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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 833, de 20/09/2011
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2011 IX Legislatura Núm. 833

CIENCIA E INNOVACIÓN

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª MARÍA TERESA RODRÍGUEZ BARAHONA

Sesión núm. 27

celebrada el martes,

20 de septiembre de 2011



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia de la señora directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, CNIO (Blasco Marhuenda), para informar sobre la actividad del CNIO y sus principales líneas de actuación para el futuro. A propuesta del Gobierno.
(Número de expediente 212/001549.) ... (Página2)



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Se abre la sesión a las diez y treinta minutos de la mañana.


La señora PRESIDENTA: Se abre la sesión. Vamos a tramitar, como punto único del orden del día, la comparecencia de la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ante esta Comisión, y a petición del Gobierno, para informar
sobre la actividad del CNIO y de sus principales líneas de actuación para el futuro. Interviene a estos efectos la directora del centro, doña María Blasco Marhuenda. Tiene la palabra.


La señora DIRECTORA DEL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIONES ONCOLÓGICAS (Blasco Marhuenda): Me gustaría empezar agradeciendo la posibilidad de comparecer ante la Comisión de Ciencia e Innovación del Congreso por varios motivos, pero
principalmente para mí hay dos. Porque el CNIO es un centro público y como tal ha de ser conocido y ha de rendir cuentas de sus actividades y de su propiedad científica, no solo a través de sus órganos de gobernanza, que en este caso es el
Patronato de la Fundación, así como a través de su Comité científico asesor externo, sino también al conjunto de los ciudadanos españoles que están representados en el Parlamento. Además porque personalmente considero que es muy importante
estrechar los lazos y el compromiso entre los grupos parlamentarios y la comunidad científica, ya que la investigación en temas de salud, y en especial en el caso del cáncer, es una preocupación de los ciudadanos españoles y comparecencias como esta
pueden ayudar a estrechar los lazos, como digo, entre los grupos parlamentarios y la comunidad científica. Este tipo de acercamientos creo que es más común en otros países líderes de la ciencia, a través de comités de asesoramiento a los políticos
sobre temas de investigación y desarrollo.


Dicho esto, paso con su permiso a describirles brevemente las actividades que realizamos en el CNIO, así como las actividades futuras que queremos reforzar. Para ello voy a valerme de una presentación de power point que tienen ustedes en
sus ordenadores. Quiero empezar refiriéndome precisamente a lo que decía, a que el cáncer es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos españoles y me gustaría referirme a una encuesta reciente que ha publicado la Asociación Española
Contra el Cáncer, que se llama Oncobarómetro, donde se encuesta a unas 8.000 personas y se les pregunta sobre su percepción sobre el cáncer versus otras enfermedades. Las conclusiones son que el cáncer es la enfermedad más temida, por delante de
las neurodegenerativas; que más de un millón y medio de españoles tienen o han tenido un cáncer; que casi un 80 por ciento han tenido contacto cercano con un cáncer en su vida; el 58 por ciento sin embargo considera que en diez años no se habrá
logrado dar con la cura del cáncer y solo un 30 por ciento piensa lo contrario, lo cual quiere decir que hay una percepción de que no se está avanzando, quizá lo suficiente, en la investigación contra el cáncer. Quizás es por ello que la mayoría de
los españoles considera que el cáncer debe ser la primera prioridad a la hora de invertir recursos en investigación. Me gustaría terminar esta diapositiva citando lo que dice la presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer, es una cita
sacada de algo que ha dicho ella recientemente: Es el momento de recordar e insistir a los responsables de decisiones estratégicas en materia sanitaria que, pese a la coyuntura de la crisis que vivimos en España, el cáncer debe ser una prioridad
absoluta en su agenda. Me gustaría suscribir la opinión de Isabel Oriol.


Sin embargo no quiero dar la impresión de que no sabemos nada del cáncer o que no se ha avanzado durante todo este tiempo en la investigación del cáncer. También este año ha sido precisamente el 40º aniversario de lo que se denomina la
guerra contra el cáncer. En realidad es que en 1971 el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, firmó lo que se llamó el Acta Nacional del Cáncer, por la cual de alguna manera se tomaba la decisión firme de investigar el cáncer para así poder
avanzar realmente en su tratamiento. Eso se hizo reforzando el Centro Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Después de cuarenta años, recientemente se han revisado cuáles han sido los avances de esta guerra contra el cáncer y los avances han sido
muchos, porque cuarenta años después realmente se han descifrado las bases moleculares del cáncer, ahora sabemos qué es el cáncer, y se ha avanzado muchísimo en el conocimiento de cómo diagnosticarlo, prevenirlo y tratarlo. Aquí pongo la imagen de
uno de los premios Nobel quizás más importantes en el campo del cáncer, que fue el descubrimiento de los protooncogenes, por Mike Bishop y Arnold Varmus. Mike Bishop está en el Comité asesor científico del CNIO. Más adelante me referiré a él.


