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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 301, de 15/10/1997
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL



CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1997 VI Legislatura Núm. 301



ASUNTOS EXTERIORES



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FRANCISCO JAVIER RUPEREZ RUBIO



Sesión núm. 20



celebrada el miércoles, 15 de octubre de 1997



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia de personalidades y funcionarios de la Administración del
Estado, al objeto de informar sobre temas relativos al Proyecto de Ley de
Presupuestos Generales del Estado para 1998. (Número de expediente
121/000082) (Página 8862)



Comparecencia del señor Ministro de Asuntos Exteriores (Matutes Juan)
para informar sobre:



--Posición de España ante las propuestas de reforma de Naciones Unidas y
de su Consejo de Seguridad, así como ante la próxima Asamblea General. A
solicitud del Grupo Socialista del Congreso. (Número de expediente
213/000345) (Página 8879)



--Posición española en relación con los acuerdos de la Conferencia de
Oslo y su ratificación en Ottawa. A solicitud del Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. (Número de
expediente 213/000350) (Página 8883)



--Posición del Gobierno en la Conferencia de Oslo, preparatoria de la de
Ottawa, para la prohibición total de las minas antipersonales. A
solicitud del Grupo Socialista del Congreso. (Número de expediente
213/000361) (Página 8883)



Página 8862




--Situación y expectativas creadas tras el desbloqueo del proceso de paz
para el Sahara Occidental. A solicitud del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió). (Número de expediente 213/000369) (Página 8887)



Preguntas:



--Del señor Milián Mestre (Grupo Parlamentario Popular en el Congreso),
sobre política del Gobierno español respecto a Rusia, especialmente en lo
que se refiere al fomento de las relaciones económicas y comerciales
hispano-rusas. (Número de expediente 181/000871) (Página 8891)



--Del señor Estrella Pedrola (Grupo Socialista del Congreso), acerca de
la información sobre el origen de los atentados contra establecimientos
turísticos hoteleros en Cuba. (Número de expediente 181/000904) (Página 8893)



Proposiciones no de ley:



--Relativa a la situación de los derechos humanos en Perú. Presentada por
el Grupo Socialista del Congreso. (Número de expediente 161/000666)
(Página 8894)



Se abre la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DE PERSONALIDADES Y FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACION DEL
ESTADO, AL OBJETO DE INFORMAR SOBRE TEMAS RELATIVOS AL PROYECTO DE LEY DE
PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA 1998 (Número de expediente
121/000082):



El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados, miembros de la Comisión
de Asuntos Exteriores de esta Cámara, se abre la sesión.

Como saben todas SS. SS., la Comisión de Asuntos Exteriores se reunirá en
el día de hoy por la mañana y por la tarde, siendo la sesión de la mañana
la dedicada a la comparecencia de personalidades o funcionarios de la
Administración del Estado, al objeto de informar sobre temas relativos al
proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 1998. A
partir de las cuatro y media de la tarde continuaremos la sesión, de
acuerdo con el orden del día que todos ustedes conocen.

Ofreceré algunas indicaciones previas. Tenemos solicitado por los grupos
parlamentarios las comparecencias del secretario de Estado de Política
Exterior y para la Unión Europea, del secretario de Estado para la
Cooperación Internacional y para Iberoamérica, del subsecretario de
Asuntos Exteriores y del secretario general de la Agencia Española de
Cooperación Internacional.

Debo informar a SS. SS. que la Secretaría de Estado de Relaciones con las
Cortes nos comunica que el secretario de Estado para la Cooperación
Internacional y para Iberoamérica se encontrará fuera de España en esta
fecha, acompañando en un viaje a Su Majestad la Reina y que, por otra
parte, el secretario general de la Agencia Española de Cooperación
Internacional regresa de un viaje a América en la misma mañana de su
comparecencia, por lo que sería deseable que ésta se efectuara lo más
tarde posible. A tales efectos, no podemos contar con la presencia del
secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para
Iberoamérica y, por supuesto, he procurado que la comparecencia del
secretario general de la Agencia Española de Cooperación se produzca al
final de la mañana.

Quiero recordar a todos ustedes que la práctica habitual ha sido, y
seguirá siendo, que con respecto a cada una de las comparecencias
intervenga, en primer lugar, el representante del grupo que ha solicitado
la correspondiente comparecencia, que inmediatamente después se produzca
la comparecencia de la personalidad que corresponda y organicemos los
turnos de los grupos solicitantes y eventualmente del resto de los
grupos.




--DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE POLITICA EXTERIOR Y PARA LA UNION
EUROPEA (DE MIGUEL EGEA). A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO
(Número de expediente 212/000981).




El señor PRESIDENTE: Vamos a comenzar, de acuerdo con este orden, con la
comparecencia del señor secretario de Estado de Política Exterior y para
la Unión Europea, don Ramón de Miguel, al que saludo esta mañana aquí,
comparecencia que ha sido solicitada por el Grupo Socialista del Congreso
y a tales efectos doy la palabra al señor Boix.




El señor BOIX PASTOR: En primer lugar, quiero expresarle al secretario de
Estado de Política Exterior y para la Unión Europea nuestro
agradecimiento por su presencia en esta Comisión de Asuntos Exteriores,
respondiendo así



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a nuestra solicitud de comparecencia, con el objeto de recibir por parte
del Secretario de Estado la información necesaria, relativa al proyecto
de ley de los Presupuestos Generales para 1998.

Nuestro grupo parlamentario, tras el estudio realizado de los diversos
programas que engloban la sección correspondiente al Ministerio de
Exteriores, ha podido observar una alteración significativa de los
diversos programas que lo conforman. Si bien no entraré en las cuestiones
que sé que pueden ser objeto de las siguientes comparecencias, sí existe
una pregunta que a mi grupo le gustaría formular en torno a la nueva
reestructuración de los programas. Le recuerdo que de ocho programas en
el presupuesto de 1997 se ha pasado a cinco programas en el proyecto de
ley para 1998. Concretamente los programas de acción diplomática
bilateral, el programa de acción consular y el programa de acción
diplomática bilateral, el programa de acción consular y el programa de
acción diplomática multilateral pasan en el actual presupuesto a
consolidar un único programa, el 132.A, que se denomina acción del Estado
en el exterior. La pregunta que le quiero formular es la siguiente. Si
existe este cambio en la estructura del presupuesto, no entendemos por
qué el programa 132.B, acción diplomática ante la Unión Europea, de
escasa entidad económica, no se ha incluido en este macroprograma que se
ha creado para la acción de España en el exterior, al igual que no
entendemos qué beneficios de operatividad y qué criterios políticos han
seguido en el Ministerio para abordar este cambio estructural en los
determinados programas del Ministerio.

Entrando en el programa que le corresponde al Secretario de Estado, el
programa de acción diplomática ante la Unión Europea, en el que se
engloban acciones como la participación de la Secretaría de Estado en la
Conferencia Intergubernamental de revisión del tratado de la Unión
Europea, se presta un especial interés a los aspectos que revisten una
gran importancia para nuestro país, tanto en el marco de la Unión de 15
estados miembros, como ante la previsible duplicación hacia el Este. En
ese programa también se incluye la coordinación de la posición española
en el marco del convenio Schengen y de la cooperación en asuntos de
justicia e interior. Las preguntas que mi grupo quiere formular al
secretario de Estado se refieren, en primer lugar, a la información que
el secretario de Estado nos puede facilitar respecto al impacto de los
costes posibles de la ampliación de la Unión Europea en los países del
Centro y del Este de Europa. En segundo lugar, qué repercusión económica
supone la implantación del espacio Schengen para nuestro país en el
ejercicio de 1998 y posteriores.

Por último, hemos podido observar en el presupuesto una disminución de un
8 por ciento de los capítulos relativos a gastos corrientes, gastos
financieros e inversiones reales, excluyendo el capítulo 1. Nos gustaría
que el secretario de Estado nos aclarara a qué se debe esta minoración.

También nos gustaría que el señor secretario de Estado nos explicara la
significativa reducción en la partida de arrendamientos de edificios.

Para finalizar, quiero agradecer al secretario de Estado su presencia en
esta Comisión.

El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado, tiene usted la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLITICA EXTERIOR Y PARA LA UNION
EUROPEA (De Miguel y Egea): Gracias, señor Presidente. Los Presupuestos
Generales del estado para 1998 reflejan la intención del Gobierno de
continuar con la nueva orientación de la política económica iniciada en
1997, que se enmarca en un deseo de rigor presupuestario de reducción de
gastos, con el objetivo final de adaptar la economía española a los
criterios de convergencia y producir un crecimiento económico, que creo
que resulte evidente, después de un año de rodaje de los presupuestos
actuales. Estos presupuestos generales de 1998 realizan una aportación
decisiva para la reducción de inflación, mediante la austeridad del gasto
y la reducción del déficit. Esta reducción de la inflación, junto con la
del déficit y la reducción del peso de la deuda pública sobre el PIB, han
sido los elementos que han garantizado ya que España formara parte del
grupo de países que accederán a la tercera fase de la Unión Económica y
Monetaria, lo cual, como SS. SS. conocen, fue confirmado ayer en un
informe de la Comisión Europea.

Dado que esta mañana van a comparecer aquí el subsecretario de Asuntos
Exteriores, que es el responsable último de la elaboración del
presupuesto y también el secretario general de la Agencia Española de
Cooperación, no voy a entrar en el detalle de las partidas del
presupuesto que les corresponden a ellos más concretamente, que están
bajo su responsabilidad ya que, además, tendrán mejores datos y
oportunidad para responder. Sin embargo, yo, además de contestar las
preguntas de S. S., que lo haré con mucho gusto, quería aprovechar esta
ocasión para hacer una presentación general de proyecto de presupuestos
del Ministerio de Asuntos Exteriores que, de alguna manera, explica
alguna de las preguntas que S. S. ha planteado.

Al leer las cifras totales del presupuesto se ve que éste registra un
incremento del 9,96 por ciento con respecto al ejercicio anterior, puesto
que, frente a los 118.247 millones de pesetas del ejercicio de 1997, en
1998 el presupuesto es de 130.035 millones de pesetas. Esto, a primera
vista, se compadece mal con los criterios de rigor presupuestario y
reducción de que había hablado al principio. La realidad es que el
presupuesto del departamento en sí no crece más que el 2,52 por ciento.

El aumento restante es el aumento proporcionalmente muchísimo mayor que
han tenido dos capítulos que han sido señalados como fundamentales, no
solamente por la propia reflexión del Gobierno, sino por la reflexión que
han hecho de nuestra política exterior las fuerzas políticas en este
Parlamento. Es decir, se han incrementado los dineros de la Agencia
Española de Cooperación Internacional, como corresponde a ese deseo del
Gobierno de ir aumentando la participación del porcentaje del PIB que se
dedica a la cooperación internacional, con el objetivo de llegar al
famoso 0,7 por ciento que de momento no es posible pero que se están
haciendo todos los esfuerzos para llegar. Por tanto, el presupuesto de la
Agencia Española de Cooperación Internacional se ha aumentado



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en un 36,95 por ciento. El presupuesto del Instituto Cervantes, que es
también otra gran prioridad de la cooperación española, es decir, la
cooperación cultural de nuestra lengua, ha crecido en un 15,44 por
ciento. Por tanto, por lo que respecta a los gastos de departamento, que
no son Instituto Cervantes, ni Agencia de Cooperación, el crecimiento es
de 2,52 por ciento.

Dentro de ese crédito general del departamento que crece un 2,52 por
ciento, los créditos asignados a la Secretaría de Estado de Política
Exterior y para la Unión Europea, más concretamente lo que antes era la
acción comunitaria que estaba separada del presupuesto, en vez de crecer
ha disminuido, un menos 7,96 por ciento, debido no solamente al rigor y
a la disciplina en el gasto en general, sino también a que hemos hecho
economías por una operación que SS. SS. conocen y que ha sido apoyada por
esta Comisión de Asuntos Exteriores, que ha sido el gran esfuerzo que
estamos haciendo de concentración de los servicios de Asuntos Exteriores
en una nueva ubicación, en un nuevo edificio, que ya se ha iniciado,
puesto que la Secretaría de Estado para la Unión Europea ya tiene
actualmente sus despachos trasladados a un ala del edificio del antiguo
INI, hoy SEPI, en la plaza de Salamanca, y que ha supuesto unos ahorros
importantísimos en alquileres que se estaban pagando en una serie de
pisos de la calle María de Molina, porque SS. SS. conocen que la
Secretaría de Estado para la Unión Europea no cabía sólo en el palacete
de la Trinidad, y entonces había una serie de servicios grandes que
estaban ubicados en unas oficinas en la calle María de Molina. Esos
alquileres hemos podido cancelarlos al movernos a la calle Padilla, al
edificio de la plaza de Salamanca, con lo cual todo el presupuesto para
1998 de la Secretaría de Estado para la Unión Europea ha disminuido
notablemente.

Yo quisiera, sin extenderme, dar un somero repaso a las principales
rúbricas. En el capítulo 1, gastos de personal, quisiera señalar que
aunque son dotaciones que gestiona la Subsecretaría del departamento,
únicamente se recoge el incremento de 2,1 por ciento para los empleados
públicos. No obstante lo anterior, me parece que es necesario hacer una
matización al respecto ante la evidencia de que una gran cuantía del
capítulo 2, gastos corrientes en bienes y servicios, se debe atender en
moneda extranjera, lo que conlleva que en ocasiones tengamos que soportar
y paliar las fluctuaciones que se originan de vez en cuando. Como ya
apunté también inicialmente, las medidas adoptadas en el departamento
tienen fiel reflejo en la gestión de este capítulo 2. Indudablemente, la
escasez de recursos nos obliga permanentemente a obtener la máxima
rentabilidad de los disponibles. En este sentido debemos señalar que
gastos corrientes de bienes y servicios sufren una minoración del 11,28
por ciento, y esta minoración es absorbida íntegramente por el ahorro,
que yo había mencionado, de alquileres, que ha supuesto el traslado a la
plaza de Salamanca. Quisiera señalar que si este plan de progresiva
instalación de los servicios dispersos hoy del Ministerio en diferentes
edificios de Madrid continúa, en el año próximo y siguiente creo que se
podrán hacer ahorros verdaderamente notables porque, como SS. SS.

conocen, el Ministerio de Asuntos Exteriores tiene el gravamen grande de
tener que estar alquilando edificios y pisos por todo Madrid.

Otra partida que integra nuestro presupuesto es la que destinamos a
atender cuotas de organismos internacionales. Estamos hablando de la
rúbrica más elevada en nuestras dotaciones, aunque paradójicamente en
esta partida nos limitamos a ser simplemente mediadores de su pago,
además mediadores con problemas, porque las fluctuaciones de los valores
de las divisas, fundamentalmente dólares, que es con lo que se pagan los
organismos internacionales, conllevan a problemas en la gestión; o sea,
no es simplemente el tomar con una mano y pagar con la otra; por
desgracia muchas veces tenemos problemas de ajustes precisamente por las
fluctuaciones de las monedas. En este ejercicio de 1998 esta rúbrica de
organismos internacionales registra un incremento del 1,61 por ciento,
alcanzando los 37.710 millones de pesetas frente a los 37.112 del
ejercicio precedente. Me gustaría también significar que tanto las cuotas
voluntarias como las operaciones de mantenimiento de la paz han sido
revisadas en profundidad, ajustando exhaustivamente sus cuantías y
efectuándose unas previsiones de cambio, en la medida de lo posible con
una absoluta realidad temporal.

Por último, con respecto al capítulo 6, las dotaciones para inversiones,
se mantienen básicamente en la cuantía del ejercicio anterior, salvo el
ligero incremento de 5,5 millones de pesetas, que van a ser destinados a
adquisición de mobiliario para las nuevas instalaciones en las nuevas
oficinas, de las que hemos hablado, en la plaza de Salamanca. Esto con
respecto a la presentación general.

Con respecto a las preguntas concretas del diputado señor Boix, quisiera
decir que el programa de acción diplomática de la Unión Europea no se ha
mezclado con el otro programa donde se han refundido los que usted ha
mencionado, por un deseo de mantener todos los asuntos de la Unión
Europea en una partida específica, puesto que el trabajo de la
representación de España ante las comunidades europeas, aunque comparte
muchas de las características de la acción exterior general del Estado,
tiene una dimensión específica, primero por el volumen de la
representación, que además es una representación en la que tienen cabida
prácticamente todos los ministerios. Como usted sabe, por el volumen y la
especificidad del trabajo que se hace allí, algunos de los gastos
presupuestarios, por ejemplo las atenciones que se tienen en temas
específicos, como son las políticas con las comunidades autónomas,
políticas con el Parlamento Europeo, políticas con los diferentes
departamentos de la Administración, hacen que el trabajo de la
representación permanente se configure como un trabajo específico y que
muchas veces no responda totalmente a los patrones por los que se regulan
las acciones en las embajadas bilaterales clásicas. Esa es la razón por
la que se ha mantenido eso que, al fin y al cabo, no ha sido más que
mantener lo que ha sido desde hace años una realidad, porque como usted
sabe, lo que es la Secretaría de Estado de Política Exterior y para la
Unión Europea viene de un sistema en el cual había un ministerio
independiente con un presupuesto independiente.




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Cuando se incorporó al Ministerio de Asuntos Exteriores se mantuvo de
alguna manera esa cierta independencia de todos los temas de Unión
Europea y los del resto del departamento, y en ese sentido, a pesar de
que naturalmente está plenamente integrado en el Ministerio --incluso la
propia titularidad de la Secretaría de Estado lo dice, no es solamente el
secretario de Estado para la Unión Europea, sino de Política Exterior y
para la Unión Europea, lo cual quiere decir que las dos cosas están
juntas--, se ha querido mantener la especificidad de las acciones de la
representación permanente y de los trabajos de la Secretaría de Estado
para la Unión Europea.

Con respecto a las otras dos preguntas que usted me planteó, sobre cuál
es el impacto de los costes posibles de la ampliación, quisiera decirle
que en este momento todavía no se ha acordado a nivel de la Unión el
encuadre general de las negociaciones de ampliación. Esperemos que ésta
sea la decisión del Consejo Europeo de Luxemburgo, que tiene que decidir
el inicio de las negociaciones de la ampliación y todo el encuadre
general, es decir, cómo se van a desarrollar, si va a haber una sola
conferencia de negociación o tantas conferencias de negociación como
países candidatos haya, si se va a hacer una selección de uno, dos, tres,
cuatro, cinco países que van a empezar a negociar y los otros se van a
quedar detrás, si se va a empezar con todos a la vez y se va a dejar que
mediante un procedimiento se vayan decantando y se forme un pelotón de
cabeza que negocie. Todo esto es el encuadre general que no se decidirá
hasta el Consejo Europeo de Luxemburgo. En cuanto al tema presupuestario
con respecto a las cuotas de la ampliación, no se discutirá en
profundidad hasta que no se discutan las perspectivas financieras.

Usted conoce que uno de los grandes aciertos de la política comunitaria
de este fin de siglo fue la llamada Agenda 2000, que ahora parece que
fuera algo de lo que se hubiera apropiado la Comisión Europea, porque se
habla de las propuestas de la Comisión de la Agenda 2000, pero no hay que
olvidar que Agenda 2000 fue el nombre que dio el Gobierno español en el
año 1995, durante su Presidencia a la mayor aportación que se ha hecho en
estos últimos años a la construcción europea, que es la sistematización
de las acciones y de las reacciones que tiene que tener la Unión Europea
ante los retos que se van a plantear con el objetivo último de la
ampliación.

En esa Agenda 2000, que fue sistematizada aquí durante la Presidencia de
1995 por el Gobierno del señor González, en el Consejo Europeo de
diciembre de 1995, se decía claramente que había que ir, primero, a la
reforma de los tratados; en segundo lugar, al inicio de las negociaciones
de adhesión; en tercer lugar, a la consolidación de la tercera fase de la
Unión Económica y Monetaria y, después, a la discusión de las
perspectivas financieras. Por tanto, la discusión de las perspectivas
financieras es algo que aunque se está hablando en la calle hoy, la
decisión y la discusión en el debate propiamente dicho no empezará hasta
el segundo semestre del año que viene. Hasta que no se empiece a hablar
de las perspectivas financieras en serio no se sabrá cuál va a ver el
coste de la ampliación. Creo que, en cualquier caso, las propuestas de la
Comisión están encima de la mesa; me parece que SS. SS. las conocen,
porque nosotros las hemos transmitido a la Cámara, y ahí queda bien claro
que los temas que a nosotros nos interesan fundamentalmente, tanto el
Fondo de Cohesión como los fondos estructurales y, sobre todo, el tema de
las regiones de Objetivo 1 están totalmente salvaguardados porque en las
propuestas de la Comisión se dedican unos dineros para los fondos
estructurales de la Comunidad 15 y otros miles de millones (creo recordar
que eran 24.000 millones de ecus y 70.000 millones de ecus, 24.000
millones de ecus para los gastos preadhesión). Por tanto, hasta que se
consuma la adhesión, incluso durante un período transitorio, tendrán unos
gastos separados hasta ese momento los países de la Unión, y según estas
nuevas perspectivas financieras, tendrán el mismo volumen con respecto a
fondos estructurales que el que hemos tenido en estas perspectivas
financieras. Este debate no es de hoy, es del segundo semestre del año
que viene, pero a título indicativo se lo quiero señalar a S. S.

Por último, me ha preguntado también cuál ha sido el impacto de la
extensión del espacio Schengen. El impacto de la extensión del espacio
Schengen ya ha sido absorbido. Como sabe, España es miembro de pleno
derecho y del núcleo duro de Schengen desde el año 1994. El gran esfuerzo
hecho por las fuerzas de seguridad interior para adaptar nuestras
fronteras, nuestro sistema informático, el intercambio de comunicaciones
y la adaptación de nuestros consulados a todo el sistema informático de
expedición de visados ya se ha hecho; además, se ha hecho --debo
decirlo-- brillantemente. Hay que hacer un elogio aquí al gran esfuerzo
hecho por el Ministerio del Interior y, naturalmente, también hay que
decirlo, hecho por el servicio exterior de España para adaptarse a esa
nueva circunstancia. España está plenamente integrada en Schengen. Que
haya nuevos países que se integren en Schengen, como es el caso de Italia
y de Austria en un futuro inmediato, y quizá de Grecia en unos meses, no
supone ningún gasto adicional para el sistema español, puesto que ya está
perfectamente establecido.

Con respecto a la última pregunta que S. S. me hizo sobre los
arrendamientos, creo haberla contestado en el enfoque general que he
hecho del presupuesto de Exteriores.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Viendo que el Grupo Socialista no desea hacer uso de
la palabra en este momento, ¿algún otro grupo querría utilizar este
trámite para exponer sus planteamientos sobre el tema de los presupuestos
al señor secretario de Estado? (Pausa.)
No siendo así, concluye la comparecencia del secretario de Estado, señor
De Miguel, a efectos presupuestarios. Muchas gracias, señor secretario de
Estado.

Veo que el señor subsecretario ya está entre nosotros, de manera que le
invitaría a pasar a la mesa presidencial.




--DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DE ASUNTOS EXTERIORES (DE CARVAJAL SALIDO). A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA



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DEL CONGRESO (Número de expediente 212/000980) Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO
POPULAR EN EL CONGRESO (Número de expediente 212/0000993).




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados, continuamos con la
comparecencia de personalidades y funcionarios de la Administración del
Estado, al objeto de informar sobre la ley de presupuestos para el año
1998.

Corresponde en este momento la comparecencia del señor subsecretario de
Asuntos Exteriores, don José Carvajal. La comparecencia ha sido
solicitada por los grupos Socialista y Popular. Siguiendo el
procedimiento que antes hemos marcado, procedería a dar la palabra al
representante del Grupo Socialista, la señora Fernández.




La señora FERNANDEZ RAMIRO: Quiero iniciar esta intervención agradeciendo
al señor subsecretario de Estado su presencia en esta Comisión, a
petición del Grupo Socialista, para explicar los presupuestos del
Ministerio de Asuntos Exteriores.

Permítame, señor subsecretario, que le haga algunas reflexiones sobre el
criterio que al Grupo Socialista le merecen estos presupuestos. La
primera de ellas --en una primera lectura-- es de sorpresa, señor
subsecretario, por cuanto la estructura de programas del presupuesto del
Ministerio de Asuntos Exteriores para 1998 sufre importantes alteraciones
respecto a la que venía marcándolo desde hace más de una década. No
ponemos en duda las bondades que hayan podido propiciar la modificación
introducida, aunque nuestro grupo parlamentario quiere manifestarle que
esta medida tiene un marcado carácter regresivo, porque entendemos que la
agrupación y reducción de programas presupuestarios está hurtando y
limitando la información y detalle que la anterior estructura facilitaba,
marcado carácter regresivo porque se están invirtiendo los términos y,
por tanto, alterando la filosofía que aconsejó la implantación de la
claridad presupuestaria que aportaba la estructuración por programas.

Hasta ahora las dotaciones venían referidas y destinadas a la consecución
de unos objetivos concretos y definidos, teníamos capacidad para evaluar
dotaciones y disponíamos de unos indicadores que nos permitían a todos,
a posteriori, realizar un seguimiento de ejecución. Actualmente, y con
los datos de que disponemos, entendemos que nos encontramos ante un cajón
de sastre, y que se ha suprimido una valiosa información respecto a la
asignación de recursos para la actividad a realizar. La única conclusión
a la que podemos llegar es a que se está sacrificando información y
claridad a cambio de simplificación presupuestaria, sin saber muy bien a
quien beneficia, y no despreciamos, señor subsecretario, la
simplificación, cuya labor es meritoria, pero nos podemos encontrar con
que esta medida tan sólo conduzca a una confusión nada aconsejable, sobre
todo en estos temas tan enrevesados para los neófitos en la materia.

Resumiendo, este grupo parlamentario cree que disponemos de menos
elementos de juicio para conocer el alcance de los presupuestos que se
someten a examen en esta Cámara. Deseamos conocer las razones que han
aconsejado el cambio de estructura en los presupuestos relativos al
Ministerio, análisis de ambas estructuras y ventajas que suponen no sólo
para la gestión, sino también para el seguimiento y control de los
recursos asignados, tarea esta que, como muy bien sabe el señor
subsecretario, compete a los representantes de los contribuyentes.

En otro orden de cosas, y tras el análisis de las cifras disponibles,
hemos podido observar que cuantitativamente las dotaciones del
departamento mantienen básicamente la tónica del ejercicio actual, por lo
que específicamente podemos calificar como servicio exterior, excepto el
incremento en retribuciones que, con carácter general, se les reconoce a
los empleados públicos.

