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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 514, de 06/06/1995
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1995 V Legislatura Núm. 514
P R E S U P U E S T O S
PRESIDENTE: DON RODOLFO MARTIN VILLA
Sesión núm. 30
celebrada el martes, 6 de junio de 1995



ORDEN DEL DIA:
Comparecencia del señor Secretario de Estado de Hacienda (Martínez
Robles) para informar sobre el déficit de caja y la ejecución del
Presupuesto del Estado durante los cuatro primeros meses de 1995. A
petición propia. (Número de expediente 212/001508.)



Se abre la sesión a las doce y cinco minutos del mediodía.




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores Diputados, vamos a comenzar esta
sesión que, de acuerdo con las normas de la Comisión, corresponde a la
comparecencia habitual del Secretario de Estado de Hacienda don Enrique
Martínez Robles.

En principio, y con la intención de concluir en este período
parlamentario los asuntos que tuviéramos pendientes, que son la concesión
de un crédito extraordinario a Trasmediterránea, una proposición no de
ley del Grupo Popular, y la elección del Secretario de la Mesa, en
sustitución de don Franco González, celebraremos reunión --comprendo las
molestias, pero no puede ser otro día por razones de sala-- el día 19,
lunes, a las doce de la mañana. Se lo indico a SS. SS. para que hagan sus
previsiones. La



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Mesa ha acordado que en el orden del día se incluirán estos tres asuntos:
elección del Secretario, el crédito extraordinario a Trasmediterránea y
la proposición no de ley planteada por el Grupo Popular, así como
aquellos otros que puedan surgir eventualmente a lo largo de estos días y
que, de acuerdo con las previsiones reglamentarias, pudieran ser
incluidos en ese orden del día.

Antes de dar la palabra al señor Martínez Robles, creo que todos debemos
dedicar unos instantes a la salud de nuestro compañero parlamentario,
Secretario del Grupo Parlamentario Socialista y amigo de casi todos --mío
en particular--, don Enrique Curiel. Que cada uno, como piense, como
crea, como deba, haga lo posible para que se recupere definitivamente.

El señor Martínez Robles tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (Martínez Robles): En esta
sesión vamos a examinar la gestión relativa al presupuesto del Estado en
estos cuatro primeros meses de 1995. A esta altura, ya podemos avanzar
que en 1995 vamos a asistir a una gestión presupuestaria de las mismas
características que la de 1994; es decir, vamos a asistir a una gestión
presupuestaria ajustada a las previsiones contenidas en el presupuesto.

Por tanto, ya podemos decir que estaremos en condiciones de alcanzar el
objetivo de déficit previsto en el presupuesto y previsto en el programa
de convergencia.

Es una gestión presupuestaria caracterizada por el principio de rigor
presupuestario, recogido en las normas que la Ley de Presupuestos de 1995
destinaba a la gestión presupuestaria, y que, además, ha sido reforzada
por los acuerdos del Consejo de Ministros de enero y febrero de este año,
en los cuales, como SS. SS. saben, se ha establecido un procedimiento
especial para el seguimiento mensual de la gestión presupuestaria y se ha
tomado el acuerdo, en primer lugar, de no disponibilidad de 150.000
millones; y, en segundo lugar, una reserva de crédito de 407.000
millones, todo ello con el objetivo de alcanzar el déficit establecido y
cumplir lo previsto en el artículo 11 de la Ley de Presupuestos Generales
del Estado para 1995.

Pues bien, en base a estas características, sí podemos concretar que en
los primeros meses de 1995 el déficit de caja se ha situado en 680.000
millones, lo que supone un incremento del 13,7 por ciento respecto al
mismo período del año anterior. Esta evolución está motivada por el
descenso del 2,8 por ciento de los ingresos no financieros, que se han
compensado en parte por la disminución del uno por ciento registrado en
los pagos de igual naturaleza.

La caída interanual de la recaudación es consecuencia de la evolución
experimentada por los ingresos de naturaleza no tributaria, ya que
durante el primer cuatrimestre de 1994 se produjeron significativos
aumentos de la recaudación, tanto por los beneficios del Banco de España
como por la enajenación de acciones de Argentaria. En consecuencia, se
puede concluir que los ingresos evolucionan favorablemente respecto a las
previsiones iniciales, lo que unido a la contención de los pagos, gracias
a la política de disciplina presupuestaria que se viene aplicando,
permitirá, como les decía, situar la ejecución presupuestaria, a finales
de 1995, en la línea de contención del déficit prevista en el programa de
convergencia.

Después de esta consideración general, si pasan al cuadro de la página
número 4 podrán observar las características principales de la ejecución
presupuestaria hasta abril de 1995.

El déficit de caja, en términos absolutos, ha ascendido a 680.000
millones, aproximadamente 82.000 millones más que el obtenido en 1994, lo
que supone el uno por ciento del PIB. Los ingresos no financieros se han
situado en cuatro billones 631.000 millones, lo que supone el 2,8 por
ciento menos que en 1994, por las razones que antes les he comentado, y
los pagos por operaciones no financieras ascienden a cinco billones
312.000 millones, el uno por ciento menos que en igual período del
ejercicio pasado, lo que se explica por la disminución del 1,3 por ciento
en los pagos por operaciones corrientes, puesto que los correspondientes
a operaciones de capital han crecido el 4,6 por ciento.

En la página siguiente pueden ver el efecto de los pagos por intereses de
la Deuda Pública sobre el déficit total. Si al déficit total se le
deducen los intereses de la Deuda Pública, resultaría un superávit
primario de 205.000 millones, algo menos de la mitad del obtenido en
1994, ya que en el presente ejercicio los intereses de la deuda han
ascendido a 886.000 millones, el 14,1 por ciento menos que en el primer
cuatrimestre del año anterior, tal como les explicaré con mayor detalle
al analizar los costos financieros. Los menores pagos por intereses son
consecuencia de la estructura de vencimiento de la Deuda Pública y de
aspectos coyunturales derivados de la diferente periodicidad en la
formalización de estos gastos a presupuestos. Si al déficit de caja se le
añaden los flujos monetarios derivados de la variación neta de los
activos financieros, se obtiene el volumen total de recursos que el
Estado ha necesitado hasta abril del presente año para financiar la
totalidad de sus operaciones; es decir, la necesidad de endeudamiento.

En el cuadro de la página 7 podrán comprobar que este indicador se ha
situado en 356.000 millones, cifra significativamente más elevada que los
43.000 millones de 1994. Sin embargo, este aumento interanual se debe
exclusivamente a que en 1995 se han utilizado sólo 342.000 millones de
recursos depositados en la cuenta corriente del Banco de España para
financiar operaciones del Estado, mientras que en el año pasado se
dispuso de casi 900.000 millones, por lo que si se deduce la incidencia
de esta operación en ambos ejercicios la necesidad de endeudamiento en
abril de 1995 sería el 25,3 por ciento inferior a la alcanzada en igual
período del año anterior.

Los créditos concedidos por el Estado han disminuido el 28,1 por ciento,
hasta alcanzar 217.000 millones. La Seguridad Social es la principal
perceptora de estos préstamos, con 148.000 millones, destinados a hacer
efectivo el préstamo aprobado por la Ley de Presupuestos para garantizar
el equilibrio financiero y asegurar la adecuada ejecución de la actividad
propia de la Seguridad Social. Esta cifra es inferior en un 42 por ciento
a la alcanzada en 1994, puesto que el pasado ejercicio el Estado concedió
al Insalud la última anualidad, por 140.000 millones, correspondiente



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al préstamo destinado a sanear las obligaciones derivadas del coste de la
asistencia sanitaria generada hasta finales de 1991. El resto de créditos
concedidos por el Estado son de menor cuantía y entre ellos destacan los
destinados al crédito oficial, para su aplicación al Fondo de Ayuda
oficial al Desarrollo, por 19.700 millones, y al Consorcio de
Compensación de Seguros, por 48.200 millones.

Por último, en la rúbrica de otros activos netos, que aparecen en la
penúltima línea del cuadro de la página 7, los ingresos han excedido a
los pagos en 223.000 millones, fundamentalmente por la devolución de
anticipos concedidos a la Unión Europea.

Si pasan al cuadro de la página número 9 podrán observar las distintas
fuentes de financiación utilizadas por el Estado durante el primer
cuatrimestre de 1995.

En concepto de créditos en moneda extranjera, la financiación recibida ha
ascendido a 964.000 millones, distribuidos prácticamente al 50 por ciento
en préstamos del exterior y en préstamos de disposición gradual
correspondientes a la línea de créditos multidivisa utilizados por el
Estado.

Por su parte, en concepto de deuda interior a medio y largo plazo, se han
obtenido 24.000 millones. En todo caso, es importante tener en cuenta que
la financiación obtenida se ha destinado no sólo a cubrir la necesidad de
endeudamiento, por 356.000 millones, sino también a disminuir el volumen
en circulación de Letras del Tesoro en 474.000 millones, así como
devolver 153.000 millones correspondientes a diversas operaciones de
depósito del Estado.

En lo que se refiere a la liquidación del presupuesto de ingresos hasta
abril de 1995, en el cuadro de la página 12 pueden ver los aspectos
generales de su ejecución. La recaudación total se ha situado en cuatro
billones 632.000 millones, el 2,8 por ciento menos que en igual período
del año anterior. De este importe, algo más de tres billones corresponden
al presupuesto corriente, 150.000 millones son de ejercicios anteriores y
un billón 446.000 millones son ingresos realizados a finales de abril en
entidades colaboradoras, aduanas y delegaciones de la Administración
Tributaria, pendientes de aplicar a los diferentes conceptos tributarios.

Existen dos aspectos esenciales que determinan la evolución de la
recaudación en el primer cuatrimestre de 1995. Por una parte, el buen
comportamiento de los ingresos tributarios y, en especial, de la
imposición directa e indirecta, que crecen a tasas interanuales del 7,2 y
el 4,8 respectivamente. Por otra parte, el resto de ingresos no
financieros han registrado un descenso del 45,2 por ciento, pero
exclusivamente por la caída de los ingresos patrimoniales durante los
cuatro primeros meses del año comparados con los del año anterior.

En 1995, los beneficios ingresados por el Banco de España han sido
338.000 millones inferiores a los ingresados en 1994. Además, el
ejercicio pasado se obtuvieron unos ingresos, por la privatización
parcial de Argentaria, de 160.000 millones, mientras que en el presente
ejercicio, como ya les anticipaba, los efectos de la privatización
parcial de Repsol aún no se han recogido presupuestariamente.

En el cuadro de la página 15 aparece detallada la recaudación por
impuestos directos. Los ingresos por impuestos directos ascienden a
finales de abril a dos billones 58.000 millones, lo que supone un
incremento del 7,2 por ciento respecto al año anterior.

La recaudación por Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, con
un billón 846.000 millones y un aumento del 8,4 por ciento, y los
ingresos por Impuesto sobre Sociedades, con 184.000 millones y un
descenso del 5 por ciento, explican prácticamente la totalidad de la
recaudación por imposición directa.

En el otro cuadro de la página 15 tienen los datos numéricos sobre los
diferentes componentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, que permiten explicar los principales factores que justifican la
favorable evolución de la recaudación de este impuesto.

En primer lugar, cabe destacar el aumento del 16,5 por ciento en los
ingresos por retenciones sobre rendimientos del trabajo, que han
alcanzado un billón 526.000 millones, a pesar de la deflactación del 3,5
por ciento de los porcentajes de retención a partir de enero de 1995.

También ha tenido un comportamiento favorable la recaudación por pagos
fraccionados, alcanzando 225.000 millones, el 8,8 por ciento más que en
1994. Si bien, como se explica en el informe, dentro de estos ingresos,
los devengados en el último trimestre del año pasado crecieron el 26,6
por ciento, mientras que los devengados en los tres primeros meses de
1995 disminuyeron el 7,4 por ciento, aunque en ambos casos como
consecuencia de modificaciones normativas.

El crecimiento de los conceptos anteriores ha sido suficientemente amplio
como para compensar las mayores devoluciones registradas en 1995, 254.000
millones frente a 211.000 millones en 1994, sobre todo la reducción el
13,1 por ciento de los ingresos por retenciones en los rendimientos del
capital mobiliario, que han ascendido a 317.000 millones y se ven
influenciados básicamente porque durante el primer cuatrimestre de 1994
se produjeron ingresos de 22.000 millones por la Sociedad Estatal de
Patrimonio I, procedente de la segunda privatización de Argentaria, que
no se han registrado en el presente ejercicio.

En relación al Impuesto sobre Sociedades, los ingresos se han situado en
184.000 millones, el 5 por ciento menos que en 1994. En la recaudación de
este tributo han influido el decenso de casi un 15 por ciento en los
rendimientos del capital mobiliario, explicado por las mismas razones que
en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y los ingresos por
este concepto en 1994, derivados de la segunda privatización de
Argentaria, ascendieron a 9.840 millones, sin que en 1995 se haya
registrado ingreso alguno. También como consecuencia de la operación
anterior, la cuota diferencial neta del impuesto ha sido inferior en
1995, debido a los 28.776 millones procedentes de la primera y segunda
privatización de Argentaria ingresados en 1994.

En lo que se refiere a los impuestos indirectos, si pasan al cuadro de la
página 17, podrán observar que la recaudación del período asciende a dos
billones 125.000 millones, el 4,8 por ciento más que en el año anterior.

