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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 137, de 20/06/2022
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DE LAS CORTES GENERALES


COMISIONES MIXTAS


Año 2022 XIV LEGISLATURA Núm. 137

PARA LA UNIÓN EUROPEA

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª SUSANA SUMELZO JORDÁN

Sesión núm. 43

celebrada el lunes,

20 de junio de 2022

en el Palacio del Congreso de los Diputados



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor secretario de Estado para la Unión Europea (Navarro Ríos), para informar del Consejo Europeo previsto para los días 23 y 24/06/2022. A propuesta del Gobierno. (Número de expediente del Congreso de los Diputados
212/002232 y número de expediente del Senado 713/001123) ... (Página2)



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Se abre la sesión a las diez y treinta y cinco minutos de la mañana.


La señora PRESIDENTA: Buenos días. Se abre la sesión.


Procedemos a tramitar el orden del día celebrando la comparecencia del secretario de Estado para la Unión Europea para informar con carácter previo al Consejo Europeo de 23 y 24 de junio, a petición del Gobierno.


Buenos días, señor Navarro Ríos. Le damos la bienvenida de nuevo a esta Comisión y, sin más, puede hacer uso de la palabra.


Muchas gracias.


El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA UNIÓN EUROPEA (Navarro Ríos): Muchas gracias, señora presidenta. Señorías, buenos días a todos.


Comparezco en esta Comisión para informar, con carácter previo, del Consejo Europeo que se celebrará en Bruselas los próximos jueves y viernes. Esta semana que comienza no es una semana cualquiera en lo que concierne a los asuntos europeos;
la actividad será frenética y los asuntos sobre la mesa son especialmente relevantes. En estos momentos, como saben, se celebra un Consejo de Asuntos Exteriores en Bruselas, al que asiste el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y
Cooperación; mañana tendrá lugar un Consejo de Asuntos Generales, al que asistiré yo mismo, y los próximos jueves y viernes tendrá lugar un Consejo Europeo al que asistirá el presidente del Gobierno. Este Consejo Europeo estará precedido de una
reunión de dirigentes de la Unión Europea y los Balcanes occidentales. El Consejo Europeo contará con una agenda extensa que pasaré a relatarles punto por punto.


El primer punto de la agenda del Consejo Europeo estará dedicada al concepto que se ha llamado Wider Europe, que podríamos traducir como una Europa más amplia. Este debate se origina en el nuevo contexto europeo tras la agresión rusa a
Ucrania. El objetivo es analizar cómo puede la Unión Europea colaborar de forma más estrecha con los países que ya se hallan inmersos en el proceso de ampliación o que, como Ucrania, pronto podrían estarlo. La Presidencia francesa ha puesto sobre
la mesa una serie de ideas acerca de la creación de una comunidad política europea. La idea que se nos propone es la de ofrecer a todos los países europeos interesados un foro en el que trabajar conjuntamente en materia de seguridad y para la
prosperidad del continente, así como coordinar políticas en una gama amplia de sectores de interés común. En la presentación de la propuesta ha quedado claro que no se trataría de sustituir al proceso de ampliación, sino de enriquecer las
relaciones y la cooperación con nuestros socios europeos más estrechos, sin poner en entredicho el ritmo y compromiso de los países candidatos con el cumplimiento de los criterios de Copenhague. Esta iniciativa tampoco debería rivalizar con otras
organizaciones como el Consejo de Europa o la OSCE. En principio no intenta crear una nueva organización. Si bien nos hallamos en una fase muy preliminar de la discusión en torno a esta propuesta, creemos que la reflexión puede ser útil. La Unión
Europea debe poder responder a las expectativas legítimas de pertenencia al proyecto europeo de los ciudadanos de los países candidatos y explorar vías para hacer más tangibles los beneficios de la ampliación. Se trata de una idea que ya se recoge
en la nueva metodología de ampliación que el Consejo aprobó hace dos años. Algún otro Estado miembro, como Austria, ha propuesto también reflexionar en esta misma dirección. En ese sentido, creemos que el debate y las propuestas son oportunas y se
merecen un análisis en profundidad, empezando con este último Consejo Europeo bajo Presidencia francesa. No obstante, sí que planteamos que avancemos con cautela, evitando que en una época de crisis como la actual se dispersen en exceso nuestros
esfuerzos.


El segundo punto versará sobre la agresión militar rusa contra Ucrania y sus implicaciones en diversos ámbitos. España ha condenado desde el primer momento en los términos más enérgicos la agresión rusa contra Ucrania y sigue mostrando su
pleno compromiso con la soberanía e integridad territorial de Ucrania. La respuesta europea ha sido clara, firme y contundente. En el seno de la Unión hemos aprobado seis paquetes de medidas restrictivas individuales y sectoriales contra Rusia y
Bielorrusia, incluidas sanciones contra el petróleo ruso. Estas medidas han sido coordinadas con nuestros principales socios y aliados como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá o Japón, entre otros, haciéndolas así más efectivas. El Consejo Europeo
analizará la crisis alimentaria global ligada a la subida de precios de productos básicos, consecuencia directa de la agresión contra Ucrania, especialmente del bloqueo naval al que Rusia ha sometido a Ucrania que le impide exportar sus productos a
los mercados internacionales. Para ello, la Unión Europea está ya tomando medidas en el ámbito agrícola, especialmente en fertilizantes, además de apoyar diversas iniciativas, como FARM, en el marco de Naciones Unidas y otros organismos
internacionales. Los jefes de Estado y de Gobierno también analizarán otros aspectos, como la ayuda a



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Ucrania, la persecución de crímenes de guerra o los desplazados. Con cargo a nuestra contribución al Fondo Europeo de Apoyo a la Paz -que asciende ya a un total de 2000 millones de euros y al que España contribuye, como saben, con un 8,7 %-
hemos dado asistencia militar a Ucrania. España ha aprobado un paquete por valor de 31 millones de euros en ayuda humanitaria a Ucrania también y, de ellos, 23 millones de euros serán para Ucrania y 8 millones de euros para los restantes países
fronterizos afectados por la guerra; es decir, para los desplazados ucranianos. Nuestro compromiso con la defensa del derecho internacional y los derechos humanos, así como la lucha contra la impunidad, han sido una constante en nuestra política
exterior. Por ello, hemos sido uno de los 38 países que ha suscrito la petición al fiscal de la Corte Penal Internacional para que investigue si Rusia ha cometido crímenes bajo jurisdicción de la Corte en el territorio de Ucrania. Estamos, además,
en contacto con la oficina de la fiscal general de Ucrania para enviar un equipo de expertos, investigadores y forenses que la asistan en su labor de investigación, en línea con el compromiso adquirido por el presidente del Gobierno durante su viaje
a Kiev el pasado mes de abril.


Somos conscientes de la trágica situación en la que se encuentran miles de ciudadanos ucranianos desplazados. En España hemos aplicado la directiva de protección temporal con celeridad, por la que se otorga protección a esas personas y el
reconocimiento de los derechos que contempla la directiva: autorización de trabajo, educación, sanidad, vivienda y otros derechos sociales. España es ya el quinto país de acogida de ucranianos que gozan de dicha protección y el cuarto en el número
de menores ucranianos escolarizados. El compromiso de España se extiende a los países fronterizos más afectados por la guerra, como Moldavia, país al que han viajado tanto el presidente del Gobierno como el ministro de Asuntos Exteriores, Unión
Europea y Cooperación, para trasladar a las autoridades moldavas el pleno apoyo español, que se ha materializado ya en el envío de varias toneladas de ayuda humanitaria, la oferta de recibir a 2000 desplazados ucranianos que se encuentran
actualmente en Moldavia, así como la apertura de una antena diplomática, ejemplo del peso y la relevancia que está dando España a la región.


El tercer punto del Consejo Europeo será el análisis de las candidaturas de adhesión de Ucrania, Moldavia y Georgia. Como saben, el viernes la presidenta de la Comisión Europea presentó los dictámenes acerca de las solicitudes de
reconocimiento del estatuto de candidato a la adhesión a la Unión Europea de Ucrania, Moldavia y Georgia. La Comisión ha recomendado que se conceda a Ucrania y Moldavia la perspectiva de ser miembros de la Unión y que se les conceda el estatuto de
candidato. En ambos casos la Comisión vincula otorgar este estatuto a la toma de medidas en ámbitos constitucionales de Estado de derecho, lucha contra la corrupción, reducción de la influencia de los oligarcas en la vida económica y social del
país o la protección de los derechos humanos de los grupos más vulnerables, entre otras reformas. En el caso de Georgia, la Comisión recomienda que se reconozca su perspectiva europea y que se le conceda el estatuto de candidato una vez se hayan
realizado satisfactoriamente una serie de reformas, entre las que se encuentran mejorar el diálogo entre sus partidos políticos, la reforma de sus sistemas electoral y judicial, la reducción de la corrupción, la lucha contra el crimen organizado y
la consolidación de los esfuerzos en materia de derechos humanos e igualdad de género. Nos felicitamos por la celeridad y seriedad con que la Comisión Europea ha adoptado los tres dictámenes, que consideramos que son positivos, equilibrados y que
constituyen una base óptima para la decisión que ha de tomar el Consejo Europeo. Ahora corresponde al Consejo decidir por unanimidad si se sigue la recomendación de la Comisión, tras el debate entre los jefes de Estado y de Gobierno. Somos
conscientes de la importancia que reviste esta cuestión para Ucrania, así como para Moldavia y Georgia, del apoyo político que necesitan de la Unión y, también, del apoyo que necesitarán en el amplio proceso de reformas que deberían emprender en
caso de seguirse por el Consejo Europeo la propuesta de la Comisión para mantener esta perspectiva europea. España considera que la propuesta de la Comisión es positiva y equilibrada y trabajará de manera constructiva en la línea propuesta por la
Comisión con el fin de alcanzar el consenso necesario.


En cuarto lugar, el Consejo Europeo abordará asuntos relacionados con los Balcanes occidentales, entre los que se encuentra el proceso de ampliación, las negociaciones entre Bulgaria y Macedonia del Norte, el diálogo Belgrado-Pristina o los
recientes avances en Bosnia y Herzegovina. Este es un dosier relevante para nosotros y España prestará especial atención a los Balcanes occidentales de aquí a nuestra próxima Presidencia del Consejo de la Unión Europea. Nuestra intención es
incrementar la presencia de España en los Balcanes occidentales desde un punto de vista institucional, ya sea en el plano político, económico y cultural, además de incrementar el número de contactos entre España y la región. La semana pasada tuve
la ocasión de viajar a Albania y Macedonia del Norte, participé en el Foro



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Prespa en Macedonia del Norte y mantuve reuniones con diferentes dirigentes regionales. Recientemente, también participé en el Foro Globsec celebrado en Eslovaquia, donde tuve también la ocasión de encontrarme con otros dirigentes
balcánicos. España es favorable a la ampliación a los Balcanes occidentales, siempre manteniendo el principio de los méritos propios. La realización de las reformas necesarias es un requisito previo no solo para su aceptación como Estados
miembros, sino, más importante aún, para su capacidad de beneficiarse plenamente de la condición de miembro. Esperamos que los marcos de negociación de la Unión Europea con la República de Macedonia del Norte y Albania puedan aprobarse lo antes
posible para que ambas conferencias intergubernamentales puedan celebrarse, así como comenzar las negociaciones de adhesión. Confiamos en que Sofía y Skopie puedan llegar a un acuerdo bilateral lo antes posible. Como he señalado, la Presidencia
francesa ha convocado el próximo jueves, en los márgenes del Consejo Europeo, una Conferencia Unión Europea-Balcanes occidentales que nos brindará una nueva ocasión para demostrar el compromiso de la Unión Europea con el proceso de integración.


En quinto lugar, los jefes de Estado y de Gobierno abordarán varios asuntos económicos. Como viene siendo habitual y como paso previo antes de finalizar el calendario del semestre 2022, el Consejo Europeo procederá a endosar las
recomendaciones específicas por país. Además, se espera que el Consejo Europeo reconozca el cumplimiento por parte de Croacia de los criterios de convergencia y facilite, por tanto, la adopción de la moneda común el 1 de enero de 2023. España
acoge positivamente el hecho de que Croacia esté un paso más cerca de su ingreso en la eurozona. España ha solicitado que el Consejo Europeo se haga eco, nuevamente, de las consecuencias económicas del alza de los precios de la energía y de la
necesidad de minimizar su impacto sobre los ciudadanos y las empresas. La guerra en Ucrania ha afectado profundamente al sistema energético europeo y está impactando duramente en los ciudadanos y empresas europeas. Como sus señorías saben, España
no ha venido escatimando ningún esfuerzo en los últimos meses en este sentido, y es necesario abordar la reforma del diseño del mercado eléctrico europeo, con el objeto de garantizar su adecuación a situaciones de altos precios y a un parque de
generación en el que las renovables tienen cada vez una mayor importancia.


El sexto punto del orden del día estará dedicado a la Conferencia sobre el Futuro de Europa, conferencia en la que han participado muy activamente algunos de los miembros de esta Comisión. Sin duda, los cinco puntos previos que les he
mencionado de la agenda del Consejo Europeo son un claro ejemplo de que nos hallamos en un momento definitorio para el futuro de la Unión. Por ello, la conferencia, como proceso de reflexión global, era muy necesaria. Las propuestas de los
ciudadanos europeos reunidas en el documento de conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa constituyen una valiosa aportación a la reflexión sobre el camino que hay que seguir de aquí en adelante. En este momento nos corresponde a
cada una de las instituciones comunitarias -Consejo, Comisión y Parlamento Europeo- responder a las expectativas de la ciudadanía y proceder a analizar cómo se puede dar seguimiento al conjunto de propuestas. Es un compromiso que todos hemos
asumido con plena convicción y determinación, de ahí que valoremos muy positivamente el trabajo que han realizado la Comisión y la Secretaría General del Consejo para analizar las posibles modalidades de aplicación de cada una de las propuestas,
incluyendo si requieren o no de reforma de los tratados. Este trabajo nos permitirá determinar cuáles pueden ponerse en marcha en el marco de políticas o iniciativas ya existentes, cuáles requieren de iniciativas nuevas y cuáles nos obligan a
repensar cómo se están ejecutando en la actualidad. La mayoría de las aportaciones de la conferencia pueden instrumentarse vía las políticas ya existentes. Por ello, pensamos que el Consejo debe ser proactivo y propositivo a la hora de analizarlas
y valorar cómo avanzar en la respuesta a estas propuestas. En este sentido, es buena noticia el anuncio de la Comisión Europea del pasado viernes de que incluirá iniciativas de la conferencia en su plan de trabajo legislativo de 2023, lo que sin
duda será relevante para el programa de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea el próximo año. Aunque habrá que analizar cada caso concreto, España está abierta y es favorable a un debate sin prejuicios acerca del paso de la
unanimidad a la mayoría cualificada en el Consejo. Se trata de una modificación de la gobernanza que estimamos necesaria en un momento en el que la Unión Europea requiere de agilidad en la toma de decisiones y que podría ser necesaria en anticipo
de eventuales ampliaciones, como hemos comentado previamente. Existen, además, una serie de propuestas de carácter institucional que sí que podrían requerir de una reforma de los tratados. Reconocemos la claridad del Parlamento Europeo en este
sentido, que está poniendo sobre la mesa las reformas que considera prioritarias y sobre las que todas las instituciones debemos ponernos de acuerdo.