Deseamos conocer de la misma forma el reflejo presupuestario que la
apertura reciente de embajadas significa en estos presupuestos. Me estoy
refiriendo, señor subsecretario, a si estas aperturas suponen el cierre
de otras o de algunos consulados concretos. ¿Cómo se van a financiar los
costes de instalación y mantenimiento? ¿Qué expectativas o, en su
defecto, de cierre se plantea el Ministerio para el ejercicio 1998? Le
agradeceríamos, señor subsecretario, nos sitúe presupuestariamente toda
vez que el margen operativo con créditos similares al ejercicio 1997 son
realmente limitados.

Respecto al capítulo 6, inversiones del Ministerio, observamos que
nuevamente este presupuesto mantiene congelada la dotación. Nos gustaría
conocer en qué ha quedado el ambicioso plan que se acometió años atrás de
adquisición de representaciones y qué finalidad tiene la dotación
existente para 1998. Nos preguntamos si esta cuantía permite mantener
decorosamente el mapa de nuestras representaciones en el exterior y si,
efectivamente, las existentes se encuentran dotadas y mantenidas con el
decoro que nuestro tiempo demanda para su adecuado funcionamiento.

Al hilo de lo que acabo de plantear nos preguntamos un año más por la
nueva sede del Ministerio. Nos gustaría saber, señor subsecretario, en
qué ha quedado la edificación proyectada en la calle Padre Damián, de la
que no se han tenido nuevas noticias. Se siguen manteniendo las múltiples
oficinas diseminadas por Madrid que en ejercicios pasados ustedes tanto
censuraron. Efectivamente, señor subsecretario, el problema entendemos
que no sólo no se ha resuelto, sino que además se ha bloqueado la
solución que en su momento permitía establecer una sede en unos
parámetros de coherencia que subsanaba las disfunciones que en más de una
ocasión se han censurado en esta Comisión. Nos gustaría que nos informase
a este respecto y sobre el reflejo presupuestario que tiene este tema en
los presupuestos para 1998.

También quería preguntarle si han previsto en los presupuestos alguna
dotación presupuestaria que permita la contratación de bufetes de
asesoramiento en relación con las decisiones unilaterales que tomó Canadá
con relación al fletán.

Por último, señor subsecretario, queremos reiterar nuestro agradecimiento
por su presencia hoy aquí en esta Comisión.

Nada más.




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El señor PRESIDENTE: La comparecencia del señor subsecretario ha sido
también solicitada por el Grupo Popular, y en su nombre tiene la palabra
el señor Robles.




El señor ROBLES FRAGA: Es la segunda vez que participo en esta
legislatura en este trámite de la comparecencia del señor subsecretario,
a quien naturalmente agradezco su presencia en esta Comisión. No sé si el
señor subsecretario se sonrojará al responder a una de las preguntas que
acaban de ser formuladas, pero, efectivamente, creo que de Padre Damián
hay poco que decir de momento. No sé si hemos asistido a la comparecencia
del señor secretario de Estado, pero la señora diputada del Grupo
Socialista que acaba de intervenir sabrá que Padre Damián es un proyecto
inadecuado, que fue abandonado en su día y que en este momento existe
otro mucho más razonable que es el traslado a la plaza del Marqués de
Salamanca no solamente por razones de eficacia y de funcionalidad, sino
porque ese edificio reúne muchas mejores condiciones para representar
dignamente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y para
constituirla.

Yo creo que éste es sin duda uno de los momentos del año en que podemos
constatar la modestia de los recursos de nuestra política exterior, lo
cual, por otra parte, debe llevarnos a agradecer a todos los funcionarios
de la carrera diplomática, del servicio exterior en general, el esfuerzo
que realizan para defender y promover correctamente los intereses de
España, para fomentar las relaciones internacionales de nuestro país,
para contribuir a la paz, a la seguridad, al desarrollo de un orden
global más justo, equilibrado, y para que España pueda sentirse más
cómoda y más segura con unos medios modestos, con unos medios escasos
--siempre lo han sido--. Pero en este caso en un contexto de austeridad
general presupuestaria como es normal y como es razonable, el Ministerio
de Asuntos Exteriores también debe comportarse con mayor rigor, con mayor
austeridad y con mayor modestia. Sin embargo, si tenemos en cuenta lo que
se ha hecho en este año y en los meses pasados, veremos --y, sin duda, el
subsecretario podrá explicarnos más-- que se han hecho importantes
esfuerzos de mejora de la gestión. Pero yo no me limitaría a decir eso,
sino que creo que estamos empezando --entre otras cosas, gracias a los
trabajos de esta Comisión-- a plantear --quizá sería necesario hacerlo
con más intensidad-- un proceso de reflexión sobre la naturaleza, los
objetivos, los medios de la política exterior de España. Y de eso es de
lo que trata esta Comisión; yo creo que todo lo demás es relativamente
importante. Sin duda, habrá cuestiones concretas muy interesantes, pero
creo que nuestro país y este Parlamento deben contribuir --y ésta es una
buena ocasión para hacerlo-- a centrar su atención sobre qué servicio
exterior, qué política exterior queremos para España o creemos más
conveniente para España.

El señor secretario de Estado de Política Exterior y para la Unión
Europea nos ha hablado de alguno de los retos importantes que debe
afrontar nuestro país. Todo eso, naturalmente, debe llevar a la
consideración de los aquí presentes y, sin duda, de los que deben tomar
este tipo de decisiones de que España no puede seguir teniendo el mismo
servicio exterior que ha seguido teniendo si el orden internacional, los
objetivos, los intereses, las responsabilidades de nuestro país cambian.

Por eso, yo, aparte de mi agradecimiento al señor subsecretario, me
gustaría que no solamente nos explicase las cifras --cosa que sin duda
hará, que estoy seguro que son perfectamente satisfactorias--, sino que
incidiese más concretamente en esos esfuerzos de mejora de la gestión y
del funcionamiento de los medios materiales y humanos con los que cuenta
el Ministerio de Asuntos Exteriores para realizar su muy importante
tarea, agradeciendo --lo reitero y quiero hacerlo expresamente en nombre
de mi grupo-- el esfuerzo que con los medios que todos --el Estado, los
ciudadanos-- ponemos a su disposición hacen los profesionales del
servicio exterior y muy especialmente los que trabajan a las órdenes
directas del señor subsecretario, quien, como sin duda ustedes saben,
además de ser subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, es jefe
de la carrera diplomática y, por lo tanto, persona que puede recibir esta
felicitación por parte de mi grupo.




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE ASUNTOS EXTERIORES (De Carvajal Salido): Muchas
gracias, señor Robles, por esos elogios a nuestros compañeros de la
carrera diplomática que me honro, efectivamente, en representar.

Si se me permite, señor presidente, yo tal vez quisiera comenzar mi
exposición en orden inverso a las preguntas que me han planteado, la
señora Fernández y el señor Robles para tratar, efectivamente, al exponer
lo que yo entiendo consideraciones generales relativas al presupuesto y
lo que hay efectivamente detrás de las desnudas cifras del presupuesto,
de contestar al último comentario del señor Robles y también a
determinadas preguntas de la señora Fernández, sin perjuicio de que si me
dejo alguna contestación puntual sobre alguna cuestión específica en el
tintero vuelva sobre ello para desde luego intentar contestar lo más
concretamente posible a las cuestiones que se me han planteado.

Yo quisiera en este sentido comenzar tal vez por hacer una comparación
global del presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores para 1998 con
el vigente de 1997. Las cifras no las recuerdo, están ahí, pero sí creo
necesario destacar que de esa comparación se deduce, en primer lugar, un
crecimiento ciertamente modesto de lo que es el presupuesto del
departamento propiamente dicho, que supone un incremento del 2,5 por
ciento --del orden de 2.300 millones de pesetas-- y que, por el
contrario, en lo que es la sección 12, existe un notable incremento tanto
de la Agencia Española de Cooperación Internacional como del Instituto
Cervantes. En el caso de la primera estamos hablando de un aumento del
orden de 9.000 millones de pesetas --casi el 37 por ciento-- y en el caso
del Instituto Cervantes estamos hablando de un aumento de 600 millones de
pesetas equivalente a un 15,5 por ciento. Estos incrementos yo creo que
nos hacen destacar dos consideraciones que estimo que son muy
importantes, y es que ese incremento ciertamente notable de los créditos
destinados a la



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cooperación y la acción cultura denota el esfuerzo del Ministerio de
Asuntos Exteriores por potenciar las dos políticas aludidas: la
cooperación y la acción cultural, que no solamente son parte integrante
de la política exterior, sino parte muy importante de esa política
exterior.

Al hilo de eso, y sin perjuicio de las explicaciones y detalles que
puedan dar en su comparecencia los responsables directos de la política
de cooperación y de la Agencia Española de Cooperación Internacional,
quisiera decir que, si se analiza con detenimiento el presupuesto del
Ministerio y de sus organismos autónomos, se observa --y creo que es una
de las principales novedades de este presupuesto-- una nueva partida de
8.000 millones de pesetas en el presupuesto del Ministerio, vinculada a
la inminente promulgación --ya está en la Cámara el correspondiente
proyecto de ley-- de la ley de cooperación internacional. Son 8.000
millones de pesetas destinados a la dotación de un fondo que contempla
esa ley para créditos de cooperación en el exterior.

La segunda reflexión en relación con este asunto de la cooperación,
ciertamente importante, y una de las novedades del presupuesto para 1998,
es el cambio de orientación en lo que se refiere a los créditos
ampliables destinados a la cooperación internacional. Con ese carácter de
crédito ampliable permanece una partida casi testimonial, de 49 millones,
que se destina a la convocatoria extraordinaria de subvenciones a algunas
ONG; es la partida que está vinculada al Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas. Sin embargo, este año desaparece el carácter ampliable
de otra serie de créditos destinados a la ayuda oficial al desarrollo, lo
que ha requerido --y, a mi juicio, aquí es donde reside la importancia de
la novedad-- haber consolidado en el presupuesto de la Agencia una cifra
cercana a los 9.000 millones de pesetas. Entendemos que ello permitirá
disponer de cifras ciertas desde primeros de año para realizar por parte
de la Agencia una gestión que es ciertamente compleja en lo tocante a la
ayuda al desarrollo y llegar a los niveles de ejecución que todos
deseamos.

Por lo que toca al departamento --creo haber oído que ya ha sido
mencionado por el secretario de Estado de Política Exterior y para la
Unión Europea--, quiero recordar que los créditos del capítulo 1,
personal, suben en el total del departamento un 5 por ciento, aumento que
está destinado, por un lado, a atender la decisión de aumentar los
haberes de los funcionarios en la misma proporción que la inflación
prevista para 1998 y, por otro lado, hacer frente al incremento de
determinadas divisas de situación respecto a la peseta. Debo señalar que
el 40 por ciento de nuestra nómina en el exterior se paga en dólares
norteamericanos. El capítulo de cuotas tal vez constituye, junto con el
de personal, la partida más importante. Este año aumenta en 598 millones
de pesetas y está destinado a hacer frente a ese posible cambio de
paridad del dólar respecto a la peseta y a algún eventual aumento de
cuotas de participación de España en determinados organismos,
fundamentalmente en la familia de Naciones Unidas.

El capítulo 2 --lo he dejado para el final porque quiero que el
comentario a las cifras me sirva para enlazar con otras consideraciones
de carácter más general-- se incrementa en un 2 por ciento. Si SS. SS.

recuerdan, aquí podríamos enlazar con el debate presupuestario del año
pasado y entrar en una discusión acerca de si este capítulo 2, con diez
mil setecientos y pico millones de pesetas, es o no suficiente para
atender a nuestras necesidades de funcionamiento de oficinas consulares
y de representaciones diplomáticas. Como alguien dijo el año pasado, la
prueba la tendremos al final del ejercicio; entonces sabremos si es
suficiente o no. Desde luego nosotros entendemos que es suficiente y no
tanto por las cifras en sí sino, como ha dicho el señor Robles, por una
serie de medidas de carácter estructural y de control de gasto, de
austeridad, que estamos tomando y a las que me quisiera referir con
cierta amplitud, porque entiendo que pueden ser de interés para las
señoras y señores diputados.

Si recuerdan, en mi comparecencia de hace un año ante esta misma
Comisión, al objeto de presentar el presupuesto de 1997, expuse la que ya
era el decidido propósito del Ministerio de Asuntos Exteriores: impulsar
un amplio abanico de iniciativas tendentes a perfeccionar procedimientos
de gestión, asegurar un mejor control del gasto público y reforzar y
optimizar los recursos que, por definición, siempre son escasos. Hoy
quisiera referirme con más detalle una serie de acciones que ya hemos
emprendido en el desarrollo de ese objetivo general al que antes me he
referido y que se han plasmado en un plan de gestión de carácter global
que hemos redactado, que incluso hemos impreso y consta en este folleto
publicado a finales del año pasado y del que tengo ejemplares para SS.

SS. si alguno le interesa entrar en el mayor detalle de su contenido. En
todo caso, este plan cubre aspectos variados a los que me quisiera
referir --son aspectos relativos a la racionalización presupuestaria-- y
de esa forma tal vez pueda contestar a la primera pregunta de la señora
Fernández. Estos aspectos se refieren a la agilización en la remisión de
fondos, a la mejora de la gestión, a la informatización global de la
contabilidad y a la modernización del sistema de pagos.

Empezando por el primer objetivo, la racionalización presupuestaria, le
diré que nosotros, enlazando con lo que ya hicimos el año pasado en temas
relativos a las disposiciones sobre vinculación de créditos, para este
año nos habíamos propuesto lograr una estructura presupuestaria que fuese
más flexible y, al mismo tiempo, más eficaz. Por tanto, de acuerdo con la
Dirección General de Presupuestos, hemos llegado a un proyecto de ley en
el que cambia notablemente la estructura presupuestaria y por servicios
del Ministerio de Asuntos Exteriores respecto al año pasado. Hemos pasado
de cinco servicios presupuestarios a tres --un servicio es la
Subsecretaría y los otros dos son cada una de las secretarías de
Estado--, y hemos pasado de nueve programas presupuestarios a seis,
reduciendo tres de ellos en virtud de la fusión que se ha hecho de lo que
antes se denominaba programa de acción diplomática bilateral y programa
de acción consular, suprimiendo y fundiendo en el programa de servicios
generales el que antes se ocupaba de las atenciones de los créditos que
gestionaba la Escuela Diplomática. ¿Por qué hemos hecho eso? En primer
lugar, para lograr una mayor flexibilidad y eficacia presupuestaria. Y no
se trata de intentar hurtar a esta Cámara



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ningún control sobre la ejecución o gestión presupuestaria, a lo que
siempre estaremos dispuestos no solamente porque es nuestra obligación,
sino porque lo hacemos con el mayor interés, lo hemos hecho porque
entendemos que la nueva estructura de servicios y programas es más
coherente con la realidad de las cosas.

Por lo que toca a los servicios, es más coherente esta estructura porque
adecua la estructura presupuestaria a la estructura orgánica del
Ministerio de Asuntos Exteriores, donde se hace depender cada uno de los
servicios de cada una de las tres grandes unidades orgánicas del
Ministerio: Subsecretaria, Secretaría de Estado para la Política Exterior
y para la Unión Europea y Secretaría de Estado de Cooperación
Internacional. Esta es una de las viejas preocupaciones, entre
paréntesis, de la Dirección General de Presupuestos y en cierta medida
tal estructura también atiende esa preocupación. En segundo lugar, y es
más importante, porque la nueva estructura de programas atiende mejor a
la realidad del gasto, a la realidad de la función de nuestras embajadas
y consulados.

Les quiero poner un ejemplo: es muy difícil, diría que imposible, separar
un programa de acción diplomática bilateral de un programa de acción
consular. ¿Por qué? Porque sin perjuicio de que tenemos del orden de
noventa o cien oficinas consulares dedicadas fundamentalmente a acción
consular, es cierto que hay muchas embajadas donde no existen consulados
separados, pero tienen una sección consular muy importante y desarrollan
una función consular notable. Era el caso hasta ahora de nuestra Embajada
en Moscú, donde no había un consulado para Rusia y sólo existía una
sección consular que debía hacer frente a la paradoja de tener que
afrontar el mayor número de petición de visados que se presentaba en
cualquiera de nuestras representaciones en el exterior, sin ser un
consulado propiamente dicho.

Al mismo tiempo, esto no debe obstar, desde luego no está en nuestra
voluntad, a que pueda y deba haber un control riguroso por esta Cámara de
la gestión presupuestaria, de la ejecución presupuestaria y esa misma
nueva estructura presupuestaria puede facilitar el control en la medida
que podemos disponer por cada representación de una cifra consolidada
homogénea de gasto, sin tener que ir a buscar cada partida de gasto por
lo que respecta a una oficina o una representación determinada a los
distintos programas. Por lo demás, si se me permite hacer profesión de fe
de mi convencimiento que la estructura por programas del presupuesto
tiene ventajas, relataré una anécdota personal, pues esto lo comparto
desde que como jefe de la Oficina Presupuestaria me cupo la
responsabilidad de elaborar el primer presupuesto de programas que se
hizo en el Ministerio de Asuntos Exteriores allá por el período
1980-1981.

Me he referido a ese primer objetivo de racionalización del presupuesto,
dentro del plan general de gestión del gasto, y quisiera referirme a un
segundo objetivo que hace referencia a la agilización en la remisión de
fondos a nuestras representaciones en el extranjero, destinado, en
lenguaje más directo, a evitar lo que se venía produciendo
tradicionalmente en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que son los
retrasos en esas remisiones de fondos a nuestras representaciones,
fundamentalmente en lo tocante al primer trimestre. Para ello hemos
redactado, de acuerdo con el Ministerio de Economía y Hacienda, una
normativa que va a permitir a nuestras representaciones, a través de un
anticipo extrapresupuestario y conforme al mecanismo que está previsto en
el Real Decreto de 23 de abril de 1993, la disponibilidad de fondos
necesarios para hacer frente a esas necesidades. Puedo pensar que tal vez
a SS. SS. les choque que el Ministerio de Asuntos Exteriores deba tomar
estas medidas, pero es algo que se nos venía presentando y causando
problemas graves de gestión en demasiadas embajadas y oficinas consulares
en el extranjero.

El tercer objetivo de nuestras acciones estructurales radica en intentar
desplazar hacia nuestras representaciones, por tanto, hacia nuestros
embajadores y cónsules, la mayor parte de las competencias de gestión y
la mayor responsabilidad en la decisión del gasto. En ese sentido,
pusimos en marcha desde principios de este año una experiencia piloto en
23 representaciones, que si bien siguen siendo controladas en su gestión
por el Ministerio de Asuntos Exteriores, han empezado ya a gestionar
individualmente sus pagos y lo que es más importante, a rendir
directamente sus cuentas a la Intervención del Estado. Esto no sólo
agiliza la gestión, sino que sirve, como les decía antes, para
concienciar y responsabilizar al personal en el exterior de que también
es parte de la política gestionar correctamente los fondos de que
disponen en el extranjero. Este sistema ha dado unos resultados
ampliamente satisfactorios, de forma que la propia Intervención general
nos ha pedido que en la medida de que podamos hacerlo con prontitud,
ampliemos este sistema a la totalidad de nuestras representaciones en el
extranjero.

En esta misma dirección apunta también otra de las medidas que estamos
adoptando, cual es la reducción del número de gestores en el seno del
departamento en el que existen más de diez unidades gestoras de diferente
nivel y distinta pertenencia, gestionando una multiplicidad de
aplicaciones y a veces en un mismo crédito. Estamos en vías de agrupar
dentro de la Dirección General del Servicio Exterior lo que hasta ahora
era gestión separada de atenciones protocolarias y de gastos relativos a
la Oficina de información diplomática.

Al mismo tiempo, estamos estudiando la forma de llegar a un sistema
contable informático global que permita el control inmediato en tiempo
real desde Madrid, desde la sede central del Ministerio de Asuntos
Exteriores, de todas y cada una de las partidas del estado de cuentas y
de gestión de nuestras embajadas y consulados y, al efecto, estamos
trabajando con la sección de informática para definir el necesario
programa informático y poder llegar a este control que antes mencioné.

Paso por encima, aunque sí quisiera señalarlo porque es igualmente
importante, que hemos procedido a modernizar los sistemas de pago que
empleaba hasta ahora el Ministerio de Asuntos Exteriores, habiendo pasado
de un sistema prácticamente en exclusiva de pagos a justificar a uno
mixto de pagos a justificar con un método de anticipo de caja fija que,
como saben SS. SS., representa grandes ventajas en términos de rapidez,
de flexibilidad de la gestión y



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de aprovechamiento de los créditos, sistema de anticipo de caja fija que
hemos puesto en funcionamiento en Madrid, tanto en el departamento con la
propia Secipi, la Secretaría de Estado, y también en forma de experiencia
piloto en nuestra representación ante la Unión Europea en Bruselas, que
es la más importante en términos de gestión presupuestaria por el volumen
de la misma.

Además de esas medidas de tipo estructural, el departamento sigue
empeñado en una política de reducción de costes y de asegurar el respeto
a la disciplina y a la austeridad del gasto. Voy a referirme de pasada,
porque ya está publicado en el «Boletín Oficial del Estado», al Plan de
austeridad de gastos corrientes del departamento que también el
Ministerio de Asuntos Exteriores ha puesto en práctica como parte del
Plan general de austeridad de la Administración general del Estado.

Tengo que referirme de nuevo, y con esto creo que contesto a otra de las
preguntas de la señora Fernández, al ahorro derivado del nuevo plan de
reubicación de las sedes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Entre
paréntesis, señora Fernández, el proyecto de Padre Damián está
abandonado. Estamos convencidos, como ha mencionado el secretario de
Estado y me permito recordar para mayor precisión la comparecencia que
sobre este mismo objeto tuve ante ustedes en la primavera, en el mes de
abril o mayo en esta misma Comisión, que esa reubicación sin perjuicio de
una serie de beneficios que tiene en términos de gestión y de
funcionamiento de la propia Administración, lleva consigo unos
importantes beneficios presupuestarios en términos de ahorro.

El secretario de Estado se ha referido a lo que es ahorro en la partida
de alquileres. Me permito precisar algún dato respecto a esto. El
traslado ya de 270 funcionarios al edificio de la plaza de Salamanca
conlleva la amortización de seis contratos de arrendamiento, dos de ellos
ciertamente el año 1998, que permitirá un notable ahorro en esta partida
presupuestaria equivalente al 26 por ciento de este concepto en el
presupuesto de 1998, en el que se prevén 400 millones de pesetas frente
a los 538 del presente ejercicio de 1997, por tanto, hay ya un primer
ahorro de 138 millones. Además, ese traslado también supone un ahorro en
la partida de seguridad en función de la desafectación del solar de Padre
Damián y la reunificación de servicios de seguridad; ahorro que para el
año 1998 tenemos cifrado en 30 millones de pesetas.

A estos ahorros inherentes a la sede, quisiera señalar otros, como son
los derivados de la adopción de un nuevo sistema de comunicaciones, pues
hemos pasado progresivamente a la adopción de un sistema de modem,
sustituyendo los viejos sistemas de télex para canalizar el correo
electrónico, que ha permitido ya aproximadamente un ahorro del 30 por
ciento, otros 10 millones de pesetas.

Finalmente, por mencionar otra medida en este sentido de ahorro de gasto,
el consumo eléctrico lo hemos reducido el 25 por ciento, 20 millones de
pesetas, como consecuencia de la concentración de servicios y también de
determinadas obras de reforma en la instalación eléctrica de nuestra sede
principal en el palacio de Santa Cruz. Es decir, si vamos sumando, 138
millones, más 30 millones, más diez, estamos en un ahorro del orden de
200 millones de pesetas, contando los 20 millones de consumo eléctrico,
a los que que me he referido, que entendemos compensan lo que pueden ser
unas dotaciones ciertamente modestas o austeras, en la medida que también
el Ministerio de Asuntos Exteriores comparte plenamente el objetivo de
austeridad de este Gobierno.

No menciono las llamadas continuas a la atención y cooperación de nuestra
representación en el exterior por parte de la subsecretaría y de los
servicios correspondientes del Ministerio, pero sí quisiera mencionar
otra medida que entiendo está contribuyendo a esa política de disciplina
y austeridad en el gasto, y es la cuestión de las inspecciones que
realicen los servicios correspondientes del Ministerio de Asuntos
Exteriores en el exterior. Quisiera, de nuevo, dar un dato que entiendo
es de lo más significativo. En el año 1994, se realizaron en el exterior
23 visitas de inspección; en el año 1995, 14; en el año 1996, 14, ocho de
ellas en el último trimestre; y en el año 1997 está previsto que se
realicen 62; es decir, se está triplicando el número de inspecciones que,
sin perjuicio de otras funciones de asesoramiento a nuestra
representación en el exterior, no porque haya que pensar mal de nadie, ni
mucho menos, tienen un efecto directo en todos estos temas de disciplina
y rigor presupuestario.

Como conclusión de estas cuestiones generales, quisiera señalar las dos
siguientes. En primer lugar, nos parece absolutamente importante tratar
de concienciar y responsabilizar a nuestros gestores de la importancia de
una buena gestión del servicio exterior. Nos parece esencial por
definición, pero sobre todo en un Ministerio tan disperso como el de
Exteriores. A estos efectos, debo decir, no sin cierta satisfacción, que
desde luego estamos encontrando la total cooperación de nuestro personal,
que responde muy satisfactoriamente a las exigencias que desde Madrid les
estamos planteando.

En segundo lugar, todas estas medidas forman parte de un proceso dinámico
todavía abierto, que intentamos seguir completando en los próximos meses.

En este sentido, y enlazo con otra pregunta de la señora Fernández, algo
que ciertamente nos sigue preocupando es el tema de los alquileres.

Tradicionalmente, en pagos de alquiler de nuestras oficinas y
residenciaenelexterior,veníamos empleando del orden de 1.500 millones de
pesetas al año. Son 1.500 millones de pesetas que, a la postre, perdemos,
como se pierde todo alquiler una vez utilizado el edificio en cuestión,
en la medida que no es propiedad del Estado.

No quisiera adelantar acontecimientos, pero entiendo que es muy relevante
en esta comparecencia, y desde luego para contestar a la pregunta de la
señora Fernández, anunciar que estamos a punto de poner en práctica un
sistema de arrendamiento financiero, para lo cual tengo la esperanza de
que, en los próximos días, se publique en el «Boletín Oficial del Estado»
el oportuno pliego de contratación que nos permita, ciertamente a plazo
largo, poder disponer, a través del sistema de arrendamientos
financieros, de una red de edificios en propiedad total en un 80 ó 90 por
ciento, destinados a cancillerías y a residencia de jefes de misión. En
este momento, creo que la proporción



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debe estar en un 55 por ciento de edificios propiedad del Estado versus
cuarenta y tantos por ciento de edificios en alquiler, con todas las
dificultades que el sistema de alquiler entraña. Si realmente somos
capaces de poner en práctica el sistema, habremos acabado con esta
situación realmente preocupante para los que nos sucedan en estas
responsabilidades, dentro de algunos años ciertamente. Mientras tanto,
seguiremos haciendo lo que nos permita nuestro capítulo 6. Seguimos con
proyectos importantes en este campo, la embajada en Washington, la
embajada en Berlín, acabamos de comprar una cancillería en Copenhague e
iremos haciendo lo que nuestro presupuesto nos permita.

