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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 727, de 30/06/1999
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1999 VI Legislatura Núm. 727



CONTROL PARLAMENTARIO DE RTVE



PRESIDENCIA DEL EXCMA. SRA. D.ª CARMEN ALBORCH BATALLER



Sesión núm. 40



celebrada el miércoles 30 de junio de 1999



ORDEN DEL DÍA:



- Comparecencia del señor director general del Ente Público RTVE
(Cabanillas Alonso) para informar de los criterios de política
informativa de Televisión Española. Asolicitud de los Grupos
Parlamentarios Socialista del Congreso, Federal de Izquierda Unida,
Vasco (EAJ-PNV) y Mixto. (Número de expediente 212/001982.)
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Se abre la sesión a las diez y quince minutos de la mañana



La señora PRESIDENTA: Comienza la sesión que tiene como objeto la
comparecencia del director general del Ente Público Radiotelevisión
Española para informar de los criterios de política informativa de
Televisión Española.

Tiene la palabra el director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PÚBLICO RTVE (Cabanillas Alonso):
Buenos días a todos.

Ante esta comparecencia, quiero reiterar, fundamentalmente, algo que
se ha dicho en esta sala con anterioridad y



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con frecuencia, algo en lo que creemos los profesionales de
Televisión Española, algo que creo que ha marcado su actividad en los
últimos tiempos, que desde luego ha marcado la mía, y que va a
constituir las piedras angulares precisamente de esa actitud hacia el
futuro. Quiero recordarles también, y no es que haga falta, pero es
el marco normativo en el que nos encontramos, que ese derecho que
tenemos a comunicar o a recibir información, ese derecho de la
Constitución, que tenemos todos, y que está recogido en su artículo
20.1 d), así como los propios principios que hay en el Estatuto de la
Radio y la Televisión, constituyen, ya también para los propios
profesionales, lo que es la columna vertebral de nuestra política
informativa. Han sido abordados, como también saben ustedes, por los
principios básicos de programación aprobados ya el 30 de julio de
1981, si no recuerdo mal, por el consejo de administración, dentro
del epígrafe información y opinión. Allí se desarrollaban cuáles son
esos criterios, cuáles son esos principios que tantas veces hemos
mencionado: objetividad, imparcialidad, veracidad, separación entre
información y opinión, libertad de expresión. Y se daban en ese
contexto una serie de recomendaciones al respecto en cuestiones que
son susceptibles ya de una valoración más técnico-profesional.




No creo que tengan duda de cuál es mi opinión sobre cómo se han
cubierto, cómo se han respetado, cómo se han seguido esos principios
por parte de Televisión Española, por obligación, efectivamente, pero
también por convicción. Cada información, cada noticia, cada tema, se
aborda teniendo en cuenta esos criterios, con mejor o peor éxito
desde el punto de vista informativo, pero siempre -insisto, una vez
más- centrándonos en lo que es nuestro cometido y lo que es nuestra
profesión.

Aquí mismo y en esta Comisión en esa explicación de esos principios o
en ese compartir con ustedes esos principios, hemos hecho con
frecuencia una distinción o varias distinciones, en lo que se refiere
a información y opinión; hay verdaderos ríos de tinta al respecto.

Hemos distinguido también entre opiniones o actividades de los
gobiernos, de los partidos políticos. Cualquiera de los argumentos,
que son viejos, y sus defensores evidentemente se encuentran en esta
sala, parten de la noticia, como justificación de lo que tiene cabida
en un programa informativo. Noticia es lo que sucede y tiene interés;
incluso, también sucediendo y teniendo interés, es aquello que esta
ligado a lo que es la propia definición del servicio público. Noticia
es lo que sucede y tiene interés, además sea quien sea su
protagonista. Tiene que ser cierta, contrastada por tanto y no
inventada, afectar a la vida de los ciudadanos y que se produce con
una regularidad, regularidad que se expresa en las actividades de
ustedes, en las actividades de los partidos, en las actividades del
Gobierno. Todas ellas merecen la calificación de noticia, y, como
tal, se incluyen en la información radiofónica y televisiva.

Hay otras, y ahí es donde entra en juego quizás el aspecto o el
apartado más polémico de este marco, que quedan a juicio de los
profesionales, son menos fáciles de determinar, y esos profesionales
tienen su propio esquema de actuación. Yo creo -lo he sostenido
siempre- que es una actuación que hay que respetar y sobre todo que
hay que respetar, aceptando a priori que ellos actúan conforme a
esos principios que he enunciado antes, a lo que es su propia
devoción por aquello que representan su profesión. Y desgraciadamente
con frecuencia, en muchos casos, se invierte ese a priori y se parte
de la base de que eso no es así y de que actúan, no ya sobre esos
principios, no ya por su compromiso con la profesión, sino por
factores externos. A mí me parece que eso es no sólo un flaco favor a
la profesión o a la institución a la que representan sino, en muchos
casos, una auténtica hipocresía. En todo ese contexto hay una serie
de fórmulas o formas más o menos estandarizadas para la medición de
la respuesta que tienen los ciudadanos ante ese tratamiento de la
información. ¿Todas ellas incompletas? Probablemente, pero todas
ellas válidas a la hora de tomar el pulso a la situación y a la
visión que de esos profesionales tiene la sociedad.

Hablamos de las audiencias, hablamos de encuestas, realizadas tanto
por organismos internos como por organismos externos a las empresas o
a la compañía que pueda ser objeto del análisis, y ya digo que son un
factor que no debemos perder nunca de vista, porque al final, lo que
representan es la voluntad de aquellos a quienes ustedes aquí
representan, sobre la base de quienes evidentemente realizan, muy
legítimamente, su función de control sobre mí y sobre la casa.

Por último, hay también otro factor que es puntual en el sentido de
que no tiene esa nota de regularidad a la que hacíamos referencia
antes, que son los procesos electorales. Ahí también cede un
planteamiento, llamémoslo extremo, de criterio profesional ante unas
normas establecidas por los órganos que están facultados para ello.

¿Son esas normas la mejor solución? Son, como todas las normas,
soluciones de convivencia que facilitan el trabajo y normalmente
deben también servirnos de base para nuestro análisis. Sobre la base
de esas normas y en esos casos también hay que medir, junto a las
audiencias o las encuestas los esfuerzos que se realizan en esos
contextos, que son normalmente muy superiores a los de la vida
rutinaria, a los del día a día y desde luego muy superiores a los que
se exigen a empresas que también tienen la caracterización de
servicio público y que algunas veces olvidamos.

Desde esos esfuerzos, desde el resultado de esas audiencias, desde la
imagen que se refleja en esas encuestas y desde el respeto por los
profesionales de la casa, de los principios que les vinculan, tengo
que decirles que los servicios informativos de Televisión Española
están realizando muy buen trabajo.

Muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: Como SS.SS. y los medios conocen, esta
solicitud de comparecencia ha sido presentada por el Grupo
Socialista, el Grupo de Izquierda Unida, el Grupo Vasco y el Grupo
Mixto. Por tanto, vamos a conceder, en primer lugar, la palabra a los
distintos portavoces o representantes de los distintos grupos.

Tiene la palabra, por el Grupo Socialista, el señor Pérez Rubalcaba.




El señor PÉREZ RUBALCABA: Muchas gracias por su intervención, señor
director general.

Quisiera empezar haciendo dos acotaciones muy rápidas. Primera, todo
lo que voy a decir va referido a usted,



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señor director general, y a los directivos que usted ha nombrado,
a los responsables políticos de los telediarios de la Televisión
Española. Por tanto, no tiene nada que ver con los profesionales, a
los cuales respeto tanto como usted, y cuyo trabajo desde el Grupo
Parlamentario Socialista valoramos como correcto. La segunda es que
pretendo hacer una intervención con datos mínimamente contrastados.

Le voy a hacer a usted algunas preguntas, quisiera conocer algunas
respuestas. No voy a entrar en un debate teórico sobre lo que la
televisión pública debe hacer, tiempo hay para hacerlo en esta
comisión. Voy a tratar de suministrar algunos datos contrastados,
repito, para los cuales me gustaría conocer alguna explicación.

Empezaré por decir que llega tarde esta comparecencia y bien que lo
siento. Sabe usted, señor director general, que tuvimos que pedir, y
digo bien, tuvimos que pedir, su dimisión; se votó de hecho en el
Pleno de esta Cámara la semana pasada, a raíz de un acontecimiento,
que fue la retransmisión del debate del estado de la nación. No la
pedimos solos. Hubo un reproche generalizado en esta Cámara. Salvo el
Partido Popular, el resto de los grupos políticos dijeron en la Junta
de Portavoces que había sido un desastre ese debate, o la
retransmisión de ese debate, pero sobre eso volveré luego. Me hubiera
gustado lógicamente haberle pedido la dimisión en persona, que creo
que es lo que corresponde hacer en política, y lo voy a hacer aquí al
final de mi intervención, pero siento que la comparecencia ha llegado
tarde. Nunca imaginé que el debate del estado de la nación fuera tal
chapuza, señor director general. (El señor director general del Ente
Público RTVE (Cabanillas Alonso): Nunca es tarde.)
Durante algún tiempo usted sabe que ha tenido carta blanca por parte
de este grupo parlamentario, le hemos dado un tiempo, confiábamos
sinceramente que su dirección cambiaría las cosas en Televisión
Española, y tengo que decirle que los informativos no sólo no son
mejores sino que han ido a peor. Por eso hemos llegado a donde hemos
llegado y por eso estamos en esta comparecencia. Sabe usted que hemos
discutido aquí muchos ejemplos. Ustedes en estos meses han hecho
muchas cosas, han hecho desaparecer el debate sobre el regalo
eléctrico del Gobierno en diciembre, sobre las fundaciones
sanitarias; han hecho desaparecer asuntos tan raros como el de
Tenerife; han pretendido convertir a don Nicolás López de Coca,
conocido en el mundo agrario como Nicolino, en amigo de Pepe Bono;
han sumergido, nunca mejor dicho, las operaciones opacas del ministro
de Industria, para optimizar sus impuestos, etcétera; incluso han
llegado a convertir la televisión pública en televisión de
anticipación. Sabe usted que en algún momento la televisión ha
llegado a dar noticias sobre este Parlamento que todavía no se habían
producido. De eso ya hemos hablado.

Hemos pretendido dar al debate sobre los informativos alguna
apariencia numérica, algún dato contrastable. Sabe usted que medimos
los minutados de los primeros cuatro meses de su gestión, se los
envié yo personalmente a usted, los discutimos en esta Cámara, y
llegamos a una conclusión que seguramente es, a mi juicio,
indiscutible: el tratamiento que la televisión pública, La 1, da al
Gobierno y al PP, ya sé que para muchos es distinto, para mí es
sustancialmente lo mismo. El grupo parlamentario del PP lógicamente
defiende la acción del Gobierno, no podía ser de otra manera.

En términos de minutado, ese tratamiento favorece al Gobierno del PP
cuatro veces en relación con el tratamiento que recibe el PSOE.

Créame que esto no sería lo más importante si no fuera porque, cuando
uno compara este mismo dato en Antena 3, en Tele-5, y sobre todo en
La 2 de Televisión, en la propia pública, descubre que ese dato es
dos. La relación Gobierno-PP respecto al PSOE en el resto de las
cadenas, incluida La 2, la pública, que también depende de usted, es
de dos. La conclusión es evidente, en La 1 se prima al Gobierno y al
Partido Popular. Y lo digo en comparación con otras cadenas, no
establezco ningún criterio más que ese. Alguien me tendría que
explicar por qué Antena 3, Tele-5 y La 2 tienen exactamente el mismo
comportamiento en términos de minutado y por qué La 1 pasa a duplicar
ese comportamiento. Ese es el dato relevante para mí.

Hasta aquí lo que hemos hecho. Llegó la campaña preelectoral
y ustedes incrementaron ese dato a proporciones alarmantes. ¿Sabe
usted, señor director general, que del 1 al 13 de mayo el Gobierno y
el Partido Popular salieron, en La 1 y en La 2, 182 minutos y el
Partido Socialista, 18? Del 1 al 13 de mayo, 182-18. Es decir,
pasaron a multiplicar por más de dos ese cuatro; aparecieron diez
veces más el Gobierno y el PP que el Partido Socialista en pleno
proceso preelectoral. Y recurrimos a la Junta Electoral. Usted lo
sabe. Usted alegó; la Junta archivó; recurrimos el archivo y ganamos.

Ganamos, señor director general, y a usted le echaron una regañina.

Una regañina, La Junta Electoral le envió un oficio que decía
textualmente que tiene usted que cuidar la pluralidad informativa, la
neutralidad informativa de la televisión. Y le dice: según la
audiencia de unos programas y de otros. Así acaba el oficio en el que
a usted le regañan, después de haber archivado. Es así, señor
director general. Le recuerdan lo que usted tiene que hacer, y eso a
mí me enseñaron que es una regañina. Primera pregunta: ¿Quién es el
responsable de que haya regañado a la televisión pública la Junta
Electoral?
Le señalaba a usted la frase de la audiencia, porque creo que es muy
significativa. ¿Sabe usted por qué? Señor director general, ustedes
intentaron engañar a la Junta Electoral. Y eso es muy grave. No
contentos con manipular los telediarios manipularon los datos que
enviaron a la Junta Electoral Central, pensando seguramente que nadie
los iba a leer. Nosotros los pedimos y alegamos contra esos datos.

Señor director general, ustedes hicieron todo tipo de trucos, alguna
mentira, incluso mentiras muy serias. Ustedes mezclaban
intencionadamente el telediario matinal, el TD-1, el TD-2 y el TD-3,
el telediario de la noche. Y usted sabe como yo las audiencias:
250.000, tres millones-, tres millones y medio, 500.000. Es verdad
que parece que ustedes pretenden compensar al PSOE y al resto de los
partidos de la oposición colocándonos por la mañana y por la noche.

La pregunta es si usted quiere que sólo los espectadores madrugadores
o los noctámbulos escuchen lo que el Partido Socialista quiere decir.

¿Por qué nos condena usted a los insomnes, señor director general?
Lo que usted no puede hacer es, a la hora de comparar PP con PSOE,
sumar audiencias de telediarios, que sabe usted como yo que no tienen
nada que ver. Usted estásumando peras con manzanas. Yeso a la Junta
Electoral no



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se lo dijo. Usted rebatió los datos del Partido Socialista con datos
del Partido Socialista, y usted sabe que lo que decía el Partido
Socialista en su denuncia es que, comparativamente, la diferencia
entre el PP y el PSOE era de diez a uno. Yusted envió una cantidad
tremenda de datos mezclados. La verdad es que el informe era para
morirse de la risa, si no fuera porque era un informe de la
Televisión Española a la Junta Electoral Central.