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Si existe consenso en que son necesarias, España ya ha indicado que está abierta a iniciar un proceso de reforma de los tratados.


El último punto de la agenda es un debate sobre diversas cuestiones relacionadas con los asuntos exteriores de la Unión. Aquí siento no poder extenderme debido a que precisamente hoy los ministros de Asuntos Exteriores en el Consejo de
Asuntos Exteriores están analizando este punto y el presidente del Consejo Europeo elevará al Consejo aquellos asuntos que considere de interés para su debate.


Señorías, me gustaría finalizar esta comparecencia con una reflexión. Nos encontramos en un momento relevante para el proyecto europeo. Desgraciadamente, es una calificación que repetimos en demasía en los últimos años, pero que se ajusta
a la realidad. La respuesta europea a las últimas crisis ha logrado, como afirmó recientemente el presidente del Gobierno, que la Unión Europea se reencuentre consigo misma y con sus valores, como hemos hecho con la pandemia y también con la guerra
en Ucrania, y se reafirme. Sin embargo, el nuevo contexto geopolítico de la inflación, que impacta en ciudadanos y empresas, nos señala que debemos mantener la unidad y solidaridad europea sin rebajar la ambición transformadora para que la Unión
siga demostrando que es más necesaria que nunca.


Señorías, estoy a su disposición para responder a sus preguntas.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señor Navarro, secretario de Estado para la Unión Europea.


A continuación, pueden intervenir los portavoces de los grupos parlamentarios en un turno máximo de siete minutos. El portavoz del Grupo Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem ha solicitado acumular su tiempo en la segunda intervención.
Haremos las intervenciones en el orden previsto.


En primer lugar, por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, la señora Muñoz Vidal.


La señora MUÑOZ VIDAL: Buenos días. Gracias, presidenta.


Gracias, señor Navarro, por su comparecencia. Ha hablado usted de Ucrania, de los efectos de la guerra y de la Conferencia para el Futuro de Europa. Yo le voy a preguntar por algún asunto más.


Está claro, y creo que todo el mundo lo sabe, que desde el mismo día 24 de febrero, cuando se produjo la invasión, mi grupo parlamentario aquí en España ya se puso en contacto con representantes del Gobierno ucraniano para coordinar medidas
y ayudar al Gobierno de España a ser lo más útil posible para acompañar a los ucranianos en la defensa de los valores europeos y la libertad frente al invasor totalitario. También continuamos con ese trabajo sin descanso en Bruselas, para dar ese
apoyo necesario a los ucranianos en la lucha contra el invasor. Hemos sido muy activos en el Parlamento Europeo pidiendo la ampliación de sanciones internacionales a Vladímir Putin y su entorno, así como proponiendo diversas sanciones, como
eliminar las importaciones de combustibles fósiles, o poniendo sobre la mesa la expulsión de los bancos rusos del sistema de pagos internacional SWIFT. Hemos propuesto también varias iniciativas con el objetivo de mejorar el sistema de acogida de
refugiados o para que nuestro país, España, contribuya a la reconstrucción del sector energético en Ucrania y lo prepare para un futuro de hidrógeno verde. En este sentido, no sé si el Gobierno tiene previsto plantear, como proponemos nosotros, que
España coordine los esfuerzos de reconstrucción del sector energético en Ucrania, del mismo modo que otros Gobiernos europeos han anunciado su patrocinio para la reconstrucción de zonas o sectores económicos concretos de Ucrania. También fuimos los
que pedimos que España apoyara públicamente que Ucrania debía convertirse en un país candidato a entrar en la Unión Europea. Durante semanas el Gobierno se mantuvo en silencio y, además, ha incumplido sus compromisos en materia de envíos de
armamento a Ucrania, no solo en la cuantía, sino que los anuncios que hizo el presidente Sánchez en su visita a Kiev han acabado quedando en nada. Quiero preguntarle si usted sabe dónde están los vehículos que el Gobierno comprometió al presidente
Zelenski y por qué ha decidido paralizar los envíos de armamento precisamente ahora, cuando el apoyo a Ucrania es más necesario que nunca para evitar que se alargue y se enquiste la guerra.


Los liberales proponemos un futuro europeo para Ucrania y por ello hemos sido los que más pasos hemos dado en este sentido, incluyendo además al partido del presidente Zelenski en nuestra familia política europea, en la Alianza de Liberales
y Demócratas por Europa, ALDE, como un ejemplo de ese compromiso. Nuestra propuesta incluía también ayuda para financiar la reconstrucción en Ucrania tras el conflicto mediante una emisión de deuda conjunta por parte de la Comisión Europea. De
este modo se podría poner en marcha una iniciativa similar a la de los fondos Next Generation, con la que la Unión Europea financiaría la reconstrucción económica de Ucrania y el Gobierno ucraniano se comprometería a



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hacer reformas estructurales en materia de Estado de derecho, lucha contra la corrupción, etcétera. Esta proposición de Ciudadanos fue aprobada y no sé si el Gobierno piensa dar ese apoyo público a Ucrania para que se convierta en país
candidato. Asimismo, no sé si el Gobierno prevé qué condiciones específicas se establecerán para Ucrania, y posiblemente también para Moldavia y Georgia, y si elevará al Consejo Europeo esa propuesta para financiar la reconstrucción de Ucrania
mediante la emisión de bonos de guerra para cuando acabe la invasión rusa.


Quería preguntarle también por un tema que usted no ha comentado y que a nosotros nos preocupa bastante, me refiero a la situación económica y la inflación y sus efectos sobre la sociedad española. La verdad es que -lo dijimos desde el
principio- las medidas que el Gobierno aprobó se han demostrado insuficientes, y nosotros ya denunciamos que serían insuficientes. Hemos visto que ese mecanismo para intentar de forma artificial bajar el precio del gas que subía la factura
eléctrica no ha surtido efecto y, por la compensación, las familias y las empresas españolas se están enfrentando a un precio más alto que antes de la entrada en vigor de la medida. Por otro lado, se implantó una subvención artificial al precio del
combustible que no ha servido para nada, y los españoles ya pagamos el combustible a más de dos euros el litro. Ahora, tras el anuncio del Banco Central Europeo sobre los tipos de interés, la economía española corre el riesgo severo de echar el
freno; un freno que puede acabar con esa velocidad de crucero que a la vicepresidenta Calviño tanto le gusta decir, un freno que puede suponer acabar con la creación de empleo, paralizar la liquidez para empresas y provocar mayores dificultades
para colocar nuestra deuda soberana en el mercado. Es necesario que las instituciones -y en concreto el Gobierno- pongan medidas sobre la mesa para fortalecer nuestra economía, revitalizarla y hacerla más fiable a nivel internacional, de forma que
los inversores no tengan dudas sobre las capacidades de España para pagar su deuda soberana, y no solo porque salga Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo, a decir que tomarán medidas especiales para los países periféricos. No
sé -y eso es lo que quiero preguntarle en último lugar- qué medidas va a llevar el Gobierno al Consejo Europeo en este sentido; qué actuaciones conjuntas se prevé tomar en la Unión Europea para abordar esta situación. No sé si espera el Gobierno
que este cable que nos ha echado el Banco Central Europeo implique que se refuercen los controles europeos sobre nuestras reformas, sobre nuestras políticas económicas, laborales y fiscales que lleva a cabo España. Estoy hablando de la supervisión
de aquellos conocidos en 2008 como los hombres de negro. Y díganos de verdad si cree que mantener el Gobierno su alianza con populistas y nacionalistas es la mejor manera de transmitir seguridad, certidumbre y confianza a nuestros socios europeos y
a los inversores internacionales.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Muñoz.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Plural, la señora Illamola Dausà.


La señora ILLAMOLA DAUSÀ: Moltes gràcies, senyora presidenta. Bon dia, secretario de Estado.


Voy a intentar en el tiempo que tengo tratar distintas cuestiones sobre los distintos temas que usted ha planteado. Creo que no voy a seguir el mismo orden que ha seguido usted. Primero, en relación con Ucrania, usted ha dicho que España
apuesta por un apoyo claro, firme y contundente. Yo me centro más en el apartado de contundente, por la información que tengo, porque en total la ayuda de España, tanto bilateral como a través de la Unión Europea, es el equivalente al 0,15 del PIB,
y España ocupa la posición 16 entre los Estados en ayuda bilateral comprometida. Y España pasa al puesto 21 respecto del esfuerzo que ello le supone frente, por ejemplo, al 0,09 de Francia o al 0,08 de Alemania. El de España es el 0,01 y el de
Estonia es el 0,87. Y después, la posición de España en relación con el compromiso adquirido y -lo que más me preocupa- el gasto real efectuado también desciende, es la 15. La Unión Europea solo ha efectuado un 16 % de todo el gasto real
comprometido. Entonces, yo le quiero preguntar si España va a mejorar el nivel de ayuda, si realmente van a ejecutar todo lo comprometido y en qué plazos. Y no solo me refiero a España, porque es ayuda bilateral pero también ayuda a nivel de la
Unión Europea. Por tanto, me gustaría saber si la Unión Europea en este Consejo Europeo va a incidir en que el gasto comprometido pase a ser gasto real, porque si no, sí hay un apoyo muy claro de palabras por parte de todos los dirigentes
políticos, pero poco contundente después en la realidad.


También en relación con Ucrania, a nosotros nos ha sido imposible obtener información concreta sobre los datos de la ayuda española. Aparecen distintos datos, pero cuesta mucho saber exactamente qué es lo que se ha acabado comprometiendo y
lo que se ha acabado aportando. La pregunta sería si nos lo puede detallar o si también a nivel del Consejo Europeo se detalla esta información o entre los Estados



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miembros esta información tampoco es clara y transparente. Hemos visto que hay distintos Estados miembros que han aportado a Ucrania ayudas de carácter militar, otras de carácter humanitario y otras de carácter financiero. En el caso
español -igual es porque no lo hemos encontrado- solamente hemos encontrado ayudas de carácter militar y humanitario, no financiero. Entonces, o es error nuestro -que podría ser-, o si no, me gustaría que me pudiese aclarar por qué España no ha
realizado ayuda financiera. Y después, en términos globales estas proclamas de los distintos líderes europeos y de las propias instituciones europeas -que compartimos- de ayudar a Ucrania, al final, con los números en la mano, quien más ayuda es
Estados Unidos. ¿No parece esto un poco contradictorio cuando el problema está en el continente europeo? Ya para finalizar este tema, cuando hablaba usted de que España va a ayudar a la fiscal en Ucrania y que España apoya la demanda ante el
Tribunal Penal Internacional, no sé si internamente han pensado en modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial y que se vuelva a incluir la justicia universal en España, porque esto se eliminó en un determinado momento y se pusieron condicionantes.
Al tener ahora este ejemplo práctico, pues quizás se dé la reflexión interna.


Paso a otro ámbito -ya le he dicho que mi intervención iba a ser desordenada, que no iba a seguir el mismo orden-. En relación con esta Unión Europea más ampliada, me ha sorprendido que usted ha dicho que en principio la idea no es crear
una nueva organización internacional. ¿Este 'en principio' significa que quizás a largo plazo sí pretenden crear alguna institución, alguna organización paralela a la Unión Europea con esta Unión Europea más ampliada, la Wider EU? En relación con
los Balcanes, que usted decía que para España es un dosier relevante, mi duda se queda en Kosovo. ¿Qué va a pasar con Kosovo? Porque está allí y, si los Balcanes son tan importantes, el reconocimiento de Kosovo no sé si también debería serlo, o si
esto va a ocasionar algún problema en este dosier. Y después, en relación con la adhesión de Albania y Macedonia del Norte, que hay algunos Estados que quieren que se negocie conjuntamente, pero otros países no lo aceptan, no sé cuál es la postura
de España, me gustaría que nos la clarificase, si estarían de acuerdo en la adhesión primero de un país y después del otro o si realmente defienden también la postura de que se deba hacer conjuntamente. También me gustaría conocer cómo valora el
estatuto de candidato que ya tiene Serbia, sobre todo teniendo en cuenta la relación y la reacción que ha tenido Serbia frente a la agresión armada de Rusia en Ucrania


En relación con la CoFoE, usted dice que ha habido una valiosa aportación por parte de la ciudadanía, un ejercicio de participación ciudadana. Yo no lo comparto exactamente en estos términos, porque realmente quien ha participado es menos
del 1 % de la ciudadanía de la Unión Europea. Es cierto que ha habido participación, sí; que ha habido un ejercicio democrático, podría también decir que sí; pero un éxito tan aplastante no lo veo. ¿Las aportaciones son valiosas? Depende, y le
pongo dos ejemplos, porque no se ha respetado la opinión de los ciudadanos, y lo he dicho en distintas ocasiones cuando he tenido oportunidad. Se instaba a los ciudadanos a ser proactivos, a proponer iniciativas en las plataformas, por ejemplo.
Hubo dos iniciativas que fueron las más votadas en la plataforma, una que defendía la oficialidad del catalán en las instituciones europeas, y otra que defendía el derecho de autodeterminación. Estas dos iniciativas, las más votadas en la
plataforma, no fueron incluidas en el debate de los paneles de los ciudadanos. Yo le he ido planteando porque nadie me ha sabido dar una explicación a por qué pasa esto. Entonces, si esto pasa, ¿realmente la participación de los ciudadanos ha sido
tan valiosa? No sé qué valoración hace usted como representante español, ni qué valoración o explicación dan en las reuniones del Consejo al que asiste usted o del Consejo Europeo cuando asista el presidente.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Illamola Dausà.


