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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 144, de 11/03/1994
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1994 V Legislatura Núm. 144
DE ESTUDIO SOBRE LA INTERVENCION
DEL BANCO ESPAÑOL DE CREDITO
PRESIDENTE: DON JUAN MUÑOZ GARCIA
Sesión núm. 1
celebrada el viernes, 11 de marzo de 1994



ORDEN DEL DIA:
--Comparecencia del señor Presidente del Banco Español de Crédito,
BANESTO (Sáenz Abad), para informar sobre los temas objeto de la Comisión
y con especial referencia al Plan de Saneamiento de Banesto. (Número de
expediente 219/000108) (Página 4558)
--Comparecencia del señor Gobernador del Banco de España (Rojo Duque),
para informar sobre los temas objeto de la Comisión y con especial
referencia al Plan de Saneamiento de Banesto. (Número de expediente
212/000569) (Página 4578)



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Se abre la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.




--COMPARECENCIA DE DON ALFREDO SAENZ ABAD, PRESIDENTE DEL BANCO ESPAÑOL
DE CREDITO (BANESTO), PARA INFORMAR SOBRE LOS TEMAS OBJETO DE LA COMISION
Y CON ESPECIAL REFERENCIA AL PLAN DE SANEAMIENTO DE BANESTO. (Número de
expediente 219/000108.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, comienza la sesión.

Punto primero del orden del día, comparecencia de don Alfredo Sáenz,
Presidente del Banco Español de Crédito, para informar sobre los temas
objeto de la Comisión, con especial referencia al plan de saneamiento de
Banesto.

Agradezco la excelente disponibilidad del señor Sáenz, que en muy breve
tiempo nos ha dado una respuesta positiva para esta comparecencia, y en
nombre de toda la Comisión le doy la bienvenida.

Señor Sáenz, con este agradecimiento tiene la palabra.




El señor PRESIDENTE DEL BANCO ESPAÑOL DE CREDITO, BANESTO (Sáenz Abad):
Señorías, intentando cumplir el mandato que recibí de esta Comisión, y
ante la complejidad, por lo menos desde el punto de vista numérico, de la
exposición del plan de saneamiento de Banesto y la doctrina o las bases
con las que se ha construido este plan, he preparado una pequeña
exposición utilizando transparencias, cuya copia está a su disposición en
el caso de que quieran utilizarla, y les recomiendo que lo hagan porque
quizás la puedan seguir, sobre todo la parte de cifras, con más comodidad
que simplemente escuchándola.

Como saben perfectamente SS. SS., el día 28 de diciembre se produce la
decisión del Banco de España de sustitución del órgano de administración
de Banesto y, como consecuencia de esta sustitución, soy nombrado
administrador Presidente ejecutivo del Banco, con carácter provisional
(como es el carácter de una sustitución) y el contenido del mandato de
alguna forma está expresado en la transparencia que he expuesto aquí.

El mandato que recibo del Banco de España se podría decir que se resume
en cuatro ideas. La primera idea es nombrar un equipo directivo capaz de
--segunda idea-- dirigir, controlar y ejecutar la actividad día a día de
la entidad. No hace falta que les haga hincapié en el hecho de que una
institución financiera, que es una institución de confianza, el mayor
peligro que corre en una situación de este tipo es precisamente que se
diluya como un azucarillo, es decir, que en los primeros días o semanas
de una situación de crisis el Banco prácticamente desaparezca. Hay una
corrida de depósitos, que es como se llama vulgarmente en la literatura
económica a la salida de depósitos, hay una pérdida de clientela
importante y, como consecuencia de esto, el daño que se causa a la
institución puede ser absolutamente irreparable. Uno de los objetivos
fundamentales en cualquier situación de crisis bancaria precisamente es
ser capaces de poner en marcha un dispositivo que aguante la continuidad,
obviamente con las dificultades propias de la situación, que aguante la
estabilidad, la confianza, digamos la reputación básica de la entidad y
que impida la creación de un daño irreparable a la misma por la vía de
una salida importante de depósitos. Por tanto, éste era un objetivo
fundamental de este mandato.

En tercer lugar, evaluar el desfase patrimonial, sacar una foto lo más
adecuada, lo más precisa posible de la situación patrimonial de Banesto
en base a una inspección que ya había realizado el Banco de España y que
nos iba a servir y nos ha servido como pieza fundamental de elaboración
de este desfase patrimonial, pero no quiero que olviden ustedes que esta
foto que en su momento hizo la inspección indicaba expresamente algunas
áreas que no habían sido específicamente cubiertas y, por tanto, tenían
que ser objeto de nuestra cobertura, de nuestra investigación y, como
consecuencia de ello, proponer al Banco de España y a la Junta General de
accionistas, en su momento, un plan de saneamiento del Banco.

Con este mandato básico, por lo menos con esta intervención del mandato,
yo, como Presidente, y el equipo de gestión que me está ayudando en esta
tarea, nos hemos marcado tres ideas o tres políticas con las que estamos
trabajando fundamentalmente durante estos dos meses que llevamos al
frente de Banesto. Por una parte, la primera idea creo que es bastante
obvia, pero no por ello es menos importante enfatizarla, y es que nuestra
obligación y nuestro mandato es en defensa exclusiva de los intereses de
la entidad, de los intereses de Banesto. Eso significa que estamos allí
para defender los intereses del Banco, es decir, de sus accionistas, de
sus clientes, de sus depositantes y de los empleados, en el orden que
ustedes quieran.

Una segunda idea que a mí me parece muy relevante por lo que voy a decir
después es el concepto de rapidez. Antes he dicho que una institución
financiera, y más en el caso de Banesto, con su importancia y con su
dimensión, no puede estar en una situación de crisis abierta mucho
tiempo. Esto es un riesgo tremendo, es una pérdida de músculo y de
negocio muy importante; por tanto, la rapidez en la resolución de la
crisis era, probablemente, la variable más importante de gestión y la
política y la idea que ha predominado en todas nuestras actuaciones. Es
decir, éramos conscientes de que teníamos que dar soluciones rápidas al
problema y eso pasaba por hacer un diagnóstico rápido, proponer
soluciones rápidas, que esas soluciones se negociasen y se pactasen
rápidamente, por poder convocar una junta general rápidamente, y, por
tanto, a partir de ese momento poder decir que la crisis de Banesto
estaba superada.

La rapidez, repito, no es un capricho, es algo vital en estos procesos de
crisis bancarias, donde, como he dicho antes, el deterioro potencial de
una entidad financiera en situación de crisis, de desconfianza del
mercado, la puede llevar a un punto totalmente insuperable, digamos, o
irrecuperable, un punto de no retorno.

Insisto mucho en la rapidez porque a ella hemos sacrificado muchísimas
cosas. Nuestras prioridades, al estar presididas por la rapidez,
evidentemente nos han hecho dejar



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en la cuneta otra serie de cosas que, siendo muy importantes y muy
estimables, no hemos podido y no hemos querido abordarlas, precisamente
por respetar y priorizar lo más claramente posible este principio de
rapidez en las soluciones.

La tercera idea ha sido actuar con absoluta transparencia; es decir,
todas nuestras actuaciones han estado presididas, o por lo menos
pretenden estar presididas por una idea de que lo que estemos haciendo en
Banesto sea algo que pueda y deba ser conocido por todas las partes
implicadas y por la sociedad en su conjunto.

De aquí se deriva una idea que me parece importante quizás para las
preguntas que SS. SS. después quieran hacerme, que es lo que llamo el
«gap» de expectativas. Estoy utilizando un anglicismo que se utiliza en
la literatura económica para otras cosas, pero que también es aplicable a
esta situación. El «gap» de expectativas significa que diferentes
colectivos relacionados con el Banco pueden esperar distintas cosas del
equipo de gestión en estos dos meses de trabajo, y que cada uno espera
que hagamos, que vayamos a hacer o que hayamos hecho diferentes cosas.

Desde el principio he asumido este «gap» de expectativas y siempre he
sabido que realmente nuestro trabajo durante los meses que estamos ahí no
iba a responder fielmente a las expectativas de todos y cada uno de los
grupos interesados, por eso nuestras prioridades han sido muy claras, la
rapidez ha sido una variable fundamental en todo ello y en la medida en
que se produzca esta discordancia entre expectativas y resultados o no
coincidan, se producirá este «gap», y soy consciente de que este «gap» se
está produciendo en algunos medios.

De todas formas, los resultados están ahí, y creo que podríamos decir
claramente que la crisis se está resolviendo en un tiempo récord. No
pensaba, y se lo digo, señorías, con toda franqueza, el día 28 de
diciembre que el día 28 de enero pudiéramos tener un plan de saneamiento
ya presentado y aprobado por las partes implicadas, puesto que era un mes
complicado por las vacaciones; que el día 28 de febrero fuéramos capaces
de haber convocado ya una junta general y que, si Dios quiere, el día 26
de marzo hayamos celebrado esa junta general y tengamos la crisis
básicamente en sus parámetros fundamentales resuelta.

¿En qué consiste un plan de saneamiento? Permítanme que haga una pequeña
descripción conceptual de en qué consiste un plan de saneamiento y cómo
hemos abordado el mismo.

El plan de saneamiento, digamos, tiene básicamente tres patas, tres
pilares. El primero es la evaluación del quebranto patrimonial, lo que
vulgarmente se ha venido llamando el agujero, que no deja de ser una
imprecisión técnica. Es decir, un plan de saneamiento de una entidad
financiera pasa por identificar esas tres ideas: por una parte, cuál es
el quebranto patrimonial de la entidad, cuál es el daño que se ha
producido en sus activos; en segundo lugar, se trataría de evaluar cuál
es la capacidad de generación de resultados en las condiciones actuales
de dicha entidad, lo que en ese cuadro se llama reconstrucción de la
cuenta de resultados, y, en tercer lugar, identificar las necesidades de
capital básicas para plantear y asegurar la andadura futura de la
entidad. Por tanto, las tres piezas de un plan de saneamiento, repito,
pasan por evaluar el quebranto patrimonial, por reconstruir la cuenta de
resultados, por lo menos a un nivel de equilibrio, a un nivel cero, y, en
tercer lugar, por dotar al Banco del capital necesario para poder
asegurar su operativa futura.

La evaluación de quebranto patrimonial, una vez identificado, evaluación
que, como se sabe, se ha realizado por nuestros dos equipos, más por la
auditoría externa con la ayuda de la Inspección del Banco de España,
implica, una vez sacada la foto de ese quebranto patrimonial, decidir
cómo se cubre. Por tanto, la primera derivada de esta evaluación sería la
cobertura del desfase, y el resultado serían unos activos saneados del
Banco.

La segunda pieza decía que era la reconstrucción de la cuenta de
resultados. Si en el momento de partida no es equilibrada, es decir, de
pérdidas, significa que el Banco o reconstruye esa cuenta de resultados y
es capaz de ponerse al menos en una situación de equilibrio o, si no,
está en un punto de no retorno, porque el tiempo lo va complicando y va
abriendo más el agujero. Por tanto, el segundo elemento del plan de
saneamiento implicaría tomar las acciones necesarias para que esa cuenta
de resultados se equilibre y la andadura futura, como mínimo, sea de no
pérdidas, para no situar la entidad en punto de no retorno.

Además de todo lo anterior, si la entidad ha reconstruido su quebranto
patrimonial y si supuestamente ha reequilibrado su cuenta de resultados,
en teoría no le haría falta nada más, pero por razones de legislación
--coeficiente de solvencia-- y por razones de seguridad, lo normal es que
una entidad financiera tenga una base de capital necesaria para soportar
los riesgos inherentes a la actividad bancaria, y esto está legislado por
el Banco de España como coeficiente de solvencia, como coeficiente de
garantía. Por tanto, hay que establecer el coeficiente de garantía,
porque como veremos después nos hemos gastado toda la base de capital del
Banco en las operaciones de saneamiento, luego hay que reconstruirla al
nivel del ocho por ciento, como establecen los índices de solvencia. Esto
implica la recapitalización, que, además, al entrar dinero fresco en la
entidad, aparte de implicar cobertura de riesgos y generación de
beneficios, supone que el Banco entra en rentabilidad, aunque sea mínima;
la rentabilidad, digamos, equivalente a los activos sin riesgo en los que
se invierte ese capital nuevo que entra.

Estas son, por decirlo así, las bases conceptuales: identificar el
quebranto y ver cómo se cubre, y ver la forma en que se reconstruye la
cuenta de resultados a un nivel de equilibrio, puramente de equilibrio.

Podríamos decir teóricamente que si la cuenta de resultados da beneficios
en este momento es que las ayudas han sido superiores a las normales; si
la cuenta de resultados estuviese en pérdidas, podríamos decir que las
ayudas son inferiores a las normales y que el Banco está en punto de no
retorno, conceptualmente hablando; a partir de ese momento entra en
funcionamiento el nuevo capital y, como consecuencia, la rentabilidad
derivada del mismo en términos de inversión, al menos a corto plazo, en
activos sin riesgo.




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Con este marco conceptual, que es el esquema de trabajo en que nos hemos
movido básicamente en el mes de enero, que es cuando hemos trabajado en
el plan de saneamiento, hemos seguido estas etapas.

En primer lugar, evaluación del déficit patrimonial. Por una parte, la
Inspección del Banco de España tenía evaluado el déficit patrimonial a 30
de junio. Está perfectamente expresado en los documentos del Banco de
España cómo había determinadas áreas todavía no suficientemente cubiertas
por la Inspección, y nuestro trabajo en el mes de enero, en colaboración
con el Banco de España, ha sido fundamentalmente no tanto revisar lo ya
realizado cuanto completar aquellas áreas en las que el Banco de España
no había podido entrar por falta de información o por falta de
cooperación interna, o el deterioro que el Banco haya sufrido desde el 30
de junio hasta el 31 de diciembre, porque la inspección era a 30 de junio
y se trataba de identificar el quebranto al día 31 de diciembre,
incluyendo, evidentemente, las pérdidas arrastradas del ejercicio, que
podrían ser un elemento importante.

Con todo ello se llegó a esta cifra, que es, obviamente, de síntesis
entre la propia Inspección del Banco de España, nuestros servicios
internos, nuestros equipos de trabajo, y la auditoría externa Price Water
House, que, como saben ustedes, es quien audita las cuentas de Banesto.

Se identificó este quebranto patrimonial de 605.000 millones de pesetas,
con el desglose que tienen SS. SS. en el cuadro: 281.000 millones de
pesetas de deficiencias en coberturas de provisiones para créditos;
185.000 millones de pesetas en minusvalías en la cartera de valores;
42.000 millones de pesetas de gastos que estaban activados y que debieran
haber pasado por las cuentas de resultados; 77.000 millones de pesetas de
déficit en los fondos de pensiones y 20.000 millones de pesetas de
pérdidas arrastradas del ejercicio de 1993.

Dado que Banesto, a esa fecha, tenía unos fondos propios --es decir,
capital y reservas-- de 359.900 millones --360.000 millones--, significa
que aritméticamente esta fotografía patrimonial, en pura técnica
financiera, al deducir los 605.000 millones de los fondos propios,
arrojaría un patrimonio ajustado --en términos vulgares una quiebra
técnica-- de 245.000 millones. Es decir, el Banco, a 31 de diciembre y en
base a esta valoración, tenía un déficit patrimonial de 245.000 millones
de pesetas.

En base a esto se establece --digamos-- la primera derivada de lo que
antes habíamos expuesto. Es decir, identificado el déficit --primera
derivada--, ¿cómo lo cubrimos? Lo vamos a cubrir básicamente con dos
fuentes. Una primera, ¿cuánto es capaz el propio Banesto de aportar desde
sus fondos propios a la cobertura de este déficit? Puesto que esta
aportación de Banesto es incapaz de cubrir todo el déficit, no hay más
remedio que acudir, si se quiere sanear Banesto, a fuentes externas, es
decir, a un apoyo exterior. ¿Qué es lo que hace Banesto? Banesto tiene
unos fondos propios, como hemos visto antes, de 349.900 millones y lo que
hace es dedicar 320.000 millones al saneamiento parcial, obviamente, de
estos 605.000 millones de quebranto. ¿Cómo lo hace? Lo hace, por una
parte, reduciendo su capital; por otra, utilizando todas las reservas
disponibles, y, además, quedándose en sus tripas --perdón por la
expresión-- con 27.000 millones de pesetas de agujero diferido, que lo
tendrá que cubrir con los beneficios futuros del Banco, pero en el
momento de partida --digamos-- no lo cubre.

Esto significa que, de estos 605.000 millones de déficit patrimonial,
320.000 millones salen del patrimonio de Banesto actual o futuro, y digo
futuro por estos 27.000 millones de diferimientos. Como obviamente esto
no cubre la totalidad del déficit, es necesario aportar 285.000 millones
de pesetas de recursos de fuentes externas. Esta aportación es la que se
realizará por el Fondo de Garantía de Depósitos si todos estos acuerdos
se aprueban en la Junta General el día 26 de marzo y de forma
«fifty-fifty» por la banca privada y por el Banco de España --142.500
millones de pesetas por cada uno de los dos.

Como consecuencia de ello, de forma estadística podríamos decir que para
la cobertura de ese déficit patrimonial el 53 por ciento está aportado
por los propios accionistas de Banesto --se puede decir lícitamente que
en cierto modo este patrimonio es patrimonio de los accionistas--, y el
47 por ciento lo cubrirían --digamos-- fondos externos a Banesto.

Quizá me salto en un momento algo por hacer las cosas con un poco más de
lógica, pero paso a la recapitalización, y aquí tengo un cuadro que lo
expresa bstante bien.

Arrancábamos de unos fondos propios de 359.000 millones; hemos reducido
293.000 en base a capital y reservas; ampliamos el capital en 180.000
millones, y añadimos el elemento de recapitalización, que era la tercera
pieza del plan de saneamiento. Aquí se puede hacer una pregunta: ¿por qué
180.000 millones y no 120.000 millones o 350.000 millones? ¿De dónde sale
esta cifra mágica? Esta no es una cifra mágica, es una cifra pura y
simplemente técnica.

Como saben SS. SS. perfectamente, es obligatorio cubrir con capital un
porcentaje de los activos de riesgo de la banca en función de unas
ponderaciones establecidas por las circulares del Banco de España. Es
decir, activos inmobiliarios tienen que ser cubiertos al cien por cien
con capital primario, y activos crediticios, en función de sus garantías,
con porcentajes mayores o menores de capital. Esto da lugar a un «mix», y
de este «mix» actual y previsto, en función de los activos, técnicamente
sale una cifra de capital, que es muy compleja de elaborar y que necesita
ordenadores porque además es un tema inédito.

Las estimaciones aproximadas que hemos hecho son que en la cifra de
capital necesaria para los nuevos activos de Banesto, incluso
implícitamente considerados, habrá una reducción por reducción de
posiciones en corporación industrial, y por reducción posible de
inmuebles: esta cifra será aproximadamente alrededor de los 250.000
millones, lo cual significa que las necesidades adicionales sobre las
existencias son como de 180.000 millones. De ahí salen los 180.000
millones de ampliación de capital, no es un capricho, repito.

Como consecuencia de esto, y con la ampliación de 180.000 millones, el
Banco, el día 26 de marzo, se encontraría con unos fondos propios, lo que
llamamos situación



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postsaneamiento, de 247.000 millones de pesetas, 245.000 de capital y
2.000 de reservas. Por razones técnicas en las que no me quiero meter, no
se puede utilizar al cien por cien, hasta la última peseta las reservas.

Como ven, queda una cantidad mínima.

Hemos dejado por el camino el tema de la cuenta de resultados, porque
hemos dicho que un plan de saneamiento implica reconstruir, por una
parte, la situación patrimonial del Banco --los activos patrimoniales--,
y, por otra, implica resituar la cuenta de resultados del Banco en
posición de equilibrio virtual. Este equilibrio virtual parte de sacar la
fotografía de la cuenta de resultados actual y proporcionar al Banco
ayudas, y digo ayudas por utilizar una palabra comprensiva de cualquier
elemento que sea capaz de situar esta cuenta virtualmente en cero.

Permítanme que haga dos minutos simplemente de teoría. La cuenta de
resultados de un banco tiene un componente fundamental, que son los
ingresos, como en las ventas de cualquier sociedad, y los ingresos de la
cuenta de resultados de un banco son los ingresos financieros de los
intereses que se devengan de los activos crediticios. Si yo tengo dado un
millón de pesetas de crédito y ese crédito está al diez por ciento,
significa que todos los años ingreso cien mil pesetas; es decir, yo
apunto en mi cuenta de resultados cien mil pesetas de ingresos derivados
del diez por ciento de interés de un crédito de un millón de pesetas.

Pues bien, si ese crédito es moroso --y se entiende por moroso, por
ejemplo, que está vencido desde hace seis meses--, automáticamente el
Banco de España me obliga a que los intereses derivados de ese crédito no
los pueda apuntar en la cuenta de resultados como ingresos más que en el
caso en que los cobre, lo que se llama criterio de «cash basis», criterio
de caja.

Como consecuencia de esto, en el momento en que se ha hecho una nueva
estimación del activo patrimonial de Banesto, y de este agujero que hemos
identificado de 605.000 millones se deriva créditos de cartera de
valores, hemos tenido que reclasificar los activos, y al reclasificar los
activos lo primero que hemos tenido que decir es que muchos activos que
estaban devengando intereses en términos de periodicidad, tenemos que
hacer que dejen de devengar intereses para pasar a un criterio de «cash
basis», y como todo aquello que no se cobra no se apunta, no se pueden
apuntar intereses a activios dañados que no son objeto de cobro real.

Como consecuencia de esto la cuenta de resultados cambia radicalmente.

Entonces, una vez reclasificados estos activos y haber derivado del
quebranto patrimonial, se liquida la cuenta de resultados, y
aproximadamente, dentro de que esto es una zona un poco menos clara,
menos fija, creemos que el Banco, con estos activos reclasificados, está
en un nivel de pérdidas normales recurrentes entre 40.000 y 50.000
millones de pesetas al año, lo cual significa que es necesario, de alguna
forma, hacer que esa cuenta de resultados se reequilibre a cero, y se
reequilibre a cero --repito-- porque, si no, el Banco está en un punto de
no retorno. Cada año que pase se irá deteriorando más su situación
patrimonial y volverá otra vez a recrear un quebranto patrimonial, lo
cual significa que, por una forma o por otra, es preciso dar a Banesto
unos apoyos, darles unas inyecciones que en su cuenta de resultados
impliquen aproximadamente unos 40.000 millones de ingresos anuales.

Una vez que hemos identificado el quebranto patrimonial y lo hemos
saneado con fondos propios de Banesto o con fondos externos, una vez que
le hemos dado una serie de ayudas capaces de reequilibrar su cuenta de
resultados, y una vez que le hemos metido el nuevo capital para poder
cumplir su coeficiente de garantía y para tener su cobertura de riesgos
normales, nos encontramos con que Banesto, efectivamente, se ha puesto en
pie y es capaz, a partir de ese momento, de tener un desarrollo normal.

Desarrollo normal que será de beneficio si la gestión aporta un plus
--digamos-- de mejora sobre las hipótesis establecidas y que será un
resultado incluso de pérdida si la gestión no aporta ese plus de
beneficio, sino todo lo contrario.

Resumiendo, las operaciones realizadas en saneamiento implican: una
reducción de fondos propios de 320.000 millones, un apoyo financiero del
Fondo de Garantía de Depósitos por la asunción de pérdidas de 285.000
millones, que es el desfase entre uno y otro para llegar a los 605.000
millones y una ampliación de capital de 180.000 millones.

Los efectos son bastante claros. Por una parte el Banco queda totalmente
saneado, desde el punto de vista patrimonial; por otra parte, los fondos
propios quedan reconstruidos; la cuenta de resultados se queda sin
pérdidas y, obviamente y como derivado de ello, podemos decir que el
Banco es capaz de recuperar la confianza tanto de sus clientes como de
los inversores como el resto de la Banca.

Esto es, básicamente, el plan de saneamiento. Estas son las piezas, ésta
es la lógica que hay detrás del plan de saneamiento y ésta es la
construcción, por lo menos teórica, que hay detrás de la confección de
este plan de saneamiento.

Evidentemente, podríamos hablar algo de: Y después, ¿qué?, cuál es la
estrategia o cuáles son los principios con que se va a desarrollar, de
alguna forma, el Banco a partir de este momento. En dos minutos lo que
puedo dar a SS. SS. es un poco mi opinión y mi criterio sobre este
particular. Se ha preguntado muchas veces cuál es el proyecto Banesto,
una vez que se haya superado el día 26 de marzo, la Junta General de
Accionistas, se haya recapitalizado el Banco, etcétera, con independencia
del esquema de propiedad que se derive de dicha situación. Claramente, el
Banesto del día 27 de marzo, por llamarlo de alguna forma, del día
después de la Junta General, es un Banesto algo distinto. El proyecto que
yo tengo para Banesto, por lo menos en la cabeza, y que considero que es
el adecuado en todo caso, sea quien fuere quien lo dirija, es un proyecto
fundamentalmente basado en una banca tradicional, desde un concepto de
banco universal, que es el concepto claramente ganador en Europa y que se
sustenta en dos principios fundamentales: por un lado, en una amplia base
de clientela, que ha proporcionado a la banca en general, española y
europea, unas relaciones numerosas, unas relaciones distintas y
diversificadas y que se fundamenta especialmente en relaciones de
confianza basadas en la seguridad y en la solvencia de las entidades; y
por otro, la otra



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pieza de este concepto es el de que esta base de clientela y estas
relaciones se han creado, se han mantenido, se han reforzado y
consolidado merced a la formidable capacidad de distribución de la red de
oficinas doméstica, tanto de Banesto, como de la gran Banca nacional. Por
tanto, éstas son las dos piezas fundamentales, éste es el «leverage», el
punto de palanca, en el cual Banesto se debe apoyar en el futuro. Por un
lado, su gran base de clientela, que la tiene (Banesto es un banco con
una gran base de clientela) y, por otra parte, su fenomenal potencial de
distribución que le proporciona su magnífica red de oficinas.

Esto es coherente, por otra parte, con algo que ha sido una constante en
el sector bancario en la última década y que probablemente explica, en
buena medida, los problemas a que ha llegado Banesto. La década de los 80
en la Banca fue una década, yo diría que de alegrías, fue una década de
crecimiento no voy a decir desordenado, pero sí exclusivamente alegre
--estoy hablando de la banca en el mundo, no estoy refiriéndome a la
banca en España, estoy aludiendo a un entorno mucho más amplio--. La
década de los 90, por el contrario, es una década en donde se está
volviendo a lo básico, la vuelta a la consolidación en donde priman los
criterios de austeridad, los criterios de control de riesgo, los
criterios de dedicarse a los negocios en los que se tienen competencias y
capacidades definitivas y conocidas, por tanto, se abandona todo aquello
que no se conoce bien, todos aquellos mercados en los que no se tiene
experiencia, todos aquellos negocios sobre los que no se tienen
competencias absolutamente definas.

Estas son, en mi opinión, las bases para un relanzamiento de la entidad:
banca tradicional, base de clientela amplia, capacidad de distribución,
vuelta a los fundamentales, control de riesgo, austeridad, productividad
y dedicación a los «core business», a los negocios fundamentales, a los
negocios básicos, a aquellos que se conocen y sobre los cuales se es
competente, se tienen habilidades y competencias perfectamente claras.

Esto por un lado, dentro, evidentemente, de una situación de
incertidumbre que caracteriza en este momento a las sociedades en que nos
movemos; el mundo se mueve a una tremenda velocidad y es muy difícil
saber lo que va a ser de nosotros dentro de cinco años, pero, claramente,
hay tres o cuatro ideas que yo creo que son fundamentales para un Banco
como Banesto, o para cualquier Banco, que son: en primer lugar, tener una
visión clara de cuál es su esquema estratégico, que es lo que acabo de
definir, que es éste, en mi opinión, y no debe de ser otro; en segundo
lugar, maximizar la propia productividad, que es otra constante que en
este momento forma parte --digamos-- del «Kempis» de cualquier
organización financiera moderna. Cuando hablo de productividad estoy
hablando en términos muy amplios; estoy hablando de que la gente se
encuentre más involucrada, que la gente sea más entusiasta, lo cual no
significa correr y sudar más, sino trabajar más inteligentemente. Y la
tercera idea es la de organizaciones cultural y organizativamente
flexibles, capaces de encarar el cambio.

