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DS. Senado, Comisiones, núm. 425, de 05/03/2015
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COMISIÓN DE ASUNTOS EXTERIORES


PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ALEJANDRO MUÑOZ-ALONSO LEDO


Sesión celebrada el jueves, 5 de marzo de 2015


ORDEN DEL DÍA






Comparecencia del Secretario de Estado de Asuntos Exteriores,
D. Ignacio Ybáñez Rubio, ante la Comisión de Asuntos Exteriores, para
exponer la situación en Oriente Próximo y norte de África.


713/001050
Cercano y Medio Oriente; política de cooperación;
política exterior; política internacional


GOBIERNO





Contestación del Gobierno a




Pregunta sobre las acciones y garantías que piensa adoptar el
Gobierno en relación con la intención de las Naciones Unidas de utilizar
el aeropuerto de Gran Canaria (Las Palmas) como puente entre distintos
países y aquellos del continente africano en los que se ha desarrollado
el virus del Ébola.


681/002299
Gran Canaria (Isla de) (Las Palmas); ONU; aeropuerto;
cooperación internacional; enfermedad infecciosa; África
occidental


QUINTERO CASTAÑEDA, NARVAY (GPMX)





Pregunta sobre las características de la participación de
España en la coalición formada para combatir al Estado Islámico.


681/002402

IGLESIAS FERNÁNDEZ, JESÚS ENRIQUE (GPMX)





Pregunta sobre los trámites que se han venido desarrollando en
el Consulado de España en Valença do Minho (Portugal) durante los años
2010 a 2014.


681/002481

MARRA DOMÍNGUEZ, MARÍA DE LOS ÁNGELES (GPS)





Pregunta sobre los motivos por los que el Consejo de Ministros
del mes de octubre de 2014 ha decidido cerrar el Consulado de España en
Valença do Minho (Portugal), con indicación de las repercusiones de esta
medida en el conjunto de ciudadanos que acudían al Consulado.


681/002482

MARRA DOMÍNGUEZ, MARÍA DE LOS ÁNGELES (GPS)






Dictaminar




Convenio entre el Reino de España y los Estados Unidos
Mexicanos sobre cooperación en materia de lucha contra la delincuencia
organizada, hecho en Madrid el 10 de junio de 2014.


610/000137
Acuerdo de Cooperación; México; acuerdo bilateral;
crimen organizado; lucha contra la delincuencia; tráfico de
estupefacientes


GOBIERNO





Convenio sobre el traslado de personas condenadas entre el
Reino de España y la República del Senegal, hecho en Dakar el 11 de abril
de 2014.


610/000138
Senegal; acuerdo bilateral; traslado de
presos


GOBIERNO





Acuerdo de adquisición conjunta de contramedidas médicas,
hecho en Luxemburgo el 20 de junio de 2014.


610/000139
Unión Europea; control sanitario; cooperación
transfronteriza; enfermedad infecciosa; epidemiología; medicina
preventiva; riesgo sanitario


GOBIERNO






Debatir




Moción por la que se insta al Gobierno a la adopción de
determinadas medidas para fomentar y potenciar la enseñanza del español
como lengua extranjera.


661/000408
enseñanza de idiomas; institución pública; lengua
española; política cultural; promoción cultural


GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL SENADO





Moción por la que se insta al Gobierno a profundizar en una
evaluación completa sobre la implantación, cumplimiento y desarrollo de
las medidas contenidas en el Plan de Derechos Humanos, aprobado por el
Consejo de Ministros del día 12 de diciembre de 2008.


661/000477
derechos humanos; evaluación de proyectos;
informe


GRUPO PARLAMENTARIO ENTESA PEL PROGRÉS DE CATALUNYA




Se abre la sesión a las nueve horas y treinta y cinco minutos.


El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías. Se abre la sesión.


Supongo que sus señorías habrán leído el acta de la sesión anterior,
celebrada el día 18 de diciembre.


Si no tienen ninguna objeción, ¿se da por aprobada?
(Asentimiento).


Muchas gracias.







COMPARECENCIA DEL SECRETARIO DE ESTADO DE ASUNTOS EXTERIORES,
D. IGNACIO YBÁÑEZ RUBIO, ANTE LA COMISIÓN DE ASUNTOS EXTERIORES, PARA
EXPONER LA SITUACIÓN EN ORIENTE PRÓXIMO Y NORTE DE ÁFRICA.


713/001050

GOBIERNO


El señor PRESIDENTE: Comenzamos con el primer punto del orden del
día: la comparecencia del señor secretario de Estado para exponer la
situación en Oriente Próximo y norte de África.


Quiero dar la bienvenida al señor secretario de Estado, don Ignacio
Ybáñez Rubio, que es la primera vez que comparece en esta comisión. Y
aunque estamos en el tramo final de la legislatura, espero que haya otras
ocasiones en que contemos con su presencia para que nos informe de la
evolución de la política exterior española y de los aspectos más
importantes que estime relevantes en el ámbito internacional.


Tiene usted la palabra.


El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ASUNTOS EXTERIORES (Ybáñez Rubio):
Muchas gracias, señor presidente, y muchas gracias, señorías.


Para mí es un placer estar hoy aquí. Estoy a su disposición
mientras esté en este puesto y durante este período de sesiones para
comparecer y tratar cualquier tema que sus señorías quieran.


Estoy muy agradecido a la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado
por permitirme informar a la Cámara sobre un aspecto fundamental de
nuestra política exterior, como es la situación en el norte de África y
Oriente Próximo y sobre el estado y las perspectivas de nuestras
relaciones con los países que integran esa región, a la que nos une
nuestra común pertenencia a la cuenca mediterránea.


El momento para realizar esta comparecencia creo que es
especialmente oportuno si se toma en consideración la situación de muchos
de los países de la región, donde se suceden una serie de crisis y
conflictos que evolucionan rápidamente. También me parece pertinente el
momento por haber dado inicio en enero de 2015 el período de dos años en
que España participa en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
como miembro no permanente. En buena medida este logro se debe al apoyo
comprometido y demostrado por los países árabes, pero también por Israel
e Irán, que apoyaron la candidatura española. Creo que esto resulta un
buen indicador del clima de confianza existente entre España y los países
de la región y de la percepción positiva que genera nuestra presencia en
el Consejo de Seguridad, considerando estos países que podemos contribuir
de manera constructiva a la solución de conflictos y a hacer frente a
amenazas que afectan a esta zona.


Por otro lado, es una noticia excelente que al terminar el debate
sobre el estado de la nación en el Congreso de los Diputados la semana
pasada se aprobara una resolución, a propuesta del Grupo Parlamentario
Popular y acordada con el Grupo Parlamentario Socialista, que ha
merecido, además, el apoyo de otros grupos políticos, sobre los ejes de
la política exterior española para el bienio 2015-2016. Precisamente en
esa resolución se insta al Gobierno, entre otros muchos puntos, a
aprovechar la presencia en el Consejo de Seguridad para contribuir a
desbloquear el proceso de paz en Oriente Próximo, promover el diálogo
intercultural e interreligioso, apoyar una solución política para Siria y
el Gobierno de unidad nacional de Irak, así como los esfuerzos de la
comunidad internacional en las negociaciones nucleares con Irán, la
mediación de Naciones Unidas en Libia y una solución sobre el Sáhara
Occidental. A lo largo de mi intervención me referiré a estas líneas de
nuestra acción exterior.


España, como saben ustedes, tiene relaciones diplomáticas con todos
los países de esa región y mantenemos embajadas abiertas en todas sus
capitales, con la salvedad de Manama y con algunas peculiaridades
relativas a los casos que señalaré, en Damasco, Trípoli y Sanaa. Se
trata, por lo tanto, de diecinueve embajadas residentes, a las que hay
que sumar los consulados generales de España en Jerusalén, Alejandría,
Argel, Orán, Agadir, Casablanca, Nador, Rabat, Tánger y Tetuán. Como ven,
una buena presencia de nuestras embajadas y consulados. Además, estos
países están también representados en Madrid, la mayor parte de ellos con
embajadas residentes.


A este despliegue exterior se suma la Red de Casas, en especial,
Casa Árabe, el Centro Sefarad-Israel y Casa Mediterráneo, tres consorcios
que se han convertido en instrumentos esenciales de nuestra diplomacia
pública gracias a la variedad e intensidad de su continua programación en
sus sedes de Madrid, Córdoba y Alicante. Su labor no solo se orienta a
acercar las sociedades civiles de España, de los países árabes y de la
ribera sur del Mediterráneo a través de actividades como conferencias,
seminarios, presentaciones de libros o ciclos de cines, sino que también
aportan una mayor densidad a nuestra acción exterior mediante la
celebración de reuniones discretas de carácter político o seminarios
restringidos de expertos.


España, vecino inmediato del mundo árabe, lo sigue de cerca. Por
ello, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo
quiere contribuir a los procesos democráticos que iniciaron hace cuatro
años varios países de la región con el programa de acompañamiento a los
procesos de gobernanza democrática en el mundo árabe, conocido como
Programa Masar —de «camino» en árabe—, enfocado a atender la
demanda de más democracia, más cohesión social y apoyo financiero para
afrontar los retos de la transición política y la crisis económica que
deben afrontar estos países.


Al mismo tiempo que hemos intensificado las relaciones bilaterales
con cada uno de los países, una parte importante de la diplomacia
española se ha enfocado en las organizaciones internacionales y foros
multilaterales regionales y subregionales. Quiero destacar, en primer
término, el estrechamiento de las relaciones entre España y la Liga de
Estados Árabes, que agrupa a veintidós Estados. El ministro
García-Margallo realizó en diciembre una visita a El Cairo y mantuvo una
entrevista con el secretario general de la organización, Nabil al-Arabi,
para repasar la actualidad regional y firmar el día 28 un Memorando de
entendimiento para que España y la Liga Árabe establezcan un diálogo
político estructurado sobre las cuestiones de interés mutuo y una
cooperación conjunta en los ámbitos económico, social y cultural a fin de
contribuir a la seguridad y la estabilidad regional e internacional.
Posteriormente, el 5 de febrero, yo mismo viajé a El Cairo y mantuve un
encuentro con el secretario general, así como con los representantes
permanentes de los países miembros en la sede de la Liga Árabe para
seguir fortaleciendo esas relaciones.


Uno de los grandes ejes vertebradores de la política exterior
española son los tradicionales lazos de amistad con el mundo árabe.
España ha apoyado a los países árabes en sus principales reivindicaciones
internacionales, y muy en particular en el caso de Palestina. Desde la
Conferencia de Madrid de 1991 España ha impulsado una solución basada en
el principio de los dos Estados. En noviembre de 2012, España dio su voto
para la admisión de Palestina como Estado observador no miembro de la
Asamblea General de Naciones Unidas. Y el 18 de noviembre de 2014 el
Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley por la que
insta al Gobierno español a reconocer el Estado palestino como parte de
un proceso negociador, y ello, con el apoyo unánime de todos los grupos
parlamentarios, lo que revela el abrumador respaldo de la población
española al pueblo palestino.


Unas relaciones tan estrechas con toda la región no quedan
circunscritas solamente al ámbito de lo político. En los últimos años las
relaciones comerciales de España con los países árabes han crecido de
forma sostenida. El crecimiento medio anual de importaciones y
exportaciones a los veintidós países de la Liga Árabe entre 2003 y 2013
ha sido del 12 %. Este flujo comercial se ha triplicado y ha aumentado su
peso en el comercio exterior español, por encima de otras regiones
emergentes, lo que revela el dinamismo y las oportunidades existentes en
el mundo árabe.


Junto a los tradicionales mercados de los países del Magreb y del
norte de África, destaca también el creciente atractivo de los países del
Consejo de Cooperación del Golfo, mercados con los que las relaciones
económicas van en aumento. Es oportuno recordar los viajes que su
majestad el rey Juan Carlos realizó a esos países a mediados del año
pasado. Varios de los proyectos de infraestructuras más significativos
que realizan las empresas españolas en el exterior se ejecutan en esos
países y son un activo de primer orden para la marca España, como es el
caso del tren de alta velocidad entre Meca y Medina. Por otro lado, las
conexiones energéticas entre España, Marruecos y Argelia han superado
los 14 kilómetros que separan las costas de Europa y África en la zona
del estrecho de Gibraltar y revisten un carácter estratégico para ambos
continentes.


El vínculo humano, favorecido por una emigración regular y ordenada
que facilita la integración en la sociedad española, ha permitido que más
de un millón de ciudadanos originarios de países árabes, mayoritariamente
del Magreb, formen hoy parte de la sociedad española. Estos vínculos son
muy sólidos, como se ha puesto de manifiesto en circunstancias difíciles.
A diferencia de otros países, el ascenso del radicalismo predicado por
grupos como DAESH o los terribles atentados en Madrid en marzo de 2004,
donde 192 personas perdieron su vida, no ha generado una corriente de
islamofobia entre la población española. Más bien al contrario, la
sociedad española se siente particularmente próxima a sus vecinos del
sur, con los que comparte muchas tradiciones y formas de vida. Los árabes
musulmanes que viven en España condenaron los recientes ataques
terroristas ocurridos en París y se han manifestado siempre contra el
terror.


El Mediterráneo sigue siendo una de las prioridades de la política
exterior española. Su estabilidad y prosperidad inciden en nuestra
estabilidad y en la de toda la Unión Europea. No tenemos únicamente una
relación de vecindad, sino más bien —y en muchos aspectos es muy
evidente— una relación de interdependencia. La región ha sufrido
profundos cambios, y hoy hemos de constatar que tenemos una región
mediterránea más compleja y más fragmentada. En ella se ha acentuado el
impacto de cuestiones que ya eran relevantes, como la inmigración. Han
surgido nuevos actores, creando un vecindario ampliado en el que cada vez
más se ponen de manifiesto las particularidades de cada país y en el que
se dan no pocas paradojas y sobre el que se proyectan determinadas
incertidumbres.


Si desde un punto de vista geopolítico las consideraciones sobre la
región nos ofrecen una perspectiva más bien sombría, ello no debería
ocultar el hecho de que también hay desarrollos positivos y que, a pesar
de tendencias muy preocupantes, la demanda de apertura política y la toma
de conciencia de los ciudadanos son, sin duda, irreversibles. Los
desafíos son claros y están ligados entre sí: hacer frente a las amenazas
para la seguridad, el desarrollo de democracias estables e inclusivas y
la mejora de la situación económica. En este sentido, vamos a seguir
trabajando en dos niveles, en el ámbito bilateral y en el ámbito europeo,
intensificando nuestras relaciones bilaterales junto con un decidido
apoyo a los procesos de reforma inclusivos y a la sociedad civil, y
abogando en el seno de la Unión Europea porque la dimensión mediterránea
de la política de vecindad, ante la urgencia de actuar frente a otras
situaciones, no se vea postergada y siga siendo objeto de tratamiento
preferente.


Por ello, en el marco de la revisión en curso de la política de
vecindad de la Unión Europea, España promueve una política de vecindad
única que mantenga los mismos instrumentos en sus dos dimensiones, este y
sur. Queremos que sea más flexible en su ejecución y abierta a las
diferentes necesidades y niveles de ambición de cada uno de los vecinos;
que sea más estratégica, haga un uso más apropiado del principio de la
diferenciación, refuerce el principio de corresponsabilidad, desarrolle
la cooperación y la integración regional y sea, sin duda, más próxima a
los ciudadanos.


Con el propósito de contribuir a la configuración de esta nueva
política de vecindad, España ha tenido la iniciativa de organizar junto
con la Comisión Europea una reunión ministerial informal sobre la
vecindad meridional. Se celebrará el 13 de abril en Barcelona y contará
con la asistencia de los socios del sur del Mediterráneo con el fin de
hacerlos partícipes del proceso de actualización y renovación de
esta.


Sobre una base informal, y también en el seno del grupo Unión
Europea, España y Chipre propusieron la creación de un Grupo Mediterráneo
de Ministros de Asuntos Exteriores de siete países europeos, que celebró
una primera reunión en abril pasado en la Casa Mediterráneo en Alicante,
consagrada especialmente a los flujos migratorios en el Mediterráneo. Una
reunión con formato similar y con presencia en el almuerzo de trabajo del
secretario general de la Unión por el Mediterráneo, señor Sijilmassi, y
de la presidenta de la Fundación Anna Lindh, madame Guigou, acaba de
celebrarse en París el 20 de febrero y ha permitido abordar cuestiones de
actualidad, como la crisis en Libia. Precisamente esta reunión ha servido
para recordar que en 2015 se cumplen veinte años del inicio del Proceso
de Barcelona, otra iniciativa española que dio origen e inspira a la
Unión por el Mediterráneo. Hoy la UpM se está consolidando como el marco
multilateral de relaciones de la Unión Europea con sus socios
mediterráneos y como plataforma de cooperación e instrumento operativo
para el desarrollo de proyectos de nivel regional y subregional, y cuenta
con todo nuestro apoyo. Por ello, el ministro García-Margallo ha
propuesto conmemorar este aniversario, entre otros, con una reunión en
Barcelona a comienzos del verano, con la participación de distintas
organizaciones comprometidas con el diálogo intercultural e
interreligioso en la región, como la propia UpM, la Fundación Anna Lindh,
la Alianza de Civilizaciones de Naciones Unidos y el Centro Rey
Abudulaziz bin Saud para el Diálogo Intercultural e Interreligioso,
KAICIID.


El ámbito mediterráneo es un espacio de colaboración preferente en
el que, como vemos, España quiere mantener un papel destacado con
variadas iniciativas. Además de las reseñadas anteriormente, quiero
mencionar algunas otras.


España y Marruecos pusieron en marcha en 2012 la iniciativa de
Mediación en el Mediterráneo, conocida como Med/Med, en apoyo de los
esfuerzos de las Naciones Unidas para fortalecer el papel de la mediación
en la prevención y resolución de conflictos en la región mediterránea.
Esta iniciativa, que ha dado pie a tres conferencias regionales, en
Madrid, Rabat y Brdo, en Eslovenia, tendrá su siguiente manifestación
el 17 de marzo en un seminario que contará con la participación del
ministro marroquí de Asuntos Exteriores, el señor Salaheddine Mezouar, y
del ministro García-Margallo. Y el tema será la mediación y las
organizaciones regionales.


España es miembro activo del Foro de Diálogo en el Mediterráneo
Occidental 5+5, un proceso que no solo fomenta el diálogo y la
cooperación entre las dos orillas, sino también la integración de los
países del Magreb con un formato flexible que incluye copresidencias y
reuniones ministeriales en más de diez sectores. Bajo la Presidencia
española en el foro de Defensa, en 2014, los días 10 y 11 de diciembre
tuvo lugar en Granda la reunión 5+5 de ministros de Defensa, en la que se
acordó profundizar en la gestión de catástrofes y emergencias y el apoyo
de las Fuerzas Armadas en materia de protección civil. España ha
convocado una reunión ministerial de educación superior e investigación
científica en Madrid para los próximos 23 y 24 de marzo.


En ese mismo marco, y de la mano de Argelia, hemos lanzado la
Estrategia del Agua en el Mediterráneo Occidental. Los tres seminarios
celebrados en Valencia y Orán a lo largo de 2014 han hecho posible el
avance en la definición y redacción de una estrategia del agua para esa
región, y está previsto su endoso a nivel ministerial en la Conferencia
de Ministros de Agua 5+5 en Argel el 31 de marzo.