Por el Grupo Parlamentario Republicano, el señor Elejabarrieta Díaz.


El señor ELEJABARRIETA DÍAZ: Muchas gracias, presidenta.


Muchas gracias, señor Navarro, por sus explicaciones. Yo tampoco voy a seguir exactamente el orden que nos ha propuesto hoy usted aquí, voy a tratar algunos de los temas que ha puesto encima de la mesa y alguno lo voy a mezclar. Voy a
comenzar por la propuesta de Wider Europe unida a la Conferencia sobre el Futuro de Europa, y lo hago porque alguna vez desde nuestro grupo hemos venido apuntando la crisis profunda que existe desde hace un tiempo, desde hace unos años, sobre las
instituciones que se crearon en su momento, a mediados del siglo XX, para garantizar una gobernanza mundial. Y ahí incluyo Naciones Unidas, incluyo la Unión Europea, incluyo la OSCE, incluyo el conjunto de organizaciones que se crearon, entre otras
cuestiones, para que no se repitiese el drama de las guerras mundiales, para asegurar la paz en Europa, con una clara voluntad preventiva, pero también resolutiva; preventiva en el sentido de tratar



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de evitar que los conflictos a escala mundial y conflictos armados volviesen a surgir, pero también para dirimir -desde el punto de vista de la legalidad internacional- y tratar de incidir en su resolución. Por ello, me gustaría saber si la
propuesta Wider Europe tiene un encaje dentro de la arquitectura global, porque si no, difícilmente conseguiríamos alcanzar los objetivos que usted ha mencionado. Me interesaría que, si pudiera, nos diese algún detalle más sobre la propuesta que ha
mencionado de que el Estado estaría dispuesto a estudiar aceptar el paso de la unanimidad a una mayoría suficiente -creo que es el término que ha utilizado-, porque el de la unanimidad es uno de los problemas que vemos en algunas de estas
instituciones, como es el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por poner tan solo un ejemplo.


De este punto paso al punto de Ucrania, porque están íntimamente ligados y relacionados. Qué duda cabe que compartimos que es necesario que Rusia ponga fin a la agresión sobre Ukraína, que es necesario exigir a Rusia que retire sus tropas y
que respete la legalidad internacional, pero hay una cosa que me ha sorprendido sobremanera de su intervención, y es que ha habido cero alusiones a tratar desde la Unión Europea y desde el Estado español de buscar una salida diplomática, una salida
basada en el diálogo y en las negociaciones al contencioso al que asistimos. Me sorprende porque, muchas veces, a la hora de apoyar medidas que favorecen la escalada militar se habla de realpolitik cuando verdaderamente, si hablamos desde un punto
de vista de realpolitik, qué duda cabe que tendríamos que llegar a la conclusión -y creo que todos lo compartiríamos- de que este conflicto difícilmente va a tener una solución militar. Difícilmente va a tener una solución militar que pueda
asegurar la existencia del conjunto del planeta. Por ello, qué duda cabe que, al final, como ha ocurrido en otros conflictos, habrá que echar mano de la diplomacia, de las buenas artes y de las buenas prácticas en la resolución de conflictos. Por
eso me extraña que no haya ni una sola alusión y que no esté ni en la agenda en el próximo Consejo de Europa. Se me hace raro. Eso no es realpolitik, de verdad, se lo aseguro. Eso no es realpolitik.


Cambiando de tema, no lo ha mencionado, pero estoy seguro de que es uno de los temas que se tratará, y tiene que ver con el Reino Unido, con Irlanda y con el protocolo irlandés. Como todos sabemos, Boris Johnson anunció medidas legislativas
que pueden poner en peligro ese protocolo y anunció llevarlas a cabo de manera unilateral, y me interesaría saber cuál será la posición de la Unión y del Gobierno si eso sucede. Porque qué duda cabe que ponen en peligro el Acuerdo de Viernes Santo,
ponen en peligro la gobernabilidad del conjunto de Irlanda y lo avanzado en estos veinticuatro años en el proceso de paz irlandés. Entonces, me gustaría saber qué tipo de medidas contempla tomar el Gobierno y qué tipo de propuestas plantea llevar
al Consejo para que el Acuerdo de Viernes Santo se cumpla en su integridad y para que en el Norte de Irlanda y Stormont se pueda gobernar. Como sabemos, el Sinn Féin ganó las elecciones recientemente, lo que pasa es que el partido unionista,
liderado por Jeffrey Donaldson, se niega a compartir las instituciones con el Sinn Féin. Ese es el rol del mal perdedor al fútbol, el que cuando pierde pincha el balón y se lo lleva. Entonces, me gustaría saber qué piensan hacer con esta
situación.


Concluyo planteándole otro tema sobre Asuntos Exteriores. Es verdad que hoy se reúne -usted lo ha mencionado- el Consejo de Asuntos Exteriores y decidirán qué temas llevan a la reunión del viernes, pero hay dos cuestiones que me gustaría
poner encima de la mesa. Una tiene que ver con el Sudeste Asiático y con el hecho de que el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se reunió la semana pasada con la ministra de Asuntos Exteriores de Indonesia.
Recientemente, el Senado aprobó una moción que precisamente pedía a Indonesia que aceptase una visita de la alta representante de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet. Me gustaría saber si ese es un tema que se trató en esa
reunión. Si tienen oportunidad de hablar con el señor Borrell, háganle llegar la moción que se aprobó en el Senado y nuestra preocupación al respecto. Lo mismo ocurre con Myanmar y con la posición de la Unión respecto a Myanmar que, entiendo, es
contraria y se mantiene contraria al golpe de Estado realizado por el ejército hace unos meses, pero que con preocupación vemos que se está estabilizando en el país, y eso pone fin a más de una década del proceso de paz liderado por Aung San Suu Kyi
y por diferentes grupos rebeldes.


Termino ya, ahora sí, preguntando también sobre Asuntos Exteriores. Ayer se realizaron elecciones en Colombia. Por suerte, las ganó Gustavo Petro, y nos congratulamos de ello. Esto abre una oportunidad de nuevo al proceso de paz en
Colombia, una oportunidad que se abrió con la Presidencia de Santos, que se cerró con la de Duque y que se vuelve a abrir de par en par. La Unión Europea y el Gobierno español jugaron un papel en aquel proceso de paz y ahora se abre una oportunidad
para que el acuerdo de paz firmado entonces se acabe de cumplir, pero también para que las conversaciones con el ELN se retomen, ya que se abandonaron al final del mandato de Santos. Me parece una oportunidad importante para la Unión Europea,
creemos que no la puede dejar pasar. El tiempo pasa rápido, lo vimos con la Presidencia



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de Santos, y queda mucho trabajo por hacer. Me gustaría saber si es un tema de los que también estará en la agenda. Me imagino que sí.


Concluyo. Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Elejabarrieta.


Por el Grupo Parlamentario VOX, el señor Sánchez García.


El señor SÁNCHEZ GARCÍA: Gracias, señora presidenta.


Gracias al señor secretario de Estado por comparecer de nuevo ante esta Comisión en una circunstancia difícil para el Gobierno en el que usted sirve con una decreciente y ya dramática evolución en términos electorales de la expectativa del
Partido Socialista. (Rumores). Me voy a permitir aquí decirle lo que le dije a su predecesor: que le compadecía. A usted le compadezco, pero creo que le voy a compadecer poco porque su mandato será breve, de modo que respire usted o quede
aliviado de esa carga. (Rumores). Dicho esto, en tono de broma, pero con un fondo serio, qué cree usted que le pueda yo decir de la situación de España en la Unión Europea con el presidente de Gobierno que acude a estos consejos europeos. El
presidente del Gobierno comparece de vez en cuando ante esta Cámara, informa de lo allí deliberado, debatido, hablado, y lo hace en unos términos tan vacuos como a veces el Consejo mismo se pronuncia -ahora expondré algún ejemplo-, lo que
verdaderamente es decepcionante, porque no acabamos de entender si España hace alguna aportación o es simplemente seguir aquello que no tiene gran sentido ni está muy articulado. Pero antes de esto voy a decirle a usted por qué la situación es
verdaderamente pésima, la de España, en el seno de la Unión Europea. Usted no se ha referido a esto, pero yo creo que debo hacerlo y creo que usted, si lo tiene a bien, debe escucharme. Hace algo más de un mes, el Fondo Monetario Internacional, en
una prospectiva de las que hace habitualmente, dijo que por su rendición o prestación el Gobierno español era el peor de toda la OCDE en su lucha contra la epidemia del coronavirus. Y dijo que lo era junto con Japón, de toda la OCDE, y que desde
luego en 2023 no se recuperaría el nivel de la economía española que había antes de la epidemia. Hace muy poco, el 8 de junio, la OCDE revisó a la baja -como usted bien sabe- sus previsiones, las de la propia OCDE, de crecimiento del PIB en 1,4
puntos para el ejercicio en curso, para 2022, y 5 puntos al alza la inflación media del conjunto del año, que alcanzaría hasta el 8,1 % en el mismo ejercicio, en el corriente. Para 2023 rebaja el crecimiento del PIB hasta el 2,2 %, una corrección
de 1,6 % respecto a la previsión anterior, que era algo superior, era del 3,8 %. Esta es una situación muy mala, pero, insisto, no lo digo yo ni lo dice VOX, son los organismos internacionales los que hacen estas previsiones que sistemáticamente
van corrigiendo las previsiones que hace el Gobierno, que queda desmentido constantemente, no solamente por organismos internacionales, también nacionales: Banco de España, INE, etcétera. Yo no sé cuál es el papel de España en una situación así en
la Unión Europea. Creo que es pésimo. Y aunque aquí, luego, cuando viene el presidente del Gobierno o viene la vicepresidenta nos dicen que son felicitados constantemente por sus grandes éxitos entre sus pares europeos, yo no sé esas
felicitaciones en qué momento se producen. No sé si son unas palmaditas en la espalda para consolarlos en sus desatinos y en sus desdichas o si verdaderamente sueñan.


En cuanto a los consejos europeos en sí y esa vacuidad a la que me he referido, señor secretario de Estado, el Consejo Europeo de 24 y 25 de marzo de 2022, en materia de seguridad y defensa, sostuvo cosas muy vacuas -repito-, que no tienen
gran interés o que podrían ser aceptadas por cualquiera. No sé, son propias un poco de Perogrullo o de Monsieur de La Palisse, ¿no? 'Permitir que la Unión Europea actúe con mayor rapidez y contundencia ante las crisis'. Bueno, bien. ¿Y quién va
a impugnar esto? Esta es una aportación intelectual que es como no decir nada, ¿no? 'Defender nuestros intereses -gracias- y proteger a nuestros ciudadanos -gracias, también- aumentando la capacidad de la Unión Europea para anticiparse a las
amenazas y mitigarlas; fomentar la inversión y la innovación a fin de desarrollar conjuntamente las capacidades y tecnologías necesarias; estrechar la cooperación con nuestros socios para alcanzar objetivos comunes'. Todo esto, todo este conjunto
de perogrulladas, en una información de principio discutible, que es que tiene que haber una mayor integración militar en el seno de la Unión. No sé si se lograra. Desde luego, sobre la base de estas cosas tan poco precisas esto es como no hablar
de nada.


En materia de energía, es cierto que había una exposición de medidas más circunstanciadas en estas conclusiones, en los puntos 15 y siguientes. Algunas discutibles, pero, en fin, más circunstanciadas; he de reconocerlo así.



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En cuestiones económicas en general, también aquí estamos en presencia de afirmaciones que no tienen ningún calado. Por ejemplo, en el punto 21 nos dice: 'El mercado único tiene que contribuir al crecimiento sostenible y creación de
empleo'. ¡Pues claro! Si el mercado único tuviera que contribuir al decremento insostenible y a la destrucción de empleo, estaríamos siendo miembros de una nación suicida. Esto es como no decir nada. Y luego añade: 'Es clave para acelerar sus
transiciones ecológica y digital'. Ya estamos con la obsesión. ¿Pero usted cree seriamente -o puede creer el Gobierno español o puede creer la Unión Europea- que en una situación como la presente, con las urgencias y necesidades económicas que
hay, se puede poner el acento en las transiciones ecológica y digital?, cuando España tiene un mix energético, por comparación por ejemplo con Alemania -y ahora diré el dato de la media europea-, en el que verdaderamente quedamos pálidos por el uso
o por la generación de energía eléctrica fuente de combustibles fósiles. El 1,9 % de carbón y el 25 % de gas fósil, que no es un gas que precisamente produzca emisiones contaminantes. Solamente en 2021, en Alemania se llega a más de un 50 % de
producción de energía eléctrica de fuente renovable. Es decir, antes de 2021 seguía siendo superior la producción de energía eléctrica de combustibles fósiles. ¿Y entonces? El 41 % hoy en día la generación eléctrica fuente de combustible fósil.
La media europea: 49,2 %. Es que somos los campeones de esto. La pregunta es si nos lo podemos permitir, señor secretario de Estado...


La señora PRESIDENTA: Señor Sánchez, ha concluido el tiempo establecido.


El señor SÁNCHEZ GARCÍA: Concluyo. Como hay otro turno, podré continuar.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Sánchez García.


Pasamos al Grupo Parlamentario Popular, con el señor Moreno Palanques.


El señor MORENO PALANQUES: Muchas gracias, señora presidenta.


Señor secretario de Estado, le agradezco su presencia. A su predecesor no le dejaban venir tan a menudo, desgraciadamente, por eso le agradezco hoy su presencia aquí.


