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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 281, de 27/09/1994
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1994 V Legislatura Núm. 281
ECONOMIA, COMERCIO Y HACIENDA
PRESIDENCIA DE DON FERNANDO FERNANDEZ DE TROCONIZ MARCOS, VICEPRESIDENTE
PRIMERO
Sesión núm. 29
celebrada el martes, 27 de septiembre de 1994



ORDEN DEL DIA:
Comparecencia del señor Ministro de Comercio y Turismo (Gómez-Navarro
Navarrete), para informar:
--Sobre las líneas generales de la política de su Departamento. A
petición propia. (Número de expediente 214/000070) (Página 8258)
--Sobre el fraude de la venta a países del Magreb de productos
siderúrgicos procedentes de otros países presentados como productos de la
Empresa Nacional Siderúrgica (ENSIDESA) y, en concreto, sobre la
auditoría e investigaciones llevadas a cabo. A solicitud del Grupo
Parlamentario Federal de IU-IC. (Número de expediente 213/000394) (Página 8274)



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Se abre la sesión a las diez y treinta minutos de la mañana.




El señor VICEPRESIDENTE (Fernández Trocóniz Marcos): Señorías, señor
Ministro de Comercio y Turismo, don Javier Gómez-Navarro Navarrete,
buenos días.

Vamos a proceder a celebrar la sesión de hoy consistente en sendas
comparecencias del señor Ministro de Comercio y Turismo, la primera de
ellas a petición propia y la segunda a petición del Grupo de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE COMERCIO Y TURISMO (GOMEZ-NAVARRO
NAVARRETE) PARA INFORMAR:
--SOBRE LAS LINEAS GENERALES DE LA POLITICA DE SU DEPARTAMENTO A PETICION
PROPIA. (Número de expediente 214/000070.)



El señor VICEPRESIDENTE: Sin más dilación pasamos a la primera
comparecencia. Como saben SS. SS., el trámite que se sigue es que por
aquel que propone la comparecencia, en este caso el señor Ministro, se
hace la exposición, a los efectos de señalar las líneas generales de la
política de su Departamento. A continuación, los diferentes grupos
políticos podrán fijar un primer turno de posiciones, preguntas,
aclaraciones o de intervenciones en relación con la alocución que realice
el señor Ministro, para, a continuación, éste responderles. Habrá un
segundo turno por parte de los grupos parlamentarios que deseen
intervenir, para fijar su posición y concluirá esta comparecencia el
señor Ministro.

Sin más, señor Ministro, tiene usted la palabra.




El señor MINISTRO DE COMERCIO Y TURISMO (Gómez-Navarro Navarrete): Muchas
gracias, Presidente.

Como saben SS. SS., el Gobierno ha solicitado a la Cámara la
comparecencia de todos los Ministros, específicamente del Ministro de
Comercio y Turismo ante la Comisión de Economía, Comercio y Hacienda,
para hablar de temas de comercio, y ante la Comisión de Industria,
Energía y Turismo. Este Ministerio tiene los sectores desglosados en dos
Comisiones, lo que nos obliga a tener presencia por duplicado en todas
las actividades parlamentarias. Por tanto, en esta Comisión voy a
explicar las líneas que viene desarrollando mi Departamento y que va a
desarrollar a medio plazo, en el marco de la legislatura, en el apartado
de comercio, dejando para la comparecencia ante la Comisión de Industria,
Economía y Turismo el tema del sector turístico.

El año pasado por estas fechas comparecí ante SS. SS. para exponer las
previsiones y líneas a desarrollar por el Departamento que dirijo. Les
hablaba entonces de la necesidad de elaborar un plan estratégico de los
cuatro grandes objetivos del área del comercio: defensa de los intereses
económicos y comerciales españoles, apoyo a la internacionalización de la
empresa española, promoción selectiva de las inversiones exteriores en
España y elaboración de una política de comercio interior en el ámbito de
las competencias de la Administración central.

En el apartado relativo a la defensa de los intereses económicos y
comerciales españoles, ya tuve la oportunidad de exponer a SS. SS. el 18
de mayo último, en una comparecencia monográfica sobre los resultados de
la Ronda Uruguay del GATT, las acciones emprendidas por el Gobierno en
este ámbito. Después, comparecí en el mes de junio para presentar las
medidas de apoyo a la internacionalización de las empresas españolas
aprobadas por el Consejo de Ministros de abril. La pasada semana el
Secretario de Estado de Comercio Exterior informó también ampliamente a
esta Comisión sobre la evolución del comercio exterior durante el primer
semestre del año en curso, así como el déficit de la balanza comercial
previsto para finales de año y de la situación de la balanza por cuenta
corriente y otros elementos que conforman la política de comercio
exterior.

En cuanto a las líneas generales a desarrollar por el Departamento que
dirijo, en primer lugar, daré una definición de los objetivos que se han
fijado en el Ministerio de Comercio en el marco de la acción general del
Gobierno, para pasar, a continuación, a hacer referencia de los planes de
actuación básicos que ya se han puesto en marcha, todo ello en el marco
de la actuación general del Gobierno para la creación de empleo y de un
mayor crecimiento económico, así como de las acciones llevadas a cabo
para crear un entorno de competitividad favorable. En último lugar, me
referiré a la organización administrativa de mi Departamento y, a lo
largo de mi exposición, detallaré los proyectos de ley que serán
remitidos en fechas próximas a esta Cámara.

Principales objetivos y criterios de actuación. Los objetivos del
Ministerio de Comercio y Turismo han sido definidos de acuerdo con los
objetivos más generales del Gobierno de reducción del desempleo, para lo
que es necesario un mayor crecimiento económico y estabilidad
macroeconómica mediante el logro de los criterios de convergencia. El
cumplimiento de los criterios de convergencia son objetivos instrumental
para el logro de un mayor nivel de empleo. Un menor déficit público hará
posibles menores tipos de interés, y una aproximación de las tasas de
inflación a las existentes en nuestros principales mercados ayudaría a
mantener la ganancia de competitividad-precio conseguida tras la
devaluación de la peseta. En una ecomomía de mercado la creación de
empleo de manera eficaz y con visos de sostenibilidad corresponde a la
empresa. A tal fin la política económica debe crear un entorno de
competitividad favorable que impulse las actividades empresariales y que
facilite el desarrollo de las inversiones. Solamente a partir de la
inversión privada podrá el país crear puestos de trabajo al servicio de
actividades productivas eficaces y con un nivel de productividad
suficiente.

El Ministerio de Comercio y Turismo colabora al logro de los objetivos
del Gobierno mediante la consecución de los siguientes objetivos
intermedios: primero, maximizando los ingresos turísticos, lo que tiene
incidencia en al menos tres importantes aspectos de la economía. En



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primer lugar, en la creación de empleo: el turismo emplea aproximadamente
1.400.000 personas, en torno al 10 por ciento de la población ocupada. En
segundo lugar, en la financiación del déficit comercial de la economía
española, el saldo neto de ingresos por turismo para el conjunto de 1994
estimamos que se moverá entre los 2 billones 400.000 millones y 2
billones 500.000 millones y este superávit vendrá a compensar casi el
déficit comercial. Quiere decir que estaremos muy próximos al equilibrio
de la balanza por cuenta corriente. En tercer lugar, la contribución de
la demanda turística incide en la revitalización de la demanda interna.

La mayor demanda de turismo incide sobre una amplia gama de sectores de
la economía. El consumo turístico supera los 6 billones de pesetas y el
multiplicador del consumo turístico sobre la producción interior ha sido
estimado en el 1,7.

En segundo término, otro de los objetivos intermedios es aumentar el
grado de internacionalización de la empresa española, principalmente
mediante la ampliación de la capacidad exportadora y la difusión de la
cultura exportadora entre las pymes españolas. La relación entre las
exportaciones y el producto interior bruto en España es del 24 por ciento
y aunque la participación de las exportaciones en el producto interior
bruto ha aumentado seis puntos en los últimos diez años, sigue siendo
inferior a la de casi todos los países de la Unión Europea. La
participación de las importaciones en el PIB es del 28,2 por ciento, es
una de las menores entre los países de la Unión Europea y cabe esperar
que aumente en el futuro como consecuencia de la mayor apertura de los
mercados españoles. El reto que tenemos para el futuro es evidentemente,
por tanto, que las exportaciones continúen creciendo por encima de las
importaciones y consigamos un nivel de déficit comercial que sea
financiable por la balanza de servicios. Es decir, los países
desarrollados conforme van adquiriendo más nivel de desarrollo --con la
excepción de Japón-- van siendo más exportadores de servicios y van
teniendo, por tanto, estructuralmente una balanza comercial de bienes y
mercancías deficitaria que equilibran con la exportación de servicios. El
desarrollo español y, además, la importante industria turística española
y los recursos dedicados al turismo hacen que no sea planteable una
balanza de bienes y servicios equilibrada, sino que el objetivo sea una
balanza por cuenta corriente equilibrada.

La orientación exportadora de la empresa española no es solamente baja,
sino que, además, no se dirige hacia los mercados emergentes de las
principales áreas de crecimiento del mundo. Tenemos una excesiva
concentración en el área del Mercado Común donde más del 70 por ciento de
nuestras exportaciones van dirigidas a la Unión Europea, lo cual es un
elemento de garantía, en cuanto a solvencia de los países importadores,
pero, al mismo tiempo, ese elevado grado de concentración hace que
cualquier crisis en esos países, como ha sucedido en los últimos años,
tenga un efecto importantísimo sobre nuestras exportaciones. Las
exportaciones españolas a países miembros de la OCDE están por encima del
80 por ciento. Quiere decir que tenemos un índice de concentración en los
países desarrollados muy alto y, en cambio, tenemos una presencia escasa
en los países emergentes, fundamentalmente de Asia.

El tercero de los objetivos, por último es modernizar el sistema de
distribución comercial al tiempo que se minimizan los costes sociales que
el proceso de transformación de las estructuras comerciales conlleva. La
transformación que en las dos últimas décadas ha experimentado la
distribución comercial en España, como consecuencia del crecimiento y de
la liberalización de la economía y del comercio, se ha centrado hasta
ahora, fundamentalmente, en la expansión de las grandes superficies no
especializadas. Si bien la modernización de nuestro sistema comercial es
evidente, todavía hoy el concepto que mejor lo define es el del dualismo,
y ello tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda. Por el
lado de la oferta, junto a un sector tradicional en disminución, vemos
que en los últimos años compiten cada vez más distintas formas
comerciales y muy diferentes grupos empresariales, aunque estemos todavía
lejos de los países del Centro y Norte de Europa. En unos circuitos de
comercialización tan segmentados en proceso de concentración, y poco
desarrollados como los actuales no es fácil que la competencia se
establezca suficientemente ni vertical ni horizontalmente y que,
consiguientemente, las ganancias de productividad se trasladen en mayor
medida a proveedores y consumidores, efecto que la política del
Ministerio quiere adelantar. Un análisis de los márgenes comerciales de
la distribución en España hace ver que sólo el Reino Unido tiene márgenes
comerciales más altos que los nuestros. Es decir, la distribución
española es la de márgenes comerciales más altos, después del Reino
Unido, en el marco europeo, muy por encima de los márgenes franceses o
italianos.

Planes de actuación básicos. De acuerdo con lo anunciado en la
comparecencia de septiembre del año pasado, el plan estratégico del
Ministerio de Comercio se ha concentrado, en consonancia con las tres
grandes líneas de actuación del Ministerio, en otros tantos planes
estratégicos, los cuales han identificado los objetivos fundamentales del
Ministerio, así como los planes de actuación básicos. Primero, la
internacionalización de la empresa se plasma en tres planes de actuación
complementarios: las medidas de apoyo a la actividad exterior de las
empresas españolas, que se aprobaron el pasado mes de abril; el plan de
calidad de los servicios de apoyo a la exportación, que significa la
reforma de la Administración comercial española para prestar servicios a
las empresas de manera más eficaz; y el programa de reestructuración de
los instrumentos financieros de apoyo a la exportación y de las empresas
dependientes del Ministerio. Ambas líneas de actuación se desarrollarán
manteniendo un diálogo permanente con las empresas, mejorando la
coordinación institucional, fundamentalmente con las comunidades
autónomas, mejorando la eficacia en la prestación de los servicios y
eliminando al máximo los elementos burocráticos en la gestión de los
programas públicos.

Las medidas de apoyo a la actividad exterior de las empresas españolas
fueron aprobadas por el Consejo de Ministros el pasado 29 de abril y
explicadas ante esta misma



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Comisión en el mes de junio. Como SS. SS. recordarán, el programa se
articula en cinco tipos de medidas, de carácter institucional, promoción
comercial, financiero, fiscal e información. Las medidas de carácter
institucional tienden a potenciar el entramado institucional de apoyo a
la exportación buscando la coordinación y el reforzamiento de las
sinergias existentes. Se promueve también el aumento de la presencia
española en las instituciones comunitarias y los organismos financieros
multilaterales, así como el impulso de la firma de acuerdos de promoción
y protección recíproca de inversiones.

En el desarrollo de la política se ha prestado una especial atención al
reforzamiento de la coordinación con las instituciones dependientes de
las comunidades autónomas y las Cámaras de Comercio que llevan a cabo
tareas de promoción a las exportaciones. En conexión con lo anterior, se
está estudiando la reforma de la Ley de las Cámaras de Comercio,
revisando los mecanismos de financiación y organización de las mismas
para adecuarlos a la doctrina establecida en el Tribunal Constitucional.

El problema de las Cámaras de Comercio es un tema complejo que conviene
desarrollar con la máxima prudencia, pero donde el contenido de la
sentencia es bastante concluyente y da una visión de lo que el Tribunal
Constitucional estima sobre las Cámaras, y, nos guste o no, es lo que
afirma quien tiene la última palabra en este tema. El planteamiento que
tenemos en este momento es que estamos estudiando con las comunidades
autónomas que tienen responsabilidad de tutela y de control sobre las
Cámaras y con las propias Cámaras, a través del Consejo General de
Cámaras, la forma en que éstas pueden y deben ejercer las tareas de
promoción de la exportación de la manera más eficiente. No voy a decir
nada nuevo cuando digo que muchas de las 85 Cámaras no han sido
precisamente un modelo de eficiencia en el pasado, que muchas de ellas
han tenido un exceso de gastos generales no necesarios para las tareas
que realizaban y que, por lo tanto, el proceso al que nos tenemos que
enfrentar ahora con las Cámaras --y se lo hemos transmitido al Consejo
General de Cámaras, personalmente inclusive ante el Pleno del conjunto de
las Cámaras-- es el de abordar un tema de reestructuración para reducir
sus costes y, por lo tanto, para poder administrar mejor los recursos que
les lleguen, ya sea bien por el conducto cameral o ya sea bien por
financiación pública, de manera que habrá que ir a un proceso de fusión
de muchas de las Cámaras, de concentración de Cámaras, de prestación de
servicios eficientes que permitan a las Cámaras recuperar el apoyo de las
empresas.

La situación actual de las empresas enfrentadas alrededor de las Cámaras
no es precisamente un modelo deseable. Precisamente de lo que las Cámaras
tienen que ser capaces --y nosotros se lo hemos planteado así-- es de
recuperar el apoyo empresarial y que, por lo tanto, la financiación
pública de las Cámaras sea la mínima posible, porque sean las propias
empresas a las cuales las Cámaras prestan servicios las que, a través de
cuotas voluntarias o de un sistema de venta de servicios, sean capaces de
financiar las Cámaras en su mayor parte. Eso requerirá, evidentemente, un
plazo transitorio, pero ése es el objetivo --estamos estudiando cómo
cumplirlo y cómo llegar a él-- que pretendemos con las Cámaras.

Con las medidas de promoción comercial se realizará un esfuerzo especial
de apoyo a sectores de empresas que se inician en la exportación, se
orienten hacia mercados emergentes, tengan un alto contenido tecnológico
o cuenten con marcas reconocidas, adoptando para ello el Icex un papel
activo que irá desde la identificación de la oferta exportadora hasta el
acompañamiento de las empresas a los nuevos mercados. Hay tres sectores
especialmente prioritarios: bienes de equipo, tecnología agroalimentaria
y bienes de consumo, y geográficamente se va a presentar atención
especial a los mercados emergentes de Asia y a la consolidación de los
mercados latinoamericanos.

Dentro de las medidas de apoyo financiero a las empresas, continúa la
política desarrollada hasta ahora a través del Fondo de Ayuda al
Desarrollo, del que luego hablaremos, y la firma de acuerdos o protocolos
con países que representen prioridades políticas y económicas para
España. Se prevén otras medidas para potenciar el acceso de las empresas
a la financiación para la exportación, tales como la financiación
concesional de la exportación de servicios, hasta ahora muy poco
desarrollada, la potenciación de los instrumentos financieros de apoyo a
la exportación y el aumento de la financiación disponible para proyectos
de inversión en el exterior. Se han introducido cambios también a partir
de la aprobación de estas medidas, el 29 de abril, con una mejora
apreciable en las condiciones en que se ofrece el seguro de crédito a la
exportación de la Cesce. Se ha pasado en el crédito suministrado, en el
crédito vendedor, de una cobertura del 90 al 98 por ciento, y en el
crédito comprador, que estaba en el 95 y en el 97, según fuese en pesetas
o en divisas, se ha pasado también al 98 por ciento, con lo cual las
empresas asumen un menor riesgo, aunque siempre tienen que asumir algo de
riesgo, porque, si no, se podría producir el efecto de que vendiesen a
compradores insolventes porque no asumiesen ninguna parte de riesgo, y
creemos que las empresas deben asumir una parte del riesgo que les haga
seleccionar las empresas a las cuales venden. Se han ampliado también los
techos de contratación, por cuenta del Estado, del seguro de crédito a la
exportación, simplificando trámites en la solicitud de cobertura y en la
administración de la póliza y reduciendo el tipo de algunas primas.