Por último, en relación con esta política mediterránea, no quiero
dejar de subrayar la importancia de la dimensión parlamentaria de estos
marcos de cooperación mediterránea, sea en el ámbito de la UpM, del 5+5 o
de la OSCE, y su valiosa contribución a su desarrollo.


Señorías, paso ahora a abordar las distintas regiones del espacio
mediterráneo y de Oriente Próximo, refiriéndome, en primer lugar, al
Magreb, la región más próxima y, por tanto, merecedora de una atención
prioritaria.


Marruecos y Argelia son los dos socios claves en nuestra política
mediterránea, y nuestras relaciones con ambos países son intensas en
todos los ámbitos, y especialmente fructíferas en el económico. A lo
largo de 2015 tendremos ocasión de profundizar y estrechar más esta
relación mediante la celebración en nuestro país de las reuniones de alto
nivel que mantenemos periódicamente con ambos países del Magreb.


Algunas cifras dan idea del grado de interrelación alcanzado entre
la economía española y la de ambos países. España y Marruecos
intercambian flujos comerciales por valor del 10 % del PIB marroquí.
España es el primer cliente y el primer proveedor de Marruecos. Marruecos
es el primer origen de las importaciones españolas no energéticas de
África y es el segundo destino comercial español fuera de la Unión
Europea, por tanto, detrás de los Estados Unidos. Es el principal destino
de nuestras importaciones en África, y más de 800 empresas españolas de
todos los sectores están presentes en su economía.


El comercio con Argelia ha crecido durante 2014. Hemos seguido
siendo el primer socio comercial, su principal cliente, con un 15,4 % de
las ventas argelinas al extranjero, y su cuarto proveedor, con un 8,5 %
de sus importaciones. Durante 2013 y 2014 las empresas españolas han
obtenido en Argelia contratos por valor de más de 4500 millones de
dólares, y Argelia es con diferencia nuestro primer suministrador de gas
natural, lo que resulta estratégico en un contexto internacional donde la
energía también está sometida a tensiones. Nuestros consulados en Argelia
tramitan unos 100 000 visados por año, lo que da idea del flujo de
visitantes, favorecido por conexiones aéreas y marítimas diarias entre
ambos países.


Con Marruecos, ambos gobiernos mantenemos la voluntad de seguir
enriqueciendo las relaciones bilaterales y extenderlas a nuevos ámbitos,
como el parlamentario o el empresarial. La cooperación bilateral en
materia de lucha contra el terrorismo es muy intensa, dada la
preocupación que ambos países compartimos por los terroristas retornados
de los conflictos en Libia o Siria. Igualmente, la migración es otro
campo de cooperación reforzada con nuestro gran vecino del sur,
convertido en lugar de tránsito de emigrantes de otros lugares del
continente africano, donde aplicamos una política integral de
canalización de los flujos regulares, lucha contra los flujos irregulares
y vinculación de la migración con el desarrollo económico y social del
país del origen.


Estos aspectos son una muestra más de que con ambos países
disponemos de una densa red de intereses recíprocos que nos permite
abordar en su debida dimensión los múltiples aspectos de una relación tan
estrecha. La evolución de ambos países ante la oleada de cambios
políticos sobrevenidos en el mundo árabe ha respondido a un afán de
promover, a ritmos propios, las reformas por la mayor demanda de
participación política y económica que proviene de una población
mayoritariamente joven y mejor formada que las generaciones de sus
padres. España mantiene un apoyo a estos procesos, tanto a través de su
participación en programas de la Unión Europea como de iniciativas
bilaterales amparadas por programas de cooperación, como el citado
Masar.


El caso de Túnez es muy esperanzador y pone de manifiesto que en
este escenario de crisis es posible realizar con éxito una transición a
la democracia y culminar el proceso de cambios iniciado hace cuatro años
con la Primavera Árabe. Desde España tenemos que seguir apoyando y
acompañando a Túnez en este camino para contribuir a la consolidación de
su nueva institucionalidad y, al mismo tiempo, fortalecer sus bases
sociales y económicas mediante la búsqueda de nuevas oportunidades de
inversión y comercio y el estrechamiento de sus relaciones con la Unión
Europea.


Mauritania es otro país vecino, también miembro de la Unión del
Magreb Árabe, y un socio fiable que promueve la estabilidad en el Sahel.
Hace tan solo unos días viajé a este país y tuve oportunidad de mantener
reuniones con el primer ministro y con los ministros de Asuntos
Exteriores y de Comercio, Industria y Turismo. Fue una buena ocasión para
reforzar nuestro diálogo político y resaltar la excelente cooperación
bilateral en materia de migración, seguridad y lucha contra el terrorismo
y el extremismo religioso. También consideramos la contribución española
al desarrollo económico mauritano, no solo a través del instrumento
tradicional de la cooperación, sino cada vez más mediante el fomento de
una mayor presencia de nuestras empresas en sectores estratégicos como la
pesca y el turismo.


España ha estado presente en Libia desde que en 2011 comenzó su
transformación. España impulsa una solución política a este conflicto.
Para ello es necesario que tenga lugar un proceso inclusivo de diálogo en
donde cada parte se comprometa a participar. El grave deterioro de la
seguridad, con la irrupción de DAESH y otros grupos terroristas en el
escenario libio, y las dificultades para poner en marcha un proceso
político inclusivo tienen implicaciones internas, regionales e
internacionales. Por ello, España apoya decididamente la iniciativa de
mediación que pilota el representante especial del secretario general de
las Naciones Unidas, Bernardino León, y participa activamente en otras
iniciativas internacionales de ámbito regional, al tiempo que sostiene la
necesidad de diálogo con actores regionales clave, como Egipto. En
septiembre de 2014 se celebró en Madrid la Conferencia sobre Estabilidad
y Desarrollo en Libia, con una amplia participación de países y
organizaciones, y está previsto que en el momento más oportuno para
seguir impulsando la mediación de Naciones Unidas se celebre una nueva
conferencia internacional en nuestro país.


Nuestra embajada en Libia continúa abierta para hacer un
seguimiento de la situación, si bien el personal diplomático se ha
desplazado temporalmente a Túnez. Además, para asegurar la eficaz
participación de España en los distintos foros internacionales relativos
a Libia, el Gobierno ha designado un embajador en misión especial.


Finalmente, para ir terminando este repaso de la situación en el
norte de África y tomando en consideración nuestra participación en el
Consejo de Seguridad, me gustaría hacer mención de la cuestión del Sáhara
Occidental, cuando este año se cumplen cuarenta años del final de la
administración española en este territorio. Se trata de un asunto muy
sensible para la opinión pública española sobre el que existe un marco
internacional para su resolución. España mantiene su compromiso firme con
la búsqueda de una solución política justa, duradera y mutuamente
aceptable que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara
Occidental en el marco de disposiciones conforme a los principios y
propósito de la Carta de las Naciones Unidas, tal y como tienen
establecido las sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad.


El enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas,
el señor Christopher Ross, acaba de realizar una gira por Rabat,
Nuakchot, Tinduf y Argel con el apoyo del Gobierno español, que ha
facilitado un avión para sus desplazamientos como ya es habitual. Al
término de su gira estuvo en Madrid la semana pasada, y mantuvo un
encuentro con el ministro García-Margallo. Fue una buena ocasión para
tratar sobre el marco del proceso negociador de Naciones Unidas el
mandato de la Minurso y las perspectivas del informe que el secretario
general tiene que presentar el próximo mes de abril.


Como decía, se trata de un asunto que interesa especialmente al
pueblo español por sus aspectos políticos y humanitarios, en particular
la situación de los campamentos de Tinduf. Es muy significativo del
compromiso del Gobierno y del pueblo español el hecho de que España siga
siendo, a pesar de los recortes en numerosas partidas presupuestarias,
particularmente la de cooperación al desarrollo, el primer donante
bilateral de ayuda humanitaria, unos 7,6 millones de euros en 2013. Desde
el Gobierno vamos a intentar incrementar esa cuantía a partir de este
año, en cuanto la recuperación económica lo vaya permitiendo. Asimismo
sería igualmente comprensible que se fuera incrementando la ayuda
descentralizada procedente de las comunidades autónomas, que también han
sido tradicionalmente muy solidarias con el pueblo saharaui y que también
se han visto afectadas por la austeridad presupuestaria durante los
últimos años.


Señorías, paso a referirme a algunas de las principales cuestiones
en Oriente Próximo. Sin duda una cuestión central para toda la comunidad
internacional es el proceso de paz en Oriente Medio, al que España está
dedicando muchos esfuerzos, pues el conflicto israelo-palestino es el
paradigma de los conflictos de la región, y su resolución un elemento
clave para su estabilidad. El 10 de enero el ministro de Asuntos
Exteriores, García-Margallo, emprendió una gira que le llevó a Jordania,
Palestina e Israel. Tuvo ocasión de entrar en Gaza y comprobar la
situación sobre el terreno, la destrucción y el drama humano producido
por ese nuevo conflicto palestino-israelí, que no tiene que repetirse.
Por mi parte confío en visitar la zona en los próximos meses.


Nos preocupa especialmente la situación de bloqueo en que se
encuentra el proceso de paz con un aumento de la desconfianza y un
creciente distanciamiento entre israelíes y palestinos, al tiempo que se
aprecia un debilitamiento de las posiciones moderadas en ambas partes.
Somos conscientes de que las elecciones previstas para el 17 de marzo en
Israel, que es un socio clave para España en unas relaciones bilaterales
cada vez más diversas, imponen un compás de espera, y entretanto debemos
concentrarnos en trabajar para evitar un deterioro ulterior de la
situación. El viaje del ministro García-Margallo fue también la ocasión
se trasladar mensajes claros y firmes, tanto a las autoridades israelíes
como palestinas, acerca de la importancia de reconducir la situación,
actuar responsablemente para rebajar la tensión, y adoptar un enfoque
constructivo que permita restaurar la confianza dañada y sentar las bases
de un diálogo renovado, pues estamos convencidos de que todo acto
unilateral aleja el horizonte de paz que todos anhelamos.


En este contexto la política israelí de aumento cualitativo y
cuantitativo de los asentamientos resulta particularmente inquietante en
la medida en que pone en riesgo la viabilidad del futuro Estado
palestino. Asimismo la decisión de la Autoridad Palestina de adherirse al
Estatuto de Roma emprendiendo una vía de judicialización del conflicto
ante el Tribunal Penal Internacional no contribuye al acercamiento entre
las partes necesario para la reanudación de las negociaciones. Este
mensaje fue también claramente trasladado a la Autoridad Palestina
durante el citado viaje.


Nos inquieta la situación de extrema debilidad política y
financiera de la Autoridad Palestina, agravada todavía más a raíz de la
decisión israelí de congelar las transferencias al Gobierno palestino de
los ingresos que recauda por aduanas e impuestos en nombre de la
Autoridad Palestina, cerca del 70 % de los ingresos de la hacienda
palestina, lo que va en contra de los acuerdos de Oslo. Es necesario
insistir ante las autoridades israelíes para que reviertan esta decisión,
que, además, acarrea dos consecuencias críticas para Israel: En primera
instancia el riesgo de que pronto se vea afectada la cooperación en
materia de seguridad entre Israel y el Gobierno palestino, que dedica
casi un 30 % de su presupuesto a seguridad, y en un horizonte cercano,
unos dos meses, el posible colapso de la Autoridad Palestina, con lo que
ello implicaría para la propia seguridad de Israel. Con el fin de atender
esta situación dramática la Comisión Europea ha anunciado el 17 de
febrero la movilización acelerada de 212 millones de euros en concepto de
ayuda al pueblo palestino, que componen el primer tramo de asistencia
previsto para este año. Sin embargo no basta con la ayuda, y creemos
fundamental que se consolide la reconciliación entre la Autoridad
Palestina y Hamás, pues es condición esencial para avanzar hacia la
construcción del Estado palestino y para transformar la situación
insostenible de Gaza. La falta de reconciliación entre Al Fatah y Hamás y
la ausencia de un Gobierno efectivo de unidad han influido decisivamente
en la actitud de los donantes internacionales a la hora de materializar
los desembolsos de los compromisos financieros asumidos en la conferencia
para la reconstrucción de Gaza que tuvo lugar en El Cairo en octubre
de 2014. Allí se alcanzó el compromiso de movilizar la cifra de 5400
millones de dólares; sin embargo hasta ahora los desembolsos se sitúan en
torno a un 5 % del total.


En cuanto a la contribución de España a la reconstrucción de Gaza,
en la conferencia de El Cairo España anunció una contribución de 36
millones de euros para los territorios palestinos. De esta cantidad
global a desembolsar en el plazo de tres años, la mitad se destinará a
Gaza. España ha iniciado ya la tramitación de los fondos previstos
para 2015: un millón de euros destinado a Pegase, el programa de la
Comisión Europea destinado al pago de los sueldos y salarios de los
funcionarios palestinos, y otro millón otorgado a la agencia UNRWA. Se
trata, como en el caso de la comisión, de un adelanto de fondos ya
presupuestados para 2015 que pretende aliviar la situación financiera de
la Autoridad Palestina.


En el plano internacional España promueve una serie de acciones
para revitalizar el proceso de paz. Desde la perspectiva de la
participación española en el Consejo de Seguridad España considera que el
Consejo puede y debe aunar esfuerzos y trabajar en superar el peligroso
bloqueo en el que el proceso de paz está sumido. Una nueva resolución
basada en los parámetros reconocidos por la comunidad internacional y con
un calendario claro para la vuelta de las partes a la mesa de
negociaciones puede ser un instrumento útil, pero el objetivo no ha de
ser sustituir las negociaciones por una resolución, sino que esta tiene
que servir para desbloquear la situación actual y permitir la reanudación
de las negociaciones. España desea una resolución más efectiva que
efectista que concite el más amplio acuerdo. Para ello es preciso que esa
resolución sea negociada y pactada previamente y suscite el apoyo más
amplio en el Consejo de Seguridad.


En segundo lugar, la revitalización del Cuarteto tras la reunión
mantenida en Munich en los márgenes de la Conferencia de Seguridad es sin
duda una buena noticia. Apoyamos también la idea de trabajar más
estrechamente con países árabes, como Egipto y Jordania, teniendo en
cuenta que con este último compartimos responsabilidades en el Consejo de
Seguridad durante este año. Por ello hemos establecido un canal de
comunicación y consulta con Jordania en Naciones Unidas. El Cuarteto se
ha planteado una colaboración más estrecha con la Liga Árabe, lo que
permitirá una revitalización y actualización de la iniciativa árabe de
paz y aportar elementos para una propuesta política consensuada en torno
a la solución de los dos Estados.


En tercer lugar, y desde la Unión Europea, apoyamos el enfoque de
la alta representante, Federica Mogherini, de una mayor implicación
política de la Unión en el proceso de paz. Hemos celebrado que el primer
viaje que ha realizado la nueva alta representante haya sido precisamente
a Oriente Próximo. Consideramos que a estos efectos la decisión de
recuperar la figura del enviado especial de la Unión Europea para el
proceso de paz elevará la capacidad de interlocución europea en la
región, así como con otros actores clave como los Estados Unidos.


Señorías, después de casi cuatro años del inicio de la Primavera
Árabe la región de Oriente Próximo aparece como un conjunto convulso y
fracturado en el que cada uno de los integrantes estatales está
arrastrado por las turbulencias geopolíticas de la región. La sucesión de
crisis interrelacionadas: Siria, Irak, Yemen y Libia, forma parte de un
mismo escenario caracterizado por múltiples conflictos simultáneos
provocados por causas profundas, como la debilidad de los Estados árabes,
el surgimiento de actores no estatales violentos, la exacerbación de las
lealtades identitarias no estatales, sean étnicas, tribales, religiosas o
sectarias, o la lucha por la hegemonía regional entre distintos actores
regionales y extrarregionales.


En primer lugar, quisiera referirme, por sus dimensiones, al grave
conflicto en Siria, que ha provocado más de 200 000 muertos, 6 000 000 de
desplazados en el interior del país y 3 000 000 de refugiados en países
vecinos: Jordania, Líbano y Turquía, con un potencial destructivo y
desestabilizador muy serio. España ha defendido desde el inicio del
conflicto una solución política basada en un acuerdo entre el régimen y
la oposición, de acuerdo con los parámetros del comunicado de Ginebra
de 2012. Debemos promover el establecimiento de un Gobierno de transición
inclusivo, que abra la vía a una verdadera reconciliación y evite un
colapso institucional, que no haría más que fortalecer la consolidación
de DAESH y de otros grupos terroristas que actúan en territorio sirio.
España mantiene operativa su embajada en Damasco, si bien con unos
efectivos muy reducidos y con un encargado de negocios desplazado, como
otros muchos diplomáticos de la Unión Europea, a Beirut, desde donde
sigue la evolución de la situación.


No cabe duda de que la fragmentación de los grupos de la oposición
siria merma su capacidad de interlocución y el papel indispensable que
están llamados a desempeñar para poner fin a la crisis y garantizar una
transición política con perspectivas de futuro para el conjunto del
pueblo sirio. España ha trabajado en tender puentes de diálogo entre
distintos grupos de la oposición moderada siria a través del denominado
Proceso de Córdoba, una iniciativa lanzada en enero de 2014 para
facilitar reuniones fuera del espacio de conflicto entre diferentes
interlocutores de la oposición, especialmente los pertenecientes a los
distintas minorías étnicas y religiosas de siria. Pensamos que es una
experiencia valiosa y sus resultados podrían sumarse, si así lo
consideran las distintas fuerzas de la oposición, a un proceso más amplio
de negociación.


Dentro de las responsabilidades que hemos asumido en el Consejo de
Seguridad para el periodo 2015-2016 vamos a trabajar activamente en todas
las vertientes del conflicto sirio. Ello incluye la supervisión de la
utilización de instalaciones de producción de armas químicas y dedicar
especial atención al desarrollo de vías de acceso de ayuda humanitaria
para contribuir a paliar la tragedia en Siria. En el Consejo de Seguridad
de Naciones Unidas, España ha asumido el papel de redactor, junto con
Jordania y Nueva Zelanda, sobre la dimensión humanitaria de la crisis
siria, y, por tanto, nos corresponde traducir ese compromiso con el
impulso de una acción responsable y efectiva para fomentar el
cumplimiento de las resoluciones 2139 y 2165 del Consejo de
Seguridad.


Me gustaría recordar que entre 2012 y 2014 el monto de financiación
española en respuesta humanitaria a esta crisis asciende a 18,82 millones
de euros: 1,70 millones correspondientes a 2012; 8,12 correspondientes
a 2013 y 9 millones a 2014. A finales de este mes, está prevista nuestra
participación en la tercera Conferencia de Donantes para el Pueblo Sirio,
que tendrá lugar en Kuwait, bajo el patrocinio del secretario general de
Naciones Unidas. Esperamos poder expresar nuevamente una contribución a
un nivel de financiación similar al del año pasado.


Por otro lado, hemos mantenido reuniones tanto con la subsecretaria
general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, como
con el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de
Mistura, que visitaron Madrid el pasado día 28 de enero. Gracias a estos
encuentros hemos tenido ocasión de conocer con mayor detalle las
implicaciones de esta crisis humanitaria y los condicionantes del plan de
acción.


