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DS. Senado, Comisiones, núm. 161, de 12/03/2021
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COMISIÓN DE NOMBRAMIENTOS


PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª MARÍA CRISTINA NARBONA RUIZ


VICEPRESIDENTA PRIMERA


Sesión celebrada el viernes, 12 de marzo de 2021


ORDEN DEL DÍA






Comparecencias de candidatos para la elección de los miembros
del Consejo de Administración de la Corporación RTVE.





Don Francisco Lobatón Sánchez de Medina
Don Roberto Lakidaín Zabalza
Don Juan Roberto Mendes Barbudo
Don Joaquín Cuixart Valero
Don Laureano García Hernández
Don Ramón Colom Esmatges
Don Miguel Ángel Sacaluga Luengo


729/000002









COMPARECENCIAS DE CANDIDATOS PARA LA ELECCIÓN DE LOS MIEMBROS
DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE LA CORPORACIÓN RTVE.






DON FRANCISCO LOBATÓN SÁNCHEZ DE MEDINA
DON ROBERTO LAKIDAÍN ZABALZA
DON JUAN ROBERTO MENDES BARBUDO
DON JOAQUÍN CUIXART VALERO
DON LAUREANO GARCÍA HERNÁNDEZ
DON RAMÓN COLOM ESMATGES
DON MIGUEL ÁNGEL SACALUGA LUENGO


729/000002



Se abre la sesión a las nueve horas.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muy buenos días.


COMPARECENCIAS DE CANDIDATOS PARA LA ELECCIÓN DE LOS MIEMBROS DEL
CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE LA CORPORACIÓN RTVE.


(Núm. exp. 729/000002)


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Continuamos con la
celebración de las comparecencias de los candidatos a miembros del
Consejo de Administración de la Corporación Radiotelevisión Española, de
acuerdo con lo previsto en el artículo 11.3 de la Ley 17/2006, de 5 de
junio, de la radio y la televisión de titularidad estatal; el
artículo 185 del Reglamento del Senado, y el punto 4 de la Resolución de
las Mesas del Congreso de los Diputados y del Senado, de 10 de julio
de 2018, por la que se aprueban las normas para la renovación del Consejo
de Administración de la Corporación Radiotelevisión Española.


Les recuerdo que los candidatos comparecen conforme al siguiente
procedimiento: intervención de los representantes de los grupos
parlamentarios en orden de menor a mayor; intervención del candidato.
Dado que no hay muchas personas que vayan a comparecer y, en particular,
hay pocos portavoces, seré flexible en el uso del tiempo; por lo tanto,
sus señorías podrán tener, como máximo, cinco minutos para su
intervención.


Los candidatos que han sido convocados hoy son los siguientes: don
Francisco Lobatón Sánchez de Medina, don Roberto Lakidaín Zabalza, don
Juan Roberto Mendès Barbudo, don Joaquín Cuixart Valero, don Laureano
García Hernández, don Ramón Colom Esmatges y don Miguel Ángel Sacaluga
Luengo.


Una vez convocada la comisión, el candidato, don Joaquín Cuixart
Valero ha comunicado a esta Presidencia su renuncia a comparecer ante la
misma. En consecuencia, su candidatura no podrá ser sometida al Pleno del
Senado, de conformidad con lo establecido en el artículo 185.5 del
Reglamento del Senado.


— D. FRANCISCO LOBATÓN SÁNCHEZ DE MEDINA.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Ruego llamen a comparecer al
primer compareciente, don Francisco Lobatón Sánchez de Medina.
(Pausa).


Buenos días, señor Lobatón.


Van a hacer uso de la palabra los portavoces presentes.


En primer lugar, tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario
Popular, el senador Silván Rodríguez.


El señor SILVÁN RODRÍGUEZ: Buenos días, presidenta, letrado mayor y
secretario general, compañeras, señor Lobatón.


En primer lugar, quiero trasladar que el Grupo Parlamentario Popular
asiste y participa ante esta Comisión de Nombramientos del Senado en
cumplimiento de una responsabilidad institucional y de un mandato legal,
especialmente de la Ley 5/2017, de 29 de septiembre.


En el Grupo Parlamentario Popular valoramos y agradecemos
anticipadamente al compareciente, señor Lobatón, su presencia y la
explicación de su proyecto, con una finalidad compartida: hacer una mejor
Radiotelevisión Española al servicio de todos los españoles como servicio
público que es.


Nuestra presencia y participación ante esta comisión del Senado tiene
un doble objetivo. En primer lugar, poner fin definitivamente a un largo
proceso de selección abierto y complejo que conlleva el concurso público
de Radiotelevisión Española; un concurso público que el Grupo
Parlamentario Popular, tanto en el Congreso como en el Senado, ha apoyado
desde su gestación. El segundo objetivo es la necesidad imperiosa de
poner fin al escenario de provisionalidad e interinidad en la gestión de
Radiotelevisión Española, que tan malos resultados nos ha deparado y que,
por respeto al señor compareciente, evito enumerar y resumo en una
gestión manifiestamente mejorable, que en diferentes sesiones
parlamentarias de la comisión mixta hemos planteado.


Necesitamos entre todos parar la permanente y creciente mengua de la
reputación de Radiotelevisión Española, como servicio público que es.
Quiero poner de manifiesto, en nombre del Grupo Popular, que una cosa es
la muy deficiente gestión y otra muy distinta el respeto y el
reconocimiento a los grandísimos y fantásticos profesionales que tiene la
casa.


Nos es necesario conocer, de voz del señor compareciente, su
reflexión, su estudio, su planteamiento sobre el momento actual que vive
Radiotelevisión Española, pero muy especialmente su futuro inmediato y
los retos a los que debe enfrentarse a corto y medio plazo.


Termino reiterando el agradecimiento por su comparecencia,
acreditando con ella su interés y colaboración en la mejora del servicio
público de Radiotelevisión Española.


Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la senadora
Fernández Álvarez.


La señora FERNÁNDEZ ÁLVAREZ: Gracias, presidenta. Buenos días,
letrado mayor. Buenos días, señor Lobatón.


Igualmente, traslado la satisfacción que supone para mi grupo formar
parte de este procedimiento en el marco del proceso que marca la
Ley 5/2017. Corresponde a esta Cámara la elección, como saben, de cuatro
miembros del Consejo de Administración de Radiotelevisión Española. Con
ello ponemos fin a un tiempo de provisionalidad, probablemente demasiado
largo. Sin pretender entrar en polémica, porque, como decía el portavoz
del Grupo Popular, hoy hemos venido aquí a escucharles a ustedes
fundamentalmente, creo que esta situación de interinidad y
provisionalidad ha durado demasiado tiempo, amén del bloqueo que han
llevado a cabo algunos partidos políticos en este proceso.


Radiotelevisión Española necesita una nueva dirección, un nuevo
consejo de administración, y mi grupo parlamentario así lo ha puesto de
manifiesto en reiteradas ocasiones. Asistimos a esta comisión y a este
proceso con un espíritu constructivo, intentando aportar nuestra visión
sobre el procedimiento. Queremos trasladar el agradecimiento al equipo
saliente y, en especial, poner en valor el trabajo que ha llevado a cabo
la administradora provisional durante dos años y medio, Rosa María Mateo,
y mostrar el reconocimiento de mi grupo a su labor, su profesionalidad,
su saber hacer, con el objetivo claro de devolver al ente público, a
Radiotelevisión Española, su esplendor, su credibilidad y la utilidad
social que, como servicio público, debe prestar más allá de los índices
de audiencia. Hago extensivo el reconocimiento y el agradecimiento a
todos los trabajadores del ente.


Mostramos una vez más nuestra satisfacción por participar en este
proceso. Les agradecemos su presencia en esta comisión. Estamos
dispuestos a escucharles, a tomar buena nota de los proyectos que cada
uno de ustedes tienen para mejorar la gestión del ente público y, sobre
todo, para aportar luz a su futuro. Tomaremos buena nota de todo aquello
que deseen trasladarnos porque entendemos que el ente público tiene que
recuperar la trayectoria y la credibilidad que nunca debió perder y que,
por tanto, debe recuperar cuanto antes.


Quiero agradecerle su presencia esta mañana, señor Lobatón, es un
placer tenerle aquí. Nuestra obligación como miembros de esta Cámara es
escucharles y conocer sus proyectos para Radiotelevisión Española. Así
que gracias y bienvenido.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
senadora.


A continuación, tiene la palabra el compareciente, don Francisco
Lobatón Sánchez de Medina, candidato al Consejo de Administración de la
Corporación Radiotelevisión Española por tiempo, en principio, de diez
minutos.


El señor LOBATÓN SÁNCHEZ DE MEDINA: Buenos días, señora
presidenta.


Señorías, estoy muy agradecido, sinceramente, por incluirme en esta
comparecencia. Junto al agradecimiento, quiero expresar como primera
consideración mi perplejidad por la propia convocatoria, que sigue a una
información difundida públicamente según la cual se había dado por
terminado el proceso de este concurso en la resolución adoptada en el
Pleno del Congreso. Volveré luego sobre este asunto. De entrada diré que
esta es una perplejidad compartida por muchas personas. De hecho, me vi
en la necesidad de hacer una reflexión pública en un artículo que luego
mencionaré brevemente. Asimismo, tengo la impresión de que ustedes,
señores senadores, comparten en parte la perplejidad por la forma en que
se han desarrollado los acontecimientos. Con este sentimiento de
perplejidad, quiero mencionar a los trabajadores de Radiotelevisión
Española, con los que he compartido muchos años como colaborador, incluso
en este momento lo hago, y también a la ciudadanía en general. Yo titulé
mi proyecto de gestión: Por una Radiotelevisión Española a la altura de
la ciudadanía. Creo que la ciudadanía tiene muchas preguntas y que merece
una explicación acerca de cómo se ha llevado a cabo este concurso y cómo
se va a resolver finalmente. Volveré luego sobre ello.


Me van a permitir un paréntesis para decir que si acudo, lo hago,
entre otras cosas, por un principio de respeto institucional a esta
Cámara, a la Cámara Alta, y porque a ese reconocimiento que debe
cualquier ciudadano a sus instituciones, yo personalmente añado un factor
más, el factor del reconocimiento. De hecho, esta es mi segunda
comparecencia en esta Cámara. La primera se produjo en el año 2013 en el
seno de la Comisión especial para el estudio de la problemática sobre las
personas desaparecidas sin causa aparente. El informe que emitió esa
comisión al cabo de seis meses de trabajo fue determinante para hacer
reaccionar a los poderes públicos; por lo tanto, tuvo una gran incidencia
y una gran importancia. De ahí mi reconocimiento con esta que es mi
causa. De hecho, dos años después, el 9 de marzo de 2015, Día de las
Personas Desaparecidas sin Causa Aparente, precisamente por decisión del
Congreso en 2010, tuvimos la oportunidad de tomar el pañuelo que había
dejado en el aire esa comisión del Senado y constituir la fundación
europea por las personas desaparecidas Quién sabe Dónde Global, hecho que
se produjo también en esta Cámara, en la sala Clara Campoamor. Con lo
cual, entenderán que tengo una vinculación de agradecimiento, de
reconocimiento y, sobre todo, de valoración del papel indudable que esta
Cámara puede y debe tener en todos los ámbitos, pero en uno tan decisivo
como el que hoy nos reúne, el futuro de la radiotelevisión pública, sin
duda también.


En mi comparecencia del día 19 de enero —si recuerdo
bien— ante el Congreso, a sus señorías, diputados y diputadas, les
dije: está en sus manos. Hoy quiero repetir ese concepto: señores
senadores, está en sus manos; lo que todavía puede hacerse para restituir
lo más significativo de la convocatoria del concurso, del valor que
supuso, está todavía en sus manos.


Otro de los motivos que me trae aquí se podría resumir en un concepto
que yo llamaría de coherencia; coherencia con los motivos que a mí y
estoy convencido de que a muchos otros candidatos nos llevaron a entrar
en esta convocatoria: la convicción de que estábamos ante una oportunidad
histórica para la renovación de la radiotelevisión pública en fondo y
forma. En la forma porque nunca antes había habido un concurso de
méritos, y en fondo porque se trataba de recuperar —lo resumiré en
dos ideas— la credibilidad y el liderazgo de la radiotelevisión
pública, sobre todo en un momento que alguno de los comunicólogos que he
podido estudiar llaman de opulencia de la oferta privada, opulencia de la
oferta comunicacional, frente a la que se impone una respuesta de la
sociedad democrática en forma de un servicio de radiotelevisión
pública.


