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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 345, de 18/06/2013
cve: DSCD-10-CO-345 PDF



CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2013 X LEGISLATURA Núm. 345

DEFENSA

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. AGUSTÍN CONDE BAJÉN

Sesión núm. 19

celebrada el miércoles,

18 de junio de 2013



ORDEN DEL DÍA:


Debate sobre:


- Solicitud de autorización del Congreso de los Diputados para el incremento del número de efectivos en la participación de las Fuerzas Armadas españolas en la misión de la Unión Europea EUTM-Mali. A propuesta del Gobierno. (Número de
expediente 095/000002) ... (Página2)



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Se abre la sesión a las once de la mañana.


El señor PRESIDENTE: Se abre la sesión.


Celebramos sesión de la Comisión de Defensa con un único punto del orden del día, que es la comparecencia del ministro de Defensa para solicitar autorización del Congreso de los Diputados para el incremento del número de efectivos en la
participación de las Fuerzas Armadas españolas en la misión de la Unión Europea EUTM-Mali.


Intervendrá el ministro, como es natural. A continuación intervendrán los grupos por turno de diez minutos, seguidamente el ministro hará una exposición y esta Presidencia prevé que tendremos la votación no antes de las doce y media de la
mañana, a los efectos de que los miembros de la Comisión puedan cumplir con otras obligaciones en la Cámara.


Tiene la palabra el señor ministro de Defensa.


El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Muchas gracias, señor presidente.


Señorías, comparezco ante ustedes algo menos de cinco meses después de que el Pleno de la Cámara ratificase por amplísima mayoría la decisión urgente de apoyar a nuestros aliados franceses en la operación que habían lanzado en Mali y al
mismo tiempo autorizase el despliegue de 50 militares españoles para participar en la nueva misión de entrenamiento que la Unión Europea iba a comenzar en este país del Sahel.


Comparezco de nuevo con un doble propósito. Como saben, el 7 de junio pasado el Consejo de Ministros acordó solicitarles la autorización que ahora estamos sustanciando para el incremento del número de militares españoles participantes en la
misión de la Unión Europea EUTM-Mali que aprobaron el pasado 30 de enero y que acabo de citar. Será por tanto objeto de mi intervención desarrollarles el contenido de dicho acuerdo y solicitarles el voto favorable al mismo. Por otra parte,
habíamos adquirido el compromiso de mantener informada a la Cámara sobre la situación y la evolución de los acontecimientos en Mali y por extensión en el Sahel, así que también estoy aquí para cumplir con lo dicho y actualizarles lo expuesto
entonces.


Comenzaré por este último apartado y desde los antecedentes trataré de trasladarles el punto de situación del conflicto de Mali, así como las acciones desarrolladas por las fuerzas españolas al amparo de la autorización de esta Cámara.
Recordarán que el pasado 8 de enero distintos grupos armados que ejercían el control sobre amplias zonas del norte de Mali, al menos desde la primavera anterior, y entre los que se encontraban bandas terroristas islámicas, iniciaron un rápido avance
hacia el centro y el sur del país, amenazando directamente no solo la integridad territorial, sino la propia viabilidad de Mali como Estado. Ante esta situación, el 10 de enero el Gobierno de transición de Mali solicitó el apoyo militar de Francia,
que inmediatamente inició la operación Serval con los siguientes objetivos: detener la ofensiva de los grupos rebeldes, recuperar y preservar la integridad y soberanía de Mali y facilitar la transición a una operación de imposición primero y de
mantenimiento después de la paz llevada a cabo por Mali y la comunidad de países del África occidental, como se establecía precisamente en la resolución del Consejo de Naciones Unidas 2085, de 20 de diciembre, que desarrollaba a su vez la 2071, de
12 de octubre, ambas del año 2012.


No hay que olvidar que la intervención francesa tenía como primeros elementos de legitimidad, además de las resoluciones citadas, la petición expresa del Gobierno del presidente Traoré, apoyada por la declaración del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas de 10 de enero de 2013. La reacción francesa generó pronto la adhesión de la comunidad internacional y aceleró las decisiones tanto para el lanzamiento de la misión africana de apoyo a Mali, Afisma, como la propia europea de
EUTM-Mali.


Como les consta y como el presidente Hollande agradeció públicamente al presidente Rajoy, España se comprometió desde el principio en la ayuda a nuestro socio, vecino y aliado en su tarea de estabilización de un país clave en la región del
Sahel y atendimos puntual y solidariamente las solicitudes de apoyo de Francia. Así, el 18 de enero, solo un día después de que cerrásemos en Europa la decisión para el despliegue de EUTM-Mali, el Consejo de Ministros acordaba los términos
concretos de la participación española en la crisis, que convalidarían sus señorías en esta Cámara doce día después.


Permítanme utilizar aquel texto como guía para el repaso de las actuaciones de nuestras Fuerzas Armadas allí. En primer lugar, se aprobó facilitar el tránsito por el espacio aéreo de soberanía y zona continua al mar territorial español, así
como el uso de determinadas bases aéreas, a los aviones militares y de Estado de los países miembros de la Unión Europea y de la OTAN participantes en las misiones y operaciones establecidas en apoyo a las resoluciones del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas



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anteriormente citadas. Desde el comienzo de las operaciones hasta el pasado martes se han contabilizado 418 tomas de tierra, principalmente en la base de Morón, y 72 sobrevuelos de aviones franceses, americanos, canadienses, británicos,
daneses, alemanes, belgas, suecos, polacos y húngaros. No obstante, hay que tener en cuenta que la mayor parte de la actividad registrada se concentró precisamente en los dos primeros meses de operaciones.


En segundo lugar, se autorizaba la participación de las Fuerzas Armadas españolas en dos misiones diferenciadas. Por un lado, la operación denominada Alfa Mike en apoyo de la operación francesa Serval, que consistió en el despliegue de un
avión Hércules C-130 del Ejército del Aire con su dotación correspondiente para realizar operaciones de transporte estratégico de capacidades regionales de los países participantes en la misión Afisma y de Francia. El despliegue del destacamento
aéreo Marfil, como así se le conoce, se inició el 26 de enero en la base aérea francesa de Dakar, alcanzando la operatividad completa y, por tanto, dando inicio al cumplimiento de las misiones asignadas el 2 de febrero. Entre el 2 de febrero y el
30 de mayo el Hércules C-130 ha realizado vuelos a Mali, Costa de Marfil, Chad, Níger, Burkina Faso y Mauritania, completando 117 misiones en apoyo de la operación Serval y Afisma. Atendiendo a criterios económicos y logísticos -menos consumo de
combustible y reducción del contingente necesario para operar el avión-, así como a criterios operativos -no habría impacto significativo en las operaciones-, se decidió cambiar el modelo de avión, pasando del Hércules C-130 a un Casa-295 del
Ejército del Aire. Esta nueva aeronave y su dotación se desplegaron en Dakar el 28 de mayo, tomando el relevo en la operación tres días más tarde. En total y hasta el momento se han llevado a cabo 125 misiones, más de 420 horas de vuelo, en las
que se han transportado 984 personas y 238 toneladas de carga y se han suministrado más de 9.500 litros de combustible. En este periodo 154 militares españoles han pasado por esta operación, por el destacamento Marfil. El coste provisionado hasta
final de año para esta operación Marfil, es decir, el avión en Dakar, es de 29,8 millones de euros, aunque, como les expuse el pasado enero, el montante final vendrá determinado por la frecuencia de las labores que se nos encomienden, con lo que
esta cantidad podría variar sustancialmente.


Por otro lado, se acordó la participación de hasta 50 militares españoles en la misión de la Unión Europea para el adiestramiento de las Fuerzas Armadas de Mali (EUTM-Mali), así como las unidades de apoyo necesarias. El despliegue se inició
el 8 de febrero con un destacamento de enlace avanzado en Bamako formado por 65 militares de otros países, franceses, alemanes y británicos, y entre ellos dos españoles. Actualmente esta misión cuenta con 518 militares de veintidós países de la
Unión Europea, de los que 56 son españoles. Nuestros efectivos están desplegados del siguiente modo: ocho en puestos en los cuarteles generales en el destacamento de enlace avanzado, en el principal y en el campo de entrenamiento, situado en
Koulikoro, 33 en una sección de protección de la fuerza del campo de entrenamiento de Koulikoro y 15 en el equipo de adiestramiento de operaciones especiales. Esta aportación hace que seamos el tercer país contribuyente, solo por detrás de Francia
y Alemania.


Por lo que respecta a las actividades realizadas por el contingente español en Koulikoro, el equipo de operaciones especiales ha adiestrado ya a un primer contingente de 35 soldados malienses, mientras que la sección de protección alterna en
los cometidos de fuerza de reacción rápida, escolta de convoyes, seguridad de las actividades de adiestramiento y protección de las instalaciones del campo. Los costes económicos de esta operación hasta la fecha son aproximadamente de 1,6 millones
de euros.


Señorías, han transcurrido cuatro meses y medio desde el inicio de la operación Serval y la situación actual en Mali es a grandes rasgos la siguiente. Una vez recuperadas las principales localidades del norte, Francia y Chad han iniciado el
repliegue progresivo de sus fuerzas, que están siendo remplazadas por fuerzas africanas de Afisma, aunque continúan las operaciones militares en la región de Gao y Kidal. Francia espera alcanzar a mediados de verano un tope de dos mil efectivos
organizados en dos grupos de combate y se espera que esta cifra quede reducida a unos mil efectivos en diciembre. La positiva evolución viene marcada también por la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas 2100/2013, de 25 de abril,
que ha autorizado el despliegue a partir del 1 de julio de una misión de estabilización en Mali, conocida como Minusma, que se compondrá de un contingente de 11.200 militares y 1.440 policías e integrará a la preexistente misión internacional de
apoyo a Mali, que es Afisma, como les he mencionado antes. Esta última tiene ya 6.101 militares de los 6.983 comprometidos por los países africanos que la componen. Minusma llevará a cabo, entre otras, tareas de estabilización y apoyo para
restablecer la autoridad del Estado en todo el país, así como protección de civiles y apoyo a la asistencia humanitaria. Según la misma resolución de Naciones Unidas, una fuerza francesa que no formará parte de la misión de Naciones Unidas
permanecerá en Mali con la tarea de combatir el terrorismo, pudiendo



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intervenir en apoyo de Minusma en situaciones graves de seguridad y a solicitud del secretario general de Naciones Unidas.


