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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 582, de 11/10/1995
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1995 V Legislatura Núm. 582
COMISION NO PERMANENTE SOBRE
COOPERACION Y AYUDA AL DESARROLLO
PRESIDENTE: DON LUIS YAÑEZ-BARNUEVO GARCIA
Sesión núm. 8
celebrada el miércoles, 11 de octubre de 1995



ORDEN DEL DIA:
Debate y aprobación, en su caso, del Informe de la Ponencia sobre
cooperación en el área del Mediterráneo. (Página 17762)
Comparecencia del Secretario de Estado de Cooperación Internacional
(Dicenta Ballester) para informar sobre:



--Iniciativas previstas con respecto a los programas de ayuda al
desarrollo, tras la Cumbre para el desarrollo social de Copenhague. A
solicitud del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente
212/001478). (Página 17779) y 17784)



--Razones del incumplimiento del acuerdo parlamentario referente a la
obligación del Gobierno de presentar el proyecto de Ley de cooperación
durante el anterior período de sesiones. A solicitud del Grupo
Parlamentario Popular. (Número de expediente 212/001541). (Página 17779)



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--Razones por las que no se ha creado el Consejo de Cooperación al
Desarrollo que, según el Real Decreto 795/1995, de 19 de mayo, debía de
haberse constituido el 10-6-95. A solicitud del Grupo Parlamentario
Popular. (Número de expediente 212/001542). (Página 17788)



--El anteproyecto de Ley de cooperación internacional y ayuda al
desarrollo. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de
expediente 212/001565). (Página 17792)



--Las actividades de cooperación realizadas en el año 1995. A solicitud
del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 212/001589).

(Página 17799)
Comparecencia de la Presidenta de la Agencia Española de Cooperación
Internacional (Ruiz-Tagle Morales) para informar sobre el nivel de
compromiso del Presupuesto General del Estado de 1995. A solicitud del
Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 212/001590).

(Página 17804)



Se abre la sesión a las once y treinta y cinco minutos de la mañana.




--DEBATE Y APROBACION, EN SU CASO, DEL INFORME DE LA PONENCIA SOBRE
COOPERACION EN EL AREA DEL MEDITERRANEO. (Número de expediente
154/000018.)



El señor PRESIDENTE: Buenos días, se abre la sesión.

Como saben los señores Diputados, esta reunión ordinaria de la Comisión
no permanente sobre Cooperación y Ayuda al Desarrollo tiene dos partes
diferenciadas: la de la mañana, sobre el informe de la Ponencia sobre
cooperación en el área del Mediterráneo, y la de la tarde, con las
comparecencias, solicitadas por diversos grupos parlamentarios, del
Secretario de Estado para la Cooperación Internacional y de la Presidenta
de la Agencia Española de Cooperación. La separación --aparte de que no
hubiera dado tiempo en una sesión matinal o vespertina de hacerlo todo--
entre mañana y tarde se debe a que los altos cargos comparecientes no
podían venir en la mañana de hoy, por lo que hemos organizado los
trabajos de esta manera. Por tanto, comenzamos con el punto primero,
debate y aprobación, en su caso, del informe de la Ponencia sobre
cooperación en el área del Mediterráneo, sin muchos preámbulos, pero sí
con uno muy breve por mi parte.

Este es un informe sobre un tema cuya Ponencia tiene la singularidad de
que los señores Diputados que están presentes son todos miembros de la
misma. No se nos oculta que es una Ponencia que prácticamente la componen
los mismos miembros de la Comisión, salvo dos, uno del Grupo Socialista y
otro del Grupo Popular, pero eso no cambia el fondo de la cuestión de
que, obviamente y desde el punto de vista formal, la Comisión tenga que
aprobar el informe para que el mismo pueda ser elevado al Pleno del
Congreso de los Diputados. Además, eso permite una segunda vuelta. La
primera la hemos dado ya en la Ponencia, la segunda en la Comisión y
eventualmente, daremos la tercera en el Pleno en el que se debate este
informe. Por cierto, no sé si han visto los señores Diputados que en el
orden del día del Pleno de la próxima semana está ya incluido este
informe, el jueves 19. No es de descartar que, como se trata de un orden
del día muy denso, pueda quedar fuera esa semana, pero, en todo caso,
iría en la siguiente. En consecuencia, eso hace que tengamos que aprobar
hoy el informe, que ha sido objeto de trabajos de la Ponencia desde el
pasado mes de abril, con diversas comparecencias que figuran en el propio
informe y con una recopilación de documentación hecha por el Letrado, por
la Presidencia y por los ponentes durante estos meses, y que nos ha
llevado a la redacción de un informe que también ha ido recogiendo las
sugerencias o ideas de los propios ponentes a lo largo del desarrollo de
su elaboración, sobre todo al final de la misma. Aun así, como es lógico
y como ocurre con todos los informes y con toda la documentación que se
repasa una y otra vez, surgen ideas nuevas u observaciones que habían
pasado desapercibidas o sugerencias que los señores Diputados consideren
que puedan ser incluidas. En ese sentido, aunque la Ponencia ya recogió
diversas sugerencias de los ponentes, ahora, cuando llega el informe a la
Comisión ha habido algunas otras sugerencias, no las podríamos llamar
exactamente enmiendas ni votos particulares, pero sí sugerencias que
pueden ser discutidas y, en su caso, aprobadas en el desarrollo de esta
sesión.

También tengo que decir que como la normativa que regula un debate y
votación de un informe de esta naturaleza no está contemplado en su
detalle en el Reglamento de funcionamiento del Congreso de los Diputados,
tenemos que aplicar un poco de buena voluntad, la buena fe obviamente e,
hipotéticamente si así lo consigo, el buen hacer de la Presidencia para
establecer un debate con el que funcionemos. Afortunadamente, como esta
Comisión no es muy numerosa, quizá podamos hacerlo de una manera viva,
sin intervenciones muy largas, porque conocemos el fondo de la cuestión
de las diversas ideas y veremos cómo resolvemos cada uno de los pequeños
temas o las pequeñas sugerencias de reforma o de cambio de algunos
párrafos del informe presentado por los diversos grupos.

Yo sugeriría en ese sentido, dado que no está reglado con detalle en el
propio Reglamento, que quizá, como una



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primera aproximación, haya una intervención de los diversos portavoces
sobre el informe. Sería muy breve, insisto. No se trata de hacer una
intervención como la que tendremos ocasión de hacer en el Pleno, sino de
carácter práctico, en el sentido de si el informe le parece bien al
portavoz que está hablando o de si in voce presenta tal o cual idea,
sugerencia o enmienda porque considera que tal párrafo no está, y luego,
una vez que el letrado lo haya recogido, podemos establecer un debate.

Algunas propuestas ya están presentadas por escrito, como por ejemplo las
del Grupo Popular, pero otras pueden ser in voce, como se me ha
anunciado.

Por último, y ya no me alargo más, diré que por los precedentes que yo
recuerdo haber visto en el Pleno del Congreso de los Diputados, todos los
grupos tendrán oportunidad de expresar su punto de vista, presenten o no
enmiendas o votos particulares. Normalmente el Presidente de la Comisión
presenta el informe en términos generales y luego el portavoz de cada uno
de los grupos parlamentarios expresa su punto de vista sobre el tema y
sobre el informe y termina el debate sin más intervenciones y con la
votación. Por tanto, todos tendrán oportunidad en el Pleno de expresar su
postura sobre el fondo de la cuestión de lo que es la cooperación en el
Mediterráneo y la Conferencia Euromediterránea.

Así pues, si les parece bien, podemos, siguiendo el orden de mayor a
menor, ir haciendo una breve intervención para que sepamos cuál es el
punto de visita de cada grupo sobre el informe.

Si eso es así, el señor Cremades, por el Grupo Socialista, tiene la
palabra.




El señor CREMADES SENA: En primer lugar, quiero resaltar la importancia
que tiene este informe elaborado por la Ponencia y que ya está en el día
de hoy a punto de tener la vía libre para pasar al Pleno.

El informe, a juicio del Grupo Socialista, es bastante completo. De hecho
no hemos presentado ninguna enmienda, aunque nosotros queremos corregir
algunas cuestiones que voy a apuntar aquí a efectos de corrección
meramente técnica.

Por ejemlo, en el párrafo primero del apartado I de la introducción
general, después del primer punto y seguido dice: «Se asiste a la
apartación en su ribera sur de formas de extremismo...» Entendemos que
quiere decir a la «aparición».

También hay algunos errores relativos a letras que faltan en algunas
palabras. Espero que eso sea corregido para que vaya totalmente bien
redactado.

El Grupo Socialista, como he dicho, no ha presentado ninguna enmienda,
porque considera que el informe en sí es bastante completo, tanto por el
contenido de la introducción como de los resúmenes de todas las
intervenciones de las comparecencias que ha habido a lo largo de la
Ponencia, así como de los documentos que se han estudiado. Evidentemente,
al no presentar ninguna enmienda vamos a reservar nuestra opinión sobre
las enmiendas que sabemos que se han presentado, algunas por escrito y
otras que algún grupo ha anunciado que quiere presentar in voce, para
discutirlas después de oír los argumentos de defensa de estas enmiendas y
ver si son introducidas o no.

Entendemos, por otro lado, que en este trámite ya quasi definitivo el
consenso ha sido la nota dominante del trabajo de esta Ponencia.

Valoramos muy positivamente que este informe pueda pasar, como parece, al
Pleno sin ningún voto particular; como mucho, a lo más que podríamos
llegar es a considerar o no alguna de las enmiendas en la discusión de
esta mañana. Ese consenso es muy positivo para un tema tan fundamental y
de tanta trascendencia como es el de la Conferencia Euromediterránea,
donde se va a dar un vuelco profundo a lo que han venido siendo las
relaciones de cooperación entre la Europa comunitaria y los países de la
cuenca sur del Mediterráneo. Valoramos positivamente que este hecho, que
va a cerrar de alguna manera la Presidencia española ya fue resaltado
ayer en la conferencia hispano-francesa, entre el Presidente Chirac y el
Presidente del Gobierno Felipe González, como uno de los temas
importantísimos del semestre en que toca a España presidir la Unión
Europea. Creemos que éste va a ser un éxito de España, un éxito
importante de la Presidencia española, ya que es algo que va a propiciar
en el futuro un cambio en las relaciones que hasta ahora ha venido siendo
norma común en el Mediterráneo de una manera parcelada.

Por lo tanto, este interés que manifiesta la Ponencia, que apoya la
Ponencia como un objetivo de la Conferencia Euromediterránea de Barcelona
y que consiste en desglobalizar los problemas de la cuenca del
Mediterráneo, con ese interés no sólo de una parte de Europa, de la
Europa sur, sino de todos los países de la Unión Europea, por propio
interés mutuo y por propio principio de la cooperación al desarrollo, va
a favorecer que de nuevo haya en la cuenca del Mediterráneo una toma de
protagonismo perdido desde hace varios siglos, como dice el informe, y
que se pueda en un futuro más o menos inmediato recobrar el impulso de
esa zona importantísima, esa frontera entre el Norte y el Sur, tan
próxima a nosotros, tan próxima a Europa. Esto no sólo va a beneficiar la
posibilidad de recuperar el tiempo perdido por políticas más
condicionadas por el vector Este-Oeste que por el vector Norte-Sur, sino
que en estos momentos puede centrar definitivamente la propia realidad de
ese Mediterráneo que queremos próspero y más equilibrado para el
bienestar de todos y cada uno de los pueblos que aquí convivimos. Creo
que esto es importante resaltarlo.

También es importante resaltar, y por parte de mi Grupo quiero dejarlo
claro esta mañana, el espíritu de acuerdo que ha habido entre todos los
miembros de la Comisión en la ponencia y agradecer, cómo no, todas las
informaciones que nos han sido dadas por todos y cada uno de los
componentes. Como el Presidente ha dicho, después de esta breve
intervención, tomaremos de nuevo la palabra después de que el Grupo
Popular intervenga, ya que tengo conocimiento que va a presentar unas
cinco o seis enmiendas in voce, aunque ya las ha dado por escrito.

Después de oír los argumentos por los cuales el Grupo Popular pretende
que se incluyan en el informe, manifestaremos si tomamos en consideración
o no sus enmiendas.




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El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el Diputado señor Hernando.




El señor HERNANDO FRAILE: Tal como ha señalado el portavoz del Grupo
Socialista, nosotros desde el primer momento y dada la importancia que
para nuestro país y para el entorno va a tener seguramente, y todos lo
deseamos, la Conferencia de Barcelona, hemos pretendido que todo nuestro
trabajo y toda nuestra tarea en esta Comisión y en esta Ponencia fuera
con el ánimo de intentar conseguir un documento de consenso al cual hemos
realizado distintas aportaciones.

Ya en un primer momento y durante la Ponencia aportamos una serie de
cuestiones que creíamos que debían ser incluidas en el texto original,
como así lo han sido. Son asuntos relacionados con poner un mayor énfasis
en el problema y en la necesidad de restaurar, recuperar, fortalecer y
mejorar el medio ambiente y, por lo tanto, el entorno natural de la zona.

Son asuntos también referidos a la necesidad de hacer una defensa expresa
y radical de los derechos humanos y de los procesos de democratización.

También han sido considerados otros aspectos referidos a la necesaria
complementariedad en temas comerciales y a las relaciones transnacionales
entre los distintos países de la zona. Otro de los asuntos que también ha
sido, a nuestro juicio, satisfactoriamente incluido era el relativo a la
necesidad de favorecer los intercambios entre las personas, entre los
distintos pueblos, en el mundo de la educación, de la comunicación, de
las fundaciones, de las organizaciones no gubernamentales y de las
fuerzas laborales. Otro de los aspectos que en aquel momento creíamos que
había que defender de alguna forma con más contundencia de como lo hacía
el informe en un primer punto era el asunto referido a la lucha contra el
terrorismo, el narcotráfico y la cooperación en el ámbito policial.

Nosotros, además de este primer detalle de cuestiones que creíamos que no
estaban suficientemente contempladas tal como nosotros pensábamos, hemos
presentado --creo que todos los grupos tienen este escrito, que hemos
dado hoy-- una serie de enmiendas concretas al informe de la Ponencia. La
primera de ellas es una enmienda en la página 9, en el párrafo tercero,
en el que pretendemos la sustitución de uno de los párrafos por un texto
que no va mucho más allá, pero que, a nuestro juicio, complementa el
informe y reconoce lo que es una evidencia y una realidad, como es la
presencia de las fuerzas de pacificación, el papel de las Naciones Unidas
en procesos de paz de los Estados ribereños, y también, porque va a ser
así en el futuro, reconoce la evidencia de la OTAN en ese papel de
mantenimiento de la paz, sobre todo en la ex Yugoslavia, que se está ya
realizando y que, a nuestro juicio, también avanza en el sentido de
mantener la paz y prevenir los procesos de guerra en la zona.

Hemos querido introducir dos cuestiones que nos parecían importantes en
esta primera enmienda. Una, lo que es la evidencia de que tras la
política de bloques practicada durante muchos años y llevaba a cabo por
Estados Unidos y la antigua Unión Soviética, hoy Rusia, dos fuerzas hasta
hace poco tiempo antagonista, hoy afortunadamente parece ser que están
reconciliadas, y no se puede ocultar el peso que han tenido y deben tener
en la zona, porque lo han tenido históricamente, no se debe ocultar eso,
sino que hay que hacer referencia a la necesidad de que ambas potencias
participen también en este proyecto de una forma económica y política.

Creemos que eso es algo que se debería incluir en este informe.

Otro de los asuntos que también se trataron pero que ya había que
corregir porque se habían producido acontecimientos nuevos eran los
acuerdos entre la OLP e Israel, y había que reconocer en el texto de la
Ponencia la reunión de Washington y los acuerdos ratificados, que se
firmaron en principio en la ciudad egipcia de Taba entre ambas fuerzas y
en los que también ha tenido participación la Unión Europea.

La segunda enmienda pretende complementar y mejorar el final del párrafo
primero de la página 13, en el que queremos dar mayor relevancia a las
relaciones económicas entre los países del sur. Una de las cuestiones que
se pusieron en evidencia a lo largo de las distintas comparecencias era
el escaso tráfico comercial e incluso de personas entre los distintos
países del sur. Daba la sensación de que en algún espíritu existía esa
conciencia de que estos países, individualizadamente y debido a antiguos
convenios de tipo bilateral, iban a trabajar única y exclusivamente en
mantener esa relación biunívoca con la Unión Europea. Nosotros creemos
que es muy importante que se fomenten las relaciones interregionales en
el sur, que se favorezcan las relaciones transnacionales en el sur, y ése
es el sentido de nuestra segunda enmienda.

En el párrafo segundo de la página 13, donde se hace referencia a los
protagonistas y actores principales de los países del área, nosotros
creemos que con esa redacción bastaría, no hace falta marginar a nadie ni
decir «y no terceros», porque existe otra serie de países o de
organizaciones que quizá no vayan a ser incluidos o no vayan a participar
en un primer momento en esta Conferencia del Mediterráneo, pero que a lo
largo de los próximos años y en el futuro van a tener algo que decir
también en las relaciones de cooperación. Por tanto, ese «y no terceros»
quizás está de más, y en ese sentido va nuestra enmienda. Yo creo que
queda perfectamente claro diciendo que los protagonistas deben ser los
actores principales y los países del área, y los contextos excluyentes,
como era este de «y no terceros», a mi juicio sobran.

En la misma página, párrafos cuarto y quinto, no entendíamos bien la
redacción. Quizás en eso podríamos avanzar, no parece que esté muy
ligado. El primer apartado del párrafo quinto dice: «Ello no resta
protagonismo a la estricta cooperación económica», referida a lo
anterior. No se ve muy bien la unión entre ambos párrafos. Quizá luego
podamos avanzar y hacer una redacción más concreta.

La quinta enmienda va referida, también en la página 13, a una definición
más adecuada, a nuestro juicio, sobre el futuro de la política agrícola.

Ha sido y va a ser uno de los temas de especial relevancia, creemos, y
por tanto quizás en la terminología debíamos ser más exactos. Por eso, al
hablar de la política agraria mediterránea, pensábamos que quedaba mejor
plasmado el espíritu y la defensa



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de nuestros intereses con la redacción que hacíamos nosotros, que
decíamos que esta política agraria mediterránea debe ir encaminada a la
búsqueda de la complementariedad de las producciones, la apertura de
nuevos mercados, el desarrollo del comercio agrícola transregional, la
modernización y mejora de las producciones, el respeto del medio ambiente
y protección de los recursos naturales y el desarrollo de una industria
agroalimentaria transformadora de productos. Se trata, a nuestro juicio,
de una visión más positiva de lo que es la política agraria en la zona,
porque los planteamientos en cuanto a la necesidad de establecer
situaciones de arbitraje y esa sensación que existe muchas veces en estos
países de decir que los mercados están perfectamente diseñados y
determinados y de lo único que se trata aquí es de establecer arbitrajes
para ver qué cuota va a producir cada uno de alguna forma era una
redacción restrictiva y que no aportaba nada nuevo. Por tanto, creemos
que en el tema de la política agraria abrir vías al futuro a través de la
complementariedad, de la necesidad de abrir nuevos mercados, a favor del
desarrollo de nuevas industrias y de procesos transformadores de estas
producciones, es, a juicio de nuestro Grupo, una medida más positiva y
más esperanzadora para nuestro país, en el que tiene especial relevancia
la política agrícola, sobre todo en algunas zonas. Me estoy refiriendo a
la zona almeriense, murciana o canaria, y de alguna forma que quedaba
mejor reflejado el espíritu de esta Conferencia y de la política agraria
para el futuro.

La sexta enmienda propone añadir en el punto 15 algo que no había quedado
suficientemente reflejado, si bien sí subyacía en el texto, pero no
quedaba expresamente dicho, el problema de las actitudes racistas y
xenófobas que hemos condenado todos en este Parlamento y que creíamos que
podría incluirse perfectamente al final de este párrafo.

En esta misma página y hablando del tema de la cooperación militar, si
bien es cierto que el objeto de esta Conferencia no es expresamente el
tema militar, nosotros creíamos que una referencia positiva al control de
armamento y a la zona y en especial a la no proliferación de armamento
estratégico de destrucción masiva era una reflexión y una mención de
obligado cumplimiento para nuestro Grupo en el informe de la Ponencia.

Por mi parte nada más, sólo señalar a los grupos que nuestro Grupo está
abierto a las reflexiones que hagan al informe de la Ponencia y desear el
apoyo de los mismos para avanzar en la inclusión de estas ideas o
modificación de las mismas, pero que de alguna forma respeten el sentido
de nuestras enmiendas.




El señor PRESIDENTE: Antes de dar la palabra al señor Vázquez, de
Izquierda Unida, entiendo que este primer turno es para posicionarse
sobre el informe y no todavía sobre las enmiendas que presenta el Grupo
Popular. Como estamos con mucha flexibilidad, si alguno quiere ir
comentándolas, me parece muy bien, pero habrá un segundo turno para que
los grupos fijemos la posición en relación a las enmiendas, en este caso
las del Grupo Popular, u otras que puedan ir surgiendo en el resto de las
intervenciones.

El señor Vázquez, de Izquierda Unida, tiene la palabra.




El señor VAZQUEZ ROMERO: Coincidiendo con los compañeros que me han
precedido en el uso de la palabra, tengo que reconocer que el informe es
bastante completo, tiene una visión casi omnicomprensiva del problema de
la cooperación con el Mediterráneo, aunque por supuesto tampoco era el
objetivo del mismo entrar en detalles de cooperaciones concretas con unos
u otros países. El ámbito global de la cooperación yo creo que está bien
reflejado en el informe.

El documento que yo más trabajado tenía era el borrador del informe.

Algunas de las cosas sobre las que yo quería posicionarme respecto al
borrador han sido ya modificadas en el informe, con lo que me obvia esa
necesaria explicación.

Entrando ya en lo que son enmiendas in voce, por decirlo de alguna
manera, del informe tal cual, en la primera línea de la página 4 se dice
que en la actualidad el Mediterráneo es una zona enfrentada a profundos
desequilibrios políticos, sociales, económicos y medioambientales, que la
convierten en la «frontera vulnerable» de Europa. Yo creo que ésa es una
expresión desafortunada, porque no solamente es contradictoria con la
idea que después rechazamos de la Europa-Fortaleza, sino que además de
alguna manera introduce una percepción negativa de lo que son nuestros
vecinos del sur. Yo creo que no aporta nada la expresión de «frontera
vulnerable» y que podría acabar el párrafo perfectamente en
«medioambientales», punto, y luego seguir con: «Se asiste a la aparición
en su ribera sur de formas de extremismo e integrismo radical...»,
etcétera. Propondría que suprimiéramos esa expresión que puede abrir la
vía a posibles interpretaciones que posteriormente en el propio informe
rechazamos, como, repito, es esa de la Europa concebida como fortaleza
cerrada en sí misma.

Posteriormente, en la misma página 4, en el cuarto párrafo, se habla de
«asociación euromediterránea». Hay un informe del Parlamento Europeo del
día 3 de este mes de octubre en el que hacen una reflexión, que yo creo
que es conveniente tener en cuenta, respecto a que la propia Unión
Europea ya es mediterránea, y el decir euromediterránea es un poco
redundante. Ellos proponen que se diga «asociación intermediterránea»,
teniendo en cuenta que España, Francia, Italia y Grecia somos parte de la
Unión Europea y somos parte obvia del Mediterráneo y que quizá la
expresión «euromediterránea» también pueda inducir a alguna
interpretación sesgada. Es una propuesta que hace el Parlamento Europeo.

Yo creo que no modifica en nada el espíritu de lo que estamos discutiendo
y podría ser útil aceptarla.

En la página 5 del informe, cuando se alude a la dimensión europea de la
cooperación mediterránea y se establecen los principios que deben
permitir articular una política de cooperación, se habla en el primer
punto de favorecer el desarrollo económico y social. Yo creo que hay que
añadir al desarrollo económico la expresión «sostenible». Yo creo que
cada vez que hablemos de desarrollo económico tendremos que añadir, no
sólo, repito, como una coletilla más o menos literaria sino como un
concepto fuerza a tener presente siempre, la expresión de «sostenible»,
que se ha abierto paso en el mundo.




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En el borrador había algunas contradicciones. Hablábanos de la necesidad
de que la Unión Europea en su conjunto tuviera una posición global ante
la cooperación con el Mediterráneo y en párrafos posteriores señalábamos
que fuéramos los países mediterráneos los que tuviéramos la hegemonía en
esa cooperación, y cuando al mismo tiempo también decimos en el informe,
y yo creo que muy acertadamente, que hay que huir de las tendencias
neocoloniales irredentas, como se dice literalmente, es una contradicción
que ahora mismo no estoy seguro que esté suprimida en el informe. Repito
que el texto sobre el que yo he trabajado era el del borrador.

Estoy de acuerdo con la primera propuesta que hace el Grupo Popular, en
que en el tercer párrafo de la página 9 se haga referencia, además de al
Sahara, al proceso de paz en Oriente Medio y también a lo que parece ser
la luz al final de un túnel en la guerra de Bosnia-Herzegovina, pero nada
más que eso. Es decir, me parece inadecuado, que no aporta nada y que no
es un tema pacífico la expresión de operaciones de mantenimiento de paz
por parte de Naciones Unidas y de OTAN. Yo no estaría de acuerdo con el
párrafo en su conjunto como lo redacta el PP. Sí que me parecería
correcto que incluyéramos en ese tercer párrafo de la página 9 referencia
al proceso de Bosnia-Herzegovina y al proceso de paz en el Oriente Medio
sin dejar de remarcar la importancia del Sahara, en el que España tiene
una responsabilidad que a nadie se nos escapa y que es un punto de
incumplimiento flagrante de las resoluciones de Naciones Unidas por parte
de algunos de esos miembros potenciales de esta cooperación.

La segunda enmienda del Grupo Popular me parece correcta.

La tercera, la de eliminar la expresión «y no terceros», no la veo tan
correcta, porque más allá de que será la práctica y el tiempo el que
condicionará que sean o no terceros los que participen de esa política de
cooperación, creo que en principio la expresión «no terceros» devuelve de
alguna manera --entre comillas-- soberanía a lo que es el espacio
europeo, excluyendo de la misma a otros agentes de la política
internacional que no tienen intereses directos en el Mediterráneo. Por
tanto, no me parecería adecuada esa tercera enmienda del Grupo Popular.

Sí me parece adecuada la cuarta, en el sentido de buscar una nueva
redacción para esos dos párrafos, así como la quinta, la sexta y la
séptima. Me parece que son complementariamente útiles al texto del
informe y que deberíamos apoyarlas.

Para que tome nota quien tenga que tomarla, repito, estaría de acuerdo
con las enmiendas segunda, cuarta, quinta, sexta y séptima del Grupo
Popular, y no con la primera, excepto la mención al proceso de paz en
Oriente Medio y al posible inicio del proceso de paz en
Bosnia-Herzegovina. Estos son los matices que mi Grupo quería introducir
en este informe, que, como decía al principio, nos parece que tiene una
visión global bastante aceptable de lo que debe ser la política de
cooperación. En función de cómo se desarrolle la sesión de esta mañana,
en Pleno mantendremos una posición similar a los demás grupos.

Si después hay ocasión de fijar posición sobre otras enmiendas posibles,
así lo haremos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió); tiene la
palabra el señor Recoder.




El señor RECODER I MIRALLES: Como vamos a tener ocasión en el Pleno de la
semana que viene de manifestarnos sobre el contenido del informe,
reservamos nuestra intervención con mayor profundidad para esa ocasión.

En este turno sólo quisiera, en primer lugar, resaltar que puede haber
acuerdo unánime de todos los grupos de la Cámara alrededor de este
informe. No creo que las objeciones o enmiendas que se han planteado
imposibiliten el acuerdo. Me parece que, todo lo contrario, todas ellas
son aportaciones que intentan mejorar el texto. Así lo entiende nuestro
grupo parlamentario y de hecho de mis palabras se deduce el acuerdo
global con el contenido del informe de la Ponencia, incluso con algunos
de sus aspectos que podrían ser más comprometidos.

En segundo lugar, nuestro grupo parlamentario ha trabajado exclusivamente
con el borrador del texto. No pudimos asistir a la Ponencia y desconozco
el texto aprobado por ella, seguramente por mi exclusiva responsabilidad.

Sí quisiera hacer referencia a tres cuestiones que manifestamos en su
momento, que no se incluyen en este informe y de alguna forma se podría
entender que son las enmiendas que nuestro grupo mantiene vivas al mismo.

Siempre refiriéndome al borrador, en su página 4 echamos en falta en los
antecedentes, allí donde se hace referencia al informe que aprobó el
Senado el 30 de noviembre del año 1994, relativo a la política española
de cooperación al desarrollo, una alusión al informe que de alguna forma
es el origen del aprobado por el Senado, relativo a los objetivos y
líneas generales de la política española de cooperación y ayuda al
desarrollo que elaboró esta Cámara en la anterior legislatura y aprobamos
en el año 1992. Entendemos que es un informe muy valioso que merece la
pena ser citado como antecedente en el texto definitivo que aprobemos en
su momento.

En segundo lugar, en la página 25, siempre del borrador de propuesta de
resolución, que es el documento del cual disponemos nosotros y que, por
tanto, no va a coincidir con el informe de la Ponencia, se hace
referencia a la necesidad de la cooperación cultural, basada en el
diálogo y el respeto mutuo de culturas y lenguas diversas como garantía
de la dignidad humana y, por tanto, incompatible con toda forma de
terrorismo o violencia civil.

A continuación se dice: No cabe admitir en ningún caso, como algunos
fanatismos nacionalistas pretenden, la primacía de la identidad colectiva
sobre la integridad física y civil de los ciudadanos. Totalmente de
acuerdo con la manifestación que se realiza en este párrafo, pero nos
gustaría que se suprimiera la palabra «nacionalistas» por la connotación
peyorativa que puede tener con la reflexión que se realiza a
continuación. Es simplemente una cuestión semántica.




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Por último, en la página siguiente, la número 26, el primer párrafo, que
empieza con la expresión: Con este espíritu, creemos que al menos en sus
primeras frases tiene que ser reelaborado, porque, francamente, no se
entiende. Dice: Con este espíritu, cooperación la Unión Europea. Aquí
falta un artículo o sobra un sustantivo. Tendríamos que replanteárnoslo,
porque, además, he podido comprobar que en el informe que aprobó la
Ponencia continúa este error de redacción.

Supongo que después tendremos tiempo de pronunciarnos sobre las enmiendas
presentadas por el Grupo Popular y por Izquierda Unida.




El señor PRESIDENTE: Para que podamos trabajar sobre el mismo texto, aquí
hay copias del informe. Mientras hablan otros señores diputados, pueden
ir buscando dónde está cada uno de esos párrafos. La palabra
«nacionalistas», por ejemplo, creo que en el informe de la Ponencia se ha
quitado. (Varios señores diputados: No.) Habíamos dicho que se quitara,
por lo que se cambiará después.

Tiene la palabra el señor Mardones, por Coalición Canaria.




El señor MARDONES SEVILLA: Seré muy breve. En la misma línea de
valoración política del documento que hemos elaborado en la Ponencia
sobre cooperación en el área del Mediterráneo, Coalición Canaria muestra
su pleno apoyo, hay una identificación total. Reservaremos para el debate
en Pleno determinados juicios, enfoques, apreciaciones políticas, no por
el contenido, sino por la aplicación de lo que aquí estamos diciendo y la
óptica tanto política como de lógica territorial, de implantación de
Coalición Canaria.

Nuestro grupo no ha estimado pertinente presentar enmiendas de fondo a
esta cuestión. Coincido con lo que han dicho los anteriores compañeros en
cuestiones de semántica y de estilo o de redacción para pulir los textos.

No obstante, queremos poner de relieve dos apreciaciones. Una está
implícita y la he visto recogida de alguna manera --me ha parecido así--
en la enmienda número 1, al párrafo tercero de la página 9, que presenta
el Grupo Parlamentario Popular: la controvertida participación de Estados
Unidos y de Rusia en esta cooperación y, sobre todo, su presencia en la
Conferencia Euromediterránea. En el Pleno haremos una valoración sobre
este aspecto.

A la vista de la información que desde la tarde de ayer y en la mañana de
hoy aparece en los distintos medios de comunicación españoles sobre la
reunión hispanofrancesa que se acaba de celebrar, el Gobierno español, o
el Presidente González, ha aceptado las tesis del Presidente francés,
señor Chirac, para que no estén presentes en la Conferencia
Euromediterránea Estados Unidos ni Rusia.

Como portavoz de Coalición Canaria, hago llegar al señor Presidente el
desconocimiento formal en esta Comisión de la explicación del Gobierno
español para aceptar estas tesis. Sencillamente la planteo desde un punto
de vista informativo, no entro en ninguna apreciación de si me parece
bien o mal que Estados Unidos o Rusia estén o no estén presentes como
invitados en los actos públicos o en la barrera de sol o en la de sombra.

Se trata de una valoración política de la Conferencia Euromediterránea, a
efectos de que si el señor Presidente y esta Comisión lo estimasen
pertinente, de aquí al trámite que se fije por la Mesa de la Cámara y por
la Junta de Portavoces, se procediera a la inclusión en el orden del día
del informe de la Ponencia y podamos pronunciarnos, si hubiera tiempo,
sobre la conveniencia de que responsable cualificado del Gobierno pudiera
informar a esta Comisión de las razones que han llevado al Gobierno
español a aceptar las tesis del señor Chirac y conocerlas a través del
interlocutor español, que en mi opinión debería ser nuestro Ministro de
Asuntos Exteriores, presente en esa Conferencia.

En segundo lugar, señor Presidente, quiero dejar testimonio fehaciente
hoy ante el «Diario de Sesiones» de que Coalición Canaria apoyará
cualquier iniciativa suya, señor Presidente. Cuando este documento se
presente en la Conferencia Euromediterránea de Barcelona, en la forma que
desconozco, tendrá usted todo nuestro apoyo institucional para que la voz
de la Ponencia y de esta Comisión se escuche allí. Dado que el documento
que nos entregó en grata comida de trabajo el señor Ministro de Asuntos
Exteriores se refería a la óptica del Gobierno y dejó claro ahí que es
una reunión gubernamental en que no están los Parlamentos y dado que se
celebra en España, queremos que este trabajo magnífico, el exhaustivo
análisis de esta Comisión, con un grado de consenso altísimo,
prácticamente total --salvando cuestiones, que suscribo plenamente,
señaladas por anteriores compañeros intervinientes--, tenga allí una
representación institucional digna en la forma que se estime. En
cualquier línea que se siga, señor Presidente, tendrá el apoyo de
Coalición Canaria.




El señor PRESIDENTE: Señor Mardones, sobre lo primero, el señor Diputado
entenderá que yo podría conocer cuáles fueron esas conversaciones, pero
la verdad es que mi información, como es normal en estos casos, es por
los medios de comunicación y no he tenido oportunidad de adoptar una
posición.

Dicho esto, creo que el Parlamento, la Comisión y el Pleno, en el
ejercicio de su soberanía, como es lógico, puede fijar su posición,
independientemente de la posición que tenga el Gobierno. Normalmente, en
los trabajos de esta ponencia hemos tratado de coordinarlo, porque la
posición del Gobierno no es sólo del Gobierno de España, sino de la Unión
Europea, que es la que hemos ido siguiendo desde el mes de abril hasta
ahora. Insisto, nosotros como Comisión, y el Pleno en su momento, si así
lo considera oportuno, puede fijar una posición, por ejemplo, en cuanto
al tema que ha surgido, tanto en el Grupo Popular como en Coalición
Canaria, Izquierda Unida y otros, sobre la presencia o no de Estados
Unidos y de Rusia en la Conferencia Euromediterránea.

Es bueno tener esa información del Gobierno y la tendremos, yo la
recabaré como Presidente de la Ponencia y de la Comisión, pero, en
cualquier caso, eso no debe ser óbice para que nosotros avancemos en
nuestra definición, de acuerdo con lo que la Comisión, por unanimidad o
por



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mayoría, y el Pleno, mayoría o por unanimidad consideren conveniente.

