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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 191, de 04/05/1994
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1994 V Legislatura Núm. 191
CONTROL PARLAMENTARIO SOBRE RTVE
PRESIDENTE: DON JUAN CARLOS GUERRA ZUNZUNEGUI
Sesión núm. 12
celebrada el miércoles, 4 de mayo de 1994



ORDEN DEL DIA:
Comparecencia del señor Director General del Ente Público RTVE (García
Candau), para informar:
--Sobre la cobertura informativa que desarrollarán las sociedades del
citado Ente en la campaña electoral de las elecciones andaluzas. A
solicitud del señor Arenas Bocanegra (Grupo Parlamentario Popular) y 13
Diputados. (Número de expediente 212/000558) (Página 5940)
--Sobre la cobertura informativa que desarrollarán las sociedades del
citado Ente en la campaña electoral de las elecciones al Parlamento
Europeo. A solicitud del señor Arenas Bocanegra (Grupo Parlamentario
Popular) y 13 Diputados. (Número de expediente 212/000559) (Página 5940)
Proposiciones no de ley:
--Sobre la cobertura informativa de la actividad de las Cortes Generales
por RTVE. Presentada por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.

(BOCG, serie D, número 75, de 15-3-94. Número de expediente 161/000156)
(Página 5950)



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--Relativa a la inclusión de espacios dedicados a la actividad teatral en
las programaciones de las televisiones públicas. Presentada por el Grupo
Parlamentario Popular en el Congreso. (BOCG, serie D, número 73, de
14-3-94. Número de expediente 161/000159) (Página 5953)
--Por la que se insta a que Radiotelevisión Española (RTVE), en sus
emisiones por los dos canales de televisión del sistema Hispasat, emita
simultáneamente, en la totalidad de sus programaciones, en español,
catalán, gallego y euskera. Presentada por el Grupo Parlamentario Mixto.

(BOCG, serie D, número 76, de 22-3-94. Número de expediente 161/000164)
(Página 5956)



Se abre la sesión a las cuatro de la tarde.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (GARCIA
CANDAU) PARA INFORMAR:



--SOBRE LA COBERTURA INFORMATIVA QUE DESARROLLARAN LAS SOCIEDADES DEL
CITADO ENTE EN LA CAMPAÑA ELECTORAL DE LAS ELECCIONES ANDALUZAS. A
SOLICITUD DEL SEÑOR ARENAS BOCANEGRA (GP) Y 13 DIPUTADOS. (Número de
expediente 212/000558.)



--SOBRE LA COBERTURA INFORMATIVA QUE DESARROLLARAN LAS SOCIEDADES DEL
CITADO ENTE EN LA CAMPAÑA ELECTORAL DE LAS ELECCIONES AL PARLAMENTO
EUROPEO. A SOLICITUD DEL SEÑOR ARENAS BOCANEGRA (GP) Y 13 DIPUTADOS.

(Número de expediente 212/000559.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, iniciamos el orden del día de esta tarde.

En primer lugar, está la comparecencia del señor Director General de
Radiotelevisión Española ante la Comisión de Control Parlamentario para
informar sobre la cobertura informativa que desarrollarán las sociedades
del citado ente en la campaña electoral de las elecciones andaluzas,
solicitada por el Grupo Popular.

Tiene la palabra el señor Director General.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): Voy a
tratar de trasladar a SS. SS. someramente los apartados sobre espacios
informativos y de debate o entrevistas que, en relación a las elecciones
autonómicas andaluzas y al Parlamento Europeo, pretende Radiotelevisión
Española poner en marcha durante la próxima campaña electoral. Debo
manifestar que en la mañana de hoy el Consejo de Administración ha
aprobado este proyecto por unanimidad y como tal traslado a esta Comisión
de Control Parlamentario.

En relación a Radio Nacional de España, en «España a las ocho», de Radio
1, va a haber bloques informativos diarios sobre las elecciones europeas
y andaluzas de tres a cinco minutos de duración, en función de la
actualidad que genere cada día la campaña electoral. Diez de estos
bloques estarán dedicados a las elecciones europeas y cinco a las
andaluzas.

En «Diario de las 2» los bloques informativos diarios sobre las
elecciones europeas tendrán de tres a cinco minutos de duración, en
función de la actualidad que genere cada día la campaña electoral.

En «Diario de la Tarde», habrá bloques informativos diarios sobre las
elecciones andaluzas de tres a cinco minutos de duración, en función de
la actualidad que genere cada día, como digo, la campaña electoral.

En «24 horas», un programa especial de 15 minutos que se emitirá
diariamente durante la campaña, de 0,10 a 0,25 horas. Diez de estos
minutos estarán dedicados a las elecciones europeas y cinco minutos a las
andaluzas.

En cuanto a Radio 5, «Todo noticias» proporcionará información sobre el
desarrollo de la campaña electoral al Parlamento Europeo en su emisión
ininterrumpida diaria de noticias. En cuanto a la campaña electoral
andaluza, se ofrecerá información general en su programación territorial,
lo mismo que la información provincial y local en sus respectivas
desconexiones.

Entrevistas. En Radio 1 se entrevistará a los candidatos al Parlamento
Europeo de los partidos con mayor representación parlamentaria. Las
entrevistas a los candidatos a la Presidencia de la Junta de Andalucía
por los partidos, que actualmente cuentan con representación
parlamentaria, se emitirán dentro del informativo regional, que se pone
en antena entre las 13,05 y las 13,30 en la última semana de campaña. En
ambos casos se hará con el criterio de menor a mayor en cuanto a su
representación.

Programas especiales. Pegada de carteles. El programa, de media hora de
duración, deberá arrancar a las cero horas del viernes 27 de mayo. Este
programa incluirá tanto la pegada de carteles de los líderes que
concurran a las elecciones europeas como a las andaluzas. La fórmula que
se propone es combinar en paralelo las dos pegadas de carteles,
alternando conexiones con Andalucía y los otros puntos en los que se
encuentren los candidatos al Parlamento Europeo. Este programa se
completará con titulares-recuadros y las piezas que se consideren
oportunas.

Cierre de campaña. Al igual que la noche de pegamento de carteles, el eje
básico de este programa estará centrado en las conexiones con los mítines
finales. Este programa deberá concluir a las cero horas del día 11 de
junio. En la



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jornada electoral se pondrá en antena un programa especial que ofrecerá
las proyecciones de resultados tanto de las elecciones europeas como de
las andaluzas.

En cuanto a Televisión Española, y en relación a las elecciones
autonómicas andaluzas, habrá un comienzo de campaña cuyo arranque
coincide con el de las europeas. Es previsible que el mismo planteamiento
previsto para las europeas sea aplicable automáticamente a las andaluzas.

Es decir, «En directo», el día 26 de mayo, a las 12 horas, cubrirá los
dos comienzos de campaña. La campaña tendrá dos bloques de información
electoral diarios de cinco minutos, dentro del informativo territorial
del mediodía, el primero, y a las 19 horas el segundo. El tiempo dedicado
a cada partido o coalición será proporcional a su representación. Los
medios técnicos consistirán en un equipo por cada uno de los principales
partidos y la atención al resto en función a la importancia informativa.

La información de ámbito nacional se realizará 10 días durante la
campaña. Una crónica-río, de 3 ó 5 minutos de duración, con la actualidad
electoral andaluza. Esta información irá en el TD 2.

Debates. Es intención de Televisión Española organizar debates con los
principales cabezas de lista. Entrevistas, también con difusión
territorial, se mantendrán con los principales cabezas de lista de las
elecciones. Será después del bloque electoral y se harán con el criterio
de menor a mayor, en cuanto a su representación.

Cierre de campaña. Será común con el cierre de las europeas, lo mismo que
el comienzo. Se prevén posibles desconexiones si hubiera algo específico
andaluz, pero lo más probable es que el programa sea común con las
europeas.

El día de las elecciones habrá desconexiones e información nacional en
avances y telediarios. En el programa especial de cierre es muy probable
que sean imprescindibles las desconexiones para Andalucía y la cobertura
de las diferentes sedes de los partidos, aunque se aprovechará en lo
posible, por razones de economía de medios, todo lo que puede ser común a
la información de las elecciones europeas. Se pretende también contar con
un sondeo electoral.

En cuanto a las elecciones al Parlamento Europeo, el comienzo de campaña,
por parte de Televisión Española, será el día 26 de mayo a las 12 de la
noche, en el «Diario noche», si bien esto va a coincidir, como decía
antes, con la campaña andaluza. En este mismo telediario se utilizará a
los corresponsales de Televisión Española para dar noticia del comienzo
de campaña también en algunos países europeos.

Durante los quince días de campaña Televisión Española emitirá, dentro
del TD 1, un bloque electoral con información de lo más destacado de la
campaña electoral. Asimismo, se emitirá en el TD 2, en cinco ocasiones
durante la campaña, otro bloque electoral. Estos bloques tendrán una
duración aproximada de cinco minutos y se dedicarán a los partidos y
coaliciones un tiempo proporcional a su representación.

La cobertura técnica se hará con medios similares para los partidos
mayoritarios que, en principio, tendrán el seguimiento de dos equipos.

Las coaliciones o partidos con representación parlamentaria serán
seguidos por un equipo de Televisión Española. Está prevista la cobertura
de los actos de mayor importancia del resto de partidos o coaliciones que
participen en los comicios.

Debates que se pretende emitir. Debates con las cabezas de lista de los
principales partidos y coaliciones. En los 15 días de campaña se intenta
organizar un debate sectorial, que al menos serán dos de ellos.

Por lo que se refiere a entrevistas, se harán a los principales cabezas
de lista, con el criterio de mayor a menor en cuanto a su representación.

Sobre el cierre de la campaña electoral, se organizará un espacio en
directo desde las 23,30 del último día con despliegue de unidades
móviles. Habrá una intervención de nuestros corresponsales en Europa en
relación también al inicio de campaña en otros países europeos.

En cuanto al día electoral, se darán informaciones en avance de
telediario sobre el desarrollo de esta jornada, se organizará un programa
especial a partir de las 20 horas y se incluirá también un sondeo que
abrirá este programa especial. Además, como es costumbre, habrá cobertura
en la sede de los partidos y coaliciones y se emitirán resultados y
reacciones.

Los corresponsales de Televisión Española en el extranjero darán cuenta
de la elección en los distintos países de Europa y está previsto que se
conecte con otras televisiones europeas en virtud de acuerdos que se
están negociando en estos momentos.

Esto es, a grandes rasgos, señor Presidente, la previsión de la cobertura
electoral por parte de Radio Nacional de España y Televisión Española,
que, como digo, en la mañana de hoy el Consejo de Administración, por
unanimidad, ha dado su visto bueno.




El señor PRESIDENTE: Por lo que ha podido apreciar esta Presidencia, el
Director General ha contestado a ambas, es decir, tanto a las europeas
como a las andaluzas.

Por el Grupo proponente, la señora Mato tiene la palabra.




La señora MATO ADROVER: En primer lugar, quería agradecer la
comparecencia del señor Director General ante esta Comisión de Control
para informarnos sobre la cobertura que se va a dar en las elecciones
europeas y autonómicas andaluzas.

Usted sabe, señor Director, que hasta este momento no ha habido ninguna
campaña en la que no se haya cuestionado el papel de los medios de
comunicación públicos. Por eso creo que es importante, en beneficio de
todos, resolver determinados aspectos fundamentales de la programación
durante las campañas electorales, como se está haciendo en esta ocasión.

Ya le anuncié en su comparecencia con motivo de las elecciones gallegas
que nuestro Grupo, siempre que se convocaran unas elecciones, iba a
solicitar su comparecencia a fin de realizar el seguimiento de la
retevisión pública también en precampañas y en campañas electorales.

Le agradezco el enorme esfuerzo que estoy segura que ha realizado para
que esta previsión de cobertura de actos



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estuviera aprobada hoy por el Consejo, cuando viene usted a esta
Comisión. Se lo agradezco porque me imagino que ha supuesto un gran
esfuerzo conseguir con tanta rapidez que se aprobara por el Consejo
plantear todos los temas. En todo caso, sí me gustaría solicitarle que,
en el caso de que en esta Comisión surgiera alguna propuesta que tuviera
interés, se pudiera incorporar a este marco general, que supongo que es
el que usted nos ha planteado a través del Consejo, para su aprobación,
si es posible, por unanimidad de nuevo.

Quería, ajustándome a lo que usted nos ha informado de la cobertura que
se va a dar a las elecciones tanto autonómicas andaluzas como europeas,
plantear lo siguiente.

Nos gustaría que hubiera más información sobre la campaña de la que aquí
se anuncia. Sabemos que razones técnicas hacen difícil que haya mucha
información en televisión y que en algunos informativos es difícil
incluir tanta información como nos gustaría, y supongo que también a la
Dirección General. En todo caso, se ha planteado aquí, hablando por
partes, que la cobertura de las elecciones autonómicas andaluzas se va a
hacer, si no he oído mal, en todos los informativos, en informativos
nacionales diez días de campaña en lugar de 15. Me gustaría saber por qué
no se puede hacer durante los 15 días de campaña, como parecería que
sería lo lógico, y, por otro lado, cómo se va a hacer con las elecciones
europeas. Y también se va a hacer en el Telediario segunda edición. Me
gustaría saber, si es posible, que se hiciera en el Telediario primera
edición, puesto que, como todos sabemos, tiene más audiencia, llega a
mayor número de personas. Creo que sería conveniente hacer un esfuerzo
para que la emisión nacional de las elecciones andaluzas, que va a ser la
única emisión que se haga a nivel nacional, fuera en el Telediario de las
tres de la tarde en lugar del de las ocho de la tarde.

También me gustaría, si es posible, que hubiera mayor información de las
elecciones andaluzas. Creo que en este caso están primadas la elecciones
europeas, lo cual hasta cierto punto es comprensible o incomprensible,
porque es cierto que son unas elecciones nacionales, pero para Andalucía
se supone que las andaluzas y la europeas son dos elecciones del mismo
nivel. Aunque sea a través de sus conexiones territoriales, creo que es
conveniente que se cubran, por lo menos al mismo nivel, las elecciones
andaluzas y las europeas.

Se ha planteado que había una serie de programas, fundamentalmente en
radio, en los cuales se repartía el tiempo entre las elecciones europeas
y las andaluzas, y coincidía que, por ejemplo, en Radio 1 eran diez
bloques dedicados a las elecciones europeas y cinco a las andaluzas. Me
gustaría que hubiera los mismos bloques para unas y para otras. Prefiero
que sea por corto, no que quitemos la mitad de las europeas y metamos las
andaluzas, sino que hubiera diez bloques para las europeas y diez para
las andaluzas.

