"... Cautivo te lloramos; robado pérfida y alevosamente por el mayor de los monstruos, nos cubrimos de luto y nos levantamos jurando vengarte y derramar hasta la última gota de nuestra sangre por rescatarte... los fieles y heroycos valencianos te están dando continuos testimonios de esta verdad y una muestra de lo que harán contigo todos los pueblos, porque todos los pueblos son tuyos..." (Lucindo al rey nuestro señor D. Fernando VII. Proclamado y jurado soberano repetidas veces antes que los de Cádiz soñasen en regalarle la Corona).

El diputado que preside las Cortes durante el mes de julio de 1813 es antiliberal y seguidor a ultranza de las propuestas de su paisano Borrull. El "Lucindo" era un periódico de Valencia publicado en 1814, redactado por Justo Pastor Pérez, del que sólo salieron siete números; el citado corresponde al número dos y es el que hace referencia al cautiverio de Fernando VII. También existía otro periódico coetáneo de Valencia, llamado "El fernandino", que también se publica entre los meses de abril y mayo de 1814, y donde al parecer colaboró el presidente Sombiela.

Estudió Derecho en la Universidad de Valencia de la que más tarde fue profesor y catedrático de Jurisprudencia. En 1808 fue vocal de la Junta Superior de Valencia, del Tribunal de Seguridad Pública y abogado de los Reales Consejos y del Consejo de Valencia. Elegido diputado suplente el 15 de febrero de 1810 en el Ayuntamiento de Valencia, se le nombró diputado propietario en sustitución de José Bru, párroco de Almoradí, que había sido apresado por los franceses. Fue también comandante del batallón de voluntarios artilleros y secretario de la Junta de Presidencia. Quedó como suplente para las ordinarias de 1813 hasta la llegada de los diputados propietarios.

De los 17 diputados valencianos que llegaron a Cádiz, los dos más destacados, Joaquín Villanueva (liberal) y Francisco Borrull (servil), no llegaron a ocupar la presidencia. Como hemos visto, fueron presidentes Francisco Ciscar, sobrino del gran ilustrado valenciano Gregorio Mayans; Manuel Villafañe, Oidor de la Audiencia de Valencia; el barón de Antella, Vicente Noguera y Climent, y José Antonio Sombiela. No todos los diputados valencianos y sus suplentes coincidieron al mismo tiempo, ni formaron parte del viaje narrado por Joaquín Villanueva. El presidente Sombiela es de los últimos en llegar, tomando posesión del asiento, como entonces se llamaba al escaño, el 12 de junio de 1811.

Forma parte de las comisiones de Justicia, Memoriales y Poderes. Participa en varias discusiones, aunque de una forma concisa. Entre los debates más importantes podemos citar su preocupación por la administración de justicia y el arreglo de los tribunales: "... No tanto el castigo del acusado, cuanto la protección que tiene derecho a reclamar el inocente, es el fundamento a que debe atenderse para decidir sobre un punto tan importante. Es indudable que el Estado se interesa en el pronto castigo de los delitos, ora por el escarmiento que de suyo produce, ora por separar de la sociedad los miembros inútiles y nocivos a ella; pero también es positivo que debe ponerse en contraposición el perjuicio que puede resultar a la misma de que se castigue al inocente... Más vale dejar sin castigo el delito que condenar al inocente..." (Sesión de 8 de julio de 1812).

Como presidente de las Cortes firmó los decretos que se publicaron durante el mes de julio. Podemos destacar el de 19 de julio de 1813 por el que se declaran abolidos los señoríos.

Tras el regreso de Fernando VII fue Oidor y Regente de la Audiencia de Valencia, así como abogado de presos del Tribunal del Santo Oficio. De ideología realista, participó en la conspiración para liberar al general Elio.

Falleció el 25 de enero de 1825 en Valencia.

La biografía procede de la publicación "Los presidentes del Congreso de los Diputados, 1810-2010" (2010), coordinada por Sofía Gandarias Alonso de Celis y Mateo Maciá Gómez, y editada por el Departamento de Publicaciones del Congreso de los Diputados. Los textos fueron realizados por ambos coordinadores, con la colaboración de Esperanza Prieto Hernández.