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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 78, de 24/11/1993
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1993 V Legislatura Núm. 78
CONTROL PARLAMENTARIO RTVE
PRESIDENTE: DON JUAN CARLOS GUERRA ZUNZUNEGUI
Sesión núm. 4
celebrada el miércoles, 24 de noviembre de 1993



ORDEN DEL DIA:
--Delegación en la Mesa de la Comisión de la competencia de ésta para
adoptar los acuerdos a que se refiere el artículo 44 del Reglamento,
concordante con resolución de la Presidencia de la Cámara de 2 de
noviembre de 1983. (Número de expediente 42/000007) (Página 2484)
Comparecencia del señor Director General del Ente Público RTVE (García
Candau) para informar:
--Sobre la cobertura informativa en las sociedades del citado Ente de la
campaña electoral de las elecciones gallegas. A solicitud del señor
Arenas Bocanegra (Grupo Parlamentario Popular) y 9 Diputados. (Número de
expediente 212/000034) (Página 2484)
--Sobre el organigrama actual del citado Ente y sus sociedades, así como
de las previsiones de futuro. A solicitud del señor De Rato Figaredo
(Grupo Parlamentario Popular) y 14 Diputados. (Número de expediente
212/000325) (Página 2495)



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Se abre la sesión a las doce y cinco minutos del mediodía.




--DELEGACION EN LA MESA DE LA COMISION DE LA COMPETENCIA DE ESTA PARA
ADOPTAR LOS ACUERDOS A QUE SE REFIERE EL ARTICULO 44 DEL REGLAMENTO,
CONCORDANTE CON RESOLUCION DE LA PRESIDENCIA DE LA CAMARA DE 2 DE
NOVIEMBRE DE 1993. (Número de expediente 42/000007.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, antes de iniciar el orden del día previsto
de la sesión, rogaría a la Comisión que, conforme al artículo 44 del
Reglamento y disposiciones de la Presidencia de la Cámara, delegara en la
Mesa, oídos los portavoces, para pedir las correspondientes
comparecencias de aquellas personas del organismo de Radiotelevisión
Española, de Radio Nacional o de otros entes que hayan sido solicitadas
por parte de alguno de los grupos. Ustedes conocen, puesto que ya se hizo
en anterior ocasión, que si no existe unanimidad por parte de los
miembros de la Mesa, oída la Junta de Portavoces, la Comisión es la que
decide en votación. Por lo tanto, reitero la propuesta de que la Comisión
haga la delegación correspondiente a la Mesa de la misma, oídos los
portavoces. ¿Se puede aprobar por unanimidad? (Asentimiento.) Queda
aprobado.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE RTVE (GARCIA CANDAU) PARA
INFORMAR:



--SOBRE LA COBERTURA INFORMATIVA EN LAS SOCIEDADES DEL CITADO ENTE DE LA
CAMPAÑA ELECTORAL DE LAS ELECCIONES GALLEGAS. A SOLICITUD DEL SEÑOR
ARENAS BOCANEGRA (GP) Y NUEVE DIPUTADOS. (Número de expediente
212/00034.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al primer punto del día, relativo a la
comparecencia del Director General de Radiotelevisión Española para
informar sobre la cobertura informativa de las sociedades del citado Ente
en la campaña electoral de las elecciones gallegas.

La citada comparecencia ha sido solicitada por el Grupo Popular.

El señor Director General tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): El plan
de cobertura por Radio Nacional de España y Televisión Española de las
elecciones autonómicas en Galicia se debatió en el Consejo de
Administración de Radiotelevisión Española y se aprobó en la sesión del
22 de septiembre último, con las aportaciones realizadas por varios
consejeros.

Además de los espacios emitidos por Radio Nacional de España y Televisión
Española como propaganda electoral gratuita, de acuerdo con el reparto
efectuado por la Xunta de Galicia, la cobertura informativa de la campaña
electoral se realizó por cada sociedad como paso a exponer.

Radio Nacional de España. Todos los medios técnicos y humanos de Radio
Nacional de España en Galicia estuvieron a disposición de esta cobertura
de ámbito nacional y regional, lo que permitió que los candidatos a la
Presidencia de la Xunta de Galicia por el Partido Popular, Partido
Socialista de Galicia, Bloque Nacionalista Galego y Unidade Galega fueran
seguidos durante la campaña y por toda Galicia por un redactor de Radio
Nacional de España, siempre el mismo en cada caso. Ello hizo posible que
la audiencia pudiese seguir los actos electorales día a día
--dependiendo, lógicamente, del interés noticiable del contenido en
boletines-- en los diarios hablados y en los informativos de Radio 5.

Radio Exterior de España también informó diariamente del desarrollo de la
campaña electoral gallega, dedicándole de lunes a viernes alrededor de
dos minutos y medio, tanto en la edición de la mañana como en la
vespertina del informativo «Servicio Galego», que los sábados por la
mañana incluyó igualmente algo más de dos minutos de información sobre
estas elecciones.

Debo reseñar en especial que, coincidiendo con la apertura y el cierre de
campaña, Radio Nacional de España habilitó espacios específicos en el
diario «24 horas».

En la cobertura nacional se hicieron los siguientes espacios
informativos: Antes del inicio oficial de la campaña, los candidatos a la
Presidencia de la Xunta por el PP y por el Partido Socialista de Galicia
participaron en «Los desayunos de Radio 1». El candidato socialista, don
Antolín Sánchez Presedo, intervino el 27 de septiembre y don Manuel Fraga
el 30 de septiembre.

Además del espacio de apertura de campaña ya reseñado, que se emitió en
«24 horas», con diez minutos de duración, el de octubre se emitieron
conjuntamente por Radio 5 de Galicia y radio 1, con cobertura nacional,
los diez primeros minutos del programa especial «En directo», de una hora
de duración, sobre el comienzo de la campaña electoral.

Durante la campaña, con una media diaria de 4 a 6 minutos, Radio 1
informó diariamente con amplitud en sus diferentes servicios informativos
del desarrollo de la actividad electoral, particularmente en «España a
las ocho» y en «24 horas». Los fines de semana también se incluyó
información en el «Diario de las 2» y en «Diario de la tarde».

Además de la información diaria en el «Servicio Gallego» ya reseñada,
Radio Exterior de España emitió durante la última semana de la campaña
cinco entrevistas a otros tantos candidatos a la presidencia de la Xunta
en su programa «España ahora mismo»: César Quintián, candidato de
Coalición Galega; Camilo Nogueira, candidato de Unidade Galega-Esquerda
Unida; Xoxé Manuel Beirás, candidato del Bloque Nacionalista Galego;
Antolín Sánchez Presedo, candidato del Partido Socialista de
Galicia-PSOE, y don Manuel Fraga, candidato del Partido Popular.




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El cierre de la campaña, según ha reseñado, se recogió en un informativo
de Radio 1, «24 horas», de 23,45 a cero horas, mediante un resumen de
quince minutos sobre los actos de todos los partidos políticos, desde los
lugares donde se celebraron los últimos mítines.

El día D, jornada electoral, a partir del cierre de los colegios
electrales, se ofreció por Radio 1 amplia información en el Diario
hablado de las veinte horas, con los primeros datos y se emitieron a
continuación un boletín informativo especial de diez minutos a las 21
horas y un «Especial elecciones» de una hora de duración a las 23 horas.

Además, a lo largo de toda la noche se efectuaron diversas ruedas
informativas con las sedes de los partidos, así como desde el Centro de
Proceso de Datos de San Caetano. Se entrevistó a varios políticos y se
emitieron en directo ruedas de prensa.

En el ámbito regional, además de los espacios gratuitos de propaganda
electoral emitidos por Radio 1 y Radio 5, la programación dedicada a las
elecciones fue la siguiente: Programa de apertura de la campaña. A las
cero horas del día 1 de octubre, Radio 5, emitió en directo un programa
especial sobre el comienzo de la campaña electoral. Durante el desarrollo
del mismo se realizaron conxiones con los lugares elegidos por los
partidos políticos para la tradicional pegada de carteles.

Se efectuaron las siguientes conexiones: Plaza del Toral, en Santiago,
con el Partido Popular; plaza del Obradoiro, con el PSOE; Alameda de
Santiago, con el bloque Nacionalista Galego; Plaza de Galicia, con
Unidade Galega-Esquerda Unida, y Parque de San Lorenzo, en Orense, con
Coalición Galega.

La información electoral regional fue elaborada por Radio Nacional de
España y se emitió en bloques informativos territoriales y locales.

Los territoriales, «Galicia ás 8,30», Radio 5, de lunes a viernes. Al
terminar este informativo territorial de Radio 5 se emitió un bloque
informativo territorial de ámbito regional de diez minutos de duración.

En este bloque electoral se incluyeron los actos electorales celebrados
en la tarde del día anterior por los principales candidatos a la
Presidencia de la Xunta.

«Galicia ás 13,30», Radio 1 y Radio 5, Diario, informativo de Radio
Nacional que emite conjuntamente por las dos emisoras. Se emitió un
espacio, durante toda la campaña electoral, de diez minutos de duración.

«La 5 informa», Radio 5, sábados y domingos. Los sábados y domingos
--cuatro días dentro de la campaña-- se emitió también un espacio de diez
minutos de duración durante los fines de semana. Y los bloques
informativos locales tuvieron una importancia extraordinaria. Cada día
hubo informativos específicos en el ámbito de cada una de las emisoras.

También hubo entrevistas con los principales candidatos, los mismos que
estuvieron en Radio Exterior, con distinto minutado, para Radio 5 en
Galicia.

El programa del día D de la jornada electoral, en sus emisiones
territoriales, Radio Nacional de España se dedicó prácticamente en
exclusiva a contar el desarrollo de la jornada electoral. Así, el
informativo «Galicia ás 13,30», que se emite conjuntamente por Radio 1 y
Radio 5, de 13,30 horas a 14 horas, fue casi monográfico. Lo mismo
ocurrió con el informativo «La 5 informa», que se emite por Radio 5.

Una vez cerrados los colegios electorales, Radio 5 de Galicia emitió,
conjuntamente con Radio 1, el informativo «Diario de la tarde», donde se
dio amplia información al cierre de los mismos.

Desde las 20,30 horas hasta la 1 de la madrugada, Radio 5 de Galicia
mantuvo en antena un programa electoral especial. En el mismo se dio toda
la información relativa al recuento de votos y se realizaron constantes
conexiones con las sedes y cuarteles generales de los partidos políticos
contendientes.

A lo largo de la noche se ofrecieron en directo ruedas de prensa con
entrevistas y valoraciones de los resultados. En los estudios de la
emisora territorial de Radio Nacional de España en La Coruña, desde donde
se coordinó este programa, estuvieron presentes diversos invitados que
iban analizando los resultados. Entre estos invitados cabe destacar a los
catedráticos don José Portero Molina y don José Ramón Barreiro.

Por su parte, Televisión Española realizó una amplia cobertura de las
elecciones gallegas tanto en el ámbito nacional como en el regional, como
podrá apreciarse de los datos resumidos, que paso a comentarles.

En la cobertura nacional se hizo el primer programa de apertura de
campaña que se emitió por La 2. Durante la campaña, en el Telediario la
información electoral tuvo presencia abundante, con especial incidencia
en los fines de semana en que se desplazaron a Galicia los líderes de los
partidos. Revistió la forma de crónica-diario, de unos tres minutos de
duración aproximadamente. Se ajustaron los tiempos proporcionalmente en
función de la representación parlamentaria regional de los partidos. Sólo
afectó, por consiguiente, a partidos que tenían representación en el
Parlamento regional.

El programa de cierre de campaña, ya en el «Telediario 2» del día de
cierre de campaña, se dedicó amplio espacio a las elecciones gallegas con
conexiones en directo, pues la mayoría de los mítines de cierre
terminaban sobre las 21 horas. El programa especial se emitió a las 23,45
aproximadamente, en el cierre total de la campaña. El día D, jornada
electoral, se dieron boletines especiales en la primera cadena y de
ámbito nacional para informar de la participación. También se produjeron
varias conexiones para el seguimiento en Galicia. El «TD 2» fue
prácticamente monográfico sobre el tema. Desde las 20 horas en La 2 se
conectó con el programa regional «Galicia 93». Se dio íntegra en directo
la rueda de prensa de don Manuel Fraga, el candidato ganador, y se
difundieron las declaraciones de los demás líderes grabadas en directo.

También entró en directo el líder nacional del Partido Popular, don José
María Aznar.

En la Primera Cadena, después de la película, a continuación del «TD 2»
se dieron diez minutos de avance de los resultados y a continuación de
«Estudio Estadio» otros 10,15 minutos con resultados definitivos.




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Tengo a disposición de los señores Diputados que lo deseen el minutado
detallado de los espacios de cobertura nacional dedicados a los partidos
políticos participantes en las elecciones, cuyos totales fueron los
siguientes: Partido Popular, 23 minutos 45 segundos; Partido Socialista
de Galicia, 17 minutos 40 segundos; Bloque Nacionalista Gallego, 7
minutos 44 segundos; Esquerra Unida-Unidade Galega, 5 minutos 50
segundos, y Coalición Galega, 4 minutos 44 segundos. Esto por lo que
respecta a la cobertura nacional.

En el ámbito regional y además de los espacios gratuitos de propaganda
electoral emitidos por La 2, que fueron 88, la programación dedicada a
las elecciones fue la siguiente: Programa de apertura de la campaña,
espacio emitido por La 2 con cobertura nacional, tiempos de información
electoral en los «telexornales» regionales, que están desglosados por
días, horarios y partidos y cuyos totales fueron prácticamente los
mismos, quizá un poco más. El Partido Popular tuvo 32 minutos, el Partido
Socialista 26 minutos 40 segundos, Bloque Nacionalista Gallego 11 minutos
30 segundos, Esquerra Unida 7 minutos 55 segundos y Coalición Galega 3
minutos 30 segundos. En el informativo «La tarde» prácticamente se dieron
los mismos tiempos.

Hubo entrevistas con los principales candidatos en el espacio de las
20,30 horas de La 2, en horarios de desconexión regional, con una
duración de 28 minutos. El día 4 de octubre, el candidato de Coalición
Gallega; el 5 de octubre, el de Esquerra Unida; el día 8 de octubre, el
candidato al Bloque Nacionalista Galego; el 11 de octubre, el candidato
del Partido Socialista de Galicia, y el 13 de octubre del candidato del
Partido Popular.

El día D, de jornada electoral, día 17 de octubre, se emitió por La 2
desde las 20 horas hasta la 1,5 horas de la madrugada el programa
especial «Galicia 93» con cobertura nacional y regional, un resumen de la
jornada, con resultados, intervenciones de los portavoces de los
principales partidos, etcétera. En este programa se dieron también, hasta
que hubo resultados oficiales, los de las encuestas de otros medios,
fundamentalmente de la Televisión autonómica gallega, la SER y la COPE,
con cita de su procedencia. Televisión Española no realiza encuesta el
día de las elecciones.

Por lo que respecta a las desconexiones regionales, todas en gallego,
éstas se produjeron de 20 a 21,30, de 22 a 22,45 y de 23,20 a 1,05 horas.




Esto es todo lo que puedo resumirles de la programación dedicada por
Radio Nacional de España y por Televisión Española a las elecciones
gallegas, programación que creo que se ha realizado con toda dignidad y
con la dedicación elogiable tanto del personal de Radio Nacional de
España como de Televisión Española, responsable de la misma en la
cobertura nacional, y muy especialmente en la que correspondió a la de
los servicios territoriales de Radiotelevisión Española en Galicia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo que ha pedido la comparecencia, la
señora Mato tiene la palabra.




La señora MATO ADROVER: En primer lugar, quiero agradecer al señor
Director General su presencia en este Congreso de los Diputados para
explicarnos la evolución y el tratamiento que se ha dado a las elecciones
gallegas durante esta precampaña y campaña electoral.

Quería sentar una primera premisa al señor Director General, que es la
siguiente: nuestro Grupo ha decidido que siempre que haya unas elecciones
vamos a pedir su comparecencia antes de cualquier proceso electoral y
después del mismo, y lo haremos siempre, independientemente de cuál haya
sido el tratamiento que se haya dado a los líderes políticos e
independientemente de los resultados de las elecciones. Con esta decisión
lo que queremos demostrar es que esta Comisión de Control Parlamentario
tiene que hacer el seguimiento de la Radiotelevisión pública en las
precampañas y en las campañas electorales.

Señor Director General, hasta estos momentos no ha habido una sola
campaña electoral en la que no se haya cuestionado el papel de los medios
públicos. Nos parece que ése es un asunto que debe resolverse
definitivamente en beneficio de nuestra democracia. No me estoy
refiriendo ahora solamente a los espacios gratuitos que usted me
comentaba que se habían dado, que por cierto está obligado por la ley
Orgánica de Régimen Electoral, sino también a otros aspectos
fundamentales de las programaciones de las televisiones públicas en época
electoral.

En primer lugar, el comportamiento de los servicios informativos no puede
ser lesivo para algunas opciones políticas y favorecedor para otras.

Televisión se utiliza muchas veces para alabar y engrandecer algunos
logros del Partido Socialista y, sin embargo, para magnificar pequeños
problemas del Partido Popular.

En esta campaña electoral gallega --luego entraré en ello-- en los
informativos nacionales, en los que se ha dedicado tiempo a los líderes
de los partidos políticos que tuvieran representación en la Cámara, como
usted ha dicho, lo cierto es que, normalmente, el candidato a la Xunta
por el Partido Popular ha salido hablando de temas nacionales, ha salido
hablando de problemas del Partido Popular y no ha salido dando soluciones
positivas a los problemas de Galicia. El candidato del Partido
Socialista, por el contrario, siempre que ha salido en esos espacios no
se ha referido a los problemas y divisiones internas del PSOE sino que ha
salido siempre haciendo propuestas en tono positivo respecto a las
elecciones que se debaten en ese momento, que son las elecciones gallegas
y que es para lo que salen en esos programas, porque si no, no tendría
mucho sentido que salieran en esos programas, en esos telediarios, en
esos informativos.

En segundo lugar, los actos públicos tienen que ser cubiertos, por
supuesto, con los mismos medios técnicos para todas las fuerzas
políticas, independiente del escenario donde se celebren y no en
dependencia de los votos.

Televisión Española nos tiene acostumbrados a auténticos publirreportajes
y montajes publicitarios, por supuesto siempre con los actos del Partido
Socialista. Creemos que ése es un tema que también hay que denunciar y



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que hay que tener muy en cuenta a efectos de cualquier campaña electoral.

En tercer lugar, señor Director General, no quiero referirme sólo --como
le decía-- a lo que han hecho en Galicia en cuanto a la programación
regional de los centros territoriales --también me referiré después a
ello-- sino al comportamiento de la televisión del Estado en esta campaña
y precampaña.

En la información, como le decía, de los partidos en Galicia ha sido
permanente la referencia al candidato a la Xunta por el Partido
Socialista, siempre en tono positivo; ha sido también permanente la
referencia al candidato a la Xunta del Partido Popular siempre hablando
de temas nacionales, temas internacionales, porque había surgido algún
tema internacional, pero eso no es información electoral sino que es una
información de Gobierno.

Me gustaría saber, por otro lado, hasta cuándo Televisión Española va a
hacer el ridículo con el tema de los debates en televisión en las
campañas electorales.