La invasión de Ucrania por Rusia, además de una grave crisis humanitaria -estamos pasando de 8 a 13 millones de personas mal nutridas en el mundo-, está teniendo unas consecuencias económicas que son devastadoras para Europa, unas
consecuencias que yo creo que este Gobierno no sabe no ya revertir -es muy difícil también para cualquier otro país dentro de la Unión Europea-, sino simplemente moderar, lo que nos va a situar una vez más a la cola de la Unión, como ha indicado la
OCDE. No solo nos enfrentamos a un encarecimiento de las materias primas, a la reducción de los flujos comerciales, a una incertidumbre sobre el futuro de nuestra economía, sino también a un endurecimiento de las condiciones financieras de nuestra
deuda. De hecho, la prima de riesgo ya ha despertado y España comienza a sufrir el castigo que esto va a suponer, porque tenemos que emitir 100 000 millones de euros de deuda en julio -para el segundo semestre, desde julio- sin la ayuda del Banco
Central Europeo. Hay que recordar que el Gobierno en los presupuestos contempló que la deuda costaría el 1 % de media en el conjunto del año, algo que va a ser muy difícil de cumplir en estas circunstancias. Pero hay que estar a la altura y, en
ese sentido, nuestro grupo está de acuerdo con la decisión del Gobierno de apoyar todas las sanciones que la Unión Europea ha ido adoptando contra Rusia y, por supuesto, estamos de acuerdo con los esfuerzos que el Gobierno quiere realizar -junto a
todas las comunidades autónomas- para acoger a los refugiados ucranianos. Pero aquí hay que hacer una severa crítica al Gobierno. Para apoyar a los Estados miembros, la Unión -la Comisión- ha incrementado en 3500 millones de euros los fondos
europeos a partir del Reglamento CARE y también la flexibilización de los fondos React-EU, y una parte importante de esa cantidad viene a España, claro. Lo que ocurre es que deberían ser las comunidades autónomas quienes recibieran esas cantidades
para ejecutarlas. Yo creo que es poco admisible que muchas comunidades autónomas aún no hayan recibido un solo euro de esto. Y supongo que el Gobierno no lo va a dedicar exclusivamente a la creación de los centros de recepción, atención y
derivación con aquellos 1200 millones que aprobó el Gobierno como fondo puente. Esperamos que el Gobierno resuelva urgentemente esa situación, que nos recuerda en cierto modo a la gestión que se está haciendo de los fondos MRR, que hay que recordar
que la ejecución a 30 de abril -según la IGAE- es del 8,8 %, por mucho que la señora Calviño diga que hay unos procesos en la ejecución presupuestaria.


Respecto a las medidas anticrisis, antiinflación y los asuntos económicos que se van a debatir, el Gobierno sigue insistiendo en la reforma del mercado energético a nivel de la Unión Europea. Entre ellas,



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digamos que la medida estrella es la de topar el precio del gas, una medida que va a tener consecuencias económicas y que no solo no ha suavizado todo lo que se pretendía el IPC -por cierto, solo se prevé un 0,5 %-, va a generar déficit de
tarifa y va a tener consecuencias a largo plazo para el consumidor final. Pero es que, además -o desmiéntamelo-, tenemos que subvencionar aún más no solo las tarifas -las tarifas reguladas dentro de España-, sino el gas que exportamos a Francia y a
Marruecos. Es un mal negocio. Si eso es así, es un mal negocio. Por no hablar del argumento principal utilizado para convencer a la Comisión, que es que la península ibérica es una isla energética en materia de gas respecto al resto del
continente. Teniendo en cuenta la invasión de Ucrania por Rusia y todos los problemas que tenemos con Rusia, realmente es el continente el que casi es una isla energética con respecto a nosotros. Por muchas cosas: en primer lugar, porque tenemos
más estaciones de regasificación que el resto, porque tenemos acceso a esos buques metaneros, aunque el gas sea más caro, y, por supuesto, nuestra conexión gasista con Argelia. Pero aquí el Gobierno ha vuelto a demostrar su incapacidad para
adelantarse a los problemas y resolverlos. Si en el 2017 no importábamos gas de Rusia, en el 2020 fue el 10,5 % de todo el pool y en 2021 se redujo algo -es verdad, al 8,9 %-, cuando el conflicto de Rusia con Ucrania se remonta como mínimo al 2014.
Eso había que haberlo previsto. Por si faltaba algo, seguimos insistiendo -y tengo que hacerlo- en el incomprensible e inexplicado cambio de criterio sobre el Sáhara realizado por el señor Sánchez, que nos ha llevado a una situación imposible con
Argelia. Hoy decía su ministro de Industria que no es que esté enfadado con España, está enfadado con el señor Sánchez. Pero, bueno, es que nos afecta a todos, esa es la realidad. Una situación que lleva a Argelia a llegar hasta el final: la
ruptura con España, por mucho que lo neguemos o que el Gobierno lo niegue, y es una crisis cuyas dimensiones e impacto aún están por cuantificar, porque no van a ser menores. Van a ser, además, en términos económicos, jurídicos, migratorios -según
alertan los informes de inteligencia- y también de defensa contra el yihadismo. Sabe usted que solo en el 2021 se realizaron en España veintidós operaciones contra este tipo de terrorismo. La pregunta aquí es la siguiente: ¿consultó el señor
Sánchez con su departamento, con el ministerio este cambio de decisión? Porque debía haberlo hecho. Todo parece indicar que ni el ministro de Asuntos Exteriores lo sabía. Y si no es así, ¿qué explicación tiene usted para ese cambio de criterio?
Porque si no hay ninguna explicación del Ministerio de Asuntos Exteriores, que debería tenerla y no la tiene, solo se puede concluir que el secreto de tan errático comportamiento es la intrusión por Pegasus del móvil del presidente y las
consecuencias derivadas de eso, de un hecho que ha sido reconocido por el propio presidente. ¿Qué hay en esos dos gigas de información robados de su móvil y que tratan de evitar que los españoles sepamos? Y digo tratan porque, si está Marruecos
por medio, saberlo vamos a saberlo, eso sin ninguna duda. El CNI lo ha desmentido, pero aquí parece más plausible parafrasear a Theodore Roosevelt: 'If you've got them by the balls, their hearts and minds will follow'. Seguro. Es un
comportamiento que ha obligado a la Unión Europea a salir al rescate, porque es también un tema europeo, y al ministro a pedir amparo a Bruselas, que en cierto modo asume su incapacidad para resolver esta crisis, un problema que además España ha
generado. Y este no es un tema menor, porque demuestra una extrema debilidad de este Gobierno, que no hace sino profundizar en la debilidad que ya demostró ante Marruecos; es decir, hemos generado un problema con Argelia sin resolver el que
teníamos con Marruecos, y todo a cambio de nada; Es un talento estratégico que realmente sorprende realmente. No es de extrañar que la gestión del espionaje, el cambio de posición con Rabat y la crisis con Argelia hayan logrado sumar al malestar
que ya existe en los servicios secretos, en los servicios de inteligencia, que los hay, la revuelta de la diplomacia española por el coste reputacional que tienen estas decisiones; es que este es su ministerio, y hay realmente ese malestar. En
palabras propias: pagamos por no tener palabra.


La cuestión es si el Gobierno puede aclararnos esa situación -acabo, señora presidenta-, que no tiene solo un impacto nacional, sino que tiene también un impacto europeo.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Moreno Palanques.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Pons Sampietro.


El señor PONS SAMPIETRO: Gracias, presidenta.


Buenos días. Gracias, secretario de Estado, por su comparecencia en esta semana tan relevante. Yo creo que el Grupo Socialista tiene que hacer una primera reflexión, y es que, además del Consejo Europeo, estamos prácticamente a doce meses
y un par de semanas de la Presidencia española. Empezamos -entre comillas- una cuenta atrás. Ahora tenemos una presidencia que finaliza, la



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Presidencia francesa, después se iniciará el proceso de Presidencia checa, que va a tener que gestionar algunos de los temas que usted hoy ha tratado, luego llegará la Presidencia sueca y nuestro turno será en junio de 2023. Yo creo que el
primer corolario de este proceso es que habría que tener sentido de Estado y sentido de unidad los meses que vienen. Sería razonable y recomendable que no se jugara con la política europea ni la política exterior para hacer política desde el barro.
Esta es una primera reflexión.


Una de las características del momento en el que estamos -yo estaba mirando algunas de las notas- es, si me permiten, la idea de la velocidad. Usted ha enumerado una serie de aspectos que, cuando alguien los analiza con detalle, son de una
transformación y de un cambio de paradigma y de momento que no tienen precedentes. Usted ha hablado de Ucrania, de Georgia, de Moldavia, del trasfondo económico, de la Conferencia sobre el Futuro de Europa -mucho más relevante de lo que parece-, de
la idea de Europa en sentido largo y de la parte exterior, en la que entraremos, si acaso, más adelante en detalle. Lo que está claro es que estamos ante la construcción de un nuevo orden mundial, de un nuevo orden geopolítico, y no sé si somos
conscientes de las medidas que adoptó la semana pasada la Comisión respecto a Ucrania. Von der Leyen dice en su declaración, que tengo por aquí: los ucranianos están dispuestos a morir por una perspectiva europea y queremos que vivan con nosotros
el sueño europeo. Estamos ante un momento hamiltoniano -nosotros lo dijimos como grupo en la comparecencia de la vicepresidenta Calviño- y vamos a tomar decisiones que, aunque algunos portavoces han hablado de vacuidad, son de una profundidad
extrema. El hecho de que tengamos que plantearnos la unanimidad con relación a Ucrania, con relación a Georgia, con relación a Moldavia, no voy a decir que sean palabras mayores, pero estamos remodelado y reconfigurado el espacio europeo. Además,
hay que decir que justamente a finales de junio vamos a tener una cumbre de la OTAN en la que también se está reconfigurando el espacio través de Finlandia y a través de Suecia. Se puede decir que este grupo - es lo que se decía- no pinta nada, que
no ha habido ninguna medida. Bueno, hemos dicho en muchas ocasiones que este Gobierno y este Grupo Socialista son parte de esa locomotora europea en la que varios líderes europeos hablan siempre de Francia, de Italia, de España y Alemania.
Seguramente algunas veces será mejor y otras veces será peor, pero ese es el grupo. Me ha gustado escuchar que se hablaba del brexit. Efectivamente, el Reino Unido no está y, aunque hubiese sido mucho mejor que estuviera, lógicamente, y que no
hubiera salido nunca de la Unión, eso ha permitido una nueva configuración del espacio político europeo. Po tanto, es interesante lo que vamos a vivir estas semanas.


A mí me gustaría también hablar de la parte económica, porque estos días hacía unas declaraciones Paolo Gentiloni -ustedes van a tener que tratarlo- y, como se ha dicho por parte de algunos portavoces, ahí hay una ecuación compleja: el
control de la inflación. Este grupo es perfectamente consciente de que hay muchas familias en este país que tienen problemas para llegar a final de mes, de la situación en la que estamos. Por ejemplo, hoy había un tuit de Anne Applebaum, autora de
este reciente libro sobre el declive de la democracia, que decía: no nos sorprendamos, el próximo paso por parte de Rusia seguramente va a ser cortar el gas en Alemania. No sé si hará o no, pero no sé si somos conscientes de dónde estamos y de los
retos y las dificultades que tenemos. Se puede decir que no ha servido para nada topar el gas. Bueno, ha servido para paliar los efectos. Lo decía Gentiloni: control de la inflación -es verdad que hay países con mucha deuda- sin matar el
crecimiento e ir progresivamente obteniendo independencia energética en relación con Rusia. Y creo que esas personas que pensaban que esto se hacía en tres telediarios ven demasiadas series de política ficción.


Sí que me gustaría hablar también del tema de la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Siempre hablamos de que ha participado poca gente, pero yo creo que ha sido un ejercicio de innovación democrática, como hemos dicho en muchas ocasiones
como grupo. Nosotros estamos muy contentos como grupo de que este tema se vaya a abordar ya en el estado de la Unión en septiembre por la presidenta Von der Leyen, como se anunció en la comunicación de la semana pasada. También estamos muy
contentos de que se haya hecho ya un documento en el que se resume qué es lo que ya se está haciendo por parte de la Comisión, qué es lo que no se está haciendo, qué supondría una reforma de los tratados, etcétera. La semana pasada algunos de estos
diputados y senadores estuvimos en Francia con la Presidencia francesa, que decía que no había más remedio que reformar los tratados. Nosotros no sabemos si hay que reformar los tratados o no, lo que está claro es que hay que hacer políticas para
mejorar la vida de la gente, con una Europa más unida, más federal, más social. Por tanto, si hay que reformar los tratados se reformarán, pero sabemos cuáles son los mecanismos.


Querría terminar con dos cosas. En primer lugar, con la idea de la comunidad política que usted ha mencionado. Creo que es importante. Decía ayer Enrico Letta en un acto, creo que era del European



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Council on Foreign Relations, que hay que tener capacidad para no generar frustración entre los países que son posibles candidatos. Y acabo con sentido del humor. Aquí se nos dice que nosotros vamos a durar menos que no sé cuántos, pero,
oiga, hay una candidata que hace dos meses se pidió la silla de una vicepresidenta y hoy no sabemos ni siquiera si estará en el Parlamento andaluz en las próximas semanas. Nosotros somos conscientes de que no hemos tenido un buen resultado, pero
lecciones al Partido Socialista pocas.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Pons Sampietro.


A continuación, el señor secretario de Estado para la Unión Europea responderá a las preguntas y cuestiones que le han planteado.


El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA UNIÓN EUROPEA (Navarro Ríos): Muchas gracias, presidenta.


Efectivamente, como ha comentado el señor Pons Sampietro en la última intervención, cuando asumí el cargo yo tampoco me podía imaginar que los asuntos de los que nos íbamos a ocupar unos meses después tuviesen tanto calado para el devenir de
la construcción europea. Realmente se junta todo: el proceso de ampliación se acelera, el proceso de reforma y la propia consideración de lo que es la esencia de la Unión Europea. Por ello, mi primer mensaje es de agradecimiento a sus señorías, a
todos y cada uno, por sus aportaciones y sus contribuciones, porque es evidente que, aunque corresponde al Gobierno, al ministerio y a esta secretaría de Estado impulsar esta política y gestionarla, es una política de Estado y tiene que contar con
el apoyo de todos los grupos parlamentarios, ya que en lo que va a ser Europa dentro de unos meses nos jugamos la esencia de lo que es nuestro país. Por ello, reitero una vez más mi agradecimiento por sus aportaciones y por este debate que tenemos
en esta Comisión y los que probablemente tengamos más adelante de otro ámbito en esta misma Comisión.


Quería responder ya más en detalle a algunas de sus aportaciones. Señora Muñoz Vidal, he tomado nota. Sé que su grupo en esta Cámara, pero también en el Parlamento Europeo, ha sido extremadamente activo en el apoyo a todas las medidas que
se han tomado contra la agresión rusa a Ucrania, y eso se lo agradecemos. Creo que también es bueno que todos tengamos en cuenta la enorme unidad que ha habido entre todos los grupos en el Parlamento Europeo, en este Parlamento y entre los Estados
miembros. Ha sido parte del éxito de las medidas de la Unión Europea, cuya eficacia, evidentemente, hay que valorar en este momento, pero creo que una de las consecuencias muy importantes que hemos extraído de esta crisis ha sido la gran unidad que
ha habido entre los grupos políticos en el Parlamento Europeo y entre todos los Estados miembros, a pesar de cuestiones extremadamente difíciles en algún caso, como han sido las sanciones de petróleo y los problemas que ha habido con algún Estado
miembro o algún Estado asociado, a lo que luego me referiré también. Tomo nota de su de su planteamiento.


