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DS. Senado, Comisiones, núm. 158, de 11/03/2021
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COMISIÓN DE NOMBRAMIENTOS


PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª MARÍA PILAR LLOP CUENCA


Sesión celebrada el jueves, 11 de marzo de 2021


ORDEN DEL DÍA






Comparecencias de candidatos para la elección de los miembros
del Consejo de Administración de la Corporación RTVE.





Don Francisco Javier Montemayor Ruiz
Don Rafael Camacho Ordóñez
Don Manuel Adrián Ventero Velasco
Doña María Eizaguirre Comendador
Don Agustín García Matilla
Don Juan Manuel Romero Martín
Don Eladio Jareño Ruiz
Don Vicenç Sanclemente García
Don Juan Jesús Buhigas Arizcun
Doña María Isabel Raventós Armengol
Don Miguel Ángel Martín Pascual


729/000002









COMPARECENCIAS DE CANDIDATOS PARA LA ELECCIÓN DE LOS MIEMBROS
DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE LA CORPORACIÓN RTVE






DON FRANCISCO JAVIER MONTEMAYOR RUIZ
DON RAFAEL CAMACHO ORDÓÑEZ
DON MANUEL ADRIÁN VENTERO VELASCO
DOÑA MARÍA EIZAGUIRRE COMENDADOR
DON AGUSTÍN GARCÍA MATILLA
DON JUAN MANUEL ROMERO MARTÍN
DON ELADIO JAREÑO RUIZ
DON VICENÇ SANCLEMENTE GARCÍA
DON JUAN JESÚS BUHIGAS ARIZCUN
DOÑA MARÍA ISABEL RAVENTÓS ARMENGOL
DON MIGUEL ÁNGEL MARTÍN PASCUAL


729/000002



Se abre la sesión a las diez horas y veinte minutos.


La señora PRESIDENTA: Se abre la sesión.


Disculpen el retraso. He estado inaugurando una jornada sobre la Ley
de infancia y me han puesto en último lugar para hablar, por protocolo,
aunque habíamos dicho que fuera la primera. Por eso no he podido
escaparme.


En primer lugar, procede la comprobación de asistencias y
sustituciones.


El señor letrado procede a la comprobación de los señores senadores
presentes.


COMPARECENCIAS DE CANDIDATOS PARA LA ELECCIÓN DE LOS MIEMBROS DEL
CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE LA CORPORACIÓN RTVE.


(Núm. exp. 729/000002)


La señora PRESIDENTA: Gracias.


El objeto de la presente sesión de la Comisión de Nombramientos es
comenzar con la celebración de las comparecencias de los candidatos a
miembros del Consejo de Administración de la Corporación de
Radiotelevisión Española, de acuerdo con lo previsto en el artículo 11.3
de la Ley 17/2006, de 5 de junio, de la radio y la televisión de
titularidad estatal, en el artículo 185 del Reglamento del Senado y en el
punto cuarto de la Resolución de las Mesas del Congreso de los Diputados
y del Senado de 10 de julio de 2018, por la que se aprueban las normas
para la renovación del citado consejo de administración.


De conformidad con esta normativa, una vez elegidos por el Congreso
de los Diputados seis miembros del consejo de administración, corresponde
al Senado celebrar, ante la Comisión de Nombramientos, las comparecencias
de los candidatos y las candidatas que no hubieran sido elegidos por el
Pleno del Congreso de los Diputados.


Dichas comparecencias tendrán lugar en sesiones sucesivas, siguiendo
el orden fijado en la Resolución del Comité de Expertos para la
renovación de los miembros del Consejo de Administración de
Radiotelevisión Española, de 10 de diciembre de 2018, por la que se
aprueba el informe de evaluación conforme al siguiente procedimiento, del
que les vengo a informar: intervención de los representantes de los
grupos parlamentarios, por orden de menor a mayor, por tiempo de dos o
tres minutos, e intervención del candidato o candidata, por tiempo de
diez minutos.


Debido al gran número de comparecientes ante esta comisión, ruego a
sus señorías que intenten observar, en la medida de lo posible, los
tiempos asignados.


La comisión debe expresar su criterio sobre la idoneidad de los
candidatos y las candidatas, lo que se hará una vez que se hayan
celebrado todas las comparecencias.


Para la sesión del día de hoy han sido convocadas las siguientes
candidaturas: don Francisco Javier Montemayor Ruiz; don Rafael Camacho
Ordóñez; don Manuel Adrián Ventero Velasco; doña María Eizaguirre
Comendador: don Agustín García Matilla; don Juan Manuel Romero Martín;
don Eladio Jareño Ruiz: don Vicenç Sanclemente García; don Juan Jesús
Buhigas Arizcun; doña María Isabel Raventós Armengol; y don Miguel Ángel
Martín Pascual.


Una vez que ha sido convocada la comisión, los siguientes candidatos
han comunicado a esta Presidencia su renuncia a comparecer ante la misma:
don Rafael Camacho Ordóñez, don Manuel Adrián Ventero Velasco, don
Francisco Moreno García y don Eladio Jareño Ruiz.


En consecuencia, sus candidaturas no podrán ser sometidas al Pleno
del Senado, de conformidad con lo establecido en el artículo 185.5 del
Reglamento del Senado. (El señor Cleries i Gonzàlez pide la
palabra).


El senador Cleries solicita la palabra como cuestión previa.


Tiene la palabra, señoría.


El señor CLERIES I GONZÀLEZ: Gracias, presidenta.


Cuando se inició todo este proceso para la renovación del Consejo de
Radiotelevisión Española, nuestro grupo, que en aquel momento estaba
representado en la comisión mixta, propuso un experto, que fue aceptado,
para hacer las propuestas de candidatos y toda la forma de llevar a cabo
este procedimiento. Y lo que ahora nos ha sorprendido, aparte de que
políticamente entendamos que se nos margine de todo acuerdo —y no
tenemos nada decir porque esto es plenamente legítimo—, lo que
encontramos fuera de lugar es que en estos momentos, por distintos medios
de comunicación, ya sabemos quiénes van a salir elegidos. Por tanto, la
idoneidad se les supone, como el valor en la mili, y creo que es una
tarea un poco inútil la que hoy se nos propone en esta Comisión de
Nombramientos, porque incluso ya sabemos quién, en el Pleno del Congreso,
será elegido presidente.


Yo he querido venir como muestra de respeto a la institución y a la
comisión, pero nuestro grupo no quiere participar en todo este proceso
porque considera que vamos a hacer un paripé cuando ya sabemos el
resultado. Y por eso también muchas personas ya no quieren venir. Creo
que, por respeto a la institución, y por respeto también a todos los
candidatos, lo normal sería que se supiera en el momento en que se vote
en el Pleno del Senado o que se filtrara el día antes, pero que a día de
hoy ya se sepa toda la composición de los miembros del consejo, lo
encontramos fuera de lugar. Por tanto, como digo, nuestro grupo no va a
participar. Y, con su permiso, cuando acabe me iré, pero lo haré con todo
el respeto a la Mesa y a los otros compañeros de la comisión.


Gracias.


La señora PRESIDENTA: ¿Algún otro portavoz desea hacer alguna
manifestación? (Denegaciones).


Bien, institucionalmente, yo quiero mostrar mi respeto al
procedimiento legislativo, que es el que hay y es el que estamos
aplicando; y, por supuesto, y sobre todo, mi respeto hacia las
candidaturas que hoy se presentan. (El señor Cleries i González abandona
la sala).


Gracias, señoría. Buenos días. Bon dia.


Ruego llamen a comparecer al señor don Francisco Javier Montemayor
Ruiz. (Pausa).


— D. FRANCISCO JAVIER MONTEMAYOR RUIZ.


La señora PRESIDENTA: Buenos días, señor Montemayor Ruiz. Muchas
gracias por su comparecencia.


Disculpe el retraso. Venía de inaugurar un acto online, pero me han
dado la palabra en último lugar y no he podido salir antes.
Discúlpeme.


Ya conoce cómo es el procedimiento: en primer lugar, intervendrán los
representantes de los grupos parlamentarios que están aquí presentes, por
tiempo de dos a tres minutos, y con posterioridad intervendrá el
candidato —usted, en este caso—, por tiempo máximo de diez
minutos.


Tiene la palabra, en primer lugar, el representante del Grupo Mixto.
(Denegaciones).


Por tanto, tiene la palabra el representante del Grupo Popular, el
senador Asier.


El señor ANTONA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta.


Nosotros, el Partido Popular, estamos aquí, como bien decía la
presidenta, por la Ley 5/2017, que en su artículo 11 establece cómo se
elige a los miembros del Consejo de Administración de Radiotelevisión
Española. Y, evidentemente, esta Cámara, el Senado, tiene esa obligación
legal de completar el consejo de administración. Y nosotros lo hacemos
porque hemos denunciado en reiteradas ocasiones el funcionamiento de
Radiotelevisión Española por su audiencia, que va cayendo de manera
notable; por la precariedad del servicio público; por el deterioro de la
credibilidad; y por la gestión pésima, no solo en la política de
externalización, contraria a la ley del propio ente, sino también por el
radicalismo y el sectarismo que tiene y la mala gestión económica. No lo
digo yo, sino las auditorías que tiene el propio ente.


Por tanto, mi grupo, el Grupo Parlamentario Popular, tiene dos
objetivos: primero, solucionar el procedimiento abierto —esto se ha
abierto y tenemos que cerrarlo— y, segundo, poner fin a la
provisionalidad que tiene la gestión de Radiotelevisión, con esos datos
de audiencia, los rótulos ofensivos e intolerables que hemos visto, el
incumplimiento de las normas de producción y todas esas cuestiones que
hemos denunciado.


Ante todo esto, en nombre de mi grupo quiero agradecer y valorar que
los candidatos que hoy comparecen en esta Comisión de Nombramientos
vengan a exponer y explicar —es lo que queremos saber en el Grupo
Popular— el proyecto que tienen para Radiotelevisión, los aspectos
que consideran de mayor utilidad en el momento actual, que posiblemente
no sea el momento en que se presentaron esos proyectos para el Ente
Público Radiotelevisión. Por tanto, mi grupo está abierto a escuchar lo
que el candidato manifieste a esta comisión acerca de estas
cuestiones.


Quiero agradecerle enormemente que esté hoy aquí y que podamos
compartir las valoraciones que hemos querido hacer. Y tomaremos buena
nota de lo que aquí pueda proponer el candidato para mejorar el Ente
Público Radiotelevisión Española, que es lo que queremos todo.


Muchas gracias, presidenta.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Tiene la palabra el senador Vázquez, del Grupo Socialista.


El señor VÁZQUEZ BERMÚDEZ: Gracias, señora presidenta. Buenos días,
señorías, señor compareciente.


El Grupo Socialista está satisfecho de que estemos encarando esta
fase final del proyecto para elegir a la nueva dirección de la
Corporación Radiotelevisión Española. Se pone fin a un tiempo de
provisionalidad. Ha sido demasiado largo, pero tiene una razón política:
ha habido grupos interesados en el bloqueo, como ocurre en otras
instituciones de extracción constitucional. Hay grupos que no entienden
cuál es la política de Estado, cuáles son las necesidades del
funcionamiento racional y ordenado de una democracia, y anteponen
intereses particulares.


RTVE necesita una nueva dirección, pero hay que agradecer el trabajo
del equipo saliente. La señora doña Rosa María Mateo, como administradora
provisional, ha estado al frente del proyecto durante más de dos años y
medio poniendo sobre la mesa su profesionalidad, su conocimiento de la
cuestión y, sobre todo, un trabajo para dotar a la radiotelevisión
pública de la credibilidad perdida. Es cierto que estamos en un momento
de gran revolución tecnológica, de redefinición de lo que es el consumo
de la radio y la televisión, y eso afecta a todos los medios, no
solamente a Radiotelevisión Española, pero una cadena pública no
solamente se basa en la audiencia, que es importante pero no la razón de
ser de un medio público. La razón de un medio público es su utilidad
social, y en este período Radiotelevisión Española ha conseguido ganarse
el respeto de la audiencia. Diferentes estudios realizados en España y
fuera de España confieren a este período la recuperación de la
credibilidad perdida en la etapa anterior. Por lo tanto, es importante
reconocer el trabajo realizado, el mantenimiento del prestigio de la
marca RTVE y, desde luego, en ese sentido hay que agradecer el trabajo
realizado no solamente por el equipo directivo, por la administradora
provisional única, sino también por toda la plantilla de Radiotelevisión
Española.


Hoy venimos aquí a cumplir con el procedimiento democrático con el
que nos hemos dotado. Hay que conocer los distintos proyectos que
presentarán los comparecientes en el día de hoy y, desde luego, el Grupo
Socialista está encantado de poder participar y conocer las diferentes
visiones para encarar un futuro con optimismo, con realismo para la
radiotelevisión pública española


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, senador Vázquez.


A continuación, tiene la palabra don Francisco Montemayor Ruiz,
candidato al Consejo de Administración de la Corporación Radiotelevisión
Española.


El señor MONTEMAYOR RUIZ: Buenos días, señorías. Buenos días,
presidenta.


Me llamo Francisco Javier Montemayor Ruiz, y me presento ante ustedes
desde la más absoluta independencia política y profesional y con el
compromiso real y firme en la defensa de la radio y la televisión
pública.


Tras esta declaración de principios, deseo manifestar que para mí hoy
no supone ninguna humillación ni demérito comparecer en esta Comisión de
Nombramientos del Senado. ¿Y por qué lo digo? Lo digo porque, como saben
ustedes, se ha publicado en diferentes medios de comunicación que, tras
el anuncio del pacto alcanzado entre diversas formaciones políticas, ya
están predeterminados aquellos candidatos que saldrán elegidos por esta
Cámara para ocupar un puesto en el Consejo de Administración de la
Corporación Radiotelevisión Española y, por ende, el resto de candidatos,
a quienes nos han llegado a calificar incluso de descartes, no tenemos
ninguna opción y nuestra presencia en esta comisión es estéril y
ciertamente humillante, es decir, una misión imposible. Probablemente sea
así, pero yo quiero pensar que el mañana no está escrito, que depende de
nosotros, porque el mundo lo cambian las personas, no las estructuras.
Señorías, llegados a este punto, prefiero pecar de idealista que de
ingenuo, porque aún hoy soy de los que creen que debajo de los adoquines
está la playa y que hay que ser realista y pedir lo imposible, citando
las metáforas utópicas que emanaron del Mayo del 68 en Francia.


Pues bien, hoy comparezco ante ustedes guiado por ese mismo espíritu
idealista y utópico, con la convicción de que hay que intentar con
deportividad seguir jugando el partido hasta el pitido final, porque
hasta el último segundo nada es definitivo ni se puede dar por perdido,
sobre todo cuando se ha empleado mucha energía, voluntad, esfuerzo e
ilusión en preparar el encuentro. Y lo hago con humildad y sin
arrogancia, pero con el orgullo, la dignidad y la responsabilidad de a
quien le corresponde defender su candidatura con el aval de ser hoy, tras
el fallecimiento de mi amiga y compañera Alicia Gómez Montano en enero
de 2020, el aspirante que tiene la mejor puntuación otorgada por un
comité de expertos de alto nivel y prestigio en el proceso del concurso
público que nació al albur de la Ley 5/2017. Sí, exactamente ese mismo
comité de expertos que fue nombrado por los grupos parlamentarios con el
mandato de valorar, validar y declarar, siguiendo criterios objetivos de
mérito, experiencia y capacidad, la idoneidad de los candidatos mejor
puntuados con el fin de que, posteriormente, ustedes, las Cortes,
pudieran ejercer el derecho de elección política, legítima y democrática
y por consenso de entre los candidatos finales, siguiendo las reglas
acordadas en base al dictamen del citado comité de expertos.


Señorías, sin ánimo de restar mérito al resto de mis amigos y
compañeros candidatos, les ofrezco datos objetivos. Soy el único
aspirante al Consejo de Radiotelevisión Española en la actualidad que ha
obtenido y sobrepasado el listón de los 80 puntos sobre 100 en este
concurso, aprobando con claridad en todos y cada uno de los apartados y
criterios establecidos y, como no podría ser de otra manera, también
formando parte del grupo de 20 aspirantes que obtuvimos el apto en el
apartado llamado plan de gestión. Puntuación total: 83,3. Resultado:
número uno de la promoción de candidatos, tal y como fue publicado en el
Boletín Oficial del Estado el pasado 26 de noviembre de 2020. Y,
señorías, lo escrito en el Boletín Oficial del Estado, escrito
queda.


Pero también comparezco ante ustedes con el más absoluto respeto y
lealtad a la democracia, a las instituciones, a sus señorías como
representantes legítimos de la soberanía popular, al conjunto de la
sociedad civil, que celebró la realización de un concurso público abierto
y democrático para elegir el consejo y la presidencia de la corporación,
y con absoluto respeto, solidaridad y lealtad a las trabajadoras y los
trabajadores de la radio y la televisión pública y, por supuesto, a la
ciudadanía en general. Con naturalidad, sinceridad y honestidad, y en
respuesta a sus preguntas y reflexiones, hoy vengo a sintetizar
brevemente de nuevo mi propuesta, un proyecto que tiene dos capítulos
esenciales. El primero describe detalladamente los méritos académicos y
profesionales que avalan mi candidatura, es decir, todo aquello que pone
en valor la capacidad y la experiencia profesional y docente acumulada
durante más de tres décadas en los medios de comunicación públicos y
privados, incluyendo especialmente el conocimiento adquirido en la
gestión de la producción de empresas audiovisuales y la responsabilidad
ejercida en la dirección, producción, realización y creación de
contenidos audiovisuales de muy distinta y diversa naturaleza. Y el
segundo hace referencia a la visión de un nuevo modelo de Radiotelevisión
Española acorde a los retos del siglo XXI, es decir, una propuesta
estratégica o plan de gestión para la radio y la televisión pública de
ámbito estatal, como así nos exigieron en la convocatoria del
concurso.


Empecemos por el proyecto de gestión. Tal y como pude expresar el
pasado día 13 de enero de 2021, en un ejercicio de síntesis contra el
reloj y rompiendo —nunca mejor dicho— el hielo de las
comparecencias ante la Comisión Consultiva de Nombramientos del Congreso
de los Diputados, estas fueron mis principales líneas argumentativas:
sugerir un cambio en la cultura de organización del servicio público de
la Corporación Radiotelevisión Española con el fin de encontrar
soluciones a su viabilidad presente y futura y su sostenibilidad
financiera y laboral; garantizar su independencia, neutralidad y
objetividad y establecer las estructuras organizativas y un modelo de
gestión que permita cumplir la tarea de servicio público con eficacia,
con calidad y con reconocimiento público; y apostar firmemente por una
Radiotelevisión Española de todos, para todos y con todos los puntos de
vista. En definitiva, señorías, proponer un contrato efectivo con la
ciudadanía en su conjunto.


