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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 27, de 22/03/1994
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DIARIO DE SESIONES DE LAS
CORTES GENERALES
COMISIONES MIXTAS
Año 1994 V Legislatura Núm. 27
PARA EL ESTUDIO DEL PROBLEMA DE LA DROGA
PRESIDENTE: DON ANTONIO MARTINON CEJAS
Sesión núm. 6
celebrada el martes, 22 de marzo de 1994,
en el Palacio del Senado



ORDEN DEL DIA
--Proposición no de Ley sobre creación de centros especializados y
tratamientos de drogodependencias para menores. (Números de expediente S.

572/000009; C. D. 161/000105) (Página 538)
Comparecencias:
--De la Coordinadora de la Comisión Permanente de la Coordinadora dde
Organizaciones No Gubernamentales, doña M.ª del Carmen Menéndez González,
para exponer la evaluación del Informe aprobado por dicha Comisión Mixta
en la pasada Legislatura. (Números de expediente S. 715/000023; C. D.

219/000113) (Página 542)
--Del Coordinador de la Comisión Permanente de la Coordinadora de
Organizaciones No Gubernamentales, don Pedro Jesús Astrain Gallart, para
exponer la evaluación del Informe aprobado por dicha Comisión Mixta en la
pasada Legislatura. (Números de expediente S. 715/000023; C. D.

219/000113) (Página 542)



Página 538




Se abre la sesión a las diez horas y diez minutos.




El señor PRESIDENTE: Señorías, buenos días.

La sesión de hoy consta de dos puntos. El segundo está previsto para las
once de la mañana, con la comparecencia de los dos coordinadores de la
Comisión Permanente de la Coordinadora de organizaciones no
gubernamentales que tienen que ver con los temas de la droga.




--PROPOSICION NO DE LEY SOBRE CREACION DE CENTROS ESPECIALIZADOS Y
TRATAMIENTOS DE DROGODEPENDENCIAS PARA MENORES. (S. 572/000009; C. D.

161/000105.)



El señor PRESIDENTE: Iniciamos ahora la sesión con el primer punto,
debate y votación de la proposición no de Ley sobre la creación de
centros especializados y tratamientos de drogodependencias para menores,
presentada por el Grupo Parlamentario Popular.

Para la defensa de la proposición no de Ley, tiene la palabra doña
Soledad Becerril.




La señora BECERRIL BUSTAMANTE: Muchas gracias, señor Presiente.

Voy a exponer las consideraciones y hechos que motivan la proposición no
de Ley del Grupo Popular, en virtud de la cual se insta al Gobierno a
crear, en colaboración con las Comunidades Autónomas, centros
especializados, y a realizar programas y tratamientos de
drogodependencias para menores.

Existe coincidencia en la importancia de la prevención en la lucha contra
las drogodependencias. La prevención, como hemos visto a través de
documentos de organizaciones internacionales, del propio Plan Nacional
contra la Droga y de las posiciones de especialistas y también de los
Grupos Parlamentarios, es un campo de enorme importancia, de enorme
eficacia y un campo verdaderamente necesario para evitar en la sociedad
males mayores.

Hemos visto cómo en estos años se está realizando un esfuerzo importante
en este campo. Nos alegramos. Nos satisfacen todas las actuaciones que en
el campo de la prevención se hace y se pueden hacer, pero tenemos que
reconocer que no han sido o no están siendo todavía suficientes. Es un
hecho que en los últimos tiempos, en los últimos años, se ha incorporado
un sector relativamente importante de la población adolescente al consumo
de drogas, de las drogas legales, alcohol y tabaco, y es también un hecho
el que se ha producido una reducción progresiva de la fecha de inicio al
consumo de drogas legales y no legales. De la lectura de los documentos y
de los informes de ayuntamientos y de Comunidades Autónomas se desprende
que aproximadamente un 66 por ciento de las personas que son tratadas,
que acceden a centros de tratamiento, afirma que se ha iniciado al
consumo del alcohol a los trece años, y un 64 por ciento de las mismas
afirman que se han iniciado al consumo de otras sustancias --hachís-- a
los catorce años, y a partir de ahí, a los quince, a los dieciséis, a
otras muchas sustancias. El comisionado del plan andaluz de lucha contra
la droga, señor Balosa, decía hace unos meses que en dicha Comunidad
existen unos brotes preocupantes de niños toxicómanos, de iniciación a
las toxicomanías entre los once y catorce años.

Nosotros creemos que es un campo de enorme importancia, que es un campo,
como decía, donde se pueden obtener, con medios a los que ahora haré
alguna referencia, resultados positivos y evitar grandes males. Ahora
bien, es un campo, este de los menores y de la drogodependencia, en el
que hacen falta unos tratamientos diferenciados, especiales o singulares.

Por la propia psicología de las personas a las que nos estamos
dirigiendo, por su medio ambiente, por su entorno, por su tipo de
diversiones y entretenimientos, por sus carencias, etcétera, no es
posible tratar a estos menores junto con personas adultas, ya metidas en
el mundo de las toxicomanías. Cuando se visita un centro de asistencia,
cualquiera de ellos, con sus distintas características, comprende, al ver
a las personas que están allí atendidas, que no pueden ser tratadas en la
misma aula, en el mismo centro, con los mismos equipos, niñas o niños de
trece, catorce o quince años.

Estos menores son personas a las que hay que buscar, hay que salir a su
encuentro. No van por sí solos a los centros. Hay que tenderles una mano
a través de los centros escolares, de las asociaciones de vecinos, de
organismos y de entidades muy diversas y hay que facilitarles, incluso
demostrarles, no sólo la conveniencia, sino que no es nocivo, no es malo,
ni es un castigo para ellos ser atendidos en centros de este tipo.

Necesitan también estos menores en su tratamiento la colaboración muy
intensa, seguramente más todavía que los adultos, de las familias. Si
éstas no participan también de este tratamiento, de las ayudas que desde
el centro se van a dar a esas niñas y esos niños, es muy difícil lograr
un resultado positivo. Son actuaciones especiales, diferenciadas con
respecto a las de los adultos, las que hay que desarrollar para los
menores.

Hay algunos centros ya, por ejemplo, en Córdoba; hay programas en algunos
ayuntamientos, como el de Madrid y creo que también el de Zaragoza, pero
hemos visto que hay una insuficiencia y que no se ha hecho más que
comenzar en el campo de la lucha contra las drogodependencias en los
menores. Y nos parece que aquí habría que hacer los próximos tiempos un
enorme esfuerzo. Hay plazas en centros diversos, plazas que se reservan
para menores pero que, como decía, son insuficientes.

Nosotros pensamos que éste es un campo que necesita muchas acciones, un
esfuerzo inmenso en los próximos tiempos; que los datos son preocupantes,
que hay en padres y en educadores verdadera inquietud por este problema;
que en los medios de comunicación se están reflejando, después de fines
de semana, después de períodos de vacaciones, hechos que nos preocupan
enormemente, relacionados con menores y su inicio en este campo y que,
desde el Gobierno y en colaboración con las Comunidades Autónomas
--repito-- hay que redoblar los esfuerzos entre todos para que actuemos
en este campo desde todos los frentes y consigamos que la población menor
de edad



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tenga un sitio donde ser tratada, donde ser ayudada, donde encontrar un
apoyo.

Los hábitos han cambiado en los últimos tiempos. Hoy, incluso menores de
once años tienen un margen de libertad grande. Existen también muchas
familias y hay muchos padres que no están todo lo atentos que podrían o
deberían estar ante una sociedad en la que existen otros grandes márgenes
de libertad, una publicidad que induce muchas veces a iniciarse en campos
que son enormemente peligrosos, y unas modas, unas prácticas y unos
hábitos que muchas veces nosotros mismos no sabemos administrarnos y que
nos conducen a unos caminos de difícil reversibilidad.

Por todo ello, señor Presidente, nosotros instamos al Gobierno --y
quisiéramos que todos lo hiciésemos-- a realizar un verdadero esfuerzo en
el campo de la lucha contra la drogodependencia para los menores por las
razones que he expuesto y porque vemos, además, que hay una enorme
preocupación en la sociedad española por estos grupos de adolescentes
que, a edades muy jóvenes, extraordinariamente jóvenes para nuestra
preocupación, se han iniciado en este campo.

Estos son los motivos y los hechos que exponemos a la consideración de
sus señorías para que opinen lo que tengan a bien.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Becerril.

No ha llegado a la Mesa ninguna enmienda a esta proposición no de ley.

Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió,
tiene la palabra el señor Bertrán.




El señor BERTRAN I SOLER: Gracias, señor Presidente.

En primer lugar, Convergència i Unió quiere manifestar que estamos
fundamentalmente de acuerdo con muchos de los argumentos que ha expuesto
la Diputada Soledad Becerril. Creemos que es verdad que debemos aumentar
los esfuerzos para evitar la drogodependencia juvenil. Estamos de acuerdo
y coincidimos en la importancia de la prevención en el problema de las
drogas y también en que genera una cierta inquietud a veces creciente en
función de los lugares donde se ubica el problema de la drogodependencia
en menores. Sin embargo, señor Presidente, Convergència i Unió no puede
apoyar esta proposición no de ley, que insta al Gobierno, en coordinación
con las Comunidades Autónomas, a crear centros especializados en el
tratamiento de drogodependencias para menores. Y no podemos estar de
acuerdo porque continuamos opinando lo mismo que manifestamos en el
programa de drogodependencias en el marco de justicia juvenil, elaborado
por el Organ Tecnic de Drogodependèncias y la Dirección General de
Justicia Juvenil.

Los servicios asistenciales públicos especializados en el tratamiento de
la dependencia de las drogas en Cataluña son los que integran la red de
atención a drogodependencias que gestiona el Organ Tecnic de
Drogodependèncias del Departamento de Sanidad y Seguridad Social. Estos
centros --centros de tratamiento ambulatorio, comunidades terapéuticas,
unidades hospitalarias de desintoxicación, programas de mantenimiento con
metadona y dispositivos de integración social-- atienden a las personas
que solicitan tratamiento o ayuda independientemente de su edad. En el
caso de los menores de dieciocho años internos en establecimientos
penitenciarios, sí existe un programa de colaboración entre el
Departament de Sanitat, la Dirección de Serveis Penitenciaris y la
Rehabilitación del Departamento de Justicia.

En lo que sí coincidiríamos es en la necesidad de incorporar la
intervención preventiva en drogodependencias en el contexto del programa
educativo individual diseñado para cada menor de edad. En este sentido,
consideramos fundamental la formación de los profesionales que trabajan
directamente con menores y con jóvenes ofreciéndoles instrumentos no sólo
para detectar los problemas relacionados con el consumo de las drogas
sino también para ofrecer a estos grupos de edad sistemas alternativos
que les desvíen de este grave problema.

La actitud de Convergència i Unió respecto a esta proposición no de ley
que debatimos no sólo se sustenta en la coherencia con lo que nuestra
coalición propone y se aprueba en Cataluña, sino también en las últimas
corrientes de opinión de los técnicos internacionales competentes, que
consideran un error focalizar el problema de las drogas en un grupo
poblacional, y en este caso de menores. Podemos poner a disposición de la
señora Diputada bibliografía internacional cuando lo considere oportuno.

