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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 337, de 25/11/1997
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 337



CONSTITUCIONAL



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. GABRIEL CISNEROS LABORDA



Sesión núm. 14



celebrada el martes, 25 de noviembre de 1997



ORDEN DEL DIA:



Elección de vacantes en la Mesa de la Comisión: elección de Secretario
Primero (Número de expediente 041/000010) (Página 10020)



Comparecencia de la señora presidenta del Centro de Investigaciones
Sociológicas, CIS (Del Castillo Vera), para informar de los trabajos y
objetivos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). A solicitud
del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso (Número de expediente
212/000766) (Página 10020)
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Se abre la sesión a diez y veinticinco minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Buenos días, señoras y señores comisionados. Vamos a
desarrollar la sesión número 14 de esta Comisión Constitucional.




--ELECCION DE VACANTES EN LA MESA DE LA COMISION: ELECCION DE SECRETARIO
PRIMERO (Número de expediente 041/000010).




El señor PRESIDENTE: Tengo que notificar a la Comisión que por esta
Presidencia se recibió hace unas semanas una afectuosísima carta de doña
Cristina Almeida en la que informaba de su dimisión como secretaria
primera de la Mesa y encomendaba a esta Presidencia que trasladase a los
miembros de la Comisión su reconocimiento y gratitud por el buen trato y
los excelentes términos de relación que había recibido de todos los
señores miembros de la Comisión en el desempeño de función. En razón de
la mencionada dimisión, como saben, el orden del día de esta reunión
comienza por la elección del secretario primero de la Comisión
Constitucional.

Ruego a los señores portavoces que hagan llegar a esta Presidencia
relación de los diputados que estén sustituyendo a otros compañeros
titulares miembros de la Comisión, o si les parece, pasamos lista y en
ese momento van identificándose en su condición de sustitutos.

Vamos a proceder en el segundo término.




Por el señor presidente de la Comisión se procede a la comprobación del
quórum necesario para realizar la votación.




El señor PRESIDENTE: Existiendo quórum, vamos a proceder a la votación.




Efectuada la votación y verificado el escrutinio, dijo:



El señor PRESIDENTE: Se han emitido 32 votos, todos ellos favorables a
don Pablo Castellano.

En consecuencia, queda proclamado secretario primero de la Comisión
Constitucional y le ruego pase a ocupar su puesto en la Mesa. (Aplausos.)
Tiene la palabra el señor secretario primero.




El señor SECRETARIO PRIMERO (Castellano Cardalliaguet): Muchísimas
gracias a todos. Procuraré tener, como secretario primero, la fidelidad
de un notario; evidentemente, sin pasar las minutas de tal cuantía.




--COMPARECENCIA DE LA SEÑORA PRESIDENTA DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES
SOCIOLOGICAS (CIS) (DEL CASTILLO VERA) PARA INFORMAR DE LOS TRABAJOS Y
OBJETIVOS DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLOGICAS (CIS). A SOLICITUD
DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO (Número de expediente
212/000766).




El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto segundo del orden del día,
reclamando la presencia de doña Pilar del Castillo Vera, presidenta del
Centro de Investigaciones Sociológicas, cuya comparecencia ante esta
Comisión fue solicitada en su día por el Grupo Parlamentario Popular en
el Congreso. (La señora presidenta del Centro de Investigaciones
Sociológicas, del Castillo Vera, ocupa su puesto en la Mesa.)
Doctora Del Castillo, en nombre de la Comisión Constitucional, tengo el
honor de darle la bienvenida en el seno de esta Comisión parlamentaria
del Congreso, ante la cual fue solicitada su presencia, como sabe, por el
Grupo Parlamentario Popular.

En ausencia de normas reglamentarias específicas que determinen el orden
de las intervenciones, normalmente se somete al propio criterio de la
autoridad compareciente que su intervención suceda o preceda a la del
grupo parlamentario que haya solicitado la comparecencia, en primer
término, y, por supuesto, a la de los restantes grupos. De suerte,
doctora Del Castillo, que, si en este momento prefiere introducir esta
sesión informativa, esta actividad de control, con una exposición inicial
o si, por el contrario, prefiere que sea el grupo que ha solicitado la
comparecencia quien tome la palabra, es algo que dejamos a su arbitrio.




La señora PRESIDENTA DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLOGICAS (Del
Castillo Vera): Muchas gracias, señor presidente.

Señorías, opto por la primera de las posibilidades, es decir por hacer
una breve introducción general de cuáles han sido las líneas
desarrolladas por el Centro de Investigaciones Sociológicas a lo largo de
este año y medio que llevo ocupando su Presidencia y con posterioridad,
con mucho gusto, por supuesto, quedo a disposición de SS. SS. para
responder a las preguntas que deseen formularme.

Como ustedes saben, el Centro de Investigaciones Sociológicas se rige
ahora por la Ley 39/1995, de 19 de diciembre, publicada en el BOE, que
versa sobre su organización. Esta ley estableció una especial vinculación
del Centro con las Cortes Generales y precisó los principios de
transparencia en la actuación del Centro y de acceso público e igual a
los resultados de su actividad científica. Además, estos principios han
sido desarrollados reglamentariamente por el real decreto publicado el 18
de julio pasado --creo-- en el «Boletín Oficial del Estado», aunque
dichos principios de transparencia y de acceso en igualdad de condiciones
al banco de datos del Centro de Investigaciones Sociológicas vienen
siendo puestos en práctica desde hace ya más de un año y medio. Para ello
se han puesto en práctica aquellos requisitos que establece la ley y
otros adicionales para facilitar la difusión y el acceso a los datos.

Entre aquellos que establece la ley, en primer lugar está la remisión a
las Cortes Generales, durante el primer



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trimestre del año, de una memoria relativa a la ejecución del programa
correspondiente al año anterior; en segundo lugar, trimestralmente se ha
elevado a las Cortes Generales la relación circunstanciada de los
trabajos finalizados e ingresados en el banco de datos del CIS y, en
tercer lugar, se han remitido a las Cortes Generales avances
provisionales de los resultados de las encuestas que se referían a
intención de voto y valoración de partidos o líderes políticos dentro de
los quince días preceptivos a partir de la fecha de finalización del
trabajo de campo y de la codificación y grabación de la información en
soporte magnético, tal y como establece la ley. Por otra parte, los
resultados de todas las encuestas del CIS han estado disponibles en su
banco de datos para su utilización pública, dentro también del plazo que
marca la ley, es decir, tres meses desde la fecha de grabación y
codificación de los datos, salvo aquellas sometidas a convenio, que no
ingresan en el banco de datos hasta después de un año de finalizado el
estudio, según la normativa.

Para facilitar la difusión de los datos, se ha tomado una serie de
medidas adicionales, no contempladas en la ley, como ha sido, por un
lado, la difusión de los barómetros. Desde julio de 1996, se viene
haciendo público semestralmente el calendario que fija la semana de cada
mes en que los datos de los barómetros serán remitidos a las Cortes y sus
distribuciones marginales quedarán a disposición del público en el banco
de datos del CIS. Esta norma se ha aplicado no sólo a los barómetros en
los que se incluyen datos relativos a intención de voto o a valoración de
líderes políticos o partidos políticos, como establece la ley, sino al
conjunto de los once barómetros que realiza el Centro de Investigaciones
Sociológicas al cabo del año, todos los meses, con la excepción del mes
de agosto.

Con la finalidad también de dar la máxima difusión a los datos que hay en
el banco de datos del CIS, a partir del 12 de marzo de 1997 está a
disposición del público una aplicación de Internet en la que pueden
encontrarse el catálogo de banco de datos del CIS, los boletines de datos
de opinión, información institucional, catálogo de publicaciones y otra
serie de informaciones yo diría que bastante amplias. Desde que está en
marcha esta página web del CIS en Internet, el número de conexiones ha
sido muy alto. No sabemos, una vez establecida la conexión, el tiempo que
pasa el internauta en la página que consulta, pero el número total de
conexiones ha sido aproximadamente de 150.000. Este número de conexiones
proviene fundamentalmente de España, obviamente, pero es de reseñar que
hay casi 1.000 que proceden de otros países y continentes, como por
ejemplo Suramérica o América del Norte, incluso de otros continentes,
como el asiático, aunque evidentemente hay muchas menos. El caso de
Iberoamérica yo diría que es notable.

Se ha tomado asimismo una serie de iniciativas que faciliten precisamente
esa difusión. El banco de datos del CIS, como ustedes saben, es riquísimo
en material, puesto que el CIS tiene ya más de treinta años de
existencia, primero como Instituto de la Opinión Pública y desde 1977
como Centro de Investigaciones Sociológicas. Creo que ha sido una
preocupación, no sólo mía sino de todos los directores del CIS en
períodos anteriores, que el banco de datos estaba infrautilizado; había
un material riquísimo para el conocimiento de la sociedad española en
diversas dimensiones y en momentos históricos distintos y había una
infrautilización de esa información por parte de los sectores académicos,
de los medios de comunicación, de la propia clase política y de otros
sectores. Por ello, además de estas iniciativas que he comentado ya,
hemos tomado otras que a mí me parecen especialmente interesantes. La
primera, poner en CD-Rom todos los estudios postelectorales del CIS desde
1982. Desgraciadamente, no se han podido poner los de 1977 y 1979 por no
contar en soporte magnético con la información necesaria. Así pues, en un
solo soporte en un soporte como el CD-Rom, hoy en día se puede trabajar
con todos los estudios postelectorales. Además de esto, el CIS va a hacer
una versión en inglés, para que la comunidad científica internacional
pueda aprovechar también esta información.

La segunda es otra iniciativa que a mí me parece especialmente
interesante. Habíamos detectado una necesidad de información de datos del
CIS. Algunos sectores se ocupaban de obtener dicha información a través
de anuarios o de diarios fundamentalmente, porque no la encontraban en
otro sitio; por ejemplo, los profesionales dedicados a la enseñanza
secundaria, a los cuales, en determinado momento, les viene bien tener
algunos datos sobre la opinión pública, pero que normalmente tienen
dificultades para encontrarlos. Y para esto hemos hecho otro CD-Rom, en
el que se incluyen 10 estudios sobre temas muy diversos relacionados con
la sociedad española: los españoles y los hábitos deportivos, los
españoles y la moda, la conciencia nacional y regional, la cultura
política, etcétera. Este CD-Rom lo hemos promocionado y difundido
enormemente en el ámbito de la enseñanza secundaria de toda naturaleza:
jurídica, pública, concertada y privada. La respuesta está siendo muy
positiva y la demanda muy alta. Evidentemente, estos datos no sólo tienen
interés para este sector, sino también para muchos otros. Lo vamos a
hacer con la mayoría de los municipios de España y con otros sectores en
los cuales contar de una manera comprensiva con esta información en un
único soporte puede tener interés.