En el ámbito político, se insta al Gobierno de Mali a la adopción de todas las medidas necesarias para consolidar la estabilidad, la reconciliación nacional, la celebración de elecciones en todo el territorio y el inicio de un proceso de
negociación que incluya a los grupos armados del norte no terroristas. Este proceso de negociación está alcanzando en estos momentos un punto álgido, con los intentos de cerrar un acuerdo entre el Gobierno de unión nacional de transición y el
Movimiento Nacional de Liberación del Azawad, que es uno de los grupos que citaba antes, para garantizar la seguridad y la efectividad del doble proceso electoral previsto; a fecha de hoy, para el 29 de julio las elecciones presidenciales y
posteriormente las gubernativas, que en principio se prevén para finales del mes de agosto o primeros de septiembre. Tampoco podemos ocultar que el equilibrio es bastante quebradizo y los buenos deseos de paz y concordia entre las partes se pueden
romper en cualquier momento, más allá de la amenaza permanente que suponen los grupos terroristas islámicos, que aun habiendo sido prácticamente expulsados del país por las fuerzas francesas y chadianas conservan capacidad de regenerarse y
reagruparse en el momento más insospechado. De todas formas, a nadie se le puede ocultar que la situación en el país es mucho mejor que la existente en el pasado enero, que la amenaza cierta de tener un Estado fallido a apenas dos horas de nuestras
costas, si no ha desaparecido del todo, se ha difuminado bastante, pero que hemos de seguir trabajando para garantizar la viabilidad de Mali y, como les insisto continuamente, la primera premisa para cumplir con este objetivo es el fortalecimiento
de sus propios mecanismos de seguridad, comenzando por sus fuerzas armadas.


Señorías, hasta aquí les he informado de lo que hemos realizado hasta el momento y de las líneas generales de la situación del país. Paso ahora a exponerles el segundo propósito de esta comparecencia, que no es otro que la aprobación por
esta Cámara, si así lo considera oportuno, del acuerdo del Consejo de Ministros de 7 de junio. Como hemos insistido desde el Gobierno en numerosas ocasiones y han compartido aquí representantes de la amplísima mayoría de los grupos, la seguridad
internacional, regional y nacional requiere que mantengamos el esfuerzo en apoyo al Gobierno de Mali. Es necesario restablecer en su totalidad la estabilidad en las zonas de Gao, Tombuctú y Kidal, que eran controladas por grupos terroristas, así
como apoyar a Mali para que pueda contar con unas fuerzas armadas que impidan que esta situación pueda volver a darse en el futuro. Por ello, al objeto de solucionar los posibles problemas que podrían afectar a la misión EUTM-Mali a partir del
segundo semestre de este año, motivados fundamentalmente por la reducción de los efectivos franceses y que afectaría a la compañía de protección de la fuerza del campo de entrenamiento de Koulikoro, a 60 kilómetros de Bamako, a la que España hasta
ahora contribuye con una de las cuatro secciones que la forman y a dieciséis puestos en cuartes generales de la misión en la capital, se celebró el pasado 21 de mayo una conferencia de generación de fuerzas en Bruselas. En ella, España, además de
continuar cubriendo los puestos previamente asignados, ofreció aumentar el contingente hasta un máximo de 110 militares, con capacidades adicionales de mando y control, reconocimiento de artefactos explosivos, medios de vigilancia táctica y gestión
logística y de personal. Como consecuencia de este compromiso con nuestros socios europeos, el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 7 de junio aprobó elevar el número de militares de las Fuerzas Armadas españolas en EUTM-Mali hasta los
citados 110 efectivos, además de los elementos puntuales de apoyo necesarios para contribuir con personal y medios a los siguientes objetos: primero, apoyar al cuartel general de la misión; segundo, funciones de adiestramiento y, tercero, fuerza
de protección.


El acuerdo está en consonancia con la duración del mandato otorgado a la misión por el Consejo de la Unión Europea, tiene un periodo de vigencia de quince meses a contar desde la aprobación el pasado 18 de febrero de 2013 del lanzamiento de
la misión EUT-Mali, que podrá prorrogarse si las circunstancias así lo aconsejasen, y evidentemente ese acuerdo lo traeríamos una vez más a la Cámara. En el caso de que sus señorías den su autorización, a partir del mes de julio se incrementaría
progresivamente el contingente español hasta alcanzar la totalidad de militares que he citado el próximo mes de septiembre. El proceso se iniciaría con 43 militares para la compañía de la protección de fuerza de Koulikoro y posteriormente se
desplegarían 10 más para el equipo de adiestramiento y un oficial superior como segundo jefe de la misión. Además, España se turnará en el mando de la fuerza de protección con Bélgica por periodos semestrales, porque es Bélgica quien pone las otras
dos secciones de protección. Como hemos visto, la duración inicialmente prevista del refuerzo coincide con la de la misión inicialmente aprobada, es decir, hasta mediados de marzo de 2014. En cuanto a los costes totales previstos hasta final de
2013, para este aumento de la misión, contando con los anteriores, sería de unos 9.000.000 de euros



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en la misión EUTM-Mali, no es la misión Serval. Hay que tener en cuenta que el despliegue de más personal conlleva un aumento de material, de equipo y de vehículos asociados para realizar con garantías también la misión de protección a las
fuerzas, no solamente la de adiestramiento.


Señorías, me complace informarles de que la semana pasada concluía la formación del primer grupo táctico del ejército maliense instruido por EUTM, compuesto por un batallón de 710 integrantes de todas las etnias y razas presentes en Mali,
incluyendo un 10% de tuaregs y de árabes. El batallón lo forman 4 compañías, 3 de infantería y 1 de especialidades, que incluye operaciones especiales: artillería, ingenieros zapadores, francotiradores, caballería ligera blindada, logística y un
equipo de control aéreo avanzado. Como les he dicho, nuestros militares han sido los responsables de formar a los 35 miembros del grupo de operaciones especiales. En estos momentos, estamos a la espera de que el Gobierno de Mali designe los
militares que formarán el segundo batallón que sería adiestrado por la misión EUTM-Mali.


Señorías, brevemente podemos afirmar que la operación Serval emprendida por Francia con la participación y el apoyo de sus socios y aliados, entre ellos España, además de las fuerzas armadas de Mali y de diferentes países africanos
pertenecientes fundamentalmente a la Comunidad de Estados del África Central integrados en Afisma y los esfuerzos políticos y diplomáticos han mejorado sustancialmente la situación de la seguridad en Mali, pero queda mucha labor que hacer, como la
que acometerá el despliegue de Minusma que he citado antes, al que apoyará Francia con sus efectivos y en la que participaremos nosotros al convertirnos en el segundo contribuyente, después de este esfuerzo adicional a la misión EUTM-Mali. Tenemos
un firme compromiso con seguir formando a las fuerzas armadas malienses encargadas de crear el tejido autónomo de seguridad que fundamente los derechos, la libertad y la tranquilidad de los ciudadanos de Mali, así como la consolidación de ese
Estado. Objetivamente, como segunda derivada, también la nuestra. No creo que me haga falta volver a insistir en la enorme incidencia que tiene la inestabilidad o estabilidad de la región y los riesgos y amenazas que la primera, la inestabilidad,
supondría para España y para Europa en general.


Por todo lo anterior, y porque España quiere mantener su compromiso con la seguridad internacional, la solidaridad con sus socios y aliados y la responsabilidad propia para afrontar nuestros problemas, teniendo en cuenta el cumplimiento de
la misión y la seguridad de nuestras tropas y de las que con nosotros hacen la labor de adiestramiento, solicito de sus señorías la convalidación del acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 7 de junio, por el que se autoriza el incremento del
número de efectivos en la participación de las Fuerzas Armadas españolas en la misión de la Unión Europea EUTM-Mali. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Abrimos el turno de portavoces, comenzando por el portavoz del Grupo Mixto, don Joan Tardà i Coma.


El señor TARDÀ I COMA: Señor ministro, le oigo y me parece que actúa más como ministro de la guerra que como ministro de Defensa porque yo leí unas declaraciones suyas hace poco que textualmente decían -no sé si el periodista reflejó
exactamente lo que usted dijo-: Han pasado cosas y la Unión Europea cree que hay que aumentar la misión. Yo ahora he estado escuchándole con mucha atención para saber exactamente qué es lo que ha pasado de nuevo y no acabo de entender todavía cuál
es la razón profunda que obliga al Estado español a implicarse más en esta operación, no he sabido entenderlo. Además, sí han pasado cosas, y le decía antes que actúa más como ministro de la guerra porque no ha dicho nada de lo que se ha denunciado
sobre la vulneración sistemática de derechos humanos por parte del ejército de Mali con la connivencia del ejército francés. Ha sido un escándalo mundial. De hecho, lo que le pedimos es que nos cuente qué es lo que ocurrió. No tiene sentido que
se lo tenga que contar yo, pero los informes de Amnistía Internacional y de Human Rights creo que son espeluznantes. La acción criminal del ejército de Mali sobre población infantil, sobre mujeres, sobre población indefensa, avergüenza a las
democracias europeas. Es más, el pueblo tuareg está sufriendo lo que nunca había sufrido, cuando ya es un pueblo de los desheredados en África, porque ahora, además, viven entre la contradicción perversa, la dialéctica perversa, demoníaca de estar
emparedado entre el ejército de Mali que los machaca y los fundamentalistas terroristas de Al Qaeda o próximos a Al Qaeda. Fíjese en qué situación tan perversa se encuentra el pueblo tuareg en estos momentos. Y aun cuando en las negociaciones han
aceptado la unidad del estado de Mali, deben tener garantías sobre qué es lo que le va a ocurrir a este pueblo, si tendrán derecho como mínimo a continuar como estaban. Repito, uno de los pueblos más desheredados de África.



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¿Usted nos puede decir hoy exactamente que las autoridades de Mali no van a tolerar más violaciones de los derechos humanos, incluyendo la tortura y los malos tratos a los detenidos? ¿Nos asegura que no entregarán detenidos a las
autoridades de Mali si estas personas pueden correr un riesgo claro de tortura y malos tratos? ¿Se va a informar de todo, incluyendo al Tribunal Penal Internacional, a la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos y de la Minusma? ¿Puede
decirnos hoy que la intervención española también servirá para que esto no ocurra o no vuelva a ocurrir? Lo que no vamos a hacer, al menos nosotros, es firmar un cheque en blanco porque esto debería avergonzarnos y me sorprende que no haya dicho
nada. No se puede esconder la otra cara de la moneda. Espero que nos cuente qué información tiene y cómo tienen previsto enfocarlo, de manera que no se convierta en un cheque en blanco de los intereses franceses, que ya sabemos cuáles son. Es
evidente que las multinacionales francesas no quieren perder su presencia, su protagonismo, su influencia en esta zona y, evidente, el Estado francés, ¡vaya con los franceses!, actúan en consecuencia. Me gustaría que pudiera ser un poco más
explícito sobre cuáles son los intereses del Estado español en implicarse en esta operación, aun cuando hay una tutela, más lejana de lo que quisiéramos, de Naciones Unidas, porque, por desgracia, no van con los cascos azules de la ONU, y porque,
además, existe una reserva de tropas francesas que están en los chiqueros para hacer, quizás, el trabajo sucio que a veces no es de acción sino de omisión, para que el ejército de Mali pueda hacer lo que considere oportuno. Le repito la poca
legitimidad del gobierno de la república, todos sabemos cómo nació este gobierno.