Sin cuestionar la forma en que se ha procedido finalmente, sobre todo
en un hecho incuestionable como es que se avale con dos tercios una
negociación realizada entre partidos, diré que tampoco creo que deban
cubrirse con una gruesa capa de pintura —es lo que decía en mi
artículo que titulé La hora Tornero, o cómo rescatar la utopía— las
imperfecciones, los defectos de forma, en fin, todo lo que ha pasado en
este concurso, ni tampoco eludir lo que supuso dar por terminado este
mismo concurso obviando el papel que todavía le quedaba a esta Cámara, el
Senado, en la elección definitiva de los diez miembros del consejo de
administración y de su presidente.


A propósito del presidente, me permito un rápido paréntesis para
decir que, al final, parece que lo que ha habido es como una suerte de
juego de carambolas, y en ese juego de carambolas hay un presidente in
pectore, José Manuel Pérez Tornero. Quiero expresar mi convicción de que
José Manuel Pérez Tornero es seguramente de los mejores candidatos, si no
el mejor. Desde luego, si es definitivamente el presidente que tendrá la
corporación, expreso en él y en esa elección una gran confianza para,
como decía en mi artículo, recuperar, si cabe, la utopía de una
radiotelevisión a la altura de la ciudadanía.


Quiero compartir con otros comparecientes de los días anteriores en
esta misma sala, Enrique Casas Vila del Senado, algunas reflexiones. Por
ejemplo, la que hizo mi compañero García Matilla acerca de la ética,
concretamente su referencia al filósofo don Emilio Lledó —también
admirado por mí—, al hablar de la idea, el concepto, el principio
de decencia. Comparto, por ejemplo, con un compañero de la casa, Vicenç
Sanclemente, otra aportación que hizo respecto de lo que hubiera podido
ser —y quizá todavía, ojalá, pudiera ser— un concepto
distinto de consejo de administración, que no repita simplemente la
representación en el mapa político, sino que se constituya como un órgano
de trabajo, operativo, conectado con la realidad cotidiana de la
corporación. Así podría seguir, porque entre los 90 candidatos —no
solo los 20 de los que tuve el honor de formar parte por decisión del
comité de expertos—, señorías, hay un caudal de propuestas, de
conocimientos y de experiencia puestos sobre la mesa y al servicio del
futuro de la radiotelevisión pública como nunca ha habido en la historia.
¿Cómo se puede desaprovechar eso? Todavía estamos a tiempo. Creo que no
debería desaprovecharse; ninguna corporación privada lo haría, no
ignoraría todo ese enorme valor, aunque seguramente ninguna corporación
privada hubiera tenido 90 candidatos ofreciendo tanto para construir un
futuro, para construir una corporación potente, como requiere el momento
actual.


Como estoy agotando mi tiempo, voy a resumir mi proyecto —que
está a su disposición, como bien saben— en algunos grandes
epígrafes. El primero que quiero subrayar es que la credibilidad de la
Corporación Radiotelevisión Española pasa por no convertirla en un arma
arrojadiza. Hace treinta y cuatro años tuve la experiencia de trabajar
dentro de la corporación en los servicios informativos y de trabajar
también en el Congreso de los Diputados y el Senado como responsable de
información parlamentaria. Fui testigo de cómo la radiotelevisión,
nuestra radiotelevisión, se convertía en arma arrojadiza. Pues bien,
treinta y cuatro años y once legislaturas después eso se ha venido
repitiendo cíclicamente y es hora de poner freno a eso. Por ese motivo,
en la comparecencia del Congreso propuse un pacto de no agresión, un
pacto que tenga una sólida base en la concepción de una radiotelevisión
de servicio público, con los puntos que contiene mi intervención en el
Congreso y mi proyecto, que no repetiré aquí por falta de tiempo.


Quiero mencionar un segundo epígrafe, que es la ecuación
independencia-transparencia. Muchos de los señores diputados expresaron
en el Congreso su preocupación por la transparencia y por la
independencia, y yo les propuse que para hacer realidad esos dos
principios, esa ecuación, se diera todo el valor que tiene a los consejos
de informativos y se tuviera en cuenta el principio de autorregulación.
Les pregunté entonces —y lo repito aquí ahora— ¿hay manera
más sólida, más certera, de garantizar la independencia y la
transparencia que el que esté presente ese principio de autorregulación
en el día a día de los telediarios y de los boletines informativos?


Tercer y último epígrafe que pongo aquí a su consideración. La
actuación que reclama Radiotelevisión Española no puede ser a largo
plazo, y si es a medio plazo debemos entenderlo en un concepto de tiempo
realmente breve. ¿Por qué? Porque la competencia es feroz, porque esa
opulencia de la oferta está haciendo que la posición de la corporación se
vea cada vez más desgastada y en peores condiciones para recuperar su
posición de liderazgo. Por lo tanto, creo que debería haber un plan
urgente para poner en marcha sobre todo una idea; la idea de una
estrategia global es el mandato marco, que ya saben que nunca se terminó
de concretar en un contrato programa; pero un contrato programa que
inmediatamente ponga en marcha un plan integral de digitalización, con la
creación, sobre todo —y esta es la idea en la que quiero poner
énfasis—, de una redacción central unificada que actúe como un
potente corazón que impulse la información y conecte con la sociedad en
el día a día, yo diría en el minuto a minuto y en el segundo a
segundo.


Y termino. He visto que algunos comparecientes también hacían un
recuento de su currículum. Yo no lo haré, solo les quiero decir que
durante todo el tiempo de mi vida —que es la mayor parte de mi
vida— dedicado a esta profesión, una buena parte de ella la he
desarrollado en la radio y en la televisión, y la mayor parte en la radio
y la televisión pública. Lo he hecho en el doble plano de la gestión y,
por tanto, mediante la participación en equipos de dirección y, sobre
todo, en la producción de contenidos, no solo como periodista a título
individual, como comunicador, sometiéndome, por cierto, al escrutinio de
las audiencias de cada día, sino también como productor y, por tanto,
generando contenidos y generando empleos, algo de lo que, cuando miro en
retrospectiva, me siento especialmente orgulloso, porque esos empleos
dieron la oportunidad a nuevos profesionales. Este es, precisamente, uno
de los grandes retos que tenemos ahora en la etapa que debe iniciarse
para la radiotelevisión pública: renovar, impulsar la conexión de nuestra
televisión con la sociedad real; una radiotelevisión a la altura de la
ciudadanía.


Muchísimas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias y mi sincero
agradecimiento por su presencia y por sus palabras en esta comisión,
señor Lobatón. Puede retirarse.


— D. ROBERTO LAKIDAÍN ZABALZA.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Ruego que llamen a
comparecer al señor don Roberto Lakidaín Zabalza. (Pausa).


Bienvenido, señor Ladikaín.


Tiene la palabra, en primer lugar, el portavoz del Grupo
Parlamentario Popular, senador Silván Rodríguez.


El señor SILVÁN RODRÍGUEZ: Muchas gracias, presidenta. Buenos días,
letrado mayor, compañera, señor Lakidaín.


En primer lugar, quiero decir que el Grupo Parlamentario Popular
asiste y participa en esta Comisión de Nombramientos del Senado en
cumplimiento de una responsabilidad institucional y de un mandato y
obligación legal, especialmente de la Ley 5/2017, de 29 de septiembre. El
Grupo Parlamentario Popular también valora y agradece anticipadamente al
señor compareciente su presencia y su explicación; la explicación de su
proyecto, con una finalidad compartida, que es hacer una mejor
Radiotelevisión Española como servicio público que es.


Nuestra presencia y participación ante esta comisión del Senado tiene
un doble objetivo. En primer lugar, poner fin definitivamente a un largo
proceso de selección abierto, novedoso y complejo, que conlleva el
concurso público de Radiotelevisión Española, un concurso público que el
Grupo Parlamentario Popular en el Congreso y en el Senado ha apoyado y
avalado desde su gestación. Y el segundo objetivo es la necesidad
imperiosa de poner fin al escenario de provisionalidad e interinidad en
la gestión de Radiotelevisión Española, que tan malos resultados nos ha
deparado y que, por respeto a usted, señor compareciente, evito enumerar
y resumo en una gestión manifiestamente mejorable, que en diferentes
sesiones de la comisión mixta Congreso y Senado hemos planteado.


Necesitamos entre todos parar la permanente y creciente mengua de la
reputación y credibilidad de Radiotelevisión Española como servicio
público que es. Y quiero poner de manifiesto, en nombre del Grupo
Parlamentario Popular, que una cosa es la muy deficiente gestión y otra
muy distinta el respeto y el reconocimiento a los grandísimos y
fantásticos profesionales que la casa tiene. Nos es necesario conocer de
su voz su reflexión, su estudio y su planteamiento sobre el momento
actual de Radiotelevisión Española, pero muy especialmente sobre su
futuro y los retos a los que ha de enfrentarse a corto y medio
plazo.


Termino reiterando el agradecimiento, en nombre de mi grupo, por su
comparecencia, acreditando con ello su interés y colaboración en la
mejora del servicio público de Radiotelevisión Española.


Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
señoría.


Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Socialista, la senadora
Fernández Álvarez.


La señora FERNÁNDEZ ÁLVAREZ: Buenos días. Gracias, presidenta,
letrado mayor, compañero senador.


El Grupo Socialista participa en esta comisión para dar continuidad
al procedimiento establecido en la Ley 5/2017, en cuyo marco corresponde
a esta Cámara la elección de cuatro miembros del Consejo de
Administración del ente público Radiotelevisión Española. Se pone fin con
ello a un tiempo de interinidad, de provisionalidad, probablemente
demasiado largo, seguramente más de lo que todos hubiéramos deseado, pero
mi grupo parlamentario está en esta comisión y participa en ella con
espíritu constructivo. Somos conscientes del reto importante, en lo que
al ente se refiere, que tenemos por delante. Nuestro deber es poner todo
de nuestra parte para alcanzar ese reto y ese logro.


Quiero trasladar el agradecimiento de mi grupo al equipo saliente,
encabezado por Rosa María Mateo como administradora provisional; también
el reconocimiento a la labor y a la profesionalidad de todos los
miembros, de todos los trabajadores de la casa. Mostramos nuestra
satisfacción por participar en este proceso y queremos trasladarle a
usted y al resto de candidatos aspirantes nuestro agradecimiento por
participar en este proceso. Estamos dispuestos a escucharles, a conocer
de primera mano los proyectos que tienen para que Radiotelevisión
Española recupere, en el ámbito que le corresponde, el esplendor y la
credibilidad que siempre le ha correspondido en el marco de ese reto
importante al que antes hacía referencia. Estamos aquí, como digo, para
tomar buena nota de lo que tengan a bien contarnos y de los proyectos que
tengan a bien plantearnos de cara a encauzar el futuro de un órgano tan
importante. Así que le doy la bienvenida y le escuchamos
atentamente.


Gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
señoría.


A continuación tiene la palabra el señor Landikaín Zabalza por tiempo
de diez minutos.


El señor LAKIDAÍN ZABALZA: Le pediría, presidenta, si es posible, en
lo que dure mi exposición, tener la dispensa de retirar la mascarilla.
(Asentimiento). Gracias.


Gracias por sus palabras, senadores, presidenta, y por la paciencia
que van a tener durante estos días de escucharnos como candidatos. Pero
seguro que también es un momento muy interesante para comprender el marco
general de reflexión de quienes son excelentes profesionales y personas
muy adecuadas para entender lo que son los modelos públicos de
comunicación.


Señorías, yo defiendo mi candidatura al Consejo de Administración de
la Corporación Radiotelevisión Española, a un consejo de administración
que le toca trabajar por la mejor radio y televisión pública conocida en
España. En primer lugar, mi reconocimiento al actual equipo de dirección.
Me consta que lo están intentando, me consta que sufren al escuchar a los
agoreros —que los hay dentro y fuera— palabras casi siempre
negativas hacia el que sigue siendo —y así lo reivindico— el
mejor y más importante medio de comunicación que hay en España.


