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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 4, de 04/03/2016
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


PLENO Y DIPUTACIÓN PERMANENTE


Año 2016 XI LEGISLATURA Núm. 4

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PATXI LÓPEZ ÁLVAREZ

Sesión plenaria núm. 4

celebrada el viernes,

4 de marzo de 2016



ORDEN DEL DÍA:


Debate sobre la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno. (Continuación). (Número de expediente 080/000001) ... (Página2)



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SUMARIO


Se abre la sesión a las seis y treinta minutos de la tarde.


Debate sobre la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno. (Continuación) ... (Página2)


La Presidencia anuncia que la votación no tendrá lugar antes de las 19:45 horas.


Interviene el señor Sánchez Pérez-Castejón, candidato a la Presidencia del Gobierno.


A continuación hacen uso de la palabra el señor presidente del Gobierno en funciones (Rajoy Brey), en nombre del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso; los señores Iglesias Turrión, del Grupo Parlamentario Podemos-En Comú Podem-En
Marea; Rivera Díaz, del Grupo Parlamentario Ciudadanos; Rufián Romero, del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana; Homs Molist, del Grupo Parlamentario Catalán (Democràcia i Llibertat), y Esteban Bravo, del Grupo Parlamentario Vasco
(EAJ-PNV); así como los señores Baldoví Roda y Garzón Espinosa, la señora Beitialarrangoitia Lizarralde, los señores Alli Martínez y Martínez Oblanca, la señora Oramas González-Moro y el señor Quevedo Iturbe, del Grupo Parlamentario Mixto, y el
señor Hernando Vera, del Grupo Parlamentario Socialista.


Intervienen los señores Girauta Vidal, del Grupo Parlamentario Ciudadanos, y Hernando Fraile, del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.


Se levanta la sesión a las ocho y cincuenta y cinco minutos de la noche.


Se abre la sesión a las seis y treinta minutos de la tarde.


DEBATE SOBRE LA INVESTIDURA DEL CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO. (CONTINUACIÓN). (Número de expediente 080/000001).


El señor PRESIDENTE: Señorías, se reanuda la sesión.


Señorías, se reúne el Pleno del Congreso de los Diputados para dar cumplimiento a lo previsto en el artículo 99.3 de la Constitución y someter a una segunda votación la propuesta del candidato don Pedro Sánchez Pérez-Castejón para la
Presidencia del Gobierno. La sesión comenzará con un turno de intervenciones previo a la votación, la cual, y dado que la Constitución impone un plazo de cuarenta y ocho horas, no tendrá lugar en ningún caso antes de las 19:45. Como saben, y
conforme a lo dispuesto en el artículo 171.5 del Reglamento, el candidato podrá intervenir por un tiempo máximo de diez minutos y los grupos parlamentarios por cinco minutos cada uno para fijar su posición y sin turno de réplica.


Antes que nada, les recuerdo tanto a los invitados como a los señores diputados y a las señoras diputadas que, según el artículo 98.3 del Reglamento, no están permitidas las grabaciones gráficas o sonoras tanto por parte de los invitados
como de los diputados o diputadas. (Rumores). Aparece en el Reglamento y, como el otro día se explayaron en esos documentos gráficos, tenía que recordárselo. (Continúan los rumores). Silencio.


Iniciamos el turno de intervenciones y para ello tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno, el señor Sánchez Pérez-Castejón. (Aplausos).


El señor SÁNCHEZ PÉREZ-CASTEJÓN (Candidato a la Presidencia del Gobierno): Gracias, señor presidente.


Señoras y señores diputados, comparezco de nuevo ante sus señorías para solicitar su confianza a mi candidatura a la Presidencia del Gobierno. Quiero en primer lugar mostrar mi satisfacción personal y también la de mi grupo parlamentario
por la celebración de este Pleno y por lo que ello significa. Las instituciones democráticas de nuestro país vuelven a funcionar. Han permanecido detenidas tras el rechazo del partido más votado el pasado 20 de diciembre a la invitación del jefe
del Estado, el rey



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Felipe VI, para acordar con otros partidos la constitución de un nuevo Gobierno. Señorías, esta sorprendente huida del señor Rajoy de sus responsabilidades institucionales (Rumores) había llevado a nuestro país a un periodo de incertidumbre
y de bloqueo, y esta semana se ha visto finalmente superado tras la celebración de esta sesión de investidura.


Señorías, según la versión que el pasado miércoles el señor Rajoy explicó en esta tribuna, la culpa de que no asumiera su responsabilidad era mía (Un señor diputado: ¡Es verdad!) por no apoyar a su fracasado Gobierno. Entiendo que por
extensión también será culpa de los millones de ciudadanos que no le votaron y que apoyaron a otras fuerzas que promueven el cambio de Gobierno. Incluso cabe la posibilidad de que también sea culpa de los propios votantes del Partido Popular por
creer que su líder no iba a defraudar su confianza e iba a dar un paso al frente y no un paso al lado, que es lo que ha hecho durante estos días. (Aplausos).


Señorías, acepté el encargo del jefe del Estado, del rey Felipe VI, consciente de que con ello contribuía a solventar el problema de la negativa del señor Rajoy. A partir de mañana todo volverá a funcionar con la normalidad democrática. Me
gustaría además hacer partícipes a todos los españoles y españolas que nos estén siguiendo a través de la televisión, de la radio o a través de las redes sociales con una reflexión y es qué hubiera ocurrido en España si el Partido Socialista hubiera
seguido la irresponsable conducta del Partido Popular. (Rumores). La respuesta es bien sencilla. Hoy estaríamos debatiendo qué es lo que había que hacer para poner en marcha el reloj de la democracia y, como dije el pasado martes, pienso que mi
único fracaso hubiera sido rechazar el ofrecimiento del jefe del Estado.


Señorías, el Grupo Socialista quiere ayudar a sacar a España de la situación de bloqueo institucional y de desgobierno en la que la han sumido otros. Tal y como han manifestado a lo largo de esta semana en esta tribuna, la práctica
totalidad de los partidos representados en esta Cámara, a excepción del Partido Popular, la mayoría desea un cambio de Gobierno. (Rumores). Así que se plantea hoy la posibilidad de acordar soluciones progresistas a los problemas de la clase media
y trabajadora que durante estos últimos cuatro años ha sufrido recortes, desigualdad, división entre territorios y la extensión de la corrupción. Mi propuesta, señorías, es la conformación de un Gobierno del bien común fundamentado en dos
principios: el bien general y el sentido común. Propongo, señorías, llevar al Gobierno la idea de una España que supere las políticas frentistas, que haga de la creación de empleo de calidad su bandera para luchar contra la desigualdad, un país
que procure el bienestar de todos con una apuesta decidida por las políticas sociales. (Aplausos).


Señorías, España no puede esperar ni un minuto más para regenerar la vida democrática en nuestro país, sus instituciones y el ejercicio de la política; una España abierta a Europa y también al mundo; una España integradora, plural,
diversa, que solucione a través del diálogo y el entendimiento sus problemas de convivencia y que acoja en su seno todas las sensibilidades e ideologías; un Gobierno que haga realidad, señorías, el mandato de los españoles el pasado 20 de
diciembre. El proyecto del bien común que yo pretendo impulsar desde el Gobierno es la única alternativa a la España de la injusticia y de la desigualdad en la que estamos inmersos, y solo es posible a través de un acuerdo transversal entre
distintas fuerzas políticas, un acuerdo que tiene como punto de partida el documento que firmamos el Partido Socialista y Ciudadanos y que está abierto al resto de fuerzas políticas durante las próximas semanas; un acuerdo para un Gobierno
reformista y progresista cuyo programa ya expliqué el pasado martes pormenorizadamente.


Señorías, el Gobierno que aspiro a presidir atenderá, en primer lugar, la primera y principal preocupación de los españoles, que es la creación de empleo, con el compromiso de reducir la tasa de paro en cuatro años a la mitad (Rumores y
risas) y también con un nuevo marco laboral que permita crear trabajo estable y de calidad. Vamos a recuperar, señorías, el papel protagonista del diálogo social. Vamos a impulsar una política económica medioambientalmente sostenible, fundamentada
en la productividad, en la estabilidad presupuestaria y en un sistema fiscal progresivo y suficiente para la financiación de nuestro Estado del bienestar y sin amnistías fiscales. La política económica, señorías, debe procurar la creación de
riqueza, pero también su redistribución entre la clase media y trabajadora, con tributaciones a las grandes fortunas, con la subida del salario mínimo y con la puesta en marcha de un ingreso mínimo vital para todas aquellas familias -700.000- que
ahora mismo no tienen ningún tipo de prestación en su hogar, medidas todas, señorías, que aliviarían a las personas que más están sufriendo los efectos de la crisis y, sobre todo y lo más importante, medidas que aliviarían también a las personas que
están sufriendo a un Gobierno que ha utilizado la crisis como gran excusa para desmantelar el Estado del bienestar, como lo que hemos sufrido durante estos últimos cuatro años. (Aplausos).



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Señorías, tenemos la oportunidad de que esta sea la legislatura de la igualdad y, si así lo acordamos, podemos erradicar la pobreza, la pobreza infantil, la pobreza energética, revitalizar nuestros sistemas de protección y reconstruir
nuestro Estado del bienestar y poner fin a los desahucios. Proponemos, señorías, hoy, a partir de hoy, recuperar la universalidad de la sanidad pública, retirar el copago a los pensionistas, revitalizar la Ley de Dependencia, hoy abandonada por el
actual Gobierno en funciones. También tenemos en nuestra mano aumentar el permiso de paternidad y maternidad y poder hacer realidad la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Tenemos, señorías, que solucionar los problemas de hoy, pero también
anticipar los desafíos que tenemos en el futuro. Por eso proponemos un gran pacto por la educación, la ciencia y la cultura, porque esa es la mejor manera de asegurar nuestro futuro y garantizar la igualdad de oportunidades.


Señorías, el acuerdo de Gobierno que presento a esta investidura quiere limpiar a España de corrupción con leyes que permitan evitar que se produzca y con leyes también que persigan y castiguen esa corrupción cuando se produzca. La
corrupción, lo saben ustedes muy bien, es un veneno que debilita nuestra democracia, en un momento en que más necesitamos de la fortaleza de nuestra democracia. Hablo de corrupción, de aquella que vemos a diario en los medios de comunicación, pero
también de otra que hace menos ruido, pero que es igual de grave, y es la utilización partidista de las instituciones públicas como se ha hecho durante estos últimos cuatro años. (Aplausos). Señorías, necesitamos con urgencia medidas para una
mayor transparencia de los partidos, en su funcionamiento interno y también en su financiación. Nuestro acuerdo también garantiza la independencia de los nombramientos efectuados por este Parlamento a los organismos reguladores, organismos
constitucionales, amplía el periodo de incompatibilidad a cinco años para evitar el fenómeno de las puertas giratorias y prohíbe la concesión de indultos por delitos de corrupción política, también contra los derechos humanos y también contra la
violencia de género; una violencia de género, señorías, que tenemos que arrancar de cuajo en nuestra sociedad, y por eso estamos proponiendo el pacto social, político e institucional que está incluido en el acuerdo que hemos firmado el Partido
Socialista y Ciudadanos.


Señoras y señores diputados, creemos que nuestra democracia tiene que ponerse al día reforzando sus derechos y sus libertades y sacudiéndose de las contrarreformas que se han llevado a cabo durante estos últimos cuatro años. Por eso
defendemos la derogación de la ley mordaza, por eso defendemos la derogación de la prisión permanente revisable, por eso queremos aprobar una ley de muerte digna, por eso queremos aprobar una ley de igualdad de trato y no discriminación, por eso
queremos aprobar una ley de libertad religiosa y también queremos revitalizar la Ley de Memoria Histórica que ha aparcado el actual Gobierno en funciones. Nuestra propuesta, señorías, defiende que España vuelva a tener peso en el mundo y tenga un
papel activo y constructivo en Europa, renegociar los compromisos de déficit en Bruselas, que han sido sistemáticamente incumplidos por el actual Gobierno en funciones, también aplicar una política de solidaridad para con aquellos países que están
ahora mismo recibiendo los flujos de refugiados provenientes tanto de Siria como de Irak y articular una nueva política de cooperación que signifique la nueva relación con América Latina y también con África.


Señorías, el acuerdo que presentamos a las fuerzas que deseen el cambio en España plantea también la imperiosa necesidad de abordar los problemas de convivencia en Cataluña, desde el respeto a la identidad de cada cual, desde el
reconocimiento a la diversidad de los distintos territorios de España. Creemos que no se pueden ahorrar esfuerzos en tender puentes y estimular afectos, siempre del lado de la ley y la Constitución. Señoras y señores diputados, lo dije en mi
intervención del martes y lo reitero. La Constitución es la mejor herencia de nuestros padres, madres, abuelos y abuelas, pero necesita una reforma para dar respuesta a los problemas de hoy. Debemos culminar la organización federal de nuestro
Estado autonómico, debemos regenerar nuestra democracia, racionalizar nuestra arquitectura institucional y blindar los derechos sociales, como la sanidad, como derechos fundamentales en esa nueva Constitución.