Los debates, como usted sabe, son elementos fundamentales en una campaña
electoral. No me utilice usted el argumento de siempre, no se justifique
diciendo que los partidos políticos se han puesto de acuerdo y no han
querido hacer debates, y lo dice elección tras elección. Probablemente,
en su réplica me va a decir que los partidos se pusieron de acuerdo para
no hacer debates en la Televisión Española en esta ocasión y, sin
embargo, hacerlo en una cadena privada. Créame usted que ése no es el
problema. La cuestión es que, si usted alude tanto al servicio público de
Televisión Española, me gustaría saber cómo han incrementado la
programación en Galicia con motivo de las elecciones gallegas. Sé que se
ha hecho un programa informativo regional de media hora más, que no
estaba previsto, a las ocho de la tarde, si no me equivoco, en el que no
toda la información está dedicada al tema de las elecciones. Tampoco hace
falta que le recuerde que, cuando empezó a programarse ese informativo,
fue motivo de una protesta ante la Junta Electoral de Galicia, que luego
se llegó a retirar porque se remitió un oficio por la propia Dirección
del Ente a la Junta Electoral reconociendo que se habían equivocado en la
manera de organizar y de preparar ese informativo.

Mi Grupo es partidario de introducir en la Ley Orgánica de Régimen
Electoral General la obligación de que los medios públicos ofrezcan
debates en las elecciones generales, y con eso yo creo que habremos
solucionado esta cuestión. Mientras tanto, creo que el día que usted
comunique a las fuerzas políticas y las mismas sepan que si hay un debate
público y alguno de los candidatos no acepta, su silla va a aparecer
vacía y que el debate se va a celebrar, en ese momento, de verdad, la
televisión pública estará programando debates como corresponde a una
televisión pública. En España, hasta 1993 no se han suscitado debates
atractivos y, para vergüenza de la televisión pública, han tenido que ser
las televisiones privadas las que los hayan promovido. También en Galicia
una cadena privada organizó el debate estelar de esta campaña y, le
reitero, no me diga usted que los candidatos no quisieron ir a la
televisión autonómica. También es cierto que usted, a lo mejor, no
programó espacios suficientes de tiempo como para que las desconexiones
permitieran un debate. En todo caso, ese debate no se ha producido y
usted sabe que los candidatos no son responsables de ello.

Durante muchos años, Radiotelevisión Española y el Partido Socialista han
impedido que se hagan debates importantes en las campañas electorales y
me parece intolerable que unas televisiones privadas sigan prestando a
los procesos electorales más atención que las televisiones públicas y
demuestren mayor pluralismo, cuando el pluralismo es la esencia de una
radiotelevisión de todos.

Veo, señor Director, que usted presume de que ha habido una información
equilibrada en la campaña gallega. Incluso me da usted los tiempos de
intervención de unos y otros candidatos, cosa que no suele ser usual. La
recuerdo que, en Galicia, el Partido Popular tenía más del 50 por ciento
de los votos. En todo caso, usted presume de que ha habido una
información equilibrada en la campaña y a mí me parece que le tenía que
producir sonrojo comprobar que usted plantea equilibrio en Galicia y, sin
embargo, ha planteado un brutal desequilibrio en las elecciones
generales.

Siempre nos habla usted del plus de información que corresponde al
Gobierno. No me cabe duda de que ese plus de imagen es diferente según
quien sea el gobierno, es diferente para unos gobiernos que para otros.

Para los gobiernos respaldados por el PSOE, de verdad existe ese plus de
imagen que corresponde al Gobierno, como usted siempre dice, pero
respecto al Partido Popular creo que ese plus de imagen ha faltado en
esta campaña electoral.

También me gustaría saber, y sería importante que conociéramos, si cuando
ustedes han incrementado los costos de Radiotelevisión Española,
superando las pérdidas --actualmente los 122.000 millones; según el
Ministro, 123.000 millones de pesetas--, también lo han hecho (usted sabe
que, según el documento que teníamos, era por razones políticas) por
motivos electorales. Me gustaría saber si también lo han hecho pensando
en las elecciones gallegas o si ese incremento de 26.000 millones, según
el papel (debe haber sido más, puesto que hemos llegado a 122.000
millones), también se ha hecho pensando en las elecciones gallegas.

Asimismo me gustaría que, de una vez por todas, se explicara si es cierto
o no que ha ocurrido esto y cuál es el incremento que está previsto para
1994 porque, como todas SS. SS. saben, este año tenemos elecciones
europeas, elecciones andaluzas, probablemente coincidentes con las
europeas, y tenemos elecciones vascas.

Me gustaría hablarle ahora del seguimiento, del que ha hecho usted
también mención, de la noche electoral gallega. Me gustaría que lo
comparara usted con el seguimiento de las elecciones generales. Salvando
las distancias, nos parece que ha sido un tratamiento absolutamente
ridículo, tanto en tiempo como en contenido de la programación. Es
inconcebible que una cadena privada haya tenido más audiencia, en la
noche electoral gallega, que una televisión pública, cuando se supone que
la



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televisión pública tiene que dedicarse a eso. Sería bueno conocer ya si
prevé usted para 1994 tener grandes espacios informativos cuando se
pronostique la victoria del PSOE y hacer un tratamiento distinto cuando
se aventura el fracaso de esa misma formación política.

En cuanto a los programas del día 18, por ejemplo, la información que
facilitó Televisión Española, aparte de que volvemos al sistema de
siempre, que no se diferencia opinión de información, produjo la
sensación general, al dar el resultado de las elecciones gallegas, de que
no había ganado el PP. Por supuesto, no ha ganado el Presidente del
Partido Popular, ni siquiera ha ganado una persona. Según decía TV-2, ha
ganado un líder carismático. «El PP --es una frase textual de un
telediario--, exultante por esta victoria, intenta que estos resultados
se extrapolen al ámbito nacional. Los resultados de Galicia no son
exportables. El PP de Galicia se ha mantenido al margen del proceso
renovador que José María Aznar está realizando en el PP.» Creo que todos
podemos apreciar que eso no es una información, es una opinión; además,
es una opinión que tampoco viene a cuento y es una tomadura de pelo para
los telespectadores de Radiotelevisión Española durante este proceso
electoral.

Señor Director General, por último, le doy las gracias por su
comparecencia y le anticipo que, en el mes de marzo, volveremos a pedirle
que venga al Parlamento para que nos explique el seguimiento y los
debates que tiene previsto hacer para las elecciones europeas y, si
coinciden con las andaluzas, para las andaluzas. Le reitero de nuevo mi
agradecimiento y esperamos verle en ese momento.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que quieran intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya tiene la palabra
el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Con mucha brevedad, señor Presidente, porque no
he podido estar desde el principio de la sesión de la Comisión en función
de otras tareas en la Comisión de Medio Ambiente.

Yo solamente quiero dar una opinión, breve, una opinión que nunca partirá
de este Diputado ni de este Grupo, de la necesidad de distribuir mejor
los minutajes, de cuántos minutos se dedican a cada partido, de ir a la
caza y captura de negociaciones en esta dirección. No se trata de eso,
sino fundamentalmente de hablar del tema de los debates en Televisión. A
partir de las elecciones generales del 6 de junio, nosotros pensamos que
la Televisión pública perdió peso en un tema fundamental y que le
interesa de lleno al pueblo español, que es el contraste de pareceres en
temas esenciales, que se trasladó a la televisión privada, rompiendo lo
que tenía que haber sido la imagen de la televisión pública; es decir,
cuidar el pluralismo, exhibirlo incluso, propagarlo y mantenerlo, porque
dio la impresión, a partir de esas fechas, de que el pluralismo se
trasladaba a la televisión privada, que después fue un pluralismo a dos,
y la impresión de una televisión excesivamente teñida de
gubernamentalismo se trasladó a la televisión pública. Yo creo que ahí la
televisión pública perdió una oportunidad de oro para demostrar su ansia
de pluralidad, con independencia de algunos debates que se pudieron dar
en la segunda cadena, pero que no fueron los que concitaron esas enormes
cifras de audiencia, que se trasladaron a la televisión privada. Después
se hizo el paripé de decir que había que ir, ya sin tiempo ni posibilidad
de una mesa de negociación real, a la televisión pública. Además --hay
que decirlo también--, no sólo se pusieron pegas desde el Partido
Socialista sino fundamentalmente desde otros líderes, que no querían el
debate a tres, a cuatro o a cinco, sino a dos.

Yo he hablado de televisión, pero se podría hablar también de las
posiciones concretas de ciertos grupos políticos. Pero me parece que es
un tema a corregir y que tiene relación directa con otro tema que se está
tratando o se puede tratar en los debates del impulso democrático, que es
el fracaso en el tema de la financiación de los partidos. Si nosotros,
aparte de la movilización ciudadana --como español, como ciudadano de
este país, de este Estado--, trasladamos, sin quitar la movilización
ciudadana de lo que supone una pre-campaña y campaña electoral, el punto
de atención al debate electoral en las televisiones, fundamentalmente en
las públicas, evitamos lo que está pasando con respecto a las deudas y a
la propia financiación de los partidos políticos. Por tanto, desde ese
punto lo enfoco, sin necesidad de aludir para nada otra vez al
mercantilismo barato de los minutajes, con independencia de que en
momentos concretos creo que nos hemos quejado con bastante o suficiente
razón.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, don Antonio
Rodríguez tiene la palabra.




El señor RODRIGUEZ RODRIGUEZ (don Antonio): En primer lugar, quiero
agradecer también la presencia del Director General en esta Comisión para
informarnos en este primer punto del comportamiento de la Radiotelevisión
Española en Galicia.

Ya que hablamos de Galicia, lo primero que yo quiero decirles es que en
Galicia hay un viejo dicho que dice: «O falar non ten cancela», que en
traducción literaria y para la ocasión puede traducirse: ¡Cuántos
despropósitos hay que oír! Porque yo, señor Presidente, no salgo de mi
asombro, y ya llevo algunos años en esta casa como para asombrarme por
cualquier cosa, al comprobar en primer lugar la iniciativa que tiene
origen en el Grupo parlamentario Popular, aunque hoy hemos visto cómo se
intenta disfrazar de una forma casi, casi, reglamentaria o de costumbre,
y sobre todo al oír el contenido de la intervención de la representante
del Grupo Parlamentario Popular. Y ello es así, señor Presidente, señor
Director General, señores comisionados, porque la actuación de la radio y
Televisión en Galicia, en general y particularmente en estas elecciones
autonómicas, ha sido y es exquisita y con una notable categoría
profesional, como ha señalado el Director General, sobre todo en algunos
programas, y yo quiero resaltar precisamente uno al que se ha hecho
referencia aquí, cual es el programa de la televisión y de



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la radio, programa especial de la jornada electoral del 17 de octubre.

Porque si alguna televisión o radiotelevisión se acerca en lo que se
transmite a los radioyentes o televidentes a lo que es la realidad social
de Galicia de una manera amplia, que yo creo que podría serlo más
todavía, y sobre todo global, ésa es la Radiotelevisión Española en
Galicia. Si alguna radiotelevisión refleja un poco --y digo un poco
porque a mí me parece que es ampliable, también lo quiero decir-- lo que
es Galicia, lo que son sus hombres y sus mujeres, la situación de la
realidad gallega, la situación de la sociedad civil, del campo, de la
pesca, de los ayuntamientos y de las diputaciones, no solamente del
Gobierno autonómico --que también--, de los sectores económicos, del
medio ambiente que cada vez se nos deteriora más --es decir, de la
Galicia real-- más allá de lo interesadamente gubernamental, esa es la
Radiotelevisión Española en Galicia.

Por eso, que haya sido, que sea el Partido Popular que gobierna en
Galicia, de cuya responsabilidad depende una televisión pública cual es
la Radiotelevisión autonómica, la Radiotelevisión pública, que es
justamente la otra cara de la moneda, el contrapunto en negro de lo que
es la actuación de la Radiotelevisión Española en Galicia, a mí me
sorprende y no deja de asombrarme, salvo que consista esta intervención
de hoy en una maniobra de distracción o en un intento de llamar la
atención y llevarla justamente, de una manera vana, a otra parte para que
pase más desapercibida lo que ha sido su propia actuación en Galicia a
través de la Radiotelevisión autonómica. Porque, a la vista de esa
actuación --y lo quiero dejar muy explícitamente expresado-- el Partido
Popular está absolutamente desautorizado para hablar de cómo se gestiona
una radio y televisión públicas.

Y no se trata, señor Presidente, señor Director General, de que yo quiera
o queramos nosotros acudir al «¡y tú más!», sino todo lo contrario. Se
trata de poner de manifiesto, una vez más, el doble rasero, el doble
lenguaje, la distinta medida que el Grupo Popular, que el Partido Popular
utiliza cuando se trata de acciones si son ellos Gobierno o si son ellos
oposición. Porque la realidad de los hechos y la información
pormenorizada que ha dado el Director General me releva, a mi vez, de dar
demasiadas cifras y datos, y es que en participación de las distintas
fuerzas políticas en los distintos informativos y programas, tanto de
carácter de propaganda electoral gratuitos como de informativos de las
distintas cadenas de radio y televisión, conserva perfectamente los
porcentajes de representación parlamentaria --y si quiere, yo doy las
cifras-- y prima precisamente a los partidos más minoritarios en
detrimento del Partido Popular y del PSOE.

Y no hay nada más que añadir, señor Presidente, salvo resaltar esa
categoría y profesionalidad, y perfección incluso de algunos programas,
como --repito-- el de la jornada electoral, que, en opinión generalizada
y la mía propia, han competido muy dignamente no solamente con la
autonómica sino también con otras televisiones, como se ha citado aquí,
que habían hecho un gran alarde y despliegue en Galicia en esa fecha.

Como contraposición, la Radiotelevisión autonómica, que depende del
Gobierno del Grupo Popular, ha practicado durante esta campaña una
programación informativa donde la manipulación ha alcanzado cotas tan
grotescas como que el caso Filesa se haya convertido en primera noticia
constantemente en los telediarios de la Televisión autonómica; que los
ayuntamientos socialistas no hayan existido prácticamente durante la
campaña electoral, con prohibición expresa de la presencia de alguno de
los alcaldes socialistas en las pantallas de la televisión; donde lo que
se informa y lo que no se informa, según se dice y es opinión
generalizada en Galicia, lo dicta el Jefe de Prensa de la Presidencia del
Gobierno del señor Fraga; donde se practica una política selectiva,
incluso de la aparición en los medios de comunicación, de las
personalidades de la oposición, fundamentalmente del Partido Socialista,
y alcanza el colmo de los despropósitos en las elecciones autonómicas la
censura y prohibición expresa por parte del Jefe de informativos de que
en el espacio correspondiente al Partido Socialista apareciera el
Presidente del Gobierno, Felipe González, el Presidente de la nación, con
motivo de su actuación en el mitin de La Coruña.

Ello pone en evidencia que el Partido Popular predica solamente donde
está en la oposición porque la única televisión de España donde gobiernan
es el mejor ejemplo de que practican justamente lo contrario, y si no, yo
les emplazo a que apliquen en Galicia lo que están diciendo aquí, a que,
si lo prefieren, lleven a la legislación gallega la iniciativa que han
tomado en Andalucía, que, como saben ustedes, consiste en darle más
protagonismo y más funciones al Consejo de Administración que al Director
General. Porque, señores del Partido Popular, con un aumento del déficit
de 2.000 a 7.000 millones de pesetas en la Televisión gallega, con una
reducción de la audiencia del 38 al 18 por ciento, en datos que son
rigurosos, con estos datos no son precisamente ustedes un modelo a
imitar. El modelo de privatización que defienden en las campañas
electorales y que aplican en Galicia, para información de los señores
Diputados de esta Comisión y del propio Presidente y del Director
General, consiste en contratar los programas que pueden ser producidos a
determinadas empresas y quedarse la radiotelevisión pública con los
informativos, lo que obliga a mantener prácticamente la misma plantilla
mientras se reduce en datos reales la producción propia en más de un 20
por ciento.

Esto es, señoras y señores Diputados, en lo que consiste la
Radiotelevisión pública en España, la Radiotelevisión Española, si
gobernada el Partido Popular, cosa que afortunadamente no existe. Por
eso, repito, están ustedes absolutamente desautorizados para hablar de
cómo se gestiona una radiotelevisión pública. En Galicia, la
Radiotelevisión Española cumple tres funciones que el Partido Socialista
valora muy positivamente y, como he dicho en mi intervención, creo que
incluso pueden ser ampliables: primero, atiende a las necesidades
informativas del país gallego; segundo, potencia el idioma y la cultura
gallegos, y tercero, es el mejor cauce de momento --al menos en el
momento presente-- de transmisión de la imagen real de Galicia no
distorsionada al propio país



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gallego y al resto de España y del mundo. (Algunos señores Diputados:
¡Muy bien! ¡Muy bien!)



El señor PRESIDENTE: El señor Director General tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): No tengo
mucho que decir porque las elecciones gallegas creo que habían pasado con
una normalidad total y absoluta, no había habido ningún problema, y
prueba de ello es que la intervención de la portavoz del Partido Popular
lo que ha hecho ha sido mezclar elecciones generales con autonómicas, con
audiencias de otras cadenas, con debates, con una serie de preguntas y
respuestas que se hace en función de las que podía hacer yo, etcétera, y
la verdad es que ni siquiera discrepo demasiado de su intervención, salvo
en los grandes matices de algunas de sus afirmaciones.

Dice la señora portavoz que hemos tenido una información a lo largo de la
campaña en la que se magnificaban los problemas del Partido Popular y que
se minimizaban los del Partido Socialista. Yo estoy sorprendido, porque
me consta la satisfacción del Partido Popular en Galicia por la cobertura
de Televisión Española y Radio Nacional de España. Pero esto es muy
difícil, si resulta que se juzga de manera distinta en Madrid algo que
han vivido a pie de obra los gallegos, el mismo partido en Galicia. Yo no
entiendo cuál es la diferencia de apreciación y me tengo que quedar con
la apreciación del Gobierno de la Xunta de Galicia, del parecer del
Presidente, don Manuel Fraga, y del Partido Popular en Galicia. Por
tanto, no es que no tengan legitimidad para ello, pero creo que alguna
más tienen los representantes de su Partido en Galicia, sobre todo, para
que uno tenga el referente de lo que ha acaecido durante la campaña
electoral.

Dice S. S. que había un informativo regional por la tarde. Evidentemente,
hay un informativo regional que se ha ampliado en todas las comunidades
autónomas, que coincidiendo con la campaña electoral --que se había
empezado en el mes de septiembre-- evidentemente se ha dedicado a hacer
información. Pero nada tenía que ver con la campaña, sino la inclusión de
un nuevo informativo regional en toda España, como es evidente en todas
las comunidades autónomas.

