Ruta de navegación

Publicaciones

DS. Senado, Pleno, núm. 9, de 14/03/2012
PDF











Página
426




PLENO


PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PÍO GARCÍA-ESCUDERO
MÁRQUEZ


Sesión celebrada el miércoles, 14 de marzo de 2012


ORDEN DEL DÍA


1. ACTAS


1.1. Lectura y aprobación, si procede, del Acta de la
sesión anterior, celebrada los pasados días 6 y 7 de marzo de 2012.


2. OBJETIVO DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA


2.1. Acuerdo del Gobierno por el que se fijan el objetivo
de estabilidad presupuestaria para 2012 del conjunto del sector público y
de cada uno de los grupos de agentes que lo integran y el límite de gasto
no financiero del Presupuesto del Estado para 2012.


(Núm. exp. 702/000001)


3. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY


3.1. Autorización del Pleno para la tramitación en lectura
única del Proyecto de Ley Orgánica por la que se excluye del ámbito de
aplicación de la disposición adicional de la Ley Orgánica 3/2006, de 26
de mayo, de reforma de la Ley Orgánica 5/2001, de 13 de diciembre,
complementaria de la Ley General de Estabilidad Presupuestaria, a
determinados mecanismos de financiación.


(Núm. exp. 551/000002)










Página
427




SUMARIO


Se abre la sesión a las doce horas y cinco minutos.


Página


1. ACTAS


1.1. Lectura y aprobación, si procede, del Acta de la
sesión anterior, celebrada los pasados días 6 y 7 de marzo de 2012


428


Se aprueba el acta.


2. OBJETIVO DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA


2.1. Acuerdo del Gobierno por el que se fijan el objetivo
de estabilidad presupuestaria para 2012 del conjunto del sector público y
de cada uno de los grupos de agentes que lo integran y el límite de gasto
no financiero del Presupuesto del Estado para 2012


428


En nombre del Gobierno interviene el señor ministro de
Hacienda y Administraciones Públicas (Montoro Romero).


En turno a favor hace hace uso de la palabra el señor
Utrera Mora.


En turno en contra interviene el señor Vázquez García.


Vuelve a hacer uso de la palabra el señor ministro de
Hacienda y Administraciones Públicas (Montoro Romero).


En turno de portavoces intervienen los señores Quintero
Castañeda y Martínez Oblanca, así como la señora Salanueva Murguialday,
por el Grupo Parlamentario Mixto; la señora Martínez Muñoz, por el Grupo
Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV); y los señores Montilla
Aguilera, por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya;
Vilajoana i Rovira, por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado
Convergència i Unió; Vázquez García, por el Grupo Parlamentario
Socialista, y Utrera Mora, por el Grupo Parlamentario Popular en el
Senado.


Cierra el debate el señor ministro de Hacienda y
Administraciones Públicas (Montoro Romero).


Se aprueba el acuerdo por 154 votos a favor, 69 en contra y
13 abstenciones.


3. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY


3.1. Autorización del Pleno para la tramitación en lectura
única del Proyecto de Ley Orgánica por la que se excluye del ámbito de
aplicación de la disposición adicional de la Ley Orgánica 3/2006, de 26
de mayo, de reforma de la Ley Orgánica 5/2001, de 13 de diciembre,
complementaria de la Ley General de Estabilidad Presupuestaria, a
determinados mecanismos de financiación


449


Se autoriza por asentimiento de la Cámara.


Se levanta la sesión a las catorce horas y quince
minutos.










Página
428




Se abre la sesión a las doce horas y cinco minutos.


El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías. Se abre la
sesión.


1. ACTAS


1.1. LECTURA Y APROBACIÓN, SI PROCEDE, DEL ACTA DE LA
SESIÓN ANTERIOR, CELEBRADA LOS PASADOS DÍAS 6 Y 7 DE MARZO DE 2012


El señor PRESIDENTE: Punto primero del orden del día:
Actas. Lectura y aprobación, si procede, del acta de la sesión anterior
celebrada los pasados días 6 y 7 de marzo de 2012.


¿Alguna de sus señorías desea hacer alguna observación al
acta? (Denegaciones.)


¿Puede aprobarse por asentimiento? (Asentimiento.)


Queda aprobada.


2. OBJETIVO DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA


2.1. ACUERDO DEL GOBIERNO POR EL QUE SE FIJAN EL OBJETIVO
DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA PARA 2012 DEL CONJUNTO DEL SECTOR PÚBLICO Y
DE CADA UNO DE LOS GRUPOS DE AGENTES QUE LO INTEGRAN Y EL LÍMITE DE GASTO
NO FINANCIERO DEL PRESUPUESTO DEL ESTADO PARA 2012.


(Núm. exp. 702/000001)


El señor PRESIDENTE: Punto segundo del orden del día:
Objetivo de estabilidad presupuestaria. Acuerdo del Gobierno por el que
se fijan el objetivo de estabilidad presupuestaria para 2012 del conjunto
del sector público y de cada uno de los grupos de agentes que lo integran
y el límite de gasto no financiero del Presupuesto del Estado para
2012.


Para su presentación tiene la palabra el ministro de
Hacienda y Administraciones Públicas.


El señor MINISTRO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
(Montoro Romero): Señor presidente, señorías, es para mí un honor
comparecer hoy ante el Senado de España, en representación del Gobierno y
en mi condición de ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, para
iniciar el trámite de los nuevos Presupuestos Generales del Estado
correspondientes al año 2012. Desde que tenemos en España la Ley General
de Estabilidad Presupuestaria de 2002, el primer trámite parlamentario es
la fijación del techo de gasto, que se somete a consideración, y la
fijación del objetivo de déficit que corresponde al Estado, que es lo que
realmente se somete a votación en las Cámaras.


Debo recordar también que el Gobierno anterior anuló este
trámite en el Senado, motivo por el que decía que para mí es una
satisfacción volver a recuperarlo, realzando así el papel de esta Cámara
que no solo debe conocer, sino también entender, opinar y valorar una
propuesta tan importante como es la de establecer el límite de gasto, y
sobre todo también el objetivo de déficit público, de equilibrio
presupuestario para un año como el 2012. (Aplausos.) Por ello, señorías,
les recuerdo que, como ya tuvo ocasión de anunciar en esta Cámara la
vicepresidenta del Gobierno, la señora Sáenz de Santamaría, en esta nueva
Ley General de Estabilidad Presupuestaria se recuperará completamente el
trámite del Senado,


Procedemos, pues, a su presentación, algo que hacemos con
un presupuesto peculiar dada la fecha en la que lo estamos acometiendo.
Este es un presupuesto excepcional en el sentido de que tiene lugar tras
la celebración de elecciones generales anticipadas al mes de noviembre
del año pasado, lo cual constituye la primera peculiaridad; un
presupuesto que, como también anticipó el presidente del Gobierno, señor
Rajoy, en su discurso de investidura, ha venido condicionado por el
pronóstico económico, por la perspectiva económica trazada por la
Comisión Europea respecto del año 2012. Y este es un presupuesto que, una
vez hemos conocido el nuevo horizonte económico para España del 2012,
hemos elaborado y promovido, primero en el Consejo de Ministros, con esa
decisión de adjudicación de fijación del objetivo de déficit público,
después en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde hemos
abordado la distribución de los objetivos de déficit y los compromisos de
déficit con nuestras comunidades autónomas, y finalmente en la Comisión
Nacional de Administración Local, que también hemos convocado para el
conocimiento de las corporaciones locales de su responsabilidad en la
consecución del objetivo de déficit.


El escenario económico es, pues, el primer elemento del
nuevo presupuesto que elaboramos en este trámite —que no llega a
ser una urgencia pero sí es diferente en el tiempo de los trámites
ordinarios de los









Página
429




Presupuestos Generales del Estado en España— que,
como todas sus señorías conocen, es un escenario económico recesivo, es
un escenario económico muy difícil, es un escenario de caída de actividad
económica, de caída de los componentes de esa actividad económica, de
caída en el año 2012 de un 1,7% del PIB en términos reales, lo que, por
supuesto, plantea a su vez un escenario enormemente difícil para la
evolución del empleo en nuestro país.


Por tanto, es en ese escenario en el que hay que entender
la política que desde el Gobierno estamos proponiendo a la Cámara y a los
grupos políticos. Estamos proponiendo una política presupuestaria para
salir cuanto antes de la crisis económica. Estamos proponiendo una
política presupuestaria para que vuelva el crecimiento económico y la
creación de empleo. Estamos proponiendo esta política presupuestaria para
que, junto con las otras reformas estructurales que está acometiendo el
Gobierno —la reforma del sector bancario, la reforma laboral, la
reforma de nuestras administraciones públicas—, contribuya a
cambiar ese escenario económico. Lo que presentamos hoy no es la
consecuencia de un escenario económico recesivo, es una política que
pretende atajar esa recesión económica, que pretende abrir la puerta a la
esperanza de acabar de una vez por todas con esta crisis económica, la
más larga y la más dolorosa en términos de pérdida de puestos de trabajo
que ha vivido España. Y para ello, señorías, es por lo que proponemos
fijar un objetivo de déficit que es coherente, que se corresponde también
con nuestros compromisos europeos.


Estamos convencidos, señorías, de que en materia de
estabilidad presupuestaria no hay atajos, no se pueden acortar los
caminos, hay que volver cuanto antes a la estabilidad, al equilibrio de
nuestras cuentas públicas, de todas las cuentas públicas del Estado, de
todas sus administraciones, de ahí que reiteremos en esta comparecencia
en el Senado nuestro compromiso como Gobierno por la estabilidad
presupuestaria, estabilidad presupuestaria que está sustentada en la
Constitución española con la reforma que hicimos el verano del año
pasado, y estabilidad presupuestaria como compromiso europeo, porque
somos Europa, somos el euro y tenemos que volver a ser cuanto antes el
socio fiable de Europa y el socio que estabiliza al euro, que da
fiabilidad y confianza al euro. Para eso el compromiso de la estabilidad
presupuestaria es absolutamente fundamental y el objetivo que marcamos
aquí, el objetivo que traemos en nuestra propuesta a esta Cámara es que
cuando traduzcamos los límites de gasto a los nuevos presupuestos, el
Gobierno va a reducir todavía más su propuesta en consonancia y de
acuerdo con las propuestas de la Comisión Europea y de sus socios
europeos; vamos a reducir ese objetivo de déficit público y queremos
comprometer para el conjunto de las administraciones públicas en España
un objetivo del 5,3% de nuestro producto interior bruto, menos déficit
público aún del que marcamos en el propio Consejo de Ministros; menos
déficit público porque es lo que nos corresponde hacer como socios
europeos; es lo que nos están pidiendo con razón nuestros socios europeos
que hagamos porque es, efectivamente, la mejor manera de acabar con esta
crisis económica, señorías.


No podemos consentir ni asistir pasivamente a déficits de
nuestras administraciones públicas que lo que hacen es quedarse con los
recursos disponibles en forma de créditos que de otra manera irían a los
emprendedores. Necesitamos financiar el crecimiento económico y esta es
la gran justificación para reducir el déficit público: financiar el
crecimiento económico y la creación de empleo que vendrá de nuestros
emprendedores, de los autónomos, de la pequeña y mediana empresa, de las
empresas, a través de una mejora de la financiación.


Por eso, necesitamos corregir ese déficit público tan
elevado que tenemos en nuestro país. Por eso, tenemos que comprometernos
y yo insto a todos los grupos políticos de esta Cámara a que se
comprometan con ese objetivo, que es el objetivo europeo, que es el
objetivo del euro, no es solo una propuesta del Gobierno español, es el
que se corresponde con ese objetivo europeo del que todos debemos
participar, empujar e impulsar.


Nuestro proyecto es Europa. Saldremos de la crisis a través
de Europa, saldremos reforzando la estabilidad del euro y saldremos, como
salimos en los años noventa, siendo líderes en crecimiento económico y en
creación de empleo cuando hayamos vuelto a la senda de estabilidad
presupuestaria y cuando hagamos las reformas estructurales que necesita
nuestro país, que, en lo sustancial, son reformas que ya están en marcha,
precisamente para potenciar, para elevar nuestra capacidad de crecer y,
en consecuencia, para crear empleo. Esa es la propuesta, una propuesta
que también deriva de la corrección del objetivo de déficit incumplido el
año pasado en el programa de estabilidad del Reino de España.


Esta mañana, en el Senado, tenemos que celebrar que el
resultado de las últimas reuniones del Eurogrupo, en el ámbito de
actuación de las instituciones europeas, haya sido, precisamente,
aparcar, de una vez por todas, un programa de estabilidad del Reino de
España que no era creíble, que no era fiable,









Página
430




que estaba pronosticando y programando un déficit público
que es claramente imposible de alcanzar en una recesión económica. Me
refiero, obviamente, al pretendido objetivo del 4,4% de déficit público
máximo para el año 2012, cuando realmente ese objetivo se programó con un
escenario de crecimiento para la economía española nada menos que del
2,3% en términos reales, en volumen. Estamos muy lejos de ello, porque
realmente lo que ha hecho que ese programa de estabilidad no sea fiable
ha sido la política anterior, señorías, una política que han corregido
las elecciones generales y que están corrigiendo las propuestas que
traemos a esta Cámara, para devolver la fiabilidad a escenarios
económicos realistas y devolver la fiabilidad a objetivos que se puedan
alcanzar con el esfuerzo, por supuesto, de toda la sociedad española.