Estas, señorías -lo saben ustedes bien, porque lo hemos debatido durante esta semana de investidura-, son solo algunas de las doscientas mejoras contempladas en el acuerdo entre el Partido Socialista y el Partido Ciudadanos. Es el
resultado, señorías, de 130 diputados y diputadas que han entendido una misma filosofía política, la de crear un territorio para compartir ideas comunes sin aceptar ninguna exigencia. Hemos dialogado y hemos encontrado en lo que estamos de acuerdo.
Lo hemos hecho en doscientos asuntos. El acuerdo no es nuestro programa, pero es coherente con los principios que defiende el socialismo democrático. Hoy muchos de ustedes, de los 350 diputados y diputadas que están aquí presentes, defensores de
un Gobierno de cambio, van a votar en contra de estas doscientas



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mejoras, pero todos sabemos que la mayoría de ustedes está de acuerdo con estas medidas. (Rumores.-Aplausos).


Señorías, con la celebración de esta sesión de investidura mi grupo parlamentario y yo hemos cumplido ya el primer objetivo, que era sacar a España del bloqueo irresponsable al que la había sometido el señor Rajoy y poner en marcha el reloj
de la democracia. La otra pretensión, la de formar Gobierno, queda en sus manos. Hoy tenemos la oportunidad de hacer realidad el cambio por el que votaron millones de españoles el pasado 20 de diciembre; un cambio que solo puede surgir del
diálogo, el pacto y acuerdos transversales. El Partido Socialista, señorías, ha gobernado durante años y gobierna hoy comunidades y ciudades con acuerdos con otros partidos basados en políticas progresistas. También ha sido y es soporte leal de
otros Gobiernos de progreso. Lo ha hecho y lo hace con diferentes fuerzas de izquierda y de derecha -también de centro- sin haber faltado nunca a sus compromisos y sin haber exigido nunca a quienes nos han apoyado nada más que su respeto y su
confianza.


En unos minutos se decidirá con los votos de todos ustedes -de todos y cada uno de ustedes, señorías- si hemos sido capaces de pensar en el interés general renunciando a alguno de nuestros intereses particulares o no; si hemos sabido
aprovechar esta oportunidad para la sociedad o la dejamos escapar. Señorías, cualquier Gobierno de cambio tendrá que reunir tres condiciones.


El señor PRESIDENTE: Señor Sánchez, le ruego que vaya concluyendo.


El señor SÁNCHEZ PÉREZ-CASTEJÓN (Candidato a la Presidencia del Gobierno): Sí, gracias, señor presidente. (Un señor diputado: ¡Sí, por favor!).


La primera, un nuevo Gobierno de cambio tendrá que surgir del acuerdo; en segundo lugar, un nuevo Gobierno de cambio tendrá que reunir partidos con diferentes sensibilidades ideológicas y, en tercer lugar, un nuevo Gobierno de cambio tendrá
que contar, inevitablemente, con la participación del Partido Socialista Obrero Español. Los socialistas sabemos y aceptamos los tres condicionantes, porque queremos un Gobierno de cambio, porque aceptamos acordar con otros partidos con diferentes
ideologías a la nuestra y porque ningún Gobierno de cambio que defienda los intereses de una España unida, limpia y justa dejará de contar con nuestro apoyo. Al final de esta sesión tendremos que votar sí o no a la investidura de un nuevo Gobierno,
pero ese sí o no responderá además a otras preguntas. La primera: ¿queremos un acuerdo entre partidos? ¿Sí o no? La segunda: ¿queremos realmente impedir unas nuevas elecciones generales dentro de unos meses? ¿Sí o no? La tercera: ¿queremos
que las políticas de cambio empiecen a ser efectivas ya? ¿Sí o no? Y la cuarta: ¿queremos evitar que el señor Rajoy siga al frente del Gobierno? ¿Sí o no? (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Señor candidato, concluya, por favor.


El señor SÁNCHEZ PÉREZ-CASTEJÓN (Candidato a la Presidencia del Gobierno): Señorías, me dirijo a todos y cada uno de los 350 diputados y diputadas que están aquí presentes. Con un solo voto podemos cambiar de la noche a la mañana el futuro
de España, desde ya. No esperemos más. Voten sí al cambio.


Muchísimas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie).


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor candidato.


Por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, tiene la palabra el señor Rajoy.


El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO EN FUNCIONES (Rajoy Brey): Señor presidente, señoras y señores diputados, señor Sánchez, votaremos no a su investidura. (Varios señores diputados: ¡Oh!). ¿No lo sabían? He hecho bien en recordárselo
entonces. (Aplausos). Señoría, nada de lo que usted nos ha dicho aquí guarda relación con lo que España se merece y con lo que España necesita. Porque si alguien piensa que la fórmula de Gobierno que nos ha ofrecido es lo que precisa hoy España,
o no sabe lo que es el Gobierno o no está pensando en los españoles.


Señor Sánchez, no nos ha traído aquí un programa de Gobierno, sino lo que usted mismo definió como un primer paso, que al final se ha quedado en un salir del paso. Usted no ha venido a esta Cámara con un programa de verdad, acordado para
tener los suficientes apoyos y, por tanto, susceptible de ser aplicado. En consecuencia, no parece razonable que apoyemos lo que no es más que un ente de ficción o un programa nonato. Tampoco le vamos a votar porque ese primer paso -que hoy ya es
último- no es



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más que un improvisado paquete de medidas que cada cual interpreta a la carta, por supuesto, arrimando el ascua a su sardina. Ya saben, señorías: en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que
cada socio lo mira. (Aplausos).


En cualquier caso, señoría, algo tienen estas medidas en común y esta es la razón más importante para no apoyar su investidura. Pretenden la demolición de la obra que ha llevado a cabo el Partido Popular en estos últimos cuatro años.
(Rumores). Estamos ante una auténtica contrarreforma, algo que es malo en sí mismo, pero que resulta inaceptable cuando esas políticas son las que han permitido superar el desastre que nos dejaron ustedes en el año 2011. (Aplausos). Señor
Sánchez, este es un riesgo que España no se puede permitir. Comprenderán ustedes, señorías, que lo procedente en este momento sería perseverar en las reformas que traen crecimiento y empleo y no solo liquidarlas por el hecho de que se hayan
aprobado a iniciativa y con los votos del Partido Popular. Porque, señorías, no se trata de cambiar por cambiar, por afán de novedad, por no saber estarse quieto o por cualquier otro motivo pueril. Cuando uno se ocupa de la gente lo más nuevo no
es necesariamente lo mejor. A nadie se le ocurre, por mucho afán de novedad que le embargue, cambiar el rumbo cuando las cosas se van encauzando. Nadie en su juicio tira por la borda lo que da buenos resultados. Lo que hay que corregir -esto lo
entiende cualquiera- es lo que no funciona. Lo contrario se llama síndrome de Adán, algo propio de mentalidades inmaduras que piensan que el mundo comienzan cuando llegan ellos. (Aplausos).


Esta es, insisto, la principal razón para no votar su investidura, señor Sánchez. Mi partido es -no lo olvide-, porque así lo han querido los españoles -no lo olvide-, la primera fuerza política de España. Como ustedes pueden suponer, no
nos han apoyado más de 7 millones de españoles para apoyar la voladura de nuestra obra y su sustitución por un pseudoprograma socialista. Señorías, esto lo entiende cualquiera. Otra cosa es que esto no satisfaga las pretensiones de algunos, que lo
que quieren es que le votemos a usted, pero lo que yo estoy diciendo es que esto lo entiende cualquiera. No estamos aquí para negarnos a nosotros mismos. Les tenemos mucho respeto a nuestros electores y, como somos un partido de personas libres y
también respetamos al conjunto de los españoles, le vamos a decir no, señor Sánchez. (Aplausos).


Señorías, España necesita además un Gobierno fuerte, con apoyos suficientes, que pueda desarrollar sus propios planes sin agobios, un Gobierno estable, previsible y coherente. En suma, señor Sánchez, lo que se llama un Gobierno. ¿Cree
usted que lo que nos ha traído aquí responde a esta razonable exigencia? Señoría, le dije el miércoles pasado que lo suyo era una impostura. Usted no podía ser investido sin el apoyo del Partido Popular o el de Podemos. Así es la aritmética, yo
no tengo la culpa. No ha querido hablar con nosotros -esa es su voluntad- y tampoco se tomó en serio la otra alternativa. En consecuencia, viene usted aquí sin programa y sin una mayoría que pueda aplicarlo y conformar un Gobierno y no creo que
haya sido por un problema de falta de tiempo.


Todo esto, señoría, ha sido un fraude, un engaño, una farsa, insisto, una farsa. No ha traído nada. Eso sí, debo reconocer que ha aportado usted un brillante y democrático -porque sí que es democrático- argumento. Escuchen: Como no hay
una mayoría de izquierdas, señores de Podemos, súmense a mí -a él- y al señor Rivera, porque cualquiera de nuestras peores ideas siempre será mejor que un Gobierno del PP. ¡Toma democracia! (Aplausos). Señor Sánchez, eso tiene un nombre y es muy
feo: sectarismo, señor Sánchez, sectarismo. (Aplausos). En cualquier caso, señoras y señores diputados del Partido Popular, no se preocupen ustedes, porque el señor Sánchez nos ha dicho hoy que va a acabar con las políticas frentistas, así que
ustedes, tranquilos, no van a tener ningún problema. (Aplausos).


Señor candidato, su fiesta ha llegado al final. Ha perdido las elecciones, usted, con el peor resultado de la historia de su partido, el peor, en casi cuarenta años. Ha perdido esta investidura. (Rumores). Nos ha hecho perder a todos el
tiempo, ha generado falsas expectativas y las ha defraudado. Ha puesto las instituciones al servicio de su supervivencia y eso también es corrupción, señor Sánchez, eso. (Aplausos.-Protestas.-Varios señores diputados: ¡No!). Señoría, ha tenido
su oportunidad y la ha desperdiciado. No ha querido entenderse con quien ganó las elecciones ni ha sido usted capaz -porque no ha sido capaz, señor Sánchez- de presentar una alternativa. No bloquee más la situación. Deje gobernar a quienes los
españoles han dado mucha más confianza que a usted, mucha más, señor Sánchez, 1.700.000 votos más.


El señor PRESIDENTE: Señor Rajoy, tiene que ir concluyendo.



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El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO EN FUNCIONES (Rajoy Brey): Termino, señor presidente.


Señor Sánchez, durante el debate ha reconocido en multitud de ocasiones que en esta Cámara -lo ha dicho usted- no hay una mayoría de izquierdas. Si no la hay, actúe en consecuencia. Respete la voluntad democrática de los españoles y no les
obligue, por su cerrazón, por su sectarismo y por su interés a tener que volver a pronunciarse el próximo 26 de junio.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, puestos en pie.-Un señor diputado: ¡Adiós, Mariano!-Varias señoras y señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista
dicen adiós con la mano.-Varias señoras y señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso dicen adiós con la mano).


El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.


Por el Grupo Parlamentario Podemos-En Comú Podem-En Marea, tiene la palabra el señor Iglesias. (Aplausos).


El señor IGLESIAS TURRIÓN: Gracias, señor presidente.


Señorías, el pasado miércoles ocurrió algo perturbador en esta Cámara -yo tardé en percatarme de ello-, y es que el portavoz de En Comú Podem y un servidor nos dimos un beso en los labios. (Varios señores diputados: ¡Oh!). Me han dicho
algunos periodistas que esa imagen quedará para el recuerdo, como también quedará la mirada inquieta del señor De Guindos, que pareciera que nunca ha roto un plato. (Risas). Señor ministro de Economía, para ejercer ese ministerio hay que romper
platos de vez en cuando y algunas cosas más.


Me preocupa, aunque en el fondo no tanto... (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.


El señor IGLESIAS TURRIÓN: ..., que parece que a partir de ese beso la política española se está calentando. Ayer, en un programa de La Sexta, asistí con estupor al hecho de que una diputada del Partido Popular, la señora Andrea Levy, bebe
los vientos por un diputado de Podemos, el señor Miguel Vila. Y les aseguro algo: no está entre mis funciones como presidente de mi grupo parlamentario controlar la virtud de mis diputados sino garantizar su felicidad. (Risas.-Rumores). Así que,
si quieren ustedes conocerse, pongo a su disposición mi despacho. (Continúan los rumores).


El señor PRESIDENTE: ¡Silencio!


El señor IGLESIAS TURRIÓN: Fluye el amor y la pasión en la política española. Pedro: solo quedamos tú y yo. (Risas).


Bromas aparte, señorías, pensaba que, a la vista de la tensión que se percibe entre los dos grupos que han hegemonizado la política española en los últimos tiempos, era necesario relajar el tono, y asumo la parte que me toca. Hablando ahora
en serio, señor Sánchez, me temo que dentro de unos minutos se va a consumar -y lo digo de la manera más neutral posible- el fracaso de su pacto con Ciudadanos. Lo rechazamos nosotros, lo rechaza Izquierda Unida, lo rechaza Compromís, lo rechazan
los grupos catalanes, lo rechazan los grupos vascos. (Una señora diputada: ¡Y el PP!). Y al mismo tiempo, me parece que estos grupos, no el Partido Popular y Ciudadanos, sino estos grupos que le estoy indicando, hace dos días señalaron otra vía
posible, otra vía de un Gobierno progresista que contaría con más votos a favor en esta Cámara que con votos en contra.


