la red
denominada REUNI. La Escuela Nacional de Sanidad, integrada en el
Instituto de Salud Carlos III, desarrolla programas de perfeccionamiento
y formación en salud pública y gestión sanitaria.

Las actuaciones del Ministerio en cuanto a política de consumo responden
a las directrices del Plan Estratégico de Protección al Consumidor para
el período 1994-1997 aprobado por la Conferencia Sectorial de Consumo. El
gran desarrollo, en el último año, del sistema arbitral de consumo es un
claro exponente de esta nueva etapa, en la cual se fomentará el control
voluntario de la publicidad y la elaboración de códigos de conducta. Se
potenciará la utilización del centro de Información y Documentación de
Consumo y, en breve, se dispondrá de un estudio sobre hábitos de consumo
de los españoles. Todo ello complementado en un reforzamiento de los
actuales instrumentos de cooperación institucional.

Con carácter general, la ejecución del presupuesto hasta el 30 de junio
de 1994 pone de manifiesto un comportamiento controlado del gasto que se
refleja en los siguientes datos: Control de los créditos totales. El
presupuesto definitivo del departamento a 30 de junio de 1994, excluyendo
las transferencias entre subsectores, se ha reducido en un 2 por ciento
con respecto a igual período del año 1993. Esta reducción, en términos
reales, sería superior si se tiene en cuenta la incidencia de las
subvenciones para ayudas sociales, enfermos contaminados de VIH, que fue
superior en 2.525 millones en el ejercicio de 1994.

Control de los gastos de funcionamiento siguiendo una política de
austeridad en la gestión y de rigor presupuestario. En los gastos de
personal se mantienen los mismos porcentajes, el 45,2 por ciento, tanto
de compromisos de gasto como de obligaciones reconocidas respecto al
ejercicio de 1993. Los gastos corrientes en bienes y servicios
experimentan una disminución del 19 por ciento con respecto al año 1993,
en términos de presupuesto definitivo. En compromisos de gasto, frente a
2.330 millones en 1993, se comprometieron 1.502 en 1994, aproximadamente
un 35 por ciento menos. Todo ello evidencia una disminución de este tipo
de gastos, fruto de una política de austeridad del Departamento. En
consecuencia, se puede afirmar que estos gastos están controlados. El
Presupuesto del Ministerio de Sanidad y Consumo para 1994, comprendidas
las transferencias entre subsectores a favor de otros organismos y
entidades, se sitúa inicialmente en 2 billones 174.738 millones de
pesetas. Las modificaciones que se han operado en el mismo durante el
primer semestre del ejercicio se elevan a 43.503 millones de pesetas,
dando lugar, en consecuencia, a un presupuesto definitivo de 2 billones
218.238 millones de pesetas. De este total se han efectuado compromisos
de gasto por 2 billones 207.834 millones de pesetas; es decir, un 99,5
por ciento del presupuesto definitivo.

Para facilitar el análisis, clasificaré el presupuesto en tres apartados:
transferencias entre subsectores, que comprenden las aportaciones del
Departamento al Insalud y a los organismos autónomos; operaciones
financieras, el Capítulo VIII, y operaciones no financieras, de los
Capítulos I al VII.

En primer lugar, voy a hablar de las transferencias entre subsectores.

Las subvenciones para gastos corrientes tienen una dotación inicial en el
presupuesto de 1 billón 979.057 millones de pesetas, que, tras las
modificaciones autorizadas, alcanzaron un crédito definitivo de 2
billones 200.446 millones de pesetas. El grado de ejecución alcanza al
cien por cien de los créditos definitivos. Con respecto a lo anterior,
conviene realizar las siguientes puntualizaciones: en las subvenciones a
organismos autónomos administrativos se incluyen las correspondientes al
Instituto Nacional de Consumo --1.582 millones-- y a la Escuela Nacional
de Sanidad --612 millones--, actualmente integrada en el Instituto de
Salud Carlos III tras la modificación de la estructura de este
departamento.

Bajo la rúbrica «transferencias a la Seguridad Social» hay que destacar,
fundamentalmente, la aportación del Estado a la Tesorería de la Seguridad
Social para financiar las operaciones corrientes del Insalud, cuyo
crédito definitivo



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alcanza un importe de 2 billones 6.010 millones de pesetas. Las
subvenciones a organismos comerciales, industriales o financieros van
destinados en su totalidad al Instituto de Salud Carlos III, tanto para
sus gastos normales de funcionamiento --6.694 millones-- como para la
detección de anticuerpos VIH --297 millones--. La dotación definitiva
para transferencias de capital entre subsectores ascendió a 32.863
millones, de los que se han ejecutado el 99,6 por ciento del crédito y
reconocido obligaciones del 58,2 por ciento de los créditos. De esta
cifra, 32.641 millones corresponden a la aportación del Estado para
financiar las inversiones del Insalud.

Operaciones financieras. En este capítulo presenta especial relieve el
préstamo a la Seguridad Social para cancelación de deudas anteriores al
31 de diciembre de 1991. Se han comprometido créditos y reconocido
obligaciones por importe de 140.282 millones correspondientes a la cuarta
y última anualidad de dicho préstamo.

Operaciones no financieras. A continuación se analiza el comportamiento
de los Capítulos de gastos I al VII en el período de referencia 1 de
enero a 30 de junio de 1994.

Capítulo I, gastos de personal. Sobre un presupuesto definitivo de
8.145,7 millones de pesetas, se ha comprometido un gasto de 3.684,1
millones, lo que representa el 45,2 por ciento. Corresponde el expresado
gasto a la totalidad de los efectivos reales de personal del Departamento
en una secuencia mensual lógica con las retribuciones correspondientes a
los altos cargos, personal eventual, funcionarios de carrera y personal
laboral, incluyendo las cotizaciones a la Seguridad Social y otros gastos
sociales en favor del personal. Comprende tanto el personal adscrito a
los servicios centrales del Departamento como el destinado en los
servicios periféricos, en las direcciones territoriales. El Ministerio de
Sanidad y Consumo cuenta en la actualidad con 2.130 empleados públicos,
de los que 1.530 son funcionarios y 600 laborales; de ellos, 1.252
trabajan en los servicios centrales y 868 en la organización periférica.

Capítulo II, gastos corrientes en bienes y servicios. Esta rúbrica
comprende todos los gastos destinados al normal funcionamiento de los
servicios del Ministerio tanto a nivel central como de las distintas
unidades periféricas, así como los gastos en bienes y servicios de
acciones específicas de los distintos programas de gasto. Los créditos
iniciales se han cifrado en 3.668,4 millones, a los que se han agregado
440,7 millones por modificaciones presupuestarias, fundamentalmente
incorporaciones de crédito, con lo que el crédito disponible real
asciende a 4.109,1 millones. Con cargo a esta dotación se han
comprometido gastos por 1.502,6 millones, lo que supone un 36,6 por
ciento del crédito definitivo. El nivel de ejecución de arrendamientos
--67 por ciento--, reparaciones, mantenimiento y conservación --86 por
ciento--, es elevado, ya que corresponden a contratos en vigor o a
licitaciones que se han realizado a principios del ejercicio o incluso en
los últimos meses del ejercicio anterior mediante la tramitación
anticipada de expedientes de gasto para posibilitar el inicio de los
distintos contratos, fundamentalmente de servicios, desde principio del
ejercicio económico. El grado de ejecución en el apartado de material,
suministros y otros gastos es inferior, el 33,1 por ciento,
fundamentalmente por dos circunstancias: la primera, porque durante el
primer semestre se realiza la planificación de actividades y se inicia la
licitación de contratos cuya adjudicación y ejecución se lleva a cabo
durante el segundo semestre, y la segunda, por un deseo de acomodar la
gestión del Ministerio a la política general de control del gasto
público. En este epígrafe los gastos se han dirigido fundamentalmente a
realizar actividades de promoción de la salud y de prevención de la
enfermedad, entre las que quisiera destacar las siguientes: durante este
semestre se ha iniciado la preparación del expediente para la
contratación por concurso público de una campaña de publicidad sobre
sida, por importe de 290 millones, cuya apertura de proposiciones
económicas se ha realizado el día 26 de septiembre, y cuyas ofertas están
en fase de estudio por la comisión técnica constituida al efecto.

Asimismo, se contrató un estudio de opinión denominado barómetro
sanitario, por importe de 26,4 millones de pesetas. Se ha celebrado un
convenio con el Ministerio de Educación y Ciencia para la promoción de
hábitos saludables en la población escolar, con una financiación de 69,3
millones, que se ha transferido al Ministerio de Educación y Ciencia.

Asimismo, se ha contratado una investigación sobre el control de la
publicidad del tabaco y del alcohol, por importe de 9,8 millones. A 30 de
junio se había iniciado la tramitación de un concurso público para la
adquisición de sistemas portátiles de determinación de betagonistas
destinados a la detención del clembuterol en las carnes para detectar la
utilización fraudulenta de aditivos en productos cárnicos de consumo
humano. Este contrato, por importe de 77,3 millones, fue adjudicado el 11
de agosto pasado. Se han celebrado convenios con distintas comunidades
autónomas en materia de prevención y control de enfermedades
transmisibles por un importe total de 65 millones de pesetas. En materia
alimentaria, se han celebrado convenios con el Instituto de Salud Carlos
III y el Instituto Nacional de Consumo, por un importe total de 30
millones. En materia de sanidad ambiental se celebró un convenio con el
Instituto de Salud Carlos III para el estudio de la contaminación
atmosférica, que asciende a diez millones de pesetas. Finalmente, se ha
realizado un estudio sobre vigilancia epidemiológica de malformaciones
congénitas, que supuso un gasto de diez millones de pesetas.

En el grupo de la clasificación económica que contempla las
indemnizaciones por razón de servicio, es decir, las cantidades
destinadas a financiar los gastos derivados de las dietas, el alojamiento
y los transportes originados por los viajes oficiales de todo el personal
del Departamento, tanto de los servicios centrales como periféricos, los
créditos globales ascienden a 232,5 millones de pesetas, de los que se
comprometieron gastos por el 41,8 por ciento del crédito global. Hay que
destacar la disminución de un 20 por ciento de estos créditos con
respecto a los consignados en el presupuesto del ejercicio de 1993.

Finalmente, y para cerrar el capítulo de gastos en bienes corrientes y
servicios, merecen un breve comentario los gastos de publicaciones, tanto
de edición como de distribución, en los que debe resaltarse, en primer
lugar, su escasa relevancia --61,7 millones de pesetas-- y su disminución
--el 51,5 por ciento



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sobre 1993--, que evidencia la política de austeridad en el gasto público
llevada a cabo por el Departamento. Esta circunstancia ha supuesto que
tan sólo se hubieran comprometido gastos por el 19,5 por ciento del
crédito disponible.

Capítulo IV, transferencias corrientes. Se considera en este caso las
transferencias corrientes externas, por cuanto las que son entre
subsectores han sido tratadas en un bloque anterior. El comportamiento en
cuanto a su ejecución merece ser examinado en algún caso de forma
individualizada. Las subvenciones a empresas públicas y otros entes
públicos están dirigidas exclusivamente a financiar la aportación del
Ministerio de Sanidad y Consumo, por 873 millones de pesetas, al
presupuesto del Hospital Clínico y Provincial de Barcelona, de acuerdo
con las disposiciones vigentes. Este crédito ha sido comprometido en su
totalidad.

En lo que se refiere a subvenciones a familias e instituciones sin fines
de lucro, merece destacar la correspondiente a ayudas sociales a enfermos
contaminados por el virus de inmunodeficiencia humana por tratamiento con
hemoderivados, por transfusiones sanguíneas y familiares, cuyo crédito
inicial ascendió a 6.610 millones de pesetas, a los que hay que agregar
1.300 millones de una ampliación de crédito y una incorporación de 1.225
millones, ambas autorizadas de acuerdo con las disposiciones vigentes,
con lo que el crédito disponible total resultante son 9.135 millones de
pesetas. El grado de ejecución de este crédito al final del primer
semestre era del cien por cien, habiéndose puesto por los servicios de
este Ministerio a disposición de los beneficiarios a dicha fecha ayudas
por importe de 6.797 millones de pesetas. Desde esta fecha hasta el
momento actual se han abonado ayudas por importe de 1.014 millones de
pesetas.

Para programas de prevención y control del sida se ha realizado una
convocatoria para subvenciones a instituciones sin ánimo de lucro, por
orden de este Departamento de fecha 28 de febrero de 1994, en una cuantía
máxima de 123,7 millones de pesetas. Esta convocatoria aún no había sido
resuelta a fecha 30 de junio, si bien se habían iniciado ya las reuniones
de la comisión de evaluación de los proyectos a que se refiere la citada
convocatoria.

Capítulo VI, inversiones reales. Sobre un crédito definido a 30 de junio
de 903 millones de pesetas, se ha efectuado un compromiso de gasto del
35,4 por ciento. Los créditos de este capítulo, de escasa entidad en el
Departamento, se caracterizan por una acumulación de los compromisos de
gasto en los últimos meses del ejercicio, una vez superada la
planificación y aprobación de los respectivos proyectos. Los proyectos
están concebidos para inversión de reposición en los servicios generales
del Ministerio, edificios administrativos, mobiliario y enseres y
equipamiento informático, para reformas y dotación de equipo en los
servicios de sanidad exterior y para adquisición de aparataje destinado a
la actividad farmacéutica. Asimismo, al 30 de junio estaba en curso de
licitación, a través de la Dirección General del Patrimonio del Estado,
el expediente para la adquisición de equipamiento informático destinado a
mejorar la educación y promoción de la salud entre los jóvenes, mediante
una acción conjunta entre el Ministerio de Sanidad y Consumo y el de
Educación y Ciencia, que ha sido finalmente adjudicado en el mes de
septiembre por un importe total de 295,9 millones.

Capítulo VII, transferencias de capital. A dos se reducen los conceptos
presupuestarios de este capítulo. Para la construcción del hospital de
Santiago de Compostela, según acuerdo de 27 de diciembre de 1990, figura
en el presupuesto la cantidad de 1.333,3 millones de pesetas como importe
de las dos primeras anualidades; la tercera y última anualidades
figurarán en el presupuesto del año 1995. La citada transferencia ha sido
solicitada por la Dirección General de Presupuestos de la Xunta de
Galicia a este Departamento el pasado día 8 de los corrientes. En la
actualidad el expediente de gasto se encuentra en tramitación. Para
liquidar el importe del acondicionamiento de dos hospitales dependientes
de instituciones sin fines de lucro se ha aprobado una modificación
presupuestaria de 53,5 millones de pesetas.

Organismos autónomos. Instituto Nacional del Consumo. Su presupuesto se
sitúa inicialmente en 1.610,9 millones de pesetas, habiéndose operado en
el primer semestre del ejercicio modificaciones por un importe de 83,6
millones, lo que eleva las dotaciones definitivas a un total de 1.694,5
millones de pesetas. De este total, se han efectuado compromisos de gasto
por un importe de 640,5 millones de pesetas, es decir, un 37,8 por
ciento, de los que se han reconocido obligaciones por importe de 557,1
millones. Los gastos de personal tienen un crédito definitivo de 889
millones, de los que se han comprometido y reconocido obligaciones por el
54 por ciento de los créditos. El Instituto dispone de 229 empleados
públicos, de los cuales 80 son funcionarios y 149 laborales. Los gastos
corrientes en bienes y servicios alcanzan un presupuesto definitivo de
393 millones, de los que se han comprometido el 46 por ciento. Entre
estos gastos, pueden señalarse los siguientes: gastos asociados al
funcionamiento de los servicios, hasta un importe de 46 millones;
realización de estudios en cuantía de 26 millones, siendo los más
destacados los referentes a vivienda, préstamos hipotecarios, accidentes
en el hogar y actividades de ocio, así como el establecimiento de un
sistema de difusión de la información y apoyo técnico en materia de
consumo.

En la rúbrica de transferencias corrientes, los créditos definitivos
ascienden a 381 millones, de los que a 30 de junio existen créditos
comprometidos de 39,7 millones, correspondientes a los convenios
suscritos con las Comunidades Autónomas de Canarias, Andalucía, Murcia,
La Rioja, Castilla y León, Madrid y la Federación Española de Municipios.

Con fecha 22 de julio ha quedado comprometido el gasto para 1994 de las
subvenciones concedidas a las siguientes asociaciones de consumidores:
Confederación Estatal de Consumidores y Usuarios, Asociación de Usuarios
de la Comunicación, Asociación General de Consumidores, Confederación
Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios, Fundación Ciudadano,
Unión Cívica Nacional de Amas de Hogar de España, Federación de Usuarios
Consumidores Independientes, Unión de Consumidores de España y
Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa. Con todo ello,
el



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crédito existente en el Capítulo IV quedaría ejecutado en su totalidad.

En lo que se refiere a créditos de inversiones, los créditos definitivos
se cifran en 28 millones, de los que se han comprometido un 80 por
ciento. Dichos compromisos corresponden básicamente a la anualidad
imputable a este ejercicio de las obras comenzadas en 1993 para la
reparación de los daños producidos por el incendio sufrido en el Centro
de control y análisis de la calidad, de Barajas.

Instituto de Salud Carlos III. Partiendo de un préstamo inicial de
7.209,7 millones de pesetas, durante el primer semestre del ejercicio se
han producido modificaciones por un importe de 134,9 millones de pesetas,
para situarse el crédito definitivo en 7.344,6 millones de pesetas. Los
gastos comprometidos en dicho período ascienden a 3.378,9 millones de
pesetas, que representan el 46 por ciento del crédito definitivo, y las
obligaciones reconocidas ascienden a 3.103,1 millones de pesetas. Estos
gastos se han destinado a garantizar el normal funcionamiento del
Instituto y de sus siete centros nacionales: investigación clínica y
medicina preventiva, epidemiología, microbiología, virología e
inmunología sanitaria, biología celular y retrovirus, alimentación,
farmacobiología y el de sanidad ambiental. El presupuesto para gastos de
personal es de 6.018 millones de pesetas, de los que se han comprometido
créditos por un 44,5 por ciento. El personal adscrito a este organismo es
de 1.662, de los cuales 725 son funcionarios y 937 laborales. Los gastos
corrientes en bienes y servicios tienen un crédito definitivo de 1.107
millones de pesetas, de los que se ha comprometido un 52 por ciento.

El capítulo de transferencias corrientes tiene una dotación definitiva de
33 millones, de los que se ha comprometido el 59 por ciento. Los gastos
aprobados corresponden a becas de investigación realizadas por
convocatoria pública. Las inversiones tienen un presupuesto definitivo de
171 millones de pesetas, de los que se ha comprometido un 58 por ciento.

Escuela Nacional de Sanidad. Como saben SS. SS., la Escuela Nacional de
Sanidad ha dejado de ser organismo autónomo desde la publicación del Real
Decreto 1415/1994, de 25 de julio, por el que se modifica parcialmente la
estructura orgánica básica del Ministerio de Sanidad y Consumo.

El presupuesto de este organismo para 1994 se sitúa en 810,2 millones de
pesetas, habiéndose comprometido en el primer semestre un total de 356,2
millones, lo que representa un 44 por ciento de las dotaciones con el
detalle siguiente por capítulos de gasto.

Los gastos de personal fueron presupuestados definitivamente en 518
millones de pesetas, de los que se ha comprometido el 43 por ciento.

Los efectivos reales ascienden a 117 personas, de las que 61 son personal
funcionario y 56 laborales. Los gastos corrientes en bienes y servicios
tienen un presupuesto de 131 millones, de los que se ha comprometido un
64 por ciento. Estos gastos están asociados básicamente al mantenimiento
de las instalaciones en las que se realiza la actividad docente, así como
los gastos de material de los cursos y los servicios administrativos de
la Escuela. Hasta el 30 de junio de 1994 se ha realizado la siguiente
actividad docente: 79 cursos, han participado 372 profesores, se han
impartido 2.922 horas lectivas y han asistido a los distintos cursos
1.435 alumnos. Dichas actividades se han llevado a cabo en los
departamentos de Ciencias Sociales y Económicas, Epidemiología y
Estadística, Salud Internacional, Política y Administración Sanitaria y
Prevención y Promoción de la Salud.

En el capítulo de transferencias corrientes, los créditos definitivos
fueron fijados en 83 billones de pesetas, de los que se ha comprometido
el 30 por ciento. Estos gastos se han destinado a financiar, de una
parte, los compromisos adquiridos en materia de becas en las
convocatorias del ejercicio de 1993, toda vez que su duración se extiende
al curso académico 1993-94. Su importe se elevó a 10 millones de pesetas.

De otra parte, se han realizado convenios con universidades y otros
centros docentes por importe de 15 millones de pesetas.

Los créditos definitivos para inversiones del organismo alcanzaron los 76
millones, de los que al final del primer semestre se había comprometido
el 27 por ciento. No obstante, es preciso matizar que estaban en proceso
de tramitación distintos expedientes de inversiones, fundamentalmente de
obras, por lo que los compromisos de gasto en la actualidad adquieren un
total de 65 millones, lo que representa el 93 por ciento de los créditos
presupuestados.

Como conclusión, señorías, quiero resaltar que la sanidad es y seguirá
siendo una prioridad política del Gobierno y uno de los pilares más
importantes que sustentan el estado de bienestar. Nuestros objetivos son
elevar el nivel de salud y mejorar los cuidados sanitarios que hoy
disfrutan los ciudadanos españoles. Para ello estamos fomentando una
decidida política de salud pública y estamos realizando un esfuerzo sin
precedentes para consolidar y flexibilizar el Sistema Nacional de Salud
como servicio público. Igualmente, estamos llevando a cabo actividades
variadas en orden a potenciar la investigación y la docencia como áreas
estratégicas para que el sistema sanitario siga avanzando. Por último,
pretendemos consolidar y ampliar la política de consumo mediante acciones
dirigidas a promover entre consumidores y productores un objetivo de
búsqueda de calidad de bienes y servicios en el marco de la Unión
Europea, todo en un contexto de austeridad en la utilización de los
dineros públicos y de rigor en el cumplimiento presupuestario.

Termino aquí, señorías, agradeciéndoles la atención que me han prestado y
quedo a su disposición para contestar a aquellas preguntas que tengan a
bien realizarme.




El señor PRESIDENTE: Concluida la exposición, tiene la palabra, por parte
del Grupo Popular, que ha pedido la comparecencia, el señor Villalón.




El señor VILLALON RICO: Permítanme, en primer lugar, que salude al señor
Temes en su nueva calidad de Subsecretario del Ministerio, que, como tal,
hace su primera comparecencia en el Congreso de los Diputados en esta
Comisión de Presupuestos y que dentro de unos días, al parecer, le
tendremos en la Comisión de Sanidad.




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Yo tengo que iniciar mi intervención manifestando cierta sorpresa con
respecto a las primeras palabras del señor Subsecretario, porque me daba
la sensación que no estábamos en la Comisión de Presupuestos, que no
estábamos en este trámite de explicar la ejecución del presupuesto del
año 1994 por parte del Ministerio de Sanidad. Ha iniciado su intervención
con lo que parecía una comparecencia en la Comisión de Sanidad,
explicando cuáles son los proyectos de su Ministerio y de sus órganos
gestores, repitiendo, incluso, las palabras que hace unos días
pronunciaba en la Comisión de Sanidad la señora Ministra al intentar
explicar lo de siempre y que nunca llevan a cabo: las grandes líneas de
actuación del Ministerio. Nosotros creíamos que nos habíamos equivocado
de comparecencia. Al final, el señor Subsecretario, el señor Temes, ha
reconducido su intervención y se ha puesto a hacer un desglose del
documento que nos han remitido desde el Ministerio a los distintos grupos
de la Cámara.

Hay que decir que nosotros agradecemos el trabajo que han hecho el
Ministerio y sus diferentes servicios con respecto a este documento, pero
yo veo que la intervención del señor Temes realmente no ha aclarado en
principio nada, porque lo único que ha hecho ha sido relatar
detalladamente las distintas cifras que nos aportaba este documento.

Hay que decir, señor Presidente, que el Grupo Popular solicita esta
comparecencia en la Comisión de Presupuestos para lo que nosotros
consideramos una actuación parlamentaria de máximo interés, como es el
control del gobierno sobre la ejecución de los presupuestos. Nosotros
hemos remitido y hemos solicitado la comparecencia de los diferentes
departamentos de lo que es la administración socialista, en este caso el
Ministerio de Sanidad, y vemos que nos dan un documento, como decía
antes, que nosotros valoramos dentro de lo que cabe; apreciamos el
trabajo que han hecho en los diferentes servicios del Ministerio, vemos
que es un documento mejor que el que nos trajeron el otro día con motivo
de la comparecencia de la Directora General del Insalud, pues realmente
ese documento no había por dónde cogerlo. Aquí, por lo menos, vemos
cifras, vemos un desarrollo de los programas, de los distintos servicios.

Pero también le tengo que decir al señor Temes que realmente nosotros con
esto poco podemos hacer a la hora de realizar un control del ejecutivo.

Diríamos, utilizando un término futbolístico, que jugamos fuera de casa y
con grandes déficit, a lo mejor con dos o tres jugadores menos. Porque
ustedes nos dan estos datos, nos los explican en la forma en que lo ha
hecho el señor Temes a lo largo de la mañana, pero realmente no podemos
valorar lo que significan. Vemos que cuadran, vemos que realmente en
algunos capítulos, sobre todo en el Capítulo I, de personal, las cosas
parece que están bien, pero nos parece que hay algunas dificultades para
hacer una valoración estricta y lo que debe ser una valoración en
igualdad de condiciones desde la oposición con respecto a lo que es la
administración del Gobierno.

Habría que decir que sí, que agradecemos este documento, pero parece ser
que sí, pero es lo que decía habitualmente el señor Giscard dÕEstaing al
presidente De Gaulle cuando tenían las reuniones de ministros en la
República Francesa.: sí, pero no es suficiente.

Nos dan ustedes esta valoración de los presupuestos a 30 de junio, hoy es
30 de septiembre, es decir, tres meses de espacio entre lo que más o
menos se manifiesta aquí y lo real y el tiempo pasado. Nosotros sabemos,
por otra parte (y algunas informaciones hemos recibido desde algunas
instancias del Ministerio), que ustedes realmente tienen dificultades
para que esto sea creíble. Es uno de los problemas que a ustedes se le
presenta habitualmente, sobre todo desde el punto de vista
presupuestario. Sabemos que están desarrollando dos programas, podríamos
decir, presupuestarios y de contabilidad, pero que no están terminados.

Por lo tanto, ya nos resulta poco creíble que los datos que nos dan sean
fiables. Por otra parte, nos indican desde algunas fuentes del Ministerio
que si ustedes estuvieran en condiciones de dar presupuesto ejecutado o
gasto real del año 1994 no estarían más allá de los tres primeros meses
del año 1994. Nosotros vemos que, según esas fuentes, ustedes solamente
pueden dar datos fiables del primer trimestre de este año; a partir del
segundo trimestre del año 1994, los datos equivalen a una ampliación de
lo que ha sido la ejecución del primer trimestre. Cuando nosotros
recibimos esa información --y por eso tengo la osadía de decirlo aquí en
la Comisión--, tenemos nuestras reservas; es una información oficiosa que
recibimos, pero cuando me he decidido a planteárselo a usted ha sido
porque me baso en la última rueda de prensa de la señora Ministra de
Sanidad, cuando el pasado día presentó los presupuestos del año 1995.

Cuando yo he hecho esta afirmación en el sentido de que ustedes sólo
están en condiciones de facilitarnos los datos del primer trimestre, me
baso en las afirmaciones que la señora Ministra realizó en la rueda de
prensa. Cuando la señora Ministra presentó los presupuestos del
Ministerio de Sanidad para el año 1995 los únicos datos fiables que daba
la señora Ministra eran siempre referidos al primer trimestre. Y me
imagino que la señora Ministra tendrá en su poder todo el trabajo
realizado tanto en el Ministerio como en la Dirección General del Insalud
y, por consiguiente, podía haber dado los datos referidos al primer
semestre del año 1994, sin embargo, todos los datos que da la señora
Ministra en esa rueda de prensa al hacer referencia al año 1994 se
remiten solamente al primer trimestre. Por lo tanto, ahí entramos a lo
que nosotros denunciamos de poca credibilidad sobre este documento,
porque, aunque parece que es una serie de buenas intenciones, al final
podríamos decir que los datos incluso pueden estar retocados o
maquillados, que incluso ocultan ustedes datos, pero no por el hecho de
ocultar datos a la oposición, sino porque en algún momento dado ni
ustedes conocen la situación real, presupuestaria o de ejecución del
gasto respecto al año 1994.

Tengo que plantear al señor Temes algunas de las características que han
sido habituales en los presupuestos de los gobiernos socialista;
lógicamente, me voy a remitir a los presupuestos del Ministerio de
Sanidad. Sistemáticamente los presupuestos de Sanidad que presentan
ustedes en la Cámara y quedan aprobados a lo largo --iba a decir



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de los últimos años-- de los once años de Gobierno socialista, nunca
coinciden con el gasto que hay al final del año. Tengo que decirles que
ha sido habitual la desviación del presupuesto entre el 10 y el 20 por
ciento y los datos que tenemos incluso del año 1993 nos ponen de
manifiesto que la desviación del presupuesto al final fue del 30 por
ciento. Si quiere lo puede usted apuntar, no vaya a ser que confunda las
fechas. Sobre esa base de unos presupuestos ficticios, no reales, al
final vemos que no se puede hacer una valoración. ¿Por qué? ¿Por qué
estas características? Siempre plantean ustedes la base de la iniciación
del presupuesto del año siguiente, es decir, lo que se aprueba en el año
para el posterior, sobre el incremento del presupuesto del año en curso.

Y me voy a remitir de nuevo a la rueda de prensa de la Ministra, donde el
otro día informó sobre los presupuestos para el año 1995.

La señora Ministra decía que el año 1995 los presupuestos iban a crecer,
respecto de los de 1994, en un 14 por ciento sobre los presupuestos
iniciales. Posteriormente la señora Ministra dice que crecerán sobre lo
que va a ser ejecutado, el 6,25, el gasto real. Por tanto, la desviación
--por una simple resta-- es del 7,76 por ciento, según las
manifestaciones de la señora Ministra. Me gustaría que usted confirmara
si tienen en estos momentos datos que hacen creíble que la desviación va
a estar en torno al 8 por ciento de lo inicialmente presupuestado.

Con todas estas cuestiones, uno, a veces, quiere creerles a ustedes,
quiere tener buena intención, incluso quiere creer a los Diputados del
Grupo Socialista que apoyan al Gobierno, y voy a citar a un digno
Diputado del Grupo Socialista al que yo tengo gran afecto, quien, en el
debate de presupuestos del año pasado, decía textualmente: Por descontado
que es necesario que los presupuestos se desvíen lo menos posible. Pero
en una actuación tan dinámica como es la propia atención sanitaria que
está sometida a fluctuaciones en muchos casos difícilmente previsibles,
aun deseando y poniendo los medios para que esto sea así, yo soy de los
que piensa que nunca va a ser posible igualar presupuestos iniciales con
presupuestos finales. Yo, en un derroche de generosidad, estaría
dispuesto a aceptar eso. Ya le he dado las cifras anteriormente, pero es
que no es que la desviación presupuestaria sea mínima, porque es posible
que a lo largo del año haya algunos gastos imprevistos, pero es que no,
es que resulta que ustedes se desvían en torno al 20 por ciento. Ya ve
este año, cuando han dicho que querían ajustar mucho los presupuestos, ya
están poniendo de manifiesto que la desviación va a ser en torno al 8 por
ciento, según sus datos, porque luego veremos realmente a cuánto
asciende. Esto es lo que origina un círculo vicioso. Hacen un mal
presupuesto, no afrontan la realidad con lo que va a ser el gasto y ello,
lógicamente, va a originar el déficit y ese déficit se va a cargar sobre
el año siguiente. Esta es una de las cosas que habitualmente hacen
ustedes. En los primeros meses del año tienen que pagar algunas de las
deudas que arrastran de los años o del año anterior; por tanto, mal
presupuesto, déficit, desviación; primeros meses del año fiscal, pagos de
obligaciones de ejercicios anteriores, etcétera. Una bola de nieve que
origina que la deuda sanitaria en este momento sea tan importante.

Además, nunca ejecutan ustedes los presupuestos previamente aprobados en
la Cámara y no se atienen al gasto que --me imagino que con buena
intención-- ustedes quieren llevar a cabo en el Ministerio de Sanidad.

¿Cuáles son las causas de los defectos por los que yo hago la crítica en
el sentido de que los presupuestos de la administración socialista en
materia de sanidad no son creíbles? Me voy a remitir a tres apartados:
primero, arrastrar la deuda de años anteriores; segundo, lo que nosotros
consideramos mala gestión presupuestaria, sobre todo referida a los
Capítulos II, VI y VI, y tercero, la dotación financiera insuficiente
para los centros de gestión.

Respecto a arrastrar las deudas de años anteriores, me va a permitir que
repita mis palabras anteriores: No hacen un presupuesto ajustado a la
realidad, aumentan el déficit, sobrecargan la deuda, en los primeros
meses tienen que pagar las obligaciones de las deudas pendientes del año
anterior; en resumidas cuentas: el famoso círculo vicioso al que yo me
refería antes.

Le voy a dar unos datos que, lógicamente, tiene que conocer. Los datos
que nosotros hemos recibido de la Dirección General de Programación
Económica, exactamente de la Subdirección General Financiera y
Presupuestaria, nos ponen de manifiesto que están trabajando en cuatro
aspectos fundamentales con respecto a la deuda. Hay deuda acumulada,
desviación acumulada de años anteriores, impago de las cuotas de la
Seguridad Social por parte de los centros gestores --en resumidas
cuentas, del Insalud-- y no ingreso de retenciones del IRPF, las
retenciones que se hacen a los trabajadores de los centros gestores por
los que suministra la asistencia sanitaria. Esto, aunque algunas veces a
ustedes, a algún Diputado socialista no le guste, los datos que nosotros
tenemos estipulan que la deuda del sistema sanitario en este momento es
de un billón de pesetas; un billón de pesetas al que ustedes no hacen
frente porque realmente tienen un problema a la hora de plantear las
grandes líneas económicas y presupuestarias para llevar a cabo los
objetivos sanitarios.

El segundo apartado --y entro en concreto sobre lo que usted ha
manifestado y sobre el documento que han realizado-- se va a referir a la
mala gestión presupuestaria, fundamentalmente a los Capítulos II, de
gastos corrientes, IV y VI.

Con respecto al Capítulo II, en principio he dicho que no era muy
creíble, pero vamos a atenernos a lo que ustedes nos acaban de
suministrar.

En la página 14 del documento que ustedes nos dan hay algunos apartados
que a mí me gustaría que nos explicara por qué se producen estas
modificaciones con respecto al presupuesto inicial. El Programa 411 a),
fundamentalmente el Servicio 03, Dirección General de Servicios e
Informática, en el presupuesto inicial ponen 966 millones y luego hay una
modificación de 17 millones. En el Programa 413 b), el Servicio 16,
Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios, el presupuesto
inicial es de 804 millones y hay una modificación, incremento
lógicamente, de 167 millones. En este Programa 413 hay, además, una cosa
que no nos coincide con lo que tenemos nosotros. Me gustaría que nos lo
explicara. Luego, en la página 17,



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vemos que no coinciden las cifras, aunque es el mismo Programa 413, y el
Servicio 16, Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios, no
coinciden las cifras con los datos que ustedes nos proporcionan aquí. En
un apartado ponen 804 millones con incremento de 167 millones, y, en
cambio, en el otro 769 millones con ese mismo incremento. Me gustaría que
nos pudiera explicar cuál es el motivo. Por último, también en el otro
Programa con respecto a este capítulo es el Programa 413 g), Secretaría
General de la Salud, que es una Secretaría que, con la modificación del
Ministerio que ha hecho la Ministra, ha desaparecido, y me imagino que
esto tendrá su repercusión por lo menos en los seis últimos meses de este
año, porque realmente ha coincidido la modificación estructural del
Ministerio con la valoración que estamos haciendo. La Secretaría General
de la Salud hace un presupuesto de siete millones, y luego incrementan 33
millones, y en la Dirección General de la Salud Pública, 986 millones,
con un incremento de 106 millones, en lo que parece que puede ser
ampliación de créditos. Esto es lo referido al Capítulo II.

Con respecto al Capítulo IV, de Transferencias corrientes, página 22,
Programa 412 p), planificación de la asistencia sanitaria, Secretaría
General de Planificación, sobre lo presupuestado inicialmente --8.158
millones-- hay una modificación que, aparte de que nos diga por qué es
esa modificación y cómo se ha realizado esa modificación de 2.500
millones, nos gustaría que nos explicara este apartado.

En la página 26 --para que pueda usted seguir bien las anotaciones-- dice
«Secretaría General de Planificación». Pues bien, dentro de la Secretaría
General de Planificación hay un apartado al que usted ha hecho referencia
en su intervención y que es para ayudas sociales a enfermos del sida.

Entonces, hay aquí dos conceptos: uno, el presupuesto de 6.600 millones,
que se incrementa en 1.300, y otro que, en principio, no estaba previsto,
por lo que se ve, porque hay un presupuesto inicial que pone cero, que
tiene una modificación de 1.225 millones. Por último, dentro de este
capítulo también, me gustaría que me sacara de dudas con respecto a lo
que es la aportación del Estado a la Tesorería de la Seguridad Social, un
billón 900.000 millones, que se incrementa luego en 40.000 millones.

Este me parece que es el Programa 80.

Ya para terminar, con respecto a lo que nosotros consideramos que es mala
gestión presupuestaria, me voy a remitir al Capítulo VI, de Inversiones
reales, página 29, Servicio 03, Programa 411 a), de la Dirección General
de Servicios e Informática. Total del servicio, en principio, 672
millones, que se modifica y se incrementa con 57 millones.

El Programa 07, Dirección General de la Salud Pública, que parece ser que
es referido a lo que es la Sanidad exterior, de 101 millones se
incrementa en 16 millones, o sea, un 16 por ciento, y el Programa 413 b),
de la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios, de 31
millones previstos se incrementa en 10.

Dicen ustedes que tienen buena intención, parece ser que quieren utilizar
la herramienta de los presupuestos para alcanzar sus objetivos
sanitarios, pero nosotros le planteamos lo siguiente: ¿cuáles son las
razones de estas modificaciones? ¿Por qué vía se han hecho estas
modificaciones? ¿Cómo explican ustedes todos estos datos que le acabo de
decir?
El tercer gran apartado con respecto a lo que antes le comentaba de las
causas del defecto del presupuesto es la dotación financiera
insuficiente. Me va a permitir el señor Presidente y usted mismo en
algunos momentos en este apartado haga referencia al Insalud, por su gran
experiencia, ya que, incluso, si me apura, el otro día tendría que haber
estado usted en lugar de la Directora General, porque usted gestionó los
seis primeros meses de este año en el Insalud, y habrá algunos momentos
que a lo mejor hago yo una desviación y me dirijo al Insalud.

Entonces paso a la dotación financiera insuficiente de los centros. El
sistema presupuestario ya se sabe cómo es. Los diferentes centros,
direcciones provinciales, centros de salud, hospitales, en este caso, que
hoy nos ocupan serían el Instituto Carlos III o la Escuela Nacional de
Sanidad; lógicamente, ante lo que ellos prevén como objetivo sanitario,
plantean al Ministerio las dotaciones financieras o presupuestarias que
consideran más oportuno. El problema está en que ustedes, al hacer un
presupuesto siempre a la baja y no ser un presupuesto realista, no hacen
caso a lo que los centros asistenciales solicitan de ustedes, y volvemos
otra vez al esquema anteriormente citado. Ustedes aportan menos dinero a
los centros asistenciales; por lo tanto, se origina un déficit en esos
centros, y al principio de año tienen que pagar las obligaciones ya
reconocidas del año anterior. Estos son para mí los tres grandes ejes y
las causas por las que falla normalmente el presupuesto de Sanidad.

Aquí tengo que hacer referencia al Instituto Carlos III y tengo que citar
algunos de los datos, que vienen a ser igual que antes, que no vemos por
qué se modifican y por qué se amplían los diferentes presupuestos
aprobados en los Capítulos II, IV y VI, en el Instituto de Salud Carlos
III.

Señor Presidente, creo que he hecho una valoración de lo que nosotros
planteamos desde el punto de vista de lo que es el trámite parlamentario
de los presupuestos y lo que es su ejecución en el Ministerio de Sanidad.

Yo incluso le voy a dar a usted algunas de las soluciones que nosotros
prevemos que se puedan tomar. Entre otras cosas, considerar la
profesionalización de los recursos humanos a la hora de hacer los
presupuestos, a la hora de establecer los estudios y análisis con
respecto a los proveedores. Es conocido por todos que los proveedores de
los hospitales públicos cobran más a los hospitales públicos que a las
entidades privadas. Esas, lógicamente, son algunas de las cuestiones.

Hacer un presupuesto riguroso, fiable desde el momento que ustedes
inician, más o menos, cuando atienden a los centros asistenciales o a los
demás organismos del Ministerio, hacia el mes de julio o agosto, cuando
ustedes empiezan a solicitar los datos de los diferentes centros o
gestores asistenciales.

Para concluir, señor Presidente, habría que decir que nosotros creemos
que los datos no son fiables; no son fiables porque se falla en la base,
es decir, no se hacen unos presupuestos realistas, son unos presupuestos
muchas veces con buena intención, como hemos visto el otro día,



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cuando se manifestó con respecto al Insalud, al tema de farmacia, que
tanta preocupación le ha originado a usted por disminuir el gasto; vemos
que el gasto en farmacia sigue siendo elevado.

A estas cosas nosotros tenemos que decir que no; no nos dan credibilidad
los datos, que fallan en la base y, por tanto, van a fallar ustedes
sistemáticamente y no van a solucionar la deuda, teniendo en cuenta
--hablando ya, a título final, con respecto a la famosa deuda sanitaria--
que hay que remitirse al famoso crédito extraordinario del anterior
Ministro de Sanidad, el señor Griñán, a pesar de todo lo cual sigue
habiendo datos preocupantes.

Decía antes que iba a hacer una referencia a datos del Insalud. Tengo que
decirle que los datos que nosotros tenemos de la deuda del Instituto
Nacional de la Salud son los siguientes: en 1991, 118.000 millones;
1992-93, 126.000 millones. La desviación, al final, es impresionante. Es
decir, tienen un problema, la desviación más la deuda acumulada, y no
vemos cuáles son las vías que ustedes van a emplear. Yo no sé si es
porque realmente son incapaces. Yo pienso que sí quieren hacerlo, pero no
son buenos gestores y no están capacitados para ello, y ése es el gran
problema a la hora de hablar de presupuestos en el Ministerio de Sanidad,
en todo su conjunto.




El señor VICEPRESIDENTE (García Ronda): ¿Qué grupos desean intervenir?
(Pausa.) Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Palacios.




El señor PALACIOS ALONSO: Quisiera comenzar sumándome a la congratulación
del señor Villalón por la presencia ante nosotros del señor Subsecretario
para exponernos, como lo ha hecho, cumplida y rigurosamente, el grado de
ejecución de los presupuestos del Departamento, en que respecta a la
Subsecretaría, hasta el 30 de junio pasado. Yo no tenía la intención de
hacer ninguna alusión a la intervención del señor Diputado, digno amigo,
también, y compañero, del Grupo Popular, pero, puesto que ha habido
alguna alusión, posiblemente me refiera a su intervención.

Nosotros sí somos crédulos, creemos en este informe que se nos ha dado,
porque es un informe con rigor contable --yo creo que lo que le falta al
señor Villalón en este caso es la fe, según nos ha comunicado-- y recoge
una serie de fundamentos y de fuentes con muchísimo cuidado y claridad.

Porque aquellos que desde la Administración puedan dar datos falsos, como
su señoría muy bien conoce, posiblemente estarían incurriendo en delito,
y no es ése el tipo de amistades que yo le recomiendo a su señoría.

En cualquier caso, señor Subsecretario, su información completa la que
nos dio la señora Directora General del Insalud en los últimos días y
coincide, además, en la filosofía de considerar al Sistema Nacional de
Salud como una conquista que debemos cuidar. Yo comprendo que la actitud
del señor Villalón es muy difícil en este momento, es complejísima,
porque es una actitud que tienen que marcarse por el negativismo, y eso
no es bueno. Yo creo, como decía Kierkegaard, que hay que ser objetivos
hasta con lo subjetivo, y lo subjetivo es que hay unos planteamientos en
el Ministerio de Sanidad que han hecho que este Sistema Nacional de Salud
vaya, con el paso de los años, no sólo afianzándose en lo legislativo,
sino también en cuanto a ser un sistema de calidad solidario y
equitativo, que son algunos de los elementos que, tanto el señor
Subsecretario como la Directora General del Insalud y la señora Ministra,
por supuesto, siempre destacan como elementos fundamentales de este
sistema. Evidentemente, nuestro Gobierno tiene en este Sistema Nacional
de Salud una de sus prioridades, así lo ha manifestado siempre, y en
ningún momento cejará en todas las actividades que a través del
Departamento de Sanidad y Consumo lleven a que este Sistema se consolide
en términos de justicia distributiva, de equidad, de racionalización y de
ajuste con las exigencias presupuestarias del país.

En cualquier caso, señor Presidente, señor Subsecretario, convendría
recordar que para que este hecho sea posible, para que nos encontremos en
este momento con un ceñimiento a la ejecución del gasto en función de los
presupuestos que se han aprobado el año pasado, ha tenido que transcurrir
un largo camino, en el cual algunos hemos podido ser, si no
protagonistas, por lo menos co-contribuyentes. Desde hace diez años,
cuando debatíamos en esta Casa la Ley General de Sanidad, nos habíamos
propuesto que habría unos momentos como éstos, en los cuales ya se habría
avanzado demasiado --en la sanidad siempre se está avanzando, siempre se
está mejorando--, pero creo que hemos llegado a un punto en el que nos
podemos dar por bastante satisfechos. La calidad del sistema es buena, el
grado de descentralización administrativa es el tercero del mundo, me
parece, después de Australia y de Canadá, y las medidas de planificación,
de gestión contable y de búsqueda de la calidad del sistema y de la
equidad me parece que van avanzando, sin que en ningún momento podamos
darnos por satisfechos.

Creo, sinceramente, que el último acuerdo de financiación del Sistema va
a permitir, de alguna forma, en buena medida, que se pueda avanzar con
tranquilidad en la mejora de algunos aspectos que todavía son
corregibles. Y es ahí donde falla seguramente el señor Villalón. Aunque
su estilo me gusta mucho, es muy tranquilo, quizá con el tiempo lo que
necesite sea un poco más de información y tener mejores amigos que le
informen, en cualquier caso, yo pienso que lo que necesita, como decía el
señor Jerez, es que no entienda usted los Presupuestos como una profecía.

Los presupuestos no son una profecía y por eso hago mías las palabras del
debate en el Congreso; las vuelvo a hacer mías. El mero hecho de una
simple epidemia inesperada puede hacer... Lo que ustedes dicen en su
congreso: Sí, presupuestos finales igual que presupuestos iniciales, pero
si hay una desviación, créditos suplementarios. Los que sean, señor
Villalón, si la epidemia es grande, el crédito será en función de la
epidemia o de la situación sanitaria. (El señor Presidente ocupa la
Presidencia.) Por tanto, hay que buscar siempre acercarnos al máximo
posible, al cero si se puede conseguir, pero seguramente no se conseguirá
casi nunca, porque interferirá una serie de circunstancias que acabarían
con la profecía en la cual ustedes creen y nosotros, desde luego, no,
desde una perspectiva presupuestaria.




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Señor Subsecretario, como ve, mi afecto al señor Villalón queda
perfectamente patente, puesto que reconozco todos sus méritos y le deseo
lo mejor en el futuro en cuanto al conocimiento de la materia. Nos ha
alegrado mucho escuchar una serie de planteamientos que, desde otras
perspectivas, posiblemente no sean singulares, pero que para nosotros sí
lo son. Son una excelente exposición de que el Ministerio sigue vivo en
sus aspiraciones de consolidar el Sistema Nacional de Salud.

Nos hablaba usted del Decreto de ordenación de las prestaciones
sanitarias, del estatuto-marco en marcha, del programa de trabajo en
relación con las necesidades que plantee la agencia de evaluación
tecnológica, del plan estratégico de protección del consumidor. Nos ha
hecho una pequeña referencia --y a mí me consta porque suelo estar en
bastante buena relación con las sociedades de consumidores y con las
oficinas municipales de consumo-- a que el plan arbitral ha venido
funcionando bastante bien en este último tiempo, esperemos que vaya
mejorando en todas sus cuestiones, y un sinfín de planteamientos que
ponen de manifiesto la preocupación por que se vayan creando hábitos
saludables en nuestra población respecto del tabaco, de la droga y otras
muchas cuestiones.

Me ha gustado fundamentalmente que en el capítulo de gastos corrientes se
haya puesto de manifiesto --les agradará muchísimo, puesto que el año
pasado en los presupuestos ponían mucho énfasis en que así fuera-- su
reducción. Eso es así, no tanto como ellos pretendían porque hubieran
querido que el de publicidad, el 126-F hubiera desaparecido,
afortunadamente se ha reducido mucho y la publicidad nos la dan ellos con
tanta exposición negativa; lo negativo siempre saca a relucir lo positivo
de lo que se critica.

En cualquier caso, le felicito por eso, felicito a la señora Ministra
--le ruego que se lo transmita-- por el acuerdo de financiación con las
comunidades autónomas, que va a permitir en el futuro llevar con cierta
tranquilidad la realización de los proyectos especificados en los
presupuestos.

Y permítame, señor Subsecretario, que haga unas reflexiones que me
parecen de suma importancia antes de pasar a hacerle cuatro o cinco
preguntas. La primera es que cuando se dice por un señor parlamentario
que se juega fuera de casa se está eludiendo una responsabilidad
fundamental. Esta Casa es la casa de todos los parlamentarios, de todos,
y todos tenemos que sentirnos dignamente protegidos por ella. Dice que
respecto a los presupuestos aquí planteados, a su ejecución hasta el 30
de junio poco pueden hacer. Hagan poco pero, por favor, háganlo
correctamente. En ese sentido, creo que, realmente, nos podemos ayudar
todos mucho. Venimos repitiendo desde nuestro Grupo que la contribución
de todos los grupos políticos a la consolidación del Sistema Nacional de
Salud no debe quedarse en meras frases. Tiene que plantearse desde
perspectivas de reconocimiento de lo que se hace bien y desde
perspectivas de crítica a lo que pueda no hacerse bien o se entienda que
se hace mal, pero no desde una actitud negativista absoluta. Haciendo
homologación de lo que se nos presenta en este documento, ustedes ya
tienen cumplido, al 30 de junio, un negativismo del 100 por cien; su
grado de ejecución es pleno.

Señor Subsecretario, paso a hacerle las preguntas. En el capítulo 2, nos
hablaba usted del plan de control por un importe de 77,3 millones
respecto del fraude del clenbuterol en las carnes para la alimentación.

Me gustaría que me explicara, señor Subsecretario, cómo vamos a conocer
nosotros, por qué cauce, si va a ser por denuncias u observaciones
puntuales, o si se va a crear un medio de información anual, semestral o
bimestral, de los fraudes que se produzcan.

En el capítulo 4, respecto de las subvenciones de carácter social a los
enfermos o sus familiares con problemas de sida, vemos que en lo que
concierne al primer semestre se ha cumplido con esos aproximadamente
6.000 millones de pesetas, lo presupuestado para esos fines, pero en el
tiempo que vamos, entrando ya en octubre, sólo se han abonado, en
subvenciones, 1.600 ó 1.700 millones de pesetas. Cuáles son las
previsiones de pago del resto, hasta los nueve mil y pico millones, y por
qué cauces.

En cuanto al capítulo 6, de inversiones reales, hay un apartado que me
parece de la máxima importancia, que es el referido a la adquisición de
elementos informáticos, de acuerdo con el Ministerio de Educación y
Ciencia, por un importante, creo que dijo, de 295 millones para la
formación de los alumnos en materia sanitaria. Me gustaría saber con qué
profesorado se va a contar; ¿son los profesores del MEC los que van a
impartir eso, previo un curso, o serán profesionales de la sanidad los
que, ocasionalmente, vayan a acudir a los colegios?
Dentro del elemento de información de la población, éste puede ser, señor
Subsecretario, uno de los capítulos que a la larga más fruto puedan dar.