Entendemos, pues, señor Presidente, que en la Comisión Especial sobre
Juventud, que también está creada en este Senado y que desarrolla su
actividad incorporando en sus investigaciones la preocupación que se
desprende de esta iniciativa del Grupo Popular, deberíamos atender a la
elaboración de las conclusiones de esta Comisión Especial en cuyas
sesiones han comparecido técnicos más cualificados en esta materia y
cuyas conclusiones, sin duda alguna, irán en sentido divergente de esta
proposición no de ley.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Bertrán.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra doña Francisca
Vicente.




La señora VICENTE GARCIA: Gracias, señor Presidente.

Intervengo en nombre del Grupo Socialista para fijar nuestra posición en
relación con la proposición no de ley presentada por el Grupo Popular y
que se refiere a la creación de centros especializados y tratamientos de
drogodependencias para menores.

Con carácter previo y, desde luego, sin ánimo de minimizar la gravedad
del problema que supone el consumo de drogas --tanto legales, como
ilegales-- por parte de grupos jóvenes, quisiera indicar que no creo que
esté demostrada la tajante afirmación reflejada en la Exposición de
Motivos de esta proposición no de ley, según la cual se asegura que en
los últimos años se ha rebajado de forma alarmante la edad de las
personas que se inician en el consumo de drogas.




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Digo esto, porque la dispersión y la parcelación de los estudios
existentes no permiten deducir las conclusiones de esta proposición no de
ley. Incluso atendiendo a estudios longitudinales de ciertos grupos, y
según los datos del sistema estatal de información de toxicomanías,
podría pensarse que hay un cierto retraso en las edades de inicio.

En cualquier caso, no debería establecerse una correlación absoluta entre
los inicios de consumo, o los consumos experimentales, y las situaciones
de drogadicción. Aunque, evidentemente, se trata de circunstancias con
nexos comunes, no deben confundirse, pues su identificación plena es
falsa.

Por otro lado, estamos completamente de acuerdo en que es obligación del
Gobierno ofrecer todos los medios posibles a su alcance para resolver o
paliar el problema de los jóvenes que padecen una drogodependencia, así
como procurar su reinserción social. Como no podía ser de otra manera, el
Gobierno y el Parlamento siempre han mostrado su preocupación por los
problemas de los menores en relación con las drogodependencias.

Prueba de ello, son las distintas disposiciones dictadas en esta materia,
como la Ley Orgánica 1/1988, de 4 de marzo, que modifica el Código Penal
aumentando las penas cuando las drogas se facilitan a menores, se ofrecen
en los centros docentes, o es un educador quien las ofrece. También se
han producido otras iniciativas parlamentarias durante estos años, como
el Plan Nacional sobre Drogas y el grupo interministerial creado para
dicho Plan. En el ámbito internacional, además del Convenio de las
Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias
psicotrópicas, ratificado por nuestro país el 30 de julio de 1990, España
ha suscrito diversos convenios bilate-rales.

Por lo que se refiere, concretamente, a esta proposición no de ley, no la
vamos a apoyar por diversas razones. Por un lado, estamos de acuerdo con
la importancia de la prevención de las drogodependencias en los menores,
pero no debemos confundir la prevención con la asistencia. La primera, se
debe llevar a cabo desde centros no especializados, como la escuela, la
familia y las asociaciones, mientras que la asistencia debe impartirse
por centros que no discriminen por motivos de edad, sexo, o alguna otra
condición.

Tenemos que señalar que no hay ninguna Comunidad Autónoma --salvo
Andalucía, por lo que respecta a Córdoba-- que disponga de centros sólo
para menores, pero hay programas sobre esta materia en centros de menores
o escuelas. Por tanto, lo que hace falta en materia de drogas es un
tratamiento personalizado y no en centros segregadores.

En segundo lugar, tenemos que recordar que las competencias en materia de
protección de menores corresponden a las Comunidades Autónomas, en virtud
de sus respectivos Estatutos de autonomía y de los Reales Decretos de
transferencias de las funciones y los servicios correspondientes.

Por medio de los servicios y medios recibidos, son las administraciones
públicas autonómicas las que deben llevar a cabo el cumplimiento de las
actuaciones en materia de protección y tutela de menores. En concreto, es
a ellas a las que corresponde decidir la apertura de determinados
centros, sus características y su régimen jurídico.

Por todo ello, vuelvo a repetir que no vamos a apoyar esta proposición no
de ley.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Vicente. (La señora Becerril
Bustamante pide la palabra.)
Tiene la palabra, señora Becerril.




La señora BECERRIL BUSTAMANTE: Gracias, señor Presidente.

En nuestra breve defensa de esta proposición no de ley, no hemos querido
cuestionar, ni mucho menos, la política de lucha contra las
drogodependencias, ni hemos querido analizar en el campo de la asistencia
y de la rehabilitación las dotaciones que el Gobierno pone a disposición
de los centros y las Fuerzas de Seguridad que luchan contra las
drogodependencias y el tráfico de drogas. Sencillamente, nos hemos
centrado en una propuesta para intentar obtener los medios con los que
luchar en el campo de la prevención, la asistencia y la rehabilitación de
los menores que se acaban de iniciar, o pueden iniciarse en el consumo de
drogas.

Tanto el Grupo de Convergència i Unió, como el Socialista, han afirmado
que están de acuerdo con parte de la preocupación que existe al respecto,
pero que no van a apoyar esta proposición. Quisiera decirles que lo que
ustedes no quieren apoyar hoy, porque les parece que implica el
reconocimiento de que el Gobierno no ha tenido el suficiente éxito en la
lucha contra la droga, lo van tener que hacer, antes o después. De hecho,
hay Comunidades que están poniendo en marcha estas medidas, y hay
ayuntamientos que se han convencido de que son imprescindibles, como el
de Madrid, o el de Córdoba, donde --como dijo el Comisionado para el Plan
hace unos meses--, afortunadamente, se están poniendo en marcha los
primeros centros para tratar a niñas y niños de once años. Señoras y
señores Diputados y Senadores, ¿cómo se va a tratar de la misma manera,
en los mismos lugares, con los mismos equipos y mentalidad, a personas de
treinta años, con un historial familiar y delictivo y unos problemas
sociales de gran envergadura, con niños de once y doce años? No hay más
que conocer a las personas que, por ejemplo, están en tratamiento en
centros de día, para comprender que en las mismas aulas no pueden estar
niñas de once años, o en algunos casos de edad menor. Eso es
absolutamente imposible, y aunque ustedes no lo quieran reconocer en
estos momentos, porque eso les parezca una crítica a la política del
Gobierno, insisto en que lo van a tener que hacer antes o después. Vamos
a tener que actuar ante este problema, que se refleja en los medios de
comunicación, entre los educadores y en la enorme inquietud de las
asociaciones de padres de familia.

El otro día, por ejemplo, tuvimos la oportunidad de saber que una niña de
trece años tuvo que ser tratada en la ciudad de Ronda por un coma
etílico, y éste no es el primer caso que se produce durante estos meses.

Tampoco se



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puede discutir que los adolescentes se están incorporando al consumo de
drogas como el alcohol y el tabaco, como se refleja en los datos de todos
los ayuntamientos y se dijo en esta Cámara por el Delegado del Plan
Nacional sobre Drogas, quien afirmó que en estos momentos el inicio en
este campo se produce a los trece años. Desgraciadamente, sabemos que el
inicio en el alcohol y el tabaco a esa edad implica, posteriormente, el
consumo de otras drogas ilegales.

Han dicho ustedes que estos datos son exagerados pero, ¿conocen los
relativos a las muertes acaecidas por este problema y a la diferencia
existente entre 1991 y 1992? ¿Saben que entre los menores de dieciséis
años ha habido un aumento de fallecidos de un 200 por ciento, y que entre
los jóvenes de dieciséis a dieciocho años aquél ha sido del 94 por
ciento, como consecuencia de la drogodependencia? Ustedes hoy no quieren
reconocer la envergadura de este problema, que necesita un tratamiento
diferenciado y especializado, porque, como ya he reiterado, piensan que
eso supone una crítica general a la política del Gobierno. Antes o
después lo van a tener ustedes que hacer; la sociedad lo necesita; lo
están demandando --como le he dicho-- educadores y padres y yo creo que
es el tratamiento adecuado. Además, no estamos de acuerdo con lo que ha
dicho el representante de Convergència i Unió en cuanto a que hoy la
tendencia es la no segregación. Esto no es una segregación, sino que
simple y claramente son tratamientos diferenciados y especializados. Le
repito que no es posible tratar con los mismos medios a un menor de once
o catorce años que a un hombre o a una mujer de treinta y tantos años que
lleva ya muchos años en ese campo, por lo que es enormemente difícil
conseguir que abandone la dependencia y se rehabilite.

Nada más y gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Becerril.

Tiene la palabra el señor Bertrán.




El señor BERTRAN I SOLER: Gracias, señor Presidente. En primer lugar,
quisiera decir en representación de mi Grupo --Convergència i Unió-- que
la señora Diputada nos dice que no queremos reconocer una realidad. Yo
creo que lo único que le puedo constatar en este momento es que
reconocemos su buena voluntad y la de su Grupo en cuanto a esta
iniciativa, pero lo que ocurre es que en esta materia no es suficiente
tener buena voluntad; a veces al intentar arreglar los problemas se
estropean más. Ante un problema tan grave como este del que estamos
hablando no nos encontramos solos en el mundo. Y, probablemente, las
soluciones que se adopten en España y en cada una de las Comunidades
Autónomas que la integran deberán atender, como mínimo, experiencias que
ya se han realizado y las opiniones de técnicos y expertos a nivel
internacional, que entiendan de esta materia.

Señora Diputada, yo no he nombrado en ningún momento la palabra
segregación. En el léxico de nuestro Grupo esta palabra difícilmente la
utilizamos, pero lo que sí he dicho --vuelvo a insistir-- es que la
tendencia de los expertos internacionales es a no diferenciar en el
tratamiento de los distintos problemas de salud, si bien sí se puede
analizar, planificar y organizar diferencialmente en función de los
distintos problemas que se produzcan. Pasa lo mismo que con los
hospitales; usted no me podría decir que por el hecho de que un gran
hospital tenga distintas secciones o servicios debería diferenciarse cada
uno según grupos de edad. Eso sería una barbaridad.

Señora Diputada, creo que las soluciones a corto y medio plazo no van a
tomar esa dirección. Esta es la opinión de nuestro Grupo y siempre que la
manifestamos ponemos el beneficio de la duda. Quizá podremos estar
equivocados, pero en este momento es lo que creemos y es responsabilidad
política manifestar en el debate de esta proposición no de Ley en esta
Comisión cuál es nuestra manera de pensar, avalada por los argumentos que
hemos manifestado y sin que ello signifique estar en contra de cualquier
iniciativa, sino al contrario, porque creo que ello demuestra una gran
buena voluntad, pero entendemos que éste no es el momento y que en esta
línea no lo será ni en el futuro inmediato ni en el futuro lejano.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Bertrán.

Tiene la palabra la señora Vicente.