Radiotelevisión Española debe aspirar a conseguir el mayor respaldo
de los ciudadanos, ser garante de la calidad y vehículo de transmisión de
principios constitucionales y éticos; que no agreda a ningún colectivo,
que respete los derechos de la infancia y que atienda a las minorías y a
los más débiles; y que promueva la dignidad, la pluralidad y la
independencia. Es decir, un lugar de encuentro en el que tenga cabida la
opinión, pero que esta nunca se confunda con la información.


Hay que apostar por la innovación, modernización y digitalización de
los contenidos y reforzar todas las áreas de innovación en relación con
la experiencia de usuario en el área de estudios y prospectiva, áreas de
finanza y operaciones, áreas de política editorial, áreas de estudio de
nacionalidades y regiones, áreas de educación y acceso al conocimiento y
áreas de desarrollo en estrategias tecnológicas.


Tenemos que apostar, señorías, por crear productos que generen, que
sorprendan, que impacten, seduzcan y fidelicen en todos los géneros y
formatos. Y luchar contra la desinformación y cualquier tipo de
manipulación y malas prácticas, valorando la honestidad de los
informadores y de los trabajadores de la radio y la televisión pública e
intentando generar de nuevo confianza y notoriedad en nuestra marca.
Señorías, la confianza crece tan lenta como una palmera, pero cae a plomo
como un coco. En definitiva, volver a ser un referente de información
veraz, plural e independiente en todos los géneros de la programación,
entretener y educar y transformar a la sociedad desde el conocimiento, la
ciencia y la diversidad como riqueza. La diversidad, que ya no es un
elemento secundario sino una parte importante de los contenidos, se
despliega en todo y se convierte en una responsabilidad colectiva para
que pueda expresarse libremente y sin tabúes. Hoy la diversidad se
expresa de forma global, especialmente a través de los contenidos de
todos los programas que podamos emitir en la radio y la televisión
pública.


Hay que apoyar la producción propia, la estabilidad en el empleo y la
transparencia. En definitiva, es un proyecto de gestión que contiene
numerosas propuestas para definir un nuevo modelo de radio y televisión
pública moderna, plural, competitiva, sostenible y al servicio de todos,
y siempre contando con el principal activo de esa casa: sus
profesionales, las trabajadoras y los trabajadores de Radiotelevisión
Española. Muy importante: hay que revertir la actual tendencia, en caída
libre, de pérdida de confianza, prestigio y credibilidad para convertir
de nuevo a Radiotelevisión Española en un grupo empresarial potente y
socialmente responsable, es decir, en un servicio público eficaz y con
capacidad de reunir al mayor número posible de público en todas sus
emisiones, ya sean lineales como no lineales.


En resumen, señorías, mi proyecto propone las bases para solucionar
la gran cuestión que hoy permanece sin respuesta: ¿qué modelo de radio y
televisión pública se quiere hacer y se quiere tener? Radiotelevisión
Española es un portaviones dotado de recursos y de profesionales
extraordinarios, pero hoy se encuentra en dique seco y le falta
combustible para seguir navegando en la dirección adecuada. Datos
objetivos e irrefutables: febrero 2021, el peor mes de cosecha de
audiencia en la historia de los sesenta y cuatro años de existencia del
grupo y, para colmo, una cadena de errores en la emisión de ciertos
contenidos inadecuados e impropios de una radiotelevisión pública, lo que
ha generado una situación de crisis de reputación sin precedentes en la
historia de la radio y la televisión pública.


Para finalizar, quiero describir lo esencial del primer capítulo de
mi propuesta muy brevemente, aquellos datos verificados y verificables
que se corresponden con el mérito, la experiencia y la capacidad
profesional y docente de la que soy poseedor. Señorías, soy doctor cum
laude y premio extraordinario de doctorado en Comunicación Audiovisual
por la Universidad Complutense de Madrid, máster oficial universitario en
Dirección, producción y diseño de eventos por la Universidad Camilo José
Cela, y licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad
Complutense de Madrid. Poseo diversos y numerosos diplomas y certificados
que acreditan mi formación complementaria a los estudios superiores
universitarios en diferentes campos: dirección y gestión de empresas
audiovisuales; fundamentos jurídicos de la adquisición de derechos de
contenido audiovisual; normativas y directrices europeas en el sector de
la industria cultural y audiovisual; márquetin operativo y digital; y
creatividad e innovación en tecnologías emergentes. Autor de más de una
docena de publicaciones en revistas científicas y capítulos de libros en
editoriales de prestigio académico y científico. Soy premio nacional de
Narrativas Digitales por el Instituto Grancolombiano; premio Ondas
compartido en 1978, 2000 y 2007; premio Talento de la Academia de las
Ciencias de la Televisión 2008; premio al mejor realizador y director de
la Academia de la Televisión del año 2000; premio Anillos de Oro del CIO
por mi trabajo en los Juegos Olímpicos desde Barcelona 92 hasta
Sidney 2000. Y profesor del Instituto Cubano de Radio y Televisión;
profesor del Instituto Radiotelevisión Española; y profesor doctor
colaborador en grado y máster universitario en las universidades
Francisco de Vitoria, Camilo José Cela, Complutense de Madrid,
Universidad Pública de Oviedo y Universidad Rey Juan Carlos.


En cuanto a mi experiencia profesional, he sido director, realizador
y productor ejecutivo de innumerables obras audiovisuales en diferentes
géneros: informativos, documentales, musicales, retransmisiones de
grandes eventos, teatro y óperas para televisión, tanto en
Radiotelevisión Española como en empresas de comunicación de ámbito
nacional e internacional, y autor y director de numerosas coproducciones
con organismos de prestigio, como la BBC. Gran parte de mi trabajo figura
en las bases de datos de la videoteca de Radiotelevisión Española y del
repertorio de obras audiovisuales autorales de la Sociedad General de
Autores de España, de la que soy socio, y en otros directorios
internacionales, como Filmin. Todo esto se puede verificar.


En toda mi carrera profesional en Radiotelevisión Española y en otras
instituciones públicas y privadas también he ocupado cargos de alta
dirección en la estructura directiva durante más de quince años, hecho
que me ha proporcionado experiencia en la gestión de unidades de negocio
como director de contenidos y programas, gestionando importantes recursos
creativos, técnicos, humanos y económicos, ejerciendo como unidad de
gestión y contratación proponente en cada ejercicio presupuestario, y
siempre cumpliendo con los objetivos de equilibrio presupuestario y
liderazgo de audiencia.


La señora PRESIDENTA: Señor Montemayor, debería ir terminando.
Gracias.


El señor MONTEMAYOR RUIZ: Finalizo.


He promovido y promocionado desde la Dirección de Contenidos la
cultura, las artes escénicas, el cine español y europeo, el
entretenimiento y la ficción de calidad.


Ya finalizo, señora presidenta.


Como manifesté al principio de mi intervención, creo que las personas
somos las únicas capaces de cambiar el mundo. Por consiguiente, hay que
seguir siendo realistas y pedir lo imposible. Este es el retrato fiel de
mí mismo y de lo que puedo ofrecer al servicio de la radio y la
televisión pública. Ahora les toca a ustedes, señorías, valorar y juzgar
en conciencia.


Por último, desde esta tribuna, y públicamente, deseo expresar mi más
sincera enhorabuena a todas y todos los nuevos vocales que salgan
designados por las Cortes para formar parte del consejo, y especialmente
a don José Manuel Pérez Tornero, que, si se cumple lo anunciado, se
convertirá en el futuro presidente de la radio y la televisión española y
a quien deseo la mejor de las singladuras en este periplo que ahora nace,
tras casi tres años de provisionalidad y que ha afectado sobremanera el
devenir de la corporación. Estoy plenamente convencido de que sabrá
reunir en el seno del consejo y en el seno de la propia Radiotelevisión
Española el mismo consenso que ha alcanzado entre los grupos
parlamentarios que han apoyado democráticamente su candidatura a
presidente de la corporación.


Muchísimas gracias, señorías. Muchísimas gracias, señora
presidenta.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Montemayor Ruiz, por
haber comparecido ante esta Cámara.


Si lo desea, puede retirarse.


El señor MONTEMAYOR RUIZ: Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias. Muy amable por su comparecencia.


Señorías, hasta las 11:30 no podemos continuar. (El señor Antona
Gómez pide la palabra).


Sí, senador Antona. Disculpe, porque antes le he llamado por su
nombre de pila.


El señor ANTONA GÓMEZ: No se preocupe. Lo entiendo perfectamente.
Gracias, señora presidenta.


Es para una cuestión de orden. Creo que hay algunos comparecientes
que no van a poder estar, y no sé si cabe, en la medida de las
posibilidades de los comparecientes, ajustar esta comisión. Es decir, si
hay comparecientes que no van a venir y se puede localizar a los que sí
lo han confirmado, y estos no tienen inconveniente, quizá podamos ajustar
los horarios. Creo que eso sería bueno para todos. (El señor Vázquez
Bermúdez pide la palabra).


La señora PRESIDENTA: Sí, señor Vázquez.


El señor VÁZQUEZ BERMÚDEZ: Gracias, señora presidenta.


Abundando en la petición del señor Antona, del Grupo Popular, este
grupo también apoya la posibilidad, dentro del respeto al orden del día,
de que podamos hacer un efecto acordeón y concentrar las comparecencias.
(El señor Sánchez-Garnica Gómez pide la palabra).


La señora PRESIDENTA: Sí, senador Sánchez-Garnica.


El señor SÁNCHEZ-GARNICA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta.


Comparto la opinión de mis compañeros del Grupo Popular y del Grupo
Socialista. Creo que eso sería más eficaz y más ágil, independientemente
de que este senador la semana que viene, salvo el martes y el jueves, no
podrá hacer acto de presencia.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Voy a suspender la sesión, y podremos examinar este asunto con más
profundidad para salvaguardar el buen trámite del proceso.


Muchas gracias.


Se suspende la sesión hasta las 11:30.


Eran las diez horas y cincuenta minutos.


Se reanuda la sesión a las once horas y cuarenta y cinco
minutos.


La señora PRESIDENTA: Buenos días, señorías. Se reanuda la
sesión.


— D.ª MARÍA EIZAGUIRRE COMENDADOR.


La señora PRESIDENTA: Ruego llamen a comparecer a la señora doña
María Eizaguirre Comendador. (Pausa).


¿Va a intervenir el senador del Grupo Parlamentario Mixto?


El señor SÁNCHEZ-GARNICA GÓMEZ: Sí, por respeto.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.


Buenos días, señora Eizaguirre Comendador.


En primer lugar, le informo de que intervendrán los representantes
presentes de los grupos parlamentarios y, a continuación, tendrá usted un
turno de diez minutos para exponer el contenido de su
comparecencia.


Muchas gracias por su presencia aquí, en el Senado.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el senador
Sánchez-Garnica.


El señor SÁNCHEZ-GARNICA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta.


Señora Eizaguirre, el Partido Aragonés, miembro del Grupo Mixto,
quiere agradecerle muy sinceramente su presencia en esta Cámara.


Escucharemos con mucha atención sus alegaciones, su memoria y su
informe, que seguro será brillante y claro.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el senador
Antona.


El señor ANTONA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta.


Quiero dar la bienvenida a la señora Comendador por su presencia en
esta Comisión de Nombramientos del Senado, para la elección de los
miembros del Consejo de Radiotelevisión Española.


Hablo en nombre de mi grupo, el Grupo Parlamentario Popular, que,
como saben ustedes, ha denunciado lo urgente que es acabar con este
proceso y nombrar al nuevo consejo de administración, fundamentalmente,
por la situación del ente, pero también porque el artículo 11 de la
Ley 5/2017 obliga a esta Cámara, al Senado, a la elección de cuatro
miembros del Consejo de Radiotelevisión Española.


A lo largo y ancho de nuestras intervenciones relacionadas con
Radiotelevisión Española hemos denunciado que es urgente, necesario y
prioritario el cambio del consejo de administración, porque la audiencia,
evidentemente, está como está, en bajos históricos, en una caída
permanente; porque hay precariedad también del servicio público; porque
el deterioro de la credibilidad es notable y porque la gestión es pésima.
Y no es porque lo diga el Grupo Parlamentario Popular, que también, sino
porque las diferentes auditorías y los propios sindicatos han denunciado
la política de externalización, incumpliendo la propia ley del ente,
además de la radicalidad y el sectarismo del ente público en los últimos
tiempos y su mala gestión económica.


Por tanto, el Grupo Parlamentario Popular tiene dos objetivos: uno,
solucionar el procedimiento abierto que se puso en marcha en el Congreso
de los Diputados y, dos, poner fin a la provisionalidad de la gestión de
Radiotelevisión Española; que es el objetivo que mi partido ha
perseguido. Nosotros hemos sido coherentes denunciando los hechos y somos
coherentes ahora al participar en esta Comisión de Nombramientos, para
finalizar todo este proceso. Por tanto, le agradecemos su
presencia.


Mi grupo quisiera saber cuál es su proyecto para Radiotelevisión
Española, los aspectos que considera de mayor utilidad en estos momentos
—que posiblemente no tengan nada que ver con el momento en que
usted presentó el proyecto para el Ente Público Radiotelevisión
Española— y cómo ve la situación. Asimismo, nos gustaría conocer
qué aspectos cree usted que se tienen que mejorar, cuál es su modelo de
gestión para el ente, etcétera.


Insisto, le queremos agradecer su comparecencia en la Comisión de
Nombramientos y, por supuesto, tomaremos buena nota de todas aquellas
cuestiones que considere más relevantes de cara a esa renovación del
Consejo de Radiotelevisión Española.


Muchas gracias, señora presidenta.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, senador Antona.


Señora Eizaguirre Comendador, tiene usted la palabra por tiempo de
diez minutos.


La señora EIZAGUIRRE COMENDADOR: Muchas gracias y muy buenos días a
todos.


Antes de nada, me gustaría decir que hoy estoy aquí por respeto a la
Cámara en la que nos encontramos, por supuesto, por lealtad a
Radiotelevisión Española y, muy especialmente, por mi compromiso con
todos y cada uno de los trabajadores —de sensibilidades muy
diferentes— que confiaron en mí para representarles en ese consejo
de administración.


Tal y como expliqué en el Congreso, mi proyecto de gestión lleva por
título algo tan sencillo, pero tan complejo a la vez, como Transformando
Radiotelevisión Española para una nueva generación.


Como trabajadora de TVE, puedo decir con orgullo que he crecido a
cucharadas de los grandes profesionales, y subrayo grandísimos
profesionales de esa casa, mi casa, y, por supuesto, la de todos los
españoles.


A lo largo de mi experiencia en Radiotelevisión Española, pues empecé
como becaria, desde abajo, he tenido la oportunidad de conocer bien la
corporación desde ángulos y puestos muy diferentes, tanto en Radio
Nacional como en Televisión Española, y, además, en todos los
horarios.


Por lo que se refiere al proyecto de gestión que presenté, apuesto
por una RTVE de servicio público, independiente, plural, transparente,
honesta, veraz y con perspectiva de género. Y esto no pueden ser palabras
vacías, necesitamos adaptarnos a la nueva realidad, porque el futuro del
que oigo hablar en ocasiones es ya presente. Los datos están ahí, y
necesitamos entenderlos para ofrecer un servicio público de
calidad.


Por poner un ejemplo, lo dije en la Cámara Baja, mientras discutimos
sobre quién presenta cada año las campanadas, lo cierto es que nos está
adelantando una nueva narrativa desde nuevas plataformas. Basta con ver
los datos de audiencia, en este caso, que tuvo uno de los más famosos
youtuber, un español que ha sido elegido el mejor streamer del mundo,
Ibai Llanos, que ha hecho algo rompedor, superando por primera vez a
medios convencionales.


Las cosas no es que vayan a cambiar, es que ya han cambiado.
Radiotelevisión Española debe salir de su zona de confort, tiene que
encontrar un nuevo lenguaje, una nueva narrativa, unos nuevos formatos.
Sin renunciar a la RTVE tradicional, hay que construir una RTVE del siglo
XXI. En tan solo dos años, el 75 % de los trabajadores serán mileniales;
la liga se juega ahora en los dispositivos móviles: tabletas, teléfonos.
El lector, el oyente, el telespectador, tiene la sartén por el mango y
decide lo que quiere ver y cuándo lo quiere ver. RTVE tiene que salir en
busca de la ciudadanía. El mundo no gira en torno a RTVE. No podemos
seguir esperando a que den las nueve de la noche y que los espectadores
sintonicen el Telediario, y se lo dice alguien que ha editado durante
muchos años el buque insignia, cuando TVE era líder indiscutible. A las
nueve las noticias ya se conocen y hay que ofrecer un contenido que sume,
que aporte valor; y ese debe ser el sello diferenciador de
Radiotelevisión Española: aportar valor, ofrecer lo que nadie más que
RTVE puede ofrecer. Pensar que solo con tecnología puntera eso está hecho
es un error, y pensar que solo con galones y buen hacer eso está hecho,
es también otro error. Hoy más que nunca hay que apostar por la
combinación del periodismo tradicional con las nuevas formas de
comunicarnos. El desafío es enorme, pero tenemos una grandísima
oportunidad por delante y, lo que es más importante, tenemos el talento.
Nuestros trabajadores son la joya de la corona y contamos también con los
medios para hacerlo posible, medios que, por cierto, habría que gestionar
con una mayor transparencia, de acuerdo a la ley y con una financiación
estable. No se entiende que a día de hoy se sigan ocultando datos a
quienes nos debemos. Transparencia, en primer lugar, y una auditoría
independiente para saber qué se hace con cada euro que pagan los
contribuyentes. Se suele hablar de televisión gratuita, pero la realidad
es que los españoles pagan, y mucho, a través de sus impuestos, por RTVE,
y por eso es importante que sepan en qué se gasta cada céntimo. Es obvio,
por otra parte, que necesitamos un sistema de financiación estable que dé
certeza y que permita acometer el trabajo que tiene encomendado RTVE. Y
no me quiero olvidar hoy tampoco de los interinos de Radiotelevisión
Española, más de 300 personas, con nombre y apellido, que se dejan la
piel por esa casa y sin ellos RTVE lo tendría sin duda muchísimo más
difícil.