Por lo que a las medidas de carácter fiscal se refiere, el plan hace
hincapié en la mejora de las deducciones por inversiones en el exterior
del Impuesto sobre Sociedades para actividades ligadas a la exportación,
en la consideración de un tratamiento fiscal favorable de los
rendimientos obtenidos y gravados en el extranjero, en la deducción de la
cuota de los impuestos sobre dividendos distribuidos por la sociedad no
residente y en la introducción de las agrupaciones de renta a afectos de
cálculo de la reducción por doble imposición internacional. Todas estas
medidas se encuentran en la ley de acompañamiento de la ley de
presupuestos que se aprobará antes de finalizar el año.

Otro de los grandes objetivos es el plan de calidad de la infraestructura
y servicios de apoyo a la exportación. Significa la reestructuración de
la red exterior y periférica de



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la administración comercial española. Creemos que ésta es una de las
grandes tareas pendientes. La Administración central del Estado y las
administraciones autonómicas no son exportadoras. Nuestra tarea es apoyar
y prestar servicio y ayuda a las empresas, que son las instituciones
exportadoras. Nos hemos planteado, a partir de una encuesta que
realizamos a 6.800 empresas, de las cuales contestaron 2.000, y a 70
entrevistas personales con dirigentes de las instituciones fundamentales
del comercio exterior español, es cuáles son los servicios que las
empresas valoran como óptimos, los más importantes, es decir, cuál es la
valoración de los servicios que necesitan las empresas, en primer lugar.

En segundo lugar, cómo valoran los servicios que en este momento se les
presta en las oficinas y sobre ello intentar hacer un plan de prestación
de servicios.

Hemos estudiado al mismo tiempo los modelos de prestación de servicios
comerciales de cuatro países, Inglaterra, Francia, Austria e Italia, y
hemos escogido un modelo que significa una interacción y un trabajo
activo, tanto desde las oficinas del exterior como desde las del
interior. Las oficinas del exterior deben estar dedicadas
fundamentalmente a la detección de oportunidades de exportaciones
españolas en ese país, es decir deben jugar un papel activo siguiendo la
economía del país para detectar la realidad económica de ese país, qué
está importando, cómo van a ir afectando los planes del gobierno de ese
país a la política de importaciones, cómo el desarrollo prioritario de
unos sectores va a significar importaciones importantes en esos sectores,
que si se desarrolla, por ejemplo, el sector eléctrico, eso va a
significar importaciones de un conjunto de elementos o de bienes de
equipo para el sector eléctrico, según las prioridades del país, y
comunicar esas oportunidades, esas posibilidades, a través,
evidentemente, de un plan tecnológico y una interconexión activa por
ordenador a una red interior que sea capaz de transmitir esa información
a las empresas; es decir, que se movilicen para contactar con las
empresas que tienen posibilidades exportadoras para ayudarles a hacer los
primeros planes de exportación, promover los primeros viajes, ayudar a
las empresas a salir y a tener una mentalidad y una cultura exportadora.

Eso significa que el Ministerio va a potenciar las oficinas
territoriales.

En cualquier caso, éste es un tema que estamos hablando con las
comunidades autónomas y con las Cámaras de Comercio, porque en este
asunto, sobre todo en lo que es el papel de capilaridad hacia las
empresas, creemos que las Cámaras de Comercio deben jugar un papel
fundamental; creemos que debe ser el papel fundamental de las Cámaras en
la promoción de la exportación. Es decir, que se trata, repito, de
desempeñar ese papel de capilaridad hacia las empresas, de aproximarse a
ellas, de intentar que por primera vez salgan al exterior, que empiecen a
asumir que no existe futuro para las empresas que no estén presentes en
los mercados internacionales. Por tanto, el objetivo fundamental es la
adopción de un papel activo, complementando la búsqueda en el exterior de
oportunidades comerciales con la identificación en el interior de
empresas con potencial exportador, lo que supone una reorganización
importante en la estructura y conexión de los servicios centrales con la
red exterior y con las direcciones territoriales.

En segundo lugar es necesaria la elaboración de un catálogo de servicios
y la divulgación de los servicios prestados en el apoyo a la
internacionalización de las empresas españolas. Creemos que hay que
definir muy claramente los servicios que las oficinas prestan y
garantizar la calidad de esos servicios. La encuesta daba como resultado
que la calidad de los servicios dependía absolutamente de la persona que
fuese director de la oficina; es decir, que faltaban sistemas de trabajo
y el seguimiento necesario desde la Administración central de las tareas
que estaban desarrollando las oficinas. Por tanto, hay que potenciar las
oficinas y, fundamentalmente, definir los sistemas de trabajo, fijar
objetivos a cada una de las oficinas y hacer un seguimiento del papel que
está desarrollando cada oficina y cómo está cumpliendo los objetivos.

En tercer lugar hay que hacer énfasis en el desarrollo de los servicios
ligados a facilitar la información a la empresa española, que, según la
encuesta de los empresarios, es el servicio fundamental que requieren.

Hemos medido esto y hemos visto que el 80 por ciento del trabajo de las
oficinas consiste en contestar solicitudes de información de empresas
españolas, tarea que se podría prestar desde cualquier oficina
territorial con mucho menor coste tanto para la empresa como para la
oficina comercial. Es decir, se trata de solicitudes sobre lo que
llamamos «información-basura», informaciones que existen en las bases de
datos del ICEX y que son accesibles a través de un sistema informático a
las Cámaras de Comercio, a las comunidades autónomas y a nuestra propia
red territorial. Por tanto, tenemos que aliviar a las oficinas de esa
carga de trabajo y dedicarlas a lo que tienen que hacer: dar respuesta,
dar una información mucho más especializada, garantizando la calidad de
esa respuesta, y apoyar a los empresarios cuando van a esos países.

Al mismo tiempo se requiere una redistribución de recursos. Creemos que
tenemos un exceso de recursos en la Comunidad Europea, que los
empresarios necesitan cada vez menos apoyo para exportar a Francia o para
exportar a Italia y, en cambio, necesitan más apoyo en los mercados
emergentes y en países diferentes, con culturas diferentes, llámense
Vietnam, China o cualquiera de un conjunto de países donde,
efectivamente, el empresario necesita un apoyo en prácticamente todo,
desde llevarle a los sitios hasta hacerle conocer cómo funciona la
administración de ese país y, por tanto, cuál es la realidad de ese país
y cómo y qué debe esperar de cada país. Estamos muy acostumbrados a que
los empresarios españoles viajen fuera pensando que en Iberoamérica o
Asia las administraciones funcionan igual que en Europa, donde todo se
resuelve con una sola gestión en un plazo relativamente breve, y sabemos
suficientemente que los tiempos de decisión en esos países son, en
general, muy dilatados, requieren acciones de otro tipo y que, por tanto,
una misión comercial, un viaje de promoción o cualquier tipo de actividad
ligada a la exportación, si se plantea con calendarios o con
planteamientos a la europea es tirar el dinero porque esos países no
funcionan así.

Estas conclusiones van a determinar la elaboración de un conjunto de
actuaciones entre las que destaca,



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fundamentalmente y en primer lugar, el plan de calidad, que vendrá
acompañado de un plan de formación y un plan tecnológico, instrumento
necesario para hacer posible la interconexión entre la red exterior, los
servicios centrales y la red periférica, así como la adecuada prestación
de los servicios de información. El objetivo fundamental de este conjunto
de actuaciones será el poder ofrecer a nuestras empresas la misma o mejor
calidad de servicio que tienen sus competidores europeos.

En tercer lugar se trata de ir a una reestructuración de los instrumentos
existentes de apoyo a la exportación. Hemos hecho --la estamos
ultimando-- una reflexión sobre la necesaria reforma del FAD, del Fondo
de Ayuda al Desarrollo, para cumplir eficientemente el papel de promotor
de las exportaciones. Desde el año 1976 en que se constituye el FAD, el
mundo ha cambiado suficientemente y han cambiado también las condiciones
para el propio desenvolvimiento del FAD, sobre todo a partir de los
acuerdos de Helsinki --el llamado paquete de Helsinki--, en que se limita
de forma muy importante el número de países a los cuales se puede dar
crédito concesional y, en segundo lugar, el número de proyectos; por
tanto, para mantener la validez que el FAD tuvo requiere determinadas
modificaciones en su estructura. Al mismo tiempo, estamos de acuerdo con
el Tribunal de Cuentas, cuya principal objeción sobre la gestión del FAD
es que tiene un desarrollo legislativo insuficiente. Por tanto, creemos
que hay que caminar en esa dirección y asumimos la recomendación del
Tribunal de Cuentas de que es necesario un mayor desarrollo legislativo
sobre el FAD. Además, estamos estudiando el planteamiento estratégico de
las empresas dependientes del Ministerio, qué papel deben cumplir, dónde
deben estar y dónde no deben estar, cuál es el papel que les corresponde
y que pueda plantearse claramente sin dar pie a confusiones.

En materia de comercio interior se está produciendo una transformación en
las estructuras comerciales que está suponiendo una mejora en la eficacia
del pequeño y mediano comercio, pero creemos que esto es insuficiente.

Los datos sobre el pequeño comercio en España establecen claramente que
tenemos un número de comercios por habitante muy por encima del resto de
los países comunitarios. El comercio ha sido, en estos años de crisis, un
sector refugio; personas que salían de otras empresas con prejubilaciones
o con indemnizaciones han montado una tienda, lo que ha supuesto que el
número de comercios y de empleados en el comercio no haya, a pesar de la
crisis, tenido una evolución significativa, pero, a la vez, el tiempo
medio de vida de un comercio no supera los tres años, es decir, que
tienen una natalidad y una mortalidad extraordinariamente alta.

En cualquier caso, como les decía antes, los márgenes con que actúa la
distribución en España son muy altos; por tanto, todavía tenemos una
distribución ineficiente. Los precios al por menor han subido muy por
encima de los precios recibidos en el sector alimentación, por ejemplo
por los productores agrícolas, lo que quiere decir que la distribución ha
tenido un efecto inflacionista y un alto coste de distribución y, por
tanto, tiene que continuar el proceso de modernización de nuestra
distribución, y va a continuar no sólo por la propia dinámica interna,
sino porque se van a incrementar las inversiones extranjeras en el
sector. Hemos tenido en los últimos años un crecimiento muy importante de
las grandes superficies, pero ahora va a empezar el crecimiento de las
inversiones españolas y europeas en los llamados supermercados de
descuento, que son supermercados pequeños de proximidad que hacen más
clara competencia al pequeño comercio. Creemos que es un problema muy
importante socialmente porque en el pequeño comercio trabajan alrededor
de 1.800.000 personas, y según cómo se haga este proceso de modernización
puede tener un efecto muy importante sobre el empleo y muy importante en
la sociedad. Estamos buscando, pues, acuerdos con el sector, tanto con
grandes como con pequeños, para elaborar la ley de comercio y esperamos
que la ley pueda empezar a tramitarse en un plazo relativamente breve con
el fin de que pueda estar aprobada antes de fin de año.

Yo creo que hemos avanzado bastante en las negociaciones con grandes y
pequeños comerciantes. Lo que pretendemos es que la modernización vaya
ligada a un plan de apoyo al pequeño comercio, en el que participen las
comunidades autónomas y el Gobierno central, con el cual consigamos
también fondos europeos, para que haya un conjunto de acciones que
permitan que dentro de cinco años el pequeño comercio español, el que
tiene que sobrevivir, esté en condiciones de competitividad con la gran
distribución.

Tenemos una idea muy clara. Nosotros, como país europeo que somos,
tenemos un urbanismo y una estructura de ciudades en donde es fundamental
la pervivencia del pequeño comercio. Nosotros no somos Estados Unidos,
donde sólo hay cinco ciudades de verdad y lo demás son agrupaciones de
viviendas con una organización urbanística radicalmente diferente, donde
puede no existir perfectamente el pequeño comercio porque la vida se hace
en coche y tienen una organización muy diferente. En España, como en toda
Europa, es fundamental la supervivencia de un pequeño comercio,
eficiente, activo, especializado, donde intentamos potenciar el
asociacionismo empresarial que permita la supervivencia y la
competitividad de las empresas.

Pretendemos que el plan pueda ayudar a servir de contrapeso a la posición
de dominio de las grandes multinacionales, a la distribución e
introducción de una mayor dosis de competencia real en el sector, a hacer
posible la cristalización de una oferta comercial más diversificada en
variedad de productos y formas de comercialización y a sostener un
entramado económico que contribuya a cohesionar la sociedad y la
estructura urbana.

Por consiguiente, pretendemos que la ley de comercio minorista se
comience a discutir ya prácticamente en el mes de octubre en el
Parlamento para poder terminarla si no es en diciembre, en enero o a
principio del siguiente período de sesiones si no da tiempo en éste.

Con la aprobación del plan de modernización del comercio interior, en
colaboración con las comunidades autónomas, pretendemos que puede entrar
en vigor también a



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principio de año, y vamos a presentar en el mes de diciembre un libro
blanco en el que veamos todos los datos (hemos hecho un estudio bastante
profundo de la realidad de la distribución en España), para saber de
dónde partimos, dónde estamos, cuál es el modelo deseable y a dónde
queremos ir, para que el plan de apoyo al pequeño comercio se adapte y
esté apoyado para recorrer ese camino.

En la nueva organización institucional, en función de estos objetivos
creemos que hay que cambiar la estructura de alguna de las instituciones.

Hemos modificado ya Turismo (no voy a hablar de ello porque no
corresponde a esta Comisión). Creemos que hay que reestructurar la
Secretaría de Estado de Comercio Exterior; la Dirección General de
Política Comercial es un cuello de botella, es decir, es una dirección
general que significa casi una secretaría de Estado, y, por tanto,
creemos que debe haber una redistribución de las competencias donde
potenciemos enormemente el apoyo, con todo lo que significa, a las
oficinas en el exterior y a la red interior, precisamente para hacer esa
reforma de los servicios que presta la Administración comercial del
Estado. Eso quiere decir que hemos de potenciar tanto las oficinas, que
tengan los recursos necesarios y distribuidos en el mundo de la manera
adecuada, como que haya una estructura en la propia Dirección General que
sea capaz de hacer el seguimiento. La estructura inglesa tiene personas
que hacen un seguimiento estrictamente desde aquí, país a país o por
agrupaciones de países, en función de las dimensiones y de la importancia
del comercio con esos países.

Creemos que hay que modificar los estatutos del ICEX, tampoco se han
modificado desde su constitución, y adaptar sus funciones a una nueva
situación de competencia internacional, teniendo en cuenta la necesaria
coordinación con las instituciones autonómicas en el terreno de la
promoción comercial de las empresas españolas en el exterior. Queremos
que en el Consejo de Administración del ICEX entren las comunidades
autónomas, creemos que es imprescindible, por lo que es uno de los
asuntos que queremos plantear.

Luego hay que reestructurar la Dirección General de Comercio Interior
para adaptarla a su realidad, ya que todavía sigue siendo en gran medida
una herencia del viejo Iresco y por lo tanto la organización y los medios
de los que dispone no son los adecuados para el papel que le corresponde
en el futuro. En ese sentido, prevemos un conjunto de acciones
legislativas, como hacer la ley del comercio, modificar muy posiblemente
la Ley de Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación y
presentar, en el área turística, la ley del time sharing, aunque la
competencia es compartida con el Ministerio de Justicia, y la ley de
viajes organizados. Luego, evidentemente, está la reforma del FAD y la
reforma de los estatutos del ICEX, ya que, al estar hechos los dos por
decreto-ley, requieren una modificación con rango de ley o decreto-ley.

Por consiguiente, ésas creemos que van a estar las acciones legislativas
que vamos a presentar a esta Cámara en los próximos meses.

Todo esto está encuadrado dentro de una situación general muy positiva
para nuestro país en las competencias de ese Ministerio. El turismo ha
tenido un año muy bueno, estimamos que el crecimiento, a julio, del
número de turistas está en alrededor del 10 por ciento, el 9,8 por
ciento; el crecimiento de ingresos está en el 18 por ciento, según datos
del Banco de España, y la balanza neta, al haber decrecido un 11 por
ciento la salida por divisas al exterior, por la crisis económica y por
la devaluación de la peseta, que tiene un efecto negativo sobre la salida
al exterior, según datos hasta julio inclusive, ha crecido un 27 por
ciento. Vamos a tener unos datos positivos, que reflejan el fantástico
año que ha tenido el turismo de sol y playa, que significa un 70 por
ciento del sector. Es decir, no se corresponde por igual al turismo de
ciudad, que evidentemente ha mejorado sobre el año pasado, pero sigue
teniendo una situación complicada sobre todo en aquellas ciudades que
tuvieron un incremento de la oferta como son Barcelona, Sevilla o
Granada, donde prácticamente se duplicó la oferta de los tres últimos
años. Por tanto, eso significará que hay un gap siempre entre esa
duplicación de la oferta y la capacidad general de la demanda necesaria
para crear una buena ocupación.