Tengo que decirle que nuestro Grupo ve esto, aunque pueda parecer un tema
menor dentro del volumen global de los presupuestos, con la máxima
ilusión, desde perspectivas de futuro.

Citó el señor Subsecretario, de paso, que había una subvención --también
si se quiere es un capítulo menor, pero hay algunos hospitales que tienen
necesidades menores que, para ellos, son de gran importancia-- a dos
hospitales por un importe de unos 56 millones de pesetas. Me imagino que
pueden se hospitales sin ánimo de lucro o con unas peculiaridades
específicas. Si no tiene inconveniente el señor Subsecretario, nos
gustaría que nos dijera qué hospitales son.

Por último, señor Subsecretario, en el programa 121 C), y en el, insisto,
excelente informe que nos han enviado, veo que el grado de ejecución del
gasto previsto para la Escuela Nacional de Sanidad a diciembre va a ser
aproximadamente del 78,6 por ciento. ¿En función de qué no puede
alcanzarse el porcentaje restante en su previsión? Me parece que lo he
interpretado bien.

Gracias, señor Subsecretario. Yo estoy absolutamente convencido de que ni
a usted, ni a la señora Ministra, ni a su departamento hace falta
animarles en el trabajo permanente, inteligente y constante en defensa
del Sistema Nacional de Salud, con todas las complementariedades que
puedan darse desde otros sectores, como el privado. En ese sentido, sabe
usted, señor Subsecretario, que su



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departamento tiene el máximo apoyo de este Grupo, no por el hecho, que
sería un poco «naïf», de que pertenezcamos al mismo modo de sentir
político, sino, simple y sencillamente, porque es legítimo reconocer lo
que se hace bien.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO (Temes
Montes): Gracias, señor Presidente.

Quiero empezar, señor Villalón, agradeciéndole profundamente el tono de
su intervención, que creo que es, como siempre, extraordinariamente
amable y educado aunque, obviamente, diga cosas en las que no puedo estar
de acuerdo. Pero pienso que el tono empleado es muy de agradecer.

Con respecto a su intervención, he de decirle que no nos pueden reñir por
una cosa y por la contraria; a la Directora General del Insalud le han
reñido por no hacer una introducción sobre objetivos y a mí me riñen por
hacerla. Deberían ponerse de acuerdo para ver si nos riñen por una cosa o
por la otra, porque si no, cuando leemos las comparecencias anteriores,
nos despistamos un poco.

Yo no he querido venir aquí hoy a hacer una descripción contable del
cumplimiento del presupuesto, a 30 de junio de 1993, del Ministerio de
Sanidad, porque creo que ésta no es exclusivamente la función de la
comparecencia; me he permitido hablar un poco de objetivos y de líneas de
trabajo. Si esto no está unido a los presupuestos, no está unido a los
datos contables, no está unido a los datos numéricos, perdería mucho
interés el debate que podemos establecer. Aunque reconozco que, escuchada
la primera parte de la intervención, puede considerarse que no es
estrictamente una comparecencia sobre presupuestos, me parece que está
justificado e insisto en que a la Directora General del Insalud le han
reñido por lo contrario. Por tanto, intentaremos acertar la próxima vez
compensando la parte contable con la parte de objetivos y de líneas de
trabajo.

Me parece, sobre todo, que el presupuesto es un instrumento para cumplir
unos objetivos, y en esa medida he pretendido hacer una comparecencia
equilibrada. No puedo estar de acuerdo en que no se haya aclarado nada;
me parece que se han aportado datos con anterioridad para que SS. SS.

tuviesen la oportunidad de estudiarlos y debatirlos. Creo que eso se ha
hecho y sobre ello me hace preguntas, algunas extraordinariamente
concretas y eso es porque se ha aportado una documentación suficiente
para que ustedes puedan hacer su trabajo de control al Gobierno.

Quiero decirle, utilizando el símil futbolístico que antes usted
utilizaba, que no hemos pretendido con la aportación de documentación
contribuir al achique de espacios, ni muchísimo menos; si acaso hemos
pretendido --y ya sé que en el fútbol, a veces, eso es un error--
telegrafiar la jugada.

Me alegro de que le parezca bien el cumplimiento del capítulo 1, que creo
que es útil. Me dice que a 30 de septiembre estamos dando datos de 30 de
junio. Lógicamente, porque es el objeto de la comparecencia y no puede
ser de otra manera. Sinceramente pienso que los datos son creíbles y,
además, escuchándole he llegado al convencimiento de que usted se los
cree. Me parece que el estudio de los datos que se han aportado, del
esfuerzo del departamento durante el año 1993, que usted lo conoce bien,
hace que los datos sean creíbles. Hemos hecho un cumplimiento
presupuestario creo que modélico y no voy a dejar de decirlo. No voy a
entrar a discutir con usted, porque no debo hacerlo, los datos del
Insalud, aunque mi responsabilidad hasta hace dos meses era ésa --ha
habido una comparecencia de la Directora General del Insalud, quien creo
que aclaró esos extremos-- pero sí me voy a permitir decirle, sin dar
demás datos sobre el Insalud, sin entrar en más discusión, que, por
ejemplo, en Farmacia se ha conseguido un éxito importante en reducir el
crecimiento de la factura farmacéutica sin modificar los dos aspectos que
me parecen sustanciales, que son: la aportación del beneficiario, que es
del 10,5 por ciento, siete puntos inferior a la media europea, y la
calidad de la prestación. Me parece que ésa es una política progresista
que debemos seguir haciendo.

En cuanto al presupuesto del año 1994, tampoco debería entrar, y no
quiero hacerlo, en algunas valoraciones que usted ha hecho sobre las
previsiones para final de año, porque me parece que no es el objeto de la
comparecencia; pero la desviación creo que va a ser la menor de los
últimos quince años. En el Insalud, gestión directa no va a superar los
tres puntos, lo cual es una buena noticia para todos. Que, manteniendo el
nivel de las prestaciones y el nivel de calidad, las desviaciones
presupuestarias sean menores, es un buen dato. Pero no voy a seguir
hablando del Insalud, porque entenderá que no es mi cometido.

Creo que comete algún error, supongo que no es importante, pero me ha
hablado de dos programas, que son el SICOSS y el DIAS. En ambos casos, no
son programas del Ministerio de Sanidad y Consumo, por tanto, no los he
citado; son programas de la Seguridad Social.

Usted me discute los datos en base a unas fuentes que yo desconozco
absolutamente y contrastar datos sobre fuentes anónimas que a usted le
hayan podido informar, me resulta imposible.

En la segunda parte de su intervención me hace una serie de preguntas
puntuales, que yo voy a tratar de contestar. Le ruego que si alguna no
quedase suficientemente aclarada me lo haga saber. Yo, sin duda, no puedo
entrar en el detalle último de las cifras de un presupuesto billonario,
pero sí le suministraré, como es obligado, la información que precise.

Me hablaba, en el programa 413, sobre Farmacia, de la incorporación de
167 millones de pesetas, por adquisición de medicamentos suministrados a
las comunidades autónomas. Señala discrepancia en el gasto del capítulo
2. En la página 14 del documento habla de todo el capítulo 2 y la página
17 sólo contiene el artículo veintidós, material, suministro y otros.

En el programa 413, de la Secretaría General de Salud, sobre el VIH, ha
habido una ampliación de crédito de 1.300 millones y una incorporación de
1.225, ciertamente



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a través de los mecanismos legales que para ello están establecidos.

En el programa 412, de la Secretaría General de Planificación, ha habido
una ampliación de 40.383 millones de pesetas, para hacer efectivas a las
comunidades autónomas las liquidaciones provisionales de 1993 en el
Insalud.

Creo que con ello doy respuesta a las preguntas concretas, aunque insisto
en que, si faltase contestación a alguna de las preguntas que usted me ha
formulado, se la remitiría por escrito.

Para terminar, mi respuesta al señor Villalón. La verdad es que quiero
asegurarle que yo creo que hemos hecho un trabajo presupuestario serio y
riguroso --cabe poca duda de ello-- y me voy a permitir resaltar algunos
aspectos generales de lo que hemos hecho, en cuanto a la ejecución del
presupuesto al 31 de junio, que pone de manifiesto un comportamiento
controlado del gasto con respecto al año 1993.

Quiero insistir en algunas cosas que he dicho ya, pero que me parece que
deberían resaltarse, porque dan una visión clara de cuáles han sido las
líneas de trabajo y el esfuerzo realizado.

El presupuesto operativo del Departamento se ha reducido en un 2 por
ciento. Los gastos de personal, como S. S. ha reconocido, permanecen
estables. Los gastos corrientes en bienes y servicios experimentan una
disminución del 19 por ciento. En este apartado destaca la aminoración
del 20 por ciento de los gastos de dietas, alojamientos y transporte de
personal del Departamento. Igualmente los gastos de publicaciones
disminuyeron un 51 por ciento.

Estos resultados son fruto de esa política de austeridad en el gasto
público y de rigor en el cumplimiento del presupuesto.

En cuanto a las principales actividades realizadas, creo que hay temas de
gran importancia, como la celebración del convenio con el Ministerio de
Educación para la prevención del consumo de alcohol y de tabaco, temas
sobre un problema importantísimo, que es el sida, la dotación a más de
200 centros universitarios y de formación profesional de terminales
informáticas interactivas para que los jóvenes puedan acceder a los datos
e informaciones de interés relacionados con la enfermedad, el desarrollo
de la quinta campaña de información dirigida a la población, en general
jóvenes y usuarios de drogas por vía parenteral. Es decir, creo que
estamos abordando con los presupuestos problemas reales que tiene nuestra
sociedad. Las subvenciones a organizaciones no gubernamentales; las
ayudas sociales a los enfermos contaminados por el VIH, por tratamiento
con derivados; la prevención y control de las enfermedades transmitibles,
que es otro problema en alza; y, por último, una serie de actuaciones
sobre factores que determinan seriamente el estado de salud, como la
alimentación o el medo ambiente.

Al portavoz del Grupo Socialista, señor Palacios, quiero agradecerle, por
supuesto, sus palabras de apoyo y de colaboración. Me parece que ha hecho
un discurso en el que no puedo más que coincidir. Aunque ciertamente no
nos haga falta el ánimo para seguir trabajando, no nos viene
absolutamente nada mal. Por tanto, de nuevo, mi agradecimiento.

Intentaré contestarle a alguna de las preguntas que ha formulado. También
le digo que si alguna de sus preguntas no quedase suficientemente
resuelta, tiene mi compromiso, y mi obligación, por otra parte, de
remitirle por escrito la explicación.

Me habla del capítulo 2, que son 72,3 millones de pesetas, destinados a
un trabajo para detectar en las carnes clenbuterol. La Dirección General
de Salud Pública informa puntualmente y a tiempo real a las comunidades
autónomas. Este es el planteamiento que pretendemos seguir haciendo. Hay
una serie de competencias que son de las comunidades autónomas y hay otra
serie de competencias que son de la Dirección General de Salud Pública.

Pretendemos con ello seguir haciendo este trabajo de informe puntual
sobre situaciones de este tipo que puedan aparecer en las distintas
comunidades autónomas.

Me preguntaba también por las previsiones de pago a las personas que
reciben subvenciones por la contaminación con el virus de la
inmunodeficiencia humana. La previsión es que cuantas personas han
acreditado esa situación cobren las indemnizaciones en este año, como es
lógico. Hay una Comisión valorando lo publicado en su día en un Real
Decreto, creo que es, que establece la justicia o no de recibir esta
subvención. En el año 1994, el crédito se adjudicará al cien por cien en
todos los casos en que exista ese derecho reconocido por la Ley.

En cuanto a qué profesionales van a trabajar en la educación para la
salud, se ha dotado exactamente con 289 millones de pesetas, en un
convenio que se ha hecho sobre sida con el Ministerio de Educación y
Ciencia, a 200 centros universitarios y de formación profesional, de
estos terminales interactivos de los que ya les he hablado, para que
puedan acceder a los datos de información de interés.

Es, por una parte, útil que los profesionales sanitarios se acerquen a
explicar el mecanismo, pero también, y por los temas de que se trata,
intentamos que haya un grado de utilización por parte de los propios
usuarios del sistema, con lo cual se consigue una privacidad mucho mayor.

No soy capaz de decirle el nombre de los dos hospitales a los que se ha
dado 53 millones de pesetas para subvenciones, pero en ambos casos son
dos hospitales pequeños, con dificultades, dos hospitales sin ánimo de
lucro, y le diré por escrito qué hospitales son concretamente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Subsecretario.

Voy a dar un segundo turno, que comprenderán que ha de ser breve, entre
otras cosas porque el horario va avanzado más allá de las previsiones. Yo
rogaría a los portavoces de los grupos y también al señor Subsecretario,
que cerrará definitivamente, que se ciñeran estrictamente a aspectos de
la ejecución presupuestaria.

El señor Villalón tiene la palabra.




El señor VILLALON RICO: Brevemente, porque ya veo que nos pasamos de la
hora, ya que el siguiente punto



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del orden del día estaba previsto para las 11 de la mañana y ya lo son.

Tres o cuatro pinceladas, señor Presidente.

Señor Palacios, yo creo que, algunas veces, los Diputados Socialistas, en
comparecencias en general, no sólo en las de presupuestos, confunden los
trámites parlamentarios. Los Diputados Socialistas se dedican a contestar
a los Diputados de la oposición, en lugar de intervenir sobre lo que ha
dicho el miembro del Gobierno o de la Administración, en resumidas
cuentas. Usted confunde los términos en los que yo me expreso y, con esos
términos confundidos, hace su historia. El señor Palacios ya sabe que le
tengo aprecio, pero lo que usted dice no es lo que yo digo, sino que es
una tergiversación.

Señor Temes, respecto a que el otro día regañamos a la Directora General
del Insalud, como usted dice, que yo he dicho todo lo contrario, tengo
que señalar que, sin recordar exactamente cuál fue la intervención de mi
compañero de Grupo, muchas veces habría que echar mano de los privilegios
que tiene la oposición, que está en desventaja con el Gobierno respecto a
los datos, a la hora de la crítica al Gobierno. Yo no he criticado que
usted comparezca aquí tres meses después para informar sobre los datos,
porque me parece un espacio de tiempo adecuado. Lo único que yo le he
dicho es que, pasados estos tres meses --que no critico, sino que es un
hecho evidente--, nosotros creemos que los datos que pueden ser más
cercanos a la realidad son los que nos pudieran dar ustedes sobre el
primer trimestre del año 1994 y no sobre el primer semestre.

Yo a usted le tengo en muy buena consideración, le tengo estima y pienso
que tiene muy buena intención en su gestión, pero me parece que se
confunde, como ha pasado a lo largo de todos los años con respecto a lo
que es administración socialista, como hicieron sus antecesores en el
cargo, ya sea el Ministro, Subsecretario o Director General del Insalud.

En principio, yo podría creer los datos que nos dan. ¿Por qué no los voy
a creer? Yo veo que su intención es buena y como, lógicamente, ustedes
tienen, en este caso de los presupuestos, la herramienta para conseguir
los objetivos sanitarios, yo pienso que van con buena intención. Pero
cuando a una persona se le hace una valoración en su experiencia
profesional, en su trabajo o en cualquier otro aspecto, hay que echar
mano de los antecedentes o de la experiencia que ha demostrado
anteriormente, y los antecedentes de ustedes con respecto a los
presupuestos no pueden ser más nefastos. En concreto, en los presupuestos
de todo lo que es el amplio Ministerio de Sanidad siempre ha habido gran
desviación, déficit y acumulación de deuda. Ante estas cosas, ¿qué quiere
que yo le diga? Yo puedo creer en usted como persona, pero no puedo creer
en usted como Subsecretario del Ministerio de Sanidad, porque la realidad
me dice que nunca coinciden las cifras. Usted ha dado ahora el dato de la
desviación respecto a este año 1994, que dice que va a ser en torno al 3
por ciento, pero la Ministra, en sus manifestaciones del otro día, como
decía anteriormente, ya indicó que sería de un 8 por ciento. Al final, ni
usted ni yo vamos a tener razón. Vamos a esperar al mes de febrero y
entonces veremos cuál es la desviación que presenta el presupuesto del
Ministerio de Sanidad y Consumo.

Quiero hacer solamente un ruego al señor Subsecretario, y es que, si no
le importa, las preguntas concretas que le he realizado, a las que me ha
contestado usted un poco a vuelapluma, me las conteste todas por escrito.




El señor PRESIDENTE: Señor Palacios, tiene la palabra.




El señor PALACIOS ALONSO: Seré muy breve, señor Presidente. Simplemente,
quería poner de manifiesto dos cuestiones. La primera es que, con
independencia del contenido de las intervenciones que aquí hayamos
tenido, que se han hecho en un tono francamente positivo y bueno, yo creo
que por este cauce es por el que se debe avanzar y no entrar en peleas
peregrinas. Cada uno defiende sus posiciones y yo no voy a echar en cara
ahora al Grupo Popular cuáles son las suyas; estoy aquí para defender
aquellas en las que creo. En todo caso, éste es el mejor camino. Por otra
parte, creo también que un buen camino, señor Subsecretario, es el
emprendido. Sabe que usted, y su Ministerio, tiene siempre un apoyo
crítico, digamos que un apoyo hasta donde sea, entendiendo asimismo como
apoyo las críticas a aquellas cosas que entendemos que van o que pueden
ir retrasadas. En cualquier caso, estamos de acuerdo con sus miras de
trabajo y creemos que, poco a poco, se va incorporando --y termino, señor
Presidente-- un concepto en alguna medida siempre mal tratado, que es el
de la austeridad. La austeridad es un concepto que tiene que vincularse
muy claramente al rigor gestor y al rigor en las actuaciones y no a la
cicatería o a la tacañería, como en muchas ocasiones se ha venido
haciendo. Hemos dicho muchas veces que no es mejor la sanidad más cara,
en absoluto; la sanidad más cara puede ser muy mala. La sanidad buena --y
creo que vamos por el buen camino-- es aquella que concilia la eficacia,
la equidad y la calidad con el coste, en función de las posibilidades de
un país determinado, y me parece que es en esa línea en la que está
actuando nuestro Gobierno. Por lo tanto, con independencia de que sigamos
nuestros debates cuando los presupuestos lleguen a esta Comisión,
continuaremos apoyando este tipo de actuaciones de nuestro Departamento
de Sanidad y Consumo.




El señor PRESIDENTE: Señor Subsecretario, tiene la palabra.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO (Temes
Montes): Comprendo la disquisición sobre las ventajas de la oposición a
la hora de hacer discursos distintos, dependiendo de qué miembro del
Gobierno esté compareciendo, pero la verdad es que no puedo compartir que
eso sea así. Usted me dice que los datos más fiables que deberíamos dar
son los del primer trimestre, y yo creo que ésta es una opinión personal
suya, absolutamente subjetiva, que no comparto. Tengo que decirle que,
incluso, estaríamos a disposición de darle los del tercer trimestre, que
obran en la Intervención General de las Administraciones del Estado. Es
decir, no funcionamos tan mal ni muchísimo menos.




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Yo comprendo que usted me tenga afecto, pero a continuación insiste en
que me confundo permanentemente. Sin duda, me confundo. Me he confundido
muchas veces en mi vida, probablemente lo seguiré haciendo muchas más,
porque me pasa lo que a casi todo el mundo, que cometo errores. No sé si
se refiere a eso. En lo que no me confundo, o por lo menos creo tener la
seguridad de que no me confundo, es en una cosa: en trabajar por asentar
un sistema sanitario público de las características del español, que me
parece de enorme utilidad para los ciudadanos de este país. En eso, yo
pretendo seguir tabajando con firmeza, dentro de mi capacidad, aunque
reconozco que a veces me pueda confundir, lógicamente.

Me vuelve a hablar S. S. de la fiabilidad de los datos. Yo le digo que
los únicos datos fiables son los que usted tiene en su mano y los que
suministre el Ministerio de Sanidad; los que pudieran darle por vías
alternativas carecen absolutamente de valor. Estoy absolutamente
dispuesto --creo que lo sabe-- para contrastar los datos que quiera, a lo
largo del tiempo que quiera, y convencerle --pienso-- de que no estamos
dando datos maquillados, como usted ha dicho; que estamos reflejando la
realidad presupuestaria.

Por último, lo que sí le pido es que no me lleve a la esquizofrenia de la
doble personalidad diferenciando entre yo y el Subsecretario, que
comprendo que está bien, pero en este momento somos la misma persona y ya
sabe usted que lo de las enfermedades mentales tiene difícil solución.

Gracias, de nuevo, señor Palacios, por sus palabras. Coincidimos
plenamente en el discurso y en los objetivos, y lo que sí me permito es
brindarle el trabajo del Ministerio, el hecho hasta ahora y el que
estamos dispuestos a hacer en toda la legislatura.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias. Con la intervención del señor Temes,
termina la comparecencia del Subsecretario del Ministerio de Sanidad y
Consumo.




--DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE ECONOMIA Y HACIENDA
(BLANCO-MAGADAN Y AMUTIO), PARA DAR CUENTA DE LA EJECUCION DEL
PRESUPUESTO A 30 DE JUNIO DE 1994, PREVIA REMISION DE INFORME. A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de expediente
212/000875.)



--PARA DAR CUENTA DE LA EJECUCION DEL PRESUPUESTO DE LA SECCION 31,
GASTOS DE DIVERSOS MINISTERIOS, A 30 DE JUNIO DE 1994, PREVIA REMISION DE
INFORME. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de
expediente 212/000888.)



El señor PRESIDENTE: Comenzamos la comparecencia del señor Subsecretario
del Ministerio de Economía y Hacienda, a petición del Grupo Parlamentario
Popular, para dar cuenta de la ejecución del presupuesto del Ministerio y
también para la Sección 31.

El señor Subsecretario tiene la palabra.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE ECONOMIA Y HACIENDA
(Blanco-Magadán y Amutio): Buenos días, señorías. Voy a tratar de ser lo
más breve posible, porque, según me han informado, han llegado a SS. SS.

y están a su disposición unos documentos que les hemos remitido,
cumpliendo la petición de SS. SS., sobre ejecución del presupuesto, tanto
del Ministerio como de la Sección 31, y dentro del Ministerio, de los
créditos de inversiones, que es lo suficientemente exhaustivo, prolijo y
con nivel de detalle y comentarios, como para que, salvo las preguntas de
SS. SS., me permita hacer sólo algunas reflexiones de carácter muy
general, pero que me parece que son imprescindibles, necesarias o útiles
para hacer un buen análisis del seguimiento presupuestario de las dos
secciones sobre las que me corresponde informar.

En primer lugar y, como digo, con mucha brevedad, quisiera hacer un par
de reflexiones muy generales sobre el presupuesto del departamento. El
presupuesto del departamento, la Sección 15, es un presupuesto
fundamentalmente destinado a gastos de funcionamiento. El 83 por ciento
del presupuesto no financiero del departamento es gastos de
funcionamiento, entendiendo gastos de funcionamiento como quizás un cajón
de sastre un poco amplio en términos de capítulos presupuestarios, pero
correcto en términos funcionales. Incluye gastos de personal, gastos
corrientes, transferencias corrientes a organismos autónomos que, a su
vez, financian gastos de personal y gastos corrientes; deberíamos incluir
algún tipo de inversiones --pero no lo hemos hecho dentro de este
ejercicio-- en informática, por ejemplo, u obras y reparaciones en los
edificios del Ministerio que, evidentemente, son gastos de
funcionamiento. En todo caso, estamos hablando de una cifra para gastos
de funcionamiento dentro del Ministerio por encima del 83 por ciento, lo
cual es una singularidad de este departamento, no el único. Esto quiere
decir, vista la otra cara de la moneda, que lo que podríamos llamar
políticas activas, políticas un poco dirigidas hacia el resto de la
sociedad, son muy escasas.

Sólo quiero destacar, dentro de estas políticas activas, lo que es la
política de incentivos regionales, del orden de 17.000 millones; las
actuaciones de revisiones catastrales, que también podrían estar
incluidas dentro de gastos de funcionamiento, pero excluyámoslas, del
orden de 3.000 millones; y los gastos del Instituto Nacional de
Estadística (INE) en inversiones, que son del orden de 7.000 millones, y
que igualmente podríamos también incluirlas dentro de gastos de
funcionamiento.

Es importante --por lo que luego diré-- tener la idea clara de que el
presupuesto del Ministerio de Economía y Hacienda es un presupuesto
fundamentalmente de funcionamiento. Por el contrario, este Ministerio
tiene una singularidad muy especial con respecto a los otros ministerios
y es importante tenerla en cuenta a la hora de analizar el seguimiento:
aproximadamente el 50 por ciento del crédito



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total presupuestario es lo que se llama el Capítulo VIII, operaciones
financieras; es decir, actuaciones de apoyo financiero a terceros --dicho
quizá de una forma no muy correcta en términos de Ley General
Presupuestaria--, en gran medida empresas, dentro de las cuales, por
destacar alguna, está la adquisición de acciones por parte de las
sociedades del grupo Patrimonio, los préstamos FAD, del Fondo de Ayuda al
Desarrollo, y el reaseguro de riesgos extraordinarios de créditos a la
exportación. Estas tres partidas son las fundamentales de las operaciones
financieras del Ministerio de Economía y Hacienda, que, como digo,
alcanzan aproximadamente al 50 por ciento del presupuesto. Obviamente,
decir que lo principal de sus créditos son créditos de funcionamiento no
debe entenderse como una minusvaloración de la función del departamento,
puesto que, evidentemente, para cumplir los objetivos que le
corresponde--fundamentalmente diseño, ejecución de políticas económicas,
fiscales, presupuestarias, gestión tributaria, control interno de los
gastos del sector público--, los créditos que se deben aprobar son, sobre
todo, créditos de funcionamiento.

Una segunda reflexión, también breve, es que para valorar, para poder
hacer un seguimiento correcto, en mi opinión, de la ejecución
presupuestaria, había que partir del hecho de que el presupuesto del que
efectivamente ha dispuesto el Ministerio de Economía y Hacienda en el año
1994 ha sido muy restrictivo. Cuando digo efectivamente lo digo en el
sentido de que el gestor ha dispuesto de un volumen de recursos en
términos comparativos con los que dispuso el año anterior, el año 1993,
sensiblemente inferior. Sus señorías conocen perfectamente que el
presupuesto inicial de 1994 de este Ministerio de Economía y Hacienda
supuso una disminución sobre la ejecución del año 1993 del orden del 16
por ciento, y en pesetas de casi 80.000 millones de pesetas, que sobre un
presupuesto inicial del orden de 200.000 millones en números redondos,
supone que los gestores han dispuesto de unas cantidades efectivas muy
inferiores a las que dispusieron en el ejercicio 1993.

Una vez hechas estas reflexiones, que me parece que son útiles para la
evaluación del seguimiento del presupuesto, debo entrar en lo que se
supone que es el núcleo de este trámite, que es que los gestores demos
cuenta a SS. SS. del cumplimiento del Presupuesto que aprobaron hace
ahora menos de un año.

Probablemente caben distintas formas de abordar el análisis del
cumplimiento de un presupuesto, pero a mí se me han ocurrido tres, que
son las que voy a describir muy brevemente; pueden caber otras pero éstas
son tres formas de analizar el cumplimiento presupuestario.

En primer lugar, la tradicional de ver cómo se está gastando en el
sentido de con qué ritmo se gasta, cuánto se está gastando. Ese es un
poco el enfoque tradicional y convencional. Un segundo criterio que
podríamos utilizar es ver si, por parte de los gestores, en este caso del
Ministerio de Economía y Hacienda, se está demandando, para gastar, más
recursos de los que inicialmente se autorizaron, mediante generaciones,
incorporaciones, créditos extraordinarios, suplementos de crédito,
etcétera, o, incluso, si los que se está gastando se está gastando en
cosas distintas de las que inicialmente se autorizaron. Este puede ser un
segundo criterio para analizar la gestión presupuestaria. Un tercer
criterio, que creo que es especialmente idóneo en un Ministerio como el
de Economía y Hacienda que, como he dicho antes, es fundamentalmente
gastos de funcionamientos, sería --partiendo de la definición de la Ley
General Presupuestaria, que define los créditos presupuestarios como las
obligaciones que, como máximo puede reconocer cada centro gestor, es
decir estas obligaciones deberían actuar como límite de gasto-- hacer un
seguimiento presupuestario en el que se podría analizar, si lo que se
está gastando es por debajo del límite del crédito que, en su día, nos
autorizaron las Cortes, lo que en mi opinión, si es que esto ocurre así,
podría ser calificado como una buena administración; evidentemente,
siempre que los fines para los que se dotaban estos créditos se estén
cumpliendo. A igualdad de eficacia, incluso a mayor eficacia, si el
administrador está incurriendo en menos costes, parece que cabría deducir
de ello una buena administración.

Pues bien, voy a detenerme sólo en explicar, en mi opinión, cómo hemos
cumplido estos tres criterios, porque se ha repartido a SS. SS. una
documentación, creo que bastante exhaustiva, tanto de la Sección 15, como
de la 31, y, dentro de la Sección 15, la del Ministerio, el análisis
específico de los créditos de inversión y si SS. SS. han tenido la
oportunidad y la paciencia de mirarlo, les evito repetirlo.

En cuanto al primer criterio que he comentado, el ritmo a que hemos ido
gastando a lo largo del año, en los documentos que tienen SS. SS. verán
que, en la página 49, hay un cuadro donde, a 30 de junio, aparece la
comparación del año 1993 con el año 1994, para el conjunto de la sección,
capítulo a capítulo, tanto por operaciones no financieras como
financieras.

Yo, en estos momentos, tengo ya, y no se lo pude remitir a SS. SS. porque
me los han mandado unos días después, los datos a agosto. Voy a
comentarlos muy brevemente y les pueden servir a ustedes para comparar
cómo estábamos a 31 de agosto con la documentación que ustedes tienen a
30 de junio.

A 31 de agosto, Sección 15, estábamos con un nivel de gastos
comprometidos, total, del 70 por ciento y de obligaciones reconocidas,
del 58 por ciento. Este nivel se descompone en las operaciones no
financieras, aproximadamente la mitad del Presupuesto, en un 87 por
ciento de gastos comprometidos y en un 63 por ciento de obligaciones
reconocidas. Y en las operaciones financieras, capítulo 8, el 55,8 por
ciento de gastos comprometidos y el 53 por ciento de obligaciones
reconocidas. Estos porcentajes son, en ambos casos, inferiores a los que
había en igual fecha del año pasado.

Por capítulos, verán que, aproximadamente, nos estamos situando en el
entorno, como mínimo, de un 60 por ciento en gastos comprometidos y en
torno del 40, 50 por ciento en obligaciones reconocidas, para el conjunto
de los capítulos. Como digo, tienen SS.SS. los cuadros y si tienen
interés los podríamos comentar en sus preguntas.

De todas maneras de estos datos no se les habrá escapado a SS. SS. que el
nivel de cumplimiento en el capítulo



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8 de las operaciones financieras es sensiblemente más bajo que el del
presupuesto no financiero y, por tanto, hace que el conjunto del
presupuesto se reduzca con respecto al presupuesto no financiero.

Hay dos motivos para ello; el primero, sin duda, es que debemos aplicar,
de acuerdo con los criterios del Gobierno, una política de contención del
gasto. El segundo es que en este tipo de gastos financieros no tiene
mucho sentido la comparación en períodos mensuales, puesto que el ritmo
de este tipo de gastos viene condicionado por una ejecución no constante
a lo largo del tiempo. Evidentemente, son momentos discretos en los
cuales se hace una ampliación de capital, se suscribe un préstamo,
etcétera. Por tanto, la comparación interanual de períodos no completos
en las operaciones financieras tiene menos sentido. De todas maneras,
tengo la información sobre las ampliaciones de capital que hemos hecho
este año en comparación con el pasado y está a disposición de SS. SS., si
tienen interés en ello.

Del análisis del primer criterio que les dije, ritmo de gasto, porcentaje
de ejecución del gasto, se debe deducir que el nivel de realización del
gasto autorizado por SS. SS. es, casi matemáticamente, el normal en el
mes que estamos considerando. A la mitad del ejercicio, más o menos,
llevamos gastada, en el sentido de pagada, prácticamente la mitad del
gasto y comprometido más de dos tercios del mismo.

Segundo criterio que les he comentado al principio. Recordarán que se
refería a que el gestor no demande más recursos de los inicialmente
autorizados. Saben SS. SS., porque muy recientemente el Secretario de
Estado de Hacienda ha comparecido en esta misma Comisión para informar
sobre el seguimiento presupuestario, que, para el conjunto del
presupuesto del Estado, las modificaciones producidas este año han sido
muy escasas y, desde luego, notablemente inferiores a las que se habían
producido en igual período del año anterior.

Pues bien, en el Ministerio de Economía y Hacienda, y SS. SS. lo pueden
comprobar igualmente en la página 47 de la documentación que se les ha
repartido, las modificaciones de crédito, sobre los créditos iniciales, a
30 de junio, alcanzaban los 10.800 millones de pesetas, sobre un crédito
inicial de 426.000 millones. Y a 30 de agosto, que son los datos que
tengo yo, estas modificaciones han sido un poco superiores, y pienso que
es razonable que me refiera a ellas. A 30 de agosto, las modificaciones
alcanzaron 12.891, frente a los 10.800 que aparecen en los cuadros que
ustedes tienen. Por tanto, no llegaron al 3 por ciento del crédito
inicial. De estos 12.981 millones de pesetas que importan las distintas
modificaciones de crédito, les voy a describir muy brevemente sus
principales componentes: un poco más de 1.900 son incorporaciones de
crédito del año 1993, es decir, créditos que estaban comprometidos, no
pagados y se han incorporado. Estos 1.900 de este año contrastan
claramente, ponen de manifiesto una política de austeridad en el gasto,
con los 31.000 millones del año 1993 que a estas mismas fechas se habían
incorporado en el conjunto de la sección. Además de estos 1.900 millones,
por incorporaciones, hay 5.412 millones por generaciones de crédito, de
los cuales prácticamente la totalidad, 5.410, corresponden a la Agencia
Tributaria.

Como saben SS. SS., la Agencia Tributaria tiene una normativa
presupuestaria que le permite --está en la ley de presupuestos-- generar
crédito, a lo largo del ejercicio, en función de los resultados de
recaudación. Tiene un límite esta generación creo recordar que del 16 por
ciento del conjunto del presupuesto inicial, pero tiene esa posibilidad.

Pues bien, este año se han generado 5.412 millones de pesetas para
financiar el presupuesto de la Agencia. De ellos 3.458 millones
corresponden a ampliaciones de crédito, de los cuales 2.000 millones son
--estaban previstas en el presupuesto inicial-- para financiar el censo
electoral del INE y 1.140 millones son para cuotas de organismos
internacionales multilaterales, que saben que tradicionalmente se
financiaban por el Banco de España, pero a partir del Tratado de la Unión
Europea y de la Ley de Autonomía del Banco de España no se pueden
financiar así y, por tanto, hay que financiarlas con el presupuesto del
Ministerio. Estamos hablando del Banco Mundial, el Fondo Monetario y el
BERD, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.

La otra gran partida dentro de estos 12.000 millones --quizás con tantas
cifras estoy liando un poco la cosa-- 2.000 millones son transferencias
de crédito que proceden de la Sección 31 que, como ustedes saben, está
precisamente para gastos de diversos ministerios o para imprevistos, y
cuando surgen estos imprevistos o estamos en presencia de gastos de
diversos ministerios se saca dinero de la Sección 31 y se incrementa el
presupuesto de la sección correspondiente. En este caso, de estos 2.143
millones, provenientes de la Sección 31, 2.090 han sido para cumplir una
sentencia del Tribunal Supremo de indemnización a titulares de farmacia,
en un pleito que tenían con la Administración en virtud de una orden que
establecía un margen comercial. Lo recurrieron, lo ganaron y esto ha dado
pie a que haya que indemnizarles en una cuantía muy superior a estos
2.000 millones, pero ya el año pasado pagamos del orden de 12.000. En
todo caso, cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo, se saca de
la Sección 31 y engrosa el presupuesto del Ministerio.

Por tanto --y recobro el hilo de la argumentación--, como gestores
debemos concluir que en la práctica sólo estamos gastando aquello que
inicialmente se nos autorizó; precisamente lo que se autorizó, salvo
algún imprevisto --como este de la farmacia que les acabo de decir-- o
alguna cosa que estaba prevista, como por ejemplo lo de la Agencia o el
INE, que en todo caso han incrementado en una cuantía muy limitada el
presupuesto inicial.

El tercer criterio --y con ello termino-- era el que les había comentado
al principio de ver si seríamos capaces de ser austeros en el gasto de
funcionamiento, evidentemente manteniendo la calidad del servicio
prestado. Pues bien, en este punto --y les recuerdo lo que les decía al
principio del carácter restrictivo del presupuesto inicial del
Departamento-- durante los ocho primeros meses del año los gestores del
Ministerio han gastado, en el sentido de que han reconocido obligaciones,
255.000 millones de pesetas, lo que supone una disminución de casi
100.000 millones en



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relación con las obligaciones que habían reconocido en igual período del
año anterior; reducción de 100.000 millones que supone una disminución
del 28 por 100, tasa que da gráficamente una idea --creo yo-- no sólo del
fuerte carácter restrictivo que tienen los gastos, sino del fuerte rigor
presupuestario al que se han visto sometidos los gestores del Ministerio
de Economía y Hacienda durante el presente ejercicio. Les advierto que
las cifras que les estoy dando son de agosto de 1994; las que ustedes
tienen son de junio, pero si van a la página 49 lo que yo he mencionado
de 100.000 millones menos de obligaciones reconocidas, de dinero del que
han dispuesto los gestores, en junio fueron 90.000, de los cuales 40.000
correspondían a las operaciones financieras y 50.000 a operaciones no
financieras. En junio del año 94 los gestores habían reconocido
obligaciones por 210.000 millones y en junio del 93 por 301.000 millones.

Hemos gastado --no es una expresión muy correcta presupuestariamente
hablando pero es más inteligible decirlo así-- 90.000 millones menos que
en igual período del año anterior, a pesar de que el cumplimiento
presupuestario es el correcto en la época del año en que estábamos.

Voy a hacer dos comentarios muy breves sobre la sección 31 porque tienen
ustedes la documentación y sobre todo porque, como les he comentado
antes, la sección 31 es una especie de cajón de sastre que incluye
imprevistos y gastos de diversos ministerios que se sacan para cubrir las
insuficiencias no previstas de otros ministerios. Aparte, en la sección
31 la periodificación mes a mes y ver un ritmo de gasto ordinario no
tiene sentido puesto que los imprevistos, como su propio nombre indica,
son imprevistos y se producen cuando se producen, y las modificaciones,
también previstas en la sección 31, se producen bien cuando ha habido
imprevistos en otras secciones o hay que atender a situaciones
singulares. Por tanto, como digo, el análisis de la sección 31 es muy
singular. En todo caso, sus señorías tienen el documento que les he
remitido. No me voy a referir al de agosto, aunque también lo tengo, para
no liar y para acabar ya. En el documento que les he remitido pueden ver
que, en el conjunto de la sección 31, el gasto comprometido a junio
alcanzaba el 60 por ciento y la obligación reconocida a junio alcanzaba
el 37 por ciento, en este caso sí, con comportamientos muy distintos de
unas partidas a otras por las razones que les he comentado antes.

Estamos hablando de situaciones muy singulares que si SS. SS. tienen
interés podemos comentar más adelante.

En resumen, creo que puedo concluir afirmando que el análisis del
seguimiento presupuestario del Ministerio de Economía y Hacienda, a 31 de
agosto, refleja, en primer lugar, un alto nivel de ejecución
presupuestaria de las operaciones no financieras: el 87 por ciento de los
gastos comprometidos y el 63 por ciento de las obligaciones reconocidas;
en segundo lugar, una fuerte contención de las modificaciones
presupuestarias a lo largo del ejercicio, 12.981 millones frente a 32.799
el año pasado; en tercer lugar, una política de austeridad y de
contención del gasto en los créditos por operaciones financieras,
especialmente en lo referente a ampliaciones de capital en empresas del
grupo Patrimonio (a estas alturas del año llevamos invertidos
aproximadamente 32.000 millones de pesetas menos en ampliaciones de
capital que el año pasado); y en cuarto y último lugar, una sensible
política de austeridad en los gastos de funcionamiento del Departamento,
con una disminución de casi 100.000 millones, a la que me he referido
antes, respecto al mismo período del año anterior en cuanto a las
obligaciones reconocidas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra
el señor Milián.




El señor MILIAN MESTRE: Señor Subsecretario, usted ha hecho una
exposición muy racionalizada que me ayuda no solamente a simplificar mi
intervención, sino a tener que someterme un poco al análisis que esta
noche --y digo durante toda esta noche-- me ha tocado hacer de algunos
datos que usted remitió a este Congreso.

En primer lugar, tengo que decir que el informe que usted acaba de hacer
es muy racionalizado y, por tanto, obvia mucho el recurso a cifras
concretas que complicarían el discurso, pero, por otra parte, aunque el
informe que usted facilitó a esta Comisión es muy completo, hemos
dispuesto de muy poco tiempo para analizarlo; concretamente llegó a
nuestro poder ayer a las ocho de la tarde. Comprenderá usted que de las
ocho de la tarde a las once de la mañana son tres horas para dormir y el
resto de mucho mirar; en consecuencia, hilvanaré lo que pueda, a merced
de lo que he podido hacer esta noche, con este larguísimo, prolijo y
detallado informe. Desde luego, le agradecemos el detalle con que se
recoge la ejecución del presupuesto en el informe que usted nos ha
remitido, pero hubiéramos deseado mucho más tenerlo con mayor antelación
para poder ahondar en algunos de sus capítulos y conceptos. Se trata de
una gran cantidad de información a la que hay que dedicar un mínimo de
tiempo y del que en esta ocasión desgraciadamente no hemos podido
disponer. Tenga usted presente que la fecha de entrada corresponde al 27,
que llegó el 28 a la Comisión y nosotros lo tuvimos el día 29, ayer, a
las seis o siete de la tarde.

En segundo lugar, respecto a la consideración general de la ejecución del
presupuesto y su análisis, de entrada es necesario hacer algunas
observaciones. Una es casi de congratulación porque, visto lo que hemos
visto en los papeles y oído lo que le hemos oído a usted, ciertamente se
va ajustando mucho a esa filosofía de contención del gasto por lo que se
refiere a este Ministerio que entendemos que ha de ser ejemplar por su
propia naturaleza, puesto que si no es el Ministerio de Economía y
Hacienda ejemplar, fíjese usted lo que serían otros ministerios
claramente inversionistas como puede ser el de Obras Públicas, por
ejemplo. En este sentido, ciertamente ustedes han seguido una pauta
recomendable desde todos los puntos de vista, incluso por la coyuntura
actual de nuestra economía. Sin embargo, quisiéramos puntualizar unos
extremos; algunos de ellos ya nos los ha aclarado usted, lo cual no es
óbice para que yo vuelva a insistir en los mismos para su mayor
esclarecimiento, porque realmente son las únicas dudas que han surgido
durante ese análisis prematuro y noctívago a



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que nos hemos sometido esta noche para comprender el conjunto de este
informe y de la ejecución del presupuesto.

Una consideración inicial: ¿A qué se debe el bajo nivel de ejecución en
algunas partidas? Es una pregunta inicial en algunos de los aspectos que
hemos considerado.

Nos llama poderosamente la atención la enorme diferencia entre los gastos
comprometidos y las obligaciones reconocidas. Evidentemente, cabe esperar
que los gastos comprometidos se sitúen por encima de las obligaciones
reconocidas, dependiendo la magnitud de tal diferencia de la naturaleza
del gasto de que se trate; por ejemplo, en la partida de arrendamientos,
la mayor parte de estos gastos están comprometidos, pero no pasan a ser
obligaciones reconocidas hasta que se devenga el gasto al final de cada
período de pago, por lo que cabe esperar que las obligaciones reconocidas
estén siempre muy por debajo del gasto comprometido. Así, en la ejecución
de 1994, y para el total del presupuesto de la sección, las obligaciones
reconocidas representan solamente el 72,5 por ciento de los gastos
comprometidos. Me baso en los cuadros que usted nos ha facilitado, aunque
evidentemente habría que corregir algunas cosas en los matices
posteriores, a fecha 31 de agosto, pero no disponía de esos datos esta
noche y, consecuentemente, voy a ser coherente con mi planteamiento. Lo
realmente sorprendente es que, comparada la misma ratio con igual período
del año anterior, comprobamos que ésta se eleva hasta un 82,7 por ciento,
más de 10 puntos porcentuales por encima. Pensamos que dicha relación
(obligaciones reconocidas sobre gastos comprometidos) debería mostrar
mayor estabilidad. En el total de operaciones no financieras ocurre
exactamente lo mismo. En 1994, la citada ratio se sitúa en un 60,32 por
ciento frente al 71,29 por ciento del ejercicio precedente. Por
capítulos, destaca el VI, en el que, mientras que en 1993 las
obligaciones reconocidas representaban casi el 60 por ciento del gasto
comprometido, en 1994 apenas supone un 40,3 por ciento. Es lógico que las
obligaciones reconocidas siempre se sitúen por encima de los gastos
comprometidos, lo que no está tan claro es por qué no se mantiene esa
diferencia a lo largo del tiempo.

En el análisis que hemos realizado por capítulos, si bien las notas que
he tomado esta mañana sobre la marcha me obligarían a rectificar algunos
de los planteamientos analíticos que hemos efectuado esta noche, hemos
podido comprobar que su evolución resulta un tanto desigual. El grado de
ejecución, medido por el porcentaje que representan las obligaciones
reconocidas en relación con el crédito definitivo, se sitúa en niveles
muy próximos al 50 por ciento, lo cual es óptimo puesto que estamos a
mitad del ejercicio, específicamente en capítulos muy concretos, cual es
el capítulo I (gastos de personal) y el capítulo IV (transferencias
corrientes). En el capítulo VI (inversiones reales) y en el capítulo II
(gastos en bienes de ejercicios corrientes) se mantienen por debajo del
50 por ciento, especialmente las inversiones reales, cuyo grado de
ejecución apenas supera el 10 por ciento. Es otra de las cosas que nos ha
llamado la atención. El capítulo VII (transferencias de capital) es el
que muestra un mayor grado de ejecución. Es preciso subrayar --entendemos
nosotros-- o llamar un poco la atención sobre el bajo grado de ejecución
de estas inversiones reales. Esto es algo común a todas las secciones en
la ejecución del presupuesto total, donde no se está produciendo una
verdadera contención del gasto corriente y sí de las inversiones que se
reducen para compensar el aumento de las anteriores.

Existen otros datos relevantes, pormenorizados por capítulos, que nos
gustaría que usted nos precisara puesto que, evidentemente, la
información que aparece en los documentos es amplísima y simplemente son
cuestiones de matiz para su mejor comprensión. En el artículo 16,
titulado cuotas, prestaciones y gastos sociales a cargo del empleador, en
el concepto 160 (cuotas de la Seguridad Social) se ha producido un
aumento del crédito inicial de 261,7 millones de pesetas, lo cual nos ha
sorprendido porque representa un 9,7 por ciento del crédito inicial.

Además de la importancia relativa de este aumento (escasamente un 10 por
ciento), llama la atención el tipo de partida en que se produce puesto
que parece que la presupuestación del gasto en cuotas de la Seguridad
Social, conocida la evolución de los salarios de plantilla, debería haber
sido más exacta, mucho más precisa; además, el común uso de estos
conceptos aconsejaba fácilmente la previsión y la precaución anterior.

En el capítulo II (gastos corrientes en bienes y servicios) las
modificaciones de crédito colocan al crédito definitivo de este capítulo
en 12.844,8 millones de pesetas --sigo citando los cuadros que usted nos
ha ofrecido a 30 de junio--, es decir, un 4,5 por ciento por encima del
crédito inicial. De acuerdo con el documento que hemos analizado a salto
de pértiga esta noche, si descontamos ciertas partidas de carácter
excepcional que se imputan a los presupuestos del año 1993 y si
homogeneizamos las cifras totales, teniendo en cuenta la reestructuración
que ha tenido lugar en la sección, los créditos iniciales de 1994
resultan ser tan sólo 200 millones inferiores a los de 1993, y nuestra
pregunta en este caso es: ¿Cuál sería el resultado de enfrentar los
créditos definitivos, hasta el 30 de junio, de ambos años, teniendo en
cuenta la homogeneización mencionada en el informe?
A falta de tales datos, aunque supongo que usted nos los podrá
proporcionar ahora para acabar de aclararnos, podemos añadir por nuestra
parte que, descontando el crédito extraordinario concedido para
indemnizar a los titulares de farmacia --cosa que nos ha sorprendido un
tanto porque no encontrábamos la razón de ser de este concepto en esta
partida hasta que usted nos ha aclarado ahora que existía una sentencia
de indemnización, si bien nos gustaría que lo explicara un poco más
porque nos ha producido una cierta sorpresa la aparición de este
concepto--, los créditos definitivos al final del primer semestre del
ejercicio superan en 2.901,1 millones de pesetas al mismo concepto del
año 1993, lo cual representa un aumento del 29,18 por ciento en el gasto
corriente en bienes y servicios de la sección 15. Hay un crédito
definitivo en 1993 de 21.812 millones de pesetas, menos las
indemnizaciones a las que usted alude en farmacia (11.869 millones), que
sería igual a un crédito definitivo, comparable con el de 1994, de
9.943,7 millones, si no nos equivocamos en los guarismos, lo cual nos



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daría un crédito definitivo para 1994 de 12.844,8 millones de pesetas,
que supondría un aumento del 29,18 por ciento.

Asimismo queremos señalar el aumento neto, por modificaciones de crédito
del artículo 22, que consigna material, suministros y otros, y que crece
un 6,59 por ciento. Nos ha llamado la atención, en particular, el mayor
gasto destinado a la Dirección General de Costes de Personal y Pensiones
para luz, teléfonos, comunicaciones postales del programa 314.C, que
detrae de las inversiones reales del programa 612.B. La desviación en el
crédito definitivo respecto al crédito inicial también es muy importante
en términos relativos en el artículo 24 (gastos de publicaciones) que,
tras la modificación del crédito, es un 28,65 por ciento superior.

Coincidimos con lo señalado en el punto cuarto (remanentes e
insuficiencias), que en su informe corresponde a la página 23, en
referencia al alto grado de ejecución de algunos servicios, en el sentido
de que --cito textualmente--, de seguir ese ritmo de gasto, habrán
agotado el crédito mucho antes de finalizar el ejercicio. Lo consignan
ustedes mismos ad pedem litterae en el propio informe, y nosotros
sugerimos que en lugar de proponer nuevas transferencias presupuestarias,
evidentemente, y siguiendo la filosofía que usted tan brillantemente ha
expuesto, se adopten las oportunas medidas de corrección del gasto. Es
lógico, en nuestra filosofía como grupo y en nuestra demanda política
permanente y pertinaz, a la vista de cómo se han producido los
desviamientos en el exceso de gastos en los últimos 12 años
presupuestarios que han abocado a este déficit tan descomunal --perdóneme
el adjetivo-- que ahora están haciendo esfuerzos ímprobos por reducir, y
obviamente nos lleva a una deuda que en algunos casos empieza a ser
preocupante, mucho más cuando hay programas de convergencia con la Unión
Europea, y mucho más cuando hay precedentes importantes de cómo gravitan
sobre el producto interior bruto, por ejemplo, ciertas deudas en la
Europa comunitaria que acaban desplazando la economía real. Y hay
ejemplos: Grecia, con más del 130 por ciento; Italia, con más del 105 por
ciento o Bélgica con más del 134 por ciento sobre el PIB. Por tanto, nos
da miedo que nos vayamos elevando en la escalada de cobertura del PIB.

Eso sí que nos preocupa como criterio de planteamiento de Administración
pública, del que yo me doy cuenta, por lo que usted ha expuesto y por el
análisis de los datos, que su Ministerio se está ajustando bastante en el
buen sentido de la reducción del gasto.

Capítulo VI, inversiones reales. El grado de ejecución en el capítulo VI
de inversiones reales sigue el mismo patrón de comportamiento que la
ejecución de todo el presupuesto, tanto hasta junio como hasta agosto,
por algún dato suelto que nosotros hemos podido recibir y que ahora usted
acaba de corroborar. Hay un bajo grado de ejecución --ya le he dicho que
en algunos capítulos nos ha llamado la atención--, tanto si lo medimos a
través de los gastos comprometidos como si lo hacemos a través de las
obligaciones reconocidas. Parece claro que, a falta de una contención
efectiva del gasto corriente, el ajuste recae sobre las inversiones
reales. Este es otro dato que también nos está llamando la atención
porque, aunque sea una práctica bastante usual, no deja de chocarnos que
se produzcan estos eclipsamientos de inversiones reales y esas
compensaciones en gastos corrientes.