Sobre las externalizaciones les diré algo que es de sentido común: la
ley marca los límites. Hay una línea roja que la administradora única
Rosa María Mateo se saltó externalizando la información. En RTVE hay
profesionales preparados más que de sobra para realizar ese trabajo y,
evidentemente, habrá que externalizar cuando sea necesario, como en
cualquier otra empresa; de hecho, RTVE no puede dejar de ser el motor de
la industria audiovisual.


Si algo ha puesto sobre la mesa esta terrible crisis del coronavirus
es la necesidad de una RTVE fuerte, una RTVE independiente y plural. En
plena pandemia, el Consejo de Europa lanzó una alerta por la falta de
pluralidad. Ya no hay sitio para los sectarismos; somos, debemos ser, el
reflejo de la sociedad en la que vivimos. Aquí, ustedes hoy representan a
todos los españoles y RTVE no puede ser diferente. Lo que realmente
importa es nuestra vocación de servicio público, una Radiotelevisión
Española de todos y para todos. La ciudadanía demanda información aquí y
ahora, pero no vale cualquier tipo de información; ahí nuestros centros
territoriales aportan valor porque nadie más cuenta con la red que tiene
Radiotelevisión Española. Hay que potenciar la información más cercana
porque, insisto, aporta valor y nos da un billete directo a esa
champions. Somos el único medio con un canal de información continua, el
Canal 24 Horas y Radio 5 Todo Noticias, que efectivamente aportan
valor.


Otra de nuestras fortalezas es nuestra red de corresponsales. Por
cierto, el escenario internacional con el brexit es también una
oportunidad para RTVE. Sin olvidar las lenguas cooficiales, debemos ser
conscientes, sin complejos, de que el español es uno de los idiomas más
hablados en el mundo y eso nos permite potenciar, apostar por un canal
internacional referente. Hay que trabajar por un contenido también de
calidad de cara al exterior porque es una carta de presentación y porque
ahí podemos tener un mercado de venta de nuestras series, de la música de
nuestra orquesta y de nuestro instituto como centro de educación
puntero.


No quiero dejar de nombrar el que seguramente es uno de los mayores
desafíos a los que nos enfrentamos, las fake news. Ya dijo Wells que no
había nada más revolucionario que decir la verdad, y lo hizo hace más de
ochenta años con La Guerra de los mundos, cuando los marcianos atacaron
Estados Unidos. Él se convirtió en el primero en poner sobre la mesa el
peligro real de las fake news y, sobre todo, puso sobre la mesa una
realidad: que nuestros oyentes, nuestros lectores, nuestros espectadores,
creen a pies juntillas lo que escuchan en la radio, leen en nuestra web,
en nuestras redes sociales y, sobre todo, ven en televisión. Por eso,
nuestra responsabilidad como medio público es enorme.


Hablaba antes de la perspectiva de género, nunca puede ser una
opción, es una obligación, es el mayor ejercicio de la democracia. Los
medios, y muy especialmente Radiotelevisión Española, ahí tenemos también
una gran responsabilidad para visibilizar un mundo 50-50, porque lo que
no se ve no existe. Desde todas nuestras plataformas debemos trabajar
para acabar con los estereotipos y, lo que es más importante, con los
sesgos inconscientes. La igualdad es cosa de todos, de hombres y mujeres.
Estamos en un mundo en el que, evidentemente, se necesita el periodismo,
y el periodismo necesita a las mujeres. En RTVE no sobra nadie; hay que
lograr un equilibrio entre experiencia y la savia nueva. RTVE tiene que
saber atraer al talento.


Un alto directivo norteamericano me preguntó: María, ¿los periodistas
antes dónde querían trabajar? Y yo pude responder: en Radiotelevisión
Española. La pregunta en estos momentos es, ¿y ahora dónde quieren
trabajar esos futuros periodistas? Tenemos que conseguir que
Radiotelevisión Española sea un sueño, un sueño compartido. Debemos saber
atraer el talento, debemos saber contagiar nuestra pasión por
Radiotelevisión Española a nuestros trabajadores y, por supuesto, a
nuestra audiencia. En los últimos dos años hemos perdido más de un 17 %
de audiencia; la gala de los Goya, el otro día, tuvo un millón menos de
espectadores, y aunque la audiencia no es lo más importante, sí es un
termómetro para saber lo que interesa a quienes nos dirigimos.


Señorías, no hay servicio público sin público. Para eso es importante
que tengamos claro el propósito de Radiotelevisión Española. Debemos
reconectar con la sociedad civil; RTVE no puede renunciar a liderar.
Estamos obligados a ser un referente, es más, lo llevamos en nuestro ADN.
Debemos recuperar el prestigio que siempre hemos tenido. No podemos
seguir permitiéndonos estar de polémica en polémica y de rótulo en
rótulo. RTVE es única y no debe ser copia de nada ni de nadie.


Voy terminando. Creo en una Radiotelevisión Española libre e
independiente, que apueste por equipos y donde sus integrantes piensen de
forma muy diferente. Hay que garantizar la pluralidad y trabajar con
honestidad.


Lo repito aquí, en el Senado y me dirijo también al nuevo consejo de
administración, al que le deseo todo el acierto para redirigir con éxito
el rumbo de Radiotelevisión Española.






Su éxito, sin ningún tipo de duda,
será el éxito de todos, de todos los trabajadores de Radiotelevisión
Española y, por supuesto, de todos los españoles. Si queremos ser
creíbles, si queremos volver a ser referentes, si de verdad queremos una
radiotelevisión pública de la que nos sintamos orgullosos, yo pediría que
se apueste por el talento. El talento no entiende de género, no entiende
de sexos; el talento, pese a lo que dijo en su día la señora Mateo, no
tiene edad. Por eso, hay que apostar por los mejores profesionales, por
personas que no solo sientan los colores de Radiotelevisión Española, que
eso está muy bien, y que amen a RTVE desde lo más profundo de su corazón;
pero lo más importante, lo que debe imperar es la vocación de servicio
público, sin ninguna atadura. Se trata de ser simplemente útiles a la
ciudadanía. Y, ante la duda, señorías, periodismo. El periodismo es el
oxígeno de nuestro sistema y los periodistas tenemos un compromiso, hoy
más que nunca, con la democracia.


Muchas gracias


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Eizaguirre Comendador,
por haber comparecido en el Senado.


Si lo desea, puede retirarse.


— D. AGUSTÍN GARCÍA MATILLA.


La señora PRESIDENTA: Ruego llamen a comparecer al señor don Agustín
García Matilla. (Pausa).


Buenos días, señor García Matilla. Gracias por comparecer el día de
hoy en esta Cámara, en el Senado.


Intervendrán, en primer lugar, los grupos parlamentarios de menor a
mayor, y, a continuación, dispondrá usted de diez minutos para exponer el
contenido de su comparecencia.


El señor GARCÍA MATILLA: Muchísimas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias a usted.


Tiene la palabra el senador Sánchez-Garnica, del Grupo Mixto.


El señor SÁNCHEZ-GARNICA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta,
señorías.


Simplemente quiero agradecer muy sinceramente su presencia en esta
comisión.


Creo que hay que respetar las formas y al Partido Aragonés le ha
agradado mucho su comparecencia, que escucharemos muy atentamente.


Le deseo mucha suerte.


Gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


A continuación, tiene la palabra el senador Antona, del Grupo
Popular.


El señor ANTONA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta.


Buenos días, señor García Matilla. El Grupo Parlamentario Popular, le
da la bienvenida y las gracias por asistir a esta Comisión de
Nombramientos.


Como usted sabe, mi grupo ha sido muy crítico con la gestión de
Radiotelevisión Española, pero objetivamente, porque los datos así lo
avalan: lo avala la audiencia, lo avala la pésima gestión económica que
no solo hemos denunciado, sino que las diferentes auditorías han puesto
también de manifiesto; lo avala también la precariedad del servicio
público; lo avala el deterioro de la credibilidad y lo avala el
radicalismo y el sectarismo, así como la mala gestión de externalización;
por cierto, una política de externalización contraria a la propia ley de
la corporación.


Además, nosotros estamos aquí de manera responsable porque la propia
Ley 5/2017 nos obliga, cuando el proceso está abierto, a que el Senado lo
cierre con la designación de cuatro miembros para la corporación, y por
eso el Partido Popular ha sido crítico, pero ahora también participa en
la solución del problema. Primero, porque tenemos el proceso abierto, y,
segundo, porque tenemos que poner fin a esta provisionalidad.


Además de la audiencia y de los rótulos ofensivos, a los que ya nos
estamos acostumbrando —ayer mismo hubo un rótulo que no procedía,
pero que es algo que ya se empieza a considerar como algo natural—,
hay que tener también en cuenta otras cuestiones y valoraciones de calado
machista, que hemos denunciado, y es que también se incumplen las normas
de producción diaria.


Por tanto, ante esta situación del ente que ha denunciado
públicamente mi partido en tantas y tantas ocasiones en la Comisión Mixta
de Radiotelevisión Española, le queremos pedir, señor García Matilla, que
nos presente el proyecto que usted tiene para la Corporación de
Radiotelevisión Española, así como los aspectos que considera de mayor
utilidad en estos momentos. Saben ustedes que no es lo mismo lo que se
planteó hace unos años que ahora y creo que hay que actualizar algunas
cuestiones.


Y, de verdad, en nombre de mi grupo, le agradezco enormemente su
presencia en el Senado, en esta comisión. Creo que es importante y no le
quepa a usted la menor duda de que, en este caso como portavoz de mi
grupo, tomaré buena nota de sus consideraciones y apreciaciones.


Muchas gracias, señora presidenta.


La señora PRESIDENTA Gracias, señoría.


Tiene la palabra el senador Vázquez, del Grupo Parlamentario
Socialista.


El señor VÁZQUEZ BERMÚDEZ: Gracias, señora presidenta.


Señor García Matilla, quiero darle la bienvenida. El Grupo Socialista
estará muy atento a su intervención para nutrir nuestro acervo en cuanto
a la apuesta decidida y comprometida con la radio y la televisión pública
española.


Cuando escucho a los representantes del Partido Popular tengo la
impresión de que se miran en un espejo que deforma la realidad
permanentemente. El Partido Popular estuvo al frente del Gobierno de
España desde el año 2012 hasta el 2017. El último año de gestión de la
televisión pública del Gobierno socialista, presidido por José Luis
Rodríguez Zapatero, fue 2011 y fue una etapa que se caracterizó por la
despolitización de los medios públicos, con una nueva ley que permitía la
profesionalidad, la neutralidad y la independencia. Radiotelevisión
Española, en este caso, Televisión Española, cerró 2011 como líder de
audiencia, 14,5 puntos de share anual, y era el tercer año consecutivo
que conseguía liderar el ranking de audiencia en España. ¿Qué pasó
durante el período de manipulación, sectarismo, de protesta permanente de
los trabajadores de la radiotelevisión pública en la etapa del Partido
Popular? Que pasamos de ser líderes en España en televisión, con
el 14,5 % a perder hasta 10,4 puntos; es decir, que nos dejamos en el
camino 4,1 puntos, una tercera parte de la audiencia.


En este tiempo de provisionalidad, que si ha durado más ha sido por
la negativa de algunos grupos, especialmente el Partido Popular, a asumir
su responsabilidad de oposición y favorecer la renovación de los órganos
constitucionales, se ha perdido un punto de audiencia, pero se ha
recuperado credibilidad. Ahí están todos los indicadores, españoles y
extranjeros, que le dan a la radiotelevisión pública una mayor confianza
ante su audiencia. ¿Se han cometido errores? Sí. ¿Se ha perdido
audiencia? También. ¿Hay que hacer cosas? También. Pero este proceso debe
ser constructivo.


Las diferentes comparecencias vienen a arrojar luz a un camino que no
va a ser fácil, un camino plagado de retos y también de algunas
incertidumbres, y tenemos que sumar entre todos. Venir aquí a hacer un
debate político, a arrojar más elementos en contra de la radiotelevisión
pública española no favorece nada. Estamos aquí para construir, y en esa
construcción también participan los comparecientes. En este sentido, creo
que es mucho más interesante escuchar lo que nos van a aportar los
diferentes comparecientes que algunas diatribas de carácter político,
además, sin ningún tipo de credibilidad, la que sí queremos y defendemos
para la radiotelevisión pública española.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señoría.


A continuación, tiene la palabra el señor García Matilla.


El señor GARCÍA MATILLA: Muchísimas gracias.


Señorías, se preguntarán ustedes qué puede mover a un candidato a
comparecer en esta Cámara tras haberse dado a conocer, de forma insólita
e irregular, la lista completa de miembros del consejo de administración
de RTVE antes de que sus señorías hayan tenido ocasión de atender a
nuestras comparecencias. Supongo que serán conscientes de que tanto a mí
como a la mayoría de los candidatos se nos niega cualquier posibilidad de
aspirar en igualdad de condiciones a ocupar un puesto en el consejo de
administración de RTVE.


Cuando hace tres años se dio a conocer el proyecto de convocar un
concurso público en el que se primaría mérito y capacidad, muchas
personas creímos en la propuesta. Estábamos convencidos de que se
juzgaría con la necesaria equidad el mérito y la capacidad de las
personas comparecientes con arreglo a criterios objetivos. Seguimos
creyendo en ello cuando los partidos políticos consensuaron la selección
de 17 expertos y expertas que habrían de evaluar durante un largo período
nuestros méritos.


En mi caso, no se me habría ocurrido participar en esta convocatoria
si no me hubieran avalado cuarenta años de experiencia y de dedicación a
la actividad profesional y a la docencia e investigación del servicio
público en radio y televisión. En todo este tiempo he ocupado
consecutivamente media docena de puestos de gestión, teniendo ocasión de
conocer y estudiar en todos estos años algunos de los modelos de
televisión de servicio público más importantes del mundo.


Durante un periodo muy fructífero de mi trayectoria profesional pude
demostrar, junto con un extraordinario equipo de profesionales, que la
televisión podría convocar una alta audiencia cumpliendo a la vez sólidos
objetivos de servicio público, y en esa época trabajamos logrando el
consenso y reforzando el orgullo de pertenencia de los profesionales de
televisión, consiguiendo la colaboración de las instituciones y de
numerosos colectivos sociales. Expreso esto sin ocultar los logros y los
fracasos que acompañan a toda actividad profesional. Aun así, al escribir
mi proyecto, quise recoger todos los hallazgos, iniciativas positivas de
mi labor de gestión en este periodo. Puedo acreditar que tuve oportunidad
de aplicarlos con razonable éxito en un ente público de radiotelevisión
en nuestro país. Al mismo tiempo, realicé un esfuerzo por incorporar a mi
proyecto las ideas más innovadoras que exige el actual contexto
digital.


Estas comparecencias en el Senado deberían servir para que esta
institución eligiera los cuatro puestos vacantes para el Consejo de
Radiotelevisión Española, con independencia de criterio, y que las
personas elegidas trabajaran por una corporación también
independiente.


Me gustaría creer que, en ningún caso, sus señorías se dejarán
arrastrar por decisiones tomadas a priori. Lo cierto es que incluso antes
de la votación realizada en el Congreso de los Diputados para nombrar a
los seis primeros integrantes del Consejo de Administración de RTVE, los
medios de comunicación ya daban el nombre de los diez miembros
consensuados por los grupos políticos del pacto e incluso también el del
futuro presidente de la corporación. Estos hechos han causado estupor e
incredulidad entre los propios candidatos y entre las muchas personas que
han seguido este proceso. La situación a la que nos enfrentamos es tan
sorprendente que, como ciudadano que cree en las instituciones
democráticas y en la política con mayúsculas, no podía dejar de acudir a
esta comparecencia tanto por respeto al propio Senado como por dignidad.
Quiero seguir creyendo que sus señorías tomarán una decisión justa una
vez que hayan finalizado todas las comparecencias previstas. Interpreto
que si muchos candidatos hemos vuelto a comparecer en esta Cámara,
desoyendo las recomendaciones de otros profesionales, es con la esperanza
de aportar ideas a un proyecto de radiotelevisión pública que no comience
lastrado desde el principio.


No les oculto que desde que empecé mi carrera profesional he debido
someterme a infinidad de pruebas de evaluación hasta llegar a
catedrático. Al mismo tiempo, he tenido que presidir otras muchas
comisiones y tribunales de oposición. Quizás ustedes coincidan en la
perplejidad que ha supuesto no solo para mí, sino para la mayor parte de
los candidatos y de los ciudadanos, la forma de anticipar unos resultados
sin que ustedes, señorías, hayan tenido oportunidad de conocer nuestras
propuestas ni de valorar nuestros méritos. Después de más de más de dos
años de espera, la comisión del Congreso decidió desechar todo un proceso
que había generado ilusión y esperanzas en la sociedad. Por el contrario,
optó por convocar a comparecer a todos los candidatos de forma urgente y
con un formato muy discutible; se asignaron de media entre diez y quince
minutos de comparecencia para contestar a las cerca de 20 preguntas de la
Mesa y para exponer nuestra propuesta de modelo de gestión, programación
y financiación para las empresas integradas en la Corporación
Radiotelevisión Española y sus correspondientes canales de
difusión.


Resulta poco riguroso e injusto creer que en una comparecencia con
las características de esta, y de la anterior en el Congreso, se puedan
explicar décadas de trabajo profesional y un proyecto de gestión amplio,
elaborado para encontrar fórmulas que garanticen la viabilidad de la
corporación en un tiempo tan sumamente limitado. Comprobamos, sin
embargo, que los partidos políticos mayoritarios, PP y PSOE, junto con
Unidas Podemos y PNV, se habían puesto de acuerdo en la elección de un
consejo de administración y de un presidente para la corporación,
desatendiendo, de forma evidente su modelo inicial de selección de
candidatos basado en la valoración de un comité de expertos que los
propios partidos políticos habían consensuado más de dos años y medio
atrás.


Es muy significativo que solo tres de las personas finalmente
elegidas como consejeros estuvieran entre los veinte mejor valorados
inicialmente por el comité de expertos. Además, el 50 % de los candidatos
finalmente consensuados obtuvieron puntuaciones que los situaban,
corríjanme si me equivoco, en los puestos 26, 30, 47, 50 y 77. De la
misma manera, siete candidatos consensuados por los partidos mayoritarios
fueron calificados por debajo del aprobado en sus respectivos proyectos
de gestión, y dos de esos candidatos obtuvieron respectivamente cero y
dos puntos en ese mismo proyecto sobre un total posible de treinta
puntos.