Además de estas iniciativas, y por lo que se refiere a la investigación
propiamente dicha, es decir, al desarrollo de encuestas o de estudios por
parte del Centro de Investigaciones Sociológicas, a lo largo de 1997 se
han desarrollado o se van a desarrollar, porque estamos todavía en
noviembre, aproximadamente 40 encuestas, encuestas que versan sobre
problemas de muy distinta naturaleza de la sociedad española. Dentro de
las encuestas desarrolladas, hay dos que corresponden a otros tantos
proyectos internacionales. Una es el latinobarómetro. Al modo del
eurobarómetro, desde el año pasado hay una iniciativa para hacer un
estudio donde la casi totalidad del cuestionario es común a todos los
países que conforman la comunidad iberoamericana. Es una iniciativa
apoyada por Naciones Unidas, por la Organización de Estados Americanos y
por la propia Unión Europea. El CIS participa de este proyecto, el año
pasado lo aplicó en España y próximamente aplicará en España un segundo
latinobarómetro.




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Hay también proyectos internacionales. A mí me parece que uno de gran
interés es el que versa sobre las causas de las migraciones
internacionales. Es un proyecto elaborado mediante un convenio entre el
Eurostat y el NIDI, que es un instituto que tiene su sede en Holanda,
concretamente en Amsterdam, y no solamente se aplica a algunos países
europeos que reciben fuertes oleadas de inmigración, sino también a
aquellos otros exportadores de la inmigración, como es el caso de
Marruecos y Senegal fundamentalmente. Yo creo que, cuando el estudio esté
acabado, tendrá sin duda, un enorme interés.

Dentro del campo de la investigación, se han desarrollado distintos
programas para mejorar la calidad de los estudios en la investigación que
viene desarrollando el CIS, como son programas de control de calidad de
trabajos de campo, programas para la informatización de los diseños
muestrales, para la optimización de los procesos de tabulación y
validación de los ficheros de datos, etcétera. Sería largo de explicar y
no me voy a extender en ello.

En tercer lugar, el banco de datos. Como les decía, ha sido una gran
preocupación obtener la máxima rentabilidad posible de la información que
contiene el CIS, puesto que, si es un instituto públicamente financiado y
hay una enorme información, parece que carece de sentido que la
información quede dormitando en su banco de datos o que no se pueda
optimizar a cualquier efecto.

Se tomaron todas estas iniciativas que he expuesto y, como consecuencia,
creo que hemos obtenido ya unos resultados satisfactorios. El número de
peticiones en el banco de datos durante 1997 va a alcanzar a finales de
año aproximadamente las 820 u 830, lo que significa un crecimiento de
algo más del cien por cien respecto, por ejemplo, del año 1995. En 1995
hubo 398 peticiones exactamente. Hasta mediados de noviembre de 1997
había 782 y existe un cálculo de que ese número de peticiones se
incremente hasta 820 u 830, como he dicho a final de año.

En el proceso de informatización y mejora del funcionamiento del banco de
datos del CIS durante el período enero-noviembre de 1997 se han
finalizado una serie de proyectos, como son la creación del servicio de
Internet y la creación de dos productos de difusión en CD-Rom, que les he
mencionado; la finalización de la versión final del Tesauro de temas
políticos y sociológicos para la base de datos de encuesta; la
instalación de una red local de microinformática; la instalación de
correo electrónico, que no había, para el envío de mensajería tanto
interna como externa; la renovación del parque informático, con la
instalación de 24 ordenadores personales en distintos servicios del CIS;
el montaje de un aula de informática renovada con posibilidad de formar
en entorno Windows y la adquisición y montaje del programa SPSS, para
entorno Windows, además de otras actividades quizás menores que no les
voy a mencionar.

Como proyectos en marcha están los siguientes. Por un lado, la creación
de un banco de datos de serie, que no lo hay todavía; el cambio de la
interfaz de usuarios para la base de datos de encuesta, de forma que
pueda incorporarse el Tesauro, que les he mencionado, y que se utilice la
tecnología web de Internet, para acceder a la información y la generación
de un banco de microdatos, que es un proyecto de gran alcance, que pueda
ser utilizado desde Internet y que permita la generación de tabulaciones
en remoto. Esto más bien es un proyecto de investigación que una realidad
con plazos definidos, puesto que no hay todavía ningún lenguaje en ningún
país que permita la utilización en el propio Internet de estos datos y la
posibilidad de hacer tabulaciones o de acceder a distintos indicadores de
diferentes encuestas, extraerlos y utilizarlos en Internet para cualquier
procedimiento de análisis estadístico. Es un proyecto en el que se está
trabajando en diversos centros de Estados Unidos y en Europa, nosotros
también, y es un lenguaje que todavía está por definir.

Ustedes saben que el CIS tiene un departamento dedicado a publicaciones y
a fomento de la investigación. Sobre las publicaciones, si quieren
hacerme alguna pregunta, se la contestaré, pero no me voy a extender. En
cuanto al fomento de la investigación y la formación se han hecho una
serie de cosas, además de otras que ya se hacían, como las ayudas para
las investigaciones y los programas becarios. Además de eso, este año se
ha reformulado un curso de posgrado que había para formación de
especialistas en administración social aplicada y análisis de datos que
ha tenido una extraordinaria demanda y que está desarrollándose --ya
veremos al final el balance-- con gran éxito de momento.

Por último, una preocupación que esta Presidencia ha tenido desde el
principio ha sido reforzar la presencia del CIS en el contexto
internacional. Había ya una serie de iniciativas tomadas en ese sentido
en los últimos años y se han desarrollado otras nuevas. En ese contexto,
por un lado, se ha hecho especial hincapié en desarrollar una línea de
cooperación con Iberoamérica y producto de ella son los trabajos que se
han hecho, se han firmado convenios con algunas instituciones
iberoamericanas y se han desarrollado algunos programas de cooperación.

Por otro lado, el CIS se ha asociado a varias instituciones
internacionales, americanas y europeas; quizá la más reseñable es la
denominada Cesda, que es un consejo de archivo de datos europeo en
ciencias sociales, del que el CIS es miembro desde hace muy poco.

Para cerrar esta introducción, diré que el CIS tiene la intención de
ofrecer en breve un nuevo servicio, que denominaremos archivo de datos en
ciencias sociales. El objetivo de este servicio es que puedan ir a parar
a ese archivo datos de encuestas no procedentes del CIS, sino de otros
organismos e instituciones de la Administración pública, los cuales se
acaban perdiendo con el paso del tiempo, porque una vez utilizados no hay
un mantenimiento y una creación de un archivo por parte de las distintas
instituciones. Creemos que todos esos datos deberían estar ubicados en un
mismo sitio, siendo el CIS, por los recursos y la experiencia que tiene,
el sitio ideal para que se puedan poner a disposición del público. Es un
proyecto que desarrollaremos muy en breve.

Por mi parte, nada más. He hecho una exposición somera, pero he procurado
darles una impresión al menos de aquellos elementos que configuran las
líneas de actuación



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del CIS, para que ustedes se puedan hacer una idea más nítida al
respecto. Quedo a disposición de sus preguntas.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, doctora Del Castillo.

En primer lugar, en su condición de grupo solicitante de la
comparecencia, tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Popular, el
señor Trías Sagnier.




El señor TRIAS SAGNIER: Señor presidente, antes que nada quiero dar la
bienvenida a la presidenta del CIS, doña Pilar del Castillo, en nombre de
mi grupo, que tenía un especial interés en su comparecencia, pues
pretende que esta Cámara conozca todas las actividades que desarrolla el
CIS, el Centro de Investigaciones Sociológicas, en esta nueva etapa
marcada por la independencia, independencia que, en su caso, viene
redoblada por su trayectoria personal, tanto política como profesional, y
por la transparencia, que viene avalada por todos los documentos que
emanan de este organismo, que, según sus funciones, descritas en el
artículo 3, no está al servicio del Gobierno, sino al servicio de la
sociedad.

El interés de los trabajos que salen del CIS está avalado y lo hemos
podido comprobar muy recientemente en esta Cámara cuando el presidente
del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial presentó el
Libro Blanco de la justicia; parte de las conclusiones a las que llegaron
venían determinadas por distintas encuestas y muy especialmente por dos
que realizó el Centro de Investigaciones Sociológicas; una, en la etapa
anterior y otra, en la etapa que preside el Centro doña Pilar del
Castillo.

En esta brevísima intervención quisiera formularle dos preguntas muy
concretas. Una es que nos gustaría conocer cuáles son los requisitos de
publicidad a que se encuentran sometidos los datos de naturaleza
político-electoral de las encuestas del Centro de Investigaciones
Sociológicas; y otra, respecto de la encuesta preelectoral de las
elecciones gallegas, cómo se han aplicados esos criterios.




El señor PRESIDENTE: Doña Pilar del Castillo, tiene la palabra.




La señora PRESIDENTA DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLOGICAS (Del
Castillo Vera): Ya he mencionado antes que los datos referentes a
preguntas de carácter político-electoral, aquéllos que van referidos a
intención de voto, valoración de líderes y de partidos políticos, están
sujetos a unos determinados requisitos de publicidad establecidos con
precisión por la ley que regula y que ordena las actividades del CIS.

Precisamente, en el artículo 7 de esa ley se hace mención a los datos de
carácter electoral y político.

Como viene siendo habitual desde mayo del pasado año, todos los
barómetros, aunque no todos incluyen esos datos, han de presentarse al
Congreso de los Diputados en el plazo de 15 días desde la fecha de
grabación y codificación de los datos; un avance de ellos, lo que
nosotros llamamos distribuciones marginales de los resultados. Y así se
viene haciendo.

Por otra parte, la primera vez que se ha operado en el contexto de esta
nueva normativa ha sido en las elecciones gallegas del pasado 19 de
octubre y se ha hecho exactamente lo mismo. El CIS viene haciendo
habitualmente --y en el pasado ha hecho varias-- encuestas preelectorales
referidas a una misma elección, y en este caso ha hecho una. Lo que ha
hecho el CIS es cumplir con lo que dice la normativa. El trabajo de campo
se hizo entre el 19 y el 25 de septiembre y los resultados se remitieron
por la vía habitual, que es el Ministerio de la Presidencia del Gobierno,
tanto a las Cortes Generales como a la Asamblea legislativa gallega, el
día 10 de octubre, dos días antes de que acabara la posibilidad de
publicación de esos datos. Así ha sido como se ha desarrollado y como se
desarrollará, es decir, en el estricto cumplimiento de lo que dice la
normativa.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún comentario o repregunta, señor Trías?
(Denegaciones.)
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra doña Rosa Conde.