Sin duda, el



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crecimiento del 3,5 por ciento del IVA y el 7,2 por ciento de los
impuestos especiales son los factores que explican esta favorable
evolución.

Los ingresos por IVA han sido de un billón 457.000 millones, el 3,5 por
ciento más que en el mismo período del año anterior, a pesar del
incremento en un punto de los tipos impositivos en virtud de la Ley de
Presupuestos Generales del Estado para 1995. La recaudación por
operaciones interiores se ha reducido el 0,8 por ciento, fundamentalmente
porque mientras el volumen de devoluciones gestionadas en 1995 ha
ascendido a 295.000 millones, en 1994 tan sólo alcanzaron 204.000
millones. Este significativo crecimiento en las devoluciones obedece,
tanto al adelanto a marzo de la campaña anual de devoluciones de 1995,
como a los efectos del Real Decreto de 21 de septiembre de 1994, por el
que se establece un procedimiento más rápido para la gestión de las
deducciones de IVA a determinados sectores y operadores.

Siguiendo en el cuadro de la página 17, pueden observar que la
recaudación por impuestos especiales ha registrado un importe de 614.000
millones, el 7,2 por ciento más que en 1994. La principal fuente de
ingresos en estos tributos se localiza en el Impuesto sobre
hidrocarburos, con unos ingresos de 420.000 millones y un crecimiento
interanual cercano al 6 por ciento. El segundo impuesto en orden de
importancia cuantitativa es el que grava las labores del tabaco, con unos
ingresos de 109.000 millones y un avance del 19 por ciento en relación al
año anterior. Los otros dos impuestos especiales, de fabricación sobre el
alcohol y bebidas derivadas y sobre la cerveza, aportaron una recaudación
de 35.000 y 8.000 millones respectivamente. Además de la influencia que
ha tenido en estos impuestos la recuperación del consumo, parte de su
crecimiento obedece al aumento de los tipos que gravan el alcohol,
cerveza, labores de tabaco o hidrocarburos a partir del 1.º de enero de
1995. Por último, la recaudación del Impuesto Especial sobre determinados
medios de transporte ha descendido el 4,6 por ciento, básicamente por los
incentivos fiscales para la renovación de los vehículos de turismo y por
la reducción, a partir de enero, del tipo general de este impuesto del 13
al 12 por ciento.

Volviendo al cuadro de la página 14, se puede hacer una breve referencia
a los ingresos de naturaleza no tributaria. Los ingresos patrimoniales y
las transferencias corrientes han registrado un descenso del 66,4 y del
15,5 por ciento respectivamente. Tal y como les comenté con anterioridad,
la caída en los ingresos patrimoniales obedece fundamentalmente a la
reducción de los beneficios ingresados por el Banco de España, que
pasaron de algo más de 400.000 millones, en 1994, a solamente 70.000
millones, en 1995, así como los dividendos ingresados por Patrimonio I,
por 99.000 millones, en 1994, sin contrapartida en el presente año.

Por su parte, en concepto de transferencias corrientes, el Estado ha
recaudado 76.000 millones, lo que significa el 15,5 por ciento menos que
en 1994, básicamente porque el año pasado se registraron 9.000 millones
procedentes de Canarias, correspondientes a la compensación de 1993 por
la supresión del Impuesto General sobre el Tráfico de las Empresas, y
casi 12.000 millones como resultado de la cuenta de explotación de 1993
del Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado.

En lo que se refiere a las operaciones de capital, la recaudación
obtenida hasta abril de 1995, se ha situado en 92.000 millones, lo que
supone un ligero avance, del 2,4 por ciento. La razón principal cabe
encontrarla en el incremento del 1,3 por ciento en las transferencias de
capital, entre las que destacan los 48.000 millones procedentes del Fondo
de cohesión. Por último, la recaudación por enajenación de inversiones
reales ha alcanzado casi 5.000 millones y procede, en su mayor parte, de
reintegros de operaciones de capital.

En relación con las aportaciones procedentes de la Unión Europea, además
de las que recibe el Estado que están recogidas en el último párrafo de
la página 20 del informe, existen otras aportaciones percibidas por las
comunidades autónomas y otros organismos y entes públicos distintos del
Estado. En este sentido, los ingresos totales recibidos por España de la
Unión Europea, hasta abril de 1995, han ascendido a 547.000 millones, de
entre los cuales por Feoga-garantía se han obtenido 311.000 millones, del
Feder casi 34.000 millones y del Fondo Social Europeo, 76.500 millones.

En el cuadro de la página 21 tienen la liquidación del presupuesto de
gastos del Estado al mes de abril de 1995. Los créditos iniciales
ascienden a 17 billones 326.000 millones y las modificaciones
presupuestarias han alcanzado 83.000 millones, menos de la mitad que las
aprobadas el año pasado por estas mismas fechas. Por tanto, los créditos
finales se sitúan en 17 billones 409.000 millones, de los cuales se han
reconocido obligaciones por cinco billones 569.000 millones y se han
efectuado pagos de presupuesto corriente por importe de cuatro billones
376.000 millones, lo que determina unas obligaciones pendientes de pago
de un billón 192.000 millones.

Por último, si a los pagos del presupuesto corriente se les añade 963.000
millones de pagos correspondientes a ejercicios anteriores y los
derivados de operaciones no presupuestarias, el resultado son unos pagos
totales, hasta abril de 1995, de cinco billones 312.000 millones.

Como les decía, el presupuesto del ejercicio en curso se está ejecutando
con las menores desviaciones posibles. Esto lo pueden comprobar en el
cuadro de la página 23, donde aparece el detalle de las modificaciones de
créditos aprobadas en los cuatro primeros meses de 1995. Los créditos
extraordinarios han ascendido a 20.000 millones, lo que supone una
drástica reducción, del 51,7 por ciento, respecto a 1994. Esto adquiere
aún mayor importancia si se tiene en cuenta que de los 20.000 millones
tan sólo tienen incidencia monetaria, en 1995, el suplemento de crédito,
por 12.000 millones, destinado a financiar las obras hidráulicas
necesarias para abastecer de agua a las zonas afectadas por la sequía, y
los 3.620 millones aprobados para hacer frente al pago de las
prestaciones a los afectados por el síndrome tóxico. El resto de créditos
extraordinarios asciende a 4.575 millones y no tienen incidencia
monetaria en el presente año, puesto que en 1994 se tramitó el
correspondiente anticipo de tesorería y en 1995 simplemente



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se han aplicado al presupuesto. De estos 4.575 millones, 3.145 se han
destinado al pago de indemnizaciones a titulares de oficinas de farmacia,
y 1.430 millones a completar el pago a Hunosa, de acuerdo con lo
establecido en su contrato-programa.

Por último, quiero comentarles que al estar el informe que les he
entregado referido al mes de abril, no aparecen computados dos créditos
extraordinarios aprobados en el mes de mayo, por un total de 8.000
millones, uno de ellos, 5.000 millones, va destinado a reparar los
efectos de la sequía; y 3.000 millones en concepto de contribución
española al Centro Europeo de Investigación Nuclear.

Las incorporaciones de créditos también se han reducido muy
significativamente respecto del año anterior. En concreto, han alcanzado
24.000 millones, el 70,7 por ciento menos que en 1994, y prácticamente
todas se corresponden con gastos de inversión civil. Algo similar ocurre
con las ampliaciones de crédito, que con 9.000 millones representan el 79
por ciento menos que en el año anterior, siendo la partida más importante
los 7.000 millones de gastos por envío de tropas a Bosnia, según acuerdos
con la ONU.

Entrando en la clasificación económica del presupuesto de gastos, en el
cuadro de la página 26 pueden observar que las obligaciones reconocidas
alcanzan cinco billones 569.000 millones, el 1,2 por ciento más que en
abril del pasado ejercicio. Los gastos de personal se han elevado a
853.000 millones, lo que supone un crecimiento del 7,7 por ciento
respecto al año anterior, tanto por el incremento de las retribuciones
del personal activo, el 3,5 por ciento, como por el aumento del gasto en
pensiones derivadas de la revalorización de las mismas, mayor número de
pensionistas y del efecto sustitución. Por su parte, el gasto de bienes
corrientes y servicios, con 89.000 millones, experimenta un descenso
interanual del 10,6 por ciento.

La evolución de los gastos por intereses de la Deuda Pública se puede
apreciar con más claridad en el cuadro de la página 33. El gasto por
intereses ha ascendido a 963.000 millones, lo que supone una reducción
del 3,8 por ciento respecto a 1994. Esta evolución es consecuencia,
fundamentalmente, de la reducción del 6,7 por ciento de los gastos por
intereses de la deuda interior, que han ascendido a 870.000 millones,
puesto que el gasto financiero de la deuda exterior, con casi 98.000
millones, se ha incrementado el 32,1 por ciento.

Como ya les dije al inicio de mi intervención, los gastos financieros han
experimentado una notable reducción respecto al año pasado, como
consecuencia de la estructura de vencimiento de la Deuda Pública y de la
diferente periodicidad en la formalización de estos gastos a
presupuestos. En cuanto a la estructura de vencimiento, en este mismo
cuadro de la página 33 pueden ver que la tendencia a la baja de la deuda
interior se explica por la reducción, del 17,7 por ciento, en la carga
financiera generada por las Letras del Tesoro, debido a que todas las
letras amortizadas en los cuatro primeros meses de 1994 tenían
vencimiento anual y, sin embargo, la mayor parte de las letras
amortizadas en 1995 se emitieron a seis meses y, por tanto, el pago por
intereses es inferior. El efecto de la distinta periodicidad en la
formalización lo pueden ver con más claridad si comparan la disminución
de los gastos financieros en términos de obligaciones reconocidas, el 3,8
por ciento que aparece en el cuadro de la página 33, con la disminución
del 14,1 por ciento que en términos de pagos aparece en el cuadro de la
página 35. La razón que explica lo anterior es que en 1994 se imputaron
al presupuesto 23.000 millones de intereses pendientes de años
anteriores, y en lo que se lleva transcurrido del presente ejercicio
existen pagos por 75.000 millones que aún no se han formalizado a
presupuesto. Esta es una cuestión puramente coyuntural, derivada del
funcionamiento de las cuentas del Tesoro Público en el Banco de España y
que se irá compensando a lo largo del ejercicio.

El análisis de los gastos por transferencias corrientes podemos
efectuarlo de acuerdo con los datos del cuadro de la página 27, donde se
observa que dichos gastos han crecido el 3,4 por ciento, hasta situarse
en tres billones 230.000 millones. Atendiendo a los agentes perceptores
de estas transferencias, se puede comprobar que el principal destinatario
de las mismas ha sido la Seguridad Social, con un billón 187.000
millones, y el destino fundamental de estos fondos ha sido financiar la
asistencia sanitaria, complementar las pensiones mínimas y cubrir las
pensiones no contributivas. Los entes territoriales han recibido, en
conjunto, 989.000 millones, correspondiendo la práctica totalidad de este
importe a transferencias en concepto de participación de estos entes en
los ingresos del Estado. Por último, del total de transferencias a
organismos autónomos administrativos, las más importantes son las
concedidas al Inem, por 271.000 millones, para la cobertura al desempleo.

Este importe es inferior en 62.000 millones al registrado en 1994, como
consecuencia de la mejora del mercado laboral y del impacto derivado de
las medidas de reforma del mercado de trabajo.

Volviendo al cuadro de la página 26, pueden comprobar que el gasto por
operaciones de capital, con casi 428.000 millones, se ha reducido el 11,1
por ciento. Esta caída se explica por la evolución del capítulo de
inversiones reales, que ha alcanzado 208.000 millones, frente a los
274.000 millones de gastos efectuados en abril del ejercicio anterior.

En lo que se refiere a los 219.000 millones de gastos por transferencias
de capital, si acuden al cuadro de la página 29 podrán observar la
distribución por agentes con mayor detalle. Como pueden ver, el mayor
volumen de estas transferencias se han destinado a las empresas y entes
públicos, con 67.000 millones, el 61,9 por ciento más que en 1994,
básicamente porque los fondos transferidos a Renfe han pasado de 19.000
millones, el año pasado, a casi 42.000 millones, en el presente
ejercicio, en virtud de lo establecido en el contrato-programa que regula
las relaciones del Estado con Renfe para la gestión de las
infraestructuras ferroviarias y el saneamiento financiero de la empresa
pública.

También cabe mencionar por su importancia cuantitativa los 35.000
millones de transferencias a organismos autónomos administrativos que,
sin embargo, se reducen casi el 34 por ciento respecto al año anterior,
si bien esto obedece



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exclusivamente a que en el primer cuatrimestre de 1994 se aprobó un
crédito extraordinario por 20.000 millones a favor del Iryda, destinado a
modernizar las explotaciones agrarias y a reparar los efectos producidos
por la sequía.

Por último, el saldo de Caja a final del primer cuatrimestre de 1995,
derivado de las relaciones financieras entre España y la Unión Europea,
ha sido favorable a nuestro país en 280.000 millones, puesto que la
aportación española al presupuesto comunitario ha ascendido a 267.000
millones y los ingresos recibidos de la Unión Europea, como antes
comenté, alcanzaron 547.000 millones.

Nada más en esta primera intervención. Simplemente repetir lo que había
dicho al principio: los datos que tenemos de la gestión presupuestaria en
estos primeros cuatro meses de 1995 permiten avanzar que este año vamos a
asistir a una gestión presupuestaria ajustada a los principios de rigor
que ya hubo en 1994 y que, sin duda, permitirá alcanzar el objetivo de
déficit que se contempla en el Presupuesto del Estado.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado.