Señor Pedro Sánchez: el señor Homs, el señor Tardà, el señor Albert Rivera, no son monstruos; son representantes de la soberanía popular, igual que usted y que yo. Si deciden abstenerse frente a una investidura de un Gobierno de coalición
de izquierdas, podríamos tener el Gobierno que merece este país. Y yo le vuelvo a tender la mano. Hoy ya sabe usted lo que vamos a votar todos los que estamos aquí. Pero a partir de esta noche nos podemos poner a trabajar para que haya un
Gobierno a la valenciana. Fíjese, usted en su intervención ha señalado que el Gobierno de progreso que haya en este país tiene que tener un condicionante: que esté el Partido Socialista. Le acepto el condicionante, señor Pedro Sánchez.
(Rumores). Acepte usted el siguiente condicionante: que estemos nosotros también, que esté Izquierda Unida también, que esté Compromís también. Aceptemos todos los condicionantes. Estemos dispuestos a ceder. (Aplausos). Yo sé que no forma
parte del mejor de sus sueños gobernar conmigo ni probablemente forme parte de los mejores sueños del señor Garzón o de la señora Oltra o de los míos gobernar con usted. Cedamos todos y a partir de esta noche pongámonos a trabajar.



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Señor Pedro Sánchez, no he visto al señor Rajoy preocupado hoy. Le he visto socarrón, le he visto irónico, le he visto disfrutar de una situación que a mí me preocupa. ¿Sabe lo que le preocuparía al señor Rajoy, sabe lo que le preocuparía
al Partido Popular, porque lleva meses diciéndolo? Que usted se pusiera de acuerdo con nosotros. Porque a las oligarquías de este país les preocupa que usted se ponga de acuerdo con nosotros. (Aplausos). Atrévase, señor Sánchez, a ser el
presidente de un Gobierno de coalición con un programa progresista de verdad, sin pretender la cuadratura del círculo diciendo que con planteamientos ideológicos diferentes se puede uno poner de acuerdo en políticas económicas, diciendo que uno
puede mirar a la izquierda para las políticas sociales y a las derechas para la política económica. ¡Eso no es posible en política, señor Sánchez! Póngase usted de acuerdo con nosotros, con Compromís, con Izquierda Unida, dialogue con el Partido
Nacionalista Vasco. Hay fuerzas políticas catalanas aquí que no son monstruos, que son representantes de la soberanía popular y que, aunque no estemos de acuerdo, no quieren que el Partido Popular siga gobernando. Sé que no es fácil, sé que está
lleno de dificultades. Nuestra mano sigue tendida a partir de esta noche, pero igual que nosotros aceptamos el condicionante de que ustedes estén en ese Gobierno, de que usted sea presidente, acepte usted que un Gobierno de coalición a la
valenciana tiene que asumir que las responsabilidades y las decisiones las vamos a tomar conjuntamente. (Aplausos).


Señor Sánchez, a veces las discusiones más agrias preceden a los momentos más dulces. Ojalá que después de esta noche el acuerdo al que lleguemos pueda llamarse el acuerdo del beso.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Podemos-En Comú Podem-En Marea, puestos en pie).


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Iglesias.


Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra el señor Rivera. (Aplausos).


El señor RIVERA DÍAZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, no sé si nosotros somos tan graciosos o tan amorosos, pero vamos a hablar de la sesión de investidura. (Varios señores diputados: ¡Muy bien!).


Tenemos una oportunidad de oro para que España empiece a hacer las reformas que necesita. Hay quien se conforma con un 21 % de paro, hay quien se conforma con que el segundo problema de los españoles sea la corrupción, hay quien se conforma
con ser el país número veintiocho de la OCDE en educación, hay quien se conforma con 750.000 familias que no tienen ingresos, hay quien se conforma con que no haya igualdad salarial entre hombres y mujeres, hay quien se conforma con muchísimas
cosas, pero no es tiempo de conformistas, señor Rajoy, es tiempo de gente que quiere cambio y acción. El conformismo y la pereza no son las mejores recetas para los días que vivimos. Regeneración democrática, políticas sociales de igualdad,
sanidad, educación y empleo, economía del conocimiento y no economía especulativa. Europa es nuestro lugar natural como cuarta nación europea. Reformas constitucionales para no romper España sino para hacerla más fuerte y más igual entre nosotros
y, en definitiva, rehacer el proyecto común español es el gran objetivo de estas doscientas reformas que hemos firmado entre el Partido Socialista y Ciudadanos. Por tanto, no les voy a pedir hoy que se sumen a ese acuerdo que ni se ha leído, señor
Rajoy, porque ha dicho que no hay acuerdo. No es que haya acuerdo, es que hay doscientas reformas, no cinco como las que usted envió, doscientas. ¿Le da mucha pereza leérselas? Léaselas, son doscientas reformas. (Aplausos). Son doscientas
reformas para cambiar España y no cinco, doscientas. (Protestas).


El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.


El señor RIVERA DÍAZ: Doscientas reformas para cambiar este país. No les voy a pedir que participen -silencio tampoco, porque sería increíble que en esta Cámara hubiera silencio-, pero sí voy a pedirles que por lo menos los que nos
escuchan desde casa -si es que conseguimos llegar a ellos- lo entiendan. Necesitamos una nueva etapa política, no nos valen ni aquellos que quieren romper España ni aquellos otros que quieren dejar que España se pudra. Hay que volver a levantar
este proyecto común español. Y hoy van a votar juntos los que quieren romper España y los que dicen que no quieren cambiar nada, y vamos a votar juntos también por el sí los que hemos entendido que hacen falta cambios, que hace falta diálogo.
Lamento que el señor Rajoy vote hoy con Bildu, con Esquerra Republicana o con Podemos, pero es lo que hay. (Varios señores diputados: ¡Venga, hombre, por favor!-Protestas.-Aplausos).



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Hablando también de la Transición, ¡qué diferencia entre aquel Partido Comunista y aquellos hombres de Estado como el señor Solé Tura o el señor Carrillo y lo que hemos escuchado aquí, señor Iglesias, qué diferencia! ¡Ojalá se parecieran
ustedes al Partido Comunista de la transición, ojalá! (Aplausos). Porque venir del exilio y pactar con aquellos que piensan distinto sí que era épica, no la épica de laboratorio que ustedes traen a esta Cámara. Épica de verdad. (Aplausos).
Aquellos hombres y mujeres trajeron libertad, igualdad, amnistía, autonomía y se dieron la mano bajo una misma bandera, bajo una misma Constitución y hubo muchas renuncias por parte de aquel Partido Comunista, pero demostraron tener sentido de
Estado. Quiero hoy aquí homenajear a aquellos hombres y mujeres que, independientemente de su ideología, y no como hoy en esta Cámara, eran capaces de participar. (Rumores). ¿Cuántos ministerios y secretarías de Estado pidieron desde el Partido
Comunista? Ninguno; pedían libertad, solo libertad. (Aplausos). Y también quiero recordar lógicamente a mucha gente de la UCD. En el Partido Popular hay mucha gente que procede de la UCD y otros que proceden, como el señor Rajoy, de Alianza
Popular. Pues bien, yo les pido a los miembros del Partido Popular que proceden de la UCD que se planteen por qué hoy no se suman a una nueva etapa política y por qué hoy están votando conjuntamente con el señor Iglesias. (Aplausos.-Rumores). El
señor Iglesias dice que quiere un pacto a la valenciana. Teniendo en cuenta los ministerios que pide, con quién va y el referéndum que quiere hacer, yo creo que usted quiere un Gobierno de traca, más que a la valenciana. (Risas y aplausos).


Así que yo, al Partido Popular y a Podemos no les voy a pedir ya hoy, señor Rajoy, que se sumen a doscientas reformas para España. Solo les voy a pedir que dejen de destruir y empiecen a construir. Ambos extremos de la Cámara van a votar
lo mismo, ambos extremos. Qué curioso, ¿verdad? Van a votar lo mismo porque ustedes no pueden construir, porque solo están sabiendo destruir. En cambio, hay un acuerdo construido, por cierto, entre 130 diputados y 9 millones de españoles, que si
no me equivoco son más que 5 y 7. (Varios señores diputados: ¡Son 12, son 12!-Risas.-Rumores).


El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.


El señor RIVERA DÍAZ: Presidente... (Continúan los rumores).


El señor PRESIDENTE: Señor Rivera, un momento.


Señorías, el otro día dije, y me reafirmo en ello, que esas expresiones que explotan a veces y que se traducen en aplausos o en abucheos son incontenibles y están bien porque retratan el clima y el ambiente que hay en el Congreso de los
Diputados. Pero ese ruido permanente, ese runrún constante, esa increpación... (Rumores). Sí, déjenme acabar. Esa increpación al que tiene la palabra, eso no es asumible. Les diré que el ruido no solo ahoga el sonido; el ruido ahoga la
palabra, el ruido ahoga la razón y el ruido ahoga el argumento. Por tanto, les rogaría a sus señorías que no ahogaran la esencia de lo que es esta Cámara. (Aplausos). Silencio, por favor, y dejen al diputado que tiene la palabra continuar con
ella.


Señor Rivera.


El señor RIVERA DÍAZ: Gracias, presidente.


Como les decía, 9 millones de españoles son más que 5 y más que 7, y para que fueran 5 y 7 tendrían que estar el señor Rajoy y el señor Iglesias en el mismo Gobierno, que es lo último que nos faltaría por ver después de todo el número que
han montado. (Aplausos.-Rumores). Así que no les voy a pedir que se sumen a una nueva etapa política, no les voy a pedir que trabajen, porque el señor Rajoy ha puesto incluso en jaque el papel constitucional del rey, pero no lo ha conseguido
tumbar. Por tanto, ante esa situación.... (Protestas). Sí, sí, le dijo que no al rey cuando le tocaba a él, según el propio señor Rajoy. (Protestas.-Aplausos.-La señora Martínez Saiz: ¡Pero, hombre!). Pues yo les digo que ustedes no han
conseguido poner en jaque ni el papel constitucional del rey ni a esta Cámara ni a la democracia. La democracia funciona. Hoy se pone en marcha un procedimiento que, como ustedes lo van a impedir, abre dos meses de incertidumbre, de bloqueo,
porque así lo quieren el Partido Popular y Podemos, y como no les voy a pedir que se sumen, como no les voy a pedir que construyan, como no les voy a pedir que traigan aquí un acuerdo porque son incapaces de llegar a acuerdos, por lo menos les voy a
pedir que se abstengan.


Muchas gracias. (Varios señores diputados: ¡Muy bien!-Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Rivera.


Por el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana, tiene la palabra el señor Rufián Romero.



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El señor RUFIÁN ROMERO: Señor presidente, señorías, señor candidato, señor Sánchez, tengo solo cinco minutos para decirle un montón de cosas pero sobre todo tengo un montón de gente detrás esperando que las diga. Así que intentaré ser
breve pero muy claro.


Primero quiero decir algo que les cabrea mucho a ustedes, al Partido Socialista Obrero Español, pero sobre todo al Partido Popular y a esa nueva derecha cool 2.0, barnizada, el Hacendado del Partido Popular, llamada Ciudadanos.
(Risas.-Rumores).


El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.


El señor RUFIÁN ROMERO: Yo estoy aquí y estoy en esto defendiendo el derecho a ser lo que quiera ser cualquier pueblo frente a una urna, porque soy nieto e hijo de andaluces llegados hace cincuenta y cinco años desde Jaén y desde Granada a
Cataluña, soy lo que ustedes llaman charnego y soy independentista. He aquí su derrota y he aquí nuestra victoria. (Aplausos.-Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, ¿pueden guardar silencio?


El señor RUFIÁN ROMERO: Cálmense.


Ellos -les puedo asegurar- fueron muy poquito a la escuela, como tantos otros. Uno fue albañil y el otro fue taxista, pero les sobró dignidad y decencia toda su vida para saber que la democracia iba de votar y que si no votabas estabas en
otra cosa, y que si además votabas y ganabas y te decían que no, estabas en una cosa aún peor. Y estoy aquí y estoy en esto porque estoy convencido de que ellos estarían hoy aquí con nosotros defendiendo el derecho a ser lo que quiera ser
cualquiera frente a una urna. Ellos nos decían tres cosas. Una, que en ese país de países llamado España convenía ganar frente a aquellos que siempre ganaban, o sea, ustedes, Partido Socialista, Ciudadanos y Partido Popular (Rumores). Dos, que
las diferencias entre los pueblos en ese país de países llamado España, de una vez por todas, se tenían que dirimir frente a una urna y no con según qué amenazas, con según qué sentencias y con según qué insultos. Y tres, que no había nada
imposible, que lo imposible ya lo hicieron ellos, y era levantar de la nada barrios, ciudades, sus casas, con sus manos; tener un techo, luz y agua donde no había absolutamente nada, donde solamente había barro. Aquello era imposible. Y que en un
proceso de autodeterminación ganara un país frente a una urna no tenía nada de imposible. Imaginen qué no podemos hacer sus herederos. Por eso estoy aquí y estoy en esto.


Podríamos seguir hablando de ustedes, de usted, señor Sánchez, de usted, señor Rivera y de usted, señor Rajoy. Podríamos seguir hablando en Cataluña del Partido Socialista, de Ciudadanos, del Partido Popular y de todo lo que ustedes
representan. Podríamos seguir hablando de una gente que nos niega ser lo que hemos votado ser sobre la base de un mundo sin fronteras, cuando ustedes las levantan muy altas y con cuchillas en lo alto en Ceuta y Melilla. Podríamos seguir hablando
de ustedes, de PSOE, de Ciudadanos y de PP sobre la base de... (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, un poco de silencio.