Finalmente, usted llegó a decir cosas incluso insólitas. Le voy a
leer alguna. Dice usted en su informe, o va firmado por usted, o por
el secretario general, que entre el 22 de marzo y el 23 de mayo, en
dos meses, doña Rosa Díez salió en los informativos de Televisión 3
horas, 23 minutos, 51 segundos. (Un señor diputado: ¡Qué barbaridad!)
¡Qué bárbaro! Tiene usted razón. ¡Qué bárbaro! En definitiva, ustedes
decidieron convertir a doña Rosa Díez en la mujer del tiempo de la
televisión. ¿Sabe usted qué son tres minutos diarios? ¿Quién se puede
creer eso, señor director general? No salen tres horas ni de broma.

Ni de broma. Ustedes engañaron, ustedes manipularon, ustedes
maquillaron, y la Junta Electoral le regañó por eso; le regañó por
manipular en los telediarios, y le regañó por manipular a la Junta
Electoral. Y por eso le incluyen esa coletilla al final del oficio;
le dicen: usted tiene que ser escrupulosamente neutral en la
televisión de los españoles, de todos los españoles, y tiene usted
que considerar que la audiencia de los programas no es la misma. Dos
regañinas en una. Ymi pregunta vuelve a ser, señor director general,
¿quién es el responsable político de ese papelón que hizo usted en la
Junta Electoral, de ese intento de engañar a la Junta Electoral
Central, que es lo que usted hizo en su respuesta a nuestro recurso?
Llega la campaña, y ustedes vuelven a ser regañados por la Junta
Electoral, porque el Partido Socialista no tiene más remedio que
recurrir a algo que es tan burdo, tan burdo, como que estaban ustedes
manipulando los tiempos. Sí, señor director general, no se ría. Entre
el primer día de campaña y el décimo, el PP obtuvo diez minutos más
de lo que le correspondía, según el acuerdo de la propia Junta
Electoral, que eran dos minutos y medio por cada telediario; diez
minutos, uno más.

Tengo que decirle que recurrimos después del domingo día 6, donde el
Partido Popular en el telediario del mediodía salió cuatro minutos 22
segundos, en un telediario de máxima audiencia, dos minutos más de la
cuenta. Señor director general, ¿usted cree que eso es posible? ¿Cree
que es posible que haya algún editor del telediario que no se dé
cuenta de que ustedes se han pasado dos minutos, que han regalado dos
minutos en un telediario al Partido Popular? Y recurrimos, porque
ustedes llevaban un minuto por día de ventaja respecto a otros
partidos políticos, a los que es verdad que nos primaban un poco,
para disimular, pero mucho menos. Y la Junta Electoral, señor
director general, le volvió a regañar a usted y le recordó que usted
tenía que cumplir escrupulosamente los tiempos. Es verdad que hay un
margen de maniobra razonable, que puede ir segundos arriba, segundos
abajo, razonable, pero no puede ser que ustedes primaran un minuto
cada día al Partido Popular. Ustedes rectificaron suavemente y
compensaron un poco al resto de los partidos, aunque al final el
Partido Popular ha seguido teniendo más prima que los otros, sobre
todo más prima que el PSOE y que el PNV. Sí, señor director general.

En el TD-1 y en el TD-2. No me haga usted trucos infantiles, que
lo tengo y además auditado por una empresa. Ustedes corrigieron.

Segunda regañina. ¿Quién es el responsable político de esa burda
manipulación de los tiempos en favor del Partido Popular en la
televisión pública española, señor director general?
De la campaña ya hablaremos. Simplemente le quiero hacer una
pregunta. De repente, la segunda semana de campaña Felipe González
desaparece del mapa informativo de la televisión pública; desaparece.

Me tiene usted que explicar, alguien tiene que explicarme un sólo
criterio informativo para que el mitin más importante, en términos de
asistencia de gente, de esta campaña electoral, que es el de Felipe
González en Barcelona, no haya salido ni un solo segundo en la
televisión pública española. Ni un segundo, señor director general.

Ha sido portada en prácticamente todos los periódicos nacionales de
España, en todos, cualquiera que sea su línea editorial; ha salido en
todas las cadenas públicas y privadas de televisión. Dígame, señor
director general, ¿existe algún argumento, algún argumento
informativo, no de jefe de protocolo de La Moncloa? Porque le
recuerdo que la semana anterior sí salió Felipe González. Yde repente
desaparece. ¿Hay algún argumento además de las encuestas que el
Partido Popular suministraba a su jefe de campaña, que en aquel
momento era usted, señor Pío Cabanillas? (El señor director general
del Ente Público RTVE (Cabanillas Alonso): Me temo que sí.)
Sigo. Ustedes recibieron una tercera regañina en campaña electoral,
porque se empecinaron, se empeñaron en colocar la entrevista de doña
Rosa Díez frente al partido Real Madrid-Valencia. Se empecinaron, se
empeñaron. Porque usted sabe que se ofrecieron miles de alternativas
para acordar una entrevista en cualquier otro momento. Se
empecinaron. Tanto se empecinaron que la Junta Electoral les obligó a
cambiarlo. ¿Quién es el responsable de ese empecinamiento? ¿Por qué
tuvieron ustedes que esperar a que la Junta Electoral les obligara a
cambiar algo que era perfectamente razonable, que se podía haber
cambiado sin más que hablar civilizadamente quienes dirigen la
televisión de todos los españoles y los que representamos a los
españoles en esta Cámara?



La señora PRESIDENTA: Señor Pérez Rubalcaba, tiene que ir
concluyendo.




El señor PÉREZ RUBALCABA: Voy acabando.

No le voy a comentar la noche electoral, porque los periódicos la
comentaron por sí sola. Y no voy a entrar tampoco en el debate sobre
el estado de la nación, porque el resto de los grupos conocen bien lo
que pasó. Usted lo sabe y no voy a entrar en eso. Fue una vergüenza.

No sólo por la retransmisión que hizo La 2, sino en su conjunto, por
lo que pasó en el conjunto del debate. Déjeme que le analice
brevemente -un minuto, señora presidenta- lo que ha pasado en estos
quince días, que han sido importantísimos. Sabe usted que ha habido
pactos postelectorales entre los partidos políticos. ¿Sabe usted que
ha salido 17 veces el Partido Popular en TD1 y TD2 a defender no sus
pactos, porque sólo ha salido a atacar al PSOE -pero eso es un
problema del PP, y yo en eso ni entro nisalgo-, y el PSOE lo ha hecho
sólo 7 veces? ¿Sabe usted,



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señor Pío Cabanillas, que muchas de las veces que el PP ha salido lo
ha hecho para atacar el pacto PSOE-BNG y que no ha habido una sola
intervención en la televisión pública, ni una sola de ningún
dirigente del PSOE ni de ningún dirigente del BNG a favor de unos
pactos que esos partidos habían firmado legítimamente? Y muchas hemos
hecho en público, pero ustedes no han tenido a bien recoger ni una
sola vez la opinión del PSOE o del BNG sobre un pacto firmado por
ambos partidos, y muchas veces han recogido las opiniones del partido
contra ese pacto; es absolutamente cierto. ¿Sabe usted, señor
Cabanillas -y voy terminando-, que el día 22 el Partido Nacionalista
Vasco hizo una oferta al Partido Socialista de pacto y sabe usted
quién comentó esa oferta en Televisión Española? El señor Arenas.

Usted sabe que el Partido Socialista e Izquierda Unida firmaron un
pacto para gobernar los ayuntamientos de Almería y Córdoba, ¿sabe
usted quién glosó ese pacto en la televisión pública española? El
señor Arenas. ¿Sabe usted, señor Pío Cabanillas, que el día 14
Televisión Española dio mayoría absoluta al PP en las ciudades de
Zaragoza y Sevilla? ¿Sabe usted, señor Arenas... -Perdón, es un
lapsus freudiano. Señor Cabanillas, ¿sabe usted que el día 28 en
Televisión Española dijeron que el Partido Popular era la fuerza
política más votada en el País Vasco? Podría seguir y seguir, pero no
tengo tiempo. Explíqueme todo eso, quién es el responsable de la
chapuza de la noche electoral, de que a la una de la mañana los
españoles no supieran el resultado de la Comunidad de Asturias, quién
es el responsable de esta verdadera manipulación, de este ejercicio
de sectarismo que han realizado ustedes estos quince días en la
televisión pública.

Termino ya. Le voy a hacer una última pregunta, créame, la que nunca
hubiera querido hacerle. El día 24 de mayo falleció don Ramón Rubial,
¿me podría usted explicar quién es el responsable político de que en
los telediarios de ese día salieran más responsables del Partido
Popular hablando del fallecimiento de don Ramón Rubial que
responsables del Partido Socialista o familiares o militantes del
Partido Socialista? ¿Quién fue el autor de esa mezquindad, señor
Cabanillas, de ese ejercicio ruin de manipulación que no se recuerda
en la televisión pública española? ¿Me lo podría usted explicar,
señor Cabanillas? Yo creo sinceramente que el responsable político de
todo esto es usted, y esa es la razón por la que pedimos su dimisión
y esa es la razón por la que yo se lo reitero hoy aquí, en esta
Cámara, señor Cabanillas, porque usted es el responsable político de
todo lo que acabo de contar, de un conjunto de datos contrastados que
usted tendría que rebatir en esta Comisión. Usted dijo ayer que había
que despolitizar la televisión pública, y yo estoy de acuerdo;
empiece usted por despolitizarla sacando al responsable del Partido
Popular en la televisión pública, que es usted, señor Pío Cabanillas.




La señora PRESIDENTA: El señor director general puede optar entre
contestar a todos los grupos en conjunto al final o contestar después
de cada una de las intervenciones. El señor director general ha
decidido en este momento contestar al señor Pérez Rubalcaba.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PÚBLICO RTVE (Cabanillas Alonso):
Quiero hacer un
primer comentario sobre sus primeras frases. Al ceñirse a mí y a los
directivos que he mandado, no se escude con los demás; hay mucha
gente, 1.500 personas han trabajado en esta campaña electoral. En
cualquier caso, si no nos considera profesionales y tampoco nos
respeta, eso evidentemente hace comprender muchos de los comentarios.

Usted me dice que me dieron carta blanca. Ni así lo he entendido, ni
en cualquier caso lo he pedido y normalmente, además, no se hubiera
producido, ya se lo he dicho muchas veces. Desde el primer día ha
sido exactamente igual, no me sorprenden sus manifestaciones, y
muchas de ellas son tan infundadas como lo fueron las primeras, que
ya le he comentado muchas veces que se producían antes incluso de mi
propia toma de posesión. En general, señor Rubalcaba, no por hacer
carruseles de datos se tiene más razón, no por demostrar más énfasis
se tiene más razón. Usted habla de esas noticias por anticipación. Ya
le dije en su día que lo que me parecía verdadera manipulación era lo
que se presentó aquí como vídeo, que era el titular y no el contenido
de la información del telediario, que era claro y determinante en el
caso a que usted hace referencia, en el caso de esa noticia que aún
no se había producido. Donde usted quiere siempre ver un drama y por
lo que rasgarse las vestiduras puede haber sencillamente un error
humano, errores que normalmente usted no comete, porque está más allá
del bien y del mal.

También habla usted del tratamiento distinto del Gobierno del Partido
Popular, y del Partido Socialista y en general de los minutados. Ya
le he expresado muchísimas veces mi opinión al respecto. Hay un tipo
de información que se refiere al Gobierno, que es el único que tiene
capacidad para afectar directamente la vida de los ciudadanos y que
obviamente tiene que tener un tratamiento aparte, y si comparamos las
apariciones del Partido Popular y las del Partido Socialista,
evidentemente son mucho más amplias las del Partido Socialista. Pero
ya es muy aburrida esta historia de los minutados, señoría, por una
razón muy sencilla: no se trata de segundos, se trata de mensaje y de
capacidad de transmisión. ¿Cuánto tiempo se necesita para transmitir
un mensaje inteligente? No mucho.

Por otro lado, habla de las regañinas de la Junta Electoral y sobre
todo, de lo que es peor, de los engaños. No haga trampas en el
solitario, señor Rubalcaba. Usted sabe perfectamente que no es verdad
lo que acaba de decir. Ustedes presentan un primer recurso y la Junta
da la razón a Radiotelevisión Española; recurso respecto al cual no
aportaban ningún tipo de documentación. Normalmente esos recursos
suelen tener como base un folio o folio y medio y, eso sí, grandes
dosis de convicción personal. Pues no les daba a ustedes la razón.

Usted también lee lo que le interesa de esos recursos. Efectivamente,
usted presenta uno y entiende que la Junta Electoral después lo que
hace es, como dice usted, regañar o condenar, o como quiera usted
decir, a Televisión Española. Tampoco es verdad, lo único que hace
sencillamente es trasladar lo que había sido en un primer momento una
de las dudas claves, que es la interpretación de la normativa que en
su día llegó a la Junta Electoral por parte del consejo de
administración. Eso es lo que dice: trasladar. No sé cuál es el verbo
que usted ha utilizado, pero realmente no es el que realmente refleja
lo que se dijo por la Junta



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Electoral. Vamos a decir bien las cosas. En la primera dice: archivar
la denuncia, porque de los datos no se permite apreciar la existencia
de violación de los principios de respeto al pluralismo político y
social y de neutralidad informativa. Ésa se refiere precisamente a
todas esas informaciones del 1 al 13 de mayo a las que ustedes hacen
referencia y a las que ha vuelto usted a hacer referencia hoy. Como
obviamente no había ningún problema entendido así por la Junta
Electoral, y sigue sin haberlo hoy, por mucho que usted insista en
esos días, hacen ustedes referencia a otros días. Ustedes mismos
consideran que no ha prosperado no ya el recurso, porque no es tanto
un recurso, y sencillamente tienen que cambiar el objetivo. Allí
usted también hace una petición, una petición que no solamente es muy
legítima, sino que desde luego recibe todo nuestro apoyo: que demos
cumplimiento a nuestras obligaciones. Efectivamente lo estábamos
dando, y así se lo dijimos a la Junta Electoral en nuestra
información. La Junta lo que hace es trasladar su petición. No se
trata de ningún tipo de regañina y, desde luego, no se corresponde
con ningún tipo de decisión de la Junta en la que hubiera algún tipo
de elemento sancionador, y usted lo sabe bien; o dicho de otra forma,
no había nada que cambiar. En el tercero al que usted también hace
referencia tienen más información al respecto y aportan dos o tres
folios más. Usted lo que pide es que se compense a este partido
político con el minutaje que proporcionalmente le corresponde en el
primer telediario y en el segundo telediario. Eso es lo que pide. En
ningún lugar del texto de la resolución de la Junta se obliga a
Radiotelevisión Española a proporcionar o a equilibrar, pura y
sencillamente porque no ha habido tal desproporción o tal
desequilibrio. Lo único que hace es insistir en los planteamientos
anteriores.