Por supuesto, también que en todos los informativos territoriales
andaluces, si es posible, hubiera información y no sólo en dos, como creo
haber escuchado.

En segundo lugar, quería plantear el tema siguiente. El continente, por
decirlo de alguna manera, lo tenemos aquí. Ahora hace falta ver el
contenido. Creo que es importante, señor García Candau, que usted preste
especial atención al comportamiento de los servicios informativos durante
la campaña.

En el tema de los informativos generales es importante que la información
general no sea de contenido electoral. En todo caso, que se respete
siempre la dinámica Gobierno-oposición en cualquier información que se dé
en los telediarios --siempre se debería hacer, pero fundamentalmente
durante una campaña electoral--, y también quería plantearle un tema que
no ha mencionado. Me gustaría saber si va a haber participación electoral
en cualquier otro tipo de programas: culturales, informativos o incluso
de entretenimiento. Si va a haber participación de algún candidato o está
previsto que se haga algún programa cultural o informativo algún «Informe
Semanal» especial de cara a las elecciones.

En Radio 5 «Todo noticias», que sabemos que es la nueva apuesta de Radio
Nacional de España y que, además, está adquiriendo bastante audiencia en
algunos lugares, creo que se debería dar mayor información de la campaña
electoral aparte de la que ha dicho, pero eso ya va en la misma línea que
le comentaba antes de conseguir mayor información para todos los temas.

Entramos en el tema de los debates. Señor García Candau, a mí no me
gustaría que usted sufriera la misma vergüenza que pasó en las últimas
generales con el tema de los debates. El debate, como todos sabemos, se
ha convertido en el rey de cualquier campaña electoral y hoy no se
concibe ninguna campaña electoral si no tiene uno o varios debates. Hasta
el momento, por increíble que parezca, las televisiones privadas prestan
más atención al desarrollo de las campañas electorales y a los procesos
electorales que las cadenas públicas, como se ha demostrado con la
retransmisión de debates en las últimas elecciones generales.

Con la fórmula que usted propone de debates, se descalifica a la
televisión pública, porque nosotros creemos que Televisión Española debe
tener en este caso la iniciativa y debe formalizar la oferta a los
candidatos que quiera llevar a los debates. No creo que deban ser los
políticos los que tengan que ponerse de acuerdo y ofrecérselo a
Televisión Española, sino todo lo contrario. Televisión Española debe
hacer una propuesta formal a los candidatos. Por ejemplo, en este caso, a
los candidatos de Andalucía, a los que tendrá que hacer la propuesta
formal de realizar un debate y éstos serán los que tendrán que explicar
luego a los ciudadanos por qué no celebran el debate en caso de que no se
haga.

Usted siempre se justifica --también lo hizo en las elecciones generales
pasadas-- diciendo que los debates no se habían hecho porque los partidos
políticos se habían puesto de acuerdo para no realizarlos más que en la
cadenas privadas. Espero que esta vez, como vamos con tiempo suficiente,
no le suceda eso y usted dirija una carta a cada uno de los candidatos
solicitando un debate en la televisión pública a los efectos de que éstos
sean los que digan por qué no quieren hacer un debate y si es que de
verdad no quieren hacerlo.

En cuanto a los medios técnicos, creemos que todos los actos públicos
tienen que estar cubiertos con los mismos



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medios técnicos para todas las fuerzas políticas, independientemente del
lugar donde se realice el acto, independientemente del número de votos de
cada uno de los partidos que se presenten a las elecciones.

Por último, quiero decirle, señor García Candau, que no nos gustaría
encontrarnos otra vez con sorpresas. Todavía nos acordamos todos de la
aparición del señor Bosé en Televisión pidiendo el voto para el Partido
Socialista. Nos gustaría que esta vez no sucediera esto, porque el
pluralismo y la objetividad creemos que deben ser la esencia de la
Televisión de todos y, por tanto, nos gustaría que tuviera especial
cuidado en que no se produjeran sorpresas de ese tipo.

Para finalizar, sólo quiero decirle que todo el mundo sabe que en
Radiotelevisión Española el día 6 de junio, después de las elecciones
generales, se brindó con champán por el éxito del Partido Socialista y
nos gustaría que esta vez, sean cuales sean los resultados, gane quien
gane las elecciones, no se brinde con ningún tipo de champán, puesto que
esto es lo que diferencia una televisión profesional de una televisión
política.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Director General.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): En
relación a lo manifestado por la señora Mato en primer lugar, debo
decirle que en la mañana de hoy, en el Consejo de Administración,
diputados-consejeros que fueron elegidos por las Cámaras a propuesta de
alguna fuerza política, en este caso el PP, aunque fueron votados por un
buen número de grupos políticos, me han recordado cómo en las campañas
electorales, salvo la última en la que no estaban presentes en el Consejo
de Administración, tuvieron la oportunidad de felicitar al Director
General por la cobertura y el tratamiento informativo electoral de la
campaña andaluza, de la campaña vasca, de las campañas municipales y
autonómicas de 1991 y así también de la campaña electoral catalana.

En cuanto a la propuesta de la señora Diputada en relación a que haya más
información en Radiotelevisión Española sobre la campaña electoral, creo
que es razonable la cobertura. En estos momentos vamos a dedicar en todos
los espacios informativos, fundamentalmente en TV 1 y TV 2, tiempos
significativos, igual que en Radio Nacional, para explicar cuanto
acontece durante la campaña electoral, tanto europea como andaluza.

Su señoría plantea que por qué primamos la campaña electoral europea en
relación a la andaluza. La razón es absolutamente obvia. Hay una
Televisión Española que tiene unos espacios informativos nacionales en
los que vamos a tratar de informar sobre la campaña electoral que tiene
cobertura nacional, que es la europea; dos tercios de esos espacios van a
estar dedicados a la campaña electoral europea y un tercio a la campaña
electoral andaluza.

Aun siendo importante y de interés cuanto acontezca en el ámbito
electoral andaluz, lo cierto es que los ciudadanos del resto del país van
a tener más interés en saber qué ocurre en las elecciones en las que
ellos están involucrados, es decir, donde van a tener la oportunidad de
votar, cosa que no van a tener en el ámbito andaluz. En cualquier caso,
si de los 30 telediarios que habrá durante la campaña electoral 20 están
dedicados a Europa y 10 a Andalucía, es decir, que hay dos tercios en
relación a un tercio para la campaña andaluza, me parece que es
absolutamente razonable y así lo ha entendido por unanimidad esta mañana
el Consejo de Administración.

Usted decía que sería bueno que en el ámbito territorial hubiera una
presencia importante de información sobre la campaña electoral andaluza.

Así es porque hay dos espacios fijados ya durante toda la campaña
electoral, que es en el telediario regional a las 2 de la tarde y a las
19 horas, y también va a haber otro espacio de cinco minutos dedicado a
la campaña electoral andaluza. Por tanto, en el ámbito andaluz
fundamentalmente, aunque pueda haber otros ciudadanos fuera de Andalucía
que voten por correo, van a tener dos espacios diarios del que se les
informe en televisión y también en radio, y unos espacios nacionales que
van a estar en el TD 2. Por tanto, creo que lo importante es que en el
ámbito andaluz haya información suficiente, que veo que está
salvaguardada desde el momento en que hay dos espacios diarios más uno
que prácticamente va a haber durante toda la campaña en el telediario
nacional, concretamente en el TD 2.

En cuanto a Radio 5, S. S. plantea que haya una dedicación importante a
la información electoral, y así está prevista, porque hay 47
desconexiones en el ámbito territorial. Por tanto, creo que es posible y
se va a hacer eco permanentemente de lo electoral en el ámbito regional,
como va a ser en el ámbito nacional en Radio 5.

Respecto a los debates y a lo que S. S. hablaba de la vergüenza, el
concepto de vergüenza sería más que discutible. A usted le dan vergüenza
unas cosas y a mí otras; por tanto, siempre es un concepto de difícil
equilibrio y de encuentro. Dejémoslo a la opinión que cada uno pueda
tener sobre esa cuestión.

Ahora bien, cuando dice que se primaron a las televisiones privadas para
hacer los debates entre los dos candidatos, debo indicar que hubo una
fuerza política que no ponía ningún inconveniente para debatir en
cualquier medio de comunicación; sin embargo, había intereses políticos y
económicos por parte de otro partido político que primaban algunas
televisiones privadas.

En cuanto a que se haga o no la propuesta a los partidos políticos para
que realicen esos debates, dice S. S. que se brindó con champagne. Yo no
brindé con ningún champagne ni vi a nadie que brindara con champagne. No
haga S. S. caso de la literatura o de informaciones con alguna mala fe
que haya podido existir. En estas cosas los profesionales no tienen más
interés que hacer su trabajo cotidiano con la mayor brillantez y
eficacia, y creo que eso ha sido posible durante muchas campañas
electorales. Desde luego, el compromiso de este Director General es que
así sea en la próxima confrontación electoral.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.)



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Por el Grupo de Izquierda Unida, tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: El señor Director General arrancaba de una
premisa que dicha así al paso parece ser absolutamente normal y que no
ofrece ninguna dificultad, pero que caracteriza el momento atípico en
cuanto al rigor democrático que estamos viviendo de cara a esta próxima
campaña y de cara al papel y al control democrático de la televisión.

Decía el señor García Candau: esto ha sido aprobado esta mañana por
unanimidad en el Consejo de Administración. Este Consejo de
Administración es ilegal, como mínimo. Ni nosotros ni otra fuerza
política estamos ahí representados, como debía haber ocurrido a partir
del 6 de junio según la Ley. Por lo tanto, puede usted hablar de
unanimidad desde el punto de vista de la formalidad, pero no desde el
punto de vista de la legitimidad democrática. Nosotros partimos desde una
base no sólida, cuestionable desde todo punto de vista, y usted lo hacía
como si no hubiera ningún problema que se cruzara respecto a la
existencia de ese exótico Consejo de Administración, donde incluso, con
todos los respetos, entre sus miembros hay militantes del CDS, que a
partir del 6 de junio fueron suprimidos de la esfera parlamentaria.

La primera pregunta que hay que hacer es quién va a controlar
democráticamente las emisiones de la televisión pública durante estas
campañas electorales, de enorme importancia. Y si hablamos de la
importancia política, yo invertiría los términos, porque quizá va a
concitar mucha más atención política la campaña de las elecciones
andaluzas, donde posiblemente empiece el giro de la política nacional
(desde nuestro punto de vista un giro a la izquierda, porque creemos que
a partir de ahí Izquierda Unida en la próxima convocatoria va a ser
determinante en la política de Andalucía), porque se sabe que sin
Andalucía no se puede gobernar este país, y las elecciones europeas
tienen menos arraigo directo. Esta es una opinión política que usted me
puede rebatir y a continuación me puede decir que el Consejo de
Administración, por unanimidad --el fantasmal Consejo de
Administración--, ha aprobado esto. Son dos opiniones diferentes.

¿Qué organismo va a controlar --hasta ahora ha sido un problema serio con
respecto a la imagen de la televisión pública-- la cobertura de las
elecciones? No el Consejo de Administración, porque para nosotros no es
válido. Aunque parece ser que por el tono para el PP es un poco más, para
nosotros no es válido ese criterio.

No se crearon los consejos de redacción que nosotros solicitamos en esta
Cámara y que no fueron aprobados; consejos de redacción que habían sido
votados en referéndum por algunos organismos del Ente público. Me refiero
a algún cuerpo de trabajadores del Ente Público Radiotelevisión española.

Quizá habrá que reunir esta Comisión semanalmente para ver cómo va la
cobertura. Yo creo que sí. Creo que, como mínimo, debiera ser esta
Comisión de Control de Radiotelevisión la que se reuniera semanalmente,
si no, no puede haber garantías reales porque ya partimos de una serie de
cuestiones bastante dudosas. Voy a intentar, aunque lo he cogido todo a
vuelapluma, centrarme en algunas de ellas.

Yo solicito que esta Comisión de Control de RTVE se reúna semanalmente
para ver cómo se está difundiendo la campaña electoral europea o la
andaluza. No hay otro medio democrático actualizado de comprobar ese
seguimiento. No lo hace el Consejo de Administración, no se crearon los
consejos de redacción y no existe ninguna comisión de seguimiento de
profesionales, de sindicatos, etcétera. No existe nada excepto lo que nos
informan hoy en esta Comisión, que no controla el señor García Candau,
sino que es controlada por García Candau, porque recibimos información
pero después, a vuelapluma y sin ninguna posibilidad de control
democrático de la situación.

Le vuelvo a advertir, señor García Candau, que en momentos electorales se
juega la credibilidad del medio, fundamentalmente si es público, y, hasta
ahora, a través de la cobertura que se ha hecho la credibilidad ha bajado
mucho, ha habido protestas de los profesionales del medio, de mucha
gente, en función del bipartidismo o de la mala cobertura con que se ha
respondido a las convocatorias electorales.

Hay algunos puntos --después hablaré de los debates-- que ofrecen serias
dudas teniendo en cuenta aspectos comparativos con otras elecciones, por
ejemplo, en la Comunidad Autónoma de Cataluña. Las elecciones andaluzas
debieran ir en las colas de todos los informativos de las ediciones
estatales, como han ido siempre las elecciones catalanas. En ese sentido,
no queremos que no vayan las elecciones catalanas, sino que sí vayan las
andaluzas, si no aquí habría un agravio comparativo claro. Las elecciones
en Cataluña aparecen en las colas de todos los informativos de edición
estatal y no aparecen las andaluzas. Por qué? No entendemos este
criterio, que no se corresponde con una comparación justa.

Al mismo tiempo, no está asegurada --en este sentido las cosas son claras
y usted no establece ningún control real-- la presencia diaria de las
fuerzas parlamentarias teniendo en cuenta su peso territorial y su real.

Con todos los respetos, no es lo mismo, por ejemplo, Convergencia i Unió,
por su presencia territorial e incluso electoral, que Izquierda Unida, y
aparecen como dos fuerzas homologables en función de esos minutajes en
los que ustedes se basan para establecer no se sabe qué tipo de
representatividad, de expresión informativa. Izquierda Unida, como
tercera fuerza por el ámbito territorial e incluso, a nivel cuantitativo,
por los votos que representa, no se siente en ese sentido justamente
representada.

Esto no quiere decir que nosotros estemos hablando de minutaje. Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya nunca ha hablado de minutaje en esta
Comisión de Control. Hemos tenido esa especie, no de elegancia, sino de
concepto de las cosas. Pensamos incluso que a la información de estas
elecciones hay que ir sin minutaje previo; ir con minutaje sería forzar a
los profesionales, reducir todo ritmo periodístico, disecarlo y, desde
luego, decir que ese día sólo hay noticias para tres minutos, que se
repetirán todos los días. Tres minutos y nada más, cuando a veces puede
haber menos, pero también puede haber mucho más. Por tanto,



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no hay que acotar con un minutaje las posibles noticias que puedan
producirse. Lógicamente, tendría que haber igualdad de condiciones
técnicas y humanas en el seguimiento de las distintas fuerzas políticas.