El señor RUFIÁN ROMERO: ... sobre la base de una Constitución inamovible, sagrada, sacrosanta, para no dejarnos ser lo que hemos votado ser, cuando ustedes la cambian en una sola noche en el indigno artículo 135, sobre el pago de la deuda
por encima del gasto social. La diferencia es que aquella noche no votó ningún pueblo, sino que les llamó según quién desde según qué despacho y seguro que de forma muy amable y la cambiaron. Igual no es tan sacrosanta ni tan sagrada. Podríamos
seguir hablando de una gente que dice que si Cataluña se independiza se convertiría en una república medieval que vagaría por el espacio sideral. Cuando ustedes gobiernan un Estado con 750.000 familias sin ingresos, con 800.000 personas sin
asistencia sanitaria, con un 32 % de pobreza infantil, con 13 millones de pobres, con un 50 % de paro juvenil, si eso no es medieval y no es vagar por el espacio sideral, suban aquí y nos lo vuelven a explicar.


Podríamos seguir hablando de gente que tiene a mi compañero Santi Vidal impugnado, inhabilitado, por ser independentista (Rumores), mientras tienen a Bárcenas esquiando en Baqueira, a Rato veraneando en un yate, a Fabra comprando lotería, a
Blesa comiendo en reservados de restaurantes y a Martín Villa paseando por el Retiro. (Aplausos). Podríamos seguir hablando de gente que dice que el castellano está amenazado, perseguido en Cataluña, cuando es el segundo o tercer idioma más
hablado del planeta, hablado por 500 millones de personas, en un país, Cataluña, que tuvo un presidente cordobés llamado José Montilla. No sé a ustedes, pero a mí me resulta muy complicado imaginar a un presidente



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catalán en según qué sitios del Estado español. De hecho, allí uno que no quiere serlo está pidiendo perdón continuamente por serlo. (Aplausos). Además, lo dicen en un país, en un Estado con 2,7 millones de niños pobres, muchos de los
cuales comen adecuadamente una vez al día gracias a los comedores escolares. Los que digan que el problema del sistema educativo es que los niños estudian catalán en Cataluña, aparte de mentirosos, son unos miserables. (Aplausos).


Podríamos seguir hablando, señor Sánchez, de sus socios, de Ciudadanos; los conocemos perfectamente en Cataluña. Creer que Albert Rivera es Winston Churchill y no Donald Trump se cura en Cataluña, se lo puedo asegurar. (Risas y aplausos).
Se cura en Cataluña viendo cómo salen pitando del Parlament de Catalunya para no condenar el franquismo. (Aplausos). Se cura en Cataluña viendo cómo defienden políticas neoliberales. Creer que Ciudadanos es progresista, reformista o de centro les
puedo asegurar que se cura en Cataluña.


Podríamos seguir hablando de todo eso, pero tengo una primicia para todos ustedes. (Un señor diputado: ¡A ver!). Les ganamos, les ganamos el pasado 27 de septiembre a PSOE, a Ciudadanos y a Partido Popular. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señor Rufián, vaya concluyendo, por favor.


El señor RUFIÁN ROMERO: Les ganamos como nunca, donde nunca y con quien nunca; les ganamos frente a una urna. Ganamos a una enorme maquinaria mediática y de poder. Estamos aquí simplemente para decirles que hagan el favor de ser
demócratas y que dejen de llamar crisis de convivencia a una derrota. Por cierto, señor Sánchez, crisis de convivencia la que usted tendrá en el PSOE a partir de hoy, se lo puedo asegurar. (Risas y aplausos).


El señor PRESIDENTE: Señor Rufián, concluya ya.


El señor RUFIÁN ROMERO: Estamos aquí para decirles, señor Sánchez, señor Rivera...


El señor PRESIDENTE: Pero en diez segundos.


El señor RUFIÁN ROMERO: Acabo enseguida, presidente.


El señor PRESIDENTE: Enseguida no, en diez segundos.


El señor RUFIÁN ROMERO: Acabo enseguida. Espero que sea tan benévolo como con el señor Rajoy.


El señor PRESIDENTE: Quien ordena el debate soy yo y tiene diez segundos.


El señor RUFIÁN ROMERO: Este proceso ha trascendido. El proceso de autodeterminación en Cataluña ha trascendido cualquier origen, cualquier apellido, cualquier lengua, cualquier barrio o cualquier bandera. Se apellida Tardà, se apellida
Jordà, se apellida Eritja, se apellida Salvador, se apellida Capella, se apellida Olòriz, se apellida Surra -es uruguaya-, se apellida Capdevila, se apellida Rufián; pero se apellida López, se apellida Lis, se apellida Smith, se apellida...


El señor PRESIDENTE: Señor Rufián, su tiempo ha concluido.


El señor RUFIÁN ROMERO: He aquí nuestra victoria, pero sobre todo he aquí su derrota. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Ha concluido su tiempo, por favor.


Por el Grupo Parlamentario Catalán (Democràcia i Llibertat), tiene la palabra el señor Homs.


El señor HOMS MOLIST: Señor presidente, señor presidente del Gobierno, diputadas, diputados, señor candidato, en el debate se han vislumbrado de forma clara tres opciones, las que parece que tenemos encima de la mesa, y diría que por este
orden, al menos de momento. Es un puro análisis, pero da la sensación de que es el más ampliamente compartido. Tres opciones: Una es elecciones. Esta está siempre encima de la mesa cuando no se puede formar Gobierno. Una gran coalición, hay
quien la pide, tiene todo el derecho del mundo y es legítimo plantearlo así. O un gobierno de cambio, si de lo que se trata realmente es de cambiar las políticas que existían hasta ahora. Es muy sencillo. Pero una gran coalición donde estarían el
Partido Popular, Ciudadanos y el Partido Socialista Obrero Español sería muchas cosas



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menos un Gobierno de cambio. Esto parece razonable plantearlo así porque además es pura descripción de los hechos. De estas tres opciones, a nuestro modo de ver, y creo que esto también es compartido por muchos de ustedes, la que obtuvo
más respaldo en las últimas elecciones fue precisamente la de un Gobierno de cambio. No voy ahora a jugar, como se ha hecho antes, con los números, y menos de las personas. En cualquier caso, lo que seguro no votó la ciudadanía el pasado 20 de
diciembre fue volver a convocar elecciones el próximo 26 de junio. Y lo que creo sinceramente que tampoco votó, al menos en masa, fue la articulación de una gran coalición. Con lo cual ya tenemos un cierto dato para saber cómo encauzar la
situación que tenemos estos dos meses y más adelante.


Señor Sánchez, nosotros votaremos que no al acuerdo que usted nos ha presentado en este debate de investidura por muchas razones que dimos a conocer el pasado miércoles, pero básicamente por dos que son muy sencillas, y lo diré en plan
titular. Lo que nos propone no es cambio, sinceramente, ni tampoco comporta, porque no es cambio, asumir riesgos ni asumir los retos planteados ni en el terreno económico ni en el terreno social ni tampoco en aquello que es central en esta
investidura -y ahora me referiré a ello- que es la cuestión de Cataluña. Es así. Usted ha hecho hoy aquí, a mi modo de ver, un discurso de puro trámite. Ha dado la sensación de que nos regañaba a los que no le votábamos y no ha hecho, y esto aún
es peor, ni un solo esfuerzo para crear un clima algo distinto a partir del lunes. Es mi consideración, la dejo encima de la mesa. Nosotros no vamos a renunciar a nuestros principios y a nuestras propuestas y tampoco se lo vamos a pedir a nadie.
A ver si entendemos de una vez -y es un ruego que le hago- que para poder sentarse a hablar no es necesario que la otra parte renuncie a aquello que defiende, a aquello en que cree y a aquello por lo cual se presentó a las elecciones y que defiende
con ímpetu y con convicción. Yo no le voy a pedir nunca que renuncie a aquello que usted defiende, pero lo que le planteo, y creo que es lo que debemos de poner encima de la mesa a partir del lunes, es nada de vetos, disponibilidad al diálogo -en
eso nos va a encontrar- y capacidad, si la hay después del diálogo, para intentar llegar a acuerdos. Por la combinación aritmética que tenemos, y lo ha reconocido antes, tiene mucha responsabilidad y poca fuerza. Esto es casi dramático o una gran
oportunidad, va en función del carácter de cada cual. No le conozco lo suficiente, usted sabrá. Pero usted tiene mucha responsabilidad porque cualquier alternativa de Gobierno pasa por usted y por su partido, pero tiene poca fuerza. La prueba
casi dramática de hoy es la que tendremos en esa votación.


Siendo así las cosas, como apunte final, los partidos políticos, y particularmente el PSOE, deberían hacer una reflexión; lo sabemos todos los aquí presentes. No lo tomen como un planteamiento de creerse el centro del universo ni mucho
menos, pero creo sinceramente que si no estuviera encima de la mesa el tema catalán hoy habría Gobierno. ¡Cómo son las cosas! Ustedes, el Partido Socialista Obrero Español, deberían hacer una reflexión serena sobre si, tal y como hasta el día de
hoy han enfocado las cosas, es posible llegar a algún tipo de acuerdo que incluya lo que de hecho planea en el ambiente. Hoy España tendría un Gobierno si no fuera por la agenda catalana, y ustedes lo saben.


Quiero aprovechar esta tribuna -y con esto acabo, señor presidente- para lanzar también un mensaje a quien nos escucha desde fuera, desde el entorno europeo y desde la comunidad internacional. Nosotros vamos a defender lo que estamos
haciendo en Cataluña, que es nada más y nada menos que un proceso de constitución de Cataluña como Estado independiente. No vamos a desfallecer en este intento, en esta convicción y en este compromiso, pero estamos dispuestos, como contrapartida a
un referéndum en Cataluña, señor Sánchez, a dar a España un Gobierno. Estamos dispuestos con esta contrapartida. (Rumores). Sé que esto puede no gustar, especialmente a la bancada del Grupo Parlamentario Popular y del Grupo Parlamentario
Ciudadanos, pero es un mensaje que tiene calado. (Rumores). Sí, señores, porque es un compromiso de estabilidad que no es menor -y lo será aún menos en estos dos meses- para estos próximos tiempos. Y digo esto desde el compromiso y desde la
convicción de que el camino que hemos iniciado es absolutamente democrático.


Señor Sánchez, señoras y señores diputados, a nosotros votar no nos da miedo, con lo cual estamos y estaremos siempre dispuestos si se pone una urna encima de la mesa a aprovecharla para defender nuestra posición, y supongo que ustedes la
suya. Señor Sánchez, insisto en que tiene usted mucha responsabilidad y quizá poca fuerza, pero lo que pueda pasar en estos próximos dos meses depende principalmente de usted y de su formación política. Le animo a que asuma plenamente esta
responsabilidad.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Homs.


Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), el señor Esteban.



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El señor ESTEBAN BRAVO: Señor presidente, señoras y señores diputados, señor candidato, en estos dos días no se ha producido ningún movimiento en su posición y, en consecuencia, tampoco en la de mi grupo político. Somos muy conscientes del
momento en que nos encontramos ya desde hace tiempo en el Estado español. Hacen falta reformas en el plano económico, pero también en el plano institucional. Es un momento complicado y yo diría que también estratégico. El compromiso de nuestro
partido -y así lo hicimos saber en las elecciones- está con la estabilidad y con intentar ayudar a que haya un Gobierno, pero usted ha optado -está en su derecho- y con su opción ha colocado guijarros innecesarios en el camino, en la forma y en el
fondo. En la forma, porque el compañero no pone fácil poder acordar con otros y, en el fondo, porque ese acuerdo que usted ha firmado es tan extenso que hay cosas que verdaderamente dificultan poder llegar a otro tipo de acuerdos. Desde luego, si
quiere usted un Gobierno, yo creo que debería pensar en eliminar algunos elementos de ese acuerdo o matizar algunos elementos del mismo.


Usted ha señalado que en principio es eso lo que tiene, pero yo creo que ahora se abre una nueva etapa y debemos pensar todos en su contraparte, en que si quieren un acuerdo, hay determinadas cosas que se deberían mover y matizar, no puede
estar todo el mundo en el inmovilismo. Nuestros planteamientos no han encontrado una respuesta mínimamente suficiente por su parte y nosotros no podemos darle un cheque en blanco. No puede construir mayorías sin una hoja de ruta clara, aunque sea
mínima, y entendemos que tenga que ser mínima. Usted ha preguntado antes: ¿queremos que haya un acuerdo de Gobierno?, ¿queremos o no que se llegue a ir a elecciones? Bueno, yo creo que se abre una nueva fase, pero desde luego no se compadece con
que la líder de su partido político haya estado hoy en Bilbado (Rumores) repartiendo octavillas -bueno, se supone que ya sé cómo decirlo, ¿verdad?- (Risas) absolutamente electorales en defensa del Gobierno socialista y sus medidas. ¿Estamos ya en
fase de campaña electoral o verdaderamente queremos un Gobierno? ¿Verdaderamente queremos un acuerdo y verdaderamente queremos evitar las elecciones? Ha pasado una fase; pues entonces cuénteselo a ella.