Para un breve turno en el que los portavoces podrán manifestar no sus
coincidencias o discrepancias, sino simplemente si algún aspecto no ha
sido expuesto por el señor Martínez Robles, tiene la palabra, en primer
lugar, el señor Aguirre, por el Grupo Parlamentario Popular.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Señor Presidente, mi grupo no va a hacer uso
de este turno, por cuanto de la exposición no le ha nacido ningún
interrogante.




El señor PRESIDENTE: ¿El señor Ríos? (Pausa.) ¿El señor Hernández Moltó?
(Pausa.) En nombre del Grupo Parlamentario Popular, el señor Aguirre
tiene la palabra.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: Señor Presidente, desde luego, la primera
afirmación que quiere hacer el Grupo Parlamentario es sumarse al deseo de
la Presidencia del pronto restablecimiento de nuestro compañero en las
tareas parlamentarias, don Enrique Curiel.

Dicho lo anterior, queremos también agradecer la presencia del Secretario
de Estado en esta Comisión de Presupuestos, y hacerle una primera
pregunta. ¿Qué le parece a usted que los datos sobre la ejecución del
Presupuesto para 1995, al mes de abril hayan sido conocidos por este
Parlamento el 1.º de junio y por los medios de comunicación el 18 de
mayo?
Nosotros creemos que no se trata tanto de una carrera para ver quién
filtra antes los datos sobre la ejecución presupuestaria, sino que sería,
en su caso, como responsable del Gobierno, a ver quién gana la carrera
por facilitar al Parlamento los datos que el Gobierno tiene en su poder.

Bien sabe usted que diferentes medios de comunicación el 19 de mayo
publicaron los datos que hoy estamos conociendo desde el 1.º de junio y
valorando políticamente en la mañana de hoy, día 6 de junio. Me gustaría
saber qué le parece a usted esa diferencia temporal. Se puede imaginar lo
que pensamos nosotros; simplemente desearíamos que lo corrigiera.

El Presupuesto de 1995 va a tener, entre otros, un protagonista
importante en los ajustes presupuestarios que se produjeron en el mes de
enero. En función a estos ajustes quedó claro en la comparecencia del
señor Solbes, que con el ajuste presupuestario de enero de este año no se
trataba de gastar más, sino de gastar la misma cantidad pero en cosas
distintas. El control parlamentario, a nuestro entender, no se debe
limitar a controlar el resultado total, sino que el Parlamento aprueba
unos Presupuestos concretos y si el Consejo de Ministros, para cumplir la
ley, es decir, para evitar que determinadas desviaciones se trasladen a
un mayor déficit público, decide compensarlas con un menor gasto en otras
partidas, también es importante que este Parlamento controle en qué
medida esto se está produciendo.

Es un hecho que el Presupuesto aprobado para 1995, como le decía al
inicio de este segundo turno, ha cambiado, y aquí evidentemente venimos a
controlar la ejecución del Presupuesto del Estado que está aplicando en
estas fechas.

Por esta razón, señor Secretario de Estado, le soli-citaríamos que en los
próximos controles de ejecución del Presupuesto, en la información que
nos facilita, abriera un capítulo sobre los ajustes presupuestarios que
se están produciendo a través de los acuerdos del Consejo de Ministros,
tanto sobre el que ya se ha producido como los que probablemente puedan
producirse.

Igualmente, en relación con la información al Parlamento, quisiéramos ver
la posibilidad de recibir en esta Comisión el balance del control mensual
al que hacen mención ustedes y del que todavía nosotros no tenemos
constancia. La verdad sea dicha que hemos presentado una proposición no
de ley, como ha anunciado el señor Presidente al inicio de esta
comparecencia, para institucionalizar esta información, pero nos hubiera
gustado que ustedes de «motu proprio» nos hubieran enviado esta
información sobre el control mensual que están ejerciendo y saber en este
Parlamento y en esta Comisión qué características tiene ese control
mensual.

Nosotros consideramos que el período que estamos analizando tiene todavía
cierto grado de falta de representatividad, simplemente porque se lleva
poco tiempo ejecutando el presupuesto, pero sin lugar a dudas la
información que nos ha facilitado ya nos hace poder realizar a la fecha
de hoy alguna afirmación (que no tendríamos inconveniente en corregir en
futuras comparecencias), y creemos que ese optimismo que usted ha
reflejado al inicio de su intervención diciendo que es alcanzable el
objetivo del déficit, precisamente lo que nos da a entender la evolución
del déficit, esa evolución expansiva que ha tenido el déficit en estos
cuatro primeros meses, nos abre dudas sobre la posibilidad de alcanzar el
objetivo de corrección de déficit que tenemos entre manos, máxime, señor
Secretario de Estado, si tenemos en cuenta que en la documentación que
nos han entregado se pone de manifiesto que existe por parte de la
ejecución del presupuesto un embalse en los aplazamientos de pago, que
vienen de alguna manera a poner todavía



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más en duda el tipo de déficit en que nos encontramos actualmente;
déficit que ya califican ustedes mismos de expansivo en su documento y
que, además, nosotros consideramos que tiene una tensión a la expansión
mayor si no fuera porque ustedes han retenido pagos. En definitiva, están
haciendo un embalse en los aplazamientos de pagos, como veremos cuando
lleguemos al capítulo correspondiente.

Es evidente que esta ejecución del presupuesto a tan sólo cuatro meses
del año pone de relieve una preocupante baja recaudación, como se puede
desprender del cuadro de la página 14, en el que podemos comprobar que
los ingresos, la recaudación, ha bajado el 2,8 por ciento en relación con
el mismo período del año anterior, y coincidimos, como no puede ser de
otra manera, en que esa baja recaudación está concentrada
fundamentalmente en los ingresos de naturaleza no tributaria.

Al mismo tiempo observamos con preocupación en los ingresos de naturaleza
tributaria el comportamiento del IVA que da, a nuestro entender, señales
de cierta debilidad, máxime si tenemos presente que en este ejercicio se
ha producido el incremento de un punto en el IVA.

Acompañando a este comportamiento de déficit de ingresos, nosotros
podríamos terminar esta primera valoración añadiendo que, como ya viene
siendo habitual, el capítulo de gastos crece el 4,2 por ciento, a pesar
de que, como hemos dicho anteriormente, están ustedes produciendo un
embalse de los aplazamientos de pagos.

En materia de ingresos, nosotros quisiéramos preguntarle si usted
considera que se está produciendo una recaudación por debajo de lo
previsto. Ha insistido en tres o cuatro ocasiones, y el documento así lo
hace en muchas páginas, en intentar disculpar la bajada de la recaudación
por el decrecimiento en las cuentas de los ingresos procedentes del Banco
de España.

Nosotros en este sentido tenemos que decirle que ciertamente se ha
producido una bajada en los ingresos por las privatizaciones de
Argentaria, pero no sé si estará usted de acuerdo conmigo en que también
se han producido unos ingresos por la telefonía móvil, que de alguna
manera vienen a compensar lo que no se ha ingresado por Argentaria. Si no
recuerdo mal, y mis datos no son erróneos, en el año 1994 a estas fechas
Argentaria había ingresado por su privatización 95.000 millones, y por
estas fechas se ha ingresado por telefonía móvil 85.000 millones;
prácticamente podríamos pensar que se está compensando. Si, además,
después eliminamos el efecto de la reducción de los beneficios del Banco
de España, de los 338.000 millones, al Grupo Popular los cálculos le
salen que la recaudación está creciendo en torno al 4,6 por ciento,
eliminado ese factor que distorsiona la comparación, y ustedes tenían
previsto que la recaudación estuviera creciendo al 9,4 por ciento. Por
eso queremos insistir en que siendo cierto, como es, que la recaudación
está bajando por culpa de los ingresos de naturaleza no tributaria, nos
gustaría conocer si usted entiende, como nosotros, que se está
produciendo una regulación inferior a la prevista en este período que
estamos analizando.

Igualmente, subrayando el comportamiento de los impuestos directos e
indirectos, nos gustaría detenernos en torno al comportamiento del
Impuesto sobre Sociedades, que tiene un crecimiento negativo del 5 por
ciento y nos gustaría conocer, señor Secretario de Estado, si usted
considera que existen otras razones de las expuestas en el documento para
la disminución de la recaudación por el Impuesto sobre Sociedades.

Desde luego, dentro de los impuestos indirectos, quisiéramos que nos
hiciera una valoración del comportamiento del IVA, por cuanto entendemos
que el crecimiento del 3,5 por ciento en IVA es débil si tenemos
presente, reitero, que el IVA ha tenido el incremento de un punto en el
tipo impositivo y tendría que haber tenido un crecimiento menos moderado
del que ha registrado. Por eso, respecto a este comportamiento muy
moderado del crecimiento del IVA, nos gustaría que nos contestara a una
pregunta muy concreta. En la página 16 de su documento hace referencia a
una serie de distorsiones que se contienen en la comparación del IVA. Si
elimináramos esas distorsiones a que usted hace referencia en la página
16, ¿cuál es realmente el crecimiento del IVA que se ha registrado en
este primer cuatrimestre de 1995? Como consecuencia y unida a esta
pregunta, ¿cuál es la elasticidad del impuesto que estima el Gobierno en
términos de PIB sobre consumo?
Insistimos que en materia de ingresos la recaudación , a nuestro
entender, va muy por debajo de la que iba el pasado año. Sólo tenemos que
recordar que en 1994 la recaudación estaba en el 36,1 por ciento y
actualmente, en el mismo período de 1995, la recaudación está en el 32
por ciento. Por tanto, desearía que se detuviera especialmente en valorar
la baja recaudación que se está registrando en este primer período.

Sin lugar a duda, el comportamiento del déficit tiene una relación
directa con los ingresos. En ese sentido, no tendríamos que estar muy a
favor de su primera afirmación sobre la rigurosidad de la ejecución
presupuestaria. Usted, además de decirnos que es alcanzable el objetivo
de déficit (cosa que nosotros, por el comportamiento de los ingresos y de
los gastos, ponemos en duda, pero no tendríamos inconveniente en
corregir), ha hecho al inicio una afirmación respecto a la rigurosidad de
la ejecución presupuestaria. Al Grupo Popular no le parece que una
política presupuestaria que dependa de la realización de las
privatizaciones para alcanzar sus objetivos de recaudación se pueda
calificar precisamente de rigurosa. Los ajustes de privatización, como
sabe usted, señor Secretario de Estado, son temporales y no se puede
estar vendiendo indefinidamente empresas para cubrir gastos. Ustedes
están en una desenfrenada carrera de privatizaciones para hacer caja y
las privatizaciones, a entender del Grupo Popular, deben hacerse en el
marco de una política de desregulación y de liberalización de mercados o
sectores, fundamentalmente para mejorar la eficacia global de la
economía. Por eso ponemos en duda la rigurosidad de la ejecución
presupuestaria que basa toda su recaudación en las privatizaciones.

Pasando al capítulo de gastos, está protagonizado por un hecho muy
concreto. Como se puede deducir del cuadro que aparece en la página 21,
el capítulo de gastos aumenta el 4,2 por ciento. Teniendo presente que
apenas se registran modificaciones de créditos --las que hay son
insignificantes--,



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hay que tener en cuenta al lado de esta afirmación que no hay
modificaciones porque no se han realizado las grandes ampliaciones de
crédito que se tienen previstas. En este sentido, señor Secretario de
Estado, pasando cuatro meses de 1995, ¿saben ustedes ya, en materia de
Sanidad, a cuánto ascienden los créditos ampliables que figuran para el
año 1995 como previstos? Me estoy refiriendo al crédito ampliable
previsto para la liquidación definitiva de las deudas de la Sanidad de
años anteriores y a la liquidación definitiva de las comunidades
autónomas, en 1994. Recordará que cuando aprobamos los presupuestos no
había forma de que ustedes identificaran esta cifra por cuanto tenían que
calcularla y consultarla. Nos gustaría saber si, pasados cuatro meses, ha
conseguido ya determinar a cuánto ascienden estas liquidaciones
definitivas de Sanidad. Por tanto, en el momento en que entran en juego
estos créditos ampliables, probablemente el capítulo de modificaciones
dará una mayor información que hoy, lógicamente, no registra por cuanto
no se han producido estas ampliaciones de crédito a que hacemos
referencia.

Ahora bien, en el capítulo de gastos sería muy prudente detenerse en el
cuadro de la página 21, en el que podemos observar que el ritmo de
reconocimiento de obligaciones es ligeramente inferior al que se producía
el año anterior. Además, va acompañado de un porcentaje de realización
también inferior. Como verán ustedes en el cuadro de la página 21, la
realización de este año es del 32 por ciento, comparada con la del año
1994, que era del 33 por ciento, y la del año 1993, que era del 35 por
ciento. Pero a más de este argumento de reconocimiento de obligaciones
relativamente inferior al del año pasado --no sé si es una afirmación
excesiva--, ahí hay un abusivo crecimiento de las obligaciones pendientes
de pago, lo que convierte a mi entender, señor Secretario de Estado, esta
fase de ejecución en una fase en la que el Estado está aumentando su
morosidad, una fase en la que el Estado está embalsando pagos, está
transfiriendo deudas a sus proveedores; en definitiva, está presentando
una ficticia contención del gasto a través del aplazamiento de pagos.

