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DS. Senado, Pleno, núm. 22, de 18/06/2012
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1099




PLENO


PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PÍO GARCÍA-ESCUDERO
MÁRQUEZ


Sesión celebrada el lunes, 18 de junio de 2012


ORDEN DEL DÍA


1. ACATAMIENTO A LA CONSTITUCIÓN


1.1. Acatamiento a la Constitución del Excmo. Sr. D.
Enrique César López Veiga.


(Núm. exp. 500/000282)


2. ACTAS


2.1. Lectura y aprobación, si procede, del Acta de la
sesión anterior, celebrada los pasados días 5 y 6 de junio de 2012.


3. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY


3.1. DICTÁMENES DE COMISIONES


3.1.1. Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado
para el año 2012. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DE UN MES.


Comisión: Presupuestos


(Núm. exp. 621/000004)


4. CORPORACIÓN RTVE


4.1. ELECCIÓN DE MIEMBROS DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN


4.1.1. Elección de dos miembros del Consejo de
Administración de la Corporación RTVE.


Comisión: Nombramientos


(Núm. exp. 729/000001)



El debate continúa en el Diario de Sesiones número 23, del
martes, 19 de junio de 2012.










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1100




SUMARIO


Se abre la sesión a las doce horas y diez minutos.


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1. ACATAMIENTO A LA CONSTITUCIÓN


1.1. Acatamiento a la Constitución del Excmo. Sr. D.
Enrique César López Veiga


1104


El señor presidente informa a la Cámara de que el Excmo.
Sr. D. Enrique César López Veiga ha adquirido la condición plena de
senador al prestar acatamiento a la Constitución mediante documento
notarial. Además, renueva dicho acatamiento ante el Pleno.


2. ACTAS


2.1. Lectura y aprobación, si procede, del Acta de la
sesión anterior, celebrada los pasados días 5 y 6 de junio de 2012


1104


Se aprueba el acta.


3. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY


3.1. DICTÁMENES DE COMISIONES


3.1.1. Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado
para el año 2012. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DE UN MES.


Comisión: Presupuestos


1104


La señora Guerrero Rosado, presidenta de la comisión,
presenta el dictamen.


El señor ministro de Hacienda y Administraciones Públicas
(Montoro Romero) presenta el proyecto de ley.


Se inicia el debate de las propuestas de veto al proyecto
de ley.


El señor López García defiende la propuesta de veto número
1, del Grupo Parlamentario Socialista.


El señor Bel Accensi defiende la propuesta de veto número
8, del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió.


El señor Montilla Aguilera defiende la propuesta de veto
número 5, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya.


El señor Zubia Atxaerandio defiende la propuesta de veto
número 3, del Grupo Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV).


Se suspende la sesión a las catorce horas y treinta
minutos.


Se reanuda la sesión a las dieciséis horas y cinco
minutos.


El señor Mariscal Cifuenes defiende la propuesta de veto
número 1, del Grupo Parlamentario Mixto.


El señor Quintero Castañeda defiende la propuesta de veto
número 4, del Grupo Parlamentario Mixto, presentada por este senador y el
señor Zerolo Aguilar.









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1101




La señora Mendizabal Azurmendi defiende la propuesta de
veto número 2, presentada por esta senadora y los señores Aiartza Azurtza
y Unamunzaga Osoro, del Grupo Parlamentario Mixto.


El señor Guillot Miravet defiende la propuesta de veto
número 6, presentada por este senador y el señor Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya.


En turno en contra de las propuestas presentadas hace uso
de la palabra el señor Utrera Mora.


En turno de portavoces intervienen el señor Martínez
Oblanca y la señora Salanueva Murguialday, por el Grupo Parlamentario
Mixto; los señores Zubia Atxaerandio, por el Grupo Parlamentario Vasco en
el Senado (EAJ-PNV); Montilla Aguilera, por el Grupo Parlamentario Entesa
pel Progrés de Catalunya; Bel Accensi, por el Grupo Parlamentario Catalán
en el Senado Convergència i Unió; López García, por el Grupo
Parlamentario Socialista, y Utrera Mora, por el Grupo Parlamentario
Popular en el Senado.


Se procede a la votación.


Se rechaza la propuesta de veto número 7, del Grupo
Parlamentario Socialista, por 95 votos a favor, 158 en contra y 1
abstención.


Se rechaza la propuesta de veto número 8, del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió, por 96 votos a
favor y 158 en contra.


Se rechaza la propuesta de veto número 5, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, por 95 votos a favor, 158
en contra y 1 abstención.


Se rechaza la propuesta de veto número 1, del Grupo
Parlamentario Mixto, originariamente presentada por el señor Mariscal
Cifuentes, por 32 votos a favor, 158 en contra y 64 abstenciones.


Se rechaza la propuesta de veto número 4, del Grupo
Parlamentario Mixto, originariamente presentada por los señores Zerolo
Aguilar y Quintero Castañeda, por 31 votos a favor, 159 en contra y 64
abstenciones.


Se rechaza la propuesta de veto número 3, del Grupo
Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV), por 95 votos a favor y 159 en
contra.


Se rechaza la propuesta de veto número 2, del señor Aiartza
Azurtza, la señora Mendizabal Azurmendi y el señor Unamunzaga Osoro, del
Grupo Parlamentario Mixto, por 23 votos a favor, 159 en contra y 72
abstenciones.


Se rechaza la propuesta de veto número 6, de los señores
Saura Laporta y Guillot Miravet, del Grupo Parlamentario Entesa pel
Progrés de Catalunya, por 94 votos a favor, 158 en contra y 1
abstención.


4. CORPORACIÓN RTVE


4.1. ELECCIÓN DE MIEMBROS DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN


4.1.1. Elección de dos miembros del Consejo de
Administración de la Corporación RTVE.


Comisión: Nombramientos


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Efectuada la votación por papeletas, los señores don
Fernando Navarrete Porta y don José Manuel Peñalosa Ruiz obtienen 170
votos a favor. Se computan 84 votos en blanco y 1 voto nulo. Al no haber
alcanzado la mayoría requerida de dos tercios resulta de aplicación lo
dispuesto en el párrafo segundo del artículo 11.3 de la Ley 17/2006, en
la redacción dada por el Real Decreto-ley 15/2012, de 20 de abril, y, en
consecuencia, una vez transcurran 24 horas desde la primera votación, se
realizará una segunda votación.









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1102




3. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY (Continuación.)


3.1. DICTÁMENES DE COMISIONES


3.1.1. Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado
para el año 2012. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DE UN MES.
(Continuación.)


Comisión: Presupuestos


1154


Comienza el debate de las propuestas de veto a las
secciones.


El señor Sañudo Aja defiende la propuesta de veto a la
sección 12, enmienda número 1444, del Grupo Parlamentario Socialista. El
señor Chiquillo Barber consume un turno en contra.


El señor Díaz Tejera defiende la propuesta de veto a la
sección 13, enmienda número 1457, del Grupo Parlamentario Socialista. La
señora Franco González consume un turno en contra.


El señor Abad Benedicto defiende la propuesta de veto a la
sección 14, enmienda número 1443, del Grupo Parlamentario Socialista. El
señor Campoy Suárez consume un turno en contra.


El señor Lerma Blasco defiende la propuesta de veto a la
sección 15, enmienda número 1356, del Grupo Parlamentario Socialista. La
señora Angulo Martínez consume un turno en contra.


El señor Cascallana Gallastegui defiende la propuesta de
veto a la sección 16, enmienda número 1415, del Grupo Parlamentario
Socialista. El señor Aznar Fernández consume un turno en contra.


El señor Fernández Ortega defiende la propuesta de veto a
la sección 17, enmienda número 1477, del Grupo Parlamentario Socialista.
El señor Mateu Istúriz consume un turno en contra.


El señor Álvarez Areces defiende la propuesta de veto a la
sección 18, enmienda número 1655, del Grupo Parlamentario Socialista. El
señor Peral Guerra consume un turno en contra.


El señor Martínez-Aldama Sáenz defiende la propuesta de
veto a la sección 19, enmienda número 1344, del Grupo Parlamentario
Socialista.


SOLICITUD DE AUTORIZACIÓN AL PLENO DEL SENADO PARA
CONTINUAR EL DEBATE DEL ORDEN DEL DÍA, AL AMPARO DEL ARTÍCULO 77 DEL
REGLAMENTO DE LA CÁMARA


1171


Se aprueba la autorización por asentimiento de la
Cámara.


3. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY (Continuación.)


3.1. DICTÁMENES DE COMISIONES


3.1.1. Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado
para el año 2012. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DE UN MES.
(Continuación.)


Comisión: Presupuestos


1171


La señora Peris Jarque consume un turno en contra a la
propuesta de veto a la sección 19, enmienda número 1344, del Grupo
Parlamentario Socialista.


El señor Alique López defiende la propuesta de veto a la
sección 20, enmienda número 1300, del Grupo Parlamentario Socialista. El
señor Palacios Zuasti consume un turno en contra.









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1103




La señora Coves Botella y el señor Fidalgo Areda defienden
la propuesta de veto a la sección 23, enmienda número 1208, del Grupo
Parlamentario Socialista. El señor Aparici Moya consume un turno en
contra.


El señor Antich Oliver defiende la propuesta de veto a la
sección 25, enmienda número 1352, del Grupo Parlamentario Socialista. El
señor Peñarrubia Agius consume un turno en contra.


El señor Lertxundi Barañano defiende la propuesta de veto a
la sección 26, enmienda número 1368, del Grupo Parlamentario Socialista.
El señor Aguirre Muñoz consume un turno en contra.


El señor Lerma Blasco defiende la propuesta de veto a la
sección 27, enmienda número 1604. El señor Fernández de Moya Romero
consume un turno en contra.


El señor Ruiz Santos defiende la propuesta de veto a la
sección 60, enmienda número 1295, del Grupo Parlamentario Socialista. El
señor Fernández Sánchez consume un turno en contra.


Se suspende la sesión a las veintidós horas y diez
minutos.










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1104




Se abre la sesión a las doce horas y diez minutos.


El señor PRESIDENTE: Señorías, se abre la sesión.


1. ACATAMIENTO A LA CONSTITUCIÓN


1.1. ACATAMIENTO A LA CONSTITUCIÓN DEL EXCMO. SR. D.
ENRIQUE CÉSAR LÓPEZ VEIGA.


(Núm. exp. 500/000282)


El señor PRESIDENTE: Punto primero del orden del día:
Acatamiento a la Constitución. Acatamiento a la Constitución del
excelentísimo señor don Enrique César López Veiga.


De conformidad con lo dispuesto en el artículo 12 del
Reglamento del Senado se da cuenta a la Cámara que ha prestado
acatamiento a la Constitución, mediante documento notarial, el
excelentísimo señor don Enrique César López Veiga. En consecuencia, ha
adquirido la condición plena de senador, pero además se va renovar el
acatamiento a la Constitución.


Excelentísimo señor don Enrique López Veiga: ¿Juráis o
prometéis acatar la Constitución?


El señor LÓPEZ VEIGA: Sí, prometo.


El señor PRESIDENTE: Enhorabuena y bienvenido.
(Aplausos.)


2. ACTAS


2.1. LECTURA Y APROBACIÓN, SI PROCEDE, DEL ACTA DE LA
SESIÓN ANTERIOR, CELEBRADA LOS PASADOS DÍAS 5 Y 6 DE JUNIO DE 2012.


El señor PRESIDENTE: Punto segundo del orden del día:
Actas.


Lectura y aprobación, si procede, del acta de la sesión
anterior, celebrada los pasado días 5 y 6 de junio de 2012.


¿Alguna observación? (Denegaciones.)


¿Puede aprobarse por asentimiento? (Asentimiento.)


Queda aprobada.


Muchas gracias.


3. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY


3.1. DICTÁMENES DE COMISIONES


3.1.1. PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO
PARA EL AÑO 2012. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DE UN MES.


COMISIÓN: PRESUPUESTOS


(Núm. exp. 621/000004)


El señor PRESIDENTE: Punto tercero del orden del día:
Proyectos y proposiciones de ley. Dictámenes de comisiones.


Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para
el año 2012. Se tramita por el procedimiento de un mes en la Comisión de
Presupuestos.


Para la presentación del dictamen, tiene la palabra la
presidenta de la Comisión de Presupuestos, la senadora doña Petronila
Guerrero, por un tiempo de cinco minutos.


La señora GUERRERO ROSADO: Buenos días.


Señor presidente, señorías, me corresponde el honor de
haber sido designada para presentar a la Cámara el dictamen de la
Comisión de Presupuestos del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales
del Estado para el año 2012.


Este proyecto de ley tuvo entrada en el Senado el pasado
día 29 de mayo, siendo publicado en el Boletín Oficial de las Cortes
Generales en la misma fecha y tramitándose por el procedimiento de un
mes.


El plazo de presentación de enmiendas finalizó el día 4 de
junio del año 2012.









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1105




La Comisión de Presupuestos se reunió los días 30 de mayo y
12 de junio al objeto de designar la ponencia que había de informar el
proyecto de ley, así como para celebrar las comparecencias solicitadas
por los grupos parlamentarios para informar en relación con el proyecto
de ley que nos ocupa.


A este proyecto de ley, señorías, se han formulado 8
propuestas de veto: la número 1, del señor Mariscal Cifuentes, del Grupo
Parlamentario Mixto; la número 2, de la señora Mendizabal Azurmendi y de
los señores Unamunzaga Osoro y Aiartza Azurtza, del Grupo Parlamentario
Mixto; la número 3, del Grupo Parlamentario Vasco en el Senado; la número
4, de los señores Zerolo Aguilar y Quintero Castañeda, del Grupo
Parlamentario Mixto; la número 5, del Grupo Parlamentario Entesa pel
Progrés de Catalunya; la número 6, de los señores Guillot Miravet y Saura
Laporta, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya; la
número 7, del Grupo Parlamentario Socialista, y la número 8, del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió.


Asimismo, se han presentado 2552 enmiendas, de las cuales
35 implican impugnación completa de una sección y han sido presentadas
por el señor Mariscal Cifuentes, del Grupo Parlamentario Mixto; 11
impugnaciones, a las secciones 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 26 y
27; los señores Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo Parlamentario
Entesa pel Progrés de Catalunya, 2 impugnaciones a las secciones 8 y 15;
del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, 8 impugnaciones,
a las secciones 2, 15, 17, 18, 19, 23, 26 y 27; y del Grupo Parlamentario
Socialista, 14 impugnaciones, a las secciones 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18,
19, 20, 23, 25, 26, 27 y 60.


En relación con el resto de las enmiendas presentadas,
corresponden al señor Mariscal Cifuentes, del Grupo Parlamentario Mixto,
de la número 1 a la 433; al señor Martínez Oblanca, del Grupo
Parlamentario Mixto, de la número 434 a la 451; a los señores Zerolo
Aguilar y Quintero Castañeda, del Grupo Parlamentario Mixto, de la número
538 a la 619; a los señores Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, las números 1203 y 1204;
al señor Eza Goyeneche, a la señora Salanueva Murguialday y al señor
Yanguas Fernández, del Grupo Parlamentario Mixto, de la número 2466 a la
2476; al Grupo Parlamentario Vasco en el Senado, de la número 452 a la
537; al Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, de la número
620 a la 1202, de la 1205 a la 1207 y de la 1852 a la 1856; al Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió, de la número 1857
a 2465 y de la 2543 a 2545; al Grupo Parlamentario Socialista, de la 1208
a la 1851 y la 1552; al Grupo Parlamentario Popular en el Senado, de la
2477 a la 2542 y de la 2547 a la 2551; y al señor Eza Goyeneche y señora
Salanueva Murguialday, del Grupo Parlamentario Mixto, la enmienda 2546.
Fueron retiradas un buen número de enmiendas y las números 64 y 76.


Finalmente, el día 12 de junio, la ponencia emitió informe,
por el que se acordaba incorporar las enmiendas presentadas por el Grupo
Parlamentario Popular y la número 2546, del Grupo Popular y del Grupo
Mixto, así como la inclusión de 14 propuestas aportadas por el Grupo
Parlamentario Popular en la misma reunión de la ponencia con los votos a
favor del Grupo Popular y los votos en contra del Grupo Mixto, Grupo
Vasco, Entesa pel Progrés de Catalunya, Grupo Parlamentario Catalán en el
Senado y Grupo Socialista.


A este respecto, señor presidente, he de decir que he
remitido escrito a la Mesa de la Cámara, como presidenta de la Comisión
de Presupuestos, rogando que se emita un dictamen, un pronunciamiento que
aclare el procedimiento a seguir en el caso, como este, de enmiendas
presentadas a la ponencia sin haber pasado por la Mesa de la Cámara,
pensando, sin lugar a dudas, en el mejor desarrollo del próximo debate de
los Presupuestos Generales del Estado para el año 2013. No obstante, ese
mismo día la comisión dictaminó el proyecto de ley y acordó aceptar como
dictamen el texto propuesto por la ponencia.


Por último, para su debate ante el Pleno se han formulado
11 votos particulares: el de la señora Mendizabal Azurmendi y de los
señores Unamunzaga Osoro y Aiartza Azurtza, del Grupo Parlamentario
Mixto, por el que mantienen su propuesta de veto número 2; de los señores
Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo Parlamentario Entesa pel
Progrés de Catalunya, por el que mantienen su propuesta de veto número 6;
de los señores Guillot Miravet y Saura Laporta, del Grupo Parlamentario
Entesa pel Progrés de Catalunya, por el que mantienen sus impugnaciones a
las secciones 8 y 15, con números de enmienda 1203 y 1204; el del Grupo
Parlamentario Mixto, por el que se mantiene sus propuestas de veto
números 1 y 4, y sus enmiendas de la 1 a la 451, de la 538 a la 619 y de
la 2466 a la 2476; el del Grupo Parlamentario Vasco en el Senado por el
que mantiene su propuesta de veto número 3 y sus enmiendas de la 452 a la
537; el del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya por el
que mantiene sus enmiendas de la 620 a la 1202, sus impugnaciones a las
secciones 2, 15, 17, 18, 19, 23, 26 y 27 y su propuesta de veto número 5;
el del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió, que









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mantiene todas las enmiendas presentadas y su veto número
8; y el del Grupo Parlamentario Socialista, por el que mantiene todas las
enmiendas presentadas, así como el veto número 7 y los particulares a las
secciones.


Señor presidente, con estas palabras creo haber resumido la
tramitación parlamentaria llevada a cabo por la Comisión de Presupuestos
del Senado en relación con el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales
del Estado para el año 2012.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Guerrero.


En nombre del Gobierno, para la presentación de los
presupuestos, tiene la palabra el señor ministro de Hacienda y
Administraciones Públicas.


El señor MINISTRO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
(Montoro Romero): Gracias, señor presidente.


Señora ministra, señorías, celebramos la presentación del
debate de los Presupuestos Generales del Estado correspondientes al año
2012 en un momento crítico, en un momento crucial de la economía
española; y lo hacemos hoy, lunes, después de que en parte de Europa
―en Francia y en Grecia― se hayan celebrado elecciones que
configurarán las Cámaras y de las que también en el caso de Grecia nacerá
un Gobierno; por tanto, celebramos este debate después de que parte de
Europa se haya pronunciado en términos políticos en claves electorales y
la parte de Europa que se pronunció ayer, domingo, lo hizo claramente por
Europa y por el euro, por lo que tenemos que celebrar que ese sea el
marco de referencia donde el Senado de España acomete el debate de los
Presupuestos Generales del Estado para el año 2012. Por tanto, es un día
significativo e importante, clarificador de los esfuerzos que estamos
haciendo los europeos en la construcción de un proyecto de integración
política como el que está detrás de la moneda única.


Sin embargo, también es una mañana ―y tenemos que
identificarlo así― donde la presión de los mercados sigue
insistente sobre nosotros; los mercados financieros no relajan la presión
sobre Europa ni sobre España. Esto quiere decir que siguen las dudas,
señorías, que persisten dudas en el ámbito de la construcción de Europa
sobre el presente y el futuro del euro; que persisten dudas sobre la
capacidad de recuperación de la economía española y a esas dudas hay que
responder desde los ámbitos europeos y desde el ámbito español, desde el
ámbito del Senado de España, con políticas que sean claras, contundentes,
respuestas de firmeza a las dudas que siguen presionando y existiendo en
esos mercados. El mensaje general para despejar esas incertidumbres no
debe ser otro que despejar la incertidumbre sobre la continuidad del
euro, y eso significa apostar por la estabilidad presupuestaria; y eso
significa apoyar las reformas estructurales que hagan más competitivo a
nuestro país; y eso significa apoyar también el desarrollo de
instituciones políticas europeas, como es la unión bancaria, como es la
unión fiscal, como es la unión política, que debemos buscar conjuntamente
con el desarrollo del proyecto de la moneda única y de Europa. Esa es la
solución a la crisis económica. Y también lo es contar con la
financiación adecuada, financiación que tiene que venir a partir de una
mayor integración europea, contar con instituciones como el Banco Central
Europeo, que debe responder con toda firmeza, con toda fiabilidad a esas
presiones de mercados que todavía intentan obstaculizar el desarrollo del
proyecto común del euro.


Por tanto, señorías, quiero dejar bien claro cuál es la
postura del Gobierno ante esta situación. Y la postura del Gobierno
español es más Europa; la postura del Gobierno español es más euro; la
postura del Gobierno español son más reformas estructurales; la postura
del Gobierno español es más apuesta por la estabilidad presupuestaria,
por la estabilidad económica, porque no hay otra salida para una crisis
de esta envergadura como la que estamos viviendo, señorías.


Esto es lo que estamos tratando cuando abordamos una ley
tan sustancial como la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el
año 2012, y debemos hacerlo con la confianza, con la convicción de que
tenemos a Europa con nosotros. Debemos hacerlo con la confianza y la
convicción de que estos presupuestos ya se amparan en una Ley de
Estabilidad Presupuestaria para España. Debemos hacerlo con la confianza
y la convicción de que estos meses han servido para hacer reformas
estructurales en nuestro país —vigentes ya—, como es la
reforma del mercado laboral, que han permitido modernizar el ámbito de
las relaciones laborales, acercarnos a los parámetros de esas relaciones
laborales en los países desarrollados y, por supuesto, en los países que
conforman nuestro ámbito natural, los de la zona euro.









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Este presupuesto se presenta junto a un proyecto de
reestructuración, de reforma del sector bancario español, que va a
recibir una línea de financiación especial procedente de la Unión
Europea, decidida por el Eurogrupo, que servirá para sanear los balances
bancarios, para que podamos recuperar el crédito bancario cuanto antes y
podamos financiar a quienes nos tienen que sacar de la crisis, que no son
otros que los emprendedores, la pequeña y mediana empresa, los autónomos
de nuestro país, las empresas en general y también la recuperación del
crédito a las familias para sostener un crecimiento económico que
aspiramos todos a que sea creador de empleo.


Estos presupuestos, señorías, sirven para abrir esa puerta
de la recuperación económica y de la creación de empleo, y lo hacen,
además, desarrollando en paralelo lo que desde el Gobierno hemos
concretado como un plan de proveedores —que ya ha funcionado en el
pago a los proveedores de las administraciones locales en nuestro
país—, abonando facturas por valor de más de 9300 millones de
euros, y acometiendo —en estos días en que debatimos en la Cámara
el Proyecto de Ley de Presupuestos— en el último día de este mes de
junio y días sucesivos el pago de 17 700 millones de euros para pagar a
proveedores de comunidades autónomas, incorporando, por tanto, una
financiación muy especial —y muy necesitada— a decenas de
miles de pequeñas y medianas empresas, a decenas de miles de autónomos
—también a grandes empresas españolas y multinacionales— que
son proveedoras de nuestras administraciones públicas. En suma, haciendo
un país más fiable, más seguro, mejor financiado, como tiene que ser, a
través de la programación de estos presupuestos del Estado.


Estos presupuestos, señorías, se construyen sobre el eje de
la austeridad, no podía ser de otra manera; se construyen sobre el eje de
la reducción del gasto público, de la reducción del programa de gasto de
las administraciones públicas para el ejercicio 2011; se construyen con
el espíritu, con el ánimo, de recuperar cuanto antes el equilibrio
presupuestario, la estabilidad presupuestaria como principio básico del
euro y de la Unión Europea, y como principio básico de funcionamiento de
nuestras administraciones públicas. Necesitamos reducir el déficit
público cuanto antes, porque, de otra manera, no evitaremos que las
administraciones públicas reclamen crédito financiero, crédito bancario
para su desarrollo, cuando ese crédito debe destinarse a la financiación
de los creadores de empleo, de los autónomos y de la pequeña y mediana
empresa, que están actuando en nuestro país e internacionalizando sus
actividades. Esta es la premisa: nos conviene reducir el déficit público,
señorías, nos conviene reducir el nivel gasto público, y estos son
presupuestos fuertemente comprometidos con el objetivo de reducción. Así,
recogen una reducción en el gasto de los ministerios que conforman la
Administración general del Estado del orden del 17% sobre los
presupuestos anteriores. Una inyección de austeridad, una renuncia a
gastar, que se hace de forma ponderada y equilibrada en las grandes áreas
financiadas por el Estado.


La reducción de gasto es equilibrada —insisto—
porque equilibrada debe ser la ponderación de costes para salir de esta
crisis económica. E igualmente, los presupuestos se apoyan en subidas
tributarias en nuestro país, como el recargo provisional, el gravamen
especial en el IRPF o la subida del IBI; o las subidas, por otra parte,
en la imposición tributaria sobre sociedades, algunas de ellas de
carácter estructural, que evitarán que se repitan situaciones como el
exceso de endeudamiento financiero de nuestras empresas, ya que ahora no
tendrán la motivación de desgravarlo en su impuesto sobre sociedades, y
que garantizarán, al mismo tiempo, un nivel de recaudación que haga que
las grandes corporaciones empresariales de nuestro país contribuyan a
financiar los servicios públicos en un momento de crisis presupuestaria
como la que estamos atravesando.


Se trata, pues, señorías, de hacer una política
presupuestaria austera, una política presupuestaria comprometida con la
reducción del déficit público, cierto; pero, al mismo tiempo, una
política presupuestaria que no profundice más la recesión económica que,
desafortunadamente, estamos padeciendo en nuestro país. Este es el
equilibrio: ser austeros en el gasto, subir impuestos, hacerlo
equilibradamente, de manera social y con un reparto ponderado de los
costes sociales de la superación de la crisis; pero, al mismo tiempo, sin
agravar más una situación económica ya suficientemente frágil como la que
está viviendo nuestro país. Una situación procedente del ámbito europeo,
sin duda, y tiene que ver con él; pero, en el caso de España, esta
situación se ve agravada por la restricción crediticia que estamos
viviendo. Por eso es tan importante acometer la reestructuración bancaria
en nuestro país: porque, sin ella, no tendremos suficiente crédito para
financiar nuevas inversiones y para financiar el empleo. Por tanto, el
desafío es hacer políticas presupuestarias austeras, comprometidas con la
reducción del déficit público, pero que no agraven la situación de
recesión económica. Obviamente, también tenemos que hacer unos
presupuestos que cumplan con el escenario europeo. Estamos sometidos a
las reglas europeas; estamos sometidos a los reglamentos de corrección
del déficit excesivo en España. Esto es algo que todas sus señorías









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1108




conocen y son conscientes de ello todos los grupos
políticos. Cuando se habla de si España está condicionada o no por ese
nuevo crédito, por el acceso a la financiación del sector bancario en
nuestro país, Hay que decir que por lo que está condicionada España es
por el cumplimiento de la corrección de los procedimientos de déficit
excesivo. Eso es lo que nos está condicionando y nos está obligando a los
españoles; unos procedimientos que están en vigor, por cierto, desde el
año 2009. El déficit público de España se desbocó, se precipitó en una
política desafortunada del Gobierno anterior tratando de corregir la
falta de equilibrio de la economía española, en concreto la pérdida de
actividad económica, con más gasto público, lo que trajo como
consecuencia un aumento exponencial de la deuda pública: en poco más de
dos ejercicios, el total de deuda pública sobre le PIB se duplicó en
nuestro país. Eso tiene mucho que ver hoy con las dudas de los mercados
sobre España, y tiene que ver también con un proyecto de presupuestos que
lo que pretende es atajar, cortar, esos incrementos de deuda pública,
puesto que está más que comprobado que con esos incrementos no salimos de
esta crisis económica, señorías.


Ya sé que algunos de ustedes son especialistas en lo
contrario, ya lo sé, señorías. (Rumores). Pero esa es la propiedad y la
capacidad de la política en democracia. Más experiencia de gasto, más
experiencia de deuda, más experiencia de endeudamiento del sector
público, de eso vamos sobrados en España, señorías, y ya hemos comprobado
que eso lo que trae es más paro, más pobreza, destruye la imagen de
España en Europa y en el mundo, y desalienta, por tanto, las inversiones
internacionales. Esa es la realidad que propiciaron quienes hicieron en
su momento políticas que nos condujeron a esta situación, y esas son las
políticas a las que el actual Gobierno de España trata de aportar
correcciones: las políticas de endeudamiento excesivo, de incurrir en
déficits públicos elevados, que lo que hacen es mermar nuestra capacidad
de crecimiento económico. Ustedes conocen todos los proyectos de
reducción del gasto público, y yo quiero insistir en que, aun siendo
algunos de ellos dolorosos —lo son, sin duda alguna—, son
imprescindibles, son útiles para la recuperación económica de España. Sin
austeridad, no tendremos ninguna recuperación económica y será
materialmente imposible volver a crear empleo a corto plazo en nuestro
país. Gobernar es elegir, y gobernar es renunciar: renunciar a gastar.
Podríamos poner muchos ejemplos contenidos en este proyecto de
presupuestos. A lo que aspiro, y se lo pido a todos los grupos de la
Cámara, es a que tengan la grandeza política que ya expresé una vez: que
dejen de mirarse a sí mismos, que dejen de plantear cuestiones
territoriales que son importantes —¡claro que lo son!—, que
son sensibles —¡cómo lo vamos a dudar!—, pero no para este
momento, que es el momento de hacer un proyecto común, y no de mantener
demandas territoriales concretas, porque se está lanzando una imagen de
España equivocada, inconveniente en un momento como el que estamos
atravesando. Este es el planteamiento.


Afortunadamente, y a diferencia de lo que les ocurre a
nuestros socios europeos, en España el Gobierno está sustentado por una
mayoría política muy clara; una mayoría que da estabilidad política a
nuestro país; una mayoría que permite llevar adelante proyectos como
estos Presupuestos Generales del Estado, fuertemente comprometidos con la
austeridad y con la corrección del déficit público; una mayoría social,
que sustenta los proyectos del Gobierno que nos tienen que abrir las
puertas de la esperanza para acabar cuanto antes con una crisis económica
tan dura, tan lacerante en términos de pérdida de puestos de trabajo,
señorías. Ese es el valor político de esta Cámara, ese es el valor
político de los grupos que sustentan al Gobierno, de los que nace el
Gobierno, en definitiva, como ocurre en la democracia española, al ser un
sistema parlamentario. Y eso es lo que da seguridad y fiabilidad a toda
la sociedad española en momentos de marcada incertidumbre como los que
estamos atravesando. Ese es el pretexto, la gran justificación de estos
Presupuestos Generales del Estado para el año 2012.


En este punto hay que hacer una precisión. Estos
presupuestos los estamos debatiendo en el mes de junio —ya ha
pasado la mitad de este mes— en el Senado; pero, en realidad, los
presupuestos, en términos de límites de gasto, se están aplicando desde
el mismo comienzo de año, puesto que estos presupuestos traducen a la
realidad, al límite presupuestario de gasto que aprobará esta Cámara, lo
que fue ya el Acuerdo de no Disponibilidad del Consejo de Ministros, con
el que comenzamos esta legislatura y que fue el objeto del primer Consejo
de Ministros, celebrado a finales del mes de diciembre; exactamente, el
30 de diciembre del año 2011. Por tanto, los presupuestos no llegan
tarde; llegan en el momento en el que hemos podido hacerlos, cuando
teníamos ya el objetivo de crecimiento económico expresado por la
Comisión Europea. No llegan tarde en lo más importante, en lo más
sustancial: el límite de gasto del Gobierno ya se está adecuando a la
realidad de estos presupuestos; y buena parte de las decisiones en
materia tributaria, la gran mayoría, ya están adoptadas, ya están
vigentes, a través de sendos decretos leyes, refrendados por el Congreso
de los Diputados. Por tanto, no estamos ante unos presupuestos









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tardíos, señorías; estamos ante unos presupuestos que, eso
sí, nos han permitido promover que todas las administraciones
territoriales de España, que las comunidades autónomas, las corporaciones
locales, adecuen su proyecto de presupuestos de 2012 a la realidad del
presupuesto que se examina hoy definitivamente en el Senado, y que el
objetivo de déficit público que se marca en este presupuesto se traduzca
en los diferentes niveles de administración territorial de España. Esa es
la gran ventaja de hacer estos presupuestos, señorías: la ventaja de
arrastrar al sector público de nuestro país en su conjunto; un sector
público comprometido con la corrección del déficit público, en coherencia
con la aplicación, con la vigencia, del Estado de las autonomías en
España; esto es lo importante, esa es la virtualidad de estos
presupuestos.


Por eso, permítanme que les diga que no deja de ser
paradójico que algunos grupos políticos vayan a defender en esta Cámara
vetos a estos presupuestos, cuando, en realidad, se corresponde con los
presupuestos que están aplicando las comunidades autónomas donde
gobiernan. (Rumores). Pero, bueno, esto ya lo explicarán ustedes mejor
que yo, porque ya les digo que a mí me resulta por lo meno chocante; pero
esto es la democracia y esa es la capacidad de los grupos políticos de
explicarse al respecto. En el Consejo de Política Fiscal y Financiera
tienen en cuenta una posición, la del gobierno común —no ya la del
Gobierno de España, sino la que estamos ejerciendo en el gobierno
común— y en el ejercicio de la realidad de la ejecución del
presupuesto de las comunidades autónomas van de la mano del Gobierno de
España, de la mano de verdad, de la mano del Gobierno de España que apoya
la materialidad de los gastos de esas administraciones territoriales;
pero, después, seguro que subirán a la tribuna a presentar un veto por
esto o por aquello. Por mi parte, les pido a todos la máxima coherencia
en un momento como el que estamos atravesando. Sobre todo, cuando,
además, el Gobierno de España se está haciendo cargo del Plan de
proveedores que hará que las comunidades reciban el pago de los
proveedores. No todas, porque no todas se han presentado: Galicia y las
haciendas forales no se presentaron a ese Plan de proveedores; pero el
resto, están todas en ese plan que, como antes he descrito, atenderá a la
financiación de créditos pendientes por parte de las comunidades
autónomas en una magnitud de 17 700 millones de euros; eso lo está
haciendo el Gobierno de España. Ya me contarán ustedes cómo vetan
presupuestos que lo que hacen es materializar los procedimientos que
llevan adelante la corrección de ese tipo de situaciones. Pero, en fin,
yo les escucharé atentamente sus argumentos políticos. De todos modos, ya
les digo que, en este momento, en el momento que estamos atravesando, lo
ideal sería, señorías, que retiraran esos vetos porque no tienen ningún
sentido económico ni político. Lo que debemos hacer es estar todos juntos
en este momento; no después, cuando se hacen los debates de control
político del Gobierno, levantándose de los escaños para hacer ofertas
políticas genéricas que dicen: estamos con el Gobierno, queremos pactos
políticos; porque, luego, a la hora de la verdad, lo único que encuentra
el Gobierno son obstáculos, son dificultades, por parte de los grupos
políticos de la oposición. Nunca coinciden con el Gobierno en nada
esencial de lo que está desarrollando a lo largo de esta legislatura.
Esta mañana sería un buen momento para cambiar actitudes; para adoptar
realmente, en momentos de extrema dificultad como los que estamos
viviendo, una actitud política mucho más constructiva que favorezca
cuanto antes la recuperación económica de España en su conjunto; para que
podamos tener más actividad, para que podamos financiar de manera más
segura nuestros servicios públicos y podamos generar confianza y lealtad
ante las instituciones europeas, ante nuestros socios europeos y ante los
inversores internacionales del mundo.


Señorías, acabo como empecé. Estos presupuestos vienen hoy
a la Cámara como resultado de lo que fueron unas elecciones generales
anticipadas. Pero no vienen de forma tardía: vienen cuando hemos
desarrollado el procedimiento normal propio de nuestra democracia,
teniendo en cuenta los planteamientos de las instituciones europeas.
Vienen con la seguridad y con la fiabilidad de se presentados en paralelo
con la aplicación de los presupuestos de las administraciones
territoriales de España, que, a través de sus órganos de Gobierno, han
determinado ya conjuntamente con el Gobierno de España, en el Consejo de
Política Fiscal y Financiera, sus objetivos de corrección del déficit
público para el ejercicio 2012. Vienen con la marca, con la severidad, de
ser unos presupuestos austeros; pero, sobre todo, unos presupuestos
comprometidos con la sostenibilidad financiera de nuestros servicios
públicos fundamentales, con la sostenibilidad financiera del Estado del
bienestar, señorías. Estos presupuestos, que apuestan por la austeridad y
por la responsabilidad, son los presupuestos que tienen que cimentar la
salida, la solución de la crisis que estamos experimentando en nuestro
país. También son los presupuestos las instituciones europeas esperan de
nosotros: unos presupuestos comprometidos con la corrección del déficit
público, pero sin ahondar la recesión económica de nuestro país. Unos
presupuestos, por tanto, dirigidos a frenar









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esta depresión económica y a abrir las puertas, las
posibilidades, al crecimiento económico y a la creación de empleo.


Quiero acabar, señorías, dejando una idea muy clara en el
ambiente de la Cámara: vamos a cumplir con Europa, vamos a cumplir con
los ciudadanos españoles; eso es lo que significa, en suma, cumplir con
los objetivos de déficit público que están marcados para España. El
Gobierno de España ha elegido un camino: el camino de la responsabilidad.
Sabemos que no es un camino fácil, sabemos que no será un camino
accesible a veces, que no será un camino sin dificultades. Pero sabemos
que ese es el camino que nos va a permitir llegar cuanto antes al
objetivo que constituye la aspiración de la sociedad española: volver a
crecer, volver a crear empleo, que las administraciones públicas sean
motor e impulso de desarrollo de la sociedad civil, volver a la España
que lideró y fundó el proyecto del euro, y, con su fundación, promovió el
crecimiento económico creador de empleo más importante de la historia de
España.


Muchas gracias, señor presidente. (Fuertes y prolongados
aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


Señorías, vamos a pasar a continuación al debate de las
propuestas de veto al proyecto de ley. Saben ustedes que hay ocho
propuestas de veto presentadas, que se defenderán individualmente.
Posteriormente, habrá un único turno en contra; a continuación, un turno
de portavoces; y, finalmente, habrá una votación separada de las
propuestas de veto. Después de esa votación, se procederá a la votación
de la elección de los miembros del Consejo de Administración de
Radiotelevisión Española, que, como saben, se realizará mediante
llamamiento individual y con papeleta. Y, como ya les habrán dicho los
portavoces, les informo de que, a partir de mañana, las votaciones se
producirán agrupadamente no antes de la una del mediodía y de las ocho de
la tarde.


Pasamos, por tanto, al debate de las propuestas de veto. La
presentación de estas propuestas se va a realizar de mayor a menor.


Para la presentación de la propuesta del veto número 7, del
Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el senador López García,
por un tiempo de treinta minutos.


El señor LÓPEZ GARCÍA: Gracias, señor presidente.


Señor ministro, el Grupo Parlamentario Socialista ha
presentado un veto porque creemos sinceramente que este presupuesto es
una mala herramienta para contribuir —y digo contribuir— a
resolver los graves problemas de la economía española, en los que, aquí
sí, coincidimos todos.


A esa expresión cifrada de la voluntad política del
Gobierno se han presentado, como usted señalaba, ocho vetos. Es verdad
que ustedes están instalados en una amplia y cómoda mayoría
parlamentaria, pero hay ocho vetos en los que se da la coincidencia
—aunque no haré yo de portavoz de cada uno de ellos,
obviamente—, por unas u otras razones, de que este presupuesto no
es una buena herramienta para contribuir a orientar la salida de esta
grave crisis que tenemos en España. (Rumores).


Pueden seguir instalados en su mayoría y despreciar todas
las apreciaciones y alternativas de los diferentes grupos de la
oposición; pueden mostrarse como autistas a todo, están en su derecho.
Pero sería bueno que tuvieran algún gesto de humildad y reconsideraran lo
que ha ocurrido en la tramitación parlamentaria en el Congreso de los
Diputados, donde se han aceptado tres enmiendas, que eran absolutamente
irrelevantes. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señorías, por favor, guarden
silencio.


El señor LÓPEZ GARCÍA: Antes de explicar las razones por
las que el Grupo Parlamentario Socialista ha planteado este veto me van a
permitir que haga una consideración.


Le decía que somos plenamente conscientes de la gravedad de
la situación económica que atraviesa el país, y seremos, como siempre
hemos sido, leales con España y con los españoles. Y vamos a ser leales
con España y con los españoles cuando coincidamos con el Gobierno y
también cuando discrepemos de él. Hemos coincidido con el Gobierno, como
usted ha señalado anteriormente, en la primera reforma financiera, y en
el decreto de pago a proveedores. No hemos coincidido en la Ley de
Estabilidad Presupuestaria, después de haber consensuado el cambio en la
Constitución, porque ustedes han hecho una interpretación maximalista,
errática desde nuestro punto de vista, en un momento en el que es
necesario algún margen de maniobra; cuando la Unión Europea se plantea un
déficit estructural del 0,5 ustedes van radicalmente al 0, precisamente
los que estamos en mejores condiciones nos









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podemos permitir llevar las cosas a ese extremo; ahí no
hemos coincidido. Pero eso no significa deslealtad con el Gobierno ni,
por supuesto, con los españoles: es una percepción, un punto de vista,
que va en la dirección de mejorar las cosas.


Es verdad que ustedes interpretarán que somos leales solo
cuando coincidamos con ustedes. Créanme si les digo que estamos muy
convencidos de que la lógica de cuanto peor, mejor, no es en ningún caso
la lógica sobre la que queremos construir el trabajo de la oposición
política del Partido Socialista. Queremos ser una oposición útil, y no
tenemos ningún interés en zarandear al Gobierno, como les gustaba a
ustedes hacer en su etapa de oposición, en esa borrachera demagógica que
tuvieron durante tanto tiempo. (Aplausos.). No queremos, en ningún caso,
tener éxito partidista sobre el sufrimiento de los ciudadanos. Tenga la
certeza de que tenemos un sentido de la lealtad radicalmente diferente
del que expresaba usted en mayo de 2010, cuando trataba de convencer a la
portavoz de Coalición Canaria de que votara en contra de las medidas del
Gobierno; un sentido de la lealtad radicalmente distinto.


Segunda consideración. Naturalmente, no pedimos milagros al
presupuesto, conocemos sus limitaciones. Pero creemos que tiene que ser
un presupuesto coherente; coherente es una condición necesaria, aunque no
suficiente. Usted ha hablado de Europa, nosotros estamos convencidos
ahora, y también lo estábamos antes —ustedes, no—, de que la
salida de los problemas que tenemos pasa necesariamente por más Europa.
Por tanto, el presupuesto es una condición necesaria, aunque no
suficiente, porque en Europa se tienen que hacer muchas cosas; y nos
alegramos de que acaben descubriendo que por ahí pasa una buena parte de
la solución de los problemas de España y del resto de Europa; nos
alegramos de que se aproximen a nuestras posiciones. Ha quedado de
manifiesto cuál es la debilidad de la arquitectura institucional con la
que se creó la moneda única, por expresarlo de forma sencilla: no había
parque de bomberos ante situaciones de emergencia, ante situaciones de
crisis, máxime si la crisis era asimétrica y no afectaba a todos los
países de la Unión Europea, es decir, a los más periféricos y no a los
centrales. Cedimos soberanía cuando se creó la moneda única,
conscientemente, porque estábamos convencidos de que era un buen camino.
Pero ahora, que toca remar con todas nuestras fuerzas para que la
corriente de los especuladores no nos arrastre allá donde no tenemos que
ir, nos encontramos con una mano atada a la espalda y, naturalmente,
pedimos que el Banco Central Europeo tenga otro papel y otra función que
no sea solo la de control de la inflación, que tenga capacidad de
favorecer políticas de estímulo y de crecimiento. Afortunadamente, hay
más países de la Unión Europea que abogan por que se vaya en esa
dirección. Ayer citaba usted los resultados de las elecciones en Grecia,
que parcialmente tranquiliza; y ahí está el resultado de las elecciones
en Francia, con un éxito de los socialistas que refrendaba el anterior
del presidente de la República. Tenemos que ser capaces de financiarnos a
un coste razonable, y eso exige cambiar el papel del Banco Central
Europeo: avanzar hacia la mutualización de la deuda, avanzar hacia el
Banco Europeo de Inversiones. Y les pedimos que, cuanto antes mejor,
apoyen la implantación de la tasa sobre las transacciones financieras
internacionales, que pueda permitir un flujo de ingresos, canalizados a
través del Banco Europeo de Inversiones, que permitan a su vez la
financiación de planes de infraestructuras, de energía, de empleo para
jóvenes; en definitiva, hacer políticas de estímulo del crecimiento.


Europa está hoy en una encrucijada que no tiene más remedio
que despejar —si no es el ser o no ser— por la vía del
crecimiento, por la vía de superar las políticas de solo austeridad y,
desde luego, por la vía de la integración que nos conduzca a una Europa
federal. Pero la derecha europea tiene que convencerse de que tiene que
cambiar la música, que solo con recortes y solo con ajustes no salimos de
esta situación. Lo que pedimos a Europa ha de ser coherente con lo que
este presupuesto tiene que ofrecer, y este presupuesto carece de una
estrategia de crecimiento para hacer posible que la herramienta que el
Gobierno tiene en su mano —que tiene la capacidad que tiene, que no
es infinita, que tiene la capacidad de hacer cosas mediante la toma de
decisiones que el presupuesto conlleva— sea coherente con lo que
estamos pidiendo a la Unión Europea en su conjunto. La recesión, señor
Montoro, es el principal enemigo del déficit público, también de la
solvencia del sistema financiero, que sabe usted que es un agujero
dinámico: cuanto más se profundice en la recesión, peor será la situación
del sistema financiero. Por supuesto, lo es del sostenimiento de las
políticas sociales, que para nosotros son indiscutibles; e, igualmente,
de la capacidad del país de pagar la deuda, la pública y la privada, y
sabe usted que la privada es bastante mayor que la pública.


Tercera consideración. Creemos que el Gobierno ha
despilfarrado demasiado tiempo buscando culpables y ha invertido poco
tiempo buscando complicidades que permitan avanzar en el seno de la Unión
Europea por el camino que antes señalábamos. Sin embargo, creo que ha
dedicado tiempo a ganar









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desconfianza. Quizás ahí el señor Rajoy haya sido capaz de
crear unanimidad: desconfianza de los ciudadanos, desconfianza de muchos
Estados europeos, desconfianza de los mercados.


Ustedes recordarán que estando en la oposición y hablando
de la prima decían que el riesgo era el señor Rodríguez Zapatero, cuando
la prima de riesgo estaba en 420 puntos. ¿Cómo se llama hoy el riesgo,
cuando, lamentablemente, está en las cotas en que está?


Señalaba usted lo de las elecciones andaluzas y asturianas
y la tardanza en los presupuestos. Creo que eso ha sido también un error
del Gobierno que ha restado credibilidad en el seno de la Unión Europea
(Aplausos.), como lo ha restado ese petulante e inútil ejercicio de
soberanía que planteaba el presidente del Gobierno, hablando del 5,8 de
forma unilateral. Era una buena decisión. En una economía en recesión no
tenía ningún sentido plantearse cumplir necesariamente a rajatabla el
calendario que se había establecido. Había razones, y razones con
fundamento, para persuadir, para convencer y para buscar complicidades
que permitieran que ese calendario se modificara. Y eso era margen.
Fíjese usted: del 5,8 al 5,3 estamos hablando de medio punto, que son
5000 millones de euros, el doble de eso que ustedes pretenden recaudar
con esa indecente amnistía fiscal que han puesto en lo alto de la mesa.
(Aplausos.)


