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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 515, de 07/06/1995
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1995 V Legislatura Núm. 515
INDUSTRIA, ENERGIA Y TURISMO
PRESIDENTE: DON JOAQUIM MOLINS I AMAT
Sesión núm. 37
celebrada el miércoles, 7 de junio de 1995



ORDEN DEL DIA:
Comparecencia del señor Presidente del Consejo de Seguridad Nuclear
(Kindelán Gómez de Bonilla), para:
--Analizar el informe del segundo semestre de 1993 del citado Consejo. A
solicitud del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente
212/000820). (Página 15692)
--Informar en relación al informe semestral del Consejo de Seguridad
Nuclear (CSN). A solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de
expediente 212/001272). (Página 15692)
--Informar en relación con los informes del Consejo de Seguridad Nuclear
segundo semestre de 1993 y primero y segundo semestres de 1994. A
solicitud de la Mesa de la Comisión. (Número de expediente 212/001507).

(Página 15692)
Comparecencia del señor Ministro de Industria y Energía (Eguiagaray
Ucelay), para:
--Informar sobre los criterios adoptados por el Gobierno en la
elaboración del Programa Operativo para la Pequeña y Mediana Empresa
1994-99. A solicitud del Grupo Parlamentario Catalán-Convergència i Unió.

(Número de expediente 213/000175). (Página 15709)



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--Informar sobre el proceso de filialización de la Corporación
Siderúrgica Integral (CSI), así como sobre calendario de nuevas
inversiones previstas. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal IU-IC.

(Número de expediente 213/000442). (Página 15725)
--Explicar el proceso de constitución del Holding «V» con los activos de
la Empresa Nacional Siderúrgica, S. A., Altos Hornos de Vizcaya
(ENSIDESA-AHV) y su filialización. A solicitud del Grupo Parlamentario
Federal IU-IC (Número de expediente 213/000397). (Página 15725)
--Explicar el Plan de reestructuración del sector naval para los próximos
años que tiene previsto enviar el Gobierno a Bruselas. A solicitud del
Grupo Parlamentario Popular. (Número de expediente 213/000511). (Página 15741)



Se abre la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SR. PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR
(KINDELAN GOMEZ DE BONILLA), PARA:



--ANALIZAR EL INFORME DEL SEGUNDO SEMESTRE DE 1993 DEL CITADO CONSEJO. A
SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA. (Número de expediente 212/000820.)



--INFORMAR EN RELACION CON EL INFORME SEMESTRAL DEL CONSEJO DE SEGURIDAD
NUCLEAR (CSN). A SOLICITUD DEL GRUPO POPULAR. (Número de expediente
212/001272.)



--INFORMAR EN RELACION CON LOS INFORMES DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR,
SEGUNDO SEMESTRE DE 1993, PRIMER Y SEGUNDO SEMESTRE DE 1994. (Números de
expediente: 401/000004, 401/000005 y 401/000006.)



El señor PRESIDENTE: Se abre la sesión.

Buenos días, señoras y señores Diputados. Vamos a iniciar esta sesión
número 37 de la Comisión de Industria, Energía y Turismo. Conocen ustedes
el orden del día, que es extenso, que se desarrollará a lo largo de todo
el día, en sesión de mañana y tarde, y que se inicia ahora con la
comparecencia del señor Presidente del Consejo de Seguridad Nuclear,
solicitada por dos grupos parlamentarios y por acuerdo de la Mesa. La
primera solicitud ha sido del Grupo Socialista para analizar el informe
del segundo semestre de 1993. La segunda corresponde al Grupo Popular
para informar en relación al informe semestral del Consejo de Seguridad
Nuclear. Y la tercera, por acuerdo de Mesa del 11 de mayo, es la que
definitivamente da lugar a esta comparecencia para informar en relación
con los informes del Consejo de Seguridad Nuclear, segundo semestre de
1993, primer y segundo semestre de 1994, que son los tres informes
semestrales que en este momento está valorando la Ponencia de la Comisión
y que en sesión que tendrá lugar a finales de este mes serán aprobados,
en su caso, por esta Comisión.

Quisiera agradecer al señor Presidente del Consejo de Seguridad Nuclear
su presencia aquí hoy y su disposición, que viene desde el primer día de
su nombramiento, a comparecer ante esta Cámara. Como conocen los miembros
de la Mesa y los portavoces de los grupos parlamentarios, el señor
Kindelán solicitó prácticamente el mismo día de su nombramiento que la
Comisión girara una visita al Consejo para tener allí una sesión de
trabajo con él mismo y con todos los miembros del Consejo, propuesta que
la Mesa y la Junta de Portavoces agradeció pero creímos que, estando ya
inmersos en el estudio y discusión de los informes semestrales del
Consejo, era más conveniente proceder a ese estudio, a su valoración y
aprobación definitiva y, con posterioridad, realizar la visita. En
cualquier caso, es de agradecer su ofrecimiento, señor Kindelán.

Vamos a iniciar esta comparecencia, para lo cual tiene la palabra el
señor Kindelán.




El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR (Kindelán Gómez de
Bonilla): Señor Presidente, señoras y señores Diputados, comparezco por
primera vez ante esta Comisión para dar cuenta de las actividades del
Consejo en el segundo semestre de 1993 y todo el año 1994, actividades
que están reflejadas en los informes que ya obran en poder de los señores
Diputados. (El señor Vicepresidente Dávila Sánchez ocupa la presidencia.)
Como saben sus señorías, se trata de un período que en su mayor parte,
salvo un mes, refleja las actividades que no han sido responsabilidad del
nuevo Consejo nombrado en noviembre. Sin embargo, y con ese motivo, yo
quería empezar mis palabras transmitiendo una primera impresión que
tenemos los nuevos consejeros después de los primeros meses que hemos
estado trabajando en aquella casa. Nos parece --y es importante decirlo--
que hemos encontrado una institución que es técnicamente competente, que
está integrada por profesionales que conocen



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su oficio y me atrevo a decir que aseguran la labor fundamental de
garantizar la seguridad nuclear en España.

Desde que se creó el Consejo han transcurrido ya quince años y, como es
natural, han ocurrido muchas cosas, que se han modificado en el tiempo,
en todo lo que se refiere a la seguridad nuclear tanto en el plano
internacional como nacional. Durante estos quince años se ha licenciado
la mayor parte de las centrales nucleares del país, con excepción de las
dos de primera generación, y se ha regularizado poco a poco la situación
de la mayoría de las instalaciones radiactivas, incluyendo las de
radiodiagnóstico. Es evidente que durante una primera etapa, como saben
sus señorías, la mayor parte de las actividades del organismo han estado
dirigidas a las tareas de licenciamiento de todas las centrales y al
largo y complicado proceso de su puesta en marcha en un país que aun
entonces tenía una experiencia limitada en este campo. Sin embargo, en la
actualidad se está haciendo cada vez más nítida la idea de que existe una
nueva problemática, a la que el Consejo tendrá que hacer frente en los
próximos años, que incluye, por ejemplo, el almacenamiento de residuos
radiactivos y la clausura de instalaciones, como temas más destacables
entre los muchos nuevos que van apareciendo. Ello nos obligará a
introducir adaptaciones paulatinas y a profundizar en una serie de
actuaciones del organismo, a lo que me gustaría referirme al final de mi
intervención, que ahora quisiera concentrar en dar cuenta de los hechos
más característicos de estos dos últimos años. También hay que decir que
en estos últimos cinco, seis, siete, ocho años, se ha ido incrementando
la preocupación en el mundo internacional, en especial en el mundo
nuclear, por los temas de seguridad. Se ha ido extendiendo lo que en el
oficio se llama la cultura de seguridad, empujada por la mucha mayor
preocupación social por los problemas medioambientales, hecho este último
que creo que todos podemos considerar como positivo.

Es evidente la función primordial del Consejo que presido. Existimos
solamente para proteger a los trabajadores de las instalaciones y a los
ciudadanos en general de los riesgos inherentes al uso de fuentes
radiactivas, limitando al máximo la posibilidad de que ocurran incidentes
o, naturalmente, limitando sus consecuencias en caso de que esto se
produzca. Posiblemente el principio predominante en el que se basa el
diseño de los sistemas de seguridad en nuestro campo es lo que llamamos
la defensa en profundidad. Sus señorías saben perfectamente que esta
defensa consiste en establecer sucesivos niveles de protección, de forma
que en cada uno sea posible compensar y corregir los fallos que puedan
producirse en el anterior. En cuanto a cultura de seguridad, que he
mencionado antes, podemos considerar incluidas en nuestro campo todas
aquellas actitudes, normas y actuaciones que afiancen como prioridad
esencial cualquier aspecto relacionado con la seguridad. Hablar de
cultura de seguridad es lo mismo que decir que nada, absolutamente nada,
puede prevalecer ante el riesgo de un incidente que pueda remediarse.

Dichas estas pequeñas ideas introductorias, debería referirme en concreto
a las centrales nucleares del país, cuyos datos esenciales se encuentran
en poder de SS. SS. por medio de los informes semestrales. Quisiera
afirmar que su seguridad se encuentra a un nivel suficiente y que su
funcionamiento no está suponiendo un riesgo indebido para la población ni
para el medio ambiente. Si utilizamos diferentes parámetros, como por
ejemplo la comparación entre la dosis colectiva del personal
profesionalmente expuesto o la radiactividad expulsada al exterior por
los efluentes líquidos emitidos por las centrales de España, y comparamos
los datos de España con los de otros países, llegamos a la conclusión
clara de que el parque nuclear español presenta datos con un nivel de
seguridad totalmente comparables, unos años mejor, otros ligeramente
peores, a los que existen en la Unión Europea o en Estados Unidos.

En estos dieciocho meses de finales de 1993 y todo el año 1994, se han
producido en las centrales nucleares españolas 126 sucesos notificables,
es decir, que deben ser notificados al Consejo por reglamento. De ellos,
122, es decir la mayor parte, han sido clasificados en el nivel cero, es
decir, sin consecuencia alguna para la seguridad, y cuatro han sido
clasificados en el nivel uno de la escala INES, que ustedes conocen. En
el mismo período, el Consejo ha realizado 254 inspecciones en las
centrales nucleares españolas. Entre los hechos más destacables que nos
conciernen a todos, y también a estas Cortes, hay que recordarles algunos
importantes como los cambios de generadores de vapor en Ascó y Almaraz,
que se encuentran en marcha y que se finalizarán en un período breve; se
ha finalizado la descarga del combustible nuclear en la central de
Vandellós-I y, finalmente, tras una serie de incidentes ocurridos en la
tapa de la vasija de Zorita, se han reparado las grietas y efectos
derivados y probablemente la central se pondrá en marcha en los próximos
días. Por otro lado, la central nuclear de Trillo, que también ha estado
en la prensa en los últimos tiempos, ha presentado al Consejo, hace ya
algunos meses, un programa para revisar su experiencia operativa y todos
los sistemas de seguridad, con el fin de verificar que su situación
actual es totalmente coherente con las previsiones de diseño. En esta
revisión, como saben SS. SS., se han encontrado ya dos anomalías,
clasificadas en el nivel 1. Aunque no tienen ninguna incidencia respecto
a la seguridad en el exterior, sí han revelado la conveniencia de
terminar esta revisión interna, detallada, de la central, que luego
comentaré si interesa a SS. SS.

Por lo que se refiere a la legislación, hay que mencionar la Ley de
Ordenación del Sistema Eléctrico Nacional, que ha introducido cambios con
respecto a la Ley de Energía Nuclear del año 1964, cambios incluso con
respecto a la propia Ley de creación del Consejo. Además, en este período
se ha realizado una ampliación del plazo de regularización de las
instalaciones de radiodiagnóstico, para ser registradas por el Consejo,
que dura hasta enero de 1996. Por otra parte, y aunque se trate de una
normativa internacional, importa señalar que España ha firmado la
Convención de Seguridad Nuclear en noviembre de 1994 y que dicha
convención ha sido debatida en este Congreso y en el Senado. A este
respecto, y aunque quizá no sea el momento de extenderme sobre esto,
quisiera recordar a SS. SS. que España se dotó de un marco legislativo en
este campo en época muy temprana. Como ustedes saben, la



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Ley de Energía Nuclear data del año 1964 y esto, que pudo tener mérito en
su tiempo, es ciertamente una tara hoy en día porque se encuentra
claramente desfasada y anticuada, pues es una ley que tiene en este
momento treinta años. Finalmente, hay un reglamento importante de
instalaciones nucleares, que data del año 1972, también claramente
desfasado. Parece razonable pensar en una reforma legislativa en
profundidad que abarque todos estos campos y que aclare la situación
actual frente a las realidades técnicas del momento. Parece que se está
estudiando un proyecto de la ley para la búsqueda de emplazamientos de
residuos radiactivos, otro problema que tampoco está contemplado en la
legislación anterior, y quizá convenga que este Congreso vaya pensando en
la necesidad de actualizar el marco legislativo en el que tenemos que
movernos en lo que se refiere a seguridad nuclear.

Comentando brevemente lo que se refiere a instalaciones radiactivas,
quisiera señalar sencillamente, porque hay muchos datos en los informes
que ustedes tienen, que en conjunto puede decirse que en el país han
funcionado con normalidad, sin que se hayan producido incidentes serios
que puedan tener consecuencias radiológicas. Por el Consejo se ha
intentado seguir e intensificar las inspecciones y controles que tenemos
obligación de hacer en estas instalaciones. Se han hecho en estos
dieciocho meses 2.700 inspecciones de control y se han emitido 2.500
informes para autorizar algún cambio o puesta en marcha de estas
instalaciones. Por otra parte, se ha intensificado la colaboración con
muchas comunidades autónomas para transferir y compartir esta labor de
inspección que parece importante. Se ha llegado a un acuerdo ya con
Cataluña, Baleares, Valencia, Navarra y Galicia. Con el País Vasco hemos
llegado a un acuerdo que pensamos firmar a finales de este mes. También
existe un acuerdo con la Comunidad de Canarias que ha sido firmado a
finales del año pasado.

Quiero decir unas palabras sobre algunos temas importantes que van
avanzando con cierta tranquilidad. Me refiero a instalaciones del ciclo
de combustible, que tienen quizá mayor importancia que lo que llamamos
instalaciones radiactivas. Se ha terminado totalmente la operación de
desmantelamiento y acondicionamiento de los terrenos en la fábrica de
uranio de Andújar, que ha constituido una primera experiencia en este
campo en nuestro país y que ha terminado con una reestructuración
medioambiental y paisajística que nos parece bastante adecuada. Por otra
parte, se ha producido la parada de la planta Elefante de concentrado de
uranio en Saelices, que tendrá que ser desmantelada en breve. También
estamos a punto de aprobar, probablemente a finales de este año, los
planes de restauración de las instalaciones mineras de La Haba, en la
provincia de Cáceres.

El proceso de recolocación de combustible irradiado en las piscinas, lo
que se llama en la jerga del oficio el reracking, ha aumentado la
capacidad de almacenamiento del combustible gastado en Almaraz y en Ascó,
reduciendo el llenado de la piscina a porcentajes menores del 40 por
ciento cuando estaban próximas a su llenado. Complementariamente, el
Consejo ha estado estudiando intensamente soluciones alternativas
planteadas por Enresa, como son el uso de contenedores metálicos de
combustible gastado, con doble propósito: transporte y almacenamiento.

En lo que se refiere a residuos de baja y media actividad, como saben SS.

SS., se ha puesto en marcha de un modo ya rutinario la instalación de
almacenamiento de Sierra Albarrana, que ha permitido hacer frente a la
eventual saturación de los almacenes de las centrales nucleares y que
funciona con naturalidad desde hace ya un par de años. En el Consejo
estimamos que al ritmo actual el almacenamiento de Sierra Albarrana
podrán cubrir las necesidades del país, al menos, hasta aproximadamente
la segunda década del próximo siglo.

En el capítulo de protección radiológica del personal profesionalmente
expuesto, quisiera destacar que los centros de dosimetría que tenemos en
el país han notificado un total de 32 casos de sobredosis, la gran
mayoría en instalaciones de rayos X y, en todo caso, los reconocimientos
médicos que han proseguido a estas situaciones de sobredosis no han
detectado ningún daño ni ninguna patología de origen radioinducido. El
número de personas profesionalmente expuestas en el país y controladas
por nosotros es actualmente de 69.000. Por otra parte, tampoco,
afortunadamente, tengo que constatar en estos dieciocho meses ninguna
referencia o dato que permita afirmar que se ha producido un defecto de
calidad radiológica en el medio ambiente. La actividad de los vertidos
líquidos y gaseosos se ha mantenido en todos los casos muy por debajo de
los límites legalmente establecidos. Los planes de vigilancia radiológica
ambiental también han continuado habitualmente con la recogida de
muestras y su análisis posterior. Por otra parte, están en marcha las
estaciones automáticas de la Red de Vigilancia Radiológica Ambiental
(Revira), así como las medidas efectuadas por los laboratorios y las
distintas comunidades autónomas informan sobre el estado del terreno, de
las aguas y del aire en torno a las centrales nucleares. También me
gustaría recordar que recientemente este Consejo ha firmado un acuerdo
con el Ministerio del Interior para colaborar y contribuir al mayor
control radiológico del medio ambiente, facilitando el funcionamiento de
la intensa Red RAR que ha hecho el Ministerio, con 900 estaciones, que
controla cualquier modificación radiológica, por pequeña que sea, que
pueda producirse en la atmósfera de todo el territorio nacional.

Finalmente quisiera referirme al centro de emergencias del CSM, que
tenemos en la sede del Consejo, y que llamamos SALEM, la sala de
emergencias. Está dotado de sistemas de comunicación y de transmisión de
voz y de datos que son de los más modernos del mundo y que permiten
conocer con precisión y rapidez cualquier situación en que pueda
producirse cualquier anomalía radiológica en el entorno de cualquier
central nuclear. Permite evaluar los hechos y recibir los datos de forma
que sean posible siempre asesorar a los responsables, que son
naturalmente los gobiernos civiles, sobre las medidas necesarias para
proteger a la población en el caso eventual de que un accidente se
produjera, aunque intentemos evitarlo por todos los medios. Para mantener
en tensión y en el nivel adecuado de la realidad técnica la eventual
intervención que sea precisa si un accidente se produjera, se realizan
anualmente simulacros



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de emergencia que activan todos estos mecanismos y que se realizan en
contacto estrecho con responsables de Protección Civil. Para hacer frente
a estas funciones el Consejo cuenta con un presupuesto que en los dos
últimos años ha supuesto algo más de cuatro mil millones de pesetas.

Exactamente en el año 1994 fue de 4.650 millones y este año de 4.711
millones de pesetas. El Consejo --y esto interesa a esta Cámara-- se
autofinancia en su totalidad y sus ingresos provienen íntegramente de las
tasas por los servicios prestados. En lo que respecta a los gastos, el
Consejo gasta algo más de la mitad de su presupuesto en personal y un
poco más de una cuarta parte (el 26 por ciento) en funcionamiento. La
plantilla de personal era a fin de año de 433 personas, de las cuales 197
son técnicos del Cuerpo de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica.

Para finalizar mi intervención y no cansar a SS. SS., me gustaría exponer
brevemente algunos objetivos que en esta nueva etapa del Consejo estamos
diseñando. En primer lugar, nos ha parecido importante preparar un plan
de desarrollo tecnológico que tenga como fin intensificar los esfuerzos
en investigación y desarrollo que el Consejo hace y, sobre todo, que el
Consejo puede hacer que hagan otros. Por otra parte, hemos pensado que
hace falta prestar una especial atención a la formación del personal, un
personal que es competente pero que en muchos casos lleva muchos años en
la casa y que requiere actualizar, mejorar y profundizar en sus
conocimientos, tanto para el bien el Consejo como para su bien propio,
para que tenga una carrera profesional que pueda ser desarrollada con
brillantez.

El Consejo mantiene relaciones internacionales intensas, tanto
bilaterales como multilaterales, con el Organismo de la Energía Atómica
de Viena, con la Agencia para la Energía Nuclear de la OCDE, con la
Comisión de la Unión Europea, con toda clase de grupos que trabajan en
este campo en Europa y en América, con nuestros homólogos de otros
países, etcétera.

Querría insistir en que somos conscientes, al llegar al Consejo, que una
parte importante del desafío ante el que nos encontramos de garantizar la
seguridad nuclear española representa que consigamos llevar adelante una
política eficaz de comunicación social con la población en su conjunto,
con los distintos estamentos políticos, con los medios de comunicación y
con las organizaciones no gubernamentales. Los medios de comunicación y
los grupos llamados ecologistas tienen una función importante que cumplir
como intermediación entre los ciudadanos y los estamentos de gestión de
los que se dota un Estado moderno. La existencia de grupos y
organizaciones ecologistas es necesaria y representa una cierta garantía
para limitar los posibles abusos a que pueden someter al medio ambiente
los distintos estamentos sociales. Es un propósito nuestro reconocer en
esta etapa un incremento de la información y la comunicación sobre los
temas de nuestra competencia.

Como he dicho al principio, el organismo tiene 15 años de vida y en estos
15 años se ha ido modificando en algún grado su organización, también
creciendo. Sin embargo, desde hace cinco o seis años apenas se ha
modificado su estructura organizativa. Precisamente por los cambios que
se plantean en el nuevo entorno tecnológico de la seguridad nuclear y por
el paso del tiempo, creo que es preciso estudiar con calma y con
profundidad cuál debe ser la nueva organización interna del organismo. De
este modo nos hemos propuesto, en colaboración con el personal y durante
todo este año, analizar estos problemas para con toda calma hacer los
cambios que proceda a partir del año que viene.

Yo creo que el Pleno del Consejo y yo mismo como Presidente tenemos la
obligación de poner todo nuestro empeño en contribuir al funcionamiento
cada vez más eficaz del Consejo. Nuestra función no es otra que
garantizar la seguridad y la protección radiológica de nuestro país.

Gracias, señorías.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Gracias, señor Presidente del
Consejo de Seguridad Nuclear.

Iniciamos el turno de portavoces de los grupos. Por el Grupo
Parlamentario Popular tiene la palabra el señor Souviron García.




El señor SOUVIRON GARCIA: Buenos días. Bienvenido en su primera
comparecencia como Presidente del Consejo de Seguridad Nuclear. Es el
momento de desearle una buena gestión, una gestión eficaz, tranquila e
independiente.

El Grupo Popular tiene como objetivo claro de la energía nuclear que se
garantice la seguridad. El «Diario de Sesiones» recoge la expresión de mi
compañero José Manuel Fernández Norniella: Seguridad, seguridad,
seguridad. Subrayando dos veces con el propio sonido el primer apellido
del organismo que usted preside, lo que queremos, simplemente, es que
quede claro nuestro fin en esta materia que, por otra parte, no es un fin
original porque sabemos que es el que persigue el Consejo y también los
restantes grupos parlamentarios.

El Consejo de Seguridad Nuclear aparece claramente perfilado, en la ley
creadora, como el único órgano competente en materia de seguridad nuclear
y radiológica, siendo independiente tanto económica como funcionalmente
de la Administración y sólo sometido al control parlamentario. Así debe
ser, desde nuestro punto de vista, y ni consciente ni inconscientemente
es adecuado poner en duda su competencia o independencia, salvo prueba en
contrario, ya que si no quien lo hiciera podría estar colaborando
precisamente a favorecer la inseguridad que nosotros pretendemos evitar.

Queremos, pues, un Consejo fuerte y su fuerza estará en la competencia
técnica y en la independencia de criterios. Nuestra actividad de control
se encamina exclusivamente a ese objetivo. En el trabajo en Ponencia,
anterior a esta comparecencia, hemos contado con la presencia de
numerosos profesionales, cuya capacidad y colaboración han facilitado
nuestro trabajo y resuelto algunas dudas que hoy no tendremos por tanto
que trasladar a usted. Yo le pido en nombre de mi Grupo que les haga
llegar nuestro agradecimiento por su trabajo y por lo que de iluminador
ha tenido para nosotros.

Entramos ya a analizar los informes del Consejo correspondientes al
segundo semestre de 1993 y todo el año



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1994. Empezando por la central de Zorita, dos son los problemas
principales apreciados en la central José Cabrera: las grietas aparecidas
en la tapa de la vasija del reactor y el poro detectado en la tobera de
venteo al efectuarse las pruebas de seguridad exigidas por el Consejo
como condición previa a la puesta en marcha de la central, una vez
reparadas las grietas. El Consejo, frente a quienes pudieran opinar que
la mejor solución era sustituir la tapa de la vasija por otra nueva,
considerando favorablemente el plan de reparación propuesto por el
explotador responsable lo autorizó, a pesar de que no había precedentes y
de que se ha tenido que improvisar la tecnología. Dado que el nuevo
problema aparecido en la tobera de venteo ha impedido la puesta en marcha
de la central y que el explotador ya ha encargado los estudios
pertinentes para la construcción de una nueva tapa, y teniendo en cuenta
las múltiples pruebas e inspecciones que habrá que hacer para asegurarse
la buena respuesta de la tapa reparada, con lo que ello va a tener de
coste económico y de lentitud, a lo mejor, en el nuevo funcionamiento
cuando se ponga en marcha la central, nosotros le preguntamos: ¿no cree
que sería más adecuado, desde el punto de vista de la seguridad y
económico, que el Consejo solicitara al explotador que acelere la
construcción de una nueva tapa para la vasija del reactor? En cuanto al
poro aparecido en la tobera de venteo, tenemos entendido que el
explotador ha hecho la oportuna propuesta al Consejo para que autorice su
reparación, consistente en la anulación de la tobera instalando un tapón
en la parte interior de la misma. ¿Ha evaluado el Consejo de Seguridad
Nuclear la solución propuesta? ¿Qué juicio le merece? En caso de que no
se haya hecho esta evaluación, ¿cuándo entiende que se puede hacer?
¿Tiene alguna idea de cuál puede ser la posición del Consejo con respecto
a esta solución ofertada por el explotador responsable?
Por lo que se refiere a la central de Santa María de Garoña, la solución
adoptada por la central para reparar las grietas aparecidas en el
barrilete, el sellado de las penetraciones, es una solución considerada
por los técnicos satisfactoria pero sólo a corto y medio plazo. Sin
embargo, los representantes de la central consideran que la solución es
definitiva. Teniendo en cuenta que se han instalado en la última parada
de 1994, y después de la inspección, tres nuevos sellos, lo que hace que
se hayan colocado ya 42 en las 97 penetraciones existentes, ¿considera el
Consejo de Seguridad Nuclear que el sellado de las penetraciones
aparecidas en el barrilete es la solución definitiva al problema y que
garantiza la seguridad buscada de forma definitiva?
Entramos en el tema de la formación, al que usted se ha referido y que
desde luego nos interesa enormemente. La formación de los operadores y
supervisores, los trabajadores en general, que prestan servicio en las
centrales nucleares es un requisito necesario para la seguridad. El
asunto de los simuladores es recurrente. Ya en la comparecencia de su
predecesor para analizar los informes anteriores del Consejo, nuestro
Grupo Parlamentario planteó la conveniencia de que, a semejanza de lo que
es habitual en las centrales norteamericanas, nuestras centrales
nucleares dispusieran de simuladores de alcance total que fueran réplica
exacta de las salas de control propias de cada una de las centrales. Es
también un asunto polémico. Hay explotadores que mantienen que es
suficiente con los simuladores gráficos interactivos que se están
desarrollando. Su antecesor en el cargo afirmó hace un año, en este mismo
trámite, que desde hacía mucho tiempo se venía debatiendo la posibilidad
de hacer réplicas exactas de las salas de control en las que el personal
de operación, los supervisores y todos los responsables se ejercitaran.

Son palabras textuales. De hecho, entre las propuestas de resolución
aprobadas por unanimidad en esta Comisión, hace poco más de un año, la
décima decía lo siguiente: Urgir al Consejo de Seguridad Nuclear para
que, a la mayor brevedad posible, decida las funciones más adecuadas para
lograr la necesaria mejora de la formación de los operadores y
supervisores de las centrales nucleares por la vía de simuladores de
alcance total. Esto fue el día 9 de marzo del pasado año 1994. ¿Qué
opinión tiene, como representante del Consejo, sobre la formación del
personal? ¿Qué opinión tiene sobre los simuladores de alcance total?
¿Piensa cumplir, como Presidente del Consejo, la resolución aprobada hace
un año por esta Comisión?
En cuanto a los simulacros, ¿no cree que sería más adecuado que se
hicieran simulacros a ciegas; es decir, que las personas que participan
en ellos no conocieran previamente en qué van a consistir los citados
simulacros? ¿No entiende que con ello se podría evaluar la capacidad de
reacción del personal y su preparación para enfrentarse a situaciones de
emergencia de una forma más real? Otra cosa son los ejercicios que serían
convenientes y que irían destinados precisamente a ejercitar al personal
para el caso de que se produjera una emergencia. Pero nosotros entendemos
que los simulacros debían hacerse en sus términos más amplios para que
verdaderamente tuvieran el sentido de asegurar una reacción ante
situaciones de emergencia que, desde luego, no deseamos. En cuanto a los
simulacros exteriores, hasta la fecha sólo tenemos noticia de que se ha
realizado uno, precisamente en el período que estamos analizando, en la
central de Cofrentes. ¿No cree que sería más conveniente, aun sabiendo
toda la parafernalia que pueden tener estas experiencias, que se
realizara un mayor número de ellos?
Queremos tratar también el asunto de las dosis medias de exposición a las
radiaciones. A la hora de determinar estas dosis medias tenemos entendido
que se incluye, entre el personal profesionalmente expuesto, a personas
que trabajan en oficinas o en grupos de apoyos que prácticamente no pisan
la central nuclear, con lo que al hacer la media se reducen las dosis de
los trabajadores realmente expuestos. ¿Cree el Consejo de Seguridad
Nuclear que debería controlarse esa práctica y definir unos requisitos
correctos para que un trabajador entrara a formar parte de esas
estadísticas, evitando así en lo posible lo que podría ser una distorsión
no querida, pero verdadera, de la propia realidad? Se ha referido usted a
las encomiendas que, en virtud de la facultad concedida por la propia ley
reguladora del Consejo, se pueden hacer en cuanto a la inspección a las
comunidades autónomas. ¿Qué valoración le merecen al Consejo estas
encomiendas y cuáles son los planes de futuro?



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¿Se va a profundizar, van a llevarse a cabo más encomiendas?
En cuanto al asunto de los pararrayos radiactivos, sabemos que se están
desmontando y sabemos también que quedan precisamente los que están más
diseminados y, por tanto, los que son más difíciles de desmontar. ¿Cuándo
cree usted que estará terminada la operación? También conocemos que se
calcula que hay unos 5.000 pararrayos radiactivos que, aunque se sabe que
existen, no están controlados porque no han sido notificados por sus
propietarios o por quienes conocen su existencia. ¿Qué medidas va a
adoptar el Consejo para detectar la existencia de estos pararrayos y
proceder también a desmontarlos? Una cosa paralela pasa con los equipos
de rayos X para usos médicos. Parece que si los comparamos con una
central nuclear su incidencia es menor, pero no deja de preocuparnos el
hecho de que estos equipos suelen estar en viviendas. También sabemos que
muchos de ellos, a pesar de la segunda prórroga que va a terminar a
principios del próximo año, no van a ser comunicados para su inclusión en
el censo. ¿Qué piensa hacer el Consejo para tener el conocimiento exacto
de los equipos de rayos X de uso médico que existen en España y, por
tanto, proceder posteriormente a su control y poder hacer las
inspecciones oportunas?
Se ha referido usted también al desmantelamiento de la fábrica de uranio
en Andújar. Usted dice que los resultados son los adecuados, pero nos
parece que, en cualquier caso, aquello sigue siendo un almacenamiento de
estériles y, en consecuencia, un almacenamiento de baja actividad. ¿Ve
usted posible que la zona se beneficie de este carácter y tenga las
ayudas que normalmente se conceden a aquellas zonas donde hay
almacenamientos de carácter radiactivo?
¿Qué valoración le merece al Consejo el proyecto TREM? Dado que ya
sabemos que ha habido una primera evaluación en el mes de febrero,
¿existen otros proyectos que piense en el futuro poner en marcha el
propio Consejo? También querríamos saber qué contratos de consultoría
externa tiene en estos momentos suscritos el Consejo de Seguridad Nuclear
y cuál es el presupuesto invertido en esta consultoría externa.

Por otra parte, nos satisface el esfuerzo de comunicación que usted dice
que hay que realizar. Efectivamente, la seguridad nuclear, por su propio
carácter técnico, es un asunto hermético, mal conocido por los ciudadanos
y no siempre abordado suficientemente por los medios de comunicación. En
una sociedad como la nuestra, muy mediatizada por el cine, tendemos a ver
las centrales nucleares como algo peligroso. Evidentemente, las películas
que vemos sobre las centrales nucleares no son historias de amor, y
cuando los ciudadanos tratan de identificarse con sus héroes lo hacen con
Indiana Jones o, los peores, con el Capitán Garfio, pero nadie quiere
verse corriendo y envuelto en una nube de radionucleidos o cosas por el
estilo. Nosotros creemos, por tanto, que hay que hacer ese esfuerzo y
vemos con mucha esperanza que el Consejo lo aborde en el futuro.

Le deseo una vez más éxito en su gestión.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo Federal de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra la señora Urán
González.




La señora URAN GONZALEZ: Me sumo a la bienvenida dada ya por el
Presidente de la Comisión y por el portavoz del Grupo Popular al
Presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, señor Kindelán.

Quiero empezar mi intervención haciendo hincapié en uno de los temas con
que finalizaba su exposición el señor Kindelán cuando hablaba de la
eficacia de la concienciación social y de la comunicación sobre los
asuntos de su competencia a todos los niveles en la sociedad. Tengo que
decirle que espero que ésa sea realmente la política, pero a este Grupo
Parlamentario se le generan dudas de que vaya a ser así, cuando siempre
que hemos solicitado, así como otros grupos, información al Consejo de
Seguridad Nuclear no hemos tenido ningún problema, desde la fundación del
citado Consejo, para que se nos remitiera cualquier documentación, nunca
se han puesto pegas, y en cambio, asombrosamente, en esta ocasión, cuando
se nos han remitido las actas y la información complementaria que
habíamos solicitado para el estudio de los tres semestres que estamos en
este momento debatiendo se nos ha enviado junto con una carta en la que
se dice, en uno de sus apartados, que hay mayoría de opiniones entre los
expertos de que, aunque sea discutible, este tipo de documentación no es
de carácter público y que, por tanto, a pesar de que el Consejo no tiene
inconveniente en remitirla, puede que no sea obligatorio. Más o menos
dice esto. Yo tengo que decirle, señor Kindelán, que en principio éste es
el órgano de control del Consejo de Seguridad Nuclear y que, por
consiguiente, cualquier documentación tiene que sernos remitida y si
estuviera clasificada como secreta, cosa que no ocurre con la
documentación del Consejo de Seguridad Nuclear, se tendría que remitir en
todo caso a la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, pero nunca
negársenos la información a los representantes del pueblo que somos los
que estamos aquí en estos momentos. A mí me gustaría equivocarme, que sea
una mala interpretación y que sólo y exclusivamente haya sido una
aclaración que ustedes nos han remitido. De todas formas, quede también
la aclaración de este Grupo Parlamentario Federal, que va a seguir
demandando la documentación, y esperamos no tener ningún problema para
poder recibirla.

A partir de ahí nos gustaría que, además de lo que ya ha estado usted
analizando de los informes, y siendo conscientes de que ustedes no son
los responsables de estos tres semestres, más que de un mes del último de
1994, nos hiciera algunas aclaraciones, y en algunos casos hablaremos
también de sucesos acaecidos recientemente, porque consideramos que,
cuando tenga usted que volver a comparecer para analizar otro semestre,
habrá pasado ya bastante tiempo, y creemos que la información que usted
nos facilite aquí, porque todos estamos convencidos de que es necesaria
la seguridad en nuestras centrales nucleares, nos dejará más tranquilos
con su claridad.

Empezando por la central nuclear de Zorita, después de que se aprobara la
reparación de la tapa de la vasija en un



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informe que nosotros ya criticamos porque no nos parecía que se hubiera
hecho en las mejores condiciones, nos gustaría que nos explicara a qué
tipo de vigilancia se va a someter a la central durante los períodos de
parada o de recarga para comprobar que esa reparación es totalmente
satisfactoria, que no está surgiendo ningún problema, y que o no es
necesario el cambio de la tapa o realmente se hace imprescindible que se
agilicen los trámites para cambiar la tapa de la vasija. Nos gustaría
también que nos informara de cuál ha sido el resultado de la inspección a
la que, según nos dijeron en las comparecencias precedentes, se había
sometido en las penetraciones del fondo de la vasija, pues según el
informe inicial solamente se había hecho una inspección visual y después
del problema surgido con la tobera de venteo se iba a hacer una nueva
inspección mucho más profunda. Nos gustaría que nos dijera cuál ha sido
el resultado de esa inspección, si es que ya se ha producido. Querríamos
que nos informara también, si es posible, porque se nos han dado
informaciones más generalizadas pero no concretas, de cuál ha sido el
coste radiológico de todo el personal que ha estado trabajando tanto en
las inspecciones como en la reparación de la tapa de la vasija y de la
tobera de venteo de la central José Cabrera en Zorita. Después de que ha
aparecido en los medios de comunicación que ya estaba resuelto el
problema de la tobera de venteo, que el Consejo lo había aprobado y ya
estaba solucionado, se había taponado la tobera, nos gustaría que nos
explicara, en caso de que se pudiera producir una fuga interna dentro de
la tapa de la vasija, sobre quién recaerían los costes de la
descontaminación, si se haría cargo sólo y exclusivamente la empresa, los
usuarios... Nos gustaría que nos dijera si esto lo está contemplando el
Consejo. Igualmente querríamos saber si se han producido ya todas las
pruebas y se han hecho ya todos los informes, o cuántos informes o
pruebas faltan por hacer y cuándo va a entrar en funcionamiento la
central José Cabrera. Para terminar con esta central, recientemente, a
mediados de mayo ha ocurrido un conato de incendio, no de grandes
dimensiones, no ha sido espectacular ni muchísimo menos. Nos gustaría que
nos dijera si realmente se activó el plan de emergencia y si el inspector
residente se encontraba presente en la central en esos momentos. Ya no
tenemos ninguna pregunta más sobre José Cabrera.

En la central de Garoña, además de las grietas, se detectaron en el
segundo semestre de 1993 unos problemas en los sistemas contra incendios.

En el informe correspondiente al segundo semestre de 1993 de esa central
no aparecen las conclusiones del acta en la que se detectaban estos
fallos del sistema. Nos gustaría que nos explicara en qué van a consistir
las modificaciones y cuándo se van a llevar a cabo, porque si seguimos
hablando de seguridad habrá que recordar que el problema que surgió en
Vandellós-I era precisamente un fallo de los sistemas de seguridad contra
incendios, que había sido dictaminado por el Consejo de Seguridad Nuclear
hacía bastante tiempo, no se había acometido por la central y en estos
momentos la central está desmantelada. Por tanto, nos gustaría que nos
dijera cuándo se van a llevar a cabo estas modificaciones en Garoña para
prevenir que no nos veamos ante un tipo de accidente, incidente o
anomalía semejante a la que se nos dio en Vandellós.

Para terminar, voy a hacerle algunas preguntas sobre la central nuclear
de Trillo. Ya se ha reconocido que existen problemas y se ha sometido a
la central a un análisis de experiencia operativa. Nos gustaría que nos
informara en qué fase de evaluación se encuentra este análisis, si se han
detectado más fallos en los sistemas de los que ya conocemos, cuántos han
sido de diseño, cuántos fallos son de funcionamiento, si hay fallos que
pueden afectar a otros aspectos formales menores de la central y en qué
proceso se encuentra la corrección de estas anomalías.

Señor Kindelán, para nosotros es totalmente imprescindible que desde el
Consejo se actúe con la mayor transparencia; creemos por su intervención
que ustedes también lo comparten. Lo que nos gustaría es que se pudiera
trabajar con las mejores condiciones de seguridad. Nosotros no ponemos en
duda nunca la profesionalidad de las personas que están trabajando en los
temas de seguridad nuclear. Sí que ponemos en duda el concepto no de los
profesionales, sino de las personas que dirigen el Consejo de Seguridad
Nuclear y de la política que lleva el Consejo. A veces se nos puede
acusar de alarmar a la población, pero lo único que queremos es que las
centrales que están funcionando lo hagan con medidas de seguridad y que
cualquier anomalía que pueda ser detectada, cualquier incidente que
surja, si se demuestra que puede ser reiterativo o pueden surgir más, que
las centrales sean llevadas a parada segura momentáneamente y se hagan
las revisiones oportunas para que estemos todos tranquilos y que las
centrales estén funcionando en las mejores condiciones de seguridad.

Porque todos son presupuestos de lo que puede suceder, pero con los
presupuestos sucedió que Vandellós se tuvo que cerrar. Por tanto,
señorías, cuanto más incidamos en la seguridad de que todo funciona
correctamente, mejor. Este Grupo Parlamentario seguirá trabajando en esa
línea para que el Consejo de Seguridad Nuclear sea más puntilloso con las
centrales nucleares y para que sus sistemas funcionen correctamente y no
tengamos ningún riesgo, aunque sea hipotético, porque las hipótesis en
las centrales nucleares cuando se producen son ciertas. Hasta ahora ha
podido producirse en todos los sitios algo que parecía que nunca se podía
dar, pero al final se ha dado. Seguiremos en esa línea, planteando al
Consejo que tiene que ser más estricto en las medidas de seguridad. No es
que no lo sea, pero nosotros queremos ir más allá. Por tanto, señor
Kindelán, tendrá la colaboración de este Grupo Parlamentario desde la
transparencia, desde la información y desde la exigencia de que se
cumplan no sólo las medidas normales, sino incluso las más exageradas.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo Vasco (PNV) tiene
la palabra el señor González de Txabarri.




El señor GONZALEZ DE TXABARRI MIRANDA: Quiero sumarme, en primer lugar, a
la bienvenida que han dado al señor Kindelán tanto el señor Presidente
como los anteriores portavoces, y constatar en nombre de nuestro



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Grupo que el Consejo cumple con sus funciones y lo hace con
independencia, cosa que nos llena de satisfacción. Quiero constatar
también la actitud del nuevo Consejo en estos meses que lleva de andadura
en relación con los criterios que esta Cámara tiene establecidos en
cuanto al Consejo de Seguridad Nuclear y a los temas relativos a la
materia que nos ocupa.

Quisiera realizar algunas preguntas en cuanto a las materias concretas
que ha citado el señor Presidente. Ha hablado de cambio de legislación y
de su actualización. Es un tema básico que nos debe preocupar y en
relación al cual nos gustaría saber la opinión del Consejo. Ya sé que
excede del informe que nos ocupa en la mañana de hoy, pero es un tema que
se repite de vez en cuando en este tipo de intervenciones y al que no se
le dedica específicamente suficiente atención. Es interesante conocer la
opinión del Consejo en relación a la actualización de la Ley de 1964, del
Reglamento de 1972 y de la Ley del Consejo de Seguridad Nuclear. Es un
tema fundamental en el problema que nos ocupa.

En relación a la seguridad, compartimos la opinión del Consejo de que el
criterio garantista sea fundamental. Observamos en los distintos informes
que se remiten desde el Consejo de Seguridad Nuclear que este criterio
garantista, profesional e independiente es el fundamental. Evidentemente
la tecnología no es la perfección, y a nivel tecnológico hay
acontecimientos que a todos nos gustaría que no ocurriesen, pero
observamos que el propio Consejo actúa con diligencia en relación a estos
temas y que los profesionales en esta materia están respondiendo también
con diligencia, con profesionalidad y con independencia, cuestión que nos
llena de satisfacción.

Respecto a los convenios con las comunidades autónomas, nos parecen
importantes porque se está cumpliendo conforme a las estructuras del
Estado. El avance en dicha materia es importante. Sin embargo, dada la
ubicación muy próxima de algunas centrales nucleares no habría que
considerar a las comunidades autónomas como entes administrativos
cerrados en sí mismos. Es una materia que debe expresarse con otros
criterios que no los meramente administrativos. En este sentido habría
que avanzar en los próximos años. Por ello celebramos el avance que se
está dando en esas materias, dado que temas como los de medio ambiente
son de gestión directa de las comunidades autónomas. Entendemos que los
pasos que se están dando en relación con cada una de las comunidades
autónomas son importantes, pero quisiéramos saber la consideración debida
en orden a la ubicación de las centrales nucleares y las distintas
comunidades autónomas, entendiendo que el criterio no debe ser
exclusivamente administrativo.

Celebramos las consideraciones en relación con los grupos ecológicos, con
los grupos que están más interesados en el medio ambiente. Hemos echado
en falta la consideración contraria en relación a lo que decía la
portavoz del Grupo de Izquierda Unida en cuanto a lo que es alarma
social. Entendemos que hace falta bastante pedagogía social y en esto el
Consejo no actúa debidamente. Hay grupos que además de interesarse por el
medio ambiente crean alarma social y no inducen precisamente a los
criterios propios de pedagogía social. Creemos que el Consejo, dentro de
las funciones que están recogidas en la ley, debe analizar una serie de
tareas en el sentido de informar con rigor y profesionalidad para hacer
ver a la población cuáles son los parámetros a través de los cuales esta
actividad se lleva a cabo, contrarrestar cuando hay alarma social e
informar debidamente cuando se producen fallos en los sistemas
tecnológicos, que evidentemente se producen, porque, como he dicho antes,
si no estaríamos ante la perfección que la tecnología no ha logrado
todavía. Por ello nos satisface la actitud garantista que en los informes
que presenta el Consejo a esta Cámara se vienen recogiendo en todas sus
actuaciones.

