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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 280, de 26/09/1994
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1994 V Legislatura Núm. 280
PRESUPUESTOS
PRESIDENTE: DON RODOLFO MARTIN VILLA
Sesión núm. 12
celebrada el lunes, 26 de septiembre de 1994



ORDEN DEL DIA:
Comparecencia del señor Secretario de Estado de Hacienda (Martínez
Robles), para informar sobre el déficit de caja y la ejecución del
Presupuesto del Estado hasta el mes de agosto de 1994. A petición del
Gobierno. (Número de expediente 212/000926.)



Se abre la sesión a las cuatro y treinta y cinco minutos de la tarde.




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, desde que existe esta
Comisión de Presupuestos creo que es la primera vez que la Diputada del
Grupo Parlamentario Socialista Carmen García Bloise no forma parte de las
listas que la componen, y debe ser una de las muy pocas ocasiones en que,
formando parte de esas listas, no asiste a las reuniones de trabajo de la
Comisión. Recuerdo --y quizá lo recuerden SS. SS.-- que su última
asistencia en esta Cámara fue con motivo del pasado debate sobre el
estado de la nación, seguramente porque, como les pasa a los políticos de
verdad, siempre se ocupan mucho más del estado de



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la nación que de su propio estado. Ella, ustedes recordarán, acudió a la
Cámara en una situación que hacía aventurar lo que iba a suceder al cabo
de unas semanas.

En aquellos días de julio yo tuve ocasión de escribir unas notas sobre
Carmen García Bloise que, al fin y al cabo, había sido no sólo compañera
nuestra, sino una especial colaboradora como Vicepresidenta de esta
Comisión de Presupuestos. Como siempre sucede cuando uno escribe y cuando
uno dice cosas, algunas nacen de cuestiones en las que todos estamos de
acuerdo y en otras uno vierte sus propias ideas e incluso sus propias
creencias, algunas de ellas más íntimas.

Creo que todos estaremos de acuerdo en que como expresión fiel de la
historia de estos años que, como en tantas cosas, es una historia a veces
gloriosa, a veces trágica y a veces las dos cosas, Carmen fue una de las
españolas que de niña tuvo que sufrir la incivil guerra entre españoles y
que, sin embargo, al cabo de cuarenta años pudo gozar de la paz civil que
venturosamente nos cobija.

Decía entonces y repito ahora --y estoy seguro de que en eso todos
estamos de acuerdo-- que Carmen luchó y luchó muy bien, muy eficaz y muy
ejemplarmente para que el Reino de España fuera de todos, y es de todos.

Soy de los que creo que, además, hoy ella habitará en un reino que
algunos, bastantes, llamamos el reino de los cielos, que, por lo demás,
soy de los que creo que es un reino al que al final vamos todos y que es
un reino de iguales, con lo cual, como Carmen era de izquierdas, pienso
que en ese reino se encontrará especialmente confortable por ser un reino
de iguales. No sé si ella estará a la derecha o a la izquierda de la
Presidencia, porque eso de la derecha y de la izquierda ya va siendo
bastante relativo en la tierra, cuanto más allí, donde se está por encima
de lo humano y, a lo que parece, cerca de lo divino.

En todo caso, Carmen es un ejemplo para todos, es un patrimonio para los
suyos especialmente, para el Grupo Parlamentario Socialista. Difícilmente
la historia irrepetible y espléndida de los años de la transición se
hubiera podido escribir sin personas como Carmen García Bloise, que
además tenía una característica muy especial. Yo ya sé que apoyar desde
un Grupo Parlamentario al Gobierno tiene sus complicaciones y que es
especialmente difícil, por no decir imposible, no caer en la soberbia
cuando se tiene la mayoría. Yo soy testigo, lo fui ya en mi anterior
estancia en esta Casa, especialmente en su trabajo como Vicepresidenta de
esta Comisión en la legislatura anterior, de que si algo no le rodeaba
era la soberbia, y ya se sabe que la soberbia es el peor, y el único
imperdonable, de los pecados.

Si les parece, señor Secretario de Estado y señores Diputados, creo que
sería bueno que nos pusiéramos de pie y, en un minuto, recordáramos a
Carmen. (Los señores Diputados, puestos en pie, guardan un minuto de
silencio.--Aplausos.)
Señoras y señores Diputados, como dirían nuestros amigos catalanes,
debemos poner «los peus en la terra», por lo que tenemos que comenzar la
intervención del Secretario de Estado de Hacienda en relación con la
marcha del presupuesto, de conformidad con las normas que SS. SS. ya
conocen.

Quiero aprovechar este momento para dar alguna información a la Comisión
que, de una u otra forma, ya conocen los señores Diputados a través de
los portavoces de los distintos Grupos Parlamentarios. Se avecina para
esta Comisión una etapa de trabajo que en las próximas semanas va a tener
como contenido no solamente las comparecencias de las autoridades en
relación con los presupuestos para 1995 (comparecencias que
previsiblemente se desarrollarán como en los últimos años, unas en la
Comisión de Presupuestos y otras en las comisiones sectoriales), sino que
van a tener lugar, a partir de pasado mañana, las comparecencias
solicitadas por el Grupo Parlamentario Popular para el desarrollo de los
Presupuestos de 1994.

Creo que las comparecencias solicitadas por el Grupo Parlamentario
Popular son 21, los quince subsecretarios de los distintos departamentos
ministeriales, incluido el Secretario de Estado de Defensa, que cumple a
la vez las funciones de Subsecretario de aquel Departamento; el
Secretario de Estado de Administración Territorial, para las secciones
correspondientes a este Ministerio; el Director General del Tesoro y
Política Financiera, para la sección correspondiente a la Deuda Pública;
el Director General de Costes de Personal y Pensiones Públicas, para la
sección correspondiente; el Director General del Insalud, para las
cuestiones propias de su oficio, así como el Secretario General de la
Seguridad Social y el Secretario General del Ente Público Radiotelevisión
Española. Creo que esas son las seis comparecencias que junto con los
quince Subsecretarios componen la petición del Grupo parlamentario
Popular.

La Presidencia había previsto que hoy, después de la comparecencia del
Secretario de Estado de Hacienda, tuviera lugar la de don Adolfo Jiménez,
Secretario General de la Seguridad Social. Ello no ha sido posible,
puesto que la decisión de la Presidencia de la Cámara no tuvo lugar hasta
el jueves. Ella se comunicó al Secretario General de la Seguridad Social,
no sé si el jueves por la tarde o el viernes por la mañana, sin tiempo
suficiente para que el documento sobre el cual versaría la intervención
del Grupo solicitante y la intervención del resto de los Grupos llegara a
la Cámara con tiempo suficiente y, como era lógico, el Secretario General
de la Seguridad Social nos indicó que antes de hoy al medio día sería
imposible que estuviera su documento aquí. Por lo tanto, yo hube de
suspender esta segunda parte de la sesión de hoy. Así pues, la sesión de
hoy constará única y exclusivamente de la comparecencia del Secretario de
Estado de Hacienda.

También quiero decir, aun cuando la Ponencia del régimen económico de la
Seguridad Social la componen Diputados que pertenecen a esta Comisión y
otros que pertenecen a comisiones distintas, que hemos tenido que alterar
el calendario y que la reunión prevista para pasado mañana, día 28,
tendrá lugar mañana a partir de las 10 de la mañana. Es una reunión
prevista para ver el estado de nuestros trabajos, pero además hemos
acordado que también acuda el Secretario General de la Seguridad Social
para informar a la Ponencia de aquellos aspectos de reforma de la
Seguridad Social que tendrán lugar en el



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marco no sé si de la ley de presupuestos generales del estado de 1995, de
la llamada ley de acompañamiento o de ambas.

Por tanto, quiero decir a los miembros de la Ponencia de la Seguridad
Social, aunque yo me he dirigido a ellos por escrito en este fin de
semana, que la reunión de mañana, que comenzará a las 10 en su primera
parte, será una comparecencia del Secretario de la Seguridad Social para
explicar las líneas generales de los cambios propiciados por el Gobierno
en torno al régimen económico o financiero o a la propia estructura de
algunos aspectos de la Seguridad Social, y a partir de entonces tendrá
lugar la reunión en los términos que habíamos previsto.

Durante esta semana, el miércoles día 28, a partir de las nueve y media,
y el viernes día 30, a partir de las nueve y media por la mañana y de las
cuatro y media por la tarde, tendrán lugar nueve comparecencias. Están
previstas tres en cada una de las sesiones. De ellas, las previstas para
el miércoles, día 28, ya están señaladas y corresponden, a las nueve y
media, al Secretario General de Radiotelevisión; a las once, el Director
General de Costes de Personal y Pensiones Públicas y, a las doce y media,
el Director General del Insalud. Está previsto que estas comparecencias
duren hora y media. Tendremos que ser especialmente, no digo inflexibles,
pero sí exigentes, porque si no no podrán tener lugar el conjunto de las
comparecencias.

Para el día 30 se señalarán otras seis comparecencias, tres por la mañana
y tres por la tarde, entre ellas la del Secretario General de la
Seguridad Social.

En la próxima semana tendrán lugar dos comparecencias el día 3 a partir
de las once de la mañana y, por la tarde, a partir de las cuatro y media
de la tarde, tres; el martes 4, a partir de las nueve y media, tres
comparecencias; el miércoles 5, a partir de las nueve y media, tres
comparecencias y el jueves por la tarde tendrían lugar también las que
resten en el supuesto de que el jueves hubiera sesión sólo por la mañana;
en caso contrario habría que utilizar, cosa que no deseo, la mañana del
viernes día 7.

Por lo tanto, ya lo conocen ustedes: mañana ponencia de la Seguridad
Social, pleno de la Comisión para comparecencias en los términos
expresados el miércoles por la mañana y el viernes mañana y tarde y, en
la semana siguiente, el lunes día 3 a partir de las 11, por la tarde a
partir de las cuatro y media, martes y miércoles a partir de las nueve y
media, con tres comparecencias por sesión.

Quiero también informarles sobre el previsible calendario de nuestros
trabajos en la Comisión de Presupuestos en relación con la Ley de
Presupuestos Generales del Estado. El plazo para la solicitud de
comparecencias de los responsables de los distintos ministerios, las
autoridades públicas, termina a las 14 horas del viernes día 6. Recuerdo
a los portavoces de los Grupos que es criterio de la Mesa, a la hora de
aceptar esas peticiones, admitir aquéllas en las que el responsable
administrativo tenga categoría igual o superior a la de subsecretario, es
decir, secretario general, subsecretario y secretario de Estado, y menor
a la del ministro. Es decir, se admiten comparecencias de secretarios de
Estado, subsecretarios y secretarios generales, y solamente la de
directores generales cuando fueren titulares de organismos autónomos, no
en otro caso. También pueden comparecer, por supuesto, los secretarios
generales, los jefes de la maquinaria administrativa de los órganos
constitucionales, si esa petición se realizara. El plazo termina, como
digo, el día 6, viernes, a las 14 horas.

Después de la fiesta de El Pilar, previsiblemente las sesiones serían: el
día 13 por la tarde, el día 14 mañana y tarde, y lo que reste para la
semana siguiente, empezando el lunes 17. En esos días terminaríamos las
comparecencias de los altos cargos en el seno de la Comisión de
Presupuestos, y pienso también que en el conjunto de las comisiones.

De acuerdo con el plazo de presentación de enmiendas, que me parece que
llega hasta el día 28, a las 14 horas, la Ponencia se reuniría a partir
del día 2, previsiblemente el 3 ó el 4 de noviembre, con lo cual el lunes
7 tendrían lugar los trabajos de la Comisión para elaborar el dictamen en
esa semana.

Creo que vamos a tener suficiente holgura, sobre todo si se tiene en
cuenta que también las previsiones indican que el Pleno no se va a
celebrar hasta la semana del 21 de noviembre, con lo cual creo que
podremos evitar incluso algunos de los problemas que tuvimos el año
pasado entre nuestra Comisión y la de Economía y Hacienda para el debate
de la Ley de Presupuestos y de la llamada ley de acompañamiento.

Ese es el calendario y, si a SS. SS. mis explicaciones les producen
alguna duda, les rogaría que me lo indiquen ahora porque, como tampoco el
calendario es definitivo y en algunos de estos tramos es la Comisión la
que tiene cierta autonomía para acordar una cosa u otra, podríamos hacer
los cambios que me sugirieran, aunque me parece que todo está bastante
ordenado y pienso que con la suficiente flexibilidad.




¿Alguna intervención de los portavoces? (Pausa.)



--COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (MARTINEZ
ROBLES), PARA INFORMAR SOBRE EL DEFICIT DE CAJA Y LA EJECUCION DEL
PRESUPUESTO DEL ESTADO HASTA EL MES DE AGOSTO DE 1994. A PETICION DEL
GOBIERNO (Número de expediente 212/000926.)



El señor PRESIDENTE: Entonces, tiene la palabra el señor Martínez Robles,
Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (Martínez Robles): Muchas
gracias, señor Presidente.

Es difícil pasar de la emoción que produce el recuerdo que ha dedicado a
la diputada García Bloise al análisis de las cifras presupuestarias.

Menos mal que ha tenido a bien dar estas instrucciones en medio sobre los
trabajos de la Comisión, que facilitarán ahora concentrarnos en estas
cifras. A lo largo de los ocho primeros meses de 1994, la ejecución del
Presupuesto del Estado se ha saldado con un



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déficit de caja no financiero que asciende a dos billones 290.000
millones, lo que significa una reducción del 4,5 por ciento respecto al
déficit alcanzado en el mismo período del año pasado. Esta reducción, aun
siendo positiva, se ve afectada por el importante incremento, en algo más
del 30 por ciento, de los pagos por intereses de la deuda pública. Como
ustedes recordarán, a partir del 1 de enero de 1994 está expresamente
prohibida la existencia de descubierto o la concesión de créditos por el
Banco de España al Estado, y para cumplir con tal exigencia en julio del
año pasado se emitió un volumen muy importante de deuda, cuyo cupón anual
ha vencido en agosto del presente año. Se trata, por tanto, de un efecto
temporal que estaba absolutamente previsto y que se irá atenuando en lo
que resta de ejercicio, de modo que las previsiones de pago por intereses
de la deuda para todo el año no se verán alteradas.

Hecha esta primera precisión, si les parece oportuno, paso a detallarles
las características más sobresalientes de la ejecución del presupuesto
hasta agosto de 1994. En líneas generales, se sustentan en una buena
marcha de la recaudación, que ha crecido en un 9,8 por ciento, y en un
claro esfuerzo de contención del gasto, que se ha incrementado en un 6,5
por ciento. Si pasan al cuadro de la página número 4, pueden ver que el
déficit de caja en lo que llevamos de año se ha reducido en algo más de
107.000 millones respecto al registrado en los ocho primeros meses de
1993, lo que supone que este indicador absorba el 3,6 por ciento del PIB
nominal, es decir, 0,3 puntos menos que en 1993. La principal razón de
este comportamiento hay que buscarla en el aumento de un 9,8 por ciento
de los ingresos, que alcanzaron 8 billones 655.000 millones, mientras que
los pagos crecieron un 6,5 por ciento, hasta situarse en 10 billones
946.000 millones, principalmente, como ya les he dicho, por la expansión
de los intereses de la deuda que, al haberse acumulado en agosto, han
provocado que sólo en este mes los gastos financieros hayan superado en
más de seis veces los satisfechos en agosto de 1993.

Si se fijan en el cuadro de la página número 6, puede apreciarse con más
claridad el efecto de esta acumulación de intereses que, insisto una vez
más, es sólo temporal y se irá atenuando de aquí a fin de año. En
concreto, si consideramos el déficit primario de caja o, dicho de otra
forma, el déficit que resultaría de eliminar los intereses de la deuda,
tendríamos un déficit de tan sólo 210.000 millones, lo que, comparado con
el año anterior, al que también eliminamos los intereses, supondría una
reducción del desequilibrio en casi un 74 por ciento.

Si al déficit de caja se le suman los ingresos y pagos derivados de la
variación neta de activo financiero, se obtiene la necesidad de
endeudamiento. Este concepto nos permite conocer los recursos que el
Estado necesita para financiar todas sus operaciones, sean éstas
financieras o no. En la última línea del cuadro de la página 7 pueden
observar que la necesidad de endeudamiento que tiene el Estado ha
disminuido en un 68,3 por ciento, lo que permite pasar de una necesidad
de endeudamiento de más de dos billones y medio de pesetas en los ocho
primeros meses de 1993 a solamente 832.000 millones en este mismo período
del presente ejercicio. Esta reducción tan importante en la necesidad de
endeudamiento es producto de las elevadas emisiones de deuda pública
efectuadas el año pasado y por las que el Tesoro pudo captar fondos y
depositarlos en el Banco de España para garantizar la ausencia de
cualquier tipo de descubierto. De esta forma, a lo largo del presente año
no está siendo necesario emitir grandes cantidades de deuda, ya que se
pueden utilizar esos depósitos que mantiene el Tesoro en el Banco de
España.

