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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 55, de 21/10/2020
cve: DSCD-14-PL-55 PDF



CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


PLENO Y DIPUTACIÓN PERMANENTE


Año 2020 XIV LEGISLATURA Núm. 55

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª MERITXELL BATET LAMAÑA

Sesión plenaria núm. 52

celebrada el miércoles,

21 de octubre de 2020



ORDEN DEL DÍA:


Moción de censura:


- Moción de censura al Gobierno presidido por don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que incluye como candidato a la Presidencia del Gobierno a don Santiago Abascal Conde. 'BOCG. Congreso de los Diputados', serie D, número 156, de 8 de octubre
de 2020. (Número de expediente 82/000001) ... (Página3)



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SUMARIO


Se reanuda la sesión a las nueve de la mañana.


Moción de censura... (Página3)


Moción de censura al Gobierno presidido por don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que incluye como candidato a la Presidencia del Gobierno a don Santiago Abascal Conde... (Página3)


Para la presentación de la moción de censura en nombre de los diputados firmantes interviene el señor Garriga Vaz de Concicao, del Grupo Parlamentario VOX.


Interviene el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Hace uso de la palabra el señor Santiago Romero, del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común.


Interviene el señor presidente del Gobierno (Sánchez Pérez-Castejón).


Replica el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde, y duplica el señor presidente del Gobierno (Sánchez Pérez-Castejón).


Vuelve a hacer uso de la palabra el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Se suspende la sesión a las tres y veinticinco minutos de la tarde.


Se reanuda la sesión a las cuatro de la tarde.


Intervienen los señores Guitarte Gimeno, Martínez Oblanca, Mazón Ramos, García Adanero y Quevedo Iturbe, la señora Oramas González-Moro y el señor Botran Pahissa, del Grupo Parlamentario Mixto.


Contesta el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Replican los señores Guitarte Gimeno, Martínez Oblanca, Mazón Ramos, García Adanero y Quevedo Iturbe, la señora Oramas González-Moro y el señor Botran Pahissa, del Grupo Parlamentario Mixto.


Interviene la señora Aizpurua Arzallus, del Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu.


Contesta el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Replica el señor Matute García de Jalón, del Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu.


Interviene el señor Esteban Bravo, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV).


Contesta el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Interviene la señora Arrimadas García, del Grupo Parlamentario Ciudadanos.


Contesta el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Replica la señora Arrimadas García y duplica el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Intervienen los señores Rego Candamil, Baldoví Roda y Errejón Galván, y la señora Borràs Castanyer, del Grupo Parlamentario Plural.


Contesta el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Replica el señor Errejón Galván y duplica el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Intervienen el señor Rufián Romero y la señora Bassa Coll, del Grupo Parlamentario Republicano.



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Contesta el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Replica el señor Rufián Romero y duplica el señor candidato propuesto en la moción de censura, Abascal Conde.


Se suspende la sesión a las ocho y cincuenta y cinco minutos de la noche.


Se reanuda la sesión a las nueve de la mañana.


MOCIO´N DE CENSURA:


- MOCIO´N DE CENSURA AL GOBIERNO PRESIDIDO POR DON PEDRO SA´NCHEZ PE´REZ-CASTEJO´N, QUE INCLUYE COMO CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO A DON SANTIAGO ABASCAL CONDE. (Número de expediente 82/000001).


La señora PRESIDENTA: Buenos días, señorías. Se reanuda la sesión.


Comenzamos con el punto del orden del día relativo al debate y tramitación de la moción de censura presentada por don Santiago Abascal Conde y otros 51 diputados más al Gobierno presidido por don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que incluye
como candidato a la Presidencia del Gobierno a don Santiago Abascal Conde. (Aplausos). Para presentar la moción de censura, en nombre de los diputados firmantes, tiene la palabra el señor Garriga Vaz de Concicao. (Aplausos).


El señor GARRIGA VAZ DE CONCICAO: Gracias, señora presidenta.


Señorías, tengo el honor de presentar la moción de censura y explicar los motivos que llevan a mi grupo parlamentario, VOX, a hacer uso de este instrumento, instrumento contemplado en el artículo 113 de la Constitución y en los artículos 175
y 179 del Reglamento del Congreso de los Diputados. Se han realizado muchos juicios de valor sobre la moción que hoy presentamos y sus efectos. Por un lado, están las críticas de quienes se refieren al uso de una herramienta democrática como una
operación de marketing. Luego, están las de quienes afirman que refuerza la coalición socialcomunista y sostienen que España no está para mociones de censura. Y, por último, están las que aluden a que una moción solo tiene sentido si se obtienen
los votos necesarios para cambiar el Gobierno. No es mi intención dedicar mucho tiempo a desmontar estos argumentos, puesto que ninguno de ellos se sostiene fuera de los espacios mediáticos y de las tertulias convenidas a determinados partidos
políticos. (Aplausos). Esta moción de censura, señorías, no es una operación de marketing, es un deber nacional. Es un deber nacional que asumimos ante la inacción del resto de formaciones políticas que, por miedo o presos del cortoplacismo
electoral, quieren llegar a Moncloa a lomos de la inercia, que conlleva la ruina y la muerte, del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. (Aplausos).


Esta moción, señorías, no refuerza al Gobierno socialcomunista, en primer lugar, porque no requiere de una moción para ello; ahí están los ofrecimientos de Ciudadanos para los presupuestos y la actitud pasiva del Partido Popular. Aunque,
ya les aviso -porque parece que no se quieren dar cuenta-, Sánchez, Iglesias, los separatistas y el partido de ETA -el Frente Popular- comparten una agenda de la que no se van a apartar, y en segundo lugar, porque esa agenda está forjada en torno a
un objetivo y a una necesidad común. El objetivo: construir mayorías alternativas al orden constitucional para poner fin a la monarquía parlamentaria y el Estado de derecho. Y la necesidad: pervertir y malear las instituciones para protegerse de
sus responsabilidades criminales y poder llevar a efecto su objetivo. (Aplausos). Por tanto, señorías, no hay tal refuerzo y sí una necesidad imperiosa de utilizar todos los recursos a nuestro alcance, todos los recursos para alertar de las
intenciones antidemocráticas, evitar estas políticas gubernamentales de odio nacional y la ruina de millones de españoles.


Y por último, señorías, ¿solo tiene sentido una moción de censura si están asegurados los votos para un cambio de Gobierno? Sí y no. Sí, si lo único que nos mueve es la adquisición del poder en lugar de para qué queremos el poder. Y no,
rotundamente no, si el poder está en manos de personas y organizaciones políticas que han cooptado el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Legislativo con un único fin, que no es otro que convertir las instituciones en órganos transmisores
e impositivos de una ideología totalitaria. Una ideología, por cierto, que conduce a la ruptura de la convivencia, a la catástrofe sanitaria y a la ruina social y económica de este país. (Aplausos).



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Pueden pensar que está muy bien lo que exponemos, pero que vamos a perder, y yo les anticipo que puede que perdamos (rumores), pero habremos dado testimonio de los motivos que hacen necesario convocar elecciones, señorías, y censurar a un
Ejecutivo que nos ha conducido al mayor desastre de nuestra historia reciente. Y, créanme, más perderán los diputados que mañana tengan que explicar a los españoles su responsabilidad por la continuidad de este desastre. (Aplausos.-Varios señores
diputados: ¡Bravo!).


Las mociones de censura sirven para cambiar Gobiernos, pero también sirven para dejar constancia en la sede de la soberanía nacional de la falta de la confianza de los diputados en el Gobierno, así como para expresar el malestar que asola a
la nación y además la posibilidad de una alternativa. Una alternativa que ofrezca a los españoles un camino distinto a la resignación. Señorías, ninguna moción ha tenido tantos motivos como la presente. Si comparamos esta con las anteriores, no
hay ninguna duda de ello. En 1980, el Partido Socialista presentó una moción de censura contra el Gobierno de Adolfo Suárez, y España entonces tenía un crecimiento del 1,2, una deuda del 16,5 % y un paro del 10,6 %. En 1987, el Partido Popular
presentó una moción de censura contra el Gobierno de Felipe González, y España entonces tenía un crecimiento del 5,5, una deuda del 43,1 y un paro del 19,7 %. En 2017, Podemos presentó una moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy, y España
entonces tenía un crecimiento del 2,9 %, una deuda del 98,6 % y un paro del 16,6 %. En 2018, el PSOE también presentó una moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy, y España entonces tenía un crecimiento del 2,4 %, una deuda del 97,6 % y un
paro del 14,4 %. Hoy, cuando VOX presenta esta moción al Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, España, señorías, tiene un desplome del producto interior bruto cercano al 18 %, una deuda que ya supera el 110 % y un paro que, según las mejores
estimaciones, superará ampliamente el 20 % antes de terminar el año. Los peores datos, señorías, desde la tan añorada por la izquierda Guerra Civil. Y estos son motivos suficientes; pero es que, por desgracia, señorías, no son los únicos. Ni los
grandes maquilladores de los que dispone este Gobierno son capaces de ocultar este drama social para los españoles, un drama que ustedes están tratando como si de un guion de película B se tratara. No pierda el tiempo, señor Iglesias, viendo más
series, porque han hecho ustedes de España una serie en la que cada temporada es peor que la anterior: más muertos, más miseria, más intrigas palaciegas, más políticos en palacio y más agentes encubiertos al servicio de terceros países.
(Aplausos). Y como en cualquier serie política o mafiosa, todo a costa del sufrimiento del español corriente.


La primera temporada de este horror que viven los españoles empezó con una gran estafa, con un fraude electoral. Sí, señorías del PSOE, su partido fue el más votado en las últimas elecciones, pero sufrió un claro retroceso electoral, igual
que sus socios de coalición, Podemos, que solo podía traer pobreza, cartillas de racionamiento, la falta de democracia y sobre todo desigualdad. Y no soy yo quien se refiere así a su vicepresidente, ni ninguno de los presentes de los grupos
parlamentarios, no, eso lo dijo el presidente del Gobierno en 2016, y es quizá, señor Sánchez, la única vez que usted ha dicho la verdad. (Aplausos). Señorías, el Ejecutivo que hoy censuramos es un Gobierno ilegítimo. El señor Sánchez perpetró un
gigantesco fraude mintiendo a los españoles, y no solo en lo relativo a Podemos. Les voy a leer algunas de sus palabras: 'Le estoy diciendo que con Bildu no vamos a pactar. Si quiere se lo digo cinco veces o veinte durante la entrevista. Con
Bildu, se lo repito, no vamos a pactar'. Otra: 'Si hubiera aceptado las exigencias de Pablo Iglesias, hoy sería presidente del Gobierno, pero sería un presidente que no dormiría, como el 95 % de los españoles, incluidos votantes de Unidas
Podemos'. Y otra: 'Vamos a incorporar un delito en el Código Penal para evitar los referéndums ilegales, como el de Cataluña'. Y otra más: 'Me comprometo a traer a Puigdemont de vuelta a España y que rinda cuentas con la justicia'. Y, ¿para que
quería traer al golpista Puigdemont, para indultarle? (Aplausos). En fin, todas estas frases que he leído las pronunció el señor Sánchez antes de necesitar los votos de comunistas y separatistas para que le hicieran presidente del Gobierno. Señor
Sánchez, no le importó la unidad de España ni la prosperidad económica de los españoles o los cientos de personas asesinadas por la banda terrorista ETA con tal de colmar su ambición de poder. Es usted, señor Sánchez, el símbolo de la mentira y del
fraude. (Aplausos). Llegó usted a la Presidencia del Gobierno mintiendo a los españoles, y ha hecho de esta práctica su forma de gobernar. Y una vez obtenido el Gobierno, ¿qué hicieron ustedes? Formar el Ejecutivo más progresista de nuestra
democracia. Sin duda, es un hecho innegable, en ningún Gobierno han progresado tantas personas como en el suyo. (Risas y aplausos). Son tan generosos con el dinero ajeno que hasta antiguas direcciones generales las elevaron a ministerios como,
por ejemplo, el Ministerio de Consumo, y así hasta dieciocho ministerios y cuatro vicepresidencias, con sus correspondientes asesores. Son el Gobierno que ha traído la ruina y la muerte, y además el Gobierno más sobredimensionado y más caro de
nuestra democracia. Pero no solo son el Gobierno más derrochador; también son los



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primeros en traer en su Consejo de Ministros a un matrimonio o pareja. Hasta tal punto ha llegado la inspiración bolivariana que han imitado a Nicaragua, donde presidente y vicepresidente son marido y mujer, y eso, señorías de Podemos, que
venían a regenerar la democracia, ¿verdad? ¿A cambiar las cosas era? ¿A representar al pueblo? Pero, al final, los únicos que han quedado bien representados son todos ustedes. (Aplausos).


Hoy, señorías, la gobernabilidad de España está en manos de quienes quieren acabar con la nación. A los partidos separatistas el futuro de los españoles les importa un comino, como declaró una diputada de Esquerra Republicana en esta misma
tribuna. Otros, como un diputado del partido de ETA, son más explícitos y afirman -y cito literalmente- que 'operan en política ante cada escenario, pensando en cómo debilitar y acabar con la Constitución'. Usted, señor Sánchez, está gobernando
con golpistas y con testaferros de asesinos en serie, y esto es así, señor Sánchez (aplausos), con formaciones políticas que no deberían tener cabida en nuestro sistema político, pues la protección de la democracia, señorías, solo es efectiva cuando
la unidad de la nación está garantizada, y estos partidos responsables del golpe de Estado en Cataluña y herederos del terror ya han demostrado que su único objetivo es destruirla. Hace unas semanas nuestro portavoz, Iván Espinosa de los Monteros,
presentó un proyecto de ley para su ilegalización. No tiene razón de ser que los españoles sufraguen con sus impuestos a aquellos que quieren romper la igualdad y dividirlos en función de su lugar de nacimiento, todo ello recurriendo a la
represión, cuando no a la violencia o a la muerte civil de catalanes o vascos, que aman y defienden su patria chica de delincuentes metidos a políticos. (Aplausos). Solo VOX y una vez más VOX votó a favor; el resto de la Cámara optó por mantener
el actual statu quo: libertad de los separatistas para atemorizar, fomentar el enfrentamiento y prevaricar. Ellos protegidos, y el pueblo abandonado.


La existencia de partidos separatistas, señorías, es una grave anomalía democrática, impensable en muchas otras naciones europeas, pero aún es más grave que el presidente del Gobierno, que debe velar por los intereses de todos los españoles,
haga política solo para contentarles, porque de ellos, señor Sánchez, depende que usted pueda dormir una noche más en Moncloa. La mesa de negociación es un episodio más de la negra historia del Partido Socialista; es un fiel reflejo de la
trayectoria de una formación política que ha participado en todos y cada uno de los sucesos oscuros de nuestra historia reciente, incluido, sí, el golpe de Estado de 1934. (Rumores.-Aplausos). Les diría, señores del PSOE, que se han rendido ante
los enemigos de la nación para acordar el desmantelamiento del Estado de derecho y la liquidación de la separación de poderes, pero, más que una rendición, parece que se trata de una convergencia de intereses en torno al poder. La reforma del
delito de sedición a la carta de los golpistas presos es solo una muestra más de lo que ustedes están dispuestos a hacer. En menos de un año han pasado de afirmar, en palabras del señor Ábalos, que 'no procede en absoluto hablar de indultos' a
manifestar el ministro de Justicia, en sede parlamentaria, dirigiéndose a un diputado miembro de un partido que ha dado un golpe de Estado, que -y cito textualmente- 'los indultos, esos que a ustedes les preocupan porque les tocan, empezarán a
tramitarse la semana que viene'. Señor Campo, usted es el notario mayor del Reino de España, y se está convirtiendo en el notario de los separatistas. ¿A cuántos votos para los presupuestos sale el indulto? Un notario del Reino debe velar por la
ley y, en ningún caso, por la liquidación de los derechos y las libertades de todos los españoles. (Aplausos).


¿Cómo es posible, señorías, representantes de la soberanía nacional, que ante la alianza de un Gobierno con separatistas no voten a favor de esta moción de censura? ¿Dónde ha quedado, señor Edmundo Bal, su compromiso con el orden
constitucional? A usted le purgó el señor Sánchez como paso previo para la negociación con los separatistas. ¿Qué le ha llevado a negociar los presupuestos de un proceso que persigue la voladura constitucional? Y, créame, señor Edmundo Bal, se lo
pregunto de corazón.


Señorías, entre todas las mentiras de este Gobierno una de las más graves es su alianza con Bildu (rumores), con el que destacados miembros de este Ejecutivo, incluido el presidente, prometieron no pactar jamás. Hoy los representantes de
ETA en las instituciones no son solo socios de este Gobierno, sino que reciben el pésame personal de Pedro Sánchez por el suicidio del terrorista Igor González Sola, un terrorista que eligió quitarse la vida, una elección que nunca, señor Sánchez,
nunca tuvieron las víctimas de su actuación criminal. Nunca. (Aplausos de las señoras diputadas y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie.-Varios señores diputados: ¡Bravo!). Y no seré yo quien le llame miserable, no,
pero las acciones hablan por usted, señor Sánchez; es miserable tratar de reescribir la historia de nuestro país, señor Sánchez, y convertir a los terroristas en víctimas, es miserable. Y les adelanto que no se lo vamos a permitir; no se lo vamos
a permitir por la memoria de los más de 800



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compatriotas que fueron asesinados por ser españoles y por los cientos de crímenes que aún siguen sin resolverse. Lamento recordar que hoy en el País Vasco no hay libertad. ETA no ha sido derrotada. (Rumores). ETA ha encontrado el amparo
institucional del PNV, del PSOE y de la izquierda radical presente en este Gobierno, que permite además a sus cachorros perseguir, amenazar y agredir a todos aquellos que rechazan los dogmas separatistas. Y es una realidad, señorías. La campaña de
las elecciones autonómicas ha sido una muestra más de lo que sufren cada día cientos de miles de vascos en sus colegios, en los bares, en las plazas y por supuesto en todas y cada una de las instituciones públicas. (Aplausos). Una realidad que
ustedes ocultan a los españoles, mientras dedican miles y miles de fondos públicos, por ejemplo, a promocionar campañas ideológicas contra el racismo en Estados Unidos. Más les valdría darse una vuelta por los pueblos vascos y comprobar de verdad
cómo el clima de odio y violencia hacia muchos vecinos y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado sigue muy presente.


Señorías, el veto de Sánchez a la visita de Felipe VI en Cataluña confirma nuestros peores pronósticos: están decididos a acabar con la Corona. Pero no se lo vamos a permitir, no vamos a tolerar que un puñado de traidores que juraron o
prometieron lealtad al rey destruya nuestro orden constitucional y manche la imagen impecable de nuestro monarca. Solo esto, señorías, ya sería motivo más que suficiente para que cualquier diputado apoyara esta moción de censura. El problema, como
en tantas otras cosas, es que ustedes viven de espaldas a los españoles. Mientras todos ustedes son aborrecidos por los ciudadanos, al rey Felipe VI le aplauden y le reconocen su trabajo en todos los rincones de nuestro país. O lo que es lo mismo,
por cada desprecio de los traidores Sánchez e Iglesias a nuestro rey, habrá miles de españoles guardando nuestra Corona y repitiendo, como hago yo hoy aquí: ¡Viva Felipe VI! ¡Viva el rey de España! (Aplausos.-Varios señores diputados: ¡Viva!).


Señorías, nosotros hemos entendido que una fase necesaria del plan para la destrucción de la monarquía parlamentaria consiste en la eliminación de la oposición. Hasta ahora habían acometido sin grandes obstáculos su expansión ideológica, ya
que uno a uno de los partidos que se decían constitucionalistas han ido claudicando ante el rodillo totalitario en la calle, en los medios de comunicación y en las instituciones, pero en su delirio ideológico pensaron que también podrían pasar por
encima de la gente real, del español de a pie. Por eso todos ustedes, sus encuestadores y sus tertulianos a sueldo, se escandalizaron cuando los españoles convirtieron a VOX en la tercera fuerza política de este país el pasado mes de noviembre. No
contaban con que casi cuatro millones de españoles confiaran en una formación política dispuesta no solo a ser un muro de contención frente a sus pretensiones totalitarias, sino a decidir avanzar en la defensa de unas ideas presentes en la calle,
pero que ustedes daban por desaparecidas solo porque nadie las defendía en esta Cámara. Pues aquí estamos, señorías, aunque no les guste. (Aplausos). Y como saben además que somos la verdadera amenaza a su plan de derribo de las instituciones,
han puesto en marcha una maquinaria de violencia contra VOX, una maquinaria de violencia contra sus representantes, sus simpatizantes. Y esta espiral de violencia comenzó cuando Iglesias, hoy vicepresidente del Gobierno, declaró la alerta
antifascista tras el éxito de VOX en las elecciones andaluzas de 2018. Desde entonces los cachorros de la izquierda radical, siguiendo bien las instrucciones de su líder, han sido enviados a cada acto político, mesa informativa o sede de nuestro
partido, atentando contra la libertad política y contra la integridad física de los miembros de VOX. Pero el señor Iglesias no se conformó con esa llamada a la violencia, y hace pocas semanas, como vicepresidente, que hoy censuramos, traspasó
cualquier barrera moral imaginable. En esta misma tribuna, señor Iglesias, después de llamar héroes de la patria a asesinos y violadores de todo el mundo, afirmó: 'Nuestro pueblo, como en el siglo XX, se quitará de encima la inmundicia que ustedes
representan'. Esas palabras, señor Iglesias, demuestran que usted vive en otra época, y le convierten en responsable de cada una de las amenazas, de los insultos, de las pedradas y agresiones que los representantes afiliados o simpatizantes de VOX
han sufrido en la calle, sufren o sufrirán, señor Iglesias (aplausos), españoles que, como usted o como yo, señor Iglesias, tienen derecho a pensar como quieran. La próxima vez -hágame caso- que quiera dar lecciones de democracia, si quiere vaya a
dárselas a sus amigos etarras de las herriko tabernas, porque aquí no necesitamos ninguna lección de quienes tienen como práctica política la eliminación del disidente. (Aplausos).


Como decía, en las pasadas elecciones del País Vasco y Galicia ustedes trataron de silenciar a los votantes de VOX, acosando a sus asistentes en cada uno de los actos políticos, algo que también he sufrido yo en mis propias carnes en la
ciudad de Barcelona. No fueron unas elecciones libres y ni los Gobiernos autonómicos ni el ministro del Interior quisieron mover un dedo para garantizar la libertad y la seguridad de los votantes. Entonces fue cuando ustedes combinaron las dos
cosas que mejor saben



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hacer: mentir y agredir. Además, en un alarde de desprecio el señor Echenique dijo que la sangre de una representante de la soberanía nacional herida por una pedrada en Sestao era un montaje. (El señor Echenique Robba hace gestos al
orador). Señor Echenique, dijo que era un montaje. Para que lo entiendan, nosotros no somos como ustedes. (Aplausos). ¿Ha encontrado ya, señor Iglesias, el parte policial de aquellas supuestas amenazas que recibió en Asturias? Me alegro de
verdad de que no fueran más que una de sus mentiras. Sin embargo, me apena y me preocupa que una persona con tan pocos escrúpulos como usted sea hoy vicepresidente de nuestra nación. (Aplausos). Y solo esto, señorías, sería motivo más que
suficiente para que cualquier diputado apoyara esta moción de censura.


Cada vez que ustedes lanzan a una panda de desalmados contra un miembro de VOX, como le ocurrió, por ejemplo, a nuestro compañero Rubén Pulido la semana pasada, se alejan un paso más de la realidad de los españoles. Cuando los
representantes paseamos por la calle, paramos en una gasolinera o entramos en un bar, no nos insultan. Créannos, se acercan a darnos las gracias por nuestro trabajo y, sobre todo, a pedirnos que no demos ni un paso atrás en la defensa de sus ideas.
Señorías, como ya he dicho, este es un Gobierno nacido del fraude y la mentira y con un plan de derribo de las instituciones y el Estado de derecho, y este plan se ha acelerado con la llegada del virus chino. Este Gobierno es responsable de la peor
gestión de la pandemia en todo el mundo. VOX lo avisó desde el principio, pero es algo que ya han acreditado países de todo el mundo. Desaconsejan venir a España y nos ponen como ejemplo de lo que no hay que hacer. Desde que el coronavirus salió
de China hasta hoy, ustedes han batido todos los récords posibles de desastre sanitario y económico, y no solo por su ineptitud, sino porque nunca han pensado en proteger a los españoles. Solo piensan en mantener el poder y llevar adelante su
agenda totalitaria. Y solo esto, señorías, ya sería motivo más que suficiente para que cualquier diputado apoyara esta moción de censura.


Su obsesión ideológica abrió las puertas de par en par al virus chino, y no podía ser de otro modo. Si nos les preocupan los problemas de los españoles, ¿cómo iban a protegerles? La pandemia entró en España con las puertas abiertas de par
en par por un Gobierno obsesionado con la implantación de su agenda ideológica y completamente desatendido de los problemas de los españoles. Y cuando ya teníamos al virus metido en casa, el Gobierno puso en marcha su maquinaria mediática a
trabajar para transmitir una sola idea: nadie podía prever la llegada del virus chino a España. Y otra vez mentían. Ustedes habían recibido advertencias públicas de organismos internacionales, de instituciones nacionales, como la Policía, y de
partidos políticos, como el nuestro, sobre los riesgos y la llegada inminente del virus chino. Incluso ustedes, señorías del Partido Socialista, preguntaron en la Comisión Europea sobre las medidas que tomarían -cito textualmente- ante la más que
probable introducción de la COVID19 en la Unión Europea.


Usted, señor Sánchez, tenía la información, la ocultó y luego dijo que no se podía saber. ¿No se podía saber el 31 de enero, cuando Fernando Simón, el portavoz tras el que usted ha ocultado todas sus vergüenzas, dijo que en España no habría
más de uno o dos casos de coronavirus, pese a que ya se había declarado la emergencia internacional de salud pública, y ya muchos habíamos pedido controles en aeropuertos y ustedes, como les he dicho, ya habían preguntado a la Comisión Europea? ¿No
se podía saber el 13 de febrero, cuando el ministro Illa aseguró que no había riesgo para la salud pública e ignoraron las peticiones que partidos como VOX les hicimos para aumentar, por ejemplo, los controles en frontera, pese a que luego se ha
demostrado que ya en febrero hubo miles de contagios por personas infectadas que entraron en España sin ningún control? ¿No se podía saber tampoco el 25 de febrero, cuando también el ministro de Sanidad afirmó que no tenía ningún sentido llevar
mascarilla, pese a que posteriormente el ministro ha reconocido que desaconsejó durante semanas su uso porque eran incapaces de garantizar su abastecimiento, no porque no fueran necesarias? A propósito, señor Illa, espero que algún día explique, no
a nosotros, sino ante un juez, por qué contrató a empresas sin licencia y con intermediarios que nada tenían que ver con el sector sanitario la compra de mascarillas por un valor de más de 300 millones de euros, que además resultaron inservibles y a
precios desorbitados cuando más falta hacían a nuestros sanitarios, señor Illa. (Aplausos). Parece que tampoco se podía saber cuando el señor Echenique, portavoz de un partido del Gobierno de coalición, aseguró -y cito textualmente- que en el
mundo real el coronavirus está absolutamente controlado. Señor Echenique, hace tiempo que ustedes no viven en el mundo real, y ha tenido que llegar esta pandemia para demostrar a los españoles que ellos nunca han sido su preocupación. Por eso,
entre otras cosas, queremos sacarles del Gobierno. En definitiva, sí se podía saber y, de hecho, lo sabían.



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Recientemente, además, veíamos a Fernando Simón escapándose a Mallorca para participar en un programa de aventuras, mientras llamaba irresponsables a los españoles que viajaban en el puente de la Hispanidad. En ese programa el señor Simón
reconoció que el 16 de enero -repito, el 16 de enero- ya empezaron a trabajar intensamente por la amenaza de la pandemia, es decir, que en enero todos ustedes ya lo sabían. En esa entrevista también afirmó -y cito textualmente-: Mucha gente no ha
muerto por lo que hemos hecho. Pues bien, yo les digo que mucha gente ha muerto por lo que ustedes no han hecho. (Aplausos). No hicieron nada, a pesar de que tenían la información. Prueba de ello es que ustedes sí se protegieron con guantes
morados en la manifestación del 8 de marzo. (Risas). Sí, rían, rían. A partir de ahora, señorías, ese día nos recordará su engaño, su negligencia y su crimen. Prueba de ello es que ustedes sí se protegieron. La imagen de aquellos guantes
morados en sus manos representaba a la perfección esta nueva izquierda, la que se protege a sí misma en vez de proteger a los españoles. (Aplausos). Y en eso se han empeñado durante todos estos meses, y solo este motivo ya sería suficiente para
censurarles. Porque, señor Sánchez, su gestión criminal al inicio de la pandemia no consistió solo en autorizar la manifestación del 8 de marzo. Es infame, es infame que teniendo la información sobre la llegada del virus a España mintiera al
conjunto de los españoles, evitara dar la voz de alarma y no tomara las medidas oportunas para garantizar la salud de sus compatriotas solo porque le interesaba, señor Sánchez, y le interesa promover sus delirios ideológicos. Los españoles fuimos
ese fin de semana a partidos, a teatros, a actos políticos, a reuniones con amigos, sí, pero porque ustedes eran los responsables de advertir y proteger y pensaron una vez más solo en sí mismos. Y las consecuencias: sesenta mil vidas perdidas.
Por si fuera poco, gritó -y así está recogido en el Diario de Sesiones-: ¡Viva el 8-M!, que es lo mismo que gritar: ¡Viva el virus chino! ¿Cuántas personas se contagiaron ese día? ¿A cuántas personas condenaron a muerte ese día, señorías?
Recordaremos siempre que su 8-M condujo a la muerte a miles de españoles.


Sabemos que usted no tiene intención de asumir responsabilidades políticas, las de su gestión criminal y fraudulenta. Sin embargo, los españoles sí saben que usted no conoce la compasión y que durante estos meses solo se ha preocupado de
cargar sobre otros su propia responsabilidad. Cargó la responsabilidad de sus decisiones sanitarias sobre un comité de expertos imaginario, se inventó un grupo de supuestos científicos, a los que hacía caso para poder desentenderse de sus
equivocaciones, y recurrió a ellos cada vez que se presentaba frente a los españoles en sus intervenciones de Aló presidente, siempre retrasadas, interminables y vacías de contenido. Pero ya sabemos, señor Sánchez, que Redondo dispone y Sánchez
asume. El falso comité de expertos es un fiel reflejo de todo lo que usted hace, como su tesis, como su libro o como su Gobierno. Solo esto, señorías, ya sería motivo más que suficiente para que cualquier diputado apoyara esta moción de censura.


Pero durante esta pandemia este Gobierno no solo se ha centrado en proteger su propia imagen, sino que, además, ha aprovechado para avanzar en su agenda política de reversión del Estado de derecho, pues más que un drama que ha destrozado a
familias enteras, este Gobierno ha visto en el virus chino una oportunidad; una oportunidad para avanzar en el control de todas las instituciones del Estado. Los españoles muriéndose y ustedes aprovechando la pandemia para meter a un servidor de
los tiranos bolivarianos en el Centro Nacional de Inteligencia. (Aplausos). En pleno colapso de la sanidad y con las cifras disparadas de fallecidos, ustedes aprovecharon el recién decretado estado de alarma, no para garantizar la seguridad en
hospitales y residencias ni para blindar el empleo de los españoles, sino para dar acceso a Iglesias, y con él, a sus tiranos patrocinadores, a la información más sensible del Estado. Una España paralizada, plagada de miedo y muerte y confinada por
ustedes era el escenario perfecto para dar los pasos que no habrían podido dar de ninguna otra forma. Mientras nuestros mayores morían solos y abandonados, sin los cuidados necesarios y sin poder despedirse de sus familiares, por culpa de la
inacción del vicepresidente Iglesias, el Gobierno trabajaba en la aprobación de una ley, la ley de eutanasia, contraria a las familias y a la necesaria y urgente defensa de la vida. (Aplausos). Por esta razón, y por otras que ya detallamos en esta
misma tribuna, nos opusimos a las continuas extensiones del estado de alarma. Porque comprobamos, una vez más, que su objetivo no era proteger a los españoles sino silenciar cualquier crítica, disidencia o reproche interno o externo, y la mejor
manera fue imponer un confinamiento y generar el caos social. En efecto, se han empleado ustedes a fondo en eliminar cualquier crítica o disidencia dentro y fuera de las instituciones, y solo esto ya sería motivo más que suficiente para que
cualquier diputado apoyara esta moción de censura.


Señor Marlaska, sabemos que todos ustedes son incapaces de asumir ninguna responsabilidad política por sus actos, pero usted no debería estar ahí sentado. El motivo que le llevó a cesar, por ejemplo,



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a un coronel de la Guardia Civil no fue la pérdida de confianza, como usted dijo. El motivo real fue el miedo que este Gobierno tiene a la verdad y a que se destapen todas sus responsabilidades. Necesitan seguir minando la separación de
poderes porque saben que unas instituciones judiciales independientes son la garantía de la supervivencia del Estado de derecho, que ustedes pretenden abolir. Por eso, la Fiscalía que el señor Sánchez se ufana de controlar ha dado orden de rechazar
cualquier querella que atañe a la responsabilidad penal de su Gobierno. Nosotros vamos a defender la verdad y la justicia de forma inquebrantable ante los que, como ustedes, quieren fulminar la división de poderes. (Aplausos). Su Gobierno es el
único de los principales países europeos que se ha negado a que estas investigaciones tengan lugar, y solo este hecho ya les delata. Por eso están tratando de liquidar definitivamente la independencia del Poder Judicial, reformando el Consejo
General del Poder Judicial. Su intención de rebajar la mayoría necesaria para renovar sus vocales es un paso más en su plan de infiltración en todos los poderes públicos. Decía el señor Campo que el objetivo es que el Consejo no sea rehén del
bloqueo, es mucho mejor que sea rehén de ustedes, ¿verdad, señor Campo? Pero nosotros tenemos claro que la independencia real del Poder Judicial es la base de la separación de poderes y que, sin esta, no hay Estado de derecho. Por eso, debemos
echarles, para evitar que su pulsión totalitaria se extienda por cada rincón de nuestras instituciones.


Este plan también incluye, evidentemente, al Poder Legislativo. Por eso ustedes cerraron el Congreso de los Diputados y redujeron la actividad parlamentaria a sus paseos quincenales; paseos quincenales por esta Cámara a la que venían a
extender el estado de excepción encubierto, apoyado -cómo no- por sus cómplices habituales. Por eso ordenó monitorizar las redes sociales y controlar los mensajes de enfado e indignación con este Gobierno que los españoles -cómo no- compartían en
ellas. Por eso, usted les puso un bozal a los medios de comunicación, compró las portadas de todos los grandes medios, llenó la televisión pública de activistas de extrema izquierda -eso sí, que hacían pasarse por expertos- y sobornó a las
principales cabeceras con millones de euros públicos, con millones de euros públicos que necesitaban los españoles. Todo esto a cambio de que los medios sumisos y necesitados de su financiación ocultarán la realidad del virus chino en España y
blanquearan su gestión. 'Salimos más fuertes', podíamos leer en las portadas. Y es verdad, ustedes salieron más fuertes y más protegidos, pero los españoles más débiles y más desamparados. Solo esto, señorías, ya sería motivo más que suficiente
para que cualquier diputado apoyara esta moción de censura.


Señorías, si existe un drama comparable en su magnitud a la catástrofe sanitaria es la gravísima crisis económica que este Gobierno ha provocado. Somos el país que ha sufrido una mayor caída del producto interior bruto en todo el mundo.
Somos el país de Europa en el que se han destruido más empleos, con una tasa de paro que va a superar el 30 % si esta moción no sale adelante. Presentaron ustedes una falsa dicotomía entre proteger la economía o la salud, y no han sido capaces de
salvar ninguna de las dos. A día de hoy, miles de españoles siguen llamando a las oficinas del paro para saber cuándo cobrarán los ERTE. Españoles que llevan meses con sus sueldos drásticamente reducidos, cada vez más asfixiados, si no ahogados
ya, por un Gobierno que desde el principio se negó a nuestro propuesta; una propuesta que lo que pretendía era proteger las rentas de los españoles para que las familias, a las que ustedes no dejaban trabajar, pudieran subsistir. ¿Qué pensarán
todos esos españoles cuando escucharon a la ministra de Trabajo afirmar que todos los españoles habían cobrado los ERTE? Se lo digo: seguramente sintieron vergüenza y rabia porque ustedes les estaban mintiendo en la cara. Les estaban mintiendo en
la cara. Desde que se empezó a atisbar la crisis económica que traería esta pandemia, VOX propuso al Gobierno que el Estado se encargara del pago de todos los sueldos de trabajadores y autónomos durante tres meses, de forma que pudieran llevar un
sueldo a casa mientras ustedes no les permitían trabajar; una medida que han aplicado muchos países de nuestro entorno. Por supuesto, una vez más, su sectarismo les cegó y ni se plantearon aplicar una propuesta de VOX, por sensata que fuera. Y
ahora quien paga las consecuencias son todos los españoles.


¿Y qué propusieron ustedes como solución? La aprobación exprés del ingreso mínimo vital. Esa fue su solución, pero no al sufrimiento y la penuria de los españoles, sino a la imagen cada vez más deteriorada que estaban dando todos ustedes
dentro y fuera de nuestras fronteras por su ineptitud y por su negligencia. Un ingreso mínimo que se esforzaron en publicitar a bombo y platillo como la salvación de los españoles, a los que ustedes mismos habían colocado en situación de
vulnerabilidad. La realidad es que ni tan siquiera se han revisado más de la mitad de las solicitudes de quienes pidieron ayuda, y que no ha solucionado la vida de nadie. Eso sí, contaron con el voto a favor de todos los grupos presentes en esta
Cámara, menos el nuestro. VOX está a favor de un ingreso mínimo temporal, sí, pero no a costa de los



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contribuyentes, sino de ustedes y de la eliminación del elefantiásico chiringuito que ustedes se han montado en el que ustedes progresan mientras los españoles se empobrecen. (Aplausos).


No hay dinero para los españoles, pero sí para su agenda internacional. Tan pronto como el señor Sánchez volvió de negociar el rescate de Europa, conocido como el Fondo de Reconstrucción Europeo, la ministra de Asuntos Exteriores anunció
que 1700 millones de ese fondo ya estaban comprometidos a terceros países; 1700 millones, señorías, que no verán nuestros sanitarios; 1700 millones que no verán tampoco las pequeñas y medianas empresas que han visto cerrados sus negocios, ni las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que afrontan desprotegidos la llegada masiva de inmigrantes ilegales; 1700 millones que simplemente se entregarán a Gobiernos de terceros países. Este Gobierno ha traído la ruina, la miseria y la pobreza,
como llevaron sus ídolos socialistas allá donde fueron en el pasado. Su prioridad ha sido protegerse, por eso han tratado de desviar la presión del pueblo español, que cada vez les asfixiaba más, imponiendo, por ejemplo, el estado de alarma sobre
Madrid, una medida tiránica que han justificado, además, con datos falsos y desactualizados. Solo esto ya sería motivo más que suficiente para que cualquier diputado apoyara esta moción de censura.


Sin embargo, no han engañado a los españoles con sus juegos de trilero. Por eso se echaron a la calle el pasado 12 de octubre exigiendo lo mismo que hoy queremos representar: la necesidad de que salgan del Gobierno todos ustedes lo antes
posible. (Aplausos). Viendo que todos ustedes estaban acorralados se han afanado en que otros carguen con sus culpas, ya sea refugiándose en el caos competencial de las comunidades autónomas o pagando con el superávit de los ayuntamientos sus
desfases presupuestarios. Porque, señora Montero, cuando usted aseguró como portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda que la recuperación económica sería en forma de uve, ¿a qué país se refería? Desde luego, a España no. Probablemente, se
referiría a China, el país desde el que se extendió esta pandemia y que curiosamente es el único Estado cuya economía ya está creciendo desde agosto, un 11,5 %. Un régimen, el chino, que cerró sus fronteras internas para evitar la propagación del
virus, pero que mantuvo operativos todos los vuelos al exterior, favoreciendo la expansión de la pandemia a terceros países. Todos hemos visto las imágenes en la ciudad de Wuhan, donde ya disfrutan de discotecas y de parques acuáticos a rebosar;
eso sí, sin ningún tipo de protección ni distancia de seguridad. Aquellos que permitieron por negligencia o intención la expansión del coronavirus por todo el mundo, ahora se benefician económicamente de las necesidades urgentes de material
sanitario y de productos esenciales que el propio virus chino ha creado. Es de justicia que con esos beneficios reparen el daño causado a las demás naciones por un virus que salió de sus fronteras y que solo han querido frenar dentro de ellas. Ya
lo dijo Santiago Abascal en esta tribuna y ya empiezan a exigirlo muchísimos dirigentes de otras naciones: China debe pagar. (Aplausos).


Señorías, sin duda existen motivos más que urgentes para desahuciar al Gobierno de los señores Sánchez e Iglesias de la Moncloa y esta pandemia lo ha demostrado. El virus chino ha acelerado la materialización de los planes de imposición
ideológica que se fraguaron desde su formación, han puesto al descubierto su ineptitud para gestionar situaciones de crisis y ha desvelado la verdadera cara de sus integrantes, que siempre van a echar la culpa de sus desmanes a los Gobiernos
autonómicos, a la oposición o incluso a los propios españoles. Señorías, el Gobierno de la nación no garantiza hoy la seguridad sanitaria, económica o personal de los españoles. Mientras miles de compatriotas mueren por su gestión criminal del
virus chino y las familias además viven arruinadas sin poder llegar a final de mes, la delincuencia se ha apoderado de las calles y nuestros barrios. Nuestras calles y barrios que antes eran seguros, ahora son escenarios de robos, de violaciones y
agresiones de todo tipo. Una vez más, son los españoles corrientes los que sufragan con sus impuestos y a costa de su seguridad la factura de las sociedades multiculturales que los oligarcas europeos llevan décadas tratando de imponer en nuestro
continente. Los resultados de esos delirios ideológicos de las élites son ya evidentes en Francia, en Bélgica o en Reino Unido, donde la delincuencia, la desigualdad y la pérdida de identidad se ha disparado hasta tal punto que hay zonas donde el
Estado ha desaparecido como tal e impera la ley islámica. Habrá quien considere exageradas nuestras apreciaciones, pero yo les invitaría a darse un paseo por ciudades como Malmö, Birmingham o los barrios de Molenbeek y Saint Denis para conocer la
realidad de un problema que ya es evidente en muchas zonas de Andalucía, Cataluña, Murcia y Madrid porque la inmigración ilegal -y repito, ilegal- es una condena en diferido para las generaciones presentes y futuras, así como para la estabilidad
económica y la paz social de nuestro país.


La izquierda lleva años viviendo de espaldas a los problemas de los españoles, parapetados tras los muros de sus grandes mansiones y protegidos tanto por seguridad pública como privada, e ignorando los problemas derivados de la inmigración
ilegal y de las políticas de fronteras abiertas. Cuando VOX, por



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ejemplo, denunció la violencia y la delincuencia de los MENA todos los partidos del espectro político -desde la izquierda radical de Podemos hasta el Partido Popular- rechazaron nuestras propuestas y aseguraron que se trataba de niños o de
infancia. ¿Que un inmigrante ilegal atemoriza a nuestras madres y estas tienen miedo, por ejemplo, a salir de casa a partir del atardecer? Cosas de niños para el Gobierno. ¿Que un inmigrante ilegal agrede a nuestro hijo en el parque de nuestro
barrio? Cosas de niños para el Gobierno. ¿Que un inmigrante ilegal atraca a nuestras esposas cuando regresan a casa de trabajar? (Rumores). Cosas de niños para el Gobierno. ¿Que la instalación, por ejemplo, señorías, de un centro de MENA
dispara el número de delitos un 500 % en apenas nueve meses? Cosas de niños para el Gobierno. ¿Que los vecinos ante tantas cosas de niños, señorías, se hartan de la delincuencia, exigen el cierre de este tipo de instalaciones, el fin de ayudas
públicas y la deportación de estos criminales? Racismo estructural y sistémico. (Aplausos).


No hay conflicto social en el que no se pongan del lado de los que quebrantan la ley y destrozan la convivencia. El impulso institucional del Gobierno, por ejemplo, a la ocupación es una buena prueba de ello. Hace unas semanas el
vicepresidente Iglesias negaba el problema de las ocupaciones y, además, defendía los derechos de estos activistas de ultraizquierda. Defendía el derecho a violar la propiedad privada que junto con la libertad, señor Iglesias, constituye uno de los
pilares fundamentales de nuestro régimen constitucional. Donde ustedes solo ven un nuevo caladero de votantes, nosotros vemos a miles de familias, de ancianos y de jóvenes parejas que contemplan cómo con el uso que ustedes hacen de la
Administración el fruto de los ahorros de toda una vida es usurpado por una mafia o por un atajo de delincuentes (aplausos), a los que, sí, habría que expulsar de una patada tan pronto como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se personasen
en el domicilio en cuestión. (Aplausos). Y solo esto ya sería motivo más que suficiente para que cualquier diputado apoyara esta moción de censura.


Y hay otro asunto al que ni Sánchez ni sus medios afines prestan demasiada atención. Los satélites mediáticos del Ejecutivo ocultan la realidad del Campo de Gibraltar, una de las zonas más abandonadas de nuestro país a merced del pirata
Picardo y de la delincuencia organizada. El narcotráfico ha tomado la zona sin que nadie de este Gobierno haya movido un dedo para poner fin a su expansión. Hoy los narcos operan con total impunidad en las calles y en el Estrecho mientras policías
y guardias civiles se ven obligados a hacerles frente con medios precarios, señor Marlaska, indignos de un país como el nuestro.


Señor Marlaska, es usted uno de los peores ministros de la historia de nuestro país. El anterior va a acabar en los juzgados y usted creo que va a seguir el mismo camino. Ha abandonado a la Policía y a la Guardia Civil también en el
Mediterráneo, en Canarias, en Ceuta y Melilla, donde los agentes no tienen medios. No tienen medios para frenar la avalancha migratoria que asola nuestras costas con la complicidad tanto del Gobierno de la nación como de los oligarcas europeos,
siempre prestos en financiar a través de las ONG a las mafias del tráfico de personas en las costas africanas. (Aplausos). Los responsables de la muerte de miles de personas en el Mediterráneo no somos los partidos que denunciamos los negocios de
los oligarcas, de las mal llamadas ONG y de las mafias; los culpables de las imágenes como las del niño Aylan -aquel niño muerto en la playa- son de todos aquellos que apoyan, financian y aplauden una política migratoria de fronteras abiertas, una
política suicida, un irresponsable efecto llamada. Señores del Gobierno, su buenismo arruina; su buenismo destruye; su buenismo mata, tanto en las playas del Mediterráneo como en las calles de Europa, donde los yihadistas utilizan las fronteras
abiertas para entrar sin control y asesinar a los europeos. Y solo esto ya sería motivo más que suficiente para que cualquier diputado apoyara esta moción de censura.


Señorías, la alianza de este Gobierno con la tiranía de Nicolás Maduro en Venezuela es un ataque a la libertad, a los derechos humanos y a los lazos que nos mantienen unidos con los países de la iberosfera. Es una obligación política y
moral denunciar todas y cada una de las artimañas de este Gobierno que quiebran la imagen de España a nivel internacional y refuerzan además el poder de los tiranos, un proceso que inició José Luis Rodríguez Zapatero durante su nefasto Gobierno y
que este Ejecutivo, integrado por socialistas y comunistas, ha reforzado, apoyando a Maduro y recibiendo en Barajas a su ministra de Economía, Delcy Rodríguez. El ministro de Fomento, el señor José Luis Ábalos, permitió la entrada de Rodríguez en
nuestro país, pese a tener prohibido su acceso al espacio Schengen, mintiendo a los españoles y dañando la imagen internacional de nuestro país. El señor Ábalos dio hasta seis versiones de su encuentro con Rodríguez. La primera versión, el 23 de
enero, cuando negó haberse reunido con Rodríguez y aseguró que el objetivo de su estancia en Barajas fue visitar al ministro venezolano de Turismo, el señor Félix Valencia. La segunda, el 24 de enero, cuando explicó que saludó a Rodríguez a
petición de Valencia. La tercera, ese mismo día, cuando admitió haber mantenido un contacto fortuito con la tesorera del tirano.



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La cuarta, el 25 de enero, cuando responsabilizó al señor Grande-Marlaska del encuentro con Rodríguez y mantuvo que el objetivo era evitar que esta bajara del avión. En la misma jornada, el señor Sánchez presumió de gestión, asegurando que
había hecho todo lo posible para evitar una crisis diplomática. La quinta, el 26 de enero, cuando admitió que se había reunido durante más de veinticinco minutos con Rodríguez para evitar que pisara suelo español. La sexta, el 17 de febrero,
cuando negó que las maletas que portaba Rodríguez llevaban lingotes de oro hacia Turquía, un modus operandi habitual del régimen chavista para expoliar a los venezolanos y que ha sido denunciado por numerosas investigaciones internacionales. La
realidad, señorías, es que el señor Ábalos mantuvo hasta dos encuentros con Rodríguez, violando las leyes europeas y permitiendo su entrada en la zona VIP del aeropuerto de Barajas. Señor Ábalos, mentiras, mentiras y más mentiras. Han hecho de la
mentira una herramienta política, una herramienta política ya sea en lo relativo a la crisis del virus chino, a la inmigración ilegal o a su alianza con las mafias de las narcodictaduras, y solo esto ya es motivo suficiente para censurarles.


Señorías, los movimientos de desestabilización en las naciones de la iberosfera no son causales, responden a una estrategia articulada, desde el Foro de Sao Paulo primero y en la actualidad desde el Grupo de Puebla. El Grupo de Puebla no es
otra cosa que un cártel político que reúne a los principales representantes de la izquierda bolivariana y socialcomunista y que está encabezado, entre otros, por José Luis Rodríguez Zapatero, Lula da Silva y Rafael Correa y tiene el apoyo también de
delincuentes condenados, como el exjuez Baltasar Garzón o el pederasta Evo Morales. Un cártel, el de Puebla, en el que ha participado la ministra Irene Montero recientemente y en el que su partido, Podemos, ha encontrado cobertura económica y
política. (Aplausos). De ahí, el apoyo de los prófugos bolivarianos Morales y Correa a Iglesias por su preocupante situación judicial. Una estrategia, la de este cártel, calculada y medida para liquidar la división de poderes, dinamitar el Estado
de derecho, enfrentar a ciudadanos, reabrir heridas del pasado e imponer una visión única de la sociedad y de la historia. Unos resultados, los de Puebla, conocidos en todo el mundo: más hambre, más miseria, más división, más violencia, menos
democracia y menos derechos individuales. Un proceso de destrucción medido y calculado al detalle por la izquierda más radical. Y solo esto, señorías, ya sería motivo suficiente para censurarles.


Pero hay más, porque, mientras el Gobierno permite que vengan jueces argentinos a juzgar nuestra historia bajo su sesgo ideológico, bloquea las peticiones de Bolivia para interrogar a Pablo Iglesias, a Juan Carlos Monedero, a Iñigo Errejón,
a José Luis Rodríguez Zapatero y a Baltasar Garzón sobre los pagos a Podemos realizados por Evo Morales. Señor Iglesias y señora Montero, los españoles no permitirán que conviertan a España en Argentina; Pablo no será Néstor e Irene nunca será
Cristina, por más que los grandes banqueros, como Ana Patricia Botín, les apoyen. Por cierto, la señora Botín, ayer buitre especuladora, según Iglesias, y hoy comprometida activista, según la señora Montero. Es preocupante también que Dolores
Delgado, exministra socialista y actual fiscal general del Estado, sea pareja de Baltasar Garzón, el exjuez condenado por prevaricación y abogado de todos y cada uno de los altos dirigentes de las tiranías de la iberosfera. Estos intentos de
transformar España en una república bananera ya serían motivo para censurarles.


Señorías, este es un Gobierno ilegítimo y criminal, responsable de la muerte de sesenta mil españoles y de la pobreza extrema de millones de familias. Ni una dimisión y ni una disculpa al pueblo español, por el contrario, les sobra chulería
y matonismo político a raudales. (Aplausos). Son nefastos para España y para los españoles, negligentes y además con tentaciones totalitarias. En lo único en lo que son implacables es en su agenda por transformar el Estado de derecho en un Estado
ideológico, en un Estado totalitario, en definitiva, en un Estado mafioso. Ahí es donde se ven todos sus esfuerzos, es a lo único a lo que todos ustedes han dedicado tiempo y ahínco. Cataluña y País Vasco son parte de una agenda mayor, son parte
de un proceso que inició José Luis Rodríguez Zapatero y que el Partido Popular no revocó, sino que afianzó, movidos quizá por esa extraña dependencia de la izquierda sectaria que define su moderación y centrismo. No hicieron nada con una mayoría
absoluta que les permitía revertir el camino de demolición iniciado por Zapatero en connivencia con ETA y el separatismo. (Rumores). Hoy, los catalanes sufren el acoso y la violencia del separatismo subversivo que divide a los ciudadanos e
imposibilita su convivencia, un separatismo socio de este Gobierno, como también lo es el partido de ETA en el País Vasco. Por eso la portavoz de Podemos en la región critica las operaciones policiales y la destrucción de los zulos de ETA porque
-cito textualmente- no aportan nada positivo. Hoy, señores diputados del Partido Popular, tienen la ocasión histórica de desandar ese camino, de demostrar que de verdad están dispuestos a hacer frente con todas las consecuencias al proceso de
disolución de la nación que ahora encarna este Gobierno.



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Señorías, el Gobierno al que hoy censuramos no tiene otra ocupación que enfrentar y sembrar el odio entre todos los españoles. Todas sus políticas están destinadas a ello; da igual que hayan muerto más de sesenta mil personas o que
millones de familias estén en la pobreza o vayan camino de ella, lo importante es garantizar el conflicto. Se han subido a todas las corrientes ideológicas y modas que persiguen el debilitamiento de los lazos comunes, esos lazos comunes que son los
que fortalecen el entendimiento, la convivencia. Han enfrentado a mujeres con hombres con su disparatada guerra de sexos y han volado la presunción de inocencia convirtiendo a los hombres en culpables por su sexo. (Aplausos). Han enfrentado a
mujeres con mujeres con su feminismo enloquecido. Persiguen cualquier gesto que vaya dirigido hacia una mujer, siempre y cuando, eso sí, no se trate de menores que han sufrido abusos sexuales, como en Baleares, ¿verdad? (Aplausos). Señora Irene
Montero, deje de hablar en nombre de las mujeres; deje de arrogarse el derecho de representarlas y comience a defenderlas, porque no hay campaña mediática, no hay medio de comunicación afín o reportaje propagandístico que pueda ocultar que ustedes,
que Podemos, que su partido votó en contra de investigar los abusos sexuales a menores en Baleares, señora Montero. (Aplausos). No hay campaña mediática que lo pueda ocultar, y solo esto ya sería motivo suficiente para censurarles.


Señorías, han hecho de la mujer una víctima, salvo que piense como ustedes y compre toda su mercancía: el producto que todos ustedes han colocado, con la complicidad de todas las formaciones políticas presentes en este arco parlamentario.
Y hablo de producto, sí, porque es un negocio; un negocio que todos ustedes han introducido en las empresas y en las universidades, que ya ofertan hasta másteres para cosas que sabíamos desde la EGB; en los colegios, donde el currículo básico de
Matemáticas, Historia o Lengua está siendo desplazado por auténticas majaderías; hasta en el ámbito urbanístico, donde hasta para poner un columpio, señorías, hay que medir el impacto de género. (Risas.-Aplausos).


Señores del Gobierno, siembran el odio y se enriquecen con ello; viven de la división, viven del enfrentamiento. Por eso defienden las autonomías como el procedimiento ideal de organización territorial, cuando saben que se trata de un
sistema que segrega a los españoles y fulmina sus oportunidades en función de su lugar de residencia. Y ahora defienden la ley de memoria democrática como método de reparación de las víctimas del franquismo, cuando se trata de una campaña
institucional para reescribir la historia, reabrir heridas del pasado y amordazar a escritores e historiadores. Defienden, en definitiva, la división sistémica y organizada por los españoles, porque todos ustedes saben que imponer un modelo de
sociedad y pensamiento será más fácil en una España rota, y solo eso, señorías, ya sería motivo más que suficiente para censurarles.


Señor Sánchez, de entre todas sus tropelías hay una que supera al resto, quiere devolver a los españoles a comienzos del siglo XX, reavivando viejos odios ya superados y atacando, como hicieron en 1934, las instituciones democráticas. Señor
Sánchez, ustedes quieren que allí donde los abuelos hicieron la paz los nietos hagan la guerra, en las familias hay hermanos enfrentados a causa de su obcecación por traer al presente las mismas obsesiones que han condenado a la miseria a
generaciones enteras. (Aplausos). Y quieren, además, negarles a nuestros jóvenes su derecho a conocer la historia de su patria, con sus luces y sus sombras, con sus aciertos y con sus errores, porque no hay nación que no esté forjada en la gloria
y el dolor. Quieren que se resignen y acepten agradecidos, y encima sonrientes, la miseria que ustedes les ofrecen, pero hay una alternativa. Una alternativa que protege la salud y la economía de los españoles. Una alternativa para que los
españoles recuperen sus trabajos y reciban esos salarios que les permitan vivir con dignidad. Una alternativa para que los españoles vivan seguros y no tengan miedo a ser agredidos por delincuentes, en muchos casos inmigrantes ilegales que pueblan
nuestras calles. Una alternativa para que las familias puedan educar a sus hijos en libertad y de acuerdo a sus convicciones. (Aplausos). Una alternativa para los agricultores y ganaderos. Una alternativa para recuperar nuestra voz en Europa y
defender nuestra soberanía en Bruselas. Una alternativa para liderar la iberosfera y devolver a España su papel capital como piedra angular a ambos lados del Atlántico. Una alternativa mayoritaria, señorías, que no se resigna y que está dispuesta
a defender a España y a los españoles (aplausos), a defender su dignidad, su pasado, su presente y su futuro, su continuidad histórica y su afán de superación.


Hoy, con la presentación de esta moción de censura al Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, ya hemos ganado, porque solo pierde quien no tiene convicciones. (Aplausos). Señorías, que Dios les bendiga y que Dios bendiga a nuestra
patria, España. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).



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La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Garriga. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


A continuación, el candidato propuesto a la Presidencia del Gobierno, señor Abascal Conde, tiene la palabra. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


El señor ABASCAL CONDE: Muchas gracias, señora presidenta.


Señorías, buenos días. El Gobierno de Pedro Sánchez es el peor Gobierno en ochenta años de historia (aplausos), y quizá me quede corto, señor Sánchez. Y es el Gobierno del mundo que peor ha afrontado la pandemia del coronavirus. Los
diputados que hoy le apoyen en sus intervenciones y que le otorguen su confianza son responsables ante el pueblo español de sus públicas y ya conocidas fechorías. Su Gobierno, señor Sánchez, es el único Gobierno de la democracia que ha atacado al
jefe del Estado, a la justicia independiente, a la oposición democrática, al Estado de derecho y que ha convertido en partidistas la radiotelevisión pública, el Centro Nacional de Inteligencia, el Centro de Investigaciones Sociológicas y cualquier
institución democrática que se les ponga enfrente. No son ustedes un Gobierno; en realidad, son un frente popular socialcomunista, en alianza con separatistas y terroristas. Señorías, una mafia, y a los españoles se les ha terminado la paciencia.


Todavía no ha transcurrido un año desde el mayor fraude electoral de la democracia, el mayor engaño a un electorado, que acudió a las urnas con una promesa de Pedro Sánchez: no pactar ni con Podemos ni con los separatistas ni con los
diputados que apoyan a la banda terrorista ETA. Millones de electores fueron estafados en solo veinticuatro horas y he de decir que, por desgracia, no es nuevo el engaño de un Gobierno a sus electores en democracia, pero nunca, en más de cuarenta
años de democracia, se habían traicionado las promesas electorales de una forma tan rápida, tan grosera y, a cambio, sin dar la más mínima explicación en esta tribuna, porque usted no lo ha hecho desde el mes de noviembre, señor Sánchez.
(Aplausos).


Nunca en más de cuarenta años de democracia ha tenido España un presidente tan ansioso de poder como para pisotear su propia palabra con tanta vileza. Ya sé que el señor Garriga ha relatado perfectamente esta circunstancia en la
intervención anterior, pero permítanme que lo repita. Es mi deber y lo es porque nunca se repetirá lo suficiente que el señor Sánchez se ha convertido en presidente del Gobierno utilizando malas artes y siendo un mentiroso sin escrúpulos, capaz de
cualquier cosa -y asusta imaginarlas- con tal de permanecer en el poder. (Aplausos). Solo diciéndolo en esta tribuna con toda claridad los españoles de ahora y los historiadores de mañana podrán entender toda la injusticia y todo el desastre que
España sufre por culpa de este Gobierno. Y sí, señorías, sí se podía saber, porque yo mismo lo anuncié en esta tribuna. Anuncié todas las calamidades que su coalición de Gobierno traería a España. Sabíamos -y así lo expresé- que con ustedes
habría menos libertad y más pobreza, que habría menos convivencia y más ideología totalitaria y sectaria. Sabíamos -y así lo expresé- que con ustedes habría menos ley y orden y más golpismo y más violencia política. Sabíamos -y así lo expresé- que
con ustedes habría menos trabajo y más subvenciones y mordidas para cómplices y mafias y que habría menos respeto internacional para nuestra nación y, a cambio, más alianzas con Gobiernos corruptos y criminales. En definitiva, señorías, sabíamos -y
así lo expresé- que con ustedes tendríamos menos España y más miseria, y en esas estamos, señor Sánchez. Porque está comprobado: no se puede romper la nación sin hacer un daño palpable y claro a todos y cada uno de los españoles. ¡Cuánto nos
hubiera gustado equivocarnos en nuestras predicciones! ¡Cuánto nos hubiera gustado que hoy nos pudieran acusar de exagerar y que pudieran hacerlo con razón! Pero es que ni siquiera VOX fue capaz de prever que ustedes irían más allá.


Y he de decirles que es cierto que no se puede culpar al Gobierno de la fabricación del virus chino, pero desde luego sí se le puede acusar de no haber pedido responsabilidades al país -China- que o bien lo produjo artificialmente o bien
permitió que se propagara por todo el mundo entre ocultaciones y engaños. (Aplausos). Y sí se les puede acusar a ustedes también de haber condenado a España simultáneamente al confinamiento más severo y a las mayores tasas de mortalidad del mundo,
asimismo entre ocultaciones y engaños, como China. Muy al contrario, cuando les pedimos en el mes de febrero que se suspendieran los vuelos con el país asiático, ¿qué hicieron ustedes? Es bien sabido y se ha dicho esta mañana, lo de siempre, nos
llamaron racistas. El caso es que esta epidemia que todavía padecemos -que todavía padecemos, a pesar de que el señor Sánchez dijo en junio que habíamos derrotado al virus- ha puesto de manifiesto, más si cabe, el daño que unas personas sin
escrúpulos y enemigas de los intereses generales de la nación están infligiendo -que no infringiendo- a todos los españoles. Señor Sánchez, dígame cuando me responda un solo Gobierno que lo haya hecho peor que ustedes, otro



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Gobierno que haya manejado peor en el mundo esta pandemia. Dígame un solo país, un solo Gobierno con mayor confinamiento, con mayores contagios, con mayores tasas de mortalidad y con mayor ruina. La verdad es que no lo hay y por eso no me
lo va a poder decir, y por eso afirmamos que su gestión ha sido negligente y ha sido criminal. (Aplausos). Y repito negligente y criminal para que quede constancia de cómo nosotros vemos los hechos, ya que algún miembro de la Mesa de esta Cámara
recientemente, con maneras soviéticas, pretendía censurar nuestra descripción de la realidad política tal y como legítimamente la ve este grupo. Es que ni siquiera sabemos cuántos españoles han caído con esta enfermedad. ¿Son 58 000?, ¿60 000?,
¿62 000? Y no lo sabemos porque el Gobierno ha incumplido con el deber moral de dar cifras y de contar unos muertos que son nuestros muertos.