Constatamos que el Consejo cumple con sus funciones, que informa a esta
Cámara suficientemente y que desde esta perspectiva es importante
prestigiar la labor del Consejo de Seguridad Nuclear. Ese es nuestro
empeño como Grupo Parlamentario Vasco. La forma en que la labor del
Consejo de Seguridad se prestigia es siendo profesional e independiente,
es decir, actuando con diligencia, tanto en lo que respecta a la opinión
pública como a las labores que esta Cámara tiene encomendadas. El esquema
de trabajo en el que esta Cámara tiene delegadas sus funciones en estas
materias en el Consejo de Seguridad Nuclear es un esquema novedoso que
nos satisface. Felicito al Presidente y al Consejo de Seguridad Nuclear
porque entendemos que se están cumpliendo sus fines con suficiencia, con
profesionalidad y con independencia.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo Parlamentario
Socialista tiene la palabra el señor Ros Maorad.




El señor ROS MAORAD: Señor Presidente, quisiera empezar esta intervención
reconociendo el esfuerzo y el éxito del anterior Presidente del Consejo
de Seguridad Nuclear, don Donato Fuejo, y desear toda clase de éxitos a
este veterano conocido ya en la Comisión de Industria, el señor Kindelán.

Digo veterano, que no viejo, por las muchas otras funciones que ha
tenido, siendo el responsable de los residuos radiactivos de este país
desde la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S. A. (Enresa). Por
tanto, no me cabe la menor duda de que va a poner el mismo esfuerzo en
este nuevo cometido, y le deseo que, igual que en estos momentos tiene
una estructura eficaz, en la que se han puesto las bases para solucionar
en el futuro uno de los problemas más importantes derivados del uso de la
energía nuclear, la tenga en este nuevo cometido, cosa que no dudo, al
frente del Consejo de Seguridad Nuclear.

Como usted muy bien decía, señor Kindelán, en estos momentos usted es el
presidente de una institución como el Consejo de Seguridad Nuclear, ya
con 15 años de antigüedad, y desde luego con unas funciones muy precisas
que marca la propia ley, no solamente la de prevenir sino también la de
procurar que el funcionamiento de las instalaciones nucleares sean
seguras, en primer lugar, desde el punto de vista de los propios
trabajadores de las centrales, de los ciudadanos que viven en su entorno
y, en segundo



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lugar, desde el medio ambiente. No me cabe la menor duda de que en esta
nueva etapa habrán de acometerse desde el Consejo de Seguridad Nuclear
aspectos tan importantes para el futuro como los residuos o, lo que usted
mismo decía, la hipótesis de cierre de instalaciones nucleares.

Respecto a algunos aspectos que se ha referido, quisiera hacer algún
comentario, alguna pregunta sobre algunas centrales nucleares.

En primer lugar, sobre Zorita, ya la portavoz de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya se refería a ella. En Zorita ha habido una
serie de problemas derivados de unas erosiones de origen químico que han
producido una serie de grietas, que si bien en un primer momento, a
propuesta del explotador, fueron corregidas, posteriormente se demostró
que todavía en la tobera de venteo había una grieta, que, por la
información que nos acaba de dar el señor Presidente del Consejo, parece
que en estos momentos ya está taponada y que no habría, como ha dicho, a
medio o a corto plazo dificultad para su puesta en funcionamiento.

Mi pregunta, señor Kindelán, es la siguiente. Igual que en el proceso
anterior, cuando se produjeron las primeras grietas en Trillo, hubo una
serie de condicionantes previos, antes de su puesta en marcha,
condicionantes que precisamente fueron los que detectaron el problema de
la grieta en esa tobera de venteo, quisiera preguntarle si en estos
momentos la puesta en marcha de Zorita va a ser prácticamente automática,
una vez resuelta esa grieta, o va a haber también una serie de
condicionamientos o de condicionantes antes de su puesta en marcha, y si
es así, me gustaría saber cuáles van a ser los condicionantes antes de la
posible puesta en marcha de Zorita.

Respecto a la Central Nuclear de Trillo, si bien es cierto que está en
marcha ese programa de supervisión de todos los sistemas de seguridad,
etcétera, con participación tanto del explotador como del propio Consejo
como del suministrador de la tecnología, me gustaría, puesto que en la
Ponencia fue motivo de alguna discusión con los comparecientes, saber
cuál es su opinión respecto a la necesidad, una vez conocidas las
distintas anomalías o dificultades que han aparecido en Trillo; de parar
la Central Nuclear de Trillo para corregir este problema de seguirdad o,
en su caso, si no es así, si se aprovecharía el momento de la recarga
para supervisar los elementos de seguridad complementarios a los que ya
han aparecido en estos momentos con alguna dificultad.

Quisiera también por parte de mi Grupo manifestar nuestro acuerdo, de
cara al futuro y dado que la legislación está quedando anticuada, en que
se proceda a una reforma legislativa en profundidad respecto a aspectos
importantes de la energía nuclear o de las centrales nucleares. No
podemos estar en desacuerdo, desde luego, con lo que manifestaba el señor
Kindelán respecto al aumento de inspección y de control de todos aquellos
elementos, tanto centrales como médicos, que tienen que ver con la
energía nuclear, pero sí nos gustaría que el mapa de las encomiendas
terminara ya definitivamente y se pudiera añadir algún elemento de
coordinación, quizá complementario a estas encomiendas, desde el punto de
vista que lo planteaba el representante del Partido Nacionalista Vasco,
porque, efectivamente, hay centrales nucleares que no estoy muy seguro
que entiendan dónde acaba un límite de una provincia o de una comunidad
autónoma. Parece, por unos fenómenos que han ocurrido en el pasado en
otros países, que las repercusiones pueden afectar a zonas muy distantes
del lugar de origen donde se han producido. Me parece que en ese camino
también deberíamos avanzar.

Quisiera manifestarle respecto al tema de Andújar que mi Grupo no
mantiene la misma posición expresada aquí por el representante del Grupo
Popular. Nosotros defendemos que la antigua fábrica de uranio de Andújar
no es un almacén de residuos radiactivos. Si se ampliaran las distintas
compensaciones que se producen en los entornos de algunos almacenes o
centrales nucleares entraríamos en una situación de gran paradoja, a
nuestro modo de ver, porque en todos aquellos sitios donde el uranio se
encuentra en estado natural tendríamos también que proceder a un mismo
tipo de política o de compensaciones, llevando esto a una situación
realmente impredecible.

Nos alegra que en las piscinas se haya avanzado y también en todo lo que
tiene que ver con los contenedores en secos. No tenemos ninguna duda de
que está funcionando bien todo el almacén de la Sierra Albarrana.

Respecto a la información sí que qusiéramos hacer algunas
consideraciones. En primer lugar, para nosotros lo fundamental del
cometido del Consejo es la seguridad, y la seguridad no es cambiable por
nada, ni por compensaciones ni por intereses de otro tipo. Por tanto,
tampoco es una cuestión de mayor sensibilidad respecto a la seguridad.

Creo que el Consejo lo que debe hacer es cumplir estrictamente y con
rigor la Ley del Consejo de Seguridad Nuclear.

En segundo lugar, respecto a la información, me parece que el problema es
doble. Por una parte está el problema de la información que el Consejo
pueda emitir, que es una información que desde luego no debe tener
límites respecto al Congreso de los Diputados y que debe ser enviada tal
y como pida este Congreso. Por otra parte, una vez que esa información
esté en el Congreso, el problema no es tener mayor o menor información,
sino tener la capacidad de interpretar una información con el cuidado
suficiente para que en modo alguno se pueda producir ningún tipo de
alarma social. Y ahí yo creo que ustedes, señor Kindelán, deberían hacer
el esfuerzo de hablar en un lenguaje que los ciudadanos entendieran. Me
parece que muchas veces los ciudadanos ven escrito no un lenguaje que
inventa la prensa sino un lenguaje que ustedes mismos utilizan y pueden
creer que hay grandes accidentes o incidentes cuando dicen: «Es de tipo
1, de tipo 2, de tipo 3»; es decir, es toda una jerga que entendemos que
los que están todo el día inmersos en esa problemática comprenden
perfectamente, pero también, señor Kindelán, deberían entender que los
ciudadanos no se mueven en esa jerga.

Por tanto, repito, toda la información que este Congreso pida; segundo,
pedir a todos los grupos el suficiente cuidado para interpretar esa
información --en lo que me alegra que haya un nivel de consenso muy
importante como aquí esta mañana se ha demostrado--, y, tercero, que el
esfuerzo sea suficiente desde el Consejo para que esa información



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sea transmitida en un lenguaje, como digo, capaz de ser entendido por la
generalidad de los ciudadanos.

Nada más, señor Kindelán. Solamente reiterarle que me gustaría saber, en
primer lugar, si hay condicionamientos para Zorita y, en segundo lugar,
en esas dos hipótesis que le he planteado, si en Trillo se puede hacer
toda esa supervisión de los sistemas de seguridad en lo que es la marcha
normal de la central o se va a esperar a una recarga para proceder a la
revisión de la misma.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): La ausencia, en el momento en
que reglamentariamente les correspondía hacer uso de la palabra, de los
representantes del Grupo Catalán (Convergència i Unió) hizo que no
pudiesen participar. Veo que el señor Nadal me lo solicita ahora.

Quisiera pensar, y si no es el caso me lo dicen los restantes de los
portavoces, que, al margen del Reglamento, podríamos escuchar sus
observaciones en este momento. Si es así, señor Nadal, por el Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene usted la palabra.




El señor NADAL I MALE: Muchas gracias, señor Presidente, por su
benevolencia y muchas gracias a mis compañeros por permitirme intervenir
en estos momentos. Voy a ser muy breve.

Quisiera que constara, en nombre de nuestro Grupo Parlamentario, el
agradecimiento al señor Fuejo por las amabilidades que siempre ha tenido
con nosotros y, sobre todo, por las explicaciones que nos ha dado
reiteradamente y por su buena relación con el Parlamento.

Respecto al señor Kindelán, también hemos tenido una muy buena relación
en su anterior situación y quiero desearle, en este acto de cortesía, un
éxito total en su nuevo trabajo.

El asunto de Zorita nos preocupa, pero, sobre todo, nos preocupa la
situación del cementerio de Vandellós que está entre existir o no
existir.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Gracias, señora y señores
portavoces.

Señor Presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, tiene la palabra para
responder a las observaciones y preguntas que han realizado los
portavoces de los grupos parlamentarios.




El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR (Kindelán Gómez de
Bonilla): Quiero pedir permiso al señor Presidente para que aunque
intente contestar puntualmente a todo lo que se me ha planteado, en algún
caso junte respuestas puesto que alguna de las preguntas son
relativamente concordantes, con matices, para de esta forma poder
contestar a varios señores Diputados al mismo tiempo sobre un tema
concreto, por el orden en que las preguntas han sido formuladas; después
me referiré a lo que han dicho otros señores Diputados.

En primer lugar, agradezco mucho las palabras del señor Souviron. Me
parece excelente lo que ha dicho: que lo que importa es la competencia
técnica, porque creo que la hay y, además, hay independencia. Tenemos que
demostrarla, pero tampoco se puede presumir la dependencia, hay personas
que a pesar de todo tienen una trayectoria profesional que pueden
presumir más bien de lo contrario.

El problema de Zorita se ha planteado por todos los señores diputados,
cada uno con sus matices, y espero recogerlos todos.

Quería decir una cosa muy importante que enlaza con lo que ha dicho al
final el señor Ros, pidiendo que hagamos pedagogía y que la hagamos de un
modo sencillo, sin perjuicio de que esto es difícil. Desde que estoy en
el Consejo y ha aparecido el problema de Zorita quería afirmar una cosa
tajante para que, se nos crea o no, el público lo entienda: todo esto no
entraña riesgo alguno para el medio ambiente. Lo he repetido muchas
veces, porque hay que decir las cosas claras. Otras personas pueden
pensar lo contrario y discutirlo, pero hemos sido claros siempre. Estas
grietas y fenómenos que han aparecido, que tienen su importancia, que
tienen que ser controlados y vigilados, ni remotamente plantean un riesgo
al medio ambiente. A menudo se hace demagogia en estos campos; hay
personas que honestamente creen que la energía nuclear es un riesgo, y es
razonable que así lo piense mucha gente, e intentan sacar astillas de
cada palo, el fin justifica los medios, y se agrandan los riesgos. Se ha
llegado a afirmar, como saben muy bien todos, que ha habido riesgos para
la población de Madrid. Es algo grotesco honestamente dicho. No puede
haber daño porque haya fugas en una penetración de la central de Zorita,
otra cosa es que no se pueda admitir que haya fugas y que si no se
hiciera nada, si no se controlase nada, si no se detectase nada,
acabarían produciéndose hechos catastróficos. Esta es una cosa muy
sencilla que quería decir respecto de Zorita. Esta es nuestra convicción
profunda y tenemos el deber de decírselo a los ciudadanos. Puede haber
personas que no estén de acuerdo, pero hay que decir lo que se piensa. Lo
que ha ocurrido en Zorita no ha entrañado nunca riesgos a corto plazo
para el medio ambiente ni para nadie.

Dicho esto, debo responder a cada una de las preguntas concretas que se
me han hecho al respecto, que son varias y distintas. En primer lugar,
empezando quizá por lo más actual, varios Diputados han preguntado cómo
era el estado de la puesta en marcha, cuáles han sido las reparaciones de
hecho. La última aparición de la grieta en la tobera de venteo, que como
SS. SS. saben es una tobera que está destinada a eliminar aire, se
produjo porque cuando se pone en marcha el reactor se mete presión y hay
que empezar por eliminar el aire que está en el reactor. La grieta de la
tobera apareció en la prueba hidrostática que se hizo antes de permitir
la puesta en marcha, se vio que había una fuga en la parte estrecha de la
misma que por su estrechez no pudo ser detectada por los medios
razonables de ultrasonidos, y de algún modo se paró. Com en la central se
estudió el problema, la empresa propuso una solución, que era eliminar
esa penetración, sacar el aire por otro sitio. El Consejo lo consideró
razonable --alguien me ha preguntado sobre esto--, se planteó una nueva
prueba hidrostática para verificar que, taponada la tobera de venteo, no
había fugas por ese lado. Creo que se hizo la prueba hidrostática el
miércoles pasado. El Consejo de Seguridad



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aprobó el lunes la forma en que se hizo la prueba y ha permitido a la
central --ayer se ha debido comunicar-- ponerse en marcha. No puedo
decirles a ustedes cuándo se pondrá en marcha, imagino que esta semana.

Sólo sé que ayer se le ha comunicado a la central el permiso del Consejo
con la aprobación formal de la prueba hidrostática para que se ponga en
marcha, y ahora es ya cosa de la central.

En relación con Zorita, me parece que el señor Ros, sobre todo, me ha
preguntado, y otros también, cuáles son los condicionantes que se han
puesto para que continúe el control sobre la marcha de la central.

Anteriormente se han puesto unos condicionantes y seguidamente se han
hecho las nuevas pruebas. Tengo aquí una nota que dice que de algún modo
la línea de venteo que se ha soldado se incluye en el sistema
refrigerante el reactor en todas las pruebas de inspección de la central.

Hay que darse cuenta de que la inspección de las centrales --esto también
tiene importancia decirlo y repetirlo-- no es algo que se hace de vez en
cuando, sino continuamente. Es decir, tenemos un sistema continuo en
todas las centrales, hay un inspector residente que está recibiendo
informes permanentemente, no sólo de lo que está pasando, sino de las
cosas que hay que ir haciendo para ir verificando parámetros y
situaciones concretas. Esto, en Zorita, se hará a partir de mañana de un
modo rutinario.

Por otra parte, se ha dado orden de reforzar los sistemas de vigilancia
química de todos los flujos durante la operación, que es uno de los
procedimientos más sencillos para controlar qué puede estar ocurriendo en
la química de toda la refrigeración que puede tener relación con ataques
a los metales y cosas por el estilo, y, por otro lado, se inspeccionará
al cien por cien todos los componentes reparados.

Finalmente --y esto es lo importante--, el Consejo dice que en la próxima
recarga, que creo que será en junio o en el verano del año que viene, se
revisará en detalle todas las penetraciones incluso del fondo de la
vasija. Con esto quiere extenderme un poquito en lo que planteaba la
señora Urán respecto a las penetraciones del fondo.

Como saben ustedes, el tema del reactor ha salido mucho a la prensa y ha
habido estas penetraciones de la tapa de la vasija que se vio dañada y se
originó esta problemática que estamos tratando. También existen
penetraciones, con otro objetivo, que están por el fondo de la vasija y
son de muy difícil acceso, de mucho menor tamaño y, sobre todo, tienen
mucho menos riesgo de que se haya producido el hecho que aparentemente
hemos decidido que era la causa raíz de los daños en el metal de las
penetraciones de la tapa que, como ustedes saben, es muy importante. Aquí
hago un pequeño paréntesis y pido perdón por saltar de un tema a otro,
pero creo que es el modo de que SS. SS. comprendan el problema.

De alguna manera la central de Zorita parece haber tenido unas
condiciones fisicoquímicas, por un accidente del año 1981 en el que
penetraron resinas con un PH determinado que introdujo azufre en el
sistema de refrigeración, que eran totalmente incidentales y que no
tienen nada que ver con los procesos que se han producido en algunas
centrales francesas y alguna americana en las que se ha detectado algún
riesgo de grietas en las penetraciones por razones que no tienen nada que
ver con esta otra. Esta es la causa por la que se ha acusado al Consejo
de que no inspeccionó Zorita cuando empezó a ocuparse de otras centrales
a este respecto. Técnicamente no había razón alguna para inspeccionar
Zorita, central muy antigua, que tiene una temperatura muy baja, en la
que no se podía presumir en absoluto que ocurriesen los incidentes que se
produjeron en América y en Francia y sí había que actuar con energía y
eficacia para ver si en las demás se habían originado. Sin embargo,
tiempo después, aparece la grieta de Zorita en una inspección que, con el
paso de los meses, se ha determinado que tiene un origen radicalmente
distinto. No era posible inspeccionar las penetraciones del fondo de la
vasija tan detalladamente como las de arriba, porque no había razón
alguna para que tuviesen grietas, y se ha hecho una inspección no total,
la que ha podido hacer el Consejo en estos meses, y --creo que no me
equivoco-- probabilísticamente de todas las penetraciones quedan veinte
por inspeccionar, además, no tienen rastro alguno de grietas como la
causa parece que no debiera afectar al fondo de la vasija y como no se ha
visto daño alguno, ha parecido razonable permitir la puesta en marcha sin
ver el total de las grietas del fondo. La condición que se ha puesto es
que en la parada próxima la central vea en detalle cada una de las
grietas del fondo.

Aquí tengo que decir dos cosas muy importantes que enlazan con otras
preguntas de SS. SS. Una que es más de principio y la digo rápidamente:
si ocurriese una grieta en el fondo de la vasija, tampoco habría daño
alguno para el medio ambiente, esto es lo importante para la seguridad.

Sería dramático para la central, porque probablemente habría que cerrarla
inmediatamente, ya que reparar el fondo de la vasija tendría un coste muy
elevado; realmente, sería dramático para la central, pero tengo que decir
que el Consejo de Seguridad está tranquilo, ya que no habría daño para el
medio ambiente si se detectase una eventual y poco probable grieta en el
fondo de la vasija. Esto enlaza con que cuando se haga la parada sí
exigiremos, para la puesta en marcha posterior, que se verifique el fondo
de la vasija y que se verifiquen de nuevo todas las penetraciones desde
la tapa. ¿A qué conduce esto? A que esto empieza a ser muy caro. Este
Consejo no tiene que ocuparse de saber cuál es la política de inversiones
y las decisiones empresariales que tome la empresa Unión Fenosa. Hay que
distinguir muy claramente entre las funciones del Consejo como organismo
fiscalizador, como organismo controlador, que no tiene nada que ver con
las decisiones empresariales de la empresa. Este consejo no tiene que
recomendar ni que pedir que se cambien tapas, sino que tiene que exigir
que cada vez que se hace una modificación se someta a su aprobación lo
que se va a hacer. En el caso que nos ocupa, hace ya mucho tiempo que la
central planteó que se permitiese reparar las grietas porque no quería
cambiar la tapa todavía. El cuerpo técnico del Consejo estudió el
problema, hubo un informe y el Consejo ha actuado como mejor sabía para
exigir lo que se debía hacer en cuanto a la seguridad y permitir, de esta
forma, lo que la empresa quería. Otra cosa es que este Consejo, para el
futuro, sí haya pedido



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a la empresa, como a otras empresas nucleares, que haga un plan de
extensión de vida; es decir, que programe formalmente cómo piensa
continuar funcionando en los próximos años. La empresa nos someterá a
aprobación sus planes y el Consejo dirá si, en lo que se refiere a la
seguridad, son válidos o no. No a nivel de Consejo, sino a nivel
personal, sé, como todos ustedes, que la empresa está estudiando el
cambio de la tapa, porque, a fin de cuentas, le saldrá mucho más barato
cambiar la tapa que andar con las tremendas inspecciones y paradas que
representan las exigencias estrictas del Consejo cada vez que tenga que
revisar que no se producen grietas, las presiones del fondo, etcétera.

Probablemente, como digo, cambiará la tapa, pero esto no concierne a este
Consejo. El Consejo tiene que opinar sobre lo que la empresa propone,
pero no tiene por qué ocuparse de dar consejos a la empresa en temas que
no son estrictamente de seguridad. Lo que importa es que la central
funcione segura; en tanto funcione segura --y el deber del Consejo es
inspeccionarla continuamente para garantizar esta seguridad--, el Consejo
no tiene que opinar sobre los problemas económicos que puede suponer una
u otra solución.

En cuanto a las fechas, creo que ya he contestado.

Me preguntaba la señora Urán sobre el incendio. Es bastante sencillo de
contar. El inspector residente estaba allí y es precisamente quien fue a
avisar inmediatamente. No se activó el plan de emergencia porque se
tardaron siete minutos en sofocar el incendio y el plan de emergencia se
pone en marcha a los diez minutos. El incendio fue una cosa banal y lo
que importa es que, efectivamente, hubo una detección del incendio y a
los siete minutos se extinguió, estando presente en la central en aquel
momento nuestro inspector.

Me preguntaba la señora Urán por los costes. No me compete, en absoluto,
opinar sobre costes, eso le compete a la empresa. En mi presentación he
dicho una frase que me parece que enlaza con otra que ha dicho la señora
Urán: nada debe prevalecer ante un incidente eventualmente corregible.

Señora Urán, los costes no los sé, porque, como digo, no me conciernen,
pero cualesquiera que sean se exigirá que se haga el esfuerzo económico.

Dicho esto, tengo que decir también que no es admisible que, garantizada
la seguridad, se impongan costes innecesarios. Creo que S. S. estará de
acuerdo conmigo.

Esto me da pie a enlazar con una pregunta que hacía el señor Ros respecto
a Trillo. Si en Trillo no ocurre ningún incidente que ni de lejos
aconseje parar la central, sería una locura económica, una
irresponsabilidad de este Consejo pararla, con los costes inmensos que
eso lleva consigo. Si ningún coste debe prevalecer ante un incidente que
pueda evitarse, cuando no hay incidente que pueda evitarse no se deben
tomar medidas que afecten a los costes. No sé si me expreso con claridad.

En cuanto a Garoña, ha habido bastantes preguntas. Voy a contestar, en la
medida de lo posible, sobre el barrilete. La solución adoptada, que es
totalmente segura, no es definitiva, no es para siempre. No estoy muy
enterado del tema, pero tengo la impresión de que General Electric está
estudiando un sistema para reemplazar el barrilete radicalmente en la
próxima recarga. No estoy seguro de lo que digo, pero me parece que eso
sería en el próximo año. Se colocarían unos tirantes encima del
barrilete, de forma que se evitarían estos riesgos que ahora se evitan
taponando y que, como S. S. dice, esa solución tiene un límite. En
definitiva, que está en estudio por parte de General Electric un cambio
de barrilete para la próxima recarga y que eso aún no ha sido sometido al
Consejo para su evaluación desde el punto de vista de la seguridad.

En cuanto a la protección contra incencio en Garoña, quiero ser claro.

Esto es algo anterior, pero, naturalmente, desde que estoy en el Consejo
me he interesado por ello y creo tener datos suficientes. Aquí hay que
aclarar la filosofía y que, como decía Ros, es bueno que los ciudadanos
la entiendan. Con el paso de los años la seguridad va aumentando,
afortunadamente, a gran velocidad. Nuestro homólogo americano ha
planteado ya hace aproximadamente dos años unos procedimientos nuevos de
lucha contra incendios, que son, digamos, todavía más exigentes, y en
Europa en general, y en España en particular, se ha planteado imponer
este sistema en las centrales españolas y en eso estamos. ¿Qué pasa
mientras tanto? Pues que como esto no es fácil de imponer ni barato, ni
se puede hacer en cualquier momento, en el caso de Garoña hace ya un año
y medio o dos años que se están tomando medidas intermedias, a la espera
de que en el año 1996 se aplique con precisión el total de esta nueva
normativa americana. Estas medidas tratan de incrementar en lo posible y,
digamos, provisionalmente las defensas contra incendios. Para empezar, se
han hecho hasta muros de separación y se han tomado una serie de medidas
intermedias, que, a juicio del Consejo, garantizan que no hay riesgo
mayor de incendios. De todos modos, como la seguridad nunca es perfecta,
para el año 1996 está en marcha la implantación del total de la normativa
de seguridad, que en este momento ya está implantada en las centrales
americanas. Desde luego, aunque es bueno decirlo, porque es bueno tener
presentes los riesgos siempre, señora Urán, no es bueno comparar con
Vandellós 1; es decir, cualquier técnico que conozca ambos temas sabe las
tremendas precauciones que se toman actualmente en Garoña contra los
incendios, en parte porque hay una presión de los grupos políticos y de
los grupos ecologistas. Qué duda cabe de que esto es un bien objetivo; es
decir, que es bueno que exista esa presión, porque de algún modo esta
alarma social --que hay que evitar--, mientras sea racional, es buena y
empuja a mejorar. De forma que no tienen nada que ver las condiciones de
seguridad contra incendios de Garoña con las que existían en Valdellós
hace seis o siete años.

En cuanto a la central de Trillo, quisiera de algún modo expresar lo que
hemos asumido en el Consejo a la vista de lo que piensan nuestros
expertos del cuerpo técnico. Trillo es, a nuestro juicio, la central más
segura de España. Tengo que decirlo así, con lo que esto entraña, pero
Trillo es, digamos, de las centrales más seguras de España. ¿Por qué?
Porque es la central más sofisticada. Trillo pertenece a un tipo de
centrales más modernas, hechas por los alemanes con gran cuidado en todo
lo que se refiere a los sistemas de seguridad y mecanismos para prever
incidentes. Es más



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compleja que las demás, puesto que tiene un diseño más complejo y del que
las ingenierías españolas, acostumbradas a los diseños americanos, tenían
poca experiencia. La central, a nuestro juicio, se puso en marcha, con
todo el rigor en cuanto al control sobre los sistemas que se implantaron
en la central. Lo que ocurre, como siempre sucede en la industria, es que
con el paso de los años se adquiere una experiencia operativa, que va
poniendo de manifiesto lo que se han llamado anomalías, deficiencias,
fallos de diseño, que, repito, no son anomalías y fallos que entrañen
riesgo en la seguridad, sino que son defectos corregibles que van
apareciendo precisamente porque los sistemas son sofisticados.

Yo no quisiera --me da vergüenza prolongarme excesivamente-- hacer una
especie de lección de ingeniería barata. Lo que sí quisiera transmitir es
que si para garantizar que funciona el sistema de refrigeración yo coloco
ocho bombas en lugar de tres y resulta que todo eso hace más complejo el
mecanismo, el que haya fallos en el sistema no quiere decir que no me
sobren 2 bombas de las ocho. Lo digo tan sencillo como puedo explicar el
tema. Los sistemas de redundancia de Trillo son ampliamente suficientes
para que no ocurra ningún fenómeno de riesgo. Sin embargo, introducen una
complejidad técnica que hace que haya muchos más defectos en esos
sistemas, de efectos menores, y que además están razonablemente
compensados. Al ir apareciendo algunos casos, como sucedió el año pasado,
es el momento de que Trillo, que lleva funcionando seis años
aproximadamente, revise todo eso para intentar atajar estos problemas en
este afán de perfección de cultura de seguridad del sector de intentar
remediar estos defectos menores que pueden ocurrir en los sistemas
complejos. En ese proceso estamos y seguirán apareciendo lo que llamamos
anomalías o problemas, que no tienen ni siquiera que ser comunicados al
Consejo, aunque en el caso de Trillo los comunican todos, precisamente
porque estamos en un trabajo común. Nada de esto aconseja cerrar o parar
Trillo, que sería una locura económica, señora Urán. Como le he dicho
antes, sería lamentable admitir un riesgo por su coste y sería lamentable
introducir un coste enorme para el sistema eléctrico español precisamente
porque ocurren cosas que no importa que ocurran. Lo que importa es
remediarlas. El plan de reforma de revisión de Trillo va a durar todavía
más que la parada, que creo que se producirá en noviembre. Yo creo que el
plan no termina precisamente hasta marzo o abril del año que viene. En él
estamos trabajando intensamente, estamos tranquilos con lo que pasa en
Trillo, pues es --repito-- una de la centrales más seguras en este
momento de España y probablemente de Europa.

Han hecho otra serie de preguntas, procuraré contestar algunas, que me
parecen muy importantes para la labor del Consejo. Me parece que el señor
Souviron ha tocado dos temas que estimo muy importante aclarar. Uno se
refería a los simulacros y otros a los simuladores. Es más complejo el de
los simuladores que el de los simulacros. En cuanto a los simulacros,
tema que he comentado varias veces en el Consejo, cabe hacer dos tipos de
simulacros. El simulacro que pretende verificar que todos los mecanismos
funcionan correctamente y el simulacro que pretende que funcione incluso
la alarma, la imprevisión. Es decir, el director lo recibe de repente sin
saber lo que pasa.

Sobre esto quisiera matizar, sin perjuicio de que se pueda discutir y
revisar en el Consejo. En las centrales, sobre todo, hay un matiz que
introducir respecto a los hospitales y a la logística. No estamos
verificando la eficacia del personal --aunque también--, lo importante
precisamente es que los mecanismos objetivos funcionan. Lo que nos
importa sobre todo, señor Souviron, es que funcionen los mecanismos de
detección, las máquinas, los automatismos. Esto es lo que tiene que estar
siempre de punta en blanco. Esto se verifica perfectamente con un aviso
de que se va a producir. Otra cosa es si todas las camas de los
hospitales están previstas cuando ocurre un accidente grave y hay que
llevar allí a las personas. Es un tema discutible y no quiero ahora
pronunciarme. Lo que sí tengo que decirle es que me ha chocado la frase
de que ha habido un solo simulacro. La verdad es que no tengo las cifras
aquí y no puedo decirle los que ha habido, pero se han producido muchos.

Eso de que el año pasado ha habido un solo en Cofrentes, me parece
rarísimo, lo digo con franqueza. No tengo datos, pero se los puedo
facilitar a S. S. Yo diría que ha habido, por lo menos, cuatro o cinco en
el año, incluso más. Con mucho gusto le diré a S. S. con precisión
cuántos ha habido en el último año.

Es muy importante el tema de los simuladores y muy problemático. También
querría transmitirle cuál es el pensamiento del nuevo Consejo, que se ha
ocupado del tema nada más llegar precisamente porque había un estudio del
año pasado del anterior Consejo, que tenía previsto cuáles eran las
consecuencias. Es decir, que hemos llegado al Consejo con un plan en
marcha, que nos ha permitido documentarnos sobre el tema y opinar
provisionalmente sobre él.

El tema de los simuladores es sencillo de comprender, pero hay que
explicárselo al público con sencillez. En el fondo, se trata de formar al
personal. Al personal se le puede formar en una pizarra pobremente, con
simuladores que se llaman interactivos gráficos, en los que se describe
lo que pasa en la central y cómo se actuaría. Eso existe en España de
forma eficaz. En América se ha inventado, sobre todo, el simulador «full
scope», simuladores de réplica total. Esto consiste simplemente en
reproducir la cabina de control de una central, dato por dato, punto por
punto, de modo que el operador pueda entrenarse exactamente según va a
operar la central. Esto no tiene más inconveniente que el de que no es
una broma; significa miles de millones de pesetas por cada central. Son
decenas de miles de millones para el parque español.

¿Cuál es la política europea y americana? En América, la NRC tomó la
decisión de que se implantase en todas las centrales. En Francia tienen
casi todas las centrales son iguales, casi todas las cabinas de mando son
iguales. El coste es mucho menor. No lo ha hecho aún, pero están
haciéndolo porque el coste es menor. En otros países son muy reticentes
por el coste. En América hay un factor importante. En lo que se refiere a
la formación de personal, es muy distinto de España y Francia. En España
y en Francia



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es corriente que un operador de una central nuclear pase toda su vida
profesional en la central nuclear. Es muy corriente que el personal pase
íntegramente su vida en una central eléctrica española. Su grado de
formación estadísticamente no tiene comparación con el americano, en que
cambian de un oficio a otro y son mucho más volubles. Es una queja
importante de los operadores americanos la diferencia de experiencia y
calidad del personal europeo y americano. Por tanto, nos parece que es
mucho más importante para el personal americano el disponer de una cabina
«full scope» que no para el español o para el francés. (Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sancho): Perdón, señor Presidente.

Señorías, ruego disminuyan el ruido de fondo.




El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR (Kindelán Gómez de
Bonilla): Aquí se parte de un problema que estamos estudiando en el
Consejo, que no hemos tomado ninguna decisión, que no tenemos ningún
prejuicio y que esperamos resolver en el curso de este año. ¿Ordenamos,
imponemos a todas las centrales que se gasten decenas de miles de
millones, que si no, señor Souviron, a lo mejor hay que gastarlos en otro
tema de seguridad más importante? Es una responsabilidad que no hemos
tomado todavía, que tenemos que tomarla y la tomaremos.

Le hago una referencia tangencial a lo que nos ha mencionado aquí,
relativo a que es un tema caro y que estamos decididos a seguir
implantando, que es el tema de los análisis probabilísticos de seguridad,
que es más intelectual que la inversión en la cabina «full scope». Pero,
de algún modo, es un tema carísimo que ya se ha hecho en todas las
centrales de nivel 1, que se va a hacer en el nivel 2, y que consiste en
una especie de revisión de ingeniería detallada sobre lo que pasa
periódicamente en cada central. Cada análisis de éstos cuesta
aproximadamente 1.500 millones, un poco menos que lo otro, pero hay que
hacerlos periódicamente. Sirve para comparar lo que se llama el criterio
a la larga. A pesar de todo, hay que mirar la economía. A lo mejor las
decenas de miles de millones se gastan mejor en otras medidas de
seguridad que en ésta. Tenemos que tomar esa decisión y con sumo gusto
informaremos a la Cámara cuando llegue el momento de tomarla.

Me ha dicho una cosa importante, a la que tampoco sé contestarle de
momento, pero que lo haremos cuando podamos porque, con la estadística,
crea el señor Souviron que este Consejo no engaña a nadie. Otros temas
nos serán más complicados, pero decir la verdad no nos cuesta
absolutamente nada, no tenemos ningún interés que defender. O sea, que
nos es gratis decir la verdad y es cómodo estar así. Es la situación más
cómoda en la que me he encontrado en mi vida profesional, que ya es
larga. Jamás me he encontrado más a gusto. Puedo decir lo que me dé la
gana, si digo la verdad. No me ha pasado así en el pasado, como es
natural, que siempre ha tenido uno condicionantes, obligaciones,
tristemente. A este respecto sí quería decirle, señor Souviron, que es
bueno distinguir al personal realmente expuesto de aquel que está
nominalmente expuesto pero que, de hecho, no lo está. No sé contestar más
de momento y miraremos a verlo en detalle.

Señora Urán, sí quiero aclarar un tema que ha tocado usted y el señor
Ros, que es el tema de las actas y documentos del Consejo. En mi opinión,
nada que haga el Consejo tiene que ser ocultado y desde luego nada que no
conozcan los Diputados. A mí lo que me preocupa --y estoy seguro de que
usted lo compartirá conmigo-- es la petición de documentos aislados de un
contexto, que naturalmente pueden ser manipulados y de hecho lo son,
señora Urán. Lo son objetivamente. Hay grupos, por otra parte legítimos,
que consideran que el fin justifica los medios y que extraerán el párrafo
que se entiende mal por la opinión, y todo esto me preocupa. Por lo
tanto, mi opinión es que se debe dar al público, y especialmente a estas
Cortes, documentación completa, que luego podrá ser tergiversada, pero
que lo será más difícilmente. En este aspecto simplemente son mis
consideraciones que hemos expuesto por escrito a esta Cámara, porque nos
ha parecido que a esta Cámara sí estamos sometidos, entonces, si la
Cámara me pide las actas, yo las envío, pero, señora Urán, para
entendernos, porque a pesar de todo hay que suponer la voluntad, ¿cómo es
posible que se diga en esa carta que el Consejo no mandaba los informes
técnicos que se le pedían? El acta es una cosa importante, es constatar
un hecho y, por tanto, sí es algo que se debe conocer, aunque sean
manipulada, pero un informe, que es la opinión de una persona que es
contradicha por otra opinión, que es provisional, que puede ser sometida
a revisión, ¿cómo se puede difundir antes de terminar el proceso de modo
que la opinión sea una opinión sintetizada, que sea una opinión final?
¿Cómo la opinión de un experto, por legítima que sea, que puede ser
incluso vanal, o importante, sobre un tema se puede difundir antes de que
haya un contraste, una segunda opinión, una revisión de esa opinión? Eso
no es difundir nada, yo diría que eso es difundir conversaciones. Otra
cosa es el acta, repito, que es un documento que constata hechos y, por
tanto, tiene en sí una entidad. Luego se juzgan los hechos, pero la
opinión técnica provisional y previa no me parece que sea una cosa que ni
estas Cortes ni siquiera dentro del Consejo se deba conocer, solamente
los que discuten el tema, hasta que emiten una opinión fundada y global,
me parece.

En cuanto a las encomiendas que varios Diputados han mencionado yo estoy
muy satisfecho e ellas, creo que funcionan perfectamente, hay un
inconveniente grave que quería transmitir a S. S. Muchas comunidades
autónomas no quieren la encomienda, porque no está claro que esta
encomienda no cueste un dinero a las comunidades autónomas. Porque ¿qué
ocurre? Que esta encomienda se paga con las tasas muy pequeñas que el
Consejo recolecta de los inspeccionados, y estas tasas tampoco deben
elevarse mucho, porque creo que es grave incentivar a la pequeña
instalación radiactiva a que, de algún modo, se oculte, se sumerja por no
pagar una tasa. En consecuencia, hay una contradicción entre los
servicios que se prestan y las tasas que se pagan, y hay comunidades que
no desean la transferencia. El Consejo la desea para todas las
comunidades,



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me parece que es más razonable que las comunidades que están más cercanas
a las instalaciones sean las que ejerzan la función inspectora, pero,
señor Ros, creo que usted se equivoca, y alguien más, creo que era el
señor González de Txábarri, de ninguna manera se trata de transferencias
sobre el control de las centrales nucleares. Por tanto, ahí no sé si he
entendido mal, cuando se ha hablado de que las comunidades autónomas
tienen algún interés en centrales nucleares que no están en su
territorio, o que están próximas, decía el señor González de Txábarri, de
algún modo lo que quería decir es que las transferencias no conciernen en
absoluto a las centrales, la seguridad nuclear de las centrales tiene
otra envergadura, aunque tiene menos riesgo puesto que hasta ahora las
dosis donde se observa es en los rayos X, no en las centrales, pero, en
fin, el hecho es que el tema de las entrales es una competencia del
Gobierno central y no se está transfiriendo ninguna competencia a las
comunidades autónomas. Quiero hacer esa aclaración porque se ha entendido
mal.

Se ha preguntado por el el proyecto TREM. Yo creo que este programa que
se está llevando a cabo muy bien, están colaborando las comunidades de
Madrid y Extremadura. Tengo unas notas, y veo que está totalmente en
marcha sin mayores dificultades. Ya tenemos muchas aplicaciones que se
han hecho al respecto y estamos estudiando un poco cómo se mueven los
nutrientes, es una cosa que está en marcha, y lo que no sé ni tengo datos
aquí es cuándo acaba, desgraciadamente. (El señor Souviron García: En dos
años.) El segundo semestre de 1994 se ha trabajado ya. Por eso ha de ser
lógicamente en el verano del año que viene aproximadamente.

El tema de Andújar no me concierne. Cuando estaba en Enresa me concernía
y ya decía mi opinión. Como Presidente del Consejo no nos concierne lo
que haga el Gobierno con las subvenciones a los ayuntamientos. Sí nos
conviene decir, como ha dicho el señor Ros, y es importante, que desde
luego lo que allí estaba, estaba allí, lo que se ha hecho es remediar los
daños que pudieran ocurrir y no se ha metido nada en Andújar;
precisamente con gran rigor, como sabe S. S., se ha evitado por todos los
medios llevar a Andújar cualquier cosa, hasta cosas de La Haba que
podríamos haber llevado sin ninguna dificultad técnica, para evitar que
en Andújar se pensara que se introducía algo que no estaba allí hacía ya
decenios. Desde luego, el riesgo para la población es absolutamente nulo,
y en cuanto a que en estas condiciones se den las subvenciones realmente
el Consejo no tiene por qué opinar.

En cuanto a los pararrayos, el Consejo ha aprobado lo que Enresa ha
propuesto, supervisa lo que se hace, lo hace con toda naturalidad, el
riesgo es nulo, y creo que, según el plan de Enresa, que yo recuerde, la
previsión es acabar a finales del año que viene. También hay un problema
importante que ha señalado el señor Souviron, los pararrayos que no se
declaran. Esto me recuerda a los rayos X que no se declaran, que también
es un tema planteado. Esto desborda la competencia del Consejo. Yo le he
explicado lo que pensaba hacer modestamente con nuestros medios, no somos
la policía y no podemos ir buscando los rayos X. Cuando a fin de año se
acabe el plazo que tienen las instalaciones de rayos X para declararse,
previamente pensamos explicar a todos los ayuntamientos de España que a
partir de ese momento sería deseable que cada ayuntamiento y cada
comunidad autónoma informasen al Consejo e hiciesen una encuesta en su
localidad para ver cuáles son los pararrayos que existen y que no están
en la realidad para que nos lo comuniquen e intentemos legalizarlos, pero
naturalmente nosotros no podemos hacer un cuerpo de inspectores que se
dediquen a buscar los pararrayos por el país o los rayos X. En cuanto a
los rayos X hay que decir que el riesgo no existe para el entorno, el
riesgo es solamente para los que los manipulan, es lamentable, es un
riesgo que hay que evitar, pero realmente en una casa de vecinos no
existe el riesgo; no veo mecanismo técnico alguno por el que los rayos X
puedan afectar a través de las paredes a quien vive en el piso de abajo.

En cambio, sí puede afectar y de hecho afecta, ciertamente, a los que los
manipulan, porque casi todas las sobredosis que ha habido en el país han
sido de rayos X.

Repito, la cuestión de los pararrayos desborda al Consejo, será un
problema gubernativo, consistirá en imponer multas, no sé contestar a S.

S. qué se debe hacer. Sí digo como técnico que el riesgo es nulo, es
decir, tampoco me importaba mucho que hubiera unos cuantos pararrayos que
se quedaran ahí «per in saécula saeculórum». A lo mejor hay 20.000 que
caen al suelo con un riesgo remoto de contaminación de los alimentos, y
cuantos menos queden menor será este riesgo. Siempre considero el riesgo
como algo remoto y medible en probabilidad.

Respecto al tema de la alarma social y de la pedagogía me gustaría
insistir un poco en ello. Evidentemente, esto es como las brujas,
haberlas las hay, aunque no se crea en ellas; alarma social hay, y tiene
inconvenientes serios porque a veces impide hacer las cosas bien, pero
también tiene aspectos positivos, como he dicho antes. Esta alarma social
nos exige a todos una mayor precisión y cuidado en lo que hacemos, y lo
que sí importa es enlazar la alarma social con la pedagogía, y esto no es
fácil, señor Ros. Evidentemente, la pedagogía es una tarea complicada y
no somos expertos muchas veces, pero sí asumo que este Consejo tiene que
informar continuamente al público lo mejor que sepa, y al público se le
informa, sobre todo, intentando informar a los líderes políticos,
intentando informar a los líderes sociales y también a los grupos
ecologistas y a los medios de prensa. De algún modo hay que suponerles a
todos, para empezar, una buena intención, y cuando conozcan las cosas las
transmitirán mejor que cuando no las conocen.

Señor Presidente, no sé si he contestado a todas las cuestiones.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): No se preocupe, señor
Presidente del Consejo, que ahora en el breve turno que a continuación
tienen los grupos le requerirán, si es que lo creen oportuno, las
precisiones complementarias.

El señor Souviron, por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra.




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El señor SOUVIRON GARCIA: Respecto al tema de los simulacros, me refería
a un solo simulacro de carácter externo en Cofrentes, no a simulacros en
general. (El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR (Kindelán
Gómez de Bonilla): Creo que también ha habido varios externos.) No sé si
es una mala información, pero no hay más problemas en eso.

Lo que sí le pediría es que nos enviara por escrito el tema de las
consultorías, es decir, los contratos de consultoría o la información...

(El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR (Kindelán Gómez de
Bonilla): Tengo datos.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señor Kindelán, espere a que
llegue su turno.




El señor SOUVIRON GARCIA: Pero si no los tuviera o no fueran completos,
le agradeceríamos esa información por escrito.

No quiero terminar sin agradecer al señor Ros la opinión no solicitada
por las ayudas a la comarca de Andújar, de las que, por supuesto, tomo
nota, aunque por corresponder con la sinceridad que merece el señor Ros
he de decir que la verdad es que no estoy de acuerdo. En cualquier caso,
ya lo preguntaremos en el Ministerio de Industria, que parece que es el
órgano competente, y saldremos de dudas.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Tiene la palabra la señora
Urán.