Dice S. S. que si el día D nosotros hicimos poca cobertura en relación a
otros. Yo creo que hicimos más cobertura que nadie el día electoral de
Galicia. Y, además, con más audiencia que los otros. Se lo recuerdo
porque ha dicho S. S. exactamente lo contrario. Y que se pueda afirmar,
sin sonrojo, que no quedó clarísimamente publicado quién ganó las
elecciones, cuando fue ensalzado, diría yo, de manera evidente el señor
Fraga, que me parece que no tiene ni pies ni cabeza. Toda España ha
sabido, con los cortes informativos, con los avances, con los programas
especiales, y en todos los informativos se dijo, que había ganado las
elecciones, que había renovado su mandato y que había ampliado su
participación y su cuota de poder en Galicia el Partido Popular, que
había bajado el Partido Socialista y que había subido el Bloque
Nacionalista Gallego. Eso se reiteró hasta la saciedad, y que ahora me
venga usted a decir que dijo no sé qué y no sé cuántos, la verdad es que
es una actitud excesivamente cicatera la que plantea S. S., porque creo
que no hay ninguna razón para decir que Televisión Española quiso
minimizar esa victoria, aunque es verdad que fue una victoria singular,
porque singular era también ya el poder del Partido Popular en Galicia y,
por tanto, sin duda, a más a más, de lo que en esos momentos era el poder
del Partido Popular, esta victoria había ampliado su cuota de poder en la
Comunidad de Galicia. Por tanto, su intervención, al margen de una serie
de cuestiones, nada tenía que ver, al menos así lo entiendo yo, con la
convocatoria de las elecciones gallegas.

En cuanto a los debates, dice que el que no hayan ido a Televisión
Española o a la Televisión autonómica de Galicia es responsabilidad de
las televisiones y de los candidatos. Yo no tengo esta información sino
todo lo contrario.

El señor Aznar ha hecho una intervención que nada tenía que ver con
Galicia. Tenía mucho que ver con otras cosas y con las elecciones
generales. No sé si S. S. estuvo en España en aquellos días de la campaña
electoral. Supongo que sí, que haría sus mítines y andaría por Andalucía,
pero evidentemente no vio televisión.

Se lo voy a recordar, señor Alcaraz, porque, a veces, es muy fácil
olvidar la propia realidad que uno vive. El señor Alcaraz debe saber que
nosotros no planteamos en las elecciones generales un debate a dos, y lo
hicimos precisamente por respeto, entre otros, a usted. Porque había
determinadas actuaciones y resoluciones de la Junta Electoral Central que
impedían la celebración de debates bilaterales sin la presencia de todos
aquellos que tuvieran representación parlamentaria y, por tanto, nunca
suscitamos ese debate. Sí lo hicieron otras televisiones. Sí hicimos
debates a cuatro sobre determinadas materias que eran las de mayor
interés en ese momento y en los que ustedes participaron. Por cierto,
ustedes nunca tuvieron ninguna queja con Televisión Española hasta ese
momento. Diría más, hasta el momento que le dio un infarto a don Julio
Anguita, que es quien pactó conmigo la asistencia de su formación
política en los debates. A partir de ese momento se quebraron las
relaciones entre ustedes y nosotros porque no admitieron el pacto que
habíamos alcanzado el señor Anguita y yo. El ya no estaba para
defenderlo, yo sí. Eso fue evidente. Había cuatro debates y su formación
iba a participar en dos de los cuatro debates. Ustedes nunca han sido
partidarios del debate a dos y ustedes querían que fuera un debate a
cuatro, pero siempre estando ustedes, y por tanto, o se hacía un debate a
seis, porque eran seis fuerzas políticas mayoritarias, o era imposible.

Por consiguiente, usted no me puede achacar a mí, ni tampoco afear mi
conducta, de que yo no planteara un debate a dos, del que ustedes estaban
radicalmente en contra. Porque, evidentemente, no lo podía plantear
porque había una resolución de la Junta Electoral que me impedía celebrar
ese debate. Se podía celebrar un debate, pero con todos los que tuvieran
representación



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parlamentaria. Y, llegando al absurdo, hasta con aquellos que tuvieran un
solo escaño en esta Cámara tenían derecho a participar en un debate de
los grandes líderes. Esa es la realidad. ¿Qué hicimos? Cuatro debates
sectoriales. Pero ustedes estaban en contra del debate a dos, y prueba de
ello es que ustedes protestaron y presentaron un recurso ante la Junta
Electoral Central que, por primera vez en la historia, ha reconocido la
posibilidad de que se haga ese debate a dos, bien es cierto que añadiendo
una coletilla que dice que se atienda adecuadamente a otras formaciones
políticas. Ya me gustaría a mí que le hubieran hecho a usted tanto caso
como se ha hecho en Televisión Española durante la campaña electoral,
porque nosotros no hemos jugado en ningún momento al bipartidismo, sino a
la presencia plural de todas las fuerzas políticas, cosa que no ha sido
así (yo lo entiendo, no tienen la misma obligación que nosotros) y
nosotros tenemos a gala ese cumplimiento por parte de Televisión
Española.

Por tanto, no entiendo a S. S. cuando dice que parece mentira, que fue
una añagaza, que sólo al final planteé un debate a dos, etcétera.

Señoría, ustedes no han sido nunca partidarios, sino todo lo contrario;
presentaron incluso un recurso. Alternativamente, ¿qué hicimos? Presentar
unos debates sectoriales en los que ustedes participaron en dos de los
cuatro. Cuando hay entrevistas a líderes participan ustedes igual que el
Presidente del Gobierno, y así sucesivamente. Por tanto, no puedo
entender el interés de su intervención porque, entre otras cosas, no se
refería a Galicia, pero con mucho gusto le he querido contestar.

Respecto al señor Rodríguez quiero agradecerle, en nombre de los
trabajadores de Radio Nacional de Españay de Televisión Española de
Galicia, sus elogios por la magnífica cobertura que sin duda entiendo que
se hizo y por el trabajo absolutamente extraordinario de dedicación, de
entrega y de gran profesionalidad que han demostrado durante esta campaña
electoral.




El señor PRESIDENTE: Si alguno de los portavoces de los Grupos que han
intervenido desea utilizar un turno, será de tres minutos, por favor.

¿Desea consumir un turno el señor Rodríguez? (Asentimiento.)
Tiene la palabra la señora Mato.




La señora MATO ADROVER: En primer lugar, quería agradecerle de nuevo al
señor Director General que esté de acuerdo con parte de los
planteamientos que he expuesto. Lo que me gustaría es que no estuviera
tan de acuerdo y que los pusiera en práctica. Como decía el señor Alcaraz
--que también me alegro de coincidir con él en el día de hoy--, el
pluralismo es imprescindible en una televisión pública, es la esencia de
una televisión pública y en Televisión Española falta el pluralismo,
falla desde el momento en que no hay debates.

Usted dice que está de acuerdo con algunas de las cosas que he dicho.

Supongo que una de ellas será el tema de los debates. Me gustaría que
pusiera los medios adecuados para que sea una televisión pública y de
momento haya debates.

Quiero recordarle que está en absoluta falta de sintonía con el señor
Rodríguez. A los ciudadanos españoles, no solamente a los gallegos --en
primer lugar, porque hay muchos que, para su desgracia, no viven en
Galicia--, también les gusta enterarse a través de la Televisión nacional
de lo que pasa en Galicia y también les gusta, en una época electoral,
enterarse, a través de la Televisión nacional, de cuáles son las
propuestas que se hacen para Galicia y cuál es la situación electoral
durante la campaña electoral.

Es cierto que en unos informativos ha habido una presencia, incluso diría
exagerada, del candidato del PSOE e incluso del candidato del Partido
Popular, sólo que el candidato del PSOE hablaba de temas gallegos y se
refería a las elecciones gallegas y el candidato del Partido Popular,
como es Presidente de la Xunta, en esos días tenía muchas actividades
nacionales e internacionales, que normalmente nunca aparecen en el
Telediario, y convenía que saliera tratando de temas nacionales,
internacionales o incluso del Partido. Me gustaría que se hubieran
tratado temas de campaña electoral. (Rumores.)
Me he llevado un disgusto cuando me ha explicado con todo detalle que el
informativo no ha sido añadido a la Televisión gallega por motivo de las
elecciones gallegas sino porque se ha hecho en todas. Me hubiera gustado
que de los 26.000 o más millones de pesetas que ha invertido por razones
políticas para el período electoral hubiese invertido algo en la
Televisión gallega para que las elecciones gallegas tuvieran una
cobertura un poco mayor. Ya veo que también me he equivocado en eso y que
la Dirección General de Televisión Española ha considerado que los 26.000
millones tenían que ser para las elecciones generales y no debería
aportarse ni una sola peseta para las elecciones gallegas.

Por último, solamente quiero decirle que su propio subsconciente le ha
traicionado. Es cierto que en la Televisión se ha dicho que ha ganado el
Partido Popular. ¡Cómo no se va a decir que ha ganado el Partido Popular!
Un partido que por primera vez en la historia no ya ha ganado por mayoría
absoluta de escaños sino que en Galicia ha tenido mayoría absoluta de
votos, ¿cómo se va a ocultar eso? Usted mismo ha dicho que Fraga ha
ganado las elecciones. Ha ganado Fraga las elecciones, que pertenece al
Partido Popular, por lo cual el Partido Popular ha ganado las elecciones
en Galicia. Eso no se ha dicho en la televisión ni una sola vez. El
Partido Popular y el señor Fraga son lo mismo. Fraga ha ganado las
elecciones y es el candidato del Partido Popular. Creo que sobra que se
lo recuerde, aunque parece que no sobra tanto puesto que en ningún
informativo se ha hablado de que ha ganado el Partido Popular.

Es más, le digo otra frase: Nadie intentará desde Madrid decirle a Fraga
lo que tenga que hacer. Primero, no me parece una frase muy oportuna.

Segundo, sigue siendo una opinión, no una información y, tercero, el
Partido Popular y Fraga están en absoluta sintonía, cosa que no pasa con
otros partidos. Me imagino que les cuesta



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trabajo pensarlo, pero, en todo caso, téngalo en cuenta. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor, señorías.




La señora MATO ADROVER: En cuanto al señor Rodríguez --no quiero que se
me olvide nada--, lo primero que quiero decirle es que espero que esté
equivocado y que no haya habido mala intención en lo que ha estado
diciendo. Creo que simplemente tiene errores en los datos y entonces le
disculpo porque no creo que tenga mala intención. (Rumores.) En todo
caso, me parece una desfachatez absoluta oír hablar a un socialista de
manipulación televisiva. Le recuerdo que la única televisión pública que
ha sido condenada por la Junta Electoral a rectificar en una campaña
electoral ha sido Televisión Española, la única televisión pública que ha
sido objeto de que todos los sindicatos y representantes de los
trabajadores hayan pedido en la última campaña electoral el cese de sus
directivos por manipulación y por atentar contra el pluralismo ha sido
Televisión Española. En todo caso, usted sería un excelente Diputado
autonómico, pero aquí estamos para hablar de medios de comunicación del
Estado. Si tiene quejas contra sus compañeros de partido, si es que lo
son, en Galicia y cree que no están actuando oportunamente, le ruego que
les incentive en su trabajo, pero no trate de hacer el trabajo por ellos
en esta Cámara porque no es el lugar adecuado para hacerlo. Si no está de
acuerdo con lo que hacen allí, plantéeselo para que lo hagan, y si no,
cámbielos, pero no trate de hacer su trabajo aquí, porque no tiene razón.

En todo caso, le digo que en toda la campaña ha podido haber una sola
crítica a la actuación de la televisión gallega. En Televisión Española
ha habido hasta el asentimiento de la Junta Electoral y hasta el
pronunciamiento de los sindicatos, aparte de todas las fuerzas políticas
y sociales.

Por otro lado, creo que han sido bastante el hazmerreír de toda España al
distribuir un vídeo de don Manuel Fraga en esta campaña, que tampoco hace
falta que se lo recuerde.

Por otra parte, voy a hablar de la gestión, aunque no quiero entrar en
ese tema porque creo que es un tema del Parlamento gallego, pero como
usted dice que decimos cosas diferentes y tenemos discrepancias en un
sitio y en otro, le planteo lo siguiente. En primer lugar, desde que el
Partido Popular gobierna en Galicia ha mejorado la gestión
extraordinariamente. En segundo lugar, hemos propuesto a nivel nacional
--y en el Senado ustedes lo han rechazado-- la posibilidad de que los
terceros canales puedan ser privatizados. Ustedes no han dado permiso, ni
siquiera han dejado la posibilidad de que un presidente de comunidad
autónoma pueda decidir si quiere que la televisión sea gestionada pública
o privadamente. Ni siquiera dejan la opción --eso es democracia-- de que
el presidente decida. Ustedes han decidido que tiene que ser televisión
pública. Le recuerdo que en el programa electoral del Partido Popular de
Galicia viene un punto, que supongo que habrá leído, en el que se habla
de la privatización de la televisión gallega. Nosotros no queremos
instrumentos de poder, no utilizamos los medios de comunicación como
instrumentos de poder. Eso se lo dejamos a ustedes mientras tengan la
mayoría absoluta, que ya no la tienen, y traten de aplicar un rodillo
(Varios señores Diputados: ¡Muy bien! ¡Muy bien! Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida, tiene la palabra el
señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: No se exalte, señor García Candau, cuando
toquemos este tema con plena tranquilidad de ánimo. Desde ese punto de
vista, usted informó a Izquierda Unida del tratamiento que se iba a dar,
de los actos diarios y después de los debates de la segunda cadena. No
podíamos estar en contra. Informó de la imposibilidad de efectuar debates
que nosotros hubiésemos deseado. Se puede superar la fórmula del dos a
dos y hacerlo de una manera plural y nosotros lo dijimos: por ejemplo, un
debate de don Felipe González frente a don José María Aznar; otro debate,
don Felipe González frente a don Julio Anguita; otro debate, don José
María Aznar frente a don Julio Anguita, hasta conseguir esa imagen de
pluralidad real. Incluso las televisiones privadas apuntaron por ahí,
pero no pudimos entrar en ellas por razones obvias, pero en la pública sí
se pudo dar esa batalla y ustedes tuvieron que darla. A partir de ahí les
cedieron una primacía televisiva y una cuota a las televisiones privadas,
fundamentalmente a una de ellas, que ya ha sido irrecuperable. No
lucharon por ese tema. Comprendo las dificultades, porque incluso en las
últimas elecciones autonómicas en Andalucía, en una negociación en el
seno del Parlamento llegamos a un acuerdo firmado de debate con todos los
candidatos, incluido el del PSOE, y después se rompió. Comprendo sus
dificultades, pero no se luchó lo suficiente, se cedió un terreno a las
privadas. No he dicho que el debate en Antena-3 y Tele-5 fuera plural, he
dicho que podemos cederles el tema de la imagen de pluralidad a las
privadas si no se lucha en función del cumplimiento del Estatuto. Sé las
dificultades que tienen. Cuando, al final, don Felipe González dijo que
se prestaba a un debate con todos en Televisión Española, primero se negó
otro Grupo, el Popular, y, en segundo lugar, aunque nosotros hubiéramos
ido, de todas maneras Julio Anguita estaba enfermo. Al final, ya no
sonaba bien, no era real.

Tengo mucho respeto a los centros territoriales de Televisión Española.

Creo que en ese sentido se va mejorando mucho la imagen, pero esto no
quiere decir que no sigamos apostando por la necesidad de trasladar los
debates plurales a la televisión pública. Ahí vamos con muchísimo
retraso. El último ejemplo hasido la entrevista de don Felipe González,
el único que no intervino aquí, en este Parlamento. Acto seguido aparece
en televisión durante una hora hablando de lo que habíamos hablado aquí
todos los Grupos, puenteando un poco a la Cámara, lo que debe ser el
centro del debate nacional, de la soberanía popular, y eso no se
correspondió con entrevistas similares dentro de la proporcionalidad que
se



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quiera conseguir. No se caracterizó por eso, y a eso es a lo que me
refería, señor García Candau.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Rodríguez.




El señor RODRIGUEZ RODRIGUEZ (don Antonio): Señora Mato, toca usted de
oído, y yo creo que eso para una persona que empieza es una mala técnica
porque se cogen vicios. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Le ruego, señoría, que haga alusión a grupos, no a
personas.




El señor RODRIGUEZ RODRIGUEZ (don Antonio): Lo haré, señor Presidente.

Ha dicho la portavoz del Grupo Popular que la única televisión que había
sido objeto de una decisión, creo que ha dicho judicial, de rectificación
ha sido Televisión Española. Pues mire usted, la televisión autonómica ha
sido obligada por la Junta Electoral a rectificar su decisión de que el
candidato a alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, no apareciera en las
pantallas de las televisión autonómica. (Rumores. Un señor Diputado del
Grupo Socialista: ¡Toma ya! El señor Michavila Núñez: Si no iba a los
mítines. El señor De Grandes Pascual: Estaba missing.) La única
televisión obligada a rectificar.

Acabo de recibir un informe por fax, que yo había pedido...




El señor PRESIDENTE: ¡Silencio, por favor! Tiene la palabra el señor
Rodríguez. Ruego al resto de las señorías que guarden silencio.




El señor RODRIGUEZ RODRIGUEZ (don Antonio): ... que pongo como ejemplo
porque coincido con lo que dice, que empieza diciendo: La Radiotelevisión
de Galicia, la autonómica, actuó durante todo el período de campaña de
las elecciones autonómicas, en el ámbito político, con prepotencia y
sectarismo y, en el ámbito estrictamente profesional, con notable
incapacidad técnica en el nivel de los directivos. No sigo leyendo.

Durante estos últimos meses, en Galicia hubo cuatro consejos
extraordinarios del Consejo de la Radiotelevisión autonómica; en dos se
pidió la dimisión del Director General como consecuencia de la
manipulación que se hacía en el ámbito informativo. Por el contrario, y
coincidiendo perfectamente con lo que ha dicho el señor Director General,
García Candau, el Consejo Asesor de la Radiotelevisión Española en
Galicia, que tiene representación del Partido Popular, creo que son cinco
miembros, por unanimidad ha reconocido la neutralidad política y la
objetivada de Radiotelevisión Española en Galicia. Tenía razón el señor
Director General cuando le ha dicho a usted que se pongan de acuerdo,
porque ésta es la realidad, y se ha hecho público, señora Mato.

Por último, y ya en el ámbito del debate que estamos teniendo, yo creo
que la actuación de Radiotelevisión Española en Galicia tiene una calidad
alta --por supuesto, como todo es mejorable-- y debería ampliar incluso
los horarios de programación; estoy pensando sobre todo en lo que son los
programas de televisión. Es mi última aportación a este debate. (Varios
señores Diputados: Muy bien, muy bien.)



El señor PRESIDENTE: El señor Director General tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): La
portavoz del Partido Popular ha dicho que cada vez que ha habido un
proceso electoral Radiotelevisión Española ha sido cuestionada. Yo debo
recordarle (recogiendo las palabras que yo no había comentado pero que
son ciertas) la aprobación, por unanimidad, de una resolución en favor
del pluralismo y del buen trabajo realizado por Radiotelevisión Española
en Galicia en estas elecciones, que no es la primera vez que ocurre.