La señora CONDE GUTIERREZ DEL ALAMO: Señora presidenta, quiero darla las
gracias por su comparecencia, por la información que nos ha dado y por el
tono que ha utilizado en la exposición de los trabajos que está
desarrollando en este año y medio el Centro de Investigaciones
Sociológicas.

Voy a ser también muy breve, como el diputado del Partido Popular, y lo
primero que quería decirle es que va usted a tener suerte porque en este
caso el Grupo Parlamentario Socialista va a utilizar un tono muy distinto
del que utilizaba el Partido Popular cuando era el Gobierno socialista el
que gobernaba y, por tanto, el presidente del CIS era una persona cercana
al Partido Socialista. He repasado las comparecencias de los presidentes
que le han precedido en su cargo y el tono que utilizaba el Partido
Popular era muy bronco. Yo casi diría que trataba al presidente del CIS
como si fuera un enemigo, sin darse cuenta de que en política no hay
enemigos, sino adversarios políticos. Por supuesto, ése no va a ser mi
tono y no lo va a ser, primero, porque respeto al CIS como institución y,
segundo, porque no podría hacer otra cosa. Como saben SS. SS. y sabe la
señora presidenta, yo he sido directora de ese centro y he trabajado como
lo que llamamos técnico de a pie durante muchos años. He pasado diez años
de mi vida profesional en ese centro, lo conozco bien, lo respeto
bastante y no podría hacer una oposición dura y no realista; haré algunas
apreciaciones, que considero que podrían mejorar el trabajo y sobre todo
la transparencia del CIS, pero no será ese mi tono.

Además, yo tengo gran confianza en las personas que trabajan en el Centro
de Investigaciones Sociológicas. El Centro de Investigaciones
Sociológicas está formado por gente que, como bien ha dicho la
presidenta, viene de la época de Fraga --hay un porcentaje muy alto de
personas que vienen de aquella época-- y luego hay una serie de personas
que se han contratado posteriormente, pero el nivel de profesionalidad es
muy alto y, por tanto, mi confianza



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en las personas que trabajan en el Centro es muy alta, como también lo es
en quien preside hoy el Centro de Investigaciones Sociológicas. Hemos
sido compañeras durante una época --cuando yo era directora del centro
ella trabajaba allí-- y, por cierto, en alguno de los proyectos que ahora
dice que están en marcha. El tono va a ser completamente distinto.

Sí tengo que decir que, así como mi confianza en el Centro, en sus
trabajos y su profesionalidad es absoluta, mi confianza en el político
bajo cuya responsabilidad está el CIS, el vicepresidente del Gobierno,
deja mucho que desear, porque yo creo que el único paso en el que los
trabajos del CIS quedan --y voy a utilizar una palabra un poco fuerte--
manipulados es en la presentación de los datos. Creo que el CIS trabaja
seriamente, que todos los españoles nos podemos fiar de los datos que se
producen en el Centro de Investigaciones Sociológicas; sin embargo, la
manipulación, en este caso, pienso que viene única y exclusivamente de la
presentación de los datos, que, para nuestra desgracia, no la hace la
presidenta del CIS, sino el vicepresidente del Gobierno o el señor
Michavila, y utilizan una ventaja comparativa, que es tener los datos
previamente, como es lógico, a los grupos de la oposición; suelen hacer
una rueda de prensa a bombo y platillo el día que presentan los datos a
los grupos parlamentarios y suelen digamos utilizar algunas
comparaciones, que les son de su interés, para presentar los datos de
forma que les beneficie particularmente. A mí me gustaría más que, puesto
que todo el proceso de datos, de investigación y de trabajo del Centro se
hace con mucha profesionalidad, también se hiciera la presentación de los
datos. Yo querría saber por qué la presentación de los datos no la hace
la presidenta del CIS, que daría más garantías de neutralidad, de
objetividad, de transparencia; la hace el vicepresidente del Gobierno o
el señor Michavila, que suelen trabajar, como se diría en lenguaje
popular, para su casa, suelen decir aquello de España va bien y utilizar
todos los datos en esa dirección.

Ha hecho un repaso que me ha interesado, porque, en los diez años que yo
ya no estoy en contacto con el Centro de Investigaciones Sociológicas,
han avanzado las cosas. Creo que se está trabajando en la misma línea en
la que se ha venido trabajando siempre, pero utilizando los adelantos
tecnológicos; no voy a entrar ni en los temas de banco de datos, ni en
publicaciones, ni en los convenios de las comunidades autónomas o en las
actividades investigadoras, a las que no ha hecho referencia en esta
presentación. Es una parte del CIS que tiene también un interés muy
importante, la ayuda a la investigación académica. El CIS siempre ha
tenido ahí un cuidado muy especial y sigue teniéndolo. Yo sé que lo
siguen haciendo, porque he leído la memoria que la presidenta presentó en
abril del año pasado correspondiente a 1996. En ese sentido, no voy a
hacer ningún comentario.

Voy a centrarme en las encuestas y, dentro de éstas, en las que tienen un
contenido básicamente político. La presidenta ya ha señalado en su
comparecencia que la ley de diciembre de 1995, de organización del CIS,
en relación al Parlamento, la obliga a tres cosas. La primera, remitir a
las Cortes los avances provisionales 15 días después de los estudios;
dice exactamente los que se refieran a intención de voto, valoración de
partidos, valoración de líderes, en un plazo no superior a 15 días, una
vez que ha terminado el proceso de trabajo de campo, codificación,
grabación, etcétera. La segunda obligación es que cada tres meses se
eleve a las Cortes la relación circunstanciada de los trabajos
finalizados. Y, la tercera, que en el primer trimestre de cada año se
eleve a las Cortes Generales la memoria relativa a la ejecución del
programa correspondiente al ejercicio precedente.

Me voy a referir, básicamente, a la primera de las obligaciones, es
decir, a remitir las encuestas a los 15 días de su realización.

Efectivamente, el CIS envía todos los barómetros, no sólo los que tienen
preguntas de intención política. Por cierto, es una decisión muy
controvertida que usted tomó al inicio de su tarea en el Centro de
Investigaciones Sociológicas y yo lo lamento, porque creo que quita
riqueza a los trabajos del Centro de Investigaciones Sociológicas y
además porque, como mi confianza en el partido que nos gobierna es sólo
relativa y sé que tiene un amor desmedido por las encuestas de
investigación y los estudios de opinión pública, me temo que las
encuestas que no hace el Centro de Investigaciones Sociológicas, que las
hace con toda profesionalidad, las puedan estar haciendo otras
instituciones que le den los datos; eso sería una cuestión de la que nos
tendríamos que ocupar. Es verdad que envía todos los barómetros, pero no
envía estudios que tienen interés político, del que luego hablaremos, y
que creo que también deberían ser presentados automáticamente a las
Cortes.

De todas maneras, señora presidenta, yo creo que envía los estudios con
un cierto retraso. He cogido tres meses para tener no sólo un elemento de
comparación, sino tres. El barómetro de septiembre se realiza entre el 26
y el 30 de dicho mes; aquí se entrega el 31 de octubre. El barómetro de
julio se realiza entre el 11 y el 15 de dicho mes; aquí se entrega el 28
de agosto. El barómetro de junio se realiza entre el 20 y el 24 de dicho
mes; aquí se entrega el 30 de julio.

Si no recuerdo mal --y creo que las cosas no deben haber retrocedido
desde mi época, sino que deben haber avanzado--, una vez que termina el
trabajo de campo, tomábamos el de 30 de septiembre, como mucho, una
semana después usted tiene los datos. Voy a ser muy generosa, le voy a
poner diez días, pero desde luego sabe que en una semana todo el proceso
de codificación y grabación está hecho. Esto quiere decir que del mes de
septiembre, el Gobierno tiene los datos el 7 de octubre; aquí los entrega
el 31 de octubre. Yo entiendo que el Gobierno siempre tiene que tener un
privilegio sobre los grupos de la oposición, para eso es el Gobierno,
pero me parece que es excesivo. Desde el 7 de octubre, aproximadamente
--puede ser el 7, 8, 9 ó 10 de octubre--, que usted tiene los datos, no
se entregan a los grupos parlamentarios hasta el día 31. Si tomamos el
barómetro de julio, he calculado que el Gobierno tiene los datos hacia el
22 ó 23 de julio; es más, hubo una filtración por aquellas fechas, por
tanto, los datos ya estaban. Los entregan el 28 de agosto, es decir, más
de un mes



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después. En el mes de junio el Gobierno, según mis cálculos, terminando
el trabajo de campo el día 24 de junio, tiene los datos el 1 de julio y
no los entrega hasta el 30 de julio.

Yo le pediría a la directora un poquito más de premura, porque sabe que
tiene los datos. Entiendo que el Gobierno tenga los datos unos días antes
que el Parlamento, pero el Parlamento podía tenerlos antes de un mes,
porque si le suma siete días al trabajo de campo, diez días y quince son
veinticinco, no un mes, mes y una semana, como está sucediendo.

Por ejemplo, en este caso, si el estudio de trabajo de campo se ha
realizado los últimos días de octubre, me imagino, porque veo que está
realizando los trabajos de campo más o menos la última semana o la semana
anterior, ya tendrían que estar aquí los resultados. Supongo que mañana,
pasado o el otro, el señor Michavila nos dará la sorpresa de decirnos que
España va bien, pero me gustaría que usted se diera cuenta de lo que le
pide la ley; no hace falta cumplirlo al pie de la letra. Podría ser en
ese sentido más generosa y dar los datos con una cierta antelación a los
grupos parlamentarios. Son de una gran utilidad para el trabajo de los
grupos y por eso le pediría una mayor premura en su entrega.

Hay otra cosa que me preocupa. Es verdad que la ley dice que se entreguen
sólo los datos provisionales, pero usted sabe que enviar los datos
marginales es enviar bastante poco. Entiendo que entre lo que tiene el
Gobierno y lo que tenga la oposición tiene que haber una cierta
diferencia, de hecho hay demasiada diferencia. Yo le pediría algo más,
que, además de enviar --porque usted sabe que lo tiene-- a la Cámara los
marginales, enviara bien el disquete con la matriz de datos o bien
--sería mucho más cómodo para los grupos parlamentarios que no tengan
posibilidades de trabajar luego con el disquete-- los cruces básicos.