En el plano político, seguimos con interés la labor del enviado
especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura. Su reciente
visita nos ha permitido conocer con mayor profundidad el plan de acción y
creemos que ante la actual situación, caracterizada por la falta de
confianza, es necesario buscar un enfoque posibilista. Sin embargo,
atendiendo al fracaso de treguas anteriores y a la todavía falta de
aceptación de las condiciones por parte de las fuerzas rebeldes todavía,
tenemos que ser cautos. En todo caso, Naciones Unidas está llamada a
desempeñar un papel fundamental a la hora de poner en práctica el
establecimiento de una zona congelada, en particular en lo que se refiere
a la supervisión de que se respetan los principios aceptados por las
distintas partes.


Consideramos que la interlocución con los distintos actores
regionales: Irán, Arabia Saudí y Turquía, es fundamental para promover
una solución al conflicto sirio. En el marco de los esfuerzos para
fomentar una mayor participación de Turquía en la resolución de la crisis
siria y en la lucha contra DAESH, valoramos el reciente acercamiento
entre Turquía y Estados Unidos. Asimismo, debemos trabajar para que Rusia
e Irán adopten un enfoque más constructivo respecto a la crisis siria. A
pesar de los resultados muy limitados, valoramos la última iniciativa
rusa a favor de la reanudación del diálogo político, que ha tenido lugar
en Moscú a finales de enero, así como los encuentros de la oposición
siria en El Cairo. En el caso de la iniciativa rusa, este país puede ser
decisivo a la hora de lograr un consenso entre las partes en
conflicto.


Señorías, en el caso de Irak, junto con nuestra participación en la
coalición internacional, consideramos indispensable mantener un apoyo
continuo al Gobierno de unidad nacional iraquí del primer ministro
Al-Abadi y a la consolidación del proceso de reformas en el país. Esta
condición es absolutamente prioritaria, porque solamente desde
instituciones sólidas y desde un proyecto común e inclusivo compartido
por las diferentes comunidades podrá hacer frente Irak a los distintos
retos nacionales, en especial a la lucha contra el terrorismo de DAESH.
Tanto en el ámbito de Naciones Unidas, como en el de la Unión Europea
promoveremos la adopción de medidas de acompañamiento a ese proceso de
reformas institucionales en el marco de la consolidación del Estado de
derecho y la democracia que sean emprendidas por el Gobierno iraquí.


España es un firme defensor de la independencia, soberanía e
integridad territorial de Irak, por lo que, atendiendo a la legítima
petición realizada por el Gobierno iraquí para apoyarle en su lucha
contra el terrorismo de DAESH, el Gobierno español obtuvo el 22 de
octubre pasado, con una amplísima mayoría, la autorización del Congreso
de los Diputados para enviar a Irak un contingente de 300 soldados, que
realizará labores de formación y entrenamiento de las fuerzas armadas
iraquíes. Su despliegue ya ha comenzado y parte de los efectivos,
material y equipamientos requeridos han llegado a su destino. Para ello,
contamos con la plena colaboración no solo del Gobierno iraquí, sino
también de las autoridades de Kuwait, que están prestando su apoyo para
que el transporte de personas y equipos se realice de la manera más
eficaz y segura.


El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación ha participado en
las dos reuniones fundamentales de la coalición internacional que lucha
contra DAESH. Se trata de la primera reunión de la Coalición Global, de
más de 60 países y organizaciones internacionales, que tuvo lugar en
Bruselas el día 3 de diciembre pasado, y de la primera reunión del grupo
reducido de la Coalición Global, compuesto por 21 países, que se celebró
en Londres el 22 de enero.


En el primero de estos encuentros se acordó incrementar el esfuerzo
de coordinación en torno a cinco pilares de la estrategia de la
coalición: apoyo militar a los socios de la región; medidas para detener
el flujo de los terroristas extranjeros; medidas para impedir la
financiación de DAESH; ayuda humanitaria y deslegitimación de la
ideología de DAESH. En la reunión del grupo reducido acordamos, por un
lado, mantener reuniones periódicas a nivel de ministros y de directores
y, por otro, crear grupos de trabajo específicos correspondientes a cada
uno de los cinco ejes mencionados. España ha manifestado su interés en
participar en cuatro de los grupos de trabajo y consideramos que el
enfoque birregional que ha querido darse a los grupos, con un
protagonismo especial de los países árabes, fortalece el carácter global
de la coalición.


El terrorismo yihadista tiene que ser derrotado también en el plano
de las ideas, tiene que ser deslegitimado, y, para ganar esta batalla de
las ideas, resulta indispensable contar con la participación protagonista
de los mejores pensadores, líderes religiosos y universidades del mundo
árabe musulmán. En este sentido, cobran un valor añadido las iniciativas
que impulsa España en el campo del diálogo interreligioso e
intercultural, como la Alianza de Civilizaciones en el ámbito de Naciones
Unidas, o el Centro Rey Abdullah Bin Abdulaziz para el Diálogo
Interreligioso e Intercultural, con sede en Viena.


Señorías, me gustaría llamar la atención también sobre otros tres
países de Oriente Próximo que merecen nuestra atención por distintas
razones: Líbano, Yemen e Irán.


En el caso de Líbano, seguimos trabajando para promover la
estabilidad y la seguridad en el país. Muestra de ello es nuestro firme
compromiso con la Fuerza Provisional de Naciones Unidas para el Líbano,
Finul, que se prolonga ya más de siete años y en la que España ha
mantenido una presencia muy destacada desde el momento de su creación.
Como todos recordamos, el pasado día 28 de enero falleció el cabo
Francisco Javier Soria, integrante de Finul, a raíz de un intercambio de
fuego entre Hizbulá y las fuerzas armadas israelíes. Este triste
acontecimiento puso de manifiesto la delicada situación del sur del
Líbano y la función vital que cumple la misión de Naciones Unidas a favor
de la estabilidad y la paz. Seguimos con preocupación la frágil situación
de Líbano, que se ha visto acentuada en los últimos meses por el fuerte
impacto político, económico y social ligado a la tragedia humanitaria
siria y aunaremos esfuerzos para paliar los efectos de esta crisis en el
marco regional, de acuerdo con los principios adoptados en la Conferencia
de Berlín de 28 de octubre de 2014. En el ámbito institucional, esperamos
que las fuerzas políticas libanesas escojan pronto un nuevo presidente de
la República, garante fundamental de la continuidad institucional que
ponga fin a este impasse político-constitucional.


También seguimos con preocupación y gran interés la compleja y
crítica situación política en Yemen, cuyo proceso de transición
democrática ha venido apoyando el Gobierno español desde un primer
momento. Como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas, España participa plenamente en los esfuerzos multilaterales
tendentes a propiciar, a través del diálogo, la adopción de una solución
inclusiva y consensuada por todos los actores políticos yemeníes para
salir de la actual crisis y retomar la senda democrática a la mayor
brevedad. Dicha solución ha de enmarcarse en los acuerdos ya alcanzados,
que constituyen la base del proceso democrático yemení, y debe ser
respetuosa con la unidad, soberanía, independencia e integridad
territorial de Yemen. A estos efectos, España apoya los buenos oficios
desplegados por el asesor especial del secretario general de Naciones
Unidas, Jamal Benomar, para facilitar un acuerdo consensuado entre las
distintas fuerzas políticas que pongan fin a la crisis actual.


En el plano bilateral, el compromiso español se pone de manifiesto
con nuestra presencia en el país a través de nuestra embajada en Saná,
cuyas actividades han sido temporalmente suspendidas desde el pasado 14
de febrero debido al deterioro de la situación de seguridad en la capital
yemení.


En relación con Irán, un país clave en esta región convulsa,
seguimos con interés las negociaciones sobre la cuestión nuclear entre el
grupo UE3+3 e Irán, en las que se han logrado avances sustanciales a lo
largo del último año. No sabe duda de que existe una oportunidad
histórica real para poner fin a más de diez años de divergencias. El
Gobierno de España siempre ha considerado que la solución de la cuestión
nuclear iraní, con las debidas garantías, contribuirá a generar una
dinámica regional de mayor confianza y estabilidad, con repercusiones
positivas para el conjunto de la comunidad internacional.


Asimismo, creemos que Irán es un interlocutor vital en la región de
Oriente Próximo y que algunas de las crisis regionales a que me he
referido, como las de Siria e Irak, no pueden ser resueltas sin su
implicación.


A lo largo de nuestro bienio en el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas, y muy particularmente desde nuestra presidencia del Comité de
Sanciones sobre Irán, seguiremos trabajando activamente para promover la
resolución de una cuestión que pone en peligro la paz y seguridad
internacionales.


Señorías, quisiera concluir mi intervención con una evocación
literaria. En 1803, el viajero catalán Domingo Badía, que adoptó el
nombre árabe de Alí Bey y se convirtió al islam, emprendió un viaje que
le llevó desde Tánger hasta la ciudad santa de la Meca, a lo largo de
Libia y Egipto, y a Jerusalén y Siria antes de regresar a Europa. En el
libro de viajes que recoge sus aventuras y observaciones, la ciudad libia
de Trípoli le causó admiración por su elegante arquitectura y por la
libertad y cultura de sus habitantes. En Gaza recorrió mercados bien
aprovisionados de productos baratos y de calidad excelente y, en
Jerusalén, pudo visitar libremente los lugares santos de las tres
religiones. Al final de su recorrido Alí Bey llegó a Alepo, «tan conocida
como cualquier metrópolis europea» y la encontró llena de extranjeros de
todas las naciones que allí llegaban atraídos por su comercio.


El extraordinario viaje de Alí Bey, doscientos años atrás, nos
recuerda que es posible imaginar un futuro más esperanzador de paz y
seguridad, de prosperidad económica y progreso social, de
tolerancia religiosa y cultura floreciente en toda la
región.


El Gobierno español, las instituciones, los partidos políticos y
las organizaciones sociales tenemos la gran responsabilidad de avanzar en
la consecución de estos objetivos, aprovechando la gran oportunidad que
se nos brinda al estar presentes en los próximos dos años en el Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas y al ser nuestro país uno de los
principales impulsores del diálogo y la mediación en el
Mediterráneo.


Aprovecho esta oportunidad para reiterar el compromiso del Gobierno
de España de seguir trabajando unidos con esos objetivos.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario de Estado,
por su completa y detallada información y por los datos que nos ha
facilitado sobre la política exterior de España en esa amplia y
estratégica región.


Iniciamos el turno de portavoces. Como es habitual, seguiremos el
orden de menor a mayor y por un tiempo máximo de diez minutos.


En primer lugar, tiene la palabra el senador Sabaté, por el Grupo
Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya.


El señor SABATÉ BORRÀS: Gracias, señor presidente.


Quiero agradecer al señor secretario de Estado su comparecencia
ante esta comisión y su exposición, ciertamente exhaustiva, de la
actividad de su ministerio en toda esta zona, afectada por unos
conflictos que, de alguna forma, tienen raíces comunes pero otros
aspectos y matices que los diferencian: el Próximo Oriente y el norte de
África, el Magreb.


El final de su intervención ha sido verdaderamente interesante
desde el punto de vista simbólico: esa descripción de toda la zona a
través del viaje de Alí Bey, con unas regiones prósperas y abiertas que
contrastan con la situación actual de tremendo conflicto, que realmente
supera los ámbitos regionales de estas dos zonas que, en cualquier caso,
están entrelazadas o unidas por la cultura común islámica y,
evidentemente, con elementos comunes en cuanto a la radicalización de
ciertos sectores islamistas.


Repito que se trata de una situación que supera el ámbito regional
y repercute sobre la seguridad y la estabilidad mundial pero, de forma
muy especial, sobre la seguridad y la estabilidad regional y,
evidentemente, la proximidad geográfica de nuestro país, nuestra realidad
mediterránea, nos convierte en una zona de especial afectación.


Usted ha hecho referencia, entre otras cosas, a los incomprensibles
y completamente rechazables atentados de marzo de 2004, que esperamos que
no se vuelvan a repetir, pero que de alguna forma han tenido otros
ejemplos en los atentados en París, en Copenhague o en otras ciudades
europeas y, por desgracia, España no está libre de esa amenaza terrorista
de raíz islamista radical.


Por tanto, es cierto que hay una situación de enorme complejidad,
de alto riesgo y, en este sentido, usted ha descrito, como decía nuestro
presidente, de manera exhaustiva la actividad del ministerio, que
realmente engloba una gran cantidad de iniciativas y de participación en
otras iniciativas de diálogo multilateral que, sin duda, son necesarias.
Sin embargo, permítame que exprese mis dudas sobre la eficacia real del
conjunto de esas actuaciones, no por innecesarias sino por si son
suficientes.


Hay que ver lo que hay detrás del problema. A menudo, al menos en
el debate social y mediático, aparecen visiones muy esquemáticas de los
conflictos y aunque estoy seguro de que esa no es la visión que tiene
nuestro Gobierno ni la que tenemos en el ámbito parlamentario —la
realidad es mucho más compleja— a menudo da la sensación de que
nuestras actuaciones se han centrado más en esa visión simplista y
elemental cuando hemos actuado, por no hablar de nuestra implicación en
el conflicto iraquí en su momento, en la guerra de Irak, o en actuaciones
en lo que se ha venido en llamar las primaveras árabes que, de alguna
forma, vienen inspiradas por una actitud basada en un cierto buenismo, a
veces necesario, pero sin duda de riesgo cuando es lo que inspira nuestra
política como país y las actuaciones de nuestro Gobierno.


Intentaré concretar mi posición y análisis. En el caso del Próximo
Oriente, ha hecho usted referencia al conflicto, quizá no eterno pero sí
secular, entre Palestina e Israel, con difícil solución.


Hay un enquistamiento de posiciones y, más allá de la voluntad de
diálogo y de apoyo de la comunidad internacional a una solución
negociada, tenemos, por un lado, la radicalización de una parte de la
sociedad palestina, Hamás y el enfrentamiento con la Autoridad Nacional
Palestina, y lo que representa la Organización para la Liberación de
Palestina, la OLP, de carácter más moderado, más institucional y más
proclive a la llegada de acuerdos; y, por otro lado, la política del
Gobierno israelí en manos de los llamados Halcones, y la propia actuación
del primer ministro Netanyahu estos días en Estados Unidos que no ayuda
precisamente a generar confianza en su actuación. Por tanto, estamos ante
un tema de difícil solución, pero, sobre todo, por novedad, lo que ha
alarmado más a la sociedad y al conjunto de naciones ha sido la expansión
del conflicto iraquí y la inestabilidad de Siria con la aparición del
Estado Islámico y las consecuencias por su expansión territorial. Esto es
a lo que me refería cuando hablaba de ese buenismo, por lo menos
teóricamente, de la actuación internacional: intervenimos en su momento
en Iraq con la voluntad democratizadora de acabar con una dictadura y
favorecer la democracia, y teóricamente actuamos con la misma voluntad en
Siria; pero en realidad lo que hemos hecho, si se me permite la expresión
coloquial, es abrir la caja de los truenos, destruir una cierta
institucionalidad basada en un poder dictatorial —autoritario,
ciertamente, pero con una cierta estabilidad institucional—, y
provocar una situación caótica prácticamente casi de Estados fallidos. No
es la misma situación en Irak que en Siria, con un conflicto generalizado
y de muy difícil solución. Estamos auspiciando soluciones basadas en el
diálogo, apoyando al Gobierno iraquí, en su intento por estabilizar la
situación, con apoyo diplomático, con apoyo militar, con asesoramiento,
como usted recordaba. Y en el caso de Siria se apuesta por el diálogo,
intentando esa negociación que lleve a un Gobierno de transición entre
los sectores moderados del régimen y del sector de la comunidad alauí y
del partido de Abu Abbas y, evidentemente, la posición moderada al
régimen de Bashar al-Asad.


Todo eso está bien —formalmente es la línea correcta—,
pero tenemos un problema —creo yo— de aliados. Teóricamente,
España, en el marco de la actuación occidental y, por tanto, en el marco
de la Unión Europea y de la Alianza Atlántica, nos estamos moviendo con
unos aliados como son, por una parte, Israel, que es un actor potente y
cuya presencia no se puede obviar en la zona, pero Israel —y
algunos responsables israelíes lo han verbalizado en algún momento—
es una potencia interesada en que no haya un poder estable árabe en la
región por encima de todo. Por tanto, nuestra alianza con Israel puede
tener, obviamente, aspectos positivos, pero es necesaria la interlocución
y la negociación permanente —tenemos una relación diplomática ya
larga en este momento—, y en este caso eso nos lleva a una política
contradictoria, porque precisamente no son lo mismo los intereses de
Israel, basados en su posición en la región y sus necesidades, por
decirlo así, políticas y geopolíticas, que la necesidad de la comunidad
internacional de estabilización y de institucionalización, de llegar a
una solución que recupere de alguna forma un embrión de poder lo más
democrático posible y que recupere unas instituciones que permitan
garantizar la paz. Ese no es el interés de Israel, y no sé cuál es la
posición de nuestro Gobierno. Me gustaría que lo aclarara precisamente
ante la política de un aliado nuestro, pero que tiene unos intereses
claramente contradictorios con los intereses no ya de España, sino con
los intereses de occidente en la región. Esa intervención realizada ante
la Cámara de Representantes norteamericana, aunque le afecta el tema de
Irán, ejemplifica un poco, precisamente, esa diferencia de intereses y de
estrategias.


Por otra parte, usted remarcaba nuestra tradicional colaboración
con las monarquías del Golfo, con los países árabes en general
—especialmente con las monarquías del Golfo, repito— y
nuestra mejora de balanza comercial y nuestra mejora en las relaciones,
cosa que es importante. España debe mantener ese esfuerzo como
interlocutor privilegiado general de los países árabes, pero no hay que
perder de vista también que el conflicto en el Próximo Oriente tiene un
aspecto —uno, pero que no es menor— que es el conflicto entre
las dos grandes facciones del Islam, suníes y chiíes, que están en una
guerra abierta por la hegemonía regional dentro del mundo islámico. No
hay que perder de vista que mayoritariamente las monarquías del Golfo
representan la mayoría sunita y, por tanto, están embarcados en esa
guerra por la hegemonía; por consiguiente, no son una gente neutral.
Estamos de nuevo ante un caso en el cual nuestros aliados potenciales,
que participan en la coalición contra el Estado Islámico, etcétera,
tienen intereses propios, una vez más no coincidentes, insisto, ni con
los intereses de España ni, en general, con los intereses de occidente,
de la propia Unión Europea y de la Alianza Atlántica, ámbitos en los que
nos estamos moviendo. Me gustaría saber cuál es la posición de nuestro
Gobierno también en ese marco.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, senador.


El señor SABATÉ BORRÀS: Un minuto, si me permite, e intento
resumir.