En términos de tratamientos no hace falta quizá mencionarlo, porque es obvio, pero hay muchísimos más nuevos medicamentos contra el cáncer. Medicamentos que ahora no son tóxicos, que son selectivos y algunos de ellos les pueden sonar
familiares, como el Herceptin, el Gleevec, la Vastina, etcétera. Son tratamientos que van a tener un impacto en tumores que antes eran intratables, por ejemplo, el cáncer de pulmón. Sin embargo, aunque hemos avanzado mucho, realmente todavía hay
que seguir avanzando y ello es porque aunque muchos de estos medicamentos son muy efectivos, pero hasta los más efectivos terminan desarrollando resistencias y hace falta el desarrollo de nuevos medicamentos. Además hay cánceres que están todavía
huérfanos de tratamiento. Cánceres que todavía no se pueden curar efectivamente, como el cáncer de páncreas, de hígado, los tumores cerebrales y también porque la investigación sigue avanzando en los campos de prevención y de diagnóstico del
cáncer, que es algo muy importante también para el tratamiento del cáncer, avanzar en la prevención y el diagnóstico. Finalmente, como ustedes sabrán, con la secuenciación del genoma humano, se está abriendo una nueva línea de investigación contra
el cáncer, que son



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los tratamientos personalizados, y que es muy importante, ya que no todos los pacientes responden igual a los fármacos y hay que buscar realmente tratamientos diseñados para cada paciente.


Dicho esto, para enmarcar la importancia del estudio del cáncer y lo que hemos avanzado durante estos cuarenta años, paso a describirles con más detalles lo que hacemos en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas con la idea de que
la investigación que hacemos hoy en día resultará en mejores tratamientos para aquellos que padezcan un cáncer dentro de diez o quince años. El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas tiene dos sedes: una es en la sede del campus del
Instituto de Salud Carlos III y recientemente también tenemos una sede en el Hospital de Fuenlabrada. Esta ha sido una de las adiciones al centro para intentar hacer una investigación más aplicada del cáncer.


Por hacer un poco de historia, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas fue ideado a finales de los años noventa, por el Gobierno español, como parte de un plan estratégico a largo plazo para dotar a España con centros de
investigación de excelencia. El CNIO fue el primero, más recientemente se hizo el CNIC y puede haber otros centros futuros en la misma línea. Una característica del CNIO es que está gestionado por una fundación pública, que está financiada
principalmente por fondos públicos del Ministerio de Ciencia e Innovación. Pensamos que la clave del éxito del CNIO está en el hecho de que tiene independencia para gestionar sus fondos y también su personal, sus recursos humanos, bajo el criterio
de excelencia científica. Para ello tenemos un Comité científico asesor externo, al cual me voy a referir con un poco más de detalle brevemente.


Las principales características de nuestro sistema administrativo, las describo a continuación, es que el personal que trabajamos allí tenemos contratos de trabajo idénticos a los de cualquier empleado en la empresa privada. Tenemos control
sobre el presupuesto, que incluye también los fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación, que han sido, hay que decirlo, respetados a lo largo de sucesivas legislaturas, lo cual nos ha dado una estabilidad presupuestaria, que nos ha permitido
llegar al punto donde estamos hoy en día. El CNIO, como he dicho, rinde cuentas directamente al patronato, que está presidido actualmente por el secretario de Estado de Investigación, que es el doctor Felipe Petriz.


Como digo, las actividades científicas del centro están supervisadas por un Comité científico asesor externo, que me es grato comunicarles que recientemente hemos renovado el presidente del mismo, que actualmente es el doctor Joan Massagué.
Tenemos una serie de miembros que se mantienen del periodo anterior del CNIO como miembros del Comité científico asesor externo, que incluyen dos premios Nobel. He citado a Mike Bishop, uno de los premios Nobel importantes en la investigación del
cáncer, que descubrió, junto con Varmus, los protooncogenes, que llevaron al descubrimiento posteriormente de los oncogenes, un hito en la investigación del cáncer. Recientemente además, para reforzar la conexión entre el CNIO con otros centros de
elite en España en investigación del cáncer, hemos ampliado el Comité científico asesor externo con cinco nuevos miembros, todos ellos trabajando en distintos aspectos o bien de la investigación básica o aplicada del cáncer, que están aquí en color
rojo oscuro.


¿Qué es el CNIO? El CNIO es un centro internacional de más de 500 personas. Hay un total de veintiséis grupos de investigación. Para que se hagan una idea, cada grupo tiene unas quince personas. Hay quince unidades de apoyo técnico, ocho
secciones de desarrollo de nuevos fármacos y dos unidades clínicas, que son las que tratan a pacientes de distintos tipos de cáncer en colaboración con el Hospital de Fuenlabrada. Abajo pongo una gráfica para mostrarles que el CNIO es un centro
internacional. Un 25 por ciento del personal del CNIO son extranjeros, sobre todo de países europeos y, dentro de los países europeos, hay que destacar que la mayoría vienen de Alemania, Italia y Polonia. La lengua en la que trabajamos en el CNIO
es el inglés.