Estamos ahora reflexionando sobre la reconstrucción de Ucrania. En el último Consejo Europeo se empezó a hablar y ahora en el Consejo se está hablando. Esperamos nuevas propuestas de la Comisión al respecto, y luego entraré más en detalle
en cómo financiarlo, aunque usted misma ha preguntado cómo se financia. Como sabe, se le ha pedido a la Comisión que detalle un poco más sus propuestas. Parece la única posibilidad de afrontar con éxito una tarea tan ingente como, primero, la
ayuda actual y, segundo, la reconstrucción de Ucrania, que necesitará de un instrumento que probablemente esté fuera del marco presupuestario -ahí está la gran discusión-, es decir, si vamos o no hacia un esquema como el del instrumento Next
Generation, si ese instrumento es a base de créditos o de subvenciones. Ese es el principal debate en este momento. Hay unos Estados miembros que se posicionan más a favor de créditos, es decir, que funcione como Next Generation, y otros que
prefieren que sean subvenciones directas, como es el caso de Alemania. Ese es el debate esencial. En todo caso, sean subvenciones o sean créditos, será difícil que Ucrania devuelva, al menos, los créditos de la ayuda inmediata; entonces, habría
que hacer frente a las garantías. En eso parece que hay consenso. Y si son créditos a más largo plazo es otro planteamiento.


En todo caso, sean créditos o sean subvenciones, a España le toca lo que le toca, es decir, el 8 y pico por ciento de este presupuesto es dinero del presupuesto español y la contribución española, sea como garantías de créditos o sea como
transferencias del presupuesto europeo, es la que nos corresponde por nuestra aportación al presupuesto europeo. ¿Vamos a orientarnos a determinados sectores, como usted ha dicho? Podría ser. Europa trabajará en el espíritu de lo que se llama
Team Europe, donde varios Estados miembros se especializan en determinados sectores de la ayuda internacional, como bien



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sabemos. Efectivamente, España tiene una gran capacidad de colaborar, la tiene en otras áreas del mundo en temas energéticos. Es una idea de la que tomo nota.


Ha comentado que el Gobierno español ha estado silencioso respecto al tema de la candidatura de Ucrania a la Unión Europea. El Gobierno español ha dicho desde el primer momento en que se presentó esta candidatura que está abierto a
considerar la candidatura de Ucrania al ingreso en la Unión Europea, pero que como el proceso de adhesión es algo constitucional de la Unión Europea se tienen que seguir los procedimientos, y así ha sido: se ha llegado al dictamen de la Comisión,
ahora lo que corresponde es un debate en el Consejo Europeo y, posteriormente, habrá una decisión del Consejo, que se tomará por unanimidad, toda vez que se tome en cuenta la opinión del Parlamento Europeo. Ese es el proceso. España siempre se ha
manifestado abierta a la consideración, respetando el procedimiento que se ha seguido hasta ahora para ello.


Ha mencionado la cuestión de los compromisos de ayuda. Yo creo que España siempre ha cumplido esos compromisos. En cuanto a los compromisos de ayuda militar, parten de una solicitud del Gobierno ucraniano al conjunto de la Unión Europea, y
el conjunto de la Unión Europea y otros socios hemos reaccionado. Y, como bien saben, España ha realizado, con arreglo al fondo de defensa, una serie de envíos de armamento, y continúa estudiando nuevos envíos de armamento en colaboración con sus
socios europeos y teniendo en cuenta lo que cada Estado miembro puede facilitar a Ucrania. No hay ninguna paralización de nuestros compromisos de apoyar con ayuda de armamento militar a Ucrania, simplemente se está considerando en el conjunto de la
ayuda que pueden aportar todos los Estados miembros.


Por último, ha expresado algunas dudas sobre si la Unión Europea realmente está tomando las medidas necesarias para afrontar las consecuencias económicas de la última crisis, en este caso la de la agresión rusa a Ucrania, si estamos
adoptando las adecuadas. Solamente me referiré a lo que me compete, a las de la Unión Europea. Como han demostrado las crisis anteriores, la de la COVID y la anterior crisis económica, solamente es posible una salida conjunta en la Unión Europea.
Las medidas importantes se tienen que tomar en el ámbito de la Unión Europea. De la Unión Europea proviene casi toda la legislación que aplicamos y una parte del presupuesto del que disponemos, la parte sustancial. Yo creo que, evidentemente,
vamos a seguir proponiendo que las medidas de recuperación tengan en cuenta la crisis. En cuanto al funcionamiento de la ayuda que en este momento recibimos, que es Next Generation, como saben hay unas propuestas para que se tengan en cuenta
determinados fondos para ayudar a aquellos sectores que pueden resultar más afectados por la crisis de Ucrania. Esa es una posibilidad que siempre está ahí, pero el Gobierno español entiende que el uso que se está haciendo en este momento de los
fondos de Next Generation es el adecuado. De hecho, como sabe, en la Unión Europea la Comisión así lo reconoce también; de hecho, no ha habido ningún inconveniente en analizar cómo se ha dispuesto del primer tramo ni en facilitar el segundo tramo.
Saben que hay toda una serie de análisis que tiene que hacer la Comisión del cumplimiento de los hitos, jalones y medidas que el Gobierno tiene que aplicar, y la Unión Europea ha declarado que España va perfectamente utilizando los fondos y, por
consiguiente, se le pueden dar los siguientes desembolsos.


Señora Illamola Dausà, siento que no voy a poder darle los datos concretos de la ayuda. Siempre me pone deberes su señoría (risas). Mi equipo y yo se los facilitaremos por escrito. Esto en cuanto a ayuda humanitaria. A la ayuda al
armamento ya me he referido. Respecto a la ayuda financiera, está dentro de ese 8,9 % del conjunto de la ayuda europea. Es decir, nosotros participamos en la medida en que nos corresponde del gasto de la Unión Europea. Pero ya le digo que, si
necesita que se lo detallemos, se lo facilitaremos.


Me permitirá que no entre en el debate interno sobre justicia universal, pero sí que quiero reiterar que es un compromiso firme del Gobierno español el apoyar a la investigación de los crímenes de guerra ocurridos durante la agresión rusa a
Ucrania.


Efectivamente, he dicho que la idea de una comunidad política europea no debe convertirse en principio en una organización internacional. Así es como está pensada en la idea, que es una página -si su señoría la necesita se la puedo
facilitar-, pero llevo ya muchos años en esto y yo no puedo decir que algo no va a ocurrir, porque uno nunca sabe dónde van a acabar las ideas, sobre todo de algún socio como Francia. Mire dónde ha acabado la Conferencia sobre el Futuro de Europa,
que es una idea parecida, con consultas, pero que ha acabado, efectivamente, de una manera práctica. La mayoría de los Estados miembros que se han pronunciado están en contra de crear una nueva organización. Tenemos la Unión Europea y tenemos,
además, como he dicho, el Consejo de Europa y la OSCE, y yo creo que no es



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necesaria una nueva organización. Quizás lo necesario sería un foro de diálogo y de discusión política con estos países. Ir más allá de participación en políticas comunes, tomas de decisión, estructuras, etcétera, crea un problema
institucional para la Unión Europea: hasta qué punto la Unión Europea estaría integrada en esa organización. Por tanto, son dudas que tenemos. Evidentemente, todos somos favorables a que se discuta; de hecho, está en la agenda, y todos estamos
totalmente de acuerdo con que esté en la agenda, pero tenemos todos que debatir sobre cuál podría ser el seguimiento que va a tener y cómo se va a articular, sobre todo en relación con el proceso de ampliación. La mayoría de los candidatos a la
ampliación han manifestado que no desean que esto se convierta en una alternativa al proceso de ampliación y tampoco en lo que muchos consideran un purgatorio, sobre todo eterno, y yo creo que tienen razón. Como he dicho antes, los procedimientos
hay que seguirlos; hay un procedimiento que es el de ampliación y es el que se tiene que seguir, y no somos partidarios de crear alternativas al mismo. Ahora bien, un foro de diálogo, de debate, de concertación política puede ser útil.


Ha hecho una pregunta muy concreta sobre Kosovo. La posición española no ha cambiado. España no reconoce la independencia de Kosovo. Al mismo tiempo, España apoya firmemente el diálogo entre Pristina y Belgrado. Me entrevisté el viernes,
hace dos días, con el señor Lajcák y tiene todo el apoyo del Gobierno español a su mediación. Hay algunos avances y hay otros avances prácticos, como saben, en ese diálogo, también hay problemas políticos graves en este momento por la situación de
Serbia -hay que reconocerlo que es así-, pero ese diálogo avanza y esperemos que resuelva este conflicto. Al mismo tiempo, y en tercer lugar, quería comentar que, acercándose la Presidencia española y durante la misma, España será constructiva.
España mantendrá una posición en representación de todos los Estados miembros de la Unión en su diálogo con Kosovo, tanto de los reconocedores como de los no reconocedores. Como sabe, el territorio de Kosovo tiene una relación con la Unión Europea,
está integrado en algunas políticas, y España, como Presidencia de la Unión Europea, por supuesto respetará esa relación.


La siguiente pregunta, sencilla, es sobre el decoupling entre Albania y Macedonia. Estamos esperando a ver cómo acaba el debate o la situación en el Parlamento de Sofía. Hay una situación compleja puesto que, como sabe, el Gobierno ha
presentado una propuesta de acuerdo. Mi valoración es que esa propuesta de acuerdo es razonable, pero no termina de conseguir el apoyo de todas las fuerzas políticas en el Parlamento búlgaro. Hay una serie de mociones de censura cruzadas y la
verdad es que la situación es compleja, pero confiamos en que gracias a la mediación de la Presidencia francesa, sea finalmente aceptada esta solución que han propuesto y que, aquí sí, es razonable. Como sabe, se ha analizado esta noche por el
COREPER, de forma que mañana podríamos tomar la decisión de abrir las conferencias con estos dos países. Es difícil, en cuestión de horas va a ser difícil, pero nosotros apoyamos que continúen los dos procesos. Los dos países lo merecen. No
obstante, si al final hubiera un incidente y no se pudiera solucionar la situación de la candidatura de Macedonia del Norte y si Albania dentro de un tiempo solicitara abrir su propia conferencia intergubernamental, España, como he dicho, sería
favorable a considerarlo, si todos estamos de acuerdo. Pero parece que se va abriendo un consenso en ese sentido.


En cuanto a Serbia -ya lo he mencionado-, es desafortunado que se esté alineando progresivamente con Rusia en determinadas medidas o no se esté alineando con la Unión Europea en determinadas medidas. Es una situación, insisto,
desafortunada. No obstante, creo que debemos mantener el diálogo con Serbia. Es un candidato a la Unión, un candidato firme, probablemente sea el mejor preparado. Esperamos que puedan continuar el diálogo.


Por último, en cuanto a la Conferencia sobre el Futuro de Europa, ha sido el primer ejercicio amplio de consultas públicas. Podía haber sido mejor. El porcentaje de participación en la plataforma ha sido limitado. Han participado los
ciudadanos también en un número limitado y elegidos por sorteo. Muchos consideran que el proceso de selección de la participación ciudadana podría haber sido mejor. Además, ha habido muchos problemas de participación en la misma conferencia debido
al COVID que han impedido una mayor elaboración de eventos y más participativos. O sea, es cierto que ha habido críticas en ese sentido, pero yo creo que el resultado final es satisfactorio, en el sentido de que, efectivamente, ha habido una
confluencia de propuestas de muchos países y de muchos ciudadanos en determinadas políticas. Yo creo que eso sí que ha sido correcto. Ha habido una interrelación complicada, pero al final útil, entre los participantes de los ciudadanos y los de
las instituciones, los europarlamentarios, los parlamentarios nacionales, etcétera, cada uno con sus intereses y sus posiciones, pero esa discusión también ha sido útil. En definitiva, el proceso ha llegado a donde ha llegado, a una serie de
recomendaciones, y ahora hay que afrontarlas. Estas recomendaciones van desde que haya más carriles bici hasta que la Unión cambie de



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nombre; hay un amplio elenco. La gran mayoría afectan a lo que los ciudadanos realmente quieren; yo he seguido más en concreto las de salud y lo que quieren es que haya más coordinación en materia de salud entre unos países y otros, que
haya más atención sanitaria, más investigación en salud, etcétera. O sea, hay propuestas donde sí que la Unión Europea tiene un valor añadido si se consideran.


Paso a las preguntas del señor Elejabarrieta Díaz. Al encaje de la arquitectura sobre Wider Europe ya me he referido antes. Una pregunta muy concreta y muy relevante es el paso de unanimidad a mayoría cualificada. España -este Gobierno,
pero yo creo entender que hay consenso- es favorable a que se introduzcan elementos de mayoría cualificada en la toma de decisiones de la Unión Europea para hacerla más eficaz. Se ha visto en el tema de las sanciones, en concreto, la dificultad de
tomar determinadas medidas. Hay Estados miembros que se oponen. Ampliar la mayoría cualificada es algo a lo que se oponen, en principio, catorce Estados miembros, básicamente -vamos a ser sinceros- los países más pequeños, que pueden sentir que
determinados intereses nacionales esenciales pueden verse superados por una confluencia de intereses de grandes Estados de la Unión, pero consideramos que es inevitable. Es decir, si queremos una Unión más eficaz y si, además, hay que atender a una
Unión que se va a ampliar, el aumento de las decisiones por mayoría cualificada es prácticamente inevitable.


Ha hecho una pregunta muy concreta sobre si la Unión Europea está analizando una salida diplomática al conflicto. Como sabe, esta es una cuestión que divide a la Unión. Hay Estados miembros -el caso de la Presidencia francesa es público-
que consideran que sería útil hablar de ello cuanto antes y hay países que son extremadamente críticos, como Polonia. Es un tema divisivo; es un tema que en este momento está en debate entre los ministros de Exteriores, pero no por el momento en
la formación de asuntos generales, donde todos estamos en las medidas necesarias de apoyo a Ucrania para hacer frente a la agresión rusa.