Los partidos políticos que han forzado este consenso dan la sensación
de haberse olvidado del derroche de tiempo y esfuerzo que ha supuesto el
concurso que ellos mismos acordaron. Esos mismos partidos eligieron a un
comité de expertos de muy diversos perfiles profesionales e ideológicos.
Sus integrantes realizaron su labor de forma desinteresada, con la
asesoría de los letrados del Congreso, y aplicaron un baremo objetivo y
tasado sin salirse de los criterios previamente pactados. Además,
evaluaron los proyectos de los candidatos sin saber los nombres de sus
autores y sin tener opción a dejarse influir, al no poder identificarlos
con personas concretas, lo que aseguraba la imparcialidad de la
puntuación. Este rigor suponía el respeto al modelo de selección
planteado por Congreso y Senado.


Debemos recordar que Radiotelevisión Española pasa por la peor crisis
de su historia, durante los tres últimos años sin un consejo de
administración que permita su control, sin renovar un mandato-marco, sin
aprobar un contrato-programa —fijado en la ley y sistemáticamente
incumplido— que guíe sus políticas de programación de servicio
público y con sucesivos déficits en los dos primeros años de la
administración única, con 29 millones de euros de déficit en 2019 y más
de 50 millones de euros en 2020. A esto hay que añadir los peores datos
de audiencia de toda su historia, tanto en Televisión Española como en
Radio Nacional de España. Y esto es muy grave, señorías.


Deberíamos dar por hecho que el Senado aplicará su propia autonomía
para evitar contribuir a que la sociedad española siga viendo
Radiotelevisión Española como la institución objeto de la
instrumentalización de los partidos en el poder, sin margen para
recuperar la necesaria credibilidad y llevando a que el nuevo presidente
de la corporación, y el propio consejo de administración, inicien su
labor con un inmenso lastre sobre sus espaldas y una inmensa fosa bajo
sus pies.


El primer objetivo de cualquier plan de gestión y de viabilidad para
la Corporación RTVE debe pasar, precisamente, por ser capaz de generar un
proyecto creíble y que ilusione a los propios trabajadores y al conjunto
de la sociedad; un proyecto de verdadero servicio público que piense en
futuro y que sea capaz de devolver a la ciudadanía el interés por una
radiotelevisión pública útil para la sociedad, innovadora y que priorice,
sobre todo que priorice, el bien común. También, que devuelva el orgullo
de pertenencia a unos trabajadores decepcionados por la pérdida de
prestigio de la empresa en la que desarrollan su actividad.


Todo ello está presente en el proyecto de gestión que concebí en su
día y que espero hayan tenido la oportunidad de leer. En él se responde a
gran parte de sus preguntas. Al igual que otros muchos candidatos y
candidatas tuvimos que concebirlo invirtiendo muchas horas de nuestro
tiempo que debimos restar a nuestra ya apretada actividad profesional. Es
significativo que ninguno de los candidatos que realizaron alguno de los
cuatro proyectos mejor puntuados ni ninguno de los dos que obtuvieron la
máxima puntuación en términos absolutos haya sido seleccionado, a pesar
de que la comisión de expertos los incluyó en su calificación, y parece
que tampoco será así en el caso del Senado si se confirmara el listado
anticipado por los medios de comunicación de nuestro país.


Estarán de acuerdo en que muchos países se han valido de sus
radiotelevisiones públicas para cohesionar la sociedad y exportar hacia
el exterior sus mejores valores. No es comprensible que en el caso de
nuestro país, nuestra radiotelevisión pública estatal haya sido
abandonada a un progresivo deterioro. TVE ha cosechado en estos últimos
años los peores datos de audiencia de su historia, especialmente en unos
informativos que han pasado de ser líderes a ocupar el tercer lugar en
las preferencias de los españoles y cada vez más alejados de los
noticiarios de las cadenas privadas competidoras.


La mayoría de los nuevos programas emitidos en los últimos dos años
han estado por debajo de una media de la cadena cada vez más
reducida, 8,6 de cuota de pantalla en el mes de febrero, y los programas
con mejor audiencia han sido apuestas de anteriores periodos. Los más
de 6500 profesionales de la plantilla se han visto infravalorados y
marginados al contratarse a productoras privadas para realizar programas
que deberían haber sido asumidos por algunos de los muchos trabajadores
competentes y especializados en el servicio público de Televisión
Española. Además, RTVE podría aprovechar el estar en vanguardia de la
innovación tecnológica. Ese papel debería reforzarse a través de la
integración y convergencia de unos medios y metamedios que, sin olvidarse
de una audiencia que sigue una programación generalista, aprovecharan sus
recursos propios con especial incidencia en su inmenso acervo documental,
y con ello lideraría, con objetivo de servicio público, la imparable
transformación digital que vivimos en presente continuo.


Voy acabando ya, señorías. El desarrollo del concurso, y su tardía y
a la vez precipitada resolución, debería hacer reflexionar a los partidos
políticos acerca de cómo se ha llevado este proceso y de cómo
presumiblemente se va a concluir. Por mi parte, solo puedo desear al
futuro presidente de la corporación, y a todos los miembros del consejo
de administración que finalmente salgan elegidos, el mayor de los
éxitos.


En mi trayectoria académica y profesional he querido contribuir a que
exista en España una radiotelevisión pública sólida, independiente,
neutral, competitiva, alternativa a los medios privados, con objetivos
claros de rentabilidad social, dedicada a la defensa eficaz de los
valores democráticos y constitucionales, a la defensa del bien común y
también de otros valores básicos que nos identifiquen como seres éticos.
Estoy seguro de que compartirán estas últimas reflexiones de dos de
nuestros mejores pensadores, la filósofa Adela Cortina se refiere a la
palabra griega aretaí o areté, que nos invita a actuar con rectitud,
honestidad e integridad en la búsqueda de la excelencia de la sociedad.
Y, por su parte, el gran maestro y decano de los filósofos españoles,
Emilio Lledó, que alude en muchos de sus textos a una palabra relacionada
con el buen ejercicio de la función pública y de la política; está
compuesta de tan solo ocho letras que podemos pronunciar con mayúsculas:
decencia.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor García Matilla, por su
comparecencia.


Si lo desea, puede retirarse.


El señor GARCÍA MATILLA: Muchísimas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias a usted, buenos días.


— D. JUAN MANUEL ROMERO MARTÍN.


La señora PRESIDENTA: Por favor, llamen a comparecer al señor don
Juan Manuel Romero Martín. (Pausa).


La señora PRESIDENTA: Buenos días, señor Romero Martín, muchas
gracias por comparecer hoy en el Senado.


Van a intervenir primero los representantes de los grupos
parlamentarios presentes en esta comisión y, a continuación, tendrá usted
un turno de diez minutos para explicar el contenido de su
comparecencia.


Tiene la palabra, en primer lugar, el senador Sánchez-Garnica, del
Grupo Parlamentario Mixto.


El señor SÁNCHEZ-GARNICA GÓMEZ: Muchas gracias, señora
presidenta.


Señorías, señor Romero Martín, en nombre del Partido Aragonés,
integrante del Grupo Mixto de esta Cámara, le agradecemos muy
sinceramente su comparecencia.


Escucharemos muy atentamente su exposición, su informe y su memoria,
sin ningún tipo de lastre que nos impida actuar con la independencia con
la que pretendemos hacerlo siempre.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señorías.


A continuación, tiene la palabra el senador Antona, del Grupo
Parlamentario Popular.


El señor ANTONA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta. Buenos días, señor
Romero Martín.


No voy entrar en un debate político porque para eso ya tenemos la
Comisión de Radiotelevisión Española y hoy estamos en otra comisión, pero
como el portavoz del PSOE ha hecho algunas alusiones, responderé. Yo no
le voy a contestar, ¿sabe usted por qué? Porque cada uno de los
comparecientes ya lo han hecho y todos coinciden con el argumentario que
yo, como portavoz del Grupo Popular, he mencionado. Todos coinciden, y he
apuntado textualmente: los peores datos de audiencia de la historia,
pésima gestión, pérdida de credibilidad, situación insostenible, datos
pésimos, personal del ente marginado… Y eso es lo que yo vengo a
decir, objetivamente.


Ya habrá tiempo para que usted y yo lo debatamos en comisión, pero
hoy estamos en la Comisión de Nombramientos, y por respeto a los
comparecientes, no voy a entrar a un debate político porque no es este el
momento, pero sí le digo, señor portavoz del PSOE, que escuche bien,
porque los tres comparecientes anteriores han hecho de réplica. Comparto
lo que ellos han dicho y posiblemente todos los demás van a coincidir con
mi tesis y no con la suya. Por tanto, creo que es bueno que hablemos con
rigurosidad del tema y que se reconozca cuando las cosas no van bien. En
este sentido, si usted y yo estamos aquí es porque reconocemos que ha
habido una pésima gestión anterior y, por tanto, estamos intentando
resolverlo; y porque, además nos obliga la ley 5/2017, a esta Casa, al
Senado, a terminar un proceso abierto en el Congreso. ¿Por qué? El
Partido Popular ha denunciado en la Comisión Mixta de Radiotelevisión
Española, públicamente y en reiteradas ocasiones, que, evidentemente, la
audiencia está en el peor dato histórico. No lo digo yo, lo han dicho los
comparecientes y lo han dicho los datos, que son objetivos. Por tanto,
ante eso no se pueden defender discursos políticos porque no conducen a
nada.


Se ha hablado también de la precariedad del servicio público, y no lo
digo yo, lo han dicho los comparecientes y lo han dicho en reiteradas
ocasiones hasta los propios sindicatos de la corporación. Cuando se habla
de una gestión pésima no es que lo diga yo, es que es lo que dicen las
auditorías y lo que dicen los propio sindicatos de una política de
externalización, por cierto, contraria a la propia Ley de la corporación
que, como bien dijo la compareciente que estuvo aquí, sobrepasaba incluso
la línea roja de la propia ley; o sea, incumpliendo la ley. Eso es lo que
ha denunciado mi grupo y lo va a seguir denunciando.


¿Cuáles son los objetivos que perseguimos en esta comisión? Son dos:
cerrar el proceso que hemos abierto y, por tanto, solucionar un
procedimiento de selección abierto, y poner fin a la provisionalidad e
interinidad en la gestión de Radiotelevisión Española.


Además, es una vergüenza todo lo que hemos visto a lo largo de este
tiempo, y ante ello, con la voluntad que nos ha llevado aquí, con la
responsabilidad del Grupo Parlamentario Popular de participar de este
proceso, queremos reiterar nuestro agradecimiento y escucharle
atentamente para saber cuál es su proyecto para esta corporación, para
Radiotelevisión Española. En este sentido, es bueno que actualicemos lo
que en su momento se presentó y saber qué aspectos considera de mayor
utilidad en estos momentos para esta corporación. Por supuesto, mi grupo,
el Grupo Parlamentario Popular, que ha sido protagonista por su intento
de desbloquear esta situación, va a tomar buena nota de todo cuanto usted
diga, como hemos hecho y como haremos con el resto de los
comparecientes.


Por tanto, somos todo oídos y le reiteramos, de verdad, el
agradecimiento por su comparecencia. Vamos a escucharle y a tomar buena
nota de todo cuanto diga.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


A continuación, tiene la palabra el senador Vázquez, del Grupo
Parlamentario Socialista.


El señor VÁZQUEZ BERMÚDEZ: Gracias, señora presidenta.


Señor Romero Martín, bienvenido. Estoy encantado de poder atender sus
explicaciones y la presentación de sus ideas al respecto del futuro de
Radiotelevisión Española.


Le pido disculpas, pero el senador del Partido Popular insiste en
politizar esta ronda de comparecencias. Aquí no se trata de que nos
escuchemos usted y yo, señor Antona, se trata de que las personas que
comparecen expliquen su proyecto, y usted viene aquí con un argumentario
que le ha pasado su partido, como bien ha dicho, y lo viene repitiendo
cada vez que comparece una de las personas que han sido convocadas a esta
comisión. Con la primera hubiera bastado. (Rumores). Respéteme el uso de
la palabra, señor Antona.


Usted ha cogido parcialmente el guante, pero le estaba diciendo de
una manera, digamos, suave, que no estamos aquí para debatir usted y yo,
y se lo digo de la forma más clara posible. Aquí venimos a escuchar a los
comparecientes, pero usted viene con su argumentario. Usted no puede
olvidar —y lamento que el señor Romero Martínez asista a este
debate innecesario, pero creo que imprescindible— que el Partido
Popular es el responsable de buena parte de la situación actual en la que
se encuentra Radiotelevisión Española. Como le he recordado, llegaron al
poder en 2012 y Radiotelevisión Española tenía el 14,5 % de audiencia,
líder nacional durante tres años gracias a una apuesta de despolitización
del Gobierno anterior. En esos siete años tiraron por tierra la
credibilidad de la RTVE y los trabajadores tenían los viernes negros, en
los que protestaban con camisetas negras contra la manipulación. Además,
recortaron salvajemente los presupuestos a razón de 300 millones cada año
y buena parte de la situación que se vive hoy —buena parte, no
toda, porque el equipo actual también tiene responsabilidad de dónde nos
encontramos— es del Partido Popular y de los gestores que nombraron
en aquel momento, con lo cual no despeje el balón de manera tan obscena,
si me permite la palabra, porque hay que ser corresponsable de los
actos.


Además, viene aquí a hablar de que son parte del desbloqueo, después
de dos años y medio de bloqueo; ustedes son los responsables del bloqueo
de la renovación de los órganos constitucionales.


Y es la última vez que se lo repito, pero venimos aquí a escuchar a
los comparecientes.


Por favor, deje el argumentario, abra los oídos, imbúyase de lo que
es el servicio público y deje de actuar para desviar la atención o
cumpliendo órdenes de su partido. Aquí hay un bien superior, que es
Radiotelevisión Española.


Sin más, vuelvo a pedir disculpas al compareciente porque los
partidos políticos no somos los protagonistas, la protagonista es la
radiotelevisión pública española y sobre todo las personas que vienen
aquí a defender su proyecto.


Disculpas y muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


A continuación, señor Romero Martín, tiene usted la palabra por diez
minutos.


El señor ROMERO MARTÍN: Muchísimas gracias.


No sé si sería posible, señora presidenta, teniendo en cuenta la
distancia de seguridad, quitarme la mascarilla.


La señora PRESIDENTA: Puede hacerlo, sí. Está todo desinfectado,
además.


El señor ROMERO MARTÍN: En primer lugar, gracias a todos por
atendernos. Durante estos diez minutos voy a explicar simplemente tres
puntos, no da tiempo a más.


El primero, ¿cuál es mi proyecto de futuro? Mi proyecto de futuro es
que no haya manipulación en Radiotelevisión Española, ni a favor de unos
ni en contra de otros. A mí me merece tanto respeto, si hablamos de
política, Vox como Podemos, y entre medias todos los demás. Cualquier
partido que respete la legalidad española merece absolutamente mi
respeto.


Si hablamos de manipulación, manipulación es que se convoque un
concurso público y se elija a una serie de expertos que van a elegir a
los mejores candidatos y, cuando los expertos elegidos previamente por
los partidos políticos eligen a esos veinte candidatos, como resulta que
no son del gusto de algún partido político, se deja el concurso a un lado
y se elige entre los noventa.


Si ustedes me lo permiten, diré que entre todos los que se han
elegido, hay varias características en común que tendríamos que tener en
cuenta. Por ejemplo, tenemos un candidato que ha sacado un 0 en el
proyecto de gestión. Yo no sé si es normal o no, si lo hizo bien, mal, si
le tenían manía o cómo fue. Hay otro candidato que sacó un 2. Hay otra
que sacó un 5,5 % sobre 20; o sea que el de 2 ha sacado un 0,75, si
hablamos de 0 a 10. Hay otro que ha sacado un 9,65. Hay otro que ha
sacado un 9,95, y hay otra que ha sacado un 10,25. Es decir, de los
supuestamente diez consejeros, solo hay tres, el señor Pérez Tornero, que
tiene todos mis respetos y ha quedado muy por delante de mí —ha
quedado el número 5 y yo fui el número 8, con lo cual me parece excelente
que se le elija presidente—, el señor Lakidain y la señora Sastre
que tienen una puntuación que se podría decir de aprobado.


Resulta curioso, como ha publicado algún periódico, que de los cuatro
mejores proyectos —el mío es el tercero mejor—, ninguno de
sus autores vaya a estar en el consejo de administración de
Radiotelevisión Española. Resulta curioso que cuando una de las
argumentaciones para cargarse el concurso ha sido la paridad, uno de los
partidos políticos que habla de paridad y tiene que presentar a dos
candidatos, los dos sean hombres. A no ser que sean bisexuales,
transexuales o no binarios, son dos hombres. O sea que lo de la paridad
no sabemos muy bien cómo está. Eso en cuanto a la parte moral.


En cuanto a la parte de la tecnología, de estos diez candidatos que
hay aquí, ¿ustedes me podrían decir cuál de ellos sabe algo de tecnología
o qué hay que hacer con el futuro de la televisión? Eso también es
importante. Porque cuando hablamos de televisión, parece que hablamos de
los telediarios. Aquí todo el mundo quiere salir en el Telediario y poco
más. La televisión es mucho más que eso. Son cinco canales de Radio
Nacional, varios canales de televisión, la Orquesta y Coro, el Instituto
de RTVE, las plataformas digitales, etcétera. Por no decir que me da la
impresión de que alguno de estos consejeros que supuestamente se van a
elegir puede tener incompatibilidades, por estar en una productora, por
ser ejecutivo de medios de comunicación, etcétera.


Los tertulianos. Yo, en su momento, para que no haya manipulación,
propuse algo tan simple como que se elijan por un algoritmo matemático.
Esto es muy fácil de hacer, pero hay que querer hacerlo. Claro, si
queremos meter a los tertulianos que nos convienen, porque son de nuestro
partido y nos defienden, no vamos a conseguir absolutamente nada. Los
telediarios, repito, no son lo más importante de televisión, aunque sí lo
más llamativo y lo que quieren todos los partidos políticos.


Yo propuse que se financiase televisión con publicidad, un minuto o
dos a la hora; también he propuesto otras cosas. Lo de los tertulianos ha
tenido éxito mediático, ha gustado mucho, pero no se va a hacer caso,
porque, claro, todos quieren tener a los suyos. Si fuésemos honestos,
elegiríamos a los mejores y, además, los partidos políticos elegirían a
cada tertuliano y luego, en función de su representación, nosotros en
televisión diríamos: este va a ir a este programa y este a este otro. Y
lo haría un algoritmo matemático.


No voy a seguir, porque al fin y al cabo el papelón que tienen
ustedes también es tremendo. Yo entiendo que les han dado los cuatro
nombres que tienen que poner, e imagino que seguirán adelante.