Por tanto, lo que estamos diciendo es que ese espacio que
el Gobierno debía haber dedicado a generar y a tejer complicidades lo ha
dedicado, lamentablemente, a generar desconfianza con un único propósito:
el de endilgar a la oposición la consecuencia de todos los males que
padece la economía española. Y, mire usted, de la herencia recibida
podemos hablar —no hay mucho tiempo, pero podemos hablar—.
Creo que usted recordará cuando el señor Caruana, gobernador del Banco de
España, le decía al Gobierno —usted estaba en él—: Cuidado
con la deuda de las familias. Y la respuesta, creo que de usted —el
señor De Guindos era secretario de Estado, el señor Rajoy era ministro,
el señor Rato era ministro—, era: No se preocupen; estamos en un
círculo virtuoso donde la economía crece, el motor económico es la
construcción, hay más empleo, y cuando hay más empleo hay más demanda y
se pueden construir más viviendas. Este boom es una vía interesante para
ir acortando distancias, desde el punto de vista económico, con el resto
de los países de la Unión Europea.


Bien, eso está en el origen de los males, porque es verdad
que los problemas son del sector financiero —el 90% de los
españoles dice que son del sector financiero—, pero el sector
financiero no puede actuar en esa dirección si no coinciden otro conjunto
de circunstancias. Un Gobierno decidido a favorecer la especulación
urbanística; España entera urbanizable, sin duda. (Aplausos.) En el año
1997 se hacían 620 000 viviendas en España, más que la suma de Alemania,
Inglaterra, Italia y Francia juntos. Esas fueron decisiones que propició
el Gobierno en el que usted estaba. Lo mismo que el incentivo por
deducción a la construcción de viviendas: 6000 millones de euros en
aquellos momentos. Todo eso; desde luego, un exceso de codicia de los
banqueros y de mala gestión, muchos de ellos, como ha quedado de
manifiesto, del Partido Popular. El señor Rato, fíjese lo que son las
paradojas de la vida, está en un Gobierno que favorece esta situación. El
título de la película podría ser: Rato, el hacedor de una crisis. Cómo se
siembra, cómo se gesta y se hace estallar una crisis. (Aplausos.) En eso
tiene que ver también el Gobierno. Por tanto, al hablar de la herencia
recibida hay que decir que una buena parte de ella es su propia herencia.
Yo no digo que el Gobierno socialista no haya cometido errores en la
gestión, sin ninguna duda. Lo hemos pagado en las elecciones. (Rumores.)
Sí, sí, pero sepan ustedes que quien sembró los vientos que dieron lugar
a la tormenta que nos tocó gestionar tiene una paternidad. Lo que pasa es
que esa frase de que el éxito tiene multitud de padres y el fracaso es
huérfano ustedes la han reacuñado diciendo que el éxito tiene un solo
padre, que es el Partido Popular, y que el fracaso, naturalmente, nunca
es huérfano. El fracaso siempre tiene un padre, que es el Partido
Socialista. Pero eso no se corresponde con la realidad, señor Montoro; en
ningún caso. (Aplausos.) Y usted lo sabe.


¿Y qué han hecho, en términos de generar confianza, con el
lamentable espectáculo de la nacionalización de Bankia? Dudas, idas,
venidas, cifras… Al final parece que el señor Goirigolzarri es el
portavoz del Gobierno y decide en qué medida acaba metiendo la mano en el
bolsillo de los españoles para que con los ahorros de los próximos veinte
años acaben pagando los agujeros generados en el sistema bancario. Y el
Gobierno, mudo; el Gobierno, ausente. Evidentemente, eso genera poca
confianza, muy poca confianza. Y, por cierto, hablando de confianza,
sería muy saludable podérsela dar a los españoles, porque no solo hay una
quiebra financiera sino el riesgo de generar una quiebra moral si no se
les dan razones y explicaciones de cómo se ha llegado hasta aquí. Por
tanto, deben aceptar esa comisión de investigación y deben ser capaces de
aclarar cuál es el proceso que nos ha conducido hasta donde estamos.
(Aplausos.) ¿Qué impacto va a tener este rescate europeo de la banca en
los presupuestos? Bueno, 100 000 millones de euros... Hablamos de una
certeza frente a una probabilidad. La certeza es









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que el Estado español recibirá 60 000, 70 000, el tope es
de 100 000 millones, una vez que el memorándum esté terminado sabremos
cuáles serán las condiciones. Esa es la certeza, y eso son 10 puntos del
PIB en términos de deuda. Y, naturalmente, eso tendrá un reflejo en el
déficit, tendrá un reflejo en los gastos financieros y tendrá un reflejo
en el presupuesto del Estado. Tendrá que aclararlo usted también, creo
que sería bueno que lo hicieran. Creo que sería bueno que la tramitación
de estos presupuestos sirviera para hacer un ejercicio de consenso, como
usted señalaba antes. Nosotros estamos comprometidos con España, con
Europa y, desde luego, con la solución, pero no necesariamente con su
solución. Señor Montoro, usted, que es jiennense, como yo, seguramente
recordará aquellos lugares por donde paseaba Machado, y decía: ¿Tu
verdad? No, la verdad/ y ven conmigo a buscarla./ La tuya, guárdatela.
Hagan ustedes un esfuerzo de humildad para buscar los espacios de
consenso que España necesita en este momento. (Aplausos.)


Voy a darle algunas razones por las que hemos vetado estos
presupuestos, aunque usted ya las conoce. Le he dicho que carecen de una
estrategia de crecimiento en sintonía y concordancia con lo que le
estamos pidiendo a la Unión Europea. Estamos comprometidos con la
reducción del déficit, hicimos la reforma de la Constitución, pero no
solo con recortes saldremos de esta. Solo los recortes, solo la
austeridad lo que hacen es retroalimentar el círculo vicioso de la
recesión: más paro, menos ingresos, más déficit y vuelta al punto de
origen, más recortes para acabar ajustando el déficit. Esa es la
ecuación, y hay que corregirla equilibrando, naturalmente, la corrección
del déficit con la política de estímulo al crecimiento.


El presupuesto contiene ingresos que a nuestro juicio están
sobrevalorados y gastos sociales que están infravalorados. Le voy a dar
dos ejemplos. Las pensiones contributivas no están bien valoradas, y
creemos que falta dinero. Han previsto un aumento del 2,9% y el año
pasado crecieron un 4%. Y las prestaciones por desempleo descienden un
5,5% pese a que estiman, lamentablemente, que se van a generar 630 000
nuevos desempleados. Hacen previsiones radicalmente incompatibles con su
propio cuadro macroeconómico y, por tanto, desde ese punto de vista
consideramos que este presupuesto tampoco está bien fundamentado.


Atacan pilares y derechos sociales básicos laboriosamente
trabajados y conquistados, fruto de consensos importantes desde que se
aprueba la Constitución. Creo que en el fondo hay una posición ideológica
clara. Han encontrado ustedes una coartada para llevar a cabo esa
ofensiva ideológica y desmontar poco a poco las piezas que representan
los derechos sociales básicos conquistados, como le decía, a lo largo de
estos años. Han decidido que la crisis generada en el ámbito financiero
la acaben pagando las clases medias trabajadoras de este país. Eso es un
hecho objetivo. En educación, entre los recortes directos del Gobierno,
más los que les han impuesto después de esa improvisación que en Moncloa,
a través de una nota de prensa, plantean de 10 000 millones de euros a
las comunidades autónomas, van a recortar 5000 millones de euros. Pero
eso no se queda ahí.


Cuando mandan a Bruselas el horizonte para el año 2015
plantean que el gasto en términos de relación con el PIB en educación sea
del 3,9%. Y eso es algo que en ningún caso se compadece con lo que está
haciendo ningún país de la Unión Europea. El señor Rajoy lo decía: El
futuro de un país… Y es una frase de sentido común que todo el
mundo podía suscribir. Lo que ocurre es que en muchos casos ustedes
actúan como piensan, pero no como dicen. No correlacionan lo que piensan
y lo que hacen con lo que dicen. Y nos parece que es absolutamente
infumable que un país como España dedique el 3,9% de la educación en
relación con el PIB. Porque estamos hablando no solo de igualdad de
oportunidades, que también, sino además de la semilla sobre la que tiene
que construirse el futuro, el porvenir, el crecimiento económico del
mañana. Y esta posición política, tanto en el recorte en educación como
en I+D+i, supone precisamente acabar comiéndose la semilla que impida que
crezcamos en el medio plazo, haciendo una modificación de un modelo
productivo que se ha manifestado claramente insostenible. Nos parece un
grave error, como también nos parece un grave error la paralización de la
aportación que el Estado hacía al desarrollo de la Ley de autonomía
personal, de la Ley de dependencia. Y no solo por la injusticia con las
familias, sino que estamos hablando asimismo de un yacimiento de empleo
ligado a un servicio de proximidad y a una oportunidad, en un momento
como este, de mantener empleo en sectores absolutamente
imprescindibles.


También nos parece que son un error, sin ninguna duda
—y para nosotros, una frontera inaceptable—, los recortes en
salud. Se pueden hacer mejoras, y le voy a señalar los recortes y
ajustes. Nosotros estamos convencidos de que hay que hacer ajustes, de
que hay que ser eficientes, de que hay que









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responder con el menor coste posible. Eso es eficiencia,
eficacia al menor coste ante las necesidades de los ciudadanos, pero no
poniendo en cuestión sus derechos en relación con la salud. Eso no es
posible.


Esa es la diferencia entre ustedes y nosotros. Nosotros
queremos hacer ajustes. Puedo poner un ejemplo de Andalucía. Hemos hecho
y venimos haciendo un trabajo de prescripción por principios activos, un
intento de subasta de medicamentos que ustedes boicotearon yendo al
Tribunal Constitucional. Les preocuparían más los intereses de la gran
industria farmacéutica que los intereses de los ciudadanos. (Aplausos.)
Pues de esto estamos hablando, de que vamos hacia los recortes o hacia
los ajustes porque en el fondo ustedes están convencidos de que la salud,
como otros tantos derechos sociales, tienen que ser objeto de negocio y
no derechos sociales básicos incuestionables, como consagra la
Constitución. (Aplausos.)


Le doy razones añadidas, señor Montoro, para el veto. Nos
parece que es absolutamente inaceptable el reparto de las cargas que
ustedes hacen en el presupuesto en un momento de dificultades como este.
Inaceptable. Es una inequidad absoluta. ¿Por qué volver a poner
—hace poco se lo han afeado también desde Bruselas— otra
desgravación fiscal en vivienda para las rentas altas y, al mismo tiempo,
recortar las becas? Dejen de estimular lo que en buena medida nos llevó,
con otro cóctel de circunstancias, que antes he señalado, a la situación
que tenemos con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Dejen ese camino
e inviertan en educación, en I+D+i, en plantar y labrar la semilla del
futuro y del crecimiento económico de mañana. No retrocedan sobre los
pasos de una estrategia que se ha visto, por la vía del contraste
empírico, claramente desautorizada. Ya hay desgravación a la vivienda por
debajo de 24 000 euros. Y es suficiente. No creemos que las rentas más
altas deban tener derecho a esa desgravación. Opinamos que ustedes tienen
que profundizar y avanzar. El impuesto de las grandes fortunas es una vía
que puede permitir financiar algunos servicios, como, por ejemplo, la
atención a las personas dependientes.


De todas las reformas que usted ha señalado, la única en la
que no tienen prisa es precisamente la reforma tributaria, aquella que dé
un suelo suficiente, en términos de ingresos estructurales estables, para
financiar los grandes servicios públicos del país y para que desde el
Gobierno se pueda hacer también una política de estímulo al crecimiento y
al desarrollo económico. En esa reforma no tienen ninguna prisa; las
demás, siempre las han hecho a toda velocidad.


Creemos, y lo hemos planteado en las enmiendas
—tendrán oportunidad, si así lo estiman, de buscar espacios de
entendimiento—, que es necesaria una reforma para que el suelo
mínimo en la tributación del impuesto sobre sociedades sea del 15%. Y
podría producirse una fuente de ingresos para sostener las políticas, no
ir a una mayor deuda —no queremos ir a mayor deuda—, y
financiar con esa nueva fuente de ingresos las políticas que estamos
defendiendo como frontera a la que el Partido Socialista no está
dispuesto a renunciar por ser un eje absolutamente vital y básico para la
concepción de la política y de lo que tiene que representar una sociedad
mínimamente cohesionada.


Incrementen la lucha contra el fraude fiscal en un país en
el que, lamentablemente, tiene el doble de fraude fiscal en relación con
muchos de los países de la Unión Europea. Tampoco le diré que estamos
exonerados de responsabilidad; hemos estado en el Gobierno, bien es
cierto. Pero cuando entramos en el Gobierno había 4000 millones de euros
recaudados por la vía de la inspección fiscal. Salimos con 11 000
millones, y las previsiones que ustedes tienen son de 8000. Explíquenlo.
Lo que tiene que haber no es una amnistía fiscal, esa eufemística manera
de llamar a la regularización de activos ocultos. Lo que tiene que haber
es un incremento de esa presión fiscal sobre aquellos —y usted lo
saben— que son los que, por suerte para ellos, están en una
situación de opulencia. En las grandes corporaciones empresariales y en
las grandes fortunas está localizado el 80% del fraude fiscal en España.
Metan mano ahí, hasta donde puedan, pero metan mano ahí. Hoy el ejercicio
más patriótico que podemos hacer es llamar a los españoles a que paguen
sus impuestos; y, al final, lavar delitos fiscales a precio de saldo
repugna a la conciencia de la inmensa mayoría de los ciudadanos
españoles, que están contribuyendo con su esfuerzo en un momento difícil
al sostenimiento de las cargas públicas, como establece el artículo 31 de
la Constitución, como usted bien sabe.


Ese planteamiento va a ser ineficaz, además de
profundamente injusto, porque usted sabe que se van a acoger a él solo
aquellos que estén, por una vía o por otra, sintiendo en el cogote el
aliento de la inspección fiscal, porque algunos de los cercanos a su
entorno empresarial o familiar estén siendo investigados o porque acaben
teniendo fundadas sospechas de que les va a tocar. El resto no lo va a
hacer, y lo que van a generar es un agujero moral, una derrota moral en
la conciencia fiscal del conjunto de los españoles que, si en cualquier
circunstancia es improcedente, en una situación de carencia como









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la que estamos viviendo lo es muchísimo más. También se lo
han afeado desde el Fondo Monetario Internacional y les han dicho que ese
no es un buen camino.


Le quiero señalar alguna razón añadida. Naturalmente,
creemos que en los ajustes y recortes no se discrimina adecuadamente. Por
ejemplo, antes le he señalado lo que sucede con la I+D+i, donde se
produce una reducción del 25,6%. Por otro lado, en un momento de
dificultad como el que estamos viviendo, con una previsión de crecimiento
del desempleo por encima de los 650 000, no puede ser que haya un brutal
recorte del 30% en las políticas activas de empleo. Y se lo han planteado
tanto para la educación como para la I+D+i desde el Consejo Europeo, que
sugería a los Estados miembros que salvaran precisamente de los ajustes a
la educación y el desarrollo y la investigación, conscientes de que
efectivamente estamos utilizando la semilla del mañana si la plantamos,
la cuidamos y la hacemos crecer.


El bloqueo que han hecho a las energías renovables nos
parece otro error, y también ha sido criticado desde Bruselas. Y por
varias razones. Yo creo que España tiene que estar comprometida con el
objetivo, que es una línea estratégica de la Unión Europea, de cumplir
con el 20-20-20, porque nos parece que no solo es un puente de
solidaridad con generaciones futuras —que también, por
supuesto— sino porque precisamente en el sector de las energías
renovables hace pocos días una gran empresa española era adjudicataria de
un importante proyecto en los Estados Unidos, un sector que ha sido capaz
de desarrollar tecnología que es puntera en el mundo y que, por tanto,
tiene capacidad de exportación; que genera empleo en sectores que son
sostenibles; que contribuye al objetivo de limitar los efectos y las
consecuencias del cambio climático; que, en definitiva, supone esa
aspiración —al menos desde el punto de vista de los
socialistas— que es el desarrollo que tiene que ver con crecimiento
—por supuesto—, con redistribución y también con respeto a
los sistemas naturales. Y en relación con el medio ambiente, en este
caso, lamentablemente, con una de las manifestaciones más preocupante del
deterioro de los sistemas naturales que se ha llevado a cabo en el mundo
en el último siglo, precisamente el sistema más vulnerable, el cambio
climático, salvo el señor Rajoy —no sé si su primo lo ha acabado de
convencer de que tiene efectivamente consecuencias (Rumores.)—, el
resto de la comunidad científica internacional está convencido de que es
uno de los retos fundamentales a los que hay que dirigir esfuerzos.
(Aplausos.)


Como se me acaba el tiempo, me voy a referir al
incumplimiento de estatutos de autonomía. Hay menos recursos y menos
dinero para invertir en infraestructuras, de acuerdo. Pero hay que
cumplir las normas, las leyes, y si son de rango orgánico con mucha más
razón. Y estos presupuestos incumplen los estatutos de autonomía de
Andalucía, de Aragón, de Castilla y León, de Cataluña, de Canarias, de
Extremadura y de Baleares; y no tenía por qué ser así. Si hay menos
recursos para la inversión porque no da más de sí el presupuesto,
aceptemos que hay menos recursos para la inversión, pero hagamos lo que
hay que hacer: respetar las leyes orgánicas que se han aprobado en esta
Cámara, y por usted también, señor Montoro.


Termino. Creemos que estos presupuestos, por las razones
que le hemos dado, son manifiestamente mejorables. Y no lo interprete
como una deslealtad, se lo reitero, ni con España ni con los españoles ni
con el Gobierno. Creemos que es más leal señalar lo que a nuestro juicio
son errores del Gobierno que acabar asintiendo con cosas que estamos
convencidos de que van por el camino equivocado.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor LÓPEZ GARCÍA: Le estamos diciendo con lealtad y
con honestidad cuál es el camino que creemos que hay que seguir aquí y,
por supuesto, en la Unión Europea, para lo que tendrán todo nuestro apoyo
y nuestro respaldo.


La oportunidad que el trámite presupuestario en el Senado
da para intentar fraguar, aunque sea simbólicamente, algunos consensos,
aceptando algunas de las enmiendas que hemos presentado, creemos que es
un buen momento para iniciar ese camino.


Y le voy a citar una frase de Einstein.


El señor PRESIDENTE: Termine, señoría.


El señor LÓPEZ GARCÍA: Sí, señor presidente, acabo
inmediatamente.


Dice así: No podemos resolver los problemas pensando de la
misma manera que cuando los creamos.


Usted sabe cuál es el origen de los problemas que tenemos.
No reproduzcamos los mismos problemas, porque hay que cambiar de
dirección para resolverlos, y resolverlos adecuadamente.


Muchas gracias. (Prolongados aplausos.)









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El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador López
García.


Para la defensa de la propuesta de veto número 8, del Grupo
Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió, tiene la palabra
el senador Bel por tiempo de treinta minutos.


El señor BEL ACCENSI: Gracias, presidente. Señor ministro,
señorías.


Presentamos esta propuesta de veto, y la presento yo en
nombre del Grupo Convergència i Unió. (El señor vicepresidente, Lucas
Giménez, ocupa la Presidencia.)


El Grupo Convergència i Unió ha apoyado presupuestos de
diferentes Gobiernos. Ha apoyado presupuestos de Gobierno socialistas, ha
apoyado presupuestos de Gobiernos del Partido Popular y ha apoyado
presupuestos de otros Gobiernos; ha apoyado presupuestos de Gobiernos en
minoría; y ha aprobado presupuestos de Gobiernos en mayoría. Y no vamos a
apoyar estos presupuestos, a no ser que cambien mucho las cosas.


Coincido con el señor ministro en que este es un momento
crítico; un momento crítico, hoy —lunes por la mañana—, y un
momento crítico durante los últimos meses y los últimos ejercicios. Y es
un momento que requiere el máximo consenso posible y los máximos apoyos
posibles. Pero estos consensos y estos apoyos deben buscarse, deben
trabajarse, deben lograrse, no pueden ser consensos por adhesión
simplemente porque la situación lo requiere.


Haré referencia a algunas cuestiones que el señor ministro
nos ha dicho y a algunas que hemos interpretado que iban dirigidas
especialmente a nuestro grupo.


En todo caso, señor ministro, si puedo decirle que
podríamos coincidir perfectamente con la postura del Gobierno de más
Europa, más euro, más reformas y más ajustes de estabilidad
presupuestaria. El problema es cómo estos «mases» se van concretando en
el presupuesto que hoy traen ustedes para su aprobación.


Hemos presentado una propuesta de veto porque entendemos
que estos presupuestos no son los que necesita el Estado español en estos
momentos, que no son los que requiere la situación y que, por desgracia,
y muy a nuestro pesar, no son los que generan la confianza que requiere
en estos momentos España de cara al exterior. Y no la generan, porque ni
las partidas de ingresos ni las partidas de gastos son lo suficientemente
realistas y no se ajustan estrictamente a las necesidades del momento.
Las partidas de ingresos, desde nuestra perspectiva, están excesivamente
infladas. Son partidas calculadas con una extremada generosidad; son
partidas que, disminuyendo el PIB en un 1,7%, de acuerdo con las
estimaciones y el cuadro macroeconómico que presentan los presupuestos,
plantean un incremento del 12,5% de los ingresos del Estado. Nos parece
que son excesivamente optimistas, que no son realistas de acuerdo con la
evolución de la recaudación de los últimos años y, si me lo permiten,
tampoco son realistas conforme a la evolución de la recaudación durantes
estos primeros seis meses —estamos aprobando unos presupuestos
prácticamente a mitad de ejercicio—. También nos parece
excesivamente optimista la previsión de ingresos a través del impuesto
sobre sociedades, al igual que la del IRPF, aunque entendemos que esta
puede aproximarse más a la realidad. Y continuamos siendo excesivamente
optimistas, desde nuestra óptica, cuando calculamos que por la tasa
especial de regularización fiscal vamos a ingresar 2500 millones de
euros. Por tanto, en general, el presupuesto de ingresos nos parece que
no es el que después vamos a materializar. Y, desgraciadamente, no es una
opinión solo de nuestro grupo; diferentes instituciones —también
alguna a nivel europeo— plantean que es un presupuesto de ingresos
excesivamente inflado.


A la vez, con respecto al presupuesto de gastos, entendemos
que hay partidas que no están suficientemente dotadas, aunque sí son
ampliables —después las comentaremos—, y que los ajustes
necesarios, imprescindibles, básicos, no se han planteado de forma
equilibrada. El señor ministro nos explicaba que la reducción de gastos
ha sido equilibrada. Nosotros vamos a intentar explicar que no ha sido
equilibrada ni territorialmente ni por diferentes secciones del
gasto.


Desde nuestra perspectiva, hay una infravaloración
importante en cuanto a la dotación para las prestaciones por desempleo,
prestaciones que tendrían que calcularse realmente de acuerdo con la
evolución prevista en los presupuestos, de 600 000 desempleados más,
aunque entendemos que la evolución de estos meses hace prever que pueda
ser algo más. En todo caso, son las previsiones que el Gobierno hizo
durante el mes de febrero, y tenemos que aceptarlas. Pero incluso con
estas previsiones creemos que existe una infradotación en las
prestaciones por desempleo. Y de forma similar entendemos que sucede
respecto a las prestaciones por jubilación. Estas partidas se van a
disparar, como sucedió en los ejercicios anteriores 2009, 2010 y 2011. Y
si se disparan, por muchos mecanismos que tengamos de









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ajustes mensuales o trimestrales, se deberán efectuar
correcciones, de forma que en tanto en cuanto no va a haber más ingresos,
no nos vamos a poder permitir más déficit, tendremos que ajustar partidas
de gasto del presupuesto que ustedes presentan a continuación.


Estos presupuestos tampoco son equilibrados porque plantean
partidas de gasto absolutamente insuficientes. Algunos de ustedes me
pueden decir que esto es una contradicción porque estamos de acuerdo con
un ajuste presupuestario, una reducción del déficit, y, sin embargo,
planteamos que hay partidas infravaloradas. Sí, porque, como muy bien ha
indicado el ministro, gobernar es elegir, y gobernar es elegir y
priorizar, priorizar determinadas partidas con relación a otras. Desde
nuestra óptica, hay determinadas partidas de gasto que reciben un
excesivo castigo, como la relativa a I+D+i, que debería incrementarse en
vez de disminuir.


Tampoco entendemos cómo en estos momentos se plantea
reducir en 1550 millones de euros las transferencias a las comunidades
autónomas para políticas de empleo. Cuando se prevén 600 000 desempleados
más, no podemos entender cómo plantean ustedes una reducción de 1550
millones de euros en políticas activas de empleo. Estamos de acuerdo en
que las políticas activas de empleo deberían reformarse. Seguramente han
sido planteadas de forma poco acertada, poco eficiente —estamos de
acuerdo—, pero que se planteen de forma poco eficiente no justifica
en el contexto actual 1550 millones de euros menos. Por tanto, es una de
las partidas que se deberían reformar.


No me voy a referir a las diferentes enmiendas porque lo
haré a lo largo del debate, pero sí existen diferentes partidas de gasto
que no son ajustadas a la necesidad.


En cuanto a las inversiones, gobernar es elegir, y ustedes
eligen efectuar determinadas inversiones, inversiones que no coinciden
con las que nosotros planteamos, no solo por una cuestión territorial,
que también —después me referiré a ello—, sino por una
cuestión de priorizar inversiones que sean rentables desde un punto de
vista económico y social. No entraré en el detalle de alguna inversión,
de algún tramo de AVE o de alguna carretera, es su elección, pero creemos
que en el contexto actual algunas de estas inversiones son absolutamente
prescindibles y, sin embargo, se tendrían que haber priorizado muchas
otras.


No podemos apoyar estos presupuestos, y por tanto tenemos
que presentar un veto, señor ministro, por una razón obvia, porque no
cumplen con la legalidad; no cumplen con la legalidad, y no por
cuestiones que a ustedes les gusta definir como meramente territoriales.
En Cataluña hay un Estatuto que fue aprobado, que fue aprobado también
por estas Cámaras; es una ley orgánica, y esta ley orgánica establece un
determinado nivel de inversión para Cataluña. Que no se haya cumplido en
ejercicios anteriores no avala al Gobierno para que no se tenga que
cumplir también en este ejercicio. Y estos presupuestos no cumplen la
disposición adicional tercera, que fue aprobada por una amplia mayoría
por estas Cámaras. Además, no cumplen con las deudas acumuladas en
relación con la no aplicación por Gobiernos anteriores de esta
disposición adicional tercera, y eso a pesar de tratarse de
incumplimientos que denunció el partido político que hoy sustenta al
Gobierno, con fuertes críticas ―con razón― al Gobierno
anterior, e incluso se comprometió a que si gobernase estas serían
resueltas. Sin embargo, estos presupuestos no resuelven incumplimientos
pasados, lo que es suficiente para presentar nuestro veto, pero es que
tampoco plantean una solución en relación con los presupuestos de este
año. Y me explico. La disposición adicional tercera del Estatuto de
Autonomía de Cataluña indica que se deberán efectuar inversiones en
Cataluña en el mismo porcentaje en que contribuya Cataluña al producto
interior bruto, pero en los presupuestos que ustedes plantean no llegan
ni de lejos; reducen el 45% la inversión en Cataluña, pero de unos
presupuestos que tampoco cumplían y, lo que es peor, si miramos la
ejecución de estos presupuestos ―y también tendremos que analizar
la ejecución de los presupuestos de 2011― el incumplimiento es
todavía mayor. Según los datos facilitados por la Intervención General
del Estado, recientemente la inversión en Cataluña, tanto de la
Administración General del Estado como de los diferentes organismos
autónomos y empresas públicas, alcanzó el 35% de la inversión
presupuestada. Por tanto, el grado de inversión en Cataluña es ínfimo y
estos presupuestos no resuelven la cuestión.


Mi grupo parlamentario entiende el contexto económico,
entendemos que debemos ajustar nuestros gastos, entendemos que debemos
ajustar nuestras inversiones, y si las inversiones antes eran de 1000 y
ahora tienen que ser de 100, lo podemos entender; pero lo que no podemos
entender es que si las inversiones eran de 1000 y ahora son de 100, de
estos 100 no se invierta el 18% o el porcentaje del producto interior
bruto que le corresponda a Cataluña. No lo podemos entender y, por ello,
tendrán que explicitar que no tienen voluntad de cumplir el Estatuto de
Cataluña porque gobernar









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es elegir, pero también cumplir con la legislación vigente.
Este es un elemento fundamental para la presentación de este veto.


Quisiera hacer una referencia a los comentarios del señor
ministro en relación con la necesidad de apoyar unos presupuestos en un
contexto económico difícil. El señor ministro hablaba de que este es un
proyecto común y que tendríamos que dejar cuestiones territoriales al
margen, aunque fuesen legítimas, porque es necesario tener altura de
miras. No le digo que no sea cierto, señor ministro, pero usted también
tiene que entender lo que mi grupo parlamentario representa en esta
Cámara, como lo hacen todos sus senadores, y que para que el proyecto sea
común tiene que haber voluntad de todas las partes de que sea común; y
hasta este momento, señor ministro, eso no lo ha demostrado su
Gobierno.


Mi grupo parlamentario presentó alrededor de 550 enmiendas
en el Congreso de los Diputados y prácticamente 600 enmiendas en el
Senado. En el Congreso de los Diputados, de esas 550 enmiendas, ustedes
no han aprobado ni una; será el primer Gobierno de la democracia que no
aprobará ninguna enmienda en los Presupuestos Generales del Estado de
Convergència i Unió; repito, ni una.


Cuando se hacen apelaciones al consenso, al proyecto común,
a la necesidad de apoyar al Gobierno en un momento difícil, este también
tiene que efectuar gestos. (Aplausos.) Tiene que aunar voluntades y tiene
que tener altura de miras; la misma altura de miras que usted nos pide a
nosotros —que entiendo que nos la pida— también la deben
tener ustedes. De las enmiendas que hemos presentado puede haber algunas
con las que estén de acuerdo, otras con las que no estén de acuerdo,
algunas no tienen ni contenido económico, no son enmiendas que tengan una
repercusión inmediata en el presupuesto, pero cuando nos hacen esta
apelación a que abandonemos nuestras reivindicaciones territoriales y
apoyemos unos presupuestos basados en la austeridad, unos presupuestos
que son los necesarios para España, uno se pregunta qué es lo que
conllevan estos presupuestos. Y si no se pueden admitir las enmiendas de
Convergència i Unió, habrá que pensar que realmente son presupuestos de
extremada austeridad. Y solo le pongo un ejemplo —tendríamos
más—, pero uno que es significativo: enmienda 2526, del Grupo
Parlamentario Popular en el Senado, enmienda que previsiblemente va ser
aprobada ya que la presenta la mayoría que sustenta al Gobierno. Alta.
Nuevo concepto: Premio Nacional de Tauromaquia. Importe: 30 000 euros.
Así, de esta forma, no podemos apelar al consenso. No son presupuestos de
austeridad. Entiendo que a ustedes les parezca que sea una cuestión de
necesidad nacional crear un premio nacional de tauromaquia y dotarlo con
30 000 euros, pero lo que no puedo entender es que no sea atendida ni una
sola enmienda de mi grupo.


Por tanto, señor ministro, desgraciadamente mi grupo
continúa manteniendo el veto, y digo desgraciadamente porque coincido en
su análisis inicial. Ustedes me perdonarán, pero esperaba todavía un
análisis más detallado de la situación, situación en cuyo análisis
seguramente no tendríamos que abundar, pero es complicadísima: la prima
de riesgo a 570 puntos básicos, un tipo de interés de los bonos a diez
años superior al 7%, que tendrá unas consecuencias inmediatas en el
presupuesto. Evidentemente, la carga financiera estimada de los
presupuestos no ha sido efectuada al 7% de interés y, por lo tanto,
también será un elemento de modificación de los presupuestos actuales.
Pero esta situación requeriría un mayor consenso.


Mi grupo ha dado muestras —lo he dicho al principio
de mi intervención— de su compromiso con los diferentes Gobiernos
en momentos de muchísima necesidad, en momentos muy complicados para el
Estado y en momentos no tan complicados. Por tanto, también les pido que
hagan algún análisis, porque, ¡hombre!, alguna responsabilidad tendrá el
Gobierno para acabar aprobando estos presupuestos prácticamente en
solitario. No solo será culpa de los grupos de la oposición, puesto que
los grupos de la oposición —o al menos algunos— hemos
contribuido a que se aprueben diferentes cuentas del Estado en diferentes
momentos. Me atrevería a decir que mi grupo ha sido el único que ha
aprobado los Presupuestos Generales del Estado con los diferentes
Gobiernos de los diferentes colores políticos, como indicaba al inicio de
mi intervención. Si en estos momentos estamos presentando un veto en el
Senado y un rechazo absoluto a estos presupuestos, como se hizo en el
Congreso, creo que eso les tendría que llevar también a la reflexión. Y
no es simplemente una posición electoralista, porque ahora no tenemos
elecciones a corto o medio plazo; no es una posición simplemente de
defensa estricta de cuestiones territoriales, que también lo es, no nos
escondemos, al contrario, lo explicitamos, e insistimos en que hay un
grave incumplimiento con Cataluña. Desde nuestro punto de vista no es
suficiente que ustedes nos digan que están haciendo un esfuerzo
—aunque es cierto que lo están haciendo— con diferentes entes
territoriales, sea la Administración central o la autonómica, pues
entendemos que en estos dos aspectos estos presupuestos son sensiblemente
mejorables.









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Por todo ello, mi grupo se ve obligado, no con agrado, pero
sí con responsabilidad, a presentar esta propuesta de veto a unos
presupuestos que lo mejor que tienen es que solo les quedan seis meses de
aplicación. Pero ustedes los van a aprobar, pues cuentan con la mayoría
suficiente para hacerlo, una mayoría respaldada por el pueblo español. No
obstante, quiero terminar pidiendo para los presupuestos del 2013 ese
consenso que no hemos sido capaces de alcanzar para los del 2012, pues
creo que eso sería bueno para el Gobierno, ya que es importante tener
muchos más apoyos, aparte de su mayoría absoluta. Estoy convencido de que
la aportación de diferentes grupos parlamentarios, incluido el que tengo
el honor de representar en esta Cámara, sería de utilidad para el Estado
español, sobre todo a efectos de generar credibilidad y confianza de cara
al exterior, elemento con el que desgraciadamente este presupuesto no
contribuye.


En todo caso, y más allá de esta propuesta de veto, mi
grupo parlamentario va a defender más de 600 enmiendas relacionadas con
diferentes aspectos con las que esperamos contribuir parcialmente a
mejorar este documento que nos presentan hoy ustedes para su
aprobación.


Muchísimas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Propuesta de veto número 5, presentada por el Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya. Para su defensa, tiene la
palabra el senador Montilla.


El señor MONTILLA AGUILERA: Gracias, señor presidente.


Señorías, señor ministro, comenzamos hoy el debate en esta
Cámara de los Presupuestos Generales del Estado para el 2012. Esta es la
fase final que comportará la discusión y aprobación de unos presupuestos
cuando, como muy bien decía el señor ministro, ya ha transcurrido la
mitad del año, y por tanto, del ejercicio presupuestario. Y lo hacemos en
un momento de extrema dificultad para España y de manera muy singular
para su economía. La economía española está en recesión, y no es
precisamente una recesión coyuntural fruto, entre otras cosas, de la
falta de perspectivas de recuperación, sino claramente una recesión para
este ejercicio y el que viene.


En el contexto de recesión hemos de incluir la situación de
la bolsa que se encuentra en sus mínimos históricos con lo que ello
supone de pérdida de ahorro y de patrimonio para muchos españoles. A ello
hemos de sumar el diferencial de nuestra deuda, que se ha situado desde
hace pocos días, por no hablar de hoy mismo, en su máximo histórico desde
la existencia del euro. Y en este contexto además sigue creciendo el
desempleo, que es el auténtico drama de nuestra sociedad.


No hay duda de que la desconfianza hacia nuestro país ha
aumentado considerablemente. Un breve repaso de las portadas y los medios
de comunicación extranjeros así lo atestigua, y es que ni los medios ni
los inversores ni otros gobiernos o instituciones tienen confianza en el
futuro de España.


Los últimos acontecimientos tras la intervención de Bankia,
la solicitud de rescate comunitario y la gestión política que del mismo
ha hecho el Gobierno ha sido la culminación de un conjunto de decisiones,
en mi opinión erróneas, que ustedes acumulan en estos seis meses de
gobierno. La gestión del rescate estos últimos días es un ejemplo de
manual de cómo no se deben hacer las cosas. A la deficiente gestión
realizada desde el punto de vista comunicativo por el Gobierno, y de
manera especial por su presidente, hay que sumar las incógnitas y dudas
que han propiciado todo tipo de especulaciones, pagadas con credibilidad,
con mayores tipos de interés de la deuda y con caída de la bolsa.


Señores del Gobierno, estamos delante de un rescate y hemos
de llamar a las cosas por su nombre. Lo pide el Reino de España. A él se
le concederá y él será el responsable de pagarlo. Y no estoy diciendo que
no sea necesario, pero las cosas hay que decirlas claras. ¿Es un
préstamo? Se ha dicho que sí, como a los demás, solo que no es para pagar
nóminas, como en Grecia, afortunadamente, sino para destinarlo a
recapitalizar una parte del sector financiero.


Cambia el destino de los recursos. Puede que sus
condiciones, que hoy día no conocemos con exactitud: ni quién lo
prestará, si será el Fondo o será el Mecanismo Europeo de Estabilidad, a
cuántos años, a qué tipo de interés, con qué condiciones añadidas, las
que afecten al sector financiero, las que afecten al sector público,
porque, en definitiva, el garante es y será el Estado y, por lo tanto,
los ciudadanos. Y puede que no afecte al déficit inicialmente, pero sí a
la deuda, ya que pueden ser 10 puntos más de deuda que añadir de acuerdo
con el protocolo del déficit excesivo al que nos hacía alusión el señor
ministro en su intervención, y esto los mercados no lo ignoran, como
estamos observando, más si, como saben, su pago, en este caso, acaba
siendo preferente sobre el resto de la deuda.









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Ello no ayudará a que las emisiones del Tesoro sean más
baratas, pero todavía es peor cuando no se es claro, se esconde el bulto
y abundan las excusas. Lo mejor es explicar las cosas. Lo mejor para los
ciudadanos, para nuestros socios europeos, para las instituciones, para
los mercados es explicar las cosas, explicar la verdad. Como decía el
portavoz socialista, la verdad, no la del Gobierno, sino la verdad un
poco de todos. El citaba a Machado y yo traigo a colación a Schopenhauer,
que decía que la verdad pasa por tres fases: una primera donde se
caricaturiza, una segunda donde se combate y una tercera donde se acepta
como obvia. Algunas de estas verdades, que ustedes hoy combaten, acabarán
aceptándolas como obvias.


Y es en este contexto, señor ministro, en el que abordamos
la discusión en el Senado de estos Presupuestos Generales del Estado del
2012. Después de seis meses de Gobierno del Partido Popular, con más
paro, con menos crecimiento, con más desconfianza, con más miedo y menos
seguridad en el futuro por parte de los españoles, porque la verdad es
que nunca un Gobierno dilapidó tanto crédito en sus seis primeros meses
de ejercicio.


Y estos presupuestos, también como se ha dicho, llegan muy
tarde a esta Cámara. La tardanza en su presentación no les sirvió a
ustedes para poder gobernar Andalucía y Asturias, pero sí para que todos
—y digo todos porque afecta al conjunto de España—
empezáramos a perder más crédito y más confianza.


Como prolegómeno asistimos hace pocos meses al espectáculo
del proceso de discusión y aprobación del objetivo de déficit y del techo
de gasto. Pasaron ustedes del cumpliremos con lo que diga Europa
—todos lo recordaremos—, al pacto de estabilidad es sagrado,
al 5,8, porque somos soberanos, y a la corrección a la baja hasta el 5,3,
después de la reprimenda de Bruselas.


Ya dijimos en su momento que aunque compartíamos el
objetivo de la consolidación fiscal y de la reducción del déficit,
discrepábamos en la velocidad de su reducción. Reducir el déficit en más
de 3 puntos en un año, con la economía en recesión, no ayudará a la
recuperación, sino a todo lo contrario. Pero ustedes en Europa han
preferido hacer de acompañantes de la señora Merkel a tener un papel más
activo, forjando otras alianzas en pro de una política europea que
apueste por la estabilidad, pero también por el crecimiento. En ese
sentido, bienvenidas sus palabras de esta mañana, señor ministro, porque
el camino es este: más Europa, más euro, más unión política, sí, y
bancaria y fiscal también. Pero para que eso sea posible, ustedes han de
estar más activos en este terreno. Y por supuesto, en iniciativas de este
tipo estoy seguro de que contarían con un apoyo muy mayoritario en esta
Cámara, más allá de su propia formación política.


Hablando del déficit, precisamente usted, ministro de
Hacienda y Administraciones Públicas, reconocía aquí hace unas semanas,
en una interpelación del Grupo de Convergència i Unió, que el problema es
que los ingresos han caído más de 60 000 millones de euros. Digo esto
porque nuestro problema no son las administraciones manirrotas y
derrochadoras como norma, como algunos explican, sino la caída de
ingresos; y porque desprestigiar a las administraciones de manera
genérica es dar argumentos a aquellos que, especialmente desde algunos
ámbitos en España, pero básicamente fuera de España, nos caricaturizan. Y
eso es algo que nos perjudica a todos. Hoy seguramente es fácil ver
algunos excesos del pasado de casi todas las administraciones, pero
cuando la economía crecía a un 3 o un 4% del PIB y los ingresos 2
dígitos, nadie criticaba lo que se hacía, más bien se pedía más y más
rápido. Todos, incluidos, por supuesto, ustedes.


Necesitamos más flexibilidad en la velocidad de reducción
del déficit, y ustedes los saben. Y saben que la necesitarán porque no
podrán cumplir el objetivo. Por eso hay manifestaciones de
autosuficiencia realizadas hace unos días que no se entienden. No
necesitaremos un año más para llegar al 3%, decía el señor ministro. Yo
creo que necesitaremos más de uno; todos sabemos, usted también, que hará
falta más de uno. Y ello es así porque la situación se ha deteriorado
sustancialmente desde que aprobamos el objetivo de estabilidad hasta hoy.
Usted sabe que la consecución del objetivo del 5,3 en el presente entorno
se debe evaluar teniendo en cuenta el efecto de contracción del PIB.
Ustedes saben que análisis conservadores sugieren que por cada punto del
PIB de recorte del gasto o aumento de ingresos, el déficit aumentaría en
la mitad, es decir, medio punto. Y mientras tanto la crisis se ha ido
agravando, los recortes también, algunos afectando a las competencias de
las comunidades autónomas, consultadas con posterioridad, como decía el
portavoz socialista, y aconsejadas y obligadas a recortar programas de
salud y de educación en casi 10 000 millones de euros; improvisando en
algunas materias, como el copago por recetas, con el intento de convertir
la sanidad ya no en un servicio público universal; invadiendo
competencias autonómicas en educación y vulnerando la LOE. Y todo ello
antes de que los Presupuestos Generales del Estado de 2012 llegaran a
esta Cámara. Unos presupuestos que en gran parte están hoy









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amortizados, que no se los cree mucha gente porque hay
coincidencias en que no se cumplirá, entre otros, el objetivo del
déficit; porque no ayudarán al crecimiento ni al empleo; porque no
ayudarán a la economía española a salir de la recesión; porque erosionan
el Estado del bienestar y algunos de sus pilares básicos; y porque
generan, en definitiva, más desigualdad.


El señor ministro decía en los últimos años, como portavoz
económico de la oposición, que sin estímulo no hay recuperación. Pero yo
pregunto dónde están los estímulos en estos presupuestos, porque si
analizamos el estado de ingresos de estos presupuestos, nos encontramos
con un problema estructural al que he hecho referencia antes: la caída de
ingresos. Casi todas las medidas para incrementarlos, lejos de ser
estructurales o permanentes, son temporales o excepcionales. De los 12
300 millones de euros que se atribuyen de nuevos ingresos fruto de estas
medidas, 12 000 millones son excepcionales o temporales, procedentes del
impuesto sobre sociedades, del IRPF o de la amnistía fiscal. Pero este es
uno solo de los problemas porque, en primer lugar, las previsiones de
partida ya son optimistas. El total de ingresos no financieros para 2012,
sin incluir las medidas mencionadas de mayor recaudación aprobadas por el
Gobierno, es superior en 2600 millones de euros al ejecutado realmente en
el año 2011. Es decir, los ingresos subirían —prevé el
Gobierno— incluso sin las nuevas medidas, y ello en un entorno de
recesión de nuestra economía, lo que es poco creíble.


En segundo lugar, porque existe una posible desviación en
las cotizaciones sociales de al menos 4000 millones de euros, ya que se
prevé un incremento de más de 600 000 parados por el propio Gobierno,
pero a la vez se prevé que los ingresos crezcan un 0,9% respecto a lo
ejecutado en el año 2011, es decir, con menos cotizantes recaudaremos
más, lo cual es poco creíble.


En tercer lugar, porque los ingresos previstos por las
nuevas medidas son francamente excesivos. La amnistía fiscal es de
resultado incierto, porque, ¿por qué 2500 millones de euros y no más o no
menos? Ello, además de erosionar la cultura de pago de las obligaciones
tributarias y de constituir una pésima herramienta para cuadrar las
cuentas —como ya se ha puesto de relieve aquí también en la
intervención del Grupo Socialista, muy poco pedagógica la amnistía fiscal
especialmente para aquellos ciudadanos, la inmensa mayoría, que cumple
con sus obligaciones tributarias y que normalmente coincide, además, con
la gente que menos recursos tiene—, como decía, además de
constituir una pésima herramienta para cuadrar las cuentas, como modo de
previsión tendría que servir, si acaso, de colchón para corregir
eventuales desviaciones, no para otra cosa, y francamente prever el
afloramiento de 25 000 millones de euros a un tipo de gravamen del 10% es
altamente improbable.


En lo que hace referencia al IRPF, las medidas aprobadas
por ustedes estiman un impacto de crecimiento de 4100 millones de euros,
pero la deducción por inversión en vivienda habitual, de nuevo
introducida, sin ningún género de dudas, reducirá sustancialmente esta
recaudación. Y el efecto es pernicioso sobre la recaudación, ya que si
bien el recargo incrementa los tipos marginales, la deducción reduce el
tipo medio.


En lo que se refiere al impuesto sobre sociedades, se
estima también un ingreso de 5350 millones de euros por las
modificaciones, pero las mismas no son las adecuadas para elevar el tipo
efectivo. El pago fraccionado sobre el resultado contable, las
restricciones a la amortización y la deducción de gastos financieros
afectan a la liquidez y pago temporal del impuesto, pero no a una mayor
recaudación, pues, francamente, solo se adelanta en el tiempo.


En cuarto lugar, estos Presupuestos Generales del Estado no
ayudan a corregir el grave problema de déficit estructural que padece
nuestra economía. A pesar de este problema y de que la presión fiscal en
España es inferior a la media europea, el Gobierno ha optado por
introducir, como decía anteriormente, medidas temporales y excepcionales
por el lado de los ingresos, que no mejoran la posición fiscal
estructural. La amnistía y el gravamen sobre dividendos de fuentes
extranjeras del impuesto sobre sociedades expirarán este año; el recargo
del IRPF y en el impuesto sobre sociedades los pagos fraccionados y la
libertad de amortización lo harán en el 2013, y lo único que se mantendrá
es la deducción por vivienda. Además, existe el riesgo, hoy francamente y
desgraciadamente en parte confirmado, de que si la economía europea
empeora sobre la previsión del cuadro macroeconómico de estos
presupuestos, también empeorarán los ingresos de estos Presupuestos
Generales del Estado. Por poner un ejemplo, la deducción de recaudación
del IVA, impuesto sobre sociedades e IRPF sobre el ejecutado en el 2011,
si se hubiera producido en la actual coyuntura, solo con la caída del
0,7% del PIB nominal, que es lo que preveía el Gobierno al confeccionar
estos presupuestos, la caída sería del 5,6%. Ustedes, con las nuevas
medidas, prevén aumentar un 5,3% la recaudación. Pues, bien sencillo,
difícilmente ello será posible.