Sí, señorías, España sufre la peor gestión del planeta por una mezcla terrible de incapacidad, de mala fe y de sectarismo, por negarse a lo que les pedimos ya en el mes de marzo: proteger a los vulnerables, controles en origen, vigilancia
en los aeropuertos, PCR masivas y rápidas y acabar con los confinamientos inútiles que no han salvado a nadie. Lo dijimos en marzo y lo repetimos: España tiene que protegerse, pero España no puede detenerse. Y ahora nos tantean ustedes con un
globo sonda para un nuevo estado de alarma o para un toque de queda, es decir, nos vuelven a proponer una medida del siglo XVI para combatir un virus en el que hay que utilizar tecnología del siglo XXI. (Aplausos). Porque, señorías, el Gobierno y
sus satélites -mucho mejor dicho, las mafias- han visto en la tragedia de los españoles una oportunidad para hacer avanzar determinadas agendas políticas y para poner en marcha sus planes más abyectos, planes que van desde la simple conservación del
poder a toda costa hasta la continuidad de un proceso golpista en Cataluña, diseñado contra España y contra la libertad y negociado desde hace muchos años con enemigos declarados de la nación. (Aplausos). Ya sabíamos, señorías -y aquí mismo lo
denuncié-, que Pablo Iglesias, mientras juraba lealtad al rey, maniobraba para destruir la monarquía. No imaginábamos entonces que sería capaz de utilizar la muerte y la destrucción económica para acelerar esa guillotina de libertades con la que
con tanta impunidad nos amenazan desde hace años. Muerte y destrucción de las que Pablo Iglesias es directamente responsable en su peor aspecto, en el que trata del inhumano abandono a decenas de miles de ancianos en las residencias (aplausos);
decenas de miles bajo su responsabilidad, asumida voluntariamente, asumida pomposamente y asumida trágicamente, señor Pablo Iglesias. Pedían medicinas y les mandaban morfina; suplicaron asistencia y recibieron silencio; quizá pudieron ver en sus
últimos momentos aquella portada bien pagada en todos los periódicos, aquella portada única y estremecedora que proclamaba: Salimos más fuertes. Ellos no han salido, murieron solos y murieron abandonados, como en una película de terror de las que
tanto les gustan a algunos, sin la extrema unción de un sacerdote, es decir, sin la asistencia espiritual que muchos deseaban en esos últimos momentos; sin la mano de un buen hijo para cerrarle los ojos; sin la compañía de las personas que más los
querían. Algún día la historia los juzgará por la especial crueldad en el abandono de los moribundos y en la despedida que merecían en sus últimos momentos. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX,
puestos en pie). Algunos incluso golpeaban las puertas de sus habitaciones para que les permitieran salir, pero Pablo Iglesias, con el beneplácito del señor Sánchez, estaba demasiado ocupado pactando con etarras y con tiranos y organizando ataques
y caceroladas contra su majestad el rey; contra el rey y contra la monarquía constitucional, a la que tienen ustedes el mismo respeto que a la soberanía, es decir, ninguno. Lo expresan en su acción política todos los días y hasta en sus formas de
vestir. Sí, señorías, porque se ponen sus mejores galas para una fiesta del cine y, sin embargo, acuden aquí, a la sede de la soberanía nacional, o al Palacio de la Zarzuela o al desfile del Día de la Hispanidad, vestidos algo peor de como exige la
etiqueta en los botellones de la facultad. (Aplausos). Respeto, señorías, les pedimos respeto a esta Cámara. Pero no se equivoquen, no solo les pedimos respeto para el rey y para la soberanía o para los militares que desfilan uniformados,
exigimos respeto para los ujieres, exigimos respeto para el personal de mantenimiento de esta Cámara, para el personal de limpieza de esta Cámara, exigimos respeto para los camareros, para los cocineros y para todos aquellos que vienen aquí todos
los días dignamente uniformados (aplausos) y con el decoro que esta casa requiere mientras les contemplan a algunos de ustedes vestidos de cualquier manera, con esas ínfulas de señoritos que se piensan que por tener poder o por tener dinero pueden
faltar al respeto a las más elementales normas de convivencia. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Vox, puestos en pie). Pero si no respetan al rey o a la soberanía, respeten al menos a los trabajadores de esta
Cámara, respétenlos ustedes, porque esto no es una taberna y mucho menos una herriko taberna, ni es una casa ocupada, ni es un mercado negro en el que se subasten los intereses generales para satisfacer intereses espurios y localistas. (Aplausos).



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Y, como decía al principio de mi intervención, señorías, a los españoles se les ha acabado la paciencia, y por eso mismo considero que es deber de esta Cámara devolver la palabra a los electores para que, a través del voto, puedan juzgar
ellos estos meses de caos, de muerte y de ruina y elegir libremente a representantes que de verdad les protejan y que les respeten, y sobre todo a representantes que les digan la verdad sobre la gravedad de la situación y los futuros pactos.
(Aplausos). Por eso, si está moción prosperase -y nosotros nunca perdemos la esperanza de que algunos de ustedes se caigan del caballo- convocaremos elecciones antes de que termine este año triste y trágico, porque ese ha sido su único legado,
señor Sánchez y señor Iglesias, tristeza y tragedia. Ni España ni el mundo tienen nada que ver con la situación que teníamos en noviembre de 2019, cuando se votó la composición de este hemiciclo. Hay amenazas nuevas, hay mentirosos desenmascarados
y hay una situación internacional que exige gobernantes que defiendan los intereses de todos los españoles porque están en peligro la salud, el pan, la libertad, el futuro y la patria. (Aplausos). Todo eso está en peligro, señorías, todo está
amenazado, y este Parlamento fue elegido en circunstancias muy distintas y con programas electorales, además de traicionados, inaplicables hoy en día. Por eso, es urgente que los españoles sean convocados a las urnas, para que los partidos nos
dirijamos a ellos en este nuevo escenario y expliquemos qué se puede hacer para recuperar la paz y la prosperidad que los españoles merecen. (Aplausos). Por todo ello -reitero-, me presento como candidato a la presidencia del Gobierno para
resolver esta anomalía y para devolver el voto a los españoles. Hasta en los bancos del Gobierno saben que, a diferencia del último candidato en la última moción de censura, yo sí cumpliré mi palabra. (Aplausos). Con la misma solemnidad, me
comprometo a que esas elecciones se desarrollen en un clima de libertad y de igualdad de oportunidades. Las fuerzas de seguridad, esas que Pablo Iglesias desprecia pero que protegen sus predios serranos, garantizarán que no se ataque el acto
político de ningún partido legal, de ninguno. Los españoles podrán votar sin miedo, como no han podido hacerlo hasta ahora en muchos sitios, porque existirá un Gobierno implacable con cualquier forma de violencia política. Los terroristas
callejeros del separatismo, sus cargos públicos en rebeldía o las milicias subvencionadas de Podemos y sus secuaces tendrán que tener mucho cuidado y no volver a entorpecer las libertades democráticas, como por desgracia han hecho hasta ahora con
absoluta impunidad en todos los procesos electorales delante de todos y cada uno de los actos políticos de VOX. (Aplausos). Y que no se preocupe el señor vicepresidente, seguirán protegiendo sus propiedades, si llega a ser necesario, incluso sus
segundas propiedades. Hay guardias y policías suficientes en España para evitar que le molesten a usted en su piscina y, a la vez, para impedir que a los partidos de la oposición les apedreen los secuaces que usted manda con sus infames alertas
antifascistas. (Aplausos).


Si ustedes se cayeran del caballo y esta moción prosperase, hasta la celebración de las elecciones conformaría un Gobierno de emergencia nacional, reducidísimo, no como esta manifestación (señalando al banco azul.-Aplausos), con personas de
distintas sensibilidades ideológicas, tal y como exigimos en el mes de marzo. Este Gobierno debe tomar las decisiones técnicas y políticas necesarias sin interferencias de caciques locales ni ideólogos de repúblicas bananeras; un Gobierno de
transición y de emergencia con el único objetivo de proteger la salud, la seguridad, la economía de los españoles y de convocar inmediatamente elecciones. Ese es, por lo tanto, mi compromiso y mi ofrecimiento a todos los diputados de esta Cámara,
unas elecciones libres e inmediatas. (Aplausos). Y será una exigencia permanente si no triunfa esta moción, porque el Gobierno, con la ayuda de sus cómplices, tratará de evitarlas a toda costa. Porque el vicepresidente ha dicho que la oposición
ya nunca llegará al poder por medios democráticos y eso solo quiere decir una cosa, que los comunistas se mantendrán en el poder exclusivamente por medios antidemocráticos y que hurtarán las urnas a los españoles hasta que lo tengan todo controlado
y todo atado y bien atado. Por eso se lanzan a la ocupación del Poder Judicial, de la Junta Electoral Central, del Centro de Investigaciones Sociológicas, del Centro Nacional de Inteligencia y de la radiotelevisión pública, porque están convencidos
de que así no habrá más alternancia política. (Aplausos).


Señorías, todos ustedes representan a la soberanía nacional. No me canso de repetir esto cada vez que subo a esta tribuna porque esta soberanía está hoy atacada por un proceso revolucionario y golpista diseñado por los enemigos declarados
de la nación, es decir, está amenazada por muchos de ustedes. (Rumores). Pero, señorías, vuelvo a decírselo, ustedes representan a la soberanía nacional, lo quieran o no, y los que no lo quieren -que los hay- simplemente no son diputados legítimos
de este Congreso, y lo saben; son okupas en esta Cámara, son golpistas que han venido a esta institución para jurar destruirla, y se les ha permitido. No lo digo yo, lo dicen ustedes mismos, aquí, desde sus escaños, cuando en la toma de posesión
en vez de jurar los cargos se conjuraron contra la Constitución. (Aplausos). Algunos de



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forma explícita y otros más cobardones, como los extorsionadores del PNV, de una forma más velada, como siempre. No hace falta ser un experto jurista para entender que no puede legítimamente representar a la nación quien rechaza esa
representación y se ha juramentado para destruirla; no puede representar a la nación quien ha matado o aplaude a los que han matado para destruirla; no puede representar a la nación quien todavía hoy amenaza, provoca violencia, manipula y engaña
para debilitar la nación y la Constitución. (Aplausos). Ellos han sido hasta ahora los privilegiados del sistema, han sido los niños consentidos por el bipartidismo. A cualquier otro español -igual que se exige aquí una etiqueta a los
trabajadores de la Cámara pero no a ustedes- para acceder a un puesto de responsabilidad pública se le exige, por lo menos, que cumpla con todos los requisitos con toda precisión. A ustedes no, ustedes cobran todos los meses por representar a la
nación y trabajan todos los días para destruirla. (Aplausos). Por eso, es de justicia precisar que a ustedes, separatistas y golpistas de cualquier región, no se les debe considerar diputados españoles, ya que ustedes mismos reniegan de esa
condición; se les debe llamar simple y llanamente lo que son, renegados, que es como se denomina a los que reniegan de su patria. (Aplausos). Y sí, tal y como proponíamos a esta Cámara hace unas semanas, nosotros consideramos que los partidos
políticos que aspiran a destruir la soberanía nacional, y por lo tanto la ley, y por lo tanto la Constitución, y por lo tanto la convivencia, no deben ser legales en este hemiciclo que representa a la soberanía nacional, así de claro, así de
sencillo y así de comprensible. (Aplausos). Y no vamos a pedir perdón por ello, sino que vamos a exigir disculpas a los que han permitido que ustedes se mantuvieran en la ilegalidad durante cuarenta años, pagados con los impuestos de todos los
españoles y trabajando contra España y contra los españoles. (Aplausos). Pero, atención, no por decir esto se nos ocurre lanzarles hordas de energúmenos a boicotear cada acto político suyo, como hacen ustedes y como nos hicieron ustedes en Sestao.
Traemos una ley al Parlamento, la defendemos, la debatimos y si perdemos como perdimos, lo aceptamos y seguimos trabajando y seguimos ofreciendo un programa a los españoles. Pero, insisto, no por el hecho de no tener las mayorías necesarias se nos
ocurre lanzarle piedras a la Policía o en los actos de otros partidos políticos, porque nosotros, a diferencia de ustedes, sí somos demócratas y sí respetamos las libertades públicas. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo
Parlamentario VOX, puestos en pie).


Sin embargo, ustedes -y ahora no solo me refiero a los renegados, sino también a los aliados de la narcodictadura venezolana y al Gobierno en su conjunto- han promovido y promueven públicamente el odio contra VOX y, por tanto, actos de acoso
contra VOX y contra otros partidos de la oposición que han terminado en violencia y en agresiones, y de ello ha sido víctima la mitad de la bancada de este Parlamento. Y no solo eso, han promocionado ustedes en sus organizaciones, incluso en esta
Cámara, a personas condenadas por insultar y por agredir a policías; han participado públicamente en homenajes a asesinos en serie; se ponen siempre de parte de los que vulneran las fronteras y agreden a nuestros policías y a nuestros guardias
civiles; en definitiva, promueven la violencia política simple y llanamente porque quieren romper las reglas del juego para jugar con ventaja. Pero tenemos que avisarles de algo: esto no es un juego, se trata de la convivencia entre todos
nosotros y tenemos que decirles que nosotros no vamos a permanecer impasibles mientras ustedes pisotean la convivencia. (Aplausos). ¿De verdad creen ustedes que la mayoría del pueblo español va a permanecer paralizado mientras le roban sus
libertades, su nación y su futuro? Que sus medios de comunicación subvencionados, bien subvencionados, oculten las multitudinarias manifestaciones que se han producido contra este Gobierno no quiere decir que no existan, solo quiere decir lo
contrario: que se incrementarán hasta que sean escuchadas.


Lo más curioso de todo es que mientras ustedes hacen todo eso: incitar al odio, animar a la violencia, romper la convivencia y no ampararnos cuando nos atacan, tienen la desfachatez de acusarnos a los demás de delitos de odio, pero esto
tampoco es algo nuevo. En realidad nada en ustedes es nuevo, son los mismos escombros totalitarios de toda la historia universal. Cuando en el siglo pasado sus adorados líderes levantaron un muro para convertir las naciones comunistas en
gigantescas cárceles, a aquella ignominia la llamaron con la misma desfachatez muro de protección antifascista. A los jóvenes, que ya por culpa de ustedes no conocen ni quién era Miguel Ángel Blanco, les parecerá difícil de creer, pero era así, los
regímenes que tanto le gustan al señor Garzón -que suele llevar camisetas para defenderlos- asesinaban a los que querían marcharse (rumores), y de ese régimen repugnante, que ametrallaba a los que querían escapar, hacen ustedes apología desde el
banco azul del Gobierno. (Aplausos). Ustedes le llaman antifascismo a todas las fechorías, crímenes y genocidios que se han producido bajo sus banderas de odio y de miseria, pero lo dicho, en ustedes no es nada nuevo ni original, se dedican solo a
copiar los manuales del caos, que ya hemos aprendido a conocer, que escribieron otros genocidas hace mucho



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tiempo. La única seguridad de los españoles es que ustedes, aun con su misma voluntad, son mucho menos listos que Lenin. (Aplausos).


Algunos grupos y diputados de los que no participan en el proceso de destrucción que encarna este Gobierno han anunciado que no darán su apoyo a esta moción. Créanme que respeto a todos los que de buena fe consideren que esta moción es
estéril y que es inoportuna. Les pido a cambio únicamente el mismo respeto para nosotros y para millones de españoles que piensan que esta moción es urgente y es necesaria (aplausos) porque se trata de detener el proceso de destrucción de España,
un proceso que empezó Rodríguez Zapatero sumando a ETA a un frente común contra toda la derecha democrática y que este Gobierno, sumando a ETA, pero también al golpismo catalán, está acelerando en mitad de una epidemia brutal de coronavirus.
Mantengo el ofrecimiento a todos ustedes para construir una alternativa no solo política, sino cultural, económica y de modelo territorial basada en la convivencia, en la libertad, en la igualdad, en la unidad y en la diversidad de España.


Señorías, todos los que estamos aquí debemos asumir que nadie va a venir a salvarnos; por supuesto, nadie va a venir a salvarnos de ellos, pero tampoco nadie va a venir a rescatarnos. Es importante saber esto porque algunos de ustedes han
perdido la fe en el pueblo español y ponen sus esperanzas únicamente en Bruselas, o en los fondos de inversión, o en Davos, o en el Fondo Monetario Internacional, o en el Banco Mundial, o en las multinacionales, y nosotros venimos a decir aquí que
tenemos el deber de asumir nuestra responsabilidad histórica. A España solo la pueden rescatar los españoles. (Aplausos). Dependemos únicamente de nosotros mismos para superar este momento y España en solitario ha superado momentos incluso
peores. Algunos, y no solo diputados, sino también intelectuales, empresarios, comunicadores, no creen en ello porque han acabado sumidos en una pegajosa melancolía fruto de haber consumido hasta hartarse todos los tópicos y leyendas negras que se
han fabricado contra nuestra nación. Y nosotros venimos a decir aquí que no, que no nos salvará Bruselas, antes nos salvará Móstoles otra vez. (Aplausos). No son ustedes en cualquier caso, y hablo en general a la Cámara, los primeros que recurren
al acomplejado mantra de más Europa, más Europa. Creemos que es un recurso fácil, sobre todo si de Europa se pretende recibir el maná, el dinero que evite tomar las medidas necesarias para volver a hacer de España un Estado viable y un Estado
sostenible. El mito de Ortega y Gasset de que España era el problema y Europa la solución nunca ha sido verdad, Europa no es nuestra solución, pero, como sigan ustedes en el Gobierno, vamos a acabar siendo su problema. (Aplausos). Nosotros
preferimos en todo caso el diagnóstico unamuniano, que veía en España una esperanza para el viejo continente, que ahora además es un continente viejo y que debe mirar hacia la iberosfera si quiere sobrevivir. (Aplausos). La iberosfera es un
concepto en el que luego me detendré algo porque es una de las claves para el futuro y para las soluciones que necesita España. Pero desde luego la solución, señorías, no va a venir de una oligarquía europea insaciable, con aspiraciones soviéticas,
que devora sumas astronómicas de dinero mientras produce frenéticamente reglamentos y directivas de una maquinaria que ya tiene vida propia al margen de la propia voluntad democrática y soberana de las naciones. Con el pretexto de salvarnos de
profecías apocalípticas o de nuestra propia naturaleza pretenden imponer planes de control o de dirección de las conductas e injerencias en la vida de las naciones, de las familias y los individuos como nosotros solo aceptamos en las distopías
literarias y cinematográficas. El viejo bipartidismo europeo ha convertido Bruselas en una máquina deshumanizada que aspira controlarlo todo, promoviendo la división y la ruina de los pueblos. Y ese dinero que usted se ufana en haber conseguido,
señor Sánchez -ha conseguido finalmente mucho menos del dinero por el que aquí le aplaudían en aquella escenita-, ese dinero que ha conseguido usted después de haber mendigado por las instituciones europeas, hemos de decirle que no va a llegar a
tiempo ni en la cantidad suficiente para salvar a los españoles de la catástrofe económica que su gestión criminal de la epidemia ha provocado. (Aplausos). Y he de decir que los españoles lo pagaremos con los mayores recortes sociales de la
democracia, porque lo único que el PSOE y todos los socialistas han sabido redistribuir a lo largo de su historia ha sido la pobreza. A cambio de dinero en efectivo para continuar su juerga está dispuesto no solo a endeudar a los españoles para
generaciones y a niveles inimaginables, también a que la nación y el Estado desaparezcan devorados. Señorías, a España la están desvalijando a dúo: por el cuello la encadena la maquinaria despótica de Bruselas y por los pies la roen unas
autonomías y unos separatistas tan fracasados como traidores, y en el medio en estos momentos están ustedes. Pero los españoles no van a permitir que su nación desaparezca convertida en una región de una réplica moderada de la República Popular
China. No nos van a imponer una tiranía progre y globalista. Y los españoles no van a estar solos porque en toda Europa hay un despertar que gana terreno en defensa de su soberanía y en defensa de su identidad occidental, que reclama el
Estado-nación como



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unidad irremplazable y espacio supremo de la democracia y que rechaza un mega Estado federal que se parece demasiado a la República Popular China, a la Unión Soviética o, incluso, a la Europa soñada por Hitler. (Aplausos).


Pero no está escrito en piedra que eso tenga que ser así, no hay ninguna ley física que diga que los europeos no podamos retornar al espíritu fundacional de la Unión Europea. No hay ninguna ley física que diga que los europeos tengamos que
quedarnos de brazos cruzados mientras el consenso progre convierte la mejor civilización de la historia en un montón de cenizas. Ese consenso ha fracasado y es un hecho, lo comprobamos todos los días y en todos los parlamentos de todas las
naciones. Y quienes nos han metido en esta situación no son aptos para reconstruir el futuro de Europa. Nada va a ir mejor con ellos, nada va a ir mejor con ustedes. Por suerte, en todas partes de Europa y en muchos lugares del mundo occidental
están creciendo fuerzas y movimientos patrióticos, que no se van a quedar de brazos cruzados mientras unas oligarquías degeneradas convierten naciones enteras en estercoleros multiculturales. (Aplausos).


VOX quiere que el Estado-nación, que España, vuelva a ser la garante de la libertad y de la prosperidad de los ciudadanos. Una libertad y unos intereses que muchas veces sucumben bajo las presiones de potencias de grupos hegemónicos o
grandes lobistas del globalismo, como ese protector suyo, el especulador financiero y conspirador antinacional que es George Soros; el primer invitado que recibió en la Moncloa, casi no le dio tiempo ni a cambiar de colchón. (Rumores.-Risas).
Siempre se ríe; señora presidenta, le pediría que le ofrezca una réplica para que nos diga si es verdad que recibió al señor Soros en la Moncloa de una vez por todas, porque se lo hemos preguntado en infinidad de ocasiones y el señor Sánchez
siempre responde riéndose y tratando de ridiculizar nuestra posición. Como el señor Sánchez no está muy interesado en este tema, yo lo explicaré; el señor Soros -para quien no lo sepa o no quiera saberlo- es enemigo declarado de las fronteras
europeas, del presidente norteamericano y también del Estado de Israel. Ese especulador multimillonario enriquecido con el sufrimiento de millones de personas nunca recibe el ataque de la izquierda sorprendentemente, ni de la izquierda política ni
de la izquierda mediática, aunque incluso ha reconocido que hizo dinero con las víctimas del Holocausto. ¿Qué y cuánto le debe usted al señor Soros? ¿Cuánto del daño que hacen ustedes a España tiene explicación en esa obediencia? ¿Por qué ha dado
orden al Centro Nacional de Inteligencia para que proteja al señor Soros? ¿Por qué ha dado orden al Centro Nacional de Inteligencia para que proteja el globalismo cuando lo único que tendría que defender es la soberanía de España? (Aplausos).
Algún día lo sabremos y, si es como lo demás en su Gobierno, algún día los tribunales lo juzgarán, por supuesto que los tribunales lo juzgarán. ¿O de verdad creen que se puede amenazar de esta manera la soberanía nacional sin rendir cuentas ante un
juez? ¿De verdad creen que se puede amenazar de esta manera la soberanía nacional también sin rendir cuentas ante el pueblo español, al que están robando toda la herencia de sus padres y todo el futuro de sus hijos? (Aplausos).


Pero dejemos de lado a ese aliado suyo tan siniestro, señor Sánchez, y ocupémonos de nuestro papel en un mundo que está cambiando a una velocidad vertiginosa. Me voy a extender algo en la situación internacional porque, mientras aquí se
empeña en hablar sobre si un señorito de Bilbao se siente más o menos español o sobre el sexo de las gallinas o los derechos sexuales de las gallinas, ahí fuera están aconteciendo cambios radicales, cambios que afectarán directamente a las vidas y a
las oportunidades de los españoles de hoy y de los españoles de mañana.


Señorías, el multilateralismo ha demostrado que no es en absoluto la mejor fórmula en las relaciones internacionales. Y nosotros vemos muchas razones para recuperar un bilateralismo en el que el respeto mutuo sea una parte fundamental de la
relación entre las naciones. En ese sentido queremos -y contamos cada vez con más apoyos de partidos en todos los países miembros- una reforma de la Unión Europea para que vuelva a su espíritu fundacional y para poner fin a sus sueños federalistas,
que pretenden destruir y hacer tabla rasa de los Estados-nación. (Aplausos). He de decir que en otras organizaciones globales mundiales vemos menos posibilidad de enmienda y en muchas de ellas, casi con toda seguridad, la mejor decisión posible
sería dejar de contribuir a las mismas inmediatamente y plantear la cooperación de una forma distinta. Muchas son ya solo instrumentos del globalismo para imponer por coacción, por chantaje o por soborno, criterios de conducta y de ideología. Es
escandaloso que los países occidentales financien -ya sea a través de la UE, ya sea a través de la ONU o de otras instituciones- políticas tendentes a destruir la familia, a fomentar el aborto o la pederastia y a introducir métodos de
adoctrinamiento y de imposición ideológica. Se han convertido en organizaciones totalitarias en las que tiene el mismo peso una nación democrática que un Estado totalitario; agresivas contra las sociedades libres occidentales



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y extorsionadoras de las indefensas sociedades del tercer mundo, a las que esclavizan mientras defienden las peores tiranías; además de haberse convertido esas instituciones en profundamente corruptas.


Escandaloso ha sido el caso de la Organización Mundial de la Salud, a la que la República Popular China ha convertido en un instrumento más de su poder expansionista. Veo ciertas risas cuando hablamos de China en este lado de la bancada
también (señala los escaños del Grupo Parlamentario Popular), tienen un pacto de amistad con el Partido Comunista chino, que harían bien en romper pronto. (Aplausos). El poder expansionista de China, que comprobamos a finales de 2019 y principios
de este terrible año 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud participó en la operación de encubrimiento de la epidemia de coronavirus en Wuhan y ocultó la información suministrada por Taiwán, al que, por cierto, deberíamos volver a tratar
como un Estado pleno en el escenario internacional. Lo cierto es que en esas fechas, China ocultó al mundo la realidad de la pandemia y esa ocultación ha generado un millón de muertos y millones de personas arruinadas. Y la Organización Mundial de
la Salud fue la aliada del régimen de Pekín contra el resto del mundo. Por eso consideramos que el presidente de Estados Unidos hizo lo correcto al cancelar su participación en la Organización Mundial de la Salud. Se ríen en los bancos del fondo
porque lo que querrían es doblar la apuesta. Esa participación de Estados Unidos era del 20 % del total del presupuesto de la Organización Mundial de la Salud frente al 2 % de China, que era quien finalmente mandaba. Ya había hecho Estados Unidos
antes lo mismo con la Unesco, una organización entregada al servicio del adoctrinamiento izquierdista antioccidental y antisemita.


China se ha convertido, señorías -ya antes del sospechoso contagio del coronavirus hacia fuera de sus fronteras-, en la mayor amenaza para el mundo libre. Las esperanzas en una China más tolerante y abierta, gracias al desarrollo económico,
no se han producido. Con el desarrollo y el capitalismo controlados por el Partido Comunista chino el régimen es más implacable que nunca, pero además ahora con inmensos recursos al servicio de la dictadura, de la nomenclatura y de todos sus fines
políticos. Su rearme es colosal, señorías, y mientras en el resto del mundo se hunden las economías, especialmente la de España, China ya despega, después de haber ocultado la información a todo el mundo. Por eso decimos que China tiene que pagar.
(Aplausos). En el interior de China, señorías -y esto parece importarles muy poco-, reina el terror y la más mínima discrepancia es ferozmente reprimida. Esto les importa muy poco porque algunos tienen los mismos planes para España. Cientos de
miles de presos de conciencia y poblaciones enteras, por razones étnicas o religiosas, son sometidas a una brutal represión; hasta han nacionalizado la Iglesia católica para ponerla al servicio del partido, para lo que, por cierto, han contado con
lamentables y tristes complicidades.


Esta es una realidad de la que se informa poco o nada a los españoles, por supuesto en esta Cámara, pero tampoco en los medios de comunicación, mientras que todos, en sospechosa unanimidad, no dicen más que barbaridades del presidente de un
país, Estados Unidos, en el que quisieran entrar a vivir millones de personas de todo el mundo buscando libertad y prosperidad. Es verdaderamente sorprendente esta balanza. Pues aunque a algunos les sorprenda, los balseros no iban de Miami a La
Habana, sino al revés. Han creado una imagen totalmente distorsionada del presidente de Estados Unidos y de todo lo que sucede en ese país, pero además con nefastas consecuencias para nuestra economía. Son ustedes unos linces. Los grandes países
europeos han visto cómo Trump corregía las imposiciones de aranceles, menos España. La hostilidad del Gobierno de Pedro Sánchez y sus medios subvencionados hacia EEUU se plasmó también en la pérdida de unos contratos para Navantia por valor de 18
000 millones de euros. Ese dinero se ha ido a Italia, señorías, era trabajo para miles de trabajadores y era trabajo durante lustros. Usted, señor Sánchez, y sus amigos bolivarianos lo han conseguido. (Aplausos).


En Estados Unidos unas fuerzas constitucionales se enfrentan al rodillo totalitario de una izquierda cada vez más violenta y más embrutecida, que cuenta con los inauditos apoyos de grandes capitales, de élites académicas y de cierta
plutocracia tecnológica, con la diferencia respecto a España de que ese rodillo totalitario y violento en Estados Unidos está en la oposición, incendiando la calle, y en España su reflejo, es decir, ustedes, están en el Gobierno, gracias al temblor
de rodillas del señor Rajoy y gracias al apoyo de los golpistas y de los filoterroristas. (Aplausos). Aunque a veces ustedes se las ingenian para hacer dos cosas al mismo tiempo y, mientras obligan a policías y a guardias civiles a protegerles,
mandan a sus secuaces callejeros contra esos mismos policías y guardias civiles, como vimos hace muy poco delante de la Asamblea de Madrid. Porque ustedes son capaces de hacerse la revolución a sí mismos con tal de que acaben perdiendo siempre los
mismos, es decir, los hombres y mujeres corrientes. Por eso incendian la calle con matones subvencionados, donde haga falta, como nos han demostrado durante todos estos meses. Ustedes están en el poder y juegan a la subversión porque ustedes son
un Gobierno



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contra el Estado, un Gobierno contra la nación y, por supuesto, un Gobierno contra el rey, al que han confinado y que no puede defenderse de su traición institucional. Y encima pretenden -y se nos ha dicho desde el banco azul- que los
españoles o los diputados no le defendamos mientras ustedes reclaman el derecho a traicionarle a él y a la Constitución. Pues, señorías, va a ser que no.


Nosotros vamos a defender la Constitución, el Estado de derecho y la monarquía parlamentaria (aplausos), porque nosotros sí estamos con la ley y con la Constitución, aquí, en Estados Unidos y en todas las naciones libres. Estamos con los
que defienden y construyen iglesias frente a los que las queman; estamos con los que protegen las estatuas de los fundadores de la democracia norteamericana, por ejemplo -y, por cierto, también de la huella española en Norteamérica-, frente a la
barbarie de quienes las derriban y las destruyen. Nosotros estamos con quienes defienden la ley, el orden y la libertad. Ustedes están con los terroristas de Antifa en Estados Unidos y con los terroristas de Alsasua aquí, en España (aplausos) y,
por supuesto, están con sus amigos y correligionarios del narcosocialismo, que es la mafia de la droga en Iberoamérica, con ropaje ideológico de izquierdas. Ahí tienen en la bancada de un partido del Gobierno al abogado y representante de las FARC
en sus principales negociaciones; las FARC, señorías, la guerrilla comunista colombiana cuya principal actividad es el tráfico de cocaína. No lo digo yo, lo dice la DEA, la organización antidroga de Estados Unidos, que considera a las FARC, junto
con el cártel de los Soles de Maduro y sus militares, la mayor organización de tráfico de cocaína del mundo. Pues ahí tienen sentado a don Enrique Santiago Romero, natural de Madrid, de profesión: la defensa de los intereses de las FARC, es decir,
de los narcotraficantes, de los secuestradores y de los violadores de menores en Colombia. (Aplausos). Enrique Santiago, secretario general del Partido Comunista y mano derecha de Iglesias, o al revés, no lo sabemos. No es extraño; en realidad
las FARC, como tantos otros, al final obedecen al mismo mando común del Foro de Sao Paulo, al que ahora quieren llamar Grupo de Puebla. Nosotros pensamos que cártel de Puebla sería mucho más adecuado; una auténtica mafia internacional.


Yo entiendo que a ustedes les moleste que esto se diga y que les preocupe que se diga en esta tribuna lo que ya está publicado en medio mundo. Entiendo que les preocupe, pero deben estar seguros de que vamos a seguir hablando y vamos a
seguir denunciando aquí y en todo tribunal competente a las mafias internacionales de la droga y del terrorismo, a sus cómplices y a sus empleados, se llamen Zapatero, se llamen Garzones, se llamen Sánchez, se llamen Iglesias o se llamen Monedero.
(Aplausos). De hecho, a través de la Fundación Disenso promovemos desde hace algunos días la Carta de Madrid, en defensa de la libertad y de la democracia en toda la iberosfera. La carta está firmada por líderes políticos y sociales con visiones e
ideas políticas distintas e incluso divergentes, pero que coinciden en lo fundamental, que es en defender todo lo que ustedes hoy atacan: el Estado de derecho, el imperio de la ley, la separación de poderes, la libertad de expresión y la propiedad
privada, atacada en muchas naciones de Hispanoamérica y atacada ya de manera creciente en España. Quiero aprovechar para agradecer la participación de esos hombres y mujeres en una iniciativa que debe estar más allá de los partidos, en defensa solo
y únicamente de todo lo que nos une, y es mucho lo que nos une en la iberosfera, esa comunidad que comparten más de setecientos millones de personas en todo el mundo, con dos lenguas, y que tiene el desafío de convertirse en una de las regiones más
relevantes del escenario internacional.


Yo sé que a usted, señor Sánchez, esto le viene grande porque usted solo venía a estar en el poder todo el tiempo posible y no tenía más plan que darle gusto a su ego, que ya es una actividad a tiempo completo, pero ha tenido usted la
desgracia de únicamente poder cumplir su sueño en fatal abrazo con el señor Iglesias. Y el señor Iglesias tiene el mismo cuadro que usted, es otro narcisista, pero él a diferencia de usted tiene un encargo; un encargo de los que le trajeron hasta
aquí en volandas con dinero de sangre, con dinero de miseria, con dinero de ruina y con dinero de dictaduras. (Aplausos). Usted solo quería mandar; pues bien, he de informarle que usted no manda, que solo está gestionando el proyecto de una mafia
internacional y que ustedes no tienen agallas para llevarle la contraria a los jefes de la mafia. (Aplausos). Por la misma razón, señorías, porque la amenaza mafiosa es grave resulta imprescindible conseguir la eficaz separación de poderes y
acabar con este espectáculo indignante de la fiscal, ministra y comisaria en alianza con el siniestro Baltasar Garzón -que es un prevaricador expulsado de la judicatura- dictando juntos medidas para aterrorizar a jueces y a fiscales por igual. Los
jueces deberían preguntarles: ¿cuántas veces ha venido Delcy Rodríguez a España con sus maletas?, ¿cuántas veces otros miembros de la mafia narcocomunista venezolana?, ¿y su amigo Evo Morales o Rafael Correa, ambos perseguidos por diversos
crímenes, algunos abominables?, ¿por qué no aparece ese general jefe de la inteligencia de Chávez, Hugo Carvajal, que estaba a buen recaudo en España y que debió haber



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sido entregado a Estados Unidos, que tanto sabe del saqueo de petróleo venezolano, que tanto sabe de Rodríguez Zapatero y de la participación de Monedero y del señor Iglesias en la construcción de la tiranía más sanguinaria de Iberoamérica?
No me van a contestar, pero espero que algún día se lo contesten a algún juez. Al menos nosotros trabajaremos para ello. (Aplausos). Y he de decirles que nosotros no somos como otros, nosotros somos perseverantes y somos eficaces, pregúnteselo,
si no, a los señores Puigdemont y Torra. (Aplausos). De momento Hugo Carvajal es otro más de los miles de inmigrantes ilegales que campan a sus anchas por España, no sabemos escondido por quién y protegido por quién. (Rumores).


Señorías, la mafia del narcosocialismo no es la única aliada del Gobierno. La estrecha colaboración entre el Gobierno de Sánchez y la mafia de los traficantes de seres humanos ha provocado un efecto llamada cuyas consecuencias las sufren
los españoles corrientes, aunque cuenta con el beneplácito de grandes oligarcas de Bruselas y de algunos ejecutivos de grandes multinacionales. Esa hampa migratoria apoya y promueve la invasión de nuestras costas y vela por los intereses únicamente
de los privilegiados, pero nunca por el de las familias o por el de los vecinos. Los poderosos nunca sufrirán los efectos nocivos de esas avalanchas porque en sus urbanizaciones, con seguridad privada o con Policía, los MENA -España ha recibido más
de 20 000 desde el año 2014- ni roban ni agreden ni violan, pero deberían hablar con sus familiares, esos que están en los barrios, que están en los pueblos, esos que han dejado allí, y deberían preguntarles qué piensan de la inmigración ilegal. Yo
le puedo decir que a mí me consta que algunos de sus familiares ya nos votan exclusivamente por eso; no solo me consta a mí sino que ustedes lo saben. Ellos saben que hay que acabar con el efecto llamada del que viven los traficantes de personas y
que lleva al drama a muchísimas personas en el Mediterráneo. No es casualidad que los puertos de Marruecos o de Argelia se llenaran de promociones de viajes hacia España tras la aprobación del ingreso mínimo vital. Sus políticas migratorias,
además de inseguridad, de pobreza y conflicto -que han traído-, hacen que ustedes sean responsables de toda la tragedia y de todas las muertes que se producen en el Mediterráneo porque ustedes les están llamando, ustedes están ofreciéndoles una
falsa promesa, ustedes están confundiéndoles. Son ustedes los que no tienen sensibilidad, no los que decimos que la inmigración debe ser regulada y producirse de una determinada manera. (Aplausos). Debemos detener esa tragedia en el Mediterráneo
inmediatamente, señorías. Hay que reforzar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y también a nuestros ejércitos y dotarlos de todas las herramientas jurídicas y materiales necesarios, para hacer frente a las violentas avalanchas de
inmigrantes ilegales contra nuestros policías y contra nuestros guardias civiles. Hay que blindar las fronteras, pero también hay que blindar nuestros mares para que los piratas negreros, traficantes magrebíes, argelinos o las ONG no puedan
acercarse a nuestras costas y no puedan traficar con el sufrimiento de miles de personas. (Aplausos). Para eso hay que abandonar su desastrosa concepción de la defensa, que ha llevado al maltrato de nuestros soldados hasta límites inaceptables,
quizá porque ustedes maltratan a todo el que lleva una bandera de España en el hombro, en el pecho o en unos simples tirantes, con los que aquí han hecho mofas, por cierto, a pesar de que ahora la lleven algunos en la mascarilla para disimular. Hay
que expulsar de manera inmediata a todos los inmigrantes que entren en nuestro suelo de manera ilegal. Quien viola nuestra legislación, quien asalta nuestras fronteras, quien agrede a nuestros policías y guardias civiles no puede ser puesto en
libertad en veinticuatro o cuarenta y ocho horas para que campe a sus anchas, sino que debe ser internado permanentemente hasta su repatriación. Hay que perseguir a las mal llamadas ONG que han hecho del drama humanitario que se vive en África un
auténtico negocio. Quienes promueven la inmigración ilegal y masiva, con sus efectos nocivos para la sociedad española, para las sociedades europeas, no solo no pueden recibir ni un euro de los ciudadanos españoles a los que perjudican, es que
deben ser perseguidos por colaborar con las mafias del tráfico de personas. (Aplausos).


Y sí, hay que deportar también a aquellos inmigrantes ilegales que cometan delitos graves para que, a través de convenios, tengan que cumplir las penas en sus países y, también, a aquellos que hayan convertido el delito leve en una forma de
vida. Además -hace años que lo decimos, no se escandalicen otra vez-, hay que retirar la nacionalidad a aquellos que la hayan obtenido y que utilicen ese privilegio para atacar al Estado de derecho, a la monarquía parlamentaria y a los símbolos
nacionales. Hay que hacerlo por muy diputados de esta Cámara que sean. (Aplausos). Es urgente y de absoluta necesidad para los inmigrantes que han venido a trabajar honradamente entre nosotros que junto a ellos denunciemos a los que han venido a
delinquir, a los que han venido a traernos tiranías o a romper nuestra patria porque, señorías, la política de inmigración debe estar subordinada a los intereses y a las necesidades económicas de España y también a la capacidad y a la voluntad de
integración del inmigrante. Sí, decimos a la



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capacidad y a la voluntad de integración del inmigrante, porque hasta la Francia en marcha del señor Macron, el ídolo de Ciudadanos, está expulsando a más de doscientos sospechosos de yihadismo. Se ha dado cuenta de que el islam, sobre todo
si recibe influencias y financiación extranjera, se convierte en un peligro para la civilización que lo acoge. Hay que tomarse en serio el yihadismo porque no ha desaparecido y porque sigue decapitando a personas bajo el grito de 'Alá es grande'.
La semana pasada volvió a ocurrir y no era un lobo solitario; fueron detenidos un grupo de ellos. Y no solamente actúan con cuchillos; también lo hacen a través de la educación menospreciando a las mujeres, a las que luego otros grupos aquí
utilizan para hacer escenitas, o sembrando el odio a la civilización en aquellos países que les están acogiendo. (Aplausos). No son pocos, señorías, los imanes musulmanes que tratan de avisarnos de ello mientras ustedes miran hacia otro lado, con
ese complejo -yo creo que estúpido- de quien odia su propia cultura y se arrodilla ante cualquier cultura que es ajena. En Cataluña, por ese rechazo racista a la inmigración hispanoamericana que impuso el corrupto Pujol, ya se está más cerca del
horror que viven algunas sociedades europeas. Y les adelanto otra predicción: si los renegados lograsen algún día romper España, cosa que no ocurrirá, solo conseguirían crear la república islámica catalana. (Aplausos). Señorías, todo esto es lo
que hay que hacer, pero, si esta moción no prospera, les pido que al menos en materia de inmigración restrinjan la capacidad de las pateras, digan que hay un número determinado que se puede permitir o que les pidan al menos los mismos requisitos que
han pedido a un ciudadano de Fuenlabrada para entrar en Madrid. Quizá con eso sería suficiente para aminorar el desastre que ustedes están promoviendo, desastre de convivencia y desastre económico. Porque la economía nacional se enfrenta a una
crisis sin precedentes, a una crisis devastadora, con la peor deuda respecto al producto interior bruto en ochenta años, con la mayor contracción económica en ochenta años y con el peor Gobierno -en manos de comunistas que solo han repartido miseria
y aliado con separatistas y golpistas- en ochenta años. En los próximos meses vamos a conocer niveles de pobreza que no imaginábamos, mientras ustedes tocan el violín de la sororidad y de los lunes sin carne. No sigan por ahí, no sean insensatos.
Va a haber españoles y va a haber familias que no van a tener carne en toda la semana. La economía de la nación no está hoy al servicio de los españoles, está secuestrada por la agenda ilegítima de Sánchez y los separatistas con el apoyo -todo hay
que decirlo- de grandes empresas y de algunas multinacionales que están haciendo negocio con la ruina de España. En apenas unos meses, ya antes de la pandemia china, este Gobierno nos situó a las puertas de una recesión. Los resultados de su
negligente gestión y de su política sectaria nos han llevado a un desastre aún mayor como consecuencia del virus. En los seis primeros meses de este año España ha sufrido la mayor destrucción de la zona euro. El empleo se enfrenta a las peores
cifras de la historia, el paro juvenil es el más alto de Europa, las exportaciones caen como nunca, el turismo se derrumba por completo entre insultos del señor Garzón y el comercio retrocede, especialmente el pequeño comercio, mientras otros se
enriquecen. Todos estos hechos que ustedes desprecian o adulteran son españoles sufriendo, son españoles sufriendo por su culpa, señorías. Han abandonado a los asalariados. Han abandonado a los pequeños comerciantes. Han abandonado a la España
que madruga, a quienes no viven de intereses mafiosos y, por lo tanto, no aplauden ni acuden corriendo a las llamadas de un presidente que es el principal responsable de la ruina económica. ¡Qué bien nos iría a los españoles si las grandes empresas
del IBEX, siempre tan dispuestas a aplaudir la prédica progre, acudieran tan raudas a defender los intereses de la nación y de los españoles corrientes! (Aplausos).


Si este Gobierno hubiera pensado en los españoles corrientes, habría hecho suya la propuesta de VOX de pagar las nóminas a los trabajadores y a los autónomos a los que se prohibió trabajar durante la imposición de su estado de excepción, del
que, por cierto, el Tribunal Constitucional aún no ha dicho nada, faltando al respeto no solo a este grupo, sino a esta Cámara. Pero pagar las nóminas a los españoles corrientes no fue su prioridad; al revés, también rechazan ustedes las
moratorias en el pago de impuestos que propusimos. Nos encontramos con que España sufrirá en 2020 la mayor recesión del planeta, con que la destrucción del empleo es ya la más intensa de toda Europa y con que el deterioro del tejido productivo está
siendo devastador. Si seguimos por la misma senda corremos muchos riesgos, pero hay uno que es terrible, señor Sánchez, y a él nos conducirá el Gobierno si no lo remediamos hoy, señorías, que es la ruina del Estado de bienestar y la aparición de
una pobreza de dimensiones desconocidas en las últimas generaciones. Ustedes nos conducen allí. (Aplausos). Ustedes nos conducen a esa pobreza y los jóvenes -muchos de ellos no nos están escuchando porque están estudiando, los más jóvenes, nos
escucharán esta tarde con toda probabilidad- ya viven peor que sus padres y, si ustedes siguen gobernando, acabarán viviendo peor que sus abuelos y peor que sus bisabuelos. Ojalá en esta advertencia



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me equivoque, pero me temo que vamos a acertar, como lo hemos hecho hasta ahora en relación con todos los pronósticos de su desgobierno; de su mano, señor Sánchez, señor Iglesias, viene la ruina total. Primero, porque no estábamos
preparados. Claro que una pandemia es algo imprevisible, lo ha dicho usted en esta tribuna en muchas ocasiones, pero lo que no es imprevisible es la posibilidad de que a lo largo del tiempo ocurran acontecimientos desfavorables para la economía.
Por eso, tanto a nivel nacional como a nivel europeo existen reglas de disciplina presupuestaria que se pueden resumir en la sencilla frase que nos diría cualquier madre: guarda siempre un poco para cuando vengan los momentos malos. Y los últimos
Gobiernos han hecho exactamente lo contrario de lo que dicta el sentido común de lo que nos diría cualquier madre. Esa parte de culpa por supuesto no es suya, señor Sánchez, es compartida, pero las primeras actuaciones cuando ya estaba aquí el
virus son responsabilidad suya. Quisieron decirnos entonces que los efectos económicos de la epidemia eran temporales y que en poco tiempo las cosas volverían a ser exactamente como antes. ¿De verdad se creía eso el Gobierno? ¿De verdad lo creían
ustedes? ¿Se pensaba, de verdad, que las estrictas medidas sanitarias, que la destrucción de la actividad económica, que las pérdidas de empleo, que el confinamiento más severo, que el desplome del comercio internacional, que la práctica
desaparición de la actividad turística, que el ataque a los bares y a los restaurantes, no iban a dejar nuestra economía maltrecha para las próximas décadas? ¿De verdad se lo creían ustedes? O ignorancia o mentira, y con ustedes es difícil saberlo
porque son muy aficionados a ambas.


No cabe duda de que en una crisis como esta es necesario que sobreviva la mayor cantidad de empresas y de empleos posibles, y ello requiere medidas excepcionales de gasto y algunas de ingresos, pero hay que tener también un plan de salida
creíble que garantice el futuro de España. El déficit público español se situará este año cerca del 15 % según algunos indicadores, es decir, alrededor de los 160 000 millones de euros. Al final de año cada hogar español podrá deber 10 000 euros
más como resultado de su nefasta gestión. La debilidad de nuestra economía, la situación a la que nos han llevado, ha comprometido también la soberanía y la independencia de España. Y no, no hemos salido más fuertes, en realidad no hemos salido, y
ahora, peor aún, somos más dependientes y menos soberanos al estar más sometidos a nuestros acreedores. Aunque no haya un plan de salida y todo se esté improvisando y negociando según viene también en un Gobierno complejo, para cualquier persona es
obvio, incluso para el Gobierno, que la deuda pública española no puede seguir aumentando hasta el infinito y que el Banco Central Europeo no puede emitir de forma indefinida cantidades astronómicas de dinero para comprar esa misma deuda. Ustedes
lo saben, todos ustedes; ustedes saben que esta huida hacia delante tiene fin. Pueden ustedes elevar el techo de gasto como pretenden hasta endeudar a diez generaciones, como aprobarán pronto de manera irresponsable, pero alguien tendrá que
prestarles, alguien tendrá que prestarnos, y no creo que los cárteles de la droga con los que ustedes se alían en Colombia, en Bolivia o en Venezuela quieran financiar a España. Esos criminales solo mandan maletas para corromper a políticos, no
para financiar la deuda, señorías. (Aplausos). Mientras esperan que alguien les salve, van proponiendo reformas justo en sentido contrario. Bueno, mientras esperan que alguien les salve y nos salve, porque nuestra suerte está unida a la de todos
ustedes. Pero las reformas que plantean son todas en sentido contrario. Es decir, por ejemplo, aplicar a las empresas de un sector, la hostelería, en una provincia determinada o incluso a nivel nacional, las mismas condiciones laborales. Lo más
absurdo en estos momentos; cada empresa está luchando por salir adelante como mejor puede, dejemos que ellas y los representantes de los trabajadores decidan. ¿O acaso tiene los mismos problemas un restaurante de lujo que una pizzería? No se
puede tratar de la misma manera a los que tienen circunstancias diferentes. Otro ejemplo de negligencias o mentiras: el ingreso mínimo vital. Lo venden como una actuación de urgencia ante la crisis social que ha producido la epidemia. Si
hubieran hecho eso, en realidad no tendríamos nada que objetar, ya lo hemos dicho, pero no sirve para ayudar a los que están sufriendo esta crisis, ya que se basa en las rentas de 2019, ya que está a medio legislar y no iguala sino que aumenta las
diferencias entre comunidades autónomas, porque no han coordinado esta ayuda estatal con las ya variadas y existentes ayudas de las distintas regiones y autonomías, y, encima, ni siquiera han previsto los medios para tramitarlas. Eso sí, han tenido
un efecto, que ya hemos dicho antes, y es el irresponsable y dañino efecto llamada hacia el norte de África.


Señorías, ustedes no han aprendido nada. Están haciendo exactamente lo mismo que en la crisis anterior, que es confundir la parte productiva y competitiva de la economía española, formada esencialmente por pequeños comerciantes, por
profesionales y autónomos, que es la que siempre nos saca adelante, con las grandes empresas de sectores regulados, las que viven del BOE y de los grandes contratos



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públicos, y en cuyos consejos de administración querrán sentarse en unos años, como ahora están sentados los que les precedieron en arruinarnos. Por eso, el Gobierno se dedica a reunirse y a negociar con grandes multinacionales y grandes
bancos, mientras pone palos en las ruedas a los que madrugan para trabajar, a los que levantan la persiana, a los que buscan trabajo y han sido abandonados a su suerte, como los ancianos en las residencias del señor Iglesias. (Aplausos). Están
ustedes hundiendo la economía de las familias, de las pymes y de los autónomos, mientras hacen mucho dinero las grandes empresas de las puertas giratorias. Es increíble, por no decir directamente inmoral, que el Gobierno despoje a las clases medias
para enriquecer aún más a los grandes monopolistas, como hacen ahora con las fusiones bancarias, apoyadas por los que iban a recuperar la banca pública. En definitiva, por su incapacidad, por su negligencia, por su sectarismo y por sus mentiras
llegarán muy pronto los recortes o, mejor dicho, volverán, como en la época de Zapatero, reduciéndose pensiones, bajando el sueldo a los funcionarios y subiendo los impuestos a todos, no solo a los ricos, a todos, especialmente a la clase media, que
eso es lo único que saben hacer ustedes. (Aplausos). Y recuerden este pronóstico, señorías, porque me temo que, por desgracia, también acertaremos.


Solo hay un camino para recuperar la prosperidad, y es una dirección completamente opuesta de la que siguen todos ustedes, y digo todos ustedes. En primer lugar, la medida política más urgente es eliminar el gasto político ineficaz. Hay
muchos españoles que pueden preguntarse qué es esto del gasto político ineficaz, y yo se lo respondo con un ejemplo claro y visual: esta bancada (señalando el banco azul), el Gobierno más sobredimensionado de nuestra historia. (Aplausos). Esta
bancada es el símbolo del despilfarro del dinero de los españoles y de la desvergüenza con el uso del dinero ajeno. En realidad, no deberíamos llamarlo gasto ineficaz, sino gasto eficaz solo para sus intereses, sus corruptelas y sus agendas de
división y ruptura, que es en lo que se gastan el dinero de todos los españoles. Porque esa agenda suicida, junto al narcisismo y la egolatría de los señores Sánchez e Iglesias, cuesta dinero a los españoles. Este es el Gobierno más costoso y
elefantiásico de la historia de la democracia. Veintitrés escaños azules, señorías, veintitrés. Pero no basta con la eliminación de sus excesos, de sus legiones de asesores y de su carísima propaganda, también hay que suprimir el derroche
autonómico. Miles y miles de millones despilfarrados en fomentar divisiones y desigualdades entre los españoles, produciendo duplicidades, incluso triplicidades, y asfixiando a los españoles en todas las regiones con trabas, con impuestos, con
reglamentos y con el 3 % de corrupción inherente a algunos caciques locales. Es un derroche que pone en peligro el Estado de bienestar, que pone en peligro las pensiones, que pone en peligro el pan de nuestros jubilados. Se han cargado ustedes
también la unidad de mercado y, aun así, siguen defendiendo con ceguera el Estado autonómico. Un sistema en el que solo pueden operar cómodamente las grandes empresas, porque son las únicas que disponen de los suficientes servicios jurídicos como
para poder crecer, como para poder establecerse y que excluye a las pymes y a los trabajadores. Como si para montar un puesto de pipas o para ser un español de pleno derecho tuviese uno que ser catedrático de Derecho Administrativo, ya ni les
cuento para montar una empresa a nivel nacional, en ese caso debe hacer falta todo el claustro de la Facultad de Derecho. (Aplausos). Por todo esto, señorías, les proponemos, como ya hicimos hace años, la superación del Estado autonómico.
Mientras eso no sea posible, porque exige una reforma constitucional, proponemos la devolución de las competencias y la recuperación del mercado único nacional.


Pero hay que hacer más cosas, España tiene que continuar protegiendo a quienes, por causa de la epidemia, no pueden trabajar; debemos recuperar cuanto antes el empleo destruido durante esta crisis y, a continuación, generar empleo nuevo
como nunca antes se había hecho en España. Los trabajadores necesitan más empleos, más estables y mejor remunerados. Por todo ello, aprovecho para saludar la aparición del sindicato Solidaridad (rumores), un sindicato que defenderá de verdad a los
trabajadores y que será transparente, no como la mafia sindical que hemos soportado y que oculta, bajo banderas rojas, el saqueo permanente de nuestros asalariados y la defensa de ideologías caducas y nocivas que siempre nos llevan a la miseria.
(Aplausos). Aquí, señorías, también podemos recortar. Hay que suprimir inmediata y radicalmente las subvenciones públicas a partidos políticos, sindicatos y organizaciones patronales, porque no es justo que los españoles tengan que cargar con el
peso de sostenernos a todos nosotros. (Aplausos). A los partidos que los financien sus asociados. Si queremos facilitar la creación de empleo y los salarios justos no podemos mantener uno de los niveles de cotizaciones sociales más altos de toda
Europa. Un mileurista en España es, en realidad, un dosmileurista atracado por el Estado o atracado por el consenso progre. Necesitamos más empresas pagando menos, excepto las grandes multinacionales tecnológicas, esas sí tienen que pagar más,
mucho más, sobre todo porque, gracias a ustedes, no pagan



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nada. Oigan, que por muy progres que sean esos multimillonarios tecnológicos, el negocio que hacen en España tienen que tributarlo en España. Diría más, los datos que cosechan en España se los deben pagar a los españoles, siempre que les
den el permiso para utilizarlos. Este es un asunto muy importante y es una de las claves del futuro en pleno debate sobre el 5G, la soberanía que sobre los datos deben tener las personas y las naciones.


Volvamos a los impuestos. Sencillamente -nos lo han escuchado más veces-, hay que bajarlos, todos, y eliminar muchos de ellos, que son profundamente injustos y que lesionan la actividad económica. VOX ya ha planteado cómo se puede hacer y
fortaleciendo a la vez el Estado de bienestar, ahora amenazado por sus políticas de despilfarro. Porque la verdad es que entre el último ministro de Hacienda y la actual solo hay una diferencia, y es una letra en sus apellidos, en todo lo demás
coinciden: derroche y expolio. Tomemos otro camino, debemos reindustrializar España. Para eso es preciso que dejen de atacar y marginar al principal sector económico de la nación que, hoy por hoy, es el turismo, señorías. Miles de trabajadores y
empresarios han convertido al turismo en una industria puntera a nivel mundial a pesar del desprecio con el que ustedes la tratan, señor Garzón. Pero no solamente podemos vivir del turismo, señorías, quizá eso es lo que quisieran en Alemania. Nada
explica, solo la agenda ideológica del consenso progre otra vez, que España renuncie a un sector industrial ambicioso. Es esencial decirlo en esta tribuna, fue un inmenso error permitir ese proceso de desindustrialización en los años ochenta, y
ahora ustedes quieren profundizar en ese camino. Los cierres y despidos en Nissan, As Pontes, Airbus, Navantia, Alcoa y tantas otras, muestran que nuestra industria se desangra, señorías. Desde el año 2008, la industria española ha perdido 700 000
empleos. Por otro lado, casi 100 000 españoles cualificados han tenido que salir durante la última década por el paro y por la precariedad laboral que sufre España. Mientras, el coste del Ministerio de Igualdad, con toda esa corte de asesoras, es
de 180 millones de euros según los Presupuestos Generales de 2018. Estamos ante la portada de Vanity Fair más cara de la historia, señorías (aplausos), y esta es una demostración de que ustedes nunca quisieron acabar con la casta; ustedes querían
ser la casta. Sí, señorías, hay que proteger a nuestra industria, hay que acabar con la entrada de productos de terceros países que no cumplen con las normas a las que sometemos a nuestros productores, especialmente lo que tiene que ver con la
regulación laboral, medioambiental y de calidad. Estamos condenando a nuestro campo y a nuestra industria a competir contra economías cuya principal fortaleza es la mano de obra esclava, por lo que la deslocalización y la precarización del empleo
son permanentes y seguirán siendo permanentes si no lo remediamos de una manera urgente. (Aplausos).


Hablemos también algo del sector del automóvil, incluyendo la industria auxiliar, en la que España es puntera a nivel mundial. Pues bien, la declarada hostilidad mostrada por el Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto en serias dificultades a
una industria que garantiza 200 000 empleos en España. La irresponsable guerra declarada al diésel, del que España es el primer fabricante en Europa, está ya penalizando no solo a la industria sino especialmente a los españoles más modestos. Al
igual que nada explica -solo la agenda ideológica del consenso progre, eso de lo que se ríen cada vez que lo repito- que España esté entre los países que pagan la electricidad más cara. El Gobierno, con sus decretos-leyes, y la Comisión Nacional de
los Mercado y la Competencia -en la que milita sin reservas el marido de la vicepresidenta cuarta del Gobierno- han regalado 3000 millones de euros al sector energético, que pagarán todas las familias y pymes en el recibo de la luz.


Llegados aquí, señorías, quiero hablarles de conservacionismo, o de ecología si lo prefieren; es decir, del cuidado de la naturaleza, de la conservación del medio ambiente, del respeto al legado natural que hemos recibido de nuestros padres
y que tenemos el deber de entregar intacto, y si es posible mejorado, a nuestros hijos. Parece mentira que me vea obligado a explicar lo que para nosotros significa conservar el medio ambiente en esta tribuna, pero me veo obligado porque ustedes
siguen en la ancestral adoración de la madre tierra y de los fenómenos atmosféricos como las culturas primitivas. Ustedes, que se ríen de los creyentes y que les acosan, están en la superstición de cada tormenta, de cada huracán, de cada volcán y
de cada sequía. Ustedes han comprado una religión supersticiosa muy parecida a la de los chamanes y los brujos, con la que engañaban a las tribus para incrementar su poder -y cuando digo ustedes no me refiero solo a los que están aquí, sino que en
el concierto de las naciones se ha producido un consenso progre bastante amplio en este sentido-; chamanes, brujos o el señor Al Gore, que se ha hecho multimillonario con predicciones apocalípticas. Ustedes sigan mirando al cielo y anunciando el
apocalipsis; nosotros nos fijamos en cada parado, en cada negocio que echa el cierre, en cada español que es despedido de la industria por sus posiciones y en cada futuro personal que se desvanece. (Aplausos). Porque nosotros estamos con el
pueblo español, no con oligarquías enfermizas, degradadas



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e hipócritas que desde sus mansiones nos venden nuevas religiones y nos dicen cómo hay que vivir, qué hay que comer, cómo hay que vestirse y cómo tenemos que viajar; eso sí, nos lo dicen desde aviones privados o desde los helicópteros que
utilizan para dejar una cumbre ecológica e irse a cazar corzos.


Decía que vengo a hablar de ecología de verdad, o sea, de conservacionismo con propuestas de sentido común, porque ustedes solo saben afrontar los problemas de dos maneras: mediante la criminalización del disenso -por decir esto nos llaman
negacionistas y todas estas cosas que se inventan- o mediante la creación de superestructuras inútiles en las que colocar a amigos con sueldos millonarios. No nos pidan que aceptemos eso que decía el señor Solana, quizá proyectándose, de que el
hombre es un virus sobre la tierra, pero durante unos minutos voy a dar por bueno su dogma de que el cambio climático, cuya existencia es innegable, tiene origen en las emisiones de CO2 provocadas por el hombre. Pues bien, señorías, los principales
emisores de CO2 del mundo, que son casi todas las principales economías, se niegan a la reducción de sus emisiones, mientras España, que solo emite el 0,7 % del CO2 mundial, se flagela asumiendo unos irresponsables objetivos de descarbonización que
arruinan a los españoles corrientes. ¿Pueden imaginarse ustedes el nulo impacto que tendría sobre la atmósfera la desaparición de toda España? Para que lo entiendan, si se paralizase toda nuestra economía, se reducirían únicamente siete de cada
mil partículas de CO2 emitidas por toda la humanidad. No vale todo para reducir las emisiones de CO2, señorías, España debe apostar por la soberanía energética. No podemos estar cerrando las centrales térmicas en España enviando al paro a miles de
familias, mientras compramos energía a Marruecos producida con carbón. (Aplausos). Porque les informo de que con Marruecos compartimos atmósfera, no solo pateras, señorías. Invirtamos, por lo tanto, en energías inagotables: fotovoltaica, eólica,
hidráulica y también nuclear para que España sea autosuficiente en el consumo eléctrico. Claro que sí, señorías, hay otro camino para cuidar la atmósfera y no perecer en el intento ni convertirse en esclavos de potencias contaminantes como nos
ocurre ahora. Para reducir las emisiones netas de CO2 no hace falta volver a la Edad de Piedra, también se puede aumentar la absorción de CO2. ¿Cómo? Creando sumideros de CO2, señorías, y la naturaleza nos brinda uno que es fantástico, que es
ecológico, que es sostenible, que es biodegradable y que es eco friendly, como dicen ahora: las plantas. Hay países como Alemania que ya tienen prácticamente toda su geografía cubierta por bosques y vegetación y, por lo tanto, no tienen tanto
margen para aumentar la absorción de CO2, pero España tiene una gigantesca oportunidad derivada de un riesgo, tenemos un 50 % de nuestro territorio en riesgo de desertificación y, por tanto, la oportunidad de recuperar millones de hectáreas de
regadío si somos capaces de hacer llegar el agua suficiente.