En cuanto a lo segundo, tomo nota porque creo que sería bueno, como
Ponencia y como Comisión, sobre todo, como Parlamento, que estuviéramos
presentes, de alguna manera, en la Conferencia Euromediterránea. Adelanto
que probablemente, o muy probablemente, no con voz, pero sí tendremos
presencia para, de alguna forma --que seguro se encontrará-- hacer llegar
el informe a la propia Conferencia Euromediterránea, a través de la
Presidencia, que es la Presidencia española. Se me ocurre que es el mejor
método. Podemos seguir hablando o recabando la opinión del resto de los
portavoces cuando terminemos esta ronda.

El señor Albistur, por el Grupo Mixto, tiene la palabra.




El señor ALBISTUR MARIN: También expresaré la opinión del Grupo Vasco en
esta materia.

En torno a las valoraciones, quisiera hacer una pequeña introducción. Nos
hemos encontrado con dos textos diferentes, por eso, quizá, algunas de
las apreciaciones que han sido realizadas anteriormente, en las que yo
también iba a insistir, se deben a la confusión de esos dos textos. Al
entregar usted ahora una nueva copia del informe definitivo, veo que
algunas apreciaciones están ya corregidas.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Albistur. No es por prurito. El texto
que he facilitado ahora estaba ya repartido a los miembros de la
Comisión, no sé la fecha exactamente, pero hace varios días.




El señor ALBISTUR MARIN: Yo recibí el 2 de octubre, del Presidente de la
Comisión, un texto que venía sin las correcciones. Ahora parece ser que
la entrega del texto que ha sido realizada por el señor Recoder ya tiene
las correcciones hechas.

Indicado ese hecho, que diríamos es menor, pasaría a hacer alguna
evaluación. Habrá que hacerlo fundamentalmente en el Pleno, pero tampoco
dejar de hacer constar en la Comisión el hecho histórico que significa
precisamente que un Parlamento pueda presentar en una reunión de Jefes de
Estado del área mediterránea unas propuestas y unas reflexiones como las
que aquí figuran; sobre todo, por lo que significa de solidaridad,
manifestada también en esta Comisión, porque aquí estamos miembros de la
Ponencia que tenemos una clara vertiente atlántica y entendemos
claramente que esta vertiente atlántica y su problemática está
íntimamente ligada con la vertiente mediterránea. Además, esta
Conferencia (que me gustaría mantuviera desde ese punto de vista el
espíritu euromediterráneo, porque creo que Europa tiene una problemática
hacia el mar muy significativa al norte y al sur) realiza una simbiosis
entre nórdicos y sureños; en este caso tenemos que arrastrar con nosotros
la solidaridad de daneses, de noruegos, de suecos, de finlandeses, de
alemanes, en definitiva, también arrastrar en el futuro a polacos,
lituanos, letones, etcétera. Por eso, creo que esta Ponencia tiene valor
histórico y que un Parlamento precisamente pueda realizar una sugerencia,
no me atrevería a calificar este informe de otra forma, a esa Conferencia
de Presidentes de Estados del área mediterránea.

Tengo que manifestar que inicialmente, en la primera lectura que había
hecho, no veía que figuraran las propuestas de resolución que nosotros
presentamos el 26 de septiembre, pero veo que después han sido recogidas,
muy bien recogidas, precisamente en el espíritu y en el texto de lo que
se quería reflejar y, en particular, un hecho, que es precisamente la
referencia a los conflictos políticos existentes todavía en la zona y, en
concreto, la referencia al plan de paz de las Naciones Unidas en el
Sahara, que aunque parece pueda ser más sur que el propio Mediterráneo,
sin embargo es un escollo que permanece en el área y puede impedir otros
acuerdos, incluso puede complicar a países que ya están de alguna forma
complicados, como puede ser el caso de Túnez o de Argelia respecto a
Marruecos; incluso supone una grave responsabilidad para España en
relación a que de una vez quede terminado ese plan de paz. Por tanto, nos
parecía importante introducirlo y agradecemos su recogida.

A nuestro modo de entender, no hemos expresado cómo, porque es delicado.

Quizá la Ponencia dedica párrafos importantes al hecho de la emigración y
también dedica párrafos importantes y significativos, incluso detallados,
a medidas para evitar precisamente esta emigración, fomentando el
desarrollo integral en los países del área mediterránea, sobre todo en
los del Norte de Africa. Creo que quizá deberíamos haber hecho un
análisis más importante y significativo sobre la emigración y la
integración de esa emigración en Europa; no lo hemos hecho, pero quizá
podría haber sido una sugerencia, que tampoco yo he sabido expresarla,
porque me parece un tema delicado, simplemente la dejo ahí por si en la
Ponencia hubiera alguna idea más que poder destacar.

También quiero destacar el informe del año 1992. Yo no estuve en aquella
Comisión, no era parlamentario, pero repasando la hemeroteca y recogiendo
parte de sus fondos, ese informe me parece que era muy significativo,
precisamente como madre, vamos a decirlo así, de esta Ponencia y de este
otro informe. Creo que entonces todavía estábamos un poco lejos de las
circunstancias actuales, no nos las imaginábamos, pero aquel informe se
adelantó de forma significativa y merecía la pena la referencia que el
señor Recoder ha hecho para que se incluyera. Por eso, en el texto nuevo
figura ya recogido; después del párrafo que se refiere a la comparecencia
de Javier Solana Madariaga, Ministro de Asuntos Exteriores, queda
reflejado y nos parece satisfactorio.

Finalmente, quisiera introducir «in voce» una propuesta que a mi modo de
entender mejoraría la redacción formal de la Ponencia. La Ponencia, en la
página 12 del texto que me fue entregado el día 2 de octubre, y que
coincide con la página 12 del nuevo texto entregado hoy, dice: En cuanto
a los ámbitos concretos de cooperación, debe destacarse, en primer lugar,
la cooperación política y económica. Entonces, se pasa a una serie de
afirmaciones concretas que a mi modo de entender deberían ser quizá la
parte final del Capítulo III del informe. En las reflexiones



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que se hacen en la página 14 la Ponencia quiere destacar en este campo su
reconocimiento a la acción constante, a veces no suficientemente valorada
de la Unesco, porque es más discursivo, menos reflexivo, menos
indicativo. Terminar este Capítulo III con las indicaciones que hacemos
--porque son indicaciones muy concretas-- a los temas como formación,
política agrícola mediterránea, los medios de comunicación, fomento del
desarrollo integral, etcétera, que hacemos precisamente entre las páginas
12, 13 y hasta la mitad de la 14.

Nos parece que con ello daríamos a esta Ponencia un carácter de cierto
compromiso porque si no quedan diluidas, hacemos propuestas que son de
interés y, además, yo creo que son irrelevantes con relación a la
política mediterránea. Finalizaríamos con el capítulo IV, que es una
reflexión final que recoge la problemática general del informe.

Estas serían mis sugerencias.

Por último, querría destacar el espíritu de cooperación y de acuerdo que
ha existido en esta Ponencia.




El señor PRESIDENTE: El espíritu de la Ponencia y ahora Comisión, así
como la propia singularidad de los debates sobre un informe que no es un
proyecto de ley articulado hace que, por parte de la Presidencia, tenga
que existir cierta agilidad y flexibilidad y haya que improvisar sobre la
marcha, por eso creo que sería conveniente, si les parece bien a los
señores Diputados, abrir otra ronda rápida de intervenciones, una ronda
rápida porque no se trata de emitir argumentos de fondo sino de que la
Presidencia y los propios Diputados puedan conocer la posición de cada
uno de los grupos respecto a las diversas enmiendas presentadas.

Adelanto, quizá abusando de mi papel de Presidente, que en un 80 ó 90 por
ciento va a existir consenso y que, por tanto, no deberíamos perder
demasiado tiempo en cosas que creo van a ser asumidas por la Comisión
sino que deberíamos centrarnos en aquellas en las que probablemente,
aunque a lo mejor me adelanto, en principio, no hay acuerdo, siempre con
el espíritu de tratar que el acuerdo sea el máximo posible.

Con estas recomendaciones que me permito hacer como Presidente abro un
nuevo turno de intervenciones, rogándoles la mayor brevedad posible, para
saber cuál es la posición de la Comisión respecto a las distintas
enmiendas que han sido presentadas.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor
Cremades.




El señor CREMADES SENA: Gracias, señor Presidente.

De alguna manera necesitaba este turno ya que, al haber inaugurado hoy
las intervenciones y sido presentadas las enmiendas por parte de los
distintos grupos en la primera ronda de intervenciones, quería manifestar
cuál era la posición de mi grupo respecto a las mismas.

En primer lugar me referiré a las propuestas presentadas por el Grupo
Popular. El Grupo Popular ha planteado una serie de cuestiones al primer
texto relativas al medio ambiente, derechos humanos, relaciones
transnacionales, intercambios sociales, temas de terrorismo y
narcotráfico. Es verdad que el interés especial del citado grupo por que
hubiese una redacción más precisa fue recogido, aunque también es cierto
que esas aportaciones aparecían ya reflejadas en el informe inicial. No
obstante, nosotros valoramos positivamente ese toque de atención que el
Grupo Popular hizo en Ponencia para que quedasen mucho mejor recogidos en
el segundo texto esos aspectos que le preocupaban, al igual que al resto
de los grupos.

Respecto a las enmiendas «in voce» presentadas por el Grupo Popular he de
decir que el Grupo Socialista no está de acuerdo con la primera de ellas
(página 9, párrafo tercero). El Grupo Socialista prefiere mantener la
redacción del informe actual que recoge una enmienda del Grupo Vasco y
del Grupo Mixto en el sentido de resaltar las resoluciones sobre el Plan
de paz del Sahara puesto que no vemos muy claro introducir el párrafo
asimismo hay que valorar el esfuerzo de pacificación desarrollado en
operaciones de mantenimiento de la paz por parte de Naciones Unidas y de
la OTAN, así como de países que como Estados Unidos o Rusia deben prestar
su colaboración, por una cuestión y es porque creemos que anteriormente
hacemos una valoración en la que decimos que deben tenerse en cuenta las
de otros organismos internacionales, especialmente --como dice el texto--
al Plan de paz de Naciones Unidas sobre el Sahara. Creemos que el término
«otros organismos internacionales» puede resultar más difuso pero en él
están incluidas Naciones Unidas y OTAN.

Respecto al Plan de paz de Oriente Medio he de decir que la enmienda que
presenta el Grupo Popular dice exactamente igual que lo que aparece
reflejado en el texto, casi literalmente, por tanto estamos totalmente de
acuerdo con la misma puesto que ya está recogido en el texto.

En cuanto a su segunda enmienda (al final del párrafo primero de la
página 13) que dice: ... y favorecer la complementariedad y el desarrollo
de las relaciones interregionales sobre todo entre los países del sur,
estamos totalmente de acuerdo con ella puesto que creemos completa el
texto y por tanto la vamos a apoyar.

La tercera enmienda recogida en el segundo párrafo de la página 13
propone eliminar ... «y no terceros». Nosotros realmente creemos que
cuando se habla del protagonismo de los países de la zona lo único que
hace la expresión «y no terceros» es reiterar en negativo la exclusión de
países que no sean de la zona. Probablemente sea mejor la redacción
propuesta por el Grupo Popular y no tendríamos inconveniente en aceptar
esa enmienda, pero si estamos diciendo que los protagonistas deben ser
los países de la zona decir «y no terceros» es reiterar lo dicho
anteriormente pero en aspecto negativo excluyente. Nos parece mejor
eliminar «y no terceros».

Dicen que los párrafos cuarto y quinto de la página 13 no están bien
redactados. Yo creo que sobra un «que» en el párrafo tercero. El párrafo
segundo dice textualmente lo siguiente: «Para ello esa cooperación no
debe reducirse a términos puramente mercantiles o económicos.» Ese
párrafo puede ser correcto, pero a continuación, el párrafo tercero dice:
«Ello que no resta protagonismo a la estricta cooperación económica.»
Creo que a eso se refería el



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Grupo Popular, por tanto, eliminando el «que», si así lo entiende el
citado grupo, su enmienda queda totalmente recogida con esta nueva
redacción.

Respecto a la enmienda número 5, que propone una nueva redacción a partir
de «política agraria mediterránea», nosotros estaríamos de acuerdo en
añadir ese párrafo puesto que lo completa, pero al final del texto de la
enmienda, donde dice «de una industria agroalimentaria transformadora de
productos», debería continuar lo que dice el propio texto: «superando
inercias históricas en este terreno y ajustándolas a criterios de mayor
rentabilidad». A nuestro juicio, la redacción quedaría así más completa.

En cuanto a la enmienda sexta de la página 15, que propone añadir al
final del párrafo tercero «origen de actitudes racistas y xenófobas»,
creemos que es correcto hacerlo y por tanto la vamos a apoyar.

La séptima y última enmienda de adición al texto, dice que para el
proceso de paz y estabilidad en la cuenca mediterránea se debe llegar a
acuerdos por parte de los países ribereños sobre el control de armamentos
en la zona y en especial la no proliferación de armamento estratégico de
destrucción masiva, estamos de acuerdo con el texto propuesto, que podría
incluirse, puesto que la enmienda no dice dónde debería hacerse, al final
de la página 15, donde se dice que la Ponencia no puede olvidar el ámbito
de la cooperación militar. Al final de esa página podría incluirse este
texto que precisa más la cooperación militar como uno de los principios
de control de los armamentos.

Hasta aquí lo relativo a las enmiendas presentadas por el Grupo Popular.

Con relación a la enmienda «in voce» que plantea el Grupo de Izquierda
Unida respecto a la cuestión de frontera vulnerable que figura en la
introducción general del informe, pensamos que, evidentemente, puede dar
la impresión de una contradicción, cuando se dice, en el segundo párrafo,
que Europa se ve desde el sur como una frontera cerrada y, por otra
parte, se dice que el Mediterráneo, por una cuestión de desequilibrios,
etcétera, se considera una frontera vulnerable.

A nuestra manera de entender, la frontera vulnerable es un término que
está acuñado y que incluso se ha hecho popular. Me parece bien que la
eliminación de esa contradicción que señalaba el portavoz de Izquierda
Unida y que nosotros estamos más o menos de acuerdo en que se puede dar
la apariencia de esa contradicción. Como en el párrafo segundo se dice
que desde el sur se ve como una fortaleza cerrada, se podría resolver en
vez de decir: «El Mediterráneo, cuna de culturas, civilizaciones
etcétera, hasta medioambientales, que la convierten...», diciendo que
desde el norte se ve como una frontera vulnerable y enlazando con que
desde el sur se ve como una fortaleza cerrada. Hay que intentar superar
esa visión diferente que hay desde el sur y desde el norte sobre el tema
de la frontera mediterránea.

En la introducción general queda claro que desde el sur hay una visión
determinada de Europa, como una fortaleza cerrada, por tanto, como una
fortaleza con frontera cerrada, y desde el norte se da la impresión de
que la frontera sur es una frontera vulnerable. De todas maneras, dejo
esto para matizarlo, más después de oír al portavoz de Izquierda Unida,
en el sentido de ver la posibilidad de superar un texto que puede dar esa
impresión de contradicción.

La cuestión que plantea Izquierda Unida sobre que cuando se habla de
desarrollo se incluya la palabra sostenible, nos parece bien. Nos parece
bien porque incluso uno de los principios de la cooperación española, en
términos generales, es buscar un desarrollo sostenido y sostenible,
especialmente sostenible, por lo que no tendríamos inconveniente alguno
en que cuando se habla de desarrollo se pusiera desarrollo sostenible.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Cremades, sólo a título de aclaración,
que es lo que intenta la Presidencia y no pronunciarse, que eso lo van a
hacer los grupos y sus portavoces.

En este punto de la página 5 --y creo que eso ayuda un poco al debate--
que el Grupo de Izquierda Unida propone que se diga desarrollo económico
sostenible, quiero señalar que se trata de un párrafo entre comillas se
está referido a una traslación literal del artículo 130.U del Tratado de
la Unión Europea, en su Título XVII y al citar literalmente un artículo
no podemos modificar su texto. No se trata de un problema de fondo de la
cuestión; no es que nosotros como Comisión, en un texto del resto del
informe hablemos de desarrollo sostenible.

Esa aclaración en cuanto a la inclusión de esa palabra.




El señor CREMADES SENA: Gracias, señor Presidente, por su aclaración. Lo
que pasa es que cuando el portavoz de Izquierda Unida manejaba los textos
--como me ha pasado con el señor Albistur-- por lo visto, al manejar dos
textos diferentes cuando hacen referencia a una determinada página no
coincidía. Es evidente que, como principio genérico, entendía lo que
planteaba el Diputado de Izquierda Unida y, cuando se hable de
desarrollo, hablar de desarrollo sostenible; eso se aceptaría.

Evidentemente, si se está haciendo referencia a un determinado texto,
retiro todo lo anterior, porque no tendría sentido alguno.

Sobre este tema del Sahara ya me he pronunciado y, por tanto, contesto de
esta manera al Grupo de Izquierda Unida.

Coalición Canaria planteaba una cuestión, que hoy aparece en la prensa,
sobre la exclusión de la presencia Estados Unidos y la Unión Soviética en
la Conferencia. Salvo por la referencia de prensa, no conozco el tema,
pero lo cierto es que a lo largo del trabajo de la Ponencia se ha hecho
bastante hincapié, desde el principio, en que la Conferencia era
Euromediterránea y que, por tanto, los participantes deberían ser los
países que están afectados por la zona geopolítica de la que va a tratar
la conferencia. Me da la impresión de que en este sentido puede ir el
hecho de esta exclusión --por decirlo de alguna manera-- que habla de
Estados Unidos y la Unión Soviética. Desde luego, como países
participantes de la Conferencia esto ha quedado claro a lo largo del
trabajo de la Ponencia y de los trabajos que se están haciendo en la
preparación de la propia Conferencia. Sin embargo, desconozco si como
asistentes, o no sé de qué otra manera, como observadores o algo así, se
esté negando o no su presencia, por lo que en este momento



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no me podría pronunciar sobre este tema. Sí está claro que son los países
de Europa y los países mediterráneos de la cuenca sur que tienen relación
con la Unión Europea, en estos momentos, los que van a ser protagonistas
y participantes de la Conferencia.

Por supuesto, coincidiendo con Coalición Canaria, quiero reiterar todo el
poyo institucional de mi grupo para que este trabajo de la Ponencia
--importantísimo a nuestro juicio-- que está elaborando este informe
tenga la mayor eficacia posible, dentro del marco en que nos vamos a
mover, en esa Conferencia de Barcelona. Asimismo, por supuesto, quiero
reiterar todo nuestro apoyo al Presidente de la Comisión para que sea lo
más eficaz posible este importante trabajo que estamos realizando.

Sobre los textos yo también me he hecho un poco de lío, porque trabajando
con dos documentos distintos cuando hacía referencia a algunas cosas
concretas es difícil seguirlos, quiero aclarar al señor Albistur que, de
los dos diferentes textos que hay, yo tengo conocimiento de que en mi
grupo, con unos días de antelación, hemos recibido en casillero el texto
nuevo. Curiosamente, el nuevo texto era el que ya tenía incorporadas
algunas de las enmiendas planteadas por el propio señor Albistur, del
Grupo Mixto, y por el Grupo Vasco concretamente sobre el tema del Sahara,
que se aprobó y se acordó incluirlo en la última reunión de Ponencia, a
la que desgraciadamente casi nadie pudo asistir. Tal vez el
desconocimiento de ese segundo texto es lo que hace que muchos temas que
ha planteado el señor Albistur, por no haberle llegado a tiempo,
probablemente, ya están incluidos en el texto nuevo. Muchas cosas de las
que él planteaba están ya totalmente recogidas e incluidas en el nuevo
texto, que es el que yo estoy manejando.

En principio, quiero decir que se ha planteado un problema importante
respecto a la emigración, a la integración de los emigrantes, etcétera,
que parecía no se recogía excesivamente. Quiero destacar aquí un texto,
que no sé si algunos otros portavoces han manejado, en la Ponencia no
aparece y que para mí ha sido importante y me ha servido, porque aclara
el problema de la demografía y los desequilibrios demográficos previstos
par el futuro. Entre los textos a que se hace referencia, o los informes,
como a los proyectos del señor Moya Milanés y Rato Figaredo, hay un texto
del señor Cucó, un texto importante y que a mí me ha servido, que es un
informe aprobado en el Consejo de Europa, de junio de 1992, sobre
desequilibrios demográficos en la cuenca mediterránea, cuyos autores son
madame Aguiar, y el señor Vázquez, compañero nuestro en esta Comisión,
cuya lectura recomiendo en este tema importante, porque a mí me ha
servido para tener más luz en el problema de la demografía en el
Mediterráneo.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Hernando, del Grupo
Popular.




El señor HERNANDO FRAILE: En primer lugar, para manifestarme respecto de
las enmiendas que han presentado otros grupos. En principio, quiero
señalar que estamos de acuerdo con las enmiendas realizadas por el Grupo
de Izquierda Unida, referentes al tema de la frontera vulnerable, así
como a la sustitución del euromediterráneo por intermediterráneo, que
creemos mejora el texto.

Respecto a la introducción de la palabra sostenible, en la página 5,
quiero reiterar que la redacción correspondía a una cita y que, por
tanto, no está sujeta a enmiendas, tal como ya ha recalcado el señor
Presidente.

Nosotros no vamos a poner ningún tipo de inconveniente en que, conforme a
la enmienda que se ha presentado el Grupo Catalán (Convergència i Unió),
se suprima la referencia a los nacionalismos que existe en el texto. A
nuestro juicio, se hace una referencia a determinado tipo de
nacionalismos y no a otros. No obstante, aunque creo que el Grupo Catalán
(Convergència i Unió) no se da por aludido en esa redacción, no vamos a
ser beligerantes y somos partidarios de eliminar esa referencia.

Por lo que se refiere a algunas de las cuestiones que han tratado otros
de los intervinientes, a mí me gustaría de alguna forma tener --y luego
enlazaré con los comentarios a nuestra enmiendas-- una posición clara del
Gobierno, porque es verdad que sobre la cuestión de los participantes el
protagonismo debe corresponder a quienes han organizado el evento, pero
nosotros teníamos alguna noticia referente a que al final iban a ser
invitados Rusia y Estados Unidos como países observadores, igual que otra
serie de organismos multilaterales, Liga Arabe y otra serie de
organizaciones. Nosotros entendemos, y lo hemos manifestado desde el
principio en el seno de la Ponencia, que la presencia de Rusia y de
Estados Unidos, no sólo por la situación histórica de pasado sino por la
situación de presente, es ineludible y que deberían participar en la
conferencia de alguna forma; desde luego, no con la misma categoría que
aquellos países que son los organizadores, no con la categoría o el
protagonismo que deben tener los países de la Unión Europea y del arco
mediterráneo. Sin embargo --como decía-- por su tradición histórica, por
los esfuerzos que han realizado algunos de estos países, por la presencia
política y económica que tienen y siguen teniendo estas dos grandes
potencias en la zona, nos parecía que defender la postura francesa de
exclusión no conducía a ninguna parte.

Por lo que se refiere a las enmiendas del señor Albistur, del Grupo
Mixto, quiero decir que nosotros la inmigración la habíamos incluido en
la primera propuesta de temas a incluir. Nosotros habíamos hecho una
referencia muy concreta que no fue recogida en el informe. Decíamos que
el problema de la inmigración ilegal también debería ser objeto de los
trabajos de los grupos de colaboración que se formarán posteriormente.

Creemos que todavía podría incluirse este asunto en alguno de los
párrafos del texto, pero lo dejo a juicio de la Presidencia porque ahora
mismo no recuerdo el lugar exacto donde podríamos introducirlo. Una
referencia a la inmigración ilegal en el punto de los grupos de
colaboración que se van a formar posteriormente a la conferencia creo que
sería el lugar adecuado.

Por lo que se refiere a la exposición de los distintos grupos sobre
nuestras enmiendas, quiero agradecer el apoyo de la mayoría de ellos a
casi todas.

Al igual que he hecho en mi exposición, quiero introducir algo más
referente a una de las cuestiones que quizá no



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haya quedado clara. Nosotros no tenemos ningún prejuicio en que se
incluya el tema del Sahara en este informe. Lo habíamos excluido de forma
expresa porque creíamos que venía reflejado al hablar de las resoluciones
de Naciones Unidas. El hacer una reflexión expresa no tiene ningún
problema para nuestro grupo; quizá, lo único, el planteamiento sobre si
el Sahara es una zona mediterránea o no y sobre eso podríamos realizar el
debate, pero vuelvo a expresar que mi grupo no va a ser beligerante en
este tema.

Sí va a ser más beligerante en lo referido a la necesidad de incluir de
alguna forma la valoración positiva de este Parlamento respecto de los
esfuerzos de pacificación desarrollados por las operaciones de
mantenimiento de la paz. Si quieren ustedes, mi grupo y yo estaríamos
dispuestos a hacer mención expresa de las que ha realizado Naciones
Unidas y de las que va a realizar la Otan. No hacer una referencia en
este informe al esfuerzo de pacificación, a las operaciones de
mantenimiento de la paz en lo que han contribuido a la estabilidad de la
zona, con sus luces y sus sombras, parecería que es un error y que
dejaría de alguna forma incompleto el informe. Por lo tanto, estaría
dispuesto a sustituir las palabras «por parte de Naciones Unidas y la
Otan» por otra referencia a fuerzas multilaterales, fuerzas
multinacionales, fuerzas de la comunidad internacional o como ustedes
crean oportuno.

La colaboración política y económica en la zona de países como Estados
Unidos o Rusia yo creo que es una evidencia. Vamos a hacer una zona común
de desarrollo. Pretendemos, como se dice al comienzo del informe de la
Ponencia, que esto vaya más allá, que el Mediterráneo vuelva a retomar su
protagonismo, que se vuelva a convertir en ese medio de la tierra que fue
históricamente durante siglos y siglos, con las dificultades que entraña.

Eludir de ese intento a países de la importancia militar, estratégica,
política y económica como son Rusia y Estados Unidos, a nuestro juicio,
no tiene ningún sentido. Quiero decir al señor Cremades que en esa misma
enmienda lo único que hacíamos al final, al hablar del proceso de paz en
Oriente Medio, era incluir el acuerdo que ha sido ratificado en
Washington. Era lo único que se incluía como aspecto nuevo en esa
enmienda. Yo no sé si ya ha sido modificado, pero en principio en el
texto inicial no había sido así. (El señor Cremades Sena: Está
modificado.) Si lo ha sido y está incluido, por nuestra parte no hay
ningún problema.

Nada más, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Vázquez, de Izquierda
Unida.




El señor VAZQUEZ ROMERO: Voy a empezar por ese término que a mí me parece
agresivo de la «frontera vulnerable». Es evidente que es un término
acuñado, es obvio, y de alguna manera todo el interés de esta
Conferencia, de esta Ponencia y de la política de cooperación con el
contorno sur mediterráneo es evitar que sea una frontera agresiva o que,
a través de esa vecindad, puedan llegar problemas al resto de Europa, al
mismo tiempo que otro interés tiene que ser llevar prosperidad a la
ribera sur. Yo decía que me parece un término agresivo, innecesariamente
agresivo. Podríamos encontrar una redacción --que yo no tengo ahora
mismo-- que viniera a significar algo un poco simbólico entre lo que
decía el señor Cremades y lo que decía yo de que desde el sur se tiene
esa visión --que hay que combatir no sólo desde el sur sino también desde
el norte-- de la Europa fortaleza y que desde el norte se tiene la visión
del sur de la Comunidad como frontera vulnerable. Es necesario luchar
contra esas dos realidades: la de la Europa fortaleza y la de la frontera
vulnerable, y la forma eficaz de luchar es, lógicamente, desarrollar
políticas de cooperación, no neocoloniales, no dependientes sino
interdependientes, como decimos a lo largo del texto. Encontrar una
redacción adecuada, si estamos de acuerdo en la idea, yo creo que puede
ser relativamente fácil y sin duda los servicios de la Cámara lo pueden
hacer o lo podemos hacer nosotros después de manera más informal. Es
decir, hay que combatir una visión del sur como nuestro enemigo potencial
y una visión del norte desde el sur como fortaleza cerrada. Esta es un
poco la idea a la que me refería.

Tiene razón el Presidente cuando dice que no podemos introducir el
concepto «sostenible» al hablar de desarrollo cuando estamos copiando
literalmente un artículo del Tratado de la Unión, pero sí podemos
introducirlo cada vez que hablamos de desarrollo, y se dice muchas veces
esta palabra, porque no es una coletilla banal, no es un lujo literario,
es una necesidad conceptual. Cada vez que en el informe hablamos de
desarrollo es necesario incluir la expresión «sostenible». Estoy seguro
de que está aceptado por parte de todos y, repito, no como un detalle
técnico sino como un concepto fuerza.

En el informe se dice que éste es un tema de los europeos, del contorno
sur y del contorno norte del Mediterráneo, y se excluye la posibilidad de
que Estados Unidos o la ex Unión Soviética sean miembros de la misma. Yo
creo que cuando Estados Unidos, en las organizaciones regionales a las
que pertenece, la OEA o cualquier otra, establece sus marcos de relación
con los países americanos no se le ocurre invitar a Europa, incluso
cuando Europa alguna vez ha pedido ser observada en esas reuniones: nunca
ha tenido el detalle de invitar a la Unión Europea. No es un problema de
deferencia diplomática, es un problema de intereses comerciales, de
intereses culturales y de intereses de todo tipo. Creo que no podemos
desconocer el papel de más que notable hegemonía de los Estados Unidos,
pero no hace falta que lo reconozcamos hasta el punto que le demos vela
en todos los entierros. En este entierro ellos no tienen por qué tener
vela, por lo menos una vela razonable. Pueden tener alguna, pero no la
fuerza fundamental. Es cierto que sigue estando en el Mediterráneo la VI
Flota. Ignoro si está la equivalente ex soviética; supongo que no, pero
la VI Flota sí que está. Que ellos se tomen la libertad de hacernos ver
sus barcos periódicamente no significa que nosotros, como Unión Europea y
como país de un área determinada, les tengamos que invitar
obligatoriamente a los debates sobre una política que afecta
fundamentalmente a las riberas norte y sur del Mediterráneo y al conjunto
de la Unión Europea.

Es verdad que hay un cierto desconcierto sobre si van o no van a ser
invitados, porque distintos miembros del Gobierno



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han mantenido diferentes posiciones. Yo recuerdo que el Comisario señor
Marín, Vicepresidente de la Comisión Europea, estaba en contra de la
presencia de los americanos y de los rusos, y utilizaba el mismo
argumento que yo hacía antes de que cuando ellos montan sus conferencias
regionales tampoco invitan, como entidad, a la Unión Europea. Después ha
dicho el Presidente del Gobierno que podría ser útil la invitación. Yo
creo que hay un cierto desconcierto en función de las determinadas
pasiones que estén haciendo los amigos americanos para estar presentes en
esta conferencia. Yo creo que no van a aportar nada y que no es necesario
que estén.

Como bien decía el Presidente, una cosa es la posición que tenga el
Gobierno y otra cosa la posición que adoptemos nosotros como Diputados,
como representantes de la soberanía popular. Hace muy pocas semanas hubo
unanimidad en el seno de la Cámara para condenar firmemente en una moción
la realización de pruebas nucleares por parte de Francia en la Polinesia.

Pues bien, ayer tuve ocasión de ver en Televisión a Felipe González
mostrándose respetuoso, como también lo fue en su momento el señor Aznar,
con la posición francesa. Esta posición puede ser comprensible desde una
óptica de Gobierno, pero desde una óptica parlamentaria me parece
absolutamente intolerable que nosotros hubiéramos pasado por encima de lo
que significa como atentado potencialmente ecológico, o de desprecio a
una cierta idea de la paz en el mundo, etcétera, no condenar las pruebas.

El Parlamento español ha condenado las pruebas nucleares. Que el Gobierno
no lo haga es su problema. Nosotros debemos reflejar en nuestro informe
la opinión de que es una Conferencia Euromediterránea en la que tienen
intereses la Unión Europea y los vecinos del sur Mediterráneo. Otra cosa
será la posición que tenga el Gobierno, que será coincidente o no con el
informe de la Ponencia. Esperamos y deseamos que sea coincidente y que
logremos participar del proceso de elaboración de opinión del Gobierno.

Si no es así, tendremos ocasión los grupos de la oposición de criticarlo
o de manifestarlo públicamente. En cualquier caso, él hará el papel que
tenga que hacer y nosotros como Diputados haremos el nuestro. Con esto
creo que podríamos salvar el asunto.

No me he referido en mi primera intervención a que no me gusta una parte
de la redacción, porque es difícil de comprender sobre todo por nuestros
vecinos del sur, a la que ha presentado una enmienda el Grupo Popular que
yo había apoyado. En la página 15 de este texto que estoy manejando ahora
se dice que la Ponencia no puede ignorar el ámbito de la cooperación
militar, que urge la definición de una estrategia europea para el
mantenimiento de la paz en el Mediterráneo, reforzando el marco
institucional ya existente de la Unión Europea Occidental. Esta redacción
no me parece que sea muy afortunada. La Unión Europea Occidental, al
margen de no ser una organización de la Unión Europea, porque hay unos
miembros de la Unión Europea que son de la Unión Europea Occidental y
otros que no lo son, también hay miembros de la Unión Europea que tampoco
lo son de la Unión Europea Occidental; es decir, que no hay coherencia
entre lo que es la pertenencia a la Unión Europea Occidental y a la Unión
Europea. Por tanto, no es una institución de la Unión Europea ni
comunitaria, obviamente es una organización militar. No hay ningún país
del contorno sur mediterráneo, excepto Turquía, que forme parte de la
Unión Europea. Reforzar, desde la óptica de la cooperación militar, lo
que es el pilar europeo de la parte defensiva, sin que haya ninguna
posibilidad explicitada en el informe de cooperación en otro plano, me
parece que es poco afortunado. No sé, ahora mismo, cuál podría ser una
redacción mas neutra. Creo que en esta redacción se vierte algún concepto
innecesariamente peligroso, agresivo, respecto de lo que pueda ser la
opinión de los socios del sur, a los que pretendemos a través de esto y
de muchísimas otras cosas más ayudar al desarrollo sostenible, etcétera,
para acabar con esa idea, entre otras, de la frontera vulnerable.

Agradezco al señor Cremades la referencia, que yo no he hecho por pudor,
a un trabajo sobre los desequilibrios demográficos en el Mediterráneo,
que podría incluirse si se tiene a bien (no sé si alguien más de la
Ponencia ha tenido ocasión de manejarlo), hecho por un Diputado
socialista portugués y por mí, y que fue aprobado por unanimidad en la
Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.




El señor PRESIDENTE: A los efectos de facilitar y organizar los debates y
la hipotética votación, veo que ha surgido varias veces el tema de la
presencia o no de Estados Unidos y Rusia en la Conferencia
Euromediterránea. Yo no sé si me he leído bien el texto, pero ni en el
texto ni en las enmiendas hay referencia alguna a ese tema. No sé lo que
hará el Gobierno. Yo he contestado a una pregunta del Diputado señor
Mardones de Coalición Canaria. Somos libres de hacer las reflexiones que
nos parezcan convenientes, pero no afecta a lo que tenemos que aprobar
aquí, salvo que algún grupo quiera presentar una enmienda diciendo que
hay que invitarles o no. Muy indirectamente está lo de la expresión «y no
terceros», que parece que habría que quitarla, pero eso no se refiere a
la invitación a la Conferencia Euromediterránea. Digo esto para ir
centrándonos y ciñéndonos en los temas que son objeto del informe y de
las enmiendas presentadas «in voce» por los distintos grupos.

Tiene la palabra el señor Recorder, del Grupo Catalán (Convergència i
Unió).