Las exportaciones, a julio, han crecido un 33 por ciento y las
importaciones un 24 por ciento. Las exportaciones están creciendo por
encima de las importaciones en porcentaje, lo cual quiere decir que
esperamos cerrar la balanza comercial de este año con un déficit similar
del año pasado, del orden de los 2 billones 500.000 millones, que
prácticamente se compensaría con la balanza turística, con lo que tenemos
la balanza por cuenta corriente casi equilibrada.

Las inversiones extranjeras en España, las directas han crecido un 30 por
ciento en estos primeros meses, están por encima del billón de pesetas.

No contamos las que son inversiones que podríamos considerar
especulativas, no contamos la compra de deuda pública, contamos con
inversiones directas en empresas. Es verdad que hay una inversión que
tiene un efecto muy importante en esas cifras y que no tiene un cambio
significativo, que es el traspaso de la planta de Navarra de Seat a
Volkswagen. Si eliminamos esa inversión, éstas han crecido un 17 por
ciento; por lo tanto, creemos que eso tiene un efecto que maquilla los
datos reales, pero que el crecimiento de las inversiones sea de un 17 por
ciento en un año como éste nos parece positivo.

Creemos que los datos son buenos, que estamos en el camino, pero que
falta mucho por recorrer. La tarea que el Ministerio se propone es apoyar
a las empresas españolas a recorrer ese camino y a que lo puedan hacer de
la mejor manera posible. En el campo del comercio interior, el Ministerio
se propone que el cambio y la modificación imprescindibles de las
organizaciones y de la distribución española se hagan con el mínimo
trauma social posible y que, por lo tanto, sea asumible por la sociedad
en que vivimos. Lo que pretendemos es lo que pretendimos desde el primer
día, que era separarlo lo más posible de la crisis. Cuando Convergència i
Unió presentó el proyecto de ley de comercio en julio del año pasado,
nosotros planteamos desde el primer momento, y lo planteamos también en
el Parlamento, que era imprescindible, si queríamos hacer



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una ley razonable, separarlo de la crisis lo máximo posible, porque, si
no, viviríamos esa ley con la presión de la crisis que se vivía de forma
tremenda en el año 1993. En esta mejor situación, donde el consumo no ha
crecido significativamente pero las expectativas de consumo sí --las
expectativas de los comerciantes son ahora mucho mejores de lo que eran
hace un año-- creemos que se puede elaborar una ley con menor presión,
por lo tanto mejor y que pueda tener mayor vida en el futuro que una ley
hecha bajo la presión y los efectos de la crisis.




El señor VICEPRESIDENTE: La comparecencia solicitada por el Grupo Federal
de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, sobre presunto fraude de
productos siderúrgicos presentados como productos de Ensidesa, la
celebraremos con posterioridad a esta comparecencia.

¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Aguirre.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Gracias, señor Ministro, por la información
que nos ha facilitado sobre las tareas que lleva a cabo su Departamento.

En mi turno, si no tiene inconveniente la Presidencia, voy a acumular mis
dos turnos, respecto a las dudas que se me han planteado con la
intervención y a la propia toma de posición del Grupo Popular en relación
con el contenido de la intervención del señor Ministro.

Señor Ministro, no he escuchado muchas novedades en relación con las
comparecencias que anteriormente ha tenido ante esta Comisión. Quisiera
resaltar exclusivamente tres de ellas. La primera es el convencimiento
que existe en el Gobierno y en su Ministerio de que, si no se cumplen los
criterios de convergencia, la recuperación económica tenderá a fracasar.

En este sentido, queremos mostrar nuestra satisfacción porque así sea la
opinión del Gobierno, por cuanto estamos de acuerdo en que ésa es una de
las condiciones básicas para la recuperación económica, pero tendrá a
bien reconocer que, precisamente en materia de criterios de convergencia,
el horizonte que España dibuja con el estado actual de sus indicadores no
es precisamente esperanzador. De los criterios de convergencia,
cumplíamos uno sólo y este año, como sabe el señor Ministro, superaremos
el límite estimado de deuda para estar dentro de los criterios de
convergencia; no sólo lo superaremos sino que el propio Plan de
convergencia del Gobierno advierte de que la deuda seguirá un crecimiento
acelerado por un tiempo a medio plazo. Si a eso sumamos el expediente
abierto a España por el déficit excesivo que tienen las administraciones
públicas y la resistencia que se está observando a la bajada de los tipos
de interés, creemos que no es que tengamos un horizonte muy esperanzador
en materia de criterios de convergencia. Sin embargo, nos satisface
escuchar que, para la creación de empleo y para la estabilidad económica,
el Gobierno considera que el cumplimiento de estos criterios de
convergencia es indispensable.

La segunda posible novedad que he advertido en su intervención ha sido el
estudio que siguen avanzando en materia de Cámaras de Comercio. Como bien
ha señalado usted al final del capítulo de su intervención sobre Cámaras
de Comercio, están todavía en el estudio con el conjunto de los agentes
implicados. Por lo tanto, estamos a la espera de que culminen ese estudio
y den una posición definitiva del Gobierno en materia de Cámaras de
Comercio.

Otro de los aspectos que entendemos novedoso de su intervención es en lo
relativo a los instrumentos FAD, sobre todo en el sentido de que, por
primera vez, nos indica que asumen las recomendaciones que el Tribunal de
Cuentas ha hecho sobre estos instrumentos y sobre su marco legal. También
recibimos con satisfacción que, después de un año, hayan admitido que
estas recomendaciones estaban dentro de un orden más adecuado de esta
fórmula de financiación de exportaciones.

Respecto al resto, señor Ministro --lo digo sin ningún tipo de acritud--,
no he escuchado ninguna novedad en relación con las comparecencias que ha
realizado durante este año. Observo que en la mayoría de los capítulos en
que ha dividido esta intervención, que he seguido atentamente y de la que
he tomado buena nota, siguen estudiando muchos temas; sobre todo en
cuanto a los temas de comercio interior, personalmente entiendo que están
en un punto de ralentización que ya no es conveniente. En cualquier caso,
supongo que las conversaciones que el Ministerio está llevando a cabo
para alcanzar el consenso debido en relación con la proposición de ley de
Convergència i Unió no debe ser un camino que permita más aceleraciones;
si no, no hay justificación para que se esté prorrogando el debate de
esta ley, tanto que podríamos decir que esta ley está batiendo el récord
de prórrogas en la Cámara, de las que reconocemos haber sido nosotros
promotores en un primer período, pero entendemos que, a partir del mes de
junio, estaba suficientemente identificado el debate y las posiciones
como para tomar una posición respecto al contenido de esta ley. Más
queremos pensar que ustedes, como Departamento, han tenido algunas
dificultades con algún otro departamento, concretamente con el Ministerio
de Economía, en torno a los criterios en que se deben basar las enmiendas
de esta ley y también queremos pensar que algunos de los puntos que
aborda esta ley no guardan un alto grado de coincidencia con los que la
proposición de ley de Convergència i Unió plantea en su contenido. En
cualquier caso, confiamos que en breve superen estas dos dificultades y
podamos dar por cerrado el período de enmiendas. El Grupo Popular ya
anuncia que presentará un texto alternativo a la proposición de ley de
Convergència i Unió, por entender fundamentalmente que todo el texto de
la ley que se planteó es bastante mejorable, sobre todo en lo
concerniente a la unidad de mercado.

Por lo demás, esperamos que dé a conocer ese plan de modernización.

Nosotros presentamos ayer en la Cámara un conjunto de medidas de apoyo a
la modernización del pequeño comercio, en una proposición no de ley que
por supuesto está a su disposición, y confiamos en que coincidan los
planteamientos que hemos formulado en esa proposición no de ley con los
planteamientos que su Departamento formula para esas medidas de
complemento, porque entendemos que la ley de comercio por sí sola sería
insuficiente para, de alguna manera, ayudar a que esa reconversión
silenciosa que está sufriendo el pequeño comercio sea



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lo más pactada y amparada posible y que no tenga efectos traumáticos en
el tejido empresarial del pequeño comercio.

Como le decía, observamos que sigue pendiente la ley de time sharing,
prometida por muchos gobiernos socialistas, que hasta la fecha no ha
podido tener cuerpo, y esperamos sus reformas en torno al FAD y a los
estatutos del ICEX.

Insisto, señor Ministro, satisfacción porque vemos que asume algunos
criterios defendidos por el Grupo Popular y encontrábamos resistencia en
su Departamento a que fueran comprendidos, como los criterios de
convergencia necesarios para la estabilidad económica, como la reforma
del marco legal de los instrumentos FAD y como la ayuda al pequeño
comercio a través de medidas complementarias a la ley. Esperamos que esos
estudios de este largo año de mandato al frente del Ministerio de
Comercio y Turismo vayan culminando, al efecto de que todas estas
voluntades hechas expresas en su discurso de esta mañana se vean
plasmadas en textos legales y en medidas de apoyo.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió),
tiene la palabra el señor Molins.




El señor MOLINS I AMAT: Señor Presidente, intentaré ser breve. En primer
lugar, quiero agradecer al señor Ministro su intervención y repasar un
poco los puntos a los que él ha hecho referencia.

Estamos absolutamente de acuerdo en el planteamiento genérico de las
prioridades del Gobierno en cuanto a creación de empleo y en lo que hace
referencia a los asuntos de su competencia, comercio exterior y turismo,
pero fundamentalmente comercio exterior por la Comisión en la que nos
encontramos. Ciertamente, el sector exterior ha sido el que ha creado
empleo en este último año y, por tanto, se ciñe estrictamente a los
planes del Gobierno y a lo que creo que debe ser la prioridad, con la que
concordamos, que es la creación de empleo y que eso exige estabilidad,
por lo que de nada sirven crecimientos exagerados en unos primeros años
que comprometan el crecimiento futuro por la inestabilidad que, sobre
todo en el precio del dinero, puede derivarse de unos déficit exagerados.

La competitividad es fundamental para mantener esa realidad exportadora a
largo plazo, la competitividad es inexcusable y no haríamos más que
comernos los efectos de la devaluación del último año si no nos fijáramos
en la necesidad de la competitividad.

Creo que a todos los grupos nos ha llegado un informe --creo que de
Comercio Exterior a Economía-- respecto a su opinión sobre los efectos de
la devaluación en las exportaciones y cómo ese efecto parece que puede
llegar a perderse en los próximos --no queda claro-- dieciocho meses a
partir del momento de la realización del informe, en el mes de junio, o
veinticuatro desde ese momento. En cualquier caso, a lo largo del próximo
ejercicio presupuestario del año 1995 se perderían los efectos de la
devaluación en la competitividad de las exportaciones, o la
competitividad de las exportaciones derivadas del efecto de la
devaluación. En este sentido, quiero señalarle al señor Ministro que en
cuanto a esa previsión que hacía de que al incrementarse más las
exportaciones que las importaciones no es preocupante el desequilibrio de
la balanza comercial, podemos volver a encontrarnos en los problemas ya
clásicos de España en cuanto a que ese equilibrio vuelva a rompérsenos,
sobre todo si se tiene en cuenta que la pérdida del efecto devaluación,
sumada al incremento --que esperamos se produzca-- del consumo interno,
puede provocar un incremento de las importaciones muy superior al que
hemos venido teniendo en estos últimos meses.

Quisiera también hacer referencia a una cuestión que ha puesto de
manifiesto el señor Ministro, con la que no digo que estemos en
desacuerdo, pero que, por lo menos, quisiéramos matizar. Señalaba el
señor Ministro cómo nuestras exportaciones se realizan fundamentalmente
con el área de la Unión Europea, en un 70 por ciento, y de la OCDE, en un
80 por ciento, y que esa concentración de riesgos le parecía excesiva.

Decía que es buena porque son los mercados más seguros en cuanto
continuidad, pero excesiva en cuanto a tener demasiados huevos en la
misma cesta, en época de vacas flacas, como nos ha ocurrido. En este
sentido, yo creo que no deberíamos perder de vista que, a pesar de que es
cierto que el 70 por ciento de nuestas exportaciones se realiza con la
Unión Europea, no deja de ser menos cierto que nuestra penetración en
esos mercados es todavía muy pequeña. Es decir, que el lugar en el cual,
a igualdad de esfuerzo, podemos tener un resultado más espectacular en el
incremento de nuestras exportaciones sigue siendo en el mercado de la
Unión Europea y de los países de la OCDE. Ligando lo anterior con una de
las cuestiones que ha comentado el señor Ministro cuando hablaba de la
reestructuración de la red comercial exterior, quisiera señalar que nos
parece muy bien esa reestructuración que se está llevando a cabo y, sobre
todo, el papel que han de hacer esas oficinas en el exterior, en cuanto a
conocimientos de mercado, pero, a nuestro entender, no debería ser sólo
una cuestión de saber, como decía el señor Ministro, si un país
determinado va a realizar una reforma en profundidad y unas inversiones
cuantiosas en temas como televisiones por cable o electrificación, sino
también en los mercados más clásicos. El conocimiento por parte de los
productores españoles de los márgenes comerciales o de los precios de
venta de los determinados productos, que es una información relativamente
sencilla de conseguir, es de una utilidad extraordinaria, porque muchas
veces existe el desconocimiento de cuál es el precio al que se está
vendiendo ese producto en el exterior, y ésa es la desgracia de nuestras
empresas. Es decir, como no tienen mentalidad exportadora, muchas veces
no disponen ni de esa información. Por tanto, creo que las oficinas en el
exterior, aparte de esa necesidad de conocimiento de los grandes
proyectos económicos de los países en los que desarrollan su actividad,
tienen que llevar a cabo una verdadera investigación de mercados de todo
tipo de productos. Yo insistiría, señor Ministro, en que, estando de
acuerdo en que nuestra concentración de exportaciones en la Unión Europea
es muy importante, no deja de ser menos cierto que, probablemente y a
corto plazo, la gran capacidad de crecimiento de nuestras exportaciones
sigue situándose en el mercado de



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la Unión Europea y de la OCDE, por cuanto nuestra penetración en esos
mercados es todavía muy muy pequeña.

El señor Ministro ha hecho referencia a un problema grave, que creo que
se nos plantea a todos con la sentencia del Tribunal Constitucional
respecto a las Cámaras de Comercio, pero no ha dejado de aludir a un
conflicto que hay detrás de esa cuestión resuelta por el Tribunal
Constitucional, que no se hubiera producido, probablemente, de no existir
lo que ha señalado el señor Ministro: ese enfrentamiento entre las
empresas y la Cámara; yo me atrevería a decir que, más que entre las
empresas y la Cámara, entre alguna organización empresarial y las propias
Cámaras, enfrentamiento que no es nada bueno y que creemos que provoca en
este momento una gravísima situación. Las Cámaras de Comercio, señor
Ministro, son absolutamente imprescindibles para el buen funcionamiento
de la economía, forman parte de la estructura social de esa sociedad
civil y existen en toda Europa. No deja de ser curioso que, con unos
contenidos constitucionales relativamente parecidos, en Alemania el
Tribunal Constitucional haya hecho perfectamente posible el pago de una
cuota obligatoria y, en cambio, en España, no; alguna diferencia habrá.

No quiero comentar ahora la sentencia del Tribunal Constitucional, pero
creo que es perfectamente posible, dentro de un marco constitucional
europeo, que exista la obligatoriedad del pago; pero, en fin, ésa es ya
una sentencia firme. Creo que debemos ser capaces, entre todos, de
encontrar la manera de que esos recursos puedan llegar a las Cámaras de
Comercio, utilizándolas como un instrumento del Estado en determinadas
actuaciones, y la del comercio exterior ha sido una dedicación de las
Cámaras de Comercio, por lo menos de algunas de ellas. Estoy de acuerdo
también en que probablemente hay demasiadas Cámaras, que han surgido en
momentos en que eran imprescindibles o en que eran necesarias, pero que a
lo mejor hoy están superadas por las circunstancias, y quizá habría que
procurar producir una unificación en cuanto al número de Cámaras. También
estoy de acuerdo en que deben reestructurarse y disminuir costes, pero
creo que debemos hacer posible, sobre todo --y este año es fundamental en
ese sentido--, el que no haya una debacle debido a la sentencia del
Tribunal Constitucional. Es decir, este año las Cámaras necesitarán
recursos económicos y debemos ser capaces de encontrar, con
extraordinaria agilidad, la forma de que, obviamente sin dilapidarlos y
siendo como pago de unos determinados servicios, las Cámaras puedan
encontrar esos recursos. De hecho, alguna de esas organizaciones
empresariales proverbialmente enfrentadas a las Cámaras porque ellas no
tienen cuotas obligatorias, viven gracias a fondos europeos que se
invierten a través de su actuación. Por tanto, parece absolutamente
necesario que podamos utilizar métodos similares. Insisto en que a
nuestro Grupo Parlamentario le da la impresión de que sería una pérdida
excesiva, porque no nos podemos permitir el lujo de perder las Cámaras de
Comercio, obviamente, con toda la exigencia de trabajo eficiente, de
trabajo eficaz y de utilidad pública, como de hecho así están definidas:
de utilidad pública.