En cuanto a las entrevistas antes y después de los debates, diré que
debieran realizarse en un plazo acordado y no en el Consejo de
Administración. Creemos que usted debe entrar en debate y dialogar con el
resto de las fuerzas políticas que, por las razones que ya hemos
expresado aquí suficientemente, no estamos representadas alegalmente en
ese Consejo de Administración. Digo que las entrevistas deben realizarse
en un plazo acordado porque no vale que la primera sea un mes antes de
las elecciones y la última un día antes, estableciéndose turnos
absolutamente antidemocráticos. Hay que llevar las entrevistas al mínimo
tiempo posible con respecto a la fecha de la votación. Nosotros pensamos,
siempre lo hemos dicho, que nos parece miserable política e
informativamente que las entrevistas concedan menos tiempo a los partidos
minoritarios que a los mayoritarios. Todos partimos de igualdad de
condiciones, todos. No se le pueden dar a un equipo tres goles antes de
empezar un partido de fútbol. Todos partimos de cero. Una fuerza
minoritaria no tiene por qué reducirse a siete minutos, una fuerza menos
minoritaria a veinte, y otra a treinta. Esto es ridículo desde un punto
de vista normal y lógico. Y desde un punto de vista democrático,
absolutamente cuestionable, porque da la impresión de que se parte de los
resultados anteriores que van a condicionar el resultado final de estas
elecciones. Se condiciona, en algún sentido, la psicología electoral de
la gente.

Respecto a los debates estoy de acuerdo con lo que usted ha dicho, pero
hay una solución. Usted cita en Televisión Española a todos los líderes y
el que no quiera ir que no vaya, pero el debate se celebra; nosotros sí
iremos. Esa es la solución. La solución no es la que usted da, porque
perjudica muchísimo a Radiotelevisión Española. A partir de ahí hubo una
inflexión en la comunicación con el público; a partir de que los debates
fundamentales, bipartidistas, por supuesto, se celebraron en las
televisiones privadas.

No me diga usted que habló con algún representante de mi fuerza política
--a mí eso me da igual ahora--, lo que le digo es que hay una solución a
ese tema, que es citar a todas las fuerzas parlamentarias y el que no
quiera ir que no vaya, pero el debate ha de celebrarse. No nos parece
lógico el bipartidismo, tal como se viene representando, y no nos parece
tampoco lógico que sólo haya debates sectoriales en la Televisión
pública. Eso es ceder terreno, ceder liderazgo, ceder audiencia, sin
duda, a las televisiones privadas. Ha habido debates sectoriales que
reducen, naturalmente, la audiencia y las posibilidades de lo que la
gente quiere, que es un debate sobre los contenidos políticos, sobre el
sentido general de la consulta política, de las posiciones específicas de
cada fuerza política.

Yo no sé si hubo vergüenza, bochorno o un cierto ridículo en el tema al
que se ha aludido aquí respecto a las elecciones anteriores. Lo que sí sé
es que hubo precipitación y un poco de llamada a última hora para montar
los debates --sectoriales, por supuesto--, para que la Televisión pública
no estuviese fuera de juego. Por lo menos sí hubo precipitación, que
habría que evitar en estos momentos atendiendo a los debates políticos,
no sólo sectoriales, citando a todas las fuerzas desde el punto de vista
del arco parlamentario y, naturalmente, compitiendo en este terreno de
suma importancia --máxime en estos momentos de crisis y casi de
emergencia política nacional-- en la emisión de los contenidos con las
televisiones privadas, pues de lo contrario nos vamos a encontrar con la
misma historia de siempre, y desde luego nosotros no sólo se la vamos a
achacar a uno de los partidos. Si Televisión Española no convoca los
debates, Televisión Española es culpable de promover ese bipartidismo
--que, a nuestro juicio, no tiene sentido en la realidad política
española-- y deja la audiencia a las televisiones privadas.

Yo le emplazo --y termino-- a que no sea el único terreno de juego ese
Consejo de Administración caducado, donde no estamos representadas
fuerzas políticas aunque las elecciones del 6 de junio nos avalaron para
estar ahí representadas; que se vea el tema con el resto de las fuerzas
políticas; que los debates no sean sectoriales, sino con todas las
fuerzas políticas y que los tiempos de emisión que vayan en la dirección
que he aludido anteriormente.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra la señora
Mato. (Rumores.) Estamos defendiendo las dos comparecencias
conjuntamente.

Señora Mato, tiene la palabra.




La señora MATO ADROVER: El Director General no me ha respondido a una
serie de cuestiones muy claras que le he planteado y que le voy a repetir
de forma concreta para que me las pueda contestar.

Me gustaría que me dijese si va a haber propuesta de debates a los
candidatos o no la va a haber, y si la va a haber, qué propuestas son
ésas. También querría saber si se va a ofrecer la información nacional de
las elecciones andaluzas durante los 15 días de campaña o solamente
durante 10 días. Creo que ha dicho que se darán 20 telediarios para
Europa y 10 para Andalucía, y a mí me gustaría saber si no es posible que
se ofrezca información durante los 15 días de la campaña andaluza, porque
nos interesará a todos los ciudadanos, y si es posible que se emita en la
primera edición del Telediario, en lugar de en la segunda edición.

Con respecto a las otras cuestiones que ha planteado, no sé si ha sido
una torpeza por su parte o ha sido premeditado --puede que haya sido esto
último por la situación en que se encuentran--, pero creo que no es el
momento de que hable nadie en esta Cámara, y sobre todo algunas personas,
de intereses económicos de los partidos, porque parece que ahora sabemos
quién tenía intereses y dónde los tenía; además, eso nos llevaría a
hablar de otro concepto que usted ha planteado y que no sería el de la
vergüenza, sino el de la desvergüenza, que más bien es el que se conoce
fundamentalmente de personas cercanas al Gobierno.

En cuanto a las celebraciones, solamente quería decirle que pregunte
usted a su directora de Informativos, que le podrá decir cómo se celebran
las elecciones en Televisión Española.




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El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor
Martín del Burgo.




El señor MARTIN DEL BURGO SIMARRO: Al escuchar las distintas
intervenciones, viene a mi memoria aquello del filósofo latino que decía:
«Pesa las opiniones, no las cuentes.»
Es verdad que la televisión aumenta constantemente su influencia en la
vida cotidiana del país. Es verdad que la televisión pública coadyuva a
mejorar y a llenar el ocio de los españoles desde el respeto y estímulo a
nuestras televisiones culturales, con un exquisito tratamiento plural,
objetivo e informativo de ese oficio noble --por mucho que unos pocos se
empeñen en mancharlo-- que es la cosa pública, la dedicación y entrega a
la política. Es también verdad que una campaña electoral es un momento
estelar y determinante en la vida política de un país y su sociedad, y
verdad sigue siendo que Radio Nacional de España y Televisión Española,
como servicio público, ofrecen información y pluralidad; no lo digo yo,
incluso desde Italia el señor Berlusconi dice que la RAI, como servicio
público, ofrece información desde la diversidad. (Risas.)
Las campañas --recuerdo-- las diseñan los partidos y las ejecutan sus
principales actores y dirigentes, con un resultado electoral en función
de la dirección del voto para aquellos indecisos o sin una intención de
voto muy definida. Los medios de comunicación, en este caso públicos, son
mensajeros, termómetros o barómetros que reflejan la intensidad, la
cantidad, la calidad o la credibilidad, en su caso, del mensaje político
que los partidos expresan, sin que se pueda calibrar «a priori» sus
efectos.

Los actos políticos (los mítines, las caravanas, las convenciones y la
difusión de programas escritos, las sensaciones en prensa escrita, el
contacto directo con el electorado y la actuación de los «mass media» de
carácter privado) comportan, cuando menos, un paquete básico en esos
mensajes durante las campañas electorales. Televisión Española, en
nuestra opinión, no es ni puede ser el caballo de batalla de una campaña
electoral. Televisión Española es probablemente la más imparcial de las
televisiones públicas en España. Televisión Española está al servicio de
todos los ciudadanos, muy especialmente --si se me permite-- y en mayor
medida desde el año 1982. (Rumores.)
No es cierto aquello de que el partido que dirige o tiene
responsabilidades en televisión gana elecciones, y hay referentes en este
sentido. Sería maniqueísmo puro mantener que el director de un
informativo o programa es un gran profesional que no tergiversa, y que el
Director General, en su caso, es el manipulador. Los servicios
informativos de Televisión Española en campaña electoral siguen siendo
los de mayor credibilidad y audiencia. A nuestro juicio, se trabajará
--según hemos escuchado al Director General-- con criterios de
imparcialidad y siguiendo criterios profesionales, alimentado todo ello
con la dedicación y la dignidad de sus trabajadores.

Señorías, recordamos que las juntas electorales juegan un papel
importante en unas elecciones; papel de control, de puesta en común de
horarios y de espacios de tiempo. Ha de conocerse que, en algunas
comunidades autónomas, los partidos de la oposición anhelan durante la
campaña una programación semejante a la que efectúa Televisión Española.

Algo tendrá el agua cuando la bendicen. Existe el pluralismo de
Radiotelevisión Española, y así lo demuestran los estudios rigurosos de
mercado y audiencia respecto de otras ofertas.

Señor Presidente, el Grupo Parlamentario Socialista, con esta
intervención y al consumir este turno no busca un titular para mañana, sí
persigue dejar constancia y transmitir a la ciudadanía la tranquilidad y
la confianza de que, una vez más, la programación e información electoral
generada desde Radiotelevisión Española será la más adecuada e idónea que
permita a ciudadanos sacar sus propias consecuencias, deducciones y
afecciones sobre las distintas formaciones políticas.

Mi Grupo Parlamentario es partidario de que el esfuerzo de Televisión,
señor Director General, vaya en la dirección de que los contenidos, los
programas políticos de los partidos y la concurrencia de opinión de los
mismos estén legítima y rigurosamente presentes para que los contenidos y
sus mensajes puedan ser conocidos por los ciudadanos, primando la
información y marginando la descalificación y la anécdota, distinguiendo,
claro es, entre la descalificación personal y la crítica, ¡faltaría más!,
a los programas políticos.

Señorías, en algunos casos los contenidos son recuerdo y a veces mucho
más importantes que el propio minutaje. Ha surgido la polémica de los
debates entre candidatos. Una vez conocida la predisposición que ha
anunciado el Director General del Ente queda remitida al acuerdo entre
los actores, es decir, al acuerdo entre los partidos políticos: quiénes,
cuántos, cómo y sobre qué en concreto. El Grupo Socialista recuerda que
se viene respetando permanentemente en Radiotelevisión Española el
pluralismo político y el equilibrio informativo.

Señor Presidente, Televisión Española ha sido felicitada con motivo de
las últimas elecciones andaluzas y vascas, incluso por el Partido
Popular, cierto es que con algunos matices. La felicitación fue unánime
por parte del Consejo de Administración al Director General quien la
trasladó, a su vez, a los profesionales como autores de los trabajos.

Concluyo, señor Presidente. El programa de trabajo que nos presenta esta
tarde aquí el señor Candau es un proyecto bien diseñado a nuestro juicio,
que dará satisfacción a la cobertura necesaria, a la difusión adecuada y
neutral de Radiotelevisión Española en esta doble convocatoria electoral.

Mi Grupo Parlamentario no tiene ningún elemento de juicio para descreer
del presente, como dijera otrora don Manuel Azaña, en tiempo,
circunstancias y materia bien distinta a la que nos ocupa.

Al concluir lo hago con una cita de igual signo y firma que aquella con
la que abrí mi breve parlamento, la carta de Séneca a su amigo Lucilio,
que decía así: «La naturaleza ha previsto que nadie quedase insepulto. A
quien la crueldad ha dejado abandonado, el tiempo le cubrirá.» El tiempo,
la razón y este Grupo Parlamentario le han de cubrir, señor Candau.




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El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Director General.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): Señor
Presidente, lamento tener que polemizar nuevamente con el señor Alcaraz
en relación con la primera parte de su intervención. Lo lamento
sinceramente porque creía que las intervenciones de este Director
General, que humildemente había intentado ilustrar a S. S. en materia
legal, habían servido de algo.

Como viejo demócrata, señor Alcaraz, en tiempo democrático uno de los
factores fundamentales de ese comportamiento, en cuanto a las reglas del
juego democrático, es aceptar o respetar al menos las leyes, las leyes
que han dictado parlamentos democráticos. Sería más discutible o
razonablemente legítimo en una situación de dictadura, pero en un tiempo
democrático las leyes que han sido votadas mayoritariamente por los
ciudadanos, representados en este caso por los diputados y los senadores,
deben acatarse y más en este caso del Estatuto de Radiotelevisión, que
fue aprobado por la máxima posibilidad en cuanto a votos, porque hubo
consenso entre las fuerzas mayoritarias y también en algunas
minoritarias. Poner en cuestión, cuando alguien dice no estar
representado en el Consejo de Administración, lo que dimana de la
elección del Parlamento, tanto del Congreso de los Diputados como del
Senado, desde mi punto de vista --vamos a decirlo finamente--, es poco
democrático.

Usted plantea una cosa que para mí es perversa, es la siguiente. Usted
dice que, según la ley, está en situación de alegalidad porque el 6 de
junio hubo un resultado que no es el actual. Desde que existe el Estatuto
de Radiotelevisión de la etapa democrática, los consejos de
administración han estado en funciones durante largo tiempo, en la
anterior ocasión durante catorce meses, y aquí hay un Diputado que fue
elegido consejero después de catorce meses de estar en funciones el
anterior consejo de administración. En la actualidad, no llega más que a
diez o a once meses. Por tanto, aún estamos parcialmente lejos de
situaciones anteriores.

Nunca se discutió la legalidad o ilegalidad de ese Consejo de
Administración. Desde luego, desde la concepción democrática,
difícilmente se puede entrar en colisión permanente cuando a alguien no
le gusta lo que legítima y democráticamente fueron leyes votadas por los
ciudadanos españoles a través de sus representantes.

Pero debo insistir en algo más. Los consejeros de administración de
Radiotelevisión Española no son elegidos directamente por los partidos
políticos, sino por las Cámaras, por los representantes de los
ciudadanos. Y no son elegidos únicamente por sus fuerzas políticas.