El señor RECORDER I MIRALLES: Las tres enmiendas que he planteado «in
voce» en su momento, en el segundo informe de la Ponencia que nos ha sido
repartido, veo que han sido perfectamente recogidas. Por tanto, no puedo
más que mostrar mi satisfacción al respecto. En primer lugar, en la
página 2, la referencia destacada al informe de la Ponencia sobre
objetivos generales de la política española de cooperación y ayuda al
desarrollo. Se han corregido los errores de redacción en la página 26. Y
en la antigua página 25, que ahora creo que es la 14, se ha eliminado la
referencia a los nacionalismos, propuesta que efectuaba nuestro grupo, no
porque nos sintiéramos identificados, en absoluto, ya que a continuación
se efectuaba una definición de estos nacionalismos que, como es obvio, no
tienen que ver nada con lo que nosotros defendemos, y por otro lado,
porque la referencia de la Ponencia era a un



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nacionalismo concebido desde la estructura del Estado, por tanto tampoco
nos podemos sentir representados, ni de muy lejos, como lo que allí se
dice.

Reitero nuestra satisfacción por estas inclusiones.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Albistur, por el Grupo
Mixto.




El señor ALBISTUR MARIN: Antes de pasar a comentar las enmiendas del
resto de los grupos, quisiera insistir en algo que he dicho anteriormente
y que no ha quedado suficientemente explicado o recogido por los grupos.

En la página 12, en el antepenúltimo párrafo empezando por abajo, estamos
diciendo que: En cuanto a los ámbitos concretos de cooperación debe
destacarse, en primer lugar, la cooperación política y económica. En el
informe estamos indicando cuatro ámbitos importantes de cooperación: el
político, el económico, el cultural y el militar. Además, hay una
propuesta de comparecencia del Gobierno con una cierta periodicidad en el
Parlamento para informar. Estamos indicando cuatro áreas de actuación que
a mí me parece que son importantes, relevantes. Además, se dicen cosas
interesantes, sobre todo en el tema cultural cuando se habla de
mestizaje. El hecho de destacarlo por boca de un nacionalista puede sonar
hasta un poco extraño, pero a mí me parece que ese es un tema real, que
existe ya hoy. El mestizaje se ha dado en Europa, el mestizaje se va a
dar como consecuencia de esa emigración de la que hablábamos
anteriormente, y además, el mestizaje cultural es un hecho con el que nos
tenemos que enfrentar.

Por tanto, entiendo que deberíamos marcar --lo digo más concretamente que
antes-- cuando dice: «En cuanto a los ámbitos concretos de cooperación
debe destacarse, en primer lugar, la cooperación política.» Y después
vienen cuatro párrafos. Donde dice: «Para ello», deberíamos quitarlo y
decir: Aunque esa cooperación no debe reducirse a términos puramente
mercantiles o económicos, ello no resta protagonismo a la estricta
cooperación económica y vendrían prácticamente otros tres párrafos. En la
página 13, abajo, donde dice: «En cuanto a la cooperación cultural»,
proponemos que se diga: En tercer lugar... Y después vienen una serie de
párrafos que yo creo que son encomiables, desde el punto de vista de ese
análisis cultural. Luego vendría: En cuarto lugar, la Ponencia no puede
ignorar el ámbito de la cooperación militar..., etcétera. Aquí se podría
incluir la enmienda del Grupo Popular. Y por último, por no decir en
quinto lugar, diríamos: La Ponencia, finalmente, considera también de
interés en este marco la comparecencia periódica del Gobierno. Este era
el aspecto formal que yo sugería proporcionar al informe, porque me
parece que destacamos cuatro ámbitos interesantes más un permanente
seguimiento, que se haría en el Parlamento precisamente con la
información del Gobierno. Eso es lo que quería indicar y lo expreso aquí
ya de forma más concreta por si el resto de los miembros de la Ponencia
considera que puede corregirse en esa línea.

En relación a las enmiendas presentadas por el Grupo Popular, estaría
prácticamente de acuerdo con las números 2, 5, 6 y 7 si se incluyera este
párrafo último a continuación de la cooperación militar, y con la número
1, si se nos acepta la transacción de que se mantenga la redacción del
texto en cuanto a las recomendaciones al Parlamento Europeo y al plan de
paz de las Naciones Unidas.




El señor PRESIDENTE: Ya hemos hecho el segundo repaso de las posiciones
de los grupos parlamentarios, a ver si entre el letrado y los portavoces
pueden ayudar a la Presidencia a ir fijando ya posiciones.

Voy a empezar por lo más fácil, digo por lo más fácil porque es donde ha
habido más consenso, aunque si en algo me equivoco obviamente me pueden
corregir los señores Diputados. Por lo que se refiere a las enmiendas del
Grupo Popular, hay unanimidad en incluir la segunda, la cuarta, la
quinta, la sexta y la séptima. Por tanto, están asumidas. Dejemos
entonces la primera y la tercera para una mayor aclaración y podemos
seguir con las enmiendas de otros grupos.

En cuanto a las de Izquierda Unida, parece que hay unanimidad en
rectificar o expresar de otra manera el concepto de «frontera
vulnerable». Ahora encontraremos las fórmulas apropiadas y una nueva
redacción. Si no expreso exactamente las opiniones, ruego que, como han
hecho antes, me corrijan.




El señor CREMADES SENA: Como ha dicho el Presidente que si no recoge
exactamente las opiniones se lo hagamos saber, quiero pedir una
aclaración. Me gustaría saber si el Grupo Popular acepta el añadido que
yo había planteado en la quinta.




El señor HERNANDO FRAILE: Se acepta.




El señor PRESIDENTE: De acuerdo.

Como he dicho antes, en lo relativo a lo de la «frontera vulnerable»
encontraremos una nueva redacción.

En cuanto a poner la expresión «Intermediterránea» en vez de
«Euromediterránea», algunos grupos se han pronunciado y otros no.




El señor VAZQUEZ ROMERO: Yo no he dicho que sea una propuesta que haga.

Hablo de un informe. El último informe de la Comisión de Asuntos
Exteriores, Seguridad y Política de Defensa del Parlamento Europeo
sugiere que la denominación sea «Asociación Intermediterránea», dado
--dice textualmente-- que la propia Unión Europea es una entidad
mediterránea. Yo creo que el término «Euromediterránea» está bastante
acuñado, aunque puede ser redundante, pero «Intermediterránea» también
deja fuera conceptualmente otros aspectos de los socios del norte. Yo no
lo tocaría. Lo dejaría tal cual está.




El señor CREMADES SENA: Yo he sido uno de los portavoces a los que se les
ha pasado manifestar la opinión sobre lo que se planteaba. Estando de
acuerdo con el fondo de lo que expone el portavoz de Izquierda Unida, la
Conferencia de Barcelona tiene su propio nombre acuñado, que es
Conferencia Euromediterránea. Quiero manifestar



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que en este informe concretamente es preferible, a nuestro juicio,
mantener «Euromediterránea» en vez de «Intermediterránea», aún estando de
acuerdo, como digo, en el fondo de lo que plantea el señor Vázquez. Pero
como él ya ha manifestado que le parece bien, no creo que haya problema.




El señor PRESIDENTE: ¿Había alguna cosa más pendiente de Izquierda Unida
que no se haya aclarado?



El señor VAZQUEZ ROMERO: Lo de añadir la palabra «sostenible» después de
«desarrollo».




El señor PRESIDENTE: ¿Hay acuerdo en añadir la palabra «sostenible» donde
aparezca «desarrollo», siempre que no sean citas? (Asentimiento.) De
acuerdo. Tomo nota.




El señor HERNANDO FRAILE: Yo creo que ya está incluida en algunas.




El señor PRESIDENTE: En cuanto al Grupo Mixto, el señor Albistur ha hecho
varios cambios de situación de párrafos, para que sean más definitorios o
más reflexivos, más bien de redacción, de los que ha tomado nota el
letrado. Me gustaría saber si hay acuerdo del resto de los portavoces en
relación a esos párrafos que ha enumerado el señor Albistur en su
intervención.




El señor CREMADES SENA: Señor Presidente, con relación a lo que plantea
el señor Albistur en la página 12, yo suprimiría: «en primer lugar, la
cooperación política y económica». Es decir, quedaría de la siguiente
forma: En cuanto a los ámbitos concretos de cooperación debe destacarse:
en primer lugar, la cooperación política. Hay toda una serie de párrafos
que llegan hasta el quinto de la página 13. Después diríamos: En segundo
lugar, la cooperación económica. Y siguen todos los párrafos de
cooperación hasta la página 14, segundo párrafo. Luego iríamos citando en
tercer lugar, en cuarto lugar, hasta terminar los párrafos, para una
mejor redacción.




El señor VAZQUEZ ROMERO: Decía en la segunda intervención que no me
parecía muy afortunada la redacción cuando en la página 15, no sé de qué
informe, se dice: La Ponencia, por último, no puede ignorar el ámbito de
la cooperación militar, que urge la definición de una estrategia europea
para el mantenimiento de la paz en el Mediterráneo. A esto hay una
enmienda de adición, del Grupo Popular, que hemos apoyado todos, y yo
propondría la siguiente redacción global: La Ponencia, por último, no
puede ignorar el ámbito de la cooperación militar que urge la definición
de una estrategia europea para el mantenimiento de la paz en el
Mediterráneo. Es necesario para este proceso de paz y estabilidad de la
cuenca mediterránea llegar a acuerdos por parte de los países ribereños y
de la Unión Europea sobre acuerdos de armamento en la zona y en especial
a la no proliferación de armamento estratégico.

Me explico. Lo que hago es suprimir la referencia a la Unión Europea
Occidental. Quitarlo no forma parte de ninguna estrategia malévola. La
UEO es una asociación militar europea, no mediterránea; por tanto, buscar
una estrategia militar para Europa en el seno de la UEO es excluir
también a nuestros socios del sur y creo que es una redacción agresiva,
como decía antes. Suprimiendo la última línea que dice «reforzando el
marco institucional ya existente de la UEO», y añadiendo lo que dice la
séptima enmienda del PP, queda más neutro y más comprensible para las dos
partes, que es de lo que se trata. Al menos ésa es mi intención.




El señor PRESIDENTE: Sobre la redacción transaccional que propone
Izquierda Unida, tiene la palabra el señor Cremades, por el Grupo
Socialista.




El señor CREMADES SENA: Señor Presidente, en mi intervención, al aceptar
la enmienda número 7, del Grupo Popular, había incluso ubicado el lugar
donde debía ir esa enmienda. Se trata de seguir manteniendo lo que había
dicho anteriormente y aceptando, porque creo que lleva razón el portavoz
de Izquierda Unida, la supresión de «reforzando el marco institucional ya
existente de la Unión Europea Occidental», con lo cual sería «la paz en
el Mediterráneo». Y a continuación añadir la enmienda del Partido
Popular.




El señor PRESIDENTE: ¿Están de acuerdo todos los grupos? (Pausa.) Señor
Robles.




El señor ROBLES OROZCO: Estamos de acuerdo porque precisamente anteayer
se acaba de celebrar la comisión política de la UEO, de la que formo
parte, y en la que además nuestro compañero Luis María de Puig es el
ponente de un informe que está estudiando precisamente la vinculación
posible, a corto y medio plazo, entre la UEO y la Unión Europea y no
parece que haya por el momento una definición clara de cuál es ese papel
ni cual va a ser el lazo de unión entre la Unión Europea y la UEO en los
próximos años, con lo cual parece más razonable no hacer una mención tan
concreta y dejarlo más en el terreno de los principios.




El señor PRESIDENTE: De acuerdo. ¿Hay consenso sobre ese punto?
(Asentimiento.) En ese caso las propuestas que ha hecho el señor Recoder
del Grupo Catalán (Convergència i Unió), están asumidas en el informe
último que vino a esta Comisión.

Por tanto, si no olvido algo podemos volver a las enmiendas 1 y 3, del
Grupo Popular, donde sí había más disenso, digamos que no hay acuerdo.

Espero que las propuestas de los grupos sobre si se mantiene la enmienda
del Grupo Popular, se modifica, hay alguna transaccional o hay que llegar
a la votación. ¿Qué proponen los grupos?
El señor Vázquez, de Izquierda Unida, tiene la palabra.




El señor VAZQUEZ ROMERO: Antes ha hecho una propuesta el señor Cremades
que era mantener de la enmienda



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del PP el primer punto y aparte hasta «Naciones Unidas». Suprimir el
siguiente punto y aparte hasta «igualmente» y a partir de ahí es lo que
dice prácticamente de manera textual el informe. Es decir, añadir en el
párrafo 3 de la página 9. La Ponencia considera que en la definición de
un marco de cooperación y estabilidad en el Mediterráneo, además de las
recomendaciones del Parlamento Europeo deben tenerse en cuenta las de
otros organismos internacionales como las resoluciones de Naciones
Unidas.

Si se suprime a la enmienda del PP ese punto y aparte al que antes ha
hecho referencia el señor Cremades, el resto de la enmienda está
contenido y yo desde luego estoy de acuerdo en que se suprima de la
enmienda del PP ese punto y aparte. Lo que dice la enmienda, por tanto,
es lo que dice literalmente el texto. Pido al PP que retire esa enmienda,
habiéndole aceptado todas las demás.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Hernando, por el Grupo
Popular.




El señor HERNANDO FRAILE: Nuestro grupo entiende que no es una cuestión
de peso el número de enmiendas admitidas o no. Aquí hay una cuestión
importante en la definición del párrafo que se pretende suprimir y que
nosotros deseamos mantener.

Hemos ofrecido alternativas. Parece ser que por parte del portavoz de
Izquierda Unida quizás la referida a Naciones Unidas y a la OTAN era uno
de los inconvenientes y por eso hacíamos referencia a mantener la
oportunidad de reconocer en los esfuerzos de la paz las operaciones de
pacificación desarrolladas por la comunidad internacional. Creemos que en
un informe sobre el Mediterráneo no hacer referencia a los esfuerzos
realizados con las operaciones de mantenimiento de la paz por los propios
soldados españoles que han participado en la zona, es eludir un asunto
que nos parece trascendente por la importancia que ha tenido, que está
teniendo y que va a tener en el futuro para la zona.

De acuerdo en que quizás en el futuro pueda plantearse otro tipo de
operaciones, pero indudablemente las de mantenimiento de la paz son
importantes para nuestro grupo. Creo que en el futuro es posible que
vuelva a surgir la necesidad; sería deseable que no, pero es posible y,
por tanto, valorar positivamente este tipo de operaciones por parte de la
Comisión entiendo que es razonable y positivo.

Además, reconocer el papel de Estados Unidos y de Rusia y la necesidad de
que colaboren política y económicamente en la zona también me parece un
asunto relevante. Aquí desde el principio se ha entendido que nosotros
estábamos pidiendo que Estados Unidos y Rusia participen en la
conferencia como protagonistas. Nosotros no hemos dicho eso y en el
párrafo no se dice eso. Lo único que se reconoce es la evidencia, que
está ahí. Estados Unidos tiene una presencia en la zona del Mediterráneo,
la tiene por sus relaciones bilaterales con muchos de estos países y
también la ha tenido y creo que debe tenerla Rusia. ¿Por qué? Porque
entendemos que son procesos de estabilización y hacer una referencia
expresa nos parece no sólo necesario y preciso sino, además,
perfectamente adecuado.

Decirles que en la última parte del párrafo no se hace referencia a la
ratificación en Washington de los Acuerdos de Taba y de eso queremos
quede constancia por la presencia de la Unión Europea en este proceso y
en esta firma y por la presencia en un acto por la relevancia que ha
tenido.

Por tanto, nuestro grupo va a mantener la enmienda tal como es, diciendo
que ofrece la transacción de que se retire el asunto de Naciones Unidas y
de la OTAN. Pedir a los grupos que entiendan y lean correctamente el
párrafo y el sentido del mismo y que ocultar la evidencia, ocultar lo que
es la realidad política internacional en el área puede llevar al absurdo.

A nuestro juicio no es razonable.




El señor PRESIDENTE: Antes de dar la palabra a los portavoces que me la
han pedido, para ir siempre de menor a mayor dificultad dentro de ese
párrafo, el último párrafo --valga la redundancia--, es decir, el que se
refiere a los acuerdos de Taba, lo único que añade el Grupo Popular es «y
ratificados en Washington». Supongo que no hay ninguna dificultad,
porque, efectivamente, fueron ratificados en Washington. Por tanto,
centrémonos en donde hay mayor dificultad, teniendo en cuenta que el
párrafo que empieza por «igualmente» ya está aceptado.

Pido la opinión del resto de los grupos sobre la referencia a Naciones
Unidas y la OTAN, así como sobre la referencia a países como Estados
Unidos o Rusia, que es donde se ha centrado la cuestión. Se acepta, no se
acepta, o se presenta una enmienda transaccional si es aceptada por el
grupo proponente. Esas son las alternativas que hay.

Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Cremades.




El señor CREMADES SENA: Vamos a ver si nos aclaramos, porque quitando la
referencia a Estados Unidos y Rusia, en lo demás creo que nos estamos
haciendo un lío.

En el texto que yo tengo, en la página 9 figura: «Igualmente, debe
subrayarse el valor» --el Partido Popular, en su enmienda, ha cambiado
«valor» por «importancia» y nosotros consideramos que, efectivamente, se
puede cambiar-- «de acuerdos bilaterales como el que, con carácter
interino» --en su enmienda, el Grupo Popular suprime el carácter
interino, cosa que podríamos superar y aceptar también el texto del Grupo
Popular--, «se ha firmado recientemente, el pasado 24 de septiembre, en
la ciudad egipcia de Taba por Israel y la OLP», aquí el Grupo Popular
añade «ratificados en Washington», cosa que el Presidente ya ha aclarado.

Deducir de ahí, según las palabras del Grupo Popular, que este tema no
estaba contenido en el informe, me parece exagerado. Sólo falta lo
relativo a la ratificación en Washington, eliminar el carácter interino y
sustituir «valor» por «importancia», dirigido a consolidar el proceso de
paz en Oriente Medio. Por tanto, no tenemos ningún inconveniente en
aceptar esta parte de la enmienda tal como la redacta el Grupo Popular.

El segundo párrafo dice: «Por último, la Ponencia considera que, en la
definición de un marco de estabilidad y cooperación...» El Grupo Popular
dice de «cooperación» y



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«estabilidad»; tampoco tiene mayor importancia la diferencia. Por tanto,
lo único que queda pendiente en la cita textual relativa al
reconocimiento de otros países como Estados Unidos o Rusia, ya que el
Grupo Popular aceptó eliminar lo referente a Naciones Unidas y la OTAN
por estar contemplado antes y resultar reiterativo.

Evidentemente, me gustaría que se llegase a un consenso sin necesidad de
votar. Creo que cualquier iniciativa, cualquier proyecto, cualquier
indicación que vaya dirigida a lograr la distensión o a eliminar los
problemas que pueda haber en el área mediterránea, sería bien recibido
provenga de cualquier país extraeuropeo o extramediterráneo, aunque
también es cierto que el protagonismo de la antigua Unión Soviética --la
actual Rusia-- y de los Estados Unidos es mucho más relevante que el de
cualquier otro tercer país, por decirlo de alguna forma.

En ese sentido, podría considerarse que figurara específicamente. Me
gustaría encontrar una redacción en la cual, de manera más genérica, se
incluyeran Estados Unidos y Rusia, pero sin excluir iniciativas de
cualquier otro país, que puede ser importante en algún tipo de
cooperación, incluso cooperación económica --no estoy hablando solamente
del presente, sino también del futuro--, con otras potencias
internacionales que en aspectos económicos podrían hacer una labor
importante. Haría una redacción del siguiente tenor: Por último, la
Ponencia considera que en la definición de un marco de estabilidad y
cooperación en el Mediterráneo, además de las recomendaciones del
Parlamento Europeo deben tenerse en cuenta las de otros organismos
internacionales, como las resoluciones de Naciones Unidas, y en
particular el proceso de paz para el Sahara, así como las iniciativas de
cualquier país tercero. Podría ser esto o algo por el estilo, sin hacer
referencia expresa a Estados Unidos o a la Unión Soviética, por algo que
es cierto, que si bien son dos protagonistas, podría haber otros
protagonistas, donde estuvieran incluidos Estados Unidos y la Unión
Soviética.




El señor PRESIDENTE: En nombre de Izquierda Unida, el señor Vázquez tiene
la palabra.




El señor VAZQUEZ ROMERO: A ver si acertamos y conseguimos una redacción
consensuada. Podría ser de la siguiente manera: Por último, la Ponencia
considera que en la definición de un marco de estabilidad y cooperación
en el Mediterráneo, además de las recomendaciones del Parlamento Europeo
deben tenerse en cuenta las de otros organismos internacionales, como las
resoluciones de Naciones Unidas, y en particular el plan de paz de ONU
--en un sitio ponemos Naciones Unidas y en otro ONU-- para el Sahara.

Igualmente, debe subrayarse el valor de acuerdos bilaterales como el que
--suprimimos «carácter interino»-- se ha firmado recientemente el pasado
24 de septiembre en la ciudad egipcia de Taba por Israel y la OLP y
ratificado en Washington --en la fecha que sea; no la sé exactamente--,
dirigido a consolidar el proceso de paz en Oriente Medio. Asimismo, hay
que valorar el esfuerzo de pacificación desarrollado en operaciones de
mantenimiento de la paz por parte de Naciones Unidas, tanto en el área
mediterránea como en el conflicto de Bosnia-Herzegovina.

Creo que así estaría contenido todo.




El señor PRESIDENTE: ¿El Grupo Popular acepta alguna de las dos
transaccionales que se han presentado?
Tiene la palabra el señor Hernando.




El señor HERNANDO FRAILE: Por las enmiendas que plantean otros grupos,
creo que vamos centrando el asunto. Además, las enmiendas son distintas:
en la del Grupo Socialista se dejan fuera las operaciones de
mantenimiento de paz y en la de Izquierda Unida se deja fuera la
referencia a otros países que deben cooperar en la zona. Yo creo que
podríamos llegar a una enmienda de consenso, que es prácticamente decir
que lo que dice el Partido Popular en su enmienda inicial. Quizá
cambiemos el orden; incluyamos, como había ofrecido, el tema del Sahara,
que habíamos eliminado en un principio, pero que nos parece correcto y
que es perfectamente incluible.

Con el fin de valorar las operaciones de mantenimiento de la paz, sin
hacer referencia a si han sido realizadas por la OTAN, Naciones Unidas o
por cualquier otra fuerza multilateral, yo ofrecería hacer una referencia
a las operaciones de paz realizadas por fuerzas multilaterales en el
ámbito de la comunidad internacional. Me parece que es suficientemente
vago y engloba cualquier operación de mantenimiento de la paz.

En cuanto al asunto de Estados Unidos y Rusia, podríamos decir: así como
países como Estados Unidos, Rusia o terceros países deben prestar.

Nosotros queríamos resaltar de alguna forma el papel que Estados Unidos y
la antigua Unión Soviética habían tenido en la zona como objeto de
conflicto de una política de bloques instalada hasta hace seis años y, de
alguna forma, pedir a esas nuevas potencias, tanto a Estados Unidos como
a la actual Rusia, que no abandonen la zona, sino que participen desde el
punto de vista de la cooperación política y económica. Ese era el
sentido, sin excluir a ningún otro país, como puede ser Japón o países
del sureste asiático, que son potencias económicas con relaciones
internacionales cada día más amplias. Ese era el sentido de nuestra
enmienda, que creo queda perfectamente reflejado al introducir Estados
Unidos, Rusia o terceros países que lo deseen. Además estamos hablando de
cooperación política y económica, no estamos hablando de otra cosa.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Recoder, en nombre del
Grupo Catalán (Convergència i Unió).




El señor RECODER I MIRALLES: Señor Presidente, en relación con esta
enmienda del Partido Popular, se nos ocurren dos consideraciones: en
primer lugar, si en el párrafo en cuestión se hace una referencia al plan
de paz del Sahara y al acuerdo de Taba, ratificado en Washington, nos
parece muy pertinente y si no se incluyera echaríamos en falta una
referencia al proceso de paz de la antigua Yugoslavia, proceso
fundamental y en el cual ha existido un



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protagonismo más bien discreto por parte de Naciones Unidas, un
protagonismo importante por parte de Estados Unidos, aunque veo que lo
obviamos, y un protagonismo muy importante por parte de la Alianza
Atlántica. Si en aras al consenso sustituimos la referencia a la Alianza
Atlántica por la fuerza multinacional, cada uno entenderá lo que quiera y
así salvaremos el acuerdo. Es una propuesta sobre la que se podría
avanzar.

No coincidimos, en cambio, con la propuesta de incluir una referencia al
papel de los Estados Unidos y Rusia. En primer lugar, porque la
consideración es innecesaria y, en segundo lugar, porque de la forma en
que ha sido planteada la consideramos irreal. Nosotros creemos que
Estados Unidos va a jugar un papel importante en el Mediterráneo y ha
jugado un papel importante, como decía hace un momento, en el proceso
iniciado de pacificación de Bosnia-Herzegovina. De hecho, el plan que se
ha discutido y que se ha aprobado es el norteamericano, y es una realidad
perfectamente objetiva; sin embargo, el papel de Rusia en la zona,
lamentablemente para Rusia y quizás para la comunidad, ha sido muy
discreto y lo va a ser también en la futura cooperación mediterránea.

Lamentablemente, repito, señor Presidente, Rusia tiene muchos problemas
internos para poderse ocupar de la solución de los conflictos
mediterráneos. Por tanto, nos parece, en cierta forma, un brindis al sol,
incluso en la redacción que nos propone el Grupo Popular. No así, como el
también decía, la referencia al papel que ha jugado Naciones Unidas y una
fuerza multinacional, que no diremos cuál es, en la resolución de ese
conflicto, que, reitero, nos parece muy importante que se incluya.




El señor PRESIDENTE: El señor Hernando tiene la palabra.




El señor HERNANDO FRAILE: Nosotros, después de oír al Grupo Catalán
(Convergència i Unió), haríamos la siguiente oferta: que en el tema de
los países no se mencionara ninguno, pero sí se hiciera una referencia a
terceros países o de otros países que deben prestar su colaboración
política y económica en la zona. No se hace referencia a Rusia ni a
Estados Unidos, pero sí a terceros países y no limitamos en el texto la
presencia de otros países que, como decía antes, pueden ser potencias
económicas que en el futuro deseen colaborar en la zona.




El señor PRESIDENTE: Con esto creo que hemos llegado a un consenso.

Aparte de la redacción definitiva, pues no vamos a convertirnos en una
comisión de redacción, sobre la base de la enmienda del PP se introduce
lo relativo a Washington, se recupera lo del Sahara, se citan las
operaciones de mantenimiento de la paz con referencia concreta a la ex
Yugoslavia, he entendido, y se habla de terceros países que deben prestar
su colaboración política y económica en la zona. Es más o menos así, con
la redacción que den los servicios de la Cámara. ¿Hay consenso sobre esa
cuestión? (Pausa.)
Entonces, pasamos a la tercera enmienda del Grupo Popular, que es mucho
más simple y sincera. ¿Se acepta o no la exclusión de «y no terceros»? Ha
habido grupos que han estado de acuerdo, como el Socialista y algún otro,
en suprimir «y no terceros».




El señor RECODER I MIRALLES: Señor Presidente, simplemente quisiera
aclarar, respecto al último informe de la Ponencia ¿a qué página se
refiere esta enmienda? No consigo localizarlo.




El señor PRESIDENTE: En la página 13, tercer párrafo. Si quieren los
señores Diputados lo puedo leer: Otro principio capital es que el impulso
y desarrollo del diálogo y cooperación euromediterráneo debe ser...




El señor HERNANDO FRAILE: Es el último de la 12.




El señor PRESIDENTE: No interrumpan, por favor, porque los taquígrafos no
pueden reproducir las intervenciones, pues no sabrán quién está hablando.

En el último informe, que tengo delante, página 13, tercer párrafo dice:
Otro principio capital es que el impulso y desarrollo del diálogo y
cooperación euromediterránea deben ser protagonistas o actores
principales los países del área y no terceros.

La enmienda del Grupo Popular propone eliminar «y no terceros». Sobre eso
deben pronunciarse los grupos. Algunos lo han hecho ya antes, el Grupo
Socialista estaba de acuerdo con la enmienda del Grupo Popular de quitar
«y no terceros» y el resto de grupos deben manifestar si hay consenso
sobre eso. (Pausa.)
Entonces se elimina «y no terceros» de la redacción definitiva y, por
consiguiente, se admite la enmienda del Grupo Popular.

¿Hay alguna otra cosa sobre el informe, que no sea nueva?
El señor Albistur, del Grupo Mixto, tiene la palabra.




El señor ALBISTUR MARIN: Como ha sido interrumpida la intervención del
portavoz del Grupo Socialista cuando estábamos hablando del primer lugar,
segundo lugar, tercer lugar, cuarto lugar, desearía saber si le ha
quedado claro al letrado.




El señor PRESIDENTE: Si me permite el señor Albistur, sobre eso iba a
hacer la sugerencia de que como el señora Albistur ha sido el proponente
y el señor Cremades, que también ha intervenido sobre la cuestión, está
de acuerdo, pueden hacer la redacción definitiva con el letrado donde no
había cuestiones fundamentales.

El señor Recoder, del Grupo Convergència i Unió, tiene la palabra.




El señor RECODER I MIRALLES: Señor Presidente, para que no haya sorpresas
futuras, la anterior enmienda del Grupo Parlamentario Popular acerca de
la cual hemos llegado a consenso, no me ha quedado claro si se va a
incluir o no en el texto del informe la referencia a la fuerza
multinacional.




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El señor PRESIDENTE: Quedó claro que sí se incluía.

De todas maneras, sugiero a los comisionados para que no haya problemas
después en la redacción definitiva, que como, solamente tenemos una
semana, en el caso posible, aunque no sé si decir probable, para que se
discuta la semana que viene en el Pleno, estén en contacto con los
servicios de la Cámara, para que no haya después lugar a equívocos en los
distintos aspectos que hemos tratado, porque tenemos muy poco tiempo.

De todas formas, como formalmente hay que aprobar el informe en la
Comisión para su elevación al Pleno, quiero pedir votos a favor del
informe y de las conclusiones de los señores comisionados.




Efectuada la votación, dijo:



El señor PRESIDENTE: Se aprueba por unanimidad.

Recuerdo también que los ponentes tienen que firmarlo antes de su
elevación.

Muchas gracias. Se suspende la sesión para reanudarla a las cuatro y
media.




Eran las dos de la tarde.




Se reanuda la sesión a las cuatro y treinta y cinco minutos de la tarde.




CELEBRACION DE LAS SIGUIENTES COMPARECENCIAS:



--DEL SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACION INTERNACIONAL (DICENTA
BALLESTER), PARA INFORMAR DE LAS INICIATIVAS PREVISTAS CON RESPECTO A LOS
PROGRAMAS DE AYUDA AL DESARROLLO TRAS LA CUMBRE PARA EL DESARROLLO SOCIAL
DE COPENHAGUE. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO. (Número de
expediente 212/001478.)



El señor PRESIDENTE: Buenas tardes. Se reanuda la sesión con el punto
segundo del orden del día, comparecencia del Secretario de Estado de
Cooperación Internacional para informar de las iniciativas previstas con
respecto a los programas de ayuda al desarrollo tras la Cumbre para el
desarrollo social de Copenhague.

Esta petición de comparecencia ha sido presentada por el Grupo Mixto, por
el Diputado señor Albistur, que ha anunciado previamente que no podía
asistir. Por tanto, de acuerdo con el Reglamento, decae.




--DEL SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL (DICENTA
BALLESTER), PARA QUE INFORME SOBRE LAS RAZONES DEL INCUMPLIMIENTO DEL
ACUERDO PARLAMENTARIO REFERENTE A LA OBLIGACION DEL GOBIERNO DE PRESENTAR
EL PROYECTO DE LEY DE COOPERACION DURANTE EL ANTERIOR PERIODO DE
SESIONES. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de
expediente 212/001541.)



El señor PRESIDENTE: Por tanto, pasamos al punto tercero, que también es
una petición de comparecencia del Secretario de Estado para que informe
sobre las razones del incumplimiento del acuerdo parlamentario referente
a la obligación del Gobierno de presentar el proyecto de ley de
cooperación durante el anterior período de sesiones.

El grupo proponente es el Grupo Popular. ¿El señor Hernando quiere hacer
uso de la palabra previamente a la respuesta? (Asentimiento.)
Tiene la palabra el señor Hernando.




El señor HERNANDO FRAILE: La iniciativa presentada por nuestro Grupo hace
referencia al proyecto de ley de cooperación y desarrollo y al acuerdo
elaborado por esta Cámara en noviembre del año pasado relativo a la
obligación de que el Gobierno remitiera a las Cortes durante el primer
período de sesiones de este año este proyecto de ley. Hemos visto, y eso
es algo que perfectamente podemos constatar todos, que el Gobierno ha
incumplido ese compromiso, y nuestro Grupo desconoce las razones reales
por las que no se han podido cumplir los acuerdos de esta Cámara. Para
ello es para lo que hemos solicitado precisamente la comparecencia del
Secretario de Estado y para que dé hoy las explicaciones oportunas a la
Cámara.

De momento, señor Presidente, nada más. Esperamos las contestaciones del
señor Secretario de Estado.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA Cooperacion INTERNACIONAL (Dicenta
Ballester): Quisiera empezar señalando que es y ha sido siempre una clara
decisión de la Secretaría de Estado, del Ministerio de Asuntos Exteriores
y de la Administración en general disponer de una ley de cooperación
internacional para el desarrollo a la mayor brevedad posible, una ley de
cooperación moderna en la que se aborden y enfrenten todos y cada uno de
los aspectos actuales de nuestra cooperación. Este, por tanto, ha sido un
deseo y un objetivo nuestro y en todo momento hemos trabajado para
hacerlo realidad y en los últimos años de una manera más acentuada puesto
que, además de un deseo y un objetivo, había también una promesa de
llevar a cabo este objetivo a la mayor brevedad posible.

Es por eso que iniciamos el año pasado, a través de la composición de un
grupo de trabajo y después de varios, una labor constante, una labor a
veces difícil o ardua, puesto que básicamente había que compaginar los
diferentes aspectos que ya existían, que eran norma en nuestra
cooperación --la normativa de la cooperación española había ido naciendo
un poco gota a gota--, con otros que se recogían por primera vez en
nuestra legislación. Por otra



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parte, había que deshacerse de algunos elementos que carecían ya de
vigencia, que eran obsoletos, si de lo que se trataba era de hacer de una
vez por todas un texto que pudiera hacer de la nuestra una cooperación
moderna, una cooperación eficaz y una cooperación clara.

Con este objetivo y con este principio incuestionable para nosotros,
fuimos conscientes de que los plazos eran cortos desde el principio
porque, repito, no existía una visión unitaria sobre los métodos que
había que adoptar para incrementar la eficacia en la cooperación. Si no
es eficaz tiene poco de cooperación y se corre el riesgo entonces de caer
en derroches de recursos. No había esa visión unitaria, sino que más
bien, por el contrario, subsistía ese principio con una pluralidad de
valoraciones y de opciones que convenía que fueran discutidas con calma.

Si lo que se busca es una política de cooperación que sea participativa,
que sea transparente y que sea fruto del diálogo entre todos los agentes
sociales, la problemática de la elaboración del anteproyecto fue cada vez
más clara, demorándose su conclusión.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que la problemática del
desarrollo en los países donantes de nuestro entorno hoy en día se debate
entre nuevos planteamientos. Cada día hay cosas nuevas en el Comité de
Ayuda al Desarrollo. Todos los años, en sus reuniones de alto nivel, hay
ideas nuevas, controvertidas y discutidas entre los miembros de ese
Comité, y también aquí este planteamiento, las ideas nuevas sobre el
desarrollo requerían discusiones para tratar de conseguir un consenso,
con tanta más urgencia cuanto que a nivel mundial se está imponiendo un
método operativo nuevo, consistente en incorporar a las políticas
nacionales de cooperación principios generales y planes de acción global
que responden a un mínimo común denominador consensuado a nivel
internacional.