Tema del Magreb: más peligroso si cabe para España por la
proximidad evidentemente geográfica. Usted ha hablado suficientemente de
nuestras relaciones comerciales y diplomáticas, de los esfuerzos con
Marruecos y con Argelia, de la situación complicadísima de Libia, del
apoyo a la intervención de Naciones Unidas y del papel de un alto
diplomático español, como es Bernardino León, que está haciendo un
excelente papel. Pero la inestabilidad de la zona puede ir a más por la
presencia del Estado Islámico precisamente en el territorio y por
situaciones que pueden sobrevenir, como una posible inestabilidad de
Argelia si —evidentemente, no es que tenga ningún interés en el
tema— la salud del presidente Abdelaziz Buteflika se agravase; por
tanto es situación muy delicada que podía llevar a un país que ya ha
tenido conflictos hacia los sectores del islamismo más radical. Es un
país que, como usted ha recordado, tiene un papel importante en los
suministros energéticos a España; evidentemente, es un país próximo
también que afecta a todo lo relativo a las migraciones hacia la Unión
Europea y todo esto en un contexto de debilidad de la Unión por el
Mediterráneo. Usted ha aludido a reuniones, intercambios, pero es bien
cierto que es un proyecto que no está jugando el papel para el que había
nacido, un papel que debería ser determinante precisamente en el diálogo
en el conjunto del área mediterránea.


Finalmente, hay una última cuestión, que es el carácter secundario
de la política de vecindad mediterránea, tanto para la Unión Europea como
para la Alianza Atlántica, y más en este momento en que problemas como el
conflicto sobre todo en el Este de Europa están ocupando prácticamente
toda la atención de la Unión Europea y de la Alianza Atlántica en
detrimento de un conflicto que, a mi entender, es mucho más grave, es
mucho mayor. Sin despreciar y sin minimizar el conflicto de Ucrania o los
conflictos potenciales a lo largo de la frontera rusa con nuestros países
aliados, sin duda el conflicto en el Mediterráneo en general y en el
Próximo Oriente presentan una amenaza mucho más grave, pero está
pareciendo un tema secundario. Me gustaría saber qué está haciendo el
Gobierno español precisamente dentro del marco tanto de la Unión Europea
como de la Alianza Atlántica para intentar corregir esa orientación y
reforzar las actuaciones en este ámbito que nos ocupa.


Perdón por haberme extendido, señor presidente. Muchas gracias,
secretario de Estado.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Sabaté.


Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i
Unió, tiene la palabra el senador Sedó.


El señor SEDÓ ALABART: Gracias, presidente.


Secretario de Estado, gracias por comparecer hoy aquí. Si me
permite, creo que ha hecho un discurso muy diplomático, muy académico,
dándonos a conocer el análisis que hace el Gobierno de la situación en
los diferentes países y en las zonas de las que tocaba hablar hoy, como
son Oriente Medio y el norte de África. Me hubiera gustado, más que
analizarla, una aproximación mucho más política, mucho más valiente, de
cuál tiene que ser la posición de España, así como respecto a la Unión
Europea —no creo que no tengan política, sino que es complicado
definir cuál puede ser ésta—; seguramente en el debate podemos
profundizar.


Quisiera hacer una primera reflexión en lo que yo creo que es un
cambio de escenario a nivel mundial. Siempre hemos dicho que en los
últimos años habíamos pasado del eje atlántico al eje pacífico pero
básicamente, y esto es así, en el aspecto de relaciones comerciales.
Ahora bien, donde se están moviendo los grandes problemas geopolíticos y
geoestratégicos y los conflictos es en Oriente Medio y en el norte de
África y, por tanto, esto nos afecta en suma manera. A mí me preocupa el
posicionamiento de algunas de estas monarquías árabes, con las cuales
mantenemos buena relación e importantes lazos comerciales, por la
posición que mantienen de apoyo a grupos radicales y a líneas islamistas
que no comparten los valores básicos, ya no solo democráticos. Sí podemos
entender que en algunos países entiendan la democracia de forma diferente
a cómo la entendemos nosotros, pero hay que tener respeto a los derechos
humanos básicos, máxime cuando, además, se produce la potenciación de los
conflictos que ya no están únicamente en esas zonas, sino que los están
exportando a nuestros países. Por tanto, eso nos genera un problema de
seguridad importante y un problema de convivencia también con aquellas
personas que, como usted ha dicho, están aquí no tan solo por negocios y
visitas culturales, sino porque se han arraigado y sienten la presión a
veces malintencionada y a veces, digamos, no deseada de la posición que
tienen algunos radicales. Islamismo no es terrorismo, pero hay partes del
islamismo que están usando la religión para sus fines terroristas, y esto
afecta a todo lo que es población de carácter musulmán o que sigue el
islamismo, y nos está generando, y va a seguir haciéndolo en los países
de la Unión Europea, problemas de convivencia.


Por tanto, me gustaría saber si hay posibilidad de hacer políticas
de presión más fuertes a ciertos gobiernos, a ciertos regímenes para
poder intentar frenar el apoyo que dan, y en este caso hay dos ejemplos a
los que me gustaría referirme: uno, el tema de Irak. Usted ha comentado
el apoyo que está dando el Gobierno en tanto que formación, pero no
podemos obviar el papel que ha tenido el Gobierno de Irak o el anterior
Gobierno de Irak en el fomento o en la captación de personal por parte
del ejército del Estado Islámico. Recordemos la fuga masiva con total
laxitud por parte de las fuerzas militares gubernamentales de una prisión
en Irak, en la que básicamente toda esta gente se fue a llenar, a copar
el ejército islámico. Por tanto, me parece muy bien que trabajemos en
apoyo a la gobernabilidad, pero pidamos también respuestas al Gobierno de
Irak en este caso.


Y una cosa similar me ocurre con Israel. No me gusta decir
proisraelí ni propalestino, pero tengo una cierta simpatía por el pueblo
de Israel, aunque en estos momentos no puedo asumir la posición que tiene
el Gobierno actual. Y respecto a la última visita del primer ministro
israelí a Estados Unidos, creo que va a tener más repercusiones para las
relaciones Estados Unidos-Israel de las que nos podemos pensar, algún
cambio se va a producir en este sentido.


Evidentemente, Israel también es un socio comercial importante,
pero igualmente tenemos que llegar a poder presionar más. Al final,
cuando usted dice que la Unión Europea ahora destina una nueva línea
de 200 millones de euros para apoyar a la Autoridad Nacional Palestina, y
que nosotros estamos destinando lo comprometido en los diferentes
organismos o convenciones internacionales, a mí me da la impresión, y a
veces nos lo dicen los ciudadanos, que la Unión Europea está tirando el
dinero, porque construimos aeropuertos que luego bombardea Israel,
volvemos a construirlos, los vuelven a bombardear, y estamos en cierta
manera, si me permiten la expresión, tirando el dinero. Por tanto, estas
aportaciones económicas, estas ayudas a Palestina y al pueblo palestino
tienen que existir, pero tiene que haber una contraposición de presión al
Gobierno israelí. Decirlo es muy fácil, conseguirlo… Evidentemente,
usted ha hecho referencia a que ha habido reuniones del cuarteto en
Múnich para intentar volver a reactivar el proceso de paz. Yo comparto la
opinión del Gobierno en cuanto a que la solución es la existencia de dos
Estados, con reconocimiento pleno tanto de Palestina como de Israel, así
como el reconocimiento por otros Estados árabes o islámicos del Estado de
Israel. Esto se tiene que intentar promover, y me gustaría que lo
pudiéramos conseguir.


Quisiera saber en qué punto está el Gobierno español respecto al
tema del reconocimiento de Palestina. El ministro García-Margallo estuvo
en esta comisión, y yo compartía con él seguir la posición europea; yo
creo que eso es básico. Algunos Estados han avanzado, y esto ha roto un
poco este esquema unitario europeo. Por tanto, me gustaría saber, repito,
cuál es la posición tanto del Gobierno español como la de otros Estados,
y si habido conversaciones en este ámbito para lograr un reconocimiento
global por parte de la Unión Europea.


Apoyo también todas estas iniciativas para fomentar el diálogo con
el norte de África y el Magreb. Usted ha hablado de casas, pero a mí me
gustaría, porque barro para casa, que se refiriera al Instituto Europeo
del Mediterráneo, que es uno de los interlocutores muy activos en este
diálogo norte-sur en el Mediterráneo en el que, además, el Gobierno es
parte activo del mismo.


Soy un poco escéptico con el papel de la Unión por el Mediterráneo.
En su momento, el Gobierno francés intentó hacerlo suyo y cambiar las
estructuras, pero desgraciadamente no es una organización que haya
terminado de despegar, especialmente en el ámbito de lo que podría ser la
cooperación económica y comercial para favorecer estos lazos.


Al final, vemos que las primaveras árabes no han terminado de
florecer como quisiéramos. No soy muy poético, pero nos hemos quedado
encallados. Túnez, la más avanzada y con más posibilidad, últimamente
también ha quedado un poco rezagada. La situación en Libia es,
evidentemente, caótica y preocupante.






Vuelvo a preguntar al Gobierno si
en el marco de la Unión Europea tiene pensado o analizado, conjuntamente
con la comunidad internacional, la posibilidad de dividir Libia en dos
Estados. Sabemos cómo se crearon algunos de estos Estados, y me gustaría
saber si podría haber una solución en este sentido, porque quizás, más
que hacer reuniones o convenciones, la Unión Europea debería tomar una
actitud mucho más activa en el norte de África con todas las
consecuencias. Antes se ha comentado también el aspecto de la política de
vecindad, la diferencia de actuación que hay en el Este, el caso de
Ucrania, con la que hay en el sur. Igual tendríamos que tener una actitud
mucho más activa en la defensa de los intereses europeos en el sur del
Mediterráneo pues también son muchos.


Y cuando hablamos del peso energético en la crisis de Ucrania,
evidentemente, la situación de Libia y Argelia es importantísima para el
suministro de gas y petróleo para la Unión Europea. Por tanto, tendríamos
que ser mucho más activos, con todas las consecuencias, y promover una
actitud más activa en el marco de la Unión Europea y en la toma de
decisiones.


Una última cuestión sobre Siria. Hace dos semanas en el último
Pleno se aprobó una moción —creo recordar que por unanimidad—
relativa al papel de los cristianos, un tema que preocupa mucho en esta
Cámara, que entre otras cosas pretende facilitar temporalmente el acceso
de refugiados sirios a España, incluso en el ámbito estudiantil, en el
marco de la Unión Europea. Me gustaría conocer si el Gobierno español
tiene algún plan en este sentido.


Y termino. En cuanto el papel de Al-Asad, algunos dicen que el
enemigo de nuestro enemigo es nuestro amigo pero, en este caso, no
podemos decir lo mismo porque en Siria hay una situación complicada, por
su régimen y por el ejército islámico. Me gustaría conocer la posición
del Gobierno español a este respecto, si creen que existe alguna
posibilidad de que se pueda producir algún cambio o si la comunidad
internacional tiene que fortalecer temporalmente el Gobierno actual para
luchar contra el ejército islámico, y evitar seguir manteniendo en el
Gobierno a una persona que ha cometido crímenes contra la humanidad.


Muchas gracias, señor presidente. Gracias, señor secretario de
Estado.


El señor PRESIDENTE: Gracias, senador Sedó.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el senador
Losada de Azpiazu.


El señor LOSADA DE AZPIAZU: Muchas gracias, señor presidente.


Señor secretario de Estado, en nombre de mi grupo le doy la
bienvenida a esta sede y aprovecho la oportunidad para desearle éxitos en
su gestión, porque serán los de toda España, y lo digo porque entendemos
siempre la política y la acción exterior como una cuestión de Estado en
la que nosotros, como un partido que ha ejercido su labor en el Gobierno
durante muchos años así lo entiende, y por ello estoy convencido de que
mis palabras las tomará siempre como una cuestión política y proactiva,
más allá de lo que pueda considerar crítica o puntos de vista
diferentes.


Ha hecho una exhaustiva exposición, quizás demasiado descriptiva, y
mi grupo echa en falta concreción y datos que confirmen avances
políticos, sobre todo en la estabilización de estas importantes áreas y,
si me permite la expresión, parecía que estaba hablando más un
subsecretario que un secretario de Estado; quizá sea fruto —lo digo
intentando poner en valor lo que debe ser una política de acción
exterior— de que llevamos tiempo sin liderazgos, ausentes de
núcleos activos, de ser actores políticos en zonas importantes. Al final
de su intervención ha citado una frase de Ali Bey, y yo tengo que citar
esa frase típica de Séneca: no hay viento favorable en un barco para el
que no sabe dónde va. En este territorio estamos perdiendo influencia
como país, como dinamizadores, estamos diluidos en otros países cuando en
esta zona éramos no solo un elemento informador sino un socio que la
Unión Europea y Estados Unidos consideraban muy importante; creo que esto
ha sido producto de cambiar una política de hechos por una política de
viajes —que usted exhaustivamente ha comentado—, viajes
muchas veces sin sentido, sin estrategia definida, de los que, por
cierto, hemos recibido escasa información parlamentaria.


Señor secretario, creo que su exposición ha sido demasiado
administrativa, quizá sea el subconsciente que nos invade a todos cuando
nos falta chicha, si me permite la expresión, y espero que pueda
concretarnos algo más en su segunda intervención. Deseamos que nuestra
presencia como miembro temporal en el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas, por la que nos felicitamos todos, sea un acicate para
retomar una actitud proactiva, para volver a ser un país clave, por su
posición geográfica y por su vocación histórica en la resolución de estos
conflictos tan importantes y que afectan no solo a esta área del
Mediterráneo sino a todo el mundo, y también será necesaria una mayor
implicación diplomática, como ha dicho usted, con los miembros que
integran la Liga Árabe.


Mi grupo considera que estamos perdiendo un tiempo precioso para
establecer una nueva diplomacia y un nuevo escenario mundial, que saben
que existe, que es multipolar y de desorden y disfunción del poder, que
son ejes estratégicos que ya todos los países están estableciendo en sus
políticas exteriores, y debemos abordar también algo que he echado en
falta en su intervención, que es la política común de seguridad y defensa
en la Unión Europea que nos permita acompañar a Estados Unidos en nuevo
posicionamiento global. Como usted sabe, Estados Unidos ha establecido un
nuevo posicionamiento político geoestratégico global de su diplomacia y
su acción exterior, y considero que como nación debemos estar dentro de
una política común en la Unión Europea.


Por ello, aunque hablemos en esta intervención de Oriente Próximo y
de África, creo que hay que hablar mucho más de la Unión Europea y de
fortalecer a Europa para actuar con determinación y con posibilidades de
éxito porque estamos ante un debate de gran calado. También he echado en
falta libertad versus seguridad y Unión Europea frente a unilateralismo,
porque si no hacemos una política de seguridad global con la Unión
Europea como vértice de ese eje, va a ser muy difícil que podamos llevar
a cabo una actuación proactiva.


Ha mencionado usted una hoja de ruta 2014-2017. Me gustaría saber
cómo va a estabilizar el continente africano, y quiero transmitirle
también que en nuestra opinión debemos establecer todas nuestras
actuaciones dentro de una estrategia de larga duración, incluso
indefinida en el tiempo. La situación en esta zona ha dejado de ser de
corto alcance, posiblemente pasarán décadas y seguiremos hablando de este
tema, por eso nuestra visión política debería ser a largo plazo, quizá
indefinido. Estrategias donde sea preciso integrar —usted lo citó y
lo han citado también mis colegas— a los actores presentes en este
territorio, a los diferentes Estados, naciones, grupos religiosos y
etnias que mantienen relaciones implicadas y alambicadas interrelaciones,
a veces esquizofrénicas, si me permite la expresión. Nuestros socios más
seguros o más próximos tienen un concepto del Estado Islámico totalmente
contrario al de la Unión Europea y al que tenemos nosotros como país, lo
que trae consigo una dificultad que comprendo que para quienes están en
este momento llevando a cabo una labor en Exteriores es a veces bastante
conflictiva, sobre todo para tener una doctrina política y diplomática
que realizar porque ningún objetivo tendrá visos de salida si no están
integrados Arabia Saudí, Qatar, Irán, Egipto, Turquía en ese entramado
Rusia-Turquía-Unión Europea, y Jordania, por no citar a Israel y el
Estado Palestino.


Por ejemplo, me gustaría conocer su posición sobre el cumplimiento
de las resoluciones de Naciones Unidas con respecto a Israel, y también
me gustaría preguntarle —porque no lo ha dicho— qué va a
hacer el Gobierno ante el resultado de la investigación de la ONU acerca
del asesinato de un compatriota español por tropas israelís, tema de una
gravedad tremenda, es decir, me gustaría saber cuál es la posición
política del Gobierno una vez que la ONU ha demostrado lo que por
desgracia suponíamos.


Me gustaría hablarle de la contundente acción contra el denominado
ISIS, Daesh o Estado islámico. Tuvimos ocasión de debatir en la moción
que presentó el Grupo Popular sobre las religiones y dijimos que debíamos
romper con los proveedores, con los financiadores y con los países que
están financiando un ejército. Sabemos que, aunque esté ahora de moda el
creacionismo —que parece que en España vuelve—, las cosas no
nacen porque sí, y el Estado islámico es un ejército regular, no es un
ejército irregular. Y los ejércitos regulares se nutren por las vías
regulares, y sabemos cuáles son los países de Oriente Próximo y también
los países de Europa que están financiando y proporcionando las armas a
este Estado.


Me gustaría saber cómo ve la consolidación democrática, si el
Gobierno considera la última sentencia del Tribunal Constitucional
egipcio un paso atrás, que ha vuelto a retrasar las elecciones en Egipto.
Él hablaba de libertad, de democracia. La democracia es el mejor aliado
para resolver estos problemas en estos países. Cuanta mayor democracia
haya en estos países, más posibilidades habrá de que esto se resuelva y
de que los violentos vayan desapareciendo.


Quisiera que me dijera si observa un avance en las relaciones
turco-iraníes, si vamos a ser contundentes en nuestras posturas con las
monarquías del golfo Pérsico, o si nos vamos a dedicar únicamente a poner
en valor las balanzas comerciales.


Me gustaría saber si el Gobierno ve en las resoluciones tanto del
Congreso como del Senado acerca del reconocimiento estabilización y su
capacidad como mediador del Estado palestino, qué actitud va a tomar a
corto plazo y qué posición política vamos a tener en Siria y en Libia,
además de nuestra pertenencia a las coaliciones internacionales como en
Irak.


He echado en falta un análisis en profundidad para no volver a
cometer errores sobre cuál fue el resultado de una política activa ante
el proceso de las revoluciones árabes. Antes ha dicho que la primavera no
ha llegado, en mi opinión ha sido demasiado poético. Tenemos un agujero
negro —no es el del universo—, un auténtico agujero negro en
esta zona de África. Por tanto, me gustaría saber qué visos tiene el
Gobierno de España no solo de la acción del enviado especial sino de la
situación de este país en el futuro.


Igualmente me gustaría conocer qué posición tiene el Gobierno, y
también dentro la Unión Europea, en cuanto a los nuevos flujos económicos
en esta zona, cómo están los protocolos financieros de la denominada
política mediterránea renovada, y también algo muy importante que a veces
se suele quedar en segundo o en tercer plano pero que nos debe hacer
reflexionar, sobre todo a España: cómo son los efectos del fenómeno
migratorio y sus relaciones con estos actores regionales.


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señor Losada.


El señor LOSADA DE AZPIAZU: Voy terminando, señor presidente. Le
ruego que me conceda un minuto.


