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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 88, de 28/05/2020
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2020 XIV LEGISLATURA Núm. 88

PARA LA RECONSTRUCCIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. PATXI LÓPEZ ÁLVAREZ

Sesión núm. 5

celebrada el jueves,

28 de mayo de 2020



ORDEN DEL DÍA:


Minuto de silencio ... (Página2)


Comparecencias. Por acuerdo de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica:


- Del señor vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 (Iglesias Turrión). (Número de expediente 213/000409) ... (Página2)


- De la señora vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital (Calviño Santamaría). (Número de expediente 213/000410) ... (Página22)


Cambio en la composición de los grupos de trabajo ... (Página41)



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Se abre la sesión a las once de la mañana.


MINUTO DE SILENCIO.


El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías.


Se abre la sesión e iniciamos, como ya es norma y creo que muestra de empatía en esta Comisión que tiene su origen y su cometido en la pandemia que sufrimos y en sus consecuencias, iniciamos nuestro tiempo guardando un minuto de silencio en
recuerdo y homenaje por los fallecidos por el COVID-19. (Las señoras y los señores diputados, puestos en pie, guardan un minuto de silencio.)


El señor PRESIDENTE: Gracias.


COMPARECENCIAS. POR ACUERDO DE LA COMISIÓN PARA LA RECONSTRUCCIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA:


- DEL SEÑOR VICEPRESIDENTE SEGUNDO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (IGLESIAS TURRIÓN). (Número de expediente 213/000409).


El señor PRESIDENTE: En el día de hoy continuamos con las comparecencias que hemos acordado celebrar en el seno de esta Comisión para la Reconstrucción Social y Económica. Como saben, la convocatoria original contaba con cuatro
comparecientes en el día de hoy: el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital y la comparecencia conjunta del presidente del Consejo
Escolar del Estado y del presidente de CRUE, Universidades Españolas. Sin embargo, como ya comuniqué ayer a los portavoces, una cuestión de índole personal ha impedido que esta última comparecencia conjunta pueda celebrarse hoy, razón por la que
queda pospuesta para la próxima semana. Así que comenzamos con el primer punto del orden del día, la comparecencia del vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, a quien agradezco en nombre de toda la Comisión su
disposición a comparecer en esta sesión y a quien, sin más, le cedo la palabra.


El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (Iglesias Turrión): Muchísimas gracias, presidente, letrados.


Muchísimas gracias a los vocales de todas las formaciones políticas hoy presentes en esta Comisión de Reconstrucción. Son días de luto oficial. Quiero comenzar esta comparecencia expresando, en nombre del conjunto del Gobierno, nuestro más
hondo pesar a las familias que han perdido a algún ser querido a causa de la Covid-19.


Para mí es un honor comparecer hoy en esta Comisión parlamentaria. Voy a tratar de apuntar los elementos que, tanto desde la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030 como desde el propio Gobierno de España, consideramos que deben
informar las tareas de reconstrucción económica y social que tenemos por delante y que no son otros que los grandes consensos sociales que nos deja esta pandemia. Han pasado dos meses y medio desde que el presidente del Gobierno anunciara la
entrada en vigor del estado de alarma, una medida excepcional que ha implicado un enorme esfuerzo por parte de toda la sociedad. Creo que no miento si digo que la gente ha entendido que las medidas de confinamiento eran imprescindibles para salvar
vidas y para doblegar la curva de contagios, pero quiero decir que el mérito de los datos que nos hacen ser prudentemente optimistas respecto a la contención del virus no se debe fundamentalmente ni a la acción del Gobierno ni a la heroica acción de
nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad; se debe fundamentalmente al compromiso de la gente de nuestro país con el respeto y el cumplimiento de las medidas sanitarias, y a ellas y a ellos, a nuestro pueblo, quiero darles una vez más en nombre del
Gobierno las gracias.


La sociedad civil, encabezada por los profesionales de la sanidad pública, nos ha dado una lección de colaboración y de compromiso con el bien común. Creo que ese espíritu, demostrado en su praxis por los profesionales sanitarios, debe ser
el que informe el trabajo de esta comisión, independientemente del carnet de partido que cada uno y cada una llevemos en el bolsillo. Durante estas semanas quizá me hayan escuchado decir algunas veces que no era el momento de los reproches ni
tampoco el momento de los análisis, que era en todo caso el momento de la construcción de un escudo social que nos permitiera afrontar esta crisis de manera diferente a cómo se afrontó la crisis de 2008 y que hoy en día es un consenso que fue un
fracaso. Tras la crisis de 2008, hubo despidos masivos, hubo desahucios, hubo



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cortes de suministros y se usaron los recursos de todos para rescatar a una minoría de privilegiados. En esta ocasión, este Gobierno ha prohibido los despidos y ha protegido a miles de empresas y a millones de trabajadores con los ERTE, ha
prohibido los desahucios, ha prohibido los cortes de suministros y ha hecho una movilización de recursos histórica y sin precedentes para proteger a nuestra gente. Después de muchas semanas de un enorme esfuerzo por parte de la ciudadanía y de los
profesionales de la sanidad pública, creo que estamos empezando a lograr el objetivo. Y ahora sí, en esta Comisión de Reconstrucción es el momento y el lugar donde hay que poner sobre la mesa algunas lecciones que nos deja esta emergencia y que
creo que están en la cabeza de todo el mundo. Y me quiero dirigir en este punto especialmente a sus señorías del Partido Popular.


Señorías, creo que hoy hay algunas cosas que son un consenso en España, independientemente de ideologías. Creo que no miento si digo que hoy todo el mundo tiene claro que los recortes de más de 7000 millones de euros en la sanidad pública,
las privatizaciones y la precarización de las condiciones de trabajo de sus profesionales, que ustedes perpetraron, fueron decisiones equivocadas que nos han debilitado como país para enfrentarnos a una situación como esta. Todo el mundo, también
sus votantes, tiene claro que nunca jamás en España se pueden permitir ataques a la sanidad pública. Creo, señorías -y se lo digo con un ánimo constructivo- que ustedes tienen la oportunidad en esta Comisión de reconocer que se equivocaron, de
reconocer que nunca debieron recortar y privatizar la sanidad pública y deteriorar las condiciones de trabajo de sus profesionales, porque eso ha supuesto quitarle herramientas a España para enfrentar una emergencia sanitaria como la que estamos
viviendo. Soy consciente de que pedirles esto es muy difícil y que el arrepentimiento no es un ejercicio habitual en la política, pero creo que reconocer esta evidencia sería un ejercicio de enorme dignidad por su parte que a mucha gente -incluidos
sus votantes- les gustaría escuchar. Y que sería un primer paso muy importante hacia el compromiso de todos los grupos de cara a la reconstrucción, porque la principal lección de esta emergencia, señorías, es que debemos reconstruir la sanidad
pública. Si algo tiene que hacer esta Comisión parlamentaria es traducir el consenso que han expresado los aplausos en los balcones a los profesionales sanitarios en un esfuerzo sin precedentes de la sanidad pública en nuestro país.


Creo que es evidente que este es el principal consenso que nos deja lo que estamos viviendo, pero no es el único consenso. Hoy todo el mundo tiene claro, señorías, que la política de deslocalizaciones de la industria, paralela a la puesta
por un modelo productivo de bajo valor añadido basado únicamente en el pelotazo y en la especulación urbanística, nos ha debilitado como país. Todo el mundo -vote al partido que vote- tiene claro que nunca más puede volver a suceder que España no
tenga capacidad para proveer a nuestro sistema sanitario de materiales básicos, como respiradores o como equipos de protección individual; que no puede ser que la salud de los ciudadanos en un país como España, que es la cuarta economía de la zona
euro, tenga que depender de mercados globales especulativos, porque eso no es ya solo un problema de soberanía sino que es una amenaza para la seguridad de la gente. Creo que no miento si digo que hoy todo el mundo tiene claro que los recortes de
más de 5000 millones de euros que ustedes hicieron en el Sistema de Atención a la Dependencia han colocado a nuestros mayores en una situación de vulnerabilidad. Que no puede volver a suceder que se ataque algo tan fundamental como el bienestar de
nuestros abuelos y abuelas haciendo recortes, privatizando y condenando a los profesionales de los cuidados a la más absoluta e indigna precariedad. La reconstrucción social y económica debe incorporar este consenso transversal y avanzar en una
dirección de cuidar a quienes cuidan y de reconstruir un sistema de cuidados y de atención a la dependencia que sea público, de calidad y con profesionales que trabajen en condiciones dignas.


Se ha demostrado también en estos meses algo, por otra parte, evidente y que figura en nuestra Constitución, que es la vivienda. La vivienda ha sido la trinchera desde la que la gente ha resistido al virus. Es un derecho fundamental que
los poderes públicos tenemos la obligación de garantizar. La prohibición de los desahucios sin alternativa habitacional durante esta emergencia, las ayudas y quitas a los alquileres han sido decisiones de este Gobierno que modestamente que han
contribuido a proteger ese derecho en este periodo excepcional. Pero creo que es evidente que uno de los principales problemas sociales que tenemos como país tiene que ver con el acceso a la vivienda. Estos días el propio Banco de España decía
algo que mi formación política ha dicho siempre y que figura además en el programa de gobierno suscrito entre el Partido Socialista y Unidas Podemos. Y es que es urgente intervenir el mercado de la vivienda. Creo que esta Comisión debería servir
para que todas las fuerzas políticas y todos los actores institucionales y sociales nos comprometamos para asumir el mandato constitucional y hacer políticas



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públicas que garanticen que en España nunca más habrá familias que se vean privadas de la posibilidad de acceder a la vivienda.


Otro de los problemas estructurales que tenemos como país y que ha quedado al descubierto en toda su magnitud durante estas semanas es la precariedad laboral. Hay millares de trabajadores, profesionales sanitarios, pero también trabajadores
de servicios sociales, transportistas, limpiadores, reponedoras, repartidores, que son absolutamente esenciales y que sin embargo trabajan en condiciones de precariedad intolerable. Reconstruir en el marco del diálogo social los derechos laborales
que quedaron arrasados como resultado de la anterior reforma laboral debe ser un objetivo no solamente de Gobierno sino un objetivo de país.


Todo el mundo tiene claro también que hoy es si cabe aún más importante tomarse en serio la tarea de transición ecológica. Ha quedado más claro que nunca a raíz de la pandemia que lo que no es sostenible para la salud de las personas y del
planeta tampoco es sostenible económicamente. Creo que el compromiso con la lucha contra el cambio climático y por un sistema económico que no coloque los beneficios de las grandes empresas contaminantes por delante de la protección del medio
ambiente es un consenso social en España que debemos ser capaces de traducir políticamente en esta Comisión. Todo el mundo tiene claro, señorías, que debemos salir de esta crisis de manera opuesta a como se salió de la crisis de 2008, si es que se
salió.


La crisis de la COVID-19 está cambiando todos los paradigmas. He comentado mucho estos días la máxima que circula en los foros de opinión económica que dice que catástrofes como esta no con vierten a los ateos en creyentes, sino que
convierten a los neoliberales en neokeynessianos. Hoy nos encontramos con muchos actores que se sitúan en coordenadas ideológicas conservadoras pero que entienden que la austeridad fue una manera absolutamente equivocada de afrontar la última
crisis, que de hecho contribuyó a agravarla, y que hoy es necesario hacer lo que hay que hacer siempre que se produce una crisis de una dimensión como esta, lo mismo que se hizo después de la crisis de 1929, lo mismo que se hizo con la
reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial: políticas fiscales expansivas. Hoy es un consenso amplio que la clave para salir de esta crisis, la clave de la reconstrucción, es la inversión pública, que es necesario usar todos los
instrumentos de los que disponemos para proteger a la gente y proteger el tejido económico. Es momento de invertir y de hacerlo concretamente en reforzar los derechos sociales y en el desarrollo del cuarto pilar del Estado del bienestar, no solo
porque sea una cuestión de justicia social sino porque es una cuestión de eficiencia económica imprescindible para impulsar de manera fructífera la recuperación. Esta es una batalla que se libra en último término en Europa, eso lo sabemos todos.
En ese sentido creo que es también un consenso transversal en España que tenemos que tener una posición no de Gobierno, sino de país, que asuma que esta crisis nos afecta a todos y que defienda una respuesta colectiva basada en la solidaridad y que
trabaje para corregir ciertos desequilibrios que ha representado la construcción europea en los últimos tiempos.


Y por último, señorías, me gustaría detenerme en una cuestión que este Gobierno considera absolutamente fundamental, tal y como se recoge en el programa de Gobierno de coalición: la necesidad de reconstruir la justicia fiscal y dotarnos de
instrumentos de recaudación eficaces, tal y como marca nuestra Constitución, que nos permitan sostener el escudo social y reconstruir la economía. Hay que dejar atrás las amnistías fiscales a los defraudadores, la progresiva supresión de impuestos
a los más ricos y los privilegios fiscales que permiten a las grandes empresas y al sector financiero aportar menos de lo que les correspondería y caminar así hacia la reconstrucción de un sistema fiscal más democrático. Esto es clave al menos en
dos sentidos. En primer lugar, para luchar contra uno de los grandes problemas estructurales de nuestro país, la desigualdad. A nadie, vote al partido que vote, le parece sensato que el 10 % más rico de la población concentre más riqueza que todo
el 90 % restante. Eso tiene que ver en gran medida con el hecho de que la mayor parte de la carga fiscal en España recae sobre la clase trabajadora, los autónomos y la pequeña y mediana empresa, mientras que los que más tienen disponen de todos los
instrumentos de ingeniería fiscal que hacen que en la práctica estén aportando mucho menos de lo que les corresponde. Si queremos luchar contra la desigualdad, señorías, necesitamos un sistema fiscal más redistributivo. Esto de nuevo tiene que ver
con la justicia social, pero también con la eficiencia económica, porque las sociedades más prósperas, las sociedades más seguras y más eficientes son las sociedades más igualitarias.


En el segundo lugar, reconstruir la justicia fiscal es también una cuestión de patriotismo. En 2019 España recaudó un 7,4 % del PIB menos que la media de la zona euro. A todos nosotros nos pagan los ciudadanos para defender sus intereses y
para defender España y creo, por tanto, que todos tenemos la



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obligación de trabajar para corregir esa desventaja en términos de justicia social que tiene nuestra patria con respecto a los países de nuestro entorno. En España siempre ha sido habitual mirar hacia los países nórdicos como un modelo de
referencia en cuanto a desarrollo democrático y bienestar social. Lo cierto es que son países con niveles de recaudación fiscal bastante superiores a los de nuestro país. Por lo tanto, si queremos pasar de las palabras a los hechos y ser patriotas
de verdad y no solo patriotas de pulsera, si queremos parecernos un poco más a los países nórdicos, tenemos que empezar por acercarnos a ellos en lo que se refiere a justicia fiscal, y creo que estamos en el mejor contexto para ello. Es un
amplísimo consenso en toda Europa la creencia de que son necesarios instrumentos como una tasa de reconstrucción, un impuesto a las grandes fortunas para que los que más tienen puedan también arrimar el hombro y disponer de mecanismos para expresar
su solidaridad con la patria aportando recursos para reconstruir los servicios públicos y los derechos de todos. No me corresponde a mí detallar en esta exposición aspectos concretos de la propuesta -ojalá lo podamos discutir aquí-, pero quiero
tender la mano a todos los grupos parlamentarios. Un sistema fiscal más progresivo, un sistema fiscal que nos permita afrontar la reconstrucción es lo que necesita nuestra patria.


Todas estas son metas que, además, son claves para avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Hoy más que en ningún otro momento la Agenda 2030 no puede ser una mera declaración ni mucho menos
una suerte de lavado verde y social de los poderosos. Si existe una agenda que contiene el espíritu y las líneas fundamentales de lo que debería ser un proceso de reconstrucción de lo común, de los servicios públicos, de los derechos laborales, de
los cuidados, de la justicia fiscal, de la igualdad, de la protección social es, sin lugar a dudas, señorías, la Agenda 2030.


Haré una última reflexión y termino ya. Creo que si uno se fija en los elementos en los que me he ido deteniendo en esta exposición, caerá fácilmente en la cuenta de que contamos con el marco idóneo para emprender las tareas de
reconstrucción: la Constitución española. Nuestra Constitución, que se basó el constitucionalismo europeo de posguerra, que tuvo que afrontar precisamente una etapa de reconstrucción, contiene una serie de artículos sociales y mecanismos para
garantizar la primacía del interés general que deberían ser el común denominador para todas las formaciones políticas en este momento. La reconstrucción, señorías, pasa en gran medida por tomarnos en serio y hacer efectivos los derechos sociales
que recoge nuestra Constitución. Nuestra mano está tendida a todas las fuerzas políticas, a las comunidades autónomas, a las diputaciones y ayuntamientos, a las organizaciones empresariales, a los sindicatos, a las plataformas de afectados por la
hipoteca, a los sindicatos de inquilinos, a las organizaciones del tercer sector y al conjunto de la sociedad civil para llevar adelante una reconstrucción que no es la tarea de un Gobierno; es la tarea de un país y requiere el concurso de todas y
todos. Espero, señorías, que tengamos todos la suficiente altura de miras para ser capaces de poner por delante el interés general y hacer realidad elementos que son consensos transversales que comparte el conjunto de la ciudadanía,
independientemente del partido al que voten, el territorio en el que vivan o los símbolos con los que se emocione, para que, si en el futuro nos volvemos a ver en una situación como esta -que ojalá que no-, podamos decir que aprendimos las lecciones
de esta pandemia, que fuimos capaces cada uno de reconocer los errores del pasado y que fuimos capaces de reconstruir lo público y de reconstruir lo común.


Muchas gracias.(Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, vicepresidente.


Abrimos ahora el turno de intervención de los grupos parlamentarios que, como saben, se hará en un único turno de cuatro minutos y de menor a mayor. Por eso empezamos por el Grupo Mixto, que hoy veo que tiene dos representantes. Comienza,
por el Partido Regionalista de Cantabria, el señor Mazón Ramos.


El señor MAZÓN RAMOS: Buenos días.


Muchas gracias, señor Iglesias. Me alegra mucho oírle decir que es el momento de las inversiones porque hasta ahora se había oído muy poco. Me gustaría que nos dijera qué papel otorgan ustedes a los ayuntamientos en las inversiones, porque
está bien claro que tienen los servicios sociales más cercanos, pero también tienen un tejido productivo de pequeños oficios que no voy a repasar pero que están esperando como agua de mayo que lleguen inversiones públicas.


Quiero comentar una cosa sobre el impuesto de grandes fortunas. Independientemente de que este es un impuesto que no va a prosperar y que suena muy bien, ustedes tienen un impuesto de patrimonio que puede hacer exactamente lo mismo
corrigiendo la escala y, además, es un buen momento para recuperarlo e igualarlo en todas las comunidades autónomas, porque está creando muchísimas



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desigualdades y una competencia fiscal entre comunidades autónomas que no es nada deseable. Yo creo que ustedes tienen que ir por ahí; es mucho más fácil, más equitativo. Olvídense de este impuesto que suena muy bien, parece que le vamos
a quitar el dinero a los ricos como Robin Hood, pero que no se va a hacer. Hay que ser realistas.


Por otro lado, también quería hacerle un comentario sobre la renta mínima vital. Tal como me ha contado el ministro que se está diseñando, hay un error en el sentido de que puede promocionar la economía sumergida. Yo creo que tienen que
pensar ustedes en hacerla más universal y corregirla luego en los tipos de IRPF, pero que no sea incompatible con el trabajo hasta cierta escala. Esto se puede modular porque si no van ustedes a conseguir una economía sumergida mucho mayor porque
habrá gente que querrá cobrar la renta mínima vital y, al mismo tiempo, seguir trabajando. Los controles que pretenden hacer son también muy complicados. Creo que deben repensar eso y espero que en el ámbito parlamentario todos podamos aportar
ideas cuando lleguen aquí para su discusión.


Nada más.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Mazón.


Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra la señora Oramas González-Moro.


La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señor presidente.


Señor vicepresidente y ministro de Derechos Sociales, porque usted ha hecho una intervención hablando de lo que tienen que hacer el resto de los ministros pero poquito de rendir cuentas de lo que es su responsabilidad. Voy a ser
telegráfica. Lo primero que le digo, la Ley de Dependencia implicaba que el Gobierno de España pagara el 50 % de la Ley de Dependencia; solo pagan en este momento el 23 %. Le quiero preguntar, ¿cuándo piensa cumplir el Gobierno la Ley de
Dependencia a esos más vulnerables, como usted dijo en su discurso?


Segundo, el tema de la pobreza. En los Presupuestos del Estado de 2019 y de 2020 había, hay, 30 millones de euros para la pobreza en Canarias, no por un tema de voluntarismo ni nada sino porque está previsto en el Régimen Económico y Fiscal
y está previsto en el Estatuto de Autonomía de Canarias. En 2019 solo llegaron 12 y este año 18 de los 30 millones. ¿Tiene previsto el ministro transferir a Canarias esas partidas que están nominativas bien por nominativas o bien por convenio?
Son 30 millones para la pobreza en Canarias.


Tercera cuestión. Usted habla del tercer sector. Se han quitado a Canarias 100 millones de las políticas activas de empleo que daban trabajo a los centros especiales de empleo, a las mujeres víctimas de violencia de género, a temas de
formación. Usted habla del tercer sector y de los temas más vulnerables, ¿va a reponer el Gobierno los 100 millones de las políticas activas de empleo que eran para crear empleo en los sectores más vulnerables? ¿O es su teoría de que hay que tener
subvencionada a la sociedad?


Continúo. Como usted coordina, ¿cuándo piensan firmar el Plan de Empleo de Canarias, que son 42 millones, para que los ayuntamientos contraten a las personas de difícil inserción laboral? Sigo, la última. He hablado con el Defensor del
Pueblo. En este momento Acnur, Cáritas y Cruz Roja dicen que la situación más vulnerable en este país son las familias venezolanas con niños que están en una situación donde no se están tramitando ni los permisos de residencia ni las solicitudes de
asilo. ¿Va a exigir usted para todos esos miles de venezolanos, muchos de ellos en Canarias, que se tramite de forma inmediata un papel que les permita alquilar, comer e incluso trabajar?


Nada más. Y una pregunta, ¿ha reflexionado, si usted hubiera aceptado ser ministro de Sanidad, qué hubiera pasado en este país? Porque usted lo despreció porque era una maría.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Oramas. Ha cumplido su tiempo.


Por el Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, tiene la palabra la señora Aizpurua Arzallus.


La señora AIZPURUA ARZALLUS: Gracias.


Vaya por delante, señor vicepresidente, el respeto de nuestro grupo a personas que, como su padre, se atrevieron a confrontar contra una dictadura franquista que se llevó por delante la libertad de nuestro pueblo y la libertad de los pueblos
del Estado español durante cuarenta años.


