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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 155, de 14/02/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 155



ECONOMÍA Y HACIENDA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. SANTIAGO LANZUELA MARINA



Sesión núm. 13



celebrada el miércoles, 14 de febrero de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor director general de la Agencia Estatal de
Administración Tributaria (Ruiz-Jarabo Colomer) para informar sobre:



- El balance de la citada Agencia correspondiente al año 2000 y
objetivos para el año 2001. Asolicitud del Grupo Parlamentario
Popular en el Congreso. (Número de expediente 212/000362.) . . .

(Página 4436)



- El fraude a la Hacienda Pública por parte de las grandes
multinacionales tabaqueras. A solicitud del Grupo Parlamentario
Socialista. (Número de expediente 212/000305.) . . . HREF='#(Página4460)'>(Página 4460)



- Posición del Gobierno ante la demanda civil presentada por la
Comisión Europea contra las compañías tabaqueras Reynolds y Philip
Morris en el Tribunal del distrito de Nueva York. A solicitud del
Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 212/000327.) .

. . (Página 4460)



Proposiciones no de ley:



- Relativa a actuaciones de reindustrialización de la comarca de
Béjar (Salamanca). Presentada por el Grupo Parlamentario Socialista.

(Número de expediente 161/000079.) . . . (Página
4465)




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Se abre la sesión a las diez y cuarenta minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE LA AGENCIA ESTATAL DE
ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA (RUIZ-JARABO COLOMER) PARA INFORMAR SOBRE:



- BALANCE DE LA CITADA AGENCIA CORRESPONDIENTE AL AÑO 2000 Y
OBJETIVOS PARA EL AÑO 2001. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
POPULAR EN EL CONGRESO. (Número de expediente 212/000362.)



El señor PRESIDENTE: Buenos días. Señoras y señores diputados, se
abre la sesión para la celebración de tres comparecencias del
director general de la Agencia Estatal de Administración Tributaria,
señor RuizJarabo.




En primer lugar, y a petición del Grupo Parlamentario Popular, el
director general de la Agencia Estatal de Administración Tributaria
informará sobre el balance de la citada Agencia correspondiente al
año 2000 y sobre los objetivos del año 2001.

Tiene la palabra el señor Ruiz-Jarabo, a quien doy la más cordial
bienvenida.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA AGENCIA ESTATAL DE ADMINISTRACIÓN
TRIBUTARIA (Ruiz-Jarabo Colomer): Comienzo a dar cumplimentación a la
comparecencia que ha sido solicitada por esta Comisión de Economía y
Hacienda en relación con el balance de la Agencia Tributaria en el
año 2000 y sus principales proyectos para el año 2001.

Quiero comenzar diciendo, en relación con el balance de nuestras
actuaciones, que, sin duda alguna -y es importante marcar el citado
balance en este marco-, la Agencia Tributaria es una institución muy
viva que tiene un alto grado de dinamismo interno y que está en un
estado actual de importante evolución. Importante evolución que
afecta básicamente a tres grandes cuestiones, como son: su estructura
organizativa, la gestión de sus recursos humanos y sus métodos y
procedimientos de trabajo.

Las reformas organizativas obedecen a la voluntad nacida de la
necesidad de adaptar la estructura de la Agencia Tributaria al
entorno cambiante en el que se desarrollan sus funciones. La realidad
económica, el sistema tributario, el desarrollo de las tecnologías,
obligan a que se produzca la adaptación de la institución que trabaja
en el citado entorno. Además, éste era el espíritu del plan de
modernización que se preparó y se aprobó en 1998 y que esta Comisión
de Economía y Hacienda conoció, y, por tanto, SS.SS. están
perfectamente enterados de su contenido.

En desarrollo de estas líneas del plan de modernización quiero decir
que se han producido importantes modificaciones en los departamentos
de la Agencia Tributaria que tienen un carácter operativo o
funcional, es decir, aquellos que entran en relación directa con los
contribuyentes y que, por tanto, son los que ejecutan o gestionan
diariamente el sistema tributario. Se han producido así
reestructuraciones de carácter general en los departamentos de
aduanas, impuestos especiales, gestión tributaria y recaudación. Por
su parte, el cuarto departamento operativo funcional, que es el de
inspección tributaria, está siendo objeto de reestructuración parcial
sobre la base de sucesivos cambios o modificaciones.




Tanto la reestructuración general de los tres departamentos citados
como las reestructuraciones parciales del departamento de inspección
pretenden en su rediseño aumentar la funcionalidad y la eficacia en
el trabajo que desarrollan los citados departamentos, y simplemente
a modo de ejemplo diré que, como SS.SS. conocen, en ocasiones se han
creado nuevas unidades para adaptar el trabajo de las tareas de
control tributario que realizan los citados departamentos a las
nuevas necesidades. Así se han creado la Oficina Nacional de
Investigación del Fraude, la Oficina Nacional de Recaudación, la
Oficina Nacional de Gestión o las Unidades de ciberdelincuencia en el
caso concreto del departamento de Aduanas.

Pero también se han producido adaptaciones en aquellos departamentos
de carácter horizontal, es decir, aquellos departamentos de la
Agencia Tributaria que no tienen relación directa con los
contribuyentes y que lo que realizan es un trabajo en el ámbito
interno para proveer y para asistir a los otros departamentos
operativos. Así, por tanto, ha habido reformas en aspectos
significativos del departamento de recursos humanos y administración
económica o reformas en aspectos claves del departamento de
informática tributaria.

Por su parte, se ha reforzado de forma significativa, dentro de la
Agencia Tributaria, a su servicio jurídico y se ha reforzado también
de manera significativa al servicio de auditoria interna que, como
saben SS.SS., es el órgano básicamente responsable del control y la
seguridad interna.

Por concluir con esta breve panorámica de reformas estructurales,
tengo que decir que en la Agencia Tributaria existe un departamento
de organización y relaciones institucionales de reciente creación y
que, por tanto, no ha necesitado de ninguna adaptación en su
estructura.

Sin embargo, este dibujo de reformas estructurales y orgánicas no ha
podido culminarse con la aprobación del estatuto orgánico de la
Agencia Tributaria, cuestión prevista en la Ley de acompañamiento
para 1999, y al respecto quisiera decir dos o tres cuestiones
importantes.

En primer lugar, el estatuto tendrá (o hubiera tenido, de haber
existido ya), en su momento, como virtudes



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quizá dos cuestiones significativas: por un lado, será una ocasión
para refundir en una norma y, por tanto, unificar en una norma,
cuestiones que regulan el régimen jurídico, la estructura y
organización de la Agencia Tributaria; y, por otra parte, será
también la ocasión (o hubiera sido) de realizar determinadas
adaptaciones de la estructura de la Agencia impuestas o condicionadas
por los cambios del citado entorno en el que se mueve la institución.


Como SS.SS. conocen, en el primer semestre de 1999 se inició un
proceso desde la Secretaría de Estado de Hacienda para intentar
acordar lo que serían las grandes líneas que fijasen el nuevo
contenido del estatuto orgánico de la Agencia. Atal efecto, tuve la
oportunidad incluso de asistir a una reunión en sede parlamentaria,
con asistencia de todos los grupos parlamentarios de esta Comisión de
Economía y Hacienda, donde hubo una unanimidad en considerar positivo
este intento de por lo menos unificar voluntades respecto a las
grandes líneas rectoras o maestras del estatuto orgánico. Sin
embargo, las circunstancias se imponen sobre las voluntades y la
disolución de las Cortes Generales y la posterior dinámica propia de
todo inicio de legislatura no han facilitado que aquellos deseos de
todos se hicieran realidad.

Lo cierto y verdad es que aquí y ahora, en el momento actual, el
estatuto tendrá esas virtudes a las que me he referido antes
(refundición de normas y adaptación a nuevas situaciones del
entorno), pero creo que quizá, dada la coyuntura actual, lo
razonable, incluso me atrevería a decir que hasta lo prudente, es
esperar la aprobación de futuras normas que están en un horizonte
próximo y que, sin duda alguna, afectarán a lo que debe ser el
contenido del citado estatuto. Me estoy refiriendo a la reforma del
modelo de financiación autonómica, que algo dirá sobre el modelo de
coordinación para la gestión tributaria entre comunidades autónomas y
Administración del Estado; me refiero al estatuto básico de la
Función Pública, y me refiero, cómo no, a la próxima y anunciada
aprobación de la futura nueva ley general tributaria.

En materia de gestión de recursos humanos, que es una de las grandes
líneas de evolución importante en la Agencia Tributaria, ha de
tenerse presente que es un tema muy importante para la Administración
tributaria, porque son prácticamente 28.000 los empleados, entre
funcionarios y laborales, que la integran y, por tanto, en orden de
dimensión del personal que trabaja en ella, estamos hablando de un
tema ciertamente importante.

Al respecto existen dos posiciones: una es la posición de la
dirección de la Agencia, que se basa y pivota sobre un espíritu de
diálogo, de flexibilidad y de voluntad de llegar siempre a un acuerdo
sobre los temas objeto de trabajo, y otra es la posición de los
interlocutores sociales que, básicamente, y de forma abrumadoramente
mayoritaria es plenamente coincidente con el espíritu que ilumina la
posición de la dirección.

Esta feliz coincidencia entre ambas partes, representantes de los
empleados y dirección de la Agencia, ha permitido que el marco de
relaciones laborales dentro de la institución se caracterice por una
fluidez de relaciones entre representantes de la Administración y
representantes de la parte social, por una conjunción de trabajos y
esfuerzos, por un intento de superar pacíficamente las discrepancias
iniciales, y todo esto ha permitido y se ha cristalizado en una
suscripción sucesiva de un conjunto importante de acuerdos sindicales
que son los que regulan la cuestión a la que me estoy refiriendo.

Muy brevemente diré que se ha firmado en los últimos 25 meses el
acuerdo sobre bases de la carrera profesional del personal
funcionario y laboral de la Agencia. Desarrollando este acuerdo base
se han firmado acuerdos más específicos sobre la carrera profesional
de agentes de Hacienda Pública, el acuerdo sindical sobre la carrera
profesional del grupo B, el acuerdo sindical sobre el convenio para
el personal laboral, o el acuerdo sobre las bases para la negociación
sindical dentro de la Agencia Tributaria.

Lógicamente, todo esto lleva un proceso de negociación en ese
espíritu de diálogo, de trabajo y esfuerzos conjuntos y de voluntad
de superar discrepancias para llegar a puntos de encuentro a los que
me he referido antes. Se han suscrito los acuerdos, en ocasiones ha
habido adhesiones posteriores a acuerdos previamente firmados por
parte de algunas centrales y, como es lógico, todo ello ha llevado
además a la constitución de las obligadas mesas de seguimiento de los
acuerdos donde sigue esa relación entre ambas dos posturas para
vigilar la efectiva implementación de los términos acordados en los
citados acuerdos sindicales.

He de decir que la responsabilidad y la representación de la Agencia
Tributaria en todo este proceso de actuaciones a las que me he
referido las tiene, como no puede ser menos, el departamento de
recursos humanos, pero quiero añadir que no es infrecuente, todo lo
contrario, que yo mismo, e incluso el propio presidente de la Agencia
Tributaria, tengamos contactos con los representantes de los
trabajadores, sean sindicatos, sean asociaciones profesionales,
cuando nos es solicitado y se considera que es conveniente para la
institución.




Por referirme a temas más concretos en el campo de la gestión de
recursos humanos, diré que se han hecho cuestiones relevantes, como
es la implementación en el ámbito de personal de esas reformas
estructurales a las que me he referido antes. Es decir, primero se
rediseñan las estructuras de los departamentos, después se adapta su
plantilla de personal modificando las relaciones de puestos de
trabajo, y finalmente se da efectividad a esa modificación mediante
los procesos de convocatoria de concursos de puestos de trabajo o, en
su caso, de reclasificación, a efectos de llevar a sus últimas
consecuencias las citadas reformas estructurales. Todo esto ha
provocado que el bienio 1999-2000 haya



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sido extremadamente intenso en gestión de personal en los temas a los
que me he referido.

Y en el campo de la gestión de los recursos humanos también ha habido
que hacer actuaciones para cumplir con previsiones incluidas en
sucesivas leyes de acompañamiento. Así, la Ley de acompañamiento para
1998 estableció la segregación del cuerpo inspectores de la
Administración General del Estado en tres nuevos cuerpos: el de
inspectores de Hacienda, el de interventores del Estado y el de
inspectores de seguros.

Pues bien, como consecuencia de esta separación, la Agencia ha tenido
que realizar, para cumplir con esta previsión, una serie de
actuaciones, como es la convocatoria de los cursos que habilitan para
la obtención de una segunda especialidad o para el ingreso en un
segundo cuerpo de aquellos funcionarios afectados por el régimen
transitorio previsto en la citada Ley de acompañamiento, y la
incorporación a la propia institución de aquellos funcionarios que
previamente habían superado los citados cursos. Por tanto, en este
punto, el cumplimiento de lo dispuesto en la Ley de acompañamiento ha
sido absolutamente satisfactorio.

También la Ley de acompañamiento para 1999 estableció un mandato para
regular la asignación de firmas de los subinspectores dentro del
trabajo de la inspección tributaria. A tal efecto, en 1999 se aprobó
una resolución que, ajustándose a lo que decía la Ley de
acompañamiento, está ya plenamente operativa dentro de la Agencia
Tributaria, y es la forma en que está regulado el trabajo en esta
faceta dentro de la inspección tributaria.

También la Ley de Acompañamiento para 1999 establecía la previsión de
la creación de un cuerpo técnico de Hacienda, y este punto, sin
embargo, no ha sido hasta el momento posible desarrollarlo y hay que
decir que estamos ante una gestión ciertamente compleja y que tiene
alguna cuestión delicada. Es compleja porque desde luego afecta a más
centros directivos que la Agencia Tributaria. Es decir, hay
funcionarios que estarían afectados por esta regulación en la
Intervención General del Estado o en la dirección general del
Catastro, y, por tanto, es un tema que tiene ciertas complejidades,
desde el punto de vista de prever que no haya ningún centro
negativamente afectado por el tránsito desde la situación precedente
a la posterior. Y luego digo que es un tema que tiene alguna
complicación adicional porque (y me refiero al ámbito interno de la
Agencia Tributaria) los funcionarios afectados por la reforma, los
funcionarios afectados por la creación de un cuerpo técnico, en
función del área en la que trabajan o de la especialidad a la que
están adscritos, mantienen posiciones sensiblemente divergentes entre
sí respecto a aspectos sustantivos o sustanciales del contenido de la
citada reforma.

En la creencia de que las reformas que hace referencia a cuerpos de
funcionarios como garantía de éxito deben incorporar el mayor grado
de aceptación posible
entre los afectados, se está intentando desde el Ministerio y desde
la Agencia Tributaria llegar a superar estas dificultades a las que
me he referido, y, a tal efecto, en la actualidad hay un grupo
específicamente constituido dentro del Ministerio de Hacienda y
esperemos que finalmente pueda llevarse a cabo la reforma y la
creación de un cuerpo técnico de forma satisfactoria para todas las
partes implicadas en la cuestión.

Para acabar con la gestión de recursos humanos, tengo que referirme a
un hecho concreto, y quiero aprovechar la oportunidad de comparecer
ante la Comisión de Economía y Hacienda para despejar cualquier duda
al respecto.

Saben ustedes que en 1999 la opinión pública tuvo conocimiento, a
través de los medios de comunicación, de la realización de
actuaciones de la Agencia Tributaria tendentes a la investigación de
conductas entonces presuntamente irregulares de algunos, escasos,
funcionarios de la Agencia Tributaria que habían ocurrido en años
anteriores. Tiempo después, fruto de las cuestiones que ya quedaron
constatadas en esas investigaciones, por tanto, en el año 2000, ha
habido que seguir rematando esas actuaciones, en ocasiones en el
ámbito interno, en sede administrativa, cuando la irregularidad tenía
esa trascendencia, o en ocasiones, por tener mayor trascendencia y
tras la denuncia oportuna ante los juzgados y tribunales, nuestra
actuación ha sido de colaboración en las actuaciones para las que
hemos sido requeridos por los órganos judiciales.

Pero sobre este punto concreto, y ante la reciente publicación en
algunos medios de comunicación sobre la posible, presunta, pérdida de
expedientes en la extinta Unidad de estudios sectoriales de la
Agencia Tributaria, quiero aclarar, e insisto que creo que es el
mejor foro donde puedo aclararlo de forma nítida, lo siguiente: La
Unidad de estudios sectoriales no era una Unidad operativa. La unidad
de estudios sectoriales, por tanto, no actuaba cerca de ningún
contribuyente, no era esa su función y, por ello, no podía hacer
ninguna actuación de regularización de situaciones tributarias. En
consecuencia, no empleaba, no disponía de expedientes fiscales, de
expedientes tributarios, tal como se entienden los expedientes
tributarios, que recogieran, que tuvieran en su contenido documentos
tendentes a la citada regularización, que reflejaran el avance de las
comprobaciones o investigaciones que conducen a la regularización, o
que contuviera el propio resultado final de la regularización,
llámense actas de inspección. Por tanto, es absolutamente imposible
que hayan desaparecido expedientes fiscales de la citada Unidad de
estudios sectoriales porque nunca los tuvo, porque no los pudo tener.


Aclarado este punto de forma absolutamente nítida, y creo que no hay
mejor foro que este para poderlo aclarar, paso al tercero de los
aspectos de las reformas de esta evolución en la que está la Agencia
Tributaria en esta última etapa, que es la reforma de los métodos



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y procedimientos de trabajo, sin más que decir que de poco servirían
unas reformas estructurales si no fueran acompañadas también de
reforma en la metodología de nuestras actuaciones. Y aquí yo me
atrevería a calificar al proceso en el que estamos inmersos en la
Agencia Tributaria como un proceso permanente de reingeniería de
procedimientos, porque estamos en la permanente búsqueda de la mejora
de nuestras actuaciones introduciendo novedades, introduciendo
reformas en los mismos. Enumero exclusivamente algunos de los que
puedan resultar más significativos. En el ámbito, por ejemplo, de la
gestión tributaria, cómo no hablar del diseño y la ejecución de la
campaña de los contribuyentes que han dejado de ser obligados a
declarar como consecuencia de la reforma del impuesto sobre la renta
y que tuvieron, sin embargo, posibilidad de acceder a su devolución
por el procedimiento de devolución rápida, lo que ha permitido, como
SS.SS. conocen, devolver muy anticipadamente a estos contribuyentes
las cantidades a las que tenían derecho a devolución sin que ellos
tuvieron que realizar ningún cálculo, presentar ninguna declaración,
aportar ningún dato o documento a la Agencia Tributaria, ni tuvieran
que asumir ninguna responsabilidad ante ella como consecuencia de la
práctica de ninguna liquidación.

En el ámbito de aduanas citaré brevemente, como ejemplo de estas
reformas de los procedimientos, el establecimiento del despacho
permanente de Aduanas, 24 horas al día por 7 días a disposición
constante y permanente de los contribuyentes, o, en otro orden de
cosas, la introducción y la puesta en marcha de las técnicas
automatizadas de análisis de riesgos para realizar funciones de
control.

En el ámbito de la recaudación, también por decir una reforma en cada
uno de los dos campos de actuación, me referiré a la nueva
posibilidad de realizar la domiciliación en entidades financieras de
los vencimientos de aplazamientos, que se ha puesto a disposición de
los contribuyentes con deudas tributarias aplazadas, a efectos de
facilitar el pago de las mismas, o, en otro orden de cosas, el diseño
y puesta en marcha de nuevos embargos, de embargos sobre nuevos
activos, que ha permitido aumentar la eficacia de la gestión
cobratoria.

Y finalmente, en el ámbito de la inspección, el método que hubo que
diseñar para actuar con rapidez y con eficacia respecto a las tramas
organizadas de fraude (y que esta Comisión de Economía y Hacienda
conoce porque le fue presentada) se ha aplicado, con las
especificidades necesarias, a otros nuevos sectores donde se ha
detectado que ocurrían mecanismos parecidos y ha exigido una
actuación rápida, contundente y eficaz de la Agencia Tributaria.

Asimismo, apostando, como se ha apostado, por la colaboración
internacional entre administraciones tributarias como uno de los
factores que puede aumentar la eficacia de la inspección, fue España
y fue la Agencia
Tributaria la que propuso primero la creación y luego pilotó el
propio desarrollo de los trabajos del llamado grupo Rato, un grupo de
alto nivel en la Comisión Europea, grupo ad hoc, que concluyó
finalmente con la norma de la propia Comisión que establece cuatro
o cinco cuestiones importantes que suponen un paso importante, un paso
significativo para mejorar la cooperación internacional en materia de
comprobaciones, sobre todo referido a los aspectos de control del IVA
intracomunitario.

Dos aspectos de carácter general para concluir esta introducción. En
este año 2000 hemos mantenido nuestra apuesta intensificada, por la
colaboración como instrumento útil para mejorar la eficacia de las
actuaciones de la Administración tributaria española. Por una parte,
hemos podido subscribir 56 convenios de colaboración social para la
gestión tributaria con diferentes colegios o instituciones
representativas de sectores profesionales, y, por otra, hemos podido
subscribir, en el ámbito de colaboración institucional, 17 convenios
de la colaboración institucional en materia de gestión tributaria
básicamente con las comunidades autónomas.

Y la segunda de las apuestas que hemos mantenido con carácter general
y que hemos intensificado en el año 2000 es la introducción de las
nuevas tecnologías como factor, como instrumento y herramienta
catalizador de la obtención de buenos resultados, de eficacia y de
buen servicio en la gestión tributaria, manteniendo lo que se ha
convertido en una apuesta decidida de la Agencia Tributaria por
incorporar y anticipar la gestión tributaria del futuro a lo que es
el discurrir de nuestra actividad cotidiana.

Creo que, y lo digo con orgullo y con satisfacción, el conjunto de
los funcionarios de la Agencia, el conjunto de los empleados que
trabajan en la Agencia Tributaria, hemos conseguido entre todos
situar nuestra tarea, nuestro trabajo, en un nivel que obtiene (y lo
tenemos que decir con cierta satisfacción, permítanme SS.SS.) un
importante reconocimiento en el ámbito interno, en el ámbito nacional
y en el ámbito internacional. En el ámbito nacional me referiré a
algo que nos sirve como barómetro para medir año a año la percepción
social sobre nuestro trabajo, que es la encuesta oficial del Centro
de Investigaciones Sociológicas, que mantiene, y además en el año
2000 se ha incrementado, la valoración que los contribuyentes
españoles realizan sobre la Agencia Tributaria. Ya saben que más del
80 por ciento de los españoles valoran como bueno o muy bueno el
trabajo que desarrolla la Agencia Tributaria. En el ámbito
internacional quiero informar a SS.SS. que es muy frecuente que la
Agencia Tributaria reciba solicitudes de asistencia técnica o de
colaboración por parte de un importante número de administraciones
tributarias, básicamente de Sudamérica y Europa, y, por referirme
solamente a organismos internacionales, en muchas ocasiones nuestros
servicios son requeridospara la ayuda, la modernización de otras
administraciones



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tributarias por el CIAC, que, como saben es un órgano internacional
que engloba a las Administraciones tributarias de Norteamérica,
Sudamérica y las cinco administraciones tributarias europeas del
Fondo Monetario Internacional, y en este punto quiero aludir a la
reciente concesión por parte de la WITSA, que es la organización
mundial que engloba a todas las asociaciones que trabajan en el mundo
de las nuevas tecnologías, a la Agencia Tributaria del primer premio
internacional a la excelencia en el uso de las nuevas tecnologías en
el ámbito del sector público.