El CNIO está organizado en programas de investigación. Hay tres programas de investigación básica, aquí pongo los responsables de los programas de investigación básica, que están agrupados bajo la vicedirección del doctor Erwin Wagner, que
es quien coordina todos estos programas de investigación básica. Aparte hay tres programas de investigación que llamamos traslacional, que ya es investigación aplicada a cómo se diagnostica, se previene y se trata el cáncer. Estos tres programas
están agrupados bajo la vicedirección de investigación traslacional, que está dirigida por el doctor Manuel Hidalgo, que es a la vez director del programa de investigación clínica en colaboración con el Hospital de Fuenlabrada. Aparte hay otros dos
programas aplicados que son el programa de biotecnología, que incluye a las unidades de apoyo para la investigación, y el programa de terapias experimentales, que es un programa destinado a generación de nuevos fármacos contra el cáncer. Estos
están agrupados bajo la dirección de innovación del centro.


La financiación del CNIO es de aproximadamente unos 50 millones de euros, de los cuales más de la mitad vienen de dinero conseguido competitivamente por el centro. Aquí me gustaría destacar los grants internacionales, que también dan una
idea de la excelencia científica del centro o de su capacidad de competir internacionalmente en el contexto de la Unión Europea. El CNIO tiene ocho grants que se llaman ERC, que viene de European Research Council, que es una de las fuentes de
financiación. Describiré más en detalle qué es el ERC, pero para que se hagan una idea da una noción de la capacidad del CNIO para competir internacionalmente.


Hemos estimado que el gasto por cada empleado del CNIO para los Presupuestos Generales del Estado es de unos 45.000 euros, que está en la misma línea que otros organismos públicos de investigación. Si quieren más detalles les puedo pasar
los datos más adelante. Es decir,



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el CNIO tiene un gasto similar a otros organismos públicos de investigación. Me gustaría destacar que el CNIO es un centro que aspira a ser un centro de excelencia y está compitiendo en el programa Severo Ochoa, pero un buen indicador de la
excelencia científica del centro es su capacidad para conseguir dinero de la Unión Europea. En concreto, el European Research Council es uno de estos organismos que financia la investigación de excelencia. De hecho los objetivos del ERC son
precisamente apoyar la mejor investigación europea en todos los campos, apoyar a los mejores investigadores para así aumentar el estatus y visibilidad de la investigación europea y poner la excelencia en el corazón de la investigación europea.


En el contexto del ERC, el CNIO es un centro que sale muy bien parado, tenemos ocho ERC. Estamos por encima de institutos como el Karolinska o el Instituto Curie, comparándolo con otros institutos europeos. A nivel nacional somos el centro
número uno. Somos el centro español que más ERC ha conseguido. Por compararlo, por ejemplo, con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que tiene unos 11.000 trabajadores, nosotros somos 500 trabajadores, tenemos el doble de ERC. Para
dar una idea de la capacidad de competir que tenemos en el CNIO por la financiación europea.


Otro indicador es que hemos sido preseleccionados para el programa Severo Ochoa y estamos muy ilusionados con la posibilidad de tener este distintivo de excelencia científica en el contexto nacional. Otro indicador que nos gusta mucho a los
científicos es lo que llamamos las publicaciones de alto impacto. Esto se mide por los factores de impacto. Nosotros hemos puesto un corte muy alto para el CNIO, que es de quince, es un factor de impacto muy alto, pues el CNIO, de toda la
producción nacional de publicaciones de alto impacto, a pesar de que somos solo un centro de 500 trabajadores, producimos casi el 9 por ciento de todas las publicaciones de alto impacto. Si lo corregimos esto por el número de publicaciones totales,
mientras que la media nacional es de 0,6 por ciento de publicaciones de alto impacto, el CNIO tiene un 11,5 por ciento, que es como veinte veces más de la media. Publicamos sobre todo trabajos de alto impacto científico.