Usted sabe como yo que, nada más realizarse la codificación y la
informatización, el CIS posee de forma casi instantánea, antes de hacer
el diseño del plan de investigación que quiera hacer en relación a una
encuesta, unos cruces básicos, que son por variables sociodemográficas o
por variables políticas, que suelen ser intención de voto, recuerdo de
voto y escala ideológica. Le pediría que entregara esos datos. En alguna
ocasión los hemos pedido, ya que no los entregan. Creo recordar que en el
mes de septiembre el diputado Pérez Rubalcaba pidió esos datos. Usted le
contestó por carta que no era posible porque los datos todavía no habían
sido trabajados con la seriedad necesaria y que no habían pasado al banco
de datos. Siempre con las precauciones que hay que tomar en el primer
proceso de datos, cuando entrega los datos al Parlamento podía entregar
estos cruces básicos, máxime cuando los tiene. Cuando los pidió el
diputado Pérez Rubalcaba, a los tres días estos datos fueron filtrados al
ABC. Estos datos existen. No sólo porque hayan sido filtrados; yo sé que
existen, usted lo sabe también. Creo que la transparencia sería mayor si,
no sólo presentara los datos antes, sino que presentara más datos que los
marginales, o que se tomara un tiempo prudencial, pero que entregara los
datos marginales.

Me gustaría pedirle más, que en mi época me lo pedían, los informes que
realiza el Centro de Investigaciones Sociológicas, los informes digamos
más o menos burocráticos que se realizan sobre todas las encuestas que
entran a formar parte del Centro de Investigaciones Sociológicas. No le
voy a pedir obviamente, sus opiniones políticas, las que traspasa a su
superior el vicepresidente del Gobierno, pero sí podíamos pedir desde el
Parlamento los informes objetivos que se hacen sobre todas las
investigaciones que tienen lugar en el Centro. Esto en relación a los
barómetros que manda mensualmente salvo en el mes de agosto.

Además de los barómetros, hay otros estudios que pueden tener un alto
interés político. He revisado, por ejemplo, la relación de trabajos
finalizados de julio a septiembre de 1997, relación que nos hizo llegar
el pasado 31 de octubre, en cumplimiento del artículo 65 de la Ley del 19
de diciembre de 1995, y en ella veo una serie de estudios como los
ciudadanos y las elites políticas, que es una encuesta a ciudadanos de
una muestra de 2.500; un estudio cualitativo, que es verdad que no tiene
intención de voto, pero sabe que tiene un contenido político altamente
interesante de coyuntura de opinión sociopolítica en España, o bien hay
un estudio de cuestiones de actualidad, de abril de 1997, que no sé qué
temas contiene, pero, si no recuerdo mal, este tipo de estudios con esta
denominación la puse en marcha yo hace diez años exactamente ahora y
utilizaba estudios para intentar analizar algunas cuestiones políticas
que no entraban en los barómetros, pero que tenían interés desde el punto
de vista sociológico o político.

Pues bien, toda esta serie de encuestas y otras más que hay sobre la
opinión pública en el proceso de integración europea, primero, querría
saber si contienen preguntas de intención de voto. Veo que alguna de
ellas, como ciudadanos y elites ante la política, deberían tenerlas,
porque si no me parecería muy raro, conteniendo la pregunta de intención
de voto. ¿Por qué no la envía automáticamente? En todo caso, aunque no
hubiera ese dato de intención de voto (que yo creo que lo habrá), ¿por
qué no envía estos datos al Parlamento? Esto es una precaución que
ustedes han tomado para no dar determinados datos a los grupos de la
oposición. Es verdad que nosotros podemos pedirlos, pero pasados tres
meses, con lo cual la actualidad de los estudios de opinión se pierde y
sabe que dentro de los estudios de opinión la actualidad es un componente
importante. Por tanto, yo le pediría que de estos estudios políticos, por
supuesto todos los que contengan intención de voto los mande
automáticamente a las Cortes; en todo caso, los que no contengan
intención de voto pero tengan un claro interés político, como por ejemplo
los estudios cualitativos, los hiciera llegar también. Sería una forma de
demostrar aquello que tanto dicen, no usted pero sí el Partido Popular,
de la famosa transparencia que tiene ahora el CIS y no tenía en épocas
anteriores.

Le diría que está cumpliendo de forma muy precisa con la ley, pero a mí
me gustaría que la transparencia les lleve a dar más información a los
grupos parlamentarios. Creo que usted puede hacerlo y, de hecho, su
trayectoria personal me lleva a pensar que si no lo hace no es por su
voluntad sino por presiones superiores.




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Por último, quiero pedirle algo a lo que yo creo que me va a decir que
no, pero que sería importante también para evitar algunas suspicacias que
pueda haber. Evidentemente, cuando a mí me dicen que hay manipulación en
las encuestas del CIS siempre digo que es imposible, porque aunque la
presidenta quisiera manipular, las investigaciones pasan por la manos de
muchas personas y ninguna de ellas permitiría manipulación de los datos.

En el único sitio donde usted tiene las manos libres es en la estimación
de voto; ahí puede haber dudas sobre si el CIS está haciendo una
estimación que le interese por determinadas razones, aunque yo creo que
sería contarse una mentira y creérsela, pero puede intentar hacerlo. A mí
me gustaría, insisto, que la presidenta del CIS entregara a los grupos
parlamentarios el modelo de estimación que está utilizando de una vez
para siempre. Sé que en muchas ocasiones ha dicho que es el mismo modelo
que se utilizaba en otros momentos, pero supongo que se han producido
algunas variaciones porque el sistema de partidos ha cambiado, la vida
política ha cambiado y, por tanto, el modo en que están representados los
distintos partidos en las encuestas ha sufrido también una modificación,
como vemos por la pregunta de recuerdo de voto. Por tanto, yo le pediría,
más que nada para salvar las dudas que pueda haber sobre el CIS, que
diera el modelo de estimación.

Espero que podamos seguir colaborando.




El señor PRESIDENTE: Señora presidenta, tiene la palabra.




La señora PRESIDENTA DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLOGICAS (Del
Castillo Vera): Muchas gracias por su intervención y por las
consideraciones que ha hecho, a las que con mucho gusto voy a intentar
contestar con la mayor precisión posible, en la medida en que podamos por
el tiempo.

Es evidente que la primera consideración que hace no va dirigida a mí,
acerca del tono, del trato, etcétera, sino que va dirigida al Grupo
Parlamentario Popular, por lo que por mi parte no tengo nada que decir al
respecto.

En segundo lugar, y por ir a las partes más sustantivas y cruciales de su
intervención, en referencia a las preguntas de los estudios y los
barómetros usted sabe muy bien que en relación a la transparencia del CIS
y a la publicidad de sus datos hemos pasado de la nada hasta 1991, en que
se constituye como organismo autónomo, al muy poco entre el período 1993
a 1995, y al todo, en el período que estamos viviendo ahora, desde el 19
de diciembre de 1995 en que se publica la ley, aunque fundamentalmente se
aplica en esta nueva legislatura.

Me dice usted que hay una serie de variaciones de uno, dos o tres días en
cuanto a la publicidad de los datos del barómetro y la fecha en que se
hace. El criterio que yo he aplicado es que se cumplan los 15 días y que
no haya nunca más de un mes desde que se acaba el trabajo de campo hasta
que se presentan los datos en las Cortes y se envían los resultados del
barómetro. Esto es una situación de absoluta transparencia. Por razones
de diversa naturaleza unas veces se puede tardar un poco más y otras un
poco menos, en variación de dos, tres o cuatro días, pero pensar que un
estudio se hace público de mes a mes, esto es una situación absolutamente
inédita y le aseguro que cumple unos estándares de publicidad que no los
encontrará usted en ningún otro lugar del mundo en relación a este tipo
de encuestas. Hay meses, evidentemente, que tienen algunos problemas de
desfase. ¿Por qué? Porque julio es un mes de vacaciones, y los trabajos
de campo no se pueden hacer más allá del 15 ó 18 de julio; en diciembre
se tiene que adelantar un poco el trabajo de campo, pero se ha mantenido
el criterio de que sea al final de cada mes cuando se envíen los trabajos
a las Cortes. Además, para que no haya incertidumbres y para que no haya
dudas, hay un calendario publicado, de tal manera que se sabe con
absoluta precisión que durante esa semana se tienen que presentar los
datos. Ya se encargarán los grupos de oposición, si no se cumpliera la
entrega en esa semana, de reclamar y pedir que eso sea así.

Por otro lado, tenga usted la absoluta seguridad de que todas las
encuestas que llevan intención de voto se presentan, y todas, salvo la
preelectoral de Galicia, que también se presentó, han seguido
exclusivamente los barómetros cada tres meses.

Y le voy a decir una cosa que la he repetido mucho, pero veo que usted
insiste en ella, y es sobre la decisión de hacer trimestralmente la
pregunta de intención de voto. Desde 1979 en que existe el barómetro, los
directores del CIS han operado con el criterio, en cuanto a la
periodicidad, que les ha parecido oportuno. Hay directores que han hecho
la pregunta mensualmente --el caso del anterior director, sobre todo en
los últimos años--, hay directores que no solamente han hecho la pregunta
de intención de voto en los barómetros, sino en todos los estudios --o
sea, que a lo mejor nos encontramos con que aparece tres veces la
pregunta de intención de voto al mes, como fue el período en el que usted
estaba al frente del CIS--, y hay directores que lo han hecho dos, tres o
cuatro veces al año. Por ejemplo, en 1983 se preguntó dos veces por la
intención de voto en los barómetros mensuales. Entonces, no ha habido una
serie ininterrumpida desde 1979 con datos de intención de voto en todos
los barómetros. Y esto es muy fácil de comprobar porque está en el banco
de datos; uno va al banco de datos y lo comprueba, hay un registro
perfectamente accesible en el que se puede comprobar. A mí me pareció que
tenía sentido hacerlo trimestralmente, porque además son informaciones
con puntos trimestrales lo que habitualmente utilizan los investigadores
académicos; por ejemplo, cundo hay una serie mensual de cualquier
indicador, normalmente los investigadores académicos piden que, por
favor, se les dé un punto trimestral y no la totalidad de la serie
mensual. Me pareció, insisto, que eso era lo adecuado. Respeto el
criterio de otros, pero, en todo caso, esto no venía a interrumpir una
serie histórica que existía desde 1979 con estas características. Lo he
manifestado ya en muchas ocasiones, pero, puesto que usted ha hecho
referencia a ello, quería dejarlo claro.