Uno de esos principios incorporados ya «de facto» al acervo mínimo
internacional es la participación de la sociedad civil en la formulación,
gestión y control de la política de cooperación. Cosa diferente, y sobre
la que se necesita un mayor consenso, es el grado y la forma de articular
esta cooperación. También se necesita mayor consenso sobre el papel que
debe desempeñar la ayuda financiera frente a la ayuda concesionaria en la
cooperación y el desarrollo. Está aceptado hoy, como doctrina del CAD
sobre la ayuda financiera, que cumpliendo los llamados requisitos de
Helsinki se considere como ayuda al desarrollo y se vea como componente
natural de ella la obtención de retornos. Sin embargo, esta doctrina no
es unánimemente compartida por todos los agentes de la cooperación.

En este contexto, y puesto que el Consejo de Cooperación estaba ya
constituido, nos pareció muy conveniente que el anteproyecto de ley de
cooperación internacional al desarrollo fuera informado por el propio
Consejo de Cooperación --que tiene como una de sus funciones esenciales
la de informar cualquier anteproyecto de ley que tenga relación directa
con la cooperación-- a fin de que recibiera la aportación y valoración
tanto de las ONG como de los agentes sociales que participan en el
Consejo. El retraso que por esta causa se haya podido dar en la marcha
del anteproyecto de ley de cooperación, en mi opinión podría verse
ampliamente compensado por el enriquecimiento que supone la valoración
que aporta la sociedad civil al propio anteproyecto, anteproyecto que
implica una serie de opciones, no necesariamente compartidas por todos
los actores que desarrollan su labor en torno a la cooperación
internacional. Creo que es importante destacar que dicho anteproyecto ha
superado bien numerosos escollos y ha conseguido el consenso suficiente
como para que siga su camino y se someta en breve a la aprobación del
Consejo de Ministros y a continuación sea enviado y debatido en las
Cámaras.




El señor PRESIDENTE: Por la naturaleza de la respuesta, propondría al
señor Hernando y a la propia Comisión unir el punto 3, que es el que
estamos tratando, con el 5. Si le parece bien al Grupo proponente; a
cambio habría una mayor flexibilidad en cuanto al tiempo sobre la
información, comentarios o preguntas que quiera hacer. Como el Secretario
de Estado ha entrado en el fondo de la cuestión de informar sobre el
anteproyecto de ley, que es otra petición de comparecencia incluida en el
punto 5, a petición del Grupo Popular, me parecería correcto que fuera
así. Por otra parte, pido excusas al señor Albistur porque habíamos
empezado dando por decaído su punto, puesto que formalmente los Servicios
de la Cámara me habían dicho que a su vez el señor Albistur había
comunicado que no podía asistir a esta Comisión. Parece que ha habido
confusión con otra Comisión. Al estar presente el señor Albistur,
retomaremos el punto 2 cuando hayamos terminado el debate del punto 3 y,
eventualmente, del 5.

Tiene la palabra el señor Hernando.




El señor HERNANDO FRAILE: Creo que en este caso no vamos a aceptar la
sugerencia del señor Presidente, puesto que entendemos que son dos
aspectos distintos. Un punto es el relativo al retraso en el anteproyecto
de ley y otra cosa es entrar en el fondo de dicho anteproyecto y las
líneas generales del mismo. Por tanto, entendemos que son dos asuntos
diferentes.

Por lo que se refiere a la exposición que ha realizado el señor
Secretario de Estado, debo decirle que podríamos incurrir en aquello de
nunca es tarde si la dicha es buena. Sin embargo, usted ha alegado
algunas cosas que, permítame que le diga, no tienen justificación. Usted
ha alegado que el principal impedimento para elevar este anteproyecto de
ley ha sido la necesidad de crear previamente el Consejo de Cooperación,
y según el acuerdo, también de todos los grupos, el mismo debía haber
estado creado a partir del 31 de marzo de este año. Por tanto, a partir
del 31 de marzo hubiéramos tenido tres meses y medio más para debatir y
haber traído a las Cámaras este anteproyecto de ley.

Usted lo ha sugerido de alguna forma y ha dicho que se lo han tomado con
calma. Creo que eso es lo que les ha pasado. Cuando hubo un
pronunciamiento del señor Secretario de Estado en esta Cámara marcando
unos plazos era precisamente porque esta calma ya duraba demasiado
tiempo. Llevábamos demasiados años de calma y las necesidades eran
perentorias, y eran perentorias por una sencilla razón, porque también
desde la Cámara habíamos visto



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la necesidad de aumentar de forma extraordinaria los presupuestos para la
cooperación en 1995. Y nosotros creíamos que era una necesidad perentoria
el que ese anteproyecto de ley de cooperación pudiera haber sido
discutido, debatido e incluso aprobado durante el primer período de
sesiones para haber tenido el marco legislativo adecuado que hubiera
permitido, a nuestro juicio, una mayor transparencia, una mejor gestión y
una mayor profundización en la tarea de distribuir, evaluar y controlar
los fondos dedicados a nuestra cooperación y ayuda al desarrollo.

Concluyo diciéndole que nuestro Grupo desde aquí no está conforme con sus
explicaciones, así como reiterarle otra vez la necesidad de que en el
tiempo más breve posible haga llegar a la Cámara ese anteproyecto de ley.

Luego entraremos a valorar el proceso, las opiniones y la participación
del Consejo de Cooperación en la evaluación y valoración de este
anteproyecto de ley, pero quiero decirle que no nos vale ni nos parece
razonable que usted se excuse en el Consejo de Cooperación para haber
incumplido un acuerdo de esta Cámara.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACION INTERNACIONAL (Dicenta
Ballester): Señorías, yo creo que nos aproximamos en nuestra versión,
pero diferimos en la interpretación. Yo no he dicho que nos lo tomamos
con calma; lo que he querido decir es que en la redacción del
anteproyecto de ley de cooperación internacional hemos tratado de hacer
las cosas seriamente y, por consiguiente, estudiar con detenimiento, con
tranquilidad, todos y cada uno de los puntos en donde la legislación
comparada, por otra parte, era una eficaz ayuda, ver en qué medidas se
podían superar las contradicciones, las dicotomías que a veces se
producían entre la legislación existente y la legislación que se
introducía en el anteproyecto de ley. Todo esto, efectivamente, requiere
un tiempo, pero un tiempo de trabajo sosegado, no tomarse mucho tiempo en
el sentido de dejar las cosas descansando, sino tomarse el tiempo
necesario como para estar seguros de que redactábamos un anteproyecto de
ley coherente; y le puedo asegurar, señoría, que el trabajo ha sido
intenso en los últimos meses para llegar a ese resultado. Por otra parte,
se introducían aspectos nuevos no reglamentados en ningún lugar en la
ley, y eso también requería su tiempo. Y por último, repito, como al
mismo tiempo se estaba preparando también lo que era la creación de un
consejo de desarrollo, donde está representada la sociedad civil, que,
por definición, por ley, tenía que opinar sobre temas legislativos
conectados con la cooperación internacional, y hubiera sido un poco
absurdo que no hubieran podido opinar, que no hubieran podido emitir su
criterio sobre un aspecto tan esencial de la cooperación internacional,
como es precisamente la propia elaboración del anteproyecto de ley de
cooperación internacional, es por lo que sin retrasos innecesarios,
avanzando con la rapidez con que pudimos avanzar, conseguimos --se
retrasó un poco el anteproyecto de ley de cooperación-- que en él se
recogieran los criterios de la sociedad civil y también, por otra parte,
que las distintas contradicciones y puntos polémicos que surgieron en un
principio en el anteproyecto, se fueran limando. Pero yo quiero
asegurarle a S. S. que se trabajó con interés y denuedo en todo momento
en este anteproyecto.




El señor PRESIDENTE: Reglamentariamente, el resto de los grupos que así
lo deseen pueden intervenir.

Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Cremades.




El señor CREMADES SENA: En primer lugar, quiero agradecer la presencia
del Secretario de Estado en esta Comisión. En segundo lugar, quiero
manifestar que, oídas las razones que ha dado el Secretario de Estado, mi
Grupo entiende perfectamente que no se haya cumplido el compromiso del
anterior período de sesiones, de haber traído a la Cámara la ley de
cooperación, y voy a explicar por qué.

Hay una cuestión importantísima, y era que desde hace años había un
compromiso de que todo el mundo teníamos el objetivo de abordar cuanto
antes --así lo dicen los diversos textos que sobre este tema han sido
publicados por decisiones de esta Cámara-- la necesidad de que España se
dotase de un marco legal de cooperación que recogiese la dispersión de
normativas y, desde un marco jurídico, la forma cómo se venía haciendo la
cooperación en España. Eso es verdad. También es verdad que en esas
decisiones hay un criterio importante, mantenido hasta ahora, que era que
al ser un país nuevo, reciente, incorporado a la comunidad internacional
como país donante, convenía, primero, antes de afrontar un tema tan
importante como una ley general de cooperación, tener la experiencia
necesaria en esa cooperación. Quiero mencionar algunos textos que todos
recordarán de cuando el actual Presidente de nuestra Comisión era el
Secretario de Estado. Ya desde esa época, una de las conclusiones que en
esta Cámara se adoptaron, se dieron como válidas era que la práctica nos
fuese diciendo de qué manera se podía concretar toda la práctica
importante de la cooperación española en una ley de cooperación. Lo
cierto es que con todos estos datos, cuando ya se afronta el tema de la
cooperación como un tema importante en el marco legislativo, es a partir
del informe del Congreso del año 1992, del informe del Senado, y del
informe del CAD del año 1994. Lo cual quiere decir que todo ese primer
período de práctica de cooperación como país donante, de nuestro país, ha
desembocado, por una serie de circunstancias que no voy a referir en este
momento --como la movilización, la mayor sensibilidad social, los temas
de cooperación o la mayor concienciación ciudadana en estos temas,
etcétera--, en el año 1995. En dicho año hay un compromiso del Gobierno
con esta Cámara de enviar dos leyes importantes, la ley de cooperación y
la ley que regularía de manera diferente y de una forma definitiva los
créditos FAD, y la creación de un consejo de cooperación, consejo de
cooperación que no creo --pienso que el Secretario de Estado no lo ha
hecho; desde luego, nosotros no lo hemos entendido así-- que sea ninguna
excusa para no haber traído la ley en el primer período de sesiones, como
de alguna



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manera estaba obligado, entre comillas, por el mandato que el Parlamento
había hecho.

Creo que el Secretario de Estado ha dejado muy claro --por lo menos mi
Grupo así lo entiende-- que en estos momentos es preferible tener una
buena ley de cooperación que una precipitada ley de cooperación, a pasar
del dilatado tiempo en que hemos venido haciendo cooperación y, de alguna
manera, con el objetivo de elaborar esta ley.

Entendemos que una buena ley de cooperación tiene que tener un respaldo
social importante, tiene que tener un consenso social y político
importante. El propio Secretario de Estado ha comentado cómo en muchos
aspectos, unos por nuevos y otros por viejos, por las distintas formas de
hacer cooperación el resto de los países de la comunidad de donantes, no
hay un consenso internacional sobre algunos temas importantes, que
tendremos que definir y delimitar aquí y, por supuesto, tampoco hay
todavía un consenso suficientemente amplio en la sociedad española.

Espero que, políticamente sí lo haya; en eso reto en cierta manera a esta
Comisión, que se mueve precisamente por hacer un esfuerzo de consenso.

A mi juicio, estos temas han requerido un trabajo prolijo, complejo, que
ha dado lugar a un texto, el anteproyecto de ley de cooperación, que fue
sometido recientemente a información del Consejo de Cooperación. Por
cierto, tengo que dejar claro aquí algo que a mí, personalmente, me
preocupa: yo hubiera preferido que ese informe del Consejo de Cooperación
referente al anteproyecto de ley, que todos conocemos de una manera u
otra aunque todavía no haya llegado a la Cámara, hubiera obtenido el
visto bueno por unanimidad, como le hubiera gustado al Grupo Socialista,
en vez de por mayoría. El Grupo Socialista, a partir de este momento, va
a intentar conseguir ese consenso con el resto de fuerzas políticas y,
cómo no, con el resto de organizaciones no gubernamentales de la llamada
sociedad civil, para intentar que esa ley sea una ley española de todos,
no una ley de unos contra otros y, por tanto, haciendo el esfuerzo de
huir de extremos, de determinado vocabulario que, a mi juicio, aporta
poco a la hora de buscar esa necesaria confluencia para sacar adelante
una ley importante.

Hay otro punto del orden del día que habla de la tardanza con que se ha
creado el Consejo de Cooperación. Yo desconozco las razones por las que
no se creó en marzo; a lo mejor nos lo puede aclarar el Secretario de
Estado. Nosotros suponemos que la tardanza en la creación del Consejo de
Cooperación de alguna manera ha propiciado que, estando el texto de la
ley de cooperación ya elaborado de forma que hubiera podido entrar en la
Cámara en el anterior período de sesiones, no lo haya hecho. Quizá fuera
necesario --nosotros lo valoramos positivamente-- que este proyecto de
ley, antes de venir a la Cámara, tuviese el visto bueno del Consejo de
Cooperación. Con todo y con eso lamentamos que ese visto bueno no haya
sido unánime, pero entendemos muy positivo que se haya sometido al
Consejo de Cooperación, del que hablaremos posteriormente porque yo
también tengo algunas cosas que decir sobre el mismo. Por tanto, la
tardanza por parte del Gobierno en enviar a las Cámaras el proyecto de
ley creemos que queda disculpada, al menos para mi Grupo, porque ello va
a suponer la elaboración de un mejor proyecto de ley, sin las premuras de
tiempo que hubiese supuesto la presentación del mismo por parte del
Gobierno en un plazo que, a nuestro juicio, era breve, a pesar de los
años que llevamos reivindicando esta ley.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, tiene
la palabra el señor Vázquez.




El señor VAZQUEZ ROMERO: Yo me encuentro entre los que piensan que una de
las primeras cosas que aprende el ser humano, individual y
colectivamente, es a justificarse y a justificar sus incumplimientos, por
tanto, no ha sido difícil hasta ahora encontrar justificación a este
incumplimiento. Sin embargo, yo creo que los compromisos se deben adoptar
para cumplirlos, y cuando se aceptó el compromiso de presentar este
proyecto de ley en el anterior período de sesiones de esta legislatura
debió hacerse con la garantía de poder cumplirlo.

Sin duda, la elaboración de una ley de estas características es compleja
y se pueden buscar justificaciones a ese incumplimiento, tal y como han
hecho el señor Cremades y el propio Secretario de Estado, sin embargo eso
no sería lo más grave. Lo que a mi Grupo y a mí personalmente nos sugiere
este retraso en la presentación del proyecto de ley en la sede
parlamentaria a las alturas del curso legislativo en que nos encontramos
y con las circunstancias políticas en las que se mueve este país es que
esta legislatura va a finalizar sin que el Congreso de los Diputados
tenga ocasión de discutir, y mucho menos aprobar, una ley de cooperación.

Es cierto que España hace pocos años que tiene la condición de país
donante, pero esos pocos años, sin duda, avalan la necesidad imperiosa de
esa ley, porque desde hace cuatro años (desde 1991 hasta 1995) ya
pertenecemos al CAD de la OCD, y ello ciertamente nos puede haber servido
de experiencia en el sentido de cómo articular una ley que cubra los
fallos, las zonas opacas o las imprecisiones de lo que ha sido nuestra
política de cooperación. Pero no es menos cierto que ese tiempo ya ha
pasado, que a estas alturas seguimos sin ley y es más que presumible que
esta legislatura acabará sin que tengamos una ley de cooperación. Esto
significa que probablemente entre las primeras prioridades del próximo
Gobierno, sea cual sea, tampoco estará esta ley, y es posible que dentro
de un año, los que se sienten en estos bancos, reclamarán las mismas
cosas que nosotros estamos reclamando hoy. Repito que no es una ley
cualquiera --ninguna ley lo es, desde luego--, no es una ley que trate
temas menores o más o menos anecdóticos, sino que es una ley esencial
para todo lo que supone la política de cooperación en el Estado español.

En el otro punto del orden del día podremos entrar a discutir las
circunstancias que han rodeado hasta ahora, en lo que al Consejo de
Cooperación se refiere, el paso por el mismo de este proyecto de ley,
pero lo cierto es que todos nosotros conocemos no uno sino varios
anteproyectos de ley, anteproyectos bastante contradictorios unos con
otros, quizá expresión de tensiones que intelectualmente son
justificables



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dentro del propio Gobierno respecto a quién debe tener la hegemonía
política en los temas de cooperación, y me da la impresión, por lo que
conocemos oficiosamente, ya que oficialmente no tenemos noticias de ello,
que las tendencias que se imponen a la hora de elaborar esa ley y de
defenderla en el seno del Consejo de Cooperación, de alguna manera, van a
ser las mismas tendencias políticas que hasta ahora han dirigido la
cooperación española, es decir aquellas que tienen como base fundamental
de su actuación la búsqueda de retornos. Esa es la palabra mágica de la
política de cooperación. Nadie, razonablemente, puede prescindir de la
necesidad o de la utilidad de conseguir retornos para la economía
española de lo que es nuestra política de cooperación, pero, desde el
punto de vista de mi grupo, cualquiera que haga animar la política de
cooperación basada fundamentalmente en la recuperación de retornos para
nuestra economía, ni estará haciendo cooperación, ni estará haciendo
lucha eficaz contra la pobreza, ni estará luchando contra la desigualdad
entre los países y los pueblos del mundo, ni estará haciendo nada que
merezca el sustantivo de política de cooperación y ayuda al desarrollo.

Supongo que dentro de un rato tendremos ocasión de poderlo discutir.

Si el retraso en el que hoy nos vemos pudiera ser todavía salvado en lo
que queda de este período de sesiones, que es tanto como decir, según los
anuncios que tenemos reiteradamente expresados por el Presidente del
Gobierno, lo que queda de legislatura, porque pudiéramos disponer de ese
proyecto de ley para discutirlo, y, eventualmente aprobado, podríamos
pasar por alto o encontrar justificación a los retrasos producidos, pero
como me temo que eso no va a ser así y que --repito-- vamos a acabar la
legislatura sin tener ley, no me parece razonable ese retraso.

Repito que los compromisos se tienen que adquirir para cumplirlos,
comprendiendo y entendiendo todas las enormes dificultades que tiene la
elaboración de una ley de esta naturaleza, la necesidad absoluta --y en
eso sí que coincido con usted, señor Dicenta-- de que sea una ley
profundamente consensuada, que no puede salir por mayorías escasas, sino
que debe tener, a ser posible, la unanimidad de la Cámara, como sería
necesario que tuviera la unanimidad del Consejo, y repito que luego creo
que podremos hablar de eso. Por tanto, me remito a un punto posterior del
orden del día para entrar en estos temas y termino aquí mi intervención.




El señor PRESIDENTE: Antes de darle la palabra al señor Albistur, querría
decir, como Presidente de la Comisión, que, dada la naturaleza muy
vecina, muy fronteriza de varios de los puntos de comparecencia, para
ordenar el debate, yo rogaría a los señores Portavoces que se ciñan a los
temas de cada uno de los puntos, porque, si no, a lo largo de esta tarde,
vamos a oír repetidos los mismos argumentos en diversas intervenciones
por el mismo Portavoz. Me parece más lógico que podamos ceñirnos. Por
eso, yo había propuesto otro sistema, que era acumular puntos. Como eso
no es posible, ciñámonos, y eso sí que es competencia de la Presidencia,
a los puntos que están planteados.

Tiene la palabra el señor Albistur por el Grupo Mixto.




El señor ALBISTUR MARIN: Con mucha brevedad, para manifestar la
preocupación por el retraso y que no exista todavía la ley de
cooperación. Ya sabemos que existe una gran complejidad en el entorno de
la cooperación y también en el entorno de todas las funciones y objetivos
de su propia Secretaría de Estado. No toda esta complejidad es atribuible
por supuesto al Gobierno, yo creo que también desde fuera, desde donde se
hace cooperación, existe también una problemática bastante planteada, y
yo creo que esa unanimidad que se nos está pidiendo a los grupos
políticos tampoco existe fuera de este Parlamento. Por lo tanto, creo que
no es una tarea fácil elaborar la ley, pero yo sí que creo que está entre
las prioridades. Lo dijimos en sus anteriores comparecencias, y ahí sí
que manifestaría mi preocupación porque esta legislatura vaya a pasar sin
que tengamos esta ley, respecto a la que tengo que manifestar que me
parece absolutamente necesaria. Creo que una ley lo que tiene que hacer
es poner las cosas en su sitio cuando hay dispersión y bastante
voluntarismo, como en este caso. Creo que hay equívocos, porque yo
discutiría incluso la afirmación que ha hecho aquí el señor Vázquez que
me ha precedido en el uso de la palabra, que me parece que ha sido una
afirmación hecha muy rotundamente, en torno a las actuaciones y a los
resultados de la cooperación, y que todavía nos falta un instrumento para
discutir y para aclarar todos los conceptos que estamos barajando en este
tema.

Dentro de la preocupación, fundamentalmente debida a que no existe la
ley, quisiera manifestar otra, que ya tiene un carácter un poco más
particularizado. Hay también un retraso que se está produciendo por las
actuaciones separadas entre las administraciones, y, gracias precisamente
a una solicitud que yo mismo le planteé a usted, se produjo una reunión
entre los responsables en materia de cooperación del Gobierno Vasco,
usted mismo y su Director. Yo diría que aquellas promesas o palabras,
mejor dicho, por no comprometer a nadie, sobre ese posible encuentro, no
se están cumpliendo creemos que es necesario que se realice. Yo le
transmitiría que existe esa preocupación de seguir hablando con usted, de
que visite y compruebe «in situ» qué se está haciendo en este caso desde
una comunidad autónoma, ya que con ello se entraría dentro de lo que la
ley debe establecer en cuanto a coordinación y colaboración entre la
Administración periférica y la Administración central.

Nada me resta sino darle ánimos para ver si podemos disponer antes de
final de la legislatura de un proyecto de ley.




El señor Presidente: Tiene la palabra el señor Secretario de Estado para
cerrar este punto.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACION INTERNACIONAL (Dicenta
Ballester): Voy a cerrarlo muy rápidamente, en primer lugar agradeciendo
las consideraciones y reflexiones que desde los distintos grupos se me
han hecho y reiterando que no es tan fácil conseguir una unanimidad,
aunque es lo deseable, en la elaboración de un anteproyecto de ley como
el de la cooperación



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internacional, en el que, insisto, hay puntos de vista no solamente
distintos, sino a menudo contradictorios. Por consiguiente, ese deseo es
unánime --creo que lo sentimos todos--, en el sentido de que lo ideal en
el mundo de la cooperación sería trabajar de una manera armónica y
consensuada y llegar a puntos de vista que fueran compartidos de una
manera unánime. Muchas veces no queda más que en eso, en un buen deseo,
porque hay posiciones radicalmente contrapuestas que hacen con frecuencia
difícil la aproximación de puntos de vista. Repito que ahí ha estado una
de las justificaciones de un retraso que no hubiéramos querido que se
produjera. Tampoco podíamos prever cuál era la fecha que teníamos para
concluir la legislatura. Lo que sí es cierto es que la ley de creación
del Consejo de Cooperación que se prevé en diciembre de 1994 y que la
misma supuso --y quiero decirlo muy clara, muy honesta y muy sinceramente
ante SS. SS., porque decir lo contrario sería engañarles-- un grave
obstáculo en lo que era el proceso, la evolución y el desarrollo de la
ley de cooperación internacional. Hasta que después de numerosas
reuniones e intercambios de opinión conseguimos consensuar un proyecto de
decreto-ley que diera nacimiento al Consejo de Cooperación, en los
términos que podían ser válidos, transcurrió un tiempo en que nuestra
actividad básica tuvo que estar dedicada a eso. Ese es un hecho que está
ahí, que no pudimos evitar y que tampoco quisimos eludir porque hubiera
sido malo no encontrar consenso para la creación del Consejo de
Cooperación.

No creo que la tardanza haya sido debida a mala fe. Aseguro que ha habido
mucha gente trabajando en ello, pero sí que ha habido esos dos puntos que
acabo de mencionar, ajenos a nuestra voluntad, que surgen en el camino de
elaboración de la ley, que había que resolver de la mejor manera posible
y dedicándoles todo el tiempo que hiciera falta, para no encontrarnos
después con una ley, como ha dicho el portavoz del Grupo Socialista,
aprobada con rapidez, pero posiblemente con muchos defectos que, a la
larga o a la corta, nos hubieran producido más problemas.

Yo quiero dejar claro que comparto la idea de la unanimidad en la
redacción y en la aprobación de leyes, y sobre todo de las que pasen por
el Consejo. No creo que sea fácil, y no lo creo porque hay actitudes muy
enfrentadas; enfrentadas, incluso, desde el punto de vista de que no se
cree --por lo menos yo no tengo esa impresión-- que se está en el Consejo
con el mismo espíritu de compartir, de cooperar, de trabajar juntos para
hacer que, entre todos, consigamos tener una mejor, más transparente, más
nítida, más pura y más eficaz cooperación. Cuando ese principio falla, se
debilita o se ve debilitado, los consensos o las unanimidades, aún más,
son realmente difíciles. Pero tratamos de conseguir los mayores puntos de
consenso posibles, y eso ha ocurrido, como veremos luego, en el
anteproyecto de ley de cooperación internacional.

La cooperación se seguirá rigiendo, por lo que a la Agencia Española de
Cooperación Internacional y a la Secretaría de Estado de Cooperación
concierne, por los mismos principios por los que se ha venido rigiendo
hasta ahora. Es decir, por los principios de llevar a cabo una
cooperación lo más transparente, lo más eficaz y lo más nítida posible
hacia los sectores geográficos o de trabajo en donde creemos que nuestra
cooperación puede ser más eficiente y más eficaz.

No trabajamos, puedo asegurárselo a S. S., bajo la inspiración del
principio de búsqueda de retornos. Que la búsqueda de retornos pueda
tener influencia en sectores de la cooperación que, por otra parte,
existen en otros países, y que son también considerados como ayuda al
desarrollo por el Comité de Ayuda al Desarrollo, nadie lo puede discutir.

Pero eso ocurre aquí, ocurre en Francia, ocurre en Alemania, ocurre en
los demás países y no significa que la cooperación española, como un
todo, se rija por los principios del retorno. Creo que una buena parte de
nuestra cooperación es precisamente una cooperación sin retorno, es una
cooperación no ligada y que no se inspira, en absoluto, en principios de
retorno.

Finalmente, quiero decir al señor Albistur que lamento profundamente que
no hayamos podido fijar una fecha, pero estoy a su disposición para que
hablemos mañana y para que, cuanto antes, con nuestras dramáticas agendas
en mano, encontremos un día, porque una de las cosas que me gustaría es
ver «in situ» qué cosas se están haciendo, que me expliquen un poco como
se trabaja en Esuskadi en el terreno de la cooperación, y que
establezcamos una red de comunicación lo más estrecha posible, como
estamos haciendo con el resto de las comunidades autónomas.




--DEL SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACION INTERNACIONAL (DICENTA
BALLESTER) PARA INFORMAR DE LAS INICIATIVAS PREVISTAS CON RESPECTO A LOS
PROGRAMAS DE AYUDA AL DESARROLLO, TRAS LA CUMBRE PARA EL DESARROLLO
SOCIAL, DE COPENHAGUE. A SOLICITUD DEL GRUPO MIXTO. (Número de expediente
212/001478.)



El señor PRESIDENTE: Agotado el debate sobre el punto tercero, retornamos
al punto segundo, con la presencia del señor Albistur, que es el portavoz
del Grupo proponente, que solicita al Secretario de Estado que informe de
las iniciativas previstas con respecto a los programas de ayuda al
desarrollo, tras la Cumbre para el Desarrollo Social, en Copenhague.

Tiene la palabra el señor Albistur.




El señor ALBISTUR MARIN: La solicitud, como podrá ver el señor Secretario
de Estado, es ya antigua. Han pasado muchos meses y ha llovido bastante
--llover no ha llovido mucho-- (Risas.) desde que se celebró una Cumbre
para el Desarrollo Social, en Copenhague, e imagino que la Secretaría de
Estado habrá tomado ya algún tipo de decisiones, que habrá aplicado a su
propia política de actuación. Por consiguiente, querría preguntar cuáles
eran las aplicaciones que se iban ha hacer de aquella Cumbre en materia
de cooperación, pero imagino que en estos momentos quizá sea de
realizaciones de lo que especialmente



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se trata. Es lo que quería plantearle, señor Secretario de Estado.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACION INTERNACIONAL (Dicenta
Ballester): Los objetivos que se fijaron en la Cumbre para el Desarrollo
Social, de Copenhague, que eran integración social de grupos vulnerables,
alivio de la pobreza y promoción del empleo productivo han estado, de una
manera u otra, siempre presentes en nuestra cooperación internacional
para el desarrollo, tanto en la que hemos desarrollado de una manera
bilateral como en la cooperación desarrollada de forma multilateral.

Por tanto, las conclusiones adoptadas en Copenhague, en cierto modo, no
suponen una alteración seria, esencial, fundamental, ni un añadido nuevo
a lo que han sido siempre objetivos de la cooperación internacional. Lo
que han hecho ahora ha sido venir a reforzar la atención prioritaria que
se concede al cumplimiento, al logro, de esos objetivos.

Por ejemplo, la CICI celebrada el 25 de febrero del pasado año 1994, al
aprobar las líneas generales de la política de cooperación española para
1995, con objeto de potenciar la coordinación entre los ministerios y
mejorar la calidad y el impacto de nuestra ayuda, ya establecía, como
rasgo distintivo que caracterizaría la filosofía y métodos de nuestra
cooperación, la concentración en el desarrollo humano, lo cual supone una
concepción que parte de la consideración de la persona como objeto
principal de toda política de desarrollo, y que se plasma en la
priorización de aquellas políticas de gasto social que persigan dar un
mínimo de oportunidades de desarrollo a amplias capas de la población; en
la concentración de la ayuda a los países más desfavorecidos, y dentro de
ellos en los núcleos de población más vulnerables, más pobres, y en el
apoyo a las políticas que refuercen el Estado democrático, extendiendo
las oportunidades de la población para disfrutar de libertades básicas y
de un mínimo de derechos políticos o humanos, proponiéndose, asimismo, en
estas líneas directrices la integración de los programas de condonación
de la deuda en la cooperación al desarrollo...

En la última CICI, del 26 de junio de este año, se han aprobado las
líneas estratégicas de cooperación al desarrollo para el año 1996, en las
que, con las adaptaciones oportunas, se respetan las orientaciones
contenidas en las líneas de 1995 que acabo de exponer, puesto que guardan
plena consonancia con los principios y determinaciones contenidos en la
Declaración y programa de acción de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo
Social, de Copenhague.

Por otra parte, cada año en la orden de convocatoria de ayudas y
subvenciones a proyectos o programas de cooperación al desarrollo que
realicen las ONG se establecen las prioridades que determinarán la
elección de los proyectos que mejor se ajusten a las mismas, y en la
orden de convocatoria de este año de 1995, Orden de 7 de febrero, se
estableció una prioridad a favor de proyectos que tuvieran un enfoque de
desarrollo humano. Este enfoque genérico se concreta en la preferencia
otorgada a los proyectos primordialmente dirigidos a las áreas de
educación y atención de salud primarias, y en plena concordancia con los
principios de la Cumbre de Copenhague cuyos objetivos sean los sectores
más vulnerables de la población, en particular, infancia, juventud,
mujer, comunidades indígenas, refugiados, desplazados y retornados. Con
esto no se hace sino recoger los rasgos contenidos en las líneas
generales de la política de cooperación española, a las que ya me he
referido, y se confirma la orientación volcada hacia el desarrollo social
que tiene nuestra cooperación.

Como es natural, asumimos plenamente los compromisos incluidos en los
documentos de la Cumbre de Copenhague y, por ello, en posteriores
convocatorias de subvenciones se han mantenido las prioridades, en línea
con los principios y determinaciones derivados de la Cumbre Mundial sobre
el Desarrollo Social, en favor de aquellos proyectos que más contribuyan
a cubrir las necesidades de desarrollo en general y de desarrollo social,
en particular con los países del Tercer Mundo.

Al margen de estas consideraciones, permítanme SS. SS. que me refiera
sucintamente a programas y acciones concretas que la Agencia Española de
Cooperación Internacional lleva a cabo enmarcadas dentro de los tres
objetivos fijados en la Cumbre Social de Copenhague. Al haber estado
siempre presentes, entre las prioridades de nuestras acciones de
cooperación, el alivio de la pobreza, la integración social y la
promoción del empleo productivo, están también presentes en los proyectos
y programas concretos que la Agencia Española de Cooperación
Internacional desarrolla.

Finalmente, al margen de las acciones bilaterales, en los últimos tiempos
es fácilmente perceptible el importante esfuerzo desarrollado en
colaboración con los organismos internacionales con los que hacemos
cooperación, por atenernos en la programación de estas iniciativas a los
principios señalados en la Cumbre Social de Copenhague.

Si SS. SS. lo estiman oportuno, para no prolongar esta respuesta tengo a
disposición de SS. SS. datos concretos de todos los proyectos y
programas, tanto bilaterales como de los realizados con organismos
internacionales, que están vinculados a los objetivos señalados en la
Cumbre de Copenhague y que pongo a la disposición de la Presidencia para
su distribución, si SS. SS. tienen interés en ellos.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Albistur.




El señor ALBISTUR MARIN: Creo que esa información que le solicitaba puede
ser de mucho interés. Me queda una única preocupación de lo escuchado en
su intervención, y es todo lo relacionado con la cooperación o
coordinación entre los diferentes ministerios. Esta cuestión está
pendiente, y a pesar de que se ha hecho referencia a la misma en
diferentes comparecencias, sin embargo el estado de dicha cuestión deja
bastante que desear.

Yo fui testigo de la presencia de la Agencia española de Cooperación en
Colombia, cuando se organizó la Expotecnia



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la última vez, pero tengo la impresión de que, en general, la presencia
del Estado en Colombia estuvo muy vinculada al peso que le quiso dar el
propio Ministerio de Comercio. Contra eso no tengo absolutamente nada,
pero, teniendo en cuenta las características de un país como Colombia y
que se trataba de ampliar la colaboración con el desarrollo de Colombia,
creo que se debería haber tenido una mayor presencia de la Agencia
Española de Cooperación en Colombia, incluso política y yo diría que
hasta institucional. Diríamos que ahí se produce una serie de desajustes,
desconozco más los que pueden establecerse con el Ministerio de Asuntos
Sociales, aunque me temo que también puede existir alguna fuente de fugas
de coordinación, pero sí quería destacar ésta porque todavía seguimos sin
resolver cuál es el papel de los créditos FAD y cuál es el papel del
comercio exterior en la cooperación. Creo que todavía hay confusiones
como aquellas de las que hablábamos anteriormente.

En definitiva, habría que saber cuál es el papel específico, por ejemplo,
de la Agencia Española de Cooperación Internacional, digamos que
vinculada a un proyecto de venta de productos industriales y de servicios
españoles, y también a un proyecto de desarrollo de un país y,
concretamente, vinculada a un proyecto de desarrollo de todo un
subcontinente como es América Latina, donde nuestra participación como
cooperantes quedó, de alguna forma, difuminada.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario de Estado. Le
recuerdo que nos debemos ceñir a los puntos por los cuales se pide la
comparecencia, aunque el señor Secretario de Estado es libre de contestar
lo que le parezca conveniente.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Dicenta Ballester): En relación con la Expotecnia de
Bogotá, quisiera aclarar que la Expotecnia la organiza el ICEX, que
pertenece al Ministerio de Comercio. El objetivo final de todas las
expotecnias es dar a conocer nuestras empresas y nuestros productos y
establecer contactos personales entre empresarios, que pueden ser después
de suma utilidad. Haciendo un inciso, quiero decir aquí que concretamente
la Expotecnia de Colombia --su señoría tuvo ocasión de verla--, en contra
de lo que mucha gente pensaba porque creyeron que siendo Colombia la sede
de esta Expotecnia podría tener una presencia relativamente reducida de
empresarios o de empresas españolas, fue curiosamente la Expotecnia que
más presencia ha tenido de nuestras empresas y empresarios hasta ahora,
mucha más que la que mayor presencia había tenido hasta entonces, la
organizada un año antes en Pekín.