Hemos utilizado este número de publicaciones para compararnos no ya con instituciones españolas, sino con instituciones internacionales. Cuando comparamos este número de publicaciones de alto impacto por el tamaño del centro, por el número
de grupos del centro, el CNIO aparece en la quinta posición mundial, por encima de laboratorios tan famosos como el Cold Spring Harbor Laboratory o el Salk Institute. Si corregimos estos números por personal, aparecemos en segunda posición mundial,
por detrás del Whitehead Institute de Boston. Según este indicador de publicaciones el CNIO está muy bien colocado. Esa es una clasificación que hemos hecho nosotros. Si vamos a clasificaciones hechas por organismos internacionales, como Scimago,
que pueden ver aquí, que hace un ranquin de más de 2.800 instituciones en distintos campos de investigación, en el campo de la oncología el CNIO aparece en la posición catorce, es el primer instituto español, el que aparece más alto. Verán que por
detrás, en la posición veintidós, está el Centro de Regulación Genómica de Cataluña, que es un instituto con el que nos gusta compararnos, ya que también es un centro de excelencia. Por detrás del CNIO aparecen centros como el Dana-Farber Cancer
Institute de Boston, que es un centro muy prestigioso de investigación en cáncer, o el Fred Hutchinson de Seattle. Muestro todo esto para darles una serie de indicadores de que la calidad de la investigación que hacemos en el CNIO es competitiva a
nivel internacional. El objetivo del CNIO es estar entre los mejores del mundo y que sea a la investigación lo que, por ejemplo, son al deporte estos personajes que he puesto aquí. Queremos competir y ganar, como el Ajax, en la ciencia.


Dicho esto, voy a contar un poco más en detalle qué es lo que hacemos en el CNIO. Estudiamos el cáncer y lo hacemos desde el nivel atómico, a través del programa de biología estructural y computacional, a nivel de las células y de los
cromosomas y a través de los programas básicos de oncología molecular y el de biología celular. Esto lo hacemos utilizando modelos animales y las últimas tecnologías que están agrupadas en el programa de biotecnología. No solo estudiamos el cáncer
desde el punto de vista molecular sino que también estudiamos realmente los tumores humanos para un mejor diagnóstico del cáncer, que es algo que realizamos en el programa de patología molecular, y para tener una mayor capacidad de prevención y
predicción de riesgos, que tiene que ver, sobre todo, con los tumores familiares, con el cáncer familiar, y esto lo hacemos con el programa de genética humana. De hecho, en el CNIO, en colaboración con el Hospital de Fuenlabrada, tenemos una
consulta de cáncer familiar, para familias que tienen mutaciones que les predisponen al cáncer hereditario. Recientemente, hace año y medio pusimos en marcha, también en colaboración con el Hospital Universitario de Fuenlabrada, el programa de
investigación clínica, que va destinado al tratamiento con nuevos fármacos de pacientes con cáncer.


Quiero poner tres pequeños ejemplos de investigaciones publicadas este año por el CNIO para que vean que la investigación que hacemos no solo está publicada en las mejores revistas, sino que en algunos casos tiene una aplicación muy directa
en cuanto a cómo se diagnostica o se trata el cáncer. Voy a mostrar tres historias de cánceres familiares que son tumores endocrinos, que son bastante raros, para ganglioma y feocromocitoma. Lo que hicimos en el programa de genética humana,
utilizando las últimas tecnologías, las de secuenciación del genoma humano, fue identificar un nuevo gen que no había sido descubierto todavía que permite identificar miembros de familias que van a tener esos tipos de cáncer. Ese gen se llama Max y
ya se está utilizando en familias que han padecido estos cánceres para ver qué



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miembros van a tener alto riesgo de desarrollar este cáncer. Como he dicho antes, lo estamos aplicando ya en consultas de cáncer familiar. Hay otro ejemplo de cáncer familiar, el cáncer de mama, que les resultará muy familiar. Hay dos
genes que confieren alto riesgo a este tipo de cáncer de mama, BRCA1 y BRCA2. Vimos que un factor modificador que ayuda mucho a afinar en la predicción del riesgo de padecer este tipo de cáncer de mama es la longitud de unas estructuras que se
llaman telómeros, que me resultan muy familiares porque es a lo que se dedica mi grupo de investigación. Esto también está sirviendo y desde hace dos días empezamos a aplicar esta nueva técnica a pacientes con mutaciones en estos genes para
predecir el riesgo de padecer cáncer de mama.


En el CNIO, además, estamos preparados para lo inesperado. Es el caso del descubrimiento de un investigador del CNIO que ha visto que un fármaco que fue generado por la multinacional Lilly para tratar el Alzheimer y que se ha abandonado
porque no era efectivo, puede serlo en el cáncer de pulmón. Gracias a que tenemos un programa clínico con el Hospital de Fuenlabrada vamos a empezar a probar este fármaco en pacientes con cáncer de pulmón. Esto me lleva a destacar -voy terminando-
lo que empezamos hace año y medio en el CNIO, que es intentar ser un centro integral del cáncer, no solamente hacer investigación de excelencia en cáncer sino, además, trasladar de manera eficiente estos conocimientos a cómo se trata el paciente de
cáncer. Esto lo hacemos, repito, en colaboración con el Hospital de Fuenlabrada, que se hizo gracias a un convenio-marco entre el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Comunidad Autónoma de Madrid, lo que llevó a un acuerdo entre el Hospital de
Fuenlabrada y el CNIO. Simplemente para darles una idea del tamaño que tienen las plantas del hospital, en las cuales también está involucrado el CNIO, les diré que hay dos plantas del edificio -se muestra a su derecha- en las cuales está
trabajando el personal de CNIO haciendo estos ensayos clínicos. Este es un ejemplo de los distintos ensayos clínicos que ya se están haciendo y no me voy a detener en ello.


