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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 95, de 22/12/1993
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1993 V Legislatura Núm. 95
INDUSTRIA, ENERGIA Y TURISMO
PRESIDENTE: DON JOAQUIM MOLINS I AMAT
Sesión núm. 9
celebrada el miércoles, 22 de diciembre de 1993



ORDEN DEL DIA:
Comparecencias:
--Del señor Presidente del Grupo Naval del Instituto Nacional de
Industria (Martínez de Albornoz), para dar a conocer el futuro de los
astilleros del citado Grupo. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular.

(Número de expediente 212/000345) (Página 3004)
--Del señor Presidente de la Corporación Siderúrgica Integral, CSI
(García Hermoso), para explicar las causas y las medidas que hagan frente
a la actual gestión del equipo que él preside sobre ENSIDESA. A solicitud
del Grupo Parlamentario IU-IC. (Número de expediente 212/000007) (Página 3018)
--Del señor Director General de Minas (Carbajo Josa), para dar las
explicaciones adecuadas sobre el funcionamiento de la Comisión Nacional
de Seguridad Minera. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal IU-IC.

(Número de expediente 212/000006) (Página 3033)



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Se abre la sesión a las nueve y diez minutos de la mañana.




COMPARECENCIAS:



--DEL SEÑOR PRESIDENTE DEL GRUPO NAVAL DEL INSTITUTO NACIONAL DE
INDUSTRIA, PARA DAR A CONOCER EL FUTURO DE LOS ASTILLEROS DEL CITADO
GRUPO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de expediente
212/000345.)



El señor PRESIDENTE: Muy buenos días.

Vamos a iniciar la sesión de la Comisión de Industria, Energía y Turismo
para celebrar diversas comparecencias, la primera de las cuales es la del
Presidente del Grupo Naval del Instituto Nacional de Industria, para dar
a conocer el futuro de los astilleros del citado Grupo, a petición del
Grupo Parlamentario Popular.

Agradecemos la presencia y las explicaciones que con toda seguridad nos
va a dar don Carlos Martínez de Albornoz, Presidente del citado Grupo, a
quien cedo la palabra.




El señor PRESIDENTE DEL GRUPO NAVAL DEL INSTITUTO NACIONAL DE INDUSTRIA
(Martínez de Albornoz): Señor Presidente, me voy a referir a la situación
del mercado de nuevas construcciones, reparaciones, construcciones
offshore y fabricación de motores, así como a las estrategias comerciales
e industriales que estamos aplicando y que vamos a aplicar en el futuro.

Analizaré la situación actual del sector de nuevas construcciones.

El sector de construcción naval mundial continúa en un período de crisis
que comenzó a raíz de la invasión de Kuwait, rompiendo la tendencia
alcista entre 1987 y 1989. Ello ha significado una caída de la demanda
mundial del orden de un 30 por ciento y una disminución de los precios en
torno al 20 por ciento, dependiendo del tipo de buque.

La regresión del crecimiento económico mundial y el freno a la renovación
de la flota debido a los bajos niveles de fletes, hace que se mantenga
todavía una sobrecapacidad de la oferta frente a la demanda de
transporte. En 1992 se produjo un importante descenso en nuevos contratos
de un 26 por ciento, cuando en 1991 fue de un 17 por ciento.

La industria de construcción naval comunitaria también se ha visto
afectada por esta fase descendente en 1992, como lo demuestra el descenso
en el nivel de contratación de un 19 por 100 en relación con el año
anterior.

Según las últimas previsiones tanto de la Asociación de construcciones
navales de Europa occidental, como de los constructores navales de Japón,
los requerimientos de flota hasta el año 2005-2010, serán de un máximo
promedio anual del orden de 15 millones de CGT (voy a referirme
indistintamente a CGT o a toneladas compensadas, que viene a ser lo
mismo), originados por el propio crecimiento de las necesidades de
transporte y la renovación de la flota, fundamentalmente en grandes
petroleros y graneleros, que se encuentran en el límite tecnológico de
sus vidas y que habrán de ser reemplazados en los próximos años. La
capacidad de producción mundial actual es más que suficiente para hacer
frente a estos requerimientos, por lo que cualquier reapertura o
incremento físico de instalaciones puede provocar distorsiones
importantes en el mercado.

Por lo que se refiere al sector de construcción naval en España y,
concretamente, a los astilleros del sector público, hemos de decir que
nuestra cartera de pedidos actual es de 296.000 CGT, es decir, un 60 por
ciento de la que teníamos a final del plan de reestructuración en 1990.

Esta situación es similar a la del conjunto de países constructores de la
Unión Europea, cuya cartera de pedidos al final del tercer trimestre de
este año era de un 66 por ciento de la del final de 1990.

El importante descenso de las contrataciones en los años 1990 y 1991,
provocado por el retraimiento de la demanda indicada, unido a la drástica
reducción del techo de ayudas al sector determinada por las directivas
comunitarias desde el 28 por ciento del valor contractual del buque en
1989 al 9 por ciento actual, han colocado a los astilleros de nuestro
grupo, y especialmente a los de mediano tamaño, en una complicada
situación en el presente y a corto plazo.

A estas dificultades se ha unido el endurecimiento de los mecanismos
relacionados con la financiación de las nuevas construcciones para la
exportación; la no aplicación del convenio de ajuste recíproco de
intereses para la financiación en pesetas de exportaciones de barcos
desde mediados de 1992 hasta mediados de 1993; la limitación de los
créditos con cargo al Fondo de Ayuda para el Desarrollo (FAD) y la
disminución del diferencial del tipo de interés entre monedas.

Otras vías alternativas adoptadas por buena parte de los principales
constructores navales del mundo, tales como la explotación de un mercado
doméstico, constituido por armadores del propio país, no han podido ser
aplicadas en nuestro caso debido a la continuada evolución descendente de
la demanda nacional, que apenas supone un 20 por ciento para el total del
sector, cuando en la mayoría de los países de Europa supone de un 50 a un
60 por ciento de la misma.

Como aspectos positivos de carácter externo a considerar de cara a los
planteamientos a medio plazo, cabe citar la esperada reactivación de la
economía mundial, que según las previsiones se generalizará a partir de
1994; la revitalización de la demanda de nuevas construcciones, fundada
básicamente en las necesidades de renovación de la flota de grandes
petroleros, largamente demorada por la situación económica; la nueva
paridad de la peseta tras las devaluaciones experimentadas en el último
año; apreciación del yen frente al dólar USA y el esperado mantenimiento
durante 1994 del nivel de ayudas establecido por la prórroga de la
séptima directiva.

Estos aspectos hacen prever, con cierto grado de



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optimismo, mejoras en las perspectivas de contratación a medio plazo,
avalado por el claro aumento de consultas que estamos recibiendo y las
negociaciones que actualmente estamos llevando a cabo en operaciones
importantes y que confiamos se vean plasmadas en contratos en los
próximos meses.

Es evidente que para lograr un objetivo de alcanzar una rentabilidad
estable, es condición absolutamente necesaria disponer de una cartera de
pedidos en el conjunto de astilleros que asegure una carga de trabajo
adecuada a la capacidad disponible, con carácter igualmente estable. Bajo
esta premisa estamos desarrollando una política comercial que asegure y
posteriormente acreciente los avances conseguidos en la ubicación en el
mercado mundial de nuevas construcciones. Se trata, en definitiva, de
difundir una imagen de fiabilidad acorde con el potencial de la división
y poner de relieve nuestra disposición a colaborar en el desarrollo de
los anteproyectos que sean precisos para determinar las soluciones más
adecuadas a sus requerimientos específicos.

Esta política de producto que engloba y concreta todos los aspectos
relacionados con la comercialización, diseño y construcción de la gama de
fabricación que constituye nuestra oferta, es una herramienta
imprescindible para un correcto enfoque de la labor comercial, junto con
la implantación de mecanismos financieros adecuados a la situación
cambiante del mercado y a los requerimientos específicos de cada
proyecto.

Con objeto de ampliar nuestra prestación en determinados segmentos del
mercado hemos establecido acuerdos de colaboración, tanto estratégicos
como puntuales, con astilleros tanto del entorno europeo como del Extremo
Oriente, en función de las circunstancias específicas que puedan requerir
determinado tipo de operaciones. En esta línea se están desarrollando los
acuerdos de colaboración conjuntamente con otros cuatro astilleros más
importantes de Europa, dentro de la Agrupación Europea de Interés
Económico, Euroyards, que ha propiciado la consecución del contrato de
dos grandes petroleros de 280.000 toneladas de peso muerto del tipo E-3,
ecológico, económico y europeo, a construir en nuestra factoría de Puerto
Real, en Cádiz.

El mercado de reparaciones de grandes unidades, al que se adaptarían
mejor las instalaciones de la factoría de Cádiz y, en menor medida, las
de Astano, se encuentra muy polarizado en dos zonas geográficas que gozan
de una ventaja competitiva determinada, inaccesible a otras áreas: su
proximidad a las grandes rutas del tráfico de crudo de petróleo.

Es evidente el rápido desplazamiento de este tipo de operaciones a los
que grandes centros de reparaciones ubicados en el Golfo Pérsico y en el
sureste asiático, como lo demuestra la decisión adoptada por Lisnave de
cerrar sus instalaciones de Lisboa, especializadas en reparaciones de
grandes petroleros. La situación geográfica de Cádiz y Astano, próxima a
otras rutas de tráfico mercante de menor tonelaje unitario, permite la
accesibilidad a un mercado más o menos estable que puede proporcionar una
carga de trabajo apreciable para estos astilleros, aunque sin llegar al
volumen necesario para lograr una ocupación satisfactoria. La factoría de
Santander, por su parte, concurre en un mercado más localizado
geográficamente, cuya demanda habitual es insuficiente para saturar la
capacidad disponible en el astillero.

En el transcurso de los últimos cinco años, la utilización de nuestra
capacidad productiva se ha mantenido en niveles del 60 por ciento del
total disponible, mientras que el número de buques reparados se ha
reducido a la mitad, lo que se explica por la mayor complejidad de las
operaciones realizadas habiéndose duplicado la facturación en el mismo
período. Se trata, por tanto, de reducir la disponibilidad de mano de
obra en instalaciones dedicadas a reparaciones a un nivel proporcional a
la demanda, que es razonablemente previsto que pueda captarse, ocupando
el resto de la actividad productiva a trabajos para otras factorías de
forma regular.

La actividad de construcción offshore, fuera de costa, se caracteriza por
una gran irregularidad en la carga de trabajo que proporciona debido al
escaso número de operaciones que se genera y al largo período de
gestación de los proyectos. El mercado de la construcción offshore está
naturalmente ligado a la evolución del mercado de petróleo, que en estos
momentos atraviesa una fuerte crisis debido a los bajos precios actuales.

Como consecuencia la actividad de prospección y perforación, sector muy
sensible a las variaciones del precio del petróleo, es actualmente muy
baja y la construcción de este tipo de artefactos, plataformas
semisumergibles y autoelevables, está prácticamente paralizada.

En el subsector de la producción y almacenamiento, los precios del crudo
se están situando claramente por debajo de los costes de explotación.

Esto se traduce en un constante retraso de los proyectos de nuevos
desarrollos de campos y, por tanto, los contratos de construcción de este
tipo de artefactos. No obstante, por encima de las situaciones
coyunturales, por persistentes que éstas sean, cabe apreciar como factor
de estabilidad la rigidez de la demanda mundial de productos
petrolíferos, el cierre de unos campos va siempre a requerir la puesta en
marcha de otros, y en una hipotética situación prolongada de precios
bajos las fórmulas de explotación de más bajo coste estarán favorecidas.

Estas soluciones más baratas pasan por los artefactos flotantes de
producción y almacenamiento. En efecto, los costes totales de producción
con una solución flotante no suponen los diez dólares por barril; en
cambio, en una instalación fija convencional y para campos de tamaño no
muy grande, los costes pueden llegar a los 18 dólares por barril. El
sector de la producción flotante, pues, es un sector con futuro.

Por otra parte, Astano está bien capacitada para la construcción de estos
artefactos. Ello tanto por razones de idoneidad de sus instalaciones como
por su experiencia, Astano es el único constructor que puede presentar
como experiencia los dos últimos artefactos flotantes de producción y
almacenamiento construidos en el mundo. La posición competitiva de Astano
en este mercado es, pues, favorable, estando el astillero presente en las
más



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importantes licitaciones que se convocan. Se trata, por tanto, de
consolidar esta posición, tanto mediante un plazo de actuaciones
comerciales que rentabilicen el esfuerzo realizado como mediante la
mejora de la productividad y calidad del astillero.

En relación con los motores, de las dos líneas que componen esta unidad
de negocio, motores marinos y motores estacionarios, la construcción de
motores marinos ha sido tradicionalmente un mercado cautivo para la
factoría de Manises, pero circunscrito en exclusiva a cubrir las
necesidades de la división para sus nuevas construcciones de buques. Esta
fuerte dependencia de la carga de trabajo procedente de nuestros
astilleros, con el consiguiente efecto multiplicador en períodos como el
actual de déficit de demanda, es un punto débil. La exportación de este
tipo de motores hasta ahora inexistente ha estado impedida por la
competencia de Japón y Corea en sus áreas geográficas de influencia, así
como por la actitud de los licenciadores que, apoyándose en las
restricciones territoriales establecidas en los contratos de licencia,
captan pedidos a través de las ventajas de precio que ofrece la
fabricación de motores en áreas de bajo coste de mano de obra como
Polonia o China.

Se hace preciso, pues, ampliar la dimensión del mercado en que
competimos, evitando la excesiva dependencia de la autocartera
constituida por los pedidos para nuevas construcciones de buques. A este
fin hemos suscrito un acuerdo con la empresa germano-danesa MBW, que abre
nuevas vías para la comercialización de estos motores, principalmente en
el entorno europeo.

En lo que respecta a motores estacionarios, se ha producido una gran
ralentización de la demanda generada en años anteriores para el mercado
doméstico. Es preciso recurrir al mercado internacional como
suministradores de motores para centrales dieseléctricas en colaboración
con otras empresas del INI. Fruto de esta colaboración ha sido la
reciente entrega de los motores para una central flotante en Mindanao,
Filipinas, así como las negociaciones que se vienen manteniendo en la
actualidad para la contratación de otra central en Jamaica. Profundizar
en esta vía de actuación conjunta en proyectos de centrales eléctricas es
otro de nuestros objetivos.

Situación industrial. Las actuaciones desarrolladas en los años
anteriores han dado lugar a una sensible mejora de la posición
competitiva en el mercado mundial en la generalidad de las unidades de
negocio que constituyen nuestra oferta. Existen, no obstante, aspectos de
carácter interno que requieren actuaciones decididas para rentabilizar
económicamente esa posición más favorable de la división de construcción
naval del INI en el contexto mundial.

La dura competencia que impone la concurrencia en un mercado en el que
participan países de muy diversas características en cuanto a coste de
mano de obra, capacidad de innovación tecnológica, desarrollo de
industria auxiliar, aptitud para crear mercados cautivos, etcétera,
obliga a un esfuerzo constante de adaptación de las propias estructuras
productivas y de gestión que permita mantener los costes a niveles
equiparables a los de los competidores más directos.

El sobredimensionamiento de las instalaciones dedicadas a la actividad de
reparaciones y transformaciones frente a un mercado cada vez más difícil
por el desplazamiento de las grandes reparaciones hacia Oriente Medio y
Singapur, y la emergencia de los países del Este europeo con bajos costos
de mano de obra, la irregularidad de la carga de trabajo de la actividad
de construcción offshore y la fuerte dependencia de la actividad de
construcción de motores de la propia carga de trabajo en nuevas
construcciones, constituyen puntos débiles que requieren la adopción de
medidas correctoras.

Los avances alcanzados en años anteriores en estos aspectos han sido
considerables, pero la dinámica de la oferta exige que todo planteamiento
estratégico a medio o largo plazo contemple actuaciones orientadas a
lograr objetivos cada vez más ambiciosos en cuanto a mejoras de
productividad y costes se refiere. La progresiva optimización de la
gestión de recursos humanos, la incorporación de nuevas tecnologías de
producto y de proceso, el perfeccionamiento de los sistemas de gestión,
la constante puesta a punto de las instalaciones productivas, son
objetivos que han requerido y requieren una atención constante.

Me referiré a continuación a las acciones para mejora de la
productividad. La acción comercial por sí sola no es suficiente para
conseguir el nivel de cartera de pedidos deseado. En última instancia, la
decisión del armador, una vez adquirida la confianza en la capacidad del
constructor para cumplir los compromisos contractuales, está condicionada
por la concreción de la oferta en cuanto a precio y plazo se refiere. En
ambos campos juega un papel de primera línea el nivel de productividad
que sea posible alcanzar en las factorías y, como se ha señalado
anteriormente, sobre esto es preciso actuar continuamente para alcanzar
niveles de competitividad cada vez más altos.

Acciones como la reordenación productiva de las factorías,
racionalización de los procesos, implantación efectiva de la movilidad
funcional, fluidez en la transferencia tecnológica entre factorías,
planificación integrada de diseño, aprovisionamientos y producción,
racionalización del flujo de materiales y su disponibilidad, modulación
del armamento, estandarización del diseño, extensión de las tenias de
calidad total, adecuación de medios e instalaciones y formación integrada
de la plantilla son, entre otras, y serán objeto de atención preferente
bajo la doble perspectiva de conseguir la reducción de plazos de entrega
y reconducir los costes a niveles que permitan ofrecer precios de venta
competitivos en el mercado proporcionando márgenes rentables.

Respecto a las medidas para reducción de la subactividad, señalaré que el
planteamiento de esta estrategia responde a la necesidad de compensar en
lo posible las fluctuaciones de carga de trabajo en las distintas
factorías, provocadas por la irregularidad en el ritmo de contratación
que aún en períodos de demanda sostenida caracteriza determinados
segmentos del mercado. Como ya



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se ha indicado anteriormente, la construcción de unidades offshore, el
número de proyectos que constituyen el mercado potencial es reducido, por
lo que incluso disfrutando de una posición muy favorable que se
materializa en la captación de nuevos pedidos, como puede ser el caso de
Astano, son de prever discontinuidades en la carga de trabajo no
compensables con la dedicación a la actividad de reparaciones.

Los astileros de Sevilla, Juliana y Barreras concurren en un segmento del
mercado con características claramente diferenciadoras respecto al de
grandes construcciones. El menor volumen de capital requerido en estas
operaciones y los tráficos a que se dedican las construcciones, tipifican
un estilo de gestión que propicia, en general, una gran dependencia entre
el país armador y el país del astillero, en gran parte debido al mayor
aprovechamiento de los sistemas de ayuda establecidos en el caso a
navieros y constructores, y a la pertenencia de unos y otros a un mismo
grupo industrial o con intereses comunes.

Aunque estos segmentos del mercado representan en conjunto un 50 por
ciento de la demanda mundial de nuevas construcciones, hay que considerar
que la oferta está constituida por un importante número de astilleros con
una gran dispersión geográfica, lo que favorece la relativa distribución
doméstica de los pedidos. Ante la escasa demanda nacional que permitiría
a estos tres astilleros contar con una razonable carga de trabajo estable
para compensar las fluctuaciones en las contrataciones exteriores, parece
conveniente prever la eventualidad de que se produzcan importantes
discontinuidades en el nivel de ocupación de su capacidad productiva.

Similares conclusiones pueden obtenerse acerca de los astilleros de la
división dedicados en exclusiva a la actividad de reparaciones. Para
paliar estos efectos, no sólo por su extraordinaria incidencia en los
resultados económicos, sino por cuanto suponen un impedimento fundamental
en la estabilización de los procesos productivos y, en consecuencia, en
la efectividad de las medidas de mejora adoptadas, se plantea un amplio
programa de intercambios de trabajo entre factorías, basado inicialmente,
aunque con flexibilidad para adaptarse a situaciones cambiantes del
mercado, en conseguir la saturación de las carteras de pedidos de los
astilleros de Puerto Real y Sestao y trasvasar al resto de las factorías
la fabricación de los productos intermedios más adecuados a las
respectivas instalaciones.

Respecto a la optimización de la gestión de recursos humanos indicaré que
es preciso habilitar instrumentos adicionales a los empleados en años
anteriores para conseguir la optimización de la gestión en los recursos
humanos, con el objetivo de alcanzar mayores logros en productividad,
rentabilidad y competitividad en la división. Las actuaciones
relacionadas con la clasificación profesional va a suponer, sin duda
alguna, una importante mejora respecto a la racionalización en el empleo
de recursos humanos, incidiendo tanto sobre la movilidad funcional como
sobre las polivalencias, reducción de improductivos y mejora de la
productividad, entre otros aspectos de la organización del trabajo.

Paralelamente, es preciso conseguir un máximo aprovechamiento del tiempo
de trabajo a través de la saturación de jornada y de las propias
instalaciones, estableciendo una línea de acción común que, sin olvidar
alguna de las peculiaridades de cada factoría, haga posible la
utilización completa de la jornada laboral en el puesto de trabajo. Será
preciso, asimismo, actuar con más rigor para mejorar los actuales índices
de absentismo, consolidando y mejorando las medidas ya iniciadas en los
últimos años, lo que unido a los mecanismos disponibles para la
resolución de conflictos, con la consiguiente reducción de la
conflictividad laboral, redundará en una mayor productividad del conjunto
de la división.

Otro aspecto a considerar es la actual relación entre directos,
indirectos y personal de estructura en las plantillas de las factorías
que aun progresivamente mejorado en los últimos ejercicios, obliga a
continuar buscando un mayor equilibrio de las mismas por medio de los
procedimientos ya establecidos impulsando, además, su rejuvenecimiento a
través del desarrollo del plan tres por uno.

Cabe citar, por ejemplo, el importante esfuerzo que suponen las
actividades de formación previstas, estructuradas en un plan de formación
adaptado específicamente a las necesidades de la división, basado
fundamentalmente en formación impartida en el puesto de trabajo, lo que
permitirá hacer compatible la mejora de la cualificación del personal y
el equilibrio de las plantillas con el máximo aprovechamiento de los
recursos.

No quisiera terminar esta exposición sin referirme a un tema de capital
importancia para la contratación, como es la financiación de las ofertas.

El pilar fundamental sobre el que se basa el planteamiento estratégico
anteriormente expuesto es la contratación, tanto en el caso de nuevas
construcciones como en el de unidades offshores y en el de motores y
reparaciones. A estos efectos es preciso resaltar que los esfuerzos de
carácter comercial, debidamente respaldados por los avances logrados en
cuanto a calidad, precio y cumplimiento de plazos de entrega, pueden no
ser suficientes para alcanzar el nivel de nuevos contratos requerido para
asegurar una ocupación satisfactoria de las factorías de forma estable.

El importante volumen de fondos implicados en cada nuevo proyecto de
construcción hace que en las correspondientes negociaciones se hagan
valer intereses de todo tipo que, en buena parte de los casos, incluyen
una decisión última hacia una oferta concreta. Factores comerciales,
económicos, financieros y políticos a nivel de administraciones
regionales, incluso a nivel de Estado, tienen una fuerte incidencia sobre
la adjudicación del contrato.

Para situar a la división en este aspecto en condiciones equiparables a
las de sus más directos competidores sería preciso arbitrar medidas de
apoyo institucional, a nivel adecuado en cada caso concreto, similares a
las adoptadas por los países europeos competidores que permitiese
restablecer la libre competencia en las respectivas licitaciones.

Un factor que es hoy día determinante y crítico para la



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contratación es que el marco de la oferta, aparte de un precio
competitivo, sea asequible para el mundo naviero y se parezca al marco en
el que el cliente recibe sus ingresos.

El valor de un buque es comparativamente elevado considerado desde un
punto de vista general y las condiciones de financiación en cuanto al
período de vida del crédito, la consideración de la hipoteca del buque y
otras garantías en las condiciones en que lo hacen países comunitarios,
que son nuestra directa competencia, son fundamentales para mantener una
contratación suficientemente activa. Esta situación está resuelta en
otros países comunitarios a través de una institución oficial
especializada en la financiación de buques, dado el carácter diferencial
y específico de la actividad marítima comparada con otras actividades y
sectores.

En la medida en que estos instrumentos, que no requieren ayudas mayores
de las actuales y que en el futuro no las han de requerir, puedan
analizar los verdaderos riesgos de las operaciones de manera
especializada, estaremos en mejores condiciones para competir en un
momento, además, en que la renovación de la flota mundial se hace
necesaria dada su edad y la aplicación de normas exigentes de cara a la
seguridad del transporte marítimo.

En este sentido, hemos presentado recientemente unas propuestas a la
Administración que inciden en la conveniencia de modificar los sistemas
actuales de apoyo a la demanda mediante la definición y puesta en
práctica de un marco legal que permita la aplicación flexible del techo
de ayudas establecido por la Comunidad Europea, combinando los subsidios
directos y las subvenciones al interés de los créditos, así como el
establecimiento de un esquema de provisión de garantías estatales, tanto
para operaciones nacionales como de exportación, a través de
instituciones especializadas y adaptar las condiciones de los créditos a
los armadores nacionales establecidos en la Comunidad Europea compatibles
con el cash-flow de la explotación del buque.

Quedo a la disposición de SS. SS. para ampliar la información y responder
las preguntas que quieran hacerme.




El señor PRESIDENTE: En primer lugar, intervendrá el Grupo solicitante,
en cuyo nombre tiene la palabra el señor Fernández de Mesa.




El señor FERNANDEZ DE MESA DIAZ DEL RIO: Gracias, señor Presidente del
Grupo Naval del INI por su comparecencia esta mañana. Además de hacer una
exposición sobre los deseos como Presidente del Grupo Naval del INI, más
que de las realidades, y un repaso de lo que está aconteciendo en el
sector naval a nivel mundial, en vez de ceñirse un poco más a lo que está
pasando en los astilleros del INI en España, me complace haberle oído
citar una serie de medidas que el Grupo Parlamentario Popular ha
presentado mediante una interpelación ante el Pleno de la Cámara, incluso
algunas de flexibilización, por ejemplo, de las primas y de los techos
marcados por las directivas comunitarias que precisamente no hace ni
quince días el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya presentaba ante la Cámara y el Grupo Popular votaba
favorablemente en los aspectos a los que me he referido. Desde luego, una
parte de su intervención corrobora en gran medida la exposición, tachada
de imperialista por algunos, del portavoz del Grupo Parlamentario Popular
hace 15 días en esta misma Comisión.

Yo he oído con atención cuáles son sus proyectos en materia de nuevas
construcciones, de offshore, de reparaciones y, en definitiva, un aspecto
general que hace creer que es posible que los astilleros del INI puedan
tener importantes mejoras a corto plazo, importantes contrataciones si se
penetra bien en el mercado, contratos en firme si se flexibilizan las
medidas de la séptima directiva aplicadas directamente en España como se
está haciendo en otros países europeos, tales como Dinamarca o Alemania,
que han alcanzado las mayores cotas de participación en el tonelaje
europeo y en el tonelaje mundial de registro bruto compensado a la hora
de construir sus barcos durante el año 1992, en cuyo último semestre
España no contrató ni una sola tonelada, y, desde luego, en la
reactivación del sector durante el presente año 1993.