Entiendo, señor presidente, que he contestado a las preguntas de la
señora Fernández sobre la estructura presupuestaria, sobre el capítulo 6
en lo que respecta al plan de adquisiciones de embajadas y sobre la nueva
sede.

Una palabra sobre la cuestión que ha suscitado el pleito con Canadá en la
Corte Internacional de Justicia, la llamada guerra del fletán. Me
permitiré decir que efectivamente estamos muy pendientes de este asunto
que es ciertamente complejo y se va a alargar. Entiendo que, en los
próximos meses, el tribunal deberá tomar una decisión acerca de cuándo va
a conocer sobre el tema de la competencia, cosa que se podrá producir en
el mes de marzo o en otoño del año siguiente, y tenemos previsto el
dinero necesario para poder atender de la mejor forma a estas
necesidades, de la misma manera que ya se venía haciendo por el anterior
equipo ministerial, siguiendo por tanto el mismo procedimiento que se
empleó entonces.

Una palabra, señor presidente, y con esto quisiera terminar, para
contestar la pregunta que me resta de la señora Fernández en relación con
las nuevas embajadas, nuevas aperturas, nuevos cierres. Creo que puedo
ser breve porque también tuve oportunidad de explicar ante esta misma
Comisión, creo que a finales del año pasado, lo que había tras nuestras
intenciones de apertura y cierre de representaciones diplomáticas, los
motivos y los planes donde se concretaba esa voluntad. Recordaré que en
estos momentos ya se han creado tres embajadas, las que estaban en esa
primera fase. Se han abierto las embajadas en Bratislava, en Sarajevo y
en Hanoi y hemos procedido a cerrar tres consulados, los de Amberes,
Lieja y Valença do Minho. Nosotros quisiéramos que la segunda fase de ese
plan fuera la apertura de la embajada en Chipre, que llevaría aparejado
muy posiblemente el cierre de la embajada en Malta, sin olvidarnos de lo
que también entendemos muy importante, que es la necesaria apertura de
una embajada en Eslovenia.

En términos presupuestarios efectivamente la partida más importante es la
que se refiere a gastos de personal. He de tranquilizar a S. S. en el
sentido de que esas atenciones presupuestarias para lo que son haberes de
personal, tanto funcionario como contratado, están previstas en el
presupuesto de 1998; ciertamente, son embajadas pequeñas en la medida en
que solamente habrá o está previsto que haya un embajador, tres
funcionarios y un mínimo equipo de personal contratado laboral. Además,
la incorporación de ese personal la haremos de forma progresiva y
dosificada; y la haremos, en la medida de lo posible, amortizando
determinadas plazas que puedan sobrar en otras representaciones. El
ejemplo de la República Checa es muy claro. En la embajada de Praga en
este momento hay cuatro funcionarios diplomáticos y en la práctica uno ya
se está ocupando de las cuestiones eslovacas. Esa plaza no se cubrirá en
el futuro y, por tanto, compensará una de las plazas de Praga. Así podría
dar más ejemplos.

En términos de gasto, los gastos de instalación de esas tres nuevas
embajadas están en orden de los 250 ó 270 millones de pesetas que en
parte recuperaremos por el cierre de los tres consulados que he
mencionado y en parte deberemos asumir con nuestro propio presupuesto.

Por lo que toca a gastos de funcionamiento, según esas consideraciones,
los podemos cifrar en unos 150 millones de pesetas al ño, si tenemos en
cuenta que el cierre de los consulados produce un ahorro ciertamente
menor, pero que representa a lo mejor el 25 por ciento de esa cifra, el
problema de financiación entendemos que no es especialmente delicado.

Creo que con eso, señor presidente, he contestado, al menos he intentado
hacerlo, a las preguntas que se me han planteado.




El señor PRESIDENTE: Señora Fernández.




La señora FERNANDEZ RAMIRO: Deseo agradecer al señor subsecretario el
esfuerzo que ha hecho en la respuesta a cada una de las preguntas que le
hemos formulado, aunque no compartamos en muchos casos su argumentación.

Muy brevemente, respecto al cambio de estructura del presupuesto, me va
a permitir le recuerde que es el Grupo Popular quien permanentemente
pretende darnos lecciones de lo que debe ser el buen hacer en la gestión
con transparencia. El señor subsecretario dice que este cambio de
estructura es más flexible y más eficaz. Nosotros no podemos compartir
con usted que la agrupación y reducción de programas presupuestarios
facilite la claridad, la información y la transparencia que, en
definitiva, pensamos todos debe ser una obligación que tiene el
gobernante con el contribuyente.

Respecto a la apertura de las nuevas embajadas dice que el capítulo 2
tiene una tasa de crecimiento del 2 por ciento. Nosotros creemos que,
aunque sólo sea por la repercusión del IPC, debería cambiar esta partida,
porque difícilmente se puede entender con este crecimiento, si se abren
embajadas --eso tiene un costo-- o se cierran consulados --también lo
tiene--, cómo se puede abordar su puesta en marcha con un mínimo de
dignidad con esta dotación presupuestaria.

Respecto al tema de la nueva sede, sabemos que es muy complicado y
difícil, pero seguimos invitando al señor subsecretario a que siga
haciendo los esfuerzos necesarios que permitan dar solución a la
dispersión de las múltiples oficinas que sigue habiendo en Madrid.

Por último, le quería hacer una pregunta que no había formulado en mi
primera intervención por si me la puede contestar. ¿Cómo han evolucionado
las contribuciones de España a los fondos de eliminación de minas
antipersonas?



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El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE ASUNTOS EXTERIORES (De Carvajal Salido):
Entiendo que cuando la señora Fernández se ha vuelto a referir al tema de
la nueva estructura presupuestaria es más un comentario que una pregunta.

Desde luego, no quisiera contradecirla porque, efectivamente, ustedes
pueden tener una opinión distinta acerca de lo que yo he dicho; pero me
permito decirle, señora Fernández, que desde luego nada más lejos de
nuestra intención que hacer una estructura al objeto de hurtar el control
de esta Cámara. Me comprometo, si hace falta hacerlo, a venir aquí
cuantas veces ustedes estimen necesarias para explicar la gestión y
ejecución presupuestarias.

En el capítulo 2 efectivamente nunca se tiene lo que uno quiere. El
aumento que hay en dicho capítulo en el presupuesto son 215 millones de
pesetas, el 2 por ciento, pero de nuevo hay que sumar a ese incremento el
ahorro que hemos obtenido. Me he referido a una serie de medidas
puntuales, que solamente ellas suman otro tanto como ese incremento en
presupuesto; por tanto, ahí tenemos margen de maniobra. Confío, espero y
estoy seguro de que seguiremos siendo capaces de continuar generando
medidas de ahorro, algunas conexas con el tema de la nueva sede. Ustedes
pueden contar con que nosotros seremos los primeros interesados en que
eso vaya adelante y lleguemos al sistema, que me permití descubrir en la
última comparecencia sobre este asunto, de dos únicas sedes en donde se
concentren las que existen hasta ahora, que ascienden, creo recordar, a
21 ó 22 distintas.

Por lo que toca al gasto de España en materia de destrucción de minas
antipersonas no tengo los datos conmigo. Entiendo que puede haber dos
partidas distintas. España tendrá que hacer frente a un compromiso
internacional ya asumido, y que se plasmará en un tratado en las próximas
semanas, como saben ustedes, de eliminar el stock de minas antipersonas
que tiene. Entiendo que esto no es una contribución a la organización
internacional sino un gasto al que tendrá que hacer frente el Ministerio
de Defensa.

Sobre lo que puede ser una contribución en forma de cuota a un sistema
internacional, carezco de datos en estos momentos, pero con mucho gusto
intentaré transmitírselos a la mayor brevedad posible.




El señor PRESIDENTE: ¿Alguna cuestión más dirigida al señor subsecretario
de Asuntos Exteriores? (Pausa.)
Si no es así, con esto concluye la comparecencia del señor subsecretario,
al que de nuevo quería agradecer su presencia y la minuciosidad y detalle
de sus explicaciones.




--DEL SEÑOR SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACION
INTERNACIONAL (ESPINOSA FERNANDEZ). A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO (Número de expediente 212/000983).

El señor PRESIDENTE: Veo que el señor secretario general de la Agencia
Española de Cooperación Internacional, don Luis Espinosa, ya está entre
nosotros, de manera que, mientras el señor subsecretario abandona esta
Presidencia, quiero invitar al señor Espinosa a que se vaya acercando
hacia aquí. (Pausa.)
Señoras y señores diputados, continuamos la sesión de esta Comisión de
Asuntos Exteriores dedicada a las comparecencias en relación con la
tramitación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para
1998 y cumple en este momento realizar la comparecencia solicitada por el
Grupo Socialista al secretario general de la Agencia Española de
Cooperación Internacional, don Luis Espinosa.

Por el Grupo Socialista, y en su representación, tiene la palabra la
señora Balletbó.




La señora BALLETBO I PUIG: En realidad, teníamos prevista también la
comparecencia del señor secretario de Estado de cooperación, que al
parecer se encuentra fuera de España atendiendo otras obligaciones. En
ese sentido, me tocaría preguntarle sobre algunos aspectos de la
Secretaría de Estado, pero debo decirle también que el señor
subsecretario ha dado algunas explicaciones bastante amplias y me voy a
ahorrar entrar en ese capítulo e iría directamente al tema de la Agencia.

Quería preguntar al señor Espinosa sobre una partida de 8.000 millones de
pesetas que tenemos en la Secretaría de Estado para préstamos a largo
plazo que, como sabe, está en el programa 134.A y supongo que hace
referencia a las previsiones de aprobación en esta Cámara, de la ley de
cooperación para atender a los posibles gastos y aplicación de lo que
pueda suponer dicha ley. Si esto es así, serían 8.000 millones que
estarían en este presupuesto aunque no significa que al final estos
millones vayan a estar incorporados en la práctica al presupuesto del
capítulo de cooperación, pueden ser ocho, pueden ser dos, porque es una
partida supeditada a un trámite legislativo. No sé si lo he entendido
bien pero, en todo caso, esto es lo que yo le quería preguntar sólo
respecto a ese programa.

Pasando al tema de la Agencia, pensaba hacerle algunos comentarios más
generales. Creo, señor Espinosa, que todavía estamos lejos del camino
trazado por la iniciativa 20/20, es decir, que para el desarrollo de esos
presupuestos, la postura del Gobierno debería ser aumentar la proporción
de la ayuda oficial al desarrollo, los servicios sociales básicos, hasta
alcanzar una cifra cercana al 20 por ciento, que representara el total
comprendido de sus contribuciones a ONG y agencias multilaterales.

Considero que esto es preocupante. Entiendo que en el preámbulo de los
presupuestos no haya habido ninguna referencia a la cooperación, pero no
lo comparto porque creo que aunque es una cantidad pequeña respecto al
total del presupuesto, sí pienso que hay interés específico y especial
por parte de la sociedad en general y también debería haberlo por parte
del Gobierno. Es un tema que aun cuando a nivel de volumen no es muy
importante, sí lo es a nivel de sentimiento general y debería serlo
también de línea política de marcar cierta pauta. Por tanto, siento que
no se haya



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hecho ninguna referencia a ese tema en el preámbulo de presentación de
presupuestos.

En el tema concreto del organismo 103, Agencia Española de Cooperación
Internacional, nosotros miramos el presupuesto del año pasado y vemos que
en las organizaciones no gubernamentales estamos en 16.100 millones. Si
a esto le añadimos los 8.000 que venían traspasados de la Secretaría de
Estado, nos encontramos que suman aproximadamente 25.000 millones, quizá
un poco más, porque yo he echado cuentas y he pensado: si los
funcionarios aumentan su salario el 2,1 y yo aplicase ese 2,1 a la suma
de estas dos partidas, me tendrían que dar todavía 300 ó 400 millones más
de lo que está aquí presupuestado. Pienso que es una lástima porque
también las organizaciones no gubernamentales tienen personal y también
tendrán que aumentar por lo menos en unos porcentajes que tal vez no sean
muy inferiores a este 2,1. En este sentido hay unas nuevas normas que
hacen referencia a la necesidad de tener ciertas tutelas respecto al
voluntariado, y esto va a comportar también un gasto para las ONG. En
realidad, yo creo que nos quedamos bajos y esto, señor Espinosa, usted lo
sabe mucho mejor que yo.

Algún detalle del tema de los presupuestos. En concreto en cuanto al
gasto debo decirle que algunas partidas me alegro que bajen, porque
demuestran un interés por parte de la Agencia y supongo que del
Ministerio en general. Por ejemplo, baja el coste de las comunicaciones,
lo cual es muy importante; es verdad que han bajado las tarifas
internacionales, también es verdad que, teniendo en cuenta que Telefónica
es una empresa privada --o eso parece cada vez más, por lo menos eso nos
dicen cuando se pregunta--, nadie tiene obligación de recurrir a ella si
encuentra a otro servidor más barato porque, al final, si no son de la
familia pública --por decirlo así-- hay competencia a tope y se hará con
el de mejor calidad y el más barato. Veo que ustedes bajan una partida
importante, por lo cual me permito felicitarle. También veo que bajan
algunos capítulos más. En seguridad baja, tampoco es mucho, pero en los
presupuestos lo más interesante es ver las tendencias. Las tendencias
siempre marcan el superávit o el déficit; por tanto, esto está bien.

Luego hay unas partidas que creo suben y quisiera que usted, señor
Espinosa, me lo explicase para que pueda tener conocimientos cara al
debate que tendremos de esta sección. Por ejemplo, los arrendamientos y
nuevas construcciones. Cuénteme qué pasa aquí porque seguramente habrá
muchas cosas que hacen que se incremente de 29 a 108. Mobiliario y
enseres, de 16 a 19, esto tendrá que ver con las nuevas construcciones,
pero prefiero que sea usted quien me lo explique y no que yo lo suponga.

Los estudios y trabajos suben bastante, de 639 a 853. Sube también la
locomoción, que es bastante razonable. Son partidas pequeñas pero creo
que es interesante ver la tendencia.

A nivel general, como usted sabe, encuentro que falta la dichosa partida
de la coordinadora de organizaciones no gubernamentales porque, como
usted recordará, ustedes organizaron en Valencia un encuentro de
coordinación de ONG y asistimos muchas, se tuvo que poner en los
presupuestos, cosa razonable, pero al final era para coordinar ONG. Esa
partida de 20 millones de pesetas que hemos pedido, que es más simbólica
que nada, a lo mejor está y yo no la he sabido ver. Decirle que a nivel
general, cuando se mira, parece que estamos pasando de 26.168 millones a
36.067, y una diría: ¡caramba, esto sube; estupendo! Si uno lo mira con
más detenimiento son 26.168 más esos 8.000 que son los que aprobaremos o
no en función de la ley, más esa subida del 2,1 gastos de personal más lo
que nos ha sobrado de tesorería, porque nos sobra. En los presupuestos
del año pasado habían sobrado de caja unos 1.500 millones y ahora nos
sobran 2.200, es decir, sobran 700 más. El año pasado ya sobraban y era
en parte razonable que no hubiera podido agotar el presupuesto porque
había habido elecciones pero, ahora, con las demandas que debe haber de
coordinadoras, etcétera, usted suma los 26.000, los 8.000, lo que ha
sobrado y el 2,1, y le cuadra a la peseta, le cuadra de maravilla.

Estamos bajos, como le decía antes, y muy lejos del 20/20, usted lo sabe.

En este sentido el subsecretario nos indicaba por ejemplo --y no lo
critico en absoluto--, que el Instituto Cervantes crecía el 15 por ciento
y uno piensa. El 15 por ciento es una cifra importante y seguro que es
necesario que crezca el Instituto Cervantes, pero luego con la cantidad
de gente, organizaciones y sociedad civil que hay detrás de las partidas
que maneja el señor Espinosa y con las ganas de participar en la gestión
de los asuntos públicos y en la cooperación es lástima que no podamos
subir ni siquiera el 5 por ciento. Señor Espinosa, me encantará que me
explique algunas cosas en relación a todo eso.

Una última cosa es el tema de tesorería. Sobre este tema quería saber si
unas partidas que aquí hay hacen referencia a lo que dan los bancos por
aquello de tener el dinero aunque sea en cuenta a la vista, aunque sean
depósitos justos a plazo y también saber si tienen ustedes previsto algún
tipo de seguro bancario, porque con la fluctuación de las monedas en un
presupuesto como éste si nos muerden por cuestión de cambio un 10 por
ciento se nos queda todo absolutamente embarrancado.




El señor PRESIDENTE: El Secretario General de la Agencia Española de
Cooperación tiene la palabra.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACION
INTERNACIONAL (Espinosa Fernández): Voy a intentar contestar por el mismo
orden que me ha hecho las preguntas la señora Balletbó, a la cual
agradezco la minuciosidad de las mismas, como siempre.

Primero me quisiera referir a la parte de Secipi, que me ha hecho la
pregunta de los 8.000 millones de pesetas. A mí me gustaría diferenciar
lo que es un concepto presupuestario y por tanto vigente en el momento en
que SS.SS. aprueben, si lo tienen a bien, la propia ley de presupuestos,
es decir, el capítulo 8, con 8.000 millones para créditos, y permítame
una matización no a largo plazo, créditos, posición financiera del Estado
en el exterior, pero no créditos a largo plazo, posición financiera del
Estado en el exterior y esto surge porque, como usted bien conoce, en el
programa del Partido Popular se establecía que había que introducir



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nuevas formas de cooperación. También el Grupo Popular de las Cortes en
varias ocasiones pidió poner esto en marcha que era un punto programático
de partido y hacerlo que fuera ya de alguna manera eficaz y tras una
serie de conversaciones conseguimos que este año por fin pudiéramos tener
esta partida de 8.000 millones que van a ir dirigidos, y usted lo conoce
muy bien, a tres cosas fundamentales: microcréditos, créditos revolving
y donaciones de largo plazo.

Como usted sabe, la obras de carácter social, las infraestructuras de
carácter social, fundamentalmente las ligadas a sanidad básica, a
vivienda básica y a educación inicial y educación básica son obras que
muchísimas veces no pueden o deben acometerse como una simple y pura
donación porque desarraiga la propia sociedad que la recibe y entonces no
está teniendo de verdad la función para la cual se concibe en la pura
teoría. Parece ser que está demostrado, o al menos las agencias de
Naciones Unidas así nos lo dicen constantemente, que la involucración por
medio de la cointervención financiera de estas sociedades es lo que hace
que sientan como suyas estas instituciones básicas que se crean; pero
también es cierto que a los tipos de interés del mercado internacional
jamás podrían hacer frente a estas infraestructuras y es ahí donde
interviene la cooperación para por medio de créditos blandos, por medio
de unos créditos con menores tipos de garantías de los que tendría una
entidad bancaria poder hacer estos microcréditos, estos revolving y estas
donaciones de largo plazo que S. S. conoce tan bien.

Ello no es óbice para que, como usted bien ha dicho, la ley de
cooperación introduzca este mismo concepto que el Grupo Popular tenía en
su programa y que ha dicho constantemente. No es óbice. Cuando la ley de
cooperación no serán 8.000 millones; cuando la ley de cooperación esté
aprobada, si es que SS. SS. así lo deciden, conforme con el proyecto
presentado y aprobado por el Gobierno entonces estaremos hablando de una
línea financiera de 20.000, 25.000 ó 30.000 millones de pesetas al año,
que suponiendo un nivel de amortización, donación o condonación, como
usted quiera, del 20 por ciento anual, resultará que multiplicamos esos
20.000 millones por cinco y será una cooperación efectiva de 100.000
millones de pesetas en la maduración media de cada uno de estos créditos.

Ojalá la ley de cooperación alcance la mayoría necesaria entre SS. SS. y
de esta manera el artículo 24.2 del proyecto del ley que habla
precisamente de estas cosas ya sea no solamente una experiencia, un
experimento, que es lo que es a raíz de la aprobación, si es que ustedes
lo aprueban, del presupuesto, sino que será ya una realidad, tendrá base
bastante mayor y digamos que una obligación bastante mayor. Pero
realmente hay que decir que para cooperación ahí tenemos 8.000 millones
de pesetas.

Hay otra cuestión implícita en su pregunta que no me atrevo a contestar,
¿cuánto vamos a ser capaces de gestionar de los 8.000 millones de
pesetas? Tengo que decirle en este momento que el cien por cien. También
tengo que decirle que si a partir de esa declaración de voluntad me pongo
en el terreno de la realidad los 8.000 millones de pesetas nunca van a
ser gestionables al cien por cien, entre otras cosas porque la
identificación de los programas, la identificación del intermediario
financiero que sea la base de operación (porque no podemos crear nosotros
bancos en todos los países de cooperación ni mucho menos), eso no parece
que haga factible el gasto al cien por cien, pero es un reto que tenemos
ahí y ese reto queremos sacarlo bien o salir, digamos, bien librados de
este reto. Como ha costado mucho tener esteconceptofinanciero dentro de
las estructuras de cooperación, queremos hacerlo bien para que SS. SS.

estén de acuerdo con esta forma de hacer las cosas --comprendan que estoy
seguro lo hacen--, la necesidad de nuevas formas de cooperación
financiera y revistamos de una cara más humana --entre comillas-- a este
tipo de cooperación. Estoy seguro de que vamos a ser capaces de gestionar
cuanto más posible mejor, pero, lógicamente, no podría ser ya humano por
mi parte comprometerme a una cifra de gestión que no sé exactamente en
este momento cuál puede ser, pero lo que sí le digo es que estos 8.000
millones son una realidad, no están sujetos a más aprobación que la que
hagan SS. SS. de la ley de presupuestos si es que, en definitiva, en la
ley de presupuestos ustedes continúan manteniendo estos 8.000 millones
dentro del capítulo 8 y afectados a Secipi, porque, como bien saben, la
Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional e Iberoamérica es
la depositaria de los fondos, aunque luego la gestión la tenga la Agencia
de Cooperación Internacional. Espero haber contestado a la primera de sus
preguntas y paso a lo que se refiere a la AECI.

Señora Balletbó, sinceramente creo que cualquier persona que esté en la
cooperación internacional, vaya un poco por ahí y vea las necesidades por
grandes cantidades que aparezcan en el presupuesto le va a parecer poco,
pero lógicamente soy consciente de que somos una parte del complejo
entramado de la organización del Estado y debe ser una conjunción de
voluntades y de necesidades los que marquen el final del presupuesto En
este sentido creo que se ha hecho un esfuerzo notabilísimo en este
presupuesto por potenciar la cooperación. Haga los números como quiera,
porque si me quita los 8.000 millones de acá ahora créeme estos 8.000 de
aquí, la cooperación este año sufre un aumento del 37,8 por ciento y
sumamos lo que quiera, incluso la tesorería, porque al final sale eso, y
ese incremento es absolutamente innegable.

Solamente hay un detalle que no podemos saber si va a ser el definitivo,
porque como bien sabe usted tenemos una parte que por su propia
característica jamás podrá ser presupuesto consolidado y va a tener que
seguir siendo ampliable. Es lo relativo a la cuota que sobre el IRPF
tiene la cooperación española, que aparece con una entrada de 49 millones
para crear el renglón, pero que hasta que no se hace el pago del impuesto
de IRPF no sabemos cuánto nos va a corresponder; lo estimado son 3.600
millones de pesetas, pero eso es una estimación que va a depender, en
definitiva, de que efectivamente así sea la recolecta.

Luego ha dicho algo sobre la que me va a permitir que discrepe y si el
señor presidente me lo permite, les voy a remitir la contestación exacta
a la cuestión del 20/20.

En el año 1996 la relación estaba 18/21. Este año, en los seis primeros
meses que llevamos, estábamos en el 19,78;



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es decir, realmente estábamos en el 20/20. Del total de la cooperación,
el 20 por ciento iba dirigido a las necesidades básicas esenciales de la
población menos favorecida, esto se estaba cumpliendo y además bastante
bien. Por tanto, como esto es un rosario de acciones y de imputaciones
presupuestarias, si el presidente me lo permite, lo voy a remitir para
que ustedes dispongan completamente de la documentación pues creo que
sería bastante más ilustrativo que si yo ahora de memoria intentase
recordar uno por uno los capítulos donde se produce; pero continúa siendo
intención de la Agencia llegar al máximo posible a esta ecuación, igual
que sería intención de la Agencia llegar al porcentaje mayor posible
dentro de las asignaciones que ustedes nos hagan.

En cuanto a las ONG permítame le comente dos detalles. Hay una cuestión
que dice usted y tiene razón: la suma aritmética de los dos números que
aparecen en el presupuesto como ya prefijados no suponen un incremento
respecto a la financiación de las ONG, pero esto se desvirtúa por una
razón que antes ya he dicho. Una parte muy importante del presupuesto que
la AECI da a las ONG deriva del tanto por ciento sobre el IRPF, y eso no
podemos saberlo hasta el momento que realmente se efectúa, pero según el
cálculo básico que tenemos, si la economía y la recaudación crecen como
parece van a crecer, en este sentido, a final del año próximo las ONG
tendrán un aumento aproximadamente del 5 por ciento sobre el presupuesto
de este año anterior. Lógicamente, insisto, hasta que no se sepa la
recaudación y la asignación no podemos saberlo, y estamos hablando de un
futurible. Reiterándole que es cierta la suma aritmética, yo creo que si
hacemos la imputación, que parece es la que va a ser, aparece esta
desviación al alza, que yo creo puede considerarse poca pero es
importante.

La coordinadora de las ONG. Señora Balletbó, éste es un punto que aparece
siempre que tengo el honor de comparecer ante ustedes, y yo tengo que
reiterarme. Las organizaciones no gubernamentales son eso, no
gubernamentales, por tanto, no parece sensato que de la estructura
presupuestaria se pague la estructura de la coordinadora de
organizaciones no gubernamentales. Parece ser que las organizaciones no
gubernamentales que lo desean están involucradas y afiliadas a esa
coordinadora, que no es la única, tienen que pagar la estructura a la
cual pertenecen porque si no, podría parecer que es una coordinadora de
organizaciones no gubernamentales pero gubernamentales; si se paga la
estructura en un momento determinado, se puede tener capacidad de
influencia bastante mayor de la que simplemente corresponde al Gobierno.