Respecto a la parte en la que el señor Ministro ha hecho referencia de la
reforma imprescindible en el comercio interior, saludar la expresión del
señor Ministro, que no es nueva en él, pero no por eso deja de ser menos
necesario, a nuestro entender, remarcarla: Nuestra estructura comercial
es distinta; la estructura comercial no es independiente del paisaje
urbano, que no deja de ser el paisaje social, es decir, de una estructura
social determinada, que tiene que ver con cosas tan objetivas como, por
ejemplo, la temperatura. El señor Ministro ha hecho la diferencia entre
Europa y América, que es evidente, y en la que estoy absolutamente de
acuerdo, pero es que incluso dentro de Europa las costumbres que influyen
sobre la estructura comercial también son distintas, una de ellas es la
temperatura, por ejemplo. Es imposible pasear a 20 grados bajo cero, que
son las temperaturas relativamente normales en invierno en los países
nórdicos y, en cambio, en España en general, y en algunas zonas españolas
más todavía (me refiero al Mediterráneo, que el señor Ministro conoce
bien), esto condiciona la estructura comercial. Por tanto, y
probablemente, ya lo sabe el señor Ministro, entre lo que para algunos es
muy importante y nosotros no le daríamos importancia de la unidad de
mercado y la necesidad de adaptarse a estructuras comerciales que son
distintas, incluso en el territorio español, nuestro grupo parlamentario
siempre defenderá la necesidad de que, sobre todo en la reestructuración
del sector de comercio interior, que nosotros también defendemos, ésta
debe hacerse muy de acuerdo y muy de la mano de las comunidades
autónomas, porque no son idénticas las estructuras comerciales en el
territorio español y, por tanto, entre la disyuntiva de unidad de mercado
o adaptación a la realidad comercial de cada territorio, nos inclinamos
clarísimamente por esta segunda cuestión. De ahí la importancia, y
saludamos el anuncio hecho por el señor Ministro, del Plan de
modernización que será hecho y recoge ese compromiso de colaboración con
las comunidades autónomas.

También recojo el compromiso de que dentro de la reestructuración de la
Secretaría de Estado de Comercio Exterior, de la reforma del FAD,
etcétera, en particular la reforma del Icex también será llevada a cabo
en colaboración con las comunidades autónomas. Yo creo que todas ellas
--probablemente unas más que otras-- llevan trabajando tiempo en un campo
que no es de su competencia --eso es bien cierto--, pero en promoción
económica de su territorio están trabajando también en temas de comercio
exterior. Creo que esa colaboración es no sólo imprescindible, sino que,
además, puede ser muy provechosa, porque es sumar esfuerzos en un
objetivo común, como es la internacionalización de la economía.

Por último, un tema que es importante y es que dentro de la
internacionalización el señor Ministro ha hecho referencia al incremento
de las inversiones extranjeras en España, pero no me ha parecido oír el
incremento de las inversiones españolas en el exterior. Me gustaría
conocerlo. Sabe el señor Ministro que, en este momento, existe una
imbricación total y absoluta entre las exportaciones y el incremento de
la inversión; que muchos países europeos no están incrementando sus
exportaciones, por la sencilla razón de que lo que están incrementando es
su fabricación en el exterior, que sustituye a su exportación, de hecho,
y, al



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contrario, se convierte en importación muchas veces, pero no dejan de
estar y de crear producto interior bruto con esas inversiones en el
exterior. Ese es un terreno en el cual los países europeos nos llevan
muchos años de ventaja; si también en la exportación nos llevan años de
ventaja, todavía más en el campo de las inversiones exteriores y que, por
otra parte, no es un campo que haya venido ayudado precisamente por la
devaluación; es decir, el efecto de la devaluación le es contrario. Por
tanto, desearía que el señor Ministro hiciera alguna referencia al
respecto en su próxima intervención.

Muchas gracias, señor Presidente. Gracias, señor Ministro.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, el señor Caballero
tiene la palabra.




El señor CABALLERO ALVAREZ: Muchas gracias, señor Ministro, por su
exposición, que a mí particularmente me gustó mucho, porque creo que en
un momento como el actual, en que el comercio exterior de este país
funciona bastante bien, que el Ministro venga a esta Comisión y nos
plantee un programa de actuación de reforma de sus estructuras de
funcionamiento, parece cuando menos muy razonable y muy pegado al
terreno. Significa no quedarse parado en los éxitos conseguidos y tratar
de conseguir que algo, absolutamente imprescindible para nuestro
funcionamiento futuro en el ámbito de la economía, que es el comercio
exterior, siga produciéndonos satisfacciones. Por tanto, repito que su
intervención me pareció muy adecuada.

Sobre lo que usted ha dicho y sobre lo que el Secretario de Estado nos
dijo en la última comparecencia (creo que hay que agrupar las dos
intervenciones; la otra fue un poco más técnica y más centrada en el
momento actual del comercio exterior), algunas observaciones voy a hacer.

La primera es que el comercio exterior nos está permitiendo crecer. Esto
ya es una obviedad a estas alturas. Todo el mundo lo sabe y todo el mundo
lo asumió; es el comercio exterior el que nos está permitiendo crecer en
un modelo económico sólido y realista; es el que nos permite este año la
tasa de crecimiento entre el 1,5 y 2, que todavía la realidad económica
nos dirá hacia dónde va; nos lo va a permitir porque prácticamente todo
el tirón de la demanda efectiva está viniendo desde este ámbito. Esto
pone de relieve un modelo de salida de la crisis, o una estructura de
salida de la crisis relativamente consistente, porque nos permite en este
momento crecer y, por tanto, establecer un crecimiento diferencial
respecto al año pasado de casi tres puntos, lo cual es bastante
importante, yo creo que no suficientemente recalcado siempre; pasar de un
decrecimiento del uno a un crecimiento de casi el 2 en un año es un salto
de tres puntos, basado sólidamente en el sector exterior.

En segundo lugar, nos permite afrontar el año 1995 con la perspectiva de
sostener el crecimiento desde el ámbito interno, lo cual es la segunda
parte de un modelo sólido y de un modelo de crecimiento consistente.

Creo que nadie puede dejar de compartir los objetivos amplios que usted
planteaba al principio: empleo basado en la competitividad; la
convergencia; el control de la inflación, como elemento intermedio. Yo
creo que esto es lo que en este momento centra la política económica del
Gobierno y la centra de forma bastante convincente.

Sólo tenemos en el horizonte una nube, una nube gris, digamos, todavía no
negra, y es en qué medida el año que viene a este crecimiento sólido y
consistente basado en el sector exterior de este año le sigue la
inversión. A estas alturas está claro que el consumo privado --y el señor
Ministro lo explicaba claramente en su comparecencia-- empieza a dar
muestras de reactivación. No podía ser de otra forma, porque el propio
tirón del sector exterior crea renta; esa renta crea consumo y el
consumo, a su vez, retroalimenta la renta. Esto tiene que venir
necesariamente acompañado del crecimiento de la inversión.

De lo que el Ministro nos decía hace un rato y de lo que la política
económica del Gobierno está dejando ver claro, constato que todos los
esfuerzos van en esa dirección. Todos los esfuerzos van a conseguir
mantener nuestra competitividad en el exterior, y eso requiere el
lanzamiento de la inversión, y requiere necesariamente del control de la
inflación, por una parte, que es la que puede amenazar los tipos de
interés a largo plazo y, por tanto, la propia inversión en el medio plazo
como objetivo intermedio clave. Yo creo que el Ministro hacía muy bien
cuando empezaba su intervención señalando al lado de empleo,
competitividad, convergencia e inmediatamente después tipos de interés y
tasas de inflación. En esa línea deben ir los esfuerzos, y en esa línea
veo yo que van por lo que el Ministro nos planteaba en su intervención.

La devaluación produjo un efecto muy importante. Yo creo que fue muy
sabiamente tomada en el momento que los mercados señalaron que había que
tomarla. El efecto de la devaluación se puede agotar. Los datos que el
Ministerio de Comercio nos transmite hablan de 30 meses, 30 meses supongo
que a partir del momento en el que nos da el papel, si no tendría que
decir la fecha de iniciación, lo cual señala un período relativamente
importante. Estamos hablando de tres años de ventajas comparativas, pero
además constatamos que todos los esfuerzos son para que no se agoten. De
hecho, las advertencias que aquí estamos oyendo van en la dirección de
productividad, competitividad y, por tanto, mantenimiento de la ventaja
comparativa.

Quiero ampliar un poco más la cuestión y la quiero ampliar --por volver
al estricto sector exterior-- a los esfuerzos que el Gobierno está
planteando en todos los ámbitos. De hecho que los costes laborales
unitarios se disminuyeran en los últimos tiempos con motivo de la
devaluación y de la propia evolución de los costes salariales --y hablo
de costes laborales y unitarios en moneda extranjera-- por encima del 20
por ciento, señala una tendencia o por lo menos una relativa presión en
el mantenimiento de esa ventaja comparativa. Que en los últimos tiempos
se estén dando acuerdos sociales y se esté dando un clima social
relativamente más tranquilo, señala una tendencia o una incipiente
tendencia al mantenimiento en el largo plazo de esa moderación salarial
que estamos experimentando este año. Por tanto, tenemos bases sentadas
bastante sólidas



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para el mantenimiento de lo que en este momento es una recuperación
incipiente, pero ya relativamente importante.

Quiero señalar --y esto era una especie de entrada-- que lo que el
Ministro de Comercio nos acaba de plantear es toda una serie de reformas
estructurales para conseguir el mantenimiento de una ventaja exterior
bastante importante en este momento. Eso hay que enfatizarlo por una
parte y, desde el Grupo Socialista, darle todo el apoyo explícito que
necesite y estimularle en el mantenimiento de esa tensión. No va a ser
fácil y todos sabemos que va a ser relativamente difícil porque la
reforma de algunas estructuras no es fácil, va a encontrar dificultades
y, por tanto, queremos plantear nuestro apoyo político al mantenimiento,
sostenimiento e, incluso, a la aplicación, en el más corto espacio de
tiempo posible, de todas las reformas que aquí escuchamos.

No me resisto a comentar algunas cuestiones concretas, aunque después
entraré en las reformas. Se refieren --ya el portavoz de Convergència i
Unió hablaba de ello-- a nuestra balanza comercial y a nuestras
exportaciones a la Unión Europea. Creo que el Ministro planteaba la
conveniencia de ampliar a otros sitios, además de a éstos. El lo dirá que
lo sabe decir muy bien --no tengo que decirlo por él-- pero, me parece
que el hecho de que España tenga el 40 por ciento de sus exportaciones en
Alemania, Italia y Francia no es una mala cuestión porque implica cierta
estabilidad con el crecimiento alemán, con el crecimiento francés, una
cierta estabilidad de crecimiento previsible; pero en los próximos años
sería conveniente aumentar algo más esa cantidad y disminuir el
procentaje. Explico la cuestión aunque es suficientemente clara, pero a
lo mejor hay que explicarla: sería bueno, todavía, aumentar nuestra
presencia de exportación en países de otras áreas. El objetivo es muy
ambicioso y, en todo caso, es bueno plantearlo. En ese ámbito el Ministro
planteaba una cuestión que me llamó la atención especialmente: habló de
más diálogo con las empresas y de menos burocracia. Creo que éstas son
dos líneas claves en el fomento del sector exterior, porque la queja que
todos oímos por parte de las empresas --a veces justificada y a veces
no--, es que hay algunas dificultades para conectar con la estructura de
ministerio en algunos países y excesiva burocracia en el funcionamiento.

Esto a veces se convierte en un tópico --probablemente esta vez no lo
sea; pero, en todo caso, tender a disminuir la burocracia siempre es
bueno y siempre va a ser bien venida.

Esto lo planteaba el Ministro inmediatamente en el ámbito de la relación
con las cámaras de comercio y las cámaras de comercio --comparto toda su
reflexión-- probablemente sean instituciones en las que hay que
diferenciar entre unas y otras. No todas funcionan igual; unas funcionan
muy bien, otras regular y otras muy mal. Por tanto, esta idea de no sólo
la reestructuración sino la fusión me parece conveniente. Hay que darle a
las cámaras de comercio la agilidad para que cumplan su función. Aquí
deberíamos trazarnos cierta cautela operativa: es decir, las cámaras de
comercio se ganarán su sitio y, por tanto, se ganarán el respeto de las
empresas si efectivamente son operativas. Cámaras de comercio
burocráticas, que no dan ningún servicio a las empresas que no
contribuyen a su funcionamiento no son más que un elemento de burocracia
adicional para las empresas; sin embargo, otras cámaras de comercio
tienen un extraordinario dinamismo y las empresas participan de ellas
gustosamente. Creo que en esa dirección --y por ahí entiendo que iba la
reflexión del Ministro de Comercio-- habría que operar.

Es muy pertinente la reflexión de potenciar el fomento de la exportación
a algunos mercados emergentes de Asia y de Latinoamérica y quiero
situarlo en él «por si las moscas»; por si el mercado sigue siendo
emergente, el futuro dirá qué va a pasar con estos países, pero no parece
en absoluto nada desdeñable tratar de asentar nuestras redes exteriores
en estos mercados, porque la dinámica de la economía los puede convertir
en el futuro en mercados extraordinariamente importantes. Por tanto, los
que se espabilen --y perdónese la expresión coloquial-- para situarse en
estos mercados pueden tener una gran capacidad.

Haría una sugerencia adicional y es que en algunos países de la OCDE
nuestro fomento de exportación no funciona suficientemente bien. No
quiero señalar específicamente, el Ministro seguro que los conoce todavía
mejor que yo, pero dentro de la OCDE existen bloques de países en nuestra
presencia exterior y en nuestra capadidad de exportación; por tanto,
algunos de ellos requerirían cierta actuación adicional. Todos hemos oído
anécdotas de algún armador gallego que se encuentra por los ministerios
de pesca de algún país de la OCDE, situado lejísimos, y dice que acaba de
conseguir dos licencias de pesca; se lo consigue él solo. Es decir, él
solo va allí, el solo se sitúa en aquel ministerio y consigue las
licencias de pesca. Creo que estos temas que son muy importantes
requieren también mayor ayuda en algunos países que, en este momento,
pueden no estar todavía suficientemente atendidos.

El planteamiento que el Ministro hace de detectar oportunidades de
exportación y, al mismo tiempo, a través de las cámaras ayudar a las
empresas a salir, parece francamente bueno. Creo que ésta es una cuestión
en la que el esfuerzo, desde el Grupo Socialista, va a ser bien venido.

La reforma del FAD a estas alturas, también parece ya razonable, porque
todos estamos detectando algunas dificultades, en algunos momentos y con
algunas operaciones.

Por tanto, señor Ministro, en el ámbito del comercio exterior, por parte
del Grupo Socialista tiene usted todo el apoyo que necesite para hacer
estas reformas tan importantes e, incluso, más que se le ocurran en esta
dirección, porque de ello dependemos bastante. En segundo lugar, y
haciéndolo extensivo, todo el apoyo que el Gobierno necesite para
fomentar la competitividad. Esto trasciende de su ministerio, pero un
Ministro de Comercio, en un momento como el actual, es un personaje
emblemático porque, en una economía como la nuestra, que según los datos
que usted daba, tiene el 52,2 por ciento de apertura respecto al sector
exterior, el Ministro de Comercio se convierte en el personaje a través
del cual hay que transmitir los mensjes de que incrementemos la
competitividad porque de ello depende nuestro futuro.

En el ámbito del comercio interior usted planteó cuestiones de alto
calado económico y social, porque cualquier



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medida que afecte a casi dos millones de personas hay que verla con mucha
cautela y con mucho cuidado. No es que quiera decirle que usted ha hecho
en su comparecencia todo bien, porque no es bueno decirlo, pero me dejó
satisfecho que usted observe esta reforma con toda la cautela porque
afecta a mucha gente, a muchos pequeños comerciantes y, por tanto, tiene
un gran impacto social. En segundo lugar, afecta a pequeños comerciantes
que va a ser muy difícil reconvertir fuera de su sector; es decir, que si
pierden su puesto de trabajo en ese sector probablemente no tengan salida
ya, no tengan otro al que ir. En consecuencia, no es solamente bueno que
ese sector incremente su competitividad (alguna pregunta le haré, porque
algunas cuestiones de las que usted dijo me llaman la atención); es bueno
que incremente su competitividad, cada vez más, pero sobre todo,
estudiemos bien lo que sucede porque podemos no tener destino alternativo
a multitud de estos pequeños comerciantes. En consecuencia, la economía
está para ser competitiva y para funcionar, pero la economía también está
para permitir que los verdaderos beneficiarios, que son los ciudadanos,
sigan siendo el objeto en que pensamos. Por ello digo que cuando usted
planteaba desde un Libro Blanco hasta un plan de apoyo y toda una serie
de medidas que ni siquiera me dio tiempo a copiar, me quedé tranquilo;
pero sí quiero señalar la preocupación que todo este tipo de reformas
produce.

Usted daba algunos datos que yo no conocía --porque ciertamente disto
mucho de ser un experto en este sector--, y decía que el tiempo medio de
vida de estos pequeños comercios es inferior a tres años. Yo creo que
debe haber diferencias sectoriales muy importantes; en tanto que en
algunos sectores deben ser muy efímeros, en otros, sin embargo, basados
en economías familiares, tienen larga vida, y esto lo observamos todos
cuando nos movemos por la calle. Por tanto, sería bueno saber cuál es la
estructura sectorial y la estructura sociológica de estos pequeños
comercios.

Cuando habla de los niveles de inflación ligados a este sector o a los
niveles de márgenes comerciales y de incidencia en los precios, le
formulo la siguiente pregunta. ¿En algunas grandes superficies o grandes
comercios, no se observan también determinadas tendencias en esta
dirección? Hago la pregunta porque creo que esto tampoco es tan uniforme
y probablemente si se diferenciara entre productos y entre algunas
grandes superficies, se tendría una visión más completa, sin entrar
técnicamente en ello, pero como observador a lo mejor no es tan dispar.