Desde que estoy de Director General ocurrió eso mismo en las elecciones
andaluzas, en esta Comisión y en el Consejo de Administración de
Radiotelevisión Española, por unanimidad, con el Partido Popular presente
y, además, con intervenciones brillantes de miembros del Partido Popular;
en las elecciones vascas, exactamente igual; en las municipales y
autonómicas, exactamente igual. ¿Por qué no ha sido así en las elecciones
generales? Yo sé perfectamente por qué no ha sido así y por qué no ha
habido ese acuerdo que se ha planteado por el Partido Popular, cosa que
ha generado otro tipo de intervenciones. Pero ahora mismo ha ocurrido. El
Partido Popular en Galicia ha reconocido que se ha hecho un magnífico
trabajo desde la máxima pluralidad. Pero aquí se ve de otra manera y se
llega incluso a algo que hasta ahora siempre se decía que era buenísimo
para un candidato, que era presentarle como hombre de Estado (en lugar de
hablar de las carreteras de Galicia hablaba de temas nacionales e
internacionales) y yo creía que eso era bueno electoralmente. Parece que
a S. S. no se lo parece. Ya aprenderá, pues parece que eso no lo conoce
bien. (Rumores.)
En cuanto a que ha sido condenada Televisión Española por la Junta
Electoral, eso no es verdad, en primer lugar. Sí debe recordar una cosa,
que ustedes formularon no sé si quince o veinte recursos, y todos ellos
se fallaron a favor de Televisión Española, excepto en un único caso en
que la Junta Electoral dijo a Televisión Española que diera la misma
presencia, también sectorial, del mismo mundo, en este caso del mundo
artístico, a otras personalidades de otras fuerzas políticas. Eso es
todo. Pero todos los recursos que ustedes formularon sobre manipulación,
sobre tergiversación de los datos y de las presencias, sobre cómo se
había hecho la cobertura, etcétera, todos los vídeos que tuve que enviar
a la Junta Electoral Central, día a día, todos fueron aprobados. De eso
usted no se acuerda. Se han hecho 20 protestas; de las 20, 19 a favor de
Televisión Española, y una en que lo único que se le dice es que además
de este artista, que haya otros artistas.

Como yo soy bastante serio le voy a decir una cosa y, si usted se atreve
a aceptar el reto conmigo, ahora mismo le



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emplazo. Usted dice que nosotros no dijimos en ningún momento que el
Partido Popular había ganado las elecciones en Galicia; usted dice que no
lo hemos dicho. Yo le digo que lo hemos dicho reiteradamente. Si usted
tiene razón, yo presento la dimisión, y si la tengo yo, la presenta su
señoría. (Un señor Diputado: ¡Torero! --Risas--. El señor De Grandes
Pascual: Cuidado, que le pasa como a Corcuera. --Rumores--. Un señor
Diputado: ¿De qué quiere que dimita?)
Renuncie a su escaño y yo renuncio a mi puesto. (Rumores.) Yo lo haría,
señoría.




El señor PRESIDENTE: Ruego a SS. SS. no entablen diálogo con el señor
Director General, y ruego al Director General que se atenga a la
comparecencia. Adelante.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): En
cuanto a... (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Les ruego silencio. Vamos con retraso y, además,
esta sala es muy pequeña.

El señor Director General tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau):
Brevemente, señor Presidente, quiero decirle al señor Alcaraz que le
repito lo de antes. No le acabo de entender. Si admite que los debates
sectoriales eran correctos y estaban bien planteados, encantados de la
vida. Si usted lo que quiere decir es que el pluralismo de la televisión
es que haya un debate, por ejemplo, entre el señor Aznar y el señor
González, si eso es pluralismo, entonces yo encantado, porque realmente
será un buen referente para cuando ustedes vengan a protestar por no
asistir a un debate o por no estar presentes en algún tipo de
información. Desde luego, lo que no entiendo es su intervención. Hasta
ahora yo creía que era lo contrario, y el equipo de Radiotelevisión
Española y yo habíamos hecho esfuerzos en ir en esa línea que pensábamos
que era una línea conjunta de entendimiento de qué era el pluralismo en
Televisión Española.

En cuanto a que el señor Presidente del Gobierno compareció en un
programa (el Partido Popular no sé si la semana próxima va a tener un
espacio similar y después lo tendrá el señor Anguita y otros, como hemos
venido haciendo en años precedentes) y que todo el programa fue para
hablar de lo que no había dicho en la Cámara, yo le recuerdo, en primer
lugar, que eso no es así, y en segundo lugar, para afirmar más de qué
habló el Presidente del Gobierno, le recordaré que la primera pregunta,
con todo lo que estaba cayendo y con lo que se acababa de discutir en el
Parlamento, fue sobre Filesa.

Muchas gracias. (La señora Mato Adrover pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señora Mato, ¿para qué pide la palabra?



La señora MATO ADROVER: Señor Presidente, por alusiones personales, muy
personales. (El señor Novella Suárez: Ha sido citada, pero no aludida.)



El señor PRESIDENTE: ¿Alusiones personales del Director General?



La señora MATO ADROVER: Del Director General, sí.




El señor PRESIDENTE: Un minuto, por favor.




La señora MATO ADROVER: Gracias, señor Presidente.

Solamente quiero decirle al Director General que confunde absolutamente,
y me parece lógico, lo que es la soberanía popular y lo que es un
nombramiento hecho a dedo; un nombramiento hecho a dedo, además,
ilegítimamente y sin la preceptiva consideración del Consejo de
Administración, que hoy no representa a lo que los electores han dicho.

Los electores han decidido que yo esté en esta Cámara y, sin embargo, los
electores no han decidido, ni siquiera se les ha escuchado, que usted
esté al frente de la Dirección General de Radiotelevisión Española.

Gracias, señor Presidente. (Varios señores Diputados del Partido Popular:
Muy bien dicho, muy bien dicho. --Rumores--.)



El señor PRESIDENTE: El señor Director General tiene la palabra
exclusivamente a estos efectos. (Rumores.)
Ruego silencio, por favor.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau):
Exclusivamente. Muchas gracias, señor Presidente.

La verdad es que S. S. va muy lejos en sus apreciaciones cuando habla de
ilegitimidad. La legitimidad se da en un proceso electoral a través de
las urnas y los votos de los ciudadanos españoles. Y los ciudadanos
españoles legítimamente, en una votación libre, decidieron que el
Gobierno socialista volviera a estar presente en la sociedad española
gobernando el país. Desde esa legitimidad el Gobierno ha nombrado un
Director General que es absolutamente legítimo. (Rumores.) Yo no he dicho
que usted no haya sido elegida legítimamente. Yo reconozco que así es,
pero lo que no estoy dispuesto a aceptar es que usted esté diciendo que
el Gobierno de don Felipe González no sea legítimo. (El señor Michavila
Núñez: No ha dicho eso.) La razón por la que el Director General no
tuviera un origen legítimo en su nombramiento sería que el Gobierno no
fuera legítimo. Pero si el Gobierno es legítimo, los nombramientos del
Gobierno, que son además de libre designación, también lo son. En el caso
de Radiotelevisión Española es oído el parecer del Consejo de
Administración, que ni siquiera es vinculante --y le reitero que las
leyes son para cumplirse--, y mientras no se derogue el Estatuto de
Radiotelevisión Española sigue



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vigente en nuestro país. (Varios señores Diputados: ¡Muy bien!)



--SOBRE EL ORGANIGRAMA ACTUAL DEL CITADO ENTE Y SUS SOCIEDADES, ASI COMO
DE LAS PREVISIONES DE FUTURO. A SOLICITUD DEL SEÑOR DE RATO FIGAREDO
(GRUPO POPULAR) Y 14 DIPUTADOS. (Número de expediente 212/000325.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto segundo, que es la comparecencia
del señor Director General de RTVE para informar sobre el organigrama
actual del citado Ente y sus sociedades, así como de las previsiones de
futuro. Esta comparecencia ha sido solicitada por el Grupo Popular y, en
su nombre, el señor De Grandes tiene la palabra.




El señor DE GRANDES PASCUAL: Señor Presidente, yo estaría encantado de
intervenir, pero no he llegado aún a esa circunstancia. (El señor García
Candau: Todo se andará.)



El señor PRESIDENTE: Perdón, tiene la palabra el señor Director General.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): Durante
los últimos meses se han venido desarrollando en Radiotelevisión Española
un conjunto de actuaciones coordinadas con el objetivo común de
garantizar, con perspectivas de futuro, la viabilidad del grupo y la
prestación de los servicios públicos que tiene encomendados, mediante la
racionalización de la gestión y la contención en el gasto, sin detrimento
de los niveles de calidad en las respectivas programaciones. Todo ello en
un contexto, como es el audiovisual en nuestro país, que ha experimentado
desde 1989 un constante incremento de la competencia entre los distintos
medios y, en consecuencia, una progresiva elevación de costes, sin que,
como contrapartida, se haya producido la correspondiente flexión al alza
de la inversión publicitaria, que permanece prácticamente estancada
debido a la situación económica general.

Entre dichas actuaciones destacan la aprobación de las plantillas de
personal de Radiotelevisión Española, Televisión Española y Radio
Nacional de España y de la nueva estructura orgánica de estas entidades,
que continúan en la línea ya emprendida en una primera etapa: plan de
implantación de Radio Nacional de España, anterior reducción del
organigrama, congelación de plantillas y vigente expediente de regulación
de empleo. Las plantillas, sancionadas por el Consejo de Administración,
suponen una reducción en torno al 26 por ciento en relación con los
empleos actuales y su implantación, con las medidas de ajuste necesarias
que complementen las ya iniciadas en 1991, propiciará la plena ocupación
del personal integrado en ellas, el aumento de la productividad y de la
capacidad de competir en el mercado y, en fin, una mayor adecuación de
los instrumentos y los fines, así como de los medios empleados en los
servicios prestados.

Paralelamente a la elaboración de las plantillas, y como marco
organizativo de los recursos humanos que éstas definen, se ha aprobado
una nueva estructura orgánica del Ente Público Radiotelevisión Española y
de las sociedades Televisión Española y Radio Nacional, que es el
resultado de los datos y experiencia acumulada durante los últimos años
sobre la actual organización del grupo Radiotelevisión Española. Dichos
datos, complementados con estudios de organización realizados por
Radiotelevisión Española, han posibilitado a los responsables de las
distintas áreas llegar a una síntesis de criterios en la que también se
han tenido en consideración una serie de parámetros organizativos,
algunos de los cuales se exponen a continuación: valoración de
complementariedades y similitudes de actividades, análisis de las normas
y procedimientos utilizados, utilización de la informática en el
desempeño de tareas y procesos, análisis de tiempos estándar, por tipos
de actividad, análisis de cargas de trabajo, asignaciones de estándares
de recursos humanos y medios técnicos, valoración de los coeficientes de
encuadramiento por áreas y actividades y estudios de valor añadido.

La nueva estructura orgánica conlleva una reducción de 48 puestos
directivos en el grupo Radiotelevisión y 304 puestos de mando orgánico,
lo cual supone conjuntamente una reducción global de un 31,8 por ciento
de puestos de estructura. Todo ello pese a afrontarse la puesta en marcha
de tres nuevos canales de televisión por satélite. Estas reducciones
afectan especialmente a las áreas de contenido eminentemente
administrativo y burocrático, mientras que las unidades operativas
experimentan menores disminuciones. Por su parte, el nuevo catálogo de
puestos de especial responsabilidad del Ente Público y de las sociedades
complementa la estructura orgánica comentada y tiene por objeto, en
simbiosis con ésta, el establecimiento de una organización del trabajo
ágil y eficiente, cuyas consecuencias serán, entre otras, la adecuada
descentralización de cometidos y funciones, la más eficaz adecuación de
la producción a las necesidades de emisión, la agrupación de actividades
homogéneas que eviten duplicidades y dispersión de responsabilidades,
además de una simplificación operativa establecida con criterios
organizativos. La reducción global en el grupo Radiotelevisión Española
de dichos puestos funcionales es del 48 por ciento, pasando el número de
los correspondientes pluses de 2.268 a 1.180.

Como se dijo al principio, la plantilla de personal y la nueva estructura
son instrumentos que se articulan en un conjunto de actuaciones en curso
o de ejecución próxima, cuya finalidad es una profunda reestructuración
de Radiotelevisión Española que le permita abordar, con garantías de
éxito, las responsabilidades presentes y las que se le encomienden en el
futuro en la gestión de la radio y la televisión públicas.

Pasemos a analizar por sociedades el organigrama aprobado objeto de esta
comparecencia. En Radio Nacional de España se produce una reducción de
puestos



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directivos y orgánicos en torno al 39 por ciento en relación con la
situación anterior, lo que producirá, a su vez, una reducción de los
correspondientes costes en similares términos porcentuales (próxima al 37
por ciento). Hay que resaltar que dentro de la cifra de 98 puestos
directivos que aparecen en el organigrama de Radio Nacional de España, 44
se corresponden a directores de emisoras provinciales y locales de Radio
Nacional de España, que perciben complementos de dirección, es decir,
complementos retributivos inferiores a mandos orgánicos (jefes de
servicio, etcétera), personal éste que está sujeto en todos sus términos
a convenio colectivo. En razón a ello, las categorías profesionales
correspondientes al personal fijo que ocupa estas direcciones de emisoras
provinciales y locales de Radio Nacional de España sí aparecen en las
plantillas aprobadas en octubre por el Consejo de Administración de
Radiotelevisión Española. En resumen, estos 44 puestos directivos tienen
formalmente la consideración de tales únicamente por estar sus titulares
al frente de centros de trabajo --emisoras de radio-- con autonomía
organizativa y geográfica. En el escalón directivo superior de la de
Radio Nacional de España, las direcciones de áreas pasan de tres a dos, y
una de ellas baja de nivel retributivo.

Directamente dependientes de la Dirección de Radio Nacional de España,
además de su gabinete y de una secretaría dedicada a aspectos de
cooperación internacional, aparecen las siguientes unidades directivas:
Dirección de Area de Programas y Emisiones, con Radio 1, Radio 2, Radio
3, Radio 4 y Radio 5, la Dirección de Servicios Informativos, la
Dirección del Area Técnica, Radio Exterior, las direcciones Económica y
de Personal y la Dirección Coordinación Emisoras Territoriales, que
engloba las 60 emisoras repartidas por todo el territorio nacional.

En Televisión Española se produce una reducción de puestos de directivos
y orgánicos de casi un 22 por ciento en relación con la anterior
estructura, lo que conducirá a una reducción porcentual próxima en costes
estructurales (un 18 por ciento de reducción sobre el anterior
organigrama). Todo ello teniendo presente que se incorporan a esta
sociedad, procedentes del Ente Público, las áreas de Marketing y de
Producción Ajena, así como la Dirección de Comunicación. En un breve
análisis de las diferentes áreas que se encuadran en Televisión Española,
cuyo titular en algunos casos baja de complemento retributivo, podemos
hacer las siguientes consideraciones. A su gabinete se incorpora la
Dirección de Comunicación, la Dirección de Area de Producción de
Programas, que engloba también la parte creativa y la parte de medios
técnicos y de producción en general de programas y retransmisiones.

Respecto a la Dirección Area Producción de Programas Informativos, la
principal novedad estriba en que la explotación de medios técnicos pasa a
depender de la Dirección Area de Emisión. Por tanto, dicha Area de
Emisión ahora agrupa todos los medios técnicos del Centro de Emisión de
Torrespaña. Las funciones del Area de Televisión Internacional (actuales
canales por satélite para Europa y América) quedan también encuadradas en
el Area de Emisión. La Dirección de Area de Marketing, hasta ahora en el
Ente Público, pasa a depender de Televisión Española. Ocurre lo mismo en
el Area de Producción Ajena, que pasa a Televisión desde el Ente Público.

Las áreas de Producción de Programas Deportivos y de Coordinación de
Centros Territoriales no ven modificada básicamente su estructura
organizativa, si bien las unidades técnicas y de producción de los quince
centros territoriales de Televisión se funden en unidades denominadas de
medios, tanto técnicos como de producción. Se ha hecho también una
profunda racionalización en los centros de producción de Televisión
Española en Cataluña y Canarias. Al igual que en Radio Nacional, las
áreas Económica y de Personal y la de ingeniería ven fuertemente
simplificadas sus respectivas estructuras organizativas. Con una
estructura mínima, pero en el ánimo de dar un nuevo impulso en la
colaboración con el cine español, dentro de las disponibilidades
financieras y presupuestarias de Radiotelevisión Española, aparece una
nueva Area de Producciones Cinematográficas, que viene a sustituir la
anterior de Producciones Externas.

En Radiotelevisión Española la nueva estructura supone una reducción del
38,5 por ciento en los puestos directivos y orgánicos, lo cual supone una
reducción de los correspondientes costes estructurales de cerca del 35
por ciento. Todo ello teniendo presente que en el Ente Público se
encuadra la nueva Gerencia de Satélites; sin ella, la reducción en el
organigrama sería del 46 por ciento. En el Ente Público quedan
centralizadas determinadas actividades, tanto por razones legales, así la
Dirección General, Consejo de Administración, Instituto Oficial de Radio
y Televisión, Orquesta y Coros, como por razones de eficacia y en la
búsqueda de economías de escala. Dentro del Gabinete de la Dirección
General se encuadran los servicios jurídicos y las relaciones públicas e
institucionales. La Dirección de Relaciones Internacionales asume, por
delegación de la Dirección General, la representación internacional en
las organizaciones y entidades internacionales de carácter profesional.

La Secretaría General gestiona el Instituto de Formación, el Area
Económico-financiera, la de gestión de recursos humanos, la planificación
y el control de la gestión y la gestión inmobiliaria del grupo, así como
el Area de Sistema de Información. Es de resaltar que la mayoría de las
direcciones del Area de la Secretaría General han visto disminuido su
nivel retributivo. La Dirección de Gerencia Comercial engloba la
comercialización de programas y productos en España y en el extranjero,
el Centro de Documentación y el Area Comercial de venta de los espacios
publicitarios, hasta ahora la única fuente de financiación de Televisión
Española. La nueva Dirección General de Gerencia de Satélites, integrada
también en la estructura del Ente Público, gestionará los servicios de
Hispasat, los dos nuevos canales de difusión directa sobre España y el
nuevo canal Iberoamericano con sede en Valencia. Las previsiones de
futuro respecto al organigrama dependerán fundamentalmente de las
conclusiones y actuaciones que se deriven del plan estratégico, una vez
que el mismo sea aprobado, de conformidad con lo acordado por esta



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Cámara. Como consecuencia de ello quedarán definidos los servicios y
actividades que Radiotelevisión y sus sociedades deban prestar y, en su
caso, los que pueden ser reorientados o suprimidos, así como la dimensión
de los mismos. No parece sea éste, por tanto, el momento temporal en que
deben adelantarse previsiones de futuro, tanto con carácter general como
respecto al organigrama del grupo, remitiéndonos en consecuencia a dicho
plan estratégico actualmente en elaboración.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, que ha pedido la
comparecencia, el señor De Grandes tiene, esta vez sí, la palabra.




El señor DE GRANDES PASCUAL: Gracias, señor Presidente, por antes y por
ahora. Muchas gracias, señor Director General, por su presencia en esta
Comisión. Nosotros, el Grupo Popular, hemos pedido su comparecencia hoy
aquí por razones de oportunidad política; y digo de oportunidad, no de
oportunismo político. Creo que nuestra obligación --aunque algunos datos
pudieran ser extemporáneos-- no es menor que la obligación a la que viene
obligado --valga la redundancia-- el Gobierno de presentar ante esta
Cámara el modelo de RTVE y la obligación y compromiso del Director
General de presentar un plan de viabilidad, más las informaciones que nos
llegan a través de los medios de comunicación social --hoy mismo aparece
filtrado algún dato de los medios del Ente-- y los informes emitidos por
usted mismo ante el Consejo de Administración de RTVE. Nos parecía que
era bueno ir adelantando este debate que, aunque digo que quizá pudiera
parecer extemporáneo, a nosotros no nos lo parece. A nosotros nos parece
que si esta Comisión ha de ser en el futuro, aún más que ahora, el
auténtico eje, como factor político, de lo que va a ser el seguimiento de
la radiotelevisión pública, no es malo que ya empecemos a intercambiar
opiniones e ideas. Por tanto, yo le agradezco su información. Quizá echo
de menor una mayor concreción en asuntos que ahora le indicaré y sobre
los que le agradecería que extendiera esa información. Sin duda conoce
nuestro criterio, pero se lo vamos a manifestar de nuevo; criterio que no
quiere ser descalificador, y no deja de ser netamente un criterio, porque
nosotros, en términos políticos, sí debemos hacer juicios de valor.