Por tanto, nosotros continuamos pensando que ésta es una cuestión propia
de las ONG, que ellas deben realizarla como crean oportuno, que nosotros
no debemos involucrarnos y que, indudablemente, lo más alejado que
podemos hacer nosotros es subvencionar las estructuras de personal de las
ONG o de sus coordinadoras porque estaríamos creando una serie de peajes
y una serie de fidelidades, económicas al menos, que no parece lo más
sensato.

Como usted muy bien ha dicho, las ONG son la expresión de la sociedad
civil, y la sociedad civil tiene que campar por sus respetos. El Gobierno
o las entidades gubernamentales no deben meterse ahí porque eso es otra
cuestión. Eso no significa que no tengamos una relación y que incluso
determinadas acciones de la coordinadora de ONG sean subvencionadas
reiteradamente por la Agencia en sus capítulos determinados. Nos parece
una buena política colaborar con la coordinadora de ONG en una serie de
actividades que programen; en actividades, sí, pero en la estructura de
personal, no; en actividades, sí, pero no una supeditación económica
hacia los fondos nuestros, porque entonces al final esto se volvería en
contra, como ha pasado en muchas otras cuestiones, y estaríamos pensando
o pudiendo pensar que la coordinadora de ONG deja de ser una coordinadora
plural e independiente para convertirse en una coordinadora más o menos
apesebrada, y es lo último que quisiéramos nosotros.

En cuanto a los detalles relativos a subir y bajar cantidades de algunas
partidas, como el año pasado les expresé, una de las cosas que más nos
hemos impuesto es la racionalización del gasto dentro de la Agencia,
racionalización que se está llevando a cabo por medio de algunos
programas de concentración de estructuras; por ejemplo, en vez de tener
tres unidades de becas, tener una única unidad de becas, que es la mejor
forma de hacerlo; en vez de tener cuatro unidades económicas de gestión,
centralizarlo y tener una unidad de gestión económica. Esto
indudablemente va representando una serie de beneficios para la gestión
que tienen su reflejo automático en algunas partidas del presupuesto.

Vamos a continuar con ese intento de mejorar la gestión y veremos si
somos capaces de hacerlo.

También les hablé el año pasado, y les vuelvo a repetir ahora, que
estamos desarrollando un plan informático muy ambicioso para como estaba;
no es que sea la maravilla, pero estamos poniendo fibra óptica en todo el
edificio para estar interconectados a tiempo real, que cualquiera lo
tiene ya pero nosotros no lo teníamos. Entonces, eso va a ser un gran
avance, y ese avance supone también una bajada de costes, que nos parece
muy importante. Sin embargo, hay otras cosas que suben, como muy bien ha
señalado la señora Balletbó. Fundamentalmente quisiera hablar de los
arrendamientos.

Arrendamientos de la AECI. La Agencia Española de Cooperación
Internacional no tiene nada arrendado en España. Todo lo que tiene
arrendado es el extranjero; son OTC o son algunas casas de los
representantes directores de las OTC. Como bien saben SS. SS., nos
estamos moviendo fundamentalmente en un área, donde sea cual sea la
moneda del país la moneda de referencia es el dólar y, como también saben
ustedes, el dólar respecto a la peseta ha tenido una variación en
detrimento de nuestra moneda, que solamente para mantener lo que ya
teníamos nos hace incrementar esta partida de forma importante.

Igualmente ahí también hay que tener en cuenta que la ayuda a la vivienda
que se les da a los jefes de nuestras misiones para que puedan vivir en
una casa normal y corriente --nada de lujos, un piso o un apartamento
normal y corriente-- está en dólares y también ha sufrido esta variación.

Por tanto, ahí realmente no hemos aumentado el gasto, sino que lo



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hemos adecuado a la paridad dólar-peseta, como funciona en este momento.

Sin embargo, hay una cosa que ha dicho usted que sí es cierta, además lo
hemos hecho muy conscientemente, y corresponde a estudios y trabajos.

La cooperación, a nuestro juicio al menos, y por supuesto podemos
equivocarnos, tiene que alejarse cada vez más de un voluntarismo y tiene
que basarse cada vez más en el estudio del lugar donde vamos a actuar y
las necesidades que tienen allá donde vamos a actuar, necesidades
sentidas para intentar evitar algo en lo que todos estamos de acuerdo y
es el mesianismo y el visionismo de llegar a un sitio y pensar que vamos
a resolver los problemas por el mero hecho de que estamos allí y tenemos
muy buena voluntad de hacerlo así. Por eso es necesario cada vez más
contar con ello para todas las ONG, para toda la sociedad civil que luego
quieran hacer una serie de estudios y trabajos básicos que permitan
acciones concretas muy pensadas y muy realizadas.

En cuanto al incremento de locomoción, me va a perdonar, pero me coge
usted en off-side. No sé por qué el incremento en locomociones. Me
comprometo a enviárselo por escrito al señor presidente para ver
exactamente por qué hemos incrementado esa partida, que no sé si es por
adecuación a nuevas tarifas. Como no lo sé, no quisiera decirle una cosa
por otra.

Finalmente sí quisiera incidir un poco en la cuestión de la suma
aritmética de todas las partidas. Lo sumamos todo y vemos la comparación,
porque no podemos ir quitando cosas. Como usted sabe, desde que el real
decreto, aprobado y convalidado posteriormente por ustedes, creó la nueva
estructura de la Agencia Española de Cooperación Internacional, la
agencia se configura como la ejecutora del presupuesto de cooperación del
Ministerio de Asuntos Exteriores, bien tenga el presupuesto en el propio
Ministerio, es decir, en la Secipi, bien tenga el presupuesto dentro del
ente autónomo que es el AECI. Si sumamos lo que estaba asignado a la AECI
en los presupuestos de los últimos tres años, veremos que el incremento
es muy grande, que es muy grande el salto, ya que estamos hablando de
incrementos anuales consolidados del 40 por ciento en los dos años en que
presupuestariamente es responsable el actual equipo de gobierno.

Usted me dice: sumemos lo que tenía la Secipi. Pues el incremento
continúa siendo muy grande porque se van creando nuevas partidas --los
8.000 millones de créditos financieros-- que también van a la
cooperación. Lo que no se puede hacer es decir: quiero sumar esto y esto
no lo sumo, porque entonces si que no nos sale nunca la colaboración. La
realidad es que, en la gestión, la AECI ha pasado de unos 15.000 a unos
40.000 millones de pesetas en los últimos años y, si me permite, le digo
las cifras exactas; ha pasado de 24.103 millones en 1997 a 33.009
millones en 1998, una diferencia de 8.906 millones. Usted me dice: ¿esos
8.906 millones son precisamente los 8.000 de las ONG que estaban en la
Secipi? Pues en la gestión sí, pero sume usted los 8.000 que va a
gestionar la AECI de créditos financieros y lo que previsiblemente vamos
a incrementar por la mayor recaudación de IRPF y que, lógicamente, va a
ir a la partida de cooperación.

¿Qué quiero decirle con esto? Que, a mi juicio, la AECI ha crecido de una
manera importante en la gestión económica, ha crecido en la asignación de
los fondos y ha crecido en su participación dentro de la OED. ¿Que no ha
crecido todo lo que a la mayoría nos hubiese gustado? Pues sí, pero, como
parte del Gobierno, hay que tener en cuenta las necesidades de todos los
demás y no solamente las de cooperación.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Balletbó.




La señora BALLETBO I PUIG: Debo confesarles que me encanta hablar con el
señor Espinosa porque es capaz de hacer ver cosas que en realidad no son.

Yo le agradezco mucho su intervención, le agradezco el tono, la
amabilidad, la explicación, pero el problema de las matemáticas es que
uno suma, resta y cuadra. Si a los 36.067 millones se les suma y resta
todo, quedan unos 900 millones de incrementos, que, sobre un total de
36.000 millones, es exactamente un 2,5 por ciento, y hay que tener en
cuenta que habrá que aumentar los salarios de las personas que trabajan
ahí en el 2,1.

Déjeme que le diga una cosa más: los créditos no son dotaciones, son
créditos, porque los créditos hay que devolverlos. Una de las cosas que
usted sabe mejor que yo es que si esto fuera realmente una dotación
tendría que ir en el capítulo de déficit público y, por tanto, sumaría en
los criterios de Maastricht y, en la práctica, esto no va a sumar en los
criterios de Maastricht. El único gasto de esta cantidad que es real es
la diferencia que hay entre el precio del dinero que ustedes tienen del
Banco de España y el precio al que lo van a gastar, sumados los gastos de
gestión. Es decir, el Banco de España --y creo que el mibor está ahora en
el 5-- no sé si al Estado le da el dinero uno o dos puntos por debajo y
no sé si luego le aplica el mibor exacto o más 0,5 o más 0,1, pero la
diferencia entre esto y el precio al que ustedes van a prestar el dinero
es el único incremento que podríamos tener aquí, y yo estoy de acuerdo
con esa partida, pero es aparte. A mí no me parece mal, en absoluto --y
usted lo sabe de otras intervenciones-- que haya una línea de crédito que
no sea estrictamente a fondo perdido, sino que favorezca un cierto
interés en la gestión de este dinero por parte de algunos países que
pueden ser los receptores. Eso no lo discuto, me parece bien y me ha
parecido siempre bien, porque además creo que hay cosas que no se tienen
que dar con esa facilidad porque solucionan un problema, pero, a la par,
no rinden lo suficiente desde el punto de vista social en cuanto a
formación y organización. Esto es así y, repito, el único incremento que
podríamos tener aquí serían las diferencias que he mencionado, pero
dejémoslo porque tampoco nos vamos a poner de acuerdo en eso.

Usted me dice: es que en el IRPF incluso podemos llegar a 3.600 millones.

Ojalá; me parece bien y representaría un 5 por ciento de aumento, pero
eso está en la sociedad, nosotros no lo controlamos, y cuando digo
nosotros me refiero al Parlamento y a la Agencia. Otra cosa es que
dijera: como la intención del Gobierno es favorecer que esto se



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produzca, yo he puesto una pequeña partida de 10 millones de pesetas para
hacer una campaña y que esto se produzca, y así estamos más cerca de los
3.600. Pero laissez faire, laissez passer, pues no sé si va a pasar; lo
que va a pasar de verdad es el trámite presupuestario y no sé si cuando
llegue el mes de junio vamos a tener este dinero encima de la mesa o no,
porque, a lo mejor, aunque la sociedad está muy concienciada, habría que
hacerles un recuerdo.

En cuanto a la coordinadora, déjeme que le subraye con todo cariño alguna
contradicción. Usted sabe que éste no es un dinero para las ONG, sino
para su gestión como coordinadora, y mire qué curioso es cómo se
reflexiona con diferente rasero y le voy a poner como ejemplo las cámaras
de comercio. Las cámaras de comercio tienen una estructura de
funcionamiento que pagan las empresas y pagan de un porcentaje de los
rendimientos que tienen. ¿A alguien se le ha ocurrido decir que eso va a
condicionar algo? Esto se ha impugnado, hay una sentencia del tribunal y,
a veces, yo me he preguntado si las cámaras de comercio son una
obligación pública, si las empresas privadas están obligadas a
financiarlas para unos usos que hacen como organización en sí y unos
viajes que pueden interesar o no como empresario. El caso es que esto va
de soi, a pagar, y le diré más: el recibo lo transmite la delegación de
Hacienda correspondiente, con lo cual el empresario que recibe el
papelito con el escudo de España ya aprieta a correr. Yo me pregunto cómo
puede ser que para una organización empresarial estemos así, porque, al
final, las cámaras están en cada provincia dale que te pego, y así están
haciendo una especie de cooperación: llegada del ministro de inversiones
de la República de Bogotá, una comidita y, en fin, qué le voy a contar.

Y yo digo que esto son 20 milloncitos de pesetas para cuatro ONG.

Yo lo que veo --y no le pido que me conteste, porque no es de su
competencia-- es que la vida es muy dura y que es muy malo ser pobre,
como decían los clásicos. No hay nada peor que ser pobre; a los pobres
les pasa todo, y las organizaciones no gubernamentales son pobres y las
cámaras de comercio son ricas. Eso es lo que pasa.

Nada más. He hecho esta reflexión para enternecerle un poco, porque usted
me dice: a veces les pagamos alguna cosa de sus actividades porque no
queremos intervenir. Mire, se interviene mucho más diciendo que esto no
me gusta, esto me gusta, esto te lo pago, que diciendo: ahí tienes unas
perras, organízate. Es un punto de vista que sé que usted no comparte,
pero, como nos iremos viendo, yo seguiré tratando de convencerle, porque
soy muy constante.

Para terminar, con la simpatía y el afecto que le tengo, quiero decirle
que subir, lo que es subir, eso no sube nada.




El señor ROBLES FRAGA: Pido la palabra para una cuestión de orden, señor
presidente.




El señor PRESIDENTE: Señor Robles Fraga, tiene la palabra.




El señor ROBLES FRAGA: Entiendo que las frases en idioma distinto al que
se usa normalmente en esta Comisión deberán ser traducidas. Espero que la
señora Balletbó, con su conocimiento políglota, pueda aclarar a los
señores taquígrafos lo que ha querido decir. (Risas.)



La señora BALLETBO I PUIG: El señor presidente seguro que lo puede
traducir, porque es una personal culta.




El señor PRESIDENTE: Señora Balletbó, vamos a dejarlo en manos de los
excelentes taquígrafos que tiene esta Cámara.

Señora Espinosa, tiene la palabra.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACION
INTERNACIONAL (Espinosa Fernández): Señora Balletbó, me toca usted
siempre el punto flaco. Quiero decir que si hubiera puesto otro ejemplo
y no el de las cámaras de comercio quizá tendría que callarme, pero
poniendo el de las cámaras de comercio no puedo hacerlo, qué quiere que
le diga, porque, como bien sabe S. S. he estado algunos años ligado a
ellas de alguna manera.

Déjeme decirle sólo dos cosas. Primera, las cámaras de comercio no son
una organización empresarial. Los empresarios queríamos que lo fuesen,
pero el dictamen del Tribunal Constitucional dijo que no, que eran entes
privados sujetos al Derecho público y que, por tanto, había
obligatoriedad de cotización.

Déjeme también corregirle en el sentido de que solamente cobra la
Delegación de Hacienda cuando un tribunal ha dicho que tiene que pagar
una empresa y va por vía ejecutiva, no cobra el recibo normal de la
cámara. (La señora Balletbó i Puig: En Barcelona sí.) Pues en Barcelona
tendrán algún acuerdo especial, pero, de hecho, la notificación de la
cámara se produce directamente por la propia cámara a las empresas
interesadas, y sólo a las que son sociedades y pagan por cuota de
sociedades el 0,15 por ciento de sus beneficios, no a las que son
empresas individuales o profesionales, que sólo pagan el recargo de la
licencia fiscal.

No voy a profundizar más en las cámaras de comercio, pero quiero decir
que creo que no es comparable, entre otras cosas porque con la
comparación de las cámaras de comercio, puestos en el límite, resultaría
que la AECI sería la gran cámara de cooperación donde todos los españoles
aportan, vía impuestos, la parte alícuota correspondiente, cuando el
comité directivo de la Agencia Española que, como usted sabe, presidido
por el secretario de Estado tiene presencia en los ministerios de
Comercio, Educación, etcétera, y también las ONG, son los que determinan
aquellas acciones que desean o no hacer.

Sin embargo, fuera de esta cuestión de principio, continúo diciéndole que
lo importante es saber si las ONG quieren ser organizaciones no
gubernamentales u organizaciones gubernamentales subvencionadas, y que
ésta es una decisión que tiene que tomar el conjunto de las ONG. Desde mi
punto de vista, totalmente personal, y desde el punto de vista del
Gobierno, las ONG deben ser eso, organizaciones no gubernamentales, pero
hay criterios para todos los gustos.




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En lo que nunca vamos a poder estar de acuerdo es precisamente en las
sumas aritméticas, porque las sumas tienen que tener elementos homogéneos
y hay que partir de algo. Si usted quiere partimos de lo que ha sido el
gasto efectivamente realizado por la AECI en cooperación en los últimos
tres años; si quiere partimos de los distintos capítulos presupuestarios
que ha tenido la AECI en los últimos tres años. Lo que usted quiera, y en
cualquiera de los casos el incremento es de casi el 40 por ciento
acumulativo en cada uno de los años. Y no podemos sumar churras con
merinas, porque al final no puede ser. Si lo que usted quiere decirme es
que no todo el incremento de presupuesto de la AECI va a pasar a OED, la
contestación es que sí, pero eso ya lo he dicho yo al inicio de mi
intervención, o al menos he pretendido decirlo. Es cierto que no todo va
a pasar, pero es que no todo tiene que hacerlo. Una de las cosas que esta
Cámara ha pedido reiteradamente es la unificación de la OED en un órgano
gestor, y eso es lo que estamos haciendo.

Permítame que también le diga algo con respecto al capítulo 8, créditos
financieros. Tiene usted toda la razón, si comenzamos a gastar el día 1
de enero el crédito, en cualquiera de sus circunstancias --por cierto
tendrá que estar garantizado por el receptor de acuerdo con las cláusulas
del Convenio de París, etcétera-- no nos devolverán una sola peseta de
ese crédito hasta el año 1999. Hasta entonces no podremos aplicar ningún
tipo de condonación. Por tanto, tiene usted razón, no podrá imputarse
como gasto efectivo, pero sí nos va a computar para la OED, por ejemplo,
y sí va a ser una corriente monetaria real. ¿Qué significa esto? Que el
dinero va a salir del Banco de España, va a inscribirse en el activo del
banco que, a su vez, vaya a hacer los mismos créditos, etcétera, y va a
servir para poder hacer acciones de cooperación al desarrollo. ¿Qué
supone esto? Como antes he dicho, si suponemos una «amortización» --entre
comillas-- al 20 por ciento anual, una peseta la vamos a multiplicar por
cinco y 8.000 millones de pesetas, en base a la devolución y a la
reinversión, nos van a suponer 40.000 millones de pesetas.

¿Que este año, en lo que es gasto no vamos a ver una peseta pintada?
Tiene usted toda la razón. ¿Que, por tanto, no va a influir Maastricht en
el déficit? También tiene toda la razón, pero, entre otras cosas, ésa es
la ventaja de la creación de este canal de financiación. Esta es una de
las ventajas, que no nos afecta para nada en la posición deudora neta de
los diferentes países con respecto al Estado español y no nos afecta en
el déficit de Maastricht. Pero eso se ha hecho adrede. Eso, desde nuestro
punto de vista, no es un defecto; al contrario, es un arma que hemos
encontrado para incrementar los fondos de cooperación sin que la posición
financiera de España con respecto a sus socios comunitarios y, por tanto,
los criterios de Maastricht, se vieran ni tan siquiera resquebrajados en
una centésima de milésima, es decir, nada. Hemos creído que ése era un
buen criterio de hacer las cosas y continuar haciéndolas lo mejor que nos
sea posible.




El señor PRESIDENTE: Entiendo que el Grupo Parlamentario Popular desea
tomar la palabra en este momento, por lo que se la concedo a su portavoz,
el señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUAREZ: Con toda brevedad, señor presidente, para
hacer un comentario al hilo de unas palabras del señor secretario
general, que se ha referido al programa del Partido Popular, en cuanto a
la discusión que se ha originado en torno al crédito de 8.000 millones de
pesetas.

Efectivamente, señor presidente, señorías, en el programa del Partido
Popular figuraba la necesidad --demandada desde hace muchísimos años
sobre todo por expertos en cooperación y organismos internacionales, en
España de manera muy especial por el propio Parlamento y las
organizaciones no gubernamentales-- de la creación de la figura del
microcrédito o del crédito al desarrollo. Señorías, la cooperación al
desarrollo siempre se ha criticado desde distintos ámbitos, sobre todo
desde el Comité de ayuda al desarrollo de la OCDE en cuanto a la
utilización excesiva del crédito FAD en torno a la potenciación de la
empresa en el exterior y no tanto a criterios de solidaridad o a la
iniciativa a la que se han referido SS. SS., por ejemplo, del 20/20. Esa
incorporación a los presupuestos del Estado supone un incumplimiento del
programa del Partido Popular, pero, señorías, creo que lo que supone
sobre todo es un logro muy importante para la cooperación al desarrollo.

Termino diciendo, señor presidente, que a nadie puede molestar que en
estos momentos y con este Gobierno, después de muchos años, las políticas
de cooperación al desarrollo sean una prioridad en el Ministerio de
Asuntos Exteriores y una prioridad en el conjunto de las políticas del
Gobierno. De ahí el incremento del 37 por ciento, que es innegable. Eso
no puede molestar a nadie, repito, porque es algo que hemos demandado
todos.

Se ha suscitado una pequeña polémica --y como grupo parlamentario quería
fijar mi opinión--, que es la subvención a la coordinadora de
organizaciones no gubernamentales. Señor presidente, señorías, sólo
señalaré una cuestión: la coordinadora de organizaciones no
gubernamentales ha demandado durante muchísimos años tener una partida en
los presupuestos generales y nunca fue atendida en los últimos 13 años
por el anterior Gobierno, que los argumentos expuestos entonces son los
mismos que se exponen ahora, exactamente los mismos. Sin embargo, la
coordinadora de organizaciones no gubernamentales tuvo un apoyo
significativo por anteriores gobiernos, lo está teniendo por el actual
Gobierno y lo tendrá por los gobiernos que sucedan a éste. No puede ser
de otra manera, porque la intención del grupo parlamentario que apoya al
Gobierno, y de este Gobierno, creo que demostrada, es potenciar la
sociedad civil como uno de los actores importantes en la cooperación al
desarrollo.




El señor PRESIDENTE: Con esto llegamos al final del trámite de todas las
comparecencias.

Quisiera agradecer al señor secretario general, don Luis Espinosa, su
presencia y sus explicaciones y, asimismo, agradecerles a todos ustedes,
señoras y señores diputados, su presencia y su colaboración.




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Le recuerdo que la Comisión de Asuntos Exteriores se suspende en estos
momentos y que continuará a las cuatro y media de esta tarde para
considerar los puntos que ustedes ya conocen del correspondiente orden
del día.

Se suspende la sesión.




Eran las once horas y cincuenta y cinco minutos de la mañana.




Se reanuda la sesión a las cuatro y treinta minutos de la tarde.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (MATUTES JUAN)
PARA INFORMAR SOBRE:



--POSICION DE ESPAÑA ANTE LAS PROPUESTAS DE REFORMA DE NACIONES UNIDAS Y
DE SU CONSEJO DE SEGURIDAD, ASI COMO ANTE LA PROXIMA ASAMBLEA GENERAL. A
SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO (Número de expediente
213/000345).




El señor PRESIDENTE: Señores diputados, se reanuda la sesión de la
Comisión de Asuntos Exteriores, que hemos comenzado esta mañana, para la
celebración de las comparecencias del señor ministro de Asuntos
Exteriores que figuran con los puntos 2, 3, 4 y 5 del orden del día. No
hace falta que les indique que las comparecencias señaladas con los
puntos 3 y 4 serán solventadas conjuntamente por tratarse de los mismos
temas.

Antes que nada, quiero dar de nuevo la bienvenida al señor ministro de
Asuntos Exteriores y agradecerle su presencia entre nosotros. Sin más
detalles previos tiene la palabra don Abel Matutes para tratar, en primer
lugar, en su comparecencia, pedida por el Grupo Socialista del Congreso,
de informar sobre la posición de España ante las propuestas de reforma de
Naciones Unidas y de su Consejo de Seguridad, así como ante la próxima
--en este momento ya se está realizando-- Asamblea General del organismo.

El señor ministro de Asuntos Exteriores tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Señorías, la
reforma de la organización de Naciones Unidas no es en sí una cuestión
novedosa, como bien saben. En efecto, toda organización tiene que
adaptarse a los cambios que experimenta el entorno en el que vive. Así,
desde su creación en el año 1945, la ONU ha tenido que ir adaptándose a
la drástica evolución experimentada por la comunidad internacional. No
obstante, el final de la guerra fría ha ofrecido a la ONU una oportunidad
sin precedentes para asumir de manera plena sus funciones en el campo del
mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, para situar la
promoción y defensa de los derechos humanos en el centro de sus
actividades y para crear nuevos conceptos más eficaces y más solidarios
de ayuda y cooperación al desarrollo en torno, fundamentalmente, al
concepto de desarrollo sostenible y para trabajar en favor de la
promoción de valores democráticos y las libertades fundamentales.

La Secretaría de la ONU ha desarrollado un proceso de reflexión interno
con el objeto de adaptar mejor su estructura interna a las nuevas
necesidades, y este proceso ha culminado --como sabrán-- con la
presentación, el pasado 16 de julio, de un informe con propuestas muy
claras y muy concretas sobre las reformas de la organización. El gran
mérito de este conjunto de propuestas consiste en que abarca tanto la
reforma general de la estructura administrativa de la organización, como
propuestas de más largo alcance para que los Estados miembros exploten a
máximo la capacidad de la propia organización. Por otro lado, y con buen
criterio, el secretario general evita entrar en temas especialmente
conflictivos que son de competencia exclusiva de los Estados miembros,
como son la reforma del Consejo de Seguridad y de la actual escala de
cuotas. Por descontado, y así lo hice saber con motivo de mi intervención
en la Asamblea General de las Naciones Unidas el pasado mes de
septiembre, España apoya estas iniciativas del secretario general.

En cuanto a la reforma del Consejo de Seguridad, también sabrán SS. SS.

que España presentó hace ya cuatro años una propuesta para el incremento
entre seis y diez nuevos miembros no permanentes del Consejo de
Seguridad. Estos nuevos puestos serían asignados, de acuerdo con la
propuesta española, a un grupo determinado de Estados que participan de
forma más destacada en las labores de la organización, especialmente en
tareas de mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, y al
propio tiempo también contemplando con prioridad a aquellos Estados que
por sus características de población, por sus contribuciones materiales
a las Naciones Unidas, tienen un papel importante en el desarrollo de
estas labores. Los Estados pertenecientes a este grupo rotarían, de
conformidad con un orden preestablecido, en las nuevas plazas a ellos
atribuidas. Con ello se pretendía alcanzar un doble objetivo: por un
lado, garantizar la presencia regular en el Consejo de Seguridad de esa
categoría de Estados que, por no tener asegurado un puesto permanente,
tienen que acceder y pueden acceder al Consejo muy de tarde en tarde y,
por otra parte, participar activamente en las labores de la organización.

Por otro lado, lo que se pretende es retirar a este grupo de Estados de
la competencia por los puestos no permanentes ordinarios asignados ya a
los distintos grupos regionales, facilitando también un mejor acceso a
estos puestos no permanentes a los Estados más pequeños que hasta ahora,
por tener que competir con esos Estados intermedios y grandes, tienen
muchas más dificultades para resultar elegidos a puestos no permanentes
en el Consejo.