Le decía que tuviera la seguridad de que no hay ningún estudio que lleve
intención de voto y que no se haya enviado al Parlamento. El estudio al
que usted hace referencia



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consta de dos fases, un estudio dirigido al conjunto de la población
española y otro estudio que se derivará de esa encuesta que hemos pasado
a parlamentarios, en este caso a diputados del Congreso. El estudio a
ciudadanos, el que se refiere a la población, no lleva intención de voto,
porque es un estudio de representación política; el objetivo de
investigación del estudio es conocer cómo contemplan los ciudadanos los
mecanismos de la representación política, qué instrumentos utilizan para
acercarse a los representantes políticos, y no lleva intención de voto.

Además, ese estudio, como el resto, está ya depositado en el banco de
datos, y usted, como diputada, y su grupo parlamentario, lo puede pedir,
igual cualquier otro ciudadano.

El estudio al que usted se refiere sobre cuestiones de actualidad creo
que hace referencia --ahora no me acuerdo muy bien-- al debate del estado
de la nación, que consistió en una encuesta telefónica, y no lleva
tampoco intención de voto. Además, ese estudio se remitió, porque había
valoración de líderes políticos, al Congreso de los Diputados. Cualquier
estudio cualitativo, como al que usted hace referencia, insisto, puede
pedirlo en el banco de datos del CIS a los tres meses de hacer el
estudio, y no pierden actualidad. Hay muchas veces una actitud ante las
encuestas de que pierden actualidad. Nosotros no estamos midiendo
exclusivamente el día a día. Son opiniones que tienen una duración más
larga y que están mucho más sedimentadas entre la población. Respecto de
todas estas encuestas que hacemos, tenerlas en el plazo de los tres meses
que marca la ley o un mes antes, por ejemplo, tienen el mismo valor.

Para acabar con esta parte, creo que el nivel de transparencia es
extraordinario. Le aseguro que no hay en ningún país una transparencia
como la que hay en relación a las encuestas que realiza el CIS, en
encuestas que se puedan llevar a cargo de la Administración, a cargo de
la Presidencia del Gobierno, a cargo de algún instituto que pueda tener
relación con el CIS, aunque son muy pocos; no la hay. Los niveles de
transparencia son extraordinariamente altos. Cualquier estudio de todos
estos que ustedes me han mencionado que quieran ver lo pueden pedir en el
banco de datos; su grupo parlamentario los puede pedir cuando quiera; no
hay ningún problema. Se han pedido muchas cosas, se pueden seguir
pidiendo, y ahí están. Le aseguro que no hay ningún estudio con intención
de voto que no se haya remitido al Congreso de los Diputados, como
establece la ley.

Por último está el tema de la estimación de voto. Primero hay unos datos
en las encuestas y luego hay una estimación. Hay que calcular cuál sería
el comportamiento de aquellos que dicen que no saben o no contestan y,
por tanto, no dan una referencia directa de a qué partido votarían, y hay
que sumar lo que uno cree que harían estas personas con aquellos que
dicen exactamente a quién van a votar, y el resultante de eso es la
estimación.

Como usted sabe no estamos ante unas ciencias exactas, sino ante ciencias
probabilísticas. La estimación del voto, la estimación del comportamiento
electoral de los ciudadanos, se basa en ciencias probabilísticas, no en
ciencias exactas que pueden tener unos modelos universales. Los
indicadores que se utilizan en unos y otros momentos para predecir cuál
sería el comportamiento del conjunto de los ciudadanos ante una elección
pueden variar, de hecho varían notablemente cuando se hace una encuesta
preelectoral. ¿Por qué? Porque se introducen otros indicadores, puesto
que en el contexto temporal en el que estamos respecto a la elección es
completamente distinto, para intentar reducir al máximo el grupo de
personas sobre las que no tenemos información ninguna. No puede haber un
modelo universal que se aplique; hay un modelo básico que se va aplicando
en los barómetros, y luego hay una serie de elementos que reconforman ese
modelo que se aplicarán en los momentos preelectorales y que no siempre
son los mismos, ni siquiera en las mismas elecciones; no siempre los
mismos indicadores tienen el mismo valor predictivo o ayudan de la misma
manera a hacer la predicción, porque estamos en unas ciencias
probabilísticas, repito, que versan sobre opiniones, sobre actitudes y
sobre comportamientos, en este caso electorales, de los hombres y, por
tanto, hay una serie de variables que no pueden estar sometidas a unas
constantes en su desarrollo y en su comportamiento, como lo están en
relación a otros fenómenos de la naturaleza.

Esto es así y le voy a poner un ejemplo. Cuando se hizo la encuesta
preelectoral de Galicia, los grupos que salían menos favorecidos
inmediatamente se lanzaron a decir que el CIS estaba manipulando. Y ¿qué
pasó con la predicción del CIS? Que el CIS acertó al cien por cien en el
porcentaje de voto y en el porcentaje de escaños que obtuvo el Partido
Popular, e invirtió los resultados del Bloque y del Partido Socialista;
los invirtió totalmente. ¿Por qué se produjo ese fenómeno? En la lógica
de la manipulación ¿a favor de quién se estaba manipulando, si el CIS
estaba dando un resultado en el que el Partido Socialista estaba por
encima del BNG con la misma diferencia que ha sacado el BNG por encima
del Partido Socialista? No fue un problema de manipulación, fue un
problema de error en el 50 por ciento de la estimación, porque el otro 50
por ciento fue exacto. El problema, en ese caso, fue que el CIS adelantó
demasiado en el tiempo la encuesta preelectoral en relación al comienzo y
desarrollo de la campaña electoral; el proceso de cambio que se estaba
operando en la relación Bloque-Partido Socialista aflora y cristaliza
durante la campaña electoral, y la encuesta, por la ubicación temporal
que tuvo, no fue capaz de tener la suficiente sensibilidad como para
predecir el cambio tremendo que se produjo. Ese fue el problema. ¿Por qué
se produce? Si hubiera un modelo que pudiera predecir exactamente las
cosas no harían falta las elecciones, porque los modelos serían exactos,
pero éstas no son ciencias exactas. Por eso, usted, que conoce bien el
tema, no debe plantear que se dé un modelo de estimación para que sepamos
cómo se hacen las cosas, eso es imposible. Hay un test que es el de las
elecciones, y lo que le interesa al Centro de Investigaciones
Sociológicas es ir dando una fotografía, lo más fiel posible, de cómo
están las cosas en esa dimensión. Tendrá luego su encuesta preelectoral
el día que haya elecciones, y habrá un test inapelable, que serán los
resultados electorales. Pero es obvio que lo que le interesa al Centro es
poder predecir con la mayor fidelidad



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posible, aunque también con las limitaciones que tiene.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Conde.




La señora CONDE GUTIERREZ DEL ALAMO: Muy brevemente. Sé que al presidente
le gusta que seamos breves, y así seré.

Señora presidenta, es verdad que ahora los datos se dan de forma
diferente de como se hacía antes, pero quiero recordarle que la ley es de
la época socialista, de 1995, y ustedes se están limitando a aplicarla
estrictamente y no se pasan un ápice de la letra. Por eso le pido que sea
un poco más generosa que la ley, que no es muy generosa, sino bastante
parca. Pero, repito, es una ley del Gobierno socialista. Sabe que aunque
no existiera esa ley --y usted ha estado trabajando en una época en la
que yo también trabajé, allá por el año 1987-- los datos los tenía la
oposición, a pesar de que no había una norma que lo impusiera. De hecho,
el Partido Popular puede decir públicamente que esos datos los tenía.

Insisto, ahora está aplicando una ley que no es suya, sino de la época
socialista, y está cumpliendo con su obligación. Si no lo hiciera tendría
una oposición, no como la que está teniendo, sino más dura.

Sobre los criterios a la hora de meter la pregunta de intención de voto,
no los comparto, aunque los respeto totalmente. Sólo he hecho una
referencia de pasada. Usted dice que yo metía la pregunta tres veces al
mes; seguramente. Me parecía que hay una serie de encuestas políticas que
sin la pregunta de intención de voto pierden una posibilidad de análisis.

La misma encuesta que dice de ciudadanos y elites, si en esa pregunta de
representación política sabemos qué van a votar cada una de las personas
que están contestando, tendríamos un elemento de juicio mayor. Es su
criterio y se lo respeto. Sólo lo analizo políticamente a la luz, no de
su decisión, sino de la actitud del Grupo Popular o del propio Gobierno
en relación a las encuestas. Por eso, digo que quizá las encuestas se
estén realizando mensualmente en otro lugar.

En cuanto a que envía todas las encuestas que tienen intención de voto,
creo que sí. Me sorprende que haya algunas encuestas que no tengan
intención de voto. Lo que le pido es algo más. Yo sé que puedo pedir las
encuestas; en cuanto recibo la relación sé que las puedo pedir. Es más,
sé que aunque no fuera diputada, si voy al banco de datos podría recibir
las encuestas. Lo que le estoy pidiendo es que envíe a la Cámara las
encuestas estrictamente políticas, como algunas a las que hemos hecho
referencia, aunque no contengan intención de voto. Pero veo que no es lo
que va a hacer. Sigue insistiendo en que podemos pedirlo, y ya lo
sabemos. Sólo quiero señalarlo. La transparencia es la que es, pero
mucha, tampoco.

Respecto al modelo, no me ha convencido en absoluto. Es verdad que cada
elección tiene un modelo y cada momento político también. En este
momento, a los barómetros del CIS que tienen intención de voto se le está
aplicando un modelo, A, X ó C. De hecho, en mis tiempos había tres
modelos, que el informático en aquel momento llamaba M.1, M.2 y M.3. No
sé si ahora se llamarán así o de otra manera, pero hay uno en el que se
introducen una serie de variables. Lo único que estoy pidiendo es que
cuando adjunte los datos de estimación, adjunte también el modelo,
sabiendo que ese modelo es para ese barómetro y para ese tipo de
estudios, porque siempre aplican el mismo. No me va a decir usted que en
cada barómetro está aplicando un modelo, porque entonces estaría, no
manipulando, pero sí trabajando un poco a ojo, y usted misma tiene que
tener una cierta seguridad en lo que está haciendo.

Nada más. Le voy a dar la enhorabuena porque el CIS siga siendo una
institución tan prestigiosa y sólo le pediría que no estuviera tan
orgullosa de su trasparencia, porque ésta viene de épocas anteriores, y
usted se está limitando a hacer lo estrictamente necesario.




El señor PRESIDENTE: Señora Del Castillo, tiene la palabra.




