Ruta de navegación

Publicaciones

DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 325, de 05/11/1997
PDF





CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 325



ASUNTOS EXTERIORES



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FRANCISCO JAVIER RUPEREZ RUBIO



Sesión núm. 22



celebrada el miércoles, 5 de noviembre de 1997



ORDEN DEL DIA:



Ratificación de la Ponencia encargada de informar el proyecto de Ley de
Cooperación Internacional para el Desarrollo (Número de expediente
121/000077) (Página 9631)



Comparecencia del señor secretario de Estado de Política Exterior y para
la Unión Europea (De Miguel y Egea), para informar sobre:



--Desarrollo y finalización de la misión humanitaria española en Albania,
así como de las recientes maniobras militares Otan-Ucrania y de las
perspectivas de reforma de las Naciones Unidas. A petición propia (Número
de expediente 212/000765) (Página 9631)



--Política del Gobierno en relación con el recrudecimiento de la
violencia en Argelia. A solicitud del Grupo Socialista del Congreso
(Número de expediente 213/000373) (Página 9641)



Preguntas:



--Del señor Peralta Ortega (Grupo Parlamentario Mixto), sobre actuaciones
para apoyar la efectividad del acuerdo alcanzado en Houston (EE. UU.)
entre Marruecos y el Frente Polisario para la celebración de un
referéndum en el Sahara (Número de expediente 181/000980) (Página 9648)



Página 9630




Proposiciones no de ley:



--Sobre la propuesta de Unicef de apoyar la creación de un mecanismo
legal internacional para castigar los crímenes de guerra, especialmente
aquellos cometidos contra los niños. Presentada por el Grupo
Parlamentario Popular en el Congreso (Número de expediente 161/000687)
(Página 9650)



--Por la que se insta al Gobierno a que transmita al Instituto Cervantes
la necesidad de aumentar y reforzar los programas de formación en el
patrimonio lingüístico y cultural del castellano accesibles a toda la
población saharaui. Presentada por el Grupo Parlamentario Mixto (Número
de expediente 161/000701) (Página 9652)



Emitir dictamen sobre:



--Acuerdo marco sobre comercio y cooperación entre la Comunidad Europea y
sus Estados miembros, por una parte, y la República de Corea, por otra,
firmado en Luxemburgo el 28 de octubre de 1996 (Número de expediente
110/000123) (Página 9654)



--Canje de notas constitutivo de Acuerdo entre España y Cuba sobre
modificación del Convenio aéreo entre el Estado español y la República de
Cuba, de 19 de junio de 1951 (Número de expediente 110/000141) (Página 9656)



--Acuerdo de transporte aéreo entre el Reino de España y la República de
Croacia, firmado en Madrid el 21 de julio de 1997 (Número de expediente
110/000142) (Página 9656)



--Canje de notas constitutivo de Acuerdo entre España y Kuwait sobre la
modificación del Convenio entre el Gobierno del Reino de España y el
Gobierno del Estado de Kuwait sobre transporte aéreo, de 3 de diciembre
de 1979 (Número de expediente 110/000143) (Página 9656)



Se abre la sesión a las diez y quince minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados, buenos días a todos,
comenzamos la sesión de la Comisión de Asuntos Exteriores cuyo orden del
día es del conocimiento de todos ustedes. Quería hacer algunas
precisiones al respecto.

En primer lugar las preguntas que en el orden del día figuraban con los
números 5, 6, 7, 8 y 9, de todas las cuales es autor el diputado don
Lluís Maria de Puig i Olivé, han sido aplazadas, según escrito que la
Presidencia ha recibido del portavoz del Grupo Socialista solicitando que
por absoluta imposibilidad del citado diputado que las va a defender en
la Comisión, se pospongan hasta la próxima convocatoria de la misma, cosa
que haremos, aliviando así algo el orden del día y el trabajo del señor
Secretario de Estado aquí presente.

Tengo que recordar también a SS. SS. que con respecto al primer punto del
orden del día, a cuya consideración vamos a proceder inmediatamente, se
ha producido una ampliación del plazo de presentación de enmiendas hasta
el día 7 de noviembre, lo cual no nos impide proceder a la ratificación
de la ponencia.

También quería decirles que en el momento en que hayamos solventado la
presencia entre nosotros del señor Secretario de Estado, que va a cubrir
las dos comparecencias, tanto relativa al punto del orden del día número
2 como del número 3, fijaremos una hora a partir de la cual se producirán
las votaciones tanto de las proposiciones no de ley como de los acuerdos
y convenios internacionales que tenemos pendientes.

Tengo que informarles también de que esta Presidencia ha recibido una
comunicación del director general de Relaciones de las Cortes, fechada el
3 de noviembre, en la que se indica que habiendo sabido que el próximo
día 5 de noviembre (hoy) está convocada la Comisión de Asuntos
Exteriores, figurando como punto 2 de su orden del día la comparecencia
del secretario de Estado de Política Exterior y para la Unión Europea
para informar de diversas cuestiones de su competencia, por parte del
Ministerio de Asuntos Exteriores se ha mostrado interés en que a dichas
cuestiones se añada la exposición de la reciente evolución de las
relaciones políticas y económicas entre España y los países de Europa
central y oriental, interés que según el citado departamento se ha
manifestado ya a la propia Comisión y que transmite a esta Presidencia.

Estoy absolutamente convencido que por parte de la Comisión y de sus
miembros no habrá ninguna dificultad, más bien al contrario, para que el
señor secretario de Estado amplíe su exposición hasta cubrir este o
cualquier otro punto que el estime que pueda resultar relevante o de
interés en función de la actualidad internacional.

En su momento, la Mesa y portavoces habían considerado la posibilidad de
la comparecencia del señor ministro de Asuntos Exteriores o del señor
secretario de Estado



Página 9631




para la cooperación con Iberoamérica para hablar de los temas relativos a
la cumbre iberoamericana que va a tener lugar dentro de muy pocos días en
Venezuela, y por la Dirección General de Relaciones con las Cortes se nos
comunicó la imposibilidad en que se encontraban ambas personalidades para
comparecer en este momento.




--RATIFICACION DE LA PONENCIA ENCARGADA DE INFORMAR EL PROYECTO DE LEY DE
COOPERACION INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO (Número de expediente
121/000077).




El señor PRESIENTE: Sin más cuestiones previas, pasamos a la ratificación
de la ponencia encargada de informar el proyecto de ley de cooperación
internacional para el desarrollo, asunto que figura como primer punto del
orden del día.

Los distintos grupos parlamentarios, a través de los escritos
correspondientes, han puesto de relieve que, por parte del Grupo
Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), el miembro de la ponencia será don Carlos
Caballero Basáñez; por parte del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió), don Luis Recoder i Miralles; por parte del Grupo
Socialista del Congreso, don Rafael Estrella Pedrola y don Francisco
Fuentes Gallardo; por parte del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida, don José Navas Amores; por parte del Grupo Parlamentario de
Coalición Canaria, don Jesús José Gómez Rodríguez; por parte del Grupo
Parlamentario Mixto, don Joan Saura Laporta, y por parte del Grupo
Parlamentario Popular en el Congreso, don Pablo Izquierdo Juárez, don
José Francisco Herrera Antonaya y don Teófilo de Luis Rodríguez. Esta
Presidencia convocará a los integrantes de la ponencia en el momento en
que haya vencido el plazo para la presentación de enmiendas. (El señor
Izquierdo Juárez pide la palabra.) ¿Señor Izquierdo?



El señor IZQUIERDO JUAREZ: Señor presidente, hay un escrito, que quizá
todavía no ha llegado a la Mesa, pero que ya ha sido remitido por el
Grupo Parlamentario Popular, por el que el señor Herrera Antonaya es
sustituido por el señor Robles Fraga en esa ponencia designada por el
Grupo Parlamentario Popular.




El señor PRESIENTE: Señor Izquierdo, la Presidencia todavía no tiene
conocimiento de ese escrito; lo tendré en cuenta en el momento en que
llegue. El único escrito que obra en poder de esta Presidencia es uno
presentado el 28 de octubre, al cual acabo de dar lectura, pero, como
digo, lo tendremos en cuenta en el momento en que llegue; no habrá ningún
problema para esa sustitución.

Así pues, si no hay ningún inconveniente por parte de los comisionados,
declaramos ratificada esta ponencia encargada de informar el proyecto de
ley de cooperación internacional para el desarrollo, con independencia de
las sustituciones que en su momento se puedan producir.

COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE POLITICA EXTERIOR Y PARA
LA UNION EUROPEA (DE MIGUEL Y EGEA), PARA INFORMAR SOBRE: --DESARROLLO Y
FINALIZACION DE LA MISION HUMANITARIA ESPAÑOLA EN ALBANIA, ASI COMO DE
LAS RECIENTES MANIOBRAS MILITARES OTAN-UCRANIA Y DE LAS PERSPECTIVAS DE
REFORMA DE LAS NACIONES UNIDAS, A PETICION PROPIA (Número de expediente
212/000765).




El señor PRESIDENTE: Pasamos al segundo punto del orden del día:
comparecencia del secretario de Estado de Política Exterior y para la
Unión Europea ante la Comisión de Asuntos Exteriores, para informar sobre
el desarrollo y finalización de la misión humanitaria española en
Albania, así como de las recientes maniobras militares OTAN-Ucrania y de
las perspectivas de reforma de las Naciones Unidas, tema que posiblemente
será obviado por el señor secretario de Estado, teniendo en cuenta que en
fecha todavía muy reciente una comparecencia del propio ministro de
Asuntos Exteriores versó ampliamente sobre este tema. Sin embargo, el
mismo secretario de Estado añadirá a sus consideraciones aquellas a las
que acabo de hacer referencia a través del escrito que esta Presidencia
recibió de la Dirección General de Relaciones con las Cortes.

Señor secretario de Estado, muchas gracias de nuevo por su presencia
entre nosotros. Sin más preámbulo, le doy la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLITICA EXTERIOR Y PARA LA UNION
EUROPEA (De Miguel y Egea): Voy a tratar de ser muy breve, aunque al
querer añadir la dimensión regional de Europa central y oriental a la
comparecencia específica sobre Albania, pareciera que ésta puede ser una
comparecencia más pesada de lo normal. Puesto que hablamos de Albania y
en el mundo internacional se ha cerrado un primer ciclo sobre la crisis
de aquel país y, por tanto, también es bueno cerrarlo aquí después de los
diversos debates y comparecencias que hemos tenido, mi intención era
incluir este tema no como una anécdota sino en el contexto regional al
que pertenece y un poco en línea con otras muchas acciones e iniciativas
de tipo diplomático que estamos teniendo con los países de la zona.

Como el presidente conoce, yo he comparecido en esta Comisión en diversas
ocasiones para hablar de Albania y en este momento me cabe la
satisfacción de decir que esta acción en la que nos embarcamos, con los
riesgos que conlleva este tipo de operaciones, no solamente ha concluido
con éxito desde el punto de vista de la pura operación de mantenimiento
de la paz --como se llaman--, sino que, al mismo tiempo, ha iniciado un
nuevo ciclo de cooperación internacional para la reconstrucción del país.

Como recordatorio, diré que la presencia de esta fuerza multinacional de
paz permitió atajar esa crisis y ese progresivo deterioro de las
instituciones albanesas, en una situación de inquietud



Página 9632




social provocada por diversas circunstancias pero fundamentalmente por la
crisis financiera de las pirámides. La presencia de esta fuerza
multinacional, además de atajar la crisis, permitió que las
organizaciones internacionales pudieran hacer llegar a Albania la ayuda
que necesitaba en ese momento en condiciones de seguridad.

Una vez atajada la crisis, se pudieron celebrar elecciones bajo los
auspicios de la OSCE en condiciones aceptables, no sólo para garantizar
el necesario marco de seguridad, sino también para permitir que el país
entrara en ese nuevo ciclo. Se ha argumentado sobre si las elecciones de
Albania cumplieron todos los requisitos democráticos, pero lo cierto es
que, tras su celebración, el veredicto casi unánime fue que los
resultados habían sido mejores de lo que cabía esperar, dada la
situación. Tal vez convenga recordar que, días antes de la celebración de
estas elecciones, en círculos de la OSCE, que el presidente conoce, e
incluso en algunos círculos políticos europeos se aconsejaba su
aplazamiento. El Gobierno español estuvo entonces entre los que abogaron
decididamente porque las elecciones se celebraran en la fecha prevista y
creo que podemos decir con satisfacción que los hechos nos han dado la
razón y Albania tiene hoy un gobierno con una razonable legitimación
democrática, que merece el apoyo de la comunidad internacional, y no
solamente lo merece, sino que lo está obteniendo.

Por tanto, no puedo sino reiterar a SS. SS. la valoración global positiva
que hace el Gobierno de la fuerza multinacional de protección para
Albania en cuanto operación de mantenimiento de la paz, y ello
fundamentalmente por las razones que ya apunté y que me permito recordar.

En primer lugar, porque la rapidez con que se produjo la respuesta al
deterioro de la crisis albanesa, concretada en la obtención del mandato
del Consejo de Seguridad y el montaje paralelo del dispositivo militar,
hizo posible que la operación tuviera un carácter esencialmente
preventivo, es decir, que la fuerza llegó a tiempo, antes de que la
situación social se deteriorara hasta el punto de que hubiera un
enfrentamiento civil, con muertes y con el coste político consiguiente.

Por otra parte, se contó con la ventaja de que existiera una dirección
política constante de la actuación de la fuerza, ya que hubo una especie
de comité director a nivel político que realizó un estrecho seguimiento
de la situación y obligó al cumplimiento del mandato conferido por el
Consejo de Seguridad en todas las circunstancias. Asimismo, como elemento
adicional, todos los miembros de la fuerza multinacional han tenido un
constante contacto y comunicación con las autoridades albanesas,
autoridades que en aquel momento no estaban legitimadas por las
elecciones anteriores, pero, por lo menos, eran la autoridad constituida.

La fuerza multinacional fue plenamente consciente desde el principio de
que cualquier acción que se realizara en el país había que hacerla en
coordinación con las autoridades.

Quisiera aprovechar esta ocasión para resaltar la profesionalidad y
eficacia del contingente español, que tuvo que trabajar en situaciones
difíciles, en una zona no favorable, bastante apartada de los centros
mejor comunicados, que eran los centros de mando en Tirana. A dicho
contingente se le encomendaron misiones particularmente delicadas, que
fueron más difíciles por el hecho de que, al tener un tamaño reducido, no
tenía una dimensión de batallón o de brigada, que es lo que permite a una
fuerza ser totalmente independiente sobre el terreno. Nuestras fuerzas,
al ser una unidad táctica, tenían el tamaño suficiente como para poder
operar, pero no para ser independientes de otros elementos de la fuerza
multinacional, lo cual hizo que tuvieran una situación más difícil, pero
que se vio solucionada con creces por la profesionalidad y el buen
entendimiento de las tropas españolas, no sólo en sus contactos con el
resto de la fuerza multinacional sino también en su muy buena relación
--y eso empieza ya a ser característica de nuestras fuerzas-- con la
sociedad civil y con la gente de la calle. Creo que para todos nosotros
es motivo de satisfacción el alto prestigio que tienen los soldados
españoles en todas las fuerzas para el mantenimiento de la paz en
situaciones muy difíciles y en zonas tan conflictivas como lo han sido
las de la antigua Yugoslavia y, en este caso, la de Albania.

La actual situación en Albania depende enteramente de los albaneses. Las
fuerzas multinacionales se han retirado y la ayuda internacional no puede
ser más que el complemento de sus propios esfuerzos para alcanzar la
estabilidad política y llevar a cabo la reconstrucción económica. Ya está
todo en marcha y la comunidad internacional y muy particularmente la
Unión Europea no sólo han establecido una posición común sobre Albania
dentro de la política exterior de seguridad común, sino que se ha
convocado una reunión de la comunidad internacional, de todos aquellos
países que de alguna manera se han implicado o desean implicarse en el
futuro de la reconstrucción económica y política de Albania, que tuvo
lugar en Roma el día 17 de octubre, en la cual prácticamente todos los
países de la Unión Europea, más la mayor parte de las organizaciones
internacionales, tanto de la órbita de Naciones Unidas como de fuera, así
como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Europeo
de Reconstrucción y Desarrollo, al igual que otros países de fuera de la
zona, como Rusia y Estados Unidos, adoptaron un compromiso político de
ayudar al Gobierno del presidente Fatos Nano, que estaba allí presente,
para lograr la reconstrucción económica y política del país. Días
después, el día 22, tuvo lugar en Bruselas una reunión en la cual los
representantes de todas estas organizaciones internacionales y países que
están comprometidos en la cooperación con Albania decidieron aportar
fondos a ese gran plan de ayuda a la reconstrucción económica de ese
país. En esta reunión no se han terminado de concretar las cifras, pero
creemos que va a haber una cantidad sustancial que se va a poner a la
disposición del Gobierno albanés para ayudar a la reconstrucción
económica. Por parte de España, quisiera señalar que nuestra aportación,
dentro naturalmente de la modestia de los medios que se están dedicando a
esta zona del mundo, es relativamente nueva en los objetivos de la
cooperación española. Se ha asumido un compromiso de aportar 75 millones
de pesetas a este fondo, con lo cual España no sólo ha contribuido a la
fuerza multinacional, sino que también está ya aportando de manera
concreta y a través



Página 9633




de la Agencia Española de Cooperación Internacional una cantidad de
dinero a ese fondo y, naturalmente, nuestra Agencia de Cooperación y
nuestras organizaciones no gubernamentales estarán muy atentas para
participar en todos los programas que se vayan diseñando a partir de
ahora para la reconstrucción de Albania.

No quisiera desdeñar en este tema de la vuelta a la normalidad los
programas de la UEO que están en curso y en los que nosotros estamos
participando para el restablecimiento del orden y de la seguridad, en el
sentido de reconstruir y reestructurar las fuerzas armadas y la policía
albanesa, que quedaron gravemente deterioradas después de la situación
que ha vivido el país. La Unión Europea Occidental está elaborando un
programa más amplio que el que tiene en este momento. Hubo un primer
programa de adiestramiento de la policía y ahora está colaborando en un
programa más amplio de asesoramiento a las autoridades albanesas en
materia de orden, seguridad y policía. Quisiera, como anécdota, recordar
que de las armas que desaparecieron de los depósitos en aquellos momentos
de revuelta no se ha devuelto más allá del 20 por ciento, con lo cual hay
una cantidad todavía importante que está en poder de la población o que
ha podido correr el riesgo de haber sido vendida o transferida a través
de las fronteras en la zona de los Balcanes, por lo que hoy es más
necesario que nunca que el Gobierno albanés tenga la oportunidad de
reestructurar sus fuerzas de policía para restablecer el orden y para
empezar ya a sentar un principio de autoridad y la requisa de armas
cuando sea necesaria, porque mientras existan armas en poder de la
población civil puede subsistir el riesgo de algún nuevo incidente.

Esta es la situación en este momento. El Gobierno del socialista señor
Fatos Nano está poco a poco ganando prestigio en los círculos
internacionales. El ciclo del restablecimiento de la paz y la normalidad
se ha terminado y empieza el nuevo ciclo de la reconstrucción económica y
política del país en el cual los augurios creo que son optimistas y en el
cual España sigue participando con la misma voluntad con la que se alineó
de manera inmediata con la coalición de países que acudieron en el
momento a parar el caos. En esa fase estamos, repito, participando
activamente no sólo en la conferencia de paz de Albania y en las
conferencias para contribuir a este fondo de reconstrucción, sino también
con la UEO para este gran plan de restablecimiento del orden mediante el
entrenamiento de la policía en Albania.

Con la venia del señor presidente, me parece que podría decir una
palabras en el sentido de que puede que a algunos diputados esta acción
de cooperación con Albania no les parezca extraordinaria, pero hay algún
diputado que ha tenido responsabilidad en la Agencia Española de
Cooperación Internacional y que sabe que no está en la tradición de dicha
Agencia la cooperación con los países del Este. Pues bien, es
precisamente una de las cosas que tengo la satisfacción de anunciar aquí,
que este año la Agencia ha diseñado ya un plan para que la cooperación
española dedique a ese fin una parte de sus recursos. No se trata de una
parte importante, porque naturalmente las prioridades vienen establecidas
sobre el continente americano, y algunos países en vías de desarrollo de
nuestro entorno más cercano y del Mediterráneo siguen siendo objetivo
importante, pero se ha decidido que a partir de ahora se dediquen
recursos a subvenir a las necesidades humanitarias y sociales de todos
los países del centro y del este de Europa; incluso algunos de estos
recursos en un futuro podrían ser dedicados a algunas de las repúblicas
del Cáucaso y del Asia central, desgajadas de la ex Unión Soviética, en
donde existen graves problemas de carencias.

Esto se inscribe en una reorientación de nuestra política hacia los
países de Europa central y oriental en un momento histórico en el cual se
va a producir un reencuentro entre España y esos países de los que hemos
estado separados por razones históricas y políticas durante prácticamente
todo el período de nuestra historia reciente; no hablo solamente de los
últimos años sino de los últimos trescientos. España, país con una
vocación transatlántica y, naturalmente, con una política orientada hacia
América y el Mediterráneo, no tuvo en épocas históricas implicación
alguna hacia lo que son hoy los países de Europa central y oriental y,
posteriormente y por razones políticas, las relaciones de España con todo
este grupo de países fueron muy débiles. Basta recordar que las primeras
relaciones se establecieron en el año 1972, a nivel consular y comercial,
y que no se abrió ninguna embajada en ninguno de esos países hasta el año
1978.