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El deterioro del crecimiento en medio punto comportaría que
la recaudación conjunta de los tres impuestos citados cayese en 3000
millones de euros frente a lo recaudado ya en el año 2011, y ello con las
modificaciones impositivas que ustedes han acordado, incorporando,
incluso, como ingresos los 2400 millones de euros previstos de la
amnistía fiscal, que ya sería ser optimistas.


Pasaría ahora a analizar el estado de gastos de estos
Presupuestos Generales del Estado. El gasto no financiero total del
Estado crece un 1,7% respecto al presupuestado en el año 2011 y apenas
baja un 1,1% frente al ejecutado. Los gastos corrientes crecen un 5,7%
frente al presupuestado y solo caen un 0,3% frente al ejecutado en el
ejercicio anterior. Y ello se debe básicamente al incremento de gasto en
intereses, a que se prevé más deuda y también más cara. La deuda crece
11,3 puntos, llegando al 79,3% del PIB, según la metodología de la que
nos hablaba el ministro, la del protocolo del déficit excesivo, 10 puntos
por debajo de la eurozona todavía.


Eso era una realidad hasta hace unos días porque las
enmiendas presentadas por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado ya
prevén que eso no sea así. Y ello se debe al previsible impacto del
rescate y su repercusión a través del FROB en el riesgo país y en su
deuda pública.


Dicho esto, el estado de gastos también contiene
previsiones difíciles de cumplir y falta de prioridades, si nos atenemos
a los que tendrían que ser hoy los objetivos prioritarios del Gobierno en
esta situación de crisis y de recesión económica; todo aquello que puede
favorecer el crecimiento, el empleo y la modernización de nuestra
economía sale claramente mal parado en estos presupuestos.


No se apuesta en sus prioridades de gasto por la mejora de
la productividad, de la competitividad y de la internacionalización de la
economía española. Por poner algunos ejemplos —alguno será
redundante—, en primer lugar, están los recortes destinados a los
programas de investigación, desarrollo e innovación, más del 25,6% de
disminución media, llegando a alcanzar en algunos casos el 34%, poniendo
en peligro programas, contratos y la propia existencia de algunos
centros, ya que aunque muchos de ellos han ido incrementando sus recursos
propios, sus fondos competitivos todavía no han acabado de consolidarse.
Ya estamos viendo en algunos casos las penurias, el anuncio de cierre de
algún centro, investigadores que se marchan ante el precario e incierto
futuro,


¿Cuándo podremos recuperar a los investigadores que se
marchan o que se pueden marchar ante este panorama? ¿No es más fácil
evitar que lo hagan, cuando habíamos empezado a acercarnos a la media
europea con proyectos, centros e investigadores de excelencia? Es una
apuesta equivocada la de estos Presupuestos Generales del Estado porque
estamos hipotecando el futuro.


Es verdad que la investigación, el desarrollo y la
innovación no da réditos políticos a corto plazo, eso lo sabemos muy
bien, pero desatenderla es hipotecar el futuro del país. Y no estoy
hablando de adjudicar recursos sin control y sin fiscalización, sino
evaluando sus resultados, por supuesto no eludiendo la concurrencia y la
competitividad.


La educación es otro ejemplo, otra cuestión de futuro y
otra inversión absolutamente necesaria, como muy acertadamente señalaba
el Consejo Europeo; también es recortada en un 21,9% con carácter global,
afectando a programas compartidos con comunidades autónomas, las becas,
las guarderías, las TIC en el aula, y, por supuesto, este es otro gran
error. (El señor presidente ocupa la Presidencia.)


Igualmente se reducen los recursos destinados al fomento
del empleo. A pesar de la previsión del propio Gobierno de su incremento,
se dará la paradoja de tener más parados y menos recursos para ayudarlos
a buscar empleo.


Las previsiones de gasto para las prestaciones de desempleo
también son insuficientes, como se ha puesto de relieve en otra
intervención. Por ejemplo, en 2011 disminuyó en 2200 millones hasta los
30 000 millones de euros por el aumento de desempleados que agotaron su
prestación; los Presupuestos Generales del Estado de 2012 estiman que esa
tendencia descendente se incrementará con una reducción en prestaciones
del 5,5%, pero la destrucción de empleo será muy acentuada este año, más
de 600 000 parados, así que el ritmo de entrada en el sistema de
protección será sustancialmente mayor al de salida, de modo que el gasto
no solo no se reducirá sino que puede incrementarse hasta un 5%, y si
ello sucediera, cosa probable, significaría 3000 millones de euros
más.


Asimismo, la previsión por lo que respecta al capítulo de
gastos en pensiones contributivas de la Seguridad Social está
infravalorado: en el año 2011 crecieron un 4%, a pesar de mantenerse,
como ustedes saben, mayoritariamente congeladas. En el año 2012 se prevé
un incremento del 2,4%, pero podría aumentar hasta el 5%, por pura
deducción, y ello comportaría una desviación también de más de 2500
millones de euros.









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Hay otro capítulo fundamental también para la modernización
y la competitividad que se ve afectado negativamente por estos
presupuestos, me estoy refiriendo a las infraestructuras. Un ejemplo
significativo de estas reducciones es el recorte de recursos para el
corredor mediterráneo, ello a pesar de algunas autoenmiendas, en cierta
parte cosméticas, destinadas a salvar responsabilidades y a hacer
propaganda. Se han de reducir los recursos destinados a inversiones, y
entre ellos a infraestructuras, es verdad, somos conscientes de ello,
pero se han de priorizar aquellas infraestructuras que más ayudarán a la
recuperación económica, a hacer más competitivas nuestras empresas, a
aprovechar sinergias, a tener un efecto multiplicador. Y los criterios en
esta materia no existen o son puramente coyunturales y electorales, sin
visión estratégica de país, y en este capítulo, Cataluña recibe un mal
trato evidente, no solo no se cumple lo dispuesto en la disposición
adicional tercera del Estatuto de Autonomía de Cataluña sino que es la
comunidad más afectada por los recortes en materia de infraestructuras.
Hay menos recursos, es verdad, pero a quien más se recorta es a Cataluña,
cuando es el territorio que padece un déficit en esta materia que no se
ha acabado de corregir, a pesar del avance de los últimos años.


Igualmente, cuando más necesario es para nuestras empresas
internacionalizarse, conquistar más y nuevos mercados, los Presupuestos
Generales del Estado reducen sustancialmente los recursos destinados a
ayudarlas en este fin. Cuando el mercado interior se comprime por la
caída de la demanda y la recesión económica, aquellas empresas,
afortunadamente cada vez más, que por vocación, porque consideran y
tienen muy claro que el mercado es global, o por necesidad, aquellas que
quieren salir al exterior, tendrán como acompañamiento, seguro, a una
Administración con voluntad y profesionalidad, no lo dudo, porque la
conozco, pero con una grave falta de recursos.


Asimismo, las políticas sociales, con excepción de las
pensiones y las prestaciones por desempleo, son competencia de las
comunidades autónomas, y estos Presupuestos Generales del Estado para
2012 reducen igualmente el gasto social en más de un 4% en relación con
el año 2011. A ello, habrá que sumar la teórica reducción de 10 000
millones de euros en educación y salud, básicamente a cargo de las
comunidades autónomas, decisión consultada con ellas, como he dicho, a
posteriori, y que debilitará la prestación de servicios básicos del
Estado del bienestar como la salud, la educación o la atención a la
dependencia.


Precisamente, las administraciones territoriales, y
especialmente las comunidades autónomas, tampoco son objeto de atención
prioritaria de estos presupuestos: reducción de las transferencias
corrientes, disminución de la inversión, etcétera. Solo las líneas de
crédito de pago a proveedores palían esta situación, y lo digo porque es
un elemento positivo, y las cosas positivas hay que reconocerlas y, por
supuesto, apoyarlas, como nosotros hemos hecho.


Pero hay que recordar que, justo hace un año, el Partido
Popular y su presidente votaban una moción en el Congreso de los
Diputados instando al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a pagar a
las comunidades autónomas el llamado Fondo de Competitividad
—también lo votó el señor ministro de Hacienda—, que figura
en este presupuesto. Lo que se votaba en la oposición, meses más tarde se
olvida cuando se gobierna; bueno, lo olvida el Partido Popular y
seguramente también otros, que tampoco lo han mencionado en su
discurso.


Voy concluyendo. A pesar de tener claro que la
vulnerabilidad de la economía española, y en concreto de su financiación
pública, está detrás de las turbulencias en los mercados financieros
junto a la delicadísima situación del sector financiero, la situación de
desconfianza general aumenta por la incertidumbre de las cuentas
públicas, a cuenta de la desviación del déficit del año 2011 y del
escándalo montado en torno a él por el actual Gobierno. Continúa con las
dudas sobre el compromiso del Gobierno en su negociación del objetivo de
déficit para el año 2012 y el retraso en la presentación de los
presupuestos de este año, presupuestos que no aseguran el cumplimiento
del objetivo perseguido, siendo poco adecuados, además, para reorientar
el modelo productivo y hacer lo posible para elevar la senda potencial
del producto interior bruto. Además, nos hacen presagiar nuevos ajustes a
lo largo del año, además de los ya efectuados.


En el estado de ingresos la mayoría de las medidas
—como decía— son temporales y distorsionadoras y su poder de
recaudación muy incierto, sin haberse planteado elementos nuevos de
fiscalidad, como también se ponía de relieve por parte del portavoz
socialista: el impuesto a las grandes fortunas, la fiscalidad
medioambiental, la recuperación del impuesto sobre sucesiones por parte
de las comunidades autónomas. El ajuste recae fundamentalmente en la
inversión de infraestructuras, en la investigación al desarrollo y la
innovación y en las políticas sociales. Los recortes, además, lastrarán
algunas partidas que









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dada la situación habría que priorizar claramente. Como
decía, la investigación al desarrollo y la innovación, la educación o la
formación para los desempleados.


Acabo, señorías. Estos Presupuestos Generales del Estado
del año 2012 son un cierto espejismo de austeridad, a la vez que un
pésimo instrumento para hacer frente a la situación de crisis económica y
recesión de la España de hoy, sin prioridades o con algunas de ellas
equivocadas. No generan confianza a la ciudadanía ni a nuestros socios
comunitarios y tampoco —como hemos podido ver— a los mercados
y, además, son tremendamente injustos e insolidarios; injustos e
insolidarios porque no reparten equitativamente las cargas, porque
recogen una amnistía fiscal injusta para aquellos que han cumplido sus
obligaciones fiscales delante de aquellos que han defraudado a la
hacienda pública, injustos e insolidarios porque ponen en riesgo la
cohesión social fundamental para la convivencia y también para la
competitividad, razones todas ellas, además de las anteriormente
expuestas, para argumentar y plantear nuestro veto a los mismos y la
petición de devolución al Congreso.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Montilla.


Para la presentación de la propuesta de veto número 3, del
Grupo Parlamentario Vasco en el Senado, tiene la palabra el senador
Zubia.


EL señor ZUBIA ATXAERANDIO: Gracias, señor presidente.


Buenos días, buenos mediodías, mejor dicho, señor ministro
de Hacienda y Administraciones Públicas. Evidentemente, no constituye
para su señoría ninguna sorpresa esta propuesta de veto que nuestro grupo
parlamentario presenta al proyecto de ley de Presupuestos Generales del
Estado para el año 2012; una propuesta de veto que obedece exactamente a
las mismas razones, no podían ser otras, que las que nos llevaron a
presentar una enmienda a la totalidad en el Congreso de los Diputados y
que forzosamente tenemos que mantener hoy o reafirmar, con más razón si
cabe, cuando han pasado prácticamente dos meses desde el debate de
totalidad en aquella Cámara. A ello nos conduce tanto los acontecimientos
posteriores que han sido —como bien sabe su señoría— muchos,
como el poco éxito, digamos que ninguno, que han tenido las prácticamente
3500 enmiendas presentadas al articulado y a las secciones en la Cámara
Baja, excepción hecha, claro está, de las presentadas por el Grupo
Parlamentario Popular que ya fueron incorporadas, y nada menos que en
número de 132, en el trámite de ponencia de dicha Cámara.


Nos reafirmamos, por tanto, en las razones por las que ya
en el Congreso de los Diputados enmendamos en su totalidad estos
presupuestos de 2012.


Está fuera de toda duda que los presupuestos de 2012 se van
a aprobar pese a las 8 propuestas de veto presentadas en esta Cámara, es
decir, por todo el abanico parlamentario con la lógica excepción del
Grupo Parlamentario Popular que, ciertamente —hay que
reconocerlo—, tiene mayoría absoluta. Sabemos, por consiguiente y
de antemano, que las 8 propuestas de veto van a ser rechazadas, pero es,
a nuestro juicio, un enorme error no buscar, en una cuestión tan
importante como esta, amplios consensos con los diferentes grupos
parlamentarios y los distintos sectores de la sociedad. El consenso se
nos antoja hoy más imprescindible que nunca, pues la tarea es, señorías,
ingente.


Nos encontramos en el marco de una profunda crisis
económica y un contexto europeo cuyas instituciones restringen, y de qué
manera, el margen de maniobra presupuestario por exigencias extremas de
recortes, austeridad del gasto y reformas neoliberales en materias tales
como el empleo, las finanzas o las políticas sociales. Por si esto fuera
poco, los mercados —dicho entre comillas— se vienen
aprovechando de la debilidad de la economía española y la están poniendo,
señor ministro, al borde de un rescate en toda regla no solo de la banca,
rescate, por cierto que, diga lo que diga el señor presidente del
Gobierno, incidirá en el déficit y, por tanto también en las prestaciones
a los ciudadanos; una crisis, un contexto europeo y unos mercados que en
nuestra opinión y en definitiva no auguran sino una mayor crisis y unas
perspectivas aún más negativas sobre las posibilidades de salir de ella.
Realmente muy preocupantes son los datos sobre la economía española, pues
según el propio Gobierno, el producto interior bruto caerá un 1,7% este
año de 2012, se destruirán más de 630 000 empleos, y la tasa de paro
rondará el 25% y más de un 50% si se trata de jóvenes.


Uno de los datos más relevantes para medir la profundidad
de la crisis, por no decir el más relevante de todos, es el número de
parados, que puede alcanzar a finales de este año 2012 los seis millones
de personas. Además, el abultado déficit público, un 8,5% del producto
interior bruto para el conjunto de las administraciones públicas en el
año 2011, cuando se preveía el 6%, y el compromiso de reducirlo este









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año 2012 hasta el 5,3% y el 3% en 2013, con lo que implica
de aumento de impuestos y reducción de gastos públicos, intensificará, a
nuestro juicio, la crisis económica haciéndola mucho más profunda que lo
que estima el propio Gobierno. Tampoco queremos omitir, todo lo
contrario, los problemas de fondo de la economía española, aún no
resueltos, que es imprescindible solucionar —repito,
imprescindible— para tener alguna posibilidad de que la
recuperación económica pueda iniciarse. Citaré a modo de ejemplo el
endeudamiento de empresas y familias, la reforma aún pendiente, señor
ministro, inacabada y mal gestionada del sector financiero o las
consecuencias de una reforma laboral que esta Cámara va a examinar
inmediatamente después de estos presupuestos. Todo ello sin olvidarnos de
la permanente improvisación e imagen de inseguridad que da un Gobierno
que semana tras semana, viernes tras viernes, mediante reales decretos
ley viene adoptando medidas de subidas de impuestos, recortes de gasto y
amnistías fiscales cuyo rumbo es imposible adivinar. Entretanto, el pacto
de estabilidad y crecimiento y el pacto fiscal acordados con la Unión
Europea exigen que se recorte el déficit público hasta el 5,3% del
producto interior bruto este mismo año de 2012. Y a este solo criterio de
ajuste y recorte responden estos Presupuestos Generales del Estado para
el año 2012, que nos sugieren una serie de reflexiones que me va a
permitir, señor ministro, realice.


En primer lugar, una política de extrema austeridad está
llamada a agravar la crisis. Menos gasto y más impuestos es evidente que
deprimen la demanda, generan más paro y menos crecimiento. En segundo
lugar, no va a ser posible reducir el déficit público en la cuantía
señalada. El año pasado, el 2011, con un incremento del PIB del 0,7% y
con grandes sacrificios presupuestarios, el déficit se redujo en 9
décimas, repito, solamente en 9 décimas. ¿Cómo se va a reducir en 3,2
puntos porcentuales si la economía decrece un 1,7% en este año 2012? En
tercer lugar, existe una falta de credibilidad —algún interviniente
lo ha dicho— y de rigor técnico en las propias previsiones de
ingresos y gastos además de las dudas sobre el cumplimiento en materia de
déficit público, tal y como reconocidas instituciones y economistas de
reconocido prestigio ponen de manifiesto.


En definitiva, a juicio del Grupo Parlamentario Vasco en el
Senado, los presupuestos para el año 2012 no van en modo alguno a
permitir que la economía mejore a corto plazo, sino, todo lo contrario,
pues no incorporan medidas para mejorar la competitividad y la
productividad a medio y largo plazo. Son unas cuentas cortoplacistas, que
causarán efectos prolongados pero nocivos en la economía española.


Se pretende paliar el déficit hasta lo imposible, y lo es
llegar al 5,3% del PIB acordado para el ejercicio presente. Pero, aun
cuando se llegara a él, no debe subordinarse a este fin toda la
estructura presupuestaria como realmente se ha hecho.


Estamos ante un presupuesto que ahoga cualquier posibilidad
de crecimiento económico. Baste recordar que se recortan en un 25% las
inversiones de I+D+i, en un 32% las de industria y energía, en un 22% las
de infraestructuras, en un 21% las de fomento del empleo y en este mismo
porcentaje las de educación, algo que, por cierto, sonroja, teniendo en
cuenta partidas como las de defensa o la asignación real, que apenas se
tocan.


Eso sí, el balance a presentar en Bruselas cuadra, pero
impide la modernización del tejido productivo, la creación de empleo
cualificado y, en consecuencia, la reactivación económica por lo que el
paro y el déficit seguirán carcomiendo la economía estatal.


De todo esto, señorías, señor ministro, se deduce que los
presupuestos para el año 2012 no son los adecuados para enfrentarnos a la
crisis económica, ya que no solo no la mejoran sino que la empeoran en la
medida en que no contribuirán a solventar la situación económica del
Estado en lo inmediato, mientras que sí incidirán en los problemas de
protección social que atraviesan las instituciones, condicionando la
superación de la crisis.


Antes de terminar, permítanme, señor presidente, señor
ministro, que me detenga, como ya hice, por otra parte, en la Comisión de
Presupuestos celebrada la pasada semana, en un tema que es permanente y
recurrente en nuestro grupo parlamentario, el del impacto de los
presupuestos en Euskadi.


Las partidas destinadas a Euskadi sufren un notable
descenso. Han oído bien: Descenso. Las inversiones en Euskadi casi
siempre han sido inexistentes y este año también. En su mayoría no
responden a proyectos concretos, sino que son meras imputaciones al
territorio de partidas genéricas que no tienen que ver con Euskadi y que
normalmente no se ejecutan. Los 112 millones de euros pactados el año
pasado con el Gobierno socialista han desaparecido y eran básicamente
proyectos para I+D+i.


Las inversiones reales directas del Estado presupuestadas
para este año se cifran en 31,7 millones de euros, es decir, suponen un
0,5% de la inversión total, experimentando una reducción del 27%.









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Respecto de las inversiones previstas para organismos
públicos o sociedades mercantiles únicamente podemos destacar la
contemplada en el Adif y destinada a la Y ferroviaria vasca.


Para este año 2012 se prevé que se inviertan por el Estado
321 millones de euros, cuando en 2011 se invirtieron nada menos que 338
millones de euros. El resto de proyectos son del todo irrelevantes,
responden a necesidades de la Administración del Estado y no a intereses
de desarrollo económico y social de Euskadi.


En consecuencia con todo lo dicho, los Presupuestos
Generales del Estado para el año 2012 son también negativos para Euskadi
y unos Presupuestos Generales del Estado negativos para la economía
española y negativos para Euskadi no pueden contar en modo alguno y no
contarán, señor presidente, señor ministro de Hacienda y Administraciones
Públicas, con el apoyo del Grupo Parlamentario Vasco en el Senado, y
justifican y explican suficientemente la presente propuesta de veto.


Nada más y muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Zubia.


Señorías, se suspende la sesión, que reanudaremos a las
cuatro de la tarde.


Eran las catorce horas y treinta minutos.


Se reanuda la sesión a las dieciséis horas y cinco
minutos.


El señor PRESIDENTE: Señorías, tomen asiento.


Se reanuda la sesión.


Presentación de la propuesta de veto número 1, del senador
Mariscal Cifuentes.


Tiene la palabra su señoría por tiempo de treinta
minutos.


El señor MARISCAL CIFUENTES: Gracias, señor presidente.


Señorías, señor ministro, quisiera comenzar mi primera
intervención en la Cámara Alta —es para mí un honor estrenarme
interviniendo en el debate de los Presupuestos Generales del
Estado— en defensa del veto que Izquierda Unida ha presentado a
estos Presupuestos Generales del Estado.


Es evidente que no voy a dar muchos más argumentos de los
que ya dio nuestro presidente y portavoz en el Congreso de los Diputados,
señor Cayo Lara, con ocasión del debate de totalidad de los presupuestos.
No obstante, han ocurrido cosas desde entonces que hay que tener en
cuenta, señor ministro.


Como no podría ser de otra forma, quisiera, en primer
lugar, mostrar toda la solidaridad política y humana hacia la rebeldía de
las comarcas mineras de España, y mostrar nuestro apoyo a la huelga
general que hoy se está desarrollando en dichas comarcas. Consideramos
que las compañeras y compañeros mineros están demostrando cuál es el
camino de la lucha y de la rebeldía. Asimismo, queremos denunciar la
criminalización de la derecha política, económica y mediática hacia las
movilizaciones justas de los sectores de la minería de nuestro país.


Quisiera saludar también desde esta tribuna —tal y
como ha hecho el señor ministro— al pueblo griego, especialmente a
aquellos y aquellas que en Grecia se levantaron ayer sin miedo, acudieron
a las urnas sin miedo, logrando la Coalición de la Izquierda Radical casi
un 27% de apoyo. Una Coalición de la Izquierda Radical respecto a la que
algunos de ustedes han respirado aliviados porque no ha vencido en las
elecciones. El tiempo es largo y la insistencia, por parte de los poderes
políticos de la Unión Europea y por parte de determinados países y
gobernantes, en políticas de austeridad que van contra los derechos
humanos, contra los derechos laborales, contra el propio derecho a la
asistencia de miles de ciudadanos y ciudadanas hará que, más temprano que
tarde, la Coalición de la Izquierda Radical gobierne en Grecia y muestre
también el camino al resto de los países de Europa con una propuesta
efectivamente radical, una propuesta que apuesta por la nacionalización
de la banca, y una propuesta que apuesta por la negativa al pago de la
deuda. Ríanse, ríanse, más reirán cuando la izquierda alternativa, la
Izquierda Radical, fruto de las políticas que ustedes insisten en
proponer, consiga alcanzar y avanzar con el poder y poner en práctica
políticas que ya son lógicas —absolutamente lógicas y
justas—, y que cada día entiende mejor la ciudadanía. Algunos, como
el señor Rajoy, sonreían la semana pasada cuando se aprobó el plan de
ajuste, como si la película hubiera terminado con final feliz. Y también
sonreía esta mañana desde México como si la película hubiera terminado
con final feliz. Señorías, la película no ha hecho más que comenzar.









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Señor Montoro, no sé si sabe qué es esto. (El señor senador
muestra un documento a la Cámara.). Esto es el Estatuto de Autonomía para
Andalucía, un estatuto de autonomía que es una ley orgánica y que fue
aprobado con el apoyo de muchos diputados y diputadas del Partido Popular
—antes he visto por aquí alguno que efectivamente lo apoyó—.
La disposición adicional tercera dice que la inversión destinada a
Andalucía será equivalente al peso de la población andaluza sobre el
conjunto del Estado para un período de 7 años. Y yo quiero también
aprovechar aquí, en mi condición de senador designado por la comunidad
autónoma andaluza, para denunciar el grave incumplimiento de la legalidad
vigente que suponen estos Presupuestos Generales del Estado al no
aparecer las inversiones destinadas en la disposición adicional tercera a
mi comunidad autónoma, a la comunidad autónoma andaluza.


Y, señorías, es tremendamente preocupante que senadores y
senadoras de Andalucía vayan a apoyar unos Presupuestos Generales del
Estado en los cuales no aparece el cumplimiento de nuestro estatuto de
autonomía, dejando claro que el apoyo que entonces el Partido Popular dio
a este estatuto de autonomía, al estatuto de autonomía del territorio de
la nacionalidad histórica que es Andalucía, no se haya visto finalmente
plasmado en las inversiones tan necesarias para nuestra tierra.


Señorías, tanto defender el Título VIII y se está
demostrando en estos días que el Título VIII de la Constitución era papel
mojado; parecía que solamente existiera el Título VIII para algunos y
para algunas, y ahora resulta que también el Título VIII es papel mojado.
Se ha demostrado —se está demostrando— que las comunidades
autónomas para ustedes son elementos que sobran. Ya lo decía un estudio
de FAES antes de las elecciones de noviembre, en el que quedaba claro que
sobraba poder autonómico. En esta progresiva agresividad, en este
progresivo proceso de recentralización política y económica del Estado
hay decisiones que se han adoptado y que no son una casualidad; en
concreto, imponer el 1,5% de déficit a las comunidades autónomas, porque
saben perfectamente que las comunidades autónomas son las responsables de
la mayoría del gasto social, las garantes —a través de la sanidad,
de la educación, de los servicios sociales— de los derechos
fundamentales, y apretando las tuercas a eso, que definitivamente se ha
demostrado que no son más que unidades de gasto, que son las comunidades
autónomas, están intentando —por cierto, con mucho éxito— en
muchos territorios, especialmente en aquellos en los que ustedes
gobiernan, privatizar y vender al mejor postor el bien común. Esa es la
estrategia de fondo. Esa es la estrategia exitosa en muchas de las
comunidades en las que ustedes están gobernando para atacar el patrimonio
común alcanzado con la lucha histórica de trabajadores y trabajadoras, de
la ciudadanía.


Con nuestra tierra, Andalucía, también se están cebando.
Lanzan amenazas, veladas o no, explícitas o implícitas, de intervención;
convienen la suspensión, a través del recurso al Tribunal Constitucional,
de la oferta de empleo público para los maestros y profesores de
secundaria en Andalucía; y, por supuesto, anuncian la obligación, con
amenaza de cerrar el grifo, de recortar 2700 millones en educación y
sanidad. Como digo, estamos ante un ataque planificado a los servicios
públicos. Nosotros, desde Izquierda Unida, creemos que nunca es más caro
un médico más; nunca es más caro un profesor más, jamás. Y eso es algo
que la sociedad entiende cada vez más.


Estas políticas de ajuste que ustedes están acentuando y
promoviendo, que lo único que están provocando en el conjunto del
continente europeo y en nuestro país es el aumento de la miseria y de la
pobreza, son crueles, pero además ejercen el poder político a través de
la desmoralización de la ciudadanía. Eso es lo que ustedes están
intentando hacer: generar miedo de forma constante y permanente para
poder atacar mejor el poder de la ciudadanía y de la democracia. Es
curioso que ustedes siempre digan que la democracia está en crisis cuando
la ciudadanía asume que puede transformar la realidad y cambiar las
cosas. E insisto en que lo que ha estado a punto de suceder en Grecia
sucederá, más temprano que tarde, aquí.


Estos Presupuestos Generales del Estado se formulan al
servicio del capital especulativo y financiero; al servicio del
capitalismo feo, del capitalismo casposo español. (Rumores.) Se preguntan
ustedes por qué presentamos enmiendas de devolución y vetos a estos
presupuestos, y la respuesta está en los propios presupuestos. Los
presupuestos dicen que el consumo privado va a caer en un 3%, que la
formación bruta de capital lo hará en un 8,8% y que todo se entrega a la
exportación; en ellos se señala también que la destrucción del empleo se
va a situar en torno al 3,7% y que habrá un aumento del paro en
aproximadamente 600 000 hombres y mujeres. Aparece negro sobre blanco,
¿cómo no quieren que presentemos una propuesta de veto?


Lo que pasa es que ustedes saben jugar muy bien con el
lenguaje. Ya empezó el señor Zapatero llamando a la crisis desaceleración
y ustedes han continuado esa gran creatividad del circunloquio al









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llamar readecuación del gasto a lo que no son más que
recortes y créditos blandos al rescate. En mi tierra se dice que eso de
dar duros a cuatro pesetas es imposible, pero parece que ya se ha
inventado. La bajada de los costes salariales es denominada por ustedes
devaluación interna. Pero lo más genial de todo es lo de la amnistía
fiscal; lo llaman programa extraordinario para incentivar que los
contribuyentes del IRPF, del impuesto sobre sociedades y del impuesto
sobre la renta de no residentes regularicen su situación tributaria. Ese
es el término con el que se nombra la vergonzosa y vergonzante amnistía,
que, no solamente fomenta el fraude para este curso del año 2012, sino
que permite el blanqueo de dinero. Eso sí, somos una sociedad avanzada
que invierte en I+D+i; una sociedad donde la información y la telemática
tienen un papel fundamental. Fíjense que los defraudadores podrán
acogerse a la amnistía fiscal vía telemática, a través de Internet, y se
garantiza además el carácter reservado —esto es la economía del
conocimiento— de esta declaración tributaria especial. Estas son
las enseñanzas que estamos dando a las nuevas generaciones. ¡Qué bonita
enseñanza! A los que defraudan se les perdona y a los que pagan
impuestos, se les suben.


Un tal Henry Peter, que es el director del Máster en
Derecho Empresarial de la Universidad de Ginebra, un señor que se dedica
a asesorar a los que tienen cuentas en la banca suiza, como el señor
Urdangarín, por ejemplo, dice textualmente que califica el gravamen del
10% como más que favorable, ya que las personas que no han pagado
impuestos sobre el ingreso ni sobre el patrimonio o eventualmente sobre
la sucesión pueden blanquear —dice textualmente este asesor de la
banca suiza— sus activos por solo el 10% de su valor. Se trata de
un impuesto muy bajo para contribuyentes que tengan la oportunidad de
restablecer una suerte de virginidad fiscal. Esto es lo que tenemos, que
haya traficantes de armas o traficantes de personas que tengan
oportunidad de blanquear el dinero a través de la propuesta del
Gobierno.


Estos presupuestos generales son toda una apuesta por la
continuidad de lo que hemos denominado el capitalismo casposo, este
capitalismo feo que hay en España. Esta apuesta por seguir
desindustrializando nuestro país, esta apuesta por no invertir en energía
renovable y seguir poniendo a España como una economía dependiente
también en el sentido energético.


Unos presupuestos generales que apuestan también
—poco— por infraestructuras, pero por las grandes sobre todo.
Fíjense que las grandes infraestructuras como el AVE tienen 4180 millones
de euros, mientras que las cercanías tienen 28 millones —esto es un
dato curioso, es un dato interesante. Luego se critica que los
trabajadores no quieran moverse; es que no hay movilidad, no hay
movilidad sostenible, piensen que en algunos pueblos y localidades de
nuestro país cuando pasa un tren de cercanías le hacen la ola.


Hay también un ataque permanente a la agricultura,
especialmente a aquellos sectores con futuro, como podría ser la
agricultura ecológica; un ataque contra la salud, contra la educación. La
tasa de reposición del 10% como obligación o el abandono de la
financiación del Plan Nacional sobre el sida a las comunidades autónomas.
Hay descensos notables y preocupantes en partidas de prevención,
contaminación y cambio climático. Desciende, señorías, el presupuesto
destinado a políticas activas de empleo.


Y qué hablar y qué decir del I+D+i, el mayor ataque de la
historia de la democracia a la investigación y el desarrollo. Luego
quieren que tengamos un capitalismo moderno, un capitalismo eficiente, un
capitalismo europeo, cuando resulta que se hace una apuesta fuerte,
determinante, contra las políticas de investigación, desarrollo e
innovación. Al 30%, señorías, de reducción acumulada con los recortes que
ya Zapatero hiciera del 4,2% en 2010 y del 7,38% en 2011, ahora se le
añade otro del 8,65%. Las dificultades financieras de las universidades,
que aportan el 60% de la investigación en España, lo dice todo.


En la Unión Europea de los Veintisiete tenemos una media
del producto interior bruto del 2,3%, y en España apenas llegamos al
1,35% en inversión en investigación, desarrollo e innovación. Por no
hablar de que se les está obligando a los institutos científicos públicos
a una reducción del personal y a una disminución de las posibilidades
objetivas que hay de contribuir al bienestar colectivo a través de la
investigación y el desarrollo desde lo público. Por no hablar de esa
barbaridad que supone la tasa de reposición al 0% en los ámbitos de
investigación y desarrollo.


Voy terminando, señorías. Los Presupuestos Generales del
Estado son rechazados por Izquierda Unida porque, como he dicho, se
pretende y se está consiguiendo asfixiar financieramente a comunidades
autónomas y a ayuntamientos; porque son la muestra de una
recentralización autoritaria del Estado; porque son un ataque a los
servicios públicos y a la garantía de los derechos sociales por parte del
Estado; porque son una incitación permanente a la enajenación del bien
común; porque forman parte de









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un ataque programado a los derechos sociales, a los
derechos de la clase trabajadora, a los derechos cívicos conquistados
durante años y que ustedes están intentando cargarse de un plumazo en muy
poco tiempo. Eso, desde luego, tiene resistencia: resistencia social,
resistencia obrera y resistencia cívica, la que están demostrando hoy las
comarcas mineras de nuestro país y la que se seguirá demostrando a través
de la movilización, que tendrá que aumentar, porque no podrá ser de otra
forma, contra las políticas de ajuste, contra las políticas injustas,
contra los derechos sociales y contra los derechos cívicos.


Ya sabe que Víctor Jara cantaba aquello de: Minero soy/ A
la mina voy/ A la muerte voy/ Minero soy/ Humano soy. ¡Qué antiguo,
¿verdad?, esto de Víctor Jara! Es que los rojos a veces somos muy
antiguos. (Rumores.) Mucho más antigua, señorías, es la humillación
sistemática y el dolor al que someten a los obreros, a las obreras, a los
trabajadores y a las trabajadoras con ese sistema que está al borde del
fracaso como continúen así.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Mariscal.


Para la defensa de la propuesta de veto de los señores
Zerolo y Quintero, tiene la palabra el senador Quintero.


El señor QUINTERO CASTAÑEDA: Muchas gracias, señor
presidente.


Señor ministro, señorías, la pregunta que hoy nos
planteamos todos es si el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del
Estado que estamos debatiendo —al que hoy se presentan estos vetos
y a partir de mañana las enmiendas— será el que el Gobierno ejecute
en 2012. ¿Será este? Desde que el Ejecutivo diseñó las cuentas para este
año, el Gobierno ha aplicado un ajuste de 10 000 millones de euros en
sanidad y educación y el pasado sábado se aprobó un rescate —como
todos sabemos— a la banca española con una inyección de 100 000
millones de euros; una recapitalización de la banca que, pese al empeño
del Gobierno en negarlo, conllevaría la aplicación de medidas mucho más
dolorosas, entre ellas, las que ya nos están pidiendo: la subida del IVA
y la reducción del sueldo de los funcionarios. Esperemos que, como dijo
el presidente ayer mismo, esto no se cumpla. La línea que ha trazado el
Gobierno —y que además le han impuesto desde Bruselas y creemos que
también desde Berlín— genera muchas dudas sobre el futuro que nos
espera. Recurren continuamente a eufemismos para ocultarnos la realidad
y, por otra parte, las políticas erróneas que han aplicado, desde nuestro
punto de vista, y la presión exterior de los mercados contribuyen a
multiplicar el desconcierto y la desconfianza sobre si realmente el
Gobierno tiene un plan o actúa de manera improvisada.


Los presupuestos que el Gobierno ha diseñado distan mucho
de la propuesta que presentó el partido que los apoya —el Partido
Popular— en las elecciones del pasado mes de noviembre; no se
ajustan al modelo que Mariano Rajoy prometió a todos los españoles. Y
podrán seguir escudándose en que desconocían el déficit real, pero lo
cierto es que parte de las comunidades autónomas estaban gobernadas por
el Partido Popular. No nos cabe la menor duda de que este argumentario ya
no les vale. Las cuentas son un erial de inversiones y obedecen a la
espartana política de austeridad impuesta por Bruselas y Merkel al
Gobierno que preside Mariano Rajoy. Los números que presenta el Gobierno
son un severo castigo a lo social y a lo económico, al Estado del
bienestar, nos harán más pobres y ofrecen pocas esperanzas para un país
que se desangra mientras aumentan las cifras de desempleados y se
acumulan muchas vidas rotas de ciudadanos. Veinticuatro horas después de
las elecciones griegas, la tragedia a la que nos podemos ver abocados es
una incógnita, cuyas consecuencias se tendrán que revelar cuanto antes y
el hecho es que ya hoy los mercados nos castigan más que nunca.


Los presupuestos que estamos discutiendo hoy son en
realidad la continuidad de un conjunto de políticas que hemos criticado
desde Coalición Canaria y el nacionalismo canario, porque consideramos
que muchas de ellas son profundamente erróneas; no dejan de ser otra cosa
más que el cúmulo de proyectos que se enmarcan en una concepción sobre la
forma de afrontar la crisis que afecta en este momento al Estado español
y a algunas comunidades más que a otras. Es un castigo sin precedentes a
las clases medias y a las clases trabajadoras. El Gobierno actúa con
dureza extrema frente a los ciudadanos y con sumisión frente a los
llamados mercados causantes. Son unos presupuestos que persiguen una
reducción del déficit sencillamente irrealizable y más aún en el
horizonte temporal que ustedes se han planteado.


La caída de la actividad económica se está recrudeciendo
cada día más, la recesión tendrá efectos muy negativos sobre la
recaudación y limitará aún más el gasto, lo que hará muy difícil que el
Gobierno cumpla con el objetivo de déficit. Con las cifras que conocemos,
desde que se presentaron los









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presupuestos, es una tarea casi imposible, y creemos que su
departamento lo sabe. Un Gobierno que genera más dudas que certeza, un
Gobierno que apoya semana tras semana donde dije digo, ahora digo Diego,
termina convirtiéndose en una parte del problema y esa es una situación
que tendrán que corregir si no quieren agravar, con sus anuncios y sus
decisiones, un escenario ya bastante asfixiante.


Los presupuestos que ha elaborado el Gobierno suponen un
disparo a la línea de flotación de los servicios públicos, una situación
que se ha visto agravada por el recorte de 10 000 millones de euros que
el Gobierno anunció en una línea del tercer párrafo de una nota de
prensa. Y yo me pregunto: ¿Qué futuro espera a los jóvenes si el Gobierno
trunca su futuro liquidando el sistema público de enseñanza? ¿A que
escenario se enfrentan con unos presupuestos que cercenan la esperanza de
más del 50% de los jóvenes de este país que están en el paro? Ninguno,
señor ministro.


Los servicios públicos en España, la educación, la sanidad,
tienen insuficiencia financiera crónica respecto al resto de los países
de la OCDE, y lo que están haciendo con sus políticas es abrir una puerta
a la privatización, porque estas medidas, por supuesto, no son
compatibles con la pervivencia de los servicios públicos tal y como hoy
los conocemos en España.


Desde la óptica canaria lo primero que tenemos que decir es
que el señor Rajoy ha incumplido con los compromisos establecidos con mi
compañera Ana Oramas cuando intervino en el Congreso de los Diputados en
el debate de investidura, donde planteó la necesidad de recuperar y
respetar nuestro fuero, el fuero canario, el régimen económico y fiscal
de Canarias. Esto, como le demostraré ahora, se ha incumplido
flagrantemente. Planteó la necesidad de estimular la actividad turística,
que representa el 30% del producto interior bruto canario y, muy al
contrario, decidió no prorrogar en los Presupuestos la bonificación de
las tasas, que nos permitió registrar cifras históricas de visitantes en
2011. Estas cifras fueron tan grandes que el beneficio para el Estado fue
mayor que si no se hubieran aplicado. Nos ha dejado sin los 50 millones
de euros correspondientes a la tercera anualidad del plan de
rehabilitación de la planta alojativa obsoleta turística de Canarias.


La tasa de paro en Canarias hoy es la segunda más elevada
de España, con el agravante de que nuestra economía, fuertemente
dependiente, cuenta con menos opciones que otros territorios para luchar
con una recesión que castiga especialmente a territorios vulnerables como
Canarias. A veces nos preguntamos qué tiene que ocurrir o qué tenemos que
explicar, señor ministro, para que el Gobierno del Estado responda a las
necesidades de cumplimiento con nuestros derechos. En ningún caso estamos
hablando de subvención ni de caridad.


No estoy aquí defendiendo este veto para preguntarle qué
hay de lo nuestro, se lo aseguro, señor ministro. Con este veto pretendo
advertirle que si su Gobierno no cambia la estrategia y la política con
respecto a Canarias, las islas se van a convertir en un problema para el
Estado, y creo que todos esperamos que eso no ocurra. En Canarias hay un
31% de paro y un 38% de personas y de familias que no reciben ninguna
prestación. Con estas cifras tan alarmantes no podemos aceptar unas
cuentas que, como le comentaba anteriormente, incumplen la herramienta
que compensa nuestra debilidad por nuestra insularidad, nuestra lejanía y
nuestra ultraperiferia.


El régimen económico y fiscal exige al Gobierno del Estado
que las inversiones en las islas sean, como mínimo, el equivalente al
resto de las comunidades autónomas; máxima legal que el Gobierno del
Estado incumple una vez más. No es la primera vez, es verdad, pero en
este caso nos aleja más que en las cuentas de 2011. No estamos pidiendo
más dinero, estamos pidiendo que se nos conceda, en relación con el
conjunto del Presupuesto, lo que nuestro régimen económico y fiscal dice
y manda.


Las operaciones de capital, absolutamente determinantes
para garantizar las infraestructuras y las inversiones y, en definitiva,
el estímulo económico de la comunidad canaria, en el Estado disminuyen un
36,1%, en Canarias un 45,7%, es decir, 9,6 puntos más que la media del
Estado. Esto supone un incumplimiento flagrante de nuestro fuero. Para
ser justos no lo han incumplido solo ustedes, eso es verdad, se lo tengo
que decir, es una deuda histórica que desde Canarias se reivindica al
Estado.


Los presupuestos que ha diseñado su departamento para
Canarias se alejan mucho de las recetas que esta necesita para dar
respuesta a los problemas que se acumulan desde el inicio de la recesión
económica, en la que vivimos desde hace casi cinco años. Las cuentas han
sido elaboradas con los mismos criterios que para el resto de las
comunidades autónomas y, en el paso por la Moncloa, han optado por
mutilar los derechos que nos corresponden como territorio insular y
alejado de este continente.


El Gobierno ha decidido castigar a una de las comunidades
más afectadas por la crisis con un plan de inversiones que nos aleja aún
más de la media del Estado; nos sitúa al borde de un abismo cuyas









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consecuencias son imprevisibles y en un escenario
irrespirable en el que muchas personas carecen de la más mínima esperanza
de reingresar en el mercado laboral.


Las previsiones señalan que con estos Presupuestos, si no
se corrigen, más de 5000 empleos directos e indirectos se verán afectados
en Canarias por el hachazo de los convenios de infraestructuras. Y todo
por la arbitraria decisión del Ejecutivo de aplicar en las islas un
recorte que supera con creces el ajuste llevado a cabo en algunos otros
territorios. Las cifras lo dicen, señor ministro; si en 2011 la
diferencia de lo que percibía Canarias por habitante era de 58 euros, en
el 2012 se amplía hasta 92. Pese a la actitud del Gobierno, que se niega
a dialogar y a aceptar propuestas alternativas de otros grupos políticos,
insistiremos en el trámite correspondiente con una batería de enmiendas
con las que pretendemos rescatar la inversión pública y los planes de
empleo, garantizar la supervivencia del sector primario fundamental en
Canarias, y fortalecer las conectividades, tanto aéreas como marítimas,
para Canarias, lo cual es, dada nuestra idiosincrasia con siete islas
divididas y alejadas del territorio peninsular, fundamental para nuestra
recuperación socioeconómica.


Con este conjunto de datos los senadores canarios nos
reafirmamos en nuestro veto con la confianza, señor ministro, de que sea
usted capaz de ver la realidad de Canarias. Espero que así sea de forma
que en el trámite de enmiendas puedan aportar más a Canarias. Decía usted
esta mañana que debíamos tener grandeza política. Durante estos más de
treinta años de democracia Coalición Canaria ha aprobado Presupuestos,
tanto del Partido Popular como del Socialista, y ha ofrecido su apoyo
cuando les ha hecho falta y también cuando no porque tenían mayoría
absoluta, pero ahora creemos que estos presupuestos son malos para España
y para Canarias. Evidentemente, en este momento estoy de acuerdo con
usted en que hay que dejar algunos temas territoriales a un lado para
fortalecer el Estado, pero estamos en la Cámara territorial y como
senador por un territorio que soy debo defender aquellas peculiaridades
que creo que en este se incumplen con esta ley de Presupuestos Generales
del Estado.


Señorías, como decía Sófocles, cuando las horas decisivas
han pasado, es inútil correr para alcanzarlas. Espero, señor ministro,
que tome nota de ello y que en este debate puedan mejorarse los
presupuestos para Canarias.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Quintero.


Para la defensa de la propuesta de veto número 2, de los
señores Aiartza y Unamunzaga y de la señora Mendizabal, tiene la palabra
la señora Mendizabal.


La señora MENDIZABAL AZURMENDI: Gracias, señor
presidente.


Buenas tardes, señor ministro. Amaiur ha presentado una
propuesta de veto al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado
para 2012 por las razones que seguidamente paso a explicar. Básicamente
creemos que responden a un diagnóstico erróneo de las características
propias de la crisis sistémica internacional. Como consecuencia de este
error en el diagnóstico los Presupuestos Generales del Estado no solo no
dan respuesta ni solución a la crisis económica, ni a la crisis social,
ni a la crisis institucional sino que profundizan en las consecuencias de
esas crisis, generando más recesión y desempleo.


Los presupuestos no reforman la estructura económica porque
no impulsan la economía real, no apuestan por el Estado de bienestar y no
tienen en cuenta las diversas naciones existentes dentro de este. Estos
presupuestos olvidan la economía productiva, la real, y solo responden a
los intereses del sector financiero especulativo. Estos presupuestos son
fiel reflejo de las actuaciones del Gobierno. Recientemente hemos visto
cómo el Gobierno ha trabajado para rescatar a las bancas mientras se
olvidan de la ciudadanía, recortando el gasto social.


Estos presupuestos no tienen como prioridad directa la
creación de empleo de calidad e imposibilitan el impulso de una economía
asentada en parámetros sociales y respetuosa con la naturaleza. Vamos a
definir estos presupuestos en cuatro frases: creemos, en primer lugar,
que son ineficaces frente a la crisis económica, en segundo lugar, que
son impulsores de crisis social; en tercer lugar, que agravan la crisis
institucional y, por último, que son ajenos a la realidad económica y
social de Euskal Herria.