La señora VICENTE GARCIA: No hemos querido decir en ningún momento que
tengamos que tratar a todos igual, ni muchísimo menos, sino que hemos
hablado de que tiene que haber un tratamiento personalizado, pero no en
centros segregadores --yo sí lo digo-- ya que supondría una marginación
social. Ni mucho menos estamos diciendo esto porque pensemos que apoyar
esta proposición no de Ley sea un ataque al Gobierno Socialista, sino que
lo decimos porque estamos convencidos de ello y, en cierto modo, por lo
menos algunos de sus compañeros de las Cortes de Castilla y León así
deben de pensar, puesto que recientemente han aprobado la Ley de Droga de
Castilla y León, donde no se contempla en ningún caso centros para
menores, pero sí programas para menores en centros para todos. De hecho,
incluso parece que se presentó alguna enmienda en ese sentido y no fue
aprobada. Con esto quiero decir que parece que ustedes tampoco apoyan
esos centros de menores, aunque vengan ahora aquí a reivindicarlos.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Vicente.

Vamos a proceder a la votación de la proposición no de Ley. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 10; en
contra, 17.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Suspendemos la sesión hasta que lleguen las personas que van a
comparecer, lo que está previsto para las once. (Pausa.)



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--COMPARECENCIA DE LA COORDINADORA DE LA COMISION PERMANENTE DE LA
COORDINADORA DE ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES. (S. 715/000023; C. D.

219/000113.)



--COMPARECENCIA DEL COORDINADOR DE LA COMISION PERMANENTE DE LA
COORDINADORA DE ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES. (S. 715/000023; C. D.

219/000113.)



El señor VICEPRESIDENTE (Martínez Soriano): Señorías, reanudamos la
sesión.

Voy a presentarles a doña María Del Carmen Menéndez González y a don
Pedro Jesús Astrain Gallart, coordinadores ambos de la Coordinadora de
Organizaciones no Gubernamentales, a quienes agradezco su presencia aquí.

Comenzamos de inmediato, con una exposición que va a durar,
aproximadamente, entre un cuarto de hora y veinte minutos, según me han
informado. Intervendrá doña María del Carmen Menéndez González y con
posterioridad daré la palabra a los portavoces de los diferentes Grupos
que componen esta Comisión.

Tiene la palabra la señora Menéndez.




La señora COORDINADORA DE LA COMISION PERMANENTE DE LA COORDINADORA DE
ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES (Menéndez González): Buenos días,
señoras y señores Diputados y Senadores miembros de la Comisión Mixta
Congreso-Senado para el Estudio del problema de la Droga.

En primer lugar, deseamos agradecer, desde la Coordinadora de
Organizaciones no Gubernamentales que intervienen en drogodependencias,
su invitación a esta sesión informativa, que entendemos que se inscribe
en el marco de esta Comisión en su vertiente de cauce canalizador de las
demandas ciudadanas con referencia al problema de las drogodependencias.

Brevemente, paso a describirles la naturaleza de la Coordinadora que
representamos.

La Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales que intervienen en
drogodependencias es una plataforma que viene funcionando desde la
constitución del Plan Nacional sobre Droga bajo diferentes denominaciones
y que hoy constituye una plataforma estable que agrupa a 43
organizaciones no gubernamentales, todas ellas de ámbito estatal, entre
las que hay organizaciones sociales de carácter general con una amplia
base social, como las asociaciones de vecinos, las confederaciones de
padres y madres de alumnos, el Consejo de la Juventud de España, los
sindicatos, asociaciones de consumidores, colegios profesionales,
Cáritas, etcétera y organizaciones de carácter específico, dedicadas
exclusivamente a la prevención, la atención y la inserción de personas
drogodependientes, organizaciones tales como la Fundación de ayuda a la
drogadicción, la Unión nacional de asistencia al toxicómano, la
Asociación de profesionales de comunidades terapéuticas, el Proyecto
hombre, la Federación de alcohólicos rehabilitados de España y un largo
etcétera.

Esta composición nos permite combinar las posibilidades de intervención
en lo que supone la articulación social en un sentido amplio, con el
conocimiento de la realidad concreta del día a día de las situaciones y
problemas que afectan a las personas drogodependientes. Como se ha
descrito con anterioridad, muchas de las organizaciones de la
Coordinadora se dedican a la atención terapéutica de las personas en
situación de drogodependencia, permitiendo todo ello un conocimiento
puntual de la realidad social del fenómeno y de la evolución de las
drogodependencias.

Desde esta tribuna aprovecho para ofrecer a esta Comisión Mixta nuestra
colaboración y experiencia. Pueden tener ustedes la seguridad de que
siempre que lo soliciten podrán contar con nuestras opiniones e
información. En primer lugar, queremos manifestar nuestra esperanza y
deseo de que la Comisión Mixta tenga una gran influencia en la evolución
y desarrollo de todo el Plan Nacional sobre Drogas. Asimismo, esperamos
que prevalezca la idea interministerial del Plan Nacional sobre Drogas,
idea por la que la Coordinadora apuesta, y en este mismo sentido ya le
comunicamos al Delegado del Gobierno, cuando se trasladó la Delegación al
Ministerio del Interior, nuestro interés en cuanto al mantenimiento como
prioridades del Plan Nacional sobre Drogas de la prevención, la
rehabilitación y la inserción.

Centrándonos en los aspectos concretos recogidos en el informe aprobado
por esta Comisión Mixta y en las reflexiones que en torno al mismo hemos
realizado, paso a exponerles algunas cuestiones sobre el consumo de
drogas.

Desde nuestro punto de vista sobre el consumo de drogas, el alcohol es la
droga con una mayor incidencia social en nuestro país y, sin embargo,
sigue siendo el gran olvidado en las políticas de prevención y atención
de las drogodependencias. Entendemos que una cosa es la alarma social que
genera una sustancia frente a otras, pero pensamos que las políticas y
las prioridades de actuación han de basarse en ejes fundamentales como
son la salud y la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de este
país.

Por ello, la insistencia excesiva en la diferenciación entre sustancias,
más allá del lógico reconocimiento de las diferentes consecuencias del
consumo y abuso de determinadas sustancias, podría conllevar la pérdida
de una perspectiva más amplia desde la que abordar el fenómeno de las
drogodependencias.

Igualmente, desde nuestro análisis, es conveniente no tratar aisladamente
las drogas como causa, sino más bien contemplar el contexto social en el
que se inscribe la realidad de las drogodependencias. Así, también
consideramos que es preciso proceder a hacer un seguimiento de la
evolución de la realidad social y, por tanto, del consumo, contemplando
los nuevos patrones del mismo con el fin de poder incidir eficazmente con
políticas preventivas y de atención adecuadas a estas nuevas realidades.

En cuanto al tráfico de drogas, dando por supuesta la importancia de la
lucha contra el narcotráfico, pensamos que es necesario centrar los
esfuerzos en las cabezas de estas redes y no en el último eslabón de la
cadena.

Por todo ello, opinamos que, junto a la necesaria coordinación en esta
lucha, es fundamental propiciar entre



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todos una cultura alternativa al consumo de drogas, dado que éstas, sean
las sustancias ya conocidas u otras por diseñar, van a estar siempre
presentes en la sociedad.

En otro orden de cosas, y ya en el tema del consumo público de drogas,
creemos que la sanción no es la vía que solucione la situación actual,
conllevando incluso algunas consecuencias más negativas de cara a la
prevención. Así, apoyamos nuevamente las líneas educativas e informativas
como la mejor fórmula de prevención.

En los aspectos preventivos y asistenciales, es necesario acercar las
ofertas preventivas y de tratamiento a la demanda. Nos hemos replegado
hacia los despachos y es muy importante recuperar el espacio de la calle.

Es difícil que las personas en situación de drogodependencia accedan
directamente a los dispositivos asistenciales. Por tanto, para acercar la
oferta de prevención y atención a la demanda es importante retomar y
potenciar figuras como los educadores de calle o educadores sociales, así
como impulsar y apoyar a los colectivos sociales que, pegados al terreno,
tienen un papel fundamental como mediadores sociales y como agentes
preventivos de primer orden. Concretamente, en el ámbito asistencial y
sanitario se está aún lejos del objetivo de la normalización. Salvo en
los centros específicos, aun con las deficiencias que después
comentaremos, no existe una atención adecuada a las personas
drogodependientes, ni en los grandes centros hospitalarios ni en la red
de atención primaria, ya que muchas veces ni siquiera se sabe cómo tratar
a una persona drogodependiente, ingrese por ésta u otra patología
asociada. Por tanto, son de gran importancia tanto la dotación de
recursos humanos y materiales como la formación de los trabajadores
sanitarios.

Desde la experiencia y el conocimiento de algunas de las organizaciones
que pertenecen a la Coordinadora, consideramos que en los centros
específicos de atención en ocasiones se han reducido las listas de espera
a base de ralentizar los tratamientos. Por otra parte, la dificultad que
genera la actual identificación casi exclusiva de drogas con heroína
impide en muchos casos la flexibilidad de los tratamientos y
accesibilidad a los mismos. De este modo, tanto las personas dependientes
de otro tipo de sustancias como aquellas que están en fases intermedias
del proceso adictivo no suelen acudir a la red de atención, ya que la
identifican como atención a heroinómanos, y además, en algunos casos en
los que se acude, el centro no está preparado para atender este tipo de
demandas.

Además, ante las nuevas formas de consumo, hace falta replantearse los
actuales modelos de intervención y formular, por tanto, modelos más
adecuados a la realidad y necesidades actuales. Asimismo, consideramos
claramente insuficiente la red asistencial existente.

Sobre el ámbito educativo, y analizando la situación actual, creemos que
se ha perdido el objetivo de educación para la salud como tema
transversal propiciado en la LOGSE. Consideramos que, aun existiendo
centros que trabajen el tema, su implantación no se ha producido de forma
generalizada, no llegando en muchas ocasiones a incluirse en el diseño
curricular y, en cualquier caso, allí donde existen actividades de este
tipo se suelen reducir a cuestiones básicamente de higiene, alejadas en
todo caso de la incorporación de actividades preventivas ante el consumo
de drogas.

Consideramos que es necesaria la formación del profesorado y la
elaboración de materiales que faciliten trabajar estos temas; en
definitiva, dotar a los centros tanto de recursos humanos como materiales
que les permitan abordar los nuevos programas y actividades propuestos
por la LOGSE.

Igualmente, y como en el resto de los ámbitos de intervención, es preciso
impulsar nuevos contextos educativos donde se primen valores solidarios
frente a la competitividad y el individualismo. Estos últimos crean, sin
duda, gran frustración social y efectos contrapreventivos. Se debe, por
tanto, potenciar la participación del conjunto de la comunidad escolar y
promover un cambio social que propicie alternativas reales y en
condiciones de igualdad en la formación, en la cultura, el deporte y el
ocio, saludable y atractivo para los niños y niñas, adolescentes y
jóvenes.

En relación al ámbito laboral, hay que manifestar la necesidad de
contemplar las condiciones de trabajo que inciden en el mantenimiento y
adquisición de hábitos de consumo de drogas. Las pruebas de detección de
dicho consumo no tienen ningún sentido de manera generalizada en los
centros de trabajo; tan sólo en casos muy concretos de riesgos a terceros
podrían contemplarse, siempre con fines terapéuticos y, por tanto, dentro
de un programa de prevención con la garantía del mantenimiento del puesto
de trabajo y de los ingresos del trabajador afectado durante el proceso
de rehabilitación, tal como recomienda la Organización Internacional del
Trabajo.