La señora URAN GONZALEZ: Señor Kindelán, con todos mis respetos, la
verdad es que me sorprende que el Presidente del Consejo de Seguridad
Nuclear, persona a la que considero con experiencia en estos temas, pueda
aseverar y tenga una convicción profunda de que una central nuclear,
tenga o no tenga fallos de algún tipo, ni remotamente entraña riesgos
para el medio ambiente. Se puede decir que se cree, se puede considerar
que en estos momentos, por el funcionamiento de las centrales, no existen
riesgos para el medio ambiente, pero en realidad yo creo que todos
sabemos que el mero hecho de que exista una central nuclear en una zona,
con todos sus sistemas de seguridad funcionando correctamente, siempre
entraña un riesgo, mayor o menor según el funcionamiento de la central,
pero entraña riesgo. Por lo tanto, señor Kindelán, me sorprenden sus
aseveraciones tan tajantes y tan contundentes, porque así no nos va a
convencer --no sólo a nosotros sino en general a la opinión pública-- de
que no existan riesgos, porque todo el mundo sabe que la energía nuclear
ya es un riesgo en sí.

También me ha sorprendido que me diga que el Consejo no tiene por qué
exigir a la central de José Cabrera (Zorita) la tapa. Señor Kindelán, yo
no voy a entrar a valorar los costes económicos de la central nuclear ni
el pensamiento de los propietarios de dicha central, pero sí que valoro
que el Consejo, dentro de su competencia de vigilar y velar por la
seguridad, sí que puede exigir a la central nuclear José Cabrera que haga
la tapa antes de darle el visto bueno a la puesta en funcionamiento.

Lo mismo que en el informe se aceptó el que las reparaciones daban la
seguridad para poner en funcionamiento la tapa, el Consejo también podía
haber opinado que con las reparaciones no se tenía la seguridad de que la
central pudiera funcionar correctamente y no entrañara no sólo ya riesgo
para el medio ambiente, sino riesgo incluso para las personas que
trabajan dentro de la central, porque cuando yo he hecho referencia a si
se produce una fuga no me refería al exterior sino al interior.

Por lo tanto, yo creo que el Consejo sí puede decir a la central si tiene
que hacer la reparación o si sencillamente tiene que construir una nueva
tapa.

Por lo demás, quiero volver a insistir, señor Kindelán, en que desde que
se puso en funcionamiento la central nuclear de Trillo se ha dicho que es
la central más segura de España (por su alta tecnología, porque es la más
moderna que existe en nuestro territorio), pero precisamente, por eso,
señor Kindelán, es muy preocupante que esta central tenga el 400 por cien
de incidentes notificables en comparación con el resto de las centrales,
más viejas, de peor tecnología, del resto de España. Es preocupante, para
nosotros, desde luego, es preocupante.

Y sin querer llegar a ser alarmistas --sabemos que son pruebas, sabemos
que no entrañan riesgos para el medio ambiente, sabemos todas esas
cosas-- es cierto que en esta central --no se lo voy a relatar porque
usted se lo conocerá tan bien como me lo conozco yo-- desde el año 1991
se han ido sucediendo constantemente anomalías y defectos de diseño.

Estamos en 1995 y en lo que llevamos de año, que se conozcan, han surgido
dos fallos --en realidad son tres porque uno de ellos está acumulado,
pero dejémoslo en dos porque así lo ha decidido el Consejo-- dentro de
los sistemas de seguridad de esta central, la más moderna. Pueden surgir
fallos de muchos tipos, pero esta central desde el día de su puesta en
marcha genera no ya dudas razonables sino dudas más que razonables de que
esos sistemas funcionen correctamente. De ahí que nuestro Grupo haya
planteado que sería conveniente, para la seguridad de la central, el que
se parara, se hiciera la revisión de los sistemas en profundidad, se
corrigieran y se volviera a poner en funcionamiento. Usted dice que no
entran a valorar los costes económicos. Sin embargo, en determinadas
cosas sí valoran los costes económicos para decidir qué es lo que hacen
con una central nuclear que está presentando tantos fallos como la
central nuclear de Trillo.

Usted dice que existen fallos y defectos menores. Nosotros no entramos a
decirle si eso es cierto o si deja de serlo. Consideramos que lo dice
usted y lo damos totalmente por válido, pero sí que ha habido fallos en
experiencias que se han dado, sobre todo en la del mes de febrero, que
son fallos bastante graves. Estamos de acuerdo en que son suposiciones en
que son pruebas que están haciendo para ver cómo funcionan los sistemas
de seguridad, pero cuando se plantean esas suposiciones es porque cabe
una posibilidad, aunque sea mínima, de que se pueda dar y hasta ahora
Trillo está demostrando que en esas suposiciones sus sistemas no
funcionan y que, por lo tanto, una central



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tan segura como debería ser ésta, está presentando altos fallos de
seguridad en sus sistemas.

Compartimos el que tiene que haber información para todo el mundo para
restar alarma social. Información puntual, información clara, pero desde
luego, lo que no vamos a valorar es que se pueda decir que hay grupos que
utilizan la información con la frase «el fin justifica los medios». No
vamos a entrar a valorarlo, porque para nosotros todos los grupos son
respetuosos. Consideramos que las personas que trabajan en estos temas,
ya sea a favor o en contra, son todas adultas y tienen capacidad para
poder dilucidar hasta dónde pueden llegar y hasta dónde no pueden llegar.

Por lo tanto, nosotros no vamos a entrar a valorar las actividades o las
actitudes de determinados grupos cuando reciben una información que
algunas veces no es total sino parcial.

Por otra parte, me vuelvo a reafirmar, señor Kindelán, en que este Grupo
Parlamentario seguirá solicitando al Consejo de Seguridad Nuclear la
información que considere oportuna. Esperamos seguirla recibiendo como
hasta el momento.

Nada más.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Tiene la palabra el señor
Nadal.




El señor NADAL I MALE: Con la brevedad que el señor Presidente nos
recomienda o exige, quisiera plantear tres cuestiones sobre las que usted
ha hablado en estos momentos.

Señor Kindelán, en cuanto al tema de Trillo, me gustaría conocer
exactamente si tiene el mismo nivel de información que el resto de las
nucleares, si tiene el mismo nivel de comunicación de incidentes que el
resto de las nucleares. En todo caso, tengo una experiencia propia, que
es el tema de los incidentes de las industrias químicas de Tarragona.

Primero, hasta que el Gobierno Civil, Generalitat y Ayuntamiento no
llegamos a un convenio que delimitara cuáles eran los incidentes
notificables y de éstos cuáles eran los que realmente tenían que salir a
la opinión pública o los que no, en función del grado; segundo, hasta que
no logramos que el periodismo comprendiera exactamente cuáles de los
incidentes eran realmente importantes y cuáles no, evitando de esta
manera la alarma que suponía; y, tercero, hasta que los que teníamos
responsabilidades políticas no logramos comprender cuáles de los
incidentes, con la tecnología que utilizan normalmente las industrias o
en este caso las nucleares, eran o no importantes, teníamos un grado de
disparidad notable.

Por eso creo, señor Presidente, que sería bastante bueno el que ustedes
trataran de informar a los periodistas, y sobre todo a esta Comisión,
sobre cómo analizar, cómo catalogar las comunicaciones y/o incidentes que
se producen en cualesquiera de las nucleares distinguiendo claramente
aquellas que tienen un mayor grado de comunicación de las que no lo
tienen, en función de los acuerdos que tengan con ustedes.

El segundo tema es que, a propuesta del Grupo Catalán (Convergència i
Unió), se solicitó la comparecencia del director de Zorita. El nos estuvo
hablando de la existencia de la tapa y del recipiente. Puedo admitir como
lógica la explicación que usted nos da respecto a la situación económica
que dimana de la construcción de todo el envase de una tapa o de tener
preparadas dos tapas, como nos explicó el otro día en el sentido de que
estaban construyendo otra para, en un momento dado, sustituir la que
tenían, como una solución al problema que se planteaba de la puesta en
funcionamiento.

De sus palabras yo no he acabado de entender --quizá lo ha explicado-- si
es que realmente Zorita les ha comunicado a ustedes todo lo que nos
comunicó a la Ponencia cuando se produjo la comparecencia del director de
la central.

Así como lo anterior son dos solicitudes, ahora voy a mostrar una
discrepancia total, absoluta y rotunda con usted. Deje a los
ayuntamientos en paz con el tema de los rayos X y de los pararrayos.

Déjenos, porque sólo nos falta subir por los tejados a ver cuántos
pararrayos existen o pasar por las consultas de los médicos o dentistas
para ver cuántos rayos X tienen legales o ilegales. No nos lo recomiende,
nos nos envíe este papel. En todo caso, le voy a plantear dos cuestiones.

Primera: Sí que es importante saber dónde va a parar todo este material,
porque podemos hablar de que un pararrayos puede quedar en el tejado de
una casa de campo, etcétera, pero lo cierto es que vamos a empezar a
acumular pararrayos. Segunda: Vamos a empezar a acumular rayos X, porque
estamos entrando ya en un nivel importante de cancelación de estos
aparatos en el sentido de que muchos de ellos están llegando a su fecha
de caducidad.

Por último, quiero decirle, en nombre de mis compañeros, presentes y
futuros, que si usted desea que hagamos la inspección de los rayos X y de
los pararrayos, lo haremos con mucho gusto si nos envía el dinero para
poderla realizar.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señor Ros, tiene la palabra.




El señor ROS MAORAD: Señor Presidente, solamente quiero agradecer las
explicaciones que el señor Kindelán ha dado a la Comisión y señalar que
me ha interesado especialmente la posible y previsible inspección de
todas las penetraciones de la base de la vasija de Zorita en la próxima
recarga. Entiendo que de esa inspección depende el planteamiento de
futuro de dicha central. Respecto a Trillo, quiero manifestar mi acuerdo
con el señor Kindelán. Yo he planteado la cuestión de si es necesario o
no parar Trillo porque ha surgido en la Ponencia y quería conocer de voz
del señor Presidente del Consejo cuál era su opinión. Creo que lo
fundamental es que ese plan de inspección se lleve a cabo.

Finalmente, si el señor Presidente me lo permite, quiero señalar que no
me arriesgaría yo nunca a dar una opinión sólo personal respecto a
Andújar. Debo decir al señor Souviron, con el mismo cariño que él me ha
demostrado, que esto es lo que esta Comisión de Industria votó, en una
proposición no de ley de Izquierda Unida. Por eso, al ser rechazada,



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yo le informaba solamente, ni siquiera pretendía dar una opinión, de lo
que esta Comisión decidió por votación democrática hace dos meses.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señor Presidente del Consejo de
Seguridad Nuclear, tiene la palabra para, en un último y breve turno,
aportar las precisiones que le han sido solicitadas por los portavoces.




El señor PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR (Kindelán Gómez de
Bonilla): Procuraré ser breve, señor Presidente.

En primer lugar, me pasan mis colaboradores unos datos que pueden
responder al señor Souviron. Señor Souviron, en el presupuesto de este
año están previstos 400 millones, que naturalmente van destinados a
numerosas empresas españoles, entre ellas, Initec, Empresarios Agrupados,
Sener, multitud de universidades, organismos como el Ciemat y el Dedex.

Por otra parte, tenemos contactos con compañías extranjeras como Aesa, en
Suecia, Saic y el TPSN francés.

Respecto a lo manifestado por la señora Urán, tengo que hacer algunas
matizaciones. Insistiendo en algo que ya he dicho, le diré que yo creo
que el problema está clarísimo y es que el problema no son los costes
económicos. El problema es que no se debe evitar ningún riesgo por su
coste económico, debe prevalecer la seguridad, pero, cuando la seguridad
prevalece, es absurdo imponer costes económicos superfluos. Es una
doctrina sencilla y además estoy seguro de que la señora Urán está de
acuerdo conmigo en eso. Otro problema es cómo se aplica el principio.

Una cosa importante y que a mí me preocupa es que mis cifras no cuadran
con lo que se ha dicho en la prensa, esto es, los 400 sucesos de Trillo.

Según mis datos, y creo que no me equivoco, en los últimos tres años ha
habido 217 sucesos en toda España y 44 de Trillo, que no son pocos, pero
no son los 400. Estas son mis cifras.

Por otra parte, también insisto en que a mí no me parece, al menos
nuestros servicios jurídicos piensan así, que el Consejo sea quién para
exigir el cambio de etapa. El Consejo es quién para valorar la propuesta
de la empresa, esto es viable o no, y si lo es, yo no puedo imponer el
cambio de etapa. Lo podría imponer si se dijese: Esto no es viable, lo
acepta usted o cambio la etapa. Pero si lo que propone la empresa es
viable con respecto a la seguridad, yo no soy quien --lógicamente, cuando
digo yo, me refiero al Consejo-- para imponer cambio de etapa.

No quiero dejar de contestar a lo de los ayuntamientos, porque creo que
es importante. Yo creo, por ejemplo, que no se trata de hacer grandes
trabajos de inspección. A nuestros expertos les parece que simplemente la
licencia de los ayuntamientos ya sirve para mucho. La mayor parte de
estas instalaciones han pedido una licencia al ayuntamiento y, por tanto,
éste sabe ya cosas sin necesidad de mucho trabajo. Y lo que vamos a pedir
es su colaboración, simplemente, porque el Consejo no tiene autoridad
alguna sobre ningún ayuntamiento de España. Puede impedirle que tenga un
apartado de rayos X, pero nada más que eso. En cuanto a los pararrayos,
la inmensa mayoría están ya en Inglaterra. En Enresa dicen que tienen
miedo a que, al final, queden entre 3.000 y 5.000 que no se declaren.

Para evitarlo, lo que tenemos que hacer es una labor de persecución,
porque una vez que se declaren, no hay problema alguno. Muchos no
declaran porque, aunque es gratis quitárselo, no quieren poner el nuevo.

Hay que darse cuenta de que este problema existe entre los particulares.

Yo espero que al final queden muy pocos, pero va a ser muy difícil
perseguir hasta el último ciudadano que tenga un pararrayos.

Creo que con esto he contestado a casi todas las cuestiones.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señor Presidente del Consejo de
Seguridad Nuclear, le expreso, en nombre de la Mesa, nuestro
agradecimiento por su colaboración en los trabajos de esta Comisión.

Señorías, suspendemos la sesión hasta las doce en punto, para reanudarla
con el siguiente punto del orden del día, la comparecencia del señor
Ministro de Industria y Energía.




Se suspende la sesión.




Se reanuda la sesión.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (EGUIAGARAY
UCELAY), PARA:



--INFORMAR SOBRE LOS CRITERIOS ADOPTADOS POR EL GOBIERNO EN LA
ELABORACION DEL PROGRAMA OPERATIVO PARA LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA
1994-1999. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO CATALAN (CONVERGENCIA I
UNIO). (Número de expediente 213/000175.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, reanudamos la sesión, de acuerdo con el
horario que figura en el orden del día, para considerar el punto de
comparecencia del excelentísimo señor Ministro de Industria y Energía
para informar sobre los criterios adoptados por el Gobierno en la
elaboración del Programa Operativo para la Pequeña y Mediana Empresa
1994-1999, a solicitud del Grupo Catalán (Convergència i Unió).

El señor Ministro tiene la palabra para una primera intervención.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (EGUIAGARAY UCELAY): Señorías,
lamento, en primer lugar, el que la tramitación de esta comparecencia
solicitada hace realmente bastante tiempo se tenga que ver en este
momento. En todo caso, muy gustosamente trato de dar una contestación a
ella en un aspecto que, a mi juicio, es un elemento central de la
política económica y de la política industrial que el Gobierno, y el
Ministerio de Industria en particular, quiere hacer, como es la
relacionada con las pequeñas y medianas empresas.




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Como saben, señorías, la política industrial del Gobierno tiene como
objetivo prioritario situar a la industria española en unos niveles de
competitividad equivalentes a los de los países de su entorno económico.

Sólo las ganancias de cuota por parte de las empresas en los mercados
nacionales e internacionales pueden permitir sostener la creación de
empleo sobre bases industriales sólidas.

En este sentido, resulta prioritario aunar esfuerzos públicos y privados
en materia de competitividad, y la reconciliación de los objetivos de
aproximación a los niveles de bienestar de los países desarrollados y de
creación de empleo exige también --así lo entiende el Gobierno-- prestar
una atención singular a las pequeñas y medianas empresas.

Al igual que en esos otros países, la evolución del empleo industrial se
asienta fundamentalmente en la competitividad de esta clase de empresas.

De acuerdo con las evidencias más patentes, las Pymes han demostrado un
mejor comportamiento en los últimos años, tanto en el margen bruto de
explotación como en la rentabilidad económica en relación con las
empresas de mayor dimensión. Además, en las dos últimas décadas, las
pequeñas y medianas empresas contribuyeron de forma significativa a la
creación de empleo.

Sin embargo, las Pymes industriales españolas presentan importantes
déficit en términos de competitividad que la política industrial debe
atender para impulsar un salto cualitativo en el tejido mayoritario de
nuestra industria. Para afrontarlos, y por decisión de la Conferencia
Sectorial de Industria, en su reunión del 20 de enero de 1994, se creó un
grupo de trabajo para el desarrollo de un primer borrador del programa
operativo Pyme 1994-1999, elaborado por el Instituto de la Pequeña y
Mediana Empresa Industrial, el IMPI.

Paralelamente, la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos
decidió la constitución de un grupo de trabajo, con la participación de
representantes del Ministerio de Industria y Energía y también de
Economía y Hacienda.

Las aportaciones y los contrastes técnicos de los grupos aludidos dieron
lugar a un documento que finalmente fue suscrito por la Conferencia
Sectorial de Industria el 13 de abril del año 1994, con el nombre de
Iniciativa Pyme de desarrollo industrial. Dicho documento se estructura
en dos partes: un marco general y un desarrollo en cada Comunidad
Autónoma.

La primera parte constituye el cuerpo general y técnico que, partiendo
del diagnóstico de los problemas y circunstancias de las Pymes
industriales españolas y del sistema vigente de apoyo público, fundamenta
los programas de actuación de la iniciativa Pyme en los que se ha
prestado especial atención a las recomendaciones en materia de política
industrial y de apoyo a la pyme de la Unión Europea. Son de destacar en
este marco los mecanismos de coordinación entre las distintas
Administraciones públicas, que se concretan en los procedimientos de
gestión convenidos con las comunidades autónomas, estructurándose a
partir de un convenio marco de cooperación, suscrito por la
Administración general (Ministerio de Industria y Energía) y las
Consejerías con competencias en la materia, que se completa con convenios
específicos de colaboración.

La segunda parte del documento centra su atención en la singularización
territorial de los programas de la iniciativa Pyme en cada Comunidad
Autónoma. Con este fin se procede a un examen de la situación
socioeconómica y al diagnóstico de los problemas de la industria y
especialmente de las Pymes, describiéndose las correspondientes
estrategias regionales y estableciéndose una correspondencia entre las
actuaciones actuales y futuras en cada Comunidad y las recomendaciones
generales de la iniciativa Pyme.

Las orientaciones de la iniciativa indican que los déficit de
competitividad de las Pyme están relacionados básicamente, entre otros
muchos, pero básicamente con aspectos o dificultades financieras, con la
calidad y diseño de sus productos y procesos, con la propia capacidad de
gestión y, en términos más generales, con la evidencia de que su tamaño,
el tamaño de las Pyme, limita el desarrollo de actividades cruciales para
su consolidación o para la consolidación de ventajas significativas
frente a la competencia internacional.

En lo que atañe a la financiación, hay que señalar que el crecimiento y
la creación de nuevas Pyme industriales se ven limitados por la
insuficiencia de fondos propios, la dificultad para acceder a la
financiación a largo plazo y las condiciones de negociación y coste del
crédito, por no extenderme en la descripción de los problemas que en una
buena medida pueden ser conocidos. En general, puede afirmarse que las
Pyme necesitan más recursos ejenos que la gran empresa, acceden a los
mismos con mayor dificultad, deben hacer frente a tipos de interés más
elevados y proceden a su amortización en períodos más cortos. Estas
dificultades se ven acrecentadas por la necesidad de proveer garantías
suficientemente aceptadas por el sistema bancario y por la menor
capacidad de negociación de comisiones de crédito bancario. Las
consecuencias de todo ello son: un menor estímulo o una menor facilidad
para la inversión y, en general, el no aprovechamiento del potencial de
creación de empleo que estas empresas tienen.

Respecto a la comercialización del producto, como otro de los elementos
básicos de sus déficit de competitividad, concebidos de manera general,
las Pyme industriales centran su actividad comercial fundamentalmente en
los mercados nacionales; su reducido tamaño las sitúa por debajo del
umbral preciso para mantener una presencia activa en los mercados de
exportación; en la población de Pyme sólo las de mediano tamaño, entre 50
y 250 trabajadores, realizan actividades exportadoras con alguna
importancia.

La única forma de hacer compatible la necesaria presencia en los mercados
internacionales y la dimensión requerida es la cooperación empresarial,
en particular con empresas de otros países. Esta es la mejor vía para que
la Pyme españolas puedan acceder de una forma efectiva a los mercados
internacionales a través de canales de distribución propios o
compartidos.

Finalmente, cabe señalar que en general la Pyme industrial española
incorpora poca tecnología en sus procesos productivos, a la vez que
presenta importantes dificultades



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de asimilación de los conocimientos técnicos necesarios. Ambos hechos
perjudican de nuevo sus niveles de productividad respecto de las empresas
de mayor dimensión, que tradicionalmente dedican más recursos, más
esfuerzos tanto a la diferenciación tecnológica a través de la
investigación y el desarrollo o el diseño como a la diferenciación
específica de los productos mediante imagen de producto o imagen de
empresa.

Por otro lado, el diagnóstico del sistema de apoyo a las Pyme
industriales españolas existente en nuestro país ha puesto de manifiesto,
en primer lugar, algo que ya he tenido alguna vez ocasión de expresar en
esta misma Comisión: la enorme complejidad del entramado institucional de
nuestro país en materia de apoyos a la empresas, algo que deriva en parte
de nuestro entramado constitucional y estatutario, pero que, respetando,
obviamente, como no podía ser menos, ese entramado, es manifiestamente
susceptible de mejoras.

En segundo lugar, el uso por parte de las Pyme de los sistemas públicos
de apoyo es, además, relativamente reducido. La maraña de mecanismos de
apoyo es extremadamente intrincada y su utilización relativa por las
Pyme, su difusión o alcance, es, por otro lado, relativamente reducida.

Es en ese marco de diagnóstico --que forzosamente tiene que ser breve en
este momento en mi reproducción de documentos, que, por otro lado, les
son conocidos--, las orientaciones generales de los países de la Unión
Europea tienden a privilegiar las actuaciones encaminadas a mejorar el
entorno económico, financiero, tecnológico y de servicios de las pequeñas
y medianas empresas.

Es en ese marco en el que está concebida también la iniciativa industrial
Pyme y el conjunto del programa operativo Pyme 1994-1999, que es el
resultado de la adición a este programa industrial Pyme de otros dos
programas que han sido también presentados, de acuerdo con la Dirección
General de Planificación del Ministerio de Economía y Hacienda, para la
obtención de los correspondientes apoyos comunitarios. Me refiero al plan
de modernización del comercio interior y al plan de desarrollo de la
utilización de servicios avanzados de telecomunicación en las Pyme.

Los gestores de cada uno de estos tres subprogramas que forman parte de
ese programa operativo por el que usted se interesa son, obviamente, el
Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa Industrial, el IMPI, del
Ministerio de Industria; la Dirección General de Comercio Interior, del
Ministerio de Comercio y Turismo, y la Dirección General de
Telecomunicaciones, del MOPTMA, si bien el IMPI asume el papel de
interlocutor ante la Comisión de este programa operativo en su conjunto.

Por lo que hace referencia a la iniciativa Pyme de desarrollo industrial,
centra su atención, a partir del diagnóstico que anteriormente
establecía, en las siguientes actuaciones: en primer lugar, el apoyo a la
cooperación empresarial mediante acciones tendentes al desarrollo de
negocios empresariales productivos, comerciales, tecnológicos o de
inversión conjunta en capital para incrementar la competitividad, reducir
riesgos y compartir costes entre empresas.

En segundo lugar, en el apoyo a la promoción de servicios de información
empresarial, facilitando actuaciones de colaboración entre centros de
información capaces de servir informaciones relevantes de todo orden para
las Pyme.

En tercer lugar, un decidido apoyo al producto industrial a través de la
realización por las Pyme de proyectos de diseño y desarrollo de producto
y acciones formativas destinadas a incorporar valor al producto
industrial, validar su posición en los mercados y mejorar la política
empresarial de producto como un factor obviamente importante, no
solamente de competencia, sino de diferenciación, en ocasiones de
segmentación eventual de los mercados, para mantener posibilidades de
competencia adicionales a las tradicionales.

En cuarto lugar, en el apoyo a la financiación, a través de diferentes
mecanismos: en primer lugar, abaratando el acceso de las Pyme al crédito
mediante mecanismos de préstamos avalados; en segundo lugar, facilitando
la realización de inversiones mediante mecanismos de apoyo a la
reestructuración del pasivo y del «leasing», y, finalmente, mejorando
también su estructura financiera.

En quinto lugar, mediante el apoyo a las redes territoriales de
organismos intermedios. Se trata de la creación de redes de organismos
intermedios de innovación; mejora de la gestión de la tecnología, de la
investigación y el desarrollo; transferencia de tecnología y
participación de las Pyme en los programas comunitarios del cuarto
programa marco y, mediante la creación de redes de organismos intermedios
también de carácter financiero, abaratar el reafianzamiento solidario,
consorcio de riesgos y tomas de capital a riesgo y ventura; la mejora de
la solvencia de las sociedades de reafianzamiento y de las sociedades de
garantía recíproca.

Estas son las líneas generales, forzosamente sintetizadas, de la
iniciativa industrial Pyme, que se plasmó en la aprobación el 6 de mayo
del pasado año por el Consejo de Ministros de esta iniciativa para el
período 1994-1999, autorizando al Ministerio de Industria y Energía a
suscribir con las comunidades autónomas convenios de colaboración para su
desarrollo, cuyo modelo marco fue informado favorablemente por la
Comisión Delegada del Gobierno para Política Autonómica.

Hasta ahora se han firmado convenios marco con todas las comunidades
autónomas, salvo con Cantabria, que expresó y ha reiterado en diversas
ocasiones su voluntad de suscribir el convenio, no obstante algunas
dificultades jurídicas que desde mi punto de vista existían en esa
comunidad, en lo cual no voy a entrar.

Se han firmado, además, convenios específicos en diferentes ámbitos
--tecnológicos, de financiación, etcétera-- con buena parte de las
comunidades autónomas involucradas.

Se han constituido las correspondientes comisiones mixtas de seguimiento
en las comunidades autónomas de Andalucía, Galicia, Castilla-La Mancha,
Navarra, Valencia, Canarias, Aragón Murcia, Extremadura, Asturias y
Cataluña. Conviene señalar que en este momento los esquemas no solamente
desde la configuración de las comisiones



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mixtas, sino los esquemas de articulación de la iniciativa, tienen una
consecuencia que deriva de su propio diseño compartido. No me canso de
repetirlo --a veces no se entiende suficientemente bien--, el diseño de
esta iniciativa está consensuado con 17 comunidades autónomas, lo cual, a
mi juicio, es casi una heroicidad o un reto difícil de imaginar que
pudiera alcanzarse. En segundo lugar, un esquema de descentralización
también en la gestión de todos los programas de la iniciativa.

Esto quiere decir que las medidas de apoyo, evaluadas en una estimación
inicial en 337.000 millones de pesetas para el período 1994-1999 como
consecuencia de fondos provenientes del Ministerio de Industria, de las
propias aportaciones presupuestarias de las comunidades autónomas y de
los fondos FEDER aplicables a esta iniciativa al amparo del programa
comunitario al que nos estamos refiriendo, van a permitir que se lleve a
cabo una gestión descentralizada en cada uno de los ámbitos territoriales
de acuerdo con protocolos convenidos también con cada una de las
comunidades autónomas.

Este es en este momento, por tanto, el balance de lo que significa ese
programa operativo que, como ya he dicho anteriormente, tiene otros dos
elementos adicionales: un programa basado en telecomunicaciones y en su
aplicación a Pymes y un programa también dirigido a otras empresas que no
son industriales, sino comerciales, un programa de modernización del
comercio interior cuya gestión, naturalmente, corresponde al Ministerio
de Comercio, pero que se incluye también en este programa operativo.

Me gustaría añadir que la marcha de los trabajos previstos en relación
con la iniciativa Pyme va de acuerdo con los calendarios establecidos, no
solamente la marcha de la disposición de fondos, sino también las
aprobaciones comunitarias de fondos para esta iniciativa y para alcanzar
ese volumen total de fondos que estaba previsto. Hay avances relevantes,
como son desarrollos más cualitativos que tienen que ver, por ejemplo,
con la mejora en los mecanismos de financiación, que han significado
también transformaciones importantes en algunos de los órganos
instrumentales que los hacen posibles.

Por ejemplo, no quiero dejar de referirme --aunque después podamos entrar
más a fondo-- a los desarrollos importantes que han tenido lugar mediante
la fusión de las diferentes sociedades de reafianzamiento existentes con
participación pública y la creación de una nueva compañía española de
reaseguramiento, CERSA, que implica que se ha establecido un nuevo
mecanismo de reafianzamiento, a la vez que se ha continuado el trabajo de
saneamiento de las sociedades de garantía recíproca. Hoy, el mecanismo de
créditos avalados a través de las sociedades de garantía recíproca y la
participación del propio sistema financiero y el bancario privado es ya
una realidad que está funcionando. Hay un esquema nuevo que ha sido fruto
de una colaboración también del sistema financiero, de la banca privada y
del propio Banco de España, en el diseño del nuevo contrato de
reafianzamiento que liga CERSA con las sociedades de garantía recíproca,
a fin de que las posibilidades que derivaban de la nueva ley de
sociedades de garantía recíproca no quedaran truncadas por un
comportamiento poco ortodoxo, como ha sido la experiencia en el pasado de
algunas de estas sociedades en nuestro país.

Por lo tanto, éste es uno de los esquemas importantes, a la vez que
seguimos avanzando en otros, como son la difusión y la ampliación de los
mecanismos de capital-riesgo y, al mismo tiempo, en otras figuras, como
pueden ser los créditos participativos, que han tenido mucha más difusión
en otros países que en el nuestro y que son un elemento fundamental de la
mejora en la estructura o en las posibilidades de financiación de la
inversión industrial en las pequeñas y medianas empresas.

Tampoco quiero dejar de referirme --y con esto termino, señor
Presidente-- a otros elementos, como son la puesta en marcha de lo que
hemos dado en llamar la actuación en red, esto es, la creación de
mecanismos de servicios a las empresas, ya sea de carácter tecnológico,
ya sea formativo, ya sea también financiero. Se trata, por lo tanto, de
articular un sistema que sea fruto de la conjunción de actuaciones de la
Administración del Estado, de la de las comunidades autónomas, en
ocasiones de las propias Administraciones locales, y que se trabe
adecuadamente para proporcionar el conjunto de servicios de diferente
tipo del que las pequeñas y medianas empresas están necesitadas en cada
uno de los ámbitos territoriales.

Toda esta política de financiación, de producto, de diseño, de
comercialización, etcétera, tiene la virtualidad de pretender que el
esquema enormemente intrincado, casi inextricable, de apoyos a las Pyme
existente en nuestro país, quede básicamente concentrado en unas cuantas
líneas estratégicas y en un proceso de cooperación de todas las
Administraciones en la misma dirección y, por lo tanto, en una mayor
densidad y mayor eficacia de los apoyos públicos que puedan establecerse
alrededor de los elementos claves de la competitividad, en línea con la
política comunitaria en este terreno.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo solicitante de esta
comparecencia, el Grupo Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra
el señor Sánchez i Llibre.




El señor SANCHEZ I LLIBRE: Quiero agradecer, en primer lugar, la
comparecencia del Ministro ante la petición de nuestro Grupo
Parlamentario para que nos informara respecto al Programa operativo de la
pequeña y mediana empresa industrial.

Quiero manifestar que nuestro Grupo de Convergència i Unió entiende que
la puesta en marcha de dicho Programa operativo para la pequeña y mediana
empresa industrial representa un avance significativo en cuanto a la
creación de un diseño de cara a formar un marco favorable de relaciones
financieras y comerciales para las pequeñas y medianas empresas y de las
relaciones entre dichas pequeñas y medianas empresas con la diferentes
Administraciones; marco que, hasta la fecha, quizás no había sido
diseñado por parte del Ministerio de Industria. Por lo tanto, entendemos
que, como punto de partida, ya representa un avance significativo de cara
a la financiación, de cara al



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soporte y mantenimiento de las pequeñas y medianas empresas industriales
en cuanto a diseñar este marco de relaciones estables, tanto financieras,
como comerciales, como de investigación y desarrollo, de cara a
posibilitar la futura consolidación de nuestro tejido industrial.

Las pequeñas y medianas empresas conforman un porcentaje muy elevado del
tejido industrial español, representando un eje básico de la creación de
empleo de nuestra economía, tanto de presente como de futuro. También es
verdad que las pequeñas y medianas empresas nacen como consecuencia del
espíritu emprendedor y de las tendencias de algunas personas a generar
actividades y riquezas, y es que aquí cuando, al hablar de riqueza, entra
en juego el concepto de rentabilidad, ya que si las perspectivas de
rentabilidad son menores que en otros sectores de menor riesgo,
difícilmente se podrá esperar que se creen nuevas iniciativas
empresariales, que se creen nuevas industrias o, en definitiva, si dichas
perspectivas de rentabilidad son inferiores a las de otras inversiones en
servicios financieros, es posible que también empiece la preocupación por
parte de dichos empresarios que ostentan la titularidad de las pequeñas y
medianas empresas en cuanto a vender sus actuales compañías.

Por lo tanto, entendemos desde Convergència i Unió que es necesario crear
y posibilitar un marco financiero en el que la rentabilidad del sector
productivo sea superior a la rentabilidad del sector financiero, ya que
estamos convencidos de que si dicha rentabilidad del sector productivo es
superior a la rentabilidad del sector financiero, favorecerá que las
Pyme, las pequeñas y medianas empresas, inviertan sin comprometer su
futuro. Estamos convencidos también de que, si lo conseguimos, también
estimularemos la canalización de todo tipo de recursos hacia el sector de
la economía productiva. Por la tanto, pensamos que este primer paso dado
por el Ministerio de Industria y Energía facilita el que, de entrada, se
pongan las bases de cara a la consolidación de nuestro tejido productivo.

A partir de este programa operativo de la pequeña y mediana empresa,
creemos que, a través del Ministerio de Industria y Energía, sería
necesario que se tomaran medidas para que dicho incremento de
rentabilidad productiva sea superior a la rentabilidad financiera y se
tomen las medidas oportunas para rebajar el coste del dinero. También
creemos que es necesario intentar crear, dentro de los sistemas
financieros y de las entidades financieras españolas, un marco favorable
de expectativas para que dichas entidades financieras puedan invertir en
proyectos industriales. También consideramos necesario, aparte de las
reformas que ha anunciado el Ministro en su intervención, que también
tienen en cartera sus departamentos para poder canalizarlas hacia apoyos
de las pequeñas y medianas empresas, afrontar reformas estructurales
importantes dentro del sector financiero, dado el papel clave que tienen
de cara a los servicios de la economía productiva. A nosotros nos
gustaría apuntar unas cuantas reformas estructurales que convendría que
el Ministerio de Industria, de acuerdo con otros Ministerios del Gobierno
socialista, puedan implementar para facilitar este marco importante de
seguridad jurídica y financiera de cara a las pequeñas y medianas
empresas.

En primer lugar, creemos que sería necesario impulsar el proceso de
liberalización y modernización del sistema crediticio y financiero para
hacerlo más competitivo, rebajando el coste de los servicios de nuestras
entidades financieras para que también puedan ser homologables al
servicio que actualmente están prestando entidades financieras de la
Unión Europea que se están instalando o incorporando a nuestro sistema
financiero español.

También entendemos que sería necesario impulsar el proceso de aceleración
de reducción del coeficiente que nuestras entidades financieras depositan
como coeficiente de caja para también poder ser competitivas y estar al
mismo nivel de los coeficientes de caja que tienen las entidades
financieras españolas residentes, pero participadas con capitales
extranjeros, para que de esta forma también les sea más factible poder
rebajar el coste del dinero.

Entendemos también que sería interesante modificar la ley que regula las
instituciones de inversión colectiva, precisando el régimen de sociedades
y de fondos de inversión para que dichos mecanismos puedan contribuir a
la financiación de las pequeñas y medianas empresas.

Asimismo --y lo ha dicho el Ministro en su intervención--, que hay que
impulsar y darles un planteamiento más importante a las sociedades de
garantía recíprocas. Entendemos que quizás en este camino sería
importante incorporar como accionistas de las sociedades de garantía
recíprocas, empresas más dinámicas que, a través de un tratamiento fiscal
más favorable, puedan participar en el instrumento para el cual fueron
creadas, como fue la financiación de las pequeñas y medianas empresas.

Creemos que también sería bueno fortalecer el acceso a los sectores de la
economía productiva y de las pequeñas y medianas empresas, los recursos
financieros del sistema crediticio, mediante el impulso de la titularidad
de créditos y nuevos productos financieros. El señor Ministro ha
anunciado la posibilidad de poner en marcha los créditos participativos
que, pensamos, serían un instrumento válido para fortalecer los
mecanismos de financiación de las pequeñas y medianas empresas.

Entendemos también que sería interesante impulsar y estimular la
eficiencia de financiación de las entidades autóctonas. En este caso,
creemos que sería oportuno impulsar que las cajas de ahorros puedan tener
un papel más activo en el marco de financiación de proyectos industriales
de las pequeñas y medianas empresas.

Por último, nosotros entendemos --aunque sabemos que esta posición ha
sido reivindicada por muchos gobiernos, tanto centrales como
autonómicos-- que la potenciación de los mercados de valores en todos los
sentidos podría facilitar el acceso a la financiación de las pequeñas y
medianas empresas.

Sirvan estas pequeñas consideraciones como aportaciones del Grupo de
Convergència i Unió para que en futuros procesos de desarrollo de
proyectos de financiación de las pequeñas y medianas empresas se tengan
en consideración, puesto que creemos que algunos de ellos podrían ser
útiles de cara a reforzar este marco jurídico y financiero en



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el que se desarrolla este tejido industrial tan importante como es el de
las pequeñas y medianas empresas.

Desde Convergència i Unió creemos que sería interesante --dentro de los
convenios-marco que ha firmado el Ministerio de Industria y Energía con
las comunidades autónomas-- profundizar aún más en la territorialización
de los fondos en base a criterios objetivos para que sean las comunidades
autónomas las que puedan decidir, impulsar, canalizar y pagar los
recursos provenientes del Ministerio de Industria y Energía, puesto que
las comunidades autónomas quizá están más cerca del administrado y
conocen más la situación del tejido industrial correspondiente a su
territorio, y entendemos que si pudiéramos profundizar en la
territorialización de los fondos se podía conseguir una mayor eficacia y
eficiencia en el impulso de nuevos proyectos empresariales.

Desde la perspectiva de las comunidades autónomas, entendemos que sería
interesante la asignación, por parte del Ministerio de Industria y
Energía, a las comunidades autónomas de las funciones de gestión, de
acuerdo con los estipulados en la firma de convenios-marco entre el
Ministerio y dichas comunidades autónomas en las que se prevé la
posibilidad de que la gestión de dichos recursos se pueda realizar a
través de ellas.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): En nombre del Grupo
Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Gámir Casares.




El señor GAMIR CASARES: Señor Presidente, voy a dividir esta intervención
en cuatro apartados breves. El primero es el ritmo a que se está
realizando esta iniciativa. Otras personas --no yo--, en una frase un
tanto irónica, han denominado al señor Eguiagaray «el Ministro tortuga»
en relación a este programa. Yo lo daría otra denominación: el Ministro
de la pequeña y mediana velocidad o, quizá, sólo de la pequeña velocidad.

Hay quien, exageradamente --ahora que están de moda las microempresas--,
diría el Ministro de la microvelocidad. Pero dejémoslo simplemente en el
Ministro de la pequeña velocidad.

El hecho es curioso. A principios del año pasado, desde el Ministerio se
hizo una crítica durísima, no a la situación de las Pyme, sino a la
política que sobre ellas se había desarrollado en los doce años
anteriores por los Gobiernos socialistas. Sobre esa crítica volveré en
otro momento de esta intervención, porque creo que es una pieza realmente
curiosa. Pero, partiendo de esa durísima crítica a la política que se ha
venido realizando por los Gobiernos socialistas (uno le plantea ciertos
problemas desde la solidaridad interpartido, de que se está casi en el
mismo partido; parece como que un nuevo partido hubiera entrado entonces
en el Gobierno y criticara al pasado de forma tan dura), se planteó un
plan de hacer frente, por lo menos, a uno de los problemas, a los
problemas de coordinación.

Ya le he comentado al señor Eguiagaray alguna vez que conozco su doble
condición de miembro de la ejecutiva nacional del Partido, y dado que
hasta el 28 de mayo la mayoría de las comunidades estaban gobernadas por
gobiernos del mismo Partido que el del señor Eguiagaray y de cuya
ejecutiva forma parte o por partidos que apoyan a dicho Gobierno o que
gobiernan con él, a veces para conseguir esa coordinación se es
interpartidista. Sin embargo, nos encontramos con que se han firmado los
acuerdos-marco. No tenemos información sobre los convenios específicos,
aparte de los de la Comunidad Valenciana, y sí quisiéramos tener una
enumeración de los convenios específicos, aparte de los de la Comunidad
Valenciana, para también tener un juicio mejor sobre lo que está
ocurriendo.

En todo caso, los medios de comunicación social han destacado lo
siguiente muy recientemente: Este problema empezó a principios de 1994 y
provenía de una discusión --el señor Eguiagaray y otros ministros siempre
discuten en público de los temas, en este caso le tocó con el señor
Serra-- y la aprobación de dicho plan fue en el mes de marzo. El recorte
del periódico es del 9 de mayo de 1995, es decir, año y pico después de
la aprobación del Plan, y dice lo siguiente. La aprobación del programa
de ayudas para las Pymes del Ministerio de Industria se retrasará más de
un año. Esta publicación figura en un conocido diario económico. Y añade:
Fuentes del Departamento que dirige Juan Manuel Eguiagaray reconocieron
que en 1995 el programa únicamente se pondrá en marcha y admitieron que
las Pyme no han recibido los 38.000 millones que inicialmente fueron
presentados para el pasado ejercicio. Es cierto que en otro periódico
--en «La Gaceta»-- se dice que recibirán la mitad. Una vez más ha habido
retraso en este programa. No me detengo más en este tema, porque quiero
que esta primera intervención sea sólo un brochazo rápido.

Existe otro documento --«Una política industrial para debate»-- que, si
hubiera ido rápidamente hacia adelante, por lo menos hubiera suavizado la
problemática que plantea el Ministerio de la microvelocidad en este tema.

Porque en este momento hay un compromiso muy importante sobre las Pymes,
donde, entre otras cosas, precisamente se recoge lo básico de la
iniciativa Pyme. Si hubiera sido un compromiso del Gobierno, le daba más
firmeza. Este documento fue presentado a la prensa, creo, el 18 de enero
de este año y presentado a esta Cámara, creo recordar, en marzo de este
año. Posteriormente se anunció que, hacia mediados de marzo, dicho
documento iba a transformarse; aquello que no era nada más que un papel
del Ministerio se convirtió en un compromiso del Gobierno, como un libro
blanco; se fue aplazando y después se dijo que, por pudores electorales,
no se presentaba antes de las elecciones del 28 de mayo, y permítame que
le diga, señor Eguiagaray, que aquello se prestaba un poco a la broma. Le
voy a poner un ejemplo, entre muchos, relativo a esos pudores
electorales. Un Diputado de esta Cámara, al que alguna vez hemos
mencionado, es Alcalde de Cartagena y él sabe --por lo que se comenta en
Cartagena-- que una de las razones por las que ha perdido el Ayuntamiento
de Cartagena en estas elecciones ha sido no por él --que creo que ha
hecho una buena gestión--, sino porque las reiteradas promesas
preelectorales y electoralistas de ministros del Gobierno realizadas
justo antes de las elecciones y luego no cumplidas, crearon un clima de
falta de credibilidad hacia el PSOE como marca que le afectó a él
personalmente. De



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forma que la ruptura de la virginidad de no presentar un documento antes
de las elecciones, aunque sea virginidad, estaba ya muy rota por
presentar programas. Le puedo poner multitud de ejemplos al respecto
antes de acontecimientos electorales.

Ya han pasado las elecciones y este documento tiene --insisto-- un
compromiso de Gobierno muy importante sobre este tema. Parece que lo que
ahora vamos a hacer es debatirlo, porque el Ministro ha solicitado la
comparecencia ante esta Comisión y yo esperaba que en ella nos iba a
anunciar las líneas de este libro blanco, pero resulta que no, que ha
sido para debatir la metodología, una vez más. Anuncia su comparecencia
ante esta Comisión para hablar del desarrollo del debate sobre el
documento. Me figuro que nos dará una lista de esta consultoría externa,
una lista de reuniones y nos contará aquí las reuniones que ha realizado.