Decir que en el año 1992 ha continuado un crecimiento del tráfico
marítimo mundial; que las toneladas transportadas han aumentado un 2,4
por ciento; que las toneladas por milla recorrida han aumentado un 2,3
por ciento; que el tonelaje de petróleo transportado ha aumentado un 3,9
por ciento; que el transporte de otras mercancías ha crecido un 3,1 por
ciento; que la estructura de tráfico se ha mantenido estable en relación
con el año anterior; que se ha mantenido igualmente la tendencia
ascendente en el tonelaje de la flota mundial; que el aumento de la flota
en 1992 ha sido de 1,90 por ciento; que se ha alcanzado el máximo
histórico de valores absolutos con 444 millones de toneladas de arqueo
bruto; que la edad de la flota ha experimentado un rejuvenecimiento, lo
cual quiere decir que se han dado de baja cantidad de barcos que eran
viejos y que, desde luego, se han construido otros nuevos para renovar la
flota, plan de renovación que desde el Grupo Parlamentario Popular
pedimos desde hace mucho tiempo; que a finales de este año se notaba una
clara tendencia al aumento en la oferta sobre la demanda, especialmente
en el tráfico de petróleo y en la carga general, y un largo etcétera de
medidas del informe del Ministerio de Industria y Energía del mes de
noviembre de este año --es decir, acaba de salir-- indican lo que el
Grupo Parlamentario Popular decía también la semana pasada relativo a que
crece el tráfico marítimo, que es necesario renovar la flota a nivel
mundial, que hay un mercado, que hay posibilidades de acceder a ese
mercado y que España, que ha sido una de las primeras potencias mundiales
en materia de construcción naval, no tiene por qué renunciar a ese
mercado ni a la contratación en el sector naval europeo y mundial.

Las características especiales del sector naval del INI, las
características especiales de algunos de sus astilleros destinados al
sector de la Defensa, quizá hagan necesario hablar de una manera algo
diferente de lo que es el sector



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naval a nivel nacional, o de lo que es el sector naval dependiente del
INI e incluso de los astilleros de la Defensa, que no pueden acogerse a
muchas de las ayudas que tiene el resto de los astilleros privados
españoles y de la Comunidad Europea. Si pudieran tenerlas podrían
competir en igualdad de condiciones y contratar, por su alta tecnología,
en cantidad de ocasiones, buques que en España no se contratan a veces
por falta de mano de obra cualificada o incluso de la tecnología
suficientemente avanzada.

Yo dudo mucho que se puedan dar unas condiciones favorables, puesto que,
desde que entró en vigor el Real Decreto 1261/1984, de reconversión
industrial, en España lo único que hemos hecho ha sido perder superficie
de astilleros. Nos hemos quedado con 140.000 metros cuadrados,
aproximadamente, de astilleros, es decir, hemos perdido más del 60 por
ciento de nuestras instalaciones, y hemos pasado de tener cerca de 50.000
empleados con puesto de trabajo directo dentro del sector naval, a estar
hoy día en torno a los 16.000 trabajadores, lo cual quiere decir que
hemos perdido nuestra capacidad de construir barcos. Hemos remodelado,
reconstruido, reconvertido, como dice el Gobierno, cantidad de astilleros
que hoy en día ya no están operativos para funcionar como lo estaban
entonces, puesto que la reconversión no se ha hecho de un modo racional,
sino que ha sido en base a bajas incentivadas, jubilaciones anticipadas,
independientemente de los gremios que se estuvieran dejando sin personal.

Si todos tenían que jubilarse en la sala técnica, se jubilaban y no
importaba si estaban desmantelando partes vitales del astillero.

Ese proceso de reconversión todavía hoy no se ha cerrado, porque de los
fondos de promoción de empleo todavía queda gente que no está trabajando,
que no se ha recolocado como estaba previsto en aquel Real Decreto. La
reconversión naval tuvo otras etapas, como las de ZUR y de la ZID, zonas
industriales en declive y de urgente reindustrialización, que no
sirvieron absolutamente para nada. Yo creo que es el momento --lo dije en
la Comisión pasada-- de que en España el Gobierno, después de haber
aplicado un decreto tan brutal en el año 1984, empiece ahora a
rentabilizar aquello que en el citado año 1984 pareció una hecatombe para
España en general, para regiones muy importantes como Galicia, que
sufrieron casi la pérdida de unos sectores primarios de los que vivía. Ha
llegado el momento de que el Gobierno presente ante la sociedad española,
ante los miles de trabajadores del sector naval y en general ante los
constructores, ante los navieros y ante la marina mercante, un plan de
reactivación. Porque si después de diez años, prácticamente de entrada en
vigor del Real Decreto, no se vislumbra ni un solo punto de salida, no se
vislumbra una recuperación de este sector, ha sido un decreto totalmente
devastador del sector naval español que ha hecho que hoy día no seamos
competitivos en ninguna parte del mundo.

A mí me gustaría saber, señor Presidente del Grupo Naval del INI,
entrando en el punto concreto de, por ejemplo, Astilleros Españoles en su
factoría de Puerto Real, que lo normal es que tenga del orden de los seis
barcos en construcción, barcos en reparación, etcétera, y hoy nos
encontramos con que tiene un petrolero en fase de taller, otro petrolero
para Nutsen en acopio de materiales y otro petrolero en acopio de
materiales. Es decir, tres barcos, de los cuales sólo uno está
prácticamente en taller y los otros dos están con acopio de materiales,
lo que supone una carga de trabajo bastante negativa. Con todo ello el
futuro del astillero, como no se haga una gestión rápida, habrá que
empezar con esas medidas que usted ha llamado de reducción de su
actividad, optimización de recursos humanos, que a nosotros lo que nos
hace pensar es en una reducción drástica nuevamente de personal. Nos
preocupa que un sector que ha sido tan castigado en puestos de trabajo
directos y que, como usted muy bien sabe y la sala también, en un
astillero el 30 por ciento del personal lo representa el propio astillero
en construcción de barcos y el 70 por ciento son puestos de trabajo
adicionales de la industria auxiliar, si esto supone una reducción de
personal dentro de lo que es el propio astillero, qué no supondrá dentro
de la poca industria auxiliar que queda en los astilleros en España.

En Astilleros Españoles, en Sevilla, después de atravesar por aquella
desgraciada decisión del Gobierno español el año pasado de encargar un
buque de 10.000 millones de pesetas en Masa Yard, Finlandia (cuando aquí
no tenemos ni para pan), el Gobierno español, digo, encarga en Finlandia,
a los citados astilleros de Masa Yard, un buque ferry de 9.800 millones
de pesetas, además para una compañía del Patrimonio del Estado, para una
compañía estatal como fue Trasmediterránea; que ese dinero haya salido de
España cuando se pudo haber construido en AESA, en Sevilla, es totalmente
inconcebible y una bofetada del Gobierno socialista a lo que es el sector
naval español cuando atravesaba uno de los peores momentos y teníamos que
empezar a reconstruir nuestro propio sector.

Pues bien, en Sevilla nos encontramos con que tan sólo hay un barco, un
transporte de productos químicos que está en fase de acopio de
materiales. Me aterra pensar en esa reducción de su actividad y
optimización de recursos humanos en la factoría de Sevilla. Estos
informes son públicos, del propio Ministerio de Industria, no se los
inventa el Grupo Parlamentario Popular, salen del Ministerio de
Industria.

En la Empresa Nacional Bazán, de El Ferrol, en la que las dos fragatas
que están en construcción, la Navarra y la Canarias, están ya a flote; en
la que el petrolero auxiliar se encuentra en una fase de armamento y en
la que el portahelicóptero tailandés está en acopio de materiales
todavía, por cierto, con un contrato cash importante por Tailandia, se
ciernen ahora dos problemas que posteriormente tendré oportunidad de
debatir en la Comisión de Defensa, como son la posible política del
Ministerio de Defensa de que en lugar de invertir en España en la
industria de defensa, prefiere alquilar a los americanos o, mediante un
sistema leasing, adquirir barcos en lugar de montarlos o construirlos en
España y, al fin y a la postre, dar trabajo a los españoles. Claro que de
las factorías del



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sector naval dependientes de la Defensa, de la Empresa Nacional Bazán,
habría que concluir por lo menos con respecto a la de El Ferrol, que lo
interesante --a mí me gustaría que usted me lo corroborara-- sería que el
programa de la fragata F-100 no sufriera el mínimo retraso para que, a
partir del año 1997, esa factoría se encuentre a cero en su carga de
trabajo, con lo cual el poco personal que allí ya queda pudiera verse
abocado a lo que ha pasado en un astillero vecino al que después me
referiré, que es Astano.

En San Fernando, afortunadamente, mediante una estratagema surgida a
última hora y utilizando la literatura de barcos de casco de doble uso,
Trasmediterránea está también en fase de acopio de materiales de dos
ferrys que se van a construir. Pero ése no es el fuerte de la
construcción de la Empresa Nacional Bazán de Cádiz y, lo que es más
importante, existe un decreto que prohíbe a las empresas del sector de la
Defensa, a las empresas de la Industria Nacional Bazán, construir o
acceder al mercado civil de barcos mercantes.

Yo creo que sería interesante que la propia presidencia del sector naval
del INI solicitara del Gobierno la liberalización y así poder, sobre todo
en igualdad de oportunidades, competir en un mercado para el que otros
astilleros de España no están preparados y a lo mejor éstos sí por su
tecnología. También quiero recordarle que si ahora pretenden rejuvenecer
las plantillas de los astilleros, es lamentable que el propio Gobierno
socialista a lo largo de estos años haya acabado con las escuelas de
aprendices, que eran la fuente primordial para que hubiera continuidad en
la cadena de producción de los astilleros en España.

Yendo astillero por astillero, en Barreras, otra zona devastada que se
refiere a la parte de Vigo en España (y lamento que en este momento no
esté aquí un Diputado de la pasada legislatura, el señor Gracia Plaza,
del Partido Socialista, totalmente sensibilizado con la restructuración y
reconversión del sector naval), tiene única y exclusivamente, para ese
astillero que usted cree que va a tener un futuro inmediato o próspero a
corto plazo y capacidad de salir a flote, dos barcos que están a flote y
el resto de la cadena de producción está totalmente rota.

Yo no sé si también aquí habrá que hacer una reducción de su actividad y
si eso significará que los astilleros de la Ría de Vigo, ya no sólo los
dependientes del sector del INI, sino incluso las pequeñas factorías,
debido a esa política del sector pesquero que está también llevando a
cabo el Gobierno Socialista de no primar el sector de nuevas
construcciones y renovación de flota en el sector pesquero, al que tan
sólo destina 2.000 millones de pesetas este año y, sin embargo, destina
cerca de 13.000 para lo que es meter el soplete, destruir y, en
definitiva, desguazar barcos, probablemente ayude también a que en la Ría
de Vigo y otras zonas pesqueras de España este sector esté sufriendo. Sin
embargo, también habrá que decir qué está pasando en Barreras y cuáles
son las perspectivas del INI.

Me gustaría conocer también lo que sucede en Juliana, Gijón, donde tan
sólo tienen un barco para Nutsen y ese barco se encuentra hoy en día a
flote. Es decir, todos los barcos ya están a flote, pero, ¿qué pasa con
las nuevas contrataciones? ¿Para cuándo? Y si es suficiente el período de
tiempo de contratación como para que no se rompa la cadena de
construcción, para que no se rompa la cadena laboral de trabajo y haya un
período de tiempo en el que los trabajadores estén con eso que usted ha
llamado absentismo. Es realmente lamentable presentarse en un taller o en
una oficina, un día por la mañana, y no tener nada que hacer más que
esperar, con la espada de Damocles pendiente encima de su cabeza hasta
que un día le digan que tiene que acogerse a una baja incentivada, a una
jubilación anticipada o que de momento no hay trabajo. En la naval de
Gijón, de los tres barcos, hay dos a flote y uno que está en grada, única
y exclusivamente.

Este es el panorama de los astilleros. Se ha referido usted a Astano, que
me duele personalmente por ser de El Ferrol y por estar ahí. Un astillero
que ha sufrido una de las más graves reducciones de personal y una de las
más nefastas devastaciones de lo que era un astillero prioritario,
primordial en España en construcción de barcos desde aquellos Arteagas de
300.000 toneladas que se construían en la ciudad de El Ferrol, hasta
haberlo dejado hoy reducido a una plantilla que lamentablemente estos
días se está discutiendo con la propia dirección de la empresa o si
reducir o no su jornada laboral a cuatro días de trabajo, porque la carga
de trabajo es cero.

Usted ha hablado de la accesibilidad a un mercado estable, el del mercado
offshore, pero ¿será estable cuando haya que construir o es estable
porque no hay nada que hacer? A Astano, desde el año 1984, se le prohíbe
construir barcos, es el único astillero del mundo al que se le prohíben
construir barcos. Cada representante de partido político sabrá cuáles son
las responsabilidades del Gobierno para defender una zona u otra de
España, para quitarle trabajo a una y así desvestir a un santo para
vestir a otro. No me meto en ello, pero de lo que no cabe duda es de que
el mercado offshore, del año 1984 al año 1993, ha representado para la
plantilla de Astano, en El Ferrol, la construcción de dos plataformas
única y exclusivamente, una de ellas para Drillman que al final
difícilmente consiguieron colocarse. Es un mercado estable porque no hay
trabajo, es un mercado estable porque en Astano están de brazos caídos y
no saben qué hacer para recuperar no sólo ya las nuevas construcciones,
sino incluso el mercado de reparaciones, de cadena, habiendo dos diques
que están perfectamente capacitados para realizar cualquier tipo de
trabajo.

A mí me gustaría, señor Presidente, que nos dijera más claramente, uno
por uno, cuál es el futuro de cada uno de estos astilleros. ¿Cuáles es
realmente, con las condiciones actuales? Si el Gobierno no varía las
condiciones actuales de líneas de crédito; si el Gobierno no varía y no
flexibiliza ese nuevo por ciento a las necesidades de España, lo mismo
que han hecho otros países; si el Gobierno no se hace cargo de que
habiendo tráfico, habiendo marina mercante, habiendo plan de renovación
de flota y siendo necesaria una recuperación de la construcción naval,
España tiene que incidir en ese mercado, es decir, en las



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condiciones actuales, ¿a qué está abocado el sector naval del INI?
Termino diciéndole en esta primera intervención, al tiempo que le
agradezco sus palabras, que no me vale todo lo que usted me pueda contar
aquí --porque es su obligación--, en representación del propio Gobierno,
de que las cosas pueden recuperarse y de que el sector naval va a salir
adelante, independientemente de lo que el Grupo Parlamentario Socialista
pueda decir de los discursos del Partido Popular, ciertos o inciertos,
sobre que en España no se recupera el sector naval, porque saben tan bien
como nosotros que fuimos punteros en ese sector. Fue un gran mazazo el
que el Presidente del Gobierno, en su visita a Washington la semana
pasada a los señores Clinton, desgraciadamente para España y
desvergonzada y lamentablemente para un sector naval al que ha aniquilado
el propio Gobierno, declarara que el futuro de empresas como Astilleros
Españoles o Bazán es bastante problemático. «La situación no sólo puede
seguir siendo mala --decía--, sino que va a terminar empeorando
gravemente, no sólo en Astilleros de Puerto Real o en la Empresa Nacional
Bazán, sino en toda España, porque el sector se halla muy afectado por la
competencia que presentan países con niveles salariales diez o quince
veces por debajo de los de nuestro país». ¿Qué quiere decir ello? Que una
de las medidas que hay que tomar en España es que nuestros productores,
nuestros trabajadores, tengan unos salarios diez o quince veces por
debajo de los que existen hoy en día para que sea rentable nuestro
sector? ¿O es que la política comercial del Gobierno y la política del
Gobierno ante la Comunidad Europea no ha sido de una auténtica falta de
interés por salvar un sector al que antes teníamos acceso y éramos
prioritarios y hoy en día, como dice el Presidente del Gobierno, estamos
en vías de extinción?
Con estas declaraciones que yo califico de intolerables, creo, señor
Presidente, que pocas cosas puede decir usted en favor de lo que le
espera al sector naval a España en los próximos años.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean fijar la posición? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, tiene la palabra el señor
García Fonseca.




El señor GARCIA FONSECA: Reconozco que he escuchado al compareciente --a
quien agradezco su presencia aquí-- con mucho interés, con cierto gusto y
con no menor perplejidad.

Ha hecho S. S. una exposición muy sucinta pero bastante exhaustiva de
cuál es la situación del sector naval y una exposición menor de cuáles
serían las medidas que, a su juicio (me quedó la duda de si es
exactamente el juicio del Gobierno, luego diré por qué), debieran
tomarse. Yo voy a insistir simplemente en algunas de las cosas que usted
ha dicho.

Uno de los aspectos que me parece más significativo es el reconocimiento
explícito que usted hizo, al menos en dos ocasiones --quizá en más--,
sobre la evolución descendente de la demanda interna a cualquiera de los
niveles de la construcción naval. Lo que echo en falta es que usted no
haya analizado por qué sucede eso. Señor compareciente, en nuestro país
la construcción naval trabaja para la exportación en un 95 por ciento,
cuando en el resto de los países de la CEE el mercado interior absorbe el
50 por ciento de la construcción naval. Este décalage necesita una
explicación: No se puede imputar a causas genéricas porque en este caso
serían las mismas para todos los países. España, también en este caso, es
diferente.

Por otra parte, estamos muy lejos --y seguimos siendo diferentes-- de la
media comunitaria de toneladas de registro bruto por mil habitantes: 186
de media comunitaria por mil habitantes y en España 82. Y esto sin
compararnos con otros países más similares al nuestro por sus
características geográficas o peninsulares. Por ejemplo, Dinamarca,
Italia y Grecia, tienen respectivamente 186, 134 y 2.450 toneladas por
cada mil habitantes. Si esto es así, si nosotros partimos ya de un
déficit considerable en relación con otros países en cuanto a toneladas
de registro bruto; si también es cierto que nuestra flota, la mercante,
la de cabotaje, nuestra flota en general es una flota envejecida; si
existe una demanda potencial que debiera ir dirigida prioritariamente a
nuestros astilleros, cuando usted mismo reconoce que tenemos una demanda
interna no solamente baja, sino --en palabras suyas-- decreciente, todo
esto merece una explicación por su parte. ¿Cuáles son las causas que
están produciendo esta diferencia tan gravosa para nuestros astilleros?
Me habría gustado que usted se hubiera extendido un poco más en la
problemática específica de los pequeños y medianos astilleros, que usted
mismo reconoce suponen el 50 por ciento de la demanda mundial, por tanto,
no es ninguna bagatela, es una de las vetas importantísimas para asegurar
el futuro de nuestros astilleros. Repito que me gustaría que usted se
extendiera un poco más en esta materia porque, efectivamente, los
pequeños y medianos astilleros están en una situación muy grave. Cuando
se refirió a alguna de las posibles propuestas, dijo que sería necesario
arbitrar medidas de apoyos similares a las de otros países, etcétera. La
expresión «sería necesario», este condicional, no sé lo que quiere decir
exactamente. Tengo mis dudas, primero, por la propia expresión gramatical
que usted emplea y, segundo --y ya hizo alusión a ello el anterior
interviniente--, porque mi Grupo --y uno lo relativo al gusto a lo de la
perplejidad-- hace una semana presentó aquí una propuesta que no sacaba
de ninguna manga particular, sino que recogía lo que eran propuestas que
yo particularmente pude contrastar no con los astilleros en particular,
sino con distintos sectores de la patronal de construcción de buques,
astilleros y asociaciones empresariales. Nosotros decíamos cosas tan
elementales que básicamente coinciden con afirmaciones suyas, tales como,
por ejemplo, que hubiera una línea de créditos que favorezca la
renovación de nuestra flota, en especial, la de cabotaje nacional; el
pago pronto de las primas sin que se produzcan retrasos; el
establecimiento en nuestro sistema de las ayudas similares a las de otros



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países europeos; la revisión de forma positiva y adecuada de la
reanimación del sector de los créditos ICO...

Estoy seguro de que esto tiene mucho que ver con lo que está diciendo,
por no decir que, más o menos, las propuestas coinciden. Pero me sitúa
usted en una perplejidad que traduzco en un dilema. ¿Lo que usted dice
goza del respaldo del Gobierno? Porque entonces no entiendo por qué el
Grupo Socialista votó unánimemente, no ya el conjunto de las propuestas,
sino que mi Grupo, en aras a facilitar algún intendimiento de todos los
grupos pues parecía que podía haberlo sobre algunos puntos, ofreció que
se pudieran votar uno por uno y, en última instancia, redujo la propuesta
a que se pagaran las primas y no se produjeran retrasos; primas que, como
usted sabe bien, son de 24.000 las previstas para 1994, comprometidas en
años anteriores, y de 30.000 millones más de atrasos. Ni siquiera esto
fue votado favorablemente por el Grupo Socialista, por mis compañeros
(muchos de ellos amigos, si no todos) que están hoy aquí.

Esta es mi pregunta. ¿Qué significado político tiene el pequeño diseño
--aunque hay un condicional: «sería necesario»-- que nos ha expresado al
final de su intervención? Me gustaría que me respondiera si usted está en
condiciones de afirmar que las líneas de actuación sobre el sector de
construcción naval debieran implicar las siguientes actuaciones:
Establecimiento urgente de un marco similar al que disponen los otros
astilleros comunitarios y que gracias al mismo continúan contratando
barcos y manteniendo su actividad. Este marco debería estar basado en lo
siguiente: entidades financieras especializadas, usted lo ha dicho, para
financiación de buques y para la garantía de cumplimiento que exige una
especialización. Hay que decir que en esta entidad la teníamos. Lo
sorprendente es que esta entidad se ha subsumido en otra y prácticamente
ha desaparecido como tal entidad especializada para la financiación de
construcción de buques, pero parece que no desaparece en absoluto su
necesidad. Apoyo a la demanda interior mediante mecanismos incentivos
similares a los existentes en los restantes países comunitarios: tipos de
interés, garantías, ventajas fiscales, medidas para reducir gastos de
explotación, etcétera. Posibilidad de disponer de créditos OCDE sin
condiciones, sin restricciones. Pago de las primas a la construcción
naval a la entrada en vigor de los contratos. Mecanismos complementarios
de carácter fiscal y financiero que complementen las ayudas establecidas
por las directivas comunitarias sin entrar en contradicción con la
normativa, tal como sucede en otros países competidores europeos.

Estos son los temas que mi Grupo considera necesario abordar y que yo
quiero deducir que son bastante similares a lo que usted ha pergeñado, al
final, como propuestas operativas por parte del Gobierno. La pregunta es
si, efectivamente, es voluntad política del Gobierno llevarlo a cabo, en
cuyo caso espero que lo manifieste con toda claridad. Brindo al Grupo
Socialista que, para buscar el apoyo del Parlamento al Gobierno, presente
una proposición no de ley en esta línea o en una similar. Le adelanto que
mi Grupo, muy lejos de jugar a lo que algunas veces nos achacan de cuanto
peor, mejor, o de ir a la contra, le va a apoyar.

Termino, como empecé, agradeciendo su intervención. Le he escuchado con
mucho interés y con bastante gusto, y espero que de alguna forma pueda
aclarar mi perplejidad en su réplica.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor Cuevas Delgado.




El señor CUEVAS DELGADO: Desde el Grupo Socialista queremos agradecer la
intervención del señor Martínez Albornoz y también manifestar que nos
parece que se ha ceñido al objeto que aquí nos traía, que era de hablar
de la situación y del futuro de la construcción naval en España. Como
preámbulo, me gustaría referirme, porque se ha dicho, aunque quizás no
tiene nada que ver con la comparecencia, a una especie de doble
sensibilidad en el Grupo Socialista, si se comparan las pasadas
legislaturas con ésta. Queremos dejar muy claro que la sensibilidad es la
misma, independientemente del Diputado que esté defendiendo la posición
del Grupo Socialista, porque al final estamos defendiendo la posición de
nuestro Grupo. Lo que ocurre, señorías, es que no podemos seguir
confundiendo las cuestiones permanentemente de la forma en que se hace.

Creo que al ser una reconversión en el sector naval, que tiene su origen
y su razón de ser en una crisis generalizada en todo el mundo, no se
puede decir de manera continua que a nosotros solamente nos interesa el
problema en España, el problema de nuestros astilleros, el problema
concreto de la contratación de un buque. Hay que tener una visión más
amplia y de una vez asumir lo que ya se ha hecho; durante muchos años se
ha hecho un trabajo muy serio, que permite que hoy sigamos haciendo
buques en nuestro país.

Dicho esto, porque si no me parece que es imposible que nos entendamos
pues estamos hablando de conceptos totalmente distintos, habría que
ceñirnos al objeto que aquí nos trae y decir que a nosotros nos parece
que lo que se nos plantea desde la dirección del INI como las previsiones
de lo que puede ser la evolución de los mercados en la construcción naval
y las perspectivas y medidas que están tomando para que se traduzca en
una mayor actividad dentro de este sector es correcto, que está en la
línea que hemos defendido en cuanto a lo que debe ser la construcción
naval en nuestro país y las reestructuraciones y organización que se
deben acometer. No hay que olvidar que siempre estamos pivotando sobre el
mismo eje: que la demanda en todo el mundo es inferior a la capacidad de
construcción. Ese es el eje fundamental. (El señor Fernández de Mesa Díaz
del Río hace signos de extrañeza.) Me hace un gesto el señor Fernández de
Mesa. No sé si se lo tengo que explicar, aunque es un concepto sencillo.

Vuelvo a decir que la demanda de construcción de buques en todo el mundo
es inferior a la capacidad de los astilleros de todo el mundo, luego
siempre habrá astilleros que no estarán a plena capacidad. Si a eso le
añadimos, como se ha dicho hasta la saciedad, las dificultades por la
competencia de otras áreas



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geográficas, porque en un año concreto se haya incrementado el 3 por
ciento el tráfico marítimo no podemos concluir que eso se tiene que
traducir inmediatamente en la capacidad total de nuestros astilleros y
hablar otra vez de las 300.000 toneladas que se construían. En otra
ocasión yo hablaba de aires imperiales, porque lo que se estaba haciendo
era comparar una situación que nada tiene que ver con la presente, pero
no solamente en España, ni en Europa ni en el mundo. Si no somos capaces
de comprender eso, tampoco lo somos de comprender nada de lo que aquí
estamos hablando. Ese es el principal problema.

Desde luego, nuestro Grupo no va a caer en confundir lo que es la
dirección de la construcción naval del INI con lo que puede ser la
construcción de buques militares en Bazán y mezclarlo aquí todo. No sé a
quién se quiere equivocar, porque creo que los que estamos aquí sabemos
de lo que estamos hablando.

Tampoco tiene nada que ver con esta comparecencia que el Presidente del
Gobierno en una contestación a una pregunta de un periodista se haya
referido a las dificultades por las que atraviesa este sector; me parece
que cualquiera a quien preguntaran tendría que contestar de la misma
forma. Deducir de ello que tenemos una tendencia perversa a empeorar el
sector, me parece excesivo.