En todo caso, le hablo de los derechos humanos, le hablo de cuáles son las razones profundas para una mayor implicación y de los compromisos que se puedan adquirir porque ahora de lo que se trata es de una ampliación. Nos gustaría saber
cuáles son las razones profundas, a no ser que ustedes tengan algunos acuerdos con la República Francesa que no se puedan contar en el Parlamento o con vaya usted a saber con qué intereses. De hecho, ha sido muy usted muy poco explícito. Luego, si
usted calla mucho, este diputado tiene derecho a especularlo todo, porque con la información que nos ha dado incluso un periódico regional hubiera sido más generoso que usted mismo. Aquí estamos decidiendo algo muy importante: ampliar la
contribución del Ejército español en una operación militar en otro continente. Siento decírselo porque el especialista es usted, pero que este diputado que sabe mucho menos que usted se sonroje al recibir tan poca información y tan epidérmica, yo
que usted me lo haría mirar, con todo respeto.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), tiene la palabra don Joseba Andoni Agirretxea.


El señor AGIRRETXEA URRESTI: Señor ministro, bienvenido a esta Comisión. Me parece necesaria su intervención. Me gustaría que pudiera venir con la misma celeridad cuando es reclamado para otra serie de cuestiones. En cualquier caso, es
una situación en la que usted debe de informar y así lo ha hecho.


Yo también coincido un poco con el diputado Joan Tardà en una serie de dudas que me apremian. Usted ha explicado cuál era la situación que hizo que el Congreso de los Diputados aprobara la participación de España con ese contingente en
enero. Se debatió y aprobó en el Pleno del Congreso, pero no queda clara cuál es la necesidad que hace que aquello no fuera suficiente. Por una parte, nos ha hecho una descripción, que también coincido en que es excesivamente superficial, de lo
que es la situación política actual que, como usted ha dicho, es mejor de la que estaba entonces y, a su vez, reclama más soldados para aquel país. Por lo que o la situación política es más inestable y requiere de más fuerzas o, si no, necesitamos
otra serie de explicaciones que nos digan: la situación política está mejor, pero consideramos que es necesaria, ahora más que antes, más dotación, más personas para instruir, ha dicho usted. No ha dicho tan claramente que sean para entrar en
combate sino que eran para un control de lo que se está llevando a cabo hasta ahora, para labores de instrucción, etcétera. Me gustaría saber, porque o no lo entendido bien o quizá su explicación ha sido excesivamente somera, cuáles son las
verdaderas razones que lo hacen necesario.


Por otra parte, en qué proporción van a participar otros países y por qué adquiere España ese compromiso, si es proporcional esa participación de otros países europeos en esta ampliación de contingente, cuáles son las condiciones que han
establecido otros, por qué España va a tener más que otros, o no va a ser así. Usted nos ha hablado de una especie de relación bilateral de compromiso con Francia como aliado, como socio, como vecino, pero esto es algo que supera la vecindad. El
contingente de participación supongo que se estará decidiendo en unos ámbitos que superen la bilateralidad, porque, al fin y al cabo, ¿esto es una misión de la Unión Europea, es de la ONU, es de la OTAN, es de España-



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Francia? Queda una especie de club en el que a veces intervienen unos, otras veces intervienen otros, pero me gustaría que se enmarcara en un plan concreto y que usted pudiera explicarme cuál es la proporcionalidad en la que España junto
con otros países va a participar en esta ampliación que usted ha explicado.


En la situación política actual de Mali se ha conseguido retirar a los grupos fundamentalistas islámicos que estaban operando, pero es importante hacer hincapié en por qué se interviene en Mali. Por una parte, porque la desaparición de un
Estado sin gobierno o una situación que complicaba un Estado a la deriva hizo que se decidiera esa acción por parte de Francia y, a posteriori, esa participación de los demás en ayuda a Francia. Las condiciones en las que tal y como mi portavoz en
el debate del Pleno decía, cuando usted y el ministro de Exteriores solicitaron esa participación, parece que la intervención responde a una lógica que no vamos a discutir, pero ¿qué hemos de hacer para que esa intervención sea realmente efectiva y
que lo que consiga sea erradicar las fuerzas radicales islamistas AQMI, Mujao, incluso el Ansar dine, con las contradicciones que ya sabemos que tiene ese grupo, erradicar la amenaza terrorista y volver a hacer de Sahel una zona más tranquila? Eso
es lo que preguntaba mi portavoz. Por otra parte, nosotros poníamos una serie de condiciones.


Creemos que sí, estamos de acuerdo y apoyamos que se participara, pero había tres elementos fundamentales. Por una parte, el respeto escrupuloso a los derechos humanos de todos los malienses, y por supuesto por parte del propio ejército de
Mali o de los ejércitos que contribuyeran en esa intervención, como no podía ser de otra manera, porque no solo se debe de intervenir para erradicar el islamismo fundamentalista, el grupo terrorista que estaba operando, sino también para impedir que
el ejército de Mali incurriera en una vulneración flagrante de derechos humanos como se había denunciado que estaba ocurriendo, y que está ocurriendo, tal como ha comentado mi compañero Joan Tardà. Y también para que pudiera haber unas elecciones
libres verdaderas; unas elecciones en las que pudieran participar todos los grupos y en las que todos tuvieran la misma libertad para hacerlo y en las mismas condiciones. Todos sabemos -y creo que se ha explicado muy bien- la situación que ha
vivido y que vive el pueblo tuareg, con la amenaza, por una parte, de los grupos islamistas que le han oprimido, y por otra, cuando estos se han retirado, el miedo a la venganza que pudieran sufrir por parte del ejército de Mali que también todos
sabemos que se ha cebado más de una vez con este pueblo. Por eso creo que en su intervención ha faltado una especie de explicación más política. Quizá usted puede decir que esa es una función que deberá hacer el ministro de Exteriores en otro
ámbito. No sé si es así; igual el ministro de Exteriores tendrá que explicarlo en la Comisión de Exteriores, pero sí me gustaría saber en qué situación se encuentra y qué acciones o qué negociaciones políticas se están llevando a cabo para que la
situación de esa zona africana llegue a la estabilidad que todos deseamos.


Por mi parte no tengo muchas más cuestiones que plantear. Me gustaría que usted me pudiera responder a esas preguntas que le he hecho, y sobre todo que me informara de si por parte del contingente que usted ha enviado y de los informes que
ha recibido ha tenido noticia de vulneración de derechos humanos; si se ha participado desde ese contingente europeo en la erradicación de esa vulneración de derechos humanos, tanto en las tropas que estaban operando allí como en parte hacia la
sociedad civil; si se ha participado en esa erradicación. Y como le comentaba si podría informarme de qué garantías se están ofreciendo para que esas elecciones sean libres, democráticas, y con las garantías que todos queremos que ocurran para el
bien. Por ahora no tengo más que decir. No creo que haya ninguna otra intervención después, pero creo que con sus respuestas podré informarme de estos requerimientos o preguntas que mi grupo parlamentario le solicita. Espero sus respuestas, señor
ministro.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Unión Progreso y Democracia tiene la palabra el señor Martínez Gorriarán.


El señor MARTÍNEZ GORRIARÁN: Nuestro grupo no comparte las visiones angelicales sobre la política internacional o sobre las situaciones de conflictos violentos como el que ha habido en Mali y en otros países, muy ligados al auge del
fundamentalismo islámico, y por otra parte, también a los problemas de origen de estos Estados, salidos de un reparto colonial bastante reciente. Cuando el Gobierno solicitó el primer despliegue de tropas en Mali lo apoyamos -le anuncio que lo
vamos a hacer también en esta ocasión-, y simplemente me voy a limitar a hacer una breve reflexión sobre las cuestiones que están aquí implicadas que creo que son importantes, sobre todo en un país como España donde por desgracia se le dedica poca
reflexión pública a este tipo de cuestiones cuando son vitales para nosotros. Cuando digo nosotros hablo de la democracia española, de la sociedad, y de los intereses más legítimos y básicos.



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He entendido, señor ministro, que ha dicho que el diagnóstico que hace el Gobierno -y supongo que dentro de la visión que tiene la Unión Europea- tras esta misión militar es que Mali sigue siendo un país bajo una gran inestabilidad política,
que es muy dudoso que se resuelva meramente convocando elecciones. Como se sabe convocar elecciones y procesos electorales democráticos tiene mucho más que ver con la viabilidad del propio sistema, y no es una cosa que se consiga de un día para
otro. Por otra parte, se mantiene la amenaza terrorista sencillamente porque las raíces de la implantación del fundamentalismo islámico, de Al Qaeda y sobre todo de los grupos salafistas en el Sahel y en el norte de África, como es conocido, no son
una cosa tampoco de ayer, sino que se remontan a los últimos años. Al parecer ha habido una inacción demasiado prolongada y extensa, lo cual ha creado un problema grave al que se ha reaccionado probablemente tarde, y desde luego nos parece que
pobremente. Pero, en fin. A este respecto, mi compañera Irene Lozano en la primera intervención ya avisó -precisamente se lo dijo a usted, señor ministro- que en un futuro no muy lejano habrá que cambiar la naturaleza de esta misión porque
probablemente habrá que llevar más hombres para realizar otro tipo de tareas. Así ha sido, y aunque la naturaleza de la misión que usted ha expuesto no cambia se refuerza por razones evidentes, y es porque la primera implicación material parecía
que era demasiado escasa y que era más para salvar la responsabilidad política que le corresponde a España que por una implicación más a fondo en la resolución del problema. E insisto en que no era tanto la situación de determinados grupos étnicos
como los tuaregs u otros, sino sencillamente el desmoronamiento de Mali y el riesgo gravísimo de que se convirtiera en una especie de Somalia, es decir, es un Estado fallido en una zona vital no solo para Francia y sus suministros de uranio -como se
suele decir en esa tendencia al reduccionismo-, sino sencillamente en algo que es intolerable para Europa y para España en particular, que es que el Sahel y el norte de África se conviertan en una base de operaciones de grupos terroristas. Dicho
eso, esperamos que este tipo de misiones complementadas por supuesto sobre todo por decisiones políticas vayan consiguiendo rescatar a Mali y a otros países en riesgo de convertirse en Estados fallidos, y ser pasto de comunidades salafistas y de
emiratos fundamentalistas amparados por Al Qaeda o en su estrategia política por tanto estamos de acuerdo en que debe de haber operaciones militares, evidentemente reducidas, controladas y que sepamos exactamente a qué se dedican en lo que es
posible dentro de este tipo de misiones.


Me gustaría también hacer una reflexión sobre el coste de este tipo de misiones, que lógicamente es algo inevitable y necesario y es misión, y responsabilidad de este Parlamento en una crisis como la actual. Sin duda es una mala noticia
tener que gastar nuestros escasos recursos en este tipo de operaciones, pero también creo que habrá un acuerdo general en que sería mucho más costoso no hacer nada. Si bien estas operaciones tienen un coste material, financiero y suponen también un
esfuerzo para las Fuerzas Armadas, el no hacer nada, el dedicarnos a contemplar qué ocurre no ya en nuestro patio trasero -que sería una expresión despectiva que desde luego no hago mía-, sino en países vecinos con los que además tenemos una
relación debido a los movimientos migratorios que no teníamos hace unos años, nos acabaría pasando una factura mucho mayor. De hecho habría que preguntarse si de haberse intervenido antes del golpe de Estado en Mali y de todos los acontecimientos
posteriores de una manera más preventiva no estaríamos en una situación mucho mejor para actuar a un menor coste.