Creemos que son ineficaces frente a la crisis económica
porque reflejan la filosofía de las medidas adoptadas por el Gobierno en
estos primeros meses y que van a generar más recesión económica con la
consiguiente caída de la producción, aumento del paro, descenso de los
salarios y empobrecimiento generalizado de la población y, por ende, del
Estado. La política generalizada de recortes conduce a la economía
española a una situación de colapso económico; con la excusa de una
supuesta austeridad, se









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olvidan de la ciudadanía, de las personas que están
sufriendo y van a sufrir en mayor medida las consecuencias de la crisis
económica, apoyando a los sectores especulativos y financieros que son
los que han tenido una gran responsabilidad en el origen y desarrollo de
la crisis.


Los presupuestos reflejan una falta de compromiso con la
economía productiva, evitando apostar por la economía real y social.
Tanto es así, que las mayores reducciones las han sufrido en ministerios
inversores como puede ser el de Fomento, con un recorte del 34,6%. Esto
nos lleva al segundo punto, donde señalábamos que los presupuestos son
impulsores de la crisis social. No deja de ser significativo que cuando
la principal consecuencia de la crisis económica es el grave problema del
desempleo y la precariedad del empleo, el Gobierno reduzca en casi 1600
millones de euros la partida destinada a las políticas activas de empleo.
A pesar de que las cifras de paro son crecientes y hasta el propio
Gobierno reconoce que en este ejercicio no van a disminuir, los
presupuestos también recogen un recorte de 1669 millones de euros en las
prestaciones por desempleo.


La importante reducción de las partidas destinadas a estos
dos conceptos, política activa de empleo y prestaciones por desempleo, va
a debilitar aún más el nivel de protección social, incrementándose el
número de personas en paro sin ningún tipo de cobertura y aumentando el
número de personas que percibirán prestaciones asistenciales que son de
menor cuantía que las prestaciones contributivas. Estas acciones conducen
a un claro debilitamiento del Estado de bienestar, como queda de
manifiesto si analizamos el dato de los importantes recortes en las
partidas de los departamentos de carácter social, como son Educación y
Cultura, que ve disminuido su presupuesto en un 21,2%, o Sanidad,
seguridad social e igualdad, que ve disminuidas sus partidas en un 13,7%.
Estas cifras contrastan con los menores recortes aplicados a ministerios
e instituciones claramente improductivas y manifiestamente antisociales
como son los de Defensa, con una disminución del 8,8%; Interior, con un
4,3% de recorte y no digamos ya la casa real, que se aplica un escaso
recorte del 2%.


En el punto tercero decimos que los presupuestos son un
factor que agrava la crisis institucional y acerca la posibilidad de
convertir al Estado español en un Estado económica y socialmente fallido.
Dentro de las características propias de la crisis sistémica que adopta
el Estado español se encuentra en su origen la burbuja institucional,
fruto de una transición fraudulenta que no ha dado una respuesta
democrática, respetuosa con la voluntad de la ciudadanía, a la realidad
de las naciones sin Estado, las realidades nacionales que se encuentran
dentro del actual Estado español.


En su día no se tuvieron en cuenta las muy diversas
realidades nacionales, culturales y de estructura socioeconómica que se
encontraban dentro del Estado. Pensaban que, anulando formalmente la
diversidad, tenían resuelto el problema. Treinta y cinco años después su
problema sigue encima de la mesa. La exigencia de respeto a su soberanía
por parte de las naciones históricas tiene más fuerza que entonces, pero
su problema se ha agravado porque, paralelamente, han generado un modelo
institucional que no funciona. Es generador de gasto inútil, de
ineficacia económica y social y en demasiados casos de corrupción, un
modelo institucional que está también en la base del grave problema de
endeudamiento público del Estado.


Desde esta perspectiva, estos presupuestos no solo no dan
una respuesta que vaya a la raíz del fuerte endeudamiento público sino
que se acompañan de una serie de reformas llamadas estructurales, como
son la reforma laboral, la reforma financiera y las medidas fiscales, que
debilitan su carácter de Estado social, de derecho, que no abordan la
raíz del problema y no contribuyen a paliar las consecuencias sociales de
la crisis económica; una reforma laboral que supone un recorte de
derechos y el aumento de la indefensión de las personas que tienen un
puesto de trabajo cada vez más precario, que supone una pérdida de poder
adquisitivo y de capacidad de gasto para amplios sectores de la
población; una reforma laboral que no va a generar empleo y sí, por el
contrario, desprotección para sectores cada vez más amplios de la
población; una reforma financiera que promueve el fortalecimiento de un
oligopolio financiero, el desmantelamiento de entidades financieras de
carácter social y control público. Esa es la privatización que han hecho
del sistema financiero de origen social.


En el planteamiento de estos presupuestos no existe ninguna
alusión a potenciar una institución financiera, un banco público
precisamente para atajar y plantar cara a todo ese sistema financiero que
está en el origen de la crisis. No hay ninguna medida que impida la
especulación de las entidades financieras con los fondos y préstamos que
consiguen del Banco Central Europeo o con este rescate del que todos
hablan pero nadie del Gobierno reconoce y, al final, muchos de esos
fondos ni siquiera van a la gente de la calle, porque están sirviendo
para regenerar y solventar los problemas propios de la banca. La
potenciación de este oligopolio financiero limita el crecimiento
económico, la salida de la crisis y debilita el









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Estado social de derecho. Y unas medidas fiscales que
contribuyen a una apología del fraude al establecer una especie de
amnistía fiscal, disfrazada de regularización, en vez de atajar el fraude
fiscal y, también, lo que podríamos llamar el fraude legal, es decir,
todas esas situaciones que legalmente no son un fraude, pero que son
profundamente insolidarias ya que constituyen una elusión fiscal que se
produce a través de las sociedades patrimoniales, las Sicav, junto con la
no existencia de ese impuesto sobre las grandes fortunas, etcétera. En
definitiva, unas medidas fiscales que siguen haciendo recaer sobre las
clases medias y clases populares la carga fiscal sobre la que se
sustentan los ingresos del Estado, en vez de centrar los esfuerzos en la
persecución del fraude fiscal, en conseguir la justa tributación de las
grandes fortunas y capitales financieros que actualmente eluden la
tributación.


Por tanto, estos presupuestos van a contribuir al
agravamiento de la crisis institucional, poniendo en peligro el Estado
social de derecho y la viabilidad económica y social del Estado
español.


Por último, creemos que estos presupuestos son ajenos a la
realidad económica y social de Euskal Herria. El análisis del contenido y
la filosofía que impulsan a estos presupuestos no hace sino constatar la
existencia de Euskal Herria como una sociedad diferenciada que no solo no
se identifica con el modelo socioeconómico que impulsan en estas cuentas
públicas sino que no encuentra ni acomodo ni solución a sus
problemas.


Desde la perspectiva de Amaiur estos presupuestos nos
reafirman en la necesidad de que Euskal Herria ejerza su plena soberanía,
tenga en sus manos todos los instrumentos de autogobierno necesarios para
dar respuesta eficaz en clave social a los problemas y necesidades de la
ciudadanía vasca y, también, para impulsar un nuevo modelo socioeconómico
que nos permita construir una sociedad justa, basada en la sostenibilidad
de la vida, a través de la igualdad de derechos sociales y, en general,
de todos los derechos de mujeres y hombres, en el reparto del trabajo,
del poder y la riqueza, en armonía con la Madre Tierra impulsando un
desarrollo equilibrado.


En base a su ineficacia frente a la crisis económica, a su
papel de impulsores de la crisis social, a su contribución a la
profundización de la crisis institucional y en su planteamiento de que no
responden a la realidad política, social y económica de Euskal Herria,
Amaiur ha presentado esta propuesta de veto al Proyecto de Ley de
Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio de 2012.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora
Mendizabal.


Propuesta de veto número 6, de los señores Saura y Guillot,
del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, president.


Señor ministro, señorías, voy a defender el veto que
presento junto al senador Joan Saura, pero permítanme antes hacer un
recordatorio, una vez más, de por qué estamos sufriendo una situación tan
crítica en todos los órdenes. Estamos donde estamos, señor Montoro, por
la codicia de banqueros y especuladores y por las servidumbres y
confluencia de intereses con la política. Por eso estamos donde estamos.
Y no por causas naturales ni por desastres naturales porque esta crisis,
sobre todo fruto de la crisis del sector financiero, no nos ha caído del
cielo. No podemos olvidar que fueron Gobiernos del PP y del PSOE los que
crearon las condiciones para que los bancos financiaran una burbuja de
créditos sin precedentes en torno al negocio inmobiliario. Ustedes, desde
el Gobierno de Aznar, o los Gobiernos del señor Rodríguez Zapatero, con
la colaboración de los presidentes del Banco de España, señores Caruana y
Fernández Ordónez, permitieron todo tipo de tropelías bancarias y que se
fuera inflando la burbuja inmobiliaria. El PP la creó y el PSOE no se
atrevió a pincharla.


El señor Montoro, usted, señor ministro, se atrevió a
afirmar en el año 2003: No existe una burbuja inmobiliaria, es una
especulación de la oposición. ¡Que Santa Lucía le conserve la vista! El
señor Solbes sentenciaba en 2008 que quienes auguraban el riesgo de
recesión por esa causa —la burbuja inmobiliaria— no saben
nada de economía. La realidad es que banqueros y constructores se
forraron. Los bancos españoles se convirtieron en los más rentables a
costa de ir debilitando nuestra economía. Estalla la burbuja y se sigue
ocultando la realidad.


Hoy, señorías, vamos a discutir y a aprobar esos
presupuestos, y aún no sabemos cuál es el tamaño de los activos
inmobiliarios de los bancos ni de sus activos tóxicos. Por no conocer ni
conocemos las condiciones del rescate de 100 000 millones de euros. Y
para que estos 100 000 millones de euros basten, también depende del
agujero del ladrillo y este de la caída de los precios de la vivienda. Lo
que









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sí sabemos ya, por mucho que el señor Rajoy lo desmienta,
es que este rescate tendrá efecto sobre el déficit y la deuda.


Señorías, se ha demostrado que el principal problema de la
economía española es su sistema financiero y no el gasto social ni los
derechos de los trabajadores. Seguramente, estos Presupuestos Generales
del Estado para 2012, que hoy discutimos, son la más clara expresión del
estilo y contenidos del Gobierno del PP. El presidente Mariano Rajoy en
su sesión de investidura centró su discurso en torno a dos grandes ideas:
recuperar la confianza y un programa de reformas.


Recuperar la confianza. No seré yo quien valore el mucho o
poco crédito del señor Rodríguez Zapatero y su Gobierno, con el cierre
del déficit de 2011 pasando del 6% al 8,5%. Lo que sí les puedo decir,
señorías del Grupo Popular, señor ministro, es que en seis meses ustedes
se han pulido todo tipo de credibilidad. Empezaron aplazando la
presentación de los presupuestos para después de las elecciones andaluzas
—pudo el electoralismo a la responsabilidad, aunque,
afortunadamente, no sirvió para nada—, por no recordar el
descubrimiento tardío de cuatro décimas más de déficit que aportaron la
Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y Castilla y León, cinco
meses después de cerrar el ejercicio de 2011, que hizo pasar el total del
déficit del 8,5% al 8,9%. Se da la circunstancia de que el consejero de
Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, el señor Beteta, hoy es
secretario de Estado en el Ministerio de Hacienda. ¿No le resulta
increíble, señor Montoro, que no supiera cuál era el déficit real de su
comunidad? ¿No es extraño que no le informara a usted, como ministro? Se
hace incomprensible y es como para confiar mucho en el señor Beteta. Son
engaños todos ellos acompañados de fanfarronadas. ¿Recuerdan al señor
Rajoy afirmando una reducción del déficit al 5,8% por decisión soberana
para después ser corregido, o aquel no le presionan sino que es él quien
presiona? ¿Cómo se recupera la confianza desautorizando al Cuerpo de
Inspectores del Banco de España y encargando una auditoria externa sobre
el sistema financiero? Y, para terminar, la presentación pública del
rescate por parte del señor De Guindos y el presidente Rajoy, digna de un
sainete. Nos intentaron colar —con escasa fortuna— que no era
un rescate ni iba a afectar al déficit ni a la deuda. No es de extrañar
que en Europa hayan pasado de la perplejidad a la desconfianza con este
Gobierno, y en un tiempo récord.


Y nos plantearon tres reformas, tres reformas anunciadas a
bombo y platillo: la primera, el Plan de Estabilidad Presupuestaria. No
lo van a cumplir. Y no solo lo digo yo, lo dicen los mercados, las
agencias de calificación, el FMI, los centros de estudio tipo Funcas, lo
corrobora la situación de nuestra economía en recesión, la caída de
ingresos. Les recuerdo que hoy la prensa nos informa de la caída de la
recaudación del IRPF y de una caída del 8,2% de los ingresos por IVA. La
segunda reforma era la financiera, y van dos fallidas, y la tercera, la
del rescate, nos la harán desde afuera. Ustedes han demostrado respecto
al sistema financiero que sí hay dinero para los bancos, pero no para la
educación y la sanidad; se han doblegado siempre a los intereses del
sector, hasta que más ha sido imposible; y ahora los que pondrán el
dinero lo ejecutarán e impondrán sus condiciones; eso sí, los ciudadanos,
de entrada, verán incrementada su deuda y su déficit. Han protegido
siempre a los banqueros, en general, y a los suyos, en particular, hasta
el punto de impedir una comisión de investigación sobre Bankia. Y la
tercera es la reforma laboral. Habrá tiempo en esta sesión de hablar de
ella. Solo les diré ahora que esta reforma laboral puede servir para
muchas cosas, excepto para crear empleo.


Entrando ya en el contenido del proyecto de presupuestos
que hoy presentan ustedes, tengo que decirles que claro que debatimos
tarde estos presupuestos. Es un disparate, señor Montoro, que nos diga
que el 18 de junio no es una fecha tardía; claro que lo es. Y, por otra
parte, no solo los debatimos tarde sino que este es un proyecto poco
real, poco creíble y no se sustenta, ni en ingresos ni en gastos, en
ninguna política que responda a la situación que vive el país.


El Gobierno se plantea como meta principal realizar un
ajuste del déficit para 2012 del 3,6%, pasar del actual 8,9% al 5,3%.
Todo esto en un escenario en el que se prevé una recesión del 1,7%, un
paro del 24,3%, una caída del consumo total del 3,1% y un descenso de la
formación bruta de capital del 8,8%. En su programa de estabilidad, el
Gobierno plantea pasar de un déficit del 8,5% en 2011 al 1,1% en 2015,
previendo en este periodo un aumento de los ingresos superior al recorte
del gasto. 2012 será el peor año. Ustedes proponen un ajuste de 34 000
millones de euros, con la exigencia de 10 000 millones de euros en
educación y sanidad a las comunidades autónomas.


El objetivo de reducción del déficit que plantean es
inasumible. Ni podemos ni nos conviene. Apuesten, pues, por alargar los
plazos y por la creación de estímulos económicos. Apúntense ustedes, no
al carro de Angela Merkel, que tanto daño hace a este país, sino a las
propuestas de François Hollande, que seguramente nos resultaría mucho más
conveniente.









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La previsión de ingresos no es creíble. Se cifran en 263
866 millones de euros los ingresos consolidados, con un aumento respecto
a 2011 de casi 17 000 millones de euros. Más que optimismo, esta cifra es
un delirio presupuestario ya que ignora el impacto de la recesión en la
recaudación de impuestos directos y de la caída del consumo en los
indirectos, como también es disparatado imaginarse un incremento de las
cuotas sociales en 2012 de casi 1500 millones de euros en un escenario de
destrucción de empleo.


Tampoco son realistas las cuentas de la Seguridad Social
donde, junto a las pensiones, se agrupa el Servicio Público de Empleo
Estatal y el Fondo de Garantía Salarial. Hay que calcular el incremento
vegetativo del número de pensionistas en torno al 1,6% y no al 1%, como
indican los Presupuestos. La crisis y la recesión auguran una caída de
las cotizaciones, el Gobierno las incrementa.


Vista la evolución de los dos primeros meses, el incremento
de las pensiones contributivas hay que situarlo en el 4,5% y no en el
2,9% presupuestado. El gasto del Fogasa ha crecido el 13,3% hasta el mes
de abril, se rebajó un 15% lo que se gastó en 2011 en la propuesta de
Presupuestos.


Por otra parte, España adolece de un déficit fiscal y
estructural encubierto por la burbuja inmobiliaria. Nuestro diferencial
con Europa es entre 6 y 7 puntos. Las rentas de trabajo siguen siendo las
grandes sostenedoras de los ingresos públicos. Seguimos con una bajísima
presión fiscal a las grandes fortunas. El sistema fiscal español es
injusto y poco progresivo. En estos presupuestos no se dan pasos para
corregir la actual situación, y, lo decía muy bien el senador Montilla,
las principales medidas fiscales que ustedes contemplan en estos
presupuestos son puramente coyunturales y no tienen ningún tipo de
continuidad.


Respecto a la política de gastos, el señor Saura y yo
consideramos que en la actual realidad que sufre España lo sensato, lo
responsable sería presentar unos presupuestos que tuvieran cuatro
prioridades: proteger a los que están pagando la crisis, el mantenimiento
del Estado del bienestar, la creación de empleo y la apuesta por el
relanzamiento económico. Ustedes hacen todo lo contrario: responsabilizan
y cargan la crisis en las espaldas de los trabajadores y de las clases
medias, desmantelan el Estado del bienestar y no adoptan ninguna medida,
todo lo contrario, para la reactivación de nuestra economía. Eso sí,
salvan bancos y banqueros.


Los recortes en sanidad, educación y protección social son
un ataque directo al Estado del bienestar. No hay dinero para la
educación y la sanidad, en cambio, sí que lo ha habido y lo hay para
Bankia.


Nunca han dudado ni dudan en recortar los servicios
públicos y todo aquello que garantice a las clases populares una
determinada calidad de vida y de trabajo; cuando se trata de las élites y
las oligarquías, o no se atreven o no quieren.


Por otro lado, camino de los seis millones de parados,
parecería lógico que el Gobierno priorizara todo lo referido a la
creación de empleo, reciclaje y formación. La respuesta del Gobierno
Rajoy con estos presupuestos es la siguiente: las políticas activas de
empleo caen casi un 21%, afectando gravemente a los planes de
contratación temporal de trabajadores desempleados, a los programas de
las casas-taller, a los programas de formación y a los programas de
integración de los inmigrantes.


Otras políticas también a priorizar en la actual coyuntura
serían todas aquellas orientadas al estímulo económico. Pero tampoco es
así. El conjunto del gasto dirigido a la economía real disminuye. Las
políticas dirigidas al fomento de la industria y la energía sufren
también un recorte de 204 millones de euros.


Con una economía en crisis, fruto, entre otras cosas, de un
modelo viejo y de baja calidad, la apuesta por la salida de la crisis
sería el tránsito hacia una economía de calidad, con empleo de calidad.
Esta transición depende en gran medida de tres políticas: en primer
lugar, educación; en segundo lugar, investigación, desarrollo e
innovación; y, en tercer lugar, la economía verde.


En cuanto a educación, a los recortes obligados a las
comunidades autónomas, titulares de estas competencias, hay que añadir el
recorte de más de 623 millones de euros en las políticas de educación
financiadas por la Administración del Estado. La enseñanza universitaria
queda afectada con un recorte de casi 250 millones de euros; becas y
ayudas caen un 12%.


Respecto a investigación, desarrollo e innovación, se
recorta casi un 26% el presupuesto. Nos alejamos de la convergencia con
Europa y, evidentemente, por el impacto estratégico de estas políticas,
ponemos en cuestión el futuro modelo económico que nos tiene que permitir
salir de esta crisis.


Por otra parte, la política de infraestructuras, que es una
de las principales bazas de los poderes públicos para estimular la
economía, cae un 22,1%, lo que evidentemente tendrá efectos inmediatos
por lo que supone de contracción de la demanda. Pero para mí, y para el
senador Saura, lo más grave es que









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seguimos instalados en el modelo desarrollista de estos
últimos años, que creó una burbuja de infraestructuras muy ligada a la
burbuja inmobiliaria.


Se carece de un modelo de movilidad sostenible, y por ello
se sigue apostando por las autovías y las autopistas; nos propone unos
4500 kilómetros adicionales de autovías, muchas de las cuales sin
justificación por el volumen de tráfico que soportan. Mil kilómetros más
de AVE presupuestados para diversos corredores ferroviarios, algunos de
ellos también de dudosa rentabilidad. El ferrocarril convencional y de
transporte de mercancías permanece, nunca mejor dicho, en el vagón de
cola. Y no se dice en estos presupuestos qué haremos con la red pública
de aeropuertos dependiente de AENA, totalmente desproporcionada.


El tercer pilar fundamental para un nuevo impulso
económico, orientado hacia una economía de futuro, de calidad y
sostenible, son las políticas medioambientales. España, por no tener, no
tiene ni ministerio de medio ambiente específico; ni tiene ministerio ni
tiene ministro. La preocupación del señor Arias Cañete por el medio
ambiente está entre nada y cero. Hay un desprecio total a las políticas
medioambientales. Sirva como ejemplo que en el paquete de reformas
estructurales presentado por el Gobierno no hay ninguna, ni se plantean
objetivos para la creación de una economía verde, hoy fuente de muchos
puestos de trabajo en el conjunto de la Unión Europea, ni sobre
fiscalidad verde, recomendación que también nos hace el Fondo Monetario
Internacional.


En los Presupuestos Generales del Estado de 2012 hay un
retroceso en las políticas sectoriales. Pondré solo tres ejemplos: en la
prevención de la contaminación y cambio climático hay un recorte del 48%;
en costas, un recorte del 36%; y en calidad del agua, un recorte del 25%,
por no hablar del parón de las renovables y su entusiasmo nuclear. Yo no
sé que hará el Gobierno de España en Río+20, pero imagino que no podrá
poner encima de la mesa ninguna de las experiencias de este Gobierno,
todo lo contrario. Otro recorte también grave por todo lo que expresa es
el del 61,2% en cooperación internacional al desarrollo, y que afectará
en un 70% a la Ayuda Oficial al Desarrollo. Seguramente, este recorte es
la expresión más clara de cuáles son los valores de este Gobierno.


Como parlamentario catalán, también me opongo a estos
presupuestos porque son un instrumento de recentralización y porque
incumplen las obligaciones del Estado con Cataluña recogidas en nuestro
estatuto. El Gobierno central tiene una deuda con Cataluña de 750
millones de euros. El Gobierno central no cumple con la disposición
adicional tercera. En este presupuesto rebajan un 45% las inversiones en
Cataluña.


Usted esta mañana nos ha pedido altura de miras, no caer en
intereses territoriales, velar por el interés común. Señor Montoro, usted
tiene un especial sentido del humor cuando apela al interés común. ¿El
interés general qué es: el señor Rato, Bankia? ¿El interés general qué
es: la CEOE? ¿A nivel territorial, el interés general qué es? Yo diría a
otros portavoces que no se disculpasen por reivindicar aquello que afecta
a sus comunidades autónomas, ¡faltaría más!, y menos con un Gobierno que
hace y deshace a su antojo, sin respetar la legislación, en este caso
orgánica, que marcan los estatutos. Por lo que veo, no solo no cumplen
con Cataluña si no que tampoco cumplen con otras muchas autonomías.


Voy terminando, señor presidente. Ustedes, como buenos
clientes no liberales, creen firmemente que los actores económicos son
exclusivamente los empresarios —usted mismo lo ha afirmado esta
mañana— y, como esto es así, hay que dejarles las manos libres y
crear todas las condiciones para que ellos creen el impulso económico. No
creen en el control de los mercados, creen que la redistribución de la
riqueza solo puede darse por la derrama que se produce en momentos de
crecimiento. No creen en los impuestos, y consideran que ni España ni la
Unión Europea serán competitivas en una economía global si deben soportar
fiscalidad, Estado del bienestar, derechos laborales y limitaciones
ambientales y sanitarias. Fruto de este convencimiento y alentados por la
crisis, ustedes están dando marcha atrás a las conquistas sociales
conseguidas, dándose la paradoja en Europa de que, en vez de exportar el
Estado del bienestar, estamos importando la precariedad.


Es cierto que tienen mayoría absoluta pero no tienen la
razón absoluta; están perdiendo un punto por mes. El rechazo social se
expresa activa y pasivamente; activamente lo pudimos ver en el gran
seguimiento de la huelga general y, pasivamente, ayer mismo, cuando se
publicó una encuesta en el diario El Mundo, que indicaba que más del 90%
de los encuestados exigía una comisión de investigación sobre el sistema
financiero y, en concreto, sobre Bankia.


Señorías, señor ministro, la soberbia es siempre negativa,
pero en medio de esta hecatombe social y económica que padecemos, un
Gobierno instalado en la soberbia, en la arrogancia, en la prepotencia es
realmente ridículo.









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Por esto, invito al conjunto de los senadores a votar este
veto, especialmente a todos aquellos senadores y senadoras que crean que
otros presupuestos son posibles. Estos son imposibles, son antisociales y
no son los que convienen a nuestro país.


Gràcies, president. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Guillot.


En turno en contra a las propuestas de veto, tiene la
palabra, por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado, el senador
Utrera por tiempo de cuarenta minutos.


El señor UTRERA MORA: Gracias, señor presidente.


Señorías, creo que a lo largo de todo este debate, primero
en la intervención del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas y
después en la mayor parte de los vetos que aquí se han defendido, ha
quedado claro —y en eso estamos prácticamente de acuerdo
todos— que vivimos efectivamente un momento crítico, un momento muy
delicado en el que se cuestiona la existencia misma del gran proyecto de
integración europea, el euro, y además, España ha sido invitada como
miembro de primera fila a participar en ese cuestionamiento del proyecto
europeo, y por eso estamos padeciendo en mayor medida que casi nadie los
bandazos generales que las serias dudas en los mercados sobre la
continuidad del euro y de la eurozona en la forma en que la conocemos
están provocando.


Es una paradoja —por lo menos así lo veo yo—
que quienes pretendían colocarnos en el corazón de Europa —¿se
acuerdan ustedes?, caminamos hacia el corazón de Europa, nos decía el
señor Zapatero, auxiliado por el señor Rubalcaba hace ya siete u ocho
años— nos hayan llevado a la periferia, es decir, a una especie de
pasillo de desahuciados en el cual nos encontramos aquellos países que
padecemos con mayor intensidad que los demás los bandazos que sufren
actualmente los mercados financieros que sacuden o zahieren al euro y a
la eurozona.


Es una paradoja que quienes querían situarnos como corazón
y referente en la Unión Europea nos hayan situado como un problema para
la Unión Europea no solo periférico, si hablamos geográficamente, sino
como un problema enquistado en el corazón mismo de la Unión Europea,
puesto que no hay día que no se nos recuerde desde las instancias
europeas. La señora Merkel hace unos días nos recordaba que estamos
pagando los excesos de los últimos años del Gobierno español y,
lógicamente, se refería a quien se refería.


Además, hagamos el ejercicio de humildad que nos solicitaba
el portavoz socialista y humildemente reconozcamos que esa posición
periférica nos la hemos ganado a pulso, porque nos la hemos ganado. En
los últimos tres años, 2009, 2010 y 2011, las administraciones públicas
españolas, con el Gobierno de España a la cabeza, que no solamente tiene
la obligación de ejecutar sus propios presupuestos, sino de controlar la
ejecución del déficit de todas las demás administraciones, han acumulado
un déficit superior al 30% del producto interior bruto. Si hacen ustedes
la cuenta, más del 11% en el año 2009, el 9,5 en el año 2010, casi el 9%
en el año 2011, cantidades que suman algo más del 30%, una cifra superior
a los 300 000 millones de euros solo de déficit de ejecución
presupuestaria. Si al mismo tiempo se suman otras necesidades de emisión
de deuda, como puede ser el déficit energético, el déficit de tarifa o
algunas otras emisiones de pasivos financieros para compensar operaciones
de la misma naturaleza, nos lleva al resultado ciertamente aterrador de
que en tan solo tres años hemos duplicado la deuda pública española. Ya
no es cierto, no lo es en absoluto que el endeudamiento en España sea
bajo, no lo es. El endeudamiento en España se empieza a acercar ya al
nivel promedio de la Unión Europea, pero lo que es más importante y más
preocupante es que se está acercando a una velocidad inusitada. Años,
muchos años, décadas les ha llevado a Alemania, a Bélgica, incluso a
Italia situarse en los niveles de endeudamiento de deuda pública que en
la actualidad acumulan. A nosotros solo nos ha llevado tres años: 2009,
2010 y 2011 en una orgía desatada de gasto público y de pérdida de
ingresos fiscales, también es verdad, acompañada de una falsa compulsión
impuesta desde Europa de austeridad más aparente que real, una austeridad
no acompañada de reformas estructurales que nos ha situado, como digo, en
esas cifras de déficit público, las más altas que había registrado nunca
la Hacienda española, y que nos han situado, como país deudor que somos,
en el punto de mira de los mercados financieros internacionales. Ahí
tenemos la explicación; hay muchas explicaciones, hay muchas cuestiones
que hay que considerar en momentos tan complejos como este, pero esta es
la razón profunda, la explicación de lo que en España está ocurriendo en
los mercados financieros, de cara a los mercados financieros y dentro del
cuestionamiento de la eurozona, esta es la causa profunda que nos ha
situado donde nos ha situado. Repito, de las despensas llenas, que dijera
un ministro socialista, hemos pasado a ser farolillo rojo, tanto por la
progresión de la deuda como









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por la incapacidad de doblegarla —y así se nos
percibe fuera— a un ritmo que resulte suficiente antes de que nos
sitúe en una posición que sea realmente inmanejable. Eso es lo que
estamos tratando de hacer.


Me gusta referirme a esto en primer lugar, y he decidido
hacerlo así, porque en las intervenciones en alguno de los vetos a que
hemos asistido esta mañana y probablemente en algunas a las que podamos
asistir en la primera parte de la tarde no solo se percibe
desconocimiento sino también ignorancia respecto de la gravedad del
momento en que estamos. Se reconoce que el momento es delicado, pero
luego, en el discurso real, en las solicitudes reales y en la posición
real respecto de los Presupuestos Generales del Estado nos encontramos
con que no se ha asimilado verdaderamente esa gravedad. Esa gravedad se
deriva del hecho de que, acumulando como hemos acumulado déficit público,
acumulando como hemos acumulado, como nunca, desde el año 2004 déficit
por cuenta corriente, balanza de pagos, que ha llegado hasta el 10% del
producto interior bruto y que se ha situado en términos del 7 y del 8%
desde los años 2005 y 2006 hasta el año 2010, eso tiene que dar como
resultado, y lo ha dado, una deuda externa aproximadamente del 98% del
producto interior bruto, casi un billón de euros de deuda externa, deuda
con agentes externos; ciertamente la deuda española es mucho más alta,
pero la deuda exterior estaría situada en ese nivel. Por tanto, no ha de
extrañarnos que dentro del proyecto europeo y dentro del cuestionamiento
que desde Europa están encontrando las decisiones que adoptaba el
Gobierno anterior, al que se le llamaba para decirle lo que tenía que
hacer, y las que adopta el Gobierno actual, al que se le sugieren algunas
medidas que tiene que tomar para completar las que ya está realizando por
voluntad propia, digo que no tiene que extrañarnos que todo eso dé como
resultado en última instancia la desconfianza que antes y todavía ahora
suscita España dentro del proyecto del euro. Pues bien, si esto es así,
¿qué podemos hacer para que esa desconfianza vaya gradualmente
aminorándose, reduciéndose, puesto que de un día para otro es imposible
conseguirlo? Pues, miren, básicamente, considerar los presupuestos como
una más de las piezas, de los instrumentos de política que tienen que ser
utilizados con carácter persistente, es decir, con la voluntad de
mantener en el tiempo el esfuerzo que hay que realizar y que se está
realizando, pero que no es el único. A las características que definen a
los Presupuestos Generales del Estado —los primeros que ha
realizado este Gobierno, los de 2012—, hay que añadir también las
reformas estructurales y la reestructuración financiera que, en estos
momentos y en el corto plazo, es el problema más grave, porque atenaza la
liquidez y la capacidad de financiación de la economía.


Por tanto, estas son las tres cuestiones. En primer lugar,
las reformas estructurales, la reestructuración del sistema financiero,
la consolidación fiscal y la elaboración de unos presupuestos que
compatibilicen, en la medida en que eso sea compatible, que no siempre lo
es, la necesaria austeridad y consolidación fiscal —la reducción de
déficit— con la menor injerencia posible en el crecimiento de la
economía. Son las tres piezas en las que ha de basarse la política
económica del Gobierno de España durante este año 2012 y los años
sucesivos.


Porque, en el fondo, creo que todos podemos estar de
acuerdo en que, aparte de la coyuntura, del día a día, del cortoplacismo
que ha apuntado alguno de los portavoces que ha defendido estos vetos, el
verdadero problema, el grave, el real, ha sido la destrucción de tejido
empresarial. Más de 600 000 empresas, fundamentalmente pequeñas y
autónomos, han sido destruidas en España en los últimos cuatro años y a
ello ha venido asociada la destrucción de 3 millones de puestos de
trabajo. Esa destrucción de tejido empresarial y de empleo es, sin
ninguna duda, el problema más grave que nos sitúa en el círculo vicioso
en el que la economía y la sociedad española se ha situado.


Porque nosotros no solamente comprendemos sino que
consideramos coherente que una sociedad que se está empobreciendo, que se
ha empobrecido y endeudado a la velocidad con la que lo ha hecho la
española, perciba con mucha inquietud las reformas estructurales, los
ajustes presupuestarios e, incluso, las medidas relativas al sistema
financiero, que son necesarias para dotar de credibilidad y solvencia a
dicho sistema.


Por tanto, estamos en una situación en la que no es siempre
fácil explicar, entre otras cosas, porque no siempre es fácil convencer a
quienes en una posición u otra perciben en carne propia, en su familia y
en su entorno que la situación se está deteriorando y muy deprisa.


Este es un elemento que todos hemos de tomar en
consideración y que creo que a todos debería llamarnos a la
responsabilidad, que yo no dudo de que la mayor parte de sus señorías
tienen a título individual, y así lo han manifestado y demostrado
históricamente, sin embargo, algunos grupos parlamentarios, algunos
partidos políticos, no la están ejerciendo.









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Al grupo al que me honro en representar en este debate le
han gustado las llamadas frecuentes que ha habido a los consensos.
Entendemos que los consensos son necesarios y que en una situación tan
delicada como esta en la que hay que tomar decisiones dolorosas, esos
consensos son más necesarios que nunca. Por tanto, estamos abiertos a
ellos, pero no para hacer lo que no se debe hacer o para evitar hacer lo
que hay que hacer.


Ciertamente, nadie puede asumir la autoridad respecto al
conocimiento exacto y total de la situación y las medidas que hay que
adoptar, pero es indudable que ciertas propuestas encajan dentro del
sentido general de lo que el Gobierno considera que hay que hacer, y
otras que son absolutamente disonantes con ese sentido general. Por lo
tanto, no se nos pida consenso para propuestas absurdas y contradictorias
con las medidas de ajuste presupuestario y de reformas estructurales que
son necesarias.


¿Acaso creen ustedes que España está sujeta a una
maldición? Esta crisis es grave, pero no mucho más grave que la de otros
países, que han visto caer su producto interior bruto en 2009 por encima
del 5%; porcentaje muy superior al español y, sin embargo, en dichos
países la tasa de paro se ha movido entre el 7% y el 9%, y Estados
Unidos, por ejemplo, se está debatiendo en el 9,2% —que ya lo
consideran un desastre— y en Alemania está bajando, con algo menos
del 7%. La singularidad en esta crisis económica es España, con una tasa
de paro próxima al 25%. ¿No creen ustedes que algo tendrá que ver la
regulación de las relaciones laborales en España para que una crisis
económica nos cueste, como nos ha costado, la cuarta parte de la
población activa española en paro; para que nos cueste más de la mitad de
la población joven en paro? ¿No será que hay algo que nos hace realmente
diferentes: unas pésimas relaciones laborales, heredadas de tiempos
atrás, que era necesario alterar profundamente? No se puede decir:
estamos dispuestos al consenso, pero que no se toquen las relaciones
laborales. Ahí subyace el problema.


Respecto a la reestructuración financiera, las posiciones
defendidas aquí son también paradójicas. Por un lado, mezclan información
real con suposiciones, con información de la que actualmente no
disponemos. Pero, sobre todo, mezclan fantasía con realidad. ¿Cuál es la
fantasía? Que España está intervenida, que estamos ante una intervención
o como quieran calificarlo. Esta es una capitalización hecha con dinero
de otros, porque España no tiene dinero para capitalizar, porque si lo
tuviéramos, es decir, si esto se hubiera hecho hace tres años…
(Protestas.) Sí, sí, hace tres años, antes de la orgía del déficit
público de los 300 000 millones de euros—, entonces España hubiera
asumido la capitalización de su sistema financiero sin ningún problema. Y
con esa capitalización hubiéramos puesto la condición necesaria, quizá no
suficiente, pero sí la necesaria, para que el crédito volviera a fluir a
particulares: empresas, familias, etcétera.


De todo esto podemos sacar una conclusión: los problemas
hay que resolverlos cuando se presentan, porque si se guardan en el
cajón, se sonríe y se niega la crisis económica, los problemas van
creciendo y llega un momento en que revienta el cajón, revienta la mesa y
se ponen encima como unos gravísimos problemas que prácticamente ya no
admiten solución racional. Esto es lo que nos ha ocurrido con el paro
—más de cinco millones de parados en España—, lo que nos ha
ocurrido con la descapitalización del sistema financiero español
—de parte, que no de todo—. No repetiré yo aquella frase tan
desafortunada que repetía el señor Zapatero y el señor Rubalcaba que le
acompañaba en estas afirmaciones de que el sistema financiero español es
el más solvente o fiable del mundo, pero, ciertamente, el sistema
financiero español es un sistema solvente en su mayor parte, que está
sometido a una transformación normativa iniciada ya en 2009, lo que ha
hecho que prácticamente la mitad del sistema financiero se tuviera que
transformar, primero mediante aquella cosa que se llamaban las fusiones
frías y que ahora no hay más remedio que sean fusiones calientes. Se ha
transformado todo el sistema de cajas de ahorro en entidades financieras
y han aparecido los problemas que podían aquejar, no a todas, pero sí a
muchas de las cajas de ahorro anteriores.


En definitiva, no seré yo el que diga aquí que el sistema
financiero no es un sistema solvente en su mayor parte, con capacidad
para provisionar y, por tanto, para recapitalizarse con sus propios
resultados, en su mayor parte, pero en la parte en que no es así y, dado
que no hay fondos disponibles, se requiere en este caso de la solidaridad
europea; solidaridad que, en lo que yo sé, se limita a establecer
condiciones sobre los deudores; lo cual, por otro lado, es lógico, pues
cuando alguien presta a un deudor le exige condiciones para garantizar
las devoluciones de los créditos y, por tanto, esas condiciones irían
referidas al propio sistema financiero. Alguna de las cosas que se han
dicho aquí es sencillamente porque desconocen la realidad de esa
operación que se está elaborando.









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Por último, quiero referirme —lo voy a hacer
agrupadamente— a algunos de los ocho vetos que se han presentado a
los Presupuestos Generales del Estado, y me van a permitir que lo haga en
tres categorías o agrupaciones. En primer lugar, lo que podríamos llamar
los elementos comunes; es decir, las coincidencias en muchos grupos, o en
la mayoría, respecto de las cuestiones que entienden que son objetables
dentro de los Presupuestos Generales del Estado. En segundo lugar, me
permitirán que hable de algunas singularidades; es decir, de algunas
aportaciones originales de alguno de los grupos y, en tercer lugar, que
hable de la gran singularidad; es decir, de la posición del Partido
Socialista Obrero Español, del Grupo Parlamentario Socialista, que una
vez más nos demuestra su capacidad para saltar en el vacío. Es decir, no
solamente nos demostró la enorme flexibilidad de cintura que tenía para
pasar del despilfarro desbocado hasta mayo del año 2010 al ajuste
desenfrenado también a partir de mayo de 2010, en ambos casos con un
fracaso manifiesto, como he manifestado anteriormente, y ahora es capaz
de construirnos un discurso de que dentro de la necesidad de mantener la
consolidación y los ajustes, sin embargo, ellos los harían de tal manera
que no afectarían a nada; es decir, ajustarían pero en ningún sitio.
Porque cualquier sitio donde se mire: sanidad, educación, etcétera, tiene
objeciones; lo que se propone es ajustar, y se está de acuerdo con
ajustar, pero en ningún sitio. Por lo tanto, en los futuros presupuestos
habrá que hacer una partida de no partida, la sección inexistente. Y
entonces ahí es donde quizá el Grupo Parlamentario Socialista lance todos
los ajustes, porque donde hay dinero, donde hay ajuste, donde hay
necesidad de ajuste, donde hay partida presupuestaria, y además se nos
ofrece un consenso en ello, ahí no se puede ajustar porque no se debe
ajustar ni tocar prácticamente nada, dentro de esta línea tan continuada
que el Partido Socialista está manteniendo durante estos meses y que,
sinceramente, nosotros esperamos que vaya cambiando.


Con brevedad, dentro de los elementos comunes que hemos
percibido en las críticas a través de los vetos, hay uno primero que es
la búsqueda de consensos que ha sido bastante frecuente en algunos grupos
parlamentarios, al tiempo que se nos ha recordado la necesidad de no
abusar de una mayoría absoluta clara como la que tiene el Grupo
Parlamentario Popular en el Senado, en esta cámara y también en el
Congreso de los Diputados, sino que tengamos la humildad de buscar
acuerdos con los grupos parlamentarios.


Yo entiendo que el Gobierno y el Grupo Parlamentario
Popular están dispuesto a llegar a esos acuerdos, pero siempre y cuando
esos acuerdos encuentren su base en una fundamentación, en una lógica de
actuación que pretenda esencialmente ajustar la situación actual y
mejorarla; y eso significa sencillamente promover empleo, promover,
primero, estabilidad financiera y, desde luego, consolidar y reducir el
déficit público.


También muchos grupos han coincidido en ciertas solicitudes
específicas: territoriales y regionales, y en algunos casos se pueden
compartir. Es decir, todos, absolutamente todos nadie puede pensar que en
este sentido es exclusivo o diferente—, todos los que aquí estamos,
senadores y senadoras, procedemos de una circunscripción electoral,
todos, y todos por tanto también tenemos el incentivo de pretender lo
mejor para nuestra circunscripción electoral. Eso es lógico, y supongo
que nadie me criticará por decir esto. Como nadie es más que nadie, es
decir, básicamente todos los españoles en España somos igual de
españoles, todos podríamos hacer una especie de revisión del presupuesto
que mejorase unas determinadas circunscripciones electorales en perjuicio
de otras; todos. Consecuentemente, esta es una objeción a los
presupuestos que se anula por sí misma.


Estamos ante unos presupuestos que son necesariamente
austeros; son, además, los más austeros. Piensen que el ajuste que se
está proponiendo es superior a los tres puntos del producto interior
bruto. Por tanto, es necesario que sean austeros para devolver la
credibilidad en la economía española y en el Gobierno español, puesto que
el anterior la dejó muy deteriorada. Todos sabemos que en nuestra
circunscripción hacen falta cosas; no solamente inversiones, sino mejoras
en la dotación de servicios públicos, mejoras en materia de personal o
cualesquiera otras. Eso lo sabemos todos, y por eso y porque nosotros no
nos atrevemos a dar prelación a nadie, entendemos que unos presupuestos
ajustados y hechos con conciencia clara de lograr los objetivos que se
pretenden no tienen por qué ser objetados precisamente por esta
materia.


Otro debate que también han traído a colación muchos de los
grupos parlamentarios se refiere a esa falsa dicotomía de austeridad o
estabilidad versus crecimiento económico. Yo creo que esto ya se ha
repetido muchas veces, y además se ha convertido en un tópico keynesiano.
Qué razón tenía Keynes cuando decía que los debates de cada momento son
fruto de las ideas de pensadores de cincuenta años antes. ¡Qué razón
tenía! Porque este es un debate puramente keynesiano; él lo dijo en el
año treinta y









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algo, o sea han pasado más de setenta años. ¡Qué razón
tenía! Las ideas de hace setenta, ochenta, cien años, los conceptos que
entonces se acuñaron, reviven en los debates, incluso en los debates
políticos, con esta carga de emotividad e incluso de ideología que
algunos pretenden imprimir. Es más, algún portavoz, en concreto del Grupo
Parlamentario Socialista, ha hablado de borrachera ideológica
refiriéndose al Grupo Parlamentario Popular y supongo que a todas estas
cuestiones.


No hay incompatibilidad entre austeridad y crecimiento, y
mucho menos en una crisis financiera. La verdadera incompatibilidad se
produce cuando no hay dinero. Y ahora, viendo a alguna de sus señorías,
recuerdo la afirmación que hace unos días tuvo que hacer un presidente
autonómico a un parlamentario socialista cuando le dijo: ¿Qué es lo que
usted no entiende? ¿Cuál de estas tres palabras no entiende? No hay
dinero. ¿Cuál de esas tres no entiende? Por tanto, no hay dinero. Pero no
es cuestión de que no lo haya, porque no lo hay relativamente. El
problema es que nosotros dependemos tan críticamente de los mercados
financieros para financiar un déficit que todavía no conseguimos sujetar,
y para refinanciar la enorme deuda que se nos ha acumulado en los últimos
años tenemos tal necesidad de los mercados financieros, que la sola
posibilidad de que no haya dinero, es decir, que de la zona de
periféricos se nos pase a la de insolventes, esa sola posibilidad,
debería no solo llamar a la responsabilidad de los grupos sino que
además, inhabilita cualquier intento o conato de debate de estabilidad y
crecimiento. Para poder crecer hay que tener una economía estable y con
reducción de déficit, con un déficit manejable y una deuda manejable,
porque si no se va a estrangular el crecimiento, la estabilidad e incluso
el sistema social desde el momento en que no haya, porque se desconfía de
la posibilidad de devolver los créditos.


Por eso este debate, que es muy común en estos vetos,
entiendo que es un falso debate, es una dicotomía que no existe en
realidad. Solo desde una mentalidad keynesiana pueril, de simpleza total,
se puede pensar que todavía estamos en una economía que se puede impulsar
contratando carreteras, obra pública, o incluso, como dijo el secretario
de Estado del último Gobierno socialista, señor Campa, en una sesión de
la Comisión de Economía, en respuesta a una pregunta concreta mía: que el
señor Keynes había tenido una idea magnífica con aquello de abrir y
cerrar zanjas, refiriéndose, como yo me refería cuando le hice la
pregunta, al Plan de empleo municipal. (Rumores.) Pues bien, esa
mentalidad es la que nos ha conducido a la situación en la que nos
encontramos, y como queremos salir de esa mentalidad, nosotros no
aceptamos ese debate.


Singularidades, por poner algunos detalles concretos. El
Grupo Mixto ha hecho varias reflexiones que desde luego no compartimos,
pero me voy a referir a tres en concreto. Una, de un representante que yo
no conocía, un senador nuevo que hay en esta Cámara —lo veo allí en
la última fila—, de Izquierda Unida. Usted tiene que repasarse los
presupuestos, o sea, antes de subir aquí hay que leerse las cosas. Usted
tenía que haberse leído el dictamen de la comisión, sí. (Aplausos.) Usted
tenía que haberse leído el dictamen de la comisión. Léaselo, porque verá
que la tasa de reposición para personal investigador tanto de institutos
públicos de investigación como de universidades es del 10%, no del 0%, es
del 10%. Usted traía el discurso preparado de antes; pero hay que leerse
las cosas porque si no se cometen este tipo de errores, y sobre todo
—y lo que es más grave— se confunde a la opinión pública,
porque no es verdad, lo que usted ha dicho no es verdad. Siento decírselo
de esta manera. Le hablaría más de su discurso, que parece que es
anterior a lo del muro de Berlín, pero eso ya lo dejamos para un debate
un poco más sosegado. (Aplausos.)