En esta exposición daré por conocidos —que son accesibles para
ustedes— los argumentos que ya expuse el pasado enero ante la
Comisión de Nombramientos del Congreso de los Diputados. Como dije
entonces, señorías, ustedes y nosotros, los profesionales, no debemos
olvidar la recomendación de la Unión Europea en el año 2018 —abro
comillas—: «En la lucha contra la desinformación, los ciudadanos
consideran que los medios de comunicación y las autoridades públicas son
los principales responsables», somos los principales responsables.


Quiero trabajar desde el consejo de administración, si ustedes así lo
facilitan, por definir el modelo de medio público y servicio público que
debe caracterizar a Radiotelevisión Española, porque la mala información
es también una peligrosa pandemia que amenaza a las sociedades
democráticas. La propia Organización Mundial de la Salud alerta de la
llamada infodemia. Lo digo como lo siento, y lo siento desde la
experiencia profesional de treinta y un años en Televisión Española,
entre otros méritos profesionales. No llevamos buen rumbo. No hemos sido
capaces de trabajar en un plan de empresa. Las direcciones actuales no
han sabido hacerlo. El actual equipo ha trabajado con las manos atadas a
la espalda. La provisionalidad no ha ayudado; tampoco la quebrada empresa
que heredaron tras casi ocho años de direcciones, las del Partido
Popular, que trabajaron para otros intereses. Toca salir. Mientras por
ahí transitemos seguiremos siendo centro de los ataques de muchos medios,
de los que vienen a por nuestro share; los que intentan echarnos a
patadas, porque un punto de share, señorías, en televisión son docenas de
millones de euros en ingresos de publicidad para las corporaciones
privadas.


No hablo aquí, pero sí trabajaré —y lo haré intensamente desde
el Consejo de Administración— por el respeto al poder político
legítimamente conformado a través de las elecciones generales. No está
sucediendo en el conjunto de los medios de comunicación de España y es
una alerta que debemos tener todos muy en cuenta. Los valores
constitucionales están mejor defendidos en un consejo de administración
elegido por sus señorías que en un consejo de administración elegido por
los propietarios de las acciones del medio. No es lo mismo la calidad de
la democracia como objetivo que el reparto de dividendos en una junta de
accionistas.


Voy a subrayar el que, a juicio del comité de expertos, es uno de los
puntos fuertes del proyecto de gestión que presenté. Es un proyecto
—así lo evaluaron, y abro comillas— «especialmente brillante
en sus planteamientos sobre el personal y el enfoque del modelo de
trabajo». Desde hace años estoy muy interesado en aprender de quienes
saben sobre esto. Están en RTVE, pero apenas se les escucha porque no se
les pregunta, como debería hacerse. Necesitamos una catarsis en el modelo
de gestión de las personas —recursos humanos lo llaman—. Una
organización empresarial de éxito lo es si tiene una misión que cumplir,
y la nuestra, la radio y televisión pública generalista en España lo es,
y es muy hermosa.


También necesitamos financiación; la actual —ya lo
defendí— me parece adecuada. Pero sobre todo, sobre cualquier otro
aspecto, necesitamos a las personas, a los trabajadores y a las
trabajadoras. Es urgente actualizar el dimensionamiento de la plantilla,
hay que rejuvenecer de manera equilibrada, hay que modernizar la
estructura organizativa, hay que establecer un sistema de gestión donde
las competencias y los objetivos sean la referencia; también la
evaluación del desempeño. Urge un catálogo de puestos de trabajo, la
definición de dichos puestos. Necesitamos sacar adelante, señorías, la
carrera profesional. Toca actuar de manera urgente y calmada sobre los
actuales modelos de gobernanza de la corporación. Cito, como hice en el
Congreso, un referente mundial en las relaciones laborales: Peter Drucker
—abro comillas— «la mejor estructura organizativa no
garantizará los resultados ni el rendimiento de una empresa, pero la
estructura equivocada es garantía de fracaso». Hay que rejuvenecer
—decía—, y considerar al profesional senior también. Esta
semana hemos conocido el excelente informe de la Fundación Compromiso y
Transparencia, un informe sobre la gestión del talento senior en las
empresas del IBEX 35. No parece previsible, dice el informe, que los
próximos años vayamos a ser testigos de un cambio cultural en las
empresas que impulse las prácticas y políticas relacionadas con el
talento senior. A ello vengo, a ayudar en el impulso del cambio, a
generar dinámicas de integración. Es doloroso, es un espejo del fracaso
en el modelo de empresa escuchar a cientos de compañeros y compañeras
hablar, como sucede actualmente, de a cuánto está la indemnización por
jubilación anticipada.


Señorías, estoy aquí ya como senior, porque cuando no lo era mis
compañeros y compañeras senior me enseñaron; y me enseñaron, sí, que en
tan solo dos palabras: servicio público, se pueden abrigar los esfuerzos
de miles de trabajadores y nuestra responsabilidad ante la sociedad. En
esta cátedra de la experiencia se puede y se debe hablar también, claro,
de nuevas tecnologías, de innovación, del 5G. Ahí cabemos todos, quizá no
los robots.


La comunicación de hoy nada tiene que ver con la de hace diez años,
así hay que aceptarlo. De ahí a contratar robots por 215 000 euros, como
acaba de hacer Televisión Española para —abro comillas— «la
generación automática de textos aplicada a la cobertura de elecciones
municipales» va un trecho. Me creo, y lo hago con pasión, a Emilio Lledó,
ayer citado en esta sala por el gran candidato que es Agustín García
Matilla. Dice don Emilio Lledó: «El mensaje, el verdadero mensaje con el
que se comunican los seres humanos es inteligencia y pasión, verdad y
falsedad, alegría y dolor, frustración y gozo, deseo y esperanza. Y eso
por ahora —dice don Emilio— no lo tienen las máquinas.
Tendré, sí, una carpeta 2.0, pero no me resultará hipnótica».


Escuchen este dato: antes de ayer, miércoles, la noticia que realicé
en Televisión Española en Andalucía para la emisión tradicional, la del
televisor, fue vista, según los estudios de audiencia,
por 258 000 espectadores; el mismo vídeo en su emisión web no llega a
las 50 reproducciones. Que los robots no hagan sombra; que no lo haga la
peligrosa externalización de producción de contenidos, que no solo roba
el trabajo, sino también en algunos casos, y no son pocos, la dignidad de
los profesionales.


Estos días vengo recabando información de compañeros y compañeras. Si
yo no soy nadie sin ellos, entiendo que aquí deben estar. Por eso,
gracias, querido Marcel, defiendo que es necesario dar pasos claros en el
avance de la producción propia. Es necesario poner en marcha, y esta es
una prioridad, un plan in crescendo de producción propia interna, dar
valor a lo propio como enseña de la casa. La fábrica RTVE deberá marcarse
objetivos concretos teniendo en cuenta que no vale todo, sino aquello que
cumpla los objetivos de servicio público y entretenimiento, entre otros
valores, todo ello sin dejar de pensar en las audiencias, que también nos
interesan, las grandes audiencias. En la apuesta por la producción propia
también está la coproducción. Hay que potenciar la presencia de
trabajadores y trabajadoras y medios propios en las coproducciones.
Televisión Española puede generar una producción propia interna capaz de
acudir y vender en otros mercados; pero también, claro, programas de
producción ajena; no hay que tenerles miedo. Pero ha de haber
transparencia en los contratos y refuerzo de la auditoría interna. Nunca
hay que olvidar —no me extenderé— el mandato marco y el
contrato programa. Porque el conocimiento, si algo es, es una creación
colectiva.


Me piden mis compañeros y compañeras que el consejo de administración
trabaje por la esencia del servicio público, que trabaje por la
televisión universal y en abierto, por la televisión con contenidos de
rentabilidad social. Necesitamos una fuerte presencia de la sociedad
civil. Cincelemos, con mayúsculas, los compromisos que devienen de un
verdadero derecho de acceso. Tenéis que trabajar, me dicen, por una nueva
definición de la estructura territorial tanto en TVE como en Radio
Nacional. También debe hacerse en el Canal 24 Horas; hay que redefinirlo
con proyección internacional. Volvamos, me dicen, a la defensa de los
principios de mérito y capacidad a la hora de designar los puestos de
dirección; apostemos por los informativos no diarios; hagamos bandera de
la calidad de los programas, como En Portada, Informe semanal, Crónicas o
Agrosfera. Aprovecho aquí para llamar la atención sobre cómo estamos
maltratando en la televisión, en los informativos de Televisión Española,
al sector primario. Quizás también ahí y no solo en los youtubers tenemos
una importante fuente de audiencias.


El pluralismo es la puerta con la que quiero iniciar la siguiente
reflexión, pluralismo político y social, pluralismo informativo, en
consecuencia. Como viene advirtiendo la Comisión Nacional de los Mercados
y la Competencia en sus informes referidos a RTVE, y esto que voy a decir
me parece de especial importancia —abro comillas— «La CNMC no
cuenta en la actualidad con unos indicadores específicos que permitan
valorar el grado de cumplimiento del pluralismo de forma rigurosa, como
así sucede en otros países de nuestro entorno». Lo dice la CNMC, el
organismo encargado por ley de controlar que en RTVE cumplimos con
nuestras obligaciones de servicio público.


Hablando de indicadores, necesitamos —trabajaré por ellos en el
consejo de administración— indicadores que permitan medir el valor
de cómo informamos a la sociedad, la eficacia en la gestión, el grado de
independencia de la corporación. También pluralismo social; necesitamos
de un verdadero órgano de representación de la sociedad. El actual
consejo asesor de la corporación es una ficción, y siento decirlo. En
absoluto estoy hablando de un problema de capacidad profesional de
quienes lo constituyen, no lo es; es un problema de modelo de empresa.
Para consejo asesor, el de la ZDF, en Alemania: 60 vocales de la sociedad
civil, un auténtico nervio en el que están representadas sus inquietudes,
y así se dirigen a la población que ve el programa.


Necesitamos mirar al mundo de la universidad —también me parece
muy importante—, mirar a los investigadores de Sevilla, de
Barcelona, de Santiago de Compostela, también de Madrid y el País Vasco,
investigadores en comunicación, en modelos de corporaciones públicas de
comunicación. Necesitamos del conocimiento del profesor Campos Freire, de
Paco Sierra, de Carmen Caffarel y de María Lamuedra. Son muchos: Víctor
Sampedro, Carmen Peñafiel, Emelina Fernández, Manuel Chaparro y Aurora
Labio. Trabajaré por el pluralismo social en televisión.






Por suerte,
apenas es necesario hacerlo en Radio Nacional. Aquí, principalmente en
Radio 5, está Afroamérica, también El gran quilombo, donde las mujeres
son ultraprotagonistas en la defensa de sus derechos. Sucede también en
el programa Ellas pueden. Radio 5, señorías, será el modelo a seguir. No
hay mejor plataforma para la sociedad civil. Nadie puede competir aquí
con la Corporación Radiotelevisión Española; nadie puede competir con la
calidad de la programación de muchas de las plataformas de
Radiotelevisión Española en la difusión de los compromisos y de las
obligaciones que tenemos hacia los derechos de la sociedad civil.


Aquí toca hablar también de periodismo y derechos humanos,
comunicación y derechos humanos, de la defensa de los derechos humanos
desde la responsabilidad del medio público como una...


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Señoría, le ruego que vaya
terminando, porque ha superado los quince minutos, por respeto también a
los que vienen después.


El señor LEKIDAÍN ZABALZA: Estoy terminando ya, presidenta. Gracias
por su generosidad.


Hablaba de la responsabilidad del medio público en cuanto al
cumplimiento de los derechos humanos.


Quiero expresar mi agradecimiento al comité de expertos, a todos los
compañeros y compañeras —95 fuimos en su comienzo—,
agradecimiento por el tiempo y el trabajo que han dedicado, algunos más
que otros. Lo dedicaron porque creyeron firmemente en la radio y la
televisión como servicio público quienes fueron —quienes fuimos,
sobre todo— seleccionados entre los 20 primeros. Nuestros
proyectos, vuestros proyectos de gestión posiblemente ya significan,
considerados en su conjunto, estimadas compañeras y compañeros, una de
las mejores propuestas que en el mundo existe para definir los modelos de
futuro de las corporaciones audiovisuales públicas. Este es también el
concurso que aquí nos ocupa.