Se salta usted, eso sí, por razones obvias, el siguiente, que
nuevamente hace que la Junta Electoral nos dé la razón, que es el
caso del debate. Creo que la interpretación de la Junta es
absolutamente meridiana: hay un debate que está marcado por las
normas establecidas por el consejo de administración, y, como dice el
propio texto -parafraseo, pero si quieren, se lo leo textualmente-,
en primer lugar, el hecho de que un grupo no quiera asistir al debate
no supone ningún impedimento para su celebración, y en segundo lugar,
ratifica que asistan las seis fuerzas parlamentarias, de lo cual me
congratulo porque fue el único debate a seis que se produjo en toda
la campaña, y en tercer lugar, decide claramente que es competencia
de Radiotelevisión Española y de esta Dirección General establecer
los términos, las formas y organizar el debate. Ya van, pues, tres
seguidas que son negativas.

Usted también hace referencia a una quinta, porque también ha
olvidado la cuarta, sobre la que volveré porque es el caso de Rosa
Díez. Le vuelvo a decir que no haga trampa en los solitarios. Usted
sabe que el consejo de administración decidió los términos de las
entrevistas en una reunión en la que se votó esta propuesta
mayoritariamente, y por supuesto con los votos de los tres
representantes del Partido Socialista, determinándose que se darían
en horario de amplia audiencia y de orden de menor a mayor. Así se
estableció y así se comunicó con mucha antelación; de hecho, la
comunicación fue del 28 de mayo, y a ella contestaron
ustedes favorablemente. Nadie pensaba en el partido de
fútbol entre otras razones, porque en ese momento el partido no
estaba programado. Desde entonces hubo un intercambio de llamadas y
de cartas, todas ellas buscando una solución. Por lo tanto, nadie se
empeña, nadie está intentando arbitrariamente, de una forma mezquina,
obligarles a algo que ustedes no quieren. Es más, usted recordará,
y si no se lo puedo recordar aquí, la carta que yo dirigí al señor
Ciscar en la que digo que si es inconveniente que se produzca ese
debate el día 9, puede realizarse el día 8 por la noche. La carta es
del día 7, cuando estábamos hablando del problema del partido de
fútbol. Tanto es así que de hecho lo primero que dice la Junta
Electoral no es lo que usted ha dicho, sino que se tiene que hacer
ese día. De eso siempre se olvidan ustedes. La Junta Electoral da la
razón a la normativa del consejo de administración y a la formulación
realizada por Televisión Española, es decir, que se tiene que hacer
el día 9. Ahora bien, se tiene que hacer en un horario de audiencia
equivalente, puesto que se entiende que el horario que le
correspondía no era pertinente. Audiencias equivalentes que se les
comunican, que salen con mucha antelación, por lo que ustedes tienen
la posibilidad de grabarlas y que, por razones que son muy
respetables, no graban, lo que hace que nosotros planteemos también
la existencia de un dúplex, de un direccional con respecto a
Barcelona, puesto que Rosa Díez se encontraba allí, y por la noche,
al llegar a la Presidencia de la Junta Electoral, es ella misma y
desde allí quien nos pide que por favor envíenos un nuevo fax
insistiendo en que se produzca ese debate ese día, el día 9. Es más,
lo que ustedes pedían allí era que se celebrara el suyo el 10 y el
del Partido Popular el 11. El 11 no podía ser porque contravenía la
normativa electoral, y al día siguiente, por razones que no son
imputables a Televisión Española, no se puede realizar la grabación
de esa entrevista, y al día siguiente se efectua la entrevista,
cuando se ponen de acuerdo los partidos, que es como tenía que ser.

De hecho, hubo un recurso posterior del Partido Popular que fue
aceptado. Por lo tanto, tampoco en ese caso tienen razón.

Pero hay una última cuestión, a la que tampoco ha hecho usted
referencia, enormemente fundamentada en su argumentación, que es la
que presentan ustedes, si no recuerdo mal, el 10 de junio. Esta vez
ya no es ni siquiera el folio y dice, como traca final: Solicito a
esta Junta Electoral Central que se requiera al director general del
Ente Público Radiotelevisión Española para que cese en su reiterada
manipulación informativa y de una vez por todas respete y haga
respetar los principios de neutralidad política que deben regir los
contenidos informativos de Televisión Española y dé estricto
cumplimiento a lo acordado en esta Junta Electoral en las
resoluciones del 7 y 8 de junio respectivamente. La Junta también ha
archivado esa denuncia, es decir, señor Rubalcaba, no ha ganado ni
una. Yno es un problema de ganar o perder, sino de un respeto que ya
nos negaba al principio de su intervención, porque lo que hemos hecho
ha sido seguir estrictamente lo que nos ha marcado la normativa
electoral.

Usted habla también de mentiras en los números que presentamos para
obtener decisiones favorables, y creo que es también una acusación
absurda. Recomiendo a quienesle han preparado los papeles y que de
hecho preparan los



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papeles del Partido Socialista que tengan cuidado de no incluir la
próxima vez en lo que corresponde al Partido Popular los segundos de
entrada del programa electoral, la sintonía, todo ello con
anterioridad a la intervención del representante del Partido Popular,
porque eso distorsiona bastante los números. Por supuesto, nosotros
no lo hemos hecho así.

Usted habla de sumar audiencias de telediarios de La Primera y de La
2. Señoría, la verdad es muy distinta y muy sencilla. El partido más
favorecido, con diferencia, no ha sido el suyo, pero tampoco ha sido
el Partido Popular; ha sido Izquierda Unida, proporcionalmente. (La
señora Conde Gutiérrez del Álamo: ¡Vaya, que suerte tenéis!-
Rumores.) Y le voy a explicar por qué: porque esa es la normativa que
proviene del consejo de administración, votada nuevamente por sus
representantes por unanimidad. Pero si hacemos en primer lugar la
suma del tiempo total por encima del asignado en el consejo de
administración, vemos que en ese total, incluyendo todos los
telediarios, el partido más favorecido, con nueve minutos por encima
del tiempo total, es el Partido Socialista Obrero Español; en segundo
lugar, Izquierda Unida, con 7,44 minutos más; en tercer lugar, el
Partido Popular, con 4,12 minutos, y después los demás partidos,
todos ellos por encima de lo que se asignó en el consejo de
administración. (La señora Conde Gutiérrez del Álamo: ¡Qué cara
dura!) Por supuesto, eso tampoco tiene ningún reflejo ni se compara
necesariamente, salvo desde el punto de vista de la información, con
los porcentajes en las elecciones anteriores. En cualquier caso,
señoría, no acuse de mentir a los demás y repase los números propios
porque son bastante equivocados.




Usted habla del caso del mitin del señor González. Hay datos, hay un
dato objetivo, y nuevamente los responsables son ustedes, por una
razón muy sencilla: los representantes de los distintos partidos en
el consejo de administración -lo que pasa es que usted se olvida de
ver la normativa electoral- votan algo muy claro, que es que en los
telediarios solamente se hace referencia a las elecciones europeas
y en los centros territoriales se hace referencia a las elecciones
municipales y autonómicas. (La señora Conde Gutiérrez del Álamo: ¡Qué
cara dura, que descaro, no sé cómo no le da vergüenza!) Y además eso
se sigue a rajatabla porque es lo que determina el consejo de
administración. Usted dice que en la primera semana el señor González
sale en los telediarios, y efectivamente en la primera semana estuvo
acompañando la mayor parte del tiempo a doña Rosa Díez, y así fue
recogido en el telediario. En la segunda semana, así fue recogido por
los distintos centros territoriales (La señora Conde Gutiérrez del
Álamo: ¿No sería en las encuestas?), al acompañar a los distintos
candidatos municipales y autonómicos. (El señor Aguiriano Forniés:
¡Qué poca vergüenza! ¿Y Aznar por qué salió?) Son sus reglas, las que
han votado ustedes y por mayoría. En concreto, el mitin en cuestión
era en Barcelona y del señor Clos. (La señora Conde Gutiérrez del
Álamo: Que no salió.) Sí salió, en el centro territorial. En
cualquier caso, le vuelvo a pedir que respete las reglas no ya del
consejo de administración, sino de la Junta Electoral, porque es muy
importante dado el horizonte de nuevas elecciones.

Por último -y lo digo por las ausencias- creo que ha habido dos
comparecencias en las que se ha hecho referencia al caso de don Ramón
Rubial, lo que pasa es que usted no estaba presente y creo que es
bueno que repase los comentarios. Me parece absolutamente
impresentable intentar utilizar al señor Rubial, cuya memoria recibió
el tratamiento que merece un gran personaje público, y creo que es
absolutamente ridículo y está fuera de lugar y que es demostrativo de
a dónde estamos yendo en estas comparecencias que nos preocupemos en
el caso de la muerte del señor Rubial de quién sale más, cuando lo
único que debemos hacer es no sólo respetar su memoria, sino también
alabar su obra. (El señor Pérez Rubalcaba pide la palabra.)



La señora PRESIDENTA: Señor Rubalcaba, no tiene usted tiempo para
replicar. Pueden ustedes protestar lo que ustedes quieran en el cauce
oportuno, pero la Mesa ha tomado un acuerdo, oídos los portavoces, y
en consecuencia se supone ...




El señor PÉREZ RUBALCABA: ¿Quiere usted decir que no tengo réplica?



La señora PRESIDENTA: Que no tiene réplica, señor Rubalcaba.




El señor PÉREZ RUBALCABA: Sabrá que es la primera vez en la historia
de esta Cámara que en una comparecencia de esta naturaleza no hay
réplica. Supongo que hasta al director general y al propio Partido
Popular les parecerá mal que no tenga derecho a replica.




La señora PRESIDENTA: Supongo que la portavoz del Grupo Socialista le
habrá informado de la reunión de Mesa y portavoces que hemos
mantenido antes de proceder a la celebración de esta Comisión.

Precisamente para evitar los posibles problemas que podían surgir,
hemos llegado a un acuerdo en el que... (El señor Aguiriano Forniés:
En contra del Reglamento no se pueden tomar acuerdos.)
Señor Aguiriano, no tiene usted la palabra.

Insisto, la Mesa ha acordado unos tiempos y cómo se iban a utilizar y
esta Presidencia ha avisado al señor Pérez Rubalcaba acerca de ello.

Lo que esta Presidencia ha considerado también -le repito que es un
acuerdo que ha tomado la Mesa, señor Pérez Rubalcaba- es que a
continuación se proceda a la intervención de los representantes del
resto de los grupos y que el señor director general les vaya
contestando. Así pues, lo lamento, pero éste ha sido el acuerdo
tomado por la Mesa.

El señor PÉREZ RUBALCABA: Que yo sepa, señora presidenta, en ningún
reglamento se niega el derecho de réplica a un grupo parlamentario.

Ydéjeme que le diga una cosa más. Sabe usted que los tiempos en esta
Cámara se han utilizado con cierta flexibilidad para favorecer el
debate democrático, que es a lo que venimos aquí, a debatir.




La señora PRESIDENTA: Señor Pérez Rubalcaba, el tiempo se ha
utilizado con toda flexibilidad. El artículo 3 del Reglamento dice:
En casos excepcionales y cuando se



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trate de información sobre un asunto determinado, la Presidencia de
la Comisión, de acuerdo con la Mesa y oídos los portavoces de la
Comisión, podrá abrir un turno para que los diputados puedan
escuetamente formular preguntas o pedir aclaraciones sobre la
información facilitada.




El señor PÉREZ RUBALCABA: Pues entonces, señora presidenta, pido la
palabra por alusiones, ya que ha habido continuadas alusiones, alguna
gravísima, por parte del señor director general hacia mi persona. Me
ha llamado mentiroso.




La señora PRESIDENTA: Señor Pérez Rubalcaba, tiene la palabra por
alusiones.




El señor PÉREZ RUBALCABA: Señor director general, voy a ser muy
breve.

Hacía usted la pregunta de cuánto tiempo necesita un portavoz para
expresar su pensamiento en televisión. Pues el que necesite. Lo que
yo le digo es que usted tiene que tratar a todo el mundo por igual.

Señor director general, no trate usted de engañar a la Cámara. Usted
ha sido reprendido por la Junta Electoral en dos ocasiones. (El señor
Hernando Fraile: Eso no son alusiones.) Y déjeme que le diga otra
cosa. Usted ha dicho que yo había mentido en relación con los datos
que usted ha facilitado a la Junta Electoral y he leído uno, aunque
podría leer muchos más. Le vuelvo a repetir que en su documento se
dice que doña Rosa Díez salió en dos meses tres horas, 23 minutos y
51 segundos. ¿Me lo quiere usted explicar? Porque no es verdad y
usted ha mentido a la Junta Electoral.

Finalmente le voy a decir otra cosa. Ruin y mezquino es el que
preparó el telediario el día de la muerte de don Ramón Rubial; eso es
ruin y mezquino, y no lo ha dicho sólo el Partido Socialista, sino
otros muchos grupos en esta Cámara.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PÚBLICO RTVE (Cabanillas Alonso):
Creo que el tema del señor Rubial es totalmente improcedente. En
cuanto al caso de Rosa Díez, de esta cuestión ya se habló en otra
comparecencia en la que usted no estuvo presente. Esas tres horas se
componen de las distintas apariciones en los telediarios, una
interpretación que usted no quiere aceptar, porque no le conviene,
que es la de que los servicios informativos son algo más que los dos
minutos de información nacional en el telediario de las nueve de la
noche, que comprenden bastantes más cosas. Ahí están incluidos Los
desayunos de Televisión Española (El señor Pérez Rubalcaba: No.) y
también la emisión por parte del Canal 24 Horas. Realmente es difícil
que un canal que se llama sólo noticias no pueda usted considerarlo
como informativo, emisiones que además se repiten a distintas horas y
en distintos días, precisamente por la importancia de la noticia.