Coalición Canaria nos ha recordado una vez más que este
programa de ayudas financieras —que ha llamado rescate,
ciertamente— a las instituciones bancarias españolas viene asociado
a una condicionalidad macroeconómica al Reino de España. (Rumores.) Pues
bien, eso no es verdad tampoco, y además lo ha explicado ya el ministro.
Lo que tiene que hacer usted es prestar atención, no solamente leerse los
papeles sino prestar atención a lo que se dice aquí. (Rumores.) La
condicionalidad macroeconómica deriva del procedimiento de déficit
excesivo que tenemos abierto en la Unión Europea. Tenemos un
procedimiento de déficit excesivo correspondiente a los años 2008 y 2009
y ese procedimiento implica una corrección del mismo o, en caso
contrario, atenernos a una sanción; una sanción que, si no recuerdo mal,
puede llegar al 1% del producto interior bruto —en el caso español
sería del orden de 10 000 millones de euros de sanción pura y
simple—. Ese procedimiento de déficit excesivo que se nos ha
abierto porque, efectivamente, hemos incurrido en un déficit excesivo
—años 2009, 2010 y 2011—, por encima de los compromisos que
teníamos asumidos con la Unión Europea, es el que nos condiciona
macroeconómicamente, y no la ayuda financiera a entidades financieras.
Esta ayuda financiera sería un préstamo retornable en las condiciones que
ya se verán, que todavía no se conocen, pero que con toda seguridad no
implicaría condicionalidad macroeconómica para el Estado, aunque sí
condicionalidad para









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las entidades financieras que recibieran, que solicitaran
ese préstamo, porque tendrían recortada su política de dividendos,
seguramente, tendrían limitada su gobernanza interna —o sea, el
tipo de consejeros que podrían nombrar o no nombrar—; es decir, sí
tendrían restricciones, pero las entidades financieras, y no habría
restricción macroeconómica.


Y, por último, otra singularidad, que me ha resultado
sorprendente, del Grupo Parlamentario Mixto, es cuando ha hablado de las
tropelías bancarias consentidas en los últimos años. Y yo, claro, he
entendido rápidamente que usted se refería al Partido Socialista Obrero
Español, con el que ustedes gobernaron en Cataluña y con el que, en fin,
ustedes tenían muchas cosas que decir y muchas cosas con las que
condicionar su política. Y, efectivamente, yo le añadiría alguna tropelía
financiera más. La tropelía financiera es que, en un momento dado se
intentó capitalizar a las instituciones financieras con instrumentos que
llevaban asociado riesgo financiero, vendiéndolos y presentándolos como
operaciones absolutamente seguras. Eso fue fundamentalmente en el año
2009, que es cuando se produjo la explosión de aquellas tropelías, porque
eso sí que es una tropelía, estoy de acuerdo con usted, pero no se la
atribuya a quien no se la tiene que atribuir. La legislación financiera
corresponde al Gobierno, corresponde en exclusiva al Gobierno, y el
Gobierno en el año 2009 era de quien era, lo tenía quien lo tenía y lo
presidía quien lo presidía.


Y, por último, respecto a la gran singularidad del Partido
Socialista, creo que ya me he extendido en cuanto a nuestra disparidad de
criterios, y espero que, debate a debate, no se vaya ahondando, pero en
cualquier caso yo no pierdo ocasión de manifestarla con claridad. Ustedes
no tienen rumbo, no tienen dirección, ustedes son capaces de decir una
cosa y la contraria al poco tiempo; ahora están diciendo una, pero hace
unos meses decían otra diferente. Voy a ponerle un ejemplo de su
intervención, y espero que me lo aclare en el turno de portavoces. Cuando
usted habla de las energías renovables y dice que ha habido un parón, ¿se
refiere usted al decreto del ministro de Industria anterior, el señor
Sebastián, que limitó no solo la instalación, sino la retribución de
todas las energías renovables porque no se podían pagar, es decir,
formaban parte de los ajustes principales que se estaban operando desde
mayo de 2010, cuando se terminó la juerga general y se empezaron a
aplicar hachazos a las pensiones, a los sueldos de los funcionarios, y le
tocó a las renovables? ¿Se refiere usted a eso, a ese decreto ley, a ese
decreto ley que nos llevó a demandas judiciales internacionales por
incumplimiento de contratos acordados? ¿Se refiere usted a ese parón?
Ahora lo que yo tengo entendido —lógicamente con matices— es
que se está tratando de pausar en el tiempo la incorporación de nuevas
energías renovables, poniendo, en definitiva, un calendario razonable a
lo que, sencillamente, se había desmadejado absolutamente en un época en
la que ustedes no solamente financiaban las limpias, las renovables, sino
también las sucias y las más sucias, es decir, cuando renovaban y
subvencionaban todo. Y así nos ha ido como nos ha ido en términos de
déficit público y así nos va como nos va en términos de tensión
social.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Utrera.


Pasamos al turno de portavoces.


Por el Grupo Parlamentario Mixto han solicitado la palabra
el senador Martínez Oblanca y la senadora Salanueva. Saben que tienen
dieciocho minutos a compartir entre los dos.


Tiene la palabra el senador Martínez Oblanca.


El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Muchas gracias, señor
presidente.


Hace siete meses que una mayoría muy significada de
votantes concedió al Partido Popular la oportunidad de gobernar España
tras dos legislaturas consecutivas de mandato socialista. A finales de
diciembre, el Congreso de los Diputados procedió a la investidura de
Mariano Rajoy como presidente y hoy llega al Pleno del Senado el debate y
votación de los primeros presupuestos del nuevo Gobierno.


Nosotros consideramos que una ley de presupuestos va
muchísimo más allá de ser un documento lleno de cifras, capítulos y
conceptos. Los presupuestos reflejan la voluntad de un Gobierno para
gestionar políticamente el Estado, o también, en su caso, una comunidad,
un ayuntamiento o una entidad. Es imposible que un Gobierno pueda aplicar
su política para transformar y mejorar la sociedad si no dispone de una
herramienta clave como son los presupuestos, en este caso los del Estado;
imposible.


Foro no va a contribuir a la parálisis en la acción del
Gobierno rechazando este primer Proyecto de Ley de Presupuestos del
Estado que presenta Mariano Rajoy. Sería un disparate mayúsculo, y no
sería de recibo que a las primeras de cambio se privase al nuevo Gobierno
del instrumento fundamental para aplicar su programa electoral y llevar a
efecto el mandato que los españoles, a través de sus votos el 20









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de noviembre y a través de sus representantes en el
Congreso de los Diputados un mes después, otorgaron al candidato del
Partido Popular. ¿Se imaginan las consecuencias si cualquiera de los
vetos a este proyecto de ley presentado en las Cortes Generales
prosperase? Significaría condenar al nuevo Gobierno penalizándole por la
gestión de la prórroga de los presupuestos socialistas de 2011, los de
Rodríguez Zapatero, los de más de cinco millones de parados, los que
obligaron a aplicar in extremis y en tiempo legislativo de descuento nada
menos que una reforma constitucional, la del artículo 135. Sería una
irresponsabilidad privar a un Gobierno de la oportunidad de disponer de
sus primeros presupuestos.


Sin embargo, algo así sucedió este mismo año 2012 en
España, concretamente en Asturias. Y paradójicamente fue el Partido
Popular el que de forma irresponsable vetó el proyecto de presupuestos
presentado por el nuevo Gobierno elegido por los asturianos seis meses y
medio antes. El PP vetó los presupuestos, y el PSOE se sumó entusiasta a
la propuesta en repetición de la armonía y entente conjunta vigente desde
hace años. Resultado: se le endosó al recién llegado Gobierno autonómico
la prórroga de los presupuestos socialistas de 2011 que habían arrastrado
a Asturias a la decadencia, al paro, a la emigración, a las
inauguraciones de cartón piedra, a los sobrecostes, a los chiringuitos
ruinosos y también a la corrupción. Lo que al PP no le servía en 2011 le
sirvió en 2012, exactamente lo mismo. El Partido Popular vetó el
presupuesto de Asturias y propició que el nuevo Gobierno de Foro se
quedara sin instrumentos y sin herramientas para poner en marcha su
programa de Gobierno en la legislatura autonómica, a través de los
presupuestos que, como dije antes, no son solo cifras y números, sino la
expresión cuantificada del programa y de la acción política de un
Gobierno.


Nosotros hoy no vamos a caer en semejante episodio de
irresponsabilidad, no vamos a sumarnos a los vetos que aspiran a negar al
Gobierno de Rajoy la primera de sus leyes de presupuestos y a maniatar de
buenas a primeras la acción de todos los ministerios, condenados a
gestionar los presupuestos prorrogados del Partido Socialista y de
Rodríguez Zapatero. Vetar los primeros presupuestos que presenta un nuevo
Gobierno es plantar un obstáculo para propiciar su inacción, su parálisis
y su caída. No vamos a contribuir con nuestro voto a instalar barreras
insalvables e irresponsables al Gobierno, que tiene que disponer de sus
propios presupuestos. Eso no significa que estemos de acuerdo con esta
propuesta de ley que nos ha presentado este medio día el ministro de
Hacienda. Quede claro que no estamos de acuerdo, creemos que es
mejorable, y por eso hemos presentado enmiendas a diferentes secciones y
por diferentes conceptos; es muy mejorable nuestro criterio en cuestiones
relacionadas con las infraestructuras. Por cierto, señor Utrera, portavoz
del Grupo Popular, le acepto el invite, estoy dispuesto a comparar la
parálisis de las infraestructuras asturianas con lo que se está haciendo
en otras comunidades autónomas. Es mejorable en cuestiones relacionadas
con el medio ambiente, y, como es natural, en educación, cultura y
políticas de empleo. Es una ley muy mejorable porque el Gobierno ha
eliminado los fondos para la reactivación de las comarcas mineras y las
ayudas a la minería del carbón, que condenan al sector a su desaparición.
Es muy mejorable porque el Gobierno pone énfasis en los ajustes y en los
recortes, por aquello del déficit público, y en dar cumplimiento al
artículo 135 de la Constitución, pero se olvida del equilibrio y la
solidaridad entre las diferentes partes de España que también mandata el
138, pero que el Gobierno incumple gravemente en el caso de Asturias.


Concluyo. Este primer Proyecto de Ley de Presupuestos
Generales del Estado, que presenta el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy,
admite reparos y las correspondientes modificaciones por la vía de las
enmiendas. Por eso no apoyaremos ninguno de estos vetos que condenarían a
España a la prórroga del mandato socialista, reflejado en el nefasto
presupuesto, aún vigente, de Rodríguez Zapatero.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Martínez
Oblanca.


Tiene la palabra la senadora Salanueva.


La señora SALANUEVA MURGUIALDAY: Gracias, señor
presidente.


Señorías, señor ministro, intervengo muy brevemente para
manifestar la postura de Unión del Pueblo Navarro ante los vetos que se
han defendido hoy. Por motivos de responsabilidad, UPN no va a apoyar
ninguno. Hemos atendido con interés las consideraciones y argumentaciones
de todos y cada uno de ellos, pero entendemos que sería muy grave que en
estos momentos se vetara un presupuesto que se está haciendo ya para la
mitad de año, aunque, como bien ha dicho el ministro, hay una contención
de gasto y, por tanto, puede decirse que se viene aplicando desde
principios de año.


Ciertamente UPN tiene un acuerdo electoral con el Partido
Popular de apoyar la ley más importante que se va a tramitar aquí, los
Presupuestos Generales de España, pero no lo hacemos solo porque sea









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nuestra obligación cumplir con nuestros acuerdos y porque
seamos un partido de palabra, sino porque estamos convencidos de que es
lo mejor para España.


Señorías, creemos que votar en contra de los presupuestos
es lo más fácil. En estos momentos, en los que hay que adoptar medidas
duras, es mucho más difícil votar a favor; es mucho más fácil escudarse
en una votación negativa, y por supuesto legítima, argumentando tal y
como lo hacíamos en otras ocasiones, cuando no había crisis. Pero creo
que tenemos que despertar. La ciudadanía nos exige a la clase política
que despertemos. Las cosas ya no son como eran, ya nada es como era, y
por ello intentar bloquearlos, aunque solo sea para que se vea, porque no
tiene ninguna virtualidad práctica dada la amplia mayoría del Partido
Popular, es inútil, es pura demagogia, algo que en estos momentos no nos
podemos permitir.


Estos son los primeros presupuestos de esta legislatura.
Hemos cambiado de médico, antes era el señor Zapatero y ahora es el señor
Rajoy, y también hemos cambiado de terapia, aunque ciertamente en los
últimos meses de Gobiernos socialista del señor Rodríguez Zapatero
también se corrigió una estrategia de gasto desmedido con el fin de
estimular la economía. Hemos visto que esta estrategia de gasto desmedido
no ha funcionado, que los socios europeos ya exigieron a Rodríguez
Zapatero un cambio de rumbo que este tomó al final de su mandato.


Con el Partido Socialista se dieron los primeros recortes a
las pensiones y a los funcionarios, y de verdad que no entendemos cómo se
puede cambiar la argumentación según se esté en el poder o en la
oposición. Creemos que este es momento de que todos demostremos mayor
responsabilidad. UPN apoyó los primeros recortes, los primeros esfuerzos
del Partido Socialista y apoyó a Rodríguez Zapatero con mucho esfuerzo e
incluso desgaste político para nuestra formación en nuestra comunidad, y
ahora vamos a apoyar, porque creemos que es nuestra obligación y lo que
nos piden los ciudadanos, las nuevas recetas y las nuevas exigencias para
salir de la crisis.


¿Mirándonos a los ojos, hay alguien que de verdad crea que
con un importante déficit, con un brutal descenso de los ingresos podemos
seguir gastando como si no pasara nada? Señorías, tendremos la sociedad
de bienestar que podamos permitirnos, y por ello UPN considera clave
priorizar el gasto público. Esta mañana decía el ministro, y nosotros lo
compartimos, que hay que buscar ese equilibrio entre las reformas y una
reducción del déficit que no agrave más la recesión.


Nosotros queremos contribuir a buscar la estabilidad
política y la confianza. No tenemos una posición mercantilista; no
podemos dar esa imagen, que a veces damos la clase política, de una
posición mercantilista en todas y cada una de las enmiendas. Como bien
decía el portavoz del Partido Popular, todos queremos más para nuestras
comunidades. ¡Claro que sí! ¡Qué mejor que tener, que conseguir y que
hacer! Pero hay un límite que debe marcarnos la responsabilidad, y por
tanto, debemos tener lealtad institucional y responsabilidad, y no una
posición mercantilista ni de mercadeo.


Me quiero referir especialmente a la defensa de uno de los
vetos que me ha llamado la atención, la de Amaiur. Sorprende que como
argumentación se diga que unos Presupuestos Generales del Estado,
—seamos conscientes de lo que estamos debatiendo— no tienen
en cuenta las distintas naciones dentro de España. No sé qué han sido las
transferencias a las distintas comunidades españolas. No sé qué adjetivo
utilizar, señorías, de verdad. Me parece kafkiano ese argumento en un
momento de crisis como este; que se utilice en una herramienta, como son
los Presupuestos Generales del Estado, para salir de la crisis, que
podremos compartir o no pero que no deben tener nada que ver con las
distintas naciones, con las reivindicaciones de soberanía y las
reivindicaciones políticas.


Me ha parecido preocupante, de verdad, decir que son ajenos
a la realidad política e institucional de Euskal Herria. Me parece
preocupante que se hagan esas afirmaciones con tanta alegría y me parece
irónico e hiriente que se diga que hay preocupación por el sufrimiento de
las personas debido a los recortes, y que lo diga un grupo que todavía no
ha tenido la decencia de condenar el terrorismo.


Se dice también que la Transición fue fraudulenta con las
realidades nacionales. Vuelvo a insistir: creo que se dio un ejemplo,
hemos presumido, estamos orgullosos de la Transición constitucional
española, en la que hubo, por cierto, un espíritu de consenso que ojalá
entre todos recuperáramos en estos momentos, no para superar una etapa
política y de transición política, sino económica como nos hace
falta.


Señorías, termino. Unión del Pueblo Navarro ha presentado
diez enmiendas en total. Insisto, estaríamos dispuestos, incluso, a
retirarlas todas si hay un acuerdo y un compromiso de todos por priorizar
el gasto. Las políticas sociales son importantes, tendremos que recortar
de donde sea más superfluo, pero de esta, señorías, no saldremos si no es
con el apoyo, con el consenso y con la responsabilidad de todos y cada
uno de nosotros.


Muchas gracias.









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El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora
Salanueva.


Por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado, tiene la
palabra el senador Zubia, por tiempo de quince minutos.


El señor ZUBIA ATXAERANDIO: Gracias, señor presidente.


Señor ministro, a estas alturas del debate teórico —y
nunca mejor dicho lo de teórico— simplemente quiero decir que el
Grupo Parlamentario Vasco en el Senado va a votar en contra de los
Presupuestos Generales del Estado para el año 2012 y que, evidentemente,
votará a favor de la propuesta de veto presentada al proyecto de ley. No
es momento de buscar consensos o de ofrecer la colaboración de mi grupo
parlamentario cuando ya conocemos la postura y el sentido del voto del
grupo que ostenta la mayoría, una holgada mayoría. Tampoco repetiremos
los argumentos vertidos en nuestra anterior intervención. Nos reafirmamos
en ellos y reiteramos la visión cortoplacista del Gobierno, que tiene con
estos presupuestos un único objetivo: el recorte del déficit público. Se
vislumbra un oscuro panorama, y la necesidad de un ámbito político y
económico vasco con la máxima soberanía posible para diseñar políticas
propias contra la crisis se presenta más apremiante que nunca. No se
trata, señorías, en modo alguno de intentar salir de la crisis cada uno
por su lado, sino de compartir de igual a igual diagnósticos y
soluciones. Eso sí, es del todo claro que hay que evitar despilfarros, la
situación nos lo exige, hay que luchar por la austeridad, pero hay que
ser serios, hacerlo con sensatez y dentro de los márgenes y límites de la
responsabilidad y sobre todo de la posibilidad, cosa que dudamos mucho
que se haya intentado, porque, señor ministro, estos presupuestos no son
los que inicialmente presentó el Gobierno. En el Congreso de los
Diputados han sido incorporadas, como he dicho, en el trámite de ponencia
nada menos que ciento treinta y dos enmiendas del Grupo Parlamentario
Popular, y en esta Cámara las setenta y una presentadas, más catorce no
enmiendas, llamémosle propuestas, del mismo grupo, que recordemos una vez
más que cuenta con mayoría absoluta en ambas cámaras.


Del resto de enmiendas de todos los demás grupos nunca más
se supo, dejando a salvo la sesión que hoy ha comenzado, pero de la que
me temo, lamentablemente, lo peor. Entre tanto, y ante unos Presupuestos
Generales del Estado presentados, además, ya entrado el segundo trimestre
del año, habiéndolos pospuesto hasta después de las elecciones de
Andalucía y Asturias, no nos queda, señor presidente, señor ministro, más
que mostrarnos plenamente de acuerdo con quienes sostienen que estos
Presupuestos Generales del Estado para 2012 son además de depresivos,
deprimentes.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Zubia.


Por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya,
tiene la palabra el senador Montilla.


El señor MONTILLA AGUILERA: Gracias, señor presidente.


Señor ministro, señorías, expondré brevemente algunas de
las razones de nuestro veto, a riesgo de ser reiterativo. En este sentido
trataré de ser breve.


Las razones del veto tienen que ver, por supuesto, con que
estos Presupuestos Generales del Estado del año 2012 para nosotros no son
creíbles porque no lo es su estado de ingresos, unos ingresos que somos
conscientes de que no se cumplirán por la caída de la actividad
económica; por el optimismo en sus previsiones; por el carácter
coyuntural y temporal de las medidas aprobadas por el Gobierno para
incrementarlos; por no haber querido abordar una reforma estructural, una
reforma fiscal también, por qué no. Tampoco son creíbles los estados de
gasto: porque se superarán las previsiones que contienen; porque las
previsiones no son ajustadas por lo que hacen referencia a las pensiones
no contributivas, a las prestaciones por desempleo o al coste de la
deuda, entre otros. Porque no son creíbles, decía, y, además, porque no
tienen prioridades o estas son equivocadas; por los recortes sustanciales
a las políticas relacionadas con la investigación, el desarrollo y la
innovación, con la formación de los desempleados, con la educación; de
manera muy singular con las infraestructuras afectando muy negativamente
a algunas comunidades, entre ellas, de manera singular, a Cataluña; y
también por los recortes sustanciales en todo aquello que tiene que ver
con la internacionalización de nuestras empresas. Todo ello redundará en
una pérdida de competitividad, no favorecerá el crecimiento económico ni
la creación de empleo.


Por tanto, estos presupuestos no son creíbles, no tienen
prioridades y contribuyen de alguna manera a incrementar la desigualdad,
de manera muy singular, medidas como la amnistía fiscal, los recortes en
salud, en educación o en servicios sociales.









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Por otro lado son unos presupuestos que generan
desconfianza. Yo creo que esto es fácilmente perceptible, lo han dicho el
Consejo Europeo, el Fondo Monetario, los mercados. Ya sé que nosotros
somos soberanos —y digo entre comillas lo de soberanos, porque ya
saben ustedes que la soberanía en el siglo XXI y especialmente en el
marco de la Unión Europea es un término más relativo, no es el concepto
del siglo XIX—. Se lo han dicho Europa, el Fondo Monetario, lo
dicen los mercados, la oposición, los sindicatos y también —yo
estoy convencido— una parte de su electorado.


El ajuste es necesario, igualmente la austeridad, la
consolidación fiscal por supuesto, pero también son necesarias políticas
que estimulen el crecimiento y que ayuden a generar empleo.


Señorías, termino. La verdad es que, después de escuchar el
conjunto de motivaciones del resto de los grupos parlamentarios, de los
senadores y senadoras que han planteado un veto a estos Presupuestos
Generales del Estado y después de conocer también las razones en su
defensa de los presupuestos del grupo parlamentario que da apoyo al
Gobierno, todavía podría añadir algunas razones más para oponernos a los
mismos, convencidos como estamos, por supuesto, de que los vetos no
prosperarán. Ustedes disponen de mayoría absoluta en esta Cámara, mayoría
que no tuvieron los Gobiernos en las dos últimas legislaturas. Ello les
obligaba a negociar, más en el Congreso que aquí, es verdad, pero a
negociar. Ustedes creen que no lo necesitan o confunden la negociación
—lo digo por alguna invocación que han hecho a contratos de
adhesión de carácter incondicional—. En las actuales circunstancias
en las que vive el país, las mayorías absolutas sinceramente no bastan.
Dentro de poco ustedes se irán dando cuenta de que no pueden transitar
solos con su mayoría absoluta a lo largo de este difícil trayecto para
todos, para el conjunto de España y para todos, dicho desde la más
absoluta humildad, señor ministro. Es y será necesario acordar con otros
grupos de la oposición algunas políticas si quieren ustedes que puedan
ser entendidas y aceptadas por la mayoría de los ciudadanos. Habrán de
aceptar que ni tienen ustedes todas las recetas ni todas las recetas son
acertadas.


Hoy no hay dinero —se ha dicho hoy y se decía el otro
día—, hoy no hay dinero, y es verdad. Para algunas cosas no hay
dinero. En general, hay poco dinero, eso sí que es verdad. El año pasado
tampoco sobraba el dinero, y lo digo porque, si repasamos el Diario de
Sesiones, parece que el año pasado sí sobraba el dinero. Bien, ni el año
pasado sobraba ni hoy sobra. Los recursos públicos siempre son escasos y
ahora lo son mucho más, ciertamente, y hemos de tenerlo presente.


Ustedes piden responsabilidad y también esta mañana el
señor ministro. La verdad es que nos hubiera gustado que también esta
responsabilidad hubiese presidido la práctica del primer partido de la
oposición en el último periodo, porque la crisis no es una cosa que haya
llegado hace tres días a pesar de que hoy tengamos la prima de riesgo en
585 puntos —no sé en cuánto está—. Prácticamente llevamos ya
con la crisis desde finales del año 2007 y de manera muy acentuada, a
partir del año 2008, un periodo en el que ha habido dificultades para
todos los gobiernos, desde los gobiernos de mayor proximidad los
ayuntamientos, las comunidades autónomas— hasta, por supuesto, los
diversos gobiernos que ha ido teniendo España.


Diré para acabar que está claro que, visto lo visto,
después de escuchar sus argumentos, habrá que esperar. No veremos con
estos Presupuestos Generales del Estado ese cambio de actitud en el
Gobierno y en el grupo que le da apoyo, pero confío en que se pueda
producir en el futuro.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Montilla.


Por el Grupo Parlamentario Catalán de Convergència i Unió,
tiene la palabra el senador Bel.


El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, señor presidente.


Señor ministro, señorías, turno de portavoces para fijar
nuestra posición en torno a las propuestas de veto presentadas no solo
por mi grupo sino por el resto de los grupos. Ya les avanzo que, aunque
no compartimos algunos de los argumentos que se han esgrimido desde esta
tribuna, entendemos que estos presupuestos no son los que se necesitan en
estos momentos y, por tanto, vamos a apoyar cada una de las propuestas de
veto presentadas por los diferentes grupos en este Senado. No por ello
quiero significar que compartimos algunos de los argumentos antes
esgrimidos.


No insistiré en la argumentación expresada por mi parte en
el anterior turno, pero he de decir que no se ha hecho ninguna referencia
por el portavoz del Grupo Popular a algunas de las cuestiones que
nosotros consideramos importantes. Hemos de insistir en que es un
presupuesto que incumple una ley orgánica aprobada por la mayoría de esta
Cámara, que incumple el estatuto de autonomía en cuanto a las
inversiones, elemento que para nosotros es fundamental y decisivo.









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No vamos a entrar tampoco en otros argumentos antes
esgrimidos, pero el portavoz del Grupo Popular hacía referencia a las
palabras del presidente Mas de que no hay dinero y decía, sobre la base
de esta afirmación, que nosotros tendríamos que tener en cuenta que no
hay dinero y, por tanto, renunciar a nuestras reivindicaciones
territoriales o de cada circunscripción, que son legítimas, pero no hay
dinero. Lo que pasa es que me resulta difícil ir a Cataluña y explicar
que en los Presupuestos Generales del Estado no hay dinero y, por tanto,
todas estas reivindicaciones que planteamos, que son legítimas, no nos
las pueden aprobar, y, aun así, tenemos que apoyar estos presupuestos. Y
nos es difícil por el propio contenido de los presupuestos. Pero también
nos resulta muy difícil, prácticamente imposible, poder apoyar estos
presupuestos, aunque entendamos sus apelaciones, cuando vemos las
enmiendas que se presentan en esta Cámara por el Grupo Popular.


Y no insistiré en el Premio Nacional de Tauromaquia, que
son 30 000 euros, pero en la enmienda número 2536 aparecen 70 000 euros a
la Fundación Real Instituto Elcano; en la enmienda número 1555, 100 000
euros a la Fundación Ortega y Gasset; en la enmienda número 1524, 35 000
euros a la Fundación Media Desk España, en la enmienda número 2523, 20
000 euros al Festival Internacional de Cine de Huelva; en la enmienda
número 2522, 40 000 euros al Festival PhotoEspaña 2012; en la enmienda
número 2519, 500 000 euros a la Fundación Campus Comillas, una fundación
que tiene como objetivo la promoción y enseñanza especializada de la
lengua y la cultura española, muy legítima, como cualquiera de las
fundaciones antes mentadas. En la enmienda número 2511 aparecen 80 000
euros para la Fundación Manuel Giménez Abad. Y podríamos continuar.


No estamos en contra de esta dotación presupuestaria a
estas fundaciones, todas ellas cumplen una gran labor, no lo ponemos en
duda, pero, claro, ustedes nos dicen: No hay dinero, renuncien a sus
reivindicaciones territoriales, tengan en cuenta que no se pueden tener
en consideración sus propuestas, etcétera, y en cambio presentan un
conjunto de enmiendas con dotaciones presupuestarias que sí se pueden
aprobar. Es legítimo, se entiende, pero no nos convence. Y no pueden
apelar a nuestro sentido de Estado ni a nuestra responsabilidad ni a un
hipotético consenso cuando —lo he dicho esta mañana y lo repito
ahora— no se nos admite ni una enmienda y ustedes, el grupo
mayoritario, se permiten presentar 70 enmiendas en el Senado, algunas de
las cuales he reproducido anteriormente. Por tanto, no nos queda más
remedio que insistir, aunque no nos guste, en nuestro veto a estos
presupuestos.


Quiero referirme a algunas de las cuestiones de las que he
hablado esta mañana en mi intervención, relativas a las inversiones. Esta
muestra de enmiendas que presenta el Grupo Parlamentario Popular en el
Senado en relación con algunas fundaciones podríamos reproducirla en
cuanto a algunas de las inversiones que sí que tienen una
territorialización concreta en diversos territorios del Estado español,
que son muy diferentes a las que tiene Cataluña. Por tanto, debo dejar
constancia, como he dicho, del incumplimiento de la disposición adicional
tercera del Estatut, de una reducción del 45% en cuanto a las inversiones
presupuestadas en Cataluña, por lo que no pueden insistir en el argumento
de que hay una inversión equilibrada en el presupuesto. La reducción
presupuestaria no ha sido equilibrada en el ámbito territorial, no lo es
en su ejecución ni en su planteamiento.


No insistiré más en mis argumentos. Simplemente les diré
que vamos a votar a favor de los diferentes vetos. No nos gusta votar a
favor de un veto en un presupuesto general del Estado en estos momentos y
en esta situación, pero creo que les he dado argumentos suficientes para
que entiendan nuestra posición.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Bel.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el
senador López García.


El señor LÓPEZ GARCÍA: Muchas gracias, señor presidente,
señor ministro.


Señor Utrera, la historia no se puede cambiar, pero sí se
puede interpretar. Usted ha hecho una descripción de los problemas que
tenemos en cuanto a la dificultad de acceso al crédito y de cómo se está
financiando, y, evidentemente, son datos numéricos que no voy a discutir,
un espacio para la coincidencia. Pero no es irrelevante, no es ocioso que
sepamos cuál es el origen de los problemas, no solo por atribuir
responsabilidades, que también, sino, sobre todo, y fundamentalmente, por
ver qué tipo de soluciones se plantean. No vale solo decir que hoy
tenemos dificultades de financiación en los mercados, que es cierto
—ha dicho el señor Montoro que tenemos el crédito cerrado en el
mercado interbancario—, es que se trata de cómo hemos llegado hasta
aquí y qué tenemos que dejar en el camino para salir de aquí, en función
desde qué óptica política se analice, y ahí viene la discrepancia, porque
claramente es una discrepancia política.









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Ha hablado usted del Plan E. Supongo que usted recordará
que el Plan E es el resultado de una respuesta política, planteado por
todos los países de la OCDE, planteado por el G-20 cuando se produce la
quiebra de Lehman Brothers por el impacto que tiene en el resto del
sistema financiero europeo y, particularmente, en el español, cargado,
como usted sabe, con el agujero del ladrillo. Se hace una política para
intentar contener desde el estímulo, en la mayoría de lo posible, el
desplome de un sector fundamentalmente centrado en la construcción que es
el que se había visto más afectado.


En consecuencia, no se trata de una política de despilfarro
como ustedes la pretenden vender, es el resultado de un compromiso y de
la corresponsabilidad del Gobierno español con las directrices planteadas
a nivel europeo y a nivel mundial. Esa es la respuesta que dio el
Gobierno en aquel momento. Por cierto, había un 35,5% de deuda pública en
aquel momento —esa era la cifra, no otra—, y había capacidad
para naturalmente dar esa respuesta. El problema viene después, cuando se
acaban profundizando las políticas en el conjunto de Europa que conducen
a la recesión económica y se caen los ingresos. Ese el problema que
tenemos.


Ha dicho usted que hace tres años podríamos haber llevado a
cabo la recapitalización de la banca —otra vez en esa lógica de
buscar siempre una única responsabilidad en el Gobierno anterior—.
¿Me quiere usted citar alguna declaración de algún dirigente político del
Partido Popular, del suyo, que hace tres años dijera que había que hacer
eso con la banca española? Porque en el New York Times, que es una
referencia de periódico que usted también cita, aparecía que en el año
2010 la banca española estaba en el tercer lugar en términos de solvencia
en el conjunto de Europa. El problema es que el agujero de la banca es un
agujero dinámico, porque, a medida que ha habido una caída de la
actividad económica, lógicamente se ha ido produciendo un mayor nivel de
insolvencia, porque ha ido creciendo el porcentaje de activos dudosos y
de activos tóxicos. No se podía hacer antes lo que no se sabía que había
que hacer, y ustedes, en ningún caso, lo dijeron ni lo citaron, porque,
efectivamente, no era ese el problema hace tres años en relación con la
banca española, independientemente de las declaraciones que hiciera el
presidente del Gobierno en aquel momento.


En cuanto la responsabilidad de las soluciones
—insisto, no solo por atribuir, como usted plantea, toda la
responsabilidad al Gobierno anterior sino, sobre todo, por ver cuál es el
precio que hay que pagar para salir de esta situación— no se
sienten tan irresponsables de haber contribuido a ese engorde de la
burbuja inmobiliaria. El presidente del Gobierno anterior ya dijo que una
de las cosas que lamentaba era no haber contribuido a desinflarla a
tiempo para que no hubiese un estallido, y asumió honestamente su
responsabilidad, pero ustedes, en ningún caso, se dan por concernidos. Lo
he dicho esta mañana y lo reitero ahora: ustedes sembraron las
condiciones objetivas para que eso sucediera. Y, además, cuando hablan de
la banca, les quiero recordar que los gestores fundamentales de las
entidades que han entrado en una situación de riesgo, de quiebra, han
sido del Partido Popular. Al final, es más fácil decir que la culpa la
tiene el gobernador del Banco de España; seguramente, desprestigiando a
una institución, como el Banco de España, pretenden ustedes lavar la cara
del señor Oliva, del señor Rato, de Bancaja, de Bankia, del Banco de
Valencia —de CajaSur antes porque esa fue la primera que fue a la
quiebra—. ¿Y saben ustedes cómo fue? ¿Lo sabe usted, señor Montoro,
que estaba en aquel tiempo en el Gobierno? Pues porque, basándose en el
concordato de sustraer de la capacidad de control de la Junta de
Andalucía a CajaSur, el señor Arenas y el señor De Rato acabaron
decidiendo que debían sustraer esa responsabilidad de la junta y
colocarla en el ámbito del Estado. ¿Sabe cuál fue el resultado, verdad?
Ustedes hablan de austeridad, pero quienes predican la austeridad son
precisamente aquellos que han dado muestras de lo contrario, aquellos que
tienen su comportamiento en las antípodas de lo que es la austeridad.


Cuando llegó el señor Blesa a Caja Madrid, el sueldo del
anterior presidente, del señor Terceiro, era de 70 000 euros. Debió
parecerle muy poco y lo multiplicó por dieciocho, hasta 1 260 000 euros.
Viva la austeridad. (Aplausos.) Y llegó el señor De Rato y, pareciéndole
poco, lo subió otro millón de euros más, hasta dos millones doscientos y
pico mil euros. Viva la austeridad. Y desde ahí ustedes pregonan que hay
que congelar el salario mínimo interprofesional a la vista de la
austeridad manifestada. Es difícil de tragar, ¿verdad? (Aplausos.) Es
difícil de tragar.


Señor Utrera, habla usted de la ignorancia que los
senadores y los grupos que hemos presentado veto debemos tener. Yo sé que
ustedes son bastante más perspicaces e inteligentes. Son más listos, no
me cabe la menor duda, y han hecho que, en un plazo de seis meses, la
prima de riesgo española —que estaba bastante por debajo de la
italiana cuando estaba en el Gobierno el señor Rodríguez Zapatero—
esté 150 puntos o más por encima de ella. Debe ser la buena gestión del
Gobierno, la propia de su









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inteligencia, de su capacidad de generar espacios de
confianza, esa intangible que al final tiene traducción contable, como
usted sabe. (Aplausos.) Confianza a la que ustedes aludían, además, yo
creo que con buen criterio, cuando estaban en la oposición, pero que han
sido incapaces de generar a lo largo de estos meses de responsabilidad de
gobierno.


Es verdad que la banca es el problema específico dentro de
un contexto en el que todas las dificultades están precisamente en el
ámbito financiero. El dinero no huele —decían los romanos—
pero todas las crisis desprenden un hedor parecido, todas; todas han
empezado por el mismo sitio. El problema al final es precisamente desde
el liberalismo más ortodoxo la socialización de las pérdidas en términos
de restarles derechos básicos a los ciudadanos, que son los paganos de
esas crisis que empiezan por el mismo sitio. Les debe parecer una
ignominia que un ciudadano aspire a que, en términos de igualdad de
oportunidades, acabe teniendo acceso a un sistema sanitario público de
calidad y no sea la dimensión de la cartera que tiene en el bolsillo lo
que determine si vive o no. (Aplausos.) Debe ser el límite del avance
científico.


Estamos hablando de la merma en esos derechos básicos, de
eso estamos hablando, y no solo de cuál es la radiografía del momento, de
cuáles son los huesos rotos que tiene el enfermo, sino de qué vamos a
hacer y de cómo se va a pagar, de qué coste va a tener que soportar en
total el conjunto de la sociedad para acabar lavando el agujero que se ha
generado en un determinado ámbito. Ahí naturalmente discrepamos. Nosotros
tenemos claro cuáles son los límites, cuáles son las fronteras.


Usted, señor Utrera, habla de la energía renovable. A la
vista del decreto, de las ideas que ustedes tienen y de las medidas que
han tomado, les hemos dicho en el Congreso de los Diputados, y se lo
decimos aquí, que hay que hacer una revisión. De entrada ustedes han
parado, al final, el estímulo a las empresas que exportan tecnología que
se ha ido generando en España afortunadamente en un sector no solo de
futuro, sino imprescindible para el sostenimiento, para la
sostenibilidad. Nos interesa la sostenibilidad desde el punto de vista
medioambiental, desde el punto de vista de la cohesión social, nos
interesa —como les señalaba esta mañana— el concepto de
desarrollo que es crecimiento, que es redistribución de ese crecimiento y
que es algo fundamental, que no se haga a costa del capital natural, sino
que se haga con respeto a los sistemas naturales. Pues lo que estamos
diciendo es que, en lugar de hacer eso, ¿por qué no se plantean ustedes
que energías que están desarrolladas en torno a tecnologías ya más que
amortizadas, como la nuclear o la hidroeléctrica, acaben pagando un canon
que permita sostener el avance y la investigación en energías renovables?
¿Parece que es tan disparatado eso? Yo creo que es un camino por el que
se puede transitar perfectamente; lógicamente hace falta voluntad
política.


Yo estoy de acuerdo con usted, señor ministro, en un
planteamiento que hace invocando la necesidad de llegar a acuerdos. Ya
hemos dicho esta mañana que no queremos en ningún caso regates en corto,
no queremos supuestas ventajas partidarias sobre el sufrimiento de la
población, de la inmensa mayoría de los ciudadanos, que a lo que aspiran,
naturalmente, es a encontrar un empleo, pero también a que esa renta en
especie que reciben a través de los servicios públicos como elemento de
garantía no acabe siendo mermada. (El señor vicepresidente, Lucas
Giménez, ocupa la Presidencia.) Esa es la preocupación que tenemos, pero
sobre ese espacio de posibilidad de entendimiento y de acuerdo, no de las
posiciones maximalistas, que nosotros en ningún caso las hemos mantenido
—estamos abiertos, y creo que tenemos un cierto sentido del
relativismo para poder llegar a acuerdos—. Estamos esperando a que
ustedes lo digan puesto que son los que tienen la capacidad, los que
tienen la voluntad, aunque hasta ahora no manifestada, de llegar a algún
punto de encuentro.


¿Qué enmiendas van a aceptar de los diferentes grupos que
hemos presentado en este trámite parlamentario? En el Congreso no lo
hicieron y no sé si tienen intención de hacerlo aquí. Empiecen por
manifestar algún acercamiento en términos de plantear posibilidades de
entendimiento.


Nosotros no hemos dicho que queramos ir a más deuda
pública. En absoluto. Hemos dicho como alternativa de dónde creemos que
se pueden financiar las políticas que pretendemos en educación, en I+D+i,
las políticas que tienen que ver con la atención a la dependencia. Y les
hemos dado alternativas, que les gustarán o no, aunque seguramente no les
gustarán porque quizá esta coyuntura de crisis la están utilizando
ustedes como coartada para intentar desmontar todo aquello en lo que no
han creído nunca. Porque si hace usted un repaso desde el año 1982 para
acá, ¿qué derechos sociales importantes que se hayan fraguado con acuerdo
parlamentario han sido a iniciativa de su grupo? ¿Cuáles? Ni cuando han
estado en el Gobierno, ni cuando han estado en la oposición, y tenían
también capacidad propositiva. Han encontrado una coyuntura para intentar
desmontar esas piezas. Ese es el problema de fondo: ciertamente









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la situación es difícil, pero han dicho: Ahora,
aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, empecemos a meter el
bisturí en aquello que para nosotros no es fundamental. Aquello que no es
objeto de negocio podemos hacerlo —la salud, la educación, los
derechos sociales básicos que se han construido laboriosamente con el
esfuerzo de mucha gente durante muchos años—. Pero ahí hay una
frontera que separa su visión de la política naturalmente de la nuestra.
Si quieren ustedes espacio y entendimiento, el Grupo Parlamentario
Socialista, como le decía esta mañana, quiere ser leal, como siempre ha
sido, con España y con los españoles, coincidiendo con el Gobierno cuando
creemos que lleva razón, criticándole con fundamento cuando creemos que
se equivoca y ofreciendo alternativas. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el
senador Utrera.


El señor UTRERA MORA: Muchas gracias, señor presidente.


Señoras y señores senadores, en este turno de portavoces
quiero constatar que de alguna forma he fracasado en mi misión de tratar
de convencer a algunos proponentes del veto para que cambiaran de
posición y veo que no lo he conseguido. Lo que lamento especialmente en
el caso del Grupo Parlamentario Vasco, que creo que ha mantenido una
posición bastante coherente a lo largo de todo este proceso, tanto en
ponencia como en comisión y aquí en el Pleno, pero a cuyos miembros ya
les dije antes que nuestra posición es que no se pueden atender
solicitudes regionales, porque eso no cabe en estos presupuestos. Yo
pensaba que podrían haber apoyado unos presupuestos que van en la
correcta dirección para promover crecimiento económico y empleo también
en la comunidad autónoma vasca, y por supuesto en España. Pensé que ese
argumento era bastante más importante que los 30 millones que el portavoz
ha mencionado, de los Presupuestos Generales del Estado, en materia de
inversiones directas del Estado, o los 300 millones, que han bajado 15 o
20 respecto del año pasado, en la Y vasca. Creo que esos no son
argumentos para sostener un veto. Pero, en fin, cada uno hace lo que
quiere.


Lo mismo que lamento también el veto y la posición del
Grupo Convergència i Unió; y, sobre todo, que se base tanto en la
enmienda de los 30 000 euros de la tauromaquia, que nosotros consideramos
que es un premio merecido a un arte, a un arte español como la
tauromaquia, que financiamos, por tanto, con mucho gusto. Además, para
eso sí que dan los presupuestos, para eso sí que llegan. Nada comparable
con otro tipo de políticas, que son mucho más exigentes. Si todo el
problema fuera ese, el de la tauromaquia, estaríamos dispuestos incluso a
bajar o a subir unos pocos euros. Pero me cuesta trabajo pensar que sea
esa la razón principal —o una de las razones principales— por
la cual un grupo parlamentario que tradicionalmente ha apoyado y ha sido
coherente con políticas de gobierno, ya sean del Partido Popular o del
Partido Socialista —tiene usted razón en su intervención—,
veta unos presupuestos que usted sabe muy bien —o, por lo menos,
así lo creo— que son los que se necesitan en este momento.


En cuanto al resto de las intervenciones, permítanme que,
en primer lugar, dé las gracias a la portavoz de Unión del Pueblo Navarro
por el apoyo del Grupo Parlamentario Mixto a los Presupuestos Generales
del Estado para el año 2012.


En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, me parece
que, una vez más, se nos ha ofrecido una miscelánea, una especie de
cóctel poco clarificador, pero muy agitado, de ideas mal hilvanadas pero,
en cualquier caso, graciosas y más propias de argumentos mitineros que de
una tribuna como la del Senado. Ha conseguido usted lo que no había
conseguido nadie en esta sala de Plenos. Usted, que no quiere que se
hable de la herencia, está hablando de la herencia de la herencia; es
decir, de la reherencia o de la anteherencia, atribuyendo cosas tan
importantes como la burbuja inmobiliaria a periodos pretéritos de la
política económica española. (Protestas). Pero es falso. ¡Pero es
falso!


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Silencio,
señorías.


El señor UTRERA MORA: No digo que sea mentira, porque cada
uno puede mantener sus opiniones; y, en este caso, se puede mantener una
opinión equivocada, y no por ello mentir. Pero usted se equivoca; no es
cierto. Si se analizan las cifras, tanto de precios de inmuebles como de
financiación al sector privado-economías domésticas-hipotecas, como si se
analiza la serie de balanza de pagos por cuenta corriente, se verá
—y eso puede usted comprobarlo— que es precisamente a partir
del año 2004 cuando se produce, —aunque antes también
existía— la formidable expansión en precios y en crédito. (El señor
presidente ocupa la Presidencia.) Lo cual quiere decir que la burbuja
inmobiliaria, de la que algunos medios de comunicación internacionales,
como The Economist, se hacían eco en aquella época —en el año 2003
o









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quizá a finales de 2002—, que en aquellos momentos
podría ser incipiente, a partir de los años 2004 y 2005 estaba ya
bastante consolidada. (Asentimiento del señor López García.) Está usted
diciéndome que sí sin saber lo que yo le voy a decir: estaba consolidada
por la financiación que se estaba dando en ese momento. Esto quiere decir
que, si no se hubieran financiado las adquisiciones del año 2004 y 2005,
ni, por supuesto, las del año 2006 y 2007, mediante una expansión de
crédito que nos sacó de los parámetros normales y comparables con los de
la Unión Europea, si se hubiera puesto un límite a la financiación, y no
pinchando la burbuja —como dice usted que decía el señor
Zapatero—, sino, sencillamente, que el Banco de España hubiera dado
instrucciones, como había hecho anteriormente, de provisionar —unas
provisiones genéricas— por riesgo de crédito, ante la posibilidad
de morosidad por expansión de crédito, no hubiera existido el problema de
financiación y de consolidación de esa burbuja. No hubiera existido si se
hubieran tomado medidas a partir de aquel momento en que se veía que el
crédito estaba creciendo a tasas de más del 20% algunos años —año
2004, 2005, 2006—… (Varios señores senadores del Grupo
Parlamentario Socialista: Antes.) No, antes no: la expansión del crédito
se produce a partir del año 2004, que es cuando nos saca de los baremos
comparables con los de la Unión Europea. Eso es, como le digo, la
preherencia. Y me sorprende que ustedes, que no quieren hablar de
herencia, sí quieran hablar de lo anterior a la herencia. Pero es que
luego, en materia financiera, es donde usted se ha excedido, señor López
García; se ha excedido porque también nos ha hablado de la preherencia,
de los problemas de las cajas de ahorro, que han sido muy importantes,
pero no ha mencionado a Caja Castilla-La Mancha, que fue la primera.
Usted ha hablado de algunas cajas, pero no de Caja Castilla-La Mancha,
que fue la primera. (Aplausos.). Que, además, no fue ni siquiera
intervenida; esa estaba directamente quebrada. Se retrasó la intervención
durante meses; se pretendió colocarla a otra caja —por cierto,
andaluza—, y la otra caja dijo que no, que no quería eso, porque
eso no era para cogerlo. Esos meses que se tardó… (La señora Andrés
Prieto: Valencia.) Ahora, ahora voy con Valencia; ahora voy también con
Valencia. Esos meses de no intervención de la Caja Castilla-La Mancha nos
han costado a los españoles —y eso sí que es dinero perdido, no
recuperable, Fondo de Garantía de Depósitos— del orden de 9000
millones de euros. Mucho más de lo que, hasta el momento, ha costado
ninguna de las intervenciones a cualquier otra caja. Ni siquiera Bankia,
con el tamaño que tiene, ha absorbido hasta ahora recursos por 4500
millones de euros; ni siquiera Bankia. Por tanto, se le ha olvidado a
usted la primera y más importante de todas. Se le ha olvidado también
decir, cuando mencionaba a Bancaja —y a alguna otra institución,
incluso a Bankia—, que estaba vicepresidida por un antiguo alcalde
socialista de Castellón —quizá se le haya olvidado a usted—,
don Antonio Tirado, con responsabilidad muy directa en la gestión como
vicepresidente, que conocía la situación de las instituciones y avalaba
con su firma los balances y la posición tanto de Bancaja como de Bankia y
que, al final, ha resultado lo que ha resultado. Yo lo había mencionado
como una reflexión que podía ser entendida perfectamente por todos, sin
tratar de buscar responsables en una materia en la que hay muchas
responsabilidades, que no tengo ninguna duda de que se esclarecerán; pero
todas, ¿eh?; todas, todas: desde la primera —la que usted no ha
mencionado—, desde la de la Caja Castilla-La Mancha en adelante.
Todas y, además, todos. Todas y todos. Eso se va a aclarar.
(Aplausos.)