Nadie dice que sea un camino fácil, nadie dice que sea un
camino de rosas; es un camino de esfuerzo, pero que vale la pena
recorrer, porque es el camino que nos conduce a resolver, de una vez por
todas, la crisis económica. De nada valen los pronósticos anteriores,
señorías. Ustedes recordarán que el año pasado el Gobierno de España
decía que en la segunda mitad del año 2011 se crearía empleo en términos
netos. Ese era el programa de estabilidad. Habría creación de empleo neto
en la segunda mitad del año 2011. Tenemos que cambiar estos
planteamientos, tenemos que hablar con realismo y con veracidad a la
sociedad española y a la sociedad europea, señorías, y hacer políticas
que, efectivamente, sean coherentes con esos compromisos. España no se
merece un incumplimiento del déficit como el que tuvo el año pasado, que
fue el resultado de una política que falló en términos de generar
credibilidad y confianza. Ante ello, tenemos que reaccionar desde el
Gobierno, pero también desde las Cámaras y los grupos políticos, apoyando
unos objetivos que, insisto, son difíciles, pero son mucho más
realistas.


Para la consecución de esos objetivos, el Gobierno está
proponiendo políticas de ajuste de gasto público; también políticas
tributarias, por supuesto; por descontado, elementos tributarios de
recaudación, pero políticas equilibradas, políticas ponderadas que no
hagan recaer el ajuste sobre los más débiles, políticas de gasto que no
generen injusticia social, políticas tributarias que, ciertamente, no
hagan recaer el peso de la carga tributaria sobre las capas sociales más
débiles porque eso es lo que ha ocurrido con los pretendidos ajustes
anteriores, señorías: subidas de impuestos indirectos que, lejos de
discriminar, cargaban sobre las espaldas de las capas sociales más
débiles de España, en términos económicos, el ajuste de esos tributos.
Así ocurrió cuando se congelaron las pensiones y se redujo un 5% el
sueldo de los funcionarios.


Señorías, las políticas que se derivarán de esos ajustes de
déficit son políticas de esfuerzo. Vamos a renunciar a proyectos de
gasto, claro que sí, pues es necesario gastar menos para crecer y cambiar
cuanto antes el escenario económico. Hay que renunciar a proyectos de
gasto, y eso nos abrirá las puertas del crecimiento económico, junto a
otras reformas, en concreto, la bancaria y la laboral. Por ello, se trata
de propuestas de políticas económicas que se incardinan en reformas para
potenciar nuestro crecimiento y así favorecer la creación de empleo. En
definitiva, son políticas que lo que pretenden es decirle a la sociedad
española que es posible realizar ajustes presupuestarios equilibrados
socialmente sin generar más injusticia que la que ya se está generando
con esta crisis que padece y sigue padeciendo España, y que nos ha
conducido a la triste y terrible situación de encabezar la clasificación
de la tasa de paro juvenil del mundo desarrollado, cosa que no nos
merecemos. Por lo tanto, debemos reaccionar y tenemos que salir cuanto
antes de esta situación.


Señorías, son políticas que nos han conducido también a ese
desequilibrio en materia de evolución de rentas y de pérdida de lo que
significa la calidad de la financiación de los servicios públicos, y han
abierto dudas en nuestra sociedad sobre esa financiación. Por eso, desde
el Gobierno estamos proponiendo reformas que ataquen el déficit
estructural con el fin de eliminarlo, pues cuando lo hacemos estamos
diciéndoles a los españoles que los servicios públicos están garantizados
en forma de ingresos recurrentes del Estado, con independencia del
momento económico que esté viviendo nuestro país y con independencia de
que el ciclo sea alcista o bajista. Eso es lo que estamos haciendo cuando
eliminamos el déficit estructural y de ahí la propuesta urgente de
corregir no solo el déficit nominal del conjunto de las administraciones
públicas, sino también el déficit estructural, aquel que no depende de la
evolución económica concreta del momento del ciclo que estemos
atravesando.


Señorías, quería aclararles que la corrección a la baja del
déficit público la llevarán a cabo la Administración central del Estado y
el Gobierno de España sobre sus presupuestos propios. En los próximos
Presupuestos Generales del Estado el Gobierno acumulará el ajuste que
hubiéramos tenido que realizar en 2013 para trasladarlo a 2012. Esto no
significa relajar las exigencias de corrección de los déficits públicos,
sino allanar el camino para que las administraciones territoriales entren
en equilibrio el









Página
431




próximo año, para lo cual también tendremos que llevar a
cabo reformas estructurales en el ámbito del sector público y de la
ordenación de nuestras respectivas Haciendas. Todos vamos a trabajar para
lograr ese objetivo, pues a todos nos conviene demostrar que en nuestro
país las deudas acumuladas no se proyectan hacia el futuro; que somos un
país capaz de devolver su deuda; que somos un país cuyo Estado, en sus
diferentes administraciones, tiene la capacidad y la competencia para
hacer frente a los desafíos de financiar correctamente los servicios
públicos que tiene a su cargo.


Por tanto, este es el proyecto que traemos hoy: el primer
paso de la presentación de los presupuestos del Estado, algo que nuestra
legislación, desde el comienzo de la anterior década, establece, insisto,
como un paso; un paso clarificador también en las posiciones políticas
—y a mí también me gustaría ver que existen leyes de estabilidad
presupuestaria en otros países miembros de Europa y miembros del
euro—. Porque este paso que estamos dando es, repito, muy
clarificador: establecer el techo de gasto, establecer objetivos de
déficit, establecer que son máximos y que de cualquier manera no se deben
alcanzar, no digo ya superar sino ni siquiera alcanzar. En la medida en
que dependa de nuestras decisiones y en la medida en que, por supuesto,
dependa del apoyo que tengan esas decisiones en la sociedad, realmente ni
el techo de gasto debe superarse en modo alguno ni deberíamos
conformarnos con conseguir los objetivos de déficit, sino que en los dos
casos deberíamos aspirar a gastar menos y a equilibrar cuanto antes las
finanzas públicas.


Señorías, con este convencimiento pido a los grupos
políticos presentes en esta Cámara, en el Senado de España, su apoyo al
proyecto del Gobierno; entendiendo—como antes decía— que ese
apoyo no es solo a un gobierno determinado sustentado por una mayoría
parlamentaria, sino que es el apoyo a un objetivo compartido desde las
instituciones europeas, definido con nuestros socios europeos y, por
tanto, estar detrás de ese apoyo es un compromiso de todos, porque no
debemos escuchar discursos supuestamente europeístas —como los que
hacen determinados portavoces—, que es subir a decir desde
cualquier tribuna —también desde las tribunas de oradores del
Congreso y del Senado—: yo soy muy europeísta, pero cuando se trata
de objetivos europeos no me encuentren en ellos.


Señorías, busquemos la coherencia de las posiciones
políticas. Coherencia significa estar de acuerdo con objetivos europeos,
estar de acuerdo con objetivos que son trazados en común, estar de
acuerdo con la exigencia del momento que estamos atravesando, estar de
acuerdo todos y esa es la razón por la que insto a los grupos políticos a
que apoyen este primer paso para la elaboración de unos nuevos
presupuestos para 2012, caracterizados, en primer lugar, por su realismo
y, en segundo lugar, por su esfuerzo, ya que a lo que aspiran es a abrir
la esperanza de acabar cuanto antes con esta crisis económica y sobre
todo con la destrucción de puestos de trabajo.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


Para un turno a favor y por tiempo de 10 minutos, tiene la
palabra el senador Utrera.


El señor UTRERA MORA: Muchas gracias, señor presidente.
Muchas gracias, señoras y señores senadores.


Quiero hacer mías las últimas palabras que ha pronunciado
el ministro de Hacienda en el sentido de que el proceso en que hoy nos
encontramos, es decir, la aprobación o no, mediante el voto del Senado,
del techo de gasto y de las proyecciones o perspectivas de estabilidad
presupuestarias para el año 2012, constituye un procedimiento importante
dentro del eslabón general que supone el proceso presupuestario, que es
un proceso largo, de muchos meses —primero con la confección,
después la aprobación, y la ejecución durante el año natural en que se
aplica— de los presupuestos.


Este es un proceso importante, es un proceso que inicia el
trámite presupuestario y, por tanto, entiendo que, en España, a las
Cámaras, al Parlamento se le ha otorgado un gran poder, se le ha otorgado
una gran capacidad para tutelar, para vigilar el proceso presupuestario
al tiempo que —al aprobar estos techos máximos de gasto y estas
proyecciones de déficit público— se la otorgamos al gestor de las
cuentas públicas, al propio ministro de Hacienda para que haga valer,
incluso en el Consejo de Ministros, los acuerdos que han sido adoptados
explícitamente en relación con los techos máximos de gasto y de déficit
por el Parlamento de España.


Esto, ciertamente, es importante, es original. Nosotros
iniciamos este procedimiento a principio de los años 2000. En Europa se
está iniciando ahora. Es en la Unión Europea donde se quiere monitorizar
—no sé si esta palabra viene recogida como castellana en el
Diccionario de la lengua pero, en cualquier caso, significa lo que
significa—, tutelar, vigilar el proceso presupuestario de los
países —en particular, de los









Página
432




que generan más desconfianza en la Unión Europea—, y,
desde luego, eso es fundamental dentro del área euro, porque, como muy
bien decía el ministro de Hacienda, nosotros somos parte del euro,
necesitamos ser fiables entre los países del euro y recuperar una
confianza que se ha perdido a chorros, a gran velocidad durante estos
años.


Este es el proceso, este es el acuerdo que analizamos hoy,
en el que están contenidos los elementos esenciales de la política que
está desarrollando el Gobierno. Voy a hacerme una pregunta retórica
—creo que la respuesta debería ser positiva, pero entiendo que cada
uno de los grupos parlamentarios puede mantener la posición que desee:
¿En estos momentos alguien duda en España, y dentro de los grupos
parlamentarios, los presentes en esta Cámara, de que es necesaria la
estabilidad presupuestaria en nuestro país, la consolidación del déficit
público, su reducción y, por tanto, dejar espacio, como muy bien se ha
dicho hoy, para la financiación de particulares —empresas y
familias? ¿Alguien duda de que no es sostenible en el tiempo pedir a
nuestros acreedores internacionales un 11% de PIB, como se hizo en el año
2009, más de un 9% en el año 2010 o un 8,5% de PIB en 2011
—multiplíquese por 10 000 millones cada punto? ¿Alguien cree que
esta correría de gasto público y déficit público puede continuar en el
tiempo? Estoy convencido de que nadie de los aquí presentes duda de que
hay que poner un límite y que, por tanto, es muy importante el acuerdo
sobre el que estamos debatiendo y es importante también fijar un techo de
consolidación, con unas proyecciones claras de reducción del déficit
público y eliminación en el futuro.


¿Alguien duda de que no se puede aceptar de ninguna manera
que se convierta en costumbre que las administraciones públicas no paguen
a sus proveedores en los plazos convenidos? ¿Alguien duda de que eso
tiene que arreglarse de forma inmediata, puesto que varios cientos de
miles de pequeñas empresas españolas y de autónomos se han quedado en el
camino, entre otras cosas por esto, por la morosidad de las
administraciones públicas? Si algún papel han de cumplir las
administraciones públicas, dentro de los cometidos que tienen atribuidos,
desde luego, no está hacer quebrar a las empresas de España. Por tanto,
este acuerdo que estamos debatiendo está vinculado también al
procedimiento que el Gobierno abre para habilitar líneas de crédito para
que los proveedores de las administraciones públicas puedan recuperar ya
en el próximo mes de mayo las facturas pendientes de pago.


¿Alguien duda de que es necesaria una reforma financiera en
profundidad en España, no perder más tiempo, para que las líneas de
crédito a particulares y a empresas recuperen una senda de estabilidad y
normalidad, que perdieron hace años? ¿Alguien duda de que es necesaria la
reforma de las administraciones públicas, de todas ellas: de las
territoriales, por supuesto, pero también de la Administración del
Estado, para que estructuralmente el déficit público y el gasto público
no limiten las posibilidades futuras y, como muy bien se ha dicho, las
posibilidades de financiar los servicios públicos, puesto que los
servicios públicos no son un acto de voluntad? Todo el mundo tiene la
voluntad y la disposición de financiar servicios públicos. La cuestión es
si hay o no fondos para financiarlos.


Y, desde luego, quienes nos han dejado en la situación que
actualmente padecemos son los menos apropiados para recordarnos que por
encima de todo hay que financiar y no hacer observaciones ni
consideración alguna a las posibilidades de financiarlos, es decir, a la
consolidación presupuestaria de la que estamos hablando.


¿Alguien duda de que es necesario modificar el marco de las
relaciones laborales en España y, además, reformarlo profundamente? Solo
en España, dentro de los países europeos, esta crisis financiera
internacional ha generado un destrozo —en términos literales—
con porcentajes de paro que superan ya el 23%, sin hacer nada durante
años y confiando, eso sí, en brotes verdes y en estimaciones de que el
semestre que viene, el semestre que viene, el semestre que viene; pues
bien, no había semestres próximos, se ha destruido mucho empleo y se
sigue destruyendo empleo por la situación en que nos encontramos.


Por tanto, concibo este acuerdo, aparte de lo que dice en
términos materiales, como un esfuerzo de credibilidad que hay que ir
ganando en cada paso que el Gobierno y el Parlamento dan. Y ese esfuerzo
de credibilidad tiene que materializarse en este voto favorable que
anuncio ya del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, y que pido
también al resto de grupos parlamentarios, a un proyecto de restricción,
de clarificación del límite de gasto, como muy bien se ha dicho, el
límite máximo —si nos quedamos por debajo mejor— de gasto y
de déficit para el próximo año.