La señora PRESIDENTA DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLOGICAS (Del
Castillo Vera): Dice usted que es una ley socialista, y lo que quiere
decir es que se ha aprobado en un momento en que el Partido Socialista
todavía constituía el Gobierno, el 19 de diciembre de 1995. Sin embargo,
el 3 de marzo de 1996 se celebraron las elecciones generales. Es decir,
estamos hablando de una ley que se aprueba con el respaldo mayoritario de
los grupos parlamentarios de esta Cámara y se aprobó en la época en que
se aprobó y se aplica desde la época que se aplica. Esa es la realidad,
no es una realidad anterior.

Respecto al grado de transparencia, en épocas anteriores, y según usted,
la oposición tenía todos los datos y unas grandes facilidades; yo en eso
me remito a la oposición. Parece que no se corresponde mucho con la
polémica que había, pero si todos los grupos parlamentarios dicen que
tenían todos los datos, me parece estupendo. Lo cierto es que estamos
operando en un contexto absolutamente distinto --se lo puedo asegurar--
de tiempos pasados, y más todavía que en el de los ochenta en el que
había en el período 1993-1995, entre otras razones porque las
circunstancias del contexto político son diferentes. No es lo mismo un
período en el que el sistema de partidos está configurado por un partido
predominante con amplias mayorías absolutas, que 1993, año en el que el
grado de competencia interpartidista es muy alto y eso tiene unas
repercusiones en el funcionamiento de todas las instituciones, incluyendo
el Centro de Investigaciones Sociológicas.

En todos los cuestionarios hay el recuerdo de voto, y ello nos permite
vincular la preferencia política que ha tenido en el pasado el individuo
al que se le encuesta. Por eso el recuerdo de voto siempre está, y en mi
opinión no es necesario que la intención de voto esté en una serie de
cuestionarios, como el que ha mencionado respecto a unos estudios como el
de ciudadanos y elites ante la política. El recuerdo de voto es lo que
nos da la conexión con la preferencia política, en este caso
retrospectiva y no prospectiva, lo que es suficiente.




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En cuanto al modelo de estimación de voto, podríamos estar hablando sine
die y es absolutamente defendible la posición que estoy manteniendo.

Sería una cosa disparatada adjuntar modelos de estimación cada vez que se
hace un cuestionario con intención de voto, ello nos introduciría en una
situación de absoluto caos y confusión a la hora de valorar los datos que
está ofreciendo el Centro de Investigaciones Sociológicas. Confíe usted
en que lo que le interesa al Centro es hacer una buena foto de la
realidad y que en esa intención y con ese objetivo seguirá funcionando
siempre.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, tiene
la palabra don Pablo Castellano.




El señor CASTELLANO CARDALLIAGUET: Como es lógico, me uno a la bienvenida
a la señora Del Castillo, agradeciéndole su comparecencia y la
información que ha tenido a bien ponernos encima de la mesa.

Si hubiera muchísimo tiempo --afortunadamente no lo hay-- sería muy
interesante analizar el diálogo que ha mantenido la señora Del Castillo
con la señora Conde, porque, al fin y al cabo, nos confirmaría a algunos
en la tesis de que el problema no es de ustedes. El problema no es de la
señora Conde, cuando era la responsable del Centro, manipulara o que
usted manipule ahora, la manipulación es el propio instituto; quiere
decirse que ha nacido para ser manipulado, por tanto, ustedes no son más
que las primeras víctimas de un instrumento que se crea y de ahí la pelea
política por ver de quién depende, por ver a quién sirve, por ver cómo
envía sus informes. Es un instrumento que ha nacido para contribuir a
esta situación absolutamente imparable, y no digo que deba ser
denunciada, porque es un término muy agresivo, pero sí se puede poner de
relieve que es el mercadeo de la política.

Usted tiene en su mano hoy el instrumento más perfecto para hacer igual
que hacían otros: adecuar el mensaje a las encuestas, porque en este país
se lleva gobernando desde hace mucho tiempo para las encuestas, para ver
cómo se ganan los votos y para ver cómo se adecua el pensamiento a lo que
quieren los ciudadanos y no el pensamiento a lo que debería ser, porque
los ciudadanos después de tantos años y perteneciendo al país que
pertenecen, ya saben lo que quieren. Si el Centro de Investigaciones
Sociológicas tiene esa connotación, al final todas las fuerzas políticas
que acaban gobernando son como la sociedad, no ya de centro, sino
bastante reaccionarias, porque el país es bastante reaccionario.

En fin, no le echo la culpa a usted. Gánese el sueldo dignamente, como lo
está haciendo, pero permita que tengamos una serena suspicacia hacia esa
institución, porque no es --repito-- casualidad que ahora se reclame del
Parlamento --y lógicamente reclamarla del Parlamento es reclamarla de las
mayorías que hay en el mismo--, pero no se reclama de ninguna otra
institución académica. No ha habido voluntad de que dependiera, de
verdad, de la Facultad de Ciencias Sociales, fuera respetada
académicamente y nadie se entrometiera. Fíjese usted en la discusión que
acaba de mantener, y a lo largo de toda ella lo único que se ha oído son
cosas como la valoración de los líderes, por ejemplo, que es algo
absolutamente inconcebible en un país que quiera presumir de nuevas
formas de hacer política, pero no he oído nada sobre la valoración de los
programas.

Me permitiría decirle, por todo esto, que corrijan ustedes la
denominación del centro. Llámenlo Centro de Investigaciones
Sociopolíticas, y lo sociológico lo respetan un poco, porque deben
ustedes respetar a la sociedad. Lo respetan un poco, repito, y se dedican
a hacer sus encuestas al servicio del bipartidismo imperfecto, de modo
tal que en la alternancia el sistema no pueda sufrir situación traumática
alguna, no vaya a ser que se salte de la alfa a la omega, en todo caso
que sea de la A la B, que son unos terrenos más acotados y mucho más
sensatos, que permiten hablar de una sociedad debidamente organizada y
encauzada hacia el buen fin, en la que brillan las ciencias y las artes.

Entenderá usted que, lógicamente, nos tenemos que limitar a desearle
mucho éxito en su tarea al servicio del objetivo hacia el cual está usted
encaminada y que excede a sus propias fuerzas, pero ni se le ocurra
tratar de transformarlo, siga usted en el mismo mecanismo, que es lo que
se lleva. Evidentemente, desde el Grupo de Izquierda Unida lo único que
procuraremos es aprovechar su ofrecimiento para pedirle, de vez en
cuando, algunos de estos estudios sobre todo los que se refieran al
estado de la sociedad. Qué dicen de verdad nuestros ciudadanos y no
siempre qué dicen de los políticos, qué dicen sobre las instituciones,
sino qué dicen sobre otras cosas.

Lo que sí nos gustaría es que el Centro de Investigaciones Sociológicas
no se deje comer el terreno, se lo decimos porque somos muy partidarios
--de los pocos que quedan-- de las instituciones del Estado. No sé si ya
estará en el ánimo del señor Aznar privatizarlostambién en esta oleada
que se aproxima, pero parece que por ahora no; por ahora no ha corrido
ningún rumor, aunque tal vez estoy siendo imprudente y basta que yo lo
esboce para que inmediatamente a alguien se le pueda ocurrir. Lo que sí
nos gustaría, por tanto, es que no abandone usted el terreno y que en lo
que se refiere al estado de la sociedad, no al estado de la nación, que
aquí se discute, ni al estado de los políticos, al estado de verdad de la
sociedad, a lo que bulle debajo de la sociedad, sus publicaciones ganen
el terreno que tiene que ganar y no se deje esto --como se ha dejado-- en
manos de instituciones que nada tienen que ver con el Estado y que son a
las que acudimos todos porque no hay otras.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Del Castillo.




La señora PRESIDENTA DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLOGICAS (Del
Castillo Vera): Muchas gracias, señoría, por sus consideraciones.

Muy brevemente le quiero decir que, desgraciadamente, he tenido que decir
muchas veces que el Centro de Investigaciones Sociológicas es el gran
desconocido. Es un gran desconocido ¿por qué? Porque lo único que se
conoce de lo que hace el Centro son precisamente esas preguntas



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y encuestas que tienen una dimensión estrictamente política, pero le
puedo asegurar que si usted va al banco de datos y se asoma alguna vez,
bien por las tecnologías más punteras de Internet, bien por la más
tradicional de la letra impresa, podrá comprobar cómo en el banco de
datos del CIS se almacena una extraordinaria, una riquísima información
sobre temas muy diversos y que nada tienen que ver con la política del
día a día, con la valoración de líderes políticos, con la intención de
voto, etcétera. De alguna manera, lo que conocemos es la punta del
iceberg, porque políticamente, y en relación a los medios de
comunicación, tiene más atractivo y es más sugerente en algunos momentos,
pero el grueso de los temas que abordan sus estudios son muy
desconocidos. Por eso, al principio de mi intervención señalaba que había
una escasa utilización del contenido del banco de datos del CIS y de ahí
mi empeño en que se difundiera al máximo, por distintas vías, el
contenido de ese banco de datos, de tal manera que se pueda utilizar y se
pueda comprobar que en el CIS hay mucho más que lo que se refiere a esta
dimensión política y electoral.

En relación a consideraciones más generales acerca de la naturaleza y
objetivos del CIS, le diría que es verdad una cosa de las que usted ha
planteado, y que en cierta medida toca un poco el fondo del problema.

Nadie ha debatido sobre la naturaleza del CIS y sobre la razón o no de su
existencia en su actual conformación; nunca se ha debatido sobre esto. El
CIS es una institución que se crea en el año 1963 con otro nombre,
Instituto de la Opinión Pública, que sobrevive en la democracia, que ha
generado una serie de problemas y que ha sido polémico desde el punto de
vista de su utilización política por parte de los gobiernos, etcétera,
pero en realidad nadie se ha puesto a debatir la naturaleza de fondo de
esa institución, si se debe o no reconformar de una manera distinta, en
qué medida, etcétera. Yo creo que ahí hay un debate de fondo, pero
probablemente no sea el momento para plantearlo, pues a lo mejor se
originan otro tipo de problemas. En todo caso, algún día quizá habría que
sentarse a reflexionar sobre algunas de estas cuestiones.




El señor PRESIDENTE: Señor Castellano, tiene la palabra.