La pandemia nos ha puesto también, efectivamente, sobre la mesa la necesidad de elegir, de hacer elecciones. También ha puesto al Gobierno en esta tesitura. Se están tomando decisiones importantes -acertadas muchas- en materia social para
dar cobertura y respuesta porque, efectivamente, la crisis -usted lo ha dicho- nos afecta a todos, pero más a unos que a otros. Es una



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crisis sanitaria pero también es política, y lo es a nivel global, a nivel mundial. Lo que se decida hoy dibujará el futuro de mañana. Creo que también en ese sentido estamos ante la necesidad de colocarnos ante la disyuntiva de fascismo o
democracia. Tal y como dijimos en la sesión de investidura, este Estado, a la vista está, necesita de mucha cultura democrática y de pedagogía antifascista.


Estamos de acuerdo con usted en que defender la sanidad y los servicios públicos es un consenso social, y también lo es, al menos entre los millones de trabajadores y trabajadoras de este Estado, que la reforma laboral precariza sus vidas y
hay que reformarla. No les gustará a los del gran capital, pero, como usted dice, debemos legislar para hacer realidad esos consensos, los sociales, los consensos que existen entre la gente y la protección laboral es uno de ellos y, además, de los
más amplios. Estamos de acuerdo también en que la necesidad de poner impuestos a los ricos y a las grandes empresas y bancos es también un consenso entre la gente. Mi pregunta es cómo va a desarrollar estos consensos, porque usted sabe que en esto
no se puede esperar y que realmente son materias urgentes. Asimismo, ¿cómo se va a asegurar que el escudo social y económico no va a decaer después de la pandemia sanitaria? ¿Cómo se va a mantener y ampliar para la pandemia económica y social que
tenemos enfrente? Nuestra formación está dispuesta a empujar y a avanzar en este terreno y ahí nos podremos encontrar.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Aizpurua.


Por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), tiene la palabra el señor Barandiaran.


El señor BARANDIARAN BENITO: Muchas gracias, señor presidente.


Señor vicepresidente, bienvenido y muchas gracias también por su intervención. Me ha parecido que su intervención ha sido un tanto generalista, menos concreta, lógicamente porque es un momento de principios más que otra cosa; sin embargo,
sí hay algo que quiero destacar y es una determinada actitud. Y lo voy a precisar en una de las cuestiones que usted ha planteado, la de Europa, que quizás se está valorando demasiado poco y que creo que es uno de los ejes fundamentales por los que
ha de pasar la reconstrucción en todos los órdenes -sanitario, social y económico- y, sobre todo, la proyección a futuro de la protección frente a cualquier hipotética pandemia o cualquier riesgo incierto como el que nos ha sobrevenido en esta
ocasión. Usted ha dicho que la posición que espera de los partidos en esta Cámara respecto al problema europeo es que sea una posición no de Gobierno, sino de país. Bien, creo que esa es la actitud, pero no solo en materia europea, sino en
absolutamente todas las cuestiones a las que usted se ha referido. Por eso precisamente le quiero llamar la atención en otro aspecto. De las materias que usted ha tocado, por llamarlo de alguna manera, sobre todo aquellas que hacen referencia al
ámbito de la protección social, muchas son competencias de las comunidades autónomas en un Estado descentralizado, en el que, si de verdad nos empezamos a creer que lo es también en lo político y no solo administrativamente, debemos avanzar en las
soluciones por ese camino y no en otro. Por ejemplo, en el primer campo de juego, la sanidad; usted ha hecho referencia a que hay que reconstruir la sanidad pública. Creo que ayer o anteayer, todos estos días, he estado oyendo a determinados
sanitarios en el País Vasco comentar qué es lo que han vivido. Y lo que han vivido -fenómeno que todos hemos vivido- ha hecho que entiendan que las infraestructuras sanitarias han funcionado, pero ha habido un acogotamiento del personal sanitario.
Es decir, hay lugares donde las infraestructuras han funcionado y otros donde la política de personal lo ha hecho menos porque, precisamente, esta es una situación imprevista. Ello supone también el reconocimiento de que las situaciones son
diferentes y las soluciones, por tanto, también han de ser diferentes. Lo mismo en materia de cuidados, lo mismo en materia de vivienda o, cómo no, en la cuestión fiscal. Por tanto, me gustaría que el Gobierno interiorizara -usted también,
seguramente lo ha interiorizado antes- que las soluciones a los problemas y las propuestas de reconstrucción que puedan venir han de ser desde el plano del respeto al ámbito más eficaz para la solución, que es el más cercano al ciudadano, aquel que
ya está reconocido en el ámbito de descentralización política del Estado. Es decir, hay que saber proponer, hay que saber guiar y hay que saber acordar en términos de reconstrucción social, económica, laboral, pero también política y, en ese
sentido, me gustaría que el empuje del Gobierno fuera en esa dirección.


Nada más, muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Barandiaran.


Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Giménez Giménez.



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La señora GIMÉNEZ GIMÉNEZ: Buenos días. Muchas gracias, presidente.


Vicepresidente, iniciaré mi intervención haciendo una llamada al consenso, a la unidad y a la efectividad para resolver el problema actual al que nos enfrentamos de gran envergadura. Y, además, haciendo una referencia a que los discursos
ideológicos deben quedar fuera de nuestro trabajo en esta Comisión de Reconstrucción para la salida del país. Igualmente, tras el lamentable espectáculo que vimos ayer en el Pleno, creo que hablar de apellidos, del pasado de nuestros padres, por
respeto a la ciudadanía está fuera de lugar en este contexto.


Es importante tener en cuenta cuál es el papel del tercer sector de acción social en esta materia, y creo que usted es muy consciente. Por ello me sorprende y me gustaría compartir con usted el porqué de la reducción del presupuesto del
IRPF para las entidades del tercer sector de acción social y del impuesto sobre sociedades, porque creo que hay que conocerlo por dentro, ver cuál es su papel en la actualidad y cuál será en el futuro en la respuesta a los más vulnerables, en la
respuesta de una solución multidimensional para las personas que realmente más lo necesitan. Me gustaría tener más información al respecto y ver si puede reconsiderarse esa reducción de fondos.


Las personas mayores son otro de nuestros bloques de trabajo en esta Comisión. Creo que los datos evidencian que hemos fracasado en la protección a nuestros mayores, hemos fracasado como generación con aquellos que realmente han construido
nuestro país, porque tenemos claro que un 70 % de las personas fallecidas han sido nuestros mayores, que además vivían en su mayoría en residencias. Creo que es importante, yendo un poco al plano práctico, tener en cuenta la necesidad de establecer
protocolos claros de trabajo ante cualquier rebrote. Tenemos que ir hablando de cuestiones prácticas, y eso conlleva destacar la necesidad de protección, del aislamiento, de la asistencia medicalizada, siendo conscientes de que nuestras residencias
nos son centros médicos, sino los hogares de nuestros mayores. Creo que ahí debe haber un replanteamiento de nuestro sistema de cuidados, por eso me gustaría ahondar un poquito más en ello yendo a la práctica, a cómo lo vamos a hacer, porque no nos
podemos permitir que haya cualquier rebrote y no tener una respuesta efectiva y coordinada, pues realmente es lamentable ver cómo han fallecido nuestros mayores, solos, y la falta de coordinación estatal y autonómica que ha habido en esta materia.


Hablamos igualmente del bloque de inclusión social y los grupos más vulnerables. Somos conscientes de que a todos nos afecta la crisis, pero aquellos que peor lo pasan, aquellos grupos que tienen mayor necesidad y a quienes azota de lleno
son: las mujeres, las personas discapacitadas, el pueblo gitano, las personas que viven en asentamientos, las personas sin hogar. ¿Qué respuestas damos a la situación de cara al futuro en este proceso de reconstrucción? Quiero recordar las colas
del hambre que vemos en cada una de nuestras ciudades, eso significa que nuestro sistema de ayudas, nuestras prestaciones no están siendo suficientes, ¿qué es lo que vamos a hacer? Por otro lado, ha hablado de vivienda y tenemos que plantearnos
cuál es la situación de los asentamientos, cuál es la situación de las infraviviendas y cómo garantizamos la salubridad; cómo garantizamos una transición a una habitabilidad digna que, además, en momentos de pandemias y de problemas como al que nos
hemos enfrentado evidencian esta necesidad.


Me gustaría dejar claro que lo que tenemos que hacer es trabajar con la pobreza estructural, con la pobreza que ha generado el coronavirus, y dejar muy claro que las medidas asistencialistas única y exclusivamente no van a resolver la
situación de los grupos vulnerables. Es importante la activación formativa, la activación laboral, establecer buenos itinerarios debe ser uno de nuestros retos. Y finalmente, no nos olvidemos de la infancia, que lo ha estado pasando muy mal, en la
que vemos esa precariedad y cómo le afecta la pobreza severa. Hemos visto la brecha de accesibilidad educativa de muchos niños y niñas que actualmente no han visto garantizada la educación, y creo que ahora, en nuestra proyección futura, debe ser
prioritario el acceso educativo, así como el acceso a garantía alimentaria y al resto de prestaciones. Por tanto, pongo encima de la mesa mucho trabajo por hacer; me gustaría que estuviésemos coordinados para resolverlo.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Giménez.


Es el turno ahora del Grupo Plural, que veo que tiene tres formaciones representadas aquí. Empezamos por el Bloque Nacionalista Galego, señor Rego Candamil.


El señor REGO CANDAMIL: Gracias, señor presidente.



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Señor vicepresidente, estamos de acuerdo en que alguna de las claves del proceso de reconstrucción, de recuperación económica, está en la inversión pública, también en la protección social. Para eso es necesario movilizar recursos y solo
hay dos formas de hacerlo: sacárselo a los que menos tienen por la vía de los recortes sociales, esa vieja receta que ya conocemos de los últimos años, o buscarlo precisamente en quien más tiene. Usted habla de una medida que nosotros venimos
defendiendo como una tasa de reconstrucción, un impuesto a las grandes fortunas. La primera pregunta es si esta es una opinión suya, de su grupo, o si ese impuesto a las grandes fortunas va a ser política del Gobierno. En segundo lugar, al lado de
esta medida nosotros venimos defendiendo otras tres que creemos que son medidas valientes y necesarias para movilizar esos recursos: recuperar plenamente el fondo de rescate bancario; reducir drásticamente el gasto militar renunciando a los
programas de compra de armamentos; y, por último, nacionalizar las grandes corporaciones empezando por las que fueron públicas y que nunca debieron ser privatizadas. Hoy tenemos una mala noticia, que es el posible cierre de Alcoa. Nosotros vamos
a defender que, si eso se confirma, Alcoa sea nacionalizada para garantizar la continuidad de la actividad y de los puestos de trabajo. Queremos saber cuál es su opinión en relación con estas tres medidas.


Una tercera cuestión se refiere al ingreso mínimo vital; nosotros preferimos hablar de salario de inserción laboral y social porque creemos que la mejor manera de garantizar vida digna es precisamente garantizar un trabajo digno y un
salario justo. Entendemos que ese salario de inserción laboral o ese ingreso mínimo vital debe ser compatible temporalmente con el trabajo retribuido precisamente para incentivar la búsqueda de empleo. En todo caso, nuestra gran discrepancia está
en cómo se plantean gestionarlo desde el Estado provocando un nuevo proceso -uno más- de centralización, cuando existen ya rentas de inserción autonómicas, en nuestro caso la Risga, que podrían ser reforzadas. Si la preocupación es que hay mucha
desigualdad, créanme que nosotros tenemos esa preocupación porque la Risga en Galiza es una de las más bajas en manos del Partido Popular de Feijóo...


El señor PRESIDENTE: Señor Rego, debe terminar.


El señor REGO CANDAMIL: Termino.


Creemos que la solución estaría en un mínimo que establezca el Gobierno y en la transferencia de los fondos para la gestión autonómica, algo que, por cierto, es perfectamente factible porque lo acaban de acordar en el caso del País Vasco y
de Navarra.


El señor PRESIDENTE: Muy bien. Muchas gracias.


Por Més Compromís tiene la palabra el señor Baldoví Roda.


El señor BALDOVÍ RODA: Moltes gràcies, president.


Primero, quiero expresar mi vergüenza, como supongo que la de millones de ciudadanos, al ver el espectáculo que se produjo en el Pleno de ayer cuando algunos miembros de la derecha -y digo algunos- y la extrema derecha convirtieron la Cámara
en un lugar que realmente no me gustó ver.


Segundo, evidentemente, diferente Gobierno, diferente salida de la crisis y, por eso, algunos propiciamos que este Gobierno tuviera la mayoría que necesitaba para que, entre otras cosas, pudiera hacer lo que está haciendo. Ya vemos lo que
vota algunas veces la extrema derecha, por ejemplo, ayer, que votó en contra de prorrogar los ERTE o, no hace mucho tiempo, el PP o VOX que votaron en contra de evitar los despidos por coronavirus. Ante esto, yo le hago tres preguntas: en primer
lugar, hemos visto que el País Vasco y Navarra van a gestionar el ingreso mínimo vital. Estamos completamente de acuerdo y, de hecho, nosotros lo pedimos y era una de nuestras condiciones, pero ¿por qué solo el País Vasco y Navarra y no todos los
demás? Somos bastante adultos, es decir, gobernamos juntos en la Generalitat Valenciana, compartimos el Govern del Botànic, ¿por qué nosotros no podemos gestionarlo y el País Vasco y Navarra sí? Insisto, me parece un buen acuerdo, pero creo que
debe ser extensible. En segundo lugar, ¿por qué no se ha convocado el consejo territorial de las comunidades autónomas para que pudiéramos aportar y decir algo y, en cambio, el PNV tenía ese papel para negociar? Y, en tercer lugar -solo haré una
pregunta más, corta-, nosotros recibimos el 12 % para la dependencia y tendríamos que recibir el 50 %. Las comunidades autónomas son las que se encargan de esos servicios. ¿Piensa, en fin, lo que usted y yo sabemos?


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Baldoví.


Por Junts per Catalunya tiene la palabra el señor Bel Accensi.



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El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, señor presidente.


Señor vicepresidente, en primer lugar, quiero transmitirle en nombre de Junts per Catalunya nuestro sentimiento de rechazo a las referencias que se hicieron ayer a su señor padre. En segundo lugar, quiero constatar algo que ya dijimos; que
no sería de mucha utilidad que comparecieran en esta Comisión en condición de comparecientes los miembros del Gobierno. En todo caso, nos lo confirma su intervención. En tercer lugar, ayer -no sé si el Gobierno o usted mismo- rechazaron contestar
una pregunta de nuestra portavoz. Usted rechazó -o le hicieron rechazar- contestar una pregunta de nuestra portavoz relativa a su opinión en relación con los informes de Amnistía Internacional sobre Jordi Cuixart y Jordi Sànchez. Si tiene
oportunidad, nos gustaría que hoy nos diera su opinión al respecto. En cuarto lugar, no nos gustan los eslóganes que después no son ciertos. Cuando usted dice que el Gobierno ha prohibido los despidos, todos sabemos que no es así. Como mucho, los
habrán encarecido durante un tiempo, pero que hoy digan esto cuando Nissan va a despedir a tres mil personas y a veinte mil indirectamente, no genera credibilidad al respecto. Y en quinto lugar, en cuanto a aprender de la crisis de 2008, estamos
completamente de acuerdo, señor vicepresidente. Todos debemos aprender. Y quiero recordar que quien gobernaba en España en 2008 eran sus socios hoy de Gobierno y que en Cataluña estaba gobernando el tripartito.


Quiero hacerle varias preguntas. Por lo que se refiere al ingreso mínimo vital, el señor Baldoví da por supuesto que solo lo van a gestionar el País Vasco y Navarra. Yo creía que esto lo iban a abrir a todas las comunidades autónomas que
así lo solicitasen. Quisiera que me lo confirmara. Respecto a la justicia fiscal, aquí nos podríamos poner de acuerdo en algunos aspectos, en algunos. No me ha gustado que usted haya dedicado varios minutos a hablar de justicia fiscal y que no
haya dedicado ni un segundo a hablar de la lucha contra el fraude fiscal. Una forma de obtener la justicia fiscal es la lucha contra el fraude fiscal. Tengo más preguntas, pero se me está terminando el tiempo. Simplemente una más, palabras
textuales: El marco idóneo para la reconstrucción es la Constitución española. ¿Incluye el artículo 135?


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Bel Accensi.


Por el Grupo Parlamentario Republicano, tiene la palabra el señor Rufián Romero.


El señor RUFIÁN ROMERO: Muchas gracias, señor presidente.


Buenos días, señor vicepresidente. Como no puede ser de otra manera, quiero expresarle nuestra solidaridad después de los sucesos acaecidos ayer. La verdad es que sabemos de qué van; los mismos que a usted le acusaron ayer de lo que le
acusaron, a nosotros nos llaman golpistas hace dos años, así que sabemos perfectamente lo que hay porque las derechas -todas las derechas, todas- se creen que los países son suyos y, cuando no gobiernan, consideran que tienen que desahuciar a quien
gobierna. Están en eso. En definitiva, la derecha es el peor casero del mundo y no digo nada nuevo.


En esta operación de blanqueo de la corrupción y del fascismo por parte de la derecha -de las derechas, de cualquier derecha- la vida pasa, y la verdad es que yo tenía pensado hablarle hoy aquí de una propuesta significativa, del reloj del
paro, algo de lo que usted y yo hemos hablado en privado y que nuestro grupo lleva defendiendo a lo largo de las últimas ocho semanas. Consideramos que es prioritario intentar paliar la ansiedad con la que vive la gente que está cobrando el paro,
que cada día que pasa con la imposibilidad de encontrar trabajo sea un día menos del cómputo general del paro. Consideramos que el Gobierno podría hacer mucho más en ese sentido. Pero, además, mientras nosotros estamos hablando, hay una serie de
trabajadores que están luchando por sus puestos de trabajo a las puertas de la Nissan en Cataluña. Como sabe, se acaba de anunciar el cierre de las tres plantas de esta empresa. Estamos hablando de 3000 puestos de trabajo directos y de más de 20
000 indirectos. Además, estamos hablando de una empresa que ha recibido en la última década 170 millones de euros públicos, así que la pregunta es obvia: ¿qué piensan hacer? De hecho, ¿qué pensamos hacer? Creo que hay un concepto que sobrevuela
y que a las izquierdas -a mí, por lo menos- nos gusta mucho en estos casos y habría que recuperar, que es nacionalizar. Creo que sería una gran solución. Pero, sobre todo, hace falta muchísima empatía. Se lo digo claramente, hay una compañera
suya en el Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz, a la cual yo respeto enormemente, pero creo que de una forma muy desafortunada el otro día respondió que, si los despedían, que hicieran bicicletas porque lo prioritario no eran los coches, sino las
bicicletas. Esto suena un poco a lo de 'si pasan hambre, que coman pasteles'. Creo que todas las administraciones tenemos que mostrar mucha más empatía. Desde aquí muestro nuestra solidaridad con todos los



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trabajadores que están luchando por sus puestos de trabajo y, sobre todo, quiero preguntarle qué podemos hacer para ayudar a esta gente.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Rufián.


Por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, tiene la palabra la señora Fernández Castañón.


La señora FERNÁNDEZ CASTAÑÓN: Gracias, presidente.


Buenos días. Gracias, vicepresidente. Siguiendo el hilo de su comparecencia, con ese diálogo político que debe tener esta Comisión, pensaba en algo que la diputada Ana Pastor decía aquí mismo el martes pasado. Hablaba, con buen criterio,
de que no se podía evitar la pandemia, pero sí se podía haber evitado el desborde sanitario. No puedo sino coincidir con esa aseveración. Y no es que no se hubiera señalado por parte de la marea blanca y por buena parte de la ciudadanía, que
alertaron de que debilitar nuestros servicios públicos, y concretamente nuestra sanidad pública, podía llevarnos a situaciones de desborde sanitario, como hemos visto. Claro, visto así, una lo dice con toda la intención, porque no se trata de
reproches, como bien se decía, sino de señalar los errores y no volver a cometer los mismos. De aquellos polvos, estos lodos. Deberíamos cambiar las estrategias. Por eso, es importante hablar de la protección de los servicios públicos y es
importante hablar de la política fiscal, que sea justa, progresiva, que nos coloque en los parámetros de la Unión Europea y, además, que hablemos del impuesto a las grandes fortunas porque esto va de justicia y no de caridad en formato donativos.


Además de esto, creo que es importante que esta Comisión no haga el idiota, y lo digo con toda la cordialidad parlamentaria, porque creo que el mandato que tenemos es, sobre todo, no hacer el idiota y no señalar o culpar a quienes vienen
alertando de cuáles son los problemas. Tanto la OMS como el movimiento feminista nos hablan de que la salud no está circunscrita únicamente a no tener enfermedades, sino que comprende muchas más cuestiones: un sistema de bienestar social, de
bienestar personal, de bienestar en salud y también de bienestar mental. Por lo tanto, tenemos que hablar del trabajo de cuidados. El marco de la Constitución debe reconocer también el derecho de todas las personas a ser cuidadas porque lo podemos
necesitar en cualquier etapa de nuestra vida. Entonces, tenemos que hablar del reconocimiento laboral, económico y social de quienes realizan los trabajos de cuidados y que esto forme parte de nuestro modelo productivo y también parte de nuestro
producto interior bruto. El movimiento feminista lo ha señalado muy bien. Además, hablar de modelo productivo, como ya se ha dicho, implica hablar de deslocalizaciones; implica mencionar en un día como hoy tanto la situación por la que pasa
Nissan como por la que está pasando Alcoa, y también hablar de derechos laborales y de los cuatro trabajadores en huelga de hambre en Xixón de la EBHI. Aquí me gustaría proponer una reflexión y citar a un referente como, sin duda, es Julio Anguita.
Él hablaba de que en política era necesario más laicismo y no tanta religiosidad. La religiosidad nos puede hacer despreciar ideas que vienen de agentes políticos cuyas premisas no compartimos y, por tanto, desterrar propuestas que, sin embargo, si
aplicamos una mirada laicista en el ámbito político, sí que podemos aprovechar. Esta Comisión tiene ese mandato. Hace diez años que acababa una serie de J. J. Abrams y Lindelof, Lost, Perdidos, que nos dejaba una premisa muy clara que hemos visto
con nitidez en esta situación. Nos decía: Vivir juntos, morir solos. Creo que el mandato claro que debe tener esta Comisión para la Reconstrucción Social y Económica es que de esto solo podemos salir juntas, y eso implica estar protegiendo
nuestros servicios públicos, implica también una política fiscal que sea justa y, sobre todo, que escuchemos todas las propuestas porque siempre que son ideas tienen que ser valoradas vengan de quien vengan, y que no hagamos el idiota porque ni esta
Comisión ni el Parlamento, ni mucho menos la ciudadanía, nos lo podemos permitir.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Fernández Castañón.


Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra la señora Ruiz Solás.


La señora RUIZ SOLÁS: Buenos días. Muchas gracias, señor presidente.