Me gustaría hablar de las actividades del CNIO para generar nuevos productos susceptibles de transferencia de tecnología. En el CNIO también hacemos descubrimientos que se pueden transferir a creación de nuevas empresas para así impactar
directamente en la economía y en la sociedad española. Tenemos un programa de nuevos fármacos en el que hemos desarrollado varias moléculas con una actividad importante contra el cáncer. Estamos en el proceso de tratar de buscar distintos modelos
de negocio para cada una de ellas. No solo probamos fármacos de grandes multinacionales sino que generamos nuestros propios fármacos y transferimos tecnología. Con ello quiero decir que estamos intentando apoyar que se pase del descubrimiento a la
aplicación.


Voy a poner dos ejemplos. Uno tiene que ver con el melanoma. Como ustedes saben, el melanoma metastático es un cáncer de incidencia creciente y que no tiene tratamientos efectivos. Recientemente, uno de los grupos del CNIO ha encontrado
una molécula, que se llama BO-110, que es muy eficiente en bloquear la aparición de melanoma en ratones, que es el sistema modelo que utilizamos en el CNIO. Esto ha llevado a hacer una patente que hemos licenciado a una empresa que se llama
Bioncotec, que digamos que es una empresa que ha salido del CNIO. Es un modelo de generación de empresas a partir de los descubrimientos realizados en el CNIO. Otro ejemplo también reciente, del año pasado, tiene que ver con una tecnología que es
muy precisa en la medición de estos telómeros que he mencionado antes en relación con el cáncer de mama. Gracias al programa de transferencia de tecnología de la Fundación Botín, que tiene un programa que se llama Mind The Gap -en este caso se
trata de una investigación que salió de mi grupo de investigadores-, nos han ayudado a generar una empresa que se llama Lifelength, que ha tenido muchísima repercusión internacional, ya que esta tecnología es muy innovadora y con muchas posibles
aplicaciones en la prevención de riesgos, en la prevención del cáncer.


Para terminar, diré que en el CNIO no solo hacemos ciencia de excelencia e intentamos que eso se aplique al paciente de cáncer o que se genere y se transfiera ese conocimiento a formación de nuevas empresas sino que también tenemos un
importante compromiso con la divulgación de la ciencia y organizamos conferencias internacionales que son muy prestigiosas; hay revistas como Nature que asocian su nombre a las conferencias que se dan en el CNIO. Para nosotros también es muy
importante la formación de nuevos científicos y tenemos varios programas internacionales de formación de estudiantes que están haciendo la tesis, estudiantes posdoctorales e incluso residentes, porque creemos que es muy importante que los médicos
estén en contacto con la investigación que se hace en el CNIO.


Para finalizar -y esta es mi última diapositiva-, les he mencionado dónde estamos en el CNIO. Somos un centro que aspira a la excelencia científica, pensamos que estamos entre los mejores centros de investigación del mundo; somos un centro
que hace el esfuerzo de desarrollar nuevos fármacos con potencial actividad contra el cáncer y tenemos servicios punteros, a través del programa de biotecnología, que nos permite estar siempre en la frontera de la investigación. Lo que queremos
hacer en el futuro es reforzar estos tres valores del centro. Por una parte, queremos hacer no solo ciencia de excelencia sino trasladar esa investigación a cómo se trata al paciente de cáncer. Eso lo hemos empezado a hacer a través del programa
clínico, en colaboración con el Hospital de Fuenlabrada, y lo hemos reforzado con la vicedirección de investigación traslacional que dirige Manuel Hidalgo. Queremos dar un empujón y apoyar firmemente la transferencia de tecnología, y para ello
hemos creado una dirección de innovación, para potenciar que los descubrimientos básicos se trasladen a aplicaciones.



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Finalmente, tenemos un compromiso firme con la sociedad española y con los pacientes de cáncer, y para ello queremos reforzar los programas universitarios. El CNIO está trabajando en ese sentido, asociándose a universidades locales para
tener un papel importante en la formación. Queremos fomentar la comunicación y la divulgación no solo de los descubrimientos científicos sino de nuestras líneas estratégicas, hacia dónde queremos ir, porque pensamos que es relevante para la
sociedad española. También queremos hacer un esfuerzo en el mecenazgo, para conseguir fondos privados y que el centro de investigación pueda seguir creciendo.


Termino aquí. Espero no haberme extendido demasiado. Básicamente esto es lo que hacemos en el CNIO y hacia dónde queremos ir.