Le formulo la pregunta, no estoy afirmándolo, en absoluto; estoy
simplemente señalando que en algunos productos ese pequeño comercio puede
ser competitivo ya en este momento y si no, en su labor y su tarea
conseguir que lo sea y hacer que permanezca este nivel de empleo, que no
es tarea fácil, pero esto es lo que la economía le encomienda a usted,
señor Ministro.

Para concluir quiero decir que considero importante toda la gama de
reformas estructurales que usted nos acaba de plantear de cara al futro,
tanto en el comercio exterior como en el comercio interior, porque de
ellos depende una parte de nuestra competitividad y una parte de nuestro
empleo y en esta dirección sí le puedo asegurar y le repito, que tendrá
el apoyo entusiasta del Grupo Socialista.




El señor VICEPRESIDENTE: Para contestar a los señores intervinientes, el
señor Ministro de Comercio y Turismo tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE COMERCIO Y TURISMO (Gómez-Navarro Navarrete): En
primer lugar, quiero agradecer a SS. SS., que han intervenido, el tono y
la forma de su intervención.

Después de sus intervenciones creo que sería conveniente hacer una rápida
reflexión sobre la política macro. Este ministerio desde el primer día se
planteó que tenía que intervenir muy activamente en la definición de la
política macroeconómica de este país. El comercio exterior mide la
competitividad de nuestras empresas y la competitividad de nuestra
economía y, a partir de ahí, tiene mucho que decir en ese campo. Hemos
tenido una estrechísima colaboración con el Ministerio de Economía en esa
tarea. Yo creo que ha existido un gran entendimiento y que hemos
trabajado conjuntamente. Nosotros en muchas cosas hemos sido punta de
lanza, el Ministerio de Economía, como es lógico, es más prudente, más
pausado, tiene que evaluar el coste de todas las medidas, tanto desde el
punto de vista de ingresos como de gastos, pero nosotros hemos servido,
en muchas ocasiones, para apuntar al Ministerio de Economía por dónde
creíamos que debían ir los tiros, qué estaban haciendo otros países, o
cómo incrementar la competitividad.

Al poco tiempo de llegar al ministerio el propio Ministro se hizo un
cuadro sobre lo que eran medidas de competitividad para saber por dónde
había que ir. Hemos ido poco a poco desarrollando dichas medidas y creo
que desde el Gobierno hemos sido capaces de adoptar decisiones en casi
todas ellas.

Hablamos de mercado laboral, donde creemos que se ha hecho una reforma
positiva desde el punto de vista del empleo; hablamos de formación
profesional, donde se va a hacer un esfuerzo en los presupuestos para
mejorar dicha formación; hablamos del coste del dinero, de tipo de
interés, de la necesidad de rebajar el déficit para bajar los tipos de
interés, de incrementar y mejorar la eficiencia de la Banca, que al final
la pagan los empresarios; hablamos de la necesidad de mantener la
inversión en las infraestructuras de transportes; hablamos de que los
precios de los sectores regulados tienen que ser más competitivos para
las empresas, tanto la energía eléctrica, que este año ha tenido subida
cero para las empresas y hay previsiones de bajada, en términos
nominales; hablamos de que la política de telecomunicaciones tenía que
ser tambien positiva para las empresas y la reforma de tarifas es
positiva para las empresas que son las que consumen llamadas de las que
han bajado, es decir, las interprovinciales y las internacionales; hemos
defendido que hay que reducir los gastos de instalación de las empresas,
en eso todavía no hemos actuado de manera activa, pero creemos que es
fundamental.

Voy a mezclar algunos temas, pero tienen mucha relación entre ellos. Una
de las cuestiones que nosotros hemos observado y estudiado es que los
precios de las grandes



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superficies podrían ser mucho más bajos y que la falta de competencia
entre ellas (porque se han establecido auténticos monopolios comarcales)
hacen que estén trabajando con márgenes muy por encima de los que actúan
en Francia, que es su país de origen y del cual provienen. Por tanto, las
ventajas comparativas con el pequeño comercio no son tanto en precios,
donde tienen precios testigo de promociones por debajo de coste para
atraer al cliente y cosas de ese estilo, pero luego, en el conjunto, los
precios no son los que podrían ser una de las superficies de ese tipo,
sino que han tenido éxito fundamentalmente porque prestan servicios, dan
un tipo de servicio al cliente que éste valora mucho, inclusive por
encima del precio. Estos motivos, fundamentalmente, son cuatro. Primero,
que tienen a su disposición un conjunto de cosas que pueden comprar en el
mismo sitio y, por tanto, en menos tiempo se puede hacer la compra
global, sobre todo eso es muy eficaz en los hombres que hacen la compra,
que en general tienen menos tiempo, o en las mujeres que trabajan.

Segundo --no se evalúa su importancia pero es enorme, porque ofrecen
plazas de estacionamiento, es decir que se va allí y se aparca. Tercero,
se puede pagar con tarjeta de crédito, no hay que ir al banco y llevar
30.000, 40.000 ó 50.000 pesetas para hacer la compra semanal. Y cuarto,
horarios. El tema de los horarios es uno de los elementos que al dar un
servicio que viene bien al usuario ha hecho que haya un porcentaje de
gente que se haya canalizado hacia esas ventas. Pero, al mismo tiempo --
y he sacado este tema a colación ahora--, las grandes superficies tienen
un coste de instalación muchísimo más alto que en el resto de los países
de Europa. Los terrenos son más caros, el inmovilizado es inmensamente
más caro que los balances de estas sociedades en otros países, entre
otras cosas porque las licencias municipales se han concedido --por
decirlo de alguna manera-- con cobro de impuesto revolucionario; yo le
doy la licencia pero tienen que construir un puente, un polideportivo,
etcétera, y al final esto repercute en los precios y, en definitiva, lo
paga el consumidor. Por tanto, uno de los elementos que incide en el
coste, en el precio de venta del producto, son los costes de instalación
que siguen siendo muy altos, tienen una enorme burocracia. Las licencias,
no sólo las de construcción sino también las de apertura, tienen una
burocracia enorme, que significa horas de trabajo, que generan un coste y
un coste muy fuerte por parte de los ayuntamientos y ello revierte en los
precios. Yo creo que hay que actuar sobre el suelo y sobre los costes de
instalación.

Creo que también hay que plantearse cómo financiamos la protección
social. Yo, como socialista, soy defensor acérrimo de un sistema de
cohesión y protección social, pero, en primer lugar, el sistema tiene que
ser eficiente y, en segundo lugar, tiene que haber un debate sobre cómo
financiarlo. En las jornadas celebradas en la Costa Brava, en el mes de
octubre del año pasado, en las que también estuvo presente el señor
Molins, ya defendí la necesidad de bajar las cotizaciones sociales y
subir el IVA. De esa forma la protección social la pagan todos los
productos que consumimos, no sólo los producidos en España, sino también
los importados. Tenemos el tipo de IVA más bajo de Europa, en algunos
casos con diferencias estructurales. Dinamarca tiene el 25 por ciento del
IVA pero no tiene cotizaciones sociales, es decir, que no podemos
compararnos con Dinamarca, pero sí podemos compararnos con Francia, que
tiene el 18, y podemos compararnos con otro conjunto de países. Hay que
abordar la situación de que el coste de la protección social lo paguen
todos los productos, si no, evidentemente generaremos una situación
preferencial para las importaciones, que pagarán en menor medida la
protección social que los productos fabricados en España. En ese sentido,
creo que estamos cumpliendo.

En políticas concretas, evidentemente, ha habido una importancia básica
en el tipo de cambios, es un elemento fundamental, es mucho más
importante que cualquier medida concreta de apoyo a la exportación, pero,
al mismo tiempo, hemos abordado en el campo de la ayuda a la exportación
un conjunto de medidas, que algunas he mencionadoo, como CESCE, la subida
de la cobertura y un conjunto de medidas que creo ayudan a crear ese
marco general de competitividad en el cual la empresas tienen que
moverse. A partir de ese momento, la política del Gobierno es que deben
ser los empresarios y los trabajadores los que se pongan de acuerdo y los
que tienen que conseguir un acuerdo básico para hacer viables las
empresas; es decir, en la reforma del mercado de trabajo, el objetivo
prioritario que tenía era facilitar la negociación colectiva en el marco
de la empresa y lo más cerca posible a la empresa; que los sindicatos,
como representantes de los trabajadores, y los empresarios fueran capaces
de conseguir acuerdos en el marco de cada empresa, que son y que
inevitablemente tienen que ser diferentes que un acuerdo global a nivel
nacional. Hay sectores que no pueden cumplir, pero ni siquiera sectores,
hay empresas de un mismo sector que unas pueden pagar más y otras menos,
porque su nivel de eficiencia y su nivel de productividad es radicalmente
diferente. Ese es el gran reto de futuro. Yo creo que estamos en el buen
camino de una política macroeconómica que es razonable para el mundo
empresarial, en la que los protagonistas tienen que ser los empresarios y
los trabajadores en busca del acuerdo, en el marco de cada empresa para
que las empresas sean viables.

Los sindicatos tienen que ser conscientes cada vez más de que su enemigo
no es el empresario, que hay que llegar a un entendimiento entre ellos;
es decir, que sólo desde el entendimiento de trabajadores y empresarios
es posible que la empresa funcione. Ese es el reto de futuro. Los
sindicatos tienen que ser conscientes de que una empresa que pierde
dinero es el anuncio de despidos y de pérdida de puestos de trabajo. Una
empresa puede perder dinero un año, dos años, pero evidentemente al cabo
de un tiempo lo que hace es desaparecer o reducir el empleo porque un
elemento fundamental de las pérdidas es que tiene exceso de empleo. Por
tanto, creo que el objetivo de empresarios y trabajadores hoy, con ese
marco general, es conseguir una distribución y una organización del
trabajo que sea eficiente, usando una tecnología moderna que haga posible
que la empresa y el producto que fabrica sea competitivo. Como digo, yo
creo que ése es el marco general.

El señor Aguirre manifestaba que no he dicho grandes novedades. Yo he
resaltado tres, que yo creo son



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novedades. Hay alguna más. El cambio de estatutos del ICEX es otra
novedad, pero, en cualquier caso, yo no pretendo decir grandes novedades,
lo que pretendo es cumplir lo que he dicho. Creo que dije novedades en
mis primeras comparecencias y lo que hoy voy haciendo es ajustando los
programas y desarrollándolos. Por consiguiente, quiero que se juzgue si
desde mi ministerio somos capaces de cumplir lo que decimos que vamos a
hacer; en ese sentido, pido que entiendan mi planteamiento desde ese
punto de vista.

En el tema de las cámaras de comercio, que han tratado muchos, la
sentencia del Tribunal Constitucional afecta a la Ley de 1911, no afecta
a la Ley de 1993, por tanto, la Ley de 1993 está vigente. El problema es
que se está produciendo una auténtica insumisión fiscal. Quiere decir que
ya con la Ley de 1911 había entre el 20 y el 30 por ciento de empresas
que no pagaban; a partir de la sentencia, y con la política que ha hecho
la CEOE de enviar a todos los asociados un documento para que recurran
las cuotas en amparo ante el Tribunal Contitucional y que el Tribunal
Constitucional está aceptando y amparando los recursos, lo que se está
generando es una situación que es la que es. Ahí hay dos planteamientos
posibles: uno, mantenemos la Ley de 1993, pero en la Ley de 1993 la mayor
parte de las cámaras se consideran incapaces de ese mantenimiento porque
no son capaces de cobrar, y plantean problemas financieros de
supervivencia a corto plazo, por lo que hay que abordar posiblemente como
una única salida una reforma de la Ley, aunque nos plantea problemas,
pero ésa es hoy la realidad. Por esto estamos viendo en qué medida la
reforma de la ley no implica todavía desincentivar más a que las empresas
paguen.

Por ejemplo, hemos planteado que hubiese una dotación presupuestaria en
el presupuesto para financiar cámaras. En el momento que aparezca una
dotación presupuestaria y aparezca seguro el modelo de futuro, todavía
las empresas dejarán más de pagar. Por ello queremos pactar con las
comunidades autónomas y con las cámaras su reestructuración, sus
necesidades financieras, y en qué porcentaje se comprometen a una
autofinanciación vía servicios y vía cobro de cuotas. Por consiguiente,
los presidentes de las cámaras tienen que empezar a moverse para
conseguir un apoyo de las empresas de su territorio para saber cuáles
están dispuestas a trabajar en las cámaras y apoyar a las cámaras. Es
decir, se trata de una tarea que no se puede hacer exclusivamente desde
la Administración central del Estado, ni siquiera desde las comunidades
autónomas, sino que tienen que ser las propias cámaras las que sean
agentes dinámicos de la propia adhesión de los empresarios a dichas
cámaras.

Ha habido un debate muy grande en el sentido de por qué no desaparecen.

Es verdad que algunas habían dejado de cumplir su función. Las cámaras,
una parte muy importante de ellas al no ejercer eficientemente sus tareas
han favorecido el desarrollo y la expansión de las instituciones públicas
de ayuda al comercio exterior, tanto del ICEX como las organizaciones de
las comunidades autónomas. Entonces, es verdad que muchas de las tareas
de apoyo al comercio exterior las están desarrollando ya el ICEX, el
Copca de turno, o la organización valenciana, por ejemplo.

El problema es que creo importante que haya estructuras de la sociedad
civil (aunque yo no quiero mitificar el término sociedad civil) que
llevan cien años existiendo, pues no tenemos tantas como para que
desaparezcan algunas de las existentes. Hay que darles la oportunidad de
que sean capaces de funcionar más eficientemente y de cumplir el papel
que socialmente les corresponda. Esa es nuestra filosofía y nuestra
posición.

El FAD creo que requiere revisión en muchos aspectos, pero sobre todo
aclarar qué es. El problema es que el nombre aunque su ley constitutiva
es la que es y lo define clarísimamente como un instrumento de apoyo a
las exportaciones, al haberse utilizado fondos de ayuda al desarrollo ha
creado una extraordinaria confusión sobre a qué tiene que dedicarse. El
FAD básica y esencialmente, según su ley constitutiva es un instrumento
de apoyo a la exportación y, además son créditos, no son fondos no
retornables. Al ser créditos, se puede dedicar un porcentaje a
donaciones, pero básicamente tienes que darlo a aquellos países que son
capaces de devolverlo. Entonces, se plantea la contradicción que se
llaman fondos de ayuda a desarrollo, pero el porcentaje que va a los
países más subdesarrollados es muy pequeño. Esta es la confusión que
genera su ley constitutiva con el nombre. Cuando se constituyó el año
1976 el FAD, España era un país receptor de ayuda, no donante, por tanto
en aquel momento no planteaba ningún problema, y España no ayudaba al
Fondo de Ayuda al Desarrollo sino que recibía, es decir, hasta principios
de los años ochenta España es receptor de créditos del Banco Mundial y de
los bancos regionales. Quiere decirse que ha cambiado lo suficiente como
para que haya que aclarar el planteamiento, haya que modificar el FAD y
hacer un mayor desarrollo que permita concretar más los objetivos y la
forma de gestión.

El señor Aguirre decía que hemos ralentizado el comercio interior.

Nosotros tenemos desde el primer día un objetivo, que lo conseguimos en
el horario pero no en las aperturas de los domingos. El objetivo ha sido
conseguir un acuerdo dentro del sector y que el propio sector asumiese el
camino que había que recorrer. Yo creo que estamos ahora muy próximos a
conseguirlo, es decir que realmente ha habido una aproximación muy grande
entre las grandes superficies, las grandes empresas y el pequeño
comercio. Por tanto, ése ha sido el elemento fundamental; no ha sido
tanto un debate entre Convergència i Unió y el Gobierno, sino que ha sido
básicamente intentar conseguir dos objetivos que teníamos: uno, conseguir
un acuerdo entre el sector y que madurase la idea de necesidad de un
acuerdo entre el sector; y, en segundo lugar, siempre dijimos que había
que hacerlo en el segundo semestre de 1994. Eso lo planteamos el primer
día precisamente para alejarnos de la psicosis de crisis. Eso es lo que
ha hecho. Yo creo que estamos muy cerca de conseguir el acuerdo y ahora
empezarán las negociaciones menos del sector y más las políticas para
traer al Parlamento la ley y negociarla en el marco parlamentario.




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No hemos tenido problemas con Economía, señor Aguirre, lo único que hubo
fue un documento de la Dirección general del Política Económica, que no
asumió nunca el Ministro de Economía con un planteamiento absolutamente
teórico, y muy lejos de la realidad social. Creo que la Dirección general
de Política Económica jugaba su papel haciendo ese documento, pero era un
documento que no tenía nada que ver con la realidad social. Son papeles
que hacen ese tipo de instituciones que, en abstracto, a todo el mundo le
parecen muy bien. Es como decir que todos tenemos que ser justos, buenos
y caritativos; todo el mundo piensa que sí, pero la realidad es que hay
que tener policía porque hay gente que no es caritativa, buena ni justa;
hay ladrones y otro tipo de problemas. Básicamente, ése era el
planteamiento. El Ministerio de Economía nunca asumió ese papel, nunca ha
habido enfrentamiento entre el Ministro de Economía y este Ministro que
les habla sobre este tema porque éramos conscientes de que debajo existía
un problema social que había que abordarlo en su integridad.

Me gustaría, como me ha ofrecido, que me hiciese llegar la proposición no
de ley de medidas de apoyo al pequeño comercio para que podamos
discutirla. Estaría encantado.