Gracias, señor vicepresidente del Gobierno. Señor Iglesias, nosotros venimos a esta Comisión para la Reconstrucción Social y Económica sospechando que en realidad solo forma parte de una estrategia de marketing y de comunicación política,
sin más intención que enredarnos y entretenernos para acabar imponiéndonos su programa de Gobierno. Aun así estamos aquí con la firme voluntad de aportar, aunque



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sinceramente nuestra esperanza de que haya algo de verdad en sus intenciones de reconstrucción es nula desde el mismo momento en que esta Comisión se constituyó ya con un lastre: el del acuerdo secreto y vergonzoso para derogar la reforma
laboral con quienes han expresado explícitamente su desprecio por el futuro de España, que ha dinamitado el diálogo social imprescindible y que desgraciadamente impide del todo y sin remedio cualquier posibilidad real de reconstrucción económica.


Señor Iglesias, reconstruir es volver a construir algo utilizando los elementos necesarios y adecuados, pero si no tenemos esos elementos es imposible construir ni reconstruir nada por mucho que hablen de buena voluntad, esfuerzo colectivo,
obligación moral y todas esas consignas y conceptos tan evocadores, pero desgraciadamente tan vacíos que se suelen repetir como parte de ese guion de lo políticamente correcto que ya nadie se cree. Pero es que, aun teniendo los elementos adecuados,
hay cosas que ya no se pueden reconstruir, señor Iglesias, que es imposible reconstruir por mucho que nos empeñemos. Dígame, si no, cómo reconstruimos lo que ha pasado con nuestros mayores en las residencias, cómo hacemos para reconstruir eso,
señor Iglesias; cómo reconstruimos la indignidad que representa dejar morir a miles y miles de mayores -nunca sabremos cuántos en realidad- sin recibir ni la atención que merecían ni el cariño que necesitaban, ni tan siquiera el consuelo de estar
junto a los suyos en su lecho de muerte; cómo les devolvemos la memoria a esas miles de personas y a sus familias; cómo nos enfrentamos a este drama humano consentido por quienes tenían el poder y la capacidad para evitarlo pero no lo hicieron;
cómo asimilamos el sufrimiento y el sentimiento de culpa por la inmoralidad cometida y por este comportamiento indecente con los mejores de entre todos nosotros, porque ellos, nuestros mayores, son los mejores de entre todos nosotros, señor
Iglesias. Dígame cómo vamos a reconstruir nada si ni siquiera han hecho ustedes el ejercicio de reconocer su culpa, si ni siquiera reconocen el mal que han hecho ni los errores que han cometido, si ni siquiera son capaces de decirnos la verdad
sobre cuántos de nuestros mayores han muerto en las residencias. Señor Iglesias, me gustaría saber si han aprendido algo de todo esto; me reconfortaría saber, y creo que a todos los españoles también, si todo este sufrimiento va a servir para algo
porque, si no han aprendido nada, es imposible que ustedes puedan reconstruir nada; muy al contrario, van a seguir destruyendo lo que tanto les costó levantar precisamente a esos mayores a los que quieren borrar de nuestra memoria, Pero me temo que
no, que no han aprendido nada, solo hay que leer su proposición no de ley para el nuevo modelo de residencias de mayores que su grupo, Unidas Podemos, ha presentado a la Mesa del Congreso para su debate en el Pleno, en la que entendemos que lo que
nos están planteando es un plan para la reconstrucción social en el ámbito de las residencias de mayores. En ella culpan de la obscena tasa de mortalidad, que hasta ustedes reconocen, a las carencias de nuestro modelo de residencias relacionando
las muertes con la precariedad laboral y con el escaso valor que se le da al trabajo de cuidados, y lo que es más sorprendente, con el hecho de que las residencias privadas ganen dinero por su actividad. Señor Iglesias, no se engañe ni pretenda
engañar tampoco a los ciudadanos; nuestros mayores no han estado muriendo por miles porque sus residencias fueran públicas, porque fueran privadas, porque fueran propiedad de fondos buitre o porque fueran muy rentables económicamente y tampoco por
los recortes. Es mentira, señor Iglesias, nuestros mayores no han muerto ni por los recortes del PP ni por los recortes del Partido Socialista ni por un tema de justicia fiscal, no han muerto por nada de eso, y tampoco porque los médicos,
enfermeras, personal de limpieza y resto del personal sanitario trabajaran en malas condiciones, en situación de precariedad o cobrando sueldos de miseria, como usted proclama constantemente; nuestros mayores han muerto porque los trescientos
millones de euros que usted se vanagloria de haber puesto a disposición de las comunidades autónomas no eran para curar, señor Iglesias, usted mismo lo ha dicho; eran para los EPI, para contratar más personal, pero no para curar. Nuestros mayores
han muerto porque no se les ha llevado a los hospitales ni públicos ni privados, aun sobrando camas en las UCI. Nuestros mayores no han muerto por cómo se están gestionando las residencias. No, señor Iglesias, no han muerto por eso, han muerto
porque les encerraron allí, porque no dejaron que sus familias los sacaran de allí y porque no les permitieron ir a los hospitales, donde, al menos, podrían haber intentado curarles. Señor Iglesias, ya sabemos qué modelo de residencia es el que
usted quiere...


El señor PRESIDENTE: Señora Ruiz, debe concluir.


La señora RUIZ SOLÁS:... para cuidar -termino- a los ancianos, pero lo que queremos saber ahora es si usted los quiere curar, si cuando enfermen van a tener una cama disponible en los hospitales y todos los cuidados que necesiten, tengan la
edad que tengan y tengan la patología que tengan. Eso



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es lo que queremos saber, señor Iglesias, si es que verdaderamente quieren que hablemos de reconstrucción.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Ruiz.


Por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso tiene la palabra el señor Garcés Sanagustín.


El señor GARCÉS SANAGUSTÍN: Muchísimas gracias, señor presidente.


Señor vicepresidente, muchísimas gracias por su comparecencia, como no puede ser de otra manera. Fíjese qué paradoja, los 'niños de la guerra' están muriendo ahora con la pandemia, aquellos a los que veníamos a honrar precisamente, a servir
y a mostrar gratitud. Aquellos que tuvieron que combatir durante la guerra o que eran niños y que pasaron todo tipo de hambrunas, todo tipo de padecimientos, a sus ochenta años han estado muriendo. No es un luto que tenga pulseras o que no las
tenga, el luto es de todos, sobre todo de toda la sociedad española; el luto no tiene ideologías, el luto no tiene complejos ni evidentemente tiene camisas negras, como la que llevaba usted ayer, ni camisas blancas, como la que lleva hoy. Espero
que en esa camisa blanca, de esperanza, nos podamos encontrar todos, señor vicepresidente del Gobierno.


De un tiempo a esta parte estamos hablando permanentemente de un viaje entre la vieja normalidad y la nueva normalidad. Ya en su momento se inauguró una dialéctica política en la que se contraponían la vieja política y la nueva política.
Señor vicepresidente, no me imponga ninguna nueva normalidad; a los que amamos la libertad no nos imponga ninguna nueva normalidad. Porque ustedes convierten la normalidad en normalización para constituir una especie de tecnología dominante sobre
todos los ciudadanos. ¿Y sabe lo que hacen con la nación? La nacionalizan. Cuando ustedes utilizan los sufijos, tenemos un problema, y se ha demostrado históricamente. Cuando la igualdad la convierten en igualitarismo, degradan la igualdad.
Cuando al pueblo lo convierten en populismo, degradan al pueblo. Pero fíjese, señor Iglesias, usted ya no es un miembro más de ese movimiento, probablemente necesario, que hubo hace unos años, ese movimiento de respuesta social ante una determinada
situación de fatiga del propio Estado. Fíjese, se lo reconozco yo, señor Iglesias, no se lo voy a negar nunca. Pero usted ya forma parte de esas mismas élites que venía a desmontar. Usted solía dividir la sociedad entre decentes e indecentes;
entre el pueblo real, la gente real, y los que aparentemente éramos irreales, los sospechosos, los seres humanos ilegítimos, los que no pensábamos igual que usted. ¿Y ahora qué pasa? Ahora está usted utilizando la misma doctrina, pero siendo parte
del poder constituido. Yo creo que hay que venir aquí a decir las cosas claras, nítidas y sin falacias. Cuando el Partido Popular llegó al Gobierno en el año 2011 había 17 000 millones de deuda pendiente de pago en gastos farmacéuticos. ¿Van a
hacer lo mismo? ¿Quién va a pagar esta fiesta, señor Iglesias? ¿Cómo la van a pagar? Porque no me vale el discurso Robin Hood de la redistribución, de justicia fiscal. Si le hace buenas cuentas su secretaria Estado, sabrá que no salen las
cuentas para cubrir una necesidad de financiación de 250 000 millones de euros. Sabe que no salen.


Señor vicepresidente, usted prefiere una sociedad sin ricos a una sociedad sin pobres, porque usted sin pobres no podría vivir ni podría justificar su discurso. Además, ha estado anunciando sistemáticamente un nuevo cambio político, a veces
de una manera sibilina y otras de manera más explícita -y le agradezco, desde su humildad a mi humildad, que lo diga claramente-, un nuevo cambio de paradigma en lo económico y en lo social. Y hoy me he dado cuenta de que ya hemos alcanzado algunos
consensos; usted ha presumido de que hemos alcanzado algunos consensos, algo así como que ya no hay plan B, una afirmación característica del presidente de Gobierno. ¿No hay plan B? ¿Esto es un contrato de adhesión? ¿El Estado soy yo o podemos
opinar los demás y podemos construir consensos?


Señor vicepresidente, le voy a pedir que me conteste simplemente a ocho preguntas, con un sí o con un no, y se lo pido con humildad, la misma humildad que usted tiene, desde su humildad hasta mi humildad, por los trabajadores de Nissan, por
los trabajadores de Alcoa, por ese 60 % de la población en edad de trabajar que ahora mismo está dependiendo del presupuesto público. En primer lugar, como tienen que ser medidas a largo plazo, ¿tiene previsto usted hacer una modificación de la
Constitución española? ¿Esa modificación de la Constitución española incluye -es la segunda pregunta- que la economía española no sea una economía de mercado? Quiero recordarle los Pactos de la Moncloa, con el señor Carrillo, al que usted también
ha mitificado. Ya sé que usted de vez en cuando alterna el mito con el timo, lo hizo con Julio Anguita, pero no pasa absolutamente nada. (El señor vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 hace estos
negativos.) Sí, lo hizo



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alguna vez; el problema de las redes sociales, señor Iglesias, es que dejan huella. En cualquier caso, ¿usted está dispuesto a aceptar la economía de mercado o se ha quedado en algún ángulo oscuro de la historia entre el 20 de noviembre y
el mes de octubre del año 1977, cuando se firmaron los Pactos de la Moncloa? En tercer lugar, ¿va a reformar el artículo 135 de la Constitución para modificar el principio de estabilidad presupuestaria? Cuarta pregunta, en relación con los pactos
con Bildu. A propósito, este grupo no va a aceptar que se haga apología ni constatación de determinadas formaciones que hayan podido tener identidades terroristas, y lo dejo ahí, por la expresión que se ha utilizado antes por la representante de EH
Bildu. Otra pregunta, ¿van a reformar o, mejor dicho, van a derogar íntegramente la reforma laboral del Partido Popular? Quinta pregunta, ¿ustedes van a permitir que haya una asimetría financiera y presupuestaria entre las comunidades autónomas o,
lo que es lo mismo, que el Gobierno vasco pueda gastar más y que tenga que ser compensado ese mayor gasto público con el esfuerzo del resto de ciudadanos del territorio común, del resto de comunidades autónomas? Sexta pregunta, Unión Europea,
¿considera adecuado que Carles Puigdemont hubiera venido aquí a comparecer en el grupo de trabajo de la Comisión Europea, en el que yo precisamente soy portavoz, y aquí está el coordinador del área? Séptima pregunta, y acabo ya, solo quedan dos,
señor presidente, y acabo ya, muchísimas gracias.


El señor PRESIDENTE: Haga solo las preguntas.


El señor GARCÉS SANAGUSTÍN: Déjeme dos y ya está. Además, desde su humildad a mi humildad, seguro que me contesta a las ocho.


Como usted dijo en Financial Times ¿cree realmente que se puede romper ese equilibrio norte-sur y que si no se rompe el equilibrio norte-sur la Unión Europea puede extinguirse? (El señor vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de
Derechos Sociales y Agenda 2030 hace gestos negativos.) Más o menos; yo sé que usted me lo va a decir mejor, pero...


El señor PRESIDENTE: ¿Y la última pregunta?


El señor GARCÉS SANAGUSTÍN: La última pregunta ya, señor presidente, que está siendo muy generoso conmigo y ya sabe que se lo voy a agradecer, por motivos múltiples y porque le tengo cierto aprecio.


Última pregunta. Desde el punto de vista de la solidaridad europea, ¿usted cree que España tiene que ser corresponsable en la toma de decisiones o vamos a considerar a Europa una especie de gran hacedor, donde nos van a dar todos los fondos
necesarios sin necesidad de que haya ninguna aportación?


El señor PRESIDENTE: Muy bien, ya ha hecho las ocho preguntas.


El señor GARCÉS SANAGUSTÍN: Perdóneme, acabo...


El señor PRESIDENTE: Ya ha hecho las ocho.


El señor GARCÉS SANAGUSTÍN: No, acabo con una reflexión, porque estoy viendo aquí al señor Simancas, que va a hablar ahora, y estoy viendo a la señora Carcedo, y no está el señor Sánchez. Que a nadie del Partido Socialista se le olvide que
hay un agujero negro en la historia de España, del año 2008 hasta el año 2011, y estos señores votaron la reforma de la Constitución española.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Carcedo Roces.


La señora CARCEDO ROCES: Muchísimas gracias, presidente, y muchísimas gracias, vicepresidente, por su intervención y por sus palabras.


Un virus impactó en nuestra sociedad, dañó nuestro cuerpo biológico y, lamentablemente -y aprovecho la ocasión para solidarizarme con quienes han sufrido la enfermedad y, sobre todo, con los familiares de los fallecidos-, ha impactado
también en nuestro cuerpo social, en nuestro modo de convivencia y en nuestro sistema económico. Por eso, en esta Comisión tenemos que tener en consideración las consecuencias que esto ha tenido y que muchas personas que están sufriendo tienen
puestas sus esperanzas en que aquí seamos capaces de dar respuesta a ese impacto en nuestra



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sociedad, en nuestra economía y en nuestra salud. Por tanto, gracias, vicepresidente, por ese enfoque global, pero también por esa mirada sobre los impactos en las personas.


Nuestros grandes sistemas prestacionales han sufrido un enorme estrés como consecuencia de este impacto y de las medidas de contención que hubo que poner en marcha. Por tanto, recomponer y reconstruir nuestros grandes sistemas
prestacionales, que forman parte de nuestro Estado del bienestar, es una de las primeras tareas; tanto nuestro sistema sanitario como nuestro sistema de servicios sociales, atención a la dependencia incluida, habían sido maltratados y habían venido
siendo objeto de importantes recortes y es necesario reflotarlos, revitalizarlos y ponerlos a la altura de lo que se espera de estos sistemas. Y, además, enfocarlos hacia la prevención de desigualdades que sabemos que se generan y también hacia,
previsiblemente -como la OMS viene anunciando-, nuevas pandemias que podamos sufrir. Tenemos que reorientarlos y enfocarlos hacia esa salud comunitaria, que es la manera más eficaz de dar respuesta al control de las epidemias.


Pero esta epidemia también ha puesto en evidencia, porque ha tenido consecuencias muy importantes sociales y económicas, que nuestro Estado del bienestar de alguna manera estaba inacabado, que le faltaba esa última red de protección social.
Con el escudo social que ha aprobado el Gobierno se ha puesto una protección a esas consecuencias más clamorosas sobre algunos colectivos y algunas partes de nuestra ciudadanía, pero es necesario poner en marcha medidas estructurales que den esa
mirada más global y más completa a nuestro Estado del bienestar, que, como decía, estaba aún inacabado por la tardía incorporación de nuestro país a ese Estado del bienestar. Aquí podríamos citar la necesidad de atender la pobreza infantil; aunque
se habían dado ya algunos pasos, hay que continuar, y el ingreso mínimo vital puede ser el instrumento más eficaz para esta última red de protección social, para esa mirada singular sobre colectivos, por otra parte estratégicos, como los jóvenes y
la infancia, que han sido los mayores paganos de las consecuencias de la desigualdad y de la anterior crisis.


Por tanto, creo que esta es una oportunidad. No podemos defraudar a la sociedad española, que está mirando. A mí me sorprende, honestamente, cómo la ciudadanía piensa que esta Comisión va a dar muchas soluciones a nuestros problemas, y no
podemos defraudarlos. Representamos la soberanía popular y tenemos que centrarnos en lo que tenemos que centrarnos: en reconstruir estos impactos en nuestra sociedad, en nuestro modelo económico, en nuestro Estado del bienestar, y desde luego
tenemos que ser capaces de prepararnos porque la Organización Mundial de la Salud nos viene alertando y nos sigue alertando sobre adecuar y reforzar nuestros sistemas prestacionales para ser más eficaces y superar esos desajustes que se han venido
acumulando en los años anteriores.


Muchísimas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Carcedo.


Es el turno ahora del vicepresidente, para que dé las respuestas y haga las aclaraciones o reflexiones que considere convenientes.


El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (Iglesias Turrión): Muchísimas gracias, presidente.


Muchísimas gracias, señorías, gracias sinceras a todos y a todas por el tono. Creo que hoy sí podemos presumir aquí de estar teniendo un debate parlamentario a la altura de una democracia consolidada, y creo que eso es de agradecer y que
responde a una reflexión colectiva respecto a lo que vimos ayer.


Señor Mazón Ramos, le agradezco su tono constructivo. Creo que tiene usted bastante razón en lo que dice de los ayuntamientos. A propósito de la tasa de reconstrucción, señalaba usted algo que no comparto. Decía usted que podría suponer
una suerte de doble imposición. No es así, porque se trata de diferentes hechos imponibles. Mientras que el IRPF grava la percepción de las rentas por parte de las personas físicas y el IVA, como todos sabemos, grava el consumo, de manera bastante
injusta, un nuevo impuesto sobre las grandes fortunas gravaría el stock de las rentas acumuladas, la riqueza, y, fíjese, le doy algunos datos sobre cómo funciona la justicia fiscal en algunos países europeos. En el caso de Dinamarca, representa el
30,8 % de su producto interior bruto; en el caso de Suecia, el 18,1; en el caso de Islandia, el 18,1; en Noruega, el 17,2; en Luxemburgo, el 16,5; en Finlandia, el 16, y en España estamos por debajo de la media europea, que es un 13,2, con un
10,4 %. No hace falta -y después contestaré al señor Garcés- desafiar la economía de mercado para plantear que nuestro país se aproxime un poquito más a los estándares de justicia fiscal a nivel europeo, que es además condición de posibilidad de
llevar a cabo la reconstrucción. Pero ya estamos debatiendo de eso. Alguien me preguntaba: ¿Esto es una decisión del Gobierno? No, en el Gobierno tenemos un programa pensado para un contexto completamente



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diferente al que estamos viviendo ahora, en el que se indican unas líneas generales que hablan de hacer más redistributivo el sistema fiscal, pero yo me creo esa Comisión; esta Comisión no es un mero ejercicio de debate académico. A mi
entender, de esta Comisión tienen que salir propuestas que podamos estudiar no solamente entre el Gobierno y los representantes de la soberanía popular, sino también con especialistas para plantearnos como país cómo afrontamos la reconstrucción.
¿Creo yo que se puede afrontar la reconstrucción si nuestro país no se acerca a los estándares europeos de justicia fiscal? Creo que no, pero si el Gobierno ha propuesto, con el consenso de muchos partidos políticos de este país, abrir esta
Comisión es para que lo discutamos aquí, y con una perspectiva de país. Estamos encantados de recibir ideas para mejorar el ingreso mínimo vital. Cuando termine esta reunión, me voy a reunir con el señor Escrivá, porque estamos todavía trabajando
algunos detalles.


Señora Oramas, ya sabe usted lo que pienso yo de la Ley de dependencia. No se está cumpliendo lo que dice la ley, efectivamente, y hay que cumplir la ley. Nuestro objetivo como Gobierno es recuperar la posición de 2012, pero ahora tendrán
ustedes que reconocer conmigo que necesitamos unos Presupuestos Generales del Estado para poder cumplir la Ley de dependencia. Eso no es solamente una necesidad del Gobierno, no es solamente una necesidad de este Parlamento, es una necesidad del
país; en algún momento nos tendremos que sentar para que este país tenga unos Presupuestos Generales del Estado y se cumpla la ley. Y tiene usted razón al exigir que se cumpla la ley. Fíjese, me va a permitir que le diga, a propósito del
Ministerio de Sanidad, que no se me cae ningún anillo en reconocer que creo que tenemos el mejor ministro de Sanidad que podría haber tenido este país para unas circunstancias como las que estamos viviendo. Creo que Salvador no solamente ha
demostrado una enorme calidad como hombre de Estado, sino una extraordinaria calidad humana, y me siento orgullosísimo del ministro de Sanidad que tenemos. (Aplausos.)


Señora Aizpurua, muchísimas gracias por su solidaridad. Hacía usted dos preguntas muy importantes: cómo desarrollar estos consensos y cómo se va a mantener el escudo social. Para desarrollar estos consensos es para lo que estamos aquí, y
yo creo que aquello de lo que estamos hablando aquí y el propio tono de la discusión que estamos teniendo revelan que se empieza a abrir paso algo que el conjunto de la sociedad nos está pidiendo. Esta crisis sanitaria tiene una traducción social y
económica que no anula, que no hace desaparecer, pero que ocupa un espacio enorme respecto a otros tipos de conflictos políticos que vamos a seguir teniendo aquí, eso quiere decir afrontar una reconstrucción que afecta al conjunto de los ciudadanos
y ciudadanas de este Estado. Y la respuesta a la pregunta de cómo se tiene que mantener es que, a mi humilde entender, como coordinador de las políticas sociales de este Gobierno, asumo que no hay políticas sociales si en este país no hay una
reconstrucción de nuestro sistema fiscal. Asumir políticas fiscales expansivas, asumir políticas que protejan la demanda, asumir políticas que protejan nuestro tejido productivo, implica -y después hablaremos de la Constitución española- poner en
valor un principio constitucional que dice que nuestro sistema fiscal tiene que ser redistributivo. Insisto en que esto debería ir más allá de ciertos debates ideológicos, y ahora entraré -porque también se ha planteado- en los cambios de paradigma
que se están produciendo, porque se están produciendo cambios de paradigma. No es casual que haya sectores que proceden de las escuelas económicas más ortodoxas y de planteamientos económicos muy conservadores que reconozcan la necesidad del
ingreso mínimo vital o que reconozcan la necesidad de hacer políticas expansivas. Vivimos en un mundo tan dominado por el marketing que tenemos que aguantar que Roosevelt debía de ser bolivariano, comunista y defensor de Mao Tse-Tung, cuando lo que
significa poner encima de la mesa políticas neokeynesianas es asumir consensos que cuando históricamente se han desplegado han desarrollado Gobiernos de signos políticos completamente distintos, porque hablamos de intereses de país. En ese sentido,
claro que sí, se está produciendo un cambio de paradigma, y las claves económicas que podrían diferenciar a izquierda y derecha antes de la crisis están comenzando a caer por su propio peso e incluso se nota en los debates que se están teniendo en
Europa, y ahora hablaremos de eso también.