Ha mencionado el Reino Unido, que no está en la Agenda del Consejo Europeo, pero sí en la Agenda del Consejo de Asuntos Generales de mañana; lo ha pedido el vicepresidente Šefcovic para informar de la decisión del Gobierno británico de
presentar al Parlamento una ley que permita derogar determinados aspectos del Protocolo de Irlanda del Norte. La posición española es similar a la de todos los Estados miembros: de total apoyo a la Comisión. Consideramos que es una medida -si se
aprueba, porque tiene que pasar por un largo proceso parlamentario, que no es nada sencillo, aunque su mera presentación supone una quiebra del acuerdo de retirada- inaceptable, porque los acuerdos tienen que cumplirse, y más acuerdos tan
importantes y tan esenciales para las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea. Por consiguiente, denuncia, apoyo total a la Comisión y apoyo total también a Irlanda. Como sabemos, la base del Acuerdo del Protocolo de Irlanda del Norte
para mantener los acuerdos del Viernes Santo y la situación es crear un mercado entre Irlanda del Norte e Irlanda. Lo aceptó el Reino Unido, lo aceptó el Parlamento de Londres y tienen que cumplir lo pactado.


Me permitirá que tome nota sobre sus observaciones en otras áreas - sudeste asiático, Indonesia y Myanmar y Colombia-, ya que entran más dentro del área del Consejo de Asuntos Exteriores. Tomaré nota y lo trasladaré a mis colegas en el
ministerio.


En cuanto a las observaciones del señor Sánchez García -que, como a todos los demás, agradezco, naturalmente, y he escuchado con atención-, creo que es importante que tengamos en cuenta lo que dije al principio de mi intervención en
respuesta a sus preguntas. En la Unión Europea nos jugamos mucho todos, nos lo jugamos como país todos. Por eso, yo creo que es adecuado que insista en este mensaje de diálogo y de consenso, de una posición con críticas y con discusión,
evidentemente, porque, al final, la posición no puede ser unánime, sino que tiene que haber un debate.


Me permitirá discrepar en cuanto a lo que dice sobre que la posición española en la Unión Europea es minoritaria y que puede ser poco influyente porque España tiene algunos problemas más importantes que otros países en términos económicos.
Lo cierto es que la posición del Gobierno español ha sido determinante para fijar desde Europa las grandes soluciones a los problemas que hemos tenido. Quiero mencionar únicamente dos. La primera es la salida de la COVID, que ha sido posible en
buena medida gracias a las compras conjuntas de vacunas y a las medidas que se han tomado en común en la Unión Europea. Ahí España ha sido muy activa, como bien saben. Hemos participado intensamente desde el principio en ese tipo de medidas, que
hemos apoyado y que incluso hemos propuesto en algunos casos. Next Generation fue una propuesta inicialmente española, como sabe, que luego adoptó la Comisión y que luego discutimos entre todos. Ha sido una contribución española muy importante a
la salida de la crisis económica generada por la COVID. O sea, yo creo que España contribuye decisivamente a conformar la posición de la Unión Europea en temas que nos importan mucho. La segunda es Ucrania. En



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Ucrania, sin el firme apoyo de España y Portugal, los países más alejados del conflicto, tal vez no se hubiera conformado esta posición tan fuerte de apoyo a Ucrania en la respuesta a la agresión rusa. Aquí, España sí que ha contribuido
firmemente a este esfuerzo común.


Su segundo argumento básico es que las declaraciones del Consejo Europeo son meras declaraciones políticas, que no actuamos. Es como funciona, es decir, en el Consejo Europeo hay un debate político y, luego, las decisiones, en la práctica,
las toma el Consejo o en codecisión con el Parlamento, pero las decisiones que de ahí se han derivado sí que han tenido efectos. Voy a ponerle un ejemplo muy concreto. Yo creo que se habla poco de ello porque está funcionando, pero la respuesta
europea a la pequeña crisis de la viruela del mono ha sido excelente gracias a los instrumentos de los que nos hemos dotado con la respuesta a la crisis de la COVID. Ha funcionado la HERA, han funcionado los nuevos instrumentos de los que dispone
la agencia de prevención de enfermedades y se han iniciado compras e investigaciones conjuntas ya desde el primer momento; es decir, las lecciones que aprendimos de la crisis de la COVID y los nuevos instrumentos que se pusieron en marcha ya se han
utilizado en la primera alerta que hemos tenido.


En cuanto a su última observación, es un debate que pienso que es más ideológico, porque creo que hay más consenso del que usted da a entender. ¿Qué conseguimos poniendo el acento en la transformación ecológica en este momento de serios
problemas económicos? Sé que ese es un debate ideológico, pero creo de verdad que no responde a la realidad. Si usted abre hoy el Financial Times, verá que es inevitable. Los incendios en Castilla y León se deben al cambio climático; lo dice el
Financial Times, no el Gobierno español. Por consiguiente, la lucha contra el cambio climático y las políticas de lucha contra él disfrutan de un amplio consenso en la política europea. ¿Que en un momento de crisis económica hay que atender las
consecuencias que puede tener esta crisis en determinados sectores? Evidentemente, yo creo que en eso estamos también todos de acuerdo, pero eso no debe hacer, en opinión del Gobierno y creo que de la mayoría de las fuerzas políticas, que nuestra
política de pleno apoyo a la transformación ecológica no sea una política que debamos llevar adelante con intensidad. Así está resultando durante esta Presidencia francesa, que está aprobando una serie de paquetes y va a aprobar este mes una serie
de medidas importantes al respecto.


En cuanto al señor Moreno Palanques, ha comentado en primer lugar la crisis alimentaria, que será una de las de las grandes cuestiones que aborde el Consejo Europeo, como he mencionado antes. España, en particular, ha insistido mucho desde
el principio en que ahí se estaba creando un problema, un problema particular. Es decir, no solamente es cómo la crisis alimentaria afecta a nuestro campo y a nuestros ciudadanos, sino también cómo afecta a otros, a África, al norte de África y a
toda la cadena de producción. Nosotros hemos insistido muchísimo en la cuestión de fertilizantes y de insumos para la producción agrícola. Efectivamente, la Comisión está empezando a elaborar una serie de proyectos de apoyo al norte de África,
está empezando a tomar una serie de medidas y a autorizar nuevas ayudas que se puedan dar al sector agrícola y al sector pesquero, es decir, estamos en ello.


Tomo nota de lo que ha dicho de la gestión de los fondos CARE. Creo que es así como se hace en todos los fondos. Hay un esquema de distribución de fondos que el Ministerio de Hacienda hace con las comunidades autónomas. Este es otro más,
y no creo que aquí haya ninguna dificultad ni ninguna intención distinta por parte del Gobierno.


Usted se ha referido con más insistencia que otras señorías a la cuestión de la reforma del mercado energético. La idea del tope del gas no es una idea particularmente española. Como sabe, era una idea italiana que nosotros apoyamos,
porque considerábamos que algo había que hacer para poner un tope al gas. La medida en la que más ha insistido España ha sido básicamente la de reformar el mercado eléctrico, porque, tal y como funciona, funciona muy bien, como sabe, para los
países del norte, pero a nosotros nos funciona muy mal, porque tenemos una serie de dificultades al respecto. ¿Ha funcionado la medida que la Comisión aprobó hace unos pocos días y que, como sabe, el Gobierno puso en marcha mediante un real
decreto? El Gobierno confía en que sí. Evidentemente, hay que darle un poquito de tiempo. Su puesta en marcha ha coincidido además con un momento muy complicado, como es la situación actual, pero estamos convencidos de que va a demostrar su
eficacia. Como sabe, es una medida complicada, es poner un tope al gas de forma que la media del precio de la electricidad baje y haya una compensación a ese tope del gas. Que esa compensación vaya a financiar las exportaciones a Francia es una de
las medidas que la Comisión Europea puso como condición, es decir, que no haya una distorsión del mercado, que no haya de pronto unas cantidades de gas en España disponibles en el mercado francés a un precio subvencionado. Evidentemente, la
Comisión ha tomado una serie de medidas



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para que eso no se produzca. Hubiéramos deseado una serie de medidas automáticas, pero esas medidas existen.


En cuanto a la provisión de gas, como sabe, la cuota de gas ruso va bajando -usted mismo lo ha dicho- y la cuota de gas argelino, también. España es un país que va aumentando la diversificación de suministros de gas, y esa es una buena
medida.


En cuanto al suministro de gas de Argelia, como sabe, es un contrato privado que todo el mundo ha declarado que se mantiene. Por consiguiente, ahí no creo que haya ninguna dificultad. Yo no quiero especular con nada de lo que usted ha
comentado sobre la situación en Argelia, Marruecos o el Sáhara y mucho menos sobre lo que funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores dicen por los pasillos. No debemos especular al respecto porque, evidentemente, no existe nada de ello. A
lo que sí me referiré es a lo que a mí me compete. Las medidas que anunció el Gobierno argelino respecto de los pagos de las exportaciones españolas eran, en opinión del Gobierno español, un incumplimiento del acuerdo de comercio y asociación entre
la Unión Europea y Argelia. El hecho de afectar a los pagos ya es en sí un incumplimiento de uno los artículos, pero además era una medida de efecto equivalente, que impedía las exportaciones en la práctica, y era discriminatoria, así que realmente
había tres disposiciones del acuerdo que podían ser incumplidas. Como es un acuerdo de la Unión Europea con Argelia, puesto que la materia comercial es competencia exclusiva de la Unión, es la Comisión quien tiene que declarar que esa medida
incumplía el acuerdo. Lo que el Gobierno español hizo fue exponerle sus argumentos a la Comisión, y esta, efectivamente, declaró públicamente que, de confirmarse y mantenerse, esa medida supondría un incumplimiento del acuerdo con las consecuencias
que podría conllevar. Eso es todo, pero, como siempre hemos dicho, confiamos en que el Gobierno argelino vuelva al diálogo con la Unión Europea en estos temas comerciales.


Finalmente, en cuanto a los comentarios del señor Pons Sampietro, le diré que, efectivamente, sí, estamos en la cuenta atrás hacia la Presidencia española. Estamos analizando los resultados de la Presidencia francesa, exitosa en muchas
materias a pesar de su ciclo electoral y sus condicionantes. En algún punto quizás hubiéramos preferido alguna solución distinta de las que han propuesto, pero en general nos parece que se ha avanzado en muchísimos expedientes de la agenda prevista
de la Comisión -la agenda verde, la agenda digital, la agenda social- y se continuará con ello. Hemos mantenido contactos con la Presidencia checa y con la Presidencia sueca de cara a que haya una continuidad a la hora de afrontar los principales
elementos de la agenda europea de aquí hasta nuestra presidencia que, como saben, es la que completa este ciclo legislativo.


Estoy de acuerdo con usted en que nada es igual desde la agresión rusa a Ucrania. Evidentemente, estamos en un momento distinto en Europa y en el mundo y necesitamos reflexionar sobre la Unión Europea que tendremos en el siguiente periodo
legislativo, con el siguiente Parlamento Europeo y la siguiente Comisión. Una de las grandes tareas que nos van a competer a nosotros como Presidencia española -y a ustedes contribuir a ella- es reflexionar durante nuestra Presidencia sobre qué
Europa vamos a querer después, si va a haber reformas institucionales, cuál va a ser el programa y cuál va a ser el énfasis que se va a poner en las políticas europeas.


En cuanto a sus comentarios sobre la conferencia sobre el futuro de Europa y la comunidad política europea, creo haberlos comentado previamente en respuesta a otros intervinientes.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Navarro Ríos, secretario de Estado para la Unión Europea.


A continuación, podrán intervenir los portavoces de los grupos parlamentarios que así lo deseen por un tiempo máximo de tres minutos. Comenzamos con el Grupo Parlamentario Plural, la señora Illamola Dausà.


La señora ILLAMOLA DAUSÀ: Muchas gracias, señor secretario de Estado, por las respuestas. Yo voy a incidir en algunos temas.


Primero, le agradezco que me mande la información que he solicitado y que me ha dicho que ahora no me podía dar.


En relación con algunas de las cuestiones que he planteado y que no me ha contestado y no exigen documentación aparte, se las voy a repetir y voy a introducir alguna cosa nueva. Una es, en relación con este compromiso adquirido y con el
gasto real efectuado tanto por parte de España como de la Unión Europea, en qué plazos y cómo prevén cumplir realmente con estos compromisos adquiridos, porque una cosa es el papel y otra lo que realmente acaba pasando. Por otro lado, le comentaba
que en realidad



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quien más ha aportado de ayuda global a Ucrania ha sido Estados Unidos. ¿Esto no hace desmerecer un poco el papel político de la Unión Europea por proximidad al conflicto?


En relación con la concesión, seguramente, del estatuto de candidato a Ucrania y a Moldavia, de acuerdo con los dos informes de la Comisión Europea, si no me confundo, se dice que estos nuevos candidatos no recibirán fondos europeos, a
diferencia de los que sí reciben los demás Estados candidatos. No sé cómo valora España este trato y si puede ser discriminatorio, porque al final todos acabarán siendo Estados candidatos.


Por último, introduzco dos cuestiones nuevas en tema de asuntos económicos. Una es -ha salido un poco- la subida de los tipos de interés que hemos tenido. Estamos padeciendo una subida del precio de la luz, del gas, de la gasolina, de los
alimentos y ahora también de los tipos de interés en las hipotecas. Esto afecta mucho y va a afectar más, todavía más a los ciudadanos. Usted nos ha dicho que a nivel de la Unión Europea, en tema de crisis alimentaria, se prevén algunas acciones,
pero en el caso de la subida de las hipotecas y demás, ¿va la Unión Europea a adoptar alguna medida? ¿Va España a hacer alguna propuesta, alguna acción en este sentido? Relacionada con estos temas, la prima de riesgo también se incrementa. Parece
que el Banco Central va a establecer algún instrumento para cerrar los diferenciales entre los bonos de los distintos Estados, pero no sé a cambio de qué va a ser, porque si nos acordamos de la crisis pasada y de los hombres de negro, las ayudas
llegaron, pero a un precio terrible. No sé qué medidas se van a proponer exactamente, en qué medidas España puede intentar incidir, si España va a apoyarlas o a cambio de qué va a ser. Si nos lo pudiese aclarar un poco, se lo agradecería.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Illamola Dausà.


Por el Grupo Republicano, el señor Elejabarrieta Díaz.


El señor ELEJABARRIETA DÍAZ: Gracias, presidenta. Intervendré muy brevemente.