El señor CASTELLANO CARDALLIAGUET: Celebro que no sea usted partidaria
del refrán de que el buen paño en el arca se vende y que tenga la
intención de poner de manifiesto todo ese conjunto de datos que cree
usted que mejorarían la imagen, y, se lo digo seriamente, para algunos
ofrecen bastante más interés que la valoración de los líderes en un
ranking que, sinceramente, cada vez que se lee le produce a uno una
cierta situación de desagrado, porque que la política acabe pareciéndose
a la Liga no parece muy serio.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra
don Francisco Rodríguez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: Efectivamente, sería una discusión muy de
fondo hablar de la naturaleza y los objetivos del instituto estatal para
la investigación sociológica, que tiene una clara dependencia del
Gobierno. De todas maneras, es importante hacer la reflexión de que, como
todo instituto oficial que depende del Ejecutivo, está sin duda muy
vinculado a una visión social y política del Estado español,
inevitablemente de forma objetiva, lo que incluso condiciona la
metodología a utilizar. Lo que en este caso es más grave y preocupante, o
discutible en términos políticos, es que la visión política del Estado
español establece determinado tipo de huellas en la manera de actuar del
instituto.

Desde un punto de vista del pluripartidismo existente en el Estado
español, no cabe duda de que todos los barómetros que nos entregan en el
Congreso de los Diputados indican una visión muy poco sociológica, más
bien una visión política, muy escorada al bipartidismo, y con una
tendencia a admitir que hay que dar resultados completos de todo aquello
que tiene algo que ver con el Gobierno, y me explico. Usted sabe que, en
algún momento, incluso eliminaron de la estimación directa de voto a
fuerzas políticas con representación parlamentaria. Lo atribuyeron a un
desliz momentáneo y las volvieron a recuperar, pero lo que hacen siempre
es eliminarlas de la estimación de voto del cuadro final, donde hay
resultados y vienen los escaños. Dicen ustedes que son estimaciones y
nunca dan las variables que emplean, los criterios con los que se llega a
esa conclusión; curiosamente, llegan ustedes hasta el PNV, no más. Yo
creo que eso es una visión totalmente sesgada, que quiere decir A más B,
más otro partido estatal, más los dos que tienen que ver con el Gobierno,
y ya cuesta mucho trabajo tener representación parlamentaria, pues usted
sabe que no es regalada, por mucho que hablen en la corte, en las
radiofonías de Madrid de que esto es un desastre políticamente y que
habría que modificar la Ley electoral. La Ley electoral es abiertamente
no beneficiosa para las minorías. Hoy en día, por ejemplo, cuesta
muchísimo conseguir un escaño en Galicia desde una posición nacionalista;
nada menos que se necesitan 100.000 votos por escaño.

Parece que el debate político en el Estado español, y ustedes después
tienden a reforzar eso con sus visiones de la política, excluye a todos
aquellos que no llegan al número de votos del PNV. Ustedes dan siempre
unos resultados electorales de voto directo, todo más de voto más
simpatía, y después desaparecemos del mapa. Yo creo que si ustedes no
quieren ser acusados de manipulación partidista clara, debían de figurar,
por lo menos, todas las fuerzas políticas con representación
parlamentaria, y ya no hablo de si alguna más despunta y, efectivamente,
aparece con una posibilidad de alcanzar escaños en la política del
Estado.

En segundo lugar, usted dijo que la encuesta referida a Galicia, con unos
resultados francamente estrafalarios, tenía una justificación. Yo puedo
creer en su buena voluntad, pero lo que no puedo admitir es que en una
encuesta hecha entre el 19 y el 25 de septiembre, el Centro de
Investigaciones Sociológicas del Estado actúe como una empresa privada y
la presente al público justo el último día que se puede hacer pública, es
decir, que se meta dentro de la campaña electoral. Ustedes debieron de
actuar haciendo público esto como muy tarde el día 3 de octubre. El hecho
de



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que ustedes la presenten el día 10 y salga al público el día 11, quiere
decir que hay una intencionalidad evidente de participar en la campaña
electoral como cualquier Gallup o como cualquier otro tipo de organismo
privado que crea opinión pública. Yo creo que eso es intolerable.

He hecho referencia a organismos dependientes de la Administración
pública que también hacen encuestas, y da la casualidad, porque todo se
conoce en este país, que otras encuestas de organismos públicos daban ya
unos resultados prácticamente iguales que los que hubo en la realidad
final, en la realidad que sancionan las urnas. Es más, toda la encuesta
del CIS, lo que eran datos de preguntas sobre el grado de oposición que
se hacía, la estimación de los líderes, cómo veían los encuestados las
fuerzas políticas, era contradictoria en relación con el resultado final
que ustedes ofrecían. Yo no digo que eso sea una manipulación política
directa, pero responde a una visión del Estado español en la que el CIS
juega implícitamente, una visión estatal muy poco sociológica, muy poco
investigadora, sin prejuicios, sin estereotipos y tratando de reconocer
lo que en la sensibilidad social está más a flor de piel. En este
sentido, yo quería preguntarle si este organismo público tiene en cuenta
el carácter plurinacional del Estado español a la hora de hacer las
encuestas.

Usted sabe que la política está afectando de forma muy diferente, a pesar
de que se diga lo contrario, a cada una de las naciones del Estado,
incluso en la manera de preguntarles va muchas veces la finura o el
acierto a la hora de evaluar cuál es el estado de opinión de cada una de
las partes. Me gustaría saber si ustedes lo hacen con esta finura y si,
además, ponderan la estructura poblacional en el momento de hacer las
encuestas, porque yo creo que no es igual. En el caso de Galicia se trata
de una situación muy específica. No es lo mismo una estructura
poblacional como la nuestra que, por ejemplo, la que tiene Andalucía o
Castilla-La Mancha. Me gustaría saber, repito, si ustedes juegan con
todas estas variables y, en todo caso, si también tienen en cuenta el
interés de los problemas y el tipo de preguntas que hay que hacer a esta
variabilidad de carácter nacional, que tiene un trasfondo cultural y unas
actitudes sociales muy evidentes que yo creo que un instituto sociológico
tendría que ponderar.

Solamente me resta decirle que le agradecería que en el futuro
figurásemos todos, sin excepción, en la estimación de voto y en la
atribución de escaños, ya que todos debemos ser tratados por un instituto
público de forma igual y con acceso público. Y acceso no quiere decir
solamente que nos lo den, sino que también quiere decir que figuremos,
porque, si no, no hay acceso público ni igual por parte de todos.

Ya no vamos a discutir la cuestión de fondo, que yo creo que,
efectivamente, excede a sus responsabilidades e incluso a la mecánica de
funcionamiento del propio instituto, que, como todo, es humano y tiene
sus problemas. No solamente el instituto los tiene, sino también los
partidos políticos.




El señor PRESIDENTE: Señora Del Castillo, tiene la palabra.

La señora PRESIDENTA DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLOGICAS (Del
Castillo Vera): Tenga usted la absoluta tranquilidad de que las diversas
opciones que pueda haber en relación con la estructura del Estado español
no condicionan para nada la metodología que desarrolla el CIS para llevar
a cabo sus investigaciones sociológicas.

Usted ha puesto una serie de ejemplos a los que yo le voy a contestar.

Primero, se pregunta por todos los grupos con representación
parlamentaria. Si usted quiere, puede pedir todos los cuestionarios del
Centro de Investigaciones Sociológicas referidos a los barómetros en los
que se pregunta por la intención de voto; en todos figuran todos los
partidos con representación parlamentaria. Lo que ocurre es que, dado que
tenemos unas muestras que representan al conjunto de la población
española, en este caso 2.500 individuos, que es la muestra estándar que
hace el CIS, no dan para obtener una muestra representativa de algunas
comunidades en concreto, sí de muchas pero no de las más grandes. Habría
que hacer una muestra muchísimo más grande para obtener muestras
representativas de todas las comunidades, y eso es absolutamente inviable
para un estudio cuyo objetivo es seguir la actualidad mensual, más o
menos, y una serie de problemas que se han planteado en esos períodos en
los barómetros del CIS.

Cuando se hace una encuesta que afecta a una comunidad específica, como,
por ejemplo, la preelectoral de Galicia, la estimación se hace para todos
los grupos posibles. Primero se hacía la estimación en votos y luego se
daban escaños, si se estimaba que determinamos grupos podían sacar
escaño. Se daba para todos los que podían sacar escaño. En las encuestas
de intención de voto trimestrales no se hace estimación de escaños, sólo
se hace una estimación de voto. A veces se ha hecho una referida a una
comunidad específica. Cuando se hacen estudios cuyo objetivo son temas
referidos a problemas vinculados con las singularidades territoriales,
como el de conciencia nacional y regional, que se hizo el año pasado, hay
muestras específicas en aquellas comunidades en las que hay efectivamente
esa singularidad, por ejemplo, el caso de Galicia. Ahí sí hay una muestra
representativa y se hicieron más entrevistas para poder tener
representación de la Comunidad de Galicia. Es decir, tenga usted la
seguridad de que no hay ninguna conformación previa de la metodología en
función de determinada concepción de la estructura del Estado. Tenga
usted absoluta seguridad, y esto se puede comprobar claramente en las
encuestas, que siempre se pregunta por la intención de voto de todos los
grupos parlamentarios; tenga usted también esa seguridad. Lo que no es
posible es estimar el voto cuando realmente el número de casos que surge
de determinados grupos que tienen representación parlamentaria quizá es
uno o dos en toda la muestra en esa comunidad, porque la muestra, si no,
tendría que ser infinitamente más amplia, y eso no es posible. Se hace
cuando el objetivo de la investigación se refiere a la comunidad.

Por último, el tema de la publicación de los datos. Lo único que ha hecho
el CIS es cumplir con la ley. La única razón por la cual se han remitido
los datos al Congreso de los Diputados y a la Asamblea Legislativa de la
Comunidad



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Autónoma gallega es porque lo dice la ley. ¿Qué tendría que haber hecho
el CIS? ¿No haberlos remitido y haberse quedado con ellos? ¿No haber
hecho el estudio preelectoral? Es una cosa que no habría tenido sentido.

Tradicionalmente el CIS viene haciendo ese tipo de investigación, de
estudio y tiene que mostrar sus datos. ¿Qué va a hacer, hacerlo dos meses
antes para poder elaborarlo antes de que empiece la campaña? Entonces
sería mucho más difícil todavía la estimación.

Le quiero decir otra cosa para finalizar. El CIS hace esa encuesta entre
el 19 y el 25 de septiembre. La única encuesta pública que conocemos que
empieza a hacer trabajo de campo también en relación con la predicción
electoral de las elecciones gallegas es la que, como usted sabe, publicó
La Voz de Galicia, que vino ofreciendo una encuesta diaria desde el 28 de
septiembre hasta el 13 de octubre. Pues bien, hasta la encuesta publicada
el día 7 de octubre, que ellos iban recogiendo en un sistema de tracking
con 200 ó 300 entrevistas todos los días, hasta entonces no empieza a
haber una situación de aproximación muy fuerte entre el Partido
Socialista de Galicia y el Bloque Nacionalista Galego. Hasta entonces la
estimación que estaba haciendo esa encuesta publicada en ese diario era
similar a la que estaba haciendo el CIS constantemente: 19-15, 19-16,
20-15, para el Partido Socialista y para el Bloque Nacionalista Galego.