Todo ello suma esas tres horas y 52 minutos. (El señor Pérez
Rubalcaba: ¡Mírame, mírame!)
La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Alcaraz, si desea
intervenir.




El señor ALCARAZ MASATS: Señora presidenta, yo no preveía que la
crítica que le hacían a usted iba a desembocar en un debate mucho más
restrictivo a partir de ahora. Usted nos ha comunicado hoy aquí que
hemos empeorado y nosotros no estamos de acuerdo. En esta Comisión se
viene manteniendo desde hace muchísimos años un debate abierto, con
unos tiempos no tasados, sino en función del tema que se está
discutiendo. Por tanto, nosotros no estamos de acuerdo y queremos que
eso se someta a votación para próximas comparecencias. No estamos de
acuerdo con ese retroceso democrático.




La señora PRESIDENTA: Perfecto.




El señor ALCARAZ MASATS: En segundo lugar, señor Cabanillas, habría
que cambiar la política informativa de Radiotelevisión Española,
aunque yo tengo la impresión de que usted no puede hacerlo. Nosotros
nos sentimos cada vez más impotentes, pero yo creo que usted tampoco
puede. Mi impresión es que el señor Ferrari se ha independizado y que
depende directamente del Gobierno.

Quiero manifestar aquí nuestra impotencia ante esa política
informativa que después describiré, apuntando algunos datos
concretos. En las comparecencias públicas que se celebran, en mesas
redondas y en conferencias lo decimos así, porque nos llegan muchas
críticas de nuestra gente que nos pregunta qué es lo que estamos
haciendo para que cambie la política informativa de Radiotelevisión
Española. Nosotros les decimos lo que estamos haciendo, cómo
protestamos y cómo debatimos, pero no hay solución.

Le voy a contar una anécdota. El otro día me vino un estudiante
universitario y me dijo; yo tengo la solución. Yo le pregunté cuál
era y él me contestó: la tomatada. Le pregunté qué quería decir con
lo de la tomatada y me dijo lo siguiente: se compra una tonelada de
tomates maduros, se ponen enfrente de Radiotelevisión Española y se
le comunica a la gente para que todo aquel que no esté de acuerdo con
la política informativa tenga derecho a tirar un tomate. (El señor
Aguiriano Forniés: No hay tomates en España.- Risas.) No tenga miedo,
que yo no he trasladado esta propuesta a los órganos de dirección de
Izquierda Unida.

Hay un debate serio con respecto a la política informativa, bastante
serio. El señor Pérez Rubalcaba se queja y posiblemente con razón,
pero, si ellos salen poco, el resto de los grupos, las minorías,
fundamentalmente en algunos casos las minorías nacionalistas, por qué
no decirlo, estamos desaparecidos. No hablo sólo de la etapa
electoral, a la que usted se ha referido, sino de la política
informativa de Radiotelevisión Española a lo largo de los últimos
años, fundamentalmente de este último año. Nosotros estamos
desaparecidos y, cuando aparecemos, lo hacemos mal. Usted dirá que en
eso nosotros tenemos la culpa, pero yo le digo que no, que no
siempre. Ustedes a veces han repetido el mismo mensaje cinco y seis
veces. (El señor González de Txabarri: Estella.) Sí, Estella o la
guerra, el mismo mensaje lo han repetido ustedes cinco o seis veces,
en precampaña y de forma más relativa durante la campaña electoral.

No se trata sólo de salir mucho, sino de cómo se sale



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y para qué. Usted ha reconocido que nosotros en época normal salimos
un 7 por ciento, incluyendo Los desayunos, que tiene unos 250.000
telespectadores, quizás un poco más, pero no llega a 300.000. Es en
los telediarios del mediodía y de la noche, que tienen una audiencia
de tres o cuatro millones aproximadamente, donde se produce el
desequilibrio absoluto, señor Cabanillas. Por tanto, poco y mal.

Le voy a poner un último ejemplo. El viernes pasado ustedes emitieron
un previo de la reunión del Consejo Federal de Izquierda Unida y
resulta que todo lo que allí se dijo era mentira. Dijeron que había
un documento que reconocía que nos habíamos equivocado en dos temas
fundamentales, y eso es mentira. Todo lo que se emitió en el
telediario de las nueve de la noche es mentira y le pongo un ejemplo
muy reciente. He cogido el texto, que posiblemente es el que llegó a
Radiotelevisión Española, y en él se dice: Algunos han dicho que
estos temas... Ustedes dijeron: Izquierda Unida reconoce que se ha
equivocado en estos temas. Ni siquiera estaba en las conclusiones. Es
mentira. Fue una manipulación para arrimar el ascua a su sardina en
dos temas concretos: Estella y la guerra en Kosovo. Era mentira lo
que se dijo en el Telediario de las nueve de la noche. Pero vamos al
tema de Estella.

Durante bastantes meses, a través de Radio Nacional y Televisión
Española, ustedes han criminalizado directamente a los integrantes de
Estella, que somos partidos -y aquí hay alguno de ellos- de hondo
sentimiento democrático y lo hemos demostrado luchando contra Franco
y muchos años después por la democracia. Nos han criminalizado
durante un año de manera absolutamente indecente, fundamentalmente
Radio Nacional, pero también Televisión Española. Nos han
criminalizado absolutamente, con adjetivos que no quiero ni repetir
aquí.

Lo han hecho en informativos de la mañana, en las tertulias y en
cierto grado en los informativos de la noche, y han reproducido
directamente lo que algún portavoz de Interior constantemente va
lanzando a las distintas emisoras, fundamentalmente, repito, a Radio
Nacional y a Televisión Española, con adjetivos que supongo que
después ponen algunos comentaristas. Han estado constantemente
confundiendo información con editorialización de la noticia;
constantemente. Nos han criminalizado de una manera no aceptable, y
después se ha demostrado que lo que nosotros decíamos, que había que
reunir a todos los partidos democráticos, es decir votados por las
urnas y, en segundo lugar, verse con ETA, se está haciendo. Se está
haciendo desde hace tiempo y mientras se hacía nosotros seguíamos
siendo criminalizados en esas emisiones, señor Cabanillas, y eso no
se está corrigiendo sino al contrario.

El Gobierno se está viendo con la banda terrorista ETA y nosotros
hemos dicho que está bien, que lo habíamos pedido nosotros, que se
vea, pero habrá que descriminalizar todo aquello que se ha satanizado
de entonces a esta fecha, habrá que hacer algo como política
informativa. ¿O es que nosotros vamos a aceptar ese tema
tranquilamente? No lo vamos a aceptar, señor Cabanillas. No lo vamos
a aceptar de ninguna manera y queremos que eso se solucione y se diga
qué cosas que se habían pedido se están llevando a cabo y responden
simple y llanamente a la gestión
del punto 10 del Pacto de Ajuria Enea. Pero eso no se está
consiguiendo y nosotros seguimos siendo criminalizados.

El viernes último se mintió de manera categórica, rotunda, directa,
inaceptable, en los telediarios, en el previo que se emitió, que era
toda una pieza, con respecto a la reunión del consejo político
federal de Izquierda Unida. Queremos que conste así, porque no basta
con salir sino que hay que ver cómo se sale y en qué política
informativa se sale, y nosotros salimos en la política informativa de
la caza del rojo.

Pactos municipales. Aquí fundamentalmente apunto a Radio Nacional,
pero también a Televisión Española, porque el único que ha salido a
hablar del Pacto de Córdoba ha sido el señor Arenas, es cierto. Una
pieza completa, reunión con los alcaldables de las ocho capitales de
provincia y sale el señor Arenas a catalogar de antidemocrático el
Pacto de Córdoba. Pero no es sólo esto, sino que se está levantando
un clamor con la utilización de Radio Nacional; vamos a ver en qué
termina ese clamor, por ahora de corte peronista, y vamos a ver cómo
terminan las cosas, porque si hay más votos en el PSOE e Izquierda
Unida y hay más concejales, ¿cuál es el problema antidemocrático? (El
señor Hernando Fraile: No se ha dicho nada.) ¿Cómo que no? Se han
dicho barbaridades, auténticas barbaridades, excepto el señor
ministro de Agricultura, que ha estado más equilibrado y ha dicho que
es legítimo y legal, ¿pero el resto? Ylo han hecho utilizando
fundamentalmente la radio y la televisión públicas, así como otros
medios privados en los que no voy a entrar, detrás de los cuales
están los poderes fácticos de Córdoba. Pero vamos a ver cómo termina
popularmente ese hecho, cómo se están explicando los pactos en
Andalucía y singularmente en Córdoba y quién será el responsable de
que tal vez termine en cuestiones sociales inaceptables y en la
emergencia, dentro de esas cuestiones sociales, de grupos de
ultraderecha. Por tanto, no basta con salir -aparte de que salimos
poquísimo-, sino para qué se sale, en función de qué se sale y dentro
de qué política informativa se sale.

Ustedes también actúan por desaparición. Con independencia ya de la
opinión de Izquierda Unida, en el tema de las opiniones
parlamentarias sobre la guerra, la propia visita de Kofi Annan al
Congreso de los Diputados estuvo absolutamente desaparecida. Tampoco
salieron las opiniones de los grupos, sean las que fueren, a lo largo
de todo el conflicto bélico de la República Federal de Yugoslavia;
todo desaparecido. Se hace desaparecer la guerra, se hace desaparecer
que aquí se presentan y se votan mociones, que llega el señor Kofi
Annan al Congreso de los Diputados y sólo aparece con el señor
Pimentel -me parece- en Televisión Española, pero no aparece en el
máximo órgano, en la sede de la soberanía popular.




La señora PRESIDENTA: Señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Voy terminando, señora presidenta, no
recordaba que estábamos en etapa de excepción. (Risas.)
Termino, señor Cabanillas. Cuando usted ha dado el minutaje del
Partido Popular ha exceptuado al Gobierno. El Gobierno es noticia
simplemente porque es Gobierno, porque sale y porque constantemente
el teléfono del



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Gobierno presiona para salir. Pero el control del Gobierno es
creciente y cada vez más palpable, eso es así, y eso es lo que más
puede desprestigiar y está desprestigiando a la televisión pública.

Por tanto, le pedimos de nuevo que intente explicarle al señor
González Ferrari que no vale todo, que el intento del Partido Popular
de conseguir una mayoría absoluta no puede poner de rodillas a la
televisión pública. Sé que no lo va a conseguir pero intente
explicárselo. En todo caso, le mandaremos el acta de esta sesión.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PÚBLICO RTVE (Cabanillas Alonso):
Hay algunos temas que son recurrentes y yo les invito a manifestar su
opinión precisamente sobre este último punto, Gobierno o no Gobierno,
pero no hagan referencia al período electoral porque en él es
precisamente donde el Gobierno no salió ni un minuto con respecto a
la campaña electoral; se hizo esa separación. Pero el Gobierno sigue
existiendo durante una campaña electoral, sigue haciendo una política
que tiene un reflejo en la vida de los ciudadanos que hay que cubrir.

Evidentemente hay un desacuerdo, por su parte, sobre la política
informativa, pero cuando usted da la sucesión de los casos hay
algunos, como el del señor Kofi Annan, en que puedo replicar diciendo
que eso ya lo habíamos tratado, ya habíamos hablado del tema, ya
habíamos dicho cómo había salido, en qué lugar y por qué razón.

También hay casos que son rigurosamente de criterio informativo, y
vuelvo a decir que son la razón de ser de los profesionales no ya de
esta casa sino de todos los demás medios. Y sobre otros casos, no es
que tengan más importancia que los demás, pero sobre todo por la
importancia en la diferencia de opiniones entre nosotros, le invito a
que se traten y a que se haga individualmente, sin necesidad de
llegar a una comisión de control parlamentario. ¿Por qué? Porque,
como usted bien dice, son constantes en el tiempo. La propia
importancia de los mismos evidentemente es distinta para su
formación, como lo puede ser para el Gobierno, como lo puede ser para
la opinión pública. Lo que sí hago aquí es aceptar el único argumento
que es de mi potestad aceptar, en la medida que a usted le parece
importante y evidentemente, en ese sentido, tiene que tener un trato
diferenciado, porque tan importante como el rigor es la
contrastación. En multitud de esos casos, por no entrar en ellos
individualmente, la información que yo tengo es completamente
distinta, y yo creo que lo importante no es llegar aquí cada mes y
estar siempre en un rifirrafe, ya sea sobre el minutado o sobre si se
dio o no se dio o cuándo se dio, etcétera. Creo que es mucho más
necesario flexibilizar la comunicación extraparlamentariamente,
precisamente para que no lleguemos a estas cuestiones.




Usted también habla de Los desayunos yo tengo que decirle que el
señor Anguita es probablemente una de las personas más vistas en sus
apariciones. De hecho cada vez que aparece ha llegado con cierta
regularidad una audiencia por encima de los 400.000 espectadores. Qué
es más: ¿un minuto, 30 segundos, o 20 segundos de tres millones o las
distintas veces que han aparecido líderes de su formación
y su partido, con picos muy superiores a los 400.000
espectadores, durante lo que es una hora de ese desayuno?
Vuelvo a la idea del mensaje. Es muy importante que tengamos en
cuenta la capacidad de transmisión, que en este caso existe, y el
contenido mismo del mensaje. No estemos siempre con la cuestión de
los minutados.

Por último, en 4.000 horas -creo que han sido 4.000 horas- de
servicios informativos la anécdota siempre es fácil de encontrar,
pero de ahí a que valga todo y teñir el resto de esa información
precisamente por lo expresado en esa anécdota me parece un error.

Insisto: intentemos sentar esas reglas o compartir esas
preocupaciones fuera de ese contexto.




La señora PRESIDENTA: El señor González de Txabarri tiene la palabra.




El señor GONZÁLEZ DE TXABARRI MIRANDA: Quiero comenzar indicando que
el Grupo Parlamentario Vasco comparte los análisis que han hecho el
portavoz del Grupo Socialista y el de Izquierda Unida, señores Pérez
Rubalcaba y Alcaraz respectivamente. Voy a intentar obviar algunos
temas dada la excepcionalidad en los tiempos que se nos ha marcado en
el día de hoy.