A propósito de las competencias autonómicas, sobre lo que hablaba el representante del Partido Nacionalista Vasco, creo que ustedes no se pueden quejar en general, y yo le diré que soy federalista. Creo que es absurdo identificar el Estado
exclusivamente con la Administración que dirige el Gobierno. Tan Estado y tan Administración son los ayuntamientos y las comunidades autónomas como el Gobierno del Estado. Es más, la gestión sanitaria de esta pandemia ha demostrado una realidad en
nuestro país, que el presidente definía como cogobernanza y que podríamos definir tranquilamente como una situación de soberanías compartidas. Todo el mundo reconoce que hay una soberanía compartida cuando miramos



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hacia el exterior; nuestro país no puede dirigir su política monetaria, la dirige el Banco Central Europeo. Todos sabemos que vivimos en una situación de soberanía limitada, pero esa soberanía que se comparte entre diferentes
administraciones también es una realidad hacia dentro, y eso lo hemos visto en esta crisis sanitaria. ¿Quién tenía los funcionarios sanitarios? El sistema sanitario en España es un sistema descentralizado, descentralizado en su propia definición,
y a mí me parece bien; me parece que la descentralización es un patrimonio no solamente de nuestra democracia, sino de la eficacia administrativa, y así debe seguir siendo. A mi juicio, habría que profundizar en ello y quizá en esta Comisión de
Reconstrucción habría que tener un debate sobre lo que significa el papel de los ayuntamientos, que ha demostrado ser crucial en una crisis como esta y demostrado que son administraciones fundamentales.


A propósito, la señora Giménez, de Ciudadanos, planteaba la cuestión del tercer sector, que ha salido en más intervenciones. Parece que se afirma que nosotros hemos querido recortar el presupuesto de la Plataforma del Tercer Sector y
reducir el tramo estatal de la recaudación del 0,7 % del IRPF. No es así en absoluto; de hecho, lejos de recortar el presupuesto, vamos a destinar más dinero. Este año se han recaudado 395 millones de euros para fines sociales, 131 millones más
que en 2019, y la novedad es que esta recaudación, que obviamente va destinada de forma íntegra al tercer sector, va a incluir también -y esto se tiene que entender- a entidades ecologistas y de cooperación, que son fundamentales para avanzar en el
cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. No se ha creado en este país una vicepresidencia con competencias específicas para la Agenda 2030 y que esto no se vaya a traducir en nada, ¡claro que las organizaciones
ecologistas y de cooperación van a estar!


El señor Rego, del Bloque Nacionalista Galego, hablaba de las nacionalizaciones. No tengo ningún problema en hablar de esto, son perfectamente posibles con la Constitución española. Las nacionalizaciones no son necesariamente de izquierdas
o de derechas. ¿Se acuerda usted de quién nacionalizó Bankia? Un Gobierno del Partido Popular. Claro, si a mí lo que me proponen es nacionalizar pérdidas, es socializar pérdidas para luego privatizar los beneficios, pues a lo mejor eso no me
convence demasiado. Es decir, el interés general tiene que contar siempre con los instrumentos jurídicos que prevé la Constitución española para defender el interés de todos los ciudadanos españoles. Pero no caigamos en la trampa de la derecha de
decir: no, es que las nacionalizaciones son de izquierdas. Depende; depende. Lo que creo que todos tenemos aquí absolutamente claro es que hace falta reconstruir la industria del conjunto del Estado, que no podemos tener la debilidad industrial
que se ha demostrado con esta pandemia, que ha puesto encima de la mesa el fracaso de un sistema de deslocalizaciones que nos ha hecho a todos, a todas las administraciones -gobernara el Partido Popular con VOX y con Ciudadanos o gobernara el
Partido Socialista con nosotros, o con Compromís en la Comunidad Valenciana- tener las cosas difíciles, que ha puesto encima de la mesa la debilidad frente a unos mercados especulativos que han hecho que las administraciones tuvieran muchas
dificultades para proveer de equipos de protección individual y de respiradores a los hospitales de nuestro país. Eso no puede ocurrir nunca más; nunca más. Si las pandemias son una nueva realidad con la que habrá que vivir, una democracia
avanzada tiene que contar con mecanismos propios para hacerles frente sin poder ser presa de comportamientos propios de buitres, como vimos durante las semanas más difíciles y más graves, cuando vimos auténticas acciones de piratería inaceptables en
un orden internacional democrático. En ese sentido, los instrumentos jurídicos que prevé la Constitución están ahí, pero no caigamos en la trampa a la que algunos nos quieren llevar porque a lo mejor ocurre, señoría, que dentro de no mucho tiempo
los que eran ardientes enemigos de las nacionalizaciones van a venir al Gobierno a pedirle por favor que nacionalice y entonces el Gobierno tendrá que pensar en el interés general. Veo al diputado Espinosa de los Monteros asintiendo porque creo que
en esto en concreto puede estar de acuerdo conmigo.


Señor Baldoví, gracias también por su solidaridad y por su intervención. Ha sido usted muy específico a propósito de la participación de las comunidades autónomas en la negociación del ingreso mínimo vital. El Consejo Territorial, que
depende de mi Vicepresidencia, se ha reunido tres veces desde que somos Gobierno y el ministro Escrivá, si no me falla la memoria, se ha reunido hasta dos veces con los representantes de cada comunidad autónoma. Respecto al caso del País Vasco y de
Navarra, el cupo y el convenio navarro prevén la gestión por estas comunidades autónomas de las prestaciones no contributivas. No soy contrario al cupo ni soy contrario al convenio, entiendo que esta es una negociación muy compleja y ya le digo que
mi posición siempre es favorable al máximo protagonismo de las comunidades autónomas. En este caso, creo que también lo decía diputado del BNG, lo que efectivamente establece el ingreso mínimo vital es un suelo, es un mínimo, que no es incompatible
con que las comunidades autónomas, en el marco de sus competencias, puedan disponer las ayudas sociales o complementarias que consideren. Es más, esto



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seguramente es necesario porque no es lo mismo tener 600 euros en Madrid que tener 600 euros en otros lugares de nuestro país donde el coste de la vida es diferente. Yo creo que la colaboración entre distintas administraciones, también los
servicios sociales de los ayuntamientos, es absolutamente fundamental, pero creo que es sensato que la Seguridad Social pueda construir un instrumento que va a servir para que muchas familias, que están en una situación de vulnerabilidad, algunas de
ellas sobrevenida como consecuencia de la COVID-19, tengan un mínimo instrumento y creo que es una cosa que tendríamos que celebrar todas las formaciones políticas.


Señor Rufián, gracias también por su solidaridad. La cuestión de las nacionalizaciones creo que la he respondido ya y efectivamente tenemos que constatar el fracaso del modelo de deslocalizaciones y el modelo de deslocalizaciones lo han
defendido en el pasado muchas formaciones políticas que se emocionan con símbolos diferentes. Incluso pudo llegar a ser un consenso muy amplio entre formaciones políticas que deslocalizar o que las privatizaciones descontroladas podrían ser algo
bueno. Creo que eso ha cambiado para siempre porque ahora se han visto las vulnerabilidades de un país cuando se tiene que enfrentar a ciertas situaciones. Trabajemos. Creo que en eso nos podemos poner de acuerdo.


De las intervenciones de la señora Castañón y la señora Carcedo me quedo -lo expresaban de manera distinta, pero era básicamente lo mismo- con que no podemos defraudar a la sociedad. No podemos defraudar a la sociedad; la gente no espera
de esta Comisión un bronco ruido parlamentario, espera que seamos capaces de ponernos de acuerdo en algunas cosas y que podamos dejar a un lado los intereses de partido para tratar de trabajar en una dirección de intereses de país.


Entiendo por su sonido, presidente, que tengo que ir acabando.


El señor PRESIDENTE: No, no era un sonido, era más bien un estornudo.


El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (Iglesias Turrión): Ah, he pensado: es tan educado que carraspea para sugerirme que acabe.


El señor PRESIDENTE: Le hubiera pasado un papel directamente.


El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (Iglesias Turrión): Así directamente y ya está. Los vascos no usan matices. (Risas.)


A su señoría de VOX, que hablaba de las residencias, no la entiendo mucho. Dice usted que los recortes de 5000 millones no tienen nada que ver con la situación de vulnerabilidad a la que se han visto sometidos nuestros mayores. Dice usted
que el hecho de que el 75 % de las residencias estén privatizadas, que sus trabajadores estén en condiciones de absoluta precariedad y que las residencias hayan estado en manos de conocidos corruptos no tiene nada que ver con que hayan muerto muchos
de nuestros mayores. Mire usted, le soy muy claro y le soy claro con datos. Ha dicho usted que la clave del problema ha sido que no se les trasladó a los hospitales.


Bueno, el Gobierno que ustedes sostienen, el de la Comunidad de Madrid, según publica un documento del Hospital Infanta Cristina, demuestra que había órdenes de rechazar el traslado de ancianos con síntomas de coronavirus de las residencias
de mayores a los centros sanitarios cuando se produjo el pico de la pandemia: 'Ante la situación de saturación general, y por indicación de la dirección médica dada esta mañana, no se permite el ingreso de pacientes de residencia en el hospital'.
Y ustedes sostienen ese Gobierno. Ustedes gobiernan en la Comunidad de Madrid... (El señor Espinosa de los Monteros de Simón pronuncia palabras que no se perciben.) No me interrumpa, señoría, yo no lo he interrumpido en ningún momento.


El señor PRESIDENTE: No hay diálogos.


El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (Iglesias Turrión): Ustedes gobiernan en la Comunidad de Madrid, ustedes son los responsables de que no se produzca el traslado, y tiene usted la
desfachatez de venir aquí a decir -no se ría, que estamos hablando de muchos muertos- que la responsabilidad es nuestra.


Mire usted, le voy a leer la orden que dictó el Ministerio de Sanidad el 23 de marzo: Se faculta a la autoridad competente de la comunidad autónoma, en función de la situación de epidemia y asistencial de cada centro residencial o
territorio concreto, y siempre atendiendo a principios de necesidad y de proporcionalidad, a intervenir los centros residenciales objeto de esta orden. La autoridad competente. Los centros residenciales a los que se refiere esta orden quedan
sujetos a la inspección de los servicios



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sanitarios de la comunidad autónoma correspondiente. Los empleados públicos designados por las comunidades autónomas para llevar a cabo estas inspecciones podrán realizarlas en cualquier momento. Esto es lo que dice la ley. Nosotros
reforzamos las competencias de las comunidades autónomas, les dimos 300 millones. El Ministerio de Sanidad les dio la indicación de que consideraran al personal sanitario personal de servicios esenciales, que en la distribución de equipos de
protección individual tuvieran la misma consideración que los trabajadores sanitarios. Y, ¿sabe qué? Que a pesar de que esto es responsabilidad de quien es, yo no le voy a decir que ustedes han asesinado a nadie ni que ustedes han asesinado a
muchos de nuestros ancianos, como su grupo político ha dicho de nosotros. Pero reconozcan ustedes que las privatizaciones, reconozcan ustedes que poner las residencias de mayores en manos de fondos buitres, reconozcan ustedes que lo que hizo el
Partido Popular -del que son ustedes una escisión- con las ayudas a la dependencia, con los recortes, ha colocado a la residencias de mayores en nuestro país en una situación enormemente precaria. Y si me permite un consejo: la mentira, incluso en
política, tienen las patas muy cortas. (Aplausos.)


Señor Garcés, dice usted que me ha hecho ocho preguntas. Yo he apuntado nueve. Le contestaré a las nueve. En cuanto a la modificación de la Constitución -usted sabe las mayorías parlamentarias que hacen falta para modificar la
Constitución- le diré que los grupos parlamentarios que sostienen al Gobierno, que están presentes en el Gobierno de coalición no tienen mayoría para impulsar una reforma constitucional, pero si la sede de la soberanía popular articula mediante
acuerdos los consensos necesarios para que se produzca una reforma de la Constitución se podrá producir, en el marco de la más absoluta normalidad institucional. Ya le digo que a mí la Constitución me parece un mínimo común denominador bastante
útil, tal y como está, para afrontar la reconstrucción, con sus defectos y con sus límites, pero creo que en un momento como este los artículos sociales de la Constitución permiten avanzar mucho, incluso con sus límites. Claro que a mí me gustaría
que la Constitución cambiara en algunas cosas -seguramente a usted también-, pero eso dependerá de los consensos parlamentarios y de los acuerdos necesarios.


¿Si tengo yo algún problema con la economía de mercado? Si es que, fíjese en lo paradójico, defender medidas neokeynesianas es básicamente proteger las condiciones de posibilidad de la economía de mercado. Podría usted alegrarse, si
quisiera, de su victoria ideológica porque en realidad lo que nosotros estamos haciendo, al plantear políticas que sean capaces de sostener la demanda agregada, es facilitar condiciones mínimas de posibilidad para que la economía de mercado no
colapse. Esto es lo que entendieron todos los Gobiernos después de la crisis del 29: que había que mantener la capacidad adquisitiva de los trabajadores, que hacía falta un Estado emprendedor, que era necesario crear un sistema fiscal progresivo.
Que ustedes llamen comunismo a un sistema fiscal progresivo, que llamen comunismo a proteger los derechos de los trabajadores, que ustedes califiquen con etiquetas ideológicas que pretenden criminalizar lo que no es más que construir la base de
sostenibilidad de los sistemas del bienestar, en el marco de la economía de mercado, revela hasta qué punto muchas veces ustedes, a fuerza de repetir las cosas que dice la ultraderecha mediática, se colocan en un planeta extraño, señoría.


Artículo 135 de la Constitución. Bien sabe usted lo que yo pienso de cómo se llevó a cabo esa reforma, y bien sabe usted lo que yo pienso de las consecuencias que eso tuvo, pero también abre posibilidades muy interesantes, y yo asumo la
legalidad que hay en mi país, lo que me gusta más y lo que me gusta menos. Espero que ustedes también asuman la legalidad de este país, en lo que les guste y en lo que no les guste.


Pactos con Bildu. Le pediría que fuera prudente, porque ustedes son un partido político fundado por varios ministros de una dictadura, que como tales cometieron crímenes innobles, y sin embargo decidieron recorrer un camino distinto,
distinto, con impunidad absoluta, con impunidad absoluta. Porque en este país si alguien ha tenido impunidad han sido (El señor Garcés Sanagustín: Pero conteste) -que sí, hombre, que contesto, claro que sí- los franquistas. Así que le pido que
sea usted prudente, y que no hagan el viaje inverso. El señor Fraga Iribarne.... (Protestas por parte del señor Garcés Sanagustín.) No me interrumpa, señoría. Yo no le he interrumpido en ningún momento. El señor Fraga Iribarne hizo un viaje
político desde las posiciones de un ministro de una dictadura criminal a convertirse en el jefe de uno de los partidos más importantes de la democracia española. Y yo tengo la sensación -no tanto escuchándole a usted, se lo reconozco, ni escuchando
a la señora Ana Pastor-, escuchando a otras figuras de su partido, que tienen la tentación de seguir el camino inverso y volver a las posiciones que abandonaron. En ese sentido, este Gobierno y la formación política que yo represento van a buscar
acuerdos con todo el



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mundo, y claro que las formaciones políticas de izquierdas nos vamos a poner de acuerdo y nos vamos a seguir poniendo de acuerdo, por supuesto que sí.


A propósito de la derogación de la reforma laboral, oiga usted, está en el acuerdo de gobierno. ¿Ustedes se han leído el acuerdo del Gobierno de coalición? Derogación de la reforma laboral. Y estoy muy orgulloso de una ministra de Trabajo
que la está desmontando sin romper el diálogo social. Porque, si usted recuerda, la señora Fátima Báñez -que ha acabado trabajando en la CEOE, reconózcame usted que muy estético no es que una ministra de Trabajo sea después contratada por la CEOE,
pero en fin- impuso su reforma laboral sin diálogo social. En este país se está derogando la reforma laboral sin romper en ningún momento el diálogo social y lo vamos a seguir haciendo, claro que sí, con diálogo social, con diálogo parlamentario
para cumplir nuestro programa de gobierno.


A propósito de las asimetrías, mire usted, España es un Estado autonómico. España es un Estado autonómico y una realidad plurinacional en la que le pondré un ejemplo en el que usted no podrá estar en desacuerdo conmigo o se enfadará su
confluencia navarra. ¿O está usted en contra de lo que significa el derecho foral en Navarra, señoría? ¿Y a que el derecho foral en Navarra implica unas características jurídicas respecto al territorio navarro diferentes a las de otros
territorios, que alguien podría denunciar como asimétricas? Es que España es plurinacional, señoría, con diferentes sistemas jurídicos en el ámbito civil e incluso con diferentes sistemas de relación económica. Un ministro de Exteriores de su
partido llegó a reconocer que si el Estado español llegaba a un acuerdo internacional que afectaba a las competencias del Gobierno vasco, el Gobierno vasco debería estar sentado en esa mesa, un ministro de Exteriores de su partido. Si ustedes en
privado claro que reconocen la plurinacionalidad; si en Navarra tienen ustedes una confluencia que es expresión de esa plurinacionalidad. Entonces, entiendo que haga determinados discursos, pero les recomiendo que vuelvan a ser ustedes una
formación de Estado.


Carles Puigdemont. ¿Sabe lo que le digo? Yo estoy dispuesto a dialogar con cualquiera, con Carles Puigdemont también. ¿Y sabe por qué? Porque es el representante, es el jefe de una formación política a la que votan muchos españoles. Y
como la votan muchos españoles, es un interlocutor. Se puede imaginar la opinión que tengo yo del señor Espinosa de los Monteros o del señor Abascal, pero les han votado muchos ciudadanos españoles, y aunque a veces parezca que más quieren dar un
golpe de Estado que proteger la democracia española, estoy dispuesto a dialogar con cualquiera; con cualquiera, señoría.


A propósito de Europa y la relación norte-sur. Hombre, estará usted de acuerdo conmigo...


El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Presidente, le ruego tome cartas en el asunto. Acaba de decir el compareciente que nuestro grupo parlamentario parece que quiere dar un golpe de Estado. Es una manifestación absolutamente
intolerable que falta a la verdad y que es tremendamente ofensiva para nuestro grupo parlamentario y para los 4 millones de personas que lo han votado. Por lo tanto, le ruego que tome cartas en el asunto y le pida rectificación.


El señor PRESIDENTE: Ha dicho que parece que, no que vayan a dar un golpe de Estado. (Protestas.) ¡Es que no tiene la misma categoría! No tiene la misma categoría, y aquí alguno tiene la piel muy fina. Lo que pasa es que... Estoy
hablando yo y no tienes la palabra. (El señor Espinosa de los Monteros de Simón: Si no he dicho nada.) No, pero ya habías cogido el micrófono, y nos conocemos. Ya sé que a veces no nos gusta escuchar algunas cosas, pero eso significa también
libertad de expresión: decir lo que uno quiere decir y tener que escuchar lo que uno no quiere escuchar. Claro. Le preguntaré al vicepresidente si quiere retirar esas palabras.


El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (Iglesias Turrión): Le agradezco que me haga la pregunta. Voy a ser todavía más preciso. Yo creo, señor Espinosa de los Monteros, que a ustedes les
gustaría dar un golpe de Estado, pero que no se atreven, porque para eso, además de desearlo y de pedirlo, hay que atreverse.


El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Esta es una Comisión de Reconstrucción, y es una vergüenza lo que están haciendo ustedes. Usted continúe con su diatriba, dense palmaditas en la espalda. Esto es un espectáculo lamentable,
propio de un marxista comunista como usted, que no conoce lo que es el consenso y que no tiene en absoluto ninguna intención de conseguirlo. Usted continúe, pero yo no voy a tolerar esto.


El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (Iglesias Turrión): ¿Y en qué se traduce que usted no lo vaya a tolerar, señoría?



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El señor PRESIDENTE: No entren en diálogos de este tipo.


El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (Iglesias Turrión): Lo digo por saberlo...


El señor PRESIDENTE: No, no entren en diálogos de este tipo. (El señor Espinosa de los Monteros de Simón abandona la Comisión.)


El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (Iglesias Turrión): Cierre al salir, señoría.


Por último, a propósito de la corresponsabilidad en Europa, claro que sí, por supuesto, y claro que los Estados del sur de Europa, y en particular países como España y como Italia, que representan la tercera y la cuarta economías de la zona
euro, junto con países como Portugal, creo que tenemos que reivindicar juntos en Europa lo que significa la corresponsabilidad, porque estará usted de acuerdo conmigo, señoría, como español, en que a veces es molesto cuando escuchamos algunos
discursos del norte que dicen que la Unión Europea es un negocio estupendo para los países del sur, y que sin embargo nos lo tienen que financiar los del norte. Yo estoy convencido de que a usted como español eso le molesta, porque no es verdad,
porque la Unión Europea es un proyecto que genera mucho interés para todos los países, y estará usted de acuerdo conmigo en que para Alemania contar con el mercado español o con el mercado italiano es enormemente importante. Por tanto, hay que
poner un debate encima de la mesa y decir que si somos socios somos corresponsables, y que si somos socios los estándares de bienestar social tienen que empezar a armonizarse, que no puede ser que los niveles de bienestar que se disfrutan en algunos
países sean un sueño inalcanzable para algunos socios de la Unión Europea, y que tiene que haber cierto respeto, y que no se pueden tolerar ciertos discursos racistas con respecto a los países del sur. Y fíjese si soy optimista, creo que en Europa
muchos que hace tiempo pensaban de otra manera están comprendiendo que hay que construir instrumentos de solidaridad para que la Unión Europea siga siendo posible en el futuro, y sea un espacio geopolítico donde la justicia social y el respeto de
los derechos humanos, con defectos, con dificultades, con todos los problemas, sean una referencia que nos diferencie a los ciudadanos europeos de ciudadanos que viven en otros lugares del planeta, y creo que en esto, a pesar de nuestras diferencias
ideológicas, debería haber un mínimo común denominador que nos permitiese caminar juntos.


Muchas gracias, señorías.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.


El señor BEL ACCENSI: Perdón, presidente, solo quisiera una intervención. El señor vicepresidente ha respondido a todos los intervinientes menos a mi formación política, y quisiera saber si era un olvido o era una decisión política.


El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE DERECHOS SOCIALES Y AGENDA 2030 (Iglesias Turrión): Discúlpeme, señoría, le pido disculpas. A propósito de los informes de Amnistía Internacional, creo que conoce usted mi
posición. Creo que sabe usted que considero dos demócratas, tanto a Jordi Sánchez como a Jordi Cuixart, que deberán formar parte del debate político fundamental para superar, desde el consenso y desde la legalidad, un conflicto político que ha
hecho mucho daño. Sabe usted que he visitado en prisión a los dos. Este Gobierno va a cumplir la ley, y la ley la dictan los tribunales de justicia, nos guste más o nos guste menos, pero mi posición la conoce usted perfectamente.