Cuando hay consenso o acuerdo entre la mayor parte de las fuerzas
políticas, hay unos ciudadanos que, teniendo una serie de
características, son elegidos para el cargo de consejero de
administración. Creo que es bueno, señor Alcaraz --yo sé de su buena fe
democrática-- que no incurra en ese error, porque eso precisamente lleva
a totalitarismos distintos y siempre reprobables desde el punto de vista
democrático.

Su señoría insiste una vez más en algo que a mí me parece también
preocupante. Pregunta quién controla Radiotelevisión Española durante las
campañas electorales. Yo le recuerdo una lectura somera de las leyes
electorales y allí podrá encontrar que quien controla Radiotelevisión
Española en época electoral, los medios públicos de comunicación en este
caso, es la Junta Electoral. Y no la Comisión de Control Parlamentario.

Le viene atribuido por ley, pero ya sé que quizá tampoco la ley le gusta,
pero como demócrata yo la admito, aunque haya cosas en algunas leyes que
no me puedan gustar. Pero hay que admitir la legalidad cuando son leyes
votadas por los ciudadanos a través de sus representantes, porque esto es
lo que les da legitimidad democrática y no otra cosa. Lo contrario son
concepciones o ideas que yo no quiero ni siquiera plantear en esta
Comisión, porque me parece que sería herir la sensibilidad de algunos
convencidos en que la democracia y sus leyes es el mejor sistema para
comportarse en una sociedad libre. En cualquier caso, S. S. plantea algo
que a mí también me parece implícitamente perverso. Compara la situación
de las elecciones catalanas con las andaluzas cuando no tienen
absolutamente nada que ver. Ahora hay una situación concreta. Son unas
elecciones que coinciden en el tiempo, unas de carácter nacional y otras
de carácter regional. Los telediarios nacionales tienen que atender,
fundamentalmente, aquello que se refiere a la totalidad del Estado
español y no a una comunidad autónoma. Si no hubiera en estos momentos
elecciones europeas --me pregunta S. S.--, cuál sería la atención de
Radiotelevisión Española en el caso de las elecciones andaluzas? Como
ocurrió en el año 1991, dedicamos exactamente la misma atención a las
elecciones andaluzas que a las gallegas y a las catalanas. No me caiga
también S. S. en esa permanente animadversión hacia el hecho diferencial
catalán, o al pueblo catalán, o cosas por el estilo en las que se suele
caer con una cierta alegría.

En cuanto a los debates de las fuerzas políticas, si debemos atender o
no, en el caso, como S. S. ha planteado, que no tiene representación en
el Consejo de Administración, en las últimas elecciones nacionales yo
traté con su líder entonces y ahora, señor Anguita, y llegué a un acuerdo
con él. Bien es cierto que es un acuerdo que se saltaron a continuación
cuando el señor Anguita cayó infartado. A partir de ese momento los
acuerdos que yo había alcanzado con el señor Anguita se pusieron en
cuestión por parte de algunos representantes de Izquierda Unida. No tanto
por algunos que hoy parece que no están en la dirección de Izquierda
Unida, que sí tuvieron su responsabilidad y que, por tanto, admitieron el
acuerdo que habíamos alcanzado con su fuerza política y que ahora, como
entonces y como espero, podamos encontrar ese acuerdo.

En cualquier caso, S. S. ha hecho un planteamiento que también a mí me
parece perverso. Dice usted que todos partimos de cero y que nadie debe
partir de un tres a cero, porque eso es jugar con ventaja. Es posible lo
que usted dice, pero aquí hay unas reglas de juego, que vienen dimanadas
de los acuerdos de la Junta Electoral Central, de la propia Ley
Electoral, y, por tanto, tiene un referente



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Radiotelevisión Española, a través del Consejo de Administración --no del
Director General, sino del propio Consejo de Administración-- que tiene
la competencia en esta materia, compartida o tutelada por la Junta
Electoral Central.

Usted decía que había que dar juego político a las fuerzas parlamentarias
y añadía: «por supuesto», que es una frase histórica precisamente en esta
Cámara. Parte usted del mismo concepto. Si debiéramos entender que todo
el mundo debe partir de cero, por la misma razón S. S. debería entender
que cualquier fuerza política que concurra a estas elecciones tuviera que
partir de cero y no con los condicionamientos que S. S. ha puesto al
decir que sean fuerzas parlamentarias «por supuesto».

A la señora Mato debo decirle lo que he explicado ya en esta última
intervención. Se trata de una campaña electoral nacional en la que hay un
acontecimiento importante, que son las elecciones europeas, y también hay
una campaña en Andalucía. En el ámbito andaluz vamos a destinar 12
espacios territoriales diarios para hablar de la campaña andaluza, y en
el ámbito nacional va a haber una presencia en el TD-2, que consideramos
que es el lugar oportuno en esta campaña electoral, y así se ha entendido
por el Consejo de Administración. Sin embargo, vamos a destinar dos
tercios del espacio informativo electoral a una campaña nacional --que
entendemos que en este caso debe atenderse, con carácter general, en la
totalidad del país-- a lo que todos los ciudadanos de este país están
convocados, que es a votar el día 12 las candidaturas para la campaña
europea. Creemos --y así ha sido entendido por el Consejo de
Administración-- que ésos debían ser el tratamiento y la cobertura que
debíamos hacer y no otros. En cuanto a que sea en el TD-1 o en el TD-2,
se ha decidido también, y así se ha aprobado por parte del Consejo, que
sea en el TD-2 por entender que era menester hacerlo con carácter general
en el caso europeo más que en el referente al ámbito andaluz.

En cualquier caso, lo que queda claro por la intervención o insistencia
(que no he visto esta mañana pero sí esta tarde) de la señora Mato es que
el interés de su partido fundamentalmente está en la campaña andaluza y
no en la europea. (El señor Alcaraz Masats pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Alcaraz.

Vamos a abrir un turno exclusivamente de preguntas concretas respecto a
la intervención del Director General, pero agradecería a los señores
Diputados que no entraran otra vez en el debate y tampoco en el tema del
Consejo de Radiotelevisión, sino que hicieran preguntas concretas, con un
tiempo reducido a dos minutos.




El señor ALCARAZ MASATS: Pido la palabra para una cuestión de orden,
señor Presidente.

Yo querría, señor Presidente, utilizar la palabra para un turno de
réplica porque el señor García Candau ha estado excesivamente demagógico
en su intervención.




El señor PRESIDENTE: Calificaciones, no. Dígame como cuestión de orden,
por qué solicita el turno.




El señor ALCARAZ MASATS: Solicito ese turno de réplica porque me he
sentido directamente aludido por descalificaciones con respecto a
Cataluña, que yo no he hecho, o con respecto a las leyes, que quien no
las cumple es el Consejo de Administración.




El señor PRESIDENTE: Lo que puede pedir S. S. es un turno de
rectificación o por alusiones, exclusivamente. Dígame concretamente qué
es lo que pide su señoría.




El señor ALCARAZ MASATS: Uno de esos dos turnos a los que usted alude,
señor Presidente. (Risas.)



El señor PRESIDENTE: No, S. S. conoce perfectamente el Reglamento. Dígame
concretamente si quiere un turno de rectificación por algunas
manifestaciones que haya podido hacer el señor Director General o si lo
pide por alusiones, en su caso.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor Presidente, yo me siento aludido y quiero
rectificar esa alusión.




El señor PRESIDENTE: Todo el mundo ha sido aludido por la contestación.

Por rectificación, tiene usted un minuto.




El señor ALCARAZ MASATS: Gracias, señor Presidente, me da igual que sea
por rectificación. No soy yo quien escribe el Reglamento y por eso me
acogía a él.




El señor PRESIDENTE: El Reglamento existe y nos sujetamos todos al mismo.

Para un turno de rectificación, dispone de un minuto.




El señor ALCARAZ MASATS: Gracias, señor Presidente.

Creo que se ha puesto usted excesivamente nervioso, señor García Candau,
y por eso ha estado muy demagógico y descalificador...




El señor PRESIDENTE: Señor Alcaraz, le ruego que no adjetive. El turno es
de rectificación respecto de posibles indicaciones que haya hecho el
Director General que no estaban en su ánimo o no están en su letra.




El señor ALCARAZ MASATS: El ánimo del señor García Candau, que yo no he
tocado en absoluto (yo no he dicho que se reduzca la información de la
campaña catalana, sino que se aumente la información de la campaña
andaluza, y lo he especificado muy bien), ha sido un intento de
enfrentamiento con la especificidad cultural catalana, que no corresponde
a un rigor elemental, dialéctico, como el que se puede exigir en un
Parlamento español.

En segundo lugar, el Consejo de Administración que a usted le avala todo
y le va a avalar el bipartidismo ortopédico de este país, no es un
Consejo de Administración...




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El señor PRESIDENTE: Perdóneme, señor Alcaraz. Se lo he pedido a usted,
por favor, lo sabe perfectamente. Se ha referido S. S. al Consejo de
Administración.




El señor ALCARAZ MASATS: Voy a aclarar lo que él ha dicho.




El señor PRESIDENTE: No; tiene un turno de rectificación igual que ha
hecho usted en el caso del tema catalán. Si quiere, haga una
rectificación.




El señor ALCARAZ MASATS: Rectifico en el mismo sentido.

No es igual un Parlamento, señor Candau, de mayoría absoluta --no sé si
usted entiende el giro que ha dado la política en este país a partir del
6 de junio-- que un Parlamento de minoría mayoritaria con minorías que
pueden incluso complementar hacia la izquierda o la derecha la mayoría
absoluta y que no se corresponde con un Consejo de Administración de
mayoría absoluta, que es el que se mantiene 11 meses. Según creo
recordar, el artículo 7 dice que a partir de las nuevas elecciones hay
que renovar el consejo de administración. Yo he dicho que es alegal, y lo
repito. Usted ha aludido a no sé qué tipo de fantasmas que usted se ha
sacado de su chistera histórica y que no vienen a cuento.




El señor PRESIDENTE: Le ruego que concluya, señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Es alegal y usted lo sabe. No puede legitimar
ningún tipo de decisión. Se lo hemos repetido hasta la saciedad otras
fuerzas políticas y la que yo represento en este momento. Usted lo sabe.

Termino, señor Presidente. ¿Por qué se ha inventado la política fallida
del impulso democrático si no es para renovar este tipo de órgano?



El señor PRESIDENTE: Perdón. Nos estamos saliendo de la cuestión.




El señor ALCARAZ MASATS: No, no.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.

¿Alguno de los grupos desea intervenir para formular preguntas concretas
respecto a la exposición del Director General? (Pausa.)
Tiene la palabra la señora Mato.




La señora MATO ADROVER: En primer lugar, reitero una pregunta que es la
tercera vez que formulo. Me gustaría saber --si el Director General me lo
puede decir-- si va a ofrecer formalmente debates a los candidatos o
pretende que sean los candidatos quienes digan al Director General que
quieren hacer un debate en televisión. Creo que ése no es el camino
adecuado, sino todo lo contrario, que es lo que suele pasar con otras
cadenas. Usted sabe que ha habido ofertas de parte de otras cadenas para
celebrar debates, como ocurrió en las elecciones gallegas y como ocurrió
en las generales. Nos gustaría que, en esta ocasión, la televisión
pública también pudiera ofrecer un debate y no fueran siempre las cadenas
privadas las que cubrieran la obligación que tiene una televisión
pública.

En segundo lugar, voy a reiterar un tema al que tampoco me ha contestado
y que no le repetí la segunda vez. Me refiero a los programas
informativos, culturales y de entretenimiento. Me gustaría saber si va a
haber alguna participación electoral en estos programas o si se va a
hacer algún programa especial de este tipo.

Respecto a la cobertura de las elecciones andaluzas y las europeas, creo
que no es incompatible cubrir el cien por cien de la campaña europea con
cubrir el cien por cien de las andaluzas. En todo caso, me gustaría que
me dijera si cree que la coincidencia de elecciones tiene que perjudicar
a alguna de ellas, porque en otras campañas electorales autonómicas
--catalanas, vascas o gallegas-- la cobertura no ha sido similar a la
seguida en esta campaña. Me gustaría saber si el motivo es que coinciden
las dos campañas, porque tampoco sería justo para los andaluces que por
el hecho de que hayan tenido la suerte, o la desgracia, de que coincidan
dos elecciones se les prive de la posibilidad de llegar a mayor número de
ciudadanos.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Martín del Burgo.




El señor MARTIN DEL BURGO SIMARRO: El señor Director General ha hablado
de proporcionalidad. Me gustaría saber a qué tipo de elecciones se
refiere concretamente al hablar de proporción.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Director General para
contestar nada más que a estas preguntas, por favor.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): En
primer lugar, señora Mato, es verdad que la coincidencia de las
elecciones provoca una colisión a lo largo de los informativos y es que,
evidentemente, hay dos polos de referencia distintos: uno el andaluz y
otro el nacional en cuanto a las elecciones europeas.

No se perjudica a los andaluces, como usted dice. Yo he explicado que en
esta ocasión va a haber un espacio específico por la tarde para hablar de
las elecciones andaluzas. Antiguamente sólo había un espacio, que era el
territorial de las dos de la tarde. Ahora va a haber otro espacio en la
tarde para el tratamiento de las elecciones autonómicas andaluzas. Así
que también van a tener una cobertura nacional razonable. Sí hay un
problema, y es que nosotros, además de dar esa información, lo que
tenemos que hacer, en principio, es televisión y tenemos que hacer
informativos. Por tanto, tenemos que tener una presencia electoral
razonable dentro de lo que es un espacio informativo como pueden ser en
estos momentos los telediarios.

Piense, señoría, que además de los espacio cotidianos e informativos
existen espacios gratuitos, va a haber debates y va a haber entrevistas.

Por tanto, hay una



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información más que suficiente. Si pudiera darle mi opinión personal
--cosa que no voy a hacer--, incluso le daría argumentos para no ir más
allá de lo que estamos haciendo. Pero creo que la cobertura que vamos a
hacer, entre lo andaluz y lo europeo, es más que razonable. Además, va a
haber una coincidencia permanente, a lo largo de la campaña, de
candidatos que puedan estar en un mismo acto hablando de Europa o
hablando de Andalucía, con lo cual va a ser bastante complicado.

Entendemos, esperamos y así lo deseamos que sea un trabajo
suficientemente razonable y equilibrado para que las fuerzas políticas
puedan tener un buen referente, incluso puedan tener la satisfacción de
que se ha hecho con la mayor transparencia y con el mayor equilibrio. Ese
es nuestro objetivo, como se demuestra cada día en los espacios
informativos de Radiotelevisión Española.