Señor director general, yo fui el que planteó el ejemplo -no se trata
de dar carruseles de datos- del funeral del señor Rubial. En aquel
momento no quise manifestar quién me lo había indicado, porque su
comparecencia aquí se celebró precisamente al día siguiente del
funeral, pero un compañero, viejo nacionalista democrático, de
andanzas antifranquistas del señor Rubial, me llamó por teléfono
obvié la frase que me dijo aquel día, pero hoy no se libra el
director general, por los comentarios que ha hecho. ¿Sabe qué me dijo
aquel día por teléfono? Los fachas no perdonan ni a los muertos,
pasan factura hasta a los muertos. Y yo puse el ejemplo aquí aquel
día y, como ahora sale a la vista de sus comentarios, hoy no me
resisto y se lo digo con toda claridad.

Le voy a poner sólo un ejemplo más, si la reunión del Gobierno
español con ETA se hubiese producido con el Gobierno vasco, yo le
puedo indicar con toda claridad cómo hubiera informado
Radiotelevisión Española. Hubiese abierto su informativo del mediodía
o de la noche indicando que el Gobierno vasco se reúne con ETAe
Ibarretxe no detiene a los cabecillas de la banda, y a renglón
seguido hubiera indicado que la dirección del PNV obliga a la
Ertzaintza a dejar en libertad a los etarras; ése hubiese sido el
titular y el seguimiento del tema. Yo creo que los dos ejemplos le
tienen que ser suficientes, no se trata de dar carruseles de datos;
usted en distintas comparecencias ha tenido suficientes ejemplos en
esta Comisión.

Es evidente que ha habido un cambio significativo y radical en el
modelo de servicios informativos, en una primera etapa en Radio
Nacional de España y posteriormente extendido a Televisión Española.

Esta Cámara necesita conocer cuál es el libro de estilo de los
servicios informativos de Radio Nacional de España. Nosotros
conocemos, lo tenemos en nuestros archivos, el libro de estilo que
está escrito y publicado, por el que se elaboraban los servicios
informativos en etapas anteriores; nosotros mismos hacíamos
intervenciones solicitando el cambio de algunos de los



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aspectos de ese libro de estilo, pero queremos conocer cuál es en la
actualidad. Sería una buena aportación que desde la Dirección General
se tomara en consideración que se tratara de objetivar cuáles son los
parámetros, los criterios y la metodología con los cuales las
noticias están escritas y redactadas, estableciendo las prioridades;
sería un buen documento con el que se podría trabajar. Lo que está
claro es que el libro de estilo que estaba vigente y que tiene
publicado el Ente Radiotelevisión Española ha quedado obsoleto y los
servicios informativos no se están elaborando con ese libro de
estilo.

Usted se ha presentado aquí como representante de los profesionales
-es la primera frase que ha pronunciado en esta sesión- y ésa es una
de las graves equivocaciones de su gestión. Usted es un director
general nombrado por el Gobierno, y desde ese punto de vista es tan
político como yo; usted debe asumir sus responsabilidades políticas y
debe de ser consciente de que los diputados que representamos
a sectores de opinión de esta sociedad conocemos un malestar
generalizado por los servicios informativos de Radio Nacional de
España. Lo que vemos es que no quiere, a pesar de nuestra
insistencia, ser receptivo ante esta constatación que distintos
grupos parlamentarios desde distintas perspectivas intentamos
trasladarle con mayor o menor acierto. No se trata de
profesionalidad, sino de un diseño que primero se elaboró y se puso
en marcha en Radio Nacional de España y que ahora se ha trasladado a
Televisión Española y a Radio Nacional de España, que, como dice el
señor Alcaraz, sigue haciendo de punta de lanza del avance, parece
que están probando como un globo sonda hasta dónde se puede avanzar
para trasladar ese modelo a los servicios informativos de Televisión
Española, con mal estilo, ciertamente, señor director general. Lo que
no puede ser es que los datos que nos pasan las casas especializadas
en el seguimiento de los servicios informativos de los distintos
medios sean claramente discrepantes con los datos de que usted
dispone; algo falla. Nosotros no podemos hacer el seguimiento, pero
hay casas especializadas que lo hacen. Cuando los datos de los que
disponemos y en los que nos basamos son los que nos ofrecen casas
especializadas que se dedican profesionalmente a hacer ese
seguimiento, no puede llamarnos mentirosos, cínicos o hipócritas.

Desde el punto de vista cualitativo entiendo que el PNV sale bastante
más de lo que proporcionalmente, en vista de su representación, le
puede tocar; como decía el señor Alcaraz, cuál es el punto de vista
cualitativo. En lo que son los cuadernos de campaña hemos hecho un
diseño de candidatos. Ustedes se han aburrido de sacar al señor
Eguíbar y sabrán por qué, cuando no ha estado en la campaña; si no ha
estado en la campaña ¿por qué lo sacan permanentemente? (Rumores.)
¿Les ha hecho algún mal, o le tienen cariño? ¿Por qué esa relación de
Izquierda Unida con Estella y del PNV con Euskal Herritarrok? ¿Por
qué? ¿Piensa que nosotros nos creemos con toda tranquilidad todo lo
que dicen? ¿Usted cree que no somos conscientes de que detrás de esas
informaciones hay un diseño predeterminado de los servicios
informativos? Nos toca la lotería de todas todas. Claro que salimos,
pero siempre para mal. En lo que son audiencias, le agradecería que
no nos sume; en esos casos nos resta porque es mejor no salir, es
mejor no existir. El dato de Izquierda Unida con Estella lo incluyen
los análisis
cualitativos que hacen las casas; el programa de Izquierda Unida es
Estella -lo ha dicho el señor Alcaraz y yo lo tengo escrito
exactamente igual-. El PNV es un partido que sigue a Herri Batasuna,
al dictado de ETA, eso es lo que dicen ustedes. Le he puesto un
ejemplo: El Gobierno vasco se reúne con ETAe Ibarretxe no detiene a
los cabecillas. Lo contarían así, y ese ejemplo le tiene que ser
suficiente. Le dije en la anterior comparecencia que la información
del funeral del señor Rubial me produjo auténtica vergüenza.




La señora PRESIDENTA: Señor González de Txabarri, termine, por favor.




El señor GONZÁLEZ DE TXABARRI: Lo único que le pido es que tenga
propósito de enmienda. Lo que el señor Pérez Rubalcaba, el señor
Alcaraz y el Grupo Parlamentario Vasco le están indicando le tendrá
que hacer pensar, señor Cabanillas; que venga a decirnos que somos
mentirosos, cínicos e hipócritas es un poco duro.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PÚBLICO RTVE (Cabanillas Alonso):
Antes de contestar, una pregunta ¿Lo de fascista lo ha dicho por mí?
Quisiera aclararlo. (Rumores.)



El señor GONZÁLEZ DE TXABARRI: Se lo aclaro. Le he dicho textualmente
y entre comillas. que el informante me lo comentó así; yo no entro ni
salgo, se lo transmito entre comillas. (Rumores.)



La señora PRESIDENTA: Señor director general ¿quiere contestar al
señor González de Txabarri?



El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PÚBLICO RTVE (Cabanillas Alonso):
No, contestaré conjuntamente.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Rodríguez, que
compartirá su tiempo con el señor Alcaraz.




El señor RODRÍGUEZ SÁNCHEZ: Para el Bloque Nacionalista Galego el
problema más grave que existe en los medios de comunicación de
titularidad estatal, concretamente Radio Nacional de España y
Televisión Española es que no se respeta el pluralismo social,
político que además ya está tasado en relación con lo que se
consideran grupos significativos por su representación en las urnas.

Es llamativo que ni siquiera este criterio de los grupos que tienen
representación parlamentaria sea respetado en estos medios de
titularidad pública, como le voy a demostrar, señor director general.

En primer lugar, empezando por la información que tiene que ver con
la actividad parlamentaria -y no me refiero a la información
específica del programa Parlamento sino a la de los telediarios-, nos
parece muy bien que haya una proporcionalidad -que está así en la
ley; que haya una tasación conforme a la importancia electoral de
cada



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fuerza política -está así en la ley; y todos nos tenemos que atener a
estas reglas del juego. Pero éstas se violan de forma brutal,
insidiosa y con muy mala intención cuando se oculta la presencia de
determinadas fuerzas políticas, cuando se elimina de la actividad
parlamentaria o cuando incluso se decide con total arbitrariedad, y
conforme al gusto de quien controla la televisión, quién debe salir y
quién no, incluso de los grupos minoritarios. Esto sí que es
gravísimo porque atenta contra unas reglas de juego elementales. No
se puede decir en una televisión, por ejemplo informando de un debate
parlamentario, que votaron a favor unos señores y en contra otros, y
excluir a unos que votaron a favor o a otros que votaron en contra, o
bien hacer frases absolutas diciendo: todos los nacionalistas apoyan
al Gobierno, o todos menos IU están a favor de la guerra de
Yugoslavia. Eso ustedes lo repiten continuamente y eso no es
opinable, es una constatación de hechos. Lo que ustedes no pueden
hacer es eliminar a una parte del Parlamento, por muy minoritaria que
sea, porque tiene una representación y responde a las reglas del
juego parlamentario. Esto lo hacen continuamente en la información,
primero, de Radio Nacional de España, que fue un modelo de
sectarismo, y después de Televisión Española.

En segundo lugar, en entrevistas, debates y tertulias la exclusión es
tan alarmante que llega incluso a que puedan ser injuriadas,
acusadas, determinadas organizaciones políticas sin que puedan
defenderse. Por ejemplo, en los últimos tiempos los ataques que
recibió el Bloque Nacionalista Galego no solamente de tertulianos
sino de profesionales de la casa, con sus opiniones y valoraciones,
nunca pudieron ser contrastados con la presencia de ninguno de sus
diputados en el Parlamento, en el Congreso de los Diputados. ¿Usted
cree que es normal que llevando cuatro años aquí no hayamos aparecido
ni en un solo programa de los que tiene Televisión Española de
entrevistas, debates y tertulias, y la primera vez que vayamos a
aparecer sea hoy precisamente y de forma curiosa de la mano de
alguien que tiene un programa con una actitud respecto del problema
de los pactos PSOE-BNG más tolerante, que es don Emilio Romero? Ya es
decir. (Risas.) Es curioso; parece ser que es la única persona que
puede tener cierta independencia de criterio, aunque sea desde su
punto de vista, que a mí me parece muy respetable. ¿Usted cree que se
justifican cuatro años sin dejar ver el rostro del delito, la cara
del monstruo, la Santa Compaña misteriosa? (Risas.) Creo que ya es
demasiado. Lo quiero decir clarísimamente.

En tercer lugar, creo que no se pueden esconder bajo la
profesionalidad estos criterios de auténtica eliminación, de limpieza
política, porque es lo que ustedes hacen, limpieza política con
injurias incluidas. Esto no se puede esconder bajo la
profesionalidad. Mire usted, si eso es la profesionalidad, yo digo
que hay algunos profesionales que son gángsters y que están al
servicio de la política, igual que hay otros muchos que son personas
muy respetables y además de serlo hacen lo que pueden y yo los
respeto, porque todos tenemos nuestros condicionantes y nuestras
limitaciones. Pero no se ve profesionalidad en señores que están
violando de forma tan flagrante el criterio de la diversidad y el
pluralismo, y no me refiero a minutajes ni a nada de eso, es
solamente una constatación. Amí no me parece mal que el Gobierno
salga, no me parece mal que dediquen al
Partido Socialista Obrero Español 20 minutos y a mí medio segundo,
eso me parece correcto; pero que me eliminen de un debate
parlamentario en el que hubo una actuación, es gravísimo, porque
entonces el electorado no piensa que se tiene una opinión u otra,
sino que no se está. Eso me parece - lo vuelvo a repetir- que es
limpieza política, lo digo ya que les gusta tanto hablar de otro tipo
de limpiezas.

En cuarto lugar, hay algo más profundo pero que creo que no se podrá
arreglar en este momento, es la cuestión de la información en
relación con los distintos territorios del Estado español. En el caso
de Galicia es lamentable que ustedes sigan reincidiendo en una
política en la que ella solamente aparece cuando hay algún crimen,
algún dato esotérico o algo así. (Risas.) Curiosamente dan
importancia a una movilización de 300 campesinos en cualquier parte
del Estado español; miles de campesinos en Galicia no merecen ni dos
segundos en los informativos de Televisión Española. Y ahora hablemos
de la política represiva del Gobierno, por ejemplo en materia de
represión de movilizaciones populares, porque allí ya no hay derecho
a salir nunca. Eso corresponde a una visión más estructural del
Estado español y allá ustedes.

Usted mismo en sus frases, cuando habló de los debates, dijo: Hay
seis fuerzas parlamentarias. Desgraciadamente aquí hay más de seis
fuerzas parlamentarias; desgraciadamente. Lo que ustedes tienen que
hacer es incitar al Gobierno a un decreto de eliminación de las
minorías y que no puedan entrar, a que reformen la Ley Electoral -que
yo sé que sería lo que les gustaría-; pero se equivocan con eso,
porque a pesar de todo las cosas irán adelante, por mucho que ustedes
intenten controlarlas. Anosotros nos da auténtica lástima que una
televisión y una radio públicas no cumplan siquiera los criterios de
algún medio escrito de titularidad privada que en esto son bastante
más rigurosos, y son medios que tienen su tendencia política,
abiertamente. Es lamentable que algún medio escrito de titularidad
privada respete formalmente a las minorías desde su criterio de
proporcionalidad y de tasación, y los de titularidad pública estén en
esta situación.

Me uno a todos los criterios discrepantes de su gestión, y le repito
que no es discrepancia con la tasación, con la proporcionalidad, con
que salga el Gobierno, con que haya opiniones incluso en contra;
pero, por favor, cuenten ustedes un poco con el derecho de todo el
mundo a poder existir.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ RAMOS: En nombre de Nueva Izquierda quisiera decir
que efectivamente es fácil coincidir con todos los argumentos
esbozados por los portavoces anteriores y los ejemplos son tantos que
fatigan. Es cierto que nos hemos centrado mucho en la campaña
electoral y seguramente es el día a día en muchas expresiones lo que
pone de manifiesto la falta de independencia y de pluralidad en
Radiotelevisión Española. Es verdad que en la campaña electoral y en
la precampaña, podríamos decir, los responsables del ente no han
tenido en cuenta algo muy importante que no se puede medir nunca en
números, y sobre eso las carpetas que le vayan pasando no le van a
dar el dato, que es un criterio democrático básico: en el



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momento máximo de plasmación de la voluntad democrática hace falta
una opinión pública libre; el Tribunal Constitucional dice que eso es
la base de la democracia. Me da la impresión de que esa reflexión,
que se ha hecho desde una visión puramente tecnocrática, como la que
se quiere aplicar, no se tiene nunca en cuenta -creo que eso es lo
más grave de todo- y, al final, recordarla debe ser nuestra
obligación como parlamentarios.