También nos parece que merece la pena subrayar que siga siendo lamentable que este tipo de operaciones -que son europeas pese a lo que se pueda decir, no solo porque las hacen Estados europeos, sino porque son previamente precedidas de
consultas entre los aliados europeos y de planificación de la misión hasta cierto punto-, no dejan de ser una especie de informalidad que está bastante lejos de lo que nuestro grupo considera deseable en materia de construcción europea y de
responsabilidades internacionales de defensa por parte de la Unión Europea. Al final no dejan de ser acuerdos entre Estados. Francia en este caso lidera la operación, no solamente porque tiene intereses más evidentes quizá que otros Estados
europeos, sino sobre todo porque tiene un despliegue político y sobre todo militar muchísimo más extenso e importante; pero el hecho de que Francia lidere -y de que aceptemos ese liderazgo- en nuestra opinión no debería de eximirnos de insistir una
vez más, precisamente ante esta situación en África, de la importancia que tiene el que la Unión Europea pase a ser con todas las consecuencias también una potencia militar con su propia política de defensa, con su propia capacidad de intervención,
y bajo un control democrático, como es indispensable en una democracia. Como digo, lamentablemente es otra expresión de la cortedad de miras de las actuales instituciones europeas lo mismo que en otros aspectos de la crisis. Además creo
conveniente recordar que este tipo de crisis en Mali y en otros países no son desligables de la crisis económica mundial, y sobre todo de Europa, porque simplemente tienen que ver con fenómenos y procesos muy profundos de reajuste del mundo a



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una nueva realidad. No podemos creer que lo que nos pasa en Europa, en España, lo que le pase a las instituciones europeas es independiente y no tiene nada que ver -aunque no sea determinista o causal directamente- con la desestabilización
del norte de África u otras regiones del mundo. En nuestro caso el norte de África es de una enorme importancia.


Para terminar, como ya le he dicho antes, vamos a apoyar el refuerzo que solicita el Gobierno, pero con las críticas que le decía. Creemos que el Gobierno debería de empeñarse mucho más a fondo en intentar, vinculándola a la construcción
europea, que estas misiones tuvieran un perfil más nítidamente europeo. También es importante informar a la opinión pública con mucho más detalle, no de los aspectos relativos a la seguridad de las operaciones militares, sino de los fines, los
objetivos, y de lo que se haya conseguido hasta el momento, así como de los retos que esto supone para el futuro inmediato. Y por lo demás consideramos que es indispensable que España asuma las responsabilidades que nos corresponden, no como
expotencia colonial o este tipo de cosas pintorescas y anacrónicas, sino sencillamente como una democracia que sabe muy bien que solo tiene futuro en un mundo democrático, no en un mundo en manos de grupos terroristas.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de La Izquierda Plural tiene la palabra el señor Nuet.


El señor NUET PUJALS: Señor ministro, deseo agradecerle la información que nos ha facilitado, pero la consideramos absolutamente insuficiente. Usted se ha movido en la epidermis del conflicto. Ni nos ha explicado cuál es la evolución
militar y geoestratégica del conflicto, ni nos ha explicado cuál es la tendencia y el proyecto que defiende España en la región. Eso no nos lo ha comentado. Para entender por qué nos pide hoy nuestra aprobación al aumento del contingente español
posiblemente deberíamos preguntarnos cuáles son los intereses de España en la región, y desde nuestro punto de vista los intereses de España en la región brillan por su ausencia. Por tanto su solicitud solo se puede entender bajo dos
características: o que nos hemos convertido en una embajada de Francia -posiblemente no es el caso-, o que su Gobierno ha establecido acuerdos y diálogo de carácter geoestratégico con el país vecino que motivan la intervención española.
Posiblemente en ese segundo aspecto usted no nos va a comentar nada, porque seguramente no está en disposición de poder facilitar este tipo de información a esta Comisión. En los dos casos nos preocupa la actitud del Gobierno. Parece que el
Gobierno no haya entendido nada de otros conflictos del pasado, de los errores cometidos en Afganistán, de los errores cometidos en Libia, y de los errores que se están cometiendo en Siria, porque en esos -también algunos de ellos Estados fallidos-,
después de la intervención y después de la ocupación, encontramos más Estados fallidos. Y en esos conflictos, después de ir allí en nombre de la paz y en contra del terrorismo, cuando aún estamos allí o cuando ya hemos salido, encontramos más
terrorismo y no menos. No nos gustaría que de nuevo los errores de la política que su Gobierno defiende y que han sucedido en esos conflictos volvieran a suceder ahora en Mali, porque vamos en la misma dirección de volver a cometer los mismos
errores del pasado.


¿Qué es lo que hay detrás de esto? Evidentemente detrás hay intereses geoestratégicos y económicos. No es verdad, como decía el presidente Hollande, que vayamos allí por la paz. Esto es un cuento chino que cada vez menos personas se
creen, a pesar de que esa mentira se repita una y otra vez de forma incesante. Vamos allí por las empresas, vamos allí por los intereses económicos, que son los que nos dicen lo que hay que hacer. En algún momento deberíamos sustituir algunas de
nuestras banderas por las banderas de esas multinacionales, que son verdaderamente los intereses que estamos defendiendo. Vamos allí claramente por los intereses de las telecomunicaciones, del textil, de la minería de oro, de la minería de uranio,
que es lo que hay detrás. Y el pueblo de Mali está en segundo lugar, porque lo que vamos a garantizar son los derechos humanos de esas empresas y de sus consejos de administración. Y los derechos humanos de los malienses, si mejoran, mejor, y si
no, no hay ningún problema porque lo importante es lo importante, y la gente de Mali es secundaria en este conflicto, señor ministro. Si esa decisión la ha tomado el Gobierno francés la criticaremos, pero que nosotros nos metamos en este berenjenal
es inexplicable e inexcusable, señor ministro. Por tanto no va a contar con el visto bueno de este grupo parlamentario, como no contó con nuestra aprobación cuando la solicitó para el primer contingente.


Vamos a seguir haciendo un seguimiento crítico de este conflicto porque al final, como en Afganistán y como en Libia, hay cuenta de resultados y queremos conocerla. Y en este momento, en los seis meses de conflicto que llevamos, la cuenta
de resultados brilla por su ausencia. Por tanto, no, señor ministro, no vamos por la paz, no vamos por el pueblo de Mali, sino que vamos a profundizar un Estado fallido, vamos



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a profundizar la inestabilidad de la región, y vamos a aumentar la potencia del terrorismo con esta forma de actuar. Por tanto no con nosotros, no con nuestro voto.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) tiene la palabra el señor Guillaumes.


El señor GUILLAUMES I RÀFOLS: En primer lugar, gracias, señor ministro, por su ágil comparecencia y por sus explicaciones. Nuestro grupo coincide en parte con algunas de las críticas que han emitido nuestros colegas, no con las del señor
Nuet, pero sí con las de los otros grupos. Esto se veía venir, aquí ha habido una cadena de errores. El primero -creo que lo ha dicho el portavoz de UPyD- es que parece que nadie se dio cuenta de que había un efecto dominó entre lo que pasaba en
Libia lo que podía pasar en el Sahel, o al menos nadie se dio cuenta con la suficiente agilidad. El segundo -como ya es una especie de tradición en la Unión Europea y el día que esto no ocurra nos llevaremos una auténtica sorpresa-, parece que
mientras avanzaba una situación crítica en Mali que podía dejar no un Estado fallido, sino un Estado terrorista, un Estado mucho más difícil luego de hacerlo volver al redil de las naciones normales -yo no utilizaría otra expresión-, casi nos pilla
el toro, y si no llega a ser por la rápida intervención del Estado francés nos hubiera pillado. Tampoco esto es culpa de su Gobierno. Desde las matanzas de Srebrenica es un marchamo de hacer -o de no hacer, más bien- de la Unión Europea. Por eso
digo que se veía venir, porque ahora estamos llegando a la normalidad. Los franceses han estado sacando las castañas del fuego y ahora poco a poco estamos creando de verdad una fuerza multinacional, que es la que hubiera tenido que intervenir desde
el principio. Así es como lo vemos nosotros. Desde este punto de vista quizá el camino recorrido no ha sido el mejor, pero consideramos que hay unos intereses estratégicos a defender y no queremos un Estado terrorista a dos horas de vuelo de
España. No sé si esto es querer la paz, la paz para nosotros, la paz para los malienses, la paz para todo el mundo, pero por descontado este es un interés muy específico que debemos defender.


Coincidimos plenamente en el tema de los derechos humanos, no en la conclusión, pero es verdad que estas misiones en gran parte se justifican porque las cosas se dejan mejor de lo que se hallaron cuando se llegó. Por tanto insistimos en que
se debe tener especial cuidado en este tema. Entendemos -por eso he dicho que la conclusión es la contraria- que esto más bien se garantiza haciendo que las nuevas unidades del ejército tengan una formación multinacional y no dejándolas a su aire.
Por eso, aunque la crítica es la misma, la conclusión es la contraria. Aun así, sí queremos sobre la mesa la exigencia de que no puede volver a ser portada de los periódicos algo así. Seria terrible que una de estas nuevas unidades militares, de
las recientemente formadas, participara en cualquier violación de los derechos humanos, porque entonces sí que habríamos fracasado en más de un sentido.


Lo mismo se puede decir de la posición del pueblo tuareg y las otras minorías nacionales que existen en Mali. Coincido con el señor Tardà en que más concesiones, dada su precaria situación, ya no pueden hacer. Se han plegado a todas las
condiciones internacionales, pero debemos asegurarles un mínimo, -si puede ser, en el marco democrático- reconocimiento no solo de los tuaregs, sino de todos los pueblos, básicamente porque es una de las bases de solución del conflicto entre otras
cosas, aparte de ser de estricta justicia. Por tanto nuestra posición, como se ha adivinado, será de apoyo. Aunque puede haber críticas, sería muchísimo más peligrosa la evolución de un Mali como al que estaba derivando antes de la oportuna
intervención del Estado francés, y por ello tendrán nuestros votos.


Siempre nos encontrarán vigilantes en el tema de los derechos humanos y en lo relativo a las minorías de la comunidad maliense, pero dicho eso entendemos que la intervención multinacional tiene que ser y será mucho más un remedio que una
preocupación o un error. Aprovecho para decir que una serie de circunstancias desgraciadas hacen que esté yo solo para cubrir la Comisión de Interior y la de Defensa, donde también está el secretario de Estado, de manera que ruego al señor ministro
que no lo tome como una falta de respeto, pero tengo que salir inmediatamente tras mi intervención. Seguiré atentamente su respuesta a través de la televisión del Congreso y por descontado estaré presente en el momento de la votación para así
expresar nuestro apoyo a la medida.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra don Diego López Garrido.