Pero, claro, una mención a las cajas, como la que usted
hace, personalizando o atribuyéndolo a una persona, cuando se trataba en
realidad de una institución, una institución compleja, de una institución
en la cual no intervienen solamente las comunidades autónomas, podría
llevarnos quizá a reflexionar. Y de esa reflexión sobre el
esclarecimiento de la situación de las cajas, a lo mejor llegamos a
conclusiones hoy paradójicas; como, por ejemplo, que fue una ley
socialista de los años noventa la que puso a las cajas bajo la
dependencia de gobiernos regionales —¿se acuerda?, una ley que
ponía a las cajas a los pies de los gobiernos regionales. Eso sería la
pre-preherencia, y a lo mejor de ahí se derivaban algunos de los defectos
más importantes que las cajas de ahorro han producido y los efectos que
hoy estamos viviendo.


Por tanto, usted es sectario; en su intervención ha
demostrado que es sectario. Trata de demostrar algunos argumentos, y
concluye diciendo que desde el año ochenta y dos solo el Partido
Socialista ha contribuido a las mejoras sociales, y que le digamos un
solo derecho, uno solo, al que haya contribuido el Partido Popular, que
haya creado a lo largo de sus años de gobierno. Yo le voy a mencionar
uno, y uno muy importante: la integración de la mujer en el mercado
laboral. (Aplausos.). La posibilidad de que madres jóvenes y mujeres ya
de edad pudieran incorporarse mediante prestaciones de la Seguridad
Social que permitieran complementar las retribuciones empresariales e
hicieran conveniente para los empresarios su contratación; y, además, con
fondos que se dotaron para esa función, fondos que resultaron muy
importantes durante los años en que se creaba empleo en España
—claro que eso fue antes, ahora ya no— para integrar a la
mujer en el mercado laboral. Ahora bien, si usted se refiere a









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derechos graciosos, estos que cuestan tanto dinero y que lo
que hacen es convertir de alguna manera nuestra sociedad y nuestra
economía en más dependiente todavía de lo que es, de esos creo que no
hemos creado ninguno nuevo.


Pues bien, señorías, el debate ha terminado; llega la hora
de la verdad. La mayoría, del Grupo Parlamentario Popular, ciertamente va
a apoyar los Presupuestos Generales del Estado en su estado actual y, por
tanto, rechazaremos los vetos, y solamente lamentamos que algunos de los
grupos parlamentarios, aquellos que son más sensibles a la racionalidad
económica, no se avengan a apoyar estos presupuestos; y también
lamentamos que, desgraciadamente, el Grupo Parlamentario Socialista siga
exactamente en la posición que ha estado durante estos meses: animando la
pancarta, animando el conflicto y no aportando solución alguna a las
necesidades objetivas de España en estos momentos. (Protestas.)


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Utrera.


Llamen a votación. (Pausa.)


Cierren las puertas.


Señorías, vamos a proceder a la votación de las propuestas
de veto. Pero, como les he dicho esta mañana, quiero avisarles de que
después se elegirán los miembros del Consejo de Administración de la
Corporación Radiotelevisión Española y, seguidamente, entraremos en el
debate de los vetos a las secciones.


Yo calculo que esta noche va a ser imposible terminar el
debate de los vetos a las secciones, así que continuaremos mañana por la
mañana. Pero sepan ustedes que, una vez terminado el debate de esos vetos
a las secciones, tenemos que votarlos porque, si no, no podemos seguir
con la tramitación de las distintas enmiendas. Es decir, mañana la
votación no será a partir de la una, sino justo en el momento en que
termine el debate de los vetos a las secciones. ¿Entendido?
(Asentimiento.) Me alegro.


Vamos a votar… (Rumores).


Si quieren lo repito. (Rumores). Si no ha quedado claro lo
repito. ¿Hace falta? (Denegaciones.) Pues entonces les ruego que guarden
silencio, muchas gracias.


Vamos a proceder a la votación separada de las ocho
propuestas de veto, y las vamos a votar por el orden en que han sido
debatidas. Les recuerdo a todas sus señorías que para su aprobación se
exige la mayoría absoluta de la Cámara, que son 133 votos.


Por tanto, votamos la propuesta de veto número 7,
presentada por el Grupo Parlamentario Socialista.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 254; a favor, 95; en contra, 158; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 8,
presentada por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i
Unió.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 254; a favor, 96; en contra, 158.


El señor PRESIDENTE: Queda, por tanto, rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 5 del
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 254; a favor, 95; en contra, 158; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 1, del
Grupo Parlamentario Mixto, presentada el señor Mariscal Cifuentes.


Comienza la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 254; a favor, 32; en contra, 158; abstenciones, 64.









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El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 4, del
Grupo Parlamentario Mixto, presentada por los señores Zerolo Aguilar y
Quintero Castañeda.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 254; a favor, 31; en contra, 159; abstenciones, 64.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 3, del
Grupo Parlamentario Vasco en el Senado.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 254; a favor, 95; en contra, 159.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 2, de
los señores Aiartza Azurtza y Unamunzaga Osoro y de la señora Mendizabal
Azurmendi.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 254; a favor, 23; en contra, 159; abstenciones, 72.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Votamos, a continuación, la propuesta de veto número 6, de
los señores Saura y Guillot.


Se inicia la votación. (Pausa.)


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos
emitidos, 253; a favor, 94; en contra, 158; abstenciones, 1.


El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.


Quedan, por tanto, rechazadas todas las propuestas de veto.
(Fuertes y prolongados aplausos.— Rumores).


4. CORPORACIÓN RTVE


4.1. ELECCIÓN DE MIEMBROS DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN


4.1.1. ELECCIÓN DE DOS MIEMBROS DEL CONSEJO DE
ADMINISTRACIÓN DE LA CORPORACIÓN RTVE.


COMISIÓN: NOMBRAMIENTOS


(Núm. exp. 729/000001)


El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.


Señorías, pasamos a continuación a la elección de miembros
del Consejo de Administración de la Corporación Radiotelevisión Española,
a propuesta de la Comisión de Nombramientos.


El artículo 11.1 de la Ley 17/2006, de 5 de junio, de la
radio y la televisión de titularidad estatal, en la redacción dada por el
Real Decreto Ley 15/2012, de 20 de abril, establece que los miembros del
Consejo de Administración serán elegidos por las Cortes Generales, a
razón de cinco por el Congreso de los Diputados y cuatro por el Senado,
entre personas de reconocida cualificación y experiencia profesional.


Corresponde al Senado la elección de dos miembros del
citado Consejo, cuyos puestos se encuentran vacantes.


De conformidad con lo previsto en el artículo 184.2 del
Reglamento del Senado, el Grupo Parlamentario Popular en el Senado
presentó la siguiente propuesta de candidatos: don Fernando Navarrete
Porta y don José Manuel Peñalosa Ruiz.


El día 12 de junio de 2012 la Comisión de Nombramientos se
reunió para sustanciar la comparecencia de los candidatos propuestos para
cubrir los dos puestos. Una vez efectuadas las comparecencias en la
sesión indicada, acordó la comisión, según lo previsto en el artículo
185.6 del Reglamento del Senado, informar sobre la plena idoneidad de los
dos candidatos mencionados para acceder a los cargos que procede elegir
por la Cámara.


¿Algún grupo desea tomar la palabra en turno de portavoces?
(Denegaciones.)


Muchas gracias.









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1154




Vamos a comenzar la votación.


Antes de iniciar la votación, que será por papeletas,
recuerdo a sus señorías lo siguiente: Cada senador podrá incluir en cada
papeleta tantos nombres como puestos a cubrir. Serán nulos los votos
emitidos en papeletas que contengan nombres no incluidos en la propuesta
de la Comisión de Nombramientos. Serán válidos los votos emitidos en
papeletas que contengan un número inferior de nombres al número de
puestos a cubrir, incluso aquellas que tachen el nombre de candidatos.
Los votos en blanco podrán expresarse sin poner ningún nombre en la
papeleta o tachando todos los que estuvieren escritos en la misma.


Llamen a votación. (Pausa.)


Cierren las puertas.


Señorías, según lo dispuesto en el párrafo primero del
artículo 11.3 de la Ley 17/2006, en la redacción dada por el Real Decreto
Ley 15/2012, de 20 de abril, la elección de los candidatos propuestos
requerirá una mayoría de dos tercios de la Cámara, es decir, 177
votos.


En forma previa se ha sorteado el nombre del senador por el
que ha de empezar la votación. La votación va a empezar por la senadora
Leanizbarrutia.


Para realizar ordenadamente la votación, ruego a sus
señorías que se acerquen a votar por la parte izquierda de la tribuna de
oradores, faciliten su nombre a los letrados, depositen sus papeletas en
la urna y salgan por la parte derecha de la tribuna.


Por tanto, comienza la votación y comienza el señor
secretario la lectura.


Por el señor secretario primero, Conde Vázquez, el señor
secretario segundo, Rabanera Rivacoba, la señora secretaria tercera,
Alborch Bataller, y el señor secretario cuarto, Plana Farran, se procede
al llamamiento de las señoras y señores senadores, a partir de la
citada.


Finalizado el llamamiento, dijo


El señor PRESIDENTE: Señorías, ¿algún senador o senadora de
los que están en el hemiciclo no ha sido llamado o no ha votado?
(Pausa.)


¿Ninguno? Entonces, vamos a proceder al escrutinio.


Abran las puertas.


Finalizado el escrutinio, dijo


El señor PRESIDENTE: Señorías, efectuado el escrutinio, el
resultado es el siguiente: a favor de los señores don Fernando Navarrete
Porta y don José Manuel Peñalosa Ruiz, 170 votos cada uno; votos en
blanco, 84; votos nulos, 1.


Por tanto, al no haberse alcanzado la mayoría requerida de
dos tercios, resulta de aplicación lo dispuesto en el párrafo segundo del
artículo 11.3 de la Ley 17/2006, en la redacción dada por el Real
Decreto-ley 15/2012, de 20 de abril: «Si transcurridas veinticuatro horas
desde la primera votación en cada Cámara, no se alcanzare la mayoría de
dos tercios, ambas Cámaras elegirán por mayoría absoluta a los miembros
del Consejo de Administración de la Corporación Radiotelevisión Española
en los términos del apartado 1 de este artículo».


En consecuencia, señorías, una vez transcurran veinticuatro
horas desde esta primera votación, se procederá a realizar una segunda
votación para la elección de los dos miembros del Consejo de
Administración de la Corporación Radiotelevisión Española, votación que
realizaremos pasado mañana.


3. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY (Continuación.)


3.1. DICTÁMENES DE COMISIONES


3.1.1. PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO
PARA EL AÑO 2012. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DE UN MES.
(Continuación)


COMISIÓN: PRESUPUESTOS


(Núm. exp. 621/000004)


El señor PRESIDENTE: A continuación, pasamos al debate de
las enmiendas que, por implicar la impugnación completa de una sección,
se tramitan como propuestas de veto.


Empezaremos con el debate de las enmiendas del Grupo
Parlamentario Socialista.


Comenzamos con la enmienda número 1444, a la sección
12.


Para la defensa de esta enmienda, tiene la palabra el señor
Sañudo, por un tiempo de cinco minutos.









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1155




El señor SAÑUDO AJA: Gracias, señor presidente.


Subo a la tribuna para defender el veto a la sección 12,
relativa al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, que pide su
devolución. De mantenerse, por cierto, estos presupuestos, como parece
que va a ocurrir, el Grupo Parlamentario Popular en el Senado puede
retirar la palabra cooperación del título del ministerio, porque
prácticamente desaparece el apoyo a la misma.


Queremos hacerle reflexionar sobre la necesidad de rehacer
el presupuesto que hace referencia al Ministerio de Asuntos Exteriores.
Saben que para los socialistas la política exterior es una cuestión de
Estado y en un momento en el que las relaciones exteriores son
fundamentales, en un mundo cada vez más global, el presupuesto de este
ministerio sufre el mayor recorte de todos, nada menos que un 54,4%. Es
evidente que, por la cuantía, no estamos ante un recorte testimonial o de
solidaridad intergubernamental. Por poner un ejemplo, el Ministerio de
Defensa se rebaja un 8% y el Ministerio de Asuntos Exteriores —como
digo— un 54. Estamos ante una auténtica desestabilización de la
acción exterior española; desestabilización de la acción exterior, de la
cooperación, de la capacidad de nuestros diplomáticos que hace a nuestros
embajadores difícil llevar a buen puerto su labor, de la capacidad de
intervenir efectiva y eficazmente en los diferentes organismos donde
estamos representados; en la imposibilidad de proyectar nuestra imagen de
país fuerte o en la incapacidad de abrir nuevos frentes estratégicos en
los países emergentes; en definitiva, este presupuesto va en dirección
contraria a los objetivos marcados en este Senado en la comparecencia del
señor ministro. Da la sensación que el Ministerio de Hacienda quisiese
boicotear el programa presentado para esta legislatura por el titular de
Exteriores, programa, por cierto, que compartimos ampliamente en muchas
de las estrategias, pero que es evidente que con este presupuesto será
imposible llevar a cabo.


Con este presupuesto en nada se ayuda a colocar la Marca
España en el mundo porque limitar la acción exterior, limitar la
capacidad de nuestras sedes, limitar los programas dejándolos al mínimo
es poner piedras en ese objetivo programático. Este presupuesto deja a
nuestro motor cultural en el mundo bajo mínimos; disminuir los programas
del Instituto Cervantes, de la Fundación Carolina o del Fonprode es
incompatible con reforzar la Marca España. Este presupuesto impide
también lo que su ministro colocó como otro objetivo fundamental en su
comparecencia: la modernización y el cambio tecnológico en el servicio
exterior para el que ni siquiera existe o nosotros no conocemos, un plan
estratégico que lo defina y que, a la vista de estos presupuestos, no se
va a poder llevar a cabo. Estos presupuestos también dejan de lado
nuestra histórica y reconocida actuación en defensa y protección de los
derechos humanos y la protección de los españoles en el exterior.


Es evidente que vivimos momentos complicados y que es
necesario aplicar políticas de austeridad. No negamos la necesidad de
tomar decisiones comprometidas, pero estos presupuestos, en concreto en
materia de cooperación al desarrollo, más que un recorte, suponen un
gravísimo retroceso que pone en peligro los avances conseguidos en estos
últimos años.


Solo responden en una parte a principios económicos, por
cierto equivocados, sin valorar objetivos, prioridades ni criterios de
planificación de la cooperación al desarrollo internacional. Como dice la
coordinadora de ONG de desarrollo de España: no solo es una
irresponsabilidad política, es un golpe mortal y ciego el que han dado a
la cooperación. El Gobierno se ha olvidado, con este presupuesto de que
la cooperación es una estrategia fundamental de la política exterior de
España. Además, debe ser una política pública que debe garantizarse. La
reducción de la ayuda oficial al desarrollo es muy preocupante y lleva
consigo efectos muy negativos. La crisis a la que ustedes apelan como
motivo para la casi desaparición de esta política es para nosotros
entendida como una oportunidad para redefinir y reorganizar, sobre todo
en política de cooperación.


También dicen, cómo no —han hecho un discurso ambiguo
y calculado— aquello de: antes de ocuparse de otros países
ocupémonos del nuestro. O aquello de: la caridad bien entendida empieza
por casa. Yo les voy a hacer una reflexión, no mía, sino de Klappenbach,
que dice que debemos preocuparnos por los demás porque esa es la
condición necesaria para que mis propios problemas sean atendidos por los
otros. Se trataría de un pacto en su conjunto que exige la solidaridad de
todos con todos.


Además, tampoco lo compartimos porque están basados en
premisas falsas. Me explico. El recorte presupuestario no tendrá el
efecto esperado en la reducción del déficit público. Y, por último,
porque su impacto a nivel internacional es incalculable en términos de
imagen y pone en riesgo la reputación del país. Por ello, solicitamos la
devolución de este presupuesto.


Muchas gracias. (Aplausos.)









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1156




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Sañudo.


Para el turno en contra tiene la palabra el senador
Chiquillo por tiempo de cinco minutos.


El señor CHIQUILLO BARBER: Gracias, señor presidente.


Intervengo en nombre del Grupo Parlamentario Popular para
fijar nuestra clara posición de apoyo a los Presupuestos Generales del
Estado para 2012 y para, en consecuencia, rechazar este veto a la sección
12, Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, algo incomprensible
para nosotros. Como muy bien ha explicado y ha dejado claro el ministro
de Hacienda en su intervención, estos planteamientos del Grupo
Parlamentario Socialista no tienen ninguna lógica.


Intervengo como portavoz del Grupo Parlamentario Popular
para rechazar el veto que el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado
a la sección 12, del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.


Como muy bien ha dicho el ministro en la presentación y en
la defensa de estos Presupuestos Generales del Estado, se trata de unos
presupuestos que, desde la austeridad, buscan el equilibrio y pretenden
sentar las bases para superar la mala situación económica que dejó
precisamente el Gobierno al que ha defendido el anterior compareciente
presentando este incomprensible veto, lo repito. El Gobierno de la nación
prioriza el ajuste presupuestario en todos los departamentos y también,
cómo no, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, porque tenemos unos
compromisos presididos por el rigor y la austeridad; porque el programa
político, la hoja de ruta desde que el Gobierno del Partido Popular
accedió a su responsabilidad, viene marcado, lógicamente, por la
situación que vivimos, por aquello que tanto molesta a algunos: la
herencia recibida. Tenemos un compromiso con la Unión Europea por el
futuro de los ciudadanos de España que pasa por el rigor y la austeridad,
lo contrario que ha presidido los últimos Presupuestos Generales del
Estado que presentó, aprobó y puso en ejecución el Partido Socialista
Obrero Español, en los que el rigor brillaba por su ausencia, y sobre los
que muy bien dijo su autor intelectual, su líder espiritual en Al Jazeera
hace unos días: Si hubieran gastado menos, si hubieran gastado mejor, si
hubiera habido austeridad y se hubiera ahorrado hoy no nos encontraríamos
en la situación en que nos encontramos. (Aplausos.) Estos presupuestos,
además de rigurosos y austeros son realistas puesto que los vamos a
cumplir, y sobre todo porque vienen enmarcados por esa reordenación del
gasto priorizando de una manera diferente un proceso presupuestario que
es extraordinario, y es que el partido que hoy presenta este veto no solo
no prorrogó los presupuestos sino que ni siquiera presentó en tiempo y
forma unos Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio del 2012,
y por eso nos encontramos en este mes de junio haciendo un gran esfuerzo
sobre la base de ese proyecto, de esas directrices que marca la Unión
Europea.(El señor vicepresidente, Lucas Giménez, ocupa la
Presidencia.)


Por tanto, nuestro rechazo a este veto del que no
entendemos las razones. Lo que sí sabemos es que el Gobierno ha
presentado esta sección 12 con una línea argumental que recoge las
prioridades que ha considerado más idóneas en relación con la acción
exterior, la cooperación internacional y la promoción y difusión cultural
en el exterior en el marco de la prioridad absoluta asignada a los
objetivos de control del déficit y la estabilidad presupuestaria sobre el
conjunto de objetivos y necesidades de los diferentes ámbitos
sectoriales. El Grupo Parlamentario Socialista ha abundado en unos datos,
pareciendo en su justificación que desde el año 2004 hasta el 2010 en
España no hubo Gobierno. A mí no me tiene que convencer; desde el 2004
hasta el 2011 en materia de déficit no hubo Gobierno puesto que el primer
Gobierno que recortó drásticamente las partidas de cooperación fue el
Gobierno socialista; la ejecución en el 2011 fue solo del 0,29% del PIB y
redujo en un 36% las partidas a la cooperación respecto del 2010.


En 2010 y 2011 recortaron el Fondo del Agua casi un 50%.
Eso sí, para la cúpula de Barceló había 500 000 euros y no les preocupaba
ni la pobreza, ni el agua, ni el rigor, ni la austeridad, ni la
solidaridad, ni los derechos humanos.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Señoría, por
favor, vaya finalizando.


El señor CHIQUILLO BARBER: Concluyo. Sin embargo, se han
vanagloriado de los éxitos de la política exterior del señor Zapatero,
cuando él hace tres días puso de manifiesto que si se hubiera gastado
mejor, se hubiera gastado menos y si hubiera habido rigor y seriedad en
el gasto, no estaríamos hoy presentando unos presupuestos que nos
gustaría mejorar pero que su nefasta gestión presupuestaria lo impide y
hace inviable.


Muchas gracias. (Aplausos.)









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1157




El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Continuamos con las enmiendas del Grupo Parlamentario
Socialista. Enmienda 1457 a la sección 13.


Tiene la palabra el senador Díaz Tejera.


El señor DÍAZ TEJERA: Gracias, presidente. Con la
venia.


Durante siete años se invirtieron, en la sección 13, 5000
millones de euros. En los últimos siete años de Gobierno socialista se
invirtieron 13 000 millones de euros. Eso no es ideología, ni moral, ni
ética. Son datos y hechos.


Pero, francamente, no venía aquí a hablar con el retrovisor
puesto en una especie de penelopismo ultra o ultra penelopismo. Lo que
quería ahora era evaluar la sección 13 en los presupuestos de 2012.


Durante siete años se doblaron las plazas en la carrera
judicial y fiscal en comparación a los ocho años anteriores. Ahora, en el
ámbito de la sección 13, convocatoria de plazas en la carrera judicial o
fiscal, cero plazas. Hay tasas de reposición en cuerpos de funcionarios.
Se ha dicho aquí en la tarde de hoy. Y en otros cuerpos de funcionarios
de los que no se ha hablado en la tarde de hoy. Pero no hay tasa de
reposición —es del 0%— en el ámbito de jueces y fiscales.


El argumento es que la cultura de la creación de nuevas
plazas de jueces y fiscales no está dando resultado, luego la fórmula es
que no se convoque ninguna plaza. Se trata de convertir un defecto en
virtud. El hecho cierto es que se acaba con un cuerpo de opositores que
es bastante difícil de mantener, porque para los opositores la media para
su ingreso en la carrera judicial y fiscal es de unos cinco años.


¿Qué ocurre con este presupuesto? Pues que el 88,26% del
presupuesto de la sección 13 está dedicado a gastos corrientes. ¿Cuánto
se dedica al expediente judicial electrónico? Cero. ¿Cuánto se dedica a
la nueva oficina judicial, habiendo ya bastantes ciudades en España en
las que esta se está desarrollando, como Murcia, Cuenca y otras? Cero. El
planteamiento es que no hay inversión en nueva oficina judicial, ni en
nuevas tecnologías. El 88% se concentra —insisto— en gastos
corrientes y no es posible plantearse nuevas inversiones.


Es más, sepan ustedes que en la última Conferencia
Sectorial de Justicia se habló de dos asuntos. Un primer asunto, las
tasas, previendo un incremento del 160%, de 300 a 800 euros en el ámbito
civil, de 0 a 500 euros o de 0 a 750 euros en el ámbito de la
jurisdicción social, 500 euros para el recurso de suplicación y 750 para
el recurso de casación. Esos 300 euros de previsión de ingresos para 2013
no van a ser tales, porque muchas personas se van a retraer de invertir
cuando se les piden 800 euros.


El segundo asunto que se debatió en la Conferencia
Sectorial de Justicia fue el de los partidos judiciales. ¿Qué previsión
hace la sección 13 para esto? Ninguna. Es más, la propia consejera de
Justicia de la Comunidad de Madrid planteaba la desaparición de los
partidos judiciales del cinturón industrial de Madrid y su concentración
en el centro de Madrid, de forma que todo el mundo venga al centro de la
capital. Aún más, la desaparición de partidos judiciales en otras
regiones de España, sobre todo, en aquellos lugares de mayor
desertización donde hay pequeños ayuntamientos.


Nuestro planteamiento ¿cuál es? Ver de qué manera sacamos
los 20 000 millones de euros que están consignados en depósitos
judiciales, porque la justicia civil tiene ese ritmo de lentitud que le
caracteriza. Por eso planteamos que se pueda dar la vuelta al presupuesto
de la sección 13 y la necesidad de que, junto a las formulaciones
generales que ha hecho nuestro compañero portavoz, Felipe, figuren estas
razones específicas de la sección 13: la necesidad de que la justicia no
vuelva a ser de nuevo la cenicienta de los Presupuestos Generales del
Estado. Y si no se puede mantener el ritmo de progresivo in crescendo de
los 5000 millones de los ocho años del PP a los 13 000 millones de los
siete años de Zapatero, al menos, que se mantengan las inversiones
relativas a la oficina judicial, a las nuevas tecnologías y al expediente
judicial electrónico, porque una manera de contribuir a la reactivación
económica es que los inversores y quienes mantienen las relaciones
económicas tengan certidumbre a la hora de llegar a acuerdos. Y que
cuando haya desacuerdo entre ellos, un tercero imparcial, el juez,
obligue a que se respete la interpretación de esos contratos. Piensen
ustedes que el 80% de las demandas en el ámbito civil se estiman a favor
del demandante. Por lo tanto, si consiguiéramos reactivar el ámbito
civil, posiblemente, esos 20 000 millones dejarían de estar consignados
en los depósitos judiciales y participarían del conjunto del tráfico
económico. Estas son las razones específicas, con datos y cifras
concretas de la sección 13 —no con ideología, con moral, ni con
ética—, por las cuales esgrimimos el veto del Grupo Parlamentario
Socialista que me honro en defender en la tarde de hoy.


Gracias, señor presidente, por su benevolencia en estos
veinticuatro segundos de más. (Aplausos.)









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1158




El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Turno en contra de la sección 13.


Por parte del Grupo Parlamentario Popular, se reparten el
tiempo de intervención —dos minutos y medio cada uno— la
senadora Franco y el senador Altava.


La señora FRANCO GONZÁLEZ: Buenas tardes, señorías.


Senador Díaz Tejera, comparezco aquí precisamente para
fijar la posición del Grupo Parlamentario Popular en relación con el veto
que ha formulado su grupo parlamentario.


A pesar de que he escuchado muy atentamente su discurso,
como siempre, sin embargo, partimos de puntos de vista muy distintos y
llegamos también a conclusiones muy diferentes. Por ello, me imagino que
no le sorprenderá que el Grupo Parlamentario Popular vaya a rechazar el
veto que usted ha defendido. Asimismo, espero que esto no sea un
obstáculo para que en el futuro podamos llegar a consensos en beneficio
de nuestra justicia, algo que a todos nos ocupa y preocupa.


Usted señalaba que, a través de este veto, se oponen a la
política de justicia que va a llevar a cabo nuestro Gobierno y a su
plasmación en los Presupuestos Generales del Estado. Formulaba usted muy
claramente su preocupación acerca del descenso de recursos que
experimenta la política de justicia, así como por los posibles efectos
que esto tendrá en el ámbito de la modernización de la Administración de
Justicia. En este sentido, me gustaría al menos intentar despejar esa
preocupación.


Es cierto que se ha producido un descenso de recursos, pero
el mismo se debe a que la crisis económica ha limitado los recursos
disponibles para todas las políticas públicas, y la política de justicia
no es una excepción. Sin embargo, debo recordarle que el presupuesto
destinado a la política de justicia experimenta una reducción muy
inferior a la que experimentan el resto de departamentos ministeriales:
estamos hablando de un 6,34%, frente a un 19,4%. El montante global es de
1574 millones de euros, un montante importante, una cantidad muy similar
a la de los presupuestos del año 2009 que, sin embargo, ustedes
calificaron como muy positivos.


Por tanto, quisiera aclararle que la justicia no va a ser
la cenicienta de las políticas públicas para nuestro Gobierno. La
justicia es una prioridad absoluta para nuestro Gobierno. Si consideramos
la participación relativa de la política de justicia respecto al global
de los Presupuestos Generales del Estado, esta participación aumenta
respecto de ejercicios anteriores. Es cierto que se trata de unos
presupuestos restrictivos, pero la justicia es una absoluta prioridad
para nuestro Gobierno.


En cuanto respecta a sus dudas en relación con el proceso
de modernización y transformación de nuestra justicia, quiero señalar que
este no se va a paralizar. A pesar de ser estos unos presupuestos
restrictivos, hay suficiente margen para seguir trabajando y avanzando en
la modernización de nuestra justicia, y lo vamos a hacer precisamente a
través de una planificación rigurosa de prioridades, de una mejor y más
racional gestión de las inversiones, con el fin de buscar una mayor
eficacia y eficiencia en los resultados, y también a través del conjunto
de reformas estructurales que va a llevar a cabo nuestro Gobierno.


Además, quisiera señalar que del balance de los planes
modernizadores que llevó a cabo el Gobierno del Partido Socialista en la
anterior legislatura, sin embargo, los datos que resultan del balance de
su ejecución no van a ayudar sino que, en ocasiones, incluso va a
perjudicar los objetivos en materia de modernización que ha fijado el
ministerio. Porque ahí están los datos respecto a la interoperabilidad
entre los distintos sistema de gestión procesal o a la propia
implantación del expediente judicial electrónico, donde el gasto no ha
sido del todo eficiente.


Por ello, quiero destacar que, a pesar de ser unos
presupuestos restrictivos, hay margen para seguir avanzando en la
modernización y transformación de nuestra Administración de Justicia.


Muy brevemente, ha hablado usted de la no convocatoria de
oposiciones a jueces y fiscales. Sabe usted que estamos en un ejercicio
muy restrictivo por esta grave situación económica que tenemos y que los
presupuestos de justicia deben contribuir a ese gran objetivo nacional
que es reducir el déficit público. Y, con el acuerdo de 30 de diciembre
del año pasado de no disponibilidad, se dispuso, salvo en supuestos
excepcionales en los que sí se aplica la tasa de reposición, que en los
demás casos la oferta de empleo público quedaba totalmente congelada. Y
este es el caso de los jueces y fiscales. Es cierto que es una medida
complicada, pero es una medida absolutamente imprescindible y necesaria
para garantizar ese cumplimiento de los objetivos de déficit público. Aun
así, el ministerio ha hecho un esfuerzo, ese que establece nuevas plazas
para jueces y fiscales que, habiendo aprobado las oposiciones en
ejercicios anteriores, sí han superado su formación en la Escuela
Jurídica y en el Centro de Estudios Jurídicos.









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1159




Termino mi intervención, por razones de tiempo, simplemente
señalando que, a pesar de estos presupuestos tan restrictivos, tenemos
los mejores presupuestos posibles para aplicar a nuestra política de
justicia y que, a través de las reformas estructurales, vamos a conseguir
mejorar, modernizar y transformar todo el sistema de justicia.


Finalizo, pues no puedo seguir interviniendo a causa del
límite temporal.


Muchas gracias por la atención. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Enmienda número 1443 del Grupo Parlamentario Socialista a
la sección 14.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Abad.


El señor ABAD BENEDICTO: Gracias, señor presidente.


Señorías, el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado
una enmienda de devolución a la sección 14 porque consideramos que
estamos ante un presupuesto que no tiene suficiente fundamento político
ni económico. La decisión del Gobierno del Partido Popular de reducir a
corto plazo, entre 2012 y 2013, el déficit presupuestario y el creciente
endeudamiento internacional, aunque necesario, es claramente insuficiente
para salir de la situación crítica en que se encuentra el país. Además,
no garantiza la consecución de los logros que se propone, al depender de
variables y procesos exógenos que el propio Gobierno español no puede
controlar ni prever como está ocurriendo, pero que pueden alterar
decisivamente la evolución del presupuesto y del proceso de aplicación
presupuestario.


Y, paralelamente, en el presupuesto de Defensa que el
Gobierno nos presenta no hay una imprescindible revisión estratégica
sobre lo que fundamentar estos presupuestos en el nuevo escenario que
tenemos y en relación también con nuestra política europea, con los
objetivos de la política de seguridad común europea. No hay una solución
a los problemas estructurales de fondo del Ministerio de Defensa, y por
esa razón son presupuestos, también en esta sección, inaceptables, por
muy sólidas razones de fondo.


El Grupo Socialista en el Senado entiende que son
perfectamente razonables los objetivos que expresó el secretario de
Estado de Defensa el pasado 31 de mayo en esta Cámara. Esos objetivos, en
relación con las cuentas públicas que propone el Gobierno, eran, en
síntesis, rigurosidad, eficiencia en su uso, estabilidad y previsión que
nos permitan saber en todo momento de qué recursos disponemos y con qué
podemos contar.


Pues bien, señorías, el Grupo Parlamentario Socialista
comparte esos objetivos, a los que añadimos el objetivo de la seguridad y
operatividad de nuestras Fuerzas Armadas. Sin embargo, estos presupuestos
que nos presenta el Gobierno del Partido Popular sencillamente no cumplen
esos objetivos, no se adecuan a esos objetivos que ustedes mismos han
planteado. Y ¿por qué no los cumplen? Primero, porque carecen de rigor en
el gasto; no hay criterios políticos explicables y explicados en esta
Cámara sobre el porqué se ha producido esta reducción del presupuesto de
defensa, más allá de que son presupuestos presididos por el rigor, por la
austeridad y que tienen que ver con la crisis económica en la que nos
encontramos. Da la impresión de que ha habido una decisión un tanto
mecánica de reducción sin atender a elementos cualitativos. Se percibe
que son unos presupuestos improvisados, hechos a la ligera, cerrando a
golpe de martillo los ajustes, las cifras, los límites que el Ministerio
de Hacienda y Administraciones Públicas ha planteado. Y lo más
significativo, señorías del PP, no tienen voluntad alguna, como ha
quedado demostrado a lo largo de esta tarde en esta Cámara, de ser
respaldados por los grupos de la oposición.


En segundo lugar, en los presupuestos a los que nos
referimos tampoco hay un criterio de eficiencia en el uso de los medios.
El excesivo peso que están adquiriendo las partidas de personal, llegando
al 73,4, y los gastos corrientes sobre el total del presupuesto del
ministerio en detrimento de los programas de inversión, Capítulo 6,
supone ya un riesgo para la continuidad operativa de las Fuerzas Armadas,
pues es evidente una estructura absolutamente desproporcionada de gastos
de Defensa sobre el conjunto de los medios.


Y tercero, tampoco se puede hablar de un presupuesto
asentado sobre la estabilidad y la previsión respecto de los recursos de
los que disponemos y con los que podemos contar porque es muy
sintomático, señorías, que una parte del gasto que se supone que debería
estar prevista en estos presupuestos, como es el gasto de los programas
especiales de armamento, no tienen prácticamente ninguna asignación
presupuestaria. Sin embargo, los compromisos de pago para el 2012
ascienden, según el secretario de Estado de Defensa, a 2370 millones de
euros. Estamos hablando de obligaciones contraídas hace años,









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desde 1996, por un importe de 30 000 millones de euros, ni
más ni menos que tres puntos del producto interior bruto. Por tanto, no
se va a atender ese compromiso de pago. Estos presupuestos ignoran esta
situación, no aseguran la claridad y coherencia presupuestaria y plantean
graves dificultades en relación con la industria y con nuestros
socios.


Por todo lo expuesto, señorías, el grupo de senadoras y
senadores del Partido Socialista plantea esta enmienda de devolución a la
sección 14, del Ministerio de Defensa.


Muchísimas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Para el turno en contra, tiene la palabra el señor
Campoy.


El señor CAMPOY SUÁREZ: Muchas gracias, señor
presidente.


Señorías, señor Abad, le recuerdo que hoy estamos aquí a
estas horas del mes de junio porque ustedes no quisieron hacer los
presupuestos cuando tenían que haberlos hecho. (Aplausos.—Rumores.)
Creo que está muy bien venir aquí ahora a, entre comillas, leernos la
cartilla, que es lo que tiene usted que hacer, pero hay que tener en
cuenta que ustedes tuvieron la responsabilidad de hacer los presupuestos
y no quisieron.


Pero, señor Abad, todavía es más sorprendente que usted
reconozca y comparta —lo ha dicho aquí y, también, en
comisión— las premisas que sustentan estos presupuestos, es decir,
una situación y una coyuntura de crisis extrema, por lo que la sección
14, del Ministerio de Defensa, no es ajena a ese contexto de profunda
crisis y al compromiso que tiene este Gobierno de reducir el déficit
público; compromiso que, además, deviene imprescindible desde la
perspectiva financiera europea.


Por tanto, el Ministerio de Defensa participa en este
compromiso de rigor en el gasto, de eficiencia en el uso de los recursos,
de búsqueda de un equilibrio presupuestario y de la planificación
financiera estable, siendo una prioridad minimizar el impacto que tiene
este control presupuestario. ¿Y cómo? Pues mediante unas reformas que ha
iniciado el ministerio y que han dado a conocer tanto el ministro como el
secretario de Estado. Así que, como usted mismo ha dicho, estos
presupuestos se caracterizan por la austeridad, el rigor, la eficiencia
de los recursos y el equilibrio. No son ajenos al saneamiento financiero,
pues hay partidas impagadas de ejercicios anteriores, señor Abad. Hay
partidas impagadas de ejercicios anteriores que, por tanto, representan
un sobreesfuerzo adicional, de ahí el sacrificio que tienen que hacer las
Fuerzas Armadas y el reconocimiento al reto que tienen que acometer.


Pues bien, dicho lo cual, en la justificación de la
enmienda que da lugar a este veto a la sección 14, usted reconoce
precisamente esas premisas que son compartidas; ahora, desde el Grupo
Popular, que apoya al Gobierno, no podemos compartirlas a su vez en las
consecuencias que usted le asigna o le otorga. ¿Por qué? Porque el
Ministerio de Defensa sabe usted que ha reducido los efectivos a 81 000
soldados, y sabe además que el ministro se ha comprometido y ha encargado
un informe al Estado Mayor de la Defensa, que es precisamente quien tiene
la capacidad, la competencia para establecer qué necesidades tenemos en
materia de seguridad y defensa y, por tanto, cuáles son las dimensiones
de la fuerza, cuál es la estructura que debe tener y, en otras palabras,
cuáles son nuestras capacidades. Ese es el mecanismo que se ha puesto en
marcha, no es aquí presentando un veto a la sección 14 de los
presupuestos donde usted tiene que colaborar y ser coherente precisamente
con lo que ha expuesto antes.


Usted sabe perfectamente que el ministro y este grupo
parlamentario se han ofrecido para darle forma a eso que usted ha
propuesto aquí, pero primero tenemos que dejar a los profesionales
—permítame la expresión—, a los militares, al Estado Mayor de
la Defensa, que es quien debe evaluar cuáles son nuestras amenazas,
cuáles son los riesgos que tienen la seguridad y la defensa de España y,
por tanto, establecer sus capacidades y sus necesidades.


Usted sabe que tiene el ofrecimiento reiterado del ministro
precisamente para lo que es más importante, para que esa política de
consenso de Estado, de la que ustedes y nosotros hemos hablado en el
Congreso y aquí, se haga realidad a través de ponernos de acuerdo
precisamente en lo que tiene que ser el marco de la defensa nacional, la
directiva de defensa nacional. Ese es el marco, señor Abad, en el que
usted tiene que venir a decir que hay que revisar, pero no en los
Presupuestos Generales del Estado que estamos acometiendo. Eso es un
ejercicio de responsabilidad, señor Abad, y sabe usted que desde el
Gobierno y desde el Grupo Parlamentario Popular vamos a estar siempre con
la mano tendida, precisamente porque lo que está en riesgo es sumamente
importante y más en los tiempos que corren.









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Desde este grupo parlamentario, por lo tanto, señor
presidente y concluyo, vamos a rechazar este veto que presenta el Grupo
Socialista a la sección 14, Ministerio de Defensa.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias.


Enmienda número 1356 a la sección 15.


Tiene la palabra el senador Lerma.


El señor LERMA BLASCO: Muchas gracias, señor
presidente.


Ha venido el ministro de Hacienda, nos ha presentado los
presupuestos, ha dicho ni más ni menos —recuerdo— que
estábamos en una depresión y no en una recesión —me parece que he
escuchado adecuadamente sus palabras—, y después se ha marchado tan
tranquilo y probablemente ha hecho declaraciones irresponsables al salir
de esta habitación, después de recibir el voto negativo, es decir, de no
hacer ningún esfuerzo por integrar a nadie que represente a cualquiera de
los grupos parlamentarios de esta Cámara.


En definitiva, un gran papel para un ministerio que, en
primer lugar, deberíamos estar discutiendo conjuntamente con Economía
porque, razonablemente, si al menos Economía y Hacienda tuvieran una sola
voz ya ganaríamos mucho en coherencia. No ha sido así, todo lo contrario;
lo que hemos estado oyendo ha agravado la desconfianza muy importante que
ya teníamos —que lógicamente el ministro atribuirá al Gobierno
anterior, como hace siempre, sin comprender realmente cuál es la
situación— y no ha contribuido a que tengamos una poquita menos
desconfianza de la que siguen teniendo los mercados hacia nosotros.


Pero ha dicho depresión y se ha marchado, y estamos en el
25% de desempleo, que ustedes siempre dedican al Gobierno anterior. Sin
embargo saben ustedes perfectamente que eso no es cierto, como tampoco es
cierto que nosotros fuéramos un país malgastador. Lo hemos dicho en
muchas ocasiones: cuando nosotros estuvimos gobernando, estuvimos
gobernando con superávit presupuestarios y eso no quiere decir
malgastador, eso quiere decir lo contrario, quiere decir ahorrador, y
cuando llegamos a la situación de déficit muy elevados pudimos gastar
mal, evidentemente, pero en cualquier caso nada habría detenido la
situación. No estamos aquí para buscar culpables de una situación que
tiene culpables, obviamente, pero que no están en esta sala,
probablemente están bastante alejados de este salón. Porque la realidad
es, primero, que tuvimos un exceso de crédito como consecuencia del
exceso de confianza que hizo valorar mal los riesgos al sector
financiero, y de eso no tiene la culpa ni este Gobierno ni el Gobierno
anterior. Segundo, tuvimos, como consecuencia de esa desconfianza y un
euro mal diseñado para afrontar este tipo de situación, una pérdida de
competitividad muy importante durante los años de vigencia del euro, no
porque estuviéramos gastando de más, sino porque teníamos un crédito
barato y fácil que no estábamos ahorrando nosotros, como consecuencia de
que los países excedentarios en ahorro venían a buscar aquí una mayor
retribución, no a hacernos ningún favor, por cierto. Y eso significaba
una pérdida de competitividad relativa permanente, que se ha traducido,
como ustedes saben perfectamente, en un superávit comercial en Alemania y
en un déficit en todos los demás países europeos. Y eso no es culpa ni de
Zapatero ni tampoco de Rajoy, al que tampoco quiero echar
responsabilidades en este momento, porque no se trata de buscar ahora
responsabilidades que, insisto, están bastante por encima de aquí en
muchos momentos y se nos escapan. Se trata de buscar soluciones a la
situación actual y yo creo que en esto hay una irresponsabilidad
evidente, junto con una arrogancia impropia de quien ha gobernado
anteriormente en coalición, que tendría que saber que esta no es la
situación de abusar de su mayoría absoluta, porque la mayoría social, en
estos momentos, no está con la política que ustedes están llevando a cabo
y necesitan el apoyo de todos los grupos parlamentarios de esta
Cámara.


Y si yo hubiera sido el ministro de Hacienda no me hubiera
levantado de allí sin hacer, por lo menos, alguna proposición a los
grupos nacionalistas de la Cámara, que representan un sector muy
importante de la sociedad española y de la economía española, a los
grupos de la oposición, al Partido Socialista, evidentemente, porque
vamos a tener que pechar con circunstancias muy graves que el ministro ha
ignorado absolutamente.


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Señoría, acabe,
por favor.









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El señor LERMA BLASCO: Termino, presidente.


Hoy puede ser el último día que, además, podamos discutir
los presupuestos libremente, porque, efectivamente, después de la reunión
del G20, veremos si se nos ha acabado o no la capacidad de pedir créditos
al mercado. Estamos en esa situación, y en esa situación el ministro no
puede salir de aquí tranquilamente, arrogante, despreciando el apoyo de
la oposición que está dispuesta a dárselo.


Nada más, gracias. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Gracias,
señoría.


Para turno en contra, tiene la palabra la senadora
Angulo.


La señora ANGULO MARTÍNEZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, no hemos escuchado una sola palabra de la
intervención del portavoz del Grupo Socialista para contradecir el
presupuesto de la sección 15, que es lo que correspondía a
intervención.


Ha hablado del ministro y no de ese presupuesto que se ha
efectuado con credibilidad, con determinación, con equidad y con
coherencia. Ese es el presupuesto de la sección 15, del Ministerio de
Hacienda y Administraciones Públicas, que es el encargado de marcar una
política presupuestaria totalmente distinta. Y sorprende que nos hablen
de un Gobierno que no escucha, quienes aceptaron con total complacencia a
un ministro que veía cómo en esta Cámara se vetaban año tras año los
presupuestos que presentaban, a un Gobierno socialista que veía cómo el
Senado rechazaba sus presupuestos y no solo no escuchando, sino que
haciendo caso omiso, desoyendo, ignorando y despreciando al Senado,
aprobaban los presupuestos en el Congreso de los Diputados, como si aquí
nada hubiera pasado.


Sorprende que se atrevan ustedes hoy a criticar la
propuesta y la actuación del ministro Montoro. (Aplausos.) No sorprende
que el Grupo Socialista no haya dicho absolutamente nada de los
presupuestos de la sección 15, pero sí es lógico que ustedes no los
entiendan. Hemos pasado muchos años en los que el presupuesto de la
sección 15 era el presupuesto de un ministerio que gastaba cada vez más
en hacer mucho menos, y ahora tenemos un Ministerio de Hacienda que va a
gastar menos en hacer mucho más. Esa es la diferencia que ustedes no
consiguen entender, y por eso usted no se ha atrevido a explicar una sola
palabra del veto. No ha dicho una sola palabra en contra del presupuesto
de la sección 15.


Señorías, es un ministerio que gasta menos en hacer más. Un
ministerio que ha empezado desde el primer momento a poner en marcha
reformas responsables y eficaces para sentar las bases de la recuperación
de la economía española.


Ustedes hablan en la enmienda, que no se han atrevido a
defender, de dudas sobra la sostenibilidad fiscal de nuestras cuentas,
¿cómo se van a atrever a defender que estos últimos años no hemos sido un
país malgastador? ¿Les parece que éramos poco malgastadores cuando en el
año 2011, con la que estaba cayendo, recortando pensiones, recortando
salarios, subiendo el IVA, ustedes se gastaron 90 000 millones más de lo
que ingresamos? Ese era el Ministerio de Hacienda socialista, señorías. Y
ahora nos dicen que no eran malgastadores. No sabemos hasta dónde
hubieran llegado ustedes, pero esa es la verdad. Ahora hablamos de
ajustes. El Ministerio de Hacienda habla de ajustes, habla de austeridad,
habla de consolidación fiscal, habla de cumplir los compromisos; eso no
es lo contrario de sostenibilidad de las cuentas públicas, es justamente
la garantía, señor Lerma; es, justamente, la garantía.