También es la primera vez que la Agencia Española de Cooperación
Internacional decide, en el marco de la Expotecnia, un marco puramente
empresarial, de exportación y de relación empresarial, colocar un stand
suyo para informar de lo que hace la Agencia. Es verdad que hay una
dicotomía entre lo que hace la Secretaría Española de Cooperación
Internacional y lo que hace el Ministerio de Comercio y Turismo, que es
promocionar el comercio español de varias maneras. Una de ellas es, por
supuesto, organizar este tipo de eventos y la otra es facilitar créditos
en condiciones concesionales a exportadores españoles.

Mientras esto sea así, y es así porque, como decía antes, así está
establecido en el CAD, habrá siempre no ya una dicotomía sino una
auténtica contraposición entre los defensores de la ayuda oficial al
desarrollo como ayuda pura, no reembolsable, no retornable, no ligada, y
los que defienden que, mientras el CAD, máximo órgano de la cooperación
internacional, siga ateniéndose al principio de que todas aquellas ayudas
que cumplan con los requisitos de Helsinki son consideradas ayuda oficial
al desarrollo, las ayudas facilitadas por los créditos a la exportación,
llamados FAD --ahora se cambiará el nombre-- serán considerados como
ayuda oficial al desarrollo. Ese es todo el fondo de la discusión o de la
fisura que pudiera pensarse que existe.

Nosotros creemos que la inmensa mayoría de las acciones llevadas a cabo
por la vía de los créditos FAD han ido dirigidas, con buen sentido, al
desarrollo de los países y pueblos menos desarrollados. Hace pocos días
ha aparecido una lista en un diario donde figura la mayor parte de los
países receptores de esos créditos y donde no solamente están los países
que pueden recibir ayuda al desarrollo sino aquellos a los que España
debe atender prioritariamente con su ayuda al desarrollo, pero
evidentemente con otra intención, con otra mentalidad.

No sé si la aclaración es suficiente.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos Parlamentarios que quieran intervenir en
este debate?
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Cremades.




El señor CREMADES SENA: Simplemente para agradecer la información que ha
facilitado el señor Secretario de Estado.

Efectivamente, no nos ha sorprendido el hecho de que, después de la
Cumbre de Copenhague, se hayan previsto iniciativas novedosas, ya que
entendemos, como ha dicho el Secretario de Estado, que muchos de los
principios, objetivos y resoluciones de la Cumbre de Copenhague ya venían
siendo contenidos en gran medida en la propia dinámica de la cooperación
española.

Nos alegramos, como no podía ser de otra manera, de que todas las
decisiones adoptadas en Copenhague para 1996 no sólo se refuercen en la
línea de continuidad que venía teniendo la cooperación en años
anteriores, sino que se asuman en su totalidad las resoluciones de dicha
cumbre.

Le agradecemos la información, no sólo oral sino documentada, que ha
facilitado a la Comisión para que tengamos un conocimiento mayor y más
concreto de la misma.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Hernando.




El señor HERNANDO FRAILE: Intervengo muy brevemente para reiterar la
necesidad y el deseo de mi grupo



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de que facilite esos programas a la Comisión y se nos remitan
rápidamente, y también para hacer referencia a la Conferencia de
Copenhague.

Al margen de los tres acuerdos básicos que se adoptaron en dicha cumbre,
hubo otras cuestiones que también se debatieron, sobre las que nos
gustaría que el señor Secretario de Estado nos diera su opinión y también
sobre la evolución de nuestra ayuda.

Una de las propuestas, quizá la más importante, era la propuesta 20/20,
es decir, dedicar el 20 por ciento de la ayuda de los países
desarrollados a proyectos de este tipo, de promoción de empleo
productivo, de lucha contra la pobreza y de integración social, pero que,
a su vez, los países perceptores dedicaran el 20 por ciento de sus
presupuestos a este tipo de programas. Me gustaría saber si el Secretario
de Estado tiene conocimiento de si alguno de estos países ha realizado
ese esfuerzo o de si en los numerosos países con los que venimos
realizando contribuciones existe conciencia de realizar este tipo de
proyectos.

Otro de los asuntos que se pusieron en evidencia fue la necesidad de la
lucha contra la corrupción. En algunos casos se estimaba que la
corrupción podía alcanzar el 10 por ciento del PIB de algunos de los
países. Me gustaría saber si nuestra ayuda tiene o pretende tener algún
efecto sobre el problema de la corrupción, si los controles y la
evaluación han mejorado respecto al destino final de nuestra ayuda y la
valoración de su impacto.

Nuestro grupo valora de forma extraordinaria la defensa que se hizo en
esta cumbre de la familia como núcleo básico de la sociedad, y de la
necesidad, dentro del desarrollo y de la integración social, de apoyar y
reforzar las instituciones públicas, la democratización y la defensa de
los derechos humanos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida, tiene la palabra el
señor Vázquez.




El señor VAZQUEZ ROMERO: Mi grupo no dispone todavía de datos suficientes
como para poder evaluar la política española de cooperación al desarrollo
en relación con los objetivos de la Cumbre de Desarrollo Social de
Copenhague.

Como desideratum, señor Dicenta, está muy bien --y creo que lo
compartiremos todos-- que la política de cooperación española ponga al
señor humano en el centro de cualquier tipo de actividad y que tenga como
objetivos fundamentales los tres objetivos de la Cumbre de Copenhague, es
decir, la lucha contra la pobreza, la integración de los colectivos más
desfavorecidos, infancia, mujeres y poblaciones indígenas, y la creación
de empleo productivo. Pero la verdad, y me gustaría decir lo contrario,
es que eso se compadece mal con una parte, al menos, de nuestra política
de cooperación.

Vamos a estudiar los datos que usted nos aporta hoy. Le rogaría al
Presidente, si puede ser, que nos pudiéramos marchar de esta Comisión con
una copia cada uno de los portavoces y, a partir del estudio de los
mismos, podremos decir que vamos bien encaminados para luchar contra esas
cosas o no.

En cualquier caso, repito, como desideratum comparto el criterio, pero me
parece que eso se compadece mal con una buena parte de nuestra política
de cooperación hasta el momento.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, para cerrar el debate, el señor
Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACION INTERNACIONAL (Dicenta
Ballester): Voy a contestar al portavoz del Grupo Popular. La propuesta
20/20 yo creo que es quizá la más importante de todas las que se hacen en
la Cumbre de Copenhague, la que debería tener una incidencia más directa
en las posibilidades de desarrollo de los países menos desarrollados, si
efectivamente se lleva a la práctica. Ahí hay una obligación que vincula
al receptor y al donante. Yo hasta la fecha no tengo noticia de que
ningún país haya puesto en práctica, receptor y donante, el 20-20. La
necesidad de poner en marcha el 20-20 sigue siendo un tema al que se
alude constantemente en las reuniones internacionales, pero yo no conozco
--y si SS. SS. tienen información sobre este tema, se la agradeceríamos--
país alguno que en este momento haya puesto en marcha programas de
acuerdo con la propuesta 20-20.

Ha tocado S. S. un tema que nosotros constantemente estamos tratando de
mejorar o de corregir en numerosos países, pero sobre todo en el área
centroamericana, área en la que, como ustedes saben, hemos tenido y
seguimos teniendo una acción en los niveles de gobernabilidad muy
importante. Ahora estamos en vísperas de firmar posiblemente un acuerdo
con el PNUD para trabajar en programas de gobernabilidad que afectan a
distintas áreas de la gobernabilidad de Centroamérica, y una de esa
áreas, evidentemente, es terminar con los orígenes de la corrupción. La
corrupción no es algo que nace, como S. S. sabe muy bien,
espontáneamente. Tiene sus orígenes, tiene su historia detrás, y de los
que estamos hablando es de cortar las raíces, los orígenes de esas
corruptelas para crear cuerpos de administración pública más saneados,
más preparados. Y lo mismo estamos haciendo con servicios de seguridad,
etcétera.

Por consiguiente, sí es una política que nos preocupa. Nos preocupa hasta
el punto de que hacemos lo que podemos en donde estamos, pero también
somos muy conscientes de que hay muchísimos lugares en donde ésa es una
política que no podemos atacar porque no podemos llegar a todos los
sitios. Por ello, preferimos concentrar los recursos limitados que
tenemos en áreas en donde somos conscientes de que la efectividad de
nuestra acción es mayor que tratar de llevar a cabo programas, como estos
que les estoy señalando, en países donde realmente la proliferación de
programas haría que se redujera muy notablemente la efectividad de los
mismos.

Lo mismo digo respecto a la democratización y a las instituciones
públicas. Cuando estuvimos tratando con las autoridades del PNUD cuáles
serían los programas que podrían entrar en lo que llamamos la
gobernabilidad, el hacer viables no solamente desde el punto de vista del
desarrollo



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económico sino en cuanto a gobernabilidad a estos países de Centroamérica
que han sido víctimas de tan frecuentes sacudidas, alteraciones y
desequilibrios sociales y políticos de todo género, básicamente, se nos
pedían siempre dos o tres cosas que eran las mismas: la formación de una
administración más sólida y más seria, la reforma del sistema judicial y
la reforma del sistema fiscal. Una cuarta petición que estaba casi
constantemente sobre la mesa era la modernización de los cuerpos de
seguridad y orden público, es decir, tener unas fuerzas de orden público
y seguridad que respondieran a criterios democráticos. Estamos en
programas de esa naturaleza y seguiremos estándolo.

Agradezco, finalmente, que vayan ustedes a hacer un estudio serio de los
datos que les he facilitado. Están ahí para eso, para que ustedes los
vean, para que, si vamos mal, nos lo digan. Yo creo que ésta es la mayor
utilidad de una comisión de esta naturaleza, de una comisión de
cooperación: que cooperemos los que estamos sentados en los dos sitios,
abajo y arriba, y arriba y abajo. (Risas.) Y si ustedes ven en los datos
orientaciones o iniciativas que podrían ser mejoradas o que posiblemente,
incluso, podrían ser objeto de descalificación, en la próxima
comparecencia o fuera de ella podemos tener un intercambio sobre la
marcha de esos programas. Pero yo les aseguro que en todos ellos están
predominantemente las ideas que he señalado cuando he respondido a la
pregunta del señor Albistur.




--PARA EXPLICAR LAS RAZONES POR LAS QUE NO SE HA CREADO EL CONSEJO DE
COOPERACION AL DESARROLLO QUE, SEGUN EL REAL DECRETO 795/1995, DE 19 DE
MAYO, DEBIA DE HABERSE CONSTITUIDO EL 10-6-95. (GRUPO POPULAR.) (Número
de expediente 212/001542.)



El señor PRESIDENTE: Agotado el punto 2, pasamos al 4. Se refiere también
a la comparecencia del Secretario de Estado, a petición del Grupo
Popular, para explicar las razones por las que no se ha creado el Consejo
de Cooperación al Desarrollo.

Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Hernando.




El señor HERNANDO FRAILE: Señor Presidente, es evidente que la
virtualidad de esta comparecencia y su enunciado han perdido vigencia.

Sin embargo, y retomando las últimas palabras con las que el Secretario
de Estado concluía su intervención en el primer punto del orden del día,
y como ya he expuesto también en ese punto, nosotros creemos que se ha
producido un retraso importante en la celebración del Consejo de
Cooperación, un retraso respecto de lo acordado en el debate de la Ley de
Acompañamiento de los Presupuestos en diciembre de 1994, en el que
acordamos que antes del 31 de marzo estaría ya constituido este Consejo,
y un retraso posterior que se produce incluso después de que el propio
Ministerio de Asuntos Exteriores dictaminara el Real Decreto 795/1995, de
19 de mayo, en el que se establecían las líneas de funcionamiento de este
Consejo, según el cual el 10 de junio ya debía haber sido constituido. El
Consejo, según contestación del propio Gobierno, fue constituido, sin
embargo, el 20 de julio, por orden publicada en el BOE el 17 de julio, y
eso, a nuestro juicio, ha producido un retraso importante, que ha
provocado además que el propio Consejo sólo pudiera tener su primera
reunión de trabajo a finales del mes de septiembre, un retraso que ha
provocado, como ya hacía referencia a ello el propio Secretario de
Estado, que los proyectos de ley de cooperación y del FAEX, o del antiguo
FAD, no hayan sido estudiados hasta hace pocos días, lo que va a provocar
al final que precisamente estos dos proyectos de ley difícilmente vayan a
ser aprobados durante este período de sesiones y, por tanto, señor
Presidente y señor Secretario de Estado, durante esta legislatura, si
hacemos caso a las promesas sobre la convocatoria de elecciones del
Presidente del Gobierno, señor Felipe González.

Por tanto, queremos que nos explique cuáles han sido las razones que
están en el trasfondo de este retraso. ¿Ha sido un problema de definición
de los miembros que iban a componer ese Consejo?, ¿ha sido un problema de
definir las competencias de ese Consejo, o ha sido simplemente la calma
con la que al principio decíamos que a nuestro juicio se ha tomado el
Ministerio de Asuntos Exteriores todo este tema? Es importante, señor
Secretario de Estado, que nos aclare este asunto, y para eso es para lo
que hemos pedido su comparecencia y para lo que le cedemos la palabra.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACION INTERNACIONAL (Dicenta
Ballester): Voy a intervenir brevemente. Tenía aquí preparada una
respuesta muy extensa sobre el proceso de creación del Consejo de
Cooperación al Desarrollo, que les voy a ahorrar a SS. SS. porque creo
que son perfectamente conscientes y conocedores de cuál ha sido el
proceso, que termina en el mes de julio, cuando se crea el Consejo de
Cooperación, con un retraso de un mes, que tampoco es excesivo, pero S.

S. insiste en conocer cuáles han sido las razones por las que ha habido
retraso, y se las voy a decir claramente. Las razones por las que ha
habido un retraso son porque ha habido que definir muy claramente cuáles
eran las competencias de ese Consejo, hasta dónde podían o debían llegar
y cuál debía ser la estructura de su composición, y eso, que parece,
dicho en dos palabras, un tema baladí, es un tema que nos ha llevado
numerosísimas reuniones, conversaciones y discusiones, hasta que al final
se llegó a un consenso y a un texto que consensuadamente fuera aceptable
para todos. Lamentablemente, esa prolongación en las discusiones, aunque
tuvo un consenso como meta final, tuvo también el efecto de que no se
pudo cumplir con los términos que se habían pactado, se retrasó en un mes
la creación del Consejo, pero ha sido un mes de retraso que más que
justifica el que se haya producido, porque yo creo que está mucho más
claro ahora, tanto en la creación del Consejo como en la forma en el que
el Consejo queda recogido en



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el anteproyecto de ley de cooperación, cuál es la auténtica función y
estructura del Consejo de Desarrollo.

El Consejo de Desarrollo debe tener, por esencia, una naturaleza de
órgano consultivo, de órgano en diálogo con las fuerzas de la sociedad,
con la representación en ese Consejo de los distintos estamentos de la
Administración pública, de los sindicatos, de la CEOE, de los expertos y
conocedores del mundo de la cooperación, de los que más saben y más han
trabajado en este tema, para que se sienten a consesuar, a hablar, a
reflexionar sobre temas de cooperación.

Las funciones que tiene el Consejo, y que SS. SS. conocen perfectamente,
son funciones lo suficientemente amplias como para que estos objetivos se
puedan cumplir. Y si se cumplen, como le dije al principio, con el
espíritu armónico de contribuir a hacer una mejor cooperación, cada vez
mejor, una cooperación más sana, abriendo la puerta del Consejo a toda
clase de discusiones, de opiniones y de consideraciones, el Consejo será
un órgano absolutamente útil y podrá ser un elemento esencial de la
cooperación. Si el Consejo se convierte en un elemento obstaculizador, en
una traba permanente de cualquier iniciativa que se tome desde la
Administración o desde otro sector, en ese caso, el Consejo se acabará
convirtiendo en una rémora permanente del proceso de cooperación de este
país. Y no seríamos el primer caso, porque hay casos como es el de
Italia, donde se creó un consejo de cooperación que, después de varios
años, se convirtió en un centro de pugna y dialéctica permanente, que lo
único que hacía era retrasar los proyectos y el proceso de cooperación,
por lo que se decidió su supresión.

Este Consejo se ha creado y ha llevado su tiempo hacerlo con el espíritu
que sea, de verdad, un órgano importante de la cooperación española; un
órgano donde se puedan tratar, analizar y considerar todos y cada uno de
los temas que tengan vinculación con la cooperación y con la ayuda
oficial al desarrollo. El quererlo hacer así, de la mejor manera posible,
es la única justificación que tengo para explicar a SS. SS. esa demora de
un mes.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Hernando.




El señor HERNANDO FRAILE: Quiero reiterar que no ha sido un mes, sino
más, porque el plazo primero y original era el del 31 de marzo. Al final,
no ha sido un mes, sino tres meses y medio.

Independientemente del retraso, nosotros estamos de acuerdo con las
palabras que usted ha pronunciado referidas, sobre todo, al tema de las
competencias del Consejo. Para nosotros era importante que se definieran
estas competencias. Las competencias del Consejo son las que son. El
Consejo no puede suplantar, como algunos pretenden, al Poder Ejecutivo;
tampoco puede suplantar al Poder Legislativo y las tareas de control que
tiene el Parlamento, pero indudablemente esa tarea consultiva no debe de
ser solamente una tarea consultiva pura y simple.

Lo que creo es que, quizá, ustedes se han confundido desgraciadamente en
el tema de la composición. Se ha realizado una composición, a nuestro
juicio, que parte un poco desde el miedo y la desconfianza hacia las ONG
y hacia el sector participativo. Una buena prueba de ello es la gran
representación de la Administración que existe. Si nos fijamos en la
composición, de 26 personas que forman el Consejo, 12 pertenecen a la
Administración Central del Estado. Yo creo que ésta es una representación
absolutamente innecesaria. Además, señor Secretario de Estado, esto puede
provocar aún más ese enfrentamiento entre la Administración, las ONG,
organizaciones empresariales y sindicatos. Una buena prueba de ello la
tenemos en la última reunión de este Consejo, en la que los proyectos de
cooperación al desarrollo, tanto del FAEX como de Cooperación, han sido
presentados en un intento de ver quién obtenía la mayoría, produciéndose
unas votaciones por bloques. Esto es algo que, a nuestro juicio, no es
razonable ni positivo.

Nosotros entendemos que hubiera sido mejor que la propia Comisión hubiera
elaborado un dictamen y hubiera realizado sus sesiones de trabajo, pero
aprobar --no sé con qué fuerza vinculante, además-- unos proyectos de ley
como se ha hecho nos parece, señor Secretario de Estado, dicho con todos
los respetos, que constituye un fracaso y es poner en cuestión la actual
estructura del Consejo de Cooperación.

Nuestro Grupo le pide que reflexione sobre este asunto. En la propia ley
de Cooperación no se define su formación concreta --y luego podremos
hablar más de ello--, pero, a nuestro juicio, la actual formación y la
actual estructura, por lo menos tal como han sido planteadas y por las
consecuencias que inmediatamente hemos visto que se han derivado, no nos
satisfacen en absoluto.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Dicenta.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACION INTERNACIONAL (Dicenta
Ballester): Voy a precisar dos cosas.

Primero, que no hubo tal retraso de tres meses, porque el compromiso era
terminar el 31 de marzo y el Real Decreto es del 19 de mayo. En todo
caso, habría un retraso de mes y medio. Se constituye el 26 de julio, que
es el día que tiene lugar la primera sesión constitutiva, pero el Decreto
de creación es del 19 de mayo.

En cuanto a la composición, que es un punto muy importante que S. S.

aborda, desde luego no obedece en absoluto al miedo, sino al deseo de que
todos los elementos que participan en la cooperación tengan una voz en el
Consejo. Es muy difícil, cuando hay una Administración en la que muchos
Departamentos tienen, de una u otra forma, actividades de cooperación,
evitar que esté un representante del Ministerio de Educación, que hace
cooperación internacional, o evitar que haya una representación del
Ministerio de Comercio, que hace cooperación internacional, o del
Ministerio de Seguridad Social, que hace cooperación internacional. Se ha
llegado a una composición que, al margen de las presidencias, tiene, de
24 miembros, 10 representantes de los diferentes Ministerios que hacen
cooperación, porque quieren tener



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su voz, puesto que están presentes en ese tema, y 14 representantes de
otros sectores que hacen cooperación pero que no son Administración; 6 de
Organizaciones no Gubernamentales, 4 de agentes sociales de cooperación y
4 que son expertos que se designan, como decía antes, entre aquellos que
se considera que saben más, que tienen más preparación o que han hecho
trabajos más importantes en torno al tema de cooperación. Es decir, 10
representantes por la Administración, 14 representantes de Organizaciones
no Gubernamentales, agentes sociales de cooperación y expertos no
reflejan una actitud de miedo, sino un deseo de que todos de alguna
manera estén allí presentes.

Se hubiera podido hacer un Consejo con dos representantes de la
Administración y todos los demás representantes de las ONG, de los
agentes sociales y expertos, pero hubiera sido un Consejo de Cooperación
un tanto extraño, porque la gran parte de la cooperación y de la ayuda al
desarrollo se sigue haciendo desde la Administración, sea desde el
Ministerio de Justicia, del de Interior o del de Asuntos Exteriores y,
por tanto, tienen que tener un representante sentado allí. Redujimos al
máximo la representación de la Administración precisamente para que no se
diera esta situación a la que S. S. alude, y quedaron en 10, con algunos
Ministerios que seguían reclamando que ellos también querían y tenían
derecho a tener un representante en el Consejo. Se quedó en 10
representantes de la Administración y 14 de otros sectores.

No hay miedo. Yo quiero insistir en que el espíritu con que por lo menos
yo, y creo que todos los colaboradores con los que trabajo, he visto
nacer este Consejo es de concordia, de diálogo, de cooperación --nunca
mejor utilizada la palabra que aquí-- entre todos los que estemos
sentados en el Consejo de Cooperación; que se planteen todos los temas,
que se discutan todos los problemas, pero que se haga con el espíritu de
conseguir que ese Consejo sea un elemento útil para que dentro de unos
años digamos: gracias al Consejo, la cooperación es mejor; se controla
mejor; es más transparente; está mejor hecha; es más efectiva. No ha
habido ningún miedo a esa diferencia entre los que están en la
Administración y los que no.

Creo que si no funciona con el espíritu que acabo de señalar, podrá ser,
como decía antes, un elemento a veces más obstaculizador de una sana
cooperación que estimulante de una cooperación efectiva y eficaz.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, en nombre del Grupo Socialista, el
señor Cremades.




El señor CREMADES SENA: Creo que la excesiva calma y la excesiva
precipitación son dos defectos en que se incurre aquí. Tenemos un ejemplo
clarísimo de cómo esa denuncia en esta comparecencia del retraso de la
creación del Consejo de Cooperación va unida de alguna manera --hay que
ser un poco autocríticos-- a la precipitación, a mi forma de ver, por
unanimidad, en el mando de la Ley de acompañamiento de los presupuestos
del año 1994 sobre la creación del Consejo y sobre la definición, a mi
juicio precipitada, por unanimidad de la Cámara, de este tipo de
requerimiento por parte del Gobierno.

Evidentemente, ha habido problemas de tipo jurídico para encajar un
consejo de semejantes características; ha habido problemas, como ya ha
explicado el propio Secretario de Estado, de canalización de los
elementos de la participación en ese consejo, problemas normales, por
otro lado. Y, claro, nos encontramos con un consejo que no tiene
precedentes en Europa. Ya que a veces ponemos ejemplos de países europeos
con mucha más experiencia en cooperación, da la casualidad de que un
consejo como el diseñado, grosso modo, en la Ley de acompañamiento no
tiene ningún precedente en Europa, ninguno. De los 11 países europeos que
tienen un ministro o un secretario de Estado responsable de la política
de cooperación, en seis estos consejos son consultivos y en cinco son
asesores, con una diferencia clarísima entre uno y otro: el consultivo es
un órgano más político que técnico, con participación de representantes
del Gobierno y de los Parlamentos, y los asesores tienen representantes
técnicos, con un carácter estrictamente técnico, no vinculante ni
decisorio. Entre los consultivos podemos citar países que tienen una gran
experiencia en cooperación, importantísima, como pueden ser Dinamarca,
Italia --con el matiz que ha señalado el Secretario de Estado--, Austria
y Finlandia; entre los asesores, tenemos Alemania, Irlanda, Holanda,
Suiza, etcétera.

Por tanto, nosotros nos estamos inventando un consejo con mayor
participación, con más competencias que cualquier consejo en cualquier
país europeo donante. Y, a la vez, nos arriesgamos a que se nos acuse,
como aquí se hace, de que la composición y las competencias de ese
consejo son producto del miedo y de la desconfianza. Esto es una
contradicción, obviamente, porque, si para algo es bueno, podemos tomar
nota y asumir aquellas cosas que son positivas en la cooperación europea
en países que nos llevan mucho tiempo de ventaja en estos temas. Si se
nos acusa de miedo y desconfianza a la hora de elaborar el consejo de
cooperación, cuando no tiene precedentes en Europa --como he dicho, tiene
muchas más competencias y mayor participación social, en el sentido
estricto de la palabra, frente a los consejos asesores o consultivos, que
son los que dominan el resto de los países donantes de la Comunidad
Europea, especialmente, y del resto de la OCDE, salvo el caso de Suecia,
donde hay varias juntas según las distintas agencias que se dedican a la
cooperación en este país--, evidentemente estamos cometiendo, a mi
juicio, un error.

Yo creo que tanto el retraso como los problemas de composición y de
canalización de esa participación en el consejo obedecen más a la propia
complejidad que nosotros mismos, desde este Parlamento, a lo mejor no con
la calma que le atribuye el señor Hernando al Gobierno en estos temas,
sino a mi juicio precipitadamente, creo que en este caso tuvimos en la
Ley de acompañamiento de los Presupuestos de 1994, y son los que han
provocado de una u otra manera el hecho de que haya habido que hacer un
trabajo difícil, a mi juicio, para conseguir un consejo equilibrado,
participativo, un consejo que necesariamente tiene que ser asesor o
consultivo, pero que en ningún caso podría ser decisorio como algunos
pretendíamos, incluso yo mismo, no sólo porque no tiene precedentes sino
porque de



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alguna manera sustituiría responsabilidades que otras instancias tienen
que tener.

Qué más da un consejo sin ninguna competencia, con una participación muy
grande de la llamada sociedad civil y poca de la Administración o
viceversa. El consejo que hemos conseguido crear y el que está diseñado
en el anteproyecto de ley de cooperación busca el equilibrio en sus
competencias y su composición. Lo único que lamento es lo mismo que han
dicho otros portavoces, que los primeros pasos del consejo hayan dado la
impresión de enfrentamiento de un bloque y otro a la hora de informar la
primera ley de cooperación sobre la que ha tenido que ver este consejo.

Creemos --y así lo he dicho al principio-- que es un mal camino para
buscar la parte positiva que este consejo debiera tener.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Vázquez, de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya.




El señor VAZQUEZ ROMERO: No está mal que inventemos nosotros, aunque sea
en esto. Está bien que dejen de inventar ellos y también inventemos
nosotros.

El señor Dicenta dice que el miedo al consejo de cooperación no está
reflejado en su composición, sino en la posibilidad de que en un futuro
se pueda convertir más en un obstáculo para una correcta política de
cooperación que un lugar de consenso donde se puedan armonizar las
diferentes posturas. La única solución que tiene ese desiderátum es que,
siendo un consejo consultivo como es, por parte de los miembros de la
Administración se tenga la sensibilidad y la permeabilidad suficiente
como para aceptar las posiciones de eso que se ha dado en llamar sociedad
civil o agentes de cooperación. Es decir, se puede caer en la tentación
por parte de la Administración --tentación que está en la idea de algunas
de las ONG que han criticado la composición del consejo-- de utilizar el
consejo como una forma de validar, por la presencia en el mismo de
representantes de las ONG, una determinada línea de política de
cooperación marcada por la Administración. Si ése es el camino, acabará
siendo un lugar de enfrentamiento y de obstrucción a una correcta
política de cooperación. Si por contra en el consejo se es sensible y
permeable a las opiniones de las ONG, de los agentes de la cooperación, y
se tiene por parte de la Administración la capacidad suficiente como para
ser permeables a las opiniones que allí se viertan, probablemente el
consejo acabará siendo o deberá ser ese órgano donde se puedan conjugar
diferentes aspectos de la cooperación.

El primer precedente que tenemos no es muy bueno. Más bien todo lo
contrario, es fatal. Es decir, que la primera ley que pasa por ese
consejo sea aprobada como lo ha sido no es un buen precedente para que
funcione así. Si en lo que a usted le corresponde la responsabilidad del
futuro de ese consejo acepta esta idea, que estamos intentando explicar,
de que sea un lugar de debate real, de permeabilización de las ideas y no
de imposición de ideas, probablemente el Consejo tendrá el futuro que
todos deseamos que tenga. Si por contra es un sitio de imposición de
ideas de quien tiene la mayoría, en este caso la Administración --sea la
que sea--, sobre aquellos representantes de la sociedad civil que pueden
tener una visión diferente de la política de cooperación, acabará siendo
un consejo obstruccionista y no será útil para la cooperación, sino más
bien todo lo contrario. En las manos de la Administración está el
imprimir en la dinámica de funcionamiento del mismo esa o la otra
dirección. Si es esa la dirección que se toma en las deliberaciones del
consejo, probablemente podremos asistir todos en un futuro, a corto y a
medio plazo, a un consejo que sirva realmente para animar una política lo
más consensuada posible, no digo que unánime, en los temas de
cooperación.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra para cerrar el debate de este punto
del orden del día el señor Dicenta.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACION INTERNACIONAL (Dicenta
Ballester): Yo quisiera hacer una reflexión en torno a lo que ha
mencionado el portavoz del Grupo Socialista respecto a que no hay
consejos de cooperación en todos los países de la Unión Europea. No
solamente no los hay en todos, sino que donde hay estos consejos, como ha
dicho S. S., existen de manera muy diversa. En algunos países, por
ejemplo, lo que existen son básicamente una especie de centros de
investigación que están mucho más cercanos a una institución académica
del país de turno que a la Administración, y otros simplemente no tienen
entidades específicas diferentes a los organismos administrativos que se
ocupan de la cooperación.

En cualquier caso, de lo que sí quería informar a SS. SS. es de que, como
esto no es un experimento acabado, es decir, que nadie tiene, al parecer,
la bolita mágica que le permite decir que éste es el consejo de
cooperación ideal, helo aquí, lo tenemos en tal país y éste es el modelo
a seguir, pues los consejos nacionales de cooperación al desarrollo de la
Unión Europea se reúnen periódicamente, desde hace cuatro años,
precisamente con la idea de ir creando una red de intercambios de
información, de experiencias en el campo de la cooperación. La última
reunión se celebró el año pasado en Alemania, donde le pidió a España
que, en el caso de que cuando presidiera la Unión Europea en el segundo
semestre del año 1995 contase ya con un consejo de cooperación al
desarrollo, organizara el encuentro de 1995. Respondiendo a esta petición
hemos organizado ese encuentro que se va a celebrar los días dos y tres
de noviembre --si no recuerdo mal-- en Palma de Mallorca, al que
asistirán los que conocen el tema y los responsables de los consejos de
cooperación de los países donde existen, que, repito, no son todos, y
vamos a intercambiar una vez más, en esta ocasión a nivel multilateral y
a nivel comunitario, experiencias, ideas, sugerencias y por qué funcionan
bien a unos y mal a otros. Creo que ésa es posiblemente la fórmula que
nos permitirá, dentro de algún tiempo, contar con un consejo de
cooperación al desarrollo que sea todo lo eficaz que los que estamos aquí
deseamos. Evidentemente, no queremos que se convierta en un lugar donde
alguien imponga sus ideas o sus iniciativas a la otra parte. Para empezar
no me gustaría hablar de dos



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partes en un consejo de cooperación, pero lo que sí es cierto es que si
un punto es debatido y no hay entendimiento, o no hay unanimidad o no hay
consenso, no habrá más remedio, para que no se bloqueen los temas, que
decir a los señores que están en la mesa del consejo de cooperación que
opinen con su voto. Por supuesto que si con el voto opinan unánimemente
los cuatro señores expertos, los miembros de la sociedad civil, más los
de la plataforma, más los de la coordinadora, derrotarían las mociones
que pueda presentar la Administración. No ha sido así hasta ahora. No ha
sido el desiderátum lo que ha ocurrido. Ninguno de los que estamos aquí
nos sentimos satisfechos por lo ocurrido, pero ha ocurrido así porque no
había consenso, y el consenso era menor en uno de los dos anteproyectos
de ley que en el otro y por eso la votación fue distinta. Pero lo ideal
hubiera sido, evidentemente, que hubiera habido unanimidad. No es el
propósito de nadie imponer la voluntad sobre el que está al lado en el
consejo, pero si en un momento del debate se ve que hay puntos de vista
divergentes, no habrá más remedio que recurrir a la fórmula de la
votación.




--PARA INFORMAR DEL ANTEPROYECTO DE LEY DE COOPERACION INTERNACIONAL Y
AYUDA AL DESARROLLO. A SOLICITUD DEL GRUPO POPULAR. (Número de expediente
212/001565.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto 5 del orden del día. Se trata
también de una petición de comparecencia por parte del Grupo Popular para
que el Secretario de Estado informe del anteproyecto de ley de
cooperación internacional y ayuda al desarrollo. Para hablar sobre este
punto tiene la palabra el señor Hernando.




El señor HERNANDO FRAILE: No voy a hablar otra vez de los retrasos porque
voy a ponerme en plan nostálgico casi, pero sí quiero decirle que hubiera
deseado que el señor Secretario de Estado, a iniciativa propia, nos
hubiera informado en la Comisión sobre este anteproyecto. No obstante,
como veíamos que este trámite no se producía es por lo que hemos
solicitado esta comparecencia, en la que esperamos que nos relate las
líneas básicas de esta ley.

Hemos analizado por encima el anteproyecto y hemos visto que está
consensuado con otros proyectos de ley de otras organizaciones, no sólo
del Estado, que mejora sin duda anteriores anteproyectos que habían caído
en nuestras manos, pero que aún mantiene algunos puntos, a nuestro
juicio, no suficientemente elaborados. Si le parece, le voy a exponer
alguno para que usted luego nos dé más detalles o pueda pronunciarse
sobre el mismo, intentando señalar desde el principio que éste no es un
trámite de enmiendas, ni mucho menos, pero sí hemos trabajado en una
serie de puntos en los cuales nuestro grupo cree que existen lagunas en
este anteproyecto de ley.

Por ir de una forma ordenada, hemos visto el tema de los planes
plurianuales, que por fin se contemplan en el anteproyecto de ley, y
también se habla una vez más del plan anual de cooperación como uno de
sus instrumentos fundamentales. Sin embargo, no quedan definidos, señor
Secretario de Estado, los plazos para la presentación de esos planes
anuales y tampoco la duración de los planes plurianuales, que nos parecía
que podría haber quedado definido en este anteproyecto de ley, y que
incluso significa un paso atrás respecto a la regulación que para el
propio PACI se estableció en el reglamento. Recuerde usted que en el PACI
se señalaban unos plazos muy concretos para la presentación del proyecto
de plan de cooperación y también para el plan de seguimiento anual;
plazos que algunas veces --lo hemos dicho claramente en esta Comisión--
ustedes han incumplido.

Por lo que se refiere a la coordinación de la Administración central, hay
algunas formulaciones que no quedan claras. En los artículos 14 y 16 se
habla de una misma comisión, pero tiene nombre distinto. En un caso se
habla de la tradicional Comisión Interministerial de Cooperación
Internacional, pero en otro artículo se habla de la Comisión
Internacional de Cooperación para el Desarrollo. Me parece que es la
misma. No sé si es un error de imprenta, pero está ahí. Y en cuanto a la
unidad de acción queda sin definir, también a nuestro juicio, si ésta va
a ser la comisión interministerial que va a agrupar todos los procesos y
todos los elementos de cooperación, incluyendo los FAD, que actualmente
mantienen una regulación distinta, y otro sistema de evaluación y control
a través de la comisión del FAD; y si también en esta Comisión
Interministerial de Cooperación se va a incluir todo el asunto de cuotas
a organismos multilaterales, así como la evaluación de los retornos y de
la eficiencia de estas aportaciones.