Le quería decir también que creo que su formación política ha evolucionado en algunas cosas, pero estaría bien que lo dijeran claro. Ustedes defendieron los recortes en Cataluña, que hicieron muchísimo daño, también al sistema de
dependencia. Tengo la impresión, conociendo los presupuestos que se han aprobado en Cataluña, de que ustedes han evolucionado en una dirección positiva respecto a la Convergència del pasado, pero no estaría mal que lo dijeran. Creo que ustedes no
pueden sacar pecho de las políticas que hicieron en Cataluña para afrontar la crisis económica.


Toda la razón respecto a la lucha contra el fraude fiscal, es imprescindible, y los datos señalan que cada euro que se invierte en la lucha contra el fraude fiscal se traduce en muchos más recursos para la ciudadanía.


Espero haber respondido sus preguntas, señoría, y discúlpeme.



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El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor vicepresidente, en nombre de la Comisión por su presencia y por sus aportaciones, que ojalá sirvan para enriquecer los trabajos que tenemos encomendados.


El siguiente punto del orden del día, que es la comparecencia de la vicepresidenta tercera, está previsto para las tres de la tarde. Por lo tanto, suspendemos la sesión hasta esa hora.


Se suspende la sesión.


Eran las doce y cincuenta minutos de la tarde.


Se reanuda la sesión a las tres de la tarde.


El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, señorías. Reanudamos la sesión.


Antes de seguir con el orden del día, me gustaría pedir disculpas, porque esta mañana no he estado a la altura de lo que es y de lo que significa esta Comisión. Ya sé que todo es interpretable, que todo es valorable y que todo es opinable,
pero creo que ha habido algunas expresiones y también algunos comportamientos innecesarios. Creo que no es lo que espera la ciudadanía de nosotros y de esta Comisión, que tiene la obligación de dar respuestas y soluciones a las necesidades y a las
urgencias que se viven, en estos momentos nada fáciles, por millones de personas de nuestro país. Por eso me gustaría que fuéramos capaces de reconsiderar, de repensar, de volver a entender para qué y para quién estamos aquí. Y no es ni para
insultarnos ni para atacarnos, sino para demostrar que la política sirve para mejorar la vida de la gente, para demostrar que si hemos querido estar aquí es por algo, y ese algo tiene los nombres y los apellidos de los que han sufrido, sufren y van
a sufrir las consecuencias de una pandemia brutal, compatriotas que sin la política, es decir, sin lo que decidamos nosotros, estarán absolutamente abandonados. Ese es el sentido de esta Comisión y no otro. Así que hagamos honor a lo que nos ha
traído hasta aquí, y hasta aquí nos ha traído gente que piensa diferente, que siente distinto, pero que necesita que nos pongamos de acuerdo para que su vida no sea peor. Por eso les reitero mis disculpas. Me alegra ver que los que se habían ido
han vuelto, y les ruego a todos que nos pongamos a trabajar, que es lo que necesita este país.


- DE LA SEÑORA VICEPRESIDENTA TERCERA Y MINISTRA DE ASUNTOS ECONÓMICOS Y TRANSFORMACIÓN DIGITAL. POR ACUERDO DE LA COMISIÓN. (Número de expediente 213/000410).


El señor PRESIDENTE: Y para trabajar vamos a dar paso al orden del día. El siguiente punto era la comparecencia de la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a la cual... (El señor Espinosa de los
Monteros de Simón pide la palabra.)


El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Si me permite, brevemente, señor presidente.


Nosotros aceptamos sus disculpas, le agradecemos el gesto que nos parece muy honroso, y estamos seguros de que el vicepresidente del Gobierno, que tiene un cargo institucional de enorme importancia, pronto presentará sus disculpas también,
como es propio de una persona que ostenta ese cargo, y retirará la imputación de un delito y ese juicio de intenciones que ha hecho con nosotros.


Dicho eso, insisto en que le agradezco su disculpa y seguimos adelante.


El señor PRESIDENTE: Muy bien. Lo que me importa es que nos pongamos a trabajar. Así que vamos a ello.


Para seguir trabajando, como decía, nos toca ahora la comparecencia de la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, para lo cual le damos la palabra.


La señora VICEPRESIDENTA TERCERA Y MINISTRA DE ASUNTOS ECONÓMICOS Y TRANSFORMACIÓN DIGITAL (Calviño Santamaría): Muchas gracias, presidente. Señorías, buenas tardes.


Quiero comenzar, como no puede ser de otra manera, expresando mi solidaridad, mi cercanía, mi cariño para todas las personas afectadas por el COVID-19, las víctimas, sus familiares, sus amigos. También mandando un mensaje de ánimo y de
agradecimiento al conjunto de la población española por el esfuerzo que ha hecho durante los últimos dos meses y medio para contribuir a la contención de la pandemia, porque sin este esfuerzo colectivo no estaríamos hoy aquí, avanzando en la
desescalada de



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las medidas restrictivas de la movilidad que tuvimos que adoptar para controlar la difusión del virus, y debatiendo sobre la reconstrucción económica, la salida de la crisis, cómo hacer un mundo mejor, como muy bien acaba de indicar el
presidente de esta Comisión. Y creo que esta Comisión es muy oportuna por dos razones: porque es urgente abordar las medidas para que la recuperación sea rápida, sólida, sostenible e inclusiva, y porque esta recuperación requiere del concurso de
todos, de los partidos políticos, los agentes sociales, los trabajadores y las empresas, todos tenemos un papel que jugar, todos hemos de estar a la altura en este momento tan delicado para nuestro país; el Legislativo es fundamental y creo que
ahora toca estar unidos.


No voy a extenderme aquí en el análisis de la situación económica porque recientemente he tenido comparecencias de varias horas sobre el tema, tanto en el Congreso como en el Senado, y porque creo que todos somos perfectamente conscientes
del impacto negativo que está teniendo la pandemia sobre la economía mundial, con un coste particularmente importante para la economía española debido al mayor peso relativo de los sectores más afectados: turismo, transportes, comercio, cultura.
El escenario que todos los organismos nacionales e internacionales tenían al inicio de 2020, en el que España mantendría la senda positiva en la que estábamos desde hacía más de cinco años, cambió radicalmente a mediados de marzo. Nos movemos con
un importante grado de incertidumbre, que hace difícil incluso hoy estimar el impacto total de este shock, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que nos encontramos ante una contracción económica de una intensidad no vista en tiempos de paz, con
tasas de caída de los principales indicadores desde mediados de marzo que llevan a una previsión de reducción del PIB superior al 9 % en 2020, en línea con la de los países de nuestro entorno más afectados por la epidemia. A partir de aquí, si la
desescalada continúa como ahora, si seguimos progresando decididamente en el control de la epidemia, si se va recuperando la economía mundial, todo apunta a que nuestra economía irá recuperándose paulatinamente.


De acuerdo con la información disponible y los indicadores más recientes de las zonas que van pasando a las diferentes fases, la economía está evolucionando como preveíamos: ha habido un cambio de tendencia al terminar la fase de
hibernación; se están recuperando la actividad económica y el empleo, en un contexto de mayor distanciamiento social que permite seguir reduciendo el alcance de la epidemia; el ámbito que todavía está muy lejos de la normalidad es, lógicamente, el
de los transportes, dadas las restricciones a la movilidad por el estado de alarma, y queda una parte de la actividad por recuperar, sobre todo, en los sectores de los servicios más afectados. Pero, sobre esta base y con toda la incertidumbre del
momento, se mantiene nuestra previsión de un impacto en uve asimétrica, con una caída intensa, sobre todo en el mes de abril, y una progresiva recuperación económica a partir de ahora, con una perspectiva de crecimiento importante el año próximo.
Este es el escenario, y a nadie se le escapa que el impacto de esta crisis y la intensidad de la recuperación dependerán de la solidez de la reactivación de la demanda, tanto nacional como de nuestros principales socios comerciales. Porque, en
efecto, aunque el primer impacto vino por la ruptura de las cadenas de producción globales por el cierre en China, estamos ante una crisis debida principalmente a la caída de la demanda por las restricciones al movimiento de las personas, al tráfico
internacional y a la actividad de sectores importantes para la economía. Estas restricciones no desaparecen de la noche a la mañana, por eso todas las previsiones apuntan a que todas las economías estarán operando por debajo de su potencial durante
un tiempo. Simplemente comparando las previsiones para 2021, de otoño y de primavera, de la Comisión Europea podemos observar una previsión de brecha de producción de 750 000 millones de euros a nivel europeo y unos 90 000 millones de euros en el
caso de España. Muchas veces las cifras son difíciles de leer y podemos pasarnos horas discutiendo si suben o bajan una décima, pero, señorías, creo que en este caso las cifras hablan por sí solas sobre la magnitud del reto al que estamos
enfrentándonos desde hace dos meses.


Quería hacer esta referencia porque el trabajo para la recuperación no empieza ahora, empezó desde el primer momento de la crisis, en el que el Gobierno actuó con rapidez y eficacia, y este Parlamento convalidó las medidas propuestas por el
Gobierno, con un plan de choque para acompañar las acciones en el ámbito sanitario con medidas apropiadas en el ámbito económico y social, para salvar vidas, salvar empresas, salvar empleos, proteger rentas y, así, tratar de minimizar el impacto
negativo. En definitiva, para, entre todos, preservar una base sólida -nuestro tejido productivo, el empleo y todos los activos que nos permitían crecer de forma fuerte hasta marzo- sobre la que construir la recuperación. Señorías, como decía, no
partimos de cero en este proceso de reconstrucción, y creo que tenemos que poner en valor lo que hemos venimos haciendo juntos en estos dos meses, en condiciones muy difíciles, con el plan de choque que hemos puesto en marcha, concretado semana tras



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semana en medidas urgentes de gran calado, sobre todo en tres direcciones: En primer lugar, garantizar la liquidez empresarial, con diversos instrumentos entre los que destaca la línea de avales públicos de hasta 100 000 millones de euros,
instrumentada a través del Instituto de Crédito Oficial, que se extiende hasta final de año, con el objetivo claro de mantener la actividad. Es un objetivo que se está cumpliendo con creces porque, hasta el momento, tenemos más de 491 000
operaciones suscritas hasta este miércoles, el 98 % de pymes y autónomos, por un monto de más de 46 600 millones de euros avalados, movilizando así 61 000 millones de euros de financiación. En segundo lugar, hemos articulado un mecanismo
extraordinario de apoyo a los expedientes de regulación temporal de empleo, que cubre a más de 3 millones de trabajadores y a más de 550 000 empresas. Y, en tercer lugar, hemos desplegado instrumentos de apoyo a las rentas de las familias, con
particular atención a los más vulnerables y a los trabajadores autónomos, para los que se ha articulado, como saben bien, una prestación extraordinaria por cese de actividad o caída de ingresos que ha cubierto a más de un millón de personas. Estas
medidas adoptadas por el Gobierno e, insisto, convalidadas por el Congreso, están siendo eficaces. Nuestra estimación es que están amortiguando la inevitable caída de la economía este año, y explican que la reducción de la ocupación en esta crisis
haya sido por el momento menos intensa que la de 2008-2009, a pesar de que la caída del PIB está siendo más profunda.


Ahora que estamos en la fase de desescalada, lo primero que hay que hacer es adaptar estas medidas para acompañar la progresiva reactivación de los sectores y las nuevas necesidades del tejido productivo, que previsiblemente se desplazarán
desde la liquidez para gastos operativos hacia la solvencia y la inversión. Tenemos que ir impulsando la readmisión de los trabajadores y apoyar especialmente el relanzamiento de los sectores tractores más afectados: turismo, automoción, comercio.
En este momento es preciso continuar garantizando la liquidez y solvencia del conjunto de la economía, apoyar la reapertura de empresas, su creación y crecimiento, facilitando trámites y eliminando barreras. Son cuestiones poco espectaculares que
dan muy pocos titulares pero que son muy reales en el día a día de los empresarios para que las empresas puedan seguir operando sin necesidad de tener que empezar de cero una vez que superemos esta situación. Desde el principio nuestra prioridad ha
sido y creo que ha de seguir siendo la supervivencia de los proyectos empresariales sobre los que hasta el pasado mes de marzo no pesaba ningún tipo de duda o de problema.


Además, hemos de impulsar las empresas innovadoras, incluyendo las startup, y además de apoyar a las empresas, es imprescindible seguir protegiendo el empleo. Para ello llegamos a un acuerdo con los agentes sociales sobre la forma de
extensión hasta el 30 de junio de los expedientes de regulación temporal de empleo, y estamos trabajando en el tratamiento adecuado para sectores específicos más allá de esta fecha, adaptando esta herramienta para acelerar las reincorporaciones de
trabajadores, impulsar el ajuste del empleo en horas y no en trabajadores, impulsar la formación, la distribución irregular de la jornada laboral, la reorientación profesional para los trabajadores que no puedan reincorporarse. De cara al futuro
creo que es muy importante impulsar mecanismos de flexibilidad alternativos a la contratación temporal, tan extendida en nuestro país y con un impacto tan negativo sobre la seguridad de los trabajadores y el bienestar, sobre todo de nuestros
jóvenes.


Finalmente, hemos de reforzar las acciones de apoyo al turismo, la automoción y el comercio, digo reforzar porque desde el primer día hemos puesto en marcha medidas que están particularmente dirigidas hacia estos sectores tan importantes
para nuestra economía. En concreto, por referirme solo a uno, el sector del turismo ha tenido ya un apoyo de más de 12 000 millones de euros, solamente teniendo en cuenta la financiación a través de la línea especial de créditos del ICO Thomas Cook
y de los avales públicos, el apoyo a ERTE y la prestación extraordinaria por cese de actividad para autónomos. Como decía, es importante poner en valor lo que ya estamos haciendo juntos. Además de estos sectores, también hemos de seguir reforzando
nuestras capacidades estratégicas para poder proporcionar toda la cadena de valor en sectores esenciales, principalmente en el ámbito sanitario.


Junto a estos planes de choque, junto a esta acción inmediata, esta primera fase, es imprescindible y urgente también seguir abordando los retos de medio plazo que tiene nuestro país mediante una agenda de reformas que es bien conocida,
porque llevamos dos años impulsándola y, creo, además, que es ampliamente compartida por la población española. Ahora más que nunca es imprescindible reorientar nuestro sistema productivo modernizándolo sobre la base de un nuevo contrato social
adaptado a la realidad del siglo XXI. Estoy hablando de impulsar la transición ecológica, la digitalización, el empleo de calidad, la educación y la formación, la innovación y la ciencia, un pacto por el campo y una respuesta decidida al reto
demográfico, cuestiones todas de las que venimos hablando intensamente en estos



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últimos dos años en esta misma sede parlamentaria. Es un proyecto de país, es un esfuerzo intergeneracional, contamos para ello con importantes activos y también podemos apoyarnos en determinados cambios estructurales que han vivido un
desarrollo exponencial durante estas semanas de confinamiento. Estoy hablando de la agilización de los expedientes de regulación temporal de empleo como instrumento de flexibilidad interna que mejora el funcionamiento del mercado laboral; de la
extensión del teletrabajo, del trabajo por turnos, de la flexibilidad horaria; hablo del fomento de la digitalización en ámbitos como la educación o la Administración pública; de la agilización de la justicia; de la consciencia colectiva sobre la
necesidad de repensar la movilidad en todos los ámbitos pero urgentemente en el ámbito urbano. Se trata de cambios importantes que debemos aprovechar y optimizar porque creo que han llegado para quedarse.


En suma, señorías, creo que es necesario poner en marcha cuanto antes un plan de inversiones y reformas que incluya proyectos tractores, con gran capacidad de transformación y modernización de nuestra economía y sociedad, alineado con el
plan de recuperación que se está poniendo en marcha a nivel comunitario que impulse el crecimiento y lo haga más sostenible, más inclusivo y más justo. El impulso a estos proyectos tractores debe concentrarse en los próximos dos años para reforzar
la productividad y, con ello, el crecimiento potencial de nuestra economía, generando empleos de calidad en sectores de alta cualificación. Este plan requiere del concurso de toda la sociedad y debería desplegarse en torno a seis grandes ejes o
pactos: un pacto por la reactivación para la transición ecológica y el desarrollo de la economía verde, sobre el que hablará en detalle la vicepresidenta cuarta y que tendrá como palancas la ley de cambio climático y eficiencia energética
presentada hace unos pocos días, la Estrategia de Economía Circular, el Plan de Choque de Movilidad Sostenible, el Plan de Rehabilitación de Viviendas y Eficiencia Energética, entre otras. Un segundo pacto por el emprendimiento y la transformación
digital, que se apoyará en el Plan de Conectividad Digital, la Estrategia de Despliegue del 5G, la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, el Plan de Digitalización de las Pymes, la Ley de Startups, el Plan de Digitalización de la
Administración y un número reducido de proyectos tractores para la digitalización del tejido productivo en los sectores agroalimentario, de la sanidad, del transporte y del turismo, sectores para los que España está muy bien posicionada, como he
tenido ocasión de compartir con ustedes en varias ocasiones. En tercer lugar, un pacto por el empleo y por la formación profesional que apueste también por la FP dual, por la capacitación digital de la población y nos oriente hacia el nuevo
estatuto de los trabajadores del siglo XXI. En cuarto lugar, un pacto por la ciencia que lleve al incremento de la inversión pública y privada en I+D+i para llegar al menos al 2 % del PIB. En quinto lugar, un pacto por los servicios públicos, cuyo
refuerzo se ha demostrado imprescindible durante esta crisis, incluyendo la digitalización y refuerzo del sector sanitario, de la justicia y la reforma del sistema de redistribución social con la vista puesta en erradicar la pobreza severa. La
prevista adopción del ingreso mínimo vital mañana en el Consejo de Ministros es una medida muy importante dentro de este plan. Se trata de un tema sobre el que nos vienen advirtiendo los distintos organismos internacionales, que nos vienen
indicando la necesidad de mejorar nuestros mecanismos de redistribución y eliminar las divergencias regionales, y para eso tenemos que tomar medidas de forma decidida. Finalmente, un pacto por el campo, para transformar el sistema agroalimentario,
absolutamente estratégico, de modo que sirva al impulso de la economía rural. Y también hemos de abordar una estrategia sólida de reto demográfico para frenar la despoblación, para que todos los ciudadanos en cualquier punto del país puedan
desarrollar su proyecto vital y tener acceso a los servicios públicos. La conectividad y digitalización son palancas tremendamente importantes en este sentido; la atención a los jóvenes también.


Evidentemente, estos planes conllevan un importante volumen de inversión pública y privada, que tiene que ser abordada en el contexto de un plan de recuperación comunitario. Señorías, como saben bien, nuestro Gobierno ha defendido con
pasión y eficacia la necesidad de proporcionar una respuesta comunitaria a esta crisis, que no entiende de fronteras, pero está teniendo un impacto más intenso en determinados países. Necesitamos actuar unidos para que se multiplique el impacto
expansivo de las acciones a nivel nacional, para que la recuperación se financie de forma conjunta y que todos los ciudadanos de la Unión Europea se vean igualmente apoyados, porque los retos a los que nos enfrentamos son muy importantes y juntos
somos más fuertes. Los primeros pasos para esta respuesta europea ya se han dado con tres instrumentos de financiación, a través de deuda emitida por instituciones europeas, para respaldar las respuestas, los planes de choque a corto plazo, frente
a las necesidades sanitarias, laborales y empresariales; ese plan de choque al que me he venido refiriendo en la primera parte de mi intervención. Esta misma semana hemos acordado en Consejo de Ministros proporcionar las garantías



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nacionales precisas para la puesta en marcha del nuevo mecanismo de apoyo a los expedientes de regulación temporal de empleo y se ha llegado -ayer mismo también- a un acuerdo para el refuerzo de las garantías del Banco Europeo de
Inversiones, el BEI, para financiar hasta 200 000 millones de inversión pública y privada, sobre todo de pymes. Además, hemos acordado en el Eurogrupo un instrumento precautorio dentro del Mecanismo Europeo de Estabilidad, el MEDE, para financiar
el gasto sanitario directo e indirecto derivado del COVID-19, una línea de liquidez para financiar las acciones relacionadas con la cura y la prevención y sin ninguna otra condicionalidad asociada. Junto a estos instrumentos de corto plazo, ayer
mismo la Comisión Europea presentó una propuesta ambiciosa, que incluye un nuevo fondo de recuperación de 750 000 millones de euros de inversión, orientada precisamente a la transformación de la economía europea y al impulso de la recuperación en
toda la Unión. Sin lugar a dudas, es una propuesta que va en la buena dirección, que recoge muchas de las reivindicaciones que el Gobierno español lleva defendiendo desde el inicio de esta situación con el argumento claro de que necesitamos dar una
respuesta europea ambiciosa y unida a esta crisis sobrevenida. Y es una propuesta que va en la buena dirección por tres motivos. En primer lugar, por la cuantía del fondo, que es muy relevante y acorde a la magnitud de los retos que tenemos por
delante, como les he indicado, porque por primera vez se plantea que el fondo se financie con la emisión de deuda comunitaria. Lo digo con frecuencia estos días, una respuesta europea financiada con deuda europea. En segundo lugar, porque el
reparto de los fondos se hará en función del impacto económico y social del COVID-19. Y, finalmente, porque se propone que los fondos se hagan llegar a los Estados miembros mayoritariamente a través de transferencias directas y no solo con
créditos. En definitiva, se trata de una propuesta alineada con lo que España ha impulsado desde el principio, una propuesta que sirva para invertir juntos en nuestro futuro común. Es una propuesta que puede proporcionar un apoyo importante a
nuestros planes de recuperación, a ese plan de inversiones y reformas al que me he referido. Todavía queda mucho por hacer en Europa. Las resistencias son formidables, como no se les escapa a sus señorías. Tendremos semanas y meses muy intensos
de negociación, pero por el momento es preciso valorar positivamente el enorme progreso que se ha hecho en unas pocas semanas. Y, francamente, España y en particular el presidente Sánchez están teniendo un papel muy importante en la articulación de
esta respuesta europea a la crisis para actuar de forma decidida y a la altura de lo que se necesita en estos momentos.