Ya no estamos en época electoral. ¿Qué pasa? ¿Esta es la historia
interminable con este documento o es que no tiene el apoyo del Gobierno
para sacarlo adelante? ¿Para cuándo?
Más recientemente, en una reunión suya con Comisiones Obreras y UGT, ha
dicho que lo presentará antes de verano. Vamos a ver, esto ya me sume en
un cierto confusionismo. Si usted no lo va a presentar en el Parlamento,
porque en el Parlamento, en esta Comisión lo que va a hacer es hablarnos
de metodología, de los debates que ha tenido y lo va a presentar antes
del verano, ¿es que lo va a presentar fuera del período de sesiones? ¿Tan
poco le gusta a usted el Parlamento que anunció su presentación fuera del
período de sesiones y luego anunció también el libro blanco fuera del
período de sesiones?
Mi forma de hablar es, a veces, con dureza de fondo, pero nunca con
acritud y ello me hace recordar lo poco que nos gustaban, en otras épocas
históricas, las normas que salían en agosto. No creo que ésta sea una
norma de agosto, pero me produce extrañeza. Yo le he mencionado al
ministro Hamlet, algo que en el mundo intelectual sería una buena
expresión, pero en el mundo político menos.

En estas mismas declaraciones, usted, más tarde, cuando le dice a los
sindicatos que no quiere un libro blanco, que lo que quiere son medidas
concretas y un presupuesto claro, dice que quizá haga esto, pero que,
primero, según este texto, quiere consultarlo con José María Cuevas.

Entonces, ¿qué pasa de la historia interminable de este no sé si libro
blanco o qué, que nos hubiera clarificado la postura del Gobierno y su
compromiso sobre los temas precisamente que se recogieron en la
iniciativa Pymes y que se recogen con mucha más fuerza política en este
documento que se hubiera transformado en un libro blanco del Gobierno?
Señor Eguiagaray, usted fue profesor de política de estructura económica
--creo recordar-- en una muy prestigiosa entidad. Sinceramente, no sé
cuál fue su rango académico, me es igual, pero estoy seguro que usted
conoce perfectamente los programas de macro y micro. Usted sabe
perfectamente que lo que acaba de ocurrir, que el Banco de España, por la
política del Gobierno, no ha tenido más remedio que subir los tipos de
interés, hace muchísimo más daño a las Pyme que cualquiera de estos
planes. Usted lo ha descrito brevemente, lo podríamos analizar con mayor
extensión, cómo precisamente los tipos de interés altos dañan muchísimo
más a las Pyme que al resto de las empresas de nuestro país. La política
de su Gobierno con esa medida es como, no sé, lanzar a la catarata,
lanzar al agua a la velocidad de una tremenda riada y luego querer decir
que llevamos dos brazadas en dirección contraria.

Por ejemplo, en la política que ustedes hacen sobre cuotas de la
Seguridad Social, es curioso que en este documento, que no es documento
del Gobierno, se hable de que establecerá una senda para la reducción de
las cuotas de la Seguridad Social, en las cuales usted se pasa al Partido
Popular, porque en la última discusión en el Parlamento todos recordamos
que nosotros dijimos que se hiciera una senda de reducción de las cuotas
a la Seguridad Social, y el Partido Socialista dijo que nada de senda,
bajamos un punto las cuotas, subimos un punto el IVA y aquí se acaba la
historia.

Si usted realmente se pasara a la postura del Partido Popular ayudarían a
las Pyme de verdad. Usted sabe que solamente estos dos temas, el tema de
las cuotas y el de los tipos de interés, ayudarían muchísimo más a las
Pyme que todos estos planes que ustedes nos plantean, aparte de la
microvelocidad en que se están realizando.

Por cierto, sería muy interesante que usted me pudiera indicar la fecha
del reglamento sobre la Ley de Sociedades de Garantía Recíproca, porque
creo que eso ayudaría a la argumentación posterior.

Y ya, para finalizar, como último punto, aunque éste es un tema que daría
lugar realmente a un debate mucho más en profundidad, nosotros hemos
sacado (este tema me preocupa, especialmente este último punto, por lo
que implica de falta de respeto al Parlamento) un documento alternativo
sobre política industrial, que hemos denominado «Decálogo de política
industrial», que tiene una larga parte dedicada a las Pyme. A nosotros
nos ha sorprendido extraordinariamente que el Secretario de Estado de su
Ministerio, señor Moltó, haya dicho --perdóneme, pero así lo calificaría
yo-- algo insólito --utilizo el Diccionario en la expresión--, como decir
que este decálogo es un documento clandestino porque no está aprobado por
ningún órgano de dirección del Partido Popular.

Yo no tengo más remedio que preguntarle (ya sé que la firma es menos
conocida, pero, por edad, ya sabrá aquella marca de discos que era «La
voz de su amo»): ¿quien hablaba era la voz de su amo? ¿Es usted quien
respalda esas declaraciones de su Secretario de Estado, señor Moltó, o el
señor Moltó está declarando contra usted? Si es la voz de su amo, quiere
decir que es usted quien está, a través del señor Moltó, realizando esas
declaraciones.

Usted muchas veces ha tenido contradicciones con otros ministros --lo
dejo aparte--, pero ahora es con su Secretario de Estado. ¿No las tiene?
Pues si usted las tiene, si usted respalda esas declaraciones de su
Secretario de Estado es muy grave, porque yo no quiero utilizar la
palabra mentir, que es muy dura, pero ha falseado la verdad.

No me gusta recurrir a documentos internos del Partido, pero tengo aquí
el acta de la Comisión Ejecutiva Nacional,



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el máximo órgano del Partido Popular, el máximo, de 6 de marzo de 1995,
en la que se somete ese decálogo a la ejecutiva; queda aprobado, e
incluso, después de que ha quedado aprobado, y no me gusta leer algo de
un documento interno, le voy a leer la última frase: Finaliza el
Presidente Nacional, señor Aznar López, reiterando la prioridad de la
puesta en marcha de este asunto. Es decir, queda no solamente aprobado,
sino que se reitera la prioridad de la puesta en marcha de este asunto,
algo que ha calificado el Secretario de Estado de documento clandestino,
broma siniestra, como documento clandestino, que llega a decir en un
lenguaje un tanto insólito y que, de verdad, le tengo que decir que, si
usted no respalda al señor Secretario de Estado en estas declaraciones,
en las que aparece la política de Pymes alternativas, otra cosa es que
critique nuestra política; si usted no le respalda, no sé en qué
situación se coloca este señor Secretario de Estado; si usted le
respalda, usted está falseando la verdad.

Usted sabe que en la práctica británica, falsear la verdad en el
Parlamento es grave. Usted conocerá que en el caso Profumo y en otros fue
por falsear la verdad por lo que determinadas personas tuvieron que dejar
su puesto. Por lo tanto, es fundamental que usted nos aclare si, aparte
sus contradicciones con otros Ministros, las tiene internas.

Resumiendo, señor Ministro, nos tememos que no estamos muy conformes con
su gestión en este tema, en todos los cauces, en los cauces técnicos y en
los cauces políticos. Usted declaró --y luego volveré a estas
declaraciones--, su Ministerio de claró una crítica durísima a la
situación de la política del Ministerio sobre las Pyme, situación (con
esto termino) que, además, es crítica hacia las Pyme, en las que usted a
esta microvelocidad no ha logrado avanzar.

Hay otro documento, que es muy importante, que usted conocerá que es el
que ha presentado el Consejo de Europa. Dice: España marcha a la cola de
Europa en ayudas a la Pyme. Es muy reciente este documento. Después de
todo el programa que usted dice que han hecho, después de esta situación
tan catastrófica de hace un año, España sigue marchando a la cola en la
política de Pyme.

Pues bien, si ése es el tema de fondo de lo que está ocurriendo, en los
otros temas, en los temas de la historia interminable de su libro blanco,
sobre el que ya tendremos más ocasiones de hablar, en los temas de que
con ustedes es como si la mano izquierda no supiera lo que hace la
derecha, porque con la «macro» se hace una política radicalmente
anti-pymes, con los tipos de interés y las cuotas de la Seguridad Social,
y aquí nos cuentan una especie de cuentos pro-pymes, y, sobre todo, en la
contradicción tan flagrante en el tipo tan insólito de declaraciones del
señor Moltó, sobre la alternativa, realmente falsa, del principal partido
de la oposición, nos hace pensar, señor Ministro, que o hay una variación
muy importante en su actuación o al Partido Popular usted no le merece
confianza como miembro del Gobierno.




El señor VICEPRESIDENTE: (Dávila Sánchez): Por el Grupo Parlamentario
Socialista, tiene la palabra el señor Sáenz Lorenzo.




El señor SAENZ LORENZO: Efectivamente, la iniciativa Pyme que nos ocupa
hoy aquí, dentro de la política de la pequeña y mediana industria, es una
iniciativa que se aprobó el año pasado por parte del Gobierno. Yo creo
que el Ministerio de Industria tuvo el acierto de abordar el tema de la
pequeña y mediana empresa con prontitud, y yo diría que con bastante
eficacia, porque uno de los problemas que han estado presentes a lo largo
de estos años en la política de la pequeña y mediana empresa ha sido la
concurrencia de competencias, el que hubiera muchas administraciones
actuando, cada una, lógicamente, con sus propios planteamientos, y que se
hacía cada vez más imprescindible el que la actuación respecto a la
pequeña y mediana empresa fuera lo más homogénea posible y lo más en
cooperación entre las distintas administraciones.

Yo creo que uno de los elementos básicos de esa iniciativa Pyme es
justamente que en ella confluyen las distintas administraciones públicas,
que se produce un acuerdo en la actuación y que se logra salvar una de
las mayores dificultades, porque las dificultades de la pequeña y mediana
empresa, que tiene una presencia, como todos sabemos, muy importante en
nuestro país, que es muy importante desde el punto de vista económico en
el sector industrial, están en que para competir tienen ciertas
desventajas de acceso a la financiación, mayores dificultades de gestión
en un mundo cada vez más internacionalizado de presencia en los distintos
mercados, de modificar la calidad y el diseño de sus productos, de tener
acceso a participar en programas, es decir, estas dificultades, que yo
creo que son las que se abordan en ese programa, tenían la dificultad
adicional de tener distintas administraciones como interlocutoras y
distintos programas en cada una de esas administraciones, lo cual, si
dificulta la actuación de cualquier empresa, más aún de la pequeña y
mediana empresa, en la que la información no siempre es todo lo buena que
se desea.

Por lo tanto, a mí me parece que esa iniciativa es un acierto del
Gobierno y del Ministerio de Industria y prueba de ello es que hasta hoy
no hemos visto este tema en esta Comisión, lo cual quiere decir que los
grupos de la oposición no han tenido mucho interés en hablar de este tema
hasta este momento, y, por tanto, el primer elemento de acierto es la
confluencia en esa iniciativa del Gobierno con las distintas
administraciones con las Comunidades Autónomas, los acuerdos realizados
con las Comunidades Autónomas y la cooperación también con las
instituciones locales.

En segundo lugar, efectivamente, esa iniciativa tiene distintos programas
que se han venido desarrollando respecto de la mejora de la información,
apoyo a la gestión, apoyo a la financiación; la Ley de Sociedades de
Garantías Recíprocas la vimos al comienzo de esta legislatura, se ha
desarrollado, supone una mejora de la situación financiera y del acceso
al crédito de las pequeñas y medianas industrias, programas de diseño y
calidad; desde mi punto de vista, el reto mayor de cara al futuro de la
pequeña y mediana, y yo creo que estos programas han tenido eficacia,
porque la pequeña y mediana empresa está participando de una forma muy
importante en el crecimiento de la producción industrial de nuestro país,
y yo creo que eso es la mayor



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prueba de que el programa está siendo eficaz y que su puesta a punto en
funcionamiento está obteniendo en estos momentos sus frutos, con fuerte
incidencia en el empleo. Quizá el tema en el que, desde mi punto de
vista, de cara al futuro, habría que incidir más es en lograr la
convicción de las pequeñas y medianas empresas de que también ellas para
mejorar su competitividad deben acceder a la innovación de sus productos
y a la introducción de tecnologías, porque, cada vez más, el mercado
exige diversificación, exige calidad y esos elementos, evidentemente,
están dentro del programa de la pequeña y la mediana empresa, son en los
que, desde mi punto de vista, hay que seguir incidiendo para mejorar esos
elementos de competitividad.

Hay algunos otros temas que se han planteado aquí. En esta Comisión
muchas veces se ha dicho que la política industrial convenía hacerla en
contacto directo con la realidad de las empresas. Yo creo que el debate
que se ha abierto con el libro blanco justamente está obteniendo esos
resultados. Todas las empresas grandes y pequeñas de todos los sectores
están teniendo acceso a la Administración, se están discutiendo las
distintas posibilidades de actuación política y yo creo que, por tanto,
esas críticas, que en algún momento se hicieron en esta Cámara con
reiteración, están totalmente fuera de lugar. Pero cuando se planteó ese
documento en esta Comisión se dijo que era un documento electoralista,
que lo que se pretendía era despacharlo en tres meses, no se pretendía
hacer un verdadero diálogo, que tres meses no era tiempo suficiente para
hacer el diálogo; ahora parece que los argumentos son distintos en boca
del mismo portavoz, lo cual a nuestro grupo le parece que es importante
que se haya abierto ese debate, también en relación con la pequeña y
mediana industria, que es importante que se llegue a conclusiones, que no
hay que agobiar en las fechas con las conclusiones, pero que es
importante que también en esta Comisión se debatan todas estas
cuestiones.

Por tanto, nuestro grupo valora muy positivamente la iniciativa Pyme en
su aprobación, en su contenido y también en su desarrollo, pensamos que
está dando unos frutos muy positivos en este país, que el debate abierto
con las empresas de todo tamaño industrial es un debate muy positivo y
pensamos que el Gobierno debe mantener esa política y lograr que se sigan
obteniendo los frutos que en estos momentos se están recogiendo en el
sector industrial.




El señor PRESIDENTE: El señor Ministro tiene la palabra para responder a
los comentarios de los grupos.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Eguiagaray Ucelay): En primer
lugar, señor Sánchez i Llibre, quiero decirle que estoy básicamente de
acuerdo con el sentido de su intervención. También me parece que hay un
nivel de comprensión de la importancia que tiene este tema y de algunos
de los problemas que están en la base del planteamiento. La necesidad de
un planteamiento compartido, de un planteamiento que no sea solamente una
decisión de la Administración del Estado, sino un planteamiento que,
forzosamente, por necesidades de presencia en el territorio y por
competencias incluso, ha de ser en su propio diseño el fruto de un
esfuerzo leal, de entendimiento, de discusión con las comunidades
autónomas y, en segundo lugar, un énfasis, como el que usted ponía y yo
también he creído poner, sobre la necesidad de una gestión
descentralizada. Me parece que esto es un valor que está en estos
momentos sirviendo para hacer de la política industrial algo más que el
diseño mejor o peor que conciba un ministerio o un ministro, sino
básicamente el fruto de acuerdos en lo fundamental que permitan eliminar
uno de los elementos que, a mi juicio, sigue siendo un elemento de
ineficacia importante en nuestro país; la proliferación de pequeños
programas que compitan entre sí y que muchísimas veces ni siquiera tienen
masa suficiente para ser efectivos y que se convierten mucho más en
mecanismos de aumento del gasto público que en mecanismos de eficiencia
global del sistema.

Dicho esto, yo también estoy de acuerdo en que es necesario avanzar;
usted ha puesto algunos énfasis especialmente en reformas estructurales,
se ha referido a aspectos que tienen que ver fundamentalmente con el
sistema financiero, y se ha referido básicamente a la necesidad, como yo
he insistido también, de algunas figuras que no sean solamente la rebaja
del coste del dinero, sino otros mecanismos que directamente puedan
incidir en la mejora de la financiación. Como no me he referido en
detalle a ello, permítame señalarle algunas de las previsiones que
contiene el Plan. El Plan, que, entre muchísimos elementos, además de los
convenios, se ha expresado recientemente a través de una Orden
ministerial pactada con las comunidades autónomas, donde se contemplan
todos los elementos del Plan, por tanto, todos los diferentes programas
contenidos en el Plan, y, entre otros, aquellos que me parece que
merecían más atención en su intervención eran los de carácter financiero.

Antes me he referido a que existían programas de préstamos para
inversiones que tienen como destinatario la adquisición de activos fijos.

En esa Orden ministerial y, obviamente, para su ejecución
descentralizada, se establecen límites hasta el 60 por ciento de la
inversión en inmuebles, hasta el 15 por ciento de la inversión en activos
inmateriales, hasta el 15 por ciento para incrementar el capital
circulante asociado a la inversión en activo fijo, se requiere el aval
otorgado por una sociedad de garantía recíproca u otra entidad financiera
aprobada por el IMPI; la modalidad de la ayuda es una subvención de hasta
tres puntos del tipo de interés que reduzca el principio de la deuda
abonada de una sola vez, con un plazo de amortización de cinco años, con
uno de carencia; de siete años, con dos de carencia, y con una cuantía
del préstamo de hasta el 70 por ciento de la inversión prevista, sin
superar los 50 millones de pesetas. Esta es una de las modalidades de
financiación. La otra modalidad en materia de financiación son los
préstamos avalados para reestructuración financiera, que tienen como
finalidad mejorar el pasivo, la estructura del pasivo de las Pyme, se
requiere de nuevo la existencia de avales preceptivos otorgados por una
SGR, una entidad financiera aprobada por el IMPI; la modalidad de la
ayuda es de nuevo de una subvención de hasta tres puntos del tipo de
interés, que reduzca de nuevo el principal de la deuda abonada por una
sola vez, con plazos de



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amortización de cuatro a siete años, sin período de carencia; pero
también existen otras figuras, como aquellas a las que me he referido de
los préstamos participativos, que implican de nuevo un proceso en virtud
del cual los mecanismos de apoyo supondrán subvenciones del tramo fijo de
los intereses de hasta tres puntos y de la subvención de la componente
variable hasta cinco puntos y subvenciones de gastos de estudio y
promoción realizados por las sociedades de préstamos participativos hasta
el 50 por ciento. Igualmente, en materia de arrendamiento financiero de
«leasing» existen figuras o existen mecanismos de apoyo aproximadamente
similares, mecanismos de apoyo de hasta tres puntos el tipo de interés
durante los tres primeros años, con una limitación por proyecto y empresa
de 25 millones para la inversión. En la misma dirección --y no puedo
extenderme porque sería demasiado amplio respecto a algo que he
mencionado, como es toda la puesta en marcha de las sociedades de
garantías recíprocas que usted ha mencionado--, nuestro sistema, el
sistema que podríamos llamar nacional parte de que no en todas las
comunidades autónomas o en todos los territorios hay sociedades de
garantía recíproca; estamos impulsando que, donde no existan, se creen y
que también colaboren a ello las comunidades autónomas, y naturalmente
otras entidades, por supuesto empresas y, eventualmente, también el
propio sistema financiero se haga copartícipe de algo que está empezando
a recibir un creciente interés por parte del sistema financiero y del
sistema bancario, en la medida en que el problema fundamental que tiene
el sistema bancario en relación con las pequeñas y medianas empresas es
el de las garantías y el de la información. Este es un problema que por
esa vía puede tener una solución dentro de lo que es solucionable,
razonable y un proceso de avance, por tanto, serio. En la misma
dirección, la creación de CERSA es, me parece, un avance, lo mismo que
otras figuras que en este momento estamos potenciando en un trabajo
conjunto con el propio Ministerio de Economía y Hacienda, como son las
sociedades de capital-riesgo, que han merecido y que también merecerán en
la reforma del impuesto de sociedades un tratamiento fiscal adecuado a su
propia potenciación u otras figuras que también pueden contribuir a una
mejora de la capacidad de financiación de la inversión industrial. De
todas formas, yo estoy de acuerdo en que hay otros elementos en los
cuales se puede trabajar y que también forman parte de la inspiración del
Ministerio, de la inspiración y del trabajo que se viene haciendo,
aspectos como los que usted ha mencionado de instituciones de inversión
colectiva, mecanismos de titulación de crédito, el papel más activo o una
mayor extensión, una mayor densidad y una mayor apertura o ampliación de
los mercados de valores, es obvio que están en la línea en la que
seguimos trabajando. Obviamente esto no es un problema de decretos muchas
veces. Es un problema fundamentalmente de la evolución del sistema y en
esa dirección ciertamente avanzamos.

De todas formas sí quisiera señalar algo que yo creo que tiene
importancia. Cuando hemos analizado estas y otras muchas figuras con las
comunidades autónomas, y no solamente con las comunidades autónomas con
las que hemos obtenido acuerdos, sino al mismo tiempo con los expertos
financieros que han asesorado todo este programa, hemos visto que la
virtualidad que tiene es que nos hemos puesto de acuerdo sobre qué es lo
prioritario. Y es verdad que se pueden tocar muchas teclas a la vez. El
problema es si se establecen algunas prioridades en la actuación, y las
prioridades son acordadamente las que le he dicho, que yo creo que es lo
que da virtualidad para que todos trabajemos en la misma dirección. No
significa eso olvidar otros aspectos, no significa no seguir trabajando
en otros aspectos como los que usted ha mencionado, pero creo que es
importante.

En relación con la ejecución descentralizada de los fondos, me parece que
le he dado ya alguna respuesta en esa dirección. Incluso todos los
programas y todos los mecanismos de actuación son mecanismos convenidos
con las comunidades autónomas. Eso pone de manifiesto la voluntad del
Gobierno y del Ministerio de Industria, en particular, de que la
efectividad de una política de esta naturaleza solamente adquiere de
verdad sentido si, para evitar la proliferación de programas que compitan
entre sí, ponemos en común fondos, mecanismos de funcionamiento y, por
tanto, simplificaciones administrativas relevantes.

En esa dirección pienso que usted sabrá, por ejemplo, que en el ámbito de
Cataluña se ha designado como entidad colaboradora, que lo es, lo mismo
de la Generalitat que del Ministerio de Industria, al Centro de
Información y Desarrollos Empresariales (CIDEM), y a Barcelona Centro de
Diseño para los distintos convenios específicos que en este momento están
firmados. Pero de modo similar se podía decir en otras comunidades
autónomas en las que también se ha establecido un centro colaborador en
el cual se residencia la capacidad de análisis de las candidaturas a
obtener apoyos y que es obviamente compartido posteriormente por las dos
administraciones, central y autonómica.

Creo que ésta es una buena prueba de lo que puede significar un esfuerzo
de avance en materia de simplificación al servicio de la eficiencia y de
un esquema de incentivación a las pyme coherente en términos de
competencia pero, al mismo tiempo, por la eliminación de obstáculos
burocráticos, simple. No piense, sin embargo, que esto es fácil de hacer.

Es probablemente muy fácil de decir, es muy fácil la reducción de la
simplificación, de la burocracia, puesta en un papel; es
extraordinariamente difícil poner de acuerdo a las intervenciones de las
administraciones autonómica y central. Es difícil cohonestar los
procedimientos establecidos en la Administración del Estado y en los de
las comunidades autónomas, a veces, y es difícil, naturalmente, que la
voluntad política sea capaz de vencer o de encontrar acomodos a aparentes
obstáculos jurídicos que en ocasiones se encuentran en este camino.

Me parece que ésa es una de las grandes virtualidades de este plan,
avanzar en esta dirección y dejar un esquema que es cada vez más
eficiente, en términos de funcionamiento coordinado de las
administraciones, al que la voluntad política desde luego no va a seguir
faltando.

Señor Gámir, su intervención, como casi siempre en esta Comisión, no
importa de qué se hable, es una intervención en la que mezcla unas cosas
y otras. Naturalmente,



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es muy libre de hacer las intervenciones que quiera, incluidas
intervenciones como suelen ser, casi siempre, fruto de las lecturas de
los periódicos y de declaraciones que apenas tienen nada que ver con
aquello de lo que estamos hablando.

Paso por alto, naturalmente, sus adjetivos sobre las altas o las bajas
velocidades que caracterizan al Ministro que habla en esta Comisión;
forma parte de un estilo que a mí personalmente me gusta poco, pero que a
usted le debe hacer particular gracia.

En segundo lugar, quería decirle que yo jamás he hecho una crítica
despiadada o radical, simplemente porque no quiero que nadie, ni en el
Gobierno ni en el partido, pueda decir que yo no haya sido solidario,
incluso con los errores que hemos cometido. Pero eso nunca me ha privado
tampoco de decir abiertamente algo que acabo de repetir en mi
contestación al señor representante de Convergència i Unió y es que el
sistema de este país es manifiestamente mejorable, no solamente porque
existan comunidades autónomas socialistas, sino porque también existen
comunidades autónomas del PP y porque éste es un esquema que
probablemente todos podamos convenir en que es un esquema complejo, y
requiere mucho esfuerzo, mucha paciencia, no solamente para ponerse de
acuerdo políticamente, sino para vencer algunos obstáculos jurídicos como
los que hace un momento mencionaba.

No es verdad, señor Gámir, que esta iniciativa se haya retrasado un año.

Probablemente lo que le ocurre a usted es que, como lee los periódicos, y
yo creo que no lee demasiado, apenas escucha cuando yo hablo y sobre todo
cuando explico en qué consisten iniciativas de esta naturaleza; después
se fía de lo que dicen otros y no de lo que digo yo; y la iniciativa
industrial pyme es una iniciativa concebida para un período de cinco
años. Para un período de cinco años, señor Gámir, incluso con una
financiación fijada en términos provisionales, que naturalmente tiene
poco que ver con las asignaciones presupuestarias, establecida en un
cuadro que probablemente usted tiene, porque ha tenido acceso a la
información que se repartió en la Conferencia Sectorial, y en la que se
preveía la financiación que iba a provenir, 1) del Ministerio de
Industria, 2) de las comunidades autónomas, 3) del FEDER para cada uno de
los años, 1994, 1995, 1996, 1997, 1998 y 1999.

En esa financiación (quizá usted lo tenga delante) recordará, por
ejemplo, que no podíamos pintar otra cifra en el año 1994 que aquella que
estaba establecida precisamente en los Presupuestos Generales del Estado
y la que habíamos fijado en el Ministerio de Industria para la
financiación o no para la iniciativa pyme. Ya preveíamos en aquel momento
que la puesta en marcha de un esquema de la complejidad que éste tiene
exige tiempo, hasta articular, después de un acuerdo político en
convenios, en mecanismos de actuación específicos, todas las actuaciones.

Tanto es así, señor Gámir que, por ejemplo, la penúltima comunidad
autónoma en firmar el convenio marco, a pesar de mi insistencia, ha sido
la Comunidad Autónoma de Castilla y León y, por cierto, en vísperas
electorales; al día siguiente hice la misma firma en la Comunidad
Autónoma de Madrid. Lo digo para que no tome esto como un ataque, sino
como algo que forma parte de lo que ha ocurrido con comunidades autónomas
de un signo y de otro. Este convenio marco se ha acabado de firmar
prácticamente. Hay algunas que lo firmaron apenas jornadas después de
aprobarse la iniciativa; otras sin embargo se tomaron algo más de tiempo.

Hablaba de la financiación. Pues bien, la financiación prevista en el
presupuesto del Ministerio de Industria en el año 1994 era de 3.475
millones. Se suponía, y éste era el escenario en el que nos estábamos
moviendo, que esa financiación tendría que ser creciente para la
iniciativa pyme y tendría que crecer en 1995 hasta 8.095 millones, en
1996 hasta 9.000 y pico millones, y así sucesivamente, para los años
próximos, naturalmente con otras cofinanciaciones desde las comunidades
autónomas y con fondos del FEDER.

Quiero decirle, señor Gámir, que las previsiones presupuestarias en el
año 1994 se han cumplido prácticamente al cien por cien. Esto es, hemos
gastado exactamente lo que estaba previsto gastar en el presupuesto del
Estado con cargo a los fondos de los que podíamos disponer. No puedo
darle información de las comunidades autónomas porque, al día de hoy, no
la tengo todavía. No sé cuánto han puesto las comunidades autónomas en
este programa, por lo menos de una manera pormenorizada. Pero sí tengo
los datos, si quiere usted se los facilitaré, comunidad por comunidad y
programa por programa de los que he mencionado, de hasta qué punto hemos
cumplido estrictamente aquello que podíamos cumplir, que eran las
dotaciones presupuestarias del año 1994.

Le diré algo más, señor Gámir. Para que usted lo sepa, el escenario de
gasto de la iniciativa pyme es un escenario creciente, de acuerdo con las
previsiones iniciales. En 1994 se preveía un volumen total de 23.589
millones de pesetas; en 1995, de 58.000 y en 1996 y siguientes
prácticamente se estabilizaba en los 63, 64, 65.000 millones de pesetas.

Eso es lo que se preveía y eso es lo que aparentemente en este momento se
está cumpliendo, con una salvedad, señor Gámir, que también preveíamos:
no sabíamos exactamente cuándo se podía tener la disposición definitiva
de los fondos que iban a provenir del FEDER. Estaba previsto en el
acuerdo político una aportación del FEDER para 1994 de 4.454 millones de
pesetas. Debo decirle, señor Gámir, que la discusión con la Comisión
Europea ha tardado más de lo que estaba previsto, algo que es imputable,
obviamente, a los mecanismos de funcionamiento de las relaciones entre la
Comisión y los Estados, y todavía al día de hoy no está definitivamente
ultimado el proceso o las cantidades asignadas para este programa en el
marco de la iniciativa comunitaria pyme.

Sin perjuicio de eso, lo que es verdad es que vamos a disponer de esos y
de más fondos y que los fondos que se podían haber utilizado en 1994 se
trasladarán al año 1995. Digo esto, señor Gámir, para que la ligereza de
sus afirmaciones pretenda por lo menos contrastarse con algo que le puedo
poner de manifiesto con documentos y que quizá requiera un poco de rigor
por su parte.

Segundo, en relación con otro tema al que usted da importancia y que ha
conectado con esto, que es el debate de



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política industrial, parece que le molesta y le resulta escandaloso,
aunque es verdad que usted fue el primero en pedirme que yo volviera a
comparecer en esta Cámara, en esta Comisión, para hablar de cómo iba el
debate industrial, en la comparecencia que tuve anteriormente, y ahora
parece que no quiere que comparezca. Dígamelo con claridad, señor Gámir
si usted no quiere que comparezca, y éste es el parecer del resto de los
grupos, desde luego retiraré la solicitud que ya formulé a la Presidencia
de la Comisión, pero naturalmente estar en la procesión y repicando,
hacer oposición y apoyar, etcétera, es algo que es muy difícil de
compaginar, señor Gámir. Yo le pido que sea simplemente coherente, y como
de nuevo en este caso usted no escucha, cuando se habla de metodología,
que usted desprecia tanto, usted habla de fondo, y, cuando se habla de
fondo, usted habla de metodología, lo que hace que no entienda, y no
entiende lo que no quiere entender, naturalmente. Yo explique cómo iba a
ser el proceso, en qué consistía, que iba a haber un diálogo de diferente
naturaleza, un diálogo técnico, un diálogo en este Parlamento, un diálogo
en la Comisión, que acabaría llegando al Pleno, y esto es a lo que me
atengo, y dije obviamente que teníamos que hablar con mucha gente, que no
teníamos una fecha fija. Usted y su Grupo fueron los que difundieron la
especie de que esto era un planteamiento de carácter electoralista que
tenía que terminar con una propuesta del Gobierno en vísperas de
elecciones municipales y autonómicas, que yo desmentí en la anterior
comparecencia en Comisión. Ahora, al parecer, se molesta porque no lo
haya hecho; es simplemente la contradicción de la contradicción, pero ése
es el juego al que usted me tiene acostumbrado y simplemente se lo digo
de nuevo con toda cordialidad, pero para expresarle un estilo de
oposición que me parece particularmente contradictorio.

En esa dirección, señor Gámir, le reitero lo que le he dicho. Si no
quieren que venga, yo no vengo, porque cuando venga, si tengo que
comparecer la semana que viene, no tendrán ustedes todavía el último
documento, lo tendrán solamente cuando el Gobierno lo haga suyo y lo
envíe a las Cortes, sólo en ese momento tendrán el último documento del
Gobierno, ni siquiera lo tengo yo tampoco, porque eso tendrá que ser el
fruto, primero, de algo que he anunciado, que estaba previsto y que se lo
expliqué en esta Comisión. Haremos un proceso de discusión con muchísimas
personas; centenares de personas han pasado por el Ministerio, con
centenares de personas me he visto yo en otros lugares distintos al
Ministerio para hablar de esta cuestión y para recibir aportaciones, para
escuchar y para recibir también documentos. Ahora he ofrecido a la CEOE,
como estaba previsto y como había hablado con CEOE al comienzo mismo del
proceso de debate, lo mismo que con UGT y con Comisiones, iniciar una
nueva etapa, que es, después de la revisión del documento fruto de las
distintas mesas técnicas, otras mesas de carácter institucional, con una
voluntad negociadora alrededor del contenido del documento provisional,
que siempre será provisional hasta que lo apruebe el Parlamento, que en
esa dirección hemos podido configurar hasta el momento. Pero insisto,
señor Gámir, esto es un proceso de semanas. La vez anterior usted
insistió mucho en cuán importante le parecía que le diera información al
día; hemos remitido información y documentos por cientos de páginas a
esta Comisión, ahora se queja de no tener, al parecer, información o de
que yo quiera venir; naturalmente dependerá de los grupos que venga o
deje de venir y podré contar lo que puedo contar cuando el proceso no ha
terminado. Así son las cosas, señor Gámir, no como uno se imagina.

A usted le importa mucho señalar algo que tiene bien poco que ver con lo
que era la solicitud de comparecencia, pero los turnos son libres y
también el mío lo es. Estaba cantado que la elevación de tipos de
interés, que es el fruto de la horrorosa política del Gobierno, en su
versión, afecta a las pyme. Que afecta a las pyme, como a las demás
empresas o a los consumidores, es algo que nadie discute, pero déjeme
decirle algo para hablar de coherencias. En el año 1993, su primer
pronóstico, al hablar de la horrorosa política del Gobierno, era que
simplemente íbamos cada vez peor. Hizo usted un discurso catastrofista
sobre la evolución del empleo; hizo un discurso catastrofista sobre la
industria; hizo un discurso catastrofista sobre la imposibilidad, con la
política del Gobierno, de salir de la situación en las que estábamos.

Llegó el año 1994. En el año 1994 usted, representando, no lo dudo, a su
Grupo, volvió a hacer ese discurso: el discurso de la falsedad de la
recuperación económica. A pesar de que los datos ponían de manifiesto la
existencia de una recuperación económica, usted dijo: no, no es verdad;
esto son propagandas; este Ministro, que dice muchas cosas, se
contradice, tiene no sé qué discusiones con otros colegas, aparecen en la
prensa cosas que él niega después haber dicho, etcétera; no hay
recuperación económica. Cuando la recuperación económica es tan evidente
como la luz del día resulta que usted y su grupo volvieron a decir: esta
recuperación no es estable, esta recuperación no es posible que se
mantenga. Luego, llegamos al año 1995 y pronosticaron algo que tampoco se
ha cumplido: lo que está ocurriendo y las turbulencias monetarias son de
nuevo el fruto de la horrorosa política del Gobierno y, en consecuencia,
se producirá inevitablemente la salida de la peseta del sistema,
entraremos en un período que no tiene fin y de una enorme incertidumbre.

Si uno tuviera que hablar de la coherencia de los discursos y recordar
--yo no suelo tirar de hemeroteca, como tira usted, pero recuerdo algunas
cosas con absoluta claridad--, tendría que recordarle, señor Gámir, que
no se pueden decir tantas falsedades seguidas como parte de un discurso
de oposición. No se ha cumplido ninguna de sus previsiones, ninguna,
señor Gámir. No es verdad que este país haya entrado en una situación
negativa; todo lo contrario, ha entrado en un período claro de
recuperación. No es verdad que la recuperación no esté en este momento
precisamente garantizada y estabilizada. No es verdad que no se esté
generando empleo. No es verdad que la peseta haya salido del sistema. No
son verdad tantas cosas, señor Gámir, que yo tendría un poco más de pudor
al hacer algunas imputaciones para recordar al menos lo que uno ha
sostenido desde ese banco de la oposición.

Finalmente, señor Gámir, alguna cosa más le quería decir. Se refería
usted a algo con alguna protesta; se refería a



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un Secretario de Estado que trabaja en el Ministerio de Industria, que se
llama don Juan Ignacio Moltó.

El señor Moltó es un hombre de buen corazón, y como es un hombre de buen
corazón probablemente quiso hacerle un favor al decirle que ese documento
que habían sacado, que se llamaba «Decálogo de política industrial», era
un documento clandestino, porque lo que no sospechaba en el momento de
hacer esas declaraciones es que hubiera podido merecer el respaldo del
máximo órgano de dirección de su partido. Un documento de tan escasa
calidad, que es --y, señor Gámir, debe usted reconocerlo-- una especie de
suma de sus intervenciones parlamentarias, yo creo que hubiera sido mejor
que fuera clandestino, porque el que encima merezca el refrendo de su
partido creo que le hace un mal favor a la causa de su partido, no a la
suya, cuya impresión o cuya opinión ciertamente sabe usted cuál es la que
tengo.




El señor PRESIDENTE: Un breve turno de portavoces para solicitar más
precisiones o emitir opiniones.

El señor Sánchez i Llibre, en nombre del Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió), tiene la palabra.




El señor SANCHEZ I LLIBRE: Desde Convergència i Unió creemos que es
necesario seguir en esta dirección de soporte y apoyo a las pequeñas y
medianas empresas. Estamos convencidos de que, reforzándolas, crearemos
este marco estable para actuaciones financieras, comerciales, de
investigación y desarrollo.

En definitiva, creemos que, a través de estas actuaciones, estamos
consolidando el tejido industrial español, estamos facilitando la
generación de inversiones y la creación de puestos de trabajo, estamos
reforzando, finalmente, también --y esto es lo más importante-- la
solvencia de las pequeñas y medianas empresas.

En cuanto a la descentralización de la gestión de los programas de
soporte a las pequeñas y medianas empresas, fruto de los convenios
firmados con las comunidades autónomas, señor Ministro, sepa que goza
usted de crédito respecto a las relaciones de su Ministerio con las
comunidades autónomas. Lamentablemente no lo podemos decir de otros
Ministros que forman el actual Gabinete socialista. Usted, señor
Ministro, nos merece confianza y lo que deseamos desde Convergència i
Unió es que profundice en la territorialización de los recursos y no dude
que con ello, en definitiva, estamos ayudando a que la política
industrial que desarrolla su Ministerio sea más eficaz, más eficiente,
más ágil y que llegue con más facilidad al interesado y con más prontitud
a la persona que más lo necesita, que es el pequeño y mediano empresario.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el señor Gámir.




El señor GAMIR CASARES: Señor Presidente, me encuentro en la situación de
que el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, en una intervención
realmente inteligente, ha hecho dos cosas: expresar la opinión de su
Grupo y hacer una crítica, al menos en tres puntos concretos, a la que yo
había realizado anteriormente, y ello me obliga a una respuesta doble. No
tengo más remedio que empezar por la primera respuesta y luego centrarme
en ésta, si la presidencia opina, como yo, que parte de esa intervención
ha tenido ese contenido.




El señor PRESIDENTE: Señor Gámir, lo que esta presidencia opina es que
con tal de que sea breve...




El señor GAMIR CASARES: Me será un poco más difícil, repito, porque tengo
dos frentes simultáneos, que es el problema que planteo a esta
presidencia.

Decía el señor portavoz que por parte de la oposición no se había
solicitado este debate; es falso. Se ha solicitado y nosotros habíamos
insistido en que quien viniera fuera el director general del impi, porque
nos parecía que el director general del impi conocía mucho más de ese
tema que el señor Ministro. El señor Ministro no me ha contestado a los
problemas específicos importantes, y a lo mejor, del director general del
impi podíamos haber tenido esa respuesta. El señor portavoz es miembro de
la Mesa amablemente, como lo soy yo amablemente, Mesa y portavoces, y
conoce perfectamente la cantidad de veces que se ha planteado.

Voy a insistir en un tema que me parece curioso y divertido, y es que se
ha abierto un debate sobre política industrial. Hay veces que a este
Gobierno habría que llamarle el Gobierno de los debates. El otro día, en
el Club Siglo XXI había un debate sobre el agua, estaba Loyola de Palacio
y un alto representante del Ministerio. El alto representante del
Ministerio dijo que el Plan Hidrológico Nacional en el fondo estaba muy
mal hecho, pero eso sí, había servido para abrir un gran debate nacional.

Debate nacional del Plan Hidrológico, debate nacional en política
industrial. Oigan, ustedes no están para debatir, están para gobernar.

¿Es que lo que a ustedes les atrae es crear clubes de debate?
Cojan ustedes la presidencia del Club Siglo XXI, a lo mejor es su
vocación. No sé cómo lo harían, porque muy buenos gestores no son
ustedes, pero en fin, a lo mejor vocacionalmente lo que a ustedes les
atrae es abrir debates. No, perdón, se está para gobernar y tomar
decisiones, sobre todo a la vista de la situación que hay. Por cierto, la
fecha de marzo-abril no es mía. Esta fecha proviene de las declaraciones
en prensa que salieron después de la comparecencia --en prensa, no en
esta Comisión, que fue dos meses antes de esta Comisión--, de los órganos
del Ministerio que dijeron que hacia marzo o abril se presentará el libro
blanco.

Es facilísimo de comprobar que ésta es la fecha que aparece en prensa en
aquella época, dos meses antes de que viniera a esta Comisión
aproximadamente.

Lo del señor Ministro es curioso, le molestan los adjetivos y, como se
podrá comprobar en el «Diario de Sesiones», ha utilizado una enorme
cantidad de adjetivos. Cuando los adjetivos califican su actuación, le
molestan; cuando él los utiliza en su doble vara de medir, entonces le
parece peligroso. Señor Ministro, hay alguien que ha adjetivado de manera
muy especial lo ocurrido en la política de



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pyme con los gobiernos sociatas. Se lo voy a resumir. Dice lo siguiente,
en marzo y septiembre del año 1994: El sistema público de apoyo a las
pyme es complejo e ineficaz. Desconexión entre los apoyos públicos y la
demanda de apoyos. La actual política de pyme produce efectos
distorsionadores. El número de programas de ayuda a las empresas está por
encima de 1.600, supone aproximadamente tres kilómetros de papel, que es
que los empresarios españoles tienen que leer si están interesados en
obtener ayudas. Los costes de obtención de información para las empresas
son muy superiores a los beneficios procurados por las ayudas. La
financiación y, sobre todo, la falta de agilidad administrativa, son los
principales estrangulamientos para las nuevas pyme industriales.

¿Qué líder de la oposición ha dicho esto, algo tan duro en 1994? No es
usted, es un director general de usted. En este caso la voz de su amo fue
distinta. La voz de su amo en este caso --y parece ser que usted recoge,
como en otros casos, lo que dicen sus directores generales o sus
secretarios de Estado, lo recoge como suyo, como hemos visto aquí-- es el
director general del impi, que criticaba tan durísimamente la política,
porque lo que criticaba no era la situación de las pyme sino la política
sobre las pyme y la descoordinación en la falta de eficacia en la
política de las pyme. El lo criticaba con esa dureza. ¿Que desde entonces
usted haya actuado con microvelocidad es grave? Claro. Si ésa es la
situación y ésa es su actuación y nos acaba de calificar el Consejo
Europeo, como he dicho, a la cola de los países en los que las pyme están
peor tratadas al mismo tiempo. Y a usted parece que la prensa, no sé, le
parece otro mal. Alguna compañera de su partido ha dicho eso de que es
bueno que los españoles no lean mucha prensa. Parece que en espíritu, no
en palabra, usted debe estar de acuerdo con esa idea, por lo que ha
criticado siempre lo que se publica en prensa. Lo que he leído en la
prensa es que fuentes del Ministerio dicen --y en ningún caso lo han
negado-- que se aplaza un año más. Como es lógico, los 3.400 están
incluidos, eso no se lo he negado, pero dicen que los 3.800 millones no
se han recibido y que era el plan total. Si usted fuera el director
general del impi a lo mejor lo conocería comunidad por comunidad. Usted
en este momento no lo conoce. Por eso nosotros teníamos interés en que
viniera alguien que supiera del tema más que usted, para que nos
explicara el aplazamiento de otro año más de este tema tan urgente, tan
dramático que describía su director general, la voz de su amo, a
principios de 1994. Nos encontramos dos años después y no se ha empezado
a actuar.

No me ha contestado a los temas importantes. Los convenios específicos.

No son los acuerdos-marco, son los convenios específicos.

Dice usted también que si nosotros no queremos, no viene; que nos
contradecimos. ¡Claro que queremos que venga! Pero queremos que venga en
serio. Hemos solicitado que usted comparezca para informar de las
modificaciones al documento en la política industrial para España que
piensa recoger e introducir en el libro blanco a la vista de los debates
que han tenido lugar y dado los errores e imprecisiones que contenía el
documento original. ¡Claro que hemos pedido que comparezca, pero para
temas de fondo, no para que nos vuelva a contar...!
¿Se acuerda usted de una situación casi histriónica que ocurrió, que en
el Parlamento el primer día se empeñó en metodología, que aquí se empeñó
en metodología, que ahora se empeña en metodología? ¡Claro que sé
diferenciar metodología de fondo! Por muchas razones puedo considerarme
un cierto experto en temas de metodología --no entremos en este tema--;
claro, que sé diferenciar. Pero usted quiere quedarse en la metodología
para no entrar en el tema de fondo.

Le hemos pedido que venga. ¡Claro que le hemos pedido que venga! Para
hablarnos del tema de fondo.

Después ha dicho usted cosas realmente curiosas. Primero, perdone, ha
faltado usted a la verdad nuevamente. Ha puesto en mi boca cosas que yo
nunca he dicho. Léase usted las hemerotecas. Yo he sido tremendamente
prudente sobre lo que he dicho año a año sobre la evolución de nuestra
economía. Usted adjudique a cada uno lo que cada uno haya dicho. Yo dije
que el año 1993 era un año de fortísima destrucción de empleo en este
país y que era un año del crecimiento menor desde el año 1946 ó 1947,
incluso menor que 1959, y eso es cierto. Esto es lo que yo dije. Y he ido
diciendo que el tipo de crecimiento que existe en la actualidad, como
está lastrado por el problema de los desequilibrios fundamentalmente, los
relativos a la inflación pero también los de déficit público, es poco
sano --no lo he dicho yo, sino la mayoría de los economistas solventes de
este país--, que plantea peligros importantes en el grado en que el
consumo empiece a recuperarse. Y he dicho que éste es un crecimiento que
no está acompañado del consumo y está siendo, salvando la última EPA,
poco creador de empleo.