En cuanto a otros aspectos como el Consejo de Cooperación para el
Desarrollo y la Comisión Interterritorial, se hacen remisiones a
reglamentos que van a desarrollar posteriormente estos elementos. Con los
prejuicios que a nosotros nos causa esto --quiero repetirle la cita de
Romanones. Hagan ustedes la ley y déjenme que yo haga los reglamentos--,
nos parece que habría que definir un poco más en la ley cuáles van a ser
las funciones de estos organismos, sin entrar al detalle del
funcionamiento del día a día, porque de esta forma no nos encontraríamos,
como ya hemos visto, con problemas que han surgido posteriormente.

Respecto a las prioridades sectoriales, hemos encontrado algunas lagunas
referentes a algunos sectores que nosotros consideramos también
prioritarios y que han sido definidos como tales por este Parlamento en
sus distintas ponencias: ausencia de prioridades sectoriales en salud y
sanidad, en infraestructuras básicas, en la cooperación interempresarial,
que a nosotros también nos parecen importantes.

En lo relativo al estatuto del cooperante, que se regula en uno de los
artículos y que se define como el personal de la cooperación en el título
V, no hemos visto suficientemente definido algo que nos parece
importante, como es el tipo de formación que van a tener nuestros
cooperantes. Ayer, señor Secretario de Estado, hablábamos ya de la
necesidad de poner en marcha la escuela de cooperantes. El haber incluido
ese asunto en el anteproyecto de ley hubiera sido un paso adelante con el
fin de considerar a esta escuela



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como un elemento también importante en nuestra cooperación y ayuda al
desarrollo y, sobre todo, a la formación de personal.

A nuestro juicio tampoco queda muy definido en qué van a consistir o de
qué forma se va a insistir más intensamente en el problema de la
evaluación y del control, y en ese sentido tampoco queda muy definida la
coordinación interministerial que debe realizarse en este asunto, incluso
la propia coordinación del Ministerio de Asuntos Exteriores referida al
papel de las oficinas técnicas de cooperación, que a nuestro juicio no
están suficientemente detalladas y que sin duda deben tener un papel
importante en esta tarea de evaluación y de control del desarrollo y
deben ser una palanca y un instrumento de apoyo a nuestros cooperantes,
tanto a los que participan en programas a través de organizaciones no
gubernamentales, fundaciones o asociaciones, como en los programas que
desarrollan también las empresas. La identificación de oportunidades y
necesidades de estas oficinas técnicas sería un elemento importante, a
nuestro juicio, en el ámbito de la cooperación. Me parece que su actual
situación, su actual configuración y dotaciones no les permiten
desarrollar este papel y tampoco ha sido reflejado un cambio de este
papel en el anteproyecto de ley.

La oficina de planificación y evaluación sigue también sin ser
suficientemente considerada. Ayer ya hablábamos de las dotaciones
presupuestarias, de los cambios que había que hacer en la propia
estructura administrativa de la Secipi y de la Aeci. Creemos que ese
asunto todavía no está suficientemente definido.

Saludamos de forma importante el artículo referido a la prestación social
sustitutoria. Era ésa una de las demandas importantes de nuestro grupo en
distintas comparecencias suyas y en diferentes documentos hemos realizado
propuestas a la Cámara. La posibilidad de computar el tiempo prestado en
proyectos y programas de cooperación como tiempo de servicio militar o de
objeción de conciencia nos parece un paso adelante importante y que, como
decía al principio, saludamos de forma positiva.

Otro asunto --y me va a decir usted que desde esta Comisión uno barre
para casa-- es la definición del control parlamentario. Ustedes ubican el
control parlamentario en su anteproyecto de ley fundamentalmente en la
Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados. No sé si
esta Comisión no permanente, precisamente al ser no permanente y tener la
vigencia de esta legislatura, va a continuar durante la próxima y se va a
poner otra vez en funcionamiento, pero quizás esta definición tan
concreta en ese artículo lo que hace es establecer un límite clarísimo a
la forma de realizar el control parlamentario, finiquita por ley el
control parlamentario que desde esta Comisión se podría realizar y
excluye, además, otra comisión importante como es la de Asuntos
Exteriores del Senado.

Estas son algunas de las cuestiones que hemos visto por encima en este
anteproyecto de ley. Son algunas de las sugerencias que desde nuestro
grupo le hacemos, porque como hemos venido diciendo durante el tiempo de
vigencia de esta Comisión, y en anteriores ocasiones, nosotros creemos
que la política de cooperación debe ser una política de consenso, y el
consenso supone a veces renunciar a propuestas, renunciar a iniciativas y
a ideas, pero sin duda configura elementos muchas veces, y así lo
deseamos, en este caso una ley que sirva para el futuro
independientemente del tipo de administración que pueda existir,
independientemente de la adscripción política que la misma pueda tener en
el futuro, aun cuando siempre los matices son los matices y las
interpretaciones son las interpretaciones.




El señor PRESIDENTE: Voy a dar la palabra al señor Secretario de Estado,
pero una vez más advierto sobre la amplitud que este tema puede tener si
nos atenemos a la información general de toda la ley de cooperación, que
no puede, como decía el señor Hernando, sustituir al debate que en su día
se produzca, tanto de totalidad como en su articulado, en Ponencia,
probablemente en Comisión, en el Pleno del Congreso y después en el
Senado. Lo digo porque a veces puede ocurrir que en la respuesta no se
toquen todos los puntos y algún Diputado diga que no se ha hablado de tal
tema. Es imposible --yo al menos así lo veo desde la presidencia-- tocar
todos los aspectos del proyecto de ley de cooperación, y entiendo más una
visión genérica o de sus aspectos más fundamentales para que cada cual,
si así lo considera conveniente, fije su posición.

Dicho esto, tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACION INTERNACIONAL (Dicenta
Ballester): Voy a tratar de exponer, lo más rápidamente posible, la
respuesta que he preparado para esta pregunta importante sobre la
elaboración de un anteproyecto de ley de cooperación internacional al
desarrollo, que era una derivación lógica de la necesidad que se sentía
de disponer de una norma general con rango de ley que sustituyera, como
decía antes, y englobara las distintas normas existentes en esta materia.

En el anteproyecto se recogen y regulan algunos temas, como dije, que no
estaban contemplados en nuestra normativa, como es el caso del personal
al servicio de la cooperación. La necesidad de disponer de una norma con
rango de ley en materia de cooperación internacional había sido puesta de
manifiesto tanto por el Congreso de los Diputados como por el Senado en
informes sobre política española de cooperación. En el seno de la
Administración del Estado, en los sectores y agentes implicados en
actividades de cooperación, la ausencia de una norma de carácter general
de esta naturaleza era también destacada como una carencia que era
obligado remediar cuanto antes. El anteproyecto de ley, que se informó
favorablemente el pasado día 26 de septiembre por el Consejo de
Cooperación al Desarrollo, viene, por una parte, a corregir la dispersión
existente en materia de cooperación internacional y, por otro lado, trata
de regular por vez primera toda una serie de aspectos y temas. También
desearíamos que este proyecto abra un gran debate en su fase
parlamentaria para que de estas Cámaras salga una ley que, con
perspectiva de futuro, permita coordinar y hacer más eficaz nuestra AOD.




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Siempre las Cortes Españolas han mostrado una honda sensibilidad hacia la
política de cooperación, a pesar de lo joven que es entre nosotros, y lo
han demostrado en sus dos informes: el de la Comisión de Asuntos
Exteriores del Senado de 1994 y el del Congreso de los Diputados de
noviembre de 1992. Hay principios en los dos informes que, como no podía
ser de otra forma, han inspirado el espíritu y la letra del anteproyecto
de ley y que han sido recogidos casi literalmente a veces en su
articulado.

El texto del anteproyecto de ley consta de una exposición de motivos,
ocho títulos, una disposición derogatoria, una disposición transitoria y
una disposición final, que voy a resumirles. El título preliminar del
anteproyecto de ley define la política española de cooperación
internacional para el desarrollo como aquella que persigue facilitar a
los países en desarrollo la consecución de mayores niveles de bienestar y
de un funcionamiento eficaz de sus respectivos sistemas económicos y
sociales, mediante la transferencia de recursos materiales y humanos,
bien con carácter gratuito, bien en condiciones preferenciales. Es una
definición que se ajusta, una vez más, a la normativa del CAD. El título
preliminar, tras la definición que nos ofrece la política española de
cooperación, recoge el consenso existente en la sociedad española, que
cree que la cooperación internacional nacida de la solidaridad
internacional es compatible con la proyección internacional de la
actividad de la economía española y que constituye una parte integrante
de la política exterior española. Al fundamentar nuestra política de
cooperación sobre este amplio consenso se persigue alejarla de los
vientos cambiantes de modas o estilos pasajeros que darían a nuestra
cooperación inseguridad y le restarían credibilidad, seriedad y garantías
de continuidad.

El título I regula los principios y objetivos de la política española de
cooperación internacional al desarrollo. Los principios rectores de dicha
política, recogidos en el artículo 2.2, así como sus objetivos, artículo
3, dotan a nuestra acción en materia de cooperación internacional para el
desarrollo del carácter y condiciones propios de un Estado moderno,
progresista e internacionalmente solidario. Los principios incorporados
al anteproyecto de ley son los principios básicos que inspiran nuestra
convivencia nacional y nuestras relaciones exteriores, tales como que el
ser humano en su dimensión personal y social es el objeto y fin
fundamental de toda política de cooperación, que la participación de los
ciudadanos en la vida política contribuye a la consecución de su
bienestar y del de sus semejantes, que ese bienestar debe ser sostenido y
sostenible, y que debemos fomentar las formas democráticas y el respeto
de los derechos humanos en los países receptores de nuestra cooperación.

Los objetivos que persigue nuestra cooperación pivotan en torno a los
siguientes valores fundamentales: seguridad y paz, democracia,
participación, relaciones exteriores solidarias, desarrollo económico,
etcétera. Así, nuestra política exterior de cooperación persigue la
estabilidad y la seguridad, el mantenimiento de la paz y el logro de un
mayor equilibrio de la comunidad internacional. Nuestra cooperación debe
ayudar a los países en desarrollo a que logren para sus ciudadanos un
desarrollo humano integral, bajo formas e instituciones democráticas en
las que participen, para que sean ellos mismos los que forjen su propio
destino. El anteproyecto precisa que el desarrollo económico debe ser
sostenido y sostenible; compatible, por tanto, con la defensa del medio
ambiente. El anteproyecto se refiere también a que la solidaridad
internacional se movilice de manera urgente e inmediata en las
situaciones de emergencia y, por eso, en el anteproyecto se recoge la
ayuda humanitaria.

El título II define las prioridades geográficas y sectoriales de la
política española de cooperación al desarrollo. Las geográficas, en su
aspecto bilateral, atienden a los vínculos históricos y culturales de
nuestro país y, por tanto, se centran en los países iberoamericanos y
demás de ascendencia hispánica, así como en los países árabes del norte
de Africa y de Oriente Medio, haciendo de todos estos pueblos receptores
prioritarios de nuestra ayuda oficial al desarrollo. En el ámbito
multilateral de las prioridades geográficas se destaca nuestra
contribución a la política de cooperación y ayuda al desarrollo de los
que España es miembro, a través de los cuales España participa en la
configuración de la política de cooperación, ya sea de la Unión Europea,
ya sea internacional, persiguiendo incrementar el interés de esos
organismos internacionales hacia aquellas zonas que son objeto
prioritario de nuestra cooperación. En el artículo 6 se habla de los
sectores que se consideran prioritarios para nuestra política de
cooperación, porque en esas áreas, y por eso se los considera
prioritarios, la experiencia acumulada de la cooperación española hace
que nuestro país tenga algún tipo de ventaja comparativa en relación con
otros países. Por ejemplo, en sectores como la educación y la
capacitación de recursos, la promoción e igualdad de oportunidades de la
mujer, la conservación y explotación sostenible de los recursos
naturales, el medio ambiente, la modernización de infraestructuras, la
lucha contra la pobreza, el fortalecimiento institucional, etcétera.

El título III define las modalidades e instrumentos de la política
española de cooperación internacional para el desarrollo. Las modalidades
se concretan en la cooperación económica y financiera y la prestación de
ayuda humanitaria, modalidades que podrán tener carácter bilateral o
multilateral y que están reguladas en los artículos 8 a 10 del
anteproyecto con detalles de cuáles son los instrumentos que las
desarrollan. El artículo 11 faculta y define la firma de acuerdos de
cooperación por el Gobierno español, tanto con los países beneficiarios
como con organismos internacionales.

El título IV regula el marco institucional de la política española de
cooperación y los órganos responsables de la misma. Basándose en el
principio de la unidad de acción en el exterior y en función de su
responsabilidad en la ejecución de la política exterior del Estado, el
Ministro de Asuntos Exteriores es el responsable de la política de
cooperación internacional para el desarrollo, parte integrante de dicha
política exterior, y asimismo es responsable de la coordinación de los
órganos de la Administración General del Estado que tengan legalmente
atribuidas competencias en materias relacionadas con la política de
cooperación. Corresponde a la Secretaría de Estado de Cooperación
Internacional



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y para Iberoamérica la dirección, programación, control y evaluación de
las actividades que en materia de cooperación lleven a cabo los órganos
del Ministerio de Asuntos Exteriores. La Secipi elabora también la
propuesta de líneas directrices de la política española de cooperación
internacional para el desarrollo, así como el plan anual de cooperación
internacional para el desarrollo. El artículo 15 regula la Comisión
Interministerial de Cooperación Internacional como órgano encargado de la
coordinación interministerial de la política española de cooperación
internacional para el desarrollo; es decir, que la CICI debate y aprueba
las líneas directrices de la política española de cooperación
internacional y el PACI que le presenta el Secretario de Estado para la
Cooperación Internacional y para Iberoamérica, y está presidida por el
Ministro de Asuntos Exteriores.

El artículo 16 regula el Consejo de Cooperación para el Desarrollo,
definiéndolo como el órgano consultivo que crea un cauce de participación
en la política española de cooperación internacional entre los agentes
sociales, las instituciones privadas y las ONG.

En el artículo 17 se crea la Comisión Interterritorial de Cooperación
para el Desarrollo, que se configura como el órgano de coordinación de la
cooperación descentralizada que llevan a cabo las administraciones
autonómicas y locales del Estado español.

El artículo 18 regula la AECI (Agencia Española de Cooperación
Internacional), organismo autónomo de carácter administrativo adscrito al
Ministerio de Asuntos Exteriores, responsable de gestionar los programas
de cooperación incluidos en su ámbito de acción.

El marco institucional que establece el anteproyecto de ley pretende
consolidar, dentro del respeto al principio de unidad de acción en el
exterior, los consejos que facilitan la reflexión y la armonización entre
los diferentes aspectos y modalidades de la cooperación, tanto a nivel de
los órganos de la Administración central con competencias en materia de
cooperación como a nivel de ésta con las administraciones autonómicas y
locales, sin olvidar la participación de instancias de la sociedad civil,
ONG, patronal, sindicatos y expertos académicos que participan en la
fijación de criterios para el desarrollo y en el seguimiento y control de
los planes anuales de cooperación.

El título V regula el régimen en el que participarán en las acciones de
cooperación tanto el personal al servicio de las administraciones
públicas y entidades de derecho público, el personal laboral de las
distintas organizaciones, así como los voluntarios de cooperación para el
desarrollo. Se trata, sin duda, de uno de los aspectos más significativos
y destacados del anteproyecto de ley de cooperación, pudiendo ser
definido como el equivalente al estatuto del cooperante, en el que es
especialmente relevante el artículo 21, que regula a los voluntarios de
cooperación para el desarrollo con la enumeración de las garantías a las
que deberá adecuarse su relación con la organización a la que estén
vinculados.

En el artículo 23 se señala que el tiempo prestado como voluntario de
cooperación para el desarrollo podrá surtir los efectos de servicio
militar, o en su caso ser convalidado por el Consejo Nacional de Objeción
de Conciencia por el tiempo de duración de la prestación social
sustitutoria que corresponda. Esta regulación, como SS. SS. saben, es
absolutamente novedosa en nuestro ordenamiento jurídico y ha sido muy
bien acogida por cuanto representa un avance cierto con respecto a la
situación anterior que se caracterizaba por una dispersión normativa
considerable y poco clara. Se perfila la figura del voluntario de
cooperación en el exterior, se singulariza su status, se le diferencia
del voluntario social y se procura que disfrute de aquellas condiciones
de seguridad y tranquilidad laborales y económicas que le permitan
realizar su trabajo sin los condicionantes negativos que acompañaban la
situación anterior, precaria e incierta, en la que se desenvolvía la
labor del voluntario de cooperación.

El título VI se refiere a la participación social en la cooperación
internacional para el desarrollo, definiendo cuáles son los requisitos
que deben de tener las organizaciones no gubernamentales de desarrollo
tanto para ser consideradas como tales como para recibir ayudas o
subvenciones de la Administración del Estado. A este fin, en la
Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para
Iberoamérica se creará un registro de ONG.

Asimismo, resulta patente y muy encomiable el trabajo realizado por
empresas, fundaciones y otras entidades no gubernamentales españolas en
el campo de la cooperación; de ahí que el Gobierno asuma la obligación de
impulsar la participación de esas entidades en la cooperación española,
pero la Administración debe asegurarse de la eficacia de la labor de las
ONG, y por eso el anteproyecto establece ciertas medidas de control que
garanticen a la Administración que las subvenciones que concede van a
parar a entidades seriamente comprometidas con la cooperación.

En el título VII se dispone que será la Comisión permanente de Asuntos
Exteriores del Congreso de los Diputados la que ejercerá el control
parlamentario de la política española de cooperación internacional para
el desarrollo.

Por último, el texto del anteproyecto de ley, en sus disposiciones
derogatoria, transitoria y final, establece que aunque el Gobierno queda
facultado para dictar cuantas disposiciones de aplicación y desarrollo de
la ley sean necesarias, sigue en vigor el conjunto normativo existente en
este momento mientras no se proceda a dicha promulgación. Entiendo que el
anteproyecto representa un avance importante en la definición y la
concreción de la dispersa normativa española, existente hasta la fecha en
materia de cooperación internacional para el desarrollo. Una vez debatido
y, en su caso, aprobado por las Cortes Generales, la ley de cooperación
internacional regulará y vertebrará la reglamentación y el conjunto de
acciones de la cooperación que se realiza desde nuestro país.

Es cierto que se han dado pasos importantes en todos los ámbitos de la
cooperación, pero conviene ahora consolidar lo logrado para que la
cooperación española para el desarrollo juegue el papel fundamental que
le corresponde en la política exterior española. La futura ley de
cooperación internacional que salga de estas Cortes debería contar con el
mayor consenso político y social posible, circunstancia que daría a la
ley garantías de permanencia, que robustecería



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nuestra cooperación al dotarla de una normativa sólida y aceptada en lo
sustancial por todos los agentes de la cooperación, políticos y sociales,
con concepciones diferentes.




El señor PRESIDENTE: El señor Hernando tiene la palabra.




El señor HERNANDO FRAILE: Muy brevemente, señor Presidente.

Indudablemente, nosotros no hemos pretendido en nuestra primera
intervención realizar un proyecto de enmiendas, porque no es éste el
trámite. Lo que sí hemos querido avanzar es una serie de ideas sobre el
anteproyecto y las cuestiones que nos ha comentado y relatado el señor
Secretario de Estado referentes al propio anteproyecto. Por lo tanto, sí
quiero decirle que nuestras sugerencias siguen estando vigentes, que lo
que esperamos es que el Secretario de Estado sea perceptivo y receptivo
con las mismas y que de alguna forma las mismas puedan ser incluidas en
el anteproyecto que definitivamente se nos envíe a la Cámara al objeto de
mejorar precisamente el trámite de enmiendas que posteriormente todos los
grupos realicen.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Dicenta.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Dicenta Ballester): Muy brevemente, señor Presidente, para
señalar que he tomado nota de las observaciones hechas por el portavoz
del Grupo Popular en relación con los plazos para la presentación de
planes anuales y plurianuales y en relación con la coordinación de la
Administración central, tema que hemos debatido muy frecuentemente en
este tipo de reuniones.

En cuanto a la contradicción entre CICI y la otra comisión no lo he visto
claro, pero pienso que puede haber ahí una mala lectura, porque está la
CICI, que sigue existiendo y, luego, hay una comisión nueva, que es la
Comisión interterritorial, que es la que se ocupará de coordinar las
acciones entre Administración central, administraciones autonómicas y
administraciones locales.

Hay una referencia a los reglamentos. Los reglamentos van a ser por
supuesto inevitables y cuanto más pronto estén aprobados y más
concretamente regulen los aspectos que la ley no regula, entiendo que
será mejor.

He tomado nota de los sectores prioritarios que ha mencionado su señoría,
pero salud y sanidad están recogidos y el tema de las infraestructuras
básicas constituye una preocupación permanente en nuestras acciones de
cooperación que recoge también la ley. El estatuto del cooperante es un
tema que debatimos brevemente ayer, al hablar de la conveniencia o de la
oportunidad de contar cuanto antes con una escuela de cooperación o de
cooperantes y es tema en el que estamos trabajando.

La evaluación y control están recogidas en la normativa que regula la
OPE. Creo que hay una pregunta parlamentaria, que he de responder más
tarde, en la que especifico claramente cuáles son las distintas fases por
las que pasan la evaluación y control de los proyectos de cooperación. El
papel del Ministerio de Asuntos Exteriores respecto a las OTC creo que
está suficientemente recogido, pero tomo nota de la observación que ha
hecho, y, en cuanto al control parlamentario, entendemos que esta
Comisión de Asuntos Exteriores posiblemente sea la que deba llevar en
última instancia el control parlamentario de la cooperación. No sé si
corresponde a otras instancias decidir y debatir sobre este tema, pero,
en cualquier caso, he tomado buena nota de todas las observaciones hechas
por su señoría.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor
Cremades.




El señor CREMADES SENA: En primer lugar, quisiera contestar sobre la
especulación que se hace de si este anteproyecto de ley al final va a ser
aprobado o no en esta legislatura. Especular con el final de la misma me
parece poco serio, en el sentido de que se han hecho reiteradas
referencias a las distintas intervenciones del Presidente del Gobierno en
relación a que acorta la legislatura en marzo. Si yo hiciera referencia a
las manifestaciones de otros líderes políticos, es evidente que en esta
legislatura no se podría haber hecho la ley de cooperación. (El señor
Vázquez Romero: Eso es verdad.) Es cierto, por supuesto.

Por otra parte, creemos que el anteproyecto de ley de cooperación es un
avance importantísimo y, a juicio del Grupo Socialista, un texto
equilibrado, realista, que mejora profundamente algunas cuestiones que
hemos criticado probablemente todos los grupos parlamentarios a lo largo
de las distintas intervenciones en una serie de comparecencias
anteriores. Por cierto, que el Secretario de Estado, si no recuerdo mal,
ya en junio, en una comparecencia no específica sobre la ley de
cooperación nos informó sobre las líneas generales, objetivos, etcétera,
de lo que hoy es este proyecto de ley de cooperación.

Dicho esto, y no entrando en las sucesivas mejoras que se pueden hacer a
través de la tramitación del proyecto, cuando llegue a la Cámara, vía
enmiendas, y del debate específico de todo su articulado, sí que quiero
hacer algunas referencias a determinadas cuestiones que están en la
calle. Aun sin haber entrado todavía este proyecto de ley de cooperación
en la Cámara, por una serie de razones que aquí se han explicado y
totalmente justificadas, en busca de ese mayor consenso social y
político, es cierto que ya hay un debate público, tanto en los medios de
comunicación como en los contactos que hemos tenido unos y otros grupos,
me imagino --yo así lo he hecho--, con distintas organizaciones no
gubernamentales y en conversaciones con otros portavoces, etcétera, y a
veces hay críticas para el todo y el nada; por lo tanto, son bastante
contradictorias.

Yo quiero dejar claro aquí que si están establecidas, por ejemplo, las
áreas geográficas prioritarias en el informe del Congreso y del Senado y,
por lo tanto, los países principales receptores de la ayuda y cooperación
española, debemos respetar que ésas son las áreas geográficas
prioritarias, por las razones que la ley establece, recogiendo



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las distintas directrices que hemos aprobado en las Cortes por
unanimidad. Eso nos obliga a que seamos cautelosos a la hora de hacer una
crítica, como, por ejemplo, cuando se dice que la gran mayoría de la
ayuda española --y que seguirá siendo así si no se mejoran estos
principios y continuamos estando de acuerdo con esas áreas geográficas--
va a países de desarrollo medio y no a los PMD, los de menos desarrollo.

Es una obviedad que si las áreas geográficas que establece la ley son
Iberoamérica y el Magreb, evidentemente la gran mayoría de países de
Iberoamérica y del Magreb son países de desarrollo medio, países en
desarrollo y, por lo tanto, no estamos hablando de otras áreas más
prioritarias que pueden tener otros países PMD. Si no somos capaces de
ser sensatos a la hora de hacer las críticas que haya que hacer, pero con
una cierta racionalidad, siempre estaremos en esa misma contradicción. Si
seguimos manteniendo las áreas geográficas --yo creo que hay que seguir
manteniéndolas, porque es obvio y no me voy a extender en ello--, es
evidente que la cooperación bilateral española va a ser prioritariamente
en favor de países de mediano desarrollo y no de PMD, por una razón de
pura obviedad, cosa en la que en algunas manifestaciones de determinados
agentes de la cooperación se hace mucho hincapié, incluso estableciendo
algunos países y diciendo que hasta el número 15 ó 16 no empieza un PMD
como receptor de ayuda nuestra, que, si no recuerdo mal, es Bolivia. Por
cierto, un país que pertenece al área geográfica prioritaria de nuestra
cooperación y uno de los pocos países considerados como PMD.

Podía continuar saliendo al paso de algunas críticas que antes de
discutirse la ley pretenden invalidar la misma. Por ejemplo, cuando se
está hablando de la cláusula democrática y en esa misma crítica, que creo
que hay que seguir manteniéndola --por supuesto que sí--, se hace una
valoración positiva de un país de nuestro entorno, como Portugal, que
está más volcado en ayuda al desarrollo hacia países del Africa
subsahariana, en muchos de los cuales, probablemente, las cuestiones de
la cláusula democrática tienen un menor desarrollo. En los PMD,
desgraciadamente, muchas veces su desarrollo hacia la democracia y hacia
el respeto de los derechos humanos va muy vinculado con un menor grado de
desarrollo. Y, curiosamente, es evidente que estos países harán el mismo
esfuerzo que estamos haciendo nosotros por vincular nuestra ayuda a la
cláusula democrática, que debemos seguir manteniendo, pero no podemos
olvidar que, por desgracia, en estos países de menor desarrollo, muchas
veces esa ayuda al desarrollo va muy vinculada a situaciones nada
deseables, ni en el presente ni en el inmediato futuro, sobre aspectos
positivos en el camino hacia la democratización y el respeto de los
derechos humanos.

Creo que la ley recoge una buena coordinación, por aquello del principio
unitario de la política española, desde el momento que, a través de las
CICI, del Consejo de Cooperación y de la Comisión interterritorial, está
contemplando aspectos importantes que pueden diseñar, junto con los
informes del Congreso y del Senado y con las directrices que establecemos
desde el Parlamento y el Gobierno, la unidad en la acción, al margen de
los agentes de cooperación institucionales que se dediquen a la misma.

Otro tema que puede ser discutible y mejorable cuando se lleve adelante
el trabajo de la aprobación de la ley es si se matiza y se concreta más
cómo van a ir funcionando estas dos conferencias interministeriales, en
el sentido de que sean realmente los órganos de coordinación los que
marquen definitivamente las líneas generales de los programas y de los
proyectos de nuestra cooperación, al margen de quién la haga.

Quiero valorar muy positivamente el hecho de que se contemple la Comisión
interterritorial en el sentido de que supone un esfuerzo importantísimo
de aglutinar y dar sentido y coherencia a algo que se ha desarrollado,
afortunadamente, a lo largo de este último año, que es el mayor
incremento cuantitativo, y esperemos que sea cualitativo, de la
participación en la cooperación descentralizada.

También se acusa, se dice, se hace una crítica de que la ley mantiene el
oscurantismo, etcétera, lo que tantas veces hemos oído por parte de
algunos agentes, que creo que, con este tipo de interpretaciones,
demuestran su poca permeabilidad, pero, sensu contrario, no ya de la
Administración hacia los sectores que se dedican a la cooperación, sino
de que esa permeabilidad debe darse de un lado a otro, porque se habla
del oscurantismo y de que esta ley sigue manteniendo en este terreno los
mismos defectos que los que venían existiendo anteriormente. Sin embargo,
hay un control parlamentario clarísimo que, al margen de otro tipo de
controles, Consejo de Cooperación, etcétera, al margen de que ese control
parlamentario esté residenciado en la Comisión de Asuntos Exteriores o en
la Comisión de Cooperación --si es que en la próxima legislatura se hace
permanente, como así viene funcionando, aunque se llame no permanente, en
esa legislatura--, de alguna manera, va a posibilitar, como creo que
también posibilitaba en la actualidad --a lo mejor no con una normativa
totalmente clara, pero ahora sí la vamos a tener--, el control
parlamentario, como no podía ser de otra manera.

Finalmente creo que, por parte de los grupos parlamentarios que estamos
hoy presentes en la Comisión --si no lo intuyo mal--, hay un consenso
político bastante amplio en que, siendo mejorable este proyecto de ley,
es evidente que valoramos positivamente el mismo. En cuanto a esa
disfuncionalidad o mal entendimiento que han causado la impresión de que
no hay un consenso social, visto el desarrollo del Consejo de Cooperación
que informó la presente ley, espero que hagamos un esfuerzo importante
--y me comprometo a ello-- de hacer entender que, aun siendo muy
mejorable la ley, no es una ley que no tenga voluntad política, como se
dice en algunos textos, no es una ley que represente el coche-bomba que
dinamitaría la cooperación española, y que expresiones de este tipo creo
que sí son muy poco permeables, porque no obedecen a la verdad ni a la
realidad de lo que es esta ley y del esfuerzo que están realizando no
sólo los grupos parlamentarios que estamos trabajando en el tema sino la
propia Administración.

Termino, señor Presidente, diciendo que el verdadero caballo de batalla
es la cuestión de la ayuda retornable, el tema de la ayuda financiera.

Ese es el verdadero caballo de



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batalla y hay que decirlo claramente y con valentía en esta Comisión, y
hay que decirlo porque es evidente que probablemente el proyecto de ley
de cooperación hubiera tenido otro sentido en la votación del Consejo si
no estuviera acompañada de la ley del FAEX, hay que decirlo así de claro,
pero la verdad es que con la boca pequeña se dicen unas cosas y con la
boca grande a veces decimos otras, y yo sigo manteniendo, como he dicho
en algunas ocasiones, que la cooperación y ayuda al desarrollo es un
concepto bastante más amplio --no lo digo yo, lo dice el propio consenso
de la OCDE, lo asume el resto de países donantes-- que no sólo incluye
esa ayuda a los países menos desarrollados ni únicamente esa ayuda no
retornable, sino que, afortunadamente, en nuestras áreas prioritarias hay
países que pueden tener capacidad de ser receptores de una ayuda
financiera retornable, por supuesto que sigue siendo ayuda, y a mi juicio
la única manera de ir reduciendo el peso específico en la AOD global de
nuestro país requiere tiempo, requiere tiempo en el sentido de que la
única manera de hacerlo es congelando la cuantía destinada a los
proyectos FAEX, como así se viene haciendo en los últimos años, y una vez
que ese fondo se vaya nutriendo con los retornos cuando vayan viniendo,
evidentemente será algo que como en otros países quedará como algo más
residual, no de tanta importancia, pero cambiar ese tema en estos
momentos es algo tremendamente difícil y complicado, porque nadie dice
que estos fondos de ayuda a la exportación, que a la vez son de ayuda al
desarrollo, se eliminen, sino que se pasen de un ministerio a otro, y,
aunque no es el momento de explicarlo aquí, tengo mis dudas de que eso
pudiera ser más eficaz, por la propia experiencia, por la propia
capacidad técnica que tiene el Ministerio de Comercio y, por qué no
decirlo, por las propias líneas que pueden ser aproximativas en la medida
de lo posible a las líneas generales de la cooperación, pero que en
algunos casos concretos y circunstanciales pueden desviar en alguna
décima o en alguna centésima lo que son los objetivos prioritarios,
sectoriales o geográficos de nuestra cooperación española.

Dicho esto, termino, señor Presidente. Muchísimas gracias por su
benevolencia.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Vázquez, de Izquierda
Unida.




El señor VAZQUEZ ROMERO: Señor Presidente, tengo que empezar por
reconocer que estoy un poco confuso. Intentaré explicarme. Yo creo que
estamos discutiendo sobre un anteproyecto de ley que no conocemos
formalmente. Oficialmente no ha entrado en esta Casa, ni por parte de la
Secretaría de Estado se ha tenido la deferencia de hacérnoslo llegar a
los grupos parlamentarios, quizás antes del propio debate del Consejo de
Cooperación, para poder ir a esa discusión con el conocimiento de las
opiniones de los representantes políticos en esta Cámara. Por tanto,
estamos celebrando un debate un poco en el aire, porque formalmente nadie
tenemos conocimiento oficial de ese anteproyecto de ley, el trámite
normal de discusión de un proyecto de ley es otro, consiste en la
presentación de enmiendas una vez estudiado el texto que propone el
Gobierno, y en la discusión de las enmiendas intentar llegar al mayor
consenso posible. En consecuencia, estamos haciendo un debate sobre una
abstracción que propone el Grupo Popular, y yo creo que es hasta cierto
punto loable que lo intente, pero, sin ninguna duda, debería de haber
sido el señor Dicenta quien a instancias propias hubiera venido aquí, no
ahora, hace tiempo, a explicarnos, una vez elaborado el último
anteproyecto, qué es lo que pensaba elevar al Consejo de Cooperación y
cuál era la opinión de los grupos políticos, antes de entrar en el
trámite parlamentario digamos normal de la vía de enmiendas, el trámite
legislativo convencional.

Todos, de una u otra manera, hemos tenido conocimiento, por vericuetos de
la vida política y social del país, no de éste sino de muchos otros
anteproyectos de ley; éste es el último, pero nunca ha quedado claro, a
mi Grupo ni a mí personalmente, si éste era realmente el último o el
antepenúltimo o de cuál estamos hablando, por lo que me parece poco
procedente posicionarnos ahora sobre aspectos concretos del mismo. Repito
que tendremos ocasión de hacerlo cuando formalmente entre en la Cámara,
si entra y si tenemos ocasión de discutirlo.

En abstracto y conociendo las líneas globales de lo que parece ser el
anteproyecto discutido, tengo que reconocer que me quedo con el voto
particular presentado a este anteproyecto por parte de las cuatro ONG y
de los dos sindicatos, porque, reconociendo que es un avance la
existencia de ese proyecto de ley, sin duda coinciden en la previsión
--yo con ellos o ellos conmigo, da lo mismo, no es un problema de ponerse
medallas-- del grave problema de la hegemonía en la línea de la política
de cooperación, más inclinada a estimular el comercio exterior o más
inclinada a establecer otro tipo de cooperación.

Repito que no voy a entrar a discutir para nada este proyecto de ley. Me
doy por enterado de lo que ha dicho el señor Dicenta, espero que tengamos
ocasión de discutirlo formalmente y, repito, lamento que no haya sido a
instancias de la propia Secretaría de Estado y que no hayamos tenido
conocimiento, previo a la llegada al Consejo de Cooperación, de este
entonces borrador para que la propia Administración hubiera podido
conocer la opinión previa, global y genérica de los grupos
parlamentarios.




