UNA MESA DIGNA DEL SALÓN DE CONFERENCIAS DEL PALACIO

La mesa velador que se encuentra en el Salón de Conferencias del Palacio del Congreso de los Diputados es una de las piezas más importantes que forman parte del mobiliario del patrimonio histórico artístico de la Cámara. Destaca por su belleza y su estilo imperial pero aunque es por todos admirada no se sabe a ciencia cierta el origen de la misma.

Existen diversas referencias pero no coincidentes sobre como esa mesa pudo llegar al Congreso de los Diputados. Cuenta la tradición oral que fue un regalo nupcial del zar de Rusia, Nicolás I a la reina Isabel II.

Situándonos en el origen del Palacio, éste se construye entre 1843 y 1850 sobre el solar del antiguo convento del Espíritu santo, que había servido como sede al primer Estamento de Procuradores. Fue construido por el arquitecto Narciso Pascual y Colomer, ganador del concurso convocado por la Real Academia de Bellas Artes. Quedó inaugurado el 31 de octubre de 1850, y desde su origen hubo un gran afán en utilizar los mejores materiales y embellecer y decorarlo con las mejores piezas.

Entre los fondos que forman parte del Archivo del Congreso de los Diputados, consta en la sesión de la Comisión de Gobierno Interior de 23 de diciembre de 1853 la adquisición para el palacio del Congreso de la mesa velador que se halla colocada en el Salón de Conferencias y que se abonen por ella 12.000 reales de vellón bajo la presidencia de Francisco Martínez de la Rosa.

Además, en las cuentas documentadas de la caja de los fondos del mobiliario y adorno del Palacio del Congreso correspondiente al mes de abril de 1854, en la serie de Obras de Palacio, figura el libramiento de pago a doña Maria Abad, con fecha 24 de diciembre de 1854 en el legajo del archivo de la serie obras de palacio, 19, nº 12

En la misma serie de Obras de Palacio, hay expedientes relativos a ese pago, (Legajo 13 nº 1) y (Legajo 14 nº 1)

En una referencia citada en La España Moderna, Revista de España, según indica Ricardo Becerro de Bengoa, (diputado en las legislaturas de 1886, 1893, 1891 y 1898 y senador en la legislatura 1901-1902 por la circunscripción de Álava) la mesa fue adquirida en 1853 por 3.000 pesetas, que sería la cantidad equivalente a los 12.000 reales de vellón en 1894, cuando se publica el artículo.

Es en la obra sobre el Palacio del Congreso de los diputados: por tres funcionarios de la Secretaría, de 1911, cuando se indica que esta mesa fue donada por S. M. la Reina Isabel II.

Esta misma procedencia se recoge en la obra de Teodoro Gutiérrez, auxiliar de la secretaría del Congreso de los Diputados, El Palacio del Parlamento Español describiéndola como una valiosísima mesa de caoba, palo rosa y metal, con incrustaciones de nácar… publicado durante la II República.

En Las Cortes Españolas, obra del letrado Gaspar Gómez de la Serna, publicada en 1971 se recoge esta misma procedencia.

Como ejemplo de que en ocasiones las atribuciones de procedencia de objetos en Palacio, no son correctas, tenemos el ejemplo de otra mesa y que está perfectamente documentado en un artículo de Fernando A. Martín (La mesa y el sillón de malaquita de la Casa del Labrador de Aranjuez, en Reales Sitios, 1998, 35 (137), pág. 78.

Este artículo es relativo a un ejemplar de malaquita que se había dicho y publicado que era un regalo del emperador de Rusia a Isabel II, regalo del zar Alejandro II, con motivo de la boda de la reina con Francisco de Asís. Esta teoría era insostenible con la cronología ya que no coincidían las fechas de subida al trono de ese zar y el matrimonio de la reina. Podría haber sido en todo caso con el zar Nicolás I, padre de Alejandro (que coincide con el que se suele atribuir como la persona que regaló a Isabel II la que se posee en el Congreso de los Diputados)

Pero, se localizó en el Archivo de Palacio un expediente en el que se indica que una mesa de malaquita, fue regalo del príncipe Demidoff a la Reina en 1852 y en 1853 se comunica el envío de la silla a juego con la mesa quedando desmontado por tanto que hubiese sido regalo del zar. Respecto a los datos de la mesa del Congreso de los Diputados, consta un informe de restauración de la misma en el ACD, de 1993, en ella se aportan numerosos datos sobre la misma y el proceso de restauración para respetar la autenticidad de la misma sin sufrir alteración alguna y devolverle el esplendor original.

Mesa de estilo imperial, del siglo XIX, con tablero de ágata, chapeada en
diferentes madera y marquetería, metal y nácar.

Cuenta con varias partes desmontables como un tablero, faldón, tambor central, elemento circular bajo el tambor, soportes en forma de esfinges, la base y los pies.

El tablero destaca por cenefa de madera con marquetería de mariposas, estrellas y elementos vegetales en madera, metal y nácar. Según consta en un expediente del ACD, Obras de palacio (Legajo 54 nº 4) de 24 de diciembre de 1947, por un informe de Pablo Cantó, se indica que al procederse a su restauración quedaron al descubierto los dibujos de marquetería, bronce y nácar, y se cambió el tablero de mármol blanco por una pieza de ágata que es la que tendría en la actualidad.

El faldón, chapeado en caoba tiene una ondulación, interrumpida en cuatro puntos conformados por cuatro puntas de diamante realizadas en madera de palorosa. El tambor tiene una columna central y una base. Las bases de las flores de lis presentan una decoración de madera baquetonada.

Los soportes tienen una forma de esfinge- sirena-alada y unen el tablero con la base en cuatro puntos. Sirven de sostén a toda la estructura cuatro grandes pies dorados que se apoyan en garras de león. Las medidas de la mesa son 160 cm de diámetro y 91 cm de altura.

Su ubicación, en el centro mismo del Salón de Conferencias del Palacio del Congreso, realza su impecable factura y es objeto de admiración de los miles de visitantes que cada año pasan con por Congreso.

Información actualizada en 2018