Y voy terminando, ahora sí, presidenta. Decía que 95 fuimos en su
comienzo. Nos falta Alicia Gómez Montano; o no nos falta. ¿Por qué lo
digo? Porque siempre reivindicaré su valor personal y, lo que aquí me
trae, su valor profesional. Es la número uno, es la mejor, y así fue
considerada por el comité de expertos en su evaluación. Nos deja su
proyecto de gestión, 129 páginas y un epílogo. Y con él voy a finalizar,
con el epílogo del proyecto de Alicia Gómez Montano, que espero sea una
hoja de ruta para el presidente o presidenta y para el consejo de
administración que ustedes tengan a bien definir: «Reorientar el rumbo de
RTVE implica meter el destornillador —decía Alicia— en mitad
de un cuadro de alto voltaje. Hace falta un alto grado de valentía y
responsabilidad para no quedar chamuscado al primer chispazo. La RTVE de
mañana tendrá sentido solo si es capaz de crecer, de mudar de piel, de
abandonar el hogar. Ciertamente, no hay crecimiento ni mudanza ni
abandono que sean gratis total, pero es igualmente cierto que las
personas y las instituciones que se han atrevido a crecer, a mudar y a
abandonar sus áreas de seguridad han sido los líderes que la sociedad ha
necesitado»


Gracias, señorías, por su atención.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias, señor
Lekidaín, mi más sincero reconocimiento por su exposición y por su
presencia esta mañana con nosotros. Gracias.


— D. JUAN ROBERTO MENDÈS BARBUDO.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Ruego llamen al siguiente
compareciente, señor Juan Roberto Mendès Barbudo. (Pausa).


Muy buenos días, señor Mendès.


Van a intervenir, en primer lugar, los portavoces de los grupos
parlamentarios presentes.


Por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado, tiene la palabra el
senador Silván Rodríguez.


El señor SILVÁN RODRÍGUEZ: Muchas gracias, presidenta. Buenos días,
letrado mayor, compañera, señor compareciente.


Señor Mendès, en primer lugar, le traslado que el Grupo Parlamentario
Popular asiste y participa en esta Comisión de Nombramientos del Senado
en cumplimiento de una responsabilidad institucional y de un mandato
legal, especialmente de la Ley 5/2017, de 29 de septiembre.


El Grupo Parlamentario Popular valora y agradece anticipadamente al
señor Mendès su presencia y la explicación de su proyecto, con una
finalidad compartida de hacer una mejor Radiotelevisión Española al
servicio de todos los españoles, como servicio público que es.


Nuestra presencia y participación en esta comisión del Senado tiene
un doble objetivo: el primero, poner fin definitivamente a un largo
proceso de selección abierto, novedoso y complejo que conlleva el
concurso público de Radiotelevisión Española, un concurso público que el
Grupo Parlamentario Popular, tanto en el Congreso como en el Senado, ha
apoyado y defendido desde su gestación. Y el segundo objetivo es la
necesidad imperiosa de poner fin al escenario de provisionalidad e
interinidad en la gestión de Radiotelevisión Española que tan malos
resultados nos ha deparado y que, por respeto a usted, señor
compareciente, evito enumerar y que resumo en una gestión manifiestamente
mejorable, que en las diferentes sesiones parlamentarias de la comisión
mixta hemos puesto de manifiesto. Necesitamos, entre todos, parar la
permanente y creciente mengua de la reputación de Radiotelevisión
Española como servicio público.


Sí quiero poner de manifiesto, en nombre del Grupo Parlamentario
Popular, que una cosa es la muy deficiente gestión y otra muy diferente
el respeto y el reconocimiento a los grandísimos y fantásticos
trabajadores y profesionales que tiene la casa. Nos es necesario conocer
de su voz, señor candidato, su reflexión, su estudio y su planteamiento
sobre el momento actual que vive Radiotelevisión Española, pero muy
especialmente sobre su futuro inmediato y los retos a los que debe
enfrentarse a corto y medio plazo.


Termino reiterando el agradecimiento por su comparecencia, que
acredita su interés y colaboración en la mejora del servicio público que
es Radiotelevisión Española.


Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
señoría.


Tiene la palabra la senadora Fernández Álvarez, en nombre del Grupo
Parlamentario Socialista.


La señora FERNÁNDEZ ÁLVAREZ: Gracias, presidenta.


Letrado mayor, compañero senador, señor Mendès, buenos días.
Bienvenido.


Mi grupo parlamentario, el Grupo Socialista, participa gustosamente
en esta comisión y en el ejercicio de sus responsabilidades
institucionales para dar continuidad al procedimiento establecido en la
Ley 5/2017, en cuyo marco le corresponde a esta Cámara Alta la elección
de cuatro miembros del Consejo de Administración de la Corporación de
Radiotelevisión Española. Se trata con ello de participar en este proceso
de forma constructiva. Ese es el espíritu con el que mi grupo asiste a
esta comisión, y con un fin, que es poner fin —valga la
redundancia— al tiempo de provisionalidad, probablemente demasiado
largo, del ente. Son algo más de dos años de provisionalidad.


Somos conscientes de que la Corporación de Radiotelevisión Española
necesita una nueva dirección, un nuevo consejo de administración, y mi
grupo parlamentario así lo ha puesto de manifiesto en reiteradas
ocasiones. El reto que tenemos por delante —usted coincidirá con
nosotros— es complejo, es complicado, pero nosotros estamos
dispuestos a poner todo de nuestra parte para alcanzarlo.


Me gustaría trasladar nuestro agradecimiento y poner en valor el
trabajo que ha venido realizando el actual equipo directivo con su
administradora única al frente, un reconocimiento a su trabajo, su
profesionalidad, que tenía como objetivo devolver a Radiotelevisión
Española su esplendor, su credibilidad y, sobre todo, la utilidad social
que, como servicio público, debe prestar más allá de las audiencias. Hago
extensivo el reconocimiento y el agradecimiento a los trabajadores del
ente, a todos y cada uno de ellos, y también a todos ustedes, en este
caso a usted, que es quien comparece en estos momentos, por participar en
este proceso. Estamos aquí para escucharles, para conocer los planes de
futuro que tienen para el ente, los proyectos que, a su buen saber, hacer
y entender, seguramente tendrán a bien darnos a conocer esta mañana.
Estamos dispuestos a tomar buena nota de todo aquello que estimen
conveniente trasladarnos. Y de nuevo le damos las gracias por
acompañarnos esta mañana en esta comisión.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
señoría.


A continuación, tiene la palabra don Juan Roberto Mendès Barbudo,
candidato al Consejo de Administración de la Corporación Radiotelevisión
Española, por tiempo de diez minutos.


El señor MENDÈS BARBUDO: Gracias, señorías y señora presidenta de la
comisión.


Yo les agradezco la ocasión que me brindan de comparecer. Debo
decirles que mi afán es completamente colaborativo, lo que no quita que
también tenga una opinión crítica respecto a algunos aspectos que ya se
han manifestado anteriormente por otros comparecientes. Se ha manifestado
ya el malestar de los convocados, al que me sumo, ante lo insólito de
esta situación en la que se nos convoca para que expongamos ante sus
señorías —cosa que hacemos con gusto, como digo— un proyecto
que no va a ser tenido en cuenta, para una elección que según los medios
de comunicación ya está decidida, en una comparecencia pública ante esta
Comisión de Nombramientos que, por otra parte, como ustedes han
manifestado, cumple estrictamente con lo reflejado en el Reglamento de
este Senado. Lamento que la principal razón de esta comparecencia sea
burocrática. Sin embargo, este candidato no quiere dejar de cumplir, como
ya les he dicho, con sus obligaciones, como ciudadano sobre todo, antes
que como candidato, ante este Parlamento y exponer lo que se le demande
por esta Cámara. Aunque, al mismo tiempo, lamento el daño que con este
cumplimiento reglamentario se produce a la corporación, que ve cómo se
pone en entredicho la intervención de este Parlamento como responsable de
su control, lo que provoca, desde mi punto de vista, un grave daño
reputacional a la empresa pública estatal de comunicaciones en la que
trabajo desde hace cuarenta años.


Lamento también que no se tengan en cuenta los modelos de gestión
—y esto ya afecta al que presento directamente—, lo que,
entiendo, es perjudicial para el futuro funcionamiento de Radiotelevisión
Española; funcionamiento que, como ustedes saben perfectamente, el
artículo 20 de la Constitución hace depender del Congreso y del Senado,
del Parlamento.


En otro orden de cosas, mi modelo de gestión es el más valorado por
la comisión de expertos que fue designada por este Parlamento y está a
disposición, por supuesto, tanto de sus señorías como de los miembros del
consejo de administración que salgan elegidos para la corporación. Y
también está a disposición de ustedes y del consejo de administración
este candidato para desarrollar, comentar o ampliar cualquier aspecto que
sirva para mejorar, dar a conocer o apoyar todo lo que conforma la misión
de servicio público de Radiotelevisión Española.


Respecto a la valoración de la gestión de los equipos anteriores,
permítanme que no entre a valorarla, ni del actual ni de los que antes de
este ejercieron su nombramiento como gestores, siempre con el beneplácito
parlamentario. Creo que esta tarea deben ejercerla y la ejercen ustedes,
sus señorías, a través de la Comisión Mixta de Control Parlamentario de
la Corporación Radiotelevisión Española y sus sociedades. Quisiera, por
el contrario, aportar con mi trabajo soluciones a los muchos y graves
problemas que tiene en la actualidad la corporación, labor a la que,
estoy convencido, se sumará esta Cámara, más allá de otro tipo de
discusiones, bien sean partidistas o por intereses particulares, que
todos entendemos que deben ser superadas por la idea de bien común que
debe primar, en el caso de los medios públicos de comunicación, frente a
los intereses partidistas o de cualquier otro tipo, tan lícitos como
—en este caso, creo— no deseables de contar entre las razones
que se pueden aceptar en la elección de un consejo de administración de
una empresa pública de comunicación.


No quiero perder más tiempo con consideraciones y sí quiero cumplir
con lo que me han solicitado sus señorías y exponer someramente las
líneas generales, sobre todo ideológicas y de conceptos, que creo que
deben primar en la gestión y en el buen gobierno de una empresa pública
estatal de comunicación.


Las ideas que desarrollo en el proyecto —más allá de que están
desarrolladas en él y están a su disposición, ustedes las pueden
consultar— se engloban dentro de una visión más general de lo que
son los medios públicos de comunicación, que yo quisiera exponerles. Lo
que propongo realmente es un nuevo enfoque estratégico de la Corporación
Radiotelevisión Española como medio público de comunicación. Para ello es
necesario encontrar, en un entorno cambiante y globalizado, una nueva
identidad que permita ofrecer a la sociedad los elementos comunicativos
que esta sociedad demanda. Se trata, por tanto, de formular nuevas
estrategias para la supervivencia y adecuación de Radiotelevisión
Española ante el rápido desarrollo de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación. Propongo una línea de acción en la que la
Corporación Radiotelevisión Española evolucione hacia posiciones
estratégicas en el mercado global que garanticen dos elementos
fundamentales, su sostenibilidad y su relevancia.


Sobre estos dos conceptos gira todo el proyecto de gestión que he
elaborado y todo el soporte conceptual que hay detrás. Estos dos
conceptos de sostenibilidad y relevancia adquieren nuevas facetas al
verse interpretados en el actual paradigma comunicativo, de tal manera
que algunas de sus características tradicionales requieren ser mantenidas
como garantía de pervivencia, al mismo tiempo que otras han de ser
modificadas con urgencia, reformulando algunos de sus procedimientos
tradicionales, heredados del entorno lineal, para convertirlas en
estrategias capaces de adaptarse con rapidez a los nuevos contextos
comunicativos y relacionales.