Este es el marco, marco dinámico y en evolución que en el año 2000
sirve como referencia, entiendo, para que ahora les pueda a SS.SS.

informar de los resultados concretos que nuestra actividad ha
proporcionado y, si a SS.SS. no les parece mal, yo estructuraría mi
intervención siguiendo la estructura del plan de objetivos de la
Agencia Tributaria, primero porque es una buena sistemática, una
buena metodología y, segundo, porque el plan de objetivos de la
Agencia es el documento que ilumina el trabajo constante de nuestros
funcionarios, unidades, oficinas y servicios y, por tanto, nada mejor
que seguir, a la hora de explicar a los representantes de los
ciudadanos el trabajo de la Agencia, el propio instrumento que
internamente nos sirve para realizarlo día a día, dirigirlo,
evaluarlo y valorarlo.

A efectos de que sea más fácil el seguimiento de mi intervención,
tienen ustedes un pequeño cuadernillo donde hay unos cuadros que
reflejan las cifras más importantes que, de forma sintética,
describen lo que ha sido nuestra actividad en cifras.

Decía que, siguiendo el cuadro de objetivos, nosotros tenemos en
nuestra estructura básicamente tres grandes bloques bloques: bloque
de objetivos de recaudación líquida; bloque de objetivos de gestión
tributaria o relaciones normales, cotidianas, con los contribuyentes,
y el bloque de objetivos de control tributario de vigilancia sobre
posibles incumplimientos.

El primer bloque, el de recaudación líquida, tiene un objetivo único,
que es la recaudación tributaria líquida que la Agencia Tributaria
debe alcanzar en cada ejercicio. Hay que decir, y yo creo que va de
suyo, pero hay que remarcarlo, que es el objetivo más importante para
la Agencia Tributaria, es la razón de ser de cualquier administración
tributaria, sin duda es nuestra contribución a lograr la suficiencia
de nuestro sistema tributario y, por tanto, es aquél en el que
debemos concentrar el máximo esfuerzo para cumplir año a año con el
objetivo que se nos marca. Además, y esto es importante, es el único
objetivo que se nos marca por el Poder Legislativo, porque el
objetivo de recaudación tributaria líquida que cada año tiene que
afrontar la Agencia Tributaria es el que fijan los Presupuestos
Generales del Estados en la ley que aprueba, como saben ustedes,
lógicamente, el Parlamento. Por tanto, por varias razones, es el
objetivo para nosotros más importante.

Pues bien, en el año 2000 el Parlamento, a través de los estados
cifrados y cuantitativos de los presupuestos, nos fijó como objetivo
obtener una recaudación tributaria líquida, como pueden ustedes ver
en el cuadro número 1, de 16 billones 645.000 millones de pesetas, y,
como pueden ustedes ver y observar en el mismo cuadro,
afortunadamente podemos decir que al 31 de diciembre del año 2000 el
objetivo fue alcanzado, en tanto que la recaudación tributaria
líquida gestionada por la Agencia Tributaria, por el conjunto de
figuras tributarias que gestionamos, alcanzó a 17 billones 157.000
millones.

Esto supone un cumplimiento del objetivo presupuestario con cierta
holgura, un 103 por ciento, por tanto un 3 por ciento de margen sobre
el objetivo que nos fijaron en el presupuesto las Cortes y, por
tanto, la primera conclusión a extraer es que la gestión de la
Agencia Tributaria ha ayudado en el año 2000 al cumplimiento de los
objetivos presupuestarios de la nación. Y la segunda conclusión, o el
segundo dato que pone de relieve la cifra a que me he referido, es
que su crecimiento respecto al año anterior (también pueden
observarlo en el cuadro número 1) ha sido del 8,30 por ciento, es
decir, recaudación del 2000 frente a recaudación de 1999.

Crecimiento del 8,3 por ciento que si, como ya viene siendo
tradicional, se pasa a efectos de analizar con mayor nivel de
precisión la evolución de las cifras de recaudación, si se pasa a
términos homogéneos, es decir, eliminadas determinadas cuestiones que
desvirtúan la comparación interanual, como es el mayor o menor ritmo
de las devoluciones tributarias, la participación de las comunidades
autónomas en el impuesto sobre la renta o los ingresos atípicos o
irregulares, entre otros, eliminados estos elementos que desvirtúan
la comparación intertemporal, el crecimiento de la recaudación en el
año 2000 frente al año precedente ha sido del 9,8 por ciento. Y estos
dos crecimientos (8,3 sin homogeneizar, 9,8 homogeneizado) en ambos
casos superan de forma holgada el crecimiento del producto interior
bruto en términos monetarios que, como ustedes saben, ha sido un 7,3
por ciento, y ello nos lleva, yo creo, sea cual sea la cifra que
utilicemos en comparación con el crecimiento del PIB, a una
conclusión bastante evidente, y es que sigue mejorando el
cumplimiento de los contribuyentes españoles, sigue creciendo la
forma en que los contribuyentes españoles cumplen con sus
obligaciones tributarias. Dicho a la inversa, se reduce el grado de
incumplimiento de los contribuyentes españoles, y yo creo que este es
un dato tremendamente positivo para la sociedad española, no ya para
la Agencia Tributaria sino para la sociedad española, y es un dato
esperanzador también para el futuro.

Son varias, sin duda alguna, y no corresponde analizarlas ahora,
todas las causas que han podido coadyuvar a este buen comportamiento
de la recaudación tributaria superando las cifras de referencia de la
variable



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macroeconómica que es el PIB, pero yo, es lógico, tengo que decir en
qué parte ha coadyuvado la Agencia Tributaria con su trabajo diario a
que esto se haya producido, y por tanto paso a contar los otros dos
grandes bloques de actuaciones de la Agencia Tributaria de acuerdo
con la estructura de nuestro plan de objetivos.

El segundo bloque, como les decía, es aquel donde se reflejan
nuestras actuaciones ordinarias de gestión tributaria, nuestras
actuaciones normales, aquellas en las que nos relacionamos de forma
habitual con los contribuyentes para informarles, para asesorarles,
para gestionar y tramitar aquello que ellos nos comunican, etcétera.

Lo primero a decir es que el volumen de la gestión tributaria de la
Agencia Tributaria es enormemente grande, enormemente elevado, y una
forma de medirlo, solamente una forma de medirlo, es la que
tradicionalmente venimos incorporando, como se refleja en el cuadro
2, que es aportar la cifra de declaraciones, autoliquidaciones
y solicitudes de devolución que los contribuyentes trasladan a la
Agencia Tributaria, porque a partir de ahí, como es lógico, se pone
en marcha todo el proceso de tramitación de las mismas, y por tanto
es una idea de dimensión del volumen de la actividad de la gestión.

Pueden ver ustedes en el cuadro número 2 que en el año 2000 el
conjunto de estas tres cuestiones a las que me he referido ascienden
a 63,3 millones, 63.295.000, inicio de trabajo para la Agencia
Tributaria a iniciativa de los contribuyentes, creciendo un 1,6 por
ciento respecto al año anterior, y solamente hay que decir que el
ritmo de crecimiento se ha ralentizado algo respecto a las
evoluciones de los años anteriores, cuestión lógica, dado que la
propia reforma del impuesto sobre la renta de las personas físicas ha
producido una disminución significativa en el número de declaraciones
del citado impuesto. Por tanto, más allá de esta pequeña observación
a la que me acabo de referir, queda clara la idea del volumen de
dimensión de la actividad de la gestión tributaria que realizamos
entre todos los empleados que servimos en la institución.

Entrando ya en lo que son nuestras líneas de trabajo para conseguir
que con esta gestión tributaria el cumplimiento voluntario de los
contribuyentes españoles sea mejor, sea más alto, dado que nuestra
gran estrategia es hacer más fácil el pago de los tributos, el pago
de los impuestos, a quien los desea pagar, entrando por tanto en cómo
concretamos esta estrategia, nosotros decimos que nos corresponde, y
lo que debemos hacer es informar a los contribuyentes, ayudarles y
asistirles a hacer aquello que tienen que hacer y, en tercer lugar,
ofrecer un conjunto de servicios que se les facilite la realización
de sus tareas. ¿Qué ha hecho la Agencia Tributaria en esa labor de
información en el año 2000? Si ustedes observan el cuadro número 3,
podrán ver que la actividad de información se realiza de forma
estructurada, con una oferta
diversificada de servicios de información, y, como rasgo más
significativo que yo me atrevo a señalar, es ingente el crecimiento
de esta actividad de información que año a año venimos realizando
desde la Agencia Tributaria. Más allá de porcentajes y más allá de
análisis desagregados, yo creo que una vista al cuadro pone de
manifiesto el esfuerzo enorme que la Agencia Tributaria hace para lo
primero que debe realizarse respecto de un contribuyente, que es
suministrarle una buena información respecto a sus obligaciones
tributarias. Con carácter estructural, como les he dicho, hay una
oferta diversificada y bien estructurada, pero de manera coyuntural
hay momentos, ocasiones, períodos, en los que, además, la propia
dinámica de la coyuntura nos exige esfuerzos suplementarios
adicionales.

El año 2000 fue un ejemplo al respecto porque, como saben ustedes,
era la primera vez que había que hacer declaración o solicitudes de
devolución rápida en relación con un nuevo impuesto, un nuevo
impuesto tan importante como es el impuesto sobre la renta de las
personas físicas, y eso nos exigió un esfuerzo coyuntural muy
importante que se plasmó en un volumen mayor de publicaciones, cartas
divulgativas y folletos explicativos que se distribuyeron durante el
año 2000 y que tienen ustedes a su disposición.

Pero después de informar a los contribuyentes corresponde,
lógicamente, ayudarles, asistirles para que, aquello que ya conocen
que deben hacer, lo realicen con ayuda y con asistencia de la Agencia
Tributaria cuando así lo deseen, cuando así consideren que es
conveniente. Es otra faceta importantísima y desde luego es también
un factor clave para la estrategia de incremento de cumplimiento
voluntario.

De nuevo aquí puedo hablar de una oferta diversificada que intenta
personalizar la ayuda que recibe cada contribuyente a su deseo y a
sus necesidades, y de nuevo en el cuadro número 4 pueden ver que los
diferentes servicios que configuran nuestras actuaciones de
asistencia son importantes y también presentan la característica de
notable crecimiento de año en año.

En relación con el año 2000 sí me atrevo a hacer dos precisiones:
una, el importante crecimiento, y también es una buena noticia, que
tiene la utilización del servicio de datos fiscales a petición del
contribuyente con carácter previo a la presentación de su declaración
del impuesto sobre la renta. Fíjense ustedes que, en números
absolutos, cada año los contribuyentes que solicitan este dato se
viene multiplicando prácticamente por dos, pero es todavía más
significativo ver, en términos relativos, el porcentaje de
contribuyentes que acuden a este servicio, teniendo en cuenta que en
el año 2000 el número de declaraciones del impuesto sobre la renta ha
descendido notablemente. Pues miren, para que se hagan ustedes una
idea de este crecimiento, puedo decirles que en el año 1999
solicitaron los datos fiscales 1 de cada 25 contribuyentes, en tanto
que en el año 2000 lo ha solicitado 1 de cada 10 contribuyentes.




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Por tanto, el crecimiento de la proporción de contribuyentes que
solicita este servicio va creciendo de forma ciertamente notable, y
es una buena noticia, porque la utilización de este servicio, y lo
hemos contrastado con datos empíricos, implica más comodidad para el
contribuyente, disminuye la probabilidad de errores en las
declaraciones, por tanto disminuye la probabilidad de que después el
contribuyente tenga que sufrir las molestias de cualquier actuación
de verificación por parte de la institución, de la Agencia
Tributaria, etcétera, y para nosotros garantiza también un mayor
porcentaje de acierto en las confecciones aportadas por los
contribuyentes. Por tanto, es un servicio bueno para la
Administración, bueno para los contribuyentes, y su consolidación año
a año de forma creciente es una buena noticia para todos.

Y llamo la atención (también en relación con este procedimiento de
asistencia) sobre algo que no estaba en los año 1998 y 1999, que es
la plataforma telefónica de atención permanente que se puso en marcha
para implementar la campaña del impuesto sobre la renta en relación a
los no declarantes. Ven ustedes el volumen de llamadas atendidas y
recibidas que se realizó y, como saben ustedes, con esta plataforma,
más allá del volumen de llamadas atendidas, que ya es importante, se
pusieron en marcha los cimientos de lo que sin duda va a ser el
futuro de nuestra gestión tributaria.

Finalmente, las labores de asistencia se complementan con la
utilización por parte de los contribuyentes de nuestros programas de
ayuda. Pueden ver ustedes en el cuadro número 5 cómo también van
creciendo (y es lógico, dada la buena acogida que tienen entre sus
destinatarios) los diferentes programas de ayuda que ponemos
a disposición de los contribuyentes para realizar sus diferentes
declaraciones, y de nuevo reflejaré solamente dos cuestiones, y es
decir que hemos incluido, entre estas ayudas que ofrecemos a los
contribuyentes, los cálculos a no declarantes, porque desde luego no
cabe más ayuda que realizar nosotros el trabajo que antes realizaba
el contribuyente, y por tanto lo hemos incluido.

Quiero decir que la utilización del popularmente conocido como
programa Padre (Programa de Ayuda para la Declaración de Renta) ha
alcanzado unos niveles muy significativos ya: estamos en el 95 por
ciento, cuando el año pasado era el 86 y el año anterior el 72 por
ciento. Quizá el crecimiento en términos proporcionales más notable
se ha producido en la utilización del programa de ayuda en las
declaraciones anuales de retenciones del trabajo personal, donde se
ha pasado desde el 12 por ciento hasta el 30 por ciento. También es
sin duda satisfactorio que se utilicen en mayor medida los programas
de ayuda porque esto supone más facilidad para el contribuyente y
reducción de las probabilidades de errores en declaraciones.

Y para completar lo que serían nuestras actuaciones tendentes a
cumplir con nuestra gestión normal y ordinaria
para con los contribuyentes y para facilitar el pago a aquellos
que quieren pagar, me referiré a servicios de carácter
complementario, como son la ya conocida agilización de devoluciones
tributarias.

Ven ustedes en el cuadro número 6 que en el año 2000 nos mantenemos
en menos de 30 días para devolver el IVA a los exportadores y en el
impuesto sobre la renta hemos conseguido una reducción adicional en
el tiempo medio de devoluciones desde los 36 días de la campaña
anterior hasta los 28 de la campaña más reciente.

Ha sido una novedad importante en el año 2000 la puesta en marcha
efectiva de la cuenta corriente tributaria, que era una previsión que
estableció la Ley de derechos y garantías de los contribuyentes, y
durante el citado año 2000 han sido algo más de 1.000 contribuyentes
los que se han acogido a la misma y el volumen de deudas que se han
podido compensar, deudas contra devoluciones que se han compensado
por este procedimiento novedoso de la cuenta corriente, prácticamente
ha alcanzado el importe, como ven ustedes en el cuadro 6, de 120.000
millones de pesetas, hablando en números redondos, 119.092.

Ha sido una novedad también del año 2000 la puesta marcha efectiva
(puesto que el diseño legal se hizo en el año 1999 pero su puesta en
efectividad real se ha producido en el año 2000) de una nueva opción
para los contribuyentes que tienen deudas tributarias aplazadas.

Hemos puesto en marcha la posibilidad de domiciliarlas en entidades
financieras, entidades colaboradoras, o de pagarlas en las mismas
entidades colaboradoras, superando así el único procedimiento que
había hasta entonces, que era el pago en servicios de caja de
delegaciones. La necesidad de este servicio queda reflejada por la
buena acogida que ha tenido su utilización, dado que aproximadamente
el 70 por ciento de los aplazamientos del año 2000 han utilizado las
nuevas formas de pago previstas en este nuevo sistema.

Por último durante el año 2000 hemos seguido incrementando el
conjunto de servicios que el contribuyente español puede recibir a
través de Internet, alguno de los cuales quedan expuestos al final
del cuadro 6.

Con todo esto creemos que este conjunto de actuaciones diversas,
integradas, de utilización creciente por los contribuyentes es cuando
menos parcialmente causa de ese buen comportamiento de la recaudación
tributaria líquida y de ese buen y mejor cumplimiento de sus
obligaciones por parte de los contribuyentes, pero, desgraciadamente,
hay contribuyentes que, a pesar de todo ello, optan por el
incumplimiento, y desde luego de forma complementaria la Agencia
Tributaria tiene que estar permanentemente vigilante respecto a los
incumplimientos para detectarlos y corregirlos.

Entramos, por tanto, a describir las actuaciones que ha tenido la
Agencia Tributaria en materia de control tributario, y aquí tengo que
decir con carácter previodos precisiones. En primer lugar, se han
incluido, igual



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que anteriormente, los datos referidos a 1998, y se han incluido, en
el caso concreto del control (aparte de para ser coherentes con toda
la documentación que tienen ustedes) por una razón muy específica: el
año 1998, como saben ustedes, se hicieron una serie de reformas en el
sistema de información de la Agencia Tributaria, concretamente en los
sistemas que nosotros llamamos Infos de objetivos, y, por tanto, de
aquellas reformas del año 1998 es de donde arranca una serie
temporal, una serie histórica, que es básicamente homogénea, sin
necesidad de ajustes o adaptaciones y cuadres adicionales, y por
tanto creemos que es un punto importante para, con facilidad,
apreciar la evolución histórica de estos resultados obtenidos por la
Agencia Tributaria.

Por otra parte, en el año 2000, del mismo modo que se hizo en el año
1999, a la hora de presentar los resultados, se han explicitado como
resultados extraordinarios aquellas actuaciones singulares de la
Agencia Tributaria en materia de control que tienen dos
características: una, su atipicidad en la forma de producirse, y por
tanto su no repetibilidad en el tiempo en condiciones razonables de
forma regular; y, por otra parte, una cuantía significativa. De
manera que, por esta cuantía significativa y por esa atipicidad en su
forma de producción y no permanencia en el tiempo, si no se
explicitaran como extraordinarios y se incluyeran confundidos en el
resto de los resultados, se estaría desvirtuando la comparación
interperíodos, la comparación interanual.

Con estas dos precisiones, el control de la Agencia Tributaria se
realiza en dos órdenes de tareas: por un lado, se trata de vigilar,
comprobar, detectar y corregir una cuestión, y es que los
contribuyentes declaren y que los contribuyentes declaren
correctamente, que declaren y lo hagan correctamente; y, por otra
parte, se trata también de que las deudas preexistentes, las deudas
que ya existen liquidadas, se paguen por parte de los contribuyentes.


Son dos líneas de actuación distintas y, dentro del bloque de nuestra
labor de control de cumplimiento tributario, existen dos objetivos
distintos: al primero, al que intenta lograr que los contribuyentes
declaren y lo hagan correctamente, lo denominamos resultados de
control; al que intenta que las deudas liquidadas sean objeto de
cobro y de ingreso en el Tesoro, le llamamos recuperación de deuda.

En el primero de ellos, en los resultados de control, contribuyen a
su ejercicio, y por tanto aportan a los resultados globales, tres
departamentos de la Agencia: el departamento de Inspección Tributaria
y el departamento de aduanas, que realizan actuaciones de control
intensivo de carácter más selectivo y con mayores, en términos
relativos, competencias legales, lo que pasa es que actúan sobre
ámbitos distintos, el departamento de Aduanas actúa sobre los
tributos exteriores y los impuestos especiales, y el departamento de
Inspección Tributaria actúa sobre el resto de los tributos
interiores.

Por su parte el tercer departamento, el departamento de gestión,
realiza controles de carácter más extensivo, afectando a más número
de contribuyentes, y son controles más limitados en la posibilidad de
su ejecución, porque tienen menos facultades legales. Lo digo para
aclarar la diferencia entre la función de control que realizan cada
uno de los tres departamentos.

Aclarado esto, en el cuadro número 7 pueden ustedes ver de forma
sintética cuál ha sido, expresado en cifras, el resultado de nuestras
actividades de control. Como ven ustedes, en el año 2000 la Agencia
Tributaria, si incluimos dentro de este global la deuda instruida, ha
alcanzado la cifra de 1 billón 467.720 millones de pesetas. Pero ya
no hablo más de esta cifra, porque en este momento descuento los
resultados extraordinarios que se han obtenido por 63.219 millones, y
por tanto diré que como resultados ordinarios hemos obtenido 1 billón
404.501. Esto supone haber crecido un 9,4 por ciento respecto a los
datos del año anterior medido de la misma manera.

Ahora bien, si en vez de incluir dentro de esta cifra global la deuda
instruida lo medimos en deuda liquidada (ya saben ustedes que las
actas que realiza la Inspección de Aduanas, en una primera fase, son
deuda instruida, y cuando los realiza el actuario, y en una segunda
fase, y lo confirma el inspector jefe, es deuda liquidada) pues si lo
miramos en deuda liquidada, e incorporamos las cifras de deuda
liquidada a este global, la cifra final que ha obtenido en detección
de incumplimientos la Agencia Tributaria en el año 2000 es 1 billón
478.099 millones, de los cuales, 63.239 son extraordinarios, y ya no
me referiré más a ellos, y por tanto hablaremos solamente de 1 billón
414.880, que supone haber incrementado en un 7,6 por ciento los
resultados obtenidos en el año anterior. Por tanto, dependiendo de si
incluimos la deuda instruida o la liquidada, en el año 2000 la
detección de incumplimientos tributarios por parte de la Agencia
Tributaria ha crecido un 9,4 o un 7,6 por ciento respecto a 1999.

Esto es importante, porque se consolida el incremento ciertamente
importante que tuvo la Agencia Tributaria en 1999 sobre 1998 (ven
ustedes en el propio cuadro 7 que fueron 15,8 ó 21,2, medido de un
modo u otro), y no solamente se consolidan aquellos resultados de
1999, sino que se les da un impulso adicional ciertamente notable con
crecimientos de 9,4 o de 7,6 por ciento, y además quiero aclarar que
esto se ha compatibilizado con el desarrollo de un programa especial
de calidad del que luego diré tres o cuatro cuestiones breves.

Pero es importante ver cómo ha contribuido cada uno de los
departamentos, cada una de las áreas, al logro de estos resultados
globales a los que me he referido. Empezando por el cuadro número 8,
por el área de inspección, como ven ustedes, el resultado global ha
descubierto 730.000 millones de pesetas en incumplimientos
tributarios, en fraude fiscal, como quieran ustedes expresarlo, lo
cual supone un crecimiento del 5,7 por



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ciento respecto a 1999, y el propio cuadro número 8 pone de
manifiesto que la cifra de crecimiento global del área está
ciertamente influida o condicionada por el crecimiento de la deuda
descubierta en actas, lo cual es razonable, porque este concepto es
el más importante cuantitativamente dentro de todo el trabajo que
realiza la inspección tributaria, y ha crecido también un 5,9 por
ciento la deuda instruida en acta, 5,7 el total del área.