Además, y como complemento, España presentó una propuesta para limitar el
uso del veto de los actuales miembros permanentes del Consejo a acciones
que deban adoptarse en el marco del capítulo 7 de la Carta, es decir
acciones que tengan relación con amenazas a la paz, quebrantamiento de la
paz o actos de agresión. Se pretende de esta



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forma evitar un uso abusivo por parte de los Estados miembros permanentes
y establecer un funcionamiento más democrático de este órgano y más
acorde con la estructura actual de la comunidad internacional. Saben que
con posterioridad a esta propuesta española hubo otra de los Estados
Unidos que asignaba una serie de nuevos puestos con carácter permanente
y que, además, todos los prolegómenos de la Asamblea apuntaban a que
había prisa para que esa reforma se consumara en esos términos, y gracias
a la oposición concertada y bien razonada de países como España, Italia
y otros se ha dejado esta reflexión pendiente, no se ha tomado esta
decisión y no es previsible que se impongan. El argumento más importante
utilizado por España fue el de que una reforma tan importante como la de
las Naciones Unidas tenía que ser adoptada por una gran mayoría y, a ser
posible, por consenso de los Estados. Esa reforma a la que nos oponíamos
justamente estaba produciendo los efectos contrarios a los perseguidos,
por cuanto que lo que hacía era provocar roces y rivalidades
intrarregionales entre potencias medias de cada región y, además, roces
entre regiones. Con lo cual, en vez de ayudar a la paz y a mejor
articular este ambiente de cooperación internacional, estaba fomentando
fricciones intrarregionales y fricciones interregionales; razón por la
cual se ha adoptado la decisión de seguir reflexionando sobre las
distintas propuestas que están sobre la mesa y seguir trabajando en
búsqueda de este consenso tan necesario en una reforma tan importante de
esta organización que, después de la guerra fría, es la encargada de
diseñar el nuevo orden que, frente al viejo orden basado en la tensión,
queremos todos que esté basado en la cooperación, el comercio, la paz
entre las naciones y el respeto a los derechos individuales y las
libertades democráticas, que es la mejor garantía a su vez para la paz
internacional.




El señor PRESIDENTE: Pidió esta comparecencia el Grupo Socialista del
Congreso. Tiene la palabra el señor Estrella para que hable en su nombre.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Gracias, señor ministro, por atender nuestra
petición de comparecencia, a relativamente pocos días de su presencia en
la tribuna de la Asamblea General de Naciones Unidas para expresar la
posición española en esta reunión anual.

Empezaré diciendo que queremos expresar nuestra satisfacción, en términos
generales, por la posición expresada por el ministro, en nombre del
Gobierno, en la Asamblea General de Naciones Unidas. Es importante
destacar que en esta Asamblea el Gobierno español ha mantenido una
posición que coincide, básicamente, con lo que venimos denominando el
consenso en política exterior, y que hay un continuum que hemos venido
practicando, entre Parlamento y Gobierno, con los gobiernos anteriores,
con la elaboración del informe que hizo esta Comisión en 1995 sobre la
reforma de Naciones Unidas y a lo largo de este período de legislatura.

Nos parece importante destacar este entendimiento, al margen de que
puedan existir aspectos concretos en los que se produzcan divergencias.

Compartimos también el respaldo expresado por el ministro a la propuesta
de reforma global de Naciones Unidas, presentada por el secretario
general el pasado 16 de junio; una reforma que, por otra parte, parece
necesaria --el propio ministro lo decía en su intervención ante Naciones
Unidas-- si tenemos en cuenta los cambios que se han producido en el
mundo, que estamos hablando de una organización en la que los costes
administrativos suponen hoy el 38 por ciento de su presupuesto total, que
durante los últimos años ha debido poner en marcha el doble de
operaciones de paz de las que se habían efectuado en los 40 años
anteriores, y que es también una organización que muestra algunas
goteras, por ejemplo, que está necesitada de un cierto rejuvenecimiento.

Si se mira la edad media de la plantilla de Naciones Unidas, vemos que
sólo un cinco por ciento de su personal está por debajo de los 35 años.

Las propuestas que ha presentado el secretario general se pueden situar
en tres planos distintos, y lo decía el ministro. Unas, que deben ser
emprendidas por el propio secretario general y que afectan a la
Secretaría, están señaladas y en términos generales nos parecen
razonables; las que afectan a decisiones que debe adoptar la Asamblea y
las de más largo alcance, que requerirían una modificación de la Carta.

No vamos a entrar en profundidad en estas propuestas de reforma. Hace muy
pocos días, y en otro contexto, el presidente de esta Comisión decía que
en una organización las propuestas de reestructuración de un nuevo
organigrama deben ser puestas a prueba, pero deben merecer la confianza,
a menos que sean aberrantes, y en este caso no lo son, y yo quiero hacer
mío ese criterio.

Nos parece importante destacar el acento que se pone por parte del
secretario general en los nuevos retos que tiene planteados Naciones
Unidas, relacionados con temas de cooperación al desarrollo, la necesidad
de integrar las distintas acciones, en cooperación con el desarrollo, con
la mayor eficacia y capacidad de respuesta en operaciones de paz,
operaciones de ayuda humanitaria, la adaptación de la organización a las
nuevas tecnologías en materia de información o respuestas a nuevos retos,
como el crimen organizado, el narcotráfico o el terrorismo. No seguiré,
pero quiero destacar la importancia de los nuevos focos de interés para
Naciones Unidas. Nos parece que esto no puede ser un paquete disociado,
cuando menos lo que se refiere a la reforma administrativa, a la
reorganización. No puede progresar el paquete que depende del secretario
general y bloquearse el que depende de la voluntad de la Asamblea.

Segunda característica que creemos que debe tener este proceso. Debe ser
un proceso autónomo. Explico lo que quiero decir con esta palabra. No
puede ser un proceso que esté sujeto a presiones o a condicionamientos de
un solo miembro o de un grupo de miembros de Naciones Unidas. La reforma
de Naciones Unidas no puede ser rehén de la posición del Congreso
norteamericano, por ejemplo. En esto creo que también coincidimos.

Nos interesaría conocer, señor ministro, un tema que se viene abordando
en la Quinta Comisión, y sobre el que tendrá que tomarse una decisión
antes de fin de año, puesto que deben modificarse los criterios de
contribución, y la evaluación que usted hace de las distintas propuestas
de escalas de financiación. Hay una propuesta del grupo de



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los 77 y China que pretende introducir nuevos criterios, como tener en
cuenta como elemento base el producto nacional bruto, establecer períodos
de seis años para la medida de esas variables e introducir otras
variables como el ajuste de la deuda o los ingresos per capita. Hay otra
propuesta de la Unión Europea y también una propuesta norteamericana.

Un elemento que está en el centro de este debate y de las diferentes
propuestas que se han presentado es si debiera rebajarse del 25 por
ciento actual al 20 por ciento la contribución de Estados Unidos al
presupuesto ordinario de Naciones Unidas. Esto tiene sus defensores y sus
detractores. Hay quien considera que una menor contribución reduciría el
peso específico de Estados Unidos y, por lo tanto, su capacidad de
ejercer una hegemonía en Naciones Unidas. Hay quien piensa que eso va a
alterar poco y que Estados Unidos, como principal potencia mundial, debe
mantener su nivel de contribución. Me gustaría conocer la opinión del
ministro.

Quiero destacar algo que es importante, y es si Estados Unidos contribuye
con el 25 por ciento al presupuesto de Naciones Unidas, la Unión Europea,
no debe olvidarse, aporta un 35 por ciento; del mismo modo que contribuye
con un 38 por ciento al presupuesto de operaciones de paz y Estados
Unidos, si mal no recuerdo, lo hace con un 33 por ciento. Es bueno
recordar (cuando hace muy pocas semanas los ministros de Defensa se han
enzarzado en un debate sobre el reparto de cargas en el seno de la
Alianza de cara a la ampliación de la OTAN) que la Unión Europea
contribuye con el 40 por ciento del coste total de la asistencia a la
reconstrucción de Bosnia, con el 60 por ciento de la asistencia a Rusia
y las repúblicas ex soviéticas, con la mitad del presupuesto de ayuda a
los territorios palestinos y con un tercio de la ayuda a Oriente Medio.

Es algo que no debemos perder de vista porque, teniendo esa importancia
en las cifras, no se percibe una correspondiente relevancia política. Me
gustaría conocer la opinión del ministro sobre este debate de las
financiaciones. Cualquier modificación debiera hacerse de forma
progresiva y establecerse una cierta vinculación entre la reducción y el
pago inmediato por parte de Estados Unidos de las cantidades que adeuda
a Naciones Unidas, sobre todo cuando estamos viendo que en el Senado
americano se plantean propuestas por parte de un senador en que acumula
toda la contribución de Estados Unidos a operaciones de paz y saca la
conclusión de que Naciones Unidas le debe dinero a Estados Unidos.

Desde mi punto de vista, el ministro ha hecho una exposición en Naciones
Unidas bastante clara, en cuanto a la posición de España, con relación al
Consejo de Seguridad y sus reformas. En lo que se refiere a la eventual
incorporación de miembros no permanentes, ha señalado, y repito las
palabras del ministro, que algunas de las propuestas que hay sirven para
resolver el problema de algunos Estados, pero no resuelven el problema de
Naciones Unidas. Ha habido una manifestación clara del ministro
oponiéndose a la extensión del derecho de veto a posibles nuevos miembros
permanentes del Consejo de Seguridad. No entraré en ello, pero quiero
decir que lo compartimos plenamente, entre otras cosas porque estaban en
el informe que elaboró esta Comisión.

En los temas políticos también existe coincidencia, salvo en un par de
comentarios que le voy a hacer. Señor Ministros, en el foro multilateral
por excelencia hemos echado de menos una referencia en su intervención al
rechazo a las prácticas políticas de unilateralismo. Me estoy refiriendo,
por ejemplo, a la Helms-Burton y a la ley D'Amato. El ministro me dirá,
ya lo dijo el año pasado, que ya hizo una remisión genérica a la
intervención de la Presidencia europea. Pero el problema, señor Ministro,
es que yo me he leído la intervención del señor Posche y tampoco está en
esa intervención ni la Helms-Burton ni la D'Amato ni el concepto de
multilaterismo.

En el caso de Argelia, creo que a estas alturas, y cuando están sobre la
mesa propuestas de intervención internacional, vinculadas algunas de
ellas a Naciones Unidas, la posición de España no se puede resumir
diciendo que se expresa nuestra solidaridad y apoyo al pueblo argelino.

Creo que habría que haber manifestado algo más.

En cuanto al tema de la descolonización, coincidimos con lo que usted ha
planteado en relación al tema de Gibraltar, que viene siendo una
constante de la política exterior de España. Hay una frase de su
intervención que dice: Recientemente he expuesto públicamente una oferta
muy generosa sobre el tema de Gibraltar. Si la ha expuesto públicamente
yo no lo conocía, señor ministro. Me gustaría conocer formal y
públicamente esa propuesta, de la que tenemos noticias a través de medios
de comunicación, filtraciones, etcétera, y que, al aparecer, habría sido
presentada al ex ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido.

Al hilo de esto, quiero decirle que quizá ha llegado el momento de que
hagamos una especie de evaluación de lo que ha pasado entre España y el
Reino Unido con relación a Gibraltar desde 1985, fecha en la que se
iniciaron negociaciones en el marco del acuerdo de Bruselas. En la época
anterior, en la época de la dictadura, se hicieron los famosos libros
rojos en tiempos del ministro Castiella, que eran instrumentos útiles
como compendio de posición, incluso como documentos de relaciones
diplomáticas. El libro azul que elaboraron los Comunes hace unos 15 años
también es un instrumento en el que, entre otras cosas, se viene a
reconocer que, cuando menos, la titularidad inglesa del istmo es bastante
discutible. Quizá sería conveniente que el Gobierno se planteara la
remisión a esta Comisión, al Congreso, de un informe de evaluación, del
estado de las cosas, con relación a Gibraltar.

Quiero decirle una cosa, señor ministro. Ayer apareció en la televisión
pública el representante de Gibraltar, el señor Caruana. Nos aparece
sencillamente intolerable que se le ofrezca esta plataforma, sobre todo
desde la perspectiva de la posición de los intereses del Estado español.

Entendemos que la televisión pública debe servir a la sociedad y al
Estado --para eso se le paga, y bien-- o, en palabras del vicepresidente
del Gobierno, servir el interés general; se sirve mal el interés general
ofreciendo al señor Caruana esa plataforma. Otra cosa distinta es que se
informe de las posiciones que el señor Caruana o su Gobierno mantengan
con relación a Gibraltar o a sus relaciones con España.




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Pero lo de ayer, sinceramente, nos parece intolerable, estoy seguro de
que tampoco será de su agrado, y creemos que pone en cuestión la
cualificación política del señor López-Amor como director general de
Radiotelevisión.

Señor ministro, finalmente quiero expresar nuestra satisfacción, en
términos generales, y ampliamente, en relación a su intervención en
Naciones Unidas. Usted expresó allí la posición española ante algunas
cuestiones de la agenda de Naciones Unidas. Quizá echo en falta que
tengamos un armazón de lo que podría constituir la agenda española de
Naciones Unidas, una agenda autónoma, no la respuesta de España ante
cuestiones que se nos van planteando, sino una agenda autónoma. La
tuvimos en el pasado, especialmente cuando España tenía un asiento en el
Consejo de Seguridad, y se ha ido difuminando esa agenda bastante armada.

Creo que podríamos reconstruirla y que podríamos estar de acuerdo en
ella.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que desearían hacer uso de la
palabra?
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Robles.




El señor ROBLES FRAGA: Señor presidente, trataré de aplicar la virtud de
la brevedad, que escasea en las filas del grupo que se sitúa en este
momento a mi derecha.

Destacaré de toda la intervención del señor ministro --a quien agradezco
muy sinceramente su presencia en esta Comisión-- la reforma de Naciones
Unidas que, naturalmente, no sólo se refiere a la reforma del Consejo de
Seguridad. Es una de las cuestiones más importantes de la agenda
diplomática no solamente de este ministro, sino de todos los que
concurren a la Asamblea General. De esa reforma dependerá la legitimidad
y la eficacia de la actuación de Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad
tiene una responsabilidad fundamental, intransferible, trascendental para
el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Se trata,
naturalmente, de una reforma que acontece después de los cambios en la
escena internacional. Creo importante señalar que la reforma de un órgano
de esta naturaleza no debe servir para dividir todavía más a la comunidad
internacional ni para causar mayor ineficacia o un mayor grado de
parálisis en Naciones Unidas. Sin duda el señor Ministro trabaja por
defender los legítimos intereses de España, y uno de ellos es no causar
más división de la que existe ni más dificultad o tensión de la que pueda
existir entre los Estados miembros.

Este es un momento delicado en el que no parece que se dan las
condiciones que justifiquen la extensión o el otorgamiento de la
condición de miembro permanente a otras naciones, entendiendo, por otra
parte, que son legítimas las pretensiones de algunas grandes naciones;
pero esa pretensión no puede ni debe, en ningún caso, perjudicar la
legítima posición de España y de países que como España trabajan, tienen
y asumen un puesto importante en el mantenimiento de la paz y la
seguridad internacionales y que por su vocación universal y por su
presencia internacional, así como por sus dimensiones, el número de
habitantes, etcétera, por la cantidad de dinero que aportan a las arcas
de Naciones Unidas, deben ver respetados sus derechos.

Me parece, en cualquier caso, que ésta es una asignatura en la que el
señor ministro tiene la responsabilidad que tiene, hereda gestiones
anteriores, y en la que, por lo que deduzco de su intervención, estamos
haciendo auténtica política exterior; es decir, mirando a largo plazo a
la resolución firme, consolidada, razonable, de una cuestión que tendrá
efectos profundos y largos en el tiempo en el seno de la propia comunidad
internacional.

En la Asamblea General usted ha tenido un importante papel, del que
destacaría la enérgica defensa de las posiciones españolas, mantenidas en
las cuestiones más delicadas que nos atañen. Quisiera felicitarle, en
nombre de mi grupo, por su discurso en Naciones Unidas y también por el
vigor y la intensidad con que desempeña sus funciones en un momento en el
que España trata de hacer frente cada vez a mayores responsabilidades
internacionales. España no puede dejar de participar activamente en las
labores de Naciones Unidas, en las que sin duda seguiremos participando
activamente en el futuro.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Quisiera decir,
en primer lugar, que coincido con la valoración global que ha hecho el
señor Estrella y con su afirmación de consenso respecto de lo que es la
política exterior de España en su conjunto. Comparto esa valoración y
agradezco al señor Estrella, como portavoz del Grupo Socialista, al igual
que a los demás grupos, sus intervenciones, que están permitiendo que esa
política exterior sea una auténtica política de Estado y se desarrolle
con la mayor aceptación posible, con el mayor respaldo posible de la
Cámara.

Es verdad que el discurso del ministro de Asuntos Exteriores de España
fue muy bien valorado por la Asamblea, por los medios de comunicación, no
sólo españoles. Existía la novedad de que, frente al típico y clásico
enfoque de prioridades regionales, se hizo un enfoque temático, de manera
que se fueron analizando y se fue desgranando el discurso en función de
los temas y nos permitió, justamente, de alguna manera, hacer un
compendio de lo que es la agenda española, que no es de ahora ni de hace
cuatro años, sino que es el resultado también de una política que ha
venido desarrollando España en la escena internacional, muy especialmente
en el foro multilateral de Naciones Unidas, a la que hemos ido
incorporando, lógicamente, los nuevos temas y los nuevos asuntos
requeridos por la actualidad y el paso del tiempo. Entre ellos, como muy
bien ha referido el señor Estrella, están temas como el terrorismo, el
narcotráfico o el crimen organizado y tengo que añadir el de medio
ambiente, que fue una novedad en el discurso del ministro de Asuntos
Exteriores de España.

Nuestra posición en relación con los distintos proyectos de financiación,
como no podía ser menos, está en línea con la propuesta efectuada por la
Unión Europea y en el discurso, que por lo que he deducido de la
intervención el



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señor Estrella lo ha leído con atención, recordará que hay una crítica
clara y terminante a la posición de los Estados Unidos cuya deuda, de más
de 1.500 millones de dólares, representan más del 60 por ciento del total
adeudado a la ONU, en el sentido de que todo era negociable, y
entendíamos también que en un tema tan importante como el de la reforma
debíamos tener en consideración la emergencia de grandes potencias
económicas y, por lo tanto, hasta era razonable que algunos quisieran
disminuir su carga, pero eso no podía ser en ningún caso una decisión
unilateral ni se debía además condicionar el pago de los atrasos a la
aceptación de las nuevas cuotas que cada cual quisiera aportar. Tampoco
era una novedad. Ese es el tema claramente expuesto por la Unión Europea
y por la mayoría de las intervenciones. No había una referencia a las
prácticas unilaterales, porque SS. SS. saben muy bien que es muy difícil
resumir en 30 minutos --que es lo que te ruegan que te extiendas-- todos
los temas que afectan a nuestra política exterior; se emplearon 40
minutos, ese tema lo había tocado el año pasado, desde el año pasado no
ha habido otra novedad que la de una continua repetición de la posición
de España y de la Unión Europea, que sigue en esos momentos negociando
con los Estados Unidos una solución a este contencioso --por tanto, no
había ningún cambio de posición-- y desde el discurso pronunciado en las
Naciones Unidas hasta ahora, he tenido ocasión, por lo menos diez veces,
de ratificar cuál es la posición de España respecto de estas leyes.

En relación con Argelia hemos de ser muy prudentes, pero la posición de
España es clara y tuve ocasión de hacerla patente en Argelia con motivo
de la visita oficial que efectué a este país vecino hace aproximadamente
un año, donde dije que Argelia, su Gobierno y su pueblo tienen la
solidaridad del Gobierno español en su lucha contra el terrorismo. El
Gobierno español apoya las reformas democráticas del presidente Zerual y
su continuidad y, sin pretender injerirnos en cuestiones internas de
Argelia, la recomendación de amigo que haría España a Argelia y al resto
de las fuerzas políticas es que en ese proceso de reforma se involucraran
todas las fuerzas políticas sin otra excepción que aquellas que no
quieran renunciar expresamente a la violencia como medio de acción
política. Hasta aquí es hasta donde se puede llegar en estos momentos con
Argelia. Otros intentos de amigos, de vecinos, de socios, hablando de la
necesidad de dialogar con los terroristas o hablando de posibles
mediaciones, como SS. SS. saben, han sido rechazados categóricamente por
Argelia como intromisiones en temas internos. Dicen las propias
autoridades argelinas que de alguna manera han contribuido a alimentar
las acciones nuevas de fuerzas terroristas, que se han sentido más
legitimadas por esos ofrecimientos de mediación. En todo caso la posición
de España ha sido valorada por Argelia que, repito, no acepta ningún otro
tipo de ayuda ni de intervención. Difícilmente, en esos momentos y en
esas circunstancias que seguimos muy de cerca, en la situación en todo el
Mediterráneo y de manera especial en Argelia, se puede ir más allá.

Respecto a las posiciones sobre Gibraltar son conocidas. Ahí no ha habido
ninguna variación ni de sustancia ni de forma ni de detalle por parte de
España. La posición está muy clara y no dejamos de reclamar lo que son
nuestros legítimos derechos en todos los foros internacionales en los que
España es miembro, incluida la OTAN si hace falta, y esa reforma.

Respecto a esa entrevista del señor Caruana, ministro principal de
Gibraltar, autoridad local por tanto, en Televisión Española, lo único
que puedo señalar es que no dirán que los españoles no somos tolerantes.

Si tuviera que hacer algún comentario diré que yo eché de menos alguna
pregunta que debiera haberse formulado, a mi juicio, al señor Caruana y
que le habría puesto en una posición bastante más incómoda de la que
tuvo, pero no quiero entrar en lo que es competencia de un profesional
que ejerce su profesión del modo que entiende debe hacerlo; por lo tanto,
me limito a hacer este comentario porque entiendo que había preguntas más
eficaces para centrar la naturaleza verdadera del problema.

Coincido totalmente con el análisis que ha hecho el señor Robles Fraga
respecto al conjunto de la posición española en política internacional y
le doy las gracias por sus comentarios y por su apoyo.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.




--POSICION ESPAÑOLA EN RELACION CON LOS ACUERDOS DE LA CONFERENCIA DE
OSLO Y SU RATIFICACION EN OTTAWA. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA (Número de expediente
213/000350).




--POSICION DEL GOBIERNO EN LA CONFERENCIA DE OSLO, PREPARATORIA DE LA DE
OTTAWA, PARA LA PROHIBICION TOTAL DE LAS MINAS ANTIPERSONALES. A
SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO (Número de expediente
213/000361).




El señor PRESIDENTE: Pasamos a las comparecencias que figuran en los
puntos números 3 y 4 del orden del día, ambas solicitadas para que el
señor ministro de Asuntos Exteriores dé cuenta, por una parte, de la
posición española con relación a los acuerdos de la Conferencia de Oslo
y su ratificación en Ottawa y, por otra, exactamente para lo mismo, para
informar sobre la posición del Gobierno en la Conferencia de Ottawa y en
la Conferencia de Oslo preparatoria de la de Ottawa, para la prohibición
total de las minas antipersonas. Son solicitantes, por una parte, el
Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya
y, por otra, el Grupo Parlamentario Socialista. No veo en la sala a
ningún representante del Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya y paso a dar la palabra al representante
del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso, señor Moya.




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El señor MOYA MILANES: Señor presidente, lo haré con mucha brevedad,
porque este tema ha sido objeto de tratamiento en la Comisión de Defensa,
donde hemos tenido ocasión, como grupo, y también lo hizo el Gobierno, de
exponer nuestra posición en ese foro. Por tanto, hay pocas novedades en
relación con esta intervención. Sí quisiera resaltar algunos elementos
que me parecen significativos y le formularé algunas preguntas al señor
ministro, así como un ruego a su Gobierno.

Conscientes de la importancia de los acuerdos de Oslo somos todos,
evidentemente, y, sobre todo, haciendo una comparación con la situación
anterior, es cierto que con el acuerdo de Oslo se han cubierto unos
déficit y unas lagunas y se ha dado una respuesta moral a un compromiso
y a una exigencia creciente por parte de la sociedad. En ese sentido
todos debemos felicitarnos, también por el régimen que se ha adoptado en
cuanto a la naturaleza del propio acuerdo, que se podría decir que ha
sido un acuerdo exento de ambigüedades y de excepciones. Si bien es
verdad que durante el transcurso de las negociaciones por parte de la
representación española y por la información que se transmitía del papel
de ésta tuvimos algunas dudas sobre cuál era el alcance de esa posición,
ya sin entrar en su naturaleza, lo que sí es cierto es que nos
congratulamos del resultado final y de que España se adhiera a esos
acuerdos y a la firma posterior del tratado en Ottawa.

Es verdad que no se deben lanzar todas las campanas al vuelo, desde el
punto de vista de lo que es el compromiso en la esfera internacional.

Faltan grandes países por prestar su consentimiento a este acuerdo, nada
menos que Estados Unidos, por ejemplo, algunos países del área del
Magreb, también Rusia. Parece ser que en los últimos días se ha producido
una declaración del presidente Yeltsin un tanto sorpresiva por la manera
de anunciarlo, en el sentido de que se iba a firmar también por su propio
país; después ha sido matizada, no tanto desmentida, por un portavoz del
Gobierno de Rusia en un sentido al parecer algo contrario. Querríamos
saber qué conocimiento tiene o qué información nos puede dar por parte
del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre esta posición definitiva de
Rusia en relación con el tratado. En cuanto a Estados Unidos, es verdad
y es de lamentar que esté no decidido a firmar este tratado. Conocemos
perfectamente cuáles son las razones alegadas, pero es verdad que también
se mueve mucho la escena política norteamericana y en los últimos día se
están registrando presiones insistentes en el Senado de los Estados
Unidos. Hace tan sólo unas horas leía un editorial del New York Times,
donde informaba del creciente número de senadores orientados en esa
dirección. Yo creo que habría que seguir de alguna manera
internacionalmente ejerciendo una labor de insistencia para que el mayor
número posible de países pudieran estar finalmente en la firma del
acuerdo.