Diga usted lo que diga, las resoluciones, los acuerdos, los oficios
que le ha remitido la Junta Electoral Central son un recordatorio de
este hecho. No se pierda en matices juridicistas. El problema grave
es que se le tenga que recordar a la radiotelevisión pública del
Estado esas transgresiones continuadas en el momento en que es fácil
hacerlo, porque opera la Junta Electoral Central, porque en otros es
mucho más difícil.

Ya se ha dicho aquí que a veces el problema no es tanto de cantidad;
yo no voy a hablar de cantidades, porque si les doy las cifras de
nuestro partido, -también tengo una respuesta suya-, verá que son tan
absolutamente ridículas, no medidas en campaña electoral sino en
años, que más vale callárselas. El problema son los enfoques y creo
que a partir de ahí es donde surge todo un debate importante.

Recuerdo que desde una gran ingenuidad, cuando usted tomó posesión
pregunté al Gobierno si ese cese con nocturnidad del señor López-Amor
iba a suponer a partir de ahora un cambio en la política informativa
y en la pluralidad. La respuesta del Gobierno, que ahora entiendo
perfectamente, fue que no, porque ya se decía en la época de López-
Amor que todo brillaba, todo era transparente, existía la pluralidad.

Efectivamente, usted llegaba con algún tipo de mandato, oculto o no
tanto y una auténtica carta blanca para operar en un determinado
sentido.

No sé -y se lo digo utilizando estas palabras quizá en un sentido
también jurídico- si usted es el culpable, aunque sí tengo claro que
es el responsable político. Se lo digo, porque probablemente lo más
grave de todo es que hay una amplia culpabilidad difusa; es decir,
que lo que nos tememos es que se genere un clima de halago al poder
en los servicios informativos que pudra desde dentro los valores
mismos, los valores informativos en los que se debe sustentar la
radiotelevisión pública. Eso seguramente también sería lo más grave.

Usted ha dicho en una frase, no sé si afortunada, que en muy pocas
palabras se puede dar un mensaje inteligente, y a continuación ha
añadido algo que me ha dado un miedo extraordinario. Ha dicho no sé
si textualmente -lo miraremos en las actas pero, si no, ha sido algo
muy parecido- que el problema es que siempre saldrá más el Partido
Popular porque separa las noticias del Gobierno, porque él es quien
incide en la vida cotidiana de los ciudadanos, que es el criterio
fundamental que ustedes siguen. Usted en esa frase se ha cargado todo
el esquema constitucional español. Esa visión de que solamente la
decisión del Gobierno es lo que influye acaba radicalmente con un
sistema en el que también se establecen los derechos fundamentales,
incluida la libertad de expresión. (La señora Conde Gutiérrez del
Álamo: ¡Muy bien!) Llévese mucho ojo con ese tipo de expresiones,
porque ante el argumento del derecho a informar, a recibir y a
ofrecer información veraz y objetiva, como son conceptos filosóficos,
el único elemento que
hasta ahora se ha podido descubrir es el contraste de opiniones, pero
éste viene funcionando en la práctica de la siguiente manera. El
señor Arenas, que ya no es miembro del Gobierno, contesta a los otros
partidos y al Gobierno no le contesta nadie. Ésa es la realidad
cotidiana, más allá de la campaña electoral.

Inmediatamente le advierto que, por favor, no nos vuelva a poner como
escudo protector a los profesionales. Alos profesionales los defiende
usted y los defendemos todos los que estamos aquí, sobre todo a
aquellos profesionales que se comportan según los códigos
deontológicos, que es lo que se espera de un auténtico profesional de
la información. Son esos mismos profesionales los que en voz baja y
con miedo nos cuentan muchas de las cosas que a veces aquí tenemos
que explicar sobre la línea informativa. Y, por favor, no nos vuelva
a dar el argumento de las audiencias porque ya está bien, y además no
es de recibo para un público como el de esta Comisión, que no sé si
somos muy inteligentes pero se nos supone legítimos para controlarle
a usted. Porque ¿qué quiere decir con ello? ¿Quiere decir que si los
telediarios fueran más plurales habría menos audiencia? Aquí hay que
darle dos argumentos muy claros: primero, sólo habla de telediarios o
de algún programa especial, y la información que irradia al conjunto
de la programación no se agota ahí; segundo, sabe usted o debería
saber que hay factores sociológicos muy profundos que explican
todavía la fidelidad de buena parte -y ojalá se mantenga- de la
audiencia hacia los telediarios de Radiotelevisión Española. El
problema es que hay que darle la vuelta al argumento: ustedes van
defraudando día a día la confianza que esa mayoría de ciudadanos
deposita en la televisión pública.

Es cierto que hay un problema estructural: la obsolescencia del
estatuto. Usted, con palabras que yo comparto en muchos casos, ha
tenido ocasión de decirlo en una reciente entrevista. Ha hablado de
un consejo de administración politizado. No me gusta, pero menos mal
que por lo menos ahí existe algún tipo de pluralidad, porque no sé la
alternativa cuál es, porque no me diga usted que es la
profesionalidad.




La señora PRESIDENTA: Señor Alcaraz, tiene que ir concluyendo.




El señor ALCARAZ RAMOS: Porque si la profesionalidad sigue siendo que
el profesional máximo lo sigue nombrando el Gobierno, entonces la
profesionalidad cae. O habla de presupuesto. No nos lo diga a
nosotros, no lo diga a los empresarios, dígaselo al Partido Popular.

Le hago una sugerencia: hágase una entrevista en Televisión Española
en el horario de máxima audiencia y diga los impedimentos que tiene
para que usted pueda ser independiente y para que pueda existir la
pluralidad, eso mismo que se atreve a decir en alguna conferencia.

Concluyo. Usted ha adoptado iniciativas en otros temas, pero no le
hemos oído ninguna sobre independencia y pluralidad; continuismo puro
y duro. Ése es uno de los ejes vertebradores de la existencia de una
radiotelevisión pública. Usted, en lugar de convertirse en un
coadyuvante a la solución de los problemas que existen, que tenemos
que resolver en esta Cámara, se está convirtiendo, no sé si a su



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pesar, espero que sí, en un problema, por no hablar de otros temas
como la pluralidad o la presencia de grupos sociales o de grupos
religiosos. Hay una respuesta muy divertida de la semana pasada en la
que presumen de pluralidad ante las confesiones religiosas no
católicas, porque a las seis de la mañana Radio Nacional tiene una
hora a la semana. (Risas.) En definitiva, y acabo, ¿es tan imposible
que presente propuestas concretas en el marco constitucional y legal
actual que mejore lo existente? Si no es así, habrá que hacer la
siguiente reflexión: o asume responsabilidades políticas, con lo cual
su dimisión va a tener que ser pedida, o deberá simplemente abandonar
el cargo porque se ha convertido en un irresponsable.




La señora PRESIDENTA: ¿Resto de grupos que deseen fijar su posición?
(Pausa.) El señor Burballa tiene la palabra.




El señor BURBALLA I CAMPABADAL: Señor director general, señorías,
nuestro grupo tradicionalmente huye de los análisis superficiales y
de las improvisaciones. Difícilmente descalificamos y exigimos
dimisiones, en correspondencia también exigimos que no se nos
instrumentalice.




Señor director general, yo no voy a circunscribirme a la última
campaña electoral, voy a ampliar el campo a la política informativa
de Radiotelevisión Española.

Ante lo que venimos escuchando en los últimos tiempos en esta
Comisión y fuera de ella hay que hacerse una pregunta obligada: ¿a
usted le parece que esto es normal? Debe preguntarse, señor director
general, por qué los informativos -que, según usted y, por otro lado,
por los índices de medida que se tienen, gozan de tanta credibilidad
y de tanta audiencia y, por lo tanto, en lógica deberían merecer el
reconocimiento unánime de esta Comisión- consiguen suscitar un nivel
de confrontación política, que, en mi opinión, en absoluto se
corresponde con lo que debería entenderse como una situación normal
en la relación parlamentaria. El nivel de enfrentamiento como el que
se da continuamente en esta Comisión, señor director general, no nos
parece normal y usted debería reflexionar profundamente sobre ello.

Le dije hace unas semanas, y usted se acordará, que yo le iba a
lanzar inputs sobre los informativos. Le decía que nuestro grupo no
podría seguir justificando una política informativa como la que
ustedes estaban llevando a término si se mantenían los tratamientos
informativos desproporcionados y las opiniones asimétricamente
sesgadas. ¿Se acuerda? Se lo dije. Usted me contestó que recogía los
inputs. Efectivamente, los inputs sí, pero no las implicaciones ni
los insultos ni las ofensas. Eso me contestó. Esto era en marzo.

Desde entonces, señor director general, en nuestra opinión no hemos
mejorado nada, en todo caso, las cosas van a peor y coincido con
algunos portavoces que me han antecedido.

Usted ofreció un diálogo franco -creo que también se acuerda- fuera
de las Cámaras. Hoy ha vuelto a hablar de esa comunicación
extraparlamentaria. Este diálogo, que sepamos, no se ha producido y
queremos saber cuál es la razón. Usted, señor director general, se
comprometió en su primera comparecencia en esta Comisión en diciembre
del
año pasado -y cito textualmente- a lo siguiente: El director general
también defiende una televisión pública plural e independiente. A
corto plazo, por tanto -dijo usted-, los cambios serán moderados,
pero, no lo duden, prometo un estilo nuevo, que, con la máxima
profesionalidad, se irá incorporando a los programas, parrillas y
emisiones de Radiotelevisión Española. Y dijo: pero, en todo caso,
hay que profundizar en la objetividad, la pluralidad, la veracidad,
la imparcialidad y el rigor de los informativos, y me comprometo a
dar todos los pasos necesarios para que se cumplan fielmente todos
los principios, etcétera.

Señor director, ¿cuáles son los pasos necesarios que usted se
comprometió a dar para que se cumplan fielmente esos principios, que
en muchas ocasiones y en nuestra opinión son conculcados? Quisiéramos
saber también si los ha dado y cuál ha sido el resultado, porque si
es el que constatamos en esta Comisión de Control cada día debemos
convenir en que la impresión que da es que usted encuentra obstáculos
insuperables para hacer cumplir esos principios que usted anunció en
su día.

Señor director general, el input que yo le lanzo es que el vaso se ha
ido llenando, cada vez ha habido más chorros de grifos que han ido
aportando caudal de denuncia a ese vaso. Como ha oído aquí, con el
Grupo Socialista, con el Grupo de Izquierda Unida, con el Grupo PNV,
con el Grupo Mixto, con el Bloque Nacionalista Gallego, con el Grupo
de Nueva Izquierda, yo le invito a que reflexione sobre la forma de
cerrar esos grifos inmediatamente porque, si no, vamos a llegar a una
situación que va a ser insostenible y también para nosotros. Yo creo
que usted, señor director general, por acción o por omisión, tiene
responsabilidad en ese manar constante y debe intervenir en cerrar lo
antes posible esos grifos.

Yo no le voy a insistir en los temas que le han planteado los grupos
que me han precedido -muchas de sus denuncias las compartimos- y, por
supuesto, no le voy a hablar ni de cuotas ni de minutajes. Ahora
bien, le manifiesto nuestro disgusto por el trato que recibimos de
Radiotelevisión Española, y en eso nos solidarizamos con algunas de
las denuncias que reiteradamente se producen en esta Comisión y que
han manifestado otros grupos, que han sido criminalizados y vejados
de forma grosera por ejercer nada más que su opción política que, a
nuestro entender, es tan respetable como todas las demás.

Yo creo que usted debe hacer cambios con urgencia y demostrar que
realmente puede ejercer la autoridad en ese puesto que desempeña. Y
si hay obstáculos insalvables, señor director general, para que usted
reconduzca esa situación apelamos a su responsabilidad. Nuestra
conducta, repito, no ha sido ni la de descalificar, ni la de imponer,
ni la de pedir dimisiones; antes de llegar a extremos conminatorios
como los que hoy empleamos intentamos resistir a la tentación de la
frivolidad y cargarnos de razones y de argumentos, y eso hemos hecho,
señor director general. Hemos resistido la gota malaya de periódicos
embates, de pequeñas y de grandes descalificaciones, de
desapariciones injustificables de los medios públicos estatales, de
discriminaciones sin fundamento. Todo eso, señor director general,
tiene fechas, nombres y apellidos.

Mejor no salir que salir mal, ése ha sido otro de los argumentos que
ya se han citado aquí y con el cual se ha



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intentado justificar una tropelía. Debe usted saber, señor director
general, que nosotros le exigimos salir y salir con nuestra imagen;
salir como fuerza política, como una coalición que con sus propuestas
ha conseguido remover de sus posiciones inamovibles a los partidos
que han gobernado en las dos últimas legislaturas en el Estado; como
una coalición que ha puesto su peso político al servicio de la
modernización de España, señor director general. Eso es lo que
queremos, lo que le pedimos y lo que le exigimos. No hay
proporcionalidad, hay demasiada asimetría. A veces ustedes banalizan
la información hasta extremos difícilmente comprensibles por puro
servilismo gubernamental. Usted ha dicho aquí hoy dos cosas que me
han preocupado, que han citado los señores González de Txabarri y
Alcaraz y algún otro portavoz. El hecho de que usted manifieste aquí
que el Gobierno es el único que genera noticias que pueden tener
incidencia sobre los ciudadanos es atentar contra los más mínimos
principios del Estado democrático en el que vivimos; ya no le quiero
poner de manifiesto la incidencia que puede tener sobre los
ciudadanos las aportaciones y las iniciativas que nuestro grupo
parlamentario hace y que además consigue que sean votadas
mayoritariamente. ¿O es que eso no tiene interés? ¿O es que no tiene
interés una iniciativa como la reforma del servicio militar
obligatorio y la profesionalización del ejército? ¿O es que no tiene
interés que planteemos la modernización de nuestras empresas, la
innovación tecnológica o la reforma de las empresas de trabajo
temporal? ¿En qué programa de audiencia mayoritaria hemos tenido
posibilidad de aparecer como fuerza política? Yya no quiero referirme
a lo que pasa con la oposición, porque ya se lo han dicho los demás
grupos.