Voy a hablar de futuro, porque esto ya ha ocurrido y hay una serie de lecciones, pero nada más. Algunos de sus compañeros han afirmado que no era necesario que usted hablara de Euskadi y de Cataluña en el discurso porque estábamos hablando
en general de España, que no debían hacerse aquí particularismos. Yo no lo comparto. Aquí todos sabemos que hay un problema institucional en el Estado, y no se trata tanto del derecho a decidir o de una mera transacción de competencias, no; se
trata de hablar a sociedades que se demuestran y se sienten día tras día diferentes al resto del Estado. Por tanto, se trata de hablar de qué piensa usted del autogobierno para Euskadi y para Cataluña. ¿Qué piensa usted? Yo todavía no lo sé. Más
allá de esa comisión que dice querer abrir para discutir una reforma constitucional y marcar las líneas que pudieran suponer la periferia, yo no conozco cuál es su posicionamiento. No conozco cuál es el posicionamiento del Partido Socialista y
necesito saberlo, si usted precisa de nuestro apoyo, tanto en materia de economía y de finanzas como en materia de infraestructuras concretas, etcétera. También en materia educativa, porque precisamente nuestras sociedades tienen características
especiales y diferentes. Yo espero que en el futuro tenga esto en consideración, porque un futuro presidente del Gobierno debe hablar específicamente para esas sociedades.


Este puede ser un momento de gran oportunidad para quien sea el próximo presidente del Gobierno. Esta puede ser una oportunidad con la situación catalana y con la desaparición de la violencia de ETA; puede serlo para hacer los cambios
estructurales necesarios, pero hace falta ser valiente, hace falta correr riesgos, hablar, pactar y transigir. De esa pasta es de la que deberían estar hechos los jefes de Gobierno realmente. Nosotros no estamos cerrados a negociar en el futuro.
Se abre una nueva fase y el diálogo se impone necesariamente, a un lado o a otro, pero el diálogo se impone a partir del lunes que viene. Ahí nos encontrará, dispuestos a intentar buscar soluciones y, en su caso, a forjar acuerdos, pero que
respeten los intereses de todos. Mientras tanto, nosotros hemos de votarle no, porque vamos a ser siempre fieles al mandato de nuestros electores y a nuestro programa. Llevamos cuarenta años de buenas palabras. Las buenas palabras y las
generalizaciones, señor candidato, per se ya no son suficientes. Estamos en otra etapa.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Esteban.


Como saben, en el Grupo Mixto hay siete formaciones políticas que tienen derecho a expresarse y les vamos dar tres minutos exactos a cada una de ellas.


Empieza el señor Baldoví.



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El señor BALDOVÍ RODA: Muchas gracias, señor presidente.


Señor Rajoy, perdone que insista, pero si usted ha ganado las elecciones -yo recuerdo que en la pasada legislatura llegaban hasta allá sus diputados y hoy no tienen ni un solo socio-, ¡vaya forma de ganar!


Señor Rivera, la traca es una cosa muy seria para los valencianos, genera muchos puestos de trabajo y da mucho prestigio a este país. La traca nos la tomamos en serio. (Aplausos).


Señor Sánchez, sí a las tres condiciones, sí a las cuatro preguntas, pero a estas alturas del debate ya hay una cosa clara: va a salir un no y usted no va a ser presidente, de momento, y recalco: de momento. Por eso, quiero hacer hincapié
en un par de ideas. Primera, que no nos responsabilice a los demás del fracaso de este acuerdo en el que hemos sido unos meros convidados de piedra. Segunda, usted habló el otro día del documento que hace el Gobierno valenciano, del pacte del
Botànic, y decía que compartíamos el 80 %, pero hay un matiz que no compartimos, y es que aquel programa que se firmó entre el PSOE, Podemos y Compromís tiene un Gobierno y lo aplica un Gobierno, y ese Gobierno es un Gobierno del PSOE y de Compromís
apoyado por Podemos. Ni hoy ni el otro día hemos tenido ocasión de escuchar quién aplicaría este documento. ¿Un Gobierno monocolor del PSOE? Ese no es el mensaje que nos dieron los ciudadanos, que marcaron la senda de la pluralidad. ¿Un Gobierno
con Ciudadanos? Ese no sería, evidentemente, el Gobierno de Compromís. Piense que Ciudadanos ha expulsado a concejales suyos por el único delito de votar Gobiernos municipales donde esté Compromís -eso es altura de miras y eso es generosidad-. O,
sin ir más lejos, ayer vetó una Comisión de investigación en la Diputación de Alicante de los últimos Gobiernos del PP, donde durante ocho años estuvo de presidente de la Diputación un imputado por corrupción. (Aplausos). Sin embargo, hay una
mayoría que sí sumaría para hacerle a usted presidente -creo que lo han dicho ya muchos oradores que me han precedido- y para configurar un verdadero Gobierno de cambio.


Los valencianos necesitamos ese Gobierno de cambio, necesitamos un Gobierno amigo aquí en Madrid, pero no a cualquier precio. Por eso, desde Compromís queremos insistir en la propuesta que hicimos hace dos días. Si con este documento que
hoy nos trae no hay mayoría para que usted sea investido presidente, habrá que hacer un nuevo documento que sea capaz de generar esa mayoría. Tendremos que sentarnos los que sí que tenemos los votos suficientes junto a ustedes, junto al PSOE, y
consensuar un nuevo acuerdo que esta vez sí haga posible una mayoría y, por tanto, un Gobierno. Señor Sánchez, con este acuerdo hoy no podemos otorgarle nuestra confianza. Hoy no, así no, pero en nombre de Compromís le sigo reiterando nuestra
voluntad de seguir hablando. El revés de hoy no será un fracaso, sino una excelente oportunidad para explotar nuevas posibilidades. Me quedan diez segundos, señor presidente. Pongamos todos de nuestra parte. Es posible; es posible el cambio.


Termino como el otro día con una estrofa de una canción de Lluís Llach, que expresa un deseo para las próximas semanas, sobre todo para los que estamos de aquí para allá (haciendo alusión a la colocación de los diputados en el hemiciclo):
Que tinguem sor t/ que trobem tot el que ens va mancar ahir. (Que tengamos suerte y que encontremos todo lo que nos faltó ayer). Nos hará falta, pero es posible.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Baldoví.


Señor Garzón, tiene la palabra también por tres minutos.


El señor GARZÓN ESPINOSA: Muchas gracias, señor presidente.


Buenas tardes a todos y a todas. Parece que a estas alturas está todo ya prácticamente dicho. Le tenemos que decir, señor Sánchez, que desde Izquierda Unida-Unidad Popular no hemos entendido esta estrategia que, desde luego, no
compartimos. No hemos entendido por qué después de tantas conversaciones, después de tanto tiempo, al final el resultado es venir solo con 130 apoyos, más o menos cerrados, con ese acuerdo de Ciudadanos y Partido Socialista, en vez de haber optado
por una alternativa. Lo dijimos hace dos días y, por tanto, parece que no es necesario ser más insistente en esa cuestión.


Nosotros no somos unos enemigos, somos posibles aliados si el Partido Socialista elige la senda de la izquierda. Ese mensaje se ha repetido aquí por otras formaciones. Hubiera sido mucho más interesante venir aquí con 161 escaños, como
mínimo, incluso haber acordado apoyos añadidos que fueran compatibles con la estrategia del Partido Socialista para que usted hoy aquí fuera hoy ya el presidente de nuestro Gobierno, de nuestro país, para poder hacer políticas de izquierdas.


Nosotros queremos sacar al Partido Popular del Gobierno, por supuesto que sí, lo han visto en la legislatura pasada; por supuesto que sí. Pero lo queremos hacer no porque tengamos nada en contra de



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cada uno de los individuos que se sientan en esa bancada sino porque hacen políticas en contra de las clases populares y nosotros no vivimos en el reino de los sofistas que insultan y desprecian la verdad. Nosotros somos coherentes
continuamente y cuando hemos dicho en campaña electoral que Ciudadanos es la nueva derecha es porque responden a las mismas políticas que el Partido Popular. Eso ustedes lo han dicho también en campaña electoral y no entendemos por qué ahora de
repente son los aliados de un Gobierno del cambio; no lo entendemos porque ellos no han cambiado. (Aplausos). Ellos no han cambiado.


No entendemos su estrategia porque su estrategia está siendo repetir lo que pasó en Andalucía: despreciar, atacar a la izquierda -a Izquierda Unida en el caso de Andalucía- para al final acabar despreciando todas las políticas que nosotros
habíamos puesto encima de la mesa y tirarlas a la basura de la mano de Ciudadanos. Eso fue lo que pasó en Andalucía; no queremos que pase eso en este momento en nuestro país y queremos ofrecer ayuda. Nosotros no hemos pedido ministerios, nosotros
no hemos pedido más que la oportunidad de hablar, una mesa a cuatro. Nos reunimos cuando se quiera a partir de hoy mismo, el próximo lunes, cuando sea, para alcanzar una oportunidad. Creemos que ese es el camino, independientemente de a quien
llame el ciudadano Felipe de Borbón, porque aunque llame a Mariano Rajoy creo que es importante que nos reunamos -independientemente de esa circunstancia- para explorar todas las vía, porque creemos que conectamos con el sentir mayoritario de las
gentes de izquierdas y creemos que también con el sentir mayoritario de la ciudadanía.


Termino con una cosa más, señor Rivera, con un comentario. La Constitución de 1978 es el resultado de una transición que, efectivamente, fue compleja, pero en aquel momento se elegía entre democracia y dictadura. Y la democracia no la
trajo Fraga ni la trajo Suárez ni la trajo Carrillo, la trajo la gente que luchó en la calle contra la dictadura, las clases trabajadoras (Aplausos), la gente que estuvo allí. Hoy, afortunadamente, elegimos otra cosa, elegimos un nuevo modelo
social y por lo tanto le hablo a usted aquí ya no solo como representante y portavoz de un millón de votos de Izquierda Unida-Unidad Popular sino como miembro de la dirección del Partido Comunista de España: no use nuestra historia para justificar
sus acuerdos. (Aplausos).


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Garzón.


Tiene la palabra la señora Beitialarrangoitia.


La señora BEITIALARRANGOITIA LIZARRALDE: Señor Sánchez, en los apenas tres minutos que tengo -y después de lo ya dicho hace dos días- quiero reiterar nuestro voto contrario a su investidura. Utilizando sus propios argumentos, aunque usted
derogara las leyes injustas aprobadas por el Partido Popular y retrocediera en todas las políticas antisociales del señor Rajoy -que no lo va a hacer según leemos en el acuerdo con Ciudadanos- estaríamos aún lejos de las cotas de derechos y
bienestar logrados a lo largo de décadas de lucha obrera. Ello se debe a las políticas de sus antecesores, esos de los que dijo sentirse orgullos como González o Zapatero que con las reformas iniciadas en los años ochenta abrieron la senda para
reducir derechos y dieron comienzo a una escalada continuada de retroceso que, si bien la derecha lo ha acelerado, nos ha traído a la situación actual.


Lo que nos ofrece, por tanto, no es un cambio real, profundo, no es caminar hacia la justicia social; usted quiere que la ciudadanía se conforme con pequeños retoques cuando la fractura que han creado las políticas de las últimas décadas
requiere de cambios radicales, única manera de superar la precariedad, la desigualdad, la pobreza que sufren miles de personas y que se pueden superar, así como la condición de ciudadanas de segunda que padecemos las mujeres. Pero no, usted no
quiere escuchar a la ciudadanía, a sus demandas y necesidades así como tampoco escucha las demandas de Euskal Herria que dice alto y claro, como lo estoy haciendo yo hoy aquí, que quiere revertir la situación y que quiere hacerlo decidiendo sobre
todo lo que le afecta.


Ante este clamor a favor de más democracia, a ustedes -los firmantes del acuerdo y el PP- tan solo se les ocurre rescatar el espíritu del 78, apelar a una Constitución que una amplia mayoría en este hemiciclo ni siquiera votó -tampoco usted,
señor Sánchez- y negar cualquier posibilidad de ejercer un principio democrático básico. Ese es el elemento principal que les une a ustedes tres y no debería sorprender a nadie que se unieran, anteponiendo la sacrosanta unidad de España al
bienestar de la ciudadanía, y conformaran una gran coalición para ello. Habrá quien piense que es inconcebible, y viendo el afán de protagonismo de unos y otros es probable que no sea fácil, pero me atrevo a decir que ese afán es el único
obstáculo. Y se lo digo, señorías, con conocimiento de causa ya que en Nafarroa y en la



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Comunidad Autónoma Vasca, socialistas y populares han gobernado conjuntamente con ese mismo objetivo: la unidad de España, la imposición y la negación ante las demandas de democracia. Por eso, señor Sánchez, a partir de mañana tiene una
oportunidad para volver a los valores de izquierda y anteponer -como se lo expliqué el otro día- la democracia ante la ley, no la desaproveche.


Quiero terminar dirigiéndome al señor Rivera. Deje de hablar de Bildu y atrévase a dialogar con Euskal Herria Bildu. Ni usted ni el señor Sánchez tienen la calidad política necesaria (El señor Rivera Díaz: ¡Tú sí, tú sí!) para hablar con
nosotros. Hemos dicho desde el primer día que tenemos la mano tendida para hablar con todos. Ustedes ni siquiera han sido capaces de dialogar con esta formación. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Beitialarrangoitia.