De esta manera la sostenibilidad no debe ser entendida exclusivamente
como económica, sino que, para que los medios públicos puedan perdurar,
debe ser llevada más allá y ser interpretada también en clave cultural.
Es decir, la Corporación Radiotelevisión Española debe ser capaz de
mantener en el tiempo producciones relevantes para su entorno cultural;
de proporcionar de una manera estable y universal el acceso a los
elementos culturales esenciales y a sus diversas manifestaciones, así
como ofrecer un acceso permanente, global y gratuito a una información
veraz y confiable. Asimismo esta sostenibilidad debe extenderse al ámbito
de lo social, procurando mejorar las relaciones humanas, utilizando todas
las plataformas y soportes a su alcance, y ofreciendo contenidos que
favorezcan la convivencia, la inclusión, la solidaridad, el debate y la
difusión de los valores democráticos.


La relevancia, que es el otro concepto básico y fundamental, debe ser
entendida como una mezcla, un mix en el que el alcance, la producción de
contenidos, la distribución y la intermediación sirvan al objetivo de la
relevancia cultural, al mismo tiempo que fomenten una visión no integrada
de lo cultural y formen parte relevante de los ciclos de intermediación,
desintermediación y reintermediación, sin renunciar tampoco a una
participación activa en la plataformización, entendida como posibilidad
de ubicar lo social y cultural en el centro de unos nuevos sistemas
comunicativos, diversos, dialógicos y democráticos.


El reto al que se enfrentan los nuevos medios públicos de
comunicación, entre los que tiene un papel destacado la Corporación
Radiotelevisión Española, está, por tanto, mucho más allá de su mera
viabilidad económica. Pasa por solucionar el problema de encontrar una
nueva identidad que los haga sostenibles y relevantes en una sociedad que
otorga nuevos valores a los productos audiovisuales y que se encuentra
inmersa en todo un nuevo sistema tecnológico, social y mediático, que
hace imprescindible la inmediata adecuación del papel de lo público a su
entorno.


La combinación de los dos conceptos propuestos: relevancia y
sostenibilidad como ejes guía del comportamiento estratégico futuro de
este medio público de comunicación, que es la Corporación Radiotelevisión
Española, junto con un análisis detallado, permanente y dinámico de las
nuevas situaciones que provienen de las modificaciones permanentes en las
infraestructuras digitales y la continua modificación de los ciclos de
intermediación ya mencionados, así como los avances tecnológicos que los
sustentan, facilitarán la evaluación de la pertinencia de las actuaciones
públicas en materias de comunicación en los años venideros y dibujarán un
nuevo panorama audiovisual y comunicativo en el sector público, que
deberá adaptarse a las nuevas circunstancias para continuar cumpliendo
con lo que es esencial: las misiones de servicio público que la sociedad
les encomiende.


Gracias, señorías. No sé si tienen algo más que comentar. Por mi
parte, estoy a su disposición.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias, señor
Mendes.


Por el momento solo agradecerle su comparecencia y su aportación a
esta Comisión.


Muchas gracias.


— D. LAUREANO GARCÍA HERNÁNDEZ.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Ruego llamen a comparecer a
don Laureano García Hernández. (Pausa).


Muy buenos días, señor García Hernández. Bienvenido a esta
Comisión.


Va a intervenir, en primer lugar, el portavoz del Grupo Parlamentario
Popular, el señor Silván Rodríguez.


El señor SILVÁN RODRÍGUEZ: Muchas gracias, presidenta.


Letrado mayor, compañera, señor compareciente, señor García
Hernández, en primer lugar, quiero trasladar que el Grupo Parlamentario
Popular asiste y participa ante esta Comisión de Nombramientos del Senado
en cumplimiento de una responsabilidad institucional y un mandato legal
de la Ley 5/2017, de 29 de septiembre.


El Grupo Parlamentario Popular valora y agradece anticipadamente al
señor García Hernández su presencia y la explicación de su proyecto con
una finalidad compartida, que es hacer una mejor Radiotelevisión Española
al servicio de todos los españoles, como servicio público que es. Nuestra
presencia y participación ante esta comisión del Senado tiene un doble
objetivo. En primer lugar, poner fin de manera definitiva a un largo
proceso de selección abierto, novedoso y complejo que conlleva el
concurso público de Radiotelevisión Española; un concurso público que el
Grupo Parlamentario Popular, tanto en el Congreso como aquí, en el
Senado, ha apoyado desde su gestación. Y el segundo objetivo es la
necesidad imperiosa de poner fin al escenario de provisionalidad e
interinidad en la gestión de Radiotelevisión Española, que tan malos
resultados nos ha deparado y que, por respeto a usted, al señor
compareciente, evito enumerar, pero resumo en una gestión manifiestamente
mejorable, lo que en diferentes comisiones parlamentarias de la comisión
mixta hemos planteado.


Entre todos necesitamos parar la permanente y creciente mengua de la
reputación de Radiotelevisión Española como servicio público que es. Sí
quiero poner de manifiesto, en nombre del Grupo Parlamentario Popular,
que una cosa es la deficiente gestión y otra muy distinta el respeto y el
reconocimiento a los grandísimos y fantásticos trabajadores y
profesionales del ente público. Nos es necesario conocer de primera mano,
de su voz, su reflexión, su estudio y sus planteamientos sobre el momento
actual que vive Radiotelevisión Española, pero muy especialmente sobre su
futuro inmediato y los retos a los que debe enfrentarse a corto y medio
plazo.


Y termino reiterando el agradecimiento por su comparecencia, con la
que acredita su interés y colaboración por la mejora del servicio público
de Radiotelevisión Española.


Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra la senadora
Fernández Álvarez.


La señora FERNÁNDEZ ÁLVAREZ: Gracias, presidenta.


Letrado mayor, senador, señor García Hernández, en mi nombre y en el
del grupo al que represento le doy la bienvenida esta mañana para
participar en esta comisión de la que el Grupo Socialista forma parte,
asumiendo y cumpliendo con las responsabilidades institucionales que le
corresponden en el marco de este proceso para dar continuidad al
procedimiento establecido en la Ley 5/2017, según el cual corresponde a
esta Cámara, la Cámara Alta, el nombramiento de cuatro miembros del
consejo de administración de la Corporación de Radiotelevisión
Española.


No corresponde a esta comisión el análisis ni la gestión del ente
público, si bien participamos en ella con un espíritu constructivo de
cara a reorientar su acción, a poner fin a ese tiempo que ha vivido de
provisionalidad e interinidad, a nuestro entender, probablemente,
demasiado largo, y ello con un objetivo, que es el de dotar de una nueva
dirección y de un nuevo consejo de administración a Radiotelevisión
Española, algo que ha puesto de manifiesto mi grupo parlamentario en
reiteradas ocasiones.


Tenemos un reto importante por delante, señor García Hernández, que
seguro ustedes, como aspirantes, también comparten, un reto complicado,
pero es nuestro deber poner todo de nuestra parte para alcanzar ese
objetivo.


Quiero trasladar el reconocimiento y el agradecimiento de mi grupo al
equipo saliente del ente por esa labor que han venido desarrollando para
devolver a Radiotelevisión Española la credibilidad y el esplendor que le
corresponde en el marco de esa utilidad social que como servicio público
debe prestar, más allá de las audiencias. Nuestro reconocimiento también
a los trabajadores del ente, a todos y cada uno de ellos y, ¡cómo no?,
también nuestro agradecimiento a usted por acompañarnos esta mañana para
participar en este proceso. Estamos dispuestos a escucharle, a oír de
primera mano los planes y proyectos que tenga a bien trasladarnos sobre
la gestión y el futuro del ente. Tomaremos buena nota de todo aquello que
tenga a bien decirnos esta mañana.


Reitero el agradecimiento propio y el de mi grupo por acompañarnos.
Le escuchamos atentamente.


Gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
señoría.


Señor García Hernández, tiene la palabra por un tiempo de diez
minutos.


El señor GARCÍA HERNÁNDEZ: Muchas gracias, señora presidenta.
Gracias, señorías, por las observaciones y preguntas que me formulan.
Comparezco ante esta Comisión por responsabilidad, por respeto a la
Cámara, pero, dadas las circunstancias en las que se ha desarrollado el
proceloso concurso, entenderán que lo haga con un entusiasmo digamos que
perfectamente descriptible, porque entiendo que, con desdoro de su
dignidad y de la mía y, por supuesto, de la soberanía de la Cámara, los
partidos mayoritarios parece que ya han decidido por ustedes después de
un poco edificante reparto de cromos: cuatro, tres, dos, uno...,
atropellando el concurso y el dictamen del comité de expertos. Estamos
hoy aquí —lo digo sin acritud— para salvar la legalidad
formal de una decisión que les han servido ya cocinada; probablemente un
eufemismo que ayer nos tradujo el senador Cleries cuando dijo que era un
ejercicio, una tarea inútil y un paripé.


No obstante —cambio de registro—, no pierdo la esperanza
y apelo a su dignidad y responsabilidad personal, y a la autonomía de los
grupos parlamentarios del Senado para que tomen la decisión que entiendan
justa y de razón después de escuchar a los candidatos. A diferencia de lo
que he venido oyendo repetidamente en esta sala, concedo una importancia
relativa al llamado proyecto, porque —permítanme la
comparación— es como un ejercicio, un examen que se hace en casa
con probable ayuda, y podría decir —y no lo digo— que incluso
se puede contratar a terceros.


En la documentación que presenté al concurso resumí las propuestas
que definirían mi posición en el consejo, y deliberadamente no lo llamé
proyecto de gestión, porque en el concurso no se trata de tomar una sola
propuesta como en una licitación al uso, sino de elegir a diez personas
cuyo perfil, trayectoria profesional e ideas sean adecuadas para dotar a
Radiotelevisión Española de un consejo de administración que garantice el
desempeño eficaz del servicio público de la televisión del Estado, con
independencia, neutralidad y objetividad. Si reparan en mi currículum,
entenderán sus señorías que me habría resultado fácil presentar un
documento y titularlo pomposamente proyecto. El papel lo aguanta todo. Y
digo que sería fácil porque he presentado, he realizado y he dirigido con
éxito decenas de proyectos. Sé de lo que hablo.


No parece ser, por otra parte, que el denominado proyecto de gestión
haya sido determinante para la elección de los consejeros ya votados en
el Congreso. El proyecto de uno de ellos, ya elegido, mereció un cero en
la calificación del comité de expertos; y de otro proyecto el propio
comité decía —abro comillas—: Parece un manual copiado de
Wikipedia. Y cierro comillas. Puede ser discutible la valoración del
proyecto, pero lo que no lo es, porque no se improvisa ni se puede
inventar para un concurso, es la acreditación de una trayectoria
profesional, y la mía, señorías, mereció la cuarta mejor calificación por
el comité de expertos. Mi hoja de vida se reparte más o menos por igual
entre el sector público y el privado; pasa horizontalmente por todos los
soportes: agencia de noticias, prensa escrita y, por supuesto, radio y
televisión, en España y en el extranjero, con diferentes niveles de
responsabilidad que van desde la categoría de redactor a la alta
dirección, además de una larga dedicación a la docencia universitaria en
materia de comunicación, y experiencia en cargos de responsabilidad en la
Administración y en la empresa pública. En mérito de mi candidatura
invoco, pues, mi trayectoria profesional —como digo, la cuarta
mejor valorada por el comité de expertos— y también, por supuesto,
las propuestas e ideas que yo puedo trasladar para mejorar la
Radiotelevisión Española.


Señorías, los cambios y desajustes que se han producido desde que se
hicieron las leyes que regulan la corporación, no exigen necesariamente
hacer tabla rasa y reinventar la Radiotelevisión Española —como he
oído a alguno de mis colegas—. Hay muchos aspectos, eso sí, que hay
que actualizar con una visión nueva, con una visión de 360 grados, en un
mundo en el que la digitalización de los contenidos y la democratización
o socialización de las transmisiones ha cambiado el paradigma tradicional
de la comunicación, creando una especie de magma común, en el que están
sumidos hoy las plataformas multimedia de la prensa, de la radio, de la
televisión y de las entidades culturales, que comparten tecnología,
herramientas y también contenidos, por lo que saber de televisión,
permítame que les diga, es necesario, pero, desde luego, no suficiente
para llevar adelante la gestión, la dirección de Radiotelevisión
Española.