Es necesario también un cambio normativo. El mantenimiento del artículo
54.2.f) del Estatuto de los Trabajadores es un estigma para los
trabajadores con algún problema de toxicomanía y contribuye a
desincentivar la participación de los mismos en programas de prevención
en el ámbito de la empresa.

En cuanto al contexto laboral más amplio, como en todos los ámbitos
analizados, es imprescindible una articulación del mercado de trabajo,
frente a las medidas de desregulación que hacen inviable la inserción
laboral estable y, por tanto, la inserción social.

Sobre la inserción en general debemos hablar obligatoriamente, por todos
los aspectos analizados anteriormente. Es necesario contemplar una
realidad social con grandes dificultades de inserción, con un incremento
de situaciones de exclusión social y pobreza que hacen que las personas
con problemas de drogodependencias tengan, además de las dificultades
generales, las propias como consecuencia del estigma social, el déficit
de salud y otro tipo de problemas. Es conveniente no perder todo esto de
vista a la hora de promover medidas y programas orientados a la inserción
sociolaboral de personas con problemas de drogodependencias.

Es motivo de gran preocupación para esta Coordinadora toda la
problemática relativa a medidas penitenciarias y a la situación de los
propios centros penitenciarios. En primer lugar, es necesario encontrar
medidas alternativas a



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casos de personas que cometieron algún delito derivado de su situación de
drogodependiente y a los que, como consecuencia de la lentitud de la
Justicia, al cabo de varios años les llega la sentencia y se ven
obligados a cumplirla, aun en los casos a los que nos referimos en este
momento, que son los que tienen su vida rehabilitada, estructurada, y la
condena viene a interrumpir esta rehabilitación ya consolidada.

Por otra parte, en cuanto al estudio de medidas como la posible remisión
de penas para personas que se acojan a programas de rehabilitación, para
que aquéllas sean viables y aceptadas socialmente deben llevar aparejadas
una fuerte dotación para recursos alternativos de acogida, atención y
rehabilitación. Todo ello ha de ser promovido desde una fuerte voluntad
política que parta del análisis de la actual realidad penitenciaria,
donde más de un 60 por ciento de los internos tienen problemas en
relación con las drogodependencias.

Al mismo tiempo, es de destacar la importancia de no confundir este dato,
ya que no significa que existe un porcentaje ni mucho menos parecido de
personas drogodependientes que cometan algún delito. El no confundirlo es
tan clave como que de lo contrario se contribuiría a reforzar aún más la
percepción social que vincula drogodependiente con delincuente.

Mientras se consigue la puesta en marcha de todas estas medidas, es
urgente promover programas de atención a las drogodependencias en los
centros penitenciarios, siendo conscientes de que el centro penitenciario
no es un centro idóneo para casi nada positivo; y aun creyendo que casi
todos compartiríamos todas las dudas acerca de su función rehabilitadora,
sí han existido experiencias positivas que deberían recuperarse y tratar
de generalizar su implantación. Estos programas de tratamiento son
urgentes, y es requisito indispensable, desde nuestro punto de vista, que
contengan alternativas de actividades que ocupen el tiempo que se pasa en
prisión. Uno de los principales problemas para los internos es que, a
falta de actividades, la mejor manera de matar el tiempo es consumiendo
algún tipo de droga.

Como venimos reiterando en todos los ámbitos, también es necesaria y
urgente una mejora sustancial de las condiciones de los centros
penitenciarios que permita ir modificando la situación hacia climas que
posibiliten unos mínimos para hacer viable algún tipo de intervención que
supere lo meramente simbólico.

Por último, y en un tema tangencial a las drogas como es el sida, nos
gustaría aprovechar esta oportunidad de dirigirnos a ustedes para hacer
un llamamiento sobre la situación actual, empezando por decir que la
única vinculación que hacemos entre sida y drogodependientes es aquella
relativa a la situación de personas que, como consecuencia de la
transmisión del VIH a través de las jeringuillas contaminadas, han
adquirido el virus y hoy son personas seropositivas o enfermas de sida.

Descartamos absolutamente la idea de los grupos de riesgo, centrándonos
exclusivamente en las vías de transmisión. Al mismo tiempo, reconocemos
la actual realidad y los problemas de atención para las personas
drogodependientes que, además, tienen la condición de seropositivas o
enfermas de sida; nos referimos aquí a las dificultades en la atención
sanitaria para estas personas.

Igualmente, aunque esta Comisión específicamente se ocupa del estudio del
problema de drogas, les instamos a interesarse por la situación del Plan
Nacional sobre el Sida, órgano para el que nos parece fundamental que se
apoye su consolidación y ampliación, la dotación presupuestaria que
requiere y el impulso necesario para que realice las funciones de
coordinación en prevención y atención a la problemática derivada del
VIH-sida. La información y las medidas de prevención son claves para
frenar la propagación del virus, y en el caso, ahora sí, referido al
ámbito de las personas drogodependientes, seropositivas o no, es
prioritaria la puesta en marcha de programas de reducción del daño.

Finalmente, confiando que hayan sido de su interés nuestros puntos de
vista, deseamos manifestar que vemos con esperanza la futura creación del
Consejo Asesor en materia de drogodependencias, donde esta Coordinadora
ocupará un espacio de interlocución y participará activamente en lo que
confiamos sea algo más que un órgano testimonial, consiguiendo así llevar
la voz y el sentir de la realidad social y, con ello, contribuir a la
necesaria mejora en las políticas y en la planificación que corresponden
a las Administraciones Públicas. Igualmente, en cuanto a la futura Ley
del Fondo, de la que no conocemos aún los contenidos por donde vaya a
orientarse, sí queremos señalar, como ya indicamos en su día al actual
Delegado del Gobierno, que, desde nuestro punto de vista, deberá
priorizarse la atribución de los fondos obtenidos por este mecanismo a la
prevención, la rehabilitación y la inserción social.

Hacer invisibles a los drogodependientes no supone que no existan.

Sabemos que a ustedes no hay que recordárselo, pero en todos los foros de
participación cada uno de nosotros asumimos que las personas en situación
de drogodependencia en primer lugar son ciudadanos y ciudadanas con todos
sus derechos, entre otros el de recibir un tratamiento adecuado a su
problema.

Muchas gracias por su atención. Quedamos a disposición de la Comisión.




El señor VICEPRESIDENTE (Martínez Soriano): Muchas gracias por su
intervención y por la información transmitida en ella.

A continuación, pasamos al turno de preguntas.

En primer lugar, tiene la palabra el representante de Convergència i
Unió, don Josep María Bertrán.




El señor BERTRAN I SOLER: Muchas gracias, señor Presidente.

En primer lugar, quiero agradecer la presencia de la Coordinadora de la
Comisión Permanente de la Coordinadora de organizaciones no
gubernamentales, señora Menéndez, así como su oferta de información y de
colaboración con esta Comisión que, sin duda alguna, por lo que acaba de
exponer, ha de ser muy interesante para la propia Comisión y para sus
estudios.




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Le haré unas preguntas breves. En primer lugar, quisiéramos saber los
criterios de la Coordinadora en cuanto a la integración de entidades en
el ámbito estatal, porque creo que las 43 organizaciones que usted ha
nombrado y que actualmente integran la Coordinadora son de ámbito
estatal. Por tanto, la pregunta es cuándo alguna de estas organizaciones
es de un ámbito de una determinada autonomía pero no estatal; cómo
resuelven ustedes el problema y qué criterios tienen en cuanto a la
distribución de recursos.

Segunda cuestión. Usted se ha referido al problema del alcohol como el
gran olvidado en el tema de las drogodependencias, y en esto coincidimos
totalmente. La pregunta, consecuente con lo que usted ha dicho, es qué
porcentaje de esfuerzo o de atención, según su criterio, les merece a
estas organizaciones no gubernamentales el problema del alcohol, siendo
como es un problema de una incidencia social muy importante.

Mi última consideración es que básicamente estamos de acuerdo con muchas
de las manifestaciones que usted ha hecho, tanto en lo que se refiere a
la educación, al ámbito laboral o al problema del sida.

Agradezco su información y quedo a la espera de la contestación de las
preguntas que he formulado. Gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Martínez Soriano): Muchas gracias.

Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra don Gonzalo Robles.




El señor ROBLES OROZCO: Muchas gracias, señor Presidente.

En primer lugar, quiero también sumarme al agradecimiento a los
representantes de la Coordinadora, que hoy nos acompañan en esta
Comisión, porque van a aportar una información trascendental para poder
elaborar el próximo informe que esta Comisión tiene como objetivo más
inmediato.

Como supongo que saben ustedes, en el contexto de estas comparecencias lo
que se pretende es hacer una evaluación del trabajo de la Comisión, y
también de lo que ustedes consideran que es o debe ser la reorientación
que el propio Plan Nacional debe tener, así como las instrucciones que
esta Comisión debe sacar para los próximos años. Por tanto, si es válido
todo lo que nosotros hacemos, nos parece que es también
extraordinariamente importante la valoración que ustedes hacen desde el
trabajo más en contacto directo con el mundo de las drogodependencias. En
ese sentido, agradezco su presencia aquí y espero que podamos orientar el
próximo informe con las aportaciones que ustedes nos hacen.

Aunque nuestras intervenciones tienen que circunscribirse exclusivamente
a recabar de ustedes información sin entrar a valorar lo que ustedes
mismos aportan, puesto que es su valoración y nosotros así la recibimos,
sí me voy a permitir dividir la intervención en dos bloques: uno, sobre
lo que ha sido la propia información que nos han transmitido, para hacer
alguna matización o solicitar información adicional, y otro, para recabar
la valoración que ustedes hacen en estos momentos del Plan Nacional en su
actual situación, es decir, con los avatares por los que ha pasado en los
últimos ocho o nueve meses, refiriéndome con ello a los cambios de
ubicación administrativa y a los diferentes criterios que ahora expondré.

Empezando por este último bloque, me gustaría conocer qué valoración hace
la Coordinadora del cambio de ubicación del Plan Nacional al Ministerio
del Interior, después de haber pasado un breve período de tiempo por el
Ministerio de Asuntos Sociales, y si esto está teniendo de alguna manera
relación con el trabajo que ustedes están haciendo, si estos meses han
supuesto alguna parálisis sobre el trabajo que se venía realizando; en
todo caso, desearía conocer cuál es la valoración de su ubicación en el
Ministerio del Interior y cómo enfocan ustedes el trabajo futuro, puesto
que acabamos de conocer la última aprobación que ha hecho el Consejo de
Ministros del organigrama de este Plan Nacional.

Creo que el Plan Nacional prevé un Consejo Asesor. Por eso, nos gustaría
saber si ustedes tienen ya materializada la línea de colaboración con ese
Consejo Asesor y el grado de pertenencia. Queremos saber qué implicación
van a tener estos consejos. Me parece, aunque sea una afirmación a vuela
pluma, que la coordinadora casi podría representar a ese Consejo Asesor.