Me pregunta sobre espacios no informativos. Debo decirle que no hay
previsión alguna de que en espacios no informativos haya presencia de
personalidades de la vida política. Eso no quiere decir que si hay algún
programa de debates, al margen de lo que es la campaña electoral, se
busque el equilibrio. Es decir, ahora había previsto algún debate en el
que, evidentemente, iba a estar presente tanto el Partido Popular como
otras fuerzas políticas, no sólo las que conforman el bipartidismo, por
tanto, buscando siempre el equilibrio entre las diferentes fuerzas
políticas de nuestro país. En el caso de que haya otros espacios --y los
hay en estos momentos-- en los que intervengan personalidades políticas,
puedo asegurarle que sera siempre, si hay un debate que no sea ni el
europeo ni el andaluz, con presencias equilibradas de las fuerzas
políticas.

En cuanto a los debates, me da la impresión de que S. S. no ha leído bien
el texto que le han remitido, porque lo que ha aprobado el Consejo de
Administración son debates entre los fuerzas políticas, entre las cabezas
de lista o entre los diferentes intervinientes en debates sectoriales.

Esto es a lo que estoy autorizado en estos momentos por el Consejo de
Administración. Espero y deseo que sea una realidad algunas de las
pretensiones que privadamente ya hemos propuesto a algunas fuerzas
políticas y que es posible que eso se pueda confirmar en los próximos
días. Espero tener un contacto en el que se pueda confirmar que tanto el
Partido Popular como el Partido Socialista como Izquierda Unida y otras
fuerzas políticas están dispuestos a participar en una serie de debates
que el Consejo de Administración tendrá que aprobar en una próxima
convocatoria en la que se hable de temas específicos, y será en el
Consejo donde se decida la conveniencia de ese tipo de debates, así como
la distribución de otros espacios que, sin duda, el Consejo de
Administración podrá ver, con suficiente tiempo, antes de que comience la
campaña electoral.

La pregunta del señor Martín del Burgo plantea cuál es la
proporcionalidad. La proporcionalidad de que se ha hablado hoy en el
Consejo de Administración es la que se refiere a las últimas elecciones
andaluzas y a las europeas. Sin duda, éstos son los referentes que
tenemos a la hora de conformar la distribución de espacios en la próxima
campaña electoral en los diferentes servicios informativos.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Despedimos al señor Director General y le damos la
gracias. (Pausa.)



DEBATE Y VOTACION, EN SU CASO, DE LAS SIGUIENTES PROPOSICIONES NO DE LEY:



--SOBRE LA COBERTURA INFORMATIVA DE LA ACTIVIDAD DE LAS CORTES GENERALES
POR RTVE. PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO.

(Número de expediente 161/000156.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, reiniciamos la sesión con el tercer punto
del orden del día, proposición no de ley sobre la cobertura informativa
de la actividad de las Cortes Generales. El proponente es el Grupo
Parlamentario Popular.

Por el Grupo Popular, el señor Aparicio tiene la palabra.




El señor APARICIO PEREZ: La proposición no de ley que presenta hoy mi
Grupo creo que tenía pleno sentido en la fecha en que fue registrada en
la propia Cámara, y los acontecimientos que después han tenido lugar
avalan y ratifican su necesidad.

Todo surgió como consecuencia de una contestación del propio Director
General de Radiotelevisión (que lamento sinceramente que no asista a este
debate) a una pregunta de este Grupo Parlamentario, en la que nos
informaba de que la cobertura informativa del propio Parlamento en los
espacios de la Televisión pública no podía ocupar, según su tesis --una
tesis curiosa y peculiar, reflejada en el «Diario de Sesiones» del 23 de
febrero de 1994--, espacios de máxima audiencia, acogiéndose a dos
peregrinos argumentos: el primero, que la audiencia de este tipo de
programas ya se había acomodado a la fecha y hora en la que viene siendo
emitido --me permito recordar que es el sábado por la mañana y a una hora
en la que realmente es difícil que pueda tener una audiencia
importante--; y segundo argumento, y derivado de esta misma
circunstancia, daba razones de la falta de interés publicitario, de
interés económico de este tipo de programas. Esta afirmación la realizó
el 23 de febrero y la proposición no de ley de mi Grupo tuvo entrada en
la Cámara el 8 de marzo, siendo publicada el 15 de marzo. Bien pronto
tuvimos ocasión de ver lo errática, lo compulsiva y lo impulsiva que era
la política de cobertura de la actividad parlamentaria.

Soy uno más de los muchísimos españoles que se vio sorprendido en horario
de máxima audiencia, compitiendo incluso con un espectáculo deportivo de
primera magnitud --un partido internacional de España-- por la Comisión
en la que comparecía el ex Gobernador del Banco de España, don Mariano
Rubio. Creo que esa sola presencia ya desmontaba la tesis construida,
supongo que con escasa solidez, por el propio Director General. Veíamos
cómo el trabajo de una Comisión --sin duda ninguna, una comisión
importante o interesante como pueden serlo todas las de este Parlamento--
iba a parar a una franja horaria de



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máxima audiencia, incluso en competencia con un acontecimiento deportivo.

Pero pocos días después veíamos cómo el debate del estado de la Nación no
tenía un tratamiento ni siquiera homogéneo con el anterior, porque buena
parte de este debate fue retransmitido por la Segunda Cadena, no así por
la Primera, como se hizo con aquella Comisión, y si hacían falta más
pruebas de lo errática o compulsiva --vuelvo a insistir-- que es la
política informativa de Televisión Española respecto a la actividad del
propio Parlamento, tenemos el ejemplo de la comparecencia celebrada esta
misma mañana por el señor Asunción.

Quiero decir con ello que, al final, lo que se echa en falta --y creo que
en esto pueden coincidir todas SS. SS.-- es la existencia de una
cobertura estable, conforme a unos criterios sólidos, si es posible,
aceptados por todos los grupos parlamentarios, que eviten la bochornosa
imagen o sensación de que en Televisión sólo aparece la actividad
parlamentaria cuando es del estricto interés, en este caso, del Grupo que
gobierna. Lo digo porque la sensación que tuvieron los ciudadanos el
mismo día en que se produjo, insisto, la comparecencia del ex Gobernador
del Banco de España en la Comisión de Economía y Hacienda era más la de
una especie de linchamiento televisivo que la de un deseo de dar
cobertura seria y rigurosa a un acontecimiento que, sin duda, lo era
dentro de la actividad parlamentaria.

No me gustaría oír el peregrino argumento o --digamos-- el argumento
errático, al que son muy aficionados, de ampararse o escudarse en la
profesionalidad de los buenos profesionales que sin duda tiene Televisión
Española. Creo que los que hacen buenos programas de cobertura
parlamentaria, los pocos que pueden hacer, los hacen correctamente. Otra
cosa es que se vean condenados, y eso sí que no entra dentro de su propio
margen de decisión, a horarios o a momentos en los que ciertamente poca,
escasa o nula atención pueden tener y a que, precisamente por estar
situados o inmersos en este tipo de horarios y de acontecimientos,
difícilmente puedan encontrar respuesta o apoyos publicitarios. Desde
luego, no me gustaría seguir mucho tiempo en la tesis del propio Director
General de Televisión de que era poco menos que una esponsorización. Se
me antojaría ridículo, desde el punto de vista político y humano, que los
programas de cobertura informativa del Parlamento tuviesen que ser al
final cuasi esponsorizados por alguna marca, porque además tampoco se me
ocurre qué entidad publicitaria o empresarial estaría interesada en
semejante operación. No obstante, eso sería el resultado de llevar al
límite la argumentación que desarrollaba el señor García Candau ante esta
misma Cámara y ante esta misma Comisión el 23 de febrero de 1994.

Por todo ello, porque creo que muchos de los problemas que hemos tenido
en estas últimas semanas o en estos últimos días podían haberse evitado
si existiese una programación rigurosa, acorde con unos criterios
estables, negociados y consensuados entre las fuerzas políticas, es por
lo que, hasta que esto pueda producirse, pedimos, mediante nuestra
proposición no de ley, que sea el propio Gobierno, a través de las
facultades que le confiere el Estatuto de Radiotelevisión, quien inste,
en este caso al propio Ente, para que, a través de Televisión Española y
de Radio Nacional, haya mayores tiempos de emisión --debe leerse
evidentemente, creo que está al alcance de todos ustedes, mayores y
mejores tiempos de emisión-- destinados al seguimiento de la actividad
que se desarrolla en el Congreso de los Diputados y en el Senado y que
garantice el cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 4.º del Estatuto
de Radiotelevisión, especialmente --es triste que tengamos que
reiterarlo, pero hay que hacerlo-- garantizando la objetividad, veracidad
e imparcialidad de las informaciones y respeto al pluralismo.

Flaco o escaso favor el que en estas últimas fechas viene haciendo, en
muchas ocasiones, Televisión Española al propio Parlamento. Pretende en
algunos casos que ciertas comparecencias parlamentarias --utilizando el
lenguaje televisivo-- sean una pura moviola de lo que han sido otras
intervenciones, y por eso hago llegar al resto de los miembros de esta
Comisión una preocupación. No nos gustaría ver en los próximos días que
la urgencia política sólo existe en relación a Televisión. No nos
gustaría que el Presidente del Gobierno sólo entendiera urgente
comparecer delante de la televisión pública para dar explicación de
acontecimientos que creo que inquietan y preocupan a la opinión pública,
anteponiendo la urgencia de aparecer en Televisión Española a la
necesidad de dar explicaciones en donde, al menos para quien les habla,
es el lugar prioritario, esto es, en el Parlamento, y que (y utilizo el
adjetivo que ha utilizado muchas veces esta tarde, creo que con
frivolidad, el propio Director General de Televisión de «perversidad»)
pervierta el próximo debate parlamentario del miércoles, convirtiéndolo
--insisto-- en una pura moviola de otro acto en la televisión pública, y
eso por puro respeto al Parlamento.

Estas son las razones --insisto--, creo que avaladas por los hechos
producidos en las últimas semanas, que nos llevan a pedir una mejor
cobertura, más estable y no permanentemente polémica, errática o
compulsiva, como la que hemos visto en estas últimas semanas, mediante la
acción del Gobierno, que en esto sí que tiene obligación de intervenir,
no algunas otras obligaciones que se fija, creo que gratuitamente,
obligado por un exclusivo interés electoral.

Este es el motivo por el que solicito de los restantes grupos el apoyo a
la proposición no de ley de mi Grupo.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que quieran fijar su posición? (Pausa.)
El señor Recoder, por el Grupo Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra.




El señor RECODER I MIRALLES: Desde el punto de vista del Grupo
Parlamentario Catalán, existe un amplísimo consenso entre todos los
grupos y fuerzas políticas acerca de la necesidad de que los ciudadanos
tengan un amplio conocimiento de las actividades que se desarrollan en
las Cortes Generales. En los últimos tiempos, es decir, en esta última
Legislatura que se inicia el día 6 de junio, esta necesidad se ha hecho
todavía más patente por cuanto que el Parlamento ha visto acrecentado su
protagonismo, y



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ello --entendemos nosotros-- exige aproximar lo máximo posible la
actividad política que se realiza en las Cámaras a los ciudadanos.

No hace falta abundar en la realidad que ha sido trasladada al Parlamento
en tanto en cuanto se ha transformado en eco de todos los acontecimientos
que enturbian la vida política de nuestro país en fechas muy recientes.

Yendo más allá de esta realidad acuciante y actual, cualquier Diputado,
aun sin deseos de un protagonismo personal, alguna vez ha podido pensar
--yo creo que alguna vez todos la hemos pensado-- que algunas de las
iniciativas parlamentarias, no por ellos sino por los resultados de las
mismas o por el interés general del asunto en cuestión, no han podido
llegar a la sociedad con suficiente amplitud.

En nuestra opinión, la proposición no de ley que nos presenta el Grupo
Parlamentario Popular plantea una primera dificultad, como es la de la
apelación al artículo 21 del Estatuto de la Radio y la Televisión, que
establece la posibilidad de que el Gobierno fije los objetivos del
servicio público de Radiotelevisión Española que no los contenidos
materiales o concretos. Este artículo 21, en todo caso, deberá
desarrollarse junto con la reforma del marco global y del sistema
financiero, cuando en esta misma Comisión debatamos el plan estratégico
de Radiotelevisión Española, pero pensamos que deberá desarrollarse de
manera global. Lo que no nos parece bien es trocearlo mediante encargos
parciales al Ente Público Radiotelevisión Española. En este proceso
global que enmarcamos dentro del debate del plan estratégico de
Radiotelevisión Española, algún tipo de intervención debería tener el
Poder legislativo, el Parlamento, para que no sea sólo el Gobierno quien
establezca unilateralmente los contenidos de la información parlamentaria
de Radiotelevisión Española. Por otro lado, los contenidos informativos
deben quedar exclusivamente en manos de los profesionales --creo que
estaremos también de acuerdo en ello--, sin mayor condicionamiento que el
mero interés informativo, pero sin cuotas de imposición de tiempos o de
materias. Es más, creemos que ello, y con razón, sería unánimemente
rechazado por los profesionales.

Estamos, pues, de acuerdo en conseguir unos tiempos razonables,
incrementando, en cuanto a la información general, los actuales
contenidos de la información de Radiotelevisión Española, pero también
creemos que antes deberíamos coincidir en cuál es el mínimo necesario.

Sin ir más lejos, la retransmisión de sesiones parlamentarias, más allá
del debate de política general, u otras de tipo extraordinario a las que
me refería antes, serían de gran interés.

Por todo ello, estando de acuerdo con el espíritu de la proposición no de
ley no estamos de acuerdo con su articulación y, por tanto, votaremos en
contra de la misma.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Aguiriano.




El señor AGUIRIANO FORNIES: La proposición no de ley pretende que
instemos al Gobierno a que le diga a Televisión Española que debe
aumentar la información que da sobre la vida parlamentaria. Ante esta
propuesta concreta nuestro Grupo se va a posicionar claramente en contra
porque pensamos que la información que deben dar los servicios
informativos de Televisión Española deben decidirla los propios
servicios. Ellos deben valorar en sus programas informativos qué es
noticia, qué es de lo que merece la pena informar, resaltar y hacer
llegar a los ciudadanos. Son los propios intereses, única y
exclusivamente informativos, los que deben decidir el horario, minutos y
los temas de la vida parlamentaria que se den en los servicios
informativos de Radiotelevisión Española. Eso teniendo en cuenta además
que son la propia Televisión Española y Radio Nacional de España los
servicios de radio y televisión que más información dan sobre la vida
parlamentaria en general; teniendo en cuenta también que una mayor
información no significa siempre una mejor información (dar más minutos
de información parlamentaria no va a exigir al ciudadano que esté más
atento a la información parlamentaria); por tanto, creemos que no es
positivo para un mayor conocimiento de la vida parlamentaria el que se
den más minutos de información parlamentaria. Curiosamente, como ha dicho
el portavoz del Grupo Popular, coincide su discusión en esta Cámara con
una serie de retransmisiones en directo de actividades parlamentarias, y
como los propios servicios informativos se dieron cuenta de la
importancia, como noticia, que tenían estos debates en Comisiones y en el
Pleno de cara a los ciudadanos, los servicios informativos decidieron que
había que dar esa información y retransmitirla en directo, y la audiencia
que han tenido esos debates indican que las decisiones fueron acertadas.