Y una última cuestión, y con esto concluyo, señor
presidente, es que si observamos la reducción prevista del gasto nominal
del 4,7% —que ha de ser algo superior, por el nuevo reajuste del
déficit público al 5,3% en el conjunto de las administraciones públicas
que asume la Administración General del Estado









Página
433




en su totalidad— vemos que es superior a la reducción
del producto interior bruto nominal. Dicho de otra manera, estamos en la
buena senda; el gasto público tiene que ajustarse y ha de aceptar esa
regla de oro, que al final de la pasada legislatura parecía que todo el
mundo aceptaba, de que el incremento del gasto público tiene que
mantenerse por debajo del crecimiento del producto nominal, del valor de
la producción de España porque, caso contrario, lo único que haremos será
socavar las bases futuras de financiación de los servicios públicos.


Por tanto, la estabilidad presupuestaria, junto con las
reformas estructurales que se están realizando, son el paso cierto, como
he dicho, para recuperar con urgencia una credibilidad que se ha perdido,
para que se nos siga financiando desde el exterior y para que se nos siga
considerando un socio fiable dentro de la Unión Europea.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Utrera.


Turno en contra. Tiene la palabra el senador Vázquez, por
un tiempo de diez minutos.


El señor VÁZQUEZ GARCÍA: Muchas gracias, señor
presidente.


Señor ministro, señoras y señores senadores, hoy celebramos
este pleno para debatir la propuesta del Gobierno sobre el límite de
gasto para el presente 2012, en cumplimiento de lo establecido en la Ley
General de Estabilidad Presupuestaria, como aquí se ha dicho, al que se
ha dado mucha importancia, tanto por el ministro como por el portavoz del
Grupo Parlamentario Popular en el Senado.


Pero, señorías, veremos que no cumple esa ley. Se podría
decir incluso que hoy celebramos una farsa en este Pleno, pues no será lo
que el pasado día 2 aprobó formalmente el Consejo de Ministros y lo que
ayer aprobó el Congreso de los Diputados lo que finalmente figure en los
Presupuestos Generales del Estado para el año 2012, sino, como diría el
ministro de Economía, en torno a esto; total, por 5 000 millones que el
Gobierno y el ministro han reconocido que todavía habrá que reducir el
techo de gasto, ¡qué más da!, pero no es lo mismo, señor ministro.


Es evidente que hablamos de un ejercicio completo, difícil
y anómalo, tanto por circunstancias económicas inesperadas —hace
poco más de siete meses en los Diarios de Sesiones de esta Cámara y del
Congreso figuran recogidos su convencimiento y el del portavoz del Grupo
Parlamentario Popular en el Senado de que este año se iba a crecer por
encima del 2%—, ya que ahora mismo estamos inmersos en un proceso
de recesión en Europa y en España, como también por cuestiones políticas:
unas elecciones anticipadas, un cambio de Gobierno, obligan a una
prórroga presupuestaria, sin lugar a dudas.


En cuanto a la situación económica a la que me refiero, ya
le dijimos reiteradamente que había que revisar los objetivos del déficit
comprometido. Concretamente, indicamos dos cosas: que se debería
flexibilizar en el tiempo debido a los nuevos datos económicos y que
deberían combinarse medidas de ajuste con otras que estimulasen el
crecimiento, y que si no se hacía esto, solo se llevarían a cabo
recortes, habría más crisis, habría más desempleo, habría más déficit y,
por tanto, más deuda. Se lo propuso el señor Rubalcaba al señor Rajoy en
el debate electoral. Se lo volvió a proponer en el debate de investidura
y reiteradamente en las Cámaras parlamentarias. En esta Cámara también se
lo hemos dicho a usted y al presidente recientemente, y también lo
defendemos en Bruselas, como así hizo el señor Rubalcaba el pasado 21 de
febrero.


Por tanto, nos alegramos de que al fin se hayan convencido
de la primera de nuestras propuestas, y pronto lo harán de la segunda,
señor Montoro. No se trata de que los socialistas seamos favorables al
déficit, como intentan decir constantemente. No se trata de que nosotros
alentemos el déficit, lo que sí decimos es que hay que ser realistas y no
engañarnos y no engañar cuando las situaciones no se pueden producir.
Simplemente hay que reconocerlo.


Señor Montoro, hace solo unas semanas decía el señor Rajoy
que el objetivo del 4,4% del déficit era irrenunciable, o que la
expresión flexibilizar el déficit no la admitía. Eso lo decía usted hace
todavía menos tiempo, ¿lo recuerda, verdad, señor Montoro? Aquí no valen
los fundamentalismos. Hay que poner límites, evidentemente, pero no
mediante fundamentalismos. Las políticas fiscales y presupuestarias
—lo sabe todo el mundo— deben ser las que se adecuen al ciclo
económico, y hay que saber compatibilizar los necesarios compromisos de
contención del gasto con apoyo al crecimiento y a la creación de
empleo.


Señoría, el Consejo de Ministros del pasado día 2, fijó en
el 5,8% el déficit para el conjunto de las administraciones públicas para
el año 2012. Hace dos días, el mismo Gobierno acató la orden del
Eurogrupo de la Unión Europea de fijarlo en el 5,3%: 5 000 millones de
euros menos, 0,5 puntos menos. En julio del pasado año, se debatió en las
Cortes, en el Congreso y también en el Senado, el mismo









Página
434




asunto: el techo de gasto para 2012, cuando aún no se
habían disuelto las Cámaras y, por tanto, se pensaba en presentar un
presupuesto para este año en su tiempo normal.


Le voy a comentar, señor Montoro, lo que dijo en su
exposición la vicepresidenta, entonces su antecesora en relación a que
posiblemente, cuando presentasen el presupuesto para final de año,
bajarían aún más las previsiones de ingresos. Usted le contestó, señor
Montoro, que este trámite que estábamos entonces viviendo no se debía
devaluar, como acababa de hacer la vicepresidenta del Gobierno de España
diciendo que iba a presentar un presupuesto que iba a cambiar la cifra,
el techo de gasto. Exactamente lo que usted nos ha dicho que va a hacer.
Y seguía usted diciendo, señor Montoro, que si el Gobierno anunciaba que
iba a reducirlo en septiembre —en este caso, a finales de
marzo—, era porque entendía que lo que estaba sometiendo a la
Cámara no aportaba la confianza, la seguridad y la fiabilidad que
necesitaban nuestro país y nuestra economía en el momento que estábamos
atravesando; julio de 2011.


No voy a decirle lo mismo, señor ministro. Soy más
comprensivo con las circunstancias que están sucediendo, que no son otras
—como todo el país sabe— que después de sacar pecho el señor
Rajoy al aprobar en el Consejo de Ministros que el déficit de España ya
no sería el 4,4, sino el 5,8, su compañero de Gobierno, el señor De
Guindos, ha tenido que ir a Bruselas a convencerles de esto. Al final, no
les ha convencido y han tenido que bajar al 5,3%; y a usted, señor
Montoro, le ha correspondido hacer el papelón de esta mañana en esta
Cámara trayendo unos papeles que no coinciden con lo que van a aprobar en
el Consejo de Ministros.


Dígame si esto no es igual o más grave que las acusaciones
que usted hizo a la vicepresidenta del Gobierno anterior el pasado mes de
julio. Si como dice, el acuerdo le obliga a usted a hacer cambios, ¿por
qué —le pregunto, señor Montoro— no convocan un consejo
urgente y aprueban los nuevos datos —pues es muy fácil, como usted
sabe, hacer el ajuste— para que al menos formalmente podamos en el
Congreso y en el Senado aprobar unos datos que se correspondan con la
realidad? No sé por qué no lo han hecho.


Confío en que, al menos su presidente, nuestro presidente,
haya aprendido la lección de que eso sí se negocia en Bruselas. Nosotros
le hemos ofrecido el pleno apoyo para esa negociación en todo momento.
Por eso, permítame que ponga en cuestión que esta propuesta sea realista,
creíble y fiable. ¿Cuál de ellas, la del día 2 o la de después del
Eurogrupo? Porque medio punto del PIB no es ninguna tontería y usted lo
sabe.


Nuevamente pronuncia usted la palabra irrenunciable cuando
se refiere al objetivo del 3% del déficit para el año 2013. ¿Hasta cuándo
es irrenunciable, señor Montoro? Ustedes se desdicen en días, casi en
horas. Su colega —y nadie podrá superarlo—, el ministro de
Industria, el señor Soria, inmediatamente después de decir que habrá una
revisión de tarifas eléctricas, se desdice y dice que no está prevista.
Está prevista, pero dice inmediatamente que no está prevista.


Nos dicen que sus cuentas serán razonables, justas y
equitativas. Si esto realmente es así, si así son sus cuentas, ¿por qué
no las traen ya? ¿Por qué tardan tanto en traerlas? (Aplausos.) ¿No cree,
señor Montoro, que es demasiado alto el coste, en términos de fiabilidad,
que este país, no solo el Gobierno, está pagando —y se lo recuerdan
constantemente en Europa— por hacerle un favor al señor Arenas? ¿No
cree que es demasiado alto? Yo creo que sí, señor Montoro.


En el Pleno de julio, del que les hablo, criticaron
igualmente al anterior Gobierno que sacaran la propuesta del techo de
gasto con el solo apoyo del grupo que da soporte al Gobierno. Usted lo
criticó en el Congreso el pasado julio. Llamó, incluso, irresponsables al
resto de grupos por no votar en contra. Yo le pregunto hoy, señor
ministro, ¿piensa lo mismo de todos los grupos que ayer se opusieron y
que votaron en contra? ¿Son irresponsables, señor Montoro? Nosotros
pensamos que no. Nosotros pensamos que, incluso, UPN, que lo apoyó, tiene
sus razones y no son irresponsables ni los que lo apoyan, ni los que se
abstienen ni los que votan en contra, simplemente ejercen su derecho a
expresar su voto. No somos irresponsables, señor ministro.


Señor ministro, el Grupo Parlamentario Socialista va a
votar que no por varias razones. (Rumores.) Se las voy a explicar. En
primer lugar, por las formas, por las que he dicho y por más, porque
falta el rigor legal que debería tener un documento del Gobierno que va
al Parlamento español. Usted debe saber, señor Montoro, que la Ley
General de Estabilidad Presupuestaria, en su artículo 7, obliga a
presentar un cuadro donde se prevean los umbrales de crecimiento para los
ejercicios siguientes. Usted sabe también que se debe prever para los
años 2012, 2013 y 2014 ese déficit.


El señor PRESIDENTE: Termine, señoría.









Página
435




El señor VÁZQUEZ GARCÍA: Termino, señor presidente.


No lo hacen, señor Montoro, no traen esos datos.


Vamos a votar que no porque no nos creemos sus datos. No
creemos que su cuadro: 60% de disminución de la inversión, una
disminución del gasto en los ministerios del 12,5%, más de 630 000
parados nuevos y todo lo que ustedes pintan como un escenario poco
esperanzador —como ha dicho usted al terminar su
intervención—, sea realmente creíble.


Por eso, pensamos que los 10 000 millones que les faltan
para cuadrar sus cuentas de ingresos los van a sacar de más impuestos y
sobre todo despidiendo a empleados públicos, obligando a las
administraciones territoriales a que despidan a empleados públicos. Usted
ahora dirá que no, pero yo le garantizo que será así. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Vázquez.


Tiene la palabra el señor ministro.


El señor MINISTRO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
(Montoro Romero): Gracias, señor presidente.


Señoría, senador Vázquez, voy a empezar por reconocer la
coherencia que tienen, estén en el Gobierno o estén en la oposición.
Ustedes no tienen más que esa expresión con la que acababa: cuando están
en el Gobierno, el mundo, España se acabará cuando el Partido Popular
llegue al Gobierno y ahora que están en la oposición, el mundo se acaba
cuando el Gobierno del Partido Popular empieza a tomar decisiones. Tienen
una coherencia de discurso realmente formidable, señoría, una coherencia
total. (Aplausos.)


¿Qué nos dice? Que vamos a subir los impuestos a las capas
sociales más débiles, lo que hicieron ustedes. ¿Ustedes creen a estas
alturas que somos los mismos? (Varios señores senadores del Grupo
Parlamentario Popular en el Senado: No.) ¿Ustedes no distinguen lo que es
una política tributaria de otra? ¿Usted no puede diferenciar decisiones,
decisiones difíciles que ha tomado el Gobierno actual desde el primer
minuto, que están dentro de ese concepto de equidad de hacer progresivo
el impuesto? ¿Eso no lo distinguen? Ustedes son los que estuvieron en el
Gobierno y subieron los impuestos de la manera más injusta posible,
señoría. (Aplausos.) Eso es lo que ocurrió. Y con ustedes en el Gobierno,
dice, no hubo despidos en el sector público. ¿Lo puede decir alguien que
representa a una opción política con cuyo Gobierno se han destruido 3 200
000 empleos en España, señoría? (Aplausos.) ¿Realmente lo puede defender?