Es decir, que el único contraste que tenemos en relación con la
estimación que hicimos nosotros es que, efectivamente, toda aquella
información que se tomó en ese período, por lo menos hasta el 7 de
octubre, estaba dando unas estimaciones en porcentaje de voto y en
escaños exactamente iguales a las que había dado el CIS con el trabajo de
campo hecho en esa fecha que le digo, dos semanas antes de la campaña
electoral. ¿A qué nos lleva esto? A que durante la campaña electoral hay
un proceso de cambio, y por eso nosotros tendremos que ver la manera de
acercar más nuestra encuesta al comienzo de la campaña.

Véase usted el gráfico que le menciono. Seguro que lo conoce
perfectamente y habrá comprobado que ahí se refleja exactamente lo mismo.

Hasta el 7 de octubre no se empieza a ver la aproximación y a partir del
día 8 empiezan a distanciarse, manteniéndose así desde el día 13 de
octubre hasta el final.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Rodríguez.




El señor RODRIGUEZ SANCHEZ: No voy a establecer ningún tipo de debate,
sólo quiero decir que, de todas maneras y desde el punto de vista
político, un instituto público debe actuar con mucho más rigor. Vuelvo a
repetir que, como muy tarde, debió de hacer públicos los datos el día 3
de octubre, tanto si es para beneficiar como para perjudicar, porque lo
otro se presta a una intencionalidad política manifiesta porque actúa
exactamente igual que una empresa privada, y en este aspecto a mí no me
gustan las empresas privadas. Respeto mucho La Voz de Galicia, pero sé
que también tiene sus intereses políticos y económicos; lógicamente, está
más cerca de un mercado y tiene que reaccionar como acaba reaccionando, a
no ser que el disparate se lleve hasta el final. Como representante de
una fuerza política que está muy habituada a jugar a la contra le puedo
advertir que, desde el punto de vista de la Administración pública, hay
maneras de actuar que guardan mucho mejor las formas. Le agradecería que
para otros procesos electorales, no gallegos, de cualquier tipo, el CIS
actúe con el estado de opinión anterior al inicio de la campaña
electoral. Creo que debería haber una ley que prohibiese taxativamente la
publicación de encuestas durante toda la campaña electoral, y se lo digo
así de claro más que nada por eso.

En el modelo de estimación de voto y de adjudicación de escaños, ustedes
dan la de algunas fuerzas políticas que tienen una estimación de voto
directo del 0,8, quedando fuera otras que también tenemos 0,8. La mejor
manera sería aumentar el número de encuestados, diversificadamente desde
el punto de vista espacial, y hacerlos figurar a todos, porque lo otro se
presta a una interpretación política, y como somos ciudadanos, pagamos
todos y todos tenemos representación parlamentaria, no podemos aparecer
en una parte de la encuesta y en la otra no; para eso, es mejor que no
aparezcamos en ninguna. Digan ustedes que esto no tiene validez política
desde el punto de vista de los resultados electorales, elimínenlos y
asuman las consecuencias. Si no, debemos de figurar todos hasta el final,
ni más ni menos, porque creo que es un derecho de acceso y de trato
público correcto e igualitario con todo el mundo. Le vuelvo a repetir que
esto se puede comprobar en todos los barómetros que ustedes entregan: 0,8
de voto directo es después eliminado; pero como si fuera 0,4 ó 0,2. Por
lo tanto, no pongan otros, porque digo yo que ese otros estará repartido.

Y si es así, pues póngalo. Una estimación, efectivamente, siempre tiene
sus problemas; pues digan: conforme a estas variables, éste es el
resultado: 2,4, 1,2, 1,1. Sobre eso no nos vamos a quejar. Todo esto
tiene unas limitaciones evidentes de tipo metodológico pero, si ustedes
las aclaran, aquí paz y después gloria. Ahora bien, no sabemos por qué
razón unos siempre figuran aunque tengan un voto directo igual y otros no
figuramos nunca, sobre todo cuando costó tanto trabajo llegar aquí.

Vuelvo a repetir que ustedes no lo regalaron, que el Estado español no lo
regaló, y encima insidiosamente sigue diciendo todo el aparato --no
usted-- que esto está sobredimensionado y sobrerrepresentado y que hay
que mandar a algunos para casa. Pues no, francamente no.




El señor PRESIDENTE: Señora del Castillo, ¿quiere hacer algún comentario?



La señora PRESIDENTA DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLOGICAS (Del
Castillo Vera): Quiero referirme, sobre todo, a lo de la fecha de
publicación de los resultados de las encuestas preelectorales del CIS. Si
a usted le parece que el CIS no debe hacer encuestas preelectorales,
estudios o preguntas de intención de voto, tendrá que presentar alguna
iniciativa parlamentaria. Es imposible que el CIS se pueda comprometer a
hacer



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una estimación electoral si está obligado a hacer la encuesta muchísimo
antes que la campaña, es decir a tener los datos antes de que empiece la
campaña. Las condiciones de la competencia con la iniciativa privada
serían terroríficas y estaríamos en condiciones mucho peores para poder
hacer una predicción que se ajustara al resultado real.

Sólo esto, podríamos hablar mucho más tiempo pero no me extenderé más.

(El señor Trías Sagnier pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Trías, apelando a la naturaleza informativa de
esta iniciativa parlamentaria, S. S. sabe que al introducir algún
elemento controversial con respecto a manifestaciones de otros grupos
habilita las eventuales peticiones de palabra que esos grupos quieran
solicitar.




El señor TRIAS SAGNIER: Quiero contestar, con la venia de la Presidencia,
a algunos juicios de valor formulados por la representante del Grupo
Socialista, la señora Conde, que, en lo que se refiere al Centro de
Investigaciones Sociológicas y especialmente a la actuación de mi grupo
parlamentario y del Gobierno que apoyamos con respecto al centro, me han
parecido injustas y excesivas. (El señor Solé Tura pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Solé Tura.




El señor SOLE TURA: Si no me equivoco, estamos en un trámite de
comparecencia de la señora doña Pilar del Castillo. Este trámite se ha
cumplido. No creo que tengamos ningún otro tema en el orden del día.




El señor PRESIDENTE: He advertido al señor Trías Sagnier a ese respecto,
pese a lo cual ha reiterado la petición de palabra. Le he advertido que
las consideraciones que hiciera en esos términos habilitarían su
respuesta. Dentro de la laxitud en el ejercicio de la libertad de
expresión que venimos manteniendo en el ámbito de esta Comisión, no me
parece excesivo, y le anticipo la disponibilidad del Grupo Parlamentario
Socialista para replicar al señor Trías.




El señor SOLE TURA: Señor presidente, no figura en el orden del día este
tema y, por consiguiente, creo que no debe introducirse.




El señor PRESIDENTE: Naturalmente que no figura en el orden del día, lo
que ocurre es que en las intervenciones de su grupo parlamentario se han
hecho unas referencias insistentes al Grupo Parlamentario Popular que,
obviamente, no podían ni debían ser respondidas por la señora
compareciente. (El señor Castellano Cardalliaguet pide la palabra.)
Señor Castellano.




El señor CASTELLANO CARDALLIAGUET: Entiendo que queriendo facilitar la
libertad de expresión se haya concedido la palabra, pero entonces
convertimos lo que es una comparecencia de información en comparecencia
de información y debate. El Grupo Parlamentario Popular es lógico que
esté acostumbrado reglamentariamente a cerrar siempre, y cuando cierra
generalmente suele utilizar el turno --no en esta Comisión, en todas-- no
sólo para manifestar qué le ha parecido lo que ha dicho el compareciente
de turno, sino qué le ha parecido lo que han dicho los otros grupos. En
este caso, midiendo bien las consecuencias, el Grupo Parlamentario
Popular no debe pedir las comparecencias, debe esperar a que las pidamos
nosotros para intervenir el último y poder sacudir toda la caña que le
parezca conveniente, porque si no ahora lo único que estamos haciendo es
ser desatentos con la señora compareciente, a la que le agradecemos que
esté aquí, y vamos a dar un espectáculo que no parece nada bien. Yo creo
que el ansia de contestación del señor Trías, que yo entiendo porque
además está muy justificada, la puede guardar para mejor ocasión, porque
si nos vamos a quedar aquí, nos quedaremos todos y, a lo mejor, el turno
en el que algunos hemos intervenido, si entramos en debate, no es el
mismo.




El señor PRESIDENTE: En todo caso, lo que el Grupo Parlamentario Popular
no va a hacer es cerrar la intervención.




El señor TRIAS SAGNIER: Señor presidente, yo no quiero reabrir ningún
debate porque no lo ha habido, simplemente quería referirme a la
manifestación de que mi grupo manipula las encuestas del CIS. Yo creo que
eso es el ejercicio de un derecho que dudo que me puedan negar ni la
Presidencia ni poner en cuestión los otros grupos parlamentarios. En
cualquier caso, para facilitar la labor de la Presidencia, en este mismo
instante renuncio al uso de la palabra. (La señora Conde Gutiérrez del
Alamo: Ya lo ha dicho.)



El señor PRESIDENTE: Se lo agradezco, señor Trías.

Señor Solé Tura.




El señor SOLE TURA: Retiro también mi petición de palabra para decir que
no estoy en nada de acuerdo con lo que ha dicho el señor Trías. Se
entiende que yo también puedo intervenir diciendo que, no obstante,
retiro lo que he dicho. Sin duda, es absurdo.




El señor PRESIDENTE: El «Diario de Sesiones» recogerá esta manifestación.




El señor SOLE TURA: Es absurdo lo que acaba de ocurrir, señor presidente,
y la Presidencia no debería permitirlo.




El señor PRESIDENTE: En todo caso, la Presidencia lo que sí cree
interpretar en este caso con términos absolutamente unánimes es el sentir
de la Comisión al expresar nuestro agradecimiento a doña Pilar del
Castillo Vera por su comparecencia ante la Comisión; comparecencia que,



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sin duda, será susceptible de reproducción a lo largo de lo que resta de
legislatura con la misma utilidad, provecho e interés que esta sesión ha
tenido.




La señora PRESIDENTA DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLOGICAS (Del
Castillo Vera): Muchas gracias, señor presidente. Muchas gracias,
señorías.




El señor PRESIDENTE: Se levanta la sesión.




Eran las doce y quince minutos del mediodía.