En concreto, en este mismo cuadro de la página número 7 pueden observar
que, de enero a agosto de 1994, se han utilizado los depósitos del Estado
en el Banco de España por un importe de un billón 873.000 millones que,
no obstante, permiten seguir manteniendo una posición acreedora frente al
Banco emisor en algo más de un billón de pesetas.

El resto de las operaciones de activo financiero han registrado un
comportamiento desigual. La cartera de títulos-valores en poder del
Estado ha aumentado hasta 54.000 millones, lo que supone una reducción
del 10,6 por ciento respecto al año anterior. Dentro de estos pagos, cabe
destacar los efectuados por la suscripción de acciones de GESA, por
17.500 millones, de CIEP, por aproximadamente 8.700 millones, y de NAUSA,
por 5.000 millones, procedentes, en los tres casos, de ampliaciones de
capital.

Por su parte, los préstamos concedidos por el Estado a otros entes
públicos han crecido un 99,8 por ciento, hasta situarse en 458.000
millones. De todos estos préstamos, el más significativo es el concedido
a la Seguridad Social, por 370.000 millones. Dentro de esta cifra,
230.000 millones están destinados a hacer efectivo el préstamo aprobado
por la Ley de Presupuestos del presente año para garantizar el equilibrio
financiero y asegurar la adecuada ejecución de la actividad propia de la
Seguridad Social. El resto, 140.300 millones, se corresponde con la
última anualidad de préstamo que, como recordarán, concedió el Estado al
Insalud para sanear las obligaciones derivadas del coste de la asistencia
sanitaria generadas hasta finales de 1991. Este préstamo en 1992 ascendió
a 280.000 millones, y el año pasado supuso la misma cuantía que el
actual.

En consonancia con la reducción de la necesidad de endeudamiento, en el
cuadro de la página número 11 pueden observar cómo los pasivos
financieros necesarios para financiar los 832.000 millones han decrecido
en un 68,3 por ciento. Creo que se puede afirmar que el proceso de
sustitución de deuda a corto plazo por deuda a medio plazo ya se ha
consolidado y existe, por tanto, una notable estabilidad en la
financiación del Tesoro Público, ya que la deuda a corto plazo sigue
reduciéndose, aunque en menor medida que el año pasado, al haberse
amortizado la totalidad de pagarés del Tesoro, mientras que la deuda a
medio y largo plazo sigue emitiéndose de acuerdo con las necesidades de
endeudamiento.

En este mismo cuadro pueden ver, una vez más, la acumulación de deuda a
medio y largo plazo que se produjo el año pasado, ya que estos títulos,
en lo que llevamos de año, han crecido en 408.000 millones y el ejercicio
anterior, por estas mismas fechas, excedían de cuatro billones. El resto
de los recursos se han obtenido mediante operaciones de



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crédito, tanto en moneda extranjera, por 591.000 millones, como en
pesetas, por 158.000 millones.

Entrando ya en la liquidación del presupuesto hasta agosto de 1994, si
acuden al cuadro de la página número 13 pueden ver los aspectos generales
de la ejecución del presupuesto de ingresos del Estado. La recaudación
total se ha situado en 8 billones 655.000 millones, lo que supone un 9,8
por ciento de incremento respecto al ejercicio anterior. Este buen
comportamiento de los ingresos se debe, fundamentalmente, al mayor
dinamismo de los de carácter tributario, que, en conjunto, han crecido un
10,7 por ciento, mientras que el resto de los ingresos no financieros lo
han hecho en un 3,8 por ciento.

Quisiera hacerles notar dos aspectos que están marcando la evolución de
la recaudación de este ejercicio. En primer lugar, el cambio de tendencia
que se está produciendo en la contribución de las diferentes partidas de
ingresos a la recaudación total. El ejercicio pasado se cerró con una
disminución de los ingresos impositivos en un 3,2 por ciento y un aumento
del resto de los ingresos en un 50,9 por ciento, mientras que en este año
el mayor protagonismo cabe atribuírselo a los ingresos impositivos. En
segundo lugar, la recaudación procedente de presupuestos cerrados está
creciendo en un 70,3 por ciento, lo que significa que se está cobrando
una buena parte de las deudas que se dejaron pendientes de cobro en años
anteriores.

En el cuadro de la página número 15 aparece detallada la recaudación por
impuestos directos. Los ingresos por impuestos directos ascienden, a
finales de agosto, a 4 billones 220.000 millones, lo que supone un
incremento del 6,1 por ciento respecto al año anterior. La recaudación
por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas con 3 billones
400.000 millones y un aumento del 7,7 por ciento, los ingresos por el
Impuesto sobre Sociedades con 741.000 millones y un descenso del 0,9 por
ciento explican prácticamente la totalidad de la recaudación por
imposición directa.

Me gustaría comentarles los principales factores que han influido en el
buen comportamiento de la recaudación por el Impuesto sobre la Renta de
las Personas Físicas, de acuerdo con las cifras que se contienen en el
cuadro de la página 16. En primer lugar, la gran agilidad con la que se
gestionaron las devoluciones en 1993 permitió que en febrero del presente
año prácticamente estuvieran materializadas todas las devoluciones
correspondientes a la campaña de renta de ese ejercicio. De esta forma,
en agosto de 1994 las devoluciones han sido inferiores en aproximadamente
21.000 millones respecto al mismo período de 1993. Estas menores
devoluciones a lo largo de 1994 se han producido incluso teniendo en
cuenta que este año la agilidad en la gestión es mayor, ya que entre
julio y agosto del presente ejercicio se han practicado devoluciones por
47.000 millones, que corresponden a la última declaración anual, puesto
que, como recordarán ustedes, este año las devoluciones por el IRPF han
comenzado en julio, mientras que el año pasado comenzaron a partir del
mes de septiembre. En segundo lugar, también cabe destacar el aumento en
un 12,2 por ciento que han registrado los ingresos por retenciones sobre
los rendimientos del trabajo, hasta alcanzar 2 billones 256.000 millones.

Sin embargo, estos dos factores positivos se ven atenuados parcialmente
por otros dos efectos. En primer lugar, el moderado crecimiento de tan
sólo un 0,4 por ciento en los ingresos por retenciones sobre los
rendimientos del capital mobiliario, que han alcanzado 587.000 millones,
debido sobre todo a los tipo de interés más bajos y a las desviaciones de
los depósitos hacia fondos de inversión. En segundo lugar, la reducción
en un 11,6 por ciento de los ingresos por pagos fraccionados, aunque, tal
como se explica en el informe que hemos entregado, esta reducción obedece
fundamentalmente a modificaciones legislativas.

En el cuadro de la página 18, tienen los datos sobre la recaudación del
Impuesto sobre Sociedades, que, como ven, se mantiene en unos niveles
similares a los del año pasado, en torno a los 741.000 millones. La
recaudación por este tributo está afectada por las devoluciones
practicadas, que, en lo que llevamos de año, exceden en unos 40.000
millones a las efectuadas en el ejercicio pasado. Este fuerte crecimiento
de las devoluciones ha absorbido, en parte, el efecto de otros factores
positivos, como, por ejemplo, el ingreso de unos 28.000 millones con
motivo de la primera privatización de Argentaria. En todo caso, hay que
poner énfasis en la favorable evolución de este impuesto, ya que, como
recordarán, inicialmente estaba previsto un descenso de estos ingresos en
torno al 27 por ciento respecto al ejercicio anterior y, por el momento,
los niveles de recaudación son similares.

Pasando al cuadro de la página 20, en lo que se refiere a los impuestos
indirectos, la recaudación asciende a 3 billones 382.000 millones, lo que
supone un 17,2 por ciento más que los ocho primeros meses de 1993. Sin
duda, este comportamiento tan favorable se explica por la evolución del
Impuesto sobre el Valor Añadido, que ha crecido un 19,7 por ciento, y de
los impuestos especiales, que lo han hecho en un 15,8 por ciento. Los
ingresos por IVA han alcanzado 2 billones 106.000 millones, lo que supone
unos 346.000 millones más que en 1993. Tal como tienen ustedes puesto de
manifiesto en el informe, existen una serie de factores que han
condicionado la evolución de estos ocho primeros meses en la recaudación
por este impuesto. Así, por ejemplo, las devoluciones han sido inferiores
en unos 48.000 millones a las habidas por estas mismas fechas el año
pasado, y los ingresos procedentes de derechos pendientes de cobro de
ejercicios anteriores han sido en el presente año superiores al ejercicio
pasado en unos 42.000 millones.

También, en el informe tienen la explicación de algunos factores que han
afectado de forma negativa a la recaudación, como es el caso del nuevo
sistema de tributación de las operaciones intracomunitarias, por el que
se desplazan ingresos recogidos en IVA importaciones hacia IVA
operaciones interiores.

En todo caso, con independencia de los efectos que todos estos factores
temporalmente tengan en la recaudación del IVA, es evidente que existen
elementos que explican una buena parte de esa mayor recaudación, como,
por ejemplo, la favorable evolución de las importaciones, con un
crecimiento en el primer semestre en torno a un 27 por ciento, o el
incremento de la venta de vehículos, que hasta



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agosto se sitúa sobre el 20 por ciento frente a la caída también del 20
por ciento habida en el mismo período de 1993. En definitiva, aunque no
todo el aumento de la recaudación puede atribuirse al crecimiento del
consumo privado por la razón de estos efectos temporales que les he
comentado, parece claro que una parte significativa de este aumento debe
atribuirse al mayor dinamismo del consumo privado.

En lo que se refiere a los impuestos especiales, en ese mismo cuadro de
la página 20 pueden ver que la recaudación ha ascendido a un billón
176.000 millones, aproximadamente unos 160.000 millones más que en 1993,
lo que supone un crecimiento del 15,8 por ciento. En la evolución de
estos impuestos ha influido el buen comportamiento de sus componentes,
como, por ejemplo, el incremento en un 8,5 por ciento en la recaudación
por el impuesto sobre determinados medios de transporte y la subida de
los tipos impositivos en el impuesto sobre hidrocarburos y en el que
grava las labores del tabaco.

Si vuelven al cuadro de la página número 14, pueden observar que el resto
de los ingresos del Estado aporta una recaudación cuantitativamente menos
importante. No obstante, se puede hacer una consideración especial al
capítulo de tasas y otros ingresos, que ha experimentado un crecimiento
del 29 por ciento, principalmente como consecuencia de la recaudación por
recargos de apremios, intereses de demoras y sanciones tributarias, que
han aportado recursos por unos 62.000 millones, un 48,5 por ciento más
que en 1993. Por otro lado, tal como está previsto, la recaudación por
ingresos patrimoniales ha descendido en el período que estamos analizando
en un 17,5 por ciento, sobre todo por la caída, en unos 92.000 millones,
de los beneficios ingresados por el Banco de España.

Por último, en lo que se refiere a los ingresos por operaciones de
capital, cabe destacar el fuerte incremento
--174,8 por ciento-- en los ingresos por transferencias de capital, que,
en conjunto, han absorbido 117.000 millones. La principal razón es que,
por primera vez, en 1994, se han obtenido recursos del Fondo de Cohesión,
que para el Estado han supuesto 46.000 millones. De todas formas, como
ustedes ya conocen, tanto las aportaciones recibidas de la Comunidad
Europea como el resto de los datos del informe se refieren exclusivamente
a los ingresos y pagos del Estado. Sin embargo, muchas de las
aportaciones comunitarias son percibidas por las comunidades autónomas y
otros organismos y entes públicos distintos del Estado, tales como el
Forpa o el Inem. En este sentido, los ingresos totales recibidos por
España de la Comunidad Europea hasta agosto de 1994 han ascendido a
714.782 millones, de entre los cuales por Feoga-Garantía se han obtenido
unos 493.000 millones, del Feder casi 84.000 millones y del Fondo Social
Europeo algo más de 58.000 millones.

Entrando ya en la liquidación del presupuesto de gastos del Estado, en el
cuadro de la página número 26 tienen la ejecución acumulada al mes de
agosto. Los créditos iniciales ascienden a 16 billones 514.000 millones y
las modificaciones presupuestarias han alcanzado en los ocho primeros
meses del año unos 358.000 millones, lo que supone una prueba evidente de
que el presupuesto del presente ejercicio se está ejecutando con las
menores desviaciones posibles, ya que las modificaciones de créditos son
inferiores en casi un 70 por ciento a las aprobadas hasta agosto del
ejercicio anterior. En consecuencia, los créditos finales se sitúan en 16
billones 873.000 millones y las obligaciones reconocidas en 10 billones
989.000 millones. Esto significa que en lo que llevamos transcurrido de
año se ha ejecutado un 65 por ciento de los créditos totales.

El detalle y composición de los 358.000 millones de modificaciones de
crédito lo pueden encontrar en el cuadro de la página 28. Los créditos
extraordinarios y suplementos de créditos aprobados hasta finales de
agosto ascienden a 44.000 millones. De este importe, 25.000 millones se
han destinado a la modernización de las explotaciones agrarias y a
reparar los efectos producidos por la sequía, si bien la incidencia
monetaria en 1994 se reduce tan sólo a 4.500 millones, ya que el resto se
tramitó a través de anticipos de tesorería concedidos y pagados en años
anteriores, pero aplicados presupuestariamente en 1994.

Por la misma razón, tampoco tienen incidencia monetaria en 1994 los
créditos extraordinarios por 10.475 millones concedidos a Feve para
compensar los déficit de explotación, ni los créditos extraordinarios
otorgados a Hunosa y a Minas de Figaredo, en concepto de subvenciones de
explotación por 6.528 y 317 millones, respectivamente.

Las incorporaciones de crédito con 192.000 millones constituyen las
modificaciones de mayor importancia cuantitativa. Prácticamente el 50 por
ciento de este importe se ha destinado a inversión civil y el 50 por
ciento restante se ha incorporado al Fondo de Compensación
Interterritorial, con la finalidad de financiar proyectos relativos a
competencias asumidas por las comunidades autónomas.

Por último, los 86.000 millones de ampliaciones de crédito se explican,
en su mayor parte, por los 40.384 millones de aportación del Estado al
Insalud para financiar sus gastos corrientes, y de los 34.000 millones de
generaciones de crédito, casi 20.000 se corresponden con operaciones de
capital.

La ejecución propiamente dicha del presupuesto de gastos la pueden
encontrar en el cuadro de la página 32, donde se observa que las
obligaciones reconocidas han crecido un 0,8 por ciento hasta alcanzar los
10 billones 989.000 millones. El reflejo del recorte presupuestario del
presente ejercicio se puede apreciar en el moderado avance del 3,1 por
ciento en los gastos de personal, que se sitúan en un billón 705.000
millones y, sobre todo, en la disminución del 19,3 por ciento en el
capítulo de compra de bienes corrientes y servicio, donde el gasto tan
sólo asciende a 215.000 millones.

La evolución de los gastos por intereses de la Deuda Pública la pueden
apreciar de forma más amplia si acuden al cuadro de la página 41. El
gasto por intereses ha ascendido a dos billones 12.000 millones, lo que
supone casi un 12 por ciento más que en 1993. Como ya he comentado al
inicio de mi intervención, este crecimiento responde fundamentalmente al
importante volumen de emisiones de Deuda, a medio y largo plazo efectuado
el mes de julio del año pasado y cuyo cupón anual se ha concentrado



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significativamente en agosto del presente ejercicio. De este modo, los
intereses de la deuda interior, a medio y largo plazo, han crecido casi
un 27 por ciento y suponen un billón 147.000 millones. Lógicamente el
gasto por intereses derivado de la Deuda a corto plazo se está reduciendo
un 10,3 por ciento en virtud del proceso de sustitución de este tipo de
deuda por otra a más largo plazo, tal como tuve ocasión de comentarles al
referirme a la necesidad de endeudamiento del Estado.

Por último, los gastos asociados a la Deuda exterior han crecido un 52,4
por ciento respecto a 1993 hasta alcanzar, aproximadamente, 134.000
millones.

El examen de los gastos por transferencias corrientes podemos efectuarlo
de acuerdo con los datos del cuadro que hay en la página 34, donde se
observa que dichos gastos han crecido un 1,7 por ciento y han absorbido 6
billones 29.000 millones. Atendiendo a los agentes perceptores de estas
transferencias se puede comprobar que el principal destinatario de las
mismas ha sido la Seguridad Social, con un billón 895.000 millones, y el
destino fundamental de estos fondos ha sido financiar la asistencia
sanitaria, complementar las pensiones mínimas y cubrir las pensiones no
contributivas. Los entes territoriales han recibido, en conjunto, un
billón 859.000 millones, correspondiendo la práctica totalidad de este
importe a transferencias en concepto de la participación de estos entes
en los ingresos del Estado.