El actual organigrama a nosotros nos parece --valga la semblanza-- un
poco cabezón. Vemos con alegría, con satisfacción que a usted también le
empieza a parecer cabezón. Vamos con satisfacción cómo se empieza a
hablar de la reducción de cargos directivos y de cargos orgánicos. No
quiero reiterar aquí las cifras, pero realmente son muy importantes y
desfasadas con la realidad. Nos parece que esos 308, más o menos, cargos
directivos «stricto sensu», con sueldos de más de siete millones de
pesetas --si mis cifras no están equivocadas-- a veces con sueldos
blindados, y cargos orgánicos que casi superan los 1.000 indican, desde
luego, una estructura orgánica cabezona. Nos parece que es como uno de
esos gigantes cabezudos que tienen las manos temblando por otra acusación
que hemos hecho y que volvemos a reiterar. Creemos que en la actualidad
--y es una queja de las propias gentes de la casa-- no hay un
aprovechamiento óptimo de recursos humanos, que están mal aprovechadas
las capacidades y hay mucha gente, magníficos profesionales --dicho con
expresión de la casa-- trabajando en pasillos. Entendemos que cuando se
está haciendo una reestructuración y se está calculando hacer un cambio
total, habría que empezar por definir el modelo. Yo aún no he escuchado
nada del modelo. A lo mejor me dice que es extemporáneo, que hay que
esperar a ese modelo, de acuerdo con la moción que tuvo el honor de
defender mi compañera Ana Mato en el Pleno del Congreso y que fue
aprobada por esta Cámara. En cualquier caso, si eso es así, nos parece
también que las decisiones que se concretan aquí también serían
extemporáneas. Por tanto, yo creo que una y otra cosa no son sino
intercambio de criterios provisionales, como usted mismo acaba de
manifestar; son provisiones del organigrama pero que no son definitivas,
sino que estarán de acuerdo con ese modelo.

Por tanto, nosotros lo que queremos manifestar es nuestro crierio de que
es preciso e inexcusable empezar por disminuir la cabeza del Ente (y no
me refiero en este caso a la suya, que de eso ya se ha hablado otros
días; me refiero a lo que es la estructura directiva y de cargos
orgánicos) y no empezar por amenazar de forma tan seria --eso sí que es
extemporáneo-- a la plantilla con regulaciones de empleo. Sería empezar
la casa por el tejado. Mucho más cuando se anuncia --también queremos que
nos lo concrete-- la creación de nuevas sociedades para un mayor eficaz
desempeño de las nuevas funciones también en función del modelo. Por
tanto, empiécese por la cabeza, optimícense los recursos humanos, dejan
ya de desconfiar de magníficos profesionales, pues usted fue un
profesional --yo no digo que no lo sea hoy-- que está hoy en funciones
políticas me parece que tan dignas como las de un profesional del
periodismo, pero está en otras funciones. Usted sabe, como yo, que hay
muchos y buenos profesionales en la casa que en estos momentos no tienen
funciones y que están siendo preteridos en su propia profesionalidad creo
que estamos legitimados a presumir que por razones ideológicas. Por
tanto, queremos que nos concrete algunas cosas y después seguiremos
hablando de otras.

Queremos conocer con detalle el esquema organizativo de las sociedades
que se pretenden crear. En las comparecencias con motivos de los
presupuestos y hoy mismo aquí se han insinuado, pero queremos que nos
concrete si este modelo de ampliación está ajustado a un presumible
modelo de la RTVE que se entiende que va a hacer el Gobierno. Esto en
primer lugar. En segundo lugar, estas nuevas sociedades ¿van a ocuparse
de actividades complementarias o subsidiarias de la televisión privada o
van a incidir con competencia, pudiera decirse desleal en actividades que
ya están practicando otras televisiones? ¿Cuál es la distribución de
personal y puestos que se pretenden amortizar y dónde? ¿Cuál es el
volumen de gastos que se prevé para estas sociedades de nueva creación? Y
sobre todo ¿cuál es el origen de los ingresos? ¿Cómo se van a recabar
esos ingresos para el



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mantenimiento de estas nuevas sociedades? Nos parece que tiene que estar
imbuido todo el sistema del nuevo modelo y la consecuente organización,
organigrama y funcionamiento de la radiotelevisión pública por un
principio que a ustedes ya se les ha inculcado quizá por nuestra
presencia en Europa y que antes no querían ni ver, que es el principio de
la subsidiariedad. Nosotros no estamos en contra de una televisión
pública. Lo hemos dicho muchas veces y lo reiteramos aquí. Pero estamos a
favor de una televisión pública que cumpla funciones sociales, de alto
interés social, y que cumpla funciones complementarias a las que practica
la iniciativa privada. Nos parece que en ese aspecto hay muchas
necesidades que cubrir en el orden de la educación, en el orden de las
funciones humanitarias, de información social, y que se cumpla como tal
el criterio de servicio público porque no otro puede cumplir. En ese
terreno no estaríamos en contra de un organigrama que creara nuevas
sociedades abarcando nuevos temas. Pero de lo que sí estamos en contra
--y se lo decimos-- es de la creación de nuevas sociedades para aumentar
la competencia que entendemos nosotros desleal.

Por tanto, señor Director General, yo quisiera que me concretara, en
primer lugar, en qué orden se va a hacer este tipo de previsiones de
reducción de cargos directivos, de cargos orgánicos y de plantilla. ¿Se
va a hacer primero la regulación de empleo en los términos que prevén,
presumen y temen los trabajadores, que hoy mismo, en algún medio de
comunicación, anuncian y denuncian que no existe negociación y que se
están esperando prácticamente un trágala, una decisión no negociada que,
en última instancia, quede conformada por la propia fuerza de los hechos?
¿Se está negociando en esa vía lo que es el ajuste de plantilla real? ¿Va
a producirse esta regulación de plantillas antes de la reducción de esa
gran cabeza que tiene el Ente, en orden a los directivos y en los
términos en que anuncia, que en principio nos parece bien, como apunte,
pero que nos parece escaso o, por el contrario, se va a hacer en el orden
inverso?
Señor Director General, concrete las sociedades que presume que son
necesarias para el nuevo modelo y las nuevas funciones que va a tener la
Radiotelevisión pública, anuncie, más o menos, los gastos previstos y el
origen de los ingresos, y si ese nuevo modelo, efectivamente, va a ser
complementario o están decididos a persistir en su criterio, a nuestro
juicio, de una televisión pública competitiva con las actuales
actividades de la televisión privada, o bien van a hacer una televisión y
un modelo complementario.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene la
palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor García Candau, había un paso previo, de
cara a la definición de la plantilla, que era la valoración de los
puestos de trabajo, teniendo en cuenta una caracterización seria de la
política de recursos humanos. A nuestro juicio, la clasificación del
personal basada en la Ordenanza Laboral del año 1978 no es ya la
adecuada. Creemos que esto se ha hecho así, pero no está totalmente
perfilado. Me parece que el acuerdo del Consejo de Administración no
puede mantenerse en los términos actuales, por una serie de razones que
le voy a dar. En principio, el tema de los objetivos empresariales. A
nuestro juicio, en el acuerdo del Consejo de Administración, a propuesta
de usted, lo más grave es que no constan los objetivos empresariales, con
toda la cascada de decisiones que, a partir de ahí, hay que tomar, hasta
llegar a la plantilla ideal. No aparecen ni horas de emisión ni
porcentajes de producción propia ni líneas programáticas de las cadenas,
y es una ausencia que, a nuestro juicio, imposibilita totalmente un
análisis comparativo entre los objetivos y los recursos humanos
necesarios, en este caso de personal, que la Dirección consideraría como
plantilla ideal. Parece haberse partido a la inversa: en qué número de
empleados se quiere reducir y, en función de eso, ir hacia atrás a buscar
la definición de objetivo, a buscar los objetivos empresariales,
atcétera, pero que todavía no se ha llegado siquiera a ese punto de
partida, que sería falso, sería el contrario del que resulta adecuado
desde un punto de vista riguroso. Además, los criterios generales que
aparecen en esa decisión del Consejo de Administración son abstractos y,
en muchos casos, contradictorios con las medidas concretas que al final
se adoptan, en función no tanto de la racionalización del funcionamiento
cuanto de la reducción del gasto, que es donde ustedes se centran
fundamentalmente, contradiciendo en este caso muchos de los objetivos que
son normales en la necesidad del mantenimiento de la televisión pública.

Por ejemplo, cuando ustedes hablan de la necesidad de agilidad y
eficiencia, pensamos que ni el organigrama de las sociedades ni la
estructura superior de la Dirección sufren modificaciones importantes.

Por lo tanto, hablar de que con estas modificaciones, ya se va a lograr
eficiencia y agilidad, no nos parece que esté absolutamente documentado.

O cuando hablan de descentralizar cometidos y funciones. Si fuese así,
habría servicios que deberían haberse adscrito a cada sociedad y, sin
embargo, quedan de nuevo centralizados. O el tema de adaptarse a las
nuevas tecnologías, que esto es absolutamente necesario y adecuado, pero
ya veremos si penalizan puestos de trabajo, si penalizan unidades que de
verdad, hasta ahora, están potenciando las nuevas tecnologías. Nos
tememos que esto pueda ocurrir.

Respecto al organigrama, rigurosamente hablando, porque aquí se ha
hablado a la vez de organigrama y plantillas y son dos cosas diferentes
--yo ya me voy a meter en todo, puesto que se ha inaugurado el vale todo
en este debate--, pero respecto al organigrama, que era la petición
concreta de información, se dice que para hacer la reducción de plantilla
--porque, más que una plantilla, hay una reducción, la plantilla nueva no
está bien definida; ahora diré por qué, a mi juicio-- no se ha partido de
estudios organizativos rigurosos y completos, sino que, como dije
anteriormente, se ha partido, fundamentalmente, de la idea un poco
obsesiva de la contención del gasto, sin tener en cuenta la otra idea
fundamental de



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llegar a un acuerdo, en esta etapa de impulso democrático, de las fuentes
de financiación de la televisión pública, donde nosotros --ya lo hemos
demostrado hasta la saciedad-- estamos dispuestos a mojarnos a favor de
una televisión pública de calidad, donde no sobra ni una persona ni uno
de los recursos actuales, hablando en líneas generales. Por ejemplo, la
estructura orgánica que se nos da --hablo de la estructura teniendo en
cuenta la relación de porcentaje entre las distintas categorías--
prácticamente es la misma. Se reduce el grupo de personal el 27 por
ciento y de directivos el 15 por ciento, y da esta media de reducción de
los directivos, fundamentalmente, por la reducción del Ente, que es un 29
por ciento, pero la reducción de directivos en Televisión Española es del
7 por ciento y la reducción de directivos en Radio Nacional de España es
del 13 por ciento, en un total de reducción de plantillas del 46 por
ciento en Radio Nacional de España. Naturalmente, yo no meto en el mismo
saco los mandos orgánicos y los pluses de responsabilidad, no. Supongo
que eso son ideas que se dan en campaña electoral, pero que están
confundiendo el debate real sobre el organigrama y la plantilla. No, no;
yo hablo de directivos, separando lo que son directivos de mandos
orgánicos y de pluses de responsabilidad, porque esa idea, cuando se da
en el «totum revolutum», quiere decir: reduzcamos, quitemos, hasta
llegar, si es posible, a la desaparición de una parte de la televisión
pública y a la privatización. No, no se pueden mezclar estas cosas; son
delicadas y confunden a la opinión pública: Esto está en quiebra, esto se
está acabando, aquí todo son directivos... No, no, hay los directivos que
hay; el resto son mandos orgánicos o el tema de los pluses de
responsabilidad. Por lo tanto, se reducen los directivos en una media del
15 por ciento, pero fundamentalmente de los escalones inferiores de la
estructura, y se llega a esta media del 15 por ciento, repito, por la
reducción en el Ente, no en Televisión Española y en Radio Nacional de
España, donde la reducción es mínima. En consecuencia, pagan los platos
rotos especialmente los empleos no cualificados, en términos generales;
los directivos, a nuestro juicio, aportan muy poco. No hay, por tanto, un
criterio equitativo en la distribución de la reducción. Yo no sé cómo han
llegado ustedes a esas conclusiones; creo que han empezado al revés,
definiendo el número que quieren quitar de en medio.

En ese acuerdo del Consejo de Administración falta el manual de
competencias y funciones, ni una sola línea, ni siquiera para decir
cuáles son las grandes áreas. A partir de ahí, ¿cómo se puede definir
seria, científicamente, el organigrama? Analizando algunos de los cambios
que usted nos acaba de exponer aquí, vemos contradicciones que demuestran
que ese organigrama no está maduro, que tendríamos que analizarlo en el
seno de eso que se está llamando impulso democrático, porque podemos
definir una televisión que sea contradictoria, que sea exótica y en
algunos momentos esperpéntica, como un organismo que no puede funcionar.

Usted habla, por ejemplo, del área de «marketing» y dice que su dirección
se adscribe a Televisión Española. Pues se podría suponer la dedicación
en exclusiva a esta sociedad, se podría suponer, abandonando su
dedicación a otras sociedades, cuando la competencia comercial es
fundamental en el área de «marketing», y no aparece así en función del
organigrama que usted nos acaba de expone. Por el contrario, la dirección
comercial continúa adscrita al Ente Público Radiotelevisión Española,
cuando su actividad sí depende casi exclusivamente de la producción de
Televisión Española. Estos son dos ejemplos de que, a nuestro juicio, el
organigrama no está maduro.

Hay problemas en ese Consejo de Administración; no tema usted, no voy a
hablar ya de lo que he hablado y mantengo, pero, según el artículo 7
--cero-- del Estatuto, ese Consejo de Administración está más caducado
que un yogur.

Otro ejemplo. Ha desaparecido la Secretaría General de Televisión
Española en ese organigrama, en ese estudio de organización. Sin embargo,
en el ente público y en Radio Nacional de España siguen apareciendo esas
secretarías generales, sin explicar por qué.

Incluso en el organigrama de puestos de especial responsabilidad aparecen
con nombres diferentes las sociedades para áreas distintas, unidades
personales con nombres diferentes para las categorías que se asignan.

Esto nos demuestra que ustedes han dado el número mágico o antimágico de
2.710, pero no está basado en un organigrama serio todavía.

Vamos a analizar los costes en función de eso que ustedes reducen para
que veamos de qué estamos hablando realmente, tomando, por ejemplo, las
nóminas de 1992 o los gastos de personal del año 1992. La reducción
global puede situarse entre 18.000 y 20.000 millones de pesetas. ¿Es
bastante poco, no? Ustedes acaban de hacer un contrato con la Warner
Bross por 30.000 millones de pesetas para emisión de películas, creo, o
derechos de antena.

Ustedes reducen de pronto 18 a 20.000 millones en cifras redondas, con
una distribución que podría resumirse de la siguiente manera: de la
reducción de plantilla, 16.000 millones de pesetas; de la reducción de
puestos directivos, 332 millones de pesetas. Yo entro en los otros
puestos, que aunque aquí se han mezclado por gente que no conoce bien la
televisión --y no hablo de los actuales portavoces del Grupo Popular--,
la reducción de puestos orgánicos supondría 1.209 millones de pesetas y
los pluses de responsabilidad 750 millones de pesetas. Esa cantidad no
justifica, señor Candau, a mi juicio, el despido de 2.710 trabajadores,
con un organigrama que no está hecho, en un momento en que hay que
reelegir el Consejo de Administración, en un momento en que se intenta
relanzar, en este tema absolutamente estratégico, el llamado impulso
democrático.

Yo creo que hay que esperar un poco, hay que seguir hablando, hay que
seguir estudiando, porque, además, por sociedades, en Televisión
Española, que es el meollo de la cuestión --después hablaré un poco de
Radio Nacional de España--, la reducción de plantilla supone 6.500
millones de pesetas. Eso es lo que se gastaba antes en la bufanda de
Locomotoro. La reducción de directivos



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supone una deducción de 61 millones; de puestos orgánicos, 350 millones,
y de puestos de responsabilidad, 256 millones. Un total de 7.000 millones
de pesetas deducen ustedes de gastos de Televisión Española al año. Me
pareece que no justifica la situación a la que estamos llegando. Yo creo
que hay que dar un compás de espera y estudiar mejor, mucho mejor, las
cosas.

Termino en seguida, señor Presidente. Es una comparecencia tremendamente
complicada, además confundiendo organigrama con plantilla. Es el problema
que yo tengo en este momento. Se podían haber pedido dos comparecencias,
una sobre organigrama y otra sobre plantilla.

Respecto a Radio Nacional de España, la reducción de la técnica
electrónica es del 50,6 por ciento, cuando siempre se ha dicho que esta
categoría estaba infradotada. El problema fundamental se da en las
emisoras y centros territoriales, donde desaparecen 31 categorías y los
porcentajes de reducción son mayores. No se puede hacer la programación
actual con la plantilla prevista. Es un tema que expongo a vuelapluma.

En conclusión, primero, el resultado aprobado por ahora en el Consejo de
administración no es bueno, no es aceptable para justificar el despido de
2.710 trabajadores. Vayamos a estudios más rigurosos del organigrama, a
lo mejor salen más empleados. No lo sé. Si salen más empleados, habrá que
definir los objetivos empresariales y la cobertura que se quiere dar.

Porque a lo mejor no se puede hacer.

Yo creo que se está yendo a la inversa. Aparece en nuestras manos,
después de la reunión del Consejo de Administración, un híbrido, que es
«Catálogo, plantilla, censo». Eso es lo que aparece. No aparecen
objetivos empresariales, ni un organigrama rigurosamente definido, ni, en
función de eso, una negociación con los sindicatos para determinar las
plantillas. Todo esto, después de lo que han aprobado tanto en esta
Comisión como en el Pleno, después de discutirse a fondo aquí, en el seno
de lo que debe ser el centro del debate político, y más en un tema
esencial como éste.

Por tanto, hay que negociar, a mi juicio, con los trabajadores después de
ver la racionalización del empleo, teniendo en cuenta el organigrama, la
organización del trabajo.

Creemos que no se puede dar por cerrada esa aprobación del día 30 de cara
a la elaboración de la plantilla y hay que definir los objetivos. Me
parece que compete a esta Cámara, que compete a usted y no tanto a usted
y al Consejo de administración, sino a usted en las comparecencias y los
debates aquí, al resto de los grupos políticos, los objetivos
empresariales como empresa pública.

Nosotros somos defensores obsesivos de Televisión Española como empresa
pública esencial y queremos que todo el mundo ponga las cartas sobre la
mesa después de la campaña de las elecciones gallegas. Que todo el mundo
ponga las cartas reales sobre la mesa, porque no coinciden con las
declaraciones que aquí se acaban de hacer. Allí se ha hablado de
privatización.




El señor PRESIDENTE: Ruego a S. S. que termine.