Hablan también de la previsión de ingresos, y hablan de una
previsión de ingresos que ponen en duda. No, señorías, porque viene
avalada por unas medidas tributarias que garantizan precisamente esa
previsión. No somos como ustedes que, vuelvo a decir, en 2011 gastaron
casi 100 000 millones más de los que se ingresaron; esa es la
realidad.


Dicen también en el texto de su enmienda que el presupuesto
está haciendo inviable las administraciones locales y autonómicas de
nuestro país, y tengo que recordarles que las administraciones locales y
autonómicas de este país son más viables desde que el partido socialista
abandonó el Gobierno, desde que tenemos en el Ministerio de Hacienda y
Administraciones Públicas un ministro Popular, porque después de los
últimos 8 años ignorándolos, en estos 6 meses hay 177 000 proveedores que
han empezado a cobrar lo que les debían los ayuntamientos. El tercer día
ya habían cobrado más de 100 000 proveedores, señorías. Después de casi 8
años, más de 2000 ayuntamientos han empezado a pagar las facturas que
tenían pendientes y otros 1470 ayuntamientos van a poder acogerse a la
segunda fase. Las comunidades autónomas podrán empezar a pagar a partir
del 30 de junio cerca de 4 millones de facturas. Ahora se pagan las
facturas en este país, y eso lo ha hecho posible el Ministerio de
Hacienda, y eso aparece recogido en este presupuesto de la sección 15.
Pregunten a los alcaldes, a los









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socialistas, a los populares, a los de todos partidos,
quién ha hecho más viable la situación de los ayuntamientos de este
país.


Presupuesto creíble. Ustedes hablan de confianza. Señorías,
en cuatro frases: la credibilidad y la confianza la da no gastar lo que
no se tiene, la da pagar lo que se debe, la da resolver problemas y no
crearlos, la da cumplir los compromisos y la da un ministerio que hace
reformas y que, como he dicho, gasta menos en hacer mucho más. Esa es la
credibilidad, y por eso vamos a apoyar ese presupuesto de la sección
15.


Gracias, presidente. (Aplausos.)


El señor VICEPRESIDENTE (Lucas Giménez): Muchas gracias,
señoría.


Enmienda 1415, a la sección 16.


Para la defensa de la misma, tiene la palabra el senador
Cascallana.


El señor CASCALLANA GALLASTEGUI: Gracias, señor
presidente.


Buenas noches.


Hablar de los presupuestos, aunque sea de una sección, nos
obliga a hablar del marco donde se establecen. Lo primero que quiero
decir es que llegan tarde, y no por lo que dice el Grupo Popular, quizá
sería por otras cosas, como las elecciones andaluzas. Son poco creíbles
en general, y no lo dice el Grupo Socialista, lo dice el Fondo Monetario
Internacional muy clarito; desde luego, son unos presupuestos en un
horizonte lleno de incertidumbre y nubarrones. Por lo tanto, es difícil
plantear un debate serio en torno a los presupuestos; pero yo voy a
intentar plantear en el marco de lo que es el presupuesto de Interior de
qué parte este presupuesto. Y la memoria del presupuesto establece
claramente que estamos ante unos presupuestos con unos buenos índices
desde el punto de vista de la tasa de criminalidad, con un buen momento
desde el punto de vista de la lucha antiterrorista, con un buen momento
desde el punto de vista de la seguridad vial, con un buen momento desde
el punto de vista de la disminución de población penitenciaria en nuestro
país. Es decir, con unos buenos datos.


¿Sirven estos presupuestos para seguir mejorando esas
tasas, esa tendencia favorable en materia de seguridad? Yo creo que se
corre un grave riesgo. Sé que en muchas ocasiones se pone la
responsabilidad de la seguridad en manos de las fuerzas y cuerpos de
seguridad del Estado, y en este caso especialmente. (El señor presidente
ocupa la Presidencia.) Porque estos son los presupuestos de los recortes,
unos presupuestos en los que nos encontramos claramente con unos recortes
muy importantes en materia de sanidad, en materia de educación, en
materia de desempleo, y por tanto, unos presupuestos que requieren de un
esfuerzo especial por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del
Estado.


Así pues, necesitamos dotar a la policía de los medios
necesarios para desarrollar sus funciones, necesitamos dotar a los
funcionarios de prisiones de la posibilidad de hacer efectiva la
Constitución en la política de reinserción, necesitamos dotar la política
de inmigración de una política no solo represiva desde el punto de vista
policial, sino también de integración social de la población inmigrante,
necesitamos en definitiva unos presupuestos que contemplen una plantilla
adecuada y unos medios adecuados, y no lo son. Las plantillas de la
policía y de la guardia civil se van a ver reducidas, rompiendo la
tendencia de los últimos años de una manera muy especial, porque nos
encontramos con una tasa de reposición de efectivos del 10% que significa
en la práctica una reducción que puede alcanzar en los próximos años,
dependiendo del pase a la segunda actividad y de la edad, de hasta 10 000
funcionarios. Es decir, los 45 300 nuevos agentes de seguridad pasan a
ser 10 000 menos, y esto es algo que va a tener repercusiones claras,
como también la tiene la importantísima reducción que se produce en
materia de inversión, especialmente en materia de seguridad vial en la
Dirección General de Tráfico, donde los recortes llegan hasta tal punto
que se corta todo tipo de equipamiento de infraestructuras e incluso de
vehículos hasta en un 73%, y por supuesto del control de radares y otra
serie de actividades necesarias.


Estas reducciones van a poner en peligro la seguridad vial
porque además corren el riesgo de la reducción ya del Ministerio de
Fomento en cuanto a su mantenimiento. Se produce una reducción de los
planes sobre los puntos negros, y tenemos unas dificultades añadidas
relacionadas también incluso con un parque móvil deteriorado por las
crisis económicas en general.


Así pues, requerimos de un apoyo a esa política de
plantilla y al diálogo social, al diálogo con los representantes
sindicales, y hemos prometido algunas cosas que no se recogen en estos
presupuestos. La Ley Orgánica de derechos y deberes de los funcionarios
del Cuerpo Nacional de Policía. Todos sabemos que hace falta ese diálogo,
sabemos que estamos pidiendo un esfuerzo especial y sin embargo en los
presupuestos no se contempla ninguna medida ni ningún diálogo con los
representantes de las









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fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Y es que aquí
tenemos también que avanzar para poder incorporarnos en esa
dirección.


Por lo que se refiere a la población penitenciaria, faltan
funcionarios desde cualquier punto de vista. Hay 25 000 funcionarios y
una tasa de reposición efectiva cero, y lo dice la propia directora
general, que lo plantea diciendo que en este momento es necesario un
mayor número de funcionarios y menos infraestructuras en materia de
seguridad, pero se recortan las infraestructuras y el número de
funcionarios, que se deja a cero. Y esto va a generar algunos problemas,
porque también las políticas de reinserción social con diferentes
colectivos desaparecen en muchos casos, lo que sin duda va a provocar
algunos problemas en materia de seguridad y en lo que se refiere, y
reconoce la propia memoria, al incremento de la población penitenciaria
en nuestro país.


Pero esto también tiene que ver con determinadas medidas
que se contemplan en Justicia, ya que se plantea de forma obsesiva cierta
tendencia al recorte de las libertades en nuestro país.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor CASCALLANA GALLASTEGUI: Sí, señor presidente.


Hablo del derecho a la manifestación —y con esto
termino— y de las medidas por las que se quieren coartar libertades
en ese campo o del tema de la prisión preventiva que se está incorporando
en determinadas reformas penales y que va a incrementar la población
reclusa en nuestro país sin resolver los problemas de seguridad.


En definitiva, señorías, estos presupuestos, que recortan
en plantilla, que recortan en inversiones, que incrementan el gasto
corriente y el gasto financiero, y que tienen una política obsesiva de
recortes de libertades, no son los adecuados para este momento.


El señor PRESIDENTE: Termine, señoría.


El señor CASCALLANA GALLASTEGUI: Necesitamos otros
presupuestos y necesitamos que la policía y la guardia civil no sean el
soporte de las libertades sin medios de un Estado del bienestar como el
que deberíamos tener.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador
Cascallana.


En turno en contra tiene la palabra el senador Aznar.


El señor AZNAR FERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, señor Cascallana, a usted se le pueden decir
muchas cosas, pero una de ellas no es que no sea usted persistente en sus
argumentos. Prácticamente ha repetido usted aquí los mismos argumentos
que en la comparecencia del ministro de Hacienda, como es lógico.
(Rumores.) Tranquilícense. Decirnos aquí hoy una vez más que estos
presupuestos llegan tarde me parece un ejercicio absolutamente gratuito,
porque todos somos conscientes de que estos presupuestos se tenían que
haber aprobado en el mes de diciembre pasado y no ahora. (Aplausos.) Por
lo tanto, no entremos en ese asunto.


En segundo lugar, con ese optimismo que a usted le
caracteriza, nos ha pintado una Arcadia feliz para decirnos de dónde
venimos en materia de interior que prácticamente nos hace pensar que no
es ni necesario el Ministerio del Interior en España. Es decir, venimos
de una época feliz socialista, donde en España prácticamente nos han
dejado todos los temas resueltos.


Pues bien, señoría, yo le voy a decir una cosa, y es que
sinceramente creo que debían hacer un ejercicio de coherencia y en vez de
tanta declaración cada vez que hay una comparecencia en materia de
interior, donde se les llena la boca de agua diciendo que en materia de
interior aquí está la colaboración sincera del PSOE, en la primera
oportunidad seria que tienen en esta legislatura de mostrar esa
coherencia y de mostrar esa ayuda que quieren dar al Gobierno desde el
Partido Socialista, lo que hacen es presentar un veto que, por otra
parte, no hay prácticamente por donde cogerlo, salvo que en esa Arcadia
feliz que nos han pintado y en materia de instituciones penitenciarias,
que también usted ha mencionado en varias ocasiones, nos quieran decir
que la política adecuada es hacer piscinas cubiertas, piscinas
calefactadas en los centros penitenciarios. Esa ha sido su política
penitenciaria.


Señorías, estamos absolutamente en contra de este veto.
Decía usted que este es un presupuesto de recortes; es una opinión.
Evidentemente, es un presupuesto donde hay una política general de
contención del gasto por razones que no vamos a explicar una vez más, las
conocen ustedes perfectamente. Dentro









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de esa contención del gasto, usted sabe que la disminución
media de los ministerios está en torno al 19% y el Ministerio del
Interior está en una disminución del 1,54%. Por consiguiente, cabe pensar
que hay un esfuerzo importante del Gobierno del Partido Popular donde se
demuestra su sensibilidad hacia esta materia. La disminución en relación
con otros ministerios es mucho menor, como usted mismo ha reconocido.


Yo no voy a hablarles de la herencia porque me parece que
es redundante, pero ustedes saben también que en este ejercicio
presupuestario y en este presupuesto ha habido que consignar una
importante partida para dotar créditos que amorticen una deuda de 217
millones que ustedes dejaron pendientes en este ministerio.


Un presupuesto, como saben sus señorías, es la herramienta
que el Gobierno tiene para hacer efectivas sus políticas y este Gobierno
en materia de seguridad lo que intenta, por encima de cualquier otra
consideración, es obtener un país más seguro. ¿De qué manera? Combatiendo
eficazmente el terrorismo, que lamentablemente queda todavía; el crimen
organizado, que cada vez le preocupa más a nuestra sociedad; proteger a
los grupos de población más vulnerables, mujeres maltratadas y niños;
auxiliar a los ciudadanos en grandes catástrofes; afrontar el fenómeno de
la inmigración ilegal y reforzar la seguridad vial.


Todo esto resume lo que es, a nuestro entender, hacer un
país más seguro y para ello el ministerio utiliza este presupuesto como
herramienta suficiente, haciendo especial hincapié en algo que usted ha
mencionado, el capítulo 1. El capítulo 1 prácticamente se come el 80% del
presupuesto, puesto que es un capítulo en el que se recogen los 73 000
policías, los 83 000 guardiaciviles y los 25 000 funcionarios. Ahí hemos
querido hacer un especial esfuerzo, no reduciendo las retribuciones de
estos cuerpos, de estos funcionarios y, por otra parte, frente a lo que
ocurre en otros ministerios que no hay tasa de reposición, usted
desprecia la que hay, que es del 10%, pero nosotros hemos querido recoger
expresamente para este ministerio una tasa de reposición del 10%.


Por lo tanto, señorías, estamos ante un presupuesto cuyo
objetivo es hacer un país más seguro, a pesar de ese país maravilloso que
ustedes nos dejaron, y para el cual creemos que hay dotación suficiente
en el marco presupuestario en el que este Gobierno, lamentablemente, se
tiene que mover. En consecuencia, yo les pediría un ejercicio de
sensatez, de coherencia y de apoyo real al Gobierno retirando este veto.
(Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Aznar.


Enmienda número 1477 a la sección 17. Para su defensa tiene
la palabra el senador Fernández Ortega.


El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Gracias, señor presidente.


Señorías, estamos debatiendo unos presupuestos que son
malos para España, que van a contribuir a agudizar y a hacer más profunda
la crisis y que, sin lugar a dudas, van a contribuir a la destrucción de
empleo. Es evidente que España va peor desde que está el Partido Popular
en el Gobierno, con la prima de riesgo en máximos históricos y el déficit
habiendo alcanzado, ya en abril, el 70% del objetivo previsto para todo
el año. Creo que con estos presupuestos, como toda su política, se van
viendo superados día a día, y debatimos unos presupuestos que creo que
ustedes están también convencidos de que no van a cumplir. Con los
recortes que traen en estos presupuestos amenazan la competitividad del
país, la productividad de nuestras empresas, la modernización de nuestras
infraestructuras y trasladan un riesgo cierto de cierre de miles de
empresas y de pérdida de miles de puestos de trabajo.


Presentamos por ello esta enmienda a la totalidad de la
sección 17 y de sus sociedades porque entendemos que los presupuestos
presentados en materia de obra pública contribuyen a la profundización en
la crisis y al incremento del paro. Es imposible reactivar la economía,
crear empleo, ganar en competitividad y cohesión territorial cuando su
única propuesta es recortar la inversión productiva frenando el
crecimiento. En lugar de ayudar a reactivar la economía, lo que están
haciendo con estos presupuestos es frenarla. La inversión cae un 14,8% en
carreteras, un 18% en conservación y explotación, el 26% en
ferrocarriles, el 44% en infraestructuras de transporte ferroviario, el
24% en aeropuertos o el 33% en infraestructuras portuarias. Y en
vivienda, el programa 261, de promoción, administración y ayuda a la
rehabilitación y acceso a la vivienda, cae en más de un 30%.


Estos presupuestos, señorías, son malos para España pero,
sobre todo, lo son porque son malos para el empleo. Y por eso les pedimos
que atiendan a razones y que los devuelvan al Gobierno. Ustedes
retrasaron la presentación de estos presupuestos, como ha dicho ya algún
compañero, por cálculo









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electoral y encierran más cálculo electoral dentro de sus
cifras. Todos los corredores de las redes transeuropeas sufren un
importante descenso en las inversiones, en especial el corredor
mediterráneo y el del sur, con una disminución de más del 30%. Sin
embargo, los corredores norte y noroeste, los que afectan a los
territorios de Galicia y País Vasco, con elecciones próximamente, recogen
cifras razonables, pero imposibles de ejecutar.


Presentan unos presupuestos en Fomento que no son creíbles.
Han programado inversiones donde no pueden ejecutarlas. Por ejemplo, la
estación del AVE en Granada o la de San Sebastián o Tarragona. Han
presupuestado más de 700 millones en la línea Lubiano-Ourense del AVE,
cuando la capacidad de gasto no va a superar los 200 millones. En otros
casos lo que han hecho es parar la ejecución de la inversión donde pueden
hacerla o retrasarla, como es el caso de La Gorgoracha-Puntalón, en
Granada, para la que han tardado 6 meses en firmar un contrato que estaba
listo para firmar, o el AVE de Granada o el AVE de Valencia-Castellón.
Con estos presupuestos está claro que no van a cumplir los compromisos de
la llegada del AVE a las estaciones de Granada, Alicante, Castellón o
Murcia, que hasta hace poco ustedes exigían con mucha vehemencia. Ahora
nos tenemos que conformar con oír a la ministra hablar del 2024, del
2030, el 2050, o una nueva fecha que se va a inventar que es el ya
veremos. El señor Rajoy empezó diciéndonos que íbamos a hacer las cosas
como Dios manda y ahora nos dice que las haremos si Dios quiere. Y así
vamos con los presupuestos de Fomento, las obras se harán ya veremos en
qué fecha. Los datos que da Seopan relacionados con la inversión y la
licitación son muy contundentes. La licitación ha caído hasta abril en
más de un 50%. Y ya están licitando más obras las autonomías o las
instituciones locales. Con esta actitud lo que van a conseguir es el
cierre de empresas y la destrucción de miles de puestos de trabajo.


Por otra parte, no cumplen los estatutos de autonomía. Para
Andalucía, a la que correspondería un 17,8% de la inversión, como recoge
el estatuto por su población y por su territorio, ustedes dedican el 9,5
de la inversión al AVE o el 7,8% de la inversión a aeropuertos, y la
inversión en carreteras cae más de un 50%. No cumplen el estatuto
andaluz, pero tampoco el de Aragón, ni el de Castilla y León, ni el de
Cataluña, ni el de las islas Baleares.


Presentamos esta enmienda a la sección 17 por la
discrepancia también con la política de vivienda que nos proponen. La
dotación presupuestaria para vivienda cae un 32%. Este recorte, además de
perjudicar a los jóvenes por la cancelación del programa de Renta Básica
de Emancipación en la política de fomento del alquiler, también perjudica
a un sector que ya está duramente castigado por la crisis con altos
índices de paro. Frenan las políticas de vivienda del Estado y lastran
las autonómicas.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor FERNÁNDEZ ORTEGA: Enseguida, presidente.


Los presupuestos que presentan son malos para España, no
impulsan el empleo ni la cohesión territorial, ni nos van a ayudar a
salir de la crisis. Un agujero es lo único que se hace más grande cuanto
más se saca, y eso les pasa a ustedes, que hacen más grande el agujero
del paro, del déficit o de la confianza cuantos más recortes ponen sobre
la mesa. Cada vez que toman una decisión en este país, todos los
indicadores empeoran. Algo tendrán ustedes que ver con lo que está
pasando, porque no hay nada que mejore con ustedes en el Gobierno y con
sus decisiones.


Gracias, presidente. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Fernández
Ortega.


Por el Grupo Popular, para el turno en contra, tiene la
palabra el senador Mateu.


El señor MATEU ISTÚRIZ: Muchas gracias, señor
presidente.


Señorías, buenas tardes.


La verdad es que es increíble que todavía sigamos
escuchando que hay una reducción de la inversión respecto a un ejercicio
presupuestario anterior en comparación con el vigente. Es increíble
porque el Partido Socialista ha estado acostumbrado a trabajar con la
máxima de adjudicar sin partida presupuestaria y, desde luego, después no
pagar lo que se debe. Por eso, es tan fácil hablar de esos términos
relativos en cuanto a la comparación de inversiones.


Me gustaría volver a referirme aquí a la herencia que nos
ha dejado el Partido Socialista, porque todos ustedes saben que en el año
2005 en el Grupo Fomento ascendía a 11 000 millones de euros y en el









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año 2012 estamos hablando de casi 40 000. Como bien pueden
comprender, eso supone un lastre importantísimo para la confección de los
presupuestos actuales.


No obstante, a pesar de las críticas, las quejas y los
lamentos que hace el Partido Socialista acerca de que estos presupuestos
no son inversores, no generan riqueza y van a aumentar la cifra del paro,
tengo que decirles, señorías, senador Fernández Ortega, que, desde luego,
estos presupuestos, hechos desde el rigor y la austeridad, no solamente
se quedan en cumplir, como ustedes dicen, con el objetivo del déficit;
no, señorías, estos presupuestos no se circunscriben exclusivamente a
alcanzar el objetivo del déficit sino que compaginan esa austeridad, ese
rigor en la planificación con impulsar el crecimiento económico,
crecimiento que va a generar incremento de la riqueza nacional y va a
paliar una situación muy desafortunada que han generado con sus
políticas, el llegar a más de 5 400 000 parados, que han llevado a sus
hogares la desolación y la desgracia por no tener una ocupación en el
mundo laboral. Estamos hablando de un presupuesto regido por personas en
un ministerio que están acostumbradas a trabajar con la máxima de hacer
de la política un arte de lo posible mediante una planificación rigurosa,
basada en principios de responsabilidad económica y social.
Evidentemente, lo que estamos haciendo es aplicar normas elementales. Y
con esto rebato su argumento de que hay menos inversión, porque son unos
presupuestos que tienen en cuenta muy clarito, muy clarito las normas de
toda contratación administrativa: dotación presupuestaria y, desde luego,
ejercer el noble arte de pagar lo que se debe. Estos presupuestos van a
ser los que van a lograr un revulsivo en la actuación económica española.
Desde luego, persiguen lo que pretendemos todos los españoles, que es
conseguir una cohesión y un equilibrio territorial para todos los
españoles, que tengan la posibilidad de acceder a todos los servicios
competencia del Ministerio de Fomento y, por supuesto, crear lo que se
denomina como España simétrica, es decir, que todo el mundo tenga las
mismas oportunidades para acceder a todos los servicios que ofrece el
Ministerio de Fomento.


Ustedes dicen que este presupuesto no va a generar
crecimiento. Sí lo va a hacer. Fíjense, señorías: el Grupo Fomento
dispone de 20 104 millones de euros para todo su funcionamiento y el 60%
de esta cantidad se va a destinar a la inversión, casi 12 000 millones de
euros. Esto representa, señorías, que tres euros de cada dos se destinan
a iniciativas de crecimiento económico, y solo uno a la parte de
funcionamiento. Al revés, senador Fernández Ortega, tiene usted razón,
pero me ha entendido perfectamente. Ya lo siento; rectifico.


El presupuesto, propiamente dicho, del Ministerio de
Fomento asciende a 7291 millones de euros. Si lo comparamos con el
presupuesto ejecutado para 2011 —no hay que olvidar que a veces hay
engañifas y los términos comparativos se refieren al presupuesto inicial
pero no al presupuesto ejecutado—, estamos hablando de un
incremento del 13,3%.


¿Cómo se ha podido llegar a esta presupuestación? Pues,
señorías, con cabeza, con racionalidad, con austeridad, y diseñando una
programación eficaz, como les he dicho anteriormente. ¿Cómo se ha hecho?
A pesar de que, en términos generales, este presupuesto disminuye un 16%,
se ha hecho a base de reducir los gastos de personal, el 9,8%, y los
gastos corrientes de capital, en un 14%. Con esto, los capítulos 6, 7 y 8
representan el 76% del presupuesto global.


Ahora sí toca hablar brevemente de la herencia recibida.
Estamos hablando, como ha dicho anteriormente nuestro portavoz de
presupuestos, de que existe una deuda exterior de casi un billón de
euros. ¿Cómo no va a lastrar esta deuda exterior el presupuesto del
Ministerio de Fomento? Desde luego, también ha lastrado la elaboración
del presupuesto de este ministerio otro aspecto, que ha sido una gestión
anómala o irregular de las partidas presupuestarias de los anteriores
presupuestos. No hay que olvidar que la influencia negativa de este
deslizamiento de obligaciones de ejercicios anteriores ha supuesto que en
el año 2012 tengamos que hacer frente a cantidades como 200 millones de
euros de certificaciones de carreteras; 600 millones de euros a pagos por
expropiaciones, que tenemos que pagarlas, porque hay gente que no ha
cobrado todavía desde hace mucho tiempo…


El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo, señoría.


El señor MATEU ISTÚRIZ: Voy terminando, señor
presidente.


Por eso, señorías, no comprendo cómo se puede hacer una
crítica a estos presupuestos, hechos dentro del rigor y la
austeridad.


Por tanto, el Grupo Parlamentario Popular en el Senado va a
rechazar este veto a la sección 17 de los presupuestos de España.


Muchas gracias, presidente. Muchas gracias, señorías.
(Aplausos.)









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El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Mateu.


Enmienda número 1655 a la sección 18. Para su defensa,
tiene la palabra el senador Álvarez Areces.


El señor ÁLVAREZ ARECES: Muchas gracias, señor
presidente.


Buenas tardes, señorías. Hablando de herencia recibida, les
voy a hablar durante tres minutos de una buena herencia recibida, en
educación y en cultura.


Presentamos una enmienda de veto, y lo entenderán
enseguida, con fundadas razones. Los presupuestos correspondientes a los
programas educativos de esta sección y, en general, de la política
educativa del Gobierno son una evidencia de que la calidad educativa, las
actuaciones relacionadas con la educación pública, la igualdad de
oportunidades no son una prioridad para este Gobierno. La prueba de ello
es que el presupuesto se ve reducido en un 21,9%, mucho más que el
promedio de otros ministerios, y muy por encima de la reducción media de
las políticas de gasto social, que disminuyen también, pasando del 0,9 al
0,7.


Esta reducción actúa sobre todo en aquellos capítulos más
sensibles destinados a garantizar la igualdad de oportunidades y también
en la provisión de recursos a otras administraciones educativas, que son
las comunidades autónomas, para aplicar políticas educativas concertadas.
Por eso, no van a mejorar la calidad de la educación y a promover el
acceso a la educación pública sino que, por el contrario, van a reducir
las políticas relativas a las becas, ayudas y programas estatales de
cooperación.


Así, disminuyen, no moderadamente, como podría
interpretarse en una situación de crisis, sino significativamente, y en
algunos casos brutalmente, algunas políticas y algunos programas:
educación infantil y primaria, una reducción del 36%; educación
secundaria, formación profesional y escuelas oficiales de idiomas, más de
71 millones de euros, un 28%; enseñanzas universitarias, el 63%;
programas relacionados con nuevas tecnologías aplicadas a la educación,
disminuye a menos de la mitad de los presupuestos de 2011, que también
era un presupuesto de crisis; becas y ayudas a estudiantes, sufren un
recorte de más de 166 millones de euros; formación permanente del
profesorado, disminuye el 92%.


Con ello, el Gobierno debilita programas, proyectos y
actuaciones esenciales para garantizar la igualdad de oportunidades,
entre otras, becas y ayudas de compensación de tasas para estudiantes
becarios pertenecientes a familias numerosas; titulados, en desempleo;
cobertura de libros de texto, nada menos que 71 millones menos; y también
en educación superior, lo que significa el Programa Erasmus —las
becas—, que sufre una reducción de más de 26 millones y la
transferencia a los campus de excelencia internacional. Si a esto unimos
lo que supuso el decreto de no disponibilidad, de 30 de diciembre, y lo
que significó el mayor recorte que se dio en democracia —fíjense,
el 20 de abril—, todo ello da lugar a una disminución conjunta de
5000 millones de euros en educación en tan sólo cinco meses. Esto ¿qué
significa? Pues, 1000 millones de euros/mes, 33 millones de
euros/día.


¿Quieren que les lea lo que dice una resolución reciente
del Parlamento Europeo, a la que su grupo político votó favorablemente?
Señorías, dice así: Hacer hincapié en que la inversión en educación
superior en Europa es esencial para superar la actual crisis económica.
Pide a los Estados miembros que amplíen programas de becas y de
financiación para ellas, que mejoren la eficacia del funcionamiento de
las instituciones de educación superior, que complementen la financiación
pública para evitar que se incremente la presión sobre las familias y
hagan la educación superior más accesible a todos, y manifiesta su pesar
por los importantes recortes presupuestarios en el ámbito de la educación
efectuados en varios Estados miembros —naturalmente en
España—, así como por la constante subida de las matrículas, que
está provocando un aumento masivo de la precariedad entre los
estudiantes.


Esto es lo que nos está trayendo este planteamiento de
presupuesto, que no admite el menor análisis. Estamos atacando a la
escuela pública, a la universidad, un ataque sin precedentes, porque este
es el peor presupuesto de la democracia, el peor presupuesto que tiene un
país miembro de la Unión Europea, y supone una contradicción profunda con
todo lo que significa la modernización de los sistemas de educación
superior en Europa, que exige políticas que son justamente las contrarias
de las que ustedes están planteando en estos presupuestos que se
presentan en el Senado.


Asimismo, quiero insistir en la incidencia que la crisis
económica está teniendo en todo el desarrollo tecnológico.


El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo, señoría.


El señor ÁLVAREZ ARECES: Termino ya para compartir el turno
con mi compañero.


Sobre todo, lo que significa para los sistemas de educación
superior que exigen profundas reformas, y no ir en detrimento de la
calidad de la educación.









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Dice esta resolución algo que espero tengan en
consideración: que la sociedad actual es la sociedad del conocimiento,
que el futuro depende de la educación, la investigación y la innovación,
y este presupuesto es el peor que se ha hecho en democracia y, por tanto,
no podemos votar afirmativamente y pedimos el veto para que sea retirada
esta sección.


Gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Álvarez.


En turno en contra, tiene la palabra el senador Peral.


El señor PERAL GUERRA: Muchas gracias, señor
presidente.


Al analizar con el detalle que se merecen las motivaciones
de los vetos presentados por el Grupo Parlamentario Socialista y por el
Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, he observado una
enorme coincidencia en ambos textos, no solamente en los argumentos, en
los datos sino, incluso, en los adjetivos desmesurados, como el de la
brutal, entre comillas, subida de las tasas universitarias. A mí me
parece muy bien que para ahorrar costes compartan redactores entre ambos
grupos parlamentarios, pero la verdad es que se nota demasiado, y cuando
luego tenga que intervenir con motivo del veto del Grupo Parlamentario
Entesa pel Progrés de Catalunya, prácticamente voy a tener que repetir lo
mismo.


Entrando ya en cuestión, lo primero que debo manifestar es
que olvida el veto socialista, en la parte referente a educación, algo
tan fundamental a la hora de debatir unos Presupuestos Generales del
Estado como es incluir una mínima referencia a la situación económica
general y de España. Este podría ser un veto a los Presupuestos Generales
del Estado del año 2004, es decir, cuando gobernaba España el Partido
Popular, con José María Aznar de presidente, cuando el producto interior
bruto crecía más del 3%, exactamente el 3,1, en 2003, y el 3,3, en 2004,
cuando el déficit público era del 0,2%, y la ratio deuda pública en
relación con el producto interior bruto era del 49%, es decir, inferior
en 23 puntos a la ratio actual del 72%.


No es esta la situación actual, y todos ustedes lo saben
bien. Por ello, igual que hice en comisión, debo felicitar al ministerio
porque ha hecho un verdadero esfuerzo ya que, dentro del ajuste general
que ha tenido que hacer el Gobierno para cumplir con las exigencias de
reducción del déficit y de la deuda pública, ha sabido salvaguardar las
prioridades del Ministerio de Educación, las prioridades que van a
defender la calidad, la equidad y la libertad educativa. Porque
—como ustedes conocen bien y lo he dicho en otras ocasiones porque
hemos debatido mucho de educación— el mero incremento del gasto
educativo no garantiza la calidad de la educación. Por desgracia, las
estadísticas de las pruebas internacionales externas, como la prueba PISA
y otras, ponen de manifiesto que no por gastar España más que otros
países consigue mejores resultados. Ya les cité aquí en una ocasión que
aunque nuestro gasto por alumno es de 9499 dólares en paridad de poder
adquisitivo, igual al de Finlandia y prácticamente igual también al de
Francia, el 9,2 superior a la media de la Unión Europea y el 4,2 superior
al de Alemania que es de 9115 —espero que a la señora Merkel no se
le ocurra decir que rebajemos nuestro gasto educativo por alumno—,
a pesar de eso nuestros resultados son bastante negativos. Los jóvenes de
15 a 19 años fuera del sistema educativo son en España el 19,6% del total
frente a un 9,7% en Finlandia, una media en la Unión Europea del 11,4 y
del 7,3% en Alemania. Los jóvenes de 25 a 34 años que al menos han
completado la secundaria superior, es decir, el bachillerato o la
formación profesional de grado medio, son en España solo el 64% frente a
una media de la Unión Europea del 83%; es decir, aquí alguien ha gastado
bastante mal en educación. Porque resulta que ustedes durante siete años
y medio han tenido el gobierno de España y el de muchas comunidades
autónomas; o sea, que a lo mejor habría que empezar por entonar un mea
culpa para ver cómo se ha gastado en educación porque no todo es gasto en
educación. Son muy importantes también las medidas que promuevan la
calidad, el esfuerzo, las evaluaciones externas y el respeto a la
autoridad del profesor. Y las pruebas internacionales ponen de manifiesto
que hay comunidades que lo han hecho mejor y otras que lo han hecho peor.
No se trata aquí de sacar los colores a nadie porque es algo sobradamente
conocido.


En cuanto al presupuesto concreto en Educación, a pesar de
que ustedes repitan multitud de veces que ese descenso es del 21%, que
tampoco es verdad —pero yo no les voy a decir la cifra exacta
porque no les voy a hacer los deberes—, hay que fijarse en que
supone una disminución del 14,86 en comparación con el presupuesto
ejecutado en el año 2011. Mi compañero Adolfo Abejón ha puesto de
manifiesto muchas veces, en ese tema que para ustedes constituye un
verdadero mantra, el de las becas, que ustedes presupuestaban 1500
millones, pero solo se gastaban 998, es decir, dos tercios. Así
cualquiera









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alardea de un gasto educativo. El papel lo aguanta todo,
pero a la hora de pagar las becas a los alumnos ustedes se dejaban un
tercio de la partida por gastar.


Se han priorizado los programas de cooperación territorial
que verdaderamente son necesarios: el programa PROA, el programa para
disminuir el abandono escolar temprano y el programa de aprendizaje de
lenguas extranjeras. Y las becas representan, señorías —y ustedes
no lo dicen y por eso lo digo yo— un porcentaje mayor del que
representaban en el ejercicio anterior, un 66% frente a un 53% en 2011 y
se mantienen los importes para las becas de carácter general tanto
universitarias como no universitarias. Ahora bien, hay becas que se
reducen, por ejemplo, la beca Erasmus. De la beca Erasmus, yo mismo he
sido el primero que me he sorprendido, solo se benefician el 1,73% del
total de los alumnos.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor PERAL GUERRA: ¿Es esto un programa de equidad,
señorías? Pues no señor. La beca Erasmus va a aquellos alumnos cuyos
padres pueden ayudarles a complementar los gastos.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Peral.


Enmienda 1344 a la sección 19.


Para la defensa de la enmienda, tiene la palabra el senador
Martínez-Aldama.


El señor MARTÍNEZ-ALDAMA SÁENZ: Gracias, señor
presidente.


Quiero partir de los propios presupuestos elaborados por el
Partido Popular para justificar el veto a esta sección. Dice el Gobierno
en sus presupuestos dos cosas muy claras: La primera, que este año España
decrecerá el 1,7%. Le recuerdo, hablando de la herencia, que el año
pasado España creció el 0,7%. Este año con el Partido Popular
decreceremos el 1,7%.


Segundo dato. Dice el Gobierno de España que tendremos 630
000 parados más. Avisamos, con su reforma laboral habrá todavía más
parados que la cifra oficial del Gobierno porque, evidentemente, sus
efectos son perversos para la economía española porque traerá menos
crecimiento, más paro y más déficit. Pero lo que sorprende es que en este
escenario, con 630 000 parados más, que significará llegar a final de año
a 6 millones de parados, el Partido Popular da un recorte a este
ministerio del 8,6%.


Señorías, no es de extrañar, por tanto, que el Partido
Popular no sea capaz de crear ni un solo empleo neto en toda la
legislatura si en su primer presupuesto es capaz de hacer este recorte
improcedente en estos momentos. Pero no se sorprendan ni se mofen, es que
el documento es suyo, del Gobierno. Un documento en el que reconocen que
serán incapaces de crear ni un solo empleo neto es un documento del
Gobierno de España, del Partido Popular.


Y, señorías, hay tres grandes cuestiones que no
compartimos. La primera es que hay un recorte del 5,5% en los recursos
destinados a prestación por desempleo, pero esto es una incongruencia
porque, ¿cómo puede cuadrar? A más parados, menos recursos para pagar el
paro. Sí, sé que luego dirán ustedes que es una partida abierta, que no
hay ningún problema, que si hace falta se ampliará… Sí, pero si se
amplía eso significará más déficit y, de nuevo, algún recorte adicional
para poder cuadrar luego el presupuesto. Es evidente, señorías, que este
presupuesto recoge menos dinero para más parados, y hay dos preguntas de
la ciudadanía española a las que tienen que responder ustedes: ¿Van a
recortar la prestación por desempleo, como sugiere Europa, sí o no? Y
¿qué piensa hacer el Gobierno con las personas que agoten su prestación?
En segundo lugar, esto no es un recorte sino un hachazo de un 21% en las
políticas activas de empleo: más de 1500 millones de euros. Esto es el
segundo error de bulto puesto que, a más parados, más políticas activas
de empleo se necesitan y no menos. Y pondré un ejemplo gráfico para que
se entienda. En mi comunidad, La Rioja, recibimos el año pasado del
último Gobierno socialista casi 18 millones de euros para políticas
activas de empleo. Este año, con más parados y con el primer presupuesto
del Gobierno del Partido Popular recibimos no llega a 8 millones de
euros, un 57% menos para desarrollar políticas activas de empleo. ¿Cuáles
son las consecuencias? Que el Gobierno de La Rioja, que es competente
para gestionar políticas activas de empleo, ha recortado en dos programas
importantes y que son: primer empleo y mujer y empleo. Ha recortado un
60% en dos programas a dos colectivos claramente perjudicados por el
desempleo y que son los jóvenes y las mujeres. Y este recorte puede
cifrarse en 400 riojanos y riojanas que podrían estar trabajando a partir
de julio durante seis meses y que no lo estarán por el recorte del
Partido Popular. Y como en La Rioja, señorías, en cualquier lugar de
España. Por eso es tan importante lo que hacemos aquí: poner encima de









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la mesa que su recorte en políticas activas de empleo
genera más desempleo y nunca más empleo. Y, finalmente, una tercera
consideración. Hay una ausencia absoluta en todo el presupuesto de
medidas para crear empleo. Sí, absoluta, porque los tres ministerios que
más reducen la cuantía económica son los siguientes: En primer lugar,
Fomento, el inversor, y hace falta invertir; en segundo lugar, Industria
y Turismo, que debe ser quien tome el relevo a la construcción; en tercer
lugar, Empleo.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor MARTÍNEZ-ALDAMA SÁENZ: Acabo, señor
presidente.


Son los tres ministerios que más recorte tienen en el
presupuesto.


Por estas razones, señorías, presentamos este veto a la
sección 19, porque no estamos de acuerdo con este presupuesto ya que no
relanza la economía, no ayuda a la recuperación y, evidentemente, no crea
ni un solo puesto de trabajo.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador
Martínez-Aldama.


SOLICITUD DE AUTORIZACIÓN AL PLENO DEL SENADO PARA
CONTINUAR EL DEBATE DEL ORDEN DEL DÍA, AL AMPARO DEL ARTÍCULO 77 DEL
REGLAMENTO DE LA CÁMARA.


El señor PRESIDENTE: Señorías, transcurridas cinco horas
desde el comienzo de la sesión, en virtud del artículo 77 solicito a los
grupos su autorización para continuar con el orden del día.
(Asentimiento.)


Muchas gracias.


3. PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY (Continuación.)


3.1. DICTÁMENES DE COMISIONES


3.1.1. PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO
PARA EL AÑO 2012. SE TRAMITA POR EL PROCEDIMIENTO DE UN MES.
(Continuación.)


COMISIÓN: PRESUPUESTOS


(Núm. exp. 621/000004)


El señor PRESIDENTE: Para turno en contra tiene la palabra
la senadora Peris.


La señora PERIS JARQUE: Presidente, señorías, quiero
manifestar la posición del Grupo Parlamentario Popular, posición que
posiblemente les sorprenda puesto que va a ser en contra de la enmienda a
la totalidad a la sección 19 del Grupo Parlamentario Socialista.
(Rumores.) Primera y fundamental razón: entiendo la sorpresa de dicho
grupo cuando hayan leído estos presupuestos pero es que dicen la verdad.
Dicen la verdad. Es que son unas previsiones muy realistas, muy serias y
muy rigurosas. (Rumores.) Entiendo el escándalo de las filas socialistas.
Les ha gustado, les ha gustado. Vamos bien. (Aplausos.) Este año ha sido
de especial dificultad. Yo creo que en eso coincidimos todos, a lo mejor
incluso aquí. Han sido de especial dificultad en la elaboración; por el
tiempo, por los plazos, porque se ha tenido que conjugar un gran ajuste
del gasto con las necesidades de protección. Como decía Mar Angulo
perfectamente, hacer más con menos. Y sí es posible.


Los objetivos son claros y figuran en el propio
presupuesto. El principal es garantizar las prestaciones por desempleo.
Entiendo que aquí se sorprendan, porque hablan de recorte en las
prestaciones por desempleo, y no confunden a nadie. Lo que se ha hecho ha
sido disminuir la previsión de gasto de las prestaciones por desempleo.
(Protestas.) Ellos hablan de recorte, pero no es lo mismo. Es normal que
se equivoquen cuando confunden términos que no significan lo mismo.
Además, todos saben, aunque luego dicen otra cosa, que es posible que
pueda aumentar el paro y que, sin embargo, se disminuyan las prestaciones
por desempleo porque cambie su composición. Eso lo saben todos, pero es
muy fácil decir otras cosas.


No podemos seguir el ejemplo del Grupo Socialista con las
prestaciones por desempleo, pues en el año 2009 tuvieron que hacer una
generación de crédito de 17 000 millones de euros, de los que 13 000
millones de euros fueron para pagar el déficit de las prestaciones por
desempleo. Es decir, habían previsto









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un gasto en prestaciones por desempleo de –13 000
millones de euros. ¿Quiere que sigamos su ejemplo o que hagamos las
previsiones que hacemos nosotros, rigurosas y realistas?


Otro ejemplo. En el año 2011 tuvieron que hacer con el
mismo objetivo una nueva generación de crédito para pagar prestaciones
por desempleo de 2500 millones de euros. ¿De verdad nos van a dar
lecciones de cómo hacer previsiones con las prestaciones por desempleo?
¿De verdad nos van a dar lecciones con su ejemplo? ¿Quiere que les
digamos estas cosas a los ciudadanos y luego hagamos estos cambios?
Nosotros no trabajamos así.


En cuanto a las políticas activas de empleo, usted dice que
también hemos hecho un gran recorte. Pero lo que tampoco dicen es que en
la conferencia sectorial con las comunidades autónomas se ha llegado a un
acuerdo de modificar las políticas activas, porque está demostrado que
tal y como ustedes las aplicaron durante ocho años de Gobierno no
funcionaban, que las personas no encontraban trabajo gracias a esas
políticas activas. Hacer más con menos. Perdónenos, pero es nuestra
manera de hacer las cosas, y seguro que funciona.


También dice usted que no vamos a hacer ninguna política
para impulsar el crecimiento y el empleo. Pues en sus presupuestos habría
que buscarlas con lupa, porque si no, no las encontraríamos. Tenemos 940
millones de euros para apoyo a los autónomos y a la economía social.
Quizá eso es una pequeña política para impulsar el crecimiento y el
empleo.


E, insisto, sus presupuestos para el empleo llevaron a
España a tener 5 600 000 parados, perdiéndose en la última legislatura
3,6 millones de puestos de trabajo, y le incluyo los de este año, porque
el 24% de paro es gracias a ustedes, no gracias a nosotros. (Rumores y
protestas.— Aplausos.)


Y no lo admitiremos nunca, no señor. Si ustedes tienen la
poca responsabilidad, la poca seriedad y la poca rigurosidad de no
admitir que estos resultados del primer trimestre y de ahora son de
ustedes, apaga y vámonos.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


La señora PERIS JARQUE: Muchas gracias, presidente.
Termino.


Así tienen los ciudadanos esa falta de confianza en los
políticos, porque han tenido en ustedes el ejemplo de unos presupuestos
serios y rigurosos.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Peris.


Enmienda 1300 a la sección 20.


Para la defensa de la enmienda, tiene la palabra el senador
Alique.


El señor ALIQUE LÓPEZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, los Presupuestos Generales del Estado del Partido
Popular son los presupuestos de las tres íes: son injustos, son
insolidarios y, lo que es más grave, son ineficaces para salir de la
crisis.


Señorías, el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado
un veto a la sección 20 por cuatro razones. La primera, porque el Grupo
Parlamentario Popular no tiene política energética para este país, más
allá de una serie de medidas inconexas y descabelladas, como el parón de
las renovables, la prórroga de Garoña o la subida desproporcionada del 7%
del recibo de la luz, en una economía en la que se bajan los salarios, se
suben los impuestos y se incrementa el paro.


En segundo lugar, presentamos el veto porque consideramos
que un objetivo de la política energética debería ser reducir nuestra
dependencia energética del exterior, lo cual es perjudicial para la
competitividad de la economía, y esto se consigue solo de dos maneras:
bien aumentando la eficiencia energética, bien aumentando el
autoabastecimiento energético a través de las energías renovables.
Sinceramente, el Presupuesto General del Estado del Partido Popular va en
la dirección contraria, pues los recortes y el acoso y derribo a las
energías renovables y al IDAE van a poner en riesgo el cumplimiento por
parte de España del Objetivo 2020 de la Unión Europea.


En tercer lugar, presentamos el veto porque el recorte del
63% en el Plan del carbón supone un serio revés para las comarcas mineras
y deja sin esperanza a miles de familias que viven directa o
indirectamente del carbón. Además, supone romper unilateralmente y de
manera grave un acuerdo previamente establecido y pone la puntilla a un
sector estratégico para este país, el del carbón, y que, les recuerdo, es
la única energía fósil autóctona que tenemos en España. Se trata, por
tanto, de un nuevo despropósito y un nuevo engaño, en este caso, a los
mineros españoles.









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En cuarto lugar, presentamos este veto porque consideramos
que el Partido Popular no tiene una política industrial, pues se limita a
copiar los programas del anterior Gobierno; eso sí, recortándolos
drásticamente. Les recuerdo que el objetivo de la política energética es
que nuestras empresas sean más competitivas y creen empleo, pero para eso
es necesario cambiar nuestro modelo productivo y hacerlo más competitivo.
¿Y cómo entiende la competitividad el Partido Popular? Opina que la
competitividad de nuestro país y de nuestras empresas se gana bajando
salarios y facilitando y abaratando el despido; como han hecho al aprobar
su reforma laboral. Ese es el modelo asiático.


El modelo que defiende el Partido Socialista es el de ganar
competitividad apostando por la formación, por la innovación, apostando
por la tecnología, en definitiva, haciendo que sean más competitivas
nuestras empresas en el exterior. Ese es el modelo europeo. El Partido
Socialista considera que hay que ser austeros en lo que hay que ser
austeros, pero, también, que hay que apostar por estímulos vigorosos en
políticas y sectores como la industria, las pymes, el turismo o las TIC;
pues consideramos que no son priorizables, sino una prioridad. Por eso,
el Partido Socialista está en contra de los recortes del Partido
Popular.


No compartimos los recortes del 12,5% en sectores
estratégicos, pues, dada su capacidad exportadora, son claves para la
competitividad de la economía española, para crear empleo y para salir de
la crisis. Señores del Partido Popular, tampoco compartimos el recorte
del 18% en los programas de reindustrialización, pues creemos que pueden
mejorar el tejido industrial y, al mismo tiempo, el empleo en muchas
zonas desfavorecidas. No compartimos el casi 30% de recorte en la
competitividad y en la sostenibilidad del turismo español, porque es
clave para el futuro de este sector y también para el empleo. No
compartimos el recorte de más del 20% en el sector naval, como tampoco
compartimos el recorte en las TIC o en el Plan Avanza, porque son
importantes para converger con Europa y para ganar competitividad. Por
último, no compartimos el recorte mayúsculo de un 32,5% en la I+D
industrial.


