Este diputado peruano que también accede a la presidencia de las Cortes, había llegado a Cádiz desde el puerto de El Callao, de donde salió el 7 de agosto de 1810, a través de las Islas Canarias, después de cuatro meses de navegación. El 13 de septiembre había sido nombrado alcalde de Corte de la Real Audiencia de Lima, pero optó por permanecer como diputado defendiendo los intereses de Ultramar, en especial la igualdad de los peninsulares y criollos, la mejora de la condición de vida de los indios y la representación de los americanos en el gobierno central.

Fue uno de los diez diputados de ultramar que ocuparon la presidencia durante las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal. Seis de ellos procedían del Virreinato de Nueva España, las Capitanías Generales de Cuba y Guatemala aportaron tres presidentes, y Morales Duárez por el Virreinato de Perú.

Elegido diputado suplente por los peruanos que vivían en Cádiz el 20 de septiembre de 1810, jura su cargo y toma posesión el día 24 y forma parte de varias comisiones, entre ellas Hacienda, Reglamento, Poderes, Constitución, Honor y Petición del consulado de México. Interviene en debates sobre las reformas de Ultramar, exención de tributos, provisión de prebendas, plata de las iglesias, proyecto de Constitución, etc., pronunciándose de esta manera en el asunto de las reformas de Ultramar: "... los americanos no han hecho en esto otra cosa que hacer presentes a V.M. los infinitos males que está sufriendo América y los remedios que exigen... la representación de aquellos países debe ser más completa y bajo los mismos principios..." (Sesión de 23 de enero de 1811).

Inició sus estudios de Teología en el seminario de Santo Toribio, con la intención de hacer profesión religiosa y más tarde ejerció como maestro en las aulas del Convictorio de San Carlos en 1771, donde perfeccionó su formación jurídica. Ejerció la práctica forense en el estudio de Juan Felipe Tudela, se recibió como abogado en 1779 y fue nombrado abogado de la Real Audiencia. Asesoró en asuntos administrativos a los virreyes Francisco Gil de Taboada y Ambrosio O'Higgins. Obtuvo el grado de doctor en leyes y cánones en la Universidad de San Marcos.

Después de su elección como presidente de las Cortes el marqués de Wellesley, embajador británico en Cádiz, ofreció un banquete en obsequio del nuevo presidente, al cual asistieron los representantes y diplomáticos extranjeros así como altas personalidades de España. Horas después de este homenaje el canónigo Ostolaza, que vivía en su misma casa, comunicó el fallecimiento del diputado y presidente.

Este hecho tuvo lugar en Cádiz el 2 de abril de 1812, a los pocos días de su nombramiento como presidente de la Cámara. Su cadáver fue enterrado en el cementerio civil de Cádiz junto al de sus compañeros Guereña, Maniau y otros. Se le rindieron honores de Infante de España en un funeral en la Iglesia del Carmen, con las tropas de la Casa Real presentando armas y con la presencia frente a la iglesia de los diputados y miembros de la Regencia. La misa fue celebrada por el antiguo presidente José Casquete del Prado, Obispo prior de León. Estas noticias nos las narra la prensa de la época. José Belda en su obra sobre las Cortes de Cádiz ratifica los datos básicos de su personalidad como liberal y defensor del principio de igualdad de peninsulares y americanos.

La biografía procede de la publicación "Los presidentes del Congreso de los Diputados, 1810-2010" (2010), coordinada por Sofía Gandarias Alonso de Celis y Mateo Maciá Gómez, y editada por el Departamento de Publicaciones del Congreso de los Diputados. Los textos fueron realizados por ambos coordinadores, con la colaboración de Esperanza Prieto Hernández.