El momento en el que ahora nos encontramos, que es el de la ampliación de
la Unión, ofrece a España una oportunidad histórica de recuperar el
terreno perdido y de incrementar sus relaciones con todo este grupo de
países, hoy candidatos a la adhesión y con los que estamos embarcados en
una acción diplomática para acercar posiciones en el entendido de que en
una futura ampliación el mayor acercamiento de los intereses producirá
una mayor relación de sociedad dentro de la Unión Europea. España no se
puede permitir no tener intereses cruzados con todos estos países que
algún día van a ser socios de la Unión y, al mismo tiempo, a nivel
político, no cabe pensar que España, precisamente porque está lejana de
esa zona del mundo, no es políticamente favorable, como algunas veces han
dicho; incluso en alguna ocasión hemos tenido mala prensa, en el sentido
de decir que España se opone a la ampliación de la Unión porque piensa
que puede perjudicar sus intereses dentro de la propia Unión, lo cual es
absolutamente incierto. Todo es absolutamente compatible. Es falsa esa
dicotomía que algunos hacen entre cohesión económica y social y
ampliación, porque las dos cosas son perfectamente compatibles. Nosotros
estamos muy vinculados, no solamente en el tema de la Unión sino en el de
la Alianza, a las dos corrientes políticas más importantes que hay en
esos países de Europa central y oriental, que son su deseo de pertenencia
a la Alianza Atlántica y su deseo de pertenencia a la Unión Europea.

Dentro de la Alianza Atlántica, SS. SS. conocen que la cumbre de Madrid,
que fue el punto de inflexión de esta nueva dirección de la Alianza hacia
la adaptación externa, que es como se llama al proceso de ampliación,
hizo que los aliados decidieran que tres países de esta zona del mundo,
Polonia, la República Checa y Hungría, fueran elegidos para las
negociaciones de ampliación; incluso



Página 9634




se mencionó que algunos otros, como Rumania, Eslovenia o incluso los
países bálticos, pudieran estar en una segunda ola de ampliación. Por
otra parte, en el caso de la Unión Europea, SS. SS. conocen que la
Comisión ha puesto sobre la mesa una propuesta por la cual se hace una
selección de los países mejor preparados para la ampliación y entre éstos
se cita a Polonia, la República Checa, Hungría, Eslovenia, Estonia,
además de Chipre, que serían candidatos para entrar en una primera ola.

Es evidente que España, a pesar de estar convencidos de que en la Alianza
no se podía hacer una negociación abierta a todos los países, SS. SS.

conocen que tuvo una posición favorable a que Eslovenia y Rumania fueran
también consideradas dentro de la primera ola de ampliaciones. Esto no se
pudo lograr. Sin embargo, mantenemos nuestro apoyo a estos dos países, en
el entendido de que, tanto por las condiciones propias de su situación
geoestratégica como por las afinidades que tienen o que creemos tener con
ellos, son países que podrían ser unos socios de primera hora en la
Alianza Atlántica.

Con respecto a la ampliación, la posición española que hasta el momento
hemos defendido y estamos defendiendo en todos los foros de la Unión
Europea es de dar a todos los países del este y centro de Europa la
oportunidad de iniciar las negociaciones al mismo tiempo. Es bien sabido
que no se puede hacer una negociación de adhesión a once, porque eso
sería prácticamente imposible. No quisiéramos tampoco que la necesidad de
una gran negociación se interpretara con un deseo de retrasarla. Lo que
es importante es que todos los países entren en negociación y que, según
sus méritos, puedan realizarla con el objetivo último de entrar en la
Unión Europea al ritmo que más convenga a su realidad política y
económica. De esta manera, naturalmente, se formaría un grupo de cabeza,
como es lógico, de los países que están más preparados, y el resto
buscarían su sitio en un proceso largo que, como todos sabemos, puede
tener ocupada la Unión en los próximos 15 ó 20 años, pero lo importante
no es cuán largo va a ser el proceso, sino que todos los países se fijen
desde el principio el objetivo de poder entrar en la Unión Europea. Ese
objetivo es el que les de la fuerza política necesaria a los gobiernos
para acometer las difíciles reformas para adaptar sus sistemas al de la
Unión Europea.

La decisión sobre este tema la tomará el Consejo Europeo, pero España,
entre sus múltiples contactos a nivel bilateral con todos estos países,
está manteniendo esta tesis, precisamente porque, además, se ajusta a
nuestro modelo. Nosotros, como ustedes conocen, estuvimos en
negociaciones durante ocho años. Durante varios años no se progresó, pero
estábamos en negociación. Eso permitía a la sociedad española y al
Gobierno ir tomando las medidas necesarias para irnos adaptando a esa
realidad. Luego se ha demostrado que precisamente ese largo proceso ha
preparado a la sociedad española para que el país pueda hacer un
excelente papel dentro de la Unión Europea, como lo demuestra el hecho de
que España está hoy en la cabeza de la integración europea y totalmente
incorporada en el núcleo duro de todas las cooperaciones reforzadas de la
Unión.

Con esto quería significar que este Gobierno está dando una particular
importancia al relanzamiento de las relaciones bilaterales con todos
estos países y que no solamente hay contactos políticos que se han
materializado por visitas de Su Majestad el Rey, del presidente del
Gobierno o de altos dignatarios de esos países a España. Señalaré que en
los últimos meses han estado aquí el presidente de Polonia y el de
Lituania. Los Reyes estuvieron en Hungría el año pasado, en el mes de
junio. En todas las reuniones internacionales el presidente del Gobierno
aprovecha para reunirse con los líderes de todos estos países, y la mayor
parte de los presidentes de las repúblicas de Europa central y oriental
estuvieron aquí en Madrid, con ocasión de la cumbre. En los dos últimos
meses he viajado a todos y cada uno de los países candidatos a la
adhesión. Me quedan únicamente los tres países bálticos, viaje que
pretendo hacer la semana que viene, y Polonia, en que por razones de no
haberse formado todavía el Gobierno, no hemos podido fijar fecha. Con
ello se pone de relieve el deseo de relanzar el diálogo político con
estos países y, al mismo tiempo, de impulsar las relaciones económicas,
porque no es posible tener una relación fructífera de socio dentro de la
Unión si no existe una urdimbre de intereses comunes y mutuos. Nosotros
no hemos establecido hasta el momento ninguna base real de
posicionamiento económico y comercial en ninguno de esos países; hay
algunas inversiones que han empezado a materializarse en Rumania y
Bulgaria, pero en el resto de los países las inversiones son mínimas y el
comercio es todavía relativamente débil. Quisiera señalar que el empeño
en este momento es precisamente abrir y dar un impulso particular al
establecimiento de esas relaciones económicas, a ese cruzamiento de
intereses. Consideramos absolutamente esencial que ese intercambio de
intereses exista antes de que seamos socios en la Unión, porque la mejor
manera de llevar una vida de sociedad con países con los que vas a
compartir un futuro común es precisamente tener cosas en común y hay,
naturalmente, muchos países con los que España tiene grandes afinidades y
complementariedades desde el punto de vista económico. Quería nada más
que señalar este tema que puede ser objeto de debates y comparecencias
posteriores.

Al hilo de Albania, me gustaría llevar al ánimo de esta Comisión el deseo
del Ministerio de Asuntos Exteriores y del Gobierno de ir colocando a los
países de Europa central y oriental en el núcleo de la atención de
nuestras preocupaciones políticas. Tenemos que acometer una ingente
tarea. Tenemos que hacer hasta las cosas más elementales, incluso abrir
embajadas, por ejemplo. El Gobierno acaba de abrirla en Sarajevo y en
Bratislava, en Eslovaquia. Nos quedan todavía por abrir embajadas en
Eslovenia y en los tres países bálticos. Es decir, tenemos países que son
candidatos a la adhesión y que van a estar negociando con nosotros la
adhesión en los cuales todavía ni siquiera tenemos embajada. En el caso
de Albania, hemos tenido una participación importante y no hemos sido
capaces de capitalizar el éxito político que hemos conseguido al apoyar
de una manera inequívoca al pueblo albano, y no lo hemos logrado porque
no tenemos la suficiente infraestructura sobre el terreno. Todo esto,
naturalmente, nos marca una



Página 9635




gran tarea por hacer, tarea en la que nosotros tenemos no solamente un
gran empeño sino una gran ilusión para realizarla en los próximos años y
para eso creo que es absolutamente fundamental el apoyo político de la
Comisión de Asuntos Exteriores de este Congreso. Ese era el motivo, señor
presidente, de hacer una mención, aunque fuera a vuelo de pájaro, sobre
las relaciones con los países del centro y este de Europa para motivar
quizá nuevas intervenciones, entablar un debate y un diálogo con los
miembros de esta Comisión y ver cómo encaminamos nuestras relaciones con
estos países para llegar al grado de intensidad que merece el hecho de
que en un plazo muy corto de tiempo van a ser socios, no digo que van a
ser países amigos, van a ser países socios, tanto en la Alianza militar
como en la Unión Europea.




El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado, ciertamente tomo nota de
sus palabras y de sus intenciones, palabras e intenciones que comparto y
seguramente la misma Comisión de Asuntos Exteriores y sus miembros serán
también capaces de tomarlas en cuenta y de hacerse eco de las mismas.

Siendo ésta una comparecencia solicitada por el mismo Gobierno vamos a
proceder a los correspondientes turnos de palabra por parte de los
portavoces en el orden consabido de menor a mayor.

¿Grupos que deseen hacer uso de la palabra? (Pausa.)
Por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, el señor Navas
tiene la palabra.




El señor NAVAS AMORES: Gracias, señor secretario de Estado, por las
explicaciones que nos ha ofrecido sobre nuestra misión en Albania y sobre
nuestra política respecto a los países de Centroeuropa y del Este. De sus
observaciones hemos entresacado algunos matices que básicamente no son
fundamentales, no son elementos que trastoquen su argumentación, pero
consideramos que es bueno resaltarlos por lo que pueden tener de
aplicación en actuaciones similares por parte de nuestro país o del
conjunto de la Unión Europea en otros conflictos semejantes.

Creo que la actuación internacional en Albania tiene un denominador común
que tras el análisis del éxito de esa operación se puede definir por la
prontitud y la premura de la actuación. Lógicamente, no podemos olvidar
las características del país o del problema, que han contribuido a
facilitar un fin apropiado de la misión. Es un país pequeño, en el cual
el conflicto tampoco estaba totalmente diseminado en varias zonas, como
ha ocurrido en un país mucho mayor que nos viene a la mente, donde los
conflictos son más complejos por su componente multirracial. Las
características a que aludía posibilitaban que una operación llevada a
cabo con gran sentido común podía convertirse en lo que realmente ha
llegado a ser, un éxito. Nuestro grupo político analiza la operación
internacional y el papel de España en Albania como una operación exitosa,
que ha alcanzado los objetivos que se pretendían en un primer momento.

Primero, lógicamente, acabar con el enfrentamiento y con el deterioro de
la convivencia y de las instituciones políticas en ese país y después
colocarlo en un nivel distinto, con unas instituciones democráticas y un
modelo económico también más ajustado a lo que es la realidad
internacional.

No obstante, tenemos matices que hacer sobre los antecedentes que están
en el origen de la crisis. Creo que las instituciones internacionales, de
nuevo, no han sido lo suficientemente ágiles para plantear una acción en
el momento en que se visualizaba ya una cierta dimensión al conflicto y
sus consecuencias. Ni la OTAN, ni la ONU, ni la OSCE fueron los motores
de esa acción en el origen del conflicto, sino que fue uno de los países
más afectados, Italia, el que solicitó ayuda internacional para actuar en
ese país y después, usted lo ha dicho en una de sus observaciones, es la
comunidad internacional, en la cual participa España, la que actúa en
Albania y, en concordancia con lo que son los principios de acción
internacional en un país en conflicto, se consiguen los objetivos que ya
hemos reseñado.

La transición o el cambio realizado en Albania se ha visto confirmado con
la celebración de las últimas elecciones, ganadas además por un partido
de izquierdas cuyo dirigente estaba en la cárcel. De alguna forma eso
supone ya un cambio radical en cuanto a la pluralidad y a la posibilidad
de apertura del sistema político en Albania. Se ha conseguido también
otro objetivo complementario, que es la propia dimisión del presidente
Berisha; por tanto de alguna forma ha habido una regeneración total de lo
que es el mapa político albano. Se está consolidando --y lo valoramos en
el mismo sentido que usted-- el nuevo proceso político, que es
fundamental, y lo que planteamos para el futuro es un apoyo político y
económico, en la línea que usted ha expuesto de no dejar ya el proceso
albano a los impulsos que ellos mismos vayan generando, sino colaborando
en esos dos aspectos.

También hay que analizar críticamente el comportamiento de toda la
comunidad internacional en cuanto al apoyo sin matices a un modelo
político y económico que con un desarrollo como el que hubo en Albania
puede ocasionar males como los que se produjeron. No hubo consideraciones
por parte de la comunidad internacional que obligaran a ese país a
cambiar su modelo económico. Por lo tanto, tenemos que revisar ese tipo
de solidaridad, que yo considero mal entendida, con los países que por
sus conductas pueden originar desastres sociales y políticos como el que
tuvo lugar en Albania.

En ese análisis crítico constructivo, que tenemos que hacer también como
miembros de la Unión Europea, debemos concluir, considerando que, según
he dicho, las organizaciones internacionales no fueron suficientemente
ágiles, que hay que seguir evaluando nuestro comportamiento en respuesta
a los distintos conflictos que se pueden dar. Seguimos careciendo de esa
capacidad de acción rápida y consensuada de los principales países, que
de alguna forma van marcando los procesos de definición y de solución de
los distintos conflictos que se van produciendo en el mundo. Desde luego,
la política autónoma europea debería servir en este proceso para que
volviésemos a insistir en la necesidad de subrayar esos elementos.




Página 9636




Este es mi análisis sobre Albania y hemos de continuar en la misma línea.

Sí quiero felicitar al contingente español que actuó en ese país. No
tengo datos sobre ninguna de sus acciones concretas, aunque sí sé
globalmente el éxito de su participación. No conozco la capacidad
operativa o la dimensión de nuestras fuerzas, pero por supuesto considero
que en ningún momento han estado expuestas a ningún tipo de peligro o
riesgo, sino que, dentro de los planes que se hubiesen diseñado, han
cumplido, en el grado de sus posibilidades, las misiones encomendadas.

Respecto a la Europa central y del Este, hay una cuestión que nosotros
queremos resaltar y es que curiosamente se esté vinculando cualquier
proceso de cambio político en esos países con la pertenencia a alianzas
militares. Es una cuestión que yo sé que ustedes no reconocen, pero que
se está dando de facto. Yo entiendo que no tiene ningún tipo de
vinculación un hecho con el otro. Ustedes, desde luego, van a decir lo
mismo, pero curiosamente se sigue situando una evolución y la otra de la
mano. Primero, como principio es criticable y, segundo, en la práctica,
en lo concreto, se está planteando una dificultad añadida a estos países,
que carecen de una infraestructura y de una estructura económica global
para poder situarse al nivel del resto de los países occidentales. Se les
está situando en un nivel de dificultad mayor, puesto que todo el proceso
de su integración en la alianza militar, en la OTAN, va a suponer un
mayor costo económico a sus propias estructuras de defensa, lo cual,
lógicamente, contradice lo que puede suponer el principio de la Unión
Europea de ir situando e ir ayudando a estos países en proceso de
preadhesión a la Unión mediante ayudas para su desarrollo. Incluso en el
esfuerzo propio que tengan que hacer estos países, van a ver dificultada
su transformación, su mayor desarrollo económico, por el reparto lógico
que tiene que haber entre los distintos destinos que deben tener sus
fondos. Considero que no habría que hacer tanto hincapié en lo que debe
ser un proceso de apertura de la Unión Europea hacia Centroeuropea y el
Este, con la implicación del desarrollo de sus compromisos con la Alianza
Atlántica.

De la ampliación de la Unión Europea hemos debatido durante estos últimos
dos meses en distintas ocasiones, tanto en la Comisión de Exteriores como
en la de la Unión Europea, todo este proceso. Tenemos básicamente una
sintonía con la actitud que está demostrando el Gobierno español,
respecto a la ampliación. Entendemos que sería un riesgo añadido que se
hiciese una selección de países, puesto que, en la globalidad de la
economía, esos países se pueden ver atacados por procesos especulativos
que todavía situarían en mayores dificultades la solvencia de su
economía. Ese proceso de apertura en todos los frentes, hacia todos los
países, puede ser una reflexión interesante; de alguna forma todavía es
un proceso en discusión dentro del seno de la Unión Europea, que tendrá
que definir cuál es el modelo concreto de apertura y de preadhesión de
estos países.

Globalmente, pensamos que el camino que se ha emprendido es un camino que
puede dar frutos, que tenemos que entender que estos países no pueden
acceder a nuestro modelo, tanto político como económico, en procesos
relativamente cortos y que debemos diseñar las políticas de apoyo y de
ayuda en cuanto a la posibilidad de que puedan situarse en niveles
similares a los que tuvieron tanto España como los países del sur de
Europa en sus procesos previos a la adhesión a la Unión Europea.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió), tiene la palabra el señor Guardans.




El señor GUARDANS I CAMBO: Muchas gracias, señor secretario de Estado,
por sus explicaciones.

Sobre el tema de Albania poco más tengo que decir que agradecer el
contenido de la explicación y felicitar al Gobierno y, en su persona, al
contingente español, en conjunto, por lo que ha sido el éxito de toda
esta operación, vista ahora ya con una cierta perspectiva respecto del
momento en el que comenzó. Realmente es uno de los casos en los que sí se
puede decir que se actuó a tiempo, que se actuó como se debía actuar o al
menos como se podía actuar, y el resultado ha sido globalmente positivo.

Esta actuación es una de las que vuelve a poner sobre la mesa esa
iniciativa que en su momento planteó el director general de la Guardia
Civil, el señor López Valdivielso, sobre la posibilidad e importancia de
que España tuviera un contingente de fuerzas policiales específicamente y
no militares para determinadas operaciones de paz civil, para
entendernos. El hecho de que ahora España esté participando activamente
en la formación de una policía en el marco de la Unión Europea occidental
creo que vuelve a poner sobre la mesa ese tema, que en su momento habría
que examinar con detalle en términos parlamentarios, a caballo entre
Justicia, Interior y Exteriores, y, evidentemente, en términos
ministeriales también. Quería comentar esto, porque es un tema que ya ha
salido alguna vez en la Comisión de Interior, la conveniencia detenerun
grupo de personas --probablemente enmarcadas en la Guardia Civil--
especializadas en este tipo de operaciones. En este caso de Albania,
tendría una especial razón de ser.

Sobre Albania tengo poco más que decir. Unicamente quiero destacar que
siguen quedando muchos frentes abiertos en esa zona. Yo creo que eso es
una obviedad, pero no está de más recordarlo. La conferencia sobre los
Balcanes, que se acaba de cerrar, si no me equivoco, ayer, deja claro que
ahí hay mucho por hacer y que siguen quedando zonas de riesgo
importantes, zonas de alto voltaje, en las que es mejor que no nos
acerquemos demasiado, dicho gráficamente, porque se puede salir
chamuscado, como es el caso de Montenegro y, en general, los distintos
frentes que se han puesto de manifiesto en la conferencia. No hace falta
que se lo diga al secretario de Estado, pero evidentemente queremos
seguir teniendo una información precisa y detallada sobre la evolución de
lo que está pasando en esa zona.

Sobre los países de Europa central y del Este, en cuanto a la ampliación
misma, tampoco tengo mucho que decir, en el sentido de que nosotros
apoyamos la posición que está manteniendo el Gobierno español. Pienso que
no es una posición fácil y que además están haciendo unos equilibrios



Página 9637




diplomáticos que serán complicados, no tanto por el Gobierno español como
tal, sino por el conjunto de los gobiernos de la Unión Europea, porque
las cosas serán como son y no como se intenta decir que son. Si
finalmente, como parece, prevalece la idea de empezar unas negociaciones
formales con algunos y no con todos, con aquellos con quienes no se
negocia y que estarán fuera. Esos equilibrios que se está intentando
plantear, que no hay discriminación sino sólo diferenciación, ese tipo de
juegos de palabras que se están usando, no sé hasta qué punto, en el
ámbito diplomático, tienen algún valor. En conjunto, nosotros creemos que
es prudente la posición que está intentando mantener el Gobierno español,
aunque no parece que vaya a ser la que triunfe, de, sin que eso se
entienda o se interprete como una obstaculización o ralentización del
proceso de ampliación, sí intentar abarcar a todos los países más o menos
simultáneamente. Es una posición correcta, aunque, insisto, todo apunta a
que no será finalmente la que prevalezca.

Nos felicitamos --ya se estaba viendo, pero ahora se deduce de un modo
formal y rotundo de las palabras del secretario de Estado-- de que la
política exterior española asuma como uno de sus objetivos principales el
establecimiento de puentes mucho más estables y profundos con los países
de esa Europa central y del Este, la recuperación de una relación
política y económica inexistente. El secretario de Estado ha hablado de
300 años y a mí me parece que se ha quedado corto; aunque no vamos a
entrar en debates históricos, probablemente habría que ir más atrás.

El proceso que ha puesto sobre la mesa el secretario de Estado es muy
caro y se anuncia como tal. Esa apertura de embajadas y de consulados
lógicamente tiene un coste económico importante y puede ser difícil de
encajar con la intención de abrirse a Asia y recuperar o iniciar unas
relaciones mucho más estables con países de ese entorno. No sabemos muy
bien cómo se van a establecer esas prelaciones, sabiendo que las cosas
son difíciles en términos presupuestarios.

En este marco, y con eso termino, hay una cosa sobre la que querría
llamar la atención del secretario de Estado, aunque no depende de él
directamente, porque ése es uno de los problemas que tiene no este
Gobierno sino la estructura del Estado español en este punto. Nos parece,
y el secretario de Estado lo ha mencionado de pasada, que ese empeño
político no está teniendo su paralelo en el empeño económico respecto de
esos países. Según la información que nosotros tenemos, bastante pública
por otro lado, no se percibe por parte del área económica del Gobierno el
mismo empeño en potenciar las inversiones y muy particularmente las
relaciones comerciales con esos países.

Volvemos a lo que decía antes. No querría plantear dicotomías, no
descalificamos el interés que el área económica del Gobierno tiene en
este momento por potenciar las relaciones con países de Asia, llámese
Kazajstan, llámese Expotecnia en la India, llámese Vietnam. Todo eso es
importante y no le quitamos ni un ápice de la importancia que tiene, pero
también lo es que las relaciones comerciales con países que, a medio o
largo plazo, muchos de ellos a muy medio plazo, serán socios de España en
el marco de la Unión Europea se incrementen o por lo menos pasen a
existir, porque en algunos casos estamos prácticamente bajo mínimos.