Me da la sensación de que en los orígenes del plan fue así. En sus
principios había una mesa de trabajo y una serie de órganos de
coordinación que después se abandonaron y que, a lo mejor, sería bueno
recuperar. Así nos lo parece. La coordinadora tiene que estar presente en
ese Consejo Asesor si no en un cien por cien sí en un porcentaje
importante. Me gustaría saber cómo está en este momento la situación y
qué papel piensan que va a jugar. Dicho de otra forma y en el caso de que
esto no se materialice exactamente así, ¿cómo va a convivir ese Consejo
Asesor paralelamente con otra especie de Consejo Asesor que es la
coordinadora? ¿La propia coordinadora no va a sufrir alguna merma de sus
actividades, de sus competencias o de sus finalidades respecto de ese
Consejo Asesor?
Quisiera hacer alguna matización más. Me gustaría conocer si tienen
ustedes opinión formada o si la coordinadora ha discutido lo que ha
supuesto este debate que se ha abierto, no sé si de forma intencionada o
no, por el propio Plan Nacional sobre la distribución controlada de
drogas, sobre su legalización. Como parece ser que el Debate, lo subrayo
con mayúsculas, se va a reorientar desde el Plan Nacional, quisiera saber
qué criterios va a adoptar la coordinadora. ¿Va a ser esto positivo o,
por el contrario, va a ser un elemento distorsionador de algunas
políticas? En todo caso, me gustaría conocer un poco su valoración.

Les agradezco de antemano las afirmaciones que ustedes han hecho porque
creo que van a ser de extraordinaria importancia, como he dicho antes,
para nuestro trabajo. Básicamente, en un 98 por ciento, coincido con la
valoración que ustedes hacen. Me refiero tanto a sus valoraciones como a
sus inquietudes. Qué duda cabe de que hay una parte que refleja las
inquietudes de todos nosotros y es evidente que hay cosas que hay que
mejorar, perfeccionar y agrandar.




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Una de las reivindicaciones tradicionales de este portavoz es que el Plan
Nacional del Sida tenga una mayor coordinación con el Plan Nacional de
Lucha contra las Drogas, que tenga un presupuesto propio y que, incluso,
tenga un responsable político, sobre todo después de los avatares por los
que hemos pasado. Sobre esto poco más puedo decir.

Me gustaría que ustedes nos hicieran una valoración sobre el programa de
prisiones. A nosotros nos preocupa extraordinariamente este programa. Yo
suelo decir con frecuencia que el estar privado de libertad no es estar
privado del derecho a la salud. Se da la circunstancia de que hay un
elevadísimo porcentaje de personas que son drogodependientes y que tienen
problemas de adicción a las drogas cuando están recluidos en una prisión.

Por eso, me parece que no se está haciendo un esfuerzo suficiente.

Hemos tenido hace un momento un debate sobre la oportunidad o no de los
centros específicos y de los programas. Por eso, no quiero reproducir esa
discusión. No sé si tiene que haber o no centros específicos de
tratamiento o programas dentro de las prisiones. Quizá tenga que haber
las dos cosas. Pero sí tengo la sensación de que no se hace lo
suficiente. De ahí, mi deseo de tener más información sobre este tema.

Usted ha dicho una cosa que me ha preocupado. Ha dicho que hay que
recuperar programas, lo que significa que hay algunos programas que se
han debido perder, cuando entiendo que ustedes debían tener de ellos una
valoración positiva. Me gustaría saber de qué programas se trata y si
tienen ustedes un mapa de la situación en este momento de las diferentes
prisiones. En concreto, me interesa saber si en todas se están haciendo
programas de atención y si en todas hay algún tipo de unidad de
tratamiento de los drogodependientes.

Otro asunto que nos preocupa extraordinariamente es el de la educación
para la salud. Estoy convencido de que, siendo como es una preocupación
de todos, no se está haciendo demasiado, probablemente por muchas
razones. No creo que las culpas o responsabilidades, lo digo
sinceramente, estén en una sola parte, probablemente estén en todas.

Ustedes han puesto el dedo en la llaga en el tema de los educadores y en
el material escolar. Hay muchas cosas que influyen, pero lo cierto es que
al día de hoy la educación para la salud no deja de ser un planteamiento
teórico y no es una realidad. Me gustaría saber qué se puede hacer para
implementar esto. No queremos que se caiga siempre en el tópico de ayudar
más a los profesores, aunque evidentemente hay que hacerlo. Queremos
saber qué se puede hacer.

Yo tengo una opinión que me gustaría que ustedes valoraran, si pueden, en
este momento. Creo que hacer plantea-mientos teóricos nos aleja muchas
veces de las posibilidades prácticas o de las posibilidades de
implementar programas a medio plazo. Intentar que la educación para la
salud sea un programa transversal en toda la educación y que se haga de
forma homogénea y simultánea en todo el territorio resulta bastante
difícil.

No sé si sería más conveniente, sin renunciar a ese objetivo, empezar por
aceptar que es necesario que se hagan programas específicos de educación
para la salud en determinadas áreas geográficas en las que más incidencia
tenga el problema. Quizás, sería necesario plantearse la existencia de
equipos especiales, específicos y multidisciplinares para incidir de
forma especial sobre poblaciones más susceptibles de padecer este
problema.

Usted ha dicho no a la sanción. Yo me pregunto si el no a la sanción
significa un no también a la Convención de Viena. La Convención de Viena
establece la sanción administrativa o la penal. ¿Cuál es la alternativa?
¿Cómo la valoran? ¿Cuál es su posición? Si ustedes dicen no a la sanción,
¿cuál es su posición sobre el tema?
¿Qué proyectos concretos tienen sobre el alcohol? El alcohol es el gran
olvidado. ¿Qué hay que hacer con el alcohol? ¿Incidir sobre los bares,
sobre los expendedores de alcohol? ¿Qué tenemos que hacer para mejorar en
este momento nuestras posibilidades de ser eficaces en la lucha contra el
alcohol?
Por último, quiero agradecerles una vez más la información que nos han
dado. Nosotros también estamos a su disposición. Esperemos que la
coordinadora, que tiene un cauce abierto con el Plan Nacional, lo tenga
también con esta Comisión de la que yo espero que salgan líneas y
orientaciones válidas para el Plan Nacional.

Está muy bien que el Plan Nacional abra un debate nacional, pero no hay
que olvidar que en democracia los grandes debates se producen
fundamentalmente en el Parlamento. El Parlamento español tiene una
Comisión de debate y estudio sobre el problema de las drogas, por eso,
esta Comisión es el lugar idóneo y específico para celebrar el gran
debate, sobre todo, cuando estamos abriendo el debate precisamente a las
organizaciones sociales.

Dicho esto, le hago la última pregunta y el último comentario. Una de las
formas específicas de subvención que ha sacado el Plan Nacional es la de
apoyar programas encaminados a potenciar el debate nacional de lucha
contra las drogas. A mi juicio, en un año de crisis económica, en el que
no han aumentado los presupuestos y en el que probablemente las
organizaciones necesiten recursos para hacer programas específicos, abrir
una línea específica de subvención para fomentar debates y para gastarnos
el dinero en seminarios cuando todas las organizaciones, por lo menos las
que funcionan bien, deben de tener ya sus cauces de debate y de
evaluación creados, teniendo en cuenta, además, que llevamos muchos años
haciendo estas cosas y que probablemente habrá mucha documentación --ahí
están los planes regionales y la Comisión-- me parece un dispendio y,
sobre todo, me parece difícil de explicar a otras personas que a lo mejor
necesitan ese dinero para hacer programas asistenciales.

Muchas gracias por su información. Le reitero una vez más que también
nosotros estamos a su disposición.




El señor VICEPRESIDENTE (Martínez Soriano): Muchas gracias, señoría.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el Senador
Granado Martínez.




El señor GRANADO MARTINEZ: Muchas gracias, señor Presidente.




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Doy también las gracias a los representantes de la Comisión Permanente de
la Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales que han venido hoy
aquí a hablar de las drogodependencias.

Quiero recordar que no es ésta la primera comparecencia de los
representantes de la Comisión Permanente. Al Grupo Parlamentario
Socialista siempre le satisface contar con representantes de
Organizaciones no Gubernamentales en esta Comisión porque entendemos que
el Parlamento sólo tiene sentido cuando es capaz de abrir sus debates a
la sociedad y al conjunto de organizaciones que al lado del Parlamento
también representan todos los días a los ciudadanos en sus trabajos y en
sus desvelos y en particular a la parte más activa de la ciudadanía.

Quiero también felicitarles muy sinceramente por su intervención desde
una coincidencia básica en lo que a los términos de la misma se refiere,
coincidencia que, por otro lado, tampoco es nueva. Quiero recordar aquí
que la Comisión Permanente de la Coordinadora emitió un comunicado, con
motivo de la última campaña electoral, que fue suscrito unánimemente por
todas las organizaciones, y en el que, permaneciendo al margen de entrar
en una polémica partidaria, se especificaba claramente en qué temas
estaba de acuerdo toda la sociedad española representada por estas
organizaciones en cuanto a lo que debería ser una política común en la
lucha contra las drogodependencias.

En la consolidación de este consenso social, que no supone tan sólo un
consenso entre las fuerzas políticas sino que también abarca las
organizaciones sociales, estamos también comprometidos los socialistas
pertenecientes a esta Comisión, por lo que esperamos que lo que sin duda
debe ser el proceso de revisión y debate para la reforma del Plan
Nacional sobre Drogas se haga extensivo a toda la sociedad. Por eso
mismo, y entre otras cosas, hemos impulsado este proceso de
comparecencias que nos permite conocer sus opiniones.

Es evidente que su intervención nos describe la realidad desde el punto
de vista de las personas y de las organizaciones, es decir, no solamente
nos describe la que proporciona la información de la Administración sino
también la que se observa día a día. Creo que nos ha descrito la realidad
desde un punto de vista bastante equilibrado y que pone de manifiesto
todo lo que queda por hacer, lo cual, como bien decía el señor Garzón en
unas recientes declaraciones en lo que a este tema se refiere, siempre es
mucho más que lo que se ha hecho.

Compartimos casi íntegramente todas sus sugerencias, todos los problemas
y todo el recordatorio que han hecho a propósito de las deficiencias que
existen en estos momentos en España en esta cuestión. Me parece un
planteamiento bastante realista que nos ayudará a mejorar la situación.

Voy a intentar hacer algunos comentarios al hilo de su intervención
referidos a solicitarles una mayor precisión sobre algunos aspectos
concretos. En primer lugar, en cuanto a la red de atención, usted, señora
Menéndez, ha hecho una reflexión sobre cómo se encuentra en estos
momentos dicha red y por dónde debemos intentar corregir sus
insuficiencias. Existe ya una posición a este respecto de la Comisión
Permanente. Sé que en la Comisión la Coordinadora es un ente muy plural,
y comprendo que resulta difícil expresar una opinión unánime aunque, en
todo caso, ustedes expresarán la opinión mayoritaria o la opinión
prevalente de la Coordinadora. ¿Existe ya coincidencia sobre cómo debe
reformarse la red de atención y en qué dirección debe hacerse? ¿Dónde
debemos hacer mayor hincapié para allegar estos nuevos recursos que, como
es natural, ustedes reclaman, y a los que nosotros somos sensibles, y
prueba de ello es que la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional
creo que prácticamente ha sido el único organismo administrativo que ha
visto incrementado su presupuesto en el último debate a propósito de los
presupuestos generales del Estado?
En este sentido, hemos conseguido, de manera excepcional, salvar a la
Delegación del Gobierno de recorte presupuestario alguno, lo cual creo
que es una buena noticia. Pero no solamente se trata de que contemos con
más fondos; yo desearía saber hacia dónde los tenemos que destinar.