La señora PRESIDENTA: Ahora corresponde el turno a los grupos parlamentarios. Observo que, como consecuencia de que hoy es un día un poco especial, en este momento están presentes el Grupo Popular y el Grupo Socialista. Por tanto, en
primer lugar, tiene la palabra el portavoz del Grupo Popular, señor Elorriaga.


El señor ELORRIAGA PISARIK: En primer lugar, quiero dar formalmente la bienvenida a esta Comisión a la nueva directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, que, paradójicamente, comparece en la última reunión de esta
Comisión. Es una buena cosa, todavía no demasiado frecuente, poder escuchar en sede parlamentaria y en sus órganos especializados la información y los puntos de vista que nos pueden facilitar los directores de los centros de mayor prestigio en la
esfera nacional. Confío en que en el futuro, en próximas legislaturas, se consolide una Comisión de estas características y en que esto se convierta en una práctica parlamentaria que redunde en una mejor conexión del sistema científico con los
responsables de la configuración de las políticas públicas en materia de ciencia y en una mejor recepción de la sociedad de estas materias, que no siempre son sencillas. Por tanto, insisto, le doy la más cordial bienvenida a esta Comisión.


Seré muy breve. Como es sobradamente conocido por todos los que estamos aquí, el origen de esta comparecencia es un tanto particular: las dificultades que en algún momento se advirtieron en el proceso de renovación de la dirección del
centro; dificultades que están felizmente superadas y que están abriendo una nueva etapa que espero que esté llena de éxitos. Por tanto, el sentido original de la comparecencia se ha perdido, pero es bueno que aprovechemos esta ocasión, aparte de
para conocer el estado del centro y sus planes de futuro, para recordar las que, desde nuestro punto de vista, son las características asociadas a él desde su nacimiento, que están en el fundamento de su éxito y que son la garantía de futuro.


Como se ha recordado en la exposición, el CNIO nació hace poco más de una década, y creo que todos coincidiremos en que los resultados, diez o doce años después, son realmente brillantes y se ajustan perfectamente a los esfuerzos que se
hicieron en el momento en el que fue creado. La idea era crear una serie de centros de excelencia internacional, de los que el CNIO fue absolutamente pionero. Para eso se le dotó de unas determinadas características y de unos objetivos muy
explícitos: ser un centro muy internacionalizado desde su origen, buscar niveles de excelencia no españoles sino internacionales, buscar una conexión permanente con el sistema sanitario español -no se quería hacer un centro puramente investigador,
aislado de la práctica médica, y por eso se insertó dentro del Instituto de Salud Carlos III y se le aproximó en lo posible al sistema sanitario público-, que fuese un centro que sirviese para la formación de futuros investigadores de excelencia
entre los jóvenes españoles y que tuviese dentro de sus características originales una buena conexión con el sector privado, tanto desde la perspectiva de su financiación, con canales de mecenazgo, como desde el punto de vista de la difusión y
explotación -entre comillas- de su trabajo a través del sistema económico. Todas estas características, como se ha visto muy bien en la exposición, están hoy presentes en el centro, además con notable éxito, y estoy seguro de que se va a hacer el
esfuerzo necesario para mantenerlas.


Ese éxito ha tenido unos fundamentos, pocos si me apuran, más allá de la propia capacidad de los investigadores que allí trabajan. El primero fue dotarlo de un sistema muy autónomo de gestión. La fórmula de fundación fue -dicho de una
forma muy clara- una manera de huir de los corsés habituales dentro del sistema público. Se dotó al centro de una flexibilidad y de unas características organizativas distintas a las que han sido habituales en nuestro sistema científico, y a la
vista está que esa flexibilidad ha ayudado a conseguir el éxito.


La segunda característica está referida a su modelo de financiación. Es un centro que ha disfrutado -con matices que no viene ahora al caso recordar- de una financiación pública muy estable a lo largo del tiempo y de un apoyo sostenido, que
es el que permite al final alcanzar los éxitos. Actualmente existe un equilibrio entre esa financiación basal -por llamarla de alguna manera-, que se recibe directamente de los presupuestos de una manera no condicionada, y la financiación
competitiva, entendiendo competitiva en un sentido amplio, como se planteaba en la exposición, es decir, lo captado a través del mecenazgo. Esa combinación de financiación basal constante y financiación competitiva, obtenida de la sociedad de una u
otra manera, es una buena fórmula que debe mantenerse. Tiene que existir un compromiso de mantener esa financiación pública, pero también un compromiso de seguir siendo eficaces en la captación de recursos privados.