El ruego final que le quería transmitir, y no entro ya en más detalles
del tratado porque es conocido de todos y lo hemos analizado ya
parlamentariamente, es simplemente que el Gobierno envíe el proyecto de
ley que se ha comprometido a enviar. Yo creo que dada la naturaleza del
problema, dada la envergadura y sobre todo dada la sensibilidad social
que este tema ha suscitado, es absolutamente necesario ir algo más allá
de la firma del tratado en los próximos meses en Ottawa. Además tenemos
un compromiso parlamentario que adoptamos hace esasos meses en la Cámara
por unanimidad, en el cual el Gobierno se comprometió a enviar a la mayor
rapidez posible un proyecto de ley con un contenido que venía bastante
explícito en la propia resolución que aprobamos aquí en el Congreso y que
recoge indudablemente y está claramente en línea con lo que se ha
acordado en la reunión de Oslo. Por tanto, hacemos esta petición no
solamente ya como grupo parlamentario, ya que me parece que en este
sentido la conexión con la demanda social es evidente. Si en los últimos
meses se está produciendo una convergencia clara en un tema entre
intereses de la sociedad y traducción política por parte de todos los
grupos parlamentarios de manera unánime en éste, donde creo que hay una
absoluta coincidencia de criterios y una absoluta identidad de
posiciones. En consecuencia no defraudemos esas expectativas y le pedimos
al Gobierno que, a la mayor brevedad posible, traiga a la Cámara ese
proyecto de ley que ha prometido para poder tener una ley acorde con las
necesidades y las demandas actuales.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que desearían hacer uso de la
palabra. (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el señor Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADéS: El pasado 7 de octubre ya tuvimos ocasión
de debatir en la Comisión de Defensa cuál había sido la posición del
Gobierno español en la reunión de Oslo, cuál iba a ser la aplicación de
la resolución del Congreso de los Diputados en relación a esta cuestión
y también cuál iba a ser la posición final del Gobierno en la perspectiva
de la firma del tratado el próximo mes de diciembre en Ottawa, dando fin
a todo este proceso iniciado ya hace tiempo. El ministro de Defensa
expuso cuáles habían sido las posiciones que la delegación española había
mantenido en Oslo y cuáles eran sus previsiones. Hoy, por tanto, la
comparecencia que solicita el Grupo Socialista entendemos que sirve para
dar por cerrado este proceso que hemos iniciado desde los grupos
parlamentarios de seguimiento de la acción del Gobierno español en la
escena internacional, aplicando lo que constituye la resolución del
Congreso de los Diputados.

Al ministro de Defensa ya le expresamos nuestra inquietud sobre la
posición que había mantenido la delegación española en Oslo. Entendíamos
que o bien algunas posiciones habían sido equivocadas o, como mínimo,
eran posiciones que daban pie a una interpretación de lo que era la
acción del Gobierno que se alejaba del mandato parlamentario. También le
expresamos que quizás el Gobierno no había entendido con toda su magnitud
lo que significaba el proceso de Ottawa, un proceso diferente y
alternativo a otros procesos de desarme internacional, que se
caracterizaba por responder a una demanda social, no sólo del Estado
español sino del conjunto del mundo occidental, y donde las
organizaciones no gubernamentales estaban



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jugando un papel esencial. En aquel momento le recordábamos al ministro
de Defensa que algunas delegaciones de Estado en su propia composición
contaban con la presencia de miembros de la campaña internacional por la
desaparición de las minas y le pedíamos al ministro que el Gobierno fuera
sensible no tan sólo a lo que era el mandato expreso que el Congreso le
había marcado, sino a ese nuevo estilo que el proceso de Ottawa
implicaba. También le decíamos que en este proceso lo que era esencial
era primar el sentido ético de la reivindicación, el sentido ético de lo
que se planteaba, antes que otras consideraciones. Hoy, después de que
hace unos días esa misma campaña haya sido premiada con el Nobel de la
Paz, creo que nos debemos ratificar en estos planteamientos y estoy
seguro de que el Gobierno también lo hace. Por tanto, hoy no sólo nos
debemos de alegrar porque en Oslo hubiese un acuerdo, no sólo nos debemos
alegrar porque el Gobierno haya anunciado que firmará el tratado, sino
que también nos debemos de alegrar porque, a través de la concesión de
ese premio Novel, se ha reconocido el papel fundamental que han tenido
las ONG y la demanda social en este proceso. Creo que esta Cámara y el
propio Gobierno, que de alguna manera han participado en este proceso, se
deben sentir satisfechos como parte en el propio logro de este Nobel.

Dicho esto, quiero reiterarle tres cuestiones que ya expusimos al
ministro de Defensa. En primer lugar, nuestra voluntad y nuestro apoyo al
Gobierno para que ese proyecto de ley se presente lo antes posible a las
Cortes. Nos parece que no hay que esperar a la firma del tratado para que
ya el Gobierno pueda presentarnos un proyecto de ley que contenga el
mandato parlamentario del mes de marzo. En segundo lugar, que el
Gobierno, aparte de firmar en diciembre el tratado, juegue un papel más
activo que el que ha jugado ahora en el escenario internacional para
conseguir que otros Estados se sumen a la ratificación del mismo. El
señor Moya ha situado algunos cambios que se estaban produciendo. Hoy en
Estados Unidos existe una opinión pública y política sensibilizada más
que nunca en estas cuestiones y nos parece que el Estado español debería
jugar un papel de reivindicación para que Estados Unidos se sumase a este
proceso. Quizá la actitud que se mantuvo en Oslo no estuvo precisamente
en esta línea. En tercer lugar, entendemos que en este proceso final de
elaboración y presentación del proyecto de ley se debería jugar un papel
activo con el propio mundo civil que ha sido fundamental en el impulso de
estas políticas. Nosotros sugerimos al ministro de Defensa y hoy se lo
sugerimos a usted que en el proceso de elaboración de esta norma se dé
entrada a las organizaciones no gubernamentales que han impulsado la
campaña Eliminemos las minas. Nos parece que sería inteligente por parte
del Gobierno que en este momento en que vamos a afrontar ya la fase final
del proceso ese colectivo que ha sido, insisto, fundamental en este
posicionamiento final tuviese un protagonismo y pudiese participar en la
definición última de la política del Gobierno en esta materia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Izquierdo.

El señor IZQUIERDO JUAREZ: Agradecemos, en primer lugar, la comparecencia
del ministro de Asuntos Exteriores de manera muy especial por este tema,
el del proceso internacional para la prohibición de las minas
antipersonas.

Que sepamos, señorías, estamos ante la sexta ocasión en este año, en la
que el Gobierno, de una manera o de otra, a través de unas u otras
figuras parlamentarias, ha reiterado en esta Cámara su posición
inequívoca en este proceso, activa y muy activa, como dijo el presidente
del Gobierno hace apenas dos semanas en el Pleno de la Cámara; en febrero
fue el vicepresidente del Gobierno, en primera ocasión; fue el Gobierno,
a través del grupo parlamentario que le apoya, cuando se debatió en la
Cámara la proposición no de ley para la prohibición de minas
antipersonas; lo ha sido el ministro de Defensa en reiteradas ocasiones;
lo ha sido, como he dicho, el presidente del Gobierno y lo hace ahora el
ministro de Asuntos Exteriores.

Los portavoces del resto de los grupos parlamentarios han hecho
comentarios entiendo yo que amables y ajustados, pero quizá con un tono
que indica una cierta sorpresa, sorpresa que ya se produjo en febrero del
año pasado cuando el vicepresidente del Gobierno anunció que España,
adelantándose a la posición común de la Unión Europea, anunciaba la
prohibición total de la fabricación y exportación de minas, probablemente
un año antes que el grueso de los gobiernos europeos; una «sorpresa»
reiterada y a veces hasta persistente que sólo puede tener lugar para
aquellos que pretenden de alguna manera --y lo digo sin ánimo de
polémica-- patrimonializar por intereses quizá partidistas algo que es
patrimonio de todos. Hemos dicho muchas veces que la solidaridad
solamente es patrimonio de los solidarios.

En este sentido, quiero reiterar a los grupos parlamentarios lo que ya
recordaba en la Comisión de Defensa hace una semana, que cuando los
grupos parlamentarios discutíamos la proposición no de ley fue
precisamente el Gobierno, a través de su grupo parlamentario en esta
Cámara, el que sugirió al resto que España fuera más allá, que hiciera no
sólo una declaración de prohibición de minas antipersonas o redactara
algún tipo de orden ministerial o decreto, sino que, además, España
tuviera una ley de prohibición de minas antipersonas. El proyecto de ley,
como han reiterado el ministro de Defensa, el presidente del Gobierno y
cuantas veces el Gobierno ha tenido ocasión, estaba únicamente pendientes
del texto, en toda su extensión, del Tratado de Oslo, que se ha culminado
el 18 de septiembre. Efectivamente, ya no hay razón alguna para el
retraso; tampoco la había entonces, sino que se trataba de una simple
cuestión de prudencia y de economía parlamentaria. No íbamos a hacer un
texto que luego hubiera que modificar por un tratado internacional que,
como todas SS. SS. saben, es de rango superior a una ley.

La posición del Gobierno de España en Oslo, entiende el Grupo
Parlamentario Popular, fue exacta, fidedigna y precisa expresión del
mandato parlamentario y de la propia posición del Gobierno desde el mes
de febrero de este año, incluso antes, desde el mes de mayo de 1996. ¿Por
qué? Porque no se estableció ningún tipo de reservas, en opinión



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del Grupo Parlamentario Popular, y conviene reiterarlo una vez más. Las
únicas «reservas» que se establecieron eran tendentes a lo que el
portavoz del Grupo Parlamentario Socialista ha indicado con mucho acierto
esta tarde aquí, a que el mayor número de países posible suscribiera un
convenio internacional.

Señorías, estaríamos probablemente ante un monumental engaño ante la
opinión pública internacional si el proceso de Ottawa terminara en
Ottawa. No termina en Ottawa sino que, probablemente, empieza en Ottawa,
porque lo que es necesario es que el mayor número de países, sobre todo
aquellos que son principales productores de este tipo de armas, se sumen
a esta norma internacional. En ese sentido, la «polémica» sobre el tema
de los plazos no venía sino a facilitar que otros países se sumaran al
tratado. Incluso la reserva sobre la seguridad nacional está pensada de
modo transitorio y para terceros países, que no están en la Conferencia
de Oslo y que ni siquiera han anunciado su intención de firmarla, para
que en el futuro se puedan sumar. Esa era la intención.

Señorías, voy a terminar con una felicitación pública, porque creo que es
justa hacerla, en esta Cámara, en sede parlamentaria, a las
organizaciones no gubernamentales y a su coordinadora que han recibido el
premio Nobel de la Paz por la campaña: Eliminemos las minas. Entiendo,
señorías, que esa felicitación se tiene que hacer extensiva a todos los
ciudadanos, de todos aquellos países que han presionado para que este
tratado sea hoy una realidad, así como a sus gobiernos, entre ellos al de
España, por supuesto, que ha mantenido una posición muy activa. Cuando el
18 de septiembre terminó la Conferencia de Oslo, el Grupo Parlamentario
Popular envió una felicitación a las organizaciones no gubernamentales,
internacionales y españolas, que habían estado presentes como
observadores en aquella Conferencia de Oslo. Además, se produjo en el
tiempo una circunstancia afortunada y terrible, por dos razones.

Afortunada porque los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de
España, señorías, desmantelaban el terrorífico comando Vizcaya, y
terrible porque se descubría en esos momentos que la organización
terrorista ETA comercia en España o por lo menos está en posesión y en
disposición de utilizar minas personales, como el ministro del Interior
del Gobierno de España anunció a la opinión pública. Nosotros pedimos
entonces a las organizaciones no gubernamentales, y lo reiteramos ahora,
que denuncien ante el mundo esa posición de un grupo terrorista, que
utiliza este tipo de armas en su estrategia suicida. Al tiempo que
felicitamos a las ONG, señor presidente, señorías, queremos hacerlo
público en esta ocasión.




El señor PRESIDENTE: Señor Ministro, tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): También el
Gobierno está satisfecho, señorías, ante la conclusión de esa importante
etapa dirigida a la erradicación de las minas antipersonas y por ello
acudiré yo mismo a Ottawa para firmar en nombre de España la Convención
sobre la prohibición, el empleo, almacenamiento, producción y
transferencia de este tipo de minas y sobre su destrucción.

La posición española está clara y las intervenciones de SS. SS. me eximen
de hacer referencia explícita a los fundamentos de las distintas
convenciones en que se basaba la posición española. Sí quiero referirme
al hecho de que ya, como muy bien ha señalado el señor Izquierdo, el
vicepresidente segundo del Gobierno, el pasado 19 de febrero, en este
Congreso, recordó que el Gobierno, nada más tomar posesión, prohibió
indefinidamente la exportación de toda clase de minas antipersonas,
anticipando ya decisiones que posteriormente se produjeron en el seno de
la Unión Europea, donde existe una posición común, como en otros
protocolos. De hecho, el Ministerio de Defensa ya ha empezado a destruir
parte de las existencias de minas y se planea el proceso de
desmilitarización del resto. Vamos por delante de lo que va a disponer la
futura ley de prohibición que, de acuerdo con el artículo 9 de la citada
convención, ya está en estos momentos en fase de elaboración por parte
del Ministerio de Defensa, que está trabajando en un borrador, que
naturalmente será sometida a este Congreso de los Diputados una vez
firmada la Convención de Ottawa, repito, de la que vamos por delante. De
hecho, la delegación española ya fue a Oslo con esos planteamientos y
teniendo muy presente la proposición no de ley del mes de febrero.

En el transcurso de la negociación, en Oslo, se planteó la posible
excepción de uso de las minas antipersonas en condiciones extraordinarias
para la seguridad nacional, en una disposición transitoria, justamente
con la idea --como muy bien se ha puesto de manifiesto por varias de SS.

SS. y muy en particular por parte del señor Izquierdo-- de arrastrar a
otros países importantes que ya habían manifestado su intención de no
adherirse en las condiciones en que se estaba aprobando la convención. El
objetivo perseguido por el Gobierno era buscar la máxima universalidad de
la convención. Respecto de Rusia todos conocemos las declaraciones
efectuadas por el presidente Yeltsin el pasado viernes --creo-- en
Estrasburgo, en la cumbre del Consejo de Europa, y lo cierto es que en
estos momentos no se tiene constancia oficial, hasta donde llegan mis
noticias, de que haya habido un cambio de posición oficial por parte de
Rusia. No obstante, creo que esas declaraciones políticamente vinculan
mucho y espero que se traduzcan en que Rusia dará los pasos necesarios
para embarcarse junto con el mayor número posible de Estados. España no
dejará de hacer gestiones en todos los campos, con nuestros aliados y con
los demás países amigos para incorporar a todos los que en estos momentos
todavía no han tomado la decisión. Creo que esta situación no debe ser,
en modo alguno, motivo de desánimo, pues el proceso de Ottawa ha tenido
la virtud de colocar en un primer plano de actualidad las dimensiones del
drama causado por el uso de estas minas y su efecto indiscriminado sobre
la población civil --sobre todo sobre la población civil-- de los países
afectados, de manera que en estos momentos los Estados con mayores
reservas son conscientes de su responsabilidad y están también sufriendo
la presión popular que les exige una



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contribución, de un modo u otro, en esta lucha contra las minas. La
propia concesión del premio Nobel de la Paz a la ICBL, campaña
internacional para prohibir las minas antipersonas, es reflejo de ello.

Además, creo que el proceso de Ottawa ha creado una dinámica de adhesión
que irá consiguiendo que, con el transcurso del tiempo, crezca el número
de países firmantes de esta norma. Creo que con ello he contestado,
además, a las distintas propuestas que se me han hecho.

En cuanto al papel más activo de organizaciones no gubernamentales y
demás organismos, tendrán SS. SS. ocasión de formular sus sugerencias de
un modo concreto cuando se discuta el borrador de aplicación, que, de
acuerdo con el artículo 9 de la convención, está preparando, repito, el
Ministerio de Defensa.

En todo caso, muchas gracias por lo que entiendo han sido muy positivas
contribuciones de todos los grupos de esta Cámara, sin excepción, desde
el inicio de este tema en este Parlamento.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ministro.




--SITUACION Y EXPECTATIVAS CREADAS TRAS EL DESBLOQUEO DEL PROCESO DE PAZ
PARA EL SAHARA OCCIDENTAL. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO CATALAN
(CONVERGéNCIA I UNIO) (Número de expediente 213/000369).




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la consideración del punto quinto del
orden del día, la comparecencia pedida por el Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió), del señor ministro de Asuntos Exteriores para
informar acerca de la situación y de las expectativas creadas tras el
desbloqueo del proceso de paz para el Sahara Occidental.

En nombre del grupo proponente de la comparecencia, tiene la palabra el
señor Recoder.




El señor RECODER I MIRALLES: Yo no sé si para el buen desarrollo de la
comparecencia e incluso para aligerarla sería más conveniente que el
señor ministro introdujera el tema y nos facilitara su punto de vista,
para que luego los grupos pudiéramos pedir aclaraciones o realizar
preguntas al respecto.




El señor PRESIDENTE: Me parece oportuno, señor Recoder.

El señor ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Como saben, el
pasado 16 de septiembre, el enviado personal del secretario general de
las Naciones Unidas para el Sahara Occidental, James Baker, anunció en
Houston que las dos partes en el plan de arreglo del citado conflicto
habían alcanzado una serie de acuerdos, tras cuatro rondas de
conversaciones directas sobre diferentes aspectos del mismo. Ustedes
conocen perfectamente los viajes efectuados por el señor Baker a la
región, las sucesivas conversaciones directas que tuvieron lugar en
distintos lugares, el apoyo español con medios técnicos y logísticos a
todo este proceso y el hecho de que los compromisos fundamentales se han
alcanzado en materia de identificación, refugiados, acantonamiento de
tropas, intercambio de prisioneros de guerra, liberación de prisioneros
o detenidos políticos, reconocimiento de la autoridad de Naciones Unidas
durante el período transitorio y código de conducta durante la campaña
para el referéndum en el Sahara Occidental. Por tanto, en estos momentos
podemos decir, sin triunfalismos que todavía no proceden, seamos
realistas, que la situación, sin embargo, es la mejor que ha conocido
este largo contencioso desde sus orígenes.

En estos momentos, y para concluir, el proceso sigue abierto en los
siguientes puntos: primero, la designación del nuevo representante
especial del secretario general para el Sahara Occidental.

Segundo, los problemas relacionados con la identificación de votantes en
el referéndum. Sus señorías recuerdan sobradamente que las, en un
principio, irreconciliables divergencias entre Marruecos y el Frente
Polisario sobre estas cuestiones bloquearon la aplicación del plan de
arreglo. Gracias a los acuerdos ahora alcanzados, las dos partes han
renunciado a presentar directa o indirectamente para su identificación a
miembros de las subfracciones tribales controvertidas y los miembros de
su familia inmediata, pero pueden presentar solicitudes individuales ante
la Comisión de identificación. La configuración final del centro de
votantes queda, pues, pendiente de la resolución de un número aún
indeterminado de solicitudes, que puede elevar considerablemente la cifra
final por encima de la contenida en el censo español de 1974.

Tercero, el retorno de refugiados. Tanto Marruecos como el Frente
Polisario han acordado cooperar con Acnur para ejecutar el programa de
repatriación, de conformidad con las prácticas normales de aquél y los
principios establecidos de repatriación. De acuerdo con el plan de
arreglo, los refugiados habilitados para participar en el referéndum
deberán hacerlo en el territorio, excluyéndose cualquier otra
posibilidad, por lo que su regreso al Sahara Occidental constituirá una
suerte de punto de no retorno del proceso previo al referéndum.

Cuarto, acantonamiento de tropas. Las fuerzas armadas marroquíes se
reducirán hasta niveles por determinar y se confinarán de acuerdo con las
previsiones del plan de arreglo. Las del Frente Polisario, con la
conformidad de Argelia y Mauritania, como países observadores del plan,
serán acantonadas en las localidades y en números que designará el
representante especial. Al este del muro de arena no habrá más de 2.000
combatientes y en Mauritania no habrá más de 300. El resto de las fuerzas
del Polisario deberá acantonarse en territorio de Argelia.

Quinto, reconocimiento de las autoridades y facultades de Naciones Unidas
durante el período transitorio, que en los términos del plan de arreglo
alcanza hasta la proclamación de los resultados del referéndum. La
observancia de este compromiso entendemos que asegurará la completa



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libertad de opinión y reunión, así como la de movimientos en el
territorio, creando un clima adecuado en el que pueda tener lugar un
referéndum libre y exento de cortapisas. Las partes se obligan a acatar
cuantas medidas disponga el representante especial para evitar
situaciones de favoritismo, fraude, intimidación o acoso que pudieran
interferir la celebración de un referéndum libre. Ambas partes
disfrutarán de igual acceso a medios de comunicación para difundir sus
mensajes respectivos sobre el referéndum.

Sexto, el código de conducta, que es una importante contribución de la
ronda celebrada en Houston. Supone una garantía de que Naciones Unidas
velará, de acuerdo con las partes, por la aplicación de las normas de
comportamiento de un proceso electoral equitativo, basado en la igualdad
de oportunidades y en el respeto al adversario.




El señor PRESIDENTE: Por parte del grupo que ha solicitado la
comparecencia, tiene la palabra el señor Recoder.




El señor RECODER I MIRALLES: Gracias, señor ministro, por su
comparecencia.

Yo le diré de entrada que estoy de acuerdo con su afirmación básica de
que la situación actual en relación con este conflicto es la mejor que
hemos conocido desde que se inició. Es más, creo que existe una
diferencia fundamental entre su comparecencia de hoy y la última que
realizó ante esta Comisión también para hablar del tema de Sahara, que
recuerdo --y esta mañana repasaba el «Diario de Sesiones»-- que se
desarrollaba en un compartido clima de pesimismo. Aquella comparecencia
se producía tras el acuerdo del Consejo de Seguridad, en mayo de 1996,
que decidió suspender el proceso de elaboración del censo electoral hasta
que ambas partes presentaran pruebas concretas y convincentes de que
estaban decididas a reanudar y completar este proceso, aunque también se
prorrogaba, como mínima muestra de confianza en la posible vía de
solución, el mandato de Minurso hasta el 30 de noviembre del año pasado.

Como le decía, coincido con usted en que estamos en una situación que
invita a un moderado optimismo, no a triunfalismo, por parte de todos
aquellos que deseamos que se resuelva un conflicto que ya dura demasiados
años. Quiero recordar que el 14 de noviembre próximo se producirá el 22.º
aniversario de la firma en Madrid de los acuerdos tripartitos que negaban
al pueblo saharaui su derecho a la autodeterminación, acuerdos que, a la
luz del Derecho internacional, nacían viciados y que, además, como se ha
visto durante todos estos años, han sido ampliamente superados por la
evolución del conflicto.

El cambio en la Secretaría General de las Naciones Unidas parece que ha
influido positivamente en el desarrollo de este proceso, que permanecía
encallado desde hace mucho tiempo y en el que, gracias a la intervención
de James Baker, antiguo secretario de Estado norteamericano, ha alumbrado
un principio de resolución. Sin embargo, no podemos ocultar el temor a
que, como ha sucedido otras veces, pudiera chocar con una falta
--demasiado manifiesta o reiteradamente manifestada-- de voluntad
marroquí de solucionar el conflicto. De todas formas, creo que debemos
felicitar al secretario general y al señor Baker por el éxito de su
misión, al menos hasta el punto en que se encuentra en este momento.

Nuestro grupo parlamentario espera que el plan del secretario general
concluya con éxito, porque, señor ministro, si el plan Baker no fuera
adelante, pienso que el conflicto se vería abocado a una situación muy
difícil y cuyo principal perjudicado no sería otro que el pueblo
saharaui, que es el que está sufriendo en sus carnes las dramáticas
consecuencias de este inconcluso proceso de descolonización y que es el
que está sufriendo un exilio demasiado largo.

Motivos para no lanzar las campanas al vuelo, para no ser triunfalistas,
como usted decía, señor ministro, los hay. Nosotros los compartimos.

Quiero recordar que en septiembre de 1991 concluía el enfrentamiento
armado entre el Polisario y Marruecos, gracias a un alto el fuego
patrocinado por la ONU, que ponía fin a 18 años de hostilidades. El plan
de paz que se suscribió en ese momento preveía que se celebraría el
referéndum de autodeterminación a finales de enero de 1992. La Comisión
de identificación de Minurso había de poner al día el censo español de
1974 y ello fue absolutamente imposible de conseguir. La manifestación de
la propia Minurso, cuando vio que era imposible concluir su misión, fue
la de que no existía la voluntad indispensable para brindar a las
Naciones Unidas, vía Minurso, la cooperación necesaria para que este
proceso se completara. Por tanto, tenemos demasiado recientes en la
memoria experiencias negativas que han aparecido tras una mínima
esperanza de solución del conflicto y deberíamos hacer todo lo posible
para que no se repitieran.

A la hora de relanzar el proceso de paz se han planteado una serie de
problemas. En primer lugar, ha habido una incapacidad de Minurso,
evidente, para aplicar el plan de paz y en consecuencia se ha producido
una pérdida de credibilidad. Yo quisiera preguntarle, señor ministro, si
usted personalmente tiene confianza en que Minurso pueda llevar a buen
fin esta vez su mandato.

En segundo lugar, lo que decía hace un momento, creo que el principal
escollo con que han chocado los reiterados intentos de resolver el
conflicto entre el Sahara Occidental y Marruecos han sido precisamente
los incumplimientos reiterados del reino marroquí y los obstáculos
constantes para llevar a buen fin estos procesos, con el interés, creo
yo, de consolidar una situación, que, a la larga, se entiende desde
Marruecos que le será favorable.

Obviamente, la sorpresa o la incógnita principal que se ha producido en
la opinión pública mundial o en aquellos que siguen de cerca el conflicto
del Sahara Occidental desde su inicio es a qué se debe este cambio de
actitud manifiesta de Marruecos, cuando menos no sólo de palabra sino
concretada en los seis puntos a los que también usted se ha referido
anteriormente. No sé exactamente a qué se puede deber este cambio y, si
el señor ministro tiene alguna pista al respecto, le agradecería que nos
la facilitara a los miembros de esta Comisión. Es más, señor ministro,
aquellos que son más escépticos acerca de las buenas intenciones o de la
buena voluntad de Marruecos para resolver



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este conflicto se han llegado a preguntar dónde está la trampa del
acuerdo, en qué punto se encuentra o cuál es el punto débil de este
acuerdo que va a impedir que se realice. Ojalá nos equivoquemos.

Termino, señor presidente, reiterando lo que ya hemos manifestado ante
esta Comisión otras veces, porque no es más que lo que siempre ha
defendido este grupo parlamentario en relación con el conflicto saharaui.

En primer lugar, creemos que existe un deber moral de España en la
resolución de este conflicto. España es antigua potencia colonial y
quisiera hacerle al señor ministro un ruego y una cuestión. Primero la
cuestión: cuál va a ser la actitud del Gobierno en los meses cruciales
que se avecinan. Segundo el ruego: creo que en este momento el Gobierno
español, y especialmente el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero
también el resto de autoridades del Estado español, deben de ser
especialmente activas y vigilantes para que el plan de las Naciones
Unidas pueda llevarse a cabo.