Esta es nuestra doctrina y éstos son nuestros principios de actuación.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que deseen intervenir? (Pausa.)
Como desean intervenir todos los grupos parlamentarios, tienen que ser
muy concisos en las exposiciones, por lo que les ruego que se ciñan, más
o menos, al tiempo que marca el Reglamento, es decir, diez minutos.

Tienen que utilizar el tiempo muy económicamente.

Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor Albistur.




El señor ALBISTUR MARIN: Señor Presidente, muchas gracias, y muchas
gracias también, don Alfredo, por su presencia en esta Comisión en la
mañana de hoy.

Tendría que iniciar esta exposición no solamente agradeciéndole su
presencia --como ya lo he hecho--, sino reconociéndole el esfuerzo en
favor de la economía española, las entidades financieras y las empresas
en general. Después de las dificultades por las que ha atravesado esta
empresa en concreto, con un modelo empresarial muy discutible y que, de
alguna forma, ha sido paradigmático respecto a lo que han podido
aparentar ser los objetivos de determinada economía española e incluso de
determinado modelo empresarial, el hecho de que, de repente, en estos
tres meses tengamos una solución como la que aquí se nos presenta, que
podrá ser discutible, pero que, en definitiva, está hecha, aparentemente
con rigor, con rapidez y con un deseo verdadero de resolver la situación
y, aparentemente también --en ese sentido va mi pregunta-- de continuar
con una empresa, con un nombre y con una presencia en el mercado, creo
que es para felicitarle y, desde esta Comisión, lo tenemos que hacer.

Para ser breve, yo diría que mis dos preguntas irían en este sentido, la
primera relativa estrictamente al plan de saneamiento. Usted en el plan
de saneamiento, por lo menos en el documento que poseemos, página 17,
punto 2, dice que el fondo de garantía de depósitos absorbería una
necesidad de saneamiento de 285.000 millones de pesetas mediante la
compra de activos dañados a Banesto por un importe cercano a los 700.000
millones de pesetas. Yo quisiera saber, como primera parte de esta
pregunta, si me puede explicar el valor de los 700.000 millones de
pesetas. Otro aspecto. En estos momentos se están estudiando también
fórmulas alternativas a la venta directa que tengan un impacto financiero
y fiscal equivalente, ¿nos puede el señor Sáenz ampliar algo sobre este
asunto?
En segundo lugar, si nos puede profundizar sobre el futuro de Banesto
como entidad independiente. ¿Es necesario que esté vinculado y que
termine siendo filial de otro Banco --para no andar con más
elucubraciones, filial de otra entidad financiera-- o puede tener una
vida intermedia, es decir, que pueda ir saliendo en estos momentos
adelante, durante una temporada determinada, pero que necesariamente
acabe, en un plazo de tres, cuatro o cinco años, bajo la égida de otro
Banco español o de un Banco extranjero?



El señor PRESIDENTE: Señor Presidente, a continuación intervendrán todos
los portavoces de los distintos grupos y, posteriormente, podrá agrupar
las contestaciones.




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Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Con gran afecto, señor Sáenz, quiero sumarme a
lo que ha dicho mi compañero, señor Albistur, en cuanto a la bienvenida y
agradecimiento por la información y la cortesía que usted ha tenido con
la propia presencia y exposición realizada aquí.

Tenga la completa seguridad de que nuestra responsabilidad política va
dirigida no tanto a la singularidad de una gestión de una institución,
sino a que en la ciudadanía española y en las instituciones
internacionales se mantenga el principio de confianza en relación con la
institución bancaria española, en términos generales. Por lo tanto,
nuestra intervención va en la línea de solventar dudas y de contribuir a
la solidez de la confianza de inversores, ahorradores, de los que
utilizan toda la institución financiera bancaria en España, y para que en
los conciertos internacionales se denote el respeto, la responsabilidad y
la seriedad. Dicho esto como línea de conducta y de talante, paso a
formularle las siguientes preguntas, sujetándome al tiempo que nos ha
concedido la Presidencia.

Aquí se consagra una cifra: 605.000 millones de pesetas. En esto se ha
evaluado el déficit patrimonial. Primera pregunta, señor Sáenz. Estos
605.000 millones, ¿están aceptados por el Banco de España? Porque la
inspección del Banco de España arrojó --lo dijo aquí el señor Rojo cuando
compareció en su momento-- una cifra determinada y después se hace la
auditoría que ustedes encomiendan. Le digo esto porque se han construido
en su exposición una serie de medidas de reflotamiento y correctoras en
razón de esta cifra. Si esta cifra es exacta, las otras cifras tendrán,
por consiguiente, que ser exactas, pero si no lo es, estaremos haciendo
un desfase extraño que nos puede llevar a otras conclusiones. Creo que el
señor Sáenz ha entendido perfectamente lo que quiero decir. Me gustaría
conocer la cifra sobre la que se fundamenta la captación de todas las
ayudas, qué garantías ofrece.

Segundo, con esta cifra de 605.000 millones, nos gustaría conocer la
evaluación del patrimonio que tenía o tiene Banesto en la red de oficinas
periféricas. No sé si el señor Sáenz nos podrá facilitar también el
número de oficinas censadas por el nuevo equipo de Banesto, tanto en la
red urbana como en la red rural. Y digo esto porque es importante cuando
haya que dar soluciones --después de la intervención del Fondo de
Garantía-- y ver qué pasa con Banesto, si se cuartea o no. Porque es muy
distinto valorar, en comparación a otros bancos que puedan estar
interesados en adquirir una red de oficinas, si tienen techo o no lo
tienen, si les interesa la urbana o les interesa la rural. No se nos
oculta que en el ranking de los grandes bancos españoles algunos tienen
un fuerte predominio urbano y muy abandonada, o no les ha interesado
hasta ahora, la red rural, sin embargo, Banesto tenía amplia red rural.

Otra pregunta va dirigida a la cobertura del déficit, señor Sáenz. Lo que
se aporta por Banesto es el 52,9 por ciento. Me parece muy correcto desde
un punto de vista de responsabilidades, y esto tienen que asumirlo los
que ostentan el capital riesgo, los accionistas, que son los que tienen
que afrontar las pérdidas y las ganancias, otra cosa son los depósitos,
que están basados en la confianza --y parece que se ha mantenido, quiero
felicitarle por ello-- de los ahorradores y depositantes que tienen sus
fondos ahí. La pregunta es la siguiente. Por el Fondo de Garantía, que se
circunscribe aquí a 285.000 millones, que representa el 4,71 por ciento,
la aportación de la banca privada ustedes la cifra en 142.500 millones.

¿Qué garantías tiene esto de que se cubra por la banca privada o qué
requisitos legales o de compromiso van a existir para que la banca
privada aporte 142.500 millones? Por lo que respecta al Banco de España,
como está anunciada la segunda comparecencia del señor Rojo, ya le
preguntaremos el grado de compromiso para afrontar los 142.500 millones
de pesetas que le corresponden al Banco de España.

La tercera pregunta, señor Sáenz, se refiere a si, para conseguir
posteriormente que el Fondo de Garantía se resarza de la inversión que va
a hacer, sugieren ustedes en su plan una nueva modificación de la ley de
opas.

En otro de los cuadros que usted nos ha expuesto, en la reconstrucción de
la cuenta de resultados, ustedes estiman los resultados actuales en 40,
50 (miles de millones) y el efecto de los apoyos lo cifran en 40.500
millones de pesetas, según el cuadro que usted nos ha expuesto. Yo le
pregunto, ¿esos efectos de apoyo en la cuenta de resultados es contando
con que hay seguridad en los compromisos de esos apoyos? Porque una de
las cifras importantes, por ejemplo, que usted nos dio en los primeros
cuadros para evaluación del déficit patrimonial es que el fondo de
pensiones tiene 77.000 millones de pesetas. ¿Habría apoyo sobre ese fondo
de pensiones si el Banco de España les autorizara a que esa cifra en
números rojos en el déficit patrimonial desapareciera? ¿Cómo pediría
usted los apoyos sobre una cantidad tan significativa de 77.000 millones
de pesetas? Otra versión de la pregunta, en este efecto de los apoyos del
4,5, en miles de millones, ¿es sólo el resultado de los 285.000 millones
que traen ustedes en el último cuadro que nos ha expuesto, cuando habla
del resumen de las operaciones, que el apoyo financiero del Fondo de
Garantía, con asunción de pérdidas, se cifra en 285.000 millones de
pesetas? Le pediríamos algún detalle sobre cómo ve usted la expectativa
de la asunción de pérdidas, de que haya un compromiso político,
administrativo firme por parte del Fondo en la asunción de pérdidas y,
aparte de la inteligencia que tengan que poner los señores responsables
del Fondo en cuanto a esa asunción de pérdidas, cómo se van a resarcir de
ellas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Vasco, tiene la palabra el señor
Zabalía.




El señor ZABALIA LEZAMIZ: Señor Presidente, quiero sumarme también al
agradecimiento de mis compañeros a don Alfredo Sáenz por la comparecencia
ante esta Comisión y las explicaciones que nos ha dado.

En este momento me alegro personalmente porque en su momento y cuando me
enteré del nuevo equipo gestor del Banco Español de Crédito di una
opinión y creo que esa opinión está confirmada en cuanto a la rapidez con
que



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ha actuado el equipo y a su profesionalidad. En ese aspecto creo que
debemos felicitar a todo el equipo y, en su nombre, al gestor actual.

En las pocas horas que hemos tenido oportunidad de ver, de hojear el plan
de saneamiento, no voy a ser tan atrevido como para entrar, digamos, en
el fondo de la cuestión porque, desde mi punto de vista, es el único plan
posible que podría establecerse en este momento dada la rapidez con que
decíamos había que actuar.

Quisiera hacerle una serie de preguntas y voy a intentar no redundar en
las que han hecho mis compañeros. Por mor de la brevedad simplemente le
preguntaría lo siguiente. El plan contempla las necesidades de
saneamiento del Banco al 31 de diciembre de 1993, pero desde esa fecha
hasta ahora se han producido hechos. Todos los efectos que la propia
gestión del Banco actual está teniendo desde el 1 de enero de 1994, ¿cómo
se podrían contemplar, cómo se van a encajar dentro del plan de
saneamiento? ¿Cuáles son las necesidades de hoy? ¿Hay un seguimiento de
este plan de saneamiento por parte del equipo gestor para ir acoplándose
de alguna forma a las modificaciones que pueden darse a través de estos
meses que están transcurriendo?
Cuando hablan de incluir una cláusula de garantía del Fondo de Depósitos
que cubra posibles riesgos, interpreto que esos posibles riesgos son los
que los auditores han establecido en 27.000 millones de pesetas. Esta es
una cuestión que quisiera que me confirmara, si le es posible, y si no es
así cómo va a calcular el Banco esos posibles riesgos futuros que puedan
presentarse.

Lo que en este momento nos preocupa fundamentalmente es el futuro del
Banco, y creo que también ha sido explicada por el señor Sáenz la
estructura futura y la línea de operatividad que va a tener el Banco, en
la cual, personalmente, participo. Sin embargo, me gustría saber quiénes
van a ser los futuros gestores del Banco, porque el plan de saneamiento
está hecho por un equipo gestor y lo que tendría que ser efectivo es que
el equipo gestor que ha hecho el plan de saneamiento fuera el que lo
cumpliera. Si hay una quiebra o ruptura, y hay otro equipo gestor, esos
planes puede que tengan algunas dificultades en llevarse a la práctica.

No sé si en este momento el señor Sáenz nos puede contestar, pero, repito
que me gustaría saber quiénes van a ser los futuros gestores del Banco
Español de Crédito.

Tampoco me resisto --aunque nuestro objetivo es simplemente el Banco
Español de Crédito de ahora en adelante-- a hacerle dos preguntas, señor
Sáenz. ¿Qué opinión tienen ustedes respecto a la oportunidad de haber
intervenido el Banco Español de Crédito en el momento en que se
intervino? Otra pregunta: ¿Era conocida la situación del Banco Español de
Crédito por la banca privada y ustedes dieron opiniones, en su momento,
al Banco de España sobre esta situación? Estas son las dos cuestiones
finales a las que me gustaría que contestara.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el señor Sánchez i Llibre.




El señor SANCHEZ I LLIBRE: Al igual que los ilustres Diputados que me han
precedido, quiero agradecer la asistencia aquí de don Alfredo Sáenz,
Presidente del Banco Español de Crédito, para informarnos sobre los
planes de saneamiento del mismo que ha elaborado su equipo gestor durante
estos breves meses que ha estado dirigiendo dicha entidad. También
quisiera felicitarle por el tiempo récord en que han elaborado este plan
de saneamiento, ya que, en definitiva, si el plan de saneamiento de esta
entidad no fuera aprobado en la próxima Junta General de accionistas,
seguramente se tendría que proceder a la liquidación del Banco, dada la
circunstancia --como también ha señalado don Alfredo Sáenz-- de que en
estos momentos el Banco se encuentra en una situación de quiebra técnica,
lo cual comportaría --si no se aprobara este plan de saneamiento, como he
dicho anteriormente-- una liquidación con el consiguiente perjuicio para
todos los depositantes, para los accionistas, para los poseedores de
deuda subordinada, para los acreedores ordinarios, para los pensionistas
y, en definitiva, no dejaría de ser una pérdida de solvencia financiera
internacional de España, que ya suficientemente ha tenido con la
afortunada intervención, pero también malograda situación económica y
financiera, del Banco Español de Crédito, que creo que nos ha perjudicado
muchísimo en los diferentes mercados internacionales.

Pasando directamente a hacerle unas cuantas preguntas a don Alfredo
Sáenz. En primer lugar, él ha expuesto el plan de saneamiento de Banesto
desde un punto de vista de recapitalización, de elaboración de cuáles van
a ser los recursos propios indispensables para iniciar su actividad. Y en
dicho plan de saneamiento queda claro que el déficit propuesto, elaborado
por la auditoría Price Waterhouse, se eleva a 605.000 millones de
pesetas, de los cuales 320.000 millones van a ser aportados por Banesto a
través de unas reducciones de capitales, de reservas y de diferentes
fondos diferidos, y los 285.000 restantes van a ser aportados por el
Fondo de Garantía de Depósitos, que los recurrirá a través de la banca
privada y a través del Banco de España.

Primera pregunta que le quiero formular a don Alfredo Sáenz. Creo que
estos 285.000 millones de pesetas que va a aportar el Fondo de Garantía
de Depósitos van a ser sin devolución por parte de Banesto. Por otro
lado, en cuanto a la capitalización, también han llegado ustedes a una
cifra determinada, 180.000 millones de pesetas, por parte del Fondo de
Garantía de Depósitos, a devolver, me imagino, por la entidad que sea
ganadora de la subasta que se va a efectuar en fechas próximas. Por
consiguiente, yo introduciría aquí otra segunda pregunta. En el plan de
saneamiento de Banesto, recapitulación y determinación del capital, según
he leído en algunas informaciones económicas, también por parte de la
banca privada habría un préstamo de 300.000 millones de pesetas, sin
interés, a cuatro años. Quisiera que don Alfredo Sáenz me contestara si
es cierto que se va a dar este crédito de 300.000 millones de pesetas,
que van a ayudar al relanzamiento de esta entidad financiera.

En cuanto a la determinación del capital mínimo para que Banesto pueda
iniciar sus actividades, también me



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gustaría preguntarle cómo se ha llegado a la valoración de 400 pesetas la
acción, pero me gustaría saber, aparte de la explicación que ha dado en
su intervención, si en algún momento se han planteado a través del Banco
de España otra cantidad. Esta quizás sería una pregunta que, si no me la
puede contestar usted, se la formularía al Gobernador del Banco de
España. ¿Por qué 400 pesetas y no 200 pesetas o una peseta, como ha
habido ejemplos de otras entidades financieras, en las cuales el capital
se ha visto reducido muy considerablemente?
Otra pregunta dirigida a la autocartera. En los informes que nos ha
entregado a la Comisión, me imagino que procedentes del Banco Español de
Crédito, no he podido leer nada referente a la autocartera que,
inicialmente, cuando se intervino el Banco de España, creo que el
Gobernador dijo en el Parlamento que representaban unos porcentajes
considerablemente muy altos y que no se correspondían con la estricta
legalidad vigente dentro de la Ley de Autonomía del Banco de España. Por
lo tanto, quisiera conocer cuál es la situación de la autocartera en
estos momentos, ya que, según ciertos medios de comunicación, usted
tiene, de cara a la Junta general de Accionistas, el 60 por ciento de los
votos de la Junta más o menos controlados, más el 9 por ciento de los
votos de los empleados, que también podrían ir en la dirección de la
aprobación del plan de saneamiento, y no me cuadra cuál es el porcentaje
de la autocartera, que en el momento de la intervención había llegado a
cifras considerablemente altas.

Otra pregunta sería si ustedes se han planteado en la elaboración de este
plan de saneamiento la posibilidad de que, después de la adjudicación del
Banco a futuras subastas, se pudieran vender las oficinas. Durante todos
estos días, hemos visto que ha habido entidades financieras que,
vendiendo la red de oficinas, han sacado una rentabilidad altísima
respecto a este particular. ¿Ha habido, en algún momento, el
planteamiento de poder vender las oficinas antes de ponerlo a subasta
pública, para, de esta manera, con el producto de la venta de las
oficinas de una red tan importante como Banesto, tener que poner menos
dinero público?
También me gustaría conocer si ustedes ya tienen en estos momentos, a
través de las auditorías correspondientes, los informes de las
situaciones de las sociedades instrumentales que tenía Banesto en el
extranjero.

Igualmente, quisiéramos conocer cuál es exactamente la participación
directa e indirecta de Banesto en los medios de comunicación, y también,
si es posible, que nos explicara cuáles han sido los criterios que ha
seguido la actual Junta del Banco Español de Crédito para sustituir a los
miembros de los diferentes consejos de administración en las diferentes
compañías de medios de comunicación.

Asimismo, ¿podría contestarnos si se ha pensado en la posibilidad de
tener algún trato especial o de favor para los trabajadores que, bajo
unas expectativas importantes, compraron acciones y quizás en estos
momentos se encuentren en dificultades para poder devolver dichas
cantidades? Es decir, si ustedes, en este momento, debido a la situación
económica, han estudiado condiciones especiales para poder devolver los
créditos que se dieron a los trabajadores para comprar las acciones.

También nos gustaría conocer si ustedes tienen un análisis cualitativo,
exhaustivo e importante de cara a la cuenta de resultados que el Banco
Español de Crédito ha experimentado durante estos dos meses de gestión
por parte de la actual Junta Directiva.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, tiene la palabra el señor Espasa.




El señor ESPASA OLIVER: Como todos los Grupos, quiero agradecer la
presencia del señor Sáenz en la Comisión. Creo que su trabajo y su
información hoy aquí son meritorios y en su justa medida los valoramos,
señor Sáenz.

Quisiera hacerle una serie de preguntas y quizá alguna consideración,
sobre todo de los aspectos políticos y estratégicos que todo plan de
saneamiento conlleva, como usted muy bien ha dicho. Este es un plan que
merece nuestra aprobación, es un plan técnicamente correcto, pero que
descansa sobre decisiones estratégicas y, en último término, políticas.

Me voy a referir sobre todo a estas cuestiones, no tanto a la bondad
técnica del Plan, que, como usted mismo ha dicho, es de compleja y larga
elaboración, y confiamos plenamente en la bondad técnica de la
arquitectura interna del plan. Lo que pasa es que los datos que configura
esta arquitectura interna pueden variar y su variación es la que tiene,
ha tenido o puede tener en el futuro implicaciones políticas desde el
punto de vista de responsabilidades, de compromisos o de confianza en el
futuro. Creo que ésta es una de las misiones fundamentales de esta
Comisión. En este sentido le voy a plantear las cuestiones.

Respecto a la auditoría, me referiré a la confianza que nos pueda merecer
esta auditoría, Price Waterhouse, y el firmante de esta auditora, el
señor Tejerina, que firma también la auditoría del año 1992 en la que
Banesto está en el mejor de los mundos. Usted nos dice que,
periodificando la cuenta de resultados, resulta que no estaba en ninguno
de los mejores de los mundos. Señor Sáenz, ¿cuándo es buena la firma del
señor Tejerina, en el año 1992 o en el año 1994? ¿Cuándo es buena la
auditoría de Price Waterhouse: ahora o antes, en la auditoría que se
presenta junto al folleto de ampliación de capital, en la Comisión
Nacional del Mercado de Valores? ¿Cuándo es buena la auditoría?
Usted ha dicho, y yo lo subrayo, lo dije en la primera comparecencia del
Ministro y del Gobernador del Banco de España, que el Banco estaba en
quiebra técnica, y quienes le llevaron a la quiebra técnica o a la
quiebra --para no utilizar palabras que puedan confundir a la opinión
pública-- deberán responder de sus responsabilidades. Habrá varias vías:
la intención del Banco de España, lo que pueda decir esta Comisión, lo
que puedan decidir los accionistas en la Junta General, pero esto está
ahí, es un elemento que algunos ya intuíamos, pero que usted, muy



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brillantemente, ha puesto claramente de manifiesto con soporte documental
y técnico.

Nosotros creemos, y lo dijimos, que la actuación del Banco de España fue
correcta en cuanto a la forma y en cuanto al tiempo. El informe de la
intervención --y esperamos las actas de la Inspección del Banco de
España--, será para nosotros el material fundamental para mejorar nuestra
formulación de juicios sobre la gestión anterior de Banesto.

Voy a la primera pregunta. Usted ha cifrado los objetivos que de debían
perseguir, que coinciden plenamente con los que teníamos nosotros.

Primero, garantizar los depósitos de los clientes en una entidad tan
importante como era Banesto. Esto se ha conseguido y nos hemos de
felicitar. Segundo, garantizar la solvencia del sistema financiero
español. En general, creo que también se ha conseguido, de lo que también
nos felicitamos. En tercer y último lugar, garantizar el patrimonio de
los accionistas.

Primera pregunta: ¿por qué las acciones a 400 pesetas y no a peseta o a
cero pesetas? Usted gestionó una entidad bancaria y la entidad que la
compró y que le encomendó a usted la dirección de aquella entidad había
hecho una reducción a peseta. Sabe perfectamente a qué entidad bancaria
me estoy refiriendo. ¿Por qué no ha habido aquí una mayor reducción de
capital? En definitiva, sea el comprador privado, sea el comprador
público, primero, se acercaría más a las realidades contables de lo que
prevén las leyes, entre ellas la de sociedades anónimas. ¿Por qué esta
aportación, este esfuerzo se deja en el 80 por ciento y no se va hasta el
final? Esta es una pregunta que no acabamos de entender o, quizá, hay
razones técnicas que inciden en el tema de confianza en los depósitos y
en los sistemas financieros; supongo que por ahí pueden ir las razones,
pero me gustaría conocer su opinión sobre esta cuestión y, muy
colateralmente, queremos señalar, desde nuestro punto de vista, que en la
intervención, y en el buen uso que se ha hecho de esta intervención, se
demuestra una vez más que la mano visible es mejor que la mano invisible
del mercado. Gracias a la mano visible del Estado de Derecho, de las
leyes y del sector público hemos salvado una situación grave para los
depositantes de Banesto, para el sistema financiero español. A quien
corresponda debe tomar buena nota de que la mano visible es mejor y más
fiable que la mano invisible del mercado, y esta mano visible es la que
va a aportar mucho capital a la solución de Banesto, y en función de este
capital que va a aportar, es decir, el dinero de los contribuyentes
españoles, es en el que se ha constituido esta Comisión para seguir el
«iter» de Banesto.

Segunda pregunta, y retomo la que le hacía anteriormente: ¿cuál es la
auditoría buena; cuándo nos podemos fiar de Price Waterhouse, en la de
1992, en el folleto, ahora, cuando audita el plan de saneamiento que
ustedes han elaborado?
Cuando hablamos de la gestión anterior y de salvar el Banco, ¿vamos a
salvar también las posibles incursiones (ésta es una pregunta que se ha
hecho) en negocios a través de paraísos fiscales alrededor de todo el
mundo o en inversiones peculiares, como, por ejemplo, en medios de
comunicación? Porque, claro, salvar Banesto es salvar un proyecto de
banca, pero no sé si es el proyecto que hasta ahora se había producido.

Yo creo que no, pero me gustaría saberlo. Usted ha dicho algo ya al
respecto. No sé si tiene ya alguna decisión tomada sobre las inversiones
peculiares (que yo le llamo) en medios de comunicación y que pueden ser
una de las claves de los posibles pujantes a la subasta; puede ser una de
las claves, no económicas, pero sí políticas, de los posibles novios de
Banesto.

Me gustaría que cuantificase mejor (sé que no lo ha hecho por brevedad de
tiempo) las aportaciones tanto privadas como públicas en el importe
total, en el lucro cesante y en el coste financiero, porque los 285.000
millones resultan de una aportación, como usted sabe mejor que yo, de
600.000 millones, de los que se esperan recuperar 345.000; y después
están los 180 millones de la ampliación de capital. Me gustaría que
explicitase un poco más esto para que tuviésemos una idea más cabal del
total de caudales públicos aportados, sea desde el sector privado (que es
lo que a mí me interesa fundamentalmente en tanto que Diputado) o desde
el sector público, en forma no sólo del importe, sino del montante total
y de los riesgos que tiene el montante total que el sector público pueda
poner y cómo lo va a recuperar.

En función de esta importante aportación de dinero público, le pregunto:
¿está previsto en el plan de saneamiento incorporar un protocolo
adicional sobre el futuro de los puestos de trabajo en Banesto y del plan
de pensiones, como ya algún otro Diputado también le ha preguntado? Creo
que se debería incorporar de alguna forma un protocolo, un acuerdo, algún
tipo de documentación, porque me parece que uno de los más nobles
destinos que pueda tener la aportación de dinero público en nuestro país
es al menos preservar puestos de trabajo, tal como están las cosas y, por
tanto, no sobraría que se hiciese alguna mención al respecto.

Y también, en función de esta aportación de caudales públicos, queremos
preguntar si el normal derecho de tanteo que tiene el Banco de España, en
la subasta que pueda producir, se va a utilizar bien sea para convertirse
en postor (cosa en la que sé que me iba a quedar como único postulante de
tal solución) o como garantía de que los ofertantes cumplan los mínimos
necesarios para que la compra no se produzca por debajo de un razonable
precio. Por tanto, el derecho de tanteo del Banco de España, en nombre de
los intereses públicos, en la subasta, ¿cómo se va a ejercer? Ya sé que
no es usted el responsable, pero éste es un elemento más que se debe
tener presente en la subasta.

Respecto de la subasta, ¿por qué mecanismo se ha elegido a una
determinada firma: Salvan Brothers? ¿Cómo está el tema de renuncia de
derechos de suscripción preferente y cuál prevé usted que pueda ser la
recomposición de capital? Me estoy refiriendo a los inversores
importantes, como el fondo Corsair, señor Conde, etcétera, en la futura
ampliación de capital. ¿Cómo puede quedar y con qué garantías esta
recomposición del capital futuro para asegurar una dirección nueva y con
unos objetivos nuevos para Banesto?
El Subgobernador del Banco de España decía muy recientemente que los
beneficios de la Banca española en



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1993 han sido importantes, excepto en el caso de Banesto y de otro banco,
que, aunque ha tenido beneficios, menos de los esperados, habían sido
unos beneficios atípicos, no por venta de inmateriales, pero sí, sobre
todo, por el tema de los fondos de divisas, del gran negocio que se ha
hecho con las dos devaluaciones de la peseta, y advertía a los bancos que
1994 va a ser mucho más duro. ¿Qué opinión le merece esta situación, en
cuanto que puede incidir en el plan de reflotamiento y saneamiento de
Banesto?
Después, en cuanto al futuro, aunque es evidente que usted no puede ni
debe dar ninguna opinión en este sentido, pero sí que sería bueno que nos
diese un perfil desde su experiencia y desde su puesto de mando ahora en
Banesto de cuál sería, en su opinión, el mejor postor para la futura
compra de Banesto. Nuestro Grupo Parlamentario --y lo dijo en su día y lo
repite hoy de forma enfática-- apuesta claramente por la ampliación del
segmento público de banca en España y, por tanto, por Argentaria, como el
mejor destinatario de esta posible subasta, pero esto se resolverá en su
momento. Nosotros queremos señalar esta cuestión con el énfasis que se
merece.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular tiene la palabra la señor Rudi.




La señora RUDI UBEDA: Gracias, señor Presidente.