En todo caso, a nuestro Grupo le interesa, porque me parece que es el eje
de lo que aquí se está hablando, volver a traer a este debate lo que ya
dijimos hace unos días. Quiero dejarlo claro porque creo haber oído
correctamente que el señor Martínez Albornoz se ha referido a que desde
la dirección naval del INI se ha facilitado al Gobierno un estudio sobre
las posibilidades que podría haber de mejorar los mecanismos de
financiación para ser más competitivos de cara a los mercados exteriores.

Me parece que eso es exactamente lo que yo dije cuando se debatió la
proposición no de ley de Izquierda Unida. Decía que el techo de ayuda,
que era el núcleo de aquella intervención, no se podía asumir porque
estábamos dentro de una normativa comunitaria y que lo que sí se podía
hacer era, dentro de esas ayudas permitidas, buscar mecanismos para
cumplir mejor el objetivo de ser competitivos. Esos mecanismos los han
iniciado otros países. Hay países o empresas a nivel internacional a los
que se les ocurren cosas para ser más competitivos y pueden hacerlo.

Quizás, en este mecanismo de la financiación, hay que mirar lo que se
está haciendo por ahí y ver si es posible aplicarlo aquí; hay que aplicar
otras medidas. En ese sentido, quisiera que me lo aclarara el señor
Martínez Albornoz, porque no se ha referido para nada a ningún mecanismo
distinto de modificación de los techos comunitarios. Se puede estudiar lo
que ellos proponen, con lo que estamos totalmente de acuerdo, que no
tiene nada que ver con lo que se planteó el otro día, que es que dentro
de ese 9 por ciento se pueden buscar mecanismos en los que la
financiación sea distinta, siempre respetando las normas comunitarias,
porque no puede ser de otra forma.

No creo que el debate pueda volver recurrentemente a si el Grupo
Socialista en la anterior proposición no de ley fue contradictorio o a
que la dirección naval del INI es más proclive a lo que decía aquí algún
Grupo. Yo no he oído eso; creo que es totalmente distinto lo que se está
planteando y me parece que con muy poco esfuerzo se puede entender que
una cosa es mejorar los mecanismos de financiación y otra es plantear que
se modifiquen normativas a nivel europeo, lo cual, por otra parte, no
estamos en disposición de hacer y, además, no nos parece correcto.

Me gustaría decir algo sobre cómo vemos el enfoque de lo que puede ser el
futuro, dejándolo sobre la mesa para que el señor Martínez Albornoz vea
si con las medidas que él ha dicho y otras que se pueden tomar --porque
no sólo son mecanismos de financiación, hay otros-- podríamos avanzar en
la mejora de nuestro sector. Lo quiero decir desde una perspectiva muy
clara pues desde mi Grupo no estamos defendiendo al astillero a, ni al
be, ni al ce; estamos defendiendo la construcción naval de nuestro país.

Creemos que habría que mejorar la redistribución de la carga de trabajo
dentro de la factoría del INI. Sé que es difícil, que depende del tipo de
buque que se contrate, que depende mucho también de las coincidencias
entre las contrataciones en astilleros, pero podría mejorarse el
planteamiento de redistribución. Si se da que un astillero tiene una
carga de trabajo grande podrían estudiarse mecanismos que permitieran que
otros astilleros asumieran parte de ella.

Como ha indicado, la mejora constante de la productividad tendría que
hacerse. Me parece que ha dicho que en el sector de reparaciones de
«offshore» habría que redimensionar las plantillas para su incorporación
a las de nuevas construcciones. No creo haberle oído que se fuera a
disminuir la plantilla, sin más. Me gustaría que lo aclarara. En ese
sentido, nos parece que eso puede ser una medida correcta porque,
efectivamente, en el sector de reparaciones, por lo que ha dicho y por lo
que todos sabemos, que se producen mercados cautivos y que las rutas
tienen mucha importancia, podemos estar en una situación en la que será
necesario hacer algún tipo de reconsideración sobre estas plantillas,
pero siempre que se incorpore a la actividad de nuevas construcciones. En
todo caso, nos parece que debe hacerse, como se ha hecho hasta ahora, de
acuerdo con los agentes sociales.

Las medidas que pueden implementarse en la financiación, que ya se están
estudiando, que nosotros anunciábamos y que esperamos que se pongan en
marcha en breve plazo, y las perspectivas que hay de mejorar la situación
en la reactivación de la construcción naval por las razones que ha dicho
y otras que están ahí, por ejemplo, la apreciación del yen con respecto
al dólar, que tiene su importancia, y el posible incremento del sector
«offshore» en la contratación de plataformas que tengan que ver con la
perforación directa, pueden ser mecanismos que permitan incrementar la
producción en este sector.

Termino diciendo que nos parece que es difícil sacar adelante el sector
de la construcción naval en España y en Europa, pero que hay elementos
suficientes para considerar que esta reactivación se está produciendo y
que se puede seguir produciendo en el futuro. Creemos que la



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única vía posible es la de la seriedad, la del trabajo constante, la de
ir solucionando los problemas poco a poco y viendo nuevas vías como, por
ejemplo, los proyectos de buques ecológicos en los que se está
interviniendo, en colaboración con otros grandes astilleros. Eso es lo
que nos permitirá ser competitivos en Europa y en el mundo.




El señor PRESIDENTE: Para intentar dar respuesta, tiene la palabra el
señor Martínez Albornoz. Le ruego que, para que la Comisión pueda
realizar el trabajo que tiene a lo largo de la mañana, si lo puede hacer
en diez minutos no utilice quince, pero obviamente los Diputados le
agradecerán que dé respuesta a todas las preguntas que le han formulado.




El señor PRESIDENTE DEL GRUPO NAVAL DEL INSTITUTO NACIONAL DE INDUSTRIA
(Martínez de Albornoz): Voy a dar constestación a las preguntas de los
Diputados Fernández de Mesa, Cuevas y García Fonseca.

En cuanto a las preguntas del Diputado Fernández de Mesa, yo he
pretendido hacer una exposición global de cuál es el mercado de la
construcción naval en el mundo. Este es un mercado muy global y que haya
habido un descenso constatado y reconocido en los informes del Ministerio
de Industria, producido por la guerra del Golfo, nos ha afectado
directamente.

Es indudable que en el mercado de construcción naval a nivel mundial hay
países muchísimo más importantes que España, con más tradición, mejor
hacer y más competitivos, como son Japón y Corea. Lo que ocurre en una
época de crisis es que, cuando ésta empieza a desaparecer, como he
indicado en mi exposición, hay una serie de países menos marginales y
otros que lo son más. Así, los primeros que están llenando las carteras
de contratación son precisamente Japón y Corea, y en algunos barcos más
que en otros. Tal como apunta el mercado, se ve que va a ser más la
necesidad de petroleros que de otros tipos de barcos; a continuación
irían «bulkcarriers» o cargadores a granel y después otro tipo de barcos.

En el mercado de grandes petroleros, Japón y Corea son líderes mundiales
y muy superiores a nosotros. En este momento tenemos algún barco diseñado
en colaboración con los socios europeos, como es el Grupo Euroyards en el
que están los cinco astilleros más importantes de Europa. Hemos
desarrollado el petrolero E3, que es un proyecto muy bueno y del cual ya
hemos contratado un barco en España para construir en Puerto Real, y está
en fase de construcción.

Soy optimista de cara a poder contratar esa carga de petroleros, aunque,
insisto, los primeros petroleros los están contratando los japoneses y
los coreanos por ese aspecto nuestro de marginalidad en un mercado, de
entrar más tarde y salir antes.

Respecto a la carga de trabajo en los astilleros, la actividad en el año
1993 calculo que va a ser la mitad de la que fue en 1992. Esto se ha
producido por el descenso de las contrataciones en los años 1990 y 1991.

Como he indicado en mi exposición, la cartera de los astilleros en el año
actual --y, al decir actual, estoy incluyendo unos contratos que hemos
formalizado prácticamente la semana pasada para Juliana y para Sevilla,
de los que ahora hablaré-- es del orden de 300.000 CGT, que viene a ser
el 60 por ciento de la cartera que teníamos al final del año 1990. Esta
situación es muy parecida a la de los países europeos, como he dicho
antes. Una cosa es Japón y Corea y otra los países europeos. En Alemania,
en todos los países de la Comunidad Europea, la situación de las carteras
es equivalente a la nuestra, por esa globalidad del mercado.

En cuanto a la carga de trabajo que tenemos, la cartera de Puerto Real es
del orden de 92.000 CGT, cuando al final de 1990 era de 250.000. Eso es
así. Hay otros astilleros que están mejor; Puerto Real es de los que está
peor. En Sestao estamos a 116.000, cuando la cartera a final de 1990 era
de 180.000 CGT. Los demás astilleros tienen situaciones distintas.

Concretamente en Sevilla hemos contratado --la formalización tuvo lugar
hace una semana y por eso no aparecerá en los informes del Ministerio de
Industria-- una operación de tres barcos del tipo «roro», para Suecia,
que supone en total una cartera de trabajo, al final de 1993, de 72.000
CGT, muy superior a la que hemos tenido en el pasado. Eso nos
proporciona, yo calculo, una carga de trabajo de ocupación plena de entre
dos años a dos años y medio para el astillero de Sevilla.

Hemos tenido también una contratación, en principio sujeta a la
contratación del gobierno de Malasia pero parecer ser que es un asunto de
trámite, de unos portacontenedores para Juliana; nos va a dar una carga
de trabajo del orden del 50 por ciento de la capacidad de Juliana, más o
menos año y medio de trabajo, lo cual es un respiro muy importante.

Con relación a Barreras, estamos en estos momentos terminando un
contrato, que yo espero que entre en vigor antes de final de año,
prácticamente esta semana, que proporcionaría una carga de trabajo del
orden de 25.000 CGT, que es el equivalente a la cartera que tenía
Barreras a final de 1990.

La situación ha estado muy mal; la ocupación en 1993 fue del orden del 60
por ciento, global, de los astilleros de la división de construcción
naval del INI. El año que viene yo creo que va a haber cierta mejoría. No
quiero negar que la primera parte del año que viene va a ser todavía
difícil, puesto que los contratos que están entrando en vigor no
empezarán a producir carga en los talleres de los astilleros hasta
mediados del año que viene. Pero por algo hay que empezar y en ese
sentido soy optimista. Lo soy también por lo que he dicho en mi
exposición del mercado de los fletes del petróleo, fundamentalmente, que,
por obsolescencia de la flota, van hacia una cierta renovación, lo cual
va a inundar de carga, espero, los grandes astilleros. Con esa política
que he explicado de repartir carga de trabajo, aun con las dificultades
que ello conlleva en cuanto a organización, sistemas, métodos, problemas
de logística, me parece muy positivo para mantener esas mejoras que se
han producido en todos los astilleros y que son notables.

Respecto al «offshore» en Astano, es cierto, como he



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dicho en mi exposición, que es un mercado inestable. Indudablemente,
dentro de esa discontinuidad de proyectos, Astano ha estado últimamente,
en los últimos años, en una situación privilegiada con relación al resto
de los astilleros de la división de construcción naval. La actividad de
Astano en el año 1992 fue del cien por cien del astillero, cuando la
actividad media de los astilleros de la división de construcción naval
fue del 80 por ciento. En este año, la actividad de Astano, aun con la
falta de trabajo actual, es todavía superior o equivalente a la media de
los astilleros de la división de construcción naval.

En cualquier caso, en los contratos de «offshore» que Astano ha firmado,
el precio de un solo barco es equivalente a dos o tres barcos de similar
tamaño a realizar en otros astilleros, convencionales, diría yo.

Con respecto a la intervención del Diputado García Fonseca, es cierto que
prácticamente el trabajo que nosotros hacemos es para la exportación; el
95 por ciento de la construcción naval que nosotros realizamos es para la
exportación, aunque en la Comunidad Europea puede ser el 50 por ciento,
es mercado doméstico, como he dicho anteriormente. Ese es el escenario en
el cual nos encontramos, y yo tengo que trabajar de acuerdo con él.

Indudablemente me gustaría que hubiera un cierto mercado doméstico, pero
yo no puedo actuar sobre ello y tengo que acomodar todas las estrategias
al escenario en que me encuentro y que es prácticamente de muy pequeña
demanda interna de nuevas construcciones.

En cuanto a las medidas financieras de apoyo a la construcción, me
preguntaba que si estaba de acuerdo en aplicarlas. De alguna forma
contesto también a la pregunta del Diputado Cuevas. Estamos trabajando
con el Ministerio de Industria, hemos presentado una serie de propuestas
por parte de Uninave, como patronal de los astilleros, al Ministerio de
Industria. El Ministerio de Industria ha sido muy receptivo ante esas
propuestas, pero es siempre trabajando dentro del marco establecido por
la Comunidad Europea y por el foro de industrias marítimas, también
dependiente de la Comunidad Europea, que ha establecido unas guías y unas
recomendaciones, dada la importancia que reconocen al sector de la
construcción naval, como generadora de empleo y creadora de tejido
industrial y de tecnología, hecho que todo el mundo reconoce.

Estamos trabajando, repito, con el Ministerio de Industria. Hemos hecho
unas propuestas conjuntas, el Ministerio de Industria, la Dirección
general de Industria las ha asumido, estamos intercambiando ideas, y
vamos a hacer unas propuestas conjuntamente, que no sé qué trámites
llevarán, pero estamos todos en esa línea de trabajar conjuntamente.

Comprendo que es un tema complejo, pero todo ello va a ser dentro del
marco y de los límites establecidos por la Comunidad Europea, puesto que
ningún país puede saltarse esos marcos; nosotros, desde luego, no vamos a
saltárnoslos.

Sobre la otra parte de las preguntas del Diputado Cuevas, nuestra
estrategia de repartir la carga de trabajo, contratando lo que vemos más
accesible, como son los grandes petroleros, por esa reactivación o
renovación de la flota mundial, como ya he indicado, tiene puntos de
dificultad. Nuestro primer objetivo, indudablemente, es contratar en los
astilleros pequeños y medianos y de reparaciones, pero, en la parte que
no podamos contratar de reparaciones, estableceremos un programa de carga
de trabajo bastante estable, de forma que pueda dimensionarse y pueda
mejorar unos sistemas, métodos, tiempos, etcétera, para que la
rentabilidad y la competitividad globales de la división sea eficiente,
porque, si no, no vamos a conseguir nada. Eso tiene sus limitaciones y es
complicado, pero ya estamos trabajando en ello. De hecho, ya hemos
iniciado ese trasvase de carga de trabajo. Y ésa es nuestra estrategia
fundamental.

Con relación a la colaboración en tecnología y productos avanzados, estoy
totalmente de acuerdo. No se trata solamente de captar unos barcos que
tengan un gran contenido de mano de obra, sino ir a un producto
tecnológico más avanzado. En esa línea, el petrolero E-3, de doble casco,
doble fondo, ecológico, dadas las restricciones de tipo ecológico que se
están estableciendo, es un producto en el cual somos pioneros a nivel
mundial, para el que espero un futuro muy prometedor. Es otro tipo de
barcos, de cierta tecnología, superior, por supuesto, a otros barcos de
tecnología inferior, en los cuales el aspecto de mano de obra tiene un
mayor peso específico, que es en el que nosotros nos estamos
posicionando: barcos de pasaje, mediante transformaciones, barcos de tipo
portacontenedores, algunos «ro-ro» o «ferry», de este tipo.

Yo creo que con eso he contestado a sus preguntas, pero estoy a su
disposición, indudablemente.




El señor PRESIDENTE: Para un breve turno, en representación del Grupo
Popular, tiene la palabra el señor Fernández de Mesa.




El señor FERNANDEZ DE MESA DIAZ DEL RIO: Para un turno brevísimo.

Voy a empezar diciendo que no he querido en modo alguno decir que la
ausencia del señor García Plaza en esta Comisión quiera hacer de menos al
señor Cuevas, eso quede sentado. Lo que quiero decir es que el señor
Gracia Plaza era de Vigo y ha vivido en Vigo los problemas más grandes de
la reconversión naval, las auténticas manifestaciones que allí tuvo que
padecer y que, desde luego, él estaba sensibilizado con este tema.

Yo, con todos mis respetos, teniendo en cuenta que usted, señor Cuevas es
de Córdoba --y yo tengo todos mis respetos hacia Córdoba porque mi padre
es de Córdoba--. (El señor Cuevas Delgado: de Sevilla.) De Sevilla, bien.

Pero vivir la problemática del sector dentro de lo que es el auténtico
problema de reconversión no es lo mismo que vivirlo un tanto alejado o en
una zona en la que es menos conflictivo que en lo que hemos vivido los
gallegos. Es por lo único que yo he citado al señor Gracia Plaza, con
quien en otras ocasiones hemos debatido en esta Comisión los temas del
sector naval.

Quería decir al señor Presidente del sector naval que a mí se me han
quedado sin despejar temas importantes. El primero, qué es lo que va a
pasar con Bazán. Por mucho



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que diga el señor Cuevas que aquí queremos meter absolutamente todo,
Bazán es INI, está en la dimisión del INI. A mí me interesa saber qué es
lo que va a pasar en El Ferrol, en Cartagena, donde para esos cazaminas
tenían previstos 500 millones de pesetas de inversión y ya no los tienen,
y lo que va a pasar en San Fernando, en Cádiz.

Me gustaría saber, señor Presidente, qué es lo que va a pasar con el
personal de estos astilleros porque usted se ha referido a tres o cuatro
y a que en esos astilleros probablemente pueda haber contratación en el
futuro. Me gustaría saber qué va a pasar con las plantillas de los
astilleros. ¿Hay algún plan de reducción de plantillas? ¿Hay algún plan
de viabilidad pendiente de formalización que hable de cuál va a ser la
continuidad laboral o no de los trabajadores que ahí están? ¿Se ha
presentado algún plan de viabilidad?
Sí quiero decirle que precisamente el objeto de esta comparecencia no es
hablar del sector naval en general sino del sector naval del INI; es para
lo que la hemos pedido, aunque hayamos subsumido nuestras preguntas.

Desde luego, yo no confundo absolutamente nada y quiero decirle que,
asumido el proceso de reconversión naval --porque aquí nadie piensa en
que esto pueda ser una máquina de estar volviendo siempre atrás y hurgar
en la herida--, asumido que hemos tenido un proceso importante de
reconversión industrial, del año 1984 al año 1993, sin olvidarlo pero
teniéndolo presente, lo que tenemos que tratar todos, desde esta
Comisión, desde la oposición y desde el Gobierno, pero, desde luego, con
más responsabilidad por parte del Gobierno, es de relanzar el sector
naval, de relanzar un sector que, no cabe duda, hoy en día tiene mercado.

Si efectivamente hay otros países que son más competitivos, habrá que ver
por qué lo son y por qué España no puede serlo y no puede acometer esa
competitividad que tuvo hace años.

Me he alegrado de esa aclaración sobre mi discurso imperialista, pero yo
no me estoy refiriendo a construcciones de la época de Franco, señor
Cuevas, me estoy refiriendo a los años 1979, 1980 y 1981. Si era a eso a
lo que usted se refería, quédese tranquilo que yo no me remontaba a tal
pasado, me refería a una década bastante cercana, que es la de los
ochenta.

Lo que tendremos que preguntarnos es si el Partido Socialista, el Partido
del Gobierno, está dispuesto a asumir lo que el propio Presidente del
sector naval del INI acaba de decir aquí hoy, lo que el señor García
Fonseca decía el otro día, lo que nosotros decimos en nuestra
interpelación, es decir, adecuar las salidas de la Comunidad Europea,
adecuar la flexibilidad de ese 9 por ciento que se está concediendo hoy
en día, pagar las primas y los créditos cuando un constructor está
empezando a construir su barco y no cuando lleva cuatro o cinco meses a
flote, lo que ha supuesto perjuicio grave en su bolsillo y probablemente
no poder seguir construyendo barcos. Eso es lo que nos planteamos.

A mí me alegra haber oído hoy por primera vez a un representante del
Grupo Parlamentario Socialista que lo que se pretende es --y me parecería
bien-- una redistribución de la carga de trabajo, un equilibrio en la
carga de trabajo. Nosotros lo venimos pidiendo desde hace mucho tiempo.

Espero, aunque al Presidente del sector naval del INI no le parezca muy
adecuado, que en este caso, lo que el Grupo del Gobierno dice tenga
prevalencia. Sin ser localista, se ha hablado de un astillero que en su
día tuvo 9.000 tabajadores y que hoy en día dice que está al 100 por cien
de su carga y trabajo, quedando 1.600 personas de esas 9.000. Si no están
al 100 por cien de su trabajo 1.6000 personas en un astillero en el que
hubo 9.000, ya me dirá usted qué tipo de reconversión ha sufrido un
astillero, el mayor de España, como ha sido Astano.

Termino, señor Presidente. Me gustaría que me contestara a estas
preguntas sobre Bazán, sobre el personal y sobre los planes de
viabilidad. Y quiero decir que yo no hablo de concluir con una tendencia
perversa de nada, hablo de los teletipos que han salido en todos los
periódicos nacionales y de Estados Unidos. Si le leo esta última frase
del Presidente del Gobierno en rueda de prensa en Washington, incluso les
sonarán sus palabras. Me alegro de que usted tenga perspectivas de
reactivación del sector naval y le aseguro que nos alegra a mí y a mi
Grupo oírselo, lo mismo que nos alegra oírselo al Presidente del sector
naval del INI. Desde luego, no comprendemos cómo, coincidiendo todos en
que se dan las circunstancias necesarias para reactivar este sector, el
Presidente del Gobierno en Washington dice: Si le soy totalmente honesto
--creo que estas frases son inequívocas de quien las pronuncia--, le
diría que el panorama de la construcción naval en España no va a
experimentar en los próximos años ningún tipo de mejora. Y esta
situación, le recalco, puede que incluso llegue a empeorar.

Ojalá el Presidente del Gobierno rectifique estas declaraciones. Yo soy
el primero que me alegraría de que lo que aquí ha dicho hoy el Grupo
Parlamentario Socialista, de que lo que aquí ha dicho hoy el Presidente
del sector naval del INI, sea la realidad y que esto sea un «lapsus
linguae» del señor González, en Estados Unidos.




El señor PRESIDENTE: El señor Cuevas Delgado tiene la palabra.




El señor CUEVAS DELGADO: No sé ya si aquí hay alusiones. Voy a contestar
lo que creo que es correcto en relación con lo que he oído.

Primero, quiero aclarar al señor Fernández de Mesa que yo no soy de
Córdoba, soy de Sevilla, como le he dicho, nací en Córdoba, pero llevo
veintidós años viviendo en Sevilla y la actividad política la hago en
Sevilla.

No quiero discutir sobre sensibilidades porque me parece bastante
absurdo; lo único que le puedo decir es que en la época dura de la
reconversión, y, por cierto, los astilleros de Sevilla entraban dentro de
la reconversión de forma distinta a la de otros astilleros, yo era
Secretario de UGT de Sevilla y viví de cerca la situación. No sé si eso
le sirve como sensibilidad, pero está ahí. (El señor Fernández de Mesa
Díaz del Río: Sí, ya lo creo.) No se trata solamente de Sevilla. El
problema es que, a veces, cuando alguien se especializa mucho en algo, al
final puede tener un problema; si uno se especializa en hacer



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un tipo de zapato, a lo mejor no sabe hacer otro. Quizá especializarse en
un astillero no tiene una visión global, por eso de que el árbol no deja
ver el bosque. Yo no quiero entrar en eso, quiero tener una visión global
del sector de la construcción naval, independientemente de que me pueda
interesar lo que pase en Sevilla, en Cádiz, o en Astano.

Creo que hay que aclarar una cosa. Bajo el punto de vista de este Grupo,
en esta comparecencia no tienen nada que ver Bazán ni las construcciones
de Defensa. La responsabilidad del señor Martínez Albornoz está
concentrada en la dirección de la construcción naval, pero no en el área
de Defensa.

Quiero dejar claro, para luego hacer observaciones más generales, una
cosa, señor Fernández de Mesa. Yo no le he llamado a usted ni
imperialista ni nada de eso; yo me he referido --algo que no ha entendido
desde el principio-- a aires imperialistas en razón de cómo se explicaba.

Se puede explicar de muchas formas, incluso en muchos tonos. Yo puedo
decir que durante muchos años, en los que España estaba en condiciones de
construir más barato, por el mismo proceso que hoy tienen otros países,
la economía de España era totalmente distinta a la de ahora. Puedo decir
que eso fue positivo, aunque negativo para otras cosas porque,
evidentemente, estábamos peor que ahora, pero lo puedo decir de una forma
distinta. Y usted lo dijo, bajo mi punto de vista --un punto de vista
bastante subjetivo--, como dando a entender que aquello tenía relación
con esto, o sea que era porque la situación estaba mejor. Por eso le
decía yo lo de aires imperialistas. Igual que yo no le llamaría
catastrofista aunque haya pronunciado hoy aquí palabras como hecatombe,
devastador, intolerable, etcétera. Yo no digo que usted sea un
catastrofista, pero hay formas de presentar esto. La situación no es
buena, no es la mejor del mundo, estamos intentando mejorarla, pero no es
de hecatombe, no es de desastre total; si fuera así no estaríamos
construyendo ningún barco ni tendríamos astilleros, y hay países en
Europa que han sufrido mucho más, precisamente por no haber sabido hacer
la reconversión como nosotros la hemos hecho.

Permítame que le diga otra cosa, ya general, sobre la reactivación. Este
Grupo y el Gobierno están trabajando en la reorganización y se están
poniendo en marcha medidas para que, cuando se produzca esa reactivación
o estemos en condiciones de competir en el mercado mundial, podamos
hacerlo. Eso se llama trabajar por la reactivación. Hay otra parte del
problema, que la demanda se reactive, que no depende sólo de nuestro
país. En eso estamos trabajando no porque usted lo diga, pues llevamos ya
tiempo trabajando en ello. Si no, no estaríamos en esta situación, no
estaríamos en condiciones, por ejemplo, de ser pioneros en un proyecto
que puede tener buena acogida en el futuro, adelantándonos a las
previsiones sobre ecología que va a tener en el futuro la construcción en
el sector de los buques que transportan petróleo. Yo creo que eso es una
forma de adelantarse a las previsiones y de decir: Quizás no somos muy
competitivos en salarios, pero podemos serlo en tecnología y en abordar
construcciones que tengan carácter de futuro. Quiero dejar claro esto.

Cuando se revisa una situación de crisis, no se puede hablar sólo de la
situación de crisis; hay que pensar también cómo sería esa situación ni
no se hubieran abordado en profundidad los problemas a su tiempo. Y el
Grupo Socialista, acertada o equivocadamente, está apoyando eso. Usted
tendrá también que decir si está apoyando eso desde el principio, porque
yo, que no he sido portavoz en estos temas en la anterior legislatura, sí
le he escuchado con atención y, desde luego, lo que he percibido no es
que usted haya estado aceptando o apoyando el acierto del Gobierno en las
medidas que se han tomado para hacer que este sector sea competitivo.