No hay explicación alguna para el bajísimo grado de ejecución de las
inversiones reales, según nuestro criterio, aunque previamente nos ha
hecho alguna salvedad, a menos que no exista la voluntad de gastar el
presupuesto. De alguna manera eso podría ser una invitación al ahorro,
que yo no sé si coincide con su criterio. En efecto, no cabe argüir que
el capítulo VI tenga siempre un bajo grado de ejecución debido a la
naturaleza de las partidas que lo componen, porque entendemos que el año
anterior el grado de ejecución se situaba en el mismo período en un 30,4
por ciento, medido por las obligaciones reconocidas, frente a un 10,6 por
ciento en el año 1994. ¿Qué sucede? Nosotros quisiéramos plantearle dos
cuestiones para clarificar este punto. Primero, los motivos que pudieran
existir para el bajo grado de ejecución en inversiones reales,
especialmente en aquellas destinadas a activos inmateriales. Hemos visto
algún subrayado numérico en las partidas correspondientes a activos
inmateriales. Y segundo, ¿por qué las obras en algunos de los edificios
adscritos al Departamento tienen la consideración de inversión
inmaterial? Se señala en el primer párrafo de la página 32 de su informe,
en el que se continúa con el desglose del artículo 640, que viene de la
página anterior. Nos ha llamado la atención este pequeño dato.

Para terminar esta sección 15, en el capítulo VIII, referido a activos
financieros, se produce una modificación presupuestaria por la que se
crea un nuevo concepto, el 861, que se dota con cargo al concepto 860, de
adquisición de acciones, propiamente de Telefónica. Usted ha hecho
algunas alusiones a ampliaciones de capital, etcétera. ¿Qué repercusión
tiene la reducción de la asignación presupuestaria en el concepto 860? Es
una cuestión que queremos conocer. Por otro lado, se señala que su
ejecución es todavía nula. Por tanto, ¿se mantiene la previsión de
ejecución por el importe restante? Este es otro aspecto de la pregunta.

Llegados a este punto, la cuestión de Telefónica nos daría pie a una
serie de interpretaciones que son más de orden político que
administrativo o gerencial del presupuesto, pero que queremos que
consten. Ciertamente nos sigue preocupando (desde nuestra filosofía
propicia siempre a la privatización, sobre todo en aquellos sectores que
la iniciativa privada demuestra no solamente una capacidad de
investigación superior, sino una agilidad muy superior en la ejecución de
los proyectos tecnológicos), nos sigue preocupando esta cuestión, y de
ahí que insistamos en incrementar la participación en empresas, aunque
sean participadas por el Patrimonio del Estado. El caso de Telefónica es
curioso y recurrente, y mucho más cuando, si no recuerdo mal --ahora
estoy citando de memoria--, en un debate con el Ministro Fernández
Ordóñez sobre inversiones de Telefónica en Iberoamérica (y de esto hace
por lo menos tres años), andaba con un grado de endeudamiento muy
superior a los parámetros que funcionan en las compañías del mismo sector
de carácter internacional. Me refiero a tres años atrás. Por tanto, me
remito a mi memoria



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y no a los datos fehacientes a mi alcance, que obviamente no los tengo en
este momento.

También nos sorprende que se insista en inversiones en Telefónica, desde
el punto de vista político, cuando estamos viendo que está incrementando
sistemáticamente los costes. La cuenta de resultados puede ser positiva,
pero lo que es cierto es que en este país estamos soportando una
incidencia, y muy destacada, en el incremento del coste de la vida, como
ha dicho el Ministro Borrell en su debate con tradición sobre este
particular, debido a los costes de las tarifas telefónicas, etcétera. En
consecuencia, creo que se resta la eficacia de los servicios y al mismo
tiempo no se reduce el incremento porcentual en el índice del coste de la
vida. Esto por otra parte. Además, cabría recurrir también a que no
acabamos de comprender, dentro de esta filosofía, cómo es posible que no
solamente no se busque mayor privatización en el capital de estas
compañías, de ésta específicamente, sino que además las metemos en
grandes aventuras foráneas de inversión --como por ejemplo el caso de
Iberia-- que en Iberoamérica están acometiendo proyectos de gran
envergadura y que gravan de alguna manera nuestra fiscalidad y nuestro
presupuesto. Este es nuestro análisis a salto de mata --de mata nocturna,
para mayor inri-- que hemos podido hacer de este documento esta noche.

Por lo que respecta al cajón de sastre de la sección 31, como usted ha
calificado, y que es en cierto modo más simple porque es mucho más
irregular, ciertamente usted tiene razón cuando dice que no puede ser
regulable periódicamente por razones obvias, puesto que son recursos
extraordinarios que se puedan presentar. Sin embargo, en algunos
capítulos hemos encontrado unos datos curiosos de la baja aplicación de
recursos presupuestarios, lo que no nos ha dejado de sorprender. A mí me
gustaría ahora, siendo más breve que en el análisis anterior,
pormenorizar algunos de estos aspectos que nosotros hemos visto con una
cierta sorpresa.

Por lo que supone el balance de ejecución de la sección 31, gastos
diversos de ministerios, tenemos un reconocimiento real de que ha sido
bastante correcta, como en el caso anterior, la aplicación efectuada por
este Ministerio. La mayor parte de los créditos son gastos relacionados
con el pago de cuotas a las mutualidades de funcionarios, que corresponde
al capítulo I, de gastos de personal y transferencias corrientes con el
mismo destino. Otros créditos imputados a la sección 31 son los pagos a
la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, la cobertura del seguro de cambio
de las concesionarias de autopistas de peaje, las subvenciones a las
sociedades estatales vinculadas a eventos que tuvieron lugar en 1992,
etcétera. Nos vamos a detener en el análisis.

El grado de ejecución de la sección no es demasiado alto, representando
las obligaciones reconocidas un 37,6 por ciento del crédito definitivo, a
30 de junio. Sigo remitiéndome al documento y no a lo que usted ha
apostillado respecto al 31 de agosto. No obstante, la ejecución por
capítulos e incluso por programas es un tanto desigual. Se destacan
algunas cuestiones que pueden serle planteadas a usted en este momento,
porque realmente hay pequeños detalles que incluso nos chocan. Por
ejemplo, en el subcapítulo de subvenciones a posibles tragedias sociales
derivadas de catástrofes, como pueden ser inundaciones y demás.

En el programa 01.611-A, la única dotación presupuestaria imputada a esta
sección es la contenida en el artículo veintidós, en el subconcepto
220.06, por 2.110 millones de pesetas, cuyo destino es el pago a la
Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. La mayor parte del trabajo pagado
por este crédito son impresos utilizados por la Agencia Tributaria, lo
cual justifica, en parte, el alto grado de ejecución (99,2 por ciento),
ya que una parte importante de estos impresos se utilizarán para las
campañas de recaudación que tienen lugar obviamente a mediados de año;
por tanto, son gastos que se computan en el primer semestre. No obstante,
la gestión tributaria exige la presentación de muchos --nosotros creemos
que quizás demasiados-- impresos a lo largo del segundo semestre, que sin
duda también tendrán un coste, probablemente mayor, que los 17,2 millones
de remanente de ese crédito. En este sentido nos cabe preguntar, señor
Subsecretario, en cuánto estima la desviación sobre el crédito
definitivo, a 30 de junio, que parece se va a producir durante el segundo
semestre.

En el programa 02.633-A, en el artículo sesenta y tres, concepto 630, se
ha producido una modificación del crédito inicial en menos 4.869,7
millones de pesetas, con lo que el crédito definitivo, a 30 de junio,
pasa a ser de 9.551,8 millones de pesetas. Por la información que ha
proporcionado el Gobierno sabemos que tal cantidad ha sido asignada a
otro destino. ¿Se ha utilizado para emplearla en gasto corriente y, en
ese caso, qué tipo de gasto corriente? Nos estamos remitiendo a la
pincelada crítica que le he hecho en mi anterior intervención sobre la
sección 15, por entender que tal vez puede haber derivaciones de ciertas
inversiones reales al gasto corriente.

En el programa 03.800-X, el grado de ejecución de la única dotación
presupuestaria de este programa imputada a la sección 31, contenida en el
artículo cuarenta y uno, concepto 411, es por un importe de 11.583,8
millones de pesetas y nos parece ciertamente elevado. Las obligaciones
reconocidas al 30 de junio --y lamento volver a remitirme a esta fecha--
representan un 79 por ciento de los créditos definitivos a esta fecha, lo
que parece un importante grado de ejecución, a la vista de la naturaleza
de dicha partida presupuestaria. En efecto, podemos comprobar que se
trata de transferencias corrientes por aportaciones a mutualidades de
funcionarios, cuya ejecución pensamos que debería estar más cerca del 50
por ciento teórico, puesto que aquí sí que cabe el criterio de
regularización o criterio cíclico. ¿En cuánto estima la desviación al
final del ejercicio? Esa es nuestra pregunta a ese respecto. Si a mitad
del ejercicio hemos absorbido ya casi el 80 por ciento presupuestado,
tratándose por lo general de carencias de pago, como he dicho, cíclicas,
¿cómo se justificaría este desvío, creo que de alguna manera un tanto
extraño?
En el programa 612-G, tras una modificación del crédito de 46,9 millones
de pesetas, se incorpora este importe al concepto 202, no existente
inicialmente. Se indica que dicha asignación presupuestaria tiene como
destino el pago del arrendamiento y gastos de comunidad de unas



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oficinas instaladas en un edificio de la calle Alberto Alcocer, 47,
duplicado. Tengo que añadir que en la noche los gatos son negros o pardos
y ciertamente vimos esta irregularidad, pero también tengo que decirle
que por la mañana, tomándome un café en el bar, he descubierto que parece
ser que es por una indemnización o algo parecido al dejar el
arrendamiento, y creo que eso puede ser una justificación. No obstante,
como existe una duda, preguntamos por qué no fue considerado ese gasto
inicial en los presupuestos. Obviamente, si se tratara de un
arrendamiento era lógico tenerlo previsto; si se trata de una ruptura de
contrato o de una dejación de ese arrendamiento obviamente pueden surgir
imprevistos y sería más justificable.

Programa 08.513-F. El concepto 470, recogido en este programa, por un
importe de 13.588 millones de pesetas está destinado a la cancelación de
deudas ya contraídas con el Banco de España, derivadas de las
compensaciones por diferencias de cambio de las concesionarias de
autopistas de este país. Ahí están enumeradas varias de ellas, entre
otras, alguna que supongo que le satisface mucho a nuestro Presidente por
ser leonesa. ¿Por qué su grado de ejecución es del 0,0 por ciento a 30 de
junio? Nos ha chocado, simplemente. ¿Qué sucede? ¿No hubo que
cumplimentar, acaso, hasta ahora ningún compromiso por la desviación que
pueda existir en la cotización monetaria, etcétera, en el pago o la
devolución de los préstamos o créditos concedidos en estas grandes
inversiones? Simplemente nos ha sorprendido porque se trata de un
concepto con mucha cuantía en cuanto al riesgo y ciertamente el 0,0 de
ejecución a 30 de junio es un dato chocante.

El programa 09.633-A --y aquí termino-- presenta un bajísimo nivel de
ejecución, exactamente de un 11,8 por ciento, y su destino recogido en el
crédito del concepto 443 es la compensación --y cito textualmente-- al
ICO por diferencial de tipo de interés derivado de los créditos
concedidos para atender diversos daños causados en su mayor parte por
inundaciones. Y mi pregunta es ¿por qué es tan bajo el nivel de
ejecución? La respuesta --aunque parezca un chiste-- sería que este año
ha sido de gran sequía y que ha habido pocas inundaciones. La verdad es
que no ha habido inundaciones pero ha habido muchos fuegos, demasiados
fuegos. Por tanto, si este concepto es específico para inundaciones,
obviamente se entiende; si es un concepto abierto para proveer ciertos
créditos, para atender ciertas necesidades derivadas de causas mayores o
grandes daños, catástrofes naturales, etcétera, tenemos casos suficientes
este año, en el capítulo de los incendios forestales, para que nos
sorprenda ese bajo nivel de ejecución.

Esta es nuestra lectura --repito que con el mayor detenimiento posible a
lo largo de la noche-- de este documento. Les felicitamos por la claridad
de los conceptos y por el análisis que ustedes nos han facilitado,
incluso con alguna autocrítica, como antes he mencionado textualmente, lo
cual nos parece muy honesto por su parte, y por la nuestra motivo de
reconocimiento a cómo han tratado esta información, aunque --eso sí-- de
queja por su demasiada demora, puesto que no hay tiempo suficiente para
poder profundizar más, como hubiera sido lo deseable para nosotros.




El señor PRESIDENTE: Señor Milián, después de su intervención, recomiendo
al señor Subsecretario que en otra ocasión el documento llegue a su hora,
porque creo que la noche del señor Milián ha sido especialmente
fructífera y que ha excitado su celo la tardanza en la llegada a sus
manos del documento. (Risas.)
En nombre del Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra el señor
Trujillo.




El señor TRUJILLO ORAMAS: Señor Subsecretario, le agradecemos su
presencia aquí hoy entre nosotros, en la Comisión de Presupuestos, y le
agradecemos también doblemente el informe de hoy, a nivel oral, con una
correctísima posición analítica en cuanto a las tres visiones para poder
analizarlo, y a nivel escrito. No lo decimos nosotros sino que
corroboramos lo dicho por el representante del Grupo Popular: un
documento del que se congratula y que es ejemplarizante en lo que hace
referencia a las funciones de control de la Cámara en cuanto a la
ejecución del presupuesto. Sí quisiera decir en cuanto a la demora --y
sin ningún ánimo de contradecir a nuestro Presidente, ya lo decía también
el representante del Grupo Popular-- que el documento entró en nuestra
Cámara hace tres días. Quizá fuera conveniente que analizáramos cuáles
son los circuitos internos de circulación de los documentos en esta casa
para ver por qué se demoran tanto a la hora de llegar a los distintos
Diputados.

Entrando en materia, ante la reflexión que ha hecho el señor
Subsecretario y el análisis del documento que nos ha presentado, creo que
estamos ante una ejecución presupuestaria absolutamente correcta, por no
calificarla con un adjetivo que pudieran considerar excesivo, de
satisfacción. En las tres posibilidades que ha diseñado el señor
Subsecretario y que a mí me parecen perfectamente correctas para analizar
un presupuesto, la primera, el nivel de ejecución, básicamente las
obligaciones contraídas, lo que denominaba --aunque no muy ortodoxamente
y lo explicaba-- lo gastado, en torno al cincuenta por ciento, parece
absolutamente razonable en un presupuesto de esta naturaleza, aun cuando
conviene señalar --y lo hemos vivido a veces en esta Comisión de
Presupuestos-- que se debe huir, en algunos casos, de entender que el
presupuesto puede tener una ejecución por doceavas partes, por cuanto ésa
no es la técnica ni la analítica presupuestaria. También hay otro
elemento --y se señalaba claramente-- que es de gran satisfacción en
cuanto a la previsión presupuestaria: el pequeñísimo volumen de
modificaciones que tiene el presupuesto. En esto el señor Subsecretario
ha desbordado el motivo de la comparecencia, ampliándonos los datos más
allá de junio de este año, cosa que por otra parte es también de
agradecer. En cuanto a su ejecución --y también lo señalaba-- hay un
elemento clarísimo, que es la austeridad; austeridad de la cual se partía
ya en el presupuesto inicial y que en cuanto a la ejecución a lo largo de
este año --nos adelantaba ya el dato de agosto-- se pasa de 90.000 a
100.000 millones de pesetas de obligaciones reconocidas anteriores al
citado período. Este menor gasto supone un mayor ahorro y, por supuesto,
entronca claramente con el gran objetivo que nos habíamos marcado a la



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hora de presentar el presupuesto del año 1994, que no es otro que la
reducción del déficit público.

En cualquier caso, en cuanto a la ejecución --y hacía un pequeño análisis
el portavoz del Grupo Popular al entrar en distintos capítulos--,
convendría señalar una cuestión. Creo que ningún dato de la ejecución
presupuestaria del Departamento puede llevar a la conclusión de que se
está invirtiendo menos como consecuencia de trasladar dinero a un
incremento del gasto corriente. No hay ningún elemento en el presupuesto
que sostenga esa afirmación de que no se produce una contención del gasto
corriente y que eso se suple con una reducción de inversión. Es más, el
propio presupuesto señala de manera clara que en términos homogéneos, al
contemplarse las distintas reestructuraciones orgánicas que se han
producido, parte de 200 millones menos con respecto a los créditos
iniciales de ambos períodos. Pero, además, se señala de manera clara que
se prevé una reducción de 1.500 millones de pesetas de obligaciones
reconocidas en el capítulo II respecto al año anterior y yo creo que eso
muestra bien a las claras cuál es la intención del Departamento con
relación a esta parte de los gastos corrientes. La ejecución del resto de
los gastos corrientes, bien sea en capítulo de personal o las propias
transferencias, parece la evidente, la razonable y la normal en un
presupuesto de las características del actual.

Convendría quizá señalar algo, sobre todo con relación a las reflexiones
que se han hecho respecto a las operaciones de capital. En conjunto, si
bien es menor la ejecución presupuestaria tanto en gastos comprometidos
como en obligaciones reconocidas con respecto al año pasado, desde luego
su ejecución es totalmente aceptable y razonable, si bien convendría
señalar que es cierto que la parte relacionada con las inversiones reales
es inferior. Quisiera preguntarle, señor Subsecretario, sobre algunos
aspectos que nos han llamado la atención, y algunos otros que ha señalado
el portavoz del Grupo Popular. Cuando se analizan las inversiones reales,
bien por los centros directivos pertenecientes al Departamento, los
organismos autónomos o la Agencia Tributaria, convendría al menos
preguntar cuál es la previsión que se tiene para el segundo semestre del
ejercicio presupuestario actual. Me refiero concretamente, con respecto a
los centros directivos pertenecientes al Departamento, a la baja del
nivel de ejecución de las inversiones inmateriales del Centro de Gestión
Catastral, cuál es la previsión y cuáles son los motivos de que a la
fecha de 30 de junio la ejecución no haya sido muy alta, más bien escasa.

Respecto al resto de los centros de los organismos autónomos y la Agencia
Tributaria, se ve claramente que hay un par de partidas relacionadas con
inversiones en nuevos edificios que bien señala el documento que no se
han puesto en marcha y, por consiguiente, están tirando a la baja de
manera significativa el capítulo de inversiones reales.

Respecto al capítulo VII, la otra parte de las operaciones de capital,
quisiera destacar, porque me parece tremendamente importante, el otro
gran objetivo, junto al de la reducción del déficit público, que como
bien señalaba el Subsecretario es el único elemento de política activa en
un departamento de la naturaleza del Ministerio de Economía y Hacienda,
el altísimo nivel de ejecución de los créditos que corresponde gestionar
a la Dirección General de Incentivos Económicos Regionales, por cuanto
significa una clara apuesta por apoyar la economía productiva. No sé si
el Subsecretario está en condiciones en estos momentos, por la
documentación que nos trae, de ampliar, con respecto a los 17.000
millones que está gestionando esa Dirección General, algunos elementos
cualitativos de los proyectos que hasta ahora se han presentado en
algunos sectores --no sé si es excesivamente concreto--, el volumen de
trabajadores afectados, incluso una cierta territorialización de los
mismos. Pero, como digo, no sé si está en condiciones de facilitar esta
información justamente en estos momentos.

Por lo que hace referencia al capítulo VIII --y ya termino, señor
Presidente-- la ejecución también es claramente aceptable. Ya señalaba el
propio Subsecretario que viene a significar prácticamente el 50 por
ciento del presupuesto del Departamento. Me ha parecido entender --y si
no es así, permítanme que me equivoque-- que respecto a la partida que no
se ha ejecutado para inversiones en Telefónica no es la intención que
señala el presupuesto incrementar la participación, sino que textualmente
--creo no equivocarme-- habla de mantener la participación estatal en
dicha compañía.

Respecto a la sección 31 por su propia naturaleza, tanto por el análisis
que hace el documento como por las explicaciones del Subsecretario a lo
largo de la mañana sobra cualquier tipo de comentario. En cualquier caso,
y como conclusión, estamos ante una ejecución global totalmente
aceptable, razonable, y aprovecho la terminología utilizada por el
representante del Grupo Popular para decir que ejemplarizante. Creo que
todos recibimos con satisfacción la afirmación que se hace en el
documento de que no es previsible contemplar insuficiencia de crédito con
respecto a lo ya contemplado. Desde luego, esto va a significar que vamos
a poder conseguir, en lo que al Ministerio de Economía y Hacienda se
refiere, reducir el gasto público como gran objetivo que nos habíamos
marcado. Con respecto al otro gran objetivo, que es la creación de
empleo, que aquí solamente se articula a través de esa política activa
que realiza la Dirección General de Incentivos Económicos Regionales, por
la marcha que lleva también podremos congratularnos de que se va a
cumplir.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE ECONOMIA Y HACIENDA
(Blanco-Magadán y Amutio): En primer lugar, tengo que informar a SS. SS.

que en la petición que se nos tramitó por parte del Congreso de mandar
información se nos decía que con carácter previo de 72 horas a la
comparecencia. Nosotros la hemos enviado con carácter previo y he creído
entender que S. S. ha dicho que la tenían desde el día 27 y estamos a 30.

En todo caso, si me permite la broma, dado que S. S. dice que ha tenido
una sola noche para estudiarla, quizá más días hubieran conducido a una
situación para mí más



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dificultosa todavía porque, desde luego, S. S. tiene unas noches y una
productividad absolutamente envidiables y con una noche ha dado para tres
páginas y para llegar a un conocimiento del presupuesto que en algunos
aspectos le confieso que supera al que tengo yo, cuando evidentemente he
dedicado algún tiempo para preparar esta comparecencia.

Agradezco el tono y el fondo de las intervenciones de los dos
interpelantes, incluso los elogios explícitos que han hecho sobre el
trabajo no mío en este caso, sino de las unidades que dependen de mí.

Creo que es un buen trabajo el de seguimiento presupuestario que se hace
en el Ministerio de Economía.

Voy a intentar, dentro del conjunto de preguntas que ha hecho el portavoz
del Grupo Popular, responder a todos, aunque en algunos casos intentando
globalizar para, siguiendo la instrucción de la Presidencia, ser lo más
concreto posible. Usted ha manifestado que en conjunto hay una ejecución
muy correcta, incluso ha empleado el término ejemplar. Por tanto, no voy
a hacer comentarios de carácter general ante una afirmación como ésa que,
sin duda, le agradezco. Pero ha hecho un comentario también de carácter
general preguntando a qué se debe el bajo nivel de ejecución en algunas
partidas. (El señor Vicepresidente, García Ronda, ocupa la presidencia.)
Concretamente las partidas de inversiones, a las cuales luego me
referiré.

Ha hecho una reflexión comparando los porcentajes de gasto comprometido
con obligaciones reconocidas en este año y los del año pasado. La verdad
es que con carácter general es difícil responder por qué se produce eso;
habría que ir partida por partida. Es cierto que se produce y este año
parece que el desfase existente desde que se compromete hasta que se paga
es superior al del año pasado. De ahí debería deducirse una gestión menos
eficiente en cuanto al reconocimiento de obligaciones, una vez
comprometido el gasto el año pasado. La verdad es que para poder
responder habría que ir partida por partida, porque en determinados
supuestos las explicaciones son claras, pero globalmente no hay una
respuesta válida para todo. Lamentablemente hay que contestar algo que no
responde a nada: depende. Hay supuestos --capítulo I-- donde el nivel
entre compromiso y obligación reconocida es prácticamente idéntico, no
hay desfase; hay otros supuestos en los que depende. Usted mismo ha
ejemplificado, en el caso de arrendamientos, que se compromete desde el
principio del ejercicio porque se conoce, en los casos en que hay
contrato, el nivel de compromiso que hay asumido, pero se reconoce que
depende del contrato: junio, septiembre, octubre, cuando corresponda, si
es mensual, anual, etcétera. Es decir, que para ver si esta diferencia
entre la proporción a), b) o k) del año 1993 respecto a 1994 refleja una
menor o mayor eficiencia en el gasto habría que ir, como mínimo, capítulo
a capítulo y dentro de él viendo las situaciones, porque son muy
distintas.

Adelanto a S. S. dos cosas: una, que vamos a hacerle una breve nota sobre
este tema, que se la enviaremos, explicando esta situación, y dos, en
todo caso si le digo que este año, y no sólo en el Ministerio de Economía
sino en el conjunto de la Administración, en los presupuestos del Estado,
el ritmo de pagos (y eso está reconocido en los medios de comunicación
con carácter absolutamente general) que se está siguiendo en relación con
el que se siguió el año pasado no admite comparación; es decir, que se
está pagando con una eficiencia y una prontitud que no es comparable con
lo que era tradicional. Como digo, le remitiré a S. S. este análisis ya
más pormenorizado, porque ahora tendría que ir partida a partida
explicándole, en aquellos casos en que me acordara, un poco las tripas
que puedan hacer comprender esta situación. Pero, globalmente hablando,
creemos que se está siguiendo un ritmo de pagos (pagos en el sentido
nuestro, que es obligación reconocida; al final paga el Tesoro) que no
plantea especiales problemas.

La evolución del porcentaje por capítulos dice usted que está bien en el
I y en el IV, mal en el VI y bien en el VII. Le explico por qué mal en el
VI, que es un tema que también me plantea el portavoz del Grupo
Socialista. Efectivamente, el capítulo VI este año tiene un porcentaje de
realización más bajo del que me gustaría o del que, en principio,
parecería que fuera razonable. ¿Y por qué? Fundamentalmente porque en el
capítulo VI nosotros tenemos muy pocas cosas. Dicho de una forma muy
simplificada, nosotros en el capítulo VI tenemos, como crédito definitivo
(según el documento que usted tiene), 8.700 millones de pesetas, que es
una cantidad bastante pequeña fundamentalmente para inversiones del
Departamento y para inversiones en informática; es decir, inversiones
asociadas al funcionamiento ordinario de los servicios. La explicación
principal para el bajo nivel de ejecución del Departamento son los
edificios, que está en el documento que se les ha remitido. Inicialmente
había una programación de edificios, sobre todo en la periferia, que se
comparten, en la inmensa mayoría de los casos, con la Agencia Tributaria.

Había que ir a un modelo de pagar (se lo digo de forma un poco simple)
entre los dos las obras que se hacían. La verdad es que eso era tan
complicado a niveles burocráticos, administrativos, que este año se ha
optado porque sea la Agencia la que pague ese conjunto de obras, mientras
que el Ministerio sólo va a hacer frente a aquellas que no son
compartidas: obras que son reparaciones en general en el edificio de
Alcalá, en el edificio de Cuzco o en algún otro de los edificios pequeños
que tenemos. Pero lo fundamental, que son los edificios de la periferia
(yo tengo la relación de provincias y de los edificios de que estamos
hablando, y si S. S. tiene interés se la remito), al final ha sido la
Agencia la que ha asumido, al menos en este ejercicio, el coste de las
obras. Ahora bien, yo de ahí no deduciría una mala ejecución del
presupuesto, yo describiría la situación como una baja ejecución del
presupuesto, pero no la calificaría porque creo que no es mala, por los
dos motivos que le digo: primero, porque las cosas se van a hacer y,
segundo, porque eso nos va a permitir un ahorro en el gasto corriente, ya
que en realidad son inversiones asociadas al funcionamiento del
Ministerio. Por tanto, describe la situación diciendo que es baja la
realización, pero no está bien calificada si de ahí se desprende una
ineficiencia del gestor.

Ha hecho usted una serie de reflexiones sobre no contención del gasto
corriente que han sido también



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respondidas por el portavoz socialista, diciendo que cree que ningún dato
asevera que se esté produciendo una reducción de inversiones para
incremento de gasto corriente. Usted mismo ha visto que el seguimiento
del capítulo II en el presupuesto de este año es francamente complicado,
por dos razones, y ambas ponen de manifiesto un esfuerzo por la reducción
del gasto corriente. La principal es la reestructuración del Ministerio,
que se hizo a finales del año pasado pero que ha tenido incidencia en el
presupuesto de este año. Esa reestructuración del Ministerio ha
consistido en supresiones como la de un subsecretario, dos organismos
autónomos, una dirección general y no me acuerdo cuántas subdirecciones.

Lo que afecta es la supresión de dos organismos autónomos. Ha habido dos
organismos autónomos, el Centro de Gestión Catastral y la Escuela de
Hacienda Pública, que han dejado de serlo. En un caso, la Escuela ha
pasado a integrarse en una dirección preexistente en el Ministerio y, en
el otro caso, a transformarse en dirección general. Los arreglos
presupuestarios que ha habido que hacer, para pasarlos del capítulo IV al
capítulo II, hacen que el capítulo II del año 1993, en relación con el de
1994, sea difícil de comparar y haya que ir a una homogeneización de
créditos para poder hacer la comparación. Yo le digo una cosa, que
cualquier gestor de la Administración sabe que uno de los mecanismos más
eficientes para la reducción del gasto corriente es la supresión de
organismos autónomos. Por tanto, la supresión de estos organismos
autónomos como tales ha supuesto una reducción del ritmo de incremento
del gasto corriente notabilísima, me atrevería a decir que incluso casi
sorpresiva. Le digo más, que en términos homogéneos, como ha señalado el
portavoz socialista, en presupuesto inicial (si, como usted muy bien ha
hecho, deduce los gastos de farmacia) hay una reducción de créditos en el
capítulo II. Por tanto, disponemos de menos dinero que el año pasado en
términos homogéneos para gastar en el capítulo II. Pero, además, ha
habido un esfuerzo muy serio por parte del Ministerio para reducir los
gastos corrientes más convencionales. Para eso se dio una resolución de
la Subsecretaría, se ha montado un grupo de trabajo de seguimiento que
mes a mes controla cómo van esos gastos, y le puedo adelantar, sólo a
modo de ejemplo, algunas cosas que se van consiguiendo. Yo se lo voy a
decir en pesetas, no en porcentajes. Usted ha hablado de modificaciones
en términos porcentuales. Cuando uno habla del 28 por ciento de 12
millones parece que es mucho, pero no lo es, la verdad sea dicha. Yo se
lo voy a decir en pesetas. Por ejemplo, el material de oficina no
inventariable ha pasado de 457 millones a 253; el alquiler de
fotocopiadoras, de 156 millones a 65 (todo esto al 31 de agosto); los
gastos en prensa, libros y revistas han pasado de 115 millones en 1993 a
80 en 1994; transportes, de 60 a 49; atenciones protocolarias ha pasado
de 22 a 15; publicidad y propaganda, de 127 a 30; reuniones y
conferencias, de 61 a 26. Todo esto son millones. La verdad es que de 61
millones a 26 el porcentaje es bastante espectacular. En comunicaciones
postales se mantiene más o menos el mismo gasto de 1993, cuando usted
sabe que ha desaparecido el franqueo concertado. En conjunto, en estos
momentos, a pesar de la asimilación del Catastro y de la Escuela de
Hacienda Pública, y ya no en términos homogéneos sino comparando este
año, con Catastro y Escuela, con el año pasado, sin Catastro y Escuela,
de momento, el capítulo II va un 5,5 por ciento por encima de lo que iba
el año pasado.

Me pregunta sobre el tema de farmacia y me dice que se lo explique un
poco más. Le voy a explicar muy poquito, lo que puedo, porque es un tema
tan prolijo y abstruso que mejor le mando una nota. Esto viene ya de hace
unos años. Hubo una orden del Ministerio de Sanidad que establecía un
margen comercial para las farmacias. Hubo una orden ministerial que se
recurrió y ganaron, por así decirlo, los farmacéuticos. A partir de ahí
empezó un procedimiento relativamente complicado para ver quién tenía que
pagar y en qué sitio estaba esa partida. Finalmente ha sido el Ministerio
de Economía y Hacienda. El año pasado pagó, previa sentencia --hablo de
memoria--, del orden de 12.000 millones, y van quedando restos que
incluyen dos cosas: aquellos que han recurrido no con el conjunto del
paquete, sino por otras vías, y los intereses que en algunos casos, al
recurrir de nuevo los farmacéuticos, se han tenido que pagar por la
demora en el pago. Los dos mil y pico millones que aparecen este año son
precisamente para esas sentencias que no iban en el paquete y los
intereses por las diferencias de pago. ¿Qué nos queda? Nos queda poco. Le
hablo de memoria, pero creo que nos quedan, aproximadamente, 900
titulares --estamos hablando en los otros casos de bastantes miles--
pendientes de sentencias definitivas. En su caso, cuando se produzcan,
habrá que proveer para pagar estas sentencias judiciales. Esa provisión
no tiene especiales dificultades, puesto que el crédito extraordinario de
dos mil y pico millones es ampliable, es decir que habrá que solicitar la
ampliación para pagarlo. Espero con esto haber respondido a sus
preguntas.

Como digo, en su productiva noche ha visto cosas del día a día. Por
ejemplo, publicaciones se incrementan con incorporaciones. Efectivamente,
si lo hubiera mirado por otro lado hubiera visto que el programa de
publicaciones del Departamento de un año con respecto al otro tiene una
disminución --le hablo de memoria-- del 50 por ciento. El año pasado
teníamos del orden de 500 millones y ahora tenemos del orden de
doscientos y pico. Esos doscientos y pico, afortunadamente porque la
caída del 50 por ciento no es una caída despreciable, se han visto
incrementados en alrededor de 70 millones en incorporaciones de gastos
comprometidos, obras del año anterior que estaban comprometidas y no se
habían pagado. Esta es la explicación del incremento del programa de
publicaciones.

Capítulo VI, bajo grado de ejecución --ya le he explicado este tema-- y
motivo del bajo grado de ejecución de activos inmateriales: obras en
edificios, inversión inmaterial. Las obras en edificio ya las he
explicado. La inversión inmaterial son fundamentalmente --y también le
hablo de memoria-- los trabajos previos que hace el Catastro para la
revisión de los valores catastrales. Son trabajos que se encargan a
empresas para cuando en su día se haga la revalorización catastral. Como
saben, ahora está prevista en una serie de capitales de provincia, cinco
o seis, más en una serie de núcleos de menor tamaño que las capitales de



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provincia. Se hacen unos estudios previos y se sigue un procedimiento muy
prolijo. Estas son las inversiones inmateriales, que en estos momentos
tienen, ciertamente, un muy bajo grado de ejecución, como ha señalado S.

S., inferior al 20 por ciento, si mal no recuerdo. Esto se debe a que son
trabajos largos, prolijos y porque el Catastro antes era un organismo
autónomo que tenía muy descentralizada la gestión de este tipo de gastos.

Fundamentalmente eran las gerencias territoriales y regionales las que lo
gestionaban, cuando eran organismos autónomos, y lo siguen gestionando.

Por tanto, aquí, en Madrid, nos llega --se lo digo en un lenguaje no muy
correcto-- con retraso el trabajo que están haciendo allí, es decir, es
un trabajo que está muy descentralizado. Los gerentes regionales y
territoriales tienen una gran autonomía para la contratación de estos
estudios de valoración previos a la revisión del valor catastral y, por
tanto, será al final del ejercicio cuando se acumule de forma importante
el compromiso en este gasto. No tenemos previsión de que se vaya a
producir a final de año en este capítulo que ha planteado, que,
ciertamente, ahora está muy bajo, no ya que se vaya a gastar más, en
absoluto, sino que vayamos a estar en un porcentaje de realización muy
por debajo del normal.

Ha hecho una reflexión en relación con el capítulo VIII, sobre el crédito
que está previsto para la ampliación de capital en la Compañía
Telefónica, que ha habido una transferencia, y sobre si el importe
restante se mantiene. Pregunta que adónde ha ido esa transferencia y si
del importe restante se va a deducir que vamos a hacer inversiones en la
Telefónica. Ha hecho toda una reflexión sobre la mayor eficiencia de la
iniciativa privada, la ineficiencia de la Telefónica, las «aventuras
--entre comillas-- latinoamericanas», tarifas, etcétera. Voy a ir de lo
menor a lo mayor. La reducción de este crédito ha sido para financiar,
como creía haber explicado en mi intervención, las ampliaciones de
capital en organismos multilaterales. Esa partida estaba prevista también
para eso, que son los que le he dicho, el BEI, el BERD y no me acuerdo si
el otro es el Banco Mundial. Esto es por lo que le he explicado.




El señor MILIAN MESTRE: Medio ambiente. Es el compromiso de pago del
medio ambiente.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE ECONOMIA Y HACIENDA
(Blanco-Magadán y Amutio): El resto es para lo que está previsto. No es
el primer año que se hace, sino que se viene haciendo tradicionalmente.

Se dota una partida ante la eventualidad de que se produzca una
ampliación de capital en Telefónica, con el objetivo de mantener la
participación de la Dirección General de Patrimonio en el capital de
Telefónica. Como usted sabe, es una participación minoritaria, pero
significativa. ¿Por qué se hace esto y luego no se gasta? Se hace porque
si Telefónica amplía capital un año y no tenemos previsión
presupuestaria, estamos hablando de unas cifras, de unas magnitudes, de
una cantidad tan relevante que daría problemas si no estuviera prevista.

En segundo lugar, no está previsto en estos momentos, al igual que el año
pasado, que se produzcan ampliaciones de capital en la Compañía
Telefónica Nacional de España.

No debería entrar en una comparecencia como ésta, que es para explicar el
Presupuesto, a responderle sobre la supuesta ineficiencia, según ha dicho
usted, en inversiones de la Compañía Telefónica, cuyos costes no paran de
subir y que estamos sufriendo los consumidores, etcétera, pero, dada mi
condición, desde hace bastantes años, de Consejero de la Compañía
Telefónica Nacional de España, me veo en la obligación de responderle. La
Telefónica no está incurriendo desde hace muchos años en costes cada vez
más elevados, sino que, por el contrario, el grado de inversiones que se
han realizado en estos años ha conducido a que en estos momentos no haya
demanda telefónica insatisfecha en este país, como bien sabe S. S., y que
el nivel de dotación de teléfonos que existe en nuestro país es el
razonable para nuestro nivel de renta. El esfuerzo se ha realizado
fundamentalmente en los núcleos rurales donde en estos momentos está a
disposición de casi cualquier español la posibilidad de acceder a las
comunicaciones telefónicas.

Junto a ello ha hecho algunas afirmaciones sobre lo que creo que ha
llamado «aventura latinoamericana», sobre la que debo discrepar
profundamente. La llamada «aventura latinoamericana» ha conducido a que
la compañía, en este caso filial de Telefónica y participada por
Patrimonio, que se llama Telefónica Internacional, sea la primera
operadora de teléfonos en Latinoamérica y que en estos momentos está en
negociaciones, por petición suya, de ingresar en su capital una compañía,
cuyo nombre, sin duda, sonará a SS. SS., que se llama ATT, que es de las
grandes mundiales, y otra que quizá no les suene tanto, que se llama GTE,
que, a nivel de Estados Unidos, debe ser la tercera operadora telefónica
americana. Por tanto, no creo que ATT ni GTE sean compañías que estén
dispuestas a entrar minoritariamente con un país que se llama España en
una especie de aventura, como ha dicho su señoría. Perdóneme este
«excursus», pero, como le digo, he sido consejero de Telefónica y lo sigo
siendo y me creía en la obligación de hacer estas matizaciones.

Sección 31. Me ha hablado de la baja aplicación, pero usted mismo ha
reconocido, al igual que el ponente socialista, que no tiene mucho
sentido aplicar los mismos criterios que se aplican en cualquier otra
sección. En esta sección hay que ir crédito a crédito y viendo un poco lo
que ha pasado. En realidad, creo que está relativamente bien explicado en
el documento que se les ha remitido, pero voy a comentar algunas
cuestiones que ha preguntado su señoría. Los 2.110 millones de pesetas a
la Fábrica de la Moneda y Timbre, que están prácticamente agotados, y lo
que me pregunta es si lo que va a pasar el segundo semestre es que vamos
a tener que ampliar crédito, modificarlo, etcétera. Desde luego es sagaz
la pregunta de S. S., porque sin explicación debería conducir al
razonamiento que a usted le ha conducido, pero el tema es el siguiente.

Esta es una partida que aparece aquí residualmente, en el sentido de que
paga deudas de hace años. Ahora es la Agencia Tributaria --ya el año
pasado lo era-- la que hace frente a los costes de edición, por la
Fábrica Nacional de la Moneda y



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Timbre, de los impresos tributarios. Por tanto, lo que está haciendo aquí
la Dirección de Servicios del Ministerio de Economía y Hacienda es pagar
deudas que existían de años anteriores con la Fábrica de la Moneda y
Timbre por la edición de impresos por la propia Fábrica. Estas eran las
deudas que había; de ahí la explicación de que se ha acabado la partida y
que no se va a incrementar.

Me pregunta por el tema de Alberto Alcocer. La verdad es que es un tema
muy menor y no sé si se lo voy a poder contar con precisión, pero,
efectivamente, usted ha detectado dónde está el problema. Es un piso que
tiene alquilado el Ministerio de Economía y Hacienda, en el cual ha
habido unos problemas con el arrendador y, al mismo tiempo, con uno de
los ocupantes, es decir que ya no lo quiere quien había dicho que lo
quería, que es el Ministerio de Educación y Ciencia. Por tanto, ha habido
que hacer frente, como usted ha dicho, a una indemnización al arrendador,
y se ha aprovechado para hacer una revisión del contrato de arrendamiento
y de la renta correspondiente, pero, efectivamente, el incremento que se
ha producido aquí, que se ha sacado de la Sección 31, ha sido para hacer
frente a este imprevisto, que ha sido la resolución de un contrato con la
indemnización correspondiente y la suscripción de un nuevo contrato.

Seguro de cambio de autopista. Grado de ejecución, el cero por ciento.

Esto responde a que es una partida financiera y se paga por parte de la
Dirección General del Tesoro al Banco de España en el momento en que, con
los convenios o acuerdos, en fin, con el procedimiento que exista --que
yo desconozco, no es mi responsabilidad--, esté previsto, es decir, ésta
es una partida que en su momento se pagará lo que haya que pagar al Banco
de España por el seguro de cambio de autopistas, que desconozco cuándo
es. Por tanto, el grado de ejecución será el correspondiente al coste en
que hayamos incurrido por el seguro de cambio de autopistas.

Créditos ICO. Me ha hecho el mismo tipo de reflexión: un bajo grado de
ejecución y que, al ser un concepto abierto, podía financiar incendios
forestales. Hay un bajo grado de ejecución por la misma explicación de
antes; es decir que esto está financiando en general las subvenciones a
tipos de interés de créditos que se suscribieron por inundaciones que se
produjeron en su día, créditos que tienen unas subvenciones a tipos de
interés. Mientras el crédito esté vivo y en la medida en que lo esté, hay
que ir haciendo frente a esas subvenciones. Fundamentalmente han sido de
subvenciones, pero hay una parte pequeña aquí, por ejemplo, que es el
tema del mar Egeo; si se acuerda, los préstamos que se concedieron a los
pescadores, las diferenciales de intereses, se pagan con esta partida.

Si, en su caso, las Cortes o el Gobierno aprobaran algún tipo de ayudas
que implicaran un apoyo financiero en el caso de incendios forestales,
creo que en principio se podría pagar con esta partida.

Con esto creo haber respondido más o menos a lo que ha planteado S. S.

Insisto en agradecerle el esfuerzo que ha hecho a lo largo de la noche
para estudiar este documento y los términos en que ha calificado tanto el
documento como la ejecución presupuestaria del Departamento.

Con respecto al ponente socialista, me he referido ya a lo largo de mi
intervención a alguno de sus comentarios. Insiste también en el tema de
las inversiones reales inferiores. He explicado lo que se refiere al tema
de los edificios y al tema de catastro. En edificios no tenemos previsión
de gastarnos el conjunto de la partida a lo largo del año; es decir que
acabaremos con un grado de realización bajo, mientras que en catastro sí
la tenemos, como he explicado, y, por tanto, acabaremos, espero, con un
grado de ejecución normal. (El señor Presidente ocupa la Presidencia.)
Ha insistido en el alto nivel de ejecución de la partida de incentivos y
si disponía aquí de información. Se le puede mandar, por supuesto, además
al nivel en que él ha preguntado, con esos elementos, en qué sectores,
qué territorios, qué empleo se ha creado, etcétera. Se dispone de esa
información, yo pediré a la Directora de Incentivos que me la prepare y
se la remitiré a S. S., pero sí le puedo decir que a 31 de agosto estaban
reconocidos 12.800 millones, es decir, de los 17.000 quedaba sin
reconocer parte. La parte que quedaba se refiere casi exclusivamente a
dos grandes proyectos, al proyecto de General Electric en Murcia y al
proyecto de Dupont en Asturias. Me parece que en estos momentos ya está
reconocida, pero, por la información que yo les he mandado, quedarían por
reconocer 2.900 millones para el proyecto de General Electric y unos
2.800 para el de Dupont. Eso completaría la partida de incentivos, para
la cual, desgraciadamente, ni SS. SS. autorizaron en su día un crédito
superior ni, dado el escenario en que estamos, ha podido serlo. Esa
Dirección, desde luego, está en condiciones de gastarse el doble de una
partida como ésa, pero la situación presupuestaria es la que es.

Creo que ya me he referido al tema de Telefónica y no voy a insistir en
él.

Objetivo: reducción del gasto. Efectivamente, este Ministerio tiene que
ser un poco ejemplar en este sentido, y en ello creo que estamos haciendo
un importante esfuerzo. Pienso que me puedo comprometer con SS. SS. a
afirmar que al final del ejercicio estaremos, en términos de obligaciones
reconocidas, con un importante ahorro, del orden de 30.000, 40.000 ó
50.000 millones de pesetas de gasto reconocido inferior al que
reconocimos el ejercicio pasado, y por supuesto sin haber bajado el nivel
de cumplimiento de los servicios. Creo que con ello el Ministerio
colaborará a la necesaria austeridad en momentos como los que
atravesamos.




El señor PRESIDENTE: Comprenderán, dada la hora en que estamos, con
veinte minutos de retraso sobre la terminación de esta comparecencia, que
ruegue al señor Milián, al señor Trujillo y al señor Subsecretario que
sean muy breves sus intervenciones.




El señor MILIAN MESTRE: Brevísima. Yo quiero agradecer muy sinceramente
la respuesta que ha dado porque me ha aclarado prácticamente todas las
dudas, si no cuantitativamente sí desde el punto de vista terminológico,
es decir, ha aclarado los conceptos por los cuales se



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producían ciertos desajustes que nosotros entendíamos que se habían
producido. Me gustaría simplemente preguntarle un par de cosas. Al
analizar los capítulos --por ejemplo, el concepto de bienes inmateriales
o intangibles-- me ha sorprendido un poco, en el capítulo VI --estoy
mirando el capítulo con los subrayados correspondientes--, cuando habla
de que son para adquirir equipos informáticos, de los que más de la mitad
son gestionados por la Dirección General de Informática Presupuestaria,
etcétera. Me sorprende el carácter inmaterial al conceptuar equipos
informáticos, por una parte, y, por otra, me ha sorprendido la partida
que corresponde a una cuantía importante, aunque no exagerada, a los
alquileres de servicios de fotorreproducción, cuando yo creo que una de
las cosas que podrían abaratar costes es, a lo mejor, justamente la
adquisición de equipos informáticos, como se dice en este apartado, en
lugar de hacer contratación de alquileres, etcétera. Es una pequeña nota
que no he subrayado en mi intervención, pero que en mis notas a cada uno
de los capítulos sí he advertido.

En el capítulo VIII, que es donde están los activos financieros, está muy
claro, sobre todo lo que afecta al comercio exterior o a las inversiones
de ayuda a países en desarrollo. Yo lo conozco por mi pertenencia a la
Comisión de Exteriores, por lo que no voy a insistir, lo tengo muy claro
por otro concepto. Sin embargo, sí hay una cosa en la que me gustaría
insistir, porque es posible que los miembros de esta Comisión no lo
tengan claro, si analizan a fondo este capítulo, cuando en el artículo 83
se hace referencia a la concesión de préstamos fuera del sector público,
Cuba, 5.474,9 millones de pesetas. Yo supongo, y creo suponerlo bien,
puesto que, analizando el texto más a fondo, ustedes lo indican, que es
para indemnizaciones derivadas de las expropiaciones del Gobierno cubano,
con ejecución todavía nula. Esta es una vieja historia que en la Comisión
de Exteriores circula hace cinco o seis años, ha habido proposiciones no
de ley, etcétera. No digo yo que no se hayan cumplido los compromisos. Mi
pregunta es ésa exactamente: ¿Ha habido cumplimiento ya de compromisos?
¿Se han pagado ya indemnizaciones correspondientes a este capítulo?
Simplemente es una información aclaratoria.

Por último, decirle que en la Sección 31 estoy totalmente de acuerdo con
lo que usted acaba de indicar, incluso en aquellos puntos que hubieran
ofrecido alguna aparente anomalía, como la Fábrica de Moneda, está muy
claro si son deudas anteriores. Y también en el tema de alquiler está muy
claro.

Para finalizar, simplemente apostillo el tema de Telefónica. No hay en mí
ánimo de polemizar sobre este concepto. Lo que sí está claro es que
Telefónica nos ha elevado un poco el último índice de precios al consumo,
parece ser, y le quiero consignar que conozco la ATT y la GTE, conozco
otras compañías multinacionales norteamericanas y cuando yo estaba en
Estados Unidos, obviamente, pagaba el 50 por ciento por lo menos en las
tarifas telefónicas. Es decir, por lo menos mis servicios telefónicos
valían la mitad que en España. Creo que esto ha seguido en la misma
proporción y ahí es donde yo pongo el énfasis. Simplemente esto.

No he cuestionado la política de inversiones en Iberoamérica, donde puede
ser que sea muy eficaz y muy importante a lo largo plazo, pero lo que es
evidente es que nos está costando que aquí haya incrementos sobre la
inflación y que, por otra parte, nuestros servicios de usuario telefónico
sean un tercio o un doble por encima de nuestros competidores directos,
hablando en términos puramente de mercado, como son grandes compañías que
prestan servicios, como la Bell, etcétera, que ya digo que están muy por
debajo de las tarifas españolas desde hace diez años y que en este
momento creo que siguen estando muy por debajo de nuestro coste de
usuario.




El señor PRESIDENTE: El señor Trujillo tiene la palabra.




El señor TRUJILLO ORAMAS: Para agradecer al Subsecretario las
explicaciones que nos ha dado y mostrar la satisfacción de nuestro Grupo
tanto por la marcha de la ejecución del presupuesto del Departamento como
por las previsiones que se tienen para finalizar el ejercicio.

A modo de anécdota final, quiero señalar que no tiene nada que ver la
subida, o difícilmente se puede establecer una relación absolutamente
directa o la adecuación de los precios de las tarifas telefónicas con las
inversiones que está haciendo la Compañía en Iberoamérica.




El señor PRESIDENTE: El señor Subsecretario tiene la palabra.




El señor SUBSECRETARIO DE ECONOMIA Y HACIENDA (Blanco-Magadán y Amutio):
Con absoluta brevedad, siguiendo la indicación del Presidente, diré, en
primer lugar, respecto a por qué la inversión en informática se llama
inversión inmaterial, que estoy seguro de que tiene algún tipo de
explicación por parte de los gestores que lo llevan. Sé que, en
inversiones, una de las partes se llama inversión nueva, otra inversión
de reposición y otra inversiones de carácter inmaterial. No puedo
ocultarle a S. S. que a veces distinguir lo que es inversión nueva y lo
que es inversión de reposición forma parte... No sé, quizá usted lo
podría averiguar después de sus productivas noches, pero no es fácil.