Esto es lo que he dicho y he reiterado, y me reafirmo en ello, porque
estoy con la mayoría de la profesión de economistas y parece que en
contra de usted, señor Ministro, en este tema. Adjudíquese a cada uno sus
responsabilidades. Yo le he hablado de lo que dice usted. Le podría haber
hablado de aquello que dijeron otros ministros compañeros suyos, nos
hubiéramos divertido mucho más, pero no lo he hecho. Me he remitido a lo
que usted ha dicho.

Lo que me dice sobre el señor Moltó ya es divertido. Parece ser que al
señor Moltó le dio pena. Es un rasgo de ternura hacia el señor Moltó. A
nosotros no nos dio pena. Nosotros introdujimos 36 puntos críticos a su
documento, a los cuales no han sido ustedes capaces de contestar ni en la
comisión en que lo hablamos --porque usted ni siquiera en su famoso
tercer turno contestó-- ni en ningún otro momento posterior.

El documento del señor Moltó, y no es la primera vez que saldrá, es
curioso, porque, además, no solamente dice eso sino que me adjudica a mí
la declaración de que ningún órgano del partido aprobaba este documento.

Yo presenté el documento a la Ejecutiva del Partido Popular. Lo que me
adjudica a mí que yo he dicho, que no lo aprobó ningún órgano, es muy
curioso.

A usted le preocupan los adjetivos. Dice que es una broma siniestra,
entre otras cosas. No hay ningún razonamiento,



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es una suma de adjetivos de este tipo, clandestino, de lo más siniestro,
etcétera.

No me ha contestado tampoco usted a la fecha del reglamento que
desarrolla la Ley sobre las Sociedades de Garantía Recíproca. Es muy
importante esa fecha, señor Ministro.

Por último, señor Ministro, ahora usted va a empezar su famoso, y
conocido ya en esta Cámara, tercer turno. En el libro del «Guinness»
probablemente se hablará en su momento, dentro de las cámaras
parlamentarias, de los terceros turnos del señor Eguiagaray. El señor
Eguiagaray suele hacer lo mismo. Hoy no; en la primera aparte no ha
cumplido el esquema, que es una hora y media o dos horas en su primera
intervención --hoy no lo ha cumplido, lo reconozco--, en la que no dice
mucho, pero da unos datos, luego una segunda parte en la que procura
decir poco y en el tercer turno, tanto aquí, como en el Pleno, en el que
no se le puede contestar, en el que no hay respuesta posible --ya sé que
el Reglamento lo dice, pero digo lo que usted hace--, se dedica a hacer:
en primer lugar, una loa tremenda a la labor del Gobierno, en la que no
se puede por lo menos matizar algunos de sus adjetivos y, en segundo
lugar, una crítica muy dura en otros casos a la oposición a la que, salvo
que haya algún resquicio a través del Reglamento, tampoco se le puede
contestar. Esos terceros turnos, son reglamentarios, pero muestran una
total falta de elegancia e incluso rompen el principio el diálogo normal
entre oposición y Gobierno; ese principio que usted rompe tantas veces,
como cuando usted --y con esta nota acabo, señor Presidente-- declaró
ante esta Comisión --lo cual era falso-- que usted comunicó el día
anterior los currícula de los miembros de la Comisión, cuando todo lo que
hizo fue decirnos que eran tres o cuatro y no dio los currícula ni del
señor que era amante de la obra de Sorolla ni de otra persona que había
presentado el PNV, aunque tengo todo el respeto por el PNV.

La señora doña Loyola de Palacios y yo hemos comentado este tema con
amplitud y, cuando quiera, podemos referirnos a ellos. Usted no tiene
cuidado en sus declaraciones en el Parlamento y hay temas que son de
auténtica gravedad que usted los dice a menudo en ese tercer turno,
porque eso lo dijo utilizando el tercer turno al que no le podía
contestar. Ahora, cuando el Presidente lo permita, usted tiene otra vez
más su famoso, conocido tercer turno que utilizará de la forma que estime
más oportuna.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señor Gámir, celebro la
reiteración con la que ha expresado que el tercer turno es reglamentario.

Por lo tanto, no creo que pueda serle adjudicado nominación especial de
nadie, y en cambio, no ha tenido en cuenta la falta de cumplimiento
reglamentario de este Presidente respecto de la extensión de los segundos
turnos del señor Gámir.

El señor Sáenz Lorenzo tiene la palabra.




El señor SAENZ LORENZO: Brevemente, señor Presidente, quiero señalar que
a nuestro Grupo le parece muy importante el desarrollo de la iniciativa
pyme, que el Gobierno gobierna con este tipo de decisiones y, por lo
tanto, nos parece positiva no solamente su aprobación en su momento, con
las dificultades que tuvo, con el acuerdo de todas las comunidades
autónomas, sino que también se hayan puesto en marcha los convenios con
estas comunidades autónomas y que, efectivamente, se profundice en una
acción de cooperación entre las instituciones, que sería el signo
distintivo de ese programa.

Parece ser que lo que antes era muy importante, que era el contacto con
la realidad, ahora se califica de debate, de diálogo improductivo. Desde
el punto de vista de nuestro Grupo, es muy importante que esta iniciativa
se desarrolle conociendo cuáles son las posiciones de los distintos
sectores y más aún en un momento en el que se está produciendo no
solamente un crecimiento del PIB, sino un crecimiento mucho más alto y
significativo de la producción industrial en nuestro país. Es un momento
muy adecuado para recibir las sugerencias de los distintos sectores. Por
tanto, animamos al Gobierno y al Ministerio de Industria a que mantengan
ese debate y a que, en la medida de lo posible, pueda ser fructífero.

Desde luego, por parte de nuestro Grupo no hay ningún planteamiento de
que se tenga que hacer en una fecha determinada. Lo que es importante es
que se pueda llegar a las conclusiones adecuadas con el máximo nivel de
acuerdo.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Ahora, señor Ministro, de
acuerdo con el Reglamento, tiene un turno en el cual hace los comentarios
que estime oportunos a las últimas intervenciones de los portavoces.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Eguiagaray Ucelay): Supongo que
la Presidencia ha querido decir que tengo la libertad de hacer los
comentarios que estime oportunos a las intervenciones de los señores
Diputados.

En primer lugar, quiero agradecerle, señor Sánchez i Llibre, lo que me
parece que es una expresión de conformidad no exenta de matices,
naturalmente, y del deseo de mejora de una política que es ambiciosa,
que, naturalmente, exige muchos desarrollos, en parte también tiempo y en
todo caso un esfuerzo, pero que creo que está dando frutos.

Déjeme, de todas formas, añadirle algo. Como ha hecho una afirmación
personal, que le agradezco en lo que vale, sobre el aparente crédito con
que este Ministro puede contar en la relación con las comunidades
autónomas en este aspecto, me gustaría decirle que esto no es una
política de un ministro, sino la política de un Gobierno que se expresa a
través de diferentes ministros. Yo quiero expresar, a los unos y a los
otros también, y a usted mismo, el que lo que hacemos unos y otros no es
solamente el fruto de nuestras naturales inclinaciones, sino la expresión
de una política de Gobierno que yo espero que siga contando con su apoyo
parlamentario.

En segundo lugar, señor Gámir, con la libertad que naturalmente tengo,
pero al mismo tiempo con la corrección que espero seguir teniendo, quiero
empezar por decirle que me alegro de que siga siendo capaz de
sorprenderle, porque aun cuando usted trate de estereotipar mis
intervenciones,



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finalmente reconoce que unas veces se ajustan a un patrón y otras a otro.

En todo caso, a pesar de esos buenos consejos sobre que organicemos
debates en vez de gobernar, yo creo que usted tiene alguna experiencia en
ese sentido. También a usted le correspondió la Presidencia del Club
Siglo XXI. No duró mucho en esa Presidencia. Tal vez se produjeron
algunos debates importantes. Yo tuve ocasión de participar, de la mano de
usted mismo como Presidente, en algunos de esos debates pero, en todo
caso, yo creo que ésa es una función que hay que hacerla y, desde luego,
en la política se hace; se hace desde la oposición, se hace también desde
los gobiernos y no hay un solo país en el mundo en el que, cuando se
producen oposiciones tan contradictorias sobre temas relevantes como las
que se producen en materia de política industrial, no se tienda a
articular debates sobre todo en períodos como este que están
especialmente afectados por la incertidumbre. El debate de política
industrial tiene, evidentemente, antecedentes y elementos de comparación
en la realidad de otros muchos países. Si a usted no le parece mal lo que
se ha hecho en el Reino Unido --yo creo que no le parece demasiado mal--
o lo que se hace en Francia, incluso con gobiernos conservadores, no le
debe parecer necesariamente mal el que el Gobierno articule debates
también de carácter nacional, porque parte de estas cosas se están
haciendo (no exactamente igual, sino de distinta forma), pero se hacen
precisamente porque es importante que haya debate de carácter nacional.

Voy a hacer una mera precisión, aunque usted suele citar los periódicos
con notoria exactitud (los periódicos, no mis palabras). Es verdad que
esa frase que ha citado probablemente puede ser de un director general
como usted acreditaba. Yo quiero decirle que puede ser perfectamente mía
y que algo parecido he dicho yo en una comparecencia parlamentaria, aquí,
al hablar precisamente de la ineficiencia del sistema de incentivación
existente en este país; tesis en la que creo, además, tener su acuerdo en
última instancia; no su acuerdo político en la expresión, sino una
conformidad de fondo sobre algo que probablemente compartimos muchos
economistas en este país. Esto me parece que es difícil de rebatir,
porque probablemente es una preocupación, no sólo de este país sino de
otros países y también comunitaria, el si los mecanismos de apoyo, de
subvenciones, etcétera, existentes son los más eficientes en términos de
la propia política industrial que se quiere hacer en la generalidad de
los países. Por cierto, en la Presidencia europea, a instancia española,
vamos a tener la ocasión de hacer un debate de esa naturaleza --también
debate de nuevo, señor Gámir-- con los otros países europeos sobre estos
mecanismos.

En tercer lugar, me pedía usted, y quiero darle alguna satisfacción, y si
no se la he dado antes, señor Gámir, no es porque solamente quisiera
contradecirle, sino porque lo he olvidado, la información que en este
momento le pueda dar sobre los convenios específicos. Si es usted capaz
de tomarla a mano se la doy, y si no tendré muchísimo gusto en enviarle
el documento, pero como usted me lo pedía y esto le parecía que era uno
de los temas fundamentales de lo que yo tenía que decir, ahora me va a
escuchar.

La iniciativa Pyme de desarrollo industrial ha sido, como he dicho antes,
suscrita en su convenio-marco, salvo con la Comunidad de Cantabria, con
todas, pero en lo que hace referencia a los convenios específicos los que
se han firmado hasta hace unos días son los siguientes: Con Andalucía:
cooperación empresarial, financiación diseño industrial y diagnósticos
empresariales. La entidad colaboradora es el Instituto de Fomento de
Andalucía. Fecha, 16 de marzo del año 1995. Con Asturias: cooperación
empresarial, información empresarial, diagnósticos empresariales y diseño
industrial. La entidad colaboradora es el Instituto de Fomento Regional.

Con Baleares: cooperación empresarial, diagnósticos empresariales y
diseño industrial. Las entidades colaboradoras son Fomento Industrial, S.

A., e Instituto Balear de Diseño. Con Cataluña: información empresarial,
diagnósticos empresariales y diseño industrial, y he citado antes las
entidades colaboradoras. Con Galicia: diseño industrial. Con Murcia:
cooperación empresarial, información empresarial, diagnósticos
empresariales y diseño industrial. Con Navarra: cooperación, diagnósticos
y diseño. Con La Rioja: cooperación y diseño. Con Valencia: cooperación
empresarial, diseño y diagnósticos. Con Canarias: diseño industrial. Con
Castilla y León: financiación; es la primera comunidad que firma el
convenio de financiación y es, seguramente, un convenio que se va a
extender al resto de las comunidades. Esto es lo que le puedo decir en
este momento. Faltan convenios específicos con distintas comunidades y
faltan algunos convenios de los que todavía no se han puesto en marcha
porque necesitan ser desarrollados.

Déjeme decirle, señor Gámir, que lamento que sus posiciones en el pasado
en relación con la situación económica y las previsiones de lo que podía
ocurrir como consecuencia de la, a su juicio, nefasta política del
Gobierno no se han cumplido en la mayor parte de los pronósticos
fundamentales. Déjeme decirle que, en ese sentido, no ha estado usted con
la mayoría de la profesión, pero sí con la oposición o con la oposición
que usted hace.

En segundo lugar, vuelvo a confirmarle que el señor Moltó, al que conozco
hace muchos años, es una persona de un gran corazón. Sus intenciones no
eran malévolas. Probablemente, lo que el señor Moltó quería decir es que
le parecía lamentable que algo como eso pudiera, de verdad, ser
efectivamente refrendado por todo un partido, pero, puesto que usted lo
ha dicho, yo no lo voy a poner en duda. Me alegro por la autoridad de la
que parece usted gozar dentro de su partido y lamento, por su partido,
que su programa de política industrial sea lo que usted, al parecer, ha
ofrecido a la firma.

Finalmente, aunque le duela, señor Gámir, le tengo que reiterar una vez
más que yo no falte a la verdad. Usted faltó a la verdad cuando, en esta
Comisión, pretendió decir y hacer llegar en la discusión sobre los
miembros de la Comisión del Sistema Eléctrico Nacional el que usted
personalmente y doña Loyola de Palacio no habían tenido la víspera, de mi
mano, los «curricula» de las personas a elegir. A usted le dolió el que
yo le dijera; hoy lo tengo que volver a reiterar, lo lamento, señor
Gámir, aunque sea en el último turno. (El señor Gámir Casares pide la
palabra.)



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El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): ¿Por qué pide la palabra, señor
Gámir?



El señor GAMIR CASARES: No recuerdo qué artículo, creo que es el 73, se
refiere al caso de ser contradicho. En este caso la contradicción es
obvia.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señor Gámir, ¿le sorprende a S.

S. que haya contradicción?



El señor GAMIR CASARES: Perdón, señor Presidente, pero en el Reglamento
figuran dos fórmulas: alusión y contradicción. No quiero utilizar la
alusión, pero sí el haber sido contradicho.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señor Gámir, creo que S. S.

está llevando al límite la explotación de sus habilidades dialécticas
reglamentarias, pero la hora en que nos encontramos aconseja que esas
últimas precisiones las obtenga S. S. de una conversación particular con
el señor Ministro. En consecuencia, señor Gámir, rogaría a los miembros
de la Comisión y al señor Ministro que tuviésemos en cuenta que ahora
procede, según el orden del día, suspender la sesión para reanudarla a
las cuatro y media de la tarde. (El señor Gámir Casares pide la palabra.)
Se suspende la sesión.




Era la una y cuarenta y cinco minutos de la tarde.




Se reanuda la sesión a las cuatro y cuarenta minutos de la tarde.




--INFORMAR SOBRE EL PROCESO DE FILIALIZACION DE LA CORPORACION
SIDERURGICA INTEGRAL (CSI), ASI COMO SOBRE CALENDARIO DE NUEVAS
INVERSIONES PREVISTAS. A SOLICITUD DEL GRUPO DE IZQUIERDA
UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA. (Número de expediente 213/000442.)



--EXPLICAR EL PROCESO DE CONSTITUCION DEL HOLDING «V» CON LOS ACTIVOS DE
LA EMPRESA NACIONAL SIDERURGICA, S. A., ALTOS HORNOS DE VIZCAYA
(ENSIDESA-AHV) Y SU FILIALIZACION. A SOLICITUD DEL GRUPO IZQUIERDA
UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA. (Número de expediente 213/000397.)



El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señorías, reanudamos la sesión.

De acuerdo con el orden del día, procede ahora sustanciar la
comparecencia del señor Ministro de Industria y Energía, de acuerdo con
una solicitud del Grupo Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, con objeto de informar sobre el proceso de filialización de la
Corporación Siderúrgica Integral, así como sobre calendario de nuevas
inversiones previstas, y para explicar el proceso de constitución del
Holding «V» con los activos de la Empresa Nacional Siderúrgica-Altos
Hornos de Vizcaya y su filialización correspondiente.

Con este objeto, el señor Ministro tiene la palabra.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Eguiagaray Ucelay): Señorías,
espero que algunas de las cosas que en este momento voy a contar a
instancias del Grupo de Izquierda Unida les sean ya suficientemente
conocidas, porque es verdad que en el momento en el que procedo a
contestar con sumo placer a la solicitud de comparecencia del
representante del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida una buena parte
del proceso de filialización --me parece que es el texto formalmente
presentado-- es en buena medida conocido. En todo caso, trataré de que mi
presentación del proceso sea lo más coherente posible y si acaso en el
siguiente turno podemos tener la ocasión de entrar en algunas de las
inquietudes que probablemente el representante del Grupo de Izquierda
Unida tiene alrededor de este proceso.

Como SS. SS. conocen, el plan de competitividad para la siderurgia
integral española, aprobado por el Consejo de Ministros de la Unión
Europea el 17 de diciembre de 1993 y por la Comisión mediante su decisión
de 12 de abril de 1994, comprende diversas acciones en las áreas
comercial, industrial, laboral y societaria. Desde el punto de vista
societario, el diseño inicial del plan preveía la constitución de una
nueva sociedad a la que se aportarían los activos potencialmente
competitivos de Altos Hornos de Vizcaya y de Ensidesa. A la vista de la
experiencia y de la evolución de los negocios, las actividades
siderúrgicas de Altos Hornos de Vizcaya y Ensidesa se han integrado en
tres sociedades estatales de las previstas en el artículo 6.1.a), de la
Ley General Presupuestaria, cuya creación, así como la de una sociedad
matriz, fue autorizada por acuerdo del Consejo de Ministros de 28 de
octubre de 1994.

El inicialmente denominado Grupo «V» --«V», de viable-- está estructurado
en tres nuevas empresas industriales, actualmente donominadas CSI Planos,
CSI Productos Largos y CSI Transformados, estando agrupadas en una nueva
sociedad de cabecera, tenedora de sus acciones, que se denomina CSI
Corporación Siderúrgica. Este nuevo grupo se constituye aportando CSI,
Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya a las nuevas sociedades que lo
componen parte de sus activos debidamente valorados y aquellas deudas y
pasivos ligados a tales activos. Las nuevas sociedades, CSI Planos, CSI
Productos Largos y CSI Transformados, emiten acciones por un importe
igual a la diferencia entre los activos y la deuda recibida por cada una
de ellas, acciones que, en contrapartida a las aportaciones realizadas
son suscritas por la Corporación de la Siderurgica Integral, por la
antigua CSI, por Altos Hornos de Vizcaya y por Ensidesa. La venta de
estas acciones por parte de las empresas CSI, AHV y Ensidesa a los
inversores interesados, que en un principio son el Instituto Nacional de
Industria y la Dirección General del Patrimonio, permitirá a estas
empresas hacer frente a las obligaciones de pagos que queden en sus
balances respectivos, sin perjuicio de



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otras aportaciones de fondos públicos necesarios para su liquidación
definitiva en su día, de acuerdo con la autorización de la Comisión y del
Consejo de la Unión Europea al plan de competitividad de la Corporación
de la Siderurgia Integral.

Los criterios básicos que deben presidir las actuaciones de las distintas
sociedades que se han constituido y cuyo objetivo debe estar siempre
presente, son los siguientes. Cada una de la sociedades debe asegurar su
viabilidad específica en términos financieros y de negocio. Cada empresa,
por lo tanto, tendrá un planteamiento estratégico y operativo propio y
diferenciado, que permita establecer a cada una de ellas relaciones con
terceros, alianzas o cambios en su configuración. Desarrollarán una
cultura organizativa y una cultura de empresa que permita gestionar sus
recursos para competir en condiciones de viabilidad y autofinanciación.

Las instalaciones y las empresas filiales que forman parte de los activos
de CSI, de Altos Hornos de Vizcaya y de Ensidesa que se transfieren son
aquellas que se consideran más idóneas para lograr una estructura
industrial competitiva en las nuevas empresas siderúrgicas. En concreto,
estas instalaciones y sociedades filiales y su dependencia de las nuevas
empresas, sociedades CSI Planos, CSI Productos Largos y CSI
Transformados, es la siguiente.

En CSI Planos se integran los activos de los hornos altos de Veriña, la
acería LD III de Avilés, el tren de bandas en caliente de Avilés, así
como las laminaciones en frío e instalaciones de recubrimiento de banda
de Avilés y de Echévarri en Vizcaya. En esta empresa figuran las
participaciones estatales en las sociedades Sidmed, Siderúrgica del
Mediterráneo, y Galmed.

CSI Productos Largos se integra con los activos provinientes de la acería
LD III de Veriña y las tres laminaciones en caliente, de chapa gruesa,
perfiles estructurales, carril y alambrón, y las empresas filiales
Metalsa, Tetracero, Emesa, Industrias Gálicas y una participación de la
trefilería Rivière, Sociedad Anónima.

Finalmente, CSI Transformados se integra con los activos de las plantas
de fabricación de laminados, fleje, galvanizados, tubos, chapa pintada y
chapa perfilada de la empresa Laminaciones de Lesaca, en Navarra, y la de
tubos, paneles y perfil abierto de la empresa Perfrisa, tanto en Asturias
como en Navarra.

La participación del 30 por ciento de la nueva empresa Acería Compacta de
Vizcaya depende en la nueva estructura de la sociedad de cabecera, esto
es, de la empresa «holding» CSI Corporación Siderúrgica. Quiero decirles
que, dado que CSI Corporación Siderúrgica sólo participa en el 30 por
ciento del capital de Acería Compacta de Vizcaya, la inversión en esta
última no se computa dentro del plan de inversiones industriales de la
CSI, incluso con la más estricta interpretación de la decisión
comunitaria.

En cuanto al calendario previsto de las inversiones industriales de CSI,
se espera que, en conjunto, el plan diseñado esté finalizado en todos sus
extremos en el año 1998. En el período 1994/98, el presupuesto de las
inversiones industriales será del orden de 95.000 millones de pesetas. La
inversión principal, tanto por su carácter estratégico para el desarrollo
del plan de competitividad del grupo como por su cuantía, es la
remodelación de la cabecera de Veriña, que incluye la modificación de los
dos altos hornos, con un presupuesto de más de 47.000 millones de
pesetas. Esta inversión, en la que ya se ha iniciado la fase de
suministro de equipos e ingeniería de detalle, está previsto que concluya
en el tercer trimestre de 1997. La otra inversión significativa del
conjunto de ellas, que se pueden pormenorizar con mayor desagregación, es
una inversión con un coste de 16.000 millones de pesetas, destinada al
incremento de productividad de las instalaciones acabadoras, que afectará
a la mayor parte de las líneas de laminación en frío, galvanizado y
hojalata de CSI Planos. Este proyecto comenzará en el tercer trimestre
del año 1995 y tiene su terminación prevista para el mismo trimestre del
año 1998. Asimismo, se va a iniciar una modificación del tren
semicontinuo de Avilés, destinado a mejorar la productividad de esta
instalación que estará finalizada, de acuerdo con las previsiones
existentes a la fecha actual, en el último trimestre del año 1997.

Es también destacable por su cuantía, la actuación prevista en el plan de
inversiones de la CSI en instalaciones destinadas a la corrección de la
contaminación y a la protección del medio ambiente, con un presupuesto
próximo a los 7.000 millones de pesetas, un proyecto que se ha iniciado a
finales del año 1994 y que concluirá en el primer trimestre de 1998, no
incluyéndose en esta valoración las importantes mejoras de corrección de
la contaminación que se contemplan en la remodelación de la cabecera de
Veriña.

Con estos datos y con esta aproximación al problema, tanto de la
filialización o de la configuración del nuevo grupo societario como de
los detalles que les he dado sobre el plan de inversiones, creo haber
cumplido con la intención de quien solicitaba mi comparecencia para
explicarlo con alguna prolijidad.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): En nombre del Grupo solicitante
de la comparecencia, tiene la palabra el señor García Fonseca.




El señor GARCIA FONSECA: Gracias, señor Ministro, por la sucinta
explicación.

Cuando planteamos la petición de comparecencia hubiera tenido más sentido
una respuesta como la que nos ha dado, pero desde entonces ha pasado
demasiado tiempo como para que la petición de comparecencia respondiera a
la actualidad por la que se planteaba. En todo caso, nosotros la hemos
mantenido, porque conociendo ya esta respuesta genérica que usted nos ha
dado que quizás no pudiera ser otra en primera instancia, sin embargo,
los motivos que nos suscitaba esta decisión tan estratégica, tan fuerte,
de la división de Ensidesa en al menos en tres sociedades diferentes,
etcétera, nunca nos han quedado claros, seguimos sin tenerlos, y los
interrogantes no sólo no nos han sido disipados, sino que de alguna
manera yo puedo decirle con toda honestidad que el tiempo que pasa



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lo refuerza, y quizás hoy podría ser una buena ocasión para todos --para
usted como responsable del tema y para los demás como profundamente
interesados-- de poder llegar a algún tipo de aclaración y a despejar
algunas de las dudas graves que sobre esta operación se plantea mucha
gente en Asturias, empezando por las propias centrales sindicales --UGT,
Comisiones Obreras, USO-- y por la práctica totalidad de los grupos,
incluyendo el suyo en mayor o menor medida.

Permítaseme formularle los interrogantes que voy a plantear a
continuación, mediante los que intento actualizar el motivo genérico de
la interpelación. Sería bueno referirnos en su contexto no tanto para
usted, que los conoce bien, como para el conjunto de los miembros de esta
Comisión, lo que voy a hacer simplemente leyendo lo que planteaba el
programa de Izquierda Unida en estas últimas elecciones en relación a la
CSI. Decíamos literalmente que puesto que la acería compacta de Sestao no
va a ser operada por la CSI ésta se va a encontrar en 1997, cuando
finalicen las inversiones que prevé el plan de competitividad, en la
siguiente situación: una capacidad instalada de 3,8 millones de toneladas
de acero equivalente, que la sitúa entre las siderurgias integrales más
pequeñas de Europa y, por consiguiente, abocada a caer en el área de
influencia de uno de los grandes grupos --Usinor, British Steel, Krupp,
Hoesch, etcétera--; un tren de bandas en caliente de tabla estrecha que
limita el acceso a los mercados más interesantes, los del automóvil,
etcétera; una gran dispersión de centros acabadores; un precio de venta
medio de sus productos que es el más bajo de Europa, dada la escasa
diversificación y la escasa transformación del acero que realiza
Ensidesa; una cultura gerencial totalmente ineficaz e inservible.

Aunque alguno de estos puntos habrá que considerarlos ya inamovibles a
estas alturas, dado que frente a las importantes limitaciones señaladas
hay algunas bazas a favor que no son desdeñables como pueden ser la
tradición siderúrgica, personal cualificado a todos los niveles y algunas
instalaciones entre las más modernas y competitivas de Europa, nos
preguntamos si cabe la esperanza de que una gestión particularmente
acertada en todos los aspectos --técnica, comercial, recursos humanos,
motivación-- sería capaz de conseguir el mantenimiento como un todo de la
siderurgia integral española en el futuro. Nosotros, en el programa
--negro sobre blanco-- decimos: Sin ocultar la enorme dificultad de
conseguirlo (hoy competir en el terreno de la siderurgia integral es
difícil y, aunque es posible que en política industrial no haya ningún
terreno fácil, puede que no fuera éste donde más difícil lo tuviéramos
hablando de sectores) es concebible una respuesta positiva --pensamos
desde Izquierda Unida--, pero esto no será factible sin que todas las
partes interesadas --Gobierno central, autonómico, agentes sociales--
seamos plenamente conscientes de la envergadura del problema y pongamos
todos el esfuerzo necesario para su solución. La caída en el área de
influencia de uno de los grandes grupos siderúrgicos creemos que es
inevitable a corto o medio plazo, pero es mucho más fácil defender y
conseguir la unidad de gestión de las instalaciones, garantizando así su
pervivencia desde una posición de eficacia y rentabilidad de las mismas.

Hasta aquí es un poco la descripción del marco de la situación sobre la
que, al margen de alguna valoración que usted podría no compartir, ni
siquiera rechazar radicalmente aunque quizá sí matizar, usted no negaría
que se trata de una descripción más que de una serie de proposiciones
valorativas. En todo caso, cuando me refería a la ocasión, hoy muy
oportuna, de deshacer o al menos de suavizar interrogantes negros que se
plantean a partir de la decisión de dividir la CSI en estas tres
sociedades, etcétera, se los formulo con una de las frases que nosotros
planteamos como cuestión fundamental en el programa. Por una serie de
razones que no enumero ahora, la propuesta de participación en tres
sociedades parece no tener otro propósito que la de ser vendidas a precio
de saldo para beneficio de grupos privados nacionales que las utilizarán
para que la excelencia de las instalaciones adquiridas les liberen de su
bancarrota actual --citamos algunas de las empresas posibles compradoras,
privadas-- y, en el caso de grupos extranjeros, adquirir cuotas de
mercado y ser cerradas al poco tiempo. Este es un interrogante duro, lo
sabemos, pero que tiene base como tal y que desde luego se lo plantean
muchos sectores sociales, incluyendo todas las centrales en Asturias, así
como la mayoría de los grupos políticos e incluso buena parte de la gente
del suyo. Por eso yo le plantearía a usted las cuestiones siguientes.

Razones para la división de la Cooperación Siderúrgica Integral no en
unidades de negocio con mayor o menor grado de autonomía, con cuya
conveniencia organizativa, funcional, etcétera, nosotros no estaríamos en
desacuerdo, sino para constituir sociedades anónimas con posibilidades de
mayorías accionariales independientes. Sería una primera cuestión
fundamental.

Una segunda cuestión es si contemplan nuevas segregaciones. Es decir, se
han constituido en un principio tres sociedades pero, ¿se contempla la
constitución de algunas sociedades más, y en concreto, señor Ministro, la
segregación de Largos, hoy una de las tres sociedades, y que, como usted
sabe bien, está compuesta de los trenes de alambrón, de perfiles y el de
chapa gruesa? Se ha hablado mucho de que uno de los posibles agentes
privados interesados en participar en la CSI, en concreto Celsa, estaría
interesado sólo en el tren de alambrón, con lo cual se habla de
segregarlo, constituirlo en otra nueva sociedad, con la participación que
fuera por parte de Celsa, no excluyendo una participación mayoritaria, y
dejando perfiles a otro comprador y chapa gruesa no sabemos muy bien en
qué. Entonces, la segunda pregunta sería si se contemplan nuevas
segregaciones del mismo tipo en sociedades anónimas, en Largos o en
otras, pero hablo de Largos porque es lo que ha salido como noticia
repetidas veces. No le voy estoy preguntando, señor Ministro, por
cuestiones que escapen a sus posibilidades de predicción, sino por su
voluntad política. ¿Se admite la posibilidad de mayorías accionariales en
cualquiera de estas empresas en las que se segrega la CSI o en sus
posibles divisiones, distintas de la mayoría en Planos o de la mayoría en
su conjunto? No sé si queda suficientemente clara la pregunta, supongo
que sí. ¿Se admite



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por ejemplo, que alambrón pueda terminar siendo Alambrón, Sociedad
Anónima, junto con el resto, CSI Productos, Largos, CSI Planos, CSI
Transformados, y que en cualquiera de ellos, en este caso en Alambrón,
tuviese mayoría accionarial una determinada empresa? Lo digo porque
desgraciadamente no sería la primera vez que volvemos a jugar
ideológicamente con lo público y lo privado. Fíjese que hablo de mayoría
accionarial, distinta de la mayoría accionarial en su conjunto. Si
incluso usted me viene a decir ahora que la Thyssen se quiere hacer con
la mayoría del conjunto y de cada una de las sociedades de la CSI, mi
Grupo no tendría nada que objetar a esa cuestión al menos desde ese punto
de vista. No estoy discutiendo lo público y lo privado. Estoy discutiendo
la unidad de dirección basada en una mayoría accionarial para que pueda
existir una siderurgia integral, luego, como decíamos en la introducción
del programa que le leía, sería inevitable tener que entrar en
negociación --pero depende desde qué condiciones de partida-- con otros
grupos europeos de mucha mayor dimensión en la medida en que la
reducción, esta especie de reconversión hecha a base de reducir
capacidad, hace muy difícil que la CSI, incluso tal y como está --mucho
más si se quedase troceada y, por ejemplo, Planos quedase aislada--,
pueda hoy tener capacidad de subsistir por sí misma.

En temas empíricos no hay nada metafísicamente hablando, pero, usted me
entiende, sería prácticamente imposible. Sería como decir metafísicamente
imposible hablando de temas filosóficos.

En cuanto a la participación privada, se habla de dos empresas: Celsa y
Aristráin. Parece que Aristráin estaría más interesado en el tema de
perfiles, porque ése es su negocio, y que Celsa estaría más interesada en
el tema del alambrón, porque es el suyo. ¿Qué aportaría Celsa, señor
Ministro? ¿Va a aportar activos financieros? Porque, repito una vez más,
yendo a la eterna dialéctica ideológica en el peor sentido de los
términos público y privado, a nosotros nos parece muy bien, y no lo estoy
diciendo como una concesión a la galería, que en la siderurgia o en
cualquier otro negocio hubiese participación privada positiva, sobre todo
en un tema con tantos problemas financieros como es la siderurgia. Nos
parecería muy bien que hubiese capitales privados o con la suficiente
visión de futuro, con el suficiente altruismo como para invertir ahí; le
pondríamos alfombras, señor Ministro. Ahora se trata de saber si
efectivamente es eso lo que van a aportar.

En relación con las inversiones, no voy a insistir en los retrasos. Por
esas carambolas de la vida, alguno de los retrasos incluso ha tenido su
aspecto positivo, porque nos ha cogido con el instrumental industrial
funcionando, y no en reparación, en una época de alza. Yo he sumado las
cifras que ha dado usted, que son 45.000 y 16.000 millones, y, si no sumo
mal, son 66.000 millones; en otras ocasiones ha hablado de 100.000. Por
ejemplo, yo tengo un discurso realizado en la Junta General del
Principado en el que se habla de entre 80.000 y 100.000 millones.

Quisiera saber si es que no están todos los sumandos o si ésa es la suma
real ahora. Efectivamente, están las inversiones fundamentales en la
cabecera, como el tema de los hornos altos, el de las baterías de cok, el
parque de minerales y, luego, las redes de transporte Gijón-Avilés, el
tren de bandas en caliente, etcétera. Le insisto en dos preguntas --a
algunas ya ha respondido usted y a otras no ha hecho alusión-- que se
planteaban en la última reunión de la UGT, que fue anteayer. Aparte del
tema de los altos hornos, que puede ser un aspecto positivo en la
factoría de Gijón, no podemos entender ni compartir que las inversiones
comparativamente inferiores en calidad técnica y rentabilidad elevada,
como es la remodelación de la colada continua de «blooms» y el
correspondiente horno de calentamiento para la alimentación directa del
tren de estructurales, aún no se hayan realizado. Si se ha de ir
decididamente a una potenciación de la acería LD III, aunque no sea la
ambiciosa que propugnábamos, en este momento puede estar dentro de lo
realizable y de lo económicamente al alcance el dotarla de medios para
producir 3,3 millones de toneladas de acero líquido y de posibilidades de
fabricación con los mejores índices de calidad de productos de mayor
valor añadido.

Estas son, en síntesis, las cuestiones que desde nuestro punto de vista
actualizarían un poco el planteamiento general del la comparecencia y a
las cuales me gustaría que respondiera de la forma más directa y
explícita que pudiera.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): El Grupo Parlamentario Popular
quiere repartir su turno entre dos portavoces. A esos efectos, tiene la
palabra, en primer lugar, el señor Peón Torre.




El señor PEON TORRE: En primer lugar, tengo que felicitar a Izquierda
Unida por la oportunidad de su iniciativa. Es un tema que, efectivamente,
tiene una importancia sustancial, tanto por el volumen de recursos que ha
invertido el Gobierno central --más de un billón de pesetas-- como por el
número de excedentes laborales que están generando las sucesivas
reconversiones de este sector.

Creo, como muy bien se ha dicho, que no es una cuestión ideológica la que
aquí se discute respecto a las fórmulas o las soluciones que hay que
poner en marcha para hacer un sector siderúrgico español competitivo,
sino una cuestión de sentido común y de emplear los recursos públicos
escasos de forma eficiente, y yo tengo que decir que, sinceramente, no
tengo la sensación de que se esté haciendo de esa manera. Cuando el
Ministro ha dicho que el proceso de filialización era suficientemente
conocido me he temido lo peor, y, efectivamente, se han confirmado mis
temores: no ha dicho nada nuevo; lo que ha dicho el señor Ministro ya lo
sabíamos los Diputados. Nos bastaba con leer el propio acuerdo del
Consejo de Ministros, donde se explica muy bien cuáles son las nuevas
sociedades, cuál es la cabecera, etcétera; es decir, que no ha añadido
nada nuevo a lo que ya sabíamos de otras intervenciones.

Es verdad lo que dice mi compañero de Izquierda Unida en el sentido de
que nos movemos constantemente en la más absoluta oscuridad respecto a
esta cuestión. Ha habido ya decenas de iniciativas de los diversos grupos
de esta Cámara tratando de saber qué está pasando en la reestructuración
del sector siderúrgico, y yo creo que todavía



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no tenemos nada claro qué es lo que se está haciendo ni qué es lo que se
ha hecho, cuánto dinero se ha empleado, en qué se ha empleado y qué se va
a hacer en el futuro. No lo sabemos, señor Ministro. Aquí vienen, ya sea
usted, ya sea el Secretario de Estado de Industria, y nos dan una pequeña
lección magistral teórica sobre operaciones jurídicas de transformación y
de filialización pero de lo que hay que saber no nos dicen nada. No
sabemos cuánto se ha invertido en cada cuestión concreta; por ejemplo,
¿cuánto se va a invertir en la financiación de excedentes laborales?
¿Cuánto se va invertir en afrontar pasivos de las antiguas sociedades?
¿Cuánto dinero se ha invertido en instalaciones que ahora, como
consecuencia de compromisos asumidos con la aprobación del plan de
reestructuración por la Unión Europea se tienen que cerrar? No sabemos
nada de eso; sólo sabemos que hace muy poco tiempo se puso muy de moda
hablar de un libro blanco sobre la industria, y entonces sí llamaron a
los representantes del sector, cuando durante muchos años no se han
dignado a abrirles la puerta para saber cuál era su opinión. Para la
foto, unos pocos meses antes de la campaña electoral, les llamaron y
hablaron con ellos diez minutos estando las cámaras de televisión y
perfecto, pero ¿qué hay de lo que se habló allí? ¿En qué se ha concretado
eso? ¿Hay realmente un intento serio de hacer un libro blanco sobre la
industria y una auténtica apuesta por el sector siderúrgico español al
margen del «marketing»? ¿Hay una auténtica voluntad política de hacerlo
así? Si la hay, ¿cómo se explica que no haya un balance previo? ¿Cómo se
va a pensar que hay voluntad política seria por parte del Gobierno de
llevar a la práctica una serie de medidas si antes no nos dicen cuál ha
sido el balance de lo hecho hasta ahora? ¿Qué se ha hecho bien y qué se
ha hecho mal?
Muy brevemente, porque el tiempo apremia, le voy a relatar algunas
interrogantes. Por ejemplo, en cuanto al detalle del gasto público en las
diferentes reconversiones, planes de ajuste o planes de competitividad,
como se le quiera llamar, me gustaría que se especificara
singularizadamente a qué empresa ha ido cada importe presupuestario y
para qué concepto, si es para financiar excedentes laborales, para
prejubilaciones, para abonar cantidades correspondientes a pasivos, para
auténticas inversiones productivas, etcétera.

En segundo lugar, ¿qué ha pasado con esas inversiones productivas? ¿Qué
ha pasado con las instalaciones productivas o con las inversiones
realizadas, por ejemplo, en la factoría de Ansio, que ahora se tiene que
cerrar? ¿Cuánto se invirtió allí? ¿Esa inversión fue realmente correcta o
no lo fue? Todo eso sigue sin contestación.

Un documento del Gobierno, hace poco más de un año, planteaba otra serie
de interrogantes. Decía: si nos comprometemos a comprar toda la
producción de la nueva acería de Vizcaya al precio que determine la
propia acería de Vizcaya, estamos estrangulando nuestra capacidad de
intervención en el mercado y de ser competitivos. Incluso proponía ese
documento el no pactar la compra obligatoria a la acería de Vizcaya de
toda su producción. Incluso hubo un enfrentamiento con el Gobierno vasco
sobre esa cuestión. ¿Qué ha pasado con eso, en qué ha quedado? ¿Existe el
riesgo del compromiso de compra de la actual producción o de parte de
ella? Todavía no sabemos en esta Cámara qué es lo que ha pasado con este
tema. ¿Qué ha pasado con las plantillas? ¿A quiénes se ha jubilado y a
quiénes no? ¿Ha habido nuevas incorporaciones en esas plantillas? ¿Por
qué motivos? ¿Cuál es el plan comercial y de mercado de la Corporación de
la Siderurgia Integral? ¿Qué inversiones se han previsto para ese plan
comercial y de mercado? Lo mismo sucede en cuanto a las sociedades
transformadoras. ¿Qué planes comerciales existen? ¿Qué previsión hay de
plazos para su cumplimiento? ¿Qué inversiones concretas están previstas
para el desarrollo de esos planes? Pero sobre lo concreto. No nos
explique generalidades como las que nos viene explicando en todas sus
intervenciones, y seguimos, por tanto, sin saber lo que pasa en el
sector. ¿Qué pasa con los estudios que ha habido que realizar? Según
nuestras noticias, se ha recurrido a consultorías externas y ha habido
que pagar importantes cuantías de dinero a esas consultorías. ¿No había
directivos profesionales suficientes dentro de esas sociedades para hacer
esos estudios? En definitiva, ¿qué es lo que se ha hecho con el dinero,
adónde ha ido, qué resultados ha tenido? A partir de ahí, vamos a hablar
del libro blanco y de nuevas actuaciones. Pero sepamos primero qué se ha
hecho y qué utilidad ha tenido. (El señor Vicepresidente, Gómez Vázquez,
ocupa la Presidencia.)
No quiero dejar de referirme también no sólo a dudas del pasado, que
deben aclararse, sino a las de futuro, y ya termino, porque tiene que
intervenir también mi compañero para el caso concreto de Ensidesa.

Realmente los procesos de privatización o de entrada de capital que se
están produciendo, ¿se están haciendo con luz y taquígrafos? Nosotros
creemos que no. Y, sobre todo, ¿se están produciendo fijándonos sobre
todo en los peligros que tiene introducir capital extranjero a la hora de
que se puedan producir en el futuro deslocalizaciones de la inversión,
que todos sabemos qué consecuencias tienen? De alguna manera, ¿se está
previendo que no puedan repetirse situaciones dramáticas, como las que se
han producido ya en casos conocidos por todos, a la hora de ver cuál es
la oferta más interesante para hacer viable la entrada del sector privado
en esa reestructuración del sector siderúrgico público? Nosotros creemos
que no. No le voy a citar expresamente la empresa, pero sabe que en el
caso concreto de la privatización de Sidenor hay una pugna bastante
evidente entre los planteamientos del Gobierno vasco y los del Gobierno
central a propósito de ese tema, de cuál pueda ser la inversión más
adecuada, no sólo desde el punto de vista de las condiciones técnicas
generales o de inversión, sino desde el punto de vista de la permanencia
de esa inversión y de las posibilidades de hacerla viable en el tiempo,
con vocación de que no se puedan deslocalizar por intereses externos a
los propios nacionales en cuanto a las factorías que se pretenda que
continúen en marcha y con los puestos de trabajo que se pretende seguir
teniendo en plena vigencia.

También existen dudas muy serias respecto a lo que se está intentando con
el sector de transformados. Nos informan que puede haber cierto riesgo de
que se pretenda dejar



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el sector en manos de los almacenistas. ¿Nos puede despejar esa duda de
que efectivamente no se está contemplando una falta de inversiones en lo
que se refiere a división de transformados, que persiga finalmente el que
esa división quede en manos de los almacenistas?
No insistiré más en interrogantes que ya he dicho que siguen sin ser
despejados, a pesar de las sucesivas comparecencias de diferentes
responsables del Gobierno y cedo la palabra a mi compañero señor Landeta.

No obstante, sí quiero insistir en una cosa. El sector siderúrgico
español es clave para la industria española y no se pueden volver a
cometer los mismos errores que se han cometido estos años y que han hecho
que la industria española, desgraciadamente, siga necesitando, después de
una decena de años del Gobierno socialista, un libro blanco para la
industria hecha curiosamente por el mismo Grupo Socialista.




El señor VICEPRESIDENTE (Gómez Vázquez): El señor Landeta Alvarez-Valdés
tiene la palabra. Señor Landeta, su compañero ha consumido diez minutos
del tiempo. Le ruego que lo tenga en cuenta y sea lo más breve posible.




El señor LANDETA ALVAREZ-VALDES: Gracias, señor Ministro, por su
comparecencia. Voy a procurar ser lo más breve posible.