En primer lugar, saludar la presencia del señor Sáenz ante esta Comisión
especial de seguimiento del caso Banesto, que, por otra parte, era lógico
que fuera la primera tras la constitución de la misma.

Tras ello, señor Presidente de la Comisión, quería hacerle un comentario.

Yo entiendo que tenemos prisa o un horario marcado por la siguiente
comparecencia, pero yo le rogaría al señor Presidente que tenga en cuenta
que el señor Sáenz ha hecho una larga intervención de 40 minutos, hemos
tenido un documento previo para estudiar y que los grupos parlamentarios
fijemos nuestra posición y nuestras dudas en un plazo de diez minutos,
usted me conoce, señor Presidente, sabe que intento ser breve y concisa,
pero lo que sí le pediría es que no empecemos a condicionar ya el ritmo
de trabajo de esta Comisión. Creo que tenemos trabajo por delante, y
todos los Grupos estamos de acuerdo en ello, importante, y hay que
hacerlo sin pausa, pero también sin prisa.




El señor PRESIDENTE: Señora Rudi, la Presidencia --y usted es miembro de
la Mesa-- ha ordenado este debate conforme el acuerdo adoptado por
unanimidad entre todos, y además con una hora de comparecencia inclusive
adelantada normalmente para que el tiempo fuera máximo, pero ésta es la
regla de juego que nos hemos dado todos, usted misma también; lo que
ocurre es que ahora, en función de este tiempo, lógicamente esta
Presidencia tiene que administrarlo pidiendo concisión.

He de decir también que al señor Presidente de Banesto le están haciendo
muchísimas preguntas sobre muchísimas cuestiones, y muchas de ellas
tienen una respuesta documental rigurosa y otras son juicios de valor u
opinión que le piden al Presidente de Banesto que, lógicamente, puede
dar. Lo que sí les ruego es que las reglas de juego que todos nos hemos
dado, incluida usted misma, sean respetadas.




La señora RUDI UBEDA: Señor Presidente, tiene mi compromiso de respetar
las reglas del juego, pero usted tiene más experiencia parlamentaria que
yo y sabe que hay veces que los horarios imprevisiblemente se pueden
demorar. Pero no perdamos más tiempo en este preámbulo.

Señor Sáenz, yo creo que la responsabilidad del Partido Popular en todo
el proceso Banesto no se puede poner en tela de juicio. Hemos actuado
responsablemente precisamente para garantizar la solidez del sistema
financiero y el prestigio de dicho sistema en el exterior. Eso no es
contrario a que desde el Grupo Popular hayamos pedido una transparencia
total en el proceso tanto de intervención como en el posterior de
planteamiento del plan de saneamiento y del día después del 26 de marzo.

Por ello, en la constitución ante esta Comisión de seguimiento de
Banesto, que quizá nosotros hubiésemos querido que se hubiera celebrado
antes, ha habido acuerdos políticos a los cuales ha sido necesario llegar
y, por tanto, nos la han dilatado, pero lo que sí vamos a pretender en
todo nuestro trabajo es la absoluta transparencia, y por una cuestión muy
clara: el Parlamento es el controlador final del dinero del contribuyente
y en la crisis de Banesto y en el plan de saneamiento, al final, va a
haber participación del dinero del contribuyente. Por tanto, su presencia
aquí esta mañana, a petición de varios Grupos y entre ellos del Grupo
Popular, es en esta condición, no sé cómo definirlo, gestor
privado-gestor público, porque es una figura mixta; no es una definición
muy técnica, pero estoy segura de que usted entiende perfectamente,
porque Banesto es una entidad privada; usted está puesto ahí como
Presidente al frente de un equipo de gestión por parte del Banco de
España, que a su vez depende del Ministerio de Economía y, al final,
volvemos al principio de lo que yo le decía: el Parlamento es el que
controla.

Señor Sáenz, me va a perdonar, pero a lo largo de mi intervención voy a
intentar utilizar un lenguaje muy poco técnico. Sé que es difícil en
estas cuestiones, pero mi objetivo es que lo que hoy se diga aquí
trascienda de estas paredes, con la suficiente claridad, a la opinión
pública, que es la que está esperando con interés. Ha habido mucha
información en los medios de comunicación, pero creo que se va seguir
mucho más lo que se diga dentro de estas paredes, que, al fin y a la
postre, es donde se residencia la soberanía nacional.

Por ello, señor Sáenz, voy a hacer un seguimiento del documento inicial
que usted nos ha remitido planteando algunas cuestiones página por
página. Algunas, si ya se han hecho, intentaré saltármelas.

La primera cuestión, señor Sáenz, es en la página siete del documento; en
ella se habla de dos cuantificaciones, dos cifras que ya se han manejado
mucho: las necesidades provisionales fijadas por la inspección del Banco
de España en 503.000 millones de pesetas y las necesidades fijadas por
«Price Waterhouse» en 605.000 millones. Sabíamos que había áreas que no
fueron cubiertas por la



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inspección del Banco de España. Mi pregunta concreta, señor Sáenz, es la
siguiente: los 102.000 millones de diferencia que hay entre las dos
cifras, ¿tienen su origen en áreas que no habían sido cubiertas en la
diferencia de temporalidad o pueden tener un origen mixto? Le rogaría que
nos lo aclarara. Si son datos cuantitativos que no tiene en este momento
en su poder, señor Sáenz, tranquilamente esperaremos que nos lo remita
por escrito.

En la misma página siete se habla de provisiones adicionales para otras
posibles contingencias. Querríamos, si es posible, señor Sáenz, que se
nos explicitara un poco más a cuánto pueden llegar estas provisiones
adicionales y cuáles son las posibles contingencias.

Pasamos, a continuación, a la página diez del informe donde se habla de
los estados contables y, concretamente, del supuesto de elaboración de la
cuenta de resultados ajustada.

Señor Sáenz, mi pregunta es muy sencilla: ¿El Banco Español de Crédito no
tenía un soporte informático suficiente como para que se empezase a
trabajar con unos estados contables cerrados a 31 de diciembre de 1993?
¿No nos hubiera dado más seguridad que en lugar de trabajar, según dice
la firma auditora que pone una serie de cautelas, con unos estados
contables que son proyección; no nos hubiera dado más seguridad, para
llegar al final de nuestras cifras, el que el soporte contable sobre el
cual se basase el informe de «Price Waterhause», en lugar de haberse
hecho en enero, hubiera sido emitido en el mes de febrero y hubiera
estado basado en los estados contables, insisto, cerrados a 31 de marzo,
con todas las garantías que hubiera sido posible?
En esa misma página diez se habla concretamente de si se han considerado,
a los efectos de este cálculo, sobre la cuenta de resultados, los 500.000
millones de créditos dudosos adicionales a los ya contabilizados, de
acuerdo con los análisis de riesgos y demás. Estos 500.000 millones ¿se
han añadido además a las cifras ya fijadas por la inspección del Banco de
España?, es decir, aparte de la clasificación o del incremento de
créditos dudosos que hizo el Banco de España con respecto a los estados
contables de Banesto del año 1992 ¿se han sumado estos 500.000 millones o
estaban ya incluidos?
También querríamos preguntarle qué grado de cobertura está previsto para
estos 500.000 millones de créditos dudosos adicionales, utilizando la
terminología del propio plan de saneamiento.

La página catorce del plan, señor Sáenz --y esta pregunta ya se le ha
hecho --dice que el fondo de garantía de depósitos absorbería el
quebranto restante. Estamos hablando de los 285.000 millones, mediante la
compra de activos dañados.

Aquí tenemos dos preguntas, que pueden unirse, aunque voy a ir por partes
para que haya mayor claridad. Se habla de otra fórmula similar financiera
fiscalmente equivalente. Señor Sáenz, ¿cuál o cuáles pueden ser estas
fórmulas financiera y fiscalmente equivalentes? Le agradeceríamos que nos
lo concretase más.

Siguiendo con la compra de activos dañados de 700.000 millones, nos
gustaría conocer si ustedes ya saben cuál va a ser la composición
cualitativa de estos posibles activos dañados que compre el Fondo de
Garantía de Depósitos y nos gustaría también, señor Sáenz, conocer en
cuanto a estos activos, y he creído entender que su posible precio de
venta convenido con el Fondo de Garantía de Depósitos es de 700.000
millones, cuál es el valor contable tanto por el que lo tenían
contabilizado los anteriores gestores de Banesto como el valor contable
rectificado que el nuevo equipo gestor de Banesto le haya dado.

En la página 17, señor Sáenz, se dice: Los fondos propios quedarían
reducidos a 65.100 millones, con un saneamiento pendiente de 27.200. La
verdad, señor Sáenz, es una cifra pequeña comparada con el volumen de lo
que estamos hablando, pero de sus cuentas y de las mías me sale una
diferencia de 2.000 millones, que no sé si será error de mecanografía.

Mire usted, los fondos propios, según balance, como usted bien ha dicho,
son 359.000. La dotación que se va a hacer para cubrir lo que hemos
llamado, entre comillas, «el agujero», son 320.000, con lo cual la
diferencia de fondos propios nos quedaría en 39.900. Si a eso le sumamos
el saneamiento diferido, que el propio plan cifra en 27.200, llegamos a
la cifra de 61.100 millones, que insisto no me cuadra ni haciendo la
cuenta de esta manera ni haciéndola partiendo de los datos del balance y
todo lo demás. No sé, pero me imagino que tiene una lógica explicación.

En la página 18, señor Sáenz --y vamos adelantando, señor Presidente, no
se asuste--, se habla de la necesidad de la inclusión de una cláusula de
garantía por la que el Fondo de Garantía de Depósitos cubra los riesgos
derivados de posibles vicios ocultos, obligaciones no contabilizadas,
contingencias legales y contingencias fiscales. Debo de decirle, señor
Sáenz, que este párrafo, que seguramente es necesario, sin embargo da la
sensación (no quiero utilizar ninguna palabra, nada más lejos de mi
ánimo, que provoque inquietud a ningún miembro de la Comisión ni, por
supuesto, al exterior), como nos la da toda la lectura del plan, de que
no hay mucha seguridad en el conocimiento de la cifra final, y esto lo
uno yo a la reflexión que le hacía en un principio de si no hubiera sido
mejor sacrificar algo de rapidez en aras de basar las cifras del plan de
saneamiento en unos estados contables ya cerrados.

En la página 21, señor Sáenz, volvemos a hablar de la inyección de fondos
equivalentes a una cifra en torno a 700.000 millones. Se dice: Se están
realizando estudios para identificar los activos que equilibren esta
operación. Parte de mi pregunta se la he hecho con anterioridad; es
decir, en el supuesto de que se incluyeran 300.000 millones de
participaciones y 400.000 millones de créditos, nos gustaría conocer por
qué estas dos cifras, qué criterios se han seguido para fijar estas dos
cifras, además del componente cualitativo a que antes hacía referencia.

También querría preguntarle, señor Sáenz, en qué criterios se han basado
para fijar un margen del 8 por ciento para los fondos procedentes de
ventas de participaciones y de un 5,5 por ciento para los procedentes de
créditos, porque nosotros no entendemos más de lo que se está hablando,
que estos 700.000 millones son una inyección



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de efectivo a Banesto que le va a hacer el Fondo de Garantía de
Depósitos. ¿Por qué esos fondos luego van a tener una rentabilidad
distinta en función del origen de donde provienen? Quizá es que he
entendido mal el contenido, me supongo que es eso, pero, en fin, por si
acaso.

Lo que sí quiero decirle, señor Sáenz, es que la rentabilidad prevista
tampoco suma los 44.000 millones, porque el 8 por ciento sobre 300.000
son 24.000 y el 5,5 por ciento sobre 400.000 son 22.000, y todo ello suma
46.000 millones, no 44.000 millones. Con esto llego al final del
recorrido por las páginas del plan.

Como resumen de ello, vuelvo al principio, señor Presidente. Nos preocupa
que para cuantificar las cifras se parta de proyecciones de cuenta de
resultados y que la propia entidad auditora ponga de manifiesto las
limitaciones por ausencia de valoraciones sobre la corporación industrial
--la banca Totta, Unión y el Fénix, la sucursal de Bruselas y otros--.

Por tanto, ello nos lleva a pensar que pueda haber cierta fragilidad en
los soportes contables y la indeterminación de la cobertura que yo le
decía anteriormente.

Por último, señor Presidente y señor Sáenz, aunque en esta Comisión hemos
empezado a trabajar un poco por el final, condicionados por la fecha del
26 de marzo, desde todo los grupos, y desde el Grupo Popular, como no
podía ser menos, entendíamos que un documento que se va a presentar a
unos accionistas --parte de la sociedad civil-sociedad privada de este
país--, que va a tener participación pública, debíamos conocerlo el
Parlamento antes que fuera expuesto. Lógicamente, esta Comisión debería
haber empezado a estudiar por el principio, es decir, ver cuál era el
origen de la situación del 28 de diciembre y luego todo lo demás.

Nosotros no cerramos la puerta a que quizá en algún momento le volvamos a
llamar, señor Sáenz, y le agradeceremos que acuda con la misma prontitud
que ha acudido ahora para preguntarle su opinión acerca de la situación a
31 de diciembre cuando usted llega a Banesto.

En este momento vamos a adelantar ya alguna pregunta sobre esa cuestión.

Nos gustaría conocer, señor Sáenz...




El señor PRESIDENTE: Le ruego que termine, señora Rudi.




La señora RUDI UBEDA: Termino muy rápidamente, señor Presidente. Son
cinco o seis cuestiones, señor Presidente. Volumen de cartera. ¿Es
posible conocer los activos comprometidos en la adquisición de acciones
propias, la incidencia de estos aspectos en el saneamiento propuesto, la
participación en medios de comunicación y riesgos mantenidos por el banco
con esos medios, que se ha preguntado ya?
Se ha hablado en los medios de comunicación de la existencia de 300
sociedades instrumentales en Banesto. Querríamos conocer si hay algo de
cierto en ello. Querríamos conocer también, si es posible, aunque fuera
de manera muy somera, la evolución de la actividad del Banco desde enero
hasta la fecha, porque el plan de saneamiento, aunque lo tengamos ahora
la Cámara, lleva fecha de enero.

Ya se le ha preguntado por la visión de futuro de la entidad, señor
Sáenz. Nos gustaría también que usted nos diera su opinión; también su
opinión sobre la continuidad de los trabajadores y sobre si usted cree
que a los futuros adquirentes de esa ampliación de capital --de los
180.000 millones-- habría que exigirles algún tipo de garantía en cuanto
a la continuidad de funcionamiento del Banco en el futuro.

Otro de mis compañeros parlamentarios ha preguntado aquí sobre los
inmuebles del Banco y sobre qué criterios podría existir la posibilidad
de venderlos. Sí debemos decir que no sería un buen «negocio» --entre
comillas-- para el dinero de los contribuyentes que todo lo que se aporte
para sanear el Banco, al final, en una operación especulativa --no ahora,
sino en el futuro-- diera lugar a unos beneficios que no continuasen
inadvertidos en la gestión del banco.

Por último, señor Sáenz, ha habido algún compañero que ha hablado de la
posible continuidad del actual equipo de gobierno. Yo no me voy a
pronunciar sobre si es bueno o es malo, porque seguro que hay razones
para opinar una cosa y otra sobre que el actual equipo continúe. Sí
querría conocer su opinión a este respecto, teniendo en cuenta que es
algo que no depende de su voluntad, sino de la Junta General de
Accionistas que se celebrará el 26 de marzo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario socialista, tiene la
palabra el señor Martínez Noval.




El señor MARTINEZ NOVAL: Como es natural, me sumo a todos los saludos y a
todas las congratulaciones que el resto de portavoces de grupos
parlamentarios han manifestado en relación con la presencia del señor
Sáenz aquí, esta mañana, en su primera comparecencia ante esta Comisión.

Señor Sáenz, sin ninguna duda que las personas pueden tener en la vida
trayectorias, creo yo, erráticas, zigzagueantes o lineales y en función
de esas trayectorias uno puede juzgar sobre el destino. Su trayectoria,
permítame que se lo diga, señor Sáenz, parece ser lineal que conduce al
destino de ser salvador de bancos. Quiero decirle esto para reconocerle
esa trayectoria que parece haber determinado su destino porque, sin
ninguna duda, la salvación de bancos tiene una incidencia en la esfera
privada en la medida que repone patrimonios, repara cuentas de resultados
o quebrantos patrimoniales, pero también tiene una incidencia
fundamental, desde un punto de vista social, en la medida que en el
salvamento de un banco, no sólo es muy importante la recuperación o el
saneamiento de una institución, como la bancaria, en la que todos
reconocemos una importante función social, sino que también, y en este
momento es muy importante, hay en esa actividad y en ese destino un
importante sesgo en beneficio del empleo. En este caso estamos hablando
también de salvar miles de empleos. Por todo ello, señor Sáenz, yo quiero
también sumarme al reconocimiento de ese su destino como salvador de
bancos en nuestro país.

Dicho esto, señor Sáenz, voy directo a lo que es el contenido del plan de
saneamiento, que yo creo cumple los objetivos directos que se planteó en
su inicio el equipo



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gestor provisional a los que usted hacía referencia al comienzo de su
comparecencia. Yo creo que es un plan de saneamiento que tiene incidencia
en lo que son los tres vectores de intereses en este momento: el de los
accionistas (la jerarquía no la establezco por el orden de citación), el
de los depositantes y el de los empleados de la entidad; quizá debiera
cambiar el orden: el de los depositantes, el de los empleados y el de los
accionistas de la entidad. Tiene que dar respuesta equilibradamente a los
intereses de esos tres colectivos que han resultado afectados por la
situación a que el anterior equipo gestor llevó a la entidad y que fue
reparada con la intervención del Banco de España, el pasado 28 de
diciembre.

Pero el plan de saneamiento no sólo cumple esa función, esas tres
direcciones a las que me refería, sino que también cumple, yo creo, y
además lo han hecho ustedes diligentemente y con mucha rapidez, objetivos
mucho más generales de los que el Banco de España se planteó en el
momento de su intervención, que en su día fueron expuestos y discutidos
por parte de los portavoces de los grupos parlamentarios, con ocasión de
la comparecencia del señor Ministro de Economía y del señor Gobernador
del Banco de España.

Por tanto, dejado esto sentado en nombre de mi grupo, señor Presidente,
señor Sáenz, quiero hacerle algunas preguntas en relación, tanto con el
plan de saneamiento, como con otras circunstancias de la gestión de la
entidad bancaria que, sin ninguna duda, tienen reflejo en algunas cifras
del plan de saneamiento o son la causa originaria de algunos problemas
que se plantean en el plan de saneamiento.

En primer lugar, señor Sáenz, adelanto que en algunos casos coincido con
preguntas hechas por otros portavoces parlamentarios, ¿por qué 400
pesetas el valor nominal de la acción? El portavoz del Grupo Catalán
también le inquiría en este sentido.

En segundo lugar, señor Sáenz, y ésta es una pregunta que puede tildar
usted de demasiado genérica, ¿para usted las cifras del plan son las que
satisfacen plenamente los intereses de Banesto a que se refería al inicio
de su intervención o le hubieran satisfecho más otras cifras en el plan
de saneamiento? Hay también una pregunta que le acaba de hacer la
portavoz de otro grupo parlamentario y que yo tendría también interés en
conocer; se refiere a la evolución de los depósitos. Por supuesto, no
quiero causar con sus respuestas ningún daño a la entidad, esto iría en
dirección opuesta a los intereses unánimes de esta Comisión, sino en la
medida que usted, salvados los intereses de la entidad nos pueda informar
de cuál ha sido la evolución de los depósitos, particularmente en las
últimas semanas y en los últimos días. Esto satisfaría el interés de mi
grupo.

En tercer lugar, señor Sáenz, quiero preguntarle también por la
retribución del Consejo de Administración que ustedes sustituían el 28 de
diciembre. Quiero explicar por qué. Yo creo que hay actividades, en las
que para hacer una evaluación correcta de la responsabilidad, es
innecesaria la utilización de la relación entre la magnitud, la
importancia, y la relevancia de las cosas que uno es responsable y la
contraprestación que recibe por ello. Hay actividades en las que es
innecesaria o incluso incorrecta la utilización de esa relación; pero,
creo que, en este caso, señor Sáenz, podríamos hacernos todos una mejor
composición de lugar si contáramos con ese dato. Por supuesto, la
responsabilidad de la que estoy hablando no es una responsabilidad que se
pueda sustanciar en los tribunales, no. Me refiero --si se me permite la
pedantería-- a lo que se entiende por el concepto de ética de la
responsabilidad. Es sobre esa base, sobre ese concepto ético de la
responsabilidad sobre el que yo le hago la pregunta: ¿Qué retribuciones
percibía el Consejo de Administración por vías directas o indirectas; y
también si hay riesgos crediticios, estén provistos o no en este momento,
que se localicen en antiguos consejeros de la entidad?
En cuarto lugar, señor Sáenz, le quiero preguntar: ¿Qué opinión le merece
a usted --en definitiva, le estoy preguntando un juicio de valor, una
opinión personal-- la concentración de riesgos en medios de comunicación
de entidades financieras? ¿Cuál es su opinión al respecto? En relación
con esta opinión, señor Sáenz --y me sumo a lo manifestado por algunos
otros grupos parlamentarios--, ¿cuáles son exactamente las
participaciones y los riesgos crediticios, no sólo participantes, que en
este momento tiene Banesto en medios de comunicación? Y añado, señor
Sáenz: ¿Hay también riesgos crediticios, provistos o no, con personas
físicas relacionadas directa o indirectamente con medios de comunicación?
Señor Sáenz, además y algunos portavoces lo han manifestado, en adelanto
de lo que va a ocurrir, se va a llevar a cabo una subasta del Banco,
hecho ya bien conocido (probablemente, tengamos después ocasión de
discutir con el señor Gobernador aspectos de este acontecimiento), y, por
tanto, si se va a producir una subasta, entiende mi grupo que convendría
que esa subasta se produjera en las mejores condiciones de entorno --por
utilizar un eufemismo al uso--, de forma que la subasta no acabe
generando sombras de todo tipo sobre instituciones o personas. Por ello,
señor Sáenz, mi grupo tiene interés en que pueda precisarnos los
criterios que expliquen el nombramiento en representación de Banesto de
cuatro personas determinadas en el Consejo de Administración de una
cadena privada de televisión; qué criterio ha seguido el actual equipo
gestor para elegir esas cuatro personas, a las que ustedes han encargado
la responsabilidad en ese Consejo de Administración. En relación con esta
misma materia, señor Sáenz, ¿podría adelantarnos si puede existir algún
procedimiento que segregara de la subasta las participaciones en los
medios de comunicación?
En quinto lugar, señor Sáenz, yo también me quiero referir a la
autocartera; ha habido diversas manifestaciones de portavoces que tienen
este interés. En estos momentos, ¿puede usted precisarnos, cuantificarnos
qué autocartera existe en la entidad, en el convencimiento de que, en
estas circunstancias y en este momento, es usted la persona más capaz
para precisarnos cuál es, efectivamente, la cuantía de esa autocartera?
Asimismo, le pido una opinión y un juicio de valor: Avanzada la cifra que
usted cree que en estos momentos tiene el Banco en autocartera, ¿cree
usted que ésa es toda la que hay realmente en la entidad?



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Por último, señor Sáenz, mi grupo también tiene interés en que usted nos
informara --ahora sumariamente, después por escrito-- sobre las
operaciones que pudiéramos denominar atípicas de Banesto con sociedades
de la Corporación industrial y financiera. En este sentido, en relación
con esas operaciones atípicas, le pregunto: ¿Cree usted que en las
numerosas operaciones a que me refiero, hay indicios de perjuicio de la
entidad bancaria en beneficio de personas físicas o jurídicas ajenas a
dicha entidad?
Señor Presidente, éstas son todas las preguntas que mi grupo
parlamentario hace a señor Sáenz.




El señor PRESIDENTE: Señor Sáenz, tiene que contestar a muchas
cuestiones, he de decirle que haga lo que pueda, le concedería un límite
pero, ya sabe que tenemos fijada la comparecencia del señor Gobernador
del Banco de España a las doce de la mañana. (Un señor Diputado: ¡Que
espere!) No debe.

Hagamos lo posible por respetar los horarios porque además, como se ha
puesto de manifiesto por algún portavoz, es posible que se reitere la
comparecencia del Presidente de Banesto.

Señor Presidente, tiene la palabra.




El señor PRESIDENTE DE BANESTO (Sáenz Abad): Señorías, voy a intentar ser
muy breve, aunque tengo cuatro páginas de preguntas y va a ser muy
difícil poder contestar a todas. Voy a intentar, al menos, ser preciso.

Todas las preguntas, por una parte o por otra, han planteado una cierta y
absolutamente lógica confusión sobre la venta de activos al Fondo de
Garantía de Depósitos, los 700.000 millones, los 285.000, los 315.000, el
crédito blando, las ayudas; es decir, todo ese nudo gordiano. Es lógico
ese planteamiento porque es un tema bastante técnico y bastante
complicado y únicamente se puede entender si lo explico en cuanto al
devenir.

El Fondo de Garantía de Depósitos dice: yo asumo 285.000 millones de
pérdidas. Y ¿cómo se asumen pérdidas? De dos formas. O se da un talón por
las pérdidas y se dice: ahí tiene usted un talón por las pérdidas de
285.000 millones de pesetas o te compro activos dañados, en cuyas tripas
--perdón por la expresión-- lleven 260.000 millones de pesetas de
pérdidas. Si te los compro, y te los compro por un nominal equis --y
ahora voy a los 600.000 ó 700.000 millones de pesetas-- tú me pagas por
esos activos 600.000 millones y el Banco te devuelve --por ejemplo en
cuatro años-- la diferencia entre las pérdidas y el nominal, se ha
conseguido el mismo efecto. No sé si me estoy explicando o me estoy
liando todavía más. Es decir, si el Banco vende al Fondo de Garantía
600.000 millones de pesetas de activos dañados, que tienen en sus tripas
285.000 millones de pérdidas y el Banco cobra por ellos 600.000 millones,
evidentemente, esa inyección de liquidez, automáticamente, le implica una
mejora de cuenta de resultados al Banco, que es lo que se pretende
demostrar. Como el Fondo adelanta y compra 600.000 millones y únicamente
tiene que asumir una pérdida de 285.000 millones, significa que la
diferencia se la tienen que devolver, se la tienen que repagar. ¿Esto qué
implica? En el fondo esto es un crédito que está dando el Fondo al Banco.

En la medida que este crédito no tenga interés es un crédito blando.

Así se concibió inicialmente la operación. Que el Fondo de Garantía de
Depósitos comprara al Banco 600.000 millones de pesetas en activos, que
implicasen 285.000 millones de pérdidas y que el Banco devolviera la
diferencia (315.000 millones, que es la diferencia entre 600 y 285; si
fijamos la cifra en 700.000, en vez de 315.000 serían 415.000; pero la
cifra me da igual); es decir, los 315.000 millones en un período de
cuatro años y que implícitamente es un crédito blando.

Esto tenía una serie de problemas y el Fondo de Garantía objetó,
lógicamente, una serie de cosas. Por ejemplo, que el hecho de comprar
600.000 o, en su caso, 700.000 millones de activos, implicaba gestionar
600.000 ó 700.000 millones de activos, pero estos activos hay que
trabajarlos, son créditos que hay que recuperar, son participaciones en
empresas que hay que gestionar, son empresas vivas que siguen pidiendo
créditos, a las que hay que atender y el Fondo de Garantía no es un banco
para atender la problemática. Conclusión y planteamiento del Fondo:
siendo el concepto muy bueno, yo no puedo comprar 600.000 ó 700.000
millones de pesetas de activos --crediticios ni de participación-- porque
me obligo a montar un dispositivo de gestión tremendamente pesado.

Voy contando la historia tal y como se ha ido generando. Segunda etapa.

Se dice: que Banesto aporte los equipos de gestión. Evidentemente aportar
unos equipos de gestión cuando no se tiene la responsabilidad económica
del final de la operación, no es práctico. Yo puedo aportar equipos de
gestión para gestionar algo que es del Fondo, pero si no me juego nada en
esa gestión --ni beneficio ni pérdida-- no la haré bien. Eso es obvio. El
Fondo dice: ¡hombre!, me parece muy bien que tú gestiones, pero no me fío
de que la calidad de tu gestión sea adecuada. Entonces se añade un
elemento más y es que la diferencia de esa gestión, en más o en menos,
repercuta a Banesto. Pero, automáticamente, se levanta una bandera y se
dice: ¿qué pasa, si la gestión de Banesto es tan mala que en vez de
recuperar la diferencia entre 600.000 y 285.000, no recupera tanto y la
pérdida real para el Fondo no es de 285.000 millones, sino de 300.000 o
los que sean? El Fondo ha asumido unas pérdidas y no quiere tener el
riesgo de encontrarse dentro de cuatro años con que la factura es
distinta. Conclusión: no vale tampoco la fórmula de a beneficios y a
pérdidas, porque sería asimétrica, únicamente iría Banesto a pérdidas y
no a beneficios.