Hay ahí un punto de coordinación una vez más entre la política exterior y
la política comercial o económica exterior que no acabamos de ver
encajada del todo y sobre la que querría llamar la atención del
secretario de Estado.

Por mi parte, nada más.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene
la palabra el señor Yáñez.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Quiero dar también la bienvenida al señor
secretario de Estado de Política Exterior y para la Unión Europea, señor
De Miguel, y agradecer su información sobre los temas que ha tratado.

Coincidimos con otros intervinientes y con la propia valoración del
secretario de Estado en la oportunidad de la decisión, el éxito del
desarrollo y el adecuado final de la intervención, se puede llamar así,
de la coalición de países amigos en Albania en una crisis que --aquí
mismo la estuvimos viendo en su día-- mostraba tintes muy graves, incluso
con situaciones no controlables. Afortunadamente no fue así, gracias a
esa intervención internacional, lo que desmiente un poco la tendencia,
que notamos en muchas ocasiones con relación a determinados conflictos en
el mundo entero --no sólo en Europa, sino también en Africa; por ejemplo,
en los Grandes Lagos, sobre los que hemos tratado en muchas ocasiones--,
a la excesiva prudencia o sensación de impotencia de la comunidad
internacional. Oímos con mucha frecuencia: no se puede intervenir ahí
porque hay este obstáculo, este otro; porque la Unión Europea; porque
Naciones Unidas... La experiencia, al menos de los 10 ó 15 últimos años,
indica que cada vez que ha habido una decisión de la tan citada comunidad
internacional, sea en la forma de Naciones Unidas, sea en la de la Unión
Europea o en la del grupo de países amigos, dentro de las mil
dificultades, ha resultado positiva. Y lo ha sido especialmente para
España, que es un país que hace 12 ó 14 años no tenía prácticamente
ninguna experiencia en misiones de paz, de prevención y de intermediación
en situaciones de conflictos.

En estos años, y hay que recordarlo una vez más porque es justo, ha
logrado una experiencia, un saber hacer, incluso podríamos decir una
profesionalidad, que, además de contribuir en Centroamérica, en Africa,
en Yugoslavia, ahora en Albania a una misión internacional muy loable, ha
supuesto también, e insisto en que hay que recordarlo, un prestigio
creciente de la Fuerzas Armadas españolas, que han encontrado en ello una
misión importante de defensa de principios y no tanto de intereses
concretos.

Muchas veces en los debates de política exterior hablamos de los
intereses de España y, en ocasiones, detrás de esas palabras parece que
se esconden exclusivamente intereses económicos, comerciales, muy
directos, de balanza de pagos, de balanza comercial y, sin embargo,
frecuentemente, la defensa de principios es tan importante o más que la
de interese muy concretos. Este es el caso.




Página 9638




Mi segunda observación, antes de entrar un poco más en el fondo del tema
de Albania, es agradecer al secretario de Estado que haya comparecido a
petición propia. Este portavoz ha dicho en muchas ocasiones que invita al
Gobierno y al Ministerio de Asuntos Exteriores especialmente en el ámbito
de esta Comisión, a que utilice más ese recurso reglamentario de
comparecer a petición propia. No le podemos obligar a ello, pero la
experiencia demuestra que es mucho más eficaz así que cuando se hace a
petición de los grupos parlamentarios, porque cuando éstos lo piden se
tarda mucho más, por razones burocráticas y de trámite interno, en que el
alto cargo comparezca; también por la agenda del ministro y de los altos
cargos. En cambio, cuando es a petición propia nos permite debatir en
Comisión temas de mucha más actualidad y no se nos pasan los plazos, como
ocurre con tantos asuntos. En el listado de petición de comparecencias
está la del ministro para el tema de la cumbre iberoamericana de
Venezuela, para explicarla previamente, pero se ha pasado el tiempo,
porque ya está allí el ministro y el secretario de Estado de Cooperación,
a pesar de que la iniciativa fue presentada hace un mes. Lo pongo como
ejemplo. Si el ministro hubiera comparecido a petición propia podía haber
explicado en sede parlamentaria los objetivos y las intenciones del
Gobierno español en relación a esa cumbre. Hemos leído en algún medio de
comunicación que existía la idea, que no conocemos, al menos oficialmente
en el ámbito parlamentario, de hablar de una fuerza iberoamericana de
paz. No sabemos qué fundamento hay, pero, en cualquier caso, si hay
conversaciones sobre ese tema en Isla Margarita, deberíamos haberlo
sabido antes los grupos parlamentarios y haberlo debatido para que el
ministro se llevara la opinión del conjunto de los grupos parlamentarios
y del Parlamento mismo.

Volviendo al tema de Albania, creo que la iniciativa, insisto, ha sido
positiva y felicito al contingente y al Gobierno español por el éxito de
la misión. He de añadir una observación. También de las experiencias
anteriores se demuestra que cuando es sólo una intervención para evitar
males mayores, para evitar violencia, caos y desorden generalizado, con
frecuencia se caía en el error de que, una vez cumplida esa misión, la
fuerza internacional o los países amigos se retiraban y quedaban las
cosas tal como estaban. En cambio, en este caso, aunque no es el único,
nos parece importante la información del señor secretario de Estado
acerca de las reuniones en Roma y en Bruselas para la reconstrucción
posterior. Porque si no se atajan o se contribuye al menos a atajar las
causas que dieron lugar a aquella situación, se corre el peligro de que
se repita. Ha ocurrido en otros países donde la intervención
internacional ha dado lugar a situaciones de frustración o de
descontento, porque lo que se había prometido no ha llegado después.

Recuerdo ahora las intervenciones, en ese caso unilaterales o
prácticamente unilaterales, de los Estados Unidos en Panamá o en isla
Granada. De manera que nos parece bien que España se incorpore, aunque
sea modestamente, a ese esfuerzo para la reconstrucción.

Entrando en el tema de los países candidatos a la ampliación de la Unión
Europea --y también, en algunos casos, de la OTAN, aunque sean cosas
diferentes, sin duda--, al tratarse de los mismos países y de
organizaciones que tienen un carácter europeo, unos, y trasatlántico,
otros, es natural que colisionen en la línea argumental. La ampliación a
los países del Este, de los candidatos que lo han pedido, es muy complejo
y debemos ir tratándolo en la comisión de Asuntos Exteriores, en otras
comisiones y en el plenario, porque, sin caer en ingenuidades, a España
le afecta mucho lo que pueda ocurrir con ese proceso. Como representante
del Grupo Socialista, pienso que precisamente por esa impresión, que
compartimos con el secretario de Estado, de que el proceso va a ser
largo, de que probablemente en los próximos 15 ó 20 años estaremos o
estarán debatiendo ese tema en el seno de los países de la Unión Europea
y que no será algo repentino, sino progresivo, que no afectará a todos,
ni a todos a la vez, sino a unos antes y a otros después, debemos
aprovechar ese proceso para lo que creo que es fundamental, para que el
día de la adhesión de todos o algunos de los países candidatos España
pueda beneficiarse y no sentirse perjudicada por ese acceso. A mí me
parece que el único camino es el del desarrollo de la presencia de España
en esos países de manera progresiva, simultáneamente a estar negociando
con la Unión Europea, a través de nuevas embajadas, de consulados, de
oficinas comerciales y de otros medios para incentivar que, al mismo
ritmo que esos países se van abriendo a la economía de mercado, nuestros
inversores públicos y privados, nuestros exportadores, vayan entrando en
esos mercados. Eso ha ocurrido ya en procesos anteriores; la evolución
del país va permitiendo armonizar la creación de una red, un tejido, un
colchón de intereses de un país determinado, en este caso España con esos
países, a lo largo de esos años.

Es evidente que si mañana, 6 de noviembre de 1997, alguno de esos países
entrara súbitamente en la Unión Europea, España se sentiría con toda
seguridad muy perjudicada, pero como no va a ocurrir el 6 de noviembre de
1997, sino que van a pasar unos años, aprovechémoslos para crear esa red
de intereses que permita que España no sólo no se sienta perjudicada,
sino beneficiada con el ingreso de esos países formando parte de la Unión
Europea. Creo que éste es el único camino que se debe emprender.

El representante de Convergència i Unió expresaba su preocupación porque
no tiene esa misma visión del área económica del Gobierno. Si es así,
habrá que ver que las cosas no suceden por deseos o voluntarismos, sino
porque la realidad se impone y hace que se vaya en esa dirección. Ha
habido otras experiencias anteriores. Hace 15 ó 20 años nadie podía
vislumbrar el nivel de inversiones y de presencia en la economía de los
países de América latina de empresas españolas importantes y, sin
embargo, hoy es una realidad muy pujante. Se puede decir, sin duda, que
hay una comunidad de lengua, de cultura y de historia, pero también lo
había en años anteriores y, sin embargo, ha sido un proceso político y
económico de apertura, de liberalización de sus políticas económicas de
apertura al exterior, lo que ha permitido que España a través de sus
empresas y con el apoyo de los gobiernos en los últimos 12 ó 14 años,
tenga una presencia muy importante y sobre todo nuestras



Página 9639




inversiones en América latina tengan una presencia muy importante.

Salvando las distancias, de la misma manera podemos trabajar con una
planificación y con unos objetivos muy concretos para que en la próxima
década ocurra lo mismo, a este nivel o a otro, en los países candidatos
del Este y centroeuropeos al ingreso de la Unión Europea.

No querría extenderme más y por eso me detengo aquí, agradeciendo al
secretario de Estado su presencia y sus palabras.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Robles.




El señor ROBLES FRAGA: Naturalmente, agradezco la comparecencia del
secretario de Estado, como no podía ser de otra manera. Creo, además, que
el carácter abierto que el propio secretario de Estado ha querido dar a
esta comparecencia, facilita y ayuda que podamos estar tratando de
cuestiones de política exterior, de asuntos internacionales, y en tiempo
real, sin los retrasos que a veces se producen entre los debates de esta
Comisión y el propio desarrollo de los acontecimientos y de los hechos
que nos afectan.

Por lo que se refiere a Albania, tuvimos en su época un debate muy
interesante en esta Comisión en el que se expresaron algunas dudas sobre
la oportunidad, conveniencia e incluso sobre los modos en los que se
había puesto en marcha con urgencia esta fuerza multinacional de paz en
la que ha intervenido España. Y tengo que decir que aquellas dudas han
sido disipadas, aclaradas por el éxito mismo de la misión.

Tengo que felicitar también a la tropas españolas, no solamente a la
agrupación táctica Serranía de Ronda, dirigida por el teniente coronel
Martín Villalaín, sino a la misión militar presente en Tirana, junto con
los demás mandos de la fuerza multinacional, dirigida por el teniente
coronel Alvaro de la Peña, y a los policías o asesores en el ámbito
policial, presencia que todavía se mantiene y que quizá sea desarrollada
en el futuro. Sin duda, significa que existe un compromiso por parte de
los países que allí participamos en aquella misión de urgencia de velar
porque Albania pueda recuperar esas mínimas características de Estado
europeo, perdidas en el curso de los desgraciados acontecimientos que
precedieron al envío de esas fuerzas.

Quizá sea un poco exagerado hablar de regeneración. La vida política
albanesa es la que es. En este momento el partido democrático no asiste a
las sesiones del Parlamento. El partido socialista es heredero del
partido que gobernó con mano de hierro, por decirlo muy moderadamente,
ese país en uno de los regímenes más duros de todo el bloque socialista,
comunista o como le quieran llamar. Desde luego, hay que esperar también
regeneración por parte de las fuerzas políticas y, sin duda, habrá que
esperar mucho más de lo que ahora lo está haciendo el actual Gobierno del
señor Nano.

En cualquier caso, la misión salió bien. Nuestras tropas cumplieron con
gallardía y eficacia el trabajo duro que se les había encomendado.

Volvieron todos y eso es un motivo para felicitar al Gobierno y también a
las mismas tropas.

Eso me lleva también, extendiendo el ámbito de esta comparecencia, a
decir que estamos en delicados momentos respecto a Bosnia, que es otra
zona cercana, que algo tiene que ver con el envío de la fuerza
multinacional a Albania. Creo que ese compromiso que España ha mantenido,
junto con sus aliados y amigos, en el caso de Albania especialmente con
Italia, en el caso de Bosnia con un número mayor de países, debe
mantenerse. España tiene un compromiso con la paz en Europa, no solamente
en el seno de la Unión Europea o en la Unión Europea que está por
ampliarse, sino en las fronteras mismas de esa Unión Europea. Para
nosotros, el principio de que no hay otra seguridad que aquélla que se
basa también en la seguridad y estabilidad de los vecinos es la línea
vertebradora de nuestra acción exterior. Nosotros buscamos una Europa más
libre, más próspera, más estable y, por tanto, más segura, y en ese
ámbito amplio, en ese concepto grande de la seguridad europea la
intervención, la presencia y la responsabilidad de España es claro y
tiene el respaldo y el apoyo del Grupo Popular. Naturalmente, todo esto
tiene que ver con la situación en la Europa central y en la oriental, y
con las ampliaciones y reformas, que, si bien no están conectadas
directamente --la ampliación de la Unión Europea y el ingreso de nuevos
miembros en la OTAN no tienen una relación directa--, sí existe esa
relación indirecta, ese gran marco de seguridad europea que nosotros
deseamos proponer. Recuerdo que el proceso de construcción europea es un
proyecto de paz, un proyecto de estabilidad.

Existe un imperativo moral para la ampliación que nosotros debemos
explicar, y no hay un país que entienda eso mejor que España, que es uno
de los países de más reciente participación en la Comunidad Europea, ni
un país que entienda mejor las dificultades de ese proceso de negociación
y de integración progresiva en nuevas estructuras, en las que no estaba
en el momento fundacional. Desde luego, los calendarios son terroríficos,
pero creo que el esfuerzo bilateral de España es muy importante. Más allá
de las negociaciones multilaterales, de los calendarios y de los procesos
que han sido explicados en esta Comisión con reiteración y en
profundidad, el esfuerzo bilateral de España es muy importante, entre
otras cosas porque debemos explicar nuestra posición en ese proceso.

Existen algunas ideas peligrosas, porque son atractivas, porque son
sencillas, que harían que nuestro país apareciese como el principal
adversario de la ampliación. Eso no es así, nunca se ha expresado así y
tampoco refleja el sentido de la política española, ni de aquella que
realiza el Gobierno día a día ni de aquella otra expresada en esta
Comisión y que se basa en la idea del consenso. España tiene interés
nacional --interés con mayúscula-- en que estos procesos de ampliación se
hagan bien y salgan bien; no tenemos interés en que no salgan. Y eso, que
se puede explicar e incluso debatir en el seno de la Unión Europea y de
las organizaciones comunitarias, necesita de un esfuerzo, que está
haciendo el ministro, que está haciendo el secretario de Estado, de
explicación cara a cara a cada uno de ellos, porque, si no, en estos
casos se aplica el dicho de que los ausentes siempre se



Página 9640




equivocan. Los ausentes no pueden decir lo que deben decir y por eso
España debe estar presente. Ese esfuerzo de presencia es el que debe ser
reiterado --el secretario de Estado lo ha hecho-- y forma parte de ese
proyecto, de esa política general de España hacia Europa central y
oriental, como también forma parte el plan de cooperación, que espero que
pueda ser explicado y presentado próximamente en esta Comisión y que va
más allá de la cooperación o de la ayuda humanitaria, que también es
necesaria, sobre todo de cara al invierno, pero que tiene un sentido
político especialmente importante y que tiene que ver con las relaciones
comerciales, las inversiones y la apertura de embajadas. Naturalmente,
las inversiones no las hace el Gobierno; este Gobierno ya no es de los
que creen que las relaciones económicas con los países del Este se hacen
sólo desde el sector público; hay que crear las condiciones y una de
ellas es la existencia de una red de embajadas, oficinas comerciales,
consulados, etcétera, que permitan que nuestros empresarios tengan la
asistencia, la garantía, el apoyo o la información necesaria para
asomarse por esos mercados. En cualquier caso, España debe estar
presente. Tenemos una acción política que hacer que forma parte de
nuestra gran política europea, y eso es bueno que venga a esta Comisión y
que tenga lugar este debate, porque estamos hablando de la política
exterior en su conjunto y no de una parcela de la política exterior.

Siempre existe la tendencia a parcelar la política exterior, a cortarla
como si fuera un queso o una tarta y, al final, no hablamos de las cosas
importantes, de las grandes líneas de acción.

Termino felicitando al secretario de Estado, rogándole que transmita esa
felicitación a quienes participaron, especialmente a través del
Ministerio de Defensa, en la fuerza multinacional de paz en Albania, y
reiterando el compromiso del Grupo Popular con las iniciativas que España
pueda haber tomado en defensa no sólo de sus intereses, sino de ese
interés nacional que es la paz y la estabilidad en Europa.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLITICA EXTERIOR Y PARA LA UNION
EUROPEA (De Miguel y Egea): Tengo poco que añadir porque las
intervenciones de los representantes de los grupos parlamentarios han
sido muy clarificadoras, sobre todo en lo que se refiere a su valoración
de la acción que llevamos a cabo en Albania y a sus juicios sobre lo que
debe ser nuestra política con los países de Europa central y oriental.

Unicamente querría puntualizar al señor Navas que este Gobierno coincide
plenamente con que hay un falso espejismo en algunos de esos países de
Europa central y oriental al identificar su adhesión a la Alianza con la
democracia. Quizá hay un error de orientación al priorizar su pertenencia
a la Alianza por encima de su pertenencia a la Unión Europea, pero esas
percepciones son suyas, no nuestras. Cuando les hemos explicado estas
cosas hemos notado que la pertenencia al mundo occidental, a la Alianza
Atlántica, les da un sentimiento de seguridad, de integración en el mundo
occidental, les da garantías de haberse liberado de la pertenencia a un
mundo al cual no quieren pertenecer. Yo coincido con el señor Navas en
que esa percepción es errónea y en que el verdadero anclaje al mundo en
el que quieren integrarse lo da su pertenencia a la Unión Europea y no a
la Alianza y que la Alianza muchas veces les va a imponer sacrificios de
tipo presupuestario que no están en condiciones de enfrentar, pero esas
percepciones se comprenden de mejor manera cuando se les escucha a ellos
y, desde luego, no es algo que haya propugnado ninguno de los países
miembros de la Alianza, sino algo que viene de ellos mismos. Por tanto,
la reflexión es oportuna, pero se puede hacer muy poco para persuadir a
esos gobiernos de que sus prioridades, incluso en el terreno de la
consolidación democrática, deberían ir más por la vía de su pertenencia a
la Unión Europea que por la vía de una pertenencia a la Alianza; también
a la Alianza, pero no prioritariamente. En eso, la vía española puede
resultar un buen ejemplo: es el vínculo primero al mundo occidental, a la
Unión Europea, consolidación del proceso democrático, y, posteriormente,
el vínculo a la Alianza militar para preservar ese mundo al que
pertenecemos.

Quiero hacer una observación a don Ignacio Guardans, para salir al paso
de esa posible percepción de que el mundo comercial y económico no va al
mismo ritmo que el empuje y el empeño político. El empeño político es
parte de todo. Nosotros no disociamos; cuando empujamos a nivel político
las relaciones con todos esos países, las estamos empujando también en el
terreno comercial y económico, a todos los niveles, a nivel de
embajadores y de diplomáticos, ya que no sólo los consejeros comerciales
se dedican a temas económicos y comerciales; los embajadores, como
representantes del Gobierno, trabajan en todos los aspectos y la
implicación de las embajadas en todo lo concerniente a inversiones y
fomento del comercio bilateral es grande. Naturalmente, las embajadas
tienen un instrumento, que es la oficina comercial y la consejería
comercial, que puede depender de otro secretario de Estado, en esta caso
del secretario de Estado de Comercio, pero dependen del embajador que es
el representante del Gobierno, y el Gobierno tiene un empeño único. Daré
simplemente dos datos para que los conozca el señor Guardans. El señor
Rato, vicepresidente del Gobierno, tuvo una reunión con los
representantes de las oficinas comerciales para planificar toda la
estrategia comercial y económica hacia estos países, recientemente, en
Praga, a principios de este año. Otro dato: el ministro Josep Piqué ha
estado hace menos de 15 días en Rumanía. En ambos casos, la idea era
clara: promocionar inversiones y, además, participación de empresas
españolas y negocios de importación y exportación. Al mismo tiempo, el
presidente del Gobierno en todas y cada una de las ocasiones en las que
se ha visto con sus homólogos europeos les ha planteado este tema de las
inversiones y él personalmente ha apoyado a nivel político algunas de las
operaciones que se han hecho. Yo citaré, por ejemplo, que la mayor
inversión que se ha hecho en este momento en un país del este europeo es
la hecha en Bulgaria, con la compra de una empresa llamada Marbex,
española, de Valencia, de una gran cementera; naturalmente



Página 9641




es el mérito de la empresa española, pero esa operación ha estado
acompañada políticamente a todos los niveles desde el primer momento por
el embajador, por este secretario de Estado, por el secretario de Estado
de Comercio, por el propio presidente y por el vicepresidente económico.

Solamente así, trabajando al unísono, trabajando en todos los registros,
políticos y económicos, haciendo buenas ofertas, dando una imagen de
fiabilidad, podremos abrir camino a nuestras empresas y a nuestros
inversores; y, además, nuestras empresas y nuestros inversores también
están muy atentos al peso político específico que nuestro país tiene en
esos sitios, porque, naturalmente, cuando se tiene peso se abren puertas
y se allanan dificultades, que no son pocas, lo decía el señor Yáñez; las
grandes dificultades son que se vaya estableciendo un sistema económico
de libre mercado, porque en esos países no funcionan las reglas como
funcionan en la mayor parte de los países de Europa occidental. Van a ir
funcionando poco a poco y a medida que vayan abriéndose iremos entrando.

No quería dejar de señalar ese gran impulso de acompañamiento al unísono
por todas las fuerzas del Gobierno y, muy particularmente, quiero
decirlo, por nuestros compañeros en la Secretaría de Estado de Comercio y
en el Ministerio de Economía. El vicepresidente Rato y el secretario de
Estado Fernández Norniella están plenamente implicados en este nuevo
empeño y en este nuevo empuje de apertura de mercados al Este.