El señor ALCARAZ MASATS: Termino. Objetivos empresariales, plan de
financiación. Nosotros abogamos por financiación pública a través de los
Presupuestos Generales del Estado, naturalmente con la trasposición
rigurosa de la directiva de «Televisión sin fronteras». Nuestro camino no
es la publicidad y la competitividad.

A partir de ahí --termino, señor Presidente--, tras la discusión de estos
dos aspectos, que es una discusión fundamentalmente política, negociar
con los trabajadores la plantilla necesaria y la valoración de los
puestos de trabajo. Este es el camino racional, lo demás son fuegos de
artificio, confundiendo un montón de cosas, como se está haciendo
últimamente en este debate.




El señor PRESIDENTE: El señor Aguiriano tiene la palabra.




El señor AGUIRIANO FORNES: Yo creo que cada organismo debe ser
responsable de aquello sobre lo que tiene responsabilidad. Quizá esté
equivocado, pero me parece que ni esta Comisión ni el Pleno son los
responsables de discutir objetivos empresariales de una empresa pública.

Cada uno tiene su responsabilidad y de los objetivos empresariales
estarán, supongo, fundamentalmente responsabilizados tanto el Consejo de
Administración como el Director General.

No se puede hacer aquí un «totum revolutum» y hablar un poco de todo,
porque hay algún grupo político que en cuanto se habla de la menor
modificación, incluso hasta de la programación, por cambiar un programa
de día, resulta que lo que el Gobierno está haciendo maquiavélicamente es
tomar las medidas oportunas para acabar algún día privatizando la
televisión, cosa que ni a este Grupo ni a este Gobierno nunca se la ha
ocurrido y estoy convencido de que tampoco se le va a ocurrir. Por tanto,
la mejor defensa de la radio y la televisión públicas no es estar
permanentemente todo el día diciendo que nosotros estamos por la radio y
por la televisión públicas, sino colaborar para tener una cada día mejor
radiotelevisión pública, que es lo que nosotros intentamos hacer día a
día.

Puede ser que alguno opine que no lo hacemos lo suficientemente bien,
pero por lo menos nuestro objetivo es intentar cada día tener una radio y
una televisión pública mejores, más plurales y al servicio de la gran
mayoría de los ciudadanos.

En cualquier caso, todo organismo, como digo, sea público o sea privado,
tiene que estar en una continua evolución, adaptándose a la realidad de
la sociedad sobre la cual está incidiendo, sobre la cual está trabajando.




Aquellos organismos que no estén en esa perpetua y continua evolución,
normalmente, precisamente por su no adaptación a la nueva realidad,
desaparecen. Eso ocurre con todos los organismos públicos, está pasando
de una forma extraordinariamente evidente en la radiotelevisión pública
española de los últimos años. De cómo era la organización, el
funcionamiento y el trabajo de la



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radiotelevisión pública en la época en que esa radio y esa televisión
vivían un régimen de monopolio a la situación actual ha habido un cambio
extraordinario y de extraordinaria importancia y en muy poco tiempo,
seguramente con todos los defectos, podemos decir que ha sido el
monopolio que mejor ha sido capaz de adaptarse a la nueva situación, con
problemas, como es lógico, porque estas modificaciones nunca se pueden
hacer sin problemas, pero que en cualquier caso se ven agravados
últimamente con motivo de la situación de crisis económica que hace que
nuevamente estemos en un período que podemos considerar de transición. Yo
estoy convencido de que dentro de pocos años veremos cuál es realmente el
cambio que se ha producido en el funcionamiento y organización interna de
la propia radio y televisión española. Será muy diferente de lo que es
ahora, como en estos momentos es muy diferente de lo que era hace diez o
quince años.

En cualquier caso, no voy a decir más cosas, porque tanto esta Comisión
como el Pleno tienen pendientes debates que van a incidir sobre los temas
extraordinariamente importantes que estamos tratando en estos momentos.

Tanto el plan de empleo que el Director General se comprometió a mandar a
esta Comisión en un plazo de dos meses, posterior a que lo apruebe el
Consejo de Administración, y que va a incidir, como digo, en los temas de
que estamos hablando, como las dos comunicaciones que se ha comprometido
el Gobierno, todos esos acuerdos se han adoptado, si no me equivoco,
prácticamente por unanimidad, bien sea en la Comisión, bien sea en el
Pleno. Una de las comunicaciones del Gobierno se refiere a absorber la
realidad audiovisual y su posible evolución en un futuro más o menos
inmediato y otra es sobre los proyectos que tiene el Gobierno sobre la
propia Radiotelevisión Española, y también en el Pleno de la Cámara se
aprobó por unanimidad, como digo, que esta comunicación se haga en un
plazo determinado que, si no me equivoco, son tres meses.

Todo esto está inmerso en lo que va a suponer, y supongo que será una
consecuencia obligada de cualquiera de estas dos comunicaciones o quizá
de las conversaciones que se están teniendo entre grupos políticos
diferentes sobre el tema del impulso democrático, y está latente en todo
ello la modificación del Estatuto de Radiotelevisión.

Quiero decir con esto que estos cuatro temas que están pendientes de
discusión en la Cámara, bien sea en el Pleno o bien sea en la Comisión,
van a incidir y van a modificar realmente el funcionamiento del propio
Ente público Radiotelevisión Española. Por eso yo, quizá equivocadamente,
no entendía muy bien a qué venía esta comparecencia cuando tenemos tantos
temas pendientes, que en breve plazo de tiempo nos va a obligar a cada
uno de nosotros a tomar posiciones perfectamente claras sobre cuál es
nuestra postura con respecto a la radio y la televisión pública.

En cualquier caso, nosotros seguiremos manteniendo, como digo, la defensa
de una radiotelevisión pública cada día, como he dicho antes, más plural
y al servicio de la gran mayoría de los ciudadanos.




El señor PRESIDENTE: El señor García Candau tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): Señor De
Grandes, le quiero agradecer el tono de su intervención y decirle algunas
cuestiones en relación a algunas de sus afirmaciones.

En primer lugar, usted habla de que el Ente público o las sociedades
tienen, digamos, una imagen cabezona, en la medida en que hay un segmento
de dirección importante. En esto voy a ir un poco más lejos de eso.

El organigrama que está aprobado en estos momentos sin duda corresponde a
una situación determinada de unos servicios determinados y de unas
plantillas que lógicamente deben variar en el futuro. Es probable que
dentro de un tiempo este organigrama se pueda ver, y se verá, reducido en
la medida en que algunos de los puestos que aún figuran en el mismo o de
especial responsabilidad --mandos orgánicos-- puedan ser sustituidos por
la valoración de puestos de trabajo a la que se refería el Diputado señor
Alcaraz. De tal manera que ésta es una realidad condicionada por la falta
de una valoración de puestos de trabajo.

Aquí siempre hay una batalla, incluso a veces los sindicatos, en algunas
de las reuniones, dicen: «Es que lo que hay que hacer es acabar con el
ente público y que pasen los servicios a las sociedades.» A veces me ha
sorprendido la ingenuidad, digo, porque no puedo entender otra actitud
por parte de algunas personas que incluso llevan con responsabilidad
sindical muchos años y que no saben aún lo que es el Ente público. Cuando
yo le explico a cada uno de ellos qué es el Ente público, inmediatamente
lo entienden perfectamente.

En el Ente público hoy en día parte de la Dirección General y del propio
«staff» lo poseen las relaciones internacionales y el gabinete de la
Dirección; el resto no es ni más ni menos que la centralización en ese
servicio, como es el Instituto de Formación, como son la Orquesta y
Coros, como es el área económico-financiera, como es en estos momentos el
área de comercialización de programas y de la pura publicidad, lo que es
la seguridad de los edificios, lo que es toda la política inmobiliaria.

Es decir, son aquellos servicios que por su naturaleza tienen que estar
centralizados, y precisamente en esta reforma es el área que mayor
reducción ha tenido tanto en directivos como en mandos orgánicos.

Hay sin duda una cierta descentralización, como, por ejemplo, en el área
de «marketing», como decía el señor Alcaraz. Es verdad que «marketing»
tiene dos funciones fundamentales y somos conscientes de ello: una, la
propia programación de Televisión Española, fundamentalmente, y también
el apoyo al área comercial en las campañas y en el diseño de las campañas
de producto. Eso es cierto, pero es verdad que la publicidad está ligada
directamente a la propia Televisión, de tal manera que al final



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el área de «marketing» tiene que ocuparse prácticamente o exclusivamente
de Televisión Española. Hasta ahora estaba en el Ente público, pero de la
misma manera incluso podría decirle que hemos estado pensando en la
posibilidad de pasar todo el área comercial a la propia Televisión
Española. O sea que no sólo hemos hecho una centralización, sino una
descentralización y yo diría que incluso a medias, aunque es posible que
en una nueva configuración en ese plan estratégico que se elabore puede
incluso variar. Pero iría en ese camino y no en el anterior.

El señor De Grandes dice que los contratos de directivos son superiores a
siete millones de pesetas. Esos son unos cuantos, la mayoría no superan
para nada esa cifra y están bastante alejados de ella.

En cuanto habla de los blindados, señor De Grandes, como usted ha tenido
una intervención que yo reconozco seria, rigurosa y amable, quiero
reiterar una vez más el concepto de blindados.

En Radiotelevisión Española hay trabajadores fijos y trabajadores
contratados y los contratados pueden ser de obra para un programa
determinado, pueden ser aquellos que formaron parte de diferentes
convocatorias y entraron al amparo del Real Decreto de Fomento del
Empleo, o pueden ser directivos. Trabajadores son exactamente todos, no
hay unos que son trabajadores y otros que no son trabajadores. Cuando
nosotros solicitamos a través de una empresa de cazatalentos la
incorporación de una serie de puestos técnicos, porque, además, son todos
puestos técnicos del área de la gestión empresarial y no de otras áreas,
específicamente de áreas y de nuevas tecnologías que se incorporaron,
sistemas de información, etcétera, cuando hablamos con una empresa de
éstas, lo primero que nos pregunta era por las condiciones económicas,
tiempo del contrato y cuál era la indemnización para el caso de que la
empresa no cumpliera el compromiso adquirido con un trabajador. Es decir,
aquí, cuando un trabajador de la empresa es fijo en estos momentos o es
contratado laboral y le despiden, llegado el caso, evidentemente va a
Magistratura y recibe la indemnización que le corresponde. En el caso de
un señor que ha sido contratado y que, además, tiene simplemente una
temporalidad en su función laboral y que, si la cumple, no recibe a
cambio ni una sola peseta, ¿qué es lo que se entiende por blindaje en
este caso? Lo que se entiende, que ustedes equivocan el concepto, es que
cuando la empresa no cumpla lo comprometido en el ámbito laboral y en el
ámbito mercantil, habrá que responder por un incumplimiento. Es decir,
ahora mismo hemos hecho una prórroga para una serie de trabajadores hasta
que se defina finalmente ya el organigrama para aquellos trabajadores que
cumplen su contrato. Es decir, aquí mismo, en la sala, hay un trabajador
de Radiotelevisión Española que, si no se le renueva el contrato, se va a
su casa sin recibir ni una sola peseta. ¿Eso es un contrato blindado? (El
señor De Grandes Pascual: Es ilegal.) No ilegal, no. Es decir, uno
contrata a un trabajador por un tiempo determinado y por un salario
determinado; que el trabajador culmina, porque la empresa y el trabajador
están de acuerdo en culminar el trabajo, no tiene derecho a percepción
alguna; que la empresa incumple el contrato, tiene que responder, y tiene
que responder hasta un máximo del salario de un año.

Por tanto, yo ya he visto una serie de apreciaciones absolutamente
incorrectas. No quiero calificarlas... No por ustedes, sino por otras
personas. Lo que me ha dado una cierta tristeza, y sobre todo en algunas
actuaciones políticas, es cuando se ha hecho una diferenciación entre
trabajadores de un tipo y trabajadores de otro. Creo que a estas alturas
de la vida no se puede hacer ese sectarismo contra algunos trabajadores
sin hacerlo en favor de otros.

Su señoría habla de que los pasillos están llenos de magníficos
profesionales. Esa literatura sobre los pasillos le puedo asegurar que
forma parte de un pasado y de un pasado muy lejano. Si usted me quiere
dar la lista de esos magníficos profesionales que están en los pasillos,
encantado en recogerlos y atender a usted y a esos mismos trabajadores
cuando usted crea oportuno, porque estoy absolutamente convencido de que
no hay ningún gran trabajador, ningún gran profesional en los pasillos.

Distinto es --y S. S. debe saberlo-- que en estos momentos hay algunas
categorías profesionales que han quedado, en función de la actividad
propia de la empresa, como excedentes. No podemos tener cientos de
directores de programas o cientos de realizadores haciendo programas,
porque no hay cientos de programas realizándose o dirigiéndose y, por
tanto, ahí puede haber temporalmente unas personas --unas veces son unos
y otras otros-- que van variando en cuanto a sus funciones. En cualquier
caso, la ocupación del personal de Radiotelevisión Española en estos
momentos es absoluta y no existe eso que se ha venido en llamar en el
pasado «estar en los pasillos». Cuando yo entré en la casa ya se hablaba
de los pasillos; llevo ya dieciséis años en la casa, por tanto, fíjese S.

S. si se viene arrastrando la literatura.

Respecto al aprovechamiento de los recursos humanos, es un objetivo que
estamos desarrollando y hoy en día hay determinadas actividades
profesionales y profesionales que incluso han aceptado un cambio de
funciones de su propia categoría profesional para poder trabajar y
aportar su experiencia en otras áreas de la empresa en las que hasta
ahora, por otras razones, no habían tenido intervención alguna.

De hecho, señor De Grandes, lo que no me parece de recibo es que S. S.

dice de que si existen esos trabajadores en los pasillos, es por razones
ideológicas. Yo no conozco a nadie en estos momentos --a nadie,
absolutamente a nadie-- que dirija un solo programa en Televisión
Española o en Radio Nacional de España que tenga ideología socialista o
pertenezca al Partido Socialista o de partido alguno. No lo sé, porque a
las personas cuando se les encomienda una función no se les pide carné
alguno sino simplemente la profesionalidad. Que en ocasiones, a lo mejor,
podemos equivocarnos en favor de unos y en desfavor de otros, es posible,
como tantas cosas en la vida. Pero le aseguro es que ningún profesional
de Radiotelevisión Española, por razón ideológica alguna, deja de tener



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cometido o responsabilidad profesional adecuada a su formación.

Plantea S. S. también qué nuevas sociedades se podrían crear. Nosotros
barajamos en ese plan estratégico --y en mi comparecencia a petición
propia, cuando acudí en el mes de septiembre desgrané algún caso-- la
creación de una sociedad anónima que pueda gestionar los centros
territoriales de Radiotelevisión Española y una sociedad que pueda
gestionar los satélites. Esos son, más o menos, los objetivos que podían
configurarse en una nueva organización en el futuro. Costes. Los costes
en estos momentos, en relación con los centros territoriales, están en
torno a los 20.000 millones de pesetas y el presupuesto de los satélites
para este año en torno a los 5.000 millones de pesetas. Me refiero a los
satélites de difusión directa sobre España, no a los actuales satélites
institucionales, que son los que se emiten para Europa y para América.

Respecto a la complementariedad, señor De Grandes, me da auténtico
pánico. Cuando se habla de complementariedad y de competencia desleal
paralelamente, a mí eso me suena muy mal, porque no podemos caer en el
error o en el interés de que la complementariedad de Televisión Española
sea que en los horarios de gran audiencia nos dediquemos a hacer grandes
programas dedicados a la cultura, a los grandes eventos religiosos, a los
grandes eventos de todo tipo que sin duda no sean del interés mayoritario
de la sociedad española. Aquí quien estaba en el mercado era Televisión
Española. Si usted ahora mismo hace un análisis de la programación de
Televisión Española, no ha variado nada de cuando ustedes, por ejemplo,
estaban en el poder en cuanto a los contenidos de programación en
general. Ahora mismo el programa que se acaba de incorporar, «Un, dos,
tres», lleva toda una larga vida, desde antes de que ustedes llegaran al
poder. Por tanto, esos son programas que estaban y que siguen estando. Lo
que no se puede entender es que haya personas e incluso partidos
políticos que estén alineados en la pretensión de algunas empresas
privadas y que digan: ustedes dejen de hacer esto, ustedes no den aquello
y déjennos el campo libre, déjennos la buena cuenta de resultados para
nosotros y apáñense ustedes. Eso nos llevaría a situaciones mucho peores.

Estoy de acuerdo con S. S. sobre el contenido que deberían tener esos
satélites. El contenido de uno de los satélites va a ser absolutamente
cultural. Nosotros vamos a darle un perfil muy concreto con programas
dedicados al teatro, a la ópera, al cine clásico, ese cine de blanco y
negro que ya no se ve en ninguna televisión o que nosotros emitimos a
veces en la madrugada; programas de todo tipo, documentales, etcétera,
que pueden ser de un interés minoritario, pero no por ello despreciable
por nuestra parte. Por tanto, ése sí es un contenido absolutamente
complementario o alternativo.

Dice S. S. que se hace un ajuste de plantillas sin negociar. Nosotros nos
hemos sentado varias veces ya con los sindicatos para hablar del ajuste
de plantillas. Ellos pidieron en primer lugar, que les escucháramos sobre
el plan de futuro que han elaborado, plan de futuro que no tiene un solo
dígito --como ya les he explicado más de una vez, les he dicho que estoy
de acuerdo y que estamos dispuestos a escucharles--, y es muy fácil hacer
un plan de futuro sólo desde la perspectiva literaria. Entonces por eso
es muy complicado. Nos hemos sentado a dialogar, les hemos dicho que
estábamos dispuestos a escucharles y teníamos que formular
definitivamente las plantillas, porque hay unos pequeños ajustes que así
figuran en la disposición actual de plantillas y de organigramas, con
fecha 30 de noviembre. Yo voy a hacer una comunicación al Consejo de
Administración diciendo que lo presentaré a mediados de diciembre,
primeramente porque ellos han querido trasladarnos algunas de sus
preocupaciones y algunas de sus ideas. Yo les he pedido papeles, pero la
verdad es que hasta ahora no los he recibido, ni en plantillas ni en
organigramas por supuesto, de tal manera que espero que en los próximos
días haya la posibilidad de conocer los contenidos, sus pretensiones y
sus ideas, y en aquello que sea razonable --se lo puedo asegurar--
haremos caso a los sindicatos, porque puede que nosotros no hayamos
acertado al cien por cien y que haya habido algún que otro error. Lo
aceptaremos con mucho gusto y sin ningún tipo de orgullo sino todo lo
contrario, estaremos dichosos de poder colaborar y de que ellos
enriquezcan algunos de nuestros trabajos.