En el acorralamiento normal de ante una situación de este tipo se ha
llegado a una fórmula que es la que no se deriva bien de este tema, que
es la equivalencia final; es decir, ¿esto a qué equivale? Dicho de forma
muy directa, equivale a dos talones. Uno, por valor de 285.000 millones
de pesetas, que es la asunción de pérdidas y, otro, que es, en
definitiva, el equivalente financiero al crédito blando implícito en el
movimiento de compra y venta de activos. ¿Cuánto es eso? Los 40.500
millones que he puesto yo en la diapositiva que decía «apoyos», que en
definitiva es que



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si a mí me dan un crédito de 315.000 millones, que tengo que devolver en
cuatro años, al cero por ciento, el valor actualizado de ese crédito en
términos financieros (evidentemente es discutible si lo autorizo al 7, al
7,5 o al 8, ahí entramos en otro tipo de problemática) se puede cifrar y
se cifra en 40.000 millones. Ese es el resumen final de toda esta
historia. Por tanto olvidémonos de la compra de activos, no pasan al
Fondo activos crediticios ni de cartera de valores, aunque la propuesta
nuestra inicialmente fue ésa.

Segundo, había un tema fiscal implícito en todo esto, que tampoco estaba
muy claro al principio. Tampoco se sabía si en el hecho de venta y compra
había siempre, implícitamente, que todo estos fiscalmente no tuviese
ningún gravamen, porque en el plan estaba previsto así, no había ninguna
fiscalidad, pero, claro, si hago un talón de 285.000 millones de pesetas
y hay que aplicarle un 35 por ciento de Impuesto de Sociedades, ya no son
285.000 millones. Habría que buscar fórmulas que cubrieran, digamos, la
neutralidad fiscal de la operación y eso tampoco es fácil. Al final, por
sucesivas decantaciones y filtraciones hemos llegado a que la fórmula más
probable en que se instrumente esta operativa; o sea, repito, un talón de
285.000 millones de pesetas, por parte del Fondo de Garantía de Depósitos
para la absorción de pérdidas y, digamos, el equivalente financiero al
crédito blando implícito en el flujo de compras y ventas de activos, por
40.000 millones aproximadamente. Aunque hay unas consultas pendientes de
hacer al Ministerio de Hacienda, creemos que esto parece ser que no tiene
ningún problema fiscal. Este es el final del tema, lo que ocurre, repito,
es que cuando se redactó el documento y se planteó el tema del Banco de
España todavía estábamos en la fase de tráfico, y por eso también aparece
en algunos sitios esa fórmula un poco cabalística de fórmula equivalente
que financieramente y fiscalmente... Parece una cosa rara; pero ésta es
la razón y la explicación del tema. Hay otras preguntas que dicen: ¿los
605.000 están aceptados? ¿Es exacta? ¿Es confortable? ¿Qué diferencia hay
con la del Banco de España? Voy a poner una transparencia en la que esto
queda perfectamente identificado. (Se proyecta la transparencia que
entrega el señor Sáenz.) Lo he dicho antes. El Banco de España realiza
una inspección al 30 de junio y define en esa inspección, porque está
recogido en el acta de la nueva evaluación provisional, que hay una serie
de áreas, una serie de zonas donde todavía no ha podido investigar a
fondo y donde se trata de unas primeras evaluaciones provisionales.

Cuando nosotros asumimos la responsabilidad de la gestión de Banesto, el
día 29 de diciembre, hacemos un acuerdo con la inspección del Banco de
España y con la auditoría, en el sentido siguiente: Lo que está cubierto
démoslo por bueno básicamente, no vamos a empezar a mirar documento por
documento, démosle una pasada genérica, básica, de comprobación y
concentremos nuestros esfuerzos, que son limitados por otra parte, a
aquellas áreas en las que Banesto de España no ha tenido tiempo o no ha
tenido calidad de información o cooperación desde la sociedad suficiente
como para poder desentrañar bien y sacar una foto en todo este tema, por
ejemplo, de pensiones, quiero recordar que había unos compromisos de
pensiones con el personal que se reincorporó del Banco de Madrid que no
estaban computados, y eran 1.000 personas; el personal de dirección
tampoco estaba metido en el Fondo de Pensiones; no estaban hechas las
actualizaciones con las tablas adecuadas de mortalidad, etcétera,
etcétera. De ahí se derivaban algunas diferencias.

Primer elemento, insistir en las zonas no cubiertas; y, segundo elemento,
desfase temporal; una cosa es el 30 de junio y otra cosa es el 31 de
diciembre, sobre todo en una coyuntura de deterioro permanente, afectando
bastante no solamente a la cartera de créditos sino a la corporación. En
créditos, por ejemplo, si SS. SS. recuerdan el acta del Banco de España,
el Banco de España dice expresamente que no ha podido investigar los
créditos menores de 250 millones de pesetas; únicamente ha estudiado los
créditos mayores de 250 millones. Nosotros hemos estudiado los créditos
de menos de 250 millones, hemos metido equipos de trabajo y de ahí salen,
por ejemplo, gran parte de las diferencias de evaluación. Entonces
realmente es cierto que el Banco de España, en su fotografía, al 30 de
junio, dice que el desfase es 503.000, y es cierto que nosotros decimos
605.000. Están perfectamente identificados los porqués. Digamos que esto
es una foto de dónde están las diferencias. Tengo mucha documentación y
podía incluso entrar en los criterios de dónde salen los 35.000 millones,
cuánto de créditos de 250 a 100 millones, cuánto de créditos más
pequeños, qué criterios se han empleado para la valoración de los
créditos de un tipo, cuál para la valoración de otros, etcétera. Esto
está a su disposición; no hay ningún problema. Lo mismo digo para
cualquier otro elemento.

En contestación a si está la actual dirección de Banesto razonablemente
confortable y si acepta la razonabilidad de estas cifras, sí, las acepta,
dentro de que son situaciones elásticas, es decir, no hay nadie en el
mundo capaz de poder hacer una foto exacta de cuál es la situación
patrimonial de nada, porque depende de momentos y depende de
valoraciones, que en algunos aspectos son objetivos pero en otros son
puramente convencionales, pero creemos que razonablemente esto está bien
recogido.

Había una pregunta que me ha venido a la cabeza en relación con esto, que
ahora se me ha ido, que tenía que ver con los 650.000. ¡Ah sí! Las
contingencias. Entonces, si ustedes están conformes con los 650.000
millones, por qué ponen una cláusula de contingencias; parece que la
señora Rudi preguntaba por qué no han esperado más tiempo para investigar
más. Bueno, esto, como todo, es un compromiso. Yo desde luego opino que
llegado a un punto de una investigación patrimonial el rendimiento
marginal es tremendamente decreciente, es decir, emplear otro mes más
para investigar otra cosa más da un valor añadido muy pequeño.

Probablemente, nos seguiremos enterando de más cosas dentro de dos años.

En la entidad financiera a la que se ha hecho referencia antes, que yo
tuve oportunidad de dirigir durante unos cuantos años en una situación
parecida, efectivamente salen cosas, como es normal; no digo que salgan,
que te enteras de..., que no es lo mismo. O sea, no hay más que ver en el
balance de una entidad financiera,



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los billones de pesetas que ves en ese balance, lógicamente, es imposible
aprehenderlo en un mes, ni en dos meses, en un año, ni en dos años.

No obstante, de cara sobre todo a dar garantías a un futuro adquirente,
ha sido tradicional por parte del Fondo de Garantías de Depósitos (lo
cual no significa que sea éste el caso ni que se vaya a hacer aquí porque
es una decisión que tiene que tomar el Fondo de Garantía en su momento y
que yo no sé cuál va a ser la decisión), es normal --digo-- que, por
parte de la entidad, por un lado, y por parte de los usuarios de los
bienes, por otro, se siga y ¿qué pasa si nos encontramos que dentro de
ocho meses ocurre no sé qué?
Por ejemplo, en un banco es muy tradicional que se hable siempre del
«aval de cajón». ¿Qué es el «aval de cajón»? La garantía prestada por el
banco y no contabilizada; o sea, un apoderado con poder suficiente, que
hay muchos en las entidades financieras, ha podido prestar garantía a un
tercero sobre un documento de importes elevadísimos, y esa garantía
aparece cuando vence la operación principal. ¿Qué ocurre si esto pasa? Es
una pregunta teórica, porque no hay ningún indicio para pensar que suceda
esto en Banesto; pero, a nivel de método y a nivel de responsables de un
futuro adquirente, se puede plantear. Entonces, de ahí ha venido el hecho
de que se sugiera la necesidad de al menos discutir la posibilidad de
introducir algunas cláusulas de garantía, que, además, han funcionado en
otros casos de crisis bancarias en España hace diez años, garantizando el
Fondo de Garantía de Depósitos al adquirente cualquier obligación fiscal
anterior al período de su entrada, es decir, un acta de inspección sobre
el año 1991-92, que se levanta y que tiene un determinado contenido
económico. Bueno, eso es una cláusula de garantía fiscal.

¿Una cláusula de garantía legal? Cualquier procedimiento que se inicie
después de la entrada del adquirente, no antes porque en este momento, el
banco, como todos los bancos, tiene un inventario de procedimientos en
curso, que se pueden estudiar y se pueden evaluar y se pueden
inventariar, y, como todo en la vida, se puede evaluar cuál es su impacto
probabilístico en la cuenta de resultados. Pero hay cosas que no están
inventariadas, porque son disposiciones que no se han iniciado y no se
sabe si se van a iniciar, porque se derivan de juicios que clientes o que
terceros pueden realizar sobre todas las áreas del banco. ¿Qué ocurre si
hay un procedimiento que se inicia dentro de siete meses y se encontrara
Banesto con tropecientos mil millones de pesetas? ¿Qué le pasa al
adquirente? ¿Tiene algún mecanismo para poder reclamar una compensación a
esto? Esa es la cláusula de garantía.

En tercer lugar, como decía antes, obligaciones no contabilizadas, es
decir, «avales de cajón», o cosas que no están reflejadas en la
contabilidad.

El Fondo de Garantía de Depósitos tiene que decidir en este punto. Lo que
pone el procesamiento es una petición y está formulado así. Se debería
conceder la posible inclusión de garantías sobre obligaciones financieras
no contabilizadas, sobre contingencias legales y sobre contingencias
fiscales, decisión que tiene que tomar el Fondo en su momento. Ese es el
sentido de estas cláusulas de garantías.

Me parece que también se me ha preguntado, aparte del número de oficinas,
que son 2.500 --y no sé de memoria el dato de cuántas son urbanas y
cuántas rurales, lo siento--, sobre qué garantías hay de que la banca
privada vaya a aportar los 142.000 millones de pesetas que le
corresponden en el saneamiento. La gestora del Fondo de Garantía de
Depósitos --como supongo que el Gobernador informará posteriormente-- ha
tomado ya el acuerdo de aportar este dinero al saneamiento de Banesto y
se aporta por la vía de las cuotas. Como saben ustedes la banca privada
está aportando desde el año pasado el 1,5 por mil de sus depósitos al
Fondo de Garantía de Depósitos, anteriormente aportaba el 2,5 por mil y
ahora se establece una cuota del nivel del 2 por mil de los depósitos que
es lo que, de alguna forma --el acuerdo más los fondos-- garantiza que
efectivamente está disponible este dinero para poder contribuir a
saneamiento de Banesto.

Por tanto, en cuanto a la seguridad de las cifras, de los compromisos y a
la garantía de los compromisos y de los apoyos, entiendo que están
suficientemente garantizados, en la medida que los correspondientes
órganos que tienen que tomar las decisiones ya las han tomado y han
expresado al Banco de España, en su caso, la decisión asumida.

Me parece que también se me ha preguntado si el plan de saneamiento
incluye el efecto de los primeros meses del año. Sí. De hecho, en el plan
de saneamiento se prevé (en las proyecciones financieras que son un poco
farragosas y que aparecen al final y que hay dos grupos) que la entrada
de fondos en un caso sea en el mes de abril y, en otro, en el mes de
junio, lo cual significa, precisamente, que hicimos dos escenarios. Un
escenario más rápido de celebración de Junta General y entrada de fondos
tanto procedentes de las ayudas como de la ampliación de capital; y un
segundo escenario, más dilatado, que llevaría a que los fondos entrasen
en el mes de junio. Por tanto, en esas proyecciones lo que realmente está
considerado es que el plan de saneamiento empezase A), en el mes de
abril, o B), en el mes de junio. Realmente vamos a ir al primer
escenario, al escenario más corto, pero, de hecho está recogido. Por
tanto, estados contables a 31 de diciembre pero proyecciones sobre la
base de que todo el saneamiento comienza en abril o en junio, en su caso.

Así está la cuestión.

También se me ha pedido una opinión --que es muy compleja de emitir--
sobre si era conocida la situación del Banco Español de Crédito por el
resto de la banca. La verdad es que, como todo en la vida, sí y no.

Evidentemente, no desde el punto de vista patrimonial, no desde el punto
de vista --digámoslo así-- de la foto precisa de cuál podía ser su
desfase. Sin embargo, creo que era conocido, por lo menos intuido o al
menos, de alguna forma, percibido por el mercado, que la entidad estaba
pasando momentos de dificultad. De hecho fue más o menos público el
«pressing» a que fue sometido por el Banco de España en el cierre del año
1992, y fueron también públicos los planteamientos hechos por J. P.

Morgan que siendo de apoyo también, de alguna forma, fueron clara y
explícitamente de decir: apostamos por el Banesto del futuro sobre la
base de



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sacrificios en el presente, lo cual implica que, efectivamente, había que
superar una situación de cierta dificultad, a corto plazo. Esto era
conocido, aunque no con la exactitud y la precisión que se tienen ahora,
porque eso es imposible. En ese aspecto, creo que está fuera de toda duda
la oportunidad de que se interviniera el Banco a finales del mes de
diciembre.

También se me ha preguntado si los 285.000 millones de pesetas que cubre
el Fondo de Garantía de Depósitos son a devolver. No son a devolver, son
a fondo perdido; en cambio, los 180.000 millones de pesetas son a
devolver, en el sentido de que son los que salen a subasta y los que,
evidentemente, se reponen por el futuro adquirente. Creo que todo el tema
de 315.000 millones sin interés, a cuatro años está suficientemente
explicado.

Se me han preguntado dos cosas que me parecen interesantes y que son cómo
se ha llegado a las 400 pesetas por acción y por qué no a una peseta, a
cero pesetas o a 200 pesetas. Esto, evidente, es una síntesis. Aquí no
hay --digámoslo así-- una respuesta absolutamente directa y clara,
porque, como todos los elementos de valoración, esto es una síntesis de
conceptos. Y ¿cuáles son los elementos que se han tomado en consideración
para llegar a este precio? Se han tomado en consideración varios
conceptos. El primer concepto es un concepto patrimonialista. Aunque es
cierto que el valor patrimonial de Banesto es de menos doscientos y pico
mil millones, en una situación de fotografía estática, también es verdad
que lo que los americanos llaman el «on going business», es decir, el
negocio en funcionamiento, tiene un valor, y en Banesto hay dos cosas a
las cuales se puede incluso poner un precio, sin contar el «goodwill»,
que podríamos valorarlo.

Por una parte, hay unas plusvalías de inmuebles, inmuebles que no son
realizables porque forman parte de la actividad bancaria normal,
inmuebles de oficinas, pero se estima que Banesto tiene unas plusvalías
de inmuebles del orden de los 70.000 millones de pesetas, que son 50.000
netas, libres de impuestos. Hay un valor que evidentemente no cubre la
quiebra técnica. Por otra parte, hay un crédito fiscal importante en
negocio en marcha; en negocio parado no, porque un negocio parado no
produce aprovechamiento fiscal. En tercer lugar, hay un goodwill, algo
que también tiene valor como negocio en marcha y que no tiene valor
alguno como negocio en liquidación.

No cabe duda de que, desde el punto de vista patrimonial, podríamos decir
que hay elementos que podrían indicar que esos menos doscientos y pico
mil millones de pesetas de quiebra técnica, como lo hemos calificado,
podrían contrapesarse con algunos elementos positivos desde el punto de
vista patrimonial. Es un primer elemento. Lo dejo ahí. Tampoco es
definitivo porque, repito, no tengo un argumento redondo absolutamente
inapelable, no existe, pero son componentes de una decisión.

Hay un segundo elemento, importante también: el Banco tiene en este
momento casi 300.000 accionistas, que son obviamente clientes del Banco,
y todos entendíamos que hacerle daño al accionista era hacer daño al
Banco, es decir, era romper nuestras propias ventanas. El negocio
bancario es un negocio de confianza, que se basa en unos parámetros
tremendamente cualitativos. El hecho de pegar al accionista un palo
excesivamente gordo, que técnicamente podría estar justificado en algunas
aproximaciones, entendíamos que no era bueno desde el punto de vista del
mantenimiento del negocio, del futuro de la entidad y de no hacer
innecesariamente un excesivo daño al Banco, dentro de que había que
marcar claramente al accionista que se le penalizaba.

Tercera idea. Al accionista se le ha reducido su patrimonio en un 90 por
ciento. Hay una especie de falso concepto de la operación acordeón. La
operación acordeón no ha sido de 700 a 400; ha sido de 350.000 millones
de pesetas a 60.000. El accionista tenía como contrapartida del valor de
sus acciones, en el momento A, 350.000 millones y ha reducido su valor a
60.000. Lo que el accionista ha sufrido realmente ha sido una pérdida del
90 por ciento de su valor patrimonial. Entendíamos que ése era otro
elemento a tomar en consideración. Por último, y por qué no decirlo,
porque había presente una Junta General que tenía que ser votada por los
propios accionistas, a los cuales se les aplicaba la ley de la reducción.

Consideraciones patrimoniales; consideraciones de clientela, por tanto de
daño a la entidad; consideraciones de que la pérdida del accionista había
sido muy importante, y consideraciones de Junta General, todo esto al
final llevó a una síntesis. ¿Por qué salió 400? Salió 400 no de forma
aritmética ni técnica, sino como valoración de todos los elementos en
juego.

Autocartera. Hay la que hay y la que hay es muy pequeña, el 3 y pico por
ciento nada más. Nosotros hemos estudiado la autocartera a fondo y ahora,
que es el momento de la verdad, cuando estamos recogiendo delegaciones,
es cuando se ve realmente dónde están las acciones, quién delega las
acciones y quiénes son los titulares de las acciones, estamos viendo, en
los recuentos sucesivos que estamos haciendo de las acciones para pedir
delegaciones, que no hay autocartera desde el punto de vista sensible.

Cuando digo sensible, me refiero a que un 3 y pico, que es la que tiene
el Banco, no es autocartera para lo que estamos hablando; no es una
autocartera relevante, sino técnica. Si me pregunta si tengo indicios de
que haya autocartera, tengo que responder que no los tengo. Si los
tuviera, me estarían saliendo ahora que estoy haciendo los recuentos
correspondientes de las acciones, mandando las tarjetas al extranjero.

¿Cuánta cartera hay en el extranjero? Pues, un 10 por ciento del capital.

Suponiendo que haya sitios donde se pueda esconder autocartera --y conste
que estoy haciendo una hipótesis absolutamente ligera y frívola--, como
mucho, podría ser en esa zona, que sabemos que no hay porque conocemos,
en parte, quién está detrás de ese 10 por ciento. Realmente, no hay sitio
para la autocartera. No solamente no la hemos visto, sino que creemos que
no la hay. Y creemos que no la hay porque hemos visto que no hay sitio
para que la haya. Tenemos todas las acciones básicamente bien censadas y
bastante bien controladas.

Aquí se ha suscitado un tema, que es el de los créditos a empleados y
créditos a clientes. Para los créditos a clientes hemos dado una solución
--por llamarse de alguna



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forma--; hemos hecho una propuesta crediticia a los clientes dándoles
cuatro opciones, a diferentes plazos y tipos de interés, concretamente,
al 5, al 6 y al 7 por ciento, a un año, a dos, a tres y a cuatro años,
sin ningún tipo de quita ni de nada. Lo único que hemos hecho ha sido
darles facilidades para la digestión de la obligación de repago al Banco
de los créditos. En cuanto a los empleados, todavía no les hemos hecho
ningún planteamiento, es un tema que está pendiente de decidir.

Siguiendo con los empleados, me ha preguntado el señor Espasa que si
estamos haciendo un protocolo con los sindicatos. Es cierto. Yo he
prometido a los sindicatos que, en el marco de un plan de saneamiento,
aceptaba la redacción y la firma de un protocolo de intenciones, un
protocolo básico, en el cual se aceptase por parte de Banesto que
cualquier tipo de ajustes de plantilla se realizaría siempre de forma no
traumática y sin utilizar expedientes de regulación de empleo o fórmulas
de ese tipo, y que cualquier cosa que se hiciera se haría bajo fórmulas
voluntarias pactadas y por negociación individual, caso por caso, lo que
llamamos vulgarmente bajas incentivadas, prejubilaciones, fórmulas de
estas características.

En cuanto a medios de comunicación, no tengo ningún inconveniente en
hacer público participaciones y créditos. Lo que no sé es si es oportuno.

No sé si me protege el secreto bancario, pero tampoco quiero refugiarme
en él. La prudencia y las reglas bancarias marcan, como yo creo que saben
SS. SS., no dar información específica de ninguna relación con cliente
concreto, con nombre y apellido. Desde ese punto de vista, yo les pediría
a SS. SS. el que me releven de la obligación de responder individualmente
a cuáles son nuestras posiciones crediticias, porque las accionariales
más o menos son públicas, en los medios de comunicación. Si se puede
hacer privadamente, lo preferiría.

Ha habido una serie de preguntas relacionadas con la auditoría, con los
estados financieros al 31 de diciembre, si son buenos, etcétera. Hay una
cosa que he querido explicar un poco al principio. Los estados
financieros de Banesto, al 31 de diciembre de 1993, son buenos, desde el
punto de vista contable, pero adolecen, lógicamente, de un defecto
fundamental, que es que la clasificación de los activos no responde a los
criterios establecidos por las circulares del Banco de España. Como
consecuencia, de estos balances no se pueden derivar unas cuentas de
resultados fiables. Creo que antes he explicado por qué. Porque los
activos dañados, si están clasificados como buenos, como están,
automáticamente devengan intereses y generan un artificio de cuenta de
resultados. Por ello, no podemos tomar los estados financieros de Banesto
al 31 de diciembre como estaban hechos, a los dos días de haber tomado
nosotros la dirección del Banco, como estados financieros buenos y, por
eso, lo que hemos tenido que hacer ha sido unos estados ajustados. ¿Y qué
es el ajuste de los estados financieros? Simplemente decir: de este
balance que tiene el Banco, vamos a coger concepto por concepto y vamos a
reclasificarlo, en el sentido de si es un concepto bueno, si es dañado,
si hay que provisionarlo, cuánto hay que provisionarlo, y, derivado de
ahí, qué parte genera intereses y qué parte se puede incorporar a la
cuenta de resultados. Ese es el ajuste que hemos hecho y que vamos a
presentar en la Junta General.

Desde ese punto de vista, no es que los estados financieros no sean
fiables, es que la base de clasificación no era fiable. El hecho de que
nosotros arranquemos de un balance y de una cuenta de resultados que, de
alguna forma, la hemos tenido que rehacer nosotros y que no es la que
podía ser automática en Banesto, es bastante obvio: es consecuencia de
esta situación.

Se me ha preguntado sobre el derecho de tanteo. En el calendario que
tengo es que se va a ejercitar, por lo menos está previsto que se realice
el derecho de tanteo por parte del Estado, entiendo que no es por parte
del Banco de España.

Se me ha hecho algún comentario sobre que Price Waterhouse no se definía
sobre algunos temas de la Corporación. Este es un problema de competencia
de auditoría. Price no es auditor de la Corporación. La Corporación la
audita Arthur Andersen. La Corporación es un tema difícil de auditar,
porque hay que auditar a veces las nietas; las hijas; y, después, las
madres. La Corporación es la madre; la madre tiene hijas; las hijas
tienen nietas; y las nietas tienen biznietas. Hay que ir consolidando de
abajo arriba desde las sociedades e ir construyendo a nivel de una hija;
las hijas a nivel de la madre; y así sucesivamente. La Corporación tiene
una labor de auditoría muy pesada, muy larga, que no era compatible con
lo que nosotros perseguíamos en cuanto a rapidez. Pero tenemos una foto
razonablemente buena de la situación. A pesar de que el balance
consolidado no lo tenemos y no lo hemos aportado a la Junta General,
entendemos que no son relevantes las diferencias que puede haber. Esta es
la razón por al cual Price hace estas salvedades en relación con empresas
de la Corporación, porque él no puede responder a esa auditoría dado que
él no la hace y que, a su vez, él es tributario de los auditores de la
Corporación, que son de Arthur Andersen.

Luego contestaré a unas cuestiones que coinciden.

Se me ha preguntado también cuál ha sido la evolución de los depósitos.

Creo que ha sido --lo digo sin ninguna falsa modestia--
extraordinariamente positiva. En una situación de este tipo lo normal es
que la pérdida de depósitos sea impresionante. Nosotros hemos perdido, en
términos desestacionalizados (que es como hay que verlo, porque, como
saben ustedes, en el mes de enero de 1990 se produce una caída estacional
normal de depósitos en la banca, después de una subida muy fuerte a
finales de año, en el mes de diciembre), 357.000 millones de pesetas de
depósitos. Lo cual significa que, en términos netos --porque estos son
términos brutos--, ahí hay muchísimo hot money, dinero caliente, de punta
de tesorería de empresas, de colocaciones importantes de grandes
corporaciones extranjeras en el extranjero, que normalmente lo retiran
rápidamente, etcétera, con lo cual el impacto en lo que yo llamo la
clientela de verdad, la clientela típica de Banesto, ha sido muy pequeña.

De hecho, estamos ya recuperando depósitos. El mes de marzo esperamos
--insisto en la palabra esperamos, porque es una previsión y, en cierto
modo, una intención-- crecer los depósitos entre 30 y 40.000



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millones de pesetas sobre la cifra de finales de febrero, lo cual
significa que el Banco, de alguna manera, está entrando a retomar un
cierto pulso de actividad comercial.

En cuanto a la retribución al Consejo, creo que la tengo aquí. El Consejo
de Administración, incluidos salarios de consejeros, que aparte de
consejeros eran ejecutivos, retribuciones de comisión ejecutiva, dietas
de asistencia a comisión ejecutiva, y retribución de Consejo, fueron: el
año 1991, en total, 1.306 millones de pesetas; el año 1992, 1.025
millones de pesetas, y el año 1993, 730 millones de pesetas. Los del año
1991 y 1992 están consignados en las correspondientes memorias que, como
se sabe, en este momento es preceptivo utilizar; no los de 1993, porque
no hay memoria hecha en ese año. Estas son las cifras que puedo dar.

Opinión sobre concentración de riesgos en medios de comunicación.

Evidentemente, mi opinión es negativa. Yo entiendo --es una opinión y,
por tanto, tiene el valor que tiene, que no es demasiado-- que el negocio
bancario es fundamentalmente de riesgo, en donde lo importante es tener
permanentemente valorado, evaluado y de aversión al riesgo, eliminado el
riesgo. Por tanto, concentraciones en cualquier tipo de empresa, de
comunicación o no, no son deseables. En medios de comunicación
probablemente le da al tema un grado de riesgo o de complejidad
adicional. Por tanto, es una mala práctica. Si tuviéramos que hacer un
código de buenas prácticas bancarias, diríamos que no estaría
precisamente en el código de buenas prácticas bancarias, sino más bien en
el código de no buenas prácticas bancarias, la concentración o
simplemente la exposición excesiva en negocios de medios de comunicación.

La política de Banesto sobre este particular es reducir al máximo y lo
más rápidamente posible esa posición, tanto accionarial como crediticia,
en la medida en que se pueda y no creando situaciones límite a la
sociedades, como a cualquier otra, dentro de una prudencia bancaria.