En cualquier caso, a nadie se le escapa que tanto las necesidades de inversión a medio plazo como las medidas económicas y sociales que ya se han venido adoptando para amortiguar el impacto inmediato de la emergencia sanitaria, así como el
impacto de los estabilizadores automáticos, comporta un importante coste fiscal. Así se refleja en el Programa de Estabilidad del Reino de España, que apunta a un déficit público superior al 10 % del PIB en 2020 y a una ratio de deuda pública en
torno al 115 % del PIB. El programa del Tesoro del Reino de España prevé una emisión de deuda pública adicional de 100 000 millones de euros este año, de los que aproximadamente el 45 % corresponde a las medidas de respuesta ante el COVID y el 55 %
restante al efecto de la caída de los ingresos tributarios y al aumento del gasto por desempleo, los estabilizadores automáticos a los que me refería. Se trata de gastos y medidas imprescindibles, inaplazables y que, por tanto, no pueden estar
sujetas a ningún tipo de discusión; pero a medio plazo, cuando recuperemos la senda de un crecimiento sostenido, será necesario recuperar también la senda de consolidación fiscal en la que habíamos conseguido avances notables durante los últimos
dos años. Tendremos que reforzar los ingresos públicos luchando contra la economía sumergida y el fraude fiscal y avanzando hacia un marco impositivo más progresivo y adaptado a la realidad del siglo XXI. Aprovecho para instar a sus señorías a
aprobar cuanto antes los dos proyectos de ley que están en el Parlamento para crear un impuesto sobre determinados servicios digitales y otro sobre transacciones financieras, porque necesitamos tener un sistema fiscal sólido y adecuado al Estado del
bienestar que corresponde a nuestro país, y ello exige abordar el gap de ingresos que España tiene con respecto a la media de la zona euro y avanzar hacia una fiscalidad acorde con los tiempos que vivimos, con nuestra realidad económica, tecnológica
y social. Tendremos también que mejorar la eficacia del gasto público activando, por ejemplo, las conclusiones de las distintas evaluaciones que ha venido realizando la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, la AIReF, porque la
responsabilidad fiscal, la buena gestión de lo público y la confianza de los inversores, señorías, también forman parte de la recuperación a medio y largo plazo de nuestro país. Es más, como señalé hace unos días aquí en el Congreso respondiendo a
una pregunta, el aumento de la deuda supone una carga para las generaciones futuras que puede lastrar sus oportunidades y su bienestar. Por eso, no podemos permitirnos no abordar ahora,



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ya, las reformas necesarias para dejarles un modelo de crecimiento más sostenible y justo por justicia intergeneracional y por responsabilidad.


Termino ya, presidente, insistiendo en la importancia del diálogo y de la concordia para abordar unidos este periodo complejo desde el punto de vista económico y social. El Gobierno está decidido a actuar con determinación para hacer frente
a la emergencia sanitaria y tratar de minimizar el impacto inevitable en el ámbito económico y social. Desde el primer momento hemos tendido la mano a los agentes sociales, las comunidades autónomas, las corporaciones locales y, como no puede ser
de otra manera, a las fuerzas políticas representadas en este Parlamento para alcanzar un pacto de Estado para una recuperación económica fuerte, sostenible y justa. Existe un amplio acuerdo social sobre cuáles son las acciones prioritarias de cara
al futuro. Llevo dos años escuchando recomendaciones, palabras de ánimo y propuestas que van en esta línea. Estamos en un momento clave y España cuenta con importantes activos de los que creo que tenemos que sentirnos muy orgullosos, entre ellos,
una sociedad extraordinaria, solidaria, resiliente, flexible, que abraza el futuro y que puede hacer frente a los mayores retos, como está demostrando estos días una vez más. No creo que tengamos que dudar de nuestra capacidad de recuperación. Por
el contrario, lo que hemos de dar a nuestros conciudadanos es una visión de futuro de lo que podemos conseguir sobre la base de nuestros activos y fortalezas si trabajamos juntos; un proyecto transformador de la economía española bien articulado
con los planes comunitarios, de modo que aprovechemos al máximo todos los recursos y todas las sinergias para recuperar cuanto antes la senda de crecimiento sobre una base sólida. Creo que es lo que nuestros compatriotas esperan de nosotros y lo
que se merecen y, por eso, les deseo mucha suerte en la tarea que tiene encomendada esta Comisión para que entre todos seamos capaces de encontrar las mejores vías para dejar atrás lo antes posible esta situación y construir un país mejor.


Quedo a disposición de sus intervenciones y, por supuesto, responderé con mucho gusto a sus preguntas.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, vicepresidenta.


Es el turno de los grupos y ya conocen la dinámica y la mecánica: un único turno de cuatro minutos y de menor a mayor. Empezamos por el Grupo Parlamentario Mixto, que tiene dos representantes. En primer lugar, por el Partido Regionalista
de Cantabria, el señor Mazón Ramos tiene la palabra.


El señor MAZÓN RAMOS: Muchas gracias, señora Calviño.


Intervendré muy brevemente. Siempre que ustedes hablan de los sectores más castigados y los que necesitan una recuperación rápida, hablan del turismo, de la automoción y del comercio. Nunca citan a la construcción, que es un sector que ha
demostrado su eficacia a lo largo del tiempo y, además, el que proporciona mayor rapidez. Hoy ya empezamos a hablar de inversiones. Yo le quiero preguntar en relación con el papel que tienen los ayuntamientos, por qué no les dejan ustedes utilizar
ese fondo que tienen y además en obras de gran necesidad acorde con la línea europea, como son la rehabilitación de edificios o como son las del ciclo del agua, abastecimientos, saneamientos y depuraciones. Yo creo que hay alguien por ahí que
parece que no quiere saber nada nunca de la obra pública, y yo creo que es lo que más está esperando la gente.


También le quiero hacer un comentario que le he hecho esta mañana al vicepresidente Pablo Iglesias. En cuanto al tema de la renta mínima vital, tal y como está diseñada tiene el peligro de que incentive la economía sumergida. Yo creo que
tendrían que retocarlo y hacerla más universal hasta cierto límite, hacerla compatible con los salarios bajos, porque eso no solamente no va a incentivar la economía sumergida sino que la va a aflorar, y el coste se recuperará sin duda en el momento
en que empiece a aflorar esta economía.


Por último, no sé por qué no quieren utilizar ustedes el impuesto sobre el patrimonio para cargar a las grandes fortunas o a los patrimonios de la gente cuando hoy en día es una aberración tal y como está funcionando en España, pues está
provocando una desigualdad entre los ciudadanos de las comunidades autónomas y yo creo que ustedes tendrían que atreverse ya a tocar el impuesto sobre el patrimonio; o lo suprimen, o lo arreglan, pero tal como está no puede seguir.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor, Mazón.


Por Coalición Canaria, tiene la palabra la señora Oramas González-Moro.



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La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señor presidente.


Señora vicepresidenta, me alegra que en el Gobierno de España haya ministros que crean en la España productiva y no en la España asistencial. Dicho eso, le quiero plantear que hoy hemos tenido la noticia de que si España quiere acceder a
los fondos, tiene que enviar el plan de reformas antes de octubre a Bruselas. Además, ese plan tiene que incluir la reforma del sistema de pensiones y lo que usted llama un estatuto de los trabajadores del siglo XXI, con un sentido totalmente
distinto al de la reforma laboral que lleva el sector de Podemos del Gobierno. Además ha dicho que hasta que no acabe todo el tema de la pandemia y lo que conlleva no se va a acometer la reforma laboral. A raíz de lo que esta mañana ha dicho el
vicepresidente, yo lo que le planteo es lo siguiente. Se ha paralizado y se ha aplazado la discusión en el Pacto de Toledo, se ha aplazado el tema de la reforma laboral, y eso tiene que estar antes de octubre si queremos acceder a los fondos;
después de esa manifestación, ¿cuál es el calendario del Gobierno y cuál es el calendario que vamos a tener aquí?


Segunda cuestión rápida. Usted ha dicho que una de las cosas a las que insta Bruselas es a eliminar las diferencias regionales. ¿Va a aplicar el Gobierno de España dentro de España el mismo criterio que ha defendido en Bruselas de que
aquellas comunidades más afectadas y que tienen mayores índices de paro por la crisis van a tener medidas especiales y planes especiales?


En tercer lugar, usted sabe lo de las regiones ultraperiféricas, Portugal, Francia y España. Las comunidades ultraperiféricas son las de mayor paro y el Parlamento Europeo ha instado a los países a un plan especial. ¿Lo tiene previsto el
Gobierno?


Termino. Usted dice que España va a emitir una deuda pública adicional por 100 000 millones, que es imprescindible, inaplazable y sin discusión, por la caída de los ingresos. La Comunidad Autónoma de Canarias, ayuntamientos y cabildos van
a perder el 50 % de sus ingresos por IGIC -nosotros no tenemos IVA-, y todavía no se ha autorizado el endeudamiento a instituciones que tienen superávit y que podrán endeudarse y devolverlo en los próximos años. ¿Cuándo va a ser imprescindible,
inaplazable y sin discusión ese tema resuelto por el Gobierno de España?


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Oramas.


Por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), tiene la palabra el señor Barandiaran Benito.


El señor BARANDIARAN BENITO: Gracias, señor presidente.


Señora vicepresidenta, bienvenida y buenas tardes. Voy a intentar ser breve, porque su exposición ha sido un relato desde una perspectiva con la que podemos estar de acuerdo. Ha planteado las medidas que a corto plazo puede abordar el
Gobierno, aquellos retos que a medio plazo suponen la necesidad de llegar a acuerdos en diferentes materias y, sobre todo -y esta es una cuestión en la que me gustaría incidir un poco más-, lo relativo a los fondos europeos. Creo que aún no son
definitivas las cuantías ni la decisión de su importe, es decir, parece que todavía están pendientes de confirmación por parte de los organismos pertinentes. Esta inconcreción, esta situación de la crisis del coronavirus, habiendo tenido el marco
global que ha tenido, si ha adolecido de algo también ha sido posiblemente de una respuesta inicial europea en los términos adecuados, por decirlo de alguna manera. Eso me lleva a hacer una pequeña reflexión, y es la de que dentro de las reformas
necesarias, no ya a corto plazo pero sí a medio plazo, es preciso abordar también la posibilidad de que se pueda dar algún tipo de respuestas en el ámbito europeo que son necesarias, tanto a efectos fiscales como a efectos financieros, como también
en otros ámbitos. Hoy, por desgracia, tenemos que hablar de Nissan y de Alcoa, y seguramente, las respuestas, si hubiera habido políticas industriales homogéneas en el ámbito europeo, no hubieran sido las mismas en determinados grupos. Eso me
lleva a la reflexión de que posiblemente, entre las reformas necesarias, haya que introducir también la del modelo europeo en el que estamos participando y al que debemos de acceder. Lo digo porque siempre se ha debatido, siempre se ha expuesto el
déficit democrático que se achaca a las instituciones europeas, a aquellas que han de dar respuesta en estos momentos. Esta cuestión es crucial, porque la posibilidad de respuesta, no solo ya en este momento sino en el futuro, ante cualquier tipo
de situación de crisis que se pueda dar, sanitaria, social o económica, va a requerir determinados modelos organizativos, ya que los hoy existentes no responden a las necesidades que se están planteando. Por tanto, simplemente quería hacer esa
pequeña reflexión: entre las reformas necesarias quizá también haya que abordar la del modelo europeo, no ya la de la inconcreción del Tratado de Lisboa, la constitución europea, sino la



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de avanzar en el modelo de legitimación de las instituciones europeas desde el punto de vista democrático.


Nada más. Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Barandiaran.


Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Muñoz Vidal.


La señora MUÑOZ VIDAL: Gracias, presidente. Buenas tardes, vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos.


En primer lugar, le agradezco la comparecencia en esta Comisión y quiero expresar desde aquí que mi grupo y yo compartimos el mismo ánimo de trabajo -como usted ha dicho y también advirtió el gobernador del Banco de España la semana pasada-,
que es el objetivo de lograr un pacto político entre las diferentes ideologías. Pero además, una vez pasado el gasto enorme al que nos tendremos que enfrentar como país para cubrir estos estragos que la pandemia ha provocado en el ámbito económico,
deberemos hacer un trabajo difícil pero necesario, que es el de reformar, como usted bien ha dicho.


Nuestra preocupación se centra en diferentes temas, que ya hemos abordado en otras intervenciones en el Pleno y en Comisiones. Giran sobre cuatro áreas: la destrucción del empleo estructural, la necesidad de reformas estructurales, la
estrategia de la digitalización y la respuesta que se va a dar a nivel europeo. En cuanto a la destrucción estructural del empleo, ya sabemos que en los meses de enero y febrero en términos de empleo tuvimos los peores resultados desde la crisis de
2008 y que en marzo, cuando la crisis aún estaba en ciernes, mientras que el paro de la Unión Europea era de un 6,6 en España ascendía al 14,5 %, 8 puntos más que la media europea, siendo del 33 % la tasa de desempleo entre los jóvenes. Y, de
nuevo, vemos que los colectivos más afectados por la crisis se repiten, son viejos conocidos: los jóvenes, los trabajadores temporales y aquellos de baja cualificación; como digo, son los que vuelven a pagar la crisis. Para ellos, las soluciones
puestas en marcha por el Ejecutivo no parecen ser suficientes, ya que los problemas estructurales de nuestro mercado laboral les dejan siempre desamparados en cuanto la actividad económica empieza a torcerse.


La semana pasada fue una semana negra para el Gobierno y, personalmente, entiendo que para usted por ese vodevil en torno a la reforma laboral. Quería saber qué le parece a usted que su partido pactara esa derogación íntegra con Bildu.
¿Cree que se entenderá bien en Bruselas que el Gobierno de España intente reformarla y volver a esa ley del Gobierno de Zapatero, que dejó cinco millones de parados, de la mano de filoetarras y populistas? Sabe lo que opina Ciudadanos respecto a
este tema, pero quiero preguntar sobre su propuesta de modelo laboral. ¿Está usted más cerca de los postulados de Podemos o del consenso europeo que hay entre socialdemócratas, populares y liberales en el Parlamento Europeo?


Señora Calviño, yo creo que usted -se lo he manifestado alguna vez- es de lo más sensato que hay en este Gobierno, y creo que sabe que ustedes, los señores del Ejecutivo, tienen la obligación moral de hacer políticas que sean buenas para los
españoles.


Por otra parte, me gustaría que habláramos de esas reformas estructurales que usted ha apuntado -también lo hizo el gobernador del Banco de España-, sobre los planes y las acciones que contempla el Gobierno para mejorar el ecosistema
empresarial, la productividad de las empresas, el impulso a la internacionalización y la economía para reforzar sectores estratégicos de nuestro país.


En cuanto a la estrategia de digitalización, ya sabemos que las nuevas tecnologías se han mostrado imprescindibles y que hay cambios que están aquí para quedarse, desde la educación on line hasta el rastreo de la epidemia, siempre y cuando
sea un plan que no deje a nadie atrás tampoco en materia digital.


Finalmente, a nivel europeo, ha explicado usted la última propuesta europea de ese Fondo de recuperación, y me gustaría saber si tiene a mano y nos puede comunicar o contar esas condiciones, esas reformas que insiste Europa que tendremos que
hacer.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Muñoz.


Es el turno del Grupo Plural, que, en esta ocasión, tiene cuatro representantes. Por el Bloque Nacionalista Galego, tiene la palabra el señor Rego Candamil.


El señor REGO CANDAMIL: Muchas gracias, señor presidente.



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Señora vicepresidenta, hablaba usted de las políticas europeas, del Fondo de recuperación, y destacaba que la mayor parte se corresponde a ayudas. Si los datos publicados son ciertos, en el caso del Estado español, corresponderían alrededor
de 77 000 millones de euros en ayudas y 63 000 en créditos. En todo caso, casi la mitad en créditos, que nos parece que va a profundizar y a prolongar la vía del endeudamiento. Pero, más allá de eso, lo que parece claro es que ni ayudas ni
créditos van a ser no condicionadas. Y las condiciones son, precisamente, las que acaban siempre por determinar, en sentido negativo, las políticas públicas de los Estados miembros y, de forma muy clara, del Estado español. No conocemos aún los
detalles de esas condiciones, pero, por lo que se ha avanzado, de términos como garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, flexibilizar el mercado laboral, etcétera, podemos inferir nuevas políticas de recortes sociales lesivas para las
mayorías sociales, para las clases populares y para los pueblos. Además, profundizar en el endeudamiento, si bien se ve como una salida en el corto plazo, acabará creando una situación difícil, previsiblemente, con nuevas imposiciones comunitarias
para el ajuste y la reducción del déficit. Por lo tanto, la primera pregunta es: ¿conoce el Gobierno ya esas condiciones y está dispuesto a aceptarlas aunque impliquen políticas antisociales y de recorte de derechos para la mayoría social?


Terminaré con una cuestión muy breve. Acabamos de conocer también que la Comisión propone reducir los fondos de la PAC aproximadamente en un 9 %. En el caso de Galicia es una política muy gravosa, muy negativa, en un sector agrario ya muy
castigado históricamente por las políticas europeas. Por tanto, la pregunta es si el Gobierno está en disposición de defender el conjunto de las políticas de cohesión, que entendemos que en este contexto son más necesarias que nunca.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Rego.


Por Més Compromís, tiene la palabra el señor Baldoví Roda.


El señor BALDOVÍ RODA: Moltes grácies, senyor president.


Desde la intención sana de intentar ser útil y de aprender, veo a los representantes del Grupo Popular y me merecen, todos los que están hoy aquí, un profundo respeto; y les digo, a la vista de lo que pasó ayer, pero sobre todo de lo que ha
pasado esta mañana, ¿no hubiera sido mejor que esto se celebrara con total discreción, sin estar pendientes todos de las cámaras, y hubiera sido mucho más provechosa esta Comisión? Lo dejo ahí, y lo digo desde la saturación de los grupos pequeños
al intentar estar en todos los sitios y de intentar hacer todos los días el milagro de la ubicuidad.


Señora ministra, muchísimas gracias por comparecer. Quiero referirme a cuatro cuestiones, o a tres si no me da tiempo. Primero, respecto a los criterios de reparto, he visto que el Gobierno español estaba contento -y yo también- con los
criterios con los que se van a repartir esos fondos europeos porque van a ir a los países que más los necesitan. Mañana tiene usted Consejo de Ministros -no sé si será mañana, o será el martes, o será el viernes de la semana que viene-, apliquen
ustedes en esos 16 000 millones los mismos criterios con los que ustedes estaban conformes para el reparto de esos 750 000 millones en Europa. Creo que sería lo justo. Si están contentos con Europa, los demás estaríamos contentos con esos 16 000.


Dumping fiscal. Señora ministra, tienen que hacer algo con el dumping fiscal de las comunidades autónomas. Es decir, Madrid no se puede permitir el lujo de perdonar impuestos a los más ricos y luego acceder a una parte significativa de
esos 16 000 millones.


He visto que estaba usted también contenta con que la deuda fuera comunitaria, y yo le digo que algunas comunidades autónomas tenemos una deuda autonómica grandísima y tenemos que dedicar el 25 % de nuestro presupuesto a pagar esa deuda que
tiene precisamente el Estado. Por tanto, apliquen el mismo criterio; estemos contentos.


Acabo, con una última cuestión. He visto que uno de los pactos será el pacto por el campo. No va a ser un desaire. Si no llego a tiempo de que me conteste es porque estaré justo en la ponencia que empieza ahora sobre la ley de agricultura
y, por tanto, la escucharé después.


Moltes gràcies, senyor president.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Baldoví.


Por Más País-Equo tiene la palabra la señora Sabanés Nadal.


La señora SABANÉS NADAL: Gracias, presidente.


Señora Calviño, bienvenida. En primer lugar, yo quiero recordar que estamos en la Comisión específica para la Reconstrucción Social y Económica, producto de una situación, y por tanto voy a intentar no



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mezclar con todos los temas que de forma habitual y con mayor o menor intensidad se tratan en sus comisiones correspondientes. Yo me voy a fijar en tres temas que creo que tienen mucho que ver con la situación, con los acuerdos que
pretendemos hacer. En primer lugar, creo que se puede mejorar, pero creemos que el plan de recuperación de la Comisión Europea es un paso importante, primero, porque atiende a un principio de solidaridad; segundo, porque lleva ayudas asociadas o
vinculadas a la transición ecológica -para nosotros esto es muy importante-, y tercero, porque tiene que ser un reparto en función de la situación de los países y con pleno respeto al Estado de derecho.


En ese sentido, le quería plantear dos cosas que nos preocupan en este momento: una es que desde el año 2008 vamos muy tarde y, por tanto, en la crisis de nuestros sectores estratégicos como el de la industria no podemos seguir dependiendo,
incluso para los respiradores, de China; por tanto, no podemos solucionar solos esta situación. ¿Van a trabajar por una política industrial europea clara que realmente pueda resolver temas tan importantes para nosotros como Nissan o Alcoa? En
segundo lugar, nosotros optamos por el rescate de los trabajadores, pero con un proyecto vinculado a la movilidad sostenible y al futuro. ¿Van a defender también ustedes ese proyecto europeo común industrial vinculado a la transición ecológica y
vinculado a la reconstrucción verde?


Por otra parte, estamos ahora en 2020, en 2008 se privatizaron los beneficios y se socializaron las pérdidas, no hubo condicionantes ni ecológicos ni prácticamente de ningún tipo, por lo que le pregunto: En esta crisis actual climática
-además de otras crisis-, ¿va a haber condicionantes ecológicos en rescates, como ha hecho Francia con el sector aéreo? ¿Se está trabajando en esa dirección? Esas son las dos cuestiones.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muy bien, señora Sabanés. Muchas gracias.


Por Junts per Catalunya, tiene la palabra el señor Bel Accensi.


El señor BEL ACCENSI: Muchas gracias, presidente.


En primer lugar, agradezco las palabras del presidente y su valentía al inicio de la sesión; eso le honra y yo creo que va a beneficiar a toda la Comisión.


Muchas gracias, vicepresidenta, por su presencia otra vez en esta Cámara. 'El mantenimiento del empleo en la planta de Nissan en Barcelona está garantizado. Durante nuestro encuentro de hoy en Davos, el Gobierno de España y la Alianza
Renault-Nissan-Mitsubishi hemos reafirmado nuestra voluntad para seguir trabajando juntos para asegurar la viabilidad de la factoría'. 22 de enero de 2020. Tuit de la cuenta @sanchezcastejon, correspondiente al presidente del Gobierno, y adjunta
una fotografía de la reunión en la que usted, señora vicepresidenta, estaba presente. Mi pregunta es clara: ¿Qué ha fallado? ¿Les engañaron los directivos de Nissan? Si no les engañaron los directivos de Nissan, porque una decisión de estas es
obvio que no se improvisa sobre la marcha, en pocas semanas, ¿fue el presidente del Gobierno quien nos engañó? ¿Qué explicación encuentran? No a la decisión, obviamente, sino al tuit, a la rotundidad del tuit del presidente del Gobierno. Sobre
este tema también hemos oído esta mañana algunas curiosas interpretaciones. Alguien le reclamaba al vicepresidente segundo la nacionalización de la planta. A nosotros esto nos genera no dudas, sino más que dudas. Nos gustaría conocer su opinión,
el vicepresidente no lo ha afirmado con rotundidad, pero sí que lo ha dejado entrever: ¿Cree usted posible la nacionalización de una fábrica de vehículos en el seno de la Unión Europea? En todo caso, ¿cuál va a ser la posición del Gobierno al
respecto?


Respecto a su intervención, nos gustaría saber, una vez estos fondos europeos lleguen al Estado español, cuál será el criterio a la hora de repartirlos entre comunidades autónomas, corporaciones locales y Administración General del Estado.
Nos parecen interesantes sus reflexiones respecto a la senda de consolidación fiscal y nos gustaría saber si también las comparte el resto de los miembros de su Gobierno.