El panorama siderúrgico español, para nosotros, parece que no tiene en
modo alguno claridad. A nosotros, inicialmente, se nos dijo que era
necesaria la creación de una empresa fuerte y única y que por eso se iba
a la fusión de Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya. Han avanzado los
tiempos, se ha hecho el plan de competitividad y en el momento actual nos
encontramos con que realmente existen cuatro sociedades, las que ha
explicado el Ministro, que se han acordado en el Consejo de Ministros, de
cuyo capital, situación y demás datos todos tenemos conocimiento.

Nosotros entendíamos que, una vez creadas estas cuatro sociedades, el
proceso siderúrgico español se encontraba ya definido. Sin embargo, hace
escasos días, el señor Lozano, un alto cargo de la CSI, fue a Asturias y
nos dijo que el plan de la CSI no se encuentra terminado, que seguirá
sufriendo modificaciones durante los años 1997 y 1998 y que se puede
llegar a crear unas nuevas sociedades filiales o mantenerlas siempre que
cada producto o que cada unidad de gestión sea rentable. Esto nos
desconcierta totalmente porque, de ser cierto este planteamiento, puede
darse lugar a una serie de sociedades en cadena que cada vez van a
resultar más pequeñas indiscutiblemente con menos impacto en el mercado.

No se nos aclara tampoco si las filiales van a tener una dirección común
y si van a tener mayoría pública, manifestando --y éstas son palabras del
señor Ministro en la última reunión que tuvo en Asturias-- que van a
tener una importante participación, pero nunca se ha manifestado si el
capital iba a ser mayoritario público o no.

Concretaré, por el escaso tiempo que tengo, las preguntas que le quiero
realizar. Tengo que manifestar que he presentado cerca de cuarenta
preguntas por escrito, todas relacionadas con el tema de la CSI, y a la
gran mayoría de ellas no se me ha contestado, y en una ocasión se me han
agrupado unas veinte preguntas en una única contestación. Por ello,
quiero manifestar en este acto al señor Ministro las siguientes preguntas
en concreto.

Primero, si se va a mantener la plantilla de la CSI en 1995, si se va a
disminuir en 893 empleos, quedando en 15.896 puestos de trabajo y si en
Sidenor va a reducirse en 297, quedando fijada en 2.410 empleos. Y si
para lo años sucesivos, es decir, para los años 1996 y siguientes, no se
va a proceder a nuevas reducciones de puestos de trabajo.

En segundo lugar, me gustaría que el señor Ministro, dentro de sus
posibilidades, me manifestara si considera que el capital privado debe
asumir el control de la siderurgia.

En tercer lugar, en qué estado se encuentra el acuerdo con Celsa para la
adquisición del capital mayoritario de la sociedad de Productos Largos.

Según las últimas noticias que tenemos, que son del mes de febrero de
este año, parecía que el único acuerdo que se había alcanzado era la
adquisición del 10 por ciento del capital, pero en este período del año
1995 iba a alcanzar la mayoría en dicha sociedad.

En cuarto lugar, el día 15 de marzo se presentó en Bruselas la
documentación sobre el cumplimiento del plan de reestructuración y nos
interesaría conocer si en el momento actual existe ya informe emitido por
el Consejo de Ministros y qué opina éste respecto al grado de
cumplimiento del plan.

En quinto lugar, si se mantendrá en la CSI la representación de Asturias
que, con arreglo al Estatuto de autonomía, tiene el consejo de la empresa
Ensidesa. Ese es un tema muy debatido, pero en el día de hoy todavía no
tenemos conocimiento real de si se va a mantener o no esta
representación.

En sexto lugar, qué perspectivas ve el señor Ministro a la efectividad
real de la sociedad de capital-riesgo para las comarcas siderúrgicas
asturianas, si lógicamente ve que tiene posibilidades este plan y si
realmente va a cumplir el fin para el que fue propuesto.

En séptimo lugar, en qué estado se encuentra la autorización del
Ministerio de Industria para la construcción del tercer grupo térmico de
Aboño con una inversión de 35.000 millones de pesetas solicitada por
Hidroeléctrica del Cantábrico y la CSI que supondrá para Ensidesa unos
1.000 millones de venta anuales de gas, lo que indiscutiblemente
redundaría en los resultados económicos de dicha empresa.

En octavo lugar, si cree posible el señor Ministro que la CSI alcance
rentabilidad en el año 1995.

Y, por último, si se está cumpliendo el programa de inversiones de
Ensidesa y no le afectará en modo alguno los recortes presupuestarios. Yo
tengo que aclarar que las cifras que nos ha dado el señor Ministro en
este acto (47.000 millones para Veriña y 16.000 de la CSI Planos) suman
63.000 millones de pesetas. En la revista que publica Ensidesa
mensualmente del mes de diciembre, dice que la cuantía global de las
inversiones industriales ya iniciadas en el período 1994-98 serían de
100.000 millones de pesetas. Nos interesa en concreto que se aclare ese
extremo.




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El señor VICEPRESIDENTE (Gómez Vázquez): Por el Grupo Socialista, tiene
la palabra el señor Marcos Merino.




El señor MARCOS MERINO: Gracias, señor Ministro, por su comparecencia y
sus explicaciones.

En relación con el tema que nos trae hoy aquí, yo querría decir, en
primer lugar, que el recurso a la filialización por parte de CSI holding
no es el camino para la privatización de actividades de CSI, ni mucho
menos una forma de debilitar sus estructuras para conducirlas al cierre.

Yo creo que es todo lo contrario. Quien hace esta lectura perversa yo
creo que cae en un profundo error, porque el único objeto es garantizar
la viabilidad y competitividad de unas áreas de negocio que por su
especificidad necesitan de estructuras propias de funcionamiento,
organización y financiación.

Yo creo que este hecho es tan evidente que parece que nadie puede dudar
de que hay determinadas áreas de negocio que tienen que ser reforzadas y
que para eso hay que ir a procesos de concentración tanto a nivel
nacional como a nivel internacional. Yo creo que hay un ejemplo evidente
en el tema de los largos, que podría ser un proceso a nivel nacional y
hay un proceso de planos que podría ser a nivel europeo, de alguna manera
propiciado por la Unión Europea.

En definitiva, a mí me parece que esto no solamente no tiene por qué
verse con ningún tipo de duda ni de recelo, sino todo lo contrario. Vamos
a hacer estas áreas de negocio cada vez más solventes, cada vez más
competitivas, vamos a mejorar su capacidad de penetración en el mercado,
en definitiva, vamos a hacer que sean capaces de competir en unas mejores
condiciones con un mundo cada vez más complejo, como es el mundo de la
siderurgia. Desde ese punto de vista a mí me parece que la tarea que está
desarrollando la empresa creo que responde convenientemente a lo que han
sido los objetivos de la reconversión y nosotros animamos expresamente a
la empresa holding CSI y al Ministerio a que sigan por ese camino, porque
sólo así seremos capaces de garantizar de cara al futuro que estas
empresas sean solventes.

En relación con el proceso de reconversión y con los pasos que se han
dado, yo creo que no se trata de hacer historia de lo que se ha
invertido, porque sería muy largo. Yo creo que hay que recordar que ésta
es una reconversión que se viene acometiendo desde el año 1978, que, por
lo tanto, ha llovido mucho, y remitirnos ahora a esas fechas no nos
conduce a nada. Yo creo que aquí lo inteligente y lo interesante es saber
cómo estamos afrontando este último proceso, si realmente estamos yendo
por el buen camino y, si no es así, que planteemos las correcciones
oportunas para que el resultado final sea el que nosotros hemos demandado
desde el primer momento.

En este sentido yo quiero resaltar tres elementos. En primer lugar, que
el plan ha sido socialmente valorado de manera positiva por todos los
agentes sociales, porque yo creo que ha respondido acertadamente a tres
criterios. Primero, el adecuado dimensionamiento, desde del punto de
vista industrial, con la separación de actividades de negocio; segundo,
el saneamiento económico y financiero de la empresa y, tercero, dando un
tratamiento social que demuestra hasta qué punto esta empresa y este
Gobierno tienen sensibilidad social para amortizar los excedentes de
manera no traumática y dando una cobertura suficiente para que a nadie se
le cree un trauma. Yo creo que ése es un elemento a tener en cuenta.

En segundo lugar, hay que señalar que el plan de saneamiento y
reordenación empresarial se ha puesto en marcha con un cierto retraso
como consecuencia de la tardanza de la Comunidad Económica Europea en
aprobar dicho plan y, por lo tanto, el plan de inversiones a la fuerza ha
tenido que sufrir un corrimiento. Yo creo que una vez ajustado el
calendario, podemos decir en este momento, sin equivocarnos, que en lo
fundamental el plan se está ajustando al nuevo calendario y que las
inversiones se están llevando de acuerdo con las necesidades, salvo lo
que pueden ser incidencias de menor cuantía y los elementos de
oportunidad técnica, que yo creo que siempre hay que tener en cuenta.

Por lo tanto, yo creo que hay que decir que todo se está desarrollando
como estaba previsto; que seguimos en la línea de garantizar que estas
empresas de cara al futuro funcionen autónomamente; que este nuevo paso
que se da en la reconversión, que como he dicho al principio es un paso
más desde el año 1978, creo que puede ser el definitivo y que esto nos
puede consolidar de cara al futuro contando con una siderurgia
competitiva, adecuadamente dimensionada y en condiciones de responder a
los desafíos de un mercado cada vez más complejo. Yo creo que además
estamos teniendo la suerte --hay que decirlo así-- de que la reconversión
la estamos planteando en un momento en el que ha habido un tirón en el
mercado, y esto ayuda a que se produzcan los ajustes sin excesivos
traumas, como ha sido de hecho en otras circunstancias donde además de
tener que afrontar la reconversión hemos tenido que padecer una situación
de crisis por falta de mercado y, como consecuencia de eso, por un
agarrotamiento de todas las estructuras de las propias empresas. Yo
quería poner esto de manifiesto y quería animar al señor Ministro a que
siga por esta línea y a que exija a la empresa que actúe con diligencia
para que el desarrollo del plan sea en esta línea.




El señor VICEPRESIDENTE (Gómez Vázquez): Tiene la palabra el señor
Ministro para contestar a las cuestiones planteadas.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Eguiagaray Ucelay): Muchas
gracias a todos por sus intervenciones.

El Grupo solicitante de la comparecencia se lamentaba también del tiempo
transcurrido. Le parecía que mi contestación era la que hubiera
correspondido si se hubiera tramitado la solicitud de comparecencia en el
momento en que él la deseaba. Como sabe S. S., siempre tengo que hacer
una protesta de inocencia. Es algo que no es imputable al Ministro, que
comparece cuando le llaman. Por lo tanto, he dado la contestación, que
parece ser que a usted le parecía razonable en el momento de la
solicitud. De todas formas, como yo sé que sus inquietudes son de otro
tipo, trataré



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de darle alguna satisfacción en lo que a mi juicio ha sido lo sustancial
de su intervención. Déjeme --ya lo advertía usted-- introducir algunos
matices en lo que era su intervención inicial y sobre todo en esa
expresión de dudas generales que vienen ya de muy largo. Alguna vez las
hemos debatido en Comisión. Sé que precisamente no es usted quien ha
tenido posiciones más agresivas en este terreno, pero sé también que
usted viene de una fidelidad a una posición que históricamente se expresó
en la oposición al plan de competitividad que finalmente se aprobó y, por
lo tanto, que todo el planteamiento no contó inicialmente con su
concurso, con independencia de que después usted apostó --me parece--
porque una vez aprobado se llevara a cabo en las mejores condiciones
posibles. No quiero hacer alusión al pasado, pero obviamente algo de lo
que figura en su programa de estas elecciones, con cuya cita ha tenido a
bien ilustrarnos, me parece que proviene de una lectura de hace mucho
tiempo en la que algunas discrepancias que ustedes mantuvieron con la
concepción misma del plan se vuelven a plantear.

La pregunta señoría --y déjeme transformar mi contestación en una
pregunta-- es si de verdad había un proyecto alternativo mejor al que se
ha puesto de manifiesto y al que el Gobierno ha llevado a efecto. Yo creo
honestamente que no, en términos de posibilidad, en términos económicos y
en términos también de rentabilidad en el futuro. Creo que no y sé que
sobre esto se puede polemizar ad infinitum. Me parece que, sin embargo,
esta línea de argumentación no lleva muy lejos. Hablar de lo que pudo ser
o de lo que ustedes creían que pudo ser y que no fue tiene poco sentido.

Tenemos una realidad, una feliz realidad que nos ha costado muchísimas
batallas hacerla posible y queremos llevarla a término hasta sus últimas
consecuencias.

Creo que es verdad que este plan está bien diseñado para conducir a los
resultados que se pretenden, a algo que ciertamente no se seguiría de lo
que a mi juicio estaba implícito en su planteamiento: el mantenimiento de
Ensidesa en sus condiciones históricas; esto es, el mantenimiento de una
especie de unidad, concebida como una unidad de negocio empresarial, que
ni siquiera era viable. Este plan no es el de Ensidesa, señoría. Es el
plan de la Corporación de la Siderurgia Integral. Por tanto, ni siquiera
en su planteamiento es solamente tributario de las instalaciones de
Ensidesa, allá donde las tenía, sino de un plan integrado que parte de la
existencia de todo un entramado empresarial, con activos que provenían
también de Altos Hornos de Vizcaya y otros que provenían de la
siderúrgica del Mediterráneo, etcétera. Por consiguiente, es algo más que
el plan de la histórica Ensidesa.

La pregunta que usted se hace, señoría, es: ¿Será posible mantenerlo como
un todo? Me parece que es lo que me decía. ¿Será posible mantener el
concepto de una siderurgia integral en nuestro país? A ello se dirige
precisamente el plan. Pero eso tiene poco que ver con la existencia no
solamente de unidades de negocio, sino incluso de sociedades
jurídicamente separadas. De hecho, la estructura empresarial y la
filialización que se ha hecho mantiene una cabecera, un holding, con una
dirección estratégica, a la vez que permite y exige que cada una de las
unidades de negocio tenga sentido por sí misma y, al mismo tiempo,
rentabilidad. Creo que el portavoz socialista era bien explícito en esta
dirección. Yo no añadiré mucho más. Esto es algo que ocurre en
prácticamente todas las facetas de la vida y ocurre en todas las
empresas. Déjeme que le ponga un ejemplo que no tiene nada que ver con la
realidad de la siderurgia, pero que probablemente tiene que ver con la
realidad de la diversidad de negocios que caben dentro de una misma
cúpula.

Imagine usted Repsol. Repsol es una razón jurídica, pero Repsol es un
conjunto de sociedades y de negocios, diferentes, separados, con consejos
de administración distintos, con unidades distintas y con estrategias
también autónomas dentro de un marco de carácter general. Tiene usted el
gas, tiene usted el butano, tiene usted la química, tiene usted el
refino, tiene usted la comercialización, tiene diferentes sociedades que,
sin embargo, forman parte de un concepto que es el de una empresa que se
dedica fundamentalmente a la actividad de los derivados del petróleo. Si
le sirve esto como elemento de referencia, quizás podamos empezar a
entendernos. Ahora bien, es probablemente una tarea imposible eliminar
--no digo que suavizar como usted me pedía-- algunos de los interrogantes
que usted calificaba de negros que en algunos elementos de la sociedad,
no sé si asturiana o de otros lugares de España, según usted se plantean.

Desde luego, el Gobierno, en tanto que titular de esa empresa, hoy por
hoy, no tiene ninguna intención de venderla a precio de saldo. Yo creo
que esto es mucho más una especulación, a veces muy mal intencionada, que
algo que se pueda simplemente exponer en términos razonables. Imputar a
un gobierno la intención de vender a precio de saldo una empresa y un
patrimonio público es simplemente una imputación o una acusación. Habría
que tener algún otro elemento distinto de la pura especulación.

Cosas distintas son, sin embargo, los planteamientos estratégicos que se
puedan hacer sobre el futuro de la siderurgia en nuestro país; esto es,
cómo se puede mantener una siderurgia en nuestro país. Le recuerdo que
este Gobierno y los anteriores han luchado mucho, primero, por salvar la
siderurgia que históricamente existía. Hicieron algo más: se quedaron en
el sector público incluso sin forma y sin participación directa, como
socios, pero se quedaron inicialmente, y después tuvieron que adoptar las
medidas oportunas, en el ámbito público con la responsabilidad de
empresas del sector privado en el sector siderúrgico para hacer frente a
un problema que era de estructura económica a la vez que un problema
social y un problema regional. Difícilmente, por tanto, ni a este
Ministro ni a sus antecesores se les podrá acusar de no haber hecho lo
posible y casi, a veces, hasta lo imposible por salvar una siderurgia
integral en nuestro país. Y en eso seguimos, señor García Fonseca.

¿Qué razones hay, por consiguiente, para la división en tres sociedades?
Razones de operatividad económica, simplemente. Antes he explicado cuáles
eran las bases de la creación y de las razones de esas tres sociedades.

Se lo he dicho y se lo repetiré. En primer lugar, cada una de las
sociedades deberá asegurar su viabilidad específica en términos



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financieros y de negocio, lo cual me parece que es un buen principio en
la articulación de un grupo. En segundo lugar, cada empresa tendrá un
planteamiento estratégico y operativo propio y diferenciado que permita
establecer a cada una de ellas relaciones con terceros, alianzas o
cambios en su configuración. Y en tercer lugar, una cultura organizativa
y una cultura de empresa que permita gestionar sus recursos para competir
en condiciones de viabilidad y autofinanciación. Esta es la orientación
estratégica que estaba en el plan y la que se ha plasmado también en las
decisiones recientes todavía del Consejo de Ministros en el proceso de
creación de las tres sociedades especializadas más de la cabecera
correspondiente.

¿Habrá posibilidades --y ésta es una pregunta que a usted le parece
especialmente relevante, si he tomado bien nota de lo que usted me
planteaba de mayorías accionariales independientes? Yo creo que usted
conoce mis declaraciones en Madrid y en Asturias en esa dirección. Lo he
dicho con toda claridad y lo repetiré una vez más. Por lo menos en la
forma en que este Ministro de Industria y Energía interpreta el futuro de
la industria, incluida la siderúrgica, le puedo garantizar que no tiene
el Gobierno la intención de ser por los siglos de los siglos --algo así
dije en Asturias-- el accionista único y mayoritario de la siderurgia en
nuestro país. ¿Qué quiere decir eso? Que esto está abierto no sólo a un
proceso de alianza con el sector privado, sino eventualmente también a
procesos de tomas de participaciones mayoritarias del sector privado.

Durante el proceso de tramitación del plan de competitividad fue
discutido y recordarán --quizás en ese momento ustedes se sintieron más
cerca del Gobierno de lo que ahora se puede colegir-- que había un cierto
mundo de la siderurgia privada que incluso protestaba por algo que lo que
en este momento todo el mundo parece enorgullecerse: que se haya puesto
en marcha un plan de competitividad dirigido a tener una siderurgia
integral en nuestro país. Yo ya dije entonces lo que teníamos que hacer,
que era hacer posible la aprobación del plan en Bruselas. Por tanto,
hacer un camino difícil no significaba la última estación de ese camino,
sino un proceso que después debía conducir a unas alianzas con el sector
privado, entre otras cosas porque creo que hacer industria, incluida la
siderúrgica, es fundamentalmente hacer una siderurgia básicamente sólida,
y es verdad que hay siderúrgicos en este país que tienen importancia y
que probablemente pueden ser un elemento que dé más reciedumbre a la
siderurgia en manos públicas que históricamente ha existido. ¿Esto
significa que esté anunciando la venta de la siderurgia? No. No lo estoy
haciendo. Estoy señalando un principio y a la vez --ahora le contestaré--
estoy tratando de dar también respuesta a algunas de las inquietudes que
en este momento se producen --después el representante del Partido
Popular, señor Landeta, me formulaba preguntas similares--: ¿Habrá
segregaciones en otras empresas? Es posible. Puede ser. La vida de un
grupo empresarial no se termina en el momento en que se define cómo se
empieza. Eso tiene una lógica, pero es posible que esa lógica pueda ser
modificada también por los acontecimientos. No le estoy anunciando
ninguna nueva segregación, pero en una pregunta que me dirigió usted en
el Pleno hace poco tiempo le admití la posibilidad de que pudiera, no
digo que fuera a ser, pudiera existir una configuración definitiva de la
CSI de Largos distinta de la que en principio está configurada. Depende
de cómo se vayan produciendo también acontecimientos en el futuro. Hoy,
no. ¿En el futuro será distinto? Pudiera ser; no lo excluyo, porque no
quiero ser tan rígido como para poner puertas a un campo que hay que ir
haciéndolo cada día.

Hay, es verdad, procesos de discusión y de negociación con accionistas
privados o con siderúrgicos privados, y creo que van en la buena
dirección. Si los accionistas privados tienen en este momento interés en
participar en un proyecto, que es de importancia nacional, probablemente
no será porque crean que no tenga futuro, y como a mí me importa
consolidar fundamentalmente el futuro, no tanto en cuanto a si está en
manos públicas o en manos privadas, quiero decirle con toda claridad que
ese proceso de conversaciones tengo el mayor deseo de que vaya adelante,
pero también quiero decirle con igual claridad que hay dificultades en
ese proceso y que no es verdad que esté, por así decirlo, escrito que ni
el grupo Celsa ni el grupo Aristrain vayan a tomar la mayoría de la CSI
de Largos, porque ése es un proceso de discusión que está muy lejos de
haberse culminado y en el que, además, si quiere usted le reconoceré que
hay diferencias en cualquier proceso de discusión que a veces resultan
difíciles de solventar. Yo seguiré impulsando un proceso de esa
naturaleza, pero lo que no puedo es garantizarle cuál es el término. En
todo caso, sí un término --en eso sí me puedo comprometer-- que no sea
oneroso para los intereses generales, porque me parece que esto sí forma
parte de mi responsabilidad.

Creo, señor García Fonseca, que con esto doy respuesta a los principales
interrogantes en relación con los problemas de segregaciones, las
discusiones en relación con unos y con otros. Si usted me pregunta si
Celsa aportará o no activos financieros, como todavía no se ha cerrado un
proceso de discusión, ni siquiera le puedo decir en qué términos se va a
producir. Hay una base. Están hablando los responsables de las empresas y
están haciendo auditorías, valoraciones y todas estas cosas que llevan
muchísimos meses antes de que una decisión de esta naturaleza pueda
expresarse si llega finalmente a término.

En relación con su consideración sobre las alfombras y el altruismo, le
diré que la verdad es que no aspiro mucho a que me pongan alfombras. Pero
sí debemos ser todos conscientes de que en un proceso de negociación
societaria habrá de todo menos altruismo, y especialmente para aquellos
que quieran participar en el negocio siderúrgico habrá sobre todo
intereses, muchísimos intereses económicos, y naturalmente habrá otros
intereses, los de la siderurgia actual en manos públicas, que habrá que
defender también con una perspectiva de medio plazo, la perspectiva de si
ese proceso de negociaciones puede conducir a dar más contextura, más
solidez a la siderurgia que hoy conocemos.

Sobre las inversiones, señor García Fonseca, lo lamento pero he debido
ser oscuro a jugar por lo que usted ha deducido de lo que yo he dicho, y
desde luego estoy seguro



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de haberlo dicho. He señalado no sólo que iba a haber una inversión de
47.000 millones y otra de 16.000. He empezado por decir que el
presupuesto de inversiones industriales será del orden de 95.000 millones
de pesetas. Esa es la cifra global que he dado. Después he señalado dos
de las más importantes: una, la de 47.000 millones en la cabecera de
Veriña y, otra, de 16.000 millones en instalaciones acabadoras. He
mencionado también otro conjunto de inversiones de carácter
medioambiental de alrededor de 7.000 millones. Naturalmente, hay más
inversiones, hasta llegar a ese entorno de los 95.000, 98.000 ó 100.000
millones de pesetas, en los que se sitúa el plan.

Un plan de inversiones, señor García Fonseca, no es un plan que se defina
hoy, que siga siendo igual el mes que viene o tres meses o un año
después, etcétera, entre otras cosas porque cuando se sabe y se evalúa el
valor de unos equipos, de unas instalaciones, después hay que hacer los
oportunos contratos, los oportunos concursos, etcétera, y finalmente se
obtiene una valoración. Al final del proceso sabremos exactamente cuánto
se ha gastado. Esta es la mejor evaluación que en este momento tenemos,
que obviamente significa el cumplimiento (en los términos que derivan de
las actualizaciones a las que está permanentemente sometido) del plan que
finalmente se aprobó en Bruselas y en el que ¡qué duda cabe! tratamos de
obtener simultáneamente el máximo de economías, precisamente porque una
parte de la financiación, nada desdeñable, de todas estas inversiones
provienen de compromisos de financiación pública que están plasmados en
los presupuestos, bien sea en forma de subvenciones, bien sea en forma de
créditos, bien sea en forma de avales, bien sea a través de las medidas
autorizadas en el plan, y parece razonable que no juguemos, por un lado,
a reducir el gasto público y, al mismo tiempo, aumentarlo
inconsistentemente por la vía del aumento de las inversiones si éstas son
menos necesarias de lo que tal vez en algún momento se podían haber
evaluado. Por tanto, ciertamente, hay un proceso de economicidad que se
está respetando, pero éstas son las cifras que en este momento salen.

Se ha interesado usted por la colada continua de blooms. Le puedo decir
que eso está contemplado, naturalmente, en el plan de inversiones, con
una estimación que, si en este momento no me fallan los números, se sitúa
en torno a 4.000 millones de pesetas. Pero en fin, hay otra serie de
inversiones que no he pormenorizado y sobre las cuales podrán tener
ustedes noticia si lo estiman, como por otro lado ha sido público, porque
se ha hecho público desde la propia Corporación de la Siderurgia
Integral.

Señor Peón, estoy ya acostumbrado a que cualquier contestación que pueda
dar sea siempre decepcionante. Usted conoce el texto de la comparecencia,
para qué se me pide, y se lamenta de que conteste cosas que usted y su
Grupo ya sabían. Qué le vamos a hacer. Probablemente no está en la
naturaleza de las cosas ni, desde luego, en mi capacidad, que solamente
es humana, producir una satisfacción que quizá ante ustedes tendría que
ser algo más que divina. En cambio, en lo que no estoy de acuerdo, señor
Peón, es en que lance una especie de velo de oscuridad diciendo: No
sabemos qué se ha hecho, ni cuánto dinero, ni qué inversiones, ni qué
pasivos laborales. Ustedes saben todo lo que quieran saber. Déjeme
decirle solamente --y se lo digo con amabilidad-- que con la información
parlamentaria, más la que se ha dado en relación con preguntas que
ustedes han formulado y con las actualizaciones permanentes, simplemente
con un poquito de trabajo es posible conocer no sólo las inversiones sino
los activos, los pasivos y la marcha de las empresas. La información
sobre la CSI es pública, absolutamente pública, y se hace pública,
además, por su presidente todos los años. Se hace pública porque tiene
que ser pública en función no sólo de los auditores sino ante sus propios
accionistas. Al mismo tiempo, parlamentariamente tienen ustedes cumplida
información. En todo caso, si ustedes hacen las preguntas concretas en el
momento oportuno, no si usted pretende que de memoria yo recuerde todos y
cada uno de los pormenores que se le ocurran a medida que está hablando,
tendré sumo gusto en informarle cumplidamente.

No sé qué tiene que ver esto con el Libro Blanco, pero parece que esto
forma parte de la discusión de esta mañana. El Libro Blanco de la
industria y la imputación de que hemos dejado hablar a los comparecientes
en el Ministerio de Industria diez minutos forma parte de algunas de las
maledicencias que ustedes se encargan de difundir y que tienen bien poco
que ver, como sabe todo el mundo que ha pasado por el Ministerio de
Industria, con lo que ha ocurrido.

Si me hace las preguntas concretas, señor Peón, trataré de darle las
respuestas adecuadas en el momento oportuno. ¿Qué pasa con los procesos
de privatización? Dice usted de nuevo: Creemos que no hay luz y
taquígrafos. Fíjese usted qué frases. Estas frases son grandilocuentes.

El proceso de privatizaciones que ustedes están haciendo --acusación
contradictoria con la aparente resistencia del Gobierno, que en otros
momentos utilizan, a hacer un proceso de privatizaciones-- no se está
haciendo, dice usted, con luz y taquígrafos. ¿Me quiere usted explicar,
señor Peón, a qué privatización se refiere? Porque después le he oído
mencionar Sidenor, y que yo sepa Sidenor no se ha privatizado. Que yo
sepa Sidenor está en un proceso precisamente objeto de evaluación por un
banco de negocios de las respectivas ofertas que puedan salir, más allá
de presiones políticas, incluidas las del Gobierno vasco. ¿Por qué habla
usted en términos que no puede sostener con claridad y con rigor? ¿Qué
significa esto de que no hay luz y taquígrafos en privatizaciones? ¿En
cuál? ¿En la de Repsol, quizá, que ha salido a bolsa y a los mercados
internacionales? ¿A qué otra se refiere? Me gustaría que me lo aclare y
sobre todo que no hiciera imputaciones sobre una preocupación, que quizá
yo pueda compartir, sobre el riesgo de la entrada de capital extranjero,
en este momento, en nuestro país que ponga en cuestión intereses
nacionales. ¿Me quiere explicar, de nuevo, a qué se refiere? ¿Me quiere
explicar a qué empresa concreta, en qué caso concreto y en qué han
quedado afectados los intereses nacionales?
Sobre transformados me dicen algo tan concreto como esto: Nos informan
--no sé muy bien quién-- que el área de transformados puede quedar en
manos de los almacenistas. Señor Peón, con este nivel de rigor yo lamento
no



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poder contestar. Le contestaré que a mí me dicen lo contrario.

Señor Landeta, creo que su intervención es notablemente más ajustada.

Usted cree también que esto no tiene suficiente claridad. Acepto que
tengan una crítica, si quiere usted, política a la posición del Gobierno.

Me parece que eso forma parte de su función, pero trato, a pesar de que
me ha espetado nueve preguntas, de darle respuestas todo lo concretas que
mi memoria me permite en este momento --que no es un turno de preguntas--
a algunas de las cuestiones que me ha planteado.

Respecto a la primera, señor Landeta, yo espero gozar de su comprensión
si no recuerdo las plantillas exactas de 1994 y 1995 de Sidenor ni de la
CSI. Si lo desea, se lo tramitaré con sumo gusto tan pronto llegue al
Ministerio para que sepa usted cuál es la plantilla de este año y cuál es
la prevista el año que viene. Lamento decepcionarle pero mi memoria no da
para tanto.

Segunda pregunta: ¿El capital privado debe asumir el control? Creo que he
sido muy explícito en lo que he dicho. Esta es una posibilidad que no
niego, lo cual no quiere decir que en este momento lo vea ni siquiera
posible a corto plazo. Pero naturalmente mi apuesta y la apuesta de este
Gobierno es por la competitividad de las empresas, no por su propiedad
pública.

Tercera: Celsa, situación de las negociaciones. ¿Cabe la mayoría? Cabe.

Claro que cabe. Forma parte de la pregunta anterior. Pero le reiteraré
que ésta no es ni mucho menos una negociación acabada y ni siquiera estoy
seguro de que pueda acabar bien. No estoy seguro hasta que no lo vea.

Cuarta: la opinión de Bruselas sobre el cumplimiento del Plan de
siderurgia integral. Dije en público, a los medios de comunicación en
Bruselas y en Madrid, que el último Consejo de Ministros de Industria de
la Comunidad hizo una evaluación sobre el plan. Recibimos un informe del
Comisario responsable de la competencia, con parabienes hacia el
cumplimiento por parte de las autoridades españolas y al mismo tiempo a
la marcha del plan, tanto en Sidenor como en la siderurgia integral.

Quinta: el problema de la representación de Asturias en el Consejo. Sabe
que ése es un tema que está pendiente de discutir y de discutir
--espero-- también en esta Comisión y en el Congreso de los Diputados; un
problema que plantea interpretaciones incluso jurídicas, porque hay una
norma transitoria en el Estatuto de Autonomía de Asturias que posibilita
diferentes interpretaciones, teniendo en cuenta que se refiere a una
empresa que no existirá, que no será la empresa del futuro; se refiere a
Ensidesa y no a una realidad que es bastante diferente y que afecta no
solamente a Asturias sino a otras comunidades autónomas. Pero ése es un
tema que está abierto a la discusión.

Sexta: la sociedad de capital-riesgo y su papel en las comarcas
asturianas. Saben que desde el Gobierno yo he pedido a la CSI que trate
de hacer una aportación a un problema que me parece socialmente
importante en Asturias, como se ha hecho desde otra empresa pública como
HUNOSA, a fin de contribuir al proceso de reindustrialización. En esa
dirección, sin embargo, he dicho en muchas ocasiones que no se puede
echar sobre las manos de las empresas públicas la responsabilidad de
todos los procesos y que deseamos contar con una participación también
del capital privado de la propia región en ese proceso. El planteamiento
de la sociedad de capital riesgo, con compromisos con el sector privado,
me parece que va en esa precisa dirección.

Séptima: la central de Aboño. Es un tema muy técnico que está planteado
en términos del cumplimiento de las condiciones que debe reunir, por
razones energéticas y técnicas, una central y con algunos problemas que
pudieran significar la necesidad de hacer frente a eventuales
derivaciones medioambientales. Es un problema que tiene algunas
dificultades de tratamiento y que está siendo analizado por la Secretaría
General de la Energía conjuntamente con la empresa hidroeléctrica a la
que se ha referido y la propia CSI.

Octava: rentabilidad en el año 1995. De acuerdo con nuestros planes la
nueva CSI tendrá beneficios en el año 1995.

Novena: en el plan de inversiones creo que he sido muy explícito. Parece
que usted también tenía algún problema de interpretación de mis cifras.

Creo que con esto está contemplado.

Finalmente, señor Presidente, quiero agradecer al señor Marcos Merino sus
voces siempre consoladoras de ánimo para seguir en la línea en la que el
Gobierno sabe está involucrado, la línea de la viabilidad de la
siderurgia integral, en un compromiso que es algo más que un compromiso
técnico, un compromiso económico, un compromiso político. En muy buena
medida también no sólo con el conjunto del país, porque esto es
relevante, como alguien ha dicho --me parece que el señor Peón--, un
elemento clave para la industria de nuestro país. Me alegro, señor Peón,
de que usted esté de acuerdo en este sentido con el Gobierno, pero me
parece que es además un compromiso político con las regiones afectadas
por los problemas de desindustrialización y especialmente por la crisis
de las industrias tradicionales en este sentido, aunque no
exclusivamente, Asturias, el País Vasco, también la Comunidad Valenciana
o la Comunidad Navarra, en las cuales este tema ha afectado de manera
especial. En esa dirección estoy completamente de acuerdo, señoría, con
el esfuerzo que se ha hecho en saneamiento económico y financiero y la
valoración social positiva que en general ha merecido. Asimismo creo que
es verdad y es difícil dejar de reconocer la sensibilidad social que el
Gobierno en este esfuerzo de reconversión, muy costoso ciertamente y muy
difícil, sin embargo ha expresado. Obviamente los retrasos que han tenido
lugar en los procesos de inversión tienen mucho que ver con los retrasos
en la autorización en Bruselas y con un problema de ajuste técnico en
unas inversiones que son de una elevadísima cuantía. Pero le prometo,
señoría, que la diligencia que le recomienda al Gobierno la seguirá
teniendo, desde luego, este Ministro en un tema que le sigue pareciendo
crucial. La industria que a veces llamamos tradicional es muy importante,
muy relevante para el futuro económico del país.




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El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Gracias, señor Ministro.

¿Desean los grupos hacer uso del turno de preguntas breves y concretas?
(Pausa.) Veo que sí. Por tanto, tiene la palabra el señor García Fonseca.




El señor GARCIA FONSECA: Señor Presidente, confío de antemano en su
benevolencia, dada la importancia del debate, por lo menos para el sector
de la siderurgia integral y para las comunidades autónomas en las que se
asienta, y dado que este portavoz tiene que responder al mismo tiempo a
una doble intervención: a la del Ministro y a la del portavoz socialista
y decir aquello de ¿qué tocamos, maestro? la de siempre pero más fuerte.

Señor Ministro, manténgase lo que pueda, no vaya a ser que detrás de
usted venga el señor Marcos Merino, y en este caso de la siderurgia
integral la cosa iba a ser todavía más gorda.

Señor Marcos Merino, hay que cuidarse de decir estas cosas aunque no se
piensen, aunque sean simplemente lapsus o deslices verbales. Decir que un
interrogante como el que yo planteaba era debido a una perversión --el
concepto literal que empleó-- pues mire, los sindicatos temen que la
segregación de Ensidesa tenga como objetivo la privatización, todos. Y
viene la foto de los cuatro secretarios generales que están con esa duda
perversa. Si usted quiere le leo lo que dice Justo Rodríguez Braga, que
es el Secretario General de la UGT de Ensidesa y militante destacado y
digno del PSOE. Dice: Nos opondremos rotundamente a que, por ejemplo, en
el tren de alambrón cualquier inversor privado pueda tener mayoría en
dicha instalación. Podría darse el caso de que la palanquilla viniera de
fuera y el arrabio de las nuevas instalaciones no sería empleado. A esto
volveré.

El documento que yo antes mencionaba es del 5 de junio de 1995, de hace
dos días, de la 6.º Conferencia de Técnicos y Cuadros de la UGT. O sea,
que tampoco son los sectores con un tipo de vida más duro y quizá más
proclives por ello a expresiones más fuertes. Dice: La situación actual
de Ensidesa, inmersa en un proceso de segregación de sus activos y
pasivos, constituyendo nuevas sociedades, está generando un agudo estado
de inquietud entre sus trabajadores compartido por muchos de los estratos
que componen la sociedad asturiana. Esta incertidumbre, este recelo por
lo que pueda suceder en el futuro es aún más profundo y más sentido entre
los trabajadores de la nueva sociedad denominada CSI Productos Largos,
etcétera. Luego le dan pistas para fundamentar estos interrogantes
perversos. Por ejemplo, se está hablando permanentemente como una de las
posibles derivaciones de esta especie de segregación sin fin que nos
anuncia el Ministro, ahora tres pero abiertas a las que sean, la de
Largos y de las entradas de capital privado en ellas de Celsa. En cuanto
a que si los activos iban a ser valorados o no, dicen los cuadros y
técnicos de la UGT: Otra cosa imprescindible para poder saber si la
participación privada va a resultar positiva o negativa será la fórmula
de cuantificación de activos que en el proceso se efectúe. Si la
participación accionarial de estas empresas va a significar la compra por
parte del Estado de ruinas industriales privadas, como ya sucedió, ni que
decir tiene que el error sería de una enorme irresponsabilidad en el
supuesto que las ruinas industriales no sólo se pagaran a precio de oro
sino que, además, a cambio de ellas se les otorgara la capacidad de
decidir sobre toda la siderurgia nacional. Además, cuando se plantean
estos interrogantes no lo hacen en abstracto; se los plantean sobre
realidades concretas. Y refiriéndose a Celsa, que es una de las
posibilidades más concretas, de las que se hablado más y de las que
parece que las negociaciones están más avanzadas --y usted esto debe
serlo porque se refieren a cosas que tienen que ver con la comunidad
autónoma de la que usted proviene--, dicen: Apuntando las últimas
noticias del grupo español Celsa, con un carácter mayoritario, no podemos
dejar de mostrar nuestra inquietud con dicho grupo dadas las actividades
especulativas, no puramente industriales, que ha tenido con instalaciones
industriales de otras comunidades autónomas vecinas de Galicia y
Cantabria o la última tenida en el País Vasco, con cuyo gobierno autónomo
mantiene un contencioso para la devolución de una importante cantidad de
dinero, recibido como subvenciones, por incumplimiento de lo pactado en
el mantenimiento de actividad de una instalación trefilera en dicha
comunidad. No estamos hablando de esquemas abstractos que igual valen
para un roto que para un descosido. Estamos hablando de temas muy
concretos, de cómo se está llevando a cabo un proceso de segregación que
precisamente da un giro radical a lo que fue antes un proceso de
concentración. Usted sabe bien, y el Ministro también, que no ya en la
siderurgia sino en cualquier grupo importante, pero en la siderurgia de
forma particular, el proceso de concentración es fundamental. Es decir,
el tamaño no es una condición suficiente pero es una condición sine qua
non. Y nosotros ya hemos reducido nuestra capacidad, señor Ministro.

Además, permítame que le haga una matización a la apreciación que hizo
sobre mi valoración del plan.

Yo me opuse al plan, y cuando el plan fue aprobado dije: Bueno, por lo
menos cumplan eso. Pero no porque yo estuviera de acuerdo con el plan.

Además, después del tiempo que ha pasado, sigo pensando todavía que el
tiempo pasado reafirma las críticas que hacíamos al plan. Hemos reducido
capacidad en un momento en que tener más capacidad nos hubiera permitido
ganar mucho más dinero para cuando vengan las vacas flacas, que vendrán,
porque esto es un negocio cíclico como usted bien sabe. Además hemos sido
los únicos. Es decir, los italianos no solamente no han reducido sino que
han aumentado la capacidad y el sector privado europeo se ha llamado a
andana.

Pero, señor Ministro, vamos al quid de la cuestión. No me ponga ejemplos
en abstracto, Repsol y compañía. Vamos a ver. El otro día decía don Mauro
Lozano que el cordón umbilical que une las tres, ahora cuatro, o las que
fueran a ser empresas era el arrabio. Pues mire usted. Desde el momento
en que en cualquiera de estas empresas una mayoría accionarial, distinta
de la general, se impusiera podría perfectísimamente decidir que el
arrabio no le viene de Planos. Podría perfectamente decidir que compra
slabs fuera o unos hornos eléctricos y que, por tanto, la acería de
Veriña, por ejemplo, quedaría absolutamente descompensada.




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Esto como posibilidad, pero una posibilidad que puede llegar a ser
realidad. Es decir, si dentro de esos márgenes de posibilidad cabe que
una empresa de las que se segreguen, la que sea, pueda tener una mayoría
distinta del conjunto, esto posibilita una segregación de un tipo de
industria que necesita para su supervivencia, aparte de otras muchas
cosas, la dimensión, y en este caso concreto de una manera estrictamente
funcional. Es decir, usted tiene una acería que hoy alimenta a varios
trenes. Si le quita uno porque se constituye en una sociedad anónima con
otra mayoría, esta otra mayoría puede perfectamente decidir comprar los
slabs fuera o pone otro sistema distinto del que le procura la acería de
Veriña mediante unos hornos eléctricos o cualquier otro sistema. Eso es
así de claro. Esto lo saben los trabajadores. Y encima, como las
compañías con las que ustedes andan son de lo más indeseable, resulta
que... (Risas.) Lo dicen estos señores. Lo que se sabe de ellos es que es
gente de muy poco fiar, no deseables. No quiero ir más allá. Aunque la
expresión es ambivalente, la acepción precisa que le quiero dar es que
simplemente no son deseables, y a las pruebas que aportan me remito. Esto
es así. Entonces, señor Ministro, para que ustedes creasen unidades de
negocio con autonomía, con posibilidades de respuesta flexible al
mercado, etcétera, no hace falta que hagan sociedades anónimas con
posibilidades de accionariado mayoritario independiente; no hace falta.

No hace falta que ustedes admitan esa posibilidad. En última instancia, y
termino, señor Presidente (gracias por su benevolencia de antemano, la
verdad es que no esperaba menos de usted), la cuestión para el sector es
el de ser o no ser en el futuro de una siderurgia integral en España. Y
fíjese que digo en España. No digo pública ni que sea española. Digo una
sociedad siderúrgica integral en España. Apuesto por la competitividad de
las empresas, no por su mayoría pública.

La competitividad de las empresas puede significar que de todas estas
segregaciones ad infitum, al menos como posibilidad, haya empresas
competitivas que perduren y el resto, precisamente por no estar en un
conjunto, que es conditio sine qua non, dejen de ser competitivas y la
ley del mercado los lleve a la nada. Esta es la cuestión. La cuestión
está en que la siderurgia integral es difícil, señor Ministro, y por eso
leía el programa de Izquierda Unida, para que no piense que si hago aquí
una descripción que usted puede considerar más o menos sensata, no es que
yo lo sea particularmente, sino que en mi grupo tomamos las cosas con
cierta seriedad, sobre todo aquellas que son importantes. La siderurgia
integral es un tema difícil, nosotros lo reconocemos. Pero una de dos, o
se apuesta por la siderurgia integral, y entonces hay que mantener el
conjunto con todas las divisiones funcionales que quieran --direcciones
autónomas, etcétera--, o de lo contrario significa lo que se temen los
sindicatos y gran parte de la opinión pública asturiana, es decir,
segregación para que las empresas privadas compren lo apetecible y lo
demás vaya quedando inviable.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señor García Fonseca, no lo
interprete como benevolencia sino como sentimiento de que al menos
durante algún tiempo no tengamos la ocasión, S. S. y yo, de discutir
sobre la aplicación del Reglamento. Es un sincero sentimiento que le
transmito.

Señor Peón, tiene la palabra.




El señor PEON TORRE: Señor Ministro, yo sinceramente creo que no le va a
gustar mi intervención, sobre todo porque le va a parecer falta de rigor.

Le agradezco, por otra parte, la distinción que hace de este Diputado en
cuanto a su falta de rigor en los planteamientos, que le ha trasladado
hace un momento, sobre todo porque si hacemos un campeonato de falta de
rigor me gustaría saber cómo calificaría la actuación de un gobierno que
hace punto esencial de su plan de competitividad, presentado ante la
Unión Europea, la gestión empresarial conjunta y global y ahora está
haciendo los planteamientos que hace en esta comparecencia. ¿Cómo
calificaría usted, si rigurosa o no, la actuación de un secretario de
Estado de Industria que para paliar el efecto de que una empresa
siderúrgica española se instale en Francia reacciona diciendo que lo que
hay que hacer es investigar las ayudas que pueda recibir del Gobierno
francés? ¿Cómo califica usted, si rigurosa o no, por ejemplo, la
actuación de un gobierno que trata al sector siderúrgico privado como lo
trató hasta la aprobación del plan en la Unión Europea, sencillamente
excluyéndolo por completo de cualquier tipo de negociación o acuerdo,
hasta el punto de que el sector siderúrgico privado español fue a la
Unión Europea, como usted bien ha dicho, a oponerse al plan español y
ahora tiene que entenderse con ese sector para llevar adelante todos los
planes de procesos de privatización que usted sabe que están en marcha?
Quizá usted entienda que lo riguroso es eso. Pero yo no quiero hacer un
campeonato de rigor. Yo quiero hacerle preguntas concretas.