Señor Alli, tiene la palabra.


El señor ALLI MARTÍNEZ: Señor presidente, señorías, veo que Bildu, de Euskadi, sigue intentando hablar en nombre de Navarra cuando no debe.


En cualquier caso, señor Sánchez, volveremos a votar no a su investidura por muchas razones, como ya dije el pasado miércoles, pero sobre todo porque usted ha cerrado la puerta a un amplio consenso de las fuerzas constitucionalistas para
sacar adelante a este país. Además, quiero que conste en acta que valido su valentía y, sobre todo, sus buenas intenciones pero no es momento de solamente buenas intenciones. No es momento en este país para buenas intenciones ni es momento para el
insulto a las personas que trabajaron en este Congreso y que sacaron a este país adelante, aquellos que configuraron el sistema actual de derechos, derechos que nos amparan a todos, señor Iglesias. Como tampoco es momento para la demagogia y las
soluciones mágicas de la antiquísima política desvestida en nuevas frases que tan mal resultado han dado en países latinoamericanos como Venezuela. Como tampoco es momento, señorías, de segregar este país y ni mucho menos de volver a la
recentralización de algunas competencias, sobre todo, de espaldas a la singularidad de este país, a sus comunidades, a sus pueblos y a sus gentes. Tampoco es momento, señor Sánchez, de una enmienda a la totalidad a un modelo socioeconómico que ha
dado la vuelta a este país en apenas cuatro años. ¿Que es mejorable? Por supuesto que es mejorable, trabajemos todos desde la moderación, el consenso y la centralidad por revertirlo. Unión del Pueblo Navarro estará siempre en la vía del
desarrollo económico como mejor política social, porque el empleo es la mejor política social.


Señorías, nadie de los que estamos aquí genera empleo, lo genera el pequeño emprendedor, el autónomo, el empresario, la empresa. Por eso tenemos que estar impulsándolos. Unión del Pueblo Navarro estará también con la familia que hoy, más
que nunca, es el mejor ministerio de protección social.


Señorías, para finalizar, van setenta y cinco días y no hemos logrado nada. Todavía tenemos a día de hoy la confianza que el pasado 20 de diciembre nos dieron muchísimos españoles. Aquí estamos para trabajar en las soluciones. A todos los
que estamos aquí se nos presupone liderazgo, y el liderazgo está basado en dos grandes valores y principios. El primero es la humildad y el segundo la generosidad. Qué mejor definición de servir -que al fin y al cabo eso es la política- que
humildad y generosidad. Desde esa humildad y esa generosidad, Unión del Pueblo Navarro estará para ayudar a este país por nuestro futuro y, sobre todo, por las futuras generaciones.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Alli.


El señor Martínez tiene la palabra.


El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Señor presidente, hemos asistido al debate de investidura de un candidato que ya sabía de antemano que no sería investido y que acudió a esta Cámara a hacer el paripé; un hecho muy negativo, sin precedentes en
los anales de nuestra historia parlamentaria.


No puede extrañar que la falta de respeto del señor Sánchez a esta Cámara se extendiera a alguno de los portavoces intervinientes, como quién les habla en nombre de Foro. Usted se mostró muy dispuesto a hablar de Cataluña, Euskadi, Galicia,
Valencia, pero sobre Asturias, la comunidad autónoma inmersa en el más profundo proceso de decadencia de España, como señalan todos los indicadores estadísticos oficiales, solo vertió chascarrillos, señor Sánchez. Es el mejor anticipo de la España
insolidaria, de las desigualdades que apadrinan los señores Sánchez y Rivera, tanto monta, monta tanto.


Tampoco se puede basar una oferta de cambio para España en un eslogan ramplón: Rajoy, no. Juntos por el no. Nosotros somos la solución. También son preocupantes las ínfulas regeneradoras de quienes



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comienzan por faltar a la palabra dada a los electores y terminan por soslayar que la corrupción es la sanguijuela de los Gobiernos con objeto de imponer su ley del embudo y echar una manta zamorana sobre lo que sucede en una Asturias
gobernada por el PSOE, trufada por la corrupción que salpica a consejeros, directores generales, alcaldes, alcaldesas, gestores culturales e incluso también a autoridades portuarias y hasta a sindicalistas; todos ellos personajes de pura estirpe
socialista, aunque el telón de la cordillera Cantábrica prive al resto de los españoles de tan edificante espectáculo.


Esta es la síntesis de la candidatura del señor Sánchez: Paripé de debate, falta de respeto a diputados, desigualdades entre españoles y ley del embudo contra la corrupción. Escuchando sus intervenciones, señor Sánchez, me pareció usted un
digno émulo del alcaraván zancudo: Para otros, consejo; para sí, no tuvo, como así reza el sabio refrán español.


Concluyo, señor presidente, reiterando en nombre de Foro el rechazo a su investidura. Y por aquello de dime de qué presumes, que todos recordamos en televisión, solo me queda una duda final: Si el señor Sánchez es -entrecomillo para los
taquígrafos- una persona decente. (Aplausos.-Rumores).


El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Oramas.


La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señor presidente.


Señorías, nuestra presencia aquí, cuarenta y ocho horas después del primer debate de investidura, es la constatación de la incapacidad para hacer las cosas de una manera mejor y diferente. Pero nosotros, los nacionalistas canarios, no nos
resignamos. Ya no es tiempo de mayorías absolutas, ahora venimos a este hemiciclo a entendernos y quienes no lo asuman, están muy alejados de la realidad. Se lo debemos a las nuevas generaciones nacidas en democracia y que son el futuro de este
país; se lo debemos a la ciudadanía, que sigue sin Gobierno y, por responsabilidad, decoro y altura de miras, nos lo debemos a nosotros mismos. Yo les ofrezco para ello el ejemplo de Canarias.


Nuestro pasado reciente está hecho de sacrificio, pero hemos sabido sobreponernos a años de penurias, de emigración y de crisis, mirando hacia delante con esperanza. A pesar de ese pasado humilde, siempre hemos sido solidarios porque
sabemos que la supervivencia de un pueblo solo puede levantarse sobre las bases de la generosidad. Ese es el ejemplo que me gustaría que hubiera presidido estas sesiones porque es necesario romper de manera urgente con un pasado de recortes y con
las políticas que nos han llevado a esta situación de bloqueo.


No debemos olvidar que mientras aquí no nos ponemos de acuerdo, fuera, la gente sigue teniendo problemas que resolver porque la crisis no ha acabado para las pequeñas empresas ni para los autónomos ni para los pensionistas ni para las
familias. Discutir en esta Cámara sin llegar a acuerdos, sí nos aleja del corazón de la gente. Seguir a estas alturas sin Gobierno, sí es vieja política y a eso, los nacionalistas canarios decimos no. Decimos no a la intransigencia y a la
incapacidad para dialogar. Decimos no a quienes hablan desde el rencor y el resentimiento. Decimos no al populismo de quienes confunden el Congreso con un plató de televisión. Decimos no a quienes siempre nos dijeron no durante cuatro años y
decimos no a las desigualdades y a la precariedad laboral. Del mismo modo decimos sí a quienes han demostrado que siempre hay una salida. Decimos sí a quienes, pese a las dificultades, han hecho su trabajo. Decimos sí a quienes han aparcado sus
diferencias para buscar puntos en común. Decimos sí por responsabilidad. Decimos sí porque es momento de pensar en los ciudadanos antes que en las siglas. Decimos sí a quienes han entendido que este país, su gente, no puede esperar. Y decimos sí
porque Canarias no puede esperar más.


Vamos a decir hoy sí a su investidura, señor Sánchez (Rumores.-Varios señores diputados: ¡Oh!-Aplausos), como gesto al que nos gustaría que se sumaran otros grupos para dar un primer paso hacia ese consenso que tanto estamos reclamando.


Gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Oramas.


Tiene la palabra el señor Quevedo.


El señor QUEVEDO ITURBE: Muchas gracias, señor presidente.


Señorías, señor candidato, desafortunadamente escenificamos hoy en este Pleno la conclusión de una etapa de bloqueo político, que es lo que la ha caracterizado desde la conclusión de las pasadas elecciones hasta este mismo momento. Una
situación en la que lo que ha ocurrido ni más ni menos es que se ha visto defraudada la voluntad de los ciudadanos, y esto es responsabilidad de todos. Lo decimos así



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porque la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas ha sido clara: cambio de políticas y un Gobierno alternativo al anterior. Porque el Gobierno anterior -por eso le fue como le fue- lo que hizo crecer en el Estado español fue,
como mínimo, la desigualdad y la pobreza. Sin embargo, en este acto de hoy ocurre algo que tampoco está mal y es que se abre una oportunidad para alcanzar el consenso. Una oportunidad de dos meses en los cuales todos tendremos que demostrar si
estamos a la altura o no de lo que realmente hay que hacer aquí. Nosotros sabemos que no es posible alcanzar un acuerdo a la plena satisfacción de todas las fuerzas que pueden integrar un acuerdo político. No es posible esto, ya lo dijimos el otro
día. Nosotros nos sentiremos cada vez más incómodos en la medida en que lo que se pueda acordar se aleje de lo que es nuestro ideario, nuestro programa político, el de Nueva Canarias. Sin embargo, esa generosidad, esa responsabilidad es imperativa
para cumplir -insistimos- con el mandato de los ciudadanos. Y el mandato de los ciudadanos es: entiéndanse ustedes, conformen un Gobierno distinto, comiencen a actuar políticamente para resolver los grandes problemas que tiene planteados la
mayoría social en el Estado español.


Hemos dicho que hemos aplaudido el valor del candidato que hoy se presenta para su posible nominación o no -me temo que será lo segundo- porque en un momento difícil aceptó el encargo que rechazó quien lo tendría que haber aceptado en primer
lugar. Ha sido capaz de hacer algo que, al margen de nuestras críticas, tenemos que poner en valor hoy aquí, que es generar una propuesta de actuaciones que, por mucho que se trate de minimizar, está encima de la mesa. ¡Claro que son discutibles!
Son discutibles, pero son un elemento para trabajar. Por ese motivo, nosotros hemos aplaudido esa decisión y anunciamos nuestro apoyo a su investidura como presidente del Gobierno porque pensamos que ha cumplido usted con su trabajo. Otra cosa es
que ese trabajo sea incompleto, porque no hemos conseguido llegar a un acuerdo definitivo. Yo tengo la absoluta convicción de que solo queda una línea roja en este momento político en el Estado español, y esa línea roja es: en ningún caso nuevas
elecciones. Nuevas elecciones son un fracaso de todos nosotros; un fracaso de la política y realmente traicionar la voluntad mayoritaria de los ciudadanos expresada en las pasadas elecciones del 20 de diciembre.


Gracias, señor presidente. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Quevedo.


Para finalizar este turno de intervenciones, por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Hernando.


El señor HERNANDO VERA: Gracias, señor presidente.


Señor presidente del Gobierno en funciones, señor Rajoy, se lo voy a decir con todo respeto: una sesión de investidura encargada por el jefe del Estado nunca es corrupción, y usted debería saberlo. (Aplausos.-Rumores). Y por la dignidad
de lo que usted representa, debería retirarlo, señor Rajoy. (Aplausos). ¿Y a este señor le quieren dejar ustedes de presidente del Gobierno en funciones? (Aplausos.-Rumores.-Varios señores diputados del Grupo Parlamentario Podemos-En Comú
Podem-En Marea hacen signos negativos).


Cinco minutos, cuatro reflexiones. El otro día se utilizaron en esta Cámara dos imágenes que resumen dos filosofías de avanzar en la complicada orografía de la Cámara: El abrazo, de Genovés, y La rendición de Breda. Usar uno u otro cuadro
para resumir el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos era toda una declaración de intenciones. El abrazo es el reencuentro y Las lanzas la rendición después de meses de sitio con la entrega de las llaves de la ciudad, es decir, del poder. Y ese es el
problema, señorías, que algunos están en la simbología bélica, en el asedio, en el asalto a los cielos o el asalto al poder, quizá porque piensen que aquí tienen enemigos y no adversarios políticos. (Aplausos). Pero los españoles esperan de
nosotros una solución que venga del diálogo, de la conciliación, del acuerdo entre diferentes, es decir, de la transversalidad y no de la ruptura de unidad alguna. El acuerdo no es rendición, El abrazo resume el espíritu de la transición, que ojalá
vuelva a esta Cámara, que es donde se forjó.


Segunda reflexión. Cuando en el Congreso se agrede, se descalifica, se truena contra el adversario político en aras de ser más incisivo, más agresivo, se generan unas ondas expansivas que salen de las paredes del hemiciclo. Es como cuando
se tira una piedra en medio de un lago; las ondas que generan los insultos y las descalificaciones impactan en el 'Diario de Sesiones', pero fuera de aquí generan heridas difíciles de cerrar y dejan profundas cicatrices. Esa es la peor manera de
alcanzar acuerdos y de querer alcanzarlos, si es que de verdad hay alguna intención de hacerlo. (Aplausos). Desterrar la ira, el rencor, la rabia y las frivolidades va a ser imprescindible. Todos somos personas de profundas convicciones



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y las defendemos con entusiasmo y vehemencia, pero en la España de hoy, más que nunca, el Congreso de los Diputados debería servir para tender nuevos puentes y no para abrir nuevas heridas.