Usted ha hablado siempre de que había que hacer otra cosa, de que había
que incrementar nuestra capacidad... (El señor Fernández de Mesa Díaz del
Río hace gestos de asentimiento.) Bueno, pero es que esto está
condicionado por la demanda mundial, no porque pongamos astilleros más
grandes, no porque nos gastemos dinero en hacer más astilleros. Está
condicionado por la demanda mundial y esto no es un problema de España ni
de Europa, es algo que tiene relación con un problema mundial, que lo
hemos analizado repetidamente y en el que yo no voy a volver a insistir.




El señor PRESIDENTE: Señor Martínez Albornoz, tiene la palabra.




El señor PRESIDENTE DEL GRUPO NAVAL DEL INSTITUTO NACIONAL DE INDUSTRIA
(Martínez de Albornoz): En primer lugar, tengo que decir que lo referente
a Bazán no es de mi incumbencia; lo que corresponde a la organización del
INI son los astilleros de construcción civil. Los astilleros de Bazán
dependen de otra organización, que es la de Defensa. Por eso yo no puedo
hablar de ello. Siento no haberlo dicho antes, pero se me ha pasado al
responderle la pregunta y lo lamento; ha sido un error mío.

En relación con las plantillas, es indudable que, cuando estamos en una
situación como la de este año, del orden del 60 por ciento de ocupación,
existe un exceso de capacidad, pero no tenemos prevista ninguna actuación
respecto a disminución de plantillas. Vamos a seguir con los mecanismos
y, por supuesto, nuestro propósito es intentar conseguir carga de
trabajo, como lo estamos haciendo. De hecho, afortunadamente, estamos
teniendo algunos éxitos.

En el sector naval del INI no mundial, efectivamente, como ya le he
reiterado, todos los países, excepto Japón y Corea, de alguna forma son
marginales en cuanto que son los últimos en entrar cuando aparece un
«boom» de mercado y los primeros en salir cuando empieza el declive.

Nosotros estamos entre ellos, como prácticamente todos los países,
excepto Japón y Corea.

Por lo que se refiere al pago de las primas, está condicionado al
cumplimiento de una serie de efemérides y, por ello, no se pueden pagar
al principio.

Respecto a la reconversión, aunque ése es un tema ya antiguo, tengo que
decir que la reconversión que se hizo



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en España fue equivalente, totalmente similar a la de los países de la
Comunidad Europea y fue del orden del 65 por ciento de la capacidad que
existía en la época de los planes de reestructuración.

Creo que con esto he contestado a las preguntas. (El señor Fernández de
Mesa Díaz del Río pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Fernández de Mesa.




El señor FERNANDEZ DE MESA DIAZ DEL RIO: Señor Presidente, se habían
subsumido todas las preguntas en esta comparecencia y hay preguntas sobre
Bazán y sobre el subsector productor del INI. Sinceramente, no entiendo
que de Defensa nos manden al INI ni del INI a Defensa. En cualquier caso,
estas preguntas las volveré a replantear en su momento, para que conteste
la persona que realmente tenga competencias en ello. (El señor Gamir
Casares pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Gamir.




El señor GAMIR CASARES: Dado que está en el orden del día de hoy, para
agotarlo, de acuerdo con las reuniones que solemos tener de Presidencia y
portavoces, ¿no sería posible que esta misma tarde quedara resuelto ese
tema para tener una visión global?



El señor PRESIDENTE: Señor Gamir, no está en el orden del día de hoy. Se
hizo una reunión de Mesa y portavoces, la semana pasada, en la que,
precisamente a petición del Grupo Popular, se retiraron del orden del día
de hoy.




El señor FERNANDEZ DE MESA DIAZ DEL RIO: Se subsumieron.




El señor PRESIDENTE: No, se retiraron. Con posterioridad a ese momento,
el señor Diputado y el señor Secretario de la Mesa me comunicaron que
intentarían formular las preguntas ante la persona que hoy comparece,
que, como ustedes saben, no es el que en nombre del Gobierno responde a
las preguntas, porque no es miembro del Gobierno. Las preguntas no van
dirigidas nunca al presidente de un grupo industrial, sino a un miembro
del Gobierno y, por lo tanto, no es éste el acto en el que se deben
realizar. Si en algunas se ha dado por respondido el señor Fernández de
Mesa, puede retirarlas y si desea mantenerlas, en una próxima sesión
figurarían en el orden del día.




El señor FERNANDEZ DE MESA DIAZ DEL RIO: Señor Presidente, me doy por
satisfecho con las justificaciones que ha dado y, las que no han sido
contestadas, las volveré a formular.




El señor PRESIDENTE: Perfectamente, señor Fernández de Mesa. Muchas
gracias.

En nombre de la Mesa, reitero el agradecimiento al señor Martínez de
Albornoz por su comparecencia y por las respuestas dadas a las
intervenciones de los señores Diputados.

Se suspende la sesión por dos minutos.




Se reanuda la sesión.




--DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA CORPORACION SIDERURGICA INTEGRAL (CSI), PARA
EXPLICAR LAS CAUSAS Y LAS MEDIDAS QUE HAGAN FRENTE A LA ACTUAL GESTION
DEL EQUIPO QUE EL PRESIDE SOBRE ENSIDESA. A SOLICITUD DEL GIU-IC. (Número
de expediente 212/000007.)



El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señorías, reanudamos la sesión
con la comparecencia de don José Manuel García Hermoso, Presidente de la
Corporación Siderúrgica Integral, a solicitud del Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, para comentar la
actual gestión del equipo que preside el señor García Hermoso en la
gestión de Ensidesa.

Para un turno inicial, tiene la palabra el señor García Hermoso.




El señor PRESIDENTE DE LA CORPORACION SIDERURGICA INTEGRAL (García
Hermoso): Señorías, buenos días.

Quisiera, en primer lugar, aprovechar la ocasión de comparecer ante esta
Comisión para, espero, congratularme con ustedes de la reciente
aprobación por el Consejo de Ministros de Industria de la Unión Europea
de la intervención financiera prevista en el plan de competitividad
conjunto AHV-Ensidesa, lo que despeja finalmente el último inconveniente
administrativo para la puesta en marcha definitiva del plan. Como he
venido insistiendo a lo largo de los últimos meses, casi un año ya, el
plan se viene aplicando en aquellos aspectos en que ha sido posible,
tanto en lo que se refiere a los aspectos organizativos de integración de
dos anteriores grupos empresariales, Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya,
como en los aspectos operativos de las áreas industrial, comercial y de
recursos humanos.

Igualmente, aprovechando también la ocasión de estar ante ustedes, deseo
expresar mi agradecimiento a todos los grupos políticos y sociales que
han apoyado el plan de competitividad a lo largo de estos dos años de
tramitación en Bruselas, así como --y lo digo con sinceridad-- a aquellos
grupos que, no habiendo aprobado el plan al inicio, han finalizado
exigiendo --y ahora lo están haciendo-- la puesta en marcha del plan en
el que no creen. En estos momentos prefiero, de cualquier forma, recordar
los muchos e importantes apoyos recibidos frente a aquellas posturas
radicales que tanto han entorpecido la aprobación del plan.

De esta manera, el reto ahora está centrado en todas las personas que
trabajamos en el grupo de la Corporación Siderúrgica Integral, con la
colaboración de las



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administraciones públicas, de nuestros proveedores y al servicio de
nuestros clientes, objetivo último de la existencia de nuestra empresa.

Asimismo, la situación de bloqueo en la negociación colectiva, que estaba
siendo objeto de preocupación en alguna de las zonas geográficas en las
que están situadas nuestras instalaciones, se encuentra hoy en vías de
superación y ya se ha alcanzado un acuerdo en una de las empresas más
importantes del grupo CSI, como es Lesaca, S. A.

La huelga anunciada para el pasado día 17, viernes, fue desconvocada por
las centrales sindicales, que tienen una oferta de la empresa para el año
1993 y que, en caso de ser aceptada, nos permitirá, asimismo, afrontar
los retos de 1994 con la necesaria serenidad y paz social.

En cuanto al grupo CSI, quisiera muy rápidamente, puesto que esta
Comisión conoce bien la problemática del plan de competitividad, recordar
que nuestro activo total consolidado es más de 550.000 millones de
pesetas, que nuestra plantilla media en el ejercicio de 1993 es de 20.000
personas activas y un personal pasivo superior a las 15.000 personas, que
nuestras ventas totales van a rondar los 250.000 millones de pesetas y
que nuestras fábricas están situadas en, al menos, veinte localidades a
lo largo y ancho de toda la geografía española. Están en Asturias,
Vizcaya, Navarra, Valencia, Vitoria y Barcelona.

Yo creo que con estos cuatro datos SS. SS. se darán cuenta de la gran
complejidad que implica un grupo empresarial como la CSI y, por lo tanto,
la gran dificultad de su gestión.

Asimismo, como SS. SS. conocen, los accionistas de la Corporación de la
Siderurgia Integral, S. A., puesto que el grupo CSI es una sociedad
anónima, son el Instituto Nacional de Industria y el Patrimonio del
Estado al 50 por ciento y como empresa pública estamos sometidos a la
fiscalización, tanto de la Intervención General de la Administración del
Estado como del Tribunal de Cuentas. En cumplimiento, también, de la
legislatura española, las cuentas anuales de la Corporación de la
Siderurgia Integral, S. A., y de nuestras filiales, AHV, Ensidesa,
Lesaca, Perfrisa, Enesa, Simed, Galicas y otro largo etcétera, son
sometidas a auditorías de cuenta que se realizan desde el año 1984, tanto
en Altos Hornos de Vizcaya, S. A., como en Ensidesa, por una firma de
auditoría.

A mayor abundamiento, y para ilustración de SS. SS. ante lo que entiendo
que va a ser parte de mi comparecencia, quisiera indicar que, en lo que
se refiere a Ensidesa, en nuestro Consejo de Administración tenemos una
representación de las centrales sindicales. Igualmente, y en aplicación
del Estatuto de Autonomía de Asturias, cuenta con una representación del
arco parlamentario de la Junta General del Principado. La representación,
tanto sindical como institucional, ha tenido siempre una presencia activa
en el mismo.

En definitiva, y como no podía ser menos, la gestión del grupo CSI es
transparente, está sometida a los controles legales oportunos y, en
concreto, en el caso de Ensidesa, cuenta con una representación de los
trabajadores y del parlamento regional en igualdad de presencia que los
consejeros designados por los accionistas.

Quisiera, por último, señalar que estoy aquí para defender el buen
nombre, la profesionalidad y el honor de la inmensa mayoría de los
directivos y empleados del grupo CSI, que han sido puestos en entredicho
por una campaña, ya antigua, de comentarios sesgados y parciales y, si se
me permite, en absoluto bienintencionados. Si hay alguien en nuestras
empresas que está en falta son aquellos que, con abuso de la buena fe y
ruptura de la confianza mutua, se han dedicado a intoxicar a parte de la
opinión pública regional con medias verdades, mentiras enteras y
descalificaciones que espero que provengan en exclusiva de la ignorancia.

Con esto quisiera finalizar mi primera exposición y me pongo a su
disposición para cualquier pregunta que quieran hacer.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): La solicitud de comparecencia
fue realizada por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya. Por tanto, tiene la palabra el señor
García Fonseca.




El señor GARCIA FONSECA: Por pura cortesía parlamentaria saludo al señor
García Hermoso. Quiero poner de manifiesto ya desde el principio algo que
no debía ser necesario. Usted comparece aquí para rendir cuentas de su
gestión, a petición de mi Grupo, y por tanto, lo que usted tiene que
hacer aquí es rendir cuentas, no pedir cuentas a nadie. Me parece
absolutamente impertinente que usted, dando una información tan escasa
como la que acaba de facilitarnos, haya dedicado buena parte de la misma
a descalificar a quienes le pedimos no en ejercicio de nuestro derecho,
sino de nuestra obligación, que usted nos rinda cuentas.

Usted ha dicho cosas tales como: posturas radicales que tanto han
entorpecido la aprobación del plan, que goza de un amplio consenso,
consenso que agradece. Desde luego, debe tocar una parte alícuota
bastante amplia de este agradecimiento a los apoyadores de tal plan,
porque al menos en la región por la que yo soy Diputado son escasísimos,
señor Presidente.

Mire usted, el último documento que tengo yo aquí, de octubre de 1993, de
las centrales sindicales, de todas, dice: Este rechazo sindical --no leo
la carta entera-- y las causas que lo originaron recibieron el apoyo
unánime de la sociedad asturiana, como reflejan las reacciones de sus
representantes institucionales, sociales y políticos. Posteriormente, la
total carencia de talante de negociación por parte de los responsables de
la CSI, los cuales se empecinaron en mantener intacta su propuesta y han
ido rechazando sistemáticamente todas las propuestas alternativas que les
presentaron, provocó una larga serie de movilizaciones que culminaron con
la denominada marcha de hierro, la cual significó el mayor grado de
compromiso del pueblo asturiano con su futuro. Actualmente, la situación
de la empresa es insostenible y es en este punto en el que yo me quiero
centrar, aclarando, además, que mi



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Grupo, señor Presidente --si es que usted alude a él en eso que usted
llama campaña de descalificación--, tiene no tanto, sino bastante más
respeto que usted por la mayor parte de los directivos, empleados y
trabajadores de Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya, de la Corporación
Siderúrgica Integral. Es a usted y al equipo que le rodea de forma más
inmediata a quien mi Grupo pone en cuestión. No a usted como persona, que
me puede caer, por otra parte, bien o mal o regular, pero que no viene al
caso, sino a la gestión que usted particularmente ha hecho desde que
comenzó a presidir, desde su fundación, la Corporación Siderúrgica
Integral.

Señor García Hermoso, mi Grupo entiende que la cuenta de resultados, las
pérdidas de la Corporación Siderúrgica Integral desde su comienzo, las
más graves, que yo creo que se pueden calificar --catastrofismos aparte--
de verdaderamente catastróficas desde que usted es presidente, necesita
una justificación ante el pueblo español, ante esta Cámara, y una
depuración de las responsabilidades a que hubiere lugar. Este es el
sentido de que mi Grupo obligadamente le pida a usted esta comparecencia
y las explicaciones oportunas.

Porque, mire usted, la cuenta de resultados sucintamente es la siguiente:
En 1990 se perdían 4.000 millones de pesetas; en 1991, 55.000 millones de
pesetas; en 1992, 100.000 millones de pesetas. Las previstas para 1993
son 100.000 millones de pesetas. En lo que lleva usted --yo contabilizo
«grosso modo», millón arriba, millón abajo no importa en esta cifra
astronómica--, 260.000 millones de pérdidas.

Si este dato sin más no es razón sufuciente no ya para que mi Grupo le
pida que comparezca aquí, sino para que usted de «motu proprio» hubiera
solicitado comparecer ante esta Cámara para darnos alguna explicación, si
la hay, es que entendemos lo público, la Administración y lo político de
manera radicalmente distinta, señor Presidente, incluso las
responsabilidades personales.

Ante estas cifras, señor Presidente, mi Grupo le plantea las siguientes
preguntas: ¿Cómo es posible y cuáles son los factores concretos de tamaño
desastre? A lo mejor usted lo puede calificar de otra manera; mi Grupo
entiende que no es un calificativo inadecuado.

La CSI vende a precios de mercado, no tiene precios más bajos que los del
mercado. Los salarios de los trabajadores de la CSI, manuales o técnicos,
no son más altos que los de sus homólogos comunitarios. Los «inputs», en
general, tampoco suponen sobrecostos especiales. Las inversiones
industriales y financieras han sido fortísimas: desde 1984, 700.000
millones de pesetas, que tienen canto, ¿eh? Dígame usted cuáles son
entonces las causas que pueden explicar mínimamente estas pérdidas
extraordinarias.

Usted habla del plan y de planes. Señor García Hermoso, usted,
efectivamente, ha estado centrado desde que asumió la presidencia de la
CSI en el plan para Bruselas, plan que si ha tenido algún tipo de
entorpecimiento ha sido por parte de ustedes mismos. Quiero recordarle
que ustedes comenzaron este plan con más de 10 meses de retraso y esto
por una razón muy simple en Asturias, porque ustedes intentaron que un
plan que iba a suponer un rechazo tan global como el que supuso no
coincidiera con otras reconversiones durísimas, como en el caso de la
minería del carbón y particularmente Hunosa, porque entonces se hubiera
producido un verdadero estallido social.

Yendo ya al plan, usted empezó ya de mala manera intentando justificar lo
injustificable cuando, además, no tenía por qué hacerlo. Se contradecía
porque en los análisis de su plan se indicaban los fallos de los planes
anteriores y, sin embargo, cuando mi Grupo le preguntó por qué no
pidieron responsabilidades, una y otra vez intentó usted justificar lo
injustificable. Por ejemplo --simplemente un ejemplo--, yo le preguntaba
que cómo es posible que el plan 1984-1990 haya gastado 85.000 millones de
pesetas en las instalaciones de Baracaldo y ustedes, en su plan, las
achatarran un año después de teminar las inversiones, un año después.

Usted me dice que es muy bonito ver las cosas desde la barrera y lo que
hoy se ve mal entonces era bueno. Pero usted mismo daba razones de la
inviabilidad de Altos Hornos de Vizcaya --y cito literalmente palabras
suyas sobre las razones de inviabilidad de la cabecera de Altos Hornos de
Vizcaya-- «... tan absolutamente insuperables, como que las instalaciones
de Sestao y Baracaldo están en el fondo de una ría que no permite la
entrada de buques de más de un determinado tonelaje.» Cita literal,
«Diario de Sesiones» número 51, página 1458.

¿Cómo puede explicar usted que esto que hoy ve mal por razones de este
tipo, hace cuatro años estuviera bien? ¿O es que entonces la ría de
Bilbao tenía más calado? Ustedes en su plan siguen erre que erre y no
corrigen, en absoluto, los errores fundamentales que tenía el anterior, y
ya se los he citado muchas veces. En vez de potenciar las mejores
instalaciones que tiene la CSI, como el caso de la LD-III, que supondría
en su conjunto, todos los gastos incluidos, no más de 25.000 millones de
pesetas, se empeñan en una miniacería (que yo ya no sé exactamente cuánto
cuesta, porque hablaron de 70.000, luego de 50.000 millones de pesetas)
cuya valoración ha merecido ya las declaraciones --que en su momento
también le he leído-- del propio Instituto Internacional del Hierro y del
Acero, por no mencionar otras valoraciones que tienen igual relieve.

Señor García Hermoso, usted ha estado centrado en la elaboración de ese
plan, llevado a cabo tarde, y, a mi juicio, mal, abandonando un tema para
el que no necesitaba plan ninguno, autorización comunitaria ninguna, como
es el gestionar bien la empresa. Esto podía usted haberlo hecho bien
desde el principio. La impresión que da --y desde luego los resultados
parecen avalarlo sin ninguna duda-- es que usted ha entendido por buena
gestión reducir la capacidad de la plantilla y subcontratar. Utilizando
un símil agrícola, ustedes no han podado, ustedes han tronchado.

Incidiendo un poco más en temas relativos a la gestión, ustedes han
cambiado el sentido de la dirección que llevaba la empresa con su
antecesor. En lugar de seguir acercando los centros de decisión a los
centros de



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producción, usted ha vuelto a centralizar aquí, en Madrid, el «staff»
directivo y no sólo el que le rodea inmediatamente a usted, sino que ha
traído, y trae, en un permanente baile de viajes, a una cantidad
innumerable --no sé qué gracia le hace, si tuviera que pagarlo usted de
su bolsillo, seguro que ninguna...




El señor PRESIDENTE DE LA CORPORACION SIDERURGICA INTEGRAL (García
Hermoso): Estamos fusionando dos empresas, señor García Fonseca.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Tiene la palabra el señor
García Fonseca, le corresponderá su turno posteriormente, señor García
Hermoso.

Le ruego continúe.




El señor GARCIA FONSECA: Gracias, señor Presidente por su amparo.

Además de aumentar de una manera extraordinaria los gastos de la empresa,
empezando porque la empresa tenía --al menos una de ellas-- un patrimonio
inmobiliario importante aquí en Madrid, se vende. Ustedes ahora alquilan,
además, una nueva sede de un porrón de plantas en el Paseo de la
Castellana, con un trasiego --repito-- permanente; yo soy testigo porque
me tropiezo todos los días no con uno ni con dos, sino con decenas de
técnicos o trabajadores de Ensidesa que se ven obligados a desplazarse a
Madrid permanentemente, y lo mismo se diría de los trabajadores de Altos
Hornos de Vizcaya.

La dirección de la empresa se ha alejado totalmente de los centros de
producción y de la gestión ordinaria. Si a eso le unimos una falta de
diálogo por su parte rayana en la neurosis, explica que la situación que
se ha creado en las empresas es de una desmotivación gravísima del
personal, tanto técnico como general. Usted ha roto --es simplemente un
pequeño botón de muestra-- una de las tradiciones que todos los
presidentes anteriores --todos-- practicaban con absoluta normalidad, que
era reunirse con los trabajadores y darles directamente una información
periódica de la marcha y de los proyectos de la empresa. Usted no lo ha
hecho nunca.

Usted ha llevado una política de personal --el personal que intenta
enfrentar con mi Grupo; no se preocupe usted, puede seguir intentándolo,
pero no lo va a lograr-- que ha consistido, fundamentalmente, en una
política de jubilaciones. Eso sí, invertir no han invertido ustedes,
gestionar no han gestionado, pero jubilar, lo que se dice jubilar, por
encima de todas las previsiones. Llevan ustedes un ritmo de casi el doble
del que estaba previsto en el plan en cuanto a jubilaciones, se han
realizado 800 jubilaciones más de lo previsto en el plan.

Ustedes, sin ningún otro criterio, jubilan gente allí donde puedan
subcontratar, y así resulta luego una plantilla absolutamente
descompensada. Mi Grupo no conoce, los trabajadores tampoco, los técnicos
tampoco, ningún plan sobre la estructura de la plantilla, a pesar de que
llevan desde el año 1978 con una comisión para el estudio de la
estructura salarial, y hasta ahora, que mi Grupo sepa, que los
trabajadores sepan, que los técnicos sepan, no hay absolutamente ningún
plan sobre la estructura de la plantilla. Y una prueba --otro botón de
muestra-- del desbarajuste es que habiendo jubilado a troche y moche, sin
embargo, se producen horas extraordinarias en cuantías realmente
increíbles; 25.000 horas extras sólo en la plantilla de Ensidesa, sin
contar otras tantas --al menos creo yo-- en «plantillas auxiliares»
--entre comillas-- porque se trata de un prestamismo laboral puro y duro.

Ni siquiera disfrutan los trabajadores de los descansos compensatorios.

Por una parte, sobran los trabajadores, todos aquellos que ustedes puedan
jubilar, sin más miramientos y, por otra, se producen fenómenos de esta
naturaleza.

Un indicador --a mi juicio-- de que una empresa va por una pendiente muy
peligrosa, es la descalificación profesional, lo que se llama hoy el
capital humano, ustedes lo están despilfarrando. Hoy Ensidesa --me decía
el otro día un técnico-- está dando más títulos que las universidades.

Eso a pesar de que una de las primeras medidas fue cerrar la escuela de
aprendices, donde realmente se formaron grandes profesionales que hoy
tiene todavía la empresa, pero que cada vez van quedando menos, porque la
política de jubilaciones acaba con ellos y porque, a su vez, son suplidos
por personal subcontratado, que es un personal absolutamente inexperto,
desmotivado y en condiciones laborales tercermundistas. Ustedes hacen de
los peritos o de los ingenieros técnicos, ingenieros, a los maestros les
hacen peritos y a los buenos profesionales no los pueden suplir con nada.

La política de subcontratación de tareas a empresas auxiliares, muchas de
ellas casi fantasmagóricas, hasta tal punto que no tienen absolutamente
nada, es decir, que tienen que ejercer sus labores con material que les
pasa las empresas, palas, camiones, etcétera, que sirven de pura
intermediación --prestamismo laboral puro y duro, como digo--, sin que
exista ni siquiera un grado de fiscalización del cumplimiento de sus
cláusulas, lleva a permanentes situaciones de pérdidas cuantiosas e
importantes, tanto en calidad como en dinero. Podría citar un porrón de
casos, serían inacabables, porque basta con visitar Ensidesa o Altos
Hornos de Vizcaya para obtener continuas informaciones en esta dirección.

Perforaciones de cucharas, como norma general, como consecuencia de pasar
el revestimiento de la misma de personal fijo a contratas y éstas a
trabajar con mucha menor plantilla y en peores condiciones, causando
pérdidas de producción y graves daños a las instalaciones, como ejemplo:
perforación de la torre de cuchara de Plooms y Palanquilla y en la TN y
la DH, causando graves daños a las máquinas que tuvieron que estar
paradas por reparación varios días. Esto tuvo consecuencias muy graves.

O, hablando de subcontratación, para el control de la toma de muestras de
El Musel, calidad y humedades del carbón y de los minerales que hacía
Ensidesa, hace aproximadamente un año se contrata a SGS que, a su vez, es
representante oficial de algunos de los proveedores de minerales y carbón
de Ensidesa. Por ejemplo, el que en barco de 150.000 toneladas se dé una
variación de un 1 por ciento de la humedad supone 1.500 toneladas de



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diferencia. Esto no es ni más ni menos que poner el zorro a cuidar las
gallinas.

En 1992 se perdieron 1.000 millones de pesetas en demoras de buques. De
este año no tengo la cifra.

En cuanto al servicio de vigilancia, señor García Hermoso, leemos la
siguiente noticia: Los accesos a Ensidesa quedaron ayer sin control por
la huelga de los guardias de seguridad. En una empresa de la categoría de
Ensidesa entraban y salían los camiones, los taxis, los coches, o quien
tuviera el menor interés, como Pedro por su casa. Señor García Hermoso,
esto no se había producido nunca, nunca, en Ensidesa, y mire que en
Ensidesa hubo conflictos y huelgas graves. En ninguna de ellas, en
ninguna, se dejó de tener un retén para la vigilancia. Usted consigue
batir nuevos récords, abrir nuevas fronteras.

Termino ya, casi como un resumen, con palabras que no son mías, sino de
la prensa de estos días, después de la aprobación del plan, en la que se
dice: Hay que andar con pies de plomo ante la letanía que identifica la
reducción de empleo y la subcontratación como pócima magistral que
mejorará los resultados de la compañía. Existen todavía muchas
ineficiencias en la cúpula directiva, con sueldos astronómicos y
contratos blindados, con un abultamiento burocrático en Madrid, a mucha
distancia de los centros de producción, mientras la realidad financiera
de la empresa exige respuestas contundentes y actitudes claras.

En términos muy similares se expresaban todos los medios de comunicación
local y regional.

Señor García Hermoso, no es una manía de mi Grupo. Mi Grupo, señor García
Hermoso, no tiene tanto interés como usted, no, tiene muchísimo más en
que las cosas en la Corporación Siderúrgica Integral vayan bien y que en
Ensidesa vayan bien. Esto por una razón muy simple: el desastre que se
produzca, a usted no le va a caer encima; a nosotros sí.