Ven ustedes que los otros dos componentes menos importantes
cuantitativamente han tenido un comportamiento distinto, ha
disminuido el delito fiscal respecto a 1999, pese a mantenerse en un
nivel ciertamente alto, manteniendo la tendencia que se inició en el
año 1998 de crecimiento sustancial sobre las cifras previas a este
ejercicio, en tanto que el resto de actuaciones, que como saben
ustedes incluye aspectos como la minoración de devoluciones, la
minoración de bases negativas declaradas, etcétera, ha tenido un
crecimiento ciertamente alto, un 23 por ciento.

Los resultados extraordinarios hacen referencia a una operación
atípica y, como ven ustedes por la cifra, ciertamente significativa,
y por tanto no los utilizamos a efectos de comparar crecimientos de
año con año.

La deuda liquidada, que es la otra forma de medir la deuda realizada
en actas por los inspectores, ha crecido un 1,3 por ciento en el año
2000 frente a 1999, y respecto a la misma quiero remarcar que si
ustedes comparan la deuda liquidada del ejercicio con la deuda
instruida, verán que se han liquidado más actas que las instruidas,
lo cual no es sino un reflejo inmediato del esfuerzo liquidatorio de
las oficinas técnicas de inspección, que también se puede medir de
otra manera, con la reducción del plazo medio en que se liquidan las
deudas, las actas. Este plazo medio era de 64 días en el año 1998,
fueron 56 días en 1999, y finalmente han sido 49 días en el año 2000.


Por lo tanto ven ustedes que son dos formas de medir ese esfuerzo
liquidatorio: por reducción del plazo medio en el que se confirman
las actas, por comparación entre deuda instruida y deuda liquidada.

Entrando en la segunda de las áreas que contribuyen al control,
pueden ver ustedes en el cuadro número 9 de forma sintética los
resultados del área de aduanas. Ahí ven ustedes que globalmente el
área de aduanas ha realizado en el año 2000 un descubrimiento de
incumplimientos que alcanza a 365.126 millones de pesetas, que
comparando, como hemos hecho antes y como haremos después en gestión
tributaria, resultados ordinarios con ordinarios supone un
crecimiento del 21,8 por ciento. Aclaro que los resultados
extraordinarios del año 1999 se debieron, como ustedes saben porque
fue público, a la operación que concluyó con el descubrimiento de los
dinares iraquíes y al apresamiento del Tammsare que tenía el mayor
alijo de droga nunca descubierto en Europa. Dos operaciones
completamente atípicas en sus resultados y que desvirtúan la
comparación entre los ejercicios. Por tanto, en aduanas se ha
crecido un 20 por ciento. A diferencia de lo que ocurría en el campo
de la inspección tributaria, el crecimiento global del área de
aduanas se sustenta en el importante crecimiento que han tenido los
delitos denunciados ante jueces y tribunales, que ha supuesto, como
ven ustedes, un 30 por ciento prácticamente. La deuda liquidada en
actas por parte de la Inspección de Aduanas ha disminuido en un 13,26
por ciento. En los últimos días, no semanas sino días, del mes de
diciembre se incoaron determinadas actas por parte de la Inspección
de Aduanas que, puesto que no ha habido tiempo para liquidarlas en
este final de ejercicio, han provocado un sobrestock de deuda
pendiente de liquidar a 31 de diciembre prácticamente de 5.000
millones sobre lo que es habitual a fin de año por parte del área de
aduanas, y que, por tanto, se está liquidando en estas primeras
semanas del año 2000. En relación con el área de inspección y con el
área de aduanas quiero dar un dato adicional que es común a ambas y
que es importante. Desde el año 1998 se puso en marcha en ambas
inspecciones por parte de la Agencia Tributaria un cambio en la forma
de plantear sus actuaciones inspectoras, cambio que se concretó en
tres puntos muy concretos. En primer lugar, se trataba de iniciar
actuaciones inspectoras, de realizar inspecciones a un menor número
de contribuyentes. Con ello, entre otras cosas, se conseguía, junto a
lo que voy a contar a continuación, reducir el coste que supone la
presión fiscal indirecta para el resto de contribuyentes, en la línea
y en el espíritu de la Ley de derechos y garantías aprobada en 1998.

En segundo lugar -muy importante-, se pusieron en marcha mecanismos,
una tendencia, instrumentos para garantizar que la selección de
aquellos contribuyentes que iban a ser inspeccionados fuera mejor,
más acertada y realizada con más calidad. Y en tercer lugar, se
buscaron también mecanismos para que aquellos contribuyentes que eran
inspeccionados, menos que con anterioridad y mejor seleccionados, lo
fueran, fueran comprobados con mayor profundidad, con mayor
intensidad. Fruto de todo ello es que ya en 1998, frente a los años
precedentes, se produjo un salto cualitativamente muy significado en
la rentabilidad media de la actuación por contribuyente.

Concretamente, casi se incrementó en ambas áreas cerca de un 50 por
ciento esta productividad media. Se ha mantenido en los años 1999 y
2000. Fruto de estas tres consecuencias (insisto: inspeccionar a
menos contribuyentes, seleccionarlos mejor y comprobarlos más en
profundidad), la deuda media por contribuyente en el ámbito de la
inspección en el año 2000 ha sido 13,3 millones de pesetas y en el
ámbito de aduanas 11,7 millones de pesetas.

Entramos, por tanto, en el segundo de los objetivos del ámbito de
control, que es garantizar una eficaz gestión recaudatoria para que
de aquellas deudas que han sido previamente liquidadas la mayor parte
posible ingresada acabe siendo ingresada en el Tesoro Público
y acaben en las arcas, por tanto, de la Hacienda pública.




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El resultado global de este objetivo, de esta actividad que realiza
el departamento de recaudación, ha permitido que a final del año 2000
la recuperación de deuda lograda por la Agencia Tributaria haya
ascendido a la cifra de 365.326 millones de pesetas, como ustedes
pueden ver en el cuadro número 11. Esto supone un crecimiento del 5,2
por ciento respecto de las cifras del año anterior. Dentro de este
concepto, que ahora es más amplio, del objetivo que se le fija a
recaudación, hay que decir que la recuperación de deuda en ejecutiva
es la única que aporta series históricas porque en 1998 era lo único
que se fijaba como objetivo al ámbito de recaudación y, por tanto, no
había más rúbrica en los objetivos de esta área que la recuperación
en ejecutiva. La comparación ahí entre los dos ejercicios 1999 y 2000
es un crecimiento del 3,49 por ciento, en tanto que en el resto de
conceptos (aclaro que la recuperación en vía ejecutiva es la
tradicional data por ingreso más algún concepto de escasa importancia
cuantitativa complementario), que engloba básicamente la gestión de
cobro respecto a deudas aplazadas y algún otro de menor importancia,
como son las compensaciones de oficio que realiza la Agencia
Tributaria, como ven ustedes, se ha alcanzado la cifra de 140.657
millones, que supone un crecimiento del 8,2 por ciento respecto al
año anterior. Para aportar un dato complementario en el área de
recaudación diré que la gestión cobratoria que realizan los órganos
de recaudación de la Agencia tiene un instrumento básico, primordial,
fundamental, no el único pero sí primordial, que es el embargo. Las
actuaciones de embargo con traba realizados en el año 2000 han
superado por primera vez las cifras de un millón; ha sido algo más de
un millón el número de embargos positivos, con resultado positivo,
con traba, que se han podido realizar, habiendo crecido un 6 o un 7
por ciento sobre los obtenidos en el año anterior. Y fruto también de
un trabajo que intenta apostar por la investigación, en este caso por
la investigación patrimonial de los contribuyentes con deudas, es
significativo que se hayan obtenido ingresos, cobros efectivos, por
importe de 6.500 millones de pesetas en términos redondos,
procedentes de la rehabilitación de fallidos, es decir, de la
rehabilitación de deudores que previamente, por haberse realizado las
gestiones de cobro previas y no haber conducido a éxito, se
declararon provisionalmente fallidos, y, fruto de investigaciones
patrimoniales posteriores, se rehabilitaron y han proporcionado un
cobro de aproximadamente 6.500 millones de pesetas. Dije (y concluyo
con este punto) que estas actuaciones de control de la Agencia
Tributaria y estos resultados positivos, con crecimiento global, con
crecimiento en los dos objetivos y con crecimiento en las cuatro
áreas de control, se había hecho compatibilizándolo con la
realización por primera vez en la Agencia de un plan sistemático y
estructurado de actuaciones de calidad que lo que pretenden, dicho de
forma muy clara, es
complementar al programa de objetivos sin referencias cuantitativas a
conseguir, diferenciándolas así de lo que es plan de objetivos,
apostando de forma significativa por el medio y largo plazo, es
decir, por hacer actuaciones que puedan rendir en el medio y largo
plazo; que intenta maximizar la rentabilidad que tiene la obtención
de información por cualquier órgano de control en cualquier lugar
geográfico para todos los órganos de control de la Agencia en
cualquier lugar geográfico, es decir, que intenta maximizar la
utilización interna de la información obtenida por nuestras acciones
de control; que intenta potenciar al máximo las colaboraciones entre
las diferentes áreas de control de la Agencia, que intenta incorporar
-y esto es muy importante- al circuito tributario a aquellos
titulares de actividades empresariales que estaban excluidos del
mismo. Este es el único dato que voy a dar del programa de calidad,
porque no sería bueno, si nace sin vocación de referencias
cuantitativas, aportar muchas, pero éste lo voy a dar. Fruto de esa
investigación de actividades empresariales que no estuvieran en el
circuito tributario, es decir, que no estuvieran cumpliendo con sus
obligaciones corrientes, no es que hubieran tenido un incumplimiento
puntual sino que no estuvieran incorporados al cumplimiento corriente
y ordinario de las obligaciones, se ha conseguido en el año 2000
incorporar, es decir, aflorar, si quieren decirlo ustedes así, 60.000
contribuyentes que estaban ocultos. Más allá del dato de 60.000 en el
año 2000, sitúense ustedes en una perspectiva a medio y largo plazo,
son 60.000 contribuyentes que a partir de ahora cumplirán con sus
obligaciones tributarias corrientes y han pasado de estar fuera del
circuito tributario a estar dentro de él. Es el único dato que quiero
dar por la importancia que tiene para el futuro. Y finalmente, en el
ámbito de estas actuaciones del programa de calidad, hay que decir
que se ha apostado por estas actuaciones de persecución del fraude
más sofisticado apostando por la mayor calidad de las actuaciones,
para intensificar nuestra detección e implementación de las
iniciaciones de actuaciones civiles y penales en defensa del crédito
público o las derivaciones y declaraciones de responsabilidad para
intentar cobrar la deuda de deudores, diferencias al principal,
cuando el primero resulta insolvente. Con esto doy por concluido lo
que es la referencia al conjunto de actuaciones del año 2000 y haré
una síntesis, para no abusar de su paciencia, de los proyectos más
importantes que la Agencia Tributaria se plantea para el año en
curso, para el año 2001, recientemente iniciado. Seguiré con la
estructura del plan de objetivos, porque la hemos utilizado
anteriormente y porque es lo que ilumina la gestión cotidiana de la
institución.

En materia de recaudación líquida, digo lo mismo que anteriormente,
que es el objetivo que nos viene marcado por el Parlamento. La cifra,
el reto, el compromiso que ha asumido la Agencia Tributaria, porque
así se lo ha dicho el Parlamento, es proporcionar al final del
ejercicio 18 billones



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370.000 millones de pesetas, lo cual supone un crecimiento respecto a
la recaudación obtenida en el año 2000 de un 7 por ciento. Para
alcanzarlo, la Agencia redobla sus esfuerzos en esta estrategia doble
de dar facilidades a los que desean cumplir y poner dificultades a
los que pretenden incumplir. ¿Cómo lo haremos? Con los siguientes
proyectos adicionales a los que venimos haciendo habitualmente. En el
ámbito de esa gestión normal con los contribuyentes, de esa relación
de comunicación cotidiana para hacer más sencillo la gestión de los
tributos, la obligación de cumplir con los tributos, vamos a ampliar
la oferta de servicios hacia el contribuyente. Vamos a convertir,
hemos convertido ya el centro de atención telefónica, que pusimos en
marcha para la campaña de no declarantes, en un centro de atención
permanente durante todo el año y para más actuaciones complementarias
a la campaña de no declarantes. Por tanto, extendemos a otros ámbitos
de nuestra actividad el buen instrumento que fue el centro de
atención telefónica permanente, o dicho en términos anglosajones, el
call center. Además, para dar nuevos servicios, enunciaré solamente
que vamos a poner en marcha (en el año 2001 será una realidad) la
posibilidad de pagar impuestos a través de la red del sistema de
cajeros automáticos. Para incrementar la asistencia a los
contribuyentes queremos fomentar que se utilicen nuestros servicios,
porque ello refleja su aceptación, es decir, los servicios de
asistencia a los que me he referido antes, y porque supone menos
margen de error en las obligaciones cumplidas por los contribuyentes.


En esta línea queremos, desde luego, mantener la agilidad en la
gestión tributaria. Queremos mantenernos por debajo de los 30 días en
el plazo medio de devolución del impuesto sobre la renta, por debajo
de los 30 días en el plazo medio de devolución en el Impuesto sobre
el Valor Añadido. Queremos además que el tiempo medio del despacho de
nuestras mercancías en aduanas sea tres horas. La verdad es que el
tiempo medio en que despachamos las mercancías en las aduanas es la
envidia de todas las administraciones aduaneras con las que nos
relacionamos. Queremos que este año el tiempo medio de todas las
mercancías sea de tres horas. Queremos además realizar un bloque de
actuaciones preventivas, porque la faceta preventiva debe
potenciarse; es mejor prevenir el incumplimiento que tener que
detectarlo y corregirlo con posterioridad, y para ello vamos a
incrementar la potenciación del servicio de datos fiscales, que ya
les he dicho antes que estaba creciendo mucho, pero queremos apostar
por ello; o a modo de ejemplo, queremos fomentar, a base de su
divulgación y su conocimiento, la utilización de la información que
la página web de la Agencia proporciona a los empresarios y
profesionales que se relacionan con otros empresarios y profesionales
y, a través de ella tendrán la oportunidad de comprobar si el NIF del
sujeto pasivo, en materia de IVA y de operaciones intracomunitarias,
que le ha proporcionado su contraparte,
es correcto o no lo es. Conocer por parte de un empresario si
su contraparte le ha dado un NIF correcto o no es un elemento clave
para la seguridad jurídica de ese empresario. Ese servicio está a su
disposición en la página web de la Agencia y, con ese carácter
preventivo, queremos fomentar al máximo su utilización.

Desde luego en materia de lo que es la gran apuesta de la Agencia,
que es la telematización de nuestra gestión tributaria, queremos
mantenerla e incrementarla, como venimos haciéndolo desde hace años.

En este sentido, queremos lograr y vamos a lograr (estoy seguro de
ello) un importante crecimiento de las declaraciones, del porcentaje
de declaraciones que se vienen presentando por vía telemática. Además
vamos a poner a disposición de los contribuyentes posibilidades de
presentar por vía telemática nuevos modelos de declaraciones, como
los llamados 190, 193, 347, 104, 105... Para que nos entendamos en
jerga menos técnica, se podrá presentar este año por vía telemática
la declaración anual de retenciones de trabajo personal, la
declaración anual de retenciones de capital mobiliario, la
declaración de ingresos y pagos, las solicitud de devolución rápida
en sus dos modalidades, que son las que dije 104 y 105. Es decir, se
trata de aumentar el porcentaje de las declaraciones que ya se
presentaban por vía telemática y ofrecer a los contribuyentes la
posibilidad de presentar nuevos modelos de declaración. Pero vamos a
dar también nuevos servicios adicionales por la vía de la
telematización. En el año 2001 van a ser una realidad, y algunas de
ellas de forma inmediata, como la posibilidad de presentar a través
de la red de Internet recursos de reposición. El contribuyente
español podrá en el año 2001 solicitar a través de la red de Internet
aplazamientos de deudas tributarias; en el año 2001 el contribuyente
podrá, a través de la red de Internet, participar en las subastas
convocadas por los órganos de recaudación de la Agencia Tributaria; y
en el año 2001 el contribuyente español podrá pagar sus impuestos a
través de la red de Internet de forma mucho más fácil todavía de lo
que lo hacía con anterioridad. Con este conjunto de proyectos,
algunos de los cuales les he comentado, estaremos poniendo más bases
encima de la mesa para que el contribuyente español siga mejorando su
cumplimiento de obligaciones tributarias, pero de nuevo tenemos que
referirnos también al control. En él queremos seguir dificultando el
incumplimiento, ponérselo difícil a aquellos que deciden incumplir, y
para ello como objetivos, como compromisos para el año 2001 deseamos
consolidar los incrementos de resultados obtenidos que hemos
realizado en el año 1999 y en el año 2000 porque supone afianzar un
nivel alto de producción de rendimientos. Especialmente queremos
hacerlo compatible con un compromiso ciertamente ambicioso, que es
desarrollar una segunda edición, tras la primera y positiva
experiencia del programa especial de calidad que abordemás campos de
trabajo, que aborde con mejor y más



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profundo diseño de las actuaciones a realizar y que permita, por
tanto, dar un avance significativo y especialmente notable en los
objetivos con que se planteó -antes me he referido a ellos- el
programa especial de calidad. Para conseguir estos objetivos que nos
planteamos en el ámbito del control tributario, desde los primeros
días de enero todos los funcionarios, unidades, servicios, órganos y
dependencias de la Agencia Tributaria que realizan funciones de
control disponen, cada uno en su ámbito de actuación, del Plan
general de control tributario de la Agencia Tributaria, cuyas
directrices generales, como saben ustedes, fueron publicadas en el
«Boletín Oficial del Estado» el pasado día 5 de enero.

Y con esto (pidiendo perdón a todos los miembros de la Comisión, a
SS.SS. y al presidente porque quizá me he excedido del tiempo que era
razonable) quedo a disposición de los miembros del Congreso.




El señor PRESIDENTE: Por parte de los grupos desea intervenir, en
primer lugar el Grupo Parlamentario Socialista, señor Fernández
Marugán.




El señor FERNÁNDEZ MARUGÁN: Muchas gracias al director general de la
Agencia Tributaria por la información prolija que nos ha
proporcionado a lo largo de su intervención. Es conocido, y si no lo
es sí quiero manifestarlo, que para mi grupo a la Agencia Tributaria
le corresponde un papel crucial en la determinación del sistema
tributario real. Es decir, en la Cámara aprobamos unas normas
tributarias, pero ustedes tienen la honorable obligación de llevarlas
a la práctica y garantizar el cumplimiento y evitar el
incumplimiento. Por eso la Agencia Tributaria entra a formar parte de
manera muy destacada de la política tributaria que exista en un
momento y en una sociedad determinada. Por lo tanto, le corresponde
una tarea importante, significativa, que es la de contribuir a la
aceptación social del sistema tributario en una doble dirección: una,
básica, rutinaria, habitual y con un componente recaudatorio
destacado, porque a fin de cuentas son millones los actos de pago que
las instituciones, las personas físicas, las personas jurídicas
llevan a cabo en una sociedad; y luego le corresponde una tarea más
amable quizás, que usted la ha destacado, que es la de coadyuvar a
que ese sistema tributario sea capaz de reducir el antagonismo entre
el contribuyente y la Hacienda y reconciliar al contribuyente con su
Hacienda, sobre todo en sociedades democráticas como la sociedad
española. Por lo tanto, esos elementos los valoro, los valoramos
nosotros positivamente, y al servicio de esos objetivos hay tres
líneas de actuación. La primera, la capacidad para establecer una
organización integral con unas posibilidades de eficacia y de
funcionamiento importante. La segunda, la capacidad de llevar a cabo
servicios de calidad, no sólo para garantizar la suficiencia de los
recursos que manejan
las administraciones públicas, sino para garantizar la calidad en un
servicio tan masivo como es el sistema tributario. Puede haber 14
millones de declarantes en renta, 2,5 millones de declarantes en IVA,
casi un millón de declarantes en sociedades; por lo tanto, ahí existe
un esfuerzo en el que uno tiene que ser capaz de compatiblizar la
cantidad con la calidad. Y luego hay un problema que quizás no le
corresponde tanto a la estructura burocrática del Estado pero sí nos
corresponde a los legisladores, que es el del compromiso político. A
fin de cuentas, no sólo hay que concentrar los esfuerzos en recaudar
en unos determinados sectores, sino que hay que procurar que esos
esfuerzos para recaudar en determinados sectores se distribuyan con
equidad. Porque no estaría bien que cualquier estructura
administrativa se dedicara fundamentalmente a actuar sobre grupos
sociales fácilmente gravables, sino que debería ser capaz de actuar
sobre grupos sociales no tan fácilmente gravables, es decir, esas
actitudes que usted ha puesto de relieve hablando de gente que está
fuera del circuito. Esa gente que está en un momento determinado
fuera del circuito, debemos entrarla en él, pero hemos de ser capaces
de que, una vez que están dentro de él, este tenga una presencia
habitual, ordinaria, con poco ruido desde luego, pero que haga lo
posible para que no se salgan de la red, empleando la palabra red en
términos actuales y en términos históricos. En ese sentido, las tres
piezas juegan a la vez: la organización integral, la calidad del
servicio y el compromiso.




