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Muere en su escaño D. José del Perojo, diputado por Las Palmas. Insigne escritor, periodista y filósofo

Un lunes, 19 de octubre de 1908, el presidente del Congreso de los Diputados, D. Eduardo Dato, pronunciaba estas palabras: “Señores diputados, la muerte, en extremo cruel con nosotros, va mermando nuestras filas con dolorosa rapidez. Semejante al rayo que brilla y mata, entró el sábado en este salón para arrebatarnos un compañero querido, en medio de la emoción angustiosa y de la pena profunda de todos los que tuvimos la mala fortuna de presenciar aquel tremendo suceso”.

Fotografía de José del Perojo. Revista Nuevo Mundo, núm. 772, 22 octubre 1908. Hemeroteca digital (Biblioteca Nacional)Fotografía de D. José del Perojo.
Revista Nuevo Mundo,  núm. 772, 22 octubre 1908.
Hemeroteca digital (Biblioteca Nacional)

El presidente de la Cámara iniciaba así un discurso de homenaje al diputado por Canarias José del Perojo y Figueras, quien dos días antes, en el curso de la tramitación del proyecto de Ley sobre Reforma de la Administración Local, había presentado una enmienda favorable a la autonomía administrativa de Las Palmas respecto de Santa Cruz de Tenerife. Cuando el señor Benítez de Lugo intervenía en contra de la enmienda éste tuvo que interrumpir su discurso ya que en ese momento, tal como señala el diario de sesiones, “cae acometido de un grave accidente el señor Perojo”. Inmediatamente el presidente levantó la sesión. Eran las seis y treinta minutos de la tarde de aquel sábado, 17 de octubre de 1908.

La prensa del día siguiente recogía el triste suceso expresando su adiós a un preciado compañero, ya que José del Perojo, además de político, filósofo, ensayista, traductor y pedagogo, fue fundador en 1894 del semanario Nuevo Mundo donde desempeñaba el cargo de director en el momento de su muerte. La revista incluyó en su número del 22 de octubre un texto minucioso acompañado de una amplia información gráfica sobre la figura de su director, su muerte en el Congreso y su entierro.

Antonio Maura, presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Dato, presidente del Congreso de los Diputados, y varios ministros presidieron la comitiva del duelo. Asistieron también diputados literatos como Pérez Galdós, Blasco Ibáñez o José Martínez Ruiz, Azorín. Entre las muchas coronas figuraban la de sus compañeros de la Comisión de Gobierno Interior del Congreso, la de la ciudad y Ayuntamiento de Las Palmas, la de los diputados canarios o la de la Asociación de la Prensa.

Así fue la emotiva despedida a José del Perojo, nacido en Santiago de Cuba en 1853, doctorado en la Universidad de Heidelberg, autor de numerosos ensayos sobre educación y política colonial, especialista en la obra de Kant y autor de la primera traducción en España de la Crítica de la razón pura, diputado por Pontevedra, por Cuba y por Canarias.

Como expresaba el presidente de la Cámara, mientras un crespón negro cubría el escaño de Perojo, su muerte fue “digno coronamiento de una vida de lucha, de abnegación y de trabajo”.

Información actualizada en 2019