Sobre la ley de time sharing que usted ha mencionado, le he de decir,
aunque como miembro del Gobierno asumo la responsabilidad, que la
responsabilidad y el retraso no son tanto nuestros como del Ministerio de
Justicia. En cualquier caso, asumo la responsabilidad que me corresponde
como miembro del Gobierno.

Al señor Molins le diré que del déficit ya hemos hablado. Creo que si no
somos capaces de controlar el déficit, tenemos el riesgo de que los tipos
de interés se disparen, no sólo que no bajen sino que se disparen. El
Gobierno ha hecho un enorme esfuerzo en este presupuesto para reducir el
déficit. Hemos salido con un déficit en la Administración central del 3,6
por ciento y del 4,6 en el conjunto de las administraciones, con una
rebaja de cuatro décimas sobre el año pasado. Como ustedes gobiernan en
ciudades o comunidades autónomas, se darán cuenta lo difícil que es
reducir el gasto público, los chirridos sociales y los problemas que eso
genera. Le digo que el esfuerzo que se ha hecho este año en el
presupuesto ha sido enorme. Es insuficiente. Desde luego, no comparto
algunas de las cosas que se dicen, como que es muy fácil reducir el gasto
corriente. Creo que hay una relación entre la inversión y el gasto
corriente y si no se cumple mínimamente, se gestionan mal las
inversiones. Sí creo que hay un margen importante de mejora en incremento
de la productividad del sector público, por tanto de mejora en la
gestión. Hay que mejorar la gestión, hacerla más eficiente, pero creo que
el margen en gastos corrientes es difícil.

Los países maduros, que ya tienen una inversión muy desarrollada en las
grandes infraestructuras, llámense carreteras, puertos, hospitales, el
porcentaje de gasto corriente crece porque hay que dar servicio en esos
hospitales, y ello genera gasto corriente. Las medicinas son gasto
corriente, el sueldo de las enfermeras es gasto corriente, los maestros
son gasto corriente. Los países, conforme van desarrollándose, van
dedicando menos dinero a inversión, porque ya la tienen hecha, y más
esfuerzo en gasto corriente. Esto no significa que le diga que no haya un
margen de mejora en la gestión del gasto corriente, que sí lo hay.

El efecto de la devaluación, como decía el señor Caballero, estimamos que
dura treinta meses, pero es cada vez menor. Es decir, en la medida que
tengamos un diferencial de inflación con los países con los que
competimos, se va reduciendo el margen. Eso es real y, por tanto, tenemos
que ser capaces de reducir el diferencial de inflación que tenemos con
los países que nos rodean, pero eso depende de los interlocutores
sociales. Es decir, el Gobierno no es el que fija los precios, sólo fija
cuatro o cinco precios, que cuando se modifican, como precisamente
influyen en el precio y no se han modificado en los últimos diez o
catorce años, causan un enorme problema. Es el problema de las tarifas
telefónicas. La estructura de las tarifas es demencial, pero nunca se han
modificado porque el efecto sobre la inflación es muy grande.

En cualquier caso, sí creo que hay que ir actuando. Esta es una reforma
realmente estructural de las tarifas que había que abordar, pero quiero
decir que la mayor parte de los precios no se fijan. Le voy a poner un
ejemplo. Todo el mundo da por hecho que la reducción de un punto en
cotizaciones sociales y la subida de un punto del IVA poco menos va a
incrementar el uno por ciento los precios. Eso es absolutamente falso. Si
los empresarios parten de ese punto, de que se les va a reducir las
cotizaciones sociales y no van a bajar los precios a pesar de haber
bajado los costes, eso será cierto y subirán los precios el uno por
ciento, pero al bajarles el uno por ciento las cotizaciones sociales se
rebajan los costes, por lo que pueden bajar precios y el efecto de la
subida del uno por ciento del IVA puede ser mucho más reducido. De hecho,
en los productos fabricados en España no tendría que tener prácticamente
ningún efecto. Lo que pasa es que hay que explicar y hacer llegar a los
empresarios que este tema es bueno no porque les permita tener un punto
más de margen, sino porque les permite ser un punto más competitivos en
los mercados exteriores y tener un punto menos de coste.

Por tanto, cuando se toman medidas de este estilo, cómo van a reaccionar
después los interlocutores sociales, en este caso los empresarios, es un
tema que no se controla, pero en mi ministerio pienso intentar hacer
llegar a las organizaciones empresariales, en la medida de lo posible,
por dónde creemos que debe ir el asunto. Evidentemente, la verdad es que
tenemos un problema con la inflación y hay que luchar contra el
incremento de precios.

Por otro lado, es la primera vez que se ha roto la barrera psicológica en
la subida de precios. Los empresarios españoles están acostumbrados a
subir los precios el 5 por ciento, el 6 por ciento, y a lo mejor ahora
los tienen que subir el 2 por ciento o el uno por ciento. Esa es una
barrera no sólo técnica sino psicológica. Es decir, hay que acostumbrarse
a una variación de los precios. Hay muchos que dicen que para subir el
uno por ciento no los suben; pues en muchos sitios, los precios se suben
el uno por ciento, son países que están acostumbrados a una inflación más
baja y afinan más en esos temas.




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Es verdad que la recuperación va a incrementar las importaciones. Lo que
sucede es que España, sumando importaciones y exportaciones sobre el PIB,
que es la apertura al exterior, sigue siendo el país menos abierto de la
Comunidad Europea; no somos el último en las exportaciones ni en las
importaciones, pero si sumamos las dos, somos el último. Por tanto,
España va a tener que seguir abriéndose, está abierta ya legalmente y lo
normal es que haya una mayor penetración de productos importados; las
empresas van a tener que hacer el esfuerzos de salir y vender más fuera.

Cuando decimos que hay que tener una mayor presencia en países
emergentes, no queremos decir que no hayan de crecer las exportaciones a
Europa, lo que creo es que algunas de las exportaciones a Europa tienen
elementos de fragilidad. Tenemos que ser conscientes de que a medio plazo
pueden se sustituidas y tenemos que abrirnos otros mercados. Por ejemplo,
para hablar de países de la OCDE, la capacidad que ha tenido España de
penetrar en el mercado de Gran Bretaña con productos industriales es casi
nula. La exportación a Gran Bretaña sigue siendo fundamentalmente de
productos agrícolas, vinos y derivados, y el esfuerzo exportador sigue
siendo canalizado en ese sentido. Evidentemente, los ingleses están
consumiendo menos jerez; tenemos que replantear nuestro esfuerzo de
penetración comercial en el Reino Unido y plantear no las exportaciones
que se han efectuado históricamente, fundamentalmente dirigidas al sector
alimentario, que hay que mantener, pero al mismo tiempo ser capaces de
penetrar en otros segmentos del mercado.

Sobre el enfrentamiento entre la CEOE y las Cámaras ya hemos hablado.

Creo que es bastante conflictivo, a todos nos gustaría que no se hubiese
producido, pero el hecho es que se produjo en su momento, probablemente
por rigidez de todos. He de decir que no creo que la culpa sólo la
tuviese la CEOE, creo que ha habido culpa por parte de todos y al final
se llegó a un enfrentamiento, que no es conveniente porque tampoco tiene
tantos canales de representación el sector de las empresas como para
renunciar a uno de ellos, sobre todo desde el punto de vista de las
ayudas a las exportaciones. Las ayudas a las exportaciones cada vez están
más controladas por la Unión Europea y por el conjunto de organismos
internacionales desde la Administración pública y, en cambio, hay un
margen de actuación mucho más amplio desde las cámaras de comercio. Por
tanto, son instrumentos que la propia Unión Europea ha convertido en más
útiles. Existen en toda Europa, con carácter muy diferente. Es decir, el
modelo español era el modelo continental de Francia, de Alemania y el que
se ha aprobado hace poco tiempo en Italia, que no era así; es muy
diferente el inglés, que es de afiliación voluntaria, donde, en cambio,
las cámaras juegan un papel muchísimo menos importante. Por tanto, es
verdad que la sentencia alemana ha sido como ha sido, pero la española es
como es.

He mencionado medidas de apoyo al incremento de las inversiones españolas
en el exterior, por ejemplo, el crecimiento de los recursos financieros
de apoyo y los créditos para inversión fuera. De todas maneras, tengo que
decir que la inversión en el exterior siempre es un tema
extraordinariamente complejo, porque un Gobierno sólo puede apoyar la
inversión fuera en tanto que sea imprescindible para el mantenimiento de
la inversión dentro, porque si no se puede encontrar con que lo que se
está favoreciendo es la deslocalización pura y simple de irse a fabricar
a países del tercer mundo y, por tanto, desaparecer el trabajo y el
empleo en el propio país. Es verdad que hay sectores en los que eso se ha
hecho imprescindible en un momento determinado. El caso más claro es el
sector de confección textil, donde o se llevaba fuera una parte de esa
confección o se hacía inviable el conjunto de la empresa. En ese sentido,
yo creo que hay que ser siempre muy prudente e ir con pies de plomo para
no producir efectos negativos.

Al señor Caballero le agradezco muchísimo su intervención y los elogios
que ha hecho. Creo, como él, que el mejor momento para hacer las reformas
son los momentos de bonanza; es decir, en los momentos de crisis las
reformas son dificilísimas de hacer, y en muchas ocasiones casi
imposibles. Por tanto, yo creo que, desde esta situación, estamos en un
momento de bonanza y el año 1995 va a ser un año razonablemente bueno,
porque aunque se dice que el sector exterior va a dejar de aportar un
crecimiento a la economía española, es porque --la palabra es incorrecta
pero la utilizo-- se netea, es decir, se tienen en cuenta las
importaciones menos las exportaciones, y es evidente que las
importaciones van a crecer con la recuperación. Por tanto, el objetivo es
que el desequilibrio de la balanza comercial no crezca y pueda ser
asumido y equilibrado por el crecimiento del turismo, para el que
esperamos que el año 1995 sea todavía mejor que 1994, porque esperamos un
año mejor de turismo de sol y playa, sobre todo por el incremento de
precios, no tanto por el incremento del número de turistas y, al mismo
tiempo, esperamos una mejor recuperación y una mayor ocupación del
segmento de turismo interior y turismo de ciudad.

¿En qué medida al crecimiento va a seguir la inversión? Este es el gran
debate y creo que tenemos algún apunte positivo. En primer lugar, las
inversiones extranjeras siguen creciendo, como he dicho antes; eliminando
el elemento Seat, están creciendo el 17 por ciento este año. Nosotros,
que tenemos un contacto, a través de la Dirección General de Inversiones
Extranjeras --que depende del Ministerio--, con el conjunto de las
corporaciones y de las empresas multinacionales más importantes, hemos
podido comprobar que ha cambiado significativamente la visión que tenían
de España hace dos años. Yo creo que hace dos años pasamos el peor
momento, desde el punto de vista de la perspectiva que tenían sobre la
realidad española los grandes inversores y el mercado internacional,
puesto que tenían una visión de un país desbocado desde el punto de vista
de la política económica, con un crecimiento del gasto muy fuerte y, al
mismo tiempo, con unas rigideces del mercado de trabajo que lo hacían muy
poco atractivo. Creo que la visión hoy es más optimista y que, por tanto,
podemos pensar que la inversión extranjera va a seguir.

Desde el punto de vista de la inversión interna, la inversión de los
empresarios españoles, que es la fundamental, este año ha habido meses en
que apuntaba que crecía la



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inversión en bienes de equipo, porque ha habido varios meses a lo largo
del año en los que ha crecido de forma importante. Lo que pasa es que,
después de un mes que crecía mucho, al siguiente mes pasaba al más uno
por ciento, de manera que hemos tenido unos dientes de sierra muy
fuertes. Yo creo que eso dependerá sobre todo de los tipos de interés,
que es uno de los elementos fundamentales, y de la confianza y
estabilidad que haya en la sociedad española, en la cual la estabilidad
política tiene un papel importante; es decir, no es el único elemento,
pero sí es un elemento, y otro, desde luego los tipos de interés.

Mientras los tipos de interés se mantengan como están ahora, puede haber
inversión; si bajan, mejor; si suben, tendríamos problemas serios con la
inversión.

Otro tema fundamental eran los costes laborales unitarios. Ese era uno de
los problemas que el mercado internacional inversor planteaba de forma
sistemática, sobre todo lo utilizaban las grandes empresas
automovilísticas, que tienen un efecto enorme sobre el resto de las
empresas porque tienen un gran tirón, y han utilizado mucho que sus
costes laborales unitarios eran más baratos, desde luego en el Reino
Unido, e inclusive en Alemania, de lo que lo eran en España, y que, por
tanto, no interesaba invertir en España. Yo creo que la situación se está
modificando y es mejor, pero todavía hay elementos que actúan. Por
ejemplo, el tema Seat tiene un efecto muy negativo; es decir, el que no
se haya conseguido un acuerdo para que Seat sirva los pedidos que le pasa
la propia Volkswagen, tiene un efecto muy negativo sobre los mercados
internacionales de inversión. Es verdad que hay un tema de fondo
complicado, pero la imagen no entra en los matices, no entra en el
detalle. La imagen es que los sindicatos se niegan a trabajar para servir
los pedidos. No entra en que el problema es que ellos dicen que están de
acuerdo pero no con horas extraordinarias, sino con una ampliación de la
plantilla con los propios empleados que han salido de Seat. Por tanto, no
es un tema en el que alguien tenga la razón de una manera clara; lo que
sí digo es que la imagen hacia fuera es mucho menos matizada y tiene
efectos negativos.

El acuerdo social es muy importante, es decir, en qué situación estén los
sindicatos en el próximo futuro va a ser un tema clave en la recuperación
y en el crecimiento. En la medida que los sindicatos vayan por el camino
de ser conscientes de que la viabilidad de la empresa es su primer
interés y, por tanto, en algunos sitios tendrán que hacer esfuerzos y
donde la empresa gane dinero, tendrán que participar en los beneficios de
la empresa, implicándose más en la viabilidad de la empresa. Así las
cosas irán bien; si se vuelve a una política radical de confrontración,
yo creo que las cosas se pondrán feas.

En cuanto a lo que decía el señor Caballero respecto a que debería haber
más diálogo con las empresas y menos burocracia, debo señalar que las
prioridades del Ministerio, el espíritu que yo he querido establecer en
el ministerio creo que va prosperando. Las organizaciones administrativas
son, a veces, difícilmente permeables. Un ministro llega hasta el nivel
de director general o de subdirector general, pero que las cosas vayan
hacia abajo a veces no resulta tan fácil. Hay dos prioridades
fundamentales. Una es la coordinación institucional. En primer lugar,
creo que ha llegado un momento en que las peleas competenciales cada vez
tienen menos sentido y que el ciudadano las entiende menos, porque todas
las administraciones estamos al servicio del ciudadano y tenemos que ser
capaces de coordinar nuestras acciones para incrementar la eficacia. En
segundo lugar, el Ministerio de Comercio y Turismo no es un agente
directo ni un prestador de ningún servicio directo, sino que es un
Ministerio que cumple una tarea de servicio y de apoyo a las empresas,
tanto del sector turístico como del comercial. Por tanto, las empresas
son nuestros clientes y tenemos que medir la eficacia en nuestro servicio
a las empresas. Otra cosa de la reforma institucional que pretendemos
establecer en el ministerio son los índices de eficiencia en el conjunto
de las acciones, para que en el seguimiento podamos evaluar en qué
aspecto está siendo eficaz una medida y en qué aspecto no, porque muchas
de las medidas que se toman, «a posteriori», si no se han fijado índices
de medición de la eficacia de la medida, no hay manera de evaluarlas y no
se sabe lo que va bien y lo que va mal, qué medidas valen y cuáles no
valen, cuáles hay que modificar y cuáles hay que impulsar. Por tanto, hay
que intentar acompañar a cada medida índices de eficacia, lo cual no es
nada fácil, primero, porque no hay hábito en la Administración y,
segundo, porque en los servicios administrativos es más dificil. Las
empresas tienen, al final, la cuenta de resultados y si ésta va bien,
todo va bien, pero si ésta va mal, todo va mal. Creo que es fundamental
introducir en la Administración elementos de este estilo, que a lo largo
del tiempo puedan ir cambiando el tiro en la línea de conseguir la máxima
eficacia. En resumen, se trata de ofrecer, como decía antes, un servicio
más eficaz a las empresas españolas.

Yo creo que el proceso de internacionalización en los dos sectores en
España es irreversible. Y no ya porque nos guste o no, sino porque la
economía mundial va por ahí y no podemos salirnos de ese camino. Si nos
marginásemos, al final terminaríamos siendo Corea o Albania y,
evidentemente, no creo que ése sea nuestro modelo ni que debamos seguir
por ahí. Por tanto, hay cosas que a lo mejor nos gustan más que otras,
pero tenemos que caminar por donde el mundo camina.

Otra idea fundamental de nuestra visión es que sin ser competitivos no
hay empleo y que la competitividad es un elemento fundamental a la hora
de analizar la marcha económica.

Esto es un poco lo que queríamos decir.

Nada más y muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.




--SOBRE EL FRAUDE DE LA VENTA A PAISES DEL MAGREB DE PRODUCTOS
SIDERURGICOS PROCEDENTES DE OTROS PAISES PRESENTADOS COMO PRODUCTOS DE LA
EMPRESA NACIONAL SIDERURGICA (ENSIDESA) Y, EN CONCRETO, SOBRE LA



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AUDITORIA E INVESTIGACIONES LLEVADAS A CABO. A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO FEDERAL IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA. (Número
de expediente 213/000394.)