En segundo lugar, siempre hemos defendido la necesidad de que las partes
se sienten a la mesa de negociación. Esto se ha conseguido gracias a la
intervención del secretario general de las ONU y de James Baker.

Y, en tercer lugar, pensamos en la conveniencia de realizar un esfuerzo
para conseguir un referéndum sobre bases pactadas y con todas las
garantías de transparencia.

Yo creo que aquí todavía hay excesivas incógnitas. Seguramente el punto
principal de los acuerdos de Houston, la identificación del censo de
votantes, es el escollo donde reiteradamente se ha estrellado, sin poder
ser superado en los distintos intentos para alcanzar un final de este
antiguo conflicto, y podría ser de nuevo, y lo deberíamos evitar, el
escollo contra el que se podrían estrellar los acuerdos de Houston.

En cualquier caso, sobre el papel hay un principio de acuerdo pero hay
todavía una serie de incógnitas importantes al respecto. Por ejemplo, no
se ha aclarado si los exiliados saharauis en Tinduf van a poder votar en
este referéndum. Son personas que cuando se inicia el conflicto abandonan
el Sahara Occidental y se desplazan a tierras argelinas.

Estas son las cuestiones que quisiera plantear para ver si me las pudiera
aclarar.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que desearían hacer uso de la
palabra? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora
Martínez González.




La señora MARTINEZ GONZALEZ: Gracias, señor ministro por estar aquí.

No voy a incidir en los aspectos que más o menos son conocidos, porque la
prensa nos había informado, y después lo ha hecho usted, pero, sobre
todo, esta diputada está muy informada porque asistió a la conferencia
que tuvo lugar del 25 al 28 de septiembre en los campos de Tinduf. Cuando
usted dice que España ha apoyado con medios técnicos y logísticos el
proceso, me gustaría que nos lo ampliara.

Después hay dos cuestiones que preocupan a mi grupo y que espero no sean
significativas. Por un lado, la ayuda que la Agencia Española de
Cooperación Internacional presta a las organizaciones no gubernamentales
para desarrollar con los saharauis ha descendido este año el 50 por
ciento. Por otro, en esa conferencia no estuvieron presentes
representantes del partido que sostiene al Gobierno ni tampoco miembros
de las Cortes Generales; se echó de menos la presencia del partido que
apoya a este Gobierno. Me gustaría que me explicara si realmente estos
datos que manejo tienen algo que ver con el plan que el Gobierno puede
tener de apoyo al nuevo proceso.

Por otra parte, y paralelamente a esto, los saharauis dicen de forma
clara y rotunda que la solidaridad del pueblo español, de la sociedad
española es, con mucho, lo más importante que ellos tienen y con la que
ellos cuentan, y dan como dato los 6.000 niños que este verano pasaron
las vacaciones en España.

Dicho esto, nos gustaría saber si ustedes ante la nueva situación tienen
un plan también especial de apoyo a los saharauis, porque a todos nos
preocupa esa lucha, una lucha dialéctica pero electoral, que se va a
producir entre un país de millones de habitantes y un pueblo de poco más
de 250.000 ciudadanos. Lógicamente España, nosotros y todos los gobiernos
democráticos arrastramos una herencia --ésa sí que es una herencia
vergonzante-- de lo que ocurrió en el acuerdo tripartito y cómo se dejó
a ese pueblo en una situación de soledad, de pobreza y de marginación.

Los diferentes miembros del Gobierno o de organizaciones que
intervinieron en esa conferencia hablaron mucho de las dificultades
económicas que ellos van a tener. Nosotros sabemos que España no puede
injerir en este proceso, que son las Naciones Unidas quienes tienen y van
a tener la absoluta autoridad.

Dicho esto, algo tendrá que hacer España para lavarse un poco la
conciencia y facilitar, de alguna manera, que el pueblo saharaui pueda
llegar a ese referéndum con el apoyo económico, técnico, con medios
humanos. España tendrá que hacer algo especial en una situación tan
delicada y que probablemente será definitiva, tanto si el referéndum lo
gana Marruecos como si lo ganan los saharauis. Porque lo que de verdad
preocupa es cuál es la carta que Marruecos tiene escondida en la manga.

Los propios saharauis están contentos pero son prudentes, desconfían
porque no acaban de creerse que pueda haber un referéndum transparente,
limpio, en igualdad de condiciones, con igualdad de medios y que ellos
puedan realmente, como es su aspiración, recuperar su territorio y su
dignidad, aunque yo creo que ésta nunca la han perdido.

Señor ministro, me gustaría que nos dijera si tienen un plan especial, si
el Gobierno ha pensado en articular alguna ayuda económica, técnica y
humana que facilite al pueblo saharaui, en primer lugar, la campaña
electoral y, en segundo lugar, el retorno de los refugiados, que será muy
costoso, la reconstrucción del país en caso de que todo vaya bien y que,
por supuesto, se garantice un equilibrio de recursos económicos en todo
este proceso.

No me quiero extender más.




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El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Robles.




El señor ROBLES FRAGA: Por alusiones también, señor presidente, porque se
hacen preguntas al ministro que corresponde responder a otras personas.




El señor PRESIDENTE: Como usted quiera, señor Robles. Proceda.




El señor ROBLES FRAGA: Procederé, señor presidente, por la senda que
usted marque.

Parece claro que Minurso ha jugado un papel importantísimo, aunque a la
diputada por Santa Cruz de Tenerife, la señora Martínez González, le
parece poco, en el mantenimiento de alto al fuego. Lo cual, en una
situación de larga guerra, es bastante importante y, sin duda, algo tiene
que ver con la actitud adoptada por las partes en las conversaciones
mediadas por el señor Baker.

Esta es la mejor situación posible después de 21 ó 22 años de un grave
conflicto que, además nos importa especialmente a los españoles, no sólo
a los canarios, por cierto, aquí bien representados por diputados del
Grupo Popular, como don Alfonso Soriano. También nos importa como país.

La estabilidad, el equilibrio en la zona y la paz son el mejor camino
para que no solamente la opinión pública española pueda quedar tranquila
sino para que nos podamos quedar tranquilos en esa defensa permanente que
hacen todos los gobiernos de España de la paz, la estabilidad, el
progreso y la prosperidad de la zona.

El derecho a la autodeterminación ha figurado siempre no sólo dentro de
la doctrina española, sino de la doctrina misma de Naciones Unidas. Es
también un éxito de Naciones Unidas, organización a la que cabe felicitar
por su tenacidad en un largo proceso en el que no siempre todas las
partes, tanto Marruecos, como el Frente Polisario, han actuado con la
diligencia o la voluntad de contribuir al éxito de este proceso.

Parece claro que la pregunta deberá decidir entre independencia o
integración en Marruecos. No sé qué plazo prevé el señor ministro, si
todo va bien, pero nos esperan largos meses en los que todos, no
solamente las partes, deberán dar mayores pruebas de tenacidad, deberán
demostrar que están comprometidos con el éxito del proceso de paz, sino
que también los partidos políticos tendremos que hacer lo mismo.

Creo que todos los partidos políticos tienen que tomar nota, desde luego
el Grupo Popular lo hace, de que estamos ante una situación nueva.

Estamos en el umbral del ejercicio efectivo del derecho a la
autodeterminación del pueblo saharaui, a través de un referéndum libre,
justo y transparente. Por lo menos, eso es lo que desea el Grupo Popular.

Por tanto, deberemos hacer varias cosas nuevas que en el pasado no hemos
sabido hacer con el mismo entusiasmo unos que otros. Habrá que apoyar al
Gobierno, y eso es responsabilidad del grupo mayoritario y de los grupos
coaligados que le apoyan, porque entendemos que el Gobierno está
interesado en el éxito del proceso de paz, está interesado en el éxito de
las gestiones de Naciones Unidas y en el éxito de la misión de Naciones
Unidas en el Sáhara Occidental. Entendemos que ése es el verdadero y más
permanente interés de España. Por tanto, debemos ser prudentes en la
preparación del referéndum, en el desarrollo de la campaña y en la
actuación de todos durante y después de esa campaña. Eso es algo que
reclamo no sólo de mi propio grupo, sino también de los demás grupos aquí
representados.

El cambio de escenario es radical. Se trata de que los saharauis puedan
decidir libremente su futuro. Tienen dos opciones claras. Se trata de que
puedan expresarse libremente y que puedan producirse todas esas
condiciones que el señor ministro ha señalado como la identificación de
votantes, retorno de refugiados, acantonamiento de tropas, reconocimiento
de la autoridad y las facultades de Naciones Unidas, cumplimiento del
código de conducta. Sin embargo, deberemos de ser especialmente prudentes
para que no pueda decirse que, una vez más, estamos jugando con intereses
partidarios en un terreno que es especialmente delicado y en el que a
todos nos interesa que el referéndum salga bien.

Sea cual sea su resultado, deberemos pensar, ver y mirar más allá del
referéndum. Deberemos pensar que el interés de España no solamente está
en la paz y en la estabilidad de la zona, sino en una relación
fructífera, profunda, de cooperación y de amistad entre el pueblo español
y el pueblo saharaui, y entre los demás pueblos de la zona, y que los
dificilísimos equilibrios del norte de Africa dependen, en este momento,
en gran parte, del éxito de ese referéndum. Por tanto, creo, que, más
allá de los intereses legítimos de unos y de otros en una circunscripción
determinada, debemos comportarnos con especial cuidado y no valorar
alegremente las actitudes de unos y de otros.

Por lo que se refiere a la del Partido Popular tengo que decir que a
nosotros nos ha parecido que en el momento en el que estaba naciendo esta
nueva esperanza para el Sahara debíamos tener una actitud de especial
prudencia y reserva, ya que no podíamos entrar en un debate que pudiera
poner en peligro la capacidad de nuestro Gobierno de influir en ambas
partes, que pudieran debilitar el apoyo del Gobierno a las acciones y
gestiones del señor Baker y que pudiera debilitar las acciones de
Naciones Unidas.

Creo que todos los grupos de la Cámara compartimos un mismo objetivo. Por
eso quiero efectuar un llamamiento para que todos los grupos de la Cámara
entiendan que ha llegado el momento de la tenacidad pero también de la
prudencia.

Agradezco al señor ministro su explicación, aunque tendrá cosas que
añadir. Y me gustaría preguntarle, según él, cuáles son las perspectivas
temporales que debemos de esperar en el desarrollo y desenlace de este
proceso de paz y, en definitiva, en la resolución y en la celebración de
este referéndum de autodeterminación.




El señor PRESIDENTE: El señor ministro de Asuntos Exteriores tiene la
palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): En efecto, creo
que queda poco por añadir,



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excepto contestar a las cuestiones que se me han formulado e intentar
resumir brevísimamente el estado de la cuestión.

Contestando al señor Recoder, creo que Minurso cumplirá con el plan
previsto, previa prórroga. No olvidemos que el 20 de octubre vence
precisamente el plazo y es previsible que se produzca, de entrada, una
prórroga de seis meses que iría hasta el próximo 20 de abril.

¿A qué se debe este cambio? De momento lo que se ha visto es mucha
eficacia en el mediador, al que todos conocemos, yo muy especialmente de
mis tiempos de comisario, y a que también ha habido buena voluntad por
parte de todos.

La señora Martínez pregunta qué ha estado el Gobierno haciendo
últimamente. Pues, lo que puede hacer. Hablar con las partes, promover
siempre el diálogo y la negociación en el pasado y, desde que el nuevo
mediador ha entrado, facilitarle toda nuestra ayuda y cooperación con la
máxima discreción, puesto que no podemos olvidar que esto está en manos
de la ONU, y el propio mediador había solicitado a todo el mundo que se
abstuviera de presentar nuevas iniciativas que pudieran complicarle la
labor. Por tanto, el Gobierno ha llevado un seguimiento atento, ha
colaborado en lo que se nos ha pedido y eso es lo que continuaremos
haciendo.

Contestando a la cuestión formulada por el señor Robles, relativa a los
plazos, las partes prevén que en nueve meses podría estarse en
condiciones de celebrar el referéndum. Yo personalmente me conformaría
con que pudiera todo ello culminarse antes de finales del próximo año,
porque ya, como resumen, terminando por donde empecé, la situación es la
mejor que hemos conocido, y creo que todos estamos de acuerdo. Hemos
pasado del pesimismo de hace pocos meses a un cierto optimismo, podría
decir incluso un optimismo cierto y fundado. En todo caso, hay que huir
ciertamente del triunfalismo. No olvidemos que el nudo gordiano del
problema ha estado siempre en la confección del censo, y ahora se han
aprobado las condiciones necesarias para que pueda procederse a la misma;
pero el censo no está hecho y todos somos conscientes de que las primeras
evaluaciones del número total de personas que podrían estar en ese censo
variaba mucho según procediera la opinión de una parte o de otra. Por
tanto, no es éste el momento de empezar a elaborar planes posreferéndum,
porque corremos el riesgo de que entre tanta polvareda se nos pierda don
Beltrán. Es el momento de la discreción, de ayudar a que este proceso
finalmente culmine, y desde luego, una vez culminado este proceso, España
estará en condiciones de ayudar y de poner toda su influencia en el marco
de la Unión Europea, para que las ayudas europeas también se vuelquen
según los resultados. No es el momento, repito, de anticipar nada ni de
preocupar a nadie.




El señor PRESIDENTE: Señor Recoder, para una repregunta que espero y
deseo sea breve y concisa.




El señor RECODER I MIRALLES: Señor presidente, será muy breve mi
intervención y no va a ser ni tan sólo repregunta. Quiero simplemente
manifestar que a pesar de que el señor ministro ha dejado sin respuesta
la mayoría de las preguntas que ha realizado este grupo parlamentario,
comprendemos su prudencia y reserva ante un conflicto que cobra nuevas
vías de solución, y en el cual se ven cara a cara, de un lado, un deber
moral, al que nosotros nos referíamos, que tiene España en relación a una
antigua colonia, y, de otro, un país con el que España mantiene buenas
relaciones de amistad, como es el Reino de Marruecos.

También quiero manifestar que comprendo las llamadas a la prudencia que
ha efectuado el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, señor Robles,
lo que pasa es que entiendo también que no está demás que algún grupo
ponga de manifiesto en esta Comisión aquello que todos aquellos que han
ido siguiendo este proceso a lo largo de los años conocen y comparten.

Por último, señor ministro, subrayo la petición que hemos efectuado desde
nuestro grupo parlamentario de solicitar la mayor implicación posible del
Gobierno español en los próximos meses que, reitero, nos parecen
cruciales.




PREGUNTAS:



--DEL SEÑOR MILIAN MESTRE (GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO),
SOBRE POLITICA DEL GOBIERNO ESPAÑOL RESPECTO A RUSIA, ESPECIALMENTE EN LO
QUE SE REFIERE AL FOMENTO DE LAS RELACIONES ECONOMICAS Y COMERCIALES
HISPANO-RUSAS (Número de expediente 181/000871).




El señor PRESIDENTE: Pasamos al siguiente punto del orden del día y a la
contestación por parte del señor ministro a las dos preguntas.

Para la exposición de la pregunta que figura en el orden del día como
punto número seis, que se refiere a la política del Gobierno español
respecto a Rusia, especialmente en lo que se refiere al fomento de las
relaciones económicas y comerciales hispano-rusas, tiene la palabra su
autor y proponente, don Manuel Milián Mestre, al que pediría que fuera lo
más conciso y breve posible en la formulación de la misma.




El señor MILIAN MESTRE: Señor Presidente, seré breve.

Señor ministro, desde hace siete años sistemáticamente hemos recurrido al
seguimiento de lo que ha sido la política de cooperación con el Gobierno
predemocrático y después, no sé cómo calificarlo, democrático sui generis
de la ex Unión Soviética, en este caso de Rusia, su principal nación.

Digo esto porque ha sido una constante preocupación de los empresarios
españoles ávidos de abrir mercados nuevos en el tiempo pasado,
inmediatamente después de la caída del muro de Berlín... (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Milián. ¿Podría solicitar a todos,
diputados, periodistas, un poco de silencio? Si no, es absolutamente
imposible seguir la formulación



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de la pregunta y las intervenciones de los señores diputados. Prosiga,
señor Milián.




El señor MILIAN MESTRE: Digo que ha sido un constante recurso por
entender que los empresarios españoles tenían la avidez natural de otros
empresarios europeos e incluso trasatlánticos, de ocupar espacios en un
mercado potencial de gran envergadura como era éste, de un hipotético
mercado de consumo superior a los 280 millones de habitantes.

Consecuentemente, durante los años 1990, 1992, 1993 y 1994 fuimos
formulando una serie de preguntas e hicimos un seguimiento al Gobierno
correspondiente, en este caso al Gobierno socialista, por el interés de
conocer cuáles eran las posturas que el Gobierno adoptaba en orden al
acompañamiento de los intereses empresariales y a la apertura de esos
nuevos macromercados. El seguimiento fue útil, puesto que vimos que de la
euforia del primer momento, donde se plantearon no menos de 130
propuestas de inversión considerables, con los grandes bancos españoles
a la cabeza, con las grandes empresas constructoras, etcétera, se pasó
después a una disminución de estos propósitos con un sabor agridulce a la
vista de sucesivos fracasos, que en algunos casos llegó a estrepitoso
fracaso y en otros pudo consolidarse, caso de las dos grandes empresas de
alimentación consolidadas o de la empresa Chupa Chups, con dos empresas
más consolidadas en Rusia. Sin embargo, otros han sido los ejemplos
negativos, algunos de ellos como el caso Codorníu, muy espectacular, lo
que ha obligado a la reflexión sobre estos propósitos de los empresarios
españoles y a la revisión de sus programas de inversión o de sus
programas de comercio con Rusia.

Esta es la motivación real de la pregunta, pero sobre todo lo que a mí me
lleva a formular de nuevo esta cuestión es la evidencia del desconcierto
que se adivina en los empresarios españoles al no saber exactamente si
entrar o no entrar en ese mercado, si acometerlo directa o
indirectamente, si buscar el acomodo y el apoyo del Gobierno, o
aventurarse a esas correrías, a esas andanzas que se están produciendo de
forma un tanto atípica a través de lo que son organizaciones más o menos
clandestinas, por no llamarlas de otra manera, más bien de tipo mafioso.

Lo cierto es que llegado ese punto, muchos de esos empresarios a veces
nos preguntan cómo se pueden plantear las cosas y qué política puede
llevar a cabo el Gobierno de asistencia a estas inquietudes y a estos
desconciertos. Yo termino diciéndole que la situación es tan paradójica,
que ante el apetito de hacer buenos negocios y de ayudar incluso a
perspectivas futuras con inversiones localizadas en Rusia, se encuentran
como aquel empresario español, o catalán mejor dicho, que no dominando la
lengua de Cervantes llegó a una casa particular al ser invitado para
almorzar, y no sabiendo si la señora estaba de acuerdo o no con el
almuerzo, dio las gracias por su hostiapitabilidad; es decir, no supo
expresar si era hostil la hospitalidad o si era realmente hospitalidad lo
que se le ofrecía. (Risas.) En este caso muchos empresarios se encuentran
ante algo parecido a este barbarismo. No saben qué hacer, no saben a
dónde recurrir y no saben si realmente los buenos consejos que pueda
mediar la embajada correspondiente van a dar garantía suficiente para
alcanzar realmente su propósito. Por tanto, éste es el argumento de mi
pregunta, que es la siguiente: ¿Hasta qué punto el Gobierno español, con
su política respecto a Rusia, especialmente en lo que se refiere al
fomento de las relaciones económicas y comerciales hispano-rusas, puede
de alguna manera explicar, garantizar o proteger dichas relaciones?



El señor PRESIDENTE: Señor Milián, catalán, mejor dicho, española en
cualquier caso, me imagino. (Risas.)
Señor ministro, tiene usted la palabra.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): Lo cierto, como
primera constatación, es que nuestro volumen de comercio con Rusia está
muy por debajo de nuestros respectivos potenciales, incluso del excelente
estado de nuestras relaciones políticas. El año pasado Rusia fue nuestro
decimosexto socio comercial, con un volumen de comercio inferior al 1 por
ciento de nuestro comercio exterior global. El Gobierno quiere impulsar
esas relaciones, que tienen perspectivas favorables. Rusia tiene una
enorme potencialidad. Al ser el volumen de comercio bajo, tiene
posibilidades de incrementarse a un ritmo muy superior al de otros casos.

Las reformas económicas en Rusia han marcado un camino que ya parece
irreversible hacia la economía de mercado. Nuestras excelentes relaciones
políticas lo permiten. A lo largo de este año se han intensificado
notablemente los contactos, los políticos y los económicos.

Tuve el honor de acompañar a Sus Majestades los Reyes del 5 al 7 de mayo.

Este viaje estuvo precedido por la visita a España de dos viceprimeros
ministros y ocho viceministros rusos del área económica, una delegación
de más de ochenta empresarios viajó a Moscú con motivo de la visita de
los reyes, y en estos momentos hay numerosos proyectos en perspectiva,
algunos de importante cuantía en el sector ferroviario, refino del
petróleo, distribución de alimentos, mercados mayoristas, fabricación de
todo tipo de equipos médicos para hospitales, etcétera. Además, para
impulsar esos proyectos, algunas empresas españolas de primera línea han
participado recientemente en un fórum económico celebrado en Moscú.

Siempre hay un factor riesgo importante. Existe en vigor un acuerdo
económico e industrial entre España y Rusia que entendemos debe ser
complementado, y en estos momentos estamos acelerando para finalizar en
los próximos meses, por no decir semanas, un nuevo acuerdo entre España
y Rusia para evitar la doble imposición y, sobre todo, un acuerdo para la
promoción y protección recíproca de inversiones que, por tanto,
configurará un cuadro legal con todas las garantías que razonablemente se
le pueden pedir a un Gobierno; luego, cada país tiene una situación
interna diferente, tanto política como económica, y ahí ya corresponde a
la unidad microeconómica, es decir, a cada empresa, a cada empresario,
valorar en cada momento los distintos factores que hay en cada operación,
el factor riesgo-beneficio, para tomar sus decisiones.

En todo caso, frente a esa realidad, todavía insatisfactoria por lo que
al comercio se refiere, hay inversiones que



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están revelándose muy productivas y muy interesantes. Y hay otro tercer
capítulo que está teniendo un crecimiento exponencial, que es el relativo
al turismo. Cada año se recibe en Moscú un auténtico aluvión de
peticiones de visados y como, naturalmente, está afectado por el convenio
de Schengen, había en estos últimos años un auténtico bloqueo y nuestros
consulados, nuestra embajada, no estaban en condiciones de atender la
demanda, ni siquiera al 50 por ciento de la misma. Por ello acordé,
durante el pasado mes de mayo, la creación de un consulado general en
Moscú, que ya está abierto y que ya ha funcionado este verano. Tengo que
decir que en estos momentos el volumen de ingresos por turismo de Rusia
es superior al 50 por ciento del valor total de nuestras exportaciones,
que están teniendo un crecimiento del orden del 200 por cien anual. En
estos momentos ese 50 por ciento del valor de alza de las exportaciones
nos permite compensar sobradamente el saldo comercial desfavorable que
tenemos en España con Rusia.

Finalmente, quiero señalarles que los datos estadísticos de los cinco
primeros meses de este año también parecen confirmar una tendencia más
favorable del comercio bilateral. La cobertura es del 56 por ciento, como
les decía, que ya viene sobradamente compensada por nuestros ingresos en
concepto de turismo.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.




--DEL SEÑOR ESTRELLA PEDROLA (GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO), ACERCA DE
LA INFORMACION SOBRE EL ORIGEN DE LOS ATENTADOS CONTRA ESTABLECIMIENTOS
TURISTICOS HOTELEROS EN CUBA (Número de expediente 181/000904).




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la segunda y última de las preguntas,
formulada en este caso por don Rafael Estrella Pedrola, del Grupo
Socialista, referente a la información que el señor ministro pudiera y
quisiera ofrecer sobre el origen de los atentados contra establecimientos
turísticos hoteleros en Cuba.

Para exponer la pregunta, tiene la palabra el señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor ministro, a lo largo de los últimos años
se ha producido en Cuba la colocación de diversos artefactos explosivos,
alguno de los cuales ha afectado a intereses españoles en la isla.

Recientemente, uno de dichos artefactos ha ocasionado la muerte de un
turista italiano. La detención de un ciudadano salvadoreño, como presunto
autor de la última oleada de atentados, aporta nuevos datos sobre el
oscuro origen de los mismos. De acuerdo con las últimas informaciones, el
detenido habría percibido una determinada cantidad por la colocación de
los referidos artefactos.

Según el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, la investigación habría
puesto de manifiesto, sin ningún espacio para la duda, que la operación
fue planeada y desarrollada desde Miami por un grupo subordinado a la
Fundación Nacional Cubano-Americana, extremo que ha sido negado por
portavoces de dicha fundación. Destacados representantes del Congreso
americano me manifestaba hace muy pocos días su creencia de que esto era
bastante plausible.

El presidente de la referida fundación, Jorge Mas Canosa, ha aparecido
también como promotor de otra fundación, de similares características, la
Hispano-Cubana, creada hace unos meses en Madrid, con la participación de
personalidades políticas vinculadas al actual Gobierno.

Por todo ello, pregunto: ¿Qué informaciones tiene el Gobierno sobre el
origen de los atentados producidos contra establecimientos turísticos
hoteleros en Cuba?



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): El Gobierno se
informó sobre los atentados producidos a primeros del mes de septiembre
en varias instalaciones turísticas de La Habana a través de los medios de
comunicación y de las agencias internacionales, en particular la agencia
de noticias Prensa Latina, que creo que es cubana, así como por una
comunicación oficial del Ministerio del Interior cubano el pasado día 10
de septiembre. Nuestra embajada en La Habana, por otra parte, remitió al
Ministerio la misma información.

Todas estas fuentes señalan, efectivamente, que el autor de los atentados
con explosivos a varios establecimientos turísticos de la capital cubana
fue el ciudadano salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León, quien había entrado
en Cuba como turista, procedente de Guatemala. Las autoridades cubanas
detuvieron al señor Cruz, que reconoció, al parecer, haber introducido en
Cuba el explosivo empleado y haber colocado cuatro artefactos explosivos
el 4 de septiembre en los hoteles Copacabana, Tritón, Chateau Miramar y
en el restaurante La Bodeguita de Enmedio. También se atribuyó la
colocación de los que estallaron el 12 de julio en los hoteles Capri y
Nacional. Este declaró que sólo actuó por intereses económicos y no
ideológicos.