Hay un crecimiento excesivo de las obligaciones pendientes de pago en un
porcentaje casi cercano al 47 por ciento. Esta es la característica, a
nuestro entender, del comportamiento del capítulo de gastos, donde
nuevamente ustedes vuelven a reiterar una práctica ya habitual. En el
capítulo de gastos crecen los gastos por operaciones corrientes el 2,4
por ciento; en el capítulo de gastos crecen negativamente los gastos por
operaciones de capital el 11,1 por ciento; y, como siempre dentro de las
operaciones de capital, el gran sacrificado son las inversiones reales,
que crecen negativamente el 24 por ciento.

Para el Grupo Popular ésta sería de alguna manera la valoración política
que le merece la ejecución del presupuesto de 1995 al mes de abril. Nos
quedaría exclusivamente, señor Secretario de Estado, en la página 5 de su
informe, cuando habla de cambios en la formalización del presupuesto de
determinados pagos de intereses, saber a qué se está refiriendo. No
conseguimos identificar exactamente a qué se está refiriendo.

Reitero que la expansión del déficit que registra este período
consideramos que pone en duda el alcance de los objetivos de corrección
de déficit. Nos preocupa la baja recaudación de ingresos que se ha
producido en este primer período, teniendo presente que se está
produciendo una falta de pagos en las obligaciones pendientes, lo que
está generando un altísimo aumento de la morosidad en los pagos del
Estado.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ríos, por el Grupo
Parlamentario de Izquierda Unida.




El señor RIOS MARTINEZ: La verdad es que cuando analizamos la gestión del
presupuesto del año pasado concluíamos con un balance de opinión en
cierto modo positivo por parte del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya en cuanto a gestión
presupuestaria.

Ha comenzado el señor Secretario de Estado diciendo que se ha alcanzado
un alto rigor presupuestario por el Gobierno, y la verdad es que a mí me
choca esa declaración de intenciones. Como acto de fe por parte de usted
puede ser importante, pero es un presupuesto que, como rigor, tiene el
ajuste presupuestario o la retención de la obligación reconocida; tiene
una imprevisión de la inflación y la proyección que esta inflación va a
tener sobre nuestros ingresos, sobre la deuda y, a la vez, sobre lo que
pueden ser los propios gastos del Estado, y tiene una evolución de la
gestión presupuestaria que ha tenido en este primer trimestre muy poca
recaudación en cuanto a ingresos.

Me gustaría que se extendiera usted a las condicionantes de por qué el
IVA ha tenido un incremento del uno por ciento en sus tres tramos de
declaración como presupuesto: del 3 al 4, del 6 al 7 y del 15 al 16. Por
cierto, me gustaría saber también si alguna vez voy a conocer lo que los
españoles pagan por cada uno de este tramo de consumo, ya que es
importante saberlo. Sé que es complicado, pero a lo mejor en algún
momento es posible conocerlo. Esta es la tercera comparecencia en que se
lo pido porque no lo conozco; es importante saber lo que consumimos,
quién lo consume y en qué tramos está de ese consumo para saber cómo
afecta. Hay una gestión de recaudación del IVA bastante contenida, y si
además se va a incrementar un uno por ciento, no veo esa proyección ahí.

No he entendido en su intervención los efectos del proceso de
privatización. Me ha extrañado la intervención del portavoz del Grupo
Popular, que le decía a usted que estaba privatizando y vendiendo. Luego
ha añadido esa precisión sobre el proceso de liberalización. Pero a mí me
gustaría conocer el efecto de las privatizaciones sobre estos ingresos o
sobre la realidad del propio presupuesto para poder equilibrarlo.

En todo caso, voy a hacerle cuatro demandas de información sobre cosas
generales, para proceder después a lo que ha sido el hilo de su
intervención. La primera es sobre la privatización y los efectos que ésta
ha podido tener. Usted ha hecho referencia al final del ejercicio pasado
y a los efectos de Argentaria relacionados con el menor ingreso del Banco
de España, efecto que estaba previsto.




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La segunda información que quiero se refiere al tema de la deuda, ya que
no me ha quedado clara una parte de su intervención. Por primera vez
tenemos en nuestras manos la evolución de la emisión de deuda en los
primeros cuatro meses del año, al mismo tiempo que se hace esta
comparecencia. Esto es importante porque nos puede dar un indicio sobre
la evolución de la propia deuda.

Usted ha dicho que hemos gastado menos dinero en intereses, y al estudiar
lo que es la emisión de deuda que tenemos vemos que es poca a corto y
medio plazo, es decir, todo lo que son bonos y obligaciones del Estado,
que serían, por el tipo de interés, más o menos complicado, pero más
interesante para el propio Estado. La deuda se ha emitido
fundamentalmente en letras del Tesoro. Fíjese que la primera emisión que
se hace de letras del Tesoro es el día 5 de enero, a un marginal del 9
por ciento, mientras que las últimas cuatro operaciones de letras del
Tesoro se hacen al 10,2 al 9,5, al 10,2 y al 9,7 de marginal, todos ellos
más altos. Es verdad que la emisión más larga es de un año y la más corta
de tres, cuatro o seis meses.

También hay un crecimiento muy grande, y ésta es otra duda que tengo, de
la emisión de deuda en moneda extranjera, en moneda externa, tanto yen
como marcos, dólares quizá menos, y otras monedas. Lo cierto es que la
inflación nos debe de haber situado en una posición complicada. Qué
beneficios hemos tenido en los tipos de interés de esta emisión de deuda
en moneda extranjera, porque está creciendo mucho, quizá debido a que es
más estable. La primera proyección que tenemos de 2.500 millones de
marcos alemanes que se incorporan como ingresos de fondo el 5 de enero es
ventajosa, puesto que es al 7 por ciento anual y por cinco años, pero la
otra de 150.000 millones de yen es a 10 años y a 4,75. Esta es una buena
operación; las otras quizá no lo son tanto. Por tanto, me gustaría que
explicara la evolución de la deuda y de los tipos de interés.

La tercera reflexión se refiere al tema del efecto que va a tener la
inflación, tanto sobre la deuda como sobre los ingresos y los gastos. En
concreto me voy a referir a una muy sencilla. Si la inflación se sitúa en
torno al 5 por ciento al final del ejercicio (y usted me puede decir que
se van a cumplir las previsiones, y como acto de fe estará bien), ustedes
tendrán que tener previsto que las pensiones deberán ajustarse un 1,5 por
ciento además del 3,5 previsto y esto es un gasto. Cada punto va a costar
50.000 ó 60.000 millones; por tanto, hay que hacer unas previsiones.

¿Cuáles son los efectos que tiene la inflación que no se ha controlado
por parte de ustedes?
En cuanto a los ingresos, me gustaría conocer, además de lo del IVA, una
modificación que aprobó el Consejo de Ministros el día 2 de junio,
dirigida fundamentalmente a los hidrocarburos y a los impuestos
especiales de fabricación. Queda fuera el tema de matriculación, que es
más estable, pero hay un proyecto de ley que ustedes nos van a remitir
aquí.

Asimismo, me gustaría conocer cómo va a incidir sobre los impuestos
especiales esta modificación que aprobó el Gobierno el día 2 de junio en
lo que pudiéramos llamar la evolución de los beneficios fiscales de
algunos impuestos, el de sociedades, el de patrimonio y en concreto
también el del IRPF, ya que está en boga hablar del tema de la vivienda.

Y ustedes han puesto ahí lo de lujo o no lujo. ¿Cuántos cuartos piensan
ustedes que se pueden ahorrar de los beneficios fiscales con esta medida,
si nos va a afectar? Le digo esto porque es muy complicado pillarles a
ustedes en el Parlamento con cosas que sean del día, ya que siempre les
cogemos pasado un tiempo. A lo mejor esto no tiene mucha incidencia. Si
no la tiene para este año, miel sobre hojuelas, lo veremos en los
próximos.

Siguiendo el hilo de la información que usted nos ha aportado (y me
refiero a la página número 12 del documento que usted nos entregó con
tiempo suficiente para leer y poder profundizar, que, además, ha
utilizado hoy como argumentación), a mí me gustaría que nos comentara el
presupuesto inicial, que es mayor que el del año 1994 y que, sin embargo,
los derechos reconocidos y liquidados son inferiores. En el año 1994, por
estas fechas, el presupuesto era de 3,6 y este año es de 3,4 y las
operaciones no presupuestarias han crecido un 7,9 si comparamos las de
1995 con las de 1994. Me estoy refiriendo al Presupuesto de ingresos del
Estado.

Es verdad que es muy poco dinero, pero las tasas y los ingresos tienen
una minoración del 18 por ciento y los ingresos patrimoniales del 66 por
ciento.

Le han preguntado antes por el tema de la renta de sociedades, que
también tiene una reducción del 5 por ciento. No le insisto en ello; me
servirá la respuesta que le dé al Portavoz del Grupo Popular.

Dentro de la distribución del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas quisiera conocer la baja del 13 por ciento en la retención sobre
el rendimiento del capital mobiliario. Esto puede estar unido al tema de
lo que es la renta de sociedades o no, pero en su explicación ha dicho
que obedecía a los mismos efectos.

En cuanto al tema del IVA, que ya se lo he comentado al principio, tiene
una reducción; reducción que es verdad que porcentualmente es pequeña, es
del 0,8 por ciento, pero como tenía un uno por ciento de más, no sé si
obedece a que la gestión de este trimestre puede ser corregida en otro.

Referente a la previsión de la declaración del presupuesto de gasto, le
han preguntado por el control mensual que se iba a hacer, fruto de lo que
fue el acuerdo del Consejo de Ministros para contener la obligación
reconocida incluso cada mes. Ahí se ve por parte de Hacienda la
desconfianza que tiene con los ministerios para que se ajusten todos los
meses, no solamente en medio, parece ser que es de orden legal. No voy a
entrar en ese control mensual que ustedes deben hacer de los objetivos o
en esa evolución, sino en la diferencia que hay entre obligación
reconocida --es una discusión que hay que tener en cuenta siempre que
discutimos de presupuestos-- y los pagos ejecutados o los pendientes de
pago, como lo queramos llamar. Según la cifra que usted nos ha aportado,
los pendientes de pago están en el 1,1, casi en el 1,2 --traducido a
billones de pesetas-- de unas obligaciones reconocidas de 4,3 billones.

La verdad es que es un porcentaje alto de pendientes de pago en estos
meses. No sé si esto es general, si es normal, pero la verdad es que el
año pasado no era tan igual, ya que teníamos



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unos pendientes de pago de 812.000 millones de pesetas. Hemos
incrementado, por tanto, los pendientes de pago. Como digo, no sé si eso
obedece a algún criterio de actuación, de funcionamiento de caja de un
determinado tipo de pago.

En cuanto a la evolución de las modificaciones de presupuesto, es verdad
que son escasas --lo que esté por venir lo veremos cuando llegue y en la
liquidación final--, pero me voy a parar en una modificación, como digo,
no por el número, sino por lo que significa. Cuando discutíamos los
presupuestos, ustedes dijeron que hacían un esfuerzo importante para
contener el gasto corriente del capítulo 2, y es verdad que lo hicieron,
ya que todo eran bajas; sin embargo, ahora nos encontramos con una
modificación que supone un incremento del 5,8, precisamente en el
capítulo 2, gastos en bienes y servicios, y no sé a qué obedece esa
modificación, que es la segunda en importancia, ya que la primera son las
transferencias corrientes, pero eso sí lo ha explicado usted como
pendiente de las necesidades de determinados organismos. Ustedes
minoraron durante toda la discusión presupuestaria los gastos del
capítulo 2 y, sin embargo, ahora hay un incremento.

Respecto a inversiones reales, me gustaría conocer la evolución de tres
conceptos --página 26 del documento--. Las inversiones reales tienen,
además de una minoración en cuanto a créditos finales --eso ya lo
discutimos en su momento--, una minoración en cuanto a obligaciones
reconocidas y una reducción en cuanto a la realización. La realización de
las inversiones reales se sitúa en torno al 19 ó 20 por ciento; es decir,
que tenemos un Gobierno que gasta, pero que reduce su inversión, quizá
por las circunstancias financieras que tenemos, quizá porque el objetivo
prioritario sea reducir déficit o actuar sobre una determinada parte.

Después incidiré en la distribución de los distintos paquetes del gasto,
porque precisamente la actividad productiva es la que tiene una
minoración en cuanto a la ejecución del propio gasto.

En la página 31 del documento que usted ha aportado, en la clasificación
funcional del presupuesto de gastos a finales del mes de abril, el bloque
5, producción de bienes públicos de carácter económico, tiene una
minoración del 11,5, es decir, una obligación reconocida que se reduce,
igual que también se reduce en un 6,5 la regulación económica de sectores
productivos. La verdad es que no sé por qué tiene este porcentaje tan
alto cuando es precisamente lo que debiera incidir sobre la economía,
sobre la actividad productiva, bien de carácter público, bien de carácter
privado.

Voy a hacer, señor Presidente, unas preguntas en cuanto al gasto,
dirigidas al capítulo de personal y a las transferencias a corporaciones
locales --páginas 35 y 36--. En la página 35 se refleja la evolución del
gasto de personal, que ha subido un 7 por ciento. Usted ha dado dos
argumentos para esto: uno, el 3,5 por ciento correspondiente a la Función
Pública y, otro, el 3,5 por ciento que usted ha achacado a las clases
pasivas, a la previsión del incremento de las pensiones de los
funcionarios, que me imagino que estarán aquí incluidas. ¿Se debe a esos
dos capítulos nada más o hay otra previsión? En concreto, ¿hay oferta
pública de empleo, hay alguna redistribución del empleo o solamente
obedece a estos criterios? No es que esté en contra, sino que estoy
intentado obtener información.