Por último, del total de transferencias a organismos autónomos
administrativos, las más importantes son las conseguidas al Inem por
601.000 millones para la cobertura al desempleo. Este importe es inferior
en un 17,1 por ciento al registrado en 1993, ya que, como recordarán
ustedes, en los ocho primeros meses del año pasado se tramitó un crédito
extraordinario por 222.000 millones, al objeto de financiar las
insuficiencias producidas en el Inem durante 1991 en materia de gestión
de prestaciones por desempleo.

Si retroceden al cuadro de la página 32 pueden ver que el gasto en
operaciones de capital ha descendido un 18,2 por ciento, hasta situarse
en un billón 27.000 millones. El volumen global de gasto en inversiones
reales se ha reducido un 21,7 por ciento, alcanzando 516.000 millones.

Este descenso se explica fundamentalmente por la caída de las inversiones
militares que ha supuesto 130.000 millones frente a los 386.000 millones
de gasto en inversión civil.

En lo que se refiere a las transferencias de capital, el detalle de los
511.000 millones de gasto, lo que supone una disminución del 14,3 por
ciento y de los agentes entre los que se distribuyen, lo tienen en el
cuadro de la página 36.

Como pueden ver, la mayor parte de estas transferencias se destina a las
comunidades autónomas; 114.000 millones principalmente en concepto de
dotaciones al Fondo de Compensación Interterritorial.

Las transferencias a los organismos autónomos administrativos han
ascendido a 84.000 millones. Si bien, la mayor parte, 43.000 millones,
han correspondido al IRYDA y dentro de este importe se encuentran los
20.500 millones que, si recuerdan los comentarios que les hice al
referirme a las modificaciones presupuestarias, no tenían incidencia
monetaria en 1994. Este último extremo lo pueden ver con mayor claridad
si pasan al cuadro de la página 47, donde observarán que, frente al gasto
de 84.000 millones, los pagos por transferencias de capital a organismos
autónomos administrativos se sitúan en 64.000 millones.

Para finalizar, quisiera referirme al resultado de las relaciones
financieras entre España y la Comunidad Europea que, a finales de agosto
de 1994, han arrojado un saldo a favor de nuestro país por importe de
84.349 millones de pesetas, lo que supone casi un 24 por ciento más que
el saldo positivo que se obtuvo en el mismo período del año pasado. Este
resultado ha sido consecuencia de unos ingresos recibidos de la Comunidad
por 714.000 millones, frente a unos pagos realizados por España de
630.000 millones.

Hasta aquí, por tanto, los datos del informe.

Como resumen y conclusión de esta exposición me gustaría destacar los
siguientes puntos: En primer lugar, el análisis de los datos de gestión
presupuestaria debe realizarse considerando el carácter no estacional de
los distintos pagos e ingresos especialmente de los pagos por intereses
de deuda pública. Esta es una cuestión muy importante y ya hemos visto
hoy en la prensa una interpretación errónea de este dato.

Hay que destacar que el déficit primario de caja, a finales de agosto de
1994, se sitúa en 210.000 millones, inferior en un 73,9 al del mismo
período del ejercicio anterior. El déficit primario de caja se ha
reducido, por tanto, un 1 por ciento del PIB respecto al año anterior.

Se están cumpliendo --es la segunda conclusión-- en términos generales
las previsiones tanto macroeconómicas como tributarias que servían de
base al presupuesto de 1994. Se está, por tanto, cumpliendo lo que ya
anunciábamos cuando se presentaron estos presupuestos, que los
presupuestos de 1994 eran unos presupuestos creíbles y que su ejecución
se llevaría a cabo según lo previsto.

En este orden de ideas es importante decir que se está realizando una
gestión presupuestaria dentro de las previsiones. Interesa destacar, en
primer lugar, el reducido volumen de modificaciones presupuestarias
aprobadas, 358.000 millones; a subrayar, que los créditos extraordinarios
aprobados son únicamente 44.000 millones. El gran esfuerzo que se viene
realizando en la contención del gasto, como pone de manifiesto el hecho
de que las obligaciones reconocidas hasta finales de agosto sólo suponen
un crecimiento del 0,8 por ciento en relación a la cifra alcanzada en el
mismo período del ejercicio anterior. Los ingresos tributarios se están
comportando un poco por encima de las previsiones establecidas.

A la vista de todo lo anterior ya se puede adelantar que las predicciones
del presupuesto de 1994, como les anunciaba, se cumplirán, y así se hará
constar en el avance de la liquidación del presupuesto 1994 que se
incluirá en la documentación del presupuesto de 1995, que se entregará en
este Congreso a finales de esta semana.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Secretario de Estado. Recordarán SS.

SS. que cabe ahora un turno para que los Portavoces de los grupos
indiquen si algún aspecto, que, a su juicio, debía contener el informe
del señor Secretario de Estado de Hacienda, no figura en el mismo.




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Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Aguirre.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: El Grupo Parlamentario Popular querría que
sus primeras palabras en este turno fueran para sumarse de una forma
expresa a las pronunciadas por la Presidencia de la Comisión en
reconocimiento a la contribución que nuestra compañera Carmen García
Bloise hizo a la convivencia política y parlamentaria. Quisiéramos que
constara en acta nuestro agradecimiento y nuestro reconocimiento.

Señor Secretario de Estado, bienvenido y gracias por su explicación en la
que echamos de menos algunos extremos que vamos a intentar exponer en
breves preguntas.

Si nos remitimos al cuadro que aparece en la página número 7, necesidades
de endeudamiento del Estado a finales del mes de agosto observaremos que
existe un crédito a la Seguridad Social por valor de 370.000 millones de
pesetas, que suponemos, y esto es lo que querríamos aclarar, es ya el
último de los tres plazos del préstamo de 561.000 millones para cancelar
deudas anteriores a 1991. Si esta suposición es cierta, restando esos
140.000 millones a los 370.000 del préstamo actual que figura, nos
quedarían una diferencia de 230.000 millones, cuya finalidad como dice el
propio informe, es proveer a este agente de la financiación necesaria
para el desarrollo de su actividad y asimismo para posibilitar su
equilibrio presupuestario. Señor Secretario de Estado, ¿esto quiere decir
que la Seguridad Social va a tener un déficit de al menos 230.000
millones?
Ya sabe el señor Secretario de Estado que nosotros entendemos que esta
forma de presupuestar es una manera de camuflar déficit. Es una discusión
antigua que mantenemos en esta Comisión y la queremos poner de
manifiesto, aunque ya conocemos prácticamente su respuesta.

Paso a una de las afirmaciones que ha realizado en su exposición, que nos
ha parecido especialmente breve, cuando creemos que hubiera necesitado
una explicación un poco más amplia en relación con el comportamiento del
Impuesto de Sociedades. Ha hecho hincapié en algo cierto, y es que
ustedes, con motivo del informe económico y financiero que acompañó al
Presupuesto de 1994, advirtieron de la evolución negativa de la
recaudación de este impuesto en términos de menos 27,6 por ciento. En
aquel entonces, señor Secretario de Estado, ustedes argumentaron, y voy a
leer lo que dijeron para evitar incurrir en un despiste.

Decía el Informe Económico Financiero: La caída del rendimiento en el
Impuesto de Sociedades viene determinada por el resultado de las empresas
en el ejercicio presente, la que, unida a las expectativas de beneficios
empresariales, a las modificaciones normativas (elevación de los
coeficientes de amortización y amortizaciones aceleradas) que han tenido
lugar este año y las contenidas en el proyecto de ley de presupuestos
para incentivar la inversión y la capacitación del capital humano
justifica la cantidad fijada. Cierro la cita del informe económico y
financiero.

Por lo tanto, estamos, señor Secretario de Estado, ante modificaciones
normativas e incentivos que eran hace un año los argumentos que
utilizaron para justificar la caída de ingresos en el Impuesto de
Sociedades. Comparativamente, entre agosto de 1993 y agosto de 1994, la
recaudación del Impuesto sobre Sociedades no sólo no ha descendido a ese
ritmo, sino que ha descendido prácticamente en un importe mínimo, el
menos 0,9.

La actividad económica del tercer trimestre de 1993 era indicadora de la
fase más aguda de la recesión que vivía la economía española. Si la
evolución recaudatoria es inapreciable en lo que al Impuesto sobre
Sociedades se refiere entre la comparación de los años 1993 y 1994, cabe
preguntarse de qué han servido, señor Secretario de Estado, las
modificaciones normativas y los incentivos aprobados entre una fecha de
comparación y la otra.

Igualmente, nos gustaría pasar a la página 14, donde el documento sobre
ejecución del presupuesto señala en el cuadro que figura en dicha página
que los ingresos por operaciones de capital han pasado de 46.000 millones
a 124.000 millones. Por tanto, se ha registrado una tasa de variación del
166 por ciento. ¿Podría detallarnos el origen de esta variación? No lo
hemos encontrado en su exposición y nos parece no haberlo encontrado en
el documento.

Igualmente, quisiéramos conocer su respuesta en relación con el cuadro
contenido en la página número 28, donde en el capítulo de modificaciones
aparece en la rúbrica de «otras modificaciones» un incremento del 188 por
ciento, que tampoco viene explicado en el documento ni hemos podido
identificar en su intervención la explicación del mismo.

Por último, y en relación con los pagos no financieros que aparecen en el
cuadro de la página número 43, observamos un crecimiento del 152 por
ciento en pagos sin clasificar, y quisiéramos conocer el origen de esta
evolución.

No quisiéramos, señor Secretario de Estado, terminar este primer turno de
intervención del Grupo Popular sin solicitarle el detalle y el grado de
utilización de todos los créditos ampliables aprobados en el presupuesto
de 1994. Ya suponemos que no dispondrá en este momento de esa
información, pero le agradeceríamos que nos la remitiera para el debido
seguimiento de la ejecución del presupuesto de 1994.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ríos en representación del
Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.




El señor RIOS MARTINEZ: Señor Presidente, voy a ser breve en este turno,
porque solamente me gustaría preguntar por los datos que no se nos
aportan o por las concreciones que pudieran estar abiertas a comentario.

Empezando por el final de la intervención del señor Secretario de Estado,
él ha cifrado el déficit de caja no financiero, utilizando como PIB
aproximadamente 94 billones de pesetas, en un 3,6 por ciento; el déficit
de caja no financiero del Estado estaría situado en torno al 3,6 por
ciento, habiéndose reducido 0,3 puntos. Quisiéramos conocer la evolución
final, los cálculos que tiene y dónde situaría ese déficit.

Ha hecho referencia, y está en los datos que se nos han aportado, al tema
de los intereses de la deuda, que han



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subido un 30,7 por ciento. Usted ha hecho mención en su intervención a
que era estacional. A mí me gustaría conocer, puesto que este es un
porcentaje que entra ahora al trasvasar deuda a corto plazo en deuda a
largo plazo, de qué manera va a evolucionar esto en los presupuestos, si
va a tener una evolución estable y permanente a partir de este ejercicio
o si va a haber variaciones sustanciales en cuanto a la proyección que
puedan tener los intereses de la deuda pública en cuanto al resultado
final.

En cuanto a lo que pudiéramos llamar apreciaciones en los ingresos, la
recaudación que se nos da en cuanto a operaciones no financieras de
ingresos está en torno a 8,6 billones de pesetas. De ese 65 por ciento
que es el estado de ejecución, porque más o menos de los ingresos
previstos, del total de los presupuestos, estamos en una situación del 65
por ciento, ustedes dicen que aproximadamente el 70,3 por ciento viene de
presupuestos anteriores. Es decir, había una expansión de ingresos en los
años 1992 y 1993 y, sin embargo, en 1994 se produce una desaceleración.

Este volumen de ingresos por la recaudación en operaciones no financieras
ha bajado en 1994 respecto a las previsiones iniciales. Mientras había
crecido en 1992 y 1993 el 66,2 por ciento, en el año 1994 se ha quedado
en el 9,7 por ciento. ¿A qué se debe esa desaceleración de los ingresos
en 1994 en estas operaciones no financieras?
Hay un incremento de la recaudación del IVA, de los impuestos indirectos
en general, del 17,2 por ciento, mientras que la imposición directa ha
crecido solamente el 6,1 por ciento. Quisiera que facilitara datos, si
los tiene, de la distribución de ese crecimiento del IVA en sus tres
partes, es decir, IVA superreducido, IVA reducido y el IVA base, por
conocer la evolución de la gestión en cada uno de ellos. Si no fuera
posible, porque esté globalizado, me gustaría tener acceso a esa
información en otro momento.

En el Impuesto sobre Sociedades, la previsión del Gobierno estaba en una
reducción del 27,5 por ciento. Sin embargo, la recaudación que se ha
producido está en un menos 0,9 por ciento. Por tanto, es una reducción
superior a la prevista. Quisiera saber si se va a mantener esa situación,
porque en su intervención me ha parecido entender que sucedía en ese
tramo de la ejecución del presupuesto, pero que al final es posible que
la evolución no fuese igual. ¿De qué manera va a quedar esa ejecución de
ingresos en el Impuesto sobre Sociedades?
La parte que yo calificaría de menos positiva en la gestión del
presupuesto es el porcentaje de realización, porque son positivos los
parámetros de recaudación, es positivo el no incremento del déficit, pero
choca que el estado de ejecución de obligaciones reconocidas esté en un
65,1 por ciento, cuando en el año 1992 era el 68,42 por ciento y en el
año 1993 era del 66,58 por ciento. ¿Cómo es posible que habiendo una
buena ejecución en recaudación, sin embargo en las obligaciones
reconocidas estemos en un porcentaje tan bajo?
También ciñéndome a la ejecución, quisiera saber por qué las inversiones
y transferencias de capital tienen un estado de ejecución tan bajo. ¿A
qué obedece esa ejecución tan baja en las inversiones cuando tenemos una
ejecución bastante importante en porcentaje en otros gastos? En personal
tenemos un 3,1 por ciento de gestión por encima de lo previsto, mientras
que en inversiones reales es el 47,6 por ciento. Ha hecho usted
referencia a las inversiones militares, que son 130.000 millones de
pesetas, pero hay algo más que no son solamente las inversiones
militares, que lo puede estar provocando.

Termino con una pregunta relativa a impuestos de enajenaciones de
inversiones reales. Ustedes dicen que se han elevado este año a 7,1 miles
de millones de pesetas y que 6.200 millones de pesetas de enajenación de
inversiones reales son de operaciones de capital. En cuanto al resto,
hasta 7,1, ¿cuáles son esas enajenaciones de inversiones reales que ha
hecho el Estado y que han significado esos ingresos?



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Homs, por el Grupo Catalán
(Convergència i Unió).




El señor HOMS I FERRET: Quisiera también sumarme, señor Presidente, a las
palabras que ha pronunciado mi compañero del Grupo Parlamentario Popular
en relación con la Diputada Carmen García Bloise. Los que tuvimos ocasión
de conocerla y trabajar con ella yo creo que muy a menudo tendremos en
nuestra conciencia su recuerdo por su especial forma de entender la
política y de servirla.

Quisiera, señor Presidente, fijar muy brevemente algunas consideraciones
en cuanto a ese turno de aclaraciones o de solicitud de mayor información
al Secretario de Estado de Hacienda. Quizás esta comparecencia sea un
poco atípica en relación con la de otros años, señor Secretario de
Estado, porque creo que pocos diputados de esta Comisión, si son francos
consigo mismos, negarán que del análisis de este informe se desprenden
cosas muy interesantes en relación con otros análisis que en otros
ejercicios hemos podido hacer. Sin duda, de este informe se desprenden
muchas conclusiones muy interesantes de realizar y que luego, ya en el
turno de fijación de posiciones, valoraré y analizaré de forma resumida.

Pero, para poder ceñirme estrictamente a este turno de ampliación de
información, yo quisiera pedirle algún dato e información más con
relación a algunos aspectos.

El primer aspecto es el de ingresos, vayamos al capítulo de ingresos. Yo
quisiera preguntarle qué sucede en esa evolución que están teniendo los
ingresos en España. La evolución que están experimentando en todos los
países de Europa es muy normal y lógica. Están evolucionando mucho más
intensamente los impuestos indirectos que los directos, pero, al analizar
el pormenor de los impuestos directos, observamos que las retenciones
sobre el rendimiento del capital mobiliario ha tenido un escaso
crecimiento. Así que me gustaría tener unas observaciones más detalladas
de ese punto. Quizá la crisis económica, sin duda, ahí debe reflejarse de
forma importante, pero a lo mejor hay alguna otra razón que debería
tenerse en cuenta de que las retenciones a cuenta sobre el rendimiento de
capital mobiliario crezcan tan poco.