Me gustaría conocer también cómo ve en este momento la posición
rusa en ese epicentro entre Turquía, Irán y Siria, y también si han
detectado —como está pasando en África, no tanto en el norte pero
sí en el Sahel— la presencia de China, si esto va a traer consigo
más radicalismo; o si pierde presencia la Unión Europea como actor y se
quedan Estados Unidos, China y Rusia como naciones en el arreglo
posterior de esta situación.


Ha citado usted lo del Magreb, lo del Sáhara. Me gustaría que me
dijese, aparte de que fue una buena ocasión para unirse —no sé si
fueron estas sus palabras—, cómo está la situación, qué
expectativas hay en este momento después de la reunión del enviado para
el Sáhara, si ha variado algo o si estamos en las mejores condiciones de
resolver este problema.


Otra cuestión. Sobre Israel y Palestina. En opinión de mi grupo,
todo lo que sea un debilitamiento de Mahmud Abás es dar vigor a los más
radicales, y España debe intentar evitar decisiones unilaterales que
dificulten el fin último que es la solución de dos Estados, tanto por las
maniobras de Israel como por el acceso al tribunal internacional que
usted ha citado. Va a ser mejor si potenciamos a Mahmud Abás porque la
capacidad de los radicales será menor.


Termino, señor presidente. Esto es fruto de una cuestión que
llevamos décadas obviando, que es: ¿cuál es el núcleo de todo este
problema? Ahora es el Estado islámico, es el yihadismo, antes fue Al
Qaeda, antes fueron grupos similares, etcétera. Esto es de libro y se ha
estudiado: son las indecisiones de occidente. Primero, estos grupos
consiguieron neutralizar la capacidad occidental de intervenir sobre el
mundo islámico, aprovecharon mandatos ilegales, aprovecharon nuestras
inercias para defender cuestiones que a veces no tenían ningún apoyo
global como es el de Naciones Unidas, y una vez que consiguieron
neutralizar o limitar la capacidad occidental, se dedicaron a
desestabilizar, a combatir y a generar conflictos en regímenes autóctonos
que no establecen un estado que quiere islamizar a la sociedad. Ellos
avanzan y nosotros retrocedemos. Y hemos dejado transcurrir mucho tiempo,
y ahora lo más preocupante es que estamos inmersos en ese debate que le
decía al principio: seguridad o libertad, Unión Europea y un estado, y un
componente de bienestar, de occidentalismo, o una situación de total y
absoluta guerra de dos intereses religiosos y dos intereses totalmente
ajenos. España, con políticas activas y conjuntas, bajo el paraguas de la
ONU, debería establecer políticas exteriores claras, fuertes e
integradoras en la Unión Europea, con la presencia activa de actores
regionales en la resolución de sus conflictos y con una contundente
acción contra el terrorismo pero manteniendo un respeto profundo a la
legalidad, y ningún paso atrás en la libertad, en las formas de vida, en
las formas y características de lo que somos como país, pertenecientes a
la Unión Europea. Más allá de un debate sobre seguridad en un territorio,
como tuve ocasión de exponer en la defensa de esta moción, es un debate
para defender el desarrollo, el bienestar y la democracia en estos países
tan convulsos y tan necesitados de estas tres características que he
citado.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Losada.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la senadora
Suárez Valerón.


La señora SUÁREZ VALERÓN: Muchas gracias, señor presidente. Buenos
días, señor Ybáñez.


Antes que nada, quiero agradecer, en nombre de mi grupo, su
presencia hoy en esta Comisión de Asuntos Exteriores y también la
detallada intervención que nos ha facilitado sobre la labor reciente que
está desarrollando su ministerio en política exterior y de
cooperación.


Ante los recientes y repugnantes acontecimientos a los que Europa
en su totalidad ha tenido que enfrentarse, mi grupo no puede estar más de
acuerdo con usted y con su ministerio sobre la preponderancia y el papel
activo y preponderante que España debe jugar y juega como país europeo y
como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas tanto en Oriente Próximo como en el norte de África y en el
Magreb, teniendo en cuenta no solo la afinidad geográfica que compartimos
con estas regiones, sino los lazos de amistad históricos que nos unen y,
cómo no, el impacto directo que tienen en nuestra economía y la seguridad
de nuestras fronteras; un consejo en donde España —como no podía
ser de otra manera— ha renovado su firme compromiso con los
propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, el apoyo al
Estado de derecho como prerrequisito esencial para la paz y seguridad,
tan necesaria hoy en nuestro entorno inmediato, así como el desarrollo de
una activa militancia en la prevención de conflictos.


Quiero además aprovechar esta ocasión que me ha facilitado mi
grupo, como canaria que soy, para agradecerle su próxima visita a Casa
África en Las Palmas de Gran Canaria el próximo 9 de marzo para la
presentación que el Real Instituto Elcano hará del informe España mirando
al Sur: del Mediterráneo al Sahel, hacia donde —lo creo firmemente
tanto yo como mi grupo— no debemos nunca dejar de mirar, porque no
solamente con ellos compartimos economía, no solamente compartimos
cultura, no solamente compartimos frontera, sino que además, hoy en día,
en un mundo globalizado como en el que vivimos ninguna región ni ningún
país debe quedar fuera.


Muchas gracias, señor Ybáñez.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora.


El secretario de Estado tiene la palabra para contestar a los
portavoces.


El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ASUNTOS EXTERIORES (Ybáñez Rubio):
Muchas gracias, señor presidente. Muchas gracias señorías por las
preguntas.


No sé si las respuestas que les voy a dar son las propias de un
subsecretario, de un secretario de Estado, de un político o de un
diplomático, intento combinar ambas facetas. Evidentemente, mi origen
claramente diplomático puede ser que se note en algunas de las
cuestiones.


Entraré en el detalle. Creo que es bueno para las relaciones
internacionales combinar esos dos elementos: el diplomático, que
evidentemente es el que nos permite relacionarnos con los países, y el
político —en el que recojo muchas de las ideas—, que es el
caso de la política exterior, para que sea una política de consenso.


Intentaré responder un poco a las diferentes cuestiones. En algunos
casos los temas han sido abordados por varios senadores, con lo cual
contestaré conjuntamente. Empezaré por el primero, como es lógico, por el
senador Sabaté, a quien quiero agradecerle sus amables palabras. Voy a
responderle. Quizás, para no hacerlo excesivamente largo, me voy a
concentrar en los temas principales. Usted ha abordado una cuestión
especialmente importante, la valoración que hacemos de las primaveras
árabes, llámense como se llamen, algunos las han querido llamar de otra
forma, algunos han dicho de primavera y, volviendo al tema poético, que
en lugar de primavera deberíamos hablar de invierno árabe. Hay que tener
un poco de cuidado cuando hacemos una valoración porque puede ser
—y retomo lo que el senador Losada ha dicho— un poco
europeo-centrista. Tendemos a ver los temas desde nuestra perspectiva, lo
cual es normal, pero también viene bien que, de vez en cuando, nos
pongamos en la mente del otro para ver por qué surgen los fenómenos. La
primavera árabe se inició en Túnez, pero el origen no es el que nosotros
hemos visto después. El origen era una persona que, por diferentes
motivos —se mezclaba lo político, lo económico y, por tanto, lo
personal y lo público—, sentía una gran frustración ante la
situación que vivía su país y la que él vivía personalmente, y de ahí
cometió el acto de inmolarse, y eso generó todo un descontento en la
sociedad. Por tanto, las primaveras árabes cuando se inician, aunque
ahora las veamos desde el lado del surgimiento de los movimientos
islamistas, en otros países —Túnez es un ejemplo bueno y Egipto es
otro buen ejemplo— son realmente una manifestación de descontento
con su situación, con su situación política y su situación económica. La
parte más joven de esa sociedad sobre todo manifestaba un profundo
descontento con lo que había sido el desarrollo político. Por tanto,
aunque evidentemente era importante cómo había sido la relación de
occidente —de Europa en concreto— con esos países, hay que
ver el surgimiento de las primaveras árabes como un problema propiamente
interno, de unas sociedades árabes, de unas sociedades que han entrado en
crisis. Eso es lo que tenemos que afrontar, independientemente de
echarnos culpas, que seguramente de muchas cosas las tenemos en Europa,
pero lo importante es saber reaccionar a una voluntad de
transformación.


El senador Losada ha mencionado el tema de la seguridad o libertad.
Yo añadiría seguridad, libertad y bienestar, porque el elemento bienestar
es sin duda esencial en esa ecuación y en esa convicción. Tal como
estaban organizadas sus sociedades, cada uno de sus ciudadanos, y muy
especialmente los que se manifestaban en contra de los regímenes, no
podían prosperar como ellos querían, no tenían el margen de libertad que
querían, no tenían la seguridad política y personal que ellos deseaban, y
eso sin duda les llevaba a manifestarse al respecto. Este es el sentido
con el que tenemos que abordar la cuestión.


Curiosamente, cuando uno analiza los textos de Al Qaeda y de los
movimientos terroristas internacionales, sus primeras valoraciones sobre
las primaveras árabes son muy negativas porque justamente ellos tenían la
sensación de que se les había ido, de que no era donde ellos querrían que
fueran. Ellos veían mucho más una confrontación de los grupos terroristas
contra el liderazgo, por el ejercicio de la violencia y del ataque
directo. Lo vemos en Túnez, pero mucho más en Egipto donde había un
movimiento terrorista importante. Que la contestación viniera justamente
de la parte más joven de la sociedad, sin ninguna relación con todos
ellos, ha hecho que ellos no consideraran al principio que las primaveras
árabes eran algo positivo en sus objetivos —evidentemente con los
que nosotros no coincidimos—, sino todo lo contrario, que era un
retroceso porque surgían unos movimientos diferentes. Luego, después,
surgen ellos como actores en cada uno de estos fenómenos y se han hecho
presentes de una forma diferente. Pero realmente las primaveras árabes
—y por eso a mí me gusta utilizar el término de primavera árabe a
pesar de las críticas que algunos hacen— tienen ese elemento de
despertar, del despertar de unas sociedades árabes necesitadas de cambio.
Ahí es donde está la responsabilidad de Europa en su conjunto, o de
occidente y de los otros países de la comunidad internacional que han de
estar cerca de estas transformaciones y ayudarles en todos los sentidos,
evidentemente, en cada una de las facetas: en el elemento de la libertad,
en el elemento de defensa de los derechos y libertades al respecto, en el
elemento del crecimiento económico, que es sin duda esencial, y, cómo no,
en el elemento de seguridad, cuya necesidad se ha acrecentado todavía más
por el surgimiento de estos fenómenos terroristas en todos los países.
Por tanto, en ese sentido tenemos que tener una valoración de las
primaveras árabes sabiendo —como los senadores han dicho— que
generan muchas incertidumbres y fenómenos, que, evidentemente, nosotros
no deseamos ni apoyamos.


Coincido plenamente con el comentario que ha hecho el senador
Sabaté sobre Oriente Próximo. Desgraciadamente lo que vemos —lo he
intentado decir en mi primera intervención— es que se están
reforzando los radicales en ambos lados. Eso evidentemente es negativo.
Nosotros debemos mantenernos donde hemos estado siempre, en el
recordatorio de la solución de los dos estados, que es justamente el
punto de encuentro de unos y de otros, que se pueda ser evidentemente
amigo de Israel y de Palestina al mismo tiempo sin ningún problema.
Queremos justamente que haya dos países que puedan convivir
conjuntamente, mano a mano, y que puedan hacerlo de una forma pacífica
asegurando la seguridad de ambos lados.


Se ha hablado del tema del refuerzo del presidente Mahmud Abás. Sin
duda ese esfuerzo lo debemos hacer entre todos. Cuanto más cercanos
estemos a Mahmud Abás mejor, y así lo hizo el ministro cuando estuvo con
él en Palestina, cuando pudo hablar con los otros líderes palestinos
allí. Es importante que ellos también hagan un esfuerzo de inclusividad y
de acercamiento a las otras partes. Hemos de apoyar esas
iniciativas.


Se ha mencionado el tema del viaje del primer ministro Netanyahu a
los Estados Unidos. Yo creo que, efectivamente, hay unos elementos de
preocupación al respecto. He estado leyendo estos días en la prensa
israelí que todavía hay una crítica —que ya veremos cuál va a ser
su efecto sobre las elecciones— a algunos elementos del discurso
del primero ministro Netanyahu en Estados Unidos —en el que nos
hemos centrado nosotros, que lo vemos desde aquí—, de ese
enfrentamiento con el presidente Obama que habrá que ver cómo se traduce
políticamente en sus propias elecciones. Israel es una democracia
plenamente reconocida. Todos tenemos que esperar el resultado de sus
elecciones. Esperamos que lo que salga de las elecciones sea lo
contrario, una victoria de las fuerzas más moderadas al respecto. Además,
el propio sistema democrático israelí hace prácticamente seguro que
tendrá que haber unas coaliciones para llegar al gobierno y, por tanto,
con quién se forman las coaliciones también va a cambiar mucho las
cosas.


Cuando el ministro estuvo en Israel también aprovechó para ver
tanto al Gobierno como a la oposición, y yo creo que por ese lado hay que
seguir insistiendo a todos ellos que una vez que pasen las elecciones, la
prioridad —yo creo que somos muchos los que lo decimos— es
volver a las mesas de las negociaciones. Y para eso hay que seguir
ejerciendo presión tanto sobre la Autoridad Nacional Palestina como sobre
el futuro gobierno israelí, sobre las fuerzas políticas en Israel. Pero
evidentemente el crecimiento de los radicales en ambos lados es sin duda
muy importante.


En las anteriores elecciones israelíes, y volvemos a tener este
tema en estas nuevas elecciones —y cuando uno ve los medios
israelíes, se da cuenta de ello—, el proceso de paz, que para
nosotros es el centro de las elecciones, curiosamente no es el elemento
central, sino que hay otros elementos en su debate como la situación
económica, que tiene, sin duda, también su importancia.


Mencionaba el senador Sabaté el asunto de los países del golfo, el
conflicto chiita y sunita. Yo creo que ahí el mensaje vale para los otros
asuntos: la importancia del diálogo interreligioso. En concreto hablaba,
no solo usted sino otros senadores, del tema saudí y de cómo aproxima a
estos temas. Para nosotros el hecho de que el anterior rey de Arabia
Saudí decidiera crear el Centro del diálogo interreligioso e
intercultural en Viena ya es una buena señal. Que una monarquía tan
ligada a la religión haya considerado que su monarca debe dejar un
resultado de cara al futuro, un centro donde se hable entre las
religiones es un buen elemento, porque al contrario más bien podría
parecer en algunas de las cosas que superamos el elemento de la exclusión
del otro con la idea de la inclusión del otro. En ese sentido, estamos
muy contentos de participar con Arabia Saudí y con Austria en este
centro. Pensamos que es un buen instrumento con el que se puede
trabajar.


Como saben, el centro, además de la reunión de las partes, donde
estamos los tres países, y la Santa Sede como observador, tiene un
consejo director de religiosos, y ahí están los líderes religiosos de las
diferentes confesiones: dentro del mundo musulmán están los chiitas y los
sunitas, pero también están los cristianos, sean católicos o de otras
confesiones, y la confesión israelí, los judíos, están muy presentes al
respecto. A nosotros nos parece que ese es un buen instrumento justamente
para deshacer el discurso de los radicales, que vienen a decir que la
única forma de relacionarse entre las religiones es la confrontación. Al
contrario, nosotros pensamos que el diálogo es el elemento central y el
hecho de estar en este centro con Arabia Saudí es un elemento
importante.


Tengo que señalar en cuanto al Magreb, Argelia, lo muy positivo de
la transición en Túnez, a la que tenemos ahora que conseguir acompañar,
sobre todo en la parte europea, para que se pueda dar ese elemento de
crecimiento económico. También lo hemos visto en el caso de Argelia y de
Marruecos. Yo creo que cada uno, con su propio pasado y su relación,
están en ese proceso de transición política. Se han ido celebrando
elecciones en ambos países. Evidentemente, en el caso de Argelia el hecho
de que haya vivido en un pasado muy reciente una confrontación civil tan
importante y tan dura como la que sufrió Argelia condiciona cómo llevan a
cabo esa transición. El caso de Marruecos también es un ejemplo muy
positivo. A veces nos concentramos —solemos hacerlo— en la
parte más tensa y más complicada y hablamos siempre de Libia, pero
Marruecos es un buen ejemplo, donde ha habido unas elecciones, un partido
islamista que ha ganado esas elecciones, ha formado gobierno, y lo está
haciendo en el marco constitucional acordado por todas las fuerzas
políticas sin ninguna deriva peligrosa, sino todo lo contrario, y eso es
una buena noticia que tenemos que mencionar desde España.


A la Unión por el Mediterráneo se han referido los senadores Sedó y
Sabaté, quizás les he notado un poco negativos respecto de la UPM. Es
verdad que hubo un momento, el de algunas propuestas francesas sobre la
Unión por el Mediterráneo, en que teníamos un cierto temor a una deriva
negativa. Yo trabajo muy intensamente con la UPM y les digo que es un
ejemplo de éxito, lo veremos en el tiempo. Están trabajando en proyectos
concretos, no en los grandes debates porque la confrontación es mucho más
fácil y la división mucho mayor, en proyectos concretos, en proyectos de
agua, en proyectos... Se ve, porque yo voy a menudo a la UPM a trabajar.
Ahí vemos a los representantes de todos los países —están Israel,
los países árabes— y trabajan conjuntamente en proyectos. Por
tanto, ir con los resultados concretos es siempre importante.


Mencionaban los senadores la importancia de que la Unión Europea
esté apoyando. Recuerdo siempre un debate que tuvimos —estaba el
ministro García-Margallo presente en Nueva York— entre todos los
ministros de Asuntos Exteriores —era el último debate en que el
ministro sueco Carl Bildt estaba presente— y el tema de discusión
era básicamente Ucrania —era el momento de la crisis de
Ucrania—. Estaba el ministro sueco interviniendo, hablando de la
amenaza que suponía el conflicto en Ucrania y la anexión ilegal por parte
de Rusia de Crimea, y al final de su intervención él mismo dijo: Estamos
hablando de un conflicto que, sin duda, afecta a la seguridad y a la
estabilidad futura de Europa, pero lo que realmente a nosotros como
europeos nos tiene que preocupar es lo que está ocurriendo en Libia. Que
diga eso un ministro sueco demuestra que el mensaje que nosotros y otros
países hemos ido pasando ha sido recibido. Esa vecindad, esa cercanía con
esos países árabes es una amenaza y es importante que Europa no deje de
tenerlo en cuenta.


El senador Sedó nos planeta el problema de la seguridad en la zona.
Totalmente convencido. Islamismo y terrorismo es una conexión que
intentamos —entendiendo por qué se hace— desde el ministerio
no hacerla. Por ejemplo, nosotros no utilizamos nunca el término Estado
islámico porque pensamos que reconocer a ese grupo terrorista una
capacidad de ser estado y reconocerle esa conexión con el Islam va en
contra tanto de lo que nosotros consideramos un estado y todavía mucho
más de lo que consideramos una religión de paz como es el islam. En ese
sentido, nosotros pensamos que hay que tener mucho cuidado.
Evidentemente, las cosas buenas se pueden utilizar para un objetivo malo,
y este es un caso claro, la utilización de la religión islámica a favor
del terrorismo. Yo creo que eso es importante. Y ahí hay que trabajar
—lo ha mencionado usted mismo, senador— el tema de Irak, en
la contraposición entre lo que era el anterior gobierno y lo que es este
nuevo gobierno. El gran cambio de un gobierno a otro es el elemento de
inclusividad. Si un gobierno intenta gobernar de una parte de la sociedad
contra el resto de la sociedad, genera lo que en Irak ha pasado y lo que
hemos tenido al final. Las nuevas autoridades en Irak tienen una idea
mucho más inclusiva y es importante que Europa lo apoye. (El señor
vicepresidente, Benítez de Lugo Massieu, ocupa la Presidencia).