Por tanto, yo no le tolero en absoluto que usted entre en juicio de
intenciones, porque de intenciones habló, pues llegó a decir: intenciones
no bienintencionadas, y le quiero recordar un aforismo escolástico, señor
García Hermoso: «Ab internis neque ecclesiam», de las cosas internas no
juzga ni la Iglesia, señor García Hermoso. No se haga usted más papista
que el Papa, sobre todo en temas de los que todavía entiende menos que de
siderurgia.

Nada más y muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Corresponde el turno a los
grupos parlamentarios no solicitantes de la comparecencia.

En nombre del Grupo Parlamentario Popular, el señor Landeta
Alvarez-Valdés tiene la palabra.




El señor LANDETA ALVAREZ VALDES: Señor Presidente, en primer lugar,
agradecer al señor García Hermoso la compareciencia en el día de hoy para
informarnos --esa era la idea que teníamos-- sobre la gestión de la
empresa Ensidesa perteneciente a la CSI.

En primer lugar, tenemos que decir que compartimos en gran medida las
alegaciones expuestas por el representante del Grupo de Izquierda Unida.

En Asturias hay una idea clara de que la gestión del equipo actual de
Ensidesa es mala, que algunos llegan a calificar de nefasta, y la idea
general es que la empresa se encuentra en los momentos actuales en
quiebra técnica. Es más, muchas de las personas llegan a la creencia de
que el CSI tiende a determinar el cierre por fases de la empresa
Ensidesa.

La gestión empresarial, comercial y financiera ha sido calificada por
todo el mundo como mala, por considerar que dentro de la misma en los
momentos actuales existe una gran desorganización y un gran descontrol
que ponen en peligro constante la funcionalidad de la misma. Estos datos,
con algunos que nos ha expuesto el representante de Izquierda Unida, son
los que tienen en la mente sectores técnicos, sindicales y clientes de la
misma. La idea es que en esta empresa --y prueba evidente es el final de
la cuenta de resultados año tras año-- no se está ejercitando una gestión
realmente buena. Aunque somos conscientes de que sus resultados en modo
alguno son exclusivamente responsabilidad de la empresa, pues, para
nosotros, en Ensidesa existen buenos técnicos, buenos administrativos y
buenos obreros, y los malos resultados son consecuencia precisamente de
una política que, a nuestro entender, se imparte desde los órganos
centrales superiores siguiendo las directrices del Gobierno central, que
es una política proteccionista, intervencionista y subvencionadora que
propició el declive de la empresa. Se debe olvidar este viejo concepto y
aplicar esos principios, que en todas las compareciencias el señor García
Hermoso nos expone pero que después no se practican, de que hay que ir a
una empresa eficaz y competitiva, como principales pilares de un sistema
liberal y moderno, que realmente son los que se están aplicando en la
casi totalidad de las empresas que salen adelante a nivel europeo.

La radiografía de la empresa es realmente demoledora. Nosotros tenemos
que retrotraernos al año 1985 para ver que la producción de la empresa en
esos años era de 4.481.000 toneladas; la plantilla, de 24.560 operarios,
y las pérdidas en esos momentos era de 17.000 millones de pesetas. En el
año 1992, la producción se ha reducido a 3.400.000 toneladas; la
plantilla, a 17.000 operarios, y las pérdidas se elevan a la exorbitante
cifra de 68.000 millones de pesetas, lo que nos da una idea muy clara de
que la Dirección de Ensidesa ha errado a lo largo de estos años en sus
planteamientos. Ni la fuerte reconversión que se realizó en el año 1984,
ni la posterior de 1987, ni las fuertes inversiones que se hicieron en la
misma, dieron resultados positivos. Cada día existe una reduccción de
producción, una reducción de plantilla y, sin embargo, podemos observar
--y eso es lo importante-- siguen aumentando las pérdidas de dicha
empresa de una forma realmente impresionante. La presión sindical con
aquella famosa marcha de hierro, tampoco ha dado resultados y, día a día,
la empresa Ensidesa presenta peores resultados.

Usted es conocedor --y el otro día se lo expuse, y además lo conoce
perfectamente, porque conoce los resultados y los acuerdos que se adoptan
por la Junta General



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del Principado-- de que el 30 de abril de 1992 se manifestó que el plan
que se iba a aprobar en Bruselas en modo alguno era beneficioso para
Ensidesa y se pedía incluso la modificación del mismo. Nosotros no hemos
logrado esa petición y sabemos y somos conscientes de que la siderúrgia
española necesita en los momentos actuales un ajuste. Los últimos datos
que nos llegan de la Comunidad es que en el momento actual, en un período
de cuatro años, hay que reducir 30 millones de toneladas de acero bruto,
20 millones de laminados en caliente y una pérdida de 50.000 a 70.000
empleos. Sin embargo, somos conscientes, y así lo tenemos que decir, que
la integración de España en la Comunidad y las medidas que nos aplicaron
al sector siderúrgico son realmente muy superiores a la capacidad de
producción y puestos de trabajo que tenía esta empresa.

Nosotros entendemos que en modo alguno debe de reducirse la capacidad de
producción de Ensidesa; reclamamos nuevas inversiones que permitan
potenciar la LD-III y lograr productos de mayor valor añadido. A nosotros
no nos satisface en modo alguno el Plan Siderúrgico porque entendemos que
la empresa de Ensidesa no sólo queda igual sino que se minimiza, cada vez
más pequeña, corriendo el riesgo de que dentro de tres años se lleve a
efecto otra nueva reconversión que provoque la desaparición de esta
empresa. Nos convierten en una de las más pequeñas empresas del sector
sin apoyos comerciales y con una pésima gestión, que es lo que se está
llevando a efecto en el momento actual, por lo que sería un milagro --y
lo tenemos que decir-- que Ensidesa saliera adelante. Tenemos el total
convencimiento, y éste es el peligro que por lo menos pesa sobre todo el
pueblo asturiano, de que las actuaciones que se están desarrollando en
los momentos actuales sobre Ensidesa hacen prever un avance y progresivo
cierre por fases y la desaparición de la empresa, lo que sería realmente
de lamentar.

Aceptamos precisamente las palabras del señor García Hermoso en anterior
comparecencia ante esta Comisión de que la decisión tomada en Europa fija
claramente cómo puede ser el futuro industrial de la empresa. Sus
palabras dicen tajantemente que estamos en la hora de la verdad.

Esperemos que en este aspecto se acierte en la gestión de dicha empesa y
que esta empresa tenga futuro y cree riqueza.

Corren nuevos tiempos. Lo que pensábamos ayer en modo alguno sirve para
el momento de hoy. La aprobación del plan por Europa, con mucho retraso
--veintiocho meses desde el momento en que se planteó--, resuelve una
incógnita y hace prever la posibilidad de comenzar a frenar el intenso y
progresivo deterioro que tiene la antigua Ensidesa. El nuevo proceso nos
trae preocupación y esperanza; esperamos que en esta nueva
reestructuración siderúrgica se acierte y nos haga una empresa
competitiva tanto en calidad como en precios y que podamos luchar con
esta empresa frente a terceros países, esos países que han intervenido
ahora en el mercado siderúgico europeo con una gran agresividad como es
el caso de los países del Este y de los países asiáticos.

El plan español --es la idea que tenemos-- ha pretendido conjugar la
defensa de lo que ha sido siempre, su siderúrgica con más potencialidad,
es decir, Ensidesa, con el mantenimiento de la producción, no sólo de la
transformación, de acero en el País Vasco. Ensidesa --esta es la idea--
será más moderna pero será más pequeña, perderá los Hornos Altos de
Avilés, a cambio de concentrar la producción de radio en Gijón en dos
nuevas instalaciones, y conservará sus instalaciones transformadoras en
Asturias, que tendrán algunas fuera de nuestra región como es el caso de
Lesaca en Navarra, Echeverri en Pamplona y en la antigua Signe en
Sagunto. Perderá la plantilla después de la sangría que se viene
produciendo y llegando nada más y nada menos que a 24.500 trabajadores en
1985, a pasar en el momento actual a cerca de 9.000, más los inducidos,
que suponen indiscutiblemente una gran ruina para esta región. Lo malo es
que esa reducción en modo alguno nos garantiza, y eso es lo que realmente
tememos, que se haya paralizado. Nosotros llegamos a la idea de que si no
se toman una buenas medidas, si no se actúa con un criterio serio, la
empresa seguirá reduciendo plantillas.

En Asturias existe indiscutiblemente una gran tristeza, porque esta
empresa siempre fue considerada como uno de los grandes pilares de la
región y si se ve reducida su importancia, también se va a reducir la
capacidad de contribuir al sostenimiento de esta región. De sus palabras
nos gustaría deducir una idea de esperanza, una idea de futuro de que la
empresa Ensidesa seguirá adelante y resolverá parte de los problemas que
tiene en esta región.

Por ello, concretamos nuestra actuación con las siguientes preguntas: En
primer lugar, cómo va a ser el futuro diseño de Ensidesa en el holding
siderúrgico de nueva creación. En segundo lugar, si dentro de esos planes
entra privatizar instalaciones de Ensidesa-Verin. En tercer lugar, si se
prevén nuevas reconversiones de personal y la fijación real de la
plantilla en los momentos actuales. Si, dado que los gestores que están
al frente de la empresa son los mismos que llevaron a la empresa al
desaste actual, se piensa renovar o sustituir los órganos de dirección.

Otra pregunta, que tampoco está aclarada, es cuántos van a ser los
millones que se van a invertir en el momento actual en Ensidesa, pues las
cifras que se manejan unas veces son 60.000 millones y otras 110.000
millones de pesetas.

Por último, se ha referido en el día de hoy, precisamente en su
intervención, a una idea que late en la provincia de Asturias, y es que,
dado que en los momentos actuales, de acuerdo con el Estatuto de
Autonomía, artículo 19.1, la Junta General del Principado tiene
representantes en el Consejo de Administración de Ensidesa, si en la
creación del nuevo ente va a seguir acreditada esa representatividad o va
a desaparecer.

Estas son las preguntas que desearíamos que el señor García Hermoso nos
contestase.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo Parlamentario
Catalán, tiene la palabra el señor Molins i Amat.




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El señor MOLINS I AMAT: En esta primera intervención voy a intentar ser
muy breve y simplemente desgranar las preguntas cuya respuesta nuestro
Grupo desearía tener.

Es un objetivo que, como sabe, señor Presidente de la Comisión, es la
cuarta vez que lo intentamos. Lo intentamos en la primera comparecencia
del señor Ministro, no lo conseguimos. En una segunda comparecencia
específica para este tema con el señor Ministro, tampoco. Vamos a ver si
hoy lo conseguimos.

Como decía el señor García Hermoso al inicio de su intervención, la Unión
Europea, la Comunidad, ha aceptado un plan presentado ante la misma, y
por tanto entendemos que en este momento ya se saben las cantidades
exactas y se sabe todo. Simplemente quisiéramos conocerlo. Es decir,
quisiéramos saber en qué ha quedado exactamente ese plan, cuáles son los
recursos que se van a destinar a ese plan, en qué se van a invertir
(obviamente en la parte que sea de la responsabilidad del señor García
Hermoso, y si no es de su responsabilidad pero lo conoce, también
agradeceré que nos lo diga), en qué se van a invertir. Cómo y de qué
manera prevé, en su responsabilidad de gestor de esta Corporación, que
estos recursos van a hacer viable a la Corporación; qué medidas de tipo
laboral deberán tomarse a lo largo de la aplicación de este plan; qué es
lo que está previsto, y cómo, a través de la aplicación de ese plan, será
viable o no la Corporación. Esto es lo que me interesa. Es decir, saber
si esos quinientos y pico mil millones de pesetas, que a todos nos cuesta
mucho generar, van a tener un efecto y qué efecto, porque me imagino que
es benefactor, si no no se haría.

Luego --ésta es más una opinión que una cuestión que dependa de su
responsabilidad-- me gustaría saber cuál es la opinión del señor García
Hermoso respecto a cómo influirá en el conjunto del sector esta
reestructuración que con estos recursos va a realizar la Corporación
Siderúrgica Integral. Es decir, el sector no está conformado
exclusivamente por las empresas de la Corporación Siderúrgica Integral.

(El señor Presidente de la Corporación Siderúrgica Integral, García
Hermoso, ¿en España?) Sí, en España. Entiendo la pregunta y se la
agradezco, señor García Hermoso, porque obviamente esto entra también
dentro de una política general a nivel europeo e incluso a nivel mundial,
pero en este momento a mí me interesa saber fundamentalmente cómo cree el
señor García Hermoso que la reconversión de la Corporación Siderúrgica
Integral influirá sobre el conjunto del sector y qué efectos puede tener,
para la parte del sector que no está en manos públicas sino en manos
privadas, esta reconversión de la Corporación Siderúrgica Integral.

¿Tendrá efectos positivos para el sector no público? ¿Los tendrá
negativos? ¿Cómo cree usted que puede llegar a evolucionar? Obviamente
dependerá de las decisiones que tomen, pero quisiera saber cuál es su
opinión al respecto.

En esta primera intervención limitaría mis preguntas a esto.

Otra cosa que me gustaría conocer, cuando habla el señor García Hermoso
de las 15.000 personas de personal pasivo que tiene en este momento la
Corporación, son las condiciones en que está ese personal. Es decir, en
qué condiciones ese personal pasivo carga sobre la cuenta de resultados
de la empresa. Es decir, si son prejubilaciones, si son jubilaciones
subvencionadas por la propia empresa al margen del sistema general de la
Seguridad Social, etcétera.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávida Sánchez): Por el Grupo Parlamentario
Socialista, tiene la palabra el señor Marcos Merino.




El señor MARCOS MERINO: En primer lugar, quiero agradecer la presencia en
esta Comisión del señor García Hermoso como Presidente de la CSI y sus
explicaciones respecto al presente y al futuro de Ensidesa y AHV.

En segundo lugar, yo quisiera hacer un esfuerzo por objetivar la
situación de la siderurgia española, porque creo que plantear el debate
en los términos en que lo estamos haciendo no beneficia para nada el
futuro de este sector, que yo creo que efectivamente es lo importante.

Digo esto porque no creo que sea bueno venir aquí con posiciones
victimistas respecto a lo que son las situaciones parciales del conjunto
del sector, sino que debiéramos de hacer el esfuerzo necesario para,
superando un poco el ámbito propio, dar respuesta a los problemas que nos
plantea en este momento la siderurgia como reto de futuro.

Dicho esto quiero mostrar mi perplejidad --quizá es porque soy nuevo--
porque escuchando a los portavoces de los grupos de la oposición a uno le
resulta muy difícil no solamente entender sino imaginar que estamos
hablando de sectores afectados por una profunda reconversión, no
solamente en España sino en el mundo.

La verdad es que esta mañana hablando del sector naval y ahora de la
siderurgia, tengo muchas dificultades. Yo llevo en esto de la
reconversión desde el año 1978, desde los pactos de Castellana del sector
naval y tengo muchas dificultades para interpretarlo. Creo que hay que
admitir que éste es un sector que está en reconversión, que tiene en este
momento, después de haber afrontado distintos procesos de reconversión en
todas las empresas europeas, un excedente de producción de 40 millones de
toneladas y que tiene ante sí el reto de reducir 70.000 empleos.

La situación de la siderurgia española es el resultado de unas empresas
que tenían unas instalaciones muy dispersas, muy atomizadas, que, por lo
tanto, era muy poco competitivas, que tenían unos mayores costos de
producción, que tenían unos salarios que no eran inferiores --digamos-- a
los del resto de las empresas de la competencia y que se encontraba en un
mercado en donde los precios los fija la oferta y la demanda, y todos
sabemos que ésta es una situación muy complicada.

Por lo tanto, lo que ha habido que hacer a partir de aquí ha sido
afrontar un plan de reconversión, de saneamiento, que, en mi opinión,
tiene tres grandes objetivos. Por un lado, yo creo que se trataba de
dimensionar adecuadamente las instalaciones para que, procediendo a



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una importante integración, fuera capaz de aprovechar las sinergias
internas mucho mejor para estar en mejores condiciones para competir. En
segundo lugar, se trataba de unir dos empresas que hasta fechas recientes
estaban compitiendo entre ellas, siendo --digamos-- propiedad del mismo
accionista. En tercer lugar, yo creo que ha habido que afrontar un
proceso de modernización para dotarlas de competitividad, de manera que
fueran capaces de sobrevivir en el mercado internacional en el que tienen
que competir. Por lo tanto, aquí ha habido que hacer cuatro cosas
fundamentales, desde mi punto de vista, que creo que se están haciendo.

Por una parte, en el área comercial. Todo el mundo que conoce el sector y
conoce estas empresas sabe que había una competencia comercial entre las
dos empresas que no tenía ninguna explicación, que no era justificable
ante los ojos de nadie, y eso ha llevado a una necesidad de
racionalización y de integración del área comercial para mejorar el
servicio al cliente y para reducir costes.

En segundo lugar, ha habido que afrontar un proceso industrial
importante. Quiero señalar alguna cosa porque, a veces, no sé si para
consolarnos nosotros mismos o para qué, parece que tenemos dudas al
respecto. Esta no es la primera reconversión. Estamos hablando de una
situación en la que llueve sobre mojado y yo creo que todos conocemos que
desde que se planteó la primera reconversión lo que las circunstancias
exigían y lo que las circunstancias demandaban para ajustar adecuadamente
nuestro aparato productivo era ir seguramente más lejos de lo que en
aquel momento era posible desde un punto de vista económico, social y
político. Teniendo en cuenta la propia evolución del mercado, lo que se
ha hecho ha sido ir ajustándolo para que todos fuéramos capaces de ir
subsumiendo los problemas que de ese proceso se iban a derivar, sin
grandes traumas. Pienso que en este caso se ha producido una integración
--como decía antes-- de instalaciones, el cierre de otras, la
modernización de otras y la creación de otras nuevas, porque la situación
del avance tecnológico yo creo que lo exige en ese contexto.

Desde el punto de vista laboral hemos tenido que afrontar un proceso de
reducción de personal razonable, exigido por la propia modernización de
las instalaciones, por la propia mejora de la competitividad y por la
incorporación de nuevas tecnologías y esto se ha hecho en condiciones en
las que los trabajadores no han tenido ningún tipo de detrimento
económico que, de cara al futuro, pudiera representar un condicionante o
una inseguridad para él y para sus familias, sabiendo de antemano, como
sabemos, que lo importante, que era mantener empleo, no era posible.

Finalmente, desde el punto de vista económico-financiero, lo que se ha
hecho ha sido dar solución a un problema que se venía arrastrando desde
el pasado y que necesitaba un saneamiento para hacer que estas empresas
pudieran funcionar con mayor autonomía.

Dicho esto, creo que es importante resaltar --para algunos no tiene
importancia, para mí sí la tiene y mucha-- que la presentación del plan
en Europa fue un gran acierto. Fue además un planteamiento valiente y muy
oportuno. Fue un acierto porque, por primera vez, nuestro país, al margen
de las coyunturas, fue capaz de tomar las riendas de un problema y hacer
una propuesta en base a la situación interna que tenía y a lo que
consideraba que debiera ser un diseño de futuro en el sector siderúrgico.

Tenemos que ser lo suficientemente honestos como para reconocer lo que se
ha hecho en este país por primera vez. La segunda cuestión es que se hizo
valientemente, a pesar de tener la oposición de todos, sin que existieran
muchas alternativas. Yo decía al principio, y lo repito ahora, que a
veces uno tiene la sensación de que ante situaciones concretas que nos
plantea el presente tenemos la tentación de huir, es decir, hablar del
más allá porque el más acá nos da miedo o no sabemos darle soluciones. No
ha habido nadie que haya puesto encima de la mesa ninguna alternativa que
no haya sido la de mantener e incluso aumentar la capacidad de
producción, que era algo que todo el mundo sabía que era absolutamente
inviable. Tercero. Yo creo que fue oportuna en el tiempo, porque si
nuestro país no hubiera tomado la decisión que tomó en su momento,
seguramente el futuro de la siderurgia española hubiera sido mucho más
complejo, mucho más complicado.

Cuando España propuso este plan en Europa, el resto de las empresas
europeas, articuladas a través de Eurofer, estaban discutiendo de lo
divino y humano, sin ponerse de acuerdo sobre cuáles tenían que ser las
alternativas y las medidas que se debían de adoptar de cara al futuro.

Por tanto, creo que esto hay que reconocerlo. Hay que admitir que fue, en
su momento, un plan valiente y que ha pretendido minimizar los costos,
teniendo en cuenta también la situación de cada una de las regiones. Yo
creo que es muy sencillo que cada región plantee que lo mejor es que a la
otra se le perjudique en mayor medida para que ellos salgan --digamos--
lo menos tocados posible; pero ése no es un planteamiento razonable y,
desde el punto de vista de los sectores públicos, es difícilmente
justificable.

Creo que lo que hay que hacer es tener visión de futuro, dar respuestas
globales; en ese camino nos van a encontrar y nos gustaría que, en ese
mismo esquema, pudiéramos también encontrar al resto de los grupos.

Pienso que la gestión de la empresa, sabiendo como sabemos quienes
participamos en este tipo de procesos que siempre que una empresa afronta
un proceso de reconversión su capacidad organizativa se deteriora, pierde
capacidad de articulación y que, por tanto, siempre es algo que hay que
intentar corregir sobre la marcha, porque no hay forma de evitarlo puesto
que se crea un trasiego de personal, hay un movimiento en todos los
órdenes que no se puede hacer de otra manera; sabiendo de antemano que
eso es así, creo que las medidas adoptadas en este momento permiten poner
de manifiesto que los ratio de gestión han mejorado globalmente, al
margen de las quejas, de los chismorreos y de las denuncias particulares
que se puedan hacer por unas u otras personas, puesto que seguramente
habrá quien opine que todo está muy mal y habrá quien opine que todo está
muy bien, porque



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su actitud y su estado de ánimo dependerá de cómo le vaya dentro de la
empresa. Me parece que esos hechos nunca son reflejo del conjunto y nunca
se pueden tomar en ese sentido. Por tanto, me gustaría que se hiciera un
esfuerzo para ver el fondo del problema y no que el árbol nos impida ver
el bosque.

Creo que las pérdidas del Grupo, comparativamente con lo que ha ocurrido
en el resto de Europa, no son tan escandalosas; son importantes, pero no
son tan escandalosas. Voy a dar un dato para que sirva de reflejo.

Nuestra siderurgia, como consecuencia de la deficiente estructuración
interna que tenía, cuando ha ganado dinero en los años buenos, ganaba muy
poco dinero y ahora pierde dentro de lo razonable. Si comparamos la
evolución de la siderurgia española con la evolución de la siderurgia
francesa, por ejemplo, tendremos que admitir que la siderurgia francesa,
en el año 1989, un año de vacas gordas, ganó 129.000 millones de pesetas
y que, en el año 1993, tiene previsto perder 60.000 ó 70.000 millones de
pesetas. Es evidente que entre lo que ganó en una época de vacas gordas y
lo que está perdiendo ahora, hay mucha más distancia y, por tanto, la
gestión se deteriora mucho más que el deterioro producido en la
siderurgia española, lo cual no tiene por qué ser un elemento que nos
lleve a autocomplacernos, pero tampoco tenemos por qué autoflagelarnos.

Tenemos que mantener una posición de rigor y de responsabilidad, sabiendo
que tenemos todavía un futuro por delante muy complejo, lleno de
dificultades y que nos vamos a mover de cara al futuro (y así lo tenemos
que decir porque si no no decimos la verdad) en un sector lleno de
incertidumbre, y quien no admita esto no está diciendo la verdad.

Me sorprende que algunas personas que aquí plantean la situación de la
siderurgia pública, cuando hacen determinadas críticas y
descalificaciones no vean en el entorno privado lo que está pasando con
la siderurgia. No se puede venir aquí a decir que las empresas públicas
hay que potenciarlas, cuando en los programas decimos que las que pierden
hay que cerrarlas y las que ganan, hay que venderlas. Y no se puede
predicar el liberalismo y, luego, practicar el proteccionismo más feroz.

Hay planteamientos que son absolutamente incompatibles. Y al margen de
los intereses particulares que cada uno podamos tener en nuestra región,
creo que debemos hacer el esfuerzo de objetivar las cosas, de no ir con
planteamientos victimistas, de saber que hemos hecho un gran esfuerzo,
que tenemos que seguir haciéndolo, que nos vamos a mover en un sector muy
complicado y que, globalmente, la situación de la siderurgia española a
partir de este momento, una vez que hemos conseguido el apoyo de Europa,
a pesar de algunos, está mejorando. Y quiero decir aquí expresamente que
el señor Brittan, Comisario de la Competencia de la Comunidad Económica
Europea, a veces, nos ha puesto encima de la mesa, como argumento para
decir que no a la aprobación de este plan, los comportamientos, las
manifestaciones de los partidos políticos, de los sindicatos y de algunos
empresarios privados; expresamente quiero decirlo así. Y ahora, todos muy
contentos, vamos a trabajar por el mismo proyecto, y nosotros encantados.

Esto es lo que nos debe mover y éste es nuestro objetivo.

Termino diciendo que me gustaría, de verdad, que en ese gran objetivo que
para nosotros representa consolidar esta empresa siderúrgica española de
cara al futuro pudiéramos contar con el esfuerzo de todos.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Para responder a las preguntas,
comentarios y valoraciones que por parte de los grupos hemos escuchado,
tiene la palabra el señor Presidente de la Corporación Siderúrgica
Integral.




El señor PRESIDENTE DE LA CORPORACION SIDERURGICA INTEGRAL (García
Hermoso): Señor Presidente, señores Diputados, yo, realmente, cada vez
que vengo aquí y me enfrento con las observaciones del Diputado, señor
García Fonseca, me parece que vuelvo sistemáticamente a la noche de los
tiempos o que soy un burro que da vueltas a una noria. Siempre habla de
lo mismo y siempre le tengo que contestar lo mismo.

Punto número 1. Como usted bien conoce, mi incorporación a la presidencia
de una empresa que todavía no había nacido, que era la Corporación de la
Siderurgia Integral, de Ensidesa y de Altos Hornos de Vizcaya, se produce
en el mes de mayo, más concretamente, el 1.º de mayo de 1991. Si usted
supiera aldo de siderurgia, cosa que dudo, sabría que en función de la
cartera de pedidos y en función de la organización, de la planificación,
de la producción, la cuenta de resultados de una empresa de siderurgia
integral está hecha con seis meses de anticipación. Lamento, por tanto,
no poder hacerme responsable de los resultados del año 1991 y, por
consiguiente, vamos a quitar 50.000 millones de pesetas de mis espaldas
de los que usted ha mencionado. Naturalmente, asumo como mi obligación
los resultados del año 1992 y del año 1993.