El señor Alcaraz dice que lo que hemos hecho ha sido decir: tenemos que
reducir tantos trabajadores, ajustemos las plantillas de esos tantos
trabajadores. No es así, señor Alcaraz. Dice también que no se han hecho
estudios organizativos previos. Se han hecho múltiples estudios
organizativos previos, durante mucho tiempo. La elaboración de la
plantilla es algo de lo que se venía hablando desde hace ya dos años. Se
han hechos estudios --que antes he explicado-- sobre cargas de trabajo y
sobre otras muchas cuestiones que configuran, sin duda, un resultado de
recursos humanos. Siempre hemos estado de acuerdo y, le digo más, señor
Alcaraz, los sindicatos reconocen que hay excedente de empleo, y lo
reconocen en privado, incluso en las reuniones cuando estamos en petit
comité. Otra cosa son las hojas sindicales. Pero el reconocimiento de que
hay excedente de empleo es una realidad asumida por las partes. ¿Cuál es
la discusión? ¿Por qué tiene que ser éste? Nosotros hemos hecho estudios
en cuanto a emisión, en cuanto a producción y en cuanto a cambios. Usted
dice que en Radio Nacional de España, con estas plantillas que se
configuran en el ámbito provincial, no se puede hacer la producción
actual. Es que no se va a hacer la producción actual. Es que no se va a
hacer la producción actual. En la actualidad en las emisoras provinciales
de Radio Nacional de España, existe Radio 5, que era una emisora
comercial con publicidad y ahora es una emisora comercial sin publicidad.

Por tanto, esto tiene que cambiar radicalmente, y con ese cambio, que
está previsto, estudiado y debatido ante el Consejo de Administración, lo
que se necesitan son unos recursos distintos. Si llegamos a la
conclusión, señorías, de que no sobra nadie, de que tenemos que seguir
manteniendo los mismos servicios, que todo tiene que seguir exactamente
igual, yo le aseguro, señoría, que esos 50.000 millones de pesetas, a los
que usted se refería



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como una petición de su fuerza política no sirven ni para empezar. Y no
sólo no sirven ni para empezar, sino que, además, no servirían para
resolver los grandes temas del futuro de la Radiotelevisión pública.

Nosotros, inevitablemente, tenemos que exigir de los ciudadanos una
aportación económica razonable para el mantenimiento de unos servicios
públicos no remunerados. Y eso es razonable. Ahora, aquello que exceda a
lo razonable, simplemente sería, incluso, una deslealtad con los propios
ciudadanos. Hay que ajustarse a las necesidades y no a una actitud de
mantenerlo todo porque sí: no sobra nadie, no cambiemos nada. En
definitiva, lo que me plantea S. S. es que yo haga el don Tancredo, y a
estas alturas de la vida no se puede hacer el don Tancredo, porque el
tiempo dice: hay que esperarse, hay que esperarse, que hay mucho por el
camino. Mire usted, si seguimos esperando realmente la situación se puede
hacer mucho más gravosa y mucho más difícil. Yo creo que en aquellas
cosas que objetivamente son razonables y son rigurosas, porque se ha
trabajado mucho y duramente por parte de la empresa, hay que ir
anticipándose a los problemas que puedan venir en el futuro. Usted dice:
es que a lo mejor en ese plan entendemos que no tiene que sobrar nadie,
porque haya más servicios y más unidades que crear. Es posible, pero creo
que no va a ser ese el camino sino todo lo contrario; hay que ajustarse a
una realidad que creo es absolutamente distinta.

Una vez más S. S. habla del Consejo de Administración. No sé por qué la
tienen tomada en estos momentos tanto con el Consejo de Administración.

El anterior Consejo de Administración que en funciones dio su parecer
para mi nombramiento en el año 1990, estuvo en funciones alrededor de
catorce o quince meses, y el actual sólo lleva en funciones unos cinco.

No sé por qué hay que arremeter permanentemente contra este Consejo y no
se hizo en la anterior legislatura.

En cuanto a la negociación con los trabajadores, señor Alcaraz, ya le he
dicho que estamos abiertos a escucharles, pero eso sí, siempre pedimos
papeles, y hasta ahora no nos los han entregado. Hoy parece que los van a
entregar; si hoy los entregan, encantado de estudiarlos, y si hay cosas
razonables, yo le aseguro que las voy a recoger, y no me van a doler
prendas de llegar al Consejo de Administración y decir: señores, aquí hay
una petición, aquí hay un razonamiento de los sindicatos, que es asumible
y, por tanto, yo lo asumo y presento al Consejo de Administración para la
modificación pertinente. Sepa S. S. que en ese ánimo hemos estado
siempre, pero, evidentemente, hay aspectos que los sindicatos requieren
de la dirección y que la dirección no tiene siquiera la capacidad de
darles a los sindicatos, entre otras cosas por el respeto a las leyes y
por el respeto a las instituciones, que en este caso son el Consejo de
Administración y esta Comisión de Control Parlamentario.

Finalmente quiero agradecer al señor Aguiriano su disposición y el apoyo
de su Partido político a la Radiotelevisión pública. Quiero matizarle un
aspecto sobre el monopolio. Ha dicho que Radiotelevisión Española ha
pasado de la situación de monopolio adaptándose con bastante facilidad.

Yo le diría que nos hemos adaptado con una enorme dificultad, por dos
razones fundamentales. Una, porque a todo monopolio se le ha dado siempre
un tiempo de adaptación para, digamos, redimensionar su propia empresa,
para estar en una nueva situación en el horizonte sectorial en que esté
cualquiera de estas empresas y, dos, y sobre todo, porque no sólo no ha
habido ese tiempo de adaptación, sino que además, durante ese tiempo de
colisión con otras televisiones, que sin duda irrumpieron legítimamente
en el mundo audiovisual, no se financió el servicio público que tenía que
obtener su remuneración. Por tanto, ha tenido una doble dificultad, no
tener el período de adaptación y no tener la financiación para aquellos
servicios que en favor del Estado ha venido prestando y presta
Radiotelevisión Española.




El señor PRESIDENTE: Para un turno muy corto, ¿señores portavoces que
deseen intervenir? (Pausa.) Tiene la palabra el señor De Grandes.




El señor DE GRANDES PASCUAL: Señor Presidente, procuraré ser breve.

Gracias, señor Director General, por su tono, lo que no debiera extrañar,
porque creo que no es necesario que en esta Comisión nos batamos siempre
a sable. Lo he dicho al principio y lo voy a reiterar otras muchas veces,
en esta Comisión de Control tenemos obligación inexcusable de controlar,
para eso está, y también de informarnos. Por tanto, a veces no se trata
de hacer juicios de valor a posteriori sobre decisiones tomadas, sino que
es necesario recabar datos para ser rigurosos. Lo que hoy es una petición
de comparecencia en los términos que son, y lo que queremos son datos.

Por tanto, el que el ilustre representante del Grupo Socialista venga a
entender que esto es extemporáneo e inadecuado y que parece que queremos
verter acusaciones, algunas veces las vertimos directa y legítimamente, y
desde luego no nos arrugamos al hacerlas, pero es que hoy no se trataba
de eso. No es extemporáneo --por eso he dicho que no hay razones de
oportunismo, sino de oportunidad-- pedir esta comparecencia. Todos
conocen la misiva que ha mandado el Comité general de intercentros a esta
Casa, y las cosas que dice, que está firmado por más de cuatro mil
trabajadores, y tienen preocupaciones --no las que hemos pronunciado
nosotros aquí--; si quisiéramos haber hecho demagogia, con haberlas leído
todas hubiéramos hecho (luego le voy a leer una literal) ya una política
más eficaz en orden a la propia notoriedad de nuestra intervención, pero
es que esa no era nuestra intención. Nuestra intención es una intención
legítima y seria y lo que queremos en este debate, planteado en la
sociedad española y entre la clase política, en términos no despectivos
sino de honor, porque yo no me siento despreciado cuando me llaman
político --últimamente parece que alguien sí, yo no--, lo que queremos,
repito, es tener datos sobre el futuro de la Radiotelevisión pública,
porque es inexcusable para ser rigurosos.

Señor Director General, insisto, le agradezco que diga que en el futuro
podrá reducirse más el organigrama, pero ha sido un juicio de valor
descriptivo. Yo creo que



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hoy es cabezón y que, en cambio, hay mucha gente mal utilizada y que hay
una preocupación porque se empiece por reducir las plantillas antes que
la cabeza, que es gigantesca. Es cierto que puede ser heredada. Yo
imagino que cuando hablaba de cuando estábamos nosotros en el poder se
refería al subconsciente de verme a mí como antiguo miembro de UCD, no
creo que se haya referido a otros tiempos, ¿verdad? (El señor Director
General del Ente Público RTVE, García Candau: No.) Lo digo porque alguien
ha aludido a ello y sé que usted no se ha referido a eso en ningún caso;
por eso lo aclaro.

Me alegro de que hable del futuro de reducción, pero desde luego hoy el
Ente es enormemente cabezón y desmedido para las funciones que tiene que
desempeñar ahora y en el futuro. Por tanto, denunciar que sentimos al
unísono con los trabajadores que sería injusto hacer una regulación de
plantilla de forma inmediata, antes de reducir la cabeza, es decir,
empezar por los pies, creo que es descriptivo de una preocupación
generalizada.

Es cierto que los contratos blindados no siempre son legales; a veces no
son ni legítimos siquiera. Lo que nosotros decimos es que en la
Administración pública y en el Ente público Radiotelevisión Española
puede que sí sean ilegítimos o por lo menos inadecuados, por el propio
carácter público. En el mercado habrá, como S. S. ha mencionado, la
captación de personas que en su propia contratación, libre, exigen
determinadas cláusulas para garantizar su propio devenir personal, y a mí
eso me parece bien, pero creo que eso no es lícito en el terreno de lo
público y que hay algunas veces que la Administración pública o el Ente
público tienen que decir: lo sentimos mucho pero nosotros no estamos
legitimados para hacer este tipo de blindajes. El que lo hagan los
entrenadores de fútbol o determinadas personas en la empresa privada a mí
me parece absolutamente de recibo, y es un problema de la voluntad de las
partes. Pero cuando una de las partes es la Administración pública o es
el Ente público Radiotelevisión Española no nos parece bien, y lo decimos
así de claro. Y lo digo aun tratándose, algunos, de amigos míos, porque
no hay por qué meterse con ellos; hay que meterse no con que alguien
pretenda un contrato blindado, sino con que el Ente público acepte que
eso sea un sistema normal en el Ente público.

La literatura de pasillos es vieja, pero es renovada y es actual. No se
trata de aportar aquí nombres, pero sigue siendo un sentimiento de la
casa, de gente que entiende que está preterida, postergada --yo antes he
dicho por razones ideológicas; no quería decir tanto, porque sería
anticonstitucional e ir más lejos de lo que yo he pretendido decir--, que
siente que no es utilizada en sus capacidades por no sintonizar con quien
manda. Si entiende que eso es más adecuado para no llegar tan lejos, con
toda sinceridad, eso se sigue sintiendo. Hay magníficos profesionales en
los pasillos que no están en la calle, porque no se les ha despedido,
pero, sencillamente, no tienen función. Es más, yo tengo dudas, por
deformación jurídica, de si eso es lícito, porque un trabajador tiene
derecho a estar ocupado de una forma real en función de sus propias
capacidades, y hay gente que está ocupada en actividades que no se
corresponden con sus capacidades reales, que en otros momentos han
desempeñado con absoluta fiabilidad. Por tanto aclaro a lo que me refiero
cuando hablo de la famosa literatura de pasillos.

Preguntábamos por las nuevas sociedades, y en ese aspecto quiero serle
sincero, no me siento muy satisfecho de su información. Sobre el plan de
futuro famoso ya le hice una indicación el otro día en una comparecencia
y ni siquiera merecí su respuesta, no británica de sí o no, sino que fue
el silencio más absoluto, lo que no me parece --dicho sea de paso-- de
recibo por parte del Director General, al que tenemos un enorme respeto,
pero al que pedimos en ese aspecto cuando menos cortesía. Bien, como ese
plan de futuro no existe, resulta que no se pueden hacer citas, ni
literales, ni abstractas, de ese plan. Ese plan existe y yo concreto
nuestra preocupación. No nos preocuparía que se crearan las sociedades de
gestión de centros territoriales o de gestión de satélites. Antes lo he
dicho ya en mi primera intervención. Seguramente el nuevo plan de
reestructuración de Radiotelevisión y de sus sociedades necesitará
determinadas expansiones para ser eficaces. Eso sí es verdad que es estar
en la realidad de la competencia y, naturalmente, no hace falta creer en
la empresa pública como una empresa que se arruina. No es cierto, no es
ésa la idea que tenemos. Pero una cosa es eso y otra cosa son las
empresas de comercialización o de gestión de derechos de producción, es
decir, esas cuatro empresas que se citan en el plan nonato de futuro,
pero que como S. S. no quiere reconocer, estamos hablando de fantasmas.

Pero no son fantasmas; esas empresas que se citan ahí, y así quiero que
conozca nuestro criterio, serían de difícil recibo, porque entrarían
directísimamente en competencia o en liza con ámbitos de competencia
desleal, y ahora indicaré por qué.

A S. S. le asusta la complementariedad. Yo he hablado de subsidiariedad,
que es un principio que para nosotros es muy viejo, es genuinamente
popular y, en Europa, es un principio hasta ideológico. Ahora se le ha
quitado la naturaleza ideológica y casi es asumido por todos. Es un
principio muy viejo, pero que se ha hecho muy moderno, y ahí lo tenemos
en Maastricht y es digno de aplicar al concepto de lo que queremos como
una empresa pública, de una Radiotelevisión pública. No se trata de que
nosotros queramos una Radiotelevisión pública indefensa --por decirlo de
alguna forma-- que a la hora de competir caiga en la nada y que, al
final, tenga que ser subsidiada por fondos públicos y, por tanto, nos
cueste dinero, sin más. Creo que hay un punto de equilibrio entre esa
complementariedad o subsidiariedad de la existencia de una
Radiotelevisión pública que cumpla funciones complementarias por los
contenidos en los términos que S. S. indicaba. Pero no tiene por qué
entrometerse en actividades que va a cumplir y que está cumpliendo la
iniciativa privada con éxito. ¿Es difícil ese equilibrio? Comprendo que
no es una tarea fácil, sin ninguna duda. Cuando se trabajaba en la época
del monopolio que ha citado recuerdo que en esta misma Comisión de
Control de RTVE, a la que tuve también el honor de pertenecer, por parte
del Grupo Socialista y de la Directora General de



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RTVE de entonces se hacía el alarde de que no se necesitaba una peseta,
casi como se hace ahora, pero entonces era en monopolio; hoy tiene un
sentido mayor. Entonces se hacía en monopolio y naturalmente era muy
sencillo no necesitar dinero, porque se estaban hasta acumulando y
enlatando productos para competir ahora. Por tanto, quede claro que no
queremos una Radiotelevisión pública indefensa, pero sí una
Radiotelevisión pública que cumpla las tareas de servicio público que le
están encomendadas y que no tiene por qué entrometerse ni competir
deslealmente con la iniciativa privada y el pluralismo televisivo
nacional.

Respecto a la negociación, yo no he sido quien lo ha dicho. He citado a
los sindicatos. Antes he hecho referencia al Comité general de
intercentros que dice cosas durísimas y que voy a hacer gracia a SS. SS.

de no repetirlas, porque creo que son conocidas y han llegado hasta la
propia Cámara. Pero lo que no le ahorro es lo que dicen los sindicatos
esta misma mañana, claro que dice «fuentes sindicales». Para seguir
siendo riguroso, no puedo citar quién. Dicen: «Fuentes sindicales
manifestaron ayer que si Candau intenta vender hoy en la Comisión de
Control que está negociando con los sindicatos, estará mintiendo.»
Realmente, es una afirmación grave y siento que no tenga autor. Usted,
como un viejo profesional, joven pero muy antiguo, sabe que es normal
hablar de las fuentes y estoy seguro de que este documento unido a éste
(mostrándolos a la Comisión) hacen verdad. Uno con otro, como se analizan
las pruebas en Derecho, estoy por creerme que son fuentes y que son los
sindicatos los que manifiestan la preocupación y denuncian que no se está
negociando, sino que se esperan un trágala que les afecte a sus vidas y a
la Televisión pública.

Señor Presidente, quiero referirme brevísimamente al digno representante
del Grupo Socialista. Decía el señor Aguiriano que no parece normal que
se discutan objetivos empresariales en la Comisión de Control. ¿En qué
quedamos? O no he entendido bien o he oído decir al señor Vicepresidente
del Gobierno (que no suele hablar, pero que lo hace siempre
indirectamente a través de los medios de comunicación) que el Consejo de
Administración de RTVE debe desaparecer y que debe ser esta Comisión la
que se ocupe de todo, no sólo del control, sino que se ocupe del ámbito
propio actual del Consejo de Administración. Por tanto, no me parecen muy
congruentes sus manifestaciones en ese terreno. Creo que en los términos
en que estamos hablando aquí no sólo es propio, sino que es inexcusable
que hablemos, como Comisión de Control, del futuro de la Radiotelevisión
pública. Me parece por tanto que mis palabras no son desmedidas ni llevan
ningún tipo de carga demagógica. (El señor De Grandes Pascual,
dirigiéndose a la Diputada doña Matilde Fernández Sanz, pronuncia
palabras que no se perciben.)



El señor PRESIDENTE: Ruego a S. S. se dirija a la Presidencia.




El señor DE GRANDES PASCUAL: Sí, señor Presidente. Perdone el lapsus,
pero, inevitablemente, tenía que hacerlo, porque hay que defenderse a
veces de las mujeres.

Nos acusa, también, de estar a favor de una Radiotelevisión pública a
desaparecer. No voy a insistir, ya lo he dicho claramente. Queremos una
Radiotelevisión pública, lo hemos dicho montones de veces, no estamos en
contra, pero sí estamos, naturalmente, por un modelo distinto. Esperemos,
porque ya sólo le quedan al Gobierno dos meses, a ver cuál es el modelo
que presenta aquí. De momento, el tiempo se pasa y aún no sabemos cuál es
el modelo. Desde luego, me temo que el nuestro no es el mismo que el
suyo.

Muchas gracias, señor Director General.




El señor PRESIDENTE: Señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, señor Presidente.

Creo que el señor García Candau ha recuperado, al final, el tono. Me
recordaba a Hegel un poco, cuando aludía a lo razonable (La señora
Fernández Sanz: ¡Qué joven!), al joven Hegel. Pero ¿quién marca lo
razonable: ustedes, los sindicatos, esta Cámara, o todos a la vez? Usted
se hace dueño de lo razonable, no sé si me explico. Todo se admitirá
siempre que no se extralimite de lo razonable. Pero, ¡hombre!, vamos a
marcar entre todos qué es lo razonable en función de esas dos cosas a las
que antes aludía y, efectivamente, a partir de ya, son objeto de estudio
por parte de esta Cámara.

En cuanto a los objetivos empresariales de empresa pública, desde luego
nuestro modelo no se va a parecer en nada al del PP, eso sí lo aviso, ni
en cantidad ni en calidad. Quizá la diferencia entre ustedes y nosotros
sea la cantidad --ya veremos--, pero la diferencia entre nosotros y el PP
va a ser de calidad. También en el tema de la financiación va a haber una
diferencia esencial con el Partido Popular. Efectivamente, saludo al
señor De Grandes que haya recordado que la referencia a cuando ellos
gobernaban, porque yo le conocía de Diputado entonces, era a la UCD; lo
digo en el sentido de que no estoy haciendo ninguna alusión extemporánea,
en el marco de un territorio absolutamente democrático. Pero las
diferencias van a ser abismales, un poco cubiertas todavía en estos
debates siempre preelectorales en España, estamos siempre metidos en
campañas preelectorales; ahora estamos de cara a las elecciones andaluzas
y a las europeas en campaña preelectoral. A pesar de que se dice que el
pueblo no lo entiende --fíjese, señor García Candau-- todo el mundo
defiende la Televisión pública. Todo el mundo dice: no, si nosotros la
defendemos, nosotros no atacamos la pública. Por algo será.