Mi diagnóstico acerca de la corporación —pues se interesaba el
señor senador por mi opinión sobre la situación actual— se lo diré
sin circunloquios, es que esta está dejada de la mano de Dios. Entre
todos la mataron y… Si obtuviese yo la confianza de sus señorías,
mi primera propuesta al consejo sería realizar una auditoría sobre la
situación del personal, el estado y situación de la producción y la
situación financiera de la empresa, para tener una visión global y
ajustar con tino las medidas que hay que adoptar. Buscaría, asimismo, el
acuerdo con los demás consejeros, para promover iniciativas urgentes,
concretas, sobre contenidos, organización, financiación y tecnología que,
sin necesidad de esperar al resultado de la audiencia, sabemos que son
áreas de Radiotelevisión Española que demandan una actuación
urgente.


Si hablamos de contenidos, es triste pero incontestable que la radio
y la televisión del Estado no tienen la audiencia y la resonancia que
justifique hoy su utilidad social, por lo que hay que revisar a fondo los
contenidos para mejorar la calidad e incentivar el interés de la
audiencia. Senadora del Grupo Socialista, es importante la credibilidad,
cómo no va a serlo, pero créame que credibilidad sin audiencia es
realmente una pasión inútil. La audiencia justifica la existencia de los
medios públicos del Estado. La clave del arco es el rigor y la
independencia de los profesionales, a los que el consejo debe apoyar para
que realicen su trabajo con libertad y responsabilidad, sin concesiones a
quienes consideran las noticias simples commodities y quieren convertir
la industria de la comunicación en un negocio, en el que el valor añadido
es precisamente la manipulación, la cocina que se hace sobre los hechos.
Tenemos que impedir eso. Esto lo estamos sufriendo ya.


Yo soy firme partidario de potenciar la producción propia —no
me voy a extender ahí, porque es una obviedad— y estoy convencido
de que Radiotelevisión Española puede y debe ser un valladar
infranqueable para los manipuladores.


En materia de organización, para aprovechar mejor las sinergias,
reducir costes y ser más eficaces, considero que hay que establecer una
nueva organización, una nueva estructura, que se apoye en la afinidad de
tareas y cometidos de la producción y no, simplemente, en el soporte
físico, como ahora, con la radio por un lado y la televisión, por otro;
y, además, potenciar los centros territoriales, para enriquecer la
diversidad de la producción y fomentar la cohesión territorial y social
de España.


En relación con la financiación, pienso que el sistema actual es
preferible a otros posibles, como la imposición de un canon a los hogares
o la vuelta de la publicidad. El sistema del canon es un modelo en
crisis, y la vuelta a la publicidad, creo que hoy, probablemente, nos
traería más problemas que soluciones. Sin perjuicio del sistema de
financiación —que, como digo, creo que hay que mantenerlo—,
propongo modificar el procedimiento de gestión de los ingresos, pues es
necesario habilitar un mecanismo que permita disponer de una previsión a
medio plazo, para hacer una programación plurianual de las inversiones en
equipamiento técnico y ajustar sin coste el proceso de amortización del
material. El procedimiento actual dificulta la planificación, al depender
la cuantía de los ingresos de magnitudes variables. Propongo buscar una
solución —lo que es tarea de sus señorías, del legislador—
que dé nueva redacción a los artículos 2 y 8 de la Ley 8/2009, en
relación con el artículo 33 de la Ley 17/2006, para ampliar el repertorio
de situaciones en las que puedan entrar en juego los Presupuestos del
Estado, obviamente, con los límites y las cautelas que ya prevé la propia
Ley de financiación.


Considero necesario, asimismo, potenciar el área técnica, para que
contribuya de manera más eficiente al desarrollo de la sociedad
información, impulse nuevos servicios interactivos y lidere el sector y
la implantación en España de la radio digital, que es un estándar técnico
que ya está en otros países de Europa y que, por supuesto, mejora la
calidad y la economía de la actual FM, la frecuencia modulada.


Además de líneas de actuación como las que he referido, trataría de
reforzar las medidas de transparencia de la corporación y apoyaría, con
especial celo, velar por que Radiotelevisión Española no se aparte del
cumplimiento de la enmienda del servicio público de radio y televisión
que detalla el artículo 3 de la Ley 17/2006, que es, señorías, el
catálogo completo, las Tablas de la Ley de referencia que dan sentido a
Radiotelevisión Española y explicita lo que deben hacer la radio y la
televisión del Estado y no hacen otras plataformas.


Acudí a este concurso con la ilusión de poner fin a mi vida
profesional, aportando mi experiencia al buen gobierno de Radiotelevisión
Española, y pienso que mi perfil es el adecuado. No soy empleado de la
corporación y no tengo, por ello, ni el menor ribete de corporativismo.
No tengo interés, directo ni indirecto, en empresas del sector
audiovisual ni en otros sectores conexos a los que hace referencia al
artículo 15 de la Ley 16/ 2006 ni tengo compromisos, condicionantes o
servidumbres que pudieran afectar a mi independencia en el ejercicio de
la función de consejero.


Pienso que modernizar y dar estabilidad a la corporación es una tarea
apasionante, y yo soy optimista, porque, aunque notablemente desmotivada,
Radiotelevisión Española tiene una plantilla de excelentes profesionales,
que saben hacer radio y televisión como el mejor, y cuenta con técnicos y
gestores de alto nivel, a los que hay que confiar la implantación, la
implementación de las medidas que ahora adopte el consejo de
administración. Les falta, necesitan, un marco de referencia claro y
estable, confianza y respeto.


Termino, señorías. Con mi comparecencia en esta comisión he cumplido
con cuanto se me impuso como candidato en el concurso. Ahora les toca a
ustedes; es su turno. Tenemos derecho a esperar de la alta dignidad de su
función, que juzguen ustedes mismos por ustedes mismos y se pronuncien
con libertad, para que, de su actitud, podamos colegir que sus señorías
contribuyen a dignificar y justificar la utilidad del Senado.


Para concluir, quiero dejar constancia de mi sincera felicitación al
comité de expertos, que, salvo colocar mi nombre entre los veinte
primeros, todo lo demás lo ha hecho bien. Quiero felicitar, también, al
presidente in pectore, el señor Pérez Tornero, y a los otros consejeros
que puedan acompañarle en la singladura.


Muchas gracias, presidenta.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias, señor García
Hernández. Mi sincero reconocimiento por sus palabras en esta comisión y
por las ideas que nos ha trasladado.


Señorías, se suspende la sesión hasta las once y cuarto.


Eran las diez horas y treinta y cinco minutos.


Se reanuda la sesión a las once horas y quince minutos.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Se reanuda la sesión.


— D. RAMÓN COLOM ESMATGES.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Ruego llamen a comparecer al
señor don Ramón Colom Esmatges. (Pausa).


Muy buenos días. Bienvenido a esta comisión.


En primer lugar, van a tomar la palabra los dos grupos parlamentarios
presentes. En primer lugar, lo hará el representante del Grupo
Parlamentario Popular, el senador Silván Rodríguez.


El señor SILVÁN RODRÍGUEZ: Muchas gracias, presidenta.


Letrado mayor, compañera, señor Colom, señor compareciente, en primer
lugar, quiero trasladar que el Grupo Parlamentario Popular asiste y
participa ante esta Comisión de Nombramientos del Senado en cumplimiento
de una responsabilidad institucional y de un mandato legal, especialmente
de la Ley 5/2017, de 29 de septiembre.


En segundo lugar, quiero decir que en el Grupo Parlamentario Popular
valoramos y agradecemos anticipadamente al señor Colom su presencia y la
explicación de su proyecto, con la finalidad compartida de hacer una
mejor Radiotelevisión Española al servicio de todos los españoles, como
servicio público que es.


Nuestra presencia y participación ante esta Comisión del Senado tiene
un doble objetivo: por un lado, poner fin de manera definitiva a un largo
proceso de selección abierto, novedoso, complejo, que conlleva el
concurso público de Radiotelevisión Española; un concurso público que el
Grupo Parlamentario Popular, tanto en el Congreso como en el Senado, ha
apoyado desde su gestación.


Por otro lado, la necesidad imperiosa de poner fin al escenario de
provisionalidad e interinidad en la gestión de Radiotelevisión Española,
que tan malos resultados nos ha deparado y que, por respeto al señor
compareciente, evitó enumerar, y que se resume en una gestión
manifiestamente mejorable, algo que en diferentes sesiones de la Comisión
Mixta hemos planteado. Necesitamos entre todos parar la permanente y
creciente mengua de la reputación de Radiotelevisión Española como
servicio público que es.


También quiero poner de manifiesto, en nombre del Grupo Parlamentario
Popular, que una cosa es la muy deficiente gestión y otra muy diferente
el respeto y el reconocimiento a los grandísimos y fantásticos
trabajadores y profesionales de la Casa.


Nos es necesario conocer de voz del señor candidato su reflexión, su
estudio y también su planteamiento sobre el momento actual que vive
Radiotelevisión Española, pero, muy especialmente, sobre su futuro
inmediato y los retos a los que enfrentarse a corto y medio plazo.


Termino reiterando el agradecimiento por su comparecencia, con la que
acredita su interés y colaboración en la mejora del servicio público de
Radiotelevisión Española.


Muchas gracias, señor Colom.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la senadora
Fernández Álvarez.


La señora FERNÁNDEZ ÁLVAREZ: Gracias, presidenta.


Letrado mayor, senador, señor Colom, buenos días. Bienvenido. Gracias
por asistir a esta comisión en la que mi grupo, el Grupo Socialista,
participa, como también decía el portavoz del Grupo Popular, cumpliendo
con las obligaciones institucionales que nos corresponden para dar
continuidad en el procedimiento establecido en la Ley 5/2017, en el marco
del cual corresponde a esta Cámara Alta la elección de cuatro miembros
del consejo de administración de la Corporación de Radiotelevisión
Española. Y ello pretendemos abordarlo, además de con espíritu
constructivo, en lo que a participación se refiere, con el fin de dar por
finalizada esta etapa de provisionalidad, probablemente demasiado larga,
más de lo que algunos hubiéramos deseado, y acometer una necesaria nueva
etapa con una nueva dirección del ente público, necesidad que mi grupo ha
puesto de manifiesto en reiteradas ocasiones.


Quiero poner en valor y trasladar nuestro agradecimiento al equipo
saliente por el trabajo desarrollado durante este tiempo provisional,
algo más de dos años; nuestro reconocimiento a la labor ejercida y la
profesionalidad que han puesto de manifiesto en aras de devolver a
Radiotelevisión Española la credibilidad y el liderazgo que le
corresponde, y a esa utilidad social que como servicio público debe
prestar. También quiero mostrar nuestro reconocimiento y agradecimiento a
todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras del ente y, como
decía, nuestra satisfacción por participar en este proceso.


Tenemos un reto por delante, complejo y complicado, pero nuestro
deber y nuestra obligación es poner todo de nuestra parte para alcanzar
ese reto que nos hemos marcado.


Le traslado de nuevo nuestro agradecimiento por asistir esta mañana a
esta comisión, y escucharemos con atención e interés el proyecto que
quiere trasladarnos de cara a lo que usted piensa que debe de ser el
futuro de Radiotelevisión Española.


Gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Gracias, senadora


Tiene la palabra el compareciente, por un tiempo de diez
minutos.


El señor COLOM ESMATGES: Buenos días.


Quiero agradecerles su invitación. Es la segunda vez en mi vida que
vengo a esta casa, la anterior fue hace unos veinticinco años, cuando me
convocó doña Victoria Camps para hablar, cómo no, de televisión y de
cine, pero fundamentalmente de televisión. También quiero decir que en
los últimos días ha habido comentarios en el sector audiovisual según los
cuales yo no vendría a esta comisión. Y yo creo que sí, que había que
venir, y lo he defendido desde el primer momento, porque lo más básico,
lo más importante en la vida, desde mi punto de vista, es escuchar, y
para escuchar a alguien, ese alguien tiene que hablar, tiene que
contestar a aquellas cosas que le pregunten o le parezca oportuno.