Se han mencionado algunos casos, el senador lo ha dicho, como esa
percepción por la ciudadanía de que la Unión Europea estaría tirando el
dinero. No es nuestra impresión, y no lo es sobre todo cuando hablamos
con los interlocutores en la zona. Por ejemplo, cuando el ministro estuvo
en Palestina, tanto en Ramala como en Gaza, la percepción de la
ciudadanía palestina era clara: Europa ha estado con nosotros desde el
principio, sigue estando y queremos que siga estando. Evidentemente, a
veces nos ocurre lo que el senador ha mencionado, y es que se financia
una obra pública, como puede ser un aeropuerto, y el conflicto hace que
se destruya. Pero creo que eso no nos tiene que llevar a pensar que no
tenemos que financiar aeropuertos, sino a que tenemos que hacer todos los
esfuerzos para evitar que una nueva ofensiva —en este caso
israelí— pueda destrozar lo que hemos hecho. Por lo tanto, ahí el
trabajo político es sin duda lo más importante.


Me preguntaba respecto al reconocimiento de Palestina. La Unión
Europea en cuanto al objetivo final se ha mantenido siempre unida. Creo
que la unidad de la Unión Europea se ha reforzado en el caso del
tratamiento del tema palestino. El objetivo final es que toda la Unión
Europea termine por reconocer a Palestina —es nuestro objetivo,
porque es el elemento central de la concepción de la solución de los dos
estados—, pero luego es cierto que la aproximación que hacemos a
esos asuntos es diferente. La excepción reciente ha sido el caso de
Suecia, que efectivamente decidió reconocerlo, porque aquellos otros
países que habían reconocido a Palestina lo habían hecho en el pasado,
por lo tanto, en otro momento histórico importante. Pero además por
ahora, el resto de los países, especialmente los más relevantes en este
asunto, nos hemos mantenido en la misma situación. Todos somos
conscientes de que tenemos que trabajar para poder llegar al
reconocimiento de Palestina, pero insistimos mucho —incluso se lo
hemos insistido a Suecia— en que lo importante es que sea un
reconocimiento eficaz, es decir, que cuando realmente reconozcamos a
Palestina esta pueda actuar plenamente como un Estado. Creo que en este
sentido Suecia lo ha hecho antes de tiempo; y eso no aporta nada, no ha
cambiado la situación de Palestina respecto de la realidad en la que vive
por ese reconocimiento de Suecia. Por eso, nosotros, como los otros
países importantes de la Unión Europea, estamos manteniendo esa línea de
no reconocimiento por ahora, pero debo insistir en que, evidentemente,
nuestro objetivo es y seguirá siendo el reconocimiento, pero un
reconocimiento eficaz.


Su señoría se ha referido a otras instituciones que trabajan en el
tema del Mediterráneo. Sin duda las he reconocido, y me he querido
centrar en la Red de Casas, porque para nosotros es una experiencia de
cooperación muy agradable, no solo del Gobierno central, sino con
gobiernos autonómicos y municipalidades, ayuntamientos concretos donde
hacemos una labor de diplomacia pública. Pero, sin duda, le doy muchísima
importancia a muchas instituciones. Me acuerdo ahora, por ejemplo, del
Cidob y de otras instituciones que trabajan muy bien en estos temas y que
en el ministerio apoyamos y seguiremos apoyando.


En cuanto a Libia, me parece que ha mencionado la división de los
Estados. En ese tema nosotros somos permanentemente coherentes respecto
de esa división. Nosotros creemos en la integridad territorial de Libia
y, por tanto, la apoyamos y seguimos apoyando. En la comunidad
internacional, aunque pueda haber opiniones diferentes sobre cómo va
Libia en cada momento, he visto que el elemento de la integridad
territorial, al menos por ahora no ha sido puesto en cuestión. Es bueno
que lo sigamos haciendo, y sobre todo es importante que lo trasmitamos a
los actores libios, que son los que tendrán que aportar la solución que
nosotros seguimos apoyando: que sean un país, lo que todos pensamos que
es en beneficio de sus ciudadanos.


En relación con la moción sobre las minorías religiosas, cuyo
debate seguimos con mucho interés desde el ministerio, nos parece que lo
adoptado refleja muy bien la situación. Por lo menos en el Gobierno
estamos en plena sintonía con ese mensaje. Ahora es muy importante
trasmitirlo, y vemos que en muchas zonas del mundo se ha reconocido
—empezando por su santidad el papa, pero por mucha más gente—
que hay minorías religiosas que están en peligro de extinción en muchas
zonas de esos países, por lo que es evidente que tenemos que trabajar
todos juntos.


Con respecto a los refugiados sirios —sé que es una
petición—, es un tema que recala más en el Ministerio del Interior.
Se está haciendo un esfuerzo. Nosotros, España, comparados con otros
países europeos, quizá no seamos un país de tradición tan grande en
cuanto a recibir un relevante número de refugiados, pero en el caso de
Siria se ha hecho un esfuerzo importante, y estoy seguro de que lo
seguiremos haciendo. Y el hecho de que haya una petición expresa del
Senado al respecto sin duda nos refuerza en esa intención.


En cuanto al papel de presidente Assad en el futuro, aunque ustedes
no participan en los Consejos de Asuntos Exteriores —y volveré a
ello; ya he hablado de la importancia que puede tener o no España al
respecto—, la posición del ministro García-Margallo en el seno del
Consejo ha sido muy firme y muy clara. Y, al contrario, ahora hay muchos
otros ministros que vienen a reconocer lo que él había dicho desde el
principio y en lo que siempre había insistido. Creo que la experiencia de
nuestro país en el proceso de transición le hacía ser al ministro tan
firme a ese respecto. Él siempre dijo que la forma de construir una
transición política en Siria, que es lo que todos deseamos, tiene que
hacerse desde el elemento de la inclusión. No se puede excluir a nadie,
salvo, evidentemente, a quien se excluya a sí mismo, sean los grupos
terroristas o el propio presidente Assad cuando ha tomado determinadas
decisiones contra su propio pueblo. Pero, quitando eso, pensamos que
habrá que tener en cuenta elementos importantes del régimen, sobre todo
aquellos que comprendan que la vía que se marcó en el acuerdo de Ginebra
para una transición política en el país sea posible.


Al senador Losada le agradezco la primera parte de su intervención.
Estoy plenamente de acuerdo en que la política exterior es y debe ser una
cuestión de Estado, y en ese sentido hemos agradecido muchísimo el apoyo
de todos los grupos políticos durante el período de nuestra candidatura
al Consejo de Seguridad, reconociendo con ello que era una candidatura de
Estado y no de un gobierno concreto. El apoyo que hemos recibido ha sido
muy útil, no solo para ganar la elección, y sin duda los países que nos
han votado han tenido eso muy en cuenta, sino también para seguir, como
esperamos, en esa línea en el futuro. Ya he mencionado la resolución que
se adoptó después del debate del estado de la nación. Uno va viendo las
cosas, y considera que, mientras que en el resto de temas la
confrontación fue quizá la regla, el hecho de que en política exterior
haya sido posible adoptar una resolución en la que se habla de tantísimos
temas es un elemento positivo.


Respecto a su cita de Séneca, por la que siento especial aprecio
porque la he utilizado en más de una ocasión por considerar que lo
refleja muy bien, no puedo estar más en desacuerdo con usted. Al
contrario, somos un Gobierno que tiene muy claro el camino que ha hecho y
que incluso ha adoptado documentos al respecto. Hemos sido un Gobierno
que ha adoptado una ley de acción exterior, lo cual demuestra ya por ley
lo que es, y un Gobierno que ha adoptado una estrategia de política
exterior.






Creo que en el papel está clarísimo el camino que queremos, y
se ha podido ver. Y cuando se lee el papel y se ven las acciones que
hemos realizado, creo que se aprecia muy claramente esa sintonía.


Su impresión sobre ese no saber dónde está España no coincide en
absoluto con lo que yo veo en las diferentes capitales. Viajo mucho,
porque, aunque los viajes no son el elemento central de la política
exterior, son necesarios en esta para acercar. Yo he servido con mucho
gusto a un ministro socialista, que era muy viajero, he estado a sus
órdenes, y creo que viajar es bueno. Y conocer al otro y discutir con él
es sin duda muy positivo.


Como ha dicho la representante del Grupo Popular, estar en el
Consejo de Seguridad, sobre todo con la campaña y los contrincantes que
hemos tenido, es un éxito en el que todos nosotros nos tenemos que
reconocer —parece que de vez en cuando nos cuesta decir que lo
hemos hecho bien—. La candidatura al Consejo de Seguridad la hemos
hecho muy bien; hemos ganado a un contrincante como Turquía, un
contrincante fenomenal en muchísimos aspectos y muy presente en muchas de
las regiones que eran las más fuertes para nosotros. Se ha mencionado a
África, se ha mencionado a los países árabes. Bien, en relación con esos
países, aunque el voto es secreto, uno sabe hacer sus cálculos al
respecto; y nosotros vemos que en África y en el mundo árabe sin duda
hemos ganado la batalla a Turquía. Creo que eso demuestra que nuestros
socios, que nuestros vecinos reconocen la presencia de España. Y creo que
el mensaje que dio nuestro ministro cuando fuimos aceptados como miembros
del Consejo de Seguridad, cuando dijo que España está de vuelta, es más
cierto que nunca. He estado recientemente en la Liga Árabe, me reuní con
todos los embajadores representantes de los miembros de la Liga Arabe
después de que el ministro lo hubiera hecho, y el mensaje de todos ellos
era extremadamente positivo. El mensaje era: les hemos votado porque
confiamos en ustedes; ahora bien, evidentemente, les vamos a poner a
prueba en estos dos años para ver si cumplen lo que nos habían prometido.
Y en eso estamos.


Y aunque no es objeto de esta comparecencia, en cuanto al mundo
africano, fui también a la Unión Africana, a Addis Abeba, donde tuve una
reunión con todos los embajadores de la Unión Africana; y es el mismo
mensaje: África piensa que España está de vuelta y que está ahí para
ayudarles.


Menciona su señoría lo de las libertades y los derechos humanos,
sin duda una de nuestras prioridades. Nosotros, en el proceso que hemos
tenido de reforzarnos, dentro de las limitaciones presupuestarias, para
estar en el Consejo de Seguridad, hemos podido dividir la dirección
general, de la que yo me ocupaba antes y donde además de la parte
política también se llevaba la parte multilateral. Ahora la hemos
dividido en dos, y tenemos una dirección general que hemos querido que se
llame Dirección General de Naciones Unidas y Derechos Humanos. Los
derechos humanos son —lo han sido durante mucho tiempo para
España— un elemento claramente definitorio de nuestra política
exterior. Y así lo hacemos, y lo hacemos en todos nuestros contactos, no
solo en aquellos en que pueda ser más fácil que hablemos de derechos
humanos, sino también en países complicados en estos ámbitos, como Arabia
Saudí. Cuando yo me reúno con mis colegas saudíes, y muy especialmente
ahora, cuando estamos tratando de dar un impulso grande a ese centro,
KAICIID, evidentemente les menciono que deben poner el tema de derechos
humanos en el centro de sus acciones y que lo apoyamos.


El senador Losada también mencionaba el tema de la financiación del
terrorismo. Es, sin duda, una prioridad. Quizá no sea una de las
prioridades que se ve más, pero, como he mencionado en mi intervención,
cuando en la coalición se han establecido las áreas en las que se va a
trabajar, en una de ellas se ha hablado sobre el tema de la financiación.
Es un trabajo que muchas veces no es tan público, y es bueno que no lo
sea. Es más importante que haya un acuerdo, un consenso internacional,
sobre las formas de documentar esas evidencias a las que el senador se
refería sobre quién está financiado a DAESH. Queremos documentar eso y
adoptar normas, a nivel internacional, en primera instancia, y luego a
nivel nacional, que puedan permitir luchar. El arsenal internacional que
tenemos al respecto, porque el tema del terrorismo se ha estado
abordando, lógicamente, desde hace tiempo en el ámbito de Naciones
Unidas, es importante. Se puede cuando se identifican bien las cosas.
Exige el esfuerzo de intentar sacar a la luz cosas que, por lo general,
se busca que sean ocultas, pero estamos trabajando al respecto,
claramente convencidos de que tenemos que trabajar mucho en el ámbito de
la financiación. Si somos capaces de cortar esa financiación, habremos
contribuido a la lucha contra DAESH.


El senador hablaba del tema de lo económico, poniéndolo quizás un
poco en negativo —a mí me ha sonado un así—. Creo que no es
que nosotros le demos importancia a la relación económica con esos países
porque estemos pensando en nuestros propios intereses
—evidentemente, también lo hacemos—, sino que es más una
petición que viene del otro lado. He mencionado algunos casos en los que
hasta ahora nuestra relación estaba básicamente centrada en el ámbito de
la cooperación. Esos países dicen que bienvenida la cooperación; sin
duda, es necesaria e importante, pero lo es mucho más cuando las empresas
se presentan. En Marruecos, que ha tenido un desarrollo importante, se
han dado cuenta de que el salto de nuestra relación entre España y
Marruecos ha tenido lugar cuando las empresas españolas de diferentes
tamaños, grandes, pero también pequeñas y medianas, han llegado al
mercado marroquí. Eso es lo que realmente une a los países y lo que
permite su desarrollo. Por eso, nosotros le damos una grandísima
importancia a lo que hemos llamado la diplomacia económica, que no es un
concepto absolutamente nuevo porque se ha venido haciendo en España desde
hace mucho tiempo, pero a la que ahora se le quiere dar, como digo, una
gran importancia.


En cuanto al tema de la Unión Europea, no puedo estar más de
acuerdo. Creo que es uno de los grandes retos que tenemos todos, pero muy
especialmente los países del Mediterráneo. Por eso he hecho referencia a
la creación de ese grupo, que llamamos Med 7, los siete países de Europa
que tenemos esa conexión mediterránea, donde hay una reunión de los
ministros. La primera de ellas, como dije, se centró en el tema
migratorio, que usted también ha mencionado. El ministro había elegido
que el migratorio fuera uno de los primeros temas de los que hablaran los
ministros del Mediterráneo; y, curiosamente, en esos momentos, en que la
mayor urgencia migratoria se estaba produciendo en Italia con las
llegadas masivas de emigrantes, la sorpresa positiva fue que el ministro
francés presentara el ejemplo español como ejemplo a seguir, un ejemplo
que no es de este Gobierno sino que viene del Gobierno anterior, que se
refiere a la necesidad, cuando se trata el tema migratorio, de una mayor
relación tanto con los países de origen de la emigración como con los
países de tránsito. Se hizo muchísimo con el Gobierno anterior, creo que
se sigue haciendo muchísimo, y hoy en día es un buen ejemplo de gestión
migratoria, aunque, como es lógico, sigue siendo un tema al que debemos
prestar una gran atención.


Con respecto a la presencia de la Unión Europea, he dedicado gran
parte de mi carrera diplomática profesional a las relaciones entre la
Unión Europea y España. He servido mucho tiempo en nuestra misión, en
nuestra representación permanente en Bruselas, y durante un tiempo hemos
tenido ese debate de Europa poniéndose en cuestión y de Europa no
viéndose al ritmo. Yo creo que ahora Europa está, y el nuevo equipo que
está al frente de la Comisión. Y en el ámbito de política exterior muy
especialmente la alta representante creo que está haciendo un muy buen
trabajo en cuanto a reivindicar esa posición de la Unión Europea. Y, como
he dicho antes, en el ámbito de Oriente Medio, el hecho de que ella
hiciera su primer viaje a esa zona —vuelvo a los viajes, que son un
gesto, pero un gesto positivo— lo tienen en cuenta los
norteamericanos muy especialmente.


Rusia y China, con los que ahora cooperamos de una forma todavía
más intensa —están en el Consejo de Seguridad—, creo que ven
muchas de las crisis de forma diferente a como las vemos los países
occidentales. Pero, en el caso concreto de China, estuvo aquí el director
general de Naciones Unidas, justamente para preparar nuestra presencia en
el Consejo de Seguridad, y ellos, por el contrario, le dan una grandísima
importancia al valor añadido que podemos aportar en el Consejo por el
conocimiento del norte de África y de la zona del Magreb y Oriente
Próximo.


En el caso de Rusia tenemos unas consultas intensas. También estuvo
el director de Naciones Unidas, el viceministro Meshkov vino hace
relativamente poco tiempo, y tuvimos unas consultas bilaterales con
ellos. Por otro lado, el ministro viajará próximamente a Rusia, y sin
duda temas como Siria, Irán u otro serán tratados con ellos. Con lo cual,
creo que es importante estar en esa cercanía, como también lo es mantener
una relación con Estados Unidos, evidentemente, en estos temas.


Por último, me pide una valoración de cómo están las cosas en
relación con el Sáhara. Evidentemente, en la visita de Ross él retomaba
algo que había tenido hasta ahora y que se había interrumpido por la
decisión del Gobierno marroquí de no aceptar visitas suyas a Marruecos ni
tampoco la presencia de la nueva jefa de Minurso. Eso, por suerte, se ha
solucionado. Evidentemente, nosotros hemos estado insistiendo, tanto ante
Marruecos como ante el secretario general de Naciones Unidas, en que era
importante recuperar ese diálogo y esa institucionalidad de lo que hay en
el proceso. Por tanto, la visita del enviado especial Ross a la zona ya
es una buena noticia en sí, pero lo es mucho más que va a poder preparar
ahora el informe que el secretario general tendrá que presentar en abril.
Es un tema, el del ámbito del Sáhara, en el que nuestra pertenencia al
Consejo de Seguridad no supone un salto cualitativo, porque en el fondo
los temas del Sáhara Occidental se han tratado siempre en el Grupo de
Amigos, del que nosotros somos miembros de forma permanente. Ahí es donde
realmente se discuten las cosas. El Consejo de Seguridad, salvo que haya
un momento de diferencia entre los grupos de amigos, por lo general
refrenda lo que el Grupo de Amigos dice. En ese sentido, estábamos y
seguimos estando en ello. Tenemos que esperar a ver cuál es la valoración
que hace el propio Ross al final de todo su proceso; pensamos que en el
informe reconocerá que se han producido algunos avances, pero también
señalará que todo este periodo en el que ha habido un bloqueo por parte
de Marruecos sin duda no beneficia a la situación ni a la resolución que
se tenga que adoptar para la extensión del mandato de Minurso, que se
producirá en el mes de abril.