Señor director general, la otra cosa que me preocupa es que usted se
escuda, o al menos da esa impresión, en los profesionales y en última
instancia en el criterio informativo. Nuestro respeto va añadido al
que han manifestado los otros grupos respecto de los profesionales,
pero usted no es su representante, se lo ha dicho el señor González
de Txabarri; usted es un político nombrado por el Gobierno y usted
tiene responsabilidades políticas. Si ese criterio informativo es
utilizado constante y beligerantemente contra otros grupos políticos,
eso hay que corregirlo actuando sobre los profesionales. Si ese
criterio, señor director general, es constantemente dirigido para
atacar, usted debe corregirlo inmediatamente. Ejerza de director
general, señor Cabanillas, de un ente público que se sostiene gracias
al dinero de todos y también gracias a nuestro apoyo parlamentario.

Ejerza de director general y ponga remedio, señor Cabanillas, a este
desaguisado.

Creemos en su responsabilidad como director general de
Radiotelevisión Española, y esa misma responsabilidad debe llevarle a
usted a remover los obstáculos que impiden reconducir la situación de
los informativos a términos normales, aceptables, democráticos y de
pluralismo. Por tanto, sepa usted, señor director general, que no
cuenta con nuestro apoyo para continuar con la actual política de los
informativos, que usted no cuenta con nuestro apoyo para utilizar
Radiotelevisión Española para descalificar o atacar a ninguna opción
política que democráticamente ha conseguido representación por las
urnas y que usted no cuenta con nuestro apoyo para justificar el
mantenimiento de unos
informativos beligerantes que muchas veces son contrarios a lo que
dice la norma estatutaria y a lo que exige el sentido común.

No estamos escenificando, no lo crea de ninguna de las maneras,
ninguna ruptura; repito, que nadie nos instrumentalice. Realmente y
por desgracia esta confrontación que hoy vivimos en esta Comisión no
es nada nuevo, pero, señor Cabanillas, por ese camino usted no va
bien. Usted ofreció diálogo y no sólo no lo ha mantenido sino que ha
permitido, quizá por omisión pero yo creo que con la misma
responsabilidad, que vivamos una situación de confrontación política
que lejos de disminuir sigue aumentando, con el consiguiente
deterioro de las relaciones entre los grupos a los cuales se pretende
llamar al consenso para establecer un nuevo modelo.




La señora PRESIDENTA: Señor Burballa, por favor, concluya.




El señor BURBALLA I CAMPABADAL: Sí, señora presidenta, termino.

Le instamos a que dedique parte de su tiempo en los próximos meses,
antes que se inicie el nuevo periodo de sesiones, a reconducir, señor
Cabanillas, esta situación, impropia de la normalidad que el debate
político requiere.




La señora PRESIDENTA: El señor director general tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PÚBLICO RTVE (Cabanillas Alonso):
Intentaré agrupar las respuestas, porque evidentemente hay cuestiones
comunes, y con ello cubrir, en cualquier caso, la totalidad de sus
planteamientos.

Creo que es preciso romper aquí dos líneas de argumentación. He
deducido de algunos de sus comentarios, especialmente de los del
señor Burballa, por ejemplo, y de algún otro, una tendencia a pensar
que no existe un respeto a las opiniones demostradas aquí. Eso,
obviamente, es una equivocación porque evidentemente me importa, y
mucho, lo que puedan decir no ya tantos, pocos, menos, sino incluso
lo que diga uno solo de ustedes. En segundo lugar, eso, como es
natural, forma parte de una línea de actuación que debe conformar lo
que es la actividad diaria, no ya en los servicios informativos sino
en toda Televisión Española.

Hemos hablado todos con grandilocuencia, quizá yo más, de algunos
ejemplos o de algunas situaciones de rigor, de contraste. No hay
nadie que no esté de acuerdo en esos puntos. Hay uno en concreto que
me sorprende en el portavoz del Grupo Catalán y que yo de hecho
dirigí al señor Alcaraz, que es la cuestión del diálogo. No puede
usted decir, señor Burballa, que ese diálogo no se ha producido (El
señor Burballa i Campabadal: Sobre informativos no.), y no porque
tenga el placer de hablar con usted muy a menudo sino porque
realmente se ha intentado con muchos, aunque probablemente, eso sí es
verdad, sea con el señor Alcaraz con el que menos lo hemos mantenido
y por eso le hacía ese ofrecimiento. (La señora Conde Gutiérrez del
Álamo: ¿Y con los demás?) Con ustedes también, señoría, y bastante a
menudo. Por tanto, si la cuestión



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es el diálogo, no es tampoco por cantidad sino por calidad,
y evidentemente debemos profundizar en él.

En tercer lugar, me gustaría decir que el primero que ha expuesto su
posición con respecto a los minutados he sido yo mismo desde el
primer día al no resaltarlos, ya lo he dicho con anterioridad. Creo
que lo importante es el mensaje y la capacidad de transmisión. En
esos minutados, sin embargo, hay un dato objetivo, lo mismo que lo
hay en las audiencias y en los estudios de aceptación. Decir ahora
que esos minutados no cuentan, que esas audiencias no cuentan o que
esos estudios de aceptación no cuentan es no querer ver una parte de
la verdad porque son tercos, son continuos, son así desde los últimos
años y desde luego van subiendo. De hecho, en esta última semana, en
la que parece haber más problemas, se han producido los resultados
más altos de aceptación de los últimos meses, cercanos a 8 puntos en
una escala sobre diez.

Televisión Española sigue siendo, entendida así, la portadora del
mensaje más creíble y más objetivo. Tengamos también eso como punto
de partida, o por lo menos como punto de reflexión a la hora de hacer
nuestros comentarios. Igual que ustedes me dicen que yo no puedo
estar al margen de los comentarios de SS.SS., ruego a SS.SS. que no
estén al margen de esas encuestas, de esas audiencias y de esos
resultados, de los cuales, por otro lado, supongo yo que deberían
estar tan orgullosos como yo mismo.

El enfrentamiento es normal, señoría, y, con todo el cariño, yo lo he
visto así desde el primer día, no ha sido distinto desde la primera
comparecencia. Los argumentos son recurrentes, la intensidad podrá
estar vinculada a acontecimientos puntuales o no, pero ese
enfrentamiento, entre comillas, es el que ha sido siempre. Yo no lo
he entendido además como tal, lo he entendido simplemente como
cumplimiento de su función, siendo la mía responder. En ese sentido
no hay grifos que cerrar, hay que escuchar y plasmar lo que SS.SS.

plantean; no es confrontación. Tengamos todos en cuenta, esos datos.

Recojo esos input, y volviendo al señor Alcaraz, que ya no está,
estoy perfectamente dispuesto al diálogo.

Hablan de una frase que he pronunciado con respecto al Gobierno.

Estará en el «Diario de Sesiones». La frase no es mía, recuerdo que
la leí, está en alguna de las comparecencias anteriores. Es de un
presidente de una comunidad autónoma, del señor Chaves, si no me
equivoco, y no es algo que no sea también recurrente. Señorías, no
nos engañemos, evidentemente que lo que dice y hace un Gobierno tiene
una necesidad de cobertura de información muy importante. Si hablamos
de un portavoz de un Gobierno, y en esta sala había hasta hace unos
minutos dos, el hecho de que esté actuando como tal y de que esté
reflejando lo que puedan ser los acuerdos de un Consejo de Ministros,
como comprenderán SS.SS., no es un problema de contabilización del
mensaje del partido al que representa, es sencillamente el
cumplimiento de una función a la que le han llamado los españoles y
esa función ha de ser reflejada. Por tanto, no exageremos en los
planteamientos.

Los datos también son tercos en ese sentido. Haciendo la comparación
evidentemente que en la cobertura de las informaciones han tenido más
representación, más cobertura, otros partidos que el partido del
Gobierno en estos momentos. Eso ya ha sido repartido hasta la
saciedad y es
inútil volver sobre ello. Pero si se insiste, yo tengo que dar mi
opinión.

Escudarse en los profesionales. Yo no tengo que escudarme en nadie,
yo asumo las responsabilidades y no tengo esa necesidad. Lo único que
sí creo es que, igual que algunos me transmiten las dudas de algunos
profesionales, también podrían existir las opuestas o las contrarias.

Me parece un tipo de diálogo absolutamente inútil, porque importa
mucho más la casa y la importancia de la misión que tenemos que
cumplir tanto ustedes desde ahí como yo mismo. Yo creo que ésa es la
responsabilidad de unos y otros.

Decir que a mí me ha nombrado el Gobierno no es descubrir América.

Claro que me ha nombrado el Gobierno, porque ése es el sistema
implantado, ese es exactamente el sistema acordado por este
Parlamento, ése es el sistema que tenemos. Y yo soy el primero, y lo
he dicho en repetidas ocasiones, que no sólo no tengo ningún problema
en que se cambie, sino que incluso me parece que es muy importante
estudiar otras opciones. No saquemos en eso las cosas de quicio.

Distinguen entre lo que es la campaña electoral y lo que no lo es.

Pero háganlo con todas sus consecuencias. Vuelvo a decir que son las
normas aceptadas y votadas en un consejo de administración que tiene
unas características propias respaldadas y ratificadas por una junta
electoral. No hablemos de coberturas o no coberturas. Ya saben
ustedes que en la mayoría de los casos se trataba de transmisiones en
directo de algunos mítines y que en muchos de los casos se trataba de
la cobertura de los líderes y lo que querían decir. Si hay un momento
en el que todo está tasado ese es el período electoral, lo cual en
algunos casos ha producido rotura de vestiduras. Con respecto al
resto, insisto en que la noticia no es proporcional, la noticia no es
tanto o cuanto, en un régimen de igualdad, en función de quien
representa o deja de representar a un partido político. La noticia es
la noticia, y nada más. No hay que crear la noticia por el hecho de
que tal o cual partido haya tenido una cobertura mayor o menor en los
últimos tiempos. Ése creo que es el criterio de los profesionales y
ése es el que yo tengo que defender.

Otros puntos. El respeto de las minorías. En concreto, usted me
hablaba de lo que son las seis fuerzas, las cinco fuerzas. Yo no
determino si son seis o cinco, de hecho eran cinco las que salían de
ese consejo de administración, porque son las cinco que están
representadas en él. Quizá también eso había que variarlo. Esas cinco
fuerzas que votan en ese consejo de administración deciden que son
las cinco las que deben participar en ese debate. Hay una decisión
posterior de la Junta Electoral y alguna más, creo, obligando, en el
caso del debate, a que participe una sexta formación política. Pero
esa, que es la realidad, que puede ser perfectamente cambiada, y es
su responsabilidad, mientras no se cambie, es la normativa que a mí
me vincula. El respeto de las minorías evidentemente que es muy
importante. De hecho, en todo lo que ha sido la campaña electoral,
y por oposición a lo que serían los dos partidos mayoritarios, se ha
producido una desproporción en el trato de las minorías, pero a
favor. No quiero volver a los minutados, pero sí a lo que ha sido la
posibilidad de transmitir todo su mensaje.




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Alos calificativos de limpieza política, o política represiva del
Gobierno, yo no tengo que contestar, puesto que a mí no se me
dirigen. Sí le tengo que decir que hay bastante más esfuerzo en el
día a día de lo que usted se imagina, en el respeto del pluralismo
social. Ello se traduce en mucho más, insisto, que lo que puedan ser
los dos minutos de las noticias de nacional en un telediario. Hay
bastante más que todo eso. Ha habido varias respuestas parlamentarias
al respecto y no sólo se trata ya de minorías políticas, sino de
minorías de todo orden, que han tenido la cobertura que forma parte
de la obligación del servicio público que tenemos.




El señor Alcaraz, de Nueva Izquierda, me recordaba las
transgresiones. A veces parece que da igual mi contestación. Yo no
tengo el más mínimo problema en comunicarle, porque además seguro que
ya las tiene, lo que han sido las decisiones de la Junta Electoral,
pero también es injusto hablar o no de transgresiones. Son decisiones
de una junta que es la que tiene la capacidad para encauzar o
decidir. Hay puntos que están aprobados por esa Junta Electoral y que
después, por el recurso o por la actitud de un partido, hay que
cambiar. Pongamos un ejemplo. No vamos a llamar transgresión de la
normativa por la propia Junta Electoral el hecho de que apruebe en un
momento que haya cinco partidos a debate y que luego considere, a
recurso de Coalición Canaria, que tienen que ser seis. Hay una
dinámica que hay que desdramatizar; lo contrario a lo único que lleva
es a deslegitimar unas instituciones que merecen todo nuestro
respeto.

Yo no tengo ningún mandato oculto. Los mandatos que he recibido los
he ido expresando a lo largo de las distintas comparecencias. Por
último, volviendo a la idea del consejo de administración,
efectivamente que lo ha leído usted en prensa. Y es un ruego que
traslado constantemente, no es verdad que sea mejor que sea así. La
instancia de control es esta Cámara, es esta sala. No es bueno, y lo
seguiré diciendo, que el consejo de administración de Radiotelevisión
Española sea un reflejo de las mayorías parlamentarias. Lo creo a
conciencia. Tiene que tener una conexión muchísimo más cercana a lo
que es la realidad operativa de la casa, no sólo desde el punto de
vista de las obligaciones de servicio público, sino desde todos los
aspectos económicos y financieros. Los profesionales de la
comunicación quizá estén más libres o más cercanos a lo que pueda ser
una realidad de gestión que lo que podría ser una representación
mecánica de índole parlamentaria. Siento estar en desacuerdo, pero lo
sigo manteniendo.




La señora PRESIDENTA: El señor Ballestero, del Grupo Parlamentario
Popular, tiene la palabra.




El señor BALLESTERO DE DIEGO: Quisiera, en primer lugar, en nombre
del Grupo Parlamentario Popular, agradecer la comparecencia de quien
ostenta la representación y la máxima responsabilidad del Ente
Público Radiotelevisión Española y de su política informativa, a
quien por otra parte corresponde comparecer para hablar sobre la
política informativa, conforme establece el Estatuto de
Radiotelevisión y las directrices reglamentarias de esta Cámara, a
pesar de que algunos grupos, en un claro intento
de desestabilizar y de presionar a los profesionales, pretendían
saltarse a la torera toda norma y traer a esta Cámara al director de
los servicios informativos.