(Risas.) El porqué, además, hay una tercera que se llama inmaterial, yo
le puedo dar una respuesta, pero, como decía un amigo, ésa es una, pero
espero otra. Las inversiones en informática llevan asociadas en general
una inversión también en software y en hardware, que tiene unas
características peculiares que hacen que en general, no siempre, las
inversiones informáticas se incluyan en ese cajón. En todo caso, eso es
casi irrelevante, puesto que el gestor puede, digamos, «jugar» --entre
comillas--, es decir, puede traspasar créditos dentro del capítulo VI, de
unas inversiones a otras. Por tanto, al final estamos hablando casi de un
criterio puramente nominalista. Cosa distinta es el planteamiento que
usted ha hecho de por qué no se adquieren máquinas, puesto que hay una
partida que se ha reducido sensiblemente, para alquiler



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informático; por qué no siempre se adquieren. Esa es una discusión que
hay entre los gestores. No es cierto que siempre sea mejor la adquisición
que el alquiler y menos aún en un mercado como el informático donde se
están produciendo en los últimos tiempos dos fenómenos a la vez: una
renovación tecnológica aceleradísima y una caída de precios muy
importante. Por tanto, con adquisiciones puedes quedarte obsoleto
inmediatamente, mientras que con alquileres estás más en el mercado,
teniendo precios mejores y teniendo una capacidad de renovación de tus
activos más elevada. Estas son un poco las explicaciones.

Capítulo VIII, Cuba. Estaba buscando de qué año es la ley por la que se
aprueba esto. No es de hace seis años, sino de hace menos tiempo. Es
verdad que este tema viene ya no sé si desde hace seis años o de más,
pero la ley no es de hace seis años, sino de hace menos tiempo.

En todo caso, en estos momentos sigue estando dotado con 5.417 millones
de pesetas. Como usted sabe, ese crédito está en virtud de un acuerdo
entre el Gobierno español y el Gobierno cubano y es un Tratado por el
cual el Gobierno cubano resarcía a los nacionales españoles de las
expropiaciones que hizo en su día. Ese resarcimiento lo pagaba el
Gobierno cubano al Gobierno español, en virtud del Tratado, con pagos en
efectivo y con pagos en bienes.

Lo que estamos haciendo nosotros, en virtud de una Ley que aprobó el
Parlamento, es adelantar a los expropiados lo que el Gobierno cubano nos
va a pagar a nosotros en un determinado período temporal. Este proceso ha
sido prolijo y complicado. En todo caso, se lleva sólo dos años con el
mismo, y digo sólo porque no se le ocultará a ninguna de SS. SS. que,
primero, hay que hacer la identificación de los titulares; segundo, la
identificación de los bienes, y, tercero, la valoración de los bienes. En
todo ello estamos hablando de personas que muchas de ellas han salido del
país y en las condiciones en que se produjo esta expropiación y en la
condición en que están ahora los bienes no es fácil ni identificar a las
personas ni que ellas sean capaces de demostrar la titularidad de los
bienes. Estas tres cosas están hechas en estos momentos. Es decir, las
personas están ya identificadas con sus recursos, ya hay una relación que
se publicó en el «Boletín Oficial del Estado» hace unos meses de quiénes
tienen derecho y están respondidos los recursos de aquellos que fueron
rechazados. Segundo, también está ya hecho y también se publicó en el
Boletín, y los titulares lo saben, la demostración o no demostración de
la titularidad de esos bienes y su identificación. Tercero, también está
hecha la valoración. Una vez hecha la valoración, nos queda por publicar
en el «Boletín Oficial del Estado» estas valoraciones y hacer frente al
pago. Le adelanto que el día 6 --creo que todavía no se ha convocado--
vamos a tener una reunión de la comisión interministerial, que yo
presido, para aprobar estas valoraciones, remitirlas al BOE y pagar
dentro de este ejercicio.

Yo me he comprometido en el Senado a pagar, dentro de este ejercicio, la
inmensa mayoría de las compensaciones por las expropiaciones, y no puede
ser la totalidad porque siempre hay que dejar una parte debido a la
eventualidad de recursos. Ese es el problema: qué parte hay que dejar
ante la eventualidad de recursos porque el crédito es limitativo. Las
Cortes sólo aprobaron pagar 5.474 millones de pesetas.

Por último, el tema de Telefónica. Lejos de mí entrar en la polémica
sobre tarifas telefónicas, IPC, Ministerio de Obras Públicas-Ministerio
de Economía y Hacienda, pero sí decirle sólo dos cosas, una de las cuales
ha sido respondida ya por el diputado socialista. Nada tienen que ver las
tarifas de Telefónica con las inversiones de Telefónica Internacional,
que es una filial de Telefónica en Latinoamérica. Nada que ver. Las
tarifas recogen la evolución de los precios internos, de los costes
internos, etcétera. No, evidentemente, de Telefónica Internacional o de
Sintel, por poner un caso de otra filial cien por cien, Telefónica, que
también tiene sus costes y sus problemas, pero no tienen que ver con los
costes de la prestación del servicio telefónico en España, que es lo que
recogen las tarifas de Telefónica en España.

Yo creo que no tengo más que contestar, salvo agradecerles sus palabras.




El señor PRESIDENTE: Gracias, por su intervención, señor Blanco-Magadán.




--DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE JUSTICIA E INTERIOR (HERRERO
JUAN), PARA DAR CUENTA DE LA EJECUCION DEL PRESUPUESTO A 30-6-94, PREVIA
REMISION DE INFORME. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número
de expediente 212/000873.)



El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, comenzamos la
comparecencia del señor Subsecretario del Ministerio de Justicia e
Interior.

Tiene la palabra el señor Subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE JUSTICIA E INTERIOR (Herrero
Juan): Señorías, la presente comparecencia es, como ustedes saben, para
dar cuenta de la ejecución presupuestaria de lo que eran dos ministerios
hasta mayo de este año y, además, de un servicio presupuestario que
estaba incardinado hasta principios de este año en un tercer ministerio,
el Ministerio de Asuntos Sociales.

A efectos de exposición, me voy a referir en primer lugar al antiguo
Ministerio de Justicia, que englobaría lo que en este momento ya son la
Secretaría de Estado de Justicia, la Secretaría de Estado de Asuntos
Penitenciarios y, como es lógico, parte de los servicios comunes del
Ministerio y la Subsecretaría. A continuación, expondré el grado de
ejecución, a 30 de junio, de lo que corresponde al antiguo Ministerio del
Interior, que engloba en su sección presupuestaria todos los créditos de
ese Ministerio además de los del Plan Nacional de Drogas, que quedaron
incorporados al mismo en febrero de este mismo año.

Quizá convengan hacer algunas precisiones iniciales. Me voy a referir
exclusivamente a lo que es el presupuesto de estos dos ministerios,
fundidos en el nuevo Ministerio



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de Justicia e Interior, por tanto, a las Secciones presupuestarias 13 y
16, y no me referiré, en general, en las cifras que dé, a organismos
autónomos, con independencia de que, si SS. SS. quieren, al final, haga
una referencia a los mismos.

El método de exposición que pretendo seguir coincide con el documento que
fue remitido a esta Comisión y que supongo que ustedes conocerán, aunque
lógicamente con algún grado de detalle más que el que contenía el
documento. El esquema, por tanto, será el siguiente: en primer lugar, voy
a ir haciendo mención al volumen inicial de los créditos para, después,
referirme al presupuesto definitivo a la fecha de 30 de junio. En cada
caso tendré que dar una explicación, aunque sea sucinta, de las
modificaciones presupuestarias que motivan el cambio o el incremento
entre el presupuesto definitivo y el inicial, y creo que será muy
conveniente --para eso está esta sesión de control-- analizar la
ejecución de cada capítulo presupuestario, dando datos siempre en la fase
de obligaciones reconocidas y explicando, en su caso, las posibles
desviaciones, bien porque me parezca a mí que existen, bien porque se lo
parezca a sus señorías.

Entrando en el antiguo Ministerio de Justicia, tengo que decir que
teníamos un presupuesto inicial de 237.500 millones y a 30 de junio ese
presupuesto asciende a 242.230 millones. Ha habido, pues, modificaciones
presupuestarias por importe de 4.730 millones, que representan el 1,99
por ciento del presupuesto inicial. Globalmente, en el ámbito de Justicia
teníamos, a 30 de junio, obligaciones reconocidas por importe de 114.670
millones, lo que representa el 47,3 del presupuesto definitivo.

Analizando con un poco de detalle y por capítulos --si no por todos, sí
por lo que son más significativos en el Ministerio de Justicia e
Interior--, podemos ver que los gastos de personal, el Capítulo I, del
antiguo Ministerio de Justicia, eran inicialmente 6.000 millones y ha
habido modificaciones por importe de 3.465 millones. La explicación
fundamental --sólo voy a dar las razones básicas, después podemos entrar
en mayores detalles-- está en una ampliación de crédito, como les decía
en el documento que remití en su momento, para el pago de cuotas de
Seguridad Social, básicamente por el gran número de interinos que existe
en la Administración de Justicia y que en breve podrá ser atajado, ya que
en este momento están convocadas casi cinco mil plazas; me refiero,
obviamente a personal de apoyo: auxiliares, agentes, etcétera. Esta
modificación ha supuesto 3.500 millones; luego, hay una pequeña
transferencia, negativa en este caso, a la Sección 31, por transferencias
que se han efectuado en materia de protección de menores a varias
comunidades autónomas.

Globalmente, las obligaciones reconocidas en el Capítulo I, en Justicia,
a 30 de junio, eran el 49,29 por ciento. Este tipo de obligaciones tiene
un tracto muy secuencial, mensual, y, por tanto, creo que no requiere
mayores explicaciones, entendiendo que el grado de ejecución es
satisfactorio, con independencia de que pueda haber alguna partida, que
posteriormente se puede analizar, con alguna desviación algo mayor.

Respecto al Capítulo II, gastos corrientes en bienes y servicios en el
ámbito de Justicia, contábamos con un inicial de 43.040 millones y se han
hecho modificaciones de muy pequeña cuantía durante los seis primeros
meses, por importe de 403 millones de pesetas, básicamente derivadas de
incorporaciones, de remanentes de créditos, de compromisos contraídos a
final del ejercicio anterior, de acuerdo con el artículo 73 de la Ley
General Presupuestaria, y una pequeña generación de crédito enganchada
precisamente en las oposiciones a las que antes me he referido; las
cuotas o los derechos que pagan los opositores pueden generar crédito en
el presupuesto del Ministerio.

Globalmente, el Capítulo II de Justicia, a 30 de junio, tenía un grado de
ejecución en fase de obligaciones ya reconocidas del 47,7 por ciento, que
parece que, en principio, no es malo, si se tiene en cuenta que también
los gastos de Capítulo II, aunque tienen una secuencia algo diferente al
Capítulo I, en general se pueden periodificar por meses bastante bien. En
todo caso, el Ministerio de Justicia está utilizando el instrumento del
anticipo de caja fija que ustedes conocen y, que, como saben, se trata de
un instrumento que maneja dinero extrapresupuestario y que sólo
posteriormente, cuando se han justificado las obligaciones, se anotan
contablemente. En definitiva, si sumáramos el grado de ejecución al que
me he referido, el 47,7 por ciento, con el volumen que estamos manejando
de anticipos de caja fija, que son 648 millones, y que, por tanto, aun
habiendo ya contraído las obligaciones no han podido ser asentadas en
contabilidad, llegaríamos a un porcentaje de ejecución que prácticamente
sería el 50 por ciento.

Voy a referirme también, como capítulo importante que es en el área de
Justicia, a las transferencias corrientes; en concreto, el crédito
inicial en este área era de 9.945 millones y a 30 de junio, después de
las modificaciones habidas, llega a 10.353 millones, con un incremento de
407 millones. Básicamente, este incremento deriva de una transferencia de
la Sección 31 para financiar la Agencia de Protección de Datos, que, como
ustedes saben, se creó en 1993, pero realmente ha empezado a funcionar en
enero de 1994.

El análisis de ejecución de este Capítulo IV, de transferencias, en el
área de Justicia nos da un volumen de obligaciones reconocidas que
representa sólo el 17,8 por ciento; sin duda, algo bajo. Quizá convenga
hacer el tipo de consideraciones generales que siempre se hacen respecto
al gasto de transferencias, pero de todos modos la causa fundamental está
en que la partida más importante que tenemos en transferencias en el
ámbito de Justicia está dedicada a subvenciones al Consejo General de la
Abogacía Española y al Colegio de Procuradores por el turno de oficio.

En relación con este asunto, creo conveniente decirles, además de
comentarles lo que ustedes ya saben, que se está negociando una ley de
justicia gratuita y que ha podido poner sobre la mesa costes reales,
quizá algo infravalorados respecto de lo presupuestado; se está en
conexión con estos consejos generales para, en definitiva y en la medida
que se pueda, y ahora daré una explicación sobre ello, aumentar la
subvención. De hecho, aunque no la hemos



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contabilizado a 30 de junio, pero posteriormente ya se ha hecho, habrá
del orden de 1.200 millones de pesetas adicionales para poder dar estas
subvenciones.

Por tanto, diría que, frente a un retraso, efectivamente, en esta
transferencia, el Consejo General de Colegios de Abogados y de
Procuradores podrán contar con una subvención de cuantía sustancialmente
mayor a la que ha venido siendo habitual en años anteriores.

Me voy a referir también al capítulo VI, de inversiones reales, en el
ámbito de Justicia, para el que teníamos un presupuesto inicial de 7.524
millones y a 30 de junio, tras las modificaciones habidas, ha llegado a
7.975. El incremento, pues, ha sido de 451 millones de pesetas que
también básicamente tienen que ver, y aquí más que en ningún otro
capítulo, con incorporaciones de compromisos contraídos en la última
parte del ejercicio de inversiones de 1993. La cuantía, en todo caso,
como digo, es relativamente pequeña.

Las obligaciones reconocidas en inversiones, en el ámbito de Justicia,
llegan al 39 por ciento, que me parece que es un buen dato, sobre todo
porque el gasto en inversiones, como ustedes saben perfectamente, se
realiza con dificultad, de tracto muy largo, y realmente es más
significativo quizá para analizar el comportamiento de este capítulo ver
el nivel de gastos comprometidos más que de obligaciones reconocidas.

Pues bien, el 30 de junio los gastos comprometidos que teníamos en el
capítulo VI, en el ámbito de Justicia, llegaban al 85,10.

Hay otras pequeñas partidas, en capítulo VII, transferencias de capital y
activos financieros, a las que no me referiré en este momento, pero, si
ustedes quieren, puedo dar detalles posteriormente.

Con esto entraría a exponer someramente, como he hecho con el ámbito de
Justicia, el estado de ejecución de la sección dieciséis, correspondiente
al antiguo Ministerio del Interior.

El presupuesto inicial del Ministerio del Interior hasta mayo de este año
era de 511.643 millones de pesetas. Durante este semestre, hasta el 30 de
junio, se han efectuado modificaciones de distinto tipo, a las que
después me voy a referir, por un importe de 27.500 millones de pesetas,
que representa un incremento sobre el presupuesto inicial del 5,1 por
ciento. Globalmente, analizando el presupuesto en su conjunto, hemos
ejecutado, a nivel de obligaciones reconocidas el 30 de junio, 245.543
millones de pesetas, que supone una ejecución, en esta fase a la que me
he referido, del 45,7 por ciento del presupuesto.

Quizá convenga, como he hecho antes con la sección 13, analizar un poco
más pormenorizadamente, por capítulos, el estado de ejecución.

En el capítulo I, gastos de personal, teníamos un inicial de 417.642
millones de pesetas y en 30 de junio, por modificaciones durante el
primer semestre, tenemos 417.989 millones, 347 millones más, que, para la
cuantía de la que estamos hablando, obviamente es un porcentaje
irrelevante. En todo caso, como son temas siempre sensibles me referiré a
qué se deben estas modificaciones. Básicamente, la mayor parte se debe a
la incorporación del Plan Nacional sobre Drogas, incardinado
anteriormente en Asuntos Sociales, al presupuesto del Ministerio del
Interior desde febrero. Esto supondría 239 millones, de los 347. Y las
otras dos partidas importantes tienen que ver con una transferencia de la
Sección treinta y una al presupuesto del Ministerio del Interior para
gratificaciones a Policía y Guardia Civil por los servicios especiales
prestados durante la huelga general que tuvo lugar el año pasado.

El análisis de la ejecución del presupuesto en el capítulo I nos lleva a
que en 30 de junio, en obligaciones reconocidas, teníamos el 48,37 por
ciento ejecutado. Por tanto, un 1,63 por ciento menos del teórico 50 por
ciento que parece que siempre se aplica al capítulo I de Gastos de
personal. Esto no es del todo así porque hay algunos conceptos en el
capítulo I que no tienen esta secuencia y, en concreto, me referiré al
concepto de «Incentivos al rendimiento», productividad, etcétera, que no
tiene una secuencia mensual, especialmente en ámbitos tan importantes,
numéricamente, como son Policía y Guardia Civil, en los que normalmente
se hace por trimestres o se hace una liquidación muy a finales de año. En
concreto, en este concepto, el grado de ejecución era sólo del 28 por
ciento, pero hay que tener en cuenta que, aun siendo cuantitativamente
importantes estas partidas, en torno a 10.000 millones de pesetas,
representan muy poco respecto del total del capítulo I que, como les
decía al principio, llegaba a 417.000 millones de pesetas.

Hay algunas desviaciones que son obvias en nuestro Ministerio. En
retribuciones de altos cargos, ha habido reestructuraciones, ha habido
bajas, ha habido vacantes. Esto se da tanto en retribuciones de altos
cargos, con una ejecución del 45,3, como también en personal eventual,
donde se mantienen todavía algunas vacantes y se han mantenido a lo largo
del ejercicio, con una ejecución, en ese concepto concreto, del 46 por
ciento. Creo que no merece la pena, dado el grado de ejecución del
capítulo I, explayarse más en análisis pormenorizados.

En cuanto al capítulo II, gastos corrientes en bienes y servicios, el
presupuesto inicial del Ministerio del Interior ascendía a 55.956
millones de pesetas y ha habido, aquí sí, un importante incremento
durante el ejercicio, a través de algunas ampliaciones y generaciones a
las que me voy a referir ahora. En concreto, 4.028 millones de pesetas
más, de modo que el crédito definitivo o el presupuesto definitivo para
el capítulo II ascendía, en 30 de junio, a 59.985 millones de pesetas. La
explicación de esta diferencia entre el definitivo y el inicial está en
las modificaciones, lógicamente, que se han llevado a cabo. Básicamente,
una ampliación de crédito para financiar los gastos derivados de la
celebración de elecciones al Parlamento Europeo y al Parlamento andaluz.

Ha habido también una generación de crédito para atender los gastos de
establecimiento de la parte nacional del sistema de información Schengen.

Ha habido, en este como en los demás capítulos, una transferencia del
Ministerio de Asuntos Sociales en la parte que le correspondía al Plan
nacional sobre drogas, en este caso por un importe cercano a 400 millones
de pesetas. Y, finalmente, 48 millones de pesetas se deben a
incorporaciones de remanentes de crédito comprometidos a final del
ejercicio anterior.




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Analizando globalmente el capítulo II, hemos llegado a un estado de
ejecución el 30 de junio, en el ámbito de Interior, repito, del 44,73 por
ciento. Nuevamente podría dar la explicación, pero voy a evitarla porque
la he dado en Justicia, de que no hemos llegado al 50 teórico, primero,
porque no hay por qué llegar y, segundo, porque en el ámbito de Interior
tiene mucha importancia también el mecanismo de los anticipos de caja
fija.

La Orden ministerial que anualmente determina el volumen de dinero que se
puede manejar con este mecanismo asciende a 2.865 millones de pesetas
para este año. Por tanto, si a lo ya ejecutado sumáramos este dinero de
anticipos de caja fija que, como he explicado antes, se contabiliza
incluso después de haber contraído la obligación, llegaríamos a un 49,50
por ciento, a 30 de junio, que parece satisfactorio, en principio, para
entonces.

En cuanto al capítulo IV, transferencias corrientes, es donde pueda
apreciarse quizás una mayor desviación. Pongo desviación entre comillas,
porque creo que es perfectamente explicable y estoy seguro de que así lo
van a entender SS. SS. Teníamos un presupuesto inicial de 12.506 millones
de pesetas y, por una serie de modificaciones, que exhaustivamente,
aunque con rapidez voy a explicar, hemos llegado a 30 de junio a un
crédito definitivo de 31.441 millones de pesetas. Es decir, hemos más que
doblado el presupuesto inicial, con un incremento de 18.934 millones de
pesetas.

¿A qué se debe esta diferencia tan grande entre el presupuesto final a 30
de junio y el presupuesto inicial? Básicamente, a la incorporación de
remanentes del crédito extraordinario que se aprobó con el Decreto-ley
4/1993, sobre la presa de Tous, por un importe de 19.000 millones de
pesetas. Se ejecutó un importe considerable del orden de 7.000 millones
de pesetas, durante 1993, pero quedaron del orden de 14.000 millones de
pesetas sin gastar, que se incorporaron, como digo, al presupuesto
vigente de 1994, para seguir atendiendo las obligaciones que derivan de
aquel Decreto-ley. El importe ha sido de 14.342 millones de pesetas.

Además de eso, el capítulo más importante de la Delegación del Gobierno
para el Plan nacional sobre drogas es precisamente el capítulo 4. Por
tanto, de un presupuesto total de algo más de 5.000 millones de pesetas,
4.371 se han transferido al Ministerio de Interior, antiguo Ministerio de
Interior, en febrero de este año, con lo cual se acrece todavía más este
importe al que me refería antes. Ha habido alguna otra partida pequeña,
que no merece la pena destacar.

Analizando, rápida y someramente, la ejecución de este capítulo IV,
tenemos unas obligaciones reconocidas en 30 de junio que ascienden
prácticamente al 33 por ciento, el 32,92 exactamente. Puede entenderse
que la ejecución es baja y nuevamente, por dar una explicación, que es la
real, tenemos que referirnos a la presa de Tous. Hemos incorporado 14.000
millones de pesetas. Durante este ejercicio, llevamos gastados del orden
de 5.000 millones de pesetas, pero es cierto que todavía tenemos un
volumen de dinero importante, que vamos a necesitar sin duda ninguna,
primero, porque quedan beneficiarios por recibir la indemnización y,
segundo, porque, como no se les oculta a ustedes, hay algunos
instrumentos, alguna proposición de ley todavía, que casi con seguridad
aprobarán SS. SS., algún tipo de norma que amplía probablemente el ámbito
de cobertura de los beneficiarios de la presa de Tous con algún nuevo
tipo de derecho, que pudiera modificar los inicialmente reconocidos. Me
refiero en especial a los gastos de costas y de letrados o abogados que
han podido tener algunos de los damnificados. Esto explica, creo yo, esta
desviación.

En cuanto a inversiones reales, capítulo VI, en el ámbito de Interior
teníamos un presupuesto inicial de 24.583 millones de pesetas y el final
es de 27.633; se ha incrementado en 3.000 millones de pesetas. La
explicación fundamental para este incremento del presupuesto definitivo
sobre el inicial está en una incorporación de crédito para el sistema de
información Schengen, destinado básicamente al establecimiento en la
parte nacional, que participamos de este sistema, por importe de 2.402
millones de pesetas.

En la ejecución del Capítulo VI, llevamos un porcentaje quizá algo bajo,
del 21,56 por ciento, aunque en obligaciones reconocidas a 20 de
septiembre, hace diez días, hemos pasado ya a un 37,4 por ciento. El
porcentaje más significativo para valorar la ejecución en cuanto a este
capítulo no es el de obligaciones reconocidas, como ustedes saben, sino
el de gastos comprometidos. Realmente, el de gastos comprometidos ya al
30 de junio ascendía al 63,15 por ciento, de modo que entendemos que el
Ministerio de Justicia e Interior, en este momento la parte de Interior,
será perfectamente capaz, y necesidades tiene para ello, de ejecutar la
totalidad de su presupuesto.

No me refiero, como he dicho antes, al presupuesto de organismos
autónomos, con independencia de que si SS. SS. quieren algún detalle y
estoy en disposición de poderlo dar lo dé, como es obvio. Pero sí
quisiera, para terminar, hacer una breve valoración, espero que objetiva,
porque la valoración, en todo caso, tendrán que hacerla SS. SS., de la
ejecución del presupuesto de Justicia e Interior a 30 de junio. Quizá
convenga coger como dato la comparación interanual y el semestre del año
pasado, ver exactamente qué ha ocurrido al 30 de junio de 1993.

Al 30 de junio de 1993 se había ejecutado globalmente en los dos
ministerios el 49,5 por ciento del presupuesto. De los datos que yo les
he expuesto, en 1994 hemos bajado la ejecución en la fase de obligaciones
reconocidas, el 45,94, es decir, el 46 por ciento. Estamos, por tanto, y
creo que hay que reconocerlo, en tres puntos y medio menos de ejecución
que el año pasado. Junto a eso, y me parece que el dato es positivo, el
presupuesto definitivo al 30 de junio de 1993 había ascendido respecto al
presupuesto inicial de 1 de enero un 7,27 por ciento, en tanto que este
año el presupuesto definitivo, como he expresado anteriormente ya, de
1994, para el conjunto de Justicia e Interior, ha crecido sólo un 4,17
por ciento. Este dato es positivo, al menos desde el punto de vista de la
austeridad. Cuanto más coincidan los presupuestos definitivos con los
iniciales, tanto mejor. Creo que hay que dejar constancia, y así lo hago,
de que si el grado de ejecución se ha podido resentir por razones que no
escapan a SS. SS., reestructuraciones en los dos Ministerios, cambios
importantes, cambios de equipo, no



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quiero para nada achacárselo a ello, pero es evidente que ha podido
incidir en el grado de ejecución presupuestaria. Repito, frente al dato
inicialmente algo negativo de una menor ejecución, por otra parte, no
demasiado significativa, sí quiero dejar el dato positivo de una mayor
austeridad y de un menor gasto porcentual, al haber una mayor
coincidencia entre el presupuesto final y el presupuesto inicial.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.)
El Grupo Popular me ha indicado que pretende que intervenga primero el
señor Baón, en relación con los temas de Interior y, luego, el señor
Padilla en relación con los temas de Justicia. ¿Lo hacemos así?
(Asentimiento.)



El señor BAON RAMIREZ: Gracias, señor Subsecretario, por la información
que ha suministrado.

Debo decir inicialmente, como premisa, que en ejercicios anteriores, en
el seguimiento que he hecho del Ministerio del Interior, he tenido que
moverme siempre en la relación, en la alternativa credulidad-certidumbre,
militando casi siempre en la creencia, es decir, en la buena fe, porque
la certidumbre no la había. Es lo cierto que después de haber participado
como comisionado de esta Cámara en la Comisión de Investigación del caso
Roldán, que nos ha dado la oportunidad de ver de abajo arriba y de lo
ancho a lo largo el presupuesto de esa casa, debo decir que milito
profundamente en la sospecha.

No quiero afear su comparecencia ni su buena fe, en absoluto, porque
usted va a rendir unos datos y, además, de un ministerio fusionado; una
rendición de cuentas sobre la ejecución que es atípica, porque el
ministerio resultante de dos se es efectivo en el mes de mayo y,
lógicamente, tiene que reflejar las cuentas separadas. Por eso echo en
falta --y eso es una crítica leal-- un planteamiento presupuestario de
fusión de cara al segundo semestre, que es cuando vamos a ver los efectos
de verdad de esa fusión. Y lo echo en falta fundamentalmente porque me
han parecido muy escuetas las explicaciones que ha dado respecto a la
incorporación, primero con un planteamiento en que separa el Ministerio
de la Secretaría del Estado para el Plan Nacional de Lucha contra la
Droga y, después, incluso fusionado con el crédito que se ha traído como
mochila el órgano correspondiente al operarse la adscripción en primer
lugar y luego la fusión. Hablaremos de todo eso.

Planteando, como he dicho al principio, una actitud de sospecha, voy a
entrar (se podía esperar que le iba a preguntar) en los fondos
reservados. Me voy a referir a los de Interior; ahora, fusionados, habría
que ver, cuando mi compañero complete ese aspecto, cuál es el corolario
resultante. Para este año 1994, para este vigente presupuesto, había un
total en el Ministerio del Interior de 794.773 millones de pesetas, con
adscripción a tres centros directivos: Subsecretaría, Dirección General
de Seguridad y Guardia Civil. Todo eso está referenciado en el capítulo
II, artículo 2, concepto 6, en el presupuesto desglosado de esos tres
centros. Quiero preguntarle si ha habido alguna desviación sobre esas
cuantías; en concreto, 163 millones para la Subsecretaría, 573 millones
para la Dirección General de Seguridad del Estado y 57 millones para la
Guardia Civil.

La segunda pregunta respecto a fondos reservados es si ha habido una
concentración en su gestión, como ha prometido el Presidente del
Gobierno, el titular correspondiente y como venía pidiendo el Grupo
Popular desde hacía cuatro ejercicios en enmiendas parciales a los
presupuestos correspondientes de cada año.

Una pregunta adicional en este punto es si ha habido transferencias de
otros capítulos a éste específico. Todos los años las ha habido. Una cosa
eran los presupuestos que nos presentaban y que aprobaba esta Cámara, y
otra lo que luego resultaba en la ejecución. Como en cualquier caso la
ejecución (no quiero prejuzgar la presentación que ha hecho aquí hoy en
esta Cámara) sus predecesores la daban de brocha gorda y había que
esperar al control que ejercía el Tribunal de Cuentas, no nos hemos dado
cuenta si ha habido transferencias de otros capítulos a ése, pasando de
la transparencia a la opacidad, en cuantía igual o mayor. Quiero
preguntarle si ha habido transferencias este año porque hubiese
necesidades no especificadas y referidas en el presupuesto. Además, en
esto la sospecha viene alimentada también porque hoy, 30 de septiembre,
tenía que estar ya en esta Cámara un proyecto de ley regulador de la
gestión de los fondos reservados --a lo mejor el Consejo de Ministros lo
aprueba, vamos a darle esa oportunidad, pero me temo que no-- y todavía
no ha llegado. En una proposición de ley que precisamente defendió de
forma brillante, como suele hacer, el Presidente de esta Comisión, se
comprometía al Gobierno a que para vincularlo al presupuesto, que sí ha
sido presentado en fecha, hubiese una ley reguladora de la gestión de los
fondos reservados. En cualquier caso, le doy al Gobierno el beneficio de
la duda de las horas que faltan hasta que sea 1.º de octubre. Creo que no
lo va a cumplir.

Dicho esto, me voy a referir de forma muy concreta a unos aspectos del
presupuesto, porque he visto que los demás los ha mencionado más o menos
profusamente en su intervención. Es cierto que el incremento inicial de
26.000 y pico millones de pesetas responde a lo de la presa de Tous y yo
creo que sus explicaciones han sido razonables, sobre todo porque ha
habido créditos extraordinarios, está en función también de la solicitud
de los damnificados y eso trastoca la ejecución del presupuesto. La
desviación presupuestaria tampoco ha supuesto un porcentaje
extraordinario ni es algo que levante una sospecha sobre el conjunto del
presupuesto.

Vamos a pasar, en primer lugar, a la adscripción del Plan Nacional sobre
Drogas al Ministerio, en cumplimiento del Real Decreto 2.314/93, de 23 de
diciembre, por el que pasa a la Secretaría de Estado. Entiendo que no se
llevó remanente presupuestario; era en diciembre y tendría efectos a
primeros de año, pero luego sí, el presupuesto que ya habíamos aprobado
el año pasado, que era de 5.037 millones, se ha incorporado. Yo quiero
saber, en ese sentido, cuál es el detalle de esa transferencia, porque
tiene que haber servicios comunes que pueden ser subsumidos por la
gestión ordinaria del Ministerio resultante. Y claro,



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a mí me preocupa que en el tema de la lucha contra la droga, las
transferencias, las subvenciones a las comunidades autónomas,
corporaciones locales o a familias, a 31 de agosto, fuese cero, y lo
razona por dos causas. Eso quiere decir que la Secretaría de Estado está
paralizada, prácticamente paralizada. Dice que es por el retraso
producido por el cambio de adscripción ministerial de este órgano --se
hizo en diciembre-- y por el procedimiento de concesión para la
subvención a las comunidades autónomas, que hay que hacerlo de forma
negociada. ¡Así nos va a crecer el pelo en la lucha contra la droga, si
el punto de ejecución a 30 de junio es cero! Eso lo dice el informe que
remite el Ministerio. En cualquier caso, yo quiero saber, al día de hoy,
si ya está operando esa Secretaría de Estado y en qué términos. No le
puedo pedir que me dé la ejecución del presupuesto al día de hoy porque
veo que lo limita al 30 de junio, pero por lo menos dígame eso, porque si
no nos tememos que ni las madres ni las asociaciones de la lucha contra
la droga ni las comunidades van a tener disponibilidades y efectivos para
poder seguir luchando contra esa lacra.

Voy a pasar a otro aspecto que quiero que nos explique. Ha habido un
incremento (que yo ya doy por definitivo, es para todo el año, sin contar
las elecciones vascas que están de camino), ha habido una desviación del
gasto del 30 por ciento en el capítulo correspondiente a elecciones
provocado por las elecciones europeas y las del parlamento andaluz. A mí
me gustaría un poco más de precisión. ¿Debido a qué ha sido esto? ¿Es que
no se sabe hacer el presupuesto? ¿Es que el predecesor del titular de
Interior, el señor Corcuera --que fue quien hizo el presupuesto, aunque
fue luego seguido por el señor Asunción--, no supo calcular el coste de
las elecciones como para que haya una desviación de ese porcentaje? ¿A
qué se ha debido? Me gustaría una explicación, y no la meramente
numérica, que la tenemos en el cuadro que explícitamente nos ha remitido
su Subsecretaría. Un gasto inicial de 9.900 millones ha pasado a 13.000
millones. No tiene explicación; por lo menos, yo no se la encuentro. No
veo a qué se debe esta desviación, cuando ésta suele ser una partida un
poco colchón, hinchada, en previsión a anomalías que puedan surgir en los
procesos electorales, y me gustaría que nos diera una explicación.

En relación al crédito para atender a los gastos generados por el
establecimiento del servicio de información Schengen, en Estrasburgo, no
entiendo que se haya hecho a partir de un crédito porque esto estaba
previsto, y además yo creo que no es el total, que es del orden de casi
5.000 millones; imagino que se debe a que se pagará a plazos. Estamos
hablando del sistema informático de Schengen y de todas las conexiones
terminales en los puestos fronterizos, puertos y aeropuertos. Yo no sé
cómo hacen el presupuesto, ¿con brocha? No comprendo que haya que
permitir una desviación de esta naturaleza cuando está firmado el
Convenio desde el año 1991 y cuando sabemos que hay previsto un
calendario de inversión. No tiene explicación. Y todo eso sin entrar en
el detalle de que yo creo que infringe la Ley General Presupuestaria en
su artículo 71, pero no entro en ello porque no se trata de una sesión de
la Comisión para debatir sino para requerir información, y eso es lo que
interesa.

Respecto al capítulo I, Gastos de Personal, yo entiendo que las razones
que ofrece el Subsecretario son aceptables porque no puede haber una
exactitud, sobre todo en el pago, y también porque hay una oferta pública
de empleo para 1994, que se opera en los meses de septiembre y octubre y
que puede tener sus efectos numéricos en la ejecución del presupuesto al
final del año. De todas maneras, me gustaría que explicase qué
previsiones hay respecto de esa oferta pública de empleo porque lo vamos
a conectar, como puede suponer, con el presupuesto que ya está en esta
Cámara.

En lo concerniente al capítulo VI, inversiones reales, vemos que se ha
comprometido el 63,15 por ciento en el primer semestre. Habla de gastos
comprometidos, pero quiero entender que son obligaciones reconocidas de
pago. Me gustaría que fuese más preciso y nos dijera qué programas son, a
qué obras afectan, por ejemplo, si se refieren a la Escuela de enseñanza
policial. Es decir, querríamos saber a qué inversiones concretas se
refiere, porque los programas están muy detallados y no nos sirve, por lo
menos a mi Grupo, esa mera razón porcentual.

En términos generales --no quiero ser más prolijo--, pese al crédito
extraordinario de la presa de Tous para el resarcimiento de los
damnificados, entendemos que no es una desviación escandalosa. Por eso
digo que la música de este informe no nos parece mal si nos detalla un
poco cuáles son las corcheas, semicorcheas, cuáles son las notas, cuál es
el pentagrama específico en torno a estos datos. Me gustaría que hiciese
también una previsión sobre la fusión. Lo habrán planteado, aunque sólo
sea en el ámbito teórico. Como hipótesis teórica, ¿cuál es la repercusión
presupuestaria de la fusión de los dos ministerios? Porque a mí me alarma
que, pese a la fusión, se prevea un incremento del 5 por ciento, y no lo
digo porque haya estudiado la documentación del presupuesto, sino porque
he leído los periódicos que ya se refieren a esta cuestión. ¿Qué
hipótesis de trabajo han utilizado para la fusión? Tendrá que haber
servicios comunes, supresión de otros servicios, abaratamiento de otros,
aunque sólo sea por aplicación de la economía de escala. Eso sí que lo he
echado en falta en su explicación.

Por mi parte nada más.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Padilla.




El señor PADILLA CARBALLADA: Quiero agradecer, en primer lugar, al señor
Subsecretario del Ministerio de Justicia e Interior su exposición y dejar
constancia de que si leyéramos el debate que se produjo en este mismo
trámite el pasado año, y si leyéramos también la comparecencia en la
Comisión de Justicia e Interior de la entonces Subsecretaria del
Ministerio de Justicia en relación con el presupuesto y la información
sobre el mismo, podríamos comprobar que los aspectos en los que en el
informe que nos fue remitido se pone de relieve que hubo una desviación
del presupuesto son aquellos precisamente por los que



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preguntó el Grupo Popular. De ahí el acierto en que la previsión
presupuestaria no era acertada y que iba a suceder lo que ha sucedido.

Sobre la nota que ha remitido el Ministerio de Justicia e Interior
quisiera hacer algunas precisiones y algunas preguntas muy breves. En
primer lugar, habíamos dicho que no veíamos con claridad que el
presupuesto fuera equilibrado para cubrir las necesidades de los
interinos y laborales del Ministerio de Justicia. Efectivamente, ahí se
ha producido una importante desviación del presupuesto y quisiéramos
saber, tener quizá alguna concreción, en torno a lo siguiente. Si se
arrastra el déficit de ejercicios anteriores, porque no hemos sido
capaces de descubrirlo en el presupuesto cuya ejecución estamos ahora
analizando, y si existe ese déficit, ¿a cuánto asciende? Por otra parte,
si el señor Subsecretario está en condiciones de informarnos sobre ello,
le rogaríamos que nos dijera en este momento cuántos interinos y cuánto
personal laboral de la Administración de Justicia está prestando servicio
en el ámbito de la misma y qué gasto supone o va a suponer en esta
anualidad para el Ministerio el pago de las nóminas de este personal y
las cuotas, prestaciones y gastos sociales.

En segundo lugar, se indica que hay un incremento de 767.305.000 pesetas
--creo recordar que éste es el importe exacto--, que corresponde a un
remanente de crédito comprometido en 1993, según se nos informa, cuyo
pago no pudo hacerse efectivo. Al respecto nos interesaría conocer la
procedencia de ese remanente de crédito y el ejercicio de referencia del
mismo, así como a qué cobertura de gasto se ha destinado.

En relación con el incremento previsto para la instalación de la Agencia
de Protección de Datos, que prácticamente duplica la previsión
presupuestaria, nos interesa saber a qué se destinó la previsión
presupuestaria y a qué se ha destinado, naturalmente, ese incremento que,
como digo, duplica las previsiones del presupuesto.

Le agradecería alguna precisión sobre la ejecución de los créditos
destinados a acción social, de las partidas concretas destinadas a la
productividad y gratificaciones de secretarios municipales en juzgados de
paz y del haber en manos de objetores de conciencia. En este punto
concreto de los objetores de conciencia también nos interesaría conocer
el servicio 06, Dirección General de Asistencia Religiosa y Objeción de
Conciencia, concretamente el Programa 313F, que figuraba en el Capítulo
II: gastos generales para vestuario, 956 millones de pesetas. Nada se nos
dice sobre la ejecución de esta partida del presupuesto y tendríamos
interés en saber en qué medida ha sido ejecutada y si ese gasto de 956
millones de pesetas, en la proporción en que --como digo-- haya sido ya
realizado, lo ha sido para esa previsión presupuestaria de vestuario de
los que realizan la prestación social sustitutoria.

Hay una cita justamente en ese punto en relación a los teléfonos de los
centros penitenciarios. A nosotros nos llamó muchísimo la atención, en su
momento, la previsión para gastos de teléfonos, en gastos corrientes,
sección 04, capítulo 144 A, Instituciones Penitenciarias, de 1.938
millones de pesetas. Como nos dicen ustedes que ha habido desviación,
¿quiere decir que en gastos en centros penitenciarios se ha superado esa
cantidad de 1.938 millones de pesetas? Es verdad que ya nos dijo el
entonces Secretario de Estado de Instituciones Penitenciarias que en
realidad lo que había era un déficit de ejercicios anteriores que se
quería satisfacer con esta irregular fórmula presupuestaria, pero
querríamos saber qué ha pasado, porque si encima de haber tenido esa
previsión, todavía se ha producido una mayor desviación, suponemos que o
el déficit era mayor o el gasto no ha sido controlado ni seguido
adecuadamente en esta partida.

Finalmente, nos indican que no ha habido prácticamente ejecución en el
capítulo referido a las previsiones de transferencias corrientes,
capítulo 4, para transferencias a los consejos generales de la Abogacía y
de los Procuradores de los Tribunales respecto al turno de oficio y de
asistencia gratuita. Y nos razonan que, al parecer, no se ha tramitado
propuesta alguna de pago por encontrarse en negociación la nueva ley de
justicia gratuita. Aparte de parecernos absolutamente una justificación
carente por completo de razón y, además, constarnos --lo hemos preguntado
ya al Gobierno-- las razones por las cuales se ha producido ese desfase
en el cumplimiento de estas obligaciones, quisiéramos que nos concretara
si es así como nos ha manifestado y cuál es, en definitiva, si es que ha
habido alguno, el cumplimiento de esa partida de 5.800 millones
destinados al Consejo de la Abogacía y a los colegios de procuradores en
el ejercicio de 1994, y si tienen alguna previsión concreta de la
suficiencia de la partida, una vez terminada esa negociación de la ley de
justicia gratuita que permitiría, a juicio del Gobierno, comenzar con la
ejecución de ese crédito presupuestario.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra el señor López Garrido.




El señor LOPEZ GARRIDO: Gracias, señor Subsecretario, por su
comparecencia. Voy a hacer algunas peticiones de información, no muchas,
porque la verdad es que la información que se nos ha suministrado es
francamente insuficiente, por no decir inexistente. Lo que aquí se nos ha
dado por este macroministerio de Justicia e Interior, a diferencia de
otros ministerios --yo he podido ver la documentación enviada por otros
ministerios en cuanto al grado de ejecución--, es sonrojante. Se nos
entregan unos pocos folios en los cuales hay un resumen final de los dos
ministerios fusionados, con cantidades globales, y nada más, con lo que
es absolutamente imposible que aquí podamos saber cómo se ha ejecutado ni
puedan controlar absolutamente nada. Porque si usted me pone aquí
transferencias corrientes, 22.000 millones de pesetas; grado de
ejecución, me parece que el 86 por ciento y punto, yo no puedo
preguntarle prácticamente nada. Tendría que decirle ¿y cuáles son los
programas de transferencias corrientes? ¿Qué ha habido de transferencias
corrientes? Detállemelas. Pero como se habla de transferencias corrientes
y punto, es una información --como digo-- inaceptable en este trámite de
ejecución de presupuestos, que es un trámite de control, no un trámite
técnico, un trámite de control político del grado



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de ejecución y de la forma de ejecución del presupuesto del Estado. Por
tanto, mi protesta más firme en cuanto a la información que se nos
suministra por el Ministerio de Justicia e Interior, que es intolerable
en este trámite de control de la ejecución del presupuesto, ya que es
imposible que aquí ejerzamos ningún tipo de control sobre esa ejecución.

Por consiguiente, lo primero que le pediría --no ahora, porque no podría
usted dedicarse a dar esta información-- es que el Ministerio de Justicia
e Interior envíe a los Diputados y Diputadas de esta Cámara un desglose
detallado de cuáles son los contenidos de los capítulos y su ejecución
correspondiente, si no es imposible que debatamos en este trámite este
tema; es sencillamente imposible. Solamente podemos decir algunas
vaguedades o preguntar algunas cosas, pero no podemos hacer mucho más.

Eso es lo que yo voy a intentar a continuación.

En cuanto al Ministerio de Justicia me gustaría, no ahora, que se me
enviase alguna información (aunque ya le digo que formalmente solicito al
Ministerio en este acto que envíe una información desglosada, detallada,
de todos los programas y todos los ítems que hay en cada capítulo) sobre
el contenido de la transferencia de crédito de la sección 31 para
financiar gastos de instalación de la Agencia de Protección de Datos, que
está en funcionamiento desde hace muy poco tiempo y sobre la que no
tenemos mucha información. El Director de la Agencia ha estado en una
sola comparecencia ante la Comisión Constitucional y nos gustaría saber
cuál ha sido la peripecia posterior de la ejecución de los gastos a que
se refiere esta primera página de sus informaciones en las que se habla
de una transferencia de 407.000 millones de pesetas, que es una cantidad
significativa.

Quisiera también preguntarle como ha hecho el señor Padilla por la
sorprendente cifra de baja ejecución del capítulo IV, transferencias
corrientes, el 17 por ciento, que se dice en esta comunicación de la
Subsecretaría que se debe a que no se ha tramitado ninguna propuesta de
pago, con cargo al programa Tribunales de Justicia, por encontrarse en
negociación la nueva ley de justicia gratuita, que afecta al turno de
oficio. La verdad es que la redacción de este párrafo es bastante
pintoresca. Se dice: No se ha tramitado ninguna propuesta de pago porque
está en negociación la nueva ley de justicia gratuita. Es decir, que si
no se aprueba una nueva ley de justicia gratuita, no se va a pagar, por
ejemplo, a los abogados del turno de oficio. ¿Por qué no ha habido
ninguna propuesta de pago? Esto es una cosa incomprensible. Hay un
sistema que está funcionando, desde hace años, bastante mal por cierto,
que hace que regularmente se vayan enviando transferencias por parte del
Ministerio de Justicia anteriormente --ahora Justicia e Interior-- a los
colegios de abogados. Esto a mí me alarma. ¿Qué pasa? ¿Qué no se va a
pagar nada hasta que haya una nueva ley de justicia gratuita? No entiendo
esta justificación que se da aquí. Aparte de que tampoco se está en
negociaciones de una nueva ley de justicia gratuita. Lo que ha habido --y
usted lo conocerá-- es una moción aprobada por unanimidad en esta Cámara,
hace unos meses, moción consecuencia de una interpelación, planteada por
el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, en
relación con la asistencia letrada al detenido, el turno de oficio y
demás aspectos que tienen que ver con la justicia gratuita. Se acordó una
moción muy detallada, negociada con todos los grupos parlamentarios, en
la que se le dice al Gobierno que en este período de sesiones tiene que
enviar un proyecto de ley a la Cámara, regulando la justicia gratuita
conforme unos criterios muy detallados que aparecen en esa moción.

También me gustaría preguntarle cómo está el grado de elaboración de ese
proyecto de ley, pero no hay ninguna negociación sobre la ley justicia
gratuita. Hay simplemente una obligación por parte del Gobierno de enviar
un proyecto de ley. Por tanto, está en manos del Gobierno el hacerlo o
no. Yo quería saber por qué no hay ningún pago o si se piensa que no lo
haya en el futuro hasta que no exista un proyecto de ley. Este llegará,
se supone, antes de diciembre, si el Gobierno cumple la moción, aunque
tampoco es una garantía saber que hay una moción, porque luego hay un
trámite parlamentario en el Congreso y en el Senado. Si no va a haber
ningún pago hasta que no haya una ley de justicia gratuita, de verdad que
sería para asustarse si uno fuese abogado de los que participan en esa
labor, a veces casi heroica, de esa justicia gratuita.

Esto en cuanto a los aspectos que tienen que ver con el Ministerio de
Justicia, aunque, como digo, es francamente difícil poder hablar de otros
temas, ya que no hay ningún tipo de detalle en esta información.

Respecto al Ministerio del Interior, valgan las mismas consideraciones
que he hecho anteriormente de carácter general, pero también querríamos
saber todo lo que pueda usted decir sobre el tema de fondos reservados en
lo referente a la ampliación o no del volumen de crédito destinado a esos
fondos reservados.

En concreto, descendiendo a algunos de los aspectos que se tocan en la
documentación que se nos ha suministrado por el Ministerio, quisiera que
nos detallase en qué grado de ejecución están las indemnizaciones
consecuencia de la rotura de la Presa de Tous, aunque posteriormente se
nos dice que no hay una ejecución muy amplia --se habla de un 28 por
ciento lo que se ha ejecutado en relación con el crédito definitivo
referido a la rotura de la Presa de Tous--, y dicen que es porque las
subvenciones no pueden avalarse hasta que los afectados hayan presentado
sus solicitudes. No ha habido solicitudes suficientes como para que haya
esta cantidad tan pequeña en la ejecución, y quisiera saber cuál es la
posición del Ministerio hacia el futuro en este caso tan complejo de la
Presa de Tous que a nosotros nos interesa muy especialmente. Me gustaría
que usted nos diese la máxima información al respecto.

También querríamos algo más de información en cuanto a las cantidades o
subvenciones para actuaciones relativas a la lucha contra la droga, donde
realmente sí que había una situación preocupante el 30 de junio, no
existía ningún tipo de subvención y ha habido una aceleración de la misma
al parecer en el evento. Me gustaría que nos pudiese usted detallar algo
más. Cómo está el grado de ejecución de esto y cuál es la perspectiva de
futuro.




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Nos gustaría, igualmente, que explicase algo más el porqué la
construcción de casas-cuartel de la Guardia Civil tiene un grado de
ejecución del 9 por ciento. Si eso se debe a que el crédito estaba
sobredimensionado, como se dice en la documentación, o se debe a que,
como consecuencia del escándalo del llamado Caso Roldán, toda la
construcción de casas-cuartel se ha paralizado a expensas de un nuevo
procedimiento de adjudicación de su construcción, o si es que hay un
replanteamiento del propio concepto de casas-cuartel. Todo eso me
gustaría también que nos lo explicase con el máximo detalle que sea
posible.

Estas son las observaciones que yo quería hacerle sobre el Ministerio de
Justicia e Interior, reiterándole nuestra petición de que se nos envíe
una documentación detallada sobre la ejecución, partida a partida, de
todos los conceptos integrados en cada capítulo del Presupuesto del
Ministerio de Justicia e Interior.




El señor PRESIDENTE: En relación con la petición de información que
formula S. S. al final de su intervención, me gustaría que se pusiera de
acuerdo con el Letrado en los términos concretos en que se solicita esa
ampliación de información.

En todo caso, yo quiero advertir a la Comisión que la Mesa de la misma ya
se ve con enormes dificultades en el turno de comparecencias de los altos
cargos de la Administración de cara a la formulación de enmiendas en los
Presupuestos Generales del Estado como para solicitar también información
adicional.

Rogaría que, dentro de que procuraremos satisfacer las peticiones de los
grupos y de las señoras y señores Diputados, en este trámite en que
estamos esa petición de información adicional, en la medida de lo
posible, se reservara para el turno que iniciaremos previsiblemente el 13
de octubre con la comparecencia de los altos cargos.

En todo caso, al final de estas sesiones, que previsiblemente serán el
próximo miércoles, el Letrado de la Comisión podrá ofrecer a los
portavoces de los grupos las peticiones que desean ser respondidas, e
incluso antes. Sin embargo, sí me gustaría que procurasen concretar sus
términos.

En segundo lugar, yo comprendo que es difícil poner puertas al campo en
la relación entre la ejecución presupuestaria o los presupuestos y la
política de cada uno de los departamentos ministeriales. Por supuesto, el
señor Subsecretario está en libertad de contestar o no sobre la marcha
sobre la posible respuesta del Gobierno a la moción en relación con la
ley de justicia gratuita, pero comprenderá, señor López Garrido, que son
temas que han de dilucidarse en las comisiones sectoriales
correspondientes. Si el señor Subsecretario tiene datos para contestar,
que lo haga, pero yo le dejo en libertad de no hacerlo.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor De la
Rocha.