Los criterios por los cuales se ha establecido el cambio en el consejo de
Antena 3 han sido los siguientes: En primer lugar, porque en otros
consejos no se han hecho los cambios. En éste se han hecho, porque hemos
tenido una petición insistente, por parte de la propia sociedad, de que
no podía continuar sin sustituir a sus administradores. En el caso de
Banesto era obligado sustituirlos por las personas que ocupaban estos
cargos de administrador. Hemos hecho un planteamiento en el que hemos
pretendido ser bastante técnicos, en el sentido siguiente. Hay tres
personas en Banesto que, por sus competencias específicas dentro del
Banco, antes y ahora --no ahora, sí y antes, no-- eran precisamente las
de supervisar, de una forma o de otra, la actividad de Antena 3. Una
persona es el director regional de Madrid, territorio en el cual está la
empresa; otra persona es la responsable de riesgos especiales --era y
sigue siendo--, que tenía como competencia los riesgos de grandes
compañías, entre ellas Antena 3, y la tercera es la responsable de todas
las empresas --de mi equipo nuevo, por decirlo así-- corporativas,
grandes empresas y riesgos con la Corporación. Por tanto, son personas
que por su capacidad, por su responsabilidad y por su función en Banesto,
eran las más lógicas. Luego, hay una persona independiente, sobre la cual
se nos dio información sobre su competencia, disponibilidad y capacidad
de aportación de criterios a la sociedad. Esos han sido los criterios que
se han empleado.

No sé si he contestado a las preguntas más importantes, pero se me ha
acabado el tiempo.




El señor PRESIDENTE: Sé que hay mucho interés, pero existe la
posibilidad, que ha señalado la portavoz del Grupo Popular, de que si aún
quedan cuestiones importantes pendientes vuelvan ustedes a solicitar bien
por escrito, bien en otra comparecencia, la presencia del Presidente del
Banco Español de Crédito. (El señor Albístur Marín pide la palabra.)
Vamos a establecer un orden mínimo. Tiene la palabra, por un minuto,
señor Albístur.




El señor ALBISTUR MARIN: Señor Presidente, solamente para formular la
pregunta que para mí era la más importante. Ya sé que el tiempo es
limitado y que nos ha contestado a muchas cuestiones pequeñas, pero me
gustaría que diera a esta Comisión su visión del futuro, que ha sido la
pregunta que le ha hecho.




El señor PRESIDENTE: El señor Mardones tiene la palabra.




El señor MARDONES SEVILLA: Muy brevemente, señor Presidente, para una
cuestión que quiero que quede constancia en acta. Al hilo de la
intervención del señor Presidente y dado que el día 28 de este mes se va
a celebrar la junta extraordinaria, nosotros creemos que lo que pueda
ocurrir aquí va a ser un hecho procesal muy importante, y vamos a
solicitar a la Mesa que posteriormente a la celebración de la junta
extraordinaria, convoque una comparecencia del señor Presidente de
Banesto a los efectos complementarios de la información y de lo que se
derive de la misma.




El señor PRESIDENTE: Está en su derecho, señor Mardones.

El señor Zabalía tiene la palabra.




El señor ZABALIA LEZAMIZ: Gracias, señor Sáenz, por las contestaciones a
las preguntas que he formulado, pero me queda una que para mí es la más
importante, y es cuál va a ser la propuesta que se le va a hacer a la
junta de accionistas sobre el nuevo equipo gestor. El futuro del Banco
Español de Crédito va a depender, en un 80 por ciento, del nuevo equipo
gestor o del que está actualmente y que continúa. No le voy a dar mi
opinión sobre cuál debería ser, porque no me corresponde, pero sí me
gustaría saber cuál va a ser la propuesta que se va a dar a la junta de
accionistas sobre quiénes van a ser los nuevos o los próximos gestores
del Banco Español de Crédito.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: El señor Sánchez i Llibre tiene la palabra.




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El señor SANCHEZ I LLIBRE: Después de las contestaciones de don Alfredo
Sáenz me ha quedado una duda solamente respecto al tema de la
autocartera. Si en el momento de la intervención se dijo, a través de
diferentes medios de comunicación, que estaba entre el 25 y 35 por
ciento, y ahora es del 3,5 por ciento, ¿dónde está esta diferencia? Es un
tema importante.

Respecto a la posible rentabilización de las oficinas en cuanto a la
posibilidad de venderlas antes de la subasta, me la guardo para
exponérsela al señor Gobernador del Banco de España.




El señor PRESIDENTE: El señor Espasa tiene la palabra.




El señor ESPASA OLIVER: Señor Presidente, creo que han quedado dos
cuestiones pendientes de contestar. Como otros portavoces, anuncio
también que en el área de investigación de esta Comisión requeriremos al
señor Sáenz para que nos aporte sus conocimientos sobre lo que era la
antigua gestión de Banesto, pero hoy no es el momento.

Dos cuestiones: el tema de las auditorías de Price Waterhouse, las de
1992 y 1993, y, coincidiendo con otros diputados, posibles elusiones
fiscales o beneficios para personas, no para el propio Banco, de la
operativa con compañías interpuestas en paraísos fiscales. Quizá no es el
momento adecuado para tratarlas. Pido sólo un avance y profundizaremos
más adelante.




El señor PRESIDENTE: La señora Rudi tiene la palabra.




La señora RUDI UBEDA: Señor Presidente, efectivamente lo que va a haber
que hacer es leer detenidamente el «Diario de Sesiones» y formular, a la
mayor brevedad, una serie de preguntas escritas al señor Sáenz. Solamente
tengo tres cuestiones muy breves que sí querría que me contestara en este
momento.

Una petición, y es que la última transparencia que se nos ha proyectado y
en la cual se veía con mucho detalle el paso de los 503 millones a los
605, nos sea remitida junto con el resto de documentación ilustrativa que
el señor Sáenz ha dicho que tiene y que no tenemos en nuestro poder.

Con respecto a la cuenta de resultados y los balances, señor Sáenz. Le he
entendido a usted ahora, en su segunda intervención, que lo que se ha
hecho ha sido ajustar el balance del Banco a 31 de diciembre de 1993,
aplicando criterios reales, podríamos decir, en cuanto a la clasificación
de los activos.

Eso me plantea una duda con el contenido de la página 10 del informe,
donde ustedes hablan de la cuenta de resultados. Dice: La cuenta de
resultados ajustada, que se ha elaborado en base a estos supuestos... Y
añade: ... se han empleado los saldos medios y tipos de rendimiento y
costes del mes de enero elevados al año. Esta frase es la que me había
llevado a entender, basándome en la página 12 del informe donde nos viene
la cuenta de resultados ajustada, que el margen financiero al cual
ustedes llegaban de 61.000 millones de pesetas no era el real ajustado,
sino una proyección del ajustado del mes de enero. No coincide el
contenido del informe con lo que usted me contestaba.

Por último, señor Presidente, no vamos a entrar en estos momentos a
discutir si le ampara o no el secreto bancario, porque esto ha sido
motivo de discusión ardua y profunda en otros momentos en esta Cámara. Le
voy a puntualizar dos cuestiones y creo que no va a verse en la duda de
si lo rompe o no. La participación de Banesto en el capital de medios de
comunicación es un dato prácticamente público, por no decir público,
porque hay que ir al Registro Mercantil, pero es público, con lo cual no
rompe ningún secreto diciéndolo. Sí podría ser en cuanto a la cifra de
riesgo, señor Sáenz. Ahí estoy de acuerdo. Pero creo que tampoco lo rompe
si nos hace una valoración aproximada del porcentaje que sobre el total
de riesgos del Banco suponían los riesgos en medios de comunicación.




El señor PRESIDENTE: El señor Martínez Noval tiene la palabra.




El señor MARTINEZ NOVAL: Señor Presidente, aunque el señor Sáenz no ha
respondido a todas mis preguntas, renuncio a que las responda en este
turno de dúplica. Comprendo la situación, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: El señor Sáenz tiene la palabra.




El señor PRESIDENTE DEL BANCO ESPAÑOL DE CREDITO, BANESTO (Sáenz Abad):
Hay dos tipos de reflexiones sobre el futuro: una estratégica, que yo
creo que la he querido decir al principio. Nosotros tenemos un modelo en
la cabeza para Banesto de banca tradicional, de banca universal, en el
que nos dediquemos a hacer aquellas cosas que sabemos hacer bien. Ello
implicaría una reducción de actividades en el mundo internacional, una
reducción de actividades en el mundo industrial y una concentración en el
mundo doméstico y en lo que se refiere a banca comercial.

Desde el punto de vista del futuro, desde el punto de vista de
rentabilidad, en el plan de saneamiento se han hecho unas proyecciones
más bien de carácter extrapolatorio que de plan de negocio. Desde ese
punto de vista, incluso pueden ser un poco conservadoras.

Se me ha preguntado sobre la propuesta a la Junta del nuevo equipo
gestor. No hay ninguna propuesta en la Junta sobre el nuevo equipo
gestor, lo cual es obvio. Respecto a la autocartera y a las cifras que se
habían dicho antes y después, debo contestar que la autocartera es la que
he dicho, y la confirmo. Yo creo que las otras informaciones sobre veinte
o treinta por ciento no eran sólidas. Por lo que se refiere a la
auditoría de Price, creo que éste es un tema muy complicado. El
funcionamiento y distribución de poder entre las grandes compañías, el
papel del accionista, el papel del inversor, el papel del management, el
papel del auditor es un tema muy complejo. La opinión pública siempre
está muy impactada por



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escándalos relativos a problemas en sociedades que han recibido
recientemente opiniones limpias de los auditores, lo cual ha provocado un
debate tremendo sobre la calidad del reporting financiero, no en España,
sino en todos los países. Incluso en Inglaterra el año pasado el famoso
informe Cadbury removió tremendamente este problema en la opinión
pública.

En el caso de los auditores se produce también un poco el gap de
expectativas que decíamos al principio. Probablemente, lo que se espera
del papel de un auditor por parte de los inversores, de los accionistas,
incluso de los banqueros --que utilizamos las auditorías también para
conceder créditos--, o de la comunidad en general es distinto a lo que
los auditores entienden que es su papel y lo que ellos certifican.

Lo único que quiero decir --y eso sí me parece importante-- es que el
responsable básico del estado financiero y de los contratos que tiene una
compañía es el consejo de administración, no son los auditores. Los
auditores --digamos-- vienen por detrás. Tampoco matemos al mensajero. Si
la auditoría es una pieza importante dentro del reporting y del control
financiero, la responsabilidad primaria recae en la sociedad y en su
consejo de administración.

No quisiera extenderme más sobre mi opinión sobre el tema de auditorías.

Yo creo que, más o menos, he contestado a todas las preguntas.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Sáenz.

Vamos a suspender la sesión por cinco minutos.




Se reanuda la sesión.




--COMPARECENCIA DEL SEÑOR DON ANGEL ROJO, GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA
(ROJO DUQUE), PARA INFORMAR SOBRE LOS TEMAS OBJETO DE LA COMISION Y CON
ESPECIAL REFERENCIA AL PLAN DE SANEAMIENTO DE BANESTO. (Número de
expediente 212/000569.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, vamos a reanudar la sesión.

Ruego a los medios que se sitúen en los lugares que tienen asignados y
dejen la puerta libre.

Siguiente punto del orden del día: Comparecencia del excelentísimo señor
don Angel Rojo, Gobernador del Banco de España, para informar sobre los
temas objeto de la Comisión, con especial referencia al Plan de
Saneamiento de Banesto.

Naturalmente, agradecemos al señor Gobernador su gran disponibilidad para
comparecer con tanta rapidez ante la solicitud de la Comisión, y le damos
la bienvenida.

Dicho esto, y reiterándole nuestro agradecimiento, el señor Gobernador
tiene la palabra.




El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (Rojo Duque): Señor Presidente,
señorías, mi agradecimiento por haberme convocado a esta Comisión de
seguimiento, puesto que, realmente, sólo puedo esperar de ella
colaboración y apoyo.

He pensado qué es lo que podía decir como palabras iniciales, si es que
eran necesarias, para centrar después las sucesivas preguntas que, por
supuesto, van a ser absolutamente libres. Tal vez no sea muy afortunada
mi introducción, pero, en definitiva, he creído que lo más razonable
sería que hablase de cuáles han sido las actuaciones del Banco de España
en relación con el Banco Español de Crédito desde mi comparecencia ante
la Comisión de Economía, Comercio y Hacienda, el día 30 de diciembre de
1993.

Estas actuaciones del Banco de España se han orientado en tres líneas
básicas. La primera ha consistido en la atención a los problemas
inmediatos planteados por la situación de la entidad. La segunda línea ha
consistido en completar el informe de la inspección sobre la situación
del Banco. Y, la tercera, en preparar, con los administradores
provisionales de Banesto, el programa de saneamiento y recapitalización
de la entidad y adoptar las decisiones y medidas adecuadas para hacer
avanzar dicho programa.

En cuanto al primer punto, la atención a los problemas inmediatos
planteados por la situación de la entidad, no voy a detenerme en los
difíciles problemas de gestión de Banesto tras hacerse pública la
situación de la entidad que condujo a la decisión de sustituir
provisionalmente a sus administradores. De ello, probablemente, les habrá
hablado don Alfredo Sáenz. Me limitaré a señalar que en la vertiente que
correspondía al Banco de España, éste se puso inmediatamente en contacto
con los supervisores extranjeros, especialmente con los supervisores de
países en los que Banesto tenía filiales y sucursales para explicar las
causas y el alcance de la medida adoptada y dejar claro el pleno respaldo
del Banco de España a la liquidez de la entidad, mientras se resolvía el
tema del reflotamiento pleno de la misma.

Yo hablé por teléfono con los presidentes o gobernadores de las más
importantes instituciones nacionales de supervisión y el día 10 de enero,
aprovechando las reuniones habituales de Basilea, organicé, a través del
Banco Internacional de Pagos de Basilea, una reunión a la que asistieron
todos los gobernadores del Grupo de los Diez más los gobernadores de
países comunitarios que no pertenecen a dicho Grupo. En esta reunión
expuse con detalle el tema Banesto, respondí a cuantas preguntas se me
formularon y creo que todos estos contactos, que se continuaron las
semanas siguientes, fueron muy útiles para tranquilizar rápidamente los
mercados exteriores.

En cuanto al segundo punto, la inspección del Banco de España dedicó el
mes de enero a completar el informe sobre Banesto, o, mejor dicho, a
elaborar los 284 anejos que sirven de fundamento o aclaración a cada una
de las afirmaciones que se hacen en el texto del informe. Este informe
quedó concluido con fecha 31 de enero y fue remitido, junto con el
acuerdo de sustitución de administradores, al Fiscal General el día 2 de
febrero, atendiendo así la



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solicitud que del Fiscal General se había recibido con fecha 18 de enero.

Por otra parte, y una vez concluido el informe de la inspección, el
Consejo Ejecutivo del Banco de España, acordó incoar expediente
sancionador a los anteriores administradores de Banesto con fecha 1 de
febrero.

La tercera línea de actuación se refiere al programa de saneamiento y
recapitalización de Banesto. Un primer punto básico consistía en disponer
de un informe del auditor externo Price Waterhouse, que corroborase o
modificase las necesidades de saneamiento de Banesto estimadas por la
instección del Banco de España y que, de una parte, completase la labor
de esta última, cuyas estimaciones, en renglones tales como créditos
morosos o dotaciones adicionales al fondo de pensiones, no estaban
cerradas por no haber conseguido toda la información pertinente y que, de
otra parte, tratara de acercar lo más posible en el tiempo la fecha de
referencia de las estimaciones, puesto que las del Banco de España
aparecían referidas al 30 de junio o al 30 de septiembre del año 1993.

Esta ha sido una tarea compleja, porque aunque la huella dejada por el
paso de la inspección del Banco de España en Banesto y la plena
colaboración de los nuevos gestores de Banesto han facilitado la tarea
del auditor, éste se ha esforzado por penetrar en operaciones de gran
complejidad y frecuentes ramificaciones internacionales y ha encontrado
en ocasiones dificultades para determinar las pérdidas o ganancias de
algunas empresas en fechas muy cercanas al cierre del último ejercicio.

El hecho es que Banesto sólo dispuso del informe de la auditoría externa
el 24 de enero pasado. En dicho informe las estimaciones del auditor
sobre el importe adecuado de las provisiones y saneamientos a realizar
ascendieron, como saben SS. SS., a una cifra total de 605.000 millones de
pesetas. El auditor presentaba estas cifras como su mejor estimación, con
la información disponible hasta la fecha. Información adicional podría
ampliar o reducir la cifra total, aunque no parece que en gran cuantía.

Los actuales gestores de Banesto consideran que se trata de una
estimación media razonable. El informe señalaba, por lo demás, que el
Banco debería formular provisiones acerca de las pérdidas que pudieran
derivarse de los préstamos concedidos a empleados y clientes y
garantizados con acciones de Banesto.

Las necesidades de provisiones y saneamientos totales estimados por la
auditoría externa exceden en 102.000 millones de pesetas a la estimación
de 503.000 millones ofrecida por la inspección del Banco de España con
referencia a una fecha anterior y con información más limitada. En
cualquier caso, las cifras de la auditoría refuerzan las de la inspección
y ponen en evidencia la situación dramática de Banesto en el momento en
que se procedió a la sustitución de administradores. Por lo demás, la
mayor estimación del auditor externo respecto de la ofrecida por la
inspección del Banco de España se explica básicamente por las siguientes
razones: Primero, la inspección del Banco de España nunca logró de
Banesto información sobre la morosidad en créditos por importe inferior a
25 millones de pesetas; el auditor sí pudo disponer de esa información,
gracias a la colaboración de los nuevos gestores, y estimó la morosidad
en ese tramo del crédito comercial en unos 40.000 millones.

En segundo lugar, el auditor, basándose en el conocimiento de los
resultados de empresas de la Corporación Banesto para todo el año 1993 y
en la detección de algunos temas puntuales, incrementó el ajuste en la
cartera de valores en unos 16.000 millones de pesetas.

En tercer lugar, el auditor obtuvo información en relación con el fondo
de pensiones de los empleados sobre los compromisos asumidos con el
estrato de altos cargos que había sido negado a los inspectores del Banco
de España y con el grupo de empleados del Banco de Madrid que quedaron en
Banesto tras la venta del Banco de Madrid. En consecuencia, el auditor
incrementó la cifra de mayores dotaciones necesarias al fondo de
pensiones en unos 11.000 millones sobre la estimada por la inspección del
Banco de España.

Finalmente, el auditor incrementó los ajustes en 20.000 millones de
pesetas que representaban, en su opinión, la parte de las pérdidas del
Banco en el ejercicio de 1993, que no estaban recogidos en los demás
renglones.

Estos cuatro puntos explican, en resumen, 87.000 millones de pesetas de
la diferencia de 102.000 millones entre la estimación de la inspección
del Banco de España sobre las provisiones y los saneamientos totales a
realizar por Banesto y la estimación efectuada por la auditoría externa.

El resto de la diferencia se debe al hallazgo de nuevas necesidades de
ajustes y a discrepancias, estimaciones relativas a las ya conocidas.

En conclusión, y de acuerdo con el informe de la auditoría externa,
Banesto presentaba pérdidas y ajustes pendientes del orden de 605.000
millones de pesetas, frente a un total de capital y reservas de 360.000
millones, es decir, presentaba un patrimonio neto negativo contable de
unos 245.000 millones. Desde otra perspectiva, íntimamente relacionada
con la anterior, aunque fuera del informe de la auditoría, la cuenta de
pérdidas y ganancias de Banesto arrojaba unas pérdidas antes del programa
de saneamiento del orden de los 40.000 a 50.000 millones de pesetas
anuales, según las estimaciones. Esta era la situación del Banco y esta
situación significaba que cuando el Banco de España conminase a Banesto,
de acuerdo con las normas vigentes, a restablecer su equilibrio
patrimonial y financiero y a reponer los recursos propios legalmente
necesarios, el Banco tendría que realizar, en principio, una ampliación
de capital por un importe total de unos 555.000 millones de pesetas;
245.000 millones para cubrir el neto patrimonial negativo más unos
310.000 millones para cumplir con los recursos propios mínimos
necesarios, o bien habría de realizar una ampliación de capital por unos
485.000 millones de pesetas, más una emisión de deuda subordinada del
orden de los 70.000 millones de pesetas.

La magnitud de estas cifras expresa claramente hasta qué punto el
saneamiento de Banesto excede ampliamente de lo que podría lograr el
Banco con sus propias fuerzas y explica incidentalmente las razones por
las que el Banco de España no podía aprobar el programa de saneamiento
propuesto por los anteriores administradores de Banesto, un programa muy
corto en los saneamientos reconocidos y



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muy limitado en sus propuestas de recapitalización de la entidad. La
magnitud de esas cifras indica con claridad que la única alternativa a un
programa de saneamiento en el que participe con un notable esfuerzo el
sistema bancario, a través del Fondo de Garantía de Depósitos, es
simplemente la liquidación de Banesto, que pasa inevitablemente por la
declaración de la quiebra de la entidad y que implicaría en cualquiera de
sus modalidades unas pérdidas muy superiores para el Fondo de Garantía de
Depósitos y para el conjunto de la sociedad que las que implica el
programa de saneamiento que se ha diseñado. Y ello sin tener en cuenta
los costes no cuantificables que serían, seguramente, de importancia aún
mayor que los cuantificables.

En relación con el programa, e inmediatamente después de disponer del
informe de la auditoría, se celebró una primera reunión con los
presidentes de AEB y de los grandes bancos el día 25 de enero, ante los
que don Alfredo Sáenz presentó un primer esbozo del programa de
saneamiento y recapitalización. El día 28 de enero las líneas básicas del
programa quedaron diseñadas. Pocos días después, el día 2 de febrero,
expuse a los señores portavoces de los grupos parlamentarios en la
Comisión de Economía y Hacienda las características de ese programa.

Con posterioridad, los administradores provisionales de Banesto
sometieron al Banco de España con fecha 11 de febrero el documento
«Banesto. Situación financiera. Plan de saneamiento y recapitalización»,
que contenía su propuesta de programa, que pongo a disposición de esta
Comisión a través del señor Presidente.

El Banco de España estudió dicha propuesta y elaboró un informe sobre la
misma, que elevó al señor Ministro de Economía y Hacienda para su
consideración con fecha 16 de febrero, documento que también pongo a
disposición de la Comisión. En dicho informe, el Banco de España ofrecía
unas proyecciones de la cuenta de pérdidas y ganancias de la entidad algo
más favorables, dentro de la gravedad, que las elaboradas por los
administradores de Banesto, y, en consecuencia, situaba la ayuda al Banco
por debajo de la propuesta en el documento de los administradores.

El Consejo de Ministros, por su parte, una vez conocidos los dos
documentos anteriores, decidió, con fecha 18 de febrero, comunicar al
Banco de España que en el ejercicio de sus competencias procediera a la
adopción de las medidas necesarias para la aplicación del programa. El
Consejo Ejecutivo del Banco de España procedió inmediatamente a adoptar
las decisiones pertinentes e instruyó, en consecuencia, a sus
representantes del Banco en el Fondo de Garantía de Depósitos. Pongo
también a disposición de la Comisión el correspondiente acuerdo del
Consejo Ejecutivo del Banco de España.

La Comisión gestora del Fondo de Garantía de Depósitos, que ya había
estudiado el tema, aprobó el citado plan de saneamiento el día 21 de
febrero y remitió al Banco de España el informe a que se refiere el
número 1 del artículo 5.º del Real Decreto 567/1980, de 28 de marzo, a
fin de que el Banco de España procediera, de acuerdo con dicho precepto,
a conminar a los administradores del Banco Español de Crédito para que
restablecieran la situación patrimonial de dicha entidad en el plazo
máximo de un mes.

El Consejo Ejecutivo del Banco de España acordó, efectivamente, conminar
al Banco Español de Crédito en el sentido indicado, con fecha 25 de
febrero. Pongo a disposición de la Comisión el acuerdo de conminación y,
además, el escrito que envió simultáneamente el Fondo de Garantía de
Depósitos a Banesto comunicándole su compromiso con el programa.

El órgano de administración provisional de Banesto, una vez recibida la
conminación, acordó, el 28 de febrero, convocar Junta General
Extraordinaria de los accionistas del Banco para el día 26 de marzo, en
primera convocatoria, y, en su caso, para el día siguiente, 27 de marzo,
en segunda convocatoria. Aunque seguramente lo tienen ustedes, también
pongo a disposición de la Comisión el documento enviado por el Banco
Español de Crédito a sus accionistas con motivo de la Junta General
Extraordinaria. (El señor Rojo entrega a la Presidencia todos los
documentos mencionados.)
En todos los pasos y decisiones que acabo de enumerar, a partir de la
presentación de la propuesta inicial del programa de saneamiento de
capitalización, presentado por los administradores provisionales de
Banesto el día 11 de febrero, se ha seguido de un modo riguroso un
calendario estricto que trata de acortar lo más posible el proceso
conducente a la colocación de la ampliación de capital entre su último o
sus últimos adquirentes.

Esta necesidad de acortar el proceso en la medida de lo posible, dada la
situación del Banco y la conveniencia de eliminar los elementos de
incertidumbre para el personal, los clientes y los accionistas de la
entidad, no es simplemente la opinión del Banco de España; lo es también
del Fondo de Garantía de Depósitos y es la opinión compartida por toda la
Banca.

El calendario contemplado en estos momentos es el siguiente. En el
período de tres semanas, comprendido entre el 7 de marzo y el 28 de
marzo, período en el que estamos, se elabora el dossier informativo o
cuaderno de ventas, que contiene una enorme riqueza de información sobre
Banesto, que habrá de servir de base a las decisiones de los potenciales
adquirentes.

En el período de dos semanas, comprendido entre el 14 de marzo y el 28 de
marzo, se completa la elaboración del pliego de condiciones que habrán de
cumplir las entidades que deseen acudir al concurso subasta.

Los días 29 y 30 de marzo, suponiendo que en la Junta general de
accionistas se hayan adoptado los acuerdos propuestos, se estará en
condiciones de proporcionar a las instituciones interesadas tanto el
pliego de condiciones como el dossier informativo. A partir de estas
fechas, se abre un período de cuatro semanas, hasta el 25 de abril, en
que deberá producirse la entrega de las propuestas por parte de los
potenciales compradores. Inicialmente en el esfuerzo de reducir este
calendario, se había pensado en un período más corto, más bien de una o
dos semanas máximo, en vez de cuatro, pero realmente parece imposible que
se pueda hacer un estudio adecuado del cuaderno de ventas en un plazo
inferior a cuatro semanas.




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Después de ese período de cuatro semanas y en un plazo de dos semanas se
procederá al análisis de las propuestas por el Banco de España y el Fondo
de Garantía de Depósitos, para concluir, el día 9 de mayo, con el anuncio
del candidato seleccionado, con el cual se procederá lo antes posible a
la firma del correspondiente contrato.

Como se ha anunciado, el Fondo de Garantía de Depósitos ha contratado los
servicios de la firma Salomon Brothers para obtener su colaboración en lo
que concierne a la preparación del pliego de condiciones y, sobre todo,
del dossier informativo, así como para mantener las relaciones necesarias
en cuanto a entrega de documentos, aclaraciones, etcétera, con los
potenciales compradores, a partir del día 30 de marzo.

De este modo, se ha buscado una colaboración encaminada a asegurar que
las condiciones del concurso-subasta y la información proporcionada
responden a las prácticas internacionales habituales, y se ha entendido
que ello ayudaba, además, al cumplimiento del criterio de transparencia
en la operación.

Por consiguiente, en estos momentos Banesto está preparando con Salomon
Brothers el dossier informativo que habrá de entregarse, en su caso, a
las entidades interesadas en su participación en el concurso subasta, los
días 29 y 30 de marzo. Paralelamente, el Banco de España y el Fondo de
Garantía de Depósitos están trabajando con la colaboración de Salomon
Brothers en la elaboración del pliego de condiciones que habrá de hacerse
público en las mismas fechas. Está en la situación actual.

No he entrado en el contenido del programa de saneamiento y de
capitalización para no hacer malgastar el tiempo a SS. SS., porque
entiendo que ha sido objeto de exposición por don Alfredo Sáenz, pero,
como es natural, estoy totalmente dispuesto a responder a cuantas
preguntas deseen hacerme SS. SS. sobre el programa o sobre cualquier otro
tema que juzguen relevante.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Gobernador.

¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor Albistur.




El señor ALBISTUR MARIN: Gracias, señor Gobernador, por su comparecencia.

Voy a ser muy breve. Simplemente, quisiera volver a preguntar algo que ya
he preguntado al señor Sáenz, que es cuáles son los criterios del Banco
de España sobre el futuro o la continuidad de Banesto, como banco con su
marca y su actual independencia y configuración, con la participación de
otra entidad financiera o con la venta a un banco, bien sea nacional o
extranjero.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra
el señor Mardones.

Antes, ruego a las personas que se encuentran en esta sala que, por
favor, guarden silencio. Los señores Diputados lo están guardando y ruego
al resto de los presentes que también lo guarden.




El señor MARDONES SEVILLA: Señor Gobernador, quiero agradecer hoy su
presencia y la información que nos ha facilitado, complementaria de la
que ha dado el señor Sáenz, anteriormente, en su comparecencia.

En primer lugar, quiero hacer un juicio de valor, señor Gobernador;
demostrar mi satisfacción por la manera en que, desde el día 28 de
diciembre, el Banco de España, bajo su competencia y autoridad de
Gobernador, está llevando este asunto, dentro de los márgenes de
exquisitez, de prudencia y de rigor que deben existir para el
mantenimiento de la confianza en el sistema bancario español e
internacional. Este es un valor que hay que destacar y ser permanente,
porque ahí está verdaderamente la responsabilidad del señor Gobernador
del Banco de España; no en que ahora Banesto se pueda gestionar mejor o
peor, que la persona seleccionada sea mejor o peor que otras --que esto
ya no es cuestión--, sino el mantenimiento en la confianza del sistema
bancario. En honor a la verdad, señor Gobernador, tengo que decir que
agradezco que se lleve con esa exquisitez.

Al hilo de su exposición, señor Gobernador, le haría unas preguntas,
prácticamente en la misma línea de mi compañero anterior, el señor
Albistur: ¿Qué va a pasar después de la Junta del día 26 o del 27, según
sea en primera o segunda convocatoria, y de lo que allí ocurra?
En primer lugar, como el señor Gobernador ha dicho que el 9 de mayo será
el anuncio del candidato seleccionado y ha empleado la palabra en
singular, candidato, quisiera saber si cabe la posibilidad de que hubiera
un plural; ha empleado el singular, del candidato seleccionado. Va a
haber una subasta y puede haber distintas entidades o instituciones que
conozcan tanto el dossier informativo como el pliego de condiciones; si,
por ese pliego de condiciones, con las reglas que se pongan para la
adjudicación definitiva, cabe el plural. Esta sería mi primera pregunta.

En segundo lugar, quiero preguntar al señor Gobernador si el Banco de
España ha dado instrucciones de criterios que deben reunir los
suscriptores directos del nuevo capital de la ampliación, una vez
celebrada esa Junta Extraordinaria de finales de este mes, si se dan
instrucciones de criterios para los suscriptores directos de esta
ampliación. Suponiendo que fuera el Fondo de Garantía de Depósitos, como
así parece ser, éste entra también en la estrategia de hacer su
recolocación posterior, pues lo va a adquirir el Fondo de Garantía de
Depósitos.

Aquí, me surgen dos preguntas. ¿Tiene en estos momentos el Fondo de
Garantía de Depósitos efectivos para hacer frente a esta operación, con
las nuevas normas que vienen existiendo desde el año pasado? Sobre la
presencia del Fondo de Garantía de Depósitos que han ido provisionando
los distintos bancos, ¿podría darse entrada también en ese pliego de
condiciones, con igual de derechos, a Argentaria, dado que el Grupo
Argentaria no ha sido anteriormente contribuyente del Fondo de Garantía
de Depósitos? Creo que esto es importante.

La segunda pregunta es la siguiente. Esos paquetes, una vez que los haya
tenido el Fondo de Garantía de Depósitos, ¿a quién se recolocarían? Es un
criterio que volvería a hacer redundante la pregunta con relación a
Argentaria.




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No quiero ocultarle, señor Gobernador, en aras a una honestidad de la
pregunta, que la posible intención que pueda tener mi pregunta es que
este Diputado entiende que será siempre más accesible el control a esta
Comisión y a este Parlamento por su comparecencia aquí, como le ocurre al
Banco de España, de los que representan a la banca oficial. Desde luego,
a nosotros nos produciría un cierto grado de tranquilidad y de seguridad
parlamentaria una presencia del grupo Argentaria, para evitar también
dislocaciones en los que adquieran las acciones, una vez que el Fondo de
Garantía de Depósitos las recoloque; se espera que las vaya a recolocar
entre los grandes de la banca española o de la Confederación de Cajas de
Ahorros. Eso podría producir distorsiones en el cierto equilibrio de
cartera que los grandes bancos españoles tienen, algunos con más
dificultades que otros, otros con menos porque tienen más o menos
cubierta su red de oficinas. Porque aquí no solamente estamos hablando de
unas cantidades de valor Banesto, sino que entran también dos mil y pico
oficinas que andan por todo el territorio nacional, lo que tiene que ser
considerado. Habrá bancos que tengan huecos para recolocar mil o dos mil
oficinas; dudo de que haya en este momento un banco que todavía tenga
capacidad para tener 2.500 oficinas más o las que tenga Banesto en este
momento. Por eso le hablaba también del plural, y me entiende
perfectamente el señor Gobernador. Si uno de los grandes coge un gran
paquete, su «ranking» hará posiblemente dislocaciones en el «ranking» de
los cuatro otros restantes --excluyo a Argentaria-- bancos nacionales.

Mis dos últimas preguntas se refieren a situaciones jurídicas. ¿Cree
usted, señor Gobernador, que será necesario modificar la legislación a
los efectos de la recolocación de esos paquetes y la seguridad de los
mismos? Lo pregunto pensando siempre en la filosofía y el criterio
político que tuvo el Gobierno, que yo aplaudo, cuando se creó la ley
donde están contempladas las OPA, de que hay que defender siempre al
pequeño accionista, vía OPA, para que los grandes no dicten una política
de precios de adquisición de acciones y haya esa oportunidad para los
pequeños accionistas. Es decir, siguiendo pensando en los pequeños
accionistas del Banesto, ¿habría que modificar la legislación para
seguirlos defendiendo?
¿En qué situación jurídica quedaría el actual equipo directivo encabezado
por el señor Sáenz? Una pregunta que le hice al señor Gobernador en su
comparecencia aquí a finales de diciembre, después de producida la
intervención del Banco, es cuál era el «status» de este nuevo Presidente
de Banesto, que en verdad es un presidente atípico, un presidente de un
banco que no tiene acciones, ni el propio Consejo de Administración que
lo rige. ¿Qué prevé el señor Gobernador que saldría de ahí?



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Zabalía.




El señor ZABALIA LEZAMIZ: Gracias al señor Gobernador del Banco de España
por su comparecencia y por la disposición que siempre tiene con los
representantes de la Cámara de Diputados con respecto a este tema del
Banco Español de Crédito.

El objeto de la comparecencia de hoy, como ya conocerá, no es volver
sobre el pasado del Banco, sino sobre lo que en este momento nos
preocupa, como representantes de una sociedad y de un pueblo que quiere
saber cuál va a ser el futuro de este Banco. Este es el motivo
fundamental de la comparecencia de hoy. Por tanto, lo lógico es que
coincidamos, creo que todos los Grupos, en querer saber cuál va a ser el
papel del Banco de España en la marcha futura del Banco, ya no sólo desde
sus aspectos de las funciones legales que tiene establecidas, como
fiscalización y control de las entidades financieras y de la política
monetaria y de las funciones que tendrá el día de mañana, cuando quede
aprobada la ley de autonomía del Banco de España, sino, en este caso
concreto, cuál va a ser el papel especial y hasta dónde va a llegar ese
papel en la marcha futura del Banco Español de Crédito.

A este respecto, también me gustaría saber (y ésta sería mi segunda
pregunta) cuál es la postura del Banco de España sobre la participación
de la banca pública en el concurso subasta que se va a celebrar. Sí me
gustaría saber cuál es, en este caso, como digo, la postura del Banco de
España y del Ministerio de Economía y Hacienda sobre la participación de
la banca pública en el futuro accionariado y control del Banco Español de
Crédito.

En tercer lugar, hay una cuestión que me preocupa, que no ha sido
aclarada por don Alfredo Sáenz en la anterior comparecencia, y que para
mí es fundamental. Indudablemente, serán los futuros dueños del Banco los
que propongan cuál va a ser el equipo gestor que va a llevar adelante el
plan de saneamiento, y no sólo el plan de saneamiento, sino el futuro del
Banco, y esto es muy importante conocerlo, porque, como accionista, ir a
una junta de accionistas donde se va a proponer una reducción y
ampliación del capital y donde tenga que participar o no, indudablemente,
al margen de la viabilidad y de las excelencias de un plan de
saneamiento, lo importante de todos los planes de saneamiento o de
viabilidad es los equipos gestores que van a llevarlos a efecto, y esta
pregunta no se puede soslayar; esto se tiene que conocer, y no vamos a
entrar en la dinámica de que tiene que haber unos requisitos legales que
van a determinar cómo y de qué manera se va a proponer o se va a crear
este equipo gestor. Yo creo que eso es necesario conocerlo cuanto antes.

Por eso yo le reitero esta pregunta, porque para mí sigue siendo
fundamental. Hubiese sido quizá interesante tener los documentos que
usted ha entregado en este momento, pero, dado que estamos en un proceso
tan rápido de acontecimientos, entiendo que no hayamos podido tenerlos.

Ahora bien, sí me gustaría que me explicara esa diferencia que yo he
entendido que existió entre el informe del Banco de España y el plan de
saneamiento con respecto a la participación de la ayuda pública; es
decir, creo haberle entendido que el Banco de España propuso la
incorporación de una ayuda pública inferior a la propuesta por los
gestores del plan de saneamiento. Yo quisiera que, a ser posible, me
aclarara más este aspecto.

Y por mi parte nada más. Muchas gracias.




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El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán de Convergència i Unió, tiene
la palabra el señor Sánchez i Llibre.




El señor SANCHEZ I LLIBRE: Quiero agradecer de antemano la presencia del
señor Gobernador para que nos informe sobre los acontecimientos que se
van a producir en breves fechas sobre el desenlace de Banesto.

Quiero decirle, de entrada, que estamos totalmente de acuerdo con él,
desde el punto de vista de que es mucho mejor saneamiento que
liquidación. La liquidación nos costaría muchísimo más caro tanto al
Banco de España como a los contribuyentes españoles, y es lógico que el
saneamiento, si se aprueba en la próxima junta del Banco Español de
Crédito, va a costar una parte importante, pero no las cantidades que han
salido en diferentes medios de comunicación que podrían ascender a casi
el billón de pesetas.

Mostrarle también al señor Gobernador cierta preocupación por las
informaciones que al menos nuestro grupo está leyendo en diferentes
medios de comunicación, y como le tenemos hoy aquí, por eso le vamos a
preguntar directamente.

Hay una cierta preocupación en diferentes sectores financieros por la
falta de transparencia, por la falta de información de diferentes
entidades financieras respecto al pliego de condiciones que va a sacar en
breves fechas --usted ya ha dado una fecha determinada--, en tres o
cuatro semanas tendríamos ya el calendario y el pliego de condiciones en
que va a salir la subasta del Banco Español de Crédito, y nosotros
estamos preocupados por las informaciones que han salido de diferentes
entidades financieras de que no saben exactamente en qué condiciones van
a salir definitivamente los determinados estados para poder acudir a esta
subasta.

Hay también una cierta preocupación porque algunas entidades financieras
puedan tener información privilegiada y puedan acudir a esta subasta en
mejores condiciones que las de otras entidades financieras que no tienen
esta información privilegiada.

Me gustaría saber si de este pliego de condiciones podía darnos usted
algunos datos. Si después de mi intervención usted cree que por una
cuestión de secreto bancario no los puede dar públicamente, le
agradecería que privadamente o a través de un escrito nos los pudiera
remitir a esta Comisión.

Entendemos que han salido diferentes informaciones en las cuales había
unas participaciones determinadas para poder acudir a la subasta del
Banesto, que pasaban desde un 9 por ciento al 40 por ciento; también han
salido informaciones respecto al tiempo en que la entidad compradora
tendría que tener las acciones en su poder; también han aparecido
informaciones desde el punto de vista de que cabría la posibilidad de que
fueran las Cajas de Ahorros y los bancos extranjeros los que pudieran
acudir a esta subasta; lógicamente, me imagino que irían acompañadas de
una prima correspondiente, ya que ellos no han colaborado en el plan de
saneamiento.

También me gustaría saber si en el pliego de condiciones que están
preparando habrá una prima especial de participación para la banca
pública, ya que a nosotros nos preocupa muchísimo que este pliego de
condiciones no esté hecho a la medida para que se le pueda adjudicar a la
banca pública, en concreto a Argentaria. Nosotros creemos que con la red
de oficinas que tiene actualmente Banesto y que el señor Sáenz nos las ha
definido en 2.500, aproximadamente, quizá sería ésta una tajada
importante para la banca pública que está carente en estos momentos de
oficinas en todo el territorio español, y no está en las mismas
condiciones la banca privada que los bancos que puedan concurrir a esta
subasta que ya están muy representados dentro del territorio nacional.

Por tanto, cierta preocupación por parte nuestra también en el sentido de
si se van a delimitar unas ciertas posibilidades o unas ciertas medidas
para poder limitar la presencia de la banca pública en esta subasta.

También decirle al señor Gobernador que esta pregunta se la he efectuado
al señor Sáenz, referente a ver si desde el Banco de España o desde
Banesto se han estudiado ustedes la posibilidad para que pudiera costar
menos dinero a los ciudadanos españoles y hubiera podido haber menos
aportaciones del Fondo de Garantía al Banesto, la posibilidad de vender
las oficinas del Banesto antes de ir a la subasta y hacer un
planteamiento diferente, con un mismo objetivo de preservación de puestos
de trabajo, de garantías para los trabajadores, de garantías de los
fondos de pensiones, porque nosotros entendemos que ha habido
experiencias importantes dentro de España, y justamente no hace mucho ha
habido un banco que tenía una serie de oficinas distribuidas en todo el
territorio nacional y ha hecho una gran operación de venta, con la cual
ha conseguido unas cantidades importantes de dinero; me refiero al Banco
de Fomento, que ha vendido solamente las oficinas y ha sacado una
rentabilidad totalmente inesperada en los cálculos iniciales cuando dicha
entidad financiera pretendía vender todo el grupo financiero.

También querría preguntar al señor Rojo si no opina que quizá en la
aportación que va a haber, si se aprueba el plan de saneamiento del Fondo
de Garantía de Depósitos al Banco Español de Crédito, no estamos primando
de entrada un poco ya que tenga beneficios inicialmente. Entendemos que
los beneficios han de salir de la gestión, pero quizá en las condiciones
de aportaciones y de créditos sin interés en unas cantidades muy
importantes, si no recuerdo mal de 300.000 millones de pesetas, y ya
estamos primando, de entrada, la rentabilidad futura del Banco Español de
Crédito con unos beneficios que le van a venir dados por el Fondo de
Garantías, con la aprobación del Banco de España, y no por la pura
gestión, que entendemos que la pura gestión, en el futuro, es la que ha
de presuponer beneficios.

Por último, señor Rojo, nos gustaría saber si el Banco de España ha
mantenido algún tipo de contacto para garantizar que las inversiones del
grupo «G. P. Morgan» a través de Corsa --creo que tienen actualmente el
7,9 por ciento de participación en Banesto-- puedan mantenerse de cara al
futuro y, en caso afirmativo, nos gustaría saber en qué condiciones han
hablado ustedes de dicho tipo de acuerdos.




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El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa por
Cataluña, tiene la palabra el señor Espasa.




El señor ESPASA OLIVER: Señor Gobernador del Banco de España, sabe cuánto
apreciamos su presencia en esta Comisión y cuánto valoramos sus informes
depuestos ante ella.

Sabe también que en su día, el 28 de diciembre, y más adelante en otras
comparecencias y en reuniones que usted ha mencionado de los portavoces
de los distintos grupos, nuestro grupo se posicionó claramente en favor y
aceptando como buena la intervención del Banco de España, el acta de la
intervención, y en la medida que lo vamos conociendo y esperamos
conocerlo mucho más a fondo, estamos seguros de que también vamos a
coincidir con los contenidos del acta de inspección, importantísimo
documento para esta Comisión. Quizá nosotros discrepamos ligeramente del
método elegido, es decir, entre intervención y los gestores de la
intervención, creíamos, y lo hemos dicho públicamente, que podían haber
sido también magníficos gestores del ámbito de lo público, que los hay,
para empezar los propios que han realizado el acta de inspección u otras
personas a las que se podía haber recurrido o también se podía haber
adoptado otra línea de intervención más claramente público, como era el
ingreso inmediato en el Fondo de Garantía y después plantear el plan de
saneamiento. Pero volveremos sobre estas cuestiones cuando analicemos el
pasado y estamos analizando el presente y el futuro por decisión política
de la Mesa de esta Comisión.

Primero, queríamos hablar del plan de saneamiento y de las condiciones de
la subasta y, después, retomar el tema de la investigación de qué ha
sucedido, por qué se llegó hasta aquí, por parte de los antiguos
gestores, y también, evidentemente, comprobar si las competencias que
tiene encomendadas la Administración, y concretamente el Banco de España
y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se ejercieron a lo largo
de todo el «iter» adecuadamente, la tutela «in vigilando» que tienen
ustedes encomendada.

Por tanto, volvemos sobre ello, pero quiero señalar que no vamos a dejar
al albur del olvido las posibles peticiones de responsabilidades penales,
si las hay, sobre los antiguos gestores; fiscales, si las hay, o
administrativas; ya lo ha hecho a quien le correspondía; el Banco de
España ya ha cursado y ha abierto los correspondientes expedientes
administrativos. Pero los tantos de culpa, fiscal, civil o penal que
puedan haber, que también dilucidará el Fiscal General o el juez
encargado; si esta Comisión debe pronunciarse sobre ellos, ya tendremos
ocasión de exponerlo.

Dicho esto, sobre su información actual y el «iter» del Banco de España,
adquiere relieve, a los efectos de esta comparecencia, las actuaciones
que usted nos ha detallado a partir de la recepción del proyecto del plan
de saneamiento por parte del actual equipo gestor presidido por el señor
Sáenz. Usted nos dice que reciben este informe, que lo valoran, que hay
un informe complementario que vamos a conocer inmediatamente y que lo
elevan al Consejo de Ministros. Quizá se me ha escapado, o usted no lo ha
mencionado claramente, el contenido del acuerdo del Consejo de Ministros.

Es decir, hasta qué punto el Consejo de Ministros da su visto bueno
formalmente en forma de acuerdo del Consejo de Ministros; quizá ha sido
así y no lo he captado, pero, en todo caso, me gustaría una precisión
sobre este aspecto, porque, en definitiva, como sabe usted mejor que yo,
el responsable político último de esta decisión es el Consejo de
Ministros y el Ministro de Economía. Ustedes han hecho la tarea previa de
validar técnicamente el plan, pero la decisión final es política, y es
política --como hemos dicho en la anterior comparecencia-- el aceptar la
reducción del capital social; el tema del precio de las acciones es una
decisión política. Se nos han dado algunas razones, no las compartimos,
pero, en definitiva, es una decisión política, y le pregunto si se
ejercerá el derecho de tanteo por parte del Estado en la subasta.

Entrando ya en las condiciones del cuaderno de ventas y pliego de
condiciones --otros portavoces han hecho preguntas en las que voy a
coincidir-- ahí sí que sería muy importante, hoy o en futuras
comparecencias, ir conociendo muy claramente cuáles serán las principales
condiciones de este pliego de condiciones --valga la redundancia--; es
decir, posibilidad de desinversión y en qué plazos, permanencia de la
entidad o entidades compradoras y en qué plazos, condiciones de igualdad
para todos o, mejor, de idoneidad de los posibles compradores. Una
subasta, un pliego de condiciones con la participación del Fondo de
Garantía de Depósitos y del Banco de España, como usted ha dicho, y, por
tanto, en definitiva, también de los poderes públicos, debe optar entre
una parrilla, digamos de absoluta y neutral igualdad, desde los conceptos
estrictos de mercado. Ya sabe usted mi opinión sobre la mano visible y la
mano invisible. Creo que han de conjugarse adecuadamente la mano visible
y la mano invisible y, por tanto, me inclinaría mucho más por unas
condiciones de idoneidad, puesto que aquí hay en juego mucho dinero
público y no sería justo que en nombre de la mano invisible, cuando ha
sido la mano visible la que ha salvado la situación, se vayan a unas
condiciones sin tener en cuenta absolutamente el futuro de la gestión,
quién lo va a hacer y con qué proyecto de futuro se va a gestionar la
reflotación de este banco.

Por tanto, más criterios de selección, más conocimiento del pliego de
condiciones, desinversiones, permanencia, idoneidad, nivel de desembolso
inicial o aplazamientos en los desembolsos en la compra para la
recuperación del erario público de los 180.000 millones de ampliación de
capital «stricto sensu».

Al hilo de esta reflexión, sí le quisiera preguntar su valoración del
importe total --después de las explicaciones que nos ha dado el señor
Sáenz me parece que nos ha quedado claro, pero quisiera hacer un poco la
prueba del nueve-- del dinero público. Según lo que nos ha dicho el señor
Sáenz, y si mis cálculos no fallan, serían 142.000 millones, es decir, la
mitad de los 285, más los 180 de ampliación de capital, más los 40.000
que serían el equivalente de intereses de los activos dañados, perdidos
que no se recuperarían en aquella primera idea de comprar para



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después vender. Me gustaría saber si esta suma es el importe total
aproximado al día de hoy de los caudales públicos que van a intervenir en
el reflotamiento de Banesto.

Quisiera saber cómo está, en la medida que lo pueda conocer --aunque me
parece que no es del ámbito de su competencia-- la modificación del
decreto de opas para adecuarlo a las condiciones específicas que se
quieren dar en esta junta general de accionistas, con la renuncia de los
derechos de los accionistas, es decir, para conducir todo el proceso a
una aprobación de la junta general del plan de saneamiento que se les
somete, puesto que, de no haber tal aprobación, iríamos a una opción peor
que nosotros no compartimos, estamos de acuerdo con usted, que sería la
liquidación. Creemos que no sería la buena salida, pero para que no se dé
esta mala salida hay que cumplir una serie de condiciones que me gustaría
que precisara y nos detallase un poco más.

Respecto a la ejecución del plan de saneamiento, estaría de acuerdo con
lo que decía el señor Zabalía, del PNV; pero aquí no lo fiaría sólo a los
gestores a nivel de su capacidad técnica y competencia personal, sino un
poco al proyecto de futuro; de ahí que me reafirme en el tema de la
idoneidad en la definición de los criterios de selección de las posibles
entidades compradoras.

Ultima cuestión que le quería plantear: cómo está la periodificación y el
aplazamiento del fondo de pensiones para los trabajadores y qué nivel de
garantía tendrá esta renuncia a una provisión más acelerada en beneficio
de no forzar demasiado la máquina de las provisiones, pero qué garantía
tiene eso para los trabajadores de que realmente sea sólo un aplazamiento
y no una dilatación «ad calendas graecas.»
Nada más, señor Gobernador del Banco de España. Los aspectos más
políticos, a alguno de los cuales ya le he hecho mención, tendremos
ocasión de sustanciarlos con quien corresponda, que me parece que es el
Ministro de Economía y Hacienda, como representante del Gobierno y, en
definitiva, último valedor de este plan de saneamiento y del futuro de la
entidad, a través no tanto de la Junta General de Accionistas, sino del
cuaderno de ventas, pliego de condiciones y adjudicación final de la
subasta.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Montoro.




El señor MONTORO ROMERO: Gracias al señor Gobernador por su comparecencia
en esta Comisión parlamentaria, que se ha creado a iniciativa del Grupo
Popular y que tiene como objetivo fundamental el ganar transparencia en
esta crisis de Banesto y en su evolución futura o en sus salidas.

El señor Gobernador sabe perfectamente cuál ha sido nuestra actitud desde
un principio. Ha sido una actitud de máxima responsabilidad para limitar
lo que era una crisis de una entidad bancaria a su estricto sentido para
que no se extendiera de tal forma que se provocara una crisis de
confianza en el sistema bancario español. Además, ya le anuncio también
nuestra disposición a encontrar y canalizar soluciones prontas para esa
crisis de la entidad.

En lo que quiero insistir desde el primer momento es en nuestra máxima de
transparencia, porque el señor Gobernador ha mencionado precisamente un
encuentro que tuvieron en el Banco de España, y de ese encuentro se
derivaron informaciones periodísticas, que fueron también exageradas, que
después provocaron o ahondaron en la crisis de entidades bancarias y que,
en mi opinión, fueron bastante inconvenientes. Ese es un ejemplo de cómo
hay que canalizar este tipo de comparecencias. Hay que hacerlas
públicamente, hay que hacerlas con los taquígrafos actuando y hay que
hacerlas ante los medios de comunicación, efectivamente, para que
trasladen a la sociedad cuál es la intención de quienes promovemos este
planteamiento de máxima transparencia. Su comparecencia hoy aquí,
evidentemente, tiene un sentido más de análisis de lo que es el plan de
saneamiento, aunque yo también quisiera aprovechar --ya lo ha hecho usted
en su primera intervención-- para precisar lo que son las decisiones
adoptadas por el Banco de España durante este tiempo. Porque usted mismo
no ignora los rumores abundantes que se han generado en estas últimas
semanas, en estos últimos meses y que conviene despejar, precisamente en
aras de esa máxima transparencia. Esto es, el Banco de España actúa con
cautela --está en su obligación, está en su oficio--, pero, a veces, de
ahí se deriva precisamente una impresión de ciertos pactos, de ciertos
planteamientos, siendo conveniente precisar ante la opinión pública cuál
es el contenido exacto de los mismos.

Una primera cuestión que quiero plantearle para completar su información
sobre las decisiones, las actitudes, los planteamientos del Banco de
España en estos últimos meses, desde que se interviene el 28 de
diciembre, es si ha habido contactos con los anteriores gestores de
Banesto, con quiénes exactamente y si ha habido algún tipo de relación o
de acuerdo al respecto de lo que pudiera haber de planteamiento
estratégico cara al futuro con alguno de esos gestores.

En segundo lugar, y con ese mismo espíritu de máxima transparencia en
estos procesos, le quiero preguntar --usted me limita la pregunta a donde
crea que debe estar ese límite, obviamente-- sobre el contenido del
expediente abierto a los antiguos gestores, esto es, una explicación algo
mayor de cuáles son las irregularidades observadas por el Banco de España
que han dado lugar a la apertura de ese expediente --en realidad son
expedientes, puesto que afecta a todo el Consejo de Administración--,
recordando que en la primera comparecencia yo le pregunté si había
detectado responsabilidades más allá de las estrictamente mercantiles y
usted me respondió que no había sido así.

La génesis de este expediente y su evolución creo que también conviene
explicarlo a toda la opinión pública española para que veamos que se está
en un auténtico esclarecimiento de responsabilidades.

También le quería preguntar, con esta misma intención clarificadora, si
aprecia diferencias entre los diferentes miembros del Consejo de
Administración, porque quizá si



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él aprecia diferencias es porque en ese Consejo de Administración de
Banesto no se estaba actuando correctamente en cuanto a la presentación
de los asuntos a tratar, en cuanto a su tratamiento; si se está depurando
correctamente. Sería interesante para identificar las responsabilidades
de los anteriores miembros de la gestión de Banesto.

Quería preguntarle por si acaso usted en esta información tiene a bien
concretarnos. Lo ha hecho ya en su intervención anterior. Ha remarcado
una diferencia entre lo que aprecia el Banco de España, ahora, en
comparación con lo que apreciaba anteriormente, con lo que la inspección
había sido capaz de detectar. De todas formas, si puede concretar esta
información, yo creo que sería bastante oportuno saberlo.

Otra cuestión es si, con esa perspectiva que va dando el paso del tiempo,
estima el Gobernador que el sistema de prevención de crisis bancarias en
España no se ha resentido con cierta intensidad a partir de esta crisis y
si no cree que ya es momento de empezar a plantearse su revisión, y en
qué línea iría esta revisión. Lo digo porque cuando una crisis de tanta
envergadura estalla hay unas responsabilidades también de los sistemas
preventivos, que convienen ser calificadas como tales y apuntar
soluciones para inducir confianza en el futuro.