Señorías, entré en Televisión Española el 13 de marzo de 1975, es
decir, antes de que muriese Franco y se produjese el cambio a la
democracia. Evidentemente, yo era muy joven —ahora no lo
soy—, pero desde ese primer día, en Prado del Rey siempre he oído
la palabra cambio. Todo estaba en cambio: había que cambiar del blanco y
negro al color, había que dejar de producir en cine, había que pasar al
vídeo; el vídeo empezó siendo un armatoste de dos pulgadas, luego de una
pulgada, luego de tres cuartos, y ahora, evidentemente, estamos en la
transformación digital. Esa transformación digital sigue, y esa
transformación digital no supone únicamente que compremos aparatos para
producir contenidos, más programas, etcétera. No; es algo más que eso. La
transformación digital no es tanto una cuestión de tecnología como una
nueva forma de gestión, un reto de gestión. En la era digital, lo
importante, la nueva ventaja competitiva, es la organización, tener un
diseño de organización acomodado a estos tiempos. Sus objetivos: aumentar
la productividad, aumentar la valoración, aumentar el cash flow,
utilizando las innovaciones que tenemos a nuestro alcance.


Cada día hay que hacerse una pregunta cientos de veces, y yo se lo
recomiendo a todo el mundo, también a ustedes, a los políticos y a
nosotros los profesionales del sector. Es una pregunta muy simple: Si
esto que voy a hacer no lo hubiese hecho nunca, si esto lo empezáramos
hoy, ¿cómo lo haríamos? Yo estoy convencido de que ustedes se preguntan
lo mismo cada vez que oyen un comentario sobre su trabajo en el Senado:
el Senado tiene que ser así, cómo debería ser esa Cámara de
representación territorial, etcétera. Hay que tener ideas, hay que saber
medir, construir, aprender; es un reto a trabajar desde dentro, con el
personal y con los medios, y hay que trabajarlo hacia fuera, con
productos y nuevos modelos de negocio, un facilitador.


Este reto de la digitalización se traduce en hacer una televisión
social donde los ciudadanos se puedan mirar y que refleje los cambios en
cuanto a contenidos, a medios, a formas de consumo, a usabilidad que
están produciendo, e intente dar respuestas a todos. Antes decía que
teníamos los audímetros en una mano y la intuición en la otra. Además,
ahora podemos apoyarnos en el big data para conocer las necesidades de la
sociedad española. En la estrategia digital hay que saber analizar,
innovar, simplificar. Hay que marcarse objetivos específicos, medibles,
alcanzables, realistas, ajustados en el tiempo. Ahora ya no podemos
preguntarnos si hay algo que se pueda cambiar. No; el cambio es la norma,
no la excepción. La cultura laboral es una parte fundamental del éxito.
Los compañeros son lo más importante. Si tú fallas, ellos fallan. Si
ellos fallan, tú fallas; nada más y nada menos.


Otro gran cambio, desde mi punto de vista, además de la
transformación digital, es la definición. Hay algo que nos separa de la
televisión comercial, y es para quién trabajamos nosotros. ¿Quién es
nuestro cliente? Nuestra cuenta de resultados, ¿de quién depende? La
televisión comercial tiene un cliente, que son las agencias de publicidad
y las centrales de medios. Ellos no se dedican a hacer programas para sus
espectadores, ellos se dedican a comercializar audiencia, y para eso
hacen programas como reclamo. Pero para la radiotelevisión pública no es
así. El cliente nuestro no son las agencias de publicidad ni las
centrales de medios, son los espectadores, los ciudadanos. Queremos que
nuestro cliente esté satisfecho, que sepa que, al margen de lo que pueda
ver en otras pantallas, las de las televisiones comerciales, la nuestra,
la pública, está hecha para él. Tenemos que pensar en él, y lo
fundamental, desde mi punto de vista, no son tanto las audiencias, como
sentirse orgulloso de lo que hace la televisión pública. Ese es, nada más
y nada menos, que nuestro negocio; tenemos que gestionarlo bien y
comunicarlo mejor. Nuestra misión —repito—, como estrategas
de contenidos, es conseguir que la marca RTVE ponga su contenido a
disposición de sus usuarios en cualquier plataforma, de la manera que el
consumidor —¡ojo!, el consumidor, que es nada menos que el
ciudadano— quiera disfrutarlo.


Pero tengo que decir algo más, si me lo permiten. La radiotelevisión
pública es la de todos los públicos, no únicamente aquella que alguien ha
dicho que tiene que hacer programas obligatorios: los religiosos, la
misa, el balonmano, los libros, etcétera. Al decir todos los públicos se
incluye a los jóvenes pero también a los séniores, que son los
principales espectadores de la marca RTVE. Los mayores son la mayoría de
ciudadanos de este país. No hay que dar con la puerta en las narices a
los séniores porque la mayoría, esa mayoría que buscan las cadenas de
televisión, está ahí. Cada vez tiene más sentido la televisión pública.
Lo veremos en tres cuestiones.


Dos filósofos, Gilles Lipovetsky y Hervé Juvin, en El occidente
globalizado, dicen que ha llegado el tiempo de la violencia sin planes,
de la guerra sin ejércitos —cuando escribieron esto no había
llegado la COVID todavía— y de los conflictos sin límites, porque
no hay fronteras. Y añaden: Esta cuestión es crucial. La extensión de lo
que ellos llaman la cultura mundial, lejos de preparar la paz se inscribe
en el proceso de explosión de la violencia generalizada.


También está la entrada de los algoritmos, de la inteligencia
artificial en el trabajo de los influencers.






Los actuales, que tan
famosos son porque han puesto su domicilio fiscal en Andorra, han
cubierto una etapa hasta que la inteligencia artificial cubra su labor.
Es posible que tengan que reconvertirse a otras cosas, como ser
traductores, porque las traducciones automáticas todavía, aunque las
utilicemos, no son perfectas.


Por último, está la urgencia de la memoria de la historia, que no
siempre es memoria histórica, me gustaría dejarlo claro. Está la urgencia
de la política y la ética pública, de la identidad, de la utopía. Hace
poco leí un diálogo entre Guiseppe Conte, que en ese momento era
presidente del consejo italiano, y Claudio Magris, el escritor, que
recordaba algo importantísimo: la búsqueda del bien común es la única
perspectiva que debe mover la acción. También, desde mi punto de vista,
tiene que hacerlo la radiotelevisión pública. En ese mismo diálogo,
Magris decía que la identidad es siempre algo en movimiento; de lo
contrario, se convierte en un ídolo, en un simulacro. La utopía
—dice Magris— es la sal de la tierra, no la utopía que
pretende tener la receta para cambiar el mundo, como pretendía Hitler,
como pretendía Mao, como pretendían los jemeres rojos. La utopía sabe que
el mundo no es todo donde lo vemos y cómo lo vemos. Si recordamos a don
Quijote —él hacía ese recordatorio—, decía algo tan hermoso
como: ¿Qué se creen ustedes, que don Quijote no sabía que Rocinante no
era un caballo fantástico, sino que era un jamelgo, y que doña Dulcinea
no era una bella mujer fantástica y culta, sino una pueblerina que había
conocido en su pueblo? Y digo pueblerina sin ánimo contrario a las
personas que viven en los pueblos. Siempre se pueden interpretar los
hechos de un modo esperanzador.


No sé si me han pasado los diez minutos o no.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Puede ir concluyendo con
tranquilidad.


El señor COLOM ESMATGES: Muy bien.


¿Cuál es uno de los problemas más graves, desde mi punto de vista,
que tiene Radiotelevisión Española? No sé si el principal es la falta de
posicionamiento, la indefinición absoluta. El referente actual es la
audiencia, lo mismo que cuando he dirigido la televisión pública durante
casi siete años. Lo importante era que el programa que se había estrenado
la noche anterior tuviera una audiencia líder, que se coma a los demás;
liderazgo, liderazgo, liderazgo de audiencias. Yo pienso, después de la
experiencia, que no puede ser, que no solo puede serlo. Sin audiencia
—hay un punto de partida también— no hay televisión; una
televisión que no ve nadie no es televisión. Cuando se produce eso lo
mejor es apaga y vámonos. Prefiero la satisfacción ante lo que hagamos,
la valoración cualitativa antes que el número de espectadores que pueda
haber frente a la pantalla. Hace muy poco leí un artículo sobre la
desaparición de los programas musicales de la radiotelevisión pública, y
todo porque empezó la idea de que la audiencia no respaldaba los
programas musicales y que, por tanto, tenían que desaparecer, y han
desaparecido. Lo que hay es minoritario, restos de restos. Van a tener un
problema los que, dentro de 20 años, quieran hacer un programa de
cachitos de los programas musicales de ahora porque no los habrá. Hay que
recuperar los programas musicales, la satisfacción de decir que en las
otras cadenas no hay programas musicales, pero que en la radiotelevisión
pública sí los hace.


La televisión comercial lo hace muy bien, pero ese no es nuestro
campo. Hay quien piensa que tenemos que trabajar en plataformas como
Netflix, HBO o similar. No. Tenemos que trabajar para el ciudadano,
nuestro cliente. Al espectador hay que darle lo que quiera.


Salvo que ustedes me quieran hacer alguna pregunta, que para eso
estoy a su disposición, he contado un cierto proyecto —bastante
abstracto, pero concreto— de lo que pienso que debe ser la
radiotelevisión púbica.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias, señor Colom.
Muchas gracias por su exposición y el reconocimiento por haber asistido
esta mañana a la reunión de esta comisión. Gracias.


— D. MIGUEL ÁNGEL SACALUGA LUENGO.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Pueden llamar, por favor, al
siguiente compareciente, el señor don Miguel Ángel Sacaluga Luengo.
(Pausa).


Buenos días, señor Sacaluga. Bienvenido a esta comisión.


El señor SACALUGA LUENGO: A ustedes.


¿Me puedo quitar la mascarilla en mi intervención o la tengo que
tener puesta? Es que es muy molesto.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Puede quitársela; si se
siente incómodo, puede quitársela.


Van a intervenir los dos representantes de los grupos parlamentarios
que nos acompañan.


Por parte del Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el
senador Silván Rodríguez.


El señor SILVÁN RODRÍGUEZ: Buenos días, presidenta, letrado mayor,
compañera.


Señor Sacaluga, en primer lugar, quiero trasladar que el Grupo
Parlamentario Popular asiste y participa ante esta Comisión de
Nombramientos del Senado en cumplimiento de nuestra responsabilidad
institucional y de un mandato legal, especialmente de la Ley 5/2017,
de 29 de septiembre.


En el Grupo Parlamentario Popular valoramos y agradecemos
anticipadamente al señor Sacaluga su presencia y la explicación de su
proyecto con una finalidad compartida: hacer una mejor Radiotelevisión
Española al servicio de todos los españoles como servicio público que
es.


Nuestra presencia y participación ante esta comisión del Senado tiene
un doble objetivo. En primer lugar, poner fin de manera definitiva a un
largo proceso de selección abierto, novedoso y complejo que conlleva el
concurso público de la corporación Radiotelevisión Española; un concurso
público al que el Grupo Parlamentario Popular, tanto en el Congreso como
en el Senado, ha apoyado desde su gestación. El segundo de los objetivos
es la necesidad imperiosa de poner fin al escenario de provisionalidad e
interinidad en la gestión de Radiotelevisión Española, que tan malos
resultados nos ha deparado —por respeto al señor compareciente
evitó enumerarlos—, que resumo en una gestión manifiestamente
mejorable y que en diferentes sesiones parlamentarias de la comisión
mixta hemos planteado. Necesitamos ante todo y entre todos parar la
permanente y creciente mengua de la reputación de Radiotelevisión
Española como servicio público que es. Quiero poner de manifiesto, en
nombre del Grupo Parlamentario Popular, que una cosa es la muy deficiente
gestión y otra muy diferente el respeto y el reconocimiento a los
grandísimos y fantásticos trabajadores y profesionales que tiene la
casa.


Nos es necesario conocer, de voz del señor candidato, su reflexión,
su estudio, su proyecto, su planteamiento sobre el momento actual que
vive Radiotelevisión Española, pero muy especialmente su futuro
inmediato, esos retos a los que hay que enfrentarse a corto y medio
plazo.