Me habla del texto de la comparecencia. Voy a leerlo por si lo he leído
mal antes. Dice así: Para que informe sobre el proceso de filialización
de la Corporación Siderúrgica Integral, así como sobre calendario de
nuevas inversiones previstas y para explicar el proceso de constitución
del holding, etcétera. No he escuchado contestación a lo que era motivo
de la comparecencia, y me consuela comprobar que personas que tienen más
rigor expositivo que este Diputado, como el portavoz de Izquierda Unida,
siguen en la misma oscuridad que tengo yo. Eso me consuela. No sólo es
una cuestión de falta de rigor en la exposición, sino que parece que esa
falta de rigor también la padece el señor Ministro.

Ya que me ha dicho que hiciera preguntas concretas, le voy a decir lo
siguiente. Yo le he preguntado sobre algunos temas concretos antes, y no
según se me iban ocurriendo, porque como usted bien sabe el tiempo de
intervención en esta Comisión está muy tasado, sobre todo si se comparte
con otro compañero de grupo. Voy a leer literalmente las preguntas a las
que no me ha contestado, y otras que espero que el Gobierno tenga ocasión
de contestar porque las plantearemos en el Pleno en vista de que no hay
otra forma de obtener contestación a esas interrogantes.




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Le he preguntado antes, y no he creído escuchar su contestación, cuánto
va a costar el total de la reestructuración. Le he preguntado antes
también qué instalaciones se van a cerrar y qué inversiones había hecho
el Gobierno en esas instalaciones; que las cuantifique. Le he preguntado
también qué compromisos de compra existen con respecto a la acería de
Vizcaya, si se había resuelto esa cuestión o no. Le he preguntado también
qué es lo que pasa con Sidenor; si hay unos criterios que permitan pensar
que las empresas españolas pueden contar con algún tipo de ventaja en
cuanto a ese proceso de concurso para hacerse finalmente con el control
de la sociedad. Y digo ventaja entre comillas, no en el sentido de
ventaja que haga no posible la competencia en igualdad de condiciones,
pero usted sabe que hay instrumentos suficientes para eso.

En lugar de perderse usted en campeonatos de rigor o en disquisiciones
semánticas sobre si yo he hablado de privatización o de proceso de
privatización, le pido por favor que me conteste a estos interrogantes.

Usted me ha contestado respecto a la división de transformados. Usted
dice que yo tengo falta de rigor al decir «según nos informan», y me dice
que a usted le informan lo contrario. Supongo que usted como Ministro
estará mejor informado que yo, pero le aseguro que la persona que nos
informa no se dedica a la venta de papel o libros y revistas en un
quiosco público. Se dedica a esto, conoce muy bien el sector por dentro y
tiene responsabilidades en el sector, pero no le voy a decir lógicamente
el nombre por las razones que usted puede intuir.

Termino mi intervención formulando las preguntas concretas. Me gustaría
que de una vez por todas el Gobierno nos informara, al margen de que la
información sea pública, porque si la información es pública no sé qué
hace usted aquí en esta Comisión, porque si nos va a repetir lo que se ha
acordado por el Consejo de Ministros y lo que está publicado ya en
revistas de Ensidesa, parece ser, en principio, que nosotros deberíamos
tener información suficiente con esas publicaciones oficiales. Yo creo
sinceramente que no y que usted tiene la obligación de dar un poco de luz
y aportar un poco de claridad a la oscuridad en la que nos movemos todos
los Diputados de esta Cámara en cuanto a lo que se está haciendo y lo que
se va a hacer con el sector. En aras a esa mayor claridad y rigor, le
ruego que tome nota de las siguientes preguntas concretas, aunque insisto
en que las plantearemos en el Pleno para que tengan la contestación
oportuna.

Primera pegunta: Detalle del gasto público efectivo comprometido en las
diferentes reconversiones, planes de ajuste y de competitividad
desarrollados por el Gobierno desde 1982 hasta la actualidad,
especificando individualizadamente las cantidades destinadas a
inversiones, financiación de excedentes laborales, amortización de
pasivos financieros, transferencias corrientes para atender pérdidas del
ejercicio, realización de auditorías y/o consultorías externas,
elaboración y redacción de planes, subvenciones de cualquier naturaleza,
etcétera, especificando individualizadamente también el destino final de
cada partida respecto de cada una de las sociedades públicas o privadas
que hayan resultado beneficiarias de dichos recursos públicos. La razón
de todo esto es muy sencilla, señor Ministro. Usted ha hablado antes de
100.000 millones de pesetas de inversiones industriales, pero ustedes
mismos manifestaron públicamente que las inversiones previstas eran del
orden de 600.000 millones de pesetas. Usted sabe que en ese concepto no
sólo hay inversiones industriales sino otro tipo de desembolsos para
financiar pasivos, para financiar excedentes laborales, etcétera.

Díganoslo de una vez y no enrede semánticamente. Porque entre 100.000
millones de pesetas y 600.000 millones de pesetas hay una diferencia
importante, me da la impresión.

Segunda pregunta concreta: Relación de contratos efectuados con
consultores exteriores y pagos realizados a favor de los mismos por las
empresas afectadas por los planes de reestructuración de la siderurgia
integral, tanto por el INI como por la Administración central, durante el
período de la misma, con detalle de las personas, empresas o sociedades
contratadas y número de jornadas equivalentes de trabajo facturadas. Le
decía antes que he entendido que se han hecho estos estudios con personal
ajeno al de cada una de las sociedades. Nos parece que tendría que
explicarse por qué y cuánto ha supuesto para el erario público.

Tercera: Plan comercial y de mercados de la Corporación Siderúrgica
Integral, con indicación de la cuantía de las inversiones efectuadas en
sociedades comercializadoras, ajenas inicialmente a las empresas
siderúrgicas integrales, objetivos de tales inversiones, resultados
previstos y resultados realmente alcanzados en los últimos cinco años.

Hagan balance para que sepamos dónde estamos y qué hay que hacer en el
futuro.

Cuarta: Plan comercial y de mercados de las sociedades transformadoras de
la Corporación Siderúrgica Integral y de sus filiales comercializadoras,
con indicación de la cuantía de las inversiones realizadas, objetivos de
las mismas, resultados previstos y resultados realmente alcanzados en los
últimos cinco años.

Quinta: Principales medidas que piensa adoptar el Gobierno para favorecer
el desarrollo del sector siderúrgico, con especial mención de las que
sean fruto del famoso Libro Blanco de la industria.

Sexta: Criterios seguidos por el Gobierno en los proyectos de
privatización actualmente en marcha. ¿Qué criterios están siguiendo? ¿Qué
es lo que están pretendiendo conseguir al final? ¿Qué es lo que están
valorando más a la hora de culminar esos procesos? Díganos en concreto
cuáles son los criterios del Gobierno. No nos diga que están en marcha y
que no se sabe lo que va a pasar.

Séptima: Criterios que mantiene el gobierno en cuanto a la participación
de las administraciones de las comunidades autónomas en los consejos de
administración y en la dirección de las sociedades y empresas
siderúrgicas de titularidad pública estatal. Díganos cuál es el criterio
del Gobierno; díganoslo.

Octava: Criterios defendidos por el Gobierno en la negociación del
preacuerdo multilateral sobre el acero y situación actual del proceso
negociador, que está afectando directísimamente, igual que los acuerdos
del GATT, sobre los que también pedimos cuantificación y valoración del
impacto que previsiblemente pueda causar a nuestro sector



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siderúrgico el desarme arancelario previsto en dichos acuerdos en un
máximo de cinco años.

Todas son cuestiones concretas. Nosotros creemos que cuando se pide al
Ministro que nos explique cuál es el calendario de nuevas inversiones
previstas, que nos explique el proceso de filialización de la Corporación
Siderúrgica Integral, debería explicárnoslo directamente y no hablarnos
de generalidades que ya conocemos porque todos recibimos los libritos de
Ensidesa y de la Corporación Siderúrgica Integral y los acuerdos del
Consejo de Ministros. Explíquenos qué pasivos se han asumido por cada
sociedad, qué inversiones concretas se van a asumir por cada sociedad,
qué pasivos, desde el punto de vista de excedentes laborales, tiene cada
sociedad, qué nuevos pasivos laborales se van a producir, etcétera. Pero
todo esto sobre algo concreto.

Respecto a la falta de rigor, le aseguro que procuraré ser más riguroso
en próximas intervenciones, pero le sugiero a usted, señor Ministro, el
mismo esfuerzo.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Tiene la palabra el señor
Marcos.




El señor MARCOS MERINO: Señor García Fonseca, usted sabe que siempre
hemos discrepado en relación con el plan siderúrgico, entre otras cosas
porque si le hubiera hecho caso a usted Altos Hornos de Vizcaya estaría
cerrado en favor de la potenciación de Ensidesa. Por tanto, en ese
sentido nunca hemos coincidido ni vamos a coincidir. (El señor García
Fonseca hace signos negativos.) No diga usted que no porque eso está
recogido en los «Diarios de Sesiones» de la Comisión de Industria.

Ustedes siempre han tenido una opinión contraria al plan, y a estas
alturas yo no tengo ningún interés ni voy a hacer ningún esfuerzo por
reconducir su opinión. Yo sé que usted no ha ido más allá nunca de
generar dudas, incertidumbres y recelos que sirvan para crear una
sensación de agobio y de preocupación en los ciudadanos. Ese no es mi
estilo, no lo ha sido nunca y no lo va a ser. En ese sentido no vamos a
coincidir nunca.

Usted puede hacer la utilización de la palabra «perversión» que he
pronunciado en los términos que quiera. Lo que yo he dicho estaba muy
claro. He dicho que es una perversión interpretar maliciosamente que la
filialización que se estaba haciendo de las empresas en base a su tipo de
especialización o de las áreas de negocio era para conducirlas a una
privatización, en los términos en que se está vendiendo por ahí, o para
llevarlas hacia el cierre, que es otra de las variables que se están
planteando. Eso lo he dicho antes y lo repito ahora, al margen de la
opinión que usted tenga que, como comprenderá, tampoco es algo que me
preocupe excesivamente, más allá de lo que me parece que es razonable,
que es clarificar que éste es un plan industrial que pretendía consolidar
definitivamente una industria que viene padeciendo distintos procesos de
reconversión desde el año 1978. En relación con esto quiero decir
también, aunque antes no he querido insistir excesivamente, que aquí se
suele predicar mucho el liberalismo empresarial, pero a la hora de la
verdad todo el mundo practica el proteccionismo más feroz. Y cuando se
intenta santificar la iniciativa privada y satanizar la iniciativa
pública, yo creo que si en algún sitio no se puede utilizar como ejemplo
es en el sector siderúrgico, que mayoritariamente ha sido privado, y en
su momento, hace ya mucho tiempo, lo tuvo que absorber el sector público
para evitar problemas industriales, para evitar problemas sociales y para
evitar caos económico.

Podemos dar un repaso a los tres grupos que componen el sector
siderúrgico; el integral, el acero común y los aceros especiales. Para
que sirva de ejemplo, quiero decir que todas las empresas de Sidenor,
todas las que están en este momento en Sidenor son empresas privadas en
las que como consecuencia de su mala gestión, de falta de planificación y
de falta de previsión, en un momento determinado, ante una caída de
mercado y una situación de crisis como la que se produjo en el año 1976,
hubo que hacer lo que se hizo. Esta es una situación objetiva. Se está
haciendo un gran esfuerzo, el esfuerzo a que nos hemos comprometido;
hacer viables las empresas y, en la medida de lo posible, garantizar de
cara al futuro esa competitividad que les permita no tener que atravesar
por las situaciones por las que han pasado hasta este momento.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): El señor Ministro tiene el
turno para cerrar con sus respuestas las observaciones de los grupos.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Eguiagaray Ucelay): Trato de
ser breve, señor Presidente.

Señor García Fonseca, decía usted que estamos hablando de temas
concretos. Su pregunta y su comparecencia --insisto, señor García
Fonseca-- dice textualmente, como nos ha recordado el señor Peón: Proceso
de filialización de la Corporación Siderúrgica Integral, calendario de
nuevas inversiones previstas, y para explicar el proceso de constitución
del Holding «V» con los activos de la Empresa Nacional Siderúrgica, S.

A., Altos Hornos de Vizcaya y su filialización. Eso es lo que me pregunta
y creo que le he dado contestaciones bastante precisas sobre el
calendario de inversiones y sobre el proceso de filialización. Puedo
entender que a usted le preocupen otras cosas y trato de dar otras
respuestas por creer que hay un decalaje entre el momento en que usted
presenta la solicitud de comparecencia y el momento en que yo comparezco,
y por tanto me salgo incluso del guión de la comparecencia, teniendo en
cuenta que ésta es una Comisión notoriamente flexible en las exigencias
al Ministro para que hable de aquello por lo que no ha sido preguntado.

Sin embargo, sí le quiero decir, señor García Fonseca, que si lo concreto
es hablar de Celsa podemos hacer dos tipos de razonamiento. Uno basado en
los temores. Cuando se razona sobre los temores, generalmente se
construyen monstruos (recuerde aquello de los sueños de la razón que
producen monstruos), porque es verdad que se pueden imaginar realmente
ciertos tipos de males. Ahora bien, si lo que yo le digo (no sé qué
credibilidad tengo ante usted, al menos personalmente) que todavía no hay
ningún acuerdo con Celsa, que ni siquiera sé si ese acuerdo será
finalmente



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posible, que hay un proceso de conversaciones y algunos compromisos en
esas conversaciones pero que estamos muy lejos de alcanzar un acuerdo, le
estoy diciendo todo lo que hoy le puedo decir. Ya sé que se puede
especular sobre la naturaleza de una empresa o de otra, incluso algunos
que no quieren que de ninguna manera entre nadie que no sea un socio
público pueden hasta desacreditar una compañía que, por otras razones, no
en las empresas en las que ha tenido problemas, pero en otras ha tenido
un comportamiento y una acreditada trayectoria desde el punto de vista de
la exigencia empresarial. Probablemente eso no reza con todas las
actividades que tiene ningún grupo empresarial. Y no soy el primero en
reconocer problemas que ciertamente han afectado en Vizcaya o en otros
lugares a empresas que han formado parte del grupo Celsa, como es verdad
también que empresas que anteriormente no formaban parte del grupo Celsa
encontraron una viabilidad dentro del grupo. Señor García Fonseca, hay de
todo en la viña del Señor.

Me hace usted un enorme razonamiento con alguna pretensión; déjeme
decírselo con amabilidad. Esta cita, que yo respeto, del señor Mauro
Lozano es simplemente contar una evidencia, algo que probablemente todo
el mundo sabe. Una siderurgia integral se caracteriza fundamentalmente
por una cosa, que produce arrabio, así como otras producciones de acero,
otras producciones de transformados no parten del arrabio. Ese es el
centro del negocio y evidentemente eso está en Planos. Hace usted una
especulación y dice: Imaginemos (puestos a imaginar) que como puede haber
diferentes mayorías en las sociedades, el concepto de siderurgia integral
se destruye porque el arrabio queda en una mayoría que finalmente no
puede contar con las compras de los otros grupos empresariales. Señor
García Fonseca, si me lo permite, ¿no se le ocurre que también a los
demás se nos ha ocurrido esto? ¿No se le ocurre que ésa es una pregunta
tan elemental que obviamente forma parte del interés estratégico del
grupo en preservarlo, y que lo que yo le he dicho sobre posibles
participaciones accionariales tiene que ser sin detrimento de algo que es
el propio concepto de una empresa siderúrgica integral? Por tanto, no sé
a qué viene descubrir el Mediterráneo a cada momento y plantearnos alguna
cosa que es tan elemental, señor García Fonseca, que --le confieso-- se
nos había ocurrido hace mucho tiempo. Y obviamente es una de las
limitaciones de cualquier estrategia de filialización y de cualquier
planteamiento societario que naturalmente lo que no puede hacer es dejar
a la producción de arrabio fuera de juego. Espero con esto tranquilizarle
algo.

Estoy de acuerdo, señor García Fonseca, en que la siderurgia es difícil.

No es imposible. De hecho, la siderurgia en este país, este año, va a
tener una rentabilidad en las condiciones del plan. Espero que el año
1996 pueda volver a ocurrir lo mismo. En eso estamos, como otros países
han conseguido, no sólo con el apoyo público, tener una siderurgia viable
y una siderurgia rentable, a pesar de los ciclos, incluso con
rentabilidades que son hoy mayores de las que han existido en décadas
pasadas, sobre todo en algunos períodos del ciclo económico. Me decía
usted que la siderurgia es difícil y por eso le leía yo el programa de
Izquierda Unida. Hombre, no sé si ésa es la mejor ilustración que me
puede hacer de las dificultades de la siderurgia o de la forma de hacer
frente a los problemas. Pero le quiero añadir algo más, porque usted
ponía en duda que detrás de los conceptos que yo he vertido pudiera haber
una apuesta no sólo por un tipo de alianzas con el sector privado, sino
también una especie de dejación en manos ajenas al capital español de la
siderurgia.

Yo creo que vivimos en un mundo y en una economía globalizada. Le quiero
clarificar algo, señor García Fonseca. En cuanto de mí dependa, por lo
menos, trataré --otra cosa es que sea siempre posible, y posible al cien
por ciento-- que las industrias españolas, a poder ser, tengan mayoría de
capital español y gestión española. Trataré de hacerlo porque me parece
que es importante desde el punto de vista del futuro. Eso es algo que hay
que hacer con respecto a las normas de las competencias, hay que hacerlo
cuando es posible, donde es posible y yo creo que es posible conseguirlo
en la siderurgia.

Señor Peón, quiero hacerle dos consideraciones generales. Lamento que
usted se dé por ofendido personalmente por el problema del rigor.

Unicamente llamo a comparar las preguntas que me formula con el objeto de
mi comparecencia, y aunque trataré de nuevo, una vez más, de responder
más allá de aquello para lo que comparezco, le recuerdo que tiene muy
poco que ver con la dicción de la solicitud de comparecencia que me
pregunte usted cosas como la valoración que me merece el GATT, la
presencia en los consejos de administración de las empresas públicas, los
criterios de participación de no importa qué cosa, el plan comercial y de
mercados que puede adoptar la siderurgia, que no tiene nada que ver con
el objeto de la comparecencia, o la relación de consultores y lo que han
cobrado. Estas son preguntas que me parece muy legítimo que las formule y
que incluso se haga la propaganda anunciando en la Comisión lo que va a
hacer después en el Pleno, pero ciertamente no le puedo contestar en este
momento, pero cumpliré con las obligaciones que me corresponden, como
miembro del Gobierno, informándole de aquello que ustedes soliciten.

Sobre el problema del rigor, déjeme que amablemente y sin ánimo de
ofenderle siga sosteniendo el criterio que antes le he dicho. Me dice
usted, porque ha formulado una serie de preguntas nuevas, que no he
contestado a algunas de ellas y después se queja de varias cosas. Por
ejemplo, de que no dé información distinta de la publicada por Ensidesa.

No sé si detrás de sus palabras lo que quiere es que yo dé datos
distintos de los que da la empresa. Si esa concepción tiene, no nos
entenderemos jamás. Podré ampliar con criterios políticos, de orientación
estratégica, pero desde luego las empresas, especialmente las empresas
públicas de este país, dan mucha más información que ninguna empresa, y
por cierto ninguna empresa privada. Tanto es así que a veces algunas de
las preguntas parlamentarias (y naturalmente el ejercicio del control
funciona como debe funcionar) dan lugar a problemas que afectan a las
relaciones comerciales también de las empresas. Pero esto es una
consideración absolutamente al margen. Naturalmente, como no pretendo o
supongo que usted no pretende



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que entremos en contradicción entre la empresa y el Ministerio en
relación con la información ni sobre los gastos, ni sobre las
inversiones, ni sobre el personal, ni sobre tantas otras cosas, mi
calendario, el calendario de inversiones, al que he hecho referencia con
fechas concretas, y los volúmenes de inversión, coinciden con las cifras
y con los calendarios anunciados por la empresa. Lo lamento, porque
parece que esto le sirve de elemento de queja.

Me señala usted de una manera enfática también lo siguiente: ¡Señor
Ministro, ha dicho usted que las inversiones se sitúan en torno a los
100.000 millones de pesetas, y no ha hablado usted de las seiscientas
mil! Es que me han preguntado por las 100.000, no por las 600.000. De
todas maneras, usted conoce cuál es el plan de competitividad, sabe usted
cuál es el límite de posibles apoyos, inversiones, financiación y
subvenciones, que está en el Boletín Oficial, y la actualización
monetaria de esas cantidades es lo que simplemente conduce a las cifras
de coste total en las cuales se puede incurrir. Pero en todo caso tendré
sumo gusto en informarle pormenorizadamente si formula las pertinentes
preguntas en el momento procesal adecuado.

Respecto a lo que no he contestado, cuánto va a costar, he de manifestar
que costará, ciertamente --porque no podremos hacer otra cosa distinta
que atenernos al plan autorizado por Bruselas en sus términos
cuantitativos-- costará, digo, ese límite, y esperamos poder hacer el
seguimiento de las cantidades.

En relación con los compromisos de compra de la Acería Compacta de
Sestao, me parece que por lo menos en su primera intervención usted
incurría en algún error, porque el debate es exactamente al revés, el
debate era sobre si existía o no existía exclusividad en esas compras.

Ese es un problema de relación comercial entre CSI y la Acería Compacta
que ciertamente se tiene que formular, un problema sobre el cual la
Comisión Europea también ha solicitado información y que en estos
momentos se le está dando a las autoridades comunitarias, un proceso que
tiene que ver con una garantía que es muy importante para la propia
Acería Compacta, poder colocar su producción en CSI, y, al mismo tiempo,
es muy importante también desde el punto de vista de la garantía de
precios, puesto que se trata de contratos a medio plazo que no implican
exclusividad, y que habrá fracciones de la producción que naturalmente se
pueden comercializar fuera del contrato de relaciones con la CSI.

Respecto a los criterios de Sidenor, creo que he sido muy explícito
anteriormente, señor Peón, lo digo en el sentido de que hay un proceso
objetivo de selección de ofertas, un proceso hecho a través de un Banco;
en este momento créame si le digo que personalmente no sé siquiera lo que
han dicho cada una de las ofertas porque todavía no ha expirado el plazo,
y cuando conozca el dictamen del Banco y analicemos las cosas
detenidamente en el Ministerio, le podré informar de lo que usted me
solicita. Pero los criterios generales de esta política los conoce usted
o los conoce su Grupo, porque los he expresado en reiteradas
comparecencias con carácter general.

En lo que se refiere al problema de los almacenes, que le molestaba mi
contestación, me ha dicho usted que ha oído por ahí, que le ha dicho
gente que no sé muy bien quién es y que me parece muy bien que no lo
revele, que lo que se quiere es simplemente liquidar las empresas de
transformados en poder de los almacenistas. Las estrategias de alianzas
son amplias, pero que eso signifique algo así como que las empresas de
transformados se van a quedar en manos de los almacenistas siderúrgicos
en este país no forma parte, hasta donde yo conozco, de las intenciones
del grupo.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Gracias, señor Ministro.

Suspendemos durante cinco minutos esta sesión a efectos de poder
continuar luego con mayor eficacia.




Se reanuda la sesión.




--EXPLICAR EL PLAN DE REESTRUCTURACION DEL SECTOR NAVAL PARA LOS PROXIMOS
AÑOS QUE TIENE PREVISTO ENVIAR EL GOBIERNO A BRUSELAS. A SOLICITUD DEL
GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de expediente 213/000511.)



El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Señorías, vamos a reanudar la
sesión para tramitar el último punto del orden del día, que es la
solicitud, presentada por el Grupo Parlamentario Popular, de
comparecencia del señor Ministro de Industria y Energía, para que
explique el plan de reestructuración del sector naval para los próximos
años que tiene previsto enviar el Gobierno a Bruselas.

A estos efectos, tiene la palabra el señor Ministro de Industria y
Energía.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Eguiagaray Ucelay):
Efectivamente, lo que me piden es que les dé cuentas del plan de
reestructuración del sector naval para los próximos años que tiene
previsto enviar el Gobierno a Bruselas. Temo, y desde el principio lo
digo, que voy a decepcionar sus deseos de conocerlo, en la medida en que
el plan, en este momento, está sin ultimar. Por lo tanto, les voy a dar
una aproximación a lo que son en este momento los planteamientos, pero
inevitablemente, en un momento ulterior, tendremos que dar una
información detallada de su contenido. No obstante, explicaré en qué
marco general se sitúa este plan.

Quisiera que comprendieran, en primer lugar, el marco jurídico en el que
nos movemos. El acuerdo sobre las condiciones normales de la competencia
en el sector de la construcción y reparación naval mercante, firmado en
la OCDE, París, el 21 de diciembre del pasado año, incluye disposiciones
específicas para las ayudas de reestructuración de varios países
miembros, entre ellos España. Para el caso español, la cuantía de las
ayudas incluidas en el plan de reestructuración asciende a un total de
180.000 millones de pesetas.

Por otro lado, fuera de la OCDE, en el ámbito de la Unión Europea, en la
séptima directiva del Consejo, de 21



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de diciembre de 1990, sobre ayudas a la construcción naval, modificada
por la directiva 94/73, de 19 de diciembre de 1994, se establece que el
Reino de España podrá conceder a sus astilleros navales públicos ayudas
de funcionamiento que rebasen el límite máximo establecido, y bajo la
forma de compensación de pérdidas, hasta un montante total de 89.104
millones de pesetas. De este montante total, 64.196 millones corresponden
al principal de las ayudas, ya aprobadas en su día por la Comisión y no
pagadas por dificultades de carácter presupuestario, más de 24.908
millones, hasta totalizar los 89.104, por los intereses de demora
correspondientes al retraso en el pago de las ayudas ya aprobadas. La
concesión de estas ayudas está sujeta a la correspondiente notificación y
autorización previa de la Comisión antes de 31 de diciembre de 1995, y
deberán haberse abonado, a más tardar, el 31 de diciembre de 1998.

Por lo tanto, éste es el marco de limitaciones en el cual nos movemos en
relación con la eventual admisión, en términos económicos, del plan, los
porcentajes y las posibilidades de ayudas públicas y los plazos en los
cuales se tiene que producir.

Conjugando lo que les acaba de decir, se deduce que la diferencia entre
los 180.000 millones del acuerdo OCDE y los 89.104 millones de la séptima
Directiva, esto es 90.896 millones de pesetas, constituye el límite
máximo que podrán alcanzar las ayudas para la reestructuración de los
astilleros públicos españoles en el período 1995-1998.

La concesión de estas ayudas, siempre dentro del límite permitido por el
acuerdo de la OCDE, sólo tiene sentido (esto es un marco de
posibilidades, no un marco de necesidades, ni siquiera un marco de lo que
hay que hacer) si van ligadas a un plan estratégico de competitividad
que, mediante los necesarios esfuerzos de reordenación de instalaciones,
ajuste adicional de plantillas, mejora de los sistemas organizativos y
productivos, formación de personal, etcétera, permita conseguir al final
del período --en el que será imposible mantener otras ayudas distintas de
las autorizadas en el marco de la OCDE-- un conjunto de astilleros
capaces de competir en el mercado.

Recuerdo que al final de este período las únicas ayudas permitidas por el
acuerdo OCDE serán créditos y garantías a los armadores en determinadas
condiciones, ayudas a la investigación y desarrollo, ayudas laborales y
ayudas de desarrollo regional, en su caso, pero no el marco actual de
ayudas, de apoyo al funcionamiento o a la restructuración de los
astilleros que hasta ahora ha estado vigente como consecuencia de las
normas OCDE, por un lado, de la séptima Directiva, por otro.

En este marco, ¿qué es lo que ha venido ocurriendo en los astilleros
públicos? De la evolución de los principales parámetros del conjunto de
los astilleros públicos, en los diez años transcurridos desde el inicio
de su reconversión --esto es, desde el año 1984 hasta 1994; son los datos
que en este momento se pueden procesar con la debida fiabilidad-- se
puede destacar lo siguiente. Se ha producido una importante reducción de
su capacidad global de construcción naval. En toneladas compensadas se ha
pasado de 680.000 a 240.000. Se ha producido un aumento de la
contratación entre 1984 y 1989, seguida de una brusca disminución en 1990
y 1991, con ligeros aumentos en 1992 y 1993 y un apreciable aumento en
1994, aunque todavía insuficientemente traducido en términos de
producción.

Se ha producido un aumento de la tasa de exportación muy significativo
--lo cual tiene una doble lectura, positiva por un lado y negativa por
otro-- del 45 al 95 por ciento de los buques. Ha habido una mejora de la
producción anual de unas 100.000 toneladas compensadas a unas 200.000,
con una nueva caída en 1993 y un ligero aumento en 1994 consecuencia de
la disminución de contratación en el bienio 1990-1991 al que antes me
refería, y de la recuperación 1992-1993. Consecuentemente con lo
anterior, se produjo una elevación del grado de ocupación que, tras
alcanzar un máximo en 1990, decreció de nuevo. Ha habido una reducción
también importante en las plantillas totales, incluidas las de
subcontratas. En el año 1984 existían unos 28.500 trabajadores y las
plantillas actuales se pueden situar alrededor de los 10.000. Por tanto,
no es poca la dimensión, incluso el alcance social que el proceso ha
tenido en estos años.

Es verdad que ha crecido notablemente la productividad entre 1984 y 1992.

De unas 5,85 toneladas por persona/año, hemos pasado a unas 30 toneladas
compensadas por persona/año, con una caída importante en 1993 y 1994 como
consecuencia de la menor producción.

Se ha producido un aumento de los ingresos no sólo en pesetas corrientes,
sino también en pesetas constantes. Se ha producido un aumento de los
ingresos por trabajador, que en pesetas reales se multiplican por 2,5
entre 1984 y 1992, y una mejora notable de los resultados económicos
hasta el año 1990, si bien subsistiendo la situación de resultados
globales negativos, con un empeoramiento adicional en 1993 y 1994.

Esto, que es forzosamente una descripción enormemente sintética de un
panorama de diez años, parece que describe las dificultades y los
problemas que están en nuestra industria y en el propio mercado
siderúrgico nacional e internacional.

A la vista de lo que les acabo de decir, se deduce que, a pesar de las
reducciones de capacidad y de plantillas efectuadas, a pesar de las
mejoras de productividad conseguidas, no ha sido posible ni lograr
contratación suficiente para asegurar un grado de ocupación adecuado de
los astilleros públicos con carácter de permanencia, ni obtener
resultados económicos positivos, no ya de forma continua, sino ni
siquiera en los años de buena ocupación.

Del análisis de la posición competitiva de la división de construcción
naval del INI --la DCN-- y de las perspectivas de evolución del mercado,
se han extraído algunas conclusiones de carácter general que constituyen
el diagnóstico de las debilidades competitivas. En primer lugar, un
exceso de capacidad productiva instalada respecto a la situación de los
mercados que se pueden considerar accesibles, que se ha traducido en
elevados costes de subactividad, y en una política comercial muy
condicionada por la necesidad de proporcionar carga de trabajo a los
astilleros con escaso nivel de actividad; un exceso de capacidad que se
ha revelado especialmente en la actividad de reparación y de buques
medianos y pequeños, aunque es verdad que



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afecta con carácter general al conjunto de los negocios de la división de
construcción naval.

En segundo lugar, unos elevados costes de producción en relación con los
precios vigentes en el mercado, lo que ha conllevado la existencia de
pérdidas operativas estables a pesar de las ayudas vigentes para los
costes de funcionamiento bajo la modalidad de primas a la construcción
naval.

Las perspectivas de mercado, de una parte, y la tendencia a la
prohibición de las primas de funcionamiento a partir de 1996, de otra,
exigen --de otra forma no podrá funcionarse-- una reducción sustancial de
los costes unitarios y una elevación de los márgenes, lo cual requerirá
la elaboración de programas de mejora de competitividad dirigidos, entre
otras cosas, a las siguientes: una política de producto, contratación de
productos de mayor valor añadido ante la imposibilidad de competir con
productos de bajos costes salariales; una política de aprovisionamiento,
con reducción sustancia también de los costes; una política de
organización de la producción y relaciones industriales, con la
eliminación de la rigidez en los sistemas de producción y modernización
de los sistemas de retribuciones; una política de diseño e ingeniería que
implique la introducción de nuevos sistemas de ingeniería simultánea y de
racionalización de costes también en este terreno, y una política de
subcontratación con orientación dominante hacia una industria de
síntesis.

El tercer problema de los que señalaba es la inadecuada estructura
financiera derivada de la rentabilidad negativa histórica, que ha
conducido a un peso elevado de los gastos financieros en la cuenta de
explotación. Se hace, por ello, necesario un saneamiento financiero
dentro del marco jurídico de las restricciones establecidas por la Unión
Europea.

Este es el panorama que les puedo describir. En el marco del mismo se
viene trabajando desde hace tiempo. Se están realizando los estudios
necesarios para definir aquella alternativa empresarial más adecuada; una
alternativa que contemplaría, en todo caso, la reducción de la capacidad
instalada, la necesidad de mejora sustancial de los márgenes de
explotación y el saneamiento financiero indispensable. Una alternativa
que, tan pronto como esté acabada --y deberá estarlo en pocos días--,
dará lugar a la presentación del correspondiente plan estratégico de
competitividad de los astilleros públicos no solamente a la Unión
Europea, sino a quienes han de ser coadyuvantes en un proceso que es de
búsqueda de competitividad del sector de construcción naval en nuestro
país, que son los representantes de los trabajadores también.

Quiero decirles, señorías, sabiendo que desearían conocer más cosas, que
sólo por prudencia me parece que no puedo avanzar algo que todavía no es
un plan acabado, sino un conjunto de alternativas. Me parece que he
pintado las cosas con la suficiente serenidad, pero al mismo tiempo con
la necesaria gravedad, no ocultándoles los datos esenciales de un
problema que deberemos abordar, y que pensamos hacerlo con la intención
de obtener un acuerdo con los trabajadores, con las empresas, con las
plantas situadas, como saben, en buena parte de la geografía marítima de
España. Un plan que esperamos, y en ese sentido me he comprometido
también con el Comisario de la competencia europeo, enviárselo para fin
de este mes de junio.

Confío, por tanto, que en fechas breves pueda tener y explicar de una
manera pública cuáles son, de las alternativas que se han estado
barajando, desde el punto de vista técnico aquella que pudiera merecer
más confianza por su viabilidad y menores costes sociales, económicos y
financieros. En esa dirección estamos trabajando. Espero que en el plazo
de dos, todo lo más tres semanas, este plan esté definitivamente
ultimado, pueda ser, por tanto, sometido a la discusión y a la
negociación con los sindicatos y, a la vez, enviado a la Unión Europea.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): En representación del Grupo
Parlamentario Popular, solicitante de esta comparecencia, tiene la
palabra el señor Fernández de Mesa.




El señor FERNANDEZ DE MESA DIAZ DEL RIO: Señor Ministro, nada más que
decepcionarme, a mí y a mi Grupo Parlamentario, lo que usted acaba de
avanzar de lo que puede ser este plan. Tenemos que agradecerle el
esfuerzo que realiza al tratar de avanzar, aunque sólo sea el esqueleto
de lo que ustedes tienen «in mente» presentar a la Comisión Europea,
sobre todo teniendo en cuenta que este plan todavía no está terminado.

Pero quizá sea éste el momento oportuno para que, desde el Grupo
Parlamentario Popular, podamos, y así espero que sea, aportar algunos
datos, y sobre todo algunas sugerencias, que pueden ser atendidas desde
el Ministerio de Industria para tratar de relanzar este sector en el que
yo creo que en el Congreso de los Diputados en innumerables ocasiones
desde el año 1989, todos los grupos parlamentarios hemos venido
coincidiendo en una serie de líneas de actuación que, al entender de este
Grupo Parlamentario, deberían y podrían haberse puesto ya en
funcionamiento.

Es cierto el marco jurídico y los datos que usted ha manejado sobre las
ayudas de 180.000 millones de pesetas previstas por la OCDE, lo que
implanta la séptima directiva modificada en el año 1994. Pero después de
los datos que el Ministro nos ha puesto encima de la mesa a mí se me
ocurre una primerísima pregunta. Señor Ministro, habla usted de los
64.000 millones de pesetas de ayudas aprobadas y no pagadas y de esos
24.000 millones de pesetas pendientes de cobro de intereses de demora por
retrasos en el pago. Usted acaba de poner encima de la mesa que los
astilleros públicos tienen una importante dificultad en la financiación y
unos gastos financieros también importantes. A mí me gustaría saber si el
Ministerio de Industria y Energía, una vez que haya cobrado esos 24.000
millones de pesetas de intereses de demora, va abonarlos también, cuando
esas ayudas lleguen, repito, a cada uno de los astilleros públicos
españoles. Es decir, estos gastos de financiación que tienen determinados
astilleros, ¿van a ser enjugados por estas ayudas que se van a recibir de
la Unión Europea, es decir, de estos 24.000 millones de pesetas
pendientes, o simplemente los recibirá el Gobierno?



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Pendiente de ese plan estratégico de competitividad (PEC), que ustedes
anuncian y que probablemente se ponga en funcionamiento en breve período
de tiempo, a lo que sí le emplazo, señor Ministro, y se lo anuncio ya, es
a que bien a petición propia o a solicitud de los grupos parlamentarios
de la oposición, en el momento en que el Gobierno tenga este plan
prácticamente ultimado o ya presentado, comparezca en la Comisión de
Industria para dar cuenta de lo que es, en definitiva, este nuevo
reajuste, dentro del sector naval español.

Hay algún tema que se ha planteado por el Grupo Parlamentario Popular en
la Comisión de Industria y ha preocupado de manera importante. Me refiero
al anuncio realizado, meses antes de esta comparecencia, sobre algo en lo
que se incide siempre, que es la reducción de plantillas de los
astilleros. Esto es lo que mayor preocupación social lleva a todos y cada
uno de los puntos de la geografía española en la que hay astilleros
públicos. Se me ocurre pensar en las zonas más afectadas en este momento
de grandes astilleros por el proceso de reconversión naval, como pueden
ser los astilleros de Puerto Real; de Aesa; de Astano, en Ferrol, o de
Barreras, en Vigo. Precisamente por ello es por lo que a nosotros
(independientemente de esos datos que acaba de manejar el Ministro de
Industria, que yo quisiera ampliarlos un poco más, no situándolos en el
año 1964, sino en los últimos años, probablemente desde el año 1979) nos
gustaría comentar lo que ha venido pasando dentro el sector naval. No son
28.000 puestos de trabajo directos los que tenía en su momento el sector
naval español; eran cerca de 40.000, y nos situamos hoy en día en unos
10.000 puestos de trabajo directos en el sector sin haber hablado para
nada de la industria auxiliar complementaria.

Como bien sabe el señor Ministro, la construcción de un barco representa,
dentro del astillero, es decir, lo que es mano de obra directa, un 30 por
ciento, y el 70 por ciento restante es mano de obra indirecta de
industria auxiliar que nunca hemos tocado. Sin embargo, señor Ministro,
quizá habría llegado el momento de prestarle una atención importante, por
parte del Ministerio de Industria y Energía, a esa industria auxiliar que
en muchos momentos podrá ayudar a solucionar los problemas que se
originan dentro de los astilleros y hacer mucho más competitivo, a la
larga, el funcionamiento de la mecánica de un astillero.

Realmente, poco más se puede decir y pedir de la comparecencia del
Ministro, puesto que, en términos reales, está sin ultimar ese PEC que
nos anuncia. Sin embargo, el señor Ministro ha hecho un repaso que me
invita a hacer otra serie de reflexiones sobre lo que ha venido
ocurriendo en los astilleros públicos desde el año 1984 con el Real
Decreto 71/1984, de reconversión industrial, que afecta directamente a la
reconversión naval en España. Yo no me voy tan atrás, señor Ministro,
porque tampoco quiero ser reiterativo; no quiero estar siempre
planteando, en todas y cada una de sus comparecencias, cuál ha sido el
proceso de deterioro incontestable en el sector naval en España en los
últimos años, con mayores o menores perspectivas de futuro, con nuestra
exclusiva culpa, o por culpa del mercado internacional, o por culpa de
las directivas comunitarias. Pasemos esa página de la historia del sector
naval y situémonos en lo que es la historia más reciente.

Yo, por no irme más atrás, señor Ministro, me gustaría saber, si es que
usted tiene datos (y, si no, le ruego que nos los facilite por escrito de
acuerdo con el Reglamento de la Cámara) qué es lo que ha pasado en el año
1994, en el ejercicio que se acaba de cerrar. Porque los últimos datos
facilitados por el propio Ministerio de Industria y Energía no son nada
alentadores, puesto que nos encontramos que la cifra de contratación en
septiembre, es decir, el día 1 de octubre, estaba en las 160.215
toneladas de registro bruto compensado, que estaban muy por debajo de la
que tendríamos que haber conseguido de acuerdo con la capacidad de
nuestros astilleros de 400.000 toneladas de registro bruto compensada
año, así como las entregas en ese mismo período, que habían sido de
134.643 toneladas de registro bruto compensado.

Cuando la actividad ha crecido en el mundo, de manera que la cartera
mundial se ha incrementado en 2,3 millones de IGC, toneladas de registro
bruto compensado, de enero a octubre, y los contratos firmados ascienden
a 11,7 millones de «gross ton», de TGC, España ha conseguido tan sólo el
1,3 por ciento del total, lo cual es extraordinariamente bajo desde
nuestro punto de vista.

Por consiguiente, habría que preguntarse qué es lo que está pasando. Y
yo, señor Ministro, creo que no son solamente los costes de nuestros
astilleros los que están perjudicando el relanzamiento del sector naval
en España. En esto hemos coincidido ya todos los grupos parlamentarios, y
también el sector, no sólo el español, sino el sector liderado por los
países que conforman la AWES.

Señor Ministro, a mí me gustaría preguntarle también en este momento, y
es la segunda pregunta que formulo, cuáles son los motivos por los que un
acuerdo aprobado en el Congreso de los Diputados el día 14 de marzo de
1995, es decir, hace ya prácticamente tres meses, por el cual se insta al
Gobierno a poner en marcha un fondo de garantía recíproca capaz de
solventar los problemas de financiación que existen hoy en día para
nuestros astilleros, todavía no ha visto la luz. Y los plazos van muy
rápidos, señor Ministro. Usted mismo acaba de hablar de una fecha que es
crucial, y sobre todo para España, que es el día 1 de enero del año 1996.

Y si es bien cierto que el Real Decreto 442/1994 de 11 de marzo, sobre
primas a la construcción naval, no funcionó apenas en nada, no es menos
cierto que es prácticamente imprescindible que esa proposición no de ley
aprobada en el Congreso de los Diputados, por lo menos usted señor
Ministro pueda ahora avanzarnos qué curso está siguiendo, en qué momento
y en qué proceso se encuentra y cuándo podrá ver la luz, porque yo tengo
la plena confianza de que el Gobierno cumplirá un acuerdo unánime del
Congreso de los Diputados en este sentido.

Señor Ministro, después de todos los datos que usted ha manejado, no
siempre se puede estar hablando de lo que son las reducciones de
capacidad y de plantillas, cuando, como decía usted hace un momento, la
contratación no es suficiente y los resultados económicos no son
positivos. Hay una cosa incontestable, que es una de las respuestas del
propio Ministerio de Industria y Energía. Dice que en



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el año 1993 el personal no activo supuso el 42 por ciento de la plantilla
total, y durante 1994 el 33 por ciento de la misma. Habla después de la
subactividad que ha habido, y dice que, efectivamente, los costes de esta
subactividad alcanzan unas cifras de 18.600 millones de pesetas en el año
1993 y de 16.000 millones de pesetas en 1994. Lo que no podemos entender
es cómo desde el año 1984, once años después, todavía seguimos hablando
de reducción de capacidades, de ajustes de plantillas y de una serie de
medidas que, sinceramente, pareciera que deberían estar superadas hace
algunos años.

Por otro lado, señor Ministro, ustedes hablan en este PEC de que
probablemente habrá que efectuar una reestructuración organizativa,
trasladando varias responsabilidades a los centros de negocios para
potenciar sus funcionamiento como unidades de negocio; de reforzar la
actividad comercial, con una mayor implicación directa de las unidades de
negocio que se ha traducido ya en un importante aumento de las consultas,
ofertas y contratos firmados; la puesta en marcha de acciones para la
reducción de costes, con particular énfasis en los gastos fijos, y el
inicio de una política tecnológica que facilite el cambio hacia productos
de mayor tecnología y que evite la competencia directa con países de
costos salariales muy bajos.

Ha citado usted un tema realmente importante desde nuestro punto de
vista, que es la política comercial que se siga desde cada uno de estos
centros de negocio. La sensación que se percibe, por lo menos cuando se
les visita, es que existe una cierta dejación y falta de interés. Y no se
sabe muy bien si porque no se contrata, porque no se tiene interés o
porque no hay ese fondo que facilite una financiación más adecuada para
los astilleros, no se hace una política comercial más agresiva en este
mercado que está «in crescendo» en los últimos años y del que España,
desde luego, no tiene por qué renunciar a llevarse --permítaseme la
expresión-- una mejor tajada.