El señor DE LA ROCHA RUBI: Quiero comenzar mi intervención agradeciéndole
al señor Subsecretario del Ministerio de Justicia e Interior su presencia
aquí, la información que nos ha remitido por escrito y la que nos ha
ampliado en esta comparecencia, señalando, además, en nombre de mi Grupo,
que esta información es suficiente para la tarea que nos compete en este
momento, que es el control político de la ejecución del presupuesto, sin
perjuicio de que pueda ser ampliada. Esta información posibilita saber
comparativamente, en términos de ministerios, de capítulos, en términos
interanuales, si la ejecución del presupuesto por este Ministerio es
adecuada o no.

Aprovecho también para decir que nos parece que el grado de ejecución que
este presupuesto tenía a 30 de junio era aceptable y razonable. Se ha
dicho por un compañero portavoz de otro grupo que tenía buena música y,
desde luego, comparto esa idea, sin perjuicio de que en las letras
concretas es donde podamos y debamos preguntar o reflexionar.

Dicho esto, quisiera hacer algunas observaciones o preguntas solicitando
precisiones puntuales. La primera cuestión es en relación con la
modificación del presupuesto. Es verdad --y quiero enfatizarlo-- que en
el año 1994, hasta el 30 de junio, se ha producido una modificación de
presupuesto, respecto del inicial, sustancialmente menor que en el año
anterior, casi un 50 por ciento menos, lo cual dice mucho de la voluntad
política del Gobierno de que el déficit del presupuesto no se incremente,
sino que se ajuste, y esa voluntad se tiene que traducir en las
ejecuciones concretas.

La cuestión que quería plantear es si el señor Subsecretario tiene
previsión de alguna otra modificación que se tenga que producir de aquí a
fin de año en el presupuesto del Ministerio de Justicia e Interior.

La segunda cuestión --y se ha señalado anteriormente-- tiene que ver con
las partidas referentes al turno de oficio y asistencia letrada, sección
13, Ministerio de Justicia. A cualquier observador, sin duda, le
sorprende que esta partida de 7.800 millones de pesetas, que afecta a un
servicio público tan importante como la justicia, esté a 30 de junio sin
tocar. Con independencia de que las razones de que no se haya reconocido
todavía ninguna obligación y, por tanto, producido ningún pago de esta
partida, estén vinculadas o no con la nueva ley de justicia gratuita que
se está preparando y negociando con las instituciones sociales afectadas,
con los colegios de abogados y procuradores; con independencia de ello,
parece razonable que las previsiones de gasto a abogados y procuradores
del turno de oficio y de asistencia al detenido no se paralicen y se
ejecuten porque pueden afectar negativamente al funcionamiento de la
justicia.

La siguiente cuestión sobre la que querría también preguntar tiene que
ver con el gasto de las indemnizaciones por la rotura de la Presa de
Tous. Se nos dice por escrito, y se nos ha informado verbalmente, que es
una partida de difícil previsión, dado que los pagos están en función de
las solicitudes de indemnización que se hagan. Lo que querría saber es si
podría explicarnos con más detalle qué previsión tiene el ministerio de
esos pagos en el presente ejercicio, en función de las solicitudes que se
han venido haciendo y que continúan haciéndose; si no hay una
paralización a la espera de resultados judiciales nuevos o distintos que
se pudieran producir en el enésimo juicio a celebrar, o



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si, por el contrario, la previsión es que se está manteniendo un ritmo
constante de solicitudes, de manera que pudiera cerrarse ese tema, desde
el punto de vista presupuestario.

La última cuestión tiene que ver con las inversiones. Yo creo que en el
capítulo VI (inversiones), la sección 13 (Ministerio de Justicia) es de
una más que excelente ejecución, porque comparto la idea de que esa
ejecución de las inversiones hay que verla más en la columna gastos
comprometidos, puesto que significa que una inversión concreta está en
marcha, bien porque haya salido a concurso, bien porque esté adjudicada,
y sólo los pagos se van produciendo con posterioridad. Es una excelente
ejecución del 85 por ciento --en el anterior Ministerio del Interior es
algo inferior (un 63 por ciento)--, y la pregunta que aquí le hago es:
¿qué previsión hay en relación con las partidas de inversión que tienen
que ver directamente con otro gran objetivo global de la política del
Gobierno en lo que afecta a la creación de empleo por el gasto en
inversión pública en ambas secciones, en la sección del Ministerio de
Justicia y más detalladamente en la del Ministerio del Interior?



El señor PRESIDENTE: Quiero indicar al señor Subsecretario y a los
portavoces de los grupos que intervengan en el segundo turno que, dado lo
avanzado de la hora, procuren atenerse a los términos estrictos de sus
obligaciones.

Tiene la palabra el señor Subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE JUSTICIA E INTERIOR (Herrero
Juan): Voy a procurar contestar y comentar las cuestiones que SS. SS. han
suscitado con la rapidez que pueda y con la habilidad que haya tenido
--que supongo poca-- para tomar las notas; se me han planteado muchísimas
cuestiones, he tomado, como digo, algunas notas y no sé si seré capaz de,
puntualmente, dar contestación satisfactoria --seguro que no-- a sus
señorías.

Empiezo por el mismo orden de las inversiones que ha habido, sintiendo
que no esté el señor Baón, aunque sí está el señor Padilla y todos
ustedes y, por tanto, da lo mismo. No entraré, por supuesto, en lo que
son valoraciones y demás porque es tarde y, por otra parte, porque no es
mi papel aquí, pero como ha suscitado el tema de que echa en falta un
planteamiento presupuestario de fusión del Ministerio de Justicia e
Interior, tengo que decirle --y seguro que le gustaría oírlo, porque es
lo que él pretende-- que este ministerio es un solo ministerio que se ha
fusionado ya y que sólo por razones, digamos, contables o presupuestarias
mantenemos dos secciones en este ejercicio. No estamos ejecutando en el
segundo semestre un solo presupuesto, seguimos manteniendo dos secciones
presupuestarias diferenciadas, pero, como no puede ser de otra manera, en
el presupuesto que se acaba de entregar a esta Cámara aparece ya
absolutamente consolidado tanto Justicia como Interior. Por tanto, a los
efectos de la pregunta del señor Baón, la respuesta definitiva es que sí
hay un planteamiento claro, no sólo desde el punto de vista
presupuestario sino desde otros puntos de vista, de fusión de los dos
ex-ministerios de Justicia e Interior.

Ha planteado también el tema de fondos reservados, al igual que todos los
intervinientes posteriores; sobre ello seré claro y conciso y, por
supuesto, cuanto diga estará referido a la mera ejecución de los gastos,
por tanto, a los apuntes contables que tenemos sobre ellos en la
Subsecretaría.

Todo lo que ha dicho el señor Baón referido a cifras, en relación con
este tema, era absolutamente correcto; conoce muy bien esta parte porque
aparece a nivel de partida en el capítulo II. Efectivamente, el
presupuesto del antiguo Ministerio de Interior, globalizando todas las
partidas para gastos reservados, asciende a 794,7 millones de pesetas. En
el ámbito de Justicia había del orden de 20 millones de pesetas.

Y contestando lacónica pero claramente a las preguntas que planteaba,
tendríamos que decir, primero, ¿coincide el presupuesto a 30 de junio con
el inicial? La respuesta es sí. Por tanto, no ha habido ningún tipo de
modificación presupuestaria ni de transferencias. Diré más, no sólo a 30
de junio, también al día de la fecha.

Segundo, ¿ha habido una concentración para la decisión? Sí la ha habido,
y el Ministro de Justicia e Interior, o a quien él encargue de la gestión
efectiva de los fondos, será el responsable último de esa gestión.

¿Para cuándo el proyecto de ley? Quizá no me corresponde responder a
esto. La prensa dice hoy algo. Es claro que, efectivamente, se está
trabajando muy intensamente en la elaboración de este proyecto y yo
supongo que en muy breve plazo podrá ser conocido.

El señor Baón pedía el detalle de transferencia de los 5.015 ó 5.020
millones del presupuesto del Plan Nacional sobre Drogas. Podría dárselo,
pero creo que lo que él querría saber es si ha habido incorporaciones del
ejercicio anterior. No ha habido nada. Son exactamente las que
corresponden al presupuesto referido de Asuntos Sociales, y la partida
fundamental, efectivamente, es transferencias, que son algo más de 4.000
millones, creo recordar, y el resto son trescientos y pico del capítulo I
y algo también en capítulo II, pero no es significativo.

Hablaba de la desviación en gasto de elecciones en el capítulo II. Esa
desviación se ha dado; es cierto. No sé si estaba infrapresupuestado o no
lo estaba, pero los gastos reales de las elecciones al Parlamento Europeo
y al Parlamento andaluz han supuesto unos pagos que estaban por encima
del presupuesto inicial. Hay que reconocerlo, y creo que en mi exposición
he hecho alguna referencia a ello.

También quería algún detalle sobre Schengen. Efectivamente, hay un
acuerdo sobre Schengen que ustedes conocerán, y se está financiando de
una manera plurianual. Hay que hacer unas asignaciones muy potentes,
fundamentalmente en informática de todo tipo, en «soft», en «hard»,
etcétera. Esa financiación deriva de una generación de crédito que, no
tengo ningún empacho en decirlo, proviene de la Jefatura Central de
Tráfico, que tiene una recaudación algo superior a su presupuesto y, por
tanto, es excedentaria.

Pedía también algún detalle, creo recordar, en capítulo VI. Hacía algunas
consideraciones sobre la falta de empleo



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público en el área de Interior. Es cierto que en Policía y Guardia Civil
hay ofertas de empleo siempre muy importantes. Este año, si no recuerdo
mal, son 1.100 policías y del orden de 2.200 guardias civiles. La
incorporación se suele producir bastante tarde a lo largo del año y suele
haber un efecto sustitución, hasta ahora de guardias civiles auxiliares
por guardias de carrera, aunque durante un primer año están, como saben
ustedes, en prácticas.

Hacía referencia a si había economías de escala por el hecho de la fusión
del Ministerio de Justicia e Interior. Seguramente en adelante puede
haber alguna economía, pero lo que es muy cierto--no vamos a olvidarlo--
es que el proyecto de presupuesto para 1995, que ustedes seguramente ya
conocen, sube algo más del 5 por ciento respecto del presupuesto de 1994.

No obstante hay que tener en cuenta que la partida fundamental de
incremento para el Ministerio de Justicia e Interior es capítulo I, y
sólo eso se nos lleva más de cuatro puntos en la subida. ¿Por qué? Porque
el setenta y nueve y pico por ciento de los gastos de este
macroministerio, con un presupuesto ya muy cercano a 800.000 millones de
pesetas, es capítulo I. Por consiguiente, diríamos que a duras penas
mantenemos el mismo presupuesto del año pasado, teniendo en cuenta las
previsiones de inflación. En cualquier caso, sí les digo que se mantiene
en las mismas cuantías el capítulo VI, lo digo por alguna referencia que
se ha hecho por parte del representante del Grupo Parlamentario
Socialista; la inversión, repito, se mantiene y, puesto que hay una
conexión muy directa entre mantenimiento de la inversión y la creación de
empleo, desde ese punto de vista, y en la pequeña parcela que atañe al
Ministerio de Justicia e Interior, las noticias no son malas.

Paso a hacer alguna referencia al señor Padilla, que ha tenido una
intervención muy puntual que le agradezco. He de decirle, sinceramente,
que no he logrado entender todas las cuestiones que me ha planteado, pero
ha sido por falta mía, no le estoy imputando nada, ya que, como es
notorio, llevo poco tiempo en el Ministerio y puede que no sepa dar
contestación puntual a cada una de las cuestiones que ha planteado. Por
supuesto, desde este momento me ofrezco a enviarle información adicional
si su señoría considera que no le respondo con la suficiente exactitud en
esta breve respuesta que le voy a dar.

¿Hay un déficit en el capítulo I en el ámbito de Justicia? Mi
contestación sería la siguiente: en el global del capítulo I no lo va a
haber a final de año. Es verdad que para que no lo haya hemos tenido que
hacer esta ampliación de crédito de 3.500 millones, que se asocia
perfectamente a una de las cuestiones que usted planteaba, y es: ¿cuántos
interinos hay? Hay del orden de 5.000 interinos en el ámbito de la
Administración de Justicia y, como le decía, en este momento están
convocadas oposiciones ofreciendo casi 5.000 plazas para poder cambiar
empleo en precario por empleo fijo. Como sabe perfectamente su señoría,
el funcionario interino no está en el régimen de clases pasivas, como sí
lo está el funcionario de carrera, y esto es precisamente lo que ha
motivado esa ampliación del crédito de 3.500 millones que ha habido que
efectuar a lo largo del ejercicio y, en concreto, en el primer semestre.

No voy a dejar de reconocer que tenemos algunas dificultades en la
objeción de conciencia. Los datos de crecimiento de objetores los conocen
ustedes por otras vías y son muy espectaculares. Hay un plan del Gobierno
que estamos poniendo en marcha, y quizá, ateniéndome a lo dicho por el
señor Presidente, podría darles información con más detalle en la próxima
comparecencia, ya que usted tiene interés en este aspecto concreto.

También ha mostrado su interés por el tema de las transferencias del
capítulo IV, de Justicia a consejos generales, en definitiva, el turno de
oficio. Es muy probable --estoy en cierto grado de acuerdo con lo
manifestado por el señor López Garrido, aunque ahora no esté presente--
que, aun creyendo yo que la información que hemos dado era suficiente
--si no, no la hubiera enviado--, es muy probable que adolezca de cierta
generalidad, y que en algún caso concreto --y éste puede haber sido uno--
las razones que se pretendía que fueran explicativas de la situación no
lo fueran tanto. En definitiva, es cierto que a 30 de junio no habíamos
ejecutado esta transferencia, absolutamente cierto. ¿Porque se estuviera
estudiando o negociando la ley de justicia gratuita? Probablemente ésta
podría ser una concausa, no la razón, sino que lo que se está viendo en
ese ámbito con los consejos es que probablemente estamos retribuyendo de
una manera baja a los turnos de oficio. Estamos en una negociación con
ellos para elevarlo y les puedo decir que de manera muy inmediata va a
haber una ampliación de crédito del orden de 800 millones, y en todo caso
--y me gustaría que estuviera el señor López Garrido-- se va a pagar,
además, insisto, de manera inmediata. Por supuesto, esta explicación
extraña que hemos dado nada tiene que ver con que se tenga intención de
dejar de pagar, sino que, como digo, se va a pagar de manera inmediata y
además más de lo que se venía pagando. (El señor López Garrido entra en
la sala de comisiones.) Señor López Garrido, estaba haciendo referencia
al tema de los turnos de oficio.

¿Para cuándo la ley de justicia gratuita? Esta misma mañana he hablado
con el Secretario General de Justicia sobre este tema y, sinceramente,
les transmito lo que me dijo: para muy pronto, pero no podría darle mayor
concreción.

El señor López Garrido ha hecho una referencia inicial --creo que muy
contundente y muy enfatizada y, además, ha cerrado su intervención
precisamente refiriéndose a ella de nuevo-- respecto a la manifiesta
insuficiencia de la documentación remitida. Yo no puedo estar
absolutamente de acuerdo con él, pero quizá sí parcialmente. No quiero
justificarme, sencillamente quiero apelar a que --que yo sepa-- no había
una tradición en esta Cámara de hacer este tipo de comparecencias y, por
tanto, no he sabido o no he podido alcanzar a entender cómo debía
hacerse. Entendí que mandábamos una información agregada; entendí que les
podía interesar el sumar los dos ministerios, y entendí que era
importante hacer una breve explicación de cada una de las partidas en las
que había desviación. Seguramente en algún caso lo he hecho con poca
fortuna, y pido disculpas por ello, pero--por supuesto y una vez más
siguiendo las indicaciones del señor Presidente-- estamos



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absolutamente de acuerdo en enviar la información que S. S. concrete al
final de la sesión.

Referente a la Agencia de Protección de Datos, a algunos temas me he
referido ya, pero quizá pueda hacer alguna repetición porque estaba usted
ausente en ese momento. La Agencia de Protección de Datos estaba ubicada
en un edificio del Ministerio, en la calle de Ocaña, donde teníamos los
servicios de informática, y aquello no era operativo, allí no cabían y
había que trasladarla. Inicialmente --ya se ve que con poco acierto-- se
pensó que podrían estar allí más tiempo, pero la función del Ministerio y
la operatividad del mismo nos llevaron, en definitiva, a acelerar los
pasos. Teníamos que buscarle una nueva ubicación y, básicamente, esta
transferencia de 407 millones --no tengo duda de que cuando S. S. se ha
referido a 407.000 millones ha sido un lapsus, son 407 millones-- se
explica con esto. Tampoco querría que, si luego lo analizamos con detalle
y surge alguna otra cosa en los capítulos I o II, creyeran que pretendo
ocultarles algo. En este momento lo que me dice de memoria mi mente es lo
que le indico.

Se ha referido al tema del turno de oficio, y ya he expresado muy
rápidamente que se va a pagar y se va a pagar pronto y más. Y sólo
coyunturalmente ha podido tener algo que ver el que se estuviera hablando
de la ley de justicia gratuita con el hecho de la demora. Seguramente esa
demora también tiene que ver --no lo vamos a olvidar-- con la
reorganización ministerial, qué duda cabe, cualquiera de las demoras. En
definitiva, la demora no ha sido tanta respecto de 1993, porque ya he
dicho que teníamos tres puntos y medio menos de ejecución que en dicho
año, y tiene como última explicación --que seguramente no es muy de
recibo, pero como última explicación, repito, razonable de todos modos--
el que han cambiado personas, el que se ha reestructurado el Ministerio,
el que cambian también criterios de gestión, y eso, no cabe duda
--inicialmente por lo menos--, acaba teniendo un impacto importante en la
rapidez de la gestión.

En cuanto a los fondos reservados ya me he referido a ellos, no sé si
estaba usted presente, y, por tanto, no lo repito.

Ha acabado usted --me parece-- hablando de intereses de las
casas-cuartel, pero esto no tiene nada que ver con las construcciones. El
hecho de que dijéramos que es un crédito excedentario tiene que ver
exclusivamente con el pago de intereses por préstamos que se han podido
hacer a la Guardia Civil. En este momento no tenemos un plan muy extenso
de nueva construcción, sino, sobre todo, de inversión de reposición. Y
para el año que viene, este crédito, que era --hablo de memoria, no lo
tengo a la vista-- de 60 millones, me parece que lo vamos a dejar
reducido a algo así como a seis millones, porque los créditos que había
obtenido la Guardia Civil para pago de intereses de sus casas-cuartel ya
están prácticamente amortizados. Ahí ha habido, aunque en muy pequeña
cuantía, una sobreestimación de un crédito concreto que vamos a corregir
en el proyecto de presupuestos de 1995.

Finalmente, he tomado algún apunte de la intervención del señor De la
Rocha, del Grupo Parlamentario Socialista. Le agradezco mucho que
entienda que la información que se ha enviado es suficiente y clara, y
que mi intención era completar la información remitida con carácter
previo.

Después de valorar positivamente la austeridad, porque la desviación este
año está en el 50 por ciento de la del año pasado, medida en términos de
presupuesto inicial y presupuesto definitivo, hace referencia a si
tenemos alguna previsión de modificaciones para el futuro. Sin duda
alguna, va a haber. Algunas son imprevisibles. Le pondré el ejemplo de
terrorismo. Tenemos un crédito que ojalá no tengamos que ampliar. Por
otra parte, alguna ya se ha producido y ha sido objeto de bastante debate
en esta comparecencia, destinada a incrementar el crédito de la
transferencia al Consejo General del Colegio de Abogados y Consejo
General de Procuradores.

El señor De la Rocha y no sé si el señor Baón pedían datos de la presa de
Tous. Algún otro Diputado lo ha planteado, pero no sabría decir quién.

Perdónenme ustedes el tremendo barullo que tengo en la cabeza en este
momento. Muy recientemente, en el mes de septiembre, hemos tramitado
25.000 expedientes. Con una oferta cruzada, hay 25.469; 25.658 son los
tramitados. Aceptados tenemos 23.579; pagados ya, 23.292; pendientes de
pago, 214; y pendientes de enviar a intervención, siete. Esto totaliza
23.573. Tenemos no afectados y con algún tipo de requisitos, como
completar documentación, 879; pendientes de aceptación porque no ha
transcurrido el plazo todavía, 1.011; y pendientes de cursar una oferta
todavía, 189.

Si en vez de hacerlo en términos de expediente, hablamos en términos
presupuestarios, las cuantías son las siguientes: hemos gastado hasta
ahora, contando también 1993, 11.350 millones, que se corresponden con
metálico, a los perceptores, 9.309 millones; y en préstamos, 2.040
millones. Tenemos ahí margen todavía con el crédito suplementario que
aprobó el Decreto-ley de 19.000 millones de pesetas. Se va a ampliar,
como seguramente saben ustedes, el ámbito de aplicación. Por otra parte,
el proyecto de ley de presupuestos para 1995 declara ampliable este
crédito de la presa de Tous. De tal manera que habrá una ampliación, pero
es una ampliación avisada de antemano para el ejercicio de 1995. No sé si
con esto contesto a la inquietud de algunos de los señores Diputados.

Finalmente --ya he hecho alguna referencia--, le agradezco al señor De la
Rocha la valoración positiva que hace sobre la marcha de las inversiones
en el ámbito de Justicia. En el ámbito de Interior, ya he comentado antes
que mantenemos el nivel de inversión para 1995. Por tanto,
razonablemente, hemos de pensar que en la pequeña parte que nos
corresponda contribuiremos al mantenimiento del empleo en este sector de
la producción.




El señor PRESIDENTE: Un segundo y breve turno, señor Padilla.




El señor PADILLA CARBALLADA: Quiero felicitarme en la línea de mi primera
intervención, porque esos 800 millones que usted dice que van a ampliar
el crédito para el turno de asistencia al detenido y el turno de oficio,



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coinciden exactamente con la enmienda que el Grupo Popular presentó a
esos presupuestos, de lo cual queda patente el acierto en la previsión de
nuestro Grupo y el desacierto del Gobierno.

Quiero asimismo agradecerle su información. Comprendo que en algunos
casos puntuales no disponga usted de los datos. Yo le agradecería el
envío exclusivamente de esa partida, como usted cita en su informe, de
generación de crédito para atender los gastos de oposiciones de Justicia,
análisis de toxicología y teléfono de prisiones. Este es un tema
recurrente en el que ya tenemos especial interés, teniendo en cuenta,
como dije en mi primera intervención, que habían presupuestado ustedes
1.900 millones de pesetas para esa partida. Yo le agradecería que nos
mandara el desglose y detalle de la misma.

Quisiéramos que nos hiciera llegar también el desglose y el detalle de
una partida que no figura normalmente especificada en los Presupuestos,
que es la de las cantidades destinadas en el curso de este ejercicio a
subvenir las indemnizaciones por anormal funcionamiento de la
Administración de justicia y por error judicial.




El señor PRESIDENTE: El señor López Garrido tiene la palabra.




El señor LOPEZ GARRIDO: Quiero darle las gracias por las informaciones
que nos ha facilitado, señor Subsecretario. Yo también me tranquilizo de
pensar que en el turno de oficio no se tiene intención de paralizar los
pagos eternamente. Espero que esta situación se subsane de inmediato.

También me alegro de las palabras con las que ha definido el trámite que
le queda al proyecto de ley de justicia gratuita relativas a que vendrá
muy pronto. Por el momento eso de que «vendrá muy pronto», me sirve.

En cuanto a la información que yo le he pedido, me gustaría información
sobre todas las partidas que tienen cada uno de los capítulos. No quiero
una concreta, sino que me informen de las partidas de todos los capítulos
del Ministerio de Justicia e Interior. En este trámite presupuestario,
pre-presupuestario, o quizá más adelante --porque estamos ante la
ejecución del presupuesto de este año--, nuestro Grupo va a pedir que
haya una comparecencia específica para conocer la ejecución detallada del
presupuesto de 1994.

Esta es una de las cuestiones que antes desgraciadamente no se llevaban a
cabo, como usted ha dicho, en este Congreso. Creo que es fundamental,
como una parte del control político que tiene que realizar el Parlamento,
saber cómo se ejecuta el presupuesto. Con esto pasa como con las
sentencias judiciales: que las sentencias se dictan, pero nadie se
preocupa de su ejecución; o nadie se preocupa de indemnizar a las
víctimas, que es uno de los problemas de los países latinos. Se aprueban
muchas leyes y luego no se sigue la ejecución de nada.

Los presupuestos tienen interés fundamentalmente en cuanto a la forma de
su ejecución, porque, como usted sabe, desgraciadamente el presupuesto
aprobado y, luego, el ejecutado a veces no tiene nada que ver uno con
otro. Esto es desvirtuar incluso la propia soberanía parlamentaria,
porque con toda una serie de prácticas o «corruptelas» --entre comillas--
se desvirtúa la intención inicial del Parlamento a la hora de aprobar un
presupuesto. Por eso nos parece tan importante y yo he enfatizado tanto
al pedirle que nos enviase toda esta información, porque me parece que
este trámite tiene una gran importancia. No es un mero trámite en el
sentido peyorativo del término, sino que es de especial relevancia.

Nosotros lo valoramos de una forma muy notoria. Por eso le agradecemos
que haya mostrado su buena disposición a enviar aquí toda esa información
solicitada por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya.




El señor PRESIDENTE: El señor De la Rocha tiene la palabra.




El señor DE LA ROCHA RUBI: Con enorme brevedad, para agradecer al señor
Subsecretario las respuestas que nos ha dado, las informaciones precisas
que acaba de hacernos, y manifestarle además que me siento también
especialmente satisfecho por la respuesta que ha dado al problema del
turno de oficio y asistencia al detenido, porque efectivamente es una de
las cuestiones que siempre está navegando en ese proceloso mar del
servicio de la Justicia; a ver si poco a poco, casi definitivamente,
vamos resolviendo esta faceta.




El señor PRESIDENTE: El señor Subsecretario tiene la palabra.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE JUSTICIA E INTERIOR (Herrero
Juan): Con la brevedad que es seguro que todos ustedes esperan, les
agradezco a todos sus intervenciones. Tomo buena nota de las peticiones
de información adicional y concluyo en este punto.




El señor PRESIDENTE: Agradecemos al señor Herrero su comparecencia y
levantamos la sesión, que reanudaremos a las cuatro y media de la tarde
con la comparecencia del Subsecretario del Ministerio de Asuntos
Exteriores.




Eran las dos y cuarenta y cinco minutos de la tarde.




Se reanuda la sesión a las cuatro y treinta y cinco minutos de la tarde.




--DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES, EZQUERRA
CALVO, PARA DAR CUENTA DE LA EJECUCION DEL PRESUPUESTO A 30/6/94, PREVIA
REMISION DE INFORME. A PETICION DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número
de expediente 212/000872.)



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El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, reanudamos las tareas
de la Comisión.

Tiene la palabra el señor Subsecretario de Asuntos Exteriores.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES (Ezquerra
Calvo): Señor Presidente, señorías, con carácter previo a la
intervención, y tal como se hace constar en el informe que se remitió a
la Cámara, deseo subrayar que ésta es mi segunda intervención relativa a
la ejecución presupuestaria del actual ejercicio de 1994, ya que se
celebró la anterior, a petición del Grupo Parlamentario Popular, el
pasado 22 de junio ante la Comisión de Asuntos Exteriores.

Los datos que facilité en aquella ocasión y los que posteriormente
comentaré, referidos al 30 de junio, no detectan variaciones importantes,
de una parte, por el poco tiempo transcurrido y, de otra, porque los
pagos significativos, como pudieran ser las cuotas o similares, no se han
producido durante el breve período a que me refiero. Es decir, entre el
30 de mayo y el 30 de junio.

No obstante lo anterior, y con carácter general, debo hacer hincapié y
debo resaltar que por el Departamento de Exteriores, siguiendo las
directrices marcadas por el Gobierno, se ha procurado en todo momento
ajustar la gestión presupuestaria a las tres máximas fundamentales de un
cumplimiento estricto, disciplina también estricta y austeridad extrema
respecto a los recursos que han sido asignados al Departamento.

No oculto la realidad al comentar que precisamente este Departamento
sufre con gran rigor las fluctuaciones de nuestra moneda, habida cuenta
que tres cuartas partes del presupuesto se consume precisamente en
divisas, y de ellas la mayor parte en divisas fuertes. Es evidente, por
lo tanto, el quebranto que se deriva de esto y la dificultad que plantea
para las tareas de presupuestación.

Debo señalar, igualmente, que la aplicación del artículo diez de la Ley
de Presupuestos del actual ejercicio, respecto al límite fijado para el
Departamento en el reconocimiento de obligaciones, supone una gestión
presupuestaria enormemente ajustada; gestión de recursos, de una parte,
y, por otro lado, de aplazamiento en la liquidación de compromisos que,
en alguna medida, hipotecan la disponibilidad de dotaciones para el
siguiente ejercicio y que obligan a una permanente y continua reducción
del gasto, con carácter general, a todo el Departamento.

Debo señalar que en el primer semestre del ejercicio se cursó una
circular a todos los centros directivos y representaciones en el
exterior, siguiendo las instrucciones del Ministerio de Hacienda, a fin
de ajustar y limitar al máximo las disponibilidades de gasto, sin que se
origine detrimento en la eficacia del servicio, pero contemplando en todo
momento el carácter limitativo y restrictivo en los compromisos a
contraer. Me refiero especialmente a gastos de consumo, en cuanto a
comunicaciones, gastos suntuarios, etcétera.

Tras esta introducción, voy a hacer una breve exposición de la evolución
de los diversos capítulos del presupuesto en el período entre mi primera
comparecencia, de 30 de mayo, y la actual, que se refiere a datos al 30
de junio.

En el capítulo I, de gastos de personal, los compromisos al 31 de mayo
eran de 11.409 millones de pesetas, y los compromisos a 30 de junio son
de 14.000. Es decir, hay una diferencia de junio sobre mayo de 2.591
millones de pesetas. Dando como ejecutados 14.000 millones al 30 de junio
y la cantidad ejecutada durante junio de 2.591 millones, nos deja un
crédito disponible para el resto del año de 10.381 millones de pesetas,
lo que implica que el capítulo I se cerrará con una insuficiencia
prevista en 1.536 millones de pesetas. La ejecución de este capítulo
corresponde a las nóminas del personal del mes de junio y a la paga
extraordinaria, estando integrado, por un lado, por el personal de
funcionarios, tanto en el interior como en el exterior, que comprende
1.652 millones de pesetas, el personal contratado en el exterior, por 762
millones, y otros por 177.

Las insuficiencias que señalamos que se producirán a final de año, 1.536
millones de pesetas, se deben fundamentalmente a las fluctuaciones de la
cotización de la peseta, repercutiendo de forma más destacada en el
personal contratado en el exterior, dado que éstos tienen fijadas sus
retribuciones en las diferentes divisas de cada país, mientras que el
personal funcionario en el exterior tiene calculados sus haberes en
pesetas, basándose en módulos en función de las alteraciones durante un
determinado período de tiempo.

Así pues, estas repercusiones en el personal laboral interior serán de
unos 57 millones de pesetas, mientras que respecto al personal contratado
en el exterior el capítulo correspondiente tendrá un déficit de 1.176
millones y el de personal funcionario en el exterior, 303 millones de
pesetas.

Si pasamos al Capítulo II de gastos en bienes corrientes y servicios, los
compromisos de 4.963 millones de pesetas al 31 de mayo se transforman
para el 30 de junio en 5.631, es decir, se ha contraído a lo largo del
mes 668 millones de pesetas de compromisos. El crédito disponible, por lo
tanto, se cifra en 7.643 millones, lo que implica que terminaremos el año
con unas insuficiencias de 1.582 millones de pesetas. Las diferentes
partidas de este capítulo son, por un lado, arrendamientos, con 63
millones de pesetas; gastos de oficina, 47 millones; suministros y
comunicaciones, 157 millones; comisiones de servicio, 245 millones y
mantenimiento y otros, 156 millones.

Las insuficiencias que se presentan en este capítulo tienen también, como
en el anterior, su principal origen en las fluctuaciones desfavorables de
la peseta, desde que comenzó el año, respecto a las divisas fuertes,
correspondiendo la mayor parte a liquidaciones en las cuentas de
representaciones en el exterior.

Mención independiente requieren los gastos protocolarios derivados de
compromisos del Estado, entre visitas de Estado, tanto activas, hacia el
exterior, como las que se reciben, y otras actuaciones derivadas de la
mayor presencia española en el ámbito internacional. Resumiendo estas
insuficiencias, que cifraba en 1.582 millones de pesetas para final de
año, tendremos en el capítulo de arrendamientos



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un total de 341 millones, mientras que los gastos de oficina arrastrarán
un déficit de 296 millones; los suministros y comunicaciones, 195
millones; las comisiones de servicio, 260 millones de pesetas; los gastos
protocolarios, 350 millones y el mantenimiento y otros, 140 millones.

Para hacer frente a estos previsibles déficit, tanto en el capítulo de
gastos, como después aparecerán, como en el capítulo de personal, se han
presentado los correspondientes expedientes ante el Ministerio de
Hacienda por un total de 1.600 millones para el capítulo de personal.

Después de calcularlo, la peseta se ha fortalecido ligeramente respecto
al dólar y, frente a los 1.600 millones que calculábamos a principios y
mediados de junio, hoy día lo calculamos en 1.536 millones, pero hasta
final del año puede haber fluctuaciones en un sentido o en otro. También
hemos presentado un expediente de 3.200 millones para hacer frente a los
déficit en los otros capítulos, sobre todo en el Capítulo II y en el
Capítulo VI.

En cuanto al Capítulo IV, transferencias corrientes externas, los
compromisos al 31 de mayo eran de 29.628 millones de pesetas. Durante el
mes de junio, hemos contraído compromisos por 1.609 millones, con lo cual
los compromisos a finales del mes de junio ascienden a 31.233 millones de
pesetas, no estando previsto que haya insuficiencias a final de año. Esto
se debe a que este capítulo es absorbido fundamentalmente por las cuotas
de nuestra participación en organizaciones internacionales y en
subvenciones a organismos no gubernamentales y otras subvenciones. Como
quiera que las cuotas de participación, en buena parte, las hemos pagado
a comienzos de año, al cálculo existente entonces de la peseta, ello nos
permite, en principio porque todavía quedan algunas cuotas por abonar,
que no exista déficit en este capítulo. Hay que señalar que este capítulo
ha sufrido un incremento notable en 1994 sobre 1993, dado que se
provisionaron los fondos suficientes para hacer frente, no sólo a
nuestras cuotas por 1993, sino para salvar los déficit que existían de
ejercicios anteriores.

El Capítulo VI, que se refiere a las inversiones reales, reflejaba a
finales de mayo unos compromisos de 2.025 millones de pesetas, habiéndose
contraído a lo largo del mes de junio compromisos por importe de 271
millones, con lo cual la totalidad al 30 de junio es de 2.296 millones,
que nos hace prever para final de año un déficit de 1.540 millones de
pesetas. Este capítulo se dedica fundamentalmente a obras materiales y
adquisiciones inventariables. Las cantidades ejecutadas en el período han
sido de 226 millones de pesetas en el exterior, y una serie de
realizaciones en el interior, hasta un total de 271 millones.

Las insuficiencias que prevemos en este capítulo se deben, otra vez, a
mayores costos, por un lado, en el programa Shengen, que supone la
instalación de toda una serie de mecanismos que hemos ido realizando a lo
largo del año, previendo que por fin el acuerdo Schengen pueda entrar en
vigor a principios de año. Esto nos ha supuesto un gasto suplementario de
90 millones de pesetas.

Por otro lado, hemos programado, porque tenían carácter ineludible, una
serie de adquisiciones (la residencia de la Embajada en Sofía, la
residencia y oficinas en Estrasburgo, en Jersusalén, el consulado de
Caracas y la Embajada en Zagreb) por un total de 1.060 millones de
pesetas. Las adecuaciones, los arreglos y las reformas de distintas obras
arrojarían también un déficit de 390 millones de pesetas, con lo cual el
total ascenderá a 1.540 millones de pesetas. Este déficit, como he
indicado, se trata de enjugar con un expediente por importe de 3.200
millones de pesetas, pendiente de Hacienda.

Así pues, haciendo un resumen de todos los programas, si las dotaciones
iniciales del Departamento eran de 81.310 millones de pesetas, con unas
modificaciones de 900 millones, nos dan unos créditos disponibles de
82.215 millones de pesetas. Hemos contraído compromisos por 53.168
millones, con lo cual queda un crédito de 29.047 millones de pesetas.

Teniendo previstos 33.705 millones de compromisos, nos resultará al final
una insuficiencia de 4.658 millones de pesetas que, como digo, se
desglosan en 1.500 millones, en números redondos, para gastos de
personal; 1.570, para gastos corrientes; y, 1.540, para inversiones.

Al hablar de los créditos disponibles, me he fijado tan sólo en el
Capítulo de programas y no he tenido en cuenta las transferencias, al no
gestionarlas directamente el funcionario que suscribe. Existen las
transferencias a los subsectores, fundamentalmente a la Agencia Española
de Cooperación Internacional y al Instituto Cervantes, por unos importes
de 14.351 millones. Esto no incide en las insuficiencias señaladas,
puesto que esas transferencias, una vez hechas a los organismos
correspondientes, ya no realizamos la gestión concreta de cada uno de
ellos, ya que tienen autonomía en la gestión.

Así pues, las cifras exactas de las dotaciones presupuestarias del
Ministerio, con las iniciales y las modificaciones autorizadas, serían de
96.536 millones de pesetas, con un déficit previsible de 4.658 millones.

El análisis de los distintos capítulos los había hecho de forma resumida
inicialmente. Como tienen la información a su disposición, puedo hacer
gracia de repetir cifras, pero estoy dispuesto a explicarlas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Robles.




El señor ROBLES OROZCO: En primer lugar, quiero dar la bienvenida una vez
más al señor Subsecretario. Como él ha apuntado, efectivamente tuvimos la
ocasión, quizá en un trámite peculiar de la Comisión de Asuntos
Exteriores, de hacer una valoración de los presupuestos a finales del
anterior período de sesiones, en mayo, con motivo de una petición del
Grupo Popular al Ministerio de Asuntos Exteriores.

Empecé mi intervención entonces lamentando que no discutiéramos un
informe previo, como había sido la petición del Grupo Popular, que nos
permitiría hacer una valoración con detenimiento y en profundidad, antes
incluso de la propia comparecencia física y verbal del señor
Subsecretario.

En este trámite debo decir que se nos ha remitido, como era preceptivo,
este informe y que, además, es amplio,



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detallado, preciso y responde básicamente a las preguntas que en aquel
momento y en la comparecencia formulamos. Como entonces manifesté mi
pesar por no disponer de ese documento, hoy quiero hacer constar que nos
ha permitido hacer un análisis más exhaustivo de esa documentación.

Quiero agradecérselo de esta manera al señor Subsecretario.

Como también creo que ha expresado el señor Subsecretario, va a ser
inevitable repetirnos. Hace muy poco tiempo que hemos celebrado esta
comparecencia. El prácticamente ha repetido en grandes líneas lo que ya
expresó en la anterior comparecencia y yo forzosamente voy a tener que
hacer lo mismo en cuanto a los grandes criterios, pero con algunas
puntualizaciones y pidiendo algunas precisiones que entonces, y creo que
incluso hoy, todavía han quedado pendientes.

Conoce el señor Subsecretario cuál es nuestra posición tradicional en
cuanto a la filosofía de lo que debe ser el Ministerio de Asuntos
Exteriores, la política de servicio exterior y la política de los grandes
números. Sabe que consideramos insuficientes, para poder desarrollar una
política realmente eficaz, los presupuestos que está manejando el
Ministerio de Asuntos Exteriores, máxime cuando en este momento el
presupuesto real va disminuyendo ejercicio tras ejercicio. De los
teóricos 95.000 millones de pesetas de los que estamos hablando,
prácticamente el 40 por ciento se destina en este momento a pagar cuotas
a organismos internacionales o a nuestra presencia en aquellas
delegaciones de mantenimiento de la paz.

Esto hace que prácticamente el Ministerio de Asuntos Exteriores se esté
convirtiendo en un distribuidor de cuotas, porque casi el 50 por ciento
de ese presupuesto está destinado a estos fines. Nos parece que hay una
pérdida de balance o de equilibrio entre lo que debería ser la acción
exterior española y otros menesteres, otras funciones de distribución de
cuotas en organismos internacionales que no forzosamente tendrían que
estar adscritas al Ministerio de Asuntos Exteriores.

Es un criterio que vamos a seguir manejando y que nos hace pensar,
insisto, que este no es un presupuesto real ni eficaz para desarrollar
una política exterior coherente, máxime cuando muchas veces no coinciden
los ambiciosos planteamientos de política exterior que hace el Gobierno
con la formulación concreta en materia presupuestaria que después se nos
trae a esta Cámara. Es difícil atender nuestras obligaciones exteriores
con esta situación presupuestaria y económica.

Dicho esto como filosofía general, que seguramente va a ser ampliado y
desarrollado con más profundidad en los próximos trámites
presupuestarios, me gustaría entrar en el análisis concreto de este
documento que se nos ha remitido ahora y lo que fue la comparecencia de
entonces y la de ahora.

Recordará el señor Subsecretario que le hice notar, por las cifras que en
aquel momento iba dándonos y que yo sumé muy deprisa, que nos estábamos
acercando a un déficit próximo al 5 por ciento más que al 3,20 que en
aquel momento se nos decía. Hoy yo creo que, efectivamente, las cifras
confirman este dato, independientemente de los ajustes, que, por cierto,
no coinciden literalmente con los que yo tengo en el papel, porque
probablemente sean ajustes también de fluctuaciones monetarias del último
momento.

Lo cierto es que se acerca mucho más a ese 5 por ciento que en ese
momento yo hacía referencia en mi comparecencia, que al 3,20 que el
Subsecretario nos mencionaba.

Si tenemos en cuenta que esta desviación la deberíamos de contemplar, no
con arreglo al presupuesto global, del que habría que descontar la parte
que he dicho del 40 por ciento que se destina exclusivamente a cuota, es
decir, el presupuesto real del Ministerio, la desviación no es del 5 por
ciento, sino que se aproxima al 10 por ciento, puesto que es sobre el
capítulo de cuotas, prácticamente no hay más que transferirlo a los
organismos internacionales y a las delegaciones de paz a las que
pertenecen.

Por tanto, sobre el presupuesto consolidado así es del 5 por ciento;
sobre el presupuesto real que maneja el Ministerio nos estamos
aproximando a un 10 por ciento de desviación, que a 30 de junio de este
año es realmente importante --repito-- para un presupuesto real de 58.000
millones de pesetas que maneja el Ministerio.

Bien es cierto, como se nos explicó entonces y hoy, que hay una parte
importante que se debe --como se ha explicado-- a las devaluaciones
sucesivas de la moneda. Pero hay otra parte, y estará conmigo el señor
Subsecretario, que no responde exclusivamente a eso, sino que responde
--como, por ejemplo, en la política de inversiones, o en la política de
gastos corrientes-- probablemente también a otra falta de previsión en el
gasto que estaba originalmente contemplado en los presupuestos.

Por decirlo de otra forma, se hace referencia en el informe a los gastos
ocasionados en determinadas cancillerías, consulados, etcétera; un
etcétera, por cierto, que resulta bastante impreciso y que quizá
convendría detallar más, porque ahí sería conveniente a lo mejor conocer
cuáles son las obras que se han podido ejecutar.

Con esto quiero decir que sabe usted que ha habido noticias en medios de
comunicación. Incluso en esta Cámara en alguna otra ocasión se ha
preguntado sobre cómo han evolucionado los costos de ciertas obras en
determinadas cancillerías y embajadas. Estoy, por ejemplo, pensando en
este momento en Santo Domingo, donde la impresión que tenemos es que los
costos se han disparado de forma muy notable. Quizá no todo el capítulo
de desviación de este Ministerio corresponda precisamente a esos cambios
en la moneda.

En la política de inversiones, señor Subsecretario, aunque efectivamente
hay una desviación que nosotros consideramos importante, sabe usted que
ha sido nuestra filosofía apoyar siempre esa política del Ministerio. La
hemos considerado escasa. Consideramos que es una parte importante. No
podemos criticarla. Lo que sí podemos es pedir al Ministerio mayor rigor
en la previsión de esa política de inversiones. Lógicamente, en una
política exterior planificada a medio y largo plazo, o a corto y medio
plazo, el gobierno debería conocer un poco esas previsiones.

Usted ha mencionado de pasada un tema que personalmente conozco, que es
el de la residencia, por ejemplo, en



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Estrasburgo, en donde se habrán tenido que hacer unas compras que ya se
sabía. Los que somos miembros de la Delegación española en el Consejo de
Europa sabemos que esa situación se estaba planteando hace tiempo y que
habría que tomar una decisión sobre la misma. No fue contemplada en los
presupuestos del año 1994 y quizá haya sido precisamente uno de los
motivos de la desviación.

Esas son, a mi juicio, faltas de previsión que alejan lo que todos
pretendemos: un presupuesto real que se nos presenta a la Cámara al
principio de cada ejercicio de lo que al final termina siendo la
ejecución de los presupuestos.

Le pediría más concreciones en cuanto a los costos de estas realizaciones
que nos relata en su informe, en cuanto a las Embajadas que se mencionan
aquí, y quizá un poco más de concreción también a la hora de plantear los
próximos presupuestos, así como que nos pudiera detallar cómo han
evolucionado esos costos de algunas embajadas, como la de Santo Domingo,
que usted menciona en su informe.

Sería interesante que con criterio general nos explicara el señor
Subsecretario si tiene previsto el Ministerio el hacer frente a este tipo
de eventualidades, que son los posibles cambios y fluctuaciones en la
moneda. No es un hecho que se haya producido en este momento y que no se
vaya a volver a producir; puede volverse a producir en el futuro y el
Ministerio debe a mi juicio, tener una serie de mecanismos que le
permitan hacer frente a estas eventualidades y también a los compromisos
en el orden no solamente de personal, de inversiones de gastos
corrientes, y que no produzca unas desviaciones tan importantes como las
que en este momento estamos viendo.

Eso quizá sirve con criterio general para todo el presupuesto del
Ministerio de Asuntos Exteriores. Me gustaría que el señor Subsecretario
nos explicara qué criterios va a utilizar, si tiene posibilidad de
hacerlo, y si hay algún mecanismo previsto para que esto no vuelva a
afectar de una forma tan seria al presupuesto del Ministerio de Asuntos
Exteriores
En el capítulo de gastos de personal, donde se produce una desviación de
casi 2.000 millones de pesetas, quizá lo más notorio es que hay una
disfunción muy importante entre el personal funcionarial y el personal
laboral. Usted ha dado una explicación hace un momento sobre la diferente
forma de utilización de los módulos tanto para el personal funcionarial
como para el personal laboral.

Eso mismo es lo que habría que estudiar, que plantearse, porque la
diferencia es que mientras que en el capítulo de personal funcionario
afecta en torno a los 400 millones de pesetas, en el capítulo de personal
laboral afecta en 1.500 millones de pesetas. Por tanto, yo creo que es
una desviación importante y quizá habría que estudiar mecanismos para que
no se produjera de esta manera y poder replantear en el futuro otros
criterios distintos a los que en estos momentos se están siguiendo. Esta
también sería una pregunta concreta: ¿Hay algún mecanismo previsto por
parte de la Subsecretaría para corregir estas desviaciones, para estudiar
en el futuro este tema?
En el capítulo de gastos corrientes se ha producido también, por los
criterios que usted ha dicho, una desviación de unos 1.500 millones de
pesetas. Ya tuve ocasión de plantearle esta pregunta. Usted hizo una
afirmación muy categórica sobre la utilización que se está dando
concretamente a las tasas consulares, que es el ingreso directo y público
a las arcas del Tesoro, pero a nosotros nos surge la pregunta. Este es un
capítulo que requiere agilidad en el pago, que requiere muchas veces la
prontitud en la ejecución de los compromisos. Sabemos la dificultad que
supone que el Ministerio de Hacienda actúe con esa agilidad y de hecho
sabemos que no se produce esa agilidad como en otros capítulos. Nos
preocupa no tanto el hecho en sí, que puede ser comprensible por las
dificultades administrativas, sino que no se le dé una solución
administrativa y jurídica acorde; quizá haya que hacerlo; quizá sea el
mecanismo para poder funcionar en nuestras delegaciones exteriores, pero
sería bueno conocer qué dificultades tenemos para operar en el exterior y
actuar coherentemente con las normas que la ejecución de los presupuestos
y la Administración del Estado nos marquen. Me gustaría conocer un poco
más cómo se solucionan estas desviaciones en el día a día del capítulo
II, los gastos corrientes del Ministerio de Asuntos Exteriores, y también
respecto a su afirmación sobre las tasas consulares.

Este verano el Gobierno produjo una noticia que era la necesidad de
ajuste en determinados ministerios. Creo que al Ministerio de Asuntos
Exteriores le afectaba en torno a unos 7.000 millones de pesetas en base
al artículo 10 de la Ley de Presupuestos. Lógicamente va a afectar a todo
el Ministerio. A mí me gustaría saber qué criterios va a utilizar el
Ministerio para enjuagar este ajuste de los 7.000 millones de pesetas,
cómo va a afectar, si es que va a afectar, a la eficacia del Ministerio y
cómo va a distribuirse por capítulos dentro de las diferentes direcciones
generales del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Por último, y creo que también sirve un poco como criterio general,
aunque no sea un tema específico de este documento que estamos
analizando, voy a hacer una reflexión. He estado examinando las
liquidaciones de presupuestos de ejercicios anteriores y me consta
--quiero hacerlo notar una vez más-- que usted no tiene la
responsabilidad personal, puesto que lleva escasos meses en el puesto de
Subsecretario y, por tanto, lo que digo no es una afirmación hacia su
persona sino hacia el mecanismo, hacia la forma de funcionar, pero quizás
en el futuro sí tendrá usted la responsabilidad de intentar mejorar para
que no se produzca lo que ahora le menciono. Los ejercicios anteriores se
han cerrado siempre con una devolución al Tesoro Público por parte del
Ministerio de Asuntos Exteriores de unas cantidades; en unos casos han
sido 5.000 millones, en otros 3.000 millones, 2.000 millones y 1.000 y
pico millones de pesetas en el último ejercicio. Es chocante que en un
ministerio que va disminuyendo de presupuesto, y que tiene cada día unas
necesidades más crecientes, se devuelva dinero al Tesoro Público. Yo creo
que demuestra que no se ha podido o no se ha sabido ejecutar la totalidad
del presupuesto y al final ha habido que devolver ese dinero al Tesoro
Público. Esto debe ser motivo de reflexión y debe ser tenido en cuenta a
la hora de mejorar los mecanismos de ejecución del presupuesto. Me
gustaría saber



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qué tiene previsto el Subsecretario para evitar que en el futuro se
devuelva ese dinero en un ministerio que (creo que lo compartimos todos)
son necesarios unos recursos importantes para que la acción exterior sea
realmente eficaz.

Prácticamente todo lo que le tenía que decir en cuanto a reflexiones
generales sobre el documento concretamente era esto. Me gustaría, si es
posible, conocer algún detalle más, alguna concreción sobre los aspectos
que hemos tenido ocasión de conocer en el documento y en la exposición
del señor Subsecretario.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, tiene la palabra el señor Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: Me gustaría hacer una solicitud en relación al
documento. La ejecución de los presupuestos en los distintos ministerios
tiene una diversidad de formas en su liquidación, y la verdad es que de
los que se nos han presentado, el del Ministerio de Economía y Hacienda
es el que más me gusta, por ser exhaustivo. Por ello me gustaría que, si
es posible, este documento que se nos aporta (cuadro del informe numérico
de ejecución por capítulos) se nos facilitara también por programas (creo
que hay cuatro programas) y los dos organismos a que se hace referencia
en las dotaciones del año 1994, la Agencia Española de Cooperación
Internacional y el Instituto Cervantes. Desde aquí se hacen unas
transferencias (creo que unos 14.000 ó 15.000 millones de pesetas) para
el funcionamiento de esos dos organismos. Lo digo para hacer un
seguimiento más parejo de la ejecución del presupuesto.

En cuanto a los datos que se nos aportan, solamente quiero hacer tres
comentarios. La liquidación total de los 95.631 millones de pesetas va a
tener, al parecer (es una cosa positiva que ustedes hacen, y que no han
hecho otros ministerios, para que así lo podamos medir todo, una especie
de compromisos previsibles después de ver lo que va a ser el gasto ya
contraído), una previsión de 5.000 millones de pesetas, aproximadamente.

