"Este acto solemne cumple esa misión fundamental del Parlamento: escuchar. Escuchar la voz de las víctimas, escuchar su dolor, escuchar su esperanza". Con estas palabras la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha dado inicio a su discurso en el acto en recuerdo y homenaje a las Víctimas del Terrorismo, celebrado hoy martes 27 de junio en la Sala Constitucional de la Cámara Baja.

Batet ha subrayado que "nuestra democracia ha sido más fuerte cuando ha escuchado a las victimas del terrorismo" y ha destacado que "compartir su desgarro por la pérdida, la indignación ante la sinrazón y la confianza en las instituciones en la defensa de nuestra convivencia ha hecho que los ciudadanos y ciudadanas hayamos comprendido mejor su sufrimiento y su ejemplo y hayamos comprobado que amparar a las victimas es defender nuestra libertad".

En este sentido, Batet ha puesto en relieve el "ejemplo de dignidad" de las víctimas, que han sido "las defensoras en primera línea de nuestra convivencia en paz y libertad" y han "movilizado las energías de los ciudadanos para condenar, rechazar y erradicar la violencia y el uso político de la violencia".

Conocer el pasado es "resistir al olvido" y "propiciar un espíritu de acción audaz y una herramienta para construir algo mejor", ha proclamado. Batet ha concluido asegurando que "atesorar el valor de lo que hemos hecho como sociedad nos da fuerza para defender la democracia frente a cualquier amenaza como lo hemos hecho frente a la violencia terrorista, manteniendo el deber ético con las víctimas: memoria, justicia y reparación".

Por su parte, el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, ha agradecido durante su intervención "mantener vivo el compromiso" de que el recuerdo de las víctimas se perpetúe en la memoria de los españoles mediante la celebración de este acto. 

Caballero ha destacado el papel de las víctimas, que han adquirido una gran relevancia en el espacio público "gracias a su labor ejemplar sostenida durante décadas". A este papel se unió, destaca el presidente, el ejercido por las Cortes Generales en la lucha contra el terrorismo, convertida en una cuestión de Estado y que dotó al resto de instituciones de una legislación "capaz de ir acorralando todo el entramado armado e ideológico de los terroristas".

Finalmente, ha recordado que "dignidad, justicia y verdad" son los "valores con los que el legislador de 2011 y las propias víctimas conformaron el acervo común del conjunto de las víctimas del terrorismo, reforzando su caracter de referente moral y siendo el respeto a la memoria de lo sucedido la piedra angular con la que garantizar la dignidad que todos ellos merecen".   

El homenaje a las Víctimas del Terrorismo ha comenzado a las 12 horas tras el saludo de Meritxell Batet, presidenta del Congreso, Ander Gil, presidente del Senado, y Tomás Caballero, presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, a los representantes de las asociaciones en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio del Congreso.

A continuación, la Sala Constitucional ha acogido el acto, que ha contado con la intervención del presidente de la Fundación y de la presidenta de la Cámara Baja, que al concluir su discurso ha invitado a los asistentes a guardar un minuto de silencio.

Al acto también han asistido el vicepresidente primero de la Mesa de la Diputación Permanente, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, la vicepresidenta segunda, Ana Pastor, y la secretaria segunda, Carmen Navarro, así como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la presidenta del Tribunal de Cuentas, Enriqueta Chicano, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, y el secretario de Estado de Justicia, Tontxu Rodríguez.

Durante el acto se ha interpretado el Cant dels Ocells de Pau Casals, por parte de David Grande, y el primer movimiento de La Suite para violonchelo solo de Gaspar Cassadó, de mano de Alba Urbano, ambos estudiantes del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.

El Congreso de los Diputados celebra este homenaje cada año desde 2010, cuando se aprobó una declaración institucional para instaurar el 27 de junio como Día de las Víctimas del Terrorismo en memoria de Begoña Urroz, asesinada con veintidós meses de edad en 1960 por una bomba colocada en la estación de ferrocarril de Amara (Gipuzkoa).

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