El señor VICEPRESIDENTE: Como me imagino que ningún grupo quiere realizar
un brevísimo turno para que el Ministro facilite algún tipo de
información nueva, dada la exhaustividad de su intervención, pasamos al
segundo punto del orden del día, que es la comparecencia del señor
Ministro de Comercio y Turismo solicitada por el Grupo Federal de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, acerca del posible fraude de
venta de productos siderúrgicos a los países del Magreb con el marchamo
de procedencia de Ensidesa, así como las auditorías e investigaciones
realizadas por el Ministerio al respecto.

A tales efectos, tiene la palabra el señor García Fonseca.




El señor GARCIA FONSECA: Como seguro que el Ministro está informado, pero
el resto de los miembros de esta Cámara posiblemente no lo estén, o al
menos no todos, les diré que a mediados de julio de este año saltó a los
medios de comunicación asturianos, e incluso, en algunos casos, a medios
de comunicación de nivel nacional o estatal, el tema que centra
fundamentalmente la petición de comparecencia de mi Grupo, es decir, el
hecho de que hubiera un posible fraude en la medida en que se vendieran
como productos de Ensidesa productos siderúrgicos, concretamente
palanquilla, comprada en países del Este.

Alguno de los medios de comunicación, concretamente uno de los de mayor
tirada en Asturias, decía con gran relieve, uno de los primeros días en
que saltó a la opinión pública el tema: El fraude de Ensidesa se hizo
gracias a avales del Ministerio de Comercio. Es un titular, con toda la
ambigüedad y quizá sin precisión, pero, desde luego, yo creo que centra
el motivo de esta comparencia. En todo caso, en los mismos periódicos
asturianos se informa así de lo central del problema. Se dice: El Banco
Nacional Argelino y el Ministerio de Comercio español, por medio de la
compañía española de seguros de Crédito a la Exportación (CESCE),
concedieron todos los permisos necesarios para que se pudiera efectuar la
venta irregular de productos siderúrgicos de Rumania a Argelia,
haciéndose pasar por fabricados en Ensidesa. La operación se iba a
realizar por medio de la empresa comercial de fundiciones CONFUSA --no sé
si es un asunto del periodista; es el nombre de la empresa, no lo confuso
de la operación--, cuyo delegado en Gijón era al mismo tiempo
administrativo en la factoría de Veriña. CONFUSA tenía ya en su poder los
avales bancarios del CESCE, entidad oficial que asegura que las
operaciones de exportación van a ser pagadas por bancos extranjeros.

La operación de venta, esta operación en principio fraudulenta --si las
cosas son tal y como se dieron a conocer por los medios de
comunicación--, no fue detectada por mecanismos internos ni de la empresa
ni del propio Ministerio y organismos dependientes del mismo. Los propios
medios de comunicación lo ponen así de manifiesto. La operación de venta
a Argelia se conoció a finales de la primavera pasada al protestar la
Dirección de Ensidesa, el empresario Marcial Ufín, perjudicado por la
venta de palanquilla de un país del Este a los argelinos.

Hasta aquí, muy sucintamente, lo que los medios de comunicación
informaron del tema.

Lo que a mi Grupo le interesa, señor Ministro, es, aparte de lo que usted
juzgue pertinente decirnos sobre el particular, plantearle un conjunto de
preguntas, en general bastante concretas, a las que me gustaría que
respondiera de forma específica.

La primera, que es quizá la más general pero inevitable, la que supongo
que se harían muchos ciudadanos, y yo me la hice, es cómo es posible que
se puedan homologar productos de otros países y ser acreditados como
productos de Ensidesa, y cuáles han sido los procedimientos empleados y
los servicios del CESCE o del Ministerio de Comercio, me refiero a los
servicios que puedan depender de usted, con responsabilidades en los
mismos.

Cómo explica usted, como miembro del Gobierno, que un posible fraude
milmillonario (se hablaba de una operación de 9,5 millones de dólares ab
initio, operación que tenía aires de largo plazo, pero lo que ya estaba
implicado y lo que ustedes aseguraron suponía 9,5 millones de dólares)
pudiera realizarse sin que fuera detectado por los procedimientos
administrativos internos. Es decir, que tuvo que ser un cliente externo a
la empresa, relacionado con la empresa, pero, en todo caso, un agente
externo a la empresa, quien pusiera de manifiesto a la empresa y a la
Administración sobre el tema, y que no haya sido detectado, repito, por
los procedimientos administrativos internos, tanto del CESCE como del
Ministerio de Comercio.

Siguiendo con las preguntas, y yendo de lo más general a cosas más
concretas, me interesaba saber si el CESCE preguntó quién avalaba esta
operación. Doy por supuesto que sí. Lo doy por supuesto, conociendo los
procedimientos empleados normalmente por el CESCE, que, desde luego, no
haría esta operación sin que quien figuraba como posible suministrador
del material, en este caso Ensidesa, hubiera confirmado que efectivamente
esos créditos depositados en el BEX fueran para avalar esta operación en
la que Ensidesa figuraba como suministradora. Mi pregunta es quién se
interesó ante CESCE sobre este material como de Ensidesa.

En segundo lugar, y refiriéndome ya a otro tipo de trámites que es
necesario para una operación tal y como la descrita, sobre la
autorización de la importación de países del Este (se habla de Rumania,
de Ucrania, de Polonia) por parte del Ministerio de Comercio, una
pregunta concreta: ¿Hubo alguna petición o contacto de CONFUSA para la
importación de material siderúrgico de estos países? Porque, señor
Ministro, si un banco, el Banco Nacional Argelino, emite unos créditos
para una compra de palanquilla, es bastante obvio, dado el tipo de
créditos de que se trataba (porque estos créditos eran documentarios,
irreversibles, por una sola parte, eran créditos ya en firme y que
obligaban a ambas partes) que créditos de esta importancia



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supongo que no se darán por parte de un Banco Exterior si no se tratara
de una operación en firme y, por tanto, toda la operación resultase, en
principio, creíble, muy creíble, muy fiable, lo que exige la fiabilidad
de un banco en una operación de esta naturaleza. Y, sin embargo, las
empresas que están detrás de esta operación son empresas absolutamente
increíbles, en cualquier sentido que se quiera dar al término. Esto
resulta sorprendente. Son empresas que no pueden ofrecer por sí mismas
ningún tipo de confianza. Una de las varias empresas en cuestión es una
empresa que todo lo más factura diez millones de pesetas por Ensidesa,
anuales. Ensidesa tiene un volumen de facturación de unos ciento
cincuenta mil millones, aproximadamente. Pueden darse ustedes cuenta de
la importancia y de la credibilidad de esta empresa por su volumen de
negocios. Teniendo en cuenta, además, que para cualquier empresa --y para
Ensidesa, particularmente-- conseguir el seguro del CESCE es una
operación nada fácil, bastante complicada y normalmente trabajosa.

Curiosamente, estas empresas increíbles los tienen en un tiempo casi
récord, en cuatro días, me parece.

Me falta indicar, como información a mis compañeros de la Comisión, que
son empresas que, aparte del volumen de negocios, ni son fabricantes, ni
son maquiladores, ni tienen tratamiento de productos; no son nada.

¿Cómo puede conseguir esta empresa la cobertura del CESCE? ¿Cómo podía
estar segura esta empresa de contar con el permiso de importación de
palanquillas desde países del Este? Porque estaba segura de que se le
iban a aceptar por parte del Ministerio todos los requisitos.

Estas son, señor Ministro, algunas de las preguntas concretas que me
gustaría que nos aclarase, aparte de que nos diga todo lo que usted
considere oportuno.




El señor VICEPRESIDENTE: Para contestarle, tiene la palabra el señor
Ministro.




El señor MINISTRO DE COMERCIO Y TURISMO (Gómez-Navarro Navarrete): En
primer lugar, quiero decirle, para información de todos los presentes,
que es una operación que nunca se ha realizado, por tanto, es una
operación fantasma. Podría haber dado lugar a un fraude, pero no ha
habido nada porque no ha habido operación.

En segundo lugar, no nos enteramos por los periódicos. Me llamó el
Presidente de Ensidesa y vino a mi despacho, bastante antes de que se
publicase en los periódicos, a comunicarme que habían detectado que una
persona que trabajaba en Ensidesa estaba utilizando el nombre de Ensidesa
en una operación de exportación de productos siderúrgicos, en concreto de
palanquilla; que habían hecho un análisis y que, a través de Marcial
Ufín, se habían enterado y que eran productos que teóricamente iban a
provenir de países del Este, porque tampoco se hizo la importación de
países del Este. Todo ha sido una operación fantasma que no ha existido.

A partir de ahí, la propia Ensidesa había hecho un análisis y la persona
se había ido de la empresa; ni siquiera la habían tenido que echar. Desde
la salida de esa persona, que había utilizado el nombre de Ensidesa,
empiezan a salir informaciones en los medios de comunicación asturianos
sobre el asunto. Por tanto, es una operación absolutamente fantasma, que
no ha ocurrido.

Para entrar en más detalle, le voy a leer algunos de los aspectos que
consideramos: En primer lugar, quiero decirle que hemos contestado por
escrito a la pregunta que nos ha hecho usted sobre esto mismo. (El señor
García Fonseca: No he recibido nada.)
¿No le ha llegado la información? Le llegará; debe ser que en los
trámites desde el Ministerio está todavía por el camino.

De los informes solicitados a las distintas unidades del Ministerio que
dirijo, tengo que decir que no consta que la supuesta sociedad implicada,
ni ninguna otra de sus competidoras, tenga o tuvieran socios que
perteneciesen a Ensidesa como empresa.

No obstante, Ensidesa nos ha informado de que a raíz de una investigación
interna descubrió que una empresa que aparecía en la frustrada operación
comercial tenía domiciliada una delegación en Asturias, en el domicilio
particular de un empleado de Ensidesa, empleado que estaba adscrito al
Departamento de clientes y riesgos.

Este tipo de fraudes como el supuesto no pueden ser detectados por las
unidades de mi Ministerio, ya que la exportación de productos
siderúrgicos está completamente liberalizada, salvo si se tratara de
exportaciones a Estados Unidos; en este caso, se precisa un documento de
notificación previa de exportación que ha de ser verificado por la
Dirección General de Comercio Exterior.

Además, para acreditar productos de terceros como productos de Ensidesa,
sería necesario falsificar documentos de la propia empresa; no obstante,
Ensidesa niega haber tenido participación en ningún tipo de
falsificación. Es decir, nunca se presentó a ninguna institución un
documento certificando que el origen del producto era Ensidesa y, por
tanto, la operación no se pudo llevar a cabo. Lo que le quiero decir es
que la operación no se ha llevado a cabo porque no certificaron el
origen. No es porque lo publicasen los medios de comunicación, sino
porque, al no certificarse el origen, no se pudo hacer.

El Ministerio de Comercio y Turismo no ha avalado en ninguna forma esta
supuesta operación, ni tan siquiera ha emitido documento de importación o
exportación relacionado con la misma, como ya he mencionado.

El Banco Exterior de España --y no la empresa Confusa-- solicitó a CESCE
el 14 de abril de 1994 la cobertura de dos cartas de crédito irrevocables
emitidas por el Banco Nacional de Argelia. CESCE cubre el riesgo a los
bancos, no a las empresas. Por tanto, es el Banco Exterior el que
solicita la cobertura de CESCE.

El Banco Exterior de España estaba dispuesto a añadir su confirmación a
estas cartas de crédito, por lo que solicitaba la cobertura de CESCE en
la modalidad de confirmación de cartas de crédito. El objeto de la
transacción comercial era la exportación de 37.000 Tm. de palanquilla con
destino al comprador argelino Metal Sider, y como exportador español
figuraba la empresa Vásquez Eximport, S. L.

Es importante destacar que en la modalidad de seguro de confirmaciones de
cartas de crédito, CESCE tiene como



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asegurados a los bancos españoles que confirman la carta correspondiente
y, por tanto, el asegurado es el banco y no el exportador. CESCE, además,
sólo asegura al banco contra los riesgos políticos, excluyendo la
cobertura de los riesgos comerciales.

CESCE sometió a la Comisión de Riesgos por Cuenta del Estado, de 19 de
abril de 1994, la cobertura de dos pólizas bajo la modalidad de
confirmaciones de cartas de crédito con unas características que si sus
señorías consideran necesario les puedo detallar; tengo los papeles aquí.

La Comisión de Riesgos por Cuenta del Estado reunida el mismo 19 de abril
de 1994, acordó aceptar ambas operaciones, lo que supone la cobertura del
riesgo político al banco confirmante.

El 25 de abril de 1994, CESCE emitió ambas pólizas con una condición
limitativa que figura en el apartado «Condiciones Generales» y excluye la
cobertura de material extranjero. Esta cláusula se basa en lo estipulado
(entre otras disposiciones) en el artículo 2.º, apartado 2 del Decreto
3138/1971, de 22 de diciembre, por el que se regula el Seguro de Crédito
a la Exportación y que establece, y leo textualmente: «... será preciso,
en todo caso, que los bienes y servicios exportados sean nacionales o
tengan incorporadas materias primas y mano de obra española con importe
no inferior al 90 por ciento del precio. En el supuesto de que tal
incorporación no alcance el citado porcentaje, quedará a cargo del
exportador el riesgo correspondiente a la diferencia que exista hasta el
límite del noventa por ciento...».

Esta regla se utiliza con carácter general, aunque ha sido modificada
sólo para los productos procedentes de la Unión Europea donde es preciso
aceptar un porcentaje superior.

La disposición mencionada excluye de la cobertura del seguro el material
extranjero superior al 10 por ciento. De acuerdo con ella, CESCE hace
figurar en sus pólizas una cláusula limitativa que recoge el contenido de
la disposición general y, por tanto, el asegurado conoce la exclusión del
material extranjero en la cobertura. El asegurado, en este caso los
bancos españoles, con objeto de confirmar la nacionalidad de los bienes,
solicitan un certificado de origen de las mercancías.

El Banco asegurado firmó las dos pólizas e ingresó en CESCE la prima
correspondiente a ambas, un total de 10.525.262 pesetas, el 9 de junio de
1994.

El plazo máximo de validez para el envío de la mercancía, de acuerdo con
el texto de las cartas de crédito, expiró el 31 de julio de 1994, sin que
la exportación llegara a ejecutarse y, en consecuencia, quedando sin
validez las dos pólizas.

Posteriormente, el 26 de julio de 1994, el Banco asegurado solicitó que
las pólizas fuesen prorrogadas hasta el 30 de septiembre de 1994, al
haber obtenido sendas prórrogas a la validez de las cartas de crédito.

Las prórrogas fueron denegadas por CESCE al no haber recibido los
certificados de origen de la mercancía (consecuencia de la cláusula
limitativa) debidamente identificados con las operaciones.

Finalmente, el 8 de septiembre de 1994 CESCE extornó al Banco Asegurado
el importe de la prima (de acuerdo con los párrafos 5.º y 6.º del
artículo 6 del Condicionado General) al no haber tomado efecto el Seguro.

En la actualidad estas operaciones no cuentan con ningún tipo de
cobertura en esta compañía.




El señor VICEPRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene
la palabra el señor García Fonseca.




El señor GARCIA FONSECA: Le agradezco mucho la información, señor
Ministro. La ha leído usted muy aprisa. (El señor Ministro de Comercio y
Turismo, Gómez-Navarro Navarrete: Siempre voy a tener los datos, si los
quiere...)
No, los voy a tener en las actas, se lo agradezco, aparte de que las voy
a estudiar muy detenidamente. Esté usted bien seguro de que no ha perdido
el tiempo, por lo menos para mí. Simplemente voy a hacer algún
comentario, porque vamos a tener ocasión de volver sobre este tema en
posteriores ocasiones parlamentarias; quiero hacer alguna matización e
insistir en algunas preguntas.

Usted dice que es una operación fantasma porque nunca se realizó. No,
señor Ministro. Es una operación frustrada, pero no es fantasma; los
fantasmas no existen, al menos en mi creencia. Esta operación existió. Se
frustró, no por ustedes. ¡Hombre!, ustedes la frustraron al final. Yo no
le dije que se informaron por los periodistas, eso dice usted que lo dije
yo. Esta operación se frustró, y lo dije en mi primera intervención,
porque un cliente afectado primero protestó a Ensidesa y Ensidesa no
tenía ni idea y, a partir de ahí, se empezó a hacer algún tipo de
investigaciones. Y a partir de ahí, una operación que su Ministerio tenía
cerrada, el CESCE había aprobado esta operación, se fue recuperando y al
final se denegó. En todo caso, señor Ministro, como veo que me niega
estas afirmaciones que en Asturias han sido «vox populi» y estoy
seriamente convencido de lo que digo, quiero que me lo diga más
explícitamente. Yo afirmo que el CESCE había asegurado la operación hasta
que luego saltó el escándalo. Yo le pregunto: el BEX, el Banco Exterior
de España, presentó las operaciones en el CESCE, de cuyo consejo de
administración es miembro el BEX, como operaciones de Ensidesa, ¿sí o no?
Ensidesa era uno de los posibles suministradores, ¿sí o no?
¿Hubo o no confirmación al CESCE por parte de Ensidesa de que ella era la
suministradora de palanquilla, como constaba en los créditos? Dos
créditos bancarios abiertos en Argelia y realizados por el BEX,
utilizando el nombre de Ensidesa como posible suministrador. ¿Es esto así
o no es así? Quiero que usted lo explicite --eso consta en el «Diario de
Sesiones»-- y arrieros somos y en el camino nos encontraremos, señor
Ministro.