Señorías, la España vacía de la que tanto hablan es la España sedienta, es la España a la que no llega el agua. Millones de personas que hoy nos escuchan deben saber que en España hay agua para todos, millones de personas que hoy nos
escuchan deben saber que se puede llevar el agua a cada rincón de España, millones de españoles que hoy nos escuchan deben saber que estos señores no quieren llevarla. (Aplausos). Tenemos el deber de llevar agua a donde se necesita, de llevar agua
a todos los españoles que la necesitan, debemos recuperar una España que se ha ido vaciando y que ha sido olvidada y para ello, en primer lugar, tenemos que rescatar todas las concesiones de las presas, señorías, y, en segundo lugar, podemos
utilizar 10 000 hectómetros cúbicos del agua de los ríos -tenemos en España 55 000 de agua embalsada- para crear 2,5 millones de hectáreas de regadío, un auténtico sumidero de CO2 que reducirá nuestras emisiones de gases de efecto invernadero a la
atmósfera. Porque ahora estamos, por ejemplo, vertiendo al Atlántico más del doble del agua al que estamos obligados con Portugal por el Tratado de Albufeira. Pero, además del climático, ¿se imaginan el efecto económico y social que una medida de
esta naturaleza tendría sobre la España vaciada? Tenemos un ejemplo en España -lo digo para los incrédulos-, pueden ver ustedes el impacto que el trasvase Tajo-Segura tuvo en la población y en el producto interior bruto de Murcia. Un trasvase que
es insuficiente mientras no se conecten todas las cuencas y llegue el agua a todas las provincias, también a las que ceden agua, porque, insisto, hay agua de sobra para todas las provincias de España. Murcia ha recibido con el agua 300 000 puestos
de trabajo en veinticinco años, y ha frenado un proceso de desertificación que el ecologismo radical decía que era irreversible. Pues, señorías, tratemos de hacer lo mismo en toda España. Nuestra nación puede ser el milagro ecológico y económico
de Europa. (Aplausos). ¿Saben cuántos puestos de trabajo crea cada hectárea de regadío? Siendo prudentes, entre dos y tres. Estamos hablando de más de cinco millones de puestos de trabajo, que no vamos a crear nosotros -nosotros no somos como
ustedes que prometen la creación de empleo-, lo que haremos es no molestar, es facilitar, que es de lo que se trata. Cinco millones de puestos de trabajo que aumentarían el producto interior bruto y que repoblarían provincias con



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riesgo de abandono en estos momentos. Porque, señorías, España no es Madrid y los que hemos nacido y vivido, muchos de nosotros, en cualquier pueblo de nuestra geografía tenemos los mismos derechos que los habitantes de las grandes
capitales.


¿Cómo podemos pagarlo? Pues creo que es relativamente sencillo. Todos esos millones de la agenda verde no pueden servir para ONG de paranoicos que creen que el coronavirus y los incendios son la manera que tiene la Pachamama de vengarse
por la presencia del hombre en la tierra. (Risas y aplausos). No pueden servir para pagar disparates de género y de inmigración masiva. Ustedes que no quieren regar con agua, quieren regar con dinero de los trabajadores una nueva
desindustrialización. Ustedes pretenden que los trabajadores paguen con sus impuestos la destrucción de sus empleos, y nosotros, muy al contrario, decimos que esos impuestos, que esos fondos climáticos debemos utilizarlos para repoblar España.
(Aplausos). Para llevar a cabo por fin la interconexión de todas las cuencas, para inundar de regadío a la España sedienta y para crear un gran sumidero de CO2 para en definitiva enriquecer a millones de españoles. Su propuesta: más dinero para
sectarismos ideológicos y para mantener el capitalismo de amiguetes. La propuesta de gobierno que hoy presentamos es una España verde, limpia, próspera y capaz de poner en pie una industria compatible con el cuidado del medio ambiente.


Resumiendo, señorías, hay que reunificar el mercado acabando con el infierno normativo autonómico. Hay que relocalizar empresas y talento a través de los incentivos fiscales. Y hay que dejar de comprar los productos que hacen los
esclavistas. Hay que reindustrializar España para ser dueños de nuestro presente y de nuestro futuro. Hay que rebajar la carga fiscal para que los españoles puedan formar una familia, puedan tener hijos, puedan acceder a una vivienda, y que todo
esto no sea el privilegio de los ricos. (Aplausos). Hay que regar la España vaciada, señorías, hay que regar la España vaciada porque la España vaciada es la España sedienta, y hay que hacerlo afrontando con urgencia la interconexión de todas las
cuencas. Hay que reducir drásticamente el gasto político. Italia ha mostrado el camino eliminando un tercio de sus diputados. A nosotros nos sobran diecisiete Cámaras autonómicas, y los diputados que dicen no representar a la soberanía nacional
también podríamos ahorrárnoslos. (Aplausos). Y hay que hacerlo porque hay que salvar las pensiones y tendremos que elegir tarde o temprano entre pagar las pensiones o pagar las autonomías, entre el Estado del bienestar de la gente corriente y el
Estado del bienestar de los partidos políticos. (Aplausos). Tendremos que elegir entre lo que legítimamente corresponde a nuestros mayores o continuar con el derroche autonómico. Ustedes ya han elegido.


Hay que redefinir la relación entre el Estado y las grandes multinacionales españolas, bajo el principio de lealtad recíproca. Las grandes empresas deben entender que el concepto de nación es esencial para pedir luego el apoyo del Estado a
sus proyectos internacionales. Hay que reformar el mercado laboral y poner en el centro las necesidades de las pymes y de los autónomos. En definitiva, hay que reconstruir la economía nacional y hay que hacerlo antes de que ustedes arruinen al
último español. (Aplausos). Y para ello hay que abandonar el capitalismo chino, es decir, el del Partido Comunista, y también el llamado capitalismo moralista, que tanto les gusta a ustedes, porque ya no solo el Gobierno nos trata de imponer su
moral, sino que ahora las élites globales -desde su poder en los medios de comunicación, en la industria del entretenimiento, en las universidades y en las megacorporaciones- persiguen ese mismo objetivo y nos aleccionan un día tras otro sobre lo
que según ellos está bien y está mal, sobre cómo debemos vivir.


Señorías, siempre ha sido más fácil la vida para los ricos que para los pobres, siempre ha sido más fácil para las élites que para los demás, pero en estos tiempos, en los que nos enfrentamos a la mayor concentración de poder de la historia,
tenemos que soportar además que algunos privilegiados nos den lecciones a los demás sobre feminismo supremacista, ecologismo religioso, disparates de género o cualquiera otra de sus obsesiones, que no están ninguna de ellas entre las preocupaciones
de los españoles y de los trabajadores españoles del siglo XXI. (Aplausos). Pero ustedes solo miran al pasado y miran de la peor forma que se puede mirar, lo hacen con odio y con rencor y con la sucia intención de enfrentar a los españoles y sacar
provecho político de tragedias que ya estaban en la historia. Con ustedes tenemos la seguridad de un futuro desastroso, pero el pasado en cambio es incierto porque, como todo Gobierno totalitario, ustedes lo reescriben a su antojo, con tal
desprecio a la verdad que solo los necios pueden pensar que no va a tener graves consecuencias. No solo lo reescriben con maneras estalinistas, hablando permanentemente de buenos y malos, sino que encima arremeten contra los monumentos con una
furia iconoclasta que en nuestro tiempo solo es comparable a la del Isis o a la de los talibanes, que probablemente van a ser los únicos aliados internacionales que les apoyarían en su deseo de derribar la



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cruz más alta del mundo, como ellos derribaron los budas de Bamiyan. (Aplausos). Esos son sus compañeros de viaje en el fanatismo que están sembrando en España.


¿No se dan cuenta ustedes de que hay cuestiones sagradas por encima de bandos y de partidos? En nuestra civilización y en casi todas las civilizaciones que se pueden llamar así, que no están instaladas en la barbarie, se respeta el descanso
de los muertos, se respetan las sepulturas y se respetan los enterramientos, y quienes no lo hacen se convierten en bárbaros y en salvajes. Lo único que habría que hacer, cuando existen indicios de fosas comunes y los familiares así lo desean -sean
del bando que sean-, es exhumarlos con todos los honores militares y enterrarlos dignamente, y en eso estaríamos todos de acuerdo. (Aplausos). Dejen de profanar tumbas contra la voluntad de las familias, porque ya traen ustedes suficientes plagas
como para tentar al destino desenterrando odios. Miren ustedes, una guerra civil es un fracaso de toda una generación de dirigentes políticos, no cometamos el mismo error, insisto, es un fracaso de toda una generación de dirigentes políticos. Eso
no quiere decir que todos tuvieran la misma culpa -cada uno hará su lectura de la historia, si ustedes no le arrebatan la libertad-, pero sí quiere decir que esa época no es la mejor para encontrar referentes de unidad y de concordia, que es lo que
en España necesitaríamos. Pero es que ustedes además eligen a los que fracasaron dos veces, eligen a los que provocaron la guerra y además la perdieron, y he de decirles que deben superar el trauma histórico de sus siglas. Y digo de sus siglas, no
digo de sus abuelos, porque sus abuelos, nuestros abuelos, los abuelos de todos protagonizaron la reconciliación -que nosotros no podemos traicionar-, quizá porque conocieron bien los horrores de la guerra, que nosotros no hemos conocido, y que
desde luego no han conocido los niñatos mimados que se imaginan como heroicos milicianos viendo series de televisión. (Aplausos). Les prometo que desearía que no nos hicieran hablar de esto, y sé que les fastidia que se hable de ello, de sus
traumas históricos, que he de decirles que no interesan y, desde luego, no aprovechan a la mayoría de los españoles, como no beneficiaría al futuro que existiera ahora, por ejemplo, un partido que se declarara franquista, porque es algo del siglo
pasado. (Rumores). Murmuren ustedes, pero creo que deben escuchar con atención. Y como de hecho, no beneficia a España, así está el Partido Socialista, que se declara nostálgico de tiempos terribles, porque, señorías, viven ustedes en otro siglo,
viven ustedes en otro milenio y viven ustedes en otro mundo que no es el mundo real en el que están los españoles corrientes en la calle. (Aplausos).


En el mundo presente y real, en ese mundo están sucediendo cosas que afectan a la vida, a la libertad, a los derechos y a los deberes de los españoles, y de eso tratamos aquí. Para sus disparatadas teorías históricas ya tienen ustedes
ocupadas las universidades y casi toda la producción cinematográfica. Aquí toca trabajar por el futuro, aquí toca trabajar por la convivencia, no por la división que ustedes traen, y que abonan insensatamente desde los medios de comunicación que
controlan o que coaccionan, porque todo este ataque a las libertades básicas -y hay que decirlo también en esta tribuna- habría sido imposible sin un duopolio televisivo, creado por el duopolio político, contra todas las leyes de la competencia y
contra los intereses generales de los españoles. (Aplausos). Es totalmente urgente que devolvamos la libertad al mercado audiovisual y que España vuelva a tener medios de comunicación al servicio de los españoles, y no al servicio de los poderosos
ni de los partidos ni de nuevas religiones que pretenden imponerse en todos los ámbitos de nuestra vida, como la cultura. Por cierto, una palabra esta que parece que les pertenece a ustedes en exclusiva; dígannos de qué presumen... Hace poco un
diputado de la bancada que apoya al Gobierno compartía en una red social su estupefacción y su sorpresa por la sensibilidad y el talento de un director de cine norteamericano, y se extrañaba el diputado, tal y como lo expresaba, de que el director
en cuestión no fuera un director progre. Claro, aquello le parecía increíble. Entendí entonces que algunos de ustedes han llegado a creerse sus propias mentiras, sus propias aberraciones intelectuales sobre los buenos y los malos y sobre cómo
somos los demás. Parece que están convencidos de que los que no piensan exactamente igual que ustedes no pueden tener talento, no pueden tener sensibilidad y no pueden tener humanidad. Porque ustedes han acabado deshumanizando al que disiente, han
acabado deshumanizando al que piensa distinto. (Rumores). Hemos escuchado declaraciones de ese tipo en esta tribuna. Ustedes viven en un mundo pueril, en un mundo que es binario, que es irreal, que es de rojos y azules. Y yo puedo entender -me
repugna, pero puedo entender- a quienes entre ustedes lo hagan por cálculo político, por estrategia, porque así consiguen contaminar mentes y permanecer en el poder todo el tiempo posible, pero compadezco de verdad a quienes de entre ustedes se
hayan creído que solo en su trinchera ideológica, solo en su partido hay progreso, hay talento y hay humanidad. De verdad que les compadezco. (Aplausos). Esa es la posición de adultos incompletos,



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incapaces de comprender toda la belleza que hay en la vida, más allá de políticas, de partidos y de estructuras ideológicas.


Déjenme decirles una cosa, aunque solo sea para evitarles futuros sobresaltos, que creo que los tendrán en todo caso. No se imaginan la cantidad de actores, de directores, de músicos, de pintores, en definitiva, de artistas que se dirigen a
nosotros para decirnos en privado cosas que no podrían decir en público sin que ustedes y los milicianos subvencionados se lanzaran como hienas a arruinarles sus carreras y sus vidas. (Aplausos). Porque ustedes boicotean cualquier talento que se
signifique contra sus imposiciones. Me recuerdan a otra película, La ley del silencio, que retrata bien cómo las mafias se imponen con violencia y con coacción. Debemos extirpar de cualquier partido de esta Cámara el pensamiento único que se ha
impuesto a base de censura y subvención en el mundo de la cultura. Debemos denunciar también a la mafia intelectual que pretende decir quién puede escribir, quién puede cantar, quién puede actuar o realizar una película en España. (Aplausos).


Señorías, afortunadamente, en su afán totalitario por controlar todas las parcelas de la existencia de los españoles, tienen ustedes un obstáculo, que es la familia; ese bastión que limita el poder de los políticos, de cualquier político
sobre la vida de las personas, porque la familia, señores -y todos ustedes tienen una-, junto con la patria, es una de las dos únicas realidades, de las dos únicas instituciones que preceden al Estado y que ustedes, por mucho que se empeñen, por
mucho que lo intenten, no van a conseguir arrebatar a los españoles, aunque algunas diputadas de ciertos partidos dijeran que teníamos que vivir en tribus, porque los hijos no eran de los padres, sino de las tribus. (Aplausos). La patria y la
familia es algo que nunca podrán arrebatar a los españoles, es algo que nunca podrá arrebatar al hombre ningún gobierno que haya sobre la tierra. No podrán, a pesar de que clamen contra lo que llaman patriarcado, y caricaturicen la belleza de las
tradiciones familiares en sus marchas del 8-M, ya conocidas como marchas de la muerte, porque frente a su sectarismo y su división, nosotros decimos que es de sentido común proteger a la familia, porque es en la familia donde comienza la vida, donde
pasamos los primeros años de nuestra existencia, donde es protegido el más débil con más amor y con más intensidad, y donde se aprende mejor que en ninguna universidad e incluso mejor que en ninguna iglesia a perdonar, a mirar hacia el futuro y a
sacar lo mejor de todos y cada uno de nosotros. (Aplausos). Y además de la familia, hay otro obstáculo para quienes pretenden aislar al individuo y dejarlo a merced de los poderosos, y es la patria. Y por eso también quieren destruirla y
dividirla, y para ello llevan años profundizando en el virus divisivo del Estado de las autonomías; unas autonomías que siempre han sido caras, pero que ahora resultan ruinosas; unas autonomías que siempre han sido ineficientes, pero que ahora, en
esa ineficiencia y en este contexto, resultan delincuenciales. Este parque temático del derecho administrativo en el que hemos convertido a España con las autonomías tiene otras consecuencias negativas. España tiene dieciocho sistemas sanitarios,
uno por cada comunidad autónoma, y otro estatal para las ciudades de Ceuta y Melilla. Señorías, tenemos dieciocho planes de vacunación, dieciocho sistemas de atención primaria especializada, dieciocho sistemas de ordenación farmacéutica, dieciocho
sistemas de calidad sanitaria, dieciocho sistemas para calcular las listas de espera, y así con todo en todas las competencias que tienen las autonomías. Si no fuera por la gravedad de la situación, resultaría cómico y ridículo.


Ya es un clamor incluso en Europa que el modelo territorial español ha fracasado, en esa Europa a la que ustedes siempre miran de reojo para ver qué es lo que nos dicen que tenemos que hacer. Incluso en uno de los periódicos progres de
Francia que ustedes suelen leer lo decían la semana pasada: la descentralización territorial ha fracasado en España. El desastre autonómico también afecta a la educación y a la libertad en la educación. Señorías, tenemos las peores cifras de
fracaso escolar de Europa. Hay comunidades autónomas donde ya casi ni se enseña el español; una lengua que hablan 540 millones de personas, y en algunos lugares de España está prohibida en las escuelas y perseguida en los rótulos de los comercios.
Nuestras universidades sufren una decadencia crónica. No es aceptable que una de las mejores cosas que le pueda ocurrir a un joven español de hoy sea irse a estudiar al extranjero. ¿Saben lo que debería hacer cualquier Gobierno sensato? Recuperar
las competencias de educación, reforzar la inspección educativa, exigir un currículum nacional igual para todos los estudiantes españoles y dejarse de tonterías, de politiqueos, de localismos y de géneros. (Aplausos).


Pero no solo han fracasado las autonomías, señorías, en cuestiones esenciales como la sanidad, la educación o la economía, estamos ante un auténtico monstruo de gasto y despilfarro; gasto y despilfarro contra España y contra su unidad. Las
autonomías han sido utilizadas como un ariete contra la convivencia y la unidad de nuestra patria, porque las autonomías, además, lejos de proteger la rica diversidad de las regiones, han instaurado diecisiete microcentralismos. Yo lo padezco como
alavés. El Gobierno vasco hace



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tabla rasa y aplica las mismas políticas a Álava que a Guipúzcoa, y Álava es distinta que Guipúzcoa y Tarragona es distinta que Lérida. Pero las autonomías, con la excusa de la descentralización, lo que han hecho ha sido instaurar
diecisiete centralismos regionales que ahogan la rica diversidad de nuestras provincias y de nuestras comarcas. (Aplausos). Somos, incluso, el único país del mundo que financia embajaditas regionales para que difamen y perjudiquen los intereses de
la nación, como ha ocurrido mientras se perpetraba el golpe de Estado separatista en Cataluña. Por eso seguiremos recordando a sus señorías que para defender la unidad de España lo primero que tenemos que hacer es prohibir los partidos que buscan,
precisamente, la destrucción de la unidad nacional, de la Constitución, de la convivencia, del Estado de derecho y de la división de poderes, que es en lo que ustedes están para hacerse con el poder total y totalitario en sus respectivas regiones.
(Aplausos). Eso es de puro sentido común, señorías, y he de decirles algo más. Solo España, solo una España unida es garante de nuestra profunda y magnífica diversidad, porque por pura lógica solo en la unidad cabe la diversidad. En su secesión
ya sabemos lo que tendríamos, hemos visto lo que han hecho solo con la autonomía; con el separatismo serían capaces de cualquier cosa.


Esa diversidad es capaz de complementarse y llevar a cabo las más grandes gestas hasta conformar uno de los pueblos más relevantes de la historia universal, y que ha dejado una huella en el orbe de la que nos podemos sentir profundamente
orgullosos. Y frente a los aparatos políticos de división, de corrupción y de despilfarro que son las autonomías, VOX quiera recuperar la grandeza de las provincias, la mejor fórmula para la descentralización, con sus matices, con sus diferencias,
con sus necesidades que no son las mismas que las de las grandes capitales, y también con su historia deslumbrante, porque no hay provincia española que no haya deslumbrado al mundo con las hazañas de algunos de sus hijos.


Señorías, renuncio a intentar averiguar ese antiespañolismo que supura por los poros de una parte de la izquierda y de los renegados. La realidad es que la inmensa mayoría de los españoles estamos orgullosos de nuestra historia, amamos
nuestra cultura, guardamos lealtad y respeto a las instituciones, nos emocionamos al ver ondear nuestra bandera y nos emocionamos al escuchar nuestro himno nacional y, además, sentimos un profundo respeto por su majestad el rey. Que por cierto,
señorías -es importante decirlo aquí-, es mucho más valorado por los españoles que todos y cada uno de los diputados que hoy se sientan en esta Cámara. (Aplausos). Sí, señorías, existe una mayoría de españoles que disiente con todas sus fuerzas
del consenso progre que ha menospreciado nuestra nación y nuestra historia, y que pretende que el único futuro posible para España sea el de ser una nación sometida o una nación troceada. Por eso hasta ETA, con toda su sangrienta realidad, está
aquí en la fiesta del consenso, porque saben que por ese camino se debilita a España y nunca, ni matando ni sin matar, han tenido otro objetivo. Y por eso ahora se suman al consenso del frente popular, lo mismo que lo han hecho los golpistas en
Cataluña o cualquier otra asociación de renegados que pueda haber en cualquier región de nuestra patria. A ellos, desde luego, no les pido el voto en el día de hoy. Ya he dicho que ni siquiera considero que sean diputados legítimos en esta Cámara,
porque han venido a ella con el único propósito de arruinar a España, aunque, si fueran coherentes con eso que repiten tanto, de que VOX es una fábrica de separatistas, quizá hoy podrían votar a este candidato. Si están convencidos de sus mentiras,
prueben, a ver si tienen suerte. Están seguros de que no -hacen bien-, pero no lo harán porque ustedes mienten, como mienten en todo, pero al resto del hemiciclo sí le pido su apoyo.


Señorías del Partido Popular, les hemos ofrecido liderar esta moción porque creíamos que era su responsabilidad como principal partido de la oposición, pero no han querido. He de decir que cada día la distancia política que nos separa es
aún mayor, y aun así les hemos dado el Gobierno de tres autonomías para evitar Gobiernos socialcomunistas y para librar a Andalucía de cuatro décadas de corrupción socialista. (Aplausos). Ahora me toca pedirles el voto a ustedes. En sus manos
está demostrar que entre todos, pese a las enormes diferencias que tenemos, se debe construir una alternativa a este desastre que tenemos enfrente.


Señorías del Grupo Socialista, también a ustedes se lo voy a pedir. (Risas). Sabía que se iban a reír, pero se lo voy a pedir en serio. Tengo la certeza de que muchos comparten el diagnóstico que sobre este Gobierno han hecho varios de
sus antiguos dirigentes. No voy a decir el diagnóstico que yo he hecho en esta tribuna, que entiendo que es de una dureza mucho mayor, pero comparten ustedes el diagnóstico sobre este Gobierno que han hecho muchos de sus antiguos dirigentes, esos a
los que admiraban tanto. Eso sí, lo comparten en privado, y he de decirles que eso no va a ayudarles cuando los españoles les pidan cuentas. Tienen la oportunidad ahora de desmarcarse de la ruina y de la muerte que ha traído este Gobierno.


Señorías, nosotros presentamos esta moción de censura porque tenemos una obligación en conciencia: hacer todo cuando esté en nuestra mano para acabar con este Gobierno, que ha llegado mintiendo



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ilegítimamente a los españoles, que ha abandonado criminalmente a millones de ellos en mitad de esta epidemia, y que ha traicionado los intereses generales de España pactando con todos sus enemigos. Creemos que hoy cada uno de nosotros se
retrata para la posteridad. Cada uno debe hacerse una pregunta. Quizá ahora, envueltos en la frenética actividad política, no somos capaces de ver a dónde nos lleva este Gobierno, pero en el futuro tendrán que preguntarse: qué hice yo para evitar
la ruina moral y económica que han traído Sánchez e Iglesias, qué hice yo en este momento crítico de nuestra historia. Probablemente, nos hagamos esa pregunta en el futuro, y además tengamos que respondérsela a nuestros hijos. Si ustedes no se lo
preguntan ahora, no tengan ninguna duda de que sus compatriotas -nuestros compatriotas- se lo preguntarán muy pronto. No tengan la menor duda de que todos los que hoy apoyen en sus intervenciones a este Gobierno tendrán que responder a los
españoles.


Voy terminando ya. Esta moción... (Rumores). Si quieren, continúo. No lo haré como los adorados líderes del señor Iglesias, que hablaban durante horas, pero podría continuar un rato. (Rumores.-Aplausos). Les decía que esta moción, a
pesar de que algunos se hayan puesto tan nerviosos, no la hemos presentado por tacticismos, por ganancias de un día o ventajas del momento, argucias todas que usted y sus aprendices de brujo conocen bien, señor Sánchez. Para nosotros no todo es
jugar al bingo de la demoscopia. Y no se trata solo de censurar la catastrófica gestión del coronavirus, sino que se trata de rechazar en toda su totalidad el macabro proyecto político y social que ustedes han puesto en marcha, porque por su propia
naturaleza y origen este proyecto resulta suicida para España, señor Sánchez, sea cual sea el desenlace de la epidemia que sufrimos. La historia de España nos confirma de un modo inequívoco que todos los proyectos políticos que se asientan en la
ruptura han conducido siempre a un fracaso a nuestro pueblo, a una tragedia, sin excepción alguna. Por ello, también la propia historia de España les censura ya a ustedes, porque todos los que tratan de reinventar desde la división la historia y la
naturaleza de la nación española han fracasado, fracasan y fracasarán siempre. Señor Sánchez, su fracaso es seguro y ciertamente el suyo en particular me resulta indiferente. No he llegado a cogerle cariño, ni tampoco le odio, como suele decir
usted, y su fracaso me resulta indiferente, pero el suicidio y la tragedia del conjunto de los españoles a la que nos conducen, no. Esta moción la hemos presentado porque nosotros creemos que en la vida hay que actuar movidos por algo que creo que
muchos de ustedes y de sus tahúres no conocen: principios. Como es vano hablarle de principios en estos momentos en los que concluyo, vamos hablar de un final, del final de este mal sueño que es su Presidencia y que cada día está más cerca.
(Aplausos).


Tal vez hoy se vaya sin pagar la factura, pero los españoles no van a olvidar ni van a perdonar su gestión de esta crisis, ni su sectarismo, ni su voluntad de traicionar lo más sagrado para arañar unos pocos días más en el poder. Usted,
señor Sánchez, pasará y ocupará el rincón de la vergüenza en las enciclopedias; ocupará el dudoso podio de los que traicionaron a España pactando con los separatistas. Usted pasará y llegará a lamentar -y esto sí lo siento por usted- el día en el
que fue investido presidente. Usted, señor Sánchez, pasará y se llevará consigo a toda esta indigna cohorte de aplaudidores de su Consejo de Ministros, dejando tras de sí únicamente un rastro de incompetencia, de ruina y de desunión. Usted pasará,
sí, señor Sánchez, y el único favor que nos va a hacer es llevarse consigo a los señores de Galapagar, a Pablo y a Irene, que ya podrán dedicarse a lo que siempre han querido, que es ser famosos. (Aplausos). Puede estar seguro, usted pasará. Y
pueden estar seguros también de que España resistirá, España prevalecerá, España saldrá adelante, España se recuperará, porque España es una realidad histórica superior y mejor a la coyuntura infame de este Parlamento. Cuando aparquemos sus
ideologías dañinas, sus absurdas obsesiones ideológicas y el autoodio que se desprende en esta Cámara, España volverá a mirar hacia fuera y puedo asegurar que desde afuera volverán a mirar a España. El futuro de nuestros hijos nos lo exige y
nuestra historia nos lo demanda. Usted, señor Sánchez, pasará muy pronto. Tal vez no sea hoy, pero será mañana, porque el futuro pertenece a esa inmensa mayoría de españoles que quieren vivir unidos, en paz y en libertad. A ellos nos debemos
todos, a ellos tenemos el deber de devolverles la unión, la libertad, la palabra y el voto. ¡Viva el rey! ¡Viva España! (Varias señoras y señores diputados: ¡Viva!-Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario
VOX, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor candidato.


Señorías, vamos a hacer un pequeño receso de diez minutos. Muchas gracias. (Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores.-Pausa).


Señorías, ocupen sus escaños. (El señor Santiago Romero pide la palabra). Sí, señor Santiago Romero.



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El señor SANTIAGO ROMERO: Simplemente, conforme a lo establecido en el artículo 71 del Reglamento de la Cámara y a la vista de las alusiones personales, quería dejar constancia, en primer lugar, de que es un honor haber participado en un
proceso de paz que ha merecido un Premio Nobel de la Paz. Y, en segundo lugar, para acreditar las falsedades vertidas, querría saber si se podía incorporar al acta el informe de la DEA del año 2019.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Santiago.


A continuación, tiene la palabra, en nombre del Gobierno, el señor presidente del Gobierno. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Sánchez Pérez-Castejón): Gracias, señora presidenta.


Señorías, señor candidato a la Presidencia del Gobierno, señor Abascal, en primer lugar, quisiera hacer una declaración de intenciones. Por mucho que provoque, y fíjese que durante estas horas largas de moción de censura usted y su portavoz
lo han intentado, no vamos a entrar en ninguna de sus provocaciones a lo largo de la moción de censura. (Aplausos).


El artículo 113 de nuestra Constitución, señorías, establece de manera meridianamente clara cuál es el procedimiento de moción de censura. Es un procedimiento por el cual se permite a una mayoría parlamentaria alternativa votar un Ejecutivo
alternativo al actual, una vez escuchado y debatido el programa de gobierno del candidato. Me gustaría subrayar al principio de este debate este hecho. Nuestra Carta Magna define la moción de censura como un instrumento legítimo y constitucional
-aunque aquí se haya puesto en cuestión en algunos otros debates el instrumento de la moción de censura-, haciendo que nuestra moción de censura sea sobre todo y ante todo una moción constructiva, donde el candidato lo que tiene que hacer es exponer
las líneas maestras de su Gobierno alternativo y solicitar la confianza mayoritaria de la Cámara. Por tanto -reitero-, la moción de censura es un procedimiento constitucional, es un procedimiento legítimo. Por ello, señorías, señor candidato, el
Gobierno que tengo el honor de liderar afronta este debate con el profundo respeto que representa esta Cámara y la gran democracia española que todos ustedes representan.


Sin embargo, tengo que decirle, señor candidato, que por lo escuchado hasta ahora esta moción de censura es de todo, menos constructiva. Se ve a la legua que el señor Abascal no ha venido aquí pensando en obtener la confianza de la Cámara,
la confianza de sus señorías. Si recuerdan, esta moción de censura fue anunciada en el mes de julio, presentada en el mes de septiembre y sustanciada en el mes de octubre. Si recuerdan también, esta es una moción donde el propio candidato
manifestó no tener intención de defenderla. Dijeron que iban a buscar otros candidatos, que esta moción de censura la iba a liderar una persona ajena a VOX, un independiente. Eso decían y anduvieron durante semanas y semanas buscando un candidato,
sin fortuna, visto el resultado. En consecuencia, por la ausencia de voluntarios ha tenido que verse obligado a defender la moción de censura el propio anunciante, el señor Abascal. Y fíjese, pese al tiempo transcurrido desde el inicio de la
moción, después de haber escuchado su intervención, lo único que hemos escuchado no va más allá del insulto y la descalificación. No ha habido ninguna propuesta en su intervención, señor Abascal. Bueno, ha habido una propuesta: cómo tienen que
venir sus señorías vestidas a esta Cámara. Luego usted dirá que VOX no es fascismo, que es estilismo. (Risas). Eso es lo único que se le ha escuchado decir a lo largo de esta mañana. (Aplausos).


El señor Abascal siente que esta Cámara elegida con el voto libre y democrático de los ciudadanos representa a una España que su partido y él mismo aborrecen y niegan -ha quedado bastante claro en su intervención-; una España diversa, una
España de hombres y mujeres iguales y libres; una España plural, democrática, tolerante, solidaria y europeísta. Señor candidato, usted no acude hoy aquí, en absoluto, con el propósito de obtener la confianza de la Cámara -es más, sabe que no
tiene la menor posibilidad de obtener la confianza mayoritaria de la Cámara-, y además, por el tono bronco utilizado y lo inquietante del contenido expuesto, tampoco parece que le interese mucho a usted, señor candidato, obtener la confianza
mayoritaria de la Cámara. Entonces todos los que hemos estado durante horas y horas escuchando hablar a los distintos portavoces de la ultraderecha nos podríamos hacer la siguiente pregunta: si esta iniciativa no pretende optar a sustituir al
actual Gobierno por otro Gobierno liderado por usted, señor Abascal, ¿qué es lo que hacemos aquí? ¿Qué significado tiene esta moción de censura? Hay quien dice que se dirige en realidad contra el Partido Popular y el señor Casado, una suerte de
OPA hostil para obtener más votos y para ocupar el espacio de la derecha. Tal vez, lo ignoro. Otros dicen que la razón de esta moción de censura es mucho más prosaica, es menos sofisticada, ya que hay quien piensa -y puede ser que con razón- que
este proceso constitucional para convertir al Parlamento en un gran plató es en



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realidad su fin último, donde sus señorías son figurantes y donde usted, señor candidato, es el protagonista heroico. En fin, sean cuales sean las razones, lo cierto es que hemos asistido a un despliegue claro de propaganda dirigido a cosas
que creo que no benefician a la nación que dice usted defender; un despliegue de propaganda dirigida a sembrar la discordia, el odio entre españoles, orientada a la confrontación entre sus representantes públicos y también enfocada a distraer las
energías que todos debiéramos estar volcando unidos precisamente en los verdaderos problemas y desafíos de nuestro país. Decía el otro Marx -si recuerdan- que la política es el arte de inventar problemas, hacer diagnósticos falsos y aplicar después
los remedios equivocados. Groucho, señor candidato, le definió a usted y a sus correligionarios sin conocerles. Se está usted convirtiendo, señor Abascal, por méritos propios en un virtuoso de ese tipo de entender la política.


Señorías, en todo caso, yo creo que es muy importante para todos los que estamos aquí, para la inmensa mayoría de los representantes públicos, centrar el debate porque pocas veces resultan tan evidentes los problemas que tiene nuestra nación
y los desafíos que afronta nuestro país y también Europa. En primer lugar, no les quepa duda a todos y a cada uno de ustedes -se ha dicho aquí en muchas ocasiones, no en este debate pero sí en otros muchos-, tras el azote de una pandemia que ha
contagiado hasta el momento a cuarenta millones de seres humanos en el mundo y que ha segado la vida de más de un millón de personas en el mundo, entre ellos, miles y miles de compatriotas, que el Gobierno de España siempre tendrá en su recuerdo, en
su corazón, en su memoria, así como también guiará la acción pública de las decisiones que tomemos en el Consejo de Ministros, a las víctimas del COVID.


Junto con esa pandemia mundial y esa emergencia sanitaria es evidente que se han derivado emergencias de otra índole, como son las económicas y sociales, que hicieron caer abruptamente -como se ha dicho aquí antes- los niveles de actividad
económica, no solamente en España sino también en Europa y en el mundo. Además, frente a esa emergencia hubo una vasta reacción de los distintos Gobiernos de la Unión Europea, y también de la Unión Europa, que hemos movilizado miles y miles de
millones de euros para proteger empresas, para proteger empleos, para amparar a los más vulnerables y para potenciar la asistencia sanitaria. Las previsiones económicas indican, efectivamente, una fuerte recuperación en los próximos años, esperemos
ya que con el remedio a esta pandemia. No obstante, lo que sí que es cierto y lo que sí que es evidente es que deberemos continuar con una política económica expansiva y solidaria hasta que se afiance definitivamente la recuperación económica en
nuestro país y a nivel internacional.


En tercer lugar, junto con la emergencia sanitaria, la emergencia económica y la emergencia social, creo que todos podemos estar de acuerdo en que esta pandemia ha acelerado cambios profundos que ya venían larvándose en nuestras sociedades
antes incluso del COVID. El cambio climático cuya evidencia científica es palmaria -por mucho que se niegue la ultraderecha mundial y, lógicamente, la ultraderecha española-, para el que, como hemos dicho muchas veces, no existe vacuna pero que
puede frenarse con una actuación temprana que dé lugar además a la generación de nuevas empresas, de nuevos empleos, de un nuevo bienestar social y de una necesaria -imprescindible, diría yo- solidaridad intergeneracional para con aquellas
generaciones aún no nacidas. Y junto con esa transición ecológica, necesitamos una transición digital que debemos incorporar definitivamente a nuestro sistema educativo, a la formación de nuestros trabajadores y de nuestros estudiantes, a la
empresa y, en definitiva, a todas las esferas de la actividad social; una digitalización que debe ser fuente de progreso y para que sea fuente de progreso tiene que tener una mirada inclusiva y no excluyente. Ambas transiciones, la digital y la
ecológica, a juicio de este Gobierno -y yo creo que también de la mayoría parlamentaria de esta Cámara-, deben ser los vectores de modernización de nuestra economía y junto a ello la educación, la ciencia, la innovación, la investigación, la
igualdad de género y también la cohesión; cohesión social y cohesión territorial.


El cuarto desafío que aborda y afronta nuestro país es que esta pandemia ha evidenciado la necesidad de acelerar el paso en el proceso de integración europea y ahora tengo que decir, señor candidato, que la verdad es que no veo que Europa
sea semejante ni a China ni tampoco a Hitler, como usted ha venido a decir en su intervención. Creo que, precisamente, esa nueva patria que tenemos común, la Unión Europea, debemos afianzarla, debemos fortalecerla durante los próximos años y lo
tenemos que hacer no solamente en la faceta económica, como hicimos el pasado mes de julio con el acuerdo del Fondo de Recuperación, sino también en el pilar social y, sin duda alguna, en la política exterior y de seguridad común. Porque lo que
resulta evidente en este mundo de gigantes, con los cuales estamos compitiendo, en Asia o también en Estados Unidos, en el continente americano, es que solamente si estamos unidos tendremos la



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verdadera dimensión para hacer valer no solamente nuestros intereses, sino nuestros principios y nuestros ideales. (Aplausos). Por tanto, señorías, la federalización, que es una palabra bien denostada por la ultraderecha, pero que es
realmente aplaudida en toda Europa, porque significa unión en la diversidad, creo que ha tenido un hito decisivo con el acuerdo del pasado mes de julio en el que -reconozcámoslo- nuestro país ha tenido un papel relevante.


En quinto lugar, la pandemia nos recuerda algo muy importante y es que tenemos que contar con un Estado del bienestar fuerte, sólido. Los aplausos a los profesionales sanitarios que hemos vivido sobre todo durante las semanas largas de
confinamiento son la viva prueba del valor que le da la sociedad española a la sanidad pública gratuita y universal. Igual que reclama la atención digna de nuestros mayores y un sistema público con pensiones dignas y sostenibles para nuestros
mayores. Una sociedad española que también reivindica con pasión una educación pública que tiene que ser equitativa y de calidad o que observa con orgullo el trabajo de científicos, de científicas españolas que se esmeran para encontrar la vacuna y
el remedio a esta y a otras enfermedades. Una sociedad, en definitiva, que se demostró resuelta a resistir para luego avanzar sin dejar a nadie atrás.


En sexto lugar, señorías, la pandemia ha puesto a prueba -y yo creo que en esto podemos estar todos de acuerdo- nuestra arquitectura institucional, nuestro Estado autonómico, que efectivamente ha sido denostado por el señor candidato. A
juicio del Gobierno, es una pieza clave de nuestro orden constitucional, yo diría que realmente el corazón del pacto constitucional del 78 es el título VIII de nuestra Constitución, el Estado autonómico. Este Gobierno va a defender, señor
candidato, como ha defendido durante toda su historia, y lo hemos hecho especialmente durante esta pandemia, el Estado autonómico. (Aplausos). Lo hemos hecho apostando por la cogobernanza, transfiriendo recursos para encarar la pandemia por parte
de los Gobiernos autonómicos en todos los frentes, el sanitario, el económico y el social; potenciando los mecanismos de cooperación a todos los niveles; ahí están los consejos interterritoriales que todas las semanas celebra el ministro de
Sanidad y la ministra de Política Territorial y Función Pública o la Conferencia de presidentes y presidentas a la vanguardia que hemos impulsado durante todo este mandato. Y quiero, además, aprovechando este punto, reconocer algo muy importante y
es el esfuerzo de la mayoría de Gobiernos autonómicos, con independencia de su color político, por defender la salud pública y la vida de la gente. (Aplausos).


En séptimo lugar, la pandemia hace, si cabe, señorías, mucho más urgente resolver otras crisis que nos debilitan como país. El Estado autonómico, a juicio del Gobierno, debe perfeccionarse, mejorar precisamente para poder encajar de una
manera mucho más fiable la diversidad territorial, nuestra rica diversidad territorial en nuestro país y ello debe contribuir a superar crisis que han centrado -a juicio del Gobierno, estérilmente- el debate público nacional durante estos últimos
años. Por ejemplo, la crisis catalana, a la cual usted ha hecho referencia, señor candidato. Lo he dicho en muchas ocasiones, debemos volver a reencontrarnos en aquel punto en el que dejamos de escucharnos, cerrar heridas y construir un futuro
compartido. A mí me resulta más patriótica esta idea que cualquier otra de las que usted ha puesto encima de la mesa, señor candidato. No se me ocurre tarea más noble ni más patriótica que legar a nuestros hijos un país en concordia, y el Gobierno
va a trabajar precisamente por lograrlo durante los próximos años. (Aplausos).


Finalmente, tendremos que abordar transformaciones pendientes que resuelvan lacras tan persistentes como inaceptables, a las cuales usted no ha hecho referencia en su intervención, como por ejemplo la pobreza infantil. Ha hecho referencia,
sí, por ejemplo al desempleo, al desempleo juvenil. No ha hecho referencia al paro de larga duración, que es una de las grandes lacras que tiene nuestro país. La desigualdad de género y su manifestación más repulsiva, que es la violencia de género
-a la cual posteriormente haré referencia, en contestación a sus burdas acusaciones- y la lucha incesante contra cualquier forma de discriminación y en especial las más odiosas, señoría, como es, por ejemplo, la xenofobia o la homofobia. El avance
en nuevos derechos, en nuevas libertades que hagan posible para cualquier persona no solamente tener una vida digna, sino también tener una muerte decorosa.


Señorías, las tareas que tenemos por delante son de una enorme envergadura. Estamos a las puertas de una nueva gran modernización, como he referido en algunas otras intervenciones. Creo que podemos lograrlo, que España puede, que contamos
con los recursos necesarios, con un país lleno de talento, con un país solidario y con un país repleto de lo que necesitamos para salir adelante, que es energía y dinamismo. Un país que además, señor candidato, siempre, siempre, siempre que ha
tenido que elegir ha elegido futuro, nunca pasado, que es lo que usted ha representado hoy aquí en esta tribuna. (Aplausos.-El señor Abascal hace gestos con las manos señalando al presidente del Gobierno). Pero es cierto



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que para lograr hacer frente a esos retos necesitamos unidad, la unidad de todos, de los agentes sociales, de los colectivos civiles, también de los partidos políticos que están aquí representados, y esa unidad -que es lo que necesitamos
como país para poder hacer frente a los desafíos que tenemos por delante y a los cuales antes he hecho referencia- es lo que usted ansía torpedear, lo que usted ansía quebrar con esta moción de censura. Pero le diré algo, señor Abascal, señor
candidato, no lo va a lograr.


En cuanto al señor candidato y los intereses que él y su partido representan, no olvidemos una cosa, señorías, que pasa fuera del radar de los medios de comunicación, el partido de Abascal es el partido que más donaciones privadas recibe de
todo el sistema político. Pues bien, el señor candidato y los intereses que están detrás de usted detestan el significado de palabras por las cuales esta democracia ha luchado durante décadas, décadas y décadas, palabras que unen, señorías,
palabras cargadas de emoción y cargadas también de un enorme sentido común de razón, palabras como democracia, como pluralismo, como diversidad, como igualdad, como tolerancia, como solidaridad, como paz. Por eso ustedes quieren dividirnos, señor
candidato, provocarnos, enfrentarnos. Esta es y no otra, señor candidato, la razón última de su moción de censura. (Aplausos).


Pero, como le he dicho antes, ha medido mal sus fuerzas, ha vuelto a subestimar la fuerza de la democracia. El candidato, lógicamente, puede hacer lo que ha hecho a lo largo de esta mañana, aprovecharse de las reglas de la democracia; cree
que puede utilizar el Parlamento como un gran plató de televisión para su lucimiento y no ha reparado en que ha medido mal sus fuerzas, no ha tenido en cuenta, como he dicho antes, la fuerza de la democracia, no ha tenido en cuenta que en esta
Cámara, señoría, está representada toda la España real, la España real, señor Abascal, tal y como es, no como usted quisiera que fuese, que es bien distinto. Podemos mostrar con el rechazo a esta moción de censura que la mayoría de la sociedad
española descarta el camino que usted ha ofrecido a lo largo de su intervención, que es el camino del odio, y optar así por el camino de la unión y del trabajo compartido ante los desafíos que tenemos por delante.


Señorías, de ninguno de los verdaderos problemas usted ha hablado a lo largo de su intervención. Para ustedes los representantes del pueblo son ocupas -usted lo ha dicho desde esta tribuna-, la democracia es tiranía, la dictadura es
libertad, Europa es China o, peor, Hitler, es decir, la realidad va por un lado, señoría, y usted va por otro. Esta es la síntesis de su intervención, señor candidato. Dicho en sus palabras, estamos ante la mayor degradación de la vida nacional,
los jueces, la soberanía y el rey. No es palabrería -advierten-, el Gobierno es ilegítimo, el Gobierno es criminal, los hombres ya no son hombres, porque están sometidos a las mujeres, los bárbaros nos invaden, la nación está a punto de
desmembrarse y, para colmo, señorías, un virus chino. (Aplausos).


Pero atención, señorías, señor candidato, su primera frase en la intervención de esta mañana: el peor Gobierno de los últimos ochenta años. La fecha no está elegida al azar, señorías, esto nos lleva nada más y nada menos que al año 1940.
Por tanto, un poco de contexto y situemos el debate también en esas fechas. Para el señor candidato a la Presidencia del Gobierno de España en el año 2020 el Gobierno actual, criminal y dictatorial, es mucho peor que todos, absolutamente todos, los
Gobiernos del dictador Francisco Franco; peor que el Gobierno que se inclinó ante Hitler; peor que el Gobierno que enroló a miles de jóvenes españoles para combatir bajo la bandera de la cruz gamada; peor que el Gobierno que persiguió, encarceló
y ejecutó a miles de españoles una vez concluida la Guerra Civil; peor que el dictador que dio un golpe de Estado a un Gobierno legítimo; peor que el Gobierno que originó el mayor número de desaparecidos de la historia -quiero recordarle, señor
Abascal, que, desgraciadamente, nuestro país es el segundo país, después de Camboya, con más desaparecidos en el mundo-, peor que ese Gobierno y además peor que otros Gobiernos con un menor número de desaparecidos que España, como pueden ser los del
dictador Videla en Argentina o Pinochet en Chile; peor que el Gobierno que proscribió la libertad de expresión, la libertad de prensa, que persiguió, ejecutó y encarceló a sindicalistas; peor que el Gobierno que entregó el suelo español y la
soberanía nacional a cambio de un vergonzante reconocimiento internacional del régimen; peor que el Gobierno que adoctrinó en el credo fascista a millones de jóvenes, que encarceló a homosexuales por el hecho de serlo, que redujo a las mujeres a la
condición de menores faltas de juicio y sometidas al criterio de sus padres y de sus maridos; peor que el Gobierno que desterró a lo mejor de la intelectualidad española e impuso la férrea censura sobre la creación cultural; peor que el régimen
más corrupto de la historia de España -según coinciden los historiadores, no yo, señor Abascal-, que saqueó el patrimonio nacional y se apropió de bienes públicos que aún el Estado está hoy recuperando.


Señorías, estas son expresiones que se han escuchado aquí desde esta tribuna, que se escuchan a diario, que además no se escuchan en pasquines marginales, sino en radios y televisiones de amplio



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seguimiento social. Y estas son expresiones que son proferidas por la ultraderecha y que, desgraciadamente, son acogidas algunas de ellas con alborozo cuando no jaleadas desde las bancadas de la derecha tradicional. Pues bien, esa es la
nube de palabras, más bien la tormenta de palabras, de la ultraderecha que hoy hemos vuelto a escuchar en su moción de censura, señor candidato: criminales, golpistas, feminazis, invasión, bárbaros y también un virus chino. Y ahora, si le parece,
podemos compararlas con la nube de palabras con la que los españoles realmente definen sus problemas, los de verdad, señor candidato: pandemia, empleo, salud, empresas, crispación política, tensión territorial, pobreza, incertidumbre.


¿Sabe qué sucede, señor candidato? Que para esos problemas, que son reales y que afectan a millones y millones de españoles y españolas ustedes no tienen ninguna solución, ni ustedes ni quienes les secundan desde la derecha tradicional.
Para esos problemas, todo lo que puede ofrecer a la sociedad española no es más que un alarido, un par de insultos y nada más, que es lo que hemos escuchado en sus intervenciones. El desarrollo económico y la transición digital, el cambio
climático, la cohesión social, el empleo y la salud, esos no están en la agenda de sus problemas, señor candidato, tampoco la igualdad de género y mucho menos la pandemia. Sí tiene un programa para poner coto, por ejemplo, a la opresión feminista
que solamente usted advierte. Tiene también un programa para plantar cara a los ecologistas y a su supuesta dictadura. Tiene también un programa para defender España, que es cerrar todos aquellos medios de comunicación que le disgustan, y otro
programa para enderezar la democracia española, que es ilegalizar a todos aquellos partidos políticos que le incomodan, y aún otro más para resolver los desajustes autonómicos, que es acabar de raíz con las autonomías y regresar al Estado
centralista de la dictadura franquista ochenta años atrás. Pero para combatir la inseguridad laboral, para la creación de empleo de calidad, para eso usted no tiene ninguna solución. Eso sí, acabar con la inseguridad ciudadana en uno de los países
más seguros del mundo, para usted eso sí que es una prioridad esencial.


Señor candidato, usted no tiene buenas soluciones para los verdaderos problemas de los españoles, pero es que, además, tiene unas soluciones fatales para lo que no son ni problemas que sufren los españoles. Fíjese, un problema es la
pandemia. ¿Y qué es lo que hemos hecho todos los Gobiernos de Europa? Hemos movilizado todos nuestros instrumentos constitucionales, todas las herramientas económicas y sociales para hacer frente a una pandemia como la que no vivía la humanidad
desde hace cien años. Nos movilizamos contra la primera ola con medidas excepcionales como fue, por ejemplo, decretar el estado de alarma, reconocido en nuestra Constitución, que permitió mantener a raya el virus y doblegar la curva. Tratamos
también de frenar la segunda ola mediante una combinación de medidas higiénicas de prevención, el rastreo, el seguimiento de los casos, medidas escalonadas de distanciamiento social, de restricción de movilidad.


La pregunta es ¿qué hubieran hecho ustedes, señor candidato? O, mejor dicho, ¿qué es lo que hicieron? Porque hay que recordar qué hicieron ustedes durante esas semanas del estado de alarma. Cuando irrumpió con toda su virulencia la
pandemia, el Gobierno declaró el estado de alarma y puso en marcha, como saben ustedes, una batería de medidas urgentes para hacer frente a la pandemia en todos los ámbitos: el sanitario, el económico y el social. Ustedes dicen que reclamaron la
declaración del estado de alarma, pero hay que recordar que el 9 de abril, cuando aún teníamos en las UCI de los hospitales de nuestro país a más de 4700 compatriotas ingresados por COVID, ocupando más del 50 % de las camas disponibles, ustedes
votaron en contra de la prórroga del estado de alarma. (Aplausos). Es más, como usted ha dicho, recurrieron ante el Tribunal Constitucional. Tardaron, asimismo, más de quince días en presentar lo que ustedes calificaron en plena calamidad como
medidas urgentes para salvaguardar la salud y la economía de los españoles. Para ser urgentes, la verdad es que se tomaron su tiempo. Pero, si uno las analiza, ve que la mayoría, al final, son poco originales porque en realidad fue un corta y pega
de muchas de las medidas que ya puso en marcha el Gobierno de España: la ampliación de plazos a las empresas para el pago de los impuestos, la suspensión de las cuotas a la Seguridad Social, la reorientación de la industria para fabricar material
sanitario, el despliegue de las Fuerzas Armadas para, por ejemplo, labores de desinfección de residencias, instalaciones sanitarias y servicios públicos esenciales; la instalación también de hospitales de campaña. Pero ustedes propusieron -señor
candidato, haga memoria-, que el Estado -y lo ha vuelto a decir hoy aquí- se hiciera cargo de las nóminas de todos los trabajadores de España y de los ingresos de los autónomos durante tres meses. Yo no voy a entrar en la cuantificación de esta
medida porque se descalifica por sí misma.


El Gobierno, en cambio, sí hizo otras cosas, señor Abascal. Puso en marcha todos los mecanismos; mecanismos, por cierto, más sostenibles, más realistas, y lo más importante, mecanismos con una perspectiva temporal mucho más allá de los
tres meses a los cuales usted hace referencia. (Aplausos).



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Por ejemplo, los ERTE por fuerza mayor, las prestaciones extraordinarias a los trabajadores y trabajadoras autónomos. Los ERTE permitieron -y creo que es importante volver a subrayarlo- sostener a casi 3 400 000 empleos en el peor momento
de la pandemia. Han aliviado, por ejemplo, a más de medio millón de empresas de nuestro país. Cerca de un millón y medio de trabajadores y trabajadoras autónomos se han beneficiado de la prestación por cese de actividad; medidas, por cierto, que
ustedes nunca aprobaron en este Parlamento, como en tantas otras ocasiones, porque ustedes solamente apoyaron dos de los veintiún reales decretos-leyes con medidas urgentes para hacer frente a la pandemia. Llegaron ustedes a plantear también la
destitución de toda autoridad autonómica que atacara el principio de solidaridad nacional dificultando la respuesta a la pandemia. Hombre, nunca les vamos exigir tal responsabilidad a todos los Gobiernos autonómicos, pero podría usted ser
coherente, señoría, y podría usted haber exigido esa responsabilidad a todos aquellos Gobiernos que ustedes sustentan en las asambleas regionales, por ejemplo, al Gobierno de la Comunidad de Madrid. (Aplausos).


La diferencia entre la derecha tradicional y la ultraderecha es que este Gobierno y la mayoría, afortunadamente, de esta Cámara lo que ha hecho ha sido optar por la gobernanza, por la colaboración y la cooperación y no por la confrontación,
como ustedes están haciendo desde el principio de la pandemia. Lo demuestran así las dieciséis conferencias de presidentes, diecisiete que vamos a celebrar el próximo lunes con la presencia de la presidenta de la Comisión Europea; 159 encuentros
sectoriales para consensuar, para adoptar medidas conjuntas con las comunidades autónomas. Esta es una cifra record, 159, de los últimos diez años. En definitiva, esta es una forma bien distinta a la de ustedes, señor candidato, para hacer frente
a la pandemia y entender el espíritu de concordia que emana de nuestra Constitución.


Me parece importante volver a subrayarlo, pero incrementamos asimismo los recursos de las comunidades autónomas para hacer frente a la pandemia. Pusimos en marcha un Fondo COVID, un fondo no reembolsable de 16 000 millones de euros que ha
permitido, por ejemplo, mejorar la financiación de la sanidad pública y la educación pública de todas y cada una de las comunidades autónomas; también 8000 millones de euros de la actualización de entregas a cuenta a las comunidades autónomas;
3200 millones de euros de los Fondos Feder 2014-2020 vinculados al gasto sanitario y 14 000 millones de euros más de liquidez para las comunidades autónomas. Además ayer, afortunadamente, esta Cámara permitió la suspensión de las reglas fiscales,
precisamente para que los ayuntamientos y las comunidades vuelquen recursos para hacer frente, en la medida de sus competencias, a los efectos tanto de la emergencia sanitaria y económica como social. Ustedes no votaron a favor, el Partido Popular
tampoco votó a favor de una medida fundamental para hacer frente a esta pandemia. (Aplausos).


Señoría, se pueden discutir muchas cosas, pero las cifras están ahí. Usted hace referencia al nivel de endeudamiento público que tiene nuestro país, el déficit público en el que vamos a incurrir, lógicamente, señoría, como van a incurrir
todas las economías occidentales. ¿Cuál sería su alternativa? ¿No haber hecho absolutamente nada? ¿No haber endeudado a nuestro país o haber incurrido en un déficit público precisamente para proteger a trabajadores, a empresas, a trabajadores
autónomos y a aquellos a los cuales usted está diciendo que este Gobierno está abandonando? Nosotros hemos protegido al sector agroalimentario, al cual usted hace referencia, con subvenciones para las explotaciones ganaderas; también la
agilización de créditos industriales; ayudas a los sectores de frutas y hortalizas; los planes sectoriales para el turismo; para la automoción; para el transporte, por un importe nada desdeñable, señoría, 11 500 millones de euros; el paquete de
ayudas al sector cultural, uno de los sectores más dañados, desgraciadamente, como consecuencia de la pandemia; las líneas de avales ICO que han movilizado -fíjese, señoría- 103 000 millones de euros en un tiempo récord, en cuestión de meses, en
créditos a través de los cuales hemos beneficiado en un 98 % a pequeñas y medianas empresas y a trabajadores autónomos, 830 000 operaciones. Y en todo este proceso de impulso y de escudo social frente al virus no solamente hemos promovido la
cogobernanza, sino que también lo hemos hecho gracias al diálogo social.


Usted, señoría, ha hecho referencia a los sindicatos, los cuales no iban a ser no objeto de crítica y de desprecio por su parte, pero yo quiero rendir un homenaje y un tributo a los sindicatos de este país por la defensa de los derechos de
los trabajadores, la democracia y la libertad en nuestro país. (Aplausos). Gracias al diálogo social hemos logrado cinco acuerdos que yo creo que son muy razonables, señor candidato. Por ejemplo, tres pactos, para que los expedientes de
regulación temporal de empleo vayan postergando su finalización hasta el 31 de enero -este es el último de los acuerdos-, un pacto por la reactivación económica y el acuerdo, y también una ley del trabajo a distancia que me parece que es no
solamente pionera, sino necesaria y urgente en un momento en el cual, como consecuencia de la



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pandemia, hay muchos trabajadores y trabajadoras en el sector privado y también en el sector público que tienen que verse forzados al trabajo a distancia. Por tanto, cogobernanza, diálogo social y acuerdo europeo.


Señor candidato, entiendo que no lo recuerde usted porque va muy rápido y puede a lo mejor perderse, pero ustedes han planteado cosas que incluso también ha recordado aquí desde la tribuna. Ustedes plantearon, por ejemplo, cosas tan
marcianas como la de reprobar al director general de la Organización Mundial de la Salud por haber convertido a este organismo -y cito textualmente- 'en un canal de propaganda chino' y llegaron ustedes incluso a plantear la salida de España de la
Organización Mundial de la Salud, en plena pandemia. Es decir, ustedes se olvidan en todas y cada una de sus iniciativas parlamentarias, y además de manera obstinada -yo diría-, de todas las recomendaciones de la comunidad científica y de los
organismos sanitarios internacionales.


En síntesis, en un momento en el que muchos sectores, y también ciudadanos y ciudadanas, lo estaban pasando mal, ustedes se olvidaron, señor candidato, de España. No quisieron arrimar el hombro en ningún momento por su país -es verdad que
lo hicieron con la complicidad de la derecha tradicional- y el mejor reflejo de su actitud fue que, además, abandonaron los trabajos de la Comisión parlamentaria para la reconstrucción. (Aplausos). No fueron capaces ni de plantear sus conclusiones
en la Comisión parlamentaria. Ustedes lo que han hecho ha sido desentenderse de los problemas reales de los ciudadanos españoles. Lo expresaron en esta misma Cámara en los debates del estado de alarma, con una idea muy sencilla que hemos vuelto a
escuchar hoy en su defensa de la moción de censura y es que tenemos que combatir el virus comunista chino y, además, lo tenemos que hacer con libertad -más o menos ha venido usted a decir eso- es decir, suprimiendo cualquier restricción -entiendo
yo- y facilitando la expansión de los contagios. Y ahí siguen ustedes, señor candidato.


En nuestro caso, la actitud ha sido bien distinta. En el frente económico y social, lo que hemos hecho ha sido volcar en apoyo a las empresas crédito y ayudas; en apoyo a los trabajadores y trabajadoras, los ERTE; en amparo de los más
desasistidos, el ingreso mínimo vital, que hemos puesto en marcha en un tiempo récord y, además, gestionando una calamidad tan inédita como esta pandemia, y medidas de garantía de los suministros básicos y de vivienda. ¿Qué hubieran hecho ustedes?
Pues poco o nada sabemos realmente si nos tomamos en serio su contribución a esta emergencia o incluso si escuchamos con atención cuáles han sido sus diatribas para explicar esta moción de censura, pero hay una cosa cierta y es que el mejor ejemplo
de lo que hubieran hecho ustedes está en el debate sobre el ingreso mínimo vital. Ustedes lo desacreditaron, como precisamente lo han desacreditado esta mañana, e incluso lo llegaron a calificar como paguita. Dijeron que el ingreso mínimo vital
era la paguita. Comprendo que unos cientos de euros al mes para una familia necesitada para usted son poco en comparación con el generoso estipendio que usted recibía cuando vivía de los chiringuitos que, precisamente, le creaban Gobiernos del
Partido Popular. (Aplausos).


Otro problema real, señor candidato, es la violencia de género. Ya veo que usted no está preocupado por la violencia de género. A usted le preocupan casos muy puntuales, lamentables pero muy puntuales, estadísticamente irrelevantes, de
denuncias falsas de violencia de género. ¿Cuál es la solución que plantea el señor candidato a la Presidencia del Gobierno para acabar con esas denuncias? Pues ni más ni menos que acabar con la Ley de lucha contra la violencia de género. Desde
luego, usted así, señor candidato, lo que va a hacer es acabar con las escasísimas denuncias falsas, pero también va a acabar con la abrumadora mayoría de denuncias verdaderas sobre violencia de género. (Aplausos). Por tanto, usted no tiene
soluciones efectivas para los problemas reales, pero al menos podríamos decir que tiene un bagaje que acredita que es un buen gestor de los recursos públicos.


Vamos a repasarlo. Usted ha desempeñado en su dilatada carrera política varios cargos públicos, siempre vinculados al Partido Popular. Por ejemplo, en el año 2013 la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, la señora Aguirre, le puso
al frente de una fundación -probablemente, muy importante dentro del organigrama de la Comunidad de Madrid-, la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social de la Comunidad de Madrid, un organismo -creo yo- perfectamente prescindible, lo que
hoy usted llamaría un chiringuito. Era un chiringuito innecesario -usted mismo lo dijo y yo no lo voy a discutir, usted sabrá-, pero al menos podía haber intentado hacer algo, señor Abascal, como conseguir algún patrocinio, algún mecenazgo, por
mínimo que fuese. ¿Pero qué consiguió usted durante su mandato? Nada, cero; no poco, nada. Tenía un presupuesto de 183 600 euros y contaba con un sueldo anual de 82 000 euros, la mitad. Quiero recordarle, por cierto, que este sueldo de 82 000
euros que usted tenía era un 10 % superior al del presidente del Gobierno en aquel entonces, el señor Rajoy. ¿Qué consiguió usted? Se lo vuelvo a repetir:



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nada. En fin, ¿se cree capaz de gestionar los ingresos del Estado cuando no fue capaz de ingresar ni un euro, precisamente, en esa fundación? (Aplausos).


Ya vemos que no tiene soluciones ni tampoco tiene capacidad de gestión. Usted me dirá que tiene ideales, que tiene grandes valores. Bueno, vamos a comprobar si tienen ustedes -y en particular usted, señor Abascal- ideales y valores. En
primer lugar, yo creo que es bastante claro, bastante evidente que usted el valor de la gratitud no lo tiene. (Rumores). El valor de la gratitud con aquellos que le dieron cobijo y le dieron trabajo durante muchos años usted no lo tiene. (Risas y
aplausos). Usted no tiene gratitud hacia sus excompañeros del Partido Popular, pero al menos profesará usted, señor Abascal, un cierto afecto patriótico hacia los españoles. En mi humilde opinión, señor Abascal, después de haberle escuchado
durante horas, yo creo que tampoco. Usted odia a España tal y como es. Se lo repito, usted odia a España tal y como es. Lo que usted llama patriotismo es nacionalismo exasperado. No le interesa la libertad de los ciudadanos, lo que le interesa
es la homogeneidad cultural de la sociedad y la supresión de cualquier diferencia. Señor Abascal, escúcheme bien, a un patriota no le sobran la mitad de los compatriotas como a usted le sobran. (Aplausos). Un verdadero patriota, señor candidato,
no puede odiar a sus compatriotas. Usted no entiende España como la unión de millones de personas con una diversidad cultural, con una pluralidad política que a juicio mío -y, afortunadamente, a juicio de la mayoría de los españoles- es la riqueza,
la fortaleza que tiene nuestra sociedad. Para usted España es un número limitadísimo de españoles que se acomodan a sus prejuicios; a los suyos, señor Abascal, a los suyos, señor candidato. Fíjese, de las cuatro lenguas de España de que hablara
Gabriel Aresti a usted le sobran por lo menos tres o, mejor dicho, tres y media, porque hasta le sobra todo el castellano que habla de libertad, de justicia, de democracia, que engrandecieron autores como García Lorca, Miguel Hernández o Machado.
(Aplausos). Usted dice que ama a España -dice-, pero no profesa amor a nada de lo que nos ha hecho grandes como nación durante nuestra historia, señor candidato. Usted ama una cierta España. No ama la España de la piedad y la compasión a los
indios de fray Bartolomé de las Casas; no, no, usted lo que hace es amar la España tenebrosa de Torquemada. (Aplausos). Usted no ve en los inmigrantes, en los otros, a una humanidad sufriente, sino, como bien ha dicho usted desde esta tribuna
esta mañana, a los invasores que tenemos que devolver al mar. No le adornan, señor candidato, la gratitud ni tampoco el afecto a los españoles que no piensan como usted.