Respecto a la evolución de los resultados desde 1990 a 1992, que me
imagino que es lo que a usted le preocupa, simplemente quiero decirle una
cosa que ya he repetido hasta la saciedad en esta Comisión. Desde el
segundo semestre del año 1990 al último trimestre del año 1992, la caída
media en precios nominales (es decir, habría que añadir la inflación) de
los productos siderúrgicos fue «solamente» --entre comillas-- del 33 por
ciento. Si usted se cree que hay alguna industria, cualquiera, que sea
capaz de absorber caída de sus precios --el 33 por ciento-- sin registrar
pérdida, es que usted no sabe nada de empresas, cosa de la que cada vez
tengo menos dudas.

A partir de aquí, deseo decirle otra vez más que respecto de las
decisiones tomadas en la reconversión de 1984, no me cabe ninguna duda de
su acierto, y se lo vuelvo a decir. Porque cuando se planificó toda esta
reconversión entre los años 1980 y 1984, se consideraron unas
expectativas de demanda y unas expectativas de evolución de precios que
se mostraron ciertas, como le he dicho hasta la saciedad, y lo demuestra
que el año 1989, cuando estas inversiones empezaron a dar sus frutos y se
acabaron de realizar, las dos empresas, tanto Altos Hornos de Vizcaya



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como Ensidesa, obtuvieron beneficios, cosa de la que usted,
sistemáticamente, quiere olvidarse.

Respecto a mi gestión o a la gestión del equipo de dirección que presido,
permítame que le diga, para resumir, que también, entre otros factores,
como consecuencia de la recuperación de precios que estamos logrando en
los mercados siderúrgicos, hemos pasado de unas pérdidas que rondaban los
20.000 millones de pesetas al trimestre --resultados operativos, antes de
gastos financieros y gastos de reestructuración-- en el primer trimestre
del año 1993 o en el último del año 1992, a unas pérdidas que rondan los
3.000 millones de pesetas al trimestre, en el último trimestre del año
1993. Solamente es una reducción de pérdidas de alrededor de 15.000
millones de pesetas al trimestre. Seguro que a usted no le parece
suficiente; a mí tampoco, porque a mí me gustan las empresas en
beneficios, y cuando una empresa obtiene resultados negativos, a nivel de
resultados operativos, es decir, antes de considerar los gastos
financieros, la gran duda que le surge al gerente es si va a ser capaz de
proponer inversiones a sus accionistas, y yo en este momento tengo dudas
de que en tanto en cuanto no seamos capaces de tornar en positivos los
resultados operativos del Grupo CSI se pueda recomendar a los accionistas
públicos poder hacer inversiones.

Esta mejora de resultados ha sido particularmente patente en algunas de
las gamas o de las divisiones de productos de la Corporación de la
Siderurgia Integral. Por ejemplo, la división de planos ha pasado, desde
el primer trimestre del año 1993, o lo que es similar, desde el último
trimestre del año 1992, de alrededor de 10 u 11.000 millones de pesetas
negativos en resultados operativos a prácticamente cero. La división de
largos, que está ubicada única y exclusivamente en Veriña, ha pasado de
unos 5.000, largos, millones de pesetas negativos de resultados
operativos a unos 1.500-2.000 millones de pesetas de resultados
operativos negativos, continúa en resultados operativos negativos. Ni le
digo el esfuerzo que ahí vamos a tener que hacer. Por cierto, el espía
que usted ha utilizado (El señor García Fonseca hace gestos de
desaprobación) para escribir un documento que con el membrete de
Izquierda Unida tengo en mis manos solamente se refiere a la fábrica de
Gijón. Me gustaría que fuera capaz también de alumbrarnos cómo solucionar
alguno de los problemas. Esta mejora de resultados operativos es
igualmente importante en la división de transformados, donde también,
desde unos resultados operativos de alrededor de 2.000 millones de
pesetas negativos, pasamos a prácticamente cero en el último trimestre.

Como una empresa responde a partir de sus resultados, espero haber
contestado en general a su preocupación, porque luego ya todo el cúmulo
de comentarios que usted hace, solamente puedo calificarlos de
desinformados. Cuando dice que el plan se comenzó a preparar con un
retraso de diez meses, me gustaría saber a qué es a lo que se refiere.

Cuando habla del patrimonio inmobiliario de las oficinas en Madrid,
mientras que antes Ensidesa tenía unas oficinas en Madrid, señor García
Fonseca, el edificio donde estaban las oficinas de Ensidesa pertenecía a
una sociedad, en la cual participaba Ensidesa. Ensidesa vendió la
participación en la sociedad que era propietaria del edificio que ocupaba
Ensidesa allá por el año 1986, si no recuerdo mal. Desde esa época hasta
el año 1993, en que se produjo el traslado, han estado alquilados. Yo,
honestamente, no sé muy bien a lo que usted se refiere. Por otra parte,
la oficina originalmente ocupada por la Corporación de la Siderurgia
Integral era propiedad de Altos Hornos, estaba en un edificio
originalmente construido por Altos Hornos. Lamento mucho que a usted le
moleste que yo ocupe oficinas que eran propiedad de Altos Hornos, pero a
mí me da igual. Yo soy Presidente de las dos empresas y a eso es a lo que
me dedico.

Respecto del alejamiento de las plantas, si usted supiera algo de
Ensidesa o si sus informadores le hubieran informado bien de Ensidesa y
de la organización de la Corporación de la Siderurgia Integral, usted
sabría que, en primer lugar, tenemos una organización global para el
conjunto del Grupo de la Corporación de la Siderurgia Integral, donde
hemos troceado por divisiones de negocio, cosa que es absolutamente
habitual, porque es bastante útil tratar de identificar
responsabilidades. Con este criterio, en función de las características
de los mercados y de los productos, llegamos a la conclusión, y así se lo
propuse al Consejo de Administración, de distinguir dos divisiones
básicas en nuestros negocios: la división de productos largos y la
división de producción básica y productos planos. Dentro de esta última
hay una subdivisión, una división igualmente de negocios, que es la
división de productos transformados. A lo largo y ancho de toda esta
organización funcionamos como una sola organización empresarial y, por
tanto, lamento decirle que mi preocupación ha sido en todo momento
maximizar la cuenta de resultados global del Grupo CSI, respetando
asimismo en todo momento los intereses de los accionistas minoritarios,
tanto de Ensidesa como de Altos Hornos de Vizcaya. A partir de aquí, me
resulta difícil de entender a qué se refiere usted cuando habla de
lejanía de la producción, puesto que el consejero director de la división
de productos largos es la misma persona que era consejero delegado de
Ensidesa, tiene su sede en Avilés y Gijón y tiene además la
responsabilidad de coordinar globalmente nuestras actividades en
Asturias. Por debajo del consejero delegado de la Corporación de la
Siderurgia Integral, existen una serie de direcciones funcionales, una de
las cuales, que me imagino que es a la que usted se refiere, es la
dirección industrial, por cierto, dirigida por el anterior director
industrial de Ensidesa. Y a este caballero reportan directamente los
distintos directores de factoría. Sobre este organigrama básico existe un
comité de dirección de la Corporación, que se reúne quincenalmente por
ahora en Madrid, y al mismo tiempo existe para Asturias un comité de
coordinación que igualmente se reúne con una periodicidad similar.

Yo, se lo digo con toda sinceridad, no acabo de entender cómo a usted o a
sus informantes esto les parece insuficiente sobre tutela y proximidad de
Asturias, cuando el objetivo al que nos dedicamos es a gestionar un grupo
empresarial, como le he dicho, con ubicaciones al



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menos en veinte lugares diferentes, que dirige actividades que están
localizadas no solamente en Asturias sino en Baracaldo, en Sestao, en
Lesaca, en Pamplona, en Valencia, en Barcelona, y ahora resulta que usted
lo que pretende es que sigamos gestionando esto como si solamente
existieran las instalaciones iniciales de Ensidesa. Debo confesarle que
su capacidad para recibir la realidad es bastante nula, por llamarlo de
alguna forma cariñosa.

Sobre el resto me va usted a permitir que pase por encima con vistas a
poder dedicar parte de mi tiempo a comentar y a contestar alguna de las
preguntas concretas que se me han hecho y no solamente los juicios de
intenciones sobre los que usted ha estado dirigiendo exclusivamente su
intervención.

Al señor Landeta estoy dispuesto a aceptarle la buena voluntad de su
intervención, pero realmente, como decía don Manuel Fraga, la política
hace extraños compañeros de cama. Realmente me resulta sorprendente que
un representante del Partido Popular inicie su intervención hacia mí
leyendo, prácticamente de manera literal, el párrafo primero de estas
hojas que yo tengo aquí con membrete de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, en el que se alude a que diversos sectores, como usted ha
dicho: sindicales, técnicos y clientes, de la Corporación nos pasan la
siguiente información. Honestamente, salvo que haya dado la casualidad de
que ustedes utilicen la misma terminología, y por los temas tratados,
debo confesarle que casi todos los argumentos se los he encontrado aquí.

Honestamente, a lo largo de todo este período yo no acabo de entender
cómo nos hemos explicado tan mal y cómo es posible que una sociedad que
yo estoy seguro que es inteligente, como la asturiana, no acaba de
entender que en el futuro del grupo siderúrgico que se trata de diseñar
el principal bastión, la principal columna vertebral permanece en
Asturias. De hecho, a mí me resulta difícil ver dónde se habla de
disminución, no de capacidad teórica, que nunca se ha realizado, sino de
producción real en Asturias. No encontrará usted en ningún momento, ni en
nuestro plan ni desde luego en el fondo de nuestras mentes, una
minimización de Ensidesa, de lo que nosotros llamamos ahora nuestras
actuales instalaciones en Asturias; no lo va a usted a encontrar. Y yo
lamento mucho que ustedes se empeñen en ese ejercicio de masoquismo
sistemático, queriéndose hacer las víctimas, cuando resulta que
realmente, si aquí hay una organización que efectivamente va a resultar
alterada, que efectivamente va a ver disminuida su capacidad, es Altos
Hornos de Vizcaya, y yo debo confesarle que no acabo de entender cómo el
País Vasco asume esta reconversión, esta reducción de capacidad como la
asume tratando de buscar formas positivas de reaccionar, mientras que en
Asturias algunos --afortunadamente no todos-- se empeñan en seguirse
dando latigazos, diciendo: ¡Ay, madre mía, qué pequeñitos nos vamos a
quedar! ¡Pero si es mentira, si es mentira!, pero ¿de qué me hablan?
¿Ustedes toman datos? Procuren ustedes analizar los documentos,
profundicen ustedes. Esto es lo mismo que cuando usted ha dicho que se
han tardado 28 meses desde el planteamiento original del plan, y, desde
luego, probablemente lo que pasa es que ha sido un lapsus, pero no tiene
nada que ver con los 28 meses. Es un período mucho más corto desde que se
hizo el plan; o cuando usted ha dicho que Etxébarri está en Pamplona. No,
señor, Etxébarri está en Basauri (Vizcaya). A partir de ahí yo le podría
hacer algunos comentarios sobre su intervención, pero es todo igual de
inexacto que este par de anécdotas, y se lo digo con toda sinceridad. No
tengo otra forma de verlo.

Yendo directamente a sus preguntas --que me imagino que serán los temas
que le interesarán-- en primer lugar, como usted sabe, el plan prevé --y
otra cosa es que el Consejo de Administración y las juntas generales de
las compañías así lo aprueben en su momento-- que, dada la quiebra
financiera y empresarial en la que se encuentran tanto Altos Hornos de
Vizcaya como Ensidesa, que lleva a la conclusión de que no hay forma de
recuperar estas sociedades de manera independiente, se va a tener que
hacer una aportación de activos a un nuevo grupo empresarial --está
todavía por definir si como sociedades independientes y cuántas--, que es
lo que se conoce en nuestro argot de trabajo como Grupo V, de forma tal
que, efectivamente, a lo largo de los próximos años se irá configurando
un grupo donde ni Ensidesa ni Altos Hornos como tales sociedades van a
tener actividad industrial; simplemente se van a quedar en lo que
nosotros llamamos sociedades latentes con vistas a poder ir liquidando de
forma no traumática todos nuestros pasivos de cualquier tipo,
principalmente los de personal. Por lo tanto, en el futuro de lo que se
va a hablar es de instalaciones industriales, y el núcleo, el origen, la
madre, la única cabecera de siderurgia integral que va a continuar en
este nuevo grupo va a estar instalada en Asturias.

Respecto de la actual cabecera de Altos Hornos de Vizcaya, como he tenido
ocasión de contar ante esta Comisión, desaparecerá al dar cumplimiento a
la actual autorización comunitaria a lo largo de los próximos años, y
dado el déficit de bobina caliente que las unidades acabadoras del Grupo
V tendrían, estamos tratando de promover, junto con la iniciativa
privada, una nueva planta, que es lo que llamamos la acería compacta,
porque es una tecnología completamente nueva y distinta de la siderurgia
integral, en la cual nosotros vamos a tener una participación
minoritaria. Por tanto, nuestra visión y nuestra voluntad es alcanzar,
allí donde sea útil y necesario para solidificar nuestros negocios,
colaboración con inversores privados, sin ningún tipo de restricción,
nada más que la empresarial.

Me pregunta usted si tenemos planes para privatizar Ensidesa-Veriña y mi
respuesta es que ni sí ni no sino todo lo contrario. Me vuelvo a remitir
a lo que siempre he dicho. Hoy por hoy nuestras actividades en
Ensidesa-Veriña son las que registran las mayores pérdidas de toda la CSI
--se las acabo de decir al inicio de mi intervención--, y nosotros
estamos en este momento negociando con los sindicatos cómo reestructurar
la organización de la producción de nuestras actividades en Veriña,
porque nuestro problema en Veriña es fundamentalmente de costes. No es un
problema de producto, no es un



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problema técnico, no es un problema de calidad. Es un problema de que
tenemos una organización del trabajo en lo que se refiere a turnos,
mantenimiento, cambio de turnos de trabajo, absolutamente ineficientes, y
estamos en unos costes que nos impiden competir de manera rentable con
nuestros competidores, en este caso fundamentalmente privados. Lo que
estamos viendo entonces es cómo podemos --inicialmente con nuestros
competidores privados nacionales, que también tienen puntos débiles y los
conocen muy bien--, ellos con sus puntos fuertes y débiles y nosotros con
los nuestros, tratar de producir alguna alianza que sea beneficiosa para
ellos y para nosotros, pero esa alianza seguro que pasa por algún tipo de
intercambio accionarial o por alguna cuestión de mezcla de negocios.

También le digo con toda rotundidad que esa alianza por lo que no va a
pasar es por el cierre, que estoy por decir que es a lo que usted se
refería cuando me hablaba de privatizaciones --porque esto hay que
entenderlo, aquí hay una hermenéutica curiosa en lo que se refiere a las
expresiones--, por el cierre de las instalaciones de Veriña, ni hablar.

Me pregunta si va a hacer falta una nueva reconversión. Mire usted, todas
las empresas, las públicas, las privadas, las de la siderurgia, las del
automóvil, las de la electricidad, las de bienes de equipo, las de
informática, todas las empresas están metidas en un proceso de adaptación
competitiva que va más allá del sector, del país y de todo. Hace unos
años alguien, a la sazón Ministro de Industria, habló de la reconversión
permanente, que produjo gran regocijo en algunos indocumentados, y ahora
se demuestra que hay que estarla haciendo todos los días; todos los días
hay que estar analizando el mercado, analizando los sistemas de
producción y viendo la organización y los gastos generales, porque si no
se está ganando productividad todos los días, las empresas desaparecen.

Eso es así. El mundo ha cambiado terriblemente, no hace falta que venga
yo aquí a decírselo, y, desde luego, no estamos en este país como antes
de 1986, cuando se produjo la adhesión a la Comunidad; tampoco estamos en
el período 1986-1990, sino que estamos en un período en que la
competencia, finalmente, se ha demostrado global, cosa de la que se viene
hablando en determinados ambientes desde hace mucho tiempo, y ahí están
Corea, Taiwan, Singapur, Malasia y un largo etcétera de países. Tenemos
que ver cómo adaptamos nuestros mercados con nuestros productos, cómo nos
movemos en nuestras ubicaciones de producción para poder competir con
estos señores. No hay más salida que entenderlo.

Los gestores de la Corporación de la Siderurgia Integral son en su
mayoría originarios de los equipos de dirección de Ensidesa y de Altos
Hornos de Vizcaya. Al Grupo de la Corporación de la Siderurgia Integral
solamente nos hemos incorporado tres personas a nivel de dirección. Por
lo tanto, todos ellos son, insisto, personas conocedoras del negocio,
conocedoras de las compañías de origen, próximas a las instalaciones,
personas de una gran capacidad técnica, capacidad que trataremos de
utilizar, como trataremos de contar con su colaboración, en tanto a ellos
les interese y a nosotros también. Así se hacen los equipos de dirección
de las empresas.

Respecto a las inversiones, tengo que decirle que serán aquellas que sean
necesarias para lograr la competitividad y que sean rentables, porque lo
que no podemos pedir, porque el señor García Fonseca me lo acaba de
prohibir en su primera intervención, es hacer inversiones que luego no
sean rentables. Por lo tanto, siguiendo el consejo del señor García
Fonseca, vamos a analizar con muchísimo cuidado cuáles son los productos
en los que vamos a ser capaces de rentabilizar las inversiones para, así,
poder tomar decisiones sobre qué inversiones hacer y qué inversiones no
hacer, porque nuestro problema no es hacer inversiones, sino hacer
compañías rentables, que son las compañías sanas, las compañías que duran
y que generan empleo, tanto dentro como a su alrededor, y no hacer
inversiones que sean flor para un día.

Respecto a si se prevé que la Junta General del Principado entre en el
consejo de administración del nuevo ente, tengo que confesarle que no es
un problema que me haya planteado, no por falta de respeto a la Junta
General del Principado, que se lo tengo y bastante más del que algunos me
otorgan, sino porque en una empresa tan absolutamente diversificada en
ubicaciones --estamos, repito, en Asturias, en Galicia, en el País Vasco,
en Navarra, en Barcelona, en Valencia, amén de tener almacenes por toda
España, y estamos, a través de nuestras participadas, en Burgos y en
muchos sitios más--, no acabo de entender muy bien qué sentido operativo
tiene contar con un consejo de administración donde haya esa dispersión
de representantes autonómicos. Me temo que lo harían difícilmente
gestionable.

Pasando directamente a las preguntas del Diputado señor Molins, diré que
el plan se queda en lo que siempre hemos venido hablando; la única
modificación introducida por aprobación del Consejo de Ministros de la
Unión Europea corresponde a: primero, necesidad de mayoría privada en la
instalación de acería compacta, que nace por tanto como una nueva empresa
completamente desligada de Altos Hornos de Vizcaya; no es una continuidad
de Altos Hornos de Vizcaya, sino que nace como una nueva empresa, nacerá
con mayoría privada y nosotros estaremos en minoría. La segunda
modificación hecha por la Comisión y el Consejo de Ministros se refiere a
la fecha de cierre del tren de Ansio, que ha sido adelantada respecto de
la fecha inicialmente contemplada en nuestro plan, y, por tanto, va a
suponer unos esfuerzos de planificación y programación de producción que
vamos a estudiar en los próximos meses, si bien es nuestra opinión que no
debería tener impacto en lo que se refiere a nuestra presencia en los
mercados, puesto que básicamente debe producirse a través de nuestras
unidades acabadoras, y ahí mantenemos toda nuestra capacidad. Por tanto,
nuestro déficit de bobina caliente tendremos que cubrirlo y seguramente
haremos de ello más un punto fuerte para buscar alianzas que un punto
débil para perder mercados.

En lo que se refiere a los recusos financieros autorizados, realmente no
ha existido recorte, sino recalificación,



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como compatible y, por tanto, no necesitada de autorización, de, creo
recordar, 200.000 millones de pesetas. Por tanto, las ayudas financieras
en su conjunto, tanto compatibles como autorizadas, son aquellas
previstas en el plan. De todas esas ayudas financieras, señor Molins,
nada es para invertir, por así decirlo. Todas esas ayudas financieras son
las necesarias, y así se estimaron, para poder proceder a la liquidación
de los pasivos de las viejas compañías sin hacerlo de forma traumática,
sin tener que recurrir a situaciones concursales o de otro tipo, lo que,
desde luego, no es voluntad de la gerencia, ya que estamos hablando de
una empresa que pretende mantenerse en el mercado. Y cuando uno pretende
mantenerse en el mercado, no intenta continuar, por sucesión indirecta,
dentro del mismo, sino que tiene que mantener sus relaciones con sus
proveedores y sus clientes de una manera determinada.

El plan está buscando la viabilidad del conjunto empresarial y para cada
uno de sus negocios, y además se ejecutará de esta manera. Es decir, un
plan no es algo que hay que sacralizar, que está escrito en las tablas de
la ley para toda la vida, y sin forma de cambiarlo; un plan tiene que
revisarse. Ayer estaba repasando las líneas directrices de un plan de
competitividad de una empresa canadiense, y veía que coincidía
absolutamente con nosotros. Hacía alusión a la necesidad de introducir
nuevas tecnologías de estas que al señor García Fonseca no le gustan y
dicen que se critican en el ISI de París. Creo que no ha leído los
documentos del ISI. Es decir, prevemos la viabilidad y se ejecutará para
obtenerla.

Respecto a las medidas de tipo laboral, son las contempladas, con una
reducción de alrededor de 10.000 personas. Es natural que a lo largo de
su ejecución haya que buscar adaptaciones o ajustes, igual que gracias a
la colaboración de los trabajadores y de los sindicatos hemos conseguido
que en el año 1993 las bajas por prejubilaciones y otros motivos sean de
alrededor 5.100 personas en vez de 4.300, como estaba previsto
inicialmente. Es esa diferencia de 800 de más, que parece que es una
burrada o algo así según el señor García Fonseca, las bajas inicialmente
previstas.

Finalmente, señor Presidente, respecto a las condiciones del personal
pasivo existente que corresponde en este momento en el Grupo ISI,
pertenece tanto el plan actual de bajas como a las reconversiones de los
años 1986 a 1990. Las condiciones actuales son algo inferiores a las de
prejubilación del plan actual, y básicamente están en una cobertura del
79 por ciento sobre el salario bruto, con una cláusula de actualización,
a partir del segundo año, del tres por ciento. La empresa tiene que
complementar las prestaciones normales de la Seguridad Social con
complementos de empresa. Esto, si no recuerdo mal, le va a costar este
año 10.000 millones de pesetas, más o menos, a nuestras cuenta de
resultados, y forman parte de esos 100.000 millones de pesetas que tanto
asustan al señor García Fonseca y a mí mismo.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Muchas gracias, señor García
Hermoso, Presidente de la Corporación Siderurgia Integral.

Señorías, se acuerdo con el orden del día que aprobamos la Mesa todos los
portavoces de los grupos, deberíamos estar ya en la siguiente
comparecencia. Lo digo como recordatorio de que el habitual turno
excepcional de los grupos vamos a celebrarlo, pero advirtiendo que en él
siempre adoptamos como límite los tres minutos por intervención. Observo
que el señor Gámir, en nombre del Grupo Parlamentario Popular, quiere
hacer uso de la palabra.




El señor GAMIR CASARES: Es para una cuestión de orden.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Tiene la palabra para esa
cuestión de orden que quiere expresar.




El señor GAMIR CASARES: El título de este punto del orden del día, se
refería a la comparecencia que acaba de tener lugar para explicar las
causas y las medidas que hagan frente a la actual gestión del equipo que
preside sobre Ensidesa. Con el máximo respeto al compareciente, no estoy
muy seguro de si la forma en que se ha producido su respuesta se ajusta a
esa explicación de causas.

Sin entrar en lo que ha dicho sobre otros grupos parlamentarios, que no
es mi tema, al citar la frase de un ex-presidente de nuestro partido de
«extraños compañeros de cama», frase que, además su autoría, su origen y
sobre todo su aplicación en la práctica a diversos grupos de este
Parlamento podía dar lugar a discusiones muy amplias, me parece que no
entra en el cauce normal de respuesta a la cuestión manifestada.

Sobre los temas de fondo, será mi compañero quien los trate, pero deseaba
hacer constar mi desacuerdo con ese planteamiento que acabo de exponer.

El resto de los grupos parlamentarios serán quienes manifiesten sus
posturas.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señor Gámir, queda esa cuestión
de orden expresada a efecto de su registro en las actas.

Esta Presidencia, a lo largo de la comparecencia, ha tenido no tanto la
atención, sino la preocupación de que los niveles de personalización a
los que se estaba acercando no fuesen tranquilizadores, pero ha creído
que el principio de simetría puede considerarse globalmente respetado y
satisfecho en el sentido de que no se han alcanzado puntos no
recomendables. Creo que podemos volver al cauce reglamentario de estos
turnos rápidos en demanda de explicación de algunos aspectos concretos
por parte de todos los grupos, y no por más de tres minutos.

En ese sentido, el señor García Fonseca tiene la palabra.




El señor GARCIA FONSECA: Permítame, señor Presidente, incidir en la misma
línea del portavoz del Partido



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Popular sobre una cuestión previa de método o como se le quiera llamar.

Mi Grupo no va a responder al señor García Hermoso. Mi Grupo le considera
una persona inhábil para poder dialogar con él. Mi Grupo no tolera que
diga cosas dirigidas a este portavoz o a otros como que está dispuesto a
concederle buena voluntad; como que es una burrada; como que somos unos
ignorantes en materia siderúrgica, y otras lindezas por el estilo, y,
además, decir que las fuentes de información de mi Grupo son espías; es
decir, a la gente que pasa información, que dialoga o que habla a un
representante, por indigno que sea, de la soberanía popular, el señor
García Hermoso le califica de espía.

No voy a responder al señor García Hermoso: simplemente le digo que sólo
ofende quien puede, y usted a mí no me puede ofender. Pero sí quiero
decir algo en relación al resto de la Comisión y al portavoz socialista,
cuya intervención me ha parecido, en todo caso, muy válida, desde su
punto de vista, y digna también de tener en cuenta.

Cuando hablamos de que las pérdidas de Ensidesa y de Altos Hornos de
Vizcaya son absolutamente desproporcionadas, lo hacemos teniendo en
cuenta la situación del mercado internacionesl y con las cifras
comparativas de otras empresas. Ya he dado este dato pero lo voy a
repetir y ampliar. La Comporación Siderúrgica Integral, de cada cien
pesetas de venta pierde 43,10. En Europa hay siderurgias que han estado
ganando dinero hasta 1992, pero respecto de las que pierden, nosotros nos
quedamos en otra galaxia. La que continúa en pérdidas, relativas al
volumen de ventas, de la Comunidad Europea es la holandesa Hoogovens, que
pierde 7,10 pesetas. Usinor-Sacilor pierde 2,78 pesetas. La British
Steel, 2,99 pesetas. Arbed, de Luxemburgo, 1,53 pesetas. Cockerill, 0,82
pesetas. De otra manera esto quiere decir que la Corporación Siderúrgica
Integral ha perdido el 5.256 por ciento más que la siderúrgica europea
Cockerill que es la que menos pierde, y 1.550 por ciento más que la que
más pierde.