Por último, las transferencias corrientes a corporaciones locales también
se han contenido; se reducen el 6,9 por ciento, casi el 7 por ciento. En
1994 las transferencias a los ayuntamientos y a lo que son mancomunidades
o diputaciones, a las corporaciones locales, fueron de 322.000 millones;
esta vez son 300.000 millones nada más. ¿A qué obedece esa reducción de
las transferencias corrientes?
Señor Presidente, estoy convencido que las explicaciones podrán situarnos
en un mayor conocimiento de los datos. En todo caso, la gestión
presupuestaria, junto con las previsiones presupuestarias de este
Gobierno, son, como las fincas, manifiestamente mejorables.




El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, el
señor Zambrana tiene la palabra.




El señor ZAMBRANA PINEDA: Voy a consumir un turno manifestando en grandes
líneas el acuerdo de mi Grupo con la tesis mantenida por el Secretario de
Estado.

Efectivamente, creemos que desde el ejercicio presupuestario anterior,
desde el año 1994, por parte de la Administración y del Gobierno se viene
haciendo en nuestro país un poderoso esfuerzo de contención del gasto
público y de rigor presupuestario. Basta con ver las cifras de la
contabilidad nacional para comprender que desde la llegada de la
democracia a nuestro país el consumo público venía creciendo a unas tasas
que a menudo suponían el doble del crecimiento del producto interior
bruto. Esta tendencia, por otra parte, es lógica, porque a pesar del
crecimiento experimentado durante este período ya amplio, el volumen de
gasto público en España todavía es inferior al de los principales países
europeos, y la construcción de un Estado del bienestar que limara las
desigualdades sociales y creara un «modus vivendi» más asimilable al
europeo llevaba, indudablemente, al crecimiento del consumo público.

Como digo, el año pasado, a pesar de haberse producido un importante
crecimiento del producto interior bruto, el consumo público se mantuvo en
una práctica congelación; este año, aunque el gasto público puede estar
creciendo --no en pagos, donde ha tenido un decrecimiento del uno por
ciento-- en obligaciones hasta un 4 por ciento, si estamos esperando un
crecimiento del PIB nominal que puede rondar el 8 por ciento, vamos a
tener nuevamente una bajada de la participación del gasto público en el
conjunto de la economía nacional. Por consiguiente, se está haciendo un
importante esfuerzo de contención del gasto y de contención del
crecimiento de los presupuestos en el volumen de la economía nacional y
creo que es de justicia señalarlo y admitirlo, porque no siempre resulta
fácil cuando, al mismo tiempo, se están cambiando los parámetros de
muchas variables para adecuarlos a la configuración más ortodoxa que
viene imponiendo la Comunidad Económica Europea. Me refiero, por ejemplo,
a las tradicionales partidas provenientes del Banco de España o al cambio
de normativa que se ha venido produciendo en algunos



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impuestos, que, en parte, y desde el punto de vista de mi Grupo, están
influyendo sustancialmente sobre los problemas recaudatorios de algunos
de esos impuestos en los primeros meses del año, lo que no quiere decir
que vayan a influir en el conjunto del ejercicio. Yo ya adelanto que me
gustaría conocer la opinión del Secretario de Estado sobre el
decrecimiento del 5 por ciento en el Impuesto sobre Sociedades y si esto
tiene algo que ver con las normativas que se han aprobado en los últimos
tiempos, con las facilidades que se vienen dando a las empresas
precisamente para que puedan generar empleo y puedan trabajar.

Desde el punto de vista de los gastos, el rigor se pone de manifiesto
cuando se comprueban las pocas modificaciones presupuestarias que se han
introducido a 30 de abril; concretamente, 83.000 millones, que suponen
menos de la mitad de las habidas en 1994, que ya fue un ejercicio
especialmente riguroso. Los créditos extraordinarios, de fácil expansión
del gasto público, se han reducido en un 51 por ciento, un mínimo de
20.000 millones, 12.000 para obras hidráulicas y 3.600 para el síndrome
tóxico. Las incorporaciones de crédito, otra de las prácticas que podían
permitir la expansión del gasto público, se han reducido en un 70 por
ciento y casi todas están en inversión, y las ampliaciones de crédito han
disminuido en casi 80.000 millones, siendo la partida más significativa
algo tan elemental y tan obligado para nuestro país como es el gasto de
nuestro ejército en Bosnia en estos momentos.

El crecimiento de los gastos de personal en un 7,7 por ciento se puede
considerar normal si se tiene en cuenta que los gastos de personal han
estado prácticamente congelados en los dos ejercicios anteriores, porque
en la Administración pública se aplicó la congelación salarial.

En bienes corrientes y servicios, como conocedor de la Administración que
soy, creo que se está rozando ya el límite del esfuerzo posible. Es
difícil seguir apretando más el capítulo 2 después de los años de
austeridad que se vienen imponiendo progresivamente y que nuevamente este
año supone un decrecimiento o una disminución del gasto en este capítulo
del 10 por ciento; capítulo que si atiende a los teléfonos y a las luces
de los Ministerios, no hay que olvidar que también cubre el queroseno de
los tanques, la munición del Ejército y las gasas que se consumen en los
hospitales. Por consiguiente, posiblemente estamos, repito, rozando los
límites de ahorro en este capítulo.

Esperamos que al menos durante este año los intereses de la deuda pública
se puedan mantener en parámetros no excesivamente elevados, aunque no
cabe duda que es factor de preocupación el reciente incremento de los
tipos de interés por parte del Banco de España para contener la
inflación; inflación, señorías, que es responsabilidad del Gobierno, pero
que es también responsabilidad de todos los agentes económicos y sociales
del país. Mientras esto no se asuma será muy difícil que ningún gobierno
pueda, por sí solo, controlar la inflación, si hay una inflación de
costes permanente de quienes quieren acelerar los beneficios. Creo que ya
hay que dejar de hablar de inflación de salarios, ya que la contención
salarial es manifiesta en los últimos años, pero si hay una inflación de
costes permanente en múltiples servicios, repito, de quienes quieren
incrementar su beneficio rápidamente, es difícil que se pueda operar
sobre ello, al menos en el corto plazo.

Las transferencias corrientes tienen un crecimiento moderado en el
capítulo de gastos. Es cierto que a la Seguridad Social va la partida más
significativa, pero el resto de las transferencias, los compromisos que
hay con otras administraciones autonómicas y locales siguen la senda
trazada, y hay que señalar la importante disminución de transferencias a
las empresas públicas, lo que indica que el saneamiento y el apretarse el
cinturón en todas las empresas públicas está pasando de las musas al
teatro, está siendo una realidad.

Hay que señalar también que la transferencia al Inem, fruto del menor
problema del paro, dado que el empleo está creciendo, ha disminuido
sensiblemente sobre la que se produjo en el año 1994. Cabe señalar
también el muy favorable saldo de España respecto de la Unión Europea y
la disminución del gasto de capital.

Desde el punto de vista de los ingresos, ciertamente, podría esperarse
que, habida cuenta de la reactivación económica, algunos impuestos
marcharán de una forma más espectacularmente brillante. Por eso, y de
acuerdo con los demás grupos, espero algunas explicaciones
complementarias por parte del Secretario de Estado. Ahora bien, en líneas
básicas, la imposición directa está creciendo un 7,2 por ciento, que es
una tasa razonable, y la imposición indirecta está creciendo un 4,8 por
ciento, que quizá es una tasa un poco corta, pero, en cualquier caso,
razonable.

Es cierto que hay una caída coyuntural de los ingresos por las no
transferencias del Banco de España. Me gustaría conocer qué hay previsto
sobre las eventuales transferencias del Banco de España en lo que queda
de ejercicio presupuestario, y también por qué no se han contabilizado
durante este cuatrimestre las privatizaciones. Sin duda alguna, tendremos
oportunidad de conocer la reciente privatización de Repsol en la próxima
rendición de cuentas por parte de la Administración, y posiblemente
cambiará el sesgo del volumen de ingresos que se ha producido.

Me gustaría conocer el grado de incidencia del cambio de normativa en la
devolución del IVA sobre su no crecimiento en las operaciones interiores,
puesto que en las operaciones exteriores sí que se ha producido un
crecimiento muy importante en las importaciones. Pero no cabe duda que
están gravitando, desde nuestro punto de vista --y esperamos la
ampliación de precisiones por parte del Secretario de Estado--, los
cambios de normativa que afectan a devoluciones en una serie de
impuestos. Al hacerse de una manera más actualizada y más rápida, en la
comparación de un año a otro, como el año pasado se devolvía en los meses
siguientes, posiblemente esté teniendo incidencia sobre las estadísticas
comparativas, de cuatrimestre con cuatrimestre, que estamos analizando en
estos momentos.

Por consiguiente, quisiéramos conocer por boca del Secretario de Estado
qué previsión de ingresos patrimoniales tiene el Gobierno. Están
previstos 300.000 millones y se espera llegar a ellos con las
privatizaciones pendientes a lo largo del ejercicio. También nos gustaría
conocer la situación en que se encuentran las modificaciones
presupuestarias,



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que ha sido el primer esfuerzo que se hizo al inicio de año, al temer que
pudiera producirse una desviación en los cálculos efectuados para el pago
de la deuda pública por la subida de los tipos de interés. Quisiera que
nos indicara ahora, incluso a grandes rasgos, cómo se están aplicando
esas modificaciones presupuestarias y también qué está ocurriendo en el
Impuesto sobre Sociedades, si está aplicando la normativa que este
Parlamento ha votado de forma mayoritaria para aliviar la carga de las
empresas y facilitar sus tareas, así como alguna valoración sobre el
descenso en las retenciones de los intereses del capital mobiliario.

Hasta qué punto factores coyunturales, como el lavado de cupón, etcétera,
han podido tener incidencia en la disminución de estas retenciones.




El señor PRESIDENTE: El señor Secretario de Estado tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (Martínez Robles): Agradezco la
intervención de los distintos portavoces de los grupos y paso a responder
las preguntas del señor Aguirre.

El señor Aguirre inició su intervención haciendo tres peticiones de mayor
información. Una hace referencia a que remitimos tarde la información al
Congreso. Ya hemos discutido esta cuestión en otras ocasiones. Lo cierto
es que cumplimos estrictamente las obligaciones que tenemos de remitir
esa información al Congreso. He tenido alguna intervención sobre este
particular a petición de algún compañero del señor Aguirre en el Senado y
hemos visto cómo puntualmente la Secretaría de Estado remite todos los
meses al Congreso y al Senado la información presupuestaria a la que
viene obligada. De todas maneras, yo soy partidario de una política de
claridad y de aumento de la publicidad con respecto a la gestión
presupuestaria, especialmente en estos años en que la gestión
presupuestaria es tan brillante. Tomo nota de lo que dice y remitiremos
antes los datos a esta Cámara.

Creo que las cifras sobre los ajustes presupuestarios que tuvieron lugar
en los meses de enero y febrero han sido enviadas a esta Cámara, porque
me consta que ha habido intervenciones del señor Ministro sobre el
particular y debió aportar toda la información sobre esta cuestión.

También yo tenía solicitada, por parte del Grupo Popular, una
comparecencia sobre esta misma cuestión en el Senado, que finalmente el
Grupo Popular decidió que no se realizara. O sea, que no ha habido ningún
intento de no dar información sobre estos temas, cuando además los medios
han informado abundantemente de la cuestión y creo que es bien conocida
por todo el mundo.

Por último, estaremos a la espera de ver cómo se concreta esta
proposición no de ley y, en cualquier caso, estaremos encantados también
de avanzar los datos sobre el balance del control mensual de los
distintos ministerios. O sea, que tomo nota de lo que decía el señor
Aguirre, creo que es bueno aumentar la publicidad sobre la gestión
presupuestaria y avanzaremos en estas cuestiones que señalaba.

Por lo demás, aunque el señor Aguirre empezó su intervención diciendo que
el período transcurrido era poco representativo para alcanzar alguna
conclusión, finalmente sí que hizo estas conclusiones. La verdad es que
los cuatro meses transcurridos, en los que ya han ocurrido algunas cosas,
si bien no nos pueden dar una imagen perfecta de lo que va a ser el año,
sí nos permiten avanzar bastante en hipótesis, pero ya con una base de
datos cierta.

En los problemas que planteaba el señor Aguirre ha presentado una serie
de cuestiones, en primer lugar --luego han hecho referencia a esta
cuestión los demás portavoces de los grupos--, la relativa a los
ingresos. Con respecto a los ingresos se plantean dos cuestiones. La
primera ya la hemos examinado en otras ocasiones y hace referencia a la
aperiodicidad. Otras veces hemos visto la aperiodicidad de los gastos y
hoy vemos también la aperiodicidad de los ingresos. En estos momentos --y
lo señalaba desde el principio de mi intervención-- el hecho de que el
déficit de abril de 1995 sobre 1994 crezca un 13 por ciento es
consecuencia del hecho de que en ese período no se han producido los
mismos ingresos patrimoniales que se produjeron en el año anterior.