La segunda cuestión que quería trasladarle se refiere al IVA. Está siendo
un impuesto altamente positivo desde la



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perspectiva de las arcas del Estado. No obstante, si comparamos la
evolución que tiene el IVA exterior --el IVA que se aplica sobre los
productos importados--, experimenta un crecimiento del orden del 26 por
ciento. En cambio, si analizamos la tasa exterior comunitaria realizada a
través de nuestras fronteras, el crecimiento es mucho menor, del orden
del 8,9. Quisiera también plantearle por qué razón en el IVA, cuando lo
aplicamos a los productos que importamos, detectamos un crecimiento tan
sustantivo, y cuando analizamos la evolución de la tasa exterior
comunitaria, el crecimiento es mucho menor.

Quisiera también plantearle por qué el Estado recauda menos en ingresos
patrimoniales en el capítulo de participaciones en beneficios y, si puede
ampliarlo quisiera que nos hiciera algún comentario con relación a ese
punto. Luego yo, en la intervención posterior, señor Secretario de
Estado, le haré algunas observaciones.

En la página 29, donde se refleja el capítulo de gastos, realmente es muy
interesante observar la evolución que experimenta el presupuesto este
año. Quizá por primera vez en la historia de España veo un presupuesto
con unas macromagnitudes en las evoluciones que son las que entiende mi
Grupo debía tener transferencias corrientes, un crecimiento muy moderado;
transferencias de capital o inversiones, unas evoluciones más normales y
lógicas. No obstante, quisiera plantearle las siguientes preguntas. ¿Qué
sucede con el Fondo de Compensación Interterritorial? No tengo intención
de meter ahí el dedo en la llaga, pero sí quiero indicarle que no tiene
mucho sentido que el presupuesto del Fondo de Compensación
Interterritorial tenga 89.000 millones de remanente. ¿Por qué no se
utiliza el presupuesto del Fondo de Compensación Interterritorial? ¿Por
qué tenemos que acumular ahí del presupuesto global de créditos finales
218.000 millones, 128 presupuestados y 89 de remanente? El presupuesto
del Fondo de Compensación interterritorial debería ejecutarse todo, ya
que, si no, no sirve entonces. A lo mejor yo lo entiendo mal, porque no
parece que tenga cierta lógica ese tema.

Quisiera preguntarle cuáles son las razones del crecimiento del gasto en
el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. A lo mejor ya ha
dicho usted algo antes, quizá seguramente debe ser algo relacionado con
los créditos al IRYDA --probablemente, intuyo--, pero quisiera una
ampliación puesto que es el único Ministerio que tiene una tasa de
variación del 17,7, por encima de todas las demás, y casi todas las demás
tienen una evolución muy lógica y razonable.

Quisiera también plantearle, en el capítulo de la contención de gastos,
por qué la tasa de variación que figura en el cuadro de la página 32
refleja que las inversiones reales disminuyen un 21,7 por ciento.

Quisiera una explicación puntual en ese punto.

Y nada más. En cuanto a todas las otras observaciones, francamente
reservo para luego hacer una valoración más política, señor Presidente,
del análisis de ese informe, que, sin duda, refleja que por primera vez
la evolución del gasto público en España está siendo mucho más comedida,
mucho más razonable, con unas tendencias absolutamente europeas, que
luego juzgaré con mayor detalle.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Jerez.




El señor JEREZ COLINO: Mi intervención va a ser sobre la valoración
final. No tengo ninguna pregunta que hacer.




El señor PRESIDENTE: El señor Secretario de Estado tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (Martínez Robles): Voy a
contestar a estas cuestiones concretas que se me realizan en este turno.

En primer lugar, en relación con las preguntas que hacía el señor
Aguirre, efectivamente los 340.000 millones que se recogen en el cuadro
se refieren a los créditos que el Estado concedió a la Seguridad Social;
en este año de 1994 estamos ante el tercer plazo del crédito para saldar
las cuentas de 1991, que eran 140.000 millones, y se han ejecutado ya
230.000 millones del préstamo de 345.000 millones que recordará el señor
Aguirre que contenía el presupuesto de este ejercicio hacia la Seguridad
Social. Efectivamente nosotros tenemos una consideración distinta sobre
el encaje de esta operación en la contabilidad, la hemos debatido en
otras comparecencias en esta Cámara y yo creo que es mejor no añadir nada
sobre esta cuestión. En cualquier caso, sí quiero decirle que no es un
camuflaje del déficit.

La segunda cuestión se refiere al Impuesto sobre Sociedades.

Efectivamente, en la previsión que se hizo en septiembre de 1994 para el
Impuesto sobre Sociedades se tuvieron en cuenta, según los datos que
poseíamos en aquel momento, las razones del informe económico que el
señor Aguirre ha leído, y una vez que conocemos cómo ha ido la
recaudación, observamos que algunas de estas cuestiones han evolucionado
de forma diferente. Bien es verdad que hay que decir que ha sido una
evolución positiva.

En primer lugar, por los datos que podemos tener, yo creo que ha variado
probablemente el efecto que habíamos calculado de la modificación del
sistema de amortización en la reducción de la recaudación. Ha variado
también, fundamentalmente, la consideración del nuevo criterio para el
ingreso a cuenta que se recoge en la propia Ley de Presupuestos de 1994,
que, si recuerdan, recogía una nueva norma según la cual las sociedades,
en este año 1994, podían declarar el ingreso a cuenta sobre la base de
los beneficios del propio ejercicio. Como quiera que el ejercicio de 1994
está siendo positivo para las sociedades en términos generales, esto se
está traduciendo en unos mayores ingresos, por los ingresos a cuenta, de
los que estaban previstos. Aparte de los datos que le he comentado sobre
el efecto de la variación de las amortizaciones, especialmente de las
grandes empresas, no tenemos datos concretos sobre la modificación de
otros incentivos en el Impuesto sobre Sociedades. Yo creo que los datos
que han variado fundamentalmente son estos dos a los que me he referido.

Después preguntaba por el incremento de las transferencias de capital que
se recogen en el cuadro de la



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página 14. En el informe se recoge, y yo me he referido a ello en la
primera parte, la diferencia fundamental, que estriba en los fondos de
cohesión que se reciben en este año 1994 por primera vez, que se han
recibido en una cifra de 47.000 millones, creo recordar, y que es lo que
señala una parte importante del crecimiento de esta partida. Esa
cantidad, que le digo se recoge en los fondos de cohesión y no estaba,
lógicamente, en las transferencias de capital. El resto son diferencias
que se ponen de manifiesto por las distintas remesas que se reciben,
fundamentalmente de Europa, que son las partidas que se recogen en este
concepto. Es decir, hay una diferencia temporal y hay una diferencia
sustancial al incluirse por primera vez, en el año 1994, los fondos de
cohesión.

La siguiente pregunta hacía referencia al cuadro de la página 43 en donde
se recoge una novena rúbrica en la que aparece un capítulo IX que se
llama: pagos sin clasificar. En este capítulo de pagos sin clasificar se
recogen, fundamentalmente, operaciones en moneda extranjera y que en
estos momentos no se conoce exactamente a qué sección presupuestaria se
imputan. Por ejemplo, un ministerio debe pagar en dólares USA, lo hace en
un documento y ordena al Banco de España que sitúe las divisas en el
exterior. Como es una obligación con contravalor en dólares, hasta que no
se hace el pago no se sabe el valor en pesetas. Se recogen normalmente
operaciones en moneda extranjera que están pendientes en este momento de
clasificar en el capítulo y concepto concretos.

No le he entendido bien la última pregunta y si le he entendido bien
preguntaba por cómo han evolucionado todos los créditos que eran
ampliables. Tengo aquí la relación. Si quiere se la leo y si no le doy
una fotocopia después. (El señor Aguirre Rodríguez: Le ruego me la
facilite.)
El señor Ríos empieza refiriéndose al déficit final. La pregunta que
hacía era, a la vista de los datos que tenemos delante, referidos a
agosto de 1994, cuál será el déficit final. Ya he dicho en mi exposición
anterior cómo con los datos que tenemos, a 31 de agosto de 1994, podemos
ya adelantar que el déficit final será el que estaba previsto. El
presupuesto de 1994 --lo decía anteriormente-- se va a liquidar según las
previsiones que se contenían en el propio presupuesto. Por tanto, el
déficit final será el previsto. El déficit del Estado era el 5 por
ciento, en términos de PIB.

En cuanto a la evolución de los intereses en el año 1994 y 1995, en 1994
figura una previsión de intereses de dos billones ochocientos y pico mil
millones. Esta era ya una previsión que se hizo conociendo exactamente
cuáles eran los intereses que vencían durante el año 1994. Los nuevos
tipos que tengan las nuevas emisiones de deuda no afectan a los intereses
que haya que pagar en el año 1994. Según sea la emisión que se haga, en
su caso, afectarán a los intereses en el año 1995, pero en el año 1994 la
previsión que se contiene en el presupuesto de dos billones ochocientos
mil millones se va a ejecutar en su totalidad. Aquí hay que aclarar que
el aumento de pago ocurrido en este concepto en el mes de agosto no es,
en absoluto, una sorpresa ni una imprevisión ni siquiera una anomalía,
sino que era algo perfectamente previsto como he comentado anteriormente
que coincidía con el cupón de las deudas anuales suscritas
fundamentalmente en el mes de julio y agosto de 1993. Por tanto, no habrá
ninguna sorpresa en cuanto al gasto por intereses en el presupuesto de
1994. En 1995, también a estas alturas, ya está previsto el gasto en
intereses que figuran en el presupuesto que ya ha sido aprobado por el
Gobierno y que próximamente se remitirá a esta Cámara.

No he entendido muy bien la pregunta sobre los ingresos de 1994. Le he
entendido que los ingresos en 1994 se desaceleran sobre los de 1993,
siendo así que en 1993 tuvimos una caída general de ingresos y en 1994
asistimos a una recuperación bastante notable de los ingresos. No he
entendido muy bien cuál era el alcance de la pregunta.

No tenemos datos para distinguir en la recaudación de IVA cuál
corresponde cada uno de los tipos, no tenemos datos; sólo podemos indicar
qué IVA procede de las operaciones de importación y qué IVA procede de
las operaciones interiores. Tenemos alguna que otra especificación, como
dónde se producen los ingresos, etcétera, pero no sobre lo que me
pregunta. No tenemos la documentación ni la informatización del impuesto
preparada para dar ahora esta cifra.

En cuanto al Impuesto sobre Sociedades también hace referencia a la caída
de dicho impuesto, por lo que entiendo que es válida la contestación que
le he dado al señor Aguirre, porque considero que se trataba de la misma
pregunta: razones por las que caían las recaudaciones, había una pregunta
así. Pensábamos que esta previsión se iba a mantener a lo largo del
ejercicio y, efectivamente, pensamos que esta mayor recaudación se va a
mantener a lo largo del ejercicio, y al final del año tendremos una
recaudación del Impuesto sobre Sociedades superior a la que teníamos
prevista más o menos en los términos en que ya, a fecha del mes de agosto
concretamente, es superior sobre la previsión, del mismo alcance.

En cuanto al porcentaje de ejecución del gasto, efectivamente hace notar
que en el cuadro de reconocimiento de obligaciones se pone de manifiesto
cómo el porcentaje de reconocimiento de obligaciones para el año 1994 es
de 65,1 por ciento, inferior al reconocimiento de ejercicios anteriores.

Sin embargo, hay que poner de manifiesto que el porcentaje de 65,1 es el
porcentaje normal de ejecución, que aproximadamente corresponde a ocho
doceavas partes, que es la que corresponde al mes de agosto. Yo creo que
en este ejercicio se está realizando una ejecución y una gestión, en
términos generales, muy rápida del presupuesto, que se pone de manifiesto
no sólo en este porcentaje de ejecución, que no hay que considerar
inferior a lo normal, aunque sí sea inferior al de años anteriores, sino
también en los pagos reconocidos que de estas obligaciones se están
realizando y se ha mejorado mucho la situación con respecto de ejercicios
anteriores. Por tanto, estamos asistiendo a una muy buena ejecución del
presupuesto tanto en obligaciones reconocidas como en el pago de las
mismas.

En cuanto a la cifra relativa a las inversiones, esta cuestión,
efectivamente, llama la atención en el presupuesto y sobre ella ha
incidido el señor Homs. Recordaremos que los créditos aprobados en 1994
para inversión real han sido en total 1 billón 84.000 millones. El año
pasado --1993--



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el presupuesto contenía una previsión de 1 billón 139.000 millones; es
decir, el presupuesto inicial contenía una reducción de las inversiones
reales del 4,9 por ciento. Esta reducción obedece, principalmente, a los
gastos de inversiones en Defensa que para el conjunto del año descienden
unos 34.000 millones. En lo que ha transcurrido de este ejercicio el
gasto en inversión real disminuye un 21,7 por ciento como consecuencia,
exclusivamente, de un retraso en la ejecución, ya que hasta agosto de
1994 las obligaciones reconocidas ascienden a 516.000 millones, frente a
659.000 millones en el año 1993. Esa es la razón de la diferencia --el
21,7-- que figura en el presupuesto, es decir, que llevamos un retraso en
la ejecución --debido a que la ejecución de las inversiones no está
«estacionalizada»--, pero se recuperará en los meses que faltan para
terminar el año hasta alcanzar exclusivamente la reducción de un 4,9 por
ciento, contenida en el presupuesto inicial.

Por último, hacía también referencia al capítulo de ingresos por
enajenaciones reales, enajenaciones no financieras. ¿En qué página está
el cuadro?



El señor RIOS MARTINEZ: En la página 16 lo tiene.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (Martínez Robles): No está en
la página 16, pero puedo decirle que la diferencia entre las
enajenaciones financieras y las enajenaciones reales se debe a
enajenaciones de inversiones que no son financieras; en este momento no
sé exactamente cuáles son, pero ése es el concepto al que corresponden
estas enajenaciones. Se trata de enajenaciones reales, enajenaciones de
inversiones no financieras; como digo, no tengo aquí la relación, pero se
la haré llegar.

El señor Homs, después de hacer una consideración general sobre la buena
marcha de la gestión presupuestaria, me pregunta sobre la evolución de
las retenciones del capital mobiliario. Es difícil hacer una ampliación
sobre lo que ya se dice en el informe, pero le diré que las retenciones
del capital mobiliario tienen una causa fundamental, que es la caída de
los tipos de interés, por tanto, la caída de la renta del capital en
general, y, en segundo lugar, la inversión de capitales en instrumentos
que no determinan rendimientos gravables por el impuesto. Estas son las
dos causas fundamentales de la caída de la recaudación por retenciones
del capital mobiliario.

En cuanto al IVA, me preguntaba por qué los ingresos procedentes de
importaciones no coinciden con el incremento de la tasa exterior común.

Hay una diferencia: el distinto tratamiento que presentan las salidas de
mercancías que están incluidas en depósitos aduaneros. Las mercancías que
están incluidas en depósitos aduaneros se consideran, a efectos de IVA,
como IVA importaciones, aunque se trate de mercancías que procedan de
países comunitarios y que, por tanto, no están sujetas a la tasa exterior
común. Esa es la razón fundamental por la cual, en términos generales,
estas dos magnitudes no coinciden.

En cuanto a ingresos patrimoniales, me hacía una pregunta sobre los
ingresos por dividendos y beneficios patrimoniales. A 31 de agosto ha
habido un total de ingresos por dividendos de 121.000 millones, si bien
es verdad que ahí figuran 98.000 millones que son dividendos de la
sociedad Patrimonio 1, que a su vez proceden de la operación de
enajenación de Argentaria, pero además hay 1.600 millones procedentes de
Tabacalera, 376 procedentes de Salinas de Torrevieja, 216 procedentes de
Transmediterránea, 212 procedentes de Aldeasa, 13.916 procedentes de
Telefónica, 6.355 procedentes de Corporación Bancaria, 391 procedentes de
Telefónica Internacional, 12 procedentes de BEX Cartera y 90 procedentes
de CESCE. Es decir, que si excluimos los 98.000 que en realidad proceden
de la operación de enajenación de los títulos de Argentaria que tenía
Patrimonio 1, vemos que, hasta 121.000, quedan 23.000 millones
procedentes de dividendos.

En cuanto al gasto del FCI, el gasto del FCI, como todos estos
instrumentos financieros --algo parecido pasa con los fondos europeos--,
tienen un proceso de gestión que incluye varios años, de tal forma que en
la realización de los créditos del Fondo de Compensación Interterritorial
hay un decalaje anual de un año o año y medio, de tal manera que durante
1994 se están ejecutando una gran parte de obras y proyectos que se
corresponden con los créditos que existían en el año 1993; por eso, éstos
son unos créditos que por su propia naturaleza son incorporables de un
presupuesto a otro. Normalmente se incorporan los créditos
correspondientes al ejercicio anterior y una parte, aproximadamente
igual, del crédito del ejercicio corriente no se ejecuta. Hay, como le
digo, un decalaje por la normal gestión de proyectos de este tipo donde
es necesario presentar el proyecto, aprobarlo, realizarlo y, a veces,
incluso, estos proyectos tienen varias anualidades, etcétera.