Termino ya, señor Presidente, pero quiero decir a esta Cámara que mi
Grupo en ningún momento ha utilizado calificativos en relación al señor
García Hermoso y su gestión. Sin embargo, en la opinión pública asturiana
--en la pública y en la publicada-- se hacen comentarios del siguiente
tenor: Los sindicatos piden la dimisión del Presidente de la Empresa
--todos, absolutamente todos-- por informal y por incompetente.

--Actuación bochornosa, hipócrita y chulesca (dice otro sindicato).

--García Hermoso fue contratado para destruir la empresa y para
enterrarla; es un mal gestor y un malísimo interlocutor.

Y la editorial de la semana pasada --y termino ya señor Presidente-- de
uno de los periódicos que más sigue el tema siderúrgico en Asturias, dice
así: «Ensidesa sufre desde hace mucho tiempo un proceso continuado de
degradación; alimenta el pesimismo y descorazona a quienes están
vinculados laboralmente a la empresa, y también a toda la colectividad
asturiana, que temen el hundimiento de un conjunto industrial cuya
desaparición constituiría una catástrofe. La empresa no sabe qué decirles
a los trabajadores pendientes de la negociación del convenio, porque en
Madrid ya no dan ni instrucciones. ¿A qué se debe este abandono? ¿Por qué
ha desaparecido la capacidad de mandar en la empresa y por qué la
autoridad mantiene una inhibición culpable? ¿Hasta dónde se quiere
llegar? Asturias se juega demasiado para que su destino esté en manos de
unos auténticos irresponsables.»
Por mi parte nada tengo que añadir.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo Parlamentario
Popular, tiene la palabra el señor Landeta.




El señor LANDETA ALVAREZ-VALDES: Unicamente para decirle al señor García
Hermoso que este Diputado no ha tenido en cuenta, para nada, en su
intervención el documento que ha exhibido el representante de Izquierda
Unida. Lo desconocía y no ha llegado a nuestro poder. Me he limitado a
transmitir el sentir que realmente existe en toda la sociedad asturiana,
y si no en toda, en la mayor parte.

Respecto a la contestación a la serie de preguntas, muy concretas, que he
formulado, creo que han quedado dos sin responder, que le vuelvo a
repetir. La primera es relativa a la fijación de la plantilla de Ensidesa
para 1994, y la segunda cuándo se va a poner en marcha el plan aprobado
en Europa.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo Parlamentario
Catalán, tiene la palabra el señor Molins.




El señor MOLINS I AMAT: Muy brevemente. El hecho de que las respuestas a
las preguntas formuladas por mi grupo hayan sido correctas no me puede
llevar a ignorar el tono en que se ha desarrollado la sesión, y
simplemente para lamentarlo he tomado la palabra.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Muchas gracias, señor Molins.

Por el grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Marcos.




El señor MARCOS MERINO: Simplemente para hacer unas matizaciones finales
en relación con los últimos comentarios.

En primer lugar, creo que la evolución de las cuentas de Ensidesa y Altos
Hornos no se puede sacar de contexto, lo que quiere decir que hay que
analizarlas sabiendo cuándo se ha hecho la reconversión de cada una de
las empresas europeas y de las españolas. Nosotros tenemos que empezar
por admitir que hemos ido --como siempre-- con diez años de retraso, que
en este momento tenemos una serie de debilidades mayores que las que
existen en el resto de las empresas europeas y que, precisamente por eso,
hay una evolución distinta de la cuenta de resultados.

En segundo lugar, simplemente quiero volver a incidir



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en lo mismo, en una actitud positiva, porque me parece que es importante.

Señor García Fonseca, con todos mis respetos, y diga lo que diga la
prensa asturiana, creo que el victimismo que practican desde Asturias no
es razonable, no es justificable y, desde luego, no tiene altura
política. Esta es mi visión de la situación. Creo que están vendiendo una
imagen de la situación de la siderurgia española que para nada coincide
con la realidad. Si los demás hubiéramos hecho lo mismo, en este momento
estaríamos enzarzados en una pelea de gallos que no tiene sentido alguno,
ya que aquí lo que realmente tenemos que hacer es apostar todos por el
futuro y arrimar el hombro. Si de verdad lo que estamos planteando es la
necesidad de que se consoliden, de cara al futuro, estas dos empresas,
tenemos que trabajar en positivo, y trabajar en positivo es seguir
insistiendo en que hay que profundizar en las medidas que ya se han
adoptado, que hay que hacer el calendario definitivo para que las
inversiones se pongan en marcha lo más rápidamente posible, para que se
inicie la colocación de la primera piedra y para que empecemos a producir
en condiciones competitivas lo más rápidamente posible. Todo lo que no
sea eso, todo lo que sea dispersar esfuerzos en peleas que a ningún lado
nos llevan, no tiene lógica alguna.

Finalmente, quiero decir que desde mi experiencia sindical --y he dicho
antes que he participado en todos los procesos de reconversión que se han
realizado en este país-- no entiendo que unas empresas, con un desarrollo
sindical como el que tiene el sector siderúrgico, puedan plantear dudas
respecto al conocimiento de determinadas cuestiones que suceden en la
empresa, eso no se puede plantear con un mínimo de rigor. Hay una Ley
Orgánica de Libertad Sindical que da cobertura, hay un Estatuto de los
trabajadores y hay una capacidad de acción que obligan a la empresa a
informar puntualmente de todas las cosas que se plantean. Y eso creo que
hay que recordarlo aquí, porque parece que estamos hablando de empresas
pequeñas o medianas que no tienen ningún tipo de capacidad en ese
sentido.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Finalmente, y ruego que también
con brevedad, para cerrar la comparecencia tiene la palabra el Señor
García Hermoso.




El señor PRESIDENTE DE LA CORPORACION SIDERURGICA INTEGRAL (García
Hermoso): Realmente, cuando se me acusa de algunas cosas tengo la
sensación de que los acusadores se han olvidado de aquello de la viga en
el ojo propio y la paja en el ajeno. Parece que se olvida el contenido de
este documento que ustedes han hecho circular (El señor García Hermoso
muestra un documento a los miembros de la Comisión.), con acusaciones muy
graves hacia las personas. Parece que se olvidan los epítetos que
personalmente he tenido ocasión de leer, tanto en prensa nacional como
regional, dirigidos por el propio señor García Fonseca y algunos ilustres
representantes de su Grupo o Coalición parlamentaria, y me parece curioso
ese revuelco de víctima maltratada por un compareciente, que lo que trata
es de dejar las cosas claras y de no aceptar unas acusaciones ni para el
grupo de personas que dirige, ni para el conjunto de los trabajadores de
las empresas que preside, ni personalmente, porque no se merecen y además
no son ciertas.

Insisto, como hice en mi comparecencia ante la Comisión de Presupuestos,
en que sigo sin entender bien --a lo mejor lo que pasa es que quien no
las entiende es quien las maneja-- las cifras de pérdidas de otras
compañías que utiliza. No coinciden las que yo tengo --como ya expliqué
en la otra comparecencia-- con las que él maneja, pero, en cualquier
caso, es verdad que nosotros estamos peor, y precisamente por eso tenemos
que hacer un esfuerzo --iniciamos el esfuerzo antes e iniciamos el
esfuerzo mayor--, pero lo que le pediría a usted sería un poquito de
coherencia, porque solucionar situaciones que están mal requiere
determinadas medidas; no hay milagros, como estoy casi seguro que el
señor García Fonseca reconocerá conmigo.

Yo lamento mucho las posturas que aquí se han mantenido por alguno de los
interpelantes. Me parece que, si de verdad quitamos la hojarasca, lo que
ponen de manifiesto es que se presentan como graves hechos cosas que
forman parte del devenir normal de una planta industrial --que haya
averías y consiguientes reparaciones es algo normal, y eso que usted ha
dicho de las cucharas es absolutamente normal--, y demuestran un absoluto
desconocimiento de lo que debe ser una estrategia comercial de una
empresa a la hora de decidir entre precios y volúmenes, lo que debe ser
una estrategia organizativa que busca responsabilizar, por líneas de
negocios, a los gerentes de las empresas; en definitiva, buscan una
actitud desconfiada y frustrante de lo que son nuestras capacidades de
fabricación de nuevos productos, al tiempo que vocean la necesidad de ir
a productos de mayor valor añadido. Además, alientan la desconfianza en
nuestra organización, requiriendo comportamientos desleales de empleados
de una empresa que tienen su representación en el consejo de
administración de la misma, y si no mienten de manera manifiesta con
acusaciones ridículas, unas veces desinformadas y otras difamadoras para
las personas. Sencillamente, no entiendo cómo se puede mantener esa
actitud respecto de los ciudadanos y ciudadanas de una región, como es
Asturias, en la medida en que, lejos de animar a la consecución de retos
creadores de riqueza y de trabajo, se dedica a crear confusión y pretende
desalentar a una organización que representa el 36 por ciento del
producto industrial bruto asturiano, organización que lo que pretende y
necesita es el apoyo mutuo con la ciudadanía asturiana, que depende en
gran parte de ella, para liderar un proceso sano de reindustrialización
en Asturias.

Permítame un ruego. Recuerde usted el octavo mandamiento de la Ley de
Dios: no levantará falsos testimonios ni mentirá. Y acépteme una cosa: lo
suyo no es, ni mucho menos, la economía de empresa.




El señor LANDETA ALVAREZ-VALDES: Quedan mis dos preguntas sin responder.




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El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Yo imagino que habrá sido la
preocupación por el retraso que llevamos y porque esas contestaciones
puedan hacerse por escrito.




El señor PRESIDENTE DE LA CORPORACION SIDERURGICA INTEGRAL (García
Hermoso): Las hago rápidamente.

La plantilla del año 1994 estará dentro de la prevista en el plan. En
este momento se está tratando de estimar cuáles pueden ser las bajas en
función de la reorganización productiva que se pueda realizar. En
principio, creo recordar que está alrededor de las 1.500 personas.

Respecto a la puesta en marcha del plan, señor Landeta, lleva poniéndose
en marcha, como he dicho, hace mucho tiempo.




El señor LANDETA ALVAREZ-VALDEZ: Una vez aprobado en Europa.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): No entren en diálogo, porque
todavía nos retrasa más.




El señor PRESIDENTE DE LA CORPORACION SIDERURGICA INTEGRAL (García
Hermoso): Se ha puesto en vigor hace mucho tiempo. Es decir, la base del
plan, que es la reorganización comercial y la toma de participaciones en
la distribución, se ha ejecutado; es decir, he tratado de explicarles una
de las bases de la mejora de resultados obtenida a lo largo de este año.

Hemos puesto en marcha, igualmente, medidas de racionalización y
especialización entre plantas. Hemos avanzado de manera muy decisiva en
las bajas de personal, lo que ha puesto de manifiesto el paro encubierto
que existía en estas empresas, porque todas esas bajas de personal las
hemos podido hacer sin reducción de la producción. Es un tema bastante
importante reconocer que, por suerte o por desgracia, previamente a
nuestra llegada existía un exceso estructural de plantilla y, por tanto,
estaba pesando sobre los costes de las empresas. Realmente, lo único que
quedaría es seguir avanzando en los aspectos financieros, y se está dando
los pasos para ir avanzando en ese tema.

Hemos anunciado unas próximas operaciones acordeón con vistas a poder
compensar, al menos parcialmente, las pérdidas sufridas a lo largo de
estos años. Y lo que quedaría de básico, de paradigmático en el plan,
sería proceder al proceso de cierre de instalaciones, sustituyéndolas por
nuevas inversiones, y en eso estamos también. Pero no es una cuestión que
se haga sin más. En algunos casos ya hemos llegado al final, ya hemos
definido el proyecto, y por eso lo estamos vendiendo a accionistas
privados, que es el tema de la acería compacta, punto fundamental de la
reestructuración industrial contemplada en el plan de competitividad.

También estamos analizando las posibles inversiones de tipo mayor (igual
que las de menor) a realizar en nuestras instalaciones actuales de Veriña
y de Avilés. El importe de estas inversiones contempladas es muy
importante. Se ha criticado que desde hace mucho tiempo haya un gran
número de personas en unos barracones, como se les llama, analizando
estas inversiones; es motivo de crítica, repito, por parte de algunas
instancias.

Estamos analizando todo esto. Se está trabajando con posibles
proveedores. Pero esas inversiones, para poder realizarlas, para poder
pedir dinero a los accionistas para acometerlas, lo primero que van a
tener que demostrar es que van a dar lugar a productos rentables. Eso
solamente va a ser así en tanto en cuanto se pueda proseguir en la tarea
reestructuradora de la organización de la producción.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Gracias, señor García Hermoso.

Estoy seguro de que, en nombre de la Comisión, puedo expresarle nuestro
agradecimiento por su comparecencia, e incluso aventurar que también el
apasionamiento puede y debe ser interpretado, en mi opinión, más que
desde el aspecto personal, como el reflejo colectivo de atención,
preocupación y máximo interés de todos los que estamos en esta sala por
algo tan trascendental en nuestro sistema productivo como es el sector
siderúrgico.

Señorías, suspendemos momentáneamente la sesión a efectos de poder
iniciar la comparecencia siguiente. Sólo será durante unos momentos.




--DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE MINAS (CARBAJO JOSA), PARA DAR LAS
EXPLICACIONES ADECUADAS SOBRE EL FUNCIONAMIENTO DE LA COMISION NACIONAL
DE SEGURIDAD MINERA. A SOLICITUD DEL GRUPO IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER
CATALUNYA. (Número de expediente 212/000006.)



El señor VICEPRESIDENTE (Dávida Sánchez): Señorías, reanudamos la sesión
para dar lugar a la última comparecencia prevista en el orden del día; la
comparecencia del Director General de Minas, don Alberto Carbajo Josa,
que, ante una solicitud de comparecencia del Grupo Parlamentario Federal
de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, nos informará sobre el
funcionamiento de la Comisión Nacional de Seguridad Minera.

Tiene la palabra el señor Carbajo.




El señor DIRECTOR GENERAL DE MINAS (Carbajo Josa): La Comisión Nacional
de Seguridad Minera hereda las funciones de la antigua Comisión del Grisú
y de Seguridad Minera. Está establecida mediante un Decreto del año 1984,
de 22 de febrero, modificando la antigua Comisión, como he mencionado, y
modificando también la representación en la misma, dando ya entrada en el
Pleno de la Comisión, por una parte, a las autonomías, y, por otra, a
seis representantes de los sindicatos, a seis representantes
empresariales y a seis catedráticos de escuelas técnicas superiores de
ingenieros de minas cuyas especialidades tienen que ver con los temas de
seguridad minera.




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Esta Comisión de Seguridad Minera estudia fundamentalmente los temas
relacionados con la misma y sus funciones quedan establecidas en el
Decreto, y además de los temas generales estudia temas particulares que,
a petición de alguna de las partes, puedan resultar de especial
relevancia de cara a mejorar el índice de accidentabilidad de las
explotaciones mineras.

Existe, dentro de los órganos de la Comisión, un Presidente, que es el
Director General de Minas, un Vicepresidente, que actúa como Presidente
de un órgano derivado de ella, que es el Comité Permanente, y una
Secretaría Técnica, con unos grupos de trabajo, que es donde se elabora
la normativa que desarrolla el reglamento general de las normas básicas
de seguridad minera, que está establecido mediante un Decreto del año
1985. Este reglamento es de contenido mínimo en cuanto a las normativas
derivadas que desarrollan las Comunidades Autónomas en virtud de las
competencias transferidas a las mismas, y estas ITC, o instrucciones
técnicas complementarias, desarrollan, como digo, este reglamento en los
temas que todavía no han sido abordados por las Comunidades Autónomas.

Cuando éstas abordan alguna de las cuestiones contenidas en estas ITC,
resultan sustituidas y es de obligado cumplimiento la norma interna de la
propia Comunidad. En caso contrario, son de obligado cumplimiento las ITC
aprobadas en los plenos de la Comisión de Seguridad Minera.

Todas las ITC son, como digo, de obligado cumplimiento si no existe una
normativa específica de la Comunidad Autónoma, salvo en dos materias, que
son la materia de homologación por la unidad de mercado de los equipos
relacionados con la seguridad y la materia de explosivos, cuya
competencia radica en la Administración central.

Existe, además, otra labor que realizan los grupos de trabajo,
coordinados por la Secretaría Técnica de la Comisión de Seguridad Minera,
que se eleva después a los comités permanentes, donde se discute el
contenido de estas especificaciones técnicas. Estos trabajos están
relacionados con la homologación de determinados equipos mineros desde el
punto de vista de su seguridad, en los casos en que no exista una norma
UNE al respecto. Cuando resulta aprobada una especificación técnica, se
da traslado de ella a Aenor, con el objeto de que sea el germen y el
fruto de una norma UNE que sirva para la homologación del equipo en
cuestión.

Otra de las actuaciones que tiene la Comisión de Seguridad Minera es el
estudio, a petición de parte, de determinados accidentes de los que, por
su relevancia o su importancia, se pueden extraer conclusiones de las
cuales pueda derivarse determinada normativa general de obligado
cumplimiento que vaya dirigida a mejorar los aspectos de seguridad minera
y a bajar el índice de siniestralidad. Así, a lo largo de los dos últimos
años, ha habido tres subcomisiones: una, a petición de una de las
Comunidades Autónomas, para el estudio de un accidente de singular
importancia que hubo en Asturias en el año 1991, y dos subcomisiones que
se han ido desarrollando a lo largo del año 1993 para el estudio de dos
accidentes, uno que hubo también en Asturias el 10 de diciembre del año
1992 en el Pozo Santa Bárbara, donde hubo cuatro muertos, y otro
accidente que hubo hacia febrero de este año en el Pozo Berciego, de una
empresa que se llama Antracitas del Bierzo, donde murieron dos
trabajadores por inhalaciones de CO. Este es un gas muy peligroso, es un
gas venenoso; no es como el CO 2, que no permite la respiración. El CO es
un gas venenoso porque se combina con la hemoglobina y forma un compuesto
que resulta altamente tóxico, tanto que en breves segundos puede producir
la muerte. Hubo una subcomisión, como digo, para estudiar estos
accidentes, que recabó la información complementaria que consideró
oportuna, y en la cual estuvieron representadas las organizaciones
sindicales, las Comunidades Autónomas, los empresarios y dos
representantes del colectivo de catedráticos de las escuelas técnicas de
ingenieros de minas. Elaboraron unos informes, que fueron presentados al
Pleno de la Comisión y aprobados a finales de septiembre o en octubre de
este año y remitidos a las Comunidades Autónomas en las que se habían
producido estos accidentes.

Otra de las funciones de la Comisión de Seguridad Minera es actuar ante
el órgano permanente para la salubridad y la seguridad en las minas, la
CECA, de manera que trabaja para el establecimiento de determinadas
directivas que después son recogidas, cuando han sido aprobadas por la
comisión de las Comunidades, y traspuestas a nuestro ordenamiento
jurídico mediante las ITC correspondientes, que adquieren el carácter
administrativo mediante una orden ministerial una vez aprobados por el
pleno de la Comisión.

Estas son, resumidamente, las actuaciones en las que se basa el
funcionamiento de la Comisión de Seguridad Minera. Existe, además, una
estadística sobre los accidentes, tipos de accidentes, causas, etcétera,
de cara a realizar una difusión de estos datos con objeto de prevenir o
disminuir la siniestralidad.

Otras actuaciones ligadas a la seguridad minera, aunque no incluidas en
la Comisión de la Seguridad Minera, se instrumentan a través de
determinadas partidas presupuestarias, algunas de ellas conocidas por las
comunidades autónomas, en las que tiene incidencia fundamental la
minería; es una partida que supone 166 millones de pesetas que se
establece en dos fases: una primera fase con determinados baremos
pactados con las comunidades autónomas y aprobados por una Orden
ministerial, y una segunda fase en función de determinados convenios para
la elaboración de actuaciones en materia de formación de las comunidades
autónomas.

Todas las actuaciones de la Comisión de Seguridad Minera quedan
recogidas, y es una de las funciones que establece el Decreto fundacional
de la misma del año 1964. Es un informe que se eleva al Ministro de
Industria y Energía y en la memoria se recogen todas las actuaciones,
todas las ITC aprobadas, las inspecciones, las especificaciones técnicas
remitidas también a Aenor y las actuaciones singulares que a petición de
alguna de las partes se hayan abordado en el seno de la Comisión. De este
informe a su vez se manda también copia a todos los



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participantes en la Comision, por colectivos, a las comunidades
autónomas, a los sindicatos, a los empresarios y a los catedráticos de
las escuelas. Existe también una representación, porque así se contempló,
del Laboratorio Oficial Madariaga, de explotación de las minas en lo
relacionado con la seguridad, especialmente las licuosas y en particular
cuando la aplicación de nuevos métodos de explotación o de mayor índice
de tecnificación puedan afectar a la seguridad. Continúa diciendo en el
5.7: informar todos los asuntos relacionados con la seguridad de las
minas y en general cualquier otro que guarde relación con las mismas.

Efectivamente, en el reglamento general de normas básicas de seguridad
minera de 2 de abril de 1985 también se subraya que es obligatorio
permitir la entrada y facilitar la inspección de las labores en
instalaciones a los ingenieros actuarios y personal auxiliar que le
acompañe, así como los técnicos oficialmente autorizados por la Dirección
General de Minas o por las autoridades mineras autonómicas.

Es sobre esta base legal, que me parece que es suficientemente clara,
sobre la que mi Grupo se pregunta por qué en la práctica el Consejo de
Seguridad Minera se ha limitado, sobre todo a partir de los últimos años,
a tareas prácticamente burocráticas, de temas estadísticos --por cierto,
estadísticas que todavía no existen serias y homologadas en nuestro país,
sé que se están haciendo, pero todavía no las hay-- y a homologación de
equipos y otras tareas de este tipo que no es mi Grupo quien les niega su
importancia, y mucho menos la pertinencia de que el Consejo de Seguridad
Minera se ocupe de ellas, puesto que lo tiene entre sus competencias.

El tema está en por qué precisamente estas competencias a las que acabo
de aludir leyendo incluso textualmente la normativa al respecto, desde
algunos años, y desde luego desde que usted es Director General, no se
llevan a la práctica. Concretamente, cuando hay algún accidente singular
--y usted me entiende perfectamente-- por diversas características y que
los sindicatos piden una y otra vez en el Consejo de Seguridad Minera que
se estudie, que se analice «in situ», por muchas razones, aunque dos las
voy a dar ahora y algunas otras las iré añadiendo, porque, por una parte,
difícilmente se pueden entender las causas de los accidentes singulares
ya que mediante un Decreto del año 1991 quedó establecido como órgano de
apoyo para los ensayos técnicos y es, digamos, el aparato técnico en el
que se fundamentan las actuaciones de la Comisión de Seguridad Minera y
también tiene un representante allí, así como la Asociación de Bienes de
Equipo en Materia Minera (ITEMIN) cuya presencia y trabajo está enmarcado
en las actuaciones que los grupos de trabajo, dentro del órgano
permanente de la Comisión, efectúan de cara a la elaboración de las ITC o
de las especificaciones técnicas correspondientes.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo solicitante de la
comparecencia, el señor García Fonseca tiene la palabra.




El señor GARCIA FONSECA: En primer lugar, agradecerle al señor Director
General de Minas la comparecencia en esta Comisión.

Mi Grupo quisiera empezar por poner de relieve algo que es conocido,
máxime por usted, pero creo que con carácter general, que es la
importancia de los accidentes de la minería en general en nuestro país,
la importancia no solamente en términos absolutos, sino en términos
comparativos; es decir que seguimos en este sentido siendo uno de los
países de la Comunidad Europea de mayor accidentalidad laboral de todo
tipo, subrayando además que la accidentalidad en las minas no se produce
solamente en las explotaciones subterráneas, sino que también tenemos un
triste récord en la minería a cielo abierto, donde la accidentalidad es
mayor que la que se produce en la Comunidad Europea.

Efectivamente, el señor Director General nos ha informado sucintamente de
lo que viene ya en el propio Real Decreto de constitución de la Comisión
sobre cuáles son las funciones y a mi Grupo le interesaría subrayar
alguna de ellas.

En el artículo 5.º, cuando habla precisamente de lo que compete a la
Comisión, dice: el estudio, informe y propuesta de las condiciones y
sobre todo corregir y sacar los criterios pertinentes para dar
precisamente las instrucciones técnicas complementarias que ustedes
elaboran sin un estudio «in situ».

Por otra parte, esto era así, era una norma practicada en épocas
anteriores; por ejemplo, cuando estaba de Director General el señor
Kindelan se hicieron varias investigaciones, análisis, estudios, como los
quiera llamar, en distintos accidentes singulares que tuvieron una
repercusión importante y que sirvieron además, efectivamente, para las
instrucciones técnicas e incluso para hacer algún tipo de propuesta por
parte del Consejo de Seguridad Minera de programas encaminados a
disminuir la accidentalidad minera.

Pero, repito, la primera pregunta y fundamental sería ésta: por qué,
incluso a petición de partes, y específicamente de los sindicatos, no sé
si de alguna otra parte más --me refiero a los técnicos de los
sindicatos, aunque sea propuesta sindical ellos son técnicos en sí--, que
están en el Consejo de Seguridad Minera, se niega sistemáticamente --no
sé si de palabra, pero, en todo caso, «de facto»-- el que puedan
constituirse subcomisiones que en nombre de la Dirección General de Minas
vayan a estudiar «in situ» estos accidentes singulares, en todo caso de
gravedad importante. Esto produce, además, una situación realmente de
parálisis, de atonía en el funcionamiento del Consejo de Seguridad
Minera, porque entonces se ven limitados a funcionar con los informes que
les llegan de otras partes, informes muchas veces contradictorios y que
no hay ninguna manera de objetivar, y el hecho es que desde que no se
hace esta práctica permitida por la reglamentación, no han salido
informes consensuados del Consejo de Seguridad Minera.

Hay que tener en cuenta, además, para este tipo de tareas de inspección,
de estudio o como lo quieran llamar «in situ», que si bien es cierto que
existen las



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inspecciones de minas, que están transferidas a las comunidades
autónomas, de hecho se han producido casos, aunque no voy a hacer juicios
de valor. Desde luego, a nivel de los trabajadores y de los sindicatos se
hacen y muy duros.

En todo caso, hay hechos comprobados en los accidentes --por ejemplo, el
de Mosquitera y otros-- donde los informes realizados posteriormente
pusieron de manifiesto cómo entre las causas o, en todo caso, entre los
factores que pudieran coadyuvar a la producción de estos accidentes
estaba que se daban irregularidades que las inspecciones de minas habían
autorizado inadecuadamente o incluso irregularmente.

Por tanto, parece difícil que en estos casos singulares y en general en
los accidentes mineros, porque yo creo que todos debieran ser
considerados como singulares, sobre todo cuando producen víctimas
humanas, parece que esta inspección superior o este estudio de las causas
por parte del Consejo de Seguridad Minera (me iba a salir el de Seguridad
Nuclear, por andar a caballo entre diversas ponencias y comisiones) me
parece que añadiría un factor de mucha mayor objetividad.

Repito que, de hecho, accidentes singulares como el de Santa Bárbara o el
de Mosquitera sirvieron para legislar de forma más adecuada temas tales
como las cintas transportadoras o sobre sostenimiento, etcétera.