Por tanto, ¿qué siguiente valor invoca usted, señoría? El constitucionalismo, dice usted. Ustedes son un partido constitucionalista. Bueno, señoría, mi partido, humildemente, estuvo en el nacimiento de la Constitución. Quienes pensaban
como usted, los Blas Piñar de la época, precisamente estaban en la tarea opuesta. De hecho, el Partido Socialista Obrero Español es el único partido de los que alumbraron la Constitución que sigue en pie y con el mismo nombre, señor candidato. La
Constitución nació del entendimiento entre la derecha moderada, los socialistas, los comunistas y el nacionalismo para dejar atrás la ignominia del franquismo. Usted es heredero de la ultraderecha de entonces, señor candidato, de la que lanzaba
invectivas contra Adolfo Suárez, de la que jaleaba a los tejeros con palabras muy parecidas -sino idénticas- a las que usted ha hecho referencia y utilizado desde esta tribuna esta mañana. Ustedes no son constitucionalistas, señor candidato,
ustedes aprovechan la Constitución, tratan de reapropiarse de la Constitución a su conveniencia, que es una cosa bien distinta. (Aplausos). Así lo estamos viendo con esta ceremonia de hoy en la que ustedes aprovechan un artículo de la Constitución
para montar una maniobra política completamente estéril contra la Constitución. Esto es lo que están haciendo hoy aquí, señor Abascal. Lo hacen desde argumentos políticos que significan todo lo contrario al espíritu constitucional; lo hacen desde
el grito, desde el insulto, desde la difamación, desde la mentira, es decir, todo lo contrario a lo que representa el espíritu constitucional; lo hacen buscando el enfrentamiento, la división, en un momento en el que precisamente deberíamos estar
todos construyendo lo contrario, que es la unidad. En fin, ustedes representan todo lo contrario al espíritu constitucional.


Fíjese, es tal el empeño en retroceder en la historia que hasta les molestan los avances que a los demás nos alegran. A usted le molestan los avances y las conquistas que hemos logrado durante estos más de cuarenta años de democracia. Si
hoy reina en el País Vasco la paz, si los vascos y el conjunto de compatriotas nos hemos liberado de la violencia terrorista, usted se muestra contrariado. Donde la mayoría dentro y fuera de España vemos y vieron la derrota policial, la derrota
social, la derrota política, la derrota democrática del terrorismo, ustedes ven la victoria del terrorismo. El Partido Socialista, señor Abascal, sufrió en carne propia el flagelo del terror, como lo sufrieron también la sociedad española y la
sociedad vasca. Perdimos dirigentes destacados, también militantes casi anónimos, igual que perdieron la vida muchos militantes y dirigentes del Partido Popular, igual que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del



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Estado, las Fuerzas Armadas, la sociedad civil. Pero además de padecer, sufrir y soportar el terrorismo, señor candidato, el Partido Socialista hizo algo, fue un Gobierno socialista el que derrotó definitivamente a ETA. (Prolongados
aplausos). Y a estas alturas, señor Abascal, no va usted a reescribir la historia. (La señora Jiménez-Becerril Barrio: Es mentira, señor Sánchez).


La señora PRESIDENTA: Señoría, por favor, guarde silencio.


El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Sánchez Pérez-Castejón): Está en su derecho, señor candidato... (Rumores.-La señora Jiménez-Becerril Barrio: No puede decir eso aquí porque es mentira.-Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Guarden silencio, por favor.


El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Sánchez Pérez-Castejón): Apláudanse, porque la verdad es que cada vez es menos diferente verles a ustedes o escuchar a la gente del Partido Popular. (Rumores).


Está en su derecho, señor candidato, de exhibir sus sufrimientos pasados, pero los sufrimientos de la mayoría de la sociedad española no son monopolio de usted, señor candidato, y menos aún le dan derecho a poner en duda el compromiso
constitucional del Partido Socialista Obrero Español y de todas las personas que no pensamos como usted. (Aplausos).


Su discurso, señor candidato, está plagado de ciertas expresiones, expulsar, echarlos, acabar con ellos. En fin, no puedo pensar en un sentimiento más anticonstitucional que el que usted ha exhibido desde esta tribuna en el día de hoy, y
menos aún la España que admiramos. Con ese pensamiento, señor Abascal, le puedo garantizar que la Constitución de 1978 no hubiera sido posible. Pero terminamos con sus valores. Usted ha hecho referencia también aquí a sus valores cristianos.
Ustedes invocan a la Iglesia católica y también a sus valores cristianos. (El señor Abascal Conde hace signos negativos). Sí, lo hacen, usted lo ha hecho; es que yo le escucho con atención. Créame, consta en el Diario de Sesiones que usted ha
hecho referencia a los valores cristianos de su partido. Ustedes invocan a la Iglesia católica y eso les honra, la fe es imprescindible y como presidente del Gobierno quiero que sepa que vamos a proteger siempre a todas las religiones. Bueno,
fíjese usted si es así que el señor Garriga ha venido a decir que la ley islámica prevalece en algunos barrios de nuestro país. Pero, en fin, ustedes reivindican la Iglesia católica y eso les honra, la fe es imprescindible, vamos a proteger desde
el Gobierno todas las religiones, pero, señor Abascal, señor candidato, ustedes desprecian la figura y el mandato de su máximo representante, que es el papa Francisco. ¿Se ha dado cuenta usted de eso? (Aplausos). ¿Ha leído usted, por ejemplo, la
última encíclica, Fratelli tutti, del papa Francisco? Le recomiendo que la lea o que le hagan un resumen, señor Abascal. (Risas). ¿Qué opinión le merecen las críticas que hace el papa Francisco, y cito textualmente, a los nacionalismos cerrados,
exasperados, resentidos y agresivos? ¿Qué opinión le merecen? ¿Qué opinión le merece la crítica a los que utilizan, y vuelvo a citar textualmente al papa Francisco, el mecanismo político de exasperar, exacerbar y polarizar para -continúa el papa-
suscitar la desconfianza constante, aun disfrazada detrás de la defensa de algunos valores? ¿Qué opinión le merecen, señor Abascal? ¿Cómo casa su propuesta fiscal de suprimir todos los impuestos, como usted ha venido a decir en su intervención,
sobre todo y especialmente a las rentas altas, con el pensamiento del papa? Porque el papa dice lo siguiente: El papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres,
respetarlos y promocionarlos. (Aplausos).


Señor candidato, ni agradecido, ni patriota, ni constitucionalista. Y cristiano, habría que verlo. ¿En qué creen ustedes? Usted dirá que en la libertad, a la cual ha hecho referencia en su intervención. Fíjese, se lo voy a conceder:
ustedes creen en la libertad. Lo que pasa es que hay que ver en qué libertad creen ustedes. Para ello, voy a recordar un curioso pasaje de Marx, no de Groucho, en el que se relata la reacción de un terrateniente que la emprende con su esclavo
negro, en pleno centro de Londres, a bastonazos. Es reprendido por un policía, por un bobby, y el terrateniente estadounidense se indigna y dice lo siguiente: ¿Qué tipo de país es este en el que un caballero no puede azotar libremente a su
esclavo? Esto es una dictadura. Ustedes hablan en serio cuando dicen que quieren recuperar ciertas libertades que han sido sustraídas en nuestro país, porque, efectivamente, hubo un tiempo, no tan lejano, nuestros padres y nuestros abuelos lo
saben muy bien porque lo vivieron, lo sufrieron, en el que algunos tenían la libertad de despedir libremente a los trabajadores, de encarcelar libremente a los sindicalistas. Hubo un tiempo en el que en nuestro país la gente que mandaba tenía la
libertad de cerrar libremente los



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medios de comunicación críticos, de adoctrinar libremente en el fascismo a los niños. Todavía están vivos muchos homosexuales, señor candidato, que en algún momento de sus vidas fueron insultados, golpeados y encarcelados porque en este
país hubo un tiempo en el que existía la libertad para los mandatarios de insultar, golpear e incluso encarcelar libremente a los homosexuales. (Aplausos). Hoy, señor candidato, nuestras leyes no permiten discriminar ni vejar ni golpear a las
mujeres, pero hay hombres, afortunadamente cada vez menos, que echan de menos la libertad de discriminar, vejar y golpear a las mujeres. Quienes añoran aquellas libertades perdidas, señor candidato, esas personas se sienten extranjeras en su propio
país porque ahora viven en un país, en una España en la que se ha perdido la libertad de encarcelar a los sindicalistas, de cerrar los medios de comunicación molestos, de humillar a los homosexuales o de pegar a las mujeres. A esas personas usted
les ha prometido reconquistar su libertad (aplausos), pero, señoría, señor candidato, no lo va a lograr porque su libertad es la opresión de la mayoría de ciudadanos y ciudadanas de nuestro país y la mayoría de España se lo va a impedir con su voto,
democráticamente, cada vez que sea llamada a las urnas. (Aplausos). Yo siento decirle, señor Abascal, señor candidato, que tengo una muy mala noticia que darle a usted y a todos los que han puesto sus complacencias y sus esperanzas en usted. El
camino que emprendió España hace más de cuarenta años no tiene vuelta atrás. Hay una gran mayoría de españoles y españolas que está resuelta a marchar siempre hacia delante, a conquistar más libertades, más justicia social, a vivir en concordia, y
a esa España, que es un país admirable, la España que nos merecemos, ustedes no la pueden parar. Señor Abascal, la mala noticia es que ustedes llegan tarde.


Como va a comprobar estos días, hoy y mañana, quienes le apoyan a usted y su proyecto son muy pocos, y lo seguirán siendo a condición de que los demás nos tomemos en serio a usted, a su proyecto y a todo lo que han dicho y defendido tanto
usted como su portavoz en la mañana de hoy. Señor candidato, el artículo 113 de la Constitución, que es el que regla el procedimiento de la moción de censura, no nació para canalizar su ira ni para esparcir su odio ni tampoco para malgastar los
recursos públicos de este país que usted dice querer defender tanto. No nació para amenazar la convivencia de España y mucho menos la democracia de nuestro país. Nuestro país, afortunadamente y después de muchos años de dictadura, hoy es una de
las principales democracias del planeta, es de las veinte mejores y más influyentes democracias del mundo, sin duda alguna con defectos y con necesidad de mejoras, pero está ahí, entre las veinte mejores y más influyentes democracias del mundo; con
una economía que, reconozcámoslo, avanzaba y crecía por encima de la media de la eurozona antes la pandemia. De repente, nos hemos topado con una conmoción, que es está pandemia global, que está afectando a todos los países; insisto, 40 millones
de seres humanos han sido contagiados por el virus y un millón de seres humanos han muerto como consecuencia del virus en todo el planeta, miles y miles de ellos compatriotas españoles. En definitiva, una pandemia que no entiende de fronteras ni de
ideología -incluida la suya, señor Abascal- ni de género, pero cuyas consecuencias ampliarán la brecha de desigualdad social si no actuamos antes. Nuestra economía, lo hemos dicho en muchas ocasiones, está sufriendo esta sacudida sin precedentes
que está afectando a nuestra estructura productiva y, precisamente por eso, necesitamos concentrar todos los esfuerzos y todo el talento del país en esa tarea común. Necesitamos unidad, que es precisamente lo que usted quiere poner en cuestión con
esta moción.


Señor candidato, el pasado 4 de enero, en el discurso de investidura que la Cámara votó favorablemente y que me dio el honor de convertirme en presidente del Gobierno por mandato constitucional, presenté un proyecto detallado para el país,
un proyecto que representaba a dos fuerzas políticas en el primer Gobierno de coalición de la historia de nuestra democracia; un proyecto de país que entiendo -y entienden todos los miembros del Gobierno y la mayoría parlamentaria que lo sustenta-
que es un proyecto para las próximas generaciones, una España que quiere avanzar, que quiere superar viejos conflictos y resolver problemas que han durado muchísimo tiempo y que han centrado y canalizado muchas energías en nuestro país durante estos
últimos años; un proyecto que, a nuestro juicio y humildemente, es transformador y debe dar respuesta a los grandes desafíos que tenemos por delante, muchos de ellos, por cierto, semejantes a los que encaran otros países del mundo. Por supuesto,
nunca esperé que usted y su grupo compartieran ese proyecto de España, aunque, tengo que decirle, señor Abascal -y lo he dicho en alguna otra ocasión cuando usted me ha preguntado en las sesiones de control-, nosotros defendemos un país en el cual
ustedes tienen cabida. Esa es la gran diferencia, que en el modelo de país que ustedes defienden no cabe el 50 % de los españoles. (Aplausos). Pero al menos si cabía esperar, señor Abascal, que hoy trajera un proyecto de país alternativo:
planes, propuestas, capacidad de gestión, pero no hay nada de ello, señor Abascal; lo que hay es odio, cólera y nada más. Sobre los problemas reales de la ciudadanía, señor



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Abascal, no hay ninguna solución por parte de su partido ni tampoco de usted. Sabemos que no es partidario de ninguna de las propuestas para que España avance que estamos liderando desde el Gobierno de España. Sabemos que no es partidario
de la memoria democrática -primer aviso, dicen ustedes en Twitter-, ni de la lucha contra la violencia de género -segundo aviso, señor Abascal-, ni del Estado de las autonomías -tercer aviso, señor Abascal-, ni de la inmigración -cuarto aviso, señor
Abascal-. Pero permítame que le pregunte, ¿qué piensa usted, por ejemplo, de la formación profesional? ¿Qué piensa usted de la economía circular? ¿Qué piensa usted de la regulación de los falsos autónomos? ¿Qué piensa usted de la igualdad
salarial entre hombres y mujeres? ¿Qué piensa usted de la cuarta revolución industrial o de la inteligencia artificial? ¿Tiene usted algún plan para España más allá de demoler las conquistas en derechos y libertades que hemos logrado conjuntamente
durante estos últimos cuarenta años? (Aplausos). De todo esto, señor candidato, hablé en nombre del Gobierno de coalición en mi discurso de investidura el pasado 4 de enero. De nada de esto hemos oído hablar hoy aquí a usted.


Permítame que repase algunas de las cuestiones que mencioné entonces. Hablé, por ejemplo, de justicia social, de reducción de las desigualdades. Y, ¿qué es lo que hemos oído hoy aquí acerca de estas cuestiones por su parte, señor
candidato? Nada, nada. Lo que yo sí le he escuchado, y se me grabó además a fuego en la memoria, fue llamar chiringuitos a la Cruz Roja y a Cáritas. (Aplausos). Eso es lo que usted ha dicho. Yo hablé de la defensa de lo público, hablé del
Estado del bienestar. Con los planes que usted ha manifestado hoy aquí y que vienen defendiendo sistemáticamente en esta Cámara, señor Abascal, el Estado dejaría de ingresar 17 000 millones de euros; esto es, la ultraderecha lo que quiere es
renunciar al 20 % de los ingresos públicos del Estado. ¿Usted realmente cree, señor Abascal, que se puede mejorar la sanidad pública, la educación pública, la atención a nuestros mayores dependientes así? Hablé también de libertad, de derechos
individuales, de los derechos humanos. ¿Qué es lo que hemos oído hoy aquí por su parte sobre estas cuestiones? Lo que hemos escuchado es menos que nada; es muy preocupante, señor candidato. Usted ha amenazado con prohibir partidos políticos que
no piensen como usted, ha amenazado con expulsar a inmigrantes, ha amenazado con no tener en cuenta a las personas que tienen parientes enterrados en cunetas. (El señor Abascal Conde pronuncia palabras que no se perciben). Sí, sí, que lo que
tienen que hacer es olvidarse porque a usted y a quienes ustedes representan les molesta. Hablé también de la cohesión territorial, de la diversidad España y del diálogo entre comunidades, señor Abascal. ¿Qué le hemos oído hablar sobre esto a
usted? Pues lo que venimos escuchando durante estos últimos meses: encarcelar a cientos de miles de catalanes, asediar las lenguas cooficiales y acabar con el Estado autonómico; es decir, con el corazón del pacto constitucional, que es el título
VIII.


En la sesión de investidura del mes de enero, el 4 de enero, señor candidato, hablé de emergencia climática, de ciencia, de cultura, de educación, de pensiones, de empleo, de un nuevo estatuto de los trabajadores, del salario mínimo
interprofesional, de digitalización, de justicia social, de investigación, de desarrollo, de reto demográfico, de desarrollo rural, de apoyo a las familias vulnerables, del derecho a la eutanasia, del aumento de la cartera de prestaciones de la
sanidad pública, de regeneración institucional, de feminismo, de turismo sostenible, de financiación autonómica, de Ley de dependencia, de protección de los niños ante la violencia. ¿Qué le hemos oído hablar sobre estas cuestiones a su señoría?
Nada, o en ocasiones menos que nada, que es el retroceso, la confrontación y, en definitiva, el odio.


Señor candidato, le voy a hacer una reflexión más política que espero que usted no comparta, pero que al menos le haga pensar. Fíjese, en un momento histórico alguien tuvo la brillante idea de utilizarles para cambiar el rumbo y el
liderazgo de la derecha española, y lo consiguieron. Yo tengo que reconocerle que la foto de Colón es sin duda su gran triunfo político; yo se lo reconozco. Algunos de los allí retratados ya no están entre nosotros, y es seguro que la cuenta aún
no ha terminado. Otros siguen creyendo que la ultraderecha tiene cierta utilidad, que puede servir de ariete a las fuerzas conservadoras para hacer derribar al Gobierno de coalición. Entiéndame, señor Abascal, no piensan en construir una
alternativa con usted, siento revelárselo. Utilizan su vehemencia; la fe en sus capacidades como gestor son también escasas entre la propia derecha porque muy probablemente le conozcan a usted mucho mejor que nosotros. Digamos que simplemente lo
que quieren como instrumento de ataque es a la ultraderecha pensando en que después -y este es el error de la derecha tradicional- usted será fácilmente domesticado. Y aquí pienso, señor candidato, que se equivocan con usted. Sorprende que alguien
en la derecha tradicional pueda seguir apostando por una estrategia tantas veces fallida; a estas alturas hay que ser una rana muy tonta para pensar que esta vez el escorpión no picará. Ustedes no constituyen un peligro por la fuerza de sus votos,
yo estoy convencido de que la mayoría, la amplia mayoría de españoles



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y españolas, nunca desfilará tras sus banderas desquiciadas; ustedes son un peligro porque contagian, como estamos viendo a lo largo de esta legislatura, sus ideas a la derecha. Ese es el corredor que ustedes han abierto, imponiendo una
estrategia de oposición de insultos, de odio y de provocaciones (aplausos), arrastrando a la derecha tradicional.


En otro tiempo, la derecha, incluso la derecha más dura, por ejemplo la de Aznar, recordemos -hace cuánto, ¿no?-, invocaba a Azaña, homenajeaba a Miguel Hernández; hoy aquella derecha les obedece acobardada, acomplejada; arranca de las
calles de Madrid la memoria de demócratas como Indalecio Prieto o Largo Caballero (aplausos), que promovió por cierto la reforma de la jornada laboral a cuarenta horas. El peligro con su ideología, señor candidato, es no tomarse en serio lo que
dicen, pensar que no van en serio, porque finalmente -finalmente-, si ustedes tienen una mínima capacidad de poder, acaban llevando a cabo sus amenazas. Con todo respeto, señor candidato, lo preocupante para España es eso, no es usted, es lo que
usted representa. Lo preocupante es la llamada del abismo que usted representa para ciertas figuras de la derecha española, la tentación de haber interiorizado esa derecha tradicional que usted es imprescindible para regresar en algún momento al
poder. Por ello, quiero aprovechar esta tribuna para dirigirme a todos los ciudadanos y ciudadanas que legítimamente desde posiciones conservadoras desean otro Gobierno para nuestro país, porque esa es la esencia de la democracia. Y lo desean
desde la convicción de sus ideas y desde el peso de los argumentos derivados de esas convicciones; ser presidente del Gobierno de España es también ser el suyo y les pido precisamente que no abandonen las ideas ni renuncien a los argumentos, que se
mantengan en el debate constructivo, por apasionado que sea, siempre sobre la base de los hechos ciertos, que no crucen la línea, que no jueguen con fuego, que construyan su alternativa desde el respeto y la racionalidad, porque, como dijo un
filósofo inglés, Thomas Paine, discutir con una persona que ha renunciado al uso de la razón es como darle medicina a un hombre muerto.


Señor Casado, de usted depende que el autoritarismo, la furia y la intolerancia prevalezcan o no en la derecha española. Le pido que no se deje arrastrar por la tentación totalitaria, le pido que no regale un éxito a la ultraderecha porque
se volverá contra todos y antes y con más fuerza contra usted y contra el partido que lidera. Le pido que interrumpa esta deriva que se inició en el momento en el que la ultraderecha infiltró sus ideas en el cerebro del Partido Popular y marcó
también la ruta de los nuevos dirigentes del Partido Popular. Quizá nadie se lo ha dicho, señor Casado, pero yo creo que ha llegado la hora de que usted lo escuche. El señor candidato a la Presidencia del Gobierno hoy, el señor Abascal y los
suyos, nunca van a tener suficiente, siempre le fijarán una prueba más alta. Creerán ustedes apaciguarlos cada vez que los contentan, como han hecho, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Madrid, pero siempre les van a pedir más y cada vez que les
pidan más y ustedes cedan más, más les van a despreciar y más les van a llamar derechita cobarde. Porque donde usted cree exhibir fortaleza, lo que manifiesta a sus ojos y a ojos de todos los españoles, señor Casado, es una extraordinaria
debilidad. Le invito, en consecuencia, a interrumpir la deriva, a cortar con la ultraderecha, como hacen dirigentes moderados europeos, por ejemplo, la canciller Merkel, y le pido formalmente que vote no en esta moción de censura (risas), que usted
no es el beneficiario, sino el blanco de este ataque, y que proclame que la derecha española nada tiene que ver con la ultraderecha española. (Aplausos).


Señor Casado, señorías del Partido Popular, no basta con ponerse de perfil, no basta con abstenerse, le pido que regrese al comportamiento y al sentido de Estado que se exige al Partido Popular. Usted tiene bloqueada la renovación de las
principales instituciones del Estado, saltándose el mandato constitucional porque cree que están los suyos y está dispuesto a no renovarlas hasta que no vuelvan los suyos. Eso es un absoluto desprecio al espíritu constitucional. (Aplausos). Usted
va extendiendo, junto con el señor candidato a la Presidencia del Gobierno, el señor Abascal, una leyenda negra sobre España en Europa diciendo poco menos que acecha una dictadura. Ustedes lo han dicho. (Rumores). Sí lo han dicho ustedes a lo
largo del Estado de alarma. Ustedes han difamado, perjudican al país, y ese nunca es el camino, señor Casado, pero no ya para ser presidente del Gobierno, ni tan siquiera es el camino para ser líder de la oposición, señor Casado. (Aplausos).


A los demás grupos, señoras y señores diputados, les invito a mostrar al señor candidato y a la ultraderecha cuál es la respuesta de la mayoría de españoles y españolas frente a su proyecto de odio, de furia y de enfrentamiento. Esta será
la moción de censura con menos apoyos de la historia, incluso aunque consigan que el Partido Popular se abstenga o vote a favor. Va a ser un fracaso porque, a pesar de las dificultades, señoras y señores diputados, la gran mayoría de parlamentarios
y parlamentarias aquí reunidos tenemos la mirada puesta en avanzar, en superar la emergencia sanitaria, en amparar a los más



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golpeados por esta emergencia sanitaria y en iniciar cuanto antes la recuperación económica de nuestro país. Si algo une a nuestro país es su deseo unánime de salir de esta emergencia sanitaria, económica y social juntos y sin dejar a nadie
atrás. Si algo quiere España es reactivarse, recuperarse, es crecer. Si algo quiere la mayoría de españoles y españolas, de todas las generaciones yo diría, es futuro; un futuro próspero, seguro, certero, estable. Si algo quieren los ciudadanos
de nuestro país es recuperar, proteger sus empleos, la estabilidad de las empresas, reponer el ánimo. Si algo quieren los españoles es una política que resuelva y no que agrave las dificultades, como ustedes están haciendo sistemáticamente cada vez
que hacen oposición, la ultraderecha y la derecha tradicional. Si algo quieren los españoles es que desaparezca el freno de la división y el odio. Si algo quiere nuestro país es superar el desencuentro dentro de Cataluña y entre Cataluña y el
resto de España, es conseguir la superación de este conflicto a través del diálogo dentro de la Constitución. Si algo quiere la mayor parte de los ciudadanos en nuestro país es vernos unidos en una legislatura que tiene que ser excepcional porque
los desafíos son excepcionales, pero pese a esa complejidad, podemos hacer que tengamos una legislatura no solamente larga sino también fructífera, como he dicho en otras muchas ocasiones.


Usted, señor candidato, ha querido utilizar la Constitución democrática para promover un acto de propaganda de un mensaje de odio, furia y choque. Esa es la síntesis de su intervención y del debate que vamos a tener hoy y mañana. Pero como
le decía al principio de mi intervención, usted ha cometido un grave error, y es que no ha calculado la fuerza de la Constitución, la fuerza de la democracia. Mañana vamos a votar todos los legítimos representantes de los ciudadanos españoles que
reflejaron en su voto precisamente la composición de esta Cámara, y en ese panel, señor Abascal, señor candidato, usted va a comprobar que los españoles afortunadamente rechazan su propuesta de odio, de furia y de choque. La ultraderecha será
derrotada por España en toda su grandeza y en toda su diversidad. Invito a los portavoces de todos los grupos -estoy convencido de que lo van a hacer, es simplemente una reclamación retórica- a que no nos dejemos arrastrar por la provocación del
candidato de la ultraderecha, a que no secundemos su lenguaje de insultos, de odio, porque, en definitiva, es lo que quiere. Esta -si me lo permiten, voy a hacer un juego de palabras- puede ser una moción de censura sumamente constructiva,
sumamente constructiva, porque será constructivo y edificante ver cómo la gran mayoría de los representantes de los españoles cierra el paso a su proyecto de odio, furia y choque. (Aplausos).


Usted, señor candidato, hoy no convencerá como tampoco vencerá. Y la democracia española expresará con su voto el mismo deseo que han manifestado los españoles en cada encrucijada histórica a la cual se han visto abocados: avanzar y no
retroceder. Ese, señorías, señor candidato, será el resultado constructivo de esta moción de censura, el de una gran democracia como es España.


Gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados de los grupos parlamentarios Socialista y Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común y de los miembros del Gobierno, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor presidente del Gobierno. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. (Aplausos).


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Abascal Conde): Muchas gracias, señora presidenta.


Señor Sánchez, veo que está usted preparando su visita para ver al papa. (Risas). Solo nos faltaba que el campeón del aborto, de la eutanasia y del narcosocialismo se nos vistiera de monaguillo y se pusiera a leer encíclicas en esta
tribuna, y lo hemos visto. (Aplausos). Le veo en la contrarréplica rezándonos aquí el Jesusito de mi vida (risas), pero como yo no he hablado de mi fe -y no lo voy a hacer-, tampoco voy a indicarle si tiene usted que rezar, si es bueno o malo. Lo
que sí le voy a decir es que creo que le vendría bien un examen de conciencia (aplausos) por las mentiras que usted ha perpetrado, por cómo ha engañado al electorado. Y todavía no ha dado ni una sola explicación en esta tribuna de por qué dijo que
no pactaría con esos señores, con aquellos y con aquellos otros (señala con el dedo índice alternativamente hacia los escaños ocupados por los grupos parlamentarios que apoyan el Gobierno de coalición) y ha pactado con todos. Así que, además de
leer encíclicas, le vendría bien hacer su examen de conciencia particular, señor Sánchez. (Aplausos).


Menos mal que no iba a caer usted en las provocaciones, en lo que usted ha llamado provocaciones. Por cierto, todo trufado de mentiras, de frases falsas que ni yo ni nuestro grupo hemos pronunciado. ¿Y sabe por qué? Porque usted ha hecho
como siempre, ha venido aquí con el discurso escrito, con el



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discurso hecho, no ha escuchado absolutamente nada. Nos ha llegado a decir que no ha habido ninguna propuesta. Pues no se las voy a repetir (risas), después coge usted y si quiere, en el Palacio de la Moncloa, las vuelve a escuchar solo
para darse cuenta de que lo que le preparan a veces no se corresponde con la realidad. Le vendría muy bien hacerlo. (Aplausos).


Le molesta a usted que haga referencias al virus chino y que lo llame así. Es que viene de China. (Risas). ¿O quiere que le llamemos en España el virus del Palacio de la Moncloa? También tendría cierto sentido para alumbrar de una manera
bien clara cómo han gestionado ustedes la epidemia de coronavirus en España; de una manera absolutamente desastrosa. Porque este es el Gobierno, señor Sánchez, con más muertos, con más sanitarios contagiados, con más caos en el recuento de
muertos, con más destrucción de empleo y de riqueza y -se me ha olvidado decirlo antes- el Gobierno más mentiroso del mundo, todo lo que usted ha venido diciendo en esta tribuna desde hace meses y todo lo que hoy ha dicho sobre nosotros es lisa y
llanamente mentira. (Aplausos). Así que les pido a las personas que hoy nos están viendo y que han escuchado su intervención relatando lo que nosotros habíamos dicho, que hagan el favor de escucharnos porque no se van a llevar una idea muy exacta
si solo le escuchan a usted. (Rumores).


Yo le he dicho que usted representa al peor Gobierno en ochenta años y, además, le he dicho por qué: ustedes han pactado con los comunistas, con los separatistas, con los terroristas, nos han puesto al frente de la mayor contracción
económica en ochenta años, de la mayor deuda pública en ochenta años, de la mayor destrucción de empleo. Se lo he justificado, y entonces usted ha venido aquí a hacer una trampa dialéctica y durante un rato ha estado relatando episodios históricos,
a su manera. Pero usted también ha venido a decir que nosotros somos lo peor que hay en este Parlamento, es decir, que nosotros somos peores que los que justifican en este Parlamento el asesinato de casi un millar de españoles. (Aplausos).
Nosotros somos peores para ustedes. Para usted es peor José Antonio Ortega Lara que Arnaldo Otegi. Eso es lo que usted ha dicho en la tribuna. Solo aplico su lógica, señor Sánchez. Luego ha afirmado que nosotros aborrecemos a España por el modo
en que decimos que vamos a combatir el separatismo. Evidentemente, no nos gustan nada los separatistas. El problema es que usted dice querer a España con ese gusto por pactar con los separatistas. ¡Nosotros aborrecemos a España!; ¿me quiere
decir que a todos esos socios suyos, a esos cómplices de investidura les gusta España, aman a España? Le voy a decir algo más, no solo los separatistas, el señor que se sienta a su lado dijo: Es que yo no puedo decir España, yo no puedo decir
España -frases literales porque yo no me invento ni una, señor Sánchez (aplausos)-; dijo también que nuestra bandera le producía urticaria y el himno nacional le parecía una cutre pachanga fachosa. No diga que no queremos a España, le acepto que
la queremos de una manera distinta a usted. (Rumores). Que aborrecemos a España, pero de verdad ¿usted ha visto a los que le rodean, ha visto a los que le votan, ha visto a los que le apoyan, ha visto a los que le aplauden?


Ha manifestado también que no hay una mayoría alternativa -parece evidente- y que, entonces, qué hacemos aquí. Pues bien, en primer lugar, hacerle a usted una moción de censura y decir las razones por las que debe ser censurado. En segundo
lugar, plantear un programa alternativo, como hemos hecho, a pesar de que usted, con el discurso escrito, haya venido a decir que no hemos hecho ninguna propuesta. Y en tercer lugar, hacer un acto de reprobación contra usted, porque a todos los
ministros se les puede reprobar, pero al presidente del Gobierno no, y el único modo de reprobarle es con el instrumento de la moción de censura. Y lo que hemos hecho hoy aquí es venir a dar voz a millones de españoles que están absolutamente
escandalizados con su acción política, con cómo están gestionando el drama sanitario y el drama económico. Lo hemos hecho, estamos orgullosos de haberlo hecho y lo volveríamos a hacer y lo haremos las veces que sea necesario. (Aplausos).


Cuando le escucho, a veces tengo la tentación de no subir a replicarle porque es imposible debatir con usted y todo lo que dice es mentira, todo lo que dice sobre nosotros, todo lo que dice a sus electores. Usted miente sin escrúpulos,
usted miente hasta perder el aliento y, por tanto, el debate entre nosotros se hace complicado, señor Sánchez. Ha llegado a subir aquí a decir que yo estoy obsesionado con el pasado. Usted ha subido a esta tribuna a decir que nosotros estamos
obsesionados con el pasado: ustedes, los que quieren imponer una ley de memoria totalitaria para decir a los españoles lo que tienen que pensar del pasado y lo que no, los que vienen a desenterrar muertos. (Aplausos). Nosotros hemos venido a
decirles que estamos obsesionados con el futuro de nuestros hijos, con la herencia que nos han dado nuestros padres y abuelos -también a todos ustedes- y que tenemos que entregar a nuestros hijos en forma de unidad, en forma de libertad y en forma
de prosperidad. (Aplausos).



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Pero incluso usted a veces acierta, y ha venido aquí a decir una verdad: ha dicho que generamos odio. Es verdad, el suyo, lamentablemente; el suyo, señor Sánchez, y lo lamento por ustedes. Lo he dicho muchas veces; nosotros no les
odiamos, pero ustedes nos odian; nosotros no. Ustedes odian a todos los que creemos en algo de manera firme y no estamos dispuestos a pactar con cualquiera. Ustedes odian a aquel que desafía a la dictadura progre, a todo lo políticamente
correcto, a todo lo que dicen ustedes o sus aliados dentro de ese globalismo en el que dicen qué está bien y qué está mal. Nos odian porque les recordamos todo lo que a ustedes no les gusta. Usted ha venido aquí a hacer una caricatura brutal de
VOX y, claro, no puede hacerla con mis palabras, la ha tenido que hacer con invenciones, con medias verdades, con frases que no podría ni entrecomillar, diciendo que decimos cosas que nunca hemos dicho. Y ustedes necesitan hacer eso, necesitan
hacer esa caricatura brutal de VOX para justificar que (señala con el dedo índice al vicepresidente segundo del Gobierno) ese señor se sienta al lado de usted, para justificar que reciben los votos (señala hacia los escaños ocupados por los grupos
parlamentarios que apoyan el Gobierno de coalición) de aquellos otros y para justificar que aquellos les apoyan también. Ustedes quieren pactar con todos los enemigos de la libertad, de la unidad y de la concordia que hay en este Parlamento, y para
eso tienen la necesidad de destruir a un partido como VOX, que defiende la Constitución, que defiende la democracia, que defiende el Estado de derecho, que defiende la independencia de los poderes, que es justamente lo que ustedes durante todos
estos días están intentando derribar. (Aplausos). Es verdad que con esa caricatura falsa usted conseguirá generar odio contra nosotros, pero es la única salida que tiene delante para poder justificar su pacto con ETA, su pacto con los golpistas en
Cataluña y su pacto con los comunistas. Por cierto, los comunistas, esos que decía usted que lo único que querían -tampoco debían tener programa político, que es de lo que me ha acusado hoy a mí- era controlar los espías, el CNI -parece que van
bien-, a los policías, a los fiscales, a los jueces del Consejo General Poder Judicial y a los periodistas. Esto lo decía usted sobre el señor que se sienta a su lado, y el único modo de justificar quién se sienta a su lado y las mentiras que usted
ha cometido y con las que ha engañado a tantos españoles es hacer esa caricatura brutal de VOX y, de paso, claro, se la encaloman a estos pobres señores del Partido Popular, que no tienen ninguna culpa de lo que nosotros defendemos. (Risas).


Señor Sánchez, cabe muy poco debate entre usted y yo. Es evidente que somos como el agua y el aceite. Yo creo que le he dicho todo lo que tenía que decirle en el día de hoy, junto a un programa alternativo, pero aprovecho también para
manifestar que no hemos presentado esta moción de censura solo para retratarle y para hacer que usted vuelva a retratarse con todos sus aliados y sus cómplices. Lo hemos hecho para que todos los diputados reflexionen sobre la continuidad de su
apoyo a un Gobierno que se ha comportado de manera criminal, de manera sectaria y que nos lleva a la ruina; para que reflexionen y, en su caso, para que se retraten. Y lo hemos hecho para decir a los españoles que hay una alternativa al drama y a
la ruina que ustedes han traído a España, y que hoy no lo lograremos, pero que pueden tener esperanza porque una mayoría de españoles cree en la unidad nacional, ama a una España unida, ama la diversidad de sus regiones -como hacemos nosotros-, ama
el Estado de derecho, la seguridad jurídica, el imperio de la ley; una mayoría de españoles pueden tener esperanza en que la memoria sea libre -la actual y la histórica- y no sea impuesta por los políticos, en que haya libertad en la educación, que
haya libertad en las universidades, que haya libertad en las televisiones; una mayoría de españoles pueden tener esperanza en que defenderemos la separación de poderes; una mayoría de españoles pueden tener esperanza y saber que hay una
alternativa que va a recuperar para España el respeto internacional y nos va a sacar de la vergüenza internacional en la que ustedes nos han sumido; y una mayoría de españoles pueden tener esperanza en que se hará justicia contra los malhechores.


Señor Sánchez, si quiere, puede usted aprovechar y, de una vez por todas, decirnos por qué engañó a los electores diciendo que no pactaría con todos ellos y ha acabado pactando con todos ellos.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor candidato. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra, en nombre del Gobierno, el señor presidente del Gobierno.


El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Sánchez Pérez-Castejón): Gracias, señora presidenta.


Señor candidato, empiezo por donde comencé también la primera de las intervenciones, por mucho que provoque no vamos a entrar en sus provocaciones, señor Abascal. (Rumores). Le digo una cosa,



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señor candidato, y se lo digo con todos los respetos: yo no le odio a usted, no le odiamos a usted. No se crea eso; al contrario, nosotros lo que queremos es rebatir con argumentos precisamente sus postulados para que aquellos que
confiaron en usted en procesos electorales anteriores vean que el único futuro que usted ofrece es un futuro lleno de zozobra, de negrura y que, por tanto, hay otros caminos en los que pueden perfectamente volcar su confianza para lograr sus
objetivos que son legítimos. Simplemente es eso, señoría.


Efectivamente, es difícil debatir con usted por la sencilla razón de que no es que usted haga oposición en el sistema -lo he dicho en muchas ocasiones-; usted hace oposición al sistema. Por tanto, es difícil hablar y rebatir con usted
sobre políticas porque lo que hace es cuestionar el debate político de fondo, cuestionar los fundamentos democráticos. Usted puede defender que son propuestas derogar la Ley de violencia de género, puede defender que es una propuesta ilegalizar la
mitad de los partidos políticos que están representados en esta Cámara, pero eso, al menos a juicio del Gobierno y de la mayor parte de las fuerzas parlamentarias de esta Cámara, es todo lo contrario.


Además, creo que usted ha utilizado la pandemia como otra excusa. Este fin de semana tuve ocasión un poquito de preparar las intervenciones -porque ya sabemos más o menos por dónde va, ya nos conocemos, señor candidato, sabemos cuáles son
sus argumentos- y estuve echando un vistazo a esta fundación de pensamiento que usted ha creado. No recuerdo ahora mismo como se llama, me parece que Disenso. Es curioso porque ahí no hay ni una sola propuesta, no hay un solo análisis sobre la
pandemia, pero sí hay una munición, señorías, extensísima sobre contrapropuestas a aquello que ustedes llaman lo políticamente correcto. Y lo políticamente correcto para ustedes es, por ejemplo, el respeto a las mujeres, el respeto a las minorías,
el respeto a los homosexuales. Eso sí, todo en nombre de la libertad.


Yo me tomo en serio, señor candidato -lo he dicho al final de mi intervención-, sus argumentos, le escucho atentamente. He leído, por ejemplo, el texto de su moción de censura al que usted ha hecho referencia en su primera intervención, no
en la segunda intervención donde le he notado un poco más desencajado. Tengo que reconocérselo. (Risas). Y por ser constructivos, me gustaría, señor Abascal, aprovechar precisamente esta moción para rebatir punto por punto cuáles son los
elementos centrales que explican, a juicio de usted y de sus señorías, la presentación de esta moción de censura, porque me parece importante que conste en el Diario de Sesiones y, sobre todo, que los ciudadanos y ciudadanas españoles sepan
exactamente qué es lo que defiende el Gobierno de coalición y qué es lo que representan ustedes.


Usted ha dicho que, en primer lugar, el motivo de la moción tiene que ver con la constitución del actual Gobierno socialcomunista mediante fraude electoral español y su dependencia de las fuerzas políticas separatistas. Esta es la primera
de las razones de peso para presentar esta moción de censura, incluso usted me ha instado al final de su réplica a contestar por qué -dice usted- yo engañé a los españoles. En fin, toda esta retahíla que tanto usted como la derecha tradicional, el
señor Casado, suelen repetir regularmente cada vez que tienen ocasión. Vamos a ver, la legitimidad de este Gobierno, señoría, viene dada por las dos victorias electorales que obtuvo el Partido Socialista Obrero Español en el año 2019 y por unos
apoyos en la sesión de investidura de hace muy pocos meses que representan a doce millones de votantes de nuestro país. Lógicamente, el Partido Socialista aspiraba a tener unos resultados electorales en las dos contiendas, como cualquier otro
partido, con el apoyo suficiente para poder gobernar en solitario, y los españoles decidieron otorgar al Partido Socialista su confianza mayoritaria, pero no el apoyo suficiente como para poder gobernar en solitario. Por tanto, ¿qué es lo que
hicimos?, ¿qué hacen los demócratas? Pactar. ¿Pactar con quién? ¿Vamos a pactar con un Partido Popular que lo que hace es secundar dócilmente sus posturas deslegitimadoras del Gobierno de coalición? ¿Pactar con un Partido Popular que impidió,
precisamente, la formación de cualquier Gobierno encabezado por el Partido Socialista a lo largo del año pasado? Pues pactamos con otra fuerza progresista con la que tenemos, lógicamente, nuestras diferencias, pero con la que también tenemos
nuestras conjunciones y que tienen que ver, por ejemplo, con nuestro propósito de avance social y democrático. Por tanto, esa era la alternativa, señor Abascal. Fíjese, su mentor, señor candidato, el señor José María Aznar, fue investido con los
votos de Convergència i Unió y del Partido Nacionalista Vasco. A José María Aznar le votó el Partido Nacionalista Vasco y Convergència i Unió, señorías. Además, de esos partidos de los cuales usted abomina -usted era dirigente entonces del Partido
Popular- hay que recordar lo que dijo el entonces presidente del Partido Nacionalista Vasco, el señor Arzalluz. El señor Arzalluz vino a decir que en trece días había conseguido más de José María Aznar que en catorce años de Felipe González.
(Aplausos).



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Usted ha dicho también, señor candidato, hoy y en algunas otras ocasiones, que el Partido Socialista comete una traición absoluta a las víctimas del terrorismo, a su memoria. Incluso ha llegado a decir en algún otro debate, señoría, que
hemos consumado la derogación de la política penitenciaria de dispersión de los terroristas que cumplen penas de prisión. Esto además no solamente lo dice usted, sino que también lo secunda de una u otra manera el Partido Popular. Yo le quiero
decir, señoría, que este Gobierno no ha modificado ninguna ley ni ninguna normativa penitenciaria. Le voy a recordar algunas cosas que me parece importante que consten en el Diario de Sesiones sobre la reagrupación de presos. Entre 1996 y 1999,
con ETA en una de las etapas criminales más activas, el Gobierno de José María Aznar reagrupo a cerca de 200 presos. En esos momentos, usted, señor candidato, era militante del Partido Popular -concejal del Partido Popular en el País Vasco- y no se
recuerda ninguna denuncia suya de aquel acercamiento de presos que sí fue real (aplausos) y que sucedió además cuando ETA existía y mataba. Estas decisiones, señor candidato, tuvieron continuidad con el Gobierno de Mariano Rajoy, que reagrupó a
veintiocho presos, mejor dicho, que consiguieron pasar a regímenes penitenciarios más flexibles. No que reagrupó (rumores), sino que consiguieron pasar a regímenes penitenciarios más flexibles. No sé qué es peor, señorías, no sé qué es peor.
(Rumores).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Sánchez Pérez-Castejón): ¿Saben ustedes lo que dijo el Partido Socialista entonces? Nada. Lo aceptó con lealtad porque el Partido Socialista nunca ha utilizado el terrorismo como elemento de confrontación
política con el Partido Popular. (Aplausos). Nunca lo hemos hecho.


La reforma, señor candidato -se acordará usted porque hacía política entonces en el Partido Popular-, del Código Penal de 1995, bajo un Gobierno socialista, supuso la redención de la pena por trabajo, lo que en definitiva era a todas luces
un endurecimiento de las penas a los etarras. La reforma del Código Penal de 2010, de nuevo bajo otro Gobierno socialista, endureció las condiciones de acceso al tercer grado, entre otros a los condenados por terrorismo. En concreto, se exigió el
cumplimiento del 50 % de las penas para poder tener tercer grado. Fue con un Gobierno del Partido Socialista, señor candidato, y se muestra usted mucho más intransigente con la política penitenciaria ahora que ETA no asesina que cuando ETA sí
asesinaba, pero gobernaba el Partido Popular. (Aplausos).


Le voy a recordar, señor candidato, un episodio doloroso, y además creo que es importante que lo recuerden también el conjunto de ciudadanos y ciudadanas que estén siguiendo este debate. En enero de 2002 -se acordará usted-, el compañero
del Partido Socialista y líder de las Juventudes Socialistas de Euskadi, Eduardo Madina, sufrió un atentado de ETA. Toda la sociedad democrática quiso unirse para dar una respuesta contundente y democrática de repulsa a ese intento de asesinar a
Eduardo Madina. Se organizó una manifestación multitudinaria que tenía el siguiente lema: No hay más patria que la humanidad. ¿Se acuerda usted, señor Abascal? Entonces, las Nuevas Generaciones del Partido Popular rompieron el consenso y la
unidad. ¿Sabe quién era el líder del Partido Popular de las Nuevas Generaciones en el País Vasco entonces? Era usted, señor Abascal. (Aplausos). Es decir, usted, señor candidato, ya utilizaba el terrorismo como indigna arma política. Que lo
siga utilizando ahora cuando hace exactamente nueve años que ETA dejó de matar, da una idea de lo que es usted en política: un depredador sin valores y sin ningún tipo de escrúpulos. (Aplausos).


En fin, usted aprovecha la historia de ETA y la división con respecto a Cataluña para intentar confrontar y dividir a la sociedad española y también a la sociedad catalana. Conocemos cuál es su solución para el conflicto catalán, un
problema que ha consumido, como he dicho en mi primera intervención, energías enormes, que ha provocado un dolor, una frustración; y el deber que tenemos todos los representantes públicos es tratar de superar y de cerrar esas heridas. Su solución
del problema es bien sencilla -suele ser habitual, por cierto, en la derecha-, negar el problema. La verdad es que son geniales en las alternativas que dan a los problemas que tiene nuestro país. Por ejemplo, al País Vasco le llaman provincias
Vascongadas y asunto resuelto, ¿eh, señor candidato? Y a quien no le guste, ya sabe lo que le espera, y el que quiera dialogar es un traidor. Pero existe un problema en Cataluña, señor candidato, un problema que se agravó con la respuesta, a
juicio del Partido Socialista, indolente y torpe del anterior Gobierno, y tenemos que resolverlo, señor candidato, señorías. Conocemos también en este caso cuál es su solución: conseguir la victoria del candidato a la Generalitat, del señor
Garriga, que han paseado ustedes por aquí en el primer acto de precampaña electoral catalana. Y a continuación, entiendo yo que la solución es disolver la Generalitat de Catalunya y, a continuación, lo que tenemos que hacer es disolver el Estado



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autonómico y acabar con el título VIII de la Constitución, ustedes que son tan constitucionalistas. ¡Y a quien no le guste, leña hasta que hablen la lengua del imperio! (Aplausos). Nuestra solución, señor candidato, no es esa.


Claro que se produjo una transgresión de la ley y claro que se ocuparon de ello los tribunales y dictaron una sentencia que se está cumpliendo. Pero detrás de esa transgresión de la ley hay un fenómeno mucho más serio que hasta usted puede
entender perfectamente, y es que hay una brecha dentro de la sociedad catalana. Hay un sector de la sociedad catalana que duda de que su progreso y su bienestar sean compatibles con el progreso y el bienestar de España. La única respuesta que
ustedes tienen para esas dudas es confirmarlas. Ustedes se empeñan en ahuyentar a quienes dudan, es decir, son los mejores aliados de los más recalcitrantes separatistas. (Aplausos). Naturalmente, en el otro lado hay dirigentes que también
quieren volar los puentes; lo hemos visto a lo largo de estos años. Son gente que, por ejemplo, sostiene que a Lluís Company lo asesinó España. Nosotros lo que decimos es que a Lluís Companys lo asesinó el mismo régimen que asesinó a Blas
Infante, que forzó la muerte en prisión de Julián Besteiro o la muerte en el exilio del presidente de la República Manuel Azaña. (Aplausos). Señoría, nosotros apostamos por la Cataluña próspera y libre vinculada al futuro de una España próspera y
libre y también de una Europa próspera y libre, y lo llamamos la agenda del reencuentro. El señor Garriga, que ha presentado la moción, ha criticado las reuniones que hemos tenido en la mesa de diálogo entre el Gobierno y el Govern de la
Generalitat de Catalunya, a la que llevamos una propuesta transparente y conocida por el conjunto de los millones y millones de españoles, con cuarenta y cuatro puntos sobre asuntos reales y concretos que han fijado siempre el debate durante estos
últimos años por parte de los distintos Governs de la Generalitat de Catalunya. Pero, en fin, da igual, señor candidato, Para usted Cataluña es un ejemplo más de cómo entienden ustedes el orden social.


Este Gobierno, se lo digo con todos los respetos, señor Abascal, defiende desde el primero al último de los artículos de la Constitución, desde el primero al último. Quienes no lo hacen son aquellas fuerzas políticas que bloquean la
renovación de instituciones que necesitan ser renovadas y que llevan ya bastante tiempo en funciones, como es el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo. Fíjese, ustedes son tan entusiastas de la
Constitución que abogan por suprimir el Tribunal Constitucional. A ustedes les gustan tanto los derechos humanos que rechazan la jurisdicción del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Y en línea con su modelo territorial, que aborrece a las
comunidades autónomas, lo que proponen también es centralizar el sistema judicial. Así resolvemos todos los problemas, ¿verdad, señor candidato? Es decir, lo de hace ochenta años, cuando imperaban esos Gobiernos benéficos que tanto le complacen a
usted y a los que ustedes representan.


El segundo argumento que ustedes utilizan en la moción de censura es la gestión criminal de la pandemia, la gestión criminal. Podría haber dicho mala gestión, podría haber dicho pésima gestión, pero ha querido puntualizar lo de gestión
criminal. A usted cualquier adjetivo por debajo de criminal le debe parecer una blandenguería, una respuesta poco viril o afeminada, diría yo, ¿no, señor Abascal? (Aplausos). Pero este es un país con una gestión descentralizada de la sanidad;
por cierto, por esa gestión descentralizada de la sanidad pregúntele al señor Aznar y, por tanto, a la derecha tradicional. En ese contexto, me gustaría compartir con usted algunas lecciones sobre la pandemia que me parece importante compartir con
sus señorías. La primera de ellas, señor candidato, es que España ocupa a día de hoy -a día de hoy, porque esta es una pandemia dinámica, como sabemos todos- la vigésima posición en la clasificación de países por incidencia acumulada por cada 100
000 habitantes desde el inicio de la pandemia. La segunda lección es sobre la supuesta ocultación de las muertes a las que usted hace referencia. Fíjese, en el Reino Unido el exceso de mortalidad calculado supera los 7000 fallecimientos a las
defunciones por COVID, 7000 en el Reino Unido; 11 000 en Italia; 4000 en Portugal; 3000 en Holanda. Señor candidato, ¿estas también son ocultaciones del mal Gobierno socialcomunista de España? Señoría, este Gobierno lleva compareciendo a diario
para rendir cuentas sobre la situación del COVID, comunicando cifras de contagios, hospitalizados y fallecidos; cifras que comunican y nos comunican todos los Gobiernos autonómicos, algunos de ellos apoyados por ustedes en las asambleas regionales.
Es decir, que si llevamos al absurdo su reflexión, lo que usted está diciendo es que están ustedes engañando a los Gobiernos autonómicos para que engañen al Gobierno de España y el Gobierno de España a su vez engañe a los ciudadanos sobre las cifras
de fallecidos. (Aplausos). Señor candidato, las fuentes de donde su partido obtiene los excesos de mortalidad son fuentes oficiales, están facilitadas por el Gobierno de España, que están a disposición de todos los ciudadanos sin ocultar ningún
dato; máxima y absoluta transparencia. En todo caso, señor Abascal, usted exhibe muy poco pudor con una gran tristeza por los



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fallecidos en esta pandemia, pero no estuvo presente cuando tuvimos que rendir homenaje y memoria a los fallecidos por las víctimas del COVID. (Aplausos). La sinceridad de ese dolor, señor candidato, esa tristeza, ya tuvimos ocasión de
comprobarla cuando ustedes se manifestaron en plena pandemia en los altos de un autobús y compararon su concentración con la celebración de una copa de fútbol. Hace mucho tiempo que la inmensa mayoría de la sociedad española, señor candidato,
aprendió a juzgar la sinceridad del dolor por los hechos y no por el color de la corbata.


La tercera lección, señor candidato, es sobre el retorno a las aulas. Hasta septiembre hemos celebrado con las comunidades autónomas -lo sabe bien la ministra de Educación y Formación Profesional- veintidós encuentros territoriales, entre
los que están siete conferencias sectoriales de Educación, dos de ellas conjuntas con el ministro de Sanidad. Hemos adoptado acuerdos, actuaciones coordinadas para finalizar el curso pasado y también para preparar el curso 2020-2021. Hemos
realizado -lo decía en la primera de las intervenciones- yo creo que una inversión sin precedentes -es verdad que también es sin precedentes la pandemia que tenemos- para salvaguardar la equidad y la igualdad de oportunidades de nuestros niños y de
nuestras niñas, cerca de 3000 millones de euros que hemos dado a fondo perdido a las comunidades autónomas precisamente para reforzar los sistemas educativos, para reducir las ratios de alumnos por profesor, en fin, para garantizar la presencialidad
de nuestros hijos y nuestras hijas y la igualdad de oportunidades y su educación. El ministerio ha actuado ejerciendo además el liderazgo basado en la coordinación, en la colaboración con el resto de consejerías, y la incidencia ahí está, señor
candidato, en torno al 1 %. Bueno, algo estaremos haciendo bien todos, los Gobiernos autonómicos y el Gobierno de España.


La cuarta lección es sobre los ERTE; creo que hay muy poco que decir sobre ello. Yo creo que el Estado ha facilitado una cobertura económica a trabajadores, a empresas a la altura del momento excepcional que estamos viviendo, y yo quiero
reconocer el trabajo de la ministra de Trabajo y de Economía Social, así como del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, porque han liderado diálogos y procesos de negociación con los agentes sociales muy complicados, en momentos muy
intensos, pero se ha hecho de manera sobresaliente y yo quiero que conste en el Diario de Sesiones. (Aplausos).


Usted habla de la situación económica y tiene razón. Claro, nosotros tenemos un enorme peso del sector turístico en nuestro país; hasta que llegó la pandemia nos vanagloriábamos precisamente de que más de ochenta millones de personas de
otros países visitaban nuestras playas, nuestros monumentos, nuestras ciudades. Para que se haga usted una idea, en España el turismo representa casi el triple del producto interior bruto que en la media de la OCDE. Evidentemente, vamos a estar
más afectados que otras economías como consecuencia del peso del sector turístico en nuestro país, pero no es cierto que nuestro país sufra la mayor recesión del mundo, como usted dice. Fíjese, la caída interanual del PIB en el segundo trimestre
fue, como usted bien ha recordado, del 17,8 %. Es menor que la del Reino Unido, por ejemplo, del 19,8 %, y no quiero citar otros países fuera de nuestro continente. También es cierto, por decirlo todo, señor candidato, que las recientes
previsiones de un organismo yo creo que nada sospechoso de ser socialcomunista, como es el Fondo Monetario Internacional, dicen que vamos a tener una recuperación al alza del 7,2 % del PIB en el año 2021. Somos la única economía avanzada a la cual
se le ha revisado al alza esa previsión de crecimiento para el año 2021. ¿Qué medidas hubiera tomado VOX? Le insisto, yo solo le he escuchado una, la de pagar la nómina a los trece millones de trabajadores y trabajadoras, la de pagar la nómina a
los funcionarios y a los trabajadores autónomos. Y la pregunta es, ¿de dónde saldría el dinero? ¡Hombre!, lo que fue de nota fue su respuesta, señor Abascal, no en este debate, sino en otro. Usted llegó a decir textualmente que se financiaría con
la transición ecológica, lo que ustedes han llamado el chiringuito climático. Claro, así es muy fácil, señor candidato, cuadrar las cuentas.


La sexta lección es la inmigración. La inmigración y China, señor candidato, no han sido los causantes de la propagación del virus; no lo han sido. Le ruego un mínimo de rigor y también un mínimo de humanidad, al menos para no mentir en
estas cuestiones. Es cierto que tenemos un problema de llegada de migración a Canarias y estamos hablando y trabajando con los Gobiernos autonómicos. Estoy convencido de que será también objeto de debate a lo largo de esta moción de censura.
Tenemos que hacer mucho más. Ahí está trabajando el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones junto con el resto del Gobierno, pero las cifras son muy tozudas. Fíjese: el número de inmigrantes irregulares llegados a España en los
nueve primeros meses de este año es la cifra más baja de los últimos tres años. Algo tendrá que ver también la política de inmigración que estamos implementando desde el Gobierno de España, una política de inmigración que no se centra única y
exclusivamente en la dimensión de seguridad de lucha contra la migración irregular, sino en hablar con los países de origen, en hablar con los países de tránsito, en tratar



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de reforzar esa colaboración, esa cooperación. Hace muy pocos días estuve en Argelia y también he estado en Mauritania, y cuando no estoy yo está el ministro del Interior. Asimismo, otros representantes del Gobierno están yendo a esos
países, a Marruecos también, precisamente para reforzar esa corresponsabilidad que tenemos todos los países en relación con la migración. Dice usted que no ha hecho referencia a su credo, a su fe religiosa, pero no hay más que recordar la frase con
la que se ha despedido el señor Garriga después de su larga perorata. Debo recordarle de nuevo, y siento que lo haga, la última encíclica Fratelli Tutti, del papa Francisco -sé que les duele, pero qué le vamos a hacer-. Dice así: Nuestros
esfuerzos en relación con la migración, dice el papa, ante las personas migrantes que llegan pueden resumirse en cuatro verbos -escuche usted bien, señor candidato-: acoger, proteger, promover e integrar. Son verbos completamente distintos a los
que usted ha hecho referencia cuando ha hablado de la migración. (Aplausos).


Nosotros, señor Abascal, no hemos ocultado información, ni antes ni después de la pandemia ni del estado de alarma; hemos actuado siempre de acuerdo con las informaciones que teníamos en ese momento, con absoluta transparencia. Ha vuelto
usted a hablar del 8 de marzo. No impedimos ningún tipo de manifestación, de reunión ni de actos públicos el 8 de marzo. La ultraderecha mantuvo, por cierto, la celebración de su congreso en Vistalegre el 8 de marzo, al que ha hecho referencia el
señor Garriga. En ese momento -lo tengo aquí apuntado- la ultraderecha envió un mensaje a sus militantes, en el que ustedes decían, y cito textualmente, que entre suspender el acto y contribuir a un alarmismo perjudicial o continuar con la agenda
prevista, como se ha decidido, pero tomando todas las precauciones que están en su mano... Lo que hicieron ustedes entonces fue mantener ese congreso. Pero, más allá de eso, señor candidato, le hago una reflexión más de filosofía política, si me
lo permite. Desde el punto de vista legal, prohibir una manifestación afecta a un derecho fundamental de la ciudadanía que está reconocido en nuestra Constitución. Es decir, a la luz de los datos médicos que se manejaban en esas fechas, el
Gobierno de España no tenía ninguna base legal sólida para suspender la manifestación del 8 de marzo, como insisten ustedes reiteradamente sin ningún tipo de fundamento. De nuevo, le vuelvo a recordar que ese día se produjeron manifestaciones
análogas en todos los países, en Francia, en Reino Unido, en Alemania, en Portugal; se celebraron actos deportivos, manifestaciones políticas, eventos deportivos multitudinarios.


Sobre el comité científico, señor Abascal, porque usted ha hecho referencia, por cierto, en su primera intervención -se me ha pasado- no directamente, a la labor del señor Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y
Emergencias Sanitarias, tengo que decirle que yo, como presidente del Gobierno, me siento orgulloso y afortunado del trabajo que está haciendo el doctor Simón y todo su equipo al frente del departamento de Sanidad. (Aplausos).


En cuanto a los sanitarios, porque usted también hace referencia a ellos en su moción de censura, el Gobierno de España es muy consciente de la situación de riesgo, de estrés a la que están viéndose sometidos los profesionales sanitarios en
nuestro país, pero quiero recordar una cosa: el Gobierno de España puso casi 82 000 sanitarios al servicio de las consejerías de Sanidad de todas las comunidades autónomas durante la pandemia, y el 29 de septiembre aprobamos un real decreto-ley
para el refuerzo de las plantillas del Sistema Nacional de Salud. En las comunidades autónomas en las que usted, señor candidato, aprueba los presupuestos junto con el Partido Popular ¿han exigido que se refuerce la atención sanitaria? ¿Han
exigido que se contrate a más profesionales sanitarios, señor Abascal? No hay registro de ello, señor candidato.


Y la décima, sobre las residencias de mayores. Mire, la crueldad retórica y el cinismo creo que tienen límites, señor candidato. Ustedes han llegado a decir cosas como las siguientes: a los ancianos de nuestro país se les ha dado morfina
y sedación en lugar de medicinas. En otros casos puede haber dudas, pero en este usted es perfectamente consciente de que está difundiendo una falsedad cruel. Usted sabe perfectamente que la gestión, que la supervisión directa de las residencias
está en manos de las comunidades autónomas y no del Gobierno de España. (Rumores). Varias de esas comunidades autónomas cuentan con Gobiernos sostenidos por su partido y varias de ellas, por cierto, señor candidato, son las que peores registros
tienen en este terreno. (Aplausos). Pero verá, con todas las diferencias que podemos tener con Gobiernos autonómicos sustentados por ustedes y liderados por el Partido Popular, le voy a decir una cosa: estoy plenamente seguro, plenamente seguro
de que ni un solo Gobierno autonómico, sea cual sea su color político, ha tenido ese propósito tan inhumano como el que usted insinúa cruelmente para con el Gobierno de España. ¿Podemos todos mejorar nuestra gestión? Sin duda alguna, lo ha dicho
el Gobierno de España en reiteradas ocasiones. ¿Debemos tener esa autoexigencia? Sin duda alguna, podemos mejorar y debemos hacerlo. Y una de las conclusiones precisamente que tenemos que sacar de esta emergencia sanitaria es



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que tenemos que mejorar los mecanismos de coordinación entre las comunidades autónomas y entre las comunidades autónomas y el Gobierno de España; que debemos reforzar los recursos, los servicios comunes que respaldan a las distintas
administraciones territoriales; que tenemos que reforzar la salud pública; que tenemos que reforzar aún más la atención primaria, porque se ha primado mucho más la asistencia hospitalaria en detrimento de la atención primaria, que es ahora mismo
-digamos- el dique de contención ante la propagación del virus. Es decir, tenemos y debemos abordar una mayor cooperación dentro del respeto a las competencias para conseguir mejores resultados.


Sigamos con sus razones, señor Abascal. La tercera de ellas es la degeneración democrática, según usted, y el asalto a los contrapoderes llamados a limitar el Poder Ejecutivo; este es el tercer motivo que ustedes esgrimen en la moción.
Habla usted, además, insistentemente de la degeneración democrática y hace afirmaciones sin fundamento que me gustaría responder. Primero, usted lo que dice, sin ningún tipo de ambages, es que este Gobierno lo que quiere es derrocar a la Casa Real,
a la Monarquía; flaco favor hace usted defendiendo a la Casa Real y a la Monarquía. Pero es curioso, porque usted hace cinco años declaró lo siguiente. A la pregunta de monarquía o república, el señor candidato a la Presidencia del Gobierno dijo
lo siguiente: 'No entramos en ese debate, no haríamos un referéndum para ello; ahora bien, si la monarquía aceptase reformas encaminadas hacia la confederalización de España dentro de una misma Corona, seríamos muchos los que preferiríamos una
república unitaria a una monarquía que trocease la soberanía. La monarquía solo si sirve -según sus palabras- para la unidad de España'. (Aplausos). En fin, señor Abascal.