Si quieren cubrir todos sus compromisos previsibles van a necesitar 5.000
millones de pesetas más, aproximadamente, según las cifras que aquí
tienen y si yo no soy muy torpe al interpretarlas. Me gustaría conocer de
qué forma se tiene previsto cubrir esa limitación, aunque algo se ha
podido comentar aquí.

Sobre los datos a mí me gustaría preguntar lo siguiente. Las
modificaciones de crédito más importantes que ha tenido la liquidación a
junio es de 700 millones de pesetas para inversiones reales. La
modificación más alta de la dotación inicial es de 771 millones, que
después se distribuyen en inversiones en dos paquetes, una inversión de
reposición de 744 millones y una inversión nueva de 27; es decir, la
modificación presupuestaria de lo previsto inicialmente, 4.179 millones,
es de 771 millones de pesetas. Esa modificación, producida a lo largo de
este principio de ejercicio, a qué se debe, si es a evoluciones de
presupuesto anterior, que pueden ser actuaciones pendientes, o si son
nuevas actuaciones que se hayan podido ver como urgentes o necesarias.

La segunda pregunta se refiere a los compromisos contraídos, que yo veo
aquí que ascienden a un porcentaje mayor. En transferencias corrientes
hay unos créditos disponibles, al final del ejercicio, de 39.000 millones
y ya se han contraído compromisos por importe de 31.000 millones de
pesetas. En seis meses es un porcentaje alto. Sin embargo, la previsión
final es gastar en los próximos seis meses solamente 8.000. ¿A qué se
debe esa evolución diferente, en los seis primeros meses un gasto y en
los siguientes un gasto menor? Igual pasa en el capítulo I, personal
laboral y contratado. Hay unos compromisos contraídos de 4.166 millones
de pesetas ya en los primeros seis meses, y el saldo de crédito pendiente
es de 2.900 millones de pesetas (personal laboral y contratado, artículos
13 y 14). Si en seis meses han gastado 4.100 millones de los 7.100, o hay
menos personal o es eventual. ¿A qué obedece que haya esa diferencia de
gasto en seis meses? Si fuese del 45 por ciento al 55 por ciento no
habría ningún problema, pero es una diferencia muy alta.

Y por último, me gustaría conocer, si es posible, estos otros gastos. En
todas las partidas hay una distribución en gastos corrientes que está
bastante ajustada, con algunas desviaciones que dice: otros gastos, 2.190
millones de pesetas; compromisos contraídos, 1.200 millones de pesetas.

Esos otros gastos, ¿qué otros gastos son; gastos diversos? ¿A qué
apartados se refieren esos otros gastos?
En cuanto a la inversión que se tenía previsto ejecutar --porque imagino
que las transferencias corrientes están bastante regladas--, sí que hay
una diferencia importante, hay muy poca ejecución, puesto que de 297
millones hay solamente un contraído de 49 millones de pesetas, aunque en
la inversión de reposición sí que hay un grado de ejecución alto. Me
gustaría conocer a qué se debe esa deficiente gestión de la inversión
nueva del capítulo VI que nos aportan ustedes en estos documentos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la
palabra el señor Martín Mesa.




El señor MARTIN MESA: En primer lugar, quiero mostrar el agradecimiento
del Grupo Socialista al señor Ezquerra, Subsecretario del Ministerio de
Asuntos Exteriores, por la amplitud y por el detalle tanto del informe
que nos ha remitido como de la exposición que acaba de realizar en su
comparecencia. Realmente, como ya se ha dicho por alguno de los
intervinientes que me han precedido en el uso de la palabra, este debate
es en gran parte repetición del que ya se realizó en la Comisión de
Asuntos Exteriores el pasado día 22 de junio, en el que ya se informó de
la ejecución del presupuesto al mes de mayo. Consecuentemente, aquí la
única novedad son los datos contables correspondientes al mes de junio
que, al igual que ya se hizo en aquella ocasión, el señor Subsecretario
nos ha ofrecido con enorme detalle, lo cual evidentemente le agradecemos.

Ya aquel día, el 22 de junio, dijimos en la Comisión de Asuntos
Exteriores que la ejecución del presupuesto se halla en unos niveles, a
nuestro juicio, absolutamente razonables. Cuando comprobamos los datos de
la ejecución del



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presupuesto al mes de junio, no podemos menos que repetir lo mismo que ya
dijimos en aquella ocasión. En efecto, en ningún ministerio, tampoco en
el de Asuntos Exteriores, existe una sincronización perfecta entre los
gastos y la evolución del ejercicio económico. Lógicamente, esto lleva a
que algunos gastos puedan estar ejecutados en un entorno del 50 por
ciento durante el primer semestre, mientras que haya otros --y el ejemplo
típico es el de transferencias corrientes, al que hacía referencia el
portavoz de Izquierda Unida-- cuyo grado de ejecución, al deberse en su
mayor parte a cuotas a organismos internacionales, si éstas se pagan a
principio de año, durante los seis primeros meses esté elevado,
concretamente el 78,8 por ciento. Sin embargo, es de destacar, por
ejemplo, que en gastos corrientes, donde se puede ajustar más la
ejecución del presupuesto, el grado de ejecución sea del 42,4 por ciento,
lo cual, a mi juicio, pone de manifiesto que se está haciendo un
importante esfuerzo en la contención del gasto público, en consonancia
con la política económica global del Gobierno, y desde nuestro Grupo no
podemos más que felicitar al equipo del Ministerio por ello.

El gasto de personal está en un 57,4 por ciento, evidentemente algo
elevado, y los demás capítulos están en el entorno del 50 por ciento,
como decía, lo cual determina una ejecución del 64 por ciento en el total
de programas y un 61,2 por ciento en el total del Ministerio de Asuntos
Exteriores, que, por la desviación que suponen los pagos anticipados de
cuotas a organismos internacionales a principios de año, justifica el
juicio que hacía al principio. Sencillamente que nos hallamos en unos
niveles de ejecución del presupuesto absolutamente razonables. Nos acaba
de llegar, hace unos días, la estadística de ejecución del Ministerio que
nos ha remitido la Intervención General del Estado y, cuando comprobamos
el grado de ejecución de los seis primeros meses del año 1994 y lo
comparamos con el de los seis primeros meses del 93, podemos decir que
estamos prácticamente en las mismas cifras. Por ejemplo, los compromisos
de gasto o las obligaciones reconocidas experimentan incrementos muy
similares en el año 1994 respecto a los del año 93. Es decir, que hay un
claro y evidente ajuste en la ejecución del presupuesto.

Creo que debo hacer expresa mención de la información que se nos presenta
sobre la insuficiencia existente en función de los compromisos previstos.

Quiero poner de manifiesto que esto no es frecuente en otros ministerios,
evidentemente, y que ustedes lo podían haber callado perfectamente. La
ejecución del presupuesto no implica el relato expreso de los compromisos
previstos y, en función de ello, cuáles con las insuficiencias, cuya
financiación ustedes han solicitado al Ministerio de Hacienda a través de
la sección 31. Sin embargo, es de agradecer que nos den este grado de
exhaustividad en la información, poniendo de manifiesto que ustedes ya
han contabilizado unas previsiones de insuficiencia en torno a 5.000
millones de pesetas. Evidentemente, sobre un presupuesto global de 96.000
millones de pesetas, esto es un 5 por ciento. El portavoz del Partido
Popular, señor Robles, hace la contabilidad que a él le interesa en este
momento, quita determinadas partidas y lleva la insuficiencia al 10 por
ciento. También se podía hacer el juego contrato y quitar otras partidas,
reduciendo ese porcentaje al 5 por ciento.

En cualquier caso, el Grupo Socialista --y yo en este momento en su
nombre-- considera que la desviación no es especialmente significativa,
sobre todo teniendo en cuenta, como ya se ha dicho aquí, las
peculiaridades del Ministerio de Asuntos Exteriores. Evidentemente, el 75
por ciento del presupuesto es pagadero en divisa, por lo que cualquier
depreciación de la moneda provoca automáticamente un incremento de la
factura. Naturalmente, una apreciación de la moneda provocaría el efecto
contrario en gastos de personal, en gastos corrientes, en transferencias
y en inversiones. El señor Robles decía que hagan ustedes un mayor
esfuerzo de previsión sobre cuál va a ser la evolución de la cotización
de la peseta. Yo diría al señor Subsecretario, con amabilidad a esta hora
de la tarde, que si realmente hacen esa previsión que me la comuniquen,
porque igual también me dedico a especular con la moneda. Es difícil
señor Robles hacer previsiones sobre evolución de la moneda. No se pueden
hacer aquí, como decía un compañero de la Comision de Asuntos Exteriores
--me parece que el señor Jerez Colino--, no se pueden hacer profecías;
únicamente previsiones. En cualquier caso, el carácter imprevisible de
alguno de los gastos, dada la estricta dependencia de la evolución de la
coyuntura internacional y de la coyuntura de cada uno de los países en
que nos encontramos presentes, lógicamente hace también difícil esta
previsión, por lo cual este 5 por ciento, estos 5.000 millones, creemos
que es absolutamente razonable y no muy significativo.

En su día, en el contexto del debate presupuestario --quiero recordarlo
hoy aquí--, el señor Ministro defendía el rigor y la coherencia del
presupuesto de la sección 12. Y en efecto, a nuestro juicio, superado el
primer semestre del año podemos comprobar, en primer lugar, que el
presupuesto ha sido compatible con las obligaciones que España tiene en
su política exterior, elemento absolutamente esencial a nuestro juicio; y
en segundo lugar, que ha sido compatible con el conjunto de prioridades
que en política económica tiene el país. He de recordar --por muchas
veces repetido nunca viene mal reiterarlo una vez más-- la reducción del
déficit público y la contención de la inflación, premisas básicas para
potenciar el crecimiento económico y alentar la creación de empleo.

Nosotros dijimos en el debate de presupuestos que puede ser que los
presupuestos sean cortos, pero en ningún caso insuficientes. El señor
portavoz del Grupo Popular volvió a hacer hincapié en la insuficiencia de
los mismos.

De cualquier forma, querría pedir al señor Subsecretario que de forma
expresa nos conteste: ¿Cree que con las limitaciones presupuestarias
existentes el Ministerio está hasta este momento, y podrá estarlo en lo
que reste de ejercicio, en condiciones de hacer frente dignamente a las
necesidades esenciales de nuestra acción exterior? Creo que esto es
esencial. De cualquier forma, con estas limitaciones presupuestarias no
se puede dejar de constatar el incremento que viene experimentando en
este último año. El presupuesto de 1994 ha crecido casi un 30 por ciento
respecto al del 1993, y según las cifras que ya conocemos, en



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1955 va a crecer en torno al 9 ó 9,5 por ciento. De cualquier forma,
vamos a pasar, entre los años 1993, 1994 y 1995, del 0,43 al 0,50 y al
0,60 del total del presupuesto. Creo que supone un esfuerzo
significativo.

Para terminar, señor Subsecretario, quiero poner de manifiesto la plena
aprobación del Grupo Socialista en relación al rigor y a la coherencia
con que ha ejecutado el presupuesto durante el primer semestre. Creo que
es innecesario, pero de cualquier forma quiero pedirle que continúe en
esta línea en lo que queda de ejercicio.




El señor PRESIDENTE: El señor Subsecretario tiene la palabra.




El señor SUBSECRETARIO DE ASUNTOS EXTERIORES (Ezquerra Calvo): Señor
Presidente, señorías, de modo general quiero agradecer las palabras de
gratitud de los tres portavoces sobre el esfuerzo hecho por el Ministerio
para aportar la documentación previa, cosa que no hice en anterior
comparecencia.

El señor Robles hacía alusión a las cuotas a organizaciones
internacionales en el presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores.

En efecto, es una participación importante, pero creo que están ubicadas
en Asuntos Exteriores porque son parte de nuestra acción exterior, es
decir, no son cuotas pasivas --podría quizás estudiarse el caso de alguna
organización cuya pertenencia no tuviese interés--, pero, en general, si
observamos que se trata fundamentalmente de nuestros compromisos como
miembros de Naciones Unidas, de nuestra participación en operaciones de
mantenimiento de la paz y de nuestra participación en organismos de
cooperación multilateral, tanto en el seno de la Unión Europea como en el
seno de la Organización de Naciones Unidas y subvenciones a organismos no
gubernamentales, representan una parte importante de nuestra acción
exterior. Por supuesto que suponen también una carga importante de
nuestra acción exterior.

Existe, ciertamente, una escasez de medios para nuestra acción exterior;
no creo que haya ninguna acción de carácter gubernamental en la que
sobren medios. Tenemos escasez y debemos actuar con austeridad, pero con
medios suficientes para poder dar el apoyo necesario a la acción
exterior. Lo que debemos hacer en algunos casos --ya lo estamos
haciendo-- es reajustar, en la medida de lo posible, estableciendo las
debidas prioridades entre los objetivos de nuestra acción exterior. En
concreto, tratamos de obtener un despliegue óptimo, de acuerdo con los
medios de que disponemos, en nuestra presencia en el extranjero, y
estamos realizando una labor modesta, pero que tiene efectos
acumulativos, de redistribución de representaciones diplomáticas y
consulares. Se cierran determinadas embajadas --dos en Africa--, se
cierran consulados en Europa por las distintas necesidades de nuestras
colonias y de nuestra situación allí y se intenta que se abran nuevas
embajadas y nuevos consulados. Tratamos, pues, de establecer unas
prioridades de objetivos. Somos conscientes de que deberíamos potenciar
nuestra presencia en muchas zonas del globo, pero no se puede hacer todo
en un momento, ni en cuanto a los medios materiales ni en cuanto a los
medios humanos, pues muchas veces una acción política excesiva en un
punto, si no se cuenta con el seguimiento necesario de nuestra
potencialidad real de ocupación de esos espacios --por ejemplo, en una
promoción comercial--, no siempre responde después de nuestra capacidad
productiva a esos esfuerzos. Por tanto, tratamos de establecer, no
siempre con acierto, por supuesto, una prioridad en nuestros objetivos.

Señalaba el señor Robles que la desviación del déficit del presupuesto en
el momento actual, si descontábamos las cuotas, no era del 3,2 por
ciento, como señalé yo en mayo, sino más bien del 5 por ciento o incluso
superior. Creo que las cuotas internacionales, aunque parezca en un
momento determinado que somos un puro trámite, que recibimos con una mano
lo que entregamos con la otra, son siempre reflejo de una verdadera
acción política exterior; luego no me atrevo a descontarlas totalmente en
el cálculo de nuestras previsiones. Lo que sí ocurre es que las
desviaciones, en parte, pueden obedecer, por supuesto, a la imprevisión,
a no haber sido capaces de prever acontecimientos que se han producido.

Concretamente en las operaciones de mantenimiento de la paz, por
desgracia, las necesidades son superiores a las que pensábamos que iban a
ser. Pero nuestros principales problemas de incumplimiento o de
desviación derivan fundamentalmente de las fluctuaciones de nuestra
moneda en relación con las exteriores, fluctuaciones que afortunadamente
no son siempre en el mismo sentido, y si, por ejemplo, en junio
preveíamos un déficit en personal de más de 1.600 millones de pesetas,
ahora lo ciframos por debajo de los 1.580 ó incluso de los 1.500. Por
otro lado, las fluctuaciones no son con todas las monedas iguales, y
mientras en el momento actual la peseta se fortalece respecto al dólar y
al marco finlandés, por ejemplo, no ocurre lo mismo respecto al franco
francés o al florín danés, pero normalmente, para ser exactos, nuestra
preocupación fundamental son las evoluciones de la peseta respecto del
dólar y del marco, que vienen a ser los grandes factores de pago.

Señalaba también el señor Robles algunas desviaciones en nuestras
operaciones de inversión. Ciertamente nosotros, en cuanto a los objetivos
en nuestro capítulo de inversiones, que en 1994 cuenta con unos créditos
inferiores a los de los ejercicios anteriores, tratamos de ir adecuando
los inmuebles de nuestras representaciones, sobre todo cancillerías, a
las exigencias crecientes de seguridad, de representatividad, de mejores
servicios y, en lo posible, de integrar en ésas a otras oficinas del
Estado en el exterior. Por ejemplo, puedo señalarle que el
establecimiento de las normas sobre exigencia de visado en muchísimos
países ha hecho que parte de nuestros consulados, por ejemplo en
Marruecos, hayan dejado de poder estar donde estaban. Consulados
sencillos para atención a una escasa población residente española
reciben, normalmente por las mañanas, colas de cientos o de miles de
personas que aspiran a obtener visado para viajar a España. En algunos
casos ha sido necesario prohibir la presencia física de los peticionarios
--me refiero a Argel-- y el establecimiento de unas medidas de seguridad
para todas las oficinas españolas realmente costosas. Las condiciones el
año pasado en Argel no



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eran precisamente las más favorables, pero no preveíamos una situación
como con la que nos enfrentamos ahora y con la que nos vamos a continuar
enfrentando durante un tiempo previsiblemente largo.

Buscamos también pasar del régimen de arrendamiento al de propiedad, y
queremos crear nuevas representaciones liquidando las anteriores, pero,
como bien saben, no siempre la liquidación de bienes públicos es fácil.

Todo ello hace que no sea fácil ajustar en cada momento las previsiones.

Señalaba, por ejemplo, la prioridad en el último momento de adquirir la
residencia española en Sofía. En las negociaciones llevábamos más de
cuatro años. Primero en el anterior régimen comunista no se permitía la
propiedad de un estado extranjero en territorio búlgaro; después con una
legislación confusa no se sabe si se admite o no se admite. Ahora mismo
acabamos de tener éxito en una larga negociación y tenemos la
autorización para adquirir una residencia digna, porque la residencia del
embajador español en Sofía no ha sido digna durante muchos años. Ello nos
obliga a disponer ahora de unos recursos que quizá fueran necesarios para
otras previsiones, pero hay que aprovechar las oportunidades cuando
existen. A veces eso da un carácter de imprevisión, sobre todo cuando los
recursos son escasos.

Concretamente señalaba el señor Robles que en Santo Domingo la renovación
de la embajada y la cancillería ha conocido una desviación notable sobre
los presupuestos iniciales. Para empezar, se parte de una realidad que es
la existencia de una propiedad extraordinaria (adquirida en tiempos
pretéritos a un notable personaje del pasado de la vida dominicana) que
ha sido necesario readaptar, para lo cual se hizo un contrato con una
unión temporal de empresas españolas, Agromán y Ocisa, ya establecidas en
Santo Domingo. Los presupuestos iniciales se han visto incrementados hoy
día con la necesidad (ante el desarreglo de la producción energética en
Santo Domingo, algo que no se pensaba inicialmente porque el
aprovisionamiento parecía normal) de contar con unos generadores de
energía eléctrica independientes, que han encarecido notablemente la
construcción y que encarecerá el mantenimiento, porque no es económico
tener generadores propios de electricidad, pero si no se cuenta con ellos
no se tiene electricidad. Se aprobó un proyecto de reformado y fue
necesario también variar la dirección técnica de la obra, puesto que el
arquitecto del proyecto y el encargado de la ejecución de la obra no
dieron resultados satisfactorios. Se produjeron retrasos en la
terminación de las obras y sólo ahora hemos podido hacer la recepción
provisional de las obras realizadas en la residencia del embajador y en
los edificios auxiliares y las de generación eléctrica. Se está empezando
a trabajar actualmente en el edificio de la cancillería, que se ha
pensado colocar en el mismo solar de la residencia, aprovechando la
enorme extensión de ésta, y reducir así también los gastos previsibles de
mantenimiento en el futuro.

En cuanto a nuestra actuación respecto a la residencia de la Embajada
española en Estrasburgo ante el Consejo de Europa, es lo mismo: una larga
negociación. Los propietarios estaban interesados en mantener durante el
mayor tiempo posible un régimen de contrato favorable para ellos y no
tanto para nuestros intereses. Ha sido también una negociación larga y
compleja que da fruto en este momento, y hemos llegado a un acuerdo lo
más favorable posible para vencer la resistencia del propietario a vender
en condiciones aceptables para nosotros. Espero que a lo largo del año
podamos finalizar el contrato e iniciar pagos parciales para tener la
propiedad de algo que es interesante y que lo teníamos tan sólo en
alquiler.

Vuelvo a lo manifestado anteriormente. Las fluctuaciones en divisas son
nuestra principal preocupación; son difíciles de prever. Nuestra forma de
preverlo en el momento actual es, cuando se produce una fluctuación
importante, acudir a Hacienda con una demanda de un expediente de
crédito. De hecho, existe un sistema automático para la regulación del
personal. Nos parece lo más racional que el personal contratado en el
exterior tenga unos sueldos fijos computables en la moneda del país,
porque no se consigue personal del país si no se les puede asegurar que
van a recibir una cantidad equis con carácter fijo. Si se les pagara en
pesetas esta cantidad sería fluctuante, en algunos casos sería favorable,
pero en muchos sería desfavorable. Frente al funcionario, al que
lógicamente, de acuerdo con su categoría, módulos, etcétera, no se le
podría fijar la cantidad en divisa local sino que se le fija en pesetas,
sí existe un principio aceptado por Hacienda (en este momento no recuerdo
la fórmula exacta) de que cuando la cotización de la peseta, durante una
serie de sesiones seguidas, es inferior en un 7 por ciento a la vigente
anteriormente, se produce un aumento automático de las retribuciones en
pesetas para adaptarse a un nivel semejante en las percepciones en
divisas. Ahí existe un décalage, y aunque en este caso el funcionario no
se vea dañado, la previsión presupuestaria ha de hacer frente a esos
cambios. Afortunadamente, en el interior esto no se refleja, pero, como
hemos indicado, nuestros gastos en el interior no llegan al 20 o al 25
por ciento en el caso del personal. En cuanto a las cuotas consulares,
dije en la anterior ocasión que la práctica del Ministerio es ponerlas a
disposición del Tesoro, lo cual no significa su entrega al Tesoro en cada
momento sino su disponibilidad para cuanto éste nos las solicita.

Por último, el ajuste del artículo 10 decidido por el Consejo de
Ministros del 5 de agosto ha supuesto para nuestro Ministerio una
limitación en nuestra capacidad de compromiso, de gasto, de unos 7.000
millones de pesetas, que hemos tratado de distribuir de forma justa y
adecuada entre los diversos servicios, manteniendo las prioridades
existentes.

No quisiera someterme a ningún interrogatorio de los directores de
departamento de los diversos servicios sobre si ese reparto ha sido justo
y equitativo porque opinarían, en general, que en algunos casos no lo he
sido. Lograr un ahorro de 7.000 millones de pesetas a mediados de año,
exige ciertos equilibrios. Los compromisos de personal, los contraídos en
firme en obras, así como los compromisos de gastos por servicios
diversos, son intocables. Hemos acudido, fundamentalmente, al retraso de
obligaciones que se ejecutarán en ejercicios posteriores.




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En cuanto a la devolución al final de ejercicios anteriores, dispongo de
unos datos parciales, que tengo aquí. En 1992, la devolución alcanzó a
1.500 millones de pesetas y, en 1993, a 1.130 millones de pesetas.

Fundamentalmente se debe a desajustes en inversiones reales, pues no
siempre es posible hacer la programación, la contrata y el compromiso en
el momento oportuno. Surge a veces, como señalaba ahora en el caso de
Sofía, una negociación que fructifica en un momento determinado y se debe
hacer entonces. Y en cuanto a gastos de bienes y servicios, aunque se
produce un superávit, un no uso de 250 millones en el ejercicio de 1993,
no es satisfactorio, pero creo que se trata de un porcentaje
relativamente admisible. Esperemos que en el año 1994 las devoluciones se
reduzcan al mínimo.

Contesto ahora al señor Ríos. Quisiera señalar simplemente que los
programas que desarrolla el Ministerio son ocho. Si lo desea, podríamos
proporcionarle los datos sobre los gastos en los distintos programas,
pero preferiríamos hacerlo más por los capítulos presupuestarios
clásicos.

En cuanto a la ejecución de los presupuestos concretos de la Agencia
Española de Cooperación Internacional y del Instituto Cervantes, al ser
su ejecución competencia del Secretario de Estado para la Cooperación
Internacional, que supongo tendrá alguna comparecencia prevista en esta o
en otras comisiones, sería él quien podría darle la información adecuada.

Nuestro déficit previsto, alrededor de 5.000 millones de pesetas, sumando
el déficit en capítulo de personal y en capítulo de gastos corrientes y
en capítulo VI, lo pensamos cubrir a través de los correspondientes
expedientes presentados a Hacienda y pendientes de resolución. Son unos
expedientes, en números redondos, de 3.200 millones de pesetas para
gastos corrientes e inversiones, y de 1.580 millones de pesetas --aunque
el expediente va por 1.600-- para gastos de personal.

En el capítulo VI, la cantidad de 771 millones de pesetas de diferencia
se debe a los ajustes introducidos en el presupuesto de 1993. En cuanto
al hecho de que el capítulo IV, de transferencias, esté prácticamente
ejecutado en su totalidad, ha respondido a ello el señor Martín Mesa. En
efecto, podríamos haber esperado a finales de año para pagar estas
cuotas, pero dado que arrastrábamos un retraso notable de 1993 en
diversas organizaciones, preferimos pagar a principios de 1994, para,
viendo también las fluctuaciones de la peseta en aquel momento, cubrirnos
de posibles fluctuaciones negativas.

Agradezco al señor Martín Mesa sus palabras, así como el envío de la
documentación y su juicio favorable a la ejecución del presupuesto. En
efecto, no existen insuficiencias en cuanto a los recursos para la
realización de nuestro servicio exterior, sino escasez de medios.

Consiste, como ocurre en toda actividad económica, en toda actividad
humana, en un establecimiento de prioridades. Nos podemos equivocar en
las prioridades. Concretamente, yo diría que en la época en que se
disponía de más dinero, de cantidades superiores para inversiones,
elegimos unas prioridades de acuerdo con esa capacidad de inversiones que
después se ha visto reducida y hemos tenido que establecer unas
prioridades mucho más rígidas.

Son presupuestos austeros. Creo que el presupuesto de 1995 va a seguir en
esa línea de austeridad, pero con algunas concesiones, en nuestro caso,
que nos permitirá hacer frente a nuestros propósitos de expansión de
nuestra acción exterior. Resumiendo, diría que el Ministerio está en
condiciones de hacer frente, con suficiente dignidad, a nuestros
compromisos internacionales. Se cuenta para ello con un personal, tanto
en el interior como en el exterior, tanto contratado como funcionarios de
los diversos cuerpos del Estado, que en una gran medida, por su
experiencia y por su competencia inicial, puede hacer frente a una buena
parte de esos compromisos.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Subsecretario.

Antes de darles la palabras a los señores Robles, Ríos y Martín Mesa, que
creo que querrán intervenir, la Presidencia quiere aclarar, en relación
con lo manifestado por el señor Subsecretario en contestación al señor
Ríos, que el sentido de la petición hecha para que comparecieran los
subsecretarios era para que informaran del conjunto de la ejecución del
presupuesto de toda la sección de su Ministerio. En ese sentido, hubieran
tenido que incluir también la Agencia de Cooperación Internacional y el
Instituto Cervantes.

Puede ser responsabilidad de los servicios de la Cámara no haber
trasladado a los Ministerios --en este caso concreto, al Subsecretario de
Asuntos Exteriores-- que su información tenía que cubrir también a los
organismos autónomos, es decir, toda la sección número VI del
Presupuesto.

Como tendremos que resolver esto, pero desgraciadamente no podemos
hacerlo por la fórmula expresada por el señor Subsecretario, puesto que
no está solicitada ni programada la presencia del Secretario de Estado,
quizá el señor Subsecretario pudiera, a lo largo de la semana que viene,
hacer llegar a los grupos, a través del cauce establecido, una
información por escrito de estos dos organismos autónomos o del conjunto
de organismos autónomos del Ministerio. Con ello, como es de prever que
en trámites sucesivos que se van a celebrar después del día del Pilar,
comparezca el Secretario de Estado, ya en ese trámite se puedan
compaginar los deseos expresados por el señor Ríos.

Perdone, señor Ríos, pero me he querido adelantar a que no hubiera una
determinada pendencia, no deseada por ninguna de las dos partes, puesto
que el fallo puede estar en los servicios de la Cámara y en esta
Presidencia en concreto.

Tiene la palabra el señor Robles.




El señor ROBLES OROZCO: Gracias, señor Presidente, y esperamos que se nos
remita esa documentación.

Simplemente queremos agradecer la información, una vez más, al señor
Subsecretario y hacerle algunas preguntas más concretas, que quizá no he
sabido formular, por lo



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que no han dado lugar a una contestación más precisa e, incluso, algunas
puntualizaciones a las informaciones que ha proporcionado algún otro
Portavoz.

Cuando planteamos la relación entre la eficacia del servicio exterior y
los presupuestos, partimos del hecho de que se está garantizando la
acción exterior en mínimas condiciones de eficacia y de honorabilidad
para los funcionarios; si no, tendríamos que suponer que en este momento
no es que el Ministerio pudiera o no hacerlo, sino que cerraría sus
puertas y mandaría a los embajadores en tranvía. No estamos pretendiendo
eso, sino más bien todo lo contrario, es decir, garantizar el servicio
exterior en las mejores condiciones. Por lo tanto, no es ésa la
intención.

Lo que sucede es que a este presupuesto real, en el que tengo que volver
a insistir, las cuotas le afectan de forma importante; estamos hablando
del 40 por ciento del presupuesto destinado exclusivamente a pago de
cuotas, que no siempre, por cierto, tienen que ver, aunque sea en mínima
parte, con cuotas directamente relacionadas con el servicio exterior y
con organismos dependientes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Estamos
entrando en una pérdida del balance. En este momento disminuye el
presupuesto real del Ministerio y aumenta de forma muy importante el
capítulo de cuotas. Se está produciendo una desproporción que en algún
momento habrá que compensar y habrá que ver si hay un equilibrio entre
nuestra acción exterior y los compromisos que adquirimos a la hora de
incorporarnos a misiones de mantenimiento de la paz o a otro tipo de
organismos internacionales, si es que podemos, como ha expresado el señor
Subsecretario, continuar esa acción coherentemente con esos compromisos
en cuotas que nosotros pedimos.

Esa es la preocupación que hemos expresado en esta ocasión, como en la
anterior: saber si va en paralelo el aumento de estos compromisos que
está adquiriendo España, cada día más crecientes, que se lleva el 40 por
ciento del presupuesto de Asuntos Exteriores, con la capacidad real del
servicio exterior en base a los presupuestos de que le dota la Cámara año
tras año.

He debido expresarme mal cuando he dicho que, descontando las cuotas, nos
aproximábamos a ese 5 por ciento. En este momento, sin descontar las
cuotas, ya estamos en el 5 por ciento de desviación. Me refería a que,
descontando las cuotas, estamos en un presupuesto de desviación del 10
por ciento, sumando los capítulos a los que el Subsecretario ha hecho
mención. Lo que he querido señalar es que estábamos en el 3,20 por ciento
en la comparecencia que tuvimos en junio, y estamos ya en el 5 por ciento
de desviación, como ha dicho el Portavoz socialista y como ha reconocido
el señor Subsecretario, pero incluyendo las cuotas; si no incluyéramos
las cuotas, que es un criterio que utiliza el Grupo Popular y creemos que
es más realista, estaríamos aproximándonos a ese otro 10 por ciento.

En cuanto a las fluctuaciones, no puedo pedir a nadie que haga
previsiones de ningún tipo. No era ésa nuestra intención y por eso digo
que he debido expresarme mal; lo que he dicho es que utilice las medidas
que están a su alcance para estudiar, si es posible, mecanismos de
compensación o cambios en los que se están utilizando. Ya ha expresado el
señor Subsecretario que cree que los módulos es la mejor fórmula, pero
esa fórmula, que cree que es la mejor, produce una serie de desajustes
que, en el futuro, si no se corrige ese sistema de módulos, van a seguir
produciéndose. Habrá que replantearse y estudiar, para que no se
produzcan esas desviaciones en esos conceptos como en otros, esos
mecanismos, no la capacidad de previsión que nadie tenemos sobre la
fluctuación de la moneda. A eso me refiero, a si tiene previsto el
Ministerio estudiar una variación en esos criterios.

Respecto a la política de inversiones, no sólo no hemos criticado, sino
que hemos impulsado y vamos a seguir impulsando una política creciente de
inversiones. Es necesario coordinar la política de inversiones con los
objetivos en política exterior. Si no, la política exterior se va a
quedar en una mera formulación de objetivos que no va a ir acompañada de
la política de medios que es necesaria para poderla desarrollar. Lo que
decimos es que es necesario coordinar mejor las previsiones en este
sentido, la priorización de los objetivos que tiene el Gobierno en
política exterior y coordinar ambas cosas con la política de inversión.

El subsecretario ha hecho un artificio verbal para contestarme al tema de
las cuotas consulares que comprendo perfectamente. Lo que trato de decir
es que, sin entrar en el juicio que me merece en este momento,
comprendemos que a veces hay que hacer frente a pagos inmediatos y a
gastos corrientes, pero lo que habría que hacer, en la misma línea que
hablábamos de la modificación de módulos o de otro tema para no vernos
afectados, quizá haya que sugerir al Ministerio de Economía y Hacienda
mecanismos que nos permitan ser realmente ágiles y eficaces, y no tener
que buscar artificios que compliquen la situación. No quiero profundizar
más en esta cuestión, que probablemente tengamos que tratar en otro
momento.

Ha hablado de que este ajuste de los 7.000 millones afectaba
fundamentalmente a determinados retrasos y obligaciones. Si es posible,
me gustaría que detallara las obligaciones fundamentales que han quedado
aplazadas en este momento, fruto de ese ajuste del que habla. Le
agradezco, una vez más, su información. En trámites posteriores de los
presupuestos tendremos ocasión de seguir hablando sobre este tema.

Nuestra preocupación es mejorar la relación en los presupuestos de
Exteriores con nuestra capacidad de operación en el exterior y coordinar
las necesidades con los presupuestos.

En cuanto a la devolución del montante al que he hecho referencia, que
unos años ha sido mayor y otros, menor, es un gesto que hay que valorar,
porque el Ministerio de Asuntos Exteriores ha ido retrocediendo en su
presupuesto real y operativo y, al mismo tiempo, se han producido
devoluciones al Tesoro. Aunque usted está ajeno a esa responsabilidad,
eso nos hará pensar si es bueno estudiar mecanismos que mejoren la
gestión para que esas necesidades que son crecientes en inversiones, en
gastos corrientes, o en otros capítulos, puedan ejecutarse al cien por
cien e incluso justificar con más crédito y con más peso el aumento de
presupuesto en otros capítulos. Ese es el planteamiento por el que le
exponía la devolución de los presupuestos y



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la liquidación. En todo caso, sí sería bueno que el señor Subsecretario
tuviera esto en cuenta para que, en donde se hayan producido estas no
ejecuciones de presupuestos, en el futuro puedan mejorarse los mecanismos
de gestión.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: Acepto la interpretación que hacía el señor
Presidente, es una solución para estos dos organismos y para los otros
que quedan dependientes. Hay diferencia en el estado de ejecución de uno
y otro. La Escuela Diplomática ha gastado, por ejemplo, 36 millones de
pesetas, y la Oficina de Planificación y Evaluación ya ha gastado el 94
por ciento del presupuesto.

Nosotros valoramos positivamente la gestión del Ministerio de Asuntos
Exteriores. Va a gastar unos cien mil millones de pesetas y creemos que
están bien invertidos y bien administrados. En todo caso, me gustaría
insistir en tres preguntas que le he hecho antes, y quizá por mi falta de
capacidad para sintetizar, no he sabido atraer su atención. Una iba
dirigida a personal laboral y contratado.

En la explicación que se nos añade en el presupuesto global se dice que
el problema de la cotización de la peseta para funcionarios y personal
laboral es lo que ha provocado esa elevación al alza, pero los
funcionarios están ejecutados, en el sentido presupuestario, en un
porcentaje aproximado del 50 por ciento. En algunos sitios, ya veremos
cómo se actúa presupuestariamente. En el personal laboral y contratado
fíjese que hay una evolución muy alta de ejecución: en seis meses, 4.166
millones de pesetas de una previsión de 7.100. Incluso ustedes prevén una
modificación mayor. ¿A qué se debe esa evolución del crecimiento tan alto
de la previsión inicial en personal laboral y contratado? Una devaluación
de la peseta puede tener una fluctuación porcentual, pero es muy alta la
evolución.

La segunda pregunta iba dirigida a algo muy concreto: otros gastos,
créditos disponibles: 2.211 millones. ¿Cuáles son esos otros gastos de
2.211 millones de los que tienen ustedes ya gastados 1.210 millones de
pesetas?
Por último, en inversión nueva hay unos créditos disponibles iniciales de
297 millones de pesetas, muy poco dinero. Esto puede ser el chocolate del
loro, pero son 297 millones de pesetas iniciales, de los que han
contraído ustedes solamente 49. En la inversión de reposición hay una
inversión más alta en reformas, liquidaciones, adquisiciones, donde hay
una ejecución alta. Sin embargo, en esta parte es menor. Mi pregunta era:
¿Esto se debe a que va a haber dificultad, a que no se va a acometer, a
que se ha renunciado a algunas inversiones o puede ser simplemente que se
han aplazado o se van a ejecutar en la otra vertiente del presupuesto?
Estas eran las tres preguntas que quería remarcar y espero la
documentación. Ya tenemos una parte con la presentación de los
presupuestos, donde ya está la ejecución a 31 de agosto, pero está bien
tenerla desglosada.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Martín Mesa.




El señor MARTIN MESA: Muy brevemente, quiero sólo dejar constancia en el
«Diario de Sesiones» el alto grado de aceptación manifestado por los
grupos parlamentarios respecto a la ejecución del presupuesto del
Ministerio, de la sección 12, a 30 de junio de 1994.

Tampoco es de extrañar, dado el alto grado de aceptación, salvo alguna
particular excepción, como la enmienda de totalidad, testimonial a mi
juicio, que en su día en el debate presupuestario del año 1993 planteó el
Grupo Popular. En cualquier caso, el resto de los grupos de la Cámara,
incluso hoy el propio Grupo Popular, ponen de manifiesto que existe un
alto grado de aceptación de la política exterior del Gobierno y,
consecuentemente, un alto grado de aceptación de la ejecución del
presupuesto.

Quiero agradecerle, igual que hacía al principio, al señor Subsecretario
la exhaustiva información que hoy nos ha ofrecido.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Robles.




El señor ROBLES OROZCO: Señor Presidente, sólo quiero hacer una
puntualización. A nuestro Grupo le gusta que nos expresemos nosotros
mismos, no nos gusta que los demás grupos se expresen por nosotros. Yo no
he hecho esas valoraciones, yo me he limitado exclusivamente a valorar
los aspectos de carácter presupuestario, no los políticos de fondo, que
creo que se tratarán en el debate de presupuestos del año 1995.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES (Ezquerra
Calvo): Le agradezco mucho la puntualización sobre la necesidad de
aportar datos sobre la actuación de la Agencia Española de Cooperación y
del Instituto Cervantes. Quizá ha sido por falta de comprensión por mi
parte y por el hecho de que inmediatamente después de mi anterior
comparecencia acudía el Secretario de Estado y automáticamente he
aplicado un paralelismo que no tenía razón de ser. En el curso de la
semana próxima enviaremos la documentación correspondiente.

El señor Ríos hacía referencia a las diferencias de algunos otros
organismos menores. En el caso de la Dirección de Planificación, ese
exceso en el cumplimiento adelantado se debe a que van incluidas algunas
subvenciones a organizaciones no gubernamentales y se pagan de antemano
ante su insistencia.

Contestando a las observaciones del señor Robles, sí puede existir, en
efecto, una notable presencia de las cuotas en el presupuesto general del
Ministerio de Asuntos Exteriores. Creo que esta presencia extraordinaria
en 1994 se debe al hecho fundamental de arrastrar importantes atrasos
respecto a nuestras responsabilidades de 1993. Es decir, que la
proporción sobre el total de 1994 es superior a la de 1993 y va a ser
superior proporcionalmente a la que esperamos sea en 1995.




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En 1995 ese porcentaje será inferior. Creemos que se reajustará, puesto
que se mantiene la misma cantidad. Si bien desaparecen unos atrasos,
aparece la necesidad de hacer frente a nuestras obligaciones en el Centro
Europeo de Investigaciones Nucleares, en el CERN. Así que se mantendrá,
en números absolutos, lo mismo, pero como espero que crezcan los
capítulos de personal y, sobre todo, de gastos corrientes, esa proporción
será inferior en el presupuesto de 1995.

La única forma de hacer frente a las desviaciones que se producen por las
fluctuaciones de la peseta, si bien el mecanismo establecido para el pago
de funcionarios permite evitar que se beneficien de desviaciones en el
caso de fluctuaciones positivas, o sufran disminuciones en el caso de
fluctuación negativa, es un sistema de compensación que al presupuesto le
plantea los mismos problemas. La única forma de solucionarlo es acudir a
Hacienda mediante un expediente.

Lo que de hecho se hace en determinados casos es concentrar, en la medida
de lo posible, adquisiciones de material fungible en España. A veces la
compra de coches de representación, de material de oficina, se hace en
España; otras veces, los gastos de transporte serían tales que no
compensan. Es algo que tratamos de hacer, pero que incide mínimamente
sobre los gastos generales.

En cuanto a la desviación, a la falta de cumplimiento y devolución de
cantidades a Hacienda en los presupuestos de 1993, 1992 y en anteriores,
trataremos de no encontrarnos en esa situación, pero no siempre es fácil.

Lamento no haber contestado a las observaciones del señor Ríos en la
primera respuesta de forma detallada. En lo que se refiere al personal,
al ser el del funcionario calculado en pesetas y haber esos márgenes del
7 por ciento antes de que se produzca la adaptación, hace que sea
inferior y no automática a toda fluctuación, mientras que para el
personal contratado en el exterior, al serle computado en divisas, las
adaptaciones son automáticas; a cada veintitantos de mes, que es más o
menos cuando se calcula y se hace la transferencia, llegan a esas
cuestiones.

He dejado sin contestar un aspecto de las observaciones del señor Robles
sobre cómo íbamos a asumir la disminución del ajuste de 7.000 millones de
pesetas, producida en agosto. Fundamentalmente acudiremos al sistema de
contraer compromisos con el correspondiente AD, pero retrasaremos su
ejecución, en la medida de lo posible, a 1995.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Subsecretario.

Con la intervención del señor Ezquerra termina su comparecencia y
comienza la del Director General del Tesoro y Política Financiera.




--DEL ILMO. SR. DIRECTOR GENERAL DEL TESORO Y POLITICA FINANCIERA (CONTHE
GUTIERREZ), PARA DAR CUENTA DE LA EJECUCION DEL PRESUPUESTO DE LA SECCION
6, DEUDA PUBLICA, A 30-6-94, PREVIA REMISION DE INFORME. A SOLICITUD DEL
GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de expediente 212/000870.)



El señor PRESIDENTE: Comienza la comparecencia del Director General del
Tesoro y Política Financiera.

Tiene usted la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL TESORO Y POLITICA FINANCIERA (Conthe
Gutiérrez): Entiendo que se me ha llamado para que explique la evolución
de la ejecución presupuestaria del capítulo de gastos de la Sección 06 en
los meses transcurridos del año 1994.

Tengo que comenzar diciendo que en el capítulo de Deuda pública lo que
verdaderamente tiene interés económico yo creo que es la política de
gestión de la Deuda pública que en cada momento lleve el Tesoro más que
la ejecución presupuestaria en un año concreto, puesto que el gasto que
presupuestariamente se manifiesta en un año concreto es el fruto
aritmético casi ineludible de la Deuda que estaba viva a 31 de diciembre
del año anterior más aquella parte de Deuda a corto plazo que se haya
emitido a lo largo del año y que tenga vencimiento en el mismo año; pero
quitando esa salvedad relativa a la Deuda con plazo de vencimiento
inferior a un año, el grueso de la carga de intereses en el año 1994 es
lógicamente la consecuencia del tipo de interés de la Deuda que se ha
emitido con anterioridad. En ese sentido, este año 1994, para el conjunto
del año, nos vamos a poder ajustar muy exactamente a la previsión que se
hizo en el presupuesto inicial, que contemplaba una carga financiera, en
el capítulo 3, de 2 billones 860.000 millones, y como se reflejaba en un
cuadro que supongo que se ha distribuido a los miembros de la Comisión,
las cifras que se van a producir van a ser muy próximas a esa cantidad.

Ahora bien, una cosa que es muy importante tener presente cuando se
analiza la carga de la Deuda desde esta óptima presupuestaria que
preocupa lógicamente a esta Comisión, y no desde la lógica de la
contabilidad nacional, en donde se aborda el cómputo de la carga
financiera con una perspectiva más macroeconómica, desde esta perspectiva
estrictamente presupuestaria, que se guía por un principio de caja, hay
que tener presente que la evolución intraanual de la carga financiera, y
en particular de la ejecución presupuestaria, puede dar grandes
sorpresas, carece de interés y tiene una nota de aleatoriedad muy
significativa que hace que las comparaciones interanuales carezcan por
completo de interés.

A principios de año, en enero, ya hubo un primer ejemplo que ilustraba
cómo las tasas interanuales de intereses en la Deuda crecieron
disparatadamente, en el mes de febrero disminuyeron, y muy recientemente,
en el mes de agosto, hemos tenido otro ejemplo muy claro en donde la
comparación interanual hacía que los 450.000 millones de intereses, si no
recuerdo mal, que vencieron el mes de agosto, representaban algo así como
cinco veces lo que venció en ese mismo mes del año 1993. Digo que esa
aleatoriedad creo que es absolutamente impepinable, porque deriva de que
en la carga de intereses los valores al



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descuento se manifiestan precisamente en el mes en el que vencen y,
lógicamente, cuando se trata de letras del Tesoro a doce meses, están en
función de cuántas letras del Tesoro se emitieron doce meses antes en ese
mismo mes. Como se da la circunstancia de que la colocación de cualquier
instrumento concreto, y en particular de letras del Tesoro, en un mercado
que tiene esa inestabilidad y volatilidad que viene caracterizando al
mercado español durante muchos años, es bastante imprevisible, porque si
los tipos de interés están en una senda bajista, las colocaciones del
Tesoro son muy cuantiosas, y lógicamente doce meses después hay una gran
carga financiera que aflora; si por el contrario estamos en una fase de
incertidumbre en los mercados financieros de posible alza, la demanda se
retrae, el Tesoro emite poco y doce meses después, ceteris paribus, hay
pocos intereses.

En lo relativo no ya a letras del Tesoro sino a los otros instrumentos,
bonos y obligaciones, la carga financiera y su distribución a lo largo
del año está en función de un factor que es cuándo se le pone la fecha de
vencimiento de cupón a los bonos que se van a emitir. A lo largo del
primer semestre del año 1993, a las emisiones que hicimos de bonos y
obligaciones les pusimos el vencimiento del primer cupón, no exactamente
a los doce meses justos, sino un poquito más, con vencimiento el 30 de
agosto, precisamente para que así el perfil de las necesidades
financieras del Tesoro a lo largo de 1994, primer año en que no íbamos a
tener posibilidad de apelar al Banco de España, estuviera un poco más
desahogado. Eso se ha traducido en que, lógicamente, la carga de
intereses de ese mes de agosto, en el que se han devengado muchos
cupones, haya experimentado un alza interanual muy significativa.

Yo creo que por eso la evolución en un período concreto, o en particular
en un semestre, de una rúbrica presupuestaria como ésta, la carga
financiera de intereses carece de toda importancia económica y
presupuestaria. Lo importante es que el crédito para el conjunto del año
esté bien estimado y, como decía con anterioridad, en este año 1994 creo
que se ha estimado con bastante precisión. Por eso, responderé con mucho
gusto a alguna pregunta concreta o general que se me quiera hacer.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Director General.

Por el Grupo Parlamentario Popular, el señor Montoro tiene la palabra.




El señor MONTORO ROMERO: Gracias, señor Conthe, por su comparecencia hoy
aquí, a solicitud del Grupo Parlamentario Popular, para clarificar la
evolución de la Deuda pública en nuestro país.

La evolución de la Deuda pública, resultante de la cuenta financiera del
Estado, es sin duda importante para examinar la evolución del conjunto
del presupuesto de una nación, e incluso es necesario hacerlo así porque
es la cuenta donde se manifiesta realmente por así decirlo --aunque
parezca financiera o que no sea real, ocurre lo contrario, se manifiesta
de forma completa-- lo que en otras formas no aparece como operación a
cargo del Estado. Por tanto, cuando se quiere adquirir esa visión
completa, es obligado examinar la evolución.

Yo le voy a hacer una serie de preguntas, agradeciéndole además el envío
de la documentación que hemos recibido, sobre la evolución de la Deuda
pública y la carga de intereses obviamente, y quiero dejar bien claro
desde el principio que esas preguntas tienen una orientación dirigida
exclusivamente al mayor conocimiento. Es decir, no es el momento de
establecer un debate político sobre la evolución de la Deuda pública en
España, etcétera; ocasión habrá, y pronto, para llegar a ese debate
político y, desde luego, no será con el señor Conthe exactamente. Dada su
condición de alto funcionario, quiero explicitar cuál es la orientación
de la preguntas, que es la clarificación de esta importante cuenta, la
resultante --decía-- de las otras cuentas de la evolución de los
Presupuestos Generales del Estado. Creo que ésta es una matización
importante para entender el significado de las preguntas que le voy a
hacer, y luego ya juzgará usted las que crea conveniente responder, la
precisión de su respuesta, etcétera.

En primer lugar, decía que le agradezco el envío del documento, porque
efectivamente es valiosa la información que contiene (no sé si lo tiene
usted delante en este momento, es el remitido a esta Comisión para que
tuviera lugar la comparecencia en torno al mismo), sobre el que le voy a
hacer unas preguntas a veces elementales, pero creo que es importante que
clarifiquemos de una vez, en primer lugar, cómo se mide la Deuda del
Estado. Hay una primera divergencia con la cifra que aparece en el
documento como Deuda viva del Estado a 31 de diciembre de 1993, que debe
ser nuestro punto de partida. En la segunda página del documento aparece
como Deuda viva del Estado la cifra de 26,6 billones de pesetas a 31 de
diciembre y, sin embargo, esa cifra no coincide con la que aparece en las
estadísticas del Banco de España; estadísticas importantes porque son las
que maneja la comunidad financiera e importantes porque aparecen bajo el
epígrafe de la divergencia con Europa y, por tanto, son las que están
estimando el cumplimiento del objetivo del Tratado de la Unión Europea.

Es decir, ahí hay una primera divergencia, y es una divergencia
importante. La cifra que aparece en las estadísticas del Banco de España
son 28,4 billones de pesetas. Quisiera preguntarle exactamente adónde
lleva ese tipo de divergencias, porque, obviamente, para calcular, por
ejemplo, la posición de la Deuda de las administraciones públicas
españolas, el 26,6 a finales de diciembre de 1993 es una cifra
relativamente baja, desde la que cuesta mucho llegar a la evaluación de
lo que es la participación de la Deuda pública en el conjunto del
producto interior bruto español. Esta sería la primera cuestión.

En segundo lugar, querría preguntarle, si he entendido bien el primer
cuadro del documento, a qué se debe la divergencia entre el presupuesto
inicial y el presupuesto final previsto, divergencia del orden de 400.000
millones de pesetas, del capítulo 9. También quisiera saber a qué obedece
el que, dentro de ese capítulo 9 --imagino que es un neto, pero ahora me
explicará usted el concepto exactamente--, aparezca otra desviación en la
Deuda asumida, que es la Deuda menos importante cuantitativamente, pero



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también me gustaría conocer cuál es la causa de que la Deuda asumida se
desvíe, o sea, qué tipo de asunciones de Deuda se están llevando a cabo.

Convendría precisarlo para tener un conocimiento exacto de cómo está
evolucionando esta partida.