No entendemos, por tanto, cuál es la razón, cuál es la negativa
sistemática de la Dirección General de Minas para que no se pueda,
repito, al menos en los accidentes singulares, hacer esta especie de
estudio «in situ» por la subcomisión que se considere adecuada para el
mismo.

Terminando ya, simplemente quiero señalar algunos otros temas de
funcionamiento inadecuado, por no decir irregular, del Consejo de
Seguridad Minera. Empezamos porque ni siquiera se celebran las reuniones
que se cuantifican o especifican en la Ley. En los dos últimos años, si
mis informaciones no son malas o mis espías no están mal informados, sólo
se hicieron cuatro plenos y uno extraordinario a propuesta de uno de los
sindicatos, cuando en la Ley se fijan ocho plenos. En cuanto a
permanentes, están señaladas una por mes --excluyamos la del mes de
vacaciones, en agosto-- pero, en todo caso, serían once y el último año
únicamente se hicieron seis.

Por otra parte, hay quejas abundantes en cuanto a la dirección ejecutiva.

Es verdad que usted es el Presidente del Consejo de Seguridad Minera,
pero, obviamente, usted tiene también otras responsabilidades más amplias
y «de facto» la dirección ejecutiva queda en manos de un vicepresidente,
y generalmente estos vicepresidentes no son operativos y se limitan a dar
este carácter puramente de cubrir trámites o puramente burocráticos.

A nosotros nos parecería que sería importante que el Consejo de Seguridad
Minera funcionara, y en ese sentido nos parecería que sería necesario al
menos tres cosas: una, lo que dice de investigación o de estudio o como
se quiera llamar «in situ», al menos de los accidentes singulares; dos,
el que se colocara al frente del Consejo de Seguridad Minera un «staff»
de personal realmente cualificado y que promueva actividades encaminadas
a mejorar las «ratio» de seguridad minera; tres, que este Consejo de
Seguridad estuviera dotado de un presupuesto económico adecuado, que no
es el caso actualmente.

Estas son las cuestiones que por parte de mi Grupo deseamos plantearle y
en ellas creo que queda reflejada cuál es nuestra inquietud y también,
implícitamente, nuestra posición.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo Parlamentario
Popular, tiene la palabra el señor Landeta.




El señor LANDETA ALVAREZ-VALDES: Señor Presidente, en primer lugar,
quiero dar las gracias al Director General de Minas por la comparecencia
y las explicaciones que nos ha dado precisamente sobre las normas que en
su día se aprobaron para la constitución de la Comisión de Seguridad
Minera, Decreto de 22 de febrero de 1984, donde se establece, en primer
lugar, la constitución de dicha Comisión, quiénes la forman y las
funciones que tiene que desempeñar.

Yo tengo que referirme a un tema concreto, que es la seguridad minera
respecto a las minas. Asturias es una zona que indiscutiblemente está
padeciendo con una asiduidad de cada seis o siete meses un accidente de
unas características muy especiales, que tienen una gran gravedad dentro
del marco laboral de aquella región.

Hace escasamente poco tiempo, en el año 1991, hubo un accidente muy
importante, el producido en el Pozo Mosquitera, y a consecuencia de esto
se llevó a efecto una investigación por una comisión creada por el propio
Parlamento por la que realmente llegaron a pasar multitud de personas,
técnicos, sindicatos, responsables de la propia empresa y también, ¡cómo
no!, miembros de la Comisión de Seguridad Minera. De aquella
investigación se llegó a la clara conclusión de que la Comisión había
constatado en un informe que emitió y que creo que es uno de los mejores
que se ha hecho en España respecto a seguridad minera, que había una gran
disfuncionalidad en materia de seguridad y que se daba de forma
generalizada en todos los centros productivos mineros. Allí se puso de
relieve el transporte de arrastre, que constituye una de las actividades
principales en la extracción del carbón, pues presentaba grandes
deficiencias. Igual en las labores de arranque, en la electrificación e
introducción generalizada de las grandes máquinas; también análisis de la
situación en cuanto al uso correcto de los explosivos, y se llegó a
determinar nada más y nada menos que cerca del 98 por ciento de los
explosivos que se estaban utilizando no especificaban el detonador. Se
examinaron también las unidades empresariales, porque creo que realmente
tienen suma trascendencia, precisamente en el hecho de la seguridad, ya
que realmente una empresa como HUNOSA o una empresa grande tiene medios
para poder adoptar medidas para informar debidamente y que no se
produzcan estos accidentes, pero lo que sí está claro es que las empresas
de pequeña y mediana dimensión indiscutiblemente cuentan con pocos medios
para adaptar e informar precisamente para que no ocurran estos
accidentes.




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Otro tema que también se puso de relieve fue la contratación de labores
en interior. En el momento actual se estaba subcontratando mucho trabajo,
incluso se contrataba a empresas y trabajaba en estas actividades mineras
gente que no tenía verdaderamente una profesionalidad de minero, sino que
eran casi, casi de empresas constructoras que estaban realizando trabajos
e incurrían en responsabilidad, puesto que indiscutiblemente podemos
decir que era más fácil que surgieran accidentes.

Se puso de relieve también un hecho muy importante, que era que no había
una formación adecuada de los técnicos titulados precisamente al no tener
unas prácticas en instalaciones mineras y también que en los procesos no
existía un compendio, una dedicación, por ejemplo, dentro de los
ingenieros de minas, etcétera, que concretamente examinasen en
profundidad el tema de la seguridad minera. También, que los sistemas de
información y participación en materia de seguridad no estaban hoy día al
corriente, y que no llegaba mucha información, puesto que se estaba
cambiando el sistema de maquinaria y todo lo que realmente es la
industria, lo que podemos decir que es la aplicación de nuevas
instalaciones y nuevos montajes no tenía la información determinada e
importante respecto al tema de seguridad.

Por último, también se puso de relieve el tema de las brigadas de
salvamento, que por lo visto en los momentos actuales no se encuentran
realmente estructuradas ni tampoco suficientemente equipadas para poder
afrontar en un momento determinado un siniestro en una actividad minera,
puesto que hay que poner siempre de relieve que se entregan plenamente a
esta salvación, que dedican todo su esfuerzo humano, pero que no tienen
las medidas necesarias para que esto sea realidad en la práctica.

Tenemos que decir que parece que la composición de la Comisión de
Seguridad Minera es la correcta, tal como está en el Decreto, y que, por
otra parte, tiene suficiente autonomía de actuación. Sin embargo, la idea
que se está transmitiendo es que esa Comisión de Seguridad Minera, en la
práctica, no tiene una efectividad real. En este sentido, queremos hacer
una serie de preguntas al señor Director General de Minas, que están
relacionadas precisamente con la norma que rige la constitución de esa
Comisión. Nos acaban de decir --por lo menos son los datos que ha
facilitado el representante de Izquierda Unida-- que las reuniones no se
están celebrando con la periodicidad que se establece. Nos interesaría
conocer si la memoria de actividades se ha entregado anualmente al
Ministerio de Industria y cuál fue la última que se presentó ante dicho
Ministerio. Si esta Comisión, según los datos que ha aportado muy
ligeramente, ha hecho ya un estudio de la influencia de nuevas
tecnologías en la minería y las consecuencias que está produciendo la
aplicación de estas nuevas tecnologías en el sector minero. Al mismo
tiempo quisiéramos saber qué se ha hecho respecto a la prevención de
accidentes, qué normas y reglamentos se han elaborado.

Por otra parte, ¿se ha informado de la verificación de ensayos oficiales
y de la homologación de equipos mineros y eléctricos? ¿Qué informes de
trascendencia se han elaborado por la Comisión de Seguridad Minera como
consecuencia de los últimos accidentes que se han producido en este país?
También si han presentado alguna moción que prevea que estos siniestros
no se produzcan. Nos interesa saber qué relaciones tiene la Comisión de
Seguridad Minera con otros organismos y organizaciones relacionados con
la seguridad minera, como escuelas de estudios técnicos o industrias
importantes de este sector. Es decir, queremos conocer más o menos la
función que está realizando la Comisión de Seguridad Minera. He de
insistir en que somos de la opinión de que indiscutiblemente la
intervención «in situ», la intervención inmediata, al producirse un
accidente, de la Comisión de Seguridad Minera, órgano que parece que en
España tiene atribuidas las competencias para llegar a dictaminar cuáles
son las causas que concurrieron en un siniestro, debe hacerse a la mayor
brevedad posible.

Estos son los condicionantes y las preguntas que esta representación
quiere formular.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo Parlamentario
Socialista, tiene la palabra don José Manuel González.




El señor GONZALEZ GARCIA: En primer lugar, quiero agradecer al Director
General de Minas su comparecencia y las explicaciones que ha dado,
formales como no podría ser de otra manera, referidas, tal y como decía
el epígrafe de la petición de comparecencia, a cuáles eran las
características de esta Comisión de Seguridad Minera.

Nuestro Grupo, hablando de seguridad minera y de accidentes, somos muy
sensibles a la problemática, en general, de todo tipo de accidentes
laborales, pero particularmente a los mineros, que siempre han supuesto
un mayor grado de sensibilidad en cuanto a los efectos absolutamente
fuertes que producen, tanto en lo que respecta a vidas humanas como a la
aparatosidad y dificultad que casi siempre representan.

Los yacimientos carboníferos españoles en particular son, como todo el
mundo reconoce, de una dificultad geológica mayor de lo que podríamos
llamar la media de los que están en explotación hoy en día en el mundo
desarrollado y esto es indudable que da lugar a un potencial mayor de
posibilidades de accidentes.

Nuestras estadísticas han mejorado o van mejorando. Es indudable que
tanto la seguridad como la salubridad van mejorando y quienes llevamos
muchos años en esta profesión de la minería entendemos que,
afortunadamente, se han ido organizando las competencias para el control
y el seguimiento de los accidentes, se han ido realizando de una manera
más racional, distribuyéndose los grados de distinta competencia y
actuación hacia aquéllos que pueden ser directamente más efectivos por
estar mucho más cerca de la situación que se produce. En este terreno,
las fechas de nacimiento de esta Comisión Nacional no son casuales. Se
deriva también de la gran transformación que en aquellos años supuso la
normativa general con la promulgación también del Estatuto del



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Minero y, como consecuencia de ello, se delegó en unos casos y en otros
se respetaron las competencias que tenían las comunidades autónomas, con
arreglo a sus propios estatutos en todo el tema de explotación minera y,
por lo tanto, de seguridad.

Nos parece que es muy oportuno que las comisiones de seguridad minera de
las distintas comunidades autónomas, que deben existir y en muchos casos
existen, actúen de inmediato ante los accidentes laborales, ante los
accidentes mineros, de todo tipo, aunque no haya muertos. También creemos
que la Comisión Nacional puede disponer de mecanismos ágiles para
completar esta labor, sin que esto suponga que la Comisión Nacional puede
actuar de forma libre, sino más bien tal y como entendemos que dice el
decreto de su propia creación: a instancia de parte. De ninguna manera
estamos dispuestos a fomentar lo que pudiéramos llamar algún tipo de
agravio o de choque entre los distintos niveles de competencia de las
distintas comisiones de seguridad minera que deben existir en las
comunidades autónomas que tienen competencia sobre la materia. Me temo
que, a corto plazo, en todas las comunidades autónomas, ya que, si mi
información es correcta, los últimos acuerdos para la delegación de
nuevas competencias desde el Estado central hacia las comunidades
autónomas incluyen todas las referidas con el tema de los accidentes
laborales.

En cualquier caso, señor Director General, nos interesa saber cómo, desde
su situación de Presidente de esta Comisión Nacional, valora estas
peticiones de complementariedad para la labor de estudio de los
accidentes mineros, que entendemos fundamental. Es indudable que no
conocemos la estadística. Quisiera pedirle, señor Director General, si es
posible que, en un futuro próximo, tanto lo que se refiere a la memoria
anual que elabora este organismo como incluso sus propios datos
estadísticos, etcétera, los pudieran facilitar por lo menos a los
miembros de esta Comisión. Insisto en que es un asunto que se ha
reiterado en esta Cámara y que en las cámaras autonómicas, como bien
decían quienes me han precedido, en el uso de la palabra, por su ámbito
geográfico y su influencia, tiene muchísima importancia. Es deseable por
nuestra parte que el conjunto de los Diputados que pertenecemos a esta
Comisión sepamos al día nuestra situación real en cuanto a accidentes
anuales y a su seguimiento, aunque solamente sean sucesos que no llevan
al accidente, que se produzcan, que me imagino que también serán
estudiados. Por supuesto, también nos interesa cuál es la segunda fase
del trabajo de esta Comisión, que se refiere a la normalización de todas
aquellas actividades que son competencia del Estado, algunas en
exclusividad, y que ni están delegadas ni se prevé delegarlas a las
comunidades autónomas, que tienen una enorme influencia, dados los
avances tecnológicos de las explotaciones mineras. Estamos hablando de
temas como electrificación, etcétera, que pueden ser muy importantes y
también sería conveniente que nos pudiera llegar la información con
tiempo para poder estar al día de lo que se va legislando, vía orden
ministerial, en esta Comisión Nacional.

Nuestro interés es favorecer desde esta Cámara todas aquellas iniciativas
que puedan servir para que el trabajo de esa Comisión Nacional sea el
máximo posible y su efecto también el máximo. Nuestro ofrecimiento como
Grupo, y creo que el de todos los grupos de la Cámara, es decirle a
usted, como Presidente de esa Comisión, que estamos a su disposición para
prestar nuestra colaboración ante cualquier circunstancia que entiendan
que pueda ser positiva, bien mediante el debate en la Cámara, bien
mediante la aportación de nuestras ideas; incluso suscitar de esta
Comisión algún tipo de aportación ante situaciones de riesgo, de peligro
o de accidentes, si ustedes lo entienden conveniente.

Ofrecemos nuestra colaboración y pedimos la aclaración de esas dos o tres
cuestiones que podrían sernos de utilidad.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Tiene la palabra el señor
Director General de Minas, señor Carbajo, para contestar a las
precisiones que le han solicitado los distintos intervinientes.




El señor DIRECTOR GENERAL DE MINAS (Carbajo Josa): Gracias, señor
Presidente. En primer lugar quisiera agradecer las sugerencias que desde
los distintos grupos se han hecho de cara a una mejora de las actuaciones
y de la Comisión de Seguridad Minera. Voy a resaltar alguna de las
cuestiones que se han expuesto y el punto de vista que tiene la Dirección
General de Minas.

Estoy completamente de acuerdo en el planteamiento del señor García
Fonseca respecto a que lamentablemente España todavía ocupa un lugar, y
no de privilegio, en el índice de frecuencia de los accidentes en la
minería. También se refleja en la estadística el hecho de que se va
desplazando el centro de gravedad de la actividad minera de las
explotaciones subterráneas a las explotaciones a cielo abierto, lo que
pone el acento en que necesariamente las actuaciones de la Comisión de
Seguridad Minera tengan que contemplar esta actividad en la que se va
centrando la minería para sacar las ITC, las instrucciones técnicas
complementarias correspondientes, que mejoren la explotación, desde el
punto de vista de seguridad minera, de las canteras y de las operaciones
a cielo abierto.

En el Decreto por el que se establece la Comisión de Seguridad Minera y
se fijan sus funciones, figuran, como ha mencionado el señor García
Fonseca, los estudios sobre los nuevos métodos de explotación desde el
punto de vista de la seguridad minera, pero nosotros, recogiendo un poco
lo que ya ha sido expuesto en más de una ocasión dentro del seno de la
propia Comisión, hemos sido muy escrupulosos en el respeto a las
competencias transferidas y mantenemos abierta esta función siempre y
cuando se nos haga a petición de parte. Desde luego, la Comisión de
Seguridad Minera está abierta a realizar cualquier estudio sobre un nuevo
método de explotación o sobre cualquier otra maquinaria que pudiera
afectar a la seguridad de las minas, siempre y cuando la comunidad
autónoma competente, desde el punto de vista de la



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autorización del plan de labores y de las actuaciones, nos pidiera una
mediación. Lamentablemente estas mediaciones se producen «a posteriori»;
sería deseable y entiendo que ello iría a mejorar precisamente el
objetivo de la Comisión de Seguridad Minera, hacer estudios preventivos
de cara a establecer, desde el punto de vista de seguridad minera, la
validez de los nuevos métodos de explotación que se instauren, porque
finalmente eso es lo que hace la Comisión mediante las ITC oportunas pero
cuando ya se ha producido el accidente. Lo lógico sería que, a iniciativa
de las propias comunidades autónomas, pudiese actuar así la Comisión de
Seguridad Minera.

Lamento discrepar, en cambio, en la simplificación realizada respecto a
las actuaciones que viene llevando a cabo la Comisión de Seguridad
Minera, centradas, según se ha expuesto aquí, en la homologación de
equipo y en las tareas estadísticas. No es sólo la homologación de
equipos y tareas estadísticas, sino la elaboración de una normativa
orientada a la prevención de la siniestralidad, contenida en las ITC,
que, como indico, son de obligado cumplimiento en las comunidades
autónomas que no tengan legislación derivada del Reglamento de normas
básicas de seguridad minera y, desde luego, en todas las comunidades
autónomas en materia relativa a homologación de equipos y a temas
relacionados con los explosivos, por ser competencia estatal.

En cuanto al estudio «in situ» de los accidentes, digamos, singulares,
aunque coincido en que, lamentablemente, el epíteto es singular y, en
cuanto se produce una víctima, debe recaer sobre todos los accidentes,
comparto perfectamente la posición de los grupos al respecto, pero el
Presidente de la Comisión nombra --unas veces a petición de las partes,
en este caso alguna vez alguna comunidad autónoma, y otras a petición del
propio pleno-- unas comisiones para el estudio de determinados accidentes
que se han producido. En esas subcomisiones hay representantes, a su vez,
de todos los colectivos que forman parte de la Comisión, y son los
propios colectivos los que establecen el procedimiento de trabajo; esa
subcomisión formada por los colectivos es la que establece su propia
forma de actuación, que sería enriquecida, desde mi punto de vista, si se
viesen las condiciones en las que se había producido tal accidente y se
fuese a la explotación «in situ» para poder analizar ese tema. Desde la
propia presidencia de la Comisión podemos sugerir las visitas «in situ»
pero, desde luego, respetando siempre que sean los colectivos que forman
parte de las subcomisiones los que acepten un desplazamiento al lugar del
accidente para su estudio.

Hay planteadas otras dos cuestiones, también por el señor García Fonseca,
en cuanto al «staff», un personal cualificado que apoye al Presidente de
la Comisión. A mí me parece que eso lo tenemos que estudiar, puesto que
entre los órganos, las funciones y las personas que quedan establecidas
en el Decreto que funda la Comisión de Seguridad Minera no está recogida
esta figura, lo cual no quiere decir que no tenga operatividad y que no
presente ventajas de futuro que hagan pensar, incluso, en una
modificación normativa. En cualquier caso, creo que tiene ventajas contar
con personas cualificadas y dudo mucho de que su no presencia justifique
la no modificación del Real Decreto. En este momento, sin haber analizado
en profundidad las ventajas de la presencia de estos técnicos, casi me
inclino a pensar que, efectivamente, estas personas pueden aportar los
conocimientos suficientes que mejoren el funcionamiento de la Comisión y,
por tanto, la seguridad en las minas, lo que hace que quede absolutamente
justificada una modificación del Real Decreto para dar cobertura
normativa a esta figura de que se habla.

En lo que estoy totalmente de acuerdo es en que el presupuesto asignado a
la Comisión de Seguridad Minera es insuficiente; tenemos que hacer
maravillas para poder sacar adelante las actuaciones que planificamos a
lo largo del ejercicio de cara a poder satisfacer las peticiones que
desde los diferentes colectivos que forman la Comisión se hacen en la
misma. En cualquier caso, para el próximo ejercicio, esta consideración
de los miembros de la Cámara será elevada al Ministerio para ver si puede
existir una partida presupuestaria específica que atienda la Comisión de
Seguridad Minera.

También se me ha dicho que existe una cierta recurrencia en los
accidentes de carácter grave --aunque todos lo sean-- en alguna comunidad
autónoma. Tengo que decir que una parte sustancial procede de la
complicación geológica de los yacimientos. Naturalmente, la explotación
de un yacimiento, de un yacimiento poco trastornado tectónicamente, como
pueden ser los de Teruel, ofrece una mayor seguridad en la explotación,
desde el punto de vista de los accidentes, que unos yacimientos muy
alterados geológicamente, con capas verticales, como es el caso de
Asturias. A pesar de los esfuerzos que se vienen haciendo para mejorar la
seguridad en las minas asturianas, todavía el 33 por ciento de los
accidentes viene ocurriendo en esta comunidad autónoma, y vienen
sucediendo, además, en la minería del carbón. Aprovecho para decir que
las estadísticas que se vienen realizando con un carácter periódico,
mensualmente, y la Memoria de la Comisión de la Seguridad Minera serán
remitidas a esta Cámara; naturalmente, corresponden a 1992, y cuando
estén listas las de 1993 también se remitirán.

Ha hecho una serie de consideraciones el representante del Grupo
Parlamentario Popular recogiendo, básicamente, los temas en los que se
fundamentaba el informe sobre seguridad minera elaborado por la Cámara.

En todos los aspectos en los que se hacía hincapié nosotros encontramos
que caben todavía mejoras y actuaciones, que sería deseable que pudieran
ser abordadas en coordinación. Sin embargo, salvo el uso correcto de los
explosivos, que es una competencia estatal, casi todo lo que se señala
está transferido a las comunidades autónomas. En ese sentido, me gustaría
que las comunidades autónomas también viesen la Comisión de la Seguridad
Minera como un foro en el que pudiesen exponer sus puntos de vista al
respecto, sus dificultades a la hora de desarrollar las competencias
transferidas, y, respetando esas competencias, viéramos en qué medida la
Administración central puede colaborar para mejorar la seguridad en las



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minas, porque lo importante es que lo verdaderamente fundamental es el
objetivo, que es la seguridad en las minas, con independencia de que la
labor sea realizada por una comunidad autónoma o por la Administración
central.

Hay una serie de preguntas concretas en cuanto a la memoria de
actividades, que han sido contestadas. Respecto a cuáles son nuestras
actuaciones en las nuevas tecnologías en la minería y su incidencia en la
seguridad minera, tengo que decir que, a través de grupos de trabajo, se
elaboran determinados informes que son elevados al Comité permanente y
aprobados posteriormente en el Pleno de la Comisión, que funcionan
básicamente apoyados por Aitemin, que es la asociación de bienes de
equipo en el tema de la minería. En consecuencia, cualquier nueva
tecnología en nuevos equipos tiene un fundamento técnico inmediato, que
florece mediante la especificación técnica correspondiente hasta que
pueda ser abordada por Aenor una norma «une» de obligado cumplimiento.

En cuanto a las normas y reglamentos que se han ido elaborando figuran
todos en el informe de la Comisión y, como digo, será remitido a la
Cámara. Respecto a las relaciones con los otros organismos, en la propia
Comisión de la Seguridad Minera existen otros organismos, como es el
Instituto de la Silicosis, que tienen relación con la minería, además de
que en la propia Comisión, como digo, figuran las comunidades autónomas,
y pueden, y de hecho existe una comunicación fluida, exponer sus puntos
de vista de cara a mejorar esa seguridad.

También se ha preguntado cuáles son los informes específicos elaborados
sobre los accidentes. Tengo que decir que últimamente se ha elaborado un
informe del pozo Mosquitera, al que se ha hecho alusión anteriormente, y
en este año se han elaborado otros dos informes de dos accidentes --uno
se produjo en el pozo Santa Bárbara el 10 de diciembre de 1992-- y otro
basado en los informes elaborados a su vez por la propia comunidad
autónoma, los sindicatos y la propia empresa, Hunosa. Después se ha hecho
un informe sobre otro accidente en el que se produjo una intoxicación de
dos trabajadores por monóxido de carbono y también ha sido recogido en el
informe de los sindicatos, aprobado en el pleno de la Comisión y remitido
a las partes.

Hay un punto que sí tengo que aclarar, no es competencia, no corresponde
a la Comisión de la Seguridad Minera dictar las causas y fijar las
responsabilidades de los accidentes. Es evidente que la función de la
Comisión es única y exclusivamente conocer las causas de los accidentes y
extraer consecuencias, de cara a elaborar una normativa que mejore la
seguridad en las minas y disminuya la accidentabilidad en las
explotaciones.

En relación con lo expuesto por el señor González, creo que todavía hay
terreno para avanzar en la mejora de las estadísticas, pero coincido en
que el campo estadístico ha mejorado sustancialmente y, en parte, ello
también es debido a que, al haber una mejor organización de las tareas en
el tema minero y, en concreto, en seguridad minera, al estar más cerca
las autoridades competentes, las comunidades autónomas, existe una
recolección de datos más fácil o más directa que nos es remitida a la
dirección general con una prontitud de horas. Esto ha mejorado nuestras
estadísticas y ha mejorado todo el tema de organización de esta materia
en las comunidades autónomas. Lo único que hace falta es hacer un mayor
énfasis, si cabe, en la coordinación con estas comunidades autónomas y
puede utilizarse para ello el foro de la Comisión de la Seguridad Minera.

Respecto a la valoración que hace la Dirección General de Minas de estas
peticiones de complementariedad, creo que ha quedado suficientemente
claro que nuestra intención es avanzar, con un respeto escrupuloso a las
competencias transferidas a las comunidades autónomas, pero ello no quita
para que sean bien recibidas todas y cada una de las iniciativas que
desde las diferentes comunidades puedan llegar a la Administración
central, a través de la Comisión de la Seguridad Minera, de cara a
mejorar esta seguridad.

Sobre la normalización de las actividades estatales, las iniciativas, las
normativas que abordemos, tanto en electrificación como en explosivos, la
Cámara será puntualmente informada. Anticipo ya que queremos abordar un
nuevo reglamento de explosivos que, en parte, está motivado por la
necesidad de hacer una trasposición de directivas comunitarias a nuestro
ordenamiento jurídico, y posteriormente queremos abordar --y así lo
anunció ya el Ministro en la presentación de las actuaciones en materia
de industria en septiembre de este año-- una ley de bases del régimen
minero en la que, de alguna manera, se incida especialmente en los
aspectos de seguridad minera. Será una ley de bases que, evidentemente,
podrá ser desarrollada después por las comunidades autónomas y que, desde
luego, siempre será respetuosa con las competencias que ya hayan sido
transferidas.

Respecto a la petición de datos estadísticos, insisto en lo que he dicho
anteriormente.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Muchas gracias, don Alberto
Carbajo.

Ya no me resta más que expresarle, en nombre de la Comisión, nuestro
agradecimiento por su comparecencia y por las informaciones que nos ha
aportado, y también, arrogándome temerariamente la representación de la
Mesa, expresar a SS. SS., a los letrados y a los servicios de la Cámara
nuestros mejores deseos para el año que se iniciará y en el que
reanudaremos nuestros trabajos.

Queda levantada la sesión.




Eran las dos de la tarde.