Cuando acabe el ejercicio y se produzcan todos los ingresos que están
previstos, éstos estarán normalizados de un ejercicio con otro. Por
tanto, aquí hay un problema de falta de coincidencia en la periodicidad
del ingreso que no nos debe preocupar, y venimos señalándolo desde el
principio. Los ingresos por privatizaciones se producen en el momento en
que se hacen estas privatizaciones y si no coinciden es simplemente por
una cuestión momentánea.

La otra cuestión es un poco más complicada porque ahora el señor Aguirre
hace una cierta referencia a que quizá los ingresos, fundamentalmente los
tributarios, no marchen según las previsiones que se habían realizado.

También en este sentido se han manifestado el señor Ríos y don Justo
Zambrana. Lo cierto es que esta discusión ya la tuvimos en septiembre
pero en sentido contrario. En septiembre el representante del Grupo
Popular --lo recuerdo perfectamente, no fue entonces el señor Aguirre
sino el señor Costa-- me decía que las previsiones que manteníamos en el
presupuesto sobre los ingresos tributarios eran muy bajas. Yo entonces le
expliqué la serie de circunstancias que existían sobre los ingresos de
1995, que explicaban exactamente las razones y el porqué de los ingresos
que se habían hecho figurar en el presupuesto, y hoy estamos en la misma
situación. Yo creo que el Grupo Popular no tomó nota suficiente de lo que
les decía en aquel momento porque estamos en la misma situación. Creo que
los ingresos tributarios se vienen produciendo de acuerdo con las
previsiones del Gobierno. Bien es verdad que tanto el Grupo Popular como
algunos analistas dijeron, en su momento, que estas previsiones eran muy
bajas, pero para nosotros --repito-- se están cumpliendo.

¿Qué circunstancias están ocurriendo en relación a los ingresos, en
primer lugar, con respecto al Impuesto sobre el Valor Añadido? Con
respecto a este impuesto ocurre lo siguiente. Primero, no es cierto que
en los ingresos que llevamos recaudados en estos cuatro primeros meses,
en todos ellos, se haya producido el incremento de un punto, porque sólo
se ha producido para los ingresos de grandes empresas correspondientes a
los meses de febrero, marzo y



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abril, y no se ha producido para los ingresos de las empresas no grandes
que han ingresado del trimestre anterior. Es decir, el uno por ciento, en
su amplitud, de incremento de los tipos del IVA todavía no se pone de
manifiesto en la recaudación de este primer cuatrimestre.

Segunda razón, en este primer cuatrimestre hemos asistido a dos
modificaciones muy importantes de la normativa del IVA. La primera es la
desaparición del decalaje. Ya saben que la directiva europea que modificó
el IVA en el año 1991, y que fue adaptada a la normativa interior por la
Ley del IVA de 1992, establecía el procedimiento que se llama decalaje y
que significa que los importadores no podían deducirse el IVA que gravaba
los bienes importados sino al mes siguiente de haber hecho esta
importación. En efecto, según lo dispuesto en la directiva y lo recogido
en la normativa europea, desaparece el 1 de enero de 1995, de tal manera
que los importadores de bienes en 1995 se han deducido en ese mes no sólo
el gravamen que soportaban los bienes importados en el mes de diciembre,
como era lo normal, sino además los del mes de enero. O sea, se aplica
esa deducción de dos meses. Además de ello, como aparece recogido en el
impreso, se ha producido un adelanto de las devoluciones en el Impuesto
sobre el Valor Añadido. Conocen bien que el año pasado, para resolver
algunos problemas que existían en algunos sectores, hubo un decreto que
aplicó el sistema de anticipar las devoluciones a algunos sectores. Ello
ha permitido que en el año 1995, tal como se recoge en el informe que
hemos remitido a la Cámara, se hayan efectuado en este cuatrimestre unas
devoluciones de IVA de 289.000 millones, mientras que el año pasado, por
estas mismas fechas, hubo devoluciones por 204.000 millones. Por tanto,
creo que tenemos que considerar que la recaudación del IVA transcurre de
acuerdo con lo previsto, según la evolución del consumo, que como saben
es el elemento económico que le da soporte, para cuya interpretación
deben tenerse en cuenta estas consideraciones que hago hoy y que son
repetición de las que hice en el mes de octubre en este mismo lugar.

Ocurre lo mismo con el Impuesto sobre Sociedades, que presenta una
disminución de recaudación del 5 por ciento. Hay que decir, en primer
lugar, que es poco significativa la recaudación que va; es cercana a
150.000 millones y la recaudación de este impuesto, como saben SS. SS.,
es de casi 1 billón de pesetas, por tanto, poco significativa. ¿Qué
efectos se están produciendo? En primer lugar, el efecto que ya se pone
de manifiesto en el informe con relación a la disminución de las
retenciones sobre los rendimientos del capital, porque ya saben que, en
las cifras de ingresos, todas las retenciones de capital, que son a
cuenta bien del Impuesto sobre la Renta, bien del Impuesto sobre
Sociedades, se distribuyen aplicando un 70 por ciento a las cifras del
Impuesto sobre la Renta y un 30 por ciento al Impuesto sobre Sociedades.

La disminución de las retenciones por este concepto se justifica junto
con el no ingreso, que sí ocurre en el año 1994, del Impuesto sobre
Sociedades de la Sociedad Patrimonio-I, correspondiente a la operación de
venta de acciones de Argentaria. Por tanto, también en el caso del
Impuesto sobre Sociedades concurre una serie de circunstancias que
explican el hecho de la menor recaudación, en este momento, del 5 por
ciento de las cifras que tenemos, que no deben afectarnos a mantener con
fundamento el objetivo de recaudación en este impuesto, al igual que en
el Impuesto sobre el Valor Añadido. Por tanto, debemos decir que no
estamos asistiendo en estos momentos a una recaudación, especialmente a
una recaudación tributaria, por debajo de lo previsto sino que, antes al
contrario, la recaudación tributaria se desenvuelve según lo previsto.

Por consiguiente, no comparto la afirmación del señor Aguirre de que en
cuanto a ingresos vamos por debajo de lo previsto. Vamos según lo
previsto y también entre las previsiones estaba que los ingresos
patrimoniales no se iban a realizar en estos cuatro primeros meses del
ejercicio.

En relación a otras cuestiones, el señor Aguirre preguntaba si el rigor
en la política de ingresos se basaba en las privatizaciones. Está claro
que no. Nadie ha dicho eso. El rigor en la política de ingresos se basa
en hacer unas previsiones rigurosas de los posibles ingresos por los
distintos conceptos y en que estos ingresos se vayan realizando a lo
largo del año. Si recordamos, a lo largo del año el presupuesto de 1995
contenía entre las previsiones de ingresos 300.000 millones procedentes
de privatizaciones. Estos 300.000 millones de deben realizar a lo largo
del ejercicio. Ya conocemos que se ha realizado la privatización de un
paquete de acciones de Repsol, se han producido unos ingresos de 130.000
millones durante el mes de mayo, y también conocemos que el Gobierno ha
acordado asimismo la privatización de un porcentaje, el 12 por ciento, de
la cartera de Telefónica. Por tanto, lo que nos interesa recalcar aquí es
que las previsiones de ingresos por privatizaciones contenidas en el
presupuesto son 300.000 millones, y estos 300.000 millones deberán
realizarse a lo largo del ejercicio.

El señor Aguirre hace una serie de consideraciones sobre el sentido de
las privatizaciones: si se hacen para hacer caja, si se hacen para
desregularizar, para la mejora económica, etcétera. Yo creo que no es el
momento de entrar en esta cuestión. Hoy se ha conocido que el Gobierno ha
remitido a esta Cámara una propuesta sobre este tema, y pienso que la
Cámara discutirá estos términos con amplitud. Lo que sí le quiero decir
es que, desde el punto de vista presupuestario, éstos son los ingresos
que están previstos. Ya sabe también cómo este Gobierno, sin señalar que
existe un plan para privatizaciones, viene realizando las privatizaciones
que están comprendidas en las previsiones sanitarias.

En cuanto a las modificaciones presupuestarias, efectivamente, las
modificaciones presupuestarias a las que hemos asistido han sido muy
pocas en este proceso. Pero el señor Aguirre avanza mucho más, y hace
bien, y dice que son pocas, pero que cuántas van a ser. También ésta es
una cuestión que tenemos resuelta, incluso ya se le ha dado publicidad.

En principio, sobre las modificaciones presupuestarias gravitan los
límites del artículo 11 de la Ley de presupuestos de 1995. Por tanto, los
créditos extraordinarios no podrán superar el 3 por ciento, del límite de
los créditos que figuran en el presupuesto y, a su vez, las ampliaciones
de crédito o las incorporaciones determinarán la reducción



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de otros créditos, al efecto de conseguir no sobrepasar el límite
establecido en el artículo 11 de la Ley de presupuestos de 1995.

Pues bien, ya es conocido, desde el principio del ejercicio es sabido que
el montante de ampliaciones e incorporaciones de créditos determinará una
cifra exacta de 407.000 millones, según las previsiones que había en el
mes de enero y que aún se mantienen. Precisamente en función de estas
previsiones el Gobierno tomó el acuerdo de reservar créditos por esta
cantidad, al efecto de no sobrepasar este crédito. En este sentido hay
previsto un total de 323.000 millones de ampliaciones de crédito, de los
cuales hay 2.000 millones para el Insalud, para la liquidación definitiva
del año 1993 (faltaba alguna liquidación), y 103.000 millones para
compensar la financiación del ejercicio anterior. (El señor Presidente
ocupa la presidencia.) Todo esto es conocido y ha sido acordado con las
comunidades autónomas. Estas cifras están contempladas y han sido tenidas
en cuenta en las previsiones de ampliaciones de crédito y de
incorporaciones de crédito, y en función de ellas, el Gobierno, como les
decía, tomó el acuerdo de reservar créditos por esta misma cuantía.

Hay una referencia al reconocimiento de obligaciones y a las obligaciones
pendientes de pago de la página 21, que son consideraciones que también
hacía el señor Ríos. En efecto, en la página 21, donde está el cuadro de
la gestión presupuestaria del gasto, aparecen las obligaciones
reconocidas de este ejercicio, que son por un importe total de cinco
billones 569.000 millones, de los cuales a esta fecha se han pagado
cuatro billones 376.000 millones. Eso supone que están pendientes de pago
un billón 192.000 millones, que señala el señor Aguirre. Lo señala como
un elemento del sesgo que está tomando la política presupuestaria, desde
su punto de vista, de embalsar, ha dicho, pagos. Bien es cierto que el
total de pagos realizados en este cuatrimestre asciende, según se
desprende de este mismo cuadro, a 5 billones 340.000 millones, porque ha
habido también un aumento muy importante en la diferencia de pagos que se
han realizado en este primer cuatrimestre procedentes de obligaciones
reconocidas en ejercicios anteriores. Mientras en el año anterior se
habían pagado sólo 693.000 millones, correspondientes a obligaciones
reconocidas en ejercicios anteriores, en este año se han pagado 963.000
millones. Por tanto, el total de obligaciones pagadas en el ejercicio es
semejante en el año 1995 que en el año 1994, si contemplamos no sólo las
obligaciones reconocidas en el ejercicio sino las procedentes de
ejercicios anteriores. Son 5 billones 384.000 millones en el año 1994,
frente a 5 billones 340.000 millones en el año 1995. Por consiguiente, yo
creo que no hay una política de embalsar pagos, tal como ha señalado el
señor Aguirre, lo cual no tendría mucho sentido porque, como sabe, lo
importante en términos de déficit y lo que nos hace cumplir o no cumplir
el déficit en términos del acuerdo de Maastricht son términos de
contabilidad nacional y, por tanto, términos de obligaciones reconocidas.

No hay, como es lógico, ningún interés del Gobierno en embalsar pagos al
efecto de presentar una gestión presupuestaria más adecuada, siendo así
que al mismo tiempo que proporciona los datos sobre pagos se proporcionan
los datos sobre obligaciones reconocidas. Son simplemente, como se señala
en el informe, situaciones coyunturales que ocurren en el transcurso de
la gestión presupuestaria, donde no coinciden exactamente los momentos de
reconocimiento de obligaciones con el momento de pago de estas mismas
obligaciones. En cualquier caso, como le digo, no hay ninguna voluntad
del Gobierno de realizar una política en este sentido.

En esta misma dirección se comprende el hecho referido, y que viene
perfectamente mencionado en este informe, a la no formalización de
intereses pagados por el Banco de España. No formalización que se
corresponde a intereses devengados en la última semana del mes de abril y
que fueron perfectamente formalizados a principios del mes de mayo. Por
tanto, no hay intención del Gobierno de hacer política a través de estas
operaciones coyunturales de gestión presupuestaria, porque sería un muy
sencillo recurso, además fácilmente desmontable. En consecuencia, no
comparto la opinión del señor Aguirre en cuanto a que el déficit de abril
de 1995 pone en duda el alcance del objetivo del déficit para todo el año
y que la falta de pago pone de manifiesto una altísima morosidad. Yo creo
que estas dos afirmaciones no se sustentan con los datos que hoy
aportamos, en primer lugar, porque en los datos que se aportan se pone de
manifiesto claramente que se va a cumplir el objetivo del déficit. Yo
pienso que todos ustedes podrían hacer simplemente la operación de poner
los ingresos patrimoniales previstos para todo el año y verán cómo lo más
normal, a la vista de los datos que se aporten, es pensar que el objetivo
de déficit se va a cumplir.