En lo que se refiere a la evolución del saldo vivo, en la página 2 del
documento --no están numeradas, pero estoy siguiendo el orden inicial--
observamos que desde el 31 de diciembre de 1993 hasta agosto, último dato
que aparece en el documento, la evolución de la Deuda viva es de 3
billones de pesetas. Incluso, observamos también que algunos meses la
evolución es bastante rápida. Por ejemplo, tenemos crecimientos de un
billón de pesetas en un solo mes, etcétera. Usted nos ha dicho hace un
momento que la previsión presupuestaria del incremento de la Deuda viva
neta era de 2,8 billones. Yo creo recordar, lamento no tenerlo a mano,
que la cifra de la cuenta financiera del Estado, que aparece en el
informe económico financiero del presupuesto en vigor, el publicado a
finales del año anterior, era mayor que ésta. Se estaba dando el permiso
para una emisión del orden de 4 billones de pesetas, más o menos, 4 ó 4,1
billones de pesetas, la variación de pasivos en términos globales, el
resultante del déficit y de la variación de activos financieros. La
pregunta es: ¿estos 3 billones de pesetas con qué hay que ponerlos en
relación? ¿Con ese otro total del que yo hablaba o con el que usted, en
esa breve introducción que nos ha hecho, acaba de referirse? Quiero decir
¿cuánto queda por emitir en los próximos meses? Esa será la auténtica
pregunta en relación con la cifra presupuestada. Saldo vivo.

Dentro de este mismo cuadro también es interesante la evolución de la
columna que recoge la posición del Banco de España. En cuanto a los
depósitos en el Banco de España, la utilización de ese crédito --creo que
se llama crédito especial del Banco de España--, la evolución de esto se
supone que esta columna está reflejando el saldo neto del depósito que el
Tesoro tiene en el Banco de España que se dotó el año anterior (es una
operación financiera bien diseñada para conseguir ahorro de costes, y eso
se acusa en la evolución de los gastos financieros del Estado), pero
observo que es raro que en estos últimos meses nos vayamos ya a valores
positivos en ese saldo. Me parece que realmente se está utilizando ese
crédito más de lo que se está utilizando el depósito que debería restar
esa condición. Me llama la atención la evolución positiva; es decir,
¿está el Tesoro adquiriendo una posición deudora con el Banco de España?
¿Está incrementándose el total de deuda? Esta es la pregunta en relación
con esos niveles que aparecen ahí.

También quiero preguntarle por el futuro de ese crédito. No conocemos
exactamente cuáles son las condiciones de futuro de ese crédito, porque
he visto que en estos mismos cuadros aparece ya en la proyección a medio
plazo que va disminuyendo ese crédito. Supongo que hay una previsión de
ir utilizándolo cada vez menos.

Quiero preguntarle su criterio sobre cuál es la situación del peso
comparado de los diferentes instrumentos de Deuda pública, que aparecen
reflejados en el cuadro, qué le parece. Evidentemente ha habido una
estrategia de ir a vencimientos a medio y largo plazo. Ahora comentaremos
si esto tiene más sentido en un horizonte, en un pronóstico cada vez mas
difícil de tipos de interés, con una curva de rendimiento más normal,
como parece que se va estableciendo. ¿Cómo ve esa ponderación el Director
General del Tesoro? (Pausa.)
Perdone que haga estos paréntesis, pero es que vamos examinando las
estadísticas.

En lo que se refiere a amortizaciones de la Deuda en este caso el cuadro,
más que clarificar, lo que hace es dar una opinión que no es real. Es
indicativo el cuadro de vencimientos, pero se supone que es el cuadro de
vencimientos de obligaciones ya contraídas, evidentemente. Lo que es de
resaltar en este cuadro es la importancia de ese volumen de vencimientos
en el año 1994, pero, obviamente, el resto de las cifras no tienen
sentido, no tienen demasiada utilidad. Quizá puede tener utilidad la del
año 1995. Los vencimientos del año 1995 pueden ser verídicos en función
de la estructura actual de la Deuda, pero los otros evidentemente no.

Supongo también que el hecho de que la columna de las letras del Tesoro
se agote el próximo año no significa que se vaya a renunciar a esto, sino
que se seguirá utilizando, por lo que decía, porque en una estrategia
lógica de financiación lo más barata posible, cuando las perspectivas del
tipo de interés son las que son desgraciadamente --advirtamos que
desgraciadamente para todos--, no sería lógico renunciar y seguramente no
sería posible.

Enlazando con la pregunta anterior, me gustaría que nos aclarara cuál es
el significado de la evolución de la columna del Banco de España.

El gráfico sobre evolución de la deuda es un gráfico interesante por lo
que resume. Viene a decir que para el año que viene prácticamente un 30
por ciento de la Deuda viva va a registrar un vencimiento, y éste es un
dato importante que se contiene cara a lo que puede ser la demanda del
Estado de nueva financiación en los mercados, y en un ambiente alcista de
tipos de interés, la presión que se puede ejercer a la vista de lo que
viene en cuanto a amortización de Deuda viva, puede ser también
importante. Quiero preguntarle su criterio, en la medida en que --por eso
ya le advertía antes-- usted puede admitir un criterio de este tipo; le
traslado mis reflexiones y usted ya valora la longitud de su respuesta,
obviamente. Estamos ante asuntos delicados cuya influencia sobre los
mercados es evidente, y a usted no le vamos a pedir jamás que traspase
los límites de su condición.

En el cuadro del coste financiero medio --éste es un gran asunto por su
consecuencia sobre presupuestos, obviamente--, la evolución de dicho
coste se detiene en el año 1993, y sería oportuno conocer cuál es la
evolución en el año 1994; quizá hablar de 1995 sea excesivo, pero también
sería interesante, a efectos no sólo de observar lo que ha ocurrido en el
año 1994, sino también de valorar los presupuestos de 1995. Por lo menos
nos gustaría conocer exactamente la evolución en el año 1994, porque,
obviamente, ahí está la clave de la evolución de la carga e intereses de
los gastos financieros del Estado.

Asimismo, querría preguntarle sobre este cuadro que se refiere a nuevas
emisiones, es interesante el cuadro, pero



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también sería bastante oportuno que nos facilitara cuál es el coste de la
Deuda viva, el coste medio, el coste financiero del stock de Deuda en
nuestro país, porque también eso aclararía bastante la estimación de lo
que puede ser la evolución de esos gastos financieros del Estado en los
próximos ejercicios.

Lo demás son informaciones relativas y muy puntuales, muy concretas,
referidas a la evolución de las subastas. No sé si estará usted en
disposición de responder a la última pregunta, no por lo delicada sino
porque es bastante complicada. Se refiere a lo que podríamos llamar la
visión agregada de la Deuda. Empieza a complicarse de tal manera saber,
en primer lugar, en porcentaje del producto interior bruto, cuál es la
Deuda pública en España, porque, desde luego, es asombroso que en el
informe económico financiero que se nos ha facilitado ayer mismo, junto a
la documentación de presupuestos, aparezca una revisión al alza de la
Deuda pública que la eleva hasta el umbral --y hablo del año pasado--,
del año 1993, casi un 60 por ciento, un 59,8 por ciento en el año 1993
exactamente. Esta es una previsión que realmente nos gustaría que se nos
explicara, cómo es posible que ya estemos, el año pasado, rozando el
famoso, el tan traído y llevado límite de Maastricht; ya estamos ahí, en
el límite de Maastricht el año pasado, pero --si me permite la
expresión-- sin comerlo ni beberlo; es decir, no nos habíamos enterado.

Entonces, ¿cuánto ha crecido la Deuda el pasado año? ¿Cuál ha sido el
crecimiento de la Deuda en porcentaje del PIB el año 1993? ¿Qué pasa en
el año 1994, a partir de ello --y ésta es la pregunta, completando además
la del pasado 1993--, qué ocurre en el año 1994 cuando el Ministro de
Economía y Hacienda, en la primera presentación parcial que hace de los
presupuestos --no en la de ayer sino en la de la semana pasada--, dice
que en España la Deuda pública será del 63 por ciento sobre el producto
interior bruto, este año, el año 1994? Entonces, ese 63 por ciento, ¿con
qué lo comparamos? Es una opinión además despolitizada. ¿Cómo se compara
esto? ¿Con el 59,7 revisado? ¿Con el 57 que se estaba dando? ¿Cuál era la
cifra del Banco de España? Era un 56 por ciento. Estamos jugando con
cantidades del producto interior bruto que usted coincidirá conmigo en
que ya son una auténtica maravilla pero en sentido negativo. Es decir,
tenemos que conocer esa evolución de la Deuda pública, puesto que este es
un criterio de Maastricht, un criterio exigente de comportamiento
económico para cumplir la integración de España en la Unión Económica y
Monetaria de Europa, y lo que no podemos es, cada vez que hagamos una
estimación de éstas, quedar confundidos y supongo que les pasará a todos
los expertos de este país y de otros cuando vean la evolución de nuestra
Deuda pública. Usted que es quien la financia tendrá una idea exacta de
lo que está ocurriendo y lo que significa ese incremento hasta el 63 por
ciento del producto interior bruto de este año.

Si hacemos el supuesto de comparar el 63 por ciento con lo que era la
cifra conocida --pongamos un 57 por ciento del año pasado--, estamos
hablando de seis puntos del producto interior bruto del año 1994 y de un
incremento de Deuda pública de 4 billones de pesetas, que no se
corresponde ni con la ejecución hasta agosto, con los volúmenes de
emisión neta hasta agosto, ni se corresponde con las necesidades de
financiación que se nos anuncian. ¿O es que las necesidades de
financiación del Estado son distintas y ahora viene lo fuerte, viene lo
duro, en este último trimestre o cuatrimestre del año? ¿Qué ocurre aquí?
Insisto en la idea de que, en la medida en que usted esté capacitado para
responder, es importante, porque es de gran utilidad para todos los
españoles.




El señor PRESIDENTE: Por Izquierda Unida, Iniciativa per Catalunya, tiene
la palabra el señor Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: Yo voy a ser breve, le voy a hacer solamente tres
preguntas, y van dirigidas al primer estado que se nos entrega, donde hay
una especie de liquidación, presupuesto final previsto, en el capítulo 3,
es decir, pago de intereses, y en el capítulo 9. La verdad es que las
obligaciones reconocidas a 31 de agosto, en lo que pudiéramos llamar la
Deuda en letras del Tesoro y Deuda a medio y corto plazo --el programa
011.A--, evolucionan más a favor de la Deuda a medio y largo plazo que a
favor de la Deuda a corto plazo. Eso es positivo, pero hay un grado de
ejecución muy alto. Tenemos ya contraído un volumen importante en pago de
intereses y hay una minoración en la Deuda asumida, que pasa de una
previsión inicial de 76.000 millones a 72.000, con una ejecución a
47.000, o sea, que todavía va a terminar liquidándose más a la baja. ¿A
qué se debe esa minoración de esta previsión inicial?
En el programa 011.B, diferencias de cambio, también hay un estado de
ejecución muy bajo: una previsión del presupuesto final de 15.500
millones se queda en una ejecución en agosto de 2.451. Es el programa de
diferencias de cambio.

Luego ya coincido en una precisión que hacía el portavoz del Grupo
Popular sobre el tema de la desviación de la amortización, no prevista,
porque hay un incremento importante, tanto en la Deuda a medio y largo
plazo, que pasa de 1.436 millones a 1.800, como en lo que son las
divisas, que también crecen de 214.000 a 236.000. ¿A qué se debe esa
evolución del volumen de amortización, del dinero que tenemos que
amortizar y pagar por parte del capítulo 9 sobre la previsión inicial, en
algo que podría estar tan medido, máxime cuando estamos caminando más
hacia Deuda a medio y largo plazo?
En el cuadro de amortizaciones de Deuda del Estado, que llega, según el
papel que nos ha entregado, al 2024, por el tema del Banco de España, que
tiene una previsión de 16.214 desde el año 2010 al año 2024 --no me
refiero a eso--, hay un total de amortizaciones para el año 1994 de 11,2
billones, unas letras del Tesoro de 9,2 billones y unas negociables de
1,7 billones. ¿Qué previsión de esa amortización del año 1994 se puede
desplazar al año 1995? Según este cuadro de amortizaciones previstas, la
previsión del 95, la parte de deuda viva es de 8 billones de pesetas. No
sé si estoy equivocado. La previsión de 1994 es de 11,2. Qué posible
desplazamiento se puede producir al final de 1994 sobre el 1995 o si
estas cifras van a ser bastante acertadas.




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En cuanto a la deuda total, a la deuda viva, hay una proyección muy alta
sumando letras del Tesoro y deuda a medio y largo plazo, el total,
incluido el Banco de España, al 30 por ciento en el ejercicio de 1995. ¿A
qué se debe esa evolución tan alta para el próximo ejercicio cuando
después las previsiones las vuelven a bajar y las vuelven a situar en una
cota ya más asequible en 1996 y 1997? Decía antes el portavoz del Grupo
Popular que lo situaba en el 30,22 por ciento para el año 1995. Estos son
los datos del perfil de vencimientos, al margen de lo que vaya a venir
con posterioridad en función de las distintas negociaciones.

En todo caso, me imagino que serán datos técnicos y, en la medida que sea
posible, me gustaría conocer esta evolución.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Hernández Moltó.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Muchas gracias, señor Presidente.

Intervengo muy brevemente porque ya, realmente, se ha hecho un recorrido
rápido y exhaustivo sobre todas las cuestiones que podrían ser
puntualizadas en un debate particular, porque la verdad es que discutir
el estado de ejecución de la Sección 06, deuda pública, no deja de ser un
debate casi conocido «a priori», porque probablemente es la sección
presupuestaria que juega a ciencia cierta desde el principio sabiendo las
amortizaciones que se puedan producir, los pagos que se puedan producir
en la medida en que culminan los períodos comprometidos, por lo tanto, en
la que difícilmente se producirán desviaciones importantes en cuanto a lo
que es propiamente el ejercicio presupuestario y las obligaciones
presupuestarias contenidas en lo que son las obligaciones de intereses y
las amortizaciones. Sin embargo, probablemente fuera más útil hacer un
debate de la deuda pública mucho más cualitativo que cuantitativo.

Porque, de hecho, lo que estamos haciendo en un debate como éste es
comprobar los aciertos o los errores de los compromisos de deuda que el
Gobierno pudo establecer en un momento determinado, a través de la
Dirección General del Tesoro, por no tener un foro más permanente de
seguimiento de uno de los instrumentos fundamentales de financiación del
Estado y una pieza presupuestaria tan importante como ésta. Curiosamente
es una pieza que se escapa algo al control presupuestario habitual
porque, de hecho, la política de deuda pública no queda anclada en el
momento en que se aprueban los Presupuestos Generales del Estado en el
Parlamento, queda anclado a unos objetivos (de endeudamiento, de
déficit), pero realmente no es una de las partidas o de los instrumentos
de política económica más rígidos que tenga el Gobierno. Probablemente
por eso, a lo mejor, un debate como éste es un debate algo extraordinario
e incluso, si se me permite, bastante carente de interés en el momento en
que se está produciendo como ejecución presupuestaria. De ahí que mi
Grupo, más que formular alguna pregunta --sólo formularé una--, haría una
invitación o una reflexión en voz alta, en la absoluta convicción de que
los grupos parlamentarios la acogerán con el nivel de simpatía que
tendemos que merece. Se trataría, probablemente dentro de esta Comisión
de Presupuestos (cabría también en la Comisión de Economía y Hacienda,
aunque nos pronunciaríamos más por ésta), de dar un carácter más
periódico de seguimiento a la deuda pública del Estado, porque es curioso
que tengamos una cita permanente y periódica con la política fiscal, de
tal manera que el Secretario de Estado de Hacienda periódicamente, cada
cuatro meses, viene a dar cuenta de lo que es la evolución de los
ingresos y gastos del Estado. Tenemos una cita también periódica con
nuestro balance comercial y, sin embargo, no la tenemos en relación a
nuestro balance financiero.

La reflexión que de este debate haríamos es la invitación al Gobierno, y
a través del Gobierno al Director General del Tesoro, para que pudiéramos
ir haciendo un seguimiento más habitual de la política, pero,
fundamentalmente también, para extraer otras conclusiones que quizá no
son cuantitativas, que son también cualitativas, pero del máximo interés,
y es la información que pudiera medir el efecto o el impacto que las
políticas económicas tienen en los mercados financieros internacionales.

Sin duda, uno de los temas de más interés que puede tener una decisión
del Gobierno no lo mide tanto un titular de un periódico nacional como la
respuesta de los mercados financieros, como el diferencial de nuestras
condiciones de emisión o de deuda con los tipos internacionales, cómo
reciben los mercados financieros internacionales nuestras salidas en un
momento determinado. Creo que esos son indicadores del seguimiento de la
política económica y presupuestaria del Estado a los que, curiosamente
--sé que el señor Director General del Tesoro está de acuerdo conmigo--,
quizá el Parlamento ha estado un poco de espaldas, haciendo, sin embargo,
reflexiones algo forzadas como ésta de intentar darle un carácter de
control importantísimo a la evolución de la Sección 06 de los
Presupuestos Generales del Estado, cuya desviación probablemente casi
apenas se puede producir. Esta sería nuestra reflexión-invitación.

También querría hacer una pregunta sobre cuál es la valoración del señor
Director General del Tesoro y Política Financiera en relación a la
posición en que queda España en el «ranking» de deuda dentro de los
países de la Unión Europea, después de haber atravesado los años de
dificultades económicas, puesto que probablemente nuestra situación --es
una apreciación que hago «a priori»-- no sólo no ha perdido posiciones en
ese «ranking», sino que probablemente, incluso relativamente, ha tenido
un nivel de impacto menos negativo que han tenido otros países. Sí tendrá
el señor Director General mayor información que yo para poder hacer una
valoración de la salida de la crisis en España en cuanto a lo que supone
su posición en el mercado de endeudamiento.




El señor PRESIDENTE: Señor Director General.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL TESORO Y POLITICA FINANCIERA (Conthe
Gutiérrez): Me alegra el contenido de todas las preguntas porque me van a



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permitir explicar algunos aspectos técnicos, que, si no, se pueden
prestar a veces a malos entendidos cuando se analizan las cifras.

El primero --respondiendo a varias de las preguntas que ha hecho el señor
Montoro-- es cómo se mide la deuda pública y por qué hay discrepancias.

La Ley General Presupuestaria, atendiendo a que históricamente el Banco
de España siempre había dado al Estado más créditos que el importe de la
cuenta corriente del Tesoro del Banco de España, dijo, a mi entender con
muy buen criterio, que cuando se calcule la deuda del Estado, con el
Banco de España se calcule el importe neto entre los créditos singulares
que el Banco de España haya dado al Estado y el saldo que tenga la cuenta
corriente del Tesoro en el Banco de España. Tradicionalmente esa
diferencia neta siempre era deudora y el Estado tenía una deuda neta
contra el Banco de España porque los préstamos que éste había dado eran
muy superiores al saldo que tenía el Tesoro.

Por eso, de acuerdo con la legislación vigente, cuando calculamos la
cifra de deuda viva, el saldo en el Banco de España siempre era un saldo
deudor neto. La singularidad que se produjo en diciembre de 1993 fue que,
por primera vez, puesto que emitimos mucha deuda en los últimos meses,
especialmente de 1993, el saldo de la cuenta corriente del Tesoro del
Banco de España fue muy superior a los créditos que había dado a lo largo
de años pasados al Tesoro, de forma que el importe de esos créditos
totales era del orden de un billón novecientos mil millones, por hablar
en cifras redondas, que figuran en el balance del Banco de España, y que,
de acuerdo con los que estableció la disposición transitoria sexta de la
Ley General de Presupuestos del año pasado, han quedado consolidados en
un préstamo con vencimiento de hasta veinticinco años. Ese importe de un
billón novecientos mil era muy inferior a los 3,2 billones de dinero en
efectivo que el Tesoro tenía en el Banco de España. Lo que figura en este
cuadro es la diferencia neta entre esos dos importes, los 3,2 billones de
dinero en efectivo que tenía el Tesoro en el Banco de España menos 1,9
billones de deuda con el Banco de España. Por eso, sale una posición
acreedora neta del Tesoro en el Banco de España y por eso es por lo que
aparece con signo negativo minorando el resto de la deuda. Esa es la
definición legal todavía vigente.

Cuando se aprobó el Tratado de Maastricht, en particular el Protocolo
sobre déficit excesivos, se previó un desarrollo reglamentario, que se
hizo en el pasado diciembre por el Consejo de Ministros, en el que se
especifican las definiciones necesarias para calcular los déficit de los
países con una metodología armonizada.

De las definiciones que figuran en este Reglamento de diciembre del año
pasado parece deducirse, aunque al principio no estaba claro, pero las
disposiciones posteriores de los países con la Comisión así parecen
demostrarlo, que lo que se pretende es que la cifra de deuda que se
compute por cada país a efectos de si cumple o no el límite del 60 por
ciento, sea una deuda bruta por completo, donde no se puedan netear,
compensar, los saldos activos de tesorería que tenga cada Tesoro en su
Banco central. De forma que la cifra que hemos comunicado el pasado
septiembre a la Comisión a efectos de ese Protocolo de déficit excesivo,
es mayor que la que dábamos antes porque antes lo dábamos en estos
términos. El saldo del Tesoro en el Banco de España lo deducíamos y
dábamos esa partida en términos netos.

Si el Protocolo de Maastricht así lo exige, habrá que dar la cifra de
deuda bruta, pero desde el punto de vista financiero, creo que la
legislación española todavía vigente está mejor concebida, por dos
razones. Una primera, porque, a afectos de calcular la dinámica de la
deuda a lo largo de años futuros, lo que verdaderamente tiene relevancia
es la cifra de deuda neta, porque el saldo que tiene uno en cuenta
corriente se lo puede gastar en un determinado momento y es un sustituto
directo de la emisión de Deuda. Dicho al revés, a veces, la cifra de
deuda bruta, como ocurrió en España en el año 1994, puede crecer
desmesuradamente no porque haya una situación presupuestaria
descontrolada, sino porque el Tesoro aprovecha una coyuntura favorable
para emitir mucha deuda a largo plazo y a tipos bajos, precisamente para
precaverse ante posibles turbulencias que se produzcan en los meses
sucesivos. De forma que si se calcula la cifra en términos brutos, se
puede uno llevar un susto si se atiene a la deuda bruta, preguntándose
qué ha pasado en este país en el año 1993, cuya deuda de circulación ha
crecido de esa forma tan brutal. Puede parecer que se debe a un
desequilibrio presupuestario brutal. Desde luego, sin minusvalorar el
grave desequilibrio que tuvieron la economía española y el Estado en el
año 1993, lo cierto es que una parte muy significativa de las emisiones
brutas de 1993 se guiaron por el principio de acumular liquidez en
condiciones favorables. Es decir, el año pasado actuamos como la hormiga,
que acumula provisiones para un posible invierno financiero que,
desgraciadamente, la realidad se encargó de desbaratar, cuando a partir
del mes de febrero empezó a haber graves turbulencias en los Mercados de
renta fija y pudimos emitir poco.

Con lo cual, atengámonos al criterio de Maastricht a efectos de la
provisión de cifras a la Comisión Europea, pero me parece que tiene
sentido seguir manteniendo la cifra de deuda neta a efectos internos y,
desde luego, a efectos presupuestarios. De todas formas, nada impediría
que en una ley presupuestaria próxima, si se quiere, se pueda definir la
cifra de deuda en términos brutos sin deducir de ellos los saldos de
Tesorería que tenga el Banco de España.

Quitando ese hecho, que creo que explica la diferencia esencial y que
hace que las cifras brutas y netas difieran casi en cinco puntos del PIB,
en esos 3,2 billones de diciembre, que es lo que justifica que, en
términos netos, estuviéramos en el 55 y, en términos brutos, con esa
nueva contabilidad, estemos casi en la frontera del 60 por ciento, sin
que eso suponga una mala gestión o un déficit oculto por algún sitio,
creo que nada impediría, si se quiere hacer esa modificación en la Ley
General Presupuestaria.

En realidad, desde el año 1989, cuando se introdujo una modificación en
la Ley General Presupuestaria, dejamos de compensar a efectos del cálculo
de la deuda bruta un concepto que incluso con anterioridad sí se podía
compensar, que era el saldo de Tesorería en el Banco de España, no ya del
Tesoro en el sentido estricto, sino de los organismos



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autónomos. Ya en el año 1989 parecía que no tenía sentido que, a efectos
del cálculo de la Deuda del Estado, el Estado dedujera las posiciones de
tesorería que puedan tener los organismos autónomos en el Banco de
España, y lo que parecía lógico era limitar esa deducción únicamente a
los saldos del Estado. Se puede dar otro paso y excluir esa partida como
sustraendo y computar la deuda bruta, siendo consciente de que, desde un
punto de vista de gestión financiera, lo relevante es la deuda neta,
porque no es lo mismo tener 30 billones de deuda en circulación y tres
billones de dinero contante y sonante en el Banco de España, que tener 30
billones de deuda y no tener ni un duro en el Banco de España. Lo
relevante financieramente es la deuda neta.

Quitando esas diferencias significativas, hay dos matizaciones --que
también querría mencionar-- que, con muchísimo menor impacto, a veces
también influyen en las cifras de deuda. Una primera es la expresión de
la deuda en términos nominales o en términos efectivos. En la medida en
que las letras del Tesoro son instrumentos al descuento, hay una
diferencia entre el precio a que se emiten y el precio final, y la
diferencia son los intereses explícitos. Nosotros, como parece lógico, en
las cifras de deuda viva computamos las letras del Tesoro por su valor
efectivo, es decir, por el valor al que las emitimos, porque la
diferencia entre su efectivo y su nominal, como interés, lo computaremos
ya como gasto en el presupuesto en el ejercicio en que venza. Ahora bien,
a veces, en la cifra de deuda se utiliza no el valor efectivo sino el
valor nominal. Es decir, cada Letra del Tesoro en circulación se valora
por un millón de pesetas, en vez de valorarse por las ochocientas y pico
mil pesetas por la que nosotros la emitimos. Eso produce a veces algunas
pequeñas discrepancias, y las cifras que aparecen aquí son efectivas. Es
decir, que si incluyéramos los intereses implícitos en las letras del
Tesoro vivas, saldría una cifra un poco mayor.

Una tercera fuente de discrepancia, no tanto en las cifras de deuda viva,
sino en la comparación de las cifras de deuda viva entre dos, se debe a
la asunción de deudas por el Estado. En la asunción de deudas por el
Estado se sigue un régimen que, a mi entender, no es demasiado
clarificador desde el punto de vista financiero, pero que está inspirado
en las reglas de contabilidad nacional que rigen el cómputo de esta
materia. Desde el punto de vista presupuestario, cuando la Ley de
Presupuestos de cada año en un artículo, y luego en un anexo, establece
que el Estado asumirá doscientos y pico mil millones de deuda del INI, y
recientemente también de Televisión Española, en el Tesoro esa deuda, ese
pasivo lo damos de alta de inmediato el uno de enero, que es la fecha en
que la asunción surte efecto, aun cuando curiosamente esa asunción de
deuda, desde el punto de vista presupuestario, no se computa como gasto
hasta que no vencen los intereses y el principal correspondiente a esa
deuda asumida. En la medida en que nosotros las asunciones de deuda las
computamos cuando jurídicamente surten efecto, a veces nuestras cifras de
aumento de pasivos no encajan exactamente con las cifras de déficit,
porque nuestras cifras de aumento de pasivos dan más porque reflejamos
como genuino gasto esa asunción de deuda que presupuestariamente, sin
embargo, no se computará como gasto hasta que no exija pagos materiales
por caja por el Tesoro, ya sea en concepto de intereses o en concepto de
principal.

Una segunda pregunta que me hacía el señor Montoro aludía al capítulo IX,
y luego ha vuelto a resurgir en otras preguntas. A mí me parece que el
capítulo IX, idealmente, lo mejor era suprimirlo del presupuesto, porque
es un capítulo que lo único que hace es producir confusión. Es un
capítulo que se refiere al principal de las operaciones de deuda. Aunque
desde el punto de vista contable, de control del gasto y que en el Tesoro
no desviemos ni una sola peseta, desde una perspectiva de control de las
pesetas gastadas por el Estado, tiene sentido esa lógica de meterlo en el
presupuesto, pero desde el punto de vista económico desvirtúa cualquier
comparación. Primero, por eso, porque es una magnitud que refleja el
vencimiento de principales, y si el Tesoro, como ha ocurrido
recientemente, ha logrado alargar el plazo de vencimientos de la deuda,
al año siguiente aparece por capítulo IX un importe menor, sin que eso
suponga que el presupuesto ha mejorado. Lo relevante en el presupuesto
son los gastos no financieros. La evolución de este capítulo IX tiene
escasísimo interés, exclusivamente a efectos de gestión de la deuda. Pero
es que todavía hay más. De acuerdo con la Ley General Presupuestaria, los
instrumentos al descuento y las letras del Tesoro, que son una parte muy
significativa de los instrumentos de financiación del Tesoro, se aplican
al presupuesto por capítulo IX al final del año y por el neto. Es decir,
que cada vez que hay un vencimiento de una Letra del Tesoro no se aplica
como gasto por capítulo IX, sino que se lleva en una cuenta especial
contable, cuyo importe neto --neto entre las emisiones y los
vencimientos-- se imputa al capítulo IX normalmente no por el lado de los
gastos, sino, lógicamente, por el lado de los ingresos, porque cada año
emitimos más letras que las que vencen.

Yo, algunas veces, propongo que se suprima o por lo menos que mentalmente
se olvide uno del capítulo IX, porque, si no, genera confusión y da
imágenes erróneas. Un ejemplo de percepción errónea que se puede sacar
del capítulo IX es cuando se dice que el proyecto de presupuestos para el
año 1995 contempla una subida del gasto inferior al tres por ciento. Eso
es así si se computa en el capítulo IX, donde el gasto previsto para 1995
es menor que en 1994. Pero lo relevante económicamente, que es el gasto
no financiero, crece más, un poco menos del cinco por ciento.

Por consiguiente, yo no me preocuparía para nada del capítulo IX ni en lo
relativo a la Deuda del Estado en sentido propio ni en lo relativo a la
deuda asumida, porque, dicho sea de paso, en cuanto a la evolución
interanual, durante los ocho primeros meses este capítulo tiene también
esa aleatoriedad que tienen los capítulos relativos a intereses. Los
vencimientos se producen no diría al tuntún, pero sí en función de la
fecha de vencimiento que pusimos a estas deudas cuando, a lo mejor, hace
tres años que las emitimos y, por ejemplo, pusimos agosto, pero podíamos
haber puesto junio o septiembre. Hay una aleatoriedad, no hay ningún
patrón estacional de vencimientos de deuda y,



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por consiguiente, el hecho de que en los ocho primeros meses estemos muy
por debajo de lo que se había previsto o muy por encima creo que carece
de todo significado económico.

La tercera pregunta que me hacía el señor Montoro es por qué la evolución
de la deuda en circulación desde 1 de enero o desde 31 de diciembre de
1993 hasta el 31 de agosto refleja un aumento de tres billones cuando la
cifra de déficit de Caja hasta ese mes es menor. Yo creo que por una
razón esencial. El déficit de Caja es una magnitud incompleta que no
refleja la totalidad de gastos en que incurre el Estado. Ya he dicho que
uno de los conceptos que no se incluyen en el déficit de Caja es la
asunción de deuda. La verdad es que ese criterio afecta a la comparación
agosto-enero, porque en la medida en que con efectos 1 de enero el Estado
asumió 218.000 millones de deuda, lógicamente eso hace que el aumento de
deuda sea de 218.000 millones adicionales. Pero es más. Hay otra partida
del presupuesto, que es el capítulo VIII, activos financieros, cuyo gasto
neto hay que financiarlo y, por consiguiente, el Tesoro tiene que emitir
Deuda. No sé si apuntaba el señor Montoro hacia esa idea. Yo creo que la
evolución del saldo vivo de deuda, especialmente si es deuda neta, a mi
entender es una magnitud económicamente mucho más relevante que el
déficit de Caja, porque a veces la calificación de algunas rúbricas de
gasto como activo financiero está sujeta a cierto grado de subjetividad.

Un elemento importante a tener en cuenta es que el cuadro que yo di en lo
relativo a intereses y la cifra de 2 billones 860.000 millones de
intereses durante el año 1994 se refiere solamente a gasto corriente, a
gastos de intereses y no es una cifra comparable con la necesidad de
endeudamiento neto en la que tendrá que incurrir el Tesoro durante el año
1994 para financiar el déficit de Caja más el gasto en activos
financieros. En el año 1994, efectivamente, el pasivo del Tesoro se
tendrá que aumentar en esos 4 billones netos, 4 billones 17.000 millones,
si no recuerdo mal, que son la suma del déficit de Caja más la compra
neta de activos financieros, incluyendo, por ejemplo, préstamos del
Estado a la Seguridad Social. Esa cifra es congruente con el hecho de que
los intereses de toda la deuda que vence en este año 1994 sean los 2
billones 600.000 millones.

Me hacía el señor Montoro una pregunta sobre el crédito del Banco de
España al Estado, y yo creo haberla respondido ya. El último crédito del
Banco de España al Estado se concedió en diciembre de 1989. El saldo vivo
bruto de esos préstamos es de un billón 900.000 millones. Desde entonces
no se dio ninguno más, pero, de acuerdo con la ley presupuestaria de este
año y con esa disposición transitoria que cité, y en particular de
acuerdo con el Tratado de Maastricht, esa cifra ha quedado ya congelada
y, lógicamente, ahora el Banco de España no nos podía dar ningún préstamo
adicional.

En el Reglamento que desarrolla el artículo 104, se sugiere que los
países traten de, si es posible, convertir esos stock congelados de
antiguos préstamos de su Banco Central a su Tesoro en valores negociables
a tipos de mercado, para que el Banco Central los pueda poner en
circulación en vez de dejarlos ahí como préstamos a tipo cero y sin
devengo de intereses.

La verdad es que es una propuesta que en España nunca hemos descartado,
pero que nos parece que tiene un escaso interés práctico, en la medida en
que, al ser los beneficios del Banco de España un ingreso del Tesoro,
cualquier cambio que suponga un aumento en los beneficios del Banco de
España y un simétrico empeoramiento de la cuenta del Estado, desde el
punto de vista del déficit de Caja, tiene un efecto neto.

En todo caso, una cosa que sí ocurrirá a partir de ahora, en virtud de lo
que establece la nueva Ley de Autonomía, es que en el balance y cuenta de
pérdidas y ganancias que tenga que sacar el Banco de España, en la medida
en que tendrá que especificar el lucro cesante que le suponga para el
Banco de España algunas de las partidas de su activo que no se hayan
concedido a precios de mercado, entiendo yo que en la Memoria del Banco
de España tendrá que especificarse que ese billón novecientos mil
millones de préstamos del Banco de España al Tesoro que devenga un tipo
de interés cero, si se le imputara una rentabilidad de mercado, generaría
para el Banco de España unos ingresos adicionales de tanto.

Insisto en que es una cuestión baladí desde el punto de vista del déficit
de Caja, porque esos mayores beneficios del Banco de España serían
mayores ingresos del Tesoro con un pequeño desfase, pero desde un punto
de vista de presupuesto bruto y de imagen fiel podría tener sentido.

En cuanto a la composición por instrumentos, éste yo creo que es uno de
los aspectos más importantes de la política de deuda pública, y es una de
esas decisiones en las que cualquier gestor de deuda pública tiene que
tomar decisiones más o menos subjetivas que pueden resultar bien o menos
bien.

Habrán visto SS. SS. en los cuadros de deuda que ya el importe de la
deuda que tenemos viva a largo plazo es relativamente sustanciosa, hasta
el punto de que a 31 de agosto, como se ve, las letras del Tesoro
ascendían a 9,3 billones, pero las obligaciones del Estado, que son a
diez años (ahora son algo menos de diez años porque ésta es deuda viva y
puede haber obligaciones emitidas hace menos de diez años), hay 5
billones 300.000 millones, y en bonos a tres o a cinco años hay 9
billones 500.000 millones.

Es decir, que en los últimos meses, gracias a las emisiones especialmente
cuantiosas de Deuda a largo plazo que se hicieron en el otoño del año
1993 y hasta febrero de este año, la composición por instrumentos de la
deuda ha cambiado sustancialmente y eso ha hecho que la vida media de la
deuda haya podido alargarse significativamente y, como refleja este
cuadro, a 31 de agosto, la deuda viva en circulación tenía una vida media
de tres años y medio, cosa que es una cifra infinitamente superior a lo
que ocurría en el año 1990, en donde tenía una vida del 1,3.

Dicho sea de paso, el hecho de que tengamos bastante deuda a largo plazo
hace que cuando tenemos que dar el cuadro de amortizaciones en los años
sucesivos, tengamos que dar un cuadro con muchos años, y cuando hacemos
un histograma, un diagrama de barras, salen muchos años porque tenemos
deuda que vence a muy largo plazo.




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La verdad es que este mismo histograma hecho hace cinco años hubiera
ocupado la mitad de espacio, porque sería exclusivamente un rectángulo al
año siguiente, ya que toda la deuda vencía al año siguiente. Hasta hace
poco tiempo prácticamente lo único que se emitían eran Letras del Tesoro
con vencimiento a un año.

En este sentido el que se haya logrado ampliar la vida media de la deuda
yo creo que es una ventaja, porque hace que la estructura esté más
equilibrada. Ahora bien, es una ventaja que no está exenta de riesgos
porque en una situación normal como la que ahora ya tenemos en España, en
donde los tipos de interés a largo plazo están más altos que los tipos a
corto, emitir deuda a largo plazo es más caro que emitirla a corto.

Ocurre a veces que un tipo a largo plazo que parece ahora alto, si con
posterioridad los tipos suben, pueden acabar resultando ser una bicoca, y
por eso siempre hay que dar un juicio subjetivo de decir: me interesa
meter más deuda a largo o me interesa meter menos en función de cómo se
crea que puedan evolucionar los tipos de interés en el futuro. De ahí que
siempre en el Tesoro hayamos tratado de seguir una actitud híbrida:
alargar la vida media de la deuda en la medida en que los mercados nos lo
permitían, pero pisar especialmente el acelerador en momentos de tipos de
interés bajos y no ser excesivamente puritanos en materia de alargamiento
de deuda en coyunturas en donde los tipos de interés estuvieran más alto
de lo que consideramos normal. Lo que no cabe duda es que un Tesoro que
consolide prematuramente su deuda a tipos de interés muy alto será el
primer interesado en que la inflación no baje. De forma que a veces hay
que tener cuidado con un alargamiento prematuro de la vida de la deuda.

Si ustedes han seguido la evolución sobre esta materia en el debate en
Estados Unidos el año pasado, habrán podido observar que había una
corriente muy grande que decía que por qué se estaba emitiendo tanta
deuda a largo plazo, que estaba al siete cincuenta y tantos, cuando
realmente la deuda a corto plazo en dólares estaba al tres por ciento.

Decían: emita usted más a corto que es más barato. Pero se olvidaba ahí
que los tipos de interés y su estructura evolucionan a lo largo del
tiempo. Y un tipo a largo plazo que ahora puede parecer muy alto o muy
bajo dentro de tres meses puede parecer exactamente lo contrario.

Dicho esto, se deducirá claramente que el grueso de los vencimientos de
la Deuda del Tesoro en cualquier año está lógicamente dividido entre el
año en curso, donde vencen todas las Letras que se emitieron el año
pasado, y el año siguiente donde vencerá el grueso de las Letras que se
han emitido ese año, y el resto serán los vencimientos que se producirán
en años sucesivos como consecuencia de emisiones de bonos de
obligaciones. Por eso el perfil no es nada gaussiano. Es una figura en
donde el año en curso y el año siguiente tienen una joroba muy grande,
son las Letras del Tesoro que vencen porque tienen un máximo de un año, y
no obstante ya tenemos varias crestas en años sucesivos derivado de las
emisiones que hicimos de deuda a largo plazo.

Una cosa que a mi entender es importante es que lo que más afecta a la
evolución de los tipos de interés es la necesidad de endeudamiento neto
que tiene el Estado en cada período, porque es el importe neto de deuda
que tiene que colocar en los mercados e inyectar a los adquirientes de
deuda, sean extranjeros o nacionales.

Por el contrario, las cifras de vencimientos brutos de deuda yo creo que
tienen menos relevancia desde la perspectiva de los tipos de interés,
porque cuando vence una Letra del Tesoro quiere decir que alguien antes
tenía esa Letra del Tesoro y el mero hecho de renovar su vencimiento no
supone un aumento neto de la presión del Tesoro sobre los mercados
financieros que de por sí tenga que implicar una subida de los tipos de
interés. Lo que sí es verdad es que una estructura de vencimientos de la
deuda demasiado sesgada a corto plazo lo que hace es aumentar la
vulnerabilidad del Tesoro ante acontecimientos imprevistos. Si toda la
deuda vence en el mismo mes, y en particular un día, y en ese día ocurre
algún acontecimiento catastrófico, las posibilidades de refinanciarlo son
lamentables. Si, por ejemplo, un líder político dijera que España está en
bancarrota, en un determinado momento en donde las necesidades de
financiación del Tesoro son grandes, no cabe duda que eso sí que pudiera
poner en entredicho las posibilidades del Tesoro de colocar deuda en
buenas condiciones.

Los cuadros de coste financiero de la deuda que hemos dado, son costes
financieros de la nueva deuda, y se ve cómo ha habido una evaluación
zigzagueante, con una cierta inflexión a la baja en el año 1993.

Desgraciadamente, no he podido traer las cifras del coste de la deuda
viva, porque el cálculo sería más complejo de lo que parece, ya que
tendríamos que remontarnos a todas las emisiones originales y calcular la
tasa anual equivalente a que el Tesoro en aquel momento emitió aquella
letra o el bono, teniendo en cuenta, por consiguiente, no sólo el tipo de
interés nominal, sino también el precio efectivo al que se emitió;
hubiera sido bastante complejo. Lo que sí puedo decir es que, en la
medida en que el coste de la nueva deuda que estamos emitiendo en el año
1994 está, en promedio, por debajo de este 10,65, porque estamos
emitiendo un gran volumen de letras del Tesoro y aunque ha subido su
rentabilidad está todavía en el 8 y pico, cabe pensar que el coste medio
de la deuda en el año 1995 y siguientes pueda tender a moderarse.

Una cosa importante que se nota ya en 1994 y 1995 es que no se produce
ese efecto de sustitución de pagarés del Tesoro al 5,5 por letras del
Tesoro a tipos superiores que se produjo en todos aquellos años en los
que había vencimientos de pagarés del Tesoro, y en donde una de las
necesidades adicionales de financiación que tenía el Tesoro era
simplemente renovar los vencimientos de pagarés del Tesoro que se habían
producido.

En cuanto a la revisión al alza de las cifras de deuda pública, derivan,
como dije antes, única y exclusivamente de que ahora, el menos a efectos
de Bruselas y del programa de convergencia, se da no sólo la cifra de
deuda neta, sino también la cifra de deuda bruta; es decir, sin descontar
el saldo de tesorería del Tesoro en el Banco de España, las cifras son
muy grandes (como decía, al 31 de diciembre del año pasado el Tesoro
tenía casi cinco puntos del PIB en



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dinero contante y sonante en el Banco de España) y yo creo que ése es un
argumento muy importante para que prestemos más atención a las cifras de
deuda neta que a las cifras de deuda bruta; no es lo mismo tener 30
billones de deuda, si se tienen 3 billones en el Banco de España, que si
no se tienen.

Pasando ya a las preguntas del señor Ríos sobre por qué ha bajado la
previsión de carga de intereses relativa a la deuda asumida, ahora
estamos previendo para el conjunto del año una cifra menor debido a que
hicimos una hipótesis de tipo de interés flotante del Mibor un poco más
alta de lo que después ha ocurrido, y en la medida en que la práctica
totalidad de la deuda que tenemos asumida del INI está referenciada al
Mibor, podemos tener la agradable sorpresa, tal vez, de que esa deuda
devengue unos tipos de interés totales inferiores a los que habíamos
previsto.

En cuanto a diferencias de cambio, que era la otra pregunta que me hacía,
y a por qué hasta el 31 de agosto la ejecución del programa 0.11.9 es tan
pequeña en relación con el conjunto del año, de nuevo ahí estamos en otro
fenómeno de ausencia de estacionalidad y ausencia de homogeneidad en el
gasto a lo largo del año. Las diferencias de cambio, desde el punto de
vista presupuestario, se manifiestan cuando hay vencimientos de principal
de deuda; y, en la medida en que los vencimientos de principal de deuda
en divisas se van a producir en los últimos meses del año, hasta agosto
no se habían materializado esas diferencias de cambio que, sin embargo,
seguimos pensando se materializarán una vez que concluya el año.

Por lo que se refiere al Capítulo IX, se me preguntaba por qué han
aumentado las cifras, en términos de obligaciones reconocidas respecto a
las presupuestadas, y sí puedo decir que las cifras se presupuestaron, si
no recuerdo mal, en junio o agosto del año pasado y emitimos una mezcla
de instrumentos, letras, bonos y obligaciones, distinta a la que luego
acabamos emitiendo, con lo cual es perfectamente posible que los
vencimientos hayan sido mayores de los que originalmente teníamos
previstos. Como digo, el Capítulo IX, a mi entender, carece del más
mínimo interés presupuestario y yo creo que hay que preocuparse por
alguna evolución errática en esas magnitudes.

Me preguntaba también el señor Ríos qué parte de los vencimientos de los
años 1994 y 1995 podremos pasarlos a años posteriores, y le digo de
antemano que espero que todos porque, si no podemos pasarlos todos,
apañados estamos. Realmente, mientras el Estado no tenga un superávit
presupuestario, lo único que puede hacer, año tras año, es acumular
deuda. Y tiene que hacer dos cosas: primero, refinanciar todo la que le
vence y, además, inyectar en los mercados financieros una cifra
adicional, que son las necesidades netas de endeudamiento que tenga el
Estado en ese ejercicio. Con lo cual, todos los años tenemos que renovar
todo lo que nos vence y, además, meter en el mercado financiero la cifra
de endeudamiento neto que corresponda a ese ejercicio presupuestario.

Respecto a por qué en 1995 vence el 30 por ciento de las letras del
Tesoro, decía antes que en tiempos al año siguiente vencía el cien por
cien, porque nos financiábamos exclusivamente con letras del Tesoro;
ahora no sólo con letras del Tesoro, sino que también tenemos otros
vencimientos espaciados, y el 30 por ciento es una cifra congruente con
el hecho de que la vida media de la deuda ya no sea un año sino que sea
tres años y medio.

Finalmente, en cuanto a la intervención del señor Hernández Moltó, tengo
que decir que me alegra muchísimo la sugerencia que ha hecho de que los
debates sobre un capítulo tan significativo como la deuda pública se
hagan desde una perspectiva más general, abordando las decisiones que
pueden influir sobre la evolución de los años futuros en cuanto a carga
de intereses, sacándolo un poco de este contexto del control de la
ejecución de los créditos presupuestarios en unos períodos concretos, que
carecen de excesivo interés. Una de las cosas muy importantes que hay que
tener presente, especialmente cuando yo creo que se carga excesivamente
el acento en la difícil situación presupuestaria por la que ha atravesado
España, es que el «stock» de deuda que en España tenemos en circulación,
incluso después de esa elevación no compensado el saldo de la cuenta
corriente, a finales del año 1994 estará claramente por encima del 60 por
ciento. Por consiguiente, hay que tener en cuenta que esa cifra es muy
parecida a la que tienen países como Alemania y un poquito más alta que
la que tienen Francia y el Reino Unido, dejando aparte a Luxemburgo,
lógicamente, que no es un país representativo a estos efectos. Es, desde
luego, una cifra de deuda pública muy inferior a la que tienen otros
países en la Comunidad,como pueden ser no ya Grecia, sino Italia, Bélgica
o incluso Holanda.

Lo que sí es verdad (y hay que decirlo para compensar un poco ese
optimismo que pueda desprenderse de que tenemos una deuda todavía
moderada en términos europeos) es que su crecimiento ha sido
verdaderamente exponencial. Creo que puede resultar un poco exagerado lo
que voy a decir, pero hasta cierto punto puede pensarse que en españa
tenemos un nivel de deuda pública relativamente moderado, en niveles
europeos, porque somos una democracia mucho más reciente que otros países
comparables, puesto que ese «stock» de deuda que ahora tenemos en
circulación, de algo más del 60 por ciento, lo hemos acumulado en las dos
últimos décadas, comenzando los años 1975-1976 cuando empezó a haber un
crecimiento exponencial; siguió el crecimiento a principios de la década
de los ochenta, luego se moderó durante algún tiempo en torno al 40 por
ciento y después, con la última crisis y recesión, ha vuelto a tener un
crecimiento ascendente. Yo diría que estamos en una situación en que la
dinámica de la deuda y el efecto bola de nieve todavía es controlable.

Tenemos un «stock» de deuda no excesivo si se nos compara con otros
países, pero si seguimos en la marcha ascendente que hemos tenido en los
últimos años, a la vuelta de la esquina nos podemos encontrar como
cualquiera de los grandes países endeudados en la Comunidad, como puede
ser Italia y otros países.




El señor PRESIDENTE: Dada la hora, me permitirán que en este segundo
turno tenga que limitar sus intervenciones a cinco minutos.

Señor Montoro, tiene la palabra.




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El señor MONTORO ROMERO: Dos minutos sólo, señor Presidente.

En primer lugar, quiero agradecerle al señor Director General sus
explicaciones e intentar emplear este segundo turno en ampliar alguna de
ellas, sin ir a algunas de las preguntas concretas que le he formulado,
porque sí quiero insistir en la pregunta general de dónde está la deuda
pública en España. Porque usted nos ha dicho que han enviado una revisión
que eleva al umbral del 60 por ciento --59,8 por ciento-- en septiembre,
motivado por el no reconocimiento del depósito en el Banco de España, que
es lo que distingue a la deuda bruta de la neta.

Pero es que en el programa de convergencia no aparecen estas cifras,
señor Director General. En el programa de convergencia la cifra que
distingue entre bruta y neta, respetándolo, es, en el año 1993, 57,8 y la
neta que da es 55,8, que es el depósito famoso. Si usted eleva el
depósito y lo lleva al 60, me tendrá que decir que en España la neta
también en el año 1993 está mal; o sea, no es el depósito. Entonces,
¿cómo se calcula la deuda pública en este país? Es una pregunta
fundamental la que estamos haciendo. No me puede usted desplazar dos
puntos porcentuales hacia arriba sin trasladar, sin desvirtuar todo el
contenido del programa de convergencia del Gobierno, que es en lo que yo
le estoy insistiendo. Esta es una cuestión muy importante, porque estamos
hablando nada menos que de lo que usted cerraba su comparecencia,
advirtiendo sobre las consecuencias de ese incremento exponencial de
deuda pública. Queremos manifestarle que quienes tienen que hacer esta
estadística, la hagan lo más fielmente posible, no ya para que la
oposición pueda seguirla, sino para que la sociedad española esté
informada sobre dónde está la cuantía de esa deuda y no con este tipo de
combinaciones que, insisto, desvirtúan por complejo el sentido y la
interpretación de estos análisis.

La pregunta que le hacía respecto al año 1994 tampoco me la ha
respondido, y se refería a que el Ministro de Economía y Hacienda
anunciaba que estaría en el 63 por ciento. Esto, ¿qué incremento
significa en puntos porcentuales del PIB? ¿Qué incremento significa
respecto del año anterior? ¿Eso cuánto es? Dígamelo. Eso, ¿qué significa?
¿Esto está adecuado a la estimación presupuestaria? No le pido más que
que me diga esto. Ya me entiende y por eso le decía que me reservo el
planteamiento político para otro ámbito, pero, evidentemente, usted es el
responsable de la cuantificación y, por tanto, yo estoy obligado, como
representante de este Parlamento, a decirle que me lo precise los máximo
posible.

Quiero hacer un comentario, valorativo también, respecto de la supresión
del Capítulo IV. Eso es imposible por lo que usted mismo ha dicho.

Tenemos que ser capaces de analizar las operaciones financieras porque,
como usted perfectamente ha dicho, lo importante es la variación del
endeudamiento neto y no el déficit. Esa es la frase que tiene un
auténtico valor y no un valor político, sino, primero, un valor
económico, con el que coincido al cien por cien. Por ello es importante
el análisis de la cuenta financiera. Otra cosa es que sea más complejo y
políticamente más difícil llevarlo a la sociedad; pero éste es un
desafío, una tarea que tenemos los políticos por delante, de dejar de
hablar de déficit y empezar a hablar con propiedad de lo que son todos
estos movimientos financieros tan importantes a veces o más que las
partidas que aparecen en la cuenta de producción, en la cuenta de renta,
en la cuenta de capital de las administraciones públicas.

