Meritxell Batet: “La defensa de la institucionalidad es básica ante las múltiples amenazas que nuestras democracias lamentablemente viven en su día a día”

“Frente a los riesgos que implican la polarización y el populismo, especialmente acuciantes en tiempos de crisis, debemos reivindicar la centralidad del Parlamento y de su función legislativa, de control y de integración del pluralismo”, ha afirmado la presidenta del Congreso.

“La defensa de la institucionalidad es básica ante las múltiples amenazas que nuestras democracias lamentablemente viven en su día a día”, ha afirmado hoy la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ante la Conferencia de presidentes y presidentas de parlamentos de la UE, que se celebra en Eslovenia, a la que ha acudido junto al presidente del Senado, Ander Gil.

“Frente a los riesgos que implican la polarización y el populismo, especialmente acuciantes en tiempos de crisis, debemos reivindicar la centralidad del Parlamento y de su función legislativa, de control y de integración del pluralismo”, ha dicho. “A los presidentes de las cámaras nos corresponde alertar sobre esos riesgos y trabajar para evitarlos y superarlos, favoreciendo el espíritu de apertura y la disposición al compromiso”, remarcó.

Batet ha participado, junto al presidente de la Cámara de Diputados de Italia, Roberto Fico, y el mariscal del Senado de la República de Polonia, Tomasz Grodzki, en la primera sesión de esta reunión interparlamentaria de los máximos representantes de las asambleas legislativas de los estados miembros de la UE, dedicada debatir sobre “El papel de los parlamentos en las políticas de emergencia: construir resiliencia para una gobernanza democrática”.

En su intervención, la presidenta del Congreso ha puesto de manifiesto que en la crisis derivada de la pandemia de la COVID19, “los Parlamentos han demostrado su función esencial en el Estado democrático de Derecho como órgano de control del poder ejecutivo y de garante de los derechos fundamentales a través del debate y aprobación de la legislación de urgencia” y  han desempeñado “un rol muy importante como canalizadores de las demandas ciudadanas y de sus incertidumbres e inseguridades”, contribuyendo a “construir bases sólidas para la recuperación”.

Batet ha alertado del peligro de que la crisis sanitaria, económica y social derivara “en una crisis institucional” y ha defendido que “en situaciones de emergencia, la salvaguarda del normal funcionamiento del Parlamento, del poder legislativo, es clave como garante de los principios del Estado de Derecho y del respeto de los derechos fundamentales, mediante el control de las medidas que suponen limitaciones o restricciones de los mismos”.

Asimismo, Batet ha señalado que la pandemia de la COVID19 obligó a adoptar medidas que “han impactado en el funcionamiento ordinario de los Parlamentos”, pero gracias a las cuales “se ha preservado el ejercicio de participación política de los miembros de los Parlamentos y el normal funcionamiento de las cámaras”, al mismo tiempo que se protegía el derecho a la salud y se ofrecía a los ciudadanos “seguridad y garantías democráticas”.

Gracias a estas medidas, “logramos preservar la continuidad en el ejercicio de las funciones del Parlamento en materia de aprobación de la legislación de urgencia, de control del poder ejecutivo y de generación de los acuerdos y consensos imprescindibles para adoptar las medidas necesarias para afrontar la crisis sanitaria, económica y social derivada de la pandemia”. “La vitalidad de nuestro sistema democrático estuvo asegurada porque los Parlamentos seguimos abiertos”, ha subrayado.

A la hora de abordar una posible modificación de las reglas parlamentarias para encarar situaciones excepcionales, Batet defiende que uno de los principios que debe ser preservado, en todo caso, es el principio de presencialidad: “La presencialidad es consustancial al ideal del gobierno representativo y, por ello, la posibilidad del uso regular de medios telemáticos para la celebración de debates o realización de comparecencias debe examinarse con cierta desconfianza”, advirtió.

Por su parte, el presidente del Senado, Ander Gil, ha advertido sobre el riesgo que representa para el proyecto europeo quienes “blanquean a la ultraderecha y favorecen su avance, queriendo llevarnos a una Europa sin principios”, ha expresado su preocupación sobre el papel de los populismos y de quienes los sustentan, y ha apuntado que “si triunfan, fracasará el proyecto europeo”, lo que supondrá “una catástrofe”.