La Televisión pública en España ha tenido y tiene mucho prestigio, ahora
tiene menos, lo mismo que Radio Nacional de España. Desde ese punto de
vista es difícil de atacar lo que nosotros estamos diciendo, y en ese
sentido hemos arrastrado ciertas cotas de impopularidad, porque creíamos
que en el fondo no lo eran, al pedir 50.000 millones de pesetas para la
financiación pública de un medio que durante un montón de años, once, no
ha



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recibido un duro, que puede deber, que no es deber, 300.000 millones, que
no ha recibido lo que tenía que recibir, y solamente se ha aprobado la
cantidad de 31.000 millones de pesetas para un medio como Radio Nacional
de España que no emite publicidad y nos parece que no debe emitir nunca
publicidad. No estamos de acuerdo con los sistemas de financiación. El
Partido Socialista ha sido débil a la defensiva, ha dudado. Nosotros
estamos mucho más en otra línea que con la línea Solchaga-De Grandes, por
decirlo de alguna manera, con respecto a la financiación. Porque la línea
esa viene a decir: No hay un duro público, arréglese usted como pueda, y
publicidad o, si no, complementariedad.

Yo diría al señor De Grandes, aunque ha aludido al escrito de los 4.000
trabajadores, que, a través de esa teoría que ha expuesto, no habría que
despedir a 2.700, sino a muchísimos más. Las cosas ya se están viendo
claras sobre el terreno y me parece que es interesante.

Creo que no se ha acertado en la financiación. Por ejemplo, en estos
presupuestos vamos a pagar 31.500 millones de pesetas a la Banca Morgan,
con un 15 por ciento de interés. Figura en el texto de los presupuestos;
sumando todos los tipos de interés que ahí aparecen era un 15 por ciento
de 31.500 millones. No habría que haber pagado nada de interés si se
hubiera financiado la televisión pública. Vamos a pagar de intereses, por
el aumento constante de la deuda, que llega casi a 90.000 millones,
25.000 millones anuales este año que viene.




El señor PRESIDENTE: Ruego a S. S. que lo razonable es atenerse a la
cuestión. No entremos en el presupuesto que ya se debatió.




El señor ALCARAZ MASATS: Ha sido el señor García Candau quien ha expuesto
la cuestión. Y llevo la tercera parte del tiempo que el señor De Grandes.

Lo razonable es, señor Candau, establecer el modelo. Por eso, cuando
usted reciba papeles de los trabajadores verá que nadie puede poner
dígitos sin modelo. A lo mejor ustedes lo tienen pero no lo han hecho
público; lo discutiremos aquí. Con el modelo, con la valoración de los
puestos, etcétera, se puede llegar a una plantilla; sin eso no, porque se
va en camino absolutamente contrario.

Se ha hablado de pasillos en otros temas. No voy a ahondar mucho en ese
territorio hoy, pero le voy a poner un ejemplo de que puede haber ciertas
fuentes justificadas a esa serie de rumores. Respecto a Radio Nacional,
de los directivos desaparecidos, los 14 contratados mantienen sus
puestos. Eso es una fuente de rumor. Es lógico que digan: Catorce
contratados mantienen su puesto y se quita gente fija. No sé si me
explico. Esas cosas habrá que analizarlas. Ustedes han dicho que van a ir
no sólo a oír sino también a escuchar; hasta ahora sólo han oído. He de
decirle una cosa, la primera entrevista con el señor Ríos --creo que se
llama Humberto Ríos-- fue muy positiva, se vio un talante muy positivo y
yo lo leí en los medios de comunicación. La segunda, no sabemos por qué,
ya no, cambió el tono; alguien le llamó la atención, señor Candau. O sea
que es verdad que sí se empezó a negociar, pero yo también le advierto
este cambio de la seda por el percal desde el primer momento y no sabemos
si es que alguien, desde la línea a la que ha aludido antes, le dijo: Que
no hay un duro, que no se puede negociar; se puede informar, se puede
oír, pero no se puede negociar, no se puede escuchar. No sabemos si es
que ha pasado esto, como ha pasado en la Mesa del presunto acuerdo
social.

Termino con una alusión, sin intención de cabrearle, señor Candau. Los
contratos blindados es una batalla que la tiene usted perdida, porque
usted la enfoca desde un punto de vista terminológico. El señor Rubalcaba
nos ha dicho que sí existen --y nos ha dado el número exacto-- contratos
blindados en Televisión. Usted está dando una batalla terminológica,
porque no quiere definir cuál es el concepto de contrato blindado; el que
supera los términos del Estatuto de los Trabajadores, aunque sea por una
peseta. Y usted alude a una especie de bolsa de los «yuppies» para marcar
lo que es un contrato blindado. El contrato blindado es el que supera,
aunque sea una peseta, las previsiones del Estatuto de los Trabajadores.

Y, desde ese punto de vista, tenía razón el señor Rubalcaba cuando nos
daba el número exacto de los contratos blindados en Televisión Española.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista tiene la palabra el señor
Aguiriano.




El señor AGUIRIANO FORNIES: Gracias, señor Presidente.

Yo he pretendido --me dirijo al portavoz del Grupo Popular-- dar una
opinión sobre si había motivos suficientes para debatir en esta Comisión
estos temas, teniendo pendientes, como tenemos, grandes debates sobre
cuestiones que afectan claramente al objeto de la comparecencia. Yo, en
ningún momento, pienso, ni he pensado, ni pensaré nunca criticar una
iniciativa que haga cualquier grupo de esta Cámara, sea de la oposición o
no; me parece que está en su perfecto y legítimo derecho. Pero estoy
convencido de que el portavoz del Grupo Popular reconocerá mi derecho a
tener una opinión sobre cualquier actuación que ustedes hagan, y a eso es
a lo que me he limitado.

En cualquier caso, si ustedes quieren, yo estoy dispuesto a retirarlo,
porque yo le agradezco profundamente sobre todo su segunda intervención
porque ha puesto sobre la mesa, una vez más, las claras diferencias que
existen entre el Grupo Popular y nosotros o, por decirlo de otra manera,
entre la derecha y la izquierda, en un tema tan claro como es el de la
radio y la televisión pública.

A mí se me complican un poco las cosas cuando usted pretende igualar,
usted pretende equiparar, el concepto de subsidiariedad de Maastricht de
la aplicación de la actividad de la función pública, bien sea a nivel
europeo o a nivel nacional, incluso podemos llevarlo a nivel regional o a
nivel municipal, pero dentro de la actividad de la función pública, a la
competencia que puede existir entre empresas públicas y privadas.

Nosotros pensamos que



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una empresa pública que como tal y, por tanto, es propiedad de todos los
españoles, no tiene por qué estar detrás o ejercer una actividad de
complementariedad o subsidiariedad con una empresa que, con todos los
respetos siempre, será propiedad de un pequeño grupo de gente.

En cuanto a las declaraciones del Vicepresidente, yo lo que siento, señor
portavoz, es que usted no las ha entendido bien, porque...




El señor PRESIDENTE: Le ruego que se dirija también a la Presidencia.




El señor ARGUINIANO FORNIES: De acuerdo, señor Presidente. En cuanto que
usted forma parte del mismo Grupo, me supongo que se sentirá
representado.

En cualquier caso, el Vicepresidente lo que ha dicho es que no está de
acuerdo en el mantenimiento del actual Consejo de Administración, no en
la desaparición del Consejo de Administración. Será un motivo de
discusión cuando llegue el tema del Estatuto; discutiremos cuáles son las
funciones y cuál será la forma de elegir este Consejo de Administración.

Nadie ha dicho que tenga que desaparecer el Consejo de Administración y
que sus funciones vayan a pasar a esta Comisión.

Con respecto al portavoz del Grupo Popular, me parece muy bien defender
en todo momento la radio y la televisión pública, pero en su programa
está perfectamente claro privatizar la segunda cadena de la radio y la
televisión.

Para terminar, en cuanto al portavoz de Izquierda Unida, me parece muy
bien cualquier modelo de financiación que se pueda discutir; habrá que
discutirlo, ponerlo sobre la mesa, y espero que antes incluso de que
llegue el próximo presupuesto del año que viene. Lo que no se puede es no
comprometerse en los problemas reales que eso supone.

Es muy posible que a algunos nos pudiese gustar llegar a una televisión
cuya fuente de financiación fundamental no sea la publicidad, pero en ese
caso habría que decir que si queremos que se haga en los presupuestos del
Estado, y tenemos que pensar que el 80 o el 90 por ciento, como otras
televisiones públicas europeas, tiene que ser financiado vía presupuesto,
habrá que decir que los ciento y pico mil, 140 ó 150.000 millones que, a
lo mejor, son necesarios para eso dentro del presupuesto, de qué partidas
concretas su Grupo está dispuesto a quitarlos. Ese es el problema, porque
es muy fácil decir que la publicidad solamente financie el 10, el 12, el
5, el 8 o el 20, como en otras televisiones, pero entonces todo ese
dinero que hace falta vía presupuesto, de qué partidas presupuestarias
abría que quitarlo. (El señor Alcaraz Masats: Del avión de combate, por
ejemplo.) Vamos a dejar de hacer demagogia y vamos a decir de qué
partidas concretas estamos dispuestos a quitar.

Señor Director General, en cuanto a lo que yo he hablado de la facilidad
del traspaso del régimen de monopolio a un régimen de competencia, quizá
el error ha sido utilizar la palabra facilidad. Yo lo que he pretendido
decir es que ha habido una facilidad en cuanto a imagen, que no ha habido
grandes conflictos, aparentemente. Soy absolutamente consciente de que
cualquier cambio de ese tipo en Televisión Española o en cualquier tipo
de empresas, incluso en cualquier empresa privada que cambie su modo de
actuación en el mercado, supone grandes dificultades que aparentemente no
existen de cara a la imagen, de cara a la calle. Si usted quiere, en mi
intervención anterior cambiamos facilidad por rapidez y queda
absolutamente claro.

No quiero terminar sin agradecer la comparecencia, que no he hecho antes,
al Director General, máxime después del viaje tan largo que ha realizado
esta noche.

Gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: El señor Director General tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PUBLICO RTVE (García Candau): Señor De
Grandes, le sorprende que a mí me sorprenda el tono. Sí me sorprende.

Estoy absolutamente de acuerdo. Yo acudo con gusto siempre que soy citado
por esta u otras Comisiones del Congreso o del Senado, pero digo que es
importante lo del tono porque soy de los que piensan que se puede hacer,
con el mayor rigor, con la mayor seriedad, el control y la fiscalización
de la actividad parlamentaria, política o, en este caso, de la gestión de
un ente público como el mío sin llegar a las desconsideraciones y a los
insultos. Yo así me he sentido reiteradamente en esta Comisión. Por
tanto, agradezco cuando el tono, siendo riguroso y serio, no tiene esa
actitud de desconsideración ni de insulto. Ese era mi agradecimiento y
así lo reflejaré.

Su señoría dice que hemos empezado por los pies y no por la cabeza. Si
nosotros, antes de haber aplicado ningún tipo de reducción de personal,
lo que hemos hecho es reducir el organigrama, hemos empezado por la
cabeza y no por los pies. ¿Qué es lo que hemos hecho? Aprobar un
organigrama que está sujeto a pequeñas modificaciones de aquí, en
principio, al 30 de noviembre, aunque va a haber un aplazamiento de unos
días. El carácter voluntario de la regulación de empleo en este caso, la
reducción de los excedentes actuales, será con carácter voluntario y
paulatinamente. Por tanto, eso no va a ser una cosa de hoy para mañana,
sino que va a llevar su tiempo, pero antes de eso se habrán producido las
reducciones de la cabeza y no de los pies.

En cualquier caso, lo que tratamos de hacer con los sindicatos es
precisamente discutir aquellas cuestiones que tienen que ver con las
relaciones industriales. Ahora, si a mí ustedes me dicen que están
dispuestos a abdicar de su papel de representantes del pueblo español,
por lo que tienen una responsabilidad en la radiotelevisión pública, y
que lo que tengo que hacer yo es negociar con los sindicatos, cerrar un
plan estratégico, digamos, definir el modelo con los sindicatos y darlo
por bueno, eso es lo que hago, porque eso es lo que quieren los
sindicatos. Los sindicatos cuando dicen: La dirección no quiere negociar,
no es que no queramos negociar las soluciones a esos excedentes
empresariales o a esas situaciones concretas



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en que se encuentran algunos profesionales de la casa; cuando ellos
dicen: la dirección no quiere negociar es porque no queremos negociar el
plan estratégico y el modelo audiovisual del futuro de España; ésa es la
pretensión de los sindicatos y no otra. Cuando el señor Alcaraz dice eso
yo pienso, y se lo he dicho varias veces, que está renunciando a ser
Diputado, está renunciando a que la Comisión tenga que ver. Porque si yo
negocio el plan, si hago un modelo audiovisual con los sindicatos, ¿cuál
es el papel del Parlamento? ¿Yo voy a venir aquí con un modelo definido
por los sindicatos y la dirección o vendrá un modelo que tendrá que ser
discutido en su día por el Parlamento?
La discusión es esa, no hay otra. Ellos lo que pretenden es intervenir en
el plan estratégico, lo que ellos llaman el plan de futuro. Señor
Alcaraz, el plan de futuro es mera literatura. Les he reiterado muchas
veces que la literatura de ese plan de futuro la comparto en su inmensa
mayoría; le digo más, una vez a la cabeza redactora de ese escrito le
dije que me debía derechos de autor, porque en la inmensa mayoría es mi
discurso ante esta Cámara y se puede buscar en las múltiples
comparecencias; sólo que hay matices y los matices son los que no
compartimos. Lógicamente son matices importantes, como es cuando se dice:
no sobra nadie. Yo digo que sí sobra, aunque ellos, en privado, reconocen
que sobran. Esa es la situación. Negociación, la que corresponda a las
relaciones industriales. Ahora, si ustedes me mandatan y están todos de
acuerdo en que negocie el plan de futuro y el modelo audiovisual con los
sindicatos, no tengo inconveniente. Pero esa es la cuestión, no otra; lo
que ellos piden es definir el modelo con ellos. Cuando les digo: Es que
es mi referente político. Yo con ustedes hablo de relaciones
industriales; de política tengo el Consejo de Administración y el
Parlamento, porque son los foros donde se tiene que definir las
estructuras, los modelos y su financiación, no en una mesa sindical. En
una mesa sindical tendré que discutir el convenio o aquellas relaciones
industriales que afecten, en un momento dado, a un excedente laboral que
está en estos momentos vigente por la aprobación del Consejo.

Esta es la discusión. El señor Alcaraz dice: Llegó el Secretario
General... El Secretario General dijo: Estamos dispuestos a escucharos,
que nos digáis qué pensáis, qué es lo que entendéis que deberíamos
asumir, qué es aquello que pensáis que hemos hecho mal en las plantillas,
etcétera. Pero nosotros no vamos a negociar con los sindicatos si tiene
que haber una cámara o dos en el centro territorial de Baleares, porque
eso corresponde al Consejo de Administración a través de la Dirección.

Cosa distinta es que si ellos dicen: Entendemos que en la producción de
Baleares por equis razones hace falta uno más o menos, si es razonable
nosotros lo vamos a admitir. Pero una cosa es escuchar, porque siempre es
bueno escuchar, y otra cosa es negociar, porque, si no, yo tengo que
soslayar absolutamente a los órganos a los que me tengo que referir
permanentemente que son el Consejo de Administración y el Parlamento. Esa
es la situación.

El señor De Grandes dice que los contratos blindados son cuanto menos
ilícitos. Yo la verdad es que no sé de dónde se saca esa conclusión.

Nosotros nos regimos por el derecho privado, primer punto. Si una empresa
tiene la necesidad de contar con unos profesionales con una capacidad
determinada, esas personas se incorporan a esa empresa temporalmente
porque es una contratación de alto cargo, de directivo, que tiene un
contrato específico. No veo dónde está el blindaje. Usted y yo sabemos
perfectamente qué es el blindaje. El blindaje es otra historia y es una
remuneración que en ocasiones, al término de un contrato, es muy superior
o triplica incluso los haberes percibidos durante el ejercicio de esa
función desarrollada. Los trabajadores que en un momento dado son
incorporados a una empresa, si la empresa incumple su compromiso
--cuidado, profesionales de alta cualificación que hasta el momento de
incorporarse a Radiotelevisión Española venían desempeñando funciones
similares en otras empresas, que han abandonado su antigüedad y su
vinculación a esas empresas para incorporarse temporalmente a otra
empresa-- ¿no son trabajadores, señor Alcaraz? ¿No tienen derecho a ser
defendidos? ¿No tienen derecho a recibir en un momento dado la
compensación, en el caso de que la empresa no cumpla lo comprometido?
¿Usted cree que no? Yo aún no hago esas diferencias y no entiendo ese
sectarismo de S. S. en favor de unos trabajadores y en contra de otros.

Trabajadores somos todos, desde el Director General hasta el último
trabajador de Radiotelevisión Española. Por tanto, la defensa debe ser
del colectivo y no de unos segmentos, que parece que es a los que usted
pretende defender.

En cuanto a las personas que están en los pasillos, señor De Grandes, le
reitero que no le pido que me dé usted los nombres, pero le ruego, en el
ámbito privado, que me haga llegar la lista que crea usted conveniente,
que usted conozca, y yo, con mucho gusto, le atenderé y le daré
explicaciones. Porque le puedo asegurar, señor De Grandes, que no hay
ninguna actitud malévola en contra de ningún trabajador de
Radiotelevisión Española; todo lo contrario. Cosa distinta es que algunos
no estén satisfechos con la función que desarrollan y eso le puede
ocurrir a cualquier trabajador. Todo el mundo aspira a hacer cosas que, a
lo mejor, no hace y otros son los que lo consiguen; hay determinados
anhelos en los que hay, digamos, un cuello de botella y son aquellos
grandes programas que, sin duda, son los más deseados por muchos de los
trabajadores de Radiotelevisión Española. Ahora bien, de eso a entender
que hay personas que no están ocupadas, que no se les da dedicación... Le
voy a decir una cosa, partimos de una realidad; es posible que haya un
sector que no tenga la función que ellos requieren por una razón muy
sencilla, porque ya hemos partido de la realidad de que hay un excedente
de personal. Si no hubiera excedente de personal, se nos podría achacar
diciendo: Oiga usted, teniendo personal que puede desempeñar una función,
usted no desempeña la función, usted no produce, cuando tiene el
personal. El problema es que cuando para un modelo de producción tenemos
excedente de personal, es evidente que hay un personal que no puede
cumplir aquellos deseos laborales que tiene.




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En cualquier caso, le reitero, señor De Grandes, si usted tiene
conocimiento, yo, con mucho gusto y en el ámbito de lo privado, estoy
dispuesto a darle las explicaciones que correspondan.




El señor PRESIDENTE: Antes de levantar la sesión quiero decir a SS. SS.

que en el mes de diciembre vamos a tener tres sesiones, el día 1, a las
diez y media de la mañana; el día 13, a las dieciséis treinta, y el día
21 a las once treinta de la mañana. Lo digo porque el mes de diciembre
suele ser complicado a efectos de transportes y algunas de ellas, como la
del día 13, puede coincidir con que no haya Pleno en la Cámara.

Se levanta la sesión.




Eran las dos y cincuenta minutos de la tarde.