Cuando hoy vaya a mi casa y me pregunten mis hijos: Papá, ¿qué has
hecho hoy? Diré: Pues mira, hijo, he ido al Senado a defender mi
candidatura a la presidencia de Radiotelevisión Española. Otros tendrán
que decir: Bueno, pues hemos estado eligiendo a los candidatos al consejo
de administración de Radiotelevisión, y hemos elegido a los que nos han
dicho. La diferencia entre unos y otros cada uno que la vea como
quiera.


En cualquier caso, voy a terminar diciendo que el señor Pérez Tornero
ha quedado por delante de mí, tiene moralmente todo el derecho a ser
presidente de Radiotelevisión Española, le doy un voto de confianza, y
espero no equivocarme. Y a todos ustedes, por atenderme y escucharme,
muchísimas gracias.


La señora PRESIDENTA: Señor Romero Martín, muchas gracias a usted por
haber comparecido en el día de hoy. Si lo desea, puede retirarse.


El señor ROMERO MARTÍN: Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias a usted.


— D. VICENÇ SANCLEMENTE GARCÍA.


La señora PRESIDENTA: Llamen a comparecer al señor Sanclemente
García, don Vicenç. (Pausa).


Buenos días, señor don Vicenç Sanclemente García, gracias por
comparecer en el día de hoy en el Senado.


La comparecencia se iniciará con una intervención de los
representantes de los grupos parlamentarios y, a continuación, dispondrá
usted de diez minutos para explicar el contenido de su
comparecencia.


Tiene la palabra, en primer lugar, el senador Sánchez Garnica, del
Grupo Parlamentario Mixto.


El señor SÁNCHEZ-GARNICA GÓMEZ: Señor Sanclemente, en primer lugar,
en nombre del Partido Aragonés, que se integra en el Grupo Mixto de esta
Cámara, muchas gracias por su presencia. Estaremos muy atentos a la
intervención en la que usted nos explique su proyecto y su memoria. Le
puedo asegurar que en el Partido Aragonés no tenemos ninguna atadura y
actuaremos en consecuencia, después de escuchar a todos los
comparecientes.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


A continuación, tiene la palabra el senador Antona, del Grupo
Parlamentario Popular.


El señor ANTONA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta.


Señor compareciente, por respeto a usted, evidentemente, tengo que
hacer las valoraciones que he hecho con anterioridad. Por respeto a los
que vienen a comparecer, lo haré con cada compareciente, aunque a lo
mejor a algunos no les guste. Es lo que voy a hacer porque es lo que
hemos hecho durante todo este proceso.


He escuchado con atención a los comparecientes anteriores y coinciden
en su totalidad con lo que el Grupo Parlamentario Popular viene
denunciando desde hace tiempo. Yo no he entrado en buscar responsables de
esta situación, porque no es el momento; el momento es otro, el foro es
otro. Pero en honor a la responsabilidad que tenemos los que aquí nos
sentamos y a la coherencia que el Partido Popular ha mantenido en todo
este tiempo, es bueno que hoy en este proceso hablemos con claridad, pero
con respeto a los que hoy comparecen. Hoy no es el momento de la trifulca
política, porque bastante ha habido con anterioridad y posiblemente vaya
a haber en el futuro. Hoy es el momento de escuchar con respeto a los que
hoy aquí comparecen.


Y es urgente acabar este proceso. Lo es porque la propia Ley 5/2017
obliga al Senado a cerrar un proceso que está abierto. Lo es también
porque, como han dicho absolutamente todos los que en el día de hoy han
comparecido, tenemos los peores datos de la historia de audiencia, no
comparables a otras épocas. Otros quieren retroceder la bobina, pero
estamos hablando de la actualidad y estamos intentando cambiar el consejo
que hay, no el que hubo en no sé qué tiempo; el que hay. Y el que hay nos
dicen que está en los peores datos de audiencia de la historia. También
nos dicen que está en la peor crisis económica de la historia. Ahí están
las auditorías en la gestión. También nos dicen que están externalizando
como nunca se ha externalizado en Radiotelevisión Española, incluso
incumpliendo la ley de la propia corporación. Y también nos hablan
—y lo han denunciado— del radicalismo y del sectarismo. Y
esto no nos puede molestar a nadie, porque es lo que hemos venido
denunciando durante tanto y tanto tiempo.


Pero el Grupo Popular está hoy aquí, en esta Comisión de
Nombramientos, primero, porque quiere solucionar, contribuir y colaborar
a acabar con el procedimiento de selección abierta y, segundo, porque
queremos poner fin a la provisionalidad que tiene la corporación y la
gestión de la Corporación de Radiotelevisión Española. En los últimos
tiempos se han dado hechos vergonzosos para el ente, vergonzosos para la
corporación, no solo los pésimos datos de audiencia, sino los rótulos
ofensivos —no es un rótulo puntual en algún momento determinado, es
que ayer hubo rótulos ofensivos—. Ya se ha convertido en una norma
habitual de Radiotelevisión Española, y esto no pasaba en una corporación
como esta.


Ya no voy a hablar de valoraciones machistas, incluso incumpliendo
las propias normas de producción. Todo eso ya está dicho, y todo eso lo
avala no solo lo que yo le pueda decir hoy aquí, sino lo que los datos
arrojan y lo que los sindicatos denuncian y lo que también han
manifestado, insisto, los comparecientes que han tenido la palabra antes
que usted.


En todo caso, le agradezco en nombre de mi grupo, del Grupo
Parlamentario Popular, señor Sanclemente, que esté usted hoy aquí, que
venga a comparecer en esta Comisión de Nombramientos. Le puedo garantizar
que mi partido va a tomar buena nota de las propuestas que usted tiene. A
nosotros nos gustaría saber en este momento cuáles son las cuestiones que
usted cree que son de mayor utilidad para que la corporación pueda
mejorar; qué modelo de gestión hay que seguir, a partir de lo que hemos
venido denunciando y de lo que son datos objetivos. Le agradecemos,
insisto, que esté aquí, porque vamos a tomar buena nota de lo que usted
nos diga y, como servicio público que es, aunque algunas veces se
confunde, a ello nos debemos y, como nos debemos a ello, también
tomaremos buena nota para intentar, entre todos, contribuir a mejorar la
Corporación de Radiotelevisión Española, que tan baja credibilidad tiene
en estos momentos.


Señora presidenta. Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


A continuación, tiene la palabra el senador Vázquez, del Grupo
Parlamentario Socialista.


El señor VÁZQUEZ BERMÚDEZ: Gracias, señora presidenta.


Señor Sanclemente, quiero darle la bienvenida en nombre del Grupo
Socialista. Yo le voy a ahorrar una perorata política, porque no es el
caso. No tenemos ningún protagonismo en esta comisión; nuestra obligación
constitucional y reglamentaria es estar aquí para conocer los proyectos
que ponen sobre la mesa los distintos candidatos y candidatas que han
participado en este procedimiento; un procedimiento que, por fin, encara
su recta final, y desde luego son muchos los retos y desafíos que tiene
la radiotelevisión pública española, RTVE. Lo interesante es escucharle a
usted y no ese continuo eco de voces que miran siempre a otro lado y
nunca hacen autocrítica de su gestión.


Por tanto, le agradecemos su presencia y lo escucharemos con total
atención.


Gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


Señor Sanclemente García, tiene usted la palabra.


El señor SANCLEMENTE GARCÍA: Muchas gracias.


Gracias por invitarme. A pesar de la anomalía que hemos vivido en las
últimas semanas, en que se conocieron unos ganadores, creo que tenía que
estar aquí por mi respeto al parlamentarismo, por mi respeto al mismo
proceso del concurso público, en el cual todavía creo, y también por
respeto a mi empresa, en la que trabajó desde hace muchos años. Creo que
por dignidad tenía que acudir, y me perdonarán si me alargo un poquito,
pero intentaré explicarles mi proyecto.


Mi proyecto se basa sobre todo en diez puntos, porque creo en un
consejo de administración no tan representativo y foro de opiniones, sino
como destino de responsabilidades concretas para cada uno de los
consejeros y consejeras, y que ellos puedan sumar y puedan apoyar al
futuro presidente o presidenta. Evidentemente, el primer punto y el más
importante es que a Radiotelevisión Española le hace falta un gran plan
de futuro, de gestión, a cuatro y a ocho años. Esa es la prioridad número
uno. Todos estos planes, al menos su redacción, yo había previsto que
estuvieran hechos en los primeros seis meses.


Segundo punto, yo creo que se tienen que seguir cuestionando
alternativas a la financiación. Ya lo dije en el Congreso. En casi todos
los países europeos se paga un canon. Aquí, de hecho, pagamos Televisión
Española en los presupuestos, pero hay otras fórmulas. Por ejemplo, en
Finlandia existe la fórmula de pagar a la radiotelevisión pública a
través del IRPF, dependiendo de tus ingresos. Hay gente, la mayoría
jubilados, que queda exenta, y se paga entre 50 y 140 euros al año para
financiar a la radiotelevisión pública.


También creo que nos pasamos de tirada cuando retiramos la
publicidad. Lo hicimos pensando que en Europa harían lo mismo, y la
televisión pública francesa y la alemana continúan con cierta publicidad.
La BBC podría ser un ejemplo de cómo comercializar productos propios. Hay
otras cuestiones para generar ingresos, como que se ampliara el
patrocinio de nuestros programas, sobre todo a nivel internacional, en
nuestras emisiones internacionales.






Hay que estudiar alternativas a la
financiación. Y como los españoles van a saber que están pagando una
radiotelevisión pública, que las radiotelevisiones públicas tienen que
pagarse, uno de los pilares de mi proyecto es aumentar la importancia del
consejo asesor que tenemos, en el que están presentes los empresarios,
los sindicatos, los movimientos sociales. Eso es básico, hasta ahora se
reúnen una vez al año. Eso hay que desarrollarlo para ampliar este
control social, para que nos aporten ideas, no solo para que nos valoren
y nos controlen, para que aporten ideas.


Yo he venido aquí —y este era una de mis principales argumentos
en la otra exposición— a defender las lenguas. Creo que el Estado
español no puede estar ausente en las autonomías y tiene que estar mucho
más presente en el desarrollo de las lenguas, del español, del gallego,
del euskera, del catalán. Proponía crear un canal autonómico para que
desde Cataluña pudiéramos escuchar el canal gallego o los programas en
gallego que se hicieran; que desde Andalucía pudieran escuchar los
programas en vasco que se hicieran. Es importantísimo desarrollar este
campo.


La primera medida que debe tomar el presidente o presidenta que salga
elegido debe ser el desarrollo del español y de la lengua española en el
mundo; entrevistarse con el presidente de la Real Academia de la Lengua
Española y crear un programa con el sello RTVE de enseñanza del español
por el mundo. En este momento el único programa que tenemos de enseñanza
de idiomas en la radiotelevisión pública española enseña inglés. Yo creo
que, por un lado, habría que crear un programa internacional de enseñanza
del español, y habría que crear un programa de enseñanza del catalán, de
enseñanza del gallego, de enseñanza del euskera, que estuviesen
homologados y que diesen títulos oficiales. Cumpliríamos una función de
servicio público apoyando a los distintos idiomas de este país.


Otro punto es la optimización de cada uno de nuestros canales. Yo
estoy de acuerdo con algo de lo que se ha dicho: hay que evitar la
externalización. La externalización tiene que ser la última opción,
cuando no podamos hacer producciones propias. También, como saben,
existen las coproducciones. En este momento, TVE 1 tiene un 54 % de
producción propia. Todos sabemos que, por ley, los informativos o todo lo
que tenga que ver con informativos no se puede externalizar, pero hay
mucho campo por recorrer. Yo creo que TVE 2 tiene una gran oportunidad de
desarrollar el mundo audiovisual en este país con sus propios reportajes;
que el canal Clan, el canal para los niños, tiene una gran oportunidad de
desarrollar la industria de la animación, y también Teledeporte. En
informativos tenemos un gran reto, y es cómo sumar en este momento el
talento de televisión y radio interactivas y digitales. Ahora que no es
tan importante dónde tienes la redacción física, como se ha demostrado
durante la pandemia, hay que estudiar cómo poder coordinarnos. Una vez
estuve en un centro de coordinación de la NBC en Charlotte, en North
Carolina. Allí todo el mundo compartía de qué estaba hablando en ese
momento o qué reportaje estaba preparando. Se trata de cómo podemos,
desde un punto de vista descentralizado, apoyarnos todos con todos. Yo
creo que ese es el futuro.


En mi plan de informativos, el Canal 24 Horas y Radio 5 tienen que
ser, como decimos en catalán, el pal de paller del cual partan después
todas las noticias más profundas. Yo le diría al senador del Grupo
Popular que es bueno que se vean los fallos y que se corrijan, pero tengo
que defender —porque es la empresa en la que he trabajado desde
hace cuarenta años y en la que en estos momentos soy directivo— el
esfuerzo ímprobo de la inmensa mayoría de los 6000 trabajadores internos.
En informativos hay una base impresionante. Ya lo damos por sentado y,
evidentemente, hay que vigilar los errores, pero igual a veces los
árboles no nos dejan ver el bosque. Todas las coberturas que se han
hecho, como repetí el otro día, el Telediario desde el Hospital del Mar,
el 24 horas que hizo Marc Sala para Radio Nacional de España desde
el 112, todo esto nos llena de orgullo y lo que tenemos que hacer es ver
cómo profundizar en esos informativos, en esa televisión de servicio
público.


Otro punto. En los próximos meses, se va a presentar RTVE Play, una
plataforma no lineal a través de la cual la gente podrá tener, en directo
también, televisión y radio interactivas; una plataforma para captar
cosas a través de los contenidos. Yo creo que habrá un antes y un después
de eso. Va a ocurrir en los próximos meses y creo que es importantísimo
hacer un plan digital a medio y largo plazo; y evidentemente, también un
plan de desarrollo internacional, como ya les he dicho.


En cuanto a las audiencias, me preocupa, pero tenemos que tener en
cuenta la dimensión de Radiotelevisión Española. Expliqué también en el
Congreso que, a diario, escucha más gente el Telediario en la ciudad de
México que en toda España. ¿Tenemos realmente el conocimiento de lo
trascendente que es Radiotelevisión Española en todo el mundo y qué
audiencia tiene en todo el mundo? ¿Los competidores son Antena 3 y
Telecinco o son los canales norteamericanos que empiezan a salir, como
Peacock, de la NBC; la CNN en español; la radiotelevisión china CCTV, en
español; la radiotelevisión rusa en español? Tenemos que dimensionar
Radiotelevisión Española.


Solo me quedan dos puntos. Para hacer todo este desarrollo hace falta
crear un gran centro de estudios. Es básico crear un gran centro de
estudios en el que participen el Instituto Oficial de Radiotelevisión
Española y la parte digital de I+D, y que sea el que nos vaya marcando el
camino. Eso es importantísimo.


Y, por último, todo ello no podrá hacerse sin la participación de los
trabajadores. Entonces, además de un gran plan de empleo y renovación de
plantilla, hay que crear un gran plan de participación de los
trabajadores y trabajadoras, que nadie quede al margen, que todo el mundo
pueda aportar ideas y que sume. Y eso tiene que potenciarlo ya el nuevo
consejo de administración.


También quería decirles que tenemos un gran problema de personal, que
está mejorando la financiación, pero tenemos un problema terrible de
personal. En este momento, como en otras empresas públicas, cuando una
persona se jubila, solo podemos reponer ese sitio. Nuestra edad media en
algunos sitios es de 55 años. Y yo creo que los centros regionales tienen
que acabar siendo todos centros de producción. A mí me preguntaban: oiga,
¿usted tiene un plan federal? Pues igual sí; desarrollar los centros
regionales, que sean grandes escuelas con relación con las facultades de
Ciencias de la Información y con becarios. Pero después hay que poder
contratar a gente joven. La única posibilidad que tenemos de reemplazar a
una persona que se jubila es con un contrato en prácticas de alguien que
ha sido becario, pero no podemos contratar a nadie con experiencia, no
podemos contratar a nadie que hayamos formado. Hablando un día con el
señor Antón Costas, catedrático de Economía, nos decía: ¿De qué sirven
los planes europeos si no hay un plan de empleo juvenil al lado? Hay que
apretar muchísimo, como cualquier otra empresa pública, pero necesitamos
renovación, enseñar lo que nosotros sabemos a las nuevas generaciones, a
alguien, y en eso tenemos que ser superambiciosos y reclamarlo como
Radiotelevisión Española.


Mi experiencia ha sido sobre todo local-internacional. En
internacional, fui seis veces corresponsal; he sido un privilegiado y lo
que querría es que otros tuvieran ese privilegio, con una carrera
profesional delimitada desde el principio. Mi especialidad ha sido abrir
oficinas. Yo abrí la oficina de La Habana, abrí la oficina de Washington
—me tocó cubrir el 11 de septiembre del 2001— y abrí la
oficina de Pekín. De alguna forma, mi especialidad era hacer un plan y
visualizar cómo podía llegar a ser eso, cuáles tenían que ser los medios
y, después, lo más importante, lograr la complicidad de toda la gente de
dentro para que aquello fuera posible, todo esto a pequeña escala. Eso
también me dio la visión de la importancia de Radiotelevisión Española.
No por mis méritos, pero yo he visto en la Casa Blanca que había sillas
para todos los medios norteamericanos; una silla para la televisión
polaca, una silla para la BBC y una silla para Radiotelevisión Española.
Yo creo que tenemos que ser conscientes de la importancia que tenemos
como medio de comunicación internacional.


Y ahora permítame solo un minuto para hablar de nuestra relación, de
lo nuestro. Estos días se han publicado varios artículos y uno era del
catedrático Francesc de Carreras sobre qué tipo de consejo de
administración queremos. ¿Queremos un consejo de administración
representativo que sirva como órgano de debate o un consejo de
administración técnico? Otro profesor, Juan Botella, ya lo explicaba en
el año 2000: Un consejo de administración político puede llegar a
reproducir la Comisión de Control de Radiotelevisión Española de Congreso
y Senado. ¿Dos órganos de discusión? ¿Qué será, Twitter, consejo de
administración y comisión de control? ¿No es mejor un consejo de
administración de carácter más técnico?


Otra cosa es quién nos va a evaluar. Pues parece que el nuevo
anteproyecto del Ministerio de Economía dice que quien debe evaluar
nuestra fiabilidad es la Comisión Nacional de los Mercados y la
Competencia. Creo que España debe formar ya un gran centro de estudios
audiovisuales, que sea un organismo independiente que no reproduzca otra
vez las mismas discusiones, sino formado por expertos, y que cada año,
tanto cuantitativa como cualitativamente, evalúe lo bueno y lo malo que
hacen Televisión Española y las otras televisiones.