Nos parece una ocasión muy buena la que se nos brinda esta mañana
para desenmascarar las intenciones que tienen algunos de confundir a
la opinión pública y a los españoles y de continuar con la estrategia
de acoso y derribo de Radiotelevisión Española y de sus
profesionales. Esperemos que a partir de hoy se convierta en una
estrategia proscrita y olvidada y que se deje paso al sentido común y
a la preocupación real por Radiotelevisión Española. (Rumores.- Un
señor diputado: La minoría. ¡Cómo habla!) Estrategia que sigue, por
otra parte.

Si nos preguntamos qué se ha pretendido aportar hoy con la
comparecencia del director de Radiotelevisión Española desde las
filas del Grupo Popular, tenemos claro qué ha sido. No es sino una
acción más, dentro de la estrategia perfectamente orquestada, del
Grupo Socialista, cuyo objetivo final parece ser acabar con la
radiotelevisión pública española; objetivo para el que en esta
ocasión han contado con algunos socios, como el PNV, en su reciente
necesidad de marcar distancias. (Rumores.) Me gustaría recordar al
PNV, en cuanto al ejemplo que ponía del señor Rubial, que, igual que
el Partido Popular quiso acompañar en esa ocasión al Partido
Socialista, nos hubiese gustado haber tenido algo más de aliento en
determinados momentos en el País Vasco. (La señora Conde Gutiérrez
del Álamo: ¡Pobrecitos!)



Señorías, pretender que el Partido Socialista tenga credibilidad en
cualquier tema referente a Radiotelevisión Española en estos momentos
tras lo realizado desde sus filas durante la presente legislatura, es
como pretender que sea el lobo el que cuide de las ovejas. (Rumores.)
La falta de credibilidad y la instalación en la contradicción son las
dos únicas reglas fijas, en una actitud que nos recuerda las peores
etapas de una época negra, la felipista, que hoy parece resurgir de
nuevo. (Rumores.) Si no es así, a ver cómo se puede explicar que el
Partido Socialista tenga paralizada la renovación del consejo de
administración de Radiotelevisión Española, pretendiendo que siga con
una composición que no representa para nada la mayoría parlamentaria
de esta Cámara. Mantiene un consejo que no representa más que a ellos
mismos, dedicado exclusivamente a hacer oposición a la labor de la
dirección del ente público, especialmente -eso sí- desde el ámbito de
la opinión pública. Cómo se puede explicar, si no, el hecho de
utilizar los recursos ante la Junta Electoral Central -en los que han
recibido varapalo tras varapalo y de los que han salido bastante
malparados- como armas arrojadizas lanzadas impunemente a todos los
medios de comunicación. Se ha recordado un ejemplo bastante claro, el
de la señora Rosa Díez, en el que, a pesar de que Radiotelevisión
ofreció absolutamente todas las facilidades para grabar el programa,
se presionó hasta conseguir que se emitiese el debate cuando el
Partido Socialista quería. (Rumores.) La Junta Electoral Central ha
dejado claro que todas las acusaciones de manipulación que ha hecho
el Partido Socialista en esta campaña no tenían fundamento alguno.

Nos gustaría poder entender a qué están jugando algunos grupos en la
subcomisión que estudia el nuevo modelo de radiotelevisión cuando,
frente al trabajo de otros grupos



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como el Partido Popular, que ha puesto encima de la mesa iniciativas
que han podido leer y enmendar todos los grupos, mantienen una
actitud incomprensible en la que se mezcla el incumplimiento del
compromiso que se adquiere con el abandono de la subcomisión; eso sí,
sólo por una semana, como si se tratase de una telenovela de segunda.

Para completar esta estrategia de acoso y derribo de los
profesionales y de la radiotelevisión, llega el debate sobre el
estado de la nación y se nos destapan pidiendo el cese del director y
proponiendo un modelo de elección del mismo. En los últimos diez días
y con el único y exclusivo objetivo de conseguir titulares en la
prensa y confundir a la opinión pública, se han batido todos los
récords de contradicciones y desvaríos vistos en esta Cámara.

Primero, cuando más rápido y mejor está trabajando la subcomisión,
que además intentaba arreglar el desbarajuste de financiación que se
produjo por la incompetencia de algunos en sus años de Gobierno, la
abandonan. Segundo, se presenta una resolución en el debate sobre el
estado de la nación, ámbito totalmente diferente al que correspondía,
que era el de la subcomisión. Tercero, pasado el debate, vuelven y
votan a favor de la continuación de los trabajos de la subcomisión.

Pretender cualquier tipo de credibilidad después de esto, a nuestro
grupo parlamentario, y creo que también a la mayor parte de los
españoles, se nos antoja imposible.

Cosa bien diferente es que se esté buscando dar una imagen,
artificial a todas luces, de que las cosas van de mal en peor. Otra
cosa es intentar enchufar el ventilador a través de determinados
medios de comunicación para dar la sensación de que todos somos
iguales o de que todos somos la misma cosa, eso que tan diáfanamente
ha expresado durante la campaña ese estadista internacional que el
PSOE tiene como líder, según parece. A estas alturas, señorías, eso
es ya un intento fallido. La realidad de Radiotelevisión Española es
bien diferente a la de épocas pasadas y lo único que permanece
inalterable en el tiempo y en esta Comisión son las personas
responsables de la peor época de manipulación y presiones que ha
sufrido el ente público, que pretenden que retorne de nuevo a través
de presiones continuas a los profesionales desde todos los ámbitos
imaginables.

Repasando las actuaciones de hace tiempo de algunos en
Radiotelevisión, uno sentía vergüenza ajena, aunque otros sentirán
seguramente nostalgia. Podríamos estar todo el día recordando, pero
algunas escenas famosas tienen que valer como ejemplo: tras la
victoria en las elecciones autonómicas de 1995, a la toma de posesión
del señor Zaplana se le dedicaban 29 segundos, mientras que al señor
Bono se le dedicaban 2,16. Durante esa misma campaña no se dijo
absolutamente nada sobre el caso GAL en la televisión pública, cuando
estaba todo el país pendiente del mismo, como se hizo en otras
ocasiones, con Filesa y tantos y tantos casos de corrupción que
nutrieron las hemerotecas y los archivos, de otros medios de
comunicación.

Ya que se ha citado a la Junta Electoral Central, habría que recordar
que fue clara revocando la decisión del entonces director del ente,
que modificó a través de una resolución la fecha de emisión de
entrevistas con los líderes políticos para dejar para el 1 de marzo,
último día de campaña, fecha de cierre de campaña. una entrevista con
el señor González. Creo que las cosas son hoy bien diferentes; hasta
el extremo de que, si se analizan por ejemplo Los Desayunos de
Televisión Española, vemos que han aparecido los tres presidentes de
comunidades autónomas hasta hace pocos días, del Partido Socialista,
mientras que muchísimos del Partido Popular no han aparecido. Vemos
las múltiples apariciones de diferentes portavoces, algunos de ellos
aquí presentes, mientras que el del Partido Popular no han tenido
todavía la oportunidad de asistir. (El señor Aguiriano Forniés: Todos
los días.)
Entrando en la campaña, por la que algunos tanto se han quejado, creo
que es perfectamente demostrable que el Partido Popular ha sido el
más perjudicado en la cobertura de la campaña electoral realizada por
los informativos de La Primera de Televisión Española. Según el
consejo de administración, el tiempo asignado al Partido Popular
debía ser el 35,71 por ciento, el dedicado al PSOE, el 28,57, y el
dedicado a Izquierda Unida, el 14,29. Pues bien, al Partido Popular
se le dedicaron 131 minutos 42 segundos, esto es, un 0,14 menos del
tiempo que teóricamente tenía asignado, mientras a Izquierda Unida se
le dedicaba el 1,58 más y al Partido Socialista el 1,44, esto es, 9
minutos más del tiempo que le correspondía. Éstos son los hechos,
bastante tozudos. (Rumores.) Todo esto sin entrar a analizar -si
quieren, podemos hacerlo- que, si se hubiese seguido el criterio de
proporcionalidad en la cobertura de la campaña electoral, teniendo en
cuenta los resultados de las elecciones del año 1994, la diferencia
del perjuicio ocasionado al Partido Popular se iría por encima de los
5 puntos, mientras que otros partidos, como el Partido Socialista e
Izquierda Unida, saldrían exactamente igual parados. Tampoco quiero
recordar a otros grupos que hoy no están aquí cómo siguen existiendo
desconexiones, como las que se hacen en Cataluña, donde el único
proscrito sigue siendo el Partido Popular.

Lo que está claro con todos estos hechos, que son por otra parte, ya
lo decía, bastante tozudos, es que la situación actual es bien
diferente. Hoy en Televisión Española no se hace como en otras
televisiones, por ejemplo en la ETB, que de repente, en plena campaña
electoral, se da una información que trata poco menos que de
criminalizar al Partido Popular y que es total y absolutamente falsa.

Hoy en Radiotelevisión Española se cumple con el estatuto en cuanto a
velocidad, pluralismo y profesionalidad en los comportamientos y en
los informativos, como lo demuestra el incremento de credibilidad que
se constata día a día y sobre todo a través de estudios, como el
recientemente realizado por Demoscopia, que nos dice que los
informativos de Televisión son cada día más vistos y mejor valorados
por los españoles y que, además de eso, los informativos de La
Segunda han pasado a ocupar ya la segunda posición, por delante
incluso de los informativos de las televisiones autonómicas.




Es evidente, y hoy se ha visto, que el único hueco donde se puede
encontrar sentido a las críticas de algunos partidos es en el
estricto cumplimiento del trabajo por parte de los profesionales.

Ahí, señorías, entramos en un terreno tremendamente subjetivo, donde
hay acontecimientos que nos llaman especialmente la atención. Sobre
todo nos llama la atención cómo hoy se trata de dilapidar a personas
que hace muy poco tiempo, y por portavoces que están aquí hoy
presentes, se defendían a capa y espada; años después siguen



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haciendo la misma función en Radiotelevisión Española y, mientras que
antes se les consideraba héroes, hoy son tan sólo villanos. Nos
sorprende cómo se inicia una verdadera cruzada contra una profesional
por sus narraciones en el directo del debate sobre el estado de la
nación, cuando luego llegan la mayoría de las páginas editoriales de
todos los ámbitos, de las diferentes ideologías y de todos los grupos
informativos de este país, y dicen exactamente lo mismo y tienen
exactamente el mismo tratamiento. Lo importante realmente en estos
momentos en Radiotelevisión Española es que el trabajo de los
profesionales hoy se puede hacer libremente. Lo importante es que hoy
los profesionales hacen su trabajo sin presiones.




La señora PRESIDENTA: Señor Ballestero.




El señor BALLESTERO DE DIEGO: Voy concluyendo, señora presidenta.

Lo importante es que hoy desde el Partido Popular no se reciben
llamadas y eso parece que no se puede decir de otros partidos, viendo
además el comportamiento que tienen allá donde están gobernando, como
es el caso de Andalucía con el Canal Sur.

Señor director, lo que por último queremos dejar muy claro es que
desde nuestro grupo va a seguir teniendo nuestro apoyo para que
continúe con una labor y con una política informativa basada en la
pluralidad, en la veracidad, en la objetividad y en la
profesionalidad de todos aquellos que en estos momentos realizan su
labor desde Radiotelevisión Española.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PÚBLICO RTVE (Cabanillas Alonso):
Voy a compartir con ustedes algunos datos.

La valoración de programas de imagen e informativos realizada a
través de una encuesta por la empresa Demoscopia, 2.300 entrevistas,
la más amplia que se ha hecho hasta ahora, tiene como conclusión que
en 1997 el respaldo, y la preferencia de los españoles era de 6.40,
hoy es de 6.80 y la semana pasada fue de 7.81; es decir, sigue
subiendo. Sigue subiendo también por comunidades autónomas: en
Andalucía, de 7.17 en 1997 se ha pasado a 7.42 en 1999. Y en
Canarias, que es la superior, 7.57. Ya digo que han sido los más
valorados de ese barómetro de Geca y también les dije el otro que
entre los programas más valorados estaban los
68 telediarios, entre los de La Primera y La Segunda. Esto está
respaldado también por encuestas privadas, como la de Ecco-
Consulting, por el informe de la Agrupación de Telespectadores
y Radioyentes o por los informes internos realizados por la propia
compañía, que ya digo que esta semana última nos han llevado a cotas
del 7.98 de aceptación. Más de un millón de espectadores siguieron el
debate por televisión y ya dije que habíamos sido la única cadena que
había logrado realizarlo con ese número de participantes. Se lidera
la noche electoral superando en audiencia a las demás cadenas
ampliamente. La cobertura de la campaña -son datos importantes y no
entro en unidades móviles y demás medios humanos- he dicho que se
realizó por cerca de 1.500 personas, habiéndose llevado a cabo más de
370 minutos y 12 segundos de cobertura de los diferentes actos.

Fueron tres campañas y yo pediría a SS.SS. que se lo agradeciesen
a los profesionales, creo que se lo merecen por el hecho de cubrir a un
mismo tiempo tres elecciones, cosa que no había ocurrido con
anterioridad.

Por último, dado que se ha aludido a ello, los datos exactos en
cuanto a la cobertura con respecto a los partidos vuelvo a decir que,
evidentemente, no representan lo que son los votos de las elecciones
europeas anteriores, que es la norma, salvo que el consejo de
administración establezca lo contrario. Los datos del Partido Popular
y del PSOE son los siguientes: los votos correspondientes al Partido
Popular en 1994 fueron un 40,6 por ciento, la distribución del
consejo de administración fue del 35,71 y el resultado real fue de
36,92, es decir, un 1,11 por encima. Prácticamente lo mismo en cuanto
a esquema y estamos hablando de la primera y la segunda edición del
Telediario. Con respecto al Partido Socialista, los votos de 1994
supusieron un 31,1 por ciento, la distribución que realizó el consejo
también fue a la baja, 28,67, y los resultados reales fueron
superiores, 29,37, cerca de un punto superiores. Obviamente se
mantienen lo que son las distintas proporcionalidades.

Sinceramente, es muy difícil llegar a algunas de las conclusiones
a que se ha llegado hoy sobre la base de estos datos que he compartido
con ustedes. Creo que ha sido una cobertura espléndida la que se ha
realizado de esta campaña electoral y, desde luego, desde aquí
felicito a los profesionales que la han llevado a cabo.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor director general.

Se levanta la sesión.