Le voy a decir que con los Presupuestos que traerá el
Gobierno no se va a destruir empleo público y no se va a bajar el sueldo
de los funcionarios, (Aplausos.) algo que ustedes no pestañearon en
hacer. Y todavía viene aquí a decir:¡atención, amenaza, miedo!. Hay
elecciones el 25 de marzo en España porque el señor Griñán quiso que
hubiera elecciones el 25 de marzo en España y hay elecciones en Asturias
porque el señor Álvarez-Cascos quiso que hubiera elecciones en Asturias.
Nosotros estamos gobernando desde los últimos días de diciembre y estamos
cumpliendo los plazos, señorías. Además de esa coherencia suya en esta
tribuna, soberana coherencia, ha dicho: con lo fácil que es volver a
reunir el Consejo de Ministros para decidir otra cifra, volver a convocar
al Consejo de Política Fiscal y Financiera, volver a convocar a la
Comisión Nacional de Administración Local. ¡Será que todo ese proceso es
facilísimo para aplazar más los Presupuestos del 2012! Ustedes, que han
recriminado que no trajéramos los Presupuestos, han venido a pedir en la
tribuna hoy que atrasemos más la presentación en las Cámaras de esos
Presupuestos que estamos haciendo a uña de caballo, señoría. ¿Por qué?
Porque hubo un Gobierno, al que estuvo apoyando su señoría, que decidió
adelantar las elecciones generales a noviembre para no hacer los
presupuestos del 2012. (Aplausos.) ¡Vamos a ver si lo dejamos claro!
Usted leía palabras mías, en donde yo decía… (Rumores.) Esperen,
déjenme que acabe, señorías, el argumento. Comprendo que les excita
(Risas.), pero cálmense (Rumores.) y escuchen entero el argumento.


Yo decía en esas palabras como coordinador de economía del
Partido Popular en el ejercicio de la oposición que no me fiaba de ese
techo de gasto y de ese objetivo de déficit. ¿Y no tuve razón? ¿Cumplió
el Gobierno anterior con el objetivo de déficit del 2011 o se desvío nada
menos que en dos puntos y medio del producto interior bruto, es decir, 25
000 millones de euros? ¿Es o no es eso lo que ocurrió realmente?
(Aplausos.)


La credibilidad en política, señoría, está en defender lo
que realmente tiene defensa. Comprendo que ha pasado poco tiempo para que
ustedes suban a esta tribuna a reprochar incumplimientos al nuevo









Página
436




Gobierno. Hay que echarle imaginación para subir a esta
tribuna y decir que este Gobierno no cumple o no va a cumplir.


Evidentemente, ninguno de nosotros se ha reinventado en
España. Ya lo dije en una ocasión desde esta tribuna y creo que es
ocasión de volver a decirlo. Todas sus señorías saben, igual que toda la
sociedad, que es la segunda ocasión en que soy ministro de Hacienda
pública. En la primera ocasión, la opción política que yo representaba en
el Gobierno, la del Partido Popular, perdió las elecciones en España y yo
fui el ministro de Hacienda que salió de ese ministerio por haber perdido
unas elecciones generales. Detrás de mí dejé unas cuentas transparentes y
claras de las que no se modificó ni un euro, señoría. (Aplausos.) Esa es
la diferencia cuando gobiernan unos y cuando gobiernan otros.


Y nuestros socios europeos todavía se preguntan sobre qué
ocurre en España. ¿España es un país fiable? Claro que lo es. Lo que hay
en España, igual que en otros países europeos, es una política económica
y social equivocada. Eso es lo que ha ocurrido en España hasta el año
2012 y eso es lo que tratamos de rectificar, señor Vázquez. Eso es volver
a la credibilidad, a la confianza y al cumplimiento de objetivos.
Evidentemente, son objetivos difíciles y lo estamos diciendo, como
difícil es la situación económica y también lo estamos diciendo. Lo ha
dicho con claridad el senador Utrera. Nosotros nos estamos dirigiendo a
la sociedad española con realismo, con veracidad, porque sabemos lo que
está pasando y se lo decimos a la gente. No estamos todo el día en un
juego de trileros. (Aplausos.) No estamos haciendo anuncios que no se
cumplen diciendo que se llega a esos objetivos porque hay alguien por
fuera que te los impone cuando somos nosotros mismos los que formamos
parte de eso que llamamos soberanía europea. Somos nosotros mismos los
que estamos firmando ese tratado que se llama —y creo que es un
gran título— el pacto fiscal dentro de la Unión Europea. Somos
nosotros mismos los que nos estamos comprometiendo en una senda de
estabilidad presupuestaria en Europa. Esa senda es la que nos tiene que
abrir el camino de la fiabilidad y de la confianza. Sin esa senda, si nos
desviamos de ella, lo que tendremos es la continuidad de esta crisis y se
trata de hacer políticas para salir de ella, políticas de fiabilidad y de
confianza, políticas difíciles, reformas posibles, claro que sí, pero
nadie está diciendo que eso sea así. Por eso el término que usted ha
puesto en mi boca no lo habré pronunciado nunca: flexibilización de los
objetivos de déficit. No, no se trata de flexibilizar objetivos de
déficit públicos. No es ese el término. Ni se trata ni se ha tratado
nunca de ello. Es al contrario, señoría. Eso sí, el déficit público se
tiene que corresponder con una situación económica, y lo que hemos
conseguido en este planteamiento de marzo con las instituciones europeas,
señor Vázquez, es que por fin en dichas instituciones se entierre el
programa de estabilidad del Reino de España que nunca debió merecer la
confianza de esas instituciones europeas porque estaba asentado sobre
escenarios económicos que realmente eran imposibles. Así es como se
destruye la credibilidad y la confianza. (Aplausos.)


Nosotros haremos un nuevo programa de estabilidad, señor
Vázquez, ¡claro que lo haremos! y lo presentaremos en abril. Haremos un
programa de estabilidad sustentado en reformas de nuestras
administraciones públicas, un programa que haga creíble y fiable la
consecución del equilibrio presupuestario para el año en que podamos
alcanzarlo en una senda de convergencia que marcará la nueva ley de
estabilidad presupuestaria, donde desarrollaremos ese precepto
constitucional, el 135, que nos obliga a cumplir los planteamientos del
tratado de funcionamiento de la Unión Europea. Pero, señorías, yo no
escucho de los portavoces socialistas nada más que la apelación al miedo,
el recurso del miedo diciendo que detrás de estos recortes vienen siempre
más problemas cuando resulta que es lo contrario. Y conste que de la
medicina anterior hemos quedado saturados, señoría. Señor Vázquez, usted
habla de flexibilización, pero es que el Partido Socialista está siempre
donde haya que favorecer más déficit y más deuda pública. Pero ustedes no
se convencen, son contumaces en el error, señoría. Yo les invito de una
vez por todas a llegar a la convicción de que la estabilidad
presupuestaria es la forma más segura y más fiable de acabar cuanto antes
con esta crisis económica.


Gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.


Pasamos al turno de portavoces. En el Grupo Parlamentario
Mixto han pedido dividir su tiempo en tres intervenciones. Para las tres
tienen un tiempo máximo de 12 minutos que se distribuyen entre
ustedes.


La primera corresponde al senador Quintero.


El señor QUINTERO CASTAÑEDA: Muchas gracias, señor
presidente. Buenos días, señor ministro.


Creemos que las medidas aprobadas en el último Consejo
Europeo van encaminadas a lograr unos objetivos con los que pienso que la
inmensa mayoría de esta Cámara o nosotros, al menos, estamos









Página
437




completamente de acuerdo: situar nuevamente a Europa en la
senda del crecimiento y del empleo. Yo creo que eso es fundamental. Otra
cuestión, señor ministro, es si el camino elegido es el más adecuado. Las
conclusiones adoptadas hace dos semanas parece ser que ya no están
vigentes y que han cambiado. El Gobierno se comprometió en Bruselas a
fijar el déficit público para el 2012 en un 5,8% y tan solo unos días
después ha cambiado. No sabemos si el escenario a que nos enfrentamos ya
no es el mismo que era antes, o si el compromiso que el presidente ha
contraído con sus homólogos en el Consejo Europeo no era el mismo que el
actual.


De todas maneras, Coalición Canaria, como hicimos ayer en
el Congreso de los Diputados en el debate sobre estabilidad
presupuestaria para el año 2012, se va a abstener, aunque quiero decir
que coincidimos con los criterios y con la distribución del ajuste del
déficit que usted ha señalado hoy aquí, es decir, coincidimos en esa
parte, pero, aun así, consideramos que su Gobierno debe ser también justo
con aquellas comunidades autónomas que sí han cumplido diferenciándolas
de las que no lo han hecho. El que todas tengan el mismo trato nos lleva
a esta postura de abstención.


Nuestra abstención también obedece a la incertidumbre que
plantea un escenario económico y financiero que cambia casi a diario y
cuyo futuro es incierto. El ajuste que el Gobierno ha de hacer es muy
duro. Por tanto, hay cosas que nos preocupan mucho, por ejemplo, el gasto
en sanidad, educación o desempleo, y aún nos preocupa más en comunidades
autónomas donde hay más paro, como es la Comunidad Autónoma de
Canarias.


Señor ministro, en una resolución del Parlamento de
Canarias, que fue aprobada por unanimidad, se solicita la creación de una
dotación adicional específica para las regiones ultraperiféricas en el
Fondo Social Europeo con el objetivo de poner en marcha planes
estratégicos y fundamentales de formación y empleo específicamente en
aquellas regiones más castigadas por el paro como Canarias, repito, y
también propone al Gobierno de España que fije su posición conjuntamente
con Francia y Portugal en la defensa de la singularidad de las RUP en la
organización del nuevo marco presupuestario de la Unión 2014-2020.


Señor ministro, nos enfrentamos a momentos muy duros en los
que hay que hacer recortes drásticos. Esperemos que estos sirvan también
para fomentar el empleo, pero no se deben hacer recortes ni en sanidad ni
en educación. Coalición Canaria se abstendrá en la votación. Esperamos
que los recortes no afecten a estos dos sectores que tanto nos
preocupan.


Muchas gracias, señor ministro.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador Quintero.


Tiene la palabra el senador Martínez Oblanca.


El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Muchas gracias, señor
presidente.


Señor ministro, ante este Acuerdo sobre estabilidad
presupuestaria en Foro consideramos que el cumplimiento del reformado
artículo 135 de nuestra Constitución no debe hacer olvidar que el
objetivo de gobierno no puede ser contradictorio con el respeto a los
principios de cohesión social y solidaridad que recogen el 138 y otros
preceptos constitucionales y comunitarios.


Con absoluta insolidaridad, los ajustes fiscales del
Gobierno quiebran estos principios al eliminar los fondos mineros
comprometidos formalmente con las comunidades que sacrificaron miles de
puestos de trabajo en el sector y que en el caso solamente de Asturias
suponen una pérdida inasumible de 800 millones de euros necesarios para
reactivar los municipios y comarcas afectadas.


El objetivo del Gobierno reincide en la insolidaridad, con
un impacto muy negativo sobre el crecimiento económico de nuestra tierra,
que se concreta en la prolongación del aislamiento y el retraso en la
ejecución de infraestructuras de transporte, obras que son
imprescindibles e inaplazables para dar solución a los históricos
problemas de vertebración territorial. Todo esto se traduce, finalmente,
en más insolidaridad, con un dramático recorte de puestos de trabajo.


En España sufrimos las consecuencias de una política
económica nefasta, ejecutada por un Partido Socialista que negó una
crisis y que originó un tremendo agujero en el Producto Interior Bruto,
con un déficit de más de 350 000 millones de euros y una acumulación de
deuda que les endosa ahora al Gobierno de España, a las comunidades y a
los ayuntamientos. Es decir, a los ciudadanos, que son los que pagan
directa e indirectamente una calamitosa manera de gobernar. Pero resulta
de una gran hipocresía que el nuevo Gobierno de España promueva acuerdos
y anuncie cambios legislativos para ahorrar gasto, privatizando o
modificando, por ejemplo, el sistema de gestión de entes públicos como
Radiotelevisión Española, y que cuando en otras comunidades, como la que
represento, se planteó









Página
438




exactamente lo mismo para reducir el gasto público en
partidas que no afectaban a los servicios esenciales, el Partido Popular
se sume entusiasta al Partido Socialista para prorrogar al alimón el
presupuesto que, lejos de la austeridad, ha arrastrado a Asturias a las
cifras más negativas de su historia, camuflando un déficit añadido al que
el anterior Ministerio de Economía y Hacienda ya había reclamado corregir
el pasado verano.


Ese doble lenguaje del Partido Popular repercute en la
desconfianza, porque a la estabilidad no se llegará sin confianza. El
nuevo Gobierno del Partido Popular también ha roto a la primera de cambio
uno de sus compromisos de programa y de investidura, no subir los
impuestos.


Romper la palabra dada es síntoma de desconfianza en la
propia capacidad para cumplir con la acción de gobierno. Peor aún si se
le da continuidad con la eliminación de los compromisos adquiridos, como
es el caso de los fondos mineros y del postergamiento de las
infraestructuras de transporte, y se desdeña la cohesión territorial y el
equilibrio entre regiones impidiendo su desarrollo armónico y su progreso
económico y social.


Señor presidente, señor ministro, compartimos la necesidad
de la estabilidad presupuestaria, pero no este acuerdo del Gobierno que
es insolidario, tritura las obligaciones adquiridas en forma de
compromisos de enorme trascendencia en nuestra comunidad y en nuestros
municipios y, finalmente, relega y prescinde de derechos y mandatos
constitucionales a los que en Asturias no vamos a renunciar.


Gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Martínez
Oblanca.


Finalmente, tiene la palabra la senadora Salanueva.


La señora SALANUEVA MURGUIALDAY: Gracias, señor
presidente.


Señor ministro, señorías, intervendré muy brevemente en
este turno que me corresponde. Quiero manifestar la posición de Unión del
Pueblo Navarro. (El señor vicepresidente, Lucas Giménez, ocupa la
Presidencia.) Evidentemente, señor ministro, gobernar es priorizar y
tomar decisiones, y conviene que las decisiones las adopte nuestro
Gobierno y no que las tomen por nosotros. Por eso, apoyamos lo que usted
decía hace unos minutos de que no hay atajos, que esta es la receta y que
no hay otro camino para la convergencia en el déficit y la estabilidad
presupuestaria.