El señor LÓPEZ GARRIDO (don Diego): Gracias, señor ministro, por su comparecencia. Esta petición que hace a la Cámara parte de un error serio, que yo no quiero dejar pasar, y que se produjo en



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el acuerdo del Consejo de Ministro, de fecha 7 de junio, donde se dice: Acuerdo por el que se autoriza el incremento el número de efectivos en la participación de las Fuerzas Armadas españolas en la misión de la Unión Europea, cuando lo que
debe decir es: Acuerdo por el que se solicita la autorización. El segundo error se produce cuando cita el artículo 18 de la Ley Orgánica de Defensa Nacional, de informar al Congreso, en lugar de citar el artículo 17 de la citada ley, que es el que
se refiere a las autorizaciones del Congreso. Por tanto quien redactó este acuerdo, que no se ha modificado en el Consejo de Ministros, no pensaba en absoluto que usted iba a venir hoy aquí a pedir la autorización al Parlamento. Por tanto, repito,
estamos ante un serio error, una incorrección seria de un acuerdo de Consejo de Ministros, que es la primera vez que sucede, ya que nunca se ha producido ese tipo de error en anteriores solicitudes de autorización a la Cámara. Afortunadamente han
rectificado ustedes cuando han solicitado de facto a la Cámara su convalidación. Digo afortunadamente porque habrían creado un serio problema a este grupo parlamentario, que apoya la misión, si no se produce esa rectificación en toda regla de un
acuerdo absolutamente incorrecto. En consecuencia, llamo la atención al Gobierno para que actúe con el máximo rigor en estos temas tan importantes y tan delicados, para evitar que se comentan estos errores que pueden tener efectos jurídicos de
carácter significativo cuando estamos ante un Estado de derecho.


Nuestra posición ha sido favorable a la misión en Mali, y entendemos que esa misión se corresponde con lo que en su momento fue la intervención francesa. A punto estuvo el islamismo yihadista radical terrorista de Al Qaeda de tener
presencia y poder en Manaco, y si no es por la intervención de Francia eso hubiera sucedido con toda seguridad. Apoyamos por tanto en su momento esa intervención francesa, y apoyamos naturalmente la misión EUTM de la Unión Europea, de formación y
de protección, por lo que también apoyamos esta ampliación que se solicita porque nos parece plenamente justificada por muchas razones. El Sahel es un territorio estratégico para nuestra seguridad, como así lo vuelve a reiterar la estrategia de
seguridad que ha aprobado el Consejo de Ministros recientemente, continuando la que se aprobó en la anterior legislatura. Mali estaba y sigue estando -no tanto- en peligro de desestabilización, y la estabilización de Mali es algo que interesa no
solamente a la comunidad internacional, sino a los ciudadanos de Mali, al pueblo de Mali, que es uno de los beneficiados de la estabilidad en esa región.


En este contexto que ha explicado el ministro, en el contexto militar y político, cuando hay un repliegue parcial en la misión EUTM de Francia, tiene sentido esta ampliación, entendemos que está justificada. Francia va a dejar de tener
presencia en tropas de protección para dedicarse solo al cuartel del estado mayor y a formación, por lo que tiene sentido que España progrese en esa línea y se ocupe de labores no solamente de formación, sino de protección en un lugar importante.
Además en la Unión Europea debe haber un reparto de esfuerzos pues esto no solo afecta a Francia, esto es un tema de interés de la Unión Europea. No estamos auxiliando a Francia, estamos defendiendo la seguridad en esa zona y por tanto se trata de
que esta misión EUTM -me estoy refiriendo evidentemente a la misión Serval por parte del avión español que ha sido sustituido, como ha señalado el ministro- sea un reparto de esfuerzos, sea lo más europea posible ya que es una misión de la Unión
Europea, y ya que Francia ha corrido con el esfuerzo de su intervención militar -con el que va a seguir corriendo, porque quedarían a final de año 1.000 efectivos franceses para labores directamente militares, por si fuera necesaria una intervención
contra un posible recrudecimiento de las acciones terroristas-, es lógico que haya un reparto de esfuerzos y una solidaridad entre los miembros de la Unión Europea.


Yo querría, señor ministro, hacerle algunas preguntas dado que la valoración que ha hecho sobre la situación militar y la situación política ha sido bastante escasa. Querría saber cómo ve la situación militar en estos momentos en Mali,
teniendo en cuenta que no ha sido derrotado, aplastado, eliminado el terrorismo en la zona, sino que lo que se ha producido ha sido en alguna medida una desaparición, una huida de esos grupos terroristas a vecinos de Mali. Por tanto el escenario
actual ya no será como el del comienzo de esta situación, donde se producía un escenario de desestabilización, sobre todo en el norte de Mali, sino que ahora mismo lo que hay es una amenaza que esta más desperdigada y donde hay presencia claramente
de grupos terroristas emboscados, por así decirlo, en Nigeria, en Níger, sur de Libia, quizá también en Mauritania. Es decir, hay una situación de posible desestabilización parcial en vecinos de Mali, por lo que esto tiene una enorme importancia.
Sin dejar de lado algo que han señalado los anteriores intervinientes que es la situación de amenaza o de abusos contra derechos humanos, que han sido detectados por organizaciones internacionales del prestigio de Amnistía Internacional cinco meses
después de la intervención francesa. Por ejemplo, abusos que se traducen en niños obligados a combatir, recluidos con adultos, torturados en el conflicto de Mali y esto es absolutamente intolerable e inaceptable



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y forma parte de esa situación. Querríamos saber la posición al respecto del Gobierno español para que eso no se pueda producir en ningún caso, que es uno de los objetivos de esa misión.


Para terminar, en la parte política hay un problema de fondo en el origen de esta misión que es una desestabilización interna, social y política en Mali. Es un país desestructurado, es un país que tiene un problema serio de tráfico de
drogas y que el Gobierno no es capaz de atajar, especialmente en el norte de Mali hay un problema con los tuaregs y otros grupos que no está solucionado puesto que las negociaciones -como ha señalado usted- están todavía en marcha. Es un país lleno
de divisiones étnicas con muchísimas dificultades, país donde muchos ciudadanos de Mali y de países vecinos se unen a acciones terroristas por estrictas razones económicas, es decir, una situación muy complicada por lo que la misión de Mali tiene
unos objetivos políticos complejos que hay que conseguir por los que me gustaría preguntarle a usted, señor ministro, porque esa misión tiene que conseguir primero ayuda humanitaria, es fundamental, hay 230.000 como consecuencia de la situación en
Mali y aproximadamente 230.000 desplazados, por tanto, hay necesidad de protección a civiles y un problema -como he dicho anteriormente- de derechos humanos; hace falta un diálogo político que se desarrolle adecuadamente; hace falta una reforma
militar seria del Ejército maliense, que está fragmentado y desmoralizado; hace falta una reconciliación nacional en Mali; una recuperación económica para lo cual habrá que establecer y promover proyectos de desarrollo. En definitiva, hace falta
una institucionalización con partidos políticos que están debilitados, algunos decrépitos y con una ausencia de un sistema judicial mínimamente propio de un Estado de derecho. Corremos el peligro de que simplemente el problema se exporte en vez de
que se reduzca el espacio para el desarrollo del islamismo radical.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra don Vicente Ferrer.


El señor FERRER ROSELLÓ: Creo recordar que era el canciller Bismarck el que nunca se miente tanto como antes de unas elecciones, durante una guerra y después de una cacería. No tenemos elecciones a la vista, no estamos -gracias a Dios- en
guerra con nadie y no veo que ni el señor Tardà ni el señor Nuet carguen con escopeta, luego no puedo entender cómo se argumenta o se plantea ante esta Comisión una cascada de falsedades como las que he escuchado. Vamos a dejar a un lado el hecho
de que me parece una ligereza que se acuse al Ejército francés de complicidad en actuaciones criminales y actuaciones contra los derechos humanos. En cualquier, caso entiendo que sus señorías descartan ya la posibilidad de encargarle el Ejército
francés la seguridad de Cataluña. (Risas). Sí he visto que hay una acusación por parte de ambos -mucho mayor por parte del señor Nuet- en la que existe una extraña y siniestra conspiración hispano-francesa para apoyar bastardos intereses de
multinacionales en Mali. Si ustedes conocen alguna multinacional interesada en explotar económicamente la arena y los escorpiones, que son básicamente las dos materias primas en las que Mali es una potencia mundial, estaría dispuesto a considerar
la cuestión pero no más allá de esto. Señor López Garrido, los derechos de la Cámara han estado respetados -en cualquier caso agradezco su intervención-. El Gobierno acuerda y propone y es la Cámara quien autoriza. Repito que en muchas de las
cuestiones planteadas coincidimos en este tema.


Podría despachar mi intervención enumerando las razones que justifican nuestra presencia en Mali y el incremento del contingente que es, al fin y al cabo, lo que nos ha traído hoy aquí. Haré alguna reflexión más porque el asunto las
requiere y porque el asunto de Mali tiene algunas aristas. No tendría sentido alguno que nuestro país haya destinado durante diez años a miles de sus hombres -algunos de ellos se dejaron la vida y que su nombre perdure para siempre en nuestra
memoria- y millones de euros para luchar contra el terrorismo islamista en Afganistán a miles de kilómetros de nuestras fronteras, para dejar ahora que ese mismo enemigo se instale a tiro de piedra de nuestras costas para permitir -como dirían los
clásicos latinos- aquello del enemigo a las puertas. Coincidirán conmigo en que esta es una cuestión de puro sentido común. La política no siempre consiste en tomar la decisión adecuada entre elegir entre las diversas opciones; a veces consiste
en reunir el valor necesario para hacer frente a los sacrificios que requiere la única opción posible y España en la cuestión de Mali no tiene más que una opción: adoptar cuantas medidas sean necesarias para impedir un Estado fallido en El Sahel,
en el norte de África. No podemos consentir que el terrorismo islamista cuente con una base segura y próxima a nuestro territorio, por lo menos no si queremos dificultar cuando no impedir ataques como los que sufrió Nueva York, Londres o la propia
Madrid. Por otra parte, debemos eliminar cualquier posibilidad de que un Estado de esas características desestabilice toda la zona, desestabilice a los demás países del Sahel porque ello constituiría una amenaza clara y directa a la seguridad del
nuestro. No hace falta que entre en demasiadas explicaciones sobre la situación actual. Tenemos una casi guerra civil en el norte de Nigeria, Libia ha



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renunciado al control del Fezzan, de toda la parte sur de su país, Níger ha sufrido ataques terroristas, Argelia los ha sufrido también y Argelia y Mauritania tienen a sus presidentes en Francia gravemente enfermos. No es necesario que les
diga que convivimos con una situación extremadamente delicada. Por último, no es una opción para nosotros convivir con un espacio que ofrezca las ventajas propias de los Estados para la ejecución de todo tipo de tráficos ilegales, tanto de
personas, como de armas, como de estupefacientes. Eso, sencillamente, no es una opción para nosotros, señorías. El Gobierno hizo lo que tenía que hacer apoyando la intervención de Francia, acertó al sumarse al programa destinado a instruir a las
Fuerzas Armadas malienses y es coherente al ampliar el contingente para asegurar la protección de la fuerza que hemos desplegado.