De manera que, señor Ministro, aunque el Gobierno conteste diciendo que
hay que dejar a los astilleros de la división de la construcción naval
del INI en situación de viabilidad estable al final del período que
concluye el 31 de diciembre de 1998, 14 años nos parece un plazo
excesivamente largo para conseguir unos astilleros competitivos.

Señor Ministro, me gustaría hacerle una nueva pregunta, aunque no sé si
es indiscreta o realmente no va a tener contestación ya que tampoco tiene
por qué avanzar algo que no tendría ningún signo positivo en este momento
para usted. Pero quiero hacerla porque es una preocupación social: ¿Qué
astilleros van a sufrir esa reducción de personal? ¿Cuántos? ¿Qué
reducción de capacidad estima el Gobierno que es todavía necesaria de
cara al año 1998? Porque me imagino, suponemos, que habrá unos objetivos
que el Gobierno se habrá fijado y que serán unos mínimos imprescindibles
para solicitar en el seno de la Unión Europea.

¿El Gobierno español cree que va a ser necesario cerrar algún astillero
más? ¿Cuál es la plantilla que considera el Gobierno en estos momentos
que será la ideal para conseguir unos astilleros competitivos? Yo no sé
qué cifras ha manejado usted, pero yo creo que no coinciden exactamente
con las reales. Decía usted que había habido una reducción de capacidades
de 680.000 toneladas de registro bruto compensado a 240.000, cuando los
datos reales manejados a nivel nacional, europeo e internacional son que
España ha pasado de 1.000.000 de toneladas de registro bruto compensadas
a 400.000.

Por último, señor Ministro, una pregunta que realmente me preocupa desde
el punto de vista del rigor del Gobierno de cara al cumplimiento de los
acuerdos parlamentarios.

Nosotros formulamos en varias ocasiones una petición con o sin razón, con
mayor o menor peso político, pero al final se ha aprobado en el Congreso
de los Diputados, el día 18 de octubre del año 1994, mediante una
iniciativa presentada por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya. Se aprobó por mayoría --bien es cierto
que con el voto favorable del Grupo Catalán (Convergència i Unió), que en
pocas ocasiones se interesa por los temas de construcción naval y
realmente algo debería de pasar entre el Gobierno y Convergència para que
en aquel momento aprobara aquella iniciativa, todo hay que decirlo--; se
aprobó, repito, que Astano pudiera volver a construir barcos, a entrar en
el mercado de construcción de buques, no ya en este momento, porque por
las directivas comunitarias todavía no puede ser, sino, en todo caso, a
finales del año 1997.

No me cabe en la cabeza, señor Ministro, que el Gobierno conteste,
después de prácticamente 10 meses de aquella iniciativa aprobada,
diciendo que no parece que la Comisión Europea vaya a autorizar la
reapertura de Astano para la construcción naval convencional. Ese es el
motivo por el que da la sensación de que ni tan siquiera el Gobierno ha
planteado ante la Unión Europea esta reivindicación del Parlamento que
por haches o por bes, con la mayoría y el voto en contra del grupo
Parlamentario Socialista en aquel entonces, consideró oportuno aprobar
aquella iniciativa.

Me gustaría saber, señor Ministro, si el Gobierno ha considerado --en
cualquier caso, yo le solicito en este momento que cuando menos se haga
esa petición o se sondee cuál es la valoración que puede hacer la Unión
Europea-- la posibilidad que existiría de que este astillero volviera a
construir buques con las reducciones de capacidades dentro del negocio
«off shore» en que está metido Astano, en el que afortunadamente está
recuperándose, aunque no sea suficiente para dar carga de trabajo a lo
que en otra época tuvo. Repito, sin ninguna intención de volver atrás,
sino de mirar hacia adelante, me gustaría saber si el Gobierno piensa
realizar algún tipo de consulta en este sentido para tratar por lo menos
de saber qué posibilidades tiene de salir adelante una iniciativa
planteada en el Congreso de los Diputados en el mes de octubre.

Agradezco, en todo caso, señor Ministro, su comparecencia y, desde luego,
la buena voluntad de haber explicado lo que en la medida de sus
posibilidades cree que es factible dentro de este plan que hemos
solicitado.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo Parlamentario de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la palabra el señor
García Fonseca.




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El señor GARCIA FONSECA: Señor Presidente, de una forma bastante
esquemática, y quizá un tanto lacónica, voy a resumir, aprovechando
algunos de los textos de los propios sindicatos, cómo valoran ellos la
política seguida sobre el sector naval y las consecuencias que hoy
estamos padeciendo.

Los sindicatos dicen que esta situación tiene su explicación en la
política seguida en los últimos años por los sucesivos gobiernos en
relación con esta industria, que ha estado presidida por un abandono del
sector naviero, lo cual ha supuesto una caída espectacular de la flota
naviera española y, en consecuencia, una modificación del esquema de la
demanda, que ha pasado de una relación nacional exportación del 60/40 por
ciento al actual del 5 al 95, así como la no aplicación de los techos de
ayudas permitidas por la Comunidad Europea y que los recursos se hayan
dedicado fundamentalmente a los ajustes de plantillas en los astilleros,
olvidándose de aprovechar las mismas para estimular la demanda, sanear
financieramente las empresas, mejorar nuestras industrias suministradoras
de bienes de equipo, establecer mecanismos de financiación, estimular
programas de investigación y desarrollo, etcétera.

Podríamos haber elegido cualquier otro párrafo o simplemente no haber
elegido ninguno, pero éste resume, de una manera que le parece pertinente
a mi Grupo --por eso hago esta cita, en aras también de la brevedad--,
nuestra valoración de la política seguida, que yo creo que tiene algo que
ver, como causa final, en los planteamientos políticos e ideológicos que
sus antecesores, sobre todo, han tenido y que se podría resumir en
aquello de la consideración del naval como un sector maduro, casi
podríamos decir pobre, sin futuro, o, en todo caso, con futuro
exclusivamente en países que lo pudieran mantener en base a salarios
bajos o condiciones laborales muy malas.

La realidad demuestra que los sectores maduros dejan de serlo si se hace
el esfuerzo necesario para invertir en ellos tecnologías, saber hacer,
etcétera, y que como decía Manuel Castells, no hay sectores maduros, sino
empresas que funcionan o que no funcionan. De hecho, efectivamente, el
sector naval deja de ser un sector maduro precisamente en los países más
punteros y que han apostado decididamente por él, como puede ser el caso
de Japón, Noruega, Dinamarca, etcétera.

No me voy a extender más, señor Ministro. Mi Grupo ha planteado, en
diversas ocasiones, una serie de propuestas bajo la fórmula generalmente
de proposiciones no de ley o de mociones consecuencia de alguna
interpelación, que en varios de los casos --mi precedecesor ha citado
algunas de ellas-- gozaron de la mayoría, incluso de la unanimidad de los
grupos.

En el momento procesal en que nos encontramos, en que usted nos anuncia
que en breves semanas va a haber una nueva explicación por su parte del
plan, todavía no ultimado, mi Grupo simplemente recuerda, por si todavía
en esas últimas elaboraciones algunas de estas cosas no estuvieran
recogidas y a lo mejor este recuerdo le sirviera para poder incluirlas,
sucintamente las propuestas que mi Grupo fue haciendo, repito, algunas de
ellas aprobadas por mayoría y en algunos casos por unanimidad.

Hemos propuesto apoyar las negociaciones en el seno de la OCDE entre la
Unión Europea, Japón, Estados Unidos y Corea para regular las ayudas a la
construcción naval y con la aplicación a nuestro país del máximo posible
de las ayudas permitidas en nuestro entorno y, por supuesto, la
agilización del pago de las mismas. Presentamos que se hiciera un paquete
de medidas legislativas, financieras y fiscales que permitieran, por una
parte, el reforzamiento de la flota española, dado su envejecimiento, lo
que pudiera suponer un incremento de la demanda de construcción y, al
mismo tiempo, contemplando un plan de desguaces.

Sugerimos también, en otras ocasiones, una mayor coordinación entre los
distintos ministerios que tienen que ver con el tema, e incluso entre el
Gobierno central y las comunidades autónomas; el establecimiento de una
banca pública especializada, que fue una pena que habiendo existido en
nuestro país desapareciera; la creación --a lo que se hizo también
alusión en la intervención anterior-- o reforzamiento, en su caso, de un
fondo de garantía recíproca de avales para armadores y un fondo de buen
fin de las operaciones para los astilleros, con la participación del
Gobierno central y de las comunidades autónomas afectadas, y la
construcción de un foro marítimo español como marco de encuentro estable
de los distintos sectores implicados.

Estas son algunas de las propuestas que mi Grupo ha ido presentando. De
forma esquemática y casi lacónica las planteo en este momento en el que
ustedes están en el último tramo de un plan que va a ser decisivo para el
futuro de este sector.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Por el Grupo Parlamentario
Socialista, tiene la palabra el señor Cuevas Delgado.




El señor CUEVAS DELGADO: Teniendo en cuenta que no está ultimado todavía
este plan, agradecemos el que nos haya dado unas pinceladas respecto a
las grandes líneas por donde puede ir. Sobre el sector naval, y en este
caso el sector público, hemos tenido muchos debates en esta Cámara en
cada uno de los procesos que se han seguido. Yo tampoco voy a entrar en
ellos, pero para enmarcar un poco lo que queremos decir sigo pensando,
como otras veces, que desde hace tiempo ha habido unos problemas que son
intrínsecos a todo el sector de la construcción naval en el mundo. En
España, en un momento determinado, hubo un sobredimensionamiento del
sector por consecuencias que no vamos a explicar ahora, por una situación
de autarquía en aquella época y porque la mano de obra era muy barata, lo
que ha llevado a hacer una serie de esfuerzos para reestructurarlo, y
además vino complicado con la propia reestructuración en el ámbito de la
comunidad, por el avance de las nuevas tecnologías y porque la
competitividad a nivel mundial se ha incrementado de forma muy notable.

Es un hecho cierto --usted ha dado algunos datos-- que estos esfuerzos
han conducido a que el incremento de la productividad haya sido muy
notable desde 1984 a 1992. También es cierto que eso ha tenido otras
consecuencias,



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como la reducción de la capacidad y la disminución de puestos de trabajo.

Tampoco voy a hacer una consideración más allá de los datos que tenemos,
porque vamos a esperar a tener el plan para poderlo discutir, pero sí me
gustaría decir algunas cosas que creo que pueden servir, y en las que
seguramente estaremos de acuerdo porque las hemos discutido muchas veces.

El sector naval y los astilleros públicos, aparte de los problemas
generales, siguen teniendo unos problemas estructurales intrínsecos,
porque tienen todavía un exceso de capacidad y porque el tema de la
competitividad no lo tenemos resuelto, aunque tenemos una competitividad
tecnológica, pero evidentemente hay otros factores que inciden sobre esa
competitividad, como los costes, la financiación y las garantías.

En este trámite queremos decir que nos parece que el plan no tenemos más
remedio que hacerlo. Es un plan que viene en un momento crítico de la
construcción naval y en el comienzo de la abolición de subsidios según el
acuerdo de la OCDE; por tanto, es necesario abordar los problemas.

Nuestra preocupación, y creo que la del Gobierno y del señor Ministro,
estará en que ese plan se haga de tal forma que tenga los menores costes
posibles y las mayores posibilidades de viabilidad, y que nuestros
astilleros públicos puedan competir en costes, en calidad y remonten la
dimensión que tengan que tener, pero que se vislumbre, por lo menos, el
final de una larga etapa de reconversión.

Creo que los ámbitos fundamentales en los que habría que incidir serían
todo lo que usted ha relatado de la política de organización de la
producción, el aprovisionamiento, la política de productos, el diseño, la
ingeniería, la subcontratación, etcétera. Estos temas siguen estando en
la mente de todos, y es muy importante insistir en la capacidad
tecnológica, la adecuación de la dimensión de las empresas y su
colaboración. También hemos tenido ocasión de hablar en esta Comisión de
que la construcción naval incorpora una gran cantidad de tecnología,
tanto propia como de otros sectores industriales.

Tenemos la certeza de que estamos ante un cambio profundo de la
concepción y de los métodos del transporte marítimo, que seguramente
darán como resultado un despegue tecnológico en la propia construcción
naval y deberemos ser protagonistas de este cambio.

La tecnología y el concepto de calidad creo que se van imponiendo. Hay
que reconocer que ahí se ha avanzado y que tenemos productos de gran
calidad, pero yo creo que habría que incidir no solamente en el producto,
sino también en el proceso productivo. Esto es algo más complejo, pero
incidir en el proceso productivo y en el funcionamiento interno de las
empresas es lo que determina en los países avanzados el desarrollo de su
construcción naval.

Por último --aquí se ha hecho referencia a ello-- uno de los elementos
que también influyen en que tengamos una mayor cartera de pedidos o mayor
carga de trabajo está en que hay que tener un buen sistema de
financiación y de garantías. Hay una competitividad en Europa y en otros
lugares del mundo, y es clarísimo que si no tenemos ese sistema a punto y
competitivo, lógicamente tendremos menos oportunidades de negocio y, en
consecuencia, eso afectará a la capacidad que podamos diseñar para
nuestros astilleros.

El sistema, además, supone una cifra anual de riesgo, no de gasto, para
el Estado. No digo yo que sea lo único, pero la dimensión de este sector
irá en función de la cifra anual de riesgo que el Estado esté dispuesto a
asumir. Esto no es algo mecánico, sino que indudablemente tiene que ser
un proceso hilvanado: si somos capaces de mejorar la productividad, de
organizar mejor las empresas, si somos capaces de tener un sistema mejor
de financiación, lógicamente tendremos también una mayor predisposición a
asumir más riesgo en el sector.

Por último, solamente quiero decir que en la Cámara se aprobó una
proposición no de ley, con una enmienda del Grupo Socialista, que instaba
al Gobierno a poner en marcha el funcionamiento del sistema de garantías,
lo que, unido a algo a lo que también se ha aludido aquí, como es la
política comercial, así como el logro de una mayor incentivación en este
ámbito, que también tiene algo que ver con la competitividad y con la
competencia de nuestros astilleros, puede redundar en beneficio de los
astilleros públicos y del sector naval en su conjunto.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Tiene la palabra el señor
Ministro de Industria.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Eguiagaray Ucelay): Quiero
empezar por agradecer al señor Fernández de Mesa el tono y el estilo de
su intervención. Estamos ante un problema que todos compartimos en su
complejidad, y yo, como miembro del Gobierno, naturalmente asumo mi
responsabilidad en el mismo, pero resulta constructivo el poder analizar
actitudes, en un momento en el que todavía no puedo presentar
específicamente el plan, que pueden conducir a una discusión fecunda.

Créame, señor Fernández de Mesa, que quiero tomar muy en consideración
todas las aportaciones que usted ha hecho.

Voy a tratar de contestar a algunas de las cuestiones que usted se
planteaba. En principio, para entendernos, seguramente las diferencias
entre las cifras que usted daba y las que yo aportaba no se deben ni a
que usted esté equivocado, ni a que yo lo esté, sino porque usted se
refería a cifras del sector naval en su conjunto, y yo me refería
solamente a los astilleros públicos; eso afecta a las toneladas
compensadas, a los niveles de plantilla y a otras cuestiones que han
salido. Efectivamente, las plantillas, en el año 1984, estaban compuestas
por 28.000, pero solamente en los astilleros públicos, con independencia
de que en el conjunto pudiera ser de 40.000.

Estoy de acuerdo, señor Fernández de Mesa, en algo que usted ha señalado
y que yo he querido también enfatizar, aunque no con demasiado detalle,
sobre la importancia de la industria auxiliar. Es verdad que el sector
naval es un sector de síntesis, es un sector en el que no solamente se
puede o se debe analizar su importancia, e incluso los ajustes que se han
operado en los propios astilleros, sino que de



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verdad está teniendo una enorme influencia en un buen número de
actividades que no son exactamente astilleros y a las cuales se dirigen
como sectores auxiliares. Y es verdad también que, de cara al futuro, sin
duda alguna, la actividad de los astilleros tendrá que ser mucho más
especializada; en cambio, como ocurre en otros procesos productivos de
los que seguramente el más expresivo es el del automóvil, una buena parte
de las actividades que anteriormente se hacían de manera integrada en los
propios astilleros, cada vez son más actividades externalizadas. Esa es
una tendencia de carácter general, en la cual, sin duda alguna, vamos a
tener que trabajar para la mejora de la competitividad, no solamente en
la última fase sino en todas las fases anteriores (la etapa de
proveedores, la etapa de calidad, la etapa de diseño, la etapa de
fabricación) y no solamente en el montaje final sino, obviamente, en
todas las escalas intermedias.

Se preguntaba usted qué ha ocurrido desde el año 1984. Por no hacer
demasiada historia, puesto que todos sabemos lo que ha ocurrido, voy a
referirme fundamentalmente a lo que ha sucedido en el año 1994. Es verdad
que en 1994 --usted ha dado algunos datos, en los que probablemente pueda
existir alguna diferencia con respecto a los que nosotros le hayamos
podido dar en alguna respuesta escrita, y que posiblemente también puedan
ser diferentes a las que yo les pueda dar ahora porque, como usted sabe,
estas cosas se van corrigiendo en función de los datos de cada momento--
hemos tenido niveles de subactividad muy importantes, niveles de
subactividad que tiene que ver, fundamentalmente --de nuevo hablo de los
astilleros--, con los ciclos. He señalado algunos períodos de demanda y
de producción importantes pero, en ningún caso, desde 1984 hasta aquí,
hemos llegado a aquel nivel de actividad que permitiera la saturación de
las capacidades productivas y, por tanto, la plena ocupación de los
recursos, tanto materiales como humanos. Hemos tenido costes de
subactividad que oscilan desde los casi 12.000 millones, del año 1988,
hasta los 4.000 del año 1990, dos mil y pico en 1991, si bien después han
vuelto a crecer hasta situarse en los casi 16.000/17.000 en el año 1993;
el último dato que tengo, aunque quizá no sea definitivo, es el de doce
mil y pico en el año 1994, un año en el que hay un repunte en la demanda,
pero ni muchísimo menos suficiente.

Es verdad que hemos sido capaces de atrapar una parte del crecimiento de
la demanda que se ha producido. Recuerden el decreto que presenté en la
Cámara, que creo que contó con el apoyo de su Grupo, para, en previsión
del repunte de la demanda, hacer posible la existencia de un conjunto de
medidas --las máximas posibles en el marco comunitario-- de apoyo en
materia crediticia, en materia de ayudas para la financiación del sector,
fundamentalmente en forma de créditos para la financiación de la
construcción naval. En ese sentido, pretendíamos situarnos en las mejores
condiciones posibles, e incluso tuvimos que hacer un cierto esfuerzo de
carácter presupuestario y de ajuste de partidas para hacer posible la
financiación de determinados conceptos que anteriormente no figuraban.

Para ello realizamos una unificación del conjunto de medidas, elevándolas
hasta el nivel máximo compatible, con el consenso de la OCDE y de acuerdo
con las normas comunitarias. No es menos cierto que, a pesar de los
esfuerzos, de la mejora en la cartera de pedidos, que se traducirá más en
el año 1995 que lo que se ha podido traducir en el año 1994, los niveles
de subocupación siguen siendo importantes. Los datos que tengo en este
momento de ocupación de la plantilla final del año 1994 dicen que ésta
solamente ha sido del 63 por ciento; eso quiere decir que hay un alto
nivel de subocupación, incluso en un año en el que ya existía un cierto
repunte de la demanda.

Sin remontarnos a demasiados detalles del año 1984, quiero recordar a SS.

SS. que cuando se hizo la primera reconversión del sector naval, ésta se
planteó en unos términos extraordinariamente dramáticos. Seguramente
estarán todavía en la retina de muchos de ustedes los esfuerzos que hubo
que hacer, por parte de los gobiernos y de los responsables de las
empresas de la época, para explicar y convencer a la opinión pública,
incluidas algunas autonomías que no quiero mencionar, aunque alguna me es
muy familiar, sobre la necesidad de hacer un ajuste tan serio como el que
en aquel momento parecía. Algunos estimaron que aquel ajuste era muy
drástico y que se revelaría después como inadecuado por el hecho de que
la demanda en el futuro, antes o después, tenía que repuntar mucho más
allá de los cálculos que en la época se hacían. Y es verdad que desde
1984 a 1994 ha habido, en esto como en tantas otras cosas, sucesivas
equivocaciones de los mejores expertos en previsión de la demanda de
buques. Siempre ha sido una constante en esos análisis que la edad de la
flota mundial era una edad ya alta y que, por tanto, tenía que producirse
una renovación de la flota; sin embargo, los repuntes de demanda siempre
se han quedado muy por debajo de lo que eran las previsiones hechas tan
sólo unos meses antes.

En consecuencia, vistas las cosas desde la atalaya de 10 años después,
sin duda alguna, aquel ajuste fue lamentablemente insuficiente;
insuficiente por lo menos en términos de las capacidades que después,
como país, hemos podido demostrar para participar con mayores cuotas en
el mercado. España no ha perdido cuotas de mercado, sino que las ha
mantenido, sin embargo, no ha sido capaz de mantener su nivel de
actividad, a pesar de haber reducido enormemente su capacidad productiva.

Las perspectivas que en este momento hacen los analistas --yo no soy un
analista ni un experto en previsión del sector naval-- derivan de un
ligero aumento de precios, de un aumento de precios que será pequeño,
incluso con repuntes de demanda, como consecuencia de que en los últimos
años se ha producido un aumento de la capacidad productiva de la
industria en el mundo. Nuevos países se han hecho constructores navales,
países de Europa del Este, en este momento, están teniendo una actividad
muy importante, además de la que han seguido desarrollando países del
Este Asiático, así como algunos otros que eran tradicionales productores
de buques, aun cuando en muchos de ellos se hayan producido procesos de
ajuste.

Ante un planteamiento de nuevo plan, uno podría seguir haciéndose
ilusiones sobre un repunte de la demanda



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que fuera suficiente como para ocupar plenamente los recursos, sin
necesidad de nuevas actuaciones. Es obvio que a lo largo de este período
largo se han hecho un buen número de cosas. Algunos datos que les he dado
anteriormente tienen que ver con mejoras en la productividad, con mejoras
en el diseño, con mejoras en la comercialización, con mejoras de muy
diverso tipo, sin las cuales es inexplicable el crecimiento de la
productividad, o son inexplicables las mejoras en muchos de los «ratio»
económicos a los que antes me he referido. A pesar de todos esos
esfuerzos, incluso con mejoras en la actuación comercial --la última
tiene que ver con el cambio en la propia estructura de la división de
construcción naval--, dando una mayor autonomía a cada uno de los
astilleros para que, por así decirlo, se busquen la vida y busquen
pedidos en vez de una contratación centralizada, como había sido la
práctica anterior, es decir, buscar una honesta competencia entre
astilleros para encontrar nuevos pedidos, lo cierto es que estamos ante
un problema que sigue siendo de subactividad, un problema estructural.

Quizás esto mejor que cualquier otro dato, o abuso de datos, da cuenta de
algo por lo que usted se preguntaba: ¿qué es lo que está ocurriendo, qué
ha ocurrido en estos años y qué es lo que ocurre todavía en el año 1994?
Me preguntaba también por algunas otras cosas. Señor Fernández de Mesa,
no creo que sea exacto que el decreto de medidas no haya funcionado, pues
sí ha funcionado. Sin duda, todo es mejorable, pero creo que ha tenido
una importancia grande en la capacidad de captar nuevos pedidos, de
acuerdo con la información que yo he recibido de quienes tienen esta
responsabilidad en la división de construcción naval. Ha tenido
importancia en la capacidad de captar nuevos pedidos y acumular cartera,
aunque, sin duda alguna, no por ahí se resuelven todos los problemas y
obviamente esto también ha afectado al sector privado, que ha mejorado en
sus posibilidades.

Ahora bien, usted me planteaba algunas otras cosas, como la de qué hacer
con el fondo de garantía recíproca para astilleros que proponían. Créame
que estamos analizando esas posibilidades. Más allá de los debates
parlamentarios o de la manera en que se aprueban las cosas, ésa es una
posibilidad que estamos honestamente analizando y espero poderle dar una
respuesta más cumplida de la que en este momento le puedo ofrecer.

En segundo lugar, en cuanto a por qué sería necesario solamente el ajuste
de plantillas, en sus palabras también estaba implícito y explícito el
que naturalmente un plan no puede ser sólo de ajuste laboral, y espero
haberlo dicho de una manera clara. Aquí hay que contemplar muchas cosas;
muchas de las que usted y otros intervinientes han señalado como
políticas de calidad, políticas tecnológicas, políticas de fabricación,
políticas comerciales ciertamente más agresivas, y medidas de apoyo en el
marco jurídico, que va a ser más complicado en el futuro de lo que ha
sido en el pasado.

Quiero decirles que es verdad --lo he dicho en la primera parte de mi
exposición-- que, a partir de la culminación de todo este proceso, las
únicas ayudas permitidas por el acuerdo de la OCDE serán créditos y
garantías a los armadores en determinadas condiciones, no privilegiadas
sino consensuadas en el marco OCDE, precisamente para imposibilitar la
competencia desleal entre unos países y otros, asiáticos, europeos e
incluso americanos; las ayudas a la investigación y el desarrollo, las
laborales y las ayudas de desarrollo regional, como es evidente. Pero es
verdad que el plan debe ser un conjunto de actuaciones en el que es
inevitable plantearse algunos problemas de capacidad.

Pregunta --ha sido usted también muy explícito y sabe que es difícil dar
una respuesta a una pregunta tan delicada como la que me ha hecho-- qué
significará esto en términos de ajuste de plantillas o de astilleros
concretos, con nombres y apellidos. Honestamente, creo que sería frívolo
por mi parte adelantar una respuesta cuando éste es uno de los elementos
cruciales de la propuesta que tendrá que salir.

Sí quiero decirle algo, señor Fernández de Mesa, espero que podamos
tener, porque va a ser inevitable y va a ser absolutamente necesario para
poner en marcha un plan de esta naturaleza, una negociación seria que
conduzca a un resultado acordado. Las reconversiones no se hacen
solamente por decreto, ni siquiera porque haya un conjunto de
pronosticadores del futuro que puedan decirnos qué es lo que sería bueno
sino, en buena parte, porque haya un elevado consenso social y laboral
sobre todos los aspectos que están implicados. Entenderá, por tanto, que,
no teniendo siquiera las cifras o las decisiones últimas sobre esta
cuestión, no quiera cometer en este momento la torpeza de adelantarlas.

En último lugar, me hacía usted una apelación, en el mejor de los
sentidos, a algo que es un tema sensible, Astano. Quiero que tenga la
seguridad de que el Gobierno, más allá de cómo se estableciera el acuerdo
parlamentario, se lo ha tomado en serio y personalmente yo he hecho una
gestión ante la Comisión de la Competencia. De todas formas, no quiero
que se ilusione, lo que quiero es dejarle constancia de que la he hecho
y, al mismo tiempo, quiero decirle --porque creo que conviene que los
demás grupos también lo sepan-- que la Comisión de la Competencia sigue
vigilando de una manera muy directa el que pudiera haber --incluso en
ocasiones han estado pensándolo-- algún tipo de actuación no acorde con
lo que era el plan de reconversión y, en consecuencia, que se hubiera
derivado hacia Astano actividad de construcción de buques cuando el
compromiso era que Astano fuera un astillero dedicado a otras actividades
especializadas offshore que, como usted dice, están en este momento en
una línea de despegue extraordinariamente interesante.

Me parece, señor Fernández de Mesa, que con esto respondo sustancialmente
a lo que eran sus inquietudes y sus planteamientos, agradeciéndole, una
vez más, el tono de su intervención y comprometiéndome naturalmente a
presentar, bien sea porque ustedes lo soliciten o tan pronto como yo
disponga de él, el plan en la propia Comisión.

Señor García Fonseca, déjeme que le diga que comparto lo que usted ha
dicho sobre los sectores maduros, lo mismo que con el señor Castells. Es
verdad que hay sectores maduros, en líneas generales, pero me parece que,
sobre todo, lo que hay son empresas más o menos competitivas.




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Es verdad también que hay ciclos de carácter general, desde el punto de
vista sectorial, pero, fundamentalmente, el problema es si una concepción
negativa sobre algunas industrias llamadas tradicionales o maduras nos
debe llevar a la conclusión dramática, que es la incapacidad de un país
que goza de unas condiciones buenas, malas o regulares, de que no somos
capaces de tener una industria de construcción naval competitiva --tesis
que algunos han defendido-- o, por el contrario, si de acuerdo incluso
con la política que el Gobierno ha venido haciendo y a pesar de las
decepciones en algunos de estos terrenos, apostamos por mantener un
sector de construcción naval competitivo, esto es, establemente rentable
en condiciones de mercado y no solamente con las angarillas y con las
ayudas de los apoyos públicos. Este es el reto, señor García Fonseca, y
yo creo que es posible. No es posible de cualquier forma. Es posible
haciendo lo que ha de hacerse y en las condiciones en las cuales se
produce la competencia en la construcción naval.

Algunas de las medidas que usted ha señalado están en parte contempladas
en el plan, en parte también algunas puestas en vigor y, otras, que
ciertamente vamos a tener que seguir considerando. Algunas de ellas serán
en el futuro menos compatibles con las normas OCDE y Unión Europea y, por
tanto, necesitarán probablemente revisión e incluso algunos de los buenos
propósitos que todos hemos defendido en esta dirección.

Tenemos, por tanto, un conjunto de actuaciones, incluso un esquema que
deberá seguir siendo un esquema de apoyos, pero que tiene que inscribirse
inevitablemente en un marco jurídico que hoy es más estrecho, yo creo que
para bien, en el conjunto de la Unión Europea y de la OCDE.

En esa dirección espero de nuevo, con usted y con su grupo, señor García
Fonseca, tener la ocasión de debatir con serenidad el contenido de un
plan que obviamente no puede ser un plan para no hacer nada, sino que
tiene que ser un plan para coger el toro por los cuernos y para hacerlo
con el máximo acuerdo social.

El señor Cuevas, del Grupo Socialista, ha expresado su acuerdo con algo
que me parece fundamental: la constatación de que, no obstante todo lo
que se ha hecho, que es muchísimo, aunque a veces los resultados no
luzcan, la conclusión fundamental es que la competitividad de nuestros
astilleros es insuficiente hoy en las condiciones del mercado en el que
vivimos. Esta es una constancia obvia. Las cifras de pérdidas de los
astilleros de la división de construcción naval las conocen ustedes, son
públicas. Los últimos datos son realmente importantes. Los resultados,
antes de impuestos, de la División de construcción naval en los últimos
años arrojan cifras que, en el año 1993, fueron de 46.000 millones de
pesetas y, en el año 1994, de 39.853 millones de pesetas. Estamos
hablando, por lo tanto, de cantidades muy importantes y que no es posible
seguir sosteniendo indefinidamente, especialmente porque revelan algo, un
problema estructural que necesita ser acometido.

En este marco en el que nos movemos tiene usted toda la razón para desear
vislumbrar el final de una etapa --creo que ha sido su expresión-- larga
de reconversión y a eso es a lo que tenemos que dedicarnos decididamente.

Yo creo que los planes --ya conocen ustedes mi teoría-- no se hacen de
una vez y para siempre, es necesario seguirlos revisando, pero es verdad
que es posible diseñar planes que al menos ofrezcan garantías. Eso exige,
naturalmente, no autoengañarse, no pintar un escenario idílico en el
futuro que elimine alguno de los ajustes que inevitablemente van a ser
precisos y, al mismo tiempo, tampoco pensar que no tenemos la capacidad
de superar algunas de las dificultades constatadas, sean las
tecnológicas, sean las de calidad, sean las de cooperación entre
empresas, a las que usted aludía y con las cuales estoy absolutamente de
acuerdo.

Tendremos que seguir trabajando en un sistema de financiación y de
garantías adecuado, como ya he dicho anteriormente. Hoy tenemos un
sistema de financiación que es comparable al de los existentes en el
ámbito OCDE --obviamente, no puede ser mejor porque no cabría
jurídicamente hablando--, pero incluso, en algunos de los aspectos es
mejor que el que tienen en vigor varios países europeos. Nos hemos
equiparado con Dinamarca, fundamentalmente, que era uno de los países que
tenía un esquema de apoyo especialmente generoso; y no crean que no
tuvimos alguna dificultad para hacer valer nuestras razones en el ámbito
comunitario, pero no más podemos hacer, hoy, en el marco jurídico. Ahora,
me parece que lo que tenemos que hacer es acometer este tema
definitivamente, tan pronto como dispongamos de las últimas versiones y
de las últimas decisiones.

Les prometo, por tanto --y con esto concluyo, señor Presidente--, que tan
pronto como el plan se pueda conocer, no solamente para cumplir mis
compromisos con la propia Comisión Europea --compromisos de España, por
otro lado-- sino para darles la información pertinente, solicitaré
inmediatamente mi comparecencia en la Cámara.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Gracias, señor Ministro.

¿Los señores portavoces desean intervenir? (Pausa.)
Señor Fernández de Mesa, tiene la palabra.




El señor FERNANDEZ DE MESA DIAZ DEL RIO: Señor Ministro, yo simplemente
voy a recordar, en primer lugar, que el ajuste del año 1984 fue
calificado de drástico, pero quizá lo más importante de aquel ajuste del
año 1984, señor Ministro, fue lo desordenado que resultó. Quiero recordar
que yo vivo en Ferrol, que en los años 1983 y 84 yo era concejal de aquel
Ayuntamiento y se puede imaginar usted lo que supuso para una ciudad que
vivía prácticamente de un astillero, que era Astano, con 9.000 empleos
directos a pasar hoy en día a 1.800, y el costo social que allí hubo.

Quiero decirle, señor Ministro, que no puede volver a pasar que en la
sección de soldadores, porque todo sean bajas incentivadas o jubilaciones
anticipadas, se queden sin personal o que en el departamento de oficinas,
porque todos superen los 55 años, por una baja incentivada o una
jubilación anticipada, nos quedemos sin delineantes.




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Esto es lo que realmente estamos arrastrando hoy de aquella reconversión
del sector naval. Hoy en día nos encontramos con el problema --y usted lo
conoce mejor que yo-- de que en los astilleros, en España, no hay
soldadores ni siquiera escuelas de aprendices donde se hayan formado,
para poder contratarlos porque efectivamente vuelven a hacer falta.

En cuanto a lo que usted decía ahora respecto a que era necesaria una
negociación seria, yo creo que tienen que participar las direcciones de
las empresas, pero que los agentes sociales y los representantes
sindicales de las empresas participen también, para que no vuelva a haber
ningún tipo de reducción traumática y ningún ajuste drástico que suponga
prácticamente la desaparición de capacidades en determinados
departamentos de todo un conjunto que es un astillero.

También quiero decirle, señor Ministro, que, desde mi punto de vista, es
un acierto el que cada astillero empiece a tener ya una mayor autonomía,
para que realice una política comercial agresiva y sea capaz de adquirir
contrataciones para los astilleros. Ya está bien de que desde un ente
central trate de buscarse el pan para todos y cada uno de los astilleros
que tenemos. Habrá que exigir responsabilidades a los directores
comerciales de cada uno de los astilleros y saber de qué manera se están
moviendo para conseguir trabajo, que hoy en día lo hay, para cada uno de
los astilleros en los que tienen responsabilidades muy altas.

Es también importante saber que es necesario en España, como en el mundo
entero, un plan de renovación de flota, puesto que un porcentaje muy
elevado de barcos están por encima de los veinte años de vida y están
prácticamente obsoletos. No es que no comparta que el Gobierno esté en
este momento analizando la posibilidad de poner en marcha un fondo de
garantías, sino que creo que es de obligado cumplimiento que el Gobierno
ejecute cuanto antes un acuerdo unánime del Congreso de los Diputados.

Esto enlaza, señor Ministro, con que, a lo mejor, la expresión que yo he
utilizado no es la más adecuada desde su punto de vista, y probablemente
no lo sea. Lo que yo digo es que el 11 de marzo del año 1994 se publica
el Real Decreto 442/1994, sobre primas y financiación, y seis meses
después se publica el reglamento que lo desarrolla, en septiembre del año
1994. Son seis meses, que es un tiempo precioso a la hora de conseguir
contrataciones para cada uno de los astilleros. Yo creo que este Real
Decreto no se ha podido utilizar en toda su extensión debido a la falta
de acceso a la financiación por parte del sector naviero, nacional e
internacional. Nosotros creemos que la dificultad no se debe a la falta
de capacidad de financiación, sino a la inexistencia de mecanismos de
emisión de garantías que permitieran la necesaria participación de las
entidades financieras. Es decir, la puesta en marcha de un mecanismo de
financiación de este fondo de garantías que complementara este Real
Decreto hubiera servido, desde nuestro punto de vista, para relanzar este
sector de una manera más importante durante el año pasado. Es nuestro
punto de vista, simple y llanamente.

También comprendo que lo prudente y lógico por su parte, señor Ministro,
es no contestar a las preguntas, porque probablemente todavía no sepan
qué astilleros van a cerrar o qué personal van a reducir. Pero es
obligado, por mi parte, formular estas preguntas puesto que, entre otras
cosas, me he comprometido a ello.

Por último, señor Ministro, quiero decirle que, efectivamente, ha llegado
el momento de que el Congreso de los Diputados y el Gobierno pasen la
etapa constante de reducción, de no tener contratación, de que el sector
naval se nos esté yendo a «pique» --sirva la expresión-- para que, con el
esfuerzo de todos y apostando por un sector que nosotros creemos que es
competitivo y rentable para España, sentemos de una vez las bases para
que, efectivamente, España pueda volver a construir barcos, cosa que ha
hecho muy bien durante décadas.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): El señor García Fonseca tiene
la palabra.




El señor GARCIA FONSECA: Me van a permitir que, muy brevemente, haga
algunas preguntas relativas a Asturias, puesto que va a ser ésta, quizá,
la última intervención que voy a tener en esta Comisión y no voy a poder
discutir planes mucho más globales sobre el sector naval. Quizá sean
preguntas que tampoco tengan respuesta oportuna en este momento, pero que
me siento obligado a formular.

En relación con los dos astilleros que existen en Gijón se han dado
cifras. Por ejemplo, de Juliana Constructora se han dado cifras de
reducciones concretas de 720 a 440, es decir, casi la mitad de la
plantilla de un astillero que, por otra parte, es un astillero bien
montado. Quisiera que usted las pudiera desmentir.

Con relación al mismo astillero, me gustaría, si puede, que me adelantara
algo sobre medidas positivas, bien en la línea de aplicaciones de
tecnología más avanzada o de diversificación en el desarrollo de una
industria de componentes, algún tipo de medida positiva.

Por último, me gustaría saber si van a seguir existiendo los dos
astilleros que nos restan en la bahía de Gijón. Ya sé que el segundo
astillero, el Naval Gijón, es privado. Sin embargo, si en lo que dependa
del Gobierno van a pervivir ambos como dos astilleros independientes en
la bahía de Gijón.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): El señor Cuevas tiene la
palabra.




El señor CUEVAS DELGADO: Muy brevemente, porque aquí estamos diciendo
cosas muy comunes o tenemos una opinión en común en muchas materias en lo
que se refiere al problema del sector naval, pero últimamente he
escuchado unas afirmaciones al señor Fernández-Mesa y quiero dejar claro
que mi Grupo no las comparte. No comparte la opinión de que el sector
naval se está hundiendo y no lo estamos salvando. Creo que es todo lo
contrario. Los planes de reestructuración y lo que se está haciendo lo
que permite precisamente es salvar el sector naval.




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Esta es una pequeña discrepancia, un pequeño matiz. Si no lo he entendido
correctamente, lo retiro. Pero quería, por lo menos, reafirmar esa
posición.

El señor Ministro ha hablado de los ciclos y de que los planes se hacen
pensando en los ciclos que induce el transporte marítimo que, a su vez,
son los que determinan la evolución de la actividad económica mundial, y
que los planes, en consecuencia, se han hecho y se piensan en función de
esos ciclos. Eso es cierto, pero hay otra cuestión, y es que la demanda
real también depende de decisiones particulares de los armadores que
pueden o no coincidir con dichos requerimientos. Esto es lo que ha
ocurrido justamente en el período anterior. Con frecuencia se producen,
no teniéndolo previsto, contrataciones anticipadas o de tipo
especulativo, incentivadas porque en tal o cual sitio hay unas
condiciones atractivas ofrecidas por otros astilleros que practican un
dumping, lo cual repercute en que el ciclo que se ha previsto no sea
exactamente el mismo.

Por eso creo --y termino ya-- que deberíamos también tener en cuenta,
dentro de este marco de apoyo a la industria del secor naval --y no
incide directamente en lo que vaya a ser el diseño de este plan-- muchas
recomendaciones del Foro de industrias marítimas en tres o cuatro
cuestiones que creo son fundamentales; colaborar y vigilar los acuerdos
de la OCDE. También quiero hacer hincapié en algo que creo se produce
como una cierta competencia desleal, y es potenciar que las medidas de
seguridad en los buques sean las necesarias para evitar que haya buques
subestándar, tanto en el ámbito nacional como en el comunitario, que
ejerzan esta competencia desleal.

Esto, unido a lo que dije anteriormente, sobre un problema importante,
como el tema de la financiación y el de la difusión de la transferencia
tecnológica, tanto de manera vertical, como mediante consorcios de
carácter horizontal, creo que puede hacer el diseño de un plan que,
realmente, como decía antes, pueda ser si no definitivo, porque
evidentemente todos los planes pueden tener otros que los puedan mejorar
o las condiciones pueden cambiar, pero por lo menos que permita estemos
ya en condiciones de decir no que se está salvando el sector naval, sino
que se ha consolidado y se ha salvado la industria de construcción naval
en nuestro país.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Tiene la palabra el señor
ministro para con su réplica a las posiciones de los grupos dar por
terminado el debate que nos ha ocupado esta tarde.




El señor MINISTRO DE INDUSTRIA Y ENERGIA (Eguiagaray Ucelay): Señor
Presidente, la verdad es que no tengo intención de replicar a ninguno de
los intervinientes y quizá les ahorro que mi turno pueda sugerir de nuevo
intención de otras intervenciones.

Quiero agradecer honestamente al señor Fernández de Mesa incluso hasta
sus niveles de discrepancia. Me parece que hay un tono común en un tema
que es complicado. Estoy dispuesto a aceptar, además, muchas de las cosas
que ha dicho. Creo que en esa vía tenemos que hacer un esfuerzo, porque
estoy de acuerdo con él. Si me permiten que trate de hacer de árbitro
entre dos interpretaciones, la del señor Fernández de Mesa y la del
representante del Grupo Socialista, creo que la intención del señor
Fernández de Mesa --si yo he entendido bien-- era hacer una apuesta por
la competitividad del sector naval en nuestro país y expresar la
confianza de que esto es posible, una posición que creo comparten tanto
el Grupo Socialista como, naturalmente, el Gobierno.

Señor García Fonseca, déjeme decirle, en primer lugar, que lamento no
poder satisfacer sus curiosidades; estaría siendo muy contradictorio con
lo que acabo de decir. Usted sabe probablemente más que yo de los
excedentes o no excedentes en Juliana, etcétera. Yo no lo sé; no sé
siquiera si los hay. Por tanto, hasta el momento en que lo sepa no podré
dar satisfacción a sus preguntas, lo mismo en eso que en las otras
cuestiones que me planteaba. Obviamente, el plan que estamos contemplando
es para el sector público, para las empresas de la división de
construcción naval. Naturalmente, espero que otras empresas puedan hacer
los esfuerzos que les correspondan desde su punto de vista.

Finalmente, señor García Fonseca, puesto que ésta es su última
intervención, según nos ha anunciado, déjeme le diga que personalmente le
voy echar de menos.

Señor Cuevas, estoy de acuerdo también con algo que usted ha puesto de
manifiesto y que está también en el fondo de buena parte de estos
problemas. No solamente se trata de un problema de tecnología, de
eficiencia en la producción, de organización, de diseño; se trata
también, muchas veces, de un problema de competencia desleal; es verdad
que hay una muy elevada dosis de competencia desleal. El acuerdo OCDE
tiene como finalidad tratar de unificar los mecanismos de apoyo para que
nadie pueda competir en condiciones distintas. Es verdad que eso no
eliminará la necesidad de que la propia Unión Europea salga en el marco
del GATT como defensora de acuerdos establecidos también en esta
dirección; y es verdad que a veces uno no tiene la absoluta seguridad de
que eso se haga con toda la firmeza, en esa línea, para esta industria,
como para otras. Vamos a seguir insistiendo, pero es verdad que éste es
un tema en el que habrá que seguir trabajando y vigilando.

Otras medidas, como las recomendadas por el Foro marítimo, obviamente van
a formar parte también de problemas planteados en el plan en el momento
que se establezca.

Señor Presidente, quiero terminar agradeciendo a todos sus intervenciones
y reiterando ese compromiso que he adquirido anteriormente de hacer la
presentación del Plan tan pronto como esté.




El señor VICEPRESIDENTE (Dávila Sánchez): Gracias, señor ministro.

Señorías, permítanme la expresión de un deseo personal que no me
sorprendería fuese extensible a todos los miembros de la Comisión, pero
no he tenido la ocasión de verificarlo más que de suponerlo.




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Si SS. SS. me lo permiten, quiero expresar al señor García Fonseca mis
mejores deseos para la nueva etapa de su vida política que le va a
mantener alejado de nuestros trabajos. Los muchos años compartidos en
esta Comisión en discrepancias y coincidencias, siempre presididas por el
deseo de lo mejor para nuestro país, creo que me permiten hacer esa
expresión de mis mejores augurios en su nueva etapa.

Señor ministro, en nombre de la Mesa y de la Comisión le expreso nuestra
gratitud por su colaboración en los trabajos de la Comisión en esta
sesión.

En consecuencia, damos por terminada la 37 sesión de la Comisión de
Industria, Energía y Turismo, levantando la sesión en este momento.




Eran las ocho y diez de la tarde.