Quiero darles las gracias por haberme recibido. Yo he continuado
haciendo el proyecto, lo he ampliado —tiene 145 páginas— y,
salga quien salga en el consejo de administración, lo pondré a su
disposición encantado.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Señor Sanclemente, muchísimas gracias por su
comparecencia en el día de hoy. Si lo desea, puede retirarse. Buenos
días.


— D. JUAN JESÚS BUHIGAS ARIZCUN.


La señora PRESIDENTA: Ruego llamen a comparecer al señor don Juan
Buhigas Arizcun. (Pausa).


Buenos días, señor Buhigas Arizcun.


Gracias por comparecer en el día de hoy en el Senado. La
comparecencia consistirá en la intervención de los representantes de los
grupos parlamentarios por un tiempo breve y, a continuación, dispondrá
usted de diez minutos para exponer el contenido de su intervención.


Comenzamos por el Grupo Parlamentario Mixto. El senador
Sánchez-Garnica tiene la palabra.


El señor SÁNCHEZ-GARNICA GÓMEZ: Gracias.


Señor Buhigas, buenos días. En nombre del Partido Aragonés, quiero
agradecerle especialmente su decisión de comparecer. Le vamos a escuchar
muy atentamente. El Partido Aragonés, integrante del Grupo Mixto de esta
Cámara, no tiene ninguna dependencia y, en consecuencia, actúa con total
independencia de criterio. Estaremos muy atentos a su exposición. Le
reitero nuestro agradecimiento por su presencia.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


A continuación, tiene la palabra senador Antona, del Grupo
Parlamentario Popular.


El señor ANTONA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta.


Buenas tardes, señor Arizcun. ¿Por qué estamos aquí? Creo que esa la
pregunta que nos tenemos que formular. Estamos aquí, primero, porque es
un mandato legal; la Ley 5/2017 nos mandata a los senadores a terminar el
proceso de selección del Consejo de Administración de Radiotelevisión
Española. Le corresponde a esta Cámara la elección de cuatro de sus
consejeros, y el Partido Popular participa en este proceso de selección.
Y estamos aquí también porque hemos denunciado durante muchísimo tiempo
el deterioro de la Corporación de Radiotelevisión Española, deterioro que
no hemos denunciado nosotros únicamente —no es un antojo político
del Partido Popular—, sino que ha sido una denuncia permanente,
incluso de quienes hoy forman parte de ese órgano, de los sindicatos y
del personal. Por cierto, vaya por delante —no lo he dicho
antes— todo mi respeto a los fantásticos profesionales de la
corporación. Una cosa son los profesionales y otra cosa muy diferente es
quién dirige esa corporación.


Nosotros hemos denunciado los datos de audiencia, pero hoy también lo
han dicho los comparecientes: estamos en los peores datos de audiencia de
la historia de la Corporación de Radiotelevisión Española, y tendremos
que dar respuesta a esa luz de alarma. Estamos también ante una pésima
gestión económica: lo dicen las diferentes auditorías y también los
sindicatos. Estamos también ante una pésima gestión de la política de
externalización. Todos coinciden en que se está incumpliendo la propia
ley de la corporación. Esa ley pone límites a la externalización y no se
están cumpliendo, se ha cruzado la línea roja. Y también, desde nuestro
punto de vista, hay un radicalismo sectario en la corporación.


¿Y cuáles son los objetivos que persigue, en esta Comisión de
Nombramientos, nuestro partido? Primero, solucionar el procedimiento de
selección abierta que se inició en el Congreso de Diputados y, segundo,
poner fin a la provisionalidad. Nosotros creemos que es importante dar
carpetazo a la anterior gestión. No estamos evaluando la gestión de no sé
qué año; estamos evaluando la gestión anterior, porque para la gestión
anterior a la anterior ya hubo otro procedimiento como este. Ahora
estamos evaluando la anterior; estamos dando portazo al final de una
etapa que, desde mi punto de vista, desde el punto de vista del Partido
Popular, es pésima para la corporación.


Evidentemente, tenemos tiempo para discutir y debatir en la Comisión
Mixta de Radiotelevisión, pero hoy les corresponde a ustedes realizar un
análisis, y nosotros se lo agradecemos enormemente. Nosotros tenemos que
contextualizar la situación y contextualizar por qué estamos hoy aquí, y
obedece a las razones que antes le expuse.


Por tanto, señor compareciente, nosotros vamos a tomar buena nota de
lo que usted nos cuente, de cuáles son los aspectos que considera de
mayor utilidad para esta corporación. Con nuestra radiografía, con
nuestro análisis, ¿cómo considera que se puede gestionar mejor en lo
económico, en la política de externalización, en materia de personal,
para que se convierta el ente público en lo que debe ser, un verdadero
servicio público? ¿Cómo podemos hacer para mejorar las audiencias, las
peores de la historia? Nos gustaría escuchar su análisis sobre todas
estas cuestiones. Tomaremos buena nota. Y, de verdad —y
acabo—, le vuelvo a agradecer que esté usted hoy aquí y que pueda,
desde su perspectiva, arrojar luz a esta situación que tantas veces hemos
denunciado y a la que ahora toca poner fin y participar en la resolución
de esta cuestión.


Muchas gracias, señora presidenta.


La señora PRESIDENTA: Gracias, senador Antona.


A continuación, el senador Vázquez tiene la palabra, por el Grupo
Parlamentario Socialista.


El señor VÁZQUEZ BERMÚDEZ: Gracias, señora presidenta.


Señor Buhigas, bienvenido. Estoy encantado de recibirle en esta
comisión y, sobre todo, de escuchar su proyecto para Radiotelevisión
Española.


Aquí, mi grupo viene a escuchar a los comparecientes, no a
escucharnos a nosotros mismos. Creo que el protagonismo lo tienen las
personas que vienen hoy aquí a ofrecer su talento, su tiempo, su
imaginación, sus ideas para hacer una radiotelevisión pública mejor. Con
lo cual, yo creo que lo importante es escuchar su opinión y su
conocimiento para el futuro de la radiotelevisión pública española.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


Señor Buhigas Arizcun, tiene usted la palabra.


El señor BUHIGAS ARIZCUN: Gracias, presidenta.


Antes de comparecer ante esta comisión, muchos me han preguntado:
Juan, ¿por qué vas al Senado si todo el pescado está vendido? Estoy aquí
por cuatro razones: una, por respeto a las instituciones y, en concreto,
a esta alta Cámara; dos, por respeto al comité de expertos que seleccionó
a veinte candidatos; tres, por defensa de la dignidad, la honorabilidad y
los méritos de dichos veinte candidatos seleccionados y únicos
considerados idóneos en el concurso público; y, cuatro, porque deseo que
RTVE llegue a ser una verdadera radiotelevisión de servicio
público.


Primera razón, por respeto institucional a este Senado. El respeto
institucional y a las normas es básico en un Estado de derecho. Yo
siempre he tenido un profundo respeto institucional y aprecio a este
Senado. Un solo ejemplo de mi especial aprecio al mismo: en el año 2005,
impulsé y organicé, bajo la invitación del presidente del Senado y en
esta misma sede, una reunión de los máximos responsables de las siete
principales radiotelevisiones públicas europeas, que suscribieron una
declaración común en defensa de la radiotelevisión de servicio público. A
muchos les parece una falta de respeto al Senado —ridículo papel,
incluso he leído— que se hayan publicitado antes de estas
comparecencias los cuatro candidatos que van a ser elegidos por esta
Cámara, ello con base en un llamado por algunos pomposamente pacto de
Estado, pero que más bien parece un mero reparto partidista de cargos en
Radiotelevisión Española, que aleja a los candidatos pactados de la
pretendida independencia y del deseado consenso. Porque consensuar no
debe ser acordar el reparto y elegir cada uno a los suyos, sino elegir de
forma consensuada a los que se consideren mejores.


Segunda razón. Por respeto al comité de expertos, un comité de
expertos elegido por las Cortes Generales que realizó con rigor,
independencia y desinteresada labor, siempre de acuerdo con el marco
normativo aprobado por los representantes de la soberanía popular, la
selección de veinte candidatos. Pero, lamentablemente, eludiéndose el
marco normativo vigente, tanto en su letra como en su espíritu, estas
Cortes Generales, primero, y ese mal llamado pacto de Estado, ahora, han
obviado en su totalidad el trabajo del comité de expertos. Y, además,
ello se ha hecho de forma contraria al principio constitucional de la
seguridad jurídica, ya que se ha ignorado una resolución firme de estas
Cortes, y en contra también de los principios constitucionales de la
igualdad, el mérito y la capacidad para el acceso a las funciones, los
empleos y los cargos públicos.


Cabe preguntarse qué hubiera pasado si en vez de un centenar se
hubieran presentado 100 000 candidatos. ¿Todos, los 100 000 podrían
comparecer ante las comisiones de nombramientos de estas Cámaras? Un
dislate, ¿no? Pues no es difícil aventurar que si la ciudadanía hubiera
sabido a priori que todos los candidatos, por el solo hecho de
presentarse, eran elegibles, sin importar méritos ni proyectos, miles y
miles de ciudadanos se hubieran presentado a un concurso público que ha
dejado de serlo.


Apuntemos algunos ejemplos de los resultados obtenidos con esta más
que discutible e inconstitucional forma de actuar. Como todos sabemos,
solo tres candidatos de los veinte declarados idóneos han sido incluidos
en ese pacto. Los tres primeros calificados por el comité han sido
olvidados, pero sí se escoge, por ejemplo, a los que están en los
puestos 56, 59 e incluso 86. Sí, la candidata que ocupa uno de los
últimos puestos está pendiente de elección por esta Cámara.


Vayamos a los proyectos de gestión presentados por los candidatos.
Siete de los diez candidatos elegidos en ese pacto no han alcanzado un
aprobado para su proyecto, cuando había veintidós proyectos aprobados.
Leamos el BOE de 18 de diciembre de 2018, porque es ilustrativo. Leo
textualmente: Proyecto 76. Texto muy bien trabajado. Uno de los mejores
proyectos presentados. Obtuvo 24,65 puntos sobre 30. Es el segundo
proyecto mejor calificado. Su autor, yo, Juan Buhigas, no ha sido elegido
en ese pacto, como tampoco lo han sido los autores de los otros tres
proyectos con mejor calificación. Debo indicar que he enviado ya mi
proyecto de gestión actualizado a muchas instancias de Radiotelevisión
Española e incluso al presidente in pectore por si fuera de utilidad para
algún fin. También se lo he facilitado a la presidenta del Senado, así
como a los distintos grupos parlamentarios.


Sigo leyendo. Proyecto 72. Parece un manual copiado de Wikipedia, 5,5
puntos sobre 30. Su autora sí ha sido incluida en ese llamado pacto de
Estado. Proyecto 75 —leo textualmente—: Son cuatro apuntes
sin ningún orden, con una relación de dieciocho propuestas
desordenadas; 2 puntos sobre 30. Su autor ha sido incluido en ese
calificado pacto de Estado, pendiente de elección por esta Cámara.


Proyecto 32. Vuelvo a leer en el BOE: No evaluable por no ajustarse a
ningún aspecto susceptible de ser considerado como proyecto; 0 puntos
sobre 30 —0 puntos—. Su autor ha sido también incluido en ese
llamado pacto de Estado. Creo que no es necesario decir más ni leer más o
ser más explícito. Pero con estos antecedentes será más difícil explicar
a los trabajadores de Radiotelevisión Española las cualidades de un
consejo de administración así elegido. Como muchos ya han dicho, ¿para
qué sirvieron aquellos viernes negros, aquellos viernes de negro?


Tercera razón por la que estoy compareciendo hoy. En defensa de la
dignidad, la honorabilidad y los méritos de esos veinte candidatos
seleccionados en el concurso público, y que conste que esa defensa la
realizo sin la más mínima acritud y sin sentirme despechado ni
ninguneado, sino en defensa de los mejores candidatos que pusieron mucha
ilusión y grandes esfuerzos en su participación en el concurso
público.


He leído el pasado jueves, día 4, en un medio digital, Vozpópuli el
siguiente titular: El Senado cita a los perdedores del concurso de RTVE.
Afirmo, reivindico y enfatizo que los veinte primeros calificados no
somos los perdedores, sino los reales ganadores del concurso; los únicos
considerados idóneos conforme a la normativa vigente. Somos los
objetivamente mejor calificados, los que presentamos los mejores
proyectos. Somos los reales ganadores, y me gustaría que eso, al menos,
fuera públicamente reconocido.


Pero quizás alguien pueda pensar que en la elección de un concurso
público convocado por las Cortes Generales no deben contar méritos ni
proyectos presentados, sino otras cosas; tal vez, conocer a altos
responsables de partidos políticos, ser muy afines a estos o tener
fuertes vinculaciones políticas. Yo no lo creo; no debería ser así.


Si en un concurso o en unas oposiciones, pensemos, por ejemplo, en
las oposiciones a inspector de Hacienda, el ministro, finalizada las
pruebas y calificados los candidatos, determinara que los elegidos fueran
los suspendidos por el correspondiente tribunal de expertos y, por el
contrario, se descartara a los que hubieran sido calificados con las
mejores notas, ¿qué diríamos? Prefiero no emplear ningún calificativo;
ustedes seguro lo tienen en sus pensamientos. ¿Y qué les parecería a los
letrados de las Cortes si sopesaran sus oposiciones al cuerpo de letrados
de las Cortes? ¿Emitirían un informe justificándolo, como han hecho en el
desvirtuado concurso público de Radiotelevisión Española?


Además, entiendo, señorías, que el concurso público se diseñó y
aprobó por las Cortes, no para que todo continuara igual en
Radiotelevisión Española, sino porque era el momento de dar un cambio
trascendente en esa importante corporación pública, lo cual solo era
posible pasando a ser regida por los mejores profesionales; profesionales
más independientes, los más competentes, competencia objetivamente
demostrada por sus méritos y proyectos; aquellos que fuéramos capaces de
coadyuvar interna y externamente a la consecución de los mayores
consensos y los que actuáramos siempre con el mayor pluralismo. El mal
calificado como pacto de Estado entiendo que no conduce, lamentablemente,
a esos loables deseos para cuya consecución estas Cortes aprobaron el
concurso público.


¿Quiénes son, entonces, los reales perdedores de este fiasco, los
perdedores de esta aberración jurídica, ética y política? Estas Cortes,
que han matado a su criatura, a un concurso público que fue aprobado de
forma unánime para recuperar la independencia de Radiotelevisión
Española; perdedora también es la propia Radiotelevisión Española, que
difícilmente va a despolitizarse y contribuir a un mayor pluralismo, y
perdedora, en definitiva, la ciudadanía, que va a ser muy difícil que
perciba a Radiotelevisión Española como suya.


Y la cuarta razón, y última, para estar aquí presente es mi deseo de
que Radiotelevisión Española llegue a ser una verdadera radiotelevisión
de servicio público. Los que conformarán el nuevo consejo de
administración y su presidencia deberían creer y querer que RTVE llegue a
ser esa verdadera radiotelevisión de servicio público, querida por todos
y útil en una sociedad crecientemente digital, pero en la práctica
crecientemente desinformada, y todavía muy desigual en términos
educativos, culturales y también en el campo del entretenimiento
audiovisual de calidad. Sin embargo, lo que parece que quieren es quizás,
unos, dominar Radiotelevisión Española, es decir que en la práctica no
sea de toda la ciudadanía, sino de una mayoría minoritaria, y otros,
formar parte de un consejo de administración para actuar en una suerte de
control al Gobierno bis, es decir, de forma tal que el consejo de
administración de RTVE sea una réplica del histórico y errado
funcionamiento de la Comisión Mixta de Control Parlamentario de RTVE.
Estoy en total desacuerdo con estos planteamientos.


Por todo lo expuesto hasta ahora me voy a permitir hacer, con todo el
respeto, una petición a este Senado, a sus senadoras y a sus senadores,
una petición que estoy seguro muchos calificarán de ingenua o naíf, pero
que sería fundamental para que se pudiera convertir a Radiotelevisión
Española en una verdadera radiotelevisión de servicio público. Senadoras,
senadores, olvídense de ese mal llamado pacto de Estado; pasen de él,
pasen de cuotas políticas partidistas, muy partidistas, y elijan a cuatro
de entre los veinte candidatos declarados idóneos por el comité de
expertos, a aquellos cuatro que objetivamente consideren ustedes,
señorías, mejores, más competentes, con los mejores proyectos, que sean
los más independientes, capaces de ilusionar a todos los trabajadores y
de alcanzar los mayores consensos; y, si fuera posible, elijan también a
algunos candidatos que no fueran periodistas, ya que el consejo de
administración de RTVE no se dedica esencialmente a analizar contenidos
informativos, sino aspectos financieros, presupuestarios, normativos,
organizativos y contractuales, y todos estos cruciales campos, créanme,
no suelen estar vinculados a las principales y elevadas capacidades de
mis queridos compañeros periodistas.


Dicho este mensaje, formulada esta petición, que consideraba, dada
las circunstancias concurrentes, era muy importante dar y mi obligación
expresar, cambiemos de tema. Como en la canción de Los miserables, ¿quién
soy yo? ¿Quién es Juan Buhigas? Pues soy un profesional independiente,
con larga experiencia de gestión directiva al máximo nivel durante
dieciocho años, con nueve diferentes directores generales de RTVE, en muy
variados campos radiotelevisivos, como producción de programas,
comunicación, adquisición y venta de derechos, recursos humanos,
comercial, económico-financiero, organización, asesoramiento y
planificaciones estratégicas, relaciones institucionales,
internacionales, etcétera. Mi única carencia en el concurso, tal y como
fue baremado, es que no soy periodista.


En fin, ahí está mi currículum, pero quisiera en estos momentos
destacar cuatro cosas de mi vida profesional de las que estoy
especialmente orgulloso. Uno. Soy el único profesional en toda la
historia de Radiotelevisión Española que ha sido miembro de su comité de
dirección durante siete años de forma ininterrumpida, con cuatro
diferentes directores generales o presidentes de RTVE a los que, además,
no conocía antes de su nombramiento; dos de ellos nombrados por el
Gobierno del PP, una directora general nombrada por el Gobierno del PSOE
y un presidente elegido por mayoría reforzada del Congreso. Además,
asesoré estratégicamente a otros tres directores generales nombrados por
PSOE y por PP.


Dos. En toda la historia de RTVE solo otro español en los años
ochenta llegó a ser como yo, vicepresidente de la UER, pero yo fui,
además, elegido dos veces vicepresidente de la Unión Europea de
Radiotelevisión por todos los miembros de esa importantísima unión
internacional de las radiotelevisiones públicas europeas.