Para terminar -gracias, presidente-, nosotros tenemos muchas dudas sobre el funcionamiento de estas comisiones, pero también quiero mostrar mi perplejidad -la mía personal, después de llevar unos cuantos años como diputado en el Congreso y
como senador- por haber visto por primera vez aplaudir con entusiasmo a los comparecientes en una comisión de trabajo. Esto ha pasado esta mañana y esta tarde y no sé si va a ser una tónica habitual; lo digo por traernos, cuando haya
comparecientes afines, un poco de público.


Muchísimas gracias.


El señor PRESIDENTE: Señor Bel Accensi, muchas gracias.



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Por el Grupo Parlamentario Republicano, tiene la palabra el señor Margall Sastre.


El señor MARGALL SASTRE: Gracias, presidente.


Buenas tardes, vicepresidenta. Hoy hemos conocido la nefasta noticia de que Nissan va a cerrar sus fábricas en la Zona Franca y Montcada i Reixac, cosa que provocará que se pierdan 3000 puestos de trabajo directos y más de 20 000
indirectos. Miles de familias se van a quedar sin trabajo en un momento ya de por sí muy complicado por la situación económica derivada de la pandemia de la COVID-19. El Grupo Parlamentario Republicano quiere mostrar su solidaridad con todos los
trabajadores y trabajadoras de Nissan y todas sus familias. Queremos decir que no están solos, que comprendemos su angustia, que compartimos su lucha en defensa de sus puestos de trabajo y que desde nuestros espacios de responsabilidad haremos todo
lo posible para conservarlos. Entendemos que nunca ha sido la mejor estrategia para un país ponerse en manos de corporaciones lejanas que de un día para otro mueven sus fichas dentro del tablero global. Si la decisión de cierre es irrevocable,
debemos poner en marcha alternativas industriales susceptibles de retener el talento de estos trabajadores; unas alternativas que han de estar en las antípodas de asimilar política industrial con captación de inversiones extranjeras. Es hora de
una política de Estado en defensa de la economía productiva y con capacidad para encontrar soluciones adecuadas a retos globales como el cambio climático, que, de hecho, está detrás de la necesaria reconversión del sector del automóvil.


Barcelona y Cataluña tienen activos tangibles e intangibles, talento, personal cualificado, centros de investigación y tecnológicos suficientes para llevar a cabo iniciativas industriales altamente competitivas. Nissan se ha beneficiado de
todos estos activos durante muchos años y no puede irse simplemente de un territorio dejando devastación laboral e industrial, por lo que debe ser parte activa en la búsqueda de alternativas necesarias para mantener la ocupación. Por supuesto, se
debe exigir que todas las ayudas que han recibido estas empresas extranjeras que deciden deslocalizarse sean devueltas con efecto inmediato.


Hemos llegado a esta situación por la inacción de muchos. De hecho, ustedes, ministra, como Gobierno, tienen el grifo de las subvenciones y durante muchos años lo ha tenido el Partido Popular. Ha habido subvenciones que no se vehicularon
en I+D+i, sucesivos Gobiernos que han tenido el corredor mediterráneo en punto muerto, que han querido ejercer el control férreo sobre el puerto y el aeropuerto de Barcelona, que no han invertido aquello que tocaba en comunicaciones mientras se
dedicaban a construir kilómetros de AVE que no llevaban a ninguna parte. En resumen, un estado jacobino inoperante que centrifuga y centraliza.


Ustedes se autodenominan el Gobierno más progresista de la historia de España. Demuéstrenlo. Les tendemos la mano para aplicar todas aquellas medidas que sean necesarias para salvar la situación. Hay ejemplos en otros países. En
Alemania, por ejemplo, el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, ha anunciado que el Gobierno está preparado para tomar participaciones en las empresas para compensar el impacto del coronavirus. Es un buen ejemplo a seguir, y Angela Merkel no es
precisamente ni socialista ni comunista. Si realmente ustedes son un Gobierno socialista, deberían poner inmediatamente sobre la mesa un plan para evitar el cierre de Nissan y, si no es posible, la reconversión de los puestos de trabajo. No
volvamos a cometer los mismos errores de la crisis de 2008, porque, en aquel entonces, se rescató a la banca; rescatemos ahora a las personas.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Margall.


Por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Común Podem-Galicia en Común, tiene la palabra el señor Uriarte Torrealday.


El señor URIARTE TORREALDAY: Gracias, presidente, vicepresidenta.


Me gustaría empezar con una pregunta que no es meramente retórica. ¿Alguien aquí piensa que esto es una Comisión de reconstrucción? ¿Alguien lo piensa? Yo, sinceramente, no lo percibo, no percibo ese espíritu en esta sala. A lo mejor yo
me estoy perdiendo algo, pero la sensación que yo tengo no es esa. Se mencionan muchos lutos y muchas palabras para la gente que ha caído, pero no es la sensación de una gente que viene y siente que esta es la crisis más grave que hemos vivido en
ciento dos años, desde la mal llamada gripe española, y que estamos en una situación en la que tenemos que reconstruir este país y yo no sé si se va tranquila de esta sala, si los compañeros y las compañeras que están aquí se van a ir tranquilamente
a dormir, a hablar con sus familias haciéndoles creer que estamos reconstruyendo el



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país. Yo, sinceramente, no lo percibo y ojalá me llame a engaño. Yo soy de una educación muy clásica en la que nos enseñaban que para cambiar las cosas para bien se empezaba con el examen de conciencia, el dolor de los pecados y el
propósito de la enmienda y, de eso, no veo nada de nada aquí. Nada. Es decir, lo que veo es un listado muy grande de gente con unos currículos muy extensos, que se supone que todos los que estamos aquí deberíamos tener -y la gente a la que
llamemos, por supuesto, mucho más-, pero es que no lo veo ni en los mismos gurús que nos han estado vendiendo una serie de cosas y que han generado este modelo de pies de barro absoluto, en el cual no podemos estar ni siquiera ocho días de permiso
recuperable durante el resto del año sin que esto no sea la hecatombe, y no somos ni siquiera capaces de fabricar una maquinita que tiene que hacer así (con las manos unidas haciendo el gesto de abrir y cerrar), nada más. No somos capaces, tenemos
que mandar al grupo Mondragón a que vaya a China a traernos la máquina para hacer las maquinitas. Lamentable, pero aquí no veo absolutamente ningún examen de conciencia ni ningún dolor de los pecados, propósito de la enmienda mucho menos. La
penitencia sí que nos va a tocar pasarla, querámoslo o no, pero sinceramente no veo un análisis.


Todos los que estamos aquí coincidimos en que el problema viene de donde viene. Tenemos un modelo económico que es el que hemos generado, un modelo económico en el que más de la mitad de la riqueza que se genera hoy en día tiene un carácter
meramente especulativo, ya solo el capitalismo financiero y especulativo, el capitalismo financiarizado, es mayor que el sector productivo a día de hoy. Esta es la triste realidad en la que vivimos. Estamos hablando de una división internacional
del trabajo en la cual a España le ha tocado el papel que le ha tocado en el sur de Europa, y quienes lo han impuesto, quienes lo han favorecido y promovido, ahora van a venir a darnos clases de los problemas que tiene esto. Sinceramente, para mí
la reconstrucción no tendría que ir por ahí. Deslocalización, no debería ser; desindustrialización, no debería ser. Crear un modelo económico de escaso valor añadido, como el que se ha creado aquí, no debería ser. No debería ser crear un modelo
económico de monocultivo, basado exclusivamente en el sector terciario y que no es capaz de producir absolutamente nada cuando hemos sido la potencia mundial que hemos sido en épocas de la historia de la humanidad, cuando hemos tenido la mejor
ingeniería del mundo, cuando todavía tenemos trabajadores altamente cualificados, ingenieros altamente cualificados, de los cuales estamos prescindiendo, recientemente se ha producido el cierre de la Naval de Sestao, empresa de la que el presidente,
el compañero Patxi, sabe más que yo por razones familiares, algo que para los que somos vascos es algo que nos duele en el alma, la capacidad que hemos tenido de crear los mejores barcos del mundo, no solo un astillero que ha llegado a producir
camiones, ferrocarriles, puentes, lo que hiciera falta, y ahora no somos capaces de hacer ni mascarillas, no somos capaces de nada. ¿Dónde está el examen de conciencia, por favor? No lo veo, tristemente, y creo que, si no recapacitamos, no vamos
por el buen camino.


No tenemos en este momento un modelo económico del que nos podamos sentir orgullosos, y sin embargo los gurús nos van a venir con las mismas recetas de siempre, y nos van a hacer creer, porque ya es el espíritu que subyace, o yo lo estoy
entendiendo mal. El espíritu que subyace en esta Comisión no es: vamos a reconstruir un país después de la crisis más grave en ciento dos años, después de aquella gripe española, sino que es: vamos a ver cómo salimos de un trimestre negro
económico. Esa es la Comisión en la que yo creo estar. Eso es lo que estoy percibiendo, y por ahí, en mi opinión, no vamos bien. Si desperdiciamos todo lo mejor que tenemos y no somos capaces de aportar nada, no vamos bien.


¿Cuáles son los países que mejor han salido de esto? No hay recetas mágicas. En la vida lo único que hay es trabajo duro, responsabilidad, largo plazo y aprender de quien sabe. ¿Quiénes son los que lo saben hacer? Claramente los países
del norte de Europa, los escandinavos, los alemanes. ¿Por qué han conseguido salir bien de esta crisis? ¿Mejor que nadie? ¿Por qué, mientras Estados Unidos o Brasil se están derrumbando completamente, estos países han salido tan fortalecidos?
Pues por cosas muy simples, porque tienen un sector público que no han desmantelado del todo; en segundo lugar, porque tienen un sector productivo, porque son países que no han renunciado a poder producir, y en tercer lugar porque tienen un sistema
fiscal solidario. No hay más, no hay nada que inventar. Lo que hay que hacer es aplicar las recetas y, sobre todo, dejar de escuchar a tantos gurús fracasados que nos venden unas recetas y luego el propio Fondo Monetario Internacional, después de
decir: bajen los salarios, salarios basura...


El señor PRESIDENTE: Señor Uriarte, debe concluir.


El señor URIARTE TORREALDAY: Concluyo rápidamente.



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Quería hacer una petición simplemente al Gobierno. Por favor, a mí me gustaría que esto fuera una comisión de reconstrucción, me gustaría sentir ese New Deal de Roosevelt, a quien están mencionando tanto, y me gustaría pedir al Gobierno, a
la vicepresidenta, al presidente que dejen de regatear en corto con la oposición, diríjanse al país, diríjanse a la economía productiva, díganles que somos un gran país y que podemos hacer grandes cosas, porque la economía sin psicología no va a
ningún sitio, y un país necesita confianza y necesita ilusión, necesita creerse este proyecto y necesita pensar que va a aprovechar la energía para salir fortalecido de esta crisis.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Uriarte.


Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra la señora Cañizares.


La señora CAÑIZARES PACHECO: Gracias, señor presidente.


Buenas tardes, señora vicepresidenta. Gracias por comparecer en esta Comisión. Usted me dirá qué tenemos que reconstruir, ya que su Gobierno no ha evitado el cierre de los negocios de cientos de miles de españoles. Podría preguntarle en
esta comisión de la derogación -ahora le diré por qué- sobre los problemas de los ERTE, sobre las colas del hambre, pero como no estamos en sesión de control le voy a preguntar no en clave retrospectiva, sino por el futuro de España. Nos
encontramos con que, constituida esta Comisión hace unas semanas, ya en mitad del partido nos cambian las reglas del juego. Hemos de introducir como elemento nuevo su acuerdo irrevocable de derogar la reforma laboral, y me gustaría que se
pronunciara al respecto, si esto va a ser así o no. Es decir, nos cambian los ingredientes cuando estamos elaborando la receta. Yo creo que mal empezamos.


Usted ha dicho que el Gobierno quiere defender sectores como el turismo -pero algunos de sus ministros dicen que tenemos un turismo de bajo valor añadido; mala defensa es esta-; el sector de la automoción -y vemos que la fábrica Nissan
cierra y envía a tres mil familias al paro-; y otros sectores, como el agroalimentario y la agricultura, donde parece que desde el Ministerio de Trabajo buscan poco menos que personas que trabajan bajo un régimen de esclavitud. No veo la defensa.
A pesar de esto, le voy a decir que le doy las gracias por estar en este Gobierno y por tener la valentía de no irse, porque creo que usted puede ser el único dique de contención dentro de este Gobierno frente a los pirómanos comunistas con los que
usted y los demás españoles tenemos que lidiar.


Le quiero hablar también de Europa. Lo que me preocupa es cómo defiende usted nuestra economía dentro de Europa, cómo van a creerla a usted si el resto del Gobierno está diciendo en España que no se arrepienten del dispendio no productivo,
mientras no aplican reformas estructurales para poder salir reforzados de la crisis. Usted tiene un profundo conocimiento de Europa, usted es quien tiene que defender allí a España, y yo creo que le habrán preguntado a usted que por qué piden
dinero si la gestión es lamentable, y no me refiero a la gestión de la crisis, sino a la gestión anterior, desde hace dos años, desde cuando ya sabemos que ha aumentado el déficit público estructural. Me gustaría que usted nos dijese qué déficit
estructural real tiene la economía española. A todo esto, también quisiera que nos aclarase cuánto dinero ha pedido España a Europa, porque ayer nuestro grupo parlamentario se lo preguntó a la señora Montero y ella no lo aclaró, pero viene diciendo
que un billón o un billón y medio, y la diferencia es medio billón. Creo que la diferencia es notable para que sepa si es un billón o un billón y medio. Asimismo, nos gustaría saber qué condicionalidad tendría la devolución de ese dinero. Usted
ha hablado también respecto a las ayudas que la Comisión Europea ha propuesto, y a España le corresponderían en torno a 140 000 millones de euros entre transferencias y préstamos. Los préstamos tendrán condicionalidad más exigente que las
transferencias, y España sería el segundo país de Europa que recibiría más ayudas, después de Italia. Me gustaría preguntarle qué diferencia en la gestión de la crisis ha hecho que España necesite tanto capital para la recuperación.


Señora ministra, el desvío del déficit de 2019 respecto al propio objetivo del Gobierno fue de más de 10 000 millones de euros. ¿Usted cree que tendríamos la necesidad de pedir tanto dinero si hubiéramos conseguido reducir el déficit por
debajo del 2 %? Lo que nos preocupa es esa condicionalidad de la que el Gobierno parece no querer hablar. Es importante que este aspecto lo conozcan los ciudadanos, que al final son los que pagan los impuestos y los que van a pagar el rescate del
Gobierno.


Quisiera conocer también si el Gobierno va a utilizar esta inyección de capital que supuestamente vamos a tener por parte de Europa para no seguir con la subida generalizada de impuestos que viene en su programa de gobierno. Esta mañana, en
una entrevista que le han hecho en el ente público -y aquí también se ha referido a ello-, ha dicho usted que todo este dinero que se va a recibir de Europa va a ir



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destinado a planes de inversión y de reformas en los que ya estaba trabajando el Gobierno, y me gustaría preguntarle qué planes son esos, de cuándo son esos planes, cuándo pensaban comunicarlos y si se ajustan a los nuevos paradigmas
económicos y sociales. Si ya tenían esos planes de inversión preparados en función de las ayudas europeas, parece que ya estaban vendiendo la piel del oso antes de cazarlo. ¿Qué certidumbre tiene usted de que nos van a dar esas ayudas? Por
último, respecto a esta cuestión, ¿será un desembolso o serán programas plurianuales y, en tal caso, en qué horizonte temporal se repartirán los fondos y a partir de cuándo comenzaríamos a recibirlos?


Por otro lado, me gustaría hablar sobre los avances en transformación digital que están impulsando desde su departamento. Lo único que se puede leer en el Programa nacional de reformas enviado a la Comisión son planes anteriores a la
pandemia, cuya efectividad ya fue criticada, como el Plan Acelera Pyme o la Estrategia de Industria Conectada 4.0, a la que solo dieron 50 millones de euros en todo 2019. Me gustaría conocer qué medidas han realizado para lidiar con la gestión
económica y sanitaria del COVID-19 y qué uso le han dado al big data y a la inteligencia artificial.


Voy terminando...


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando de verdad.


La señora CAÑIZARES PACHECO: Sí, me quedan dos cositas, por favor.


En 2019 hubo el menor nivel de inversión extranjera. Las continuas prórrogas del estado de alarma están haciendo imposibles los movimientos de capitales en términos de inversión. ¿A cuántas pymes les está afectando esto?


Finalmente -y hablo ya solamente de la exportación-, el sector privado, en contra de los datos del sector público, ha presentado una importante capacidad de financiación respecto al resto del mundo, lo que hace que el conjunto de la economía
tenga un margen aproximadamente del 2,3 % en términos de balanza de pagos. Sin embargo, la paralización del comercio internacional va a hacer que esto cambie. ¿Qué medidas plantea el Gobierno para que esta situación no se revierta y el sector
privado siga siendo financiador del resto del mundo?


Por último, le aconsejo que coja fuerzas y se arme de valor, porque le espera un duro y espinoso camino.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Cañizares.


El señor SANTIAGO ROMERO: Con la venia, presidente. Es que en la intervención de la portavoz ha ocurrido algo muy grave.


El señor PRESIDENTE: No, no, no puedes...


El señor SANTIAGO ROMERO: ... que usted además ha corregido al empezar la intervención. Esta señora ha llamado pirómanos comunistas.


El señor PRESIDENTE: No, no, es que no puedes intervenir...


El señor SANTIAGO ROMERO: Es un grave insulto....


El señor PRESIDENTE: Espera, no puedes intervenir. La primera cuestión...


El señor SANTIAGO ROMERO: ¿Me deja usted un momento?


El señor PRESIDENTE: No, no, no te dejo porque no puedes intervenir desde la Mesa.


El señor SANTIAGO ROMERO: No, perdone, soy miembro de un partido. La democracia...


El señor PRESIDENTE: Si no entiendes que no puedes intervenir desde la Mesa es que no entiendes...


El señor SANTIAGO ROMERO: Si no puedo intervenir desde ahí, espere un momento...


El señor PRESIDENTE: Pues tendrías que haber bajado y haber pedido la palabra. Es que no se puede desde la Mesa saltarse a la torera el propio Reglamento.



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El señor SANTIAGO ROMERO: Lamento mucho... Lo que me parece sorprendente es que se permita insultar, decir pirómano comunista, que el presidente no diga nada y esto es un chorreo de insultos y utilización de términos peyorativos constante.
Que no pase lo que ha pasado esta mañana.


El señor PRESIDENTE: Ya ha intervenido. Ya está, se ha acabado la palabra.


Vuelvo a hacer una reflexión que si no la quiere entender nadie, lo lamento. Yo llevo media vida escoltado por defender la libertad. (El señor Santiago Romero: Todos, señor...) No, déjame acabar, no tienes la palabra, un poco de
educación. Y lo llevo para que la gente pueda decir lo que le da la gana, pero debiéramos hacer una reflexión: si tenemos que decir lo que nos da la gana sobre todo, en todas partes. Igual aquí solo tenemos que decir lo que nos da la gana sobre
lo que venimos a hacer en esta Comisión, no sobre cualquier cosa. Porque entonces, ¿para qué venimos aquí? ¿Para reproducir los insultos? ¿Para reproducir las descalificaciones que ya tienen lugar en otro sitio, en otro escenario? ¿Es que no
estamos entendiendo nada de lo que demanda la ciudadanía de esta Comisión? Por favor, un poco de entender para qué estamos aquí de una vez.


Aquí debemos de venir con voluntad política, para proponer, para acordar, para entender qué espera la gente de nosotros, y no espera que estemos todo el día en la crítica, en el insulto, en la descalificación, en el 'Y tú más'. ¡Ya está
bien! Un poco de entender para qué nos eligen, un poco de entender que si en algún momento podemos demostrar para qué sirve la política es este -es este- y de entender para qué estamos aquí. Si no, es que no servimos para nada, para nada. Ya sé
que a todos nos da la gana decir lo que nos da la gana todo el rato. Pues no, lo siento, debiéramos de ser capaces de autocensurarnos un poquito para estar a la altura de las circunstancias. Y vuelvo a disculparme; yo, yo, porque no lo he hecho
bien. Ya está, por favor, no ahondemos en esto. Hagamos lo que tenemos que hacer.


Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra la señora Rodríguez Herrer.


La señora RODRÍGUEZ HERRER: Bueno, a ver si después de esto puedo.


Gracias, señora vicepresidenta, por su comparecencia. En el poco tiempo con que cuento voy a hacerle una mera reflexión, espero que no parezca mal, y le voy a realizar unas cuantas preguntas. Recuerde, parece que hace un siglo cuando nos
trajeron aquí una senda de déficit y un cuadro macro que calificamos sin ambiciones y difícilmente creíble, una senda que reflejaba que ustedes fiscalmente eran un poco desastre. Entramos en la crisis con el déficit y la deuda al límite, creciendo
pero cada vez menos, con unas cifras de paro mucho mayores que la de nuestros vecinos y con tendencia negativa. Y sin hacer los deberes, lo que era peor ante Europa porque no sanearon nuestro déficit estructural ni cumplieron con sus previsiones.
Y llegó el bicho, la catástrofe en forma de pandemia. No voy a entrar en sus cálculos ni de déficit ni de endeudamiento, fíjese; nos da lo mismo, bueno, no nos da lo mismo porque no es lo mismo, pero no vamos a entrar en eso. Hay que hacer lo que
hay que hacer, todo lo que haya que hacer, pero no aprovechar para empeorar más, si cabe, la situación de partida. De momento en Europa no nos ponen problemas, ha movilizado la cláusula de emergencia, pero eso no significa que se acabó el control
ni las obligaciones por estar en el euro. Bienvenido sea, porque oyendo a sus socios en el Gobierno y a muchos de sus compañeros de Gabinete no sé dónde podríamos llegar. Y esta mañana hemos tenido un ejemplo.


Y ya le pregunto. Nuestro crecimiento se ha derrumbado a extremos desconocidos, es un hecho. ¿Qué están haciendo ustedes para que se invierta la curva, para no dejar solo que actúe la pura tendencia del rebote de esa lenta apertura de
nuestro tejido productivo que ustedes han dictaminado, para llegar cuanto antes a la situación de partida y más? Los últimos análisis nos dicen que no llegaremos hasta el año 2022 y del empleo ni se sabe. Nos ha relacionado usted hoy una serie de
pactos de Estado bonitos, sin concreción, pero el problema lo tenemos hoy aquí, falta de crecimiento y pérdida de empleo, que son dos caras de la misma moneda. ¿Qué van a hacer -nos repetimos unos cuantos portavoces- con la reforma laboral? Según
lo que han firmado los partidos que conforman el Gobierno, van a hacer una reforma integral de la regulación del mercado laboral; ya sé que usted dijo que no era oportuno. Y es que solo hablan de algunos derechos de los trabajadores, olvidando que
el primero es el derecho al trabajo. Los niveles de empleo no se recuperarán ni en 2023. Se olvidan de que el empleo lo generan las empresas, que necesitan flexibilidad, y que la reforma que pretenden derogar permitió la creación de tres millones
de puestos de trabajo.