Me estoy refiriendo a la retransmisión de la comparecencia del señor
Rubio o a la del señor Asunción celebrada esta mañana, el debate sobre el
estado de la Nación, y supongo que la comparecencia del Presidente del
Gobierno convocada para el próximo miércoles también se dará en directo.

Todo esto quiere decir que cuando la actividad parlamentaria es
importante, es noticia o puede interesar a un gran número de ciudadanos,
los servicios informativos de Televisión deciden, como es lógico, dar
dicha información en directo para que la mayor parte de los ciudadanos
puedan tener un conocimiento lo más amplio y exacto posible. El problema
es que el Grupo se encuentra ante una situación que en algún caso le
resulta paradójica. Cuando, en su momento, Televisión Española decidió no
dar la retransmisión del famoso debate del asunto de Juan Guerra,
Televisión Española fue muy criticada por no darlo, ahora da lo del señor
Rubio y Televisión Española es criticada por darlo. Es igual, hagamos lo
que hagamos el Grupo Popular estará en contra. Es igual, ya lo sabemos.

Pero está en contra desde el principio, desde el año 1982, y seguirá
estando en contra mientras esté en la oposición. Es algo lógico, lo
sabemos y ¡qué le vamos a hacer!
Me apunto a lo que ha dicho el portavoz de Izquierda Unida anteriormente,
al tratar otro tema radicalmente diferente. Ha dicho que el minutaje lo
único que hace es disecar los servicios informativos. Estamos de acuerdo.

Que el Gobierno diga a Televisión Española que aumente el minutaje
dedicado a la vida parlamentaria lo único que va a



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hacer es disecar la frescura de las noticias. (Risas. Rumores.) Si
todas...




El señor PRESIDENTE: ¡Silencio!, por favor.




El señor AGUIRIANO FORNIES: Si todas las razones que he dado no convencen
al Grupo Popular --tengo perdida toda esperanza de llegar a
convencerles--, hay una que para mí es fundamental: nuestro Grupo lo que
no va a hacer es decirle al Gobierno que le diga a Televisión qué es lo
que tiene que dar y qué es lo que no tiene que dar. (Rumores.) Creemos
que es un precedente peligrosísimo, y por lo menos mientras nosotros
hemos sido responsables del Gobierno y de Televisión no se ha dicho qué
es lo que se tiene que dar o qué es lo que se tiene que dejar de dar. Es
un precedente muy peligroso que nuestro Grupo no está dispuesto a apoyar.

Por lo tanto, el Grupo Socialista votará en contra.

No voy a hacer referencia a la segunda parte de la intervención del
portavoz del Grupo Popular en relación a una hipotética aparición del
Presidente del Gobierno en un medio de comunicación, porque ni tiene nada
que ver con la Comisión ni mucho menos con la proposición no de ley, sino
con los fantasmas habituales que tiene el Grupo Popular en la mente, y
ante los fantasmas prefiero no discutir.




El señor PRESIDENTE: Pasemos a la votación de la proposición no de ley.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, nueve;
en contra, 18; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.




--RELATIVA A LA INCLUSION DE ESPACIOS DEDICADOS A LA ACTIVIDAD TEATRAL EN
LAS PROGRAMACIONES DE LAS TELEVISIONES PUBLICAS. PRESENTADA POR EL GRUPO
PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO. (Número de expediente 161/000159.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al siguiente punto del orden del día,
referente a la proposición no de ley relativa a la inclusión de espacios
dedicados a la actividad teatral en las programaciones de las
televisiones públicas.

Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Isasi.




El señor ISASI GOMEZ: Señor Presidente, señorías, como una cuestión
previa a mi intervención para la defensa de esta proposición, les voy a
leer un breve párrafo de un «Diario de Sesiones» de noviembre de 1991,
que decía así: Señor Director General, le quería decir muy brevemente que
ante la falta de una política del Ministerio de Cultura efectiva en apoyo
de la promoción del teatro en España usted sí que tiene una gran
responsabilidad, a la vez que la oportunidad de dedicar buena parte de la
programación de televisión a fomentar y divulgar el teatro en nuestro
país.

Señorías, si esto era una realidad en el año 1991 hoy es todavía más
acuciante y más grave la situación de permanente crisis del teatro
español y, por eso, el Grupo Popular presentó el pasado mes de febrero la
proposición no de ley que hoy debatimos, mucho antes de que los
responsables de televisión anunciaran ante los medios de comunicación el
pasado 26 de marzo la supuesta recuperación del teatro en la programación
de televisión mediante la emisión del programa Función de tarde. Señor
Presidente, señorías, la iniciativa de Televisión, como casi siempre,
llega tarde y a remolque de los que están haciendo las televisiones
privadas, tanto Antena 3 como Tele 5, que han incluido en sus
programaciones espacios dedicados a la actividad teatral, con la
previsión de incrementarlos en el futuro, y, por otra parte, seguramente
como consecuencia de la constatación de la presentación en el Registro de
la Cámara de la iniciativa que hoy debatimos.

En relación con esta cuestión viene a cuento recordar aquí y ahora los
compromisos incumplidos de la anterior Directora General de Televisión
Española, doña Pilar Miró, compromisos contraídos, señor Presidente, ante
esta Comisión y a preguntas de nuestra Diputada entonces doña Elena
García Botín, en la sesión del 31 de mayo de 1988. Entonces la señora
Miró afirmó que a partir de enero de 1989 estaban previstas adaptaciones
teatrales, como se hizo en otra época Estudio 1. Como decía
anteriormente, señor Presidente, compromiso incumplido.

Sin remontarnos tan lejos y por no seguir recordando a responsables de
Televisión que ya no están ni en el Partido Socialista, les puedo
recordar las palabras textuales pronunciadas también en esta Comisión en
la pasada legislatura por el entonces y ahora Director General de
Radiotelevisión Española, señor García Candau, en contestación a una
pregunta de este mismo Diputado que les habla sobre la programación
teatral en Televisión y su impulso en el ámbito de la sociedad española.

El señor García Candau fue aún más lejos y aseguró que el teatro no era
un espectáculo fácil para ser retransmitido por televisión, que
Televisión Española no tiene la responsabilidad del sector teatral y de
los actores en este país y que lo que tiene que hacer Televisión es
televisión. A pesar de estas palabras, que constituyen toda una
proclamación de principios, aseguró que en el plan de emisión que estaba
elaborando para 1992... (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Isasi.

Ruego a SS. SS. silencio, para que podamos terminar rápidamente.




El señor ISASI GOMEZ: ... habría, sin duda, una buena parte de teatro.

Otro compromiso incumplido.

Por todo ello, señor Presidente, se presentó en su día esta proposición
no de ley, porque el Grupo Popular entiende que las televisiones públicas
sí tienen una responsabilidad con el teatro y con la cultura en general,
responsabilidad, señorías, que se agudiza en un momento en el que el
teatro ha experimentado un descenso alarmante de espectadores, por lo que
precisa urgentemente una promoción adecuada.




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Señorías, en los últimos tres años el teatro ha descendido en cuanto a
número de espectadores en más del 50 por ciento. En concreto, en 1983 se
estimaban casi 11 millones de espectadores en España y en 1990 --últimos
datos contrastados que tenemos-- son menos de la mitad. En la proposición
que hoy debatimos no sólo pretendemos que Televisión Española programe
obras teatrales, sino que se pide además que se dediquen al menos 30
minutos semanales para la emisión y divulgación de la programación actual
teatral, incentivando a la sociedad española a que acuda al teatro, sin
que una y otra cuestión entren en competición, porque más bien deben
complementarse. Por eso conviene analizar con cuidado cuál debe ser la
hora de emisión más adecuada para este tipo de espacios y no colocarlos
en una hora en que no los vea nadie o en un espacio de tiempo que
coincida con las funciones en las salas, con lo que la función de
promoción resultaría absolutamente ineficaz y, por otra parte, se le
estaría haciendo un flaco servicio al teatro y a la cultura. En este
sentido, señorías, no creemos que el día y hora elegidos para el programa
Función de tarde, de Televisión Española, el sábado a las siete de la
tarde, sea la mejor opción posible desde el punto de vista de la
promoción de la asistencia a las salas; mas bien parecería lógico
emitirlo por la noche, en un día laborable, preferentemente uno de los
tradicionales días de descanso de las compañías.

De todas formas somos conscientes de que una proposición no de ley no
puede descender a este nivel de detalle, pero sí debe quedar clara la
finalidad de la misma. No se trata de programar teatro por programar, no
como relleno ni como instrumento de contraprogramación; se trata de
ayudar eficazmente a la promoción de la actividad teatral en España. Por
ello, señorías, les solicito el voto favorable a la proposición no de ley
que el Grupo Popular ha presentado en esta Cámara, y que textualmente
dice lo siguiente: «El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a que,
en el ámbito de las competencias que le reconoce el artículo 21 de la Ley
del Estatuto de la Radio y Televisión respecto a Televisión Española
(referente a las obligaciones de programación derivadas de la naturaleza
de servicio público de RTVE), por un lado, y mediante los acuerdos
oportunos con las televisiones autonómicas, por otro, adopte todas las
medidas necesarias con el fin de que en las programaciones de las
televisiones públicas se incluyan espacios dedicados a la actividad
teatral. A estos efectos, se reservará en las programaciones de las
distintas televisiones públicas, como mínimo: a) Dos horas semanales para
emisión de producciones teatrales. b) Media hora semanal para información
de actualidad teatral. En todos estos espacios se prestará una especial
atención al teatro español y, dentro de éste, a las creaciones de autores
vivos, como medida de fomento de la dramaturgia nacional.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean fijar su posición? (Pausa.)
Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra el señor
Recoder.




El señor RECODER I MIRALLES: Señor Presidente, la proposición no de ley
del Grupo Parlamentario Popular presenta, a nuestro juicio, un problema
formal que no puede soslayarse, con ser sin duda de interés el fondo de
la cuestión que en la misma se plantea. Nos referimos al hecho de que en
esta Comisión de Control de Radiotelevisión Española se plantee, mediante
la proposición no de ley, la asunción de determinados compromisos por
parte de Radiotelevisión Española, mediante un encargo gubernamental
basado en el artículo 21 del Estatuto de Radiotelevisión Española, que se
extiende, a diferencia de la proposición no de ley que hemos visto
anteriormente, al resto de las televisiones públicas autonómicas, las
cuales deberían desarrollar el contenido de su propuesta mediante una
negociación con el Gobierno, como se establece en la proposición no de
ley.

Por la esencia de esta Comisión, que hace referencia al control
parlamentario de Radiotelevisión Española y no a otras televisiones, la
proposición no de ley invade, aunque entendemos que sin ninguna mala fe,
un ámbito jurídico-político distinto. Las televisiones públicas tienen,
todas y cada una de ellas, sus órganos parlamentarios de control y su
relación institucional propia con los gobiernos en sus respectivas
comunidades autónomas. A ellos y no a nosotros les corresponde analizar
la problemática en cuestión. No es con el Gobierno con quien deben
discutir las televisiones públicas autonómicas la inclusión de
programación teatral sino con los correspondientes gobiernos o
consejerías de Cultura. Evidentemente pueden existir contactos o
relaciones puntuales, pero siempre a través de los departamentos
autonómicos de Cultura y, por supuesto, instándolo sus parlamentos y no
este parlamento.

Por otro lado hay un segundo aspecto que quiero abordar, y que ya lo he
hecho con motivo de la anterior proposición no de ley, aquélla que se
refería a la información parlamentaria en Radiotelevisión Española. El
Estatuto de la Radio y Televisión, de 1981, en su artículo 21 señala que
el Gobierno podrá fijar periódicamente las obligaciones que se derivan de
la naturaleza de servicio público de Radiotelevisión Española y, previa
consulta al Consejo de Administración, hacerlas cumplir. Esta posibilidad
legal no la ha utilizado jamás el Gobierno y pensamos que es una buena
vía --ya lo he dicho antes-- en estos momentos en que Radiotelevisión
Española debe adaptarse a la nueva situación audiovisual para alcanzar el
marco legal, financiero y de programación que requiere, pero, en todo
caso, debe hacerse globalmente. Nos parece bien que, junto al nuevo
régimen estatutario y a la asunción de un modelo empresarial y financiero
que nosotros venimos demandando, se produzca un encargo cerrado y global
de actividades de servicio público. Lo que no puede ser es trocearlo y
limitarlo a estos asuntos teatrales o a otros. Nosotros creemos en una
ordenación global y no en toda una serie de parches parciales.

En cuanto al fondo del asunto, con el que, como decía anteriormente,
estamos de acuerdo, y que no es otro que la existencia de dos horas
semanales para emisión de producciones teatrales y de media hora semanal
para información de actualidad teatral, nos parece razonable que se dé.




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Entiendo que el proponente se refiere a teatro, teatro y no al teatro
para televisión en forma de series u otro tipo de programas que parece
que debe excluir este concepto. Hace pocas fechas --también lo ha dicho
el portavoz del Grupo Popular-- aparecía en la prensa la noticia de que
Televisión Española daría los sábados por la tarde una obra de teatro, y
se daban algunos títulos. Por tanto, esas inquietudes podría ser que, en
parte, estuvieran resueltas. Por lo que hace referencia a la media hora
de información teatral, debería saberse si se entiende como media hora
específica, en forma de programa, o bien como acumulación de tiempos.

Probablemente, ello ya se cumpla; no lo sé, pero sería interesante que el
Director General, en una comparecencia, o quizá respondiendo a una
pregunta del propio Grupo proponente de la iniciativa, nos lo explicase.

En todo caso, la proposición no de ley requeriría una modificación muy
importante para apoyarla, en la línea de no mezclar a las televisiones
autonómicas y no utilizar lo que consideramos que es un mal camino, como
es el desarrollo parcial y troceado de las previsiones del artículo 21.

Por ello nuestro Grupo votará en contra de la misma. (El señor Arqueros
Orozco: Muy solidario.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Aguiriano.