Y quiero darle las gracias a la senadora Suárez. La visita a
Canarias para mí es un placer; de hecho, quería haberla hecho hace
tiempo, porque, como decía, le damos una gran importancia al trabajo de
las Casas. Creo que la Casa África está teniendo un desempeño muy bueno
con el nuevo director. Se está haciendo un esfuerzo de presencia en otra
zona que no es objeto de la comparecencia, pero sobre todo en el ámbito
económico, en los países africanos. En mis contactos en la Unión Africana
he oído muchas y buenas cosas de la Casa África, por lo que me parecía
que esta ocasión era buena. Y, efectivamente, la ocasión que nos brinda
el Instituto Elcano de la presentación de «España mirando al Sur», es una
ocasión magnífica para estar; y allí estaré la semana que viene.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muchas gracias,
señor secretario de Estado.


Vamos a abrir ahora un segundo turno de intervenciones para
aquellos portavoces que deseen hacer uso de la palabra, a quienes ruego
que lo hagan por un tiempo máximo de cinco minutos.


¿Por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya?
(Denegaciones).


No interviene.


¿Por el Grupo Convergència i Unió? (Denegaciones).


Tampoco.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor
Losada.


El señor LOSADA DE AZPIAZU: Gracias.


Me imagino que se le habrá traspapelado, pero me gustaría que me
diera una respuesta acerca de la decisión que va a tomar el Gobierno de
España ante la investigación que ha concluido Naciones Unidas sobre el
incidente del Líbano.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Gracias.


¿Por el Grupo Parlamentario Popular? (Denegaciones).


Entonces, tiene la palabra el señor secretario de Estado.


El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ASUNTOS EXTERIORES (Ybáñez Rubio):
Muchas gracias.


Discúlpeme, señoría. Efectivamente, lo tenía en una nota separada,
y no lo he visto. Evidentemente, para nosotros era un tema especialmente
importante. En el reparto de labores que hacemos entre los diferentes
ministerios, al tratarse de un miembro de las Fuerzas Armadas, la voz
cantante —si me permite la expresión—, la lleva el Ministerio
de Defensa, y por eso no lo he mencionado en mi intervención inicial.
Pero con muchísimo gusto le respondo a su pregunta.


Como sabe, en cuanto ocurrió el desgraciado fallecimiento del cabo
Soria, España pidió una investigación profunda a Naciones Unidas, como es
lógico, puesto que el cabo estaba operando en el ámbito del mandato de
Naciones Unidas. Ese informe ya ha sido presentado, y lo estamos
analizando. Es un informe confidencial que básicamente viene a recoger
las mismas impresiones que teníamos desde el principio. Pero, junto a
ello —y quizá sea una novedad en este proceso—, se acordó
iniciar una investigación, porque tan pronto como sucedió las autoridades
israelíes al más alto nivel se pusieron en contacto con las autoridades
españolas para expresar su pesar y la voluntad de llegar a una
clarificación rápida de lo que había ocurrido; por tanto, se inició una
investigación conjunta con las autoridades de Israel. Esa investigación
todavía no está finalizada, está a punto de concluir, pero tan pronto
como recibamos ese segundo informe, que para nosotros es importante
porque nos va a aportar más luz al respecto y nos va a permitir conocer
cuál es la valoración que se ha hecho por la parte israelí y que se va a
hacer por nuestros expertos, tan pronto como esa investigación finalice,
España se pronunciará sobre el conjunto de la cuestión. Y creo que el
propio ministro de Defensa ha pedido comparecer en las Cámaras
—creo que en la Comisión de Exteriores o la Comisión de Defensa del
Congreso— para poder explicar cuál es la respuesta definitiva de
España.


En ese sentido, la investigación es plena. Como he dicho, la de
Naciones Unidas ya ha finalizado, y ahora nos queda la investigación
conjunta entre España e Israel, que para nosotros puede aportar elementos
importantes a la hora de tomar una decisión. Sin duda, es un tema que
seguimos muy de cerca.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muchas gracias,
señor secretario de Estado.








CONTESTACIÓN DEL GOBIERNO A





PREGUNTA SOBRE LAS ACCIONES Y GARANTÍAS QUE PIENSA ADOPTAR EL
GOBIERNO EN RELACIÓN CON LA INTENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS DE UTILIZAR
EL AEROPUERTO DE GRAN CANARIA (LAS PALMAS) COMO PUENTE ENTRE DISTINTOS
PAÍSES Y AQUELLOS DEL CONTINENTE AFRICANO EN LOS QUE SE HA DESARROLLADO
EL VIRUS DEL ÉBOLA.


681/002299

QUINTERO CASTAÑEDA, NARVAY (GPMX)





PREGUNTA SOBRE LAS CARACTERÍSTICAS DE LA PARTICIPACIÓN DE
ESPAÑA EN LA COALICIÓN FORMADA PARA COMBATIR AL ESTADO ISLÁMICO.


681/002402

IGLESIAS FERNÁNDEZ, JESÚS ENRIQUE (GPMX)


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Pasamos al
siguiente punto del orden del día, que consiste en la contestación del
Gobierno a una serie de preguntas.


Había cuatro preguntas, pero les informo de que el senador don
Narvay Quintero Castañeda, del Grupo Mixto, ha retirado la suya, sobre
las acciones y garantías que piensa adoptar el Gobierno en relación con
la intención de las Naciones Unidas de utilizar el aeropuerto de Gran
Canaria, Las Palmas, como puente entre distintos países y aquellos del
continente africano en los que se ha desarrollado el virus del
Ébola.


Por otro lado, la siguiente pregunta es del senador Enrique
Iglesias Fernández, que no se encuentra entre nosotros. Por tanto, su
pregunta, sobre las características de la participación de España en la
coalición formada para combatir al Estado Islámico, decae al no
encontrarse presente.









PREGUNTA SOBRE LOS TRÁMITES QUE SE HAN VENIDO DESARROLLANDO
EN EL CONSULADO DE ESPAÑA EN VALENÇA DO MINHO (PORTUGAL) DURANTE LOS AÑOS
2010 A 2014.


681/002481

MARRA DOMÍNGUEZ, MARÍA DE LOS ÁNGELES (GPS)





PREGUNTA SOBRE LOS MOTIVOS POR LOS QUE EL CONSEJO DE
MINISTROS DEL MES DE OCTUBRE DE 2014 HA DECIDIDO CERRAR EL CONSULADO DE
ESPAÑA EN VALENÇA DO MINHO (PORTUGAL), CON INDICACIÓN DE LAS
REPERCUSIONES DE ESTA MEDIDA EN EL CONJUNTO DE CIUDADANOS QUE ACUDÍAN AL
CONSULADO.


681/002482

MARRA DOMÍNGUEZ, MARÍA DE LOS ÁNGELES (GPS)


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): La siguiente
pregunta, sobre los trámites que se han venido desarrollando en el
Consulado de España en Valença do Minho, Portugal, durante los años 2010
a 2014, corresponde a la senadora Marra, que creo que ha abandonado por
unos instantes la sala.


El señor LOSADA DOMÍNGUEZ DE AZPIAZU: Señor presidente, para
evitar que el secretario de Estado tenga que esperar, no sé si la puedo
dar por formulada, si lo permite el Reglamento.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Tiene que estar
ella, pero veo que ya ha llegado.


Senadora Marra, tiene la palabra.


La señora MARRA DOMÍNGUEZ: Perdonen, pero pensé que había dos
preguntas antes que las mías.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Sí, pero una ha
decaído y la otra se ha retirado.


Puede formular su pregunta, senadora.


La señora MARRA DOMÍNGUEZ: No lo sabía. Muchas gracias, señor
presidente, y disculpe el retraso.


Los consulados tienen un papel importante de representación de la
Administración pública de un país en otros países. Colaboran y prestan
servicios consulares fundamentales, que van desde el establecimiento y la
renovación de documentos oficiales, como el pasaporte, hasta la emisión
de partidas de nacimiento, defunción o matrimonio, la tramitación de
visados a extranjeros y la elaboración de informes acerca de permisos de
residencia o trabajo. Ofrecen, asimismo, atención y cuidado a nacionales
detenidos y controlan la legitimidad de los procedimientos
judiciales.


La oficina consular de España en Valença do Minho tenía un papel
fundamental. Durante su trayectoria, de más de un siglo de existencia, ha
desarrollado trámites de gran utilidad para un gran número de españoles
que residen en Portugal, y viceversa. En ese sentido, hay que tener en
cuenta que la frontera entre Tui y Valença es la que registra una mayor
circulación de personas entre España y Portugal.


Por eso, nos llamó la atención que en el año 2012 el Gobierno de
España empezase a plantear la supresión, el cierre de este consulado. En
aquel momento nos llamó la atención, y fueron muchas las voces que se
levantaron en contra de que ese consulado se cerrase; entre ellas quiero
destacar las de los municipios de ambos lados de la frontera, tanto de
Valença como de Tui. En concreto, la corporación de Tui manifestó su
posición en contra de que este consulado se cerrase.


Dos años después —repito que fue a principios de
legislatura, en el año 2012, cuando el Gobierno planteó el cierre de este
consulado—, en el año 2014, el Gobierno cierra este consulado
mediante real decreto.


Este es el motivo de que planteemos aquí cuáles son los motivos
que llevaron a su cierre. En concreto, preguntamos por los trámites que
se han venido desarrollando por el consulado de España en Valença do
Minho durante los años 2010 a 2014 y por los motivos que han llevado al
Gobierno a cerrar este consulado, dada la importancia que tiene ese
consulado para el desarrollo de la región fronteriza entre España y
Portugal.


Gracias, señor presidente.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): ¿Desea formular
la segunda pregunta, para que se le responda a las dos
conjuntamente?


La señora MARRA DOMÍNGUEZ: Gracias.


La verdad es que las dos plantean una misma cuestión relativa al
consulado que teníamos en España en Valença do Minho. Como he dicho, una
de ellas se refiere a los trámites que allí se realizaban, y la otra, a
los motivos por los que se ha cerrado. Creo que sería conveniente que, si
es posible, me respondiera conjuntamente a las dos.


Gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muchas gracias,
senadora Marra.


Tiene la palabra el señor secretario de Estado.


El señor Secretario de Estado de Asuntos Exteriores (Ybáñez
Rubio): Muchas gracias, señor presidente. Muchas gracias, senadora, por
sus preguntas, que con gusto le respondo.


Empezando por la primera, he de decir que el número de trámites
que se realizaban en dicho consulado era muy reducido, a diferencia de lo
que ocurre en los consulados generales de España en Oporto y en Lisboa.
El consulado en Valença do Minho hace años que no expedía documentación
alguna a nacionales españoles ni atendía asuntos notariales, al no haber
un diplomático de carrera en dicho consulado. Y tampoco era posible la
tramitación de visados. Todas esas funciones: notaría, documentación y
visados, se realizaban en el consulado general de España en Oporto, al
que tenían que desplazarse necesariamente los solicitantes.


En el apartado de Registro Civil, que sí estaba activo en Valença,
en 2010 se inscribieron 8 nacimientos, 1 matrimonio y 6 defunciones.
En 2011 se registraron un total de 8 nacimientos, 3 matrimonios y 3
defunciones. En 2012 fueron 13 los nacimientos, 4 los matrimonios y 3 las
defunciones. Y en 2013 solamente hubo 6 nacimientos, 2 matrimonios y 1
defunción.


Por lo que respecta a la atención de españoles en apuros, en dicha
circunscripción no consta en los últimos años ninguna emergencia consular
grave de la que quede constancia registrada, dado que muchas consultas
urgentes de nacionales españoles se resolvían de forma inmediata, bien de
manera presencial, por teléfono, o por medios electrónicos. No consta
igualmente en los últimos tres años que se haya dado algún tipo de ayuda
económica individual a ningún ciudadano español en dicho consulado.


Hasta su cierre el consulado de España en Valença do Minho era el
único consulado extranjero de carrera en esa localidad de Portugal, y su
cierre se incluye dentro del actual marco de redespliegue y modernización
de la acción exterior del Estado en un contexto de políticas de
racionalización del gasto y mejora de la gestión, reflejado en la
recientemente aprobada Ley de acción exterior y de servicio
exterior.


El MAE tiene como objetivo adaptar el despliegue consular español
a los cambios demográficos y sociales de los españoles en el exterior
para atender mejor sus necesidades. Decimos necesidades en un sentido
amplio, no solo lo que el español requiere desde el punto de vista
estrictamente consular: registro civil, notaría, pasaportes, etcétera,
sino lo que la sociedad española también demanda: proyección comercial,
económica y cultural de España en todo el mundo, con especial incidencia
en los países denominados emergentes. Desde estas dos perspectivas
complementarias en los últimos años se han abierto varios consulados
generales para atender a una creciente colonia española —es el caso
de Guayaquil, Santa Cruz de la Sierra o Monterrey—, como también
para apoyar la proyección comercial, empresarial y cultural de España en
economías emergentes —es el caso de los consulados generales en
Bombay y Cantón—. En este contexto de redespliegue cabría subrayar
la próxima apertura de un consulado general de España en Santiago de
Cuba, anunciada por el señor ministro hace unos meses, para atender una
importante colonia española y también para colocar a España en primera
línea económica y cultural en una región estratégica de un país que está
experimentando transformaciones políticas, sociales y económicas. Estamos
ante un nuevo marco geoestratégico de racionalización del gasto y de
mayor eficiencia, por lo que se ha juzgado conveniente el cierre del
consulado de España en Valença do Minho debido a lo reducido de su
actividad. La demarcación consular de dicho consulado era muy limitada,
apenas se circunscribía al 2,4 % del territorio nacional de Portugal
correspondiente al distrito de Viana do Castelo.


A principios de 2014 constaban tan solo 300 españoles inscritos
como residentes, de los cuales 21 se habían dado de alta en el registro
de matrícula consular durante el último año. Estas cifras se han
mantenido más o menos estables desde 2008 y son muy bajas si las
comparamos con el número de inscritos en otros consulados, como Lisboa,
donde hay cerca de 9000, o en Oporto, donde hay cerca de 3000. El
consulado hacía años que no expedía documentación, como ya he mencionado
en el apartado de Registro Civil al que he hecho referencia; en la
contestación de los trámites los datos son también bajos, y como dato a
aportar, solo constaban a finales de 2013 dos detenidos en la demarcación
consular de dicho consulado. Estas son cifras bajísimas si las comparamos
con otros consulados. A modo de ejemplo, en 2013 no hubo ningún consulado
español en Alemania que registrara menos de 200 nacimientos y 100
matrimonios. En Francia, otro país comparable a Portugal por la cercanía
y el número de españoles residiendo allí, el consulado con menor
actividad en el 2013 es el de Pau, cercano a la frontera, que registró en
ese mismo año 114 nacimientos y 24 matrimonios. Esta diferencia queda
igualmente clara dentro del propio Portugal. Durante 2013 en el consulado
general de España en Lisboa se inscribieron 178 nacimientos y 87
matrimonios. En el de Oporto las cifras fueron 65 y 28, respectivamente.
Estas bajas cifras de actividad no justificaban a juicio de este
ministerio el mantenimiento de la oficina consular en cuestión, tan
cercana, además, a la frontera española, pudiendo ser asumidas las tareas
consulares de su demarcación por el consulado general de España en
Oporto, que se encuentra a escasos 115 kilómetros de distancia, que
pueden cubrirse en una hora de trayecto.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muchas gracias,
señor secretario de Estado.


Para dúplica, tiene la palabra la senadora Marra.


La señora MARRA DOMÍNGUEZ: Gracias, señor presidente.


Lamentamos profundamente que, en aras de esa idea de
racionalización del gasto, se acabe alejando la Administración de los
ciudadanos, recentralizando, y por tanto, perjudicando gravemente a los
ciudadanos que conviven en este territorio del norte de Portugal. Porque
en lugar de preguntar qué actividades fueron las que se realizaron, más
bien debería haber preguntado qué ha hecho el Gobierno para favorecer que
se realicen actividades en este consulado. Es decir, qué acciones ha
hecho el Gobierno para garantizar que este consulado se mantuviese
abierto.


No compartimos que este consulado se haya cerrado por varias
razones que voy a dar a continuación, y creo que algunas de ellas ya las
han recogido los propios regidores, tanto en Valença do Minho como en
Tui. Y quiero destacar algunas de ellas. En primer lugar, me gustaría que
hiciese una valoración de cuáles son los gastos que tenía este consulado
para el ministerio, es decir, para el Gobierno de España. Porque es
cierto que este consulado tenía reducidas dimensiones, y por tanto, en mi
opinión, aunque no lo sé con certeza, el gasto que debería suponer su
mantenimiento debería ser muy reducido para el Gobierno de España. En
segundo lugar, como usted bien sabe, señor secretario de Estado, el paso
entre Tui y Valença es el que tradicionalmente registra una mayor
circulación de personas de toda la frontera entre España y Portugal. En
mi opinión se debería favorecer esa mayor conexión, ese mayor
acercamiento entre los dos países manteniendo este consulado. En tercer
lugar, hay una nefasta consecuencia, y es que al suprimirlo se elimina la
cohesión entre la región transfronteriza que conforman Galicia y norte de
Portugal, y yo considero que es fundamental garantizar y favorecer esa
región. Y en cuarto lugar, no por ello menos importante, está el
potenciar la eurociudad Tui-Valença. El objeto sería acercar esas dos
ciudades, y por tanto, el mantenimiento de este consulado favorecería que
dicha eurociudad prosperase y creciese en importancia.


Lamentamos profundamente, por tanto, que se cierre, pero, además,
también consideramos que este consulado debería tener un papel
fundamental a la hora de promover las relaciones entre ambos países, de
fomentar el crecimiento económico, cultural y científico, y ofrecer ayuda
y cobertura a los ciudadanos tanto en España como en el norte de
Portugal.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muchas gracias,
senadora Marra.


Tiene la palabra el señor secretario de Estado.


El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ASUNTOS EXTERIORES (Ybáñez
Rubio): Muchas gracias, senadora. Tomo buena nota de sus
valoraciones.


La decisión que adoptó el ministerio es el resultado de un
análisis en profundidad, y a nuestro juicio, bien fundamentado. Para
nosotros, y supongo que también para usted, cada euro cuenta, y por
tanto, es muy importante maximizar los recursos que tenemos.


Usted preguntaba por la valoración de los gastos, que no tengo
ahora conmigo, pero con mucho gusto se la haré llegar después de la
comparecencia. Pero la valoración que nosotros hacemos es que con las
cifras que tenemos de la actividad del consulado y su cercanía al de
Oporto pensamos que esas mismas funciones pueden ser cubiertas sin
perjuicio para los ciudadanos. Todos ellos podrán acudir al consulado del
que ahora pasan a depender, que es Oporto, y estamos seguros que desde
allí podremos dar el servicio a plena satisfacción.


En lo que se refiere a la cohesión transfronteriza y a las
relaciones con Portugal, es algo que también hemos hablado en detalle con
las autoridades portuguesas antes de tomar la decisión, y hemos explicado
nuestras razones. Ellos no son ajenos a esa preocupación sobre el buen
uso de todos los dineros públicos. Han tenido, y siguen teniendo como
nosotros, unos programas importantes de ajuste presupuestario; también
han tenido que hacer recortes en sus embajadas y consulados a lo largo
del mundo, y por tanto, están más que dispuestos a cooperar con nosotros
para poder suplir las carencias que va a suponer no tener ese consulado;
evidentemente algo perderemos, pero después de un análisis detallado
estamos convencidos de que con lo que estamos haciendo en Oporto vamos a
poder atender a los ciudadanos, y también en la embajada en Lisboa se
puede hacer, y esa situación no va a redundar en detrimento, ni de los
ciudadanos, que evidentemente para nosotros es una prioridad, ni de
nuestra relación con Portugal, que es de vecinos muy cercanos y con los
que cooperamos muy intensamente.