El señor Ríos decía una cosa que creo que no es exacta. No pienso que sea
una declaración de intenciones decir que la gestión presupuestaria es
rigurosa, sino que más bien es un reconocimiento de la realidad. Hacía
referencia, en la misma dirección que lo señalado por el señor Aguirre, a
los ingresos. Yo entiendo que las cuestiones referentes a los ingresos
tributarios son un poco complicados de entender porque estamos
asistiendo, efectivamente, a un crecimiento económico importante, y se
presenta la duda de cómo este crecimiento económico importante no se pone
de manifiesto inmediatamente en las cifras de ingresos presupuestarios.

Ya hemos examinado en otras ocasiones cómo hay un desfase temporal entre
la mejora de la economía y su reflejo en mayores ingresos, y también
--como le decía al señor Aguirre-- que los fenómenos y las circunstancias
--unas fácticas y otras normativas--, que se están poniendo hoy de
manifiesto en las recaudaciones que vamos obteniendo de las distintas
figuras tributarias, estaban ya explicadas por nuestra parte y estaban
previstas cuando presentamos el presupuesto de 1995. Yo creo que podrían
valer las explicaciones que le daba al señor Aguirre sobre los ingresos
en el Impuesto sobre el Valor Añadido --a los que se ha referido-- y
también sobre los ingresos del Impuesto sobre Sociedades, que preocupaba
también al señor Ríos. Me hablaba después de los efectos de la
privatización. Sobre la privatización, en relación a este presupuesto,
nuestra preocupación es que tenemos previstos 300.000 millones de
ingresos por privatizaciones que deben realizarse a lo largo del
ejercicio de



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1995. Ya tenemos ingresados 130.000 millones procedentes de la venta de
Repsol, tenemos anunciada también la venta del 12 por ciento del capital
de Telefónica, y habrán de completarse los ingresos de 300.000 millones
o, en su caso, complementarse con ingresos de otra naturaleza o, en
último caso, como ya saben, en aplicación del acuerdo de Consejo de
Ministros tomado en enero, si no se cumplen las previsiones
presupuestarias de ingresos, se procederá a reducir el gasto
correspondiente para que en ningún caso se sobrepase el objetivo de
déficit.

En cuanto a los temas de deuda pública, sobre los que el señor Ríos
muestra siempre una especial preocupación, veo que tiene información que
le ha proporcionado la Dirección General del Tesoro, según nos ha dicho,
información sobre las emisiones realizadas en el primer trimestre. Esta
información la podríamos complementar con la que aparece en la página 9,
que es la que se refiere a cómo ha sido la variación de pasivos
financieros y, por tanto, cómo ha sido la variación neta de pasivos
financieros. La información que le proporciona el Tesoro es de todas las
operaciones, porque se ha referido a operaciones de valores a corto
plazo, y aquí sólo aparecen los netos; o sea, que no están incluidas
aquellas operaciones que tienen simplemente el objetivo de renovar a otro
instrumento. Por tanto, complementando la información que tiene, de este
cuadro se desprende que en estos cuatro primeros meses ha habido una
variación neta de pasivos financieros de 356.000 millones, que tienen su
explicación fundamentalmente en una variación en créditos en moneda
extranjera --ha habido un aumento neto de 964.000 millones--; una
disminución de valores a corto plazo de 474.000 millones, y una
disminución de otros pasivos de 153.000 millones. O sea, el aumento de
créditos en moneda extranjera no sólo ha servido para compensar las
necesidades de financiación que se tenía, sino para compensar las
variaciones habidas en los otros pasivos financieros. Este cuadro
complementa, en el aspecto neto, al que le había proporcionado la
Dirección General del Tesoro.

No sé si lo que le interesaba ver era cómo ha sido la evolución de los
tipos de interés en las distintas deudas. Sobre esta cuestión yo creo que
lo que nos interesa saber, por ejemplo, es que las Letras del Tesoro
estaban a seis meses y a un año, en diciembre de 1994, al 8,5 de tipo
medio y al 9,4 y en estos meses han evolucionado el 9,4 y el 10,1 en
enero, el 8,9 y el 9,7 en febrero, el 9,7 y el 10,2 en marzo y el 9,5 y
el 10,2 en abril. Los bonos a tres años en diciembre estaban al 11,2 y en
abril están al 11,1; los bonos a cinco años, que en diciembre tenían un
tipo de interés del 11,5, en abril de 1995 tienen el 12,2. Las
obligaciones a diez años, que tenían un tipo de interés en diciembre de
1994 a 11,8, están en abril de 1995 al 12,1; las obligaciones a 15 años,
que estaban al 11,2, en abril están al 12,1. En general ha habido un
empeoramiento de los tipos de interés de la deuda. Bien es verdad que a
partir de este momento se abren unas perspectivas a que esta situación
mejore, como ya está ocurriendo en otros países. Este empeoramiento de
los tipos de interés en la deuda, que ha sido consecuencia del
empeoramiento de los tipos de interés en general, ha producido en el año
1995 una decisión importante, por parte del Gobierno, cuando en el mes de
enero evaluó el impacto de esta modificación del tipo de interés del
orden de 150.000 millones en mayor gasto por intereses, en este ejercicio
de 1995, y procedió a considerar no disponible por no incorporación de
remanentes de créditos de otros ejercicios por esa cantidad. Ha habido
posteriores modificaciones de tipos de interés que no tienen influencia
en el gasto presupuestario de 1995; lo tendrán en el gasto presupuestario
de 1996 y de ejercicios posteriores las modificaciones de los tipos de
interés ocurridas en otros momentos, especialmente la del 2 de junio, si
bien era una modificación del tipo de interés que ya se había producido
en relación a los títulos de la deuda. Ya se han tomado las precauciones
para encajar estas modificaciones en el presupuesto de 1995. El efecto de
la subida de los tipos de interés tendrá repercusión en los gastos
financieros de ejercicios posteriores y, como es lógico, se tendrán en
cuenta en la formulación de los presupuestos de estos ejercicios.

Se refería el señor Ríos después a algunos temas de impuestos,
especialmente a una modificación de los impuestos especiales que ha sido
recientemente aprobada por el Consejo de Ministros, exactamente el pasado
viernes. Ya veo que el señor Ríos sigue muy atento estas variaciones.

Este proyecto de ley recoge determinadas modificaciones de las directivas
europeas sobre los impuestos especiales. Más bien son modificaciones
procedimentales y no tienen influencia en la recaudación, salvo una cosa,
que se recoge una exención que va a afectar a Altos Hornos, porque es la
exención de determinados carburantes en este tipo de empresas, y que va a
producir menores ingresos por este impuesto, 895 millones. Probablemente
no en este ejercicio sino con posterioridad.

Se refería después el señor Ríos a algunos temas de actualidad como la
consideración de la inversión en vivienda en el Impuesto sobre la Renta
de las Personas Físicas. Esta cuestión no afecta al presupuesto de 1995.

Lo que más nos interesa ahora es señalar que la posible modificación del
régimen de inversiones en vivienda en el Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas, que es una cuestión aún por decidir y que está en
estudio, no afectará a los contribuyentes que en este momento se
encuentran haciendo la declaración de renta para el ejercicio 1994, y
tampoco a los ciudadanos que en estos momentos han adquirido una vivienda
y tienen sus planes concretos para financiarla. En el futuro ya veremos
cuál es el régimen que se determina para la adquisición de vivienda en el
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, sin que hasta el momento
haya tomado ninguna decisión al respecto.

En cuanto a lo dispuesto en la página 12, señalaba el señor Ríos que en
operaciones no presupuestarias, donde se recoge un billón 446.000
millones, se produce un incremento del 7,9 por ciento sobre el ejercicio
anterior. Esto es una foto fija del 30 de abril. Son operaciones no
presupuestarias, pero únicamente figuran los ingresos provenientes de las
distintas figuras tributarias que en ese día 30 de abril están todavía en
esta rúbrica porque no se han repartido entre las distintas figuras
tributarias. En el resto de la documentación, esa partida aparece ya
aplicada a cada uno de los conceptos. Es un poco engañoso, porque parece



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que son operaciones no presupuestarias, pero es simplemente un asiento de
orden hasta tanto estos ingresos no se aplican a los distintos conceptos.

En el resto de la información posterior --porque ésta es la foto fija a
esta fecha-- aparecen ya perfectamente aplicados. La diferencia entre
1995 y 1994 simplemente pone de manifiesto que los ingresos a través de
las entidades colaboradoras fueron, en abril de 1995, superiores en un
7,9 por ciento a los del año anterior. Simplemente eso, no tiene mayor
importancia.

Después me hace unas preguntas sobre los decrecimientos de tasas y de
ingresos patrimoniales del 18 por ciento y del 68 por ciento. No sé si no
le es suficiente al señor Ríos con la información que se proporciona en
el informe, donde se explica cuáles son los componentes de esta rúbrica
en general y cómo ha sido la evolución de cada uno de ellos, pero si
quiere una información más amplia, se la podría proporcionar. (El señor
Ríos Martínez: En tasas.) Se explica qué es lo que ha pasado con cada uno
de los componentes de las tasas y precios públicos. De todas formas, si
quiere una información más amplia, se la podríamos proporcionar sobre
esta cuestión o sobre la otra que he señalado.

En cuanto a los problemas concretos sobre ingresos, hacía referencia a
los temas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en relación
con el Impuesto sobre el Valor Añadido. Ya he señalado al señor Aguirre
cuáles eran las circunstancias que han determinado la marcha de la
recaudación de estos conceptos en estos primeros meses del ejercicio, que
yo creo que no es necesario repetir.

Efectivamente, se está realizando un control mensual para la gestión
presupuestaria de cada uno de los ministerios. Consiste en que para cada
ministerio se ha señalado un límite global de obligaciones a reconocer en
cada uno de los meses. Los ministerios tienen que hacer su gestión
presupuestaria dentro de estos límites. No sé si el señor Ríos, en
relación a la página 21, se refería también a la diferencia entre las
obligaciones reconocidas, los pagos realizados de obligaciones corrientes
y las obligaciones pendientes de pago, que era la misma cuestión que
había señalado el señor Aguirre, por lo cual también entiendo que esa
explicación le puede valer.

En cuanto a las modificaciones presupuestarias, señalaba una cuestión que
no le he entendido bien. Me preguntaba la razón del crecimiento en el
capítulo II, en la página 24, de 21.000 millones. No tengo aquí los datos
de la evolución del capítulo II, pero también le podemos proporcionar los
conceptos de cada una de las cantidades que figuran aquí de 3.000, 7.000
y 8.000 millones. Creo que la partida más importante de esta cifra es
precisamente los gastos de mantenimiento de las tropas de España
destacadas en Bosnia en la misión de las Naciones Unidas. Esta es la
razón más importante de este crecimiento, como se explica dentro del
informe.

En cuanto a la reducción de la inversión, aquí hay varias
consideraciones. Por una parte, ya conocemos que la gestión
presupuestaria referida a la inversión no tiene la periodicidad que
tienen otros capítulos porque no tienen la misma regularidad. El capítulo
1 se paga todos los meses y la inversión tiene una gestión presupuestaria
con otro ritmo. Por otra, efectivamente, como ya se ha puesto de
manifiesto en otros momentos, el encaje de las modificaciones
presupuestarias se hace en una buena parte sobre la inversión. Eso no
puede ser de otra manera, sobre todo si se tiene en cuenta que es
decisión del Gobierno cumplir determinados objetivos en cuanto a la
gestión presupuestaria, entre los que está, desde luego, alcanzar el
objetivo del déficit, pero también el de mantener los denominados gastos
sociales. Hay momentos en que es obligatorio reducir los gastos de
inversión porque si no la alternativa sería reducir los gastos en
atenciones sociales y seguro que el efecto social, político y económico
sería peor y diferente.

Se refería después, en relación con esta idea, que yo creo que es de la
misma naturaleza, al cuadro de la página 1, donde aparecen los grupos
funcionales; creo que dijo el Grupo 5 y también el Grupo 11. La causa es
ésta que le he señalado.

Por último se refiere a los gastos de personal, que tienen un crecimiento
--me señala-- de un 7 por ciento en el reconocimiento de obligaciones. La
razón de este crecimiento de obligaciones es, por un lado, el crecimiento
nominal de este capítulo, que es de un 3,5 por ciento y también la
pensión especial que hubo para las clases pasivas para compensar la
pérdida de poder adquisitivo que ocurrió en el año 1994 por la diferencia
entre la inflación real y la prevista. También, como se explica en el
informe, por la evolución de las propias pensiones, aumento de los
pensionistas, y el efecto sustitución, de tal manera que se sustituyen
pensiones más altas por pensiones más bajas, así como algunas derivas que
siempre ocurren en el capítulo 1, como la variación de determinados
puestos de trabajo o la aplicación de productividades en algún caso
determinado. Pero las razones fundamentales son estas que le he señalado.

En cuanto a la evolución de la financiación de corporaciones locales,
aunque las cifras señalan un decrecimiento, no ha habido ninguna causa
especial, porque precisamente en el mes de abril de 1995 se ha pagado a
las corporaciones locales la liquidación pendiente del ejercicio de 1994
y se han pagado a las corporaciones locales todas las liquidaciones que
les correspondían. No sé exactamente cuál es el efecto, por el aumento de
pago, en el año 1994, pero también le puedo hacer llegar esta razón.