--POLITICA DEL GOBIERNO EN RELACION CON EL RECRUDECIMIENTO DE LA
VIOLENCIA EN ARGELIA. A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO
(Número de expediente 213/000373).




El señor PRESIDENTE: Pasamos con ello a la consideración del tercer punto
del orden del día, la comparecencia del señor secretario de Estado de
Política Exterior ante esta Comisión para explicar la política del
Gobierno en relación con el recrudecimiento de la violencia en Argelia.

El señor secretario de Estado tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLITICA EXTERIOR Y PARA LA UNION
EUROPEA (De Miguel y Egea): Gracias, señor presidente.

La inestable situación que atraviesa Argelia es objeto de la atención
constante del Gobierno, tanto por la preocupación que le inspira el
destino de un país cercano al nuestro en tantos sentidos como por el
importante lugar que ocupa en el Magreb y en el Mediterráneo. La
estabilidad de esta región naturalmente está en función de la de sus
actores, y Argelia es uno de los actores más destacados.

El Gobierno ha seguido la puesta en práctica del programa de reformas
políticas y económicas impulsado por el Presidente de la República, señor
Zerual, desde su elección en noviembre de 1995. El cumplimiento del
programa de acciones encaminado hacia la progresiva normalización
institucional se vio refrendado con la celebración de las elecciones
legislativas el 5 de junio pasado. Sus resultados, a pesar de las
irregularidades detectadas por un equipo internacional de observadores
entre los que se encontraban tres senadores de estas Cortes Generales,
merecieron una valoración generalmente favorable en la medida en que
suponían un paso en el camino hacia la convivencia pacífica y
democrática.

Posteriormente, Argelia ha visto por primera vez constituirse una
asamblea en la que comparten el mismo espacio las tres corriente
políticas que gozan de mayor vigencia en la sociedad de este país: la
heredera directa del Frente de Liberación Nacional, el FLN, la islamista
representada por el Movimiento de la Sociedad por la Paz, el antiguo
Hamas, junto con el Movimiento del Renacimiento Islámico, Ennhada, y el
denominado polo democrático cuyo electorado se repartió entre dos fuerzas
bereberes, el Agrupamiento por la Cultura y la Democracia y el Frente de
Fuerzas Socialistas. De las principales formaciones políticas argelinas,
sólo el FIS, ilegal desde 1992, no concurrió a los comicios
En julio, las autoridades judiciales civiles y militares decretaron la
liberación de dos importantes dirigentes del FIS, el señor Abdelkader
Hachani y el señor Abassi Madani, considerados como el tercer y el primer
dirigente de este partido disuelto. Estas decisiones y las versiones que
circularon esos días sobre una reanudación de los contactos entre
representantes del poder político argelino y miembros de la dirección del
FIS hicieron concebir nuevas esperanzas ante la eventualidad de una
salida dialogada a la crisis. Pero durante los meses de julio, agosto y
septiembre se ha abatido sobre Argelia y sobre todo sobre los miembros
más indefensos de su población una ola de crímenes masivos combinada con
operaciones a gran escala del Ejército, que ha perturbado todos los
cálculos políticos que se habían hecho sobre una posibilidad de
entendimiento y de diálogo entre los islamistas y el Gobierno. Las
matanzas terribles que tenemos todos presentes porque han sido bien
destacadas por todos los medios de información en localidades cercanas a
la capital como Bentalha, Beni Messous y otras que no conocemos y que se
cobraron la vida de centenares de personas en zonas alejadas ocurrieron
al mismo tiempo que el Ejército lanzaba una gran ofensiva en la región de
Hattatba, en la cual también se infligieron numerosísimas pérdidas, no
solamente a los contendientes, Ejército y fuerzas terroristas; también
hubo víctimas en la población civil que se encuentran entre dos fuegos y
que tampoco se cuentan.

El terrorismo en sus más odiosas manifestaciones ha sido el contrapunto
de cada episódico tanteo para asociar al FIS a una estrategia de salida a
la crisis. La repetida coincidencia y simultaneidad de acontecimientos
políticos y terroristas parece responder a una determinación de los
grupos más extremistas y fanáticos por sabotear cualquier iniciativa que
ponga en evidencia la acción armada y le prive de toda cobertura y
legitimidad.

La reciente declaración por parte del AIS, que es la Armée Islamique de
Salvation, de un alto el fuego unilateral introduce un dato nuevo en la
compleja situación argelina. Tanto si es el resultado de una negociación
previa como si se trata de una iniciativa unilateral, la disminución de
la



Página 9642




violencia que pueda reportar debería capitalizarse por las autoridades en
beneficio de un nuevo ensayo de solución. Para las Fuerzas Armadas la
ventaja que representa el cese de las hostilidades de determinados
sectores de la guerrilla puede traducirse en una mayor eficacia en la
represión del terrorismo que lleva el cuño del GIA, que es la parte más
radical y más violenta de los sectores islamistas.

En los contactos que se han llevado a cabo --y en esto el ministro señor
Matutes ha sido particularmente activo con los responsables argelinos--,
el Gobierno español les ha animado a continuar sondeando vías de arreglo
que asocien a todos los que renuncien y rechacen la violencia como medio
para alcanzar objetivos políticos. En ese orden de ideas, el Gobierno
español ha hecho hincapié en la favorable incidencia que, mediando la
indispensable voluntad, podrían tener sobre el proceso de reformas en
curso las noticias relativas a un alto el fuego. El hecho de que, además,
coincidiera con el comienzo de la campaña para las elecciones locales del
día 23 le confirió un valor adicional. En la reciente entrevista que
mantuvo el ministro Matutes con el ministro de Asuntos Exteriores de
Argelia, en el curso de la Asamblea General de Naciones Unidas, tuvo
nueva ocasión de exponerle el punto de vista de las autoridades
españolas, que no ha variado sustancialmente desde que el ministro se lo
expresó a las más altas autoridades argelinas en septiembre de 1996.

Todos estos ejercicios de persuasión y de llamadas al diálogo que
efectuamos no deben hacernos olvidar la delicada realidad sobre la que
pretenden influir. Una reiteración abierta al mensaje podría satisfacer a
nuestra opinión pública, pero correría el grave riesgo de inducir a un
recrudecimiento de la violencia por parte de quienes rechazan toda opción
que no sea la de las armas. Por añadidura, una reiteración de ese mensaje
de diálogo podría incomodar a sus destinatarios, autoridades y grupos de
oposición en un país tradicionalmente orgulloso de su soberanía, que
acepta muy difícilmente los consejos y que es extraordinariamente
sensible a cualquier cosa que pueda parecerse a una injerencia en sus
asuntos internos.

El Gobierno ha expresado a las autoridades argelinas su solidaridad con
el combate terrorista y ha demostrado en los hechos su disposición a
combatir cualquier persona o grupo que eligiera el suelo español para
organizar en él actividades de apoyo a los grupos armados del país
vecino. Tanto en el plano bilateral como en el de la Unión Europea, el
Gobierno ha apoyado la prosecución del calendario de reformas, cuyo
cumplimiento demostrará la idoneidad de las instituciones para
neutralizar la amenaza terrorista. Espera, por ello, que las elecciones
locales y provinciales, que acaban de tener lugar, ofrezcan una nueva
oportunidad al pueblo argelino, para expresar su rechazo de la violencia
y su deseo de organizar su convivencia en paz. Este es el mensaje, junto
con el de condolencias y solidaridad, que contenía la declaración de la
Presidencia de la Unión Europea, que en nombre de los Quince fue emitida
el pasado 12 de septiembre.

No obstante los alentadores indicios que se han mencionado antes, es por
desgracia previsible que los grupos más radicales e irreductibles
continúen practicando la ignominia y la violencia en toda la geografía
argelina. El Gobierno español, y creo que se hace eco del sentir de todos
los españoles, comparte el vivo dolor que produce la visión casi
cotidiana de la dignidad humana ultrajada en las personas y vidas de los
seres más vulnerables, en especial las mujeres y los niños. Pero hemos
hecho un voto de confianza por la capacidad de respuesta de la sociedad y
de las instituciones argelinas para sobreponerse a la tragedia.

Entendemos que la mejor contribución en este sentido es preservar
nuestras relaciones con el país norteafricano, desde el punto de vista
político, porque permite a España mantener abiertos los canales de
comunicación con Argelia, que son recíprocamente más necesarios que
nunca, y también desde el punto de vista comercial y financiero,
facilitando en la medida de nuestras posibilidades los instrumentos que
contribuyan a una apertura de la economía y a la diversificación de las
posibilidades de inversión en aquel país. Continúa, por tanto, en plena
aplicación el protocolo financiero de 1996, entre cuyas líneas de
créditos se contenía una de cien millones de dólares, con cargo al Fondo
de Ayuda al Desarrollo, que está siendo parcialmente utilizada para la
adquisición de equipamiento diverso. España se propone asimismo mantener
y, en la medida en que las circunstancias lo hagan posible, ampliar sus
programas de cooperación al desarrollo, ya que prestan un indudable
servicio a una sociedad en rápida transformación.

En el ámbito de la asociación Unión Europea-Argelia, el convenio de
asociación, que como saben, está en negociación, el Gobierno está
firmemente convencido, y así se lo ha hecho saber a los responsables
políticos del vecino país Argelia, de que conviene mantener el ritmo de
negociación y concluir cuanto antes un acuerdo que militará en el interés
de ambas partes, ya que imprimirá un dinamismo nuevo al proceso de
apertura económica, atraerá mayores flujos financieros y generará
crecientes posibilidades de inversión y empleo para su joven población.

Esta idea es compartida por nuestro querido compatriota el vicepresidente
Manuel Marín, que es el encargado de la negociación. Nosotros le hemos
dado en todo momento nuestro pleno y total apoyo y confianza para que
lleve a bien estas negociaciones, porque la conclusión de este acuerdo
euromediterráneo supondrá un paso cualitativo importante en el anclaje de
Argelia en este mundo mediterráneo y en el mundo europeo, donde tiene que
estar.

La asociación euromediterránea, al incluir en el cuadro del proceso de
Barcelona la amplia problemática de la región, tanto política como
económica y sociocultural, y constituir el marco aceptado y apoyado por
todos los participantes, puede revelarse también como un instrumento
eficaz para buscar respuestas basadas en la cooperación entre los actores
regionales que comparten problemas, pero también aspiraciones de paz,
desarrollo y estabilidad. España mantiene su política bilateral, mantiene
la intensidad de sus contactos a nivel político y a nivel económico y
comercial. Estamos empujando las acciones en el marco grande de la Unión
Europea y seguimos apoyando a Argelia dentro del proceso de Barcelona,
que da un marco muy importante de intercambio entre el norte y el sur y
entre los países mediterráneos, con la esperanza de que, a través del



Página 9643




diálogo con los sectores más moderados del islamismo y del ejercicio
democrático de las elecciones, se vaya consolidando un espacio de paz y
de diálogo que haga salir al país de la situación caótica en la que se
encuentra en estos momentos.




El señor PRESIDENTE: Esta comparecencia fue solicitada por el Grupo
Parlamentario Socialista y, en su nombre, tiene la palabra el señor
Yáñez.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Gracias al secretario de Estado por su
explicación. Voy a intentar ser muy breve porque la semana pasada, en el
marco de una comparecencia del ministro Matutes en la Comisión Mixta de
la Unión Europea, tuvo ocasión de explicar in extenso el tema de Argelia.

Por tanto, no voy a reiterar argumentos que ya se dieron, pues como no
podía ser de otra manera, la exposición del secretario de Estado coincide
con lo que expresó el ministro la semana anterior.

Sin embargo, quería resaltar algo que enlazo con lo que fue una parte de
mi intervención en el punto anterior, que es lo que yo llamaba la
tendencia a la impotencia de la comunidad internacional, superada en el
tema de Albania; aunque es un contexto absolutamente diferente, no está
superada en Argelia. Y no me refiero sólo al Gobierno español, sino
también a la comunidad internacional, especialmente a la Unión Europea,
en relación a una tragedia que se vive y de la que todos compartimos el
diagnóstico y el análisis de la situación. Están matando gente a mansalva
en ese país todas las semanas y en ocasiones todos los días, mujeres y
niños de la población civil, y la comunidad internacional, insisto,
especialmente la Unión Europea, se limita a apoyar el proceso reformista
del presidente Zerual y a decir que no puede hacer nada más, porque el
gobierno argelino no lo permite porque lo considera injerencia en asuntos
internos y un atentado a su soberanía si se llega a más allá. Pero la
experiencia de otros conflictos inclina a que cuando la intervención es
positiva, cuando la presión internacional actúa en la buena dirección, se
consiguen resultados que no se consiguen con las buenas palabras o la
mera declaración de intenciones. Habría que insistir más ante el gobierno
argelino en que la comunidad internacional puede contribuir y ayudar al
propio gobierno a encontrar soluciones y vías de arreglo a una situación,
para que restablezcan la paz, para que termine la violencia o al menos
haya una tregua y una solución al problema interno que vive Argelia. En
el terreno de la violencia, en Argelia no están sólo los extremistas
radicales del integrismo islamista, sobre todo el GIA. Según la
información de la que todo el mundo dispone, también hay sectores duros
de las fuerzas armadas que condicionan y presionan en sentido negativo al
presidente Zerual en el no avance de determinadas concesiones --como
ellos lo llamarían-- o cesión ante la violencia y que no sería tal.

Por otra parte, hay sectores importantes de la oposición moderada,
islamista y no islamista, que están siendo escasamente escuchados. Mi
grupo piensa que se podría ir más lejos; por ejemplo, una acción
coordinada de las embajadas de los países de la Unión Europea en Argel,
contactos más ricos, más frecuentes con la propia oposición y con la
sociedad civil argelina para conseguir que el Gobierno sea más flexible
en ese avance hacia lo que se podría llamar normalización y pacificación
del país. Nos resulta incómodo, en una palabra, tenemos el malestar de no
estar haciendo lo suficiente en relación a Argelia. Obviamente, son los
gobiernos de la Unión Europea y la Unión Europea misma los que deben ir
más allá de lo que, en nuestra opinión, se está haciendo en relación con
Argelia.

En política exterior mi grupo es cada vez más escéptico o más crítico con
el uso de la soberanía nacional o la injerencia en asuntos internos, que
generalmente se utiliza para defender la posición de un gobierno, porque
curiosamente jamás un gobierno se queja de injerencia en sus asuntos
internos cuando ese gobierno es elogiado por la comunidad internacional;
también es una forma de injerencia en asuntos internos el elogio y el
apoyo a un gobierno. La no injerencia pura sería no hablar de ese país,
sólo debería hablar el país mismo y, sobre todo, su Gobierno.

Sin extrapolar excesivamente, y salvando las distancias (no es el caso,
por tanto no comparo, sólo lo pongo como algo en lo que la comunidad
internacional no actuó adecuadamente), el señor Mobutu se podría haber
quejado de injerencia en sus asuntos internos durante los treinta y cinco
años en que hizo de su capa un sayo en el Zaire, hoy República del Congo,
y, sin embargo, hoy todo el mundo acepta que la comunidad internacional
debió haber intervenido con más energía en el tema de Zaire hace muchos
años.

Hay muchos ejemplos en el mundo entero. No podemos esperar a que veinte
años después podamos saber lo que no sabemos hoy, sino intervenir, en el
mejor sentido de la expresión, en defensa de la vida y de la integridad
de tantos miles de personas que corren un riesgo elevadísimo en ese país
y que, por cierto, actúan como sociedad civil manifestándose en Argel,
haciendo expresión de su rechazo de la violencia continuamente, donde
--insisto y termino-- la comunidad internacional, especialmente la Unión
Europea, no está haciendo todo lo que en nuestra opinión debería hacer
para el restablecimiento de la paz en Argelia.




El señor PRESIDENTE: ¿Qué otros grupos parlamentarios desean hacer uso de
la palabra? (Pausa.)
El señor Alcaraz, por el Grupo Mixto, tiene la palabra.




El señor ALCARAZ RAMOS: Gracias, señor secretario de Estado.

Intervengo en nombre de Nueva Izquierda para comentar, glosar y
permitirme alguna sugerencia en esta materia que, como el señor
secretario de Estado decía, es un problema extraordinariamente complejo.

En principio, es difícil discrepar de la intervención que hacía el
secretario de Estado, porque tanto de la narración de los hechos como con
las buenas intenciones que impregnan, hasta ahora digamos, la política
del Gobierno español, podemos estar fácilmente de acuerdo, así como
también, obviamente, coincidiremos todos los grupos en la importancia
histórica convivencial de ese país vecino que es Argelia.




Página 9644




Sin embargo, aunque desde luego debemos tratar de que se mantenga siempre
abierta la puerta a la esperanza, en la intervención del secretario de
Estado, aun reconociendo los enormes problemas, latía cierto hilo de
optimismo, en el sentido de decir que se vaya a apoyar, que se está
apoyando, que se intenta apoyar por todos los medios al proceso de
normalización interna que se pueda producir en Argelia. El problema es
que basta leer la prensa cada día y tras sufrir un escalofrío uno se
pregunta qué proceso, dónde está ese proceso, cuál es el proceso. Sin
duda hay iniciativas, algunas de sumo interés, pero no se aprecia una
línea conductora ni un compromiso real del Gobierno con la democracia,
por no hablar, evidentemente, de la actuación asesina de los grupos
terroristas.

Por tanto, podríamos estar de acuerdo en apoyar al Gobierno en contribuir
a un proceso si éste realmente existiera y pudiéramos conocerlo y
comprenderlo; como desgraciadamente tememos que eso no se produce, habría
que intentar otro tipo de reflexiones que permitieran una participación
más activa de España y de la Unión Europea en esta materia.

Sin ninguna duda, el conflicto argelino nos sitúa dramáticamente ante los
límites del concepto de asunto interno o, como decía el señor portavoz
del Grupo Socialista, de la licitud del derecho de injerencia en asuntos
internos a finales de siglo. Bajo esta capa se han ocultado situaciones
de tremenda violencia y de tremenda hipocresía mundial.

No quiero simplificar la cuestión, es conocida efectivamente, señor
secretario de Estado, esa especial sensibilidad por la historia peculiar
de la nación argelina ante la posibilidad de esas injerencias, pero ese
nivel de complicación creo que no debe condenar al silencio o a la
pasividad al resto de gobiernos comprometidos con la defensa de la
democracia y de los derechos humanos. En este sentido, aunque escuchaba
con atención las acciones en el marco de la Unión Europea, Nueva
Izquierda no puede superar la sensación de que desde la Unión Europea no
se dan pasos importantes y decisivos, que combinen el diálogo con la
presión sobre el régimen argelino. Queda flotando en el ambiente la
pregunta de si habrá que esperar a que Estados Unidos decida intervenir
y, al final, hacer de gendarme también en esta zona, enfrente de nuestra
casa. Ese es el problema y creo que eso sería absolutamente negativo para
la credibilidad política de la Unión Europea.

Para nosotros esa prudencia debe tener un marco, debe estar situada sobre
tres patas: la defensa de los derechos humanos; la defensa del sistema
democrático, con las peculiaridades que democráticamente se quiera dotar
la nación argelina, pero en el marco de la democracia; y contribuir a
acabar con la violencia.

En ese sentido, creemos que es hoy inaplazable resituar el debate entre
los límites de la injerencia en los asuntos internos argelinos y la
apuesta por una serie de medidas que se puedan desarrollar. En concreto,
me atrevería a sugerir cuatro tipos de medidas: favorecer la creación de
una comisión internacional de investigación sobre la situación de los
derechos humanos en Argelia; reclamar al Gobierno, en este caso, una
mayor presión al Gobierno de Argelia para favorecer el diálogo entre
todas las fuerzas políticas y sociales; favorecer desde las embajadas de
la Unión Europea --participamos también de ello, como ha expresado el
señor Yáñez-- los contactos con la oposición y las fuerzas moderadas;
tener en cuenta, de manera prudente pero constante, que los acuerdos de
tipo económico, comercial, etcétera, evalúen el avance en la defensa de
los derechos humanos; finalmente, en un marco más interno, reclamar,
pedir la paralización de expulsiones de inmigrantes exiliados políticos
que se pudiera producir en el Estado español y en otros países europeos,
extremando si fuera preciso su protección. Ha habido ya algún caso y yo
he podido tener conocimiento de alguna situación un poco extraña, que no
viene en este momento al caso; los límites entre algunos inmigrantes,
ilegales o alegales, para entendernos, forzados por una situación
política en algunos casos pueden dar lugar a conflictos de todo punto
indeseables.

Nada más, señor secretario de Estado, solamente anunciar el apoyo de
nuestro grupo al Gobierno en esas buenas intenciones, pero insistir que
la acción del Estado español, la acción de la Unión Europea entendemos
que deberá ser bastante más enérgica si de verdad quiere ser algo más que
un convidado de piedra ante una matanza que se está produciendo enfrente
de nuestra casa.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, tiene
la palabra el señor Navas.




El señor NAVAS AMORES: Para comprender la situación que se vive tanto en
Argelia como en cualquier otro país, desde luego debemos analizar e
intentar diseñar una radiografía de los acontecimientos que han llevado a
la situación actual. Por supuesto, para España (no sólo para España, sino
para la Unión Europea y creo que para el conjunto de la comunidad
internacional) es muy importante, es estratégicamente importante la
evolución de los acontecimientos que se puedan producir en el Magreb, en
el norte de Africa, lógicamente en Argelia. Primero, para nosotros, desde
el punto de vista económico, en cuanto a que para España y para la Unión
Europea hay un comercio sobre materias primas fundamentales largamente
asentado y del que depende el suministro de dichos materiales durante los
años venideros y también, desde otro punto de vista geoestratégico que no
sea el económico, la posible evolución del integrismo musulmán en países
como los que estamos comentando, Argelia y Norte de Africa. Desde estos
dos puntos de vista, sí tiene gran interés la evolución de ese país para
España y para la Unión Europea.