Tercer hito en mi historia profesional que quiero destacar, y del que
estoy orgulloso. Ya que en la actualidad algunos manifiestan ciertos
cuestionamientos institucionales y constitucionales, quiero resaltar que,
por directo encargo de un director general nombrado por un Gobierno del
PP, encargo posteriormente confirmado por una directora general nombrada
por un Gobierno del PSOE, fui el máximo responsable del grupo operativo
de Televisión Española para la retransmisión y programación del enlace
real entre los actuales reyes de España.


Y cuatro. Mi principal cualidad distintiva es que siempre he luchado,
durante toda mi vida profesional, por y para la radiotelevisión pública,
tratando de convencer siempre de la necesidad de que RTVE llegara a ser
una verdadera radiotelevisión de servicio público, solo al servicio de
toda la ciudadanía. Por ello y para ello he realizado numerosos informes,
contrainformes y proyectos para muy diferentes directores generales de
RTVE y para gobiernos muy distintos y de diferentes colores, que en
algunos casos consiguieron incluso parar intentos de privatizaciones y de
reducciones drásticas de los servicios que brinda Radiotelevisión
Española.


Pero, lamentablemente, en España nunca ha existido una verdadera
radiotelevisión de servicio público. RTVE nunca lo ha sido. Ya dije en mi
comparecencia en el Congreso que, como en el célebre discurso de Martin
Luther King, yo tengo un sueño, un sueño que quería y quiero hacer
realidad: construir y conseguir esa verdadera Radiotelevisión Española de
servicio público. Por eso me presenté al concurso, y a su consecución me
comprometía y me sigo comprometiendo, pero parece, si se considera ese
pretendido pacto de Estado, que se imposibilita o dificulta que pueda
coadyuvar a conseguirlo.


No hay tiempo ya en esta breve exposición para explicar con rigor las
muy diferentes líneas y medidas de actuación en relación con RTVE
desarrolladas en un proyecto de gestión de 326 páginas. A él me remito.
Por ello, solo me queda decir que ese sueño constituye el principal
objetivo de dicho proyecto de gestión: conseguir, repito, una verdadera
radio y televisión de servicio público al servicio, y solo al servicio,
de toda la ciudadanía, que contribuya a la plena realización de un Estado
social y democrático de derecho en una sociedad democrática avanzada más
libre y socialmente más justa, para lo cual los nuevos y máximos
responsables de esta tienen, como condición sine qua non, que querer a
esa radiotelevisión de servicio público y creer en ella.


Lo que debe ser absolutamente claro es que Radiotelevisión Española
no puede ser una radiotelevisión gubernamental ni de Estado ni
politizada, sino de toda la ciudadanía, una ciudadanía que debería
participar en su gestión y control, en su financiación y en los
contenidos de su programación. RTVE debe ser, y sería si ello estuviera
en mis manos, plural, participativa y con real independencia editorial,
económica, organizativa, de gestión y en los distintos contenidos
informativos y no informativos; real independencia de toda clase de poder
y cualquier tipo de interés particular. Para ello, yo lucharía por una
financiación para RTVE suficiente, estable, plurianual y adecuada, para
que con todos estos planteamientos irrenunciables se consiguiera que
Radiotelevisión Española, como verdadera radiotelevisión de servicio
público, fuera de forma inmediata una plaza pública de encuentro de todas
las sensibilidades; un espacio de comunicación abierto a todos y a todas,
que evitara la fractura digital en el acceso universal a contenidos
variados, innovadores y de elevada calidad, y que alcanzara la mayor
rentabilidad social.


La señora PRESIDENTA: Debe ir concluyendo.


El señor BUHIGAS ARIZCUN: Para ello, para alcanzar todo eso, sería
necesario un fuerte liderazgo social y empresarial, un liderazgo
participativo, transformacional y basado en el ejemplo, que permitiera
alcanzar un doble consenso: consenso interno dentro de la corporación y
consenso externo de todas las fuerzas políticas y de la muy diversa y
plural sociedad civil. Sin el consenso y compromiso de todas las fuerzas
políticas aquí representadas será imposible lograr esa verdadera
radiotelevisión de servicio público.


Termino ya. Muchos deseábamos y deseamos un cambio trascendente, que
debería llevar a conseguir de una vez por todas una verdadera
radiotelevisión de servicio público, plural, diversa, innovadora y
referente, con real participación de toda la ciudadanía. Ahora era el
momento de hacer ese cambio trascendente en Radiotelevisión Española. Por
desgracia, y con una pena inmensa por mi parte, muchos piensan ya que ese
momento se está desperdiciando, se está dejando pasar, siendo, como es,
un tren que no pasará muchas veces. Pero todavía está en sus manos,
señorías, tomarlo. Para ello, senadoras, senadores, ignoren ese pacto no
entendido por casi nadie que quiera realmente a Radiotelevisión Española
como una radiotelevisión de servicio público, homologable a las mejores
europeas. Como dije en el Congreso, no debería desperdiciarse ese
tragaluz de esperanza que muchos pensamos —pensábamos quizá—
se abría para Radiotelevisión Española.


En cualquier caso para mí no ha sido una humillación esta
comparecencia, todo lo contrario, pese a que algún periodista se haya
atrevido a calificarla como tal; ha sido un inmenso honor haber podido
realizar la presentación de mi candidatura ante los representantes de la
soberanía popular, hace unas semanas en el Congreso, hoy en este Senado,
al que tanto aprecio.






Deseo lo mejor a quienes finalmente vayan a estar
al frente de Radiotelevisión Española. Saben que me tienen a su plena
disposición para lo que consideren, porque yo, como siempre, quiero lo
mejor para Radiotelevisión Española, a la que considero mi segunda
casa.


Muchas gracias, señorías.


La señora PRESIDENTA: Señor Buhigas Arizcun, muchas gracias por su
comparecencia en el día de hoy. Si lo desea, puede retirarse.


Señorías, finalizadas las comparecencias de la sesión de la mañana,
se suspende la sesión hasta las 17:30 horas del día de hoy.


Muchas gracias.


Eran las trece horas y treinta minutos.


Se reanuda la sesión a las diecisiete horas y treinta y cinco
minutos.


La señora PRESIDENTA: Se reanuda la sesión. Buenas tardes a
todos.


— D.ª MARÍA ISABEL RAVENTÓS ARMENGOL.


La señora PRESIDENTA: Ruego llamen a comparecer a la señora Raventós
Armengol. (Pausa).


Buenas tardes, señora Raventós. Tome asiento, por favor.


Señora Raventós Armengol, le informo de que en este momento
intervendrán, en primer lugar, los representantes de los grupos
parlamentarios presentes y, a continuación, tendrá usted diez minutos
para explicar o exponer el contenido de su comparecencia. Así que
empezaremos por los grupos parlamentarios, de menor a mayor.


Tiene la palabra el senador Antona, representante del Grupo
Parlamentario Popular.


El señor ANTONA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta. Buenas
tardes.


Quiero empezar mi intervención agradeciendo de manera sincera a la
señora Armengol que esté aquí, hoy, en la Comisión de Nombramientos del
Senado, y, por tanto, en el proceso que se ha iniciado. He dicho durante
toda la mañana —voy a ser muy breve— que todo esto se debe a
un proceso que marca la Ley 5/2017, que mandata que el Senado tiene la
potestad de elegir a cuatro miembros que se van a sentar en el Consejo de
Administración de la corporación, y por eso estamos aquí. A nadie se le
escapa —y no lo voy a repetir— que hemos sido muy críticos
con la gestión de Radiotelevisión Española, con la gestión de audiencia,
con la gestión económica, con el sectarismo que hemos denunciado, pero
este foro está para que ustedes comparezcan y escucharles. Y ante todo
esto, y sabiendo cuál es la posición de mi grupo, el Grupo Parlamentario
Popular, estamos aquí porque queremos ser coherentes. Hemos dicho que eso
no puede ser, que no puede seguir así y, por tanto, hemos arrimado el
hombro para buscar una solución a esta cuestión.


Por tanto, señora Armengol, nos gustaría en este momento conocer el
proyecto que tiene para Radiotelevisión Española, los aspectos que usted
considera de mayor utilidad, que posiblemente no sean los mismos que
cuando se redactó el proyecto, y ante el diagnóstico por todos conocido
del Grupo Parlamentario Popular sobre la gestión de Radiotelevisión
Española y ante la ley que nos mandata a todos a resolver esta cuestión y
este vacío y esta interinidad, tomaremos buena nota de sus
consideraciones para la mejora, como todos los que queremos este servicio
público, de Radiotelevisión Española.


Muchísimas gracias, señora presidenta.


La señora PRESIDENTA: Gracias, senador Antona.


Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el senador Vázquez.


El señor VÁZQUEZ BERMÚDEZ: Gracias, señora presidenta.


Señora Raventós, buenas tardes. Bienvenida a esta comisión. El Grupo
Socialista le agradece su comparecencia, y nos interesa conocer cuál es
su opinión, como uno de los candidatos que ha formado parte de este
concurso público, sobre el futuro de la radiotelevisión pública
española.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría. (El señor Antona Gómez pide
la palabra.)


La señora PRESIDENTA: ¿Sí, señoría?


El señor ANTONA GÓMEZ: Quiero pedir disculpas porque creo que le he
cambiado el apellido.


La señora PRESIDENTA: Se apellida Raventós Armengol.


El señor ANTONA GÓMEZ: Pido disculpas.


La señora PRESIDENTA: Ha dicho el segundo apellido.


Señora Raventós Armengol, cuando quiera. Dispone de diez
minutos.


La señora RAVENTÓS ARMENGOL: Buenas tardes, presidenta. Buenas
tardes, señorías.


Comparezco hoy, aquí, por respeto institucional y porque creo en el
futuro de RTVE. Hace unas semanas, presenté mi proyecto en el Congreso de
los Diputados. Mi proyecto se llama Construir RTVE entre todos y todas
para todos y todas, con el objetivo de construir con ustedes, con la
sociedad, teniendo como prioridad a toda la plantilla de los trabajadores
y trabajadoras de RTVE, un futuro sostenible, contenidos de calidad y
liderazgo global.


Me gustaría comenzar exponiendo tres consideraciones. Primera: Nos
encontramos en un momento de aceleración transformadora de los medios
audiovisuales a nivel internacional. Segunda: El año pasado tuvieron
lugar cambios de gobernanza y liderazgo en grandes medios públicos
europeos, con procesos claros y profesionalizados, con intervención de
headhunters en el Reino Unido o con la intervención de la alta autoridad
independiente del Consejo Audiovisual en Francia, para seleccionar a
profesionales con trayectoria en gestión y transformación digital; en
pocos meses, se culminaron ambos procesos en la BBC y en France
Télévisions. Tercera: En 2020, a raíz de la pandemia, ha sido tendencia
generalizada la subida de audiencias en casi todos los medios públicos de
la Unión Europea, con audiencias notables en los informativos, en los
programas y desarrollo de nuevos contenidos, incluso para una audiencia
joven, tanto en la radio como en las principales televisiones
públicas.


Estudié Derecho en la Universidad Autónoma de Barcelona y me
especialicé en Derecho Internacional Público en organizaciones
internacionales, trabajando con el catedrático Oriol Casanovas y La Rosa.
Cuando terminé Ciencias de la Información, me concedieron una beca
Fulbright para estudiar las organizaciones de televisión en Estados
Unidos, y obtuve un máster de televisión en Boston University.
Posteriormente, realice estudios de comunicación y política internacional
en The Fletcher School of Law and Diplomacy y en Harvard. Empecé a
ejercer el periodismo y mi primer artículo se publicó en el periódico El
País; era una entrevista a Noam Chomsky, realizada en el MIT,
Massachusetts Institute of Technology. Trabajé en los servicios
informativos de Televisión Española, en Torrespaña, y pronto empecé a
desempeñar cargos ejecutivos en RTVE y en otros medios
internacionales.


Mi trayectoria profesional me ha permitido trabajar con grandes
grupos de comunicación, y en especial, con las principales cadenas de
televisión públicas del mundo. He trabajado con la RAI, con la BBC, con
France Télévisions, con la ZDF, con John McLaughlin en la PBS, en
Washington, en cadenas privadas y en proyectos de audiencias millonarias
a nivel internacional. Mi proyecto es el resultado de una profunda
reflexión y análisis. Es un proyecto transformador e integrador,
sostenible, plural, con igualdad, diverso, con ambición de liderazgo en
contenidos lineales y no lineales, innovación permanente y visión global,
todo ello en un marco de transparencia y rendición de cuentas constante.
Ya indiqué que hay que abordar la sostenibilidad del marco financiero y
que tenga duración en el tiempo. Los estudios comparativos de la European
Broadcasting Union constatan que los medios públicos con un marco
financiero estable tienen un rendimiento más alto, incluso en los índices
de audiencia. En 2021 hay que negociar el mandato marco junto con la
tramitación en estos meses del Anteproyecto de Ley general de
comunicación audiovisual.


En el diseño del nuevo marco previsto para los próximos ocho años,
hay que tener en cuenta la transformación que están atravesando los
medios. Estamos ya en un mundo híbrido, en el que las fronteras entre lo
lineal y lo no lineal se diluyen; 2020, 2021, son los años de los canales
AVOD, video bajo demanda financiada por publicidad; 2021 es el año de los
broadcasting streamers, el bum de televisiones lineales que desarrollan
nuevos canales en streaming. He comentado en varias ocasiones que es
fundamental acometer la transformación digital y planificar el 5G. Ahora,
con el Plan de recuperación europeo, tenemos la posibilidad de acceder a
los fondos Next Generation, con el desarrollo de propuestas bien
articuladas para avanzar en inteligencia artificial, en educación, en
formación en I+D, etcétera, lo que exige una planificación y conocimiento
del complejo engranaje de Bruselas, donde he trabajado en estos años como
vicepresidenta de la organización europea Women Entrepreneurship
Platform.


Apuesto por la creatividad, el liderazgo en contenidos lineales y no
lineales; apuesto por contenidos únicos que realmente marquen la
diferencia, con sello de calidad, y que aporten valor a la audiencia. Mi
prioridad es la producción propia, la máxima utilización y explotación de
los recursos propios y la plena ocupación de la plantilla. Avancé que mi
propósito es crear RTVE estudios, la gran factoría de contenidos de RTVE,
primando la producción interna y las últimas tecnologías, con vocación de
liderazgo en la Unión Europea y en el mercado de la producción global. Es
prioridad apostar por la creación de formatos originales en todos los
géneros, en ficción y no ficción; en contenido factual, muy demandado en
esta etapa de la pandemia, contenidos para la audiencia del siglo XXI. Es
fundamental potenciar los canales en streaming y los contenidos no
lineales; producir solo para el mundo lineal se está acabando. RTVE tiene
que ser el motor de la industria cultural de nuestro país; impulsar el
arte, la cultura y dar más apoyo al cine, la animación, los documentales,
sin olvidar que hay que promover más proyectos dirigidos por mujeres en
el cine, en series y en programas. Es imprescindible la creación de un
sistema abierto, justo y transparente para abordar la externalización. En
mi opinión, la mejor propuesta es adoptar el modelo de la BBC para la
aprobación de proyectos externos. Otros objetivos son: la creación de un
plan de acción para contenidos dirigidos a los jóvenes —RTVE tiene
que ser un referente para este target—; potenciar contenidos
streaming para niños y niñas; y creación de una plataforma de educación
para niños, niñas, docentes y padres. Apuesto por el liderazgo en los
servicios informativos en radio y en televisión.


La imparcialidad e independencia de los profesionales de RTVE es
clave, y así consta en el artículo 3.2 de la Ley de 2006. La información
es un bien común y núcleo central para la vida pública y el
funcionamiento de las instituciones. La confianza es también clave. Hace
dos semanas participé en una convención de la BBC, y Tim Davie, el
director general de la BBC, dijo: Nuestro objetivo nunca ha sido más
relevante que ahora. La audiencia demanda alta calidad y la confianza es
un valor al alza. Nuestra audiencia confía en nosotros como fuente de
información y de entretenimiento. Quiero destacar que hay que innovar en
formatos puramente informativos, profundizar en la especialización,
potenciar los informativos no diarios, promover periodismo de
investigación y atención especial al Canal 24 horas, una fuente
permanente de información durante todos los días y a todas horas.


En mi proyecto cobra relevancia la dimensión internacional para
transformar a RTVE en un auténtico player a nivel global. Mi propuesta es
la creación de un plan de acción global para la radio y la televisión en
los próximos dos años. La dirección RTVE global debe ser el motor
internacional para vender nuestras producciones y también para redefinir
las estrategias comerciales internacionales de contenidos. En mi proyecto
propongo reforzar el Canal Internacional, Radio Exterior y los canales
actuales en emisión en el mundo, pero también es fundamental crear un
canal internacional de noticias exclusivo que emita en los cinco
continentes. Como referencia, el Canal France 24 emite cuatro versiones
diferentes en el mundo: en francés, en inglés, en árabe y en
español.


No quiero terminar sin mencionar que una de mis grandes prioridades
es la igualdad efectiva en RTVE. Soy vicepresidenta primera de CIMA,
Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, y trabajo para
que las mujeres del cine y el audiovisual avancen en igualdad. Dialogamos
permanentemente con todas las instituciones aquí, en Bruselas, en
Latinoamérica, y estamos asociadas a Naciones Unidas para que la igualdad
en el audiovisual sea una realidad. La igualdad es prioridad en el Plan
de recuperación europeo. La presidenta de la Comisión, Ursula von der
Leyen, insistía en esta semana de la mujer que en la Europa de la
recuperación y la pospandemia la vuelta atrás no es una opción. Propongo
crear un plan estratégico para la igualdad efectiva 2021/2024 en puestos
directivos, y un plan de acción para incrementar más mujeres en puestos
creativos y técnicos, entre otros. También hay que desarrollar un plan
para la diversidad.


Señorías, voy concluyendo. En Estados Unidos tuve la oportunidad de
conocer a Roone Arledge, un auténtico líder en el mundo de la televisión.
Fue productor ejecutivo de los grandes éxitos de la cadena ABC. Consiguió
que la división de informativos, tercera en el ranking, alcanzara el
primer puesto, y que la división de deportes de ABC se convirtiera en
referente internacional en la cobertura de eventos deportivos. Arledge
siempre decía que en televisión solo se pueden hacer dos cosas: innovar o
morir.