Usted ha dicho, mejor dicho, ha sido su portavoz, el señor Garriga, que yo mismo y el Gobierno hemos consumado un golpe institucional, siguiendo un poco el hilo de la derecha tradicional del señor Casado de que hemos suspendido todas las
sesiones parlamentarias durante la pandemia, que no queríamos rendir cuentas, en fin, estas cosas que ustedes dicen tan a menudo. Es curioso el manejo de esta medida, señor Casado, señor Abascal, porque en las comunidades autónomas donde gobierna
el Partido Popular con el apoyo de la ultraderecha, la suspensión de la actividad parlamentaria ha sido incluso más duradera que la suspensión de la actividad parlamentaria en el Congreso de los Diputados. En Murcia, por ejemplo, señor Casado,
señor Abascal, la Junta de Portavoces de la Asamblea Regional, en la que está la ultraderecha, decidió suspender la actividad parlamentaria hasta el 22 de abril. ¡Qué escándalo! En Madrid, del 12 de marzo al 24 de abril. En Andalucía fueron más
allá, señor candidato, los plenos se suspendieron hasta el 5 de mayo tras un escrito, por cierto, liderado por la ultraderecha en el Parlamento andaluz en el que se comunicaba que los diputados de VOX no asistirían a las mencionadas sesiones ante -y
cito textualmente- el riesgo de un eventual contagio por COVID-19. En cambio, para que conste en el Diario de Sesiones al menos, señor candidato, el Congreso de los Diputados celebró su primera sesión de control parlamentario al Gobierno el
miércoles 15 de abril, además de yo tener que comparecer cada quince días para solicitar la prórroga a sus señorías del estado de alarma y, además, del compromiso que alcanzamos de que el ministro de Sanidad compareciera semanalmente en la Comisión
de Sanidad para rendir cuentas sobre la gestión de la pandemia. Pero, en todo caso, las sesiones de control al Gobierno de España el 15 de abril y en Andalucía, donde ustedes gobiernan con el Partido Popular, el 5 de mayo, hasta el 5 de mayo se
suspendieron los plenos.


Hay una cosa que me molesta particularmente, señor candidato a la Presidencia del Gobierno, y es que nos acuse de instrumentalizar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de poner en riesgo además la seguridad de los españoles.
Para que conste en el Diario de Sesiones, en el Consejo de Ministros del 21 de julio aprobamos una oferta pública de empleo de 2490 nuevas plazas para la Policía Nacional y otras 2150 plazas para la Guardia Civil en el marco de la planificación que
está realizando el Ministerio del Interior para revertir la reducción de plantillas que se produjo como consecuencia de los recortes de la anterior Administración del Partido Popular. Esta oferta, además, no es nueva, esta es una oferta que llega
después de la del año pasado con la que se crearon 2606 nuevas plazas para la Policía Nacional y 2275 nuevas plazas para la Guardia Civil. En 2019 se convocaron, además, 1004 plazas para funcionarios en Instituciones Penitenciarias, es decir, un
2,8 % más que el año 2018. Y este Gobierno ha cumplido el compromiso de la equiparación salarial entre Policía y Guardia Civil, una equiparación que la derecha tradicional prometía y que nunca cumplió en sus años de Gobierno. Ustedes, señor
candidato, en cambio, sí que pusieron en peligro la seguridad de los españoles y me voy a explicar. Porque la ultraderecha lo que hizo durante este estado de alarma y durante el confinamiento es alentar a la gente para que se manifestase en la
calle, poniendo en riesgo la salud de los manifestantes y, en consecuencia, en riesgo también la salud de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. A usted, señor Abascal, señor



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candidato y a lo que representa, ni le interesa la jefatura del Estado ni le interesa el control parlamentario ni le interesan tampoco las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, lo que les interesa es hacer ruido y atraer la atención con
ese ruido para difundir un mensaje de odio y de rencor que, ya ve, en un día como hoy aquí y ahora, señor candidato, no cala.


Cuarto motivo. Ustedes dicen que hay un supuesto cercenamiento inconstitucional de los derechos y libertades del pueblo español. Ya le he hablado antes de la libertad tal y como la entendía ese terrateniente estadounidense en pleno centro
de Londres. ¿Pero de qué libertad está hablando usted, señor candidato? ¿De la libertad para celebrar una juerga a media noche en plena pandemia? ¿De la libertad de prescindir de la mascarilla o de las restantes medidas de protección? ¿De la
libertad de circular sin restricciones en plena propagación de la epidemia? Fíjese, una de las falsedades que ustedes han repetido reiteradamente, junto con el señor Casado, no solamente en España sino en Europa, es que el decreto del estado de
alarma lo que ha hecho ha sido poner en riesgo la libertad en nuestro país, poco menos que abrir la puerta a una dictadura constitucional, llegaron a decir algunas de las señorías del Partido Popular. Lo que le digo al Partido Popular y a la
ultraderecha es que para ser libre, en primer lugar, lo que hay que estar es vivo (aplausos); y para preservar la libertad, señorías, hay que proteger la salud. El Gobierno ha establecido restricciones a la movilidad y a la reunión porque la
propagación del virus se frena precisamente limitando esos derechos fundamentales, y lo mismo están haciendo las comunidades autónomas, los Gobiernos autonómicos. ¿O es que en el caso de Madrid restringir la movilidad y las reuniones en el distrito
de Usera está bien, pero está fatal si lo hacemos en la calle Núñez de Balboa? (Aplausos). Fíjese, en Francia, en Italia, en Gran Bretaña declararon el estado de alarma como nosotros en la primera ola, señor candidato y señor Casado; continúan,
como España, ampliando las medidas y las restricciones en esta segunda ola y, por tanto, yo le pregunto, señor candidato, si es que esta conspiración judeo-masónica, social-comunista y madurista-masónica ya se ha impuesto en toda Europa y no
solamente en España. ¿Y también en Colombia, en Uruguay en Israel con los confinamientos que están haciendo? Ya no le menciono China, que ya sabemos lo que piensa usted, señor candidato. Todo esto está originado por un virus que ya veremos si no
ha sido creado maléficamente.


Señor candidato, lo doloroso es que la moción de VOX recoge en este punto las mismas acusaciones que hizo el señor Casado en el Congreso a propósito de la segunda prórroga del estado de alarma, diciendo que en nuestro país había un estado de
excepción encubierto; eso es lo que usted llegó a decir, señor Casado. Si hubiera habido un estado de excepción encubierto o descubierto, no se hubieran podido producir manifestaciones como las que ustedes impulsaron en el barrio de Salamanca de
Madrid -donde, por cierto, desfilaron con unos cuantos coches descubiertos- o las movilizaciones que organizaron el 23 de mayo o el pasado 12 de octubre en toda España. Ustedes nos acusan también de atacar la libertad ideológica, religiosa y de
culto reconocida en el artículo 16 de la Constitución, pero nunca hubo nada parecido. El cierre sanitario de los lugares de culto -yo tuve ocasión de hablar con el presidente de la Conferencia Episcopal- no impidió en ningún momento la libertad
religiosa, claro que no, señorías, claro que no. Como tampoco el cierre de bibliotecas impide leer o el cierre de restaurantes impide comer. (Aplausos).


Nos acusan de atacar el derecho a la educación, a la libertad de enseñanza, reconocidos en el artículo 27 de la Constitución, y el Gobierno precisamente lo que ha hecho ha sido garantizar esos derechos. Desde el 30 de marzo se han
distribuido a las consejerías de Educación 23 000 tarjetas de acceso a Internet, 2400 tablets y 1000 smartphones precisamente para los estudiantes que no tienen acceso a esas tecnologías. Una vez terminado el estado de alarma se han concedido
ayudas inéditas -como he dicho antes- de 3000 millones de euros. También hasta incluso nos acusan de atacar el derecho al trabajo, artículo 35 de la Constitución, pero se han posicionado en contra de los trabajadores de este país negándose a
convalidar todos los reales decretos que el Gobierno presentaba precisamente para garantizar y proteger el presente y el futuro de las empresas y del empleo en nuestro país. De modo, señor candidato, que ya sabemos que ustedes no tienen ninguna
solución; para los verdaderos, para los reales problemas de la ciudadanía ustedes no tienen ninguna solución. Sin embargo, tienen una infinita capacidad para inventarse problemas que no existen y también para hacernos perder una cantidad
extraordinaria de tiempo dedicándonos a responder a todas sus cuestiones.


Señor Abascal, señor candidato, no quiero dejar pasar la ocasión de responder a la quinta motivación de su moción de censura, que es esa supuesta corrupción vinculada a narcodictaduras y regímenes totalitarios. Otro problema imaginario. En
fin, este es un Gobierno que no tiene -se lo dije al señor Casado- ni procesados ni condenados a diferencia de los anteriores Gobiernos del Partido Popular, con



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siete ministros procesados, tres de ellos condenados, dos de ellos cumpliendo condena. Señor candidato, ¿hablamos de la Comunidad de Madrid? ¿O hablamos, por ejemplo, de Andalucía? ¿Les parece que hablemos de Andalucía? Vamos a hablar de
Andalucía, del célebre juez Serrano, que primero se embolsó presuntamente 2,5 millones de euros de subvención falsificando información y después prestó ese dinero a un promotor detenido por blanqueo; eso se llama, señor Abascal, estar a la
vanguardia de la corrupción, aunque sea a su favor. Sobre la ciudad de Madrid, si eso, que la señora Monasterio y el señor Espinosa de los Monteros les cuenten cómo funciona lo de las licencias y la arquitectura. (Aplausos). Y ya que estamos, les
recuerdo que ustedes han sido el único partido que ha votado en contra del nuevo Código de Conducta de las Cortes Generales, negándose a hacer públicas las reuniones que mantienen con lobbies, con grupos de intereses privados, a declarar los
intereses económicos de los últimos cinco años o incluso a declarar, señor Abascal, esa casa que parece que se ha comprado pero que no ha declarado en el registro de bienes de su señoría en el Congreso de los Diputados..


El sexto motivo es la quiebra que dice usted que se está produciendo de la concordia nacional y la deslegitimación de la Transición española. La verdad es que resulta especialmente hiriente viniendo de ustedes. Existe una España
democrática, señor Abascal, de la que yo me siento orgulloso. Es esa España con gente muy diversa, distinta, completamente distinta, de derechas, de izquierdas, independentista, nacionalista, con tradiciones ideológicas casi antagónicas, pero que
respeta la democracia, la tradición democrática española, esa España liberal que arrancó en las Cortes de Cádiz hace más de dos siglos. Esa es la España de la Transición, la España de la concordia, la España del abrazo, la España de la inclusión.
La otra España, señorías, la que ustedes representan, es la España franquista. ¿Pero qué queda? ¿Queda algún franquista en esta Cámara, señor Abascal? ¿Queda alguien que reivindique la dictadura de cuatro décadas que sumió a España en el
subdesarrollo económico, en la represión y en la intolerancia? En la Transición a nadie en este Parlamento se le pasó por la cabeza reivindicar el franquismo, salvo a Blas Piñar. Incluso los exministros de Franco que ocuparon escaños
parlamentarios renegaban del dictador Franco. La España de la imposición, señor candidato, y de la intransigencia se acabó con la Constitución.


La ley de memoria democrática no reabre ninguna herida, ninguna, salvo para quien crea que los muertos están mejor en las cunetas o que el dictador merece homenajes. (Aplausos). La educación cívica incluye la memoria democrática. Hablemos
de lo que pasa en otros países que sufrieron también el fascismo. En Alemania, por ejemplo, el holocausto y el nazismo son parte obligada en el programa de historia en todos los Estados alemanes, con libertad de configuración por parte de los
docentes y con un enfoque pedagógico de reflexión crítica para evitar precisamente repetir ese pasado. En otros países europeos la apología antidemocrática no está permitida. Por ejemplo, en Alemania se permite ilegalizar los partidos que persigan
eliminar el orden liberal democrático. En Francia son ilegales las organizaciones que fomenten -cito textualmente- la discriminación y propaguen el odio y la violencia racial. En definitiva, la ley de memoria democrática se adapta al concepto
internacional de víctima, señor candidato. Y para un reconocimiento y reparación igualitarios establece precisamente la elaboración de un censo nacional de víctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura, así como un día conmemorativo de homenaje a
todas las que lo fueron por razones políticas, ideológicas o religiosas.


Le voy a dar algunos datos que yo creo que estremecen cuando se declaman. La Audiencia Nacional, señor candidato a la presidencia del Gobierno, reconoció en 2008 que las desapariciones forzadas en España desde julio de 1936 a diciembre de
1951 ascendieron a 114 226 personas. Repito, 114 226 personas. En 2014 dos misiones de Naciones Unidas visitaron España para informar sobre los esfuerzos que nuestro país estaba haciendo para hacer frente al legado histórico de las personas
desaparecidas. El presidente de estas misiones destacó que la búsqueda de los desaparecidos era una obligación del Estado y emitió cuarenta y dos recomendaciones urgiendo a establecer -cito textualmente- una política integral para traer la verdad y
la justicia a las víctimas. Señoría, vuelvo repetir una cosa que me parece muy evidente pero que no está de más volver a recordar, y es que los dos únicos partidos que apoyaron la Constitución de 1978 en las Cortes Constituyentes y mantienen
representación parlamentaria a día de hoy están en este Gobierno de coalición, el Partido Socialista y el Partido Comunista de España. (Aplausos).


Nosotros, señor candidato, tenemos ciento cuarenta años de historia, nuestra propia historia; hemos conocido toda la historia de España: la de la dictadura, la del exilio, la restauración de las libertades. No somos mejores que nadie,
tampoco peores. Ha habido también otras organizaciones políticas, como el Partido Nacionalista Vasco o Esquerra Republicana, que han luchado también por las libertades y la



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democracia de sus pueblos. (Una señora diputada: ¡Democracia de los pueblos!-Risas). No sé por qué se ríen; es la verdad, es la verdad. Fíjense, en el Ayuntamiento de Madrid VOX ha conseguido convencer al Partido Popular y, también, a
ese supuesto partido liberal, Ciudadanos, para quitar el nombre a las calles de Indalecio Prieto y de Francisco Largo Caballero, retirando a martillazos una placa conmemorativa que el Ayuntamiento de Madrid puso hace treinta y nueve años por
unanimidad -y quiero subrayarlo, por unanimidad- de todos los grupos municipales entonces en homenaje a estas dos referencias históricas y políticas de nuestro país. ¿Dónde está el cambio entonces, señorías? ¿Cómo es posible que hoy se quiten
calles con nombres de personas que lograron concitar la unanimidad del Ayuntamiento de Madrid treinta y nueve años atrás? (Aplausos). Pues porque entonces el cambio, señorías, está en que Fuerza Nueva no tenía representación en el Ayuntamiento de
Madrid y ustedes aún no habían aparecido y, por tanto, el Partido Popular no les secundaba todavía. Esa es la gran y triste diferencia entre el Partido Popular de entonces y el Partido Popular de hoy.


Señor candidato, seis motivos para la moción de censura tan huecos y tan falsos como su patriotismo. Patriotismo -se lo he dicho en mi primera intervención- no es enfrentar a los españoles; patriotismo no es proferir insultos y fomentar la
discordia civil, como hace usted; patriotismo es defender la vida, la salud de los compatriotas, defender los servicios públicos de los españoles, proteger aún más a los compatriotas que precisan de la ayuda de Estado. Y en sus seis motivos no hay
un ápice de una verdadera gota de patriotismo.


Finalizo, y lo hago dirigiéndome de nuevo al líder del Partido Popular, el señor Casado. Señor Casado, la derecha tradicional tiene un espacio racional en Europa y en España, lo tiene. Le ruego que atienda a lo que le voy a decir. Mire,
nosotros tenemos diferencias; incluso, tenemos muchas y grandes diferencias. Podemos discrepar en muchos asuntos, como hacemos, y creo que también podemos llegar a acuerdos en otros asuntos. Creo que la clave está en el respeto y en el
reconocimiento del adversario. Yo a usted le veo como un adversario político, nunca como un enemigo político. Si así también lo cree usted, señor Casado, vote no a esta moción de censura. Al otro lado, le puedo garantizar que va a encontrar a la
mayoría de los escaños de esta Cámara. Cruce ese puente, vote no, y, si lo hace así, yo creo que podremos encontrarnos. Y, desde ese gesto, podremos contribuir al necesario entendimiento que nos está pidiendo la sociedad al conjunto de
representantes públicos. Claro que van a persistir las diferencias, las enormes diferencias que tenemos los distintos partidos que representamos, y así debe suceder en democracia, eso es lo normal. Pero, podemos expresarlas y encauzarlas con
respeto, de espaldas al estruendo que provoca la furia y el odio de la ultraderecha. España, señor Casado, señorías del Partido Popular, es una gran democracia y, como tal, necesita de una derecha tan conservadora como quiera ser, tan conservadora
como quiera ser, pero comprometida con la convivencia, con la Constitución y con el correcto funcionamiento de las instituciones democráticas.


Muchas gracias, señora presidenta. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, del Grupo Parlamentario Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, de otros grupos parlamentarios y de
los miembros del Gobierno, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor presidente del Gobierno. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. (Aplausos del Grupo Parlamentario VOX, algunos de ellos puestos en pie).


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Abascal Conde): Señor presidente, ha desgranado ahora en su segunda intervención la motivación de nuestra moción de censura dividida en seis puntos, y lo ha hecho porque necesitaba
extenderse; estaba decidido a no soltar la tribuna hasta que no terminase el telediario, tal es el gusto que cogió a aquellos programas absolutamente interminables de Aló presidente, a los que tanto se aficionó durante la pandemia.


Veo que me han investigado a ustedes a conciencia, espero que solo sea documentalmente y de ninguna otra manera. Me ha acusado aquí de decir que la monarquía para mí sirve para la unidad de España. Pues le informo de lo que dice nuestra
Constitución, señor Sánchez, artículo 56: 'El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia...' La monarquía sirve para la unidad de España; sin unidad de España no hay monarquía, señor Sánchez. Pero, además de echarme a mí la
bronca por viejas declaraciones o viejos análisis intelectuales sobre el sentido de la Corona, ¿le ha llamado la atención a su socio de Gobierno por las caceroladas impulsadas contra la Corona en mitad de la epidemia? ¿Le ha llamado la atención por
perjurar el cargo diciendo que iba a ser leal al rey cuando ha hecho todo lo



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contrario? ¿Le ha llamado la atención por plantear un referéndum sobre la continuidad de la Corona? ¿Lo ha hecho o no lo ha hecho? No lo ha hecho y, por supuesto, no lo va a hacer. (Aplausos).


He visto que a usted le molesta también el apelativo de criminal, lo justifica en el odio que le tenemos y en estas cosas que dice todo el rato, y veo que sigue usted en plan capillitas leyéndonos aquí la encíclica del papa. Cuando vaya a
Roma -mañana, creo, ¿verdad?, o pasado mañana- dígale por favor al papa lo que piensa usted del aborto y de la eutanasia, porque probablemente le diga que eso es criminal, porque eso es lo que piensa Bergoglio del aborto y de la eutanasia, que es
un crimen. Hágalo. Tampoco lo hará.


Ha subido a la tribuna a decir que VOX hace oposición al sistema. ¿A qué sistema? ¿Al de que ustedes controlen a los jueces? ¿Al de que ustedes decidan quiénes son todos los miembros del Consejo General del Poder Judicial? ¿Al de que
ustedes de manera partidista entren en todas las instituciones del Estado, en el CNI, en el que utilicen a la Guardia Civil y a la Policía para vigilar la labor de la oposición en las redes? ¿Es ese el sistema al que nosotros nos oponemos? Pues
sí, evidentemente nosotros nos oponemos a un sistema que tiene claramente un carácter antidemocrático. (Aplausos).


Ha continuado repitiendo mentiras y mantras sobre VOX y un supuesto odio contra las mujeres y los homosexuales. Mire, no voy ni a contestarle. Hay miles y miles de homosexuales y miles y miles de mujeres que nos están escuchando y que
están de acuerdo con nosotros y no con ustedes, y eso es así y va a seguir siendo así. (Aplausos). Y es verdad que a algunos les habrán confundido con el modo en el que de manera permanente ustedes retuercen nuestros mensajes y nuestras
posiciones, pero poco a poco irán escuchándonos, irá llegando la verdad de nuestras palabras y convenceremos a muchos más; no tenga ninguna duda.


Usted ha subido ahora a explicar por qué ha pactado con etarras. Le he pedido que diera explicaciones, pero yo no le he pedido que explicara por qué ha pactado con etarras, con separatistas golpistas y con comunistas. Le he pedido que
explicara por qué mintió, porque efectivamente en otros procesos electorales -y siempre ocurre- hay muchos debates entre las fuerzas políticas, y unos de otros decimos cosas que a veces pueden resultar gruesas, o que convendría no haber dicho, o que
estratégicamente no eran convenientes, y luego, a pesar de ello, nos vemos obligados a pactar para que existan mayorías; lo hemos hecho nosotros en distintas regiones. Pero nosotros no le hemos preguntado eso, le hemos pedido que explique por qué
mintió, porque usted no calificó a esos señores de una manera muy agria -que lo hizo-; usted dijo que no pactaría con ellos y dijo: Qué quiere, ¿que lo diga una vez, dos, tres, cuatro, cinco, seis? Se paseó por todas las televisiones, por todas
las radios, diciendo que no pactaría ni con ellos, ni con ellos, ni con ellos (señalando a los grupos parlamentarios que apoyan el Gobierno de coalición), y ha pactado usted con todos. Con lo cual lo que yo le pido es que suba aquí y nos diga por
qué mintió, no porque usted no tuviera una mayoría alternativa y se haya visto obligado a pactar con aquellos con los que no está de acuerdo en todo, porque eso ya lo sabemos, señor Sánchez. (Aplausos). Ese es el fraude electoral al que nosotros
nos referimos. Luego ha dicho todo el rato -cuando algo se repite demasiado, sospechoso-: Con todos los respetos, señor Abascal... En eso también miente: usted no me tiene ningún respeto porque usted no respeta nada; usted no se respeta ni a sí
mismo ni a su propia palabra ni a los electores a los que representa. (Aplausos).


Ha tratado, en esa investigación tan procelosa que han hecho de mi pasado, de que yo me avergüence de algunas decisiones que yo personalmente tomé hace muchos años. Sí, lo ha tratado de hacer y vengo a reivindicarlas. Usted ha dicho que yo
no quise ir detrás de una pancarta que decía 'No hay más patria que la humanidad'. Por supuesto. No fui detrás de una pancarta que decía 'No hay más patria que la humanidad' y nunca iré detrás de una pancarta que diga 'No hay más patria que la
humanidad' porque mi patria es España, señor Sánchez. No sé cuál es la suya. (Aplausos de las señoras y señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


Dice que nosotros somos los mejores aliados de los peores separatistas. Creo que los ha llamado de los más retrógrados o más recalcitrantes separatistas; más recalcitrantes ha dicho usted exactamente, porque a mí me gusta ser preciso con
lo que dice usted: no voy a hacer lo que usted me hace. ¿A quién se refiere exactamente de todos los que están aquí? ¿Quiénes de todos los que están aquí son nuestros aliados? Porque me da la impresión de que no van a votar la candidatura que
hoy presentamos, sino que van a apoyarle a usted, que es lo que va a ocurrir, así que no me eche encima a sus propios aliados, señor Sánchez, porque si estuvieran tan convencidos de eso que pronuncian ellos y de vez en cuando dicen ustedes -que VOX
es una fábrica de separatistas- no tengan ninguna duda de que para hacer daño lo que harían es apoyar esta investidura. Aliados, por cierto, aquí y en el Parlamento vasco, donde su partido, con Bildu, con el PNV y con Podemos, ha decidido aplicar
un cordón sanitario inconstitucional,



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que hemos recurrido al Tribunal Constitucional, contra nuestra diputada Amaya Fernández, restringiendo brutalmente sus tiempos de intervención. Esos son sus aliados. Y ustedes se unen a todos esos contra nosotros porque piensan que
aquellos son mejores que nosotros. Y aquí utilizo sus propios argumentos otra vez. (Señalando a varios grupos parlamentarios).


Hoy, señor Sánchez, aquí, con todos sus palmeros que le aplauden sus logros e incluso lo que no logra -le aplauden todo-, usted se mantendrá en el poder. Ha explicado usted las bondades de su gestión sanitaria, económica, en todos los
órdenes, e incluso se ha atrevido a hablar de la mala gestión de otros países porque le gusta mucho echar balones fuera. ¿Hace cuánto que no va usted a la calle? ¿Es usted capaz de ir a la calle, ir a un bar, ir a un restaurante, pasear por un
mercado, ir a una fábrica, ir a un polígono industrial, ir a un hospital? ¿Es usted capaz de hablar fuera de una reunión cerrada con los españoles en la calle? ¿Es usted capaz de decir todas las cosas que está diciendo aquí en la calle? No. Hace
mucho tiempo que ustedes no pisan la calle, que no van a los barrios, que no van a los pueblos y que no hablan con la gente, y lo sabe. (Aplausos).


Déjeme que concluya con dos cuestiones. En ese cajón de sastre de intervención final que usted alargaba artificialmente para ocupar los telediarios ha hablado usted de corrupción y se ha atrevido a hablar de Andalucía, ha mencionado a una
persona que ya no está en VOX y ha atacado a personas con nombres y apellidos por presuntas corrupciones o irregularidades. ¿Quién se ha gastado, no presuntamente, el dinero de los andaluces en lupanares y en cocaína? No hemos sido nosotros, señor
Sánchez. (Aplausos).


Y le digo algo más. Ha venido aquí a echarnos en cara el cierre de la Asamblea de Madrid. El cierre de la Asamblea de Madrid que usted pretende imputarnos está recurrido ante el Tribunal Constitucional por parte de VOX, al igual que el
estado de excepción que ustedes nos impusieron. Y el Tribunal Constitucional no ha tenido a bien contestar, quizá porque no se está comportando como un tribunal verdaderamente independiente. (Rumores). ¡Pero si lo nombran ustedes, si a los jueces
los llaman progresistas y conservadores! Nosotros no proponemos la eliminación del Tribunal Constitucional, proponemos que haya una sala de asuntos constitucionales en el Tribunal Supremo y que los jueces y solo los jueces puedan decidir sobre los
asuntos constitucionales y no los señores que ustedes sientan allí para que les den la razón a ustedes, para que legalicen a aquellos otros (señalando unos escaños), llevando la contraria al Tribunal Supremo y para que paguen los favores.
(Aplausos). No nos lo achaque, señor Sánchez, no nos achaque lo que es exclusivamente responsabilidad de todos ustedes.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor candidato.


Señorías, vamos a proceder a la suspensión del Pleno, un receso y retomaremos la sesión a las cuatro de la tarde.


Muchas gracias.


Se suspende la sesión a las tres y veinticinco minutos de la tarde.


Se reanuda la sesión a las cuatro de la tarde.


La señora PRESIDENTA: Buenas tardes, señorías. Se reanuda la sesión.


Comenzamos con los turnos de intervención de los grupos parlamentarios. Empezamos con las intervenciones de las formaciones integradas en el Grupo Parlamentario Mixto. Tiene la palabra en primer lugar el señor Guitarte Gimeno.


El señor GUITARTE GIMENO: Señora presidenta, señorías, mis primeras palabras en esta intervención son directamente para decir que vamos a votar en contra de la moción de censura. Vamos a votar en contra porque somos una agrupación de
electores que representa a un movimiento ciudadano construido desde un absoluto respeto a las formas democráticas, que representa a un conjunto de personas numeroso de diferentes sensibilidades pero unidos en una empresa común para dignificar el
futuro de la provincia de Teruel, postergada históricamente por las políticas de desarrollo polarizado. Nuestro origen, surgido de asambleas libres y plurales, reuniones de ciudadanos responsables que cuestionan las causas del atraso de su tierra,
su pueblo y su ciudad es un elemento sustancial en nuestra identidad y en nuestra acción política. Formar parte de esas realidades sociales es lo que nos permite entender que España es un país



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complejo, plural, con multitud de proyectos comunes, con muchos relatos de comunidad que desbordan, que no se pueden reducir al arquetipo ideológico simplificador que ustedes dicen defender e imponer.


España es un país de fracturas. Nosotros estamos aquí por una de esas fracturas históricas, a caballo del gran trauma de la emigración acelerada de los años sesenta, que dejó un desierto demográfico en las provincias de interior, la España
que hoy denominamos España vaciada, casi un país dentro de nuestro país. Teruel Existe representa las reivindicaciones por unos servicios de calidad y por una verdadera vertebración y cohesión del territorio nacional. Tanto durante la campaña
electoral como en el programa decíamos que apoyaríamos la gobernabilidad de España, una gobernabilidad en principio necesaria para revertir los desequilibrios territoriales y sociales que se ha demostrado imprescindible en los últimos meses, cuando
una pandemia azota el mundo entero. Teruel Existe, señores, no está aquí por unas migajas o por un currusco, y, aunque es cierto que nuestras demandas económicas son fácilmente asumibles por un Estado fuerte como es el nuestro, también lo es que no
ha habido históricamente voluntad política para hacerlo. De lo que venimos a hablar, de lo que hablamos nosotros no es de las migajas, es de equidad, es de justicia social y es de derechos, aunque necesariamente también hay que hablar de fondos
económicos y presupuestos. Estamos aquí por la justa reivindicación de muchas gentes que quieren ser ciudadanos con los mismos derechos, que quieren ser españoles iguales frente a iguales.


Votamos en contra porque nuestra visión de ciudadanos de a pie, nuestro diagnóstico sobre la situación de España, elaborado con el contacto diario con los problemas de los pequeños empresarios, las cooperativas agrarias, los agricultores y
ganaderos, los emprendedores, los obreros, las familias, los estudiantes, las mujeres del mundo rural, la realidad auténtica de los ciudadanos que nosotros palpamos cada día, no mediatizada por objetivos exclusivamente ideológicos, no se corresponde
en ninguno de sus extremos con los parámetros de la sociedad y economía que ustedes han presentado hoy. Votamos en contra porque, como decía en estos días un prestigioso periodista, es hora de detener la confrontación estéril y devolver la
confianza a la sociedad. Los ciudadanos, créanme, están angustiados, están preocupados por la inseguridad que provoca el COVID-19 y la crisis económica que nos azota; están alarmados por los problemas en los centros de atención primaria y en los
hospitales, por la evidente también insuficiencia en el número de rastreadores y de pruebas diagnósticas; están preocupados por los problemas en los colegios y en las universidades; están preocupados por los ERTE y angustiados por el crecimiento
del paro; están alarmados por la crisis en sectores concretos como la hostelería, el comercio, el turismo o las actividades culturales; están preocupados, por ejemplo, por la situación del Hospital Obispo Polanco, en Teruel, donde la UCI está
llena -no es difícil llenarla porque solo tiene seis camas- y solo está disponible el 57 % de la plantilla de médicos, quienes están alertando de que no podrán dar cobertura las veinticuatro horas a este servicio, denunciando así la fragilidad
estructural de la sanidad que se ha dado en llamar periférica.


Estamos aquí por la justa reivindicación de muchas gentes que quieren ser ciudadanos con los mismos derechos. Y estas preocupaciones no están basadas en sofismas, no son invenciones, surgen de realidades, de problemas que exigen soluciones
ya, soluciones para construir un presupuesto de país para 2021, un presupuesto consensuado tanto desde su origen como en la tramitación; soluciones políticas que entendemos en forma de actitudes y una actuación parlamentaria realizada con la
finalidad de alcanzar consensos. Son ciudadanos que necesitan un Parlamento negociador para implementar los fondos europeos o para aplicar la moción aprobada en junio de 2020 contra la despoblación. En fin, ni los problemas coinciden con sus
estrategias electorales ni con los calendarios sobre la oportunidad política del momento. Ni las soluciones reales para Teruel ni para Aragón ni para la España vaciada y la despoblación están en sus propuestas. Por todo ello, no tenemos otra
salida que votar que no.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Guitarte. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el mismo grupo parlamentario, tiene la palabra el señor Martínez Oblanca.


El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Muchas gracias, señora presidenta. Buenas tardes, señoras y señores diputados. Buenas tardes, señor Abascal Conde, candidato a la Presidencia del Gobierno.


Hace casi un año los españoles nos preparábamos para celebrar elecciones generales tras la fallida XIII Legislatura ante la incapacidad de Pedro Sánchez para formar Gobierno, el mismo Pedro Sánchez que había acuñado aquello del 'no es no' y
había arrastrado a los españoles en 2016 a otra lamentable



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repetición electoral, el mismo Pedro Sánchez que hoy se queja de bloqueos y recrimina a la oposición por no prestarse a enjuagues en la renovación del Poder Judicial.


Señorías, Foro suscribió el 30 de septiembre de 2019 y depositó ante la Junta Electoral el pacto de coalición con el Partido Popular (muestra un documento), que incluye el compromiso de apoyar a don Pablo Casado Blanco como candidato a la
Presidencia del Gobierno, por lo que no puedo dar mi apoyo a la moción de censura presentada unilateralmente por VOX, cuyos requisitos son los previstos en el artículo 113 de la Constitución, con un candidato a la Presidencia del Gobierno propuesto
sin consultas previas. (Aplausos).


Señor Abascal, en una moción de censura constructiva no son suficientes para votarles sus coincidencias con nuestro análisis y nuestro juicio sobre la pésima gestión del Gobierno del PSOE y Podemos, apoyado por los secesionistas catalanes y
vascos, como, por ejemplo, el recorte de libertades y la quiebra del Estado de derecho, con ataque a nuestros principales símbolos y a la Constitución, que los españoles respaldamos abrumadoramente en 1978 y que propició un proceso modélico de
transición hacia la democracia que ha sido objeto de admiración mundial. También resultan intolerables los desprecios del Ejecutivo hacia la independencia judicial y las normas de la Unión Europea. Sintonizo con el diagnóstico sobre el desplome de
la economía al que ha llevado este multigobierno a España, que presenta una caída récord mundial del PIB, aumento disparatado del desempleo y crecimiento inasumible del endeudamiento. Tampoco caben dudas al calificar de fiasco el plan de
reconstrucción, sustituido por un plan de publicidad y propaganda de 800 000 empleos ficticios, obra de la factoría creativa del señor Iván Redondo y sus fantasías animadas y manipuladas. Me identifico con sus observaciones sobre la marginación y
la cicatería de los apoyos al tejido empresarial del turismo, la hostelería, los servicios, la automoción, las pymes y la industria, entre otros, y constato que, efectivamente, ni una sola de las soluciones principales para España ha sido emprendida
en este primer año de Gobierno, que, parapetado tras el coronavirus, serán relegadas o, lo que es peor, olvidadas. Qué decir de la gestión irresponsable de la primera y de la segunda olas de la pandemia del COVID-19 que no hayamos denunciado ya
desde esta tribuna. Y también desapruebo que el señor Sánchez y su banco azul hayan fomentado las desigualdades entre españoles y comunidades autónomas con privilegios manifiestos para Cataluña a cambio del respaldo independentista y penalizaciones
inaceptables, entre otros, para Asturias y los asturianos.


Señorías, con semejante bagaje, el más desolador de los cosechados por todos nuestros Gobiernos democráticos, sobran los motivos de censura hacia Pedro Sánchez, pero falta un programa alternativo de Gobierno, como el que desde Foro hemos
elaborado en nuestro acuerdo de coalición con el Partido Popular, con medidas específicas para acometer las emergencias de Asturias e impulsar las grandes prioridades de España. Señor candidato, en coherencia con ese pacto diáfano, con ese buen
programa y con el que para nosotros sería el mejor presidente del Gobierno, el señor Casado, no respaldaré la moción que usted y su grupo parlamentario proponen.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Martínez. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchas gracias, señora Guille.


Por el mismo grupo parlamentario, tiene la palabra el señor Mazón Ramos.


El señor MAZÓN RAMOS: Buenas tardes. Muchas gracias, señora presidenta.


Señor Abascal, ustedes no conocen la calle, ustedes deben desconocer lo que opina la gente acerca de lo que está ocurriendo hoy aquí. Probablemente ustedes solamente escuchan a sus hooligans, porque esto que están haciendo es hacernos
perder el tiempo a todos, a los ciudadanos, al Gobierno, a todos los diputados que estamos aquí. No sé si han sumado el número de iniciativas que tenemos pendientes, el número de leyes, de proposiciones de ley, de ponencias, son cientos, y todo
esto lo único que hace es retrasar más el trabajo que de verdad tenemos que hacer. Ya sé que ustedes trabajan aquí -lo sé porque les veo, eso no se lo niego-, pero ¿no tienen bastante con hacer oposición en esta tribuna y en las comisiones durante
todas las semanas? Porque hoy nos han repetido lo mismo, nada nuevo. Y si nosotros, los diputados, estamos cansados de oír siempre lo mismo a todos, imagínense los ciudadanos.


Por supuesto, hay que criticar mucho a este Gobierno -no lo niega nadie-, pero esto de hoy no aporta nada. Más aún, nosotros opinamos que usted hace un uso torticero de la Constitución. La moción de censura está diseñada de manera
constructiva. Tiene que haber una alternativa, no está prevista para esto, porque ustedes tienen cincuenta y dos diputados, el 15 % de esta Cámara, y ningún aliado. No son alternativa, están totalmente solos. Luego, esto es perder el tiempo. En
realidad, además de perder el



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tiempo, es una provocación. Y es una provocación más, porque no hace falta insultar. Ustedes provocan casi todas las semanas. Algunos de sus portavoces nada más salir, por ejemplo, empiezan por llamar a la señora Batet señora presidente.
¿Qué sentido tiene esto? Una vez tiene gracia, pero ya huele cuando se repite constantemente. (Aplausos).


Esto no ayuda a mejorar el país, ni mucho menos, sino a crisparlo, y que conste que yo respeto mucho a sus votantes y a muchos de los diputados que hay aquí, que son personas honorables, tan respetables como todos los demás, y además han
sido elegidos como el resto de los que estamos aquí presentes. El problema está en los líderes, en los dirigentes. Si ustedes dirigieran el Gobierno, creo que serían un peligro público, porque, a pesar de lo que ha dicho usted aquí hoy, tienen una
visión sectaria de España, y estas visiones sectarias de buenos y malos ya saben ustedes cómo acaban. Y, por supuesto, nunca, nunca acaban con elecciones inmediatas, como usted ha prometido.


En el Partido Regionalista de Cantabria estamos en las antípodas de su posición. Nunca han querido el Estado de las autonomías. Si por ustedes fuera, Cantabria desaparecería y volverían a integrarnos en Castilla y León y a llamarnos
provincia de Santander, como nos estuvimos llamando durante ciento cincuenta años, aunque tenemos historia con ese nombre desde los romanos, los visigodos y 1776, cuando se creó la provincia de Cantabria. Menos mal que llegó la democracia y se pudo
recuperar un nombre que nunca debimos perder.


Podemos discutir sobre distribución de competencias, sobre la gestión de la sanidad pública, pero hay cosas que no se pueden ni discutir, y son los intereses propios y exclusivos que tenemos, todos y cada uno de los que nos quieren quitar
aquellos a los que no les gusta mucho la libertad. Además, hay otra razón. Ustedes son los responsables de las falsedades y exageraciones que se están propagando por ahí sobre el coste que tiene un Estado descentralizado. Ustedes tienen grabado a
fuego el artículo 2 de la Constitución, que dice que la misma se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles. Aparte de lo anacrónico de esta redacción, que suena a eterno y sagrado,
nunca apelan a lo social, apelan siempre a lo territorial, y creo que ya va siendo hora de que no consideremos estas cosas como sagradas.


Tampoco les gusta a ustedes la democracia y tienen gran parte de los bulos que corren por ahí sobre los políticos, el descrédito de la clase política, el número de aquellos, lo que cuestan, lo que ganan. Esta es otra clase de antisistema,
en la que también coinciden con otros de distinto signo. Es curioso que ustedes en sus discursos siempre utilizan mucho la palabra libertad -son paradojas de la política-, y es una perversión del lenguaje, porque precisamente ustedes, aunque hoy no
lo reconozcan aquí, son los mayores defensores de Franco, quien suprimió las libertades en España durante cuarenta años. (Rumores). Precisamente, esta falta de libertad fue el principal factor que hizo que triunfara la democracia y se acabara con
el régimen franquista. Y ahora se quieren erigir en valedores de la Transición, pero nadie se lo cree.


En fin, no creo que necesiten que les diga lo que voy a votar.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Mazón. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchísimas gracias.


Tiene la palabra el señor García Adanero.


El señor GARCÍA ADANERO: Muchas gracias, señora presidenta.


Señor Abascal, usted no quiere ser presidente con los votos de Bildu y Esquerra, ¿no? Pues, como diría el presidente Sánchez con lo de la fiscalía: ¡Ya está! Es que estamos los mismos que en enero, esto no ha cambiado. Es que ahora no ha
habido elecciones, es que estamos los mismos y, por lo tanto, los votos son los votos. Y lo que no se puede decir en ningún caso -nosotros no lo vamos a admitir, entre otras cosas porque tenemos mucho respeto a los cuatro millones de personas que
les han votado y pedimos respeto para los que nos han votado a nosotros- es que los que votamos que no a esta moción de censura estamos a favor del Gobierno de Sánchez o vamos de la mano de los de Bildu. Eso no se lo vamos a permitir a nadie, que
quede claro. (Aplausos).


A partir de ahí, esto es una moción de censura, no es una cuestión de confianza. En una cuestión de confianza votaríamos que no, evidentemente. El presidente no se atreve a traer aquí una cuestión de confianza, porque entonces sí que puede
tener votos en contra. Y ahí votaríamos que no, como votamos que no en la investidura, porque, aparte de todos los motivos que nos llevaron a votar que no en la investidura, hemos sumado la nefasta gestión en la pandemia, porque es el peor país del
mundo



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gestionando la pandemia. Se dice que es un ejemplo a seguir una persona que nos dijo que iba a haber uno o dos casos, que no había que usar mascarillas y que cada vez que habla de los muertos se ríe. ¡Eso lo hemos tener como ejemplo!
Evidentemente, hay motivos para votar que no, pero esto es una moción de censura, y una moción de censura tiene dos características: un candidato y un programa. Nosotros -todo el mundo lo sabe, y también lo ha dicho el señor Martínez Oblanca-
tenemos un acuerdo con el Partido Popular y Ciudadanos. Nuestros candidatos a la Presidencia del Gobierno de España son el señor Casado o la señora Arrimadas, así de claro. Nosotros, Unión del Pueblo Navarro, llevamos aquí desde el año 1979 y
siempre cumplimos con nuestros compromisos, y ese es nuestro compromiso.


Respecto al programa -no voy a entrar en todo él porque es imposible, no tengo tiempo-, sí voy a decir que nosotros somos foralistas y regionalistas, y, por lo tanto, no somos centralistas, y somos unos firmes defensores del Estado
autonómico, que, con sus defectos, creemos que ha sido fundamental para el desarrollo de España. Y ahí el programa.


Evidentemente, si uno quiere traer una candidatura alternativa, tiene que pactar previamente antes de presentarla, que es lo que hizo Sánchez. ¿Sánchez, qué hizo? Preguntar, a ver qué quería la gente por aquí. Podemos dijo: Quiero
sillones y puestos; sillones y puestos. Esquerra: la Mesa y los indultos; la Mesa y los indultos. El PNV: Quiero gobernar en Navarra; vale, ponemos a la nuestra y gobernáis vosotros. Euskal Herria Bildu: blanqueamiento, acercamiento de
presos -los presos, cuanto más asesinos hayan sido y menos arrepentidos están, más cerca- y, además, poder hacer homenajes a los terroristas; pacto con Bildu. Eso es lo que pactó el presidente. ¿Y qué han hecho? Ponerse de acuerdo en lo que les
une. ¿Y qué les une? Debilitar a España. ¿Y cómo debilitan España? Desde la Jefatura del Estado hasta la justicia y Europa en estos momentos, hacer todo en común y que debilite a España, porque por el poder se puede debilitar a España. ¿Y qué
hacen Esquerra y Bildu? Están encantados, porque, cuanto más débil sea España, más fácil tendrán sus proyectos políticos, como es la independencia. ¿Alguien tiene alguna duda de que si el 1 de octubre famoso Navarra hubiera estado integrada en la
Comunidad autónoma vasca no hubiera habido un 1 de octubre simultáneo en Cataluña y en la Comunidad autónoma vasca? Eso es evidente, que nadie se piense que se ha renunciado a ello. Para empezar, ellos mismos cada vez que salen aquí dicen que no
van a renunciar nunca a sus principios, y, por lo tanto, ese es su objetivo.


¿Y qué hay que hacer entonces? Ponernos de acuerdo en aquello que nos une a los demás para ganar electoralmente. Eso es lo que hay que hacer, ponernos de acuerdo. ¿Y qué nos une a unos cuantos? Desde luego, la libertad como principio
fundamental, eso nos une. La democracia como principio fundamental; la democracia de verdad, no esa democracia de algunos que tienen muchos años de historia pero no se atreven a debatir con un grupo que llega nuevo a un Parlamento. Pero ¿dónde se
ha visto eso, que no se atreven a debatir con ustedes? Yo estoy a años luz de muchos de los que están aquí, pero, desde luego, debatir, las veces que haga falta y de lo que haga falta; encantado de debatir. Es que para eso estamos aquí, para
debatir. ¿Cómo se puede decir que no quiero debatir con estos? Me ha sorprendido, pensaba que el señor Rufián no era así. Creo que es de los que les gusta debatir, y me ha sorprendido que no quiera debatir con VOX. Lo digo como lo siento, porque
creo que el debate es fundamental y que nos eligen para que debatamos. ¿Cómo vamos a renunciar al debate?


Por lo tanto, lo que nos une. ¿Y qué nos une también? Evidentemente, que queremos que España sea un gran país, pero un gran país en el que cada uno se sienta orgulloso de su pueblo, de su ciudad, de la calle, de los vecinos, de todo lo que
le rodea, de su comunidad autónoma, en nuestro caso la Comunidad Foral de Navarra, porque entendemos que no hay nada mejor, ninguna forma mejor de ser español que ser navarro, porque creemos que no se entiende Navarra sin España y no se entiende
España sin Navarra, pero además nos une el proyecto común de España, y queremos que ese proyecto común de España lo podamos hacer entre todos de forma solidaria, por todos los que creemos que España es un gran país. Para eso, ¿qué habrá que hacer?
Ponernos de acuerdo en lo que nos une para poder ganar en las próximas elecciones a aquellos que quieren debilitar España. Estoy convencido de que si hacemos eso en las próximas elecciones en España gobernará el centroderecha.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor García. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchas gracias, señora Guille.


Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el señor Quevedo Iturbe.


El señor QUEVEDO ITURBE: Muchas gracias, señora presidenta. Señorías, buenas tardes. Señor candidato, buenas tardes.



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Con la que está cayendo en este momento en el Estado español, es difícil creer que una iniciativa como la que ustedes han traído hoy aquí merece siquiera que se la otorgue una elemental legitimidad, porque para que algo sea legítimo debe
tener fines legítimos y el fin de una moción de censura es sustituir al Gobierno por otro Gobierno producto de la moción de censura, y en este caso ese no es el fin. El fin en todo caso será el de tratar de mejorar su posición política a costa de
meter en un lío al primer partido de la oposición, que es el Partido Popular. Esta es la razón, es evidente, no hay que dar muchas vueltas a eso.


Además, hay un conjunto de afirmaciones que ustedes realizan que me obligan a hacer un ejercicio para tratar de entender qué es lo que son ustedes, porque, si escuchamos el lenguaje, empieza a haber dudas tremendas, debe ser aquello de crear
hechos alternativos, eso del señor Bannon que ya le contaré después. Si un partido opina que las Trece Rosas eran asesinas y además violadoras, y miembros de ese partido además opinan que los políticos elegidos en unas elecciones libres en la
República eran unos asesinos y que quien dio un golpe de Estado y nos tuvo cuarenta años sumidos en la oscuridad y aislados del resto de Europa era un libertador, y si además ustedes opinan que este Gobierno es ilegítimo, golpista y no sé cuántas
cosas más, solo hay una conclusión: Ustedes son unos fascistas. (Aplausos). Ustedes son unos fascistas ¡Pero qué es esto! Este es el mundo del revés. Aquí los totalitarios, si no les importa, son ustedes. (El señor Abascal Conde pronuncia
palabras que no se perciben). Vaya, me alegra que lo reconozca. ¡Claro que son ustedes los totalitarios! Es más, consideran ustedes tan razonable esto de los golpes que uno llegaría a pensar que si ustedes pudiesen -que no van a poder-, darían un
golpe, porque este lenguaje es guerracivilista. Este lenguaje que ustedes utilizan es protogolpista y por lo tanto, es inaceptable para los demócratas. (Aplausos).


La única ventaja hoy de esto es que ustedes han tenido tiempo extensísimo para contarnos lo que piensan del futuro y del presente, que es suficiente para poner a uno los pelos de punta. Pero hay una cuestión muy llamativa: la pandemia
china. Será que como soy médico y me he dedicado a esto de la salud pública... Si ocurriese la distopía de que ustedes llegasen al Gobierno, lo primero que harían sería declarar la guerra a China. (Aplausos). ¿Cómo que la pandemia china? ¡Ese
lenguaje del señor Trump, por favor! Al señor Trump le va a ir muy mal; deberían ustedes aprender, en las elecciones americanas le irá muy mal. Esto es lo que ustedes llaman construir hechos alternativos. Cogemos la historia, la retorcemos, la
convertimos en otra cosa y, entonces, estamos en la política de ustedes.


Por otra parte, como representante de un partido canario, un partido nacionalista no independentista, un partido soberanista, un partido plenamente democrático. Le voy a decir una cosa: pone los pelos de punta oírles a hablar ustedes.
¿Ustedes saben lo que pasó antes del estado de las autonomías en Canarias? El abandono, la insensibilidad, la miseria, la pobreza, el trato colonial que imprimieron algunos, aquello de ir a los territorios de ultramar a visitarnos. Eso es lo que
ustedes nos proponen a nosotros si ocurriese la terrible distopía de que ustedes llegasen al Gobierno. Así que, supongo que ya se imaginan que vamos a votar no, con mayúsculas, a esta cuestión.


Gracias, señora presidenta. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Quevedo. (Pausa.-Una señora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora Oramas González-Moro.


La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señora presidenta.


Señorías, la política en España se ha terminado convirtiendo en algo inútil. Hoy estamos en este Congreso gastando el dinero de los impuestos de los españoles en un debate que no lleva a ningún sitio y, lo que es peor, todos lo sabemos. No
sé quién decía que el mejor espejo para vernos a nosotros mismos es saber quiénes son nuestros adversarios. Hace algún tiempo a esta diputada la insultaban desde la izquierda radical por no apoyar una investidura de un Gobierno de izquierdas. Esta
semana he estado recibiendo los mismos insultos, desde la extrema derecha, porque no estoy dispuesta a apoyar una moción de censura contra este Gobierno de izquierdas.


¿Saben por qué pasa esto, señorías? Porque hemos convertido este país en una tierra de fanáticos. Nos estamos enfrentando a una de las mayores crisis de la historia de Europa, tal vez la mayor tras la Segunda Guerra Mundial. ¿Y qué es lo
que estamos haciendo? Esto, o sea, nada. Estamos suicidándonos como país, estamos debilitándonos como sociedad y estamos traicionando a nuestros hijos y nietos. Lo que nos mueve no es un esfuerzo para la construcción. El escaso talento político
está dedicado a la destrucción y a la manipulación. España es, como decía Azaña, una empresa de demoliciones.



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Señor Sánchez -aunque no esté-, yo hoy no he venido a hablar de esta moción de censura que es puro teatro, una moción que vamos a votar en contra. Me parece que es mucho más importante que en este Congreso hablemos de los problemas de
España, de la pobreza de los españoles. Señorías, nuestro país hoy se enfrenta a gravísimos problemas que ponen en peligro el futuro de millones de personas. En sitios como Canarias estamos sentados sobre un polvorín social, estamos provocando la
ruptura del Estado. Hemos alejado y crispado a los españoles y hemos conseguido debilitar y empobrecer a la sociedad, a los autónomos, a las pymes y a las familias. En vez de trabajar para superar las adversidades y salir adelante, estamos
perdiendo el tiempo buscando lo que nos separa. Los extremistas se han hecho con el poder en España y lo han hecho porque ustedes se apoyan en ellos, señor Casado, y ustedes también, señor Sánchez. Los hay que quieren la independencia; los hay
que quieren convertirnos en una república bolivariana; los hay que quieren acabar con las autonomías instalando el centralismo autoritario; los hay de un lado y de otro, pero todos se parecen en una cosa, en que quieren exterminar a los que no
piensan como ellos. Lo que manda hoy en España es el populismo y la demagogia, porque nadie piensa en toda esa gente que está ahí fuera trabajando, sufriendo, preocupada por su futuro y el de sus hijos.


La verdadera censura no se la va a presentar al señor Sánchez ningún grupo de esta Cámara. La verdadera moción de censura se la van a poner cientos de miles de familias que están perdiendo sus ahorros y sus esperanzas mientras nosotros
seguimos aquí ciegos y sordos. Decían estas semanas que España es un Estado fallido. Señorías, nosotros estamos fallando a España. Es el momento de parar y de escucharnos, escucharnos, antes de que sea tarde.


Muchas gracias, señora presidenta.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Oramas.


También por el Grupo Parlamentario Mixto, en último lugar, tiene la palabra el señor Botran Pahissa. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


El señor BOTRAN PAHISSA: Buenas tardes.


Los señores de VOX han ido a presentar la moción de censura en una semana que ya empezó mal para ellos, puesto que el Gobierno golpista de Bolivia -ese sí que es golpista, no lo que ustedes distorsionan con la palabra-, ese Gobierno golpista
con el que ustedes se implicaron como los que más, ha sufrido una derrota, una paliza electoral sonora a manos del movimiento del socialismo. (Aplausos). Han vuelto y son millones. Y hablando de golpes de Estado, de los de verdad, se nos presenta
hoy en forma de moción de censura lo que un día se nos presentó como un golpe de Estado, y los tiros del techo dan la muestra. Tejero, con el mismo hilo argumental con el que usted hoy ha presentado su moción de censura, defendió su golpe de
Estado. Leo sus palabras, las de Tejero: El 23-F pretendía conseguir un cambio de Gobierno que garantizara la unidad de la patria dañada por la Constitución y los estatutos de autonomía que el presidente Suárez otorgó a Cataluña y Vascongadas.
-El mismo hilo argumental-. Por tanto, VOX es un problema para la democracia y para los derechos conseguidos, pero lo de hoy ha sido un regalo para ustedes, porque les permite defender cuestiones muy básicas y alinear con ustedes a muchos partidos
sin tener que afrontar la crisis del régimen de 1978.


No podemos estar de acuerdo en que VOX sea un problema aislado ni tan solo que sea el núcleo del problema. El problema del Estado español son las continuidades que se dieron con la dictadura franquista, sumadas a las desigualdades propias
de cualquier país capitalista. Hay una serie de elementos que nos indican cuándo una sociedad tiene una deriva hacia regímenes autoritarios o fascistoides: un aumento de las agresiones de la extrema derecha, el corporativismo policial y del
Ejército, un blindaje de las desigualdades ante las luchas y los discursos igualitarios, el aumento del racismo y la xenofobia y la exaltación del nacionalismo de Estado. ¿Son cuestiones que hoy solo representa VOX? No. ¿Las representa VOX? Sí.
¿Pero solo ellos? No. Son la punta de un iceberg, son mentalidades muy incrustadas en los poderes sociales y políticos del Estado.


Voy a poner algunos ejemplos. La primera cuestión, agresiones de la extrema derecha. Existen, y cuando ha incrementado la lucha del pueblo catalán por votar les han dejado todavía más manga ancha. Si no, repasen las cifras de la oficina
del Drets Civils i Polítics. La mayoría de agresiones por motivos políticos que se dan en Cataluña son fruto de la extrema derecha. La segunda cuestión, corporativismo militar y policial, que quieren ganar más peso político. ¿Esa es una cuestión
que representa a VOX? Sí. ¿Solo VOX? No. Por ejemplo, el gasto militar. ¿Por qué nadie habla de bajar el gasto militar incluso en épocas de pandemia? O la cuestión policial. En la Policía están ganando peso los sindicatos más radicales, más
extremistas, que incluso acosaron a una de nuestras diputadas, la señora Laura Borràs. ¿Es un



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sindicato que apoya VOX? Sí. ¿Lo creó VOX? No. Precisamente fue ciudadanos quien animó a ese sindicato a ganar peso. ¿Cómo no van a sentirse impunes los policías con las agresiones que hubo el 1 de octubre si ninguno de los grandes
partidos aquí les pidió explicaciones? Lo hizo el PSOE por la mañana del 1 de octubre, pero rápidamente lo retiró. Tercera cuestión, el blindaje de las desigualdades. Las responsabilidades son los recortes, el rescate bancario, el artículo 135,
que son responsabilidad de los dos grandes partidos, pero, más allá de los partidos, es el carácter de clase de la justicia en el Estado español; las sentencias que, por ejemplo, han protegido a los bancos respecto al tema de las hipotecas, o la
que la semana pasada mismo protegía los conciertos educativos.


¿Qué es lo que defiende VOX en materia de vivienda? ¿Son las ideas de VOX? No, es la agenda de los grandes tenedores; es la agenda de los fondos buitre, que nos trae aquí la problemática de las ocupaciones sin sustentarlo en datos
empíricos, porque resulta que no hay más ocupaciones, pero eso ya sitúa el problema de las ocupaciones por encima del problema real del acceso a la vivienda o de que los alquileres estén por las nubes.


Cuarta cuestión, un aumento del racismo también es lo que señala que una sociedad tiene una deriva hacia el autoritarismo. Pero cuando una parte de nuestros vecinos vive en la clandestinidad política, por la cual una falta administrativa,
como saltarse un semáforo, le puede implicar irse al CIE y que lo expulsen a su país, cuando esto existe, cuando se da esta excepcionalidad, este apartheid, que mantiene la Ley de Extranjería, ¿no es facilitar el discurso criminalizador que tienen
los señores de VOX? ¿Qué ha hecho el Gobierno actual con el ministro Marlaska al frente? No ha cerrado los centros de internamiento. Es más, hace unos días teníamos la noticia de que el de Barcelona habilitará nuevamente un espacio para que se
puedan encerrar también mujeres. Tampoco ha suspendido las devoluciones en caliente, pese a que se ha llevado un buen tirón de orejas de la justicia europea, diciendo que eso no se podía hacer; e incluso ha levantado más alta la valla de Melilla.
Esa es la política de este Gobierno respecto a la inmigración. Eso no es lo que dice el papa respecto a la inmigración, levantar más alta la valla de Melilla. (Aplausos). Todas estas prácticas, todos estos discursos, facilitan que alguien luego
cree el imaginario de la invasión. Y, finalmente, quinta y última cuestión, el nacionalismo de Estado exacerbado. Lo ha demostrado en su moción; el leit motiv es negarnos a nosotros la existencia, negar la existencia al diferente. Bueno, ahora
parece que sí que asustan con este discurso, pero se les ha dado manga ancha cuando solo iban contra nosotros; incluso, usaron el juicio en el Tribunal Supremo como plataforma, cuando nadie les conocía, para darse a conocer; el juicio contra
nuestros presos y presas políticas. ¿Quién crea la imagen de que el independentismo es delito y de que, por tanto, contra ellos todo es legítimo; ellos con su pesado discurso o todos aquellos que han pedido penas de cárcel para los presos
políticos, incluida la Abogacía del Estado, que depende de ustedes? ¿Ellos o Pedro Sánchez que en campaña dijo que volvería introducir el delito de referéndum en el Código Penal? ¿Quién crea el clima para que estos nacionalistas extremos les
llamen ustedes traidores? Pues, ustedes han puesto también de su parte. Y esta idea de que la unidad de España está por encima de todo, este dogma de fe que les hace aplaudir ruidosamente cuando lo pronuncian, está presente en sus discursos, pero
no tan solo; también está presente en los discursos del principal responsable del Consejo General del Poder Judicial, que siempre dice que la unidad de España está por encima de todo; o está presente en el discurso del rey, el 3 de octubre, y
nadie le dijo nada. El 3 de octubre, el rey pudo salir a decir que por la unidad de España todo vale, incluso hostiar a los ciudadanos. Y como nadie le dice nada, de esos lodos estos polvos o no sé si es al revés exactamente. Nadie del PSOE
levantó entonces la voz, no. Incluso, unos días después de este discurso del rey, en la manifestación que se dio en Barcelona aparecieron juntos en la cabecera el PSOE, el PSC y VOX. La foto de Colón tiene, por tanto, también un precedente del que
se habla menos.


En conclusión, VOX es el síntoma de la crisis del Estado y del capitalismo; es su salida autoritaria, excluyente y clasista a esta crisis, y lleva el germen del fascismo, pero este germen no lo representan tan solo ellos ni los que votarán
esta moción, que parece que serán ellos los que votarán esta moción; este germen del fascismo está bien presente en los puestos de poder social y político del régimen del 78. Si lo que uno quiere es combatir a VOX, y en eso hay bastantes consensos
y nosotros estamos dentro de eso, lo que hay que hacer es desmontar de base las ideas de las que bebe VOX. Hay que recuperar la idea de la necesaria ruptura con las continuidades del franquismo, hay que recuperar la idea con la ruptura de la idea
del régimen del 78. Contra quienes niegan la existencia del patriarcado, más feminismo; contra quienes señalan la inmigración como fuente de problemas, ninguna persona es ilegal...;



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La señora PRESIDENTA: Termine, señor Botrán.


El señor BOTRÁN PAHISSA: Termino, presidenta.


... contra el nacionalismo español agresivo y autoritario, la autodeterminación de los pueblos. (Continúa su intervención en catalán).


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Botran. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Gracias, señora Guille.


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. (Aplausos).


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Abascal Conde): Buenas tardes.


Señores Martínez Oblanca y Adanero, he de decirles que respeto profundamente sus planteamientos e incluso su voto -respeto profundamente todo lo que han expresado en esta tribuna-, igual que les pedimos que respeten nuestros planteamientos a
la hora de votar a favor de esta moción de censura y a la hora de presentarla. Sabemos que lo hacen, y he de decirles, además, que respetamos -esto me parece importante señalarlo- especialmente su preocupación por las provincias y por las regiones
que han planteado ustedes siempre desde la lealtad al proyecto común de España y desde la defensa del interés general compatible entre la patria chica y la patria grande. Eso es algo que nosotros queremos aplaudirles. (Aplausos). Les aplaudimos
también que cumplan sus pactos y que no voten a favor de esta moción de censura, porque ustedes tienen un pacto con los señores del Partido Popular y de Ciudadanos y los únicos candidatos a los que pueden votar son la señora Arrimadas y el señor
Casado; ustedes son gente de palabra y eso es algo que siempre se ha de aplaudir.


No les aplaudo, en cambio, que digan que nosotros defendemos el centralismo, porque nuestra crítica al Estado de las autonomías no está hecha desde un planteamiento centralista. Es más, nuestra crítica profunda al Estado de autonomías -y se
ha hecho hoy aquí- no solo tiene que ver con la desigualdad que ha traído a españoles en los distintos territorios, sino con el hecho de que en las comunidades autónomas pluriprovinciales -es verdad que no es el caso de las que ustedes representan-
se han creado unos microcentralismos que han ahogado toda la diversidad de provincias y de comarcas, con lo cual, quizá incluso en esos planteamientos estamos mucho más cerca de lo que puedan ustedes imaginarse, y tenemos muchísima capacidad de
diálogo, como hemos demostrado cuando hemos tenido que -con los votos que nos han dado los ciudadanos, que no han sido tantos como nos gustaría- negociar con otros partidos para conformar Gobiernos regionales. Decimos que entendemos su
planteamiento y entendemos que ustedes no voten a favor de esta moción de censura; solo les pedimos a cambio que entiendan que nosotros hemos presentado esta moción de censura por una obligación en conciencia, porque entendemos que estamos ante la
moción de censura con más razones de las que se han planteado durante toda la democracia, porque nunca hubo un Gobierno durante toda la democracia que mereciera una moción de censura con más intensidad que el Gobierno al que hoy estamos censurando.
(Aplausos). Por lo tanto, respetamos sus planteamientos y su voto, por supuesto, e igualmente les pedimos que se respeten nuestros planteamientos, nuestro voto y nuestra convicción de que esta moción de censura era urgente, era necesaria y está
absolutamente justificada.


El señor Mazón ha venido aquí a decir que estamos en contra de las libertades y a llamarnos franquistas. Mire, pregúntaselo al señor Revilla, que era camisa azul y que era franquista -franquista conocido y reconocido-; pregúnteselo al
señor Revilla. (Aplausos). Mire, yo nací en el año 1976 y a mí ni usted ni el señor Revilla me van a dar ninguna lección de defensa de la democracia, de la Constitución ni de no habernos jugado el tipo precisamente defendiendo la Constitución y la
democracia.