Señorías, un país que no apuesta por la educación, como
hace el Partido Popular, un país que no apuesta por la ciencia, como hace
el Partido Popular, ni tiene futuro ni tiene influencia. Por eso, el
Grupo Parlamentario Socialista ha presentado este veto, pues consideramos
que los recortes de la sección 20 no contribuirán a cambiar el modelo
productivo, perjudicarán la competitividad y sostenibilidad de nuestra
economía y, lo que es más grave, no ayudarán a generar empleo, que es lo
que quieren los españoles y es la prioridad del Partido Socialista.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Alique.


Para el turno en contra, tiene la palabra el senador
Palacios.


El señor PALACIOS ZUASTI: Muchas gracias, señor
presidente.


Señor Alique, a todos nos hubiera gustado presentar unos
presupuestos como los que se elaboraban en años anteriores. Eso hubiese
sido lo cómodo y fácil, pero no era lo responsable. Porque gobernar es
priorizar, es hacer lo que hay que hacer, y no es dedicarse a halagar el
oído de la gente, como otros hicieron en épocas anteriores.


Todos coincidiremos en que estamos viviendo unos tiempos
muy difíciles, complicados y cruciales, y que los presupuestos tienen que
cumplir con el objetivo del déficit del 5,3 para este año, y lo tiene que
hacer por dos razones: primero, porque es bueno, porque es necesario y,
segundo, porque este es un mandato de la Unión Europea. Por eso, como
ahora acaba de reconocer el ex presidente Zapatero, hay que ahorrar más,
y para eso es preciso gastar menos y, por lo tanto, hay que hacer
recortes.


No podemos seguir con unos presupuestos como los del año
pasado, que tuvieron un déficit de 90 000 millones de euros, es decir, 15
billones de las antiguas pesetas. Por eso, a este Gobierno le ha tocado
hacer los deberes que otros no hicieron en los años en los que estuvieron
gobernando. Y a este Gobierno le toca reducir el déficit, y para eso ha
tenido que elaborar estos presupuestos, que son los más austeros de la
democracia. Y esa austeridad implica tener que realizar recortes; esos
recortes que son los que usted denuncia en su veto. Es cierto que las
partidas del Ministerio de Industria disminuyen en términos relativos
casi un 32% respecto al prorrogado del año 2011, con una media en todas
las áreas del 25% salvo en la de energía, que es mayor.


Pero los presupuestos no son la única medida del Gobierno;
hay otras que van encaminadas a lograr el objetivo prioritario que
tenemos en estos momentos, que es el de encarar la crisis, el de crecer
económicamente y crear empleo. Y esas medidas son otras que se están
tomando al margen de los presupuestos, como la Ley de Estabilidad
Presupuestaria; las medidas que se están tomando para









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mejorar la flexibilidad y la competitividad de la economía
—lo cual ayuda a la industria y ayuda al turismo—; ese
acuerdo que se alcanzó en el último Consejo de Política Fiscal y
Financiera con todas las comunidades autónomas para que reduzcan sus
gastos; esa inyección en vena de 27 000 millones de euros destinados a
pagar las facturas que las administraciones públicas debían a los
proveedores por servicios ya realizados, que van a ayudar a las pymes y
que van a ayudar a los autónomos de este país; o esa reforma energética,
que es una de las asignaturas pendientes que tenemos, que se va a
acometer y que nos va a permitir tener un mix equilibrado en el que no se
descarte ninguna fuente de energía, como ustedes hicieron —y este
tranquilo, señor Alique, porque se va a cumplir el objetivo
20/20/20—; o todas las medidas que se están empezando a tomar para
reducir el déficit tarifario, que ustedes se encontraron en 1400 millones
en el año 2004 y que lo dejaron en esta cifra astronómica de los 24 000
millones de euros.


Efectivamente, estos presupuestos no son los que a nosotros
nos hubieran gustado, pero son los únicos posibles en estos momentos tan
difíciles y complicados.


Por eso, señores del Partido Socialista, estén tranquilos,
porque con las partidas que están contenidas en la sección 20 va a ser
suficiente para poder cumplir con los objetivos que antes les he
indicado, y se va a cumplir con todo lo que se necesita dentro del
Ministerio de Industria, Energía y Turismo.


Por ello no podemos estar de acuerdo con este veto, y le
tenemos que decir, señor Alique, que estos presupuestos ni son injustos
ni son insolidarios ni son ineficaces, son unos presupuestos que van a
ser eficaces, porque lo que se va a hacer es gastar bien el dinero.


Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Palacios.


Pasamos a la enmienda 1208, formulada a la Sección 23.


Para su defensa, tiene la palabra la senadora Coves.


La señora COVES BOTELLA: Muchas gracias, señor
presidente.


Señorías, comparezco por primera vez en esta Cámara para
defender el veto a la Sección 23, Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente, de la Ley de Presupuestos Generales del Estado, así que, en
primer lugar, quiero agradecer a mi grupo su confianza.


Créanme, señorías del Partido Popular, que me gustaría
debutar en esta Cámara con un acuerdo, pero me resulta absolutamente
imposible. Para cumplir el compromiso de reducción del déficit todos los
ministerios han reducido su presupuesto aproximadamente en un 17%, que ya
es una reducción importante, mucho más grande que la que venía
realizándose en ejercicios anteriores y que tanto le disgustaba y
molestaba al Partido Popular. ¿Qué tendríamos que hacer ahora, cuando el
Ministerio de Agricultura reduce su presupuesto, nada menos, que un 31%?
No podemos estar de acuerdo con este presupuesto que se nos presenta, de
ahí la defensa de este veto.


Pero, señorías, a esta decepción en cuanto a la Sección 23
del presupuesto se suma el engaño que ya han tenido los agricultores
cuando no han visto cumplidas sus expectativas ante las palabras del
señor Rajoy, que se comprometió a crear un ministerio de Agricultura en
solitario para defender a los agricultores y demostrar la importancia que
el Gobierno del Partido Popular daba a este sector económico tan
importante para nosotros.


Creo que esta reducción en el presupuesto del Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente sería suficiente para la
defensa de este veto, pero todavía hay más, señorías. Estos presupuestos
no gustan a nadie, no solamente al Grupo Parlamentario Socialista.
Ustedes han obtenido un rechazo unánime: ninguna organización agraria
defiende los presupuestos que ha presentado el Gobierno del señor
Rajoy.


Pero además, señorías, estos presupuestos se nutren
básicamente de la aportación de los fondos europeos y el cofinanciado.
Por tanto, el compromiso es prácticamente nulo.


Y señorías del Partido Popular, aunque les moleste, estos
presupuestos llegan tarde, son extemporáneos porque ustedes han
supeditado el interés de España y de los españoles al suyo, al posponer
la presentación de este presupuesto a las elecciones de Asturias y de
Andalucía. (Aplausos.) Y, aunque les moleste, se lo vamos a repetir
porque es verdad. Por cierto, los asturianos y los andaluces entendieron
bien la estrategia y les dieron la espalda. Señorías, casi estamos
finalizando el mes de junio y los presupuestos todavía están en el Senado
y han de volver al Congreso. ¿Quieren explicarme de cuánto tiempo
disponemos para la ejecución efectiva de este presupuesto? Por eso
decimos que no es un presupuesto creíble.









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Además, señorías, siendo el principal objetivo de este
presupuesto la generación de empleo, resulta chocante que una de las
secciones que más disminuya sea precisamente la destinada a la inversión,
el capitulo 7.


Señorías, antes de dar paso a mi compañero, que defenderá
el veto de la sección en lo correspondiente a Medio Ambiente, quiero
decirles que defendemos este veto y que no vamos a apoyar los
presupuestos porque no queremos ser cómplices del engaño y de la falta de
compromiso del Gobierno del Partido Popular con los agricultores, los
pescadores y los ganaderos de España.


Gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora Coves.


Senador Fidalgo, tiene un minuto y dieciséis segundos.


El señor FIDALGO AREDA: Muchas gracias, señor
presidente.


Intervengo para explicar y hacer constar que, respecto a
Medio Ambiente, creo que se dan graves causas que justifican la
devolución.


Señorías, en el capítulo de prevención de la contaminación
y cambio climático se pasa de 100 millones a 52, la mitad. Otros
programas, como las infraestructuras de aguas, pasan de 1000 millones a
700. Las sociedades de agua pasan de 1200 a 650 millones. La normativa de
ordenación de recursos hídricos baja un 58%; la de calidad del agua, un
29%; la de reducción en materia de actuaciones de costas, un 35%; la de
cambio climático, un 75%. Por lo tanto, se observa un grave daño a las
políticas de medio ambiente.


Y en política de pesca hay que decir que cuestiones
fundamentales como la labor que hacía el FROM desaparece; la labor que
hacían los buques de investigación pesquera desaparece; el buque
Intermares —que llevaba a cabo la labor para abrir mercados y
posibilitar empresas mixtas— prácticamente va a quedar sin
funcionamiento; las transferencias para financiar programas europeos
desaparecen o disminuyen de forma muy importante, lo que hace imposible
la cofinanciación, precisamente en un momento impropio, cuando estamos
negociando nuevas ayudas de Europa.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor FIDALGO AREDA: Si me permite el presidente,
solamente quiero añadir que las dotaciones del año 2012 justifican la
devolución porque los ajustes tienen muchas caras, hoy por la tarde hemos
visto muchas, pero una de ellas, una de las más duras, es el ajuste
ambiental y rural.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Fidalgo.


Para el turno el contra, tiene la palabra el senador
Aparici.


El señor APARICI MOYA: Muchas gracias, señor presidente.
Señoras y señores senadores.


En primer lugar quería referirme a una cuestión que no por
repetirla más se va a convertir en realidad. Señores senadores del Grupo
Socialista, el presupuesto aquí no llega tarde, llega seis meses tarde.
Pero fíjense bien, el Grupo Popular, el Partido Popular, no fue el que
decidió hacer las elecciones el 20 de noviembre. (Rumores.) Ustedes
podían y deberían haber hecho los presupuestos, y ustedes hicieron una
dejación de funciones y no presentaron los presupuestos como era su
obligación. Quede claro ya de una vez. (Aplausos.) Ustedes incumplieron
una obligación y además hicieron un calendario absolutamente aterrador
para lo que desean de verdad los ciudadanos españoles, ustedes metieron
la pata de una forma considerable, que quede claro también en este
Parlamento.


Presentan ustedes un veto y su redacción no tiene
absolutamente ninguna base de justificación, no se lee de ninguna manera,
léanselo ustedes, es una redacción absolutamente atónita, sin ningún
contenido, sin reflejar de verdad lo que ustedes quieren decir, y más
después de haberlos escuchado a ustedes. (Rumores.) Por cierto, señora
senadora, quiero agradecerle de verdad el tono de su intervención, pero
cuando escuchas los argumentos y lees lo que está escrito te das cuentas
rápidamente de una cuestión: a ustedes no les preocupan los recortes, a
ustedes no les duelen los recortes, a ustedes les duele que ven que va a
haber un cambio de política, que va a cambiar de una forma total y
considerable la política agraria y la política medioambiental, que han
sido totalmente nefastas en la anterior legislatura. Eso es lo que les
preocupa a ustedes, señoras y señores senadores. (Aplausos.)


Porque en este momento toca hacer muchísimas cosas que
ustedes no pudieron o no quisieron hacer. En estos momentos toca, por
descontado, cumplir con los objetivos de déficit. Toca cumplir con los









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objetivos de déficit y toca compaginar ese cumplimiento de
objetivos de déficit con el cumplimiento de los objetivos
medioambientales, de los objetivos agrarios, de los objetivos en pesca,
que de una forma tan clara ha explicado aquí tantas veces nuestro
ministro en esta tribuna. Eso es lo que toca hacer, y además toca hacerlo
porque ustedes no lo hicieron cuando lo tenían que haber hecho.


En definitiva, significa entrar en un nuevo enfoque de
política ambiental y de política agraria en el Gobierno; eso es
exactamente lo que significa. Significa salir de una situación como la
que ha habido de paro en muchas cuestiones. Podríamos tener muchos
ejemplos, como el de las 17 desaladoras hechas de las 51 desaladoras que
ustedes dijeron que iban a hacer, por referirnos a la política de aguas.
(Rumores.) Podríamos hablar también en términos agrícolas del mal
desarrollo de la Ley de desarrollo rural sostenible; no hicieron ustedes
prácticamente nada. O podríamos hablar, por ejemplo, de los graves
incumplimientos en depuración de aguas —recuerden, varios
expedientes abiertos por Europa a este país por no haber hecho tampoco
los deberes como los tenían que haber hecho.


Esto no va a continuar así, esto no puede continuar así y
no va a continuar así. Nuevas políticas van a abrirse camino sobre la
base de estos presupuestos. Estos presupuestos se hacen ahora a partir de
un Gobierno que prácticamente tomaba posesión a principios de año, pero
van a garantizar de una forma clara que las cuestiones no van a seguir
como venían haciéndose. No van a seguir así, habrá una nueva Ley de
Costas, habrá nuevas oportunidades para desarrollar nuevos proyectos en
materia de depuración de aguas, en materia de agua, en tantas materias
ambientales que ustedes olvidaron y que ustedes, insisto, o no supieron o
no quisieron hacer. Nosotros sí queremos hacerlo y estos presupuestos son
la antesala de nuevas políticas en términos de agricultura y en términos
de medio ambiente.


Muchísimas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Aparici.


Enmienda 1352 a la sección 25.


Para la defensa de la enmienda, tiene la palabra el senador
Antich.


El señor ANTICH OLIVER: Gracias, señor presidente.


Señorías, el Grupo Socialista ha presentado un veto a la
sección 25, porque lo previsto en ella no responde a los objetivos y
prioridades que han ido exponiendo los titulares de este departamento y,
además, desde nuestro punto de vista, tampoco responde a las necesidades
de los ciudadanos y ciudadanas y reduce de forma drástica y muy
importante la partida dedicada a la Ley de memoria histórica, una ley
cuyo apoyo debiera ser un tema de Estado, ya que se trata de cumplir con
una deuda que tenemos con muchas personas con la memoria, con la verdad y
con la justicia.


En primer lugar, quiero argumentar que el presupuesto de
este ministerio es una muestra clara de la ideológica austeridad que está
aplicando el actual Gobierno. Y ello lo demuestra que mientras otros
ministerios que están dando respuesta a los servicios básicos y derechos
básicos de los ciudadanos y ciudadanas están sufriendo recortes
importantísimos, este es uno de los ministerios que ha padecido poco
recorte. O sea que los ministerios que efectivamente se encargan de los
derechos básicos de los ciudadanos tienen unos recortes muy importantes y
un ministerio, más bien político, como este tiene un recorte muy pequeño.
Además, en un momento en el que sus políticas de austeridad suponen
recortes radicales en materia de profesorado, en materia de médicos, en
materia de personal dedicado a políticas activas de empleo, este
departamento aumenta en casi un 50% los puestos de asesores: donde había
56 asesores, en estos momentos hay 82. Y todo ello, después de que en la
legislatura pasada, en el último presupuesto que se vio gobernando los
socialistas, ustedes pedían la reducción del 50% de estos asesores, es
decir, cuando ustedes estaban en la oposición pedían que se bajasen en un
50% estos asesores y cuando han gobernado lo que han hecho ha sido
subirlos un 50%. Por lo tanto, un cien por cien de incoherencia respecto
a lo que pedían cuando ustedes estaban en la oposición y respecto al
discurso que están haciendo ustedes en materia de austeridad.


En el presente departamento se pone también de relieve otra
contradicción muy importante. Mientras el discurso público va dirigido a
resaltar la imagen de unas administraciones desmesuradas, poniendo en
tela de juicio a comunidades autónomas, a ayuntamientos, a empresas
públicas, hasta el punto de socavar, en muchos casos, la credibilidad de
muchas de las instituciones, este departamento crea otra dirección
general, otro órgano, para relacionarse con la Administración periférica,
con similares o idénticas funciones de un órgano que ya hay en el
Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Quizá lo razonable
sería que, en vez de duplicar este tipo de órganos, comprobáramos si una
gran parte de la Administración periférica puede ser gestionada por las
propias comunidades autónomas, dado que una









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gran parte de las competencias que está gestionando la
Administración periférica están transferidas a las comunidades
autónomas.


Por último, en relación con la Ley de memoria histórica, el
recorte de la partida en un 60% demuestra claramente cuál es la voluntad
del Gobierno en su desarrollo. Ya sé que ustedes han dicho que lo van a
dedicar todo a exhumaciones, y yo digo: es que para llegar a estas
exhumaciones se tienen que hacer muchos trabajos y muchos estudios que
necesitan apoyo y presupuesto, y en este presupuesto que ustedes han
presentado no hay recursos, lo que quiere decir que pone en peligro la
continuidad de la aplicación de esta ley. Tampoco se puede olvidar que
esta ley ampara muchos otros derechos, muchos otros compromisos derivados
de la cruel represión franquista, que durante estos últimos cinco años
han encontrado respuesta en los presupuestos socialistas y que en estos
momentos no la habrá en el presupuesto que han presentado ustedes.
(Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Antich.


En el turno en contra tiene la palabra el senador
Peñarrubia.


El señor PEÑARRUBIA AGIUS: Muchas gracias, señor
presidente.


Señorías, señor Antich, yo entiendo, como es natural, que
ustedes presenten vetos al conjunto de los presupuestos, a cada una de
las secciones y al articulado de las cuentas públicas. Es más, es su
obligación como oposición. Lo que me cuesta más trabajo entender son los
argumentos, las razones que exponen para rechazar estos Presupuestos para
2012. Reconocen, eso sí, que Presidencia es un departamento con escasa
dotación presupuestaria. Lo único que vienen a decir es que se recorta
poco. Pues, ¡hombre!, de 432 millones, que significa solo el 1% del
global del presupuesto, disminuir un 4%, me parece que es un esfuerzo
considerable, sobre todo si tenemos en cuenta que más de tres cuartas
partes de esa dotación van transferidas a los organismos que dependen de
Presidencia del Gobierno: Centro Nacional de Inteligencia, Boletín
Oficial del Estado, Patrimonio Nacional, Centro de Investigaciones
Sociológicas, etcétera. Por tanto, me parece un sinsentido, señor Antich
—yo lo tenía a usted por un hombre razonable y cabal— afirmar
que este presupuesto no está con arreglo a los criterios de recorte y
austeridad que tiene planteado el Gobierno del Partido Popular.


Sin embargo, tengo que decir que ustedes, reconociendo que
efectivamente es una sección con escasa dotación presupuestaria,
horizontal y política, ponen tres peros a la sección: la memoria
histórica —hablaremos de ella—, el personal y la duplicidad
de la Administración. Con respecto a la última, la de menos enjundia, la
duplicidad administrativa, si es un organismo político, crear una
dirección general que atienda las relaciones con los delegados del
Gobierno en las distintas comunidades autónomas, me parece que tiene la
más lógica de las razones. No tiene por qué estar esa dirección general
colgada a Administraciones Públicas sino precisamente a Presidencia del
Gobierno.


En cuanto a la polémica interinos-eventuales-personal
funcionario, estos presupuestos acaban por primera vez con el disimulo y
el atajo presupuestario. Antes estas Cámaras dotaban presupuestariamente
la relación de puestos de trabajo del personal funcionario, que luego no
se cubrían, y con esos recursos se contrataba a personal eventual.
Nosotros hemos acabado con eso, y de hecho el capítulo destinado tanto a
personal eventual como funcionario ha bajado en estos presupuestos.


Y con respecto a la memoria histórica, efectivamente la
partida disminuye al pasar de más de 6 millones de euros a 2 millones y
medio. Ahora bien, hay que decir que el recorte se produce en aquellos
aspectos menos humanitarios de la ley, como son estudios, censos,
conferencias, que desde luego en un momento de restricción económica no
aportan nada a la dignidad de las víctimas ni a la exhumación de los
cadáveres, con las que nosotros estamos totalmente de acuerdo. Creo que
la menos discutible es la destinada a esta cuestión, y esa, señor Antich,
ha sido incrementada en 300 000 euros, pasando de 2 200 000 euros en los
presupuestos de 2011 a 2 500 000 euros en los de 2012.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor PEÑARRUBIA AGIUS: Señorías, nosotros mantenemos y
proclamamos que el Gobierno del Partido Popular va a garantizar el
resarcimiento de la dignidad de las víctimas y el derecho de las familias
a recuperar a sus seres queridos, pero no entramos, señor Antich, en las
posturas radicales y de otros tiempos, en apelaciones del pasado, que
creo que en este momento conducen a muy poco.


Muchas gracias, señor presidente.









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El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador
Peñarrubia.


Enmienda 1368 a la sección 26. Para su defensa tiene la
palabra el senador Lertxundi.


El señor LERTXUNDI BARAÑANO: Gracias, señor presidente.


Buenas noches, señoras y señores senadores.


Cuando hablamos de sanidad, los conceptos de carácter
economicista no tienen el mismo valor que cuando se aplican a otras áreas
de la gestión pública, y por eso cuando la ministra Mato presentó el
presupuesto de esta sección en el Congreso nos dejó un tanto
sobrecogidos, porque dijo que uno de los grandes objetivos de este
presupuesto es sanear las cuentas públicas. Mal empezamos cuando en la
presentación del presupuesto de Sanidad el objetivo es sanear las cuentas
públicas.


Señorías, su Gobierno ha convertido el debate sobre el
presupuesto de Sanidad en una discusión sin sentido. ¿Qué hay dentro de
la caja del presupuesto? Humo; es una caja vacía, un espacio vacío, como
decía el artista, Jorge Oteiza. ¿Creen ustedes que es serio discutir un
presupuesto de una sección que alcanza los 2440 millones de euros y que
dos semanas más tarde el Consejo de Ministros apruebe por decreto un
recorte de 7000 millones de euros en esa misma área? ¿Es esto serio? El
Gobierno envía al Parlamento las migajas y decreta las medidas realmente
importantes.


La sección 26 no se puede discutir sin ligarla al decreto
de recortes en sanidad del mes de abril. 7000 millones en un proyecto
cargado de dinamita ideológica con recortes a los más pobres y
necesitados, incluidos los inmigrantes ilegales, con recortes en
prestaciones y en atención sanitaria y con recortes en la
universalización. Ustedes no reducen el 13,7%, reducen eso más el
porcentaje correspondiente a los 7000 millones de euros. No hay dinero.
Dicen que hay poco dinero. Evidentemente, pero ustedes lo distribuyen con
criterios ideológicos, no con criterios sociales.


La ministra no está actuando como una ministra de Sanidad
en esta presentación de los objetivos, sino como una ministra de
propaganda, siguiendo la huella del fundador de su partido. Se están
cargando la Ley de dependencia reduciendo 283 millones de euros, y
clausuran la incorporación de nuevos dependientes; han disminuido en un
93% la teleasistencia y hacen una OPA ideológica a las políticas de
igualdad, una OPA ideológica, porque es un ajuste basado solamente en
recortes. Disminuye el 60% los programas de formación y de empleo de
mujeres; el 21% los programas de atención a la violencia de género; el
70% las políticas de prevención, y han hecho sobre todo un cambio de
modelo sanitario. La sanidad en España ya no va a ser un derecho de los
ciudadanos, sino de los asegurados, y todo esto no está en el
presupuesto, está en los decretos aprobados posteriormente. Hablen
ustedes con los enfermos de sida, del síndrome de inmunodeficiencia
adquirida o con los pacientes de enfermedades raras o con los enfermos de
esclerosis lateral amiotrófica o con los que tienen enfermedad pulmonar
obstructiva crónica.


No voy a hacer demagogia, fácil sería cuando hay dinero
para la banca y para la amnistía fiscal, pero no voy a hacer demagogia,
voy a denunciar únicamente con esta enmienda que su política sanitaria es
pura propaganda, que ustedes recortan para aumentar, que excluyen para
universalizar, que falsean para decir la verdad, que reducen prestaciones
y servicios en razón de la igualdad y la no discriminación, que reducen
los derechos de las mujeres a la igualdad para hacerlas más iguales.


Ha pasado medio año de este 2012. Han aprobado un decreto
ley sin posibilidad de enmiendas en el Congreso. Díganme: ¿para qué vale
esta sección? ¿Para qué vale discutir hoy sobre la sección 26 en esta
Cámara? ¿Para qué vale cuando todo está condicionado por los decretos
posteriores, que no han permitido que sean sometidos a debate
parlamentario?


A mediados del siglo XIX Carlos Marx enviaba una carta a su
amigo Friedrich Engels acompañando el primer tomo de El Capital y acuñaba
un concepto nuevo en política: el cretinismo parlamentario, y hablaba de
aquellos parlamentos que eran incapaces de discutir cosas que interesaran
a la población. Eso pasa con la sección 26. Por eso está nuestra enmienda
encima de la mesa. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Lertxundi.


En el turno en contra tiene la palabra el senador
Aguirre.


El señor AGUIRRE MUÑOZ: Gracias, señor presidente.


Señorías, intentaré ceñirme a los Presupuestos Generales
del Estado, pero a propuesta de la indicación del señor Lertxundi hablaré
un poquito del decreto ley del Gobierno, gracias al cual se va a enjugar
el déficit de las comunidades autónomas, y que garantiza no solo la
cohesión y equidad de nuestro modelo sanitario, sino que también
garantiza la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario público









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transferido a ellas. Por eso el Gobierno trabaja
adelantando medidas que se venían pidiendo, como el pago de los más de 16
000 millones de débito sanitario de las comunidades autónomas a través de
los créditos ICO, adelanto de anticipo que les permitirá incluso pagar
nóminas, como se ha reflejado en los medios de comunicación, y retrasar
el pago de la deuda a proveedores en diez años.


Sí quiero dejar muy claro que el objetivo de los ajustes y
de las reformas en el ámbito del área sanitaria y social que está
liderando el Gobierno de la nación, sin hacer dejación de funciones, como
en anteriores legislaturas hizo el señor Zapatero, no es otro que ofrecer
herramientas e instrumentos a las comunidades autónomas para gestionar de
forma más eficiente sus presupuestos, para prescindir de aquellas
partidas innecesarias que no afectan directamente a la calidad de los
servicios públicos, para incrementar ingresos que vayan destinados
directamente a la sanidad, a los servicios sociales y, por último, a
resolver la deuda con los proveedores, lo que a su vez ayudará a mejorar
no solamente el tejido económico de las comunidades autónomas, sino
también su fiabilidad y la del propio Estado.


Ciñéndome ya a los presupuestos sanitarios para 2012, tengo
que decir, sin ningún tipo de dudas, que son reales, hechos con rigor,
coherentes con el saneamiento de las cuentas globales del Estado y una
apuesta para la reforma, la eficacia y la austeridad.


Argumenta en su veto, si es que se le puede llamar
argumentar, que el Gobierno pone en peligro el modelo sanitario. Una
muestra más de su cinismo, cuando ustedes han sido el epicentro del
problema sanitario español y pretenden ser la solución. El modelo
sanitario no cambia, el modelo sanitario sigue siendo universal, público
y gratuito para todos los españoles. Ustedes, y me estoy refiriendo al
Grupo Parlamentario Socialista y al Gobierno que ha sustentado durante
dos legislaturas, sí que han puesto en serios problemas y en peligro el
modelo sanitario español a través de los engaños de los presupuestos de
los últimos años, pujados, no ejecutados ni ejecutables, de visionarios
de brotes verdes.


Como digo, el desmantelamiento del sistema se produce
poniendo en riesgo la sostenibilidad. Y este es un Gobierno serio, que
protege a los mayores, a los dependientes y a las familias, y lo hace de
forma diaria, con presupuestos reales. Nuestros mayores no son golpeados
con el presupuesto particular; en ningún caso se les golpea. A nuestros
mayores se les pone en dificultades comprometiendo las pensiones y su
evolución, como han hecho ustedes. A nuestros mayores se les pone en
dificultades cuando tienen que hacerse cargo de los nietos y de los hijos
que no pueden trabajar, como han hecho ustedes. A nuestros mayores se les
pone en dificultades cuando sus pensiones no dan para cubrir las
necesidades de toda su familia. En todo esto ustedes tienen una gran
experiencia. Los recortes se hacen cuando las personas no tienen derecho
a trabajar. Ese es el verdadero recorte social que ustedes han hecho, es
el recorte que han hecho ustedes y que, como consecuencia, están pagando
en la oposición.


Me dicen que nos hemos olvidado de algunos programas. No,
señor Lertxundi, ustedes se han olvidado de algunos programas, ustedes se
han olvidado de pagar los programas. En la Organización Mundial de la
Salud están esperando todavía a que paguen ustedes la cuota de España.
(Aplausos.) Tampoco han pagado en los observatorios internacionales.
Ustedes pueden programar, pero es que luego no cumplen. ¿Se acuerdan del
programa de salud bucodental 2010-2011? No lo han cumplido. Ponen ustedes
los ceros que quieren, pero no cumplen los programas. Y la razón
fundamental de que estemos ocupando la gran parte de la bancada es que
los españoles se dieron cuenta de que ustedes no cumplían, de que ustedes
mentían, de que ustedes engañaban, y sobre todo en los Presupuestos
Generales del Estado.


El Gobierno del Partido Popular gestiona con realismo, con
eficacia y, sobre todo, con los millones de votos que nos han dado la
mayoría absoluta más importante en la historia de la democracia. Ese es
nuestro derecho a gobernar y ese es nuestro derecho a ser eficaces en el
Gobierno. Ese es el principal motivo por el cual, buscando esa eficacia,
el Partido Popular rechaza el veto a la sección 26 que ustedes han
presentado.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Aguirre.


Enmienda número 1624, a la sección 27. Para su defensa
tiene la palabra el senador Lerma.


El señor LERMA BLASCO: Muchas gracias, señor
presidente.


Viendo la comprensión que he recibido, yo creo que casi la
podía dar por defendida. De todas formas lo intentaré una vez más con su
permiso.


Yo creo que la situación, efectivamente, es muy complicada.
La situación de la financiación del déficit cada vez tiene más
dificultades, obviamente. Y también creo que hay algo que no citamos la
semana









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pasada cuando discutimos el mecanismo de rescate, que es el
MEDE, una entidad financiera que aprobamos como convenio internacional
aquí, pero realmente eso, que pretende ser un sucedáneo de Banco Central,
que es —digamos— el cortafuegos que hemos inventado los
socios del euro, tampoco va a terminar con la inestabilidad porque tiene
una cantidad limitada de recursos, porque no soluciona el problema real y
porque, además de tener esa cantidad limitada, para movilizarla requiere
un tiempo, cosa que los mercados financieros no necesitan. El único, por
tanto, que puede intervenir muy rápidamente es el Banco Central
Europeo.


Pero en este caso concreto yo creo que una política que
realmente ejecute ese papel de cortafuegos pasa, desde luego, por
intentar frenar la especulación a través del Banco Central, pero sobre
todo pasa por una política que potencie el crecimiento, porque solo el
crecimiento en un horizonte inmediato, no a muy largo plazo, un
crecimiento en un horizonte inmediato que dé una oportunidad a la
creación de empleo es el que puede finalmente estabilizar la situación
para que se pueda lograr la consolidación fiscal. Sin una perspectiva de
crecimiento a medio plazo y sin una política de crecimiento a corto plazo
no se estabilizarán los mercados financieros, por mucho que la Unión
Europea logre intervenir una y otra vez, arreglando, dando créditos,
prestando, etcétera. Eso es lo que generará una política que realmente
proporcione la confianza suficiente para que el dinero vuelva a los
mercados europeos. Ninguna política que no consolide el crecimiento hará
posible que los mercados europeos vuelvan a disponer de los recursos que
durante este tiempo se han perdido por el fracaso de la política europea
de consolidación fiscal. Insisto, esa es realmente la solución, y no
ningún otro mecanismo europeo.


Y a partir de ahí, la filosofía aplicada por este
ministerio —por el Gobierno en su conjunto, pero políticamente,
sobre todo, por este ministerio— ha comenzado basándose en que el
gasto público no estimula el crecimiento. Esto ha sido repetido una y
otra vez por todos los intervinientes, sobre todo por el portavoz del
Grupo Popular, que una y otra vez ha insistido en que el gasto público no
estimula el crecimiento sino que lo entorpece, porque además drena
recursos de la inversión privada —lo hemos escuchado muchas
veces—. ¿Este efecto de drenar recursos de la inversión privada
cuando hay infinidad de capacidad productiva inutilizada en una depresión
que ha dicho el ministro que tenemos produce una competición entre lo
público y lo privado? Eso no se ha producido en ningún sitio. Es un error
doctrinal tremendo.


Pasamos al segundo error doctrinal, que es, obviamente,
—supongo que hacer de la necesidad virtud— apoyar la doctrina
de los recortes de gasto como estimuladores del crecimiento, porque
gracias a los recortes de gastos se supone que se tiene bajo control el
presupuesto y, por tanto, que eso hace que se recupere la confianza y
ello genere inversión y, por consiguiente, se produce el empleo. Pero,
¿dónde se ha visto esa situación? Obviamente, en ningún sitio, y menos
cuando los vecinos están haciendo también una contracción fiscal.


Estas son las doctrinas que hemos ido recibiendo de parte
del Gobierno.


Y, por último, la doctrina final es la de la devaluación
interna, que es la que además apoyan la señora Merkel y sus socios
europeos.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor LERMA BLASCO: Termino.


Tenemos que rebajar los salarios para hacer posible la
recuperación de la competitividad. ¡Ah!, pero luego salen las cifras y
resulta que los salarios no han sido los culpables de la situación; el
culpable ha sido el excedente empresarial, porque, en realidad, los
salarios prácticamente han crecido por debajo de la inflación. Esta es la
situación.


¿Y cómo salimos de ella? Ustedes mismos han llegado a la
conclusión. Hoy han venido ustedes a defender nuestra posición, y el
presidente ha dicho que hay que intervenir el Banco Central, que hay que
crear eurobonos, que hay que lograr una relajación del déficit, que hay
que conseguir una mayor integración europea. En definitiva, han llegado a
donde tenían que llegar. Ahora lo que hace falta es que cuenten con los
demás para explicar esta situación a la ciudadanía española, y a lo mejor
conseguimos tener el apoyo suficiente para sacar adelante esa política
económica que hace falta en la actual situación para generar empleo.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Lerma.


En el turno en contra tiene la palabra el senador Fernández
de Moya.









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El señor FERNÁNDEZ DE MOYA ROMERO: Muchas gracias, señor
presidente.


Señorías, buenas noches.


Senador Lerma, permítame que comience con una frase que
dijo el ex presidente del Gobierno José María Aznar: nunca nadie en tan
poco tiempo había hecho tanto daño a este país. (Aplausos.)


¿Saben ustedes lo que dijo el señor Rodríguez Zapatero en
el año 2008, justo después de la caída de Lehman Brothers, cuando medio
mundo estaba recurriendo a recapitalizar sus entidades financieras y a
realizar las quiebras del sistema financiero ordenadamente? ¿Sabe usted
lo que dijo Zapatero? Que España estaba jugando en la Champions League
del sistema financiero, y que la economía de España se encontraba entre
los sistemas financieros más sólidos del mundo.


Mi pregunta es muy sencilla: ¿por qué ustedes engañaron de
esa manera a la sociedad española? Llevan hablando toda la tarde, incluso
en presencia del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, de
amnistía fiscal. ¿Ustedes sienten vergüenza de las dos amnistías fiscales
que hicieron? (Protestas.— Aplausos) Ustedes hicieron dos amnistías
fiscales. Y se las voy a contar: en 1984, amnistía a cambio de inversión
del dinero aflorado en pagarés del Tesoro, sin penalización fiscal y
salvaguardando el anonimato de quienes fueran suscriptores. Año 1991,
segunda amnistía fiscal —por cierto, apoyada entonces ya por
Rubalcaba, Solchaga y Felipe González— para evasores, mediante el
canje de pagarés del Tesoro, por un producto, señorías, de emisión de
deuda pública con un tipo de interés inferior al del mercado.


No engañen más a los españoles. Ustedes hicieron dos
amnistías fiscales, para defraudadores y para los que evadían dinero de
la nación española; ustedes, los socialistas. Por tanto, menos ejemplo,
porque su incoherencia política sale a relucir cada vez que hablamos de
lo que ha sido su hoja de ruta en España. (Protestas.—Aplausos)
Ustedes han dejado quebrado y arruinado un país. Y ahora vamos a dar los
datos.


Señor Lerma, ¿por qué no se sube a esta tribuna y cuenta
que la deuda externa que hemos heredado prácticamente es el producto
interior bruto del conjunto de la nación española, que alcanza el 93% del
PIB? ¿Sabe usted que debemos al conjunto de países que nos está prestando
el dinero, más de un billón de euros? ¿Ustedes se sienten orgullosos y
satisfechos de esa nefasta política económica y presupuestaria? ¿Saben
ustedes que en el año 2011 las administraciones públicas pagaron más de
90 000 millones de euros de lo que ingresaron? ¿Ustedes se sienten
garantes y satisfechos de que en España paguemos al año, solo en concepto
de intereses de la deuda, 30 000 millones de euros, 5 billones —con
«b»— de pesetas que representa, por ejemplo, el presupuesto de mi
tierra, de la Comunidad Autónoma de Andalucía? ¿Se sienten orgullosos de
haber arruinado y quebrado a este país, señores del Partido Socialista?
¿Se sienten orgullosos? (Aplausos.—Protestas.)


Nosotros, frente a ese discurso, creemos en España.
Apoyamos al Gobierno reformista que tiene la nación española, al Gobierno
que en tan solo seis meses ha hecho más reformas que en ocho años los
socialistas, garantes de la ruina de este país. (Protestas.) Y vamos a
seguir aplicando reformas para nuestra gran obsesión: la generación de
empleo.


Si siempre que gobierna el Partido Socialista se repite la
historia: paro, ruina, despilfarro y déficit público. Y siempre que
gobierna el Partido Popular: crecimiento económico, empleo y solidez del
sistema financiero, siempre. (Aplausos.—Protestas.)


Por eso, como ustedes comprenderán, nuestro voto será
negativo. Rechazaremos este veto porque, además, viene de un partido que
ya ha demostrado lo que es capaz de hacer: arruinar y quebrar a España. Y
ya va la segunda vez. Este Gobierno y este grupo la sacarán adelante.
(Aplausos.—Protestas.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Fernández de
Moya.


Enmienda número 1295 a la sección 60. Para su defensa,
tiene la palabra el senador Ruiz Santos.


El señor RUIZ SANTOS: Señor presidente, señorías, buenas
noches.


Traemos la enmienda número 1295 para presentar el veto a la
sección 60 para su devolución, y lo hacemos sobre el presupuesto de la
Seguridad Social.


Para hablar del presupuesto de la Seguridad Social,
deberíamos enmarcarlo en el conjunto del presupuesto del Estado para el
año 2012, que es donde el gasto social disminuye por primera vez en los
últimos años. Y digo que disminuye por primera vez en muchos años porque
de 2007 a 2009 el gasto social en esos presupuestos subió un 8% y un 10%
respectivamente; en 2010, subió un 4%; en 2011, subió un 1,3%; y, sin
embargo, para este ejercicio 2012, el gasto social va a descender un 4%.
Ahí es donde debemos enmarcar el presupuesto de la Seguridad Social, que
desciende un 3%, situándose en 120 698 millones de euros, en el estado de
ingresos y de gastos.









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Permítanme que dudemos de estas cifras, tanto en ingresos
como en gastos. En ingresos prevén que el estado inicial será de 106 322
millones de euros, un 3,7% menos que el ejercicio 2011. Es evidente, hay
menos personas trabajando, hay más desempleo y, por tanto, menos
cotizaciones. Desde que el Gobierno del Partido Popular gobierna hay 350
000 desempleados más, y ustedes mismos prevén, a través de la aplicación
de su reforma laboral, que habrá otros 630 000.


La conclusión es evidente: menos personas trabajando, por
tanto, menos cotizaciones a la Seguridad Social, menos ingresos. Y algo
que es evidente que puede cambiar mucho también la situación respecto a
los ingresos es si la reforma laboral —que ya está dando sus
primeros resultados, pero muy negativos— va a significar que se
reduzcan también esos ingresos, porque si se modifican las condiciones de
los trabajadores en lo referente al salario, habrá menos salario, menos
cotización; si se aplican nuevos convenios de empresa, precisamente no
van a ser para subir el sueldo a los trabajadores sino para rebajárselo;
y si se empieza a aplicar, como se está haciendo, el contrato para
formación y el aprendizaje a jóvenes durante más de 15 años, van a tener
unos sueldos muy bajos y, por tanto, unas cotizaciones muy bajas que
afectarán al estado de ingresos.


También dudamos sinceramente de que se vaya a cumplir el
estado de gastos; unos gastos totales de 103 948 millones de euros para
las pensiones contributivas y las no contributivas; razones para que
crezca, porque este sí que crece, un 2,9%, fundamentalmente porque hay
mayor número de pensionistas —y ahora ustedes nos lo dirán— y
porque les han subido un 1% para mejorar su poder adquisitivo.
Sencillamente, este no es un dato para presumir pues si les suben un 1%
cuando reciban la transferencia en la nómina de su pensión, pero después
adoptan medidas como subirles el IRPF, el IBI o el 10% de las medicinas,
o pagar el transporte sanitario no básico, evidentemente, cobrarán un 1%
más pero tendrán un 5% o un 6% menos en el bolsillo.


Sinceramente, para este cálculo del presupuesto, nos
gustaría saber si se han tenido en cuenta algunas preguntas que
consideramos fundamentales como, por ejemplo, el efecto demográfico y el
efecto sustitución, y me explico. El INE prevé que los próximos años
habrá más pensionistas, hasta llegar a una cifra de 9,3 millones, y un
efecto sustitución evidente y es que las pensiones que entran al sistema
lo hacen con una cantidad más alta en la prestación que van a recibir.
Por ejemplo, en el año 2011 entraron 530 000 nuevas pensiones al sistema,
con una pensión media de 968 euros, y, sin embargo, salieron del sistema
—casi todas, evidentemente, por fallecimiento— 409 000, con
una media de 752 euros.


Por supuesto, nos deberían también dar explicaciones de por
qué en el presupuesto del Imserso, la Teleasistencia pasa de 32 millones
de euros a 2 millones de euros, con lo que, evidentemente, se cargan ese
programa, o la dependencia, que prácticamente la dejan en cantidades que
no son acordes en estos tiempos. Deberíamos pensar si son cifras reales.
En definitiva, entendemos que si vamos a tener mayor número de
pensionistas...


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.


El señor RUIZ SANTOS: ..., con unas pensiones más caras y,
además, vamos a tener prácticamente los mismos o menos cotizantes,
evidentemente el sistema podrá quebrar y, desde luego, la reforma laboral
no va a ayudar.


Muchas gracias. Mantenemos nuestro veto. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Ruiz
Santos.


Para turno en contra, tiene la palabra el senador Fernández
Sánchez.


El señor FERNÁNDEZ SÁNCHEZ: Gracias.


Con la venia, señor presidente.


Señorías, realmente cuando uno tiene que escuchar cosas
como las que se oyen aquí se queda un poco anonadado. (Rumores.) El
portavoz del grupo que me ha precedido en el uso de la palabra, bajo ese
totum revolutum de mezclar los gastos sociales con la Seguridad Social y
todo aquello que le ha servido para que utilizar el nombre «social», se
ha hecho lógicamente un lío y no ha sabido ni por dónde ir. Lo digo con
el respeto que me merece su señoría.


La sección 60 se refiere solamente a la Seguridad Social,
señoría. Ustedes han dicho que los presupuestos son poco creíbles, que no
responden al mercado laboral; dicen que los gastos están infravalorados,
pero sin argumentos.









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Les voy a recordar a ustedes, señorías, que en los años
2010 y 2011 no se aportó nada al fondo de reserva de la Seguridad Social
cuando era obligado dar el 16%. No se aportó un euro. ¿Que se vendió
lógicamente? Ese déficit que el antiguo secretario de Estado de Seguridad
Social, don Octavio, ocultaba, cerca de 700 millones de euros. Venir a
jugar aquí a esta Cámara con la Seguridad Social no es serio, señorías,
porque los presupuestos —lo han dicho algunos que me han precedido
en el uso de la palabra— se han hecho tarde, pero son unos
presupuestos que garantizan las pensiones sin recortes y aportan más
recursos. Ello equivale, señorías, a que de una previsión de superávit
para 2011 de 3 327 090 millones de euros, la liquidación de 2011 alcanza
menos 1 115 062 millones de euros, por lo que la desactivación que ha
habido en el presupuesto asciende a menos 5 000 043 millones de euros.
Algo muy grave, un déficit del 0,09% el que se obtuvo en el año 2011; es
decir, que el déficit de la Seguridad Social llegó a un 0,24 real cuando
lógicamente ustedes vendían que no había habido nada.


Creo, señorías, que en estos presupuestos que hace el
Gobierno del Partido Popular se mantiene un equilibrio presupuestario y
un presupuesto consolidado que asciende a 119 875 000 millones de euros.
Está más que bien cuando nos hemos encontrado que las prestaciones
económicas y sociales que ustedes han dado han llevado a la
bancarrota.


Ustedes por lo visto olvidan que el Gobierno va a aportar
en estos presupuestos el 35,6% del Estado, una aportación muy seria que
es la principal partida. Las pensiones contributivas representarán en
2012 el 9,5% del producto interior bruto —tres décimas más que en
los presupuestos de 2011.


Señorías —ustedes sobre todo, las del Grupo
Parlamentario Socialista— ¿de qué hablan ustedes de Seguridad
Social? ¿Qué concepto tienen ustedes del Estado del bienestar si ustedes
lo han hundido? Ustedes realmente han regalado todo aquello que era
regalable, que si el cheque bebé, los 400 euros y un largo etcétera,
señorías, regalos inesperados para muchos españoles y que han tenido
sobre todo un talante —como decía el señor Zapatero— del que
no se puede decir nada. Por vender han vendido ustedes hasta el oro de
España, se han quedado sin nada. Lógicamente, en el sistema de Seguridad
Social que tenemos hoy no hay nada fundamental. Es un sistema que según
ustedes estaba revalorizado. Ustedes no han revalorizado absolutamente
nada, señorías. Creemos que tenemos un presupuesto muy consolidado, muy
serio, sobre todo muy equilibrado, muy equilibrado para que ustedes sepan
dónde vamos y qué tenemos en estos momentos.


Señorías, he escuchado hablar al portavoz de cantidades,
incluso de la reforma laboral pero muy, muy livianamente. La reforma
laboral, por lo visto, ha de ir bien porque no han hecho ustedes ninguna
mención especial a la misma. Ustedes se han centrado en gastos, incluso
sobre la teleasistencia. Todo eso está en la sección 60. Hablemos de los
presupuestos de Seguridad Social, unos presupuestos —como he dicho
antes— bastante serios, bastante, bastante austeros: revalorizan el
1%. La media está en el 1,4% de revalorización. ¿Qué revalorizaron
ustedes? Ustedes congelaron las pensiones de España, señorías. Las
congelaron ustedes ¿o no se acuerdan? Claro, de eso no se acuerda uno,
eso no interesa, no interesa. (Aplausos.) Y a los sectores más
desfavorecidos, a las personas más desfavorecidas de este país las habéis
maltratado los socialistas, pero luego lo vendéis bajo el nombre de
socialismo y se os llena toda la boca de aquellas palabras que os vienen
muy bien —bienestar social,…—, señorías. (Risas.) Pero
no os pueden venir bien. Sabéis perfectamente que habéis dejado en
bancarrota este Estado, lo habéis dejado roto, desequilibrado, totalmente
partido. (Aplausos.) Señorías, ustedes, lógicamente, deberían tener un
concepto más claro de la Seguridad Social, mucho más claro, no el que
tuvieron ustedes, que repartieron y regalaron todo lo que os pareció, que
así les va y así están. (Risas.) Que habéis dejado España no solamente en
bancarrota, es que ya no tenemos ni bancos para romper, señorías.
(Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Fernández
Sánchez.


Señorías, terminado el debate de las enmiendas a las
secciones del Grupo Parlamentario Socialista, se suspende la sesión hasta
mañana a las nueve.


Buenas noches.


Eran las veintidós horas y diez minutos.