La verdad es que solo nos resta esperar que el esfuerzo realizado sea suficiente para apuntalar la estabilidad del país. La estabilidad es la clave, señorías. Estamos de acuerdo en que depende en gran medida del progreso y el bienestar de
la población de Mali que a su vez resultan imposibles sin la cooperación internacional. Dos son las condiciones que deben darse para que la cooperación tenga un mínimo de eficacia. En primer lugar, un entorno de seguridad y en segundo
instituciones políticas estables y democráticas. Ambos objetivos requieren de una acción decidida y sostenida en el tiempo y ninguna de las dos cosas es posible sin un claro liderazgo político. No cabe la menor duda de que ese liderazgo le
corresponde a la Unión Europea y a los socios europeos de la Alianza Atlántica, y hasta el momento esa responsabilidad -seamos sinceros- no se ha asumido o cuando menos no con la decisión, con la intensidad y con la perseverancia que cabría esperar.
La intervención en Libia fue como poco confusa. Pudimos contemplar todos los grados de implicación posible y una vez finalizada la intervención militar nos retiramos, tal vez, precipitadamente y la consecuencia de este proceder es que la viabilidad
de Libia está en entredicho como Estado democrático, y una de las fatales consecuencias que hemos podido vivir de esta situación ha sido, precisamente, la crisis de Mali. En Mali la reacción de Francia con unos pocos apoyos -entre ellos nuestro
país- ha impedido que la lentitud y la incapacidad de la Unión y de la Alianza para reaccionar a tiempo tuviera a nuestro juicio fatales consecuencias. De no haberse producido la intervención francesa con nuestro apoyo hoy la Unión Europea debería
hacer frente a una situación que nos costaría muchas más vidas de nuestros soldados, un esfuerzo económico notablemente mayor e -lo que es peor- indecibles sufrimientos para la población civil, lo que es peor. Europa tiene que asumir sus
responsabilidades como tal, debe hacerlo en el seno de Naciones Unidas y como socio privilegiado de la OTAN, porque lo contrario nos condena a un papel secundario y subordinado en el marco de los equilibrios de poder y a sufrir las graves
consecuencias que para nuestra seguridad se derivan de ello. El Gobierno sigue este camino de fortalecimiento de las capacidades y de la decisión de la Unión Europea a la hora de intervenir en aquellas circunstancias y en aquellos momentos que
suponen un grave compromiso para la seguridad europea; está impulsando estas políticas de responsabilidad, lo hace en todos los foros, y muy especialmente en los foros europeos. Por tanto, no me resta nada más en este sentido que pedirles a todos
ustedes que no se desvinculen de este esfuerzo y respalden en esta dirección la acción del Gobierno. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Para contestar los intervinientes, tiene la palabra el señor ministro de Defensa.


El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Gracias, señorías, por sus intervenciones y sus aportaciones al asunto que tratamos hoy. Voy a contestar a algunos criterios que se han establecido de forma general, y voy a empezar por el
asunto de los derechos humanos que ha preocupado a todos los intervinientes y preocupa al Gobierno. La formulación de si este Gobierno está preocupado o no por los derechos humanos es algo ofensiva; no creo de este Gobierno ni de ningún Gobierno
de España que hayan tenido alguna duda sobre cuál es su posición, o de cada uno de los representantes de esos Gobiernos, en relación con los derechos humanos. Llevamos tiempo apoyando, combatiendo y tratando de salir de situaciones complejas,
históricas en ese sentido, y no creo que en estos momentos nadie puede poner en duda, ya digo no solamente de este Gobierno sino de ninguno, que estemos apoyando -este es un Estado de derecho- los derechos humanos, además con un concepto moral, y no
solamente apoyando sino exigiendo allí donde estamos -los escenarios de conflictos armados son especialmente proclives a que se puedan cometer barbaridades- permanentemente que eso se cumpla a rajatabla. Por lo tanto, desde el punto de vista de la
intervención de las Fuerzas Armadas españolas puedo garantizar absolutamente no ya que no se ha cometido ninguna falta contra los derechos humanos, sino que hay un compromiso permanente de nuestras Fuerzas Armadas de protegerlos y, segundo, de
exigir su



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cumplimiento por quienes puedan estar combatiendo con nosotros mano a mano; así que tranquilizo a sus señorías.


Se han cometido actos contra esos derechos humanos por las fuerzas malienses en determinados momentos según nos consta por la información que tenemos, y no solamente malienses, pero también la propia fuerza multinacional, el propio
compromiso de la comunidad internacional desde la ONU hasta la propia EUTM exige dentro de nuestras intervenciones al Gobierno maliense y a las Fuerzas Armadas malienses el cumplimiento estricto de esas acciones que jamás pueden ir más allá que la
garantía del elenco de los derechos humanos que hay que respetar. Por tanto en eso les puedo decir que estoy igual de preocupado que sus señorías pero con la convicción de que nuestras Fuerzas Armadas dentro de su forma de actuar se exigen y exigen
a quienes están con ellos ese cumplimiento. Sobre esto alguien ha dicho que la formación es esencial en las Fuerzas Armadas; les puedo decir que la formación que da España a los soldados allí donde están, también en Afganistán, incluye un capítulo
fundamental que es precisamente el respeto a los derechos humanos en cualquier acción militar, de adiestramiento, de seguridad, de combate, en las que los soldados a los que instruimos están envueltos. Con eso creo que queda contestado el tema de
los derechos humanos.


En cuanto a las razones de la intervención española en Mali, aquí se han oído argumentos de peso a favor y en contra. El Gobierno está en la línea de los argumentos que están a favor. ¿Por qué esta España en Mali? España está en Mali
porque nos preocupa extraordinariamente que el yihadismo, que es una de las amenazas fundamentales que en estos momentos tienen las sociedades desarrolladas en el mundo, las sociedades democráticas en el mundo donde se garantizan las libertades y
los derechos de las personas, pueda conculcar esos derechos cerca de nuestras fronteras, cada vez más cerca, que pueda tener un refugio en un determinado territorio y mucho más si eso puede venir amparado por una condición política de Estado,
fallido o no, pero de Estado. La preocupación de Naciones Unidas por el asunto de Mali viene de mucho antes de la intervención francesa; no es la intervención francesa la que desarrolla la operación de Mali sino en realidad la Resolución 2085 de
Naciones Unidas -además derivada de una anterior- donde ya se apunta la enorme preocupación que existe por la situación inestable en el Sahel, que ya se sabe que es un refugio del terrorismo yihadista -internacional, por cierto-. ¿Por qué está en
Mali ese terrorismo? Este es un análisis de todos los procesos históricos que tienen un largo recorrido, como las situaciones que están pasando ahora en Siria o en su día en Afganistán o en Libia, pero lo cierto es que estamos hablando de Mali y de
cómo podemos intervenir en Mali para que eso no se convierta, como se estaba convirtiendo, en un refugio yihadista.


¿Qué es lo que ha hecho la intervención desde enero hasta ahora? Impedir que esto sea así. Decía don Diego López Garrido que la lucha contra el terrorismo es un asunto de difícil victoria en el sentido de que es una lucha difícil,
irregular, imposible de saber cuándo se ha ganado o cuándo no se ha ganado. Pero sí es posible saber que toda la situación que estaba ocurriendo en estos momentos en el norte de Mali, incluidos esos tráficos de otro tipo, no solamente en un aspecto
político sino en el aspecto de cómo se financia el terrorismo, todo eso allí ya no se está produciendo. Podemos pensar que eso se ha derivado a otras zonas del África saheliana, no lo sabemos, en principio allí donde nosotros hemos hecho la
intervención ya no está ocurriendo. ¿Que la lucha contra el terrorismo es una lucha asimétrica entre determinadas capacidades y formas de hacer las cosas? Evidentemente sí. ¿Cómo podemos garantizar que en Mali eso no vuelva a ocurrir? Pues como
lo estamos haciendo, es decir, hay una primera fase que es fundamental en todas las sociedades civilizadas, que es garantizar la seguridad de la población y del Estado; a partir de ahí, a través de otro aspecto que no he mencionado antes, que es la
creación de una estabilidad económica, de un futuro económico para esos países, garantizar los derechos humanos, los sistemas de participación política y, en definitiva, que la población maliense se incline mucho más por las libertades que por estar
apoyando, como ha podido ocurrir, a grupos terroristas que de alguna manera tratan a determinados grupos de la población o los utilizan para sus fines. Si bien es verdad que también les dan de alguna manera un modo de vivir que precisamente tenemos
que garantizar desde un punto de vista democrático, de unidad territorial de Mali y de equiparación de Mali con otras democracias en el mundo, que es para lo que estamos allí, para lo que esta España allí. Mirar temas ocultos, contubernios con
Francia, historias varias, es crear criterio donde no existe realidad. Todo se puede crear y todo se puede decir, pero al final nosotros estamos en Mali para garantizar la seguridad de España, la seguridad de Mali, la seguridad de la Unión Europea,
en eso es en lo que estamos comprometidos y creemos que es nuestra obligación, y si esta Comisión lo acepta, la Cámara lo acepta, vamos a seguir haciéndolo, porque creemos que es importante para España.



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Ha habido otros argumentos en cuanto a por qué apoyamos a Francia en la operación Serval. Hoy estaríamos hablando de un Mali distinto si la operación Serval no se hubiese llevado a cabo. Estaríamos hablando de un grupo terrorista asentado
en la capital de Mali, Bamako, con legitimación para ocupar todas las estructuras del poder de Mali; y eso sería un asunto de extraordinaria relevancia. No debemos olvidar que los problemas dentro de Mali entre las comunidades de la zona saheliana
y de la zona del sur son complejos. Por eso tenemos que tratar de que se fomente el diálogo político, cosa que desde el punto de vista militar -que es como nosotros estamos allí y lo que he venido explicar hoy- ya se está dando. Como he dicho sus
señorías, estamos formando a las fuerzas armadas malienses, que no son las fuerzas armadas de Bamako contra las fuerzas armadas del norte, sino que incluyen también etnias del norte como son los tuaregs. Por lo tanto, la parte militar es
importantísima porque van a ser las fuerzas armadas malienses las que garanticen la seguridad de Mali incorporando a esas etnias para que, conjuntamente en las mismas unidades militares, ellas garanticen la seguridad de todo el pueblo maliense, que
es un pueblo complejo desde el punto de vista étnico. Ese es el camino y, por lo tanto, es mucho mejor estar que no estar.