Tercera reflexión. Durante muchos meses hemos escuchado en las televisiones y leído en 140 caracteres que la diferencia entre la izquierda y la derecha ya no existía, que era una falacia mantenida por trileros y que el nuevo paradigma era
lo nuevo y lo viejo. ¿Y cuál es hoy nuestra sorpresa? Pues que es precisamente la ideología el material con el que se quiere levantar una auténtica muralla. Nunca creí en el fin de las ideologías y siempre supe que aquello de que la izquierda y
la derecha eran categorías superadas era una superchería que se utilizaba como mera excusa para abrir un espacio. Abierto el espacio, ahora sí, la ideología vuelve a ser para algunos válida para levantar un muro. Pero, miren, no hay nada más viejo
que la política de frentes ni nada más caduco y vacío que el quítense ustedes para ponerme yo. (Aplausos.-Rumores).


Última reflexión. En este acuerdo que hemos firmado entre Ciudadanos y Partido Socialista hay 140 medidas que podrían tener el apoyo de 200 escaños. El acuerdo está abierto a la suma y quiero que tengan en cuenta el poder de su voto; el
poder de un voto en la democracia es lo más importante. (La señora Surra Spadea pronuncia palabras que no se perciben). Con su voto, 750.000 familias pueden tener un ingreso vital (La señora Surra Spadea, puesta en pie, coloca las manos haciendo
el gesto de tiempo muerto, mientras pronuncia palabras que no se perciben), 5 millones de trabajadores pueden tener un convenio colectivo, 4 millones de trabajadores con contrato temporal mejorar su situación y los diputados y los senadores ir a
testificar a un juzgado de instrucción, como cualquier otro ciudadano. Ustedes quizá puedan esperar, alguno incluso había decidido detener el reloj de la democracia porque prefería disfrutar desde la atalaya de sus funciones, pero millones de
personas llevan mucho tiempo esperando y no pueden más. Cada semana 500 familias sufren ejecuciones hipotecarias (El señor Mayoral Perales pronuncia palabras que no se perciben), cada semana 3.000 jóvenes engrosan las listas del paro. (Rumores).
Ellos esperaban que hoy pusiéramos en marcha un gobierno para atender sus problemas. Con el poder de su voto podrían dar respuesta a estas personas, podrían hacer el cambio posible. Echemos mano del valor cívico o de la concordia para hacer
posible un cambio sin vencedores ni vencidos. Por último, en lugar de hablar de manos tendidas de boquilla, den pasos valientes, como ha hecho el candidato del Partido Socialista, al que de nuevo quiero reconocer su trabajo y su iniciativa, porque
con esta votación hoy hemos ganado el futuro, y el futuro será el acuerdo.


Gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie).


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Hernando.


Señorías, ocupen sus escaños, porque una vez concluido el debate... (El señor Girauta Vidal pide la palabra). ¿Sí?


El señor GIRAUTA VIDAL: Señor presidente, quiero invocar el artículo 71.3 del Reglamento por la falta al decoro y la dignidad de este grupo parlamentario.


El señor PRESIDENTE: ¿Y qué quiere? (Risas.-Rumores). ¿Es un turno de alusiones?


El señor GIRAUTA VIDAL: No, no son alusiones.


Artículo 71.3. Alguien ha faltado al decoro y la dignidad de mi grupo parlamentario.


El señor PRESIDENTE: ¿En qué momento?


El señor GIRAUTA VIDAL: El señor Rufián, al que por favor quisiera contestar.


El señor PRESIDENTE: ¿Cuando ha dicho qué? Para saber de qué estamos hablando.


El señor GIRAUTA VIDAL: Cuando ha dicho que Ciudadanos no ha condenado el franquismo. (Protestas.-El señor Hernando Fraile: Lo pedimos todos).


El señor PRESIDENTE: No, no; vamos a ver... (Rumores).


El señor GIRAUTA VIDAL: Se trata de una mentira que repiten a menudo. (Rumores).



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El señor PRESIDENTE: El turno de alusiones corresponde exclusivamente cuando hay un juicio de valor o una falsedad...


El señor GIRAUTA VIDAL: Es una falsedad flagrante.


El señor PRESIDENTE: No he acabado.


El señor GIRAUTA VIDAL: Disculpe, presidente.


El señor PRESIDENTE: Si hay una falsedad, tiene treinta segundos para decir que efectivamente eso es falso. Punto.


El señor GIRAUTA VIDAL: Muy bien.


En la peor tradición de la propaganda, el señor Rufián cree que repetir mil veces una mentira la convierte en verdad. Un discurso puede ser más o menos tortuoso, como el del señor Rufián... (Protestas).


El señor PRESIDENTE: No, eso es una valoración del discurso. No, no. (Protestas).


El señor GIRAUTA VIDAL: Lo que no puede ser es calumnioso y hay una calumnia y una mentira flagrante. Ciudadanos condenó el franquismo por última vez el 27 de septiembre de 2013 en el Parlament de Catalunya con Esquerra Republicana, porque
nosotros hemos votado cuando se trata de condenar dictaduras con el partido del señor Rufián. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Gracias, aclarada la falsedad. Ya está. (El señor Hernando Fraile pide la palabra). ¿Y ahora para qué? (Rumores).


El señor HERNANDO FRAILE: Señor presidente, usted sabe que no hay turnos por alusiones en este preciso turno...


El señor PRESIDENTE: Señor Hernando...


El señor HERNANDO FRAILE: ... sin embargo, ha tenido usted...


El señor PRESIDENTE: Señor Hernando. (Rumores).


El señor HERNANDO FRAILE: ... ha tenido usted el error... (Protestas).


El señor PRESIDENTE: Señor Hernando, calle ya.


El señor HERNANDO FRAILE: ... el error de dar la palabra... (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señor Hernando, el turno por alusiones lo recoge siempre el Reglamento, siempre, por tanto, no intente interpretar el Reglamento, no intente retorcerlo. El turno por alusiones existe siempre en el Reglamento y en esta
Cámara. Se ha acabado la discusión y vuelve a no tener la palabra (El señor Hernando Fraile, que continúa de pie: No, no, perdone.-El señor Bermúdez de Castro Fernández, puesto en pie: Por el 71.3). Se acabó la discusión. Ya sé que...
(Protestas.-El señor Hernando Fraile: No sabe lo que le voy a decir.-El señor Floriano Corrales: ¡Escúchele!-El señor Hernando Fraile: Escuche, escuche). Pero si he escuchado su argumento. Vamos a ver, ha empezado... (Protestas). Tranquilos,
un poco de educación y un poco de respeto a la Presidencia. Verán, ha empezado su intervención diciendo que yo sabía que no existía en este turno el turno de alusiones, lo cual es falso porque el turno de alusiones existe siempre en esta Cámara
cuando se dan las circunstancias para las alusiones. (El señor Hernando Fraile: Señor presidente...). Por lo tanto, a partir de ahí, se ha acabado la discusión. Había una alusión por una falsedad que han querido demostrar como tal, se ha hecho y
punto, se ha acabado la discusión. (El señor Hernando Fraile: Señor presidente...-Protestas). A ver, señor Hernando, qué es lo que quiere decir más allá...


El señor HERNANDO FRAILE: Sí, claro, si me deja usted, si no me interrumpe y me deja un poco que le explique cuál es el procedimiento y lo que yo le planteo. (El señor Luena López y la señora González Veracruz pronuncian palabras que no se
perciben).



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El señor PRESIDENTE: El procedimiento no me lo explique.


El señor HERNANDO FRAILE: Usted ha abierto la posibilidad de hacer este turno por alusiones, y yo le pido ahora, al amparo del artículo 71.3, también ese turno. ¿Por qué, señor presidente? Porque también ha habido alusiones al presidente
del Gobierno en funciones y se ha dicho una falsedad.


El señor PRESIDENTE: No, no.


El señor HERNANDO FRAILE: Sí, sí. Se ha dicho una falsedad, una falsedad muy grave.


El señor PRESIDENTE: ¿Cuál?


El señor HERNANDO FRAILE: La que ha utilizado el señor Hernando para decir que nosotros hemos dicho que era una corrupción la decisión del rey. (Protestas). Eso usted sabe que no es verdad y el señor Hernando también, por tanto, le pido
que se elimine del... (Protestas.-Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Se ha acabado. (El señor Hernando Fraile: Le pido que usted cumpla con el Reglamento, artículos 103 y 104.-Protestas). No. Ya sé que hay mucha gente acostumbrada a utilizar esta especie de filibusterismo
parlamentario para tener la palabra cuando no le corresponde. (Protestas.-Varios señores diputados: No es verdad). Sí, hombre, sí.


El señor HERNANDO FRAILE: Señor presidente, está usted insultando al portavoz de este grupo, pretendiendo que he hecho un uso abusivo del Reglamento y usted sabe que eso no es verdad. Usted acaba de llegar a esta Cámara y se ha portado
desde que ha llegado a la misma como un verdadero arbitrario...


El señor PRESIDENTE: No tiene la palabra, señor Hernando. Señor Hernando, no tiene la palabra. (El señor Luena López: Es el presidente del Congreso.-Aplausos). Yo puedo haber llegado ahora a esta Cámara, pero conozco perfectamente lo
que es el parlamentarismo y lo que es el Reglamento. (Rumores.-El señor Hernando Fraile muestra el Reglamento del Congreso de los Diputados). Sí, sí, ese Reglamento. Ya está, se ha acabado la discusión. No hay más turnos de palabra. Se ha
acabado. (Protestas.-Los señores Tardá i Coma y Rufián Romero, puesto en pie, piden la palabra.-Un señor diputado: ¡A dúo!). No, no, se ha acabado la discusión. Señor Tardà, no tiene... (Rumores) y menos de dos en dos. Siéntense, siéntense,
por favor, un poco de tranquilidad. (Rumores.-Un señor diputado: No se ponga nervioso). No, si yo no me voy a poner nervioso, no se preocupen. El Reglamento recoge que hay alusiones de los grupos solo cuando se hayan vertido falsedades o haya
habido juicios de valor. (La señora Jordà i Roura: No, no). ¿Me dejan concluir? Ha habido una afirmación por parte del Grupo de Esquerra Republicana que ha sido entendida como una falsedad por el Grupo Ciudadanos, arguyendo que efectivamente lo
que habían dicho no era cierto. ¿Ha sido así? (La señora Jordà i Roura: ¡Es que sí es cierto!-El señor Olòriz Serra: ¡Es cierto!-El señor Rivera Díaz enseña un documento). Vamos a ver. Tranquilos. Parece ser que está ahí el documento que
demuestra cómo el Grupo Ciudadanos... (Rumores). Y a partir de ahí se acabó la discusión. Ya está. Vamos a seguir con el procedimiento. (Rumores). Ya está, se ha acabado. (El señor Tardà i Coma hace gestos negativos).


Conforme establece el Reglamento de la Cámara, vamos a seguir con la votación. La votación se va a hacer por llamamiento y sus señorías responderán sí, no o abstención desde su escaño. (El señor Tardà i Coma: ¡Señor presidente, no es
cierto!). Puede chillar todo lo que quiera, pero no tiene la palabra. (El señor Tardà i Coma pronuncia palabras que no se perciben). No tiene la palabra, señor Tardà. (El señor Tardà i Coma: ¡No es cierto y usted no me da la palabra para
demostrar que ha sido una falsedad!). Señor Tardà, siéntese y guarde silencio si no quiere que le llame al orden. (El señor Tardà i Coma: ¡Por favor, deme la palabra!). Señor Tardà, le llamo al orden por primera vez. (El señor Tardà i Coma:
¡Le exigimos que nos dé la palabra!-Varios señores diputados del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana se ponen de pie). Señor Tardà, le llamo al orden por primera vez. Siéntese. (El señor Tardà i Coma: ¡Le pedimos que nos dé la palabra!).
No tiene la palabra y ya está.


Seguimos con la votación. Cuando se llame a los señores diputados o diputadas, contesten al llamamiento con un sí, un no o una abstención desde su escaño de manera clara y audible, aunque los señores secretarios que los llamen repetirán el
sentido de la votación para evitar dificultades. El



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llamamiento, como saben, se hará por orden alfabético, pero comenzando por el primer apellido del señor diputado o señora diputada cuyo nombre vaya a ser sacado ahora en suerte. El Gobierno en funciones y la Mesa votarán al final. Así
pues, vamos a proceder al sorteo. (Pausa).


El número ha sido el 154 y corresponde a Hernanz Costa, Sofía, que será la primera en votar. Ruego a la secretaria primera que dé comienzo a la votación.


Por los secretarios de la Mesa se procede al llamamiento de las señoras y los señores diputados, que van manifestando el sentido de su voto.