El MAP, el Ministerio de Agricultura, tiene una diferencia de crecimiento
en cuanto a sus créditos con respecto a los demás ministerios
precisamente por esta operación del crédito extraordinario que se aprobó
a principios del ejercicio, que era una operación especial del Iryda, y
también hemos comentado cómo esta operación, sin embargo, no tiene
incidencia en caja porque gran parte, creo que unos 20 ó 21.000 millones,
ya se pagaron a través de un anticipo de caja en el ejercicio anterior.

En cuanto a los temas de contención del gasto, hacía referencia a la
evolución de las inversiones reales y, si lo considera así, sirve la
explicación que le daba antes al señor Ríos.




El señor PRESIDENTE: Vamos a proceder a la intervención de los grupos
parlamentarios. En primer lugar, por el Grupo Parlamentario Popular,
tiene la palabra el señor Aguirre.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Simplemente recordarle que, por lo menos, si
no he tomado mal la nota de las contestaciones que ha hecho a mi primera
intervención, le quedaría por contestar la relativa al cuadro que figura
en la página 14, sobre la que le he hecho la precisión en relación con
los ingresos por operaciones de capital, no por transferencias de
capital, que es la que me ha contestado. Como verá usted, en la página
14, en el cuadro, las



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acciones por capital han sufrido una tasa de variación del 166 por
ciento.

Igualmente, no he escuchado contestación a la pregunta que le he
formulado en relación con el cuadro que figura en la página número 28, y
más concretamente por conocer el origen del incremento del 188 por ciento
de la rúbrica «Otras modificaciones», y queda pendiente que me facilite
las fotocopias sobre los créditos ampliables.

Señor Secretario de Estado, el Grupo Popular quisiera poder incorporarse
al optimismo que exhibe el Gobierno socialista cada vez que presenta
resultados económicos. Estamos de acuerdo en que las cifras del sector
exterior son favorables, aunque empezamos a advertir que su proyección
para el año 1995 da muestras de encontrarse agotada, después del esfuerzo
realizado en el último ejercicio. El turismo, sin discutir, se encuentra
en una fase de bonanza, pero poco más, señor Secretario. Frente a ello,
tendrá que reconocer con nosotros que se está produciendo una
desaceleración de la corrección del déficit, tendrá que coincidir que se
registra una resistencia a la baja de los tipos de interés, que la
inflación está siendo alimentada por precios de monopolios y que la deuda
española está entrando en un crecimiento acelerado. Podríamos añadir las
tasas de paro dobles a las medias europeas o el encefalograma plano de
los indicadores de consumo y de inversión.

El documento de ejecución presupuestaria que hoy analizamos tiene, a
nuestro entender, una advertencia contenida en el cuadro de la página
número 6, en el que, por primera vez, se proyecta la estructura del
déficit, dividiendo la parte del componente que responde a los intereses
y el déficit primario. Como recordará usted, este mismo cuadro, al 31 de
diciembre de 1993, habría arrojado que el 64 por ciento del déficit
español vendría explicado por los déficit de ejercicios anteriores. En el
cuadro de la página 6 ocurre que, si comparamos agosto con agosto, en
agosto del 93 era el 66 por ciento la parte que ocupaba el componente de
intereses; hoy podemos denunciar, con toda claridad, que ese componente
de intereses representa el 90 por ciento del déficit actual, que viene
explicado por los intereses que estamos pagando por deudas generadas en
presupuestos anteriores.

Esta característica del déficit, señor Secretario de Estado, que
condiciona la presupuestación de ejercicios venideros, le corresponda a
usted o le corresponda a otro Gobierno. Baste recordar que en el año 1991
la deuda, en términos de PIB, representaba el 44 por ciento, y sus
propias estimaciones cifran que la deuda, en términos de PIB, al cierre
de 1994, se situará en el 63 por ciento. No somos ya sólo nosotros. Habrá
podido leer en informaciones de especialistas que están ustedes colocando
la deuda en una senda explosiva. Hay algún artículo, cuya lectura
recomiendo, si no ha sido leído ya, sobre la explosividad de la deuda
española que pinta unas proyecciones para el último año de esta década
francamente nada esperanzadoras. Además de introducir ustedes a la deuda
en una senda explosiva, creo que --coincidirá conmigo-- han conseguido
que España no cumpla ni uno sólo de los requisitos de convergencia de
Maastricht.

Exhiben ustedes con insistencia, dentro de lo que yo quisiera calificar
de un clima artificial para crear o favorecer psicológicamente su
recuperación (no creo que sean rigurosos reconociendo una recuperación
con tantos indicadores malos, creo que lo que pretenden psicológicamente
es su recuperación), que se está produciendo una reducción del déficit de
caja. Lo reconocemos. Hay una corrección, muy pequeña, del 4,5, del
déficit de caja. Pero lo que, por el momento, no dicen es que el objetivo
de corrección que se habían marcado para 1994 era exactamente del 12,6
por ciento. Es decir, a tres meses de finalizar el año estamos a ocho
puntos del objetivo de corrección del déficit marcado en el inicio del
presupuesto de 1994. Por lo tanto, si, además, analizamos cómo ha
evolucionado la corrección del déficit en estos ocho meses, según las
publicaciones de su Ministerio, observamos que hemos pasado de unas
correcciones de déficit altas en el primer trimestre a otras menos altas,
quiero recordar del 9,3 en el segundo trimestre, y actualmente del 4,5.

Se está produciendo un frenazo de la corrección del déficit.

Nosotros creemos que este frenazo de la corrección del déficit --y creo
que no nos podrá contradecir en este sentido-- está coincidiendo con un
período de incremento en la recaudación por impuestos; incremento que
duplica el que ustedes mismo previeron al inicio de 1994. Si no recuerdo
mal --corríjame si me confundo--, cuando esta Cámara aprobó los
presupuestos de 1994 ustedes estimaron que el crecimiento de los ingresos
sería del 4,2. Pasados ocho meses, si analizamos el documento, los
ingresos han crecido al 9,8. Parecería lógico que si los ingresos que
entran en caja son mayores de los que preveíamos, ese inesperado aluvión
de dinero lo destináramos a eliminar déficit.

En este punto, señor Secretario de Estado, le invitaría a realizar una
hipótesis de trabajo, que consistiría en considerar que todas las
rúbricas del presupuesto han evolucionado como dice el documento, excepto
una. Es decir, considerar que el capítulo de ingresos hubiera
evolucionado hipotéticamente en la previsión que ustedes realizaron al
inicio del año. Si hace ese cálculo --yo se lo puedo facilitar gustoso--,
observará que, si deducimos los 445.000 millones más que han ingresado
por esa evolución favorable de la recaudación de impuestos, estaríamos en
que el déficit de caja en agosto de 1994 hubiera empeorado un 14 por
ciento. Yo le dejaré el cuadro, pero es fácil el cálculo que le invito a
hacer.

Por tanto, el origen de este empeoramiento en las cuentas, coincidiendo
con un período favorable de recaudación, está a nuestro entender en que
ustedes están volviendo a practicar presupuestaciones propias de etapas
en las que en el Ministerio eran responsables otros miembros del Partido
Socialista. ¿Cuáles son a nuestro entender esas prácticas, señor
Secretario de Estado? Cuando se inicia una época de recuperación,
obteniéndose recaudaciones superiores a las previstas, la mayor
recaudación se destina a soportar un creciente incremento de gastos
corrientes en detrimento de los gastos de inversión y no se intensifica
la eliminación de déficit, pero pasemos a demostrar esta afirmación. Más
recaudación se traduce en más gastos corrientes, en caída de



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los gastos de inversión y en un frenazo de la corrección del déficit. Más
recaudación: en la página 14 del informe podemos observar que los
ingresos aumentan un 9,8 situándose en 8,65 billones. De haberse
ingresado lo previsto por el Gobierno, que fue el 4,2, ustedes hubieran
ingresado 8,21 billones. Esta comparación nos conduce a poder afirmar que
ustedes han ingresado 445.000 millones más de los previstos. Más
recaudación demostrada. Más gastos: Si nos vamos a la página 43, en la
que podemos observar que los pagos no financieros del Estado han crecido
al 6,5, lo que representa que ustedes han pagado 10,94 billones, podemos
concluir que de haberse gastado en este período lo previsto por el
Gobierno, es decir, el 0,3 que ustedes estimaron al inicio de 1994, se
hubieran gastado sólo 10,31 billones. Esta comparación nos permite
afirmar que se han gastado ustedes 633.000 millones más de los
autorizados. Es decir, por un lado, ingresos de 445.000 millones más de
lo previsto y, por otro, gastan 633.000 millones más de lo presupuestado.

Sin comentarios, señor Secretario de Estado.

El incremento de gastos, a entender del Grupo Popular, tiene tres
características: la primera de ellas es que el desbordamiento de gastos
tiene su origen en la evolución de las operaciones corrientes, primera
afirmación; la segunda de ellas es que el incremento de los pagos
corrientes es el verdugo de los pagos para operaciones de capital, y
tercera característica, la caída de los pagos por operaciones de capital
tiene su protagonista en el hundimiento de las inversiones reales.

Pasemos a confirmar con cifras estas características. Primera de ellas:
el desbordamiento de gastos tiene su origen en la evolución de las
operaciones corrientes. Si repasamos nuevamente el cuadro de la página 43
observamos que los pagos por operaciones corrientes crecieron un 8,1 por
ciento cuando el Parlamento autorizó un crecimiento del 1,3. Se
autorizaron gastos corrientes para pagar 9,21 billones y se han pagado
9,80 billones, 600 billones más de lo autorizado. Segunda afirmación: el
incremento de los pagos corrientes es el verdugo de los pagos por
operaciones de capital. Mientras los pagos por operaciones corrientes, en
este mismo cuadro de la página 43, observamos que crecen al 8,1, los
pagos por operaciones de capital caen Ð7,3. Tercera afirmación: la caída
de los pagos por operaciones de capital tiene su protagonista en el
hundimiento de las inversiones reales. Los pagos por inversiones reales
han caído exactamente un 12,4 por ciento. El Parlamento autorizó un
crecimiento de las inversiones reales del 4,2 por ciento. Y, como se ha
dicho anteriormente, si comparamos la realización de pagos del capítulo
de «corrientes» con la realización en el capítulo de operaciones de
capital, observaremos que es todavía más llamativa la caída que se está
produciendo en inversiones. Si no recuerdo mal, las operaciones
corrientes tienen un porcentaje de realización del 67,3 y las operaciones
de capital tienen un porcentaje de realización del 49,8 y, muy
concretamente, las inversiones reales tienen un porcentaje de realización
de 47,6. Me estoy refiriendo a las cifras contenidas en el cuadro de la
página 32.

Señor Secretario de Estado, el Parlamento autoriza unas cifras y la
ejecución del Gobierno socialista suplanta la función legislativa del
Parlamento. La ejecución que hoy analizamos, a nuestro entender, denuncia
un frenazo en la corrección del déficit y un empeoramiento en la
contribución de los presupuestos a la estabilidad de la economía, amén de
dejar al descubierto que la aprobación de los presupuestos en la Cámara
es un acto meramente formal.

Estamos ante una ejecución que pervierte la autorización dada por el
Parlamento y que pone de manifiesto que los objetivos que se exhiben en
los presentes presupuestos son meras excursiones verbales para ocultar
verdaderos desequilibrios presupuestarios.

Esta ejecución presupuestaria es, a entender del Grupo Popular, un vivo
ejemplo de la falta de credibilidad de su política presupuestaria.

Prometieron al inicio de 1994 rigor y cada crédito presupuestario
evoluciona a su capricho. Argumentaron, con ocasión de la presentación de
los presupuestos de 1994, austeridad y las partidas que más crecen son
los gastos corrientes. Apostaron --recuérdelo usted-- por la inversión,
argumentando su buena contribución a la mejora de la actividad económica
y del empleo, y las inversiones reales, principalmente las del Ministerio
de Obras Públicas y de Defensa, se sacrifican para intentar ocultar otros
desequilibrios.

Por lo tanto, señor Secretario de Estado, cuando escuchemos con motivo
del próximo debate de los presupuestos de 1995 las palabras rigor,
austeridad e inversión, les recordaremos cómo las convierten ustedes en
meras excursiones verbales.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ríos, en nombre del Grupo
Parlamentario Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.




El señor RIOS MARTINEZ: Me gustaría que la declaración de intenciones que
hacía el Secretario de Estado sobre el cumplimiento de todos los
compromisos y de los elementos macroeconómicos del Gobierno a la hora de
la política presupuestaria fuera una realidad al final del ejercicio, en
la liquidación final, cosa que ya veremos entrado el año próximo. Ahora
tenemos pendiente una gran discusión, la presupuestaria, que se va a
abrir dentro de poco con la presentación del proyecto de presupuestos,
que está hecha sobre la experiencia del ejercicio anterior.

La verdad es que, para Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, el peor
comentario que le pueden merecer los presupuestos no es la gestión que
hoy se nos presenta aquí (la liquidación de la recaudación) sino la
escasa incidencia que los presupuestos han jugado sobre la realidad
económica de nuestro país. Había un compromiso de inversión para
dinamizar la economía y, sin embargo, esos compromisos de inversión han
quedado fuera o no se han cumplido con el rigor con que se anunciaban.

Baste como ejemplos la liquidación de obligaciones reconocidas y de
créditos finales del año 1994, de la página 38, cuando habla, en una
clasificación funcional, de todo el gasto del presupuesto del Estado, y
cuando, en el bloque 6, Regulación económica de carácter general, vemos
que hay una tasa de variación negativa del 13,5 por ciento en la
liquidación y cuando, con la regulación económica de los



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sectores productivos, vemos que hay también una minoración del 17,4 por
ciento. Por tanto, los diferentes aspectos que podemos ver en los
presupuestos (la eficacia, la efectividad, para qué queremos gastar, en
qué lo vamos a gastar) los ciudadanos no los han recibido desde la óptica
de conseguir mejorar una sociedad más o menos injusta desde el que más
invierte, el Estado, que debiera gastar este año 28 billones de pesetas
de un PIB final de 94 billones de pesetas, un cuarenta y tantos por
ciento del producto interior bruto.

Creemos que el gasto lo han hecho bien; han gastado bien, pero han
invertido mal. Han ido a recoger dinero de lo fácil. El estado de
ejecución del presupuesto al mes de agosto va dirigido a un crecimiento
de la imposición directa, el 17,2 de tasa de variación, y un crecimiento
del 6,1 en la imposición indirecta. Por tanto, ha caminado con una figura
que nosotros consideramos regresiva.

De todas formas, cuando se hablaba de cifras macroeconómicas, se hablaba
de una tasa de inflación, de la necesidad de la contención de los
salarios porque eran los culpables de la inflación (se ha demostrado que
no: los salarios se han contenido y la inflación no se ha controlado); se
hablaba de un déficit público cifrado en un porcentaje determinado, con
una deuda acumulada al final en un determinado dato, y hoy vemos la
evolución, aunque tengo que reconocer, porque sería negar lo real, que el
déficit de caja se ha contenido, que está situado dentro de los
parámetros de compromiso del 5 por ciento de final del ejercicio. De
todas formas, en la liquidación nosotros vemos un escaso éxito de lo que
pudiéramos llamar la mayor credibilidad en la eficacia de un presupuesto,
y es la lucha contra el fraude: ¿de dónde ingresamos, cómo pagamos lo que
ingresamos? No sé si la parte de gestión de lo que pudiéramos llamar
impuestos indirectos o mejora de gestión del IVA tiene proyección sobre
la lucha contra el fraude, pero, por lo demás, no vemos una actuación
importante.

Yo le hacía antes una referencia en cuanto a lo que era la evolución de
presupuestos anteriores, pero en lo que era el gasto, en lo que es la
inversión, sirva de ejemplo una cosa que también es importante reconocer:
es verdad que la modificación presupuestaria se ha reducido este año con
respecto al año anterior --porque también es verdad que se ha reducido--,
sin embargo, fíjense que las modificaciones de crédito, el mayor volumen
de esas modificaciones de crédito que se nos plantean hoy, son remanentes
de inversión de ejercicios anteriores y absorben aproximadamente el 53,7
por ciento. Y fíjense que estas inversiones que vienen de años anteriores
(decía antes el portavoz de Convergència i Unió cómo se ejecuta el Fondo
de Compensación Interterritorial), de 192.000 millones de pesetas, 97.000
vienen del FCI; 40,9 por ciento de Andalucía y 10,7 de Galicia. Hay una
no ejecución de la inversión. Y si miramos después las inversiones, el
segundo gran bloque de remanente del ejercicio anterior, viene del
MOPTMA, en inversiones reales; también es verdad que viene un porcentaje
de Defensa, insisto, porque antes lo he mencionado; según nuestros datos,
el 10,7 por ciento de las inversiones reales son de Defensa, mientras que
hay un 46,7 por ciento del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y
Medio Ambiente. Por tanto, creemos que sería bueno ajustarse en la
presupuestación tanto en el cumplimiento del gasto como en la obtención
de los ingresos.