Somos conscientes del gran esfuerzo que va a haber que
hacer. Este es uno de los ejemplos, pero en los próximos años tendremos
que ir reduciendo los presupuestos entre 55 000 y 60 000 millones, para
cumplir con esos objetivos, y, como digo, es mucho mejor que lo hagamos
nosotros mismos, nuestro propio Gobierno, a que nos lo impongan desde
Europa.


Lo que queremos pedirle desde UPN, señor ministro, es
rigor. Somos conscientes y estamos seguros de que así lo va a hacer, pero
hace falta rigor para que los acuerdos no sean papel mojado y para que la
credibilidad de España como país sea mucho mayor, aunque insisto en que
somos conscientes de los muchos imponderables que pueden surgir en la
ejecución de los acuerdos.


Lo que le vamos a pedir, señor ministro, quizá sea la
cuadratura del círculo: priorizar el gasto en los presupuestos, aplicando
los recortes que usted tenga que aplicar, pero manteniendo la inversión
en aquellas cuestiones más importantes que permitan fomentar, con medidas
y estímulos, el crecimiento económico y el empleo, siendo ello compatible
con los pilares básicos del Estado de bienestar. No todo el gasto en
salud, en cultura, en educación es per se propio de un Estado del
bienestar, hay cierto gasto que se puede recortar y hacer mucho más
eficiente.


Es importante la actitud y nosotros compartimos la que este
Gobierno está poniendo de manifiesto. Me refiero a la actitud para
generar confianza, ser sinceros con los ciudadanos, no engañar y
gestionar muy bien esa confianza que la mayoría del pueblo español les ha
otorgado en las últimas elecciones.


Compartimos mejor que nadie su labor, y sabemos el esfuerzo
que supone y lo duro que va a ser porque desde el Gobierno de Navarra así
estamos actuando. Tenemos un Gobierno en coalición con el Partido
Socialista y, gracias al esfuerzo realizado, hemos sido la comunidad
española que más ha reducido el déficit en el último año 2011 para
cumplir los objetivos, que no son solo objetivos del Estado, que son
también los objetivos de las comunidades autónomas y de las entidades
locales. Por tanto, le comprendemos y le vamos a estimular en la medida
de lo posible para seguir dando los pasos por el camino marcado, porque
no existe otro.


Pero hay otra razón —y con esto termino— para
que reciban nuestro apoyo. No solo lo tiene porque creamos y compartamos
lo que usted ha dicho esta mañana, sino porque tenemos un pacto de
gobierno. Existe un pacto entre UPN y el Partido Popular, un pacto
electoral que exige cumplir la palabra dada,









Página
439




lealtad en los acuerdos y, evidentemente, reciprocidad en
las decisiones que se tomen. Este es un camino de ida y vuelta y en una
actuación solidaria, tanto en un sitio como en otro, en una institución
como en otra, saben que van a encontrar a Unión del Pueblo Navarro.


Le pedimos que en los presupuestos que ustedes van a
presentar próximamente sigan por este camino —sabemos que va a ser
así, estamos seguros de ello— y le ofrecemos nuestro compromiso de
esfuerzo, pero también esperamos un diálogo sincero y sensato para
priorizar en los presupuestos, dentro del margen que sabemos que existe,
aquellos proyectos que son claves para Comunidad Foral de Navarra. Así,
dentro de la solidaridad que nos caracteriza, seguiremos empujando hacia
la recuperación económica de este país.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Continuando con el turno de portavoces, tiene la palabra la
senadora Martínez por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado.


La señora MARTÍNEZ MUÑOZ: Gracias, señor presidente.
Señorías, señor ministro, eguardi on danori.


Debatimos hoy el Acuerdo por el que se fija el objetivo de
estabilidad presupuestaria para el año 2012 y el límite de gasto no
financiero del presupuesto del Estado para el 2012. Pero, a tenor de lo
sucedido en el Eurogrupo el pasado lunes y dada su decisión unilateral de
rebajar la cifra del déficit público de las Administraciones públicas,
pasando del 5,8% al 5,3%, considero que la Junta de Portavoces reunida
esta mañana debería haber solicitado a la Mesa la modificación del orden
del día para ajustarlo al debate real que se está produciendo hoy aquí.
Así, este punto único del orden del día debería rezar lo siguiente:
Debate del sistema de regateo por el que la Unión Europea invalida el
Acuerdo del Gobierno por el que se fijaba el objetivo de estabilidad
financiera y el límite de gasto.


Tal y como le señalaba ayer mi colega Pedro Azpiazu en el
Congreso, la decisión del Eurogrupo invalida el texto del acuerdo que ha
sido sometido a las Cortes para su debate, lo que obligaría al Gobierno a
iniciar un nuevo proceso de acuerdo. Pero ha de tratarse de un acuerdo
real que cuente con la participación y el consenso del Gobierno y de los
grupos y agentes que integran todo el sector público, incluyendo, como no
puede ser menos, la Comisión Nacional de Administración Local, el Consejo
de Política Fiscal y Financiera de las Comunidades Autónomas de régimen
común, la Comisión Coordinadora de Navarra y la Comisión Mixta del
Concierto Económico de Euskadi. Sin el acuerdo de la Comisión Mixta del
Concierto Económico, ningún objetivo de déficit será de obligado
cumplimiento para la Administración pública vasca. Lo repetiremos cuantas
veces sea necesario y le advierto que este tema volverá a ser sacado a
colación por esta senadora cuando debatamos el proyecto de ley orgánica
de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera en esta Cámara.
Ese es el único marco de acuerdo posible y es ahí donde debe debatirse de
forma responsable y realista, porque la distribución del déficit y del
gasto entre los diferentes niveles administrativos tiene que hacerse
así.


Formamos parte de Europa y de la estructura económica
creada en torno al proyecto de la Unión, como bien ha señalado antes. De
ahí que debamos coordinarnos políticamente con Europa, especialmente en
este contexto actual de crisis económica. Es en este contexto donde
nosotros interpretábamos los reiterados tira y afloja de su Gobierno en
el Consejo y ante la Comisión Europea. De ahí que cuando ustedes la
semana pasada establecieron el objetivo de déficit en el 5,8%, frente al
4,4 marcado por la Unión Europea, la interpretación que hicimos la
mayoría fue la siguiente: parece que el señor Rajoy ha echado un pulso
con Europa y se ha unido a quienes, frente la tendencia merkeliana
imperante hasta ahora, basada en políticas de ajuste y recortes que
buscan exclusivamente el equilibrio presupuestario y la reducción del
déficit, parece —como decía— que el señor Rajoy ha decidido
sumarse a la corriente crítica con este tipo de políticas neoliberales y
apuesta definitivamente por unos presupuestos que incluyan medidas de
estímulo económico que favorecen el crecimiento y la creación de empleo.
Ésta era nuestra opinión, éste era nuestro convencimiento, pero resulta
que no, que el Gobierno se ha arrugado y ha aceptado pulpo como animal de
compañía.


Y ahora, ¿cómo va a cumplir con ese objetivo de déficit
impuesto? Si ya un 5,8 levantaba escepticismo respecto a su realismo y a
su capacidad, ¿qué vamos a decir de un 5,3? ¿Cómo piensa hacerlo, señor
Montoro?









Página
440




Las cifras de previsiones macroeconómicas que publica su
ministerio no ayudan a entender cómo han hecho los cálculos en su
Gobierno para asegurar, como hizo usted ayer en el Congreso o como hizo
el lunes el ministro De Guindos ante el Eurogrupo, que cumplirán con el
objetivo del 5,3.


Para que la cosa presupuestaria cuadre tiene dos opciones:
incrementar los ingresos o reducir los gastos. Es decir, o sube o crea
nuevos impuestos o recorta lo irrecortable; bueno, o recorta usted o
recortan las comunidades autónomas, que son quienes tienen competencias
exclusivas en servicios básicos como pueden ser la sanidad, la educación,
el bienestar social, la Ley de dependencia, etcétera. Porque esta es la
cuestión fundamental, ¿quién asumirá la responsabilidad de cuadrar el
déficit? ¿Por qué se reparte uniformemente la distribución del objetivo
de déficit cuando es evidente que no todas las comunidades autónomas han
sido responsables en igual medida en los catastróficos datos del
ejercicio anterior?


Seguimos con el café para todos, y así nos va.


Ayer dijo en el Congreso, también, que el plus marcado por
la Unión Europea lo asumirá íntegramente el Gobierno central. Señor
Montoro, usted sabe perfectamente que ni su previsión del 5,8 ni la de
Europa del 5,3 son realistas. Yo soy más de letras —lo
confieso—, pero la suma y la resta son operaciones básicas que
manejo, y a mí las cuentas no me dan. Ayer, mi colega Pedro Azpiazu
—ese sí que sabe un rato largo de números— le interpelaba
sobre cómo conseguir el déficit cero de la Seguridad Social que usted
anuncia. ¿Cómo lo va a hacer? Ustedes mismos anuncian un agravamiento del
paro, hasta un 25% de la población activa para el año 2012, favorecido,
todo hay que decirlo, por la reforma laboral terrible e injusta que
quieren aprobar. Con más parados y con salarios más bajos, ustedes
pretenden reducir el déficit de la Seguridad Social y dejarlo a cero.
¿Cómo? Esa es la pregunta. ¿Cómo lo harán? ¿Cómo lo van a hacer las
comunidades autónomas? ¿Cómo lo van a hacer los ayuntamientos? Y si no
cumplen las comunidades y los ayuntamientos esos objetivos de déficit, en
cuyo cálculo, además, no han podido tomar parte, ¿qué tipo de medidas se
van a adoptar?


No sé si a usted le gusta el mus, a mí, sí. A los que nos
gusta el mus sabemos que cuando envidas a grande hay que tener en cuenta
las cartas que tienes, hay que saber quién es la mano y hay que sonar
convincente en el envite. Si, pese a todo, te envidan de nuevo y tú
confías en tu juego, hay que saber aguantar el tipo. Ustedes, con su
juego, han demostrado que no tienen la suficiente confianza en su jugada
como para aguantar el tipo ante Europa y que al menos a grande les han
ganado por la mano. Esperemos que en el resto de la partida que aún queda
por jugar ustedes demuestren que, si bien perdieron a grande, aún pueden
dar la vuelta a la partida y jugar bien sus cartas. Pero, cuidado, que
para poder ganar esta partida, es imprescindible tener un buen par... de
cartas.


Gracias, señor Montoro.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya,
tiene la palabra el senador Montilla.


El señor MONTILLA AGUILERA: Gracias, señor presidente.


Señorías, señor ministro, hemos esperado hasta hace doce
días para conocer el cuadro macroeconómico del año 2012. Queremos conocer
qué previsiones hace Bruselas, era lo que nos decía el ministro de
Economía. ¿Para qué? Después hemos visto que en parte es para no hacerles
caso. ¿Haremos caso de Europa?, decía en enero el señor ministro de
Hacienda.


Yo creo que ha sido una espera innecesaria, porque la
verdad es que las previsiones del cuadro del Gobierno son más realistas
que las de la propia Unión Europea. Así ocurre, por ejemplo, con las
referidas al PIB de 2012; es más realista ese –1,7% del Gobierno
que el –1% de la Unión Europea. Una espera también, de entrada,
innecesaria y para no hacerles caso en cuanto al objetivo de déficit. El
anuncio de que no sería del 4,4%, que fija el programa de estabilidad,
sino del 5,8% nos pareció una decisión posibilista dado que a nuestro
entender se quedaba corta, teniendo en cuenta el contexto de recesión en
el que se encuentra la economía española y al que hacía referencia el
señor ministro.


Pensábamos que ustedes habían conseguido hacer en parte
algo de pedagogía en el seno del Eurogrupo para hacer entender a otros
países la realidad y las necesidades de la economía española. Pero son
pocos los días que han pasado para que les hayan corregido, algo que
sentimos, porque la autoenmienda a la que les obligan no es lo mejor para
los intereses de España hoy. Y les digo esto desde una formación
claramente europeísta que apuesta por una mayor integración y por
políticas comunes europeas, pero que está lejos de aquellos que creen que
el único problema de Europa es el del déficit público. Reducir el déficit
es importante y necesario, pero crecer y crear empleo también lo es, y la
dosis









Página
441




de lo primero no ha de abocar al país a la depresión
económica ni a una fractura social. Algunos tendrían que entenderlo en
Europa; y yo estoy convencido de que usted lo hace.


Pero ustedes someten hoy a votación en esta Cámara el
límite de gasto no financiero y el objetivo de estabilidad presupuestaria
para el presente año; y nosotros, además de por las consideraciones
inicialmente expuestas, no podemos dar apoyo a su propuesta por
diferentes razones de forma y de fondo. La primera razón de forma es que
ustedes incumplen la Ley de Estabilidad Presupuestaria, algo a lo que ya
se ha referido algún portavoz esta mañana, y lo hacen de manera
flagrante, ya que su artículo 8.1 obliga al Gobierno a fijar el objetivo
de estabilidad presupuestaria referido a los tres ejercicios siguientes,
y lo que ustedes hacen es explicarnos cómo han ido los tres anteriores.
Señoría, hacer historia es obviamente arriesgar poco y, desde luego,
supone no equivocarse.