Lo digo porque yo era concejal en un Ayuntamiento, el de Llodio, en el que el señor Revilla también fue candidato por las listas de Unidad Alavesa. La diferencia es que a mí me votaron los ciudadanos de Llodio y era concejal y el señor
Revilla lo hacía desde Santander como un gesto que le aplaudimos, pero no vengan ustedes a darnos lecciones de lo que es defender la democracia y menos aún a etiquetarnos, a decir que estamos contra las libertades y a llamarnos franquistas. Luego
ha dicho que respeta a los votantes de VOX, pero a la vez ha dicho que son unos hooligans; lo ha dicho usted aquí literalmente. Sobran los motivos para esta moción de censura, señor Mazón, y sobran los motivos para reprobar a este Gobierno, pero
está claro que usted necesita justificar, de alguna manera, los apoyos que le ha dado a este Gobierno, y necesita hacerlo diciendo incluso que somos un peligro público por nuestra visión sectaria



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de España; y lo dice usted, que ha apoyado al Gobierno que ha recibido los apoyos de los que tienen ustedes sentados delante. Mire que lo siento. (Aplausos).


Señor Quevedo, usted se lo ha inventado todo. Está claro que sigue la estela de Sánchez. Ha venido aquí a llamarnos fascistas y a darse el gusto. Ya se lo ha dado, pero usted se lo ha inventado todo. Ha seguido la estela de Sánchez, que
es al que apoya, y usted se ha inventado todo sobre nosotros. Ha dicho cosas que no decimos quizá porque usted no viene precisamente mucho por este Parlamento. Además, ha dicho: ¡con la que está cayendo en el Estado español! Oiga, la que está
cayendo no es en el Estado español, no es debajo de estos techos, en los de los ministerios, en el sector público. ¡La que está cayendo en España, en los barrios, en los comercios, en las calles! Pero usted dice Estado español porque usted es
nacionalista y tampoco puede decir España, y luego viene a decirnos aquí que usted es soberanista pero no independentista. Esto explíquelo en otro lado donde le entiendan porque aquí desde luego la mayoría no le entendemos. (Aplausos). Se ha
atrevido a decir que traemos un lenguaje guerracivilista cuando viene a apoyar al Gobierno obsesionado con las leyes de memoria histórica, e incluso un lenguaje golpista cuando apoya al Gobierno que se ha apoyado en los que han dado un golpe de
Estado en Cataluña. Así que suba aquí otra vez; si quiere, insulte, pero usted está faltando a la verdad gravemente.


Señor Guitarte, dice que las soluciones para la España vaciada no están en nuestras propuestas. ¿También lo tenía usted escrito, como el señor Sánchez? Porque he hablado de alguna de ellas de manera amplia, señor Guitarte. Le quiero decir
algo. Usted creo que no es consciente de la ola de simpatía que su escaño despertó en toda España. El escaño de Teruel Existe fue saludado con una extraordinaria simpatía en todas las provincias de España porque representaba a esa España olvidada
de la que precisamente hoy hemos hablado en esta tribuna durante nuestra moción de censura. Qué pronto malgastó usted esa simpatía, señor Guitarte, entregando la confianza de los turolenses al Gobierno de la mentira, de la ruina y de la traición.
Qué pronto la malgastó. Yo no sé qué es lo que le han prometido a usted para los turolenses -la banda ancha parece que no, que le han engañado-, pero desde luego no creo que los turolenses quieran nada del Gobierno que ha pactado con los herederos
de ETA; la mayoría de los turolenses no lo quieren. (Aplausos).


La señora Oramas ha dicho que no iba a hablar de la moción, que ella iba a hablar de los problemas de España, pero a la vez ha repartido a diestro y siniestro, literalmente, y se ha colocado en medio. Deje de jugar a la equidistancia,
señora Oramas. Usted -hoy no lo ha hecho- nos ha llamado recientemente racistas por abordar algunos problemas que están sucediendo en su tierra y de los que usted no ha querido hablar, y es que Canarias se está convirtiendo en una nueva Lampedusa.
Canarias es una tierra hoy donde los hoteles ya no están llenos de turistas por la acción de este Gobierno y están llenos de inmigrantes ilegales. (Aplausos). Yo creo que ese es un problema que usted bien podría defender en esta tribuna; usted
bien podría defender a todos esos canarios que hoy están preocupados por el hundimiento de la economía en Canarias, por la avalancha masiva de pateras que están llevando a muchos canarios a tener que ir a buscar trabajo a otros lugares fuera de la
isla. ¡Y dígales también a los canarios que combatir la inmigración ilegal es racismo! Francamente, yo creo que de verdad es usted una mujer sensata. Hemos tenido oportunidad de hablar en varias ocasiones. No me creo que cuando nos escucha hablar
del control de la inmigración ilegal usted piense de verdad que lo hacemos desde un planteamiento racial, desde un planteamiento de discriminación racial, desde un planteamiento racista. Lo hacemos desde un planteamiento lógico y de sentido común
que creo además que comparte la inmensa mayoría de los canarios, incluso los que les votan a ustedes. (Aplausos).


Al renegado no tengo nada que decirle. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor candidato. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el Grupo Parlamentario Mixto tiene la palabra, en primer lugar, el señor Guitarte.


El señor GUITARTE GIMENO: Intervendré desde el escaño por agilizar el procedimiento.


La señora PRESIDENTA: Se lo agradezco.


El señor GUITARTE GIMENO: Yo creo que de nuevo estamos evidenciando que se dejan guiar por los arquetipos ideológicos simplificadores. Cuando estamos hablando, por ejemplo, de la solución para la



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España vaciada al convertir regadíos, en modo alguno estamos hablando de los mismos territorios porque, por ejemplo, la densidad de Murcia como zona despoblada creo que son 132 habitantes por kilómetro cuadrado, y yo le estoy hablando de la
problemática de aquellas provincias que tienen menos de 12,5 o menos de 20 habitantes por kilómetro cuadrado. Murcia no es un área en riesgo de despoblación en general. No hay que extender los arquetipos a todos territorios. Los regadíos pueden
aportar puntualmente una labor, pero no solo con regadíos se solucionaría obviamente el problema, al igual que no solo con el incremento de la natalidad, que han defendido en algunos otros momentos.


Nosotros somos conscientes de la simpatía que despertamos y lo que sí que le puedo asegurar es que en modo alguno en Teruel se está en contra de la actuación de la agrupación de electores. Se han hecho muchas encuestas a posteriori de
nuestro apoyo y nosotros cumplimos con nuestra palabra, la que dimos en campaña electoral al apoyar al Gobierno, porque dijimos que garantizaríamos la gobernabilidad del país porque el país no podía seguir la situación en la que estaba, sin formar
Gobierno durante meses, y eso ha sido respaldado por todos los turolenses. Los turolenses nos siguen apoyando y están muy satisfechos de la labor que está haciendo este movimiento ciudadano y esta agrupación de electores. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Guitarte.


Tiene la palabra el señor Martínez Oblanca.


El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Muchas gracias, señora presidenta.


Muchas gracias también, señor Abascal, por sus palabras; yo también le manifiesto mi respeto. Tengo un minuto que aprovecharé para recordar en primer lugar el lema fundacional de mi partido, que creo que nos identifica: 'Más Asturias,
mejor España'. Usted pone en solfa al Estado autonómico y nosotros en Foro creemos en la descentralización administrativa, que hoy tiene dos urgencias principales a las que creo que esta mañana no se ha referido usted. La primera, la reforma del
sistema de financiación autonómico, que lleva cinco años de retraso. Es un sistema perverso, injusto, desigual, marginador; necesitamos que VOX también se sume a la reivindicación para que la reforma del sistema autonómico sea una realidad cuanto
antes. En segundo lugar, Asturias precisa un trato equitativo. No queremos ser más que nadie, pero tampoco queremos ser menos que los demás. Hoy -aprovecho que está el señor Ábalos en el banco azul- Asturias asiste estupefacta a cómo se margina
el corredor ferroviario del noroeste y, sin embargo, se anuncian triples inversiones para el corredor mediterráneo. Queremos el mismo trato que los demás, no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos que los demás. Súmense, señor Abascal, a
la tarea para que las comunidades autónomas no sean discriminadas.


Muchas gracias. Gracias, señora presidenta.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Martínez. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el señor Mazón Ramos.


El señor MAZÓN RAMOS: Señor Abascal, el señor Revilla se presentó en Álava como candidato municipal porque no había candidatos por el miedo que había a ETA, y eso le honra, pero hoy no hemos venido a examinarle a él, ¿eh? Yo no he llamado
antes tampoco a nadie fascista. Mire, yo creo que ya se ha dicho todo, o casi todo, porque se va a volver a repetir a lo largo estas sesiones, a favor y en contra del señor Abascal y del Gobierno. Yo no vengo aquí a criticar al Gobierno, ya lo han
hecho ustedes lo suficiente y ya sabemos que tienen razón en algunas cosas, pero eso es muy fácil porque les ocurre a todos los Gobiernos en todos los sitios del mundo. Hoy de lo que se trata es de examinarle usted, señor Abascal, y siento decirle
que va a sacar usted un suspenso rotundo, va a sacar un 1 sobre 10 aproximadamente. Esto no tiene arreglo a corto plazo, pero espero que le sirva para retirarse y meditar una temporada, que es lo que de verdad le conviene a España. Debería repasar
su tesis doctoral.


En fin, yo estoy deseando que esta sesión acabe y que nos podamos dedicar a los presupuestos, a la reactivación económica y a la lucha contra la pandemia.


Nada más.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Mazón.


Tiene la palabra el señor García Adanero.



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El señor GARCÍA ADANERO: Gracias, señora presidenta.


Señor Abascal, le agradezco el respeto, respeto mutuo que ya le he trasladado en la primera intervención, porque, evidentemente, cuando cuatro millones de españoles deciden una opción política hay que respetarlo siempre, decidan eso o lo que
decidan, aunque sean muchos menos los que voten, pero en este caso son cuatro millones. También le agradezco que entienda lo que es el Régimen Foral de Navarra y que entienda el Estado de las autonomías, porque, como le decía, es fundamental para
el progreso de España. Desde luego, nosotros entendemos tanto el sistema autonómico como nuestro régimen foral, nuestros derechos históricos, como algo bueno, algo positivo, pero siempre, como bien hemos dicho, con lealtad a España. Nos sentimos
orgullosos de pertenecer a este gran país que es España y entendemos que la foralidad nos hace más españoles que si no fuéramos, en este caso, un régimen foral. A partir de ahí, pongamos, como le he dicho, todo lo que nos une y vamos a dejar
aquellas cosas que nos separan, porque las cosas que nos separan al único que le hacen feliz es al presidente del Gobierno, que está encantado de ver si somos capaces de reñir entre los que pensamos que España es un gran país; está mucho más cómodo
con aquellos que piensan que hay que desunir y hay que debilitar a España como país. Y bastantes cosas tenemos para ponernos de acuerdo. Aparte de toda la situación, de la mala gestión que se está haciendo de la pandemia, aparte de la crisis
económica, que desde luego nos va a llegar, nos está llegando -y ya lo estamos viendo los que pisamos la calle, porque nos va parando la gente y nos lo van diciendo-, además de eso nos une una gran cosa a ustedes, a nosotros, al Partido Popular y a
Ciudadanos -y espero que a alguno más-, que es denunciar siempre el blanqueamiento de la banda terrorista ETA. (Aplausos). Eso no hay que parar de denunciarlo siempre en esta Cámara, porque no se puede llamar a esa banda como se la llama, es una
banda terrorista y lo diremos muchas veces, y no vamos a parar de decirlo, aunque nos digan que somos unos pesados, porque tenemos un compromiso con aquellos que dieron la vida por España y por defender las libertades de todos los que estamos aquí y
de todos los españoles que están en su casa. Y eso lo denunciaremos siempre en esta Cámara, aunque digan que somos unos pesados.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor García. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchas gracias, señora Guille.


Tiene la palabra el señor Quevedo Iturbe.


El señor QUEVEDO ITURBE: Gracias, señora presidenta. Intervengo un minuto.


¡Así que nos lo hemos inventado todo! No hay una sola afirmación que se haya hecho aquí que no sea contrastable que está realizada o por usted o por alguno de los suyos, de los de confianza; todas ellas. Claro, ya entiendo, ustedes están
en aquello de los hechos alternativos a ver si nos inventamos otra historia y, si hay suerte, a fuerza de repetirla -lo del señor Goebbels, seguro que le suena-, nos convence a todos de que lo blanco es negro, etcétera. Por tanto, mal camino va
eligiendo usted con esto.


Segundo, ya lo tenemos claro. Nueva Canarias es un partido nacionalista canario que no está en tesis independentistas, que ya sabemos que si se produjese la distopía de que usted fuese presidente del Gobierno estaríamos en serio riesgo de
ser incapacitados y desaparecidos del mapa o prohibidos; esas cosas que se hacían en los tiempos que usted reclama, que son los del franquismo.


Por último, le diré que, si usted continúa así, seguro que seguirán teniendo las siguientes situaciones en Canarias: ni un solo diputado canario en el Parlamento de Canarias. Continúe así y seguro que se lo premiaremos igualmente.


Gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Quevedo.


Tiene la palabra la señora Oramas González-Moro. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señora presidenta.


Señor Abascal, yo jamás en doce años he usado calificativos con líderes políticos ni con compañeros diputados. Lo que sí le digo es que ayer han dormido en el suelo de un muelle 1300 seres humanos, entre ellos niños y mujeres, y la
inmigración es un drama humano. Yo fui de las personas que, con un Gobierno socialista, en 2006, resolví cómo se tenía que atacar el drama de la inmigración y el tema de Canarias en la frontera sur de Europa.



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Pero usted hoy ha montado un teatro, efectivamente. Ustedes dicen que vienen a contaminar. Es mentira, se les hacen los PCR cuando llegan. Ustedes dicen que vienen a quitarnos los puestos de trabajo. Es mentira, esa gente no viene a
Canarias, viene a Europa huyendo de la guerra, del hambre y de la miseria. Y claro que estamos exigiendo a un Gobierno socialista que actúe, y si usted viniera más al Congreso y estuviera en las iniciativas parlamentarias sabría que esta diputada
lleva desde el mes de febrero exigiéndolo. Y mientras usted viene al teatro, desde hace dos semanas tenemos 30 000 personas más en ERTE y tendemos la mano al Gobierno y en Bruselas para resolverlo. Pero eso no implica que nosotros apoyemos que se
pregunte a la gente otra vez en este país en qué sitio nació, en qué dios cree y a quién ama. Ese modelo de sociedad no es el nuestro; es el de la tolerancia, el de la tolerancia, como yo la tengo con usted y con el respeto que le tengo también a
su fuerza política, pero a la que nunca apoyaré y a la que no deseo que gobierne este país.


Muchas gracias, señora presidenta.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Oramas. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Finalmente, tiene la palabra el señor Botran Pahissa.


El señor BOTRAN PAHISSA: Es cierto aquello de que no ofende quien quiere, sino quien puede, porque llamar renegado a alguien que nunca se ha sentido español... ¿De qué he renegado? Yo no soy español ni quiero serlo, y lo que usted me dice
me entra por aquí (señalándose un oído) y me sale por aquí (señalándose el otro.-Varias señoras y señores diputados: ¡Muy bien!-Aplausos). Pero lo que tiene mucha guasa es que lo diga después de que esta mañana se pusiera la piel de corderito
diciendo: ¡es que nos deshumanizan a nosotros, nos deshumanizan cuando hablan de nosotros! Y luego viene aquí y nos suelta esta.


Bueno, a mí, la verdad, me es igual. Me gusta que al fin haya demostrado su auténtica cara. Es lo que le he dicho yo: lo suyo es el odio al diferente; en eso ha basado también el argumentario de la moción de censura. Se ha metido con
todo lo que usted considera que es distinto a usted usando expresiones asquerosas, tales como estercolero multicultural, ideología de género, etcétera.


Su discurso supura odio, y es que aquí son palabras y a mí esas palabras no me afectan, pero el problema de los discursos de odio es que luego se transforman en agresiones y que hay un largo historial de agresiones por motivaciones
ideológicas y por motivaciones de odio, y esto sí que nos debería preocupar. Sonia Rescalvo, Lucrecia Pérez, Carlos Gustavo Bueno, Carlos Palomino, Roger Albert, Ángel Berrueta, Aitor Zabaleta o Guillem Agulló fueron personas asesinadas por delito
de odio, por odio al diferente, y ustedes están empapados de este odio y lo supuran por los poros. Contra el fascismo no vamos a dar ni un paso atrás. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Botran. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. (Denegaciones).


Por el Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, tiene la palabra la señora Aizpurua Arzallus.


La señora AIZPURUA ARZALLUS: Buenas tardes. Gracias, presidenta.


En primer lugar, voy a dirigirme a los señores de VOX. Ahora bien, sepan que de los treinta minutos que tengo asignados este es el único minuto que les voy a dedicar a ustedes y a su fascismo. No voy a entrar a debatir sus insultos, sus
graves acusaciones contra nosotros y contra la sociedad vasca. No voy a entrar a responder a sus ataques de odio hacia toda persona que no piense como ustedes ni voy a entrar siquiera a debatir sus palabras, que parecen tener ganas de que la
violencia y el dolor vuelvan a la sociedad vasca y española, porque es tan grave, tan grave, que ni siquiera merece una valoración. Solo les diré que ETA hace nueve años que acabó; que la sociedad vasca está construyendo la paz y que la
convivencia desde el respeto y el reconocimiento mutuo también se están construyendo desde allí; que nos está costando mucho y que estamos todos y todas haciendo un esfuerzo enorme para avanzar.


Iba a dedicar mi tiempo... (Un señor diputado pronuncia palabras que no se perciben). También tengo algo más que decirles.


La señora PRESIDENTA: ¡Silencio, por favor! ¡No permitiré insultos en esta Cámara!



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La señora AIZPURUA ARZALLUS: ... que en ese camino que se está trazando desde el País Vasco, desde la convivencia, en ese camino ustedes ni están ni se les espera. Por eso, señores de VOX -escúchenme bien-, jamás, jamás, formarán parte del
futuro que los vascos y las vascas tenemos por delante; jamás. Por eso, vamos a votar que no a esta moción de censura, porque vamos a decir que no al fascismo y al odio para decir sí a los derechos y las libertades.


Iba a dedicar el resto de mi tiempo a trasladar algunas reflexiones al señor Sánchez, pero, ya que no está aquí, voy a dirigirlas a los ministros y ministras que tengo delante y también a las diputadas y diputados del PSOE y Unidas Podemos;
unas reflexiones como mejor antídoto frente a la ultraderecha: diálogo y respeto, que es lo que más les duele, lo que no soportan. Quiero compartir con ustedes el balance de este Gobierno ahora que ha pasado casi un año desde la investidura:
menos de un año, una pandemia, un estado de alarma, una crisis social y económica brutal y también una escalada en los ataques, en los insultos, los mensajes de odio, el señalamiento y el enfrentamiento de la ultraderecha y la derecha ultra.


Hace un año, en la investidura, dijimos que este Estado necesitaba de mucha cultura democrática y mucha pedagogía antifascista también, y hoy tenemos la mejor prueba de que no solo es que sea necesario, es que es urgente si no quieren que la
derecha se lleve por delante los derechos de la ciudadanía, las libertades de la gente y se lleve también por delante a este Gobierno. Porque, no nos equivoquemos, esta no es solo una moción de censura contra Sánchez y su Gobierno, ni siquiera es
solo una moción de censura contra el señor Casado; esta es una moción de censura contra los avances en derechos y libertades que desde la izquierda y la plurinacionalidad se puedan producir.


Señorías del Gobierno, esta moción está dirigida a apuntalar el régimen del 78 y todos sus pilares ante lo que, en opinión de la derecha, supone un riesgo para todo aquello que quedó atado y bien atado, porque temen que de la mano de la
mayoría de la investidura se les desmonte el chiringuito, que se les caiga el régimen; que se les caiga y que pueda haber un cambio cultural en este Estado que apueste por abrir los candados de la mal llamada Transición y que haga caer los pilares
que han permitido que este Estado siga funcionando como aquel que era en el 78, aquel que aún algunos añoran.


Tienen miedo, sí, tienen miedo a una verdadera transición democrática que obligue a la derecha a asumir valores de solidaridad, respeto, diálogo y libertad para toda la ciudadanía de este Estado y de los pueblos que en él conviven. Tienen
miedo a que esa monarquía capitaneada por el heredero de ese rey coronado por el mismísimo Franco caiga, abriendo camino a una jefatura de Estado elegida democráticamente. Tienen miedo a que los jueces reaccionarios y los tribunales de excepción,
que utilizan para encarcelar ideas, opiniones, sentimientos, canciones o papeletas, puedan dar paso a una justicia con mayúsculas, que responda ante la ciudadanía y sea justa con los derechos y libertades de la gente. Tienen miedo a que las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad del Estado pierdan su impunidad y tengan que responder por actuar como la cloaca del fascismo, que ataca a porrazos la libertad de expresión, apalea a los débiles y viola derechos humanos, mientras protege a los poderosos
corruptos. Tienen miedo de que el IBEX 35 y la CEOE dejen de decidir sobre nuestras vidas, que los grandes empresarios y la oligarquía dejen de tener el poder de precarizar a los trabajadores para su beneficio. Miedo a que la Iglesia deje de
decidir sobre nuestros cuerpos, nuestra educación o nuestros valores. Y miedo a que la ola feminista eche abajo el sistema patriarcal, en el que tan cómodos están ejerciendo su poder sobre nosotras, y que consigamos asentar las bases para un
presente y un futuro en igualdad y respeto. En definitiva, tienen miedo a un cambio estructural en este Estado que abra la puerta a una nueva fase histórica, una nueva fase histórica basada en la democracia social, en la justicia económica y en el
respeto plurinacional de los pueblos que lo componemos. Esto es lo que tanto temen: la democracia y la libertad. Porque de esto va esta moción de censura, señores del Gobierno. Esto es lo que está en juego en los próximos años, si Sánchez y su
Gobierno serán valientes para emprender ese cambio de ciclo que pueda abrir las puertas a una democratización real del Estado español en términos sociales, económicos y territoriales, o no.


Ellos, la extrema derecha verde, la derecha extrema azul y la derechita naranja, lo tienen claro, y por eso están dispuestos a todo para derrocarlo. Tienen claro que la transformación de estos pilares es un gran peligro para sus ideas y su
régimen, pues son ellos los que perviven en todos y cada uno de estos pilares. Y, así, también son ellos quienes controlan el Estado y su devenir por la puerta de atrás, y ni siquiera lo esconden. Lo que no tenemos muy claro es si este Gobierno es
consciente de lo que está en juego y, si lo son, si tendrán la determinación suficiente para hacerles frente y recorrer el camino para democratizar este Estado.


Dicen desde su Gobierno que la derecha no gobernará en mucho tiempo, y estamos de acuerdo. Si de nosotras depende, no lo harán, pero, como he dicho, ya gobiernan por detrás. Jueces, policías, medios,



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el IBEX, la Casa Real, lo tienen todo copado, porque todo eso es la herencia del régimen del 78, el régimen con el que se debe romper. Sí, los independentistas vascos queremos una ruptura democrática y una república, sí, una república
propia. Pero, señorías de Unidas Podemos, señorías del PSOE, también les ayudaremos si ustedes deciden romper con este régimen para construir su propia república, justa y respetuosa con los derechos y libertades de la mayoría social. Es cuestión
de voluntad política y responsabilidad histórica también. ¿Están dispuestos a asumirla y ejercerla?


Nosotras, las independentistas de izquierda, al contrario que la derecha, no tenemos tan claro que esos pilares que sustentan el régimen del 78 estén en cuestión, y créanme que nos gustaría. Y nos gustaría, además de para poder decidir
libre y democráticamente nuestro futuro y conseguir una república vasca social y democrática, porque, como personas de izquierdas e internacionalistas que somos, creemos que esta ruptura, este cambio de modelo también sería bueno para las clases
populares y trabajadoras de este Estado, para que la mayoría social pudiera abandonar décadas de precariedad y recortes de sus derechos y libertades y para poder aspirar a vidas dignas. Es cierto -lo reconocemos- que desde que este Gobierno se
conformó se han dado pasos en esta dirección, en la buena dirección, tanto en las formas, en la apuesta por el diálogo, como en algunas medidas que se han tomado. Sí, lo digo así de claro, se han dado pasos en la activación del escudo social que ha
protegido a millones de personas. Se ha puesto en marcha, aunque con grandes fallos y defectos, el ingreso mínimo vital, que supondrá que muchas familias puedan tener unas mínimas condiciones de dignidad. Se ha avanzado en las libertades de la
mujer, en su igualdad laboral o en la recuperación del derecho al aborto libre. Se han dado pasos para dignificar las condiciones laborales de los riders. Se ha acabado con los despidos por baja. Se ha regularizado el teletrabajo y se ha puesto
fin a las amnistías fiscales. Sí, se han dado pasos en la buena dirección, nos alegramos por ello. Les hemos acompañado con nuestros votos, pero esperamos más, y esperamos más porque los pilares siguen intactos y las decisiones para ese cambio
estructural no llegan.


Mire, la monarquía está corrupta y ya no cuenta con el apoyo social mayoritario, y aun así el Gobierno, este Gobierno, la sigue defendiendo. Las Fuerzas de Seguridad siguen funcionando como una cloaca violenta de la ultraderecha y el
Gobierno no hace nada para acabar con ello. La justicia sigue politizada y en manos de la derecha, pero el Gobierno de Sánchez no quiere una despolitización real de la misma porque supondría renunciar a poder utilizarla a su conveniencia, como unos
y otros han hecho. La CEOE sigue imponiendo su veto y su criterio sobre los derechos laborales y desde el Gobierno se sigue aceptando. Son solo algunos ejemplos de por qué no vemos la valentía suficiente en este Gobierno para dar ese cambio. Lo
cierto es que temen hacer algo que soliviante a la derecha. En vez de tomar decisiones valientes, prácticamente piden permiso a la derecha para cada paso, y así siempre serán ellos quienes decidan y ustedes los que obedezcan.


Sabemos cómo ha gestionado el PSOE las crisis sociales, las crisis económicas, las crisis territoriales o las crisis institucionales hasta ahora. Y ahora el presidente Sánchez tiene enfrente todas estas crisis juntas, y esta vez le pedimos,
confiamos y esperamos que aquellas convicciones de izquierda y progresistas que defendía a bordo de un coche por medio Estado las lleve a efecto, que aquel liderazgo que exhibió frente al aparato de su partido y frente a quienes preferían mantener
el estatus de las cosas tal y como estaban, esa rebeldía que exhibió frente al PSOE, los lleve a la práctica también ahora para abordar estos retos. Por eso le pedimos al Gobierno de Sánchez que mire al futuro, que tome las decisiones que abran un
nuevo tiempo, que afronten esta pandemia y, sobre todo, la crisis social y económica -que tan fuerte están golpeando- para aplicar nuevas recetas más justas y dignas para construir algo mejor. Por ello le pedimos que apueste por el cambio de modelo
social y económico construyendo un ámbito laboral justo para las trabajadoras y los trabajadores; que aborde el reparto de la riqueza haciendo que los ricos y las grandes empresas paguen lo que deberían; que se enfrente a los bancos que tanto han
robado y a tantas y tantas familias han desahuciado; que aborde la transición industrial y ecológica; que apueste por los salarios y las pensiones dignas o la dignificación de los cuidados. Le pedimos que asegure y amplíe el escudo social más
allá de la pandemia y que reconozca el derecho subjetivo a la vivienda; que acabe con el recorte de libertades que supone la Ley mordaza; que aborde una memoria democrática justa e inclusiva y que se acabe con la persecución policial y judicial
contra el independentismo; que se aborde la plurinacionalidad desde el respeto al derecho a decidir y que el diálogo, el reconocimiento y el respeto sean la base para con nuestras naciones. En definitiva, le pedimos a Sánchez que ejerza un
liderazgo histórico y aplique un cambio estructural que no tenga marcha atrás.


Nosotras vinimos a este hemiciclo a mejorar la vida de los vascos y las vascas, vinimos aquí con la voluntad de abordar los grandes retos que tiene este Estado para con nuestra ciudadanía y también



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vinimos a ayudar a mejorar la vida de las trabajadoras y trabajadores de este Estado. Precisamente porque somos independentistas de izquierda somos solidarios y deseamos que la ciudadanía española también mejore sus condiciones de vida.
Por eso le decimos al presidente del Gobierno y al Gobierno que es el momento de avanzar; que la sociedad vasca y también la española están preparadas para aprovechar esta oportunidad; que no es momento de tibiezas, sino de avances de calado; que
no es momento de dudas, sino de mostrar una sólida voluntad política. Muchos y muchas en esta Cámara estamos preparadas para iniciar este camino y, por fin, existen mayorías para transitarlo. Estas semanas y estos meses se decidirá el rumbo que
tomará este Estado en las próximas décadas, se decidirá qué recetas se aplicarán para enfrentar los nuevos retos y para solucionar lo que aún sigue pendiente de solución.


La gran pregunta es para el presidente Sánchez, es para el presidente y su Gobierno; la gran pregunta es si lo harán, si están dispuestos a hacer de este Estado un Estado democrático del siglo XXI para dejar de ser un Estado fallido del
siglo XX.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Aizpurua. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, algunos de ellos puestos en pie).


El señor ABASCAL CONDE: José Pardines Arcay; Melitón Manzanas González (aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX. Se ponen en pie y continúan así durante toda la intervención del señor Abascal Conde);
Fermín Monasterio Pérez; Eloy García Cambra -es bueno que se oigan-; Humberto Fouz Escobero y Jorge Juan García Carneiro, a estos trabajadores les arrancaron las uñas; Fernando Quiroga Veiga; Juan Antonio Bueno Fernández; Luis Carrero Blanco;
José Luis Pérez Mogena; Gregorio Posada Zurrón; Manuel Pérez Vázquez; Martín Durán Grande; Antonio Alonso Palacín; María Jesús Arcos Tirado; Félix Ayuso Pinel; Francisca Baeza Alarcón; Baldomero Barral Fernández; Gerardo García Pérez;
Francisco Gómez Vaquero; Antonio Lobo Aguado; Manuel Llanos Gancedo; Luis Martínez Martín; Josefina Pérez Martínez; Concepción Pérez Paíno; María Ángeles Rey Martínez; Jerónimo Vera García; Argimiro García Estévez; Luis Santos Hernández;
José Díaz Linares; José Ramón Morán González; Andrés Segovia Peralta; Fernando Llorente Roiz; Domingo Sánchez Muñoz; Mariano Ramón Madroñal; Ovidio Díaz López; Carlos de Arguimberri Elorriaga; Francisco Expósito Camio; Demetrio Lesmes
Martín; Esteban Maldonado Llorente; Juan José Moreno Chamorro; Jesús Pascual Martín; Germán Aguirre Irausegui; Manuel López Triviño; Antonio Echevarría Albizu; Manuel Vergara Jiménez; Víctor Legorburu Ibarreche; Julián Galarda Ayastuy;
Emilio Guezala Aramburu; Manuel Albizu Idiaquez; Ángel Berazadi Urbe; Vicente Soria Blasco; Jesús María González Ituero; José Luis Martínez Martínez; Miguel Gordo García; Antonio Frutos Sualdea; Luis Carlos Albo Llamosas; Juan María Araluce
Villar; José María Elecegui Díaz; Alfredo García González; Antonio Palomo Pérez; Luis Francisco Sanz Flores; Constantino Gómez Barcia; Antonio Galán Aceituno; Manuel Orcera de la Cruz; Javier de Ybarra y Bergé, al que dejaron dentro de una
bolsa de El Corte Inglés muerto; Valentín Godoy Cerezo; Antonio Hernández Fernández-Segura; Ángel Rivera Navarrón; Augusto Unceta Barrenechea; José Díaz Fernández; Joaquín Imaz Martínez; Julio Martínez Ezquerro; José Manuel Baena Martín;
Manuel Lemus Noya, Joaquín Ramos Gómez; Miguel Raya Aguilar; José Vicente del Val del Río; José María Panizo Acedo; Esteban Beldarrain Madariaga; Andrés Guerra Pereda; Alberto Negro Viguera; Miguel Ángel Íñigo Blanco; Manuel López González;
Juan Antonio Marcos González; Martín Merquelán Sarriegui; Antonio García Caballero; Francisco Martín González; José María Portell Manso; Domingo Merino Arévalo; José Javier Jáuregui Bernaola; Juan Antonio Pérez Rodríguez; Juan Manuel
Sánchez-Ramos Izquierdo; José García Gastiain; Alfonso Estevas-Guilmain Muñoz; Aurelio Salgueiro López; José Antonio Ferreiro González; Lorenzo Soto Soto; José Zafra Regil; Ramiro Quintero Ávila; Francisco Liesa Morote; Anselmo Durán Vidal;
Ángel Pacheco Pata; José Benito Díaz García; Elías García González; Ramón Muiño Fernández; Alberto Villena Castillo; Luis Carlos Gancedo Ron; Luciano Mata Corral; Andrés Silverio Martín; Epifanio Benito Vidal Vázquez; Ignacio Olaiz
Michelena; Juan Cruz Hurtado Fernández; José Luis Legasa Ubiría; Rafael Recaola Landa; Mariano Criado Ramajo; Luis Candendo Pérez; Leoncio Revilla Alonso; José Rodríguez de Lama; Francisco Mateu Canovés -si no me equivoco, su hijo está entre
nosotros-; José Benito Sánchez Sánchez; Benjamín Sancho Legido; Elías Elexpe Asandoa; Heliodoro Arriaga Ciaurre; Alejandro Hernández Cuesta; Manuel León Ortega; Gabriel Alonso Perejil; Ángel Cruz Salcines; José María Sarrais Llasera;
Vicente Rubio Ereño; Juan Jiménez Gómez; Saturnino Sota Argaiz;



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Diego Fernández-Montes Rojas; Joaquín María Azaola Martínez; Pedro Garrido Caro; José María Arrizabalaga Arcocha; Lisardo Sampil Belmonde; José Luis Vicente Cantón; Amancio Barreiro Gens; Francisco Berlanga Robles; José María Herrera
Hernández; Constantino Ortín Gil; Ciriaco Sanz García; Hortensia González Ruiz; Antonio Ramírez Gallardo; Miguel García Poyo; Francisco Gómez Gómez-Jiménez; Francisco Mota Calvo; Jesús Ulayar Liciaga -conozco al hijo y le mataron delante de
él-; Esteban Sáez Gómez; José Fernando Artola Goicoechea; Félix de Diego Martínez; José Díez Pérez; José Antonio Vivo Undabarrena; Sergio Borrajo Palacín; Benito Arroyo Gutiérrez; Miguel Chávarri Isasi; José María Maderal Oleaga; Antonio
Recio Claver; Pedro Fernández Serrano; Adolfo Mariñas Vence; Miguel Orenes Guillamont; Juan Bautista Peralta Montoya; Ginés Pujante García; Dionisio Imaz Gorostiza-Goiza; Juan Batista García; Pedro Ruiz Rodríguez; Juan Díaz Román; José
Miguel Maestre Rodríguez; Antonio Peña Solís; Antonio Pérez García; Jesús Ábalos Giménez; Lorenzo Gómez Borrero; Luis Gómez Hortiguela; Agustín Laso Corral; Luis Berasategui Mendizábal; Andrés Varela Rua; Ángel Baños Espada; Héctor Abraham
Muñoz Espinoza; Diego Alfaro Orihuela; Francisco Medina Albala; Jesús María Colomo Rodríguez; Moisés Cordero López; Emilio López de la Peña; Antonio Pastor Martín; Miguel Ángel Saro Pérez; José Manuel Amaya Pérez; Dorotea Perting; José
Manuel Juan Boix; Juan Luna Azol; Jesús Pérez Palma; Guadalupe Redondo Vian; Dionisio Rey Amez; Juan José Tauste Sánchez; Antonio Nieves Cañuelo; Manuel Ferreira Simois; Antonio López Carrera; Aureliano Calvo Val; José María Pérez
Rodríguez; Modesto Carriegas Pérez -también soy amigo de su hijo-; Julián Ezquerro Serrano; Aurelio Pérez-Zamora Cámara; Lorenzo González-Vallés Sánchez; Sixto Holgado Agudo; Luis María Uriarte Alzaa; Pedro Goiri Rovira; Alfonso Manuel
Vilariño Doce; Carlos Sanz Biurrun; Antonio Mesa Portillo; Manuel Fuentes Fontan; Fernando Espinola Rodríguez; Antonio Alés Martínez; Ángel García Pérez; Pedro Sánchez Marfil; Juan Cruz Montoya Ortueta; Germán González López -militante del
PSOE, por cierto-; Juan Luis Aguirreurreta Arzamendi; Jesús García García; Sebastián Arroyo González; Jesús Velasco Zuazola -su hija está en nuestras filas y su padre era amigo del mío-; Francisco Moya Jiménez; José Miguel Palacios Domínguez;
Alfredo Ramos Vázquez; Luis Domínguez Jiménez; Juan Manuel Román Moreno; Alfredo Díez Marcos; José Gómez Martiñán; José Gómez Trillo; Antonio Marín Gamero; José Martínez Pérez Castillo; Victorino Villamor González; Ángel Astuy Rodríguez;
Miguel Rodríguez Fuentes; Ignacio Arocena Arbelaiz; Eugenio Saracibar González de Durana; José Luis Ramírez Villar; José Artero Quiles; Dámaso Sánchez Soto; Enrique Aresti Urien; José Piris Caballo; Eugenio Lázaro Valle; Luis Martos García;
José Torralba López; Rufino Muñoa Alcalde; José Oyalga Marañón; Jesús Vadaurre Ollita; José Espinosa Viscarret; José Antonio Moreno Núñez; Ramón Baglieto Martínez; Jesús Holgado Sabio; José Manuel Rodríguez Fontana; Dionisio Villadangos
Calvo; Ceferino Peña Zubia; Francisco Puig Mestre; Francisco Ruiz Fernández; Tomás Sulibarria Goitia; Ángel Postigo Mejías; José Pablo García Lorenzo; Julio Santiago Expósito Pascual; Luis María Hergueta Guinea; Joaquín Becerra Calvente,
sindicalista de la UGT asesinado en mi pueblo; Antonio Gómez Ramos; Aurelio Navío Navío; Ramón Ledo Taboada; Francisco López Bescos; Mario González Blasco; Jesús María Echeveste Toledo; Antonio Fernández Guzmán; Basilio Altuna Fernández
Arróyobe; José María Urquizu Goyoaga -el padre de otro amigo-; Antonio García Argente; Mariano González Huergo; Miguel Hernández Espigares; Alfonso Martínez Bella; Ramón Coto Abad; José Ignacio Ustarán Ramírez; Benito Morales Fabián; Sergio
Canal Canal; Jesús Hernando Ortega; José Antonio Merenciano Ruiz; Avelino Palma Brioa; Ángel Prado Mella; José Luis Vázquez Platas; Carlos García Fernández; Lorenzo Motos Rodríguez; Jaime Arrese Arizmendirrieta; Felipe Extremiana Unanue;
Juan Manuel García Cordero; Juan de Dios Doval Mateo; José María Pérez de Orueta; Julio César Castrillejo Pérez; Modesto García Lorenzo; Miguel Lasa Arrubarrena; Arturo López Hernández; Ángel Retamar Nogales; José Alberto Lisalde Ramos;
Sotero Mazo Figueras; Miguel Zunzunegui Arratibel; Vicente Zorita Alonso; Juan García León; Aurelio Prieto Prieto; Carlos Fernández Valcárcel; Miguel García Baraibar; Joaquín Martínez Simón; Miguel Ángel San Martín Fernández; José Javier
Moreno Castro; Florentino Lopetegui Barjacoba; Francisco Pascual Andreu; Elio López Camarón; Julio Muñoz Grau; Justino Guindos López; Juan Carlos Fernández Azpiazu; Ignacio Lasa Errezola; Joaquín Martínez Simón; Antonio Díaz García; José
Luis Oliva Hernández; Leopoldo García Martín; José María Ryan Estrada; José Luis de Raymundo Moya; Ramón Romero Rotaeche; José Luis Prieto García; Juan Costa Otamendi; Vicente Sánchez Vicente; Francisco Francés Garzón; Luis Cadarso San
Juan; Oswaldo José Rodríguez Fernández; Antonio Noguera García; Manuel Rodríguez Taboada; Guillermo Tevar Saco, José Olaya de la Flor; Manuel Sánchez Borrallo; Esteban Álvarez Merayo; María José García Sánchez; Luis Parra Urbaneja; Ignacio
Ibarguchi Erostarbe; Juan Manuel Martínez Castaños; Pedro Martínez Castaños; Magín Fernández Ferrero; Luis Miranda Blanco; Ovidio Ferreira Martín; Joaquín



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Gorjón González; Félix Galíndez Llano -también de mi pueblo-; Santiago González de Paz; Manuel Hernández Seisdedos; José María Félix Latiegui Balmaseda; Antonio Murillo Chacón; Benigno García Diaz; Benjamín Fernández Fernández; José
Fragoso Martín; Modesto Martín Sánchez; Cristina Mónica Illarramendi Ricci; Agustín Martínez Pérez; Alfonso Maside Bouzo; Ramiro Carasa Pérez; Vicente García López; Pablo Fernández Rico; Ángel Pascual Múgica; Antonio Huegun Aguirre; Luis
Manuel Allende Porrua; Daniel Enríquez García; Rafael Vega Gil; José Luis Fernández Pernás; José Aybar Yáñez; Juan Antonio García González; Alberto López-Jaureguizar Poncela; Miguel Garrido Romero; Vicente Gómez Duarte; Antonio Cedillo
Toscano; Alfonso López Fernández; Jesús Ordóñez Pérez; Juan Seronero Sacristán; Emilio Fernández Arias; José Giménez Mayoral; Gregorio Hernández Corchete; César Uceda Vera; Domingo García González; Francisco González Ruiz: Víctor Lago
Román; Carlos Manuel Patiño Casanova; Juan Ramón Joya Lago; Juan Manuel García Mencía; Manuel López Fernández; Enrique Cuesta Jiménez; Antonio Gómez García; Alberto Toca Echevarría; Miguel Mateo Pastor; Benicio Alonso Gómez; Ramón
Iturriondo García; Aníbal Izquierdo Emperador; Joaquina Patricia Llanillo Borbolla; Aniano Sutil Pelayo; Pedro Barquero González; María Dolores Ledo García; Julio Segarra Blanco; Eduardo Vadillo Vadillo; Juan Maldonado Moreno; Jesús Blanco
Cereceda; Manuel Francisco García San Miguel; Ramiro Salazar Suero; Manuel Peronie Díez; Arturo Quintanilla Salas; Pablo Sánchez César; Manuel Benito José; Alberto Martín Barrios; José Pulido Pavón; Ángel Flores Jiménez; Alfredo Jorge Suar
Muro; José Reyes Corchado Muñoz; Cándido Cuña González; Lorenzo Mendizabal Iturrarte; Manuel Carrasco Merchán; Ángel Martínez Trelles; Antonio De Vicente Comesaña; José Antonio Julián Ballano; Francisco Javier Collado Azurmendi; Pablo
Garraza García; Eduardo Navarro Cañada; Ramón Ezequiel Martínez García; Antonio Conejo Salguero; Fidel Lázaro Aparicio; Emilio Juan Casanova López; Francisco Machio Martos; Rafael Gil Marín; Enrique Rúa Díaz; Francisco Arín Urquiola;
Guillermo Quintana Lacaci; Miguel Francisco Solaún Angulo; Pedro Ortíz de Urbina Garayalde; José Naranjo Martín; Bernardo Pérez Sobrino; José Verdú Ortíz; Jesús Alcocer Jiménez; Tomás Palacín Pellejero; Juan José Visiedo Calero; Antonio
Velasco Benito; Ángel Rodríguez Sánchez; Juan Flores Villar; Luis Ollo Ochoa; Diego Torrente Reverte; Ángel Zapatero Antolín; Manuel Vicente González Vilorio; Alberto Aznar Feix; Antonio Torrón Santamaría; Juan Rodríguez Rosales; José
María Martínez Martínez; Victoriano Collado Arribas; Agustín David Pascual Jove; José Luis Veiga Pérez; Vicente Gajate Martín; Juan Sánchez Sierro; Joseph Couchot; Mohamed Hamed Abderrahaman; Luis Alberto Asensio Pereda; Juan Enríquez
Criado; Francisco Javier Fernández de la Justicia; Pedro García Suárez; José Larrañaga Arenas; Enrique Casas Villa, senador del Partido Socialista; Agapito Sánchez Angulo; Ricardo Tejero Magro; Angel Facal Soto; Carlos Díaz Arcocha; Jesús
Ildefonso García Vadillo; Máximo Antonio García Kreinle; Luis Navarro Izquierdo; Juan José Uriarte Orúe; Máximo Díaz Bardera; Francisco Rivas López; Moisés Herrero Luengo; Alfredo Aguirre Belascoain; José Martínez Parens; Francisco Miguel
Sánchez; Esteban del Amo García; Juan García Jiménez; José Millarengo de Bernardo; Vicente Romero González-Calatayud; Eugenio Recio García; Ignacio Montes Abal; Estanislao Galíndez Llano -un hombre de mi pueblo a quien yo conocí con nueve
años, el cartero de mi pueblo-; Juan Merino Antúnez; Antonio Jesús Trujillo Comino; Fausto Escrigás Estrada; Agustín Ruiz Fernández de Retana; Fernando Amor Calvo; José Exposito Afán; Eugene Kent Brown; Clement Perret; Félix Gallego Salmón;
Isidoro Díez Ratón; Juan Manuel Ibarzabal Duque; Rafael Melchor García; José Herrero Quiles; Mario Manuel Leal Baquero; Juan Atares Peña; Alejandro Saenz Sánchez; Cristobal Colón de Carbajal Maroto; Manuel Trigo Muñoz; José Antonio Álvarez
Díez; José Ignacio Aguirrezabalaga de la Granja; Alberto Alonso Gómez; Juan José Catón Vázquez; Vicente Javier Domínguez González; Juan Carlos González Rentero; Juan Mateos Pulido; Enrique Moreno Arguilea; Manuel Fuentes Pedreira; Juan
Caballero Porral; Antonio Ramos Ramírez; Francisco Casillas Martín; Ricardo Sáenz de Inestrillas Martínez; Carlos Vesteiro Pérez -sabemos que estos dos crímenes se celebraron en alguna sede del PSC-; Carlos José Marrero Sanabria; Francisco
Muriel Muñoz; Carmelo Bella Álamo; Juan Ignacio Calvo Guerrero; José Calvo Gutiérrez; Miguel Ángel Cornejo Ros; Javier Esteban Plaza; Andrés Fernández Pertierra; Jesús María Freixes Montes; José Joaquín García Ruiz; Jesús Giménez Gimeno;
Ángel de la Higuera López; Santiago Iglesias Godino; Antonio Lancharro Reyes; Adrián González Revilla; Ignacio Mateu Istúriz -también entre nosotros está su hermano, si no me equivoco-; José María Picatoste González de Chavarri; Ángel Barceló
Naranjo; Ángel González Pozo; Rafael Garrido Gil; Daniel Garrido Velasco; María José Teixeira Gonçalves; Daniela Velasco Martínez de Vidaurreta; Julio Sánchez Rodríguez; Genaro García de Andoain Larrinaga; Francisco Royo Giménez; José
Antonio Peña Medina; José Ángel Ramos Saavedra; Manuel Rivera Sánchez; María Luisa Sánchez Ortega; Antonio González Herrera; Juan Fructuoso Gómez; Félix Peña Mazagatos; María Teresa Torrano Francia; Carmen Pascual Carrillo;



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Milagros Amez Franco; María Rosa Baldellou Mestre; Sonia Cabrerizo Mármol; Susana Cabrerizo Mármol; Felipe Caparrós Ubierna; Teresa Daza Cecilia; María Paz Diéguez Fernández; María Emilia Eyre Diéguez; Mercedes Manzanares Servitja;
María del Carmen Mármol Cubillo; Matilde Martínez Domínguez; Rafael Morales Ocaña; Mercedes Moreno Moreno; Consuelo Ortega Pérez; Luisa Ramírez Calanda; Luis Enrique Salto Viñuales -los últimos veinte o treinta asesinados lo fueron en
Barcelona, en Hipercor-; Bárbara Serret Cervantes; José Valero Sánchez; Xavier Valls Bauza; Jordi Vicente Manzanares; Silvia Vicente Manzanares; Pedro Galnares Barrera; Antonio Ángel López Martínez Colmenero; Antonio Ligero Hec; Rafael
Mucientes Sanz; Cristóbal Martín Luengo; Manuel Avial García; Federico Carro Jiménez; Vicente Montova Salazar; Wenceslao Maya Vázquez; María Cruz Yoldi Orradre; Antonio Mateo Melero; Pedro Ángel Alcaraz Martos -el hermano de uno de nuestros
compañeros diputados-; José Ignacio Ballarín Cazaña; Silvia Ballarín Gay; Esther Barrera Alcaraz y Miriam Barrera Alcaraz -sus sobrinas, unas niñas-; Rocío Capilla Franco; Capilla Tocado; María del Carmen Fernández Muñoz; María Dolores Franco
Muñoz; José Gómez Solís; José Pino Arriero; Silvia Pino Fernández; Pedro Ballesteros Rodríguez; Luís Azcarraga Pérez-Caballero; Francisco Espina Vargas; Antonio Gómez Osuna; Sebastián Aizpiri Leyaristi; Francisco Javier Zabaleta Azpitarte;
Antonio Fernández Álvarez; José Antonio Ferri Pérez; Pedro Antonio Fonte Salido; Martín Martínez Velasco; José Luis Barrios Capetillo; Francisco Herrera Jiménez; Ramón Bañuelos Echevarría; Julio Gangoso Otero; Juan José Pacheco Cano;
Cristóbal Díaz García; Jaime Bilbao Iglesias; Luis Delgado Villalonga; José Aldaolea Abaitua; José Antonio Barrado Recio; Engraciano González Macho; José Calvo de la Hoz; Juan Bautista Castellanos Martín; Juan Antonio García Andrés; José
Montes Gila; Luis Hortelano García; Manuel Jodar Cabrera; José María Sánchez García; Gregorio Caño García; Ignacio Barangua Arbues; José Martín-Posadillo Muñiz; Conrada Muñoz Herrera; Luis Reina Mesonero; Carmen Tagle González; José
Antonio Cardosa Morales; Juan Pedro González Manzano; José Ángel Álvarez Suárez; Eladio Rodríguez García; Ignacio Bañuelos Laso; José Martínez Moreno; Ignacio Pérez Álvarez; Aureliano Rodríguez Arenas; Ángel Jesús Mota Iglesias; Benjamín
Quintano Carrero; Elena María Moreno Jiménez; Miguel Paredes García; Virgilio do Nascimento Afonso; Francisco Almagro Carmona; Rafael San Sebastián Flechoso; José Lasanta Martínez; José Luis Hervás Mañas; Ignacio Urrutia Bilbao; José Manuel
Alba Morales; Luis Alberto Sánchez García; Carlos Arberas Arroyo; José Francisco Hernández Herrera; Daniel López Tizón; Ramón Díaz García; Juan José Escudero Ruiz; Juan Gómez Salazar; Eduardo Hidalgo Carzo; Miguel Marcos Martínez;
Francisco Pérez Pérez; Vicente López Jiménez; Luis Alfredo Achurra Cianca; Luis García Lozano; Isidro Jiménez Dual; Francisco Díaz de Cerio Gómez; José Edmundo Casañ Pérez-Serrano; Luis Arago Guillén; Manuel Echevarría Echevarría; José
Manuel Cruz Martín; María del Coro Villamudria Sánchez; Francisco Robles Fuentes; Francisco Álvarez Gómez; Juan Chincoa Ales; Francisco Cipriano Díaz Sánchez; Maudilia Duque Durán; Ramón Mayo García; Ana Cristina Porras López; Pilar Quesada
Araque; Nuria Ribo Parera; Rosa María Rosa Muñoz; Vanesa Ruiz Lara; Juan Salas Piris; Enrique Aguilar Prieto; Raúl Suárez Fernández; Valentín Martín Sánchez; Andrés Muñoz Pérez; Ricardo Couso Ríos; Donato Calzado García; Raimundo Pérez
Crespo; Manuel Pérez Ortega; Jesús Sánchez Lozano; Luis Claraco López; Pedro Domínguez Pérez; José Luis Jiménez Barrero; Carlos Pérez Dacosta; Francisco Gil Mondoza; Alfonso Menchaca Lejona; Francisco Cebrián Cabezas; José Luis Jiménez
Vargas; Víctor Puertas Viera; Francisco Carballar Muñoz; Eduardo Sobrino González; Juan Carlos Trujillo García; Fabio Moreno Asla -otro niño-; Pedro Carbonero Fernández; José Javier Urritegui Aramburu; Francisco Javier Delgado
González-Navarro; José Ángel Garrido Martínez; Arturo Anguera Vallés; Anseán Castro; Manuel Broseta Pont; Virgilio Más Navarro; Juan Antonio Querol Queralt; Francisco Carrillo García; Ramón Carlos Navía Refojo; Juan Antonio Núñez Sánchez;
Antonio Ricote Castillo; Emilio Tejedor Fuentes; Ángel García Rabadán; Eutimio Gómez Gómez; Antonio Ricondo Somoza; Julia Ríos Rioz; José San Martín Bretón; Enrique Martínez Hernández; Antonio José Martos Martínez; Juan José Carrasco
Guerrero; Aquilino Joaquín Vasco Álvarez; Juan Manuel Hélices Patino; José Manuel Fernández Lozano; Juan Manuel Martínez Gil; Antonio Heredero Gil; Ricardo González Colino; José Luis Luengos Martínez; Miguel Miranda Puertas; José Antonio
Santamaría Vaqueriza; José Ramón Domínguez Burillo; Emilio Castillo López de la Franca; Ángel María González Sabino; Javier Baró Díaz de Figueroa; Manuel Calvo Alonso; José Alberto Carretero Sogel; Fidel Dávila Garijo -familiar de otro
amigo-; Domingo Olivo Esparza; Pedro Robles López; Juan Romero Álvarez; Juvenal Villafañe García; Dionisio Herrero Albiñana; Joseba Goikoetxea Asla; Leopoldo García Campos; Fernando Jiménez Pascual; Vicente Beti Montesinos; José Benigno
Villalobos Blanco; Miguel Peralta Utrera; Juan José Hernández Rovira; José Manuel Olarte Urreizti; José Antonio Díaz Losada; César García Contonente; Joaquín Martín Moya; Francisco Veguillas Elices; José Santana Ramos; Alfonso



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Morcillo Calero; Rafael Leyva Loro; Gregorio Ordóñez Fenollar; Mariano de Juan Santamaría; Margarita González Mansilla; Eduardo López Moreno; Enrique Nieto Viyella; Jesús Rebollo García; Manuel Carrasco Almansa; Santiago Esteban
Junquer; José Ramón Intriago Esteban; Florentino López del Castillo; Félix Ramos Bailón; Martín Rosa Valera; Josefina Corresa Huerta; Luciano Cortizo Alonso; Fernando Múgica Herzog, del Partido Socialista; Francisco Tomás y Valiente,
expresidente del Tribunal Constitucional; Ramón Doral Trabadelo; Miguel Ángel Ayllón Díaz-González; Isidro Usabiaga Esnaola; Jesús Agustín Cuesta Abril; Eugenio Olaciregi Borda; Rafael Martínez Emperador; Domingo Puente Marín; Francisco
Arratibel Fuentes; Modesto Rico Pasarín; Francisco Javier Gómez Elosegi; Luis Andrés Samperio Sañudo; José Manuel García Fernández; Miguel Ángel Blanco Garrido -al que ya no conoce un 60 % de los jóvenes-; Daniel Villar Encisco; José María
Agirre Larraona; José Luis Caso Cortines, también concejal del Partido Popular en Irún; José Ignacio Iruretagoiena Larrañaga, concejal del Partido Popular en Zarautz; Ascensión García Ortiz y Alberto Jiménez-Becerril Barrio -el hermano y la
cuñada de una de las diputadas que hoy está también aquí con nosotros-; Tomás Caballero Pastor, concejal de UPN en Pamplona; Alfonso Parada Ulloa -también conozco a su hijo-; Manuel Francisco Zamarreño Villoria, concejal del Partido Popular en
Rentería -pude hablar con él muy poco antes de que lo asesinaran y que me transmitiera sus preocupaciones-; Pedro Antonio Blanco García; Fernando Buesa Blanco, dirigente del Partido Socialista en Álava, asesinado junto a Jorge Díez Elorza, que era
el escolta, el ertzaina, que le escoltaba; José Luis López de la Calle; Jesús Pedrosa Urquiza -estuve velando su cadáver durante toda la noche con un grupo de jóvenes en el Ayuntamiento de Durango-; José María Martín Carpena; Juan María Jauregui
Apalategi; José María Korta Uranga; Francisco Casanova Vicente; Irene Fernández Perera; José Ángel de Jesús Encinas; Manuel Indiano Azaustre, concejal del Partido Popular, asesinado en su tienda de golosinas en Zumárraga; José Luis Ruiz
Casado; Luis Portero García -tambien conocemos a los hijos-; Antonio Emilio Muñoz Cariñanos; Máximo Casado Carrera; Jesús Escudero García; Armando Medina Sánchez; José Francisco Querol Lombardero; Jesús Sánchez Martínez; Ernest Lluch Martín,
exministro del Partido Socialista; Francisco Cano Consuegra; Juan Miguel Gervilla Valladolid; Ramón Díaz García, cocinero; Josu Leonet Azkune; José Ángel Santos Laranga; Ignacio Totorika Vega; Santos Santamaría Avendaño; Froilán Elespe
Inciarte, concejal del Partido Socialista en Lasarte; Manuel Giménez Abad; Santiago Oleaga Elejabarrieta; Justo Oreja Pedraza; Luis Ortiz de la Rosa; José Javier Múgica Astibia, concejal de UPN en Leiza -a sus compañeros les hemos acompañado en
muchas ocasiones, a Silvestre Tubitur y a todos los que tuvieron que despedirle, a todos los que se lo robaron-; Mikel María Uribe Aurkia; José María Lidón Corbi; Ana Isabel Arostegi Legarreta; Javier Mijangos Martínez de Bujo; Juan Priede
Pérez, concejal del Partido Socialista; Cecilio Gallego Alaminos; Silvia Martínez Santiago; Juan Carlos Beiro Montes -también conocemos a su mujer-; Antonio Molina Martín; Joseba Pagazaurtundua Ruiz; Bonifacio Martín Hernando; Julián Embit
Luna; Diego Armando Estacio Civizapa; Carlos Alonso Palate; Raúl Centeno Bayón; Fernando Trapero Blázquez; Isaías Carrasco Miguel, exedil del Partido Socialista en Mondragón; Juan Manuel Piñuel Villalón; Luis Conde de la Cruz; Inaxio Uria
Mendizabal; Eduardo Antonio Puelles García; Carlos Saénz de Tejada García; Diego Salvá Lezaun -el hijo de uno de nuestros compañeros diputados- y Jean-Serge Néin.


De estos casi mil crímenes, señorías, hay más de trescientos que están sin resolver, es decir, que los ejecutores de aquellos crímenes, los chivatos, los que dispararon, los que dijeron a quién había que matar en cada pueblo, están hoy
libres; quizá puedan estar aquí sentados en esta tribuna algunos de los que señalaron a los que tenían que matar, votando hoy con este Gobierno. Nunca lo sabremos a ciencia cierta. Nunca lo sabremos, señorías, no se escandalicen, porque aquí se
ha garantizado la impunidad. Aquí nos vienen a hablar de la memoria histórica de hace un siglo, pero no quieren hablar de la memoria histórica reciente ni quieren hablar de aquellos con los que no se ha hecho justicia. Así que anoten estas mil
razones más para la moción de censura que nosotros presentamos, porque no podemos aceptar de ninguna manera y dejar de denunciar que hoy el Gobierno de España se esté sosteniendo en sus votos y que ustedes se pavoneen de ello cuando hacen
declaraciones a la prensa saliendo de aquí y diciendo que ustedes quitan y ponen Gobiernos; es mejor que quitar vidas, pero aquí todavía no se ha pagado, ha habido impunidad y hay más de trescientos crímenes sin resolver. Queremos para ellos
memoria, dignidad y justicia. Disfruten de la impunidad, porque pueden estar seguros de que esa impunidad se acabará.


Muchas gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie. Aplausos del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso y del Grupo Parlamentario Ciudadanos).



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La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Abascal. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, tiene la palabra el señor Matute García de Jalón.


El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Presidenta, señorías, arratsalde on guztioi.


Señor Abascal, ni en esto es original. Su pretendido golpe de efecto ya lo dio en 2013 Antonio Basagoiti, a la sazón dirigente del Partido Popular, del que usted proviene. Yo le voy a decir casi miméticamente lo que dije en los días
posteriores a esa misma intervención, la de la enumeración de todas las víctimas de ETA. Por respeto a todas las víctimas, a las que usted cita y de las que usted pretendidamente siempre se olvidará, porque no las considera víctimas, y para no
añadir más dolor a sus familiares, lo único que pido y voy a defender siempre es verdad, justicia y reparación para todas las víctimas, las de ETA, las de toda la violencia parapolicial y para todas las víctimas que siguen sin esclarecerse en el
Estado español. Eso es lo que nos diferencia a usted y a mí. En cualquier caso, yo no quiero parecerme a usted, porque yo no quiero utilizar a las víctimas para tapar la falta de argumentos políticos. Yo sí entro a este debate con argumentos
políticos. Y fíjese lo que es la política, que voy a entrar en este debate con una declaración muy clara. Subo a esta tribuna para pedir el voto a favor de la moción de censura de VOX. Me dirijo en concreto a la bancada derecha y muy española de
esta Cámara. Os aclaro que Euskal Herria Bildu ni quiere ni puede ni va a votar nunca una moción de censura que pretende llevar a los ciudadanos y ciudadanas de Euskal Herria y del Estado español hacia la involución y el retroceso de libertades,
pero creo que ustedes, señorías de las derechas variadas, señorías del Partido Popular, de Ciudadanos, de Navarra Suma y demás vestigios de la derecha española, deberían atreverse a dar el paso. (Protestas.-Rumores.-Un señor diputado: Dedícate a
pedir perdón).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Los ultrasonidos diríjanselos a Iker Jiménez, que sabrá interpretarlos, yo no. (Risas.-Rumores). En cualquier caso, el refranero español es muy sabio, y yo algo conozco el refranero castellano y hay una
expresión que dice: a palabras necias... termínenla ustedes. (Protestas).


La señora PRESIDENTA: Señorías, silencio, por favor.


El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Como les decía, yo creo que la gente en general está pidiendo a la clase política, a los que estamos en política, que actuemos con claridad y transparencia. Creo que es el momento de que ustedes se quiten
el disfraz de demócratas y se muestren tal como son. (Rumores.- Un señor diputado: Y tú). Este es un buen momento para que la gente vea que sus posiciones no son dispares ni tan siquiera desiguales de las que han presentado quienes hoy han traído
aquí esta moción de censura; no lo son sus diagnósticos ni tampoco sus soluciones. Así, tal vez puedan llevar a efecto en el conjunto del Estado español lo que ya vienen practicando en diferentes comunidades autónomas como Murcia, Andalucía o
Madrid, aunque aquí a veces lo dicen poco porque igual no quieren que se sepa demasiado. De este modo y con un Gobierno de concentración de la derecha extrema y la extrema derecha podrían llevar a efecto sus pretensiones. Piénsenlo, si no es mucho
pedir. Piensen si no les merece la pena votar a favor de la moción de censura y poder llevar así adelante su agenda; agenda que le voy a enumerar ahora. Yo les animo, señorías de la derecha, a que voten a favor de la moción de censura para
lograr, así, limitar aún más los derechos a la población LGTBI+ y llevar a efecto todos sus delirios, como el del manifestódromo de la Casa de Campo para los desfiles del Día del Orgullo; antes la Ley de Vagos y Maleantes, hoy relegarles a las
periferias y sacarles de la normalidad de nuestra vista para negarles su condición de personas con plenos derechos. Yo, desde luego, y nuestros compañeros y compañeras de Euskal Herria Bildu preferimos a la gente que el 28 de junio y otros días les
dicen en las calles aquello de 'Vuestro odio no cabe en nuestras calles'. Pero atrévanse a apoyarla para poder, así, dar rienda suelta a su persecución y criminalización de la población migrante, cuyo único delito es poner en riesgo su propia vida
para tener una vida que poder vivir. Yo les voy a decir una sola cosa sobre este tema (rumores)... Sí, una sola cosa, la van a tener que escuchar... (La señora Beltrán Villalba pronuncia palabras que no se perciben).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor. Señora Beltrán, por favor.