Por último, señor Ministro, en medios de la empresa y en medios
periodísticos --me lo han planteado tres fuentes distintas que me merecen
todo respeto y son fuentes generalmente bien informadas--, en este conato
frustrado de la operación se implica directa o indirectamente a personas



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relacionadas con su Ministerio. Yo le pregunto concretamente: ¿Usted ha
recibido alguna denuncia o aviso sobre posibles implicados en su entorno
ministerial? En todo caso, si ha hecho usted una investigación al
respecto y, si la hizo, quisiera saber cuáles son las conclusiones.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el Grupo Popular tiene la palabra el señor
Landeta.




El señor LANDETA ALVAREZ-VALDES: Señor Presidente, en primer lugar,
quiero agradecer al señor Ministro su presencia en este acto y la extensa
información que nos ha facilitado.

Debo manifestarle que este Grupo encuentra su información muy confusa.

Indiscutiblemente, ha salido una noticia en todos los medios de difusión
asturianos, a grandes titulares, que imputaban un hecho casi delictivo al
propio Ministerio y, sin embargo, no ha habido ninguna rectificación de
esta noticia por parte del Ministerio.

Tengo que decir que es un tema en el que ha intervenido el Banco de
Argelia, donde el Ministerio de Comercio ha respaldado a la Compañía
Española de Seguros de Crédito a la Exportación, CESCE, en esta operación
o ha tenido una intervención directa en este asunto, no se han adoptado
por parte del Ministerio las comprobaciones y requisitos esenciales para
evitar que hechos de esta naturaleza se produzcan. Consideramos que por
parte del Ministerio no ha habido la diligencia debida. Porque lo que no
podemos admitir --como ha salido en algún sector de la prensa-- es que
operaciones de esta naturaleza, con estas características, se produzcan
dentro del marco del propio Ministerio. Para nosotros hay una
responsabilidad que el Ministerio debe exigir y es que la firma
exportadora Vasquez ha imputado a Ensidesa la realización de una
operación que, en modo alguno, parece deducirse se ha producido.

Hay una serie de responsabilidades que no son directas de este
Ministerio. Para nosotros hay una negligencia clara por parte de
Ensidesa, que permitió, por razones que ignoramos, que desde los años
1990 a 1994 el delegado en Gijón de la firma comercial de fundiciones,
Confusa, una firma que indiscutiblemente ha tenido relaciones con
Ensidesa, sea un empleado de Ensidesa y esté trabajando en un
departamento tan importante como es el departamento de riesgos de la
propia empresa.

En segundo lugar, tenemos que decir que actuaciones como ésta, que se
trasladan a los medios nacionales sin una contestación por parte del
Ministerio, sin desmentir o aclarar dichas actuaciones, han perjudicado
indiscutiblemente a Ensidesa y la han perjudicado, en primer lugar,
porque ha perdido un potencial cliente, como es Argelia, con quien ha
tenido ya en anteriores ocasiones relaciones. Prueba evidente de ello es
que ha vendido 140.000 toneladas, hace escasamente dos años, de bobina
caliente para la realización de la construcción del gasoducto. Por otra
parte, entendemos que actos de esta naturaleza también perjudican al
prestigio de la siderurgia española, en concreto a Ensidesa, que es una
empresa que en estos momentos está atravesando una situación francamente
difícil.

Nosotros entendemos que tal y como está el comercio exterior en España en
modo alguno cabe perder una operación de 30.000 toneladas de palanquilla,
con una venta superior --según manifiestan-- a más de 1.000 millones de
pesetas, debido a una negligencia, por no adoptar las medidas precedentes
a la pérdida.

Consideramos --y esto es importante-- que una operación tan compleja, en
la que intervienen empresas, ministerios y bancos, se pueda tratar,
incluso, de una trama empresarial con mayores dimensiones que las
detectadas y los que nos ha expuesto el señor Ministro en este acto.

Se reduce el problema a la dimisión voluntaria de un empleado de Ensidesa
por deslealtad e incompatibilidad a la empresa; es un hecho mucho más
grave de lo que parece presentarse.

Otro tema importante es conocer si esta operación, señor Ministro, va a
seguir adelante con productos españoles o realmente se ha perdido para
España. Sobre estos y otros hechos nos queda la duda. Esperamos que esa
investigación interna que está llevando a cabo Ensidesa, así como la que
pueda hacer el Ministerio, nos aclaren quiénes son los responsables de
esta actuación que ha perjudicado a Ensidesa y a la industria siderúrgica
española.




El señor VICEPRESIDENTE: Por el grupo Socialista tiene la palabra el
señor Marsal.




El señor MARSAL I MUNTALA: En primer lugar, querríamos agradecer la
comparecencia del señor Ministro y la exposición que nos ha hecho,
exposición que nosotros encontramos correcta y suficientemente
aclaratoria.

En el fondo se han hecho algunas afirmaciones que creemos, según las
explicaciones del Ministro, demuestran que no son ciertas. Se ha dicho
que no funcionaron los mecanismos; los mecanismos funcionaron, si no
hubiesen funcionado hoy estaríamos hablando no de una operación no hecha
o de una operación frustrada, sino de una operación que se habría
realizado y, por lo tanto, estaríamos hablando de un fraude. Si no se
realizó no fue por arte de magia, sino porque funcionaron algunos de los
mecanismos previstos. La actuación de Ensidesa, detectando la situación,
funcionó. El Ministerio no certificó el origen, y tampoco pudo realizarse
esta operación. Por lo tanto, no podemos afirmar de ninguna manera que no
funcionaron los mecanismos ni podemos suponer que se frustró la
operación, no se sabe exactamente por qué casualidades; se frustró
precisamente porque funcionaron unos mecanismos.

Se ha admitido, y es cierto, que es una operación compleja, una operación
en la que es posible el intento por parte de algunas personas de tratar
de sacar provecho indebidamente en una operación de estas
características, pero también es evidente que no hay mecanismos de
control, por perfectos que sean, que impidan que no existan estas
personas deshonestas. Los mecanismos de control impedirán que estas
personas deshonestas puedan llevar a cabo sus actuaciones fraudulentas. Y
esto es lo que ha sucedido; ha sucedido que ha habido un intento de una
operación fraudulenta que ha sido desbaratada y que no se ha podido



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realizar precisamente por las actuaciones también del Ministerio.

En esta petición de comparecencia, sobre todo en su desarrollo, como
otras veces desgraciadamente sucede, alguno de los que piden la
comparencia va con la opinión formada antes de oír las informaciones que
el Ministro o la personalidad del Gobierno compareciente da. Algunas de
las preguntas, algunas de las afirmaciones que se han hecho
posteriormente a lo que ha informado el Ministro, al menos nosotros hemos
entendido que el Ministro ya las respondía con suficiente claridad y, si
no había suficiente claridad para alguno, en la réplica estamos seguros
de que el Ministro acabará de aclararlo.

Cuando salen informaciones en los medios de comunicación no creo que sea
una táctica adecuada por parte de ningún grupo político ni por parte de
ningún Diputado llevarlo de forma directa a la Comisión, sin antes haber
conseguido una mayor información, especialmente cuando estamos delante de
un tema tan complejo. Es una mala práctica, porque por mucho que se
clarifique la situación, por mucho que no haya nada que criticar al
Ministerio o al Gobierno, siempre puede dejarse una duda y una sospecha
que no afectan únicamente al Gobierno, sino que pueden también implicar y
perjudicar la propia credibilidad de empresas, como es el caso de la
empresa Ensidesa. Por lo tanto, en esto tenemos que ir con mucho cuidado.

Para nuestro Grupo, las explicaciones del Ministro creo que dejan claro
lo importante, que es que la operación no se realizó y que no se realizó
porque funcionaron los mecanismos. Estos son los elementos esenciales,
los elementos que deben quedar de esta comparencia y sembrar otras dudas
es una mala táctica y un error en todos los sentidos.




El señor VICEPRESIDENTE: Para contestar las preguntas que han sido
formuladas, tiene la palabra el señor Ministro.




El señor MINISTRO DE COMERCIO Y TURISMO (Gómez-Navarro Navarrete): Voy a
leer específicamente los datos que se incluyen en las operaciones.

Dos pólizas de créditos documentarios con Argelia para la exportación de
palanquilla (37.500 Tm.). No quiero entrar en temas de Ensidesa, porque
yo no soy el Ministro tutelante y no los conozco, pero me parece que
Ensidesa no vende palanquilla.




El señor GARCIA FONSECA: No vende palanquilla.




El señor MINISTRO DE COMERCIO Y TURISMO (Gómez-Navarro Navarrete): Por
eso.

Pólizas números CD/676.489/22 y CD/676.490/22. Asegurado: Banco Exterior
de España, confirmante de las cartas de crédito irrevocables. País de
destino: Argelia. Comprador: Metal Sider (Argelia). Banco emisor de las
cartas de crédito irrevocables: Banque Nationale dÕAlgerie. Beneficiario
de las dos pólizas (exportador): Vásquez Eximport, S. L. Bienes
exportados: Palanquilla. Importe de los créditos: uno, 5.067.300 dólares
USA, y, otro, 4.855.193,49 dólares USA.

En primer lugar, en la cobertura, como le he indicado antes, se cubre al
Banco, y figura el exportador, no figura el fabricante. Por lo tanto, los
datos no recogen y nosotros no sabíamos, ni tenemos por qué saberlo, si
la palanquilla, según los datos, es de Ensidesa, de Ufín o de cualquiera
de las empresas españolas que podían entrar. Eso es normal, por eso
existen los traders. Hay muchas empresas que son fabricantes pero que
comercializan, o es un exportador el que consigue el cliente y el que
vende. Por eso existen los intermediarios comerciales en todos los
sitios. Por lo tanto, la operación no es una operación que pueda sonar
rara. Lo que le digo es que la cobertura no se había producido porque
incumplía las condiciones del propio contrato de cobertura. Si no había
un certificado de origen y el 90 por ciento era de fabricación española,
no se cumplía la cobertura. Si hubiesen intentado, como de hecho se
hubiese producido, porque ya saben que después Argelia ha suspendido
pagos, cobrar la póliza, no la hubiesen podido cobrar, porque no hubiesen
podido presentar, como no presentaron, el certificado de origen, se
hubiesen incumplido las condiciones de la póliza y no hubieran podido
cobrarla.

Cuando usted dice que estaba asegurado, como no estaba el certificado de
origen, no se hubiese podido ejercer el seguro. El tema no estaba
cerrado.

Que, a pesar de eso, esto debe servirnos para añadir algún elemento más
de seguridad a las operaciones. El problema es que cuanta más seguridad
quieras dar a las operaciones más burocracia necesitan. Las empresas se
quejan de que la capacidad de respuesta en el tiempo es a veces lenta y
cuantas más verificaciones hagas más lenta inevitablemente tiene que ser.

Yo creo que los procedimientos han funcionado razonablemente. La
operación no se ha hecho, en primer lugar, porque es verdad que es
Marcial Ufín el que le comunica a Ensidesa que se está utilizando su
nombre. Lo que le comunica es el cabreo porque le está pisando una
operación que no es habitual porque Ensidesa no está en ese mercado. A
partir de ahí surge todo el asunto. Pero lo que le quiero decir es que el
seguro en tanto que no perfeccionaba --creo que se dice en términos
jurídicos-- las condiciones legales de las cláusulas de la cobertura no
tenía cobertura. Y, segundo, el que tiene que detectar eso no es CESCE,
es el Banco Exterior, que es el responsable, porque es el que luego
cuando tiene que ejercer, tenía que presentar al cobro el seguro en el
caso de que se hubiese incumplido el compromiso de pago por parte del
Banco Nacional de Argelia, no hubiese podido cobrarlo. Quiero decirle que
ése es el procedimiento.

Es verdad que se ha publicado en la prensa que una persona, un asesor
mío, había hecho gestiones en la operación. Evidentemente, yo he hecho la
investigación necesaria y he podido verificar que no tenía nada que ver.

Es verdad que una persona le vino a hacer una consulta, que no tenía nada
que ver con CESCE, ni él hizo ninguna llamada a CESCE ni tuvo nada que
ver en el procedimiento de CESCE. Lo he verificado no sólo por él, sino
por el propio CESCE, y puedo decirle que estoy seguro de ello.

Estas informaciones son muy desagradables, extraordinariamente
desagradables, porque hacen que haya una



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sensación colectiva sobre determinadas personas que están implicadas en
temas confusos y en temas raros, y eso, luego, que la persona se lo quite
de encima. Lo que le puedo asegurar es que hemos hecho la investigación
necesaria, que yo he hablado personalmente con esa persona y con los
responsables de CESCE de esta operación y que, evidentemente, por los dos
lados puedo garantizar que no se ha producido ninguna gestión. Lo que sí
sucede es que esta persona es asturiana y vino, para otro tema, una
persona asturiana que, porque era el asturiano del Ministerio, quería ver
si le echaba una mano para otro tema que no era precisamente éste. Era
una información sobre importaciones.

Esté usted seguro de que el mecanismo ha funcionado correctamente y que
ningún Gobierno es responsable de que haya personas que quieran
defraudar. Eso es responsabilidad de la conciencia personal de cada una
de las personas. De lo que es responsable el Gobierno, o puede serlo, es
de que el fraude se haya cometido o no.

De todas maneras, le digo que es imposible --en este caso no se ha
cometido y por eso lo digo con más razón-- que la Administración pública
actúe de policía de todos los ciudadanos, desconfiando de ellos y
pensando que todos son posibles defraudadores. Esa política desde
ministerios económicos haría imposible el funcionamiento y la relación
con las empresas, absolutamente imposible. Uno de los motivos que me
condujeron a producir ciertos cambios en el equipo, en concreto en ICEX,
fue que algunas personas del equipo anterior tenían esa mentalidad, lo
que hacía que no se utilizase el presupuesto ningún año porque la actitud
burocrática era tan lenta que hacía que los medios no se dedicaran a los
fines perseguidos. Por tanto, mi experiencia de Gobierno, aquí y en otros
sitios, es que es inevitable que, en un cierto porcentaje, esos fraudes
se cuelen, pero en este caso el tema ha funcionado y no hay motivos de
alarma. (El señor García Fonseca pide la palabra.)



El señor VICEPRESIDENTE: Señor García Fonseca, lo siento pero no hay más
turnos. Es el sistema de turnos establecido y estamos todos de acuerdo en
hacerlo así.




El señor GARCIA FONSECA: Señor Presidente, pido un breve turno por
alusiones, porque he sido aludido, no nombrado, pero aludido
clarísimamente por el portavoz socialista, que ha tenido a bien o a mal,
no ya contestar al señor Ministro, sino opinar sobre mi intervención.




El señor VICEPRESIDENTE: Señor García Fonseca, le ruego que, muy
brevemente y sólo por alusiones, consuma un breve turno.




El señor GARCIA FONSECA: Lo sustancial casi he venido ya a decirlo. Me
parece impertinente que el portavoz del Grupo mayoritario se preste a dar
consejos, casi orientaciones, a los portavoces de otros grupos y que haya
juicios de valor sin conocimiento de causa.

Por ejemplo, aparte de hablar de aviesas intenciones o cosas por el
estilo, dice que se hacen peticiones de comparecencia teniendo de
antemano un criterio y, al mismo tiempo, afirma, contradictoriamente, que
hacemos peticiones de comparecencias o preguntas sin habernos informado
previamente.

Le aseguro que sobre este tema me he informado previamente y quise
informarme, también previamente, por escrito por parte del señor
Ministro; lo que pasa es que dice que me ha respondido y yo no he
recibido la respuesta escrita. Además de las informaciones que esperaba
del señor Ministro, que hoy me facilitó varias que me resultan
interesantes --ya tendremos ocasión de valorarlas en este sentido--, he
procurado investigar --investigar es una palabra muy fuerte--, informarme
por todos los medios que he podido, por medios muy diversos y por agentes
muy diversos que conocen el tema, y le aseguro que las preguntas que he
hecho tienen todas un fundamento serio, riguroso.

Terminaré diciendo que, efectivamente, el hecho de que Ensidesa no venda
palanquilla porque no produce suficiente para lo que necesita su tren de
alambrón no es un motivo para pensar que este fraude era imposible; es un
motivo para pensar hasta qué punto, a partir de los datos que he podido
ir recogiendo, es posible un fraude tan estúpido. Es decir, que
organismos públicos acrediten que Ensidesa vende palanquilla...




El señor VICEPRESIDENTE: Por favor, señor García Fonseca, no convierta la
intervención en alusión; va a provocar un segundo turno por parte del
señor Ministro. Ya ha consumido un turno por la alusión del señor Marsal.

Señor Marsal ¿desea contestar?



El señor MARSAL I MUNTALA: Muy brevemente.

Evidentemente, no es mi intención ni está en mi carácter dar consejos a
la oposición ni a nadie, entre otras cosas porque el señor García Fonseca
no los necesita de ninguna manera.

Sigo pensando que, a veces, la información se tiene o no, pero se viene
con una opinión formada. Eso, no únicamente de las palabras en el
transcurso de la comparecencia; la propia petición es un indicio de que
había una opinión formada, porque se pide para informar sobre el fraude
de la venta a países del Magreb de productos siderúrgicos y una de las
cosas que hemos comprobado es que no ha habido venta y, por lo tanto, no
ha habido fraude. Si esto no es prejuzgar el resultado antes de la
comparecencia, no sé qué es.




El señor VICEPRESIDENTE: Se levanta la sesión.




Era la una y veinte minutos de la tarde.