Como no podía ser de otro modo, el Gobierno español, la oficina de
información diplomática y yo mismo condenamos tajantemente estos
atentados que, como muy bien ha dicho S. S., en uno de los casos fue
mortal, y yo mismo abundé en la línea de que no hay terrorismos buenos ni
terrorismos malos, todos los terrorismos son malos. Desde luego, el
Gobierno considera que compete al Gobierno cubano realizar cuantas
investigaciones considere oportunas para investigar estos hechos.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.

Tiene la palabra el señor Estrella.




El señor ESTRELLA PEDROLA: Gracias, señor ministro, por su respuesta
amable, y detallada en el relato de los hechos, pero que poco añade a lo
que ya hemos podido conocer a través de los medios de comunicación. Yo lo
entiendo, entre otras cosas, señor ministro, porque al día de hoy
llevamos casi 350 días sin embajador en Cuba y, evidentemente,



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algo tendrá que ver eso con que el ministro esté mejor o peor informado
sobre lo que sucede en Cuba.

Simplemente, instar al Gobierno, como conclusión de este pequeño debate,
para que procure obtener la mayor información posible sobre estos
acontecimientos, sobre todo en lo relativo a la inspiración de esos
atentados. Porque si se comprueba que realmente existe una vinculación
entre los atentados y la Fundación Cubano-Americana y, a su través, la
Fundación Hispano-Cubana, entendemos que el Gobierno debiera actuar en
consecuencia.

Espero que su próxima visita a Washington, donde va a asistir a un foro
importante, con altos representantes norteamericanos, entre los que va a
haber una importante representación parlamentaria --no sé si va a haber
una representación parlamentaria española--, le sirva para que en el
Congreso americano, en la opinión pública americana y en el Gobierno
americano se entienda mejor la situación en el Caribe y, concretamente,
la situación en Cuba.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES (Matutes Juan): En primer lugar,
quiero tranquilizar a S. S. en el sentido de que tenga la seguridad de
que la información de que dispone el Gobierno español respecto de Cuba es
buena y, desde luego, no inferior a la que tendríamos si tuviéramos un
embajador. Tenemos un encargado de negocios y tenemos la embajada
funcionando en perfectas condiciones. Nuestro encargado de negocios
participa en todas las reuniones de embajadores de la Unión Europea, en
todo momento suple las funciones propias del embajador y, desde luego,
envía información puntual y fiable. El nombramiento de embajador, cuando
proceda, si procede --y yo espero que sí, es probable que sea pronto--,
se tiene que hacer dentro de este proceso de total normalización que ha
permitido que este año se incrementaran las inversiones españolas en Cuba
en un 30 por ciento respecto del año pasado, que ha permitido que el
comercio entre España y Cuba creciera un 38 por ciento respecto del año
pasado, que a su vez había crecido cerca de un 30 por ciento respecto del
año anterior. Usted ve que es un proceso de normalidad de relaciones, de
corrección de relaciones. En todo momento hay que tomar las decisiones en
función de un contexto global. España también está pendiente de
determinados aspectos en sus relaciones con Cuba. Mis contactos con el
canciller señor Robaina son frecuentes, son cordiales y se tomarán las
decisiones en su momento oportuno. Su señoría se ha referido a que en
esos momentos no existen pruebas de la vinculación de la Fundación
Cubano-Americana en los atentados. La verdad es que al día de hoy, y
según las informaciones de que disponemos de nuestra embajada, no hay ni
una sola prueba concluyente de tales acusaciones. La propia afirmación de
S. S. de si se llegara a demostrar indica que coincide conmigo y, por
tanto, no es el momento de empezar a prejuzgar acontecimientos. Yo
conozco --y tenemos buena información-- que las autoridades
estadounidenses se han ofrecido para colaborar en el establecimiento y en
el esclarecimiento de estos hechos. Parece que de momento esta ayuda no
ha sido aceptada por Cuba.

En segundo lugar, sí quisiera dejar claro que, según las informaciones
que yo tengo, no existe ninguna relación entre la Fundación
Cubano-Americana y otra fundación, con la que no tiene nada que ver el
Gobierno, que es la Fundación Hispano-Cubana, a la que usted se ha
referido. Parece ser que en este sentido el único vínculo que había entre
ambas fundaciones era la pertenencia del señor Mas Canosa al patronato de
la Fundación Hispano-Cubana. Parece ser que ese vínculo, que era
puramente personal a través de dicho señor, desapareció el pasado mes de
julio con la renuncia expresa del señor Mas Canosa a ese patronato. En
todo caso, el ministro es totalmente ajeno a esa fundación que se mueve
como las demás fundaciones privadas en sus ámbitos de actuación que le
son propios y, naturalmente, será la fundación la que tenga que responder
en todo caso de sus acciones.




El señor PRESIDENTE: Con ello concluimos todos aquellos puntos del orden
del día que necesitaban de la presencia del señor ministro de Asuntos
Exteriores. Quiero agradecerle muy calurosamente su presencia, sus
contestaciones y el trabajo con que ha participado en la sesión de esta
Comisión de Asuntos Exteriores. Señor ministro, muchas gracias y hasta
muy pronto.




PROPOSICION NO DE LEY:



--RELATIVA A LA SITUACION DE LOS DERECHOS HUMANOS EN PERU. PRESENTADA POR
EL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO (Número de expediente 161/000666).




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados, continúa esta sesión de
la Comisión de Asuntos Exteriores, de manera que, después de proceder a
las correspondientes atenciones protocolarias con el señor ministro, les
rogaría que tomaran asiento porque vamos a proceder al debate y votación,
en su caso, de la proposición no de ley relativa a la situación de los
derechos humanos en el Perú, de la que es autor el Grupo Socialista en el
Congreso. Pero antes de proceder al trámite correspondiente, quería hacer
algunas consideraciones previas que tienen que ver precisamente con esta
proposición no de ley.

Como todos ustedes saben, la presentación de esta proposición no de ley
ha dado lugar a que por parte de elementos no identificados se produzcan
amenazas graves --suponiendo que haya amenazas que no sean graves,
claro-- contra la persona del que es portavoz del Grupo Socialista en
esta Comisión, el señor Yáñez. Yo quiero decir al respecto, y estoy
absolutamente seguro de que al decirlo estoy representando el sentir de
todos y cada uno de los miembros de esta Comisión, primero, que expreso
y expresamos el rechazo y la condena más terminantes y contundentes de
esas amenazas. Esas amenazas tienen un carácter absolutamente intolerable
--en cualquiera de los casos las hubieran tenido, más en este caso
precisamente



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en que se trata de examinar la situación relativa a los derechos humanos
en un país hispanoamericano-- porque evidentemente reflejan un intento de
intimidación sobre la persona del portavoz del Grupo Socialista y
directamente sobre los trabajos de esta misma Comisión. Yo creo que es
importante que esta Comisión de una manera también terminante rechace
cualquier tipo de intimidación sobre sus trabajos. Además --y lo hago por
boca de la Presidencia, pero también estoy seguro de que reflejo el
sentir de todas y cada una de SS. SS.--, quiero expresar el apoyo, el
amparo y el fomento de la libertad de expresión en esta Cámara y en
cualquier otro tipo de cámara parlamentaria y, al mismo tiempo, la
defensa absolutamente sin fisuras de la integridad intelectual, de la
integridad política y de la integridad física de todos los miembros de
esta Cámara y, consiguientemente, de los miembros de la Comisión. Me
parece que éste es un dato que tenemos que tener en cuenta. No ha sido
afortunadamente frecuente que se hayan producido estas amenazas y estos
intentos de intimidación. En este caso concreto yo espero y deseo que
todos ustedes, todas SS. SS., respalden ésta que me parece absolutamente
indispensable firmeza en el rechazo y en el amparo, no porque sea uno de
nuestros compañeros sino porque estamos defendiendo una función que es
absolutamente indispensable e inseparable de la misma libertad a la que
todos nos debemos.

Quisiera expresar un deseo, en este caso sí personal, como presidente y
como miembro de la Comisión. Seguramente, en cualquiera de los casos, los
grupos parlamentarios hubieran encontrado un acuerdo pleno para que la
decisión de la Comisión sobre este tema hubiera sido consensuada y
prácticamente unánime. No se les oculta a ustedes, y éste es mi deseo,
que en este caso es doblemente importante que la unanimidad se encuentre,
porque será la mejor manera de responder frente a todos aquellos que han
pensado que amenazando iban a romper nuestra integridad, que amenazando
iban a tener algún sentido o iban a obtener alguna ganancia en su
intimidación. Encontrar ese acuerdo será la mejor manera de decirles no
sólo que estamos de acuerdo con la defensa de los derechos humanos allí
donde puedan ser violados, sino también que estamos absolutamente en
contra de cualquier intento de intimidación a los miembros de esta
Comisión o de esta Cámara.

Dicho todo esto, señoras y señores diputados, pasamos, como he dicho, a
la consideración del punto octavo, que es la proposición no de ley
relativa a la situación de los derechos humanos en el Perú, de la cual es
autor del Grupo Socialista en el Congreso, y para su exposición doy la
palabra a su portavoz, el señor Yáñez.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Muchas gracias, señor presidente, por sus
palabras y por la protección institucional, además de la personal.

En los últimos cuatro meses el grupo parlamentario al que represento ha
recibido numerosos informes relacionados con la situación de los derechos
humanos en Perú. Algunos de ellos los tengo aquí, pero no les amenazo con
leerlos en su integridad, cosa que sería imposible. Voy a hacer una
intervención que es casi un índice de los temas que nos han hecho llegar
informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, de
la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas con sus
recomendaciones, de Amnistía Internacional --no sólo el informe de 1997
sino varios informes parciales sobre concretamente la República del
Perú--, la resolución del Parlamento Europeo de 17 de julio de 1997 e
informes de organizaciones peruanas de derechos humanos, personalidades
y partidos políticos peruanos. Los hechos a los que voy a referirme están
recogidos en todos estos informes, sin que por mi parte, al menos lo voy
a intentar, en la intervención exista una valoración, calificación o
adjetivación de los mismos. Algunos de los autores de estos informes han
pedido a mi grupo que tome esta iniciativa por considerar que la
salvaguarda de los derechos humanos tiene un carácter universal y que
frente a su violación no cabe el recurso a la soberanía nacional o a la
injerencia en asuntos internos, como indica el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos. Por eso consideramos que también es parte
de la política exterior consensuada de esta Cámara el tratar el tema de
los derechos humanos como indisolublemente unido a la política exterior,
que, como todos coincidimos, no es sólo la defensa de intereses
nacionales, de intereses legítimos que tenemos que defender, sino también
la defensa de principios en la política exterior y en la política
internacional.

Antes decía que iba a ser muy esquemático, pero el volumen y la cantidad
de denuncias presentadas hace que el índice sea un poco más extenso. De
todos modos, sólo diré que las denuncias se refieren a prácticas
generalizadas de torturas; a ejecuciones extrajudiciales y desaparecidos;
a procesamiento de civiles por tribunales militares; a juicios con jueces
sin rostro; a la destitución de tres jueces del Tribunal Constitucional
que votaron la inconstitucionalidad de la ley que permite que el
presidente Fujimori se presente de nuevo a las elecciones; a la dimisión
del presidente de dicho tribunal porque había recibido reiteradas
amenazas anónimas por teléfono, por escrito e incluso un atentado que le
costó la vida a su chófer; a las conexiones de ciertos sectores del poder
con el narcotráfico; al hostigamiento del fiscal general por parte del
Consejo Supremo de Justicia Militar porque aquél --el fiscal general--
denunció a varios vocales integrantes de tribunales militares por negarse
éstos a acatar las resoluciones judiciales; al hostigamiento a los medios
de comunicación peruanos que han informado de estos hechos, medios tales
como Frecuencia Latina --canal 2 de televisión--, cuyo propietario Baruch
Ivcher, de origen judío pero nacionalizado peruano en ese momento, ha
sido privado de su nacionalidad peruana y hace sólo dos semanas se le ha
confiscado el citado canal, o a las amenazas y atentados que han sufrido
periodistas del diario La República y de la emisora de radio Miraflores;
a las amenazas y atentados a opositores políticos, presentados como
hechos de delincuencia común, como ha sido el secuestro, robo e incendio
del vehículo del diputado Javier Díez Canseco o el atentado contra el ex
ministro de Economía del Gobierno anterior, Gustavo Saberbein. También
recogen los citados informes las torturas, asesinato y descuartizamiento
de que fue objeto la agente de inteligencia Mariela



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Barreto y las torturas y persecución de la también agente del Servicio de
Inteligencia del Ejército Leonor de la Rosa Bustamante. Ambas agentes y
los medios de comunicación citados anteriormente, que se hicieron eco de
esos hechos, denunciaron la existencia de los planes de inteligencia
Bermuda, Narval y Pino, dirigidos a atentar contra la prensa de oposición
infiltrada en los gobiernos regionales y a neutralizar al líder de la
oposición y a los abogados que denunciaron los abusos referidos.

Asimismo, estos informes denuncian la detención y procesamiento del hoy
ya liberado general de división Rodolfo Robles Espinosa, que denunció al
Servicio de Inteligencia Nacional --SIN-- y al Grupo Colina como
responsables de graves crímenes, así como que este grupo seguía actuando,
como demuestra el atentado al Canal 13 de Puno. Por último, tengo que
decir que las amenazas telefónicas y por escrito y las escuchas
telefónicas ilegales son frecuente objeto de denuncia, y entre ellas
destaco la del ex secretario general de Naciones Unidas, Javier Pérez de
Cuéllar, que se enfrentó al candidato Fujimori en las elecciones de 1995.

Esta grave situación no puede sernos indiferente, incluso aunque muchos
de los temas --otros sí-- todavía no han sido suficientemente
investigados o probados, entre otras cosas por las dificultades de la
propia situación. En cualquier caso, la gravedad es tal que no podemos
cerrar las puertas o hacer oídos sordos a quienes desde Perú nos piden
ayuda y solidaridad. Por ello, pedimos a este Congreso que exprese su
preocupación e inste al Gobierno a vincular sus relaciones con Perú a la
evolución de los derechos humanos. En la proposición no de ley no hemos
utilizado palabras como condena, sanciones, embargo o bloqueo, sino
palabras que tienen más que ver con preocupación, diálogo o coordinación
en el seno de la Unión Europea para poder contribuir a la
institucionalización democrática y al respeto a los derechos humanos en
la República del Perú. Y, desde luego, en uno de los puntos de la parte
dispositiva incluimos el rechazo al terrorismo y a la violencia política
que tan duramente han golpeado y siguen golpeando al pueblo peruano y que
en estos momentos ha producido una cantidad ingente de víctimas; es justo
recordarlas y oportuno reiterar su condena.

Señor presidente, en este momento procesal no voy a hacer referencia a la
enmienda presentada por el Grupo Popular; lo haré después de la defensa
que haga dicho grupo de la mencionada enmienda. Entonces fijaré nuestra
posición con respecto a la misma.




El señor PRESIDENTE: Efectivamente, a la proposición no de ley presentada
por el Grupo Parlamentario Socialista existe una enmienda de modificación
del Grupo Parlamentario Popular, para cuya defensa tiene la palabra la
señora Pulgar.




La señora PULGAR FRAILE: Señor presidente, en los últimos meses ha
empeorado la situación en Perú debido a diversos sucesos que no voy a
enumerar puesto que el anterior interviniente lo ha explicado a la
perfección. De todas formas, sí quiero hacer hincapié en que tales hechos
provocaron la resolución sobre el Perú del pasado mes de julio, en la
cual el Parlamento Europeo aprobaba por unanimidad una condena al régimen
de Fujimori por todas las violaciones de los derechos humanos. Permítanme
destacar sólo tres puntos de la citada resolución.

El punto número 6 dice: El Parlamento Europeo urge a las autoridades
peruanas a que aprueben todas las medidas necesarias para salvaguardar la
integridad y la vida de los defensores de los derechos humanos, de los
testigos o de las víctimas de violaciones de los derechos humanos y a que
pongan fin al sistema de los jueces sin rostro, a las leyes de amnistía
y al empleo del sistema judicial castrense para los casos de violaciones
de los derechos humanos. Asimismo, exhorta a todas las autoridades del
Estado peruano a acoger en su integridad e implementar las
recomendaciones del informe del año 1996 sobre el Perú de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y pide a la Comisión que vincule
cualquier cooperación futura con el Perú a una mejora en el país de la
situación de los derechos humanos.

España, por lazos históricos, por lazos culturales, de idioma y por
religión, ha estado unida a Iberoamérica --o Latinoamérica, como a ellos
les gusta denominarse-- y ha luchado y lucha porque la democracia sea la
forma de gobierno en todo el continente, cosa que todavía no hemos
conseguido en nuestra querida Cuba. Una forma de conseguirlo, un
instrumento eficaz es la cooperación al desarrollo, cuyo programa de
actuación por parte de España es digno de encomio. Y digo esto porque a
un país como Perú, con una economía hiperinflacionaria, con un ingreso
per cápita en torno a los 900 dólares, no se le pueden exigir ciertas
actitudes para nosotros normales. Afortunadamente, está pasando a una
economía moderada, con un ingreso per cápita de 2.600 dólares y confiamos
en que poco a poco se irá acercando a los umbrales internacionales.

Cuando hablo de la cooperación, tengo que resaltar la evaluación
altamente positiva de la delegación del Comité de Ayuda al Desarrollo de
la OCDE, en su vista a Perú, con el fin de estudiar la actuación de la
Administración española en el ámbito de la cooperación al desarrollo. En
esta evaluación se ha destacado la seriedad y el rigor con que se
desarrolla nuestro programa de cooperación en Perú y se ha considerado la
importancia que la cooperación española concede a los temas sociales y
medioambientales. Los representantes de la OCDE comprobaron que se trata
de una cooperación bien diseñada y muy cercana al beneficiario, con la
que la actuación española sirve no sólo de promotora, sino de correa de
transmisión y de articulación de procesos productivos y comerciales en
algunas comarcas del país, de cara a una eventual y creciente exportación
de productos que redunde en un aumento de renta y de nivel de vida de los
beneficiarios. Pero esta faceta de índole productiva no debe hacernos
olvidar la importancia básica que la cooperación española concede a los
temas sociales. Hemos constatado las deficiencias sociales existentes
generadoras de zonas de pobreza y marginación. Por ello, sanidad y
educación constituyen dos pilares de la programación de la cooperación
española.

Brevemente voy a decir que dentro de las otras relaciones en el campo
político, existe una intensa relación



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inspirada en los valores democráticos de convivencia internacional, lo
que se refleja en las visitas de importantes personalidades del Gobierno
español a Perú. La relación política también se canaliza a través de
diálogos institucionalizados sobre la problemática regional y mundial,
vía la Comunidad Andina y el Grupo Río con la Unión Europea, en los que
España sirve de importante puente de comunicación. En lo económico, el
proceso de apertura y modernización económica del Perú ha dado pie a un
incremento muy apreciable de las relaciones comerciales. España se ha
convertido en un inversor de primera magnitud en Perú, particularmente en
los campos de las telecomunicaciones, las finanzas y la energía. En el
terreno cultural, la historia y el idioma común hacen que las relaciones
sean especialmente privilegiadas y Perú empieza a ser visto como un país
con una creciente presencia política en el hemisferio y con una
participación importante en las decisiones de la región andina.

Creo que todos compartimos la preocupación de esta proposición no de ley
relativa a la situación en Perú. Mi grupo ha presentado una enmienda que
leo a continuación y que espero que sea aprobada. Le quiero decir al
diputado Yáñez, que durante muchos años hemos preparado la celebración
del quinto centenario del descubrimiento de América y siempre llegábamos
a acuerdos después de bastantes discusiones, pero llegábamos a un
acuerdo, que creo que en este caso es muy importante que lo consigamos.

La enmienda de modificación dice lo siguiente: El Congreso de los
Diputados insta al Gobierno a instar al Gobierno del Perú al más
escrupuloso respeto de los derechos humanos y a tener en consideración
los informes de las instituciones y organizaciones de reconocida
solvencia y dedicadas a la protección y promoción de los derechos
humanos. Impulsar los intercambios económicos y las inversiones de España
en el Perú. Reforzar la cooperación española de carácter humanitario y la
ayuda al desarrollo en todos aquellos sectores que contribuyen a la
mejora de las condiciones de vida de los peruanos. Reiterar el rechazo al
terrorismo y al uso de la violencia como medios de acción política en el
Perú y promover el diálogo con el Gobierno de Perú, tanto en el plano
bilateral como en el marco de la Unión Europea, para contribuir al
proceso de institucionalización democrática, la mejora en el respeto de
los derechos humanos y el desarrollo de las relaciones de todo tipo en
Perú.

Para terminar, tenía escrita esta nota. A pesar de lo que el presidente
haya dicho, yo también quiero terminar diciendo que sentimos las amenazas
recibidas por el diputado señor Yáñez y el desasosiego de su familia tras
interesarse por el respeto de los derechos humanos en Perú.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que desean hacer uso de la
palabra?
El señor Recoder tiene la palabra por el Grupo Catalán (Convergència i
Unió).




El señor RECODER I MIRALLES: En primer lugar, en nombre de nuestro grupo
parlamentario quisiera sumarme a las palabras que ha expresado el señor
presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores en relación a las
amenazas de que ha sido objeto nuestro compañero don Luis Yáñez. Entiendo
que las palabras del señor presidente son muy ajustadas a la realidad y
que recogen muy bien el sentimiento de esta Comisión. Poca cosa voy a
añadir. Creo que una barbaridad como la que constituyen estas amenazas
pocas palabras merecen, más allá de expresar nuestra solidaridad con el
señor Yáñez y con su derecho como diputado a plantear una iniciativa
parlamentaria.

En segundo lugar, quisiera decir que nos parece interesante la
proposición no de ley que nos plantea el Grupo Socialista. Creo que es la
primera proposición no de ley sobre el tema de Perú que se plantea en
esta Cámara en esta legislatura y quizá en bastante tiempo. Por ello
entiende nuestro grupo parlamentario que una proposición no de ley de
este tipo, sobre un país que no es objeto de debate a menudo en esta
Comisión, debería ser lo más amplia y completa posible. Por ello, quiero
decir que si bien entiendo que la proposición no de ley del Partido
Socialista tiene especialmente la virtud de fijarse en el tema del
respeto a los derechos humanos en Perú, la enmienda de sustitución que
nos propone el Partido Popular nos parece más completa, dentro de esta
línea de aprobar una proposición no de ley amplia que abarque en toda su
magnitud los problemas de la cooperación bilateral entre España y Perú.

Realizo esta afirmación porque la enmienda que defendía la señora Pulgar
por un lado se refiere al tema básico de la proposición no de ley del
Partido Popular del respeto a los derechos humanos en ese país, y por
otro lado hace incidencia en una cuestión que nos parece fundamental,
como es la necesidad de reforzar la cooperación española de carácter
humanitario y la ayuda al desarrollo con dicho país y a un tema que nos
parece especialmente importante y que creo que no podemos obviar, como es
la necesidad de impulsar los importantes intercambios económicos que ya
existen, las inversiones de España en el Perú. Entiendo que son dos
puntos, el segundo y el tercero --aunque los he citado de forma
invertida--, de la enmienda de modificación del Partido Popular que, de
alguna forma, deben estar muy presentes en las relaciones bilaterales
entre España y Perú. Creo que son especialmente importantes de cara a
resolver otra cuestión afecta a ese país y que también se cita en la
enmienda del Partido Popular, que es el cuarto punto, y es el reiterar el
rechazo al terrorismo que padece ese país con especial intensidad. Pienso
que los puntos segundo y tercero de la enmienda del Partido Popular son
especialmente importantes y significativos de cara a combatir las causas
últimas del terrorismo y la violencia en ese país, absolutamente
rechazables. Es por todo ello que instamos --y nos sumamos a la petición
del Partido Popular-- a que por el señor Yáñez se pudiera asumir la
enmienda que se ha planteado.

Por último, el argumento que nos hace realizar esa solicitud es que en
esta Comisión se plantean a menudo iniciativas parlamentarias en relación
a países que tienen un déficit en cuanto al respeto de los derechos
humanos, lo que preocupa muy especialmente a todos los grupos de la
Comisión. Creo que la respuesta de esta Comisión ante estos problemas
debe ser equilibrada. Diría más, que ante problemas



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similares la respuesta de esta Comisión debe ser similar y debemos
guardar un equilibrio no sólo en todos aquellos aspectos que nos
preocupan en nuestra relación bilateral, sino incluso en la respuesta que
damos desde esta Comisión a problemas de tipo similar. Reitero que este
hecho está mejor contemplado en la propuesta de modificación del Partido
Popular que, sin alterar el contenido de la pretensión básica de la
proposición no de ley socialista, lo mejora.




El señor PRESIDENTE: Señor Yáñez.




El señor YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA: Quiero agradecer las palabras de la
señora Pulgar, tanto en el aspecto personal como en el conjunto de
reflexiones sobre la proposición no de ley, así como también las palabras
del señor Recoder y sus reflexiones, que son muy acertadas.

Señor presidente, la enmienda de modificación que presenta el Grupo
Popular --como es lógico y conocido en el ámbito parlamentario-- ha sido
consecuencia de una negociación previa entre el Grupo Socialista y el
Grupo Popular. Yo creo que respeta lo fundamental de nuestra intención.

No se trata de palabras o de una coma, sino del objetivo que se quiere
conseguir, como no podía ser de otra manera, porque como dijo el señor
ministro, días después de la presentación de esta proposición no de ley,
no hay diferencias en la apreciación de los derechos humanos en la
política exterior entre el Gobierno y el Grupo Socialista --creo que dijo
literalmente-- y es así. Además, creo que es bueno, aunque estaba pensada
la proposición para el tema de los derechos humanos, que se enriquezca
con la cuestión de los intercambios económicos y de inversión y del
reforzamiento de la cooperación. De manera que por nuestra parte no hay
objeción. Aceptamos la enmienda del Grupo Popular y, por tanto, la
votaremos a favor.




El señor PRESIDENTE: En los términos en que acaba de expresarse el señor
portavoz del Grupo Socialista, proponente de la proposición no de ley, y
al aceptar la enmienda de modificación presentada por el Grupo Popular,
es esta última la que se somete a votación en los términos en los que ha
dado lectura la señora Pulgar hablando en nombre del Grupo Popular. De
manera que, en los términos descritos, vamos a poner a votación el texto
de la correspondiente proposición no de ley.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: La proposición no de ley es aprobada por unanimidad.

Señoras y señores diputados, con esto acabamos el trabajo de esta
Comisión de Asuntos Exteriores en esta sesión. Quiero anunciarles a todos
que la próxima sesión de la Comisión tendrá lugar el día 21 de octubre a
las dieciséis horas, cuatro de la tarde.

Se levanta la sesión.




Eran las seis y cincuenta minutos de la tarde.