En cuanto al gasto, yo decía que gastan ustedes bien, que son poco
austeros, y como ejemplo sirva el gasto de personal. Si está contenida la
nómina de los funcionarios, si ha habido jubilaciones, si no ha salido la
oferta pública de empleo, ¿cómo es posible que haya crecido, que haya una
modificación del gasto de personal en 0,3 por ciento? Es verdad que es
poco el porcentaje, pero es poco el porcentaje de un volumen muy grande,
de unos créditos muy grandes: de 2,6 billones de pesetas, el 0,3 por
ciento de desviación inicial del presupuesto. Y, en cambio, cuando
gastan, cuando ejecutan, a finales del mes de agosto, el gasto de
personal ha crecido 3,1 por ciento. Es verdad que los gastos de bienes
corrientes y servicios se han reducido en la ejecución, según las cifras
que se nos aportan, en 19,3 por ciento (hablo de todo el capítulo 2,
referido a gastos de bienes y servicios).

Transferencias corrientes y transferencias de capital. Me gustaría
detenerme en esto, porque es lo que define la política presupuestaria del
Gobierno. Es verdad que ustedes han tenido una variación en
transferencias corrientes de 1,7. Pero ¿cómo han evolucionado esas
transferencias corrientes y dónde han ido?, porque si no le ponemos
apellido a la política que se hace con el gasto, puede parecer que está
un poco fuera del tiesto. Un ejemplo. Transferencias corrientes a
administraciones públicas: han crecido las transferencias corrientes a
las comunidades autónomas y se han reducido el 4,1 por ciento a los
municipios. Ustedes, en la perspectiva de Estado y de organización del
poder que tienen, han gastado menos en los municipios en gastos
corrientes; después diremos en transferencias de capital, porque también
han evolucionado de manera parecida.

Por ejemplo. En transferencias corrientes a organismos autónomos, minoran
ustedes el 16,8 por ciento; pero de ese porcentaje, ¿adónde ha ido la
minoración? Al Inem; baja 601.000 millones de pesetas, 17,1 por ciento
menos en el Inem. ¿Por qué menos? ¿Porque hay menos desempleo? ¿Por que
hay menos personas con derecho a asistencia? ¿Por qué se ha bajado la
transferencia al Inem?
En transferencias corrientes, ustedes reducen transferencias a lo que
pudiéramos llamar familia e instituciones sin ánimo de lucro. De las que
van dirigidas a la gratuidad de la enseñanza, bajan el 7,4 por ciento, y
a la cobertura de pensiones asistidas a los ancianos o de enfermos
discapacitados bajan el 27,5 por ciento. ¿Por qué bajan las
transferencias corrientes a estas entidades? ¿Con qué objetivo de
política presupuestaria?
En transferencias de capital, dinero que se da para invertir, ha
aumentado lo que se ha transferido a las comunidades autónomas y a los
municipios se les han disminuido las inversiones para actuar desde el
propio municipio.

Organismos autónomos: se les han reducido los recursos, las
transferencias de capital. Por ejemplo, a la junta de construcciones
escolares, hay una minoración del 38,2 por ciento. ¿Qué relación tiene
con el desarrollo de la LOGSE



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y lo que ahora se anuncia? ¿Cómo hay menos dinero, menos inversión a ese
organismo que se dedica a la construcción de centros escolares?
En transferencias de capital a empresas públicas ha disminuido en 11,8 a
la transferencia a Renfe. A empresas privadas, por ejemplo, dentro de la
construcción naval, hay una minoración, baja el 27,5 por ciento.

Por tanto --y con esto termino--, las políticas que se han dirigido desde
el Gobierno han ido a reducir unas actuaciones determinadas, que creíamos
nosotros debieran servir para dinamizar la actividad económica. En suma,
estos presupuestos van a ser ejecutados al margen de la realidad
económica, aunque se van a beneficiar, a nivel de política de ingresos,
de la realidad económica. No parten de un compromiso de actuar e incidir
para mejorar la situación que tienen los ciudadanos en general, lo que
llevaría a la siguiente conclusión.

Desde Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya no estábamos preocupados
en el déficit público exclusivamente, sino en el déficit público
producido al margen de unos objetivos determinados. Siempre, cualquier
familia piensa que se tiene que gastar o endeudar en función de un
objetivo, de unas prioridades; lo malo es que las prioridades no
concuerdan con la actuación de objetivo del déficit público.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), el señor Homs tiene la palabra.




El señor HOMS I FERRET: Señor Presidente, quisiera iniciar mi
intervención indicando al Secretario de Estado que en nuestro grupo sí
nos preocupa el déficit público y sí entendemos que estos presupuestos,
por el análisis que usted nos plantea sobre estos primeros ocho meses,
están dando ya un reflejo de que la situación económica en España va
mejor; que los ciudadanos están observando y notando esa evolución
positiva; por tanto, discrepo radicalmente del portavoz de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, que me ha precedido en el uso de la
palabra, con quien un día me gustaría mantener un debate sereno y
tranquilo, para ver en qué país de Europa sus tesis presupuestarias se
sostienen y se defienden, porque yo no conozco ninguno. (El señor Ríos
Martínez: Alguno habrá de empezar.)
No obstante, señor Presidente, como ustedes saben, señorías, nuestro
grupo dio apoyo al presupuesto que estamos en este momento analizando en
su fase de ejecución; fase de ejecución que es de ocho meses, y en ocho
meses no está finalizado un presupuesto. Señor Secretario de Estado, como
usted sabe muy bien, se puede tener una tendencia, se puede conocer la
orientación que está teniendo, y sin duda, ocho meses de ejecución
presupuestaria reflejan la evolución de una economía. Siempre el análisis
del presupuesto refleja la evolución que sigue la economía en la que
incide. Por tanto, no quiero ser exclusivista en mis observaciones,
porque, aunque entiendo que el presupuesto se está desarrollando en una
buena dirección, faltan cuatro meses. Yo les animo a que no se desvíen
ustedes, mantengan la evolución que están teniendo y espero que, a
finales del ejercicio, podamos hacer el análisis global del presente año
1994.

¿Qué observa nuestro grupo en estos presupuestos? La evolución del gasto
crece muy moderadamente, el 2,2. La inflación, señorías, crece mucho más
en estos ocho meses, con lo cual hay un esfuerzo de contención real del
gasto público en estos ocho meses; por tanto, bien. Creo que para la
buena marcha de la economía era necesario y es necesario un esfuerzo de
contención del gasto en este país; por tanto, por el dato que usted nos
traslada, la evolución del gasto, globalmente 2,2, es un buen dato
positivo para la evolución del conjunto de la economía.

Segundo dato que observamos: los ingresos crecen el 9,8. Es verdad que el
portavoz del Partido Popular ha dicho que crecen por encima de lo
presupuestado. Deberíamos alegrarnos, porque, si se ha presupuestado un
crecimiento del 4,5 y en ocho meses se refleja el 9,8, es señal de que la
economía va bien; al menos, está indicando que va por una evolución mucho
más positiva de la que indicaba la previsión inicial, con lo cual el 2,2
de evolución de gastos y 9,8 de la evolución de ingresos debe dar como
resultado, señorías, aprobar su informe una contención del déficit
público, porque a nosotros sí nos preocupa el déficit público. Sus
informes reflejan una contención del 4,5 en el déficit de Caja, con lo
cual, las macrocifras que da este informe van en una buena dirección; en
la dirección que entiende nuestro grupo que deberían ir.

Ahora bien, si analizamos un poco más a fondo los datos que he comentado,
por ejemplo, el de ingresos, observamos que los ingresos que provienen de
los impuestos directos crecen el 6,1, mientras que los ingresos que
provienen de los impuestos indirectos crecen el 17,2. Señorías, toda
Europa da este reflejo en la evolución de los ingresos. Todos los países
de Europa están reestructurando sus fuentes de recursos, depositando o
descansando más intensamente la obtención de recursos impositivos por vía
de los impuestos indirectos y retrocediendo lo que son los impuestos
directos. Europa debe ser competitiva en el contexto internacional,
porque, si Europa no es competitiva en el contexto internacional, Europa
irá para atrás en relación con otros países emergentes, que están
manteniendo unas tasas de crecimiento mucho más elevadas. Por eso se hace
descansar la imposición sobre los impuestos indirectos, en lugar de
gravar más los impuestos directos. España está en la misma dirección y
este informe está dando exactamente la misma dirección. De ahí se detrae
una conclusión, señor Secretario de Estado, que le traslado y le
anticipo. Nuestro grupo entiende que, puesto que ésta es la buena marcha,
a lo largo de los próximos meses y años deberemos tener muy presente cómo
utilizamos la imposición indirecta para poder incidir de forma más
intensiva en la mejora de la competitividad de la economía española. Ahí
deberemos ser selectivos. El Gobierno deberá selectivamente ponderar y
tomar decisiones de cómo orienta ese crecimiento de la imposición
indirecta para conseguir un objetivo: favorecer las realidades económicas
donde España puede ser competitiva en el contexto europeo y contexto
internacional. Para poner un ejemplo, España debería tener muy



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presente que, en el campo del turismo, deberíamos favorecer por la
imposición indirecta esa realidad económica. ¿Por qué? Porque ahí podemos
ser muy competititvos, lo estamos siendo, y es una fuente de crecimiento,
de riqueza y de bienestar para todos los ciudadanos españoles.

Entiende mi grupo, analizando el capítulo de los gastos, que creció el
presupuesto público, ejercicio 1993 respecto a 1992, en el capítulo de
gastos globales el 12,5. El Secretario de Estado nos presenta un informe
que en estos ocho meses crece el 6,5. Bien. En esa previsión extrapolada
de lo que puede ser el presupuesto ya a final de ejercicio, si terminamos
en ese esfuerzo de contención, será una buena dirección; si ustedes
pueden llegar a un crecimiento menor, creo que será más positivo para la
economía. En los ocho meses 2,2, no podemos decir nada más que bien.

Ustedes, incluso, han mejorado sus plazos de pago, cosa que les felicito,
aunque claro eso se puede modular, como usted sabe muy bien, señor
Secretario de Estado, porque en cuatro meses puede usted haber pagado
mucho y en estos ocho meses usted puede haber pagado un poquito menos. No
obstante se refleja en el informe que incluso ha mejorado los plazos de
pago. Bien.

Las operaciones corrientes, señorías, los gastos por operaciones
corrientes, crecen el 1,1 por ciento, con lo cual esa crítica que siempre
hemos hecho de que el gasto público no debe ser exhaustivo y debe estar
siempre en una fase de crecimiento, en cuanto a sus operaciones
corrientes, se refleja en ese informe. Por primera vez lo he leído en los
informes de los ejercicios presupuestarios y observo que en España la
partida de operaciones corrientes está teniendo unas perspectivas reales
de contención; si ésta es la marcha que ustedes llevan al final de año,
creo que será positivo.

He tomado nota de lo que me ha dicho sobre el Fondo de Compensación
Interterritorial. Tiene razón. Existe una fase de ejecución que sobrepasa
el ejercicio presupuestario; no lo recordaba y eso explica la razón por
la cual hay una partida importante de remanentes.

Las conclusiones que saca nuestro grupo de las macroevoluciones es que,
aunque les pese a algunos grupos parlamentarios, la situación económica
en España está recuperándose. Discrepo de quienes dicen que se recupera
gracias a los vientos internacionales. Los vientos pueden ayudar,
señorías, pero si en este ejercicio presupuestario no se hubieran tomado
las medidas de política económica que se han tomado, esos vientos no
contribuirían a recuperar la economía española. No son medidas banales,
ni medidas de poca importancia. Cambiar la política monetaria no es un
cambio de orientación económica de poca monta, o de poca importancia. En
España se han bajado seis puntos los tipos de interés como no se habían
bajado en los últimos diez años. España hace un ajuste de su tipo de
cambio que favorece a a la actividad turística. Si no hubiéramos situado
el tipo de cambio de la peseta el turismo no hubiera reflejado en nada la
evolución positiva que ha tenido. Si en España no se hubieran tomado las
medidas de política laboral, no estaríamos hablando ahora de que el
crecimiento económico está contribuyendo a crear empleo, como está
ocurriendo en estos momentos. Con lo cual, señorías, éste es un
presupuesto que refleja una realidad: la economía se está recuperando, y
se está recuperando entre otras cuestiones porque la orientación que está
teniendo la política económica en este ejercicio de 1994 contribuye a que
sea una realidad la recuperación de esta economía, y este presupuesto así
lo refleja.

Señor Secretario de Estado, a partir de ahora, ¿qué más? No se ilusione
usted. Nuestro grupo no se contenta con decirle que parece vamos por buen
camino, sino que vamos por buen camino pero sólo hemos recorrido un año
de buen camino y hay que recorrer tres más de buen camino. Le instamos a
continuar manteniendo la política monetaria que se ha desarrollado hasta
la fecha y a que el Gobierno no cambie su orientación de política
monetaria. No podemos mantener un repunte o un crecimiento de tipos de
interés que van a repercutir negativamente sobre el presupuesto público y
van a hacer retroceder el crecimiento que está experimentando nuestra
economía.

Por tanto, primer objetivo, mantener los propósitos de política monetaria
que se han desarrollado, tipo de cambio de la peseta y los tipos de
interés. Segundo. Hay que reducir el déficit público de forma más
intensiva, con lo cual si llegáramos a este ejercicio de 1994 con los
resultados que usted nos presenta, deben descansar estos excedentes o
este diferencial que hay entre el crecimiento del gasto y crecimiento de
ingresos en contener mucho más el déficit público. Destinen ustedes en
estos cuatro meses mayores beneficios o recursos a contener el gasto y el
déficit público. Tercero. Reflexionen sobre la imposición indirecta. La
imposición indirecta debe orientarse a mejorar la competitividad de la
economía española. Hay que revisar algunos impuestos y algunas realidades
económicas para poder crear más empleo, para poder aprovechar esos
vientos, que a veces se dicen, de forma más positiva, y no dar beneficios
ni ventajas a nuestros competidores europeos. Cuarto punto. Revisen el
sector público. Después de los datos que nos da, se podrían comentar
aspectos críticos. No se puede mantener muchos años más que Renfe tenga
150.000 millones de transferencias corrientes y 43.000 millones de
transferencias de capital, casi 200.000 millones de recursos públicos a
una empresa que nos debería hacer reflexionar cómo se orienta esta
empresa en el futuro para que sea competitiva como lo es cualquier
empresa de tansportes ferroviarios o cualquier otra empresa en Europa.

Señor Secretario de Estado, 71.000 millones de transferencias corrientes
a la Agencia Tributaria son muchos recursos. Lo entiendo en la fase de
asentamientos; si no es así, si me da alguna explicación se lo
agradeceré, pero así se refleja en la explicación de las transferencias
corrientes. El sector público debe revisarse a fondo. Es la asignatura
pendiente que nos queda. Sobre los beneficios que han generado las
empresas públicas le he preguntado. Es curioso que en un año como el que
hemos tenido las empresas públicas den beneficios. No cuadra que en el
sector privado no haya tantos beneficios y, en cambio, las públicas en el
ejercicio 1994 sí tienen beneficios. Me parece muy bien, pero que al
menos las que tienen pérdidas no sean en la cuantía de estos momentos.

Por último, señor Secretario de Estado, reformar la Seguridad Social. Es
el otro elemento



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importante. Y esta Cámara ya ha empezado sus trabajos en este punto.

Todas las transferencias corrientes y de capital van orientadas a que en
la Seguridad Social es donde se producen las mayores desviaciones de
gasto del presupuesto público.

Estos son los elementos que yo quisiera trasladarle, señor Secretario de
Estado. Tiene usted una buena coyuntura política, porque le toca hacer
presentaciones positivas ante esta Comisión, cosa que siempre es
agradable. No obstante, vamos a ser exigentes en un futuro para que esta
tendencia que usted nos traslada no se oriente hacia otras evoluciones.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, el señor
Jerez tiene la palabra.




El señor JEREZ COLINO: En principio, el reconocimiento de nuestro grupo
por la sensibilidad de la Presidencia a la hora de describir y recordar a
la compañera Carmen García Bloise. Creemos que esa gran mujer, esa gran
socialista y quizás, como ella quisiera ser y como intentó serlo,
ciudadana del mundo, merecía un recuerdo en esta Comisión. Muchas
gracias, Presidente.