El señor PRESIDENTE: A veces, se produce también en la Presidencia cierta
perplejidad por cómo se enfoca algún debate, porque el reglamento
contempla estas comparecencias de miembros del Gobierno, a petición de un
grupo o de una parte de los Diputados, y regula en el artículo 203.2 que
el primero que interviene es el Gobierno al que se ha pedido la
comparecencia para un tema concreto. En este punto, lo lógico hubiera
sido que interviniera primero el Secretario de Estado, pero como existe
la tradición en la Comisión de Asuntos Exteriores de que normalmente
intervenga en primer lugar el grupo que pide la comparecencia, lo hemos
hecho así.

En cualquier caso, respecto a los puntos que quedan voy a ser un poco más
rígido en cuanto a los diez minutos máximo que se fijan para las
intervenciones de los grupos



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parlamentarios. Cuando digo máximo, sin romper la costumbre anterior, si
así lo solicita el grupo que pide la comparecencia, si desea realizar dos
intervenciones, tendrá que hacerlo en esos diez minutos; si no, dejará
que intervenga, en este caso, el Secretario de Estado, después la
Presidenta de la Agencia, y, en segundo lugar, el grupo proponente y los
demás.




--PARA INFORMAR DE LAS ACTIVIDADES DE COOPERACION REALIZADAS EN EL AÑO
1995. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de
expediente 212/001589.)



El señor PRESIDENTE: Dicho esto, pasamos al punto 6, también
comparecencia del señor Dicenta, para informar de las actividades de
cooperación realizadas en el año 1995. Esta es una comparecencia
solicitada por el Grupo Parlamentario Socialista.

¿Quiere intervenir ahora el portavoz del Grupo o que intervenga el
Secretario de Estado en relación a su petición de comparecencia?



El señor CREMADES SENA: Estoy de acuerdo con las indicaciones del señor
Presidente, que intervenga el señor Secretario de Estado.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Dicenta Ballester): Voy a tratar de resumir, sin dejar
nada, las actividades de cooperación realizadas en el año 1995, lo cual
de por sí es bastante difícil de realizar en pocas palabras.

En cualquier caso, hemos mencionado ya todo el desarrollo legislativo que
se ha ido produciendo a lo largo del año 1995 y, dado que cuando
intervenga aquí la Presidenta de la Agencia Española de Cooperación
Internacional va a examinar detenidamente los programas y proyectos que
desarrolla en el ámbito de actuación de la misma, tanto en la vertiente
bilateral como en la multilateral, yo me voy a referir a otros temas,
porque, repito, la Presidenta de la AECI va a exponer detenidamente
proyectos y programas que dicha Agencia desarrolla.

Quisiera exponer a SS. SS. cuatro cuestiones concretas. Por una parte,
las actividades que, en materia de cooperación al desarrollo, lleva a
cabo España en el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE. Dos, las
subvenciones otorgadas por la Secretaría de Estado a ONG, tanto en la
convocatoria ordinaria como en la derivada de los recursos obtenidos por
el IRPF; tres, los PACI 1995, seguimiento de 1994 y previsiones para 1996
y, cuatro, actividades desarrolladas en el presente año en relación con
la cooperación oficial descentralizada.

En cuanto a actividades de cooperación en 1995, en relación con el CAD de
la OCDE, he de decir que, desde su ingreso en el CAD de la OCDE en
diciembre de 1991, a lo largo de 1995 esta Secretaría de Estado ha
asumido la participación española en el CAD, órgano que constituye el
foro por excelencia para la concertación entre países donantes y, a la
vez, instancia de la que emanan criterios y recomendaciones que son
tenidos en cuenta por los países y organismos miembros para sus políticas
de ayuda a los países en vías de desarrollo.

Como en años anteriores, en el CAD se ha celebrado una reunión de nivel
político, el «High Level Meeting», el 3 y 4 de mayo, en la que ha estado
España representada por esta Secretaría de Estado, y se prevé la reunión
anual a nivel de directores generales, el llamado ``Senior Level
Meeting'', el 16 y 17 de noviembre próximos.

La Oficina de Planificación y Evaluación de Secipi, la OPE, ha estado
presente también en reuniones de seguimiento, fundamentalmente en el
Grupo de Trabajo de Evaluación, el mes de marzo pasado, de constitución
del Grupo de Reflexión, 24 de mayo, y constitución del Grupo de Asuntos
Estadísticos, una reunión en marzo y otra en junio.

Dado que cada tres años, aproximadamente, se realiza el examen o
valoración de la ayuda oficial de cada uno de los países donantes
miembros del CAD. España pasó este examen, que se llama el «Aid Review»,
en 1994. A España le ha correspondido, por primera vez desde su ingreso
en este organismo, formar parte de un equipo examinador en este año 1995,
habiéndose llevado a cabo el examen de ayuda de Noruega en el pasado mes
de septiembre, examen en el que España participó con un representante de
la cooperación francesa y el grupo de expertos del propio CAD.

En segundo lugar, actividades de cooperación en 1995 en relación con el
Programa de Subvenciones de la Secretaría de Estado a ONG. Este año el
programa de subvenciones a ONG ha experimentado, como saben SS. SS., un
importante crecimiento cuantitativo, consecuencia de la preocupación
básica y la atención prioritaria del Gobierno hacia la cooperación al
desarrollo y reflejo, a la vez, de la creciente sensibilización de la
sociedad civil española respecto a estas actividades.

Para la financiación de la convocatoria ordinaria, con cargo al concepto
presupuestario 12.03 134A 484, se ha dispuesto, mediante créditos
ampliables, de la cantidad de 7.500 millones de pesetas, con los que se
han financiado 252 proyectos, presentados por 99 ONG españolas, según
resolución de esta Secretaría de Estado de 30 de agosto de 1995. Se está
tramitando asimismo la aprobación de otros proyectos presentados en la
citada convocatoria por diversos ONG por valor de 500 millones más, que
serán librados en el próximo ejercicio presupuestario hasta alcanzar los
8.000 millones previstos para el vigente ejercicio.

En la convocatoria extraordinaria, financiada con cargo al 20 por ciento
de la recaudación obtenida por la aportación del 0,5 por ciento destinada
por los contribuyentes en sus declaraciones del IRPF para otros fines de
interés social, se dispone este año de 2.573 millones de pesetas y a
finales de este mismo mes de octubre, terminados los trabajos de
evaluación, de los 334 proyectos presentados por



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ONG, se reunirá la comisión de subvenciones en la que, al igual que en la
convocatoria ordinaria, son tenidas en cuenta las valoraciones sobre la
elegibilidad de la ONG que los presenta, la calidad técnica de los
proyectos, su sujeción a las prioridades territoriales y sectoriales
establecidas en las bases generales y en las órdenes ministeriales que
rigen las convocatorias, sus condiciones de viabilidad, sostenibilidad y
respeto a los criterios del CAD de la OCDE, a las líneas directrices
marcadas por el Pleno del Congreso de los Diputados, en su sesión del 26
de noviembre de 1992, y a las afirmadas por la comisión interministerial
de cooperación internacional en su reunión de 25 de febrero de 1994.

Todas estas variables sirven de referencia permanente para elaborar los
informes que a la Comisión de Subvenciones aporta la OPE, la oficina de
planificación y evaluación de esta Secretaría de Estado, los institutos
geográficamente competentes (es decir, el de Cooperación para
Iberoamérica o el de Cooperación para el Mundo Arabe, Mediterráneo y
Países en Desarrollo) y, en su caso, la oficina técnica de cooperación de
la Embajada en cuya demarcación vaya a ser ejecutado en el futuro el
proyecto.

A finales de 1995 o en el primer trimestre de 1996 empezarán a ejecutarse
proyectos en países en vías de desarrollo, realizados por ONG españolas o
por sus contrapartes locales, financiados por Secipi a través de este
programa, por un monto de 10.573 millones de pesetas. Ello significa que
este año el presupuesto de la Secretaría de Estado de Cooperación para
financiar el programa de subvenciones a ONG, a través de sus dos
convocatorias, ha experimentado un crecimiento de más del trescientos por
ciento respecto a 1994, como queda de manifiesto al comparar los 3.186
millones de que se dispuso para el año 1994, entre ambas convocatorias,
con los 10.573 habilitados para este año.

El simple cotejo de estas magnitudes, en una coyuntura presupuestaria
contractiva, ilustra suficientemente el esfuerzo que el Gobierno está
haciendo para mejorar los niveles cuantitativos de la cooperación
española, al tiempo que atiende a una mayor eficacia del gasto, afinando
en los criterios cualitativos en la selección de proyectos subvencionados
a algunas organizaciones cada vez más profesionalizadas y con más años de
experiencia y rodaje en el campo de la ayuda al desarrollo.

El muy significativo aumento en la dotación presupuestaria para financiar
este programa, unido al crecimiento experimentado por el presupuesto de
la AECI, persiguen el designio del Gobierno de incrementar
sustancialmente la proporción de la ayuda oficial española al desarrollo
respecto al PNB, colocando a España, por primera vez, como país donante
en la media, o incluso por encima de la media, de los países miembros del
Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE y tratando de encumbrar a
nuestro país hacia el objetivo reiteradamente proclamado por los más
altos responsables políticos de llegar al 0,7 por ciento, al doblar el
siglo.

La previsión de gastos en AOD para este año recogida en el plan anual de
cooperación internacional (PACI) aprobado por el Consejo de Ministros del
26 de mayo de 1995, asciende a 190.741 millones de pesetas, lo que
representa un incremento del 14,08 por ciento en relación con 1994.

En tercer lugar, actividades de cooperación en 1995 en relación con el
plan anual de cooperación internacional, PACI 1995, seguimiento PACI
1994, y previsiones PACI 1996.

El PACI previsiones para 1995 fue aprobado por el Consejo de Ministros el
26 de mayo de dicho año. Antes de entrar a analizar sus distintas
magnitudes convendría recordar brevemente las causas que han motivado el
retraso de casi un año en la aprobación del Plan con respecto al plazo
establecido por el Real Decreto 451/1986, de 21 de febrero, es decir, el
primer semestre del año anterior al que va referido.

El retraso de algunos departamentos ministeriales en suministrar a esta
Secretaría de Estado sus propias previsiones de gastos en cooperación
motivó que en la reunión de la CICI de 22 de diciembre de 1994, en la que
se presentó la propuesta del PACI-95, celebrada, por tanto, con más de
cinco meses de retraso, el Ministerio de Economía y Hacienda advirtiera
las desviaciones detectadas entre las cifras consignadas en el
anteproyecto de ley de presupuestos y las que figuraban en la propuesta
del PACI-95, desviaciones que obligaron a llevar a cabo un proceso de
ajuste que demoró la aprobación final del PACI-95, hasta la fecha antes
indicada.

El 26 de junio, la CICI aprobó el seguimiento del PACI-94, documento que
responde a la filosofía inspiradora del decreto citado antes, cuando
encomienda a la Secipi asegurar el seguimiento de los planes aprobados,
así como la elaboración de una memoria anual de evaluación de los
programas de cooperación realizados por el Estado español. El seguimiento
del PACI-94 recoge, pues, todas las acciones y programas realizados en
cooperación internacional durante ese año y detalla los desembolsos
efectuados especificando país, sector de cooperación y, en su caso,
organismo internacional receptor.

De acuerdo con la información de ese PACI, en 1994, España destinó
254.814 millones de pesetas a cooperación internacional, de los que
173.280 millones se consideran AOD. Esta cifra implica que el porcentaje
AOD/PNB español en 1994 se situó exactamente en el 0,27 por ciento,
levemente por debajo de la medida de los países del CAD. En todo caso, si
se comparan las previsiones del PACI-94 con los desembolsos efectivos
recogidos en su seguimiento, se aprecia una desviación a la baja del 0,40
por ciento en gastos de cooperación internacional y, por el contrario,
una desviación positiva del 3,64 por ciento en la AOD.

Tomando como base de seguimiento el PACI-94, al igual que en años
anteriores desde el ingreso de España en el CAD, se ha procedido en éste
a la recogida y procesamiento de la información relativa a la AOD
española correspondiente a 1994 para elaborar las tablas estadísticas del
CAD. Dichas tablas reflejan tanto el volumen de recursos oficiales
destinados a los países en vías de desarrollo como el flujo de
inversiones del capital privado, analizan los grandes componentes de la
ayuda agrupados en los capítulos de cooperación oficial, bilateral y
multilateral,



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otros flujos oficiales --como créditos oficiales a la exportación u otras
operaciones no consideradas ayuda oficial al desarrollo--, recursos del
sector privado y recursos propios de las ONG.

Asimismo dichas tablas ofrecen la distribución geográfica tanto de los
recursos oficiales como de los privados y la distribución sectorial de la
AOD. Por último, analizan los elementos del coste, productos que la
componen y distribución geográfica de la ayuda alimentaria, así como un
análisis cuantitativo, cualitativo y geográfico del personal técnico y
becarios implicados en los programas de cooperación técnica, entendida
ésta como formación de los recursos humanos de los países en vías de
desarrollo.

La CICI del 26 de junio de 1995 aprobó la propuesta del PACI-96. Dicha
propuesta, por vez primera en la existencia del plan de cooperación,
deberá ser informada por el recién constituido Consejo de Cooperación al
Desarrollo en cumplimiento del Real Decreto 795/1995, y una vez evacuado
el informe de este nuevo órgano consultivo se elevará al Consejo de
Ministros para su definitiva aprobación.

De acuerdo con la propuesta del PACI-96, la previsión de gastos en AOD se
estima para ese año en 190.666 millones de pesetas, lo que representa una
disminución del 0,04 en relación con el año 1995. Esta variación
negativa, que no altera, sin embargo, el porcentaje AOD/PNB estimado
provisionalmente y a reservas de lo que pueda resultar como consecuencia
de la incorporación de créditos ampliables en un 0,28 por ciento, al
igual que en 1995, se debe a la disminución en la estimación de
desembolsos netos de créditos FAD --los créditos FAD disminuyen en un
23,75 por ciento--, lo cual contrarresta la variación positiva en las
estimaciones del resto de los componentes de la AOD, o sea,
contribuciones a organismos internacionales financieros --que aumentan en
un 82,31 por ciento--, a organismos internacionales no financieros --que
aumentan en un 33,58 por ciento--, así como en los proyectos y programas
de cooperación bilateral no reembolsable, que aumenta en un 22,4 por
ciento.

Hay que destacar en todo caso que la disminución estimada en los
desembolsos de créditos FAD --23,75 por ciento de disminución--, si bien
implica provisionalmente un descenso en el volumen global de la AOD,
reduce el elevado componente crediticio que ha venido teniendo hasta
ahora nuestra ayuda.

Como última novedad a destacar en relación con el PACI, durante este año
se ha ultimado el proceso de puesta a punto de un nuevo modelo de
recogida de los datos necesarios para su elaboración, con el que se
pretende incrementar la eficacia del plan como instrumento de
planificación, seguimiento y evaluación de nuestra cooperación oficial al
desarrollo. En la elaboración del nuevo modelo, que fue presentado en la
CICI celebrada el pasado 26 de junio, han participado los departamentos
ministeriales y las comunidades autónomas. A tal efecto se han celebrado
dos reuniones con representantes de los Ministerios y una con las
comunidades autónomas, en las que la oficina de planificación y
evaluación ha recogido las diferentes observaciones planteadas por
aquéllos en relación con el nuevo modelo. Está prevista, por otra parte,
la celebración de una nueva reunión con las comunidades autónomas el
próximo 21 de noviembre.

Entre las principales novedades incorporadas al futuro modelo de recogida
de datos, que se utilizará por vez primera en la elaboración del PACI-97,
destacan la asignación de un código único a cada uno de los proyectos que
en lo sucesivo se aprueben, la necesidad de especificar la línea
directriz, a la que preferentemente se ajusten aquéllos, la más detallada
información sobre el desglose presupuestario de las aportaciones y la
inclusión de información sobre objetivos, resultados e indicadores del
grado de consecución de los objetivos por cada uno de los programas y
proyectos de cooperación.

En cuarto y último lugar, actividades en 1995 en relación con la
cooperación oficial descentralizada.

La concertación con las comunidades autónomas y entidades locales en el
campo de la cooperación al desarrollo constituye uno de los retos que
esta Secretaría de Estado debe afrontar. La importancia de la cooperación
oficial descentralizada, que excede lo puramente cuantitativo y que
revela una concienciación social generalizada sobre la problemática de
los países del sur, resulta evidente si se toma en cuenta el hecho de que
sus recursos se han triplicado entre los años 1993 y 1995, llegando a
alcanzar este año, según previsiones que tendrán que ser contrastadas en
su momento en el PACI-Seguimiento, a los 13.000 millones de pesetas, es
decir, cerca del 7 por ciento del total de la AOD española.

Como parte del esfuerzo para alcanzar la necesaria coordinación, la OPE
ha mantenido en febrero y abril de este año sendas reuniones con
representantes de las diversas comunidades autónomas y de la Federación
Española de Municipios y Provincias para analizar las vías de
participación de éstas en el PACI y también para lograr una mayor
coordinación en la gestión de los programas de subvenciones a ONG que
tanto esta Secretaría de Estado como las comunidades autónomas, llevan a
cabo.

En lo referente a su participación en el PACI, se ha procedido a adaptar
el nuevo modelo de recogida de datos a las características propias de sus
programas de cooperación, básicamente canalizados a través de
subvenciones a ONG, y a sus peculiaridades organizativas. El objetivo
último es que participen plenamente en el PACI a partir de su edición
para 1997, de manera que se disponga de un único documento que refleje el
total de la cooperación al desarrollo española.

En cuanto a la coordinación de los programas de subvenciones a ONG, se
trabaja en diferentes vías que, en su mayoría, están aún en fase de
discusión: Homogeneización de las bases generales que regulan el acceso a
las ayudas, creación de un registro único en el que todas las ONG habrán
de inscribirse y creación de un registro general de proyectos. También,
en lo que a la justificación y control del gasto se refiere, convendría
homogeneizar los criterios y exigencias de las distintas Intervenciones
de Hacienda.

Con objeto de ir cerrando cuestiones puntuales como las descritas, pero
también de alcanzar un consenso más amplio en el marco de la futura ley
de cooperación, la Secretaría



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de Estado tiene previsto convocar en el mes de noviembre una nueva
jornada de coordenación, semejante a las tres anteriores en la que
participaran representantes de alto nivel de las diversas comunidades
autónomas.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Secretario de Estado. Tiene la
palabra, por el Grupo Socialista, que es el que había pedido la
comparecencia, el señor Cremades.




El señor CREMADES SENA: Muy brevemente, porque el objetivo de la
comparecencia era recabar a estas alturas del ejercicio de 1995,
información sobre las actividades realizadas en cooperación durante el
año 1995.

Quiero decir, en primer lugar, que nos congratulamos de que, como
miembros del CAD, no solamente seamos alumnos, sino que también podamos
ser profesores, por la propia dinámica del funcionamiento de dicho
organismo, lo cual es importante, no sólo por el mero hecho accidental,
como miembro del CAD, de ser del grupo examinador, sino por la propia
experiencia que en estos temas vamos a ir teniendo en este organismo del
que somos parte integrante desde épocas muy recientes.

Quiero valorar asimismo el hecho de que haya dicho el Secretario de
Estado que ya en el ejercicio de 1995, con los acuerdos adoptados
cuantitativamente en la ayuda oficial en relación PNB-AOD, vayamos a
estar, si no he oído mal rozando por encima incluso de la media del CAD,
lo cual es otro dato positivo que confirma la rendencia de conseguir el
objetivo, reiterado aquí por el Secretario de Estado y que yo valoro muy
positivamente, del 0,7 del PIB para finales de siglo.

Que en el programa de subvenciones a organizaciones no gubernamentales
haya habido ese incremento del 300 por ciento, pasando de los 3.186
millones de pesetas a los 10.573 que van a gestionar este año, denota, a
mi juicio, dos cosas importantes: en primer lugar, la apuesta decidida
por un mayor protagonismo de las organizaciones no gubernamentales, como
no puede ser de otra forma, en la gestión de la ayuda; y, por otro lado,
que las propias organizaciones no gubernamentales están adquiriendo,
afortunadamente cada vez con mucha más capacidad de gestión, más
posibilidades de hacer positivamente ayuda al desarrollo. Eso lo
demuestra el hecho de que vayan a gestionar nada más y nada menos que
7.000 millones de pesetas más que en el año anterior.

Tengo que destacar también el hecho de la disminución del FAD en ese
23,75 por ciento, si no he entendido mal, lo cual, de alguna manera,
confirma lo que varias veces yo he sostenido, que éste es el camino de
que este tema concreto de la ayuda reembolsable vaya disminuyendo en el
peso específico global de las AOD. Este es un dato importante y positivo
que nosotros queremos destacar y valorar.

Respecto al 0,27 del PIB, resultado final del PACI-94, evidentemente ya
manejábamos porcentajes parecidos cuando discutíamos la Ley de
Presupuestos de 1994 y la Ley de Acompañamiento, con lo cual, si
realmente se confirma el hecho de que en el año 1995 vayamos a estar en
la media del CAD en la relación AOD-PC-PIB significa un incremento
importante en esa relación porcentual, que valoramos positivamente.

Finalmente, destaco el peso específico importante valorado en 13.000
millones de pesetas de la ayuda descentralizada, que significa un
incremento bastante importante, el 7 por ciento de la AOD global. Pero no
solamente hacemos esa valoración positiva en lo cuantitativo, destinar
13.000 millones de pesetas como una mayor sensibilización social a lo
largo de todo el territorio español, sino que, con esas reuniones y esas
concertaciones que está habiendo entre la Administración central y las
comunidades autónomas, que también contempla la futura ley de cooperación
que hemos discutido anteriormente, entendemos que no solamente la
cantidad, que debe ir «in crescendo», sino la calidad de esta ayuda y la
coordinación de la misma va a ser un hecho positivo.

Agradezco al Secretario de Estado las informaciones que nos ha dado.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Hernando, del Grupo
Popular.




El señor HERNANDO FRAILE: He de decir al señor Secretario de Estado que
por parte de nuestro Grupo desearíamos estar en posesión del Plan de
Seguimiento de 1994, del PACI 1995, que no lo ha recibido la Cámara
todavía, por lo menos nuestro Grupo, y, si fuera posible, la propuesta de
PACI para 1996, alegrándonos de que ya haya una propuesta de PACI, que
luego entraremos a valorar.

Ha comentado usted satisfactoriamente el hecho de que nos fuéramos
acercando a los objetivos marcados por el Parlamento, pero quiero decir
que, en virtud de los datos aportados por usted mismo, en 1995 no vamos a
superar los 191.000 millones, parece ser, lo que en realidad supondría no
conseguir ese 0,35 que fue un objetivo prioritario de la Cámara, ya que
191.000 millones suponen aproximadamente el 0,30 por ciento.

Es indudable que se ha hecho un esfuerzo respecto al año anterior y se ha
pasado del 0,27 al 0,30, pero solamente al 0,30, tal como usted nos
anuncia en estos momentos. Quizá al concluir el año --este dato no está
todavía cerrado, no es definitivo-- podamos ver otros sistemas, otros
mecanismos de cooperación no contemplados en este dato inicial que acaben
incrementando estas dotaciones.

Estamos ciertamente contentos con que la cooperación descentralizada se
haya incrementado de forma tan notable. Dice usted que para este año
calcula 13.000 millones. Yo creo que se queda corto: me parece que van a
ser más millones. Es posible, según estimaciones de nuestro Grupo, que el
año próximo sean hasta 20.000 millones. Eso quiere decir, señor
Secretario de Estado, que, si valoramos el anteproyecto que ustedes han
presentado a la Cámara, en el que existe una reducción en los
presupuestos de cooperación de 2.000 millones, y parece ser que también
el FAD --aunque este dato no lo tengo confirmado-- va a disminuir en un
23,75 por ciento, está claro que el esfuerzo el año próximo va a venir
del lado de la cooperación descentralizada.




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Con todo lo que esto pueda tener de positivo o negativo, a nuestro juicio
hace prioritario establecer un sistema de coordinación entre la
Administración central y las administraciones autonómicas y locales. A lo
mejor no debería quedarse sólo en esas reuniones, sino poner en marcha,
aunque fuera de forma provisional, lo que contempla el propio
anteproyecto de ley, es decir, la Comisión Interterritorial de
Cooperación y de Ayuda al Desarrollo.

Voy a hacer una referencia especial a los FAD. Yo no creo que haya que
vanagloriarse por que los FAD disminuyan en los presupuestos. A mí me
preocupa. No desearíamos que fuera ésta la forma de disminuir el peso de
la ayuda reembolsable, disminuir los FAD. Yo creo que lo que hay que
hacer precisamente es incrementar los otros sistemas de cooperación. Yo
pienso que la propuesta de PACI de la que usted nos habla, señor
Secretario de Estado, no tiene mucho que ver con las cifras que hemos
conocido, porque en el artículo 56 de los presupuestos del Estado para
1996 se habla de 80.000 millones para créditos FAD, es decir, se viene a
mantener lo que se decía en el anteproyecto, si bien es cierto que
disminuye en 5.000 millones respecto a lo que definitivamente aprobó la
Cámara, pero no es una reducción tan grande. Además, hay que tener en
cuenta que estas dotaciones de FAD se van a incrementar por los posibles
vencimientos en el año 1996, que nosotros calculamos que serán también
cerca de otros 25.000 millones de pesetas.

En este aspecto --quizá no haya tenido usted los datos que nosotros
estamos manejando--, sería deseable que se aclarara este punto entre
Comercio y la Secretaría de Estado, no para frustrar las alegrías
presuntas del señor Cremades, sino porque será positivo para todos que
tengamos las cifras más claras. Sobre todo si esto, además, va a suponer
que el principio de congelación del que usted nos hablaba, planteado en
el PACI de 1996, no va a ser cumplido, de lo cual nos alegraríamos.

Por último, estamos a favor del incremento que se ha hecho ese año a
favor de los proyectos y aportaciones y subvenciones a organizaciones no
gubernamentales. Ese incremento se ha producido también en la cooperación
descentralizada. Usted sabe que la mayoría de los programas que han
realizado los ayuntamientos y comunidades autónomas precisamente van
destinadas a subvenciones a organizaciones no gubernamentales, por lo que
volvemos al principio: la coordinación es muy importante para saber qué
es lo que estamos haciendo en cada caso, qué organizaciones no
gubernamentales estamos subvencionando por parte de las distintas
administraciones, ya sea local, autonómica o central, porque si no, al
final, nos encontraremos con asuntos no deseables.

Yo quiero manifestar respecto a las ONG lo siguiente. Nosotros creemos
que el actual reparto que se ha realizado es, a nuestro juicio,
inadecuado. Se han subvencionado, como usted dice, doscientos y pico
programas para un total de casi cien organizaciones no gubernamentales,
pero lo cierto es que cuarenta y seis son organizaciones no
gubernamentales sobre las que no teníamos noticias o que han surgido
recientemente. Esta política, que yo he definido en medios de
comunicación de café para todos, no es beneficiosa para la cooperación y
ayuda al desarrollo, es un paso atrás que entraña graves riesgos para el
futuro y credibilidad de las organizaciones no gubernamentales. Quizás
hemos perdido una oportunidad importante precisamente para conseguir un
tejido asociativo de organizaciones no gubernamentales lo suficientemente
sólido precisamente a través de la ayuda a esas organizaciones, cuya
experiencia está perfectamente contrastada por parte del propio
Ministerio de Asuntos Exteriores.

Otra valoración es la que siempre hacemos nosotros. En lo que se refiere
a las organizaciones no gubernamentales políticas, vemos siempre una mano
a favor de organizaciones no gubernamentales de izquierdas. Lo hemos
denunciado en otras ocasiones y lo volvemos a reiterar en ésta. Yo quiero
manifestar aquí que muchas veces se dice que ustedes hacen muchas
manifestaciones a favor de las asociaciones laicas, pero no tienen en
cuenta las religiosas. Nuestro partido político no es confesional y, por
lo tanto, no podemos entender que las organizaciones religiosas comulguen
con los planteamientos de nuestro partido político; están al margen de
nuestro partido político, al igual que muchas de ellas están también al
margen del partido político que apoya al Gobierno o de otros partidos
políticos. Pero si analizamos indudablemente las subvenciones a las
organizaciones no gubernamentales laicas, ahí vuelve a haber otra vez una
mano clarísima hacia posiciones de izquierda, en este caso, de Izquierda
Unida y del Partido Socialista también, por qué no decirlo.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Vázquez, de Izquierda
Unida.




El señor VAZQUEZ ROMERO: Yo quiero agradecer los datos que nos da el
señor Dicenta, teniendo en cuenta que la mayoría de ellos son previsiones
porque estamos en octubre y lógicamente el nivel de ejecución de la AOD
para 1995 todavía no puede ser conocida.

Nos parece francamente bien que disminuya el porcentaje de los FAD en el
conjunto de la AOD, como nos parece bien que el porcentaje de AOD se
acerque a la medida del CAD respecto al PIB, considerando que estamos
todavía bastante lejos de alcanzar el compromiso de esta Cámara de llegar
al 0,35, que incluso considerábamos ampliable al 0,50 --se lo recuerdo,
señor Dicenta--. Y en el nivel de ejecución actual de la AOD estamos,
como mucho, en el 0,30. Para llegar al 0,35 va a ser difícil y, por
supuesto, nos vamos a quedar muy por debajo del 0,50 que marcábamos como
objetivo. Con este ritmo de progresión difícilmente llegaremos al 0,7 en
el 2.000, que debería ser un objetivo a cumplir por parte de todos los
las que creen que la política de cooperación es una parte fundamental de
la política en su conjunto.

A mí me parece bien que hayan crecido las ONG en este país y que reciban
las subvenciones adecuadas. La única forma de que una ONG adquiera
experiencia y aumente su nivel de profesionalidad y, por tanto, de
eficacia en la ejecución final de su cooperación es su propio nacimiento.




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Si no nacen nuevas ONG, nunca podrán tener experiencia y siempre
tendremos las mismas, independientemente --porque en eso mi Grupo tiene
una actitud menos sectaria que la del señor Hernando-- de la
confesionalidad o no de las mismas. Sin ninguna dificultad mi Grupo tiene
relación con ONG de confesionalidad católica como con otras laicas. No
tenemos ningún prejuicio al respecto. Nos parece que lo correcto es
valorar la función que ejercen y no el supuesto sustrato ideológico o
religioso del que parten, que, repito, me parece una actitud poco
conveniente en este tema como en cualquier otro.

Vamos a ver si esas previsiones a las que se refería el señor Secretario
de Estado se van cumpliendo y si es posible aumentarlas para acercarnos a
los compromisos que adquirió esta Cámara. Tiempo tendremos de poder
valorar la ejecución de los presupuestos de la AOD de 1995.

También le pediría que nos hiciera llegar, como decía el señor Hernando
antes, el PACI 1994/1995, que tampoco lo tenemos. Sin duda puede ser un
buen instrumento para valorar la ejecución de las previsiones a las que
usted se ha referido.




El señor PRESIDENTE: El Secretario de Estado va a contestar brevemente
porque tiene que ausentarse.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Dicenta Ballester): Creía que tenía una pregunta más, pero
parece que es para otra comparecencia, relacionada con la distribución de
ayudas a las ONG.

Quería referirme a dos temas que han planeado en las diferentes
observaciones que SS. SS. han hecho. Uno, en cuanto al porcentaje. El
porcentaje es el 0,30 o el cero treinta y algo, pero es verdad que no se
ha terminado y que no se han contabilizado todavía los créditos
ampliables. Estamos pendientes de que al terminar el año sepamos cuántos
son exactamente los dineros aprobados y cuánto suponen esos créditos
ampliables en el total del porcentaje. A lo mejor resulta que nos
encontramos en el 0,35. No he querido adelantar un dato que no puedo dar
en estos momentos, pero hay créditos ampliables, algunos incluso
aprobados, que no están contabilizados en ese 0,30 al que me he referido.

Le haré llegar con mucho gusto al portavoz del Grupo Popular, señor
Hernando, los PACI que me ha solicitado.

A nosotros nos preocupa --repito esto una vez más-- la cooperación
descentralizada y la cooperación hecha desde la Administración central.

Ojalá el ascenso, el incremento de la cooperación descentralizada se
produzca de tal manera que se llegue a esta cifra de 20.000 millones
rápidamente. Nosotros vamos a poner en marcha cuanto antes, es decir, en
las próximas semanas, la comisión interterritorial de la que se habla en
la ley, por lo menos de manera informal, en el sentido de seguir
convocando las reuniones a las que me he referido anteriormente para
mantener un mínimo de relación y de vinculación.

No es que disminuyan los FAD, que efectivamente siguen manteniendo una
cifra similar a la del año anterior en los Presupuestos, es que aumentan
los retornos de los FAD, que hasta ahora no los tenían, no se habían
devuelto y ahora se están devolviendo.

En cuanto a la referencia a ONG que no se conocían o que han surgido
recientemente, debo decir que para entrar en el marco de ONG susceptibles
de ser beneficiarias de ayudas o subvenciones se tienen que cumplir los
requisitos concretos, específicos y prefijados, y entre ellos está tener
dos años de existencia, que consideramos un tiempo suficiente. En segundo
lugar, tener una buena reputación, es decir, haber hecho durante esos dos
años proyectos o programas que sean valorados de una manera positiva. En
tercer lugar, presentar un proyecto o un programa que sea evaluado
también positivamente, que sea viable, que se dirija a la intencionalidad
a la que se deben dirigir los programas de cooperación en la
correspondiente convocatoria. De manera que el que sean jóvenes o menos
jóvenes o que no se conocieran algunas de las ONG que han sido
beneficiarias de subvenciones o ayudas, no creo que en absoluto las pueda
descalificar.

Sólo me resta agradecer a SS. SS. esta comparecencia en la que
probablemente el compareciente aprende a menudo más que los que me
cuestionan. En cualquier caso, sirve para que tengamos cada vez más datos
en nuestro poder y podamos hacer una mejor y más efectiva cooperación
entre todos.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado. Somos
nosotros --yo como Presidente en nombre de la Comisión-- los que
agradecemos al señor Secretario de Estado su presencia, su disponibilidad
y el interés y la importancia de los temas que se han podido suscitar con
motivo de las preguntas y de las respuestas que han tenido lugar durante
las últimas tres horas. Muchas gracias de nuevo y hasta la próxima
ocasión que tengamos la oportunidad de tenerlo aquí.




--DE LA PRESIDENTA DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACION INTERNACIONAL
(RUIZ-TAGLE MORALES), PARA INFORMAR SOBRE EL NIVEL DE COMPROMISO DEL
PRESUPUESTO GENERAL DEL ESTADO DE 1995. A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA.

(número de expediente 212/001590.)



El señor PRESIDENTE: Rogamos a la señora Presidenta de la Agencia
Española de Cooperación Internacional que suba a la Mesa a fin de poder
continuar la sesión de la Comisión con el punto 7, último del orden del
día.

Agradecemos la presencia de la señora Presidenta de la Agencia Española
de Cooperación Internacional, doña Ana María Ruiz-Tagle, que comparece a
petición del Grupo Socialista, para informar sobre el nivel de compromiso
del Presupuesto General del Estado de 1995.

Supongo que, como en el caso anterior, el señor Cremades renuncia a la
palabra en este primer momento para que la Presidenta de la Agencia pueda
hacer una exposición sobre el motivo de su comparecencia.

Tiene la palabra la señora Ruiz-Tagle.




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La señora PRESIDENTA DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACION INTERNACIONAL
(Ruiz-Tagle Morales): Voy a intentar en este primer turno ser muy breve,
aunque siempre se dice lo mismo, para después, en las preguntas que me
puedan hacer SS. SS., orientar mi intervención en los términos que puedan
tener más interés.

Quiero comenzar dándoles las gracias por la oportunidad que me dan SS.