También dice el mencionado artículo que el objetivo de
estabilidad estará acompañado de un informe en el que se evalúe la fase
del ciclo económico que se prevé para cada uno de los años contemplados
en este horizonte temporal de fijación de dicho objetivo, y ustedes hacen
caso nulo también a esta obligación. Asimismo incumplen el artículo 11 de
la mencionada Ley de estabilidad que establece que, con carácter previo a
la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, el Ministerio de
Hacienda confeccionará unos escenarios de previsión plurianual referidos
a ingresos y gastos en los términos establecidos en la Ley General
Presupuestaria. En este sentido el Eurogrupo les ha reclamado a ustedes
esta semana que la reducción del déficit sea al 5,3% en vez de al 5,8%,
queriendo tener la última palabra, y ya les había advertido que podían
considerar una modificación del objetivo de déficit si se presentaba una
estrategia a medio plazo creíble para llegar al 3% que marca el programa
de estabilidad para el año 2013. ¿Dónde está esta estrategia?, ¿la dejan
también para después de las elecciones?, ¿la tiene ya Bruselas?, ¿la han
entregado ustedes?


Otras objeciones también referidas a la elaboración y
tramitación del objetivo de estabilidad presupuestaria para el año 2012
tienen que ver con el papel en el proceso del Consejo de Política
Financiera y Fiscal y con la Comisión Nacional de Administración Local.
El Gobierno dio a conocer públicamente la distribución del déficit entre
niveles de Administración y, después, para cubrir un poco el trámite,
convocó al consejo y a la comisión. Triste papel el de las comunidades
autónomas y el de las corporaciones locales en un tema tan fundamental en
estos momentos.


Pero, al margen de estas importantes razones de carácter
formal, hay otras de fondo para oponernos al objetivo de estabilidad
presupuestaria propuesto. La primera de ellas es la de la distribución
del déficit entre los distintos niveles de Administración. ¿Cómo se
distribuye el incremento del 1,4% que ahora será del 0,9%; ese incremento
del escenario del programa de estabilidad que se nos propone?


Las corporaciones locales no se ven afectadas, las
comunidades autónomas incrementan su capacidad de déficit en dos décimas
del escenario previsto en el programa que se nos propone; es decir, de
las 14 décimas —que resultarán ser 9— de crecimiento respecto
a lo previsto, 12 —que resultarán ser 7— son para la
Administración General del Estado y la Seguridad Social. Considero que
esta distribución es desproporcionada, sobre todo teniendo en cuenta
—y también se ha referido a ello la portavoz del Partido
Nacionalista Vasco— que los servicios esenciales del Estado del
bienestar, como la salud o la educación, dependen de las comunidades
autónomas, y no deja de ser este un factor que debilitará estos
servicios, lo que comportará la aplicación de más recortes y seguramente
de más desigualdad.


Asimismo, considera el nuevo objetivo que la Seguridad
Social tendrá cuentas equilibradas en este ejercicio —también se ha
hecho referencia a este tema—, algo difícil de creer cuando se nos
dice que la liquidación del año 2011 arrojó un déficit de una décima y,
sobre todo, cuando las previsiones para el año 2012 del propio Gobierno
son de incremento del desempleo de 2,7 puntos. Por lo tanto, menos
cotizantes, menos ingresos y más gasto provocarán incremento del déficit
de la Seguridad Social y no al revés.


Una segunda razón es la previsión de ingresos y gastos, que
considero que no es creíble. Ya me he referido a los correspondientes a
la Seguridad Social, pero los que hacen referencia a la Administración
General del Estado tampoco son creíbles, salvo que ustedes, más allá de
la lucha contra el fraude, tengan previstas las subidas de algunos
impuestos, que un día niegan y otro insinúan, y todo ello cuando
desconocemos también la evolución de la recaudación de los últimos meses.
Nos sorprende, por ejemplo, que no se hayan hecho públicas las cuentas de
las administraciones públicas del cuarto trimestre del año 2011, más aún
cuando ustedes sí han dado el desglose del déficit del año 2011 por
niveles de Administración; lo deben tener, pero no lo conocemos.









Página
442




La tercera razón es que en la previsión de gastos no
cuadran sus compromisos con el techo que se nos propone, teniendo en
cuenta que solo el incremento de pensiones que ustedes han aprobado y de
intereses de la deuda se puede estimar en torno a los 11 000 millones en
su conjunto. Faltarán ocho o diez mil millones para cuadrar de forma
realista los ingresos del cuadro, señor ministro, a los que habría que
sumar los 5 000 últimos salvo, repito, que tengan previsto subir
impuestos o efectuar ajustes drásticos de elementos esenciales del Estado
del bienestar —supongo que dentro de unos días, con los
Presupuestos Generales del Estado, lo sabremos—.


Una quinta razón es que el ajuste exigido a las comunidades
autónomas es poco realista —se lo dicen sus presidentes de
comunidad autónoma también, no solo quien les habla; basta leer la prensa
estos últimos días—. Los últimos años el déficit no ha bajado del
2,94 y ahora se pretende llevarlo a la mitad en un solo año y en un
contexto de recesión económica; creo que no será posible. Por eso el
documento que hoy se nos somete a consideración es un poco papel mojado,
porque ya se nos anticipa que el déficit será inferior, se quiere que sea
inferior, al que figura en el documento y se nos dice que este medio
punto lo asumirá la Administración General del Estado; no sabemos con
qué, si será con reducción del gasto o será con incremento de los
ingresos, con incrementos de tasas o de impuestos, no lo sabemos.


Por estas razones no podemos dar nuestro apoyo al objetivo
que se nos plantea. Valoramos que la propuesta haya pasado del 4,4 al 5,8
y, sinceramente, se equivocan autoenmendándose con el 5,3. Mantener el
4,4 —que se calculó, como muy bien explicaba el señor ministro, con
una proyección de crecimiento del 2,3 del PIB— hoy sería claramente
un suicidio, cuando las previsiones son del –1, según la Unión
Europea, o las más realistas, del Fondo y del propio Gobierno, del
–1,7. La diferencia entre el +2,3 o el –1,7 son 4 puntos de
PIB, menos crecimiento compensado por solo 0,9% más respecto a la
previsión que ya hacía el Programa de Estabilidad Presupuestaria.


Creo que es insuficiente y poco realista, tienen que
entenderlo y hacérselo entender a las instituciones comunitarias, aunque
soy consciente de que no es fácil, que es difícil encontrar también
socios en esta necesidad.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Señoría, por
favor, vaya finalizando.


El señor MONTILLA AGUILERA: Acabo, señor presidente.


Más vale ser realista en las previsiones que no aparecer
como incumplidores un año después. Entienda que a nosotros nos preocupa
el déficit público, que somos conscientes de que se tiene que reducir, de
que es necesario —como usted decía— generar credibilidad para
crecer, para crear empleo; pero a otro ritmo. El que nos propone no es
creíble ni posible, y estoy convencido de que usted lo sabe.


También estoy convencido —con esto acabo— de
que los Presupuestos Generales del Estado que prefiguran el objetivo de
estabilidad presupuestaria que hoy aprobará esta Cámara con su mayoría no
ayudarán al crecimiento ni al empleo, sino que deteriorarán servicios
públicos y colaborarán a que la recesión de 2012 sea todavía más profunda
y larga. Y no sabe, señor ministro, cuánto me gustaría equivocarme; pero
no.


Gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado
Convergència i Unió, tiene la palabra su portavoz, el señor
Vilajoana.


El señor VILAJOANA I ROVIRA: Muchas gracias, señor
presidente.


En primer lugar, señor ministro, quiero agradecerle que,
por primera vez, venga usted a esta Cámara a exponernos su planteamiento
sobre el techo de gasto de los presupuestos para 2012.


Usted nos ha pedido que opináramos, que valoráramos y que
decidiéramos. Este senador y otros senadores y senadoras de esta Cámara
siempre hemos defendido que esta es una Cámara de reflexión; por tanto,
mi intervención intentará ser una reflexión sobre cómo vemos la situación
que estamos viviendo, de la que compartimos con usted y con su Gobierno
dos ejes fundamentales: que estamos en una situación de recesión
económica —ese descenso del 1,7% del PIB es muy
significativo— y la necesidad de cumplir los objetivos con Europa.
Así pues, estamos fundamentalmente de acuerdo con lo que estamos
haciendo. Una Europa, señor ministro, que demuestra un hecho que nos
parece positivo. Siempre hemos discutido que la gobernanza económica de
Europa no estaba haciendo lo que tenía que hacer, pero ahora sí se está
haciendo. Estamos en un mundo de soberanías compartidas —a nosotros
no nos molesta, lo









Página
443




compartimos—. La soberanía del Reino de España es la
que es, pero la compartimos con Europa, y Europa también toma decisiones,
protegiéndose. Estamos en un club: el club del euro, un club que nos ha
dado grandes beneficios y que ahora nos pide que hagamos un esfuerzo y,
sobre todo, que no perjudiquemos al conjunto de sus socios. Y estamos de
acuerdo con esa filosofía. También creemos que esa soberanía se pierde
hacia arriba y un poco hacia abajo, pero estamos donde estamos. Y también
nosotros, las comunidades autónomas, Cataluña en concreto, queremos
compartir esa soberanía con España y con Europa.


Pero vamos a lo que ha ocurrido durante los últimos días.
En el año 2011 teníamos como objetivo un 6% de déficit. No lo cumplimos;
no lo cumplió el Gobierno anterior, y nos situamos en el 8,5%. El
objetivo para este año era del 4,4%, pero, con buen criterio, este
Gobierno llegó a la conclusión de que era imposible pasar en un año del
8,5% al 4,4%, y planteó un objetivo que nos pareció razonable: del 5,8%.
Pero nuestros socios europeos nos piden que nos movamos hasta el 5,3%. Lo
debemos aceptar y hemos de hacer lo necesario para cumplir ese objetivo,
por varias razones: para ganar nuestra credibilidad y también para
protegernos de los mercados, que actuarán en consecuencia si no
conseguimos esa confianza y credibilidad. Eso va a exigir un esfuerzo muy
significativo. Usted se planteaba un ahorro del 4,7%, y ahora se sitúa en
el 5,2%. Para su tranquilidad, señor ministro, le diré que Cataluña
propone en sus presupuestos una reducción del 9%. Por tanto, estamos de
acuerdo en que ahora lo que toca es eso: acercarse lo antes posible al
equilibrio, porque es importante alcanzar el gran objetivo de recuperar
crecimiento, pero antes hemos de pasar por el objetivo de la estabilidad
presupuestaria. Así pues, compartimos este tema.


Y compartimos más cosas, señor ministro. Usted ha dicho
—habló más de ello ayer en el Congreso— que era partidario de
que los países, de que los territorios viviéramos de nuestros ingresos
recurrentes, es decir, de nuestros impuestos, cosa que compartimos al
cien por cien. La Administración General del Estado ha de vivir de sus
ingresos recurrentes: de los fijos, de los que tiene y consigue a partir
de sus impuestos. Y creemos que eso debe aplicarse a todas las
administraciones. Nosotros, la Administración de Cataluña, también quiere
vivir de sus impuestos; nos gustaría vivir fundamental y únicamente de
ellos. Dicho esto, como tenemos soberanías compartidas, entendemos que
hemos de ayudar a aquellas administraciones que no son capaces de vivir y
ser autónomas con sus impuestos. Por lo tanto, estamos dispuestos a
ayudar, pero repito que compartimos absolutamente la filosofía de que
cada autonomía viva de sus impuestos. Y de la misma forma que usted ha
hablado de un pacto fiscal con la Unión Europea, nosotros le planteamos
un pacto fiscal para ver qué hacemos con nuestros impuestos, cuánto nos
financiamos, cuánto ayudamos y cuánto le damos, señor ministro, por los
servicios que hace por nosotros. (El señor presidente ocupa la
Presidencia.) Todo ello forma parte del diálogo que seguro que
mantendremos durante este año.


Sigamos avanzando. Señor ministro, era importante saber
cómo nos íbamos a dividir entre el Estado, las administraciones locales y
las autonómicas el nuevo objetivo del 5,3% En este campo ha habido un
cambio significativo y positivo por nuestra parte. Usted ha manifestado
que el 0,5% de más lo asumirá la Administración General del Estado, y se
sitúa en el 3,5%, mientras que las autonomías asumirán el 1,5% y las
administraciones locales, el 0,3%. Nos parece una forma más equitativa y
proporcional. El martes pasado —hace solo una semana— le
decía al presidente del Gobierno, el señor Rajoy: ustedes tienen la
ventaja de tener las cartas y repartirlas, y tengo la impresión de que se
llevan las mejores. Esta vez, sin embargo, han sido más amables al
repartir las cartas, y han realizado —repito— un reparto más
equitativo y proporcional de este objetivo, reparto del que estamos
satisfechos, teniendo en cuenta, además, que las comunidades autónomas
somos responsables de tres elementos clave para la sociedad: sanidad,
educación y políticas sociales, lo que supone el 70% de nuestro
presupuesto. Por lo tanto, señor ministro, le agradezco sinceramente que
en este reparto —insisto— haya sido más proporcional, más
equitativo y más coherente con nuestra problemática de gasto.


Señor ministro, hoy no lo ha dicho, pero sí lo hizo el otro
día: en 2013 hemos de cumplir el objetivo del 3%. Por ello, me gustaría
que durante este año analicemos cómo se va a realizar el reparto de ese
objetivo, porque repito que 2012 va a ser un año duro para ustedes y para
las comunidades autónomas, pero conseguir pasar del 5,3% al 3% en 2013 va
a exigir otro esfuerzo muy significativo.