También nuestra bienvenida en esta Comisión, como no podía ser menos, al
Secretario de Estado que entendemos ha venido con satisfacción merecida.

Creo que exponer en estos momentos cómo ha ido evolucionando la gestión
presupuestaria ha sido una satisfacción, mucho más si lo comparamos con
que el año pasado por fechas parecidas se nos decía que no había más
remedio, que el déficit de caja crecía el 71,9 por ciento y por algunos
grupos se decía que estaba fuera de control. Respecto a la situación
presupuestaria de este año, cuando desde nuestro grupo y desde la
Secretaría de Estado se afirmaba que estaba controlada, se quería señalar
la posibilidad de ir por el camino que vamos en estos momentos en los
presupuestos.

No creo que el Grupo Popular aplique el eslogan, aunque pudiera
parecerlo, de que no consintamos que la realidad nos estropee una buena
tanda de descalificaciones. Parece que no queremos renunciar nunca a las
descalificaciones globales y, reconociendo defectos, que todos los
tienen, sí hubiera sido bueno distinguir cada presupuesto y cada gestión
presupuestaria en sus justos términos.

No cabe duda de que el informe nos está diciendo que se han cumplido las
previsiones y que se está realizando una gestión presupuestaria adecuada.

La prueba más evidente es que podemos ya tener todos los datos para un
debate que nos indica que estamos en un momento de crecimiento económico
sostenido, sin que existan dudas incluso de cuándo se tocó fondo, cuándo
ha empezado el crecimiento y en qué situación estamos.

Posiblemente esas dos variables, la formación bruta de capital fijo y el
consumo privado nacional, siguiendo la evolución y la curva que en estos
momentos tienen, a estas alturas de finales del tercer trimestre estarán
ya por encima de cero y con situación positiva. Yo creo que no es malo,
porque debe ser alegría para todos, del grupo que seamos, que nos
encontremos en una situación bonancible en el presente y de cara al
futuro de la economía española.

En los sucesivos debates de los presupuestos se mostraban inquietudes en
muy distintos campos. Concretamente, el déficit de caja era una
preocupación permanente. Este año, con los datos que nos facilitan (y
quizá no se ha sacado mucho a colación, aunque creo que es importante),
el déficit primario de Caja indica el esfuerzo del propio ejercicio y es
tan importante que se pasa de 806.200 millones de pesetas a 210.300
millones de pesetas, que supone, llevado al PIB, el descenso de un punto.

Creo que es importante recalcar esto, como recalcar también las
necesidades de endeudamiento. No cabe duda que aquí podríamos haber
tenido ocasión de estar todos los grupos de acuerdo reconociendo el
tremendo esfuerzo en esta dirección; tremendo esfuerzo que nos lleva a
una situación radicalmente distinta a la que a estas alturas teníamos en
el ejercicio pasado.

También es extraño que no se mencione en los gastos en bienes y
servicios, que quizá sean pequeños, que por parte del Grupo Popular se
presentaron, creo recordar, alrededor de 230 modificaciones
presupuestarias en la dirección de ir eliminando, de manera
indiscriminada, el 10 por ciento en todas esas partidas. Aparece una
disminución del diecinueve y pico por ciento y creo que hubiera sido
necesario hacer, como hacemos desde el Grupo Socialista, un
reconocimiento a este esfuerzo y a este descenso.

También se hablaba de los problemas que presentaban las modificaciones de
los créditos iniciales. Yo creo que este año ha existido una disminución
del 69,6 por ciento, pero podemos decir más. En lo que pudiera ser más
conflictivo de cara a la oposición, las ampliaciones de crédito han
disminuido el 54 por ciento y los créditos extraordinarios y
suplementarios el 90,4 por ciento, lo que indica que inquietudes
razonables desde cada grupo, que se producen en un momento determinado y
que cambian de una manera tan radical en este ejercicio, debieran al
menos ser mencionadas para saber que estamos en direcciones de
entendimiento y no poder hacer esta afirmación de que parece que la
realidad nos molesta cuando es positiva porque no da fuerza a las
descalificaciones que pretendemos de entrada.

Creo que a eso hay que añadir que cuando el Secretario de Estado nos
explicaba el déficit de Caja nos decía también que habían existido unas
devoluciones por las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas --no sé si estará alrededor de 47.000 millones de
pesetas--, y suponen que una inquietud manifestada en muy distintos
momentos parece que se ha orientado en la dirección adecuada. Por eso yo
le pediría al Secretario de Estado si pudiera contestarme, que nos dijera
cómo está el monto de las devoluciones --no sé si a fecha de hoy o lo más
cercana posible-- para que podamos conocer también ese elemento que
inquietaba en esta Cámara y que nos estaba diciendo continuamente que
parecía que la demora en estas devoluciones suponía una injusticia por
parte de la Hacienda Pública. Si esto es cierto, y puede confirmarme que
la evolución sigue siendo positiva, se lo agradecería.

Por tanto, en esta ocasión, el Grupo Socialista no necesita buscar
demasiados argumentos para encontrar satisfactoria la situación en que
nos encontramos en estos momentos. No podemos encontrarnos del todo
satisfechos,



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porque la satisfacción completa no debe ser algo que deba llenar al
grupo, sí al menos sentimos que vamos por el buen camino, que el país
está saliendo de la crisis ya de manera clara e irreversible, que está
entrando en una situación económica sostenida, y que por muchos
catastrofismos que nos quieran aparecer, por muchas situaciones de
descalificación que nos quieran dar, los números tienen una realidad
cruda, como se dice muchas veces, y en estos momentos esa realidad
favorece a la gestión presupuestaria. Así será bueno reconocerlo y este
Grupo Socialista lo reconoce con satisfacción.

Quisiera también agradecer al portavoz del Grupo Catalán (Convergència i
Unió) sus esfuerzos en este reconocimiento. No cabe duda que si varios
grupos, desde distintas ópticas, están llegando a una conclusión similar
es un elemento doblemente positivo.




El señor PRESIDENTE: El señor Secretario de Estado tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (Martínez Robles): Creía que el
señor Aguirre no haría el análisis que ha hecho. Esta mañana he visto ese
análisis en un periódico y ya le decía que era erróneo; hace un análisis
erróneo. Yo creo que usted puede hacer un fino análisis de los
presupuestos --probablemente el editorialista del periódico no--, y usted
debería de haber ido más adelante. Estimo que todo lo hace simplemente
por no reconocer la realidad, y sus conclusiones son muy erróneas. Usted
parte, ya se lo decía anteriormente, de un defecto fundamental, y es que
hay que considerar que las gestiones de los presupuestos no son
perfectamente periodificables; no se periodifican, los ingresos y los
gastos no coinciden. Usted lo sabe bien y a pesar de eso hace este
análisis, que es simplemente de descalificación. Ya dije el año pasado, a
los primeros comentarios que hacía el Partido Popular sobre este
presupuesto, que simplemente eran descalificaciones y yo creo que
seguimos en el mismo punto porque ni siquiera ha reconocido lo que es
evidente y lo que se deduce de estos números y es que estamos asistiendo
a una muy buena gestión presupuestaria. Usted fue más generoso el
trimestre anterior y lo reconoció, pero en éste, a pesar de que las
cifras son mejores, no lo reconoce.

Creo que eso es muy importante porque deberá reconsiderar todas las
conclusiones, pues hay que tener en cuenta que algunas de las cosas que
ha dicho son verdaderamente fuertes. Ha dicho, algo así, como que a
través de la gestión de este presupuesto el Gobierno está suplantando la
voluntad del Parlamento. Esta conclusión me parece verdaderamente
inaceptable. Usted debería haber sido más sagaz y haberse fijado en lo
que yo le he dicho: vamos a cumplir este presupuesto. Esto es verdad, se
lo digo.

Usted sabe bien que los datos mensuales en la gestión presupuestaria casi
no tienen significación. En el mes de julio, recordará, la reducción del
déficit era del 22,5 por ciento; en este mes es del 4,5 por ciento; el
mes que viene será otra cifra, el siguiente otra diferente y en el mes de
diciembre será del 13 por ciento que tenemos previsto. Esto se lo digo
ahora y usted debería haberlo tenido en cuenta. No se puede decir que a
través de la gestión presupuestaria se suplanta la voluntad del
Parlamento.

Tampoco es bueno lo que usted está diciendo en el sentido de que estamos
dando un frenazo a la reducción del déficit, porque entonces el mes
anterior usted debía habernos dicho que habíamos hecho una gran reducción
del déficit. Los datos mensuales de los presupuestos, sobre todo
referidos a Caja, son absolutamente erráticos, porque cada concepto de
ingresos y cada concepto de gastos tiene su propia razón temporal y las
conclusiones, en relación con los déficit, deben analizarse viendo las
evoluciones y viendo cómo marcha el presupuesto. Yo le voy a dar, no un
consejo, pero sí una nota para que haga análisis de presupuestos en otras
ocasiones. Fíjese usted mejor que en los datos de Caja, en los datos de
Contabilidad nacional; fíjese mejor que en los pagos, en los datos de
obligaciones reconocidas; fíjese mejor en eso porque le dará cuál es la
dirección de la gestión del presupuesto. Si usted se fija en este
presupuesto tendrá que ver que el dato de crecimiento es 0,8 por ciento.

El dato que hay que alcanzar al final de año es 1,3 por ciento de
reducción, por tanto, estamos muy cerca de ello. No es ni siquiera el 6,5
por ciento el dato de pagos, sino el 0,3 por ciento. Le doy otro consejo
para analizar presupuestos: no se fíe usted de los datos mensuales,
fíjese en cuál es la cifra de créditos extraordinarios; ésa es la razón
fundamental que le va a indicar si el presupuesto se va a desviar o no.

Dije al principio que en este presupuesto teníamos, hasta ahora,
aprobados por estas Cámaras 44.000 millones de créditos extraordinarios
y, gran parte de ellos, sin incidencia monetaria en 1994. Si usted
hubiese hecho el análisis a través de esos criterios hubiese llegado a
unas conclusiones diferentes. Por ello le recomiendo que mejore esa
situación y, sobre todo, porque haciendo este tipo de análisis
--erróneos--, llega a conclusiones políticas erróneas. Ya le he
mencionado dos de ellas. El hecho de que suplantamos la voluntad del
Parlamento en la gestión presupuestaria --cosa verdaderamente difícil--,
que pegamos un frenazo a la reducción del déficit y --lo peor--, que hay
falta de credibilidad.

Le voy a leer lo que decía el Partido Popular el 3 de octubre de 1993,
sobre los presupuestos de 1994: Los presupuestos de 1994 no son creíbles
porque las previsiones macroeconómicas en que se fundamenta son
voluntaristas. El crecimiento del PIB será inferior al uno por ciento y
no el 1,3 previsto por el Gobierno. La aportación del sector exterior al
crecimiento del PIB, difícilmente alcanzará los niveles previstos. Como
verán están ustedes en la misma línea que estaban en su momento. Yo creo
que ustedes deberían mejorar su capacidad de análisis de la realidad
económica. Bien es verdad que no deberíamos asombrarnos por el análisis
que ha hecho, habida cuenta que sólo nueve meses después de que se inició
la recuperación se dieron cuenta de que se había producido. Por tanto, no
es raro que hoy no se den cuenta de que estamos aquí comentando una buena
gestión del presupuesto de 1994 y que, además, no estamos avanzando que
el presupuesto de 1994 se va a desviar ni estamos avanzando que se va a
frenar la reducción del déficit. Hemos traído unas cifras que dicen justo
lo



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contrario; estamos haciendo una muy buena gestión y, como les dije, estos
presupuestos son creíbles y los vamos a ejecutar; además, son también
creíbles las perspectivas y las previsiones en el presupuesto de 1995
que, en gran parte, se basan en este presupuesto.

Yo creo que no tiene mucho interés entrar en las consideraciones
particulares que ha hecho sobre datos de crecimiento y demás, porque sus
conclusiones son erróneas. No estamos reduciendo las inversiones para
financiar los gastos corrientes, no es así; teníamos previsto cómo iban a
evolucionar dichos gastos corrientes y teníamos previsto cómo iban a
evolucionar los gastos de inversión, y van a evolucionar según las
previsiones; no estamos haciendo otra cosa.

Quiero agradecer al señor Ríos algunas consideraciones que ha hecho sobre
la gestión del presupuesto. Ha reconocido que asistimos a una mejora de
dicha gestión en diversos campos, y yo le agradezco ese reconocimiento;
sin embargo, después efectúa una consideración general con la que yo no
estoy de acuerdo, basándola en una serie de aspectos singulares a los que
se ha referido y que ahora le comentaré. Creo que, en parte, le pasaba un
poco como al señor Aguirre, porque es difícil sacar conclusiones
generales sobre los datos temporales de los presupuestos, ya que,
probablemente, las cifras que traemos aquí son muy frías. Ahora le
explicaré algunas de las cuestiones por las que me preguntaba,
explicaciones que, probablemente, harán cambiar su punto de vista sobre
la cuestión.

Ha dicho que estos presupuestos tienen escasa incidencia en la economía.

Yo creo que no es así, creo que los presupuestos sí tienen una gran
incidencia en la economía, tienen la mayor incidencia; el señor Homs se
refería a ello anteriormente y yo estoy de acuerdo con él en este
sentido. Creo que los presupuestos de 1994 han permitido, tal y como
estaban planteados, facilitar la recuperación de la economía española,
manteniendo, al mismo tiempo, principios de solidaridad, manteniendo las
prestaciones sociales, manteniendo un esfuerzo determinado en inversión
y, además, estableciendo un cuadro que facilita la recuperación de lo que
se ha dado en llamar la economía productiva. Todas estas cosas se están
consiguiendo con el presupuesto. Por eso, no podemos considerar que el
presupuesto es simplemente una gestión de ingresos y gastos que andan por
ahí y que no tienen ninguna repercusión.

El año pasado, gran parte de ustedes me comentaban que los presupuestos
tenían una incidencia en la economía; efectivamente, los presupuestos,
como no puede ser de otra manera, tienen una gran incidencia en la
economía, y, en este caso, para el año 1994, tal como teníamos previsto,
una muy buena incidencia.

Le voy a comentar algunos aspectos a los que se ha referido. Ha dicho que
hay una cierta desviación entre gastos corrientes e inversiones y que
parece como si hubiese una mejor gestión en la parte de gastos corrientes
y una gestión peor en el caso de inversiones. Se ha referido, por
ejemplo, a que las transferencias a las comunidades autónomas crecían un
14,1 por ciento, mientras que las transferencias a las corporaciones
locales decrecen un 4,1 por ciento, y de ello sacaba una conclusión --he
creído entender-- en el sentido de que había un cierto abandono por parte
del Gobierno con respecto a las corporaciones locales. Como le decía
anteriormente, a veces, las cifras ocultan una realidad que explican
ellas mismas. En este caso, lo que ocurre es que las transferencias de
las comunidades autónomas crecen porque el porcentaje de dotación para
pagos a cuenta en 1994 es del 97 por ciento, mientras que en 1993 era del
96 por ciento, según el acuerdo de financiación que hubo en 1992. Además,
crecen porque en esta transferencia a comunidades autónomas, por primera
vez figuran Madrid y Cantabria, puesto que anteriormente su participación
era como diputaciones provinciales. Hubo un acuerdo del Consejo de
Política Fiscal y Financiera que permitió que la financiación que
recibían las comunidades autónomas uniprovinciales que hasta ese momento
figuraban en la partida de corporaciones locales, se incorporase a la
partida de comunidades autónomas. Esta es una de las razones. Asimismo,
porque en esta partida de comunidades autónomas figura la liquidación
definitiva del año 1993. En corporaciones locales sucede el fenómeno
contrario, que disminuye porque no están las Comunidades de Madrid y
Cantabria.

También se ha referido a que las transferencias a las empresas privadas
descendían un 78,1 por ciento. Aquí se produce un efecto temporal. Estas
transferencias tienen que aumentar en 1994 un 27 por ciento sobre 1993, y
en ellas se recogen transferencias para autopistas, fundamentalmente por
diferencia de cambio, por devaluación de la peseta, etcétera; hay una
ejecución de esta partida que se concreta en el cuarto trimestre.

Igualmente, ha hecho mención a la disminución en la gratuidad de la
enseñanza. Alguien ya lo preguntó en otra ocasión y entonces comentamos
cómo la gratuidad de la enseñanza aparece disminuida en el presupuesto de
1994 en relación con el de 1993, porque en ese año la gratuidad de la
enseñanza se incorporó a la financiación de las comunidades autónomas que
tienen atribuida la competencia de educación. Por tanto, se trata
simplemente de un cambio contable que resuelve este problema que causaba
la disminución de la gratuidad de la enseñanza.

Ha hecho mención S. S. a las pensiones asistenciales a ancianos y a
enfermos incapacitados, y ha puesto de manifiesto que están descendiendo
según las notas que he dado. Es cierto. Pero hay que recordar que estas
transferencias vienen descendiendo desde el año 1992 porque este tipo de
pensiones se suprimieron y han pasado a las pensiones no contributivas.