En lo que se refiere al plan de saneamiento, le voy a preguntar si la
cifra de 605.000 millones de pesetas de déficit patrimonial detectado la
considera realmente definitiva o estamos ante unas cifras aproximadas. En
este caso es un tanto llamativo que la cifra presentada por el equipo de
gestión haya superado a la que estimaba inicialmente la propia inspección
del Banco de España, algo que no es usual en el sistema de inspección del
Banco de España, ya que suele ocurrir lo contrario. Quizá conviene
precisar con rigor esta cifra cara a lo que pueda acontecer en el futuro,
para despejar la evolución futura de la entidad y cara también a que las
auditorías pendientes puedan elevar o no esa cifra, puedan modificarla,
porque ahí quedan pendientes unas auditorías y podía darse el supuesto
que resultaran así.

A partir de la intervención del señor Sáenz, creo que es importante que
clarifiquemos una pregunta que ya le han hecho otros portavoces de Grupo,
que yo me sumo a ella, y es precisar, al máximo posible, cuál es la
aportación de los recursos públicos que va a requerir la solución de la
crisis Banesto. Sinceramente, le manifiesto la inquietud de no entender
bien ya lo que es el proceso de saneamiento, y el señor Sáenz antes lo ha
intentado explicar otra vez; me refiero a la inyección de liquidez,
llamémoslo así, del Fondo de Garantía de Depósitos cuando no va a ser el
tenedor el que gestione directamente esos activos. Hay una compra, quiero
decir hay una intención de liquidez por una cuantía importante de cientos
de millones de pesetas, pero después esos activos permanecen, al parecer
es la última solución que se está dando, en el ámbito de Banesto.

Conviene precisar, a partir de esta operación, cuál es el empleo de
recursos públicos que se hace en esta operación.

Quiero indicar que es muy importante que el uso de recursos públicos se
haga de tal manera que permita un compromiso de recuperación en el
futuro; esto es, que no hablemos nunca de un empleo de recursos públicos
a fondo perdido, porque eso da una concepción, un sentido a la solución
de la crisis absolutamente distinto y, en mi opinión, negativo para lo
que debería ser. Hay que emplear unos recursos financieros, obviamente
hay que emplearlos, pero hay que facilitar el modo de recuperación de
esos recursos financieros, para que la opinión pública entienda que no se
está apostando, no se está haciendo un regalo a nadie en el futuro, no se
está haciendo un saneamiento a cargo de todos los españoles para que
beneficie a unas determinadas entidades o postores en el futuro.

Sería oportuna la clarificación de este extremo en la medida de lo
posible, incluso precisamente lo que es el coste del apoyo que se ha
hecho a Banesto, a través de líneas de crédito especial; es decir, la
aportación pública y en qué consiste.

Respecto a la solución, de la salida, quiero insistir en la pregunta que
ya se le ha hecho y que, por nuestra parte, el Grupo Popular quiere
hacerle, respecto de las condiciones de la subasta. En qué condiciones se
va a realizar ese pliego de subasta. Por qué se selecciona directamente a
Salomon Brothers; por qué se determina ya a una entidad, y si eso puede
ser un condicionante de las soluciones a arbitrar a la salida en esa
subasta.

Aquí quiero anticipar ya lo que es la opinión de mi Grupo. El Grupo
Popular es reticente a que entre la banca pública en una operación de
este tipo, porque, en contra de parecer un modo de salvaguardar los
intereses de los españoles podría tener unas connotaciones e
interpretación política de lo que es la crisis de Banesto. Con esto,
quiero preguntar al señor Gobernador sobre el modelo de sistema
financiero que estamos construyendo a partir de esta crisis; si tenemos
claro hacia dónde vamos, hacia dónde organizar el conjunto de nuestro
sistema financiero, el conjunto de nuestras entidades financieras; si
tenemos claro que hay que salvaguardar los criterios de máxima
competencia dentro de ese sistema financiero; si tenemos claro que, en
definitiva, es muy importante para toda la economía española que haya una
asignación eficiente de recursos por parte de ese sistema financiero como
forma de resolver los graves problemas económicos que tenemos. Quisiera
trasladarle esa inquietud en forma de reflexión, pero también para
recabar su opinión sobre esa futura organización del sistema financiero.

Dos cuestiones finales y con ello acabo. Quisiera preguntarle si, en su
opinión, están garantizados los intereses de los pequeños accionistas en
una operación de saneamiento del banco como la que se está planteando. Y,
por último, preguntarle su opinión respecto de la investigación que se ha
abierto en Estados Unidos, por parte de su Congreso, y qué piensa sobre
las querellas, que parece ya están en marcha desde fuera de nuestras
fronteras, en relación a lo que han sido apoyos internacionales al caso
Banesto.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, el señor Martínez Noval
tiene la palabra.




El señor MARTINEZ NOVAL: Señor Presidente, comienzo por agradecer al
señor Gobernador su



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comparecencia en esta Comisión, que, desde el punto de vista de mi grupo,
ha servido para clarificar aquellos aspectos novedosos que en este
momento pudieran haberse producido respecto de su última comparecencia,
el pasado día 30 de diciembre del año 1993.

En primer lugar, señor Gobernador, ha hecho usted un comentario respecto
a sus actuaciones y a los efectos que ha tenido la crisis bancaria de
Banesto en relación con la imagen exterior del sector financiero español
más allá de nuestras fronteras.

Cuando discutimos en la Comisión de Economía, con motivo de su
comparecencia y de la del Ministro de Economía y Hacienda, la
intervención del Banco de España, creo recordar que se justificaba
entonces esa intervención por tres objetivos: el primero de ellos
consistía en el mantenimiento, en la medida de lo posible, de la
actividad bancaria de la propia entidad; en segundo lugar, se trataba de
que el propio quebrantamiento patrimonial, la situación dificultosa y
adversa de la entidad financiera no repercutiera en el resto de entidades
bancarias y entidades financieras españolas; y, en tercer lugar, se
trataba también --como dije anteriormente-- de que la imagen exterior de
España en la esfera financiera sufriera el menor daño posible.

Respecto al primer objetivo, el mantenimiento de la actividad del Banco,
yo creo que, al menos al día de hoy, estamos suficientemente servidos con
la información que nos ha proporcionado el actual Presidente del Banco
Español de Crédito con la explicación que nos acaba de realizar en
relación al plan de saneamiento. Sin embargo, quisiera preguntarle, señor
Gobernador, cuál entiende usted que ha sido la virtualidad de la
intervención a la luz de la incidencia que la intervención ha tenido
después en relación con los otros dos objetivos, la pretensión de que esa
crisis no se extendiera al resto del sistema bancario español y, en
segundo lugar, que esa crisis, esas dificultades tuvieran la menor
incidencia en la imagen exterior de nuestro país.

Tengo que agradecer al señor Gobernador que haya aclarado, yo creo, al
menos, desde el punto de vista de mi grupo, en términos suficientes,
cuáles son las causas que motivan y explican la diferencia entre los
503.000 millones de pesetas, que usted manifestaba el 30 de diciembre de
1993, y los 605.000 millones que aparecen hoy reflejados en el plan de
saneamiento. Desde nuestro punto de vista, esos tres argumentos, esas
tres razones cuantificadas a las que se refería, creo que son suficientes
para justificar esa diferencia.

Por último, señor Gobernador, quiero hacer una referencia a los problemas
planteados en relación con el cuaderno de ventas y el pliego de
condiciones. Mi grupo entiende que no es casualidad que ustedes hayan
fijado el plazo para la elaboración del pliego de condiciones y su puesta
a disposición de las instituciones interesadas en la subasta, el día 28
de marzo; no parece que ésa sea una fecha casual, ésa es la fecha de la
Junta extraordinaria de accionistas de Banesto, y nos parece correcto que
ése sea el límite. Por tanto, comprendiendo las urgencias de otros grupos
parlamentarios en relación con su interés por el conocimiento de las
particularidades de ese cuaderno de ventas y de ese pliego de
condiciones, no las compartimos en su totalidad. Mi grupo entiende que es
más correcto que los grupos parlamentarios representados en esta Comisión
manifestemos nuestras preferencias y nuestras inclinaciones por criterios
generales que se deben contemplar en ese pliego de condiciones y en ese
cuaderno de ventas y que, una vez producida la entrega a las
instituciones interesadas, podamos demandarle --con una posterior
comparecencia en esta Comisión-- si el contenido exacto del pliego y del
cuaderno da respuesta a esos principios generales que puedan ser
mayoritarios en esta Comisión. De otra manera, yo entiendo que llegarían
a las instituciones interesadas por una u otra vía (por la vía de que
esta Comisión es abierta y estaría a disposición de todo el mundo) y
probablemente con tiempos distintos, el contenido de ese cuaderno de
ventas o de ese pliego de condiciones. Por tanto, mi grupo parlamentario
es partidario de que hasta el día 28 de marzo, y en relación con el
cuaderno de ventas y pliego de condiciones, se hable más bien de los
principios generales que deben informar la subasta del Banco y que, por
tanto, deben quedar reflejados en esos documentos.

Nosotros somos partidarios, sin ninguna duda, de la transparencia y somos
partidarios también de que las condiciones que se exigen en uno y otro
caso conduzcan al mayor grado de competencia posible por la adquisición
de la entidad financiera.

No entendemos que se pueda defender la mayor competencia que significa,
por tanto también, señor Presidente, señor Gobernador, mejores y mayores
posibilidades de recuperar caudales públicos comprometidos en este
saneamiento; no entendemos que se pueda defender la mayor competencia
estableciendo vetos previos; es decir, transparencia, competencia, sí,
pero... Y un «pero» sea a la titularidad de la entidad financiera que
pretenda acceder a la subasta. Para el establecimiento de vetos, en este
caso respecto de instituciones financieras eventuales demandantes de
cuaderno de notas o de pliego de condiciones en esos vetos no puede haber
otras razones que ideológicas y en este caso casi diría razones
dogmáticas. Por tanto, entendemos que es incongruente y por ello mi grupo
no va a incurrir en el error, desde nuestro punto de vista, de pedir
transparencia, pedir el máximo grado de competencia en la adjudicación y
establecer restricciones de uno u otro tipo, por una u otra razón, que
conduzcan a que determinadas entidades financieras no puedan concurrir a
esta subasta en razón de no se sabe qué pecado original.




El señor PRESIDENTE: El señor Gobernador tiene la palabra, para contestar
a las preguntas que le han formulado los señores portavoces.




El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (Rojo Duque): Señor Presidente,
trataré, como siempre, de responder a todas y cada una de las preguntas
que me han hecho ustedes. Algunas son coincidentes pero otras no lo son;
si se me pasa alguna, les ruego que me lo recuerden ustedes e
inmediatamente procederé a responder.




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El tema básico es el referente al pliego de condiciones, porque esto de
algún modo agrupa muchas de las preguntas que aquí se han hecho. Yo tengo
cierta mala suerte con SS. SS. porque el día que tuve el gusto de recibir
a los señores portavoces de la Comisión de Economía y Hacienda en el
Banco de España para hablar con ellos sobre los rasgos fundamentales del
problema, recordarán SS. SS., que acudieron a aquella reunión, que tenía
el deseo de ofrecerles la primicia de que el Banco de España había
abierto el día anterior expediente administrativo sancionador, y esa
misma mañana en la prensa apareció una filtración que me quitó la
primicia. Hoy llego aquí con el problema de que ha habido una serie de
periódicos que han dado noticias confusas, discordantes, respecto de lo
que figura --se supone-- en el pliego de condiciones. Son confusas y
discordantes porque todavía no se ha llegado a acuerdos, hay diferencias
de opinión; se está discutiendo el tema, no sé de dónde ha venido la
filtración y estoy en una situación un poco violenta, porque llego aquí y
me encuentro con que en la prensa han aparecido una serie de
informaciones sobre este tema. De modo que, aunque yo hubiera preferido
hablar de este tema un poco más adelante, es decir, cuando realmente
estuvieran las cosas más sedimentadas y más acordadas. Sí puedo decirles
a ustedes, de modo general, cuáles son los criterios que viene manejando
el Consejo Ejecutivo del Banco de España, lo cual no quiere decir que, al
final, algunas cosas en su precisión no modifiquen algo lo que yo voy a
decir. Trato de ser absolutamente transparente y tenerles a ustedes
informados, en la medida de lo posible, respecto al día de hoy. Prueba de
mi sorpresa en este tema es que yo, que suelo ser bastante cuidadoso
cuando vengo a estas comparecencias ante SS. SS., no he podido hacer nada
más que un pequeño papel en el tema porque me ha sorprendido la prensa
esta mañana.

El pliego de condiciones trata de determinar cuáles son los que
pudiéramos llamar criterios de precalificación de los posibles
compradores. Yo entiendo que lo que en este momento ya está acordado es
lo siguiente, sin ir a precisiones de cifras. En primer lugar,
evidentemente al concurso puede ir una entidad sola o bien puede ir una
entidad acompañada; ahora bien, en este último caso hay una serie de
requisitos que se exigen a la entidad que va en primera posición, a la
que se hace de algún modo responsable de una serie de puntos. Es criterio
básico y lógico que la entidad que sola o como cabeza de una coalición,
por así decirlo, acuda a la subasta, sea una entidad de alta solvencia y
que garantice, por consiguiente, la solvencia y la estabilidad de Banesto
en el futuro. Esto, naturalmente, hace necesario que, por una parte, esa
entidad cumpla los criterios de la normativa española en materia de
recursos propios y, naturalmente, que los recursos propios de esa entidad
no sean inferiores a los recursos propios de Banesto; sería absurdo que
una empresa con recursos propios inferiores a Banesto pudiera ser la
adquirente de la entidad. Recuerdo a ustedes que capital y reservas de
Banesto, después del proceso de reducción y ampliación de capital será,
en su día, de 245.000 millones de pesetas. Por consiguiente, sin fijar en
este momento una cifra, porque no se ha fijado todavía, es claro que la
entidad adquirente tiene que tener por lo menos ese volumen de recursos
propios.

Por otra parte, es obvio también que la entidad adquirente, sea la
entidad en solitario o la entidad cabeza de una coalición, tiene que
haber mostrado beneficios positivos y significativos en los tres o cuatro
últimos años. Estos son dos criterios absolutamente básicos y esos
criterios constituyen un elemento básico de selección. En algunos
periódicos de esta mañana se dice que se va a pedir también que haya unos
criterios de contribuciones en los últimos años al Fondo de Garantía de
Depósitos, o que se podría pensar también en una sobreprima; que si
fueran entidades que no son miembros del Fondo de Garantía de Depósitos,
los adquirentes deberían tener que pagar una sobreprima. Esto, la verdad,
es una de las ideas que se han manejado, pero parece que va a ser
imposible aplicarla porque va en contra de las normas comunitarias. En
este punto nuestras ideas han cambiado porque realmente las normas
comunitarias son muy estrictas y no va a poder aplicarse el criterio de
pertenencia al Fondo de Garantía de Depósitos ni se va a poder aplicar
ninguna sobreprima, lo cual quiere decir que la subasta va a ser abierta
a todas las entidades comunitarias, de lo cual se deducen una serie de
consecuencias a las que luego me referiré. Esto quiere decir que,
efectivamente, el criterio básico de selección es el tema de recursos
propios y de beneficios en los últimos años.

Hay otro tema que estamos discutiendo, y es el tema del acceso a la
información. El acceso a la información no es tanto el acceso al pliego
de condiciones, porque el pliego de condiciones no sólo es general --se
va a publicar en el «Boletín Oficial del Estado»--, sino que realmente es
lo que se refiere al acceso a la información muy prolija, muy compleja y
muy detallada que va a estar en el llamado cuaderno de ventas. Puede
haber empresas nacionales o extranjeras que, sin tener la menor intención
de ir a la subasta, estén muy interesadas en tener esa información, que
ofrece una radiografía profunda de lo que es Banesto, de las relaciones
con sus clientes, etcétera, y esto no puede suceder; es decir, no podemos
dar información más que a entidades que efectivamente tengan interés en
ir a la subasta, porque, si no, estaríamos violando la intimidad de
Banesto.

Aquí no sabemos exactamente qué vamos a hacer todavía. En casos parecidos
en otros países, lo que se ha hecho es fijar una cantidad que hay que
pagar. Por ejemplo, en caso del Banco Pinto, en Portugal, hace unos meses
se exigió que quienes quisieran obtener esa información tuvieran que
pagar 50 millones de pesetas. Lo que sucede es que, aun si lo doblamos y
ponemos 100 millones de pesetas, la verdad es que puede ser baratísimo
obtener toda la información sobre Banesto; por consiguiente, tengo que
decir sinceramente que en este momento todavía no hemos resuelto el
problema. Es lo más que puedo decir a ustedes, pero claramente nuestra
idea es que sea bastante costoso, porque, si no, esto puede ser una
ocasión de violación de lo que es el secreto bancario.

Respecto a las condiciones para ofertar, la oferta se tendrá que hacer
por la totalidad de los 180.000 millones de pesetas, separando el precio
de ofertas que corresponde a



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los 81 millones de acciones, que se van a ofrecer a los accionistas en
una oferta pública de venta, en la proporción de uno por dos, a la par,
que quiere decir que estas acciones vendrán valoradas a 400 pesetas por
acción, y para el resto es para lo que efectivamente será relevante el
precio de oferta. El precio de oferta de ese resto es lo que va a variar,
dependiendo de los oferentes, porque evidentemente el adquirente va a ser
simplemente un instrumento para que realice la oferta pública de venta y
todo ello lo hace a 400 pesetas; luego en este tramo realmente no hay
competencia.

Si queremos asegurar la solidez y la estabilidad del control del Banco,
es naturalmente necesario que exijamos que la entidad que vaya en
solitario o que vaya como cabeza de una coalición, se comprometa a asumir
y retener, durante un determinado período, un porcentaje del capital
total de la entidad después del proceso de reducción y ampliación de
capital. La cifra no está todavía determinada, pero va a estar en torno
al 30 por ciento. Será quizá un poco más bajo, un poco más alta; jamás
llegará, como se ha dicho en algún caso esta mañana, a la zona del 20 por
ciento; será más alta del 20 por ciento; no será inferior al 25 por
ciento; tampoco creo sea superior al 35 por ciento. La verdad es que
estamos pensando en una cifra en torno al 30 por ciento, y eso es lo que
puedo decirles sobre este tema, porque no tenemos mayores precisiones por
el momento.

¿Qué pasa en el caso de que se presente una coalición? Como he indicado
antes, las exigencias básicas respecto a recursos propios, a un volumen
de recursos propios, a beneficios en los últimos años, el tema de la
retención del 30 por ciento del capital, se refieren en este caso a la
entidad que es cabecera de esa alianza, pero esa alianza puede incluir
otras entidades. Mientras que el primero, el cabecera de grupo, no podrá
desprenderse del capital de modo que quede por debajo del 30 por ciento
--si ésta es la cifra--, antes de cuatro años (esta cifra también la doy
de un modo tentativo, hemos estado manejando entre tres y cinco años, doy
cuatro años por una razón muy sencilla, porque es la media aritmética,
pero por ahí van a estar las cosas); mientras que el banco cabecera no va
a poder deshacerse no del paquete sino de una parte del paquete de modo
que quede por debajo del 30 por ciento, las otras entidades que hayan ido
en la coalición sí podrán deshacerse del paquete, pero, en ese caso, lo
que sucede es que, naturalmente, si de lo que se deshacen es de más del 5
por ciento del capital, nos tienen que informar, tanto a la Comisión
Nacional del Mercado de Valores como a nosotros; y si es de más del 10
por ciento, tienen que obtener la autorización del Banco de España porque
ésa es la norma general. Por otra parte, en el caso de coalición tendrán
que comunicarnos, al presentarse a la subasta, cuál es el conjunto de
pactos que hay dentro de la coalición para que sepamos exactamente qué
tenemos ante nosotros.

También hemos pensado que en el caso de coalición si alguno de los que la
componen --de los menores, de los pequeños-- se quiere salir, debería
haber un derecho de tanteo en favor bien de los restantes del grupo bien
de la entidad que actúa como cabecera del grupo. Estos son, más o menos,
los criterios que estamos barajando.

Hay problemas extraordinariamente complicados. Estamos prestando una
enorme atención al problema de la transparecencia; además, creemos
absolutamente en ella. Creemos en ella aunque sólo sea porque si alguien
piensa que ha habido falta de transparencia los culpables seremos
nosotros; pero realmente es muy difícil decir cómo se resuelve el
problema de la transparencia. Supongamos que están precalificados los
compradores potenciales y pasamos a la segunda fase, que es la subasta.

En la subasta se puede permitir que tenga diferentes modalidades, en
cuanto a las ofertas concretas. Por ejemplo, es posible decir que esto se
resuelve exclusivamente, y del modo más llano y directo posible, en
términos de precio. Quien oferta más precio se queda con ello. Sin
embargo, prescindiendo de otras consideraciones, existen dificultades.

Habría la posibilidad de que alguno de los concurrentes dijera: yo
ofrezco este precio pero, además, ofrezco limitar las pérdidas del Fondo
de Garantía de Depósitos a tanto.

Esto plantea problemas muy difíciles, porque lo que hay que hacer es
valorar una conjetura, una probabilidad, y pasar esto a términos
matemáticos para poder comparar con quien sólo ofrece un precio; plantea
problemas muy complicados. En aras de la transparencia y a riesgo de
equivocarnos, pensamos que sería mejor no aceptar ese tipo de ofertas,
que hace muy difíciles las comparaciones y que, por tanto, introduce
inevitablemente un elemento de discrecionalidad, por lo menos aparente,
por parte de quien tiene que decidir la subasta.

Nosotros pensamos que debe ser el mismo comprador el que haga los
cálculos correspondientes y los convierta en precio. Evidentemente,
cuanto más esté dispuesto a limitar la pérdida del Fondo de Garantía de
Depósitos menor será el precio que ofrezca; si eliminamos el elemento de
limitación del riesgo del Fondo de Garantía de Depósitos mayor será el
precio que pague. Por tanto, suponiendo que éste sea un fenómeno
susceptible de transformación a precios, pensaríamos que es preferible ir
a una subasta estrictamente en términos de precios; que sean los propios
compradores los que hagan los cálculos correspondientes, que sean ellos
los que aprecien el elemento de riesgo y de probabilidad, más que quienes
vamos a tener que decidir la subasta. Aun así tendremos dificultades --y
con esto entro en otro tema-- porque, naturalmente, vamos a pedir a todas
las entidades que vayan a concurrir que nos digan cuál es su proyecto de
actuación con Banesto, proyecto que, obviamente, no incluye sólo a
Banesto sino a las propias entidades que van a concurrir. Ahora bien, las
entidades que puedan concurrir son dispares entre ellas; con una
situación actual dispar y con estrategias dispares; por consiguiente, es
muy difícil valorar la estrategia de una respecto de otra. Habrá un banco
que no necesite tantas sucursales adicionales y que querrá, en ese caso,
aligerar el número de sucursales. Esto quiere decir que tenderá a
traspasarlas a otros bancos, si hay bancos adquirentes, y seguramente los
habrá. Otras entidades, por el contrario, pensarán que quieren --si no
todas-- un número muy fuerte de



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esas sucursales; algunas quizá todas las sucursales. Entonces ¿cómo
comparar esas estrategias?
Me preguntaba el señor Montoro ¿cuál es la idea del futuro del sistema
bancario español, y desde la cual van a tratar de resolver el problema?
Es muy difícil tener una idea a largo plazo de lo que puede ser la
configuración del sistema financiero español, del sistema financiero
alemán en Alemania, o incluso del sistema financiero americano en Estados
Unidos. Hay que poner un horizonte temporal no demasiado largo, porque
más allá es intentar ser profeta, y eso es muy mala cosa. Queremos un
sistema que sea competitivo; un sistema que, en la medida en que sea
competitivo, sea también lo más flexible posible para absorber las
tensiones de esa competencia; un sistema que tiene que tener en cuenta
que venimos de un período de altísimos tipos de interés y que vamos a
otro período con tipos de interés no diré bajos, pero sí normales. La
rentabilidad de las sucursales es completamente distinta en un período y
en otro. La rentabilidad de una sucursal es más alta en un período de
tipos de interés muy altos que en otro con tipos de interés muy bajos.

Igual que era más fácil reflotar un banco con tipos de interés altísimos
que en un período de tipos de interés más bajos. La estrategia de todos y
cada uno de los bancos en general se ve afectada por este elemento.

Estamos viviendo un proceso en el cual ellos tienen que replantearse la
rentabilidad de las sucursales. Todos ellos.

En estas condiciones es muy difícil decir: queremos un sistema en el que
este banco tenga muchas sucursales y este otro tenga menos. A mí estas
cosas me dan muchísimo miedo. Tendremos que ver si las estrategias que
nos plantean las diferentes entidades en la subasta son razonables,
porque no podemos ir más allá de lo que es razonable. Pero, en
definitiva, hay unos bancos que tratan de quedarse con Banesto con unas
determinadas estrategias que corren un riesgo y la verdad es que van a
ser ellos los que tienen que decidir. No podemos nosotros decidir por
ellos. Esto es así.

Quiero decir con esto que vamos a tratar de crear una serie de
condiciones básicas, generales, que sean razonables, que traten de
excluir lo que sea peligroso o comprometido. No podemos ir mucho más
allá. Por ejemplo, el tema de la banca pública podrá resolverse en otras
instancias, pero, por parte del Banco de España, no podremos excluir
nunca a Argentaria porque no vamos a poder excluir al Crédit Lyonnais, ni
vamos a poder excluir a la banca pública italiana. Cada cual podrá tener
sus opiniones, pero esos temas no se van a poder resolver al nivel del
Banco de España. Nosotros vamos a tener que decir cuáles son las
condiciones básicas y, en esas condiciones, con toda seguridad, va a
caber Argentaria. Hubiera cabido incluso en el caso de que se exigieran
unas determinadas contribuciones al Fondo de Garantía de Depósitos,
porque lo que son las instituciones de Argentaria han cotizado en los
últimos años en cantidades muy importantes y siempre estarían por encima
de lo que fuera razonable exigir. Pero, como he dicho antes, no vamos a
poder establecer ese criterio de restricción porque nos lo impide la
Comunidad. Por tanto, Argentaria podrá ir, independientemente de la
opinión de cada cual. Puede haber otros criterios, aparte de que siempre
podría ir, en vez de en primera posición, en segunda posición, e incluso
no ir y absorber sucursales por otro lado. Realmente, la cuestión de las
sucursales de Argentaria --que es cierto-- se puede resolver de muchos
modos. Por el momento, no les puedo decir más sobre el pliego de
condiciones porque verdaderamente no hemos decidido nada más. A finales
de la semana que viene, el tema estará ya mucho más perfilado.

Paso a otro asunto que me parece muy importante, el de los rumores. Tal
vez yo me haya equivocado en los dos meses y medio, pero es
exclusivamente mi responsabilidad. Durante estos dos meses y medio, en
los medios de comunicación --naturalmente, no en todos, en algunos--
hemos recibido calumnias, insultos e historietas sobre escenas concretas
en las que, del modo en que yo saco un cigarrillo del bolsillo --que lo
saco con frecuencia desgraciadamente, como saben ustedes--, se deriva mi
actitud mental y se ponen mis pensamientos entre comillas. Sobre bases
reales, parciales y aparentes, se construyen formidables historietas. Yo
he sido responsable de negarme a responder a todo esto. ¿Por qué? Porque
si uno niega algo, tiene que proceder diariamente a decir si niega o
afirma, y entonces está uno perdido. Por ello, he decidido --esto es
verdad, y no lo digo por estar aquí ante ustedes-- que mi obligación de
información era ante ustedes. Ya saben que he estado a su disposición
desde el día 28 y que si no he acudido antes ha sido porque, por
diferentes motivos, ustedes han considerado que era mejor hacerlo de un
modo que de otro, pero yo he estado totalmente a disposición de ustedes
en todo momento para responder, porque es un caso en el que no tengo
absolutamente nada que ocultar. Por consiguiente, estoy dispuesto a
responder a todo.

Me pregunta el señor Montero: ¿qué pasa con esos rumores de pacto? Con
todos los respetos, quizá pudiera responder de un modo irónico. De todas
las instituciones del país, en su sentido más amplio, si alguna ha
probado que no ha pactado con el señor Conde es el Banco de España.