El señor AGUIRIANO FORNIES: Acabamos de debatir una proposición del Grupo
Popular en la que se pide que el Gobierno se dirija a Televisión Española
para que aumente los minutos de información sobre la vida parlamentaria,
a la que nos hemos opuesto por muchas razones pero, fundamentalmente,
porque creemos peligroso crear el precedente de que sea el Gobierno el
que diga a los servicios informativos cuánta información debe dar sobre
la vida parlamentaria. Ahora nos encontramos con una cosa absolutamente
parecida. Se pide que el Gobierno le diga a Televisión Española que tiene
que dar no sé cuántos minutos de programación sobre teatro. Tampoco me
extraña. A nosotros se nos ha acusado mucho, desde la derecha, de
dirigismo y de intervencionismo en la vida económica, y me da la
impresión que el Grupo Popular tiene un afán de dirigismo en la radio y
la televisión pública realmente espectacular. (Rumores.) Si recordamos
que hace tres años propusieron el nombramiento de una especie de
comisario político en los servicios informativos de Radiotelevisión
Española, ya tenemos el cuadro prácticamente completo. (Varios señores
Diputados del Grupo Popular: ¡Qué barbaridad!) Todas las barbaridades que
ustedes quieran, pero su petición fue conocida por todos los ciudadanos.

En cualquier caso, se pretende, de alguna manera, hacer responsable a
Televisión Española de las crisis que pueden padecer tanto el cine
español como el teatro. Qué duda cabe que la aparición de nuevos medios
de comunicación social, como es la televisión en general, ha podido
afectar tanto a uno como a otro, pero no es Televisión Española la única
responsable de esta crisis, y no es Televisión Española la única que
puede solucionar todos los problemas del cine y del teatro.

Se ha criticado incluso que la programación que Televisión Española está
ofreciendo sobre una obra teatral a la semana se dé los sábados por la
tarde, y se solicita que, en la medida de lo posible, se dé durante
aquellos días en que no haya sesión teatral o cuando las compañías tengan
descanso. Yo pensaba que la emisión de teatro en televisión estaba
dirigida fundamentalmente a aquellos que no acuden al teatro, para
animarles a que vean lo que es el teatro y que acudan al mismo, con lo
cual el horario puede ser ése o puede ser otro cualquiera, pero ha de ir
dirigido fundamentalmente a aquellos que no acostumbran a asistir a las
funciones teatrales.

No voy a hablar del tema de competencias que propone la proposición no de
ley porque ya se ha referido a ello el portavoz del Grupo Catalán, con el
que estoy absolutamente de acuerdo. (Una señora Diputada del Grupo
Popular: ¡Cómo no!) Lo que sí quiero es aclarar un tema al que se ha
aludido al principio y que me preocupa. Se ha dicho que seguramente
Televisión Española ha programado una obra de teatro a la semana una vez
conocida esta proposición no de ley por la propia Televisión Española. Yo
creo que es exactamente al revés. Es posible que Televisión Española
aprobase en el mes de marzo la inclusión de una programación de teatro
durante la semana, como así se anunció y así se está haciendo. Esto se
hizo en marzo, pero Televisión Española no es una empresa unipersonal en
la que las decisiones son unipersonales, y en la que, cuando uno toma una
decisión, inmediatamente se pone en marcha, sino que los proyectos de
programación de nuevos temas y de nuevas circunstancias que no se
hubieran dado en la programación se empiezan a pensar, se ponen sobre la
mesa, se estudian, se ven los costes, se estudia qué tipo de programas
(en este caso qué tipo de obras teatrales) se van a programar, se elabora
una programación de todas las obras que se van a emitir durante todo el
período, y cuando todo eso está decidido y todo está perfectamente
planificado, es entonces cuando se anuncia públicamente que a partir de
tal día Televisión Española va a iniciar una programación dedicada al
teatro, con una obra semanal cada sábado a una hora determinada. Con ello
quiero decir que lo más probable es que, cuando los señores del Grupo
Popular empiezan a oír, porque de esto se habla durante meses, que en
Televisión Española se va a dar una obra de teatro es cuando ellos
presentan una proposición no de ley en las Cortes para que se discuta.

Vamos a poner cada cosa en su sitio y los bueyes antes que el carro y no
el carro antes que los bueyes.

En cualquier caso, no estamos de acuerdo en que sea el Gobierno el que le
diga a Televisión Española lo que tiene que dar o tiene que dejar de dar,
porque pensamos que cuando discutamos el plan de futuro de la
Radiotelevisión y quede perfectamente claro que Televisión Española
tendrá una fuente de financiación vía presupuestos, entonces podremos
discutir de todo lo que queramos hablar: de limitación de publicidad, de
más programas de servicio público, de todo aquello que ustedes quieran.

Entonces será cuestión de hablar, porque entonces el Gobierno, y sobre
todo el Parlamento, podrá poner condiciones a Televisión sobre qué tipo
de programas y demás puede hacer, porque



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recibirá una subvención que permitirá a Televisión Española no depender
única y exclusivamente de los ingresos comerciales. Entonces podremos
hablar de todos estos temas. Todavía no ha llegado esa situación.

Igualmente, la mayoría de las peticiones del Grupo Popular está
solucionada ya con la retransmisión cada semana de una obra teatral los
sábados por la tarde. Por todas estas razones, el Grupo Socialista votará
en contra. (El señor Isasi Gómez pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Isasi, sólo le daré la palabra por una
cuestión de orden.




El señor ISASI GOMEZ: Solicito un turno de rectificación, señor
Presidente, porque he sido absolutamente contradicho por el portavoz...

(Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Por favor, silencio.




El señor ISASI GOMEZ: Si me dejan cambiar unas palabras con la
Presidencia... He sido contradicho por el portavoz del Grupo Socialista
en unas cuestiones que me gustaría aclarar para que quedaran reflejadas
en el «Diario de Sesiones». (Rumores.) Ya sé que al Grupo Socialista no
le importan... (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Señor Isasi, no entre en diálogo, por favor.

Sabe el señor Isasi que éste es un debate muy tasado en el cual hay las
exposiciones de cada grupo con argumentos que pueden contradecir a los de
otros grupos. Si es por ese motivo por el que pide la palabra, le
agradecería, señor Isasi, que lo entienda, esta Presidencia no le puede
dar la palabra. Exclusivamente se la daría si fuese por alusiones. (Un
señor Diputado: No le ha aludido.) Dígame usted en concreto cuál. Por
rectificación no le puedo dar la palabra.




El señor ISASI GOMEZ: No, señor Presidente. Es que se han vertido unas
manifestaciones que son absolutamente contrarias a lo que he manifestado.

Es para aclarar al portavoz socialista una cuestión nada más. Es muy
importante para el Grupo Popular aclarar esa cuestión, sin entrar en el
fondo.




El señor PRESIDENTE: No, señor Isasi. Esta Presidencia lo siente mucho
pero no le puede dar la palabra.




El señor ISASI GOMEZ: He sido contradicho, señor Presidente. Es que no se
ha ajustado a la verdad en una cuestión concreta de tiempos.




El señor PRESIDENTE: No, no, señor Isasi. Ha expuesto sus argumentos...




El señor ISASI GOMEZ: No son argumentos, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Lo siento, señor Isasi.

Señores Diputados, vamos a pasar a la votación.

Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 10; en
contra, 19; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la proposición no de ley.




--POR LA QUE SE INSTA A QUE RADIOTELEVISION ESPAÑOLA (RTVE), EN SUS
EMISIONES POR LOS DOS CANALES DE TELEVISION DEL SISTEMA HISPASAT, EMITA
SIMULTANEAMENTE, EN LA TOTALIDAD DE SUS PROGRAMACIONES, EN ESPAÑOL,
CATALAN, GALLEGO Y EUSKERA. PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO.

(Número de expediente 161/000164.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos seguidamente al último punto del orden del
día: proposición no de ley por la que se insta a que Radiotelevisión
Española, en sus emisiones por los dos canales de televisión del sistema
Hispasat, emita simultáneamente en la totalidad de sus programaciones en
castellano, catalán, gallego y euskera.

Ha presentado la citada proposición de ley, por el Grupo Mixto, la señora
Rahola. Doña Pilar Rahola tiene la palabra para la defensa de la
proposición no de ley.




La señora RAHOLA I MARTINEZ: Señor Presidente, voy a ser muy breve porque
aún no tengo el don de la ubicuidad para estar en dos comisiones a la
vez.

Además entiendo que la proposición planteada es de una gran obviedad.

Entiendo que, además, está redactada en unos términos en los que
difícilmente se puede justificar votar en contra de ella desde un punto
de vista de pluralidad cultural y de voluntad, como mínimo, de respetar
los derechos de todos los ciudadanos que viven en este Estado. Por tanto,
sólo deseo decir que el planteamiento de la proposición es, primero,
conseguir el respeto del artículo 4 del Estatuto de Radiotelevisión
Española, que se refiere muy claramente al respeto a las diferentes
culturas y lenguas del Estado, y del artículo 3 de la Constitución,
relativo a la defensa de la pluralidad cultural.

Entendemos que los dos canales que va a utilizar Televisión Española del
Hispasat son públicos y estos dos canales públicos tienen que respetar
todos los derechos de todos los ciudadanos del Estado. Quiero recordar
que la población del Estado que habla diferentes lenguas de la castellana
es un tercio y que la proposición, tal como está planteada, no pide que
se realicen desconexiones, que representarían un problema técnico más
complicado y probablemente más caro, sino que se utilice el sistema dual,
es decir, los distintos canales de audio que tiene un satélite
televisivo, y de la misma forma que el sistema dual, muy a menudo,
utiliza la versión original en inglés o en francés y su traducción al
castellano, entendemos que para garantizar lo que dicen el artículo 4 del
Estatuto de Radiotelevisión y el artículo 3 de la Constitución y,
consiguientemente, para garantizar los derechos culturales y lingüísticos
de todos los ciudadanos, uno de los canales de audio se



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podría utilizar para que opcionalmente los ciudadanos lo pudieran oír en
su propia lengua.

Por consiguiente, lo que defiende nuestra proposición nos parece de una
obviedad tal que incluso no obliga a utilizar demasiados argumentos.

Entendemos que dar un no a esta proposición dejaría en una situación de
indefensión lingüística y, por tanto, cultural a muchos ciudadanos que
viven en este Estado y que, como quiero recordar, tienen por lengua
propia otra distinta del castellano. Por lo tanto, solicito el voto
favorable para esta proposición, que pide que RTVE, en sus emisiones para
los dos canales de TV del sistema Hispasat, emita simultáneamente, en la
totalidad de sus respectivas programaciones en catalán, gallego y
euskera, aparte de en castellano. (El señor Arqueros Orozco: Y en
valenciano.)
El coste económico de esta proposición entendemos que no es excesivo,
puesto que se trataría sencillamente de tener preparadas las
traducciones, porque los canales técnicamente ya están resueltos. Por
tanto, pido el voto favorable a esta proposición.




El señor PRESIDENTE: A esta proposición no de ley hay presentada una
enmienda por el señor González Lizondo, del Grupo Mixto. El señor
González Lizondo no está presente para su defensa. (Rumores.) Yo le
preguntaría a la señor Rahola, si dentro del don de la ubicuidad
representa al Grupo Mixto, si desea, en nombre del Grupo Mixto, que esta
enmienda se vote o no, y como S. S. es la persona que ha formulado la
proposición no de ley, que me dijera si la admite o no. ¿Desea que se
mantenga, en nombre del señor González Lizondo y del Grupo Mixto, esta
enmienda?



La señora RAHOLA I MARTINEZ: Aunque entiendo que es muy irregular, porque
me parece extraño que el señor que propone la enmienda no esté presente,
como pasa habitualmente. A pesar de ello, en principio la mantengo,
porque forma parte del Grupo Mixto. Pero si me pregunta si la acepto, por
cuestiones de defectos científicos, no acepto la enmienda.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que quieren fijar su posición? (Pausa.)
El señor Recoder tiene la palabra.




El señor RECODER I MIRALLES: Nuestro Grupo Parlamentario está totalmente
de acuerdo con lo que nos parece que es el sentido último de la
proposición no de ley defendida por la señora Rahola, que es que, además
del castellano, estén presentes en la programación de televisión el
catalán, el gallego y el euskera, consecuencia de la entrada en
funcionamiento del sistema Hispasat.

Cuando en el año 1992, es decir, en la anterior legislatura, debatimos y
aprobamos la Ley de regulación de la televisión por satélite, nuestro
Grupo presentó una enmienda al artículo 2.º para posibilitar que las
televisiones autonómicas pudieran gestionar dicho servicio. De haberse
aprobado dicha enmienda, la nueva oferta televisiva vía satélite habría
garantizado la pluralidad lingüística del Estado, pero, lamentablemente,
dicha enmienda no fue aprobada y el acceso a los canales de televisión,
vía satélite, quedó exclusivamente reservado a Radiotelevisión Española.

Por tanto, como le decíamos la semana pasada al señor Director General en
su comparecencia para responder preguntas, no sólo ha quedado limitado el
acceso a estos canales de televisión, vía satélite, a Radiotelevisión
Española, sino que la responsabilidad de garantizar la pluralidad
lingüística también en el satélite es hoy en día responsabilidad
exclusiva de Radiotelevisión Española.

La propuesta, globalmente, nos parece bien. Es más, nuestro deseo es que
no sólo las televisiones autonómicas puedan acceder al Hispasat, sino que
también Televisión Española incorpore dichas lenguas a su programación, y
así lo manifestábamos también la semana pasada.

La proposición no de ley de la señora Rahola es muy voluntarista, puesto
que podría parecer que confirma la tesis de que la presencia pública por
satélite se limita a Televisión Española, y en ello no coincidimos, no
nos conformamos con ello. Y en el tema concreto que trata, en algunos
aspectos, incluso nos ofrece serias dudas, puesto que de la misma parece
deducirse --y ella nos lo ha clarificado-- que se está pidiendo algo
similar al sistema dual, lo que, como es sabido, puede comportar
importantes problemas. Nosotros creemos que esta presencia debería
garantizarse a través de la desconexión de la programación para las
distintas comunidades autónomas, lo que técnicamente también es posible,
y, evidentemente, como he dicho antes, a través de la modificación de la
Ley de la televisión por satélite.

A pesar de lo manifestado y de las dudas que en algunos aspectos de fondo
y también de forma mantenemos, pero que podrían ser perfectamente
salvadas, de coincidir la Comisión en el espíritu de la proposición no de
ley, y sobre todo por el importante carácter simbólico que tiene esta
proposición no de ley y que supondría el hecho de su aprobación, nuestro
Grupo Parlamentario va a votar a favor de la misma.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida, tiene la palabra el
señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor Presidente, quiero expresar el voto
positivo del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya, no sólo por el carácter simbólico de la proposición, sino
porque creemos que las inversiones en cultura y en la pluralidad
lingüística de nuestro Estado nada tienen que ver con la crisis
económica. Creemos que en plena crisis económica se puede y se debe
invertir en un tema de esta importancia, no sólo simbólica sino también
cultural. Por tanto, vamos a votar a favor de esta propuesta de la señora
Rahola.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor De
Grandes.