Por tanto, estas pensiones tienen que disminuir al constituirse en
pensiones no contributivas, lo que no significa que dejen de prestarse
esas atenciones, ya que dentro de la Seguridad Social la partida de
pensiones no contributivas crece considerablemente.

Asimismo, ha hecho alusión a la disminución de las transferencias de
capital a las corporaciones locales en un 82,1 por ciento. El efecto que
se pone de manifiesto en este aspecto también es temporal. Aún está
pendiente de ejecutar una parte importante del programa de cooperación
económica local del Estado. Al final, el descenso en esta partida será
del 18 por ciento, que es el que está previsto y que tiene como causa,
entre otras, la desaparición de las



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transferencias que hubo en el año 1993 al Ayuntamiento de Santiago de
Compostela con motivo del Año Jacobeo.

Por consiguiente, esta serie de razones que le he explicado le pueden
llevar a perfilar o matizar las conclusiones que, al hilo del análisis
que hacía de estas pequeñas partidas, había deducido.

La cuestión que señalaba como conclusión de su intervención --ya le
comentaba al principio que no estaba de acuerdo con ella-- era que estos
presupuestos se van a ejecutar al margen de la realidad económica. Yo
creo que estos presupuestos no se van a ejecutar al margen de la realidad
económica, sino que, como es lógico, van a incidir claramente en ella, ya
están incidiendo y están permitiendo la recuperación de la economía
española.

Me decía que no estaba preocupado por el déficit público, sino por su
finalidad; eso me ha parecido entender. Yo creo que es una buena
consideración analizar el déficit según su finalidad; no me parece mal.

Pero una de las finalidades generales del déficit es que también debe
colaborar, en su aspecto global, en la recuperación de la economía y, por
tanto, todo el déficit es importante desde el punto de vista económico.

El señor Homs hacía una serie de consideraciones sobre el presupuesto y
señalaba que su ejecución en estos primeros ocho meses indicaba la buena
dirección de su gestión. Yo creo que, efectivamente, estamos en la buena
dirección y estamos ejecutando el presupuesto según lo que teníamos
previsto. Ha señalado que el gasto crecía un 2,2 por ciento, y aunque no
sé muy bien la cifra, da igual, porque en términos de caja el gasto
aumenta un 6,85 por ciento y en términos de contabilidad nacional un 0,8
por ciento. Lo que sí es cierto, y lo señalaba anteriormente, es que la
gestión del gasto está dentro de las previsiones del presupuesto y que
los ingresos están en una previsión del 9,8 por ciento.

Indicaba cómo las previsiones de ingresos en impuestos directos eran del
6,1 por ciento y en impuestos indirectos del 17,2. Estas previsiones, a
lo largo del ejercicio, se irán acomodando a las que teníamos, y ahora
mismo la cifra de incremento que se da, especialmente en el Impuesto
sobre el Valor Añadido, está influida por el retraso en las devoluciones.

El índice de crecimiento de la recaudación bruta es del orden del 12,7
por ciento, y el crecimiento de la recaudación, en los cuatro meses que
nos faltan, irá variando hacia este incremento del 12,7 por ciento, que
está más acorde con lo que teníamos previsto.

Hay que recordar, cuando vemos ahora las cifras de previsión del IVA y la
recaudación que se está obteniendo, cómo sobre este impuesto en el año
1993, cuando se presentó el presupuesto, se nos dijo que era una
previsión irreal y que, probablemente, lo que ocultaba era un incremento
de los tipos del Impuesto sobre el Valor Añadido. Ya dijimos en aquellos
momentos cómo este incremento se debía a una serie de previsiones y de
análisis de la gestión del impuesto y de otros datos que lo determinaban.

Hace después una serie de consideraciones sobre un problema que debemos
abordar en el futuro, sobre la utilización y la importancia de la
imposición indirecta, que, efectivamente, son análisis que deberemos
hacer para los próximos ejercicios.

Yo creo --como ha señalado el señor Homs-- que la situación económica se
está recuperando no sólo por el cambio internacional, sino también por
una buena gestión del presupuesto y por una buena predisposición de los
sectores económicos y de la economía española. Es difícil vender en el
extranjero si no se produce y si los productos que se elaboran no son
competitivos. La economía se está recuperando y tenemos que seguir en esa
línea, lo ha señalado el señor Homs y estamos de acuerdo. Sobre este
particular se ha aprobado recientemente por el Gobierno, y se ha remitido
a la comisión correspondiente, un plan de convergencia que establece unos
criterios rigurosos para la previsión y la ejecución presupuestarias en
los próximos años, hasta alcanzar los criterios de reducir el déficit a
un tres por ciento y mantener la cifra de endeudamiento en la proximidad
del 60 por ciento señalado por Maastricht, como criterio para el
endeudamiento.

Este año me ha parecido observar la posibilidad de que una
sobrerrecaudación de la imposición debería aplicarse a una mayor
reducción del déficit, pero ya le digo que vamos a tener una recaudación
de acuerdo con las previsiones y que también vamos a ejecutar el gasto
según las mismas. Por tanto, en los dos aspectos vamos a cumplir dichas
previsiones. En cualquier caso, si hay un aumento de la recaudación por
encima de esas previsiones, se aplicará en la reducción del déficit.

Efectivamente, hay que hacer una serie de variaciones en el sector
público, y vamos a acometer su estudio. Se ha referido, en concreto, al
caso de Renfe, y no sé si conoce que recientemente se ha aprobado un
contrato-programa con Renfe que trata de establecer cuáles son sus
relaciones con el presupuesto, entre otros aspectos, y cuáles son las
contrapartidas de organización y orientación de la actividad que debe
realizar Renfe. Todo esto dentro del cumplimiento del plan de
convergencia y de las posibilidades presupuestarias sobre este
particular.

Cuando se refería a la Agencia Tributaria, la cifra no es muy alta. Ya le
digo al señor Homs que es simplemente un efecto de contabilización. En
realidad, la Agencia Tributaria es un ente que se nutre con
transferencias desde el presupuesto del Estado. Actualmente, dicha
Agencia tiene un presupuesto de 102.000 millones; había visto una
transferencia de 70.000 y hay después otra hasta cumplir esta cantidad.

Pero lo que sí le digo es que a partir del próximo año debemos aumentar
la financiación de la Agencia si queremos dinamizarla como un elemento
activo --tiene que serlo más-- en la lucha contra el fraude.

Tenemos, lo digo incidentalmente, una administración tributaria muy
reducida, con pocos medios si la comparamos con la de cualquier país
europeo, y cuando tengamos que pedirle, que se lo vamos a pedir, una
mayor eficacia en la lucha contra el fraude a la Agencia Tributaria,
tenemos que aumentarle sus medios. Por eso, en próximos debates
presupuestarios veremos la manera de aumentar un poco esta transferencia
que al señor Homs le parecía un poco exagerada, pero creo que ya no se lo
parece.




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Estamos esperando que la Comisión de Seguridad Social de este Congreso
produzca el informe que está estudiando, y, en base a ese informe, tomar
las medidas que hayan de tomarse para su reforma. En ese sentido, será
muy importante que todos los grupos de esta Cámara apoyen cualquier
modificación o reforma que haya de hacerse en la Seguridad Social, en
base, repito, al informe que se va a producir por esa Comisión.

Por último, le agradeceré que en el futuro sea exigente respecto a la
gestión del presupuesto. No nos molesta que lo sea, se lo agradecemos,
porque eso hará que nos apliquemos más en su gestión.

En cuanto al representante del Grupo Socialista, le agradezco las
consideraciones que ha hecho sobre la gestión del presupuesto en el mes
de agosto. También creo, como él ha indicado, que en dicho mes de agosto
estamos asistiendo a una muy buena gestión. Pero no es sólo ese el
aspecto fundamental, sino que, a la vista de estos datos y con alguna de
las consideraciones que les he aportado esta tarde, podemos deducir que
vamos a ejecutar el presupuesto de 1994 según las previsiones que se
contenían en el mismo. Estamos consiguiendo mejorar todos los criterios
que en otras ocasiones eran debatidos por esta Comisión, como la
reducción del déficit de caja, el control de las modificaciones
presupuestarias, etcétera. Todas estas cosas las estamos mejorando y creo
que es un dato positivo.

Me había preguntado exactamente sobre las devoluciones del Impuesto sobre
la Renta. A esta fecha, se ha realizado ya el 25 por ciento de las
devoluciones de un total de 8.862.000, o sea, 2.277.000. En cuanto al
importe, hay que devolver, de la recaudación de 1993, 804.000 millones, y
llevamos devueltos a esta fecha 120.000 millones; por tanto, el 25 por
ciento del número de devoluciones y el 15 por ciento del importe. Como
hemos visto en el informe, la devolución del Impuesto sobre la Renta se
agilizó ya el año pasado, lo que nos permitió realizar más rápidamente
las devoluciones de 1992, y se ha agilizado también en este año, que,
como ya saben, las iniciamos en julio de 1993 y a esta fecha llevamos
estos datos que acabo de citar.

Nada más, simplemente decir que estoy con él por la satisfacción que
muestra por la gestión del presupuesto a esta fecha.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún grupo desea intervenir? (Pausa.) Tiene la
palabra el señor Aguirre.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Señor Secretario de Estado, quiero
agradecerle el tono de su intervención. Voy a intentar corresponder con
el mío.

Usted recordaba mi intervención de marzo del presente año, en la que, al
parecer, y según sus palabras, mostraba yo otro tono en las
calificaciones a las cifras de la ejecución del presupuesto a marzo de
1994. Lógicamente tenía que ser así, porque la ejecución en marzo de 1994
estaba más ajustada a las previsiones que la que hoy estamos valorando.

Yo no evalúo cómo van a cerrar ustedes el ejercicio de 1994. Reconozco
que las cifras y los datos de un presupuesto no tienen carácter
estacional y, por tanto, me limito a advertir cómo están evolucionando
estas cifras hasta el mes de agosto. Convendrá conmigo en que el cómo
evolucionen hasta el cierre del año es, en cualquier caso, la duda que
queremos expresar en nuestras afirmaciones en torno a las permanentes
desviaciones que hoy, al mes de agosto, se registran en relación con sus
previsiones.

No hemos sido nosotros los que hemos introducido la deuda española en la
senda en la que está, han sido ustedes, y son ustedes los que han
conseguido que España no cumpla ninguno de los requisitos de Maastricht.

No hemos sido nosotros los que hemos puesto el déficit español en
cuestión, han sido otros centros de análisis. La propia Comisión europea
ha tenido que abrir expediente por el déficit excesivo en el que se
encuentra España y advertir que, de seguir en esta situación de déficit,
tendrá que hacer recomendaciones sobre medidas que parece que el Gobierno
no adopta con intensidad, y tendrá que ser el dictado de la Comisión
europea el que nos haga esas recomendaciones casi a modo de amonestación.

Y no somos nosotros los que decimos si se tiene confianza o no en la
política económica y presupuestaria del Gobierno. Son, como venía
indicando, los propios centros de análisis europeos, y por qué no
decirlo, lo que viene a ser considerado como el indicador de confianza,
que es el diferencial de los tipos a 10 años con Alemania, cuya evolución
reconocerá conmigo que en el presente año ha sido claramente desfavorable
para España. Por tanto, son los mercados propios los que están señalando
esa falta de confianza. Si además tenemos a bien considerar y valorar con
rigor el comportamiento de los mercados a la hora de cubrir las emisiones
del Estado, ahí tenemos otro dato de quién resulta creíble o quién no
resulta creíble.

Por consiguiente, señor Secretario de Estado, reitero lo dicho y le
agradezco el tono. Las previsiones que usted realizó para el ejercicio de
1994 en muchos de los créditos están en clara diferencia. Yo las he
puesto de manifiesto, y confío en que la frase que usted acaba de
pronunciar de que al cierre del año se van a cumplir estas previsiones
pueda ser realidad y, desde luego, yo le mostraré mi satisfacción con el
mismo tono de mi intervención en marzo de 1994, pero discúlpeme que no
sea hoy así, porque las desviaciones son las que son en agosto de 1994.

Yo, si quiere, le facilito un cuadro comparativo, que usted también lo
tendrá hecho, entre las previsiones y cómo se están comportando los
indicadores del presupuesto, y esas desviaciones provocan las
valoraciones políticas que yo he realizado, en ningún caso con ánimo de
descalificar sino de advertir que no se está yendo por el buen camino en
lo que a gastos corrientes se refiere, fundamentalmente por la deuda, por
los pagos de intereses de la deuda; no se está yendo por buen camino en
las inversiones, fundamentalmente por la caída tan estrepitosa de las
mismas. Pero al principio del año advertimos que se está produciendo en
los indicadores de la economía un cambio de tendencia, y creo que
coincidirá conmigo en que ustedes mismos se habrán visto sorprendidos por
esa evolución de la recaudación, que es superior a la que preveían en
este momento, por lo menos a la fecha de agosto. Y creemos que detrás de
esa mayor recaudación podría estar, entre otras cosas, un



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incremento de la presión fiscal y, por qué no decirlo, a lo mejor, una
mayor actividad económica propia de un proceso de recuperación. Pero
igual que ustedes reconocen que, a la fecha de agosto, no habían
calculado bien este incremento de recaudación, yo no tendría ningún
empacho en reconocer, al final del ejercicio, si todo esto se pone de
acuerdo con las previsiones, que la gestión del presupuesto estaría
acertada. No obstante, a la fecha de agosto, señor Secretario de Estado,
tengo que poner de manifiesto estas discrepancias. Insisto en que no las
tome como unas afirmaciones que van a descalificar nada, sino que
simplemente ponen de manifiesto, insisto, las desviaciones que se han
producido.




El señor PRESIDENTE: Señor Secretario de Estado, tiene la palabra. Con la
intervención del señor Martínez Robles cerraremos esta sesión.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (Martínez Robles): Señor
Aguirre, le agradezco también su tono. Yo creo que hay una cuestión
fundamental y es que no existe desviación, ése es el tema. Sus
previsiones están mal hechas porque no tienen en cuenta el elemento
fundamental, que es el tiempo. Por ejemplo, cuando me dice que nos hemos
desviado en deuda pública, pues es falso. No nos hemos desviado, sabíamos
perfectamente, desde septiembre del año 1993, que en el mes de agosto de
1994 teníamos que pagar esa cantidad, lo teníamos perfectamente previsto.

Lo que pasa es que no todos los meses se paga la doceava parte de cada
uno de los créditos, ni tampoco se ingresa la doceava parte de cada una
de las previsiones de ingresos, esto es así de fácil. Cada ingreso y cada
gasto, como le indicaba anteriormente, tiene su propia razón personal.

Por eso, el cuadro que usted citaba, probablemente, deberá rehacerlo
teniendo en cuenta estas razones y entonces podrá ver cómo no hay ninguna
desviación. O sea, al mes de septiembre no hay ninguna desviación
--se lo repito--, todo ocurre según lo previsto, fundamentalmente el pago
de la cantidad de dos billones 80.000 millones de deuda pública.

Por lo demás, ya se refirió usted antes a las cuestiones de Maastricht,
de la deuda y de los expedientes de déficit excesivo. Pero también sabe
usted --que conoce muy bien todos estos temas-- cómo nuestro criterio de
endeudamiento es de los mejores de Europa; es muy alto, pero es de los
mejores de Europa. Sabe también cómo se ha presentado un plan de
convergencia --al que me refería anteriormente-- en el que se establece
una línea de reducción de este criterio. Sabe muy bien lo que ha hecho la
Comisión, en relación al criterio de endeudamiento, con Irlanda;
probablemente conoce lo que ha ocurrido. Y sabe también cómo, en la
última reunión de Ecofin, de los doce países europeos, a diez se les
abrió expediente de déficit excesivo. O sea, el hecho de decir que España
tiene abierto un expediente por déficit excesivo no es decir nada, porque
es lo normal. De los doce países, insisto, diez tienen abierto expediente
de déficit excesivo. Lo importante --yo creo que para todos, y el
Gobierno ya ha mostrado cuál es su intención-- son las actuaciones que se
están realizando, que ya se vienen realizando en el Presupuesto de 1994,
en el Presupuesto que se va a presentar para el 1995 y en los siguientes,
el esfuerzo que se hace de control del gasto y de reducción del déficit
para ir acompasando el presupuesto español a los criterios europeos. En
este sentido, no estamos ni mejor ni peor que la mayoría de los países
europeos, sino en la misma tarea que ellos.

Nada más. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Con la intervención del señor Martínez Robles
termina la comparecencia del señor Secretario de Estado de Hacienda, que
agradecemos.

Se levanta la sesión.




Eran las siete y treinta minutos de la tarde.