En términos de organización usted decía, y nosotros lo compartimos,
que una primera obligación es la de cumplir bien los objetivos que el
Parlamento pone al servicio de la Administración. Es decir, los
profesionales de la Hacienda, el personal de la Hacienda tienen que
conseguir una serie de objetivos, que tiene algunas prioridades. No
voy a discutir en este momento (y bien que me hubiera gustado, pero
ha hecho usted un enfoque de otra naturaleza; como supongo que no
será la primera vez que viene usted aquí y ha dejado un volumen de
información, habrá otros miembros del Gobierno y de la Administración
a los cuales se les pueda plantear estas cuestiones) pero ha hecho
poco énfasis, ha puesto énfasis (digo poco comparando con el que ha
puesto en otras cuestiones) en cuanto a la capacidad recaudatoria del
sistema tributario en aquella parte que le corresponde a usted, es
decir, a la recaudación impositiva. Hay otros ingresos que son
jugosos, que realmente adquieren magnitud a lo largo de los últimos
años que no corresponden a la Agencia y en los que no es cuestión de
entrar; aunque la política informativa le aporta a uno sorpresas. No
hace muchos días que se publicó un documento que pasó desapercibido
(quizá se hiciera público para que pasara desapercibido); es una
especie de volantina, de volantina de las del señor Cabanillas, con
el objetivo de informar («El Gobierno informa» se llama) que daba
cuenta de la evolución del



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ingreso público a lo largo del ejercicio del 2000. Son tres hojas,
tres hojas curiosas que coinciden poco con los datos que usted ha
señalado, pero que seguramente están hechos por otra institución del
Ministerio de Hacienda, quizá está hecho con otros criterios
distintos a los que ha manifestado aquí. Como habrá otras autoridades
que vengan a lo largo de las próximas semanas, en esa parte no voy a
insistir mucho; no voy a insistir pero voy a decir algo que sí me
parece significativo. La recaudación tributaria es verdad que tiene
esos datos que usted ha dicho y que se sitúan, décima arriba, décima
abajo, en el grado de cumplimiento de los objetivos presupuestarios
en el 3 por ciento, y en la comparación entre el año 1999 y el año
2000 se sitúan en un 8 por ciento. En términos de magnitud los años
han sido relativamente parecidos, quizá porque la peseta ya valga
poco, pero el incremento recaudatorio de las administraciones
públicas españolas en el año 1999 y en el año 2000 es realmente
destacado. Estuvo en torno a 1 billón 300.000 millones, año 1999
sobre 1998, y ha estado entre 1 billón 300.000 millones en 1999-2000,
y usted ha dicho que se plantea un objetivo parecido en términos de
cantidad, aunque con otro porcentaje, lógicamente, con vistas al año
2001. Eso significa que hay un problema que habrá que discutir, y es
cómo evoluciona el jinete y el caballo. A veces le atribuimos al
jinete lo que son méritos del caballo, y en este ejercicio de la
fiscalidad el caballo juega mucho. La Agencia ha venido teniendo una
potencia recaudatoria extraordinaria en los últimos años al calor de
un ciclo expansivo muy generoso, y lo que yo no sé es si ese ciclo
expansivo muy generoso se va a poder cumplir en el próximo ejercicio.


Como usted no lo ha planteado y yo tampoco, y como a fin de cuentas
el elemento de información no lo proporciona usted sino que puede que
haya sido doña Elvira quien lo haya auspiciado a lo largo de las
últimas semanas, IVA minoristas, IVA operaciones interiores, para ser
más preciso, dicen que está creciendo al 1,9 por ciento en el cuarto
trimestre. Simplemente lo dejo ahí como un cierto relativismo de cómo
se puede cumplir una de las obligaciones que usted ha señalado como
objetivo de la Agencia Tributaria.

En segundo lugar, usted ha manifestado algo, y lo ha dicho con
satisfacción, y me parece bien que sea así. Usted ha dicho: Esta es
una organización viva donde hay una feliz coincidencia entre lo que
pretende la dirección y lo que pretende el personal que trabaja en la
misma. Si eso es así, créame que vive usted en el mejor de los
mundos, y yo le deseo que siga viviendo en él, pero además deseo que
cristalice esa situación. No es bueno que en este tema haya
disfunciones; si las hay, me acojo a la máxima ignaciana, aquello de
que el bien no hace ruido y el ruido no hace bien, y en las últimas
semanas hemos tenido un caso mal llevado, porque no tenía por qué (si
es cierto lo que usted dice, y yo no tengo elementos de juicio para
decir que no sea cierto) haber existido ese ruido que ha emergido una
vez
más, como lo hizo hace un año o dos, como emergió en el año 1997. Mi
grupo, a través de este diputado, ha hecho una cosa, y es solicitar
de la Administración pública española, al amparo del artículo 7 del
Reglamento, que nos sea remitido ese documento, porque una auditoría
hecha en la Agencia Tributaria con el fin de garantizar que los
derechos del contribuyente se guardan celosamente tiene y debe ser
conocida en el Parlamento, sobre todo si, con la recurrencia que
viene siendo habitual a lo largo de los últimos años, ese tipo de
documentos salta indebidamente a las páginas de los medios de
comunicación social y produce un cierto escándalo. Cuando ocurrió
esto vino a mi memoria algún tipo de acontecimientos no muy lejanos
en el tiempo. Cuando yo le preguntaba al señor Rato en el hemiciclo
sobre cuáles eran las actuaciones de la Agencia Tributaria en orden a
reprimir el comportamiento de un ministro del Gobierno que tenía, en
mi opinión, comportamientos defraudadores (está en el «Diario de
Sesiones», lo conocen los medios de comunicación social, yo lo
denuncié a la Agencia Tributaria, yo me refería al señor Piqué), el
señor Rato siempre me decía que el Gobierno no entraba en esta
cuestión porque la Agencia Tributaria tenía una autonomía funcional y
que en el Consejo de Ministros estas cosas no se hablaban. Yo me lo
creí; no me quedaba más remedio que creérmelo, por otra parte, pero
yo me lo creí. Claro, me sorprendió mucho en las últimas semanas
cuando, a la vista de los expedientes, usted no dice nada y el señor
Montoro hace declaraciones. No sé, me parecía una contradicción en el
procedimiento; hubiera preferido yo que el protagonismo del señor
Montoro hubiera estado en la línea que el señor Rato dijo en momentos
anteriores y que usted hubiera contribuido entonces con la
declaración que ha hecho aquí para garantizar a los ciudadanos
españoles que este tipo de prácticas no son frecuentes. El mundo de
la política tiene algunas limitaciones, y sería bueno que tuviéramos
las reglas del juego claras: quién tiene que hablar, quién tiene que
callar y quién tiene que controlar, y no encontrarnos con meandros en
el camino que a veces producen este tipo de fenómenos raros que se
han visto en las últimas semanas. En esta línea, nos congratulamos de
que progresivamente podamos disponer de un servicio público capaz de
gestionar bien el sistema tributario.

De los cuadros se deduce algo muy importante, al menos para mí, y es
que las tareas de gestión deberían adquirir en un sistema
medianamente establecido un peso de gestión ordinaria. Es decir, si
hay tantos actos de naturaleza económica que tienen un correlato
fiscal en sociedades, en IVA, en transmisiones, en renta; si es un
sistema eficaz del gestión del instituto tributario debería
garantizar la presencia de la Administración en colaboración con los
contribuyentes en una serie de actos sin recurrir a esa anomalía que
es el control. Los sistemas modernos se caracterizan fundamentalmente
por la potenciación de la gestión y por situar al final del



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recorrido las actuaciones de control. Un sistema potente y bien
reglado establece ese criterio. Cuando he tratado de informarme sobre
estas cuestiones que usted ha abordado, me he encontrado con que ahí
existe una reclamación de crear y de potenciar algo que no tenemos
hoy en nuestro esquema burocrático, que es un cuerpo de gestión que
tenga un cometido que no tiene por qué entrar en colisión con otros
cuerpos de la Administración tributaria española, pero que sea capaz
de garantizar que nuestra Administración colabora con los
contribuyentes, preocupándose de que hagan las autoliquidaciones, que
presenten sus declaraciones ordinarias en IVA o en renta, que las
presenten en tiempo, en forma, esas cosas (dicen que uno tiene un
músculo poderoso) que deberían estar muy claramente consolidadas en
una estructura que empezó a moverse en términos de modernidad allá
por 1978. En ese sentido, no me produce ninguna satisfacción que
usted haya entrado aquí diciendo que hay una norma del año 1998 que
establece la necesidad de crear un cuerpo de gestión y que empiezan a
estudiarla. Han pasado dos años, y la norma decía que se hiciera en
seis meses. Es bueno que ese tema se aborde. Además (por qué no lo
voy a decir; voy a decir porque lo pienso) con los números que usted
tiene y que ha puesto encima de la mesa un sistema muy moderno no se
gestiona. Con los números de efectivos humanos que usted ha
facilitado se gestiona un sistema, pero ni muy moderno ni de mucha
calidad. Usted está haciendo un esfuerzo brutal, que le alabo, lo
está haciendo con usted el conjunto de funcionarios de la Agencia,
pero es manifiestamente mejorable; siendo un trabajo manifiestamente
mejorable, esa faceta de la gestión, desde el punto de vista de mi
grupo parlamentario, es muy destacada. Algunos de los datos que usted
ha mencionado contribuyen a que se cumplan mejor esos objetivos, si
usted mantiene el buen clima que dice que existe en la Agencia,
máxime si somos capaces de cubrir las deficiencias y las carencias
que parece que la soberanía, que es esta Casa, en un momento
determinado fue capaz de poner de relieve cuando dijo: créese, en un
espacio temporal relativamente corto, un cuerpo que cubra mejor esos
objetivos.

Mire, a mí me consta que cuando uno tiene millones de contribuyentes,
y tiene millones de actos tributarios, y tiene un calendario que está
apretado, a veces tiene que tirar un poco por la calle de enmedio. Si
además el sistema retributivo en algunos colectivos está vinculado
con la consecución de determinados objetivos es complicado. Usted ha
dicho una cosa que está bien y que es correcta, que seguramente se
persigue ahora como se persiguió en otro momento, y es: al
contribuyente hay que informarle, al contribuyente hay que molestarle
lo menos posible, al contribuyente hay que asesorarle, pero lo mejor
que le puede ocurrir a uno es que los controles que se efectúen sobre
determinados contribuyentes sean reducidos en cantidad y desde luego
sean controles de calidad. No voy a utilizar palabras del argot de
los funcionarios porque no hace al caso, pero hay maneras y maneras
de hacer el trabajo. Usted dice: Vamos a hacer una apuesta para hacer
un trabajo de calidad con pocas actuaciones, con actuaciones serias y
profundas. Eso se puede decir desde las actuaciones de control hasta
las actuaciones de gestión; ese me parece un objetivo importante. Sí
me preocupan algunas cosas, y es: a veces se corre mucho y luego se
tiene que revisar una parte de lo actuado, y nos encontramos con que
las anulaciones de determinadas actuaciones son relativamente
frecuentes; y en segundo lugar, me vuelvo a una de las reflexiones
que le hacía al principio. Gestionar un sistema tributario a partir
de contribuyentes fácilmente gravables es una obligación legal, y en
modo alguno le va a decir mi grupo que usted no lo haga, pero lo que
cualifica a una administración tributaria es que sea capaz de entrar
en ese mundo complicado, en el laberinto de la equidad para lograr
que los contribuyentes que no reúnen esa condición de simplicidad
también vean de alguna manera que sobre ellos se cierne el poder de
lo público, y en este caso de la gestión tributaria. Lo que me
preocupa es que le he visto a usted sentirse satisfecho diciendo: ¿No
lo ve usted? Trabamos. Y yo lo que me pregunto es: Oiga, ¿qué
trabamos? Porque, si lo que se sujeta son fundamentalmente rentas de
trabajo y cuentas corrientes, está bien, pero no nos sintamos tan
orgullosos de lo que trabamos. Eso entra en la última de las
reflexiones que ya hago y en la que exponía al principio. Está muy
bien el tener una organización integral, está muy bien el disponer de
mecanismos de calidad, pero, oiga, los sistemas tributarios están
para lograr determinados objetivos políticos. Y no me resisto a
decirlo hoy, no es un problema que afecte a usted y no le pido ni
siquiera respuesta, pero a fin de cuentas no tengo otra oportunidad
desde el día de ayer al de hoy. Yo me sigo sorprendiendo de muchas
cosas de las que ocurren en las finanzas públicas españolas, me sigo
sorprendiendo y quiero seguir teniendo la capacidad de sorprenderme,
pero ayer me sorprendí con el hecho de que la Seguridad Social le ha
devuelto a la Hacienda pública, al Tesoro, 314.000 millones de
pesetas, que son de los trabajadores, que son de rentas del trabajo.

Si ha devuelto 314.000 millones de pesetas, podrían haberse destinado
a mejorar las pensiones, los complementos de pensiones, o el fondo de
reserva de la Seguridad Social. No señor, se han ido a reducir el
déficit tributario de un sistema que de por sí ya es regresivo. Por
lo tanto, está bien tener objetivos de cantidad, pero los objetivos
de calidad se tienen que hacer a partir de un cierto compromiso, y en
mi partido ese es un compromiso político que tiene que ver mucho con
los mecanismos de distribución de la carga tributaria en términos
personales y en términos de lo que antes se llamaba factores de
producción.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán de Convergència i Unió,
tiene la palabra el señor Padrol.




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El señor PADROL I MUNTÉ: En primer lugar, quiero agradecer al
director de la Agencia Tributaria su presencia en esta Comisión para
hacer este amplio balance del funcionamiento de esta institución
pública durante el año 2000, del cumplimiento de sus objetivos, del
grado de consecución de las distintas metas que se habían propuesto
en sus distintas áreas de ayuda al cumplimiento voluntario,
asistencia y del control tributario de los proyectos que están en
curso y un balance de la actuación estructural estratégica de esta
importantísima institución pública en los últimos años. La verdad es
que a mi grupo parlamentario el balance le parece francamente
positivo. Resulta evidente que la Agencia Tributaria es una
institución en evolución, y no sólo, por tanto, por la cuestión
numérica de la consecución de los objetivos de control y de
asistencia tributaria, sino, como digo, por razón de la estrategia
que se está siguiendo a medio y largo plazo para una mejora del
funcionamiento de la Agencia Estatal de Administración tributaria. El
balance, por tanto, nos parece positivo. Al aspecto cuantitativo
volveré más tarde y me centro ahora precisamente en esta cuestión más
estructural de carácter estratégico, de la que me gustaría destacar
una serie de aspectos concretos después de hacer una reflexión de
principios generales que, a mi juicio, es francamente importante.

Bien es cierto que afortunadamente ha pasado la época en que para
valorar una determinada evolución o consecución de objetivos, tanto
en el ámbito público como privado, mirábamos hacia otras
administraciones, hacia otros entornos de países con los que
tuviéramos relaciones. Por tanto, no siempre es un ejercicio válido
para saber si estamos andando en la dirección correcta el ver qué ha
ocurrido en otros países, pero siempre es un ejercicio intelectual
saludable y recomendable, y desde este punto de vista qué duda cabe
que el proceso de reforma de una administración tributaria que más
impacto ha tenido en la opinión pública y mayor seguimiento y ríos de
tinta ha hecho correr en cuanto a lo acertado o no de su evolución
estratégica, es la reforma del Internal Revenue Service en
Norteamérica, que culminó normativamente hace un par de años, hace
dos años. Mi grupo parlamentario tiene que afirmar que las líneas
maestras establecidas en esta reforma de la Administración tributaria
norteamericana coinciden, al menos en lo que es extrapolable por
razón de cultura, con las líneas estratégicas que se están siguiendo
en la evolución de la Agencia Tributaria de la Administración
tributaria española, y en algunos casos tengo que decir que
posiblemente la Agencia Estatal de Administración Tributaria haya
partido con cierta ventaja, y eso es indiscutible, con un proceso
mucho menos traumático que el que se siguió en Estados Unidos con las
comparecencias, recordadas por muchos, de contribuyentes, de
inspectores ante el Congreso norteamericano, y la circunstancia de
trauma que esto generó en cuanto a la opinión pública. La verdad
es que en esta línea de evolución existe una doble vía, como es la de
mejora del servicio. Tiene que estar presente, y lo está, el concepto
de servicio hacia los contribuyentes, hacia los usuarios, hacia las
personas particulares, empresas o personas físicas particulares que
se relacionan con la Administración tributaria. Debe ser una
prioridad la prestación de un servicio de calidad a estas personas
que, por tanto, se relacionan con esta institución pública, y desde
este punto de vista, diversas cuestiones que ha relatado, que ha
enumerado el director de la Agencia Tributaria nos parece que van en
este sentido. Existe una muy clara labor preventiva, hay unas cifras
muy contundentes de las que no querría hacer referencia detallada
porque han sido ampliamente desgranadas en su intervención, como la
comunicación de datos previos. Ese ratio de usuarios de 1 de cada 25
contribuyentes a 1 de cada 10 contribuyentes nos parece claramente
indicativo del camino que se está siguiendo en determinados aspectos
de la labor de comunicación previa, de labor preventiva, de facilitar
esas relaciones de los particulares con la Administración tributaria.


También todo el proceso de evolución rápida ha sido gestionado con
acierto, pese a su evidente dificultad en cuanto a contenidos, y que
el grado de satisfacción del usuario, del consumidor, del particular,
del administrado español, por tanto, así lo refleja en las encuestas
a las que ha hecho referencia el director general, las encuestas del
CIS. Por tanto, el concepto de servicio está siendo implementado, no
ahora sino desde hace años, y advertimos que seguirá siendo un norte,
un referente, por tanto, un objetivo en la evolución de la Agencia
Tributaria en los próximos años. También la implementación de las
nuevas tecnologías, tanto en la asistencia al contribuyente como en
el ámbito del control, es absolutamente indiscutible (carecería casi
de sentido común afirmar lo contrario), pero este proceso de
telematización nos parece realmente importante y que garantiza, por
tanto, una prestación de servicio público mejor para los particulares
españoles. La verdad es que, al hilo también de lo que ha indicado el
portavoz socialista en su intervención, podemos constatar que esta
noción, este concepto de servicio, va de la mano en la práctica
tributaria, en la gestión tributaria, de la evolución normativa que
se ha producido en los últimos años como consecuencia de las leyes
aprobadas en el Parlamento español. Quiero recordar, por ejemplo, la
Ley 25/1995, de reforma parcial de la Ley general tributaria de
diciembre de 1963, que establecía una reforma del régimen
sancionador; la muy importante Ley de derechos y garantías de los
contribuyentes, de 1998. En este proceso legislativo de apertura y de
mejor relación con los particulares puedo afirmar con satisfacción
que el Grupo Parlamentario Catalán de Convergència i Unió ha tenido
siempre un papel destacado apoyando este tipo de evolución a la que
estoy haciendo referencia, y constato también que se está produciendo
en los últimos años, y se va a seguir



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produciendo, en la práctica tributaria, en la gestión tributaria,
como debe ser porque deben ir de la mano política normativa
tributaria y política de ejecución de estos cambios normativos. Y la
verdad es que todo ello se está llevando a cabo, y es un hecho
también conocido, con un ratio de personal bajo. La Administración
tributaria española tiene un ratio de personal que respecto de otras
administraciones tributarias del ámbito europeo, la verdad es que no
es muy elevado, lo cual da una idea del funcionamiento de esta
institución pública. Llegados a este punto, querría abrir un pequeño
paréntesis respecto de la propia dimensión de la Agencia Tributaria y
determinadas cuestiones evolutivas que ciertamente están pendientes.

La verdad es que estamos hablando de una institución pública que,
aunque el ratio de personal público que trabaja en esta institución
con respecto al número de declaraciones, número de contribuyentes,
número de ciudadanos en resumidas cuentas que son destinatarios de su
labor es bajo, lo cierto es que no deja de ser una institución
pública compleja con 27.000 personas trabajando en su seno; siendo
esto así, y aunque el balance sobre el conjunto de la Agencia sea
positivo, sería muy ingenuo pretender que no surgieran problemas, que
no surgieran determinadas cuestiones que deben resolverse con la
mayor eficacia pero que han surgido y van a seguir apareciendo,
porque, si no, la verdad es que el planteamiento sería absolutamente
ingenuo. Desde este punto de vista, mi grupo valora positivamente las
explicaciones dadas por el director de la Agencia Tributaria sobre
las anomalías advertidas en la unidad de estudios. La verdad es que
lo que debe hacerse desde cualquier institución pública es prever el
sistema de prevención contra conductas desviadas, que en colectivos
amplios la verdad es que por desgracia pueden ocurrir; pero el
sistema de prevención debe estar articulado y dónde no alcance la
prevención, la corrección debe actuar con celeridad. Desde este punto
de vista entiendo que es el mensaje que transmite el director de la
Agencia Tributaria y que, por tanto, consideramos positivamente. Y en
esta línea de reflexión lo cierto es que, si bien el balance que nos
ha ofrecido el director de la Agencia Tributaria cuantitativamente y
estratégicamente nos parece positivo, lo cierto es que esto nunca
puede dar lugar a pensar que está todo conseguido. Hay diversas
cuestiones pendientes, a algunas de ellas ha aludido el propio
director de la Agencia Tributaria en su intervención, concretamente
la propia ley de creación de un cuerpo técnico o el propio estatuto
orgánico de la Agencia, y si bien no es positivo que existan plazos
incumplidos respecto de la articulación de normas tan importantes
como a las que hacemos referencia, lo cierto es que lo importante al
final es que las normas tengan un correcto contenido normativo y
también, y más en este caso, que se alcancen los mayores consensos
posibles. Y finalmente, si la norma tiene un contenido correcto y
tiene un amplio grado de
acuerdo en su gestación, en su base, en su generación, en su
aprobación, bien estará finalmente el contenido concreto que se
presente a esta Cámara para su enjuiciamiento y su valoración
política.

Otras cuestiones. Líneas evolutivas en el ámbito de la Administración
tributaria que a juicio de mi grupo parlamentario son importantes
para un futuro más o menos inmediato. Querría circunscribirme
fundamentalmente a dos. En primer lugar, una de ellas es la relación
con las administraciones tributarias de carácter territorial
distintas del Estado, fundamentalmente comunidades autónomas. Y aquí
hay que decir que si bien es cierto que en los últimos años ha habido
una evolución respecto a la situación anterior con la creación de la
comisión mixta de gestión tributaria, los consejos territoriales de
dirección de la gestión tributaria en el ámbito de las
correspondientes delegaciones especiales de la Agencia, también creo
que es una línea que no debemos considerar cerrada o agotada,
fundamentalmente en interés de los ciudadanos, porque cuanta más
coordinación, cuanto más intercambio de información, cuantas más
actuaciones conjuntas se planifiquen, el beneficiario último va a ser
el ciudadano que está siendo el destinatario de la actuación de estas
dos distintas Administraciones públicas de carácter tributario. Por
lo tanto, una de las líneas evolutivas a corto-medio plazo que deben
analizarse son la de una mayor imbricación, una mejor relación, una
mejor fluidez entre la Administración tributaria del Estado y las
administraciones tributarias de las comunidades autónomas. Las formas
son diversas y no debe ser objeto de esta comparecencia el incidir en
el detalle de éstas, pero sí que debe mejorarse, habiéndose producido
una evolución positiva en el pasado reciente; por tanto, debe verse
esta aportación con el carácter más positivo que pueda interpretarse
al respecto, pero no está acabada la evolución de la relación entre
las distintas administraciones tributarias de carácter territorial. Y
la segunda de las líneas evolutivas, que a juicio de mi grupo
parlamentario debemos analizar y tratar de ver de qué forma pueden
articularse, tiene que ver con el aspecto cuantitativo de los
resultados conseguidos por la Agencia Tributaria y de su plan de
objetivos para el año 2001. En primer lugar, tenemos que recordar,
tal como ha dicho claramente el director general de la Agencia
Tributaria, que existen distintos tipos de objetivos o de referencias
cuantitativas, y desde este punto de vista coincido con su
apreciación de que es extraordinariamente importante el dato de
recaudación líquida en voluntaria. Y si bien es cierto también, como
apuntaba el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, que una
evolución positiva de este cuadro de recaudación líquida tiene que
ver evidentemente con la salud de la economía (eso es cierto y lo
sabemos todos, y por ejemplo, el que el IVA, la recaudación del
impuesto sobre el valor añadido, creciera en el año 1999 un
espectacular 17,1 por ciento tiene que ver con la conducta



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del consumo privado) no es menos cierto que una buena cifra de
recaudación líquida, como se ha producido en el año 2000 y en los
años 1998 y 1999, tampoco es ajena ni mucho menos a una percepción
social sobre un buen funcionamiento de la institución pública Agencia
Tributaria. Si, al margen de los problemas que puedan surgir y
surgirán en un futuro, la percepción fuera negativa sobre el
funcionamiento de esta institución pública, qué duda cabe que la
incidencia en la recaudación líquida desde luego no sería positiva
sino negativa. Por tanto, coincido en la importancia dada, tanto por
el director general de la Agencia Tributaria como por el portavoz del
Grupo Parlamentario Socialista, a la evolución positiva de esta
magnitud de recaudación líquida, reconociéndole el importante papel
que un correcto funcionamiento de la Agencia Tributaria supone sobre
la evolución de esta magnitud.