Segundo, lo que estamos haciendo está dando resultado. Tercero, la cooperación en materia humanitaria está funcionando y hay una conferencia de donantes que está aportando otro tipo de ayuda a Mali que no es únicamente formación militar.
Hay un compromiso de Europa y de Naciones Unidas en Mali. Los países africanos consideran que es muy importante que la situación en Mali se arregle desde el punto de vista africano pero, como no tienen esas capacidades todavía, bajo el paraguas de
la ONU Europa apoya a la capacidad africana para garantizar su propia seguridad y para que las matizaciones de tipo colonialista -que han salido aquí también- se puedan evitar. Las cosas hay que hacerlas dentro de lo que es posible y viable y no
dentro de lo que es imposible y no viable. Por tanto, estamos ayudando a que Mali sea un Estado soberano dentro de la Unión Africana con capacidad para tomar sus propias decisiones y para garantizar la seguridad, la estabilidad y el progreso de los
malienses. En eso estamos; eso es en lo que este Gobierno cree y -por lo que veo- en lo que muchos grupos de esta Cámara creen también junto al Gobierno.


Quiero agradecer los apoyos que se reciben a esta propuesta. Hay un matiz de tipo jurídico del que ha hablado el diputado señor López Garrido. Es verdad que en la exposición de motivos del acuerdo se menciona el artículo 18, pero también
es verdad que la petición que se hace a esta Cámara se cita el artículo 17.1 de la Ley orgánica 5/2005 para recabar la autorización del Congreso de los Diputados. Si ha habido un malentendido o se podría haber hecho mejor desde el punto de vista de
la claridad procesal, lo lamento, pero el Ministerio de la Presidencia cuando pidió la comparecencia del ministro aquí lo hizo en función del artículo 17.1. ¿Se podría haber hecho mejor? No lo niego. ¿Se ha hecho, se cita el artículo 17.1 y por
eso estoy hoy aquí? Sí, y si existe un derecho de rectificación está de facto tanto en esta petición como en la comparecencia de este ministro, como decía el señor López Garrido. Si ha habido algún tipo de confusión derivada del tenor del acuerdo
en la parte expositiva y no dispositiva, lo lamento; pero repito que creo que queda perfectamente subsanado.


Aquí se ha hablado de los fracasos constantes de las participaciones españolas en Afganistán, en el problema sirio o en el problema de Líbano. España está comprometida con la seguridad internacional y con el mantenimiento de una serie de
valores: el Estado de derecho, la democracia y los derechos humanos. Allí donde no se respeten y se pida la ayuda de España, el Gobierno al que represento y yo -mientras se siga siendo ministro de Defensa- vendremos a esta Cámara a pedir la
autorización y el compromiso de España para que se respeten en todos los lugares del mundo. Si queremos ser un país respetado, tenemos que ser un país que merezca ese respecto y hoy en día eso supone tratar de evitar en el mundo la falta de respeto
-valga la redundancia- a los derechos humanos allí donde se dé.


En cuanto al crecimiento de las unidades necesarias, creo sinceramente que España lo ha hecho muy bien. Hemos estado allí con las fuerzas necesarias para apoyar a la operación Serval y así lo ha reconocido el Gobierno francés. No solamente
hemos recibido el reconocimiento del Gobierno francés, sino que hemos realizado una misión importante y hemos estado a la generación de fuerzas EUTM-Mali desde el principio con determinadas capacidades que eran las necesarias. Se ha citado aquí que
la disminución de la fuerza francesa o la dedicación de determinadas fuerzas francesas -además de su disminución- a zonas de combate en la zona de Gao y Kidal han detraído capacidades de instrucción. Cuando se ha producido eso, venimos a la Cámara
para atender esas necesidades que facilitarán nuestra salida de Mali cuando las fuerzas armadas malienses sean capaces de hacer frente a su intervención.



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Desde el punto de vista político, ¿por qué estamos en Mali y qué estamos pidiendo tanto desde Naciones Unidas como desde Europa con la Resolución 285? Se le exige al Gobierno maliense que establezca un Estado basado en el derecho y eso
supone, en principio, legitimidad política democrática para la cual se van a realizar unas elecciones que estarán controladas por los organismos internacionales que están apoyando a Mali en estos momentos; y, luego, estabilidad, no solo
estableciendo esas estructuras del Estado, sino respetándolas permanentemente. Eso no se puede hacer si no se tienen unas fuerzas y cuerpos de seguridad -también se están formando en Mali; les he dicho que había más de 1.000 policías en formación
en Mali- con capacidad para garantizar el Estado de derecho. Eso exigimos al Gobierno de Mali. Si el Gobierno de Mali legítimamente constituido conculca de alguna manera los principios sobre los que tiene que establecer su acción política -que no
son otros que los que se han citado aquí-, la comunidad internacional exigirá al Gobierno de Mali -como exige en otros sitios- que cumpla con esos requisitos. Si no, no tendrá ningún tipo de apoyo de la comunidad internacional. Para eso estamos
allí, para ayudarles a gobernarse de manera homologable a la de los países civilizados, y no solamente vamos a ayudarles a hacerlo sino a exigirles que lo hagan. Esa es la razón de ser de nuestra presencia allí.


Es verdad que los terroristas se financian a través de los tráficos ilícitos que empiezan en el golfo de Guinea y acaban en las costas mediterráneas. Estamos allí también para evitarlos en Mali y en las derivadas geográficas que se puedan
establecer. Saben sus señorías que en los servicios de inteligencia la capacidad de intervenir en esos tráficos es algo que preocupa no a nivel de Mali, sino a nivel mundial. Además, la vinculación obvia entre los grupos terroristas y los tráficos
ilícitos está perfectamente comprobada y tenemos que cortar las fuentes de financiación de los grupos terroristas allí donde tienen su origen. En eso estamos también, pero es una operación de mucho más calado que la operación de Mali porque como ya
digo abarca territorios mucho más amplios que el de Mali y nos preocupa mucho. Creemos que una de las maneras importantes de cortar -no nos olvidemos que pasa en otros sitios del mundo- las capacidades financieras de los grupos terroristas es
atacar esos tráficos ilícitos, y en eso estamos también, fuera de la operación de Mali, que está para lo que está, pero dentro de las responsabilidades que la comunidad internacional tiene en este sentido.


Por lo que he escuchado, ha habido una acusación de que he contado poco de lo que está pasando en Mali. Si analizan ustedes lo que les he dicho, verán que la operación militar en Mali ha tenido como consecuencia la liberación de las tres
ciudades del norte, que eran foco terrorista; eso ya es un avance. Segundo, he dicho que ya hemos formado a un batallón. A nosotros nos ha tocado a treinta y cinco de operaciones especiales y estamos formando a las fuerzas de Mali. Esas fuerzas
se están yendo ya al norte a sustituir con ventaja a las fuerzas malienses que fueron sin esa formación, y creo que se están consiguiendo los objetivos que se pretendían. Primero, evitar la entrada de los terroristas y su establecimiento en Bamako.
Segundo, expulsarles de la zona del norte de Mali; se ha conseguido. Tercero, que además esa expulsión tuviese específicamente la capacidad de recuperar las ciudades del norte que hemos conseguido: Tombuctú, Gao y Kidal. Quiero decir que estamos
avanzando en la línea. ¿Por qué ahora vamos más? Para sustituir unas capacidades que antes estaban dedicadas a esto y que ahora están disminuidas, por un lado, y ocupadas en el combate contra esas unidades. Tiene todo el sentido del mundo. El
compromiso de España es evidente, y vuelvo a decir que nuestro interés es evidente, porque nos preocupa, como a cualquier país civilizado del mundo, el terrorismo allí donde esté y, especialmente, el yihadista, y creemos que en Mali está muy cerca,
por eso estamos allí, como en su día supimos que su refugio era Afganistán y fuimos allí.


Esto es lo que les puedo decir, señorías. No hay nada que ocultar, sino que hay que seguir apoyando a nuestras Fuerzas Armadas en una misión que es difícil. Yo he estado en Bamako y les puedo asegurar a ustedes que las condiciones de vida
allí son extraordinariamente complicadas, extraordinariamente difíciles, y nuestras Fuerzas Armadas, una vez más, están dando medida de lo que son: profesionales, con valores, respetuosos con los derechos humanos y capaces de dejar el pabellón de
España muy alto. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Tienen ahora los señores portavoces un turno extraordinario de dos minutos, por si quieren hacer alguna precisión. Señor Tardà.


El señor TARDÀ I COMA: Señor ministro, le agradezco que haya hablado de derechos humanos, aunque debe aceptar que se lo hemos sonsacado, porque en la primera intervención no ha dicho nada. Como se trata de aprobar una ampliación, ya
evaluamos los resultados, de ahí que nosotros pongamos



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interés y énfasis en decirle que, como quiera que ya se ha hecho una labor de entrada, ahora sí que hay que comprometerse en que no va a ocurrir nada de lo que ocurrió anteriormente. Por eso le he preguntado si se puede comprometer a que
las fuerzas españolas no entregarán a ningún detenido a las fuerzas de Mali si no hay garantías de que no lo van a torturar, como ha ocurrido, o si el Estado español va a denunciar al Tribunal Penal Internacional cualquier situación de este tipo.
Por esa mayor capacidad para formar, instruir y tutelar militarmente a las nuevas fuerzas de Mali y con esta voluntad de dar estabilidad al proceso democrático en Mali, podemos hablar de las garantías y el compromiso que se adquieren -antes no lo he
dicho, porque no era el tema- con los derechos del pueblo tuareg. Tampoco antes lo he dicho, pero tarde o temprano deberíamos hablar también en este Parlamento de si el Gobierno español está comprometido con el ejercicio del derecho a la
autodeterminación del pueblo tuareg, puesto que si el objetivo es dar estabilidad democrática al Estado de Mali, habrá que reconocer que en Mali hay una problemática histórica que tiene que ver con la misma configuración del Estado naciente, el
Estado de Mali.


Finalmente, quisiera decirle que no nos hemos inventado nada, hemos leído los informes de Amnistía Internacional. Al buen compañero diputado del Partido Popular le digo que no me he inventado nada, en todo caso quien miente es Amnistía
Internacional, pero dudo que lo haga.


El señor PRESIDENTE: Señor Agirretxea.


El señor AGIRRETXEA URRESTI: Intervengo muy brevemente.


Señor ministro, le agradezco las explicaciones que ha dado, pero creo que han quedado en el aire un par de cuestiones que le he preguntado. En primer lugar, aquella que correspondía a la comparativa, en el sentido de en qué proporción van a
contribuir en ese incremento los que son socios o países europeos, si es que van a hacerlo, y sobre la base de qué criterios. Segundo, usted ha explicado la situación, tanto política como geoestratégica, de Mali y todo lo que suponía. Yo no me he
extendido, evidentemente, porque todos compartimos y sabemos cómo están esas cuestiones y cuáles son las problemáticas tanto a nivel étnico como a nivel geoestratégico, político o no político, qué es lo que ha causado esta situación que se ha dado
en Mali con esa proliferación en el norte de los grupos islamistas radicales, que incluso han tenido una relación directa con el terrorismo islámico, y por tanto en eso no me voy a centrar. Sí en esta operación en concreto. ¿Cuáles han sido los
criterios comunes entre los diferentes países y sus diferentes socios a la hora de contribuir? ¿Cuáles son los objetivos finales y cuál es esa especie de mando en plaza en el que se están decidiendo las aptitudes o es cada país, unilateralmente, el
que está decidiendo su contribución sobre la base de criterios que considere oportunos?