Señoras y señores diputados que dijeron 'Sí':


Hernanz Costa, Sofía


Hervías Chirosa, Francisco Javier


Hurtado Zurera, Antonio


Igea Arisqueta, Francisco


Jiménez Tortosa, Juan


Lafuente de la Torre, Mónica


Lamuà Estañol, Marc


Lasarte Iribarren, José Javier


Lastra Fernández, Adriana


López Milla, Julián


Lorenzo Rodríguez, Domingo


Lozano Domingo, Irene


Lucio Carrasco, María Pilar


Luena López, César


Martín González, María Guadalupe


Martín Llaguno, Marta


Martínez González, José Luis


Martínez Seijo, María Luz


Maura Barandiarán, Fernando


Meijón Couselo, Guillermo Antonio


Miguel Muñoz, Orlena María


Millán Salmerón, María Virginia


Molinary Malo, Ramón Luis


Muñoz González, Pedro José


Navarro Fernández-Rodríguez, Fernando


Oramas González-Moro, Ana María


Palacín Guarné, Gonzalo


Peña Camarero, Esther


Perea i Conillas, María Mercè


Pérez Domínguez, María Soledad


Pérez Herraiz, Margarita


Pracht Ferrer, Carlos


Pradas Torres, Antonio Francisco


Prieto Romero, Fidel


Quevedo Iturbe, Pedro


Rallo Lombarte, Artemi Vicent


Ramírez Freire, Saúl


Ramón Utrabo, Elvira


Ramos Esteban, César Joaquín


Raya Rodríguez, María Tamara


Rivera Andrés, Irene


Rivera de la Cruz, Marta María


Rivera Díaz, Albert


Rodríguez Fernández, María Luz


Rodríguez García, Isabel



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Rodríguez Hernández, Juana Amalia


Rodríguez Hernández, Melisa


Rodríguez Ramos, María Soraya


Rodríguez Sánchez, Germán


Rodríguez Vázquez, Antonio


Roldán Monés, Antonio


Rominguera Salazar, María del Mar


Ruiz i Carbonell, Joan


Sahuquillo García, Luis Carlos


Salvador García, Luis Miguel


Sánchez Amor, José Ignacio


Sánchez Pérez-Castejón, Pedro


Saura García, Pedro


Serrada Pariente, David


Serrano Boigas, Pilar Auxiliadora


Serrano Jiménez, María Jesús


Sicilia Alférez, Felipe Jesús


Sierra Rojas, Patricia


Simancas Simancas, Rafael


Socias Puig, Ramón Antonio


Such Palomares, María


Sumelzo Jordán, Susana


Ten Oliver, Vicente


Torres Mora, José Andrés


Trevín Lombán, Antonio Ramón María


Urquizu Sancho, Ignacio


Villegas Pérez, José Manuel


Yáñez González, Pablo


Zaragoza Alonso, José


Ábalos Meco, José Luis


Alconchel Gonzaga, Miriam


Antón Cacho, Javier


Barreda Fontes, José María


Batet Lamaña, Meritxell


Blanquer Alcaraz, Patricia


Botella Gómez, Ana María


Bueno Prado, Enrique


Calle Fuentes, José Antonio


Camacho Sánchez, José Miguel


Cámara Villar, Gregorio


Campo Moreno, Juan Carlos


Campos Arteseros, Herick Manuel


Cancela Rodríguez, Pilar


Cano Fuster, José


Cano Leal, Francisco Javier


Cantera de Castro, Zaida


Cantó García del Moral, Antonio


Chacón Piqueras, Carme


Clemente Giménez, Diego


Cuello Pérez, Carmen Rocío


De Frutos Madrazo, María del Rocío


De la Encina Ortega, Salvador Antonio


De la Torre Díaz, Francisco


Del Campo Estaún, Sergio


Del Moral Milla, María de la Paz.



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Díaz Trillo, José Juan


Elorza González, Odón


Faba de la Encarnación, Elena


Fernández Díaz, Jesús María


Ferrer Tesoro, Sonia


Flórez Rodríguez, María Aurora


Franquis Vera, Sebastián


Galeano Gracia, Óscar


Gallego Arriola, María del Puerto


Galovart Carrera, María Dolores


Garaulet Rodríguez, Miguel Ángel


García Mira, Ricardo Antonio


Girauta Vidal, Juan Carlos


Girela de la Fuente, José Manuel


Gómez Balsera, Marcial


Gómez García, Rodrigo


González Bayo, Josefa Inmaculada


González Martínez, Onésimo Eduardo


González Ramos, Manuel Gabriel


González Veracruz, María


Gordo Pérez, Juan Luis


Guinart Moreno, Lidia


Gutiérrez Limones, Antonio


Gutiérrez Vivas, Miguel Ángel


Heredia Díaz, Miguel Ángel


Hernández Spínola, Francisco


Hernando Vera, Antonio


Señoras y señores diputados que dijeron 'No':


Herrero Bono, José Alberto


Homs Molist, Francesc


Honorato Chulián, María Auxiliadora


Hoyo Juliá, Belén


Iglesias García, Fernando


Iglesias Turrión, Pablo Manuel


Isac García, Ángeles


Isern Estela, Mateo


Jordà i Roura, Teresa


Juncal Rodríguez, Juan Manuel


Lara Carbó, María Teresa de


Lasalle Ruiz, José María


Legarda Uriarte, Mikel


López Ares, Susana


López de Uralde Garmendia, Juan Antonio


Lorenzo Torres, Miguel


Luis Bail, Jorge


Luis Rodríguez, Teófilo de


Madrazo Díaz, Ana María


Marcello Santos, Ana


Marcos Moyano, María Dolores


Marí Bosó, José Vicente


Mariscal Anaya, Guillermo


Martín González, Lucía


Martínez Dalmau, Rubén


Martínez Oblanca, Isidro Manuel



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Martínez Rodríguez, María Rosa


Martínez Saiz, Teófila


Martínez-Maillo Toribio, Fernando


Martín-Toledano Suárez, José Alberto


Matarí Sáez, Juan José


Mateu Istúriz, Jaime Miguel


Matos Mascareño, Pablo


Maura Zorita, Eduardo Javier


Mayoral Perales, Rafael


Medina Suárez, María Isabel


Mena Arca, Joan Miquel


Merino López, Rafael


Molinero Hoyos, Francisco


Moneo Díez, María Sandra


Montero Gil, Irene María


Montero Soler, Alberto


Montserrat Montserrat, Dolors


Moragas Sánchez, Jorge


Moreno Bustos, Ramón


Moreno Palanques, Rubén


Moro Almaraz, María Jesús


Moya Matas, Jaume


Nadal Belda, Álvaro María


Navarro Lacoba, Carmen


Nieto Ballesteros, José Antonio


Nogueras i Camero, Miriam


Olano Vela, Jaime Eduardo de


Olòriz Serra, Joan Baptista


Paniagua Núñez, Miguel Ángel


Pascual Peña, Sergio


Pastor Muñoz, Rosana


Pérez Aras, Juan Vicente


Pérez López, Santiago


Pita Cárdenes, María del Camen


Posada Moreno, Jesús


Postius Terrado, Antoni


Quintanilla Barba, María del Carmen


Ramírez del Molino Morán, Alejandro


Reynés Calvache, Águeda


Ribera i Garijo, Elena


Roca Mas, Jordi


Rodríguez Martínez, Ángela


Rodríguez Rodríguez, Alberto


Rojas García, Carlos


Rojo Noguera, Pilar Milagros


Romero Hernández, Carmelo


Romero Rodríguez, María Eugenia


Rosell Aguilar, María Victoria


Rufián Romero, Gabriel


Salvador Armendáriz, Carlos Casimiro


Salvador i Duch, Jordi


Sánchez Maroto, Sol


Sánchez Melero, Tania


Sánchez Serna, Javier


Santa Ana Fernández, María de la Concepción de



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Santos Itoiz, Eduardo


Sibina Camps, Marta


Sorlí Fresquet, Marta


Suárez Lamata, Eloy


Surra Spadea, Ana María


Tardà i Coma, Joan


Tarno Blanco, Ricardo


Terradas Viñals, Dolors


Terrón Berbel, Ana Belén


Valmaña Ochaíta, Silvia


Vázquez Rojas, Juan María


Vendrell Gardeñes, Josep


Vera Pró, Juan Carlos


Vera Ruiz-Herrera, Noelia


Vidal Sáez, Aina


Viejo Viñas, Raimundo


Vila Gómez, Miguel


Viso Diéguez, Miguel Ángel


Xuclà i Costa, Jordi


Yllanes Suárez, Juan Pedro


Zoido Álvarez, Juan Ignacio


Agirretxea Urresti, Joseba Andoni


Alba Goveli, Nayua Miriam


Albadalejo Martínez, Joaquín


Alli Martínez, Íñígo Jesús


Alonso Cantorné, Félix


Alonso Clusa, Rosa Ana


Alós López, Ana Isabel


Álvarez Simón, María Elena


Álvarez-Arenas Cisneros, María del Carmen


Angulo Romero, María Teresa


Ardanza Uribarren, María Pilar


Arrojo Agudo, Pedro


Asian González, Matilde Pastora


Ayala Sánchez, Andrés José


Ayllón Manso, José Luis


Azpiazu Uriarte, Pedro María


Bajo Prieto, María Luz


Baldoví Roda, Joan


Ballester Muñoz, Ángela


Barandiaran Benito, Íñigo


Barrachina Ros, Miguel


Barreda de los Ríos, Leopoldo


Barrios Tejero, José María


Bastidas Bono, Elena María


Bataller i Ruiz, Enric


Beitialarrangoitia Lizarralde, Marian


Bel Accensi, Ferran


Belarra Urteaga, Ione


Bermúdez de Castro Fernández, José Antonio


Bescansa Hernández, Carolina


Blasco Marqués, Manuel


Bonilla Domínguez, María Jesús


Borrego Cortés, Isabel María


Bosaho Gori, Rita Gertrudis



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Botejara Sanz, Amparo


Bravo Baena, Juan


Bravo Bueno, David


Bravo Ibáñez, Mª Concepción


Bruzos Higuero, David


Burgos Gallego, Tomás


Bustinduy Amador, Pablo


Camps Devesa, Gerardo


Campuzano i Canadés, Carles


Candela Serna, Ignasi


Candón Adán, Alfonso


Capdevila Esteve, Joan


Capella i Farré, Ester


Carreño Fernández, María Ascensión


Carreño Valero, Sara


Casado Blanco, Pablo


Cascales Martínez, Loreto


Chiquillo Barber, José María


Ciuró i Buldó, Lourdes


Clavell López, Óscar


Cortés Bureta, Pilar


De Cospedal García, María Dolores


De la Concha García-Mauriño, María Asunción Jacoba Pía


Del Olmo Ibáñez, Juan Manuel


Del Río Sanz, Emilio


Delgado Arce, Celso Luis


Delgado Ramos, Juan Antonio


Díaz Pérez, Yolanda


Domènech Sampere, Francesc Xavier


Domínguez Álvarez, Marta


Dueñas Martínez, María del Carmen


Echániz Salgado, José Ignacio


Eiros Bouza, José María


Enbeita Maguregi, Onintza


Eritja Ciuró, Francesc Xavier


Errejón Galván, Íñigo


Escudero Berzal, Beatriz Marta


España Reina, Carolina


Esteban Bravo, Aitor


Fernández Bello, Miguel Anxo Elías


Fernández Castañón, Sofía


Fernández de Moya Romero, José Enrique


Fernández García, Eduardo


Fernández Gómez, Alexandra


Floriano Corrales, Carlos Javier


Franco Carmona, Isabel


García Cañal, José Ramón


García Díez, Joaquín María


García Egea, Teodoro


García Hernández, José Ramón


García Puig, María del Mar


García Urbano, José María


García-Pelayo Jurado, María José


García-Tizón López, Arturo


Garrido Valenzuela, Irene



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Garzón Espinosa, Alberto


Gómez de la Serna y Villacieros, Pedro Ramón


Gómez-Reino Varela, Antonio


González García, Segundo


González Guinda, María del Carmen


González Muñoz, Ángel Luis


González Terol, Antonio Pablo


González Vázquez, Marta


Guerra Mansito, María Belén


Guijarro García, Txema


Hernando Fraile, Rafael Antonio


Miembros del Gobierno en funciones que dijeron 'No':


Rajoy Brey, Mariano


Sáenz de Santamaría Antón, María Soraya


García-Margallo y Marfil, José Manuel


Catalá Polo, Rafael


Montoro Romero, Cristóbal Ricardo


Fernández Díaz, Jorge


Pastor Julián, Ana María


Méndez de Vigo Montojo, Íñigo


Báñez García, María Fátima


Soria López, José Manuel


García Tejerina, Isabel


Alonso Aranegui, Alfonso


Miembros de la Mesa que dijeron 'Sí':


Reyes Rivera, Patricia Isaura


Prendes Prendes, José Ignacio


Navarro Garzón, Micaela


López Álvarez, Patxi.


Miembros de la Mesa que dijeron 'No':


Expósito Prieto, Marcelo


Sánchez-Camacho Pérez, Alicia


Romero Sánchez, Rosa María


Elizo Serrano, María Gloria


Villalobos Talero, Celia


El señor PRESIDENTE: ¿Alguna señora diputada o algún señor diputado no ha sido nombrado para votar? (Pausa).


Vamos a proceder a realizar el escrutinio de los votos emitidos. (Pausa).


Efectuado el recuento, dijo


El señor PRESIDENTE: El resultado de la votación ha sido el siguiente. Votos emitidos, 350; votos a favor del candidato, 131; votos en contra, 219; abstenciones, ninguna.


Al no haberse alcanzado la mayoría requerida y, en consecuencia, al no haberse otorgado la confianza de la Cámara para la investidura, esta circunstancia se comunicará a Su Majestad el Rey a los efectos de lo dispuesto en el artículo 99.4 de
la Constitución.


Se levanta la sesión. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie).


Eran las ocho y cincuenta y cinco minutos de la noche.