Respecto del resto de objetivos cuantitativos, quisiera detenerme,
porque en esto quería centrar lo que puede ser, o a juicio de mi
grupo parlamentario debería ser, una evolución a corto-medio plazo,
óptima desde el punto de vista de la gestión tributaria, en los
objetivos cuantitativos en el ámbito de control; para simplificar,
cuando digo objetivos cuantitativos me estoy refiriendo a deuda
instruida, deuda liquidada, delito fiscal, etcétera. ¿Cuál es la
opinión de mi grupo parlamentario respecto de este tipo de objetivos?
Respecto de este tipo de objetivos lo primero que hay que decir es
que son útiles, han sido muy útiles y pueden ser un instrumento hábil
para efectuar una medición correcta, fácilmente cognoscible, de cómo
están funcionando las distintas áreas de la Agencia Tributaria. Por
tanto, no es de interés el hacer una crítica absolutamente fácil
sobre el funcionamiento de este tipo de parámetros o referencias
objetivas. Ahora bien, dicho esto, reconociendo la utilidad que ha
tenido y que puede tener todavía en un corto plazo el funcionamiento
de estas referencias cuantitativas, a mi grupo le interesa abrir una
reflexión sobre el funcionamiento de una administración pública tan
importante como es la Agencia Tributaria, que desarrolla una función
pública, como es la tributaria, muy importante en cualquier Estado de
derecho, para saber cuál puede ser el efecto a medio-largo plazo
sobre la utilización de este tipo de objetivos de deuda instruida,
liquidada, etcétera, insisto, reconociéndoles su bondad desde un
determinado punto de vista pero pensando más en un medio-largo plazo.


Entrando en este tema, quisiera reproducir literalmente un párrafo
que aparece en el ya célebre documento de John Rossotti sobre la
modernización de la Agencia Tributaria norteamericana en el que se
dice: Las medidas cuantitativas, siendo en apariencia precisas y
objetivas, son la herramienta extremadamente poderosa con gran
influencia en la conducta individual de los empleados del IRS,
influencia no necesariamente positiva. Con ello, ¿qué quiero decir?
Quiero decir que, existiendo un incentivo, tan alejado o tenue cómo
se quiera articular,
pero existiendo en última instancia un incentivo, un objetivo
cuantitativo, si quiera global en el funcionamiento de la Agencia
Tributaria, estructuralmente puede inducir a conductas individuales
obviamente no óptimas, a que la noción de función pública, de
servicio público, no esté presente en determinados actos individuales
y concretos del quehacer diario de determinados funcionarios. No digo
que ello haya ocurrido, pero un incentivo a liquidar más, un
incentivo a la denuncia de mayores delitos fiscales, desde un punto
de vista estructural, y sin denostarlo con una facilidad que rozaría
la demagogia, debe inducir más a pensar si una administración pública
no tiene paulatinamente que alejarse de este tipo de planteamientos
de objetivos cuantitativos. Pongo la referencia norteamericana porque
es sabido que en el funcionamiento de determinados ámbitos de la
administración pública norteamericana es donde quizá más se han
adaptado los mecanismos o incentivos vigentes en el funcionamiento de
las unidades económicas privadas. Pues bien, en Estados Unidos se han
erradicado totalmente estos objetivos cuantitativos, que por otra
parte existen en la mayor parte de países de nuestro entorno, por
tanto estamos en una situación de normalidad atendiendo a nuestro
entorno. Pero a medio-largo plazo, no ahora, porque se acaban de
presentar los objetivos, o se acaban de formular los objetivos para
el año 2001, pero sí quizá para el año siguiente, para el ejercicio
siguiente, dentro de una reflexión política, deberíamos pensar, si no
en erradicarlos, sí en replantear si desde un punto de vista
estructural son positivas la existencia de estas referencias de deuda
liquidada, deuda instruida. No digo que no se informe al Parlamento,
que por otra parte en otros países ni se informa, como en el caso de
Francia. El Parlamento debe estar informado del funcionamiento y la
evolución de estas magnitudes, pero estas referencias cuantitativas
pueden introducir a medio y largo plazo, o podemos plantearnos el
erradicarlas; dicho de una forma absolutamente coloquial, se trataría
de la supresión de los objetivos cuantitativos, no de la no
información a posteriori, pero no que sean una guía del correcto, mal
o buen funcionamiento de la Administración tributaria, que es
administración pública, y, por tanto, la aplicación de referencias o
cuentas de resultados no necesariamente le debe resultar óptima,
insisto, reconociendo que este tipo de objetivos han sido útiles,
pueden seguir siéndolo, y son los utilizados en la mayor parte de los
países de nuestro entorno, aunque no en todos.

Con ello finalizo mi intervención. El balance de los resultados
presentados, insisto, debe ser positivo; la consecución de las metas
marcadas siempre es un balance bueno que presentar ante cualquier
instancia, en este caso el Parlamento. Simplemente he de recordar ya
o dejaría planteada, no para este momento, no para el corto plazo
sino para un medio-largo plazo, la evolución del marco de relaciones
de la administración



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tributaria del Estado con las Administraciones tributarias
territoriales de las comunidades autónomas, y también a medio-largo
plazo una revisión del mantenimiento de los objetivos cuantitativos
respecto del funcionamiento de las áreas de control de los distintos
departamentos que desarrollan funciones de control en el ámbito de la
Agencia Tributaria.




El señor PRESIDENTE. Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Martínez-Pujalte.




El señor MARTÍNEZ-PUJALTE LÓPEZ: En primer lugar, quiero agradecer la
comparecencia del director general de la Agencia, comparecencia
solicitada por mi grupo y comparecencia que ha tenido cumplida
respuesta no sólo en la intervención del director general de la
Agencia sino también en el documento que nos ha sido distribuido.

Quiero además hacer primero una reflexión al hilo de las
intervenciones de los dos grupos anteriores, y es la consideración
del buen clima en el que se ha celebrado esta comparecencia que creo
positivo para abordar nuevas metas y nuevos objetivos en la
Administración tributaria. Los grupos siempre hemos estado de acuerdo
en este Parlamento en tener una Administración tributaria eficaz,
tanto para las tareas de recaudación como para las tareas de
inspección, y es bueno abordar reformas en un clima positivo que nos
permita ponernos de acuerdo en nuevos objetivos, nuevas metas, e
incluso reformas que podamos abordar.

Siempre mi grupo ha estado dispuesto a llegar a acuerdos que mejoren
el cumplimiento de las obligaciones tributarias, acuerdos de reforma
que mejoren el cumplimiento, como fue en su día la Ley de derechos y
deberes del contribuyente, el estatuto del contribuyente, derechos y
garantías del contribuyente, o como han sido reformas para luchar
contra el fraude fiscal que se han planteado al hilo de leyes de
acompañamiento o de reformas tributarias. Además en el próximo año,
al hilo de las reformas que ya ha anunciado el Gobierno del impuesto
de sociedades, de la Ley general tributaria, tendremos ocasión de
plantearnos otras nuevas que nos hagan mejorar en este proceso de
modernización de la Agencia y también introducir medidas que supongan
una mayor lucha contra el fraude. En ese sentido el director de la
Agencia tiene una tarea importante por delante, que es realizar
cuantas sugerencias entienda conveniente para que en la Ley general
tributaria podamos dar un nuevo paso en el proceso de modernización
de la agencia y en el proceso de modernización del marco de
relaciones entre la Administración y el contribuyente.




Desde mi grupo valoramos muy positivamente también el tono del
director general cuando hablaba de las relaciones que tienen que
existir entre la Agencia, entre la Administración, y el
contribuyente, porque no hay mejor camino a seguir que estimular el
cumplimiento
voluntario de las obligaciones tributarias. Eso es el mejor camino.

Creo sinceramente que el estatuto del contribuyente, la Ley de
derechos y garantías del contribuyente ha sido un paso positivo.

Quizá cuando estábamos en el trámite de aprobación, desde alguna
visión de la Administración eso se podía entender que era como
quitarle armas a la Administración tributaria. Con el paso del tiempo
se ha visto cómo un marco que hace que los contribuyentes se sientan
más seguros, más respaldados, en un clima de mejor tratamiento con la
Agencia Tributaria, ayuda muy positivamente al cumplimiento de las
obligaciones tributarias, y va a ser muy importante la reforma de la
Ley general tributaria, a la que presumiblemente, o por lo menos mi
grupo va a intentar que suceda, se va a incorporar la Ley de derechos
y garantías del contribuyente en un texto único. En ese sentido y en
ese marco de reforma de la Ley general tributaria es donde se debe
abordar el estatuto orgánico de la Agencia, y por tanto nosotros
entendemos que el estatuto orgánico de la agencia debe quedar
supeditado a que aprobemos la reforma de la Ley general tributaria.

Es verdad que hay un compromiso de elaborar un estatuto orgánico de
la Agencia, pero yo me uno a lo que ha dicho el señor Padrol de que
es mejor hacer un buen texto que hacerlo muy rápido para cumplir y
que luego haya que reformarlo después de modificar la Ley general
tributaria y que volvamos a tener retales en las normas de
funcionamiento de la Agencia. Entiendo que eso es un camino adecuado.


Creo también que en la Ley general tributaria y en la reforma del
Impuesto de Sociedades, si se plantea a lo largo de este tiempo,
tenemos que ser capaces no sólo de modernizar el sistema tributario
sino también de abordar medidas legislativas para luchar más
eficazmente contra el fraude. No sólo se lucha contra el fraude con
la inspección sino con una normativa que lo facilite. En ese sentido
la Agencia tiene que ayudar realizando cuantas sugerencias sean
convenientes, que los grupos parlamentarios vamos a aceptar en un
clima de amplio consenso, porque siempre que se han planteado
reformas para mejorar la lucha contra el fraude, al menos en los
últimos cuatro años, han sido aprobadas por unanimidad.

Por otra parte, mi grupo quiere también unirse a la apreciación del
señor Fernández Marugán cuando decía que la Agencia está haciendo un
gran esfuerzo. Es verdad, la Agencia está haciendo un gran esfuerzo y
un excelente trabajo. Mi grupo lo viene diciendo desde hace tiempo.

Tenemos una Administración tributaria muy buena, y no sólo por la
organización de la Administración tributaria sino fundamentalmente
por la capacidad y calidad de los técnicos que la integran y del
personal que la integra. Eso es muy importante, y cuando se reciben
reconocimientos incluso internacionales de la labor que está haciendo
la Administración tributaria española, o la Agencia Estatal de
Administración Tributaria, como se quiera decir, lo que se está
poniendo de manifiesto es que contamos con unos



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recursos humanos muy preparados y muy dispuestos a hacer un gran
esfuerzo, como señalaba el señor Fernández Marugán. ¿Hay que mejorar
la organización interna? Bueno, aquí, en el Parlamento, en un momento
determinado aprobamos que se abordara una nueva ley de creación de un
cuerpo técnico de gestión. Ese es un tema importante y en el futuro
habría que abordarlo, pero sería muy bueno plantearlo en un clima de
acuerdos dentro de la Agencia.

El director general hablaba de los acuerdos sindicales que se han
celebrado dentro de estos últimos 24 meses, creo que se refería él.

Hay que abordar, con un gran acuerdo con los sindicatos y también con
las organizaciones profesionales, la creación de ese nuevo cuerpo de
gestión. Sé que es muy difícil, lo conozco muy bien, sé que puede
haber intereses distintos que hay que conciliar. Por una parte están
los intereses que hablan de especialidades muy estancas y, por otra,
están los intereses de los que hablan de especialidades muy
intercambiables. Hay que llegar a un acuerdo para crear ese cuerpo
con el mayor grado de consenso que permita la carrera profesional de
los que se integran en el cuerpo -ahora de gestión, luego, cuando se
haga la ley, en el nuevo cuerpo técnico de grupo B-, pero creo que
ese nuevo cuerpo tendrá que contar también, en mi opinión, con
capacidad de movilidad entre los cuatro o cinco especialidades que se
creen. Esa ley habrá que abordarla, pero habrá que abordarla con
consenso, y es mejor, como decía el señor Padrol, hacerlo bien que
hacerlo rápido.

Quiero también manifestar que los números que hoy el señor director
de la Agencia ha puesto en nuestro conocimiento expresan una
sensación de la que venimos hablando en este Parlamento, y es que se
está produciendo un mejor cumplimiento de las obligaciones
tributarias. Eso es un camino en la lucha contra el fraude muy
positivo. En otras comparecencias hemos hablado de un mejor
comportamiento en la lucha contra el fraude cuando se observa que la
recaudación del IVA se comporta de una manera mucho más dinámica que
el consumo, el crecimiento de la economía; cuando se observa que las
retenciones por el trabajo personal se comportan en una mejor manera
que el crecimiento de la economía o incluso el crecimiento del
empleo. Hay un mejor cumplimiento de las obligaciones tributarias
y muchas veces eso se debe no sólo a que los ciudadanos cumplan mejor,
sino a que se les facilita más el cumplimiento, y ahí hay que seguir
haciendo esfuerzos indudables en los departamentos de gestión con
nuevas informaciones, y con incorporación de las nuevas tecnologías.

Al principio, antes de mi intervención han hablado tres inspectores
de Hacienda, el director y los dos portavoces de los grupos
anteriores, yo soy el único ajeno al Cuerpo de Inspección de
Hacienda, pero cuando uno observa el número de documentos tramitados,
se da cuenta de la ingente tarea que tiene la Administración
tributaria. El marco que facilite el cumplimiento
con información, con datos previos, con la solicitud de datos
previos, con informaciones telefónicas, con la posibilidad de cumplir
las obligaciones tributarias por Internet con el programa Padre,
etcétera, hará que el cumplimiento de las obligaciones tributarias
sea mejor y más positivo, y en esa línea hay que seguir trabajando.




Cuando se aprobó el nuevo IRPF hace poco tiempo en esta Cámara,
también se quería que el marco legal ayudara a un mejor cumplimiento
de las obligaciones tributarias haciendo que se ajustara más la
factura fiscal final con las retenciones, haciendo que muchas menos
personas tuvieran obligación de declarar, y en esa línea hay que
seguir trabajando. No sé si cuando se habla de la devolución rápida,
el millón y pico de personas que la han solicitado, eso es mucho o si
hay que avanzar mucho más, pero creo que ese es el camino que hay que
seguir. En ese sentido quiero felicitar a la Agencia y a la
Administración tributaria por la labor que realiza en este campo, que
es muy positiva.

Evidentemente hay que hablar de lucha contra el fraude en el
departamento de inspección, y me uno también a las consideraciones
que hacía el señor Padrol acerca de objetivos cuantitativos,
objetivos cualitativos. Ese es un tema evidentemente de hondo calado.


Sé que al final en los medios de comunicación, en las notas de prensa
que se elaboran, el dato significativo, el titular es los miles de
millones que se han descubierto de fraude fiscal. Eso es normal, pero
la gran tarea no es si son más o menos millones, sino hacer que los
ciudadanos cumplan con sus obligaciones tributarias. Lo decía con
mucha delicadeza el señor Padrol, porque cuando se habla de
cuestiones numéricas y se trata de un contribuyente concreto, cabe
decir: Oiga, le tengo que descubrir más fraude, cuando al final la
tarea de la inspección es descubrir el fraude que existe, ni más ni
menos, y en ese sentido habría que hacer un esfuerzo por unir a los
objetivos cuantitativos, que yo creo que es innegable que tienen que
seguir existiendo, también objetivos cualitativos. Eso es bueno y
habría que ir determinando cuáles son esos objetivos cualitativos; y
dentro de esa reflexión también habría que abordar las modificaciones
legislativas necesarias para que las normas fueran claras para los
contribuyentes, de forma que las inspecciones no estuvieran basadas
en criterios sino que estuvieran basadas en el cumplimiento o no
cumplimiento de las obligaciones tributarias. Para eso quizá la tarea
no sea tanto de la Agencia Tributaria como de este Parlamento, a fin
de que elabore normas que luego no se den a interpretaciones sobre si
un determinado contribuyente lo ha hecho bien o mal, porque muchas
veces en las inspecciones se pueden estar dirimiendo las cuestiones
por criterios interpretativos.

Por último, quiero hacer una reflexión de cómo en este Parlamento
hace dos años se estaba diciendo cómo debería ser la Agencia en el
futuro. Ese cómo debe serla Agencia tiene que estar basado en lo que
la Agencia



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Estatal de Administración Tributaria es hoy, en cómo está actualmente
realizando su tarea, yo creo que muy positivamente, tanto en las
tareas de recaudación como en las de gestión y en las de inspección,
y también se tiene que ajustar al marco legislativo que se apruebe
con la Ley general tributaria y al marco legislativo que también
aprobemos con el sistema de financiación autonómica, donde seguro que
tendremos que hablar de mayor colaboración entre las administraciones
autonómicas y la Administración tributaria central. Me gustaría que
el director de la Agencia hiciera una referencia, al grupo de
coordinación ente administraciones autonómicas y Agencia Tributaria,
que se está reuniendo periódicamente y está dando un trabajo
fructífero, pero probablemente con el nuevo modelo de financiación
habrá que ampliar la coordinación de las administraciones.




El señor PRESIDENTE. Para dar respuesta a los distintos portavoces,
tiene la palabra el señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA AGENCIA ESTATAL DE ADMINISTRACIÓN
TRIBUTARIA (Ruiz-Jarabo Colomer): Gracias, señor presidente,
y gracias a los tres portavoces que han intervenido por el conjunto de
reflexiones y sugerencias que he recibido, y que desde luego me llevo
para comentar y valorar con los directivos de la Agencia Tributaria.




Entro a responder o a complementar o a completar algunas de las
cuestiones que se han dicho, excluidas las que el señor Fernández
Marugán me ha dicho que no quería que le respondiera, por supuesto.

Como en muchas ocasiones además ha habido coincidencia en las tres
intervenciones, respondiendo una vez o complementando una vez, me
dirijo a los tres participantes, aunque empezaré por el orden por el
que se han ido diciendo.

Coincido con el señor Fernández Marugán cuando ha hecho una
referencia a la equidad en la aplicación del sistema tributario, no a
las normas, sino a que la labor de su aplicación fuera también
equitativa. No lo decía así, pero decía: ¡Hombre!, no se ceben
ustedes con los fáciles. Lo digo para que usted me entienda. Retiro
las palabras. Dijo: Hay que intentar ser equitativo en las medidas de
aplicación. Coincido plenamente con su señoría. Estoy completamente
de acuerdo con lo que ha dicho y quiero dar una explicación adicional
respecto a cómo se han incorporado esos 60.000 nuevos contribuyentes
que estaban fuera del circuito para que S.S. aprecie que
efectivamente lo hemos hecho como usted quiere, como S.S. decía que
tenía que hacerse. En casi la mitad de los casos, este contribuyente
que estaba fuera del circuito y al que la actuación de la Agencia ha
colocado en el circuito tributario, con las consecuencias que tiene
hacia adelante y hacia el
futuro, ha sido tras verificar nuestros servicios de comprobación
y verificación que no estaba cumpliendo con sus obligaciones, que no se
había dado de alta, que no presentaba declaraciones, ninguna de
ellas, etcétera. Tras verificar que no lo hacía y que debía hacerlo,
se le ha enviado, literalmente, una amable carta invitándole a que
empezara a presentarnos las declaraciones que debía presentar. Una
amable carta, literalmente así, una amable carta, que en ocasiones ha
habido que reiterar efectivamente, pero que ha llevado a que un
porcentaje importante de esos 60.000, en respuesta a la primera o
segunda carta, en ocasiones hasta la tercera, hayan decidido
efectivamente presentar sus declaraciones y empezar, por tanto, a
declarar y a pagar. Otro porcentaje de esos 60.000 no ha respondido a
esa amable carta, que en todo caso han recibido con carácter previo,
y la Administración tributaria ha actuado, ha actuado liquidando
directamente: bueno, pues ahora voy a liquidar yo, y por tanto ya no
es una autoliquidación que usted presenta motivado por mí, sino que
es una liquidación administrativa y por tanto con unas consecuencias
en el ámbito sancionador, por lo menos de forma potencial,
diferentes. Pero para que vea S.S. que efectivamente no es una
actuación depredadora -es palabra mía, es un término mío-, ha sido
hecha esta liquidación administrativa por los órganos de gestión
tributaria, no sólo por la inspección. La diferencia es evidente: es
una comprobación limitada en sus facultades que no va más que a
aspectos parciales de las posibilidades de comprobación que solamente
ve un período impositivo, etcétera. Es decir, que lo que hemos
valorado como importante es el efecto de colocación en el circuito
antes que el efecto de investigación exhaustiva. Por tanto, como ve
usted, lo que S.S. manifestaba como deseable, ahora que se lo he
explicado con más detalle, ve que es lo que efectivamente hemos
realizado.

Respecto a lo que pensaba decirle sobre su referencia a la
recaudación tributaria y que el crecimiento se debía a otros
factores, la verdad es que no puedo subsumarme a lo que ha dicho el
diputado, señor Padrol. Sin duda hay factores que han contribuido a
la buena marcha de la recaudación, es evidente. El ciclo económico
está en fase alcista y eso contribuye de forma positiva. Quizá
también algunos cambios normativos han dado más flexibilidad al
sistema tributario, pero cuando menos parcialmente, y suscribo las
palabras del señor Padrol, se debe a la estrategia de facilitar el
pago a los que quieren pagar y dificultárselo a los que no quieren
pagar; estrategia que en sus grandes definiciones nace con el
nacimiento de la Agencia Tributaria, y creo que la gran carga del
éxito es haberla mantenido y haber hecho una estrategia sostenida y
permanente en el tiempo. Es verdad que luego hay matices y que se
puede modificar, cómo no. A lo largo de esta estrategia sostenida
durante diez años se pueden efectuar, y se han hecho, matices
importantes, pero la estrategia es una clave del éxito de la Agencia
Tributaria. Se hizo



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desde su nacimiento, ha sido mantenida, y eso se constata con las
cifras, porque es verdad que la economía va muy bien pero el PIB ha
crecido menos que la recaudación líquida. Luego, si la recaudación
líquida no hubiera crecido más que el PIB, podría decirse que todo el
crecimiento de la recaudación se explica por la buena evolución de la
economía. En tanto que el crecimiento de la recaudación excede del
PIB, el segundo factor explicativo, que es el mejor cumplimiento de
los contribuyentes españoles, afortunadamente para todos es una
realidad.