Lamento que su valoración sea diferente. Evidentemente estamos
dispuestos a seguir intercambiando información con usted y a decirle todo
lo que hacemos para suplir esa circunstancia, pero me temo que nuestras
valoraciones son diferentes.


Muchas gracias, senadora.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muchas gracias,
señor secretario de Estado.


Con esto finalizamos su intervención. Le agradecemos su presencia
y deseamos que regrese pronto al Senado para continuar informándonos
sobre las gestiones de su departamento.


Suspendemos la sesión durante dos minutos para despedir al señor
secretario de Estado y, a continuación, proseguiremos con el siguiente
punto del orden del día. (Pausa).









DICTAMINAR





CONVENIO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS SOBRE COOPERACIÓN EN MATERIA DE LUCHA CONTRA LA DELINCUENCIA
ORGANIZADA, HECHO EN MADRID EL 10 DE JUNIO DE 2014.


610/000137

GOBIERNO





CONVENIO SOBRE EL TRASLADO DE PERSONAS CONDENADAS ENTRE EL
REINO DE ESPAÑA Y LA REPÚBLICA DEL SENEGAL, HECHO EN DAKAR EL 11 DE ABRIL
DE 2014.


610/000138

GOBIERNO





ACUERDO DE ADQUISICIÓN CONJUNTA DE CONTRAMEDIDAS MÉDICAS,
HECHO EN LUXEMBURGO EL 20 DE JUNIO DE 2014.


610/000139

GOBIERNO


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Reanudamos la
sesión con el siguiente punto del orden del día: dictamen de tratados y
convenios internacionales. Convenio entre el Reino de España y los
Estados Unidos Mexicanos sobre cooperación en materia de lucha contra la
delincuencia organizada, hecho en Madrid el 10 de junio de 2014. Convenio
sobre el traslado de personas condenadas entre el Reino de España y la
República del Senegal, hecho en Dakar el 11 de abril de 2014 y Acuerdo de
adquisición conjunta de contramedidas médicas, hecho en Luxemburgo el 20
de junio de 2014.


¿Turno a favor? (Pausa).


¿Turno en contra? (Pausa).


¿Turno de portavoces? (Pausa).


¿Puede entenderse aprobados por unanimidad? (Asentimiento).


Quedan aprobados.


Como suele ser usual en estos casos, para la presentación de los
convenios ante el Pleno, se designa al presidente de la comisión, don
Alejandro Muñoz-Alonso.









DEBATIR





MOCIÓN POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A LA ADOPCIÓN DE
DETERMINADAS MEDIDAS PARA FOMENTAR Y POTENCIAR LA ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL
COMO LENGUA EXTRANJERA.


661/000408

GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL SENADO


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Moción por la
que se insta al Gobierno a la adopción de determinadas medidas para
fomentar y potenciar la enseñanza del español como lengua
extranjera.


Para su defensa, tiene la palabra el senador Casero, del Grupo
Parlamentario Popular.


El señor CASERO ÁVILA: Muchas gracias, señor presidente.


Voy a intentar ser lo más breve posible, por lo que se ha alargado
ya esta comisión y por lo intenso del debate en el que creo que han
quedado claras las cuestiones más importantes.


En este sentido, esta moción no deja de ser un elemento más de la
fuerza que la política exterior española tiene que tener en el mundo y lo
que eso reporta y beneficia a nuestro país, tanto en lo económico como en
lo social y cultural.


La moción pretende reforzar e instar al Gobierno de la nación a
que se mejore y se siga trabajando para que el español siga siendo una de
las lenguas principales del mundo y que su estudio y consolidación como
lengua vehicular en el mundo de los negocios, de la cultura y el
científico, se consolide del mismo modo que otras lenguas del mundo.


Está claro que el español ha experimentado en los últimos años un
ascenso imparable en el mundo como lengua practicada y dominada cada vez
por un número mayor de personas y, además, no solo como lengua vehicular
o lengua de comunicación sino también como una lengua que beneficia las
relaciones comerciales, culturales y sociales entre países.


El último informe del Instituto Cervantes nos indica que alrededor
de 548 millones de personas en el mundo hablan español; que unos 58
millones de aquellos, lo hacen con alguna limitación; y que unos 20
millones lo están aprendiendo. Sin embargo, a nuestro juicio ¿dónde
radica el problema fundamental? Sobre todo en la oficialidad de esos
estudios de español, en la necesidad de colaboración y, por decirlo de
alguna manera, de tecnificación de esos estudios para que los títulos que
se expidan y los lugares en los que se impartan puedan competir con los
de otros idiomas. No en vano, el año pasado se examinaron alrededor
de 46 000 personas en el mundo para obtener un título de español, pero
esos datos están muy lejos, por ejemplo, de la Cambridge ESOL u otros
institutos de lenguas del mundo que, evidentemente, certifican el
conocimiento de esos idiomas.


Por lo tanto, a pesar de que en los últimos años ya se ha avanzado
en la armonización de los certificados de enseñanza del español, desde
nuestro punto de vista es necesario que se haga más para intentar que
este idioma sea una referencia en el mundo.


En consecuencia, el Grupo Parlamentario Popular propone que la
Comisión de Asuntos Exteriores del Senado inste al Gobierno a: promover
desde el Cervantes un plan estratégico para la enseñanza del español y la
difusión de la cultura en español, como una entidad de vocación
iberoamericana en la que sería necesario que estos países también
colaboraran con nosotros en la divulgación y conocimiento de nuestro
idioma. Incentivar la firma de convenios con instituciones universitarias
fuera de nuestras fronteras para crear más aulas Cervantes y no solo
donde haya Instituto Cervantes sino también en aquellos lugares donde
esta institución no llega, de manera que se firmen convenios con las
universidades para que estas dispongan de aulas para este fin, donde se
imparta y certifique el aprendizaje de este idioma. Impulsar la firma con
distintos países iberoamericanos de acuerdos de reciprocidad de uso de
los centros culturales. Ampliar el desarrollo y los contenidos así como
la divulgación de la nueva plataforma de enseñanza virtual del español,
llamada AVE, que gestiona el Instituto Cervantes para que llegue a un
número todavía mayor de personas porque no debemos olvidar que el español
es ya la tercera lengua más usada en el mundo de redes sociales e
internet, después del chino y del inglés. Potenciar el reconocimiento de
los diplomas de español como lengua extranjera que otorga el Instituto
Cervantes en nombre del Ministerio de Educación, así como el sistema
internacional de certificación del español como lengua extranjera. Y, por
último, promover la difusión de los cursos de formación de profesores de
español del Instituto Cervantes, tanto en modalidad presencial como en la
línea de impulsar los trabajos que están desarrollando en materia de
armonización de estándares en la formación de profesores de español.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muchas gracias,
señor Casero.


¿Algún senador desea utilizar el turno en contra?
(Denegaciones).


Turno de portavoces.


¿Grupo Entesa pel Progrés de Catalunya? (Denegaciones).


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor
Losada.


El señor LOSADA DE AZPIAZU: Muy brevemente.


De entrada, vamos a votar a favor. Pero ha habido un momento en el
que he pasado de mirar al presidente a mirar al portavoz del Grupo
Parlamentario Popular porque me daba la sensación de que estábamos
en 2016 y que el Partido Popular, ya en la oposición, reivindicaba al
Gobierno. Estando de acuerdo con su posición, parece una enmienda a la
totalidad a lo que ha hecho en estos tres años el Instituto Cervantes: ha
bajado el presupuesto, ha perdido peso político y ha ido cerrando esas
aulas que se piden. Bienvenido a nuestra posición, que ha sido siempre la
misma, y lo sabe.


Cuando estuvo aquí el presidente del Instituto Cervantes le
dijimos que tenía que haber una mayor expansión y una mayor presencia del
español y de las lenguas propias que tiene cada comunidad que se usan
cada vez más en las relaciones personales, en las relaciones comerciales,
económicas y financieras liderando, junto con el inglés, nuestra posición
en el mundo; por lo tanto, bienvenido a nuestra posición.


Nuestro voto va a ser favorable, y deseamos que el Gobierno lo
tome en consideración.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muchas gracias,
señor Losada.


Seño Casero, tiene la palabra.


El señor CASERO ÁVILA: Muchas gracias, señor presidente.


Señor Losada, este grupo trabaja siempre para ir más allá incluso
de lo que hace el Gobierno, instándole a que mejore algunas cuestiones
que evidentemente nosotros consideramos que deben mejorarse.


Los datos que nos da este Gobierno y los datos del Instituto
Cervantes del año 2014 son los que nos llevan a presentar esta moción, en
la que se exige que vayamos a más. Y es el propio informe, que es una
autoevaluación del Gobierno, el que dice que es necesario que mejoremos
algunos aspectos que hasta ahora no han sido contemplados o no han sido
tenidos en cuenta. Aun siendo, como digo, el segundo idioma más hablado
del mundo en una cuestión fundamentalmente de las personas que lo usan
como lengua vehicular, es decir, los nativos, evidentemente es necesario
que este idioma tenga una repercusión aún mayor de la que tiene en otros
ámbitos, como pueda ser el de los negocios, el mundo de la cultura o el
mundo científico. Y en esa línea es en la que viene a manifestarse esa
necesidad en esta moción.


Es necesario que se trabaje, sobre todo, en la línea de la
certificación de los títulos que se piden a los estudiantes de español.
Mientras que otros países van más avanzados que nosotros en esa cuestión,
nosotros vamos más retrasados, y la propia moción así lo reconoce en su
exposición de motivos, con lo cual yo no podría hacer aquí una exposición
muy diferente a la que la propia exposición de motivos de la moción ya
tiene en su propio desarrollo. Es necesario —nosotros lo
consideramos así— que haya manifestaciones políticas y que se inste
desde aquí a los responsables en esta materia a que se siga trabajando
más, porque consideramos que una de las grandes posibilidades y una de
las grandes potencialidades que tiene la marca España sin ninguna duda es
la capacidad de implementación del español en el resto del mundo.


Nada más, presidente; muchísimas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muchas gracias,
senador Casero.


Esta Presidencia interpreta, después de las intervenciones de los
diferentes grupos, que hay un acuerdo y, por lo tanto, podemos aprobar la
moción por unanimidad.


El señor GUILLOT MIRAVET: Señor presidente, yo no pensaba votar
esta moción ni a favor ni en contra ni abstención.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Masseu): Perdón, como no
intervino...


El señor GUILLOT MIRAVET: Si fuera una votación en Pleno constaría
entre los presentes, y podría no votar, pero aquí... (Risas).


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Perfecto.
Entonces, procedemos a la votación.


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a
favor, 12.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Queda
aprobada.


Respecto a la moción anterior, esta Presidencia interpreta también
que se ha llegado a un consenso, a un acuerdo. Voy a leer exactamente
cómo quedarían los dos puntos y, si están todos de acuerdo, quedará
aprobada por unanimidad.


El señor GUILLOT MIRAVET: Mi enmienda y la del Grupo Popular
quedarían subsumidas en el punto b).


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Entonces solo
leeré el punto b).


El señor CASERO ÁVILA: Señor presidente, somos todos conocedores
de él, porque ha sido repartida la enmienda. Si la quiere leer, léala,
pero es innecesario.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Si no hace
falta leerla, ¿puede quedar aprobada por unanimidad? (Asentimiento).


Queda aprobada.


Se levanta la sesión.


Eran las doce horas y cuarenta minutos.









MOCIÓN POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A PROFUNDIZAR EN UNA
EVALUACIÓN COMPLETA SOBRE LA IMPLANTACIÓN, CUMPLIMIENTO Y DESARROLLO DE
LAS MEDIDAS CONTENIDAS EN EL PLAN DE DERECHOS HUMANOS, APROBADO POR EL
CONSEJO DE MINISTROS DEL DÍA 12 DE DICIEMBRE DE 2008.


661/000477

GRUPO PARLAMENTARIO ENTESA PEL PROGRÉS DE CATALUNYA


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Pasamos al
siguiente punto del orden del día: debate y votación de mociones. (El
señor Guillot Miravet pide la palabra).


Tiene la palabra el señor Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Señor presidente, si el portavoz del
Grupo Popular tuviera a bien, pediría que nuestra moción, que es la
segunda, fuera sustanciada en primer lugar.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Si el senador
Casero no tiene inconveniente, no hay ningún problema.


El señor CASERO ÁVILA: No tengo ningún inconveniente.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Gracias.


Entonces cambiamos el orden de las mociones y debatimos primero la
moción por la que se insta al Gobierno a profundizar en una evaluación
completa sobre la implantación, cumplimiento y desarrollo de las medidas
contenidas en el Plan de Derechos Humanos, aprobado por el Consejo de
Ministros del día 12 de diciembre de 2008.


Para la defensa de la moción, tiene la palabra el portavoz del
Grupo Parlamentario Entesa Pel Progrés de Catalunya.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, senyor president. Reitero mi
agradecimiento al portavoz del Grupo Popular.


Esta moción tiene un error y una certeza. El error es relativo a
que el plan fue presentado por el secretario de Estado de Relaciones con
las Cortes. La certeza es que el segundo plan nacional de derechos
humanos no está sobre la mesa; es más, el trabajo del equipo técnico
dirigido por el catedrático de derecho constitucional, señor Fernando
Rey, al que el Gobierno encargó el proyecto de estudio y preparación de
este segundo plan nacional, para el periodo 2008-2012, que sustituiría al
primero y que fue aprobado durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero,
está paralizado, por decisión del Gobierno.


Una segunda parte de esta moción se refiere a la necesidad de
definir y elaborar una estrategia que permitiera —y creo que en
esta legislatura no queda tiempo— la concreción y aprobación de un
segundo plan nacional de derechos humanos.


Esto es lo que justifica esta moción.


Gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Gracias.


A esta moción se ha presentado una enmienda de sustitución, que ha
sido repartida entre todos los grupos y, por lo tanto, no la leo.


Para su presentación, tiene la palabra don Dionisio García
Carnero.


El señor GARCÍA CARNERO: Muchas gracias, señor presidente.
Gracias, señor Guillot.


Nosotros presentamos una enmienda de sustitución con dos puntos. A
uno de ellos ya se ha referido el señor Guillot. Pretendía corregir un
error en el texto de la moción, en la que se daba por no presentado
todavía el informe de evaluación del primer Plan de Derechos Humanos,
hecho que, como él bien reconoce, se hizo a finales del año 2012 en el
Congreso, con la intervención del secretario de Estado de Relaciones con
las Cortes.


Por aquello de que lo que abunda no daña y es bueno defenderlo y
reconocerlo, cuando hablamos de derechos humanos hay que recordar que
nuestra vigente Constitución es el mejor plan de derechos humanos; en
ella están recogidos todos los derechos de los ciudadanos españoles. Al
amparo de esta Constitución, que nos ha permitido más de treinta años de
magnífica convivencia —insisto en que es bueno recordarlo de vez en
cuando—, a lo largo de esta legislatura el Gobierno ha puesto en
marcha una serie de actuaciones, como el Plan de la infancia y
adolescencia para el periodo 2013-2016, el Plan estratégico de igualdad
de oportunidades y la Estrategia nacional para la inclusión de la
población gitana 2012-2020; en fin, una serie de actuaciones que están al
amparo de la Constitución y significan pasos adelante en la legislación
de derechos humanos.


Estas son las dos razones que nos han llevado a presentar esta
enmienda. Como una de ellas ya ha sido reconocida y aceptada por el
senador Guillot, estamos a la espera de conocer su valoración para tomar
una decisión.


Gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Gracias.


Tiene la palabra el señor Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Gràcies, senyor president.


Evidentemente, creo que el primer punto sobra. La Constitución
protege los derechos humanos, el derecho a la vivienda, al trabajo…
Protege tantas cosas la Constitución que no me imagino que en todas las
mociones que se presentan en esta Cámara o en el Congreso pusiéramos un
punto a) así para todas las cuestiones. Creo que está de más hablar de
derechos humanos porque no solo se trata de los derechos humanos
internos, que son los que protege nuestra Constitución, sino que en el
Plan Nacional de Derechos Humanos también se aborda la protección y
defensa de los derechos humanos en el exterior. Por tanto, aparte de que
en este caso está de más esa afirmación, creo que tampoco contemplaría la
totalidad de un plan nacional que se centra en los derechos humanos en el
interior y en el exterior.


En relación con el segundo punto, siempre tenemos el debate con
respecto a la frase seguir dando cumplimiento o seguir haciendo. Sin
embargo, no hay segundo plan director.


Señor García Carnero, aparte de agradecerle su voluntad de
presentar una enmienda, que pone de manifiesto la disponibilidad de su
grupo y la suya por intentar discutir sobre la moción, le diré que solo
voy a aceptar este segundo punto porque lo que me interesa es lograr
compromisos del Gobierno, aunque sean parciales, respecto a la necesidad
de que haya una estrategia clara de defensa de los derechos humanos, y
más en 2015, cuando Naciones Unidas va a examinar a España sobre el
cumplimiento de una serie de compromisos internacionales. Creo que es
importante que logremos empujar, instar y estimular al Gobierno para que
a lo largo de 2015 concrete este compromiso internacional de nuestro
país.


Por último, quiero insistir en que para que esto sea posible hay
que reactivar el grupo técnico, el comité técnico asesor, que está
paralizado, lo que comportó la dimisión de su líder o presidente, el
catedrático Fernando Rey.


En resumen, mi posición respecto a la enmienda del Grupo
Parlamentario Popular es de aceptación de la letra b) y de rechazo de la
letra a) porque considero que está de más.


Gràcies, senyor president.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Gracias, señor
Guillot.


Tiene la palabra el senador García Carnero.


El señor GARCÍA CARNERO: Muchas gracias, señor presidente.


Intervengo brevemente para decir que agradecemos la disposición
manifestada por el señor Guillot de aceptar el segundo punto y que
estamos dispuestos a que se retire de nuestra enmienda, si es aceptada,
la letra a).


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Al tratarse de
una enmienda de sustitución, se tiene que aceptar o rechazar en su
totalidad y no por partes. Por tanto, si les parece, se puede presentar
una transaccional que votaremos más adelante.


El señor GARCÍA CARNERO: De acuerdo, la presentaremos firmada por
todos los grupos.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muy bien.


Iniciamos el turno de portavoces.


Tiene la palabra el señor Guillot.


El señor GUILLOT MIRAVET: Sería reiterativo, de modo que me ciño a
lo que he expuesto anteriormente.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Gracias.


¿Grupo Parlamentario Socialista? (Denegaciones).


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor
García Carnero.


El señor GARCÍA CARNERO: Muchas gracias, señor presidente.


Reitero nuestro compromiso de presentar esta transacción, suscrita
por todos los grupos.


Gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Benítez de Lugo Massieu): Muy bien.


Esperaremos esa presentación y votaremos después del debate de la
siguiente moción.