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El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Cualquiera de las personas que se juega la vida en un cayuco tiene más dignidad que todos los fascistas del mundo juntos. (Una señora diputada: Que tú.-Aplausos.-Un señor diputado: ¡Venga!-Rumores). Esos
que ustedes llaman extranjeros de forma despectiva y que deja de ser despectivo cuando quien es extranjera tiene títulos nobiliarios -parece-, esos que ustedes llaman extranjeros, como digo, de forma despectiva o incluso con acrónimos para no decir
que están hablando de menores a los que criminalizan, como cuando dicen MENA, son la realidad que vivimos. Y nosotros ahí nuevamente les volvemos a decir que preferimos seguir anclados en aquello que decía la izquierda independentista vasca de que
vasco o vasca es todo aquel que vive y trabaja en Euskal Herria o aquello otro que ya se ha dicho en esta tribuna de que ningún ser humano es ilegal.


Sean valientes y apoyen la moción. Así podrán poner fin a cualquier política que arrincone al patriarcado y restituya derechos a las mujeres avanzando en la senda de la igualdad efectiva y real entre mujeres y hombres. Ya coinciden en
culpar al 8 de marzo de todos los males actuales y en negar la propia existencia de la violencia patriarcal. Pues nosotros y nosotras seguiremos gritando junto al movimiento feminista que ni una menos. Muestren su apoyo porque así estarán más
cerca de lograr la supresión de los escasos derechos que tiene aún la clase trabajadora y conseguir, así, su sueño de obreros y obreras sumisos y obedientes y, si hace falta, una nueva reforma laboral. Coinciden ya a la hora de blindar los
privilegios de las grandes fortunas con una fiscalidad hecha a medida de estas. Háganlo ahora también. Ustedes, todos ustedes de la derecha española, señorías, son aquellos que piensan que la riqueza la producen los empresarios. Nosotras y
nosotros creemos que la riqueza la producen los trabajadores. Será porque sabemos que pertenecemos a la mejor de las clases, la clase obrera.


Su voto reunido, el de las derechas españolas, puede servirles, así, para seguir distrayendo al personal señalando con el dedo la okupación mientras ocultan la luna de los fondos buitres y los desahucios. Por nuestra parte, preferimos
seguir denunciando a quienes especulan con un derecho como el de la vivienda. Ni casas sin gente ni gente sin casas. Intenten que prospere la moción de censura. Así se tapará su responsabilidad directa y de sus políticas en la dramática situación
de la sanidad pública a la que fueron debilitando y hoy la sociedad paga sus consecuencias. En estos tiempos de pandemia no hacen falta ni más curas ni más militares, hacen falta más sanitarios. Apoyen la moción, porque no difieren demasiado en la
pretensión de recortar el autogobierno y/o suprimiendo, si fuera el caso, los propios estatutos de autonomía, con o sin 155. En Euskal Herria Bildu seguiremos trabajando para recuperar nuestra soberanía, toda nuestra soberanía para Euskal Herria y
para sus gentes.


Piénsenlo bien, señorías de las derechas, ya que de este modo podrían obligarnos, o intentarlo al menos, a besar la bandera española o al recluta forzoso a todas horas. Nosotras y nosotros preferimos mantenernos desobedientes e insumisos.
(Un señor diputado: ¡Muy bien!). Si sumaran sus votos, estarían más cerca de lograr arrinconar y perseguir todas las culturas y lenguas diferentes al español, so pena de herejía. El español para que no se pierda, por encima de todo: del euskera,
del catalán, del gallego, del asturiano, del aragonés, del llionés y demás lenguas. Les voy a decir una cosa, no tienen tanto que temer. Cualquier alumno de la escuela pública vasca o de la escuela vasca en general que curse sus estudios
íntegramente en euskera, como mis propios hijos en modelo D, saben manejar el castellano mejor que muchas de sus señorías. (Una señora diputada: Mejor que tú, sí). Reparen también en que con su apoyo podrían renovar ad eternum el Concordato con
la Santa Sede vaticana. Nosotros y nosotras, por un carácter laico será, estaríamos más dispuestos a rescindir este eterno contrato de permanencia que tanto está costando a los bolsillos de los y las ciudadanas. Voten sí y lleven a la práctica su
pretendida tesis que remarca que votar es el ejercicio más peligroso que se puede hacer y que todo castigo es poco. Solo podemos decirles que desde Euskal Herria Bildu seguiremos defendiendo más urnas y menos porras.


Sean patrióticos y monárquicos y voten a favor, de ese modo podrán imponer el culto obligatorio a la monarquía y a la dinastía borbónica y decretar por ley una amnesia sobre sus andanzas. Otros y otras seguiremos defendiendo la euskal
errepublika, la república vasca. Aúnen su voto y lleven a efecto así su pretendido cierre a la memoria histórica. Podrán de ese modo hacer pasar como normal que retiren placas a militantes antifascistas o a poetas como Miguel Hernández o que
Lorca, para vergüenza de todos y de todas, siga enterrado en una cuneta. Desde nuestras posiciones seguiremos clamando verdad, justicia y reparación, como le he dicho al inicio, para todas las víctimas. Apoyen y den un paso grande en su pretensión
de prohibir e ilegalizar partidos políticos democráticos, el nuestro, el de los señores del PNV, Podemos, Partido Socialista, ERC, BNG y todos los que me olvide. Háganlo, si esa es su concepción de la democracia; solo caben ustedes en su
concepción de la democracia porque es así de estrecha. Se lo dije una vez y se lo volveré a decir: nuestros sueños no caben en sus leyes. Y como decía Periko Solabarria: 'Si no nos



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dejan soñar, no les dejaremos dormir'. Porque, en definitiva, señorías de la derecha, uno de sus principales objetivos, el que a buen seguro más de una vez han anhelado en sus respectivos nidos del águila, es el de acabar con la izquierda
independentista vasca, no por lo que somos... (La señora Beltrán Villalba pronuncia palabras que no se perciben). Muchas gracias por su sinceridad, con usted ya acabaron los ciudadanos navarros, que no le votaron. (Rumores). Como decía... (La
señora Beltrán Villalba pronuncia palabras que no se perciben). Sí, tuvo que buscar cobijo en Madrid porque allí no salió.


La señora PRESIDENTA: Señora Beltrán Villalba, por favor. Ruego silencio.


El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Como decía, su sueño, el que cavilan en sus nidos del águila, es acabar con la izquierda soberanista independentista vasca, pero no es tanto por lo que somos los que aquí estamos, por las cinco personas que
hoy estamos aquí; no es por eso, es porque ustedes no han podido en ochenta años doblegar a un sector social y político de nuestro pueblo que se declara abiertamente antifascista, independentista y de izquierdas. (Rumores). No pudieron y no van a
poder. Y digo que ese es su objetivo pero sería más justo si dijera que es el objetivo que les mandan sus patrones, porque ustedes son las fuerzas de choque -todas las derechas- de un gran patrón, de un gran amo, las oligarquías del Estado español,
las mismas que han decidido hacer una unidad de destino en lo universal o una unidad de mercado en lo universal del Estado español para convertirlo en una cárcel de pueblos y en un lugar donde se trituran los derechos de la clase trabajadora.


Termino dirigiéndome a las fuerzas políticas que votaron, o votamos, la moción de censura contra M. Rajoy, creo que se llamaba. Pensemos en qué más podemos hacer como ya se ha hecho en el Parlamento vasco para que la ultraderecha no marque
la agenda política del Estado español, porque si la ultraderecha manda y marca la agenda política del Estado español quienes sufren son las clases populares del Estado español y por extensión, porque todavía estamos en el Estado español y espero que
no por mucho tiempo, de Euskal Herria. Así pues, señorías de las derechas, voten, que aun uniendo sus votos tienen menos futuro en esta moción de censura que un representante de España en el Festival de Eurovisión. Pero voten aun y con todo para
que se demuestre que son minoría y que si depende de Euskal Herria Bildu lo serán por muchas décadas más. En resumen, y como dice un buen amigo: Al fascismo, ni agua. Y si tiene sed, polvorones. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Matute. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), tiene la palabra el señor Esteban Bravo.


El señor ESTEBAN BRAVO: Señora presidenta, señoras y señores diputados, no vamos a contribuir a un uso espurio del instrumento parlamentario de la moción de censura por parte de un partido político que presenta un candidato por eliminación,
porque no les quedaba ningún otro, después de las calabazas que habían recibido de otras personas a sus ofrecimientos. Un candidato que no aspira no ya a conseguir ser investido ni a gobernar, como ha hecho explícito, sino ni siquiera a conseguir
el apoyo de ningún grupo político; que, consecuentemente, no presenta un programa para el entendimiento entre diferentes y lograr una mayoría parlamentaria, sino una mezcolanza de ideas simplonas y contradictorias para la siembra de cizaña y odio;
que únicamente busca con esta iniciativa minutos -muchos- de televisión; que declara que el régimen de Franco fue mejor que el Gobierno actual. Un candidato cuya propuesta de Gobierno consiste en ilegalizar a quienes no le gustan, incluido mi
propio partido. Un candidato que presenta una moción de censura inútil en plena pandemia y en mitad de una crisis económica y social galopante, y lo hace con el único propósito confesado de convocar elecciones que complicarían aún más el panorama,
retrasando la toma de decisiones. Abascal no es un candidato, es el no candidato, y el Partido Nacionalista Vasco no contribuirá a dar protagonismo a esta patochada de moción de censura. Evidentemente, votaremos no. Puede pasar el siguiente
turno, señora presidenta, y utilizar los 29 minutos que no he utilizado yo. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Esteban. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchas gracias, señora Gil.


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, algunos de ellos puestos en pie).



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El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Abascal Conde): Evidentemente, no voy a replicar a su intervención porque prácticamente no ha dicho nada; voy a replicarles a ustedes. En primer lugar, ¿cómo que Grupo Parlamentario Vasco?
¿Qué es eso de que ustedes solo representan a los vascos? Ustedes han venido siendo en esta Cámara los niños mimados del bipartidismo. Aquí ha habido diputados vascos del Partido Socialista, del Partido Popular y más pronto que tarde los habrá de
VOX, que también son vascos. Yo también lo soy, pero he sido elegido por la circunscripción de Madrid. ¿Qué es eso de que ustedes se arroguen la patrimonialización del pueblo vasco? Es como si nosotros viniéramos aquí y registrásemos VOX, grupo
parlamentario español. Nosotros pensamos que ustedes están haciendo cosas que traicionan al conjunto de los españoles, pero no se nos ocurre decirles que ustedes no son españoles. Es más, a los que dicen que no lo son les llamamos renegados, pero
decimos que son españoles. ¿Y cómo se ha podido tolerar aquí durante cuarenta años que ustedes se llamaran Grupo Parlamentario Vasco? Eso cambiará tarde o temprano también. (Aplausos).


Usted solo ha dicho una cosa de esta moción de censura y ha sido hacer una referencia al uso espurio de la moción de censura. ¿Pero nos quieren convencer de que ustedes no están haciendo un uso espurio permanente de las instituciones para
socavar la Constitución y para ir poco a poco destruyendo la unidad y la concordia entre los españoles, que es lo que han hecho durante toda la democracia? ¿Y se atreven a decirnos que hacemos uso espurio de una moción de censura? Esto me sirve
para una reflexión que suelo hacer sobre ustedes y es que vienen aquí a hacer complejísimas disquisiciones jurídicas. Suben a la tribuna con aires de hombre de Estado, se pasean por los salones de Madrid, unos y otros les han estado dando palmadas
durante mucho tiempo, pero ustedes solo representan la traición como forma de hacer política, desde su fundación por un lunático, como Sabino Arana, que todavía tiene monumentos y avenidas en Bilbao, hasta la traición que hicieron ustedes en Santoña
a la República, pasando por la traición al señor Rajoy, al que un día le aprobaron los presupuestos y al día siguiente le hicieron una moción de censura. Y, por supuesto, la traición a una parte importantísima de la sociedad, porque ustedes han
jugado con ventaja. Han hecho avanzar su agenda política con la acción de los otros y mientras unos golpeaban el árbol, otros recogían las nueces. Ustedes no son serios y por eso le he dicho esta mañana que ustedes han actuado en la política como
extorsionadores, con aires muy educados y bien vestidos, con traje y con corbata. Y siempre han jugado a dos barajas, porque ustedes el otro día decidieron en un pacto con Bildu que iban a ningunear a la diputada de VOX en el Parlamento vasco y que
cuando ella hable, ustedes no hablan. Pues haber hecho hoy lo mismo, haber sido coherente. Y sí, hemos planteado la ilegalización de los partidos separatistas, pero no porque estemos en contra del pluralismo político, sino porque el pluralismo
político no puede ser una excusa para destruir la ley fundamental, para destruir la Constitución y para destruir la unidad en la que se basa nuestra Constitución. Muchas gracias, señor Esteban Bravo. (Aplausos de las señoras y los señores
diputados del Grupo Parlamentario VOX, algunos de ellos puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Arrimadas García.


La señora ARRIMADAS GARCÍA: Gracias, señora presidenta.


Permítame que las primeras palabras que dirija hoy a esta Cámara sean en recuerdo de nuestro compañero Joan Mesquida, porque quiero agradecer muy sinceramente las muestras de cariño que hemos recibido de parte de casi todos los grupos
políticos de esta Cámara. El hecho de que personas de ideologías tan diferentes y partidos tan diferentes hayan llorado su muerte es una muestra clara de la magnífica persona que era. Así que te vamos a echar mucho de menos, compañero.
(Aplausos).


No lo parece viendo los debates en el Congreso y viendo especialmente el debate de hoy, pero ayer murieron en este país 218 personas, repito 218 personas; es como si un avión lleno de pasajeros con su tripulación se estrellara en este país
cada día. En lo que llevamos de pandemia ha habido más de 50 000 personas fallecidas, solo en la última semana han muerto 550 personas. Estamos llegando a un momento en el que hemos normalizado el dolor y la tragedia en este país. Ahora mismo hay
13 288 personas ingresadas, son 13 288 familias preocupadas, personas con miedo y personas que no saben si realmente van a poder salir de esta. Pero es que hay 1911 personas ingresadas en la UCI debatiéndose -literalmente- entre la vida y la
muerte. Me gustaría hablar de algo de lo que no se habla nunca y es de las personas que han superado el coronavirus, que no han fallecido por el coronavirus, pero que van a tener probablemente para siempre graves secuelas. (La señora
vicepresidenta, Pastor Julián, ocupa



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la Presidencia). Algunos han tenido que aprender a hablar después de meses intubados, algunos van a tener afectaciones cardiacas para siempre y el miedo de que algún trombo acabe cualquier día con su vida. Por supuesto, podríamos hablar de
las pérdidas económicas sin precedentes que están sufriendo las familias españolas. En esta crisis van a arruinarse miles, centenares de miles de familias de la clase media y trabajadora de este país. Nunca en las últimas décadas las personas
mayores de nuestro país habían tenido tanto miedo y tanta pena como en los últimos meses. Asimismo, hay una generación de personas jóvenes que va a sufrir una segunda gran crisis en pocos años. Hay muchos jóvenes en este país que todavía no han
podido formar una familia, que todavía no han podido comprarse una casa, que todavía no han podido establecerse en el mercado de trabajo y que han sufrido la crisis del 2008-2010 y que están sufriendo también la crisis del coronavirus; muchos
jóvenes que pensaban volver a España algún día, no van a poder volver, y muchos jóvenes que no querían irse de España van a tener que irse. Esta es la realidad de España y, como dicen las redes, mientras tanto en el Congreso de los Diputados
asistimos a un discurso que ya ha sido calificado por la prensa internacional como un debate tóxico. Mientras tanto, tenemos que escuchar en el Congreso de los Diputados lecciones de democracia de gente como Bildu o la CUP, o discursos
absolutamente trasnochados de virus chinos, de conspiraciones masónicas de Soros, o decir: no nos vamos a meter en responder a provocaciones pero al final acaban llamando depredador y fascistas. Y aún queda la señora Lastra, aún queda la señora
Lastra y los representantes de Podemos. Esto es una burbuja -esto es una burbuja- que no se parece en nada al miedo de las familias, a la preocupación de las familias o al dolor de las familias. Yo no hace tanto tiempo que estaba al otro lado de
la televisión, en una empresa privada, en un trabajo como trabajadora por cuenta ajena normal, viendo los debates del Congreso, y me acuerdo perfectamente de la vergüenza que a veces se sentía -y miren que no era la crispación de ahora- cuando
veíamos algunos debates alejados de la realidad. ¿Qué pasa? Que algunos de los que han hablado hoy o hablarán mañana no han trabajado en su vida fuera de la política, por tanto, no se pueden acordar de la vergüenza que uno siente a veces cuando
escucha debates políticos porque nunca la han sentido, porque llevan toda la vivida viviendo en la política.


Esta moción de censura durará no se sabe exactamente, pero unas trece, catorce, quince o dieciséis horas; en este momento muere un español cada siete minutos por coronavirus, en lo que dure esta moción de censura habrán fallecido 130 o 150
españoles más. La segunda ola de la pandemia ya está aquí, ya está entrando por los hospitales, por las urgencias, por los centros de salud, por algunas residencias de ancianos; ya está aquí, y es una vergüenza que esta segunda ola no se haya
aprovechado como una segunda oportunidad para hacer bien los deberes. Otros países que fueron de los peores en sufrir la primera ola se pusieron las pilas, hicieron los deberes y hoy no son los países que peor enfrentan esta segunda ola. Pero aquí
estamos otra vez y en circunstancias peores, porque los sanitarios están cansados, porque las familias están sin fuerzas, porque los autónomos están sin ahorros y porque ya una vez más se están reprogramando operaciones y pruebas diagnósticas en los
hospitales. Y esta situación afecta a votantes de todos los partidos. Se han muerto en España votantes de todos los partidos que estamos representados aquí; votantes de partidos que no llegaron a tener representación; personas que no han votado
nunca, y les auguro, señoras y señores diputados, que hay muchas personas que no van a volver a votar en su vida a nadie porque están cansados de los debates estériles de la política.


Esta crisis va a ser un antes y un después para la humanidad, sí, pero va a ser un antes y un después sobre todo para los países que peor han atajado este problema, como es España. Nosotros -nuestra generación- vamos a tener que explicar a
nuestros hijos y a nuestros nietos qué hicimos durante la pandemia. Igual que muchas veces hemos escuchado a nuestros padres y a nuestros abuelos que nos han contado sus experiencias de la Guerra Civil, de la Dictadura, del 23-F o de sucesos no tan
negativos sino todo lo contrario, como la Transición o la caída del Muro de Berlín, nosotros vamos a tener que explicar qué hemos hecho durante la pandemia, nosotros especialmente que estábamos en ese momento en política. (El señor vicepresidente,
Rodríguez Gómez de Celis, ocupa la Presidencia). Yo creo que nos van a juzgar a todos; el dedo acusador de la historia nos va a juzgar a todos, al Gobierno por supuesto, pero a la oposición también.


Hoy estamos en un debate de una moción de censura y es un mecanismo constitucional y legítimo, eso no lo dudamos. Yo quiero explicarle a la gente de buena fe que se pregunta: pero si el Gobierno lo ha hecho tan mal, ¿por qué Ciudadanos va
a votar que no a esta moción de censura? Pues bien, hay muchos motivos por los que vamos a votar que no a esta moción de censura, iré del menos importante al más importante. El menos importante es que esta moción de censura no va a salir, no es
relevante como motivo; hay muchas



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mociones de censura que se han presentado sabiendo que no iban a salir. No, no, no es el principal motivo. Las mayorías son las mismas, pero hay motivos mucho más importantes. El segundo motivo: Nos tenemos que preguntar quién sale
beneficiado de esta moción de censura. Normalmente las mociones de censura se hacen para debilitar al Gobierno, para mostrar el rechazo y para proponer un proyecto y un candidato alternativo. Pues bien, ¿no se han percatado de lo felices que están
hoy los señores socialistas, los señores de Podemos y sus socios nacionalistas? ¿No se han percatado de que el señor Sánchez a duras penas ha podido contener la euforia de saber que esta moción de censura simplemente es un regalo para él? ¿Les
llamó Iván Redondo, señores de VOX, para proponerles una moción de censura? Porque parece sacado de un plan de Iván Redondo. ¿Por qué? Porque la confrontación es la gasolina de este Gobierno. Este Gobierno de Iglesias y de Sánchez necesita
confrontar a los españoles y dividirnos para mantenerse en el poder. No hay nada más eficaz para pegar a esa mayoría Frankenstein que ponerles delante una alternativa de confrontación, una alternativa que no aúna a los españoles. Creo,
sinceramente, que nos tenemos que hacer hoy las preguntas adecuadas porque hoy no se está votando si queremos que el señor Sánchez y el señor Iglesias gobiernen este país, no, eso ya lo votamos en una sesión de investidura. Si la pregunta fuera si
nos parece bien o mal este Gobierno, evidentemente la respuesta sería otra. Si la pregunta fuera si creemos que este Gobierno ha gestionado con competencia la pandemia, la respuesta sería evidente. Si nos preguntan si creemos que este Gobierno
tiene una agenda ideológica clara que la quiere imponer incluso en medio de la pandemia, le responderíamos claramente y sin problemas que sí. Pero lo que se está votando hoy aquí es una moción de censura que tiene un candidato alternativo y un
programa alternativo supuestamente. A los que dicen que este Gobierno es un peligro, lo dijimos hace muchos meses. Propuse una vía alternativa para que este Gobierno no se formara, señor Abascal, había 221, no sé si usted la recuerda. Apelamos a
votantes socialistas que pudieran recuperar los valores del socialismo constitucionalista. Hicimos una oferta para que el Partido Popular, el Partido Socialista y nosotros sumáramos una amplísima mayoría constitucionalista. ¿Qué hicieron ustedes
para evitar que este Gobierno se formara? Porque la sensación que tuvimos muchos de nosotros, que veíamos venir, sin saber lo de la pandemia, los problemas que este Gobierno podía generar, era que otros en la oposición estaban frotándose las manos,
que gobiernen, que lo hagan mal y que destrocen España que ya vendremos nosotros luego a gobernar sobre las cenizas. Y nosotros decíamos, no, no es que tenemos miedo de que no queden ni las cenizas para después poderlas gobernar. Y es, además, una
tendencia que nos ha hecho mucho daño, de verdad, en este país: que los que están en la oposición se alegran de que el Gobierno gestione mal, se alegran de que ocurran desgracias porque son motivos más para que luego a mí me voten y así poder
llegar al poder y, desde luego, a las fuerzas políticas que han estado en el Gobierno, les ha dado igual si gestionan mal o bien, lo único que tienen que hacer es tapar la mala gestión, que nadie se entere de las cosas que hemos hecho. Pues bien,
nosotros creemos que se puede hacer política de otra manera y creemos además que nos pagan el suelo también cuando estamos en la oposición.


Hay otro motivo por el que vamos a votar que no si los anteriores no fueron suficientes a esta moción de censura y es el momento en el que se presenta. Estamos en la peor pandemia que va a recordar nuestra generación y ahora de lo que
tendríamos que hablar es de qué podemos hacer para salvar vidas porque estamos en medio de la tragedia, estamos en medio de la tragedia, el accidente se acaba de producir. ¿Qué tenemos que hacer? Poner a la gente a salvo. ¿O nos vamos a ir al que
ha provocado el accidente a ver si le podemos sacar algo? Tenemos que salvar vidas, salvar empleos, porque lo que propone usted exactamente ¿qué es? ¿Irnos a elecciones dentro de cincuenta y cuatro días? ¿Sacar a millones de españoles otra vez a
la calle en medio de la pandemia? ¿Eso es una solución en medio de una tragedia? Creo que no y el principal motivo por el que vamos a votar que no es porque en nuestro país las mociones de censura son constructivas.


Me gusta la democracia española, me siento muy orgullosa de nuestro país, de nuestro sistema democrático y una de las cuestiones que se garantizan en nuestro sistema democrático es que cuando uno hace una moción de censura tiene que
presentar un proyecto alternativo, tiene que presentar un para qué, no solo qué mal lo hacen, sino qué voy a hacer yo. No solo no le quiero como presidente, sino por qué ustedes tienen que votarme a mí como presidente. Yo le voy a decir, con mucho
respeto a los cuatro millones de votantes de su partido -comparto la indignación cuando algunos se atreven a llamar fascistas o franquistas a cuatro millones de españoles-, qué concepto tan malo tienen de España algunos que se creen que en este país
hay cuatro millones de fascistas. Por eso le voy a decir nuestras diferencias con pleno respeto.


Yo respeto a sus votantes, pero su modelo de España y de Europa no tiene nada que ver con el que yo defiendo. Nada. Usted ve a España en una lucha de izquierdas y derechas. Yo veo que el gran debate



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que tenemos ahora mismo es el debate entre democracias liberales y populismos. Usted cree que los votantes que no son de su partido son necesariamente enemigos, y yo creo que todos somos compatriotas. Pero además es verdad que este
Gobierno divide a los españoles entre buenos y malos, es verdad. Es verdad que este Gobierno, si tú no votas a los partidos del Gobierno o los partidos que ayudan a este Gobierno a llegar al poder, entonces ya eres un fascista, ya eres un
franquista, ya un día te llamarán, no sé, taxidermista. Pero piensen lo que ustedes están proponiendo, porque usted nos están llamando a nosotros traidores. Sí, su candidato de Cataluña, que para eso han montado esta moción de censura, para que
alguien empiece a conocer un poco a su candidato a las elecciones catalanas, nos ha llamado traidores. Si para ustedes son malos españoles los que votan a partidos que están en el Gobierno o que apoyan al Gobierno y los que estamos en la oposición,
y nada más que los españoles españoles son ustedes porque los demás somos traidores, ¿que España les queda? Le voy a dar nombres que ustedes, no sé si usted o alguno de ustedes, han tildado de traidores: Felipe González, Aznar, Carlos Iturgaiz,
Arturo Pérez-Reverte, Pedro J. Ramírez, Carlos Carrizosa... Hoy incluso su compañero apelaba al sentido constitucionalista de mi compañero Edmundo Bal. ¿También Edmundo Bal es un traidor? ¿También yo soy una traidora? ¿Quién va ser más traidor?
¿Don Pelayo va a ser traidor, señor Abascal?


No comparto su modelo de familia, su imposición de modelo de familia, su concepto de familia. Para usted hay familias normales y otras familias. Para mí hay familias iguales y me da igual qué modelo tengan. Ustedes niegan debates y
problemas que son una evidencia, a veces algunos una evidencia científica. Ustedes están cómodos en la crispación y yo lucho cada día para que superemos la crispación, porque, si no, la crispación va a ser un tsunami que va a arrasar España, y
tenemos muchos ejemplos históricos para saber cómo acaba la historia cuando nos dividimos en bandos.


Usted ha hecho un discurso hoy claramente antieuropeísta. Su Europa no tiene nada que ver con la mía. Para usted es un problema Europa, ha dicho una frase que es literal a la que dijo en su momento Puigdemont: que era un grupo de Estados
burócratas. Para mí Europa es libertad y es futuro. Para usted Europa se basa en una identidad, Europa blanca y cristiana. Para mí lo que nos une en Europa son derechos y libertades, no es una identidad excluyente. Usted habla de Europa en
tercera persona: Europa nos roba, Europa nos impone. Es que España es Europa, es que las ayudas europeas no son unas ayudas que vienen de Marte para ayudarnos a nosotros los pobrecitos, las ayudas de Europa son Europa ayudando a Europa, porque
España es el corazón también de Europa. Nuestros socios europeos no tienen nada que ver con los suyos. Ya sabe quiénes son nuestros socios europeos, los liberales. Además hemos impulsado acuerdos amplios en Europa, muy beneficiosos para los
europeos, entre socialdemócratas, liberales y conservadores. Sus socios son Le Pen, Orban o Kaczynski. Ustedes defienden un falso proteccionismo: cerremos la economía, tengo miedo, pongamos aranceles. No, el problema ahora mismo, señor Abascal,
es que el proteccionismo no protege, pero el aislacionismo sí que aísla. Nosotros confiamos en un proyecto europeo, no basado en la identidad, sino basado en valores, derechos y libertades.


Me ha preocupado mucho su deriva de atacar ahora también al Tribunal Constitucional. ¿Usted también, señor Abascal? Yo pensaba que eso era solo de separatistas y de gente que está perseguida por la justicia, atacar a los jueces; pero,
ustedes también. Miren, me ha preocupado mucho, además, que ustedes defienden el modelo de Justicia de Polonia. El otro día, el señor Espinosa de los Monteros hacia un tuit diciendo: No, no, lo de Polonia no tiene nada que ver con España, porque
-atención al argumento- en Polonia lo llevaban en el programa electoral y la gente lo votó. Me ha recordado al separatismo. Es decir, si en el programa electoral llevas que vas a controlar desde el Gobierno a los jueces, entonces, está bien. No,
no, me da igual qué barbaridad lleves en el programa electoral. Si es una barbaridad, no se puede llevar a cabo y punto. Y eso sirve para los separatistas y sirve para cualquier otro partido.


Pero, miren, las mociones de censura son constructivas en este país, y usted debería haber presentado un proyecto económico, un proyecto social, un proyecto de reformas. No hay proyecto económico. El único proyecto económico es que el
Gobierno pague todas las nóminas y que en Europa, ¡ojo!, que no se metan en nuestra soberanía. Miren, sinceramente, señor Abascal, respeto muchísimo a los cuatro millones de votantes, pero ¿sabe lo que creo? Que ustedes lo que canalizan muy bien
es la indignación y el cabreo; y hay motivos suficientes y más para estar cabreados e indignados. Si la pregunta hoy es si estamos cabreados por la situación, la respuesta sería sí; si la pregunta hoy fuera ¿estamos indignados otra vez de ser el
país que peor ha gestionado la crisis? La respuesta sería sí. Pero es que la pregunta no era si estamos indignados o cabreados; es ¿queremos al señor Abascal de presidente del Gobierno y al programa de VOX como proyecto de país? Y a eso la
respuesta es no, porque la indignación y el cabreo son sentimientos legítimos, que compartimos indudablemente, pero no es un proyecto político, señor Abascal. La indignación y el cabreo



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no es un proyecto político; es un sentimiento legítimo, más justificado que nunca en un momento como este. Por eso, le digo que podemos compartir muchas cosas del diagnóstico.


Luego, se ha ido un poco por Soros, por Trump, y ahí ya me he perdido, pero ha hecho una enumeración de errores del Gobierno de gestión de esta pandemia; lo comparto. Ha hecho también un recordatorio de las cacicadas que pretenden imponer
en medio de esta pandemia; lo comparto. A mí, seguro que como a usted, se me revuelven las tripas escuchando a algunos dar lecciones de moralidad, con las siglas de Bildu y de la CUP, seguro que lo compartimos. De hecho, le quiero agradecer el
homenaje que ha hecho usted leyendo nombre por nombre a las víctimas de ETA; me ha parecido un homenaje digno de recuerdo y que consten para siempre en el Diario de Sesiones del Congreso todas y cada una de las muertes y de las víctimas de la banda
terrorista ETA. En eso podemos estar de acuerdo, señor Abascal. Pero hoy debatimos una alternativa al Gobierno; y yo le digo que la alternativa a la mala gestión de la pandemia, por parte de estos señores, ¡no es llamar a hacer una manifestación
en un autobús descapotable eufóricos como si estuviésemos celebrando la copa del mundo! No es una alternativa.


La alternativa a los ataques del rey no es echar de menos la dictadura. ¡Para mí no es ninguna alternativa! La alternativa al populismo de Podemos no es el falso proteccionismo y el antieuropeísmo que le hemos escuchado hoy aquí, señor
Abascal. La alternativa a la cacicada que quieren hacer con la justicia no es defender esa cacicada, pero la defiendo en Polonia porque son los míos y llevaban esa cacicada en el programa electoral. Eso no es una alternativa. La alternativa al
relato lamentable que asume este Gobierno de lucha armada de ETA, que incluso el presidente del Gobierno puso un tuit recordando a Joan Mesquida hablando de lucha armada para ETA... ¡Si lo viera Joan Mesquida! La alternativa a eso o hablar de
presos vascos en vez de presos etarras no es decir que todos los que vamos a votar que no a su moción somos aliados de los batasunos. ¡Es que eso no es una alternativa!


Yo creo que no solo hay que defender a España; hay que defender un modelo de España; hay que decir qué modelo de España queremos. Y yo defiendo a España sin complejos; yo defiendo al jefe del Estado sin complejos; y yo defiendo la
democracia de mi país de aquellos que la quieren romper sin complejos. Pero mi España, señor Abascal, es mucho más moderna, más libre y más unida de la que ustedes han presentado hoy aquí; mucho más.


¿Podemos tener cosas que nos unen? Sí. ¿Tenemos ante nosotros una amenaza real de que se socaven las libertades, de que se deterioren las instituciones de nuestro país? Sí, y yo creo que en un momento como este España necesita un
liderazgo y un proyecto que vuelva a unir a los españoles, que defienda a nuestro país, que defienda las libertades y los derechos por los que tanto lucharon nuestros padres y nuestros abuelos; sí. Creo que hay una alternativa a este Gobierno de
Sánchez e Iglesias, un Gobierno, por cierto -insisto-, que nosotros intentamos que no se formara mientras otros comían palomitas esperando que 'cuanto peor, mejor', que ya nos tocará a nosotros gobernar sobre las cenizas. España necesita ese
liderazgo y ese proyecto pero, señor Abascal, ni usted es ese líder ni VOX es ese proyecto, y yo creo que usted lo sabe mejor que nadie. Y no hace falta insultar ni criminalizar, ni despreciar a los cuatro millones de votantes y de españoles a los
que ustedes representan.


Usted ha repetido la palabra patriotismo. Mire, yo creo que ser patriota implica muchas cosas: implica muchas veces hacer lo que sabes que es lo correcto para tu país aunque sabes que es lo difícil. A mí durante la pandemia me ha tocado
hacer cosas muy difíciles, señor Abascal, pero le garantizo que las he hecho porque sé que son las correctas. Y ustedes, mientras nosotros hacíamos esto, nos han llamado traidores, nos han llamado vendidos. Si nosotros ya somos traidores -insisto-
es que a usted no le va a quedar ni don Pelayo, señor Abascal. Pero durante la pandemia creo que ser patriota -insisto- no es llamar a que la gente salga a las calles y hacer manifestaciones, y lo digo también por los señores de Podemos, que son
muy dignos cuando se meten con la gestión del Gobierno pero en la Comunidad de Madrid bien que llaman a hacer manifestaciones contra un Gobierno autonómico, porque entonces la responsabilidad ahí se les olvida. No, hay que hacer lo difícil, y lo
difícil en una tragedia es ponerse a ayudar, no solo decir quién ha tenido la culpa, no solo intentar sacarles los colores a los que han provocado el accidente o los que no han sido prudentes para para que se produjera; es ayudar. Salvemos al
mayor número de personas en esta desgracia, salvemos al mayor número de familias de la ruina económica que va a venir, y eso es lo que nosotros estamos haciendo en pandemia.


Tengo una mala noticia para usted, señor Abascal: Estos señores que están en el Gobierno tienen mayoría para estar tres años más. No le gusta esa situación, ¿verdad? A mí tampoco, pero es la que es, y ser patriota también es decirles a
los ciudadanos la realidad. El Gobierno actual tiene una mayoría Frankenstein y no tiene escrúpulos en utilizarla. Ni mociones de censura, ni votando en contra de los



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estados de alarma, ni votando en contra de sus presupuestos van a hacer caer a este Gobierno. La pregunta no es si este Gobierno aprueba los presupuestos y sigue adelante -no, eso lo van a hacer-, la pregunta es qué presupuestos van a
aprobar, con quién lo van a hacer y a cambio de qué. Ese es el debate que vamos a tener en los próximos meses, señor Abascal; no es si podemos hacer algo para hacer caer a este Gobierno, no.


Tenemos que enviar a Europa un programa de reformas del que no se está hablando, porque estamos hablando de Franco, de Soros, de los fachas y de las placas de no sé qué de las calles. Hablar de educación, hablar de sanidad, hablar de
empleo, hablar de reformas democráticas, hablar de garantizar el sistema de pensiones; de eso es de lo que deberíamos estar hablando. Y es verdad que este Gobierno tiene otras prioridades, pero, ¿qué hacemos los que estamos en la oposición?
¿Simplemente nos quedamos mirando? ¿No hacemos nada esperando que vengan las ayudas y que el señor Iván Redondo las reparta en función de sus criterios comunicativos y políticos, o intentamos ser útiles, salvar vidas y salvar empleos en la peor
crisis que va a recordar nuestra generación?


La segunda ola ya está aquí; como digo, ya ha entrado por los hospitales, ya ha entrado por las residencias, ya ha entrado por los centros de salud; hemos perdido esta segunda oportunidad. ¿Qué pedimos nosotros? Pues que deberíamos estar
haciendo un plan nacional de contención de la segunda ola; bueno, no lo deberíamos estar haciendo, lo debería haber hecho el Gobierno hace mucho tiempo. Porque aquí ha habido un partido coherente -solo uno- que se ha puesto a arrimar el hombro
cuando estaba en la oposición y cuando estaba en el Gobierno -solo uno-, que ha apoyado los estados de alarma a pesar de que no le gusta el Gobierno porque sabíamos que había que salvar vidas -solo uno-; solo ha habido un partido que no ha cambiado
de criterio. Porque al principio era muy malo que se decretara un estado de alarma a nivel nacional porque era una invasión de las competencias de las comunidades autónomas. Luego, cuando el señor Sánchez se lava las manos, cuando dice en julio:
Venga, todo el mundo fiesta, hemos vencido al virus, entonces nos quejamos porque no hay un plan nacional. No, no, aquí ha habido un partido que ha dicho desde el principio que la gestión de las pandemias, como dice nuestra legislación, es
competencia y responsabilidad del Gobierno de España, y luego el resto de instituciones tienen que colaborar y gestionar, por supuesto, pero nosotros no hemos cambiado cuarenta veces de criterio.


Yo creo que ahora mismo deberíamos estar haciendo un plan nacional con criterios coherentes, con criterios claros para toda España. Sumémonos al semáforo europeo, señores del Gobierno -ya veo que tampoco es que haya aquí una amplísima
representación para todos los que son ustedes-; sumémonos al criterio de los semáforos europeos; tengamos como objetivo llegar a la Navidad en verde para poder recuperar la campaña de Navidad, para poder recuperar una parte -no toda,
evidentemente- de la vida social, para poder participar de esa luz verde europea, y hagámoslo de una manera cierta. Evitemos los espectáculos bochornosos, evitemos los espectáculos de luchas entre comunidades autónomas y Gobierno de España
simplemente porque no sean del mismo color político, y hagan ya un plan nacional de refuerzo sanitario, porque esto no es una competencia de las comunidades autónomas que el Gobierno de España pueda mirar de lejos. No, esto es garantizar la
libertad, la sanidad y la igualdad de todos los españoles. No, no todos los partidos políticos estamos haciendo lo mismo durante la pandemia, y vamos a tener que explicar qué hemos hecho cada uno en esta pandemia.


Yo, sinceramente, no tiro la toalla. España ha superado cosas peores, pero no cuando ha ido dividida, no cuando a un sectarismo se le ha puesto delante un proyecto que separa; no, cuando hemos ido todos juntos. Cuando hemos ido todos
juntos, hemos superado cosas peores, como la dictadura para abrirnos a la Transición o un golpe de Estado el 23F...


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Señoría, debe terminar, por favor.


La señora ARRIMADAS GARCÍA: Acabo, señor presidente.


Como el reto -que fue un reto- de entrar en la Unión Europea, como derrotar a ETA, porque no la derrotó un Gobierno de ningún color político, la derrotó la sociedad española y los servidores públicos, y lo hicimos también juntos para frenar
el golpe separatista de 2017. España es mucho más fuerte de lo que algunos se creen. No necesitamos ir media España a la derecha y media España a la izquierda. Necesitamos ir todos juntos hacia delante. Si lo hacemos, superaremos esta crisis;
si lo hacemos, somos imparables.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Ciudadanos, puestos en pie).



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El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el señor candidato a la Presidencia del Gobierno. (Aplausos).


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Abascal Conde): Señora Arrimadas, buenas tardes.


En primer lugar, le agradezco mucho el tono, he decirle que no el fondo de sus posiciones porque creo que incluso en cierta medida se han retorcido nuestras palabras y, si por alguna de nuestras posiciones les ha podido parecer que a ustedes
los estamos llamando traidores por no apoyar una moción de censura, he de decir que nada más lejos de nuestra intención, nada más lejos de la realidad y, por tanto, sirva esta aclaración para manifestar que nosotros solo estamos acusando
durísimamente a quienes han salido hoy aquí a hacer intervenciones para sostener y para defender la acción del Gobierno. He de decirle, además, que le manifiesto todo el respeto por el voto que hoy va usted a emitir en contra de nosotros y de la
candidatura que presentamos a la Presidencia del Gobierno. Ahora bien, tengo que contestar a algunas cosas que ha dicho porque estaban llenas de inexactitudes.


Ha relatado una serie de socios; de hecho, ha dicho tres y se ha equivocado en dos. Sí, de los que ha dicho solo hay uno que está en el grupo en el que nosotros estamos, que es el ECR, el grupo de los conservadores y reformistas en la
Unión Europea. Por lo tanto, eso se lo he de matizar. Luego ha dicho una cosa así: Usted ha empezado a hablar de Soros y ya me he perdido. Lo puedo entender, pero dígale al señor Garicano que se lo explique porque el señor Garicano sí lo conoce
y sí debe de ser algo partidario. Soros no es un elemento que el señor Abascal se invente, traiga a esta tribuna y genere un debate. No, Soros es un personaje realmente existente que trata de influir en la política española y alguno de sus
compañeros lo conoce, con lo cual, para que usted no se pierda en la próxima ocasión, se lo pregunta.


Ha venido a decir aquí también que atacamos al Tribunal Constitucional; no, no, no se equivoque, y además ha dicho que lo atacamos como los separatistas. Nosotros tenemos una propuesta de reforma constitucional amplia, y dentro de la misma
está la conversión del Tribunal Constitucional en una sala de asuntos constitucionales en el Tribunal Supremo. Lo que atacamos es el modo en que se elige el Tribunal Constitucional y que los grandes partidos hayan podido colocar allí a jueces
llamados progresistas o conservadores. La verdad es que yo intuía que usted podría estar de acuerdo con eso porque es un claro mensaje de regeneración democrática.


Por otro lado, criticamos que el Tribunal Constitucional no conteste los recursos de inconstitucionalidad planteados por este grupo, y yo creo que son cosas razonables con las que usted podría estar de acuerdo con nosotros, tanto en el hecho
de que los partidos políticos influyan como lo hacen en la composición del Tribunal Constitucional como en el hecho de que el Tribunal Constitucional falte al respeto a esta Cámara dilatando la contestación a recursos de inconstitucionalidad que son
muy importantes.


Ha dicho también, y lo ha venido manteniendo durante estos días en alguna declaración, que está moción fortalecía al señor Sánchez. ¿De verdad lo dice? ¿De verdad cree usted que el hecho de que el señor Sánchez se haya tenido que retratar
hoy de nuevo con todos sus cómplices de investidura le fortalece? ¿Usted cree que al señor Sánchez le fortalece haber salido hoy de aquí a firmar un manifiesto con Bildu en contra del odio que propaga VOX, con Bildu, que no ha condenado ni uno solo
de los crímenes que yo he relatado en esa tribuna? Yo creo, de verdad, que nosotros con la presentación de esta moción de censura no hemos fortalecido al señor Sánchez sino todo lo contrario. Pero, claro, yo podría devolverle el golpe y
preguntarle si convertir a Ciudadanos en la muleta de este PSOE y de este Gobierno en estas circunstancias no es también fortalecer a Sánchez y darle alternativas para que un día pacte con los señores de Podemos y otro día con usted, que al final va
a ser que siempre va a pactar con los señores de Podemos, que están en el Gobierno, y les utilizarán a ustedes cuando convenga.


El otro día también dijo que VOX era un espantajo que favorecía a Sánchez. Bueno, un espantajo es algo que está firme y que apenas se mueve con el viento; nosotros a ustedes les bautizamos de otra manera en la que yo no quiero insistir,
pero lo cierto es que parece que los acontecimientos políticos a ustedes sí les hacen variar de posición y creo que generan confusión ideológica porque creo que vivimos en un momento en el que los españoles necesitan certezas, necesitan saber lo que
se vota y necesitan saber a dónde va a ir a parar su voto, necesitan saber cuáles van a ser las coaliciones de Gobierno. Yo no digo que usted haya hecho, ni mucho menos, lo que hace el señor Sánchez, que dice: No voy a pactar con fulano, con
mengano y con zutano, y veinticuatro horas después pacta con todos ellos; pero ustedes son algo confusos en relación con esta cuestión y creo que los españoles necesitan certezas y que ustedes no se las están dando en estos momentos.



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He de decir que me ha molestado un poco más -le agradezco que no lo haya dicho en la tribuna, pero lo dijo el otro día para sostener el mismo argumento- que hemos presentado una moción en mitad de la segunda ola, nos dice, y ha dicho que eso
era una inmoralidad. Nos ha llamado inmorales. Claro, ¿cómo les llamamos nosotros a ustedes por ofrecerse a sostener al Gobierno que con su gestión de la crisis ha provocado que tengamos el mayor número de muertos por habitante del planeta y que
ha llevado a la ruina a millones de personas? (Aplausos). Pues, mire, yo se lo voy a decir muy claro, no les vamos a llamar inmorales y no les vamos a llamar de ninguna manera. Creemos que ustedes están equivocados y he de decir que me preocupan
ustedes. Nos han llamado populistas también por decir lo que piensan millones de españoles, a los que agradezco el respeto que han mostrado, por otra parte. Claro, ¿y cómo llamamos nosotros a esa equidistancia a la que ahora se han abonado?
Porque esa equidistancia le ha llevado prácticamente a equiparar, lo ha relatado en un momento, los mensajes de Bildu y los mensajes de VOX, y prácticamente lo ha dicho en la misma una frase. Le agradezco además que me haga el gesto y que diga que
no nos pone en el mismo plano, pero, ¿cómo llamamos nosotros a la equidistancia que ustedes plantean en su acción política diaria? Porque yo creo que no es lo mismo dar los votos o apoyar un presupuesto o apoyar la acción del Gobierno que está
pactando con los señores de Bildu que recibir los votos que a ustedes les sirven para tener consejeros en Andalucía, en Murcia y en Madrid. (Aplausos).


Cuando he hablado de patriotismo, creo que ha sido la única vez que lo he dicho, ha sido para explicar por qué votamos a favor de esos Gobiernos, a pesar de que en algunos casos alguno de sus compañeros -he de decir que eso fue en Madrid, no
en Murcia o en Andalucía- nos maltrataran sistemáticamente, prácticamente impidiendo que pudiéramos votar un Gobierno alternativo.


A eso me he referido con lo del patriotismo. Hemos votado la composición de unos Gobiernos de los que no hemos formado parte, con los que no estamos de acuerdo en muchas cosas para evitar que existieran Gobiernos socialcomunistas en Madrid,
Murcia y Andalucía. Creo que no deben ustedes ponerse en medio entre los que pactan con ETA y los que les damos a ustedes consejeros en distintos Gobiernos. No creo que deban ponerse en medio del Partido Socialista y de VOX. Pero es su estrategia
política.


Para concluir, señora Arrimadas, con todo el respeto, creo que usted es una mujer seria, que cree en los valores constitucionales, que ha defendido con valentía los derechos constitucionales en Cataluña, que ha tenido el respeto de
muchísimos españoles que votaban a otras fuerzas políticas, y creo que usted, señor Bal, es un abogado del Estado de prestigio, pero creo que hagan lo que hagan y por mucho que crean que lo hacen por patriotismo, ustedes no tienen cabida en la
España socialcomunista de Sánchez e Iglesias. Y pueden estar seguros de que, si algún día no estamos nosotros -no creo que eso ocurra con mucha facilidad-, la etiqueta de la extrema derecha irá inmediatamente a ustedes, porque, de hecho, ya han
voceado por ahí lo de la ultraderechita naranja.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias.


Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Arrimadas García. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


La señora ARRIMADAS GARCÍA: Gracias, señor presidente.


Señor Abascal, usted decía que no, que su moción de censura no había servido para reforzar el Gobierno Frankenstein. Yo le garantizo que sí, porque ustedes les han dado el relato que ellos necesitan. Usted ha hecho hoy un relato y un
discurso tan trasnochado que es lo que necesitan para que todas las barbaridades se tapen, para que todas las alianzas se justifiquen, porque lo que quieren hacer ver es que enfrente la alternativa es ese discurso que hemos escuchado por la mañana.
Por eso es tan importante explicar a los españoles que la alternativa a este Gobierno no es el discurso del señor Abascal, que la mayoría de españoles, como le decía antes, no tenemos que elegir entre las barbaridades que vemos de un lado y un
discurso que no representa -estoy convencida- ni a sus cuatro millones de votantes. Porque ustedes han conseguido una cosa difícil, pero la han conseguido, y es que su proyecto lo han barnizado de indignación y de cabreo, y mucha gente empatiza con
la indignación y con el cabreo, que ustedes, mejor que nadie, son capaces de trasladar. Pero cuando rascas el barniz, debajo hay un proyecto de España que no seduce a cuatro millones de españoles, estoy convencida. En cualquiera de los casos, no
seduce a una mayoría de españoles, no es un proyecto para tener una alternativa que una de nuevo a nuestro país. Y sí, los nacionalistas necesitan decir que España es el discurso que usted ha hecho hoy, señor Abascal. ¡Es que es un regalo! Y se
van por el mundo diciendo: ¡Fíjense, la alternativa que hay al



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Gobierno! ¡Fíjense, lo que dicen de Franco! Es que venir aquí a decir que este es el peor Gobierno en ochenta años, metiendo la Dictadura, ¿de verdad creen que eso no es un arma, aparte de una barbaridad, que utilizarán después? ¡Pues
claro! ¿De verdad se cree que representa a muchísimos españoles la nostalgia del Gobierno de Franco? No, estoy convencida de que no. Debajo de ese barniz de indignación, que es legítimo, el proyecto político que hay no va a unir a los españoles,
todo lo contrario. Y Sánchez e Iglesias necesitan esa confrontación y esa polarización. Necesitan partir por la mitad este hemiciclo de España, lo necesitan, porque así no van a seguir tres años -porque tres años van a seguir seguro,
desgraciadamente-, pueden seguir diez años o más si polarizan España. ¡Claro que les sirve esta moción de censura y su discurso a los señores de Sánchez!


No voy a igualar aquí las palabras de Bildu a las palabas de ningún otro partido, por supuesto tampoco del suyo, pero es que no hace falta, porque al final ellos necesitan un espantajo. Dirán: Ya, lo hacemos muy mal, nos hemos equivocado,
vamos a controlar la justicia, pero ¡fíjense ustedes, a quién tenemos enfrente! Claro, y sacan perlas de su discurso de hoy. Es que hoy parecía que usted estaba haciendo una moción de censura al Gobierno chino, señor Abascal, de verdad. Entonces,
no es serio. Las críticas que subyacen en su discurso contra este Gobierno son serias, porque son errores graves, pero, claro, usted lo barniza con otras cosas y entonces pierde efectividad. Por cierto, sé perfectamente quién es el señor Soros,
pero, de verdad, no sé qué hace en la moción de censura. ¡O esas odas a Trump! Realmente, si usted quería debilitar al Gobierno, no lo ha conseguido, pero no por un tema aritmético -ya estaba todo el pescado vendido-, sino por un tema de relato, de
discurso. Por eso, insisto, están que se relamen los señores de la mayoría del Gobierno.


Usted me dice: Es que no sabemos muy bien lo que hacen, porque, claro, ahora les ha dado por apoyar los estados de alarma del señor Sánchez. ¿Usted no se ha dado cuenta de que estamos en una pandemia? ¿Usted se cree que todos podemos
seguir haciendo nuestra vida normal, nuestra habitual actividad en el Congreso mientras mueren 550 españoles a la semana? ¿Usted no se ha dado cuenta de que hay ciudadanos que están haciendo cosas que hace un año les parecían imposibles? Sí, para
mí hace un año era inimaginable ponerme a negociar unos presupuestos con este Gobierno. Pero es que ahora van a venir decenas de miles de millones que hay de canalizar y que quiero que se gasten bien, quiero haya propuestas para salvar a las
familias españolas. Hay que negociar medidas sanitarias que los ciudadanos tienen que cumplir y yo quiero que los políticos salgamos a una a decir: Estas son las medidas sanitarias. A lo mejor no son exactamente las que yo quiero ni serán
exactamente las que el otro quiere, pero el consenso en política es muy importante para que la gente vea que hay certidumbre, que hay liderazgo, que hay responsabilidad, que hay un plan. Y lo que me enerva es que no lo tenemos en España.


¿Usted se cree que he cambiado de opinión acerca de lo que pienso del programa de Podemos o de los miembros de este Gobierno? No, lo que ha cambiado es que estamos en pandemia, y en las tragedias, como le decía antes, hay que salvar vidas.
No se trata de decir: ¡Ay!, ¿por qué nos ha pasado esto? ¡Qué malo era el conductor! Hay que salvar vidas, ponernos a salvo. Esta crisis va a lastrar el futuro de nuestros hijos. Yo tengo un hijo de cuatro meses. ¿Qué le voy a decir que hice
durante la pandemia, que critiqué muy fuerte muy fuerte al señor Sánchez durante un año? ¿O le voy a decir que, a pesar de todo, nos sentamos y aprobamos un estado de alarma porque sabíamos que iba a salvar vidas, que seguimos ofreciendo ayuda para
adoptar medidas sanitarias y para que los señores de Bildu no decidan adónde van los recursos europeos en los próximos ejercicios? Eso es lo que quiero explicar a mi hijo y es lo que le voy a poder explicar. ¿Sabe lo que ha pasado hoy en el Senado
mientras debatíamos esta moción de censura? Que hoy se ha aprobado una moción de Ciudadanos para hacer una auditoría independiente de la pandemia y una reserva nacional de material sanitario. Evidentemente, son cosas que se deberían haber aprobado
hace mucho tiempo, cosas que el Gobierno debería hacer sin necesidad de que se lo pidiera la oposición en las Cortes; en eso seguro que estamos de acuerdo. Pero hoy, mientras ustedes presentaban esta moción, nosotros hemos negociado con el PSOE y
con el PP y ha salido adelante una moción para hacer una auditoría independiente, como nos pedía y nos pide la sociedad científica. Yo puedo explicar que cuando negociamos el estado de alarma desvinculamos los ERTE del estado de alarma. Cuando
ustedes querían que votáramos todos en contra, habrían decaído los ERTE. Ciertamente, el Gobierno no los había desvinculado -sí, toda la culpa-, pero la realidad era que si votábamos como ustedes querían caían los ERTE y las ayudas de autónomos
porque estaban vinculadas al estado de alarma. Realismo, señor Abascal, realismo. La política es el arte de hacer lo posible, de ser útiles. Y creo que se ha demostrado en los últimos tiempos que a veces no hace falta tener grupos parlamentarios
muy grandes para hacer cosas buenas por los españoles.



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Usted dice que somos el sostén del Gobierno. Le vuelvo a repetir: Este Gobierno tiene mayoría. Es una mayoría Frankenstein, es una mayoría con la que yo jamás llegaría a Moncloa, nunca, pero la tienen, van a seguir. La duda no es sobre
si siguen en Moncloa, la duda es sobre qué hacen en los próximos tres años, porque van a seguir en Moncloa. Y, en lo que esté en mi mano y en la mano de mi grupo parlamentario, vamos a hacer lo que sea para evitar más errores, para evitar más
desgracias sanitarias, para evitar más ruina. En todo lo que podamos hacer para corregir algún error, ahí estaremos. En todo lo que podamos hacer para evitar cacicadas, ahí estaremos. En todo lo que podemos hacer para conseguir que los recursos
europeos se gasten bien, ahí vamos a estar. En todo lo que podamos hacer para mejorar la imagen de España en Europa, en vez de estar aquí a garrotazos, que es como estamos, lo vamos a hacer. Y no porque mis principios hayan cambiado, sino porque
principalmente mis valores sigue siendo los mismos, y en pandemia hay que hacer esto. Porque se nos va a juzgar a todos, también a la oposición, y estoy convencida de que al Gobierno se le va juzgar por todo lo que han hecho en estos meses. Entre
otras, esta auditoría que hemos impulsado ayudará a que salgan muchas cosas a la luz. Y si hay cosas en los Gobiernos en los que está Ciudadanos que se han hecho mal quiero que salgan, que se conozcan, que se corrijan y no se vuelvan a producir.
Me acuerdo muy bien de cuando era una ciudadana fuera del Congreso y me escandalizaba no escuchar nunca hacer autocrítica a ningún político. Seguro que en la Comunidad de Madrid o en cualquier otro Gobierno de Ciudadanos se han cometido errores en
esta pandemia, por supuesto. Quiero que salgan en esta auditoría y que no se vuelvan a repetir nunca más esas circunstancias. Estamos en pandemia, señor Abascal. No podemos comportarnos como en la época pre-COVID ni en lo social ni en lo
económico ni en lo sanitario ni en lo político. ¿De verdad usted cree que me ha hecho una crítica hoy diciendo que en plena pandemia estamos arrimando el hombro junto a un Gobierno que no tiene nuestro color político y que, desde luego, no
compartimos? Para mí es una alabanza que me reconozcan que en un momento como este estamos siendo capaces de tender la mano a un Gobierno que está en las antípodas de nuestra ideología porque sabemos que con eso podemos salvar vidas y salvar
empleos. Solo le pido, señor Abascal, que no dé armas a los que quieren dividir nuestro país y a los que quieren confrontarnos, porque, si no salimos de esta juntos, no salimos.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Ciudadanos, puestos en pie).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno.


El señor CANDIDATO A PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Abascal Conde): Señora Arrimadas, evidentemente estamos de acuerdo en que en mitad de una epidemia lo que hay que hacer es concentrarse en salvar vidas. Lo que pasa es que creemos que hay que
hacerlo de manera diferente. Nosotros pensamos precisamente que para salvar vidas lo que hay que hacer es echar urgentemente a este Gobierno, que con su acción política está provocando que haya más muertes. Esa es la diferencia entre ustedes y
nosotros.


Por otra parte, insiste en la idea de que hemos favorecido al señor Sánchez por presentar esta moción de censura. ¿Usted favoreció al señor Torra por presentar una moción de censura que fue también derrotada en el Parlamento de Cataluña?
(Aplausos). Yo creo que no y que usted hizo muy bien en presentar aquella moción de censura.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias.


Por el Grupo Parlamentario Plural tiene la palabra el señor Rego Candamil.


El señor REGO CANDAMIL: Grazas, señor presidente.


Por si alguien aún no lo sabía, ustedes hoy aquí han reafirmado que son un partido totalitario y fascista. Lo han hecho con la totalidad de sus discursos y lo ha hecho el candidato afirmando una vez más que este Gobierno es el peor en
ochenta años, asumiendo, por tanto, como positivo el Gobierno de cuarenta años de dictadura criminal franquista, que supuso no solo pobreza, miseria y falta de libertad, sino también prisión, exilio, tortura y muerte para todas las personas que
disentían y defendían algo tan elemental como la dignidad y la libertad. En Galiza, más de seis mil personas asesinadas, la mayoría aún en las cunetas. Eso es lo que añoran y lo que realmente desean.



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Hizo usted, señor Abascal, un discurso victimista, enfatizando los supuestos ataques a VOX, cuando, en realidad, son ustedes los que atacan a todas las fuerzas políticas que no concuerdan con sus parámetros políticos e ideológicos, y
especialmente a las fuerzas soberanistas de las naciones que formamos parte del Estado español. Hace apenas un mes ustedes presentaron aquí una proposición no de ley para ilegalizar a todas las fuerzas nacionalistas soberanistas e independentistas
y hoy ha vuelto a reiterar esa propuesta. Esa es su concepción de la democracia: eliminar políticamente, y con evidente añoranza de cuando lo hacían físicamente, a todas las personas y a todos los partidos que no coincidan con ustedes. Hoy ha
dejado claro aquí que son un peligro para la democracia, para los derechos y las libertades públicas y ha puesto en evidencia su proyecto ultraespañolista, totalitario y excluyente, al mismo tiempo que ha reiterado su discurso de odio racista,
xenófobo, machista y homófobo.


Usted ha insistido en que los diputados y diputadas soberanistas no representamos a la soberanía nacional de España, de su España, y en eso tiene razón. Yo estoy aquí en nombre del BNG para representar a mi nación, para defender los
intereses del pueblo gallego, de los trabajadores y trabajadoras de mi país, para reclamar un derecho democrático fundamental como es el derecho de autodeterminación y para defender, esa sí, la soberanía nacional de Galiza y un futuro de bienestar y
libertad en nuestra república.


Pero estoy aquí con toda la legitimidad, mal que les pese, porque para eso me han elegido los ciudadanos y ciudadanas gallegas, esos mismos que les han negado a ustedes reiteradamente la representación de mi pueblo cada vez que hubo
elecciones, porque, recuerde, VOX en Galiza tiene exactamente cero alcaldes, cero concejales y cero diputados en el Parlamento. Será que mi país rechaza radicalmente su propuesta de asimilación política, cultural y lingüística a España porque
quiere mantener su identidad como pueblo diferenciado, con su lengua, su cultura y su capacidad de decidir libremente su propio futuro.


Precisamente porque queremos ser lo que somos, galegos y galegas que contribuyamos a construir desde nuestro país y nuestra identidad un mundo mejor, justo y libre, libre también de escoria fascista, es por lo que ustedes nos atacan y atacan
nuestra lengua y nuestra cultura. Pero, igual que fracasaron en las elecciones en Galiza, fracasarán también en este objetivo. Quiero recordar aquí una frase de Castelao, de ese gran dirigente político galego nacionalista que tuvo que morir en el
exilio como consecuencia de la persecución por parte de la Dictadura franquista que ustedes añoran. Decía Castelao en su monumental Sempre en Galiza, relatando todos los intentos fracasados de asimilación lingüística: '¿E de que vos valeu? Porque
despois de mais de catro séculos de política asimilista, exercida con toda riqueza de astucias e violencia, o noso idioma está vivo. Sodes, pois, uns imperialistas fracasados'. Pues bien, señoras y señores de VOX, asuman que ustedes son unos
imperialistas fracasados. Como mejor ejemplo de su proyecto ultraespañolista, totalitario y excluyente hoy aquí nos han llamado renegados. ¿Renegados de qué? Yo sería renegado si renunciase a ser lo que soy, galego, si renunciase a representar
dignamente a mi pueblo. Pero nunca lo haré, porque tengo claro cuál es mi patria y mi lealtad.


Para finalizar, quiero traer aquí las palabras cargadas de dignidad y de coherencia del gran dirigente galeguista Alexandre Bóveda pronunciadas ante el tribunal militar que le condenó a muerte, un consejo de guerra montado por los militares
sediciosos en agosto de 1936: 'A miña patria é Galiza. Ámoa ferventemente. Xamais a traizoaría, aínda que se me concedesen séculos para vivir. Adoroa até máis alá da miña morte. Se entende o tribunal que por este amor entrañábel debe de me ser
aplicada a pena de morte, recibireina como un sacrifício máis por ela. Fixen canto puiden por Galiza e máis faría se puidese. Se non podo, até gostaría de morrer pola miña patria. Baixo a sua bandeira desexo ser enterrado'. Dos días después fue
fusilado por sus predecesores políticos e ideológicos, que ustedes hoy reivindican.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Señor Rego, debe determinar, por favor.


El señor REGO CANDAMIL: Nosotros somos de la estirpe de Castelao, Bóveda, Moncho Reboiras, dirigente de la Unión do Povo Galego asesinado por la policía franquista en 1975, y de todos los luchadores y luchadoras por la libertad. Por eso
hoy el BNG, en defensa de Galiza y la democracia, va a decir no a la moción de censura, un no al fascismo, un sí a las libertades públicas y a los derechos democráticos de todos y de todas.


Obrigado. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el señor Baldoví Roda.



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El señor BALDOVÍ RODA: Moltes gràcies, senyor president.


Señor Abascal, espero que mi camisa remangada de quince euros y mis vaqueros de veinticuatro le parezcan suficientemente decorosos para poder subir a esta tribuna. En todo caso, me da igual su opinión, porque el decoro no se lleva en la
ropa, se lleva en las obras.


Permítame que empiece mi discurso con una felicitación. Me encanta que haya presentado esta moción de censura contra Pablo Casado y contra el PP. Sinceramente, no sabe cómo nos hace de felices a muchos ciudadanos ver a toda la derechita -a
la cobarde, a la veleta y a la fascista- dividida y enfrentada. Es una bendición, una sensación que no tiene precio. Por tanto, insisto, señor Abascal, y sin que sirva de precedente: gracias por la moción. En tres años ver tres mociones de
censura contra el PP, y la última viniendo de la propia derecha, es algo que no esperaba ver en mi vida parlamentaria. (La señora presidenta ocupa la Presidencia).