Cuando surge una noticia, que realmente no es noticia porque era
reproducción de lo que sí fue noticia hace un año y medio -me refiero
al tema de la unidad de estudios sectoriales-, cuando surge una
información, que no noticia, puesto que lo había sido antes, en un
medio de comunicación, lo importante, señoría, es que si debe
eliminarse la preocupación social, se elimine. Al menos yo no tengo
elementos de juicio para decir quién es en cada momento el mejor
comunicadortranquilizador de la opinión pública, creo que lo
importante es que se realice. En todo caso, las cosas muchas veces
ocurren por elementos circunstanciales. La mañana en que la noticia
se publicó en algún medio de comunicación, el ministro de Hacienda
tenía un acto público, y fue a la entrada o a la salida del acto
público cuando tuvo ocasión de decirlo, es decir que tampoco fue una
intervención prevista, planificada, que en esta ocasión que iba a ser
el ministro en vez de el director general de la Agencia y demás. Lo
importante es que cuando deba comunicarse algo sobre un tema que
tenga interés para la sociedad española, se diga. Respeto la opinión
de S.S., pero no tengo elementos de juicio sobre quién en cada caso y
sobre qué cuestión debe ser.

No puedo sino compartir todas sus reflexiones respecto a la gestión y
control. Es evidente que las dos deben existir y que la gestión en
todo caso debe ser antes y que ojalá ni siquiera hiciera falta el
control, completamente de acuerdo, señoría. En cambio, lo que cuando
menos no comparto es la relación entre eso y el cuerpo técnico de
Hacienda al que usted se refería, porque en cierto modo decía:
¡Hombre!, la no creación del cuerpo técnico de Hacienda va en contra
de esa idea de potenciación de la gestión para hacer menos necesario
el control. No, lo que quiero decirle, señoría, es que el cuerpo
técnico de Hacienda, que será una reformulación del actual Cuerpo de
Gestión, hará las funciones -rediseñadas como se regule en la norma
de creación- que viene realizando más o menos, grosso modo, el actual
Cuerpo de Gestión de Hacienda Pública. El problema es que aquí puede
haber una confusión tecnológica, porque el Cuerpo de Gestión de
Hacienda Pública realiza funciones de gestión y realiza funciones de
control, y casi, casi, cuando menos a la par la distribución de
efectivos entre ambas funciones. Luego, la creación del cuerpo
técnico no representará sino un rediseño de funciones y de
estructuras de carrera dentro
de la Agencia, bienvenida sea, pero no tendrá ninguna incidencia
en ese equilibrio entre gestión y control.

Efectivamente no expliqué el nuevo modeloo en mi intervención, porque
si no hubiera sido todavía mucho más larga de lo que fue. Ahora se
está estudiando en un grupo interno del Ministerio de Hacienda, pero
no quiere decir que ahora por primera vez; en el final de la
legislatura anterior, intentando cumplir los plazos previstos en la
Ley de acompañamiento, hubo ya otro grupo y hubo borradores,
parciales cuando menos, incluso de lo que podía ser el texto de parte
de los contenidos del modelo nuevo, y hubo reuniones con los
interlocutores sociales, con los representantes de los colectivos
afectados, para analizar y conocer sus posiciones. Por tanto no se ha
empezado ahora, digamos que aquello se interrumpió por el final de la
legislatura y la dinámica propia del inicio de la nueva, y que ahora
se ha retomado. Precisamente cuando yo he dicho que uno de los
problemas a los que nos enfrentábamos es la discrepancia entre las
posiciones de los representantes de las diferentes partes de ese
Cuerpo de Gestión, de las diferentes áreas o especialidades, eso lo
sabemos fruto de aquellas reuniones que hemos tenido con ellos antes
del final de la anterior legislatura.

Aclaro esto, ya que quizá he provocado yo la confusión por no
explicarlo suficientemente en mi primera intervención y por tanto
aprovecho para decirlo.

Es verdad, señor Fernández Marugán, que la Agencia Tributaria tiene
un número reducido de empleados en términos relativos, es indudable
respecto a las administraciones tributarias de nuestro entorno. Me
voy con usted de la mano a pedir más empleados para la Agencia donde
haga falta y agradezco su ayuda en lo que vale, y vale mucho. Somos
la Agencia Tributaria con menos personal per cápita o por
contribuyente de todo el entorno europeo. Por eso también, dado que
en una Administración pública el gasto de personal tiene un peso muy
importante sobre el gasto total, por eso también somos la
Administración tributaria más barata más eficiente de todo el entorno
europeo. Medido en términos relativos, es decir, por unidad monetaria
recaudada, en España cuesta la Agencia Tributaria 0,86 por cada 100
unidades monetarias recaudadas. La media de la OCDE es 1,42. Países
que tradicionalmente han sido espejos en los que nos hemos mirado,
cuya evolución hemos intentado seguir, como Francia o Alemania,
incurren en términos de coste de su Administración tributaria en 1,6
por 100 unidades en Francia, 1,7 en Alemania. Son datos de un estudio
que realizó una comisión de la Asamblea Nacional francesa. Sin
embargo, no ocurre que por ser la que tiene menos personal y la más
barata, sea la menos eficaz, antes al contrario. Creo que uno de los
aciertos de todos los que han trabajado desde el inicio de la Agencia
Tributaria ha sido dar con fórmulas sustitutivas a la disposición de
máspersonal. La Administración francesa tiene mucho más



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personal que nosotros, y muchas más oficinas, como el doble de
oficinas que la Agencia Tributaria. Claro, alguien puede pensar:
bueno, habiendo el doble de oficinas tributarias en la Administración
francesa, el contribuyente francés está mejor asistido que el
español. Antes al contrario, en la Administración francesa hay 600
oficinas y el contribuyente francés dispone de 600 puntos de pago de
sus impuestos, uno por oficina. La Administración española, que es
más pequeña que la francesa, sólo tiene 280 ó 300 oficinas. Sin
embargo, el contribuyente español dispone de 30.000 puntos de pago
para abonar sus impuestos. ¿Gracias a qué? A un acierto pleno de la
Agencia Tributaria, -todos los aciertos son compartidos por todos los
que han trabajado en la Agencia desde que existe-, que fue establecer
el sistema de colaboración con las entidades colaboradoras, con lo
cual hemos convertido cada red, cada sucursal de una entidad
colaboradora en una terminal de la Agencia Tributaria, donde además
no solamente se realiza el pago de impuestos sino también funciones
de asistencia a los contribuyentes. Saben SS.SS. que las entidades
financieras aplican el programa Padre de la Agencia Tributaria a
aquellos clientes que quieran hacer allí su declaración. Por tanto,
tenemos toda la red de entidades colaboradoras como puntos de pago y
como puntos de asistencia a los contribuyentes. No es problema tener
menos empleados que Francia y menos oficinas si con esto hemos
sustituido y mejorado el servicio que da la Administración francesa.

Además tenemos otra cosa que suple la escasez de personal, como es un
auténtico departamento de informática que es puntero en el mundo, y
no me quiero extender porque es público y conocido. Tenemos la mejor
informática tributaria que existe en el mundo. Nos lo reconocen
internacionalmente, como he dicho, con el premio que hemos recibido,
y es de nuevo algo que fue una apuesta iniciada con el nacimiento de
la Agencia y potenciada y mantenida por todos y cada uno de los que
han tenido y hemos tenido responsabilidad al respecto. Desde luego la
colaboración institucional, la colaboración social con todos los
colegios profesionales, con los sindicatos, con los representantes de
asesores, con los que convenimos, permite complementar en materia de
asistencia tributaria y de gestión tributaria esa escasez relativa de
personal.

La colaboración institucional con las comunidades autónomas ha sido
un paso tremendamente importante. Luego aludiré a ello, porque el
señor Padrol y el señor Martínez-Pujalte han hecho referencia a la
Comisión mixta, pero solamente diré que por parte del director
general de la Agencia debe reconocerse desde este micrófono la enorme
colaboración que las comunidades autónomas nos ofrecen en las
campañas de renta, colaboración que año a año se incrementa en puntos
de apoyo a los contribuyentes, en puntos de asistencia y en
tramitación de declaraciones. Luego me referiré de forma más completa
a la colaboración con las comunidades
autónomas, pero sin duda la colaboración institucional también
es importante.

Y cómo no, y aquí desde luego yo suscribo al ciento por ciento las
palabras del señor Martínez-Pujalte, es verdad que tenemos menos
empleados que en el resto de las administraciones tributarias pero
nuestros empleados son tan buenos como los mejores, si es que no son
los mejores.

En definitiva, hay pocos empleados en la Agencia Tributaria, pero
están muy bien preparados, con una red de colaboración institucional
ciertamente eficaz e importante y con un servicio de informática que
en su conjunto supone que, si bien al tener menos empleados somos la
más barata, no por ello demos peores servicios. Antes al contrario,
cualquiera de las administraciones tributarias que he citado antes
con más empleados, y por tanto más costosas que nosotros -no dice
esto un director general que lleva muy poco tiempo de responsable-,
no tienen ni de broma los servicios que la Agencia Tributaria ofrece
al conjunto de sus contribuyentes.




Es verdad que no hay que actuar sólo sobre lo que resulta más
sencillo, eso es completamente cierto, como ha dicho el señor
Martínez-Pujalte, que también es inspector de Hacienda. Le voy a
contar una anécdota real para la pequeña historia de la agencia, que
S.S. la va a entender bien y que ha ocurrido hace aproximadamente
tres o cuatro meses.

En uno de mis desplazamientos, que procuro que sean los máximos
posibles, a una delegación, el delegado especial, el delegado de la
Agencia y el jefe de dependencia de recaudación me contaban con
satisfacción (porque una de las características de los que trabajamos
en la Agencia es que estamos muy integrados en ella y muy motivados
por la función que cumplimos), con el mismo entusiasmo con el que yo
comento las cosas, que acababan de cobrar una deuda, -no recuerdo el
importe ni las fechas exactas, podrían ser 50 ó 60 millones de
pesetas, de ese orden-, significativa para esa dependencia pero que
no tenía especial transcendencia para las cifras nacionales de la
Agencia a las que me he referido antes.

La deuda en cuestión corresponde a 12 ó 13 años antes, se recurrió
inicialmente, y después, cuando los tribunales dieron la razón a la
Agencia Tributaria respecto a la liquidación, el contribuyente se
declaró insolvente porque no tenía medios económicos. Cuatro o cinco
años después se inició una acción de derivación de responsabilidad,
que fue recurrida por el contribuyente. La Agencia Tributaria
consiguió una resolución judicial positiva respecto a la derivación
de responsabilidad y finalmente el contribuyente, que ya era
responsable por resolución judicial, no hizo frente al pago en
período voluntario. Se inició la fase ejecutiva, se le embargó y
después de 11 ó 12 años se cobró por funcionarios que no habían
empezado la actuación. Entreaquellos que la empezaron y los que la
acabaron hubo



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una sucesión de 3 ó 4 en cada uno de los puestos que he referido
-delegado y jefe de dependencia de recaudación-, lo cual refleja que
vamos también sin duda alguna, porque así debe ser, en la línea de
perseguir lo que no resulta fácil.

Si el delegado o el jefe de dependencia de recaudación, cualquiera de
los cuatro que ha habido en el camino, fueran a por lo que resulta
fácil, esa deuda no se hubiera cobrado, porque como he contado no ha
sido fácil después de 13 años. Sin embargo, ese espíritu de trabajo
en una institución con sentido de responsabilidad respecto a la
función social que se cumple, esa exigencia de tensión que tiene la
Agencia Tributaria, -es la primera Administración que trabaja con un
sistema de dirección por objetivos-, provoca que finalmente aquello
fuera cobrado. Dicho esto, coincido con usted, en que hay que hacer
más esfuerzos para que este tipo de actuaciones sean más frecuentes
todavía y que se combata con especial intensidad el fraude, que busca
fórmulas más sofisticadas para escaparse al control de la Hacienda
pública.




Me preguntaba S.S. qué embargamos, porque si ese millón de trabas
efectivas eran cuentas corrientes y salarios sería insuficiente. Una
vez más, coincido con usted. Si así fuera sería insuficiente, pero es
que trabamos más cosas. Está mal que lo diga yo porque la novedad se
puso en marcha cuando era director del departamento de recaudación,
pero tengo que decir que por ejemplo embargamos desde 1998 los fondos
de inversión inmobiliaria, lo que hasta entonces no se había hecho.

Se puso en marcha una operación complicada, porque no es fácil,
porque es un tema donde había menos nivel de información y era una
información menos utilizable directamente. Se puso en marcha un nuevo
procedimiento y se consiguieron resultados positivos.

Le puedo garantizar a S.S. que embargamos cosas ciertamente
importantes, mucho más allá de dinero y cuentas corrientes; por
ejemplo inmuebles, tanto urbanos como rústicos. También embargamos
activos o derechos ciertamente sorprendentes. Permítame que no lo
diga en público porque por el tipo de activo que embargamos se
identificaría el sector o el conjunto de contribuyentes frente al que
actuamos. A veces en los medios de comunicación sale alguna
referencia porque el contribuyente o el sector se queja. Ellos lo
pueden decir, yo no porque a mí el artículo 113 me lo prohíbe, pero
de verdad embargamos todo. Si S.S. me permite que lo diga de una
manera que no es muy académica, embargamos todo lo que encontramos,
de acuerdo, faltaría más, con la legalidad vigente y, por supuesto,
con el máximo respeto a las normas y al espíritu de las mismas,
especialmente a la ley de derechos y garantías.

Parte de la respuesta al señor Fernández-Marugán, es aplicable a
cuestiones que me planteaba el señor Padrol. Sin embargo alguna de
sus cuestiones es específica
y por tanto paso a darle mi opinión o a complementarle algún
tema en relación con lo que usted ha dicho respecto a los dos temas
de futuro.

Respecto a la cooperación para la gestión tributaria entre
comunidades autónomas y el Estado, comparto su opinión de que tenemos
camino que recorrer, pero tenemos una base muy buena, como S.S. ha
dicho, que es el camino recorrido. En estos cuatro años de
funcionamiento de la comisión mixta, se ha reunido con una
periodicidad prácticamente bimestral, algo que parecía difícil de
conseguir en un órgano integrado por 18 administraciones: la del
Estado, 15 administraciones autonómicas y las dos ciudades autónomas
de Ceuta y Melilla, lo primero que se ha conseguido es la reunión
periódica con asistencia, salvo excepciones contadísimas y por causas
justificadas, de todas las administraciones implicadas. Eso no es
algo que pudiera parecer al principio fácil de conseguir, pero siendo
eso importante, lo absolutamente relevante es el trabajo realizado.

En un espíritu de leal colaboración y de recíproca cooperación entre
instituciones, el conjunto de las 18 instituciones representadas ha
sido capaz de sentar las bases para avanzar de forma significativa en
la colaboración para la cogestión tributaria. Me refería antes al
diseño y aportación de las comunidades en las campañas del impuesto
sobre la renta de las personas físicas, pero ha sido mucho lo logrado
en esta comisión respecto al intercambio de información,
automatizando, buscando información, haciendo compatibles los
sistemas, aclarando las dificultades técnicas que ello ocasionaba,
etcétera. Ha sido mucho lo avanzado, por ejemplo, en materia de
intentar reducir, si no eliminar, de manera eficaz un supuesto de
doble imposición fáctica que podía ocurrir por impuestos fronterizos
entre ambas administraciones. La Comisión en grupos de trabajo
finalmente ha aprobado auténticos mecanismos, auténticas normas
internas para aplicar en todas las administraciones, que están
empezando ya a dar sus frutos.

Se han suscrito 15 convenios de recaudación ejecutiva con todas las
comunidades autónomas para mejorar los mecanismos por los cuales la
Agencia Tributaria realiza la gestión de cobro de las deudas de estas
comunidades autónomas; se han diseñado por la Agencia Tributaria,
y puesto a disposición de las comunidades autónomas, programas
informáticos que van a permitir su tratamiento en la inspección de
los tributos cedidos por parte de las administraciones autonómicas.

Se ha puesto a disposición de todas las administraciones autonómicas
la posibilidad de ayudarles en la Agencia Tributaria al diseño de una
informatización integral de las respectivas administraciones
tributarias, opción que han acogido de momento cuatro o cinco
administraciones tributarias y que están poniéndose en marcha.

Todo esto, gracias al esfuerzo de todos, es lo que se ha conseguido,
pero estoy de acuerdo con S.S. en que hay que hacer más. Hemos visto
que es tanta la potencialidad y que son tantos los resultados
positivos para



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ambas partes que, desde luego, estamos conjurados en la comisión
mixta para seguir avanzando de acuerdo con la legalidad aplicable.

Ello vendrá dado, sin duda alguna, por los campos de colaboración que
resulten inevitables, afortunadamente, como consecuencia de las
reformas en el modelo de financiación autonómica, en la apuesta que
realice por la corresponsabilidad fiscal y por la coparticipación.

Por tanto, coincidencia absoluta con S.S. en que es mucho lo hecho
gracias a todos, a la Agencia y a las comunidades autónomas, y mucho
más lo que entre todos seguro vamos a ser capaces de hacer.

El segundo tema de futuro importante que plantea el señor Padrol, y
en esto coincidía con el señor Martínez- Pujalte, es una apuesta por
la relativización del elemento cuantitativo en los objetivos de la
Agencia. La verdad es que lo que el señor Padrol me va a escuchar no
le va a sorprender, porque me lo ha escuchado en más de una ocasión,
como a mí no me ha sorprendido su intervención en este punto porque
también se la he escuchado y sabe que estamos básicamente de acuerdo,
quizá con algún elemento de ritmo temporal.

Estoy de acuerdo en que es un error que lo cuantitativo sea todo,
como he visto que está S.S. de acuerdo en que es un error que nada
sea cuantitativo. Lo importante, cuando hablamos de parámetros de
referencia para las actuaciones de los órganos de control de la
Agencia, lo crucial es encontrar el punto de equilibrio entre lo
cuantitativo y lo no cuantitativo, entre lo que es un objetivo de
referencia o lo que solamente es una medición posterior para su
conocimiento y valoración. Ese equilibrio entre los dos juegos de
dilemas que he dicho es lo importante y ahí es donde hay que acertar,
y en eso S.S. y yo estamos ahora, como antes, absolutamente de
acuerdo. Los pasos dados por la Agencia Tributaria en los últimos
años van en esa línea. Hasta hace tres años, respecto a las
actuaciones de los órganos de control, no existía más que un plan de
objetivos, que marcaba cuánto hay que hacer en cada uno de los
parámetros en que se subdivide el plan de objetivos. Tres años
después los órganos de control de la Agencia Tributaria disponen de
un plan de objetivos que les dice eso y de un plan general de control
que establece qué actuaciones, con qué criterios, con qué forma de
trabajar tienen que ir realizando eso, al margen de las cifras que se
consigan.

En el plan de control no se habla de cifras, se habla de actuaciones,
de estrategias, de programas de trabajo, y no sustituye el plan de
control al plan de objetivos, se complementa. Desde hace un año en la
Agencia Tributaria existe el programa de calidad, que busca objetivos
cualitativos, mejorar la calidad en las actuaciones de la
Administración tributaria. Por tanto, hemos empezado ya en esa línea
de equilibrar lo cuantitativo y lo cualitativo. Tenemos que seguir
avanzando hasta alcanzar el punto de equilibrio razonable, porque el
segundo elemento de referencia que es importante es el gradualismo.

Aunque hubiéramos sido capaces de diseñar cuál era el punto de
equilibrio perfecto y al que habría que llegar, y así se entendió en
el consejo de dirección de la Agencia, hubiera sido malo recorrer el
camino solamente en un ejercicio, de un año para otro. La forma de
dirigir la Agencia por objetivos aconseja que no haya cambios
radicales de un año para otro por los efectos traumáticos que podrían
tener desde el punto de vista de la dirección y del impulso hacia las
unidades y los servicios.

Hay que alcanzar el punto de equilibrio, vamos a diseñar cuál es y
alcancémoslo gradualmente. Llevamos dos o tres años avanzando y en
esa línea y queremosseguir por ese camino. Las posibles aportaciones
que desde el Poder Legislativo se nos haga a la institución al
respecto serán bienvenidas porque seguro que serán afortunadas y
porque, además, he percibido que básicamente son coincidentes con las
reflexiones que hacemos los que estamos al frente de la institución.

El señor Martínez-Pujalte dice que existe un mejor cumplimiento de
acuerdo con las cifras y se ha referido también a la encuesta del
CIS. Déjeme que le aporte un dato adicional que es importante. Me
gustan los aspectos sociológicos y la sociología, -lo cualitativo
también me gusta, no sólo lo cuantitativo-, pero hay una pregunta que
realiza la encuesta oficial del CIS año a año, que es la siguiente:
¿Cree usted -le pregunta al encuestado- que el fraude fiscal en
España aumenta o disminuye? Son tremendos los resultados que aparecen
últimamente. La mayoría de los encuestados opina que el fraude está
disminuyendo. Esto lo digo como un dato complementario al objetivo
cuantitativo para que sirva como un pequeño ejemplo que ese
equilibrio que debe decidir.

He mantenido en mi intervención y en mi respuesta que los datos de
recaudación, comparados con el crecimiento del PIB, ponen de
manifiesto cuantitativamente que cumplen mejor los contribuyentes. Si
el conjunto de españoles encuestados por el CIS opina que el
contribuyente cumple mejor, seguro que es verdad porque el que
responde tiene la percepción social de su propia conducta, de la
conducta de sus familiares, sus amigos, sus vecinos, sus compañeros
de trabajo. Por tanto, si la percepción social en España, reflejada
científicamente a través de la encuesta del CIS, es esa, yo creo que
es un dato complementario que refuerza el dato comparativo entre
crecimiento y recaudación y crecimiento del PIB.

Su pregunta sobre coordinación con las comunidades autónomas, creo
que está respondida con lo que he dicho al señor Padrol, así como la
referencia a los objetivos cualitativos y cuantitativos. Acierta S.S.


cuando dice que uno de los problemas que hasta ahora han impedido o
han dificultado la aprobación del cuerpo técnico, salvo que
hubiéramos acordado hacerlo sin consenso entre las partes, es el de
la especialidad, y loreflejo porque en el tema de la movilidad entre
especialidades



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hay que conseguir que las partes afectadas lleguen entre sí a un
punto de encuentro. Si uno de los bloques quiere un sistema de
movilidad absoluta y otro quiere un sistema de casi inmovilidad
absoluta, es difícil el punto de encuentro. Efectivamente S.S. conoce
el problema, acabo de detectarlo, y por tanto vean todos ustedes, vea
la Comisión, que en las actuales condiciones solamente sería posible
aprobar un cuerpo técnico contra la voluntad de uno de los grupos de
los funcionarios afectados. Nuestro empeño es intentar lograr que
todos modifiquen posiciones y que todos lleguen a un punto de
encuentro.

Con esto creo haber respondido, si no a todo, sí a lo más importante
y a lo que ustedes específicamente me han pedido respuesta. Por
tanto, señor presidente, quedo a su disposición.