Ustedes han hecho una reflexión, que tanto yo como mi Grupo compartimos,
y es que en estos momentos son tal vez mayores las deficiencias en la
atención a los toxicómanos dentro de la red general --sea sanitaria o sea
la de servicios sociales-- que en los centros específicos. En su opinión,
¿qué deberíamos hacer? ¿Volcarnos en la creación de más centros
específicos de atención exclusiva a toxicómanos? ¿Especializar algunos de
los centros que tenemos en estos momentos en la atención a colectivos
concretos? Por cierto, que a este respecto hace pocos minutos hemos
mantenido un debate interesante sobre si tenían que existir, por ejemplo,
centros de atención para menores toxicómanos. ¿Deberíamos crear más
centros especializados, deberíamos especializar más los ya existentes
--eso sí, tendríamos que hacer un poco de todo-- o, por contra,
deberíamos intentar lograr que la red general asistiera mejor a los
toxicómanos para que no tuviera tantas necesidades de derivar su atención
hacia los centros específicos? Creo que este debate es importante.

Además, quienes estamos en las dos Cámaras tenemos, por tanto, la
obligación de votar los presupuestos generales del Estado, sabemos que el
dinero no es de goma y que, al final, hay que tomar decisiones en lo que
a prioridades se refiere, como asimismo sabemos que, en cierta medida,
allegar fondos para una cosa supone restárselos a otra. ¿Qué le parece
más conveniente a la Coordinadora: hacer hincapié en los centros
generales o en los centros específicos?
En materia de educación para la salud creo que hay un problema --y el
señor Carrón, quien les acompaña en esta comparecencia, sabe que éste es
un tema que me preocupa especialmente desde un punto de vista casi
estrictamente personal--. La educación para la salud está basada en el
valor de la información, valor que se sobreentiende siempre como
positivo. Esto está referido a los programas de salud bucodental, a los
de higiene de los alimentos o a los de calidad de vida, pero en lo que
tiene que ver con las toxicomanías esto resulta algo más complejo. Muchas
veces la información juega un papel ambivalente por lo que puede tener un
valor positivo o negativo. En ese sentido,



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¿ustedes creen que es necesario realizar programas concretos de atención
a las drogodependencias en los centros escolares o tal vez, en la línea
de lo que intenta hacer el Ministerio de Educación y Ciencia, habría que
trabajar el área --hasta ahora inédita en buena parte de nuestros centros
escolares-- del tiempo libre, la educación para el ocio, las actividades
extraescolares y la de la comunicación de los centros escolares con su
entorno? Desde el Grupo Socialista contemplamos con interés este tipo de
medidas por parte del Ministerio de Educación, pero pensamos francamente
que pueden ser incluso más positivas que las meras actividades dentro del
aula y la mera educación para la salud entendida como materia
transversal, es decir, como impartición de conocimientos.

Ya en el ámbito de lo laboral, me gustaría saber si han tenido ustedes
conocimiento de la reciente constitución de la Comisión Mixta centrales
sindicales-CEOE --especialmente la señora Menéndez, como representante de
la Unión General de Trabajadores y de la Coordinadora-- para la
prevención y atención de los programas de drogodependencia en las
empresas. Me gustaría nos comentara qué problemas le ve a esta
iniciativa, qué valoración hace de la misma y qué posibilidades auguran a
estas iniciativas para la prevención de las drogodependencias en el mundo
laboral.

Quisiera hacer un comentario a la referencia que ha hecho la señora
Menéndez --referencia histórica por parte de todas las organizaciones que
actúan en materia de drogodependencias-- al artículo 54.2.f) del Estatuto
de los Trabajadores, artículo que regula la posibilidad de que un
trabajador, por motivo de su toxicomanía o de su alcoholismo, vaya
causando una disminución reiterada de su rendimiento laboral que pueda
llegar a suponer motivo de despido.

Creo que la señora Menéndez compartirá conmigo que este artículo del
Estatuto de los Trabajadores se aplica muy poco. En cierta ocasión
formulé una pregunta parlamentaria al Gobierno a propósito de este tema y
referida al año 1989, y tan sólo salían catorce casos en toda España en
los que se habían realizado despidos en aplicación estricta de este
artículo del Estatuto. Creo que sería más adecuado decir que los
trabajadores toxicómanos o alcohólicos son despedidos más en función de
otros artículos del Estatuto de los Trabajadores que en función del
artículo 54.2.f), artículo que ciertamente plantea en sí mismo un grave
problema: la prevalencia del derecho a la salud o las relaciones
laborales.

Desde ese punto de vista, quizá podríamos convenir que no es tan
importante la modificación de ese aspecto concreto del Estatuto, ya que
los trabajadores que disminuyen su rendimiento laboral pueden ser
despedidos aunque no sean toxicómanos o alcohólicos, y que, por contra,
debemos generar una cultura de cambio en las relaciones laborales en
nuestro país que permita a trabajadores y empresarios solucionar los
problemas de alcoholismo y toxicomanía en el ámbito de la empresa sin
tener que acudir a las potestades disciplinarias.

Estamos de acuerdo con algunas de las reflexiones que han hecho sobre
políticas penitenciarias y penales. Me gustaría saber si la Coordinadora
valora positivamente la Orden del Ministerio de Justicia que regulaba la
posibilidad de que los condenados clasificados en tercer grado pudieran
mantener ese grado sin necesidad de su ingreso en prisión. Quisiera saber
si esta medida es una de las que se están aplicando a los toxicómanos
rehabilitados, es decir, si a alguna persona condenada se le está
permitiendo, al considerar que ya ha sido rehabilitada, no ingresar en
prisión aunque tenga pendiente una condena. También desearía saber su
valoración sobre lo que debe establecer el Código Penal. Me imagino que
será coincidente con lo que desea a este respecto el Grupo Socialista:
ampliación de la remisión condicional de los toxicómanos condenados en
función de su toxicomanía por haber cometido delitos asociados a la
misma, e incluso hacer un uso particularizado de la remisión condicional
al margen de criterios como, por ejemplo, el tiempo de condena.

En lo que se refiere al sida, me gustaría que nos hicieran una valoración
sobre cuál es la situación de la red asistencial para estos enfermos, ya
que en muchos casos esa enfermedad se da en personas que en un momento
dado han sido toxicómanos o continúan siéndolo. Quisiera saber si ven
ustedes que se va consolidando ya alguna solución a este respecto, si
creen que existen problemas económicos en este campo o si, por el
contrario, según su valoración se va mejorando en algún aspecto.

Y para terminar quiero señalar la coincidencia de su intervención con lo
que son las preocupaciones de nuestro Grupo y tomo buena nota de las
sugerencias que nos hacen para el informe de la Comisión que, sin duda,
recogerá buena parte de sus aportaciones referentes a transmitir las
recomendaciones al Gobierno. Quiero pedirles también que formulen en su
intervención en esta Tribuna algunas peticiones dirigidas a lo que se
denomina la sociedad civil, porque también nosotros tenemos que reclamar
a la sociedad que sea más solidaria o más comprometida en una tarea que
no es exclusiva de las Administraciones Públicas, ya que de alguna manera
se nos supone un cierto magisterio en nuestra capacidad para hacer
apelaciones a la sociedad civil. ¿Cómo ven ustedes la evolución de la
sociedad española en la materia que nos ocupa, y qué es lo que piensan
que desde el Parlamento, desde esta Comisión podemos hacer para solicitar
de la sociedad actitudes, comportamientos, criterios que permitan mejorar
nuestra situación?
Reitero nuestro agradecimiento y vuelvo a señalar la coincidencia de lo
que son sus valoraciones con nuestros criterios.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Granado.

Abrimos un turno de contestación a los representantes de los Grupos
políticos que acaban de intervenir.

Si desean pueden intervenir ambos. En primer lugar, doña María Carmen
Menéndez tiene la palabra.




La señora COORDINADORA DE LA COMISION PERMANENTE DE LA COORDINADORA DE
ORGANIZACIONES



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NO GUBERNAMENTALES (Menéndez González): Muchas gracias, señor Presidente.

Intentaré contestar a las numerosas preguntas y haré algunos comentarios
respecto a las observaciones que han realizado, y mi compañero podrá
también matizarlas o complementarlas.

En cuanto a una de las primeras preguntas --empezando por orden de
intervención-- del representante de CIU referente a los criterios de
integración sobre Organizaciones no Gubernamentales de otros ámbitos
autonómicos, quiero decir que desde esta Coordinadora, cuyas
Organizaciones tienen un ámbito estatal, estamos promoviendo la
constitución de coordinadoras de carácter autonómico porque nos parece
fundamental y básico. Es decir, una cosa es que haya una representación
de organizaciones en un ámbito estatal y otra es la promoción. Desde la
Coordinadora no vamos a crearlas directamente porque tampoco podemos y no
tendría sentido, pero sí vamos a promover la creación de plataformas o de
coordinadoras de ámbito autonómico. De hecho, aunque no con un grado de
consolidación muy fuerte, ya existen plataformas de colaboración, y
dentro de las actividades de esta coordinadora de ONG recientemente en
dos Comunidades Autónomas, Navarra y Cantabria, hemos realizado una serie
de actividades que muy probablemente en breve plazo darán como resultado
la constitución de Coordinadoras de este tipo.

Hacía también referencia a los criterios de distribución de recursos.

Lógicamente, todos ustedes saben que la mayoría de los recursos en
materia de drogodependencias están en el ámbito de las Comunidades
Autónomas y es, desde luego, un criterio que compartimos en la
Coordinadora de ONG, puesto que lo que reivindicamos de alguna manera son
las actuaciones pegadas al terreno, y solamente de esta manera pueden
hacerse.

Sobre el porcentaje de esfuerzo que dedicamos al problema del alcohol
desde las Organizaciones no Gubernamentales, yo creo que debemos ser lo
suficientemente sinceros como para incluirnos dentro de la propia crítica
que hacemos a las Administraciones, aunque en cierto sentido consideramos
que sí hemos avanzado o que hemos ido quizás un poco más adelante en el
planteamiento y en la denuncia de esta escasa dedicación a los problemas
del alcohol. Desde la Coordinadora de ONG, en concreto, durante todo el
año pasado se han realizado jornadas de prevención del alcoholismo,
especialmente entre la juventud, porque ahora mismo es un fenómeno
emergente que preocupa al conjunto de la sociedad, y también está
proyectado entre las actividades del año 1994 de la Coordinadora la
realización de un cuaderno informativo sobre Alcohol y Juventud y
continuar el desarrollo de estas jornadas de prevención del alcohol en
las Comunidades Autónomas. Jornadas que sí me gustaría decir que no son
las típicas en las que llegan cuatro ponentes muy sesudos, dicen no sé
qué y allí empieza y termina la actividad, sino que tienen como uno de
sus objetivos el promover la interrelación entre las diferentes
organizaciones en estos ámbitos autonómicos, organizaciones de muy
distinta naturaleza que, como ya digo, en la experiencia que tenemos, ha
dado un resultado muy positivo.