El conflicto surge cuando gana las elecciones el FIS y se produce un
golpe de Estado militar, que posibilita el actual Gobierno en Argelia. El
Gobierno argelino es fruto de un golpe de Estado militar, producido tras
el resultado de unas elecciones democráticas. Hay un silencio cómplice de
la comunidad internacional, de España, de la Unión Europea, sobre esa
situación y se prefiere que esos intereses geoestratégicos y al menos
económicos se piensa que se pueden salvaguardar mejor con la nueva
situación que se genera después del golpe de Estado que con la evolución
que podían tomar los acontecimientos si se actúa con lo que es el
resultado de unas elecciones, que es la conformación



Página 9645




de las distintas mayorías parlamentarias y de los nuevos reequilibrios
políticos internos.

No cabe duda que también se sitúa en una contradicción entre un país que
tiene fuentes de riqueza importantísimas con la existencia de bolsas
importantes de pobreza y marginación con la propuesta del Fondo Monetario
Internacional de aplicar programas de ajuste económico y social en este
país. Digamos que ésa es la radiografía de cuando surge, a mi manera de
ver, la crisis en Argelia.

Los incidentes posteriores también los conocemos. La reacción del FIS,
una vez que se le aparta de lo que consideraba su legítimo derecho a
ostentar el poder, se traduce en una acción armada contra el nuevo
Estado, contra lo que ellos consideran un robo. La respuesta del ejército
a esa acción violenta por parte del FIS es mayor represión, vulneración
de derechos humanos y cierta pasividad, que tenemos que entender se
produce porque no llegamos a comprender que la cantidad de acciones
terroristas desarrolladas en las proximidades de los grandes núcleos
urbanos próximos a la capital puedan ser actuaciones que nacen de una
gran estrategia y de un gran apoyo dentro del territorio por parte de la
sociedad hacia los grupos terroristas, porque actúan sobre esa misma
sociedad. Por tanto, el comportamiento del ejército es un comportamiento
realmente sospechoso --yo así lo dejo, no voy a hacer más
interpretaciones--, en cuanto al enfrentamiento ante los terroristas y
nada sospechoso en cuanto a su actuación concreta, que ha sido ya
demostrada y documentada, respecto a la represión y a la vulneración de
derechos humanos allá donde actuaba. Eso supone que se radicaliza todavía
más la lucha terrorista y el GIA se convierte en el elemento más
discordante de esa lucha.

No cabe duda que hay una respuesta democrática por parte de los partidos
argelinos que se reclaman como democráticos y como partidos que rechazan
la utilización de la violencia para cualquier fin político y hay un
acuerdo en Roma de todas las fuerzas democráticas en el que también
participa el FIS y en el que se diseña lo que podría ser un acuerdo de
Estado para democratizar el país.

La respuesta del Gobierno, que siempre es una acción y una reacción, es
una política erradicadora. Todos sabemos lo que plantea de fondo y de
forma, y es que no hay ninguna posibilidad de diálogo para erradicar el
conflicto. Aquí sí enlazo con la reflexión que usted había hecho sobre
cómo pueden entender unos y otros las propuestas de diálogo como solución
del conflicto; desde el punto de vista de injerencia y desde el punto de
vista de como no queremos soluciones de ese tipo para esta situación,
radicalizaremos nuestra acción de terror. Ese es un margen de
interpretación que va a estar siempre sobre la mesa, pero desde nuestro
punto de vista no nos puede hacer siquiera sospechar que es una apuesta y
una propuesta que debemos subrayarla con letras mayúsculas.

Después entraré en una reflexión mucho más concreta de lo que puede ser
la propuesta de diálogo, porque dicho así en abstracto es una voluntad
que parece que por sí sola no habría ningún conflicto en el planeta,
puesto que habiendo diálogo en grandes cifras y en abstracto parece que
todo debía solucionarse, si no lo llevamos a lo concreto.

La situación actual en Argelia es altamente complicada, y coincido con
algunas de sus expresiones en el sentido de que parece que iba a haber
una involución democrática, pero tanto por un lado como por otro, la
radicalización del GIA, el rechazo al diálogo por parte del Gobierno,
supone que la situación cada vez es más tensa. Distintas ONG han pedido
que la Unión Europea solicite a la ONU una sesión extraordinaria de la
Comisión de Derechos Humanos para que evalúe lo que está pasando en
Argelia. España tiene que ser un país que apoye claramente propuestas de
estas características, porque ya empezamos a hablar de diálogo y de
apuestas y apoyos concretos. Reporteros sin Fronteras y Amnistía
Internacional han sido denunciados por el Gobierno de Argelia. Creo que
son organizaciones nada sospechosas y tienen que poder moverse con
suficiente libertad dentro de ese país y dentro de cualquier conflicto
que se produzca, porque evidentemente lo que van a defender siempre son
propuestas que vayan en la línea de defensa de derechos humanos; siguen
ilegalizados partidos políticos como el FIS, que ha dejado la lucha
armada, y el partido de Ben Bella, que no se ha podido presentar siquiera
a las elecciones porque las exigencias a que tenía que someterse
vulneraban la ideología de su partido, porque entraban en colisión con
principios constitucionales.

Las elecciones han supuesto críticas generalizadas sobre su limpieza; la
Unión Europea tiene que hacer valer el peso político que tiene respecto a
esa vinculación comercial con Argelia e introducir la cláusula
democrática en cualquier acuerdo de asociación que pueda haber con ese
país.

Permítame que vaya meteóricamente porque tengo que intervenir en otra
Comisión en estos momentos y me tengo que despedir. En concreto, las
soluciones que proponemos para que el Gobierno español asuma estriban en
aspectos genéricos como la recuperación de los valores democráticos, el
respeto a los derechos humanos, que la violencia política tiene que
desaparecer, que tiene que haber diálogo político entre todas las fuerzas
representativas y con todos los que rechazan la violencia, tiene que
haber una democratización de los medios de comunicación, etcétera.

Ejercer el periodismo en aquel país hoy es la profesión más peligrosa que
puede haber. Los periodistas muertos y detenidos son una constante. El
Gobierno español debe no sólo hacer valer los intereses de España en ese
país, sino velar y defender principios como los que hemos enumerado de
derechos humanos, de cláusulas democráticas que puedan hacer de la
política exterior española no sólo la defensa de los intereses
comerciales, sino la defensa de los principios democráticos más
profundos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió) tiene la palabra el señor Guardans.




El señor GUARDANS I CAMBO: Señor secretario de Estado, supongo que no
estará sorprendido por la unanimidad entre los distintos portavoces de
esta Comisión, que con pequeños matices de musicalidad están diciendo
exactamente lo mismo. A ese coro me voy a unir; me voy a unir



Página 9646




a la mayoría de las afirmaciones de los portavoces que me han precedido y
muy en particular a las del portavoz del Grupo Socialista en su conjunto.

De entrada, la preocupación de nuestro grupo por este tema es obvia; no
creo que sea mayor que la de otros grupos, pero en todo caso es muy
importante. Sí me atrevería a decir que la preocupación de las fuerzas
políticas catalanas en su conjunto, o de la sociedad catalana, quizás sí
es algo mayor que la de otros sectores de este país, por razones
históricas, de proximidad geográfica, por especial sensibilidad hacia el
Mediterráneo. (El señor vicepresidente, Estrella Pedrola, ocupa la
Presidencia.)
Quizá tiene noticia el señor secretario de Estado --si no, le informo--
de que se ha constituido muy recientemente una plataforma unitaria en
Barcelona, que engloba a todas las fuerzas políticas, a todos los
sindicatos, a las ONG, a la patronal, prácticamente a todo lo que se
suele llamar la sociedad civil, política y económica, para poner en común
propuestas de algún tipo en relación con el tema Argelia. Se llama
plataforma unitaria Cataluña-Argelia y en ella hay una perfecta sintonía
entre todos los que estamos allí representados; evidentemente, está mi
grupo y también están instituciones: el Ayuntamiento de Barcelona, la
Diputación, etcétera. De ahí van a salir distintas iniciativas políticas
en todo Cataluña, y hasta en el último ayuntamiento se van a asumir
propuestas de vinculación política y de compromiso, es decir, cierta
agitación social, que es lo que se pretende.

Lo primero que quería hacer es transmitir esa sensación de que este tema
no nos es indiferente; no es un tema para expertos o para los analistas
de la política internacional, sino que es algo que en la sociedad
catalana se siente como un problema real que merece algún tipo de
solución, y ahí es donde sitúo mi sintonía con los portavoces que me han
precedido respecto a algún tipo de solución que tiene que ir, sin duda,
más allá de lo que se está haciendo. No sabemos muy bien qué, pero en
todo caso más allá de lo que se está haciendo.

Creo que uno de los primeros problemas que hay es la falta absoluta de
información, y no sólo por parte de la opinión pública sino también por
parte de los gobiernos. En ese equilibrio, difícil de conseguir, entre no
herir la sensibilidad del actual Gobierno de Argelia y --llamemos a las
cosas por su nombre-- no perjudicar en lo más mínimo los intereses
económicos, muy relevantes que tiene España en Argelia, en ese equilibrio
que está perfectamente justificado, hay un recelo a pedir más información
sobre lo que realmente está ocurriendo. (Rumores.--Varios señores
diputados abandonan el salón de sesiones.) No sé qué está ocurriendo en
la Comisión, si es que ha habido alguna crisis diplomática. Seré breve,
pero no sé qué ocurre con agitación de la Mesa, portavoces y de todo el
mundo. De todos modos, siempre está el «Diario de Sesiones», que nunca
falla. Yo decía que uno de los problemas graves es la falta de
información. No sabemos exactamente qué está pasando allí (he echado de
menos alguna referencia al respecto en la intervención del secretario de
Estado), no sabemos qué papel tienen o, mejor dicho, no tienen las
fuerzas de seguridad en Argelia, por qué están las cosas como están, por
qué se han producido las matanzas que se han producido a distancias
escandalosamente próximas a cuarteles, sin ninguna intervención por parte
de esas fuerzas de seguridad durante muchas horas. Flota en el ambiente
--y flota porque así lo han transmitido algunos-- cierta participación,
directa o indirecta, por parte de las fuerzas de seguridad y de
determinados sectores del ejército de Argelia. Son afirmaciones que no se
pueden probar y que, evidentemente, las puede decir el portavoz de un
grupo como el mío, pero no las puede decir el secretario de Estado sin
acreditarlas, y mucho menos las puede decir la Unión Europea en su
conjunto, pero lo que sí está claro es que eso hay que comprobarlo; es
decir, hay que poner observadores sobre el terreno para saber exactamente
dónde estamos y qué está pasando. La prensa no tiene libertad de
actuación ni por el momento se tolera la presencia de observadores
internacionales que simplemente permita saber el marco a partir del cual
se pueden plantear determinadas propuestas. Por tanto, nosotros instamos
al Gobierno español a que apoye esas iniciativas en el marco de Naciones
Unidas, de cara a enviar observadores internacionales a Argelia. Nos
parece un primer paso absolutamente esencial.

Es indiscutible que España no puede hacer nada distinto de lo que haga la
Unión Europea en su conjunto. No pedimos que se convierta en caballero
solitario porque no lo puede hacer, y además es un tema tremendamente
complejo. Conocemos ese celo por la soberanía que tiene el Gobierno de
Argelia, que ya ha sido puesto de relieve por el secretario de Estado,
pero también compartimos --y ahí es donde decía que sintonizaba muy
particularmente con el portavoz del Grupo Socialista-- que esa noción de
no injerencia en asuntos internos no tiene la misma lectura en 1997 a la
que puede haber tenido en otros momentos. Está acreditado que no la puede
tener y, por tanto, hay que trabajar con una concepción distinta de lo
que es la noción de asunto interno. Las matanzas de civiles con pasividad
por parte de un ejército no son asunto interno, no lo pueden ser, y es
algo que nos vincula a todos. Cómo se hace eso para no estropear más la
situación con intervenciones exteriores no suficientemente calculadas es
ciertamente un problema difícil de resolver, pero quedarse en la barrera
contemplando qué ocurre, lamentándolo y haciendo declaraciones de condena
es algo que nuestra sociedad --que es a la que al fin y al cabo nos
debemos, se debe el secretario de Estado y se debe el Gobierno--, la
sociedad europea, en su conjunto, y la sociedad española, en particular,
no tolera y ya no perdona. Hay que hacer algo más --y con esto acabo-- y,
para saber qué más hay que hacer, necesitamos información, necesitamos
saber qué pasa. Por tanto, hacen falta observadores internacionales sobre
el terreno, los quiera el Gobierno argelino o no. Si no los quiere,
veamos cuál es la fórmula de convencerle para que los quiera, pero es un
punto de partida que nos parece absolutamente esencial.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Para responder a las
distintas intervenciones, tiene la palabra el señor secretario de Estado.




Página 9647




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLITICA EXTERIOR Y PARA LA UNION
EUROPEA (De Miguel y Egea): He escuchado con una gran atención las
observaciones y, como decía el señor Guardans, prácticamente todo el
espectro político representado por las personas que han intervenido
coincide básicamente en su aproximación al problema argelino. Sí les
puedo decir que el Gobierno comparte muchas de las expresiones que se han
oído aquí, prácticamente todas; lo que pasa es que una cosa es compartir
y participar plenamente de una serie de principios que se han expresado
aquí y otra cosa es ponerlos en marcha. (El señor presidente ocupa la
Presidencia.)
Por ejemplo, en cualquier movimiento de internacionalización del
conflicto, hay un riesgo de escalada de la violencia terrorista de las
partes más radicales por el deseo de ver reconocido su papel en un ámbito
más amplio. Es decir, en el momento que en el conflicto haya una
intervención de Naciones Unidas o de la Unión Europea, va a haber una
serie de grupos que van a querer tener un puesto en la, digamos, mesa de
negociaciones, en el diálogo, y van a lanzarse a una campaña todavía más
grave de violencia política para que sus siglas se tengan en cuenta,
precisamente para hacerse notar.

El señor Guardans ha hablado de la necesidad de tener observadores sobre
el terreno. Los observadores van a ser inmediatamente blanco de ataques
terroristas. ¿De qué sirve un observador si no tiene la posibilidad de
moverse sobre el terreno con toda tranquilidad? Si tenemos que mandar
observadores blindados por una patrulla del ejército que les estén dando
protección día y noche, esos pobres observadores van a poder observar muy
poco, porque van a terminar yendo a observar lo que el propio ejército
que les da protección les diga que observen, no van a ser personas que
vayan a tener autonomía sobre el terreno para poderse mover. En una
situación como la que vivimos en Argelia es muy difícil garantizar la
seguridad de cualquier observador internacional.

Ese malestar del que hablaba el diputado señor Yáñez es quizá el
denominador común de todos los actores concernidos por el problema de
Argelia en este momento. Ese malestar ante la sensación de no estar
haciendo lo suficiente y, al mismo tiempo, no saber cuál es el siguiente
paso que hay que dar para hacer más, para salvar los equilibrios entre lo
que son asuntos internos de un país.

El señor Yáñez ha hablado de la injerencia en asuntos internos y ha dicho
que ese concepto hay que revisarlo, pero naturalmente hay que revisarlo
siempre en el respeto de la soberanía nacional; al fin y al cabo el
régimen actual tiene respaldo democrático, como lo prueban las recientes
convocatorias electorales, que aunque imperfectas están dando un claro
respaldo democrático, está empeñado en una lucha contra elementos
totalmente terroristas y degradadores de la paz social y del ser
nacional, y lo está haciendo con los únicos medios que tiene un gobierno
constituido que es mediante las fuerzas del orden y el ejército.

Decía el señor Guardans que nos faltan detalles de información sobre
temas que podrían explicar algunas de las cosas raras que están pasando
en Argelia. Yo quisiera asegurar al señor Guardans que tanto los
servicios de inteligencia españoles como los servicios de inteligencia de
la mayor parte de los países europeos, así como de Estados Unidos y
Rusia, están muy activos en la colección de información para entender
algunas claves de lo que está pasando allí, y quisiera decirle que esta
información de alguna manera circula de forma confidencial y a alto
nivel.

Hace dos semanas los ministros de asuntos exteriores, en la reunión
informal de Mondorf-Les-Bains tuvieron ocasión de compartir algunas
informaciones que tenían en un plano muy confidencial y no más tarde que
el viernes pasado el señor Matutes estuvo tratando el tema de Argelia con
la señora Albright, secretaria de Estado americana, y con el señor Sam
Berger, director del National Security Council del presidente de los
Estados Unidos. Para nuestra sorpresa, ni siquiera los norteamericanos
tienen información más actualizada sobre algunos temas y en muchos casos
conocen poco algunas dimensiones del conflicto argelino, lo cual no
quiere decir que no tengan preocupación, que la tienen, y además
participan de ese malestar que ha citado el diputado Yáñez yo creo que
con una frase muy acertada: el malestar de no saber qué hacer o de no
hacer lo suficiente.

Nosotros creemos que en este asunto --y ésta no es sólo opinión española
sino que es la opinión compartida por nuestros socios europeos-- tenemos
que dar un voto de confianza a la situación y esperar que las cosas vayan
evolucionando poco a poco. La verdad es que si no hubiera habido las
matanzas que ha habido la situación en Argelia había mejorado
sustancialmente. Todo parece indicar que existe diálogo y que esas
matanzas que tienen lugar están precisamente dirigidas a abortar ese
diálogo entre las partes más constructivas islámicas y el Gobierno.

Naturalmente, los sectores más radicales quieren abortar ese diálogo,
pero como esa voluntad de diálogo existe aunque no esté declarada
abiertamente por el Gobierno ni por los grupos islamistas, como ya hay
indicios suficientes de que ese diálogo ha empezado y los procesos de
consolidación democrática continúan y como al mismo tiempo la Unión
Europea sigue en su empeño de mantener unas relaciones normales con
Argelia, de mantener el diálogo, de mantener el comercio, de hacer un
acuerdo de asociación con ellos, creemos que todo eso irá creando una
masa crítica que empiece a mover toda la situación argelina en la buena
dirección, pero no me parece --y al decir esto interpreto el sentir de
los ministros de la Unión Europea-- que éste sea el momento para tomar
decisiones dramáticas de hacer ya sea una intervención, ya sea una nueva
iniciativa, ya sea una acción para arrinconar al gobierno del señor
Zerual, o empujar algunas opciones que están en juego porque creemos que
eso podría producir una gran distorsión en esta lenta evolución que nos
parece esperanzadora. De todas maneras nada está hecho, la situación en
este momento es dramática y todavía estamos expuestos, como decía el
señor Alcaraz, a levantarnos por la mañana con un escalofrío al abrir el
periódico. Naturalmente esto es algo que hiere enormemente la
sensibilidad no sólo de la sociedad occidental sino particularmente la
nuestra, y ahí sí entiendo al



Página 9648




señor Guardans cuando habla de esa sensibilidad que existe en Cataluña
porque la proximidad geográfica y verse miembros de ese mismo entorno
hace al pueblo español y naturalmente al catalán, que es más mediterráneo
en ese sentido, más sensibles y más cercanos al drama de Argelia.

Quisiera terminar diciendo que el Gobierno se compromete a mantener
abierta esta vía de información, a consultar con los grupos políticos y a
comparecer aquí cuantas veces sean necesarias para seguir tratando el
tema, manifestando naturalmente el compromiso grande que tiene este
Gobierno a nivel político en trabajar junto con los socios de la Unión
Europea, con todos los miembros de la comunidad internacional y sobre
todo con todos nuestros socios en el proceso para encontrar una salida
pacífica a la situación que vive nuestro vecino país.




PREGUNTAS:



--DEL SEÑOR PERALTA ORTEGA, GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO, SOBRE ACTUACIONES
PARA APOYAR LA EFECTIVIDAD DEL ACUERDO ALCANZADO EN HOUSTON (EE. UU.)
ENTRE MARRUECOS Y EL FRENTE POLISARIO PARA LA CELEBRACION DE UN
REFERENDUM EN EL SAHARA (Número de expediente 181/000980).




El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto relativo a las preguntas.

Como antes indiqué, quedan aplazadas todas las preguntas de las que es
autor el señor Puig i Olivé y nos concentramos exclusivamente en la
número 4: Actuaciones para apoyar la efectividad del acuerdo alcanzado en
Houston (EE. UU.) entre Marruecos y el Frente Polisario para la
celebración de un referéndum en el Sahara. (Suena un teléfono móvil.)
Señoras y señores diputados, la Presidencia no está dispuesta a permitir
ni una vez más que se produzcan llamadas de teléfono, por tanto, les pido
formalmente que apaguen los teléfonos que tengan conectados y a partir de
este momento pediré incluso medidas más contundentes como la requisa de
tales aparatejos.

La pregunta había sido presentada por don Ricardo Peralta pero entiendo
que va a ser el señor Alcaraz, de su propio grupo, quien la va a
formular.

Tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ RAMOS: En esta primera intervención tan sólo deseo
solicitar respuesta a la pregunta tal y como está formulada en el orden
del día.




El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLITICA EXTERIOR Y PARA LA UNION
EUROPEA (De Miguel Egea): Como es sabido, los acuerdos alcanzados en
Houston son la culminación de un proceso negociador auspiciado por
Naciones Unidas a raíz de la designación por su secretario general de un
enviado especial que recayó en la persona del secretario de Estado de los
Estados Unidos, señor Baker, fruto de la convicción de que el
estancamiento en que se encontraba el plan de arreglo no podía
prolongarse por mucho más tiempo. La iniciativa de confiar al señor Baker
la delicada tarea de mediar entre Marruecos y el Frente Polisario llevaba
implícito el mensaje de que la organización tomaba de esta manera la
iniciativa de hacer un último intento para contribuir a resolver el
contencioso.

El cansancio de la comunidad internacional y la creciente resistencia de
los más importantes miembros de Naciones Unidas para continuar sufragando
los gastos de la misión Minurso, una misión que decían no tenía
horizonte, se combinaron al otorgar al enviado especial un amplio margen
de maniobra para sondear la aplicabilidad del plan de arreglo original,
introducir en el mismo incluso algunos ajustes y hacer propuestas para
impulsar el proceso de paz al margen de dicho plan.