Otra característica interna, que creo que es también muy importante y que resuelve en gran medida un problema que no tenemos resuelto en el conjunto de los organismos públicos de investigación, es sin duda la nítida separación entre la
dirección científica y la gestión



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económico-financiera, que, obviamente, han caminado unidas en busca de unos objetivos comunes, pero también han permitido que un centro que tiene que trabajar con mucha agilidad y en el que muchas veces las operaciones tienen alguna
complejidad haya tenido siempre una gestión sólida y, me atrevería a decir, prácticamente inmaculada. En esta etapa que estamos viviendo de austeridad y de preocupación por la buena utilización de los recursos públicos, es bueno que el centro se
siga manteniendo en los niveles de excelencia científica alcanzados, que en la medida de lo posible los vaya superando y que también sea capaz de dar buena cuenta de los recursos públicos utilizados, porque eso será la garantía de su continuidad.


Ese era el único recordatorio que quería hacer esta mañana. Quiero desear a la directora y a todo el equipo de dirección del centro los mayores éxitos, y quiero terminar, porque me parece que es de rigurosa justicia, agradeciendo a quien ha
sido el director del centro durante todo este tiempo, a Mariano Barbacid, el inmenso trabajo que ha realizado para la puesta en marcha del centro y deseando que haya una gran continuidad en este camino.


La señora PRESIDENTA: A continuación, tiene la palabra el portavoz del Grupo Socialista, señor Bernabeu.


El señor BERNABEU PASTOR: En primer lugar, permítame expresar, en nombre del Grupo Socialista, nuestro agradecimiento por su comparecencia en esta Cámara, en esta Comisión y, cómo no, felicitarla por su nombramiento como directora del CNIO.
Visto su currículum, podemos decir sin temor a equivocarnos que se trata de un currículum excelente para dirigir un centro de excelencia; el más adecuado, desde nuestro punto de vista. Además, quiero añadir que, como alicantino, me siento
orgulloso de la nueva dirección del CNIO.


Señora presidenta, señorías, puesto que esta va a ser mi última intervención en esta Cámara, me gustaría no hacer un balance exhaustivo pero sí hacer referencia a algunos hitos de esta legislatura que me parecen relevantes en cuanto que
hablamos de ciencia, tecnología e innovación. No voy a ser extenso, voy a ser muy breve.


En esta legislatura -no conozco las anteriores porque en ellas no he sido diputado-, en la Cámara, hemos debatido mucho sobre ciencia, tecnología e innovación; al menos esa es la impresión que tengo. Además, hemos apelado a la ciencia
buscando respuestas para afrontar esta profunda crisis que vivimos. En nuestro país la crisis tiene mucho que ver con el modelo productivo en el que se ha basado nuestra economía, y por eso interpelamos a la ciencia, a la tecnología y a la
innovación para un cambio de modelo. Lo hemos escuchado prácticamente todas las semanas en la Cámara. Quiero recordar también que hemos aprobado por unanimidad iniciativas parlamentarias, como el apoyo al Año Internacional de la Astronomía, en
2009, y al Año Internacional de la Química, que estamos celebrando. Con esas iniciativas hemos explicitado nuestro apoyo a la ciencia, a la tecnología y a la innovación, a los científicos, a los profesores y, en definitiva, a todos los que se
dedican a estas tareas. Quiero añadir que la decidida apuesta del Gobierno socialista presidido por el presidente Rodríguez Zapatero se ha plasmado en la Ley de la ciencia, tecnología e innovación. Para mí ha sido un hito. El Gobierno envió esta
ley al Parlamento y el trámite parlamentario la enriqueció y mejoró hasta su aprobación en esta Cámara con un amplio consenso. Además, esta apuesta por la ciencia, la tecnología y la innovación se ha visto reflejada en una progresión sin
precedentes en lo que a financiación pública se refiere en investigación, desarrollo e innovación, que durante el periodo 2004-2009 ha multiplicado prácticamente por 2,5 los presupuestos del periodo anterior del Gobierno del Partido Popular. Esto
tiene mucho que ver con la situación actual en la que están muchos centros de investigación y, cómo no, el centro que usted dirige. A ello hay que añadir la estabilidad, como aducía el portavoz del Partido Popular cuando indicaba que esa
estabilidad presupuestaria es garantía de éxito en este tipo de centros. Esa estabilidad viene de muchos años atrás, hay que reconocerlo, y se ha mantenido, lo que es una muestra de que cuando hay consenso en temas esenciales para el país el éxito
es más probable y más sostenible.


Dicho esto, quiero unirme a las felicitaciones que se han expresado por la excelencia del centro que usted dirige. Desde luego, los datos son incontestables. Usted misma los ha expuesto y hay poco más que añadir, salvo que solo en 2010 más
de doscientos artículos, con un factor de impacto del orden del 8,45, dan una idea de la relevancia de este centro. Los que nos dedicamos modestamente a la ciencia desde otros campos sabemos lo que ello significa y lo vemos con admiración y con
mucho respeto.