En estos momentos estamos hablando del techo de gasto, un
elemento imprescindible para plantear —a final de mes— los
presupuestos. Y estaremos muy atentos a esos presupuestos —muy
importantes y que han de ser claramente restrictivos—, en los que
se analizarán asuntos también muy significativos para nosotros. Y es que
usted sabe, señor ministro, que tenemos algunas asignaturas pendientes,
como









Página
444




pagos que no se han realizado. Y no es culpa suya, sino de
Gobiernos anteriores, que se habían comprometido a ello y que después no
los han ejecutado. Me refiero a los 759 millones establecidos para 2008
en la disposición adicional tercera y a los 219 millones, de la
disposición adicional tercera, para 2009. Como digo, señor ministro,
prestaremos atención a esos presupuestos, en los que, además de los
criterios que usted ha planteado, sería decisivo que se plasmara también
la adecuada ejecución de esas deudas pendientes para compensar a Cataluña
por los esfuerzos tan importantes que está llevando a cabo desde el
primer momento para asumir el compromiso claro de reducción del déficit y
del equilibrio. Y no le pido dinero, sino cosas que se nos deben
—no usted, sino la Administración central— y que tendríamos
que recibir.


Para terminar, señor ministro, usted ha venido a esta
Cámara por primera vez, y se lo he agradecido. Esta es la Cámara
territorial, y me gustaría aprovechar su presencia para pedirle un favor.
Usted ha dicho más de una vez que el déficit es un problema de todos, de
la Administración central, de la Administración local y de la
Administración autonómica. Ahora bien, por el motivo que sea, da la
impresión de que los malos de la película son las autonomías. Y usted
sabe, como yo, que eso no es cierto. Por ejemplo, durante 2011 la que más
ha gastado o más déficit ha generado ha sido la Administración General
del Estado: 55 000 millones, es decir, el 60%; y las comunidades
autónomas, 32 000 millones, el 35%. Por tanto, está claro que no somos
los que más hemos gastado. Usted no lo ha dicho nunca, pero, hoy mismo,
iba leyendo la prensa cuando venía de Barcelona a Madrid en avión, y se
venía a decir que el gran problema son las comunidades autónomas. Pues no
es verdad. Los que lo hagan mal que lo hagan bien, pero, globalmente, la
que genera más déficit en este país es —repito— la
Administración General del Estado.


Estamos en el Senado, en la Cámara territorial, debemos
defender las autonomías y el territorio, que es lo que estoy haciendo; y
estoy seguro de que usted nos ayudará. Muchas gracias, señor
ministro.


Y acabo. Ayer le decía el señor Sánchez i Llibre que hacía
una abstención europeísta y constructiva. Al senador Barreiro, portavoz
del Grupo Parlamentario Popular, al que le tengo un gran aprecio, en el
debate de una moción muy interesante que planteó le dije que la nuestra
era una abstención positiva. Y hoy nuestro grupo también va a tener una
abstención positiva.


Nada más y muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Vilajoana.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el
senador Vázquez por tiempo de diez minutos.


El señor VÁZQUEZ GARCÍA: Muchas gracias, señor
presidente.


Voy a aprovechar mi turno para contestar al señor ministro
sobre algunas de las cosas que ha dicho.


El señor Montoro nos pedía, por responsabilidad, el apoyo a
su propuesta, cuando ustedes nunca nos la han dado. Señoría, habría que
recordar —ahí están las hemerotecas— su actitud durante mayo
de 2010, cuando este país estaba a punto de ser intervenido, y negaron
ese apoyo, y cómo, por un voto en el Congreso, salvamos la situación, a
pesar de que ustedes lo único que deseaban era que las cosas fueran a
más. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.) Señor
Montoro, todos aquí sabemos que para ustedes responsabilidad es que los
grupos políticos apoyen al Gobierno cuando gobierna el Partido Popular.
Para ustedes la protesta y las manifestaciones son algo constitucional,
la expresión de derechos, lo que hay que hacer cuando gobierna el PSOE y
ustedes están detrás de las pancartas, pero es antipatriótico cuando
gobierna el Partido Popular y son los demás los que se manifiestan y
protestan. Señor ministro, todos sabemos que la crispación es un estado
natural de este país cuando la derecha no gobierna en Madrid. (Aplausos
en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.) Todo eso ya lo
sabemos, señor ministro, y no hace falta que nos lo recuerde.


Pero, señoría, si no fuera por la situación en la que se
encuentra este país, produciría risa su defensa de los más débiles, que,
usted, señor ministro, recuerda constantemente. La señora De Cospedal
definió al Partido Popular como el partido de los trabajadores, y ustedes
aquí dicen que están defendiendo a los débiles. Pues, señor Montoro, en
poco tiempo lo han demostrado: congelaron el salario mínimo
interprofesional —que yo sepa eso no afecta a los menos débiles
sino a los más débiles—, y lo congelaron por primera vez en toda la
historia democrática española, con todo lo que eso significa. Como
consecuencia de la subida del IRPF son las clases trabajadoras y las
clases medias las que se ven afectadas por una disminución de sueldo
real, que todo el mundo ha visto en la nómina de febrero. Y a los
pensionistas, a quienes les subieron un 1%, les descuentan el 2% con la
subida del IRPF, con lo cual les descuentan también el 1%. Esa es su
defensa de los más débiles. Quitan las ayudas a la dependencia, quitan
las









Página
445




ayudas a las becas, y a los jóvenes, las ayudas para pagar
el alquiler de viviendas. (Aplausos en los escaños del Grupo
Parlamentario Socialista.) Y, por último, señor Montoro, defendiendo a
los más débiles, preparan una reforma laboral que, evidentemente, a los
empresarios los hace polvo y a los trabajadores —los débiles—
los beneficia enormemente, como estamos viendo durante estos días. Eso es
lo que ustedes en tres meses han hecho en defensa de los más débiles. La
gasolina actualmente está a 1,45, como nunca había estado, y encima nos
anuncian que van a subirnos la luz en abril, aunque habrá que recordarle
que no hace mucho dijo que la crisis no permite subir la tarifa de la
luz. Dígaselo a su compañero, el ministro de Industria.


No somos iguales; por supuesto que no somos iguales, señor
Montoro, claro que no. (Rumores.—Aplausos en los escaños del Grupo
Parlamentario Socialista.) Le hemos apoyado, y el Grupo Socialista va a
seguir apoyando al Gobierno del Partido Popular en la política
antiterrorista, lo que ustedes no hicieron. Le vamos a apoyar en la
política exterior, lo que ustedes tampoco hicieron. Le vamos a apoyar en
la política de defensa. Le hemos apoyado en la reforma financiera. Le
apoyamos en Europa. Queremos apoyar al Gobierno de España, a los
españoles, para que Europa de alguna forma ayude —a usted no le
gusta la palabra flexibilidad— al crecimiento y a la creación de
empleo en este país. A ustedes, al Gobierno del Partido Popular lo
apoyamos. Repito que no somos iguales.


Ni la crisis ni la austeridad han comenzado anteayer, con
ustedes. Nosotros llevábamos gestionando tres años de crisis y de
austeridad; ustedes llevan tres meses. Llevábamos tres años, como se ha
recordado aquí, con más de un 11% y un 9% de déficit. Ahora estamos en el
5,8% o el 5,3%. Usted sabe que es imposible cumplirlo. Y usted también
sabe que es imposible que cerremos 2013 con un 3%. Lo veremos; pero, por
favor, al menos sean sinceros con ustedes mismos y reconozcan las cosas
como tienen que ser.


Señoría, a usted le gusta comparar. Se ha puesto la medalla
por cómo dejó las cuentas públicas. Pero a usted le tocó gobernar durante
ocho años de bonanza económica. (Rumores.) Claro que sí, basados, además,
en el ladrillo, en un modelo económico de crecimiento por la
construcción, que ustedes propiciaron con la Ley del Suelo que hicieron y
que tuvo en contra a todo el mundo. Y no cambiar el modelo es lo que
tiene. Esa es la evidencia, señor Montoro. Nosotros hemos tenido periodos
de bonanza y periodos de crisis, y los hemos sabido administrar
respetando los derechos básicos de los ciudadanos, respetando los
derechos laborales de los trabajadores y, por eso, respetando y
consiguiendo la paz social, con el diálogo y el consenso, cosa que
ustedes no hacen.


El Gobierno no puede seguir excusando más su
responsabilidad, achacando la culpa a quien no la tiene, señor Montoro.
El Gobierno tiene que buscar soluciones y ser prudente. Ya no están en la
oposición. Ahora gestionan y gobiernan España, y así lo han querido los
españoles. Pero los españoles le han dado su confianza para que les
solucionen sus problemas, no para que sigan tres meses después
excusándose en la herencia. (Aplausos en los escaños del Grupo
Parlamentario Socialista.) Y los españoles están perdiendo esa confianza
a raudales. El CIS dice que el 76,4% de los españoles piensa que este
país está peor que hace seis meses y que dentro de seis meses estará
todavía peor. Eso le debería hacer pensar, señor Montoro.


Nos dice usted que los servicios básicos están garantizados
y, sin embargo, impone a las comunidades autónomas un ajuste más duro que
al Gobierno, cuando son las comunidades autónomas, como se ha dicho esta
mañana, las que tienen que garantizarlos. Creo que hay que garantizar la
suficiencia financiera para que no se merme la calidad de los servicios
públicos básicos —la educación, la sanidad, los servicios
sociales—, para que no disminuyan. Pero ustedes lo que están
diciendo a las comunidades autónomas con sus cuentas es: despidan
empleados públicos, que ya se lo hemos puesto barato y fácil, privaticen
y den entrada a lo privado en los servicios públicos, establezcan tasas y
copagos y reduzcan servicios básicos. Y eso a los socialistas, señor
Montoro, nos preocupa, y mucho, porque debemos garantizar esos
servicios.


Se lo repetimos: comiencen a convencer a la Unión Europea
de que debe impulsar políticas de crecimiento. Comiencen a dialogar;
dialoguen con los sindicatos, intenten parar esa huelga, algo que, por su
falta de diálogo, no se va a lograr. El problema es, y usted lo sabe, de
falta de crecimiento. No es un problema de gasto sino de ingresos. No
repita más lo de la austeridad y, sobre todo, lo del despilfarro de las
comunidades autónomas y los entes locales. No es verdad ya. Durante los
años de bonanza seguro que todos han cometido errores; todos, señor
Montoro. No nos pongamos a discutir si el déficit de 2011 es más
responsabilidad del Gobierno anterior o de las comunidades autónomas. No
nos pongamos a discutir









Página
446




eso, porque, como ha dicho el portavoz de Convergència, eso
está creando un clima muy malo contra las comunidades autónomas; y no
debemos permitirlo.


Estamos ante unas cuentas según las cuales usted nos dice
que va a disminuir la demanda interna, que va a disminuir el consumo
privado —que es parte de ella— el 11,4%, que va a disminuir
el gasto público de los ministerios el 12,5% y que van a disminuir las
inversiones en un 40%. Ya me dirán entonces qué presupuesto esperanzador
es el que ustedes traen aquí.


Y el sector exterior, que ahora se mantiene, puede empezar
a caer con motivo de la recesión.


Únanse a los que ya son mayoría, que solicitan una política
económica distinta —empezando por Estados Unidos, que la
aplica—. Ya lo dijo ayer el ministro alemán: habrá que hacer otro
tipo de políticas. No solamente la del déficit, señor Montoro.


Señores del Gobierno, no se puede predicar una cosa y hacer
otra. Basta ya de discursos retóricos, sin contenido, mirando hacia
atrás, repetitivos, y llenos de tics de oposición; porque ustedes siguen
todavía instalados en la oposición, de otra forma no tendrían sentido sus
constantes repeticiones. Nos sacan la herencia. Vale. La asumimos toda:
lo bueno y lo malo. Pero habrá que decir a los españoles lo que durante
treinta años de democracia los Gobiernos anteriores han dado a este país,
que sigue estando entre las doce primeras potencias del mundo; porque no
podemos estar en el pesimismo constante en el que ustedes están
entrando.


Repítanlo si quieren, pero a ustedes les votaron, y ustedes
están gobernando porque los ciudadanos creían que iban a crear empleo,
que iban a acabar con la crisis y que iban a bajarles los impuestos.
Señor Montoro, la sociedad a la que representamos necesita confianza.
Preocúpense porque las encuestas del CIS no sigan así, generando
desconfianza, preocúpense porque sus políticas creen ilusión y esperanza
en los españoles; y déjense ya de mítines acusándonos de impulsar el
miedo, porque en absoluto tratamos de hacerlo. Eso déjenlo para los
mítines ahora, en la campaña andaluza.


Lo que realmente queremos es que los presupuestos ayuden a
crear empleo, riqueza y crecimiento en nuestro país. Eso es lo que
queremos. El miedo, señor Montoro, lo dejamos para otros.


Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo
Parlamentario Socialista.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Vázquez.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el
senador Utrera.


El señor UTRERA MORA: Muchas gracias, señor presidente.


Señoras y señores senadores, a lo largo de este debate
todas las posturas han quedado clarificadas, un debate sobre una idea que
—insisto— considero muy importante, ya que con esto iniciamos
la fase presupuestaria.


Para apuntar un nuevo argumento —creo que se ha
entendido mal por parte de algunos portavoces—, hay que comprender
que este ejercicio, el de 2012, ya está iniciado, y el Gobierno de España
ha hecho el esfuerzo —porque es un compromiso político— de
que haya un presupuesto para 2012 porque tanto el cambio en las
previsiones macroeconómicas, que ha sido muy importante, como la
situación y la recuperación de credibilidad exigían la elaboración de
unos presupuestos para 2012, aunque a fecha cambiada, con retraso. Por
tanto, estamos actuando con los presupuestos para 2011, actualizados con
las medidas de ajuste que se aprobaron en diciembre, pero para dar
coherencia al ejercicio 2012 se van a aprobar —repito— unos
presupuestos.