El último comentario a sus palabras se refiere a que usted también debe
entender, como gestor de la deuda pública, que su trabajo es más fácil a
medida que la deuda pública es inferior. Supongo que cuando echan encima
de sus espaldas una tarea enorme, como son estos incrementos de deuda, y
en un mundo recargado de incertidumbre, obviamente, su tarea se complica
mucho. Desde esa complicación entenderá a quienes, como mi Grupo
parlamentario, pretendemos severa y firmemente reducir el déficit
público, advirtiendo a la sociedad sobre lo negativo que es,
comunicándolo y, por supuesto, plasmándolo en programas políticos que
aspiren, de manera efectiva, a conseguir su reducción en España.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Hernández Moltó.




El señor HERNANDEZ MOLTO: Señor Presidente, yo iba a ser breve, aunque
tengo la duda ahora de si serlo o no, porque el señor Montoro ha abierto,
lógicamente, el debate que no quería abrir, y ha puesto de manifiesto las
discrepancias que existen y, sobre todo, además, sacando conclusiones que
pueden tener una interpretación sesgada sobre lo que está siendo ese
debate, puestas en boca del Director General del Tesoro, en la medida en
que, al final, pudiera parecer que para el Grupo Popular el déficit
empieza a ser un elemento no de referencia, y es la deuda el elemento
fundamental al que tendríamos que referir el debate económico.

Como supongo que este tipo de ambigüedades son producto de la velocidad a
la que se está produciendo el debate, dejaremos la disuasión para otras
consecuencias, pero repase el señor Montoro lo que ha dicho y así saldrá
de su cara de extrañeza, porque realmente termina de concederle una
escasísima importancia al elemento de déficit público, haciendo coincidir
su criterio, además, con el señor Director General del Tesoro, que
supongo que en ningún caso habrá querido decir eso, obviamente, si es que
en alguna de mis ausencias esa frase se ha pronunciado, y evidentemente
yo no coincidiría con ella. Por tanto, emplazaremos y aplazaremos ese
debate más general, como decía el señor Montoro, a otro ámbito distinto.

Eso sí, le agradezco al señor Director General su presencia en esta
Comisión y la información que nos ha dado.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Director General.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL TESORO Y POLITICA FINANCIERA (Conthe
Gutiérrez): La razón es que la cifra de deuda bruta en el programa de
convergencia, tal y como se presentó, yo creo que estaba equivocada y no
llego a comprenderla, pero se lo explico. Cuando



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nos preguntaron, para el futuro, cuál debe ser la diferencia entre la
cifra de deuda neta y la deuda bruta, nosotros comunicamos que lo lógico
era pensar que a 31 de diciembre el Tesoro, como cosa normal, tuviera en
la cuenta del Banco de España un saldo de aproximadamente dos puntos del
PIB. Pensábamos que ahora sería razonable acabar con un billón 400.000
millones, porque el Tesoro necesita capital circulante para luego hacer
los pagos a lo largo del mes. A lo largo de los años sucesivos, cuando en
el programa de convergencia se compara la cifra de deuda neta, que es tal
como está definida en la vigente Ley General Presupuestaria, con la de
deuda bruta, lo que se hace es añadir dos puntos a la cifra de deuda
neta. Ahora bien, la verdad es que el que confeccionó las cifras también
aplicó ese criterio a 1993, cuando ese año, afortunadamente, el saldo en
la cuenta del Tesoro, en vez de ser dos puntos del PIB, fue cinco puntos,
con lo cual la cifra de deuda bruta en realidad fue dos puntos y pico más
que lo que aparecía en la cifra del programa de convergencia.

Ese dato lo hemos comunicado a Bruselas, y en la discusión que ya se ha
tenido en el Comité Monetario sobre el programa de convergencia aparecía
esa rectificación que había hecho el Gobierno español, que realmente no
afecta para nada al programa, en la medida en que este año 1994 vamos a
acabar ya con un saldo en la cuenta corriente del Banco de España
bastante próximo a los dos puntos del PIB, y lo que se ve es que el año
1993 se produjo un alza atípica que no debe ser un motivo de
preocupación, sino todo lo contrario. Precisamente una de las razones por
las cuales ahora el coste medio de la deuda es más moderado de lo que
sería en otra ocasión es porque en el último trimestre del año pasado nos
hinchamos a emitir obligaciones del Estado por debajo del 8 por ciento.

Gracias a eso, acumulamos esos cinco puntos de tesorería, que son los que
nos han permitido este año emitir menos y tener un coste medio de la
financiación. Pero en la medida en que S. S. tiene tanto interés por esta
cifra de deuda bruta, yo creo que lo que está poniendo de manifiesto es
el potencial de malinterpretación que puede haber en las cifras de deuda
bruta cuando no se netean de los saldos de tesorería, porque se puede
tratar de zaherir al Gobierno diciendo: usted tuvo una deuda bruta mucho
más alta de la que me dijo, cuando realmente es una verdadera bendición
que tuviera la suerte o la habilidad de emitir mucha deuda en un momento
favorable.

¿Cuánto aumentó la cifra de deuda en el año 1994? Yo no he hecho los
cálculos, pero se los puedo hacer improvisadamente. De lo que no cabe
duda es de que el año pasado emitimos deuda en términos brutos, primero,
para financiar los cuatro billones netos de financiación que tuvimos en
el ejercicio 1993, más un aumento sustancial de nuestra cuenta en el
Banco de España. Calculo que el año pasado serían cuatro billones de
necesidades del ejercicio más algo así como dos billones adicionales, que
fue el aumento que experimentó la cuenta corriente del Tesoro a lo largo
de 1993. Es decir, que la deuda no aumentó en cuatro billones, sino en
seis, pero eso, lejos de ser una tragedia, fue verdaderamente una
bendición, no por los cuatro billones, sino por los dos de aumento de la
tesorería.

Esto, dicho sea de paso, también tiene a veces repercusiones en las
cuentas que periódicamente da la Intervención.

A las variaciones en el saldo de la cuenta del Tesoro en el Banco de
España, la Intervención las considera una rúbrica más del capítulo VIII
del Presupuesto: Activos Financieros. Con lo cual ahí se forma un
galimatías económico que yo creo que hace que esas cifras dejen de tener
significado. Nosotros, por el contrario, las variaciones que exceden el
saldo de la cuenta en el Tesoro las consideramos un elemento más de
financiación, que puede jugar, como financiación neta positiva, cuando
utilizamos el saldo, o como financiación negativa, cuando lo aumentamos.

Yo creo que ésa es la verdadera visión financiera y económica que permite
ver cuál es la necesidad genuina del endeudamiento del Estado.




El señor PRESIDENTE: Con la intervención del señor Conthe termina la
comparecencia del Director General del Tesoro y Política Financiera.

Dentro de cinco minutos comenzamos la comparecencia del Secretario
General de la Seguridad Social.




--DEL SEÑOR SECRETARIO GENERAL PARA LA SEGURIDAD SOCIAL, JIMENEZ
FERNANDEZ, PARA DAR CUENTA DE LA EJECUCION DEL PRESUPUESTO DE LA SECCION
60, SEGURIDAD SOCIAL, A 30/06/94, PREVIA REMISION DEL INFORME. A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de expediente
212/000889.)



El señor PRESIDENTE: Comienza la comparecencia del Secretario General de
la Seguridad Social, solicitada por el Grupo Parlamentario Popular. Tiene
la palabra el señor Jiménez.




El señor SECRETARIO GENERAL PARA LA SEGURIDAD SOCIAL (Jiménez Fernández):
Buenas tardes, señorías.

La comparecencia que se había solicitado se refería a la situación
presupuestaria al 30 de junio de 1994, pero creo que para cumplir mejor
los fines de esta comparecencia los datos que voy a facilitar, y que he
facilitado también a esta Cámara, corresponden al 31 del pasado mes de
agosto. La información se refiere al presupuesto consolidado del sistema
integrado por los presupuestos de las entidades gestoras, y en este
sentido son obligaciones reconocidas debidamente fiscalizadas e
intervenidas e imputadas ya en la contabilidad presupuestaria, y a los
datos que aportan las mutuas en sus cuadros estadísticos, que también se
refieren a gasto realizado.

En cuanto al presupuesto de gasto, las obligaciones reconocidas y, por
tanto, ya imputadas al presupuesto al 31 de agosto ascienden a 6 billones
617.277 millones de pesetas, que representa, frente al presupuesto
inicial, un 66,38 por ciento de ejecución al 31 de agosto. Es algo
inferior al del año pasado que estaba en estas fechas en un 72 por
ciento.




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Es necesario y conveniente hacer un análisis, aunque sea breve, de la
ejecución por funciones, que es lo mismo que decir por grupos de
programas. En este sentido el grupo de programas o la función de
prestaciones económicas tiene un grado de ejecución del 63,8 por ciento.

Se llevan gastados 3 billones 728.000 millones de pesetas frente a los 5
billones 843.000 del presupuesto inicial. En cuanto a otras prestaciones
importantes, como es la incapacidad laboral transitoria, la ejecución,
las obligaciones reconocidas al momento actual, al 31 de agosto, son
201.187 millones de pesetas frente a 491.088 millones de presupuesto
inicial, es decir, el 40,97 por ciento. En invalidez provisional, otra
partida importante, el presupuesto ejecutado asciende a 68.895 millones
de pesetas que, frente a los 86.756 de presupuesto inicial, representa el
79,4 por ciento.

Es importante señalar que en este grupo de programas, la función de
prestaciones económicas, los gastos de gestión referidos a los capítulos
1 y 2 ascienden, al 31 de agosto, a 33.642 millones, que representa sobre
las obligaciones realizadas el 0,81 por ciento. Significa que, realmente,
los gastos de gestión en la ejecución del presupuesto no llegan al 1 por
ciento del importe del grupo de programas.

En asistencia sanitaria, aunque no me corresponde hablar de la gestión,
porque obviamente tiene otros responsables, dentro de un concepto de
presupuesto consolidado, he de decir que al 31 de agosto lleva ejecutados
2 billones 216.332 millones de pesetas, que suponen el 75,63 por ciento
del presupuesto inicial. Y en los servicios sociales, cuya
responsabilidad de gestión corresponde también a otra área ministerial,
del presupuesto inicial de 256.249 se llevan ejecutados 158.778 millones,
es decir, el 61,96 por ciento.

El gasto del grupo de programas de Tesorería que comprende inscripción,
afiliación, recaudación en período voluntario y en período ejecutivo, la
gestión financiera, así como la gestión patrimonial y la informática, ha
sido hasta el 31 de agosto 101.747 millones de pesetas, que supone el
66,97 por ciento del presupuesto inicial. Los gastos de gestión en esta
función, es decir, el capítulo 1 y el capítulo 2, suponen 66.383
millones, que representa, sobre el conjunto del presupuesto de recursos
del sistema, el uno por ciento, un porcentaje que, igualmente, creo que
es muy significativo de la eficiencia en este tipo de gestión.

En cuanto a los recursos realizados al 31 de agosto, han sido de 6
billones 574.785 millones de pesetas, que frente a los 9 billones
969.420, supone el 65,95 por ciento de ejecución. En cuanto a las
cotizaciones, partida importante, al 31 de agosto el presupuesto ofrece
una ejecución de 4 billones 440.558 millones de pesetas, es decir, el
64,27 por ciento.

Creo que es importante también hacer un análisis por categorías
económicas, especialmente en lo que es gasto de personal, advirtiendo que
el gasto de personal, al nivel de sistema, comprende también todo el
gasto del personal sanitario, del personal de servicios sociales no
transferidos. En el capítulo 1, al 31 de agosto, se llevan ejecutados
528.506 millones de pesetas, que frente al presupuesto inicial de 847.070
supone el 62,39 por ciento, cifra inferior a la del año 1993, que era del
63,8 por ciento.

El capítulo 2, que son gastos corrientes de bienes y de servicios,
presenta una ejecución de 292.826 millones, que frente al presupuesto
inicial de 471.373 supone una ejecución del 62,12 por ciento, inferior a
la del año 1993.

En transferencias corrientes, capítulo 4, que es donde están todas las
prestaciones económicas, y también por categorías económicas, los gastos
por farmacia y otras prestaciones o transferencias a familias, al 31 de
agosto el gasto realizado es de 5 billones 740.671 millones que, frente
al presupuesto inicial, supone el 67,07 por ciento.

Por último, en inversiones, capítulo 6, la realización del presupuesto se
sitúa en 23.742 millones que, frente al presupuesto inicial, representa
el 30,56 por ciento.

En definitiva, por categorías económicas, como también por función, el
presupuesto consolidado del sistema se ha ejecutado al 31 de agosto en un
66,38 por ciento.

Tendría que decir, para enmarcar mejor la evolución del presupuesto, cómo
están desarrollándose las magnitudes más significativas que afectan al
gasto de la Seguridad Social. En principio, voy a referirme al número de
pensiones.

El número de pensiones hasta el primero de agosto --que es la estadística
que nosotros mantenemos, siempre al primero del mes-- de 1994, es el
siguiente: pensiones correspondientes al total de regímenes, 6.373.982, y
pensiones correspondientes al SOVI (creo que es importante la distinción
porque prácticamente las del SOVI vienen en un sentido decreciente),
466.494. En total, el número de pensiones al primero de agosto sería de
6.840.476, que supone un incremento de 70.573 pensiones al 1 de agosto de
1994.

Creo que es importante señalar cómo es y cómo ha sido el incremento en
este período del número de pensiones por regímenes. Así, el Régimen
General experimenta un crecimiento del número de pensiones en estos siete
meses de 74.950; autónomos, de 14.205; agrario por cuenta ajena decrece
en 2.263 pensiones; agrario por cuenta propia disminuye en 4.140; régimen
del mar aumenta en 540; la minería del carbón disminuye en 58 pensiones;
el régimen de empleadas del hogar aumenta en 2.112 y accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales aumenta en 558; en total, el
incremento en estos siete meses es de 70.573, al que me refería
anteriormente.

Creo que igualmente es necesario distinguir entre lo que es el
crecimiento o la evolución del número de pensiones y el crecimiento del
número de pensionistas, precisión que creo que es importante realizar.

Hasta el 1 de agosto, el número de pensionistas ascendía a 6.347.755. He
de decir que hay 492.721 menos que el número de pensiones; dicho de otra
forma, hay 492.721 pensiones que están afectadas de concurrencia --un
pensionista recibe más de una pensión--. El incremento del número de
pensionistas en estos siete meses ha sido de 66.607 personas.

Por otra parte, otra magnitud importante en la evolución de los ingresos
de la Seguridad Social en este mismo período, en estos siete primeros
meses, hasta el 1 de agosto, es el incremento del número de los afiliados
ocupados. Subrayo lo de ocupados porque a los que se les paga



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a través del Inem como cuotas por desempleados también son afiliados.

Refiriéndome al número de ocupados, en los siete primeros meses, el
incremento ha sido de 309.918 más que el 1 de enero de 1994 o, dicho de
otra forma, que el 31 de diciembre de 1993.

Otro elemento a tener en cuenta en toda la evolución es cómo se ha
desarrollado la cuantía de la pensión contributiva. Me refiero al Régimen
General, primero porque es más numeroso, porque es el más significativo
y, por eso, el que tiene más incidencia en el gasto de pensiones de la
Seguridad Social. Me refiero, evidentemente, a las dos pensiones que
inciden más en el gasto, la de invalidez y la de jubilación. A 1 de
agosto, la pensión media de invalidez se situaba en 73.128 pesetas
mensuales, lo que supone un crecimiento de la pensión media sobre el año
pasado de 6,62 en el crecimiento interanual; la de jubilación se sitúa en
78.241, importe de la pensión media mensual, con un crecimiento
interanual del 7,65 por ciento.

Otro apartado también importante es el de la evolución de las pensiones
no contributivas. El número de pensiones no contributivas existentes a
agosto de 1994 es de 268.774, de las cuales, 116.022 son de jubilación y
152.752 son de invalidez. El incremento en lo que va de año, hasta
agosto, es el siguiente. En jubilación, 26.252; en invalidez, 19.001; en
total, 45.253. Es un crecimiento sobre el 31 de diciembre de 1993 del
20,2 del número de perceptores de pensiones no contributivas.

Otro dato importante para conocer mejor el porqué de la evolución de los
datos, especialmente en aquello a lo que voy a referirme, la invalidez
provisional, es cómo ha evolucionado el número de procesos de invalidez
provisional. Al 1 de agosto, el número de procesos existentes ascendía a
92.961, un 12,6 por ciento de incremento interanual, frente a los 82.548
de 1 de agosto de 1993. Creo que también es importante conocer cómo se
distribuyen este número de procesos de invalidez provisional. Así, se
distribuyen en los distintos ámbitos territoriales de la forma siguiente.

Leeré la parte más importante. En Barcelona, a 1 de agosto de 1994, de
esos 92.961 procesos, se situaban 22.318 procesos, lo cual supone el 24
por ciento del conjunto de España. En Sevilla, el número de procesos
existentes era de 10.383, el 11 por ciento del total. En Valencia, se
situaba en 8.987, el 9,7 por ciento. En Madrid, el número de procesos era
de 5.817, el 6,3 por ciento. Cabe señalar que en estas cuatro provincias
se agrupa el 51 por ciento de los procesos de toda España. En Madrid es
el 6,3 y contrasta con Barcelona, el 24 por ciento, los 5.817 en Madrid,
con 22.318 de Barcelona. El resto va distribuyéndose por Cádiz, Las
Palmas, Málaga, Murcia, hasta llegar a Vizcaya que nos situaría en total,
con las provincias que he citado, en el 70 por ciento del número de
procesos, lo cual supone una cierta explicación a la evolución del gasto
en invalidez provisional.

En cuanto a recursos humanos, especialmente en lo que tiene
responsabilidad de gestión el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social,
principalmente el INSS y la Tesorería, en agosto de 1993 teníamos 31.350
funcionarios efectivos en recursos humanos entre el INSS y la Tesorería,
y en agosto de 1994 tenemos 30.465. Es decir, han disminuido en 885
efectivos los recursos humanos en la gestión del INSS y de la Tesorería.

Por último, dos o tres pequeños datos que conforman una visión
globalizada de lo que es el seguimiento de un presupuesto por programas.

Por ser muy breve, daré los siguientes datos. Uno, el dato de gestión del
mes de mayo en cuanto al reconocimiento de las pensiones. Así tenemos que
el dato del coeficiente de gestión promedio de días que se tardan en
reconocer una pensión de jubilación es de 17, inferior al mes, por lo
cual se mantiene el objetivo de que no se produzca interrupción en el
percibo de renta al pasar de activo a pasivo. En orfandad, el coeficiente
de gestión en días es de 12; en viudedad, de 6 días. En invalidez
permanente es de 77 días, porque buena parte de la gestión se sitúa fuera
del ámbito de la gestión de las prestaciones económicas, y hay que añadir
que en la invalidez permanente en general, que provienen de invalidez
provisional, están percibiendo la retribución del 75 por ciento de la
base reguladora.

En cuanto a la recaudación vía ejecutiva, hasta julio, que es el dato que
poseo, se habían recaudado por las unidades de recaudación ejecutiva
65.975 millones de pesetas, que supone un 40,45 por ciento más que en
igual período del año 1993.

Finalizando definitivamente, los datos que he expuesto reflejan la
ejecución normal según lo previsto en líneas generales del presupuesto
consolidado del sistema de Seguridad Social.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Aparicio.




El señor APARICIO PEREZ: En primer lugar, desde el agradecimiento de la
presencia del Secretario General, no puedo manifestar igual alegría ante
la documentación que nos ha sido remitida. Si se pretendía subrayar o
enfatizar alguna de las magnitudes que incluye esta documentación, podía
haber sido objeto de algún texto ligeramente más amplio del que acompaña
a estas cifras. Lo digo con la mayor simpatía, pero no le recomiendo que
haga el cálculo de a cuánto sale cada letra de la brevísima introducción,
si nos atenemos a esos efectivamente ya gastados o casi ya gastados más
de seis billones de pesetas.

Entrando en la materia por máxima brevedad, lo primero, un aspecto
formal. Hasta hace bien poco recibíamos mensualmente información de la
ejecución presupuestaria de la Seguridad Social, y especialmente la
recibíamos con criterios acordes a los términos de contabilidad nacional.

Comprenderá que no nos agrade que esta información haya ampliado su
periodicidad --estamos hablando de entregas de carácter semestral--, y
menos aún que el único cuadro, en términos de contabilidad nacional,
fuese el del mes de mayo. En consecuencia, le hago una primera pregunta o
ruego: si está previsto dentro de su Secretaría General volver a lo que
era una forma, digamos, más comprensible y más frecuente de información.

Es inevitable hablar de la ejecución de 1994, y dado que ha tenido
entrada en la Cámara la ejecución definitiva del presupuesto de 1993 en
estas mismas fechas, le pido una



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precisión, porque es punto de arranque para comprender mejor la ejecución
de este año 1994. En esa ejecución de 1993 puede entenderse una
oscilación del déficit de entre 434.000 y 493.000 millones de pesetas. Me
gustaría no sólo conocer cuál es la cifra última sino cuál es la
previsión de financiación de este déficit y cuál sería su impacto en
algunos de los programas que gestiona.

En 1994 --y permítame que, aunque usted se ha referido en muchas
ocasiones al 1.º de agosto, yo me remita a lo que dice la portada de este
documento, que es a fin de agosto-- efectivamente, nos situamos ya por
encima de los 6 billones 600.000 millones de pesetas, en concreto 6
billones 619.719 millones, como gastos, pero como ingresos, de forma
genérica, recursos realizados, en una cifra inferior, en este caso 6
billones 574.785 millones de pesetas, con lo cual ya estamos ante una
necesidad de financiación, al menos a la fecha a la que usted ha referido
los datos, en torno a los 45.000 millones, concretamente 44.934 millones,
con una particularidad que me gustaría que aclarase el señor Secretario
General. Se han contabilizado ya como ingresos los 345.000 millones de
préstamo del Estado y otros 25.000 millones. En esta partida, sabe usted
que la ejecución es al 107 por ciento y, en consecuencia, creo que ya se
ha agotado el préstamo inicialmente presupuestado. Si estos datos, que
son los que constan en este documento, son ciertos, me gustaría que nos
concretase a cuánto ascenderán las necesidades de financiación a 31 de
diciembre y nuevamente cuáles son los programas con mayor desviación o
impacto.

Desde el punto de vista de funciones, y aunque ha utilizado una expresión
que me ha parecido normal en su explicación, que no es responsable de la
gestión del Insalud, indudablemente, no es responsable de la gestión,
pero sí que es responsable en alguna medida de su financiación y entiendo
que va a ser más responsable de confirmarse la tendencia que apuntan los
presupuestos para 1995, en los cuales parece que cambia uno de los
criterios clave o básicos, como era que las desviaciones presupuestarias
en gasto sanitario iban a ser asumidas exclusivamente por aportaciones
del Estado. Desde esa perspectiva, y dado que también en este documento
que usted nos ha remitido vemos que las transferencias en asistencia
sanitaria a comunidades autónomas están ya situadas en el 86,28 por
ciento, frente a ese estándar de ejecución del 62 por ciento general o
promedio, me gustaría conocer su valoración de este dato.

Cuando ha hablado de la invalidez provisional cuya ejecución hemos podido
ver que se sitúa ya en el 79,4 por ciento, siempre con esa referencia al
62 por ciento, me gustaría que ahondase. Permítame ahora la clave de
humor. Ha dado unos datos de desagregación provincial. Ha situado como
principales puntos de acumulación de invalidez Sevilla y Barcelona.

Permítame que en clave de humor le diga que no quiero creer que se trate
de ninguna consecuencia de los actos allí celebrados en el año 1992. Si
hay una explicación, le agradecería que nos la facilitara, porque creo
que la pura frialdad del dato territorial no aclara especialmente esta
desviación que creo que en cualquier caso es sensible.

Me gustaría asimismo conocer --y le voy precisando al máximo las
preguntas para intentar ser correspondido en la brevedad-- qué
previsiones de liquidación en estas partidas, asistencia sanitaria e
invalidez provisional, maneja para 1994, y, en consecuencia, qué método
de financiación utilizaría para resolver las necesidades financieras de
la asistencia sanitaria en el año 1994.

A la vista de los recursos realizados, agotado ese préstamo inicialmente
presupuestado de 345.000 millones, y del descenso producido en agosto,
usted ha señalado los datos de afiliación --me parece correcto-- a 1.º de
agosto, pero da la casualidad de que en el propio documento que usted nos
remite están también los datos de finales de agosto. No sé si es que ha
querido obviar una caída que se ha producido y que sitúa la cotización a
los mismos niveles de septiembre u octubre del año 1993. Aquí figuran
13.793.685 que están causalmente entre los 13.818.576 del mes de
septiembre y los 13.774.923 del mes de octubre. Dado que usted lo ha
obviado, pero parece evidente que en el documento consta esa caída, me
gustaría conocer cuáles son las previsiones globales para final de
ejercicio y si aparte del ya consumido préstamo de 345.000 millones de
pesetas va a haber otras formas de financiación.

Finalmente, ya con toda precisión y brevedad porque creo que si me puede
facilitar el dato numérico se lo agradecería muchísimo y, si no,
comprendo que lo haga de forma previa a la tramitación de los
presupuestos, ha hablado de la recaudación ejecutiva. Creo que es muy
importante para conocer la eficacia de esa recaudación saber cuáles son
las cifras absolutas de deuda a la Seguridad Social que ustedes manejan,
al menos desagregadas en cinco epígrafes: Administración central,
administraciones autonómicas, administraciones locales, empresas públicas
y resto de empresas. Si fuera tan amable, se lo agradecería para poder
valorar la eficacia de esa recaudación.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista tiene la palabra el señor
Cercas.




El señor CERCAS ALONSO: Señor Presidente, reservaré mi intervención,
puesto que no tengo preguntas, a la contestación, si es que hubiera, al
final.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario General de la
Seguridad Social.




El señor SECRETARIO GENERAL PARA LA SEGURIDAD SOCIAL (Jiménez Fernández):
La expresión de alegría no la he hecho yo. He hablado de, digamos, una
normalidad. Creo que el matiz es importante, porque esencialmente
partimos de una tendencia en el año 1992, finales del último trimestre, y
en 1993 de caída importante de empleo y, por tanto de afiliados. Así,
pues, no puedo utilizar la expresión de alegría, aunque de verdad que
cuando crecen los afiliados siento una profunda alegría, pero no es la
calificación que daría yo a la evolución del conjunto del presupuesto.

Va a disponer de la información mensualmente. Es verdad que en un esquema
de economía de gasto del capítulo



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2 se han reducido todas las publicaciones del Departamento y se ha
ampliado su periodicidad, pero ya le puedo asegurar que a partir
prácticamente del mes de julio y agosto ya tiene una periodicidad
mensual. Por tanto, el Boletín de información y gestión sobre la
Seguridad Social tiene ya esa periodicidad, y así lo empezarán a recibir
también los agentes sociales.

El déficit del año 1993 (se han presentado ya las cuentas a esta Cámara,
y no es poco), y hay que hacer una matización, es de 278.077; es decir,
entre el total de gastos que ascienden a 9 billones 727.045, al 31 de
diciembre de 1993, presupuesto liquidado, frente al total de ingresos de
9 billones 448.968, la diferencia son 278.077 millones. Hay que matizar,
aunque sea poco, para precisar con rigor un poco esa cifra. Sabe S. S.

que se había creado una ponencia de regularización de cuentas a instancia
del Tribunal de Cuentas, que intentaba regularizar cuentas desde el año
1979, digo bien, año 1979, porque cuando se hizo el Decreto-ley 36 del
año 1978 no se hicieron las imputaciones correspondientes a los balances
de las distintas mutualidades, del INP, a las instituciones
correspondientes, y se fue arrastrando una cierta opacidad contable que
se ha ido corrigiendo a través de bastantes años y con una Comisión que
ha sido valorada positivamente por este Congreso y por el Tribunal de
Cuentas. Debo decir ya, aprovechando, que las cuentas de la Seguridad
Social del año 1990 y anteriores, incluyendo la de 1979/1980, han sido
aprobadas por esta Cámara.

Pues bien, por recomendación del Tribunal de Cuentas y de la Comisión
Mixta Congreso-Senado, se estableció que un volumen de gastos e ingresos
correspondiente a aquellos años se pasase por presupuesto, y así, a
finales del año 1993 se pasó un volumen de gastos correspondiente a
aquellos ejercicios por presupuesto de 56.986 millones, no tenía ningún
efecto monetario, solamente contable, y también de ingresos de 44.029.

Pues bien, si hacemos un cálculo homogéneo de lo que sería propiamente el
resultado del año 1993, llegaríamos a 265.120 millones, que es el
préstamo que concretamente la Tesorería General tiene con el Banco de
España. Ahí está la financiación de esos 265.120 millones de pesetas. Ese
es el déficit realmente del ejercicio, aunque después contablemente
aparezcan los 278.077 millones Diferencia de ingresos y gastos. Cuando
vean y analicemos el presupuesto de la Seguridad Social en su vertiente
ingresos y gastos hay una consideración que hacer, y es que la corriente
de ingresos se divide por doce, corresponde a doce meses. La corriente de
pagos son 14 mensualidades y 14 mensualidades importantísimas, como son
la nómina de pensiones además de la nómina de los funcionarios. Pero
refiriéndome a la nómina de pensiones, que es cerca de 400.000 millones
por paga, comprenderá que hasta un período determinado, hasta junio en
concreto, vamos acumulando muchos excedentes. Si se analizase parecería
que nos iba a sobrar el dinero extraordinariamente, pero cuando llega
finales de junio pagamos cerca de un billón de pesetas a los
pensionistas. Evidentemente ahí tenemos un problema de tesorería, por eso
se ha cobrado todo el préstamo a que hacía referencia. Pero después
empezamos a tener remanentes. Es decir, la mensualidad de cobro de
cotizaciones es superior a la mensualidad de pago de prestaciones,
pensiones especialmente. Por eso no van sincronizados. A pesar de todo,
si observa la ejecución, verá que en cotizaciones sociales se llevan
ejecutados --y es importante-- cuatro billones 440.558 millones frente a
prestaciones económicas de cuatro billones 107.630 millones. Quiero decir
que realmente los ingresos originarios en agosto ya están cubriendo. He
utilizado la fecha del 1.º de agosto en cuanto al dato número de
pensiones; en cuanto al gasto es al 31 de agosto y lo ponemos en el
documento. Por tanto, los datos de la contabilidad están al 31 de agosto,
se llevan a tiempo real, y corresponden a entidades gestoras y servicios
comunes.

¿Necesidad de financiación o desviación? Yo no voy a ser el responsable
financiero del gasto del Insalud, y no lo voy a ser por una razón, porque
así está establecido en la ley. En el año 1989 se estableció en el
artículo 11, si mal no recuerdo, que las desviaciones del Insalud
correrían a cargo del Presupuesto del Estado. Posiblemente haya algo que
ha pasado desapercibido y es lógico. Dice: No figura ya en las leyes.

Tampoco figura en el año 1995, pero es que esa financiación del Insalud
se ha consolidado en el texto refundido de la Ley General de la Seguridad
Social. Si se acude al artículo 90 ó al 91 --no recuerdo bien-- del texto
refundido, se verá que explícitamente se dice que las desviaciones de
gasto del Instituto Nacional de la Salud correrán a cargo de mayor
aportación del Estado. Por tanto, no puedo precisar ni sigo la ejecución
del Insalud, ni se va a financiar más que por mayor transferencia del
Estado, mayor aportación del Estado, igual que se ha financiado estos
años, siempre, totalmente.

En cuanto a la invalidez provisional hace la referencia de por qué el
número de procesos, en lo que corresponde al Instituto Nacional de la
Seguridad Social, que es el área de mi competencia, se hace a través de
una entidad que registra eso solamente. La gestión del número de procesos
y por qué es una gestión estrictamente sanitaria, fuera de la
Administración o de la competencia del Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social, y obviamente de la Secretaría General, depende exclusivamente de
las autoridades sanitarias. Así, la que corresponde a Sevilla
corresponderá al Insalud transferido a la Junta de Andalucía y la que
corresponde a Cataluña, a Cataluña. Por tanto, no le puedo decir más que
lo que nosotros hacemos aquí es un mero registro, no tenemos otra
competencia ni otras facultades ni otras posibilidades. Solamente lo
ponía como referencia de que se pudieran sacar conclusiones de que para
poblaciones de número de trabajadores parecidas, hay comportamientos
diferentes, Madrid o Barcelona, y en este sentido es una conclusión que
me excede y excede a las competencias del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social. Se sitúa en el campo de la asistencia sanitaria, y en
este caso de la asistencia sanitaria transferida. Pero haciendo el
cálculo (y en invalidez provisional sí que se puede hacer ese cálculo del
gasto que llevamos imputado a presupuestos y la proporción
correspondiente a las doce mensualidades, que son doce mensualidades) le
podría dar ya una cifra de posible desviación --si la tendencia del gasto
se sigue



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manteniendo, que yo creo que sí-- entre 17.000 y 20.000 millones de
pesetas. Pero insisto en que dependerá exclusivamente de la actuación de
las autoridades sanitarias. Son ellas las que tienen que calificar si una
persona ya no tiene una invalidez provisional (no permanente), y si está
de alta o baja por enfermedad. Esta es la previsión de liquidación.

Me decía que por qué los datos son al 1 de agosto. Porque no tenemos al 1
de septiembre. Tenemos los datos que les hemos dado al 31 de agosto, no
tenemos los demás. Pero le voy a hacer una precisión que posiblemente
podremos dar el lunes. En agosto han descendido ligeramente, y lo he
puesto obviamente con conocimiento, pero he utilizado los siete primeros
meses para ponerlo en relación con los siete primeros meses de pensión
(no tengo otros datos más cercanos), porque creo que es bueno decir que
el número de afiliados en esos siete primeros meses se ha incrementado en
309.000 y que el número de pensiones ha aumentado en el mismo período en
70.000. Creo que es una relación y una noticia positiva, evidentemente,
pero no tengo más información del número de pensiones. Sobre el número de
afiliados le puedo decir que creo que en septiembre, por primera vez,
vamos a tener tasas positivas de crecimiento interanual, porque, a pesar
de que ha venido creciendo hasta julio inclusive, la tasa interanual no
ha sido positiva, y la tasa interanual del número de afiliados no era
positiva desde hace tres años, desde 1991. Le voy a señalar que en el mes
de septiembre de 1993 cayeron más de 100.000 números de afiliados; en el
año 1992 (estoy hablando un poco aproximadamente), más de 80.000, y en el
año 1991, una cifra importante. Si se mantiene la tendencia que veníamos
observando en el tiempo transcurrido en el mes de septiembre,
afortunadamente ese mes, por primera vez en mucho tiempo, vamos a tener
tasas interanuales. Dicho claramente: a finales de septiembre de 1994
habrá más afiliados que en septiembre de 1993. Le añado que, a partir de
ahora, la importancia está en cuántos nos caen en septiembre, octubre,
noviembre y diciembre. Desde siempre, hasta en los años 1989 y 1988
disminuyen; es un cuatrimestre en que disminuyen. La importancia va a
estar en con qué intensidad disminuyen; si lo hacen con menor intensidad
que otros años va a ser positivo, si no, evidentemente sería negativo.

Otra forma de financiación. Dicho claramente, la previsión que nosotros
tenemos de la ejecución del presupuesto, excluida, insisto, la asistencia
sanitaria, porque el crecimiento del gasto comportará para la tesorería
un crecimiento en igual cuantía de la aportación del Estado (por tanto
digamos que financieramente para la tesorería va a ser neutral),
excluyendo esto y refiriéndome esencialmente a las prestaciones
económicas, vamos a tener en torno a esos 17.000 ó 20.000 millones de
insuficiencias en invalidez provisional, vamos a tener en otras
prestaciones económicas (entre ellas la protección a la familia) algún
excedente, y van a ir compensándose esos 20.000 con excedentes en el
capítulo I y en el capítulo II donde, si se fija y saca la proporción, si
el gasto se mantiene como hasta el 31 de agosto, no ejecutaremos
afortunadamente, o gastaremos menos del presupuesto inicial. También en
inversiones, y está hecho de forma intencionada en el sentido de ir
reduciendo para que se compensen esos 20.000 con otros excedentes.

En cuanto a las cotizaciones, que es la parte importante de la evolución,
tenemos tres componentes de los que no le puedo decir cuál va a ser el
efecto más importante: el componente del crecimiento interanual del
número de afiliados, el crecimiento de la recaudación en vía ejecutiva y,
por contra, un efecto negativo para los ingresos de la Seguridad Social,
que es muy positivo para la economía, y es que la firma y los
crecimientos medios en convenio están siendo bastante inferiores que lo
que se previó allá por septiembre de 1993, cuando nadie podía pensar que
hubiera una moderación salarial de la magnitud que se está produciendo en
1994. Como las bases de cotización evolucionan prácticamente igual al
crecimiento medio en convenio, hay que señalar que el crecimiento medio
en convenio en estos momentos se está situando ya, en promedio, por
debajo del 4 por ciento. Ahí tenemos un importante efecto negativo en
cuanto a las cotizaciones. La resultante entre mayor crecimiento del
número de afiliados --por lo tanto más ingresos--, crecimiento de la vía
ejecutiva y disminución vía moderación de las bases de cotización es lo
que no podemos determinar, pero, en una mera aproximación, diremos que
nosotros no tenemos elementos de juicio para cambiar la opinión de que el
presupuesto de recursos se puede --con dificultades, pero se puede--
ejecutar. Insisto en que con dificultades, no con alegrías, especialmente
por la moderación salarial, que tiene un efecto claro y rotundo en el
crecimiento de las bases de cotización.

Respecto a las URE, lo que sí le puedo decir es que antes de existir las
unidades de recaudación ejecutiva, cuando teníamos, en concreto, las
magistraturas y después los juzgados de lo social, veníamos a recaudar al
año entre 10.000 y 15.000 millones de pesetas. Para 1994 estaba previsto
recaudar unos 92.000/96.000 millones y posiblemente alcancemos 120.000
millones de pesetas. Si a eso sumamos los dos años anteriores, con un
promedio de 80.000 millones, estamos situándonos en cerca de 300.000
millones que han recaudado las unidades de recaudación ejecutiva, frente
a una equivalencia de no más de 45.000 millones si hubiéramos seguido el
método anterior. Quiero señalarle que, como hacemos siempre un estudio de
coste-beneficio, el coste de las URE nos ha supuesto unos 6.000 millones
de pesetas, y le estoy hablando de varios centenares de miles de millones
de recaudación.

Como no tengo aquí los datos, le manifiesto mi compromiso de
proporcionarle la información sobre las deudas de la Administración
central, de la autonómica, de la local y de las empresas públicas. Para
terminar, solamente quiero hacer un comentario, sin perjuicio de que
facilite los datos con precisión. Empezaré por las últimas. Las empresas
públicas, lo que normalmente tienen son aplazamientos. El aplazamiento no
lo consideramos --basándonos en el mismo decreto de recaudación-- como
cantidad que integra la morosidad, y lo hacemos así porque los
aplazamientos, los privados y los públicos, todos, tienen dos
características importantes: la garantía hipotecaria o aval bancario
--por lo tanto es un cobro cierto-- y el devengo de intereses, de interés
básico del Banco de España. Por



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tanto, siempre que nosotros podemos, cuando una empresa llega a la
Tesorería General y nos solicita un aplazamiento, no encuentra ninguna
dificultad si cumple los requisitos. Más aún. Les decimos: No dejen de
atender los pagos y si tienen alguna dificultad firmen un aplazamiento,
que tiene un cuadro de amortización y que contemplará las dificultades de
tesorería. Pero ésos son cobros ciertos. En cuanto a la cifra de
morosidad, la que llamamos la deuda histórica, hay que hacer siempre una
precisión, y es que en la Seguridad Social procuramos mantener viva toda
esa deuda, por una finalidad --aunque suene la cifra muy elevada--: para
evitar la sucesión de empresas. Es decir, en más de cinco años, las vamos
manteniendo porque queremos evitar que se produzca la posibilidad, que
hemos observado, de que haya una sucesión de empresas y, en ese sentido,
la acumulación de deuda, de morosidad. Pero realmente --ya hablo un poco
de memoria y también se lo podré expresar-- la morosidad que tiene una
entidad financiera privada, una entidad bancaria, medida en términos de
tesorería, es ligeramente menor en porcentaje, si se analiza la morosidad
de los créditos que tiene que cobrar cada entidad financiera anualmente y
de los que produce la morosidad.

Por mi parte nada más, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra
el señor Aparicio.




El señor APARICIO PEREZ: Señor Presidente, voy a intervenir con brevedad
telegráfica porque creo que puede hacerse de esta manera.

A todos nos produce alegría una evolución favorable del empleo en España.

Lo que sucede es que, frente a algunas afirmaciones que usted ha
realizado sobre el posible número de cotizantes a final de este año, ya
ha tenido entrada en la Cámara la presentación del proyecto de
Presupuestos Generales del Estado que nos habla, en términos
porcentuales, para el año 1994, de un descenso del empleo del 0,7. Si
calcula, y me admite, que cada punto representa unos 120.000 empleados,
me reconocerá --y lo digo con tristeza-- que cerraremos este ejercicio
con 86.000 desempleados más. Le garantizo que eso no me produce ninguna
satisfacción, pero contrasta vivamente con lo que usted ha querido dar a
entender en su explicación de tendencias. Yo no sé cuál es la tendencia,
pero si usted me da una y el documento de los Presupuestos Generales del
Estado me da otra, permitirá que al menos me quede una cierta duda y que
tenga que admitir como no correcta una de las dos.

Le he pedido, si es posible, el déficit final del sistema de la Seguridad
Social. No me pida que empiece yo a hacer las desagregaciones que no hace
el propio sistema. En consecuencia, permítame --como le he dicho-- que no
le considere responsable de la gestión de la asistencia sanitaria, pero
permítame también que le recuerde que al menos de una parte de la
asistencia sanitaria, usted, como Secretario General de la Seguridad
Social, debe sentirse responsable financieramente. No voy a entrar en ese
debate que creo por otro lado, que no es momento ni ocasión; por otra
parte, momento habrá en el debate de los propios Presupuestos.

También le quiero decir que la explicación que ha dado a la pérdida de
sincronización entre pagos e ingresos en un octavo mes, esto es, finales
de agosto, es una explicación que yo sé que es bienintencionada y que
supongo que usted da por buena, pero respecto a la cual mantengo mis
reservas y casi le agradecería que no me insistiera en ella.

Si lo que ha querido explicar, en la última parte de su intervención,
respecto a expectativas de cotización son efectos de estacionalidad, yo
creo que en eso todos los partidos políticos, todos los grupos e incluso
muchos miembros del Gobierno han sido enormemente prudentes. Yo le
agradezco que se haya sumado a esa prudencia y que, efectivamente, ahora
veamos si son efectos de estacionalidad o no estacionalidad los que en
algún momento se atribuían como también motivo de esas alegrías que,
insisto, no vienen al caso.

Finalmente, permítame también que le diga que las previsiones de
moderación salarial son creíbles o no, pero desde luego alguna estimación
hay que hacer. Nosotros dimos por buena la estimación de crecimiento
salarial y nos congratulamos indudablemente, como todos, de que se haya
producido una moderación que creemos que contribuye, en cualquier caso, a
un correcto funcionamiento del sistema y de la propia economía española.

En consecuencia, si puede hacerme alguna precisión más exclusivamente
sobre cuál calcula que sea el déficit final de funcionamiento para este
año del sistema y, en el caso de producirse dicho déficit, cuál sería la
vía de financiación (y le agradecería precisión porque es la única duda
importante que me sigue quedando después de este momento), y si es tan
amable de decirme cuál es su opinión respecto a la evolución de
cotizantes al sistema en lo que falta de ejercicio, le quedaría muy
agradecido.




El señor PRESIDENTE: El señor Cercas tiene la palabra.




El señor CERCAS ALONSO: Señor Presidente, también con suma brevedad y con
objeto simplemente de equilibrar un tanto el ambiente sombrío que pueda
haber dejado el portavoz del Grupo Popular, pondré una gota de optimismo,
que, como es lógico en un momento como el que vive nuestro país, tiene
que ser un optimismo relativo, desde luego más moderado que el que nos
gustaría, puesto que desearíamos estar no empezando a superar la
situación de crisis económica y de empleo, sino estar ya en plena
recuperación también en las variables de empleo, no solamente en las
variables económicas, pero ciertamente éstas van con algún grado de
desfase, como es normal. Creo que todos deberíamos felicitarnos, como ha
empezado diciendo el señor Aparicio, porque tenemos cifras importantes en
esta ejecución presupuestaria, y ahorrarnos quizá los peros y los
aditamentos posteriores, que lo que hacen es añadir una explicación
suplementaria que parece estar en contradicción con la alegría primera
que dice el portavoz de la oposición.




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Yo creo que, en un año como éste, que tengamos más de 300.000 afiliados
ocupados que se incorporan al conjunto del sistema, cuando paralelamente
sólo tenemos un incremento de las pensiones del orden de 70.000,
significa que hemos mejorado la relación activo-pasivo. Creo que también
es de justicia subrayar que el sistema de la Seguridad Social español va
cumpliendo con sus obligaciones, que no son pequeñas, incluso en momentos
difíciles como los que hemos vivido en este último trienio, y que además
lo está haciendo con una economía de medios, con una dedicación personal,
con una ejemplaridad en el funcionamiento como evidencian las ratio que
ha expuesto el Secretario General y que nos llevan a decir que hay una
Administración rigurosa, una Administración austera y una Administración
extraordinariamente eficiente, en la que, con un número muy reducido de
funcionarios, con una dedicación de recursos públicos verdaderamente
modélica y que resiste cualquier comparación con otra administración
europea e incluso con cualquier otra forma de gestión privada de
características similares a las que realiza la Seguridad Social, puesto
que esto lo están haciendo nuestros funcionarios, nuestra Administración
pública, y creo que no está de mas, señor Presidente, aunque sea muy
brevemente, darnos alguna alegría para tapar tanto pesimismo como viene
de las filas del principal partido de la oposición.




El señor PRESIDENTE: Señor Secretario General, tiene la palabra.




El señor SECRETARIO GENERAL PARA LA SEGURIDAD SOCIAL (Jiménez Fernández):
En cierto modo, en la intervención le decía que el crecimiento de gasto
es el que es, y me venía a decir que por qué deduzco yo que no se previó
allá en septiembre de 1993. Los presupuestos se hacen, como sabe muy bien
S. S., sobre bases ciertas. La tendencia del crecimiento del salario
medio en convenio en septiembre del año 1993 era de algo más del 7 por
ciento, y es una realidad que estamos en algo inferior al 4 por ciento,
en el 3,7, pero además en una tendencia decreciente, lo cual creo que
todo el mundo lo consideramos como muy positivo, pero no deja de tener su
incidencia en que el tipo de cotización actúa sobre una menor base de
cotización y, consiguientemente, tendrá un efecto en los ingresos de
cotizaciones sociales. Pero la pregunta era por qué. Porque en el mes de
septiembre teníamos un crecimiento y una tendencia casi alcista del
crecimiento del salario medio en convenio. Y si me permite una licencia
el señor Presidente diré que los economistas --yo soy economista--
tenemos la extraña virtud de ser muy pesimistas, pero después nos ponemos
rápidamente al frente, cuando han aparecido ya los datos ciertos, de
decir: Era esto lo que iba a ocurrir. En este momento observamos que
incluso a economistas de importancia que decían que la crisis iba a ser
más profunda yo les he oído igualmente decir que va a ser más fuerte el
crecimiento. Yo me coloco en una situación más moderada, más equilibrada.

En este sentido, quiero insistir en que eran los datos que teníamos de la
serie, y concretamente pusimos un crecimiento medio de bases de
cotización, que están en los presupuestos, del 6,5 por ciento, quitando
un 1 o algo más de deslizamiento, situándose el crecimiento en torno a 5
puntos, que tampoco era exagerado, frente a un crecimiento medio salarial
del 7 por ciento.

En asistencia sanitaria, lo siento, pero es que no tengo facultades. Yo
tengo la facultad, como se ha configurado ya en las leyes, de registrar y
de hacer la aportación, vía cotizaciones, al presupuesto inicial, pero la
ejecución del presupuesto y, sobre todo, insisto, cómo se va a financiar
la desviación que se produzca en el Insalud, para ser más preciso
--Insalud en el conjunto del Estado--, será con la aportación del Estado
a la Seguridad Social, porque lo dice así la Ley General de Seguridad
Social, y es más importante que esté ya en un texto refundido que en una
ley temporal como es la ley de presupuestos. Por tanto, contesto
definitivamente y con precisión: En lo que sea déficit del área
sanitaria, corre a cargo de los Presupuestos Generales del Estado por
mayor transferencia del Estado a la Seguridad Social.

Es necesario decir que la secuencia se produce como se produce, es decir,
las empresas pagan mensualmente, por doce, las cotizaciones sociales.

Insisto en que las pensiones son por catorce pagas y las retribuciones
también. Por tanto, en los seis primeros meses pagamos siete
mensualidades de pagos y cobramos doce mensualidades de cotizaciones
sociales. Pero si observa concretamente el cuadro de evolución se dará
cuenta de dónde está aquello que evoluciona con menor normalidad: en
cotizaciones sociales, lo importante no está en el 64,27 por ciento,
parecido prácticamente al del año pasado.

¿Tasas y otros ingresos? El 48 por ciento. Le voy a explicar por qué.

Aquí hay una diferencia. Estos son los ingresos de terceros, es decir, lo
que se cobra por atender a particulares que no tienen cobertura
sanitaria, por accidentes de tráfico que van a cargo de las empresas de
seguros. Es un ingreso no periódico, según se produce, y es el 48. Hay
una diferencia. Pero para situarlo, frente a 121.000 millones hay 58.000,
es una pequeña diferencia, y se producirá de acuerdo con los casos de
facturación que vaya produciendo el área sanitaria. En las transferencias
de Estado va por doceavas partes. En los ingresos patrimoniales que
afectan especialmente a los ingresos de las mutuas de accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales, son los que son, el 44 por ciento.

Son los rendimientos de las reservas que concretamente se establecen, lo
que han podido obtener de rendimiento, y lo que nos han comunicado las
mutuas que tienen de rendimiento. Es en esa partida y en otra tercera
donde está esa diferencia de los 45.000 millones. En transferencias del
capital va el 58 por ciento y prácticamente todo lo demás.

Por tanto, en las partidas que no dependen, por decirlo así, de la
gestión de la Secretaría General, especialmente, insisto, porque son
ingresos a terceros o porque son rendimientos de valores mobiliarios, es
lo que es. Lo demás sí que está todo en una cantidad proporcional. Pero
en el mes de agosto, insisto, llevamos dos meses más desde que se dio una
paga más de pensiones. Si se mantuviese todo el ejercicio con esa
tendencia, no es que sería equilibrado, es



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que ligeramente sería superavitario. Pero en el mes de diciembre tenemos
un pago enorme de cerca de un billón de pesetas.

La precisión del déficit, excluyendo el de la asistencia sanitaria, que
no lo conozco, porque yo no tengo la evolución (la Directora General del
Insalud ha estado recientemente por aquí y ella es la que tendría que
haber contestado a esa pregunta) financieramente para la Tesorería
General es neutral. En el resto sí que le puedo decir, como decía
anteriormente, que creemos que vamos a tener en invalidez provisional una
desviación de unos 20.000 millones que va a ser compensada con excedentes
de otras rúbricas.

Por último --ya termino, señor Presidente--, la evolución de cotizantes.

En los escenarios del presupuesto de 1994, el Estado ponía que habría un
empleo con una disminución del 0,7. Si se fija en ese escenario, porque
no ha de ser mimético, de la Seguridad Social, en lo que presentamos, no
pusimos decrecimiento, sino crecimiento cero; no negativo, cero. No hay
una entera correspondencia. Por fortuna, siempre es ligeramente, un
poquito mayor. ¿Y qué es lo que se está constatando? Pues que hemos sido
prudentes. Ojalá. Yo creo que a final de año no va a ser crecimiento
cero, como en el presupuesto, el número de afiliados, sino que va a ser
crecimiento positivo. No digo cuánto, no digo si es mucho o es poco, pero
crecimiento positivo. El signo no va a ser negativo, ni yo creo que
neutral, va a ser crecimiento positivo que creo que es una buena noticia.

Con esto termino, porque creo que realmente he contestado a las preguntas
que me ha formulado S. S.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias a don Adolfo Jiménez. Termina la
comparecencia del Secretario General de la Seguridad Social.

Nos reunimos el lunes a las 11,30 para oír al Subsecretario del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.




Eran las ocho y treinta minutos de la noche.