¿Hemos tenido contactos con ellos? Yo personalmente tengo que decir que
ninguno, pero yo no soy toda la institución.

¿Qué hemos tenido? Hemos tenido contactos con los abogados de los
antiguos administradores. Un abogado que de un modo frecuente ha
aparecido por Banesto, y no por el Banco de España; otro abogado, por el
contrario, que ha ido al Banco de España. En ambos casos, han sido
recibidos por las asesorías jurídicas, y ante éstas han planteado sus
posiciones. En todos los casos se les ha dicho que no.

Aparte de esto, ha habido una persona (tampoco hace falta que le
individualice aquí; aunque si hace falta, le individualizo) que ha
aparecido por Banesto y que ha contactado con el director general de la
Inspección del Banco de España, con el cual había trabajado en los temas
de las cifras durante un par de meses, y con el Subgobernador, para
tratar de informarse de cuál era la actitud del Banco de España respecto
de una serie de temas que les preocupaban. En todos esos contactos, la
posición del Banco de



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España ha sido absolutamente negativa a cualquier tipo de pacto.

Finalmente, la semana pasada, después de que se hiciera la convocatoria
de la junta y estuviera claro, por como se había hecho la convocatoria,
que en ella se puede plantear perfectamente el tema de la acción social
de responsabilidad, y que los administradores provisionales, si el asunto
se suscita, simplemente pondrán los votos a disposición de los
accionistas, ha habido un intento de contacto, basado, en este caso, en
la amistad del Subgobernador del Banco con el que fue Vicepresidente del
Banco, porque ambos han trabajado juntos durante muchos años en el
Ministerio de Hacienda, y si le llamaba tampoco podía decir que no. Antes
de que se produjera la cena correspondiente, le fue comunicado al señor
Subgobernador que asistiría el señor Conde. El señor Subgobernador dijo
que, en ese caso, necesitaba mi autorización. Me pidió autorización y yo,
en vista de que teníamos contactos con el abogado que parecía
representarles (que les representaba, pero que no estábamos seguros de en
qué medida lo que decía representaba sus ideas o no) y, por otra parte,
había contactos en Banesto con otro abogado, y no había habido el menor
contacto con el señor Conde en todo este tema, me pareció que era
razonable que fuera y le escuchara. He de decir que si a mí el señor
Conde me hubiera pedido venir a verme, me hubiera parecido, no ya que era
conveniente, sino que además era mi obligación recibirle. Debemos
mantener abiertas las líneas de contacto, porque no sé lo que piensa.

La cena se produjo, el Subgobernador fue con mi instrucción (y
seguramente no hacía falta que le diera esa instrucción) de limitarse a
escuchar. El Subgobernador se limitó a escuchar. Al día siguiente volvió
a aparecer el abogado de los antiguos administradores de la Asesoría
Jurídica del Banco de España, repitiendo la misma posición, que se
refería al tema de la acción social de responsabilidad. Se les volvió a
negar absolutamente que el Banco de España estuviera dispuesto a pactar
nada, y ésta es la historia pura y simple de todo esto. No hay ningún
pacto. En algunos temas es obvio porque, ¿cómo vamos a pactar nada? Por
ejemplo, en las cuestiones penales, no lo podría pactar ni siquiera el
Gobierno, ni el Fiscal General del Estado, porque todo depende de que
vaya una persona y presente una querella ante un juzgado, y el juez
decida aceptarla. En otros casos, como el del expediente administrativo,
porque hemos seguido adelante como teníamos que hacer, puesto que era
nuestra obligación. De modo que en ese tema, realmente no tenemos nada
que ocultar y no hay problema alguno, aparte de los disgustos que uno se
lleva cuando lee esos artículos, pero ésa ya es otra cuestión.

Me decía el señor Montoro también que ha variado mi opinión respecto de
mi actitud del día 28 de diciembre. El día 28 de diciembre tenía el
informe inicial de la Inspección. Yo no soy jurista y, por tanto, tampoco
puedo saber qué puede constituir delito; no lo puedo decir en absoluto.

Pienso que las operaciones que entonces los inspectores me habían
señalado son dudosas en las que es difícil probar algún tipo de dolo;
probar las cosas es muy complicado. Lo que hemos hecho, en todo caso, es
mandar todo este formidable material de la Inspección, que es
detalladísimo, al Fiscal General. Parece que el Fiscal General ha
encontrado indicios suficientes como para llevarlo a la Audiencia
Nacional, al titular del Juzgado número 3. Yo no puedo aventurar otro
tipo de afirmaciones. Ellos decidirán. Yo no puedo añadir nada más,
porque sería osado por mi parte y no estoy capacitado.

Ha surgido en varias preguntas el tema de la legislación de opas. Como
saben ustedes, el problema que está planteado es que en el Decreto
vigente de opas están excluidos, a efectos de obligación de opas, los
Fondos de Garantía de Depósitos cuando intervienen para sanear una
institución, como es lógico. Pero si se trata de que el Fondo de Garantía
de Depósitos, una vez adquirida la ampliación de capital, de acuerdo con
su real decreto correspondiente, esté obligado a revender en un plazo
máximo de un año, a la institución que compra hay que eximirle también de
la OPA, porque, si no, el sistema no puede funcionar.

Esto es algo de bastante sentido común. El Gobieno ha consultado con el
Consejo de Estado, y éste ha dicho que es un punto que habría que
modificar. La modificación no tiene mayor importancia, simplemente es
necesaria porque, si no --no en este caso, sino en otros muchos--, no
puede funcionar el mecanismo. Estamos pidiéndole a la entidad que puede
acudir en solitario (para poner el caso más sencillo) que tenga, por
ejemplo, el 30 por ciento del capital de la institución; no le podemos
meter en una opa que le lleva a opar --como se dice con esa
terminología-- el 100 por ciento para ver si se queda con el 75 por
ciento, porque lo que queremos es justamente lo contrario, sería absurdo.

Por consiguiente, la modificación del decreto de opas parece razonable.

Igual que es razonable que el Fondo de Garantías pueda entrar a comprar
la ampliación de capital cuando no la cubren los accionistas, no sólo
después de haber sido ofrecida a los accionistas, como hubiera sido
necesario con la antigua ley de Sociedades Anónimas de 1951. Lo razonable
es que habiendo recogido la nueva Ley de Sociedades Anónimas de la
legislación comunitaria la posibilidad de que haya exclusión del derecho
preferente, de suscripción, también se entienda que si los accionistas
libremente deciden la exclusión de su derecho preferente de suscripción,
pueda después entrar el Fondo de Garantía. Eso es una interpretación tan
obvia que ni siquiera hubiera hecho falta modificar la disposición
correspondiente.

El tema Banesto, como algún otro que está en este momento «sub iudice»,
ha afectado muy seriamente la imagen de España en los mercados
financieros internacionales. Esto es así. Hemos procurado hacer el menor
ruido posible, por así decirlo, actuar del modo más tranquilo, tratar de
apaciguar a los mercados; pero que esto ha tenido efectos sobre la imagen
de España, es absolutamente claro. Se ha puesto en cuestión la normativa
contable del Banco de España y, en general, la normativa contable
existente. Esa normativa contable es perfectamente similar a la de otros
países. Se ha homologado, a partir de los trabajos en el seno del Grupo
de los Diez, con lo que el Grupo de los Diez ha hecho y con los grupos de
contacto comunitarios



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--así llamados-- sobre temas de supervisión, y a través de ellos nuestra
normativa contable es análoga a la de los otros países comunitarios. Si
en algún punto puede decirse algo de ella es que es más rígida o más
exigente. Por ejemplo, en recursos propios es sabido que es más exigente
que la normativa del Banco de Pagos de Basilea. Pero no hay ninguna razón
para poner en duda el carácter sensato y exigente de nuestra normativa
contable.

En cuanto al sistema de supervisión del Banco de España, es un sistema
similar al de los otros países industriales, mucho más exigente que el de
muchos de ellos, que no tienen inspecciones «in situ». Nosotros hacemos a
los bancos grandes una inspección «in situ» cada tres años, aunque son
extraordinariamente costosas estas inspecciones. Lo que está claro, en
definitiva, es que, aunque tengamos inspecciones «in situ» y aunque,
entre tanto, de un modo absolutamente continuo sigamos en la evolución de
todos y cada uno de los bancos, lo que no podemos impedir es que los
bancos infrinjan las normas contables y que oculten datos al Banco de
España en sus balances, no en los publicados, sino en los llamados
balances confidenciales que mandan al Banco de España, que son muchísimo
más detallados que los balances que se publican. Si nos ocultan la
realidad es muy difícil que el Banco de España pueda reaccionar a tiempo.

Reaccionará, pero, inevitablemente casi, con retraso.

Cuando hacemos inspecciones «in situ» (que, por ejemplo, el Banco de
Inglaterra no hace) se favorece la obtención de mayor información. Las
inspecciones «in situ» están basadas en el supuesto de que a los
inspectores del Banco de España no se les oculte información y no se les
engañe. No puede estar basado en otra cosa, porque los inspectores no
tienen las llaves de los cajones cuando van al Banco. Ellos piden
información. Como son personas muy experimentadas saben muy bien lo que
piden, pero esa información se la pueden dar o no, y se la pueden dar en
dos días o en tres meses. Tampoco es razonable que se haya puesto en
cuestión, de un modo interesado por cierto, el sistema de inspección del
Banco de España. Pero, sobre todo, se ha puesto en cuestión las prácticas
financieras del país. Me parece que esto es más grave que el que se haya
puesto en cuestión las normas y el sistema de supervisión. Se ha puesto
en cuestión las prácticas financieras de este país. Esto es muy grave y
tardaremos en recuperarnos. Lo digo así porque así lo pienso. Ante esto
hay que reaccionar. Como decía el señor Montoro, tenemos que extraer las
lecciones de este problema --aunque no sólo de éste-- en relación con las
normas que rigen la supervisión.

Para enlazar con otro problema, tenemos que estar seguros de que los
miembros de los consejos reciben de los gestores básicos de la entidad,
no ya toda la información que es relevante para el Banco, sino, sobre
todo, todos los escritos y requerimientos que reciben del Banco de
España, para que podamos estar seguros de que los conocen y no nos puedan
decir: «Es que yo eso no lo sabía.» Yo no dudo de que no lo supieran,
pero los escritos se mandan para que se lean ante el consejo y para
inquietar a los consejos, no para hacerles la vida fácil. Este es un
punto que me parece importante y tenemos que estar seguros de que las
cosas en el futuro funcionarán de otro modo. Porque, insisto, el sistema
está basado en la confianza, en la buena voluntad de todo el mundo y,
evidentemente, eso no basta.

Está claro que tenemos que adoptar medidas más estrictas respecto de las
dificultades en las inspecciones. Este tema me parece importante. Cuando
los inspectores presenten un informe sobre casos de dificultad, de
obstrucción, en la obtención de información, tiene que haber un
procedimiento por el cual se pueda resolver este problema. Esta es una
cuestión fundamental, en general, en el tema de la supervisión. El
problema es que apenas disponemos de armas que no sean explosivas. Esto
es lo grave. ¿Qué sucede si hay una obstrucción y abrimos un expediente
por obstrucción? Que inmediatamente se pone en sospecha al banco
correspondiente. Y como los bancos están basados en la confianza, no se
sabe nunca qué hacer, porque si se hace poco, el problema persiste, y si
se toma una medida más enérgica, los problemas que se le crean al banco
pueden ser muy graves. De modo que hay que obtener lecciones de lo que ha
sido esta experiencia, pero, al mismo tiempo, no será fácil plasmar las
lecciones en normas, ni siquiera en actitudes y formas de comportamiento.

Se me ha preguntado por qué se ha elegido Salomon Brothers. Porque había
que elegir deprisa una de las grandes entidades, porque el elemento de
imagen que esto ofrece es importante de cara al exterior, y no hay tantas
entidades. La mayor parte de ellas estaban ocupadas ya con algunos de los
supuestos contendientes, y otras habían estado muy ligadas a algunos de
los supuestos contendientes en fechas muy próximas. Elegimos Salomon
Brothers porque en alguna ocasión, en el pasado, en relación con el BCCI,
lo utilizamos y la verdad es que funcionaron muy bien.

Subrayo que el grado de utilización de Salomon Brothers por el Fondo de
Garantía, e implícitamente por el Banco de España, es bastante limitado;
no es el clásico caso en el que se ofrece a Salomon Brothers desarrollar
toda una operación. Lo que van a hacer exclusivamente es ayudarnos a
confeccionar el pliego de condiciones, donde su posición es importante,
sobre todo para asegurarnos que estamos cumpliendo todas las normas
comunitarias. Respecto al llamado cuaderno de ventas, es muy importante
que efectivamente proporcionen, en base a su experiencia en otros muchos
casos en los que han participado, el conjunto de información detallada
que realmente es necesaria. En ese sentido están siendo muy útiles a
Banesto, porque si no, con todos los problemas que ya tienen, tendrían
que estar perdiendo una enorme cantidad de tiempo en ese tema. Lo único
que van a hacer va a ser entregar los pliegos de condiciones y el libro
de ventas a los interesados y, después, actuar como intermediarios entre
los interesados y Banesto cuando traten de aclarar algún tipo de
información. Eso es todo lo que van a hacer. Esto es mucho menos de lo
que hacen en otros casos en los que se ocupan de traer potenciales
compradores. En este caso no van a hacer nada de eso. Es una decisión
razonable, porque Salomon Brothers con nosotros siempre ha funcionado muy
bien. Por supuesto, una entidad de esas características por definición
mantiene una posición neutral y muy independiente.




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Respecto a la investigación del Congreso de Estados Unidos. El Presidente
de la Reserva Federal de Nueva York --que es el supervisor de los bancos
de Nueva York, y de Morgan por tanto-- me entregó la carta del
congresista señor González en Basilea. Hablé con él sobre la carta, no me
hizo ningún comentario especial sobre la misma; no me pidió que le
enviáramos nada especial, aunque hemos estado en contacto, tanto yo con
él personalmente y por teléfono, como el Jefe de la Inspección con el
Jefe de la Inspección de la Reserva Federal de Nueva York durante todo
este tiempo. El señor Waetherstone, Presidente de Morgan, me mandó la
carta el mismo día que la envié al señor González. Conozco esa carta y le
tendré que hacer unos comentarios al señor Weatherstone en su momento. No
sé más sobre cómo va el tema de la investigación. Conozco la carta al
señor González, la respuesta del Presidente de Morgan al señor González.

Naturalmente, sobre esas respuestas no tenemos nada que decir. Repito que
la Reserva Federal no nos ha pedido absolutamente nada hasta ese momento,
y hablé con el Presidente de la Reserva Federal de Nueva York sobre este
tema hace más de un mes en Basilea. Luego, no parece que, de momento,
vaya a pedir nada.

No sé nada relativo a que las querellas vayan a activarse. Mi impresión
es, más bien, que no se van a activar, pero no lo sé porque esto es muy
difícil de juzgar.

Respecto a la gestión de los gestores de Banesto, tengo que decir que
estoy muy agradecido al grupo de gestión que está funcionando en Banesto
porque me parece que lo están haciendo extraordinariamente bien. Ustedes
han tenido aquí al señor Sáenz y habrán podido juzgar; lo están haciendo
muy bien. Si yo tuviera que decidir, yo diría que se queden, pero el
Banco Bilbao Vizcaya, si no fuera el adquirente final, me dirá: «¡Hombre,
no! Se los he prestado a ustedes, pero no me van a dejar sin ellos», lo
cual no quiere decir que algunos no se puedan quedar. Hay ahí una parte
institucional de relación de las personas con las instituciones de donde
proceden y, por otra parte, hay decisiones personales en las que es
difícil que el Banco de España pueda intervenir. Yo no le puedo decir al
señor Sáenz, a pesar de la excelente opinión que tengo de él: «Usted se
queda ahí». A lo mejor, al cliente no le interesa que se quede el señor
Sáenz. En todo caso, yo no puedo obligarle a quedarse donde no quiera. Le
puedo decir: «Quédese usted una temporada», y seguramente lo hará, pero
yo no estoy en condiciones de forzar el equipo actual de gestión, por
satisfecho que yo esté con él, para que se quede. No lo puedo hacer. Yo
creo que el equipo de gestión que se monte a la salida de esta situación
será muy bueno. En todo caso, el interés de ustedes por este tema, porque
el equipo de gestión continúe, me produce una gran satisfacción, porque
esto quiere decir --estoy dispuesto a aprovechar las más pequeñas
mercedes-- que no nos equivocamos al elegir al principio, que realmente
el equipo era de primera.

No va a haber, en absoluto --tema por el que se me ha preguntado--,
información privilegiada respecto de ninguna de las instituciones. El
pliego de condiciones es menos importante. De un modo u otro, doy por
supuesto que habrá filtraciones nuevas modificando las anteriores,
corrigiéndolas, añadiendo otras cosas...

Donde es fundamental que no haya filtraciones es en el tema del cuaderno
de ventas, porque es una radiografía precisa de la entidad. Es
absolutamente básico que todos lo tengan a la vez. Ahí sí que tenemos que
hacer un esfuerzo extraordinario para que eso no caiga en manos de
ninguna institución antes de haber llegado a las manos de la concurrente.

Se me ha preguntado también si hemos tenido algún tipo de contacto para
que Morgan pueda mantener su participación. Mi impresión es que Morgan
quiere mantener su participación. A mí me lo han dicho, pero yo les he
respondido que, naturalmente, yo no puedo hacer nada y que tendrán que
negociar en su día con el adquirente final. Yo supongo que el adquirente
final, que tiene que colocar paquetes inmensos para quedarse con el 30
por ciento, no tendrá ninguna dificultad, pero es cosa del adquirente
final, especialmente el de precio de cesión en el que yo no tengo nada
que decir.

Se me ha dicho también que si no podríamos haber vendido nosotros
oficinas antes. Como si no hubiéramos debido vender el Banco Totta...,
son cosas que la administración provisional no debe hacer. Estamos en un
proceso bastante acelerado. Debe ser la administración definitiva, el
adquirente el que decida si vende o no oficinas y qué hace o qué no hace
con el Banco Totta. Ponernos a vender oficinas es algo que la
administración no puede hacer, aparte del tiempo que eso lleva, que lleva
más tiempo del que disponíamos porque afecta obviamente a lo que es la
estrategia de los posibles compradores. De modo que eso no lo podemos
hacer.

Se me ha preguntado qué le cuesta al Estado el programa de saneamiento.

Lo que le cuesta al Estado es lo siguiente: en primer lugar, la
aportación de 285.000 millones, esto es absolutamente claro, que es el
primer renglón del coste inicial.

En segundo lugar, el Banco de España no puede financiar el Fondo de
Garantía de Depósitos, no puede conceder créditos al Fondo de Garantía de
Depósitos. Es decir, que las operaciones de financiación a precios de
mercado las va a hacer la banca.

Los costes correspondientes, derivados del juego de intereses, se
producen como resultado del crédito de los 315.000 millones, cuantía que
es difícil de determinar porque depende de cuál sea el tipo de interés al
que se haga la operación, y los tipos de interés, los tipos a plazos
desgraciadamente, en las últimas semanas, saben ustedes que están
variando considerablemente. En conjunto, si la operación de crédito se
hace, no a cuatro años, como habitualmente se dice, porque no está
diseñada así, sino hasta cuatro años, pero bajando linealmente todos los
meses de mayo, de modo que es una operación por el montante total a dos
años, no a cuatro, con ese perfil, el coste actual de esta operación
depende de cuál sea el tipo de interés que se está manejando; está en
torno a los 40.000 millones.

Esto es lo que yo estoy absolutamente convencido de que es el mínimo que
se va a poder recuperar. Por consiguiente, yo, eso, no es que no
considere que es un coste



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inicial del Fondo de Garantía, pero siempre he pensado que no va a ser un
coste final del Fondo de Garantía, porque se va a recuperar,
inmediatamente además, a través de la plusvalía que obtenga el Fondo de
Garantía de Depósitos en su operación de venta.

Con respecto a los 180.000 millones, el Fondo de Garantía de Depósitos va
a estar financiando esa posición durante un mes. Al cabo de un mes lo
traslada. Por consiguiente, ahí tenemos el coste, exclusivamente, de la
financiación que le proporcionará la banca durante ese mes. Lo que sí se
va a pedir es que quien se quede con el Banco pague al contado, excepto,
quizá, el tramo que ceda el público, para el cual se podía dar hasta 90
días, puesto que hay un plazo de hasta 90 días para hacer la oferta
pública de venta; pero como van a tener que pagar al contado, lo que ahí
está implicado es una cantidad muy modesta. No hay más costes.

El Fondo de Garantía, como ha sido habitual en todas las operaciones de
saneamiento del pasado, acepta que puedan presentarse contingencias
fiscales, por un plazo de hasta cinco años, que es el plazo de las
inspecciones. Pero no parece, según me dicen los actuales administradores
de Banesto, que haya que prever que haya nada importante.

Por otra parte, como en ocasiones anteriores, el Fondo de Garantía
también garantiza los posibles pasivos financieros ocultos que pueda
haber, por los cuales hay que entender de un modo prácticamente
exclusivo, lo que se llaman los avales de cajón, los avales no
contabilizados. Algunos se han encontrado ya, pero no parece, me dicen
los administradores de Banesto, que quede mucho por obtener.

¿Por qué ha habido discrepancias entre los administradores de Banesto y
el Banco de España en algunas cosas, en la proyección de la cuenta de
pérdidas y ganancias y, por tanto, en el tema de la ayuda pedida o
propuesta? Pues porque es absolutamente lógico; si yo fuera administrador
de Banesto, trataría de asegurar que la salida de Banesto es, por así
decirlo, lo más cómoda posible; pero, si estoy en el Banco de España,
trato de delimitar la aportación del resto de la banca y del Banco de
España. Por consiguiente, ahí hay siempre una cierta tensión en un tema
muy opinable, como es el hacer, como se han hecho, las cuentas de
pérdidas y ganancias hasta el año 2003; incluso, para los próximos dos o
tres años. Ahí los temas son muy opinables.

¿Cuál es la cifra de la cuenta de pérdidas y ganancias para el momento
inicial, que es básico para todo el proceso posterior? La cuenta de
pérdidas y ganancias que han presentado los Administradores provisionales
de Banesto, antes del proceso de saneamiento, menos 51.000 millones.

¿Cuál es la que presenta el Banco de España?: menos 41.000 millones. ¿Por
qué? Seguramente, porque el Banco de España, que tiene muy buena opinión
de los actuales gestores de Banesto, esta convencido de que, realmente,
si la gestión sigue bien, el elemento de gestión va a ser capaz de cerrar
una parte de la brecha de la cuenta de pérdidas y ganancias. Por
consiguiente, yo creo que eso explica más de la mitad de la discrepancia.

Como consecuencia de esa posición --digamos-- más optimista respecto de
la cuenta de pérdidas y ganancias inicial del Banco, lo que el Banco de
España ha aconsejado como volumen de la ayuda por todos los conceptos es
más bajo que lo que pedía Banesto: Banesto pedía 700.000 millones y el
Banco de España ha aconsejado que la cifra sea de 600.000 millones de
pesetas. Esos 600.000 millones permiten, con 285.000, limpiar de un modo
sustancial todos los activos dañados, y los otros 315.000 millones, con,
más o menos, el perfil que he indicado, permiten dar un cierto aliento a
la cuenta de pérdidas y ganancias en los dos primeros años.

Se me ha preguntado: ¿Por qué hacer esto? Porque, en buena medida,
Banesto es un banco con una proyección internacional importante; por
tanto, va a estar siendo seguido por la mirada de muchos observadores y
es muy importante que estemos seguros de que, efectivamente, su cuenta de
pérdidas y ganancias este año se cierra con una cifra de cero a más 5.000
millones, o algo así, y está el próximo año en condiciones de entrar en
una fase normal de crecimiento de sus beneficios. Esa es la razón por la
cual se piensa que esa ayuda financiera es verdaderamente importante al
principio.

Si hay alguna pregunta que no haya contestado, es cuestión de ustedes
recordármelo y les responderé inmediatamente.




El señor PRESIDENTE: Sí, pero muy brevemente.

¿Quién quiere intervenir? (Pausa.)
El señor Zabalía tiene la palabra.




El señor ZABALIA LEZAMIZ: Señor Presidente, intervengo muy brevemente
para agradecer al señor Gobernador del Banco de España las explicaciones
que nos ha dado. Y como yo creo que vamos a tener oportunidad, a lo largo
de todo el proceso de la investigación, de seguir contando con su
presencia y con sus explicaciones, por el momento, me reservo, hasta
tener más datos, en cuanto a hacer preguntas al Gobernador.




El señor PRESIDENTE: El señor Espasa tiene la palabra.




El señor ESPASA OLIVER: Señor Presidente, simplemente quiero añadir que
creo que el señor Gobernador ha contestado a todas nuestras preguntas; si
a alguna no lo ha hecho, con la documentación que obra en nuestro poder,
lo veremos; el tipo de acuerdos del Consejo de Ministros, me parece, pero
ya lo leeré y no merece la pena entretenerse en ello.

Quiero añadir una consideración a las primeras iniciales mías, para que
la tenga en cuenta, en la medida en que nos ha dicho que en nombre de la
entidad que representa, es decir, el Banco de España y, por tanto, el
Estado español, tiene que confeccionar este pliego de condiciones, que
aun entendiendo la normativa comunitaria, que debemos aceptar y respetar,
yo quiero manifestar en nombre de mi fuerza política, que ésta es una
entidad especial, el Banco, que tiene unos depósitos especiales, que son
de los



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españoles y, por tanto, aunque la concurrencia puede ser igual para
cualquier tipo de entidades --nosotros nos hemos pronunciado; antes lo
hicimos ya, en otras ocasiones, y lo haremos, sobre todo, ante el
Ministro--, para nosotros el mejor postor, en igualdad de condiciones,
evidentemente, sería un postor español y un postor público: Argentaria.

Pero quiero añadir la reflexión de que se trata de una empresa, de una
sociedad anónima, un Banco, que tiene depósitos fundamentalmente de
ciudadanos españoles y que éste es un elemento que debe también tenerse
en cuenta, aunque conozco perfectamente la normativa comunitaria. Pero
todos conocemos la famosa anécdota de los dominicos y los jesuitas: Se
puede rezar fumando o se puede fumar rezando.




El señor PRESIDENTE: El señor Montoro tiene la palabra.




El señor MONTORO ROMERO: Señor Presidente, quiero agradecer también al
señor Gobernador el esfuerzo de explicación que ha hecho esta mañana y
decirle que tendremos ocasión --con toda certeza-- de seguir debatiendo e
intercambiando estas opiniones.

Si me permite, señor Presidente, haré una reflexión final. En este diseño
del plan de saneamiento, en esta presencia del Banco de España, y le
invito a que precise lo más posible el auténtico coste que para todos los
españoles va a tener esta operación, es un tanto llamativo que haya tanta
atracción por entrar en un banco que ha tenido tantas dificultades
previas. Hay que encontrar el equilibrio entre la exigencia de lo que es
un buen comprador para el futuro, porque debe ofrecer garantías, y lo que
es la disposición actual de muchos bancos y cajas de ahorro, que también
han manifestado su disposición, seguramente llevados por un exceso de
liquidez que tienen en estos momentos, motivada por la propia crisis
económica. Habrá que cuidar que la salida sea suficientemente segura
pero, en nuestra opinión, no deben entenderla como segura esas entidades
por el hecho de que sea el Banco de España el que la respalda. Debe tener
un límite y también debe tenerlo lo que es la responsabilidad de los
fondos de todos los españoles en un proceso de solución como éste.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Gobernador.




El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA (Rojo Duque): Nosotros dimos
muchas vueltas al tema de cómo podíamos asegurarnos de que no dábamos
demasiadas ayudas. Llegamos a la conclusión de que lo mejor era hacerlo
por la vía de la subasta. Porque había una posibilidad, que era hacer la
subasta con ayudas a la baja, pero eso iba a resultar de una complejidad
tremenda. Por lo tanto, pensamos que lo que hay que hacer es una puja que
corrige cualquier exceso. Por ello, yo creo que la ayuda no va a ser de
285.000 millones, será menos, pero no quiero fracasar anticipadamente y,
por lo tanto, no insisto en el tema. Yo creo que el sistema de la subasta
es justamente el que nos garantiza que no damos demasiadas ayudas.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Gobernador. Muchas gracias,
señores Diputados.

Se levanta la sesión.




Eran las dos y quince minutos de la tarde.