Termino reiterando el agradecimiento por su comparecencia,
acreditando con ella su interés y colaboración en la mejora del servicio
público de Radiotelevisión Española.


Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
señoría.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la senadora
Fernández Álvarez.


La señora FERNÁNDEZ ÁLVAREZ: Gracias, presidenta, letrado mayor,
senador.


Señor Sacaluga, buenos días y bienvenido a esta comisión en la que mi
grupo, el Grupo Socialista, participa en el marco del cumplimiento de sus
responsabilidades institucionales —lo hacemos gustosamente
además— para dar continuidad al procedimiento establecido en la
Ley 5/2017, en el marco del cual corresponde a esta Cámara, a la Cámara
Alta, en la que hoy nos encontramos, la elección de cuatro de los
miembros del Consejo de Administración de la Corporación de
Radiotelevisión Española. Participamos en este proceso, que entendemos
que debe ser constructivo —con ese espíritu participa mi
grupo—, fundamentalmente con el fin de dar por finalizada una etapa
de provisionalidad, probablemente demasiado larga para lo que a mi
entender tendría que haber sido y todos hubiéramos deseado que hubiera
sido diferente.


Entendemos que el ente público necesita una nueva dirección, desde mi
grupo así lo hemos puesto de manifiesto en reiteradas ocasiones y por
ello hoy estamos aquí. Tenemos un reto importante por delante,
complicado, pero estamos dispuestos a poner el granito de arena que nos
corresponde para alcanzarlo.


Deseo trasladar mi agradecimiento y mi reconocimiento al equipo
saliente por el trabajo que han llevado a cabo durante el tiempo en el
que han estado al frente de Radiotelevisión Española con el objetivo de
devolverle el esplendor y el liderazgo que siempre ha tenido, la utilidad
social que, como servicio público, debe prestar. Hago extensivo el
reconocimiento a los trabajadores y las trabajadoras del ente, a todos y
cada uno de ellos, y también a todos ustedes, los que han participado en
este proceso. Estamos dispuestos y encantados de escucharles, de tenerles
aquí, de conocer de primera mano sus reflexiones y sus proyectos para el
futuro de Radiotelevisión Española. Así que, sin más, le escuchamos
atentamente.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias,
señoría.


Señor Sacaluga, pueda intervenir por un tiempo de diez minutos.


El señor SACALUGA LUENGO: Gracias, presidenta. Gracias, señorías.
Buenos días.


Después de lo publicado estos días sobre la marcha de este proceso,
confieso mi absoluta y definitiva confusión y perplejidad, pero entiendo
que sería una falta de respeto a esta Cámara, a la corporación y a los
candidatos no acudir. Por eso estoy aquí defendiendo mi proyecto, el que
siempre he defendido dentro y fuera de Radiotelevisión Española,
lógicamente con las actualizaciones por el paso del tiempo.


La corporación no va bien, lo dicen los datos, pero puede mejorar. Es
urgente actuar ya y actuar juntos. El servicio público merece respeto,
atención y compromiso. Cambiar el consejo no es cambiar la corporación,
sería un primer paso si tiene iniciativa, proyecto, si es resistente y
resiliente.


Radiotelevisión Española necesita seguridad jurídica sobre los
servicios que debe y puede prestar; financiera, tener los recursos
económicos necesarios para hacer frente a la encomienda, y empresarial,
suficiencia de los medios técnicos y humanos para llevar adelante su
tarea. En paralelo, debe garantizar que cumple escrupulosamente la misión
encomendada, con contenidos identificables como servicio público y con
una gestión eficaz, eficiente y transparente. Encara tres retos:
redefinir el modelo, adecuarlo a la realidad tecnológica de consumo
ciudadano; reconstruir la empresa, recuperar, renovar y perfeccionar su
capacidad productiva y operativa; y reconciliarse en lo interno y frente
a la sociedad española. Debe dejar de ser escaparate permanente de
conflictos y ser una referencia audiovisual nítida y clara.


Seguridad jurídica. Hay que trabajar juntos para actualizar el
Protocolo 29 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, soporte
de la compatibilidad del servicio público con el propio tratado. Es
preciso añadir a los servicios de radiodifusión que ya están, los
vinculados a la sociedad de la información para disipar cualquier duda
sobre la posibilidad de financiarlos con dinero público. Este formulario
que les muestro se puede encontrar en la página de la Comisión. Cualquier
ciudadano, cualquier empresa europea puede denunciar a la corporación por
ayudas de Estado ilegales y la Comisión, si no se modifica el
Protocolo 29, abriría un expediente que puede acabar con sanción o con la
obligación de devolver el dinero público invertido, algo que ya ha pasado
con la BBC.


La corporación debe buscar también la seguridad financiera. Es
necesario respetar de nuevo la Ley de financiación. El artículo 3.2 dice
que el mandato marco y los contratos programa establecerán la dimensión
económica, los límites de crecimiento anual de su presupuesto y las
obligaciones de servicio público. Y precisa que entre los años 2010
y 2011 sus ingresos no superarán los 1200 millones anuales;
entre 2012-2014 su crecimiento no será superior al 1 %, y a partir
de 2014 se acomodará al IPC. En 2011 se fijó en el presupuesto el valor,
el coste del servicio público, en 1200 millones. En 2021, una década
después, es algo superior a los 1000 millones. En ocho años,
Radiotelevisión Española ha dejado de ingresar, haciendo las cuentas,
unos 2000 millones. Las obligaciones no se han modificado, incluso se han
presentado nuevos servicios, eso sí, sin que hubiera un mandato de las
Cortes y sin respaldo legal y financiero. Además, el artículo 2.2 de esta
misma ley dice que cuando el fondo de reserva no pueda compensar una
reducción de los ingresos, el presupuesto previsto se completará con
fondos provenientes de los Presupuestos Generales del Estado, siempre y
cuando el gasto no haya sobrepasado los límites presupuestarios. Nunca se
ha cumplido


La corporación, pues, ha estado infrafinanciada desde 2012, con
serios efectos sobre las inversiones y el servicio público prestado. Si a
eso unimos la cuestión pendiente del IVA de las radiotelevisiones
públicas —recordemos que Hacienda reclama a Radiotelevisión
Española más de 250 millones—, si unimos los 30 millones de déficit
anuales y las operaciones crediticias en marcha, superiores a 100
millones, concluimos que el escenario económico que aborda el nuevo
Consejo es muy complejo.


Radiotelevisión Española debe intentar recuperar los ingresos no
percibidos —podemos hablar ya de deuda histórica—,
demandarlos ante las instituciones competentes y, en su caso, ante los
tribunales. Todo ello en el marco de un expediente de infrafinanciación
en Bruselas, como ya se hizo con la Agencia Efe, para evitar la
consideración de ayudas de Estado por parte de la Comisión.
Radiotelevisión Española no puede ni debe competir con operadores
—lo decía ya en el Congreso— que multiplican sus presupuestos
por veinte, como Netflix, setenta HBO, cuarenta Disney o treinta Sony ni
con grupos de comunicación privados europeos a los que pertenece
Atresmedia o Mediaset, que lo multiplican por seis y por tres; y menos
aún con los gigantes tecnológicos como Apple, Google, etcétera. No
compite en ingresos ni en resultados anuales ni en remanentes de
tesorería disponibles para abordar proyectos y producciones,
adquisiciones o reestructuraciones. La competencia no es con este mundo,
que dedica mil millones anuales —todo nuestro presupuesto— a
los derechos de la liga de fútbol, como hace Movistar. Por ello,
Radiotelevisión Española tiene que tener una dimensión económica acorde
con la misión encomendada, ofertas contenidos de servicio público,
dotarse de una estructura de producción adecuada a su dimensión y
realizar una gestión plural, eficaz, eficiente y transparente. Los
recursos deben dedicarse solo a los objetivos fijados. Cada nuevo
servicio precisa soporte legal, financiero y recursos técnicos y
humanos.


Radiotelevisión Española debe primar la información sobre el
espectáculo; el rigor sobre la especulación; la separación de información
y opinión sobre la confusión; y la noticia sobre las historias. Como
servicio público europeo, alineado frente a la desinformación, debe huir
del infoentretenimiento y del infoespectáculo; ganar en credibilidad,
calidad e independencia frente a los grupos políticos, a los grupos
mediáticos y a los lobbies profesionales. No hay servicio público sin
público, es cierto, pero la búsqueda desesperada e indiscriminada de
público puede anular el servicio público. No se puede vender el alma por
audiencia y perder el alma y la audiencia.


Copiar a los operadores privados tanto en estrategias como en
contenidos y modelos de producción es un error, como lo es externalizar
programas informativos, enmascarados en infoentretenimiento, porque
contraría las normas, infrautiliza los recursos y obvia la plantilla. Hay
que evitar la contratación innecesaria de directivos externos y el
aumento desproporcionado y desequilibrado de la plantilla por la puerta
de atrás. Evitar también la construcción o consolidación de estructuras
paralelas o duplicadas, o contratar falsos interinos o de obra para
cubrir necesidades permanentes, como hay que evitar la contratación de
contenidos a precios desorbitados y de escasa calidad o valor añadido;
producciones externas en las que Televisión Española paga tres veces: la
producción en sí —a veces con el presentador o presentadora
aparte—, la idea —el llamado talento— y el beneficio
industrial. O en las coproducciones, donde aporta el grueso de los
recursos y la productora solo los intangibles. Y hay que garantizar la
transparencia en la gestión y en toda la contratación: conocer costes y
sueldos, incluidos directivos y fichajes estrella; abandonar el recurso a
la discrecionalidad y a la confidencialidad para amparar la opacidad, y
transparencia en todo y para todos, hasta donde permita la ley.


En la tarea de reflotar Radiotelevisión Española, el papel de las
Cortes es fundamental concretando objetivos de servicio público en cada
mandato marco, ejerciendo el control parlamentario constitucionalmente
establecido y realizando los cambios normativos precisos. Les animo,
señorías, a que asuman esa responsabilidad de manera proactiva.


Termino. Como saben, por respeto anuncié en el Congreso la
presentación de un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por
este proceso; y por respeto, quiero explicarles brevemente por qué. Las
Cortes Generales no me dieron otra opción. La resolución a mí recurso al
informe de evaluación del Comité de Expertos impedía la posibilidad de
acudir a los tribunales de justicia y fijó como única vía el
Constitucional, que, por su naturaleza, como todos sabemos, no puede
entrar en el fondo del asunto.


El Parlamento decidió por ley, con el aplauso mayoritario, elegir el
Consejo de Administración de Radiotelevisión Española por concurso
público. Legal y constitucionalmente concurso público implica respeto a
la legalidad y la seguridad jurídica, al mérito, la capacidad y la
transparencia. Entendí que no se había tenido, y recurrí. La respuesta,
sin más amparo legal ni jurisprudencial, fue que era un acto
parlamentario basado en la autonomía que concede el artículo 72 de la
Constitución a las Cortes Generales. En diciembre de 2017, unos meses
antes de convocarse el concurso, el Tribunal Constitucional sentenció con
claridad que la elección del consejo de Radiotelevisión no es un acto
parlamentario vinculado al artículo 72, sino al 66.2. En este proceso no
solo se han vulnerado mis derechos fundamentales, sino los de todos los
candidatos presentados y de los que no han podido hacerlo. Derechos
fundamentales que, paradójicamente, sí se reconocen en otros procesos de
selección habitual aquí en las Cortes, por ejemplo, en la elección de los
letrados, que se establece expresamente en el respeto al artículo 14
y 23.2.1.


En definitiva —y ahora sí que termino—, no se ha
respetado mi derecho a acceder a un cargo público de acuerdo con las
previsiones del artículo 23.2 de la Constitución, ni mi derecho a la
tutela efectiva de los tribunales, artículo 24, quedando en una situación
de indefensión, situación que espero y deseo que corrija el Tribunal
Constitucional.


Muchas gracias.


La señora VICEPRESIDENTA (Narbona Ruiz): Muchas gracias, señor
Sacaluga. Le agradecemos mucho su presencia y reconocemos también la
importancia de los comentarios que nos ha hecho.


Muchas gracias.


Se levanta la sesión.


Eran las doce horas.