El señor DE GRANDES PASCUAL: Intervengo para fijar la posición de mi
Grupo en torno a la proposición no



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de ley que es objeto de debate y que ha defendido la señora Rahola esta
tarde aquí.

Empezaré por decir que nada más lejos de la voluntad de mi grupo que
enzarzarnos en discusión alguna en relación con la llamada normalización
lingüística, ni estamos dispuestos a situarnos, en un planteamiento
maniqueo, en el lugar de los malos de la película, o como adalides de un
supuesto nacionalismo español y contra el uso de las lenguas co-oficiales
en determinadas comunidades autónomas. Por el contrario, nuestra posición
pretende ser objetiva y poco maximalista y trae causa del marco legal en
que nos movemos. Ciertamente, en la exposición de motivos de la Ley
4/1980, de 10 de enero, del Estatuto de Radiotelevisión, se menciona que
la radiodifusión configurada como servicio público esencial debe
contribuir a la difusión de la cultura española y de sus nacionalidades y
regiones, pero no es menos cierto que en el artículo 2.º del citado
Estatuto de Radiotelevisión se reconoce que el Gobierno podrá conceder a
las comunidades autónomas la gestión directa de canales de
territorialidad estatal, en el ámbito de cada comunidad autónoma.

Como consecuencia de tal previsión legal se promulgó en su día la Ley del
tercer canal, de 26 de diciembre de 1983, que en su artículo 6.º faculta
a las comunidades autónomas para la libre fijación de horario y en su
artículo 5.º c) señala que uno de los principios que debe inspirar la
actividad de los terceros canales es precisamente el respeto al
pluralismo cultural y lingüístico. Esta ley señala el ámbito de cobertura
de la televisión autonómica, circunscribiéndola en el ámbito de cada
comunidad autónoma y si es allí en donde se produce la co-oficialidad
entre el español y las demás lenguas co-oficiales. Por tanto, no parece
necesario que Televisión Española, que tiene cobertura nacional, tenga
que emitir en catalán, gallego o euskera a través del Hispasat. Por ello,
el Grupo Popular entiende que, hoy por hoy, por la vía de la Ley del
tercer canal, se viene a dar satisfacción en términos aceptables a la
emisión de televisión en lenguas co-oficiales en aquellas comunidades
autónomas que tienen esa singularidad, que no sólo hay que respetar sino
proteger y promover.

Ciertamente, no hay que ser maximalista y, puesto que es verdad que
tecnológicamente es posible emitir vía satélite, quién sabe si en el
futuro esta posibilidad se hace realidad y cuenta con nuestro apoyo
--como perfectamente puede ser posible--, pero lo cierto es que, hoy por
hoy, no nos parece prioritario ni necesario, a la vista de la existencia
de la Ley del tercer canal, que cubre perfectamente el legítimo uso,
defensa y protección de las lenguas co-oficiales en las comunidades
autónomas que tienen tal singularidad.

Finalmente, la actual coyuntura económica de la televisión pública, que
de hecho se encuentra, como tantas veces hemos dicho, en quiebra técnica,
parece aconsejar prudencia, como el otro día, en una Comisión de Control,
el Director General aconsejaba en un tema de similares características.

Hay que aconsejar prudencia en inversiones que, sin ser estrictamente
urgentes, pudieran hacer aún más delicada su situación. Nosotros hemos
dicho muchas veces que no estamos en contra de la televisión pública,
sino en contra de este modelo de televisión pública que ha interpretado
el socialismo. Tenemos una sincera preocupación por la herencia --ese
término que tantas veces ellos invocaron-- que va a dejar el socialismo y
por eso debemos cuidar el caudal relicto, tanto que habrá que aceptarlo
en su día por quien sea a beneficio de inventario.

Por esas razones nuestro voto será negativo. Pero, además, queremos decir
de forma explícita que la proposición no de ley, en los términos que está
planteada, supone una relación de numerus clausus en orden a limitar las
lenguas cooficiales al catalán, gallego y euskera, lo que supondría un
agravio a una comunidad autónoma como la valenciana que en su estatuto de
autonomía consagra el valenciano como lengua co-oficial en el ámbito de
su comunidad autónoma. Ya hemos tenido ocasión de escuchar que para
algunos es una referencia poco científica y pudimos el otro día escuchar
a un representante de otro grupo político que la lengua valenciana, a
nuestro juicio en desprecio de lo que es el estatuto de autonomía de esa
comunidad tan querida, no dejaba de ser una versión occidental del
catalán. Nosotros entendemos que esto no es así y a pesar de todo, a
pesar de lo fácil que sería en este instante dejar solo al Grupo
Socialista, para qué aumentar su soledad, que ya es muy grande.

(Risas.--Rumores. Un señor Diputado: ¡Gracias, generoso!)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Balletbó por el Grupo
Socialista.




La señora BALLETBO PUIG: Desde la cálida compañía de estar con todos
ustedes en este día tan primaveral, voy a saltarme rápidamente el tema de
las herencias porque para heredar primero alguien tiene que hacer
testamento y no parece que sea el caso. (Risas.--Rumores.) También vamos
a saltarnos el debate del valenciano y el mallorquín, etcétera, porque es
evidente que los catalanes, los valencianos y los mallorquines cuando
hablamos entre nosotros no nos entendemos porque hablamos un idioma
diferente, como es natural, y, por tanto, no hay forma de entenderse. Y
digo todo esto entrecomillado.

Me gusta mucho esta proposición que ha presentado la señora Rahola porque
me remite un poco a una cierta prioridad que he tenido en esta Cámara en
relación con los temas catalanes. Y no sólo en esta Cámara, sino que
incluso en la sociedad catalana tuve la oportunidad de introducir la
programación catalana en el año 1975 en Televisión Española. Hay un
libro, «Edicions 62», de 1979, sobre la radio y la televisión en
Cataluña, que recoge unos 15 artículos sobre este tema que pude publicar.

Hay también otro librito, «25 anys Escola Periodisme», editado en el año
1991, que habla sobre ese tema, también mío --perdonen que me haga tanto
el artículo (risas)--. Y también está el libro de Giró «Televisió a
Catalunya» que recoge, supongo que a título de homenaje, mis trabajos de
15 años, lo que le agradezco mucho. (Risas.--Rumores. El señor Sanz
Palacio: La Feria del Libro ya se terminó.)



El señor PRESIDENTE: ¡Silencio, por favor!



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La señora BALLETBO PUIG: Dicho todo esto, el problema que tenemos en este
momento, a la hora de aprobar la proposición de la señora Rahola, es el
siguiente. Yo no tengo ningún argumento jurídico en contra de esta
proposición, no tengo ningún argumento de tipo ideológico en contra de
esta proposición. Diré más, yo estaría encantada de votar esta
proposición. Sólo déjenme que les haga un par de observaciones. En primer
lugar, algunas pequeñas matizaciones. La señora Rahola dice en su
exposición de motivos que la sociedad que gestiona el satélite Hispasat
es pública y, por tanto, el programa Hispasat va a cargo de los
presupuestos generales del Estado. No es exactamente lo mismo; aquí hay
una confusión entre el transportador de la señal con el operador del
canal, que son dos cosas diferentes. Para que quede claro, Hispasat es
una sociedad que se limita a alquilar los transportadores de su sistema
de satélites a los diferentes usuarios operadores.

Es cierta la afirmación de la señora Rahola de que la tecnología permite
que un mismo canal de televisión pueda emitir diferentes señales de
sonido. El problema que tenemos es realmente económico, problema conocido
y más en esta Comisión porque siempre estamos hablando de lo mismo.

Televisión Española no recibe subvención; por tanto, hay una serie de
servicios que se consideran públicos, servicios a la sociedad, como puede
ser una serie de retransmisiones. Y tal como viene la propuesta de la
señora Rahola, en la medida en que no se solucione este problema, no
parece posible incrementar los gastos de Televisión Española, aunque sea
para tan buen fin. En relación a esto sólo quisiera hacer un par de
observaciones más.

Tiene que haber una cierta reflexión en torno a todo el dinero público
que gastamos en las televisiones en conjunto. No creo que el Estado, como
Estado, tenga que renunciar a tener una presencia catalana al margen de
los terceros canales. Antes al contrario, creo que el Estado, como
Estado, debe tener derecho, casi diría que obligación, a tener una cierta
presencia en catalán en Cataluña, gallega en Galicia, Euskera en el País
Vasco, al margen de que estas comunidades tengan su propios canales. El
problema es cómo podemos hacer y hasta qué punto es posible que, por
ejemplo, por citar el ámbito catalán, que es el que hoy nos ocupa,
tengamos dineros públicos destinados a una programación de TV 3, de Canal
33, de TV 2, del circuito y ahora de Hispasat, que son programaciones que
como se emiten en el mismo espacio de tiempo se solapan. Es decir,
estamos gastando cuatro veces para dar un servicio. No es lo mismo cuando
se están haciendo cuatro programaciones en el mismo momento, en el mismo
idioma, que se están solapando la una a la otra, es decir, que se está
gastando cuatro veces para dar un servicio y que la gente pueda escoger.

Automáticamente hago una reflexión que creo importante, y es que los
gastos son infinitos y los ingresos son finitos. Hoy en día, de la mano
de las tecnologías, podemos desplazar los gastos hasta el infinito. Esto
le ha pasado a alguna televisión privada. Es decir, podemos hacer tres o
cuatro televisiones que gasten un presupuesto de 30.000 ó de 40.000
millones de pesetas al año. Lo que está por ver es si los ingresos de
publicidad de estas tres o cuatro televisiones van a compensar esta
balanza de explotación. Creo que ese es el problema que tienen las
televisiones privadas. Cómo no lo van a tener las públicas si los dineros
son los mismos? El dinero no cambia de color porque se gaste en una
televisión pública o en una televisión privada; es el mismo dinero. Por
tanto, el gasto es el mismo y el ingreso es el mismo. Una publicidad
pagará lo mismo en una televisión que en otra. Creo que ésta es una
reflexión sobre los límites de algo sobre lo que, con permiso del
Presidente, ya que estamos todos muy afables, voy a permitirme leer unas
pequeñas reflexiones. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Señora Balletbó...




La señora BALLETBO PUIG: Perdone, señor Presidente, tiene que ver con la
proposición, si no no lo haría, menos yo que estoy en la Mesa
compartiendo con usted este vía crucis. (Risas.)



El señor PRESIDENTE: Señora Balletbó, esta Presidencia está encantada de
que compartamos la Mesa, y estoy seguro de que lo que va a leer tiene
relación.




La señora BALLETBO PUIG: Muchas gracias, señor Presidente. Es cortito.

Como nos conocemos tanto, con verlo moverse ya sabía lo que iba a hacer.

«Una ocurrencia dolorosa, la de que a partir de un punto preciso en el
tiempo la historia dejó de ser real. Sin percatarse de ello, la totalidad
del género humano, de repente, se había salido de la realidad.» Esta es
una reflexión de Elías Canetti. «Creo que --y va con el tema-- caben
diversas hipótesis plausibles respecto a este desvanecimiento de la
historia que evoca, irresistiblemente, la velocidad de liberación que
necesita un cuerpo para salirse de la fuerza de gravitación de un astro o
de un planeta.» (Rumores.) Enseguida termino. Verán ustedes que es una
magnífica reflexión. «De acuerdo con esta imagen cabe suponer que la
aceleración de la modernidad técnica incidental, mediática, la
aceleración de todos los intercambios económicos, políticos, sexuales,
nos ha conducido a una velocidad de liberación tal que nos hemos salido
de la esfera referencial de lo real y de la historia.» En esta reflexión
que traigo aquí y que modestamente creo que hay cosas que a primera vista
pueden no sonar, y si luego uno reflexiona pueden sonar más, uno de los
problemas es que la velocidad con que en estos momentos nos enfrentamos a
los medios de comunicación hace una difícil capacidad de digestión y
tiene un punto tope. Podríamos pensar, por ejemplo, en la CNN. La CNN hoy
está marcando la política internacional; desembarcan en Somalia y quitan
los marines de allí en función de unas imágenes de la CNN. Podríamos
poner muchos más ejemplos. Pero lo que me parece claro es que hay un tope
en relación a la capacidad de digestión y que no estoy segura de que
podamos seguir invirtiendo, dando oferta televisiva y oferta de
diferentes lenguas, idiomas, en proporción a la velocidad con que las
nuevas tecnologías están operando, entre otros cosas porque hay un tiempo
finito, incluso, para que mi amiga la señora Rahola pueda estar en el
mismo momento en dos comisiones y pueda



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representar a la vez a dos partidos políticos en esta misma Comisión. (Un
señor Diputado: Einstein.)



El señor PRESIDENTE: Señora Balletbó, la señora Rahola no representa a
dos partidos políticos. La señora Rahola ha sido coherente con un
compañero de grupo, el Grupo Mixto.

Señorías, vamos a votar, en primer lugar, la enmienda del señor González
Lizondo, ausente de la Cámara. (El señor Alcaraz Masats: No se puede
votar.)



La señora RAHOLA I MARTINEZ: Señoría, repito, por el hecho de que en
Barcelona hablamos un dialecto del catalán, en Gerona un dialecto del
catalán, en Valencia, un dialecto del catalán, en Mallorca un dialecto
del catalán, por esa razón no admito esa enmienda. (Rumores.) Señorías,
la ciencia y la verdad pueden más que la manipulación ideológica.




El señor PRESIDENTE: Vamos a votar en primer lugar la enmienda y
seguidamente votaremos... No, no, perdón. Vamos a votar la proposición no
de ley.




El señor AGUIRIANO FORNIES: El problema no es si la representante del
Grupo Mixto admite o no la enmienda. El problema es si se mantiene para
su votación o no. La señora Rahola puede admitirla o no, puede hacer lo
que quiera. El planteamiento que hay es si se mantiene la enmienda para
su votación o no. Si se mantiene para su votación, se vota, y si no se
mantiene, no se vota. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: La señora Rahola, si esta Presidencia no ha
entendido mal, ha dicho en nombre del señor González Lizondo que no se
defendía pero quedaba viva. Le he preguntado a la señora Rahola si
admitía o no la enmienda. Ha contestado, por los argumentos que ha dado,
que no admitía la enmienda. Por tanto, si el grupo proponente no admite
la enmienda, decae porque no ha sido defendida.

Señorías, vamos a votar la proposición no de ley.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, cinco;
en contra, 25.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Se levanta la sesión.




Eran las seis y quince minutos de la tarde.