El señor Ríos acababa haciendo una aseveración con la que yo estoy de
acuerdo y es que la gestión de estos Presupuestos es manifiestamente
mejorable. Yo creo que tenemos que estar de acuerdo. La gestión de estos
Presupuestos, como he señalado al principio, yo creo que ya es muy buena,
pero siempre, y aunque sea muy buena, desde luego es mejorable y además
la vamos a mejorar.

El señor Zambrana hacía referencia al efecto que tiene en el Presupuesto
el esfuerzo de contención del gasto que se viene realizando en los
últimos años de gestión presupuestaria, y hacía después alusión a una
serie de cuestiones concretas, algunas de ellas referidas a impuestos,
que yo creo que ya han quedado aclaradas en las explicaciones que he dado
a los portavoces anteriores, relativas al Impuesto sobre Sociedades y
también a otros impuestos. En general, yo creo que le preocupaba cuál era
el efecto de la



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reactivación económica sobre la recaudación. Parece que para todos los
observadores hay una cierta frustración cuando se observa cuál es
exactamente el efecto de la reactivación económica en la recaudación
tributaria, pero para eso es necesario, como ya le decía antes al señor
Ríos, tener en cuenta dos cuestiones. Una, el efecto retardado de la
mejora en la recaudación y, dos, el efecto de determinadas cuestiones,
especialmente normativas, que concurren en los impuestos más importantes,
fundamentalmente en el IVA, durante el año 1995. En cualquier caso,
podemos considerar con fundamento que los incrementos que estamos viendo
de recaudación de los impuestos directos e indirectos, habida cuenta
además de la diferencia en devoluciones que en estos cuatro primeros
meses del año llevamos con respecto al año anterior --más de 100.000
millones--, son ajustados a las previsiones que se vienen realizando
sobre esta cuestión.

En cuanto a los efectos de las previsiones de ingresos patrimoniales,
efectivamente he señalado también anteriormente cómo las previsiones de
ingresos patrimoniales previstas en el presupuesto de 1995 son 300.000
millones. En estos momentos no se había producido ningún ingreso por este
concepto. En el mes de mayo se ha producido el ingreso de Repsol. Se
producirá el ingreso por Telefónica y veremos qué otros ingresos.

Efectivamente, en este capítulo V, como señalaba el señor Aguirre, figura
el ingreso procedente de las concesiones de la telefonía móvil, por una
cantidad aproximada de 87.000 millones, que efectivamente no figuraban el
año anterior, pero que no desfiguran el montante global del presupuesto,
aunque le recuerdo al señor Aguirre que esta cantidad sí figuraba en el
presupuesto inicial de 1995, pero en el capítulo III, porque al principio
se pensó que era un ingreso que debería estar en el capítulo III,
referente a tasas y otros ingresos, pero finalmente ha sido
reclasificado.

Por lo que se refiere a las modificaciones presupuestarias a las que
hacía referencia el señor Zambrana yo creo que es preciso señalar dos
aspectos. Por un lado, que las que han ocurrido durante estos cuatro
primeros meses han sido muy pequeñas. Hay una reducción importante con
respecto a las del año anterior que, a su vez, ya eran muy reducidas. He
señalado también al señor Aguirre cuáles son las previsiones de las
modificaciones presupuestarias que no deben interesar, que son
fundamentalmente las incorporaciones y las ampliaciones; cómo estas
modificaciones tienen un montante global de 407.000 millones y cómo
también el Gobierno ha tomado ya las medidas para que estas previsiones
de modificación de los presupuestos no tengan efectos sobre el objetivo
de déficit. Agradezco al señor Zambrana las consideraciones que hacía
sobre la gestión presupuestaria y coincido con su opinión sobre la misma.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Aguirre.




El señor AGUIRRE RODRIGUEZ: El Grupo Popular, después de escuchar al
señor Secretario de Estado y de tener presente que estamos ante una foto
fija y el grado de representatividad de tan sólo cuatro meses de
ejecución presupuestaria, tiene que reiterar sus consideraciones y
mantener las discrepancias de valoración política que ha expresado
respecto a las afirmaciones del Secretario de Estado.

Tengo que añadir simplemente dos cuestiones de carácter formal. En mi
primera intervención, señor Secretario de Estado, yo no he podido afirmar
--repáselo-- que se reciba tarde la documentación. Lo que le he dicho es
que qué opinión le merece que tenga yo que leer, veinte días antes en la
prensa, la ejecución presupuestaria y recibirla el día 1 de junio. Yo no
la recibo tarde, lo que pasa es que usted la filtra antes. Eso es lo
único que le quería pedir, que tenga un poco de consideración con los
parlamentarios y nos mande la información, como mínimo, en la misma fecha
en que se la envía a los medios de comunicación.

Respecto al ajuste presupuestario, lo que quiero es convencerle de lo
bueno que sería que el documento próximo de información tuviera un
capítulo expreso sobre el ajuste y su repercusión en la ejecución
presupuestaria.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: La verdad es que la realidad depende de cómo se
mire y de quién la mire; el Principito la veía de una manera, el Quijote
de otra y usted la ha visto de otra. Si la valoración y la puntuación se
la da uno mismo, si es usted quien puntúa lo bueno o lo malo de su
gestión, tendrá una valoración, yo creo, como mínimo, un poquitín
desviada, porque usted mismo la ve de una manera determinada.

Me hubiese gustado que algunas de las explicaciones hubieran sido más
extensivas que intensivas. En todo caso, como ha dicho que puede aportar
después alguna información, creo que se solventarán algunas de las dudas.

Solamente voy a hacer dos comentarios a dos cosas que han sido el centro
de la comparecencia y de las explicaciones que usted ha dado. Una, sobre
lo que hace referencia a los ingresos. Estamos midiendo a las mismas
fechas; es decir, que medimos los primeros cuatro meses de 1994 y
primeros cuatro meses del año 1995, y la verdad es que, al margen del
crecimiento que se anunciaba de la economía, al margen del efecto que
deba tener, lo cierto y verdad es que en estos cuatro meses tenemos unos
ingresos no financieros inferiores a los del año 1994, y había
crecimiento económico según figura en la página 14. Las cifras finales
sumadas dan en 1995 --134.000; --2,8. Sólo es un comentario.

Sobre el tema de los impuestos, lo que está claro es que las rentas del
trabajo crecen todos los años, esto es progresivo; son las que aportan y
además son fijas. Luego, hay otros impuestos que no funcionan de la misma
forma: la renta de sociedades, el rendimiento de capital mobiliario, que
se ha explicado, etcétera. Yo tengo que reconocer una cosa: es cierta la
parte de explicación referente a que las pequeñas empresas están
liquidando sobre el ejercicio anterior; eso es cierto, pero hay otras
liquidaciones de pago de IVA que sí debieran haberse proyectado y no se
ha proyectado



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más, sino menos recaudación. Yo sé que es verdad que cualquier
recaudación de presupuesto, cualquier gasto de presupuesto, en cuatro
meses, tiene variaciones, pero la tiene en toda la parte del ejercicio.

Por tanto, los comentarios que le estaba haciendo siguen sirviendo; vamos
a ver, al final, cómo queda.

El otro comentario era sobre los pendientes de pago de la obligación
reconocida. Aquí puede servir lo dicho en el comentario anterior; los
pendientes de pago están en relación con los mismos meses del ejercicio
anterior. Lo cierto y verdad es que en el ejercicio anterior las
obligaciones reconocidas eran 5,5 billones de pesetas y en éste son 5,5
billones de pesetas y mientras en el ejercicio anterior los pagos
pendientes eran unos, los pagos pendientes ahora mismo son 1,1 billón, es
más dinero. Usted lo pone en relación con el hecho de que hemos pagado
más dinero, por así decirlo, del año anterior. Ha dicho que los
pendientes de pago han mejorado, puesto que hemos pagado 963.000 millones
mientras que el año pasado pagamos 693.000. Ojo, que aquí está el tema
del ajuste, porque le han pasado obligaciones y no le han pasado dinero.

Tiene usted que hacer frente a 150.000 millones, que ha sido el ajuste de
primeros de enero o, en todo caso, si no es así, póngame en referencia
con los ingresos de años anteriores para poder comparar la evolución de
los ingresos pendientes que tenía el presupuesto al principio del año o,
en todo caso, cuáles son los pendientes de pago que tenía usted a
primeros de enero y cuáles tiene al final. En suma, lo que le estoy
intentando decir es que estamos midiendo espacios iguales, que, yo le
acepto a usted, pueden tener puntas de estrella y que solamente al final
del ejercicio presupuestario veremos si esas puntas de estrella marcan un
camino o no, si simplemente se trata de actuaciones puntuales.

Señor Presidente, yo estoy convencido de que estas comparecencias ayudan
a conocer la gestión del presupuesto y que la valoración del Gobierno que
tenemos nosotros difiere de la que él tiene de sí mismo. Aquí se trata de
convencernos; nosotros somos buenos chicos y cuando nos dan razones,
reconocemos. Otros, cuando les damos razones críticas dicen que está bien
lo de la crítica. Y en cuanto a lo de manifiestamente mejorable, es más
mejorable que mejorable nada más.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Zambrana.




El señor ZAMBRANA PINEDA: Voy a ser muy breve, señor Presidente.

Me voy a limitar a agradecer al señor Secretario de Estado las
explicaciones completas y exhaustivas, desde nuestro punto de vista, que
ha dado acerca de los avatares de la recaudación en estos primeros cuatro
meses. Sin duda alguna, las sensatas y realistas explicaciones que ha
dado pondrán de manifiesto que al final de año las estimaciones del
Gobierno en cuanto al déficit, con los ingresos bien calculados (no como
algún grupo de la oposición pretendía evaluar, que llegó a acusar en el
Pleno de que había un cálculo estimado a la baja para después decir que
se había mejorado), eran las correctas. Creo que con las explicaciones
que se han dado será posible lograr el déficit previsto y dar un paso
más, importante en el proceso de convergencia de nuestro país y en esta
moderación de los gastos públicos y de rigor presupuestario en la que se
viene trabajando en los últimos años, a diferencia de épocas más
expansivas desde el punto de vista del gasto público, que ha habido en
tiempos anteriores, bien es verdad que provocadas por demandas sociales
absolutamente justas y necesarias.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Martínez Robles.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE HACIENDA (Martínez Robles): Señor
Aguirre, yo creo que probablemente el verbo filtrar no sea el apropiado
para estos casos. Cuando nos dirigimos a la prensa, lo que se da es un
comunicado del gabinete de prensa del Ministerio, no es una actuación de
filtrar, pero también se lo remitiremos al señor Aguirre en esa fecha,
porque no hay ningún problema, al contrario, siempre es bueno el máximo
de información y publicidad sobre los temas de gestión presupuestaria. Ya
le había dicho que tomaba nota de las iniciativas y de las sugerencias
que me hacía, y en el próximo documento incluiremos referencias al ajuste
presupuestario y su relación con la gestión presupuestaria.

Por otro lado, creo que no hace bien manteniendo sus consideraciones
sobre el déficit, porque no se puede decir sobre los datos objetivos que
tenemos que se pone de manifiesto que al final de año no se va a alcanzar
el objetivo del déficit. Eso no se puede decir, porque, como le señalaba
anteriormente, basta con hacer una consideración sobre el capítulo V de
ingresos para que se llegue a la conclusión distinta. Espero, en
cualquier caso, que los datos de los próximos meses le vayan sacando de
esta opinión y le acerquen más claramente a la que yo creo más acertada
de pensar que los datos que vamos conociendo del ejercicio nos permiten
afirmar que vamos a alcanzar los objetivos de déficit al final del año.

Al señor Ríos, decirle que efectivamente los temas fundamentales han sido
los más relativos a los ingresos; en cuanto a si los ingresos que se
están obteniendo son los previstos o no, yo l.e digo que son los que
estaban previstos, no hay ninguna sorpresa sobre el particular. Bien es
verdad que estamos obteniendo un crecimiento por las retenciones de
trabajo; también hay que hacer referencia aquí a que eso es a pesar de
que ha habido una deflactación de las retenciones del 3,5 por ciento, por
tanto, hay otros elementos, como son más empleo, o menos desempleo,
etcétera. Yo creo que los ingresos que estamos obteniendo son los que
teníamos previstos. En este sentido, nuestro punto de vista sobre el
particular es que las cosas están ocurriendo tal como estaban previstas
en el presupuesto y también, como les decía, creo que no hay una cuestión
importante en los temas de pago, sobre todo no hay un subterfugio, como
le decía antes al señor Aguirre, a través de los temas de pago para
evitar la figuración de un déficit u otro, sino simplemente son elementos
de la gestión presupuestaria.




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En este cuadro de la página 21, que tiene tantos números, podemos hacer
todo tipo de consideraciones, y yo la consideración que le hacía es que,
a pesar de lo que usted dice, lo cierto es que en el año 1995 se ha
pagado la misma cantidad que en el año 1994, aproximadamente. Sólo
llevamos cuatro meses de gestión presupuestaria y no todos los conceptos
son perfectamente divisibles por doce. Vamos a ver cómo sigue la gestión
presupuestaria, que, como les decía anteriormente, con los datos que
tenemos, que es el objetivo de hoy, nos puede permitir pensar que vamos a
tener una gestión presupuestaria de acuerdo con lo previsto en el
presupuesto.

Al señor Zambrana, nada más que agradecerle sus palabras.




El señor PRESIDENTE: Terminada la comparecencia del señor Secretario de
Estado, se levanta la sesión, señoras y señores Diputados.




Eran las dos y treinta minutos de la tarde.