- EL FRAUDE A LA HACIENDA PÚBLICA POR PARTE DE LAS GRANDES
MULTINACIONALES TABAQUERAS. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA. (Número de expediente 212/000305)



- POSICIÓN DEL GOBIERNO ANTE LA DEMANDA CIVIL PRESENTADA POR LA
COMISIÓN EUROPEA CONTRA LAS COMPAÑÍAS TABAQUERAS REYNOLDS Y PHILIP
MORRIS, EN EL TRIBUNAL DEL DISTRITO ESTE DE NUEVA YORK. A SOLICITUD
DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente 212/000327)



El señor PRESIDENTE: Los siguientes puntos del orden del día son dos
comparecencias del director general de la Agencia Estatal de
Administración Tributaria, solicitadas por el Grupo Parlamentario
Socialista, que las unen, y que la primera es para informar acerca
del fraude a la Hacienda pública por parte de las grandes
multinacionales tabaqueras, y la segunda para informar sobre la
posición del Gobierno ante la demanda civil presentada por la
Comisión Europea contra las compañías tabaqueras Reynolds y Philip
Morris en el tribunal del distrito este de Nueva York.

Tiene la palabra, por parte del Grupo Socialista, la señora Romero.




La señora ROMERO LÓPEZ: La pregunta que en primer lugar está
formulada, para que informara la Agencia Tributaria de la demanda que
había puesto la Comisión Europea, se complementó después de la
intención de España de sumarse a la demanda de la Unión Europea y la
posterior aclaración de que, efectivamente, España también se ha
sumado a esa demanda civil de la Unión Europea, por eso las
unificamos las dos. La pregunta viene a colación porque, como muy
bien conoce, en julio de este año apareció en la prensa
la noticia de que la UCLAF, la oficina antifraude de la Unión, había
elaborado un informe diciendo que el fraude por contrabando
comunitario había reducido las arcas comunitarias en 1.100 millones
de euros, unos 183.000 millones de pesetas, y la noticia hablaba de
que en España se estimaba que ese fraude podría estar en torno a los
44.000 millones de pesetas. Las consecuencias, desde nuestro punto de
vista, son por lo tanto grandes, se estimaba también aproximadamente
en un 10 por ciento de la cuota de mercado, y nosotros pensamos que
estas cifras son importantes.

Para hacernos una idea todos aquellos que compartimos las directrices
de la Organización Mundial de la Salud, que sustancialmente durante
el último año se han centrado en esa lucha contra el tabaquismo, la
subvención de la Unión Europea, por ejemplo, a los cultivos del
tabaco está alrededor de 163.000 millones de pesetas, de cuya
cantidad se destina sólo 3.000 millones a la prevención en la Unión
Europea.

Si tenemos en cuenta que la cifra en España de fraude podría estar en
torno a los 44.000 millones de pesetas, haciendo la cuenta de la
vieja podríamos multiplicar por 14 los esfuerzos de prevención sólo
en España si pudiéramos destinar alguna cantidad semejante a este
objetivo que hoy se ha convertido en un objetivo mundial y que une a
todos los países. Desde nuestro punto de vista puede ser importante
la cifra, por lo que es de sumo interés la presentación de esta
demanda civil interpuesta por la Unión Europea y a la cual se han
adherido también algunos países, según la información de la que
dispongo, como Francia, Italia, Alemania y ahora parece que España.

Lo que quisiéramos preguntar aquí, una vez que ya se ha producido por
parte de España la adhesión a esa demanda, es si realmente las cifras
que se han dado son ciertas, si esas estimaciones tienen alguna base
real en España, o por el contrario qué cantidades puede manejar la
Agencia Tributaria. Como la demanda también se hace basándose en la
sospecha de que estas redes pueden suponer algo más que contrabando
de tabaco, es decir, estas redes de contrabando pueden estar siendo
utilizadas para otros fines ligados a actividades que son
perjudiciales para la salud, esa es la razón por la cual le
preguntamos si estima que esas redes pueden estar siendo
desmanteladas y por dónde tendría su acceso a España este tipo de
contrabando que no se está detectando. Se han dado algunas
informaciones contradictorias sobre Andorra, sobre los paraísos
fiscales. Quisiera que me concretara exactamente por dónde pueden
estar esas redes y qué conexión pueden tener con el narcotráfico. Esa
es una preocupación de quienes estamos un poco en la lucha porque esa
lacra desaparezca de nuestra sociedad. Quisiéramos que no avanzara
más, puesto que la Agencia Tributaria tiene a su cargo el servicio de
vigilancia aduanera, así como una competencia muy específica en este
campo.




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El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA AGENCIA ESTATAL DE ADMINISTRACIÓN
TRIBUTARIA (Ruiz-Jarabo Colomer): Señoría, paso a intentar
responderle a sus preguntas concretas, junto con el contenido
genérico de la solicitud de comparecencia.

Muy brevemente, para centrar la cuestión de cómo se llegó a la
presentación de la demanda civil por parte de la Unión Europea. Como
sabe S.S., el 3 de noviembre la Comisión de la Unión Europea presentó
una demanda civil en Estados Unidos por los perjuicios económicos que
hubieran podido ocasionar a la propia Unión Europea y a sus Estados
miembros, en términos de presunción, unas compañías tabaqueras por su
participación directa o indirecta en el contrabando de tabaco en
Europa. Esta presunta participación directa o indirecta, de las
compañías demandadas, según los términos de la demanda civil de la
Comisión, se habría concretado en las acusaciones de negligencia,
fraude, conspiración y violaciones de la ley norteamericana de 1970.

Las consecuencias que establece la propia demanda civil son que se
han podido producir infracciones a las leyes norteamericanas,
infracciones a las leyes europeas, infracciones de los acuerdos
aduaneros entre ambos territorios. Todo ello habría provocado,
siempre en términos de presunción, un incremento de cuota de mercado
para las compañías demandadas y, lógicamente, un incremento de sus
beneficios; pero correlativamente, y aquí está el perjuicio
económico, para la Unión Europea habría provocado una disminución de
sus ingresos y un incremento de sus gastos, y este perjuicio
económico doble para la Unión Europea es lo que explica los objetivos
de la demanda, las pretensiones de la demanda civil planteada el 3 de
noviembre, que son tres.

La Unión Europea, la Comisión Europea, en su demanda civil tiene una
primera pretensión, que es resarcirse vía recuperación de los
importes que se hayan podido defraudar por concepto tributario y
aduanero. Hago una referencia a que esto, en tanto que recuperación,
es una pretensión hacia el pasado; es decir, la demanda civil
pretende que se recuperen aquellos posibles importes defraudados en
el pasado por el concepto de cuotas tributarias y aduaneras.

Hay una segunda pretensión, que es recuperar los gastos en que se ha
tenido que incurrir para financiar los servicios competentes en la
batalla contra el contrabando; por tanto, es una segunda pretensión
también hacia el pasado, aquello en lo que la Unión Europea ha
incurrido para combatir esa actividad ilícita que en términos de
presunción han realizado las compañías demandadas.

En tercer lugar, hay una pretensión hacia el futuro, porque la
demanda civil solicita formalmente al juez
norteamericano una orden judicial de prohibición, respecto de las
compañías tabaqueras demandadas de seguir realizando las actividades
que generan o que originan la demanda. Además, en esta pretensión se
solicita, una sanción penal para el caso de incumplimiento de la
orden judicial, y esta pretensión es hacia el futuro.

Para llegar a la presentación de la demanda civil por parte de la
Comisión, existe un trabajo previo durante más de dos años en el cual
varios despachos norteamericanos han realizado, de una parte, el
análisis legal, el diseño jurídico de la operación; y por otra parte,
y es muy importante, una investigación de los hechos para aportar las
pruebas fehacientes a fin de dar solidez a las pretensiones de la
demanda. Para ello, durante más de dos años se han obtenido
documentos en soporte papel, en soporte audiovisual, y se dispone de
más de 100 declaraciones testificales. El trabajo de diseño legal,
así como las pruebas aportadas en el sentido que he dicho, ha sido
verificado por la Comisión, por un lado por sus servicios jurídicos,
y en la parte que hace más referencia a la investigación, por parte
de la UCLAF, la oficina a la que usted se había referido de lucha
contra el fraude en el ámbito europeo, y también ha sido contrastado
por otros despachos de abogados.

Visto que todo tenía un contraste positivo, se llegó ya a negociar
entre la Comisión Europea y los despachos de abogados. Puesto que la
demanda se plantea en los Estados Unidos, los términos del acuerdo
entre Comisión y abogados norteamericanos se basan en el principio no
win, no fee, que es la costumbre judicial en Norteamérica, territorio
donde se ha sustentado la demanda, es decir, que sólo incurrirá la
Comisión en la necesidad de satisfacer costas, gastos y retribuciones
a los abogados en caso de éxito en las pretensiones de la demanda; si
no se tiene éxito, la Comisión no incurrirá en la necesidad de abonar
nada por ningún concepto a los abogados. Solamente cobrarán si tienen
éxito, y lo cobrarán en términos porcentuales, concretamente un 12,5
por ciento de las cantidades que se recuperen por las indemnizaciones
para resarcirse del fraude tributario aduanero, por las
indemnizaciones que se recuperen para resarcirse de los gastos e
inversiones necesarios para combatir el fraude en contrabando, y de
lo que se recupere como consecuencia del aumento de venta legal de
tabaco, y, por tanto, de pago de impuestos, como consecuencia de la
efectividad de la orden judicial de prohibición de seguir con la
actividad ilícita. Igual que en las pretensiones hay dos hacia el
pasado y una hacia el futuro, como no podía ser menos en materia de
retribuciones, en materia de posible percepción de cantidades
indemnizatorias por parte del Comisión hay dos hacia el pasado y una
hacia el futuro.

Así está planteado el tema por la Comisión Europea y surge entonces
el análisis referido a los Estados miembros. Planteada la cuestión,
surge, como digo, la posible adhesión de los diferentes Estados
miembros en defensa de los recursos comunitarios que hace la Unión Eu
ropea,



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junto con los recursos nacionales, en este caso el IVA y los
impuestos especiales, que son los defraudados si el tabaco no se
vende de forma legal. La pregunta es: ¿existía interés objetivo para
España -vamos a hablar en pasado porque fue hace unas semanas cuando
culminó el análisis- en la adhesión a esta demanda, existía interés
objetivo? Para saber si existía interés hay que ver si en España
existe fraude de contrabando, y hay que verlo teniendo en cuenta
además que lo que se puede resarcir vía éxito en la pretensión de la
demanda es en dos casos hacia atrás, hacia el pasado, y en un caso
hacia delante, hacia el futuro.

La situación es matizada. ¿Por qué? Porque la situación del
contrabando en España no es lineal, no es lineal a lo largo del
tiempo. La situación del volumen del fraude por contrabando en España
ha variado de forma muy significativa, ha variado desde estar siempre
por encima, del 17 por ciento en el período 1991-1995, siempre por
encima, del 17 por ciento como suelo, con puntas superiores al 20 y
al 22 por ciento, pero siempre por encima del 17 por ciento, a estar
en la actualidad, señoría, y le doy el último dato, el dato más
fresco posible, por debajo de 3 por ciento. Son estadísticas ajenas
a la Agencia Tributaria y que utiliza oficialmente la Comisión Europea,
estadísticas realizadas de forma homogénea en todos los países de la
Unión Europea y que la Comisión utiliza oficialmente. Yo no recuerdo
haberlo leído lo del 10 por ciento de volumen del fraude en España,
pero a bote pronto se me ocurre pensar que puede ser la media entre
el 17 de antes y el 3 de ahora, dado que la pretensión de la demanda
es recuperar esa indemnización por el fraude tributario aduanero en
el período que va desde finales de los años setenta. Por tanto, no
tiene sentido decir cuál es el volumen del fraude en un solo año a
efectos de defender la importancia de lo que se sustenta en la
demanda cuando a lo que se aspira en sus pretensiones es a recibir
una indemnización por un período de casi 20 años, de 20 años o de más
de 20 años, ésa es la pretensión.

Como decía, el fraude en España ha descendido notablemente en
contrabando desde el 17 al 3. ¿Ha descendido porque para los que
cometían la actividad ilícita de contrabando ya no es negocio hacer
contrabando? Ni de broma, porque un producto sometido a un importante
peso fiscal, como es el tabaco rubio, siempre tiene un incentivo al
fraude evidente. Por tanto, esa reducción del fraude de contrabando
en España del 17 al 3 por ciento no se debe a que haya menos interés
por hacer contrabando, lo que ha ocurrido es que el contrabando se ha
desplazado a otros países europeos. Cuando España estaba en el 17 por
ciento de fraude estaba a la cabeza, desgraciadamente, de los países
europeos en volumen de fraude; ahora, cuando estamos en el 3 por
ciento, estamos a la cola, afortunadamente, de volumen de fraude, en
tanto que otros que antes no estaban a la cabeza ahora sí lo están.

¿Y por qué el contrabando de tabaco se ha desplazado desde España a
otros países?
Pues, sin duda, debido al trabajo y al esfuerzo del conjunto de
empleados y funcionarios de la Agencia Tributaria, en este caso del
departamento de aduanas, y como bien dice S.S., del área operativa de
Vigilancia Aduanera, al trabajo y a la estrategia puesta en marcha
para maximizar la eficacia de ese trabajo.

Esta estrategia se ha basado en cuatro puntos que son los siguientes.


Primero, ese servicio operativo, que S.S. dice que es muy importante,
en el año 1997-1998 se integró efectivamente al departamento de
aduanas, con la idea de hacer una dirección unificada de todos los
efectivos, más coordinada, y en definitiva aprovechar, dicen los que
hablan de estos temas, las sinergias de los esfuerzos respectivos. En
segundo lugar, con mejoras en los procedimientos. Se puso en marcha,
y enlazo con mi intervención anterior, un sistema por el cual se han
creado unidades especiales de selección. Se han aplicado, y lo dije
antes, técnicas automatizadas de análisis de riesgos, y sobre todo, y
es muy importante, debe saber S.S. que hoy en las aduanas, hoy en los
puntos calientes de lucha contra el contrabando, en los puntos
operativos de vigilancia aduanera, se están intercambiando datos con
los operadores en tiempo real, on line dicen los técnicos, para
conocer salidas, destinos y orígenes de los elementos de transporte
que llevan el tabaco rubio, para estar encima del movimiento real del
producto. En tercer lugar, hemos incrementado de forma muy
significativa las inversiones, no doy las cifras, pero créame S.S.

que desde el período en que estábamos en el 17 por ciento al período
actual las inversiones materiales en medios (embarcaciones, elementos
de transporte, helicópteros, elementos técnicos de software,
instrumentos técnicos) han experimentado un crecimiento muy notable,
y detrás de eso está parte del éxito. Y finalmente, el cuarto punto
de estrategia es un incremento importante de colaboración con las
fuerzas de orden público, especialmente con la Guardia Civil, porque
la colaboración necesitaba ser aumentada. Entre ambas partes hemos
decidido hacerlo y ha aumentado de forma significativa.

Por tanto, para España, dada la evolución del volumen de contrabando,
mucho más alto antes que ahora, desde luego lo que tiene más interés
son las dos pretensiones primeras de la demanda civil, cuando lo que
se pretende es la indemnización del defecto de ingreso y el gasto que
se ha incurrido hacia atrás. Tendría mucho menos interés para
nosotros si solamente se planteara la pretensión hacia adelante
porque nuestro volumen de fraude de contrabando es inferior al 3 por
ciento, a diferencia de otros países a los que más les interesa más
la tercera pretensión y no las dos primeras porque en ellos ha pasado
todo lo contrario. En todo caso, puesto que la adhesión debía ser a
la demanda de la Comisión Europea en bloque, y por tanto a las tres
pretensiones, el análisis no puede ser otro, y yo creo que lo
compartirán todos los grupos parlamentarios y desde luego S.S.,



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que había interés objetivo para España en adherirse a la demanda
civil, lo había.

Visto con estas cifras que había interés objetivo, quedaba por
analizar tres cuestiones. ¿Es compatible (y aquí además voy a hacer
una acotación para una cuestión que S.S. ha planteado) con otros
procedimientos que están suscitándose de persecución de estas
operaciones ilícitas? Concretamente, ¿es compatible con los
procedimientos penales que en España viene impulsando la Fiscalía
Anticorrupción respecto de los contrabandistas españoles que pueden
estar -tema de presunción- en conexión con esta red internacional
puesta en marcha por las compañías demandas?, ¿es compatible?
Entendíamos que sí desde la Agencia Tributaria, pero nada mejor que
ponernos en contacto con la propia Fiscalía Anticorrupción, y he de
decir que la Fiscalía Anticorrupción ha participado en reuniones con
nosotros y con los técnicos de la OLAF para analizar la
incompatibilidad, y, como no podía ser menos, la compatibilidad es
absoluta: un procedimiento es civil, otro es penal; uno es respecto a
sujetos distintos, otro es respecto a las compañías tabaqueras que
presuntamente han ejercicio una actividad ilícita, otro es respecto
a contrabandistas españoles; uno se sustenta en Estados Unidos, otro en
España. Compatibilidad absoluta, no se perjudica lo más mínimo. Por
cierto, que en este procedimiento está la Agencia Tributaria ayudando
a la fiscalía y apoyándola siempre que no los pide.

Permítame que le diga a S.S. que en términos de presunción, y no
puedo decir otra cosa, legalmente no puedo dar ningún dato, en
términos de presunción sí que parece que existen nexos de conexión
entre unos delitos y otros, sí que lo parece en términos de
presunción y no puedo decirle más, señoría. ¿Es viable la adhesión de
España, es decir, otorgar un mandato representativo a la Comisión, es
viable jurídicamente de acuerdo con la legislación española y con la
legislación europea? Esto se ha analizado por el servicio jurídico de
la Agencia, en colaboración con el Servicio Jurídico del Estado,
concretamente con unidades del mismo destinadas en el Ministerio de
Hacienda y en el Ministerio de Asuntos Exteriores, y con los
servicios jurídicos de la Comisión Europea, y todos han coincidido en
que la legislación española y el Tratado de Amsterdam permiten y
amparan sin ningún género de dudas la posibilidad jurídico-legal de
que España otorgue un mandato representativo a la Comisión Europea.

Y la cuarta pregunta es: ¿existe algún coste para el Estado español?
Y la respuesta es no, cero. España se adhiere también al mecanismo de
retribución a los despachos de abogados, la adhesión es total a lo
acordado por la Comisión Europea, y por tanto no hay coste para el
Estado español.

En resumen: objetivo interés, sí, en defensa de los intereses
generales que se han visto perjudicados por la presunta actividad
ilícita de estas compañías demandadas; compatibilidad absoluta con
otros procedimientos;
viabilidad jurídica sin ningún género de dudas y coste cero para el
Estado español. Con este análisis y con estos parámetros para el
análisis la decisión no podía ser otra que adherirse efectivamente a
la demanda de la Comisión, cosa que se ha hecho el 25 de enero a
través del Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha dado la orden a
la representación diplomática en Bruselas para que traslade el
mandato representativo a la Comisión.

Respecto a otros países, a mí lo que me consta es que Italia y
Alemania han formulado también su adhesión no antes que España, es un
pequeño matiz, no ha sido España después de Italia y Alemania, sino
España a la vez que Italia, y ambas antes que Alemania. Y,
efectivamente, el resto de países a mí no me consta todavía que hayan
formalizado su adhesión, están todos estudiándolo en trabajo conjunto
con los órganos técnicos de la OLAF, alguno ha manifestado su
intención de hacerlo pero a mí no me consta todavía que ninguno más
se haya adherido, aunque sí se espera por parte de la Comisión que
haya más adhesiones.

Esto es lo que puedo decirle en relación a lo que ha ocurrido con la
demanda contra las tabaqueras y la actuación de la Comisión y sobre
todo la actuación del Ministerio de Hacienda y del Estado español.




El señor PRESIDENTE: Señora Romero.




La señora ROMERO LÓPEZ: Si me permite, en algún punto discrepo del
análisis que ha hecho, porque aun compartiendo los datos que nos
suministra (porque evidentemente son los que están y hemos tenido
acceso a la memoria, escasa memoria, pero en este tema era elocuente
en cuanto al delito fiscal y la evolución que ha seguido en el año
1999 y en el año 2000), tengo que decir que no tenemos más que
compartir y felicitarnos por el éxito de la actuación de la Agencia,
pero discrepamos en cuanto a la motivación de esa disminución del
contrabando que hoy está estableciendo en un 3 por ciento,
sencillamente porque cuando habla de que una de las razones puede ser
el desplazamiento hacia otras zonas, no queremos pensar que la
Agencia no es eficaz, pero la percepción de la ciudadanía no es la
misma y, como sabe el señor director de la Agencia, también es muy
posible que esas redes de contrabando de tabaco estén siendo usadas
para tráfico de hachís, tráfico de cocaína, etcétera.

Como esa es también la sospecha de quienes han impulsado la demanda,
esa es la preocupación que le planteamos aquí, porque nos gustaría
pensar como piensa la Administración, pero cuando vienen planeadoras
cargadas con toneladas de hachís, toneladas de cocaína, no puede uno
más que pensar que esas redes están ahí. Y, al estar ahí, no basta
con decir que puede ser que el contrabando se haya desplazado, porque
también habría que pensar que puede ser que esas redes estén siendo
usadas para otros tráficos ilícitos, con lo cual el esfuerzo debería
multiplicarse.




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Esa es la razón por la cual le expreso aquí no solamente mi
preocupación, sino la preocupación de muchos ciudadanos a los que
represento y por lo que le transmito la opinión de que en este tema
más que nunca hay que estar atentos, porque no se trata simplemente
de un tema de vigilancia de contrabando de un producto estanco y
perjudicial para la salud, y ya le he hablado de la recomendación de
la OMS; estamos hablando de algo más, y por lo tanto estamos hablando
de un mayor esfuerzo, de una necesidad de afrontar el problema, no
vaya a ser que ocurra con este tema como con las vacas locas o algún
otro suceso al cual no le demos la importancia que verdaderamente
tiene y creamos que porque hayamos tenido unos ciertos éxitos
realmente están respondiendo a la eficacia, que no lo dudo, pero
cuando hay decomisos, por ejemplo en el año 1999, de un total de 10
millones de cajetillas de tabaco y tan sólo en el mes de enero en una
operación se han decomisado 9 millones, eso significa un crecimiento
exponencial, y lo sabe S.S., por eso el esfuerzo tiene que ser
también exponencial, y el personal también tiene que ser exponencial
y el presupuesto también. En caso contrario no se podrá afrontar no
solamente el problema que se refiere a estos productos estancos, sino
a lo que más nos preocupa, que es la lucha contra los tráficos
ilícitos.




El señor PRESIDENTE: ¿Desea el señor director general realizar alguna
contestación?



El señor MARTÍNEZ-PUJALTE LÓPEZ: Perdón, señor presidente, creo que
según el orden habitual, al no ser una pregunta sino una
comparecencia, el resto de los grupos fijan la posición y
posteriormente responde para concluir el debate el director general,
el compareciente.