Una primera pregunta, señor Abascal. ¿Usted se ha leído su moción? ¿En serio? Parece la moción cotilla: Este dijo esto, el otro dijo esto otro... De verdad, leerla produce indigestión intelectual.


Pero vayamos a lo principal. Señor Abascal, usted quiere ser presidente del Gobierno, y creo que para ser presidente debería responder a algunas preguntas. Sea sincero. ¿Usted votaría como presidente del Gobierno a una persona sin oficio
conocido que siempre ha vivido de la política, amamantado de Esperanza Aguirre y otros dirigentes del PP? ¿Votaría usted a una persona que tiene la cara dura de hablar de los autónomos pero ha sido capaz de levantar la persiana de un chiringuito
político -palabras suyas-, Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social, sin ninguna actividad conocida, y tener los santos... redaños de cobrar una paguita de 82 000 euros sin hacer nada de nada? Imagínese la escena: Usted llegando a la
fundación, levantando la persiana, sentándose sin hacer nada y el único empleado le dice: ¿Qué hacemos, don Santiago? Lo mismo que ayer: Nada. ¡Nada! ¿Votaría usted a un enchufado indolente para presidente del Gobierno? Insisto, señor Abascal,
¿votaría usted a un señor que acepta dinero de un oscuro grupo iraní calificado de terrorista en sus inicios?


Y, por último, creo que en política la vida privada debería ser sagrada, y no servir nunca de munición en la refriega política. Por eso no voy a traerla aquí. Pero le hago una reflexión, señor Abascal: Es importante mantener la coherencia
entre las convicciones que intenta imponer a los demás y la propia vida privada. Le vuelvo a preguntar: ¿Le confiaría a una persona así el Gobierno de un Estado? No, ¿verdad? Pues Compromís tampoco, así que ya está todo dicho.


Acabo, y lo haré recordando una campaña publicitaria que había no hace mucho tiempo en las televisiones. ¿A qué huelen las flores? ¿A qué huele esta moción de censura? ¿A qué huele VOX? ¿A qué huele Santiago Abascal? A habitación
cerrada, a espectáculo inútil, a falso victimismo, a indignación hueca, a apocalipsis zombi y a glorias imperiales decrépitas.


Esta moción es legal, es legítima, como cada uno de todos los diputados y diputadas que están en este Congreso y cada uno de los votos que los hicieron llegar a este Congreso, pero lo que no es legítimo, lo que los ciudadanos no se merecen
es que sus representantes pierdan miserablemente el tiempo en este esperpento de moción basura, repleta de adjetivos y vacía de propuestas. Por tanto, señor Abascal, pasemos esto, y a otra cosa mariposa. Y al Gobierno: Cumplan sus acuerdos de
investidura, cuiden a la mayoría que lo hizo posible, a todos los valencianos y valencianas que confiaron en este Gobierno, para que el aspirante Abascal siga siendo toda la vida eso, el aspirante.


Acabo como le gusta terminar a esta derecha patriótica, con vivas. Si hay que darle un viva, y aunque les duela, hoy: ¡Viva el papa!, porque ha reconocido el derecho de las personas homosexuales a formar una familia. ¡Viva el papa! pues.


Moltes gràcies. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Baldoví. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchas gracias, señora Guille.


Tiene la palabra el señor Errejón Galván.


El señor ERREJÓN GALVÁN: Gracias, señora presidenta.


Estaba escuchando antes con muchísima atención -se está usted yendo; un segundo, señora Arrimadas- lo que decía con incredulidad. Me parecía que era otro partido el que gobernaba con el apoyo de VOX en Andalucía y Madrid. Les oía
tantísimas diferencias, y luego gobiernan juntos. (Risas).


Señor Abascal, buenas tardes. Creo que esta moción de censura se le está haciendo más larga a usted que a nosotros, que ya es decir. (Risas). Era evidente ya que iba a ser una fantasmada, pero hay mucha gente que estaba preocupada, porque
son muchas amenazas a mucha gente diferente. Hay



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mucha gente que la ha visto con preocupación, y me quiero dirigir a toda esa gente para pedirles que recuerden al matón de clase del instituto. Normalmente, era uno a quien le gustaba verse a sí mismo como alguien peligroso, amenazante, muy
duro, y, en realidad, era el que más miedo tenía; tenía tanto miedo y tanto complejo que tenía que ensañarse con los más débiles. Recuerden que a ese matón del instituto toda la pose de tipo duro se le caía cuando alguien le miraba a los ojos y le
decía que ir a por los más débiles era ser un cobarde. Cuando a ese matón consentido se le dice eso, se vuelve un llorica que dice que si el consenso progre, que si vive en una dictadura... La prueba de que no vivimos en una dictadura es que
ustedes no están dando saltos de alegría. Ese matón es fundamentalmente un cobarde. Alguien que se dedica a ser pelota con los fuertes y cruel con los débiles es un cobarde. Y eso es exactamente lo que hacen ustedes, señores de VOX. Ustedes son
serviles con los de arriba y crueles con los vulnerables. Son serviles con los de arriba cuando dicen, como su diputado en Andalucía, que los ricos son ricos por naturaleza; cuando quieren perdonar todos los impuestos a los multimillonarios, pero
al mismo tiempo avisan de que los recortes tendrán que ser por abajo; cuando defienden, como en su programa electoral de abril de 2019, abaratar todavía más el despido para que te puedan echar a la calle por cuatro duros. Y, al mismo tiempo, son
crueles con los vulnerables cuando cargan contra la sanidad pública; cuando, por ejemplo, su diputado Ignacio Garriga, que ha defendido la moción, decía que la sanidad pública universal y gratuita es una lacra; cuando cargan contra las pensiones
públicas calificándolas de lastre para España; cuando en un año en que han sido asesinadas treinta y seis mujeres por el hecho de ser mujeres, una cada semana, ustedes dicen que el feminismo es un cáncer; cuando cargan contra las personas LGTBI
-cito en este caso, literalmente, al señor Espinosa de los Monteros-: 'En España hemos pasado de pegar palizas a los homosexuales a que ahora ellos impongan su ley'; cuando difunden bulos contra los menores migrantes para que después los nazis
salgan de caza, como en el barrio de San Blas en Madrid.


Ustedes se quieren hacer pasar por representantes de la gente normal, pero se manifiestan provocando atascos en coches de lujo, ostentan apellidos compuestos, se pasean por sus fincas con caballos y pistola como si fueran John Wayne,
prefieren la trampa antes que al papa Francisco que se lo han dicho ya. No estoy ni bautizado, pero ojo que no les excomulguen, que ya están diciendo que las personas del mismo sexo tienen derecho a formar una familia. Reciben financiación de
millonarios o tienen básicamente el mismo programa electoral y económico que la Faes: recortes por abajo, perdonarles lo que deben a los de arriba. Aunque el oligarca se vista de pueblo, oligarca se queda.


Alguien que se ensaña con los más débiles y que les hace sistemáticamente la pelota a los de arriba no es un rebelde, es un cobarde y España no es país para cobardes. Si nuestro país fue capaz de derrotar a la dictadura en la calle, si
nuestro país fue capaz de sobreponerse a tres crisis, si nuestro país está haciendo frente al virus y haciendo piña con los sanitarios, ¿se cree usted que con todo eso al hombro vamos a tener miedo de unos señoritos consentidos por muchas
bravuconadas que suelten?


Hay mucha gente que puede estar preocupada, pero quiero decirles que, viéndoles de cerca, no merecen inspirar ningún miedo. Ustedes, señores de VOX, quizá salgan hoy con una lección. Además de la derrota de la moción de censura, España no
solo les queda grande, sino que no les tiene miedo. Ustedes han concebido durante demasiado tiempo a España como una finca privada. La tratan como una propiedad que les pertenece no al pueblo español, sino a ustedes por derecho, por apellidos y
que, si no es suya, tiene que estar en llamas. Se lo voy a decir con mucha calma, con mucha educación y con mucha firmeza: usted no es más español que yo, señor Abascal, ustedes no son más españoles que nosotros porque España no les pertenece; de
hecho, les queda muy grande. Una patria, señores de VOX, es tener amor por la tierra y ustedes niegan el cambio climático, que eso sí que es de chamanes. Una patria es la solidaridad entre compatriotas, una comunidad solidaria y ustedes cargan
contra los servicios públicos, quieren manos libres para los explotadores y a la ayuda a los que están peor la llaman paguita. Una patria es amor por su pueblo y ustedes odian a la mitad del pueblo español, se ha dicho ya. Ustedes odian a las
feministas, a la izquierda, a las personas LGTBI, a los sindicalistas, a los servidores públicos, a quienes hablan idiomas diferentes, a quienes han nacido fuera y a todo aquel que les lleva la contraria. Ya lo decía Joaquín Maurín, el fascismo es,
en una palabra, el disolvente de España. El problema es que a ustedes, como no les gusta España, la nombran mucho, pero la quieren poco; a la España real, no la de hace setenta años, la de hoy, pero como no la quieren, hoy le presentan una moción
de censura no al Gobierno, sino a la España del siglo XXI, y esa moción de censura ya ha sido derrotada.


Quiero terminar dirigiéndome al Gobierno. VOX no es solo un peligro porque arrastra a las derechas, es un peligro si nos pone a la defensiva y hace que perdamos la iniciativa. La moción de hoy va a ser derrotada, pero con eso no basta. En
la calle el clima social se está pudriendo, se generaliza la



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desesperación, la incertidumbre y el descreimiento. La forma de frenarles no es solo contestando aquí, es acabando con la desigualdad y la intranquilidad de los hogares más humildes. Los reaccionarios solo crecen en las sociedades rotas y
con miedo. Por eso a ustedes, al Gobierno, les pedimos valentía para hacer un país justo, verde y soberano y, mientras tanto, a los señores de VOX, a ser posible, que no molesten.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Errejón. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el Grupo Parlamentario Plural tiene la palabra la señora Borràs Castanyer.


La señora BORRÀS CASTANYER: Gràcies, senyora presidenta.


Del mismo modo que ha hecho Aitor Esteban, portavoz del Partido Nacionalista Vasco, a Junts per Catalunya nos hubiera gustado hacer lo propio con una posición común, de toda esta Cámara, de cordón sanitario ante el peligro de la extrema
derecha. Aun así tenemos muy claro que al fascismo no se le ignora, se le combate, y en democracia se combate con votos; de modo que aquí nos tienen, enfrente, a nosotros y a las más de 527 000 personas a las que representamos. Sin embargo, no se
molesten en replicarnos, porque nosotros no dialogaremos con ustedes, no vamos a normalizar su presencia aquí. El partido del aspirante es extremadamente de derechas y nosotros somos extremadamente democráticos, y con esto ya queda diáfana nuestra
posición y nuestro voto.


¡Es que menudo patriotismo de quien en plena pandemia y en una situación de urgencia sanitaria plantea una moción de censura grotesca!, sin ningún recorrido y sin ninguna otra función que hacer perder tiempo, dinero y energías para su
particular autobombo. Vaya por delante, pues, que censuramos esta moción de censura, porque es totalmente oportunista y está dirigida a dirimir las diferencias que tienen entre la extrema derecha y la derecha extrema. Podían haber quedado, hacer
una videoconferencia y ahorrarnos el riesgo de contagio, para empezar. -Recordemos que estamos en pleno estado de alarma en Madrid y esta mañana este hemiciclo superaba las cifras establecidas por la Cámara ante la pandemia-. Y después y, sobre
todo, podrían habernos ahorrado el pozo sin fondo de barbaridades y amenazas que hemos estado oyendo desde primera hora de la mañana, desde cargos en rebeldía hasta el virus chino. -A mí lo del virus chino me tiene fascinada porque, como ustedes
son los de 'qué pone tu DNI' cuando nos preguntan a nosotros si somos españoles, igual han encontrado el virus y le han preguntado por su DNI y han visto que era chino-. Tienen una fijación con China. Yo creo que hay especialistas, pueden acudir a
ellos y debe tener solución. También les propongo que lean, por ejemplo, a Pere Calders, que tiene un cuento, Invasión sutil, y el protagonista es un japonés, pero para el caso les sirve igual.


Mientras a nosotros nos llaman golpistas, sediciosos, traidores y separatistas, presentan propuestas para ilegalizarnos o se personan como acusación particular contra un Gobierno democráticamente escogido, nosotros les respondemos con más
democracia, con más derechos fundamentales y con más libertad de expresión. Esta misma mañana hemos tenido conocimiento oficial de la absolución de la cúpula de la Policía Nacional de Cataluña: al mayor Trapero, a la intendente Laplana, el
secretario general de Interior, César Puig, y el director de la Policía Pere Soler. Oficialmente esta mañana, extraoficialmente y sin ningún respeto por el secreto y la privacidad de las personas afectadas -pero esto ya es marca España- la
sentencia ya se conoció ayer. El pasado lunes conocimos además la sentencia condenatoria de los miembros de la Mesa del Parlament de Catalunya por permitir parlamentar en un parlamento. Ya ven qué cosas hacemos los catalanes, garantizar la esencia
de la democracia. Por eso, estas sentencias, ambas en una misma semana, demuestran que tanto el juicio como, sobre todo, la condena del Tribunal Supremo fueron políticos. ¿Cómo se explica que por los mismos hechos haya condenas que vayan desde la
inhabilitación a la cárcel pasando por el exilio o la absolución? ¿Qué hace en la cárcel la presidenta del Parlament Carme Forcadell? Si la cúpula de los Mossos ha sido absuelta hoy, ¿qué hace el conceller Quim Forn en prisión? Hoy quiero decir
alto y claro que los presos políticos catalanes cumplen penas de prisión injusta, todavía más cuando sus compañeros están en libertad. Por eso vuelvo a pedir hoy más que nunca, llibertat presos polítics i exiliats. (Aplausos).


Los países que se consideran democráticos respetan la voluntad de sus ciudadanos expresada en las urnas. Ya sabemos que ustedes de democráticos tienen más bien poco y echan mucho de menos a la dictadura. Fíjense que hasta nueve diputados
no han terminado la legislatura en Cataluña, fruto de la represión y previamente otras tres diputadas habían abandonado ya su escaño. Los últimos tres presidentes escogidos han sido inhabilitados previa exclusión de otros tres candidatos a la
Presidencia en



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esta misma legislatura. La conclusión es obvia: no toleran la democracia de la que tanto presumen. Y mientras ustedes gritan al unísono 'Puigdemont a prisión,' nosotros les recordamos que el president Puigdemont es el presidente legítimo
de Cataluña, cesado por un infame 155, y hoy es eurodiputado, goza de inmunidad y libertad en toda Europa, porque los países europeos respetan la legalidad vigente y porque los ciudadanos de Cataluña así lo han querido y lo han expresado con la
fuerza de sus votos, pese a la resistencia del Estado español que trató de impedir que más de un millón de ciudadanos catalanes tuvieran representación política en Europa por obra y gracia de un Estado que, ¡oh sorpresa!, no está gobernado por
ustedes; pero en esta materia como si lo estuviera. Pero a la capacidad de escoger representantes de la ciudadanía mediante las urnas, a este gesto tan sencillo y tan poderoso, en Cataluña, como en el resto de Europa, le llamamos democracia. Y
mientras ustedes la única preocupación que tienen es preservar la sacrosanta unidad de España y nos querrían devolver a la dictadura franquista, nosotros les decimos que más feminismo, más tolerancia, más educación y más igualdad de oportunidades
para todo el mundo. Mientras ustedes se empeñan en taparle las vergüenzas a una monarquía que toda Europa pone en duda, nosotros les decimos: más transparencia y menos hipocresía y, si puede ser, un poco menos de ridículo, porque tildarlo de
impecable, como han hecho esta mañana, francamente...


Además, nos tachan de radicales, y nosotros les decimos que sí, que somos radicalmente democráticos, y que el 1 de octubre, mal que les pese, es el mayor ejercicio de voluntad democrática de la historia reciente de Europa, porque más de dos
millones de catalanes, cívica, pacífica y democráticamente expresaron su voluntad mediante el ejercicio del derecho a la autodeterminación, y expresar la voluntad democrática no es, no puede y no debería ser delito.


Un Estado que tiene presos políticos y exiliados no es un Estado democrático, y con sus propuestas dictatoriales lo que pretenden es que lo sea menos aún. Mientras ustedes son partidarios de sustituir alambradas por muros, nosotros
declaramos puertos seguros para ayudar, garantizar y facilitar la labor de las embarcaciones que se dedican a salvar vidas en el Mediterráneo. Sus propuestas son muros; nuestra propuesta es la de abrir las manos, porque ni somos ni queremos ser
ajenos al drama que afecta a millones de personas, y nuestra responsabilidad es ayudarles.


Mientras ustedes jalean y aplauden sentencias como las de la manada, nosotros les decimos que no es no. Y mientras ustedes niegan la violencia contra las mujeres por el hecho de serlo, y la aprovechan, además, para estigmatizar a los
inmigrantes, nosotros les decimos que esta lacra existe y que no entiende de nacionalidades, que es una más de sus mentiras, que creen que por mucho repetirla va a terminar siendo verdad. Pero, los datos son los que son, y según un informe reciente
publicado por el Observatorio contra la violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial, en el 66 % de los casos el agresor es de nacionalidad española. Menos demagogia y más pedagogía, que en los últimos quince años han
muerto asesinadas más de mil mujeres, y este feminicidio parece que no les preocupa lo más mínimo. ¡Y hablan ustedes de feminismo enloquecido! Esto sí que es una auténtica locura.


Sin más que decirle al candidato, nos dirigimos al Gobierno de coalición, porque, aunque esta moción sea un ejercicio de la extrema derecha para reivindicarse como la nueva derecha española, no pueden salir indemnes de esta operación.
Porque VOX cree que con Franco se vivía mejor, pero también este Gobierno parece que contra VOX se vive mejor, y a Franco solo le han cambiado ustedes de alojamiento con una pompa digna de un segundo funeral de Estado. Les recuerdo que si la
ultraderecha tiene cincuenta y dos escaños en esta Cámara es porque su irresponsabilidad llevó a la repetición de elecciones, y el resultado fue que se perdieron tres diputados, pero VOX ganó veintiocho; y, total, para acabar haciendo un pacto con
Podemos que el mismo Pedro Sánchez advertía que le quitaba el sueño, y que en el texto de la exposición de motivos de esta moción le recriminan, y con razón, porque menudo negocio. Repitieron temerariamente las elecciones gritando: ¡Que viene la
derecha! Y vaya si vino.


El problema es ¿y la izquierda?, ¿dónde está la izquierda? Señores del Gobierno progresista, ¿va a llegar algún día la izquierda? De momento está desaparecida en combate. VOX, PP y Ciudadanos se pelean para demostrar quién es más de
derechas; y PSOE y Podemos siguen sin demostrar que son de izquierdas. ¿Saben qué pasa? Que a nosotros nos bastaría con que todos pudiéramos comprobar que fueran demócratas. Los demócratas catalanes que, con cierta candidez, esperaban un cambio
de actitud en relación con Cataluña, constatan que, después del tiempo que lleva este Gobierno ya en la Moncloa, lo más parecido a la represión con un Gobierno de derechas es la represión con un Gobierno de izquierdas; y eso sí es censurable. ¿Qué
han hecho para solucionar el problema político en Cataluña? ¿Dónde quedaron las promesas que le valieron a su presidente una investidura, sobre la base de la desjudicialización de la política o el diálogo?



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Hace poco más de 9 meses en el debate de investidura del señor Sánchez prometió que iba a retomar la senda política dejando atrás la judicialización y mire por desjudicialización no nos viene nada; en realidad el número de los represaliados
va en aumento, hay 2850, y Jordi Sànchez y Jordi Cuixart llevan ya más tiempo en prisión con este Gobierno que con Mariano Rajoy de presidente, y esto también es censurable. Su Fiscalía este verano generando una nueva doctrina y retorciendo una vez
más el ordenamiento jurídico, que en los libros de historia va a ofrecer un antes y un después del conflicto en Cataluña, suspendió el 100.2 y el tercer grado a los presos políticos; otro ejemplo más de la voluntad de judicializar la política y
esto también es censurable. En la investidura hablaban también de dialogo y, de momento, la mesa de dialogo no existe. Darse un paseo por los jardines de Moncloa y sacarse una foto como sucedáneo de diálogo es censurable. Sean valientes y
afronten una mesa de negociación; acepten negociar no sobre la crisis catalana, como nos han llamado hoy esta mañana el presidente; me parece que están todos tan nostálgicos que estamos volviendo ya al problema catalán de Ortega en los años
treinta. ¿Saben qué pasa? Que no queremos ser ningún problema, no queremos ser ni somos ninguna crisis, tenemos la solución, ejerzamos nosotros el derecho a la autodeterminación y ustedes ejerzan el deber de aplicar la amnistía a los presos
políticos; no hacerlo también es censurable


Para crisis, la del coronavirus y su gestión de la pandemia, que es francamente mejorable: reaccionaron tarde y optaron por una gestión castrense de la información y cedieron también al instinto recentralizador que domina a cualquier
Gobierno de cualquier color en España. Estamos ante un Estado negligente; las cifras no requieren aclaración algunas son contundentes; desde Cataluña con el president Torra al frente del Govern se proponían y se exigían medidas concretas que, en
el mejor de los casos, llegaban quince días tardes y otras muchas siguen sin llegar. Es una absoluta irresponsabilidad que por culpa de la represión del Estado Cataluña esté ahora afrontando la segunda ola con un Gobierno sin presidente.


¿Qué les decimos a los padres de los alumnos que por prescripción médica tienen que hacer cuarentena? Parecía que se arreglaba, nos dijeron, pero n. Qué pasa con las dificultades en los cobros de los ERTE, qué pasa con la rebaja del IVA en
las mascarillas que son un bien de primera necesidad hoy en día. ¿Y, la consideración de la cultura como bien esencial para cuándo? ahora parece que tienen mucha prisa para desbloquear la renovación del Consejo Superior del Poder Judicial, pero
las prisas parece que solo les han entrado cuando el, a por ellos judicial, ha empezado a convertirse, como yo misma vaticiné desde esta tribuna, en el a por ustedes judicial, y eso también es censurable.


Este Gobierno pilotó la salida a hurtadillas del rey emérito y, eso también es censurable, y este Gobierno esconde la cifra con la que esa real huida afecta los bolsillos de los ciudadanos en la peor circunstancia sanitaria y económica de la
historia reciente. La derecha se proclama monárquica, pero el republicanismo, el de este Gobierno, es cuando menos singular, ya que casi consiste en unirse a su grito de viva el rey. No se escuden más en el fantasma de la derecha y utilicen la
democracia, que es un arma mucho más poderosa; a la ultraderecha se la combate, no se la utiliza; no se la utiliza como coartada; pero hay muchos motivos para criticar la gestión de este Gobierno y también los hay para no apoyar esta moción de
censura y, uno de ellos si no el principal, es la responsabilidad. Estamos sufriendo esta emergencia sanitaria de dimensiones gigantescas y, aunque podamos discutir, y de hecho hemos discutido, la manera en cómo afrontaron la crisis, es evidente
que la gestión es extremadamente compleja y requiere colaboración y estabilidad institucional; la misma colaboración que en la Comunidad de Madrid brilla por su ausencia y la misma estabilidad institucional que el Estado a través del aparato
judicial insiste en torpedear Cataluña con sus constantes injerencias y con atrocidades jurídicas sin que se ponga el grito en el cielo ante estos sí golpes a la democracia.


No les vamos a censurar, pero tampoco les vamos a aplaudir cuando esta tragicomedia parlamentaria a la que hoy asistimos termine, la crisis sanitaria, la crisis económica y la crisis social no solo no habrán desaparecido, sino que
probablemente habrán empeorado. No nos olvidemos de la cuarta crisis, esa crisis que afecta a este Estado. Hemos advertido que nuestro voto iba a ser un no, un no sin dudas y sin paliativos, un no mayúsculo. Pero que nadie se llame a engaño,
tampoco es un sí al Gobierno actual, este que se autodenomina el más progresista de la historia y que ni progresa adecuadamente ni seguramente hará historia por nada bueno.


Censurar es un verbo que casa perfectamente con la ideología de la ultraderecha. De un Gobierno de progreso esperábamos que declinase más y mejor los verbos: progresar, acordar, solucionar o negociar. Lo repito, a la ultraderecha se la
combate y a los Gobiernos presuntamente progresistas se les exige una cosa tan simple, pero tan potente y tan manoseada en el Estado español como es el respeto a la democracia. Sabemos, como dice Bertolt Brecht, que alrededor de los Estados
fascistas se alza una



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muralla enorme y densa de charlatanería y de filosofía barata. Esta muralla de gas es un prodigio de la técnica de la ofuscación.


Después de lo que hemos presenciado hoy aquí, no haría falta añadir nada más, pero es paradójico que nos encontremos en esta situación, en la que nos acusan siempre a nosotros como independentistas de no dedicar nuestros esfuerzos a dar
soluciones a los problemas de los ciudadanos, y hoy nos han traído este espectáculo bochornoso al que ustedes mismos le han puesto título: tristeza y tragedia. ¡Qué manera de perder el tiempo! Parece que no se den cuenta de la operación de
marketing mal disimulada bajo el concepto de moción de censura, que nos hace perder recursos y un tiempo al Gobierno que seguramente hoy es más valioso que nunca y que deberíamos dedicar a lo que sí es realmente importante.


Hemos escuchado, por parte de la derecha, que es una anomalía que en países democráticos haya partidos independentistas. No les viene nada por el Reino Unido o Canadá, supongo. También hemos oído que se roban las libertades, y aquí sí que
quiero llamar la atención, porque las libertades robadas en este país las representan los presos políticos, los represaliados, que lo son por defender sus ideas. Pedro Sánchez les recrimina a ustedes que quieran recuperar libertades para
encarcelar, perseguir, discriminar, pero el Gobierno de Pedro Sánchez se toma también la libertad de encarcelar a demócratas, espiar a la disidencia, divulgar informes falsos de la policía patriótica, perseguir a ciudadanos que tienen detergente en
sus casas y tratarlos como a terroristas, encarcelar preventivamente a Gobiernos electos y a líderes sociales, o sea que menos lecciones y más mirarse al espejo antes de decir según qué.


Nos llaman okupas. De momento, los únicos que han ocupado unos escaños que nos les pertenecen han sido ustedes esta mañana. Nos llaman traidores y renegados. No se puede traicionar a una patria que no se reconoce como propia, y no es
baladí que nos nombren así, porque esta manera de nombrarnos es toda una declaración de principios además de ser un modo muy particular de tratar a los ciudadanos que nos han prestado su confianza. Si por nosotros fuera y fueran realmente
democráticos, no solo aprovechándose de los resortes que la democracia les pone al alcance, dejarían que los catalanes decidiéramos libremente nuestro futuro, pero estando en plena pandemia se necesitan soluciones y, hasta el momento, el Estado
español ha sido impecablemente diligente en el cobro de impuestos cuando la mayoría de países europeos han aplicado moratorias. Necesitamos congelación de impuestos, de cargas fiscales para proteger y salvar a empresas, entre otras muchas medidas.
Si Cataluña pudiera disponer de sus recursos, como pasa en la mayoría de países, ya seríamos nosotros mismos quienes tomaríamos las decisiones; lo estamos haciendo con las limitaciones sobradamente conocidas.


El Gobierno de España ha actuado hasta ahora de manera reactiva, no proactiva. No se conformen con presentarse como un mal menor, señores del Gobierno, porque entonces el desgobierno será mayor. Estamos aquí para hacer política. Hagan
política. Encuentren soluciones. Para fotos ya tienen las de sus compañeros del PSC manifestándose sin ningún rubor con la ultraderecha en Cataluña. Hagan política, negocien y consensúen el reparto de las ayudas europeas para combatir la pandemia
y la crisis económica y social que acarrea.


Se trata de una situación complicada. Nadie hubiera podido imaginar que viviríamos esta pandemia, pero su gestión nos ha reafirmado más que nunca en que es necesario disponer de un Estado propio para gestionar en este caso una emergencia
con todos los instrumentos y los recursos para ponerlos a disposición de los ciudadanos de manera rápida y eficiente y sin necesidad de pedir permiso. Junts per Catalunya -y acabo, senyora presidenta- propone solvencia en la gestión de la crisis e
independencia para afrontar las que vengan, y hacerlo con plenitud de posibilidades.


Acabo con las palabras del flamante Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, Enric Casasses, que ayer mismo recibió el galardón: 'La independència de Catalunya no és cap maniobra econòmica. És la solució d'una injustícia. D'una escandalosa
injustícia social, lingüística, humana, cultural i moral'.


Moltes gràcies. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Borràs. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchas gracias, señora Guille.


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. (Aplausos).


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Abascal Conde): Señor Errejón, le veo un poco atormentado a usted con lo del matón de clase. (Risas). Yo creo que su convivencia con el machito alfa se le ha hecho muy larga (Risas y
aplausos), pero no se preocupe, ya se lo quitó usted de en medio, o al revés, no se sabe. Mire, señor Errejón, le suelo escuchar atentamente, lo he hecho hoy en la tribuna, y usted menciona mucho a la patria, a España, a lo español, pero usted está
en un grupo



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voluntariamente con todos los separatistas. Usted está en el Grupo Parlamentario Plural con los separatistas gallegos, con los separatistas valencianos-catalanistas y con el separatismo catalán ¿y usted viene a hablarnos de España? No sé
qué le pasa, le ha dado un tic al señor Baldoví. (Risas y aplausos).


Usted viene a esta tribuna, parece que directamente de la Facultad de Ciencias Políticas, y viene a hacer experimentos y lleva un tiempo así, y dice: A ver si hablando mucho de la patria, de España, una parte de ese votante obrero, de ese
votante social, que se está yendo a VOX, la recuperamos porque tiene ese sentimiento patriótico. Esto no es la clase de química, señoría, aquí hay que tener credibilidad; aquí, cuando uno defiende la patria, cuando defiende España, hay que
creerle, y a usted no pueden creerle porque usted voluntariamente está en ese grupo con todos los separatistas y no el Grupo Mixto, que es un cajón de sastre y podría estar involuntariamente.(Aplausos). Está en el Grupo Parlamentario Plural con
todos los separatistas. (Aplausos).


Le desaconsejo que siga usted con los experimentos porque se le dan mal. Usted empezó con aquello de jugar a la carta de la moderación a ver si el Partido Socialista le fichaba, y va el Partido Socialista y ficha al extremista, al machito
alfa, al matón de clase. Lo siento por usted. (Risas y aplausos).


Señor Baldoví, su problema no es la vestimenta. Le he explicado que no era por respeto a nosotros, a mí, al rey o a los militares que desfilan, que es por respeto a los trabajadores de la Cámara, que vienen dignamente uniformados: los
cocineros, los camareros, el personal de mantenimiento, el personal de limpieza y los ujieres, mientras ustedes vienen de cualquier manera. Yo no voy entrar en a qué huele usted, no lo voy a hacer por no entrar en lo personal, pero como usted me ha
indultado, yo también voy a indultarle. Su problema es la zafiedad, su problema es el estilo, su problema es la mala educación y, más allá de lo que usted piense y diga, usted tiene un problema añadido, agravado. Hace poco dijo aquí, con unas
formas...: que vengan aquí, que presenten esta moción de censura, que se peguen la hostia. Esto es el Parlamento, señoría. Usted es como ese invitado maleducado que llega a la mesa y eructa. (Aplausos). Pues, mire, no voy a seguir debatiendo
con usted. Suba otra vez, vuelva a eructar y ahórrenos el espectáculo. (Aplausos). Bueno, el señor Rego nos ha llamado ¡escoria fascista! ¿Sabe lo que le voy a decir a usted? Pues que es un triste, nada más. (Risas y aplausos).


Señora Borràs, ha dicho que al fascismo no se le normaliza, luego que se le normaliza, que se le utiliza o no se le utiliza, pero que se le combate con votos. Pues yo creo que al golpismo se le encierra, y si hubiéramos actuado mucho antes
contra la organización criminal Pujol S.A., de la que todos ustedes han vivido y que ustedes han representado, nos habríamos ahorrado también el golpe de Estado que se perpetró en Cataluña en el año 2017. (Aplausos de las señoras y los señores
diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


Dice uno de ustedes, acompañado por todos los separatistas, que nosotros no entendemos la complejidad de España y que no somos España. No, nosotros solos, evidentemente, no. Pero ¿resulta que España sois los que queréis destruirla?
¿España sois los que os sentáis con los que quieren destruirla en el mismo grupo? ¿Esos sois España? ¿Nosotros no somos pero ustedes sí lo son? ¿Y ustedes entienden tan bien la complejidad que quieren dividir la soberanía y quieren trocearla?
¿Son ustedes los que entienden España?


Varios de los miembros de ese grupo reniegan de la condición de españoles. Yo no lo digo para insultarles, lo han dicho claramente. Pues bien, renuncien a su acta, renuncien al sueldo y váyanse de esta Cámara, como ya prometió algún
diputado de otro grupo con el que luego quizá pueda debatir. Esa es precisamente una de las lacras de España, que manden en España, que decidan en España aquellos que la odian. Abran paso a los que de verdad quieren la unidad, la concordia y la
convivencia. Abran paso, renegados. Abran paso, lacras. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor candidato.


Por el Grupo Parlamentario Plural, tiene la palabra el señor Errejón Galván. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


El señor ERREJÓN GALVÁN: Gracias, señora presidenta.


Una moción de censura no es fallida porque no cuenten con los votos, porque ustedes ya sabían que no iban a contar con los votos. Una moción de censura puede no contar con los votos; ahora, si no tiene ni votos ni ideas, entonces sí que es
un drama. Eso sí que es un experimento que sale profundamente mal, que se le está atragantando a lo largo de toda esta tarde. (Aplausos). En cada intervención que le toca a usted, señor Abascal, como se le han acabado los papeles y tiene que
tirar de recursos -y de



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recursos va usted bastante flojo-, la moción se le va poniendo cada vez más cuesta arriba. Eso sí es un experimento fallido, señor Abascal.


Mire, yo creo que ustedes tienen un objetivo, además un objetivo muy claro: que la política sea un lugar lamentable, que sea un lodazal y que todo produzca bochorno, de manera que la gente diga: madre mía, qué terrible, son todos iguales,
y que la gente se aparte de la política. Porque a ustedes las instituciones les sobran, porque las instituciones son un acuerdo, y sin instituciones ¿saben lo que manda? Sin instituciones manda la ley del dinero, el despotismo del que más tiene.
Por eso, le digo -y quizá ha sido hasta un elogio- que eso de apuntarse a señalar siempre a los más débiles y serles siempre serviles a los de arriba no es de valientes. Usted lo puede hacer con muchísimas bravuconadas -y ahora tendrá tiempo
ilimitado para soltar muchas más bravuconadas-, pero no es de valiente; es básicamente de ser mezquino. Ustedes no se atreven con los de arriba, por eso intentan sembrar el odio del penúltimo contra el último, y eso es una política miserable.


Es posible que yo me haya equivocado diciendo que su actitud es de matón. Ahora ha hecho como ese al que le cuesta un poco seguir el ritmo de la clase -porque a usted le cuesta un poco (risas)- y entonces suelta dos o tres bromas. He
subido creyendo que su actitud era de matón; creo que en esta moción de censura usted se va a ir a casa como un bufón.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Errejón.


Señor candidato, ¿desea hacer uso de la palabra?


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Abascal Conde): Después, cuando terminen.


La señora PRESIDENTA: No, no quedan más intervinientes de este grupo.


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno.


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Abascal Conde): El señor Errejón ha subido a la tribuna y me llama mantón de clase, y luego vuelve a bajar cuando le contesto y dice que quiero convertir la política en un lodazal. Aclárese
usted.


En cuanto a que nosotros no nos atrevemos con los fuertes, pregúnteselo al señor Sánchez y al señor Iglesias y pregúnteselo también a alguno de sus aliados del IBEX a los que hemos mencionado en esta tribuna. Quizá sean ustedes los que no
se atreven con los fuertes y los que han abusado de los débiles prometiéndoles falsas esperanzas y traicionándoles siempre, señor Errejón. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Republicano, tiene la palabra el señor Rufián Romero.


El señor RUFIÁN ROMERO: Muchas gracias.


Permítanme que comience con algo obligado, porque jamás me alegré tanto de volver a ver a alguien aquí. Benvinguda, estimada Aina. (Prolongados aplausos). No te vuelvas a ir nunca más.


Comenzamos con amor, pero tenemos enfrente al odio, así que a por ello. Sanitarios trabajando, pobres currando, ricos contagiando, reyes estafando y el fascismo protestando. Esto es lo que hay. La única buena noticia del debate de hoy es
precisamente eso, que es un debate, porque, señorías de VOX, ya se sabe que antes ustedes hacían las mociones de censura con tricornios y con pistolas. Así que ir de Tejero a Torrente 6 está muy bien. (Aplausos).


Señor Abascal, la izquierda gobierna este país porque la gente la ha votado. A llorar a Mingorrubio. La política española, y en muchas ocasiones también la catalana, es un buffet libre en el que la derecha siempre decide qué se come, y hoy
estamos otra vez comiendo exactamente lo que quieren: odio y bilis. Con la que esta cayendo, aquí los hijos de Trump y de Blas Piñar nos están haciendo perder el tiempo. Para PP, para VOX y para Ciudadanos una patria y sus instituciones son como
un bar por el que se pasean con sus pulseritas rojigualdas como quien se pasea por la piscina de un hotel del Caribe con una de todo incluido.


La mejor manera de encarar este debate hubiera sido que Garriga y Abascal se hubieran quedado solos hoy aquí hablando, porque silenciar al fascismo no es censura, es autoprotección. Pero para que eso pasara este país necesitaría una derecha
completamente democrática, necesitaría a una Merkel que tuviera claro que al fascismo no se le discute, se le aísla y se le combate. Pero no la tienen. Señorías de PP y Ciudadanos, ¿saben lo que hace la derecha alemana cuando el fascismo, la
ultraderecha, gana un



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Länder? Vetarla, vetar al fascismo. ¿Saben qué hacen ustedes? Sacar a martillazos la placa de un torturado por la Gestapo como Largo Caballero en Madrid o reducir a la mitad las ayudas contra la violencia machista en Andalucía. Eso es lo
que hacen. (Aplausos). Vergüenza debería darles.


VOX, señorías del PP y de Ciudadanos, es simplemente sus matones; simplemente. Señora Arrimadas, si tan mal le parece lo de VOX, deje de gobernar con ellos. Mientras en Europa el Poder Judicial condena a la ultraderecha, aquí parte del
Poder Judicial es ultraderecha. Cuando el Tribunal Supremo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid o Ayuso y Aguado hacen lo que hacen, la izquierda comete un grave error: vincularlo a la locura o a la inutilidad. Es un grave error, primero,
porque estigmatizamos las enfermedades mentales y a quienes las padecen y, segundo, porque olvidamos que gente como esos jueces y como Ayuso y Aguado no actúan como un mono con dos pistolas; actúan bajo el mandato de su ideología, con enorme
obediencia y disciplina. Y esa ideología es tan simple como perversa: que muchos siempre tienen que vivir peor para que unos pocos siempre vivan mejor.


La izquierda olvida -olvidamos- que zonas como Madrid o poderes como el Judicial español son el principal laboratorio del neoliberalismo y de la derecha en Europa desde hace veinticinco años y que Ayuso y compañía son solo unos empleados más
(aplausos), y que es VOX quienes les están envalentonado. Ustedes, señorías de PP y Ciudadanos, son los gremlins y VOX es el agua. VOX simplemente multiplica y embrutece a la derecha en este país.


Ante la muerte, la derecha y la ultraderecha vuela en círculos, siempre vuela en círculos, y es precisamente lo que está pasando hoy aquí. El señor Abascal, Casado y a veces la señora Arrimadas manejan la cifra de muertos como si fuera la
prima de riesgo de hace diez años. Con esta moción de censura hoy VOX, concretamente, culmina todo un ciclo de ruido y vísceras iniciado en mayo y en junio de este año. Manifestaciones de liberticidas en barrios ricos pidiendo libertad en Rolls
Royce, con banderas y con palos de golf y grupos de anormales frente a la casa de unas personas con tres críos pequeños. Por cierto, señor Abascal, si Iglesias y Montero eran los marqueses de Galapagar, ¿usted qué es, después de comprarse una casa
de un millón de euros en Madrid?, ¿qué es? (Aplausos). Manifestaciones con el apoyo de parte de la cúpula de la Guardia Civil, con el apoyo de parte del Poder Judicial y con el apoyo de parte de los principales medios de comunicación. Todo ello,
todo eso, se culmina hoy aquí aplicando una fórmula que se conoce muy bien en América y que ya se ha sufrido: guerra judicial, fachas en la calle y mentiras en la tele. Esa es la fórmula. Repito: guerra judicial, fachas en la calle y mentiras en
la tele. Tan simple como eso, una fórmula que ya ha hecho que frikis en los noventa, como Trump o Bolsonaro, hoy gobiernen sus países como tiranos. Aquí hoy quizá Jesús Gil sería el diputado 54 de VOX, porque el 53 vive en Zarzuela. (Aplausos).
Moraleja: nunca jamás subestimen a un friki porque quizá mañana gobierne su país.


El ridículo hoy hace ganar elecciones. Que hace quince años la política nos la explicara Gabilondo en la radio y hoy sea Cayetano Martínez de Irujo no es casual; no es casual. En una época en la que hay que explicar que la tierra no es
plana, que los virus matan, que las vacunas curan y que si te vas a comprar el pan un rato no te van a ocupar la casa -¡ah!, y que ETA ya no existe (aplausos)-, parece lógico tener que explicar lo que es VOX. Llamar a VOX los fachas, los machistas,
los racistas o la extrema derecha, y ya, es hacerle un enorme favor. VOX es mucho más. VOX es una enorme maquinaria política, mediática, policial y judicial amoral, terriblemente amoral, creada, engrasada y financiada de resentimientos y odio
hasta ahora nunca representados en política. VOX es el ectoplasma político del falangismo, del franquismo, del terraplanismo, del trumpismo y del cuñadismo social. VOX es a la política lo que es Cuarto Milenio a la información. (Aplausos). VOX
es el partido del cuarto cubata; VOX es el partido del cuarto cubata, y así hay que decirlo. Y ¡ojo!, porque VOX no busca gobernar. Ahora esta gente no busca gobernar, solo busca destruir. De momento, ver a Espinosa de los Monteros hablando de
parados, a Ignacio Garriga hablando de exclusión social o a Abascal hablando de lo que sea no es creíble, no lo es, pero algún día lo conseguirán. Algún día conseguirán ser creíbles para según quién. ¿Y saben cuál es la mejor manera de ganar para
ellos? Interpelar a la clase trabajadora, interpelar a la clase obrera, conseguir inocular en bares, metros y centros de trabajo una sola idea, una sola frase, una sola, una frase mágica para toda la ultraderecha en todo el mundo: todos somos
iguales, todos son iguales, todos los políticos son iguales. Tan peligroso como falaz, primero, porque Anguita jamás fue lo mismo que Aznar, Tardà jamás fue lo mismo que Pujol y, por ejemplo, Yolanda Díaz jamás será lo mismo que Ayuso. (Aplausos).
Segundo, porque esa idea solo busca una cosa: la desesperanza y la abstención en la izquierda. Bajo esas tres palabras, todos son iguales, solo pringa la izquierda, solo; la derecha vota a la cabra. Solo. Y tercero, porque si bien hace nueve
años esa misma desesperanza y distancia hacia la clase política se aglutinó en torno al progresismo del 15-M, hoy se puede aglutinar en torno al fascismo de VOX.



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He aquí lo terrible y peligrosísimo de dejar que se instale lo de todos son iguales, porque, además, si todos son iguales, que todos se vayan y gobierne uno solo durante cuarenta años.


Por ello, me dirijo a los barrios, a los barrios como en el que yo me crié, me dirijo a la gente que nos está viendo y que les puede llegar a sonar bien lo que hoy aquí la ultraderecha ha dicho. A ti, estés en Carabanchel, en Madrid, estés
en Bellvitge, en Hospitalet, o en el Polígono Sur de Madrid, Abascal y compañía votaron en contra de la subida del salario mínimo; votaron en contra de las ayudas de los ERTE; votaron en contra de eliminar los despidos durante las bajas; votaron
en contra de la subida de las pensiones; votaron en contra de salvar los puestos de trabajo en Alcoy y mil sitios más; votaron en contra de preservar este planeta; votaron en contra de que cada cual ame a quien quiera amar cuando quiera amar;
votaron en contra de reconocer que en este país se asesina a decenas de mujeres cada año; votaron en contra de eso cada semana de este año. (Aplausos). A ti, estudiante, pensionista, mujer, hombre, migrante, autónomo, andaluz, madrileño o
catalán, a ti, seas quien seas y estés donde estés, VOX no son de los tuyos. Votan cada semana contra ti, contra tus intereses, contra tu clase y contra tu género. VOX no representa a la España que madruga, representa a los explotadores de la
España que madruga. Aplaudiendo a VOX, jaleando a VOX y votando a VOX estás votando al jefe que te explota, al juez que te condena, al homófobo que te insulta, al periodista que te miente y al policía que te pega. ¡Eso es VOX! (Aplausos). Si
votas a VOX, es tan sencillo y simple como si fueras una oveja votando a lobos. Si eres de estos barrios o de estos mundos, debes saber que la mejor patria es una escuela, que la mejor bandera es la bata de un sanitario y que el mejor patriotismo
es pagar impuestos.


De esta crisis quedará el sentido del civismo de muchos ciudadanos y el sentido de cinismo de muchos políticos. Si la dicotomía comenzó siendo durante esta pandemia economía o vida, hoy es electoralismo o vida. No, no todos somos iguales;
se empieza creyendo eso y se acaba pensando que M. Rajoy es Pablo Iglesias. (Aplausos).


La pandemia dejará más pobres que muertos; la pandemia dejará más pobres que muertos. Y en lo venidero, nuestro mayor enemigo no serán el virus y la miseria que vendrá; nuestro mayor enemigo será la codicia, será el odio y será la
indiferencia que comportará. En el mañana no habrá peor asintomático que el asintomático al dolor ajeno. Ante la pérdida de camas y personal en la sanidad pública, ante el aumento de ratio de niños y niñas en las aulas, ante la degradación del
transporte público, ante la precarización del trabajo, ante la venta de las ciudades a fondos buitre, ante la condena a vivir en pisos minúsculos en barrios periféricos, no lo dudéis, VOX fomentará la guerra del último contra el penúltimo. Son un
monstruo que solo se alimenta del odio. No se lo des. De las palabras del odio a los actos de odio solo van dos tardes.


La izquierda debe ser consciente, debemos ser conscientes de que representamos una idea que necesita ganar muchas veces y de que su pervivencia como alternativa de Gobierno depende de que haga de izquierda. Pero ¿qué es que la izquierda
haga de izquierda? Que la izquierda haga de izquierda es hacer y defender tres cosas, tres ideas tan grandes como hermosas: trabajar menos para trabajar más, producir lo necesario y redistribuirlo todo. Trabajar menos para trabajar más, para
trabajar todos, producir lo necesario y redistribuirlo todo. (Aplausos).


Acabo, y me dirijo ahora a parte del Gobierno, porque qué cómodo es tener a la ultraderecha para parecer más progre. Señorías del PSOE, ¿qué diferencia hay hoy entre Felipe González y Santiago Abascal? ¿Cuál? ¿Y entre Corcuera y Ortega
Smith, cuál? ¿Corcuera les vota? ¿Les vota a ustedes o les vota a ellos? ¿Qué ganan callando frente a gente como Corcuera o Felipe González? Olvídenlos, dejen morir a ese PSOE. ¿Qué ganan haciendo un funeral de Estado de facto a Franco para que
no se enfaden? ¿Qué ganan no solucionando la situación de nueve demócratas catalanes salvaje e injustamente encarcelados? ¿Qué ganan planeando la fuga del emérito en pleno verano? ¿Qué ganan?


Señorías del PSOE, de su miedo y de sus complejos vive la ultraderecha en este país desde hace cuarenta años, ¡cuarenta años! Este fascismo no necesita de su hipocresía; necesita de su valentía. Abascal no necesita que le contesten aquí en
el atril; necesita que le contesten cada martes con el BOE. Háganlo, háganlo, y los tendremos a kilómetros de Moncloa y no a dos palmos, como ahora.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Rufián. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el mismo Grupo Parlamentario, tiene la palabra la señora Bassa Coll.



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La señora BASSA COLL: No es casualidad que el señor Ortega Smith, que defendía en el Tribunal Supremo el mismo relato acusatorio que la Fiscalía y la Abogacía del Estado, hoy se siente en este Parlamento. Que el tribunal, en la sentencia,
asumiera su relato de odio y venganza con el aplauso casi unánime de la sociedad española significaba el triunfo de la España de VOX. Condenaron a Jordi Cuixart y Jordi Sànchez a nueve años de cárcel por convocar manifestaciones. Llevan tres años
en la cárcel, cuando Vera y Barrionuevo solo estuvieron tres meses después de ser condenados por terrorismo -terrorismo- de Estado. Condenaron a la presidenta Carme Forcadell a once años y medio por permitir un debate parlamentario. Lleva ya tres
años en la cárcel, mientras que el fascista que asesinó a Guillem Agulló estuvo solo cuatro y los policías que asesinaron a Pedro Álvarez o Gustavo Muñoz no la han pisado. (Aplausos). Condenaron al vicepresident de Catalunya, Oriol Junqueras, a
trece años, trece años más de los que van a condenar al emérito [corrupto] 1Juan Carlos de Borbón. (Aplausos). Condenaron al conseller Raül Romeva a doce años, doce años más de los que condenaron al [criminal] 2 José María Aznar por sus crímenes
en Irak. (Aplausos.-Rumores). Condenaron a mi hermana, la consellera Dolors Bassa...


La señora PRESIDENTA: Señora Bassa, espere un momento, por favor. Señora Bassa, estoy segura de que su posición política la puede defender sin las descalificaciones que está deslizando a nombres y a personas concretas. Si no lo quiere
hacer por respeto a esas personas, hágalo al menos por respeto a esta Cámara y a todos los ciudadanos.


Muchas gracias.


La señora BASSA COLL: Condenaron a mi hermana, la consellera Dolores Bassa, a doce años, doce años más de los que [han condenado por corrupción a M. Rajoy] 3. (Aplausos). Por cierto, es escandaloso que la sentencia acuse a mi hermana de
ser consellera d'Ensenyament y abrir las escuelas para el 1 de octubre cuando no era consellera d'Ensenyament, sino de Treball. Condenaron al conseller Jordi Turull a doce años, mientras la pena impuesta por el Tribunal Supremo a un profesor del
Opus Dei por abusos sexuales fue de dos años. Condenaron al conseller Josep Rull a diez años y medio, mientras que nunca han condenado a ningún fascista por los crímenes del franquismo. Condenaron al conseller Joaquim Forn a diez años y medio
-lleva ya en la cárcel más de lo que ha estado el ladrón Rodrigo Rato- (aplausos) por no permitir que los mossos actuaran a golpes contra sus vecinos, como acaba de legitimar la sentencia que absuelve al mayor Trapero y a la cúpula de los Mossos.
Contrariamente, la Guardia Civil o la Policía Nacional española sí utilizó la violencia policial y no han sido condenados, han sido condecorados. (Aplausos).


Esta es su idea de España, de democracia, de justicia, y preocúpense quienes comparten la sentencia porque comparten la visión de VOX, porque es la victoria de la mano dura y la represión para resolver un conflicto político. Es la victoria
del odio y la venganza forjados con el silencio cómplice de la mayoría de la izquierda española sobre la gran mentira de la violencia en Cataluña, mediante un perfecto engranaje nacionalista español, donde los jueces retorcieron el concepto de la
violencia, los medios de comunicación retorcieron sus plumas, sus tertulias y sus planos de Cámara para dar una falsa imagen de violencia, los políticos retorcieron los derechos y la democracia, ejerciendo, ellos sí, violencia contra una población
pacífica, y los policías retorcieron su poder para denunciar una violencia inexistente con pruebas inventadas o absolutamente inconsistentes. Así, se detiene y acusa falsamente de terrorismo a los CDR, se persigue policial, judicial y
mediáticamente a Adrià Carrasco y a Tamara Carrasco e incluso a profesores. Hoy están absueltos, pero los medios y los políticos que hablaron mucho de su detención, han hablado muy poco de su absolución y no han hablado nada de la persecución y del
sufrimiento generado ni, obviamente, han cuestionado la falsedad de la violencia que han estado construyendo durante años, incluidos medios considerados progresistas, y encima tienen la desfachatez de acusar de manipulación a TV3 o a la escola
catalana.


Los medios de comunicación y la clase política española han antepuesto su nacionalismo español a la verdad y a la honestidad. El hecho de que no les guste lo que pasa en Cataluña no les legitima a mentir, a construir una falsa imagen de
violencia y a hacernos aparentar violentos y malvados, porque este es el caldo de cultivo en que se crea el odio y la venganza que hacen que VOX esté hoy aquí. La imagen de poblaciones jadeando a policías al grito de '¡a por ellos!' para venir a
aporrearnos, ¿dónde la encasillan,


1 Palabras retiradas por la Presidencia de conformidad con el artículo 104.3 del Reglamento de la Cámara.


2 Palabras retiradas por la Presidencia de conformidad con el artículo 104.3 del Reglamento de la Cámara.


3 Palabras retiradas por la Presidencia de conformidad con el artículo 104.3 del Reglamento de la Cámara.



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en democracia o en fascismo? La policía en un estadio requisando paranoicamente camisetas y bufandas por el simple hecho de ser amarillas o requisando silbatos para impedir que se silbara al rey o la Casa Real ordenando la retirada de una
pancarta de Òmnium Cultural porque no le gustaba al Borbón, esas imágenes, absolutamente normalizadas en esta España, ¿dónde las encasillan?, ¿en democracia o en fascismo? Es que son muchas las imágenes que explican que hoy VOX esté aquí: las de
los exiliados y exiliadas políticas catalanas amparadas por tribunales europeos que consideran que no hay garantías de que tengan un juicio justo en España; la del espionaje legal del president Torrent o de Ernest Maragall por parte de las cloacas
del Estado; la de los 2850 catalanes perseguidos hoy día por la justicia española por motivos políticos, incluyendo a la Mesa del Parlament y a los diputados de Esquerra Josep Maria Jové y Lluís Salvadó; la del Senado suprimiendo el autogobierno a
Cataluña, o tribunales destituyendo presidents o governs de la Generalitat; la de Dani Gallardo, encarcelado hace un año por solidarizarse con la causa catalana; la de los jóvenes de Altsasu encarcelados y el 'todo es ETA'; la de las leyes
mordazas que persiguen a artistas y disidentes; la de las concertinas y las cárceles CIE con las que reciben a los extranjeros pobres.


Esta es la España que están creando y esta es la España que adecuadamente representa VOX. No es casual que VOX esté aquí, es causado. (Aplausos). Como familiar de presa política, frente a esta España me reafirmo no solo en la voluntad,
sino en la necesidad de una república catalana y de la independencia de los Països Catalans. (Aplausos). Señor Ortega Smith, el Tribunal Supremo asumió su visión de España, pero no cante victoria. Después de la sentencia, yo y millones de
personas en Cataluña seguimos siendo independentistas y orgullosas de un Govern que, entre obedecer a un politizado Tribunal Constitucional o al mandato democrático explicitado en el programa electoral de hacer un referéndum, decidió obedecer al
pueblo. Aunque el Tribunal de Cuentas persiga embargar a nuestras familias, seguimos y seguiremos siendo independentistas; a pesar de los golpes y la represión, millones de catalanas y catalanes seguimos siendo independentistas. (Aplausos). Es
más, después de todo esto, estamos más convencidas de nuestro independentismo y aún somos más los independentistas. No hay duda de que VOX, igual que el PP, es una fábrica de independentistas, pero, a pesar de ello, desde Esquerra Republicana de
Cataluña vamos a votar no a VOX porque no deseamos el fascismo en ningún país del mundo y porque nuestras presas y presos políticos, tal y como hicieron constar en el juicio, defienden la independencia desde el diálogo, la democracia y la paz.


Voy terminando, presidenta. Señor Sánchez, señor Iglesias, el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos debería enfrentarse con contundencia a las mentiras, la represión y los recortes de derechos civiles y de libertades, que solo alimentan el
discurso de VOX. Incluso, señor Casado, señora Arrimadas, deberían hacer un viraje ideológico y discursivo hacia la democracia. Demuestren que es posible ser un español de derechas sin ser necesariamente facha. Señores del PSOE y del PP, ustedes
eligen en qué casilla quieren estar y en función de esto, España será democrática o fascista. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Bassa.


Las palabras corrupto, criminal y de condena referidas al rey emérito y a dos expresidentes del Gobierno serán retiradas del Diario de Sesiones.


Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. (Aplausos).


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Abascal Conde): Nunca hemos subestimado a los frikis, señor Rufián, porque llegan aquí con aparatos electrónicos, los ponen encima del escaño, muy voluminosos, y luego acaban haciendo
discursos largos y son capaces de encadenar unas cuantas frases bien construidas; incluso son capaces de detectar socialmente el gran aumento de VOX entre los trabajadores. Nunca hemos despreciado ni minusvalorado a los frikis, porque pueden
acabar ustedes haciendo mucho daño, señor Rufián. (Aplausos).


Permítame que le diga que me hace disfrutar un poco, y lleva haciéndolo ya durante unas cuantas sesiones; probablemente, esta confesión haga que usted deje de darnos ese placer. Cuando le veo tan preocupado porque tantos trabajadores
españoles, tantos obreros, tantas personas que están en los polígonos en distintos oficios estén apostando por VOX en toda España, he decirle que me produce un gran placer. Cuando veo su preocupación, cuando veo cómo alerta a esta izquierda tan
sectaria de cómo los trabajadores se están acercando cada vez más a VOX, me doy cuenta de que tiene usted cierta perspicacia política; pero, sobre todo, me da usted muchísimo placer. Gracias, señor Rufián. (Aplausos).



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Pero me tiene que dar a mí las gracias también. Usted dijo que dejaría el escaño para volver a una Cataluña independiente, para volver a la república catalana independiente. Y también dijo usted que si no había una Cataluña independiente,
si no lograban la república, usted asumiría su responsabilidad política y también dejaría el escaño. Esa fue su promesa electoral; usted nos prometió a todos que no volveríamos a verle aquí. Usted ni vuelve a Cataluña ni deja el escaño, pero lo
ha argumentado, no como el señor Sánchez, que miente a todos los españoles y luego no lo argumenta. Usted no se va porque dice que tiene que quedarse aquí a combatirnos a nosotros. A ver, Superman, (risas) ¡qué va a combatir usted a VOX!
(Aplausos). Deje de hacerse el imprescindible, deje de hacer el ridículo, que aquí hay cola, hay una larga lista amplísima para combatir a VOX. ¡Si casi hay peleas entre todos ustedes, que estaban deseando que llegase este momento para subir a la
tribuna e incluso en su grupo reparten los tiempos! (Aplausos).


Pero lo mejor de todo ha sido cuando usted y la señora Bassa le han dicho al Partido Popular cómo tiene que ser la derecha, con quién tienen que tener los pactos. Incluso ha mostrado usted que es fan de Merkel. ¡Resulta que aquí ahora
todos admiran al Reich, todos! Yo tengo que decirle que la señora Merkel tiene muy claro que no pactará con lo que usted considerará que es el homólogo de VOX en Alemania, con la Alternativa por Alemania, pero, desde luego, con ustedes no tendría
ninguna duda, porque un partido como el suyo sería ilegal en Alemania, señor Rufián. (Aplausos).


Otra cosa he de decirle, porque no tienen opción a réplica en este momento: que ha sido usted especialmente cruel con el señor Echenique, que se ha comportado de una manera muy formal durante estos días, cuando ha dicho eso de que el mejor
patriotismo era pagar los impuestos. Yo creo que no venía a cuento que usted le hiciera ese reproche al señor Echenique. (Aplausos).


Y para finalizar, le informo de algo, señor Rufián: la república no existe ni existirá. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor candidato. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el Grupo Parlamentario Republicano, tiene la palabra el señor Rufián Romero.


El señor RUFIÁN ROMERO: Señor Abascal, tengo que decirle que le he visto muy flojito al principio (rumores) -al principio, al principio- en las réplicas, porque no podía leer lo que le escribían y le costaba mucho, y ahora está pillando un
poco más de jaleo. Al principio, porque sin odio la verdad es que ustedes no son nada. Me achaca -previsible- lo de los dieciocho meses. Tranquilo, ¿eh?, que me queda mucho para llegar hasta sus dieciocho años en política. (Aplausos).


Lo primero: ¿voy bien vestido? ¿Le parece bien? Para ser de izquierdas, ¿le parece bien? (Rumores). Tenga en cuenta que de toda la vida ha habido mucho honrado en chándal y mucho ladrón con corbata; téngalo en cuenta. (Aplausos).


Yo he apuntado de su primer discurso los principales inputs, sus principales ideas fuerza. Usted en su primer discurso de la mañana, hace muchas horas -hace demasiadas horas-, ha dicho treinta veces España -treinta-, quince veces ETA
-quince-, diez veces gestión criminal -diez veces-. Por cierto, nos llaman a nosotros -a nosotros- ilegítimos porque somos independentistas en un Congreso español. Y cuando ustedes entren, que probable y desgraciadamente entren, en el Parlament de
Catalunya defendiendo la supresión de la autonomía catalana, ¿qué serán, que serán? (Rumores). Me molesta mucho decirlo, pero, como demócrata, serán diputados defendiendo una idea que me repugna pero muchísima gente les habrá votado. Como
demócrata, yo les respetaré, aunque me gusten muy poco. (Aplausos). Les pido que ustedes hagan lo mismo y dejen de decir a la gente que es ilegítima, porque a partir de ahí -a partir de ahí-, todo vale. Si tú le llamas a alguien ilegítimo, todo
vale, y de las palabras del odio a los actos del odio hay un par de tardes.


Ocho veces miserables, siete veces virus de China -copiando a Trump-, cinco veces golpistas, cuatro veces traidores, tres veces bolivarianos y dos veces renegados. Sí, yo soy un renegado de su España, de la España que ustedes representan
(aplausos); yo lo soy, y lo digo abiertamente. Pero ustedes han hecho cero propuestas para la gente de este país -cero-; bueno, sí, ustedes han hecho todo un manual para los cuñados fachas de este país para las cenas de Navidad -todo un manual-
durante toda la mañana.


A mí, señor Abascal, me alegra, o no -no sé, no tengo ni idea-, darle placer. No le voy a decir lo que usted a mí me produce, no se lo voy a decir (rumores.-Risas), y tampoco le voy a leer una lista -una listita-, porque le podría leer la
lista de los nombres de los 200 000 que están aún en cunetas desde hace ochenta años, pero estaríamos aquí hasta que usted pagara la hipoteca de un millón de euros seguramente, seguramente. (Aplausos).



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Lo que sí le voy a leer es un tuit en respuesta a su intervención estrella de hoy. María Jáuregui -¿sabe quién es?-, la hija de Juan María Jáuregui, una de las personas que usted ha nombrado, le dice lo siguiente: Santiago Abascal, es una
falta de respeto a la memoria de mi aita que utilices su nombre. No sé si sabrás que mi aita luchó contra el franquismo, luchó a favor de la democracia. No manches su nombre. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo
Parlamentario Republicano, del Grupo Parlamentario Socialista y del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, puestos en pie).


¡Viva Andalucía libre! ¡Gora Euskal Herria askatuta! ¡Viva els Països Catalans!


La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno.


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Abascal Conde): Ya veo que lo suyo son los tuits porque primero los escribe usted y luego los dice en esta tribuna.


Señor Rufián, ha logrado usted poner en pie a todo el Partido Socialista y nosotros hemos logrado retratarlos a ustedes con los socialistas (aplausos), así que con eso ya hemos cumplido con uno de los objetivos de esta moción de censura:
que todos ustedes se retratasen juntos.


Está muy ofendido -no sé exactamente cuál es el sentimiento que le produce, que no ha querido desvelarlo- porque digamos que son ilegítimos los diputados que no han querido jurar el cargo y, por tanto, se sientan aquí ilegalmente -voy más
allá-, y dice que si los llamamos ilegítimos, eso lleva al odio. Ustedes nos llaman machistas, retrógrados, fascistas, xenófobos, homófobos..., ¡y me va a decir usted que eso lleva al amor! (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, candidato.


Se suspende la sesión hasta mañana a las nueve.


Muchas gracias.


Eran las ocho y cincuenta y cinco minutos de la noche.