SS. de comparecer en esta Comisión. Cuando comparecí el 6 de marzo, el
presupuesto de la Agencia Española de Cooperación Internacional había
sufrido un incremento importante. Había pasado de 11.000 millones de
pesetas, con la fórmula de crédito ampliable, a 43.000 millones, y creía
que era necesario, como no podía ser menos, que SS. SS. conocieran
algunas líneas de la planificación de ese presupuesto que, como muy bien
se ve, aumentaba un 300 por ciento. Entonces detallé --voy a hacer
incluso referencia a esa comparecencia-- la línea de acción, tanto en el
ámbito de la cooperación bilateral como en el de la cooperación
multilateral. Incluso hacía un reparto orientativo de cómo íbamos a
distribuir ese presupuesto en cuanto a esa planificación.

En ese reparto orientativo comentaba que, dentro de las tres unidades de
la Agencia, hacemos acciones de cooperación propiamente dicha. Por
ejemplo, el gabinete de la presidencia lleva toda la cooperación
multilateral y los dos institutos --el Instituto de Cooperación
Iberoamericana y el Instituto del Magreb, Mediterráneo y otros países--
los temas sectoriales y geográficos. El gabinete de la presidencia
distribuía 9.000 millones y cada uno de los institutos 14.000 millones de
pesetas, que junto con lo que figura en los capítulos 1 y 2 suman los
43.000 millones, que es el presupuestos de la agencia.

En lo que se refiere a la cooperación bilateral, saben SS. SS., y se ha
dicho esta tarde aquí, que concentramos los esfuerzos en las áreas
geográficas que son prioritarias. En este sentido se han reforzado todos
los programas de cooperación en Iberoamérica y también en el
Mediterráneo, Mozambique, Angola y Filipinas. Las comisiones mixtas,
dentro de la cooperación bilateral, son el eje de nuestra cooperación
bilateral. Pues bien, desde finales de 1994 hasta la fecha --también le
voy a decir lo que hay planificado-- hemos celebrado 22 comisiones
mixtas. Como saben SS. SS., esas comisiones mixtas entre el Gobierno
español y el de los países receptores es el marco jurídico donde se
establecen todas las acciones de cooperación, y dentro de esas comisiones
tenemos cuatro áreas.

Hemos celebrado esas veintidós comisiones mixtas y se las detallo a SS.

SS. porque tenemos los documentos, lógicamente, en la Agencia y están a
disposición de cualquiera de ustedes. En Iberoamérica hemos celebrado
catorce comisiones mixtas: con Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Paraguay, Guatemala, Costa Rica, Honduras, El Salvador,
Nicaragua, Méjico, República Dominicana y Cuba, y está previsto que las
celebremos antes de final de año en los restantes países: Bolivia,
Ecuador, Perú, Uruguay y Venezuela.

Dirán S. S.: ¿y este año se celebran todas las comisiones mixtas? Tiene
una explicación. Me parece que comentamos en los presupuestos de 1994,
cuando la Agencia española tenía unos presupuestos mínimos de 11.000
millones, que estábamos en una situación letal y que realmente no
podíamos hacer esa línea de cooperación. Al tener ese incremento
presupuestario importante hemos, lógicamente, alimentado esa línea básica
de las comisiones mixtas. Eso, como les decía a SS. SS., en el ámbito del
Instituto Iberoamericano.

Si nos vamos al ámbito del Instituto del Magreb, del Mediterráneo y de
otros países en desarrollo, veremos que hemos celebrado ocho comisiones
mixtas. En el Magreb hemos firmado con Argelia, Mauritania y Túnez. Con
Marruecos está pendiente, por razones obvias que conocen SS. SS., pero
creo que al final del año puede haber acuerdos culturales y educativos.

También con China, últimamente, con la Autoridad Palestina, Mozambique,
Angola y Fidji.

No voy a detenerme en los programas de las comisiones mixtas, porque nos
llevaría mucho tiempo, pero, como les recuerdo a SS. SS., tienen cuatro
áreas fundamentales de actuación en cooperación, como son la
modernización institucional y refuerzo de las capacidades del país para
satisfacer sus necesidades sociales básicas; la segunda área, que es
formación de recursos humanos; la tercera, modernización de los sectores
productivos y mejora de las infraestructuras y la cuarta, cooperación
cultural.

Hay algunos programas a los que SS. SS. han hecho referencia y voy a
destacar sólo los más significativos. Por ejemplo, en el área
iberoamericana me gustaría señalar algunas acciones que estamos haciendo
en el proceso de integración regional, como es el Mercosur, con el fin de
facilitar la inserción de algunos países menos desarrollados, como
Paraguay, en la economía mundial.

Igualmente, por señalar algunos esfuerzos en el área del Magreb,
concretamente en Mauritania, hemos llevado a cabo un proyecto de apoyo
para la formación de un cuerpo de funcionarios de registro civil.

Igualmente en Argelia, en colaboración con Aena, hemos trabajado en los
servicios de seguridad en los aeropuertos, porque consideramos que era
fundamental. Sin olvidar el tema palestino, donde nuestra acción de
cooperación ha sido importante en el fortalecimiento de toda esta área
institucional.

Segunda área de educación. Saben SS. SS. que invertir en educación es
invertir en desarrollo. Si esto lo teníamos claro, después de la Cumbre
mundial de Copenhague ha sido uno de los elementos a destacar. Tendría
que decirles a SS. SS. que en el programa de becas, que es uno de los
programas más antiguos de la acción de cooperación española, este año
hemos tenido la posibilidad de aprobar en el área iberoamericana un total
de 1.227 becas, con un costo de 1.037 millones de pesetas. Eso por lo que
se refiere a la convocatoria general, a lo que habría que sumar la beca
Mutis, como saben ustedes un programa derivado de la Cumbre al que se han
destinado este año 653 becas; igualmente el programa de Intercampus,
mediante el cual este año 1.600 estudiantes y 400 profesores han
realizado intercambios en la comunidad iberoamericana. En el Africa
Subsahariana, en el programa de becas tenemos 226 becarios. Hemos
incrementado fuertemente nuestros becarios en ese área.




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En la modernización de sectores productivos en el área iberoamericana ha
habido muchos contactos y seminarios en apoyo de la pequeña y mediana
empresa.

Voy a salir al paso, en plan positivo, porque ha habido una crítica
respecto de la presencia de la Agencia Española en la Expotecnia de
Colombia. Si bien es verdad, como dijo el Secretario de Estado, que era
un programa montado por el Ministerio de Comercio y el ICEX, se pidió
desde la Secretaría de Estado de Cooperación la presencia de la Agencia
para un trabajo que supone singularmente una línea de acción de
cooperación, que eran contactos entre empresas colombianas y españolas,
para llevar nosotros el manual divulgativo y los seminarios de
encuentros, de los cuales han salido tres encuentros que se van a
celebrar en el área iberoamericana.

Por último, la cuarta área de las comisiones mixtas es la cooperación
cultural. Hemos incrementado nuestra acción cultural y me gustaría
decirles a SS. SS. que no sólo contamos ya con centros culturales
prácticamente en casi todos los países de Iberoamérica, sino que también
hemos reforzado mucho los trabajos del Instituto Cervantes. Por si les
interesa, les diré que cuando se ha firmado la comisión mixta educativa,
científica y técnica con la República Popular China, nos hemos encontrado
con la sorpresa de que se pueden dar las bases para un posible Instituto
Cervantes a medio plazo, porque en siete universidades de Pekín (China)
hay once departamentos de lengua española y hay una comunidad de cien mil
hispanistas. Esto respecto a la cooperación bilateral.

En la cooperación multilateral ha habido un extraordinario incremento de
contribución de la Agencia en las instituciones multilaterales de
cooperación. España prácticamente no estaba presente por razones
presupuestarias. Yo recuerdo que una de las reivindicaciones de la
plataforma social del año pasado era que España sólo estaba presente en
los organismos internacionales con una contribución minoritaria, y que
eso conllevaba la presencia de pocos funcionarios, expertos o técnicos
españoles. Pues bien, señorías, este año hemos pasado de 300 millones a
5.000 millones de pesetas.

Por lo que se refiere a los programas --aunque SS. SS. tienen acceso a
los mismos, yo les voy a destacar algunos--, el problema de la infancia
nos preocupaba especialmente. Después de la Cumbre de Copenhague se firmó
un compromiso claro de la voluntad del Gobierno español de que aquellos
acuerdos se fueran convirtiendo en realidad. Así con la Organización
Mundial del Trabajo hemos firmado un convenio de erradicación del trabajo
infantil. España contribuye a financiar este programa en todo el área de
Iberoamérica, con una duración de cinco años, para el que se ha
comprometido un total de 1.500 millones de pesetas. Igualmente con Unicef
hemos puesto en marcha un programa de atención sanitaria que incluye la
vacunación de 800.000 niños argelinos. En planificación familiar se han
firmado, después de la Cumbre de El Cairo, dos programas con el Fondo de
Población, uno de salud reproductiva y planificación familiar en
Filipinas, y otro en el área del Magreb.

Por otro lado, había una preocupación --y en este sentido también ha
habido un incremento de la presencia de ciudadanos españoles-- por el
quehacer de las instituciones multilaterales de desarrollo. Muchas veces
hemos comentado que una forma de que España pueda planificar también
acciones de cooperación es que existan representantes españoles a nivel
de funcionarios y de profesionales. Pues bien, en lo que se refiere a los
programas de jóvenes profesionales en prácticas, jóvenes expertos
españoles, expertos asociados, voluntarios de Naciones Unidas y de Cruz
Roja, tengo que decirle a S. S. que hemos pasado de 18 expertos en estos
programas a tener ahora mismo 150 profesionales en cada uno de ellos,
porque hemos pensado que el seguimiento de estos programas tiene
realmente importancia. Lo mismo ocurre en la ayuda alimentaria y en la
ayuda de emergencia. Por ejemplo, el programa de ayuda alimentaria hemos
visto que se ha incrementado notablemente. Si en el año 1994 gestionamos
800 millones de pesetas, en el año 1995 hemos pasado a 2.380 millones de
pesetas.

Yo aquí quisiera hacer hincapié en algo que se dice y que no responde a
la realidad. Se dice que España coopera con países que no son los más
necesitados del mundo. A lo mejor, en comisiones mixtas en las que hay
líneas de compromiso gobierno a gobierno, puede haber algo de verdad,
aunque no siempre es así, porque yo me preguntaría: Mozambique o Angola
¿qué nivel de desarrollo tienen? Aparte de no ser verdad, lo que sí
quería decirle a S. S. es que con programas de ayuda alimentaria estamos
realmente en los países más necesitados, como no podía ser de otra
manera, y ahí se han invertido este año 2.380 millones de pesetas. Igual
ocurre con la ayuda de emergencia, cuya partida presupuestaria se ha
incrementado sustancialmente. Si en 1994 habíamos participado con 500
millones de pesetas, este año hemos podido incrementar esa ayuda hasta
1.156 millones de pesetas, y lo hemos hecho en colaboración con
organismos como Acnur, Unicef o Cruz Roja Internacional, así como con
organizaciones no gubernamentales españolas. Y no sólo hemos estado
presentes en el área propia de nuestra cooperación, sino también en todos
los conflictos que ha habido a lo largo de este año. Por citar algunos,
diré que hemos estado presentes en Albania, en Chechenia, en Eslovaquia,
en Rumanía, y también en Angola, Burundi, Malí y Zaire.

También me gustaría tranquilizarle --pido disculpas, porque voy dando
saltos, sin atenerme a lo que traía por escrito, ya que he dicho que iba
a ser breve--, puesto que esta tarde ha dicho que le preocupaba --he
podido estar presente en una parte del debate anterior-- el nivel de
coordinación, el nivel de compromiso en acciones de cooperación a que
habíamos llegado con otros departamentos ministeriales y con comunidades
autónomas. Tengo que informarle, en relación con otros ministerios, de
que hemos firmado una serie de convenios por una cantidad de mil ciento y
pico millones de pesetas. Entendemos que la acción de cooperación, y
sobre todo presupuestaria, debe centrarse en el Ministerio de Asuntos
Exteriores, en la Secretaría de Cooperación, pero es claro que los
diseños de la temática correspondiente es labor de su departamento
ministerial y hemos querido acentuar esa política. Así, hemos firmado
acuerdos con el Ministerio de Sanidad y Consumo,



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con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, con el Ministerio de
Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, con el Ministerio de
Cultura, con el Ministerio de Asuntos Sociales, con el de Agricultura,
Pesca y Alimentación y hace unos días incluso hemos firmado un convenio
de cooperación con el Ministerio de Economía y Hacienda. En cuanto a las
comunidades autónomas, este año hemos firmado convenios de cooperación
con la Rioja, con Aragón, con Madrid y con Murcia y, aunque con ocasión
de las elecciones, lógicamente, se produjo un corte en esa marcha que
llevábamos de firmar convenios; ahora hemos retomado esa línea y yo le
diría a S. S. que en este mes de octubre o primeros de noviembre se
pueden cerrar convenios con Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía y
Navarra, y estamos en negociaciones con el País Vasco, que hasta 1994
había hecho cooperación descentralizada con organizaciones no
gubernamentales y pensaban que una buena fórmula sería destinar el 50 por
ciento del presupuesto a cooperación oficial y el otro 50 por ciento a
proyectos o programas llevados a cabo por organizaciones no
gubernamentales.

Volviendo a la estructura del presupuesto de la Agencia, diré que en 1995
vamos a gestionar un presupuesto de 43.000 millones de pesetas. El
Secretario de Estado ha hablado antes del PACI de 1995 y ha dado la cifra
de 199.000 millones de pesetas para ayuda oficial al desarrollo. Sus
señorías se han preocupado --yo he oído expresiones de preocupación por
su parte, como hubiera sido la mía-- porque esta cifra parece que es el
equivalente al 0,30 ó 0,31 por ciento. Voy a intentar, en la medida de lo
posible, acallar esa inquietud; ése es el objeto de mi comparecencia. Lo
que ocurre es que ahí no está contabilizado todo lo que va en materia de
crédito ampliable. Como muy bien saben SS. SS., este año la Agenia tiene
dos tipos de crédito: el crédito presupuestario eran 19.000 millones de
pesetas, pero tenemos un crédito ampliable de 24.000 millones de pesetas,
e igualmente, en el epígrafe que hemos creado, el 486, hemos tenido que
hacer una modificación de crédito.

De estos créditos ampliables tengo que informar a S. S. que estamos
ejecutando ya siete. Algunos están ya en fase de aprobación y otros en
tramitación, pero creo, y comparezco ante la Cámara para disipar esa
duda, que antes del final del año 1995, con los 24.000 millones de
pesetas de crédito ampliable y con lo de las ONG llegaríamos al 0,35, que
son los 238.000 millones de pesetas. Estamos gestionando un crédito
ampliable de 6.161 millones de pesetas para el área iberoamérica
destinado a los sectores de salud, educación y asistencia técnica, que es
el núcleo central de las comisiones mixtas. Contamos también con un
crédito ampliable de 68 millones de pesetas, que ya ha sido aprobado,
destinado a las cumbres para la dotación de una serie de programas.

Asimismo, disponemos de un crédito ampliable para los convenios con
organismos internacionales por un importe de 2.387 millones de pesetas y
ya estamos trabajando sobre el mismo. Tenemos también tres créditos
ampliables, más un cuarto destinado a la colaboración con ministerios y
con comunidades autónomas, un quinto para programas de cooperación con el
Mediterráneo y con el mundo árabe de 6.539 millones de pesetas, y un
sexto dedicado a un programa de la Comisión Mixta de Méjico por un
importe de 375 millones de pesetas.

Puedo decirles también que se encuentra en fase de elaboración un crédito
último por un importe de 4.000 millones de pesetas --el Secretario de
Estado se ha referido a él-- que dentro de unos 15 días se firmará junto
con el programa de Naciones Unidas; es un programa destinado al
fortalecimiento institucional en todo el área de Centroamérica, así como
para el fortalecimiento del área municipal de saneamiento en el que
estamos presentes a través de una serie de expertos, es decir, un fondo
fiduciario en el PNU para el fortalecimiento de la gobernabilidad de
Centroamérica por un valor estimado de 1.300 millones de pesetas. Yo
espero, señorías, que al final de este año podamos culminar el proceso de
ampliación de los 24.000 millones de pesetas en el presupuesto de la
Agencia.

No recuerdo la normativa exacta, pero en la Ley de Acompañamiento se
decía que el compromiso existente era el del 0,35 por ciento pero que
cabía la posibilidad de ampliarlo hasta el 0,50 siempre y cuando fuese
destinado a programas elaborados desde una necesidad, desde una urgencia,
y aprobados por el Consejo de Ministros. Todavía estamos a tiempo de
recoger cualquier alternativa que pueda aparecer al respecto.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene
la palabra el señor Cremades.




El señor CREMADES SENA: Agradecemos a la Presidenta de la AECI su
presencia en esta Comisión a requerimiento de mi Grupo y queremos decirle
que la preocupación que sentíamos a la hora de solicitar esta
comparecencia no era otra que la duda que nos surgió con la aprobación de
los Presupuestos del año 1994 sobre el salto cuantitativo que habíamos
dado en el Parlamento a través de la Ley de Acompañamiento citada aquí,
en el sentido de pasar del 0,27 por ciento del PIB que se había invertido
en AOD en el año 1994 al 0,35 por ciento como mínimo y la posibilidad de
un incremento hasta el 0,5 por ciento, buscando el camino hasta llegar a
ese 0,7 por ciento para el año 2000, según el compromiso contraído por el
Gobierno y por los distintos grupos parlamentarios. Evidentemente, ello
había provocado dudas sobre su capacidad de gestión, tanto a la hora de
la elaboración de proyectos como de la ejecución de los mismos, o la
asunción de compromisos para poder dar ese salto que, en el caso concreto
de la Agencia, contaba con un presupuesto ordinario de 19.000 millones de
pesetas y por la vía de créditos ampliables podía llegar hasta los 24.000
millones de pesetas.

Según la información que nos ha dado la Presidenta de la Agencia, que
agradecemos, vemos tremendamente positivo el hecho de que se pueda
constatar que a final de año se ha llegado al compromiso de gastar, de
ejecutar, el 0,35 del PIB, llegando a los 23.800 millones de pesetas, no
los 19.000 que se habían citado anteriormente como presupuesto ordinario
en la comparecencia del Secretario de Estado, pero sobre todo nos
congratula el hecho de que los 19.000 millones de pesetas de presupuesto
ordinario estaban



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más que comprometidos, porque, si no he leído mal, en estos momentos ya
hay de los créditos ampliables 20.000 millones de pesetas aproximadamente
y los 4.000 restantes con ese compromiso que nos ha anunciado sobre el
área centroamericana, concretamente en ese programa que ha anunciado la
Presidenta de la Agencia.

El tema de trabajo de las comisiones mixtas con ese incremento importante
de catorce en el área iberoamericana y ocho en el área del Magreb, lo
valoramos positivamente porque, como bien ha dicho la Presidenta, es el
marco jurídico de la cooperación bilateral en el sentido de poder
incrementar los programas y salir del colapso que había con el
estancamiento de los 11.000 millones de pesetas, ni una peseta más, por
decirlo de una manera coloquial, que había en los presupuestos
anteriores.

También valoramos positivamente e incitamos a que se siga profundizando
en la ayuda a Palestina, porque, después de los últimos acontecimientos,
afortunadamente, del proceso de paz de Oriente Medio, entendemos que la
autonomía palestina necesita que a la tendencia de la ayuda que venimos
practicando en los años anteriores añadamos un esfuerzo mayor; y así
valoramos el hecho de que se esté haciendo este esfuerzo para lo
sucesivo, porque ésa va a ser unas de las posibilidades de reforzar
afortunadamente ese proceso de paz que se vislumbra últimamente con los
acuerdos de Taba.

Sobre el tema de la ayuda multilateral, coincido con la Presidenta de la
Agencia cuando dice que en las críticas que normalmente se vienen
haciendo sobre la ayuda a los países menos desarrollados (que no es uno
de los pivotes importantes, por las razones que anteriormente he dicho y
no voy a repetir) se olvidan muchas veces de que todos los programas de
ayuda multilateral van destinados a países de PMD; por lo tanto, el hecho
de que haya habido el incremento importantísimo de pasar, en programas
para ayuda alimentaria, de 800 a 2.300 millones de pesetas y, para ayuda
de emergencia, de 500 a 1.156, si no he tomado mal las cifras, supone un
incremento importante de la ayuda multilateral en la que cada vez estamos
más presentes a través de los expertos. Pueden parecernos pocos ciento
cincuenta expertos, pero el salto es importante, teniendo presente que
anteriormente solamente contábamos con dieciocho. Evidentemente sí que
era una verdadera ridiculez, por decirlo de alguna manera, la presencia
de expertos en estos organismos multilaterales. Con el incremento
cuantitativo se está llevando paralelamente un incremento de la presencia
española en estos programas multilaterales y un incremento en la calidad
de estos programas, con lo cual, lo mismo que decía anteriormente en el
tema de los créditos retornables, en este tema concreto de la ayuda
multilateral se está llegando a un mayor favorecimiento a los PMD, a
través de los incrementos realizados este año. Esperemos que esta
tendencia se produzca también en el próximo ejercicio de 1996, que esa
línea, paso a paso, nos vaya conduciendo a reequilibrar mucho más las
cifras finales de la AOD global y, de alguna manera, a salir al paso de
algunas críticas que se vienen haciendo por parte de algunos medios de
comunicación a algunas determinadas organizaciones que creo que no se
ajustan a la realidad, o por desconocimiento de la globalidad de la ayuda
o por centrarse solamente en algunos de los aspectos, en este caso la
ayuda bilateral no la multilateral o los créditos retornables, que dan
una imagen distorsionada de lo que, a nuestro juicio, significa la
cooperación global española.

Agradecer a la Presidenta de la Agencia su presencia, y nada más.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Hernando, si así lo desea,
como supongo.




El señor HERNANDO FRAILE: Yo sí que voy a intentar ser breve.

Deseo agradecer la presencia y la paciencia de la Presidenta a la AECI
por las horas en que se ha producido esta comparecencia y el tiempo que
lleva esperando, sobre todo por la hora en que estaba fijada su
convocatoria.

Sobre el tema de los créditos ampliables me gustaría que me precisara si
considera que éste es el mecanismo más adecuado para presupuestar nuestra
ayuda oficial al desarrollo, máxime cuando en el proyecto de Presupuestos
para 1996 tendremos que ir otra vez a esta vía. Según lo que ya hemos
podido ver del anteproyecto, no ha sido consolidada ninguna de estas
cifras y usted nos dice que van a aparecer como créditos ampliables. Yo
he tomado hasta ocho cifras de créditos y usted dice que son siete.

Seguramente que habrá sido un error mío. Luego tendré ocasión de
revisarlo.

Sí deseo decirle que sobre el tema de la ayuda alimentaria --ya lo
habíamos denunciado el año pasado precisamente en su comparecencia-- nos
parece positiva su manifestación sobre el comportamiento errático de la
AECI no sólo por lo que se refería a la ayuda alimentaria directa, sino
también por lo que se refería al papel que la AECI estaba desempeñando en
el seno de la Dirección General comunitaria que se encarga de estos
asuntos referentes a los retornos que se producen desde esta Comisión
hacia las empresas españolas que participan en estos proyectos de ayuda
alimentaria. Hemos visto en el anteproyecto de Presupuestos para 1996 que
existe una partida de 1.400 millones para esta ayuda alimentaria,
referida al fondo internacional de ayuda alimentaria. ¿Esto va a
restringir o va a reducir la ayuda alimentaria directa española para el
próximo año? ¿Va a ser incluida o es una partida al margen y que responde
a los convenios que hemos firmado recientemente sobre el fondo
internacional de ayuda alimentaria?
No voy a volver a hacer referencia al tema de las ONG, porque volveré a
ser tachado de sectario, a pesar de ser las ONG próximas a mi Grupo
Parlamentario las que menos subvenciones reciben.

Al margen de su comparecencia, y esto va dirigido al Presidente, sí
quiero manifestar --no lo he hecho al principio porque quería dejarlo
para el final-- nuestro pesar porque todavía no se haya podido producir
la comparecencia en esta Comisión del Ministro de Comercio, solicitada
por nuestro Grupo hace ya más de seis meses. Lamento este hecho porque
parece ser una constante en el comportamiento del Ministro de Comercio su
negativa a comparecer, no sólo en esta Comisión, sino en otras. Yo
entiendo



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que el señor Gómez-Navarro tiene muchas cosas que hacer, pero estoy
seguro que entre partido y partido de fútbol y entre visita y visita a
hoteles encontrará próximamente algún hueco para acudir a esta Comisión.

Pido excusas a la señora Presidente de la AECI por tener que haber
introducido este último aspecto en mi intervención.




El señor PRESIDENTE: La Presidencia tendrá en cuenta esa sugerencia,
aunque conoce las gestiones que la Mesa hace con relación a dicha
comparecencia.

Tiene la palabra el señor Vázquez, por Izquierda Unida.




El señor VAZQUEZ ROMERO: Voy a empezar por agradecer los datos que nos ha
proporcionado la señora Presidenta de la AECI, datos que, como en el caso
de la comparecencia anterior, siguen limitados a previsiones. Estamos a
la altura del año que estamos y lógicamente estamos hablando de 1995.

Si no he recogido mal el dato, y si no recuerdo mal el debate
presupuestario de este mismo año, son 24.000 millones de pesetas los
créditos ampliables de que disponía la AECI. Querría preguntarle --y eso
se contesta con un sí o con un no-- cuánto tiene realmente comprometido
de los 43.0000 millones, es decir los 19.000 más los 24.000 millones.

Repito, ¿cuántos de esos millones están ya comprometidos?
Después, hay una cosa que me parece un poco anecdótica. No sé si he
entendido bien, pero me ha parecido oír que la AECI ha dedicado algo más
de 1.000 millones de pesetas a un convenio de cooperación interna, de
diferentes ministerios del Gobierno, para coordinarse en lo que es la
política de cooperación. ¿Ha dicho eso? Si no es así, explíquelo otra vez
porque me parece que en las actas va a aparecer más o menos como yo lo
acabo de decir.

Es verdad que todos reconocemos la necesidad de coordinar las acciones en
este campo, pero que el propio Gobierno, en su funcionamiento interno,
necesite de convenios que nos lleguen a costar más de 1.000 millones de
pesetas para que eso se produzca, me parece excesivo y le doy la
oportunidad de desmentirlo o de aclararlo en su próxima intervención.

Una última cosa, ¿sería usted partidaria, o apoya usted la idea, de
consolidar presupuestariamente las partidas que ahora están consideradas
como créditos ampliables?



El señor PRESIDENTE: Para contestar a las tres intervenciones, tiene la
palabra la señora presidenta de la AECI.




La señora PRESIDENTA DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACION INTERNACIONAL
(Ruiz-Tagle Morales): Quiero agradecer las preguntas que me hacen SS. SS.

Respecto a una de ellas tal vez me he explicado mal y usted me ha dado
una segunda oportunidad, que le agradezco especialmente, porque he
querido decir todo lo contrario.

Agradezco al señor Hernando que me pregunte sobre el tema de los créditos
ampliables S. S. sabe cuál era el origen de que en los presupuestos del
año 1995 figurarán estos créditos ampliables. Si usted me hubiera hecho
la pregunta durante la ejecución del año 1995, hubiera tenido que decir
que los créditos ampliables tienen una gran dificultad desde el punto de
vista de la tramitación. Pero, ya que nos los hemos aprendido, incluso le
diría a S. S. que tienen algo bastante positivo, aunque tienen una
mecánica compleja. Voy a intentar ser muy explícita, con objeto de que no
me entiendan SS. SS. mal.

En los presupuestos del año 1995 --como recordarán SS. SS.-- se crea el
epígrafe 496, créditos ampliables, con una serie de conceptos y de
materias. Y hasta que esa cantidad que era de 7.500 millones de pesetas,
no se ha comprometido --no gastado, pero en una ejecución del presupuesto
lo que cuenta es el compromiso-- hemos tenido dificultades para que los
demás créditos ampliables se puedan presentar y se puedan tramitar
porque, como su propio nombre indica, si todavía había un dinero
disponible, la ampliación no se hace en tanto en cuanto sigue disponible.

lo cual tiene su dificultad, en un principio, porque era de naturaleza
nueva.

Sin embargo, si ustedes me hacen hoy la pregunta, diría a SS. SS. que, en
aras de la transparencia, de la celeridad y del buen gastar, quizá es una
buena fórmula, y me voy a un caso concreto, la ayuda alimentaria. Si yo
quiero incrementar la ayuda alimentaria porque hay más necesidad, tengo
que justificar que, en la ayuda anterior, el epígrafe presupuestario
correspondiente, están ejecutados los 1.000 millones de pesetas
reflejados, lo cual me permite tener esa transparencia y esa evaluación
de los presupuestos en la misma ejecución puesto que se da casi en un
mismo acto. Tiene sus dificultades administrativas, no se lo voy a negar,
ha sido un año complicado, pero gracias a la colaboración de todo el
personal de la Agencia Española de Cooperación sí se gana en
transparencia.

Pienso que esta modalidad de crédito ampliable irá buscando su fórmula, y
el que en el año 1996 se hayan repetido los créditos ampliables quizá se
deba a la propia estructura de los presupuestos de 1996, que son unos
presupuestos --como se ha dicho hasta la saciedad y el Ministro de
Economía y Hacienda así lo ha reflejado-- que tenían que contener el
déficit y tenían que respetar unos determinados epígrafes, unos
determinados capítulos, y tal vez variarlos.

El crédito ampliable del epígrafe 496 de los presupuestos anteriores
consta de muchos subconceptos, pero si SS. SS. observan los de este año,
verán que hemos metido muchos más subconceptos en todos los epígrafes.

Sin embargo, eso suponía modificar otra serie de capítulos, lo cual es
difícil de hacer en unos presupuestos que, como les decía, tienen ese
objetivo. Yo creo que le contesto, señor Hernando, si le digo que es una
fórmula buena en cuanto a la transparencia pero con dificultades de
gestión, lo que tiene una explicación clara.

Tenía usted una preocupación con la ayuda alimentaria de este año. Yo no
he sido llamada a comparecer este año en los Presupuestos, lo cual me ha
llamado la atención, y a lo mejor este tema salió ayer. Yo no sé si salió
ayer en la comparecencia de los Presupuestos del Estado para 1996,



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pero yo tengo que tranquilizar a S. S. cuando dice: en ayuda alimentaria,
en el epígrafe 496 viene menos cantidad de la que están gestionando. Le
vuelvo a recordar a S. S. --y eso es la ventaja-- que como esto es
crédito ampliable se puede ampliar hasta el 0,35 o hasta el 0,50, es
decir, que al ser crédito ampliable no tiene ese límite, únicamente
depende de la viabilidad, de la urgencia y de la necesidad.

Usted sacaba a colación un tercer tema, el de las organizaciones no
gubernamentales, aunque no quería volver a abrir el debate. Yo, como
reflexión y si me dan la oportunidad en esta comparecencia, sí diría una
cosa, y es que efectivamente, en la plataforma de las subvenciones han
aparecido muchas organizaciones no gubernamentales, pero ya estaban con
anterioridad a este incremento, porque les recuerdo a SS. SS. que hace
falta una antigüedad de dos años para que se puedan presentar a la
convocatoria. En consecuencia, estas organizaciones no gubernamentales
tenían que estar constituidas como mínimo antes de 1993. Pero, aparte de
eso, si hay algo que justifique las subvenciones desde unos Presupuestos
Generales del Estado es la dinamización de la sociedad civil. Es distinto
el caso de organizaciones no gubernamentales desde aportaciones privadas,
desde la ciudadanía, que destinan esos fondos a cooperación para el
desarrollo. En España teníamos una sociedad civil más sensibilizada, a lo
mejor, hacía el voluntariado en el interior que hacia la cooperación para
el desarrollo, y el que surjan organizaciones no gubernamentales nuevas,
dentro del ámbito de jóvenes, que podríamos enclavarlas en una sociedad
civil articulada que antes no estaba presente, yo creo que no sólo es
deseable sino bueno y que lo tenemos que fomentar.

El portavoz de Izquierda Unida me decía que yo había hablado de los
24.000 millones de pesetas como crédito ampliable, y me preguntaba hasta
qué punto lo tenía comprometido. Quizá S. S. se considere contestado por
lo que yo he explicado de la propia naturaleza de los créditos
ampliables, pero, si no, lo vuelvo a repetir: el epígrafe 496, que tenía
los 7.500, ha habido que vaciarlo en cuanto a compromisos, y hasta que no
ha estado vacío no se pueden tramitar nuevos créditos. Esos créditos
ampliables los hemos diversificado. Yo he nombrado site créditos
ampliables, a lo mejor me he confundido y he dicho ocho porque,
efectivamente, presentamos ocho, pero uno, que era de becas, nos lo han
denegado porque las becas no era un tema de crédito ampliable ya que
tenía un epígrafe concreto en el crédito presupuestario, que es el 481, y
cuando existe un epígrafe concreto en un presupuesto, no se puede ampliar
un crédito. En consecuencia, ese crédito nos lo denegaron. Por eso he
confundido la cifra, pero en este momento hay presentados siete créditos
ampliables y pendiente de presentar un octavo. En este sentido, yo le
tengo que decir a S. S. que están comprometidos, porque para presentar un
crédito ampliable hay que justificar en el programa a lo que se va a
destinar; con este sistema de programa cero no se puede pedir una
cantidad para esto o lo otro, sino que hay que especificar los
compromisos en cada caso y evaluar el importe de ese programa. De ahí la
complejidad y la dificultad pero también, como le decía a S. S., la
transparencia.

Su señoría me formulaba una segunda pregunta, si se habían destinado mil
y pico de millones para distintos departamentos ministeriales. Eso no lo
he dicho y, además, hay una cosa clara: la Ayuda Oficial al Desarrollo no
tiene una fórmula para gastarse créditos en el interior, es decir,
tenemos una gran dificultad para gastarnos créditos en el interior. Lo
que he querido decir es que los diseños de políticas se hacen desde
distintos ministerios. Por ejemplo, cuando me he referido al Ministerio
de Asuntos Sociales, en los distintos países iberoamericanos, donde
existen instituciones homologables con nuestro Instituto de la Mujer,
confeccionan un banco de proyectos de la mujer y lo envían. Son esos
proyectos de peticiones de otros países a sus ministerios homólogos, como
puede ser el Ministerio de Obras Públicas o el de Cultura, lo que
financia la Agencia Española. Esa acción de coordinación, ese banco de
proyectos así como el diseño de cómo se pueden orientar, se realiza desde
los ministerios españoles, pero la dotación económica la pone la Agencia
Española de Cooperación. Eso va en el orden de cosas que pretendemos al
ordenar la acción de cooperación desde el Ministerio de Asuntos
Exteriores cada día más. Se va a comprobar en los presupuestos de 1996, y
en las previsiones del PACI vamos a ver ya que este año se ha reducido
mucho la cantidad que cada departamento ministerial destina a acción de
cooperación, prácticamente ha sido residual en la mayoría de ellos, menos
en el que comentaba S. S., el Ministerio de Comercio, con los créditos
FAD.

Su señoría me hacía una tercera pregunta, si se va consolidar este
sistema de créditos ampliables. Yo no sabría responderle a esa pregunta,
creo que no, pero tampoco puedo decidirlo por mi parte. Le decía a S. S.

que quizá habría alguna fórmula mixta. Ahora, entiendo que si realmente
en España existe el compromiso por parte del Gobierno y de la sociedad de
ir incrementando el porcentaje destinado a cooperación para el
desarrollo, los créditos ampliables pueden ser una buena fórmula;
difícilmente unas previsiones se pueden incrementar en unos presupuestos
cerrados al año si no es con fórmulas como el crédito ampliable.

También quiero recordar a S. S. sobre el último examen del CAD que
realizó España en el año 1994 y que se utiliza mucho como referencia, que
la Secretaría ha recibido una comunicación porque la media de los países
de la Unión Europea está bajando y me parece que este año España y otro
más, si llegamos a este compromiso, somos de los pocos que estamos en el
0,3 por ciento.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias por su presencia, señora Ruiz-Tagle,
Presidenta de la ACI, y por la información que ha aportado a esta
Comisión.

Habiéndose terminado el orden del día previsto para la sesión de hoy, se
levanta la misma. Gracias.




Eran las ocho y treinta minutos de la tarde.