Después de las diferentes rondas de negociación entre junio y septiembre,
que sin duda SS. SS. han seguido, el enviado personal anunció el 16 de
septiembre, en la ciudad de Houston, que Marruecos y el Frente Polisario
habían conseguido llegar a acuerdos sobre todas las cuestiones sometidas
a su consideración por el mediador. El diferendo volvía pues a colocarse
sobre los raíles del plan de arreglo al que las partes manifestaron no
querer renunciar. Mediante el informe que publicó el 24 de septiembre, el
secretario general dio cuenta al Consejo de Seguridad de los compromisos
suscritos en Houston que decidiría en consecuencia prorrogar la misión de
Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental, la famosa
Minurso, por un mes. Transcurrido ese plazo el Consejo extenderá --ya lo
ha extendido-- el mandato a la misión por seis meses para completar el
proceso de identificación de votantes. Desde entonces, se abre ya un
período de preparativos que culminará a finales de 1998 con la
celebración de la consulta que tendrá lugar en el territorio del antiguo
Sahara español.

Habida cuenta de la duración del contencioso y de las innumerables
dificultades con que ha tropezado todo intento por encontrar una
solución, el calendario esbozado en las líneas precedentes parece
inspirarse en una visión por voluntarista irreconciliable con la
auténtica naturaleza de una disputa en la que cada parte reclama para sí
un derecho exclusivo sobre la totalidad del territorio. No debemos
olvidar el cansancio de los miembros de Naciones Unidas, que antes había
mencionado, y tampoco la difícil situación financiera de la organización
que obliga a administrar sus recursos con particular rigor.

Ante semejante exigencia, la efectividad en los acuerdos de Houston
dependerá en primer lugar de que las partes los cumplan de buena fe,
actúen con espíritu constructivo y presten la cooperación necesaria a los
integrantes de Minurso para resolver con diligencia los problemas que
dejará de plantear la ejecución de las diversas partes del plan:
identificación, acantonamiento de fuerzas y militares, refugiados,
campaña electoral, referéndum y proclamación de resultados.




Página 9649




El Gobierno español entiende que el éxito de esta operación dependerá
asimismo del apoyo internacional con que cuente; este apoyo internacional
debe expresarse políticamente ante las partes y cerca de los países
interesados. El Gobierno, en cuantas ocasiones se le han presentado, ha
ejercido una amistosa presión en favor de la vuelta al marco de Naciones
Unidas durante el tiempo que ha permanecido estancado el plan,
simultáneamente ha existido la necesidad de mantener la Minurso, aun en
ausencia de progresos, por su imprescindible contribución al
mantenimiento del alto el fuego, y por ello se propone continuar
actuando, tanto a título nacional como en el seno de la Unión Europea, en
favor del cumplimiento de las disposiciones del plan en los mejores
plazos posibles.

Este extremo es importante en la medida que cuanto más se ciñen las
evoluciones sobre el terreno de la Minurso al calendario establecido, más
factible será la obtención de los medios necesarios para proseguir el
ritmo de ejecución previsiblemente exigido.

El Gobierno entiende, y actuará en consecuencia en sus contactos con los
países interesados, que en la nueva etapa inaugurada ante los compromisos
de Houston, la celeridad con que se reanuden las acciones contempladas en
el plan tendrán suma importancia para confirmar la viabilidad de todo el
proceso y el éxito final del mismo con la organización del referéndum.




El señor PRESIDENTE: Señor Alcaraz, tiene la palabra.




El señor ALCARAZ RAMOS: Señor secretario de Estado, entenderá que en los
próximos meses tendremos ocasión de volver a debatir sobre esta cuestión
y a intervenir acerca de la actuación del Gobierno español sobre la
posición de nuestro Estado en este momento en el conflicto saharaui. Ello
es así, aunque sólo fuera porque usted no desconoce que ningún problema
internacional ha despertado y despierta en nuestro país tanta solidaridad
por parte de la sociedad civil y de muchas instituciones como este
fenómeno, el Frente Polisario, legítimo representante de este pueblo. Es
lógico atendiendo a razones históricas y a la mala conciencia que muchos
deberían tener con esa situación que se dejó heredada de otra época de
veleidades coloniales y, además, es una auténtica deuda de solidaridad
con el pueblo saharaui.

En el marco de una de estas actividades de solidaridad, algunos
representantes políticos tuvimos ocasión de reunirnos hace pocos días con
el ministro de Asuntos Exteriores de la República Arabe Saharaui
Democrática en Alicante y contrastar con él cuál era su punto de vista
sobre el proceso y las conversaciones del acuerdo de Houston.

Se podía detectar en el ministro cierta ilusión, cierta esperanza ante el
proceso abierto y ya es difícil mantener la esperanza en una situación
humanamente tan complicada como la que hoy vive el Frente Polisario y el
pueblo saharaui. Sin embargo, indicaba que si bien no tenían quejas
radicales que hacer al Gobierno español, sí apreciaban cierta pasividad
en la contribución a solucionar los problemas que han existido hasta la
fecha y los que se abren en el marco de la realización posible y deseable
de ese referéndum.

El Gobierno de España debería comprometerse más con ese proceso,
respondiendo a ese clamor de la sociedad civil. Dejar la cuestión a la
buena voluntad de las partes puede suponer un acto de hipocresía que
ignore la realidad de unos agresores y de unos agredidos. Es bueno que se
pongan de acuerdo el Reino de Marruecos y la República Arabe Saharaui en
la resolución del conflicto, pero se produce a partir de una situación de
auténtica desigualdad, desfavorable para el pueblo saharaui.

Entendemos que el Gobierno español puede jugar ahí un papel en los
próximos meses. Por eso, más allá de las valoraciones que ha hecho, si me
permite el señor secretario de Estado, me han parecido excesivamente
frías ante un problema de esta magnitud, y me gustaría que valorara
cuáles pueden ser las intervenciones concretas del Estado español más
allá de referencias retóricas a la buena voluntad, a favorecer el
acuerdo, etcétera. En ese marco, cuál va a ser el papel de España en la
Unión Europea y ante algunos Estados de la Unión Europea que también
pueden tener algo que decir, singularmente el Estado francés.

Me gustaría que el Gobierno se comprometiera y lo anunciara aquí o en
otro momento si fuera oportuno, sobre la cooperación que se pueda
producir con el Frente Polisario para restablecer el equilibrio necesario
para ese hipotético referéndum --deseemos que sea real--, en cuanto a la
confección del censo, a la publicidad que permita restablecer el
equilibrio respecto del aparato gubernamental marroquí y todo tipo de
medidas que garanticen la seguridad de las personas y la transparencia en
ese proceso.

Finalmente, me gustaría conocer la posición del Gobierno español sobre la
fecha del referéndum.




El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLITICA EXTERIOR Y PARA LA UNION
EUROPEA (De Miguel y Egea): Estamos al principio de un proceso complejo.

Había un acuerdo y este acuerdo ha sido un gran logro del secretario
general de Naciones Unidas, señor Kofi Annan, y de su representante
personal.

Sobre los acuerdos de Houston circulan ya interpretaciones, algunas
malintencionadas, que tratan de desvirtuar una cosa que para mí está en
la base y es el acuerdo entre las dos partes. Hay que presumir que se
trata de realizar esa consulta popular que para nosotros, para toda la
comunidad internacional pero también para España, es fundamental para
decidir el futuro de ese territorio.

El Gobierno español está siendo extraordinariamente cauto en este momento
en sus manifestaciones públicas. Lo único que hacemos es congratularnos
de este acuerdo y esperar que el referéndum se celebre en las mejores
condiciones y con todas las garantías para que la consulta dé un
resultado creíble, puesto que del resultado de esa consulta va a depender
en mucho la futura estructura de ese territorio que no nos puede dejar
indiferentes, como en efecto no nos deja.




Página 9650




El señor Alcaraz ha dicho algo en lo que nosotros coincidimos y es que el
tema del Sahara tiene una extraordinaria sensibilidad en la población
española por muchas razones y la más importante es que no podemos olvidar
que ese territorio ha estado sometido a la responsabilidad y a la
administración de España durante muchos años. Por tanto, la sociedad
española tiene un deber histórico respecto a esa población saharaui que
de muchas maneras comparte nuestra lengua, nuestra cultura e incluso
nuestra manera de ser después de tantos años de haber convivido con
ellos.

Deseamos que ese espíritu que existe entre las partes, de hacer el
referéndum, y hacerlo en las mejores condiciones, cuente con el apoyo de
toda la comunidad internacional, apoyo que se tiene que materializar en
el reforzamiento de la misión de Minurso y también con el apoyo de la
Unión Europea, puesto que al fin y al cabo tiene una responsabilidad
particular respecto a ello. En ese sentido, nosotros hemos sido muy
activos en el marco de Naciones Unidas para la renovación de todo el
mandato de Minurso, como lo somos también en la Unión Europea para que,
dentro de la política exterior y de seguridad común, haya una posición
muy clara respecto a la celebración del referéndum y a las condiciones
neutrales que tienen que acompañar a ese proceso. España naturalmente
está dispuesta a ayudar a todas las partes, también al Frente Polisario,
por qué no, para que se den todas las condiciones necesarias y que esa
consulta electoral tenga todas las garantías.

Respecto a la fecha del referéndum, deseamos que se haga dentro de lo que
se ha acordado, es decir, antes de finales de 1998. También es otra
cuestión en la que las partes tienen que ponerse de acuerdo. Nosotros
estamos al habla tanto con las autoridades de Marruecos como con el
Frente Polisario, en el sentido de significarles la importancia de que no
se produzcan nuevos retrasos y urgirles a que los temas que quedan por
resolver, más bien temas de logística, sean resueltos con suficiente
decisión, en tiempo y forma, para que la consulta pueda hacerse.

Participo del juicio del señor Alcaraz. Me dice que mi intervención ha
sido un poco fría y formal. Me perdonará que en una ocasión como ésta,
que me produzco en público y no solamente ante el Parlamento sino además
ante los medios de comunicación porque todo el mundo sabe que estas
intervenciones tienen su reflejo, mantenga la prudencia y reserva que
creo debe mantener España en un conflicto tan difícil, que afecta a un
pueblo tan cercano a nosotros, como es el saharaui, y a un país tan amigo
y tan cercano a nosotros como es el pueblo marroquí. Por tanto, me he
permitido tener esa formalidad y esa frialdad en un tema que le garantizo
está muy cerca de mi corazón y respecto al cual, en mi expresión privada,
soy mucho más vehemente. Tendré mucho gusto en poder discutir a nivel
privado, con el señor Alcaraz y con cualquier otro diputado, cualquiera
de estos temas. Me parece que en este momento no favorecería que algunos
de los aspectos de este acuerdo se discutieran a la luz pública para
evitar que cualquier juicio de este tipo pudiera poner en peligro algo
que nos parece realmente extraordinario: el acuerdo alcanzado y anunciado
en Houston por el señor Baker.

El señor PRESIDENTE: Con ello, concluimos el trámite relativo a las
preguntas y comparecencias y pone final a la presencia entre nosotros del
señor secretario de Estado.

Muchas gracias, de nuevo, por su presencia aquí. Estoy convencido de que
dentro de poco volveremos a tener su comparecencia en la Comisión.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLITICA EXTERIOR PARA LA UNION EUROPEA
(De Miguel y Egea): Señor presidente, quiero agradecer a usted y a esta
Comisión la oportunidad que me han dado de poder debatir estos temas de
política exterior y, al mismo tiempo, hacerle entrega de una serie de
documentos relativos a la fuerza multinacional de mantenimiento de la paz
en Albania, que creo serán de interés para la Comisión de Asuntos
Exteriores.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario de Estado. Serán
puestos a disposición de todos los miembros de esta Comisión.




PROPOSICIONES NO DE LEY:



--SOBRE LA PROPUESTA DE UNICEF DE APOYAR LA CREACION DE UN MECANISMO
LEGAL INTERNACIONAL PARA CASTIGAR LOS CRIMENES DE GUERRA, ESPECIALMENTE
AQUELLOS COMETIDOS CONTRA LOS NIÑOS. PRESENTADA POR EL GRUPO
PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO (Número de expediente 161/000687).




El señor PRESIDENTE: Continuamos con el punto del orden del día relativo
al debate y votación de las proposiciones no de ley , que figuran con los
números 10 y 11. Inmediatamente después, seguiremos con los dictámenes
sobre los convenios y acuerdos internacionales, que figuran con los
números 12, 13, 14 y 15.

Quiero anunciar a todos los miembros de la Comisión que las votaciones de
todos estos puntos tendrán lugar al final de la consideración de los
convenios internacionales, y en cualquier caso no antes de la una y media
de la tarde.

Punto número 10 del orden del día: proposición no de ley sobre la
propuesta de Unicef de apoyar la creación de un mecanismo legal
internacional para castigar los crímenes de guerra, especialmente
aquellos cometidos contra los niños. Es autor de esta proposición no de
ley el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso. Para su defensa, tiene
la palabra la señora Castro.




La señora CASTRO MASEVEU: España, como país democrático, tiene basado su
sistema político en el respeto a las libertades fundamentales de la
persona y en el Estado de Derecho. La política exterior española debe
basarse en la defensa de los derechos humanos y debe tener como objetivo
fundamental la consecución de un orden internacional basado en la paz, la
libertad, la democracia y el respeto a las normas de Derecho
internacional.




Página 9651




Como consecuencia de lo dicho, España debe impulsar todas aquellas
acciones que vayan dirigidas a defender los derechos y libertades
fundamentales del ser humano. Este es el caso que nos ocupa con la
proposición no de ley, que tiene dos partes. De una parte, se trata de
apoyar la creación de un tribunal penal y una oficina fiscal permanente
encargados de castigar los crímenes de guerra para que no se sigan
cometiendo impunemente. En la actualidad, sólo existe una institución de
este tipo, pero está referida exclusivamente a enjuiciar los crímenes
cometidos en la antigua Yugoslavia. Existe también otro tribunal ad hoc
que se ha constituido para juzgar a los responsables de genocidio y otras
violaciones de Derecho internacional humanitario cometidas en el
territorio de Ruanda.

El Grupo Parlamentario Popular considera necesaria la existencia de un
organismo internacional que, con carácter permanente, juzgue los crímenes
de guerra, por tanto a quien los comete, y por eso traemos aquí esta
proposición no de ley. La decisión de la creación de este tribunal ya
está prevista para antes de fin de siglo y se tomó en la 52.a Asamblea
General de Naciones Unidas con la pretensión de cerrar el segundo milenio
bajo el signo de una justicia internacional imparcial y efectiva.

Se han adoptado ya por parte de la Asamblea de la ONU dos resoluciones,
una en el año 1992 y otra en 1994, que van encaminadas a la creación del
tribunal penal. El primer objetivo en que se basa esta proposición no de
ley sería apoyar e impulsar esta iniciativa de Naciones Unidas. Hay una
segunda parte que consideramos fundamental en esta proposición no de ley,
y consiste en hacernos eco de la petición de Unicef de que sean
castigados los crímenes de guerra cometidos contra los niños.

Desgraciadamente, el impacto que los conflictos armados está teniendo
sobre los niños aumentó en los últimos años y, junto con las mujeres,
componen el 90 por ciento de las víctimas de la guerra de hoy en día.

Unicef se fundó hace cincuenta años con la finalidad de proteger los
derechos de aquellos niños que habían sido víctimas de la Segunda guerra
mundial. Desde entonces, viene trabajando en la protección de los niños
en todos los ámbitos.

El apoyo de Unicef para la creación del tribunal penal internacional
viene a reforzar un informe de Naciones Unidas, que se hizo público en
noviembre de 1996, sobre el impacto de los conflictos armados en los
niños. En este informe se expone que, en los últimos diez años, dos
millones de niños han resultado muertos en las guerras que el mundo sufre
y otros seis millones han resultado heridos como consecuencia de las
minas antipersonales. Quisiera recordar aquí el hecho de que es
precisamente con la llegada del Gobierno de José María Aznar cuando se
prohíbe en España la fabricación y exportación de las minas
antipersonales. Los avances tecnológicos en materia de armamento han
aumentado los riesgos para los niños. Si a esto sumamos el abandono de
unas reglas produciéndose frecuentemente luchas callejeras entre civiles
y combatientes, comprobamos que aumentan las violaciones de derechos
humanos, especialmente de los niños que están más desprotegidos. Tampoco
debemos olvidar el, cada vez más frecuente, hecho atroz de la
participación de los niños como soldados, que son reclutados por
ejércitos rebeldes e incluso, en algunas ocasiones, forzados por
gobiernos que les obligan a luchar. La comunidad internacional debe tomar
la iniciativa para eliminar el abuso, la explotación y la pérdida de la
vida de los seres humanos más inocentes, es decir de los niños. Además,
ellos son seres indefensos no responsables de las decisiones de los
adultos. Por tanto, debemos impedir por todos los medios que sean sus
víctimas. Nuestra acción consideramos que debe dirigirse a impulsar la
creación de un sistema judicial a nivel internacional que castigue a los
responsables de crímenes contra los inocentes. Y en este tema creo, señor
presidente, que todos los grupos vamos a estar de acuerdo.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean hacer uso de la palabra?
Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el señor Guardans.




El señor GUARDANS I CAMBO: Brevísimamente, señor presidente, sólo quiero
manifestar nuestro apoyo indiscutido y absoluto a esta proposición no de
ley, que nos parece oportuna. Nuestro grupo se ha caracterizado --y creo
que es sabido de todos los miembros de esta Comisión-- por su gran
actividad en el tema de exigir una proposición firme del Gobierno de cara
a la erradicación de las minas antipersonales. Por tanto, es conocida
nuestra especial sensibilidad con estos temas, y es cierto que ése es uno
de los puntos que más directamente perjudica a los niños, el tema de las
minas antipersonales, aparte de la guerra en general, pero muy
concretamente es uno de los casos donde los niños son los primeros
perjudicados, y con ellos toda la sociedad civil y, por tanto, desde esa
perspectiva y desde la que justifica esta proposición no de ley, la
daremos nuestro apoyo.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene
la palabra el señor Múgica.




El señor MUGICA HERZOG: Señor presidente, estamos de acuerdo con esta
proposición no de ley del Grupo Popular, porque este siglo que estamos
viviendo es de lo más avanzado en la tecnología, pero también de lo más
avanzado en la vileza, y al ser tan avanzado en la vileza y haber habido
tantas matanzas, tantas muertes, tantos asesinatos brutales y colectivos,
nunca como en este siglo los derechos humanos adquieren un carácter
universal. Hasta ahora los derechos humanos habían sido planteados más
bien desde el punto de vista metafísico que desde el punto de vista de
una realidad concreta y encarnada. Ante tanta brutalidad, los derechos
humanos son universales, no cabe interpretación distinta según las
características de cada país o cada pueblo, son excusas para la negación
de los derechos humanos y, por tanto, su concreción exige la existencia
de tribunales. Bajar de la metafísica a la realidad legítima siempre y
hace necesaria la intervención de la Administración de justicia.

Aquí tenemos que diferenciar entre crímenes contra la humanidad y
crímenes de guerra. Los crímenes contra la



Página 9652




humanidad por primera vez aparecieron en la historia de Europa cuando un
tribunal de países vencedores sentenció a muerte y ejecutó la sentencia
contra la banda de criminales nazis, de sus dirigentes. Nadie dijo
entonces que los vencedores habían cometido un acto de venganza, porque
ya entonces los derechos humanos, el holocausto y la destrucción por los
nazis de un gran sector del pueblo judío de Europa y del pueblo gitano
hicieron ver que aquellos crímenes de guerra, más que crímenes de guerra
eran crímenes contra la humanidad, y, por tanto, aunque fueran
vencedores, se podía imponer la justicia contra ellos, de ahí el tribunal
de Nuremberg. Y estos crímenes contra la humanidad son crímenes tan
imprescriptibles, que todavía hoy está siendo afortunadamente juzgado
como criminal contra la humanidad el señor Papón, que fue ministro de un
gobierno francés, a pesar de sus 87 años, y bien juzgado está siendo.

Los crímenes contra la humanidad son imprescriptibles y, por tanto, no
está dentro de esta afortunada proposición no de ley, pero sí están los
crímenes de guerra. Los crímenes de guerra son crímenes que también deben
ser condenados. Existen precedentes. Por ejemplo, qué duda cabe que el
tribunal de La Haya, que en este momento está tratando de que sean
detenidos, juzgados y condenados criminales serbio-croatas o
serbio-bosnios, es un precedente importante, pero hace falta ir más
lejos, y por eso es fundamental que sean condenados por un tribunal
internacional como las Naciones Unidas como tal, no por la Unión Europea
a través de un tribunal como el de La Haya, sino en todo el mundo, porque
los derechos humanos son universales y, como he dicho antes, no pueden
ser interpretados de forma distinta, que al fin y al cabo toda
intepretación es una justificación de su negación.

Creo que esta proposición está bien porque no se trata sólo de los niños,
que producen la visualización más desgarrada y la imagen más dura y más
apesadumbrada que podemos tener. El propio Grupo Parlamentario Popular en
su proposición no de ley dice que apoya firmemente la creación de un
tribunal penal internacional y una fiscalía que denuncie y castigue los
crímenes de guerra incluidos los cometidos contra los niños. Por tanto,
apoyamos esta proposición no de ley no sólo en el aspecto de los niños,
que es el que más hiere y quebranta nuestra sensibilidad, sino en todos
los aspectos en que existen crímenes cometidos de forma inhumana y brutal
aprovechando el pretexto de la guerra.




--POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO A QUE TRANSMITA AL INSTITUTO CERVANTES
LA NECESIDAD DE AUMENTAR Y REFORZAR LOS PROGRAMAS DE FORMACION EN EL
PATRIMONIO LINGÜISTICO Y CULTURAL DEL CASTELLANO ACCESIBLES A TODA LA
POBLACION SAHARAUI. PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO (Número
de expediente 161/000701).




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la consideración del punto número 11 del
orden del día, la proposición no de ley por la que se insta al Gobierno a
que transmita al Instituto Cervantes la necesidad de aumentar y reforzar
los programas de formación en el patrimonio lingüístico y cultural del
castellano accesibles a toda la población saharaui. Es autor de esta
proposición no de ley el Grupo Parlamentario Mixto, y al mismo ha sido
presentada una enmienda de sustitución por el Grupo Parlamentario
Socialista.