Estoy de acuerdo con lo que ha dicho el diputado Pons: estamos en un mundo diferente. Creo que es ineludible -lo ha dicho en su intervención, en contra de lo que algún diputado ha mencionado- que estamos en una transición civilizatoria que
implica cambios a todos los niveles y referente a todos los aspectos de vida, incluidos, cómo no, temas geopolíticos, división del mundo, etcétera. Por ello me parece preocupante -lo mencioné en mi primera intervención y quiero insistir un poco más
en el tema- que, con la experiencia que tenemos acumulada a lo largo de la historia y sobre todo en el siglo XX, nos enfrentemos a esos retos planetarios -continentales también a fin de cuentas- con unas instituciones de gobernanza global, incluida
la Unión Europea, tal y como las tenemos. Creo que todos compartimos que están en crisis, que son bastante inoperantes y que no han sabido responder a un montón de problemas a los que nos hemos enfrentado recientemente. Ucrania es un ejemplo de
ello también. No quito la responsabilidad rusa, no quito lo dicho por diferentes miembros, pero qué duda cabe que no se ha sabido ni prevenir ni resolver de otra manera.


Agradezco su respuesta. Es verdad, es un hecho que dentro de la Unión Europea existen diferentes visiones sobre la salida diplomática al contencioso. Me gustaría saber también cuál es la posición del Gobierno de España a ese respecto.


Finalmente, agradezco que tome nota y que vaya a trasladar los temas a los que me he referido sobre Myanmar, Papúa Occidental y Colombia. Me gustaría incluir también en esa lista -porque no lo he hecho en la anterior intervención- a
Tailandia. Recientemente, en enero, se retomaron las negociaciones entre el Gobierno de Tailandia y la región de Pattani. Se está avanzando y hay posibilidades de poner fin a un contencioso armado que lleva décadas asolando la región. Malasia
-también miembro de ASEAN- es el país facilitador del proceso, y me gustaría que uniese a esa lista ese contencioso, porque creo que desde la Unión Europea, en la relación que tiene con ASEAN, se puede fortalecer y apoyar ese proceso de paz.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Elejabarrieta.


Por el Grupo Confederal Unidas Podemos-En Común Podem-Galicia en Común, el señor Gómez-Reino Varela interviene con el tiempo acumulado.


El señor GÓMEZ-REINO VARELA: Muchas gracias, presidenta.



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Pido disculpas a todos. No es mi intención, evidentemente, reabrir debates que ya han salido, porque entiendo que al llegar ahora tampoco es pertinente.


En todo caso, empiezo agradeciendo al secretario de Estado su presencia en esta Comisión, siempre necesaria, sobre todo en el sentido de lo que se acaba de decir en diferentes intervenciones, de lo profundamente convulso, profundamente
agitado, profundamente cambiante que es ahora mismo el contexto geopolítico español y europeo. Creo que comparecencias como esta y comisiones como esta, que no han sido a veces de las más centrales en la agenda del Parlamento, deberían serlo por
todo lo que nos estamos jugando, más allá de las posiciones de cada uno. En ese sentido, hubo quien tildó de vacuidad las medidas y decisiones que se estaban tomando desde la Unión Europea. Yo coincido con lo que se ha dicho ahora mismo, en el
sentido de que estamos precisamente en todo lo contrario, en un terreno y en un momento en los que la política europea ha devenido en absolutamente central. Además, nos encontramos en un momento de lucha, de correlación de fuerzas para la
construcción de la nueva Europa, que particularmente nosotros aspiramos a que sea más social, más democrática, más comprometida y, en definitiva, más vinculada con los retos civilizatorios que tenemos por delante.


En ese sentido, sí quiero insistir en que Europa y la Unión Europea, queramos o no, ha devenido en territorio principal de combate político; lo digo en un sentido social y netamente político. Probablemente por esa respuesta diferente y,
desde nuestro punto de vista, positiva que se dio a la COVID, ahora nos encontramos con que diferentes fuerzas reaccionarias y los poderes de siempre buscan de alguna forma resituar sus posiciones en un sentido también geopolítico. Se ha dicho, y
creo que lo tenemos que reconocer, que nos vemos inmersos en conflictos entre actores que probablemente a nivel cuantitativo o económico no son más fuertes o más potentes que la Unión Europea, pero que en todo caso sí son más agresivos y utilizan
otras lógicas. Y ahí hablo de diferentes actores, hablo evidentemente de Rusia y se puede hablar de China, pero también hablo de una posición de Estados Unidos que creo que nos interpela cada vez más fuerte para que de una vez por todas demos los
pasos necesarios y concretos para desarrollar esa tan manida autonomía estratégica, de la que mucho hablamos y en la que tenemos una imperiosa necesidad de avanzar.


Hablaré muy rápidamente sobre el tema fundamental de Ucrania. Decíamos que Europa ha devenido en centro, lo ha hecho hasta el punto literal, material, concreto, más descarnado y más terrible de que tenemos una guerra en el continente
europeo. Hasta ese punto estamos ahora mismo en el centro de la cuestión política. Tenemos una guerra, evidentemente con un responsable directo y concreto, el señor Putin, pero -y eso es importante siempre tenerlo en cuenta- en la que no gana
nadie en Europa ni nadie en la Unión Europea. Creo que puede haber, en términos de realpolitik, otros actores políticos que pueden mirar con otras miradas más interesadas esta guerra, pero creo que es evidente que nadie en la Unión Europea ni nadie
en Europa gana con ella. En ese sentido -se ha hablado ya-, nos preocupa a todos la situación de posible o ya casi inminente crisis alimentaria en el norte de África. Creo que ya se ha hablado de esto, con lo cual no me voy a extender, pero
nuestra preocupación es clara al respeto, por una motivación humanitaria, pero evidentemente también por una motivación estratégica, porque necesitamos que nuestra vecindad sur y oriental esté lo más estable posible por todo lo que esto significa.


Sobre la cuestión migratoria y de refugio, sí quiero señalar un tema muy concreto. Hemos visto cómo últimamente se empieza a incluir la cuestión migratoria dentro de esas dos palabras de las que se está hablando: amenaza híbrida. Creo que
incluso algún dirigente español lo ha incluido. Nos parece un error. Creo que no se pueden comparar cuestiones como la migratoria con otras que, evidentemente, sí son amenazas no híbridas, sino concretas, como pueden ser la ciberseguridad, el
terrorismo u otras cuestiones. Lo digo porque es importante, ya que estamos hoy en un día de reflexiones. Yo creo que la extrema derecha no tiene tanta voluntad de entrar en gobiernos, lo que tiene es la voluntad de arrastrarnos a todos, como
sociedad, a determinadas lógicas y marcos, y ese es un marco que creo que hay que rechazar desde el ámbito de la política europea. No debemos hablar nunca de amenaza híbrida para hablar de las migraciones, un asunto concreto.


A nivel económico, creo que es evidente el hartazgo de la ciudadanía, en muchos casos objetivo, pero en otros casos con un carácter subjetivo, porque creo que sí se están tomando muchas medidas desde este Gobierno particularmente, pero
también en algunos casos desde la Unión Europea para mitigar la situación a nivel de condiciones materiales de existencia de la gente. En todo caso, el hartazgo de la gente está ahí, pero creo que no podemos volver atrás. Hay que seguir avanzando
en medidas más avanzadas, de más mutualización, de más cooperación entre países y no volver nunca a las ortodoxias de otros tiempos que nos llevaron a donde nos llevaron a nivel económico. Escuchaba, por cierto, el otro día a la



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señora Von der Leyen. No recuerdo exactamente lo que dijo. Bueno, escuché un trozo de una intervención suya en la que decía algo así como que este sistema de mercado se ha mostrado fallido. Probablemente era un corte un poco sacado de
contexto, pero, en todo caso, yo sí creo que hay un consenso al respecto. Tenemos que caminar hacia otro modelo de mercado y de relaciones económicas y, en ese sentido, hay que trabajar. El Gobierno español, desde la humildad y desde una posición
controvertida y difícil, como la que tenemos todos, lo está haciendo bien. Creo que está habiendo además debates necesarios e imprescindibles en el marco de la Unión Europea en el ámbito energético, o en el ámbito de cuestiones concretas o
coyunturales. Por ejemplo, la semana pasada se abrió y se lideró desde España el debate sobre el salario mínimo europeo y la directiva al respecto. Creo que son cuestiones muy positivas, al igual que lo es que sea nuestro país quien lo esté
liderando. Particularmente desde nuestro grupo parlamentario tenemos una sensación de alivio de que sea un Gobierno como este el que esté gestionando estos temas y esté siendo el interlocutor en una situación como esta en Europa. En todo caso
quiero insistir en que tenemos que reforzar la iniciativa en ese sentido.


Respecto a la Conferencia del Futuro de Europa hay claros y hay oscuros. Sí estoy de acuerdo en lo que dijo el portavoz socialista aquí cuando habló de que fue un ejercicio de innovación democrática. Probablemente, como estábamos tan abajo
en el ejercicio de innovación democrática, todavía tenemos que ir mucho más allá y tenemos enormes tareas pendientes. En todo caso, creo que hay síntomas negativos. En ese sentido yo siempre lo dije, creo que el conjunto de administraciones y
legisladores de este país tenemos que ser autocríticos, al no haber sabido inocular más interés al respecto o en otras cuestiones -lo vimos la semana pasada, o en París, como dijo otro portavoz- como la resistencia que algunos organismos europeos,
particularmente el Parlamento, pueden tener a la participación, bien de ámbitos ciudadanos o bien de parlamentos nacionales en la construcción europea. En todo caso, como elemento positivo ha dejado patente y latente una serie de preguntas a las
que tenemos que dar respuesta ahora mismo. Ahí está la cuestión de qué vamos a hacer con la reforma de los de los tratados. Desde nuestro grupo parlamentario no tenemos miedo a abrir ese tipo de cuestiones.


Sobre el debate de la Unión Europea más amplia -y voy acabando ya- o la ampliación de la Unión Europea, creo que es un debate necesario, es un tema complejo y como tal hay que tratarlo en el momento, sin dejarlo atrás, pero también más allá
del calor de las coordinadas del momento. En ese sentido creo que hay que tener cuidado -se ha dicho ya- con generar expectativas que puedan ser un bumerán en países que están pidiendo o solicitando ser parte de la Unión Europea. Por zanjar esta
cuestión, además de debatir sobre las incorporaciones, lo más importante es verificar y trabajar para que todos los países miembros cumplan los estándares democráticos que nos hemos dado colectivamente.


Finalmente, por no excederme del tiempo y agradeciendo, por cierto, a la Presidencia y a los portavoces que me hayan permitido acumular este tiempo, está la situación de Pablo González. Ya hemos hablado de este tema y sabemos que preocupa
en el ministerio, que nos preocupa a todos y a todas, pero nos parece realmente inadmisible que un ciudadano trabajador, un periodista español, siga -voy a decirlo amablemente- oscuramente encarcelado cerca ya de cuatro meses en Polonia, sin la más
mínima y debida correspondencia democrática que se debería tener para este ciudadano y este país por parte de un país miembro de la Unión Europea como es Polonia.


Muchísimas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Gómez-Reino.


A continuación por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Sánchez García.


El señor SÁNCHEZ GARCÍA: Gracias, señora presidenta.


Señor secretario de Estado, es usted indudablemente una cara amable del Gobierno, pero no se puede cumplir en este caso el viejo proverbio de que la cara es el espejo del alma, porque el Gobierno no es una persona de carne y hueso. Además,
el Gobierno de amable tiene más bien poco, más bien es terrible. Usted sabe perfectamente que la posición de España, por razón de la pésima gestión económica del Gobierno al que usted pertenece, no puede ser una posición sólida en Europa, y además
esto no merece mayor comentario, salvo la invocación de un antecedente. Usted sabe perfectamente, como todos los españoles y como cualquier grupo bien informado, cómo se produjo la convocatoria de elecciones anticipadas en 2011 por el señor
Rodríguez Zapatero. De modo que en Bruselas pueden hacer eso que llaman tocar la campanilla, ya veremos lo que pasa y veremos si la tocan llegado el momento si esto se recrudece, como es previsible.



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Debo decir, y no es porque hayan ganado las elecciones con holgada mayoría en Andalucía, que el señor Moreno Palanques ha tenido una inspirada intervención, a mi juicio, en el día de hoy, pero ha caído en una ingenuidad terrible, porque nos
dice que entonces qué vamos a hacer con Marruecos. Vamos a ver, señor Moreno Palanques, ¿qué quiere usted que hagamos con Marruecos? España tendría que plantearse seriamente promover ante la Unión Europea la protección de la frontera sur, que es
frontera externa y frontera nacional nuestra, y ya ve usted cuál es el comportamiento del Gobierno: la omisión total, pues ni siquiera se ha mencionado por parte del señor secretario de Estado, aunque es cierto que este asunto no se recoge en el
orden del día del Consejo, pero de esto no sabemos nada. Marruecos hace pues lo que le viene en gana en la frontera sur, y la Unión Europea no reacciona, claro porque no le interesará. Si no le interesa al Gobierno concernido directamente, que es
el español, por qué le va a interesar a Bruselas. No, allí les interesan otras cosas.


Respecto a la Conferencia sobre el Futuro de Europa, aquí recibimos hace unas semanas al ex primer ministro de Bélgica, el señor Verhofstadt, y yo le pregunté que si consideraba que lo que se decía en la conferencia, en razón de la
participación ciudadana que él ponderó, expresaba mejor la voluntad de los pueblos que lo que se pueda decidir en un referéndum. Me dijo que sí. Con esto ya está dicho todo, o sea, la convicción democrática de este señor o de las fuerzas políticas
que representa, ya comprenderá usted que está bajo mínimos. Esto no es presentable. Yo le cité el artículo 3 de la Constitución de la V República francesa, pero se quedó tan fresco, como si yo hubiera hablado de una novela rosa.


Sí quiero hacer algún comentario sobre la intervención del portavoz del Grupo Republicano y del Grupo Bildu, si no me equivoco, sobre Colombia. Vamos a ver, ¿ustedes creen en la democracia o no creen? Porque si no recuerdo mal, en la
Presidencia de Santos se celebró un referéndum sobre el proceso de paz. Claro, a ustedes no les gusta. Y no les gusta porque el referéndum no resultó de su agrado, pero el referéndum expresa esa voluntad del pueblo. Ahora usted habla aquí de
democracia. No, mire usted, usted pertenece a una fuerza política, como otras, que son sedicientemente democráticas, pero que amantes de la democracia no tienen nada.