En cuanto a algunas preguntas del representante del Partido Popular sobre
la valoración que teníamos acerca del Plan Nacional sobre Drogas: el
cambio de ubicación, si había habido paralizaciones, etcétera, tenemos
que decir que desde la Coordinadora, en una valoración muy global del
Plan Nacional, entendemos que el Plan es mucho más amplio que la
Delegación del Gobierno para dicho Plan. El Plan Nacional sobre Drogas en
ese sentido funciona con las mejoras que ha ido habiendo a lo largo de
estos años y con las limitaciones que creo que hemos recogido a lo largo
de la primera intervención, puesto que entendemos el Plan Nacional como
ese ámbito amplio donde están Comunidades Autónomas y donde están también
distintos Departamentos Ministeriales.

En cuanto al cambio de ubicación al Ministerio del Interior, como
decíamos en la primera intervención, fue motivo de gran preocupación para
la Coordinadora y así lo comunicamos en su momento al Delegado del
Gobierno. Para nosotros fue un motivo de gran preocupación
fundamentalmente por lo que suponía simbólica y conceptualmente o el
miedo que nos daba el que se pudiera reforzar esa idea de
drogodependiente-delincuente, esa idea de centro de atención vinculado a
un Ministerio que, en principio, tiene las connotaciones que tiene yo
creo para todos los ciudadanos. Así lo hicimos trasladar a la Delegación
del Gobierno, desde donde se nos garantizó que en absoluto iba a
representar una merma en las prioridades de la prevención, de la
rehabilitación y la inserción que, en definitiva, es lo que preocupaba a
la Coordinadora. Se nos dieron explicaciones acerca de la necesidad de
coordinar todo el tema de la lucha contra el narcotráfico, necesidad que
también compartimos desde la Coordinadora.

En cuanto a la paralización, la verdad es que no la habido. Creemos que
en el esquema en el que se ha planteado la Delegación del Gobierno, con
una área de reducción de la demanda, que es donde fundamentalmente esta
Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales tiene un mayor grado de
interlocución por las actividades a las que nos dedicamos como
coordinadora y como propias organizaciones que la componemos no ha habido
una paralización, sino que en lo que es la interlocución de la propia
Coordinadora incluso diríamos que ha habido quizás una mayor fluidez que
en otros momentos.

Sobre cómo vemos la distribución controlada de drogas para personas
adictas, o la legalización, etcétera, tenemos que decir que no ha sido
uno de los objetivos prioritarios de nuestra Coordinadora debatir acerca
de legalización sí o legalización no. No nos parece que ése sea el
principal problema, ni mucho menos. En este momento nos parece que el
tema de las drogodependencias hay que abordarlo desde otros ámbitos y,
por otra parte, ustedes comprenderán que seguramente sería imposible
pronunciarnos como Coordinadora ante un tema como ése. La naturaleza de
las cuarenta y tres organizaciones que componen la Coordinadora --y ésa
es su riqueza-- es de una pluralidad tal que en un asunto de estas
características no existiría un consenso ni mucho menos. En cualquier
caso, no nos parece que éste sea el problema principal en el tema de las
drogodependencias.




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Sí compartimos, por otra parte, que se genere un debate nacional. A lo
mejor, el nombre suena muy amplio, pero si la filosofía que se mantiene
en el debate nacional es trasladar al conjunto de la sociedad una
implicación, una pronunciación, una toma de posiciones no solamente
podemos dirigir nuestras críticas, aportaciones o sugerencias a las
Administraciones con mayor responsabilidad en el tema, sino que somos
conscientes de la importancia que tiene la implicación de la sociedad
civil en el fenómeno de las drogodependencias. Solamente con la
colaboración de todos podremos algún día solucionar este problema.

En cuanto al programa de prisiones y la valoración que hacemos, ya que,
efectivamente, hablábamos de recuperar algunos de los programas, no
teniendo un mapa detallado de la situación en todos y cada uno de los
centros penitenciarios, sí, quizás por una mayor cercanía, puedo decir
que han existido programas, si bien con las limitaciones que comentábamos
antes, de gran importancia, en concreto, en la cárcel de Carabanchel, que
cuenta con un programa conjunto con el Ayuntamiento de Madrid, si bien en
estos momentos está bastante paralizado. Nos parece que es un programa de
referencia en el sentido de que tenía unos resultados bastante óptimos,
teniendo en cuenta el medio del que hablábamos, un medio en el que todos
sabemos que no es muy idóneo para intervenir, aunque, no obstante, es
absolutamente necesario.

Sobre el tema de la educación para la salud y la propuesta de programas
específicos ante determinadas realidades territoriales, etcétera, es
cierto que nos parece que es fundamental y que cuando nos referimos a la
formación del profesorado y a la dotación de mayores recursos no es para
repetir el latiguillo de siempre o que esto es lo clásico que se plantea,
sino porque hoy en día es una realidad en las escuelas. Incluso aunque
hubiera profesores motivados, que los hay, para abordar estas materias,
prácticamente no tendrían espacio ni tiempo, aparte de las deficiencias
que también existen en la formación y en la elaboración de materiales.

También hay que añadir que hay que tener mucho cuidado con la
intervención en la prevención de drogodependencias en el ámbito de la
escuela. No son iguales unas etapas que otras, unas edades y otras o los
contenidos específicos. Según interpretaciones o investigaciones de
expertos en estos temas, quizás no produzca un efecto muy positivo, sobre
todo en determinados ciclos, el empezar a abordar de manera específica el
tema de las drogodependencias. Otra cosa sucede en etapas superiores,
donde puede haber ya un mayor conocimiento del tema de las drogas. No
obstante, sí vemos la importancia que tienen todas las medidas
alternativas. Es decir, entendemos que el establecer o el conseguir
implantar estilos de vida alternativos al consumo de drogas e
incompatibles con el mismo sería el objeto donde centrar las actuaciones.

Sobre el tema de las sanciones del consumo en lugares públicos,
insistimos en que nuestra posición es la que hemos reflejado en la
intervención anterior y nos parece que no es la vía de solución. Nosotros
no podemos dar la solución. Ojalá cualquiera de los aquí presentes
pudiéramos dar la solución mágica, que no existe, al problema de las
drogas, dado que se trata de una combinación de muchísimos factores y de
políticas que inciden en muy diversos ámbitos, pero desde nuestra
valoración, no solamente ideológica, sino también pragmática en el
sentido de las consecuencias que tiene este tipo de sanciones, la sanción
del consumo público normalmente se dirige a personas de escasos recursos,
con dificultades, por tanto, para adquirir la cantidad con la que pagar
la sanción. Además, nos vendría otro problema añadido: supongo que todo
el tiempo nos estamos refiriendo prácticamente a sólo drogas ilegales,
pero nos podríamos encontrar con situaciones bastante paradójicas si en
la línea en que nosotros, como coordinadora, pretendemos intervenir
lográsemos la valoración seria y la identificación del alcohol como una
droga.

En cuanto al tema del debate nacional, que debe estar en el Parlamento, y
sobre la valoración que hacemos de la línea de subvenciones abiertas por
la delegación del Gobierno para este tema, lógicamente nos parece que
están muy bien los debates en el Parlamento, pero también consideramos
que para el conjunto de la sociedad, más allá de que estemos
representados por ustedes en el Parlamento y en este tema en concreto,
además de en muchos otros, es muy importante una movilización social en
ese sentido, una toma de conciencia social. Ustedes tienen una tarea
importantísima que hacer como referencia como modelos y como propuestas a
seguir, pero es necesario que cale en el conjunto de la sociedad. Por eso
creo que el hecho de que participen organizaciones y el conjunto de la
ciudadanía, tratando de promover al máximo este debate, es una cuestión
muy importante para la prevención. Ahora bien, si finalmente las líneas
de subvención del debate se gastan mal, serán objeto de crítica como
cualquier dinero público que sea malgastado.

Respecto a los comentarios del señor Granado, en cuanto al tema de la red
de atención, en qué dirección debe reformarse, si hay que crear más
centros específicos y cuál es la valoración que tiene la coordinadora, es
verdad que, aunque pueda parecer una respuesta poco comprometida, hay que
hacer de todo, es decir, hay que insistir en la significación que tiene
la red general, porque es muy importante el tratamiento, como decíamos
antes, con el que se encuentran personas drogodependientes que acceden a
una cama no sólo para una desintoxicación en un momento dado, sino
también por múltiples enfermedades que pueden tener asociadas a su
drogodependencia, para lo que realmente no existe un sistema que permita
una atención adecuada.

Es necesario ampliar la red asistencial específica; ahora bien, desde la
coordinadora consideramos que estos centros específicos deberían tender a
integrarse cada vez más, es decir, tender a no ser centros exclusivamente
identificados con la atención a personas drogodependientes, sino
insertarse en el marco, en la comunidad, en el barrio, en el pueblo donde
se ubiquen, en centros más amplios, bien sean de servicios sociales, bien
sean del ámbito sanitario, de manera que se entienda mejor cuál es su
función.

En cuanto a la educación para la salud, compartimos la idea de la
complejidad que tiene el abordaje de las drogodependencias en el ámbito
de la escuela, y estamos en la línea de la educación en las alternativas
al consumo, en los



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estilos de vida más saludables, como decía antes. Para todo ello hace
falta una puesta en marcha no solamente de programas teóricos, sino,
evidentemente, también de actividades. Es algo que está ya demostrado.

Los chicos y las chicas que participan, que tienen recursos y un ocio
estructurado tienen menos posibilidades --no quiere decir que no haya
casos, por supuesto, porque no hay causa-efecto directa-- de entrar en
problemas de drogas.

En cuanto al tema de la comisión creada ayer, formada por la patronal, la
delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y los
sindicatos, Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores,
precisamente lo vemos como el inicio de lo que podría ser en este tema
concreto un cambio en la cultura de esas relaciones laborales a las que
usted hacía anteriormente referencia. Ha sido un proceso de negociación
muy largo, prácticamente durante dos años y pico, para poder conseguir
este acuerdo. En principio, se constituye la comisión, con un plazo de
dos años de funcionamiento para su revisión y se prevé toda una serie de
contenidos, desde el desarrollo de programas de información, de
prevención, etcétera, hasta el abordaje de determinadas materias
normativas que hoy por hoy están incidiendo en el tema de la prevención
en el ámbito laboral. Además, se incorpora un representante del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y otro del propio Ministerio de
Sanidad a esta Comisión Nacional. La firma se hizo ayer y creo que las
tres partes valoramos muy positivamente el mismo hecho de la firma, dado
que creo que, prácticamente, desde el acuerdo nacional para la formación
continua no había habido otra firma tripartita en materia laboral.

Además, valoramos muy positivamente el acuerdo y lo vemos con esperanza
porque creemos que significa sentar las bases para poder iniciar
realmente la prevención en los centros de trabajo que son lugares idóneos
para esto como está reconocido ya internacionalmente.