Ayer, por cierto, a última hora -ya se ha dicho aquí también- conocimos noticias muy preocupantes en relación con el cierre de dos grandes empresas industriales: Nissan y Alcoa. Por cierto, de dos sectores especialmente señalados, y no
para bien, por su compañera la vicepresidenta Ribera, el automovilístico y



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electrointensivo. ¿Es esta la nueva normalidad a la que nos llevan? Malas noticias para el crecimiento y para el empleo. Puede haber cerca de 4000 empleos directos perdidos y más de 20 000 indirectos y, en el caso de Alcoa, además, una
comarca -la Mariña lucense- fuertemente afectada por ese cierre, que va a tener una serie de efectos colaterales en otro tipo de negocios, como siempre supone cuando se pierde empleo. Señora vicepresidenta, casi 135 000 empresas han desaparecido
entre los meses de marzo y abril, y ayer ATA nos decía que podían darse de baja hasta 300 000 autónomos. Por eso le preguntaba qué es lo que están haciendo ustedes en este momento, que son el Gobierno.


Y, ¿cómo se plantean volver a la ortodoxia fiscal y económica y cuándo? No es que sea para mañana, para mañana es imposible porque seguimos en plena pandemia y estado de alarma, pero, como pidió en esta sede el gobernador del Banco de
España, el anuncio serviría para ayudar a restablecer la reputación y la confianza en España a la que -disculpe otra vez- su caótica gestión de la crisis sanitaria y su falta de transparencia no han ayudado en nada. Ustedes saben que es lo primero
que va a exigir Europa para poder beneficiarnos de su gran fondo de reconstrucción, con un plan de reformas estructurales -a las que ya han hecho mención otros portavoces- y que nos marcan el camino por el que tenemos que seguir. Eso, por no entrar
porque no hay tiempo, en la peculiar concepción del sistema tributario que tienen sus compañeros de Gobierno, como grifo sin fin para todo tipo de proyectos y cuestiones.


Concluyo, podría preguntarle un montón de cosas más pero no me lo permite el tiempo y a mí me gusta adaptarme. Sin embargo, no puedo dejar de señalar que ustedes la vicepresidenta económica, que es la presidenta de la Comisión delegada para
Asuntos Económicos del Gobierno, que de usted depende que, tras la gran crisis sanitaria, no entremos en una crisis peor en materia económica, con un gravísimo perjuicio para los españoles en materia de empleo y en materia de bienestar. Por tanto,
he de demandarle que, como tal, cumpla con su obligación.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Rodríguez.


Para finalizar el turno de los grupos le corresponde la palabra al Grupo Parlamentario Socialista y tiene, para ello, la palabra el señor Casares Hontañón.


El señor CASARES HONTAÑÓN: Muchas gracias, presidente.


Muchas gracias también a la vicepresidenta económica del Gobierno. Quiero que mis primeras palabras sean también de apoyo, en nombre del Grupo Socialista, a los trabajadores de la Nissan en Cataluña y para llamar a la unidad de todos los
partidos políticos de este Parlamento para que apoyemos al Gobierno de la nación y tratar de convencer a la empresa de que dé marcha atrás en su planteamiento y al conjunto de las administraciones públicas, también las autonómicas, para que
colaboren con el Gobierno de la nación.


Dicho eso, señora vicepresidenta, señorías, tenemos ante nosotros el mayor reto de nuestras vidas ante la mayor crisis económica, por intensidad en tan poco tiempo, y ante ese reto tenemos que trabajar todos unidos; la unidad de todo un
país para dar respuesta a este reto colectivo, y por eso llamamos -volvemos a hacerlo- a todos los grupos parlamentarios, como bien ha dicho el presidente, para que en esta Comisión para la Reconstrucción de España trabajemos unidos. Es el mejor
servicio que podemos hacer hoy los representantes de la soberanía nacional al pueblo español.


Tenemos ante nosotros ese reto para la reconstrucción económica y social de España, pero esa reconstrucción no hubiese sido posible, no puede haber recuperación posible si hubiesen quedado por el camino muchísimas personas; no hubiese sido
posible la recuperación si se hubiesen quedado familias por el camino, si se hubiesen quedado autónomos, si se hubiesen quedado miles de trabajadores, si se hubiesen quedado por el camino miles de pequeñas y medianas empresas. Por eso ha sido
fundamental el plan de choque que ha puesto en marcha el Gobierno de la nación, es el primer paso que había que dar para la reconstrucción del país, y el plan y el escudo de protección social que ha planteado el Gobierno sin precedentes en nuestra
historia van en la buena dirección, señora vicepresidenta; los ERTE, las prestaciones por cese de actividad para los autónomos, las líneas de liquidez a través del ICO, las ayudas a las comunidades autónomas o las políticas sociales que está
desarrollando el Gobierno son el primer paso para esa reconstrucción.


Ahora nos toca dar el siguiente paso, un paso colectivo, un paso de país, un paso para hacer un proyecto de país en el que todas las fuerzas parlamentarias estemos implicadas. Hoy la vicepresidenta del Gobierno nos ha llamado a seis grandes
pactos que el Grupo Socialista comparte: un pacto por la transformación digital de nuestro país, un pacto por la ciencia, un pacto por el empleo, un pacto por el



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campo, un pacto por la transición ideológica, por el reto demográfico, un pacto por la defensa de los servicios públicos. Ese es el proyecto de país al que ahora todos le tenemos que poner la letra y llenar páginas para hacer posible que
ninguno de los 47 millones de españoles y españolas, vicepresidenta, se quede por el camino. Ahí el Grupo Socialista va a estar apoyando al Gobierno, porque es tanto como apoyar a la sociedad española. Y el paso que ha dado la Unión Europea
gracias al impulso, no lo olvidemos nunca, de países como España para dar respuesta colectiva a Europa nos parece fundamental. Es una gran noticia ya solo que la presidenta de la Comisión Europea plantee ese plan de reconstrucción, esos fondos de
más de 750 000 millones de euros en buena medida, como ha adelantado la propia presidenta de la Comisión, como transferencias directas a los Estados miembros. Ahora toca seguir dando la batalla, y para esa batalla es clave la unidad de todas las
fuerzas políticas en este Parlamento, el Parlamento de la nación, y también como han demostrado todos los grupos parlamentarios en Europa, porque en esta batalla, señora vicepresidenta, es clave el papel que Europa le dé a esa recuperación justa y
equilibrada para que ningún país se quede por el camino. Por tanto, a eso apelamos hoy una vez más en esta Comisión, porque hay esperanza, señorías, hay esperanzas porque son millones de personas las que están mirando hoy a este Parlamento para que
nos pongamos de acuerdo en la reconstrucción del país. Y la voluntad política del Grupo Socialista y sé que la voluntad política del Gobierno de la nación es esa y le digo humildemente, señora vicepresidenta, que puede contar con el principal grupo
parlamentario de este Parlamento, con el Grupo Socialista, porque es la tarea más importante que tiene España.


Muchísimas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Casares.


Es el tiempo de la vicepresidenta para que nos dé las respuestas y las aclaraciones que considere oportunas.


La señora VICEPRESIDENTA TERCERA DEL GOBIERNO Y MINISTRA DE ASUNTOS ECONÓMICOS Y TRANSFORMACIÓN DIGITAL (Calviño Santamaría): Muchas gracias, presidente.


Voy a agrupar las distintas cuestiones que se han suscitado en seis grandes puntos y a hacer unas reflexiones finales para concluir. Empiezo por lo inmediato. Me preguntaba la señora Rodríguez: qué están haciendo para que la recuperación
sea fuerte. Yo creo que el señor Casares lo ha explicado muy bien porque, desde el primer momento, hemos estado, y este 'hemos' no es el Gobierno, hemos estado colectivamente poniendo las bases de la recuperación. Como he señalado en mi
intervención, la recuperación necesita una base, necesita un tejido productivo, necesita una base de mercado laboral, que es la que hemos estado protegiendo estos dos meses.


Insisto en decirlo de forma colectiva y repetir una vez más que tenemos que ponerlo en valor porque estamos haciendo algo que es positivo para el país, que es proteger esa base para que podamos tener una recuperación fuerte. No voy a volver
a hablar del plan de choque porque esta es una Comisión para hablar del futuro, aunque hay momentos en que parece que no va de eso. Creo que tenemos que tenerlo claro: si no hubiéramos actuado desde el primer día, como hemos hecho, no tendríamos
una posición que, como les he señalado, en todos los indicadores se ve, y es que está reactivándose, recuperándose, la economía y ha habido un punto de inflexión una vez que dejamos atrás la fase más intensa de la hibernación.


Un segundo grupo de preguntas y comentarios del señor Mazón, el señor Bell, el señor Margall -creo que prácticamente de todos- han ido en relación con distintos sectores productivos. He explicado por qué esta crisis tiene un impacto
especialmente importante en nuestro país, porque ha golpeado directamente al transporte y al turismo, sectores que tienen un peso muy importante dentro de la economía española. Pero se han señalado tres ámbitos específicos. Como ya he mencionado
en mi introducción con más detalle, está el tema del turismo. Me parece interesante hablar aquí de la construcción que, efectivamente, es uno de los sectores tractores de nuestro país; su peso dentro del PIB se ha reducido muy significativamente
desde la anterior crisis, pero estamos viendo que precisamente es uno de los motores de recuperación de la contratación y de la actividad económica y por eso, entre otras razones, hemos dado tanta importancia dentro de nuestro programa -yo lo he
mencionado en mi introducción- a ese plan de rehabilitación, de eficiencia energética, un plan de vivienda que permita no solo facilitar el acceso a la vivienda de todos los ciudadanos, y muy en particular de los jóvenes, sino también movilizar
suelo público, facilitar todo lo que es la gestión y la movilización de este sector pero sin perder la perspectiva del medio-largo plazo, orientándolo hacia un modelo productivo más sostenible, más verde, como algunos otros de los intervinientes me
han señalado, la señora Sabanés y otros. Tenemos que aprovechar para



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que esta recuperación tenga un modelo más sostenible también desde el punto de vista medioambiental. En eso estamos trabajando, esa es nuestra línea, entendiendo que efectivamente el sector de la construcción es uno de los que tienen esa
capacidad tractora sobre nuestra economía.


Se ha hablado también del sector de la automoción. Es un sector con el que hemos estado trabajando ya antes de que nos golpease la pandemia, porque es un sector que se encuentra inmerso en un proceso de transformación y de decisión
estratégica que trasciende absolutamente de lo que pudiera estar sucediendo en estos meses en nuestro país. Un proceso en el que los operadores internacionales toman decisiones que no están motivadas por un único factor sino que son muchas las
consideraciones. Algunos de ustedes han hablado del tema del día, una noticia que, por supuesto, lamentamos por parte del Gobierno y que es esa decisión anunciada por Nissan para cerrar sus instalaciones en la Zona Franca de Barcelona. El mensaje
que se dio en la reunión en la que yo participé -por tanto no me lo cuenta nadie más- es muy distinto, pero lo que el Gobierno va a hacer al respecto es lo mismo que hemos venido haciendo: trabajar con la Generalitat, con la Zona Franca, con el
Ayuntamiento de Barcelona, con la empresa y con los trabajadores para ver cómo se puede encauzar, de la mejor forma posible, esta decisión o bien buscar soluciones alternativas. Creo que todos estamos interesados en que este sector siga teniendo el
papel tan importante que tiene en nuestro producto interior bruto y en nuestras exportaciones. Estamos trabajando de forma muy constructiva con el conjunto del sector en ese plan estratégico, que creo que es indispensable, porque, como han señalado
algunos de ustedes -no sé si ha sido el señor Bell o el señor Margall-, pienso que no solo en Barcelona sino en el conjunto de España tenemos unos activos estratégicos importantísimos para la definición futura del sector y que pienso que
determinarán el compromiso estratégico también de los principales operadores internacionales con nuestro país, no solo por la capacidad y la eficiencia en el ensamblaje sino por toda una industria auxiliar tremendamente eficiente, de las líderes del
mundo, por una industria y una capacidad logística de las mejores del mundo también y por todo un ecosistema que hemos conseguido desarrollar a lo largo de décadas que no desaparece de un plumazo y sobre el cual yo creo que vamos a poder construir
esa transformación, esa adaptación del sector que, insisto, no es exclusiva de nuestro país, es un proceso que se está desarrollando en todo el mundo.


Se ha hablado de la industria, y en particular de la industria electrointensiva. No es la primera vez que hablamos de ella en esta sede parlamentaria. Yo llevo dos años, prácticamente en todas mis comparecencias, hablando del interés y de
la preocupación del Gobierno por este ámbito, en particular por el caso de Alcoa y no solo por San Cibrao, sino por los dos proyectos de cierre anteriores que tenía la empresa. La ministra de Industria ha demostrado que está absolutamente
comprometida y ha trabajado día y noche para buscar inversores alternativos, para buscar opciones y tratar de evitar el cierre de estas centrales. En este momento hay un diálogo en marcha entre los propietarios de la empresa y los trabajadores y
vamos a acompañar ese proceso, como hemos venido haciendo, en primera línea y con toda la responsabilidad para tratar de proteger el empleo en un sector que también está en un proceso de transformación, entre otras cosas, precisamente por esos
estándares medioambientales que todos queremos desarrollar a nivel mundial. En definitiva, al margen de los sectores específicos, el mensaje más importante que hemos lanzado desde el Gobierno es el compromiso con la protección de nuestro tejido
productivo, en una primera fase centrándonos en proporcionar esa liquidez masiva al conjunto de la economía. Ahora los problemas se van orientando más hacia la solvencia y tendremos que ir adecuando nuestros instrumentos para poder responder desde
el punto de vista de la legislación o de otros instrumentos financieros y apoyar al tejido productivo, especialmente a los sectores estratégicos en las industrias tractoras.


Un tercer grupo de comentarios se ha referido más a temas sociales, como el ingreso mínimo vital. Yo puedo dar más detalles, pero si mañana, como se prevé, el Consejo de Ministros aprueba esta norma, lo hará el ministro de Inclusión, que,
por otra parte, estos últimos días está haciendo numerosas entrevistas aclarando que, precisamente, la propuesta en la que trabaja el Gobierno se orienta a la inclusión, a la inserción, a desarrollar caminos para que las personas que están excluidas
transiten hacia la economía regular, por llamarla de alguna manera, y aflore la economía sumergida, con una prestación que es compatible con ingresos derivados del trabajo, es decir, que nuestro objetivo es, precisamente, aflorar esa economía
sumergida, normalizar e incluir a estas personas dentro de los itinerarios vitales que contribuyan al bienestar de nuestra economía. Estamos absolutamente decididos a que nadie se quede atrás y a que esta sea una recuperación justa que ayude y
apoye a los más vulnerables, en particular a las familias. He dicho esta mañana en una entrevista en televisión que un país rico -no es la primera vez que lo digo ni



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la primera vez que sus señorías me escuchan decirlo- como España no se puede permitir tener niños pobres. En eso estamos trabajando desde el primer día y seguiremos haciéndolo en el futuro.


Un cuarto grupo de preguntas, con muchos detalles, se refieren al plan comunitario. Por una parte, tenemos los instrumentos de liquidez a corto plazo que ya han sido acordados, esos 540 000 millones que se irán poniendo a disposición de
todos los países las próximas semanas. Se ha hablado también del monto total del plan de recuperación que presentó ayer la Comisión Europea. Es importante insistir -no sé quién lo ha dicho, quizá el señor Barandiaran- que se trata de un proyecto
-es necesario aclararlo- y no de un acuerdo. Lamentablemente, es una propuesta de la Comisión Europea y se abre un proceso de negociación que va a ser muy difícil y muy intenso. Hay países que no quieren avanzar en la dirección de la posición del
Gobierno de España y yo creo que la posición de España en su conjunto tiene que ser muy fuerte, ambiciosa y clara para que podamos tener lo antes posible un acuerdo de esta magnitud e importancia desde el punto de vista político. El volumen de
transferencias que se prevé para nuestro país, sobre la base de la información que tenemos, porque no se han publicado los detalles de las asignaciones por países, para que se hagan una idea, señorías, estaría próximo a lo que en siete años recibe
nuestro país por la suma de la política agrícola común y la política de cohesión, dos políticas que han sido absolutamente transformadoras de la economía y la sociedad española. Esa es la magnitud de la que estamos hablando y del potencial que
tienen todas estas inversiones si las sabemos canalizar de la manera más productiva. Además, algunos de ustedes -la señora Oramas, la señora Cañizares y la señora Muñoz, entre otros- han preguntado por las condiciones. Las condiciones son
absolutamente públicas. En el marco del semestre europeo, las instituciones envían a España lo que se llaman las recomendaciones específicas por país. De hecho, creo que fue la semana pasada cuando la Comisión Europea publicó en sus previsiones
sus recomendaciones de país. Ahí hay tres o cuatro puntos que son muy claros y que están perfectamente alineados con la agenda política de nuestro Gobierno. Son recomendaciones tendentes, por ejemplo, a mejorar el funcionamiento de los
instrumentos de redistribución social para erradicar la pobreza y dar las mismas condiciones a los ciudadanos en todo el territorio nacional -¿les suena?- o a mejorar la política de investigación. Se trata de recomendaciones y reformas que no es
que nos las impongan, sino que son las que queremos impulsar desde el Gobierno y las que yo creo que cuentan con un amplio acuerdo y apoyo social. Son las que venimos desgranando aquí, como señalaba muy bien, desde hace dos años. Todos somos
conscientes de que hay que abordar la transición ecológica, la revolución digital y la mejora de nuestra educación y nuestra formación profesional. Esas son las reformas que tenemos que abordar juntos en el futuro.


Simplemente, por terminar el ámbito comunitario, el compromiso del Gobierno con la política agrícola común es claro. Me parece que fue el señor Rego el que habló de este tema y otros también. La agricultura, el sector agroalimentario y el
campo se han revelado -por si no lo sabíamos antes- como absolutamente estratégicos y, por eso, he hablado de manera especial de nuestro compromiso con el campo, los agricultores y toda la cadena agroalimentaria.


Ya termino. Un quinto grupo ha tratado de cuestiones fiscales. La reacción y la respuesta del Gobierno han llevado a la creación de ese fondo de 16 000 millones, cuyas condiciones de reparto, por cierto, están siendo discutidas con las
comunidades autónomas. He oído aquí distintos puntos de vista, pero sé que la ministra de Hacienda está muy implicada con las distintas comunidades autónomas para tratar de establecer las condiciones de reparto de ese fondo. Desde el primer
momento el compromiso del Gobierno ha sido garantizar la liquidez y la respuesta ágil por parte de las comunidades autónomas en este momento extraordinario.


Termino ya con el sexto punto hablando de lo que se suponía que teníamos que estar hablando aquí hoy, que es el futuro. Creo que ya se ha hablado con detalle de la transición ecológica y de la digitalización. señor Uriarte, yo no creo
tanto en la predestinación, no creo que a España le toque un lugar en el mundo y que nos tengamos que resignar. Yo creo que el futuro depende de lo que hagamos y, entre otras cosas, de las decisiones que se tomen en esta sede parlamentaria. Creo
de verdad que el Parlamento tiene una responsabilidad muy importante para definir el futuro. Comparto con usted al cien por cien que no hay recetas mágicas y, sobre todo, que no hay soluciones fáciles a problemas complejos, como son aquellos a los
que nos enfrentamos ya de inmediato y a muy corto, medio y largo plazo en nuestro país. también comparto al cien por cien que somos un gran país. Lo digo prácticamente en todas mis intervenciones públicas; ya me lo habrán oído. Somos un país que
en este momento se enfrenta a retos muy similares a los que se enfrentan el resto de los países. Lamentablemente, no tenemos una receta o un modelo para salir lo mejor y lo antes posible de esta situación tan delicada. No hay una receta, pero yo
creo que hay



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dos elementos clave; y con estas dos reflexiones termino. en primer lugar, unidad..El señor Casares lo ha dicho, pero lo repito porque creo que es clave. La unidad de los ciudadanos españoles ha salvado y está salvando vidas. La unidad
es la que nos puede permitir abordar este programa de reformas y de inversiones para invertir en nuestro futuro juntos y diseñar lo que queremos que hereden nuestros hijos y nuestros nietos. Esta unidad, y tratar de huir del ruido y de la
crispación que nada bueno aportan, es fundamental si queremos de verdad salir lo antes posible y más fuertes de esta situación. En segundo lugar, concordia y responsabilidad. el papel del Legislativo es determinante. Ustedes han convalidado la
acción del Gobierno en estos dos meses. Ha sido una acción muy responsable por parte del Gobierno y por parte del Parlamento. Ustedes tienen mucho que decir sobre qué es lo que debemos hacer de cara al futuro. El Poder Ejecutivo por sí solo no
puede hacer todo en este país. Les necesitamos y creo que los ciudadanos esperan que todos estemos a la altura de las circunstancias para poder abordar juntos, fuertes y lo mejor posible esta situación. Termino con una idea positiva que repito.
no tenemos que dudar de nuestra capacidad de recuperación. España cuenta con unos activos extraordinarios y con una capacidad económica que nos tenía creciendo a buen ritmo hasta mediados de marzo, hasta que nos golpeó la pandemia. aprovechemos
todos estos activos, trabajemos juntos y rememos en la misma dirección para que cuanto antes podamos estar viendo una recuperación intensa.


Muchas gracias, presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, vicepresidenta.


Gracias, en nombre de la Comisión, por su comparecencia, por sus intervenciones y por sus reflexiones. Y acabo yo también de esta manera; no dudamos de que los trabajos de la Comisión llegarán a buen puerto si ponemos voluntad para
hacerlo.


CAMBIO EN LA COMPOSICIÓN DE LOS GRUPOS DE TRABAJO.


El señor PRESIDENTE: Tenemos un punto 3.º del orden del día, aprobar un cambio en la composición de los grupos de trabajo propuesto por el Grupo Parlamentario de Unidas Podemos. Creo que lo podemos aprobar por asentimiento porque les
corresponde a ellos decidir quiénes vienen. Por tanto, si les parece bien, lo aprobamos por asentimiento. (Asentimiento.) Queda aprobado.


Simplemente me queda recordarles que la semana que viene el martes y el jueves -aunque no sabemos si el jueves todavía durará el Pleno del miércoles- intentaremos hacer sesiones dobles de comparecencias, mañana y tarde. Estamos ultimando
cuáles, porque no es fácil cuadrar agendas. En cuanto el letrado pueda cerrarlas se lo iremos comunicando, aunque ya les puedo anunciar las del martes que viene para que las tengan previstas. El martes que viene tendremos a las doce y media al
presidente de la ONCE, a las tres al representante de la Organización Médica Colegial, Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, y a las cinco al representante de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. ¿De
acuerdo?


Se levanta la sesión.


Eran las cuatro y cuarenta y cinco minutos de la tarde.