No me voy a extender más. Le agradezco las explicaciones que ha dado y me gustaría que me pudiera contestar a estas preguntas.


El señor PRESIDENTE: Señor Martínez Gorriarán.


El señor MARTÍNEZ GORRIARÁN: También quiero agradecer al ministro sus explicaciones, pero añado que no ha dicho nada que no supiéramos, lo que es un tanto decepcionante. Ya le he dicho que nuestro grupo apoya la petición del Gobierno en
esta cuestión, pero también nos gusta que las cosas se expliquen como es debido. ¿Seguimos siendo una misión que se acuerda entre países? ¿En qué foros? ¿Cuáles son los objetivos finales? Son cuestiones que le he planteado y que usted no ha
explicado. Nos ha dicho lo que ya sabíamos. Como nos parece que las razones no han cambiado para esta acción militar en Mali, sigue teniendo nuestro apoyo, pero nos gustaría que el Gobierno fuera más consciente de que este tipo de cuestiones hay
que razonarlas.


El señor PRESIDENTE: Señor Nuet.


El señor NUET PUJALS: Le agradezco, señor ministro, sus explicaciones, pero no nos ha convencido, básicamente porque creo que ustedes tienen un problema, el mismo problema que tiene el portavoz del Partido Popular, y es que siguen ustedes
buscando las armas de destrucción masiva, y no las encuentran porque nunca existieron. Ustedes han cambiado el argumento, pero siguen con el mismo modus operandi que tuvieron en su día. Si no hubiésemos pasado por Irak, por Afganistán, por Libia
ni por Siria, igual algún alma caritativa de esta Comisión les podría creer. Pero hoy ya no les podemos creer, porque en estos países, a pesar de que nos dijeron que querían hacer unas cosas, lo que al final acabaron haciendo fueron



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otras y, por tanto, con casi toda probabilidad, lo mismo va a pasar, por desgracia, en Mali. Por tanto, señor ministro, lo sentimos mucho, pero no cuente con nosotros.


El señor PRESIDENTE: Señor López Garrido.


El señor LÓPEZ GARRIDO (don Diego): Respecto a la intervención del señor ministro, tomamos nota de su firme expresión de exigencia de respeto a los derechos humanos en la misión de Mali; es decir, que el Gobierno español va a tener una
posición, entendemos, activa, proactiva para que vulneraciones de derechos humanos como las denunciadas no se repitan, no sucedan. En segundo lugar, nosotros apoyamos esta ampliación, porque nos parece absolutamente justificada. Nos preocupa el
timing, nos preocupa el calendario, la duración posible de esta presencia militar de países europeos en Mali, porque el problema puede estar en que el islamismo radical terrorista lo pueda percibir como una fuerza de ocupación, algo que ha sido
ampliamente utilizado, por ejemplo, en Afganistán. Estas misiones no pueden durar demasiado tiempo y hay que evitar que se perciba esa presencia como una fuerza de ocupación. Por eso es importante que haya una acción que conduzca a un repliegue lo
más pronto posible de las fuerzas europeas. En ese sentido es importante la misión de formación que se está desarrollando por la Unión Europea y por España de fuerzas malienses, porque son las que tienen que sustituir a las fuerzas europeas.


Por último, en cuanto al asunto señalado por usted y las explicaciones que nos ha dado sobre el error evidente que se ha producido en el acuerdo del Consejo de Ministros, quiero decirle, señor ministro, que no está en la parte expositiva.
El acuerdo del Consejo de Ministros dice: primero, autorizar el incremento. Es decir, es un error en la parte dispositiva que no se puede repetir y el artículo 18 está mencionado en el acuerdo del Consejo de Ministros. Quien lo hace bien es
Presidencia de Gobierno cuando lo envía a las Cortes; ahí lo hace bien, pero el acuerdo del Consejo de Ministros es claramente un error. Va a salir favorable el voto, pero ¿qué sucedería si aquí votásemos que no?, ¿qué haría el Consejo de
Ministros con ese acuerdo en donde se dice que autoriza el despliegue? Pero no se preocupe, señor ministro, porque vamos a votar que sí.


El señor PRESIDENTE: Señor Ferrer.


El señor FERRER ROSELLÓ: Señor Nuet, un político inglés en los Comunes decía: He escuchado intervenciones que me hacen cambiar de opinión, pero jamás de voto. Ustedes son absolutamente inasequibles a cualquier argumento, por tanto, no voy
a insistir más.


Señor ministro, quiero agradecer la claridad meridiana de su intervención, como, por otra parte, es costumbre en Las Arenas que sea así. Quiero agradecer al resto de fuerzas su compromiso con la defensa, aquellas que han optado por apoyar
decididamente esta intervención y, por supuesto, dejar claro también el respaldo del Partido Popular al compromiso del Gobierno, tanto con la defensa de los derechos humanos como con la estabilidad democrática de Mali que entendemos son objetivos
irrenunciables. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Señor ministro, para concluir su comparencia tiene la palabra.


El señor MINISTRO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Señor Tardà, yo no he hablado de los derechos humanos porque llevo muchos años dando por supuesto que nuestras Fuerzas Armadas, que son de las que yo respondo, exigen, respetan y promueven los
derechos humanos allí donde van. Es usted el que ha sacado el problema, no yo.


Señor Agirretxea, me pregunta por los incrementos. A lo largo de las sucesivas conferencias de generación de fuerzas, cada país en función no solo de sus intereses, sino también de sus capacidades puede incrementar su presencia militar,
como es el caso de España; decrementar, como es el caso de Francia; Bélgica la ha incrementado; Alemania ha decrementado una parte; es decir, hay un movimiento permanente en la conferencia. ¿Cuáles son las razones? Las razones son
fundamentalmente una parte de compromiso internacional, de esfuerzo que se nos pide y que podemos hacer, y segundo, un interés nacional más evidente que tiene España, como se ha dicho aquí, que lo que pueda tener un país más lejano como puede ser
Polonia por una situación en Mali. A lo mejor Polonia tendría una inclinación mayor a ayudar a cualquier problema que fuese a dos horas de su frontera, y además es razonable, y quizás menor a algo que esté tan lejos como Mali; sin embargo, también
están cooperando.



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Los objetivos finales son contribuir a que en Mali exista una estabilidad política, económica y social homologable a cualquier país que tiene una vocación, una ilusión de incorporarse al mundo civilizado. Esos son los objetivos y para eso
hace falta lo que nosotros estamos haciendo, porque lo dicen Naciones Unidas, porque lo decimos en Europa, porque lo creemos en España, y porque el Gobierno de Mali nos lo pide, aunque nosotros le hemos dicho que para que sigamos en ese desarrollo
estaremos exigiéndole permanentemente la legitimidad política, la estabilidad social y económica y, desde luego, el respeto a los derechos humanos, como base de toda acción humana que se respete a sí misma.


Señor Martínez Gorriarán, yo creo que he razonado bastante bien por qué estamos en Mali. Usted dice que eso ya lo sabemos por los periódicos; evidentemente, es que muchísimas cosas se saben por los periódicos. Las razones por las que
estamos en Mali son tan sencillas que no hace falta -y además las ha explicado usted muy bien- preguntarse cosas muy extrañas. Estamos en Mali por lo que acabo de decir. Primero, queremos ayudar a un país vecino; segundo, no queremos
inestabilidades peligrosas en nuestra cercanía; tercero, somos solidarios con los países todavía más cercanos; y cuarto, creemos en lo que hacemos, creemos en el sistema en el que queremos vivir y queremos que otros puedan vivir en este mismo
sistema porque no hay más que ir a Bamako para darse cuenta de la cantidad de cosas que se pueden hacer allí por el pueblo maliense. En principio, queremos fundamentalmente que tengan estabilidad política, que tengan seguridad física y que puedan
desarrollarse como Estado. Esas son las razones, y no hay otras. ¿Que son sencillas y fáciles de entender? Pues mejor para todo el mundo, porque si fuesen oscuras y difíciles de entender entonces sí tendríamos un problema.


Señor López Garrido, la expresión de tomamos nota de que el Gobierno... No, aquí no se toma nota. El Gobierno hace lo que tiene que hacer. Esa expresión de tomar nota -perdone que vaya a la expresión-denota una cierta sorpresa de que el
Gobierno tome decisiones en protección de los derechos, derechos humanos y de todo tipo, del pueblo maliense. El Gobierno está comprometido desde hace mucho tiempo, la línea política del Gobierno, como la propia que representa su señoría, está
comprometida con este tema. Por tanto, la expresión de tomar nota sobre que nosotros vamos a exigir y nos vamos a comprometer en algo que todos llevamos comprometidos desde hace muchos años me parece que es una manera irónica de decir una cosa que
realmente el Gobierno, ni este ni ningún otro, se merece.


En cuanto a la duración, sí estoy de acuerdo. Me parece que tenemos que tener cuidado en la duración, pero hay un tema muy importante, que lo ha señalado usted también, que es la formación. La formación exige tiempo. No se pueden
improvisar soldados y mucho menos oficiales y suboficiales, eso ya es todavía más complicado. Nosotros tenemos que formar soldados, pero también oficiales y suboficiales. Eso requiere tiempo y así lo manifesté en la Conferencia de Ministros de
Defensa en Europa cuando dije que tener un ejército formado en cuatro días no puede ser, porque a nosotros nos cuesta cinco años formar a un oficial. Vamos a ver si centramos un poco el tiro de qué significa formar a un buen oficial, que al final
es el que tiene que acabar formando a su gente. Llevará tiempo, pero explicándolo así, explicando que es un concepto de formación y no de colonización o de presencia militar de otro tipo, creo que todo el mundo tiene que entenderlo de buena fe,
porque, si no, dejaríamos la tarea a la mitad y tendríamos un problema que exactamente es no terminar la tarea iniciada. Es muy preocupante que las fuerzas armadas malienses no tengan la formación precisa que tienen que tener, porque luego se dan
los asuntos que aquí algunos de los intervinientes han señalado.


Señor Ferrer, le agradezco muchísimo su apoyo y sus palabras. En Las Arenas tratamos de ser claros, como en cualquier otro sitio de España. Nosotros presumimos un poco de eso, quizá sin razón.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


Concluida la comparecencia del ministro y los turnos de los grupos, se somete a votación la autorización por parte del Congreso de los Diputados de la solicitud de incremento de tropas en la misión de la Unión Europea EUTM-Mali, pedida por
el Gobierno.


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 39; en contra, 2.


El señor PRESIDENTE: Queda aprobada. (Aplausos).


Sin más asuntos que tratar, se levanta la sesión.


Eran las doce y cincuenta y cinco minutos del mediodía.