Usted nos ha presentado las líneas de actuación del centro que dirige actualmente. Como he dicho, se trata de un centro de probada excelencia en producción científica, y quiero hacer una reflexión a este respecto. Es cierto que se deben
mejorar los mecanismos que hagan posible la transferencia de conocimiento a la industria para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y para hacer realidad ese cambio de modelo productivo al que apelamos, pero quiero añadir otra cuestión, y es
que sin investigación básica no hay nada que transferir. No podemos perder ese foco. Desde luego, es inaceptable que, especialmente en estos tiempos que vivimos, los hallazgos de la investigación básica no se conviertan en beneficios para la
sociedad, muchas veces por falta de los mecanismos necesarios para favorecer esa transferencia. Además, en este campo como en ningún otro hay que ser tolerantes con el fracaso. Si no se trabaja, si no se investiga sabiendo que los resultados
pueden tener éxito o no, no hay posibilidad de resultados. Debe haber tolerancia absoluta, sobre todo en centros de excelencia como el que



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usted dirige, a que haya líneas de investigación que no lleven a un éxito inmediato. Los éxitos en ciencia son a medio y a largo plazo. Si la sociedad no toma conciencia de esto, es difícil que tengamos esa situación de financiación
estable a la que antes nos referíamos, tan necesaria para el avance de los investigadores en ciencia.


Por último -no me quiero alargar más-, quiero poner de manifiesto la espléndida propuesta que nos ha hecho mirando hacia el futuro. Es la última transparencia, que además tenemos todavía visible. Tanto en lo que se refiere a la definición
de los programas científicos de excelencia en ciencia como al desarrollo de fármacos potenciales esta es una de las demandas sociales más visibles. La sociedad nos demanda que aquellos recursos que se están invirtiendo se plasmen en una realidad
que ataje la enfermedad -no es una, probablemente son más de cien las enfermedades relacionadas con el cáncer- y que ayude a mejorar la calidad de vida de quienes la padecen a través de esos fármacos que son expresión concreta de la transferencia
del conocimiento básico. Eso es lo que ustedes están planteando en este centro. Y no es menos importante el trabajo con la sociedad. En la medida en que la sociedad comprenda mejor cómo es el trabajo de un centro como el que usted dirige y las
dificultades que tiene, más fácilmente va a comprender el montante económico -que es elevado- para sostener ese tipo de investigaciones en estos centros. Por tanto, esa labor de divulgación a la que usted ha hecho referencia me parece esencial.
Cuanto mejor nos comprenda la sociedad, mejor va a entender la necesidad de seguir con esa financiación.


Quiero terminar felicitándola de nuevo por su nombramiento. Quiero felicitar también, por qué no, a todos los grupos de esta Comisión, que hemos sabido llegar a muchísimos acuerdos -lo hago porque es la última intervención en la que voy a
tener oportunidad de hacerlo- cuando hemos hablado de ciencia, tecnología e innovación. Quiero desearle además los mejores éxitos, porque los suyos serán los de todos los españoles. (Aplausos.)


La señora PRESIDENTA: Señora directora, tiene la palabra para contestar a lo que considere oportuno.


La señora DIRECTORA DEL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIONES ONCOLÓGICAS, CNIO (Blasco Marhuenda): Quiero agradecer a los portavoces del Grupo Popular y del Grupo Socialista sus palabras de ánimo. El CNIO se considera un centro privilegiado
y por ello vamos a continuar avanzando posiciones en la excelencia científica, pero también tenemos una decisión firme de transferir parte de estos conocimientos a cómo se diagnostica, se previene y se trata el cáncer; estas son para mí las
palabras clave. Es nuestro reto para los próximos años y es lo que intentaremos hacer.


También quiero decir que estoy abierta, como directora del CNIO, a venir en ocasiones futuras a este tipo de comisiones, porque, como he dicho al principio, para mí es importante que haya una comunicación entre el CNIO y la sociedad, y qué
mejor que sea a través del Parlamento.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Entiendo que no hay necesidad de mayores aclaraciones. Agradezco a la doctora Blasco su presencia y sus importantes e interesantes exposiciones. Antes de finalizar la sesión, como presidenta de la Comisión y teniendo
en cuenta la importancia de la información que nos ha transferido, que coincide además con el interés de amplios sectores de la sociedad española, quiero que quede constancia del agradecimiento de esta Presidencia. También quiero poner de
manifiesto el excelente trabajo que han desarrollado los grupos a lo largo de toda la legislatura. Ha sido para mí un auténtico privilegio y un auténtico placer presidir esta Comisión. Quiero que quede constancia de todo ello en el 'Diario de
Sesiones', que es lo que corresponde.


Esta Presidencia nunca se despide, porque a lo largo de la trayectoria vital y política ha sido perfectamente consciente de que siempre se produce un nuevo encuentro, una nueva situación. Por tanto, antes de levantar la sesión quiero
decirles a todos muchas gracias, hasta siempre y buena suerte. (Aplausos.)


Se levanta la sesión.


Eran las once y veinte minutos de la mañana.