Resulta paradójico que alguno de los portavoces piense que
en el acuerdo que hoy estamos debatiendo, y que seguidamente vamos a
votar, el establecimiento de previsiones de estabilidad presupuestaria
para los ejercicios siguientes: de 2013, 2014 y 2015 —como
correspondería— es una pauta normal, porque en este ejercicio no lo
es. Si el calendario normal se cumple, dentro de unos meses, en junio o
julio, estaremos debatiendo el techo de gasto para el presupuesto del año
2013, y será en ese momento cuando corresponda aprobar el objetivo de
estabilidad presupuestaria para los tres años sucesivos. Ya sabemos el
correspondiente al ejercicio de 2013, porque es un fuerte compromiso del
Gobierno y también del Grupo Parlamentario Popular: que cerremos el
ejercicio con el 3%, que hemos apalabrado en la Unión Europea y que
además es el que nos conviene.


Por otro lado, no he entendido al portavoz de Convergència
i Unió, el señor Vilajoana, que sabe el afecto que le tengo, como ha
quedado claro en todas las comisiones en las que hemos participado. Pero
lo de las abstenciones activas o positivas sencillamente no lo entiendo.
Espero que en alguna otra ocasión me lo pueda explicar, porque todos los
argumentos que ha manifestado apuntaban precisamente a que se iba a sumar
—además, gozosamente— al apoyo a un techo de gasto, lo que
significa sencillamente —no









Página
447




lo podemos perder de vista— que el Parlamento de
España autoriza al Gobierno a gastar como máximo una determinada cifra y,
al mismo tiempo, obliga al Gobierno y a otras administraciones públicas
—y se va a vigilar y a tomar en consideración— a que su
déficit no supere un determinado importe.


Por tanto, establecer máximos de gasto, con lo que usted
está de acuerdo, y al mismo tiempo establecer límites de déficit, con lo
que usted también está de acuerdo, es justamente lo que vamos a hacer
aquí. Y cuando se está de acuerdo normalmente se vota a favor; uno no se
abstiene positiva, ni negativa, ni dubitativamente.


He de añadir también que, desde mi punto de vista, algunos
otros portavoces no han entendido lo que estamos debatiendo ni tampoco el
contenido del acuerdo. Algunos han salido hablado de alguna peculiaridad
de su región o comunidad autónoma. Pues está muy bien, pero, ciertamente,
no toca. Este no es el momento de hablar de eso. Estamos hablando del
límite de gasto. Y en su momento el Gobierno tendrá que decidir; y el
Gobierno, como venimos haciendo durante estos meses, está siempre
dispuesto al diálogo con todas las fuerzas políticas y también con los
Gobiernos regionales para tomar en consideración las necesidades de cada
territorio y, por tanto, tratar de encajarlas en los presupuestos, con el
límite máximo de gasto que nosotros hoy acordamos aquí. Pero repito que
ahora no toca hablar de esas peculiaridades, muy honorables todas ellas;
sencillamente, es extemporáneo que un grupo parlamentario pretenda que se
considere y se condicione el voto a que se tenga en cuenta lo suyo en el
marco general que inspiran los presupuestos. Ya se hablará de ellos.


Por otro lado, quiero manifestar la inconsistencia que
aprecio en los portavoces, tanto de la Entesa como del Grupo Socialista,
por los débiles argumentos que utilizan sobre la falta de credibilidad de
este techo de gasto. Miren, ustedes no, pero yo sí debatí con la ministra
Salgado —y durante el primer y el segundo año también con el señor
Solbes— los techos de gasto de cada uno de los cuatro años de la
pasada legislatura; mejor dicho, del año pasado no, aunque sí,
efectivamente, hubo un debate sobre el techo de gasto, pero después no
hubo el de presupuestos. Y en cuanto a las formas, el Gobierno lo
concebía como un puro y simple trámite; de hecho, el ministro de Economía
y Hacienda se limitaba solamente a hacer una previa intervención inicial
muy poco aclaratoria, muy poco esclarecedora, y luego ya no intervenía,
ni siquiera cerraba el debate, y si lo cerraba era con desgana. Es decir,
no había intervención. Hoy, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro,
ha demostrado que no solamente hace la presentación de proyectos sino que
también debate con portavoces, interviene en los turnos en contra,
etcétera. En definitiva, está dispuesto a entrar en el debate de las
ideas.


Ustedes plantean una falta de credibilidad, como digo, en
las cifras de gasto y sobre todo de ingresos. Y lo que más me sorprende
es que el Grupo Socialista diga que es imposible conseguir un 5,8% o un
5,3% de déficit público para este ejercicio en el conjunto
administraciones públicas, cuando en el pasado avaló el 4,4%, es decir,
todavía menos. Y ya vimos la forma y la credibilidad con la que el
Gobierno operaba.


Nosotros consideramos que eso es posible. Creemos, como ya
se ha dicho aquí, que es un gran esfuerzo el que hay que realizar, y que
ese esfuerzo no ya condiciona la política económica del Gobierno sino que
es la política economía del Gobierno. Recuperar la estabilidad
presupuestaria es recuperar la credibilidad; y recuperar la credibilidad
supone esencialmente abaratar la financiación exterior de nuestra
economía y ser socios fiables dentro de la Unión Europea.


En cuanto a los argumentos que se han utilizado, permítanme
calificarlos de pancarteros en algunos casos. Han llegado al sadismo de
comparar las pensiones del año pasado, es decir, las pensiones que el
Partido Socialista y el Gobierno del señor Zapatero congeló, con las de
este año. Dicen que este año suben, pero menos de lo que parece que
suben, porque aumenta el impuesto sobre la renta, sobre todo sobre las
rentas altas.


No deja de ser una paradoja que ustedes todavía se
retuerzan sobre una historia que yo considero miserable: la historia
miserable de los últimos dos años de gobierno del Partido Socialista de
España. (Rumores y protestas en los escaños del Grupo Parlamentario
Socialista.) Le voy a decir por qué es miserable. Porque cuando se
cometen errores de bulto, errores graves, (Continúan los rumores y
protestas en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.) como los
que se han cometido llevando a España a la insolvencia dentro de la Unión
Europea, lo que hay que hacer es, primero, reconocerlo y, segundo,
convocar elecciones. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario
Popular en el Senado.) No se puede pretender que quien lideró el
despilfarro público diario, con programas que suponían tirar el dinero,
capitanee la austeridad porque, como se ha demostrado, eso no es verdad.
(Continúan los rumores y protestas en los escaños del Grupo Parlamentario
Socialista.)









Página
448




Todos los gobiernos de ustedes nos han dejado regalitos,
nos han dejado sorpresitas. Recuerdo que en la época del señor González,
el señor Solbes nos dijo a todos, al final, muy al final, que fuéramos
contratando planes privados de pensiones, porque ya no veía con capacidad
de pago a la Seguridad Social; entre otras cosas, porque él desconocía
las cuentas de la Seguridad Social. El regalito de esta vez: afirmaban
que se cumplía el objetivo del 6% de déficit para el pasado año, lo que
nos hubiera puesto en la senda de la estabilidad; pero el regalito es que
el déficit no ha sido del 6%, ha sido del 8,5, una desviación de dos
puntos y medio. (Protestas en los escaños del Grupo Parlamentario
Socialista.) Ese ha sido el regalito; porque, al final, el Gobierno había
asumido el control del déficit de las comunidades autónomas y de las
cooperaciones locales, y ese control no se realizó. (Continúan las
protestas en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.) Y la señora
ministra de Economía, la señora Salgado, desconocía lo que estaba
pasando.


La situación que hemos encontrado, la situación actual, es
peor de la que esperábamos. No nos vengan, por favor, con argumentos de
pancarta.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor UTRERA MORA: Termino, señor presidente.


Decía que no nos vengan con argumentos de pancarta, que son
fundamentalmente eso, para pedirnos ahora… La verdad es que no sé
lo que dicen: ¿que paralicemos este trámite y, al mismo tiempo, que
aprobemos los presupuestos y que se presenten por el Gobierno
inmediatamente? ¿Que gastemos más y que pidamos a la Unión Europea que
flexibilice lo que no se puede flexibilizar? En definitiva, ustedes sí
que recuerdan una historia que —vuelvo a repetirlo— es
miserable en muchos términos.


Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo
Parlamentario Popular en el Senado.—Rumores en los escaños del
Grupo Parlamentario Socialista.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Utrera.


Tiene la palabra el señor ministro.


El señor MINISTRO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
(Montoro Romero): Gracias, señor presidente.


Para finalizar el debate, quiero agradecer, por supuesto, a
todos los grupos políticos y a todos los intervinientes su toma de
posición.


Culmino este trámite de hoy en el Senado de España
afirmando, en primer lugar, que Europa, señorías, somos todos. No hay una
Europa que imponga cosas a los demás. Europa es España; y el proyecto del
Gobierno, desde luego, es estar en Europa, con sus instituciones, y
contribuir para que haya políticas europeas encaminadas a poner fin
cuanto antes a esta crisis económica que padece España, muy especialmente
en términos de pérdida de puesto de trabajo.


En segundo lugar, el ánimo del Gobierno es el rigor y la
estabilidad presupuestaria, junto a las reformas estructurales. Esas
reformas estructurales que necesita un país para modernizarse, en un
período como el que estamos atravesando; esas reformas estructurales
propias de un Estado de las Autonomías como el español, donde, por
supuesto, no hay responsables de déficit público diferentes de las
políticas que se lleven a cabo en sus diferentes territorios. Y la
responsabilidad, en todo caso, debe ser controlada, vigilada, por el
Gobierno de España y, en ese sentido, compartida.


Y en tercer lugar, señorías, el proyecto de presupuestos,
que vendrá a continuación, después de este trámite, implica un esfuerzo.
Es un proyecto ambicioso, difícil y realista para la sociedad española.
En ese terreno, quiero agradecer las valoraciones del Grupo Parlamentario
Popular, su apoyo y, en definitiva, su desarrollo en términos de programa
político para salir cuanto antes de esta crisis. (Rumores en los escaños
del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.) También quiero agradecer
el voto favorable de UPN, para aprobar y desarrollar sin fisuras un
proyecto cuyo camino nadie dice que sea fácil, insisto, pero es un camino
que vale la pena recorrer.


Sin embargo, no puedo compartir el espíritu de las
abstenciones, por muy constructivas que sean. Este es un momento que
requiere mayor firmeza. Si estamos empeñados en lo importante, dejemos de
lado lo particular. Si no dejamos de lado lo particular, señorías, no
alcanzaremos lo importante. Tengo la certeza de que en todos los
territorios de España hay un objetivo común: vencer la crisis del paro,
eso es lo que siente toda España. Y eso no va a depender de objetivos
particulares; no va a depender del qué hay de lo mío. No es este el
momento de responder qué hay de lo mío; al revés: hay que comprometerse









Página
449




con esos objetivos realmente ambiciosos, para conseguir
salir de esta crisis de una vez. Y estoy convencido de que los
Presupuestos Generales del Estado contarán con apoyo porque estarán
comprometidos con esos objetivos.


Acabo, señor presidente, expresándoles de la forma más
natural mi convicción más personal, si quieren, más íntima, de que pronto
saldremos de esta situación. Saldremos pronto de esta situación, si
hacemos lo que tenemos que hacer; si dedicamos nuestras energías,
nuestros empeños y también nuestras ilusiones a salir de esta situación y
a acabar con esta crisis. Ese es el desafío que tenemos ante nosotros, y
ese es el desafío al que está respondiendo con sus decisiones el Gobierno
de España.


Quiero agradecer a todos los grupos políticos su
colaboración en este empeño, que estoy seguro de que es la tarea, el
empeño y la finalidad de todos.


Gracias, señor presidente. (Aplausos en los escaños del
Grupo Parlamentario Popular en el Senado.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


Llamen a votación. (Pausa.)


Cierren las puertas.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 236; a favor, 154; en contra, 69; abstenciones, 13.


El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el acuerdo del
Gobierno. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el
Senado.)


3. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY


3.1. AUTORIZACIÓN DEL PLENO PARA LA TRAMITACIÓN EN LECTURA
ÚNICA DEL PROYECTO DE LEY ORGÁNICA POR LA QUE SE EXCLUYE DEL ÁMBITO DE
APLICACIÓN DE LA DISPOSICIÓN ADICIONAL DE LA LEY ORGÁNICA 3/2006, DE 26
DE MAYO, DE REFORMA DE LA LEY ORGÁNICA 5/2001, DE 13 DE DICIEMBRE,
COMPLEMENTARIA DE LA LEY GENERAL DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA, A
DETERMINADOS MECANISMOS DE FINANCIACIÓN.


(Núm. exp. 551/000002)


El señor PRESIDENTE: Punto tercero del orden del día:
Proyectos y proposiciones de ley.


Autorización del Pleno para la tramitación en lectura única
del proyecto de ley orgánica por la que se excluye del ámbito de
aplicación de la disposición adicional de la Ley Orgánica 3/2006, de 26
de mayo, de reforma de la Ley Orgánica 5/2001, de 13 de diciembre,
complementaria de la Ley General de Estabilidad Presupuestaria, a
determinados mecanismos de financiación.


La Mesa del Senado, oída la Junta de Portavoces en su
reunión del día de hoy, ha resuelto proponer al Pleno de la Cámara que
acuerde que el citado proyecto de ley orgánica se tramite directamente y
en lectura única, de conformidad con el artículo 129 del Reglamento del
Senado.


¿Acuerda la Cámara por asentimiento dicha propuesta?
(Asentimiento.)


Queda acordada la tramitación de la iniciativa mencionada
por el procedimiento de lectura única.


Se levanta la sesión.


Eran las catorce horas y quince minutos.