Usted decía anteriormente que el artículo 54.2.f) del Estatuto se aplica
poco y es verdad que directamente es así, entre otras cosas porque ya ha
habido alguna sentencia en el sentido de que cuando el despido ha sido
directamente relacionado con este artículo se ha determinado despido
improcedente. Es verdad que los trabajadores son despedidos por otras
muchas causas, pero, lógicamente, cuando planteamos que desaparezca este
apartado del artículo 54.2.f), lo único que intentamos es que desaparezca
un estigma social, porque el artículo se refiere a las situaciones de
embriaguez habitual y toxicomanías siempre que repercutan negativamente
en el trabajo. Lógicamente, si repercute negativamente en el trabajo es
porque hay faltas de asistencia, comportamientos ya tipificados en otros
artículos sancionadores del Estatuto, etcétera, con lo cual no hace
ninguna falta. Por el contrario, sí tiene un efecto negativo a la hora de
ser como una espada de Damocles, que desincentiva considerablemente
cuando se pone en marcha un programa de prevención en una empresa, dado
que resulta muy difícil motivar entonces a los trabajadores para
participar en dicho programa. Es una cuestión casi simbólica.

Este es un momento en el que no quiero hablar de esta cuestión
precisamente por la representación que tengo como coordinadora y no
directamente de la organización a la que pertenezco, pero sí nos parece
que en el momento en el que ha habido una reforma de treinta y cinco
artículos del Estatuto no habría estado mal que hubiera desaparecido este
apartado que sólo es un estigma.

En cuanto a la ampliación de la remisión condicional debo decir que
estamos de acuerdo, como ya hemos comentado.

Por lo que se refiere al tercer grado de la orden del Ministerio de
Justicia, la verdad es que creo que con esto tenemos un problema grave
como es todo lo relativo a la alarma social que se ha generado en torno a
determinados casos que han sido muy dramáticos y muy patéticos y que han
sido terribles para todos, pero quizá con una amplificación de los medios
y de muchas situaciones esto podría dificultarse. Por eso decíamos
también en la intervención que para llevar a cabo todas estas medidas y
para que sean aceptadas socialmente, deben llevar aparejada toda una
serie de recursos de acogida, de atención que, hoy por hoy, es verdad que
no existen de una manera lo suficientemente amplia como para poder acoger
a todas estas personas que optaran por un proceso de rehabilitación
alternativo al cumplimiento de la pena.

En cuanto a la situación de la red asistencial para las personas enfermas
de Sida, diré que hay estupendos médicos especialistas en la Seguridad
Social, en el Sistema Nacional de Salud, que están tratando y que están
trabajando de manera muy comprometida y muy bien profesionalmente con las
personas que padecen esta enfermedad, pero nuevamente nos volvemos a
encontrar con el problema cuando estas personas --que, como seguramente
saben todos ustedes, el Sida no es una enfermedad en sí, sino que de él
se deriva toda una serie de enfermedades o de patologías asociadas--
tienen que acudir al dermatólogo o al traumatólogo, es decir, tienen que
acudir a un ámbito que no es el del médico especialista que les está
llevando y que les está siguiendo, ahí sí hay problemas de todo tipo,
desde no saber abordar el tema hasta situaciones de rechazo, de miedos.

En ese sentido sí comentábamos la importancia que tenía el impulso del
Plan Nacional sobre el Sida como organismo coordinador y promotor de
políticas de prevención.

Está claro que debemos incorporar peticiones para que ustedes se dirijan
a la sociedad civil. Nosotros pensamos que desde el Parlamento se pueden
y se deben hacer muchísimas cosas. En primer lugar, creemos que todos
ustedes tienen un eco en la opinión pública y, además, son modelos de
referencia para los ciudadanos y las ciudadanas de este país, por lo
cual, en este caso, sí pensamos que las declaraciones sirven, y mucho. La
actitud que se tenga ante determinadas cuestiones genera climas de
opinión en un sentido o en otro; no es que los determine, pero sí los
genera. Lo que sí pensamos que ha de hacerse es pedir la solidaridad al
conjunto de la sociedad. Pero para que desde aquí o desde cualquier otro
ámbito se pida la solidaridad al conjunto de la sociedad, también ésta ha
de ver un fuerte grado de compromiso con el asunto.




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Una experiencia que hemos tenido bastante positiva desde la coordinadora
de ONGs ha sido la campaña que lanzamos sobre el apoyo a los centros de
atención porque, en efecto, nos encontramos con paradojas como la de que,
por un lado, haya una demanda ciudadana de que se persiga a los
delincuentes y se los encarcele, etcétera, pero luego, a la hora de
establecer un centro penitenciario, no hay manera de encontrar un pueblo
o un ayuntamiento que quiera asumir esto; o bien que, a la hora de
establecer centros de atención, las encuestas y la gente dice que sí, que
son necesarios, que hay que ponerlos, pero en el momento de abrir un
centro de atención en un barrio concreto todavía hay dificultades. En ese
sentido es fundamental el esfuerzo de todos. La propuesta de que se
amplíen las redes y de que se entiendan de una manera normalizada creo
que es una función que, desde luego, ustedes pueden e incluso creemos que
deben ejercer.

Es probable que queden cosas que a lo mejor no haya contestado
íntegramente.

Gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Martínez Soriano): Muchas gracias, doña María
del Carmen Menéndez.

¿Don Pedro Jesús Astrain desea intervenir?



El señor COORDINADOR DE LA COMISION PERMANENTE DE LA COORDINADORA DE
ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES (Astrain Gallart): Para no alargar más
la sesión, creo que no, señor Presidente, salvo que haya alguna otra
cuestión. Yo creo que más o menos se ha contestado a todo.

Gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Martínez Soriano): Muchas gracias.

Siguiendo la costumbre establecida en el Senado y que esta Comisión
incorporó, pasamos al último turno, que es el de las señoras o señores
Diputados y señoras o señores Senadores que deseen intervenir para que se
les aclare alguna de las contestaciones. ¿Hay alguien que desee hacer uso
de la palabra? (Pausa.)
Tiene la palabra la señora Becerril.




La señora BECERRIL BUSTAMANTE: Gracias, señor Presidente, por invitarnos
a participar en este último turno.

Lo que ha expuesto la señora Menéndez es de tanto interés que siempre
quedan algunas preguntas que formular y deseos de conocer todavía un poco
más su experiencia y su actividad cotidiana en este campo.

Me gustaría saber el grado de satisfacción que pueden ustedes expresar o
no por la actividad desarrollada por los ayuntamientos, por los centros
que tienen y por las redes asistenciales con que cuentan en este campo.

Yo creo que la mayoría de los municipios españoles tienen muchos
programas en mente, tienen muchos proyectos, pero no acaban de abordarlos
por dificultades de recursos, por insuficiencias. Me gustaría saber qué
piensan ustedes de las redes asistenciales de los ayuntamientos y de los
centros mantenidos fundamentalmente por ellos.

El representante del Grupo Popular le había pedido su opinión sobre el
Consejo Asesor que se había constituido y sobre cómo estaba funcionando,
qué grado de asesoramiento y de participación estaba teniendo. Se lo
recuerdo sencillamente por si puede usted respondernos en este momento.

Creo que siempre habría materia para seguir recabando información, pero
también comprendemos que hay que poner un límite a todas las cosas.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Martínez Soriano): Muchas gracias, señoría.

Tiene la palabra la señora Menéndez.




La señora COORDINADORA DE LA COMISION PERMANENTE DE LA COORDINADORA DE
ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES (Menéndez González): Gracias, señor
Presidente.

Señoría, agradezco muy en concreto sus dos preguntas, sobre todo la
última, porque en el recorrido de aquéllas se me había pasado por
completo la relacionada con el Consejo Asesor. Empezaré por ella para que
no me vuelva a ocurrir lo mismo.

En cuanto a la creación del Consejo Asesor, hay que decir que lo que ha
habido hasta ahora desde la Coordinadora de Organizaciones no
Gubernamentales han sido un par de conversaciones en reuniones con la
Delegación del Gobierno y la propia oferta pública hecha por el Delegado
en la apertura de nuestra asamblea anual, realizada el pasado mes de
febrero, en cuanto a la participación de la Coordinadora de
Organizaciones no Gubernamentales en el Consejo Asesor.

No tenemos aún una comunicación oficial sobre cómo va a ser la
composición definitiva de este Consejo Asesor. La valoración que hacemos
desde la Coordinadora es que, efectivamente, y sin querer atribuirnos ni
mucho menos toda la representatividad del movimiento asociativo de este
país, es indudable que tenemos un grado de representatividad muy amplio
por el tipo de organizaciones que la integran y en ese sentido sí nos
planteamos que, si no al cien por cien, sí es cierto que el espacio de
interlocución en el Consejo Asesor por parte de las Organizaciones,
lógicamente, deberían estar vinculadas o canalizadas a través de la
Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales. Esperamos que esto sea
así y que, por tanto, no se produzca esa otra situación a la que aludía
el señor Robles y que, de hecho, podría darse con un tipo de
representación en paralelo de uno y otro lado. Esto no quiere decir
--insisto-- que consideremos que en la Coordinadora estamos todas las
organizaciones que intervienen en esta cuestión, ni mucho menos, con lo
cual tampoco es que nos planteemos o que propongamos que seamos la única
vía de interlocución, pero sí indudablemente el tener un peso prioritario
debido a las organizaciones que representamos.

Esperamos, como decía al principio, que este Consejo asesor tenga unas
funciones que permitan que sea algo más



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que un órgano testimonial, es decir, pensamos que debe ser un Consejo
donde la interlocución se valore de manera positiva y aunque sea un
Consejo asesor y no vinculante tenga una incidencia de peso en lo que
pueden ser las propuestas, sugerencias o análisis que se hagan desde la
Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales.

Como ya he dicho, todavía no se han presentado propuestas concretas a la
Coordinadora, en cuanto a la participación, la naturaleza, o las
funciones de este consejo asesor. En cambio, la Coordinadora se ha
dirigido a la Delegación del Gobierno para plantearle las conclusiones de
su Asamblea anual, en la que debatimos cuál debería ser su participación
en el Consejo.

En cuanto a las redes asistenciales de los ayuntamientos, habría que
señalar algo que es una obviedad, pero que creo que conviene resaltar,
como es que también en materia de drogas se producen unos desequilibrios
territoriales muy grandes; es decir, hay zonas y territorios con una red
asistencial bastante positiva y, sin embargo, hay otros en los que
prácticamente está naciendo una auténtica red de este tipo.

Por lo que respecta a los centros de los ayuntamientos, existe mucha
diversidad, ya que algunos han puesto en marcha un tipo de programa
preventivo, mientras que otros disponen de una red de centros específicos
como, por ejemplo, los de atención a drogodependientes. Como ya he
mencionado, existen algunos problemas que hay que solucionar, como la
ralentización en los tratamientos, o la reducción de las listas de
espera, ya que se cita a la persona para que la vea el trabajador social,
a los quince días, para que la reciba el ATS, y al mes y medio, pasa
directamente al terapeuta. A pesar de estas deficiencias, en los
municipios muy grandes existen otros centros de atención directa, con una
dependencia municipal, aunque insisto en que existen muchos
desequilibrios territoriales y que un gran número de ayuntamientos no
tiene prácticamente recursos para abordar este problema.

Por último, existe una realidad muy olvidada en este tema, como es la
prevención de las drogas en las zonas rurales; sobre todo, en
determinadas zonas geográficas muy cercanas a la oferta de drogas, lo que
genera grandes problemas.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Martínez Soriano): Muchas gracias.

Quiero agradecerles su comparecencia ante esta Comisión, esperando que no
sea la última, así como el que nos hayan facilitado esta amplia
información al respecto.

Se levanta la sesión.




Eran las doce horas y veinticinco minutos.