Para construir RTVE entre todas y todos y para todas y todos hay que
acelerar la transformación digital a velocidad hipersónica; desarrollar
contenidos de calidad, teniendo en cuenta la era del streaming, e
implementar visión global. En resumen, primar la innovación del siglo
XXI, no la del siglo XX, y construir un futuro sostenible en el que la
sociedad y los trabajadores y trabajadoras de RTVE sean siempre la
prioridad.


Muchas gracias, presidenta. Muchas gracias, señorías.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias a usted, señora Raventós
Armengol, por su exposición, por comparecer en el Senado. Si lo desea,
puede ya retirarse. Buenas tardes.


La señora RAVENTÓS ARMENGOL: Muchas gracias.


— D. MIGUEL ÁNGEL MARTÍN PASCUAL.


La señora PRESIDENTA: Ruego llamen a comparecer a don Miguel Ángel
Martín Pascual. (Pausa).


Señor Martín Pascual, buenas tardes. Muchas gracias por comparecer en
el Senado esta tarde. Le informo de que la comparecencia consistirá en
una breve intervención por parte de los grupos parlamentarios que están
presentes esta tarde, y a continuación dispondrá de diez minutos para
exponer el contenido de su comparecencia.


En primer lugar, tiene la palabra el senador Antona, del Grupo
Parlamentario Popular.


El señor ANTONA GÓMEZ: Gracias, señora presidenta, buenas tardes.
Buenas tardes también al señor Martín Pascual, al que agradezco en nombre
de mi grupo, el Grupo Popular, su comparecencia hoy en esta Comisión de
Nombramientos del Senado.


Y estamos aquí, como todo el mundo sabe, por dos cuestiones, desde
nuestro punto de vista: una, porque la ley mandata al Senado a acabar el
proceso de selección de los miembros del Consejo de Administración en su
artículo 11, y tiene que nombrar a cuatro personas, y, dos, porque hemos
sido críticos durante todo este tiempo con la situación de la Corporación
Radiotelevisión Española; críticos con la audiencia, críticos con la
precariedad del servicio, críticos con el deterioro de la credibilidad,
críticos con la gestión, en fin, cuestiones que hemos abordado.


Pero, desde esa responsabilidad, hoy el Partido Popular tiene dos
objetivos: uno, solucionar el proceso abierto que hemos iniciado en el
Congreso, y, dos, poner fin a esa provisionalidad. Y desde esa óptica,
hoy en esta comisión queremos escucharle a usted, como al resto de los
candidatos y comparecientes, para que nos explique el modelo que tienen
ustedes pensado para Radiotelevisión Española, los aspectos que usted
considera de mayor utilidad en estos momentos, que posiblemente no tengan
nada que ver con lo que ha habido en el pasado y que se han actualizado,
es decir, lo que usted considere oportuno. Y lo que sí le puedo decir es
que tomaremos buena nota, porque creo que todos los que estamos en esta
comisión perseguimos mejorar el servicio público de la Corporación
Radiotelevisión Española, acabar con la interinidad, con la
provisionalidad, y acabar, por tanto, con este proceso.


Desde esa óptica y desde esa responsabilidad, estamos aquí
participando y tomaremos muy buena nota de todo cuanto usted pueda
abordar hoy, arrojar luz, así como plantear el modelo y la gestión que
considere oportunos.


Muchas gracias, señora presidenta.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


A continuación, tiene la palabra el senador Vázquez, del Grupo
Parlamentario Socialista.


El señor VÁZQUEZ BERMÚDEZ: Gracias, señora presidenta.


Bienvenido, señor Martín Pascual. Gracias por comparecer en esta
Cámara. Creo que a todos los que estamos aquí nos mueve un bien que es
patrimonio de todos, que es Radiotelevisión Española, y por ese motivo mi
grupo, el Grupo Socialista, está muy interesado en conocer las diferentes
opiniones de las distintas personalidades que han concurrido en este
concurso público.


Por lo tanto, estamos aquí para tomar nota y para participar, cada
uno en la medida de sus posibilidades, en la construcción de un futuro
mejor para Radiotelevisión Española.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.


Señor Martín Pascual, tiene usted la palabra.


El señor MARTÍN PASCUAL: Buenas tardes.


Muchas gracias por invitarme a presentar este proyecto. Lo hago
porque me considero debido, efectivamente, a un bien público, que es
Radiotelevisión Española, e intentaré presentarles mi proyecto y mis
ideas. Antes de eso, les diré que no he podido escuchar a los
comparecientes de esta mañana. Me imagino que habrá salido el tema del
concurso, que iba a ser un concurso de méritos y se ha transformado en un
reparto de cuotas por algunos partidos políticos. Es una pena porque iba
a ser una revolución y un orgullo para propios y extraños, pero, en lugar
de eso, el esfuerzo inútil a veces conduce a la melancolía. Yo me siento
un poco embargado por la melancolía al pensar que podría haber sido otra
cosa. Aun así, hay algo bueno, creo que vamos a tener un presidente
competente y bueno y que va a recibir, por supuesto, toda mi ayuda.
También espero que el consejo de administración no duplique lo que hace
la Comisión de control parlamentario de RTVE y que sea proactivo, sea
positivo, sea dialogante, sobre todo.


Me van a permitir que diga unas frases que no son mías en estos
breves minutos. Gozamos de un Gobierno que es tomado por muchos como
modelo, lo llamamos democracia. Respecto a las leyes, todos tienen los
mismos derechos para defender sus libertades individuales. Respecto a los
honores, toda la gente que acumule méritos puede acceder a un cargo
público porque los valoramos según sus méritos y no según su categoría
social o posición. Tenemos por norma respetar la libertad pública y
también la privada, aunque a veces disintamos y discutamos con nuestros
vecinos. Hay una cosa que tenemos clara: somos permisivos en la vida
personal, pero en la pública siempre respetamos las leyes y a aquellos
que tienen el turno para gobernar, y, especialmente, respetamos las leyes
que protegen de las injusticias, pero también las normas que no están
escritas pero da vergüenza infringir. Estas palabras, por mi formación de
politólogo, tienen 2500 años. No hay que ser el agente de la Continental,
el detective de Dashiell Hammett, para detectar un montón de
contradicciones y de inexactitudes si lo comparamos con nuestra situación
de hoy en día. En Atenas no todo el mundo se lo creía, pero algunos sí, y
luchaban por ello. Espero que podamos mejorar de alguna manera.


En cuanto a la sensación de estar aquí, espero que tengamos todavía
la oportunidad de no ser unos figurantes de una película que no ha
empezado y que puedan tomar una decisión en el Senado que sea acertada.
En todo caso, voy adelante con mi proyecto. Soy madrileño, vivo y trabajo
en Cataluña y soy realizador de Televisión Española. Hace más de cuarenta
años que trabajo para la Corporación RTVE y he tenido todo tipo de
responsabilidades y desafíos, que intento hacer con mayor o menor
acierto, y le debo la mayoría de lo que soy a Radiotelevisión Española.
Actualmente soy responsable de innovación tecnológica del Instituto de
RTVE y me encargo de investigar, creo en la ciencia y en el método
científico, que es lo que nos va a sacar de este agujero en el que nos
hemos metido todos, y creo también que es muy interesante que sigamos
investigando. En el momento actual estoy haciendo investigaciones sobre
la percepción cerebral de los audiovisuales para mejorar la salud de los
profesionales del audiovisual y mejorar las narrativas para los
espectadores, y también cómo hacer que los flujos del periodismo
ciudadano, hoy que tenemos millones de cámaras con patas, que son los
teléfonos móviles, puedan integrarse en el flujo de producción de los
audiovisuales y de los informativos de las cadenas públicas de
radiotelevisión.


Dicho esto, no todo es culpa de televisión ni todo lo hacemos mal en
Radiotelevisión Española. En estos momentos hay como una penumbra digital
que recorre Europa. Estamos sumidos en una guerra, una guerra amable pero
inexorable, grandes corporaciones que antes eran portales que eran
buscadores o distribuidores de contenidos se han puesto a producirlos. En
este momento cada una de las cuatro corporaciones más grandes duplica el
presupuesto de todos los servicios públicos de comunicación de Europa; la
más importante de ellas tiene 204 millones de suscriptores que
mensualmente pagan una cuota. Dentro de nada vamos a tener que hablar de
mirar hacia Europa y colaborar todos juntos. Vamos a tener que empezar a
hablar de soberanía digital, que es muy importante. Tenemos que dar la
talla y unirnos en Europa. Creo que la Unión Europea de Radiodifusión, la
EBU, es un germen muy importante y no solo para las tareas tan
importantes que van mucho más allá del Festival de Eurovisión. Debemos
colaborar y poner entre todos una sinergia para poder hacer un servicio
de radio comunicación y de radiotelevisión pública de toda Europa. Ese
sería un desafío para nuestro servicio de relaciones internacionales y un
gran desafío en el que vamos muy tarde pero tenemos que correr mucho para
poder dar la talla y presentar esa soberanía digital, orgullosos en
Europa y sobre todo con valores de servicio público.


En cuanto a Radiotelevisión Española en España, tenemos que salir de
la caja. Estamos en un momento decisivo, pero no solo por lo bien o lo
mal que lo haya hecho Radiotelevisión Española, sino porque el momento
está lleno de dudas y de penumbras también, y lo que tenemos que hacer es
sacar a Radiotelevisión Española de la caja y ponernos a producir en
todas las plataformas y en todos los sitios donde podamos difundir unos
contenidos públicos. Me voy a explicar. Radiotelevisión en el aula:
debemos acceder a colegios e institutos, debemos hablar con las
consejerías, con los ministerios, para hacer un proyecto que, por
ejemplo, presente a todos los docentes todo el fondo documental de
Radiotelevisión Española para formar a nuestros alumnos. Creemos que el
Canal Playz o el Canal Clan lo están haciendo muy bien y hay que
potenciarlo, pero tenemos que acceder a las aulas como corporación
pública de Radiotelevisión para formar a nuestros estudiantes, no sobre
cómo manejar maquinitas ni cómo manejar teléfonos, en eso nos ganan,
seguro, pero sí hay que explicar valores, como el derecho a la intimidad,
como el derecho a la propia imagen. En este mundo donde las redes a veces
son nidos de ruido y furia, debemos empezar a trabajar para tener un
mundo mucho más ético y con una moral mucho más ambiciosa y
elevada.


Otro segmento muy importante donde Radiotelevisión Española tiene que
incidir es en nuestros mayores. Les debemos mucho. Creo que no solo el
botón rojo para llamar a una ambulancia que nos da Cruz Roja, que está
superbién, es algo útil, debemos ir al botón rojo de la televisión
híbrida, de tal manera que en las pantallas de las residencias, de los
hogares, de las casas, nuestros mayores puedan pedir ayuda, consultar,
paliar su soledad, si es necesario, hablando. Me dicen: sí, usted dice
cosas que son muy ambiciosas, pero necesitamos la colaboración con todas
las instituciones públicas y necesitamos una cosa muy importante:
investigar. El Instituto de Radio Televisión Española debe ser un centro
de investigación también. Tal como recoge el mandato marco —que
estoy seguro que pronto renovarán—, su capítulo VI incide mucho en
las responsabilidades de innovación e investigación que debe hacer
Radiotelevisión Española para dar a conocer la sociedad de la
comunicación. Debemos cerrar acuerdos con universidades, con fundaciones
públicas y luchar por ello. Pero no solo eso, ahora tenemos los fondos
europeos a la vuelta de la esquina. Next Generation Europa debe estar
para Radiotelevisión Española, para la formación, y dentro del instituto
debemos formar a nuestros profesionales haciendo lo que se llama
itinerarios profesionales, volver a integrar a la gente con una formación
externa que les sea de utilidad y de validez, y junto con ello una cosa
que ya repetí en mi anterior comparecencia: el Instituto Nacional de la
Radio y la Televisión. Hace años que Nicolás Albéniz, el realizador de
Saber y Ganar, está recopilando todo tipo de instrumentos y todo tipo de
recuerdos para hacer un museo de la televisión. En estos momentos está en
tres almacenes en Sant Cugat. Tenemos que hablar con Patrimonio, con el
Ministerio de Cultura, o quizá con las consejerías y buscar un espacio
adecuado. La nueva generación se merece ver cómo ha sido el pasado y cómo
han sido los profesionales de la comunicación en este país y también
merecen tener un sitio donde se pueda debatir y pensar sobre el futuro y
hacernos a todos y a todas mejores.


Por otro lado, la preocupación continua con Radiotelevisión Española
que me llega muchas veces, aunque no ha salido específicamente, es el
tema de las audiencias. Ya dije que me recordaban a la orquesta del
Titanic, creo que las audiencias hoy, tal como se miden, son para
repartir el pastel publicitario y en Radio Televisión Española por ahora
no tenemos publicidad, no creo que deba volver la publicidad para
mantener un independencia frente a intereses privados, pero es verdad que
una radiotelevisión muy bonita en una vitrina pero que no vea nadie no
tiene ningún sentido. Debemos abrirnos y para eso hay que cambiar los
contenidos. Debemos hacer contenidos inspiradores, debemos trabajar y
evitar la presencia de ninis y fomentar la cultura del esfuerzo. No nos
interesa la gente que no estudia y que no trabaja. Tenemos que dejar de
ir a esas fiestas donde van estos famosos que cobran precisamente porque
nosotros vamos a cubrir esas informaciones. Debemos intentar mejorar los
contenidos. Hablamos de programas prime time, claro que hay que hacerlos,
tenemos que hacer un prime time aprovechando, por ejemplo, toda nuestra
red de corresponsalías y todas las unidades territoriales para llevar el
mundo a las manos, o mejor dicho, a las pantallas de nuestros
espectadores, y debemos seguir adelantando el prime time. Ayer, una de
nuestras mejores series, Estoy vivo, se ha adelantado a las diez de la
noche, es un gran logro, tenemos que seguir adelantando el prime time por
las nuevas familias y por las familias tradicionales, para mejorar la
calidad de vida de esta sociedad. Si no nos siguen las televisiones
privadas, pues no pasa nada, seguiremos orgullosamente adelantando ese
prime time para facilitar la vida de nuestras familias.


Y hay temas que son realmente interesantes. La tecnología, sí,
tenemos que estar con la tecnología, ya se nos aboca el cambio durante
este año y el que viene para la televisión por protocolos de Internet que
permite la realización a distancia, pero también tenemos que estar
integrados en Internet de las cosas. Toda España debe ser un territorio
para la radio y la televisión pública, de tal manera que cualquier
persona, en cualquier lugar de España, pueda consultar la pantalla de su
móvil y la corporación le puede dar información sobre la cultura, lo que
pasó allí, lo que se grabó allí, lo que pudimos ver. Eso sería muy
importante y para eso también hace falta investigación y estar presentes
en todos esos foros donde se están haciendo cosas innovadoras.


Claro, todo esto ¿cómo lo hacemos con el follón —con perdón de
la expresión— de los informativos? Los informativos siempre son una
fuente de discusión, pero yo ya lo dije una vez: siempre defenderé a las
profesionales y los profesionales de Radiotelevisión Española. No es un
oficio limpio, es un oficio y es difícil de hacer. Hay cosas buenas y
malas, pero fíjense en los nuevos informativos que están haciendo, el
telediario nuevo es una nueva manera de contextualizar las noticias y
tiene un potencial muy grande apoyado por un talento inmenso de muchos
profesionales. Por ahí vamos bien. En cambio, la opinión, pues a lo mejor
tenemos que disminuir los programas de infoshow y hacer que vayan menos
tertulianos que opinan de todo y no saben de nada. Quizá tengan que ir
los políticos a explicar sus políticas, los científicos a explicar sus
investigaciones y dejarnos de esa especie de contenidos que muchas veces
crean acritud y discusión y problemas de equilibrio ideológico.


Otro tema muy importante para la producción de este tipo de programas
es acceder a contenidos que sean rompedores e interesantes. Tenemos la
segunda cadena de Radiotelevisión Española. Es un campo de
experimentación de formatos para luego pegar el salto. ¿Y qué me dicen de
la radio? Hablamos poco de la radio. La radio, hoy, a nivel digital,
tiene la posibilidad de hacer sinergias maravillosas; por ejemplo,
programas como Vida de artista o Cinco pistas en Radio Nacional de
España, en La Rioja, o los pódcast de ciencia que se hacen en Radio
Madrid, o los programas de radio nocturna en Radio Nacional de Andalucía,
que son interesantísimos, que merecen un paso y una experimentación para
pasar al mundo del vídeo también y a otros formatos que tengan más
difusión. Y creo que, efectivamente, habría que unir la radio y la
televisión junto con los servicios digitales para llegar muchísimo más
allá.


El problema de la financiación es grave, pero creo que todos somos
conscientes, y el nuevo equipo directivo estoy seguro que es competente y
así lo será, de poder hablar de un contrato programa útil, no solo con
instituciones, también con fundaciones, con universidades. La facultad de
Ciencias de la Información puede empezar a producir contenidos muy
interesantes en todas esas brechas que tenemos de la programación y del
mundo digital, y creo que eso sería una cosa muy interesante para poder
hacer un pool de experiencias y, por así decirlo, iniciar un camino en el
que esa RTVE que sale de la caja pueda extenderse a ese futuro que no
está muy claro, donde va a haber muchas más plataformas y muchas más
maneras de entender lo que es la radiodifusión.


En todo caso, deseo mucha suerte al presidente, que contará con toda
mi ayuda, y al consejo de administración. Creo sinceramente que la
rentabilidad política o económica de la tele no es necesaria. Hoy lo que
es necesario realmente es una rentabilidad social, debemos asumir esa
rentabilidad social para RTVE. Hoy nos preocupa, por ejemplo, la
desinformación, las fake news. Creo, sinceramente, que viene una nueva
edad dorada del periodismo y RTVE debe recogerla. Va a ser mucho más
importante quién da una noticia que qué se da, porque hoy se puede decir
cualquier cosa. Considero muy interesante recuperar, por ejemplo, el tema
de las cadenas de bloques, que es un tema de vanguardia, no para
enriquecernos con dinero virtual, sino para hacer la trazabilidad de las
noticias y saber realmente la fiabilidad de las fuentes de una manera
científica. Esto es muy interesante y lo estamos empezando a hacer con
nuestra comida, lo que compramos en los supermercados, pues debemos dar
el salto para empezar a trazar las informaciones y que el público,
nuestras espectadoras, nuestros espectadores, puedan confiar en los
productos que ofrece RTVE.


Señorías, les deseo mucha suerte y valor. Buenas tardes y buena
suerte.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por su comparecencia, señor
Martín Pascual.


Si lo desea, puede ya retirarse.


Finalizadas las comparecencias, señorías, se levanta la sesión.


Eran las dieciocho horas y diez minutos.