Para la exposición de la proposición no de ley, tiene la palabra, en
nombre del Grupo Mixto, el señor Saura.




El señor SAURA LAPORTA: También de forma muy breve. Esta iniciativa de
alguna manera enlaza con lo que ha sido ya el debate anterior en una
pregunta en relación a la situación actual del pueblo saharaui. La
proposición no de ley pretende que el Congreso inste al Gobierno, a
través del Instituto Cervantes, a la necesidad de aumentar y reforzar los
programas de formación en el patrimonio lingüístico y cultural del
castellano para la población saharaui. Esta es la proposición no de ley
que hace nuestro grupo. ¿Por qué hacemos esta proposición no de ley? En
primer lugar, porque como antes decía el secretario de Estado, el pueblo
saharaui, decía él, lo lleva en su corazón y por muchas razones, porque
tiene una lengua en común que es el castellano, que es la segunda lengua
oficial del pueblo saharaui y tiene voluntad de que siga siéndolo. Yo
tuve la oportunidad hace tres semanas de estar con una delegación
catalana en la inauguración de un hospital, y hablando con representantes
del Gobierno saharaui era clarísima su voluntad de continuar manteniendo
lazos culturales y de reforzar los aspectos del castellano en su lengua.

En segundo lugar, pensamos que en estos años los gobiernos españoles han
dedicado poca atención a este aspecto. Hay que pensar que, si mis cifras
no están equivocadas, desde 1976 hasta 1997 sólo se han concedido 23
becas anuales, no a través del Instituto Cervantes, sino a través del
Instituto de Cooperación del Mundo Arabe. Y, por otro lado, planteamos
que sea el Instituto Cervantes el que haga esto, y estamos abiertos a que
se pueda realizar esta colaboración a través de cualquier otra
institución, porque entre las funciones que tiene asignado el Instituto
Cervantes hay una que es muy clara. Dice la ley 77/1991 que es una
función del Instituto Cervantes atender fundamentalmente al patrimonio
lingüístico y cultural que es común a los países y pueblos de la
comunidad hispanohablante. Por tanto, una función clarísima del Instituto
Cervantes es ésta. Constatamos que en Marruecos hay cinco o seis centros
del Instituto Cervantes, uno en el Líbano, pero en cambio ni en Guinea
Ecuatorial ni en el Sahara existen, a pesar de que han sido antiguas
colonias españolas.

Por tanto, ésta es nuestra iniciativa, siendo conscientes de que, en
ningún caso, la nueva situación política que se ha abierto, producto de
los acuerdos de Houston, en la que por primera vez en el horizonte
aparece de forma clara la finalización de este problema del Sahara
occidental --que posiblemente se va a dar el año próximo-- en ningún
caso, la importancia que pueden y han de tener otras ayudas humanitarias,



Página 9653




la importancia de las acciones que el Gobierno español --a nuestro
entender-- ha de emprender para facilitar que el referéndum sea un
proceso democrático y transparente que permita, en un sentido o en otro
(nuestra voluntad sería que el sentido fuera la posibilidad de la
independencia de la República Arabe Saharaui), que el proceso sea un
proceso político que acabe con este problema que, en ningún caso,
insisto, esta situación política positiva que se está dando puede hacer
que, de alguna forma, dejen de estudiar castellano hasta que se haga el
referéndum, como bien me decía un representante del Gobierno saharaui,
hace tres semanas. Son dos procesos paralelos; hoy políticamente es
fundamental --insisto-- la ayuda humanitaria y la colaboración del Estado
español y de la sociedad española en la realización de ese referéndum
democrático, pero en ningún caso, esto obsta para que se abra o se
refuerce la colaboración de las instituciones españolas, en el sentido de
la promoción y de la formación del castellano.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Partido Socialista, que ha presentado
una enmienda, tiene la palabra la señora Martínez González.




La señora MARTINEZ GONZALEZ: Mi grupo está de acuerdo, en principio, con
la proposición no de ley del Grupo Mixto. Hemos presentado una enmienda
de sustitución que lo que pretende es ampliar la presencia de otro
instituto, que entendemos que también tiene encargada esa misión. Voy a
leer, exactamente, una de las funciones que tiene el Instituto de
Cooperación con el Mundo Arabe: ejecutar acciones concretas de
revalorización y fomento de los vínculos culturales hispanoárabes y
realizar programas de investigación, estudio y defensa de la cultura
común árabe e hispánica. Entendemos que este Instituto, a través de la
Agencia Española de Cooperación Internacional, tiene una presencia
importante en el mundo árabe por medio de profesores y de lectores, y
también a ellos les correspondería el apoyo a los programas de formación
específicos que, en este momento, tienen lugar en los campamentos
saharauis. (El señor vicepresidente, Estrella Pedrola, ocupa la
Presidencia.)
Haciendo memoria de 1996, vemos cómo el Instituto Cervantes --y también
quiero apoyar su presencia en esta proposición-- tiene cinco aulas en
Marruecos, cinco en Argelia, tres en Siria, tres en Túnez, cuatro en El
Líbano, dos en Egipto, ha cerrado una en Abidjan y tiene cuatro en
Jordania; no tiene presencia en Mauritania, no la tiene en Guinea, no la
tiene en los campamentos saharauis, y solamente en los campamentos
saharauis hay miles de niños que diariamente estudian el español. Nuestra
proposición lo que pretende no es que el Instituto Cervantes desarrolle
un programa de formación, ni siquiera que el Instituto de Cooperación con
el Mundo Arabe desarrolle un programa de formación, sino que se apoyen
con dotación los programas de formación específicos en el patrimonio
lingüístico y cultural del castellano y que éstos sean accesibles al
mayor número posible de la población saharaui. Creo que con esto dejo
clara la posición de mi grupo.

El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Por el Grupo Parlamentario
Popular, tiene la palabra el señor Ricomá.




El señor RICOMA DE CASTELLARNAU: Nosotros pensamos que el tratamiento de
la cuestión que motiva la presente iniciativa no puede ser ajeno a la
consideración de la especial situación en la que se encuentra el pueblo
saharaui. No podemos omitir que está inmerso en un proceso que viene
durando ya más de 20 años y que, precisamente en la actualidad, de la
mano del mediador James Baker, ha entrado en una fase de desbloqueo que
resulta esperanzadora y permite albergar cierto optimismo. Ante ello,
creemos que las actuaciones del Gobierno y la política exterior en la
zona debe ser acorde con las distintas fases que se van produciendo en el
desarrollo del conflicto, siempre, evidentemente, en beneficio de la
resolución del mismo; es decir, el Gobierno debe plantear aquellas
iniciativas más convenientes para cada momento, ya que las prioridades no
pueden ser las mismas en una situación de bloqueo --como hasta ahora-- en
una situación de impasse como la actual, o en la que se pueda derivar una
vez concluido --esperemos que satisfactoriamente-- todo el proceso. Con
ello no queremos decir que no sea importante lo que se pide en la
proposición --potenciar el aprendizaje del castellano--, todo lo
contrario; debe ser también objetivo del Gobierno promover actuaciones,
como dice la proposición, en defensa del patrimonio cultural y
lingüístico español en el extranjero y más en el caso de pueblos como es
el saharaui, en el que el castellano es idioma oficial.

Por otro lado, es un tema que hemos de reconocer que no está abandonado y
la prueba la tenemos en que, si bien el Instituto Cervantes como tal no
tiene en estos momentos un plan específico para la zona, sí que está
auspiciando un curso de español para árabeparlantes, emitido por Radio
Exterior de España, del mismo modo que la Agencia Española de Cooperación
Internacional está financiando proyectos específicos de apoyo a la
enseñanza del español en los campamentos de los refugiados saharauis, con
un plan experimental para las escuelas primarias que desarrollan la
universidad de Murcia y Hasenat, con una dotación que para los dos
últimos años (1996 y 1997) ha ascendido a 13.390.000 pesetas. Lo que
queremos decir con ello es que el delicado y especial momento por el que
atraviesa el conflicto del Sahara obliga a una actitud de extrema
prudencia, centrada casi exclusivamente en apoyar los esfuerzos del
secretario general de la ONU para que se mantenga vivo el impulso hacia
la solución que ha conseguido la mediación de Baker, continuando el
proceso de aplicación del plan de arreglo, para que tenga lugar en los
plazos previstos un referéndum libre, justo y con las debidas garantías.

Debemos, por tanto, seguir desplegando nuestra discreta actividad
diplomática, con el fin de animar a las partes a avanzar en la búsqueda
de soluciones, evitando todo aquello que pudiera ser interpretado como
una toma de posición en favor de unos u otros, sin olvidarnos de que,
paralelamente, el Gobierno debe seguir atendiendo aquella demanda, que es
prioritaria, que plantean los saharauis, me refiero, obviamente, a una
cooperación orientada hacia la



Página 9654




ayuda humanitaria, petición que el Gobierno español no ha desatendido;
recordaré que el Consejo de Ministros aprobó hace unas semanas un nuevo
paquete de ayudas alimentarias por valor de 150 millones de pesetas,
contemplándose más ayudas de este tipo en el futuro.

Por todo ello, quiero manifestar que compartimos el sentir que transmite
la proposición no de ley en cuanto a la necesidad de actuar en la zona
con programas de formación del castellano. Valoramos positivamente la
enmienda presentada por el Grupo Socialista, ya que ciñe con mayor
exactitud las vías para canalizar la cooperación solicitada, centrándolas
en la Agencia Española de Cooperación Internacional, a través del
Instituto de Cooperación con el Mundo Arabe, y no exclusivamente en el
ámbito del Instituto Cervantes, si bien, para acabar de redondear el
texto, consideramos importante introducir una referencia a la prudencia,
como he argumentado en mi exposición y precisamente en el desarrollo de
la comparecencia del secretario de Estado de Política Exterior él ha
insistido en esta cuestión; es decir, deberíamos --insisto-- introducir
una referencia a la prudencia de forma que en el redactado final de esta
proposición no de ley constara que las actuaciones que se desprenden de
ella se ejecutaran siempre que fuera el momento oportuno. Por ello
pedimos tanto al grupo proponente como al grupo enmendante, en busca de
la unanimidad que sin duda subyace en esta cuestión, que acepten retocar
la enmienda socialista --y sirve esta proposición como una enmienda in
voce-- de forma que quedara de la manera que sigue: El Congreso de los
Diputados insta al Gobierno para que, en el momento oportuno, y mediante
el Instituto de Cooperación con el Mundo Arabe y la Agencia de
Cooperación Internacional, se impulse y se apoye la dotación de programas
de formación específicos en el patrimonio lingüístico y cultural del
castellano que resulten accesibles y tengan como destinatarios a la
población saharaui. Entendemos que esta aportación in voce matizaría
mucho más e iría con mayor paralelismo a ese sentido de prudencia que el
secretario de Estado, en esta misma Comisión, acaba de considerar tan
importante, al igual que el Grupo Parlamentario Popular.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Señor Ricomá, yo le
agradecería que pasara a la Mesa el texto de la propuesta.

Para pronunciarse sobre la enmienda del Grupo Parlamentario Socialista y
sobre la enmienda in voce que acaba de presentar el señor Ricomá, tiene
la palabra el señor Saura.




El señor SAURA LAPORTA: Quiero decir que nosotros consideramos que el
momento oportuno para que los chicos y chicas saharauis entiendan el
castellano es siempre. Dicho esto, comprendo las razones, es decir, que
no pueden estar esperando a que se efectúe el referéndum para aprender el
castellano. Por tanto, nuestra iniciativa no es incompatible, al revés,
yo creo que refuerza el proceso de paz, aunque entiendo perfectamente las
razones que expone el Grupo Popular. Me cuesta más entender --lo
comprendería mejor desde el punto de vista del actual funcionamiento del
Instituto Cervantes-- cuál es la razón por la que se quita el Instituto
Cervantes.

En todo caso, aceptamos la enmienda del Grupo Socialista y las dos
transacciones que hace el Grupo Popular, en el sentido de añadir «en el
momento oportuno» y de retirar el Instituto Cervantes, porque nos parece
que, a pesar de que podía haber sido mucho mejor y más concreta la
iniciativa parlamentaria, es bueno que hoy, por consenso, se apruebe una
iniciativa de estas características.




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Señor Saura, cuando se
produzca el momento de la votación, procederemos a leer el texto
consensuado.

Tiene la palabra la señora Martínez González.




La señora MARTINEZ GONZALEZ: Sólo para decir que aceptamos la enmienda
propuesta por el Grupo Popular.




EMITIR DICTAMEN SOBRE:



--ACUERDO MARCO SOBRE COMERCIO Y COOPERACION ENTRE LA COMUNIDAD EUROPEA Y
SUS ESTADOS MIEMBROS, POR UNA PARTE, Y LA REPUBLICA DE COREA, POR OTRA,
FIRMADO EN LUXEMBURGO EL 28 DE OCTUBRE DE 1996 (Número de expediente
110/000123).




El señor VICEPRESIDENTE (Estrella Pedrola): Pasamos al punto XII,
dictamen sobre convenios internacionales. Acuerdo marco sobre comercio y
cooperación entre la Comunidad Europea y sus Estados miembros, por una
parte, y la República de Corea, por otra, firmado en Luxemburgo el 28 de
octubre de 1996.

¿Señores diputados que deseen intervenir?
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor
García-Santesmases.

La Presidencia había decidido tener una cierta gentileza con las
minorías, pero finalmente vamos a hacer valer el peso de la mayoría.

Tiene la palabra el señor Muñoz-Alonso.




El señor MUÑOZ-ALONSO Y LEDO: Señor Presidente, no tengo ningún
inconveniente en actuar en primer o en segundo lugar, me da igual, porque
me parece que ambos grupos vamos a apoyar la autorización para este
acuerdo marco que hay que situar en la línea de intensificación de las
relaciones comerciales y de todo tipo entre la Unión Europea y sus países
miembros y Asia. Quiero recordar a este respecto que es también una línea
prioritaria en estos momentos de la política exterior española. Cuando el
Gobierno actual llegó al poder, muy pronto el ministro de Asuntos
Exteriores, en una de sus primeras intervenciones públicas, recuerdo que
señaló esta prioridad para nuestra política exterior de Asia y desde
entonces, evidentemente, se han intensificado mucho esas relaciones.




Página 9655




Querría señalar que Su Majestad el Rey visitó Corea precisamente hace
ahora un año, exactamente en octubre de 1996, y que después se han
intercambiado muchas visitas de altas autoridades del Estado y de otros
altos funcionarios. Aquí también hemos recibido en el Parlamento a
diputados coreanos; yo tuve ocasión de recibir a un grupo de diputados
con su presidente de la Comisión de Defensa, muy interesados no solamente
en establecer relaciones de entendimiento o de diplomacia parlamentaria,
si se quiere, sino también en intensificar las relaciones de carácter
comercial.

Este acuerdo marco se inició a partir de una propuesta de Corea en 1993
y, después de la aprobación de las correspondientes directrices de
negociación, se ha llegado al texto que ahora nos llega a nosotros. Ha
sido, por tanto, un largo camino, aunque me da la impresión de que
todavía queda un camino muy largo por delante, porque si la documentación
que se nos facilita está al día, se dice que sólo ha sido ratificado
hasta el momento por un país, concretamente por Finlandia.

En todo caso, debemos subrayar la importancia que tiene este acuerdo, un
acuerdo que, por su propio enunciado, se percibe de naturaleza mixta,
porque, por una parte, es con la Unión Europea, y, por otra, con cada uno
de sus países miembros, y es por eso por lo que llega aquí también hasta
nosotros. Va a tener una duración de cinco años, prorrogables año a año,
y se va a ocupar de aspectos muy diversos: cooperación comercial,
económica, científica, técnica e industrial, cooperación empresarial y
también cooperación cultural, abordándose, además, aspectos relacionados
con el medio ambiente, con las drogas y el blanqueo de dinero y con la
energía. Se establece, como es habitual en estos casos la cláusula de
nación más favorecida, de acuerdo con las prescripciones de la
Organización Mundial de Comercio, pero también, y esto es muy notable,
aparecen aspectos políticos, se subraya la importancia del diálogo
político, y desde el artículo 1.º se señala el compromiso de respeto a
los principios democráticos y a los derechos humanos. Para que esto se
haga realidad, se establece un comité mixto y una serie de reuniones para
que tanto desde la Unión Europea como desde la República de Corea se
puedan ir fortaleciendo estas relaciones. Por supuesto, dada la
naturaleza del acuerdo, se requiere la previa autorización de las Cortes
y por eso llega a esta Comisión en este momento. (El señor Presidente
ocupa la Presidencia.)
Yo querría señalar, y desde luego es un aspecto conocido por todos, la
importancia que tiene la República de Corea. Se puede decir que en la
zona, después de Japón, es el país que tiene una renta per cápita más
alta. En la reciente tormenta, entre comillas, que ha sacudido a las
economías de esa zona también se puede decir que la economía de Corea es
de las que mejor ha resistido; por poner un dato, mientras que la moneda
de Thailandia con relación al dólar ha bajado un 39,5 por ciento, la de
Corea sólo ha bajado un 8 por ciento; por eso los especialistas entienden
que va a poder salir de esta crisis económica con muchísima mayor
soltura. Hay que subrayar, por ejemplo, que en los últimos años la
economía de Corea estaba creciendo un 9 por ciento y, después de la
crisis, se supone que va a crecer entre un 5 y un 6, que no son,
evidentemente, tasas de crecimiento ni mucho menos despreciables. Esto
explica que la economía de Corea sea, según estos mismos expertos, la
undécima más amplia economía del mundo, lo cual indica que es un país con
un potencial económico con el que fortalecer las relaciones. Tanto desde
la Unión Europea como desde nuestro propio país no cabe duda de que es
algo positivo, razón por la cual apoyaremos la autorización de este
acuerdo marco.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene
la palabra el señor García-Santesmases.




El señor GARCIA-SANTESMASES MARTIN-TESORERO: Dejando a un lado la
cuestión de las mayorías o las minorías en el caso del turno, yo tenía
deseo de hablar en segundo lugar, porque de esa forma voy a poder hacer
algunas matizaciones a lo dicho por mi distinguido colega, el profesor
Muñoz-Alonso.

En primer lugar, tengo que decir que, como saben los miembros de la
Comisión y los miembros de la Mesa, nuestro grupo había solicitado un
cierto retraso en el debate de este tema. Yo creo que en poder de todos
los grupos parlamentarios obra una petición hecha por los sindicatos, por
la Unión General de Trabajadores, dirigida al ministro de Asuntos
Exteriores, el señor Matutes, con fecha de enero de 1997, para que no se
produjera una ratificación de este dictamen sobre el acuerdo de comercio
de la Unión Europea y de los Estados miembros con la República de Corea
por la ausencia de respeto a los derechos laborales y a los derechos
sindicales en la República de Corea. A mí me parece que, efectivamente,
esto plantea un problema de futuro de extraordinaria importancia que
nuestro grupo ha discutido internamente y que yo creo que debe ser objeto
también en el futuro de discusión por parte de esta Comisión de Asuntos
Exteriores. Hemos discutido anteriormente, al hablar de Argelia o de
otros lugares, hasta dónde puede llegar el respeto a la soberanía, hasta
dónde tiene que darse el principio de injerencia y aquí se plantea uno de
los problemas. Evidentemente, si el tema fuera únicamente el que plantea
el profesor Muñoz-Alonso, no cabe duda que no habría mucha discusión, es
decir, es un área económica prioritaria, tiene interés para la Unión
Europea, asimismo tiene interés para nuestro país, pero también se
produce un problema, y es que no podemos ignorar que la República de
Corea, hasta fechas muy recientes, ha sido en toda la extensión
este-oeste un enclave de guerra fría. La República de Corea ha pospuesto
durante muchos años cualquier tipo de medida democrática a lo que ha sido
el proceso de desarrollo económico y ya en los años 90, cuando se ha
podido comenzar a dar medidas de desarrollo político, han aparecido
fenómenos muy graves y muy serios de corrupción. No podemos olvidar
tampoco la huelga de los trabajadores y todo el problema que se ha dado
en relación con la discusión sobre las leyes laborales. En este sentido,
esto plantea un problema



Página 9656




a los parlamentos nacionales y al propio Parlamento Europeo.

Hay un paso de avance, que es el que a nosotros nos hace considerar que,
por un hecho de realismo de mal menor, conviene ratificar el acuerdo.

Como ha dicho el profesor Muñoz-Alonso, es el tema del respeto a los
principios democráticos que figura en el acuerdo. Pero, evidentemente, en
el futuro consideramos que tanto el Parlamento Europeo como los
parlamentos nacionales deben avanzar, en el tema del respeto a los
derechos sociales, en los derechos laborales, porque, desde luego, esas
tasas de crecimiento económico también tienen que ver con determinado
tipo de relaciones laborales y de ausencia de derechos sociales o de
derechos sindicales. Este es uno de los debates mayores y más importantes
de cara al futuro.

Por último, solamente quiero decir que también lo hacemos con una leve
confianza, y es que, así como han ido apareciendo en la República de
Corea todos los problemas de corrupción que habían ido quedando ocultos
por toda la situación de guerra fría, que también en el futuro
prevalezca, por lo menos, un cierto mutualismo confuciano más allá de
algunas decisiones anteriores de la República de Corea. (El señor
Muñoz-Alonso y Ledo pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Dos segundos y no dos minutos, señor Muñoz-Alonso.




El señor MUÑOZ-ALONSO Y LEDO: Quería decir que mi grupo también ha
considerado esos aspectos a los que aludía el señor García-Santesmases,
pero creemos que predomina el lado positivo de ayudar a un país que,
además, está en un proceso de transición a la democracia que yo creo que
es bastante notable. Hay que recordar que, efectivamente, se han
producido casos muy escandalosos de corrupción por el que antiguos
presidentes han sido procesados; acaba de salir de la cárcel el hijo del
presidente actual porque había sido procesado y encarcelado, lo que
indica que el Estado de Derecho empieza a funcionar. Evidentemente, no
nos encontramos ante una democracia perfecta, pero sí en una democracia
que, vista desde Europa, merece ser ayudada también con la firma de
acuerdos como éste, en ese proceso, complejo sin duda, hacia una
democracia más plena.