En cuanto al PSOE y lo que le he dicho al señor secretario de Estado sobre los retos que tenemos, sí claro que tenemos retos y muchos. El problema no son los retos sino la incapacidad conocida del Gobierno para hacer frente a los retos y
para resolverlos. De modo que, por favor, tengamos un poquito de prudencia y lea usted el periódico otra vez, a ver si logra enterarse del resultado, porque están ustedes en una situación francamente desesperada.


Muchas gracias, señora presidente.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Sánchez García.


Por el Grupo Parlamentario Popular, el señor Moreno Palanques.


El señor MORENO PALANQUES: Muchas gracias, señora presidenta.


Señor secretario, yo he hecho especial hincapié al tema energético, porque si España contribuye en algo a ese debate europeo, uno de ellos era este. Aunque la idea inicial fuera italiana, España o el Gobierno lo apoya con tanto entusiasmo
que parece propio español. La verdad es que tras dos meses de espera la Comisión Europea aprobó el pasado día 8 esa llamada excepción ibérica, que nos va a costar al menos 6300 millones de euros y efectivamente Francia puede dejar de querer comprar
gas para comprar energía, al estar subvencionada por todos nosotros. Parece -lo ha reconocido el exministro socialista, el señor Miguel Sebastián- que todas estas medidas son para reducir las ganancias de las empresas energéticas, no son para
reducir la factura, tal y como confesó el otro día. Esa es su valoración al menos, y no es un señor que pasaba por allí, es un exministro socialista. Parece que es así, porque el impacto de este embrollo ha supuesto intervenir el mercado, dañar
las empresas y crear falsas expectativas para conseguir un ahorro entre 6 y 8 euros por factura y mes. Si a todo eso se le añade que la gasolina está por encima de 2 euros el litro, la inflación cerró mayo en un 8,7 %, el PIB que no recuperará su
nivel prepandemia hasta el 2024, que el Banco Central Europeo ha anunciado el fin de las compras de deuda y la subida de los tipos de interés, pues la sensación general es de desgobierno. Pero no es que lo diga la oposición, es que está instalado a
todos los niveles de la sociedad.


Sobre la Conferencia sobre el Futuro de Europa, ya ha hablado usted de algunos retos que tenemos que afrontar. Después de las conclusiones de dicha conferencia, le preguntaría cómo entiende el Gobierno que debe ser la estrategia de la Unión
en un momento en el que especialmente los partidos populistas trasladan una enorme desconfianza con la globalización. Yo creo que la globalización no ha muerto. En



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fin, tendremos que adaptarnos, pero seguimos viviendo en el mismo planeta. ¿Cuál es la actitud que el Gobierno cree que la Unión Europea debe tener con el expansionismo de China?


Usted decía también que España hizo su aportación a la creación del Next Generation. Pero la cuestión es la siguiente: ¿es consciente el Gobierno de que si esos fondos no se ejecutan de forma eficiente y de manera eficaz -en algunos casos
puede que ni se ejecuten- va a dificultar en crisis posteriores que haya una mutualización de la deuda? Por no hablar solamente a nivel de ejecución, también está la ejemplaridad con la que se hace. Hay determinadas circunstancias que han ocurrido
estos últimos días que convendrá conmigo en que no es que sea muy ejemplar la ejecución que estemos haciendo. Sabe usted a qué me refiero.


Finalmente, una Europa más amplia. Yo personalmente, no se lo digo como grupo, creo que esa comunidad política -como usted ha dicho- de Europa propuesta por la Comisión Europea, sinceramente, no es una buena idea. Puede que me equivoque, y
quizás tenga que reconvenir esa posición, pero bastante compleja es ya la Unión Europea como para seguir actuando con nuevos argumentos.


Acabo, señora presidenta. Esto es un poco como hace la ley de equidad, cohesión y universalidad sanitaria que ha presentado el Gobierno con los pacientes, organizaciones profesionales y científicas, que crea un foro abierto de salud para
reunirse una vez al año.


La señora PRESIDENTA: Tiene que ir terminando, señor Moreno.


El señor MORENO PALANQUES: Acabo, señora presidenta.


Finalmente sobre Kosovo ya ha dicho cuál es la posición del Gobierno. No voy a hacer una crítica preventiva a futuro, pero si tienen que hacer algún tipo de modificación, igual que ha ocurrido con Marruecos, que sea comentándolo al menos y
acordándolo con el principal partido de la oposición.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Moreno.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, señor Bolaños Viso.


El señor BOLAÑOS VISO: Gracias, presidenta.


Gracias, señor Navarro, porque tras su comparecencia queda claro que Europa sigue trabajando en su estrategia, abordando los retos y oportunidades derivados de la situación mundial: la protección al ciudadano, el desarrollo de una base
económica sólida y una Europa social y más justa, y la promoción de los intereses y valores europeos en el mundo y, como usted ha indicado, trabajando por una Europa más amplia. Una Europa más amplia que aprueba, como se hizo el pasado 16 de junio
por los ministros de Trabajo, la Directiva sobre salarios mínimos, asegurando que todos los trabajadores de la Unión Europea cuenten con una protección salarial mínima. O una Europa más amplia, manteniendo la apuesta con políticas tan importantes
para nuestro país y de tanta relevancia como la PAC, ahora que cumple su 60.º aniversario, una política agraria comunitaria, con la que millones de agricultores han sacado adelante sus explotaciones agrarias gracias a este gran instrumento de la
Unión. Todas ellas son políticas europeas para modernizar sectores, en este caso el sector agrario, haciéndolo más eficiente y sostenible, y por qué no decirlo, también gracias al acuerdo el precio de la luz es hoy mucho más barato que en muchos
países de la Unión Europea.


Se ha hablado también del Banco Central Europeo y de la OCDE. La decisión del Banco Central Europeo es positiva, ya que preservará la estabilidad financiera y de los mercados. ¿Qué tiene este hecho de malo? La situación no es ni de lejos
parecida a la que generó Rajoy, cuando tuvimos que ser rescatado con miles de millones de euros, porque la crisis no tiene las mismas características, ni tampoco la respuesta que se está dando es la misma que hace diez años.


Señor secretario de Estado, le pido que no se vaya afectado en relación con las alusiones que a la inteligencia se hacen de forma reiterada por algún grupo en esta Comisión. Como diría sir Francis Bacon: 'No hay cosa que haga más daño a
una nación como el que la gente astuta pase por inteligente'. Le animamos a seguir trabajando en la estrategia de la Unión, que es la nuestra. Estamos también a su disposición desde nuestro grupo para la preparación de la Presidencia del Consejo
de la Unión, en el segundo semestre de 2023.


Gracias, señor Navarro.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Bolaños Viso.


A continuación finaliza el debate el secretario de Estado para la Unión Europea.



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El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA UNIÓN EUROPEA (Navarro Ríos): Muchas gracias, presidenta.


Intentaré ahora resumir, puesto que, en primer lugar, debo agradecerles una vez más que hayan tenido la amabilidad de tener esta comparecencia el lunes por la mañana. Sé que es un esfuerzo para todos, es una semana de agenda complicada para
todos, y les agradezco el esfuerzo.


Aquí como saben, y ya dije en mi intervención anterior, estoy para informar de la Agenda Europea, para informar de la posición del Gobierno y también para escucharles a ustedes. Es decir, hay algunos temas, como he dicho, en los que estamos
reflexionando y en alguno de ellos, por ejemplo, el señor Moreno ha dicho su opinión sobre way to Europe, que agradezco. Es decir, hay ciertos temas que no son propuestos por la Comisión -es una propuesta de la Presidencia francesa- sobre la
comunidad política europea, pero a mí como secretario de Estado me interesa muchísimo conocer un poco cuál es su opinión antes de entrar en los debates. Como he dicho, y han repetido muchos de ustedes, en la Unión Europea nos jugamos mucho, nos
jugamos más que las políticas de un determinado Gobierno, nos jugamos nuestro futuro como país. Por consiguiente, siempre es bueno y nunca cejaré en intentar obtener el mayor consenso posible en estas políticas y en la defensa de las mismas en
Europa.


La señora Illamola Dausà nunca me deja que le dé respuestas generales, siempre insiste. Le prometo que seré preciso en los datos que le facilitaré más adelante. La verdad es que no me consta que Estados Unidos haya aportado más ayuda
financiera que la Unión Europea, o que esté dispuesta a dar más ayuda que la que Europa está dispuesta a dar en el futuro programa de recuperación, que como he explicado antes es muy grande e importante, ya que se está hablando de unas cantidades
importantísimas. Al respecto ya le digo, le ofreceré más datos concretos.


Ha hecho una mención refiriéndose a que aunque se concede el estatuto de candidato a Ucrania y Moldavia no van a tener acceso a fondos europeos. Yo creo que eso no está en el dictamen de la Comisión, en el dictamen solo se habla de si se
cumplen o no y se hace una propuesta. Yo creo que lo que ocurrirá después con Ucrania y Moldavia, una vez que sean candidatos y una vez que cumplan con las condiciones a posteriori que la Comisión propone que cumplan para realmente ejercer como
candidatos y entonces iniciar los procesos de negociación, pues serán las mismas que para el resto, entiendo yo.


Ha hecho una mención a toda la cuestión de la deuda. Yo creo que no hemos abordado todavía hoy una de las cuestiones que están pendientes en el Consejo Europeo y es muy importante, que es la cuestión de la gobernanza económica. Como saben,
se han prorrogado las reglas del pacto durante un año más y se va a iniciar el debate sobre cómo alcanzar la sostenibilidad de la deuda con el crecimiento sin afectar al crecimiento económico, creo que ese es el gran debate. Pero bueno, en este
momento no está en este Consejo Europeo porque se ha tomado la decisión de prorrogar, pero rápidamente se va a iniciar ese debate.


Eso me lleva a una pregunta -creo que también del señor Moreno- sobre el tema de la globalización, porque va un poco unido. La respuesta que España ha dado, como sabe, es la defender fuertemente la autonomía estratégica de la Unión, pero
abierta. La respuesta española a la crisis y a las futuras políticas de gobernanza económica es defender la autonomía estratégica, pero no cerrar Europa. España sigue siendo firme partidaria de la política comercial, firme partidaria de defender
una reacción a la globalización. No defendemos una Europa proteccionista.


En cuanto al señor Elejabarrieta Díaz, yo creo que es la misma cuestión. Sobre la gobernanza global, España sí que es partidaria de que la Unión Europea tenga una política global y responda a todas las cuestiones de la gobernanza global.
En cuanto a la cuestión de la salida diplomática, me permitirá que se lo remita a mi ministro, que es quien lleva directamente ese asunto.


No está el señor Gómez-Reino, pero le agradezco sus comentarios. Yo me limitaría a recordar que sí, que es una es una constante de este Gobierno defender la política social de la Unión Europea. Yo creo que España ha sido adalid en la
propuesta de determinadas iniciativas de la Unión Europea, como el salario mínimo, que están saliendo adelante, pero en particular -creo que no lo había dicho antes y quería recordárselo- en las propuestas y en los expedientes de igualdad. Ahí
España ha sido muy insistente y ahora, por fin, algunas de las iniciativas que habían contado con el apoyo de España están saliendo definitivamente algunas cuestiones como cuotas en las empresas, etcétera. Ha mencionado el señor Gómez-Reino, aunque
ahora no está, la situación de Pablo González. Tomo nota, pero el señor Gómez-Reino sabe perfectamente todo el interés del Ministerio de Asuntos Exteriores en hacer todas las gestiones necesarias.



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Señor Sánchez García, tenemos un debate importante -que continuaremos espero, si no se cumple su pronóstico sobre la duración de los cargos- sobre cómo se manifiesta la influencia de España en la Unión Europea. Yo sí se lo puedo decir,
porque yo asisto a los consejos, asisto a los consejos europeos y acompaño al presidente. Sí que doy fe de la influencia que tiene España. España es un país grande, puede que tenga alguna dificultad económica, pero España es un país grande y actúa
como tal dentro de la Unión Europea y todos los demás le conceden ese puesto. Por consiguiente, estamos en las grandes soluciones de la Unión Europea.


Han hecho una mención al señor Verhofstadt, a quien también conozco personalmente. Es cierto que hay una polémica con el señor Verhofstadt y algunas de sus posiciones. La Conferencia sobre el Futuro de Europa ha recogido la opinión de los
ciudadanos, de muchos ciudadanos, pero, efectivamente, no la opinión de los pueblos ni de los Estados miembros. Quizás sea cierto que el señor Verhofstadt, que tiene muchas cualidades, a veces se excede un poco en su impulso por una Europa más
federal. Estoy de acuerdo con usted en que esa expresión quizás no fue la más adecuada.


Al señor Moreno Palanques ya le he respondido a su cuestión sobre la globalización, y tomo nota de lo que ha dicho sobre Kosovo. Yo creo que estamos todos de acuerdo en que cómo se gestionen los fondos Next Generation por España y por los
demás será algo fundamental para el futuro de Europa, porque eso será la solución para la futura gobernanza económica, para el futuro presupuesto, para la futura profundización de las políticas fiscales de la Unión Europea, será la solución para el
programa de reconstrucción de Ucrania, etcétera. Nos jugamos mucho con la credibilidad de la aplicación de los fondos Next Generation, y yo creo que no tiene usted dudas, a pesar de sus manifestaciones, estoy convencido, de que sabe que España
aplicará a estos fondos con total transparencia, utilidad y siguiendo perfectamente todos los compromisos que tenemos con la Unión Europea. Estamos siendo monitorizados por la Comisión continuamente, luego en eso no hay ninguna duda, no debe ni
debería haber ninguna duda.


Por último, agradezco muchísimo al señor Bolaños Viso sus opiniones. Ya le he respondido, la parte de Europa social seguirá siendo una parte importante del programa de Gobierno en su actuación en la Unión Europea y de cara también -ya lo
comenté en mi comparecencia anterior- a la futura Presidencia de la Unión Europea.


De nuevo, muchísimas gracias a todos.


La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señor Navarro Ríos, secretario de Estado para la Unión Europea.


Levantamos la sesión de esta Comisión de hoy esperando verle pronto y también recordando que hoy, día 20 de junio, es el Día Mundial de los Refugiados. En Europa se están viviendo situaciones muy complicadas y creo que en esta Comisión, que
es la casa de los asuntos europeos en el Parlamento español, debemos hacer mención a ello. Muchas gracias a todos ustedes.


Se levanta la sesión.


Eran las doce y cincuenta y cinco minutos del mediodía.