El señor PRESIDENTE: Tiene usted razón, señor Martínez-Pujalte.

Adelante.




El señor MARTÍNEZ-PUJALTE LÓPEZ: Simplemente voy a hacer una
referencia a un tema que a mi grupo le preocupa desde hace mucho
tiempo. Ya en la legislatura entre 1993 y 1996 presentamos varias
iniciativas en este Parlamento para mejorar en la lucha contra el
contrabando del tabaco, es un tema grave y preocupante por las redes
que se pueden crear y que pueden servir para el tráfico de otras
sustancias y también por lo que significa de pérdida para la Hacienda
pública española y de daño para los auténticos comercializadores del
tabaco, y yo quiero decir que la Agencia en estos años ha hecho un
esfuerzo enorme y quiero felicitarle por ello.

Entre 1992 y 1996 se entendía que el fraude del tabaco podía alcanzar
hasta 100.000 millones de pesetas/año, cuando desde la Administración
se estaba haciendo un esfuerzo en esos cuatro años de 700 millones de
inversión. Desde el año 1996 al año 2000 el contrabando ha
pasado de un 16 por ciento a situarse según el último dato en el 2,3
(a lo mejor estamos en torno al 3), un esfuerzo enorme de reducción
que se debe a muchas razones, también quizá a que se ha multiplicado
por 10 la inversión realizada. Y quiero felicitar a la Agencia en la
línea de lo que están haciendo otras revistas, por ejemplo una
revista que habla mucho del contrabando de tabaco y del daño que
produce el tabaco en la salud como es el British Medical Journal, que
en un artículo de hace 15 días dice que España es uno de los pocos
países en el mundo que ha luchado eficazmente contra el contrabando y
que ha logrado éxitos tremendos contra el contrabando del tabaco.

Creo que esa es la línea que por lo menos a mi grupo le gustaría que
se siguiera, porque es la línea eficaz, y en este sentido creo que en
los últimos cuatro años el esfuerzo ha sido notable y el éxito
también.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE LA AGENCIA ESTATAL DE ADMINISTRACIÓN
TRIBUTARIA (Ruiz-Jarabo Colomer): Brevemente, porque veo que he
interferido negativamente en el desarrollo de la Comisión.

Escasa memoria, dice S.S. Bueno, aclaro que no es una memoria, la
memoria de la Agencia Tributaria se publicará en los próximos meses,
antes del verano seguro, y si es antes, mejor. Esa será la memoria, y
los resultados de la Agencia se publican con más profusión y con más
detalle en otros documentos oficiales, esto era para que SS.SS.

pudieran seguirme. Ya he visto que lo ha dicho en tono de broma, pero
se lo aclaro.

Respecto a que el fraude de contrabando es menor en España que en
otros países, no quisiera que hubiera una confusión entre causa y
consecuencia. No es que como ahora van a otros países no vienen a
España; no, es que van a otros países porque en España se lo hemos
puesto muy difícil. Que estén en otros países que hace que a España
vengan menos, al revés, van a otros países como consecuencia de que
aquí hemos sido capaces de ponérselo muy, muy difícil. Sí, sí por los
datos que le he dicho, evidentemente. La actividad ilícita es una
actividad ilícita, pero además busca la facilidad, como es natural, y
la actividad ilícita va donde conoce, y crea S.S. que los que actúan
ilícitamente tienen mucha información, la actividad ilícita va donde
conoce fehacientemente que va a ser más difícil que descubran la
ilicitud, es lógico.

En cuanto a los 44.000 millones, me ha dicho: Bueno, me imagino que
se refería al año. Depende de en qué año nos situemos, hablar de
cifras aquí es complicado, pero desde luego ahora ni de broma, en los
años del 17 por ciento también ni de broma, pero por razones
diversas. En todo caso, también es importante a efectos de situarse
ante las pretensiones de la demanda



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pensar que una cosa es medir el volumen de fraude, de contrabando,
otra cosa es que no todo ese volumen de fraude lo hacen las compañías
que han sido demandadas, y otra cosa es pensar que se pueda demostrar
de forma fehaciente hasta que el juez lo autorice o así lo acuerde
cuál es el volumen imputable a las compañías demandas. Es decir, la
recuperación que la Unión Europea y los países miembros van a obtener
es lo que el juez considere que se ha demostrado que ha sido fraude
realizado por las compañías demandadas, no todo el volumen de fraude
de contrabando que ha habido en los países miembros. Lo digo para que
nos situemos en el volumen de dimensión. En todo caso, sin dar
ninguna cifra porque chi lo sà, que dicen los italianos, podemos
estar hablando de cifras significativas, sin duda alguna.

Su señoría insiste en lo que yo también le comenté, que hay una
relación entre ambos tipos de conductas delictivas o ilícitas, pero
es que esa estrategia integral de lucha contra el contrabando es una
estrategia integral aplicada a la lucha contra todas las
infracciones, y en su caso delitos, que persigue el departamento de
aduanas, y por tanto también para ejercitar las funciones que tenemos
respecto al narcotráfico, y el mismo éxito que estamos obteniendo en
perseguir y en encontrar las operaciones de contrabando, el mismo
éxito lo estamos teniendo en materia de narcotráfico.

Como no era el motivo de la comparecencia no tengo los datos aquí,
pero recuerdo, si mi memoria no me falla, que en el año 1998, según
la valoración que da el Plan Nacional sobre Drogas, fueron casi
80.000 millones de pesetas los géneros de hachís y de cocaína
aprehendidos por empleados y funcionarios de la Agencia Tributaria,
pero es que en el año 1999 fueron más y en el 2000 han sido más. Por
tanto, el éxito persiguiendo el contrabando de tabaco es correlativo
al éxito persiguiendo el narcotráfico, lo que aquí no hay es posible
estimación del fraude porque, claro, en el contrabando de tabaco las
estadísticas más o menos comparan ventas oficiales, legales, con
estadísticas sanitarias de consumo, que dicen que se mantiene muy
estable, por tanto de la diferencia entre ambas, con algún ajuste,
sacan el volumen de fraude.

En materia de narcotráfico no hay ventas legales, no sé si habrá
encuestas sanitarias de consumo, pero ventas legales no hay y por
tanto no se puede estimar cuál es el volumen de narcotráfico que
existe, no podemos estimarlo ni de forma aproximada, lo único que
tenemos cierto es el dato de aprehensiones, de operaciones de
introducción de droga en España que la Agencia Tributaria ha sido
capaz de interrumpir y de evitar, y han sido, como le he dicho a S.

S., 80.000 en 1998, más en 1999 y más en el 2000.

Como veo que es perceptible y loable el interés de S.S. por las
repercusiones sociales, le invito a que siga las noticias que al
respecto la Agencia Tributaria va dando, porque la Agencia Tributaria
no suele dar noticias
de su actividad salvo periódicamente en la memoria o en
comparecencias en el Congreso de los Diputados como ésta, pero en
materia de droga, por ser un tema de mucha repercusión social y
afectar a la salud y a la integridad del ser humano, sí damos
información cuando hacemos operaciones de entidad. Usted conocerá
y habrá leído en la prensa operaciones importantes efectuadas por la
Agencia Tributaria como el apresamiento del Tammsaare, donde desde el
Petrel, el barco emblemático de Vigilancia Aduanera, tras toda una
operación de seguimiento de la información y demás, los empleados de
la Agencia Tributaria abordaron el barco de los narcotraficantes y
consiguieron el mayor alijo de droga de la historia en Europa.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor director general de la
Agencia Tributaria, por su comparecencia ante la Comisión de Economía
y Hacienda.




PROPOSICIÓN NO DE LEY:



- RELATIVAAACTUACIONES DE REINDUSTRIALIZACIÓN DE LA COMARCA DE BÉJAR
(SALAMANCA). PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA.

(Número de expediente 161/000079)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto número 4 del orden del día,
debate y votación de la siguiente proposición no de ley. Proposición
no de ley relativa a actuaciones de reindustrialización de la comarca
de Béjar (Salamanca). El autor de esta proposición es el Grupo
Parlamentario Socialista, que ha presentado también una enmienda,
para cuya defensa tiene la palabra el señor Caldera.




El señor CALDERA SÁNCHEZ-CAPITÁN: Como se dice en la exposición de
motivos, la ciudad de Béjar y su comarca padecen ya desde hace muchos
años, aproximadamente unos 20, una aguda crisis en lo que ha sido la
base económica tradicional de su actividad, el sector textil, crisis
que además ofrece características particularmente graves a partir de
la década de los noventa.

La relevancia, para que SS.SS. tengan conciencia de ello, del sector
textil en Béjar se puede medir estadísticamente con los siguientes
datos. Aún en el año 1990, el 58 por ciento de los establecimientos y
el 80 por ciento del empleo industrial pertenecían a dicha rama del
textil y la confección, organizada en torno al tejido de la lana como
núcleo funcional de todo el sistema. Hasta ahora, lamentablemente, no
han tenido arraigo otro tipo de industrias, ni siquiera las de base
primaria. Este marcado desequilibrio, comprenderán SS.SS., de la
estructura industrial constituye uno de los mayores obstáculos a los
que se enfrenta la ciudad de Béjar desde quecomienza el proceso de
regresión del sector textil.




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En general, la industria textil ha sufrido en las dos últimas décadas
una intensa reestructuración, derivada, de una parte, de la entrada
en el mercado de nuevos países competidores y, de otra, de las
modificaciones de la demanda de tejidos e introducción de
innovaciones tecnológicas en la gestión empresarial, también en el
control de la calidad y en el proceso de fabricación. Esta situación,
como es lógico, ha provocado una drástica reducción del empleo textil
en toda la Unión Europea, en España y especialmente en la ciudad de
Béjar.

Les doy unos últimos datos para que vean la evolución del empleo en
este sector: en el año 1977 (pone 1997 pero es una errata) había
3.050 empleos; en el año 1980, 2.193; en el año 1985, 1.620; hasta
llegar al año 1999, con 550 empleos. Dado que esta proposición no de
ley fue presentada hace ya año y medio, puedo actualizarles las
cifras a día de hoy, en que estamos por debajo de los 400 empleos en
el sector textil en esta ciudad. Múltiples empresas han tenido que
cerrar sus puertas, lo que ha provocado un serio deterioro de la
situación industrial de Béjar y un importante aumento de sus índices
de paro. ¿Yo qué propongo?, señoras y señores diputados del Grupo
Parlamentario Popular, pues propongo que las administraciones
competentes, en este caso la General del Estado y la comunidad
autónoma, mediante convenio -por supuesto, no podemos interferir en
sus competencias-, establezcan un programa coordinado de actuaciones
para esa reindustrialización de la comarca de Béjar que se encuentra
en situación de declive industrial y comprometan la posibilidad -la
posibilidad, señor Martínez-Pujalte- de utilizar recursos
presupuestarios, sólo esa posibilidad. El que se haga o no depende
estrictamente de la voluntad política de esta Cámara y del Gobierno
de la nación, porque en el pasado hemos tenido precedentes similares
y se han adoptado programas de esta naturaleza, les indico, por
ejemplo, La Carolina, en Cádiz y en Asturias.

Yo mismo he presentado una enmienda de autocorrección, en atención al
tiempo discurrido desde la presentación de la proposición no de ley a
su debate hoy, y la enmienda lo que dice es que se considere a la
comarca de Béjar como zona prioritaria a los efectos de poder aplicar
los recursos presupuestarios de diversos programas, les digo cuáles:
El programa de competitividad del sector textil-confección tiene
créditos presupuestarios dotados de 1.500 millones para subvenciones
y 3.000 para préstamos del sector privado; el programa 722C, calidad
y seguridad industrial, tiene créditos presupuestarios de 3.121
millones para subvenciones y 400 para préstamos al sector privado; el
programa 723B, reconversión e reindustrialización, incluye el
programa de dinamización tecnológica de zonas desfavorecidas, que
financia proyectos destinados a inversiones en centros de formación,
inversiones en infraestructuras técnicas e industriales de uso común
y constitución de fondos financieros para invertir en proyectos
industriales de pequeñas y medianas empresas y en
capitalización de las estructuras financieras empresariales. Hay
también créditos presupuestarios, como 1.500 millones para
subvenciones, de los cuales 500 son para corporaciones locales, el
resto para empresas privadas e instituciones, y 12.067 en este
programa 723B para el préstamo al sector privado a interés cero y con
largo plazo de devolución.

Asimismo, hay un programa 542E, investigación y desarrollo
tecnológico, que incluye el de promoción de innovación industrial y
tecnológica; el programa fomento de la innovación técnica, Profit
llamado, donde se puede incluir un subprograma de diseño y producción
industrial que podría ser muy interesante para la ciudad de Béjar y
su comarca. Los créditos de este programa Profit alcanzan 11.000
millones de pesetas, aunque he de decir que el desglose por
subprogramas no es conocido.

Y, por último, existe también el programa 542N, de investigación y
desarrollo de la sociedad de la información, que incluye fondos para
programas nacionales de investigación y desarrollo en tecnologías de
información y comunicaciones y en la sociedad de la información. Su
aplicación en la comarca de Béjar iría dirigida a evitar que la
situación de declive industrial del sector textil fuera acompañada de
la exclusión de las nuevas tecnologías y servicios propios de la
sociedad de la información. Se podría plantear una acción piloto, por
ejemplo, de aplicación de nuevas tecnologías y servicios de zonas
afectadas por crisis sectoriales profundas.

Créditos presupuestarios: 9.000 millones para subvenciones y 58.000
para préstamos a interés cero y con largo plazo de devolución, es
decir, hasta 15 años.

De ahí, señorías, que les proponga el que ustedes tomen en
consideración esta proposición no de ley y que a una comarca tan
castigada en su actividad tradicional económica, como es el textil
(como he pretendido explicar con los datos que aporté anteriormente),
se le pueda considerar como una zona prioritaria a los efectos de
aplicar estos recursos presupuestarios que he mencionado. Espero de
su sensibilidad que sea posible la aprobación de esta proposición no
de ley.




El señor PRESIDENTE: ¿Alguno de los portavoces desea hacer uso de la
palabra? Tiene la palabra el señor Martínez-Pujalte.




El señor MARTÍNEZ-PUJALTE LÓPEZ: Muy brevemente, agradeciendo al
señor Caldera la brevedad en la defensa de la proposición no de ley
que pide la priorización de programas para su municipio y su comarca.


Entiendo muy loable la posición del señor Caldera, que nos trae hoy
como primera proposición no de ley de su grupo su propio municipio,
municipio que, por cierto, necesita esas inversiones, un municipio
que está, como explicaba el señor Caldera, necesitado de inversiones
importantes para mejorar su reindustrialización.




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Esta proposición no de ley del señor Caldera fue presentada en mayo
en esta Cámara, en concreto fue registrada el 29 de mayo. Ya los
bejaranos, por boca de su equipo de gobierno, contestaron a la
petición de esta proposición no de ley y decía entonces el
ayuntamiento que: Ante la publicación de la orden de 9 de marzo de
2000, se ha elaborado y presentado en tiempo y forma un conjunto de
medidas y actuaciones que sirvieran para la reindustrialización de la
comarca de Béjar.

Pedía también el ayuntamiento en ese momento que se actuara en tres
grandes áreas: formación, infraestructuras y financiación, y
recordaba el Ayuntamiento de Béjar, en un punto tercero que fue
firmado el 2 de junio del año 2000, que el diputado bejarano (así se
refería al señor Caldera el Ayuntamiento de Béjar) desde hacía ya
alguna década podría haber realizado la misma reivindicación ante el
Gobierno central. Esto es, le recordaba su ayuntamiento, en una nota
municipal, al señor Caldera que podía habérselo pedido él mismo al
propio Gobierno central, y añadían: «... es decir, a su mismo Grupo
Parlamentario del Partido Socialista, que por aquel entonces
gobernaba la nación, con lo que la situación de la comarca de Béjar,
de haberlo logrado, sería hoy muy diferente». De todas maneras le
agradecen al señor Caldera que hoy se preocupe de Béjar y apoye los
proyectos que está haciendo el ayuntamiento.

El Ayuntamiento de Béjar, que es el que conoce la realidad de ese
municipio, pide cuatro cosas fundamentales: Primera, actuaciones en
programas del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Ya saben SS.SS., y
lo sabe muy bien el señor Caldera, que el Ministerio de Ciencia
y Tecnología ahora está cambiando la filosofía de los programas y está
incidiendo más en nuevas tecnologías, en programas de innovación,
etcétera, y el Ministerio de Ciencia y Tecnología tiene muy
presentes, porque así lo ha consensuado con el propio gobierno
municipal actual de Béjar, las necesidades de las empresas de Béjar,
que van a tener un trato muy preferente en los programas actualmente
existentes.

Pedía también el ayuntamiento la agilización en la ejecución del
polígono industrial en el Regajo de la Mula. Ese polígono industrial,
señor Caldera, y usted lo sabe, se ha licitado en enero; por tanto,
se ha dado cumplimiento a otra reivindicación de Béjar muy importante
para que las empresas se puedan situar allí. Se ha establecido un
plazo de ejecución de 10 meses y ya las empresas que quieren
asentarse en Béjar tienen un polígono adecuado, en condiciones, para
hacerlo.

Pedía asimismo el Ayuntamiento de Béjar, como un tercer capítulo
importante, programas formativos e inversiones en materia de
educación. Bueno, pues se ha abierto, y lo sabe muy bien el señor
Caldera, la residencia de estudiantes, está en proyecto un instituto
de enseñanza media, se ha abierto una extensión de la escuela oficial
de idiomas en Béjar, y ya se ha abierto el segundo ciclo de
ingeniería técnica industrial en Béjar.




Es decir, que el Gobierno está actuando en la línea que el
ayuntamiento ha pedido, y tiene eso su reflejo, señor Caldera, en el
número de parados de ese municipio, que es importante: en 1994, con
un Gobierno socialista, había 2.061 parados; en el año 1998 eran
1.514, y en el año 2000, en la misma fecha, son 936.

Con un Gobierno popular se va avanzando, porque se tiene en cuenta
esta región, y se tiene en cuenta también de una manera importante
para los grandes proyectos de infraestructuras, y el más importante,
como sabe el señor Caldera, en esa zona es la ruta de la plata, que
tiene que vertebrar el oeste de España. Es verdad que en 1995 se
inauguró el acondicionamiento de un trozo, bien es verdad que se
inauguró el acondicionamiento, pero no fue pagado, el 30 por ciento
hubo que pagarlo en años sucesivos, pero ya están en ejecución trozos
de la autovía de la ruta de la plata entre el puerto de Béjar y
Aldeanueva del Camino, están en ejecución los proyectos desde
Salamanca a Guijuelo, y se está actuando además en proyectos
culturales con el 1 por ciento cultural, el Teatro Cervantes, con más
de 300 millones, el bosque de Béjar, que se está rehabilitando, como
sabe el señor Caldera, y espero que me invite a visitarlo...

(Rumores.) Bueno, se está actuando de una manera muy importante en
esa comarca, y se está actuando porque hay un gobierno municipal
importante, un gobierno municipal preocupado por la comarca que está
tomando medidas importantes.

Yademás dice el ayuntamiento que hay que actuar con los programas
operativos. Había un programa operativo específico para Béjar que se
ha desarrollado en los años 1996, 1997, 1998 y 1999, se está
invirtiendo, y no hay más inversión porque falta un trámite de la
Unión Europea para montar un telesilla que puede dar nueva vida a la
comarca, y desde luego hay una disposición del Gobierno para que en
el aumento de la inversión del futuro plan operativo para Castilla-
León eso salga adelante.

Mi grupo quería oír la exposición del señor Caldera para fijar su
posición. Nuestra posición no puede ser más que negativa porque el
Ayuntamiento de Béjar está preocupado y se están haciendo las cosas,
y además quiero decir que tenemos la voluntad de seguir actuando en
las cinco grandes líneas que ha marcado el ayuntamiento y ahí vamos a
estar, y desde luego lo que no podemos hacer es aprobar una
proposición no de ley que dice lo que tiene que hacer la Junta de
CastillaLeón, eso tienen que hacerlo sus propios órganos de
autogobierno. (El señor Caldera Sánchez-Capitán pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Caldera, ¿para alguna aclaración?



El señor CALDERA SÁNCHEZ-CAPITÁN: Una simple aclaración, porque el
señor Martínez-Pujalte ha utilizado un dato incorrecto. No es la
única iniciativa ¡Dios nos libre!, que ha presentado mi grupo
parlamentario



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en esta Comisión; hay muchas presentadas. Además, no se presentó el
23 de mayo de 2000, se presentó en el año 1999, por disolución de la
Cámara no pudo ser discutida y hube de volverla a presentar en el año
2000.

Una segunda corrección. Sí, hay 500 parados menos en la ciudad de
Béjar, pero no sé si sabe S.S. que entre las fechas que ha utilizado
hay 1.500 habitantes menos. ¿No lo sabía?, ¿no lo sabía? O sea, el
gran crecimiento de la ciudad bajo la égida del Partido Popular ha
provocado que en 8 años tengamos 1.500 habitantes menos. Claro que
hay menos parados, si se va la gente, se van también los parados.

Y mire, yo no sabía cuál era su oculta aspiración política, ya la
conozco: no está en la melé de la sucesión del señor Aznar; quiere
ser concejal del Ayuntamiento de Béjar. Pero ¡atención!, señor
Martínez-Pujalte, en la muy noble, heroica, leal y liberal ciudad de
Béjar, como reza su divisa, hay que hacer méritos para ser concejal;
es decir, demasiado arroz para poco pollo. (El señor Martínez-Pujalte
López pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: El señor Martínez-Pujalte tiene la palabra.




El señor MARTÍNEZ-PUJALTE LÓPEZ: Simplemente para matizar el dato del
señor Caldera. A mí me parecen muy bien sus manifestaciones sobre mis
pretensiones a ser concejal de Béjar, se las acepto; me parece una
ciudad espléndida, me parece que tiene ahora un gobierno municipal
espléndido, me parece
que desde 1995 el gobierno municipal del Partido Popular le ha dado
un giro a esa ciudad y el número de parados así se ha reducido con un
gobierno municipal del Partido Popular.

Señor Caldera, quiero decirle también que es con el Gobierno del
Partido Popular cuando la ciudad de Béjar ha tenido una mayor
dotación de inversiones desde el Gobierno central, en buena parte
debido a la actitud del gobierno municipal de Béjar y también a la
sensibilidad del Gobierno central de España por esa zona. Y quiero
decirle, señor Caldera, que hace muy bien en preocuparse por su
municipio, pero también debería valorar lo que está haciendo el
actual equipo municipal por Béjar y considerar lo que el equipo
municipal le dijo en su nota.




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la votación.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 13;
en contra, 18.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la proposición.




Se levanta la sesión.




Eran las dos y veinte minutos de la tarde.




Nota.-El presente «Diario de Sesiones», de la Comisión de Economía
y Hacienda, del miércoles, 14 de febrero de 2001, no guarda la relación
cronológica habitual, con el fin de no retrasar la publicación de los
«Diarios de Sesiones» ya elaborados.