El señor PRESIDENTE: Naturalmente, yo no voy a intervenir sobre el fondo
del asunto, pero quiero recordarles a los señores miembros de esta
Comisión algunas cosas que me parecen evidentes y que tenemos que tener
en cuenta en el funcionamiento de esta Cámara y de esta Comisión de
Asuntos Exteriores.

Primero, los grupos parlamentarios tienen la libérrima facultad de votar
favorablemente o de oponerse a la ratificación de los tratados sobre la
base de voluntades que se han formado en torno a cualquier tipo de
argumento. Pero creo que es importante que recordemos que esta Cámara no
depende de los dictámenes del Parlamento Europeo ni de ningún otro tipo
de Parlamento, y que los grupos políticos que forman la vertebración, la
sustancia de esta Cámara son capaces de atender o no atender los
requerimientos de otros grupos sociales españoles que entienden que se
ratifique o no tal o cual tratado. Es importante que tengamos esto en
cuenta porque cualquiera de los grupos parlamentarios aquí presentes,
repito, tiene la facultad de oponerse a esta ratificación; no sería la
primera vez que se hace con respecto a algún tratado. Y también es
importante que recordemos cuáles son los límites de nuestro mandato,
positiva y negativamente, y son precisamente los de la soberanía nacional
a la cual modestamente, y quizá indignamente, pero al fin y al cabo
representamos.

Señor García-Santesmases, tiene la palabra.




El señor GARCIA-SANTESMASES MARTIN-TESORERO: Nosotros lo hemos hecho en
esa petición porque nos parecía que había una discusión de fondo de
enorme relevancia, otra cosa es el momento de la decisión política. Pero
es una cuestión de fondo de enorme relevancia porque está, entre otras
cosas, el modelo de Europa que queremos defender y de política exterior
de la Unión Europea. Es decir, si hemos hablado toda la mañana de que la
Unión Europea tiene que tener determinada posición, por ejemplo en el
tema de Argelia, más allá de quedarse con los brazos cruzados, la Unión
Europea tiene un determinado modelo social, cercano a las preocupaciones
del señor presidente, como sabe, al hablar del capitalismo renano, donde
se reconocen, entre otras cosas, los derechos sociales, laborales y
sindicales. Queremos universalizar ese modelo o no queremos
universalizarlo, ahí está la cuestión.




El señor PRESIDENTE: Señor García-Santesmases, ni entro en el capitalismo
renano ni en las modalidades del confucionismo o del budismo; lo único
que digo es que aquí tenemos que debatir sobre los tratados que son
sometidos a nuestra consideración en función de los términos
constitucionales y del Reglamento; ésos son los que tenemos que atender,
y es mi obligación y la de los que estamos presentes el que se haga en
esos términos.




--CANJE DE NOTAS CONSTITUTIVO DE ACUERDO ENTRE ESPAÑA Y CUBA SOBRE
MODIFICACION DEL CONVENIO AEREO ENTRE EL ESTADO ESPAÑOL Y LA REPUBLICA DE
CUBA, DE 19 DE JUNIO DE 1951 (Número de expediente 110/000141).




--ACUERDO DE TRANSPORTE AEREO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DE
CROACIA, FIRMADO EN MADRID EL 21 DE JULIO DE 1997 (Número de expediente
110/000142).




--CANJE DE NOTAS CONSTITUTIVO DE ACUERDO ENTRE ESPAÑA Y KUWAIT SOBRE LA
MODIFICACION DEL CONVENIO ENTRE



Página 9657




EL GOBIERNO DEL REINO DE ESPAÑA Y EL GOBIERNO DEL ESTADO DE KUWAIT SOBRE
TRANSPORTE AEREO, DE 3 DE DICIEMBRE DE 1979 (Número de expediente
110/000143).




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la consideración conjunta de los tres
acuerdos de los puntos números 13, 14 y 15 del orden del día, ya que
tratan los tres de aspectos relativos al transporte aéreo. El punto 13,
canje de notas constitutivo de Acuerdo entre España y Cuba sobre
modificación del convenio aéreo entre el Estado español y la República de
Cuba, de 19 de junio de 1951; el número 14 es el relativo al transporte
aéreo entre España y la República de Croacia, y el 15 al transporte aéreo
entre España y Kuwait.

Para exponer su posición, entiendo que conjuntamente sobre los tres
convenios, tiene la palabra, en nombre del Grupo Parlamentario
Socialista, el señor Segura.




El señor SEGURA CLAVELL: En efecto, parece oportuno que analicemos los
tres convenios desde una óptica global, y creo que es un acierto de la
Presidencia y de la Mesa de la Comisión.

Señorías, recordarán que en la última sesión de esta Comisión de
Exteriores, en la que analizamos los convenios equivalentes al transporte
aéreo entre el Reino de España y la República de El Salvador, la de
Uruguay y la de Rumania, este interviniente hizo referencia a la sorpresa
que nos producía la diferenciación en el tratamiento en lo que a la
múltiple designación se refería, y fue un único concepto en el que
hicimos hincapié. Esa sorpresa no nos impidió votar a favor de los tres
convenios, lo cual adelantamos que hoy haremos respecto de los convenios
que son objeto de este debate y que están recogidos en los puntos 13, 14
y 15, que son respectivamente con Cuba, con Croacia y con Kuwait. No
obstante, parece oportuno hacer unas breves reflexiones en la línea
argumental que hemos venido defendiendo en sesiones anteriores.

Con el de El Salvador se autorizaba operar a una sola compañía; con el de
Uruguay, dos; y con Rumania, múltiples compañías. En el día de hoy vamos
a ratificar tres convenios. Con la República de Cuba se contiene la
múltiple designación; con la República de Croacia también la múltiple
designación en lo que se refiere a las autorizaciones administrativas que
conceda el Reino de España a través de la administración aeronáutica, y
con Kuwait, una única designación.

Señorías, queremos recordar a esta Comisión que el Pleno del Congreso de
los Diputados, por unanimidad, el 23 de diciembre de 1996, a resultas de
una moción que presentó el Grupo Parlamentario Socialista, a su vez
derivada de la previa interpelación al Gobierno que se había producido en
el Pleno anterior, adoptó seis resoluciones. La resolución número seis de
esa moción aprobada por unanimidad en el Pleno decía: El Pleno del
Congreso de los Diputados insta al Gobierno a abrir negociaciones
bilaterales con los países iberoamericanos para, derivado de esas
negociaciones bilaterales, introducir en los nuevos convenios de
transporte aéreo el criterio de la múltiple designación de empresas
transportistas con la intención de intensificar la participación
aeronáutica española.

En consecuencia, y siendo cierto que el acuerdo fue exclusivamente para
los convenios bilaterales entre España y las repúblicas iberoamericanas,
parece razonable que también se continúe en esa línea con otros países.

De ahí que hoy veamos con agrado el contenido del convenio bilateral con
la República de Cuba, que recoge la múltiple designación, así como el
nuevo convenio con Croacia, donde se reconoce también la múltiple
designación, pero estimamos que con Kuwait debería continuarse en esa
línea y también en los sucesivos convenios con Guatemala, Brasil,
Argentina, etcétera.

Entendemos que los negociadores por parte de la administración
aeronáutica española, que esencialmente están en niveles técnicos, siguen
una rutina negociadora que les lleva a las decisiones que se están
adoptando. Pero nosotros queremos reiterar que nos parece oportuno la
múltiple designación en todos los convenios que se suscriban en un
futuro, con independencia de las características del país, porque puede
ocurrir que en una negociación bilateral el país con el que negociemos no
desease autorizar a más de una compañía de ese propio país, pero la
Comisión Europea así lo dicta en las directivas y reglamentos
comunitarios, y podemos correr el riesgo de que algún día recibamos un
apercibimiento de la Comisión Europea al respecto.

Nada más, señor presidente. El Grupo Parlamentario Socialista votará y
ratificará los contenidos de estos tres convenios bilaterales, pero nos
reiteramos en la conveniencia de continuar avanzando en esta línea
seguida ya en dos de estos convenios, el de Croacia y el de Cuba, si bien
es cierto que el de Cuba viene a ser continuación de la múltiple
designación recogida en el convenio bilateral actualmente en vigor
derivada de una negociación del año 1951.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria,
tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Coalición Canaria va a votar favorablemente
estos tres puntos, pero quiero hacer la siguiente singularidad en cada
uno de ellos.

El acuerdo con Croacia es nuevo; el 21 de julio de 1997, a iniciativa de
nuestro Gobierno y del gobierno croata se firma el instrumento que viene
hoy a la Cámara. Los otros dos son canjes de notas, pero con lecturas
diferentes. Me referiré, en primer lugar, al acuerdo con Croacia.

La política exterior española con las repúblicas nacidas de la ex
Yugoslavia, entre ellas Croacia, tiene que tener no solamente el realismo
de los compromisos que España ha venido contrayendo allí, incluso con
personas de relevancia en el cuerpo diplomático de otras ex partes de la
entonces Yugoslavia que merecen también una política de gestos, sino que
tiene que tener una política de gestos y una política de realismo. El
acuerdo de transporte aéreo con Croacia da entrada a la múltiple
designación, no solamente por una cuestión de una incipiente relación
comercial en sectores especializados en los que a España le interese



Página 9658




ofertar a los empresarios y actividades de servicios de la República de
Croacia, me refiero al transporte, por vía de vuelo charter, en el sector
del turismo. Tradicionalmente, la costa dálmata de Croacia, la ex
Yugoslavia, fue uno de los lugares de atractivo turístico más
importantes, sobre todo dentro del mercado alemán, y dada la
liberalización habida con las directivas de la Unión Europea y la
presencia por parte española de compañías charter (no solamente la
compañía de bandera Iberia, sino compañías que, al amparo de la
legislación liberalizadora actual se han establecido fuertemente, como
Air Europa o Spanair, por poner algunos ejemplos más destacados), todo
ello obliga a una política realista y que tengamos en cuenta la
posibilidad de que estas compañías charter de aviación puedan efectuar el
traslado y la recogida del turismo con destino a la costa dálmata, una
vez que ya se pasaron aquellas situaciones bélicas que obligaron a una
retracción muy fuerte del turismo europeo, y concretamente el mercado
alemán, sobre esta región turística.

El tema de Kuwait y del canje de notas es distinto, porque Kuwait no es
un destino turístico, es un destino muy cualificado de ejecutivos de
servicios en el mundo de los intereses petroleros. Por tanto, a nuestro
grupo no le preocupa que la limitación que ha hecho el gobierno en este
canje de notas --porque no es un acuerdo, el acuerdo es el de diciembre
de 1979-- no sea de múltiple designación sino sólo de una; no es una
demanda. Además, normalmente la técnica de la administración aeronáutica
española y del Ministerio de Asuntos Exteriores es hablar con los
transportistas, ver si están interesados en atender determinadas líneas y
la reciprocidad de lo que exige el otro Estado. Y Kuwait en esto también
hila muy fino. Kuwait tiene una especie de política del embudo, es decir,
lo que le interesa ampliar o lo que le interesa restringir. No me voy a
extender más respecto a este canje de notas con Kuwait porque no tiene
más alcance.

Me voy a referir a la lectura significativa y políticamente positiva que
hago respecto al canje de notas del acuerdo entre España y Cuba sobre
modificación del convenio aéreo entre ambos Estados, y que viene, nada
más y nada menos, para que nos demos cuenta de nuestra vieja raigambre
con la República de Cuba desde 1951. Estamos hablando de seis años
después de la terminación de la II Guerra Mundial. Estos vínculos por vía
del transporte aeronáutico estaban ya plenamente establecidos entre ambas
diplomacias y se han mantenido. Sea bienvenido este canje de notas que va
a permitir relacionar y ratificar la múltiple designación de empresas
transportistas españolas que pueden realizar vuelos a Cuba. Cuba se está
transformando en un destino para el turista español de muy alta
significación. Cuantas más facilidades demos a las compañías aéreas de
aviación comercial privada para llevar y traer a nuestro turismo a la
isla caribeña, bienvenido sea. Pero si esto puede permitir, en la difícil
situación diplomática española, en que seguimos siendo en este momento el
único Estado de la Unión Europa sin embajador en Cuba; si esto puede ser
también, repito, un gesto de aproximación que permita al final que, de
una vez por todas --y ya va siendo hora--, España tenga embajador en La
Habana, que coja el avión que salga de este canje de notas y se vaya lo
más pronto posible a nuestra sede diplomática, con todas las
consecuencias positivas para las relaciones económicas, comerciales,
sociales y políticas entre el Estado español y la República de Cuba que
nunca debieron interrumpirse.




El señor PRESIDENTE: En nombre y representación del Grupo Popular, tiene
la palabra el señor Soriano.




El señor SORIANO BENITEZ DE LUGO: Efectivamente, y como ha puesto de
manifiesto el señor Segura, en la sesión de esta Comisión del pasado 21
de octubre se planteó por dicho diputado, que suele estudiarse los
asuntos en profundidad, el distinto tratamiento que se hacía en los
convenios que en aquel entonces fueron sometidos a votación en esta
Comisión, referentes a la falta de uniformidad en cuanto a la designación
de empresas para realizar el transporte aéreo entre España y los países
pertinentes.

El asunto, perfectamente planteado por el señor Segura, insisto, llamó
incluso la atención, caso no corriente, del propio presidente de la
Comisión, que señalaba lo siguiente: Aunque no es práctica habitual de la
Presidencia comentar las intervenciones de SS. SS. como he seguido
atentamente sus palabras y el curso del debate, le incitaría a que no
dejara en la pura retórica esas preguntas y que se las hiciera al
Gobierno a través de los canales parlamentarios correspondientes, porque
seguramente los restantes miembros de esta Comisión, y ciertamente la
Presidencia, desearían conocer la respuesta de por qué esos tres acuerdos
que versan sobre la misma materia, sin embargo tienen soluciones
diferentes.

Este diputado, que tiene que reconocer que en aquel momento no se percató
de la agudeza a la que sí llegó el señor Segura, ha tratado en esta
ocasión de documentarse para explicar a la Comisión el diferente
tratamiento de unos convenios y otros.

Efectivamente, en algunos casos se contempla la designación de una
compañía, lo que se llama la designación única; en otros casos existe la
posibilidad de la designación múltiple, abierta a varias compañías, y en
otros se especifica la designación de dos empresas aéreas, que es lo que
se llama la designación doble. Analizaremos, muy brevemente, los tres
convenios que se aprobaron en la sesión anterior y los tres que hoy son
sometidos a la consideración de la Comisión.

Respecto al acuerdo entre España y El Salvador, se contempla la
designación múltiple de empresas por cada una de las partes. Sin embargo,
a pesar de esta provisión, en la práctica solamente la compañía Iberia
estuvo siguiendo las negociaciones con El Salvador, debido, sin duda, al
hecho de que ya realizaban operaciones en este país, pero sólo basadas en
autorizaciones provisionales. Por tanto, Iberia tuvo gran interés en ver
firmado un acuerdo aéreo con El Salvador y, en consecuencia, siguió
atentamente estas negociaciones. Eso no quiere decir que las otras
compañías aéreas españolas no tuvieran la oportunidad de hacerlo, y
hubieran sido llamadas en el supuesto



Página 9659




de que así lo hubieran manifestado, cosa que no sucedió.

En el acuerdo entre España y Rumania, que también fue aprobado ya en la
sesión anterior, se designa a más de una empresa, hay una explotación
múltiple en la explotación de los servicios, y en este sentido el
artículo 3, apartado 1, se modifica en una redacción acorde con este
cambio. Cada parte contratante tendrá el derecho de designar una o más
empresas aéreas con el fin de explotar los servicios acordados en las
rutas especificadas. Por tanto, toda referencia a la empresa aérea
designada que se señalaba con anterioridad, será sustituida por las
empresas aéreas designadas.

Acuerdo entre España y Uruguay. Este acuerdo se modifica al introducir el
derecho de cada parte a designar dos empresas aéreas; ya no son múltiples
empresas ni una sola, sino que son dos para la explotación de los
servicios convenidos. El texto, en consecuencia, reconoce que cada una de
las partes contratantes tendrá derecho a designar, previa comunicación
por escrito a la otra parte, dos empresas de transporte aéreo.

Acuerdo entre España y Cuba, y ya nos referimos a los tres acuerdos que
son objeto de consideración en esta Comisión.

Respecto al acuerdo entre España y Cuba, hay que decir que ya se
contemplaba la designación múltiple de empresas en el convenio anterior,
al que aquí se ha hecho referencia, aunque existía un acuerdo tácito
entre ambos países de no aplicar esta designación múltiple. De hecho, no
se ha aplicado hasta después de mayo de 1996, cuando España designó a dos
nuevos transportistas, Air Europa y Spanair, para operar servicios
regulares a Cuba y así ha quedado reflejado en el acta final del acuerdo.

Acuerdo entre España y Croacia, también objeto del orden del día de hoy.

Aquí se establece la designación múltiple --como ya se ha citado
anteriormente-- y cada parte contratante tendrá derecho a designar por
escrito una o más empresas aéreas con el fin de explotar los servicios
convenidos.

Acuerdo entre España y Kuwait. En este caso la modificación prevista no
afecta a la designación de empresas. En el convenio original del 3 de
diciembre de 1979 sólo se contempla la designación única de empresas en
su artículo 3, apartado primero, que reza: Cada parte contratante tendrá
derecho a designar por escrito a la otra parte contratante una empresa de
transporte aéreo para que explote los servicios convenidos en las rutas
especificadas.

Por consiguiente, de los seis convenios que hasta la fecha han sido y van
a ser objeto de aprobación por esta Comisión, se contempla la designación
única en dos de ellos, la designación doble en uno y la designación
múltiple en los tres restantes. Hay que dejar claro de antemano que
España sigue una política aérea de principios liberalizadores y siempre
procura conseguir un acuerdo con la designación múltiple de empresas para
realizar el transporte aéreo, con el fin de posibilitar una mayor
participación en el mercado aéreo de transportistas españoles.

En las negociaciones bilaterales, sin embargo, no es posible conseguir
siempre dicha designación múltiple, dadas las reticencias o las
limitaciones de la otra parte contratante. Un país pequeño, por ejemplo,
como alguno de los países a los que nos hemos referido, puede que no
tenga la infraestructura aeroportuaria adecuada para absorber a más de
una compañía aérea, y por razones más bien económicas que políticas exige
la designación única de una empresa. Puede suceder que los transportistas
españoles tampoco tengan la capacidad o el interés de participar en un
mercado aéreo específico; por tanto, la designación múltiple no es una
condición imprescindible para firmar un convenio aéreo. A veces es mejor
aceptar un acuerdo con designación única o designación doble, que siempre
se pueden modificar en el futuro, en vez de acabar sin acuerdo alguno.

Cabe subrayar aquí la voluntad del Gobierno español de incluir siempre el
principio de la designación múltiple en los convenios sobre transportes
aéreos que firma con otros países. De hecho, se ve claramente la
tendencia de modificar los acuerdos a favor de la designación múltiple,
ya que en cinco de los seis convenios aquí citados existía la designación
múltiple en los textos originales o se modifican, a propuesta española,
para incluir esta designación. España, en consecuencia, sigue la política
liberalizadora de la Unión Europea en esta tema, aunque cabe destacar que
ninguno de los países mencionados pertenecen a la Unión Europea, y
continuará impulsando el concepto de la designación múltiple de empresas
en futuras negociaciones bilaterales en materia de convenios aéreos.

Ha de quedar claro que es voluntad del Gobierno español patrocinar esta
liberalización del transporte aéreo, pero, como siempre sucede en
cualquier convenio o tratado, hay que estar a lo que exige la otra parte.

En consecuencia, queda suficientemente explicado que, en el supuesto de
que no se acepte el transporte múltiple y haya que recurrir al único o al
doble, no es por voluntad del Gobierno español, sino porque así viene
impuesto, bien por la otra parte contratante, bien por las propias
compañías españolas que no tienen la infraestructura adecuada para acudir
a esos países.




El señor PRESIDENTE: Creo que hemos tenido, a lo largo de la discusión
del último día y de éste, suficientes precisiones sobre las razones de
los acuerdos sobre transporte aéreo y sus contenidos respectivos. Quiero
agradecer a todos los portavoces el esfuerzo que han desarrollado para
clarificar estas cuestiones para el pasado y para el futuro.

Señoras y señores diputados, con ello vamos a proceder a las votaciones
correspondientes, tanto de las proposiciones no de ley como de los
dictámenes sobre los acuerdos y convenios internacionales, cuyo debate ha
tenido lugar inmediatamente antes de esta votación.

En primer lugar, procedemos a la votación de la proposición no de ley
presentada por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso sobre la
propuesta de Unicef de apoyar la creación de un mecanismo legal
internacional para



Página 9660




castigar los crímenes de guerra, especialmente aquellos cometidos contra
los niños.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.

Votación sobre la proposición no de ley por la que se insta al Gobierno a
que transmita al Instituto Cervantes la necesidad de aumentar y reforzar
los programas de formación en el patrimonio lingüístico y cultural del
castellano, accesibles a toda la población saharaui, presentada por el
Grupo Parlamentario Mixto y que se presenta a votación en los términos de
la enmienda transaccional que fue presentada por el Grupo Popular y
aceptada por todos los grupos.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.

Acuerdo marco sobre comercio y cooperación entre la Comunidad Europea y
sus Estados miembros, por una parte, y la República de Corea, por otra,
firmado en Luxemburgo el 28 de octubre de 1996.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.

Canje de Notas constitutivo de acuerdo entre España y Cuba sobre
modificación del Convenio aéreo entre el Estado español y la República de
Cuba, de 19 de junio de 1951.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.

Acuerdo de transporte aéreo entre el Reino de España y la República de
Croacia, firmado en Madrid el 21 de julio de 1997.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.

Canje de Notas constitutivo de acuerdo entre España y Kuwait sobre la
modificación del Convenio entre el Gobierno del Reino de España y el
Gobierno del Estado de Kuwait sobre transporte aéreo, del 3 de diciembre
de 1979.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Queda aprobado por unanimidad.

Con ello acabamos el orden del día de esta Comisión de Asuntos
Exteriores. Muchas gracias, señoras